INTRODUCCIÓN 1 - Teología I

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TEOLOGÍA I

Docente: Fernando Zegarra Aguilar


TEOLOGÍA I
INTRODUCCIÓN

Objetivo: Exponer y analizar aspectos introductorios de la teología y deducir la


necesidad de su estudio en el aula universitaria.

Nos encontramos ante una actividad propia del creyente que busca comprender las razones
que hacen creíble la fe revelada, fe que ha asumido como suya. Se trata, pues, de una actividad
hecha ciencia, ya que también busca exponerla de manera ordenada y sistemática desde las
SS. EE. y la Sagrada Tradición de la Iglesia. Y esto gracias a la intervención de la razón humana
elevada e iluminada por la fe sobrenatural.

Esta ciencia presupone la fe en el Dios de la revelación judeo-cristiana, y es la razón humana la


que se aproxima a estos misterios sobrenaturales con ayuda de la gracia para poder ser
comprendidos, en alguna medida, y ser expuestos con el rigor necesario de una ciencia
discursiva.

La teología no se identifica con el Dios revelado que es su objeto de estudio. Por ello, es una
actividad humana1: “No es un saber infundido por Dios en el intelecto humano, sino que
procede del esfuerzo laborioso y voluntario de ese intelecto, iluminado por la fe cristiana” 2

Ante ciertos prejuicios infundados podría parecer una terrible contradicción sostener que la fe
pueda ser pensada. Pero en vista de la continuidad entre fe revelada y razón humana, se hace
una exigencia para el creyente penetrar y asimilar mejor los misterios revelados, a través de su
capacidad racional elevada por una especie de “segunda razón”, que es superior mas no
antagónica, es decir, la fe. En este sentido, se expresó Juan Pablo II: “Hacer teología es hacer
una tarea exclusivamente propia del creyente en cuanto creyente, una tarea vitalmente
suscitada y en todo momento sostenida por la fe” 3. En consecuencia al ser reflexionados los
misterios de Dios, la ciencia de lo revelado puede comunicar la fe de modo riguroso y
metódico: eso es teología.

Nuestro curso consiste en presentar una visión general de la llamada “Teología Fundamental”,
la cual se trata de una “reflexión en el interior de la fe, a la cual sirve de modo propio en
cuanto búsqueda radical de comprensión (“fides quaerens intellectum”) [fe que busca
comprender] de la autocomunicación de Dios a los hombres, y de la respuesta de la fe”4, es

1
La fe es primordialmente un acto de encuentro y de confianza, que abarca inteligencia, voluntad y sentimiento en
su unidad originaria. La forma «yo creo en ti» es radical y universal; se refiere a la totalidad de la persona, más que
la fórmula «te creo», sujeta a una posible limitación. En todo caso la fe se mueve bajo esa forma primordialmente
no en el campo del yo y de ello, del yo y del mundo objetivo, sino en el marco del encuentro entre yo y tú; es un
acto personal. En alemán y en inglés el verbo creer glauben tiene la misma raíz que geloben-lieben y believe-love,
respectivamente. El verbo latino credere procede, según una de las posibles derivaciones, de cor-dare, dar su
corazón (a alguien). La palabra hebrea creer —recogida en la exclamación «amén»— significa afianzar, afirmar o
robustecer. En la forma «yo creo en ti» y «te creo», el creer no es sólo un acto de encuentro, sino una eminente
forma de conocimiento. Y esto vale sobre todo para el conocimiento de la persona. Hasta tal punto es así, que se
impone decir que la fe, entendida como «yo creo en ti - te creo», es la forma en que yo tengo acceso por la vía del
conocimiento a la persona del otro. Sin esa fe, la persona en tanto que persona queda cerrada para mí en su
realidad genuina, en su hondura, en aquello que la mueve, en su mismidad. En: Fries, Heinrrich (1987): Teología
Fundamental, Herder, Barcelona, disponible en: http://www.mercaba.org/Libros/FRIES/PAGINA%2023-74.htm (31,
I, 2018)
2
VV. AA. (2014): Diccionario de Teología, Eunsa, Navarra, p. 944
3
Insegnamenti di G. Paolo II, V, 3, 1982, p. 1051
4
Izquierdo, César (2009): Teología Fundamental, Eunsa, Pamplona, p. 20

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decir, que la razón del creyente iluminada por la fe se esfuerza en comprender la revelación de
Dios.
Tomemos en cuenta algunos puntos introductorios a la comprensión de la teología:

 Teología significa literalmente el estudio de Dios: Theos (Dios), y Logos (estudio).


