Cuento Del Chango
Cuento Del Chango
Cuento Del Chango
Caminaba un joven por el bosque y de repente ve algo que llama su atención, mueve las hojas
del piso y que se encuentra algo parecido a una lámpara maravillosa, se acuerda que al moverla
sale un genio, la mueve, pero en lugar de un genio, lo que le sale es UN CHANGO.
Esta es una metáfora de cómo funciona la mente humana, es como si todos tuviéramos un
chango que mientras lo tenemos ocupado pensando, decidiendo y resolviendo nos cumple, pero
en el momento que nos queremos relajar, descansar, dormir o sea cuando la cabeza ya no tiene
que pensar, entonces el chango amenaza con devorarnos, pero no a mordidas sino que nos
devora la paz, la calma, la tranquilidad pues empieza a asustarnos con ideas que nos producen
miedo, temor, stress, nos inquieta, nos atormenta, con ideas que corresponden al futuro, con lo
que no hemos hecho, nos puede suceder, nos van a hacer etc.
Todos estos pensamientos nos generan el sentimiento de miedo que puede llegar a angustia y
pánico y que queda claro que nos lo producimos en la mente nosotros mismos.
Quiero explicarte que el equivalente del poste es la respiración, que es la única función del
sistema nervioso central que tu puedes regular a voluntad, ya que no puedes regular ni la
digestión ni el metabolismo ni el ritmo cardíaco ni la circulación, solamente la respiración.
Comienza a respirar de manera normal, veo que respiras de una manera superficial ya que tu
aire llega solo hasta el pecho. Imagínate que tienes un globo dentro de tu estomago, que lo forra
por dentro y que cada vez que inhalas se infla por completo y cada vez que exhalas se desinfla
por completo.
Lo mas importante es que pongas toda tu atención en observar la entrada y salida de tu aire, si
algún pensamiento te llega, no te preocupes déjalo pasar y regresa a observar tu respiración.
Ahora vas a relajar tu cuerpo poco a poco y mientras respiras, vas a escuchar mi voz que te
acompaña, que estará contigo todo el tiempo.
Suelta y relaja tus pies, aflójalos luego las piernas, manos, brazos, hombros, cada vez que
exhalas caen un poco mas hacia abajo, tu pecho sube y baja con tu respiración profunda.
Puedes empezar a sentir pesados tus brazos, tus manos, tus piernas al grado que si quisieras
moverlos, te costaría mucho trabajo, o probablemente sientes lo contrario, que no pesan nada,
que están ligeros como plumas, no importa lo que sientas, pesadez o ligereza es en este
momento lo adecuado para ti.
Tu cara se siente relajada, la piel suavecita, los ojos en sus órbitas, la frente lisita, tu respiración
se hace mas profunda, rítmica, y puedes ahora darte cuenta de que agradable es vivir en un
cuerpo relajado.
Tu puedes decidir cada vez que quieras relajar tu cuerpo, cuando estés tensa, con prisa, con
miedo, con stress no importa donde, en el coche, en la fila del banco, del súper etc. Solamente
necesitas respirar profundo con los ojos abiertos, cierras los ojos solamente cuando quieras
conciliar el sueño o te despiertes a media noche.
Esto lo aplicas a momentos del día que son lindos, como cuando estás con tus hijos, le das una
mordida a una pera, oyes música etc. Si te haces consciente te darás cuenta de cuantos
momentos del día estas bien.
Cuenta las dos metáforas de vivir en el presente: llegas al cielo y Dios te pide el cuaderno de tu
vida, ve que está en blanco y te pregunta viviste en el presente? Como le dices que no, te dice:
regresa a la tierra a vivir otra vez cien años, hasta que aprendas a vivir en el presente.
Tu eres la dueña de tu fábrica de pensamientos que tienes en la cabeza, tu quisieras que solo
haya un turno de día para producir pensamientos ya que en la noche quieres descansar. El
chango te quitó tu puesto y te corrió, él decide que se producirán pensamientos de día y de
noche por eso te despierta en la madrugada con pensamientos que no te dejan dormir y que en
la noche no puedes resolver.
Respirando profundo corres al chango y recuperas tu puesto de dueña de la fábrica de
pensamientos.
Que seas feliz respirando profundo.
Les voy a enseñar otra metáfora, la de las nubes para que tu veas cual te gusta mas.
Pequeña meditación para que se conecten con el estado en el que se encuentra su cuerpo en
este momento, que señales te manda? Que pendientes internos te quedan?, identifica los
pensamientos que te inquietan o preocupan, y ahora ve como los exhalas y una nube blanca, los
envuelve y se los lleva volando sobre el cielo azul.
Te voy a pedir que evoques ahora otro pensamiento que te produce miedo o angustia, intensifica
el sentimiento, la situación empeora y observa detenidamente que pasa con tu cuerpo cuando
tienes esos pensamientos.
Ahora llega la nube blanca que envuelve tu pensamiento y se lo lleva volando sobre el cielo azul,
ve como ya se fue muy lejos, observa que pasa en tu cuerpo.
El mismo ejercicio; ahora hay una diadema de luz en tu cabeza y cuando llega el pensamiento, el
pensamiento con la luz que baja de tu diadema se cubre