Es Necesario Cambiar Las Actividades Que Hacemos en El Planeta

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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


U.E.P. Andrés Bello
Cumana - Estado Sucre
Área: Ciencias de la Tierra

Calentamiento Global

Alumno; Sebastián Herrera


5to Año Sección A

Cumana, 24/04/2020
¿Es necesario cambiar las actividades que hacemos en el planeta?
La actividad de los seres humanos tiene una influencia cada vez mayor en el
clima y las temperaturas; al quemar combustibles fósiles, talar las selvas
tropicales y explotar ganado. Las enormes cantidades de gases así producidos
se añaden a los que se liberan de forma natural en la atmósfera, aumentando
el efecto invernadero y el calentamiento global. La combustión de carbón,
petróleo y gas produce dióxido de carbono y óxido nitroso. La tala de selvas
tropicales deforestación impide que los árboles absorban CO2 de la atmósfera
y de ese modo se evita que se regule el clima. Si se cortan, ese efecto
beneficioso se pierde y el carbono almacenado en los árboles se libera en la
atmósfera y aumenta el efecto invernadero. El desarrollo de la ganadería: las
vacas y las ovejas producen gran cantidad de metano durante la digestión. Los
fertilizantes con nitrógeno producen emisiones de óxido nitroso. Los mayores
estudiosos del clima del mundo consideran que la actividad humana es muy
probablemente la causa principal del aumento de la temperatura registrado
desde mediados del siglo XX. La sociedad ha postergado entrar en acción
durante tanto tiempo que ahora los riesgos son graves, según los científicos. Si
las emisiones humanas se reducen a cero, el calentamiento podría
desacelerarse hasta llegar a un ritmo manejable.
Nuestra solución para salir de estos ciclos insostenibles de consumo y
producción es clara: debemos cambiar nuestra percepción de que el progreso
económico requiere un agotamiento de los recursos naturales. Debemos
centrarnos en crear productos con pocos componentes y productos que duren,
en lugar de lanzarlos después de un solo uso. Debemos asegurarnos de que
cada producto roto, desechado o agotado se pueda reciclar o reutilizar, en
lugar de terminar en un vertedero o en un lado de una carretera. Y debemos
apoyar el recrecimiento de todos los recursos renovables, para garantizar que
estén disponibles para las generaciones futuras. Estos son algunos de los
cambios cotidianos que podemos hacer en este momento para ayudar a evitar
una catástrofe como resultado del calentamiento global.
Utilizar el transporte público, caminar o andar en bicicleta o usar el transporte
público, en lugar del carro reducirá las emisiones de carbono. Y, también nos
mantendrá en forma. Ahorrar energía, colocar la ropa húmeda al sol en lugar
de utilizar secadoras y trata de ahorrar al máximo electricidad. Apagar y
desenchufa nuestros aparatos electrodomésticos cuando no estén en uso. Y
recomendar a nuestros padres que la próxima vez que salgan a comprar un
equipo, se aseguren de verificar que haga un uso eficiente de la energía.
Debemos tratar de consumir menos carne, la producción de carne roja lleva a
un número significativamente mayor de emisiones de gases de efecto
invernadero que la de pollo, frutas, verduras y cereales. Es por ello que
recomendamos comer menos carne y trata de consumir más verduras y frutas.
Si esto parece demasiado, se puede considerar tener al menos un día sin
carne cada semana. También vale la pena reducir el consumo de productos
lácteos ya que conllevan emisiones de efecto invernadero como resultado de la
producción y el transporte. Opta por comprar más alimentos de temporada de
origen local y es importante tirar menos basura. Reducir y reutilizar, incluso el
agua, nos han hablado de los beneficios del reciclaje una y otra vez a lo largo
de nuestras vidas. Pero lo cierto es que el transporte y procesamiento de los
materiales para el reciclaje también conlleva la emisión de dióxido de carbono.
Por eso, si reducimos los desechos que tiramos y tratamos de reutilizar los
materiales que ya usamos, podemos marcar un cambio. Lo mismo ocurre con
el agua; una alternativa es la recolección de agua de lluvia para regar plantas y
limpiar nuestros hogares. También podemos informar y educar a los demás;
entre todos podemos lograrlo: reunirnos con nuestros vecinos para compartir
alternativas y educarnos mutuamente en cómo establecer una vida comunitaria
sostenible es también un paso importante. Todos estos cambios, cuando son
practicados todos los días por miles de millones de personas, permitirán un
desarrollo sostenible casi sin impacto en su bienestar. La buena noticia es que
en la actualidad han disminuido las emisiones de contaminantes en muchos
países, gracias a programas como las normas de consumo de combustible
para los autos, los códigos de construcción más estrictos y los límites de las
emisiones para las centrales eléctricas.
Entre las fuentes de energía que producen las emisiones más bajas se
encuentran las turbinas de viento, los paneles solares, las presas
hidroeléctricas y las plantas nucleares. Las centrales eléctricas que queman
gas natural también generan menos emisiones que las que queman carbón.
Hacer la transición a estas fuentes más limpias de energía podrá ser un poco
costoso en el corto plazo, pero a fin de cuentas podrían pagarse solas, evitarán
los daños al clima y reducirán los problemas de salud asociados con el aire
contaminado. Los expertos aseguran que solo se puede resolver el problema
con una acción colectiva a gran escala. Estados y naciones enteras deben
tomar la decisión de limpiar sus sistemas energéticos usando todas las
herramientas disponibles y haciéndolo lo más pronto que puedan. Por lo tanto,
lo más importante que puedes hacer es ejercer tus derechos como ciudadano,
dar tus opiniones y exigir un cambio. También puedes tomar acciones
personales directas a fin de reducir tu huella de carbono de formas sencillas
que te servirán para ahorrar dinero. Puedes eliminar las fugas en tu casa, para
ahorrar electricidad cambiar a bombillas más eficientes, apagar las luces que
no uses, manejar menos kilómetros al planear mejor las actividades que tienes
que hacer y así realizar menos viajes o utilizar el transporte público,
desperdiciar menos comida y comer menos carne.

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