Akutagawa
Akutagawa
Akutagawa
desde la perspectiva del budismo zen se asocia con la vacuidad o abismo en la mdula de
lo real).
Muchos personajes de Akutagawa actan dominados por fuerzas pasionales, que los
acercan a la energa primaria, que es fuente de deseos y necesidades. Desde esa energa
bsica surge el llamado de la necesidad de la conservacin de la vida, su preservacin ante
el peligro del hambre; o el llamado del placer que busca esquivar el dolor o la angustia.
Ejemplo de esto son los personajes de los relatos Rashomon y En el bosque, a travs de los
cuales Kurosawa le da vida flmica a las palabras del escritor japons.
III
Akira Kurosawa se inspira en su compatriota Akutagawa para la adaptacin de Rashomon
(1950). En una sola narracin flmica, une el relato ya mencionado y En el bosque. Una obra
plasmada por la sntesis de dos narraciones de un mismo autor, como lo que hace Roger
Corman en su adaptacin de La muerte de la mscara roja de Poe, en la que integra
tambin el cuento Hop-Frog.
La inspiracin especficamente literaria de la creacin cinematogrfica se repite en
Kurosawa. Es clebre su adaptacin en el Japn feudal de El rey Lear shakesperiano en Ran.
Macbeth es detonador de una absorbente recreacin en blanco y negro en Tronos de
sangre, nuevamente en el contexto de la feudalidad medieval japonesa. La literatura rusa a
travs de Gorki y Dostoievski lo conduce en Los bajos fondos y El idiota, respectivamente.
Un libro de viajes y memorias del capitn ruso Vladimir Arteniev tambin motivar otra
luminosa evocacin de Kurosawa en Dersu Uzala.
En la versin del cineasta japons, Rashomon, lugar de un templo en ruinas, sirve como
refugio de una tormenta para un monje budista, un leador y un vagabundo. All, el leador
recrea la muerte de un seor feudal y la violacin de su esposa. Pero Rashomon, en la
versin de Kurosawa, no slo es el lugar para el recuerdo del hecho recreado sino tambin
para la meditacin o reflexin filosfica sobre la existencia humana. Bajo la lluvia
constante, el leador rememora el ncleo narrativo central de En el bosque, la ya referida
muerte de un aristcrata y la violacin de su esposa. En el film, la reconstruccin constante
del pasado se ejecuta mediante una intensa aplicacin de la tcnica del flashback.
Tajomaru, el bandido del relato de Akutagawa, es interpretado con su habitual brillantez por
Toshiro Mifune.
Rashamon de Kurosawa obtuvo el premio Oscar a la mejor pelcula extranjera, y fue uno de
los primeros films de Japn en presentarse en Occidente. La recreacin de un mismo hecho
desde diversos puntos de vista, a nivel cinematogrfico, se imita en Ojos de serpiente, de
Brian de Palma.
El entretejido gradual de las distintas miradas paralelas sobre un mismo hecho se consigue
con intriga, suspenso, y con una magntica fotogrfica. La obra compenetra en un solo fluir
el hecho recordado y el lugar del recuerdo, Rashomon. Desde este lugar se emite un primer
juicio negativo respecto a lo que refleja sobre la condicin humana lo ocurrido y recordado
por el leador. Pero un hecho posterior, agregado exclusivamente por el guin, y ausente
en la narracin de Akutagawa, tuerce la primera observacin negativa para introducir una
dimensin de redencin de esperanza, y de confianza final en los hombres.
Pero sumerjmonos primero en el relato fundamental que sostiene la versin flmica de
Kurosawa: el relato En el bosque. Atendamos a la resonancia especfica de la narracin.
En el bosque ocurre un hecho. Lo seguro es que hay un hombre muerto. Pero permanece en
la incertidumbre cmo se produjo esa muerte. El fallecido es Takehito Kanazawa, el seor
feudal, que marchaba junto con su esposa, Masago. El relato se construye sobre un
conjunto de voces y miradas que se entretejen para ofrecer su propio punto de vista sobre
lo ocurrido. La primera voz es de un leador que responde al interrogatorio de un oficial de
investigaciones de la polica, Kebushi. El leador atestigua que lleg en busca de madera
hasta un paraje de bambes y conferas desmirriadas. All encontr al muerto. Observ una
herida profunda en la parte superior de su pecho. Cerca, al pie de un abeto, hall un peine
y una cuerda. Haba hojas de bambes apisonadas, seal quiz de una fuerte resistencia
antes de lo que seguramente fue un asesinato.
Un monje budista es la segunda voz que agrega elementos para la reconstruccin de lo
indeterminado. A medioda, en el camino entre Sekiyama y Yamashina, vio a un hombre de
a pie que sostena la rienda de un caballo, un alazn de crines cortadas sobre el que
cabalgaba una mujer velada y con kimono. El hombre tena un sable, arco, y un carcaj con
flechas.
Tahekito (en la versin flmica de Kurosawa el motivo de su mentira fue el hallar del pual
con un joya enfundada en su empuadura); y Tajomaru asegura que mat en combate al
esposo quiz para expulsar de la realidad el hecho vergonzoso de que lo mat cuando
estaba atado, o para soterrar la posibilidad de haber sido manipulado por una mujer y que
sta luego se le haya escapado en el bosque, territorio donde l supuestamente gobernaba
como solitario rey salvaje. Todos tendran un inters para distorsionar la verdad. O para
referirla a medias, para as, en definitiva, darle prioridad a la mentira como estrategia de
preservacin de la imagen ms favorable al propio ego.
La verdad sera as sacrificada. sta no puede ser dicha o comprendida porque siempre
desacredita o afecta un inters. Esto no impide que la verdad a pesar de todo sea. Pero el
hombre necesita que se disuelva entre las mallas de un lenguaje manipulado para el propio
beneficio. La vida entonces se hace precaria. El hombre podra quiz ver y atenerse a una
verdad sabida, pero los distintos intereses en pugna siempre expulsan, niegan u olvidan
esa instancia de una verdad primaria y vlida para todos. Al fin de cuentas, cada testigo o
participante en el hecho de la muerte de Kanazawa puede tergiversar lo realmente
ocurrido. Pero la muerte ocurri, y de cierta manera. El contenido de ese hecho es lo que
constituye la verdad particular de este caso, y es lo que ejemplifica que tras todo hecho de
los hombres hay una verdad acaecida. Pero esta verdad, nuevamente, puede ser negada o
trasformada por la conveniencia de las partes intervinientes. La fragilidad de la vida
divorciada de la verdad quiz es expresada por el monje budista luego de atestiguar el
paso de la pareja que marchaba hacia la desgracia. El monje no poda prever el destino, no
poda anticipar lo que ocurrira. Porque la vida es lmite. Y porque "En verdad la vida
humana es como el roco o como un relmpago". Entonces, el ncleo real de la vida, su
verdad, se diluye. El monje asume la fuga de una verdad incapturable: "Lo lamento...no
encuentro palabras para expresarlo".
La verdad se disuelve. Y este proceso ocurre dentro del bosque. Algo quiz no casual. En la
versin de Kurosawa el estar en el bosque es sugerido por repetidos planos, desde abajo,
de la altura de los rboles, y del sol oculto entre las ramas.
En el bosque viven muchos significados. Lugar simblico del laberinto, inmersin en lo
denso donde el espritu puede perderse; acceso a un ms all fuera de la vida civilizada.
Entre la multitud de rboles retrocede o se disuelve la ley y racionalidad propias del orden
civilizado. El bosque como zona de disoluciones es claro en los ritos de las antiguas mujeres
bquicas, las mnades que en su adoracin de Dioniso pierden u olvidan su yo para
ingresar en otro estado. En este caso, slo nos interesa el bosque como lugar de la
disolucin de alguna verdad que pueda ser capturada por una pesquisa racional, y por lo
tanto por una bsqueda del lenguaje (del lenguaje conceptual en su funcin lgica o
analtica, en especial). La disolucin simbolizada por el bosque alcanza as al lenguaje como
posibilidad lgica o conceptual de expresar los hechos o la vida. Esto ocurre por ejemplo en
una obra de Italo Calvino, El destino de los castillos cruzados (6).
En el bosque del relato de Akutagawa tambin acontecen las disoluciones. La posibilidad de
una verdad segura se disuelve o disipa entre las perspectivas distintas y enfrentadas. Pero
en esta disolucin, tambin hay un posible mostrarse. El mostrarse de que el hombre acta
desde el primado de las fuerzas del instinto, desde la fuerza animal del placer que supone
la autopreservacin biolgica, o las pasiones que circulan para que cada yo proteja y
conserve su mejor imagen posible ante s y ante los otros. En la conservacin de esta
imagen resuena siempre el placer instintivo que quiere, o necesita, escapar del dolor o la
angustia.
