Cómo Nos Enseña El Rey Ezequías A Resolver Las Crisis
Cómo Nos Enseña El Rey Ezequías A Resolver Las Crisis
Cómo Nos Enseña El Rey Ezequías A Resolver Las Crisis
2 Reyes 19:1-3 – “Cuando el rey Ezequías escuchó esto, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y fue al templo
del Señor. Además, envió a Eliaquín, administrador del palacio, al cronista Sebna y a los sacerdotes más
ancianos, todos vestidos de luto, para hablar con el profeta Isaías hijo de Amoz. Y le dijeron: "Así dice Ezequías:
Hoy es un día de angustia, castigo y deshonra, como cuando los hijos están a punto de nacer y no se tienen
fuerzas para darlos a luz.
Introducción: Todos los seres humanos enfrentamos crisis. Lo grave del asunto es que nos enfocamos más en la
dimensión de la crisis y no en las causas que pueden provocarla.
La vida del rey Ezequías tiene mucho que enseñarnos respecto a cómo superar situaciones difíciles. Ezequías, era
hijo de Acaz y nieto del sacerdote Zacarías. Caminó conforme a la voluntad de Dios, fue fiel al Señor y Dios le
prosperó en todos sus caminos: 2 Reyes 18:5-7 – “Ezequías puso su confianza en el Señor, Dios de Israel. No
hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después. 6 Se mantuvo fiel al Señor y no se apartó
de él, sino que cumplió los mandamientos que el Señor le había dado a Moisés. 7 El Señor estaba con Ezequías,
y por tanto éste tuvo éxito en todas sus empresas. Se rebeló contra el rey de Asiria y no se sometió a él.”.
Cuando Senaquerib, el rey de Asiria, invadió 46 ciudades de Judá (732 a.C.), el rey Ezequías, se equivocó y buscó
apoyo no en Dios sino en el faraón, creyendo que Egipto lo libraría. Pero, realmente, la victoria sobre el enemigo
vino cuando se sometió en manos de Dios. El Señor llevó a la destrucción los ejércitos enemigos y a la propia
muerte del rey Senaquerib.
Judá salió airosa de aquella crisis porque “confió y esperó” en Dios, que son dos elementos que debemos
incorporar a nuestra vida.
I. Para resolver las crisis, primero tenemos que identificar cuáles son las causas principales (2 Reyes 19:1-
3).
1. Generalmente nos enfocamos en las consecuencias de las crisis y no en la causa, que son los problemas.
2. El rey Ezequías reconoció que su problema venía de Asiria, bajo el gobierno del rey Senaquerib: 2 Reyes 18:13
– “En el año catorce del reinado de Ezequías, Senaquerib, rey de Asiria, atacó y tomó todas las ciudades
fortificadas de Judá”.
a. Uno de los primeros errores del rey Ezequías fue cederle terreno al enemigo, el reino de Asiria: 2 Reyes
18:14-16 – “Entonces Ezequías le envió este mensaje al rey de Asiria, que se encontraba en Laquis: He
actuado mal. Si te retiras, te pagaré cualquier tributo que me impongas. El rey de Asiria le impuso a
Ezequías, rey de Judá, un tributo de nueve mil novecientos kilos de plata y novecientos noventa kilos de
oro. Así que Ezequías le entregó a Senaquerib toda la plata que había en el templo del Señor y en los
tesoros del palacio real. Fue entonces cuando Ezequías, rey de Judá, les quitó a las puertas y los
quiciales del templo del Señor el oro con que él mismo los había cubierto, y se lo entregó al rey de
Asiria”.
1) El rey Ezequías le entregó como tributo los tesoros del Templo de Jerusalén.
3. La solución a las crisis comienza cuando reconocemos que nuestras fuerzas son limitadas para resolver los
problemas que las originan (2 Reyes 19:1-3).
II. Resolvemos las crisis cuando sometemos los problemas en manos de Dios (2 Reyes 19:4-7).
1. Podemos seguir luchando en nuestras fuerzas o someter los problemas en manos de Dios como hizo el rey
Ezequías: 2 Reyes 19:4 – “Tal vez el Señor tu Dios oiga todas las palabras del comandante en jefe, a
quien su señor, el rey de Asiria, envió para insultar al Dios viviente. ¡Que el Señor tu Dios lo castigue
por las palabras que ha oído! Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive.
