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Obligaciones Y Contratos ll

Catedrático: Oscar José Guillen Domínguez

Alumna: Cristy Colindres

Actividad: Ensayo de obligaciones y


contratos civiles y mercantiles

Fecha de Entrega: 13 de mar. de 2020


De acuerdo a lo investigado en dicho ensayo se darán a conocer las
diferencias entre los contratos de obligación civil y mercantil tomando como
referencia nuestro código civil de Honduras. Que nos dice que las Obligación
Civil es la que se genera por una obligación entre personas, que deben regir su
conducta conforme a lo dispuesto en el Código Civil. Así, será civil la obligación
derivada de un contrato de los que tipifica el código; la derivada de una
declaración unilateral de voluntad, la surgida de una gestión de negocios.
Obligación Mercantil o Comercial. Es la que se genera por una relación entre
personas que deben regir su conducta conforme a lo dispuesto en
las leyes mercantiles, o aquella conducta que intrínsecamente la considera la
ley como mercantil o comercial sin importar la persona que la realiza. Ya que
este es sin duda es un criterio un tanto arbitrario, pues resulta en ocasiones
difícil distinguir una obligación civil de una mercantil. Tanto las obligaciones
civiles como las mercantiles, participan de los mismos elementos estructurales
como ser: 1) sujetos (acreedor y deudor); 2) relación jurídica; y 3) objeto. Ya
que es posible distinguir la obligación civil de la mercantil si se parte de la
caracterización del acto de comercio, se puede afirmar que es obligación
mercantil la que se derive de un acto de comercio, y civil la que se deriva de un
acto civil, para eso, resulta necesario saber que es el acto de comercio. Y estos
Son actos de comercio, salvo que sean de naturaleza esencialmente civil, los
que tengan como fin explotar, traspasar o liquidar una empresa, y los que sean
análogos. Según nuestra normativa en el Art. 3 del Código de Comercio. Toda
obligación mercantil ha de tener como objeto una prestación económicamente
favorable, que corresponderá a un interés del acreedor. Las obligaciones
mercantiles siempre serán onerosas. Art. 691 del Código de Comercio. Como
ser el derecho de Retención: El acreedor podrá retener los bienes muebles o
inmuebles de su deudor que, por razón de créditos vencidos que deriven de
actos mercantiles, se hallaren lícitamente en su poder, o los que tuviere a la
disposición por medio de títulos valores representativos. El derecho de
retención no cesará porque el deudor transmita la propiedad de los bienes
retenidos. Art. 703 Código de Comercio. Todas las obligaciones Mercantiles
son onerosas de conformidad a lo establecido en el Código de Comercio;
contrario Sensu, las obligaciones civiles, pueden ser gratuitas u onerosas.
Ejemplo es que no existe donación mercantil ni comodatos mercantiles, el
crédito mercantil siempre produce intereses, el mandato mercantil siempre da
derecho al mandatario a cobrar el pago correspondiente. Esta característica
nace de la naturaleza misma del comercio que es una actividad económica que
tiene por objeto rendir utilidades a quien la preste. Obligaciones mercantiles
deben de cumplirse con la diligencia de un buen comerciante en negocio
propio, de conformidad a lo establecido en el Código de Comercio; las
obligaciones civiles, deben de cumplirse como un buen padre de familia, de
acuerdo a lo establecido en el Código Civil. El Interés legal en materia civil es
del 6%, y en materia mercantil es del 7% anualmente. Según nuestra normativa
mercantil en el Art. 1367 CC, 707 Código de Comercio, reformado el 01 de
mayo de 1952. Ya que es importante determinar cuándo un contrato es
mercantil y cuando es civil, por la prerrogativa legal o competencia que
determina la ley para resolver los conflictos entre los particulares ante cede
judicial y así para hacernos del conocimiento de donde demandar. Para poder
diferenciar los contratos civiles y los mercantiles, debe realizarse una diferencia
sobre las obligaciones a que dan nacimiento, así tenemos:

Las obligaciones mercantiles son generadas por actos masificados y por


empresa mientras que las obligaciones civiles son realizadas entre particulares.
En materia de comercio los contratos son siempre onerosos, y en materia civil
el contrato puede ser gratuito. En cambio, las obligaciones civiles pueden ser
onerosas o gratuitas; y son gratuitas las obligaciones en donde una de las
partes no realiza ningún esfuerzo económico Por lo tanto, la regla general es
que todo contrato mercantil no necesita solemnidad y es de tener en cuenta
que cuando hablamos de solemnidad no necesariamente se habla de que haya
de constar el contrato en escritura pública, sino que haceos referencia a que el
legislador ha establecido alguna formalidad, solemnidad o que conste de
alguna manera. Algunos ejemplos de contratos mercantiles que necesitan
escritura pública son:
La compraventa de empresa.
La compraventa de establecimiento.
La constitución del Fideicomiso.
La emisión de cedulas hipotecarias y bonos hipotecarios
En materia de comercio el deudor tendrá derecho a que se fije judicialmente el
plazo para el cumplimiento de una obligación cuando éste haya quedado a
voluntad del acreedor, en materia civil es el acreedor quien tiene esa facultad
cuando el plazo haya quedado a voluntad del deudor. El deudor tendrá derecho
a que se fije judicialmente el plazo para el cumplimiento de una obligación
cuando éste haya quedado a voluntad del acreedor” por lo que se diferencia del
Código Civil ya que en materia mercantil dice que el deudor tendrá derecho
cuando haya quedado a voluntad del acreedor y en materia civil dice que
tendrán derecho a que se fije judicialmente el plazo cuando haya quedado a
voluntad del deudor, esto se encuentra regulado en el Ejemplo de ello, es los
contratos que se hacen constar a través de pólizas, como lo son los contratos
de seguro y las fianzas mercantiles. Es decir, en materia civil se tiene derecho
a que se fije el plazo judicialmente cuando la voluntad de fijar plazo ha quedado
a criterio del deudor, y en materia mercantil cuando ha quedado a criterio del
acreedor. En materia de comercio, existen plazos de cortesía y gracia que
solamente si la ley misma lo ha determinado, en materia civil pueden
concederse a criterio de las partes. El plazo es la época que se fija para el
cumplimiento de la obligación, y puede ser expreso o tácito. Es tácito el
indispensable para cumplirlo. Las obligaciones que no tienen término o plazo
fijado por las partes, son exigibles a los diez días después de contraídas o de
cumplida la condición de que dependan, si sólo producen acción ordinaria y al
día inmediato, si llevan aparejada ejecución; pero si de la naturaleza o
circunstancias de aquéllas se dedujere que ha querido concederse alguno al
deudor, los tribunales fijarán prudencialmente la duración de aquél. También
fijarán los tribunales la duración del plazo, cuando éste haya quedado a
voluntad del deudor y cuando estuviere concebido en términos vagos u
oscuros”. En materia mercantil existe prohibición de fijar o establecer términos
de gracia o cortesía adicionales, excepto cuando expresamente sean
concedidos por la ley. En conclusión, en materia de contratos mercantiles solo
la ley puede conceder términos de gracia o plazos adicionales y no por decisión
judicial como en materia civil. La existencia de obligaciones mercantiles entre
comerciantes, da derecho al acreedor para librar letras de cambio a cargo de
su deudor, hasta el importe total del crédito, salvo pacto expreso en contrario.
El librado que acepta tiene derecho a imputar el importe de la letra aceptada,
como pago a cuenta de lo que deba al librador.
Cláusulas abusivas: son todas las condiciones, requisitos o consecuencias que
el proveedor establece en un contrato que colocan al consumidor en una
situación de desventaja, desigualdad o anulen sus derechos.
CADUCIDAD.
El instituto doctrinario de la caducidad no produce la extinción de la acción en
el tipo legal que figura en el artículo cuatrocientos sesenta y nueve del Código
de Procedimientos Civiles si se acaba y termina la acción, es pues seguro
concluir que la hipótesis normativa de dicha disposición no contiene la
descripción que da origen a la caducidad de la instancia. Por otra parte, el
plazo que se señala para la extinción de la acción, es el que se ordena
supeditar la extinción de la acción al plazo; es contrario a la naturaleza jurídica
de la caducidad de la instancia, pues semejante espacio de tiempo vuelve
nugatorio el objeto de la llamada también perención de la instancia, pues esta
tiene lugar en términos más cortos, no como señala el artículo cuatrocientos
sesenta y nueve del Código de Procedimientos Civiles.

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