0% encontró este documento útil (0 votos)
31 vistas

Empatia

El documento describe la empatía como una habilidad de la inteligencia emocional que permite reconocer y comprender las emociones de otros. Específicamente, relata la historia de una enfermera que desarrolló una conexión empática con un paciente pediátrico llamado Alex a través de entender su lenguaje corporal y compartir sus sentimientos de dolor y alegría. A pesar de que eventualmente Alex falleció, la enfermera siente que su recuerdo y las emociones que despertó continuarán viviendo.

Cargado por

Karen Moray
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
31 vistas

Empatia

El documento describe la empatía como una habilidad de la inteligencia emocional que permite reconocer y comprender las emociones de otros. Específicamente, relata la historia de una enfermera que desarrolló una conexión empática con un paciente pediátrico llamado Alex a través de entender su lenguaje corporal y compartir sus sentimientos de dolor y alegría. A pesar de que eventualmente Alex falleció, la enfermera siente que su recuerdo y las emociones que despertó continuarán viviendo.

Cargado por

Karen Moray
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 3

La Empatía como técnica de la comunicación.

La empatía tiene mucho que ver con la inteligencia emocional, que nos ayuda y nos
permite reconocer y expresar nuestras emociones conociéndonos mejor a nosotros
mismos.

Decimos que una persona es empática cuando se pone fácilmente en el lugar del otro sin
que exista comunicación al respecto y tan sólo con ver su comunicación no verbal. Cuando
hablamos de lenguaje verbal estamos haciendo referencia a la manera cómo nos
comunicamos teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Tono y volumen de la voz

Inflexiones de la voz

Gestos de la cara, el cuerpo, las manos

Postura y distancia

Sonrisa

Contacto visual (expresión, mirada, brillante, triste, pupilas dilatadas)

Contacto Físico

Comprobaremos que todos estos canales de comunicación son muy importantes y nos
permiten ver lo que otros no ven, si no hay coherencia entre lo que se dice y lo que se ve.

De hecho la comunicación no verbal, nos sirve para reemplazar las palabras, repiten en
cierta manera lo que estamos diciendo y enfatizan nuestro mensaje verbal.

Un objetivo a tener en cuenta en todo proceso de comunicación es que el lenguaje no


verbal o CNV es una parte inseparable de todo el proceso de comunicación, ya que
cuando comunicamos, transmitimos no sólo la información sino también, emociones
afectos, sentimientos. De ahí que es tan necesario que nuestro mensaje sea congruente,
ya que la parte emocional se transmite por la parte no verbal.

Tu puedes decir a una persona que te ha gustado mucho el regalo que te ha ofrecido
aunque verbalmente le puedes decir todo lo contrario y esto conlleva que el interlocutor
no crea tu mensaje.
Daniel Goleman, autor de la inteligencia emocional, nos dice que saber escuchar
activamente es la clave de la empatía.

Ello no quiere decir que compremos las emociones y la historia de la persona que
tenemos enfrente, ya que entonces tendríamos difícil la salida.

Tenemos que saber desconectar sin perder nuestro control para darle la compañía, la
comprensión, la ayuda, el afecto o lo que la persona necesita en aquél momento aunque
no lo dice explícitamente.

La escucha activa de la que habla Goleman es la que equivale a escuchar y entender a


comunicación desde el punto de vista de la persona que habla, de manera que
entendemos lo que la otra persona está expresando con el habla sino también con los
pensamientos y las ideas de lo que está diciendo. Esta habilidad necesita también la
colaboración de la empatía, que es uno de los elementos más importantes de la
inteligencia emocional.

De todo lo expuesto, vemos que una buena gestión de nuestras emociones nos permite
tener una buena comunicación y empatizar con nuestros semejantes.
El caso Alex, paciente de cinco años de edad que ingresó al servicio de pediatría con
diagnóstico de síndrome de intestino corto, estaba en ayuno, con sonda nasogastrica a
derivación, con datos de deshidratación e hipertermia, sin canalizar y multipuncionado. Al
ingresar al servicio me miró con sus ojos grandes y claros, que reflejaban una inmensa
tristeza, con voz suplicante me dijo "ya no me piques más" (debido a su enfermedad era
internado constantemente y se había sometido a varias intervenciones quirúrgicas). Le
expliqué a él y a su mamá lo indispensable de colocarle un catéter corto en su vena para
poder infundir los medicamentos que le fuesen indicados, al mirarlo tan inquieto y a su
madre tan aprensiva pude compartir con ellos su sufrimiento y esto despertó en mí un
sentimiento de compasión. Alex estuvo internado por un largo tiempo, más de un mes, el
niño hablaba poco, sin embargo fui capaz de aprender a entender su lenguaje corporal y
sus gesticulaciones, la expresión de su mirada era su medio de comunicación más
importante, y a través de ella, pude darme cuenta cuando él sufría y también cuando tenía
momentos de alegría, estos sentimientos los compartí con Alex y su mamá lo que
desencadenó en mí, todo un proceso a través del cual participé en una relación que se
retroalimentaba con los más variados sentimientos: alegría, dolor, sufrimiento, respeto,
dignidad, esperanza y desesperanza. Esta relación que puedo definir como empatía,
también influyó en mis acciones como enfermera, haciéndolos más cálidos y eficientes,
siempre profesionales y respetuosos… Una tarde el estado general de Alex se deterioró,
por lo que se programó para cirugía, lo preparé y detecté que tenía dificultad respiratoria,
me apresuré a llevarlo al quirófano. Sin embargo dado su estado general de salud, los
médicos decidieron que era mejor trasladarlo a un hospital de tercer nivel, pues no se
contaba con algunos elementos necesarios para su atención, lo preparé para su envió…. le
coloque su NPT, pude notar en su mirada que no mostraba preocupación ni dolor, al
terminar de prepararlo inesperadamente me besó en la mejilla, le dije que todo saldría
bien… su mamá me hizo un regalo el cual elaboró durante su estancia en el servicio, ella se
observaba tranquila, quizá en ese momento era yo la más preocupada de los tres. Dos
noches después soñé con Alex, lo veía contento, feliz jugando y esa alegría la sentí
también yo, sin embargo, inexplicablemente desperté preocupada por él. Esa tarde al
llegar a mi servicio, como todos los días, me informaron que Alex había muerto, su
fallecimiento había ocurrido durante la noche… un sentimiento de tristeza y resignación
embargó mi alma, sin embargo, pienso y siento que en donde quiera que él esté, se
encuentra mucho mejor y que… continuara viviendo dentro de nosotros a través de su
recuerdo y de los sentimientos que alguna vez despertó con su triste mirada.

También podría gustarte