SCA de Santiago, Principio de Razón Suficiente 1

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Rol: 947-2020
Ministro: Advis Moncada, Pedro
Ministro: Moya Cuadra, Javier Aníbal
Redactor: Moya Cuadra, Javier Aníbal
Tribunal: Corte de Apelaciones de Santiago(CSAN)
Partes: Ministerio Público con Adonis Aguilar Valdivia y otros
Tipo Recurso: Recurso de Nulidad (Proceso Penal)
Tipo Resultado: Acogido
Fecha: 30/03/2020
Cita Online: CL/JUR/22248/2020
Hechos:
Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal dicta sentencia absolutoria respecto del delito de tráfico ilícito de drogas
que sanciona el artículo 4 de la Ley N° 20.000. Ministerio Público interpone recurso de nulidad. La Corte de
Apelaciones acoge el recurso deducido, invalida el fallo impugnado y el juicio que le antecedió

Sumarios:
1 . La explicación entregada por el Tribunal, asiste a una falta de fundamentación razonable para la exculpación
de los imputados. Tan solo se limita a expresar las eventuales dudas razonables que, a juicio del Tribunal de
Nulidad, no logran ajustarse a los estándares respectivos sobre la materia. Aflora en este contexto, un concepto
de valoración parcial del testimonio de J.E. quien expresa la existencia de una cocina y que el Tribunal
desestima porque en una fotografía no aparece. No se explicita para su rechazo, las evidencias que sindican a la
encausada al momento de ser aprehendida, quien tenía en sus manos la droga incautada. Así, no hay razón
suficiente para desestimar las evidencias presentadas a la audiencia del juicio oral. En absoluto. Tampoco existe
una fundamentación jurídica al tenor de los hechos que aparecen consagrados en términos de los conceptos que
encierra el artículo 4 de la ley N° 20.000, artículos 9 y 13 de la Ley N° 17.798; lo anterior, atento la posibilidad
que la disponibilidad de mantener arma de fuego - situación debidamente acreditada- y al no darse explicación
alguna, confluye a la falta de fundamentación de los sentenciadores. Este razonamiento, no se trasluce de la
sentencia recurrida, ahondando la falta de razón suficiente al efecto. Más aún, debe entenderse que la no
motivación real conlleva errores en la aplicación de las normas jurídicas y las conclusiones fácticas,
precisamente lo ocurrido, y constituye un medio - la motivación - para controlar lo acertado o desacertado de la
decisión probatoria. Lo anterior, sin perjuicio de precisar que el argumento de la alteración de las máximas de la
experiencia responde a un criterio de normalidad, vinculadas al sentido común y que son probables. Es éste el
sentido que se pretende por el recurso, que resulta acertado. Luego, lo que debe hacer el Tribunal de Nulidad
para el presente caso, es verificar la falta de fundamentación en términos que lo conclusivo debe estar
suficientemente fundado. Lo que no ocurre en absoluto. Concordante, la necesidad de hacer una elaboración
conceptual sobre una duda razonable conlleva a que incluso puede haberlas, pero que no impiden la condena.
Esta falta de fundamentación tampoco existe en el caso en análisis (considerandos 3° a 5° de la sentencia de la
Corte de Apelaciones)
Texto Completo:
Santiago, treinta de marzo de dos mil veinte.
VISTO Y TENIENDO PRESENTE:
PRIMERO: Que el Fiscal Adjunto del Ministerio Público, Jonathan Coloma, deduce recurso de nulidad en
contra de la sentencia dictada por el Segundo Tribunal del Juicio Oral de Santiago, que absuelve (declaró no
culpables o no responsables) a Adonis Aguilar Valdivia; Ashlie Espinoza Villa; y Valentina Sáez González del
cargo deducido en su contra como autores del delito de tráfico ilícito de drogas que sanciona el artículo 4 de la
ley 20.000 en relación al artículo 3 de la ley 17798, los dos primeros nominados; y del artículo 416 bis N° 14
del Código de Justicia Militar al último de ellos.
La causal que se esgrime responde a la letra e) del artículo 374, en relación a la letra c) del artículo 342 y la
norma del 297, todas del Código Procesal Penal. Se funda en tanto los sentenciadores han infringido el principio
de la razón suficiente como también existe una infracción a las máximas de la experiencia.
Después de reseñar el concepto de los principios reseñados, que se reproducen, se explicita que el motivo
décimo de la sentencia recurrida realiza una enumeración de los hechos que se dieron por probados y que no
fueron controvertidos.
A saber, en síntesis, que la declaración de los aprehensores ha resultado creíble desde la perspectiva externa
con otras testigos que nomina en términos de la convicción del tribunal de la forma de detención de los

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imputados considerando día y horas. Además, no se ha cuestionado el arma encontrada sobre la base de la
pericia concretada y que concluye que es arma de fuego y compatible con los cartuchos encontrados y periciado.
Concordante, el Tribunal reseña que los imputados Aguilar y Espinoza no cuentan con autorizaciones para el
porte de arma de fuego atento certificados de la institución respectiva. Tampoco hay controversia alguna
respecto de la droga incautada sobre la base del acta de recepción y oficio reservado el Instituto de Salud
Público que se numera, los protocolos de análisis químicos de la sustancia y otras evidencias que corroboran el
sentido anotado. No existe controversia respecto de la ubicación de los inmuebles que habitan los encausados y
la circunstancia que no se ha alegado por la defensa las lesiones que ha sufrido López Sepúlveda, funcionario
aprehensor.
No obstante, el Tribunal resuelve que la prueba del Ministerio Público ha sido insuficiente para acreditar los
domicilios de los imputados Espinoza Valdivia y Espinoza Villa en tanto eran independientes; lo anterior, por
cuanto se refleja de los hechos probados que son viviendas relacionadas entre las cuales no existe independencia
situación ésta corroborada por los funcionarios Víctor López y Juan Carlos Ávila, cuyos atestados se
reproducen, más aún cuando la imputada Ashlei indica en audiencia que abrió a los aprehensores la puerta del
inmueble; no obstante, el Tribunal concluye la no existencia del ilícito de droga por parte de los encausados.
Agrega el recurrente que no existe razón suficiente por el Tribunal sobre las bases de las evidencias
anotadas, y más aún cuando no se ha analizado los verbos rectores de los delitos por los cuales han sido
acusados. Se hace una argumentación dogmática por el recurrente en relación a la materia que se indica como
también una cita de sentencia de la Corte de Apelaciones de Rancagua en materia de armas, que se reproducen.
Existe, continúa, una valoración parcial y sin fundamento del testigo John Espinoza Villa que es
acomodaticia, alterando el principio de razón suficiente frente a las evidencias que se han referido.
Así, no resulta posible entender el razonamiento de los jueces en tanto se han alterado los principios
anotados, por lo que necesariamente debe anularse la sentencia recurrida declarando nulo el juicio oral de autos,
se determine el estado en que debe quedar el procedimiento y se disponga la realización de un nuevo juicio oral
por el Tribunal No Inhabilitado que corresponda.
SEGUNDO: Que, en el motivo décimo primero de la sentencia recurrida, el Tribunal reseña los motivos de
dudas razonables respecto de la concurrencia de los ilícitos por los cuales se declaran no culpables a los
encausados.
No obstante, luego de indicar los estándares para condenar sobre la base de la apreciación libre de las
evidencias, es dable argumentar que no existe una argumentación real y categórica que desvirtúe la
participación de los acusados.
Concordante, afloran los razonamientos que concretan los Jueces de fondo en relación a los hechos no
controvertidos por lo demás base del presente recurso que, indudablemente, conducen a una lógica fáctica en
cuanto al desarrollo cómo se producen los hechos, situación ésta que no ha sido explicitada en la sentencia la
que solo se limita, o exhibe, qué se debe entender por duda razonable e indicar que la prueba ha sido
insuficiente para lograr la convicción del Tribunal. Del todo, insuficiente.
TERCERO: Que, en este escenario, surgen los hechos que no han sido controvertidos por los sentenciadores
de fondo; sin embargo, difieren o se distancian de los fundamentos de lo conclusivo que responden a la falta de
evidencias del Ministerio Público. A saber, los atestados de los funcionarios policiales, nominados y aceptados
como creíbles por el Tribunal, refieren que los imputados fueron sorprendidos en su casa el día y hora que
anuncian y que los domicilios tienen comunicabilidad. Además, no se fundamenta la falta de credibilidad de la
imputada Ashley en tanto sindica que John mantiene droga en su casa. Lo citado, entre otras circunstancias
fácticas.
Lo concreto resulta ser que la explicación entregada por el Tribunal, asiste a una falta de fundamentación
razonable para la exculpación de los imputados. Tan solo se limita a expresar las eventuales dudas razonables
que, a juicio de este Tribunal de Nulidad, no logran ajustarse a los estándares respectivos sobre la materia.
Aflora en este contexto, un concepto de valoración parcial del testimonio de John Espinoza Villa quien expresa
la existencia de una cocina y que el Tribunal desestima porque en una fotografía no aparece. No se explicita
para su rechazo, las evidencias que sindican a la encausada al momento de ser aprehendida, quien tenía en sus
manos la droga incautadaAsí, no hay razón suficiente para desestimar las evidencias presentadas a la audiencia
del juicio oral. En absoluto.
CUARTO: Que, tampoco existe una fundamentación jurídica al tenor de los hechos que aparecen
consagrados en términos de los conceptos que encierra el artículo 4 de la ley N° 20.000, artículos 9 y 13 de la
Ley N° 17.798; lo anterior, atento la posibilidad que la disponibilidad de mantener arma de fuego situación

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debidamente acreditada y al no darse explicación alguna, confluye a la falta de fundamentación de los


sentenciadores.
Así, debe entenderse como lo insinúa la Excma. Corte Suprema que la fundamentación fáctica resulta
trascendente para dilucidar el curso de las reflexiones de los autores de la sentencia pudiendo reconocer la
concatenación de las razones que lo han movido a convencerse de esta o aquella conclusión (6 de abril de 2005,
en Revista Procesal Penal, N° 34, pág. 47)Este razonamiento, no se trasluce de la sentencia recurrida,
ahondando la falta de razón suficiente al efecto. Más aún, debe entenderse que la no motivación real conlleva
errores en la aplicación de las normas jurídicas y las conclusiones fácticas, precisamente lo ocurrido, y
constituye un medio la motivación para controlar lo acertado o desacertado de la decisión probatoria.
Lo anterior, sin perjuicio de precisar que el argumento de la alteración de las máximas de la experiencia
responde a un criterio de normalidad, vinculadas al sentido común y que son probables. Es éste el sentido que se
pretende por el recurso, que resulta acertado.
QUINTO: Que, lo que debe hacer el Tribunal de Nulidad para el presente caso, es verificar la falta de
fundamentación en términos que lo conclusivo debe estar suficientemente fundado. Lo que no ocurre en
absoluto. Concordante, la necesidad de hacer una elaboración conceptual sobre una duda razonable conlleva a
que incluso puede haberlas, pero que no impiden la condena. Esta falta de fundamentación tampoco existe en el
caso en análisis.
Por estas consideraciones, citas legales, lo dispuesto en los artículos 384 y 386 del Código Procesal Penal, se
acoge el recurso de nulidad impetrado por el Fiscal del Ministerio Público, en contra de la sentencia definitiva
dictada por el Segundo Juzgado Oral Penal de Santiago y, consecuencialmente, se invalida dicha sentencia
declarando nulo el juicio Oral, quedando al estado de concretarse un nuevo juicio oral por el Tribunal no
inhabilitado que corresponda.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Ministro Moya Cuadra.
No obstante, haber concurrido a la vista de la causa y al acuerdo, no firma el Ministro señor Moya ni el
Ministro (S) señor Advis, por ausencia.
Pronunciada por la Quinta Sala de esta Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, presidida por el Ministro
señor Moya Cuadra e integrada por el Ministro (S) señor Advis Moncada y el Abogado integrante señor
Carvajal Ramírez.
Rol N° 947 2020.

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