IV
Y la lluvia cae con una hmeda pasin. Desplegaremos ahora el relato Rashomon, fuera de
su modificacin en la versin de Kurosawa
Un sirviente de samurai ha sido despedido. Llega hasta la puerta de un templo en ruinas,
llamado Rashomon, en la regin de Kyoto. Una lluvia continua extiende sus trenzas lquidas.
Mltiples calamidades, terremotos, incendios, tifones, han desolado este lugar del Japn en
la poca Heian, el ,ltimo periodo de la era clsica de la historia japonesa, entre los aos
794 a 1185, cuando la capital es Kyoto, antes de Tokio. La influencia de Confucio llega a su
punto mximo. La corte imperial japonesa, antes de ser sustituida por la dictadura militar
del shogunato, y su compleja red de clanes subordinados, brilla en todo su esplendor.
Tambin resplandecen el arte, la poesa, la literatura. Surge en esta poca algunas obras
esenciales de la literatura japonesa. Como Makura no Soshi (Libro de la almohada), escrito
en el siglo XI por Sei Shonagon, una escritora cortesana. Su obra es autobiogrfica, y
prudencia. Una imposicin del deseo que se asemeja a las necesidades naturales, a la vida
natural que, otras veces, reaparece como hambre o necesidad.
Toda la riqueza tica del bushido sucumbe ante la miseria del hambre. El sirviente de
samurai finalmente es dominado por el apremio de la necesidad. Rasmahon de Akutagawa
podra ser ledo entonces como el conflicto entre la tica ideal y el poder oscuro y previo de
la demanda instintiva de supervivencia (un poder que puede ser negado cuando se est
libre del hambre y su necesidad apremiante). Para el instinto, la vida slo es real cuando se
conserva. No cuando se sublima en idealidades abstractas como la esperanza de una vida
eterna en un ms all sin nervio, msculo, o estmago. Si hay una inteligencia primaria en
el instinto uno de sus postulados posibles sera la conveniencia de las acciones que, en un
punto extremo de necesidad, conservan el cuerpo e impiden su debilidad y muerte; pero
tambin los actos que nutren, fortalecen o embellecen y dan placer. Por eso, para esta
"inteligencia instintiva", ante el hambre, lo moral es la accin que supera esa situacin
miserable; no lo que, aun hasta el ltimo momento, mantiene la fidelidad a valores ideales.
En Rashomon, el sirviente de samurai es un ejemplo de este proceso. En un principio
desenvaina su sable para amenazar a la vieja. El sable es signo distintivo del guerrero
tico; el sable, espritu del samurai, muestra su brillo amenazante para exigir una
explicacin ante lo que para la mirada de los valores superiores es una degradacin. Ante
estos valores es abyecta la profanacin de un cadver, o su mutilacin. Por eso la vieja es
expresin directa del mal. Pero el recelo o la renuncia a la tica ideal no es renuncia a una
fundamentacin de la accin que obra desde la supervivencia y no un bien ideal. Si la
mujer profanada pudiera expresar su opinin seguramente perdonara a la anciana porque
el robo de sus cabellos le permite alejarse el hambre y, as, ser fiel a la tica del instinto, la
necesidad y la supervivencia. La argumentacin que niega el mandato ideal en beneficio
del "bajo" valor de la necesidad biolgica termina por absorber al sirviente de samurai. El
robo se justifica para sobrevivir. La necesidad convierte la degradacin de la profanacin y
el robo en accin legtima. Entonces, el sirviente de samurai, aquejado por el mismo peligro
que la anciana, aplica sobre ella el mismo razonamiento justificador. Nada podr
reprocharle si l le roba, a su vez, para sobrevivir.
En sus conferencias sobre Las variedades de la experiencia religiosa, William James intenta
comprender la complejidad del fenmeno religioso. Su mirada est profundamente
influenciada por el legado empirista anglosajn. Un caudal de pensamiento de una tradicin
que se roza con la literatura inglesa que es el centro de preferencia de las lecturas
occidentales de Akutagawa. Para James, como para Hume, gran pensador del empirismo,
primero es la sensacin, la materialidad, lo fsico, y luego es lo mental, la intelectualidad,
los valores que se pretenden esencialmente espirituales (en tanto emancipados de lo
fsico). Primero es la necesidad y luego la razn. El hombre primero siente envidia o
resentimiento. Luego razona para justificar acciones que le permitan satisfacer sus
sentimientos primarios. El hombre primero siente el acoso del hambre, como la vieja
ladrona, y luego apela a la razonalizacin para justificar el robo porque tiene hambre; y
siempre se justifica la accin que conserva la vida.
Rashomon es as, entrelneas, un posible mapa de la beligerancia ya sealada entre instinto
y razn; entre cuerpo y pensamiento moral a priori; entre idealidad y necesidad. El hombre
puede auto-engaarse y creer que el horizonte de grandes valores espirituales son lo que lo
guan, o deben guiarlo, en su ascenso hacia la cumbre de lo bueno. Pero la razn nunca es
soberana, sino sirviente de una fuerza previa y superior; de la vida corporal, de la
necesidad del cuerpo que ya est ah, y que puede experimentar diversas sensaciones o
estados. Y a partir de stos, la capacidad argumentativa de la razn se convierte en
vehculo para justificar las acciones que satisfacen el llamado de las necesidades.
La necesidad triunfa ante los principios en la perspectiva de James-Hume. Y tambin del
Nietzsche que en Humano, demasiado humano, observa el largo error de la metafsica de
Occidente que, desde el platonismo, pretende que los valores son inmateriales, eternos,
independientes del cuerpo, la historia, los instintos y las necesidades.
En Akutagawa, la fuerza primaria, distinta de la armona de la racionalidad, siempre triunfa.
La fuerza animal vence a los principios superiores de la razn, y de los valores abstractos. Y
cuando esta fuerza se suspende, para el escritor japons, es momento de preparar la
muerte, como luego veremos. La victoria de las fuerzas del instinto podra ser solidaria a las
fuerzas de las pasiones, de los afectos, como el amor, el sentido de la belleza, como
pulsiones ms esenciales que la lgica o los mandatos de una espiritualidad abstracta, sin
mundo sensible. Pero en Rashomon lo que vence es la irrupcin de la fuerza instintiva, la
Pero tambin en el suicidio como accin ritual hay lugar para la sensibilidad esttica, para
una experiencia de lo bello. Este es el momento en que el suicidio ritual es particular
prctica potica. Antes de ejecutar el seppuku, el samurai bebe sake. Y compone un poema
de despedida llamado zeppitsu o yuigon (14). Parte de la construccin ritual de la muerte
suicida es estado de alerta potica, el deseo de concentrar en unos pocos versos una
intuicin del sentido de la vida anterior. Y de la muerte inminente. La muerte voluntaria
preparada desde un avivamiento del sentido de la belleza.
Insistencia japonesa en la cercana de la belleza, aunque a veces se olvide su presencia.
Yasunari Kawabata tambin insiste en la recurrente apertura japonesa a la intuicin de la
belleza en la naturaleza, o entre las hendiduras de los eventos humanos, o en la silenciosa
proximidad del bello cuerpo desnudo de mujer como En la casa de las bellas durmientes
(15).
Excitacin del sentimiento de lo bello con afinidad a otra de las revelaciones de Akutagawa
en su carta final: "Ahora que estoy listo, la naturaleza me resulta ms bella que nunca, por
paradjico que parezca. He visto, amado y entendido ms que otros. En eso experimento
cierta satisfaccin, a pesar de todo el dolor que he tenido que soportar hasta el momento"
(16).
El samurai prepara la muerte como acto potico por el zeppitsu. En Akutawaga, la creacin
literaria es parte de esa preparacin esttica para el morir voluntario. En El horla,
Maupaussant describe la percepcin de una presencia invisible, cercana, invisible,
inquietante (17). Su diario es testimonio de una alucinacin en crecimiento y expansin, y
tambin anticipacin de la muerte del propio narrador que, en ese acto final, encuentra su
posible liberacin. En El hombre de arena, de Hoffmann, Nathaniel, perturbado por una
larga experiencia de lo invisible, de lo inquietante, de lo inaceptable para el entendimiento
normal, se arroja finalmente desde una torre. Su suicidio es preparado por la lenta y previa
descripcin literaria de la gestacin de su anormalidad. Frente a ella, slo la muerte podra
encontrar una salida en un ms all, libre quiz del dolor y la perturbacin.