Cuando los funcionarios del rey Ezequías fueron a ver a Isaías, éste les dijo: Díganle a su señor que así
dice el Señor: No temas por las blasfemias que has oído, y que han pronunciado contra mí los
subalternos del rey de Asiria. ¡Mira! Voy a poner un espíritu en él, de manera que cuando oiga cierto
rumor se regrese a su propio país. ¡Allí haré que lo maten a filo de espada!”.
a. El rey Ezequías se preparó para enfrentar militarmente la situación que se avecinaba: 2 Crónicas
32:5-7 – “Armándose de valor, Ezequías reconstruyó toda la muralla que había sido derribada y
levantó torres sobre ella; también construyó un muro exterior, fortificó los terraplenes de la Ciudad
de David, y mandó fabricar muchas lanzas y escudos. 6 Luego puso jefes militares al frente del
ejército y, luego de reunirlos en la plaza frente a la puerta de la ciudad, los arengó con estas
palabras: "¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y
su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso”.
2. No basta con llevar los problemas a Dios, hay que confiar en Dios, como lo hizo el rey Ezequías: 2 Crónicas
32:8 – “Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios,
quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Al oír las palabras de Ezequías, rey de Judá, el
pueblo se tranquilizó”.
3. Cuando nos decidimos a confiar en Dios, Dios responde a nuestras oraciones (2 Reyes 19:6).
a. Dios pelea nuestras batallas.
b. Dios obra de maneras extrañas (2 Reyes 19:7).
III. Resolvemos los problemas cuando nos movemos en el poder de Dios (2 Reyes 19:8-37).
1. No podemos prestar atención al enemigo cuando pretende sembrarnos dudas (vv. 8-13).
2 Reyes 19:8-13 – “Cuando el comandante en jefe se enteró de que el rey de Asiria había salido de Laquis, se
retiró y encontró al rey luchando contra Libná. 9 Luego Senaquerib recibió el informe de que Tiracá, rey de Cus,
había salido para luchar contra él, así que una vez más envió mensajeros a Ezequías 10 para que le dijeran:
Pastor: Lic. Sergio Manzanilla Ramiro 2
"Tú, Ezequías, rey de Judá: No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe cuando dice: No caerá Jerusalén
en manos del rey de Asiria. 11 Sin duda te habrás enterado de lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los
países, destruyéndolos por completo. ¿Y acaso vas tú a librarte? 12 ¿Libraron sus dioses a las naciones que mis
antepasados han destruido: Gozán, Jarán, Résef y la gente de Edén que vivía en Telasar? 13 ¿Dónde están el
rey de Jamat, el rey de Arfad, el rey de la ciudad de Sefarvayin, o de Hená o Ivá?"
a. El rey Ezequías reconoció el poder de Dios v. 15 - “y en su presencia oró así: "Señor, Dios de Israel,
entronizado sobre los querubines: sólo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Tú has hecho los
cielos y la tierra”.
b. El rey Ezequías reconoció la misericordia de Dios para con los que le temen v. 16 – “Presta atención,
Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira; escucha las palabras que Senaquerib ha mandado a
decir para insultar al Dios viviente”.
c. El rey Ezequías reconoció que los dioses paganos no tienen poder (vv. 17, 18).
d. El rey Ezequías reconoció que sólo en Dios hay salvación v. 19 - “Ahora, pues, Señor y Dios nuestro,
por favor, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú, Señor,
eres Dios”.
Hermanos, “He estado en toda clase de situaciones que no eran muy propicias para alabar a Dios. Pero estoy tan
convencido respecto del poder de la alabanza cuando hay crisis, que muy pocas cosas me desconciertan ahora”.
5. Dios transforma las crisis y los problemas en tremendas bendiciones (v. 35).
a. Los enemigos del rey Ezequías fueron vencidos.
b. Los enemigos del rey Ezequías salieron huyendo (v. 36).
c. Los enemigos del rey Ezequías fueron destruidos (v. 37).
Conclusión: Si nuestra vida está en manos de Dios, y confiamos en Él cuando llegan las crisis, Él nos concede la
victoria en todas las batallas que libramos cada día.
El rey Ezequías probó en su existencia y nos enseña hoy, que a pesar de tener en contra a por lo menos 200 mil
guerreros que venían a invadir el territorio de Judá, Dios le concedió el triunfo y los enemigos tuvieron que salir
huyendo. Las crisis vendrán a nuestra vida, cómo la presente pandemia pero se resolverán porque el Dios en el que
hemos creído, es un Dios de poder. Jesús el Señor es quien pelea las batallas por nosotros. “Solo confía y espera”
Amén, oremos…