 Pero debemos hacer hincapié en que el término “teología” no es de origen cristiano,
ya que en el mundo griego estaba referido a los “mitos”. Baste recordar los mitos de
Homero y Hesíodo.
 Tengamos en cuenta que en la antigüedad griega, antes del período reflexivo de la
filosofía, encontramos que la credulidad del pueblo es la que sugiere lo que se debe
creer respecto al origen de las cosas. Se trata de la tradición irreflexiva y ciega del
pueblo.
 Aristóteles afirmaba que “el mito no puede ser considerado como ciencia, porque
aquellos antiguos «teólogos» tan sólo transmitieron el fondo tradicional sin dar de
sus doctrinas ninguna prueba”5.
 Aristóteles coloca a los «teólogos» ante los que «hablan dando razón de lo que
dicen»6, es decir, de aquellos que no se basan en ciegas tradiciones para explicar la
realidad, sino que razonan y ofrecen auténticas «convicciones», estos son, los
filósofos.
 Tan sólo progresivamente, tanto en Oriente como en Occidente, se fue imponiendo el
uso cristiano de este término. Para Clemente de Alejandría, theologhía será el
"conocimiento de las cosas divinas"; para Orígenes indica la verdadera doctrina sobre
Dios y sobre Jesucristo como salvador; sin embargo, le corresponde a Eusebio de
Cesarea el privilegio de haber sido el primero que atribuyó al evangelista Juan el título
de theologos por haber escrito en su evangelio una doctrina eminente sobre Dios 7.

LECTURAS

I La fe y la razón (extracto)8

Es claro que, tratándose de la existencia de Dios creador o del hecho de la revelación, no


puede hablarse de una demostración de tipo analítico como la que tiene lugar en el mundo de
las matemáticas (2+2=4). Tampoco se trata de una demostración empíricamente verificable,
como cuando digo: “este lápiz es de color amarillo”. Tanto la demostración analítica como la
empíricamente verificable son dos tipos de demostración que nos permiten ver lo afirmado.

La demostración que empleamos en el mundo de la fe, por el contrario, es una demostración


de tipo DISCURSIVO, filosófico; una demostración que parte de ciertos efectos creados y
visibles [la realidad], para llegar con rigor de certeza, al misterio de un Dios que, sin embargo,
permanece invisible. En este tipo de demostración podemos tener, por tanto, una certeza;
CERTEZA QUE EXCLUYA TODA DUDA RAZONABLE; pero no podemos tener evidencia del
término: a Dios nunca le vemos. El conocimiento que tenemos de Dios a través de los signos es
siempre un conocimiento MEDIATO e INDIRECTO, de modo que tales signos, al tiempo que
revelan, ocultan a Dios. Aquí, en la tierra, los signos no suprimen el misterio de Dios, sino que

5
Aristóteles: Metafísica, B, 4, 100 a 20
6
Id.
7
Fisichela, R.: Artículo “Teología fundamental, definición”, en:
http://www.mercaba.org/DicTF/TF_teologia_01.htm#Definición (10, III, 2016)
8
Sayés, J. A. (1992): Razones para creer, Dios, Jesucristo, la Iglesia, Ed. San Pablo, Madrid, pp. 14-15

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más bien nos conducen a él. El hombre puede tener certeza de la revelación por medio de la
luz natural de la razón, pero no llegará a ver a Dios. No tiene evidencia 9.

Ahora bien, el hombre no ha perdido por el pecado original esta capacidad natural de
reflexionar y de conocer a Dios a través de los signos, aunque dicha capacidad esté mermada o
herida en sus fuerzas. Por ello el hombre puede llegar, en virtud de la fuerza natural de su
entendimiento, a saber que Dios existe, que Dios ha revelado. Es lo que tradicionalmente se
llama “juicio especulativo de credibilidad”. Es un saber racional apoyado en la luz natural de la
razón humana, que concluye con certeza la existencia de Dios o el hecho de la revelación
cristiana. Es un conocer a Dios, es un saber [acerca] de Dios desde la mediación de las criaturas
[desde lo que se encuentra en la realidad]. Es una conclusión [deducción] de la razón; pero
todavía no es algo que nos introduzca en la intimidad divina.

II Sentido y naturaleza de la actividad teológica 10

¿A qué se llama teología? Llamamos teología a la actividad de los creyentes que tratan de
comprender más profundamente la Palabra de Dios y de exponerla de manera ordenada y
sistemática, en base a la Sagrada Escritura, la Tradición de la Iglesia, y con el magisterio como
guía.

Es fe que busca evidencias y razones. Recibe su materia prima de la Revelación. A la teología


pertenece tanto el creer como el pensar. Sin ambas actividades fundidas en un mismo y único
acto del cristiano –creencia y pensamiento- no hay teología.

 La teología presupone la fe en el Dios vivo de la Revelación, que es el dios de Abraham,


Isaac y Jacob, y sobre todo el dios y Padre de Jesucristo.
 Se basa en la capacidad de la razón humana para acercarse a los misterios revelados, con
el fin de contemplarlos y exponerlos con el máximo rigor posible y con el respeto religioso
que merecen.
 No es un saber directamente infundido por Dios en el intelecto humano, sino que procede
del esfuerzo laborioso y voluntario de ese intelecto, iluminado por la fe cristiana.

¿Quién hace teología? Aunque es una actividad de hombres y mujeres creyentes concretos, la
teología no es una empresa meramente individual. Es la Iglesia misma quien busca
comprender y profundizar mejor su propia fe. La teología debe hacerse por lo tanto en el suelo
y a partir de la vida de la Iglesia, en su beneficio y para su crecimiento.
Existe una continuidad entre la teología cristiana y la actividad filosófica y científica. Si pienso
en serio sobre el mundo, esto me lleva a pensar en serio sobre Dios. La teología está en
9
Ludwig Ott nos recuerda que el conocimiento natural de Dios en esta vida no es inmediato ni intuitivo, sino
MEDIATO y ABSTACTIVO, pues lo alcanzamos por medio del conocimiento de las criaturas (sent. Cierta). En tal
sentido, continúa Ott, es opuesto a la doctrina de la Iglesia el ontologismo […], el cual enseña que en la tierra
poseemos ya naturalmente un conocimiento de Dios inmediato e intuitivo, y que a la luz de ese conocimiento
inmediato de Dios conocemos también las cosas creadas […]. Por otro lado, sigue Ott, el conocimiento de Dios
que poseemos acá en la tierra no es propio, sino analógico (sent. Cierta). Mientras que el conocimiento
propio capta un objeto por medio de su imagen cognoscitiva propia […] o por medio de una intuición
inmediata, el conocimiento analógico lo capta por medio de una imagen cognoscitiva ajena […]. En el
conocimiento que poseemos de Dios acá en la tierra aplicamos a Dios los conceptos tomados de las cosas
creadas, y esto lo hacemos en virtud de cierta analogía y ordenación que las criaturas tienen con Dios […]. En:
Ott, Ludwig (1997): Ob. Cit., pp. 52-53
10
Morales, José & Fidalgo, José Manuel (2015):Introducción a la Teología, EUNSA, Navarra, p 9

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continuidad con esa búsqueda humana de la verdad. Bien entendido, sin embargo, que de la
teología cristiana derivan afirmaciones, contenidos y perspectivas que no sólo confirman sino
que también purifican, juzgan críticamente y superan los procesos de pura racionalidad.

III El ser en sí o la nada absoluta 11

[…] De la existencia del ser infinito, que es por sí mismo, depende el ser o existencia de todo
cuanto existe. Nada sería ni podría llegar a ser sin la existencia del Ser en sí. Sólo por
participación del Ser que es por sí mismo puede ser otro ente, que no posee el ser por sí
mismo, o sea, que es contingente o indiferente para ser o no ser.

O existe el Ser imparticipado, o nada existiría, ni podría existir sin él. Se habría extinguido la
fuente del ser o existencia.

Y no sólo nada existiría sin este Ser en sí de Dios, sino que tampoco nada podría existir, nada
sería posible o capaz de llegar a existir sin un Existencia en sí necesaria, que le diera sentido y
fundamento, ya que la posibilidad de ser implica esencialmente el Ser.

La negación de la existencia de Dios, el ateísmo, es, por eso, una posición insostenible,
contraria a la razón. Supondría que algo que no es el ser o existencia, algo que de sí no es,
habría llegado a darse la existencia por sí mismo; el ser habría surgido de la nada, lo cual es un
absurdo.

De aquí que la verdadera dificultad no está en probar la existencia de Dios, […], sino probar lo
contrario: que Dios no existe. Porque desde que algo que no es el ser o la existencia, de hecho
existe, tiene que existir un Ser en sí incausado, un Ser que es el mismo Ser, ya que sin
participación causal del mismo nada podría haber llegado a ser o tener existencia.

[…] Pero desde que hay entes que existen contingentemente, se impone necesariamente la
existencia de un ser que existe por sí mismo incausado, que El mismo es su razón de ser, de un
Ser que no ha llegado a ser ni participado de otro ser, sino que posee el ser por identidad, es
decir, que su esencia es el mismo ser. Todos los demás entes son una esencia o capacidad de
ser que participa y ha llegado a ser por la acción causal del ser. Sólo Dios es únicamente Ser.
Ser necesario o que existe por sí mismo incausado […].

 En lo que respecta a algunos conceptos de teología, presentamos los siguientes:

 “Ciencia en que la razón del creyente, guiada por la fe teologal, se esfuerza en


comprender mejor los misterios revelados en sí mismos y en sus consecuencias para la
existencia humana”12.
 “Ciencia por la cual la razón del cristiano, que recibe de la fe certidumbre y luz, se
esfuerza mediante la reflexión en comprender lo que cree, es decir, los misterios
revelados, con sus consecuencias”13.

11
Derisi, Octavio N. (1988): Tratado de Teología Natural. Dios, su existencia, su esencia y sus
perfecciones, Editorial de la Universidad Católica Argentina, Buenos Aires, pp. 19-20
12
Morales, José (2012): Ob. Cit., p. 32
13
Congar, Y. (1970). La Fe y la Teología, Herder, Barcelona, p. 175

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 La teología debe ofrecer “una comprensión cada vez más profunda de la Palabra de
Dios contenida en la Escritura inspirada y transmitida por la tradición viva de la
Iglesia”14.
 La teología es entonces el desarrollo de la dimensión intelectual del acto de fe. Es fe
reflexiva, fe que piensa, comprende, pregunta y busca. Trata de elevar dentro de lo
posible el credere al nivel de intelligere, agrupando el conjunto de verdades de fe en
un sistema bien clasificado, orgánico y coherente 15.

 EN CONCLUSIÓN:

 La teología [católica-cristiana] es ciencia, porque consiste en una disciplina que consta


de un objeto y de un método propio y lleva a una síntesis comunicable; además su
objeto de estudio es de carácter especulativo o discursivo.
 La teología es la «Fe que busca entender» (fides quarens intellectum), se trata del
esfuerzo intelectual del creyente que, iluminado por la fe, busca comprender la
Revelación divina.
 La teología pone en acción el aspecto intelectual del acto de fe, de modo que creer
signifique comprender el dato revelado para, luego, exponerlo.

Mag. Fernando Zegarra Aguilar.

14
Instrucción “Donum Veritatis” sobre la vocación eclesial del teólogo (1990), Nº 6
15
Morales, José (2012): Ob. Cit., p. 33

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