En Akutagawa, dos obras lo acompaan en la descripcin literaria de su mundo
alucinatorio, que lo hunden en la angustia y el divorcio de la fuerza animal. Los engranajes
y Vida de un loco exponen una percepcin de las alucinaciones que, siempre, es controlada
por un resto de lucidez. Entonces, se acerca el final:
"La mano que empuaba la pluma haba empezado a temblar. Babeaba. Su cabeza slo
tena alguna claridad despus de una dosis de ocho miligramos de veronal. Y entonces, slo
por media hora o una hora. En esta semioscuridad da a da viva. El filo mellado, una
espada muy delgada como bastn" (18).
La literatura. La pluma: la "espada muy delgada como bastn". La pluma (literaria) que
ayuda a sostenerse en la preparacin de la propia muerte. Pero siempre est la amenaza
de olvidar la posibilidad de otra vida y otra muerte, y de entregarse a un mero vivir
prosaico, o a la muerte natural. Pero aqu, la literatura es posible antdoto contra distintas
formas del olvido; y como lucha con la "mala muerte", el llamado "morir en vida". La
escritura como resistencia al olvido (otra forma de la muerte), o del prosasmo. Algo
semejante a lo que Octavio Paz recuerda a propsito de Murasaki Shikubi: "El arte, nos dice
Murasaki, es un acto personal contra el olvido, la lucha contra la muerte, raz de todo gran
arte, lleva al novelista a escribir" (19). Y podramos entonces agregar que el deseo tambin
de construir otra muerte impulsa el acto de la escritura.
Pero a pesar de todo esto, se podra pensar que la muerte voluntaria, el suicidio, no habla
de una respuesta artstica, sino de una mera renuncia, de una imposibilidad ya de soportar
una situacin trgica o enajenada. Una evasin o consuelo final. Claro que esta motivacin
no puede ser negada. Pero la mente humana no se conforma con la muerte natural. Por eso
la transforma. La reinventa. La preparacin esttica de la muerte, su "justificacin
artstica", su vnculo con algo bello en Akutagawa no sera ms que una continuacin de
una ancestral necesidad humana. Continuacin en la que, a su manera, particip tambin
la muerte ritual samurai.
La otra muerte que el hombre inventa la superpone sobre el acto enigmtico y rotundo de
la muerte. Un juego de la imaginacin, en el que el sentido de lo bello pretende, al fin de
cuentas, conquistar la muerte. Para debilitar su sombra brutal y desconocida. (*)
(*) Fuente: Esteban Ierardo. "Akutagawa: la fuerza animal y la otra muerte. Literatura y
muerte en el autor de Rashomon", texto escrito en el marco de un curso de Cine y
Literatura en La Facultad Libre de Rosario, en el 2009.
Citas:
(1) Ryunosuke Akutagawa, "Los engranajes", en Vida de un Loco, Buenos Aires, Emec, p.
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(2) La nariz es una narracin con el estilo impersonal y la simplicidad de los cuentos
populares. Y tambin con un aire tragicmico. Es la historia de Zenchi Naigu, un sacerdote
del templo de Ike-no-wo, que se caracteriza por una muy prominente nariz de diecisis
centmetros. Afligido por esta anormalidad, Naigu finge no preocuparse, ni interesarle la
opinin ajena. Pero busca otras personas con su misma rareza. Pero as, "Naigu no miraba a
la gente, miraba las narices". Y tambin busca algn ejemplo histrico o legendario
semejante a su gran nariz: "Recurri entonces a los textos budistas en busca de alguna
hipertrofia. Pero para desconsuelo de Naigu, nada le deca si el famoso sacerdote japons
Nichiren, o Sriputra, uno de los diez discpulos de Buda, haban tenido narices largas.
Seguramente tanto Ngrjuna, el conocido filsofo budista del siglo II, como Bamei, otro
ilustre sacerdote, tenan una nariz normal. Cuando Naigu supo que Ryugentoku, personaje
legendario del pas Shu, de China, haba tenido grandes orejas, pens cunto lo habra
consolado si, en lugar de esas orejas, se hubiese tratado de la nariz". Finalmente un
discpulo le propone un mtodo para achicar la nariz, que consiste en hervirla y pisotearla.
As logra reducir su tamao. Entonces, por primera vez, percibe una risa de burla en los
otros; no como antes, cuando su incomodidad provocaba cierta ternura o compasin. Fue
por eso que Naigu agradeci cuando al levantarse una maana descubri que su nariz
recuper su tamao anterior. Se alegr porque saba que nadie ms se burlara de l. La
historia encierra as una moraleja: el peligro de no aceptar nuestra propia persona, aun
cuando esto nos haga diferente o extrao para los otros.
(3) Junichiro Tanizaki es uno de los novelistas fundamentales de la literatura japonesa de la
primera mitad del siglo XX. En 1933 publica su emblemtico ensayo El elogio de la sombra,
un manifiesto sobre la esttica japonesa. Aqu se sostiene que en Occidente la belleza se
vincula fundamentalmente con la luz, lo brillante, lo blanco, y la simetra. Lo oscuro, opaco,
negro o desproporcionado se revisten de cualidades negativas. Por el contrario, en la
tradicin japonesa, la oscuridad, la sombra, lo irregular, lo no simtrico, son partes de un
sentido de la belleza que intuye la realidad del vaco, propia del budismo zen. La vacuidad
intrnseca de la realidad que escapa a toda forma o proporcin, y de ah su relacin
simblica con lo oscuro e incognoscible.
(4) The Ring and the Book (4 volmenes, 1868-1869), es considerada la obra maestra de
Browning. La escritura se construye alrededor de un juicio por asesinato en la Italia del s.
XVII. The Ring es un monlogo dramtico sostenido entre distintos personajes. Suele
destacarse su agudeza psicolgica.
(5) En la novela Mientras agonizo (1930), Faulkner se sumerge en el tiempo desde la
"corriente de la conciencia", o monlogo interior. Una galera de narradores expresa sus
miradas particulares en torno a un mismo hecho: la agona de Addie Brundren, su muerte y
el posterior traslado de su cuerpo a Jefferson, por mandato de la propia difunta. Como es
recurrente en la literatura de Faulkner, los personajes se mueven en el aislado
Yoknapatawpha, en el condado de Mississipi. La familia de la muerta, guiada por el viudo
Anse Brundren, recorre un difcil y largo camino hasta Jefferson.
(6) En esta obra de Calvino circulan caballeros y peregrinos entre castillos y tabernas
dentro del bosque. En el momento del encuentro humano y del dilogo, el lenguaje
desaparece. Los personajes estn mudos. Y lo nico que les permite comunicarse son
cartas de tarot. Al mostrar una carta-imagen los individuos se comunican entre s fuera del
lenguaje conceptual, ahora disuelto en el mbito simblico del bosque como disolucin del
lenguaje, de lo conceptual como caracterstica del orden civilizado. La sucesin de cartas es
sostn, a su vez, de un relato que el escritor realiza traduciendo las imgenes. Y el bosque,
adems de disolucin del lenguaje en la obra de Calvino, tambin es sitio de
desvanecimiento del yo: "Ahora perteneces al bosque. El bosque es prdida de uno mismo,
mezcolanza. Para unirte a nosotros debes perderte, despojarte de tus atributos,
desmembrarte, transformarte en lo indiferenciado, unirte al tropel de la Mnades que
corren gritando por el bosque", en Italo Calvino, El castillo de los destinos cruzados, Madrid,
Siruela, 1999, p.129 (trad. Aurora Bernrdez).
(7) Murasaki Shikibu es autora del diario (Murasaki Shikibu Kikki) y de la clebre Genji
monagatori (La novela de Genji). Esta obra es la ms importante de la literatura japonesa
clsica, y la primera novela psicolgica de la historia de la literatura universal. La vida de
Shikibu transcurre durante el auge de la familia Fujiwara y la decadencia de la era Heian.
En la saga de Genji aflora cierta angustia que es una suerte de antecedente de la actitud
existencialista moderna. Se deja entrever la falsedad y falta de sustancia de la sociedad
Bibliografa
- Bioy Casares, Adolfo y Borges, Jorge Luis (1983): Los mejores cuentos policiales. Alianza
Editorial. Madrid. Traduccin de Ana Arias.