Los Maestros de Bolívar

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Defensa

Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana

UNEFA

Unefa – Extensión Guacara

Guacara, Edo. Carabobo

Los Maestros
de Bolívar
Prof: Lic. Sabino José Jiménez Integrante: Omer Primera

Materia: Cátedra Bolivariana C.I: 28.456.174

Carrera: Ing. De Sistemas Semestre: 5

Guacara, marzo 2020


¿Cuántos Maestros Formaron a Bolívar en se Niñez?

Simón Bolívar, durante su infancia y juventud, tuvo la mejor educación por parte de los
maestros más destacados en el siglo XVII y que influyeron en la vida del Libertador como
Don Simón Rodríguez y Andrés Bello.

La educación humanista que tuvo el Libertador fue la base de lo que fue su desempeño a
lo largo de la vida. Sin embargo, Bolívar también contó con otros profesores que existían
para esa época y que ayudaron en su formación educativa. Entre ellos podemos mencionar
a aquellos catedráticos y mentores como el Licenciado Sanz, el Padre Andújar, Guillermo
Pelgrón, Carrasco y Vides, el Padre José Antonio Negrete, entre otros.
El niño Simón Bolívar.

El joven Bolívar además de la educación que recibía de sus tutores antes mencionados,
también que se dice que fue impulsado por sus maestros.

Esto más adelante, cuando estuvo en Europa se interesó por la política y los libros
clásicos de los autores de la antigüedad, griegos y romanos: Homero, Polibio, Plutarco,
César, Virgilio. Asimismo, los clásicos modernos de España, Francia, Italia e Inglaterra lo
introdujeron en este tipo de lecturas; así como, los más diversos sectores intelectuales:
desde filósofos y políticos como Hobbes, hasta poetas como Tasso y Camoens, pasando por
naturalistas como Buffon, astrónomos como Lalande y economistas como Adam Smith. En
sus cartas pueden hallarse muchos nombres recomendados por sus maestros, entre los que
destacan los enciclopedistas y planificadores de la Revolución Francesa como
Montesquieu, Rousseau, D`Alembert, Condillac y Voltaire.
Francisco A. Carrasco: profesor de aritmética y escritura.

Bolívar recibía  sus primeras lecciones aritmética y escritura de la mano de Francisco A.


Carrasco, un empleado de altísima confianza de la familia Bolívar y tutor de Simón y sus
hermanos. Carrasco se desempeñaba en labores de contador y cajero en una tienda de
importaciones.

Don Fernando Vides: profesor de aritmética y escritura.

Don Fernando Vides instruyó al niño Simón en las clases de aritmética, primeras letras y
escritura y fue el tutor de sus hermanos.

Fray Francisco de Andújar:

El Fray Francisco de Andújar, un monje capuchino fundador de la academia de


matemáticas en Caracas, fue el responsable de la formación en matemáticas de Simón
Bolívar, durante su niñez.

Guillermo Pelgrón:

Don Guillermo Pelgrón le dio clases a Simón Bolívar en lengua y cultura latina y
gramática.

Pedro Palacios y Sojo:

Pedro Palacios Sojo, también conocido como el “Padre Sojo”, fue un sacerdote y
maestro de música desde mediados del siglo XVIII. Fue maestro y tío abuelo por la línea
materna de Simón Bolívar, quien estableció una relación estrecha con el joven a través de la
enseñanza de la música.
El Padre Sojo tenía su escuela de música, establecida en el pueblo de Chacao en
Caracas. Allí instruyó a grandes músicos de la historia de Venezuela como José Ángel
Lamas, Juan José Landaeta (autor de la música del Himno Nacional de Venezuela), Lino
Gallardo, Cayetano Carreño, entre otros.

José Antonio Negrete:

Fue maestro de Bolívar en las cátedras de historia y religión.

Simón Rodríguez:

Simón Rodríguez fue un escritor, filósofo y educador venezolano, reconocido tanto por
sus obras como por haber sido el más influyente de los maestros y mentores de Bolívar.
Rodríguez ejerció la docencia en la Escuela de Lectura y Escritura para Niños, donde
conoció al pequeño Simón, y presentó sus críticas, inspirado en las ideas de Rousseau,
acerca del modelo educativo de las naciones americanas.

Rodríguez destacó la importancia que cada república independiente debía darle a la


originalidad en sus modelos e instituciones, a través de su célebre obra Sociedades
Americanas.

Ávido lector y amante de la libertad, Simón Rodríguez impactó en Bolívar durante la


adolescencia, cuando su familia lo envió a Europa para que aprendiera de bellas artes y
buenas costumbres.

En Europa, Rodríguez y Bolívar se reencontraron en Francia en el año 1804, donde


influyó en como mentor e impulsó sus ideas independentistas en el futuro Libertador.
Ambos viajaron por Francia e Italia, presenciaron la coronación de Napoleón Bonaparte
como rey de Italia y subieron juntos al Monte Sacro, en Roma, donde Simón Bolívar recitó
su célebre juramento por la Independencia de América.
Andrés Bello:

Andrés Bello fue uno de los humanistas y educadores más importantes de toda la
historia de Venezuela y América Latina. Su trabajo de Bello dio origen al Código Civil;
realizó su crítica más importante en el proceso independista; promovió la creación de
instituciones educativas y medios de comunicación; aportó grandes obras a la literatura y al
estudio de las primeras letras, entre otras contribuciones al humanismo.

Bello le impartió clases particulares de Geografía y Literatura a Simón Bolívar. Años


más tarde, ambos conformaron en Europa la expedición diplomática hacia Londres para
conseguir financiamiento para la causa independista.

Jerónimo Ustáriz y Tovar (Marqués de Ustáriz):

Bolívar, a los 15 años de edad, fue recibido en la cómoda casa del Marqués de Ustáriz
en Madrid. Fue una de las personalidades más importantes en la vida y formación de
Bolívar, a pesar de que la historiografía se enfoque en la influencia de Rodríguez y Bello.

En Madrid, Bolívar profundizó en sus lecturas de filósofos ilustrados, clásicos de la


antigüedad, historiadores, oradores y poetas, incluyendo los clásicos modernos de España,
Francia, Italia y Gran Bretaña. Además aprendió de equitación, baile y esgrima.

Alexander von Humboldt:

Alexander von Humboldt fue científico y naturalista alemán de gran influencia para la
humanidad. Conoció a Bolívar durante su estancia en París y establecieron un lazo de
amistad que se prolongó hasta la muerte de Bolívar, en 1830.

Humboldt dedicó varios años de estudio a la naturaleza del Nuevo Mundo. Bolívar
nutrió su pensamiento de profundo humanismo, cosmovisión, respeto y conciencia
naturalista. Asimismo, el Libertador reconoció cada descubrimiento como una hazaña que
había dado más al continente que cualquier otro conquistador.

¿Cómo fue el Primer Encuentro con su Maestro Don Simón Rodríguez?

Con la muerte de los padres de Bolívar y todos los sucesos siguientes como la escapada
de casa de su tío a los 12 años, Simón Rodríguez fue nombrado su tutor. Las técnicas para
enseñar de Rodríguez eran diferentes, Bolívar decía que “enseñaba divirtiendo”.  Simón
Rodríguez fue quien le inculcó los valores que tuvo muy presentes a la hora de libertar, su
maestro ya tenía fama de ser rebelde e independiente, cosa de la cual Bolívar tomó un poco.
Rodríguez seguía la pedagogía de Rousseau, que se basaba en aceptar los impulsos de los
niños cuando están pequeños.

Desde el principio simpatizaron y el aprecio de Bolívar hacia Rodríguez duró toda la


vida.
En sus enseñanzas siempre lo mantuvo cerca de la naturaleza.

Rodríguez aprovechaba las excursiones que hacían en la hacienda de San Mateo de


Simón para hablarle de los Derechos del Hombre, de conceptos de la libertad o de historias
reales de hombres que se superaron. Creó en Bolívar otra tradición, siempre con la idea de
la libertad, esto convirtió a Bolívar en un hombre moderno para la época.

Simón Rodríguez fue obligado a irse a refugiar en otras tierras por su participación en la
conspiración de Gual y España en 1797. Esto fue un golpe duro para Bolívar, pero más
tarde volvieron a encontrarse en Viena en 1805 y éste encuentro marcó su puesto en la
historia, juró ante él y ante Fernando Toro libertar a su patria del yugo español.
¿Las Ideas de Don Simón Rodríguez cómo eran?

Rodríguez quería que la educación, en Venezuela y América, se impartiera con calidad,


en torno al desarrollo personal de los individuos, su capacidad de comprender y analizar la
sociedad en la que viven, su desarrollo humano y personal en el contexto del desarrollo
social y comunitario inspirado en principios y valores como la igualdad, la equidad,
libertad, emancipación social y humana. Una educación que permita a cada uno desarrollar
a plenitud sus talentos y construirse como persona y ciudadano solidario y productivo. Que
le enseñe a ser, a convivir, a aprender y a trabajar. En fin, una educación que le enseñe a
cada individuo crecer y desarrollarse como persona y a preocuparse por su entorno social,
que le enseñe los valores y principios de su sociedad. Formar individuos que enfrenten al
mundo valiéndose de sus destrezas y habilidades. Formar personas pensantes que no se
valgan solo de la memoria y por último que se les enseñe a trabajar y a valorar su trabajo. Y
con estas bases se contrita una genuina Educación de Calidad.

Bases para una Educación de Calidad.

1. Educación para formar personas y auténticos ciudadanos:

Esta primera dimensión está orientada a formar y educar para formar persona y
auténticos ciudadanos, con una educación en los valores de la convivencia,

Rodríguez estaba convencido de que era urgente emprender un proyecto educativo


diferente que, pues bajo retórica e principios y proclamas, seguía intacta la vieja
estructura de servidumbre. La independencia no había desmantelado el viejo orden
colonial, para ser eficaz este proyecto educativo tenía que ser propio, original,
hecho en la propia entraña americana.

El fin primordial de la educación es formar ciudadanos y es por eso que todos deben
tener acceso a ella, ya que, como decía Rodríguez "sin educación popular no habrá
verdadera sociedad…". Esta educación debe estar vinculada a la solidaridad que se
expresa en las múltiples y pequeñas dimensiones del vivir y convivir diario.

Para tener personas y auténticos ciudadanos, debemos superar la pobreza y


profundizar la democracia, y esto requiere de un proceso simultáneo.

La democracia se puede construir dependiendo de nuestra actitud, de nuestra


voluntad, de nuestra voluntad de cooperación, de nuestro respeto, de nuestra
responsabilidad, de nuestra solidaridad. Podemos hacer una escuela y una
universidad diferente, de docentes, de administrativos, de representantes y
comunidad que tengan en su horizonte los intereses de la mayoría y la construcción
y vivencia de la genuina democracia.

2. Educación que enseñe a aprender:

Educar no es transmitir paquetes de información para que los alumnos memoricen,


sino provocar las ganas de aprender, hacer que los alumnos sientan interés de
aprender y que sean capaces de comprender analizar la información que necesitan.
De nada sirve llenarlos de informaciones inútiles que no vayan a ser capaces de
comprender y que solo les sirva para memorizar, ya que no queremos convertirlos
en máquinas memorizadoras de conceptos, términos y palabras que con frecuencia
ni siquiera entienden, sino convertirlos en seres que tengan la capacidad y la
habilidad de buscar, comprender y analizar la información y la puedan devolver en
forma personal y coherente. Esto supone desarrollo de las destrezas básicas: lectura,
escritura, expresión oral, escucha, informática, observación, estimación, cálculo,
pensamiento, ubicación en el espacio y en el tiempo, es decir destrezas lingüísticas,
matemáticas, tecnológicas y científicas, tales destrezas los ayudaran a aprender
dentro y fuera del sistema educativo.
3. Educación que enseñe a trabajar y a valorar el trabajo y al trabajador:

La tercera dimensión que con mayor esfuerzo quería impulsar Rodríguez y quizás la
que le trajo más problemas y dificultades, por parte de la sociedad, ya que no
estaban dispuestos a enviar a sus hijos a escuelas donde se le ponía a trabajar, de ahí
gran parte de los fracasos de Rodríguez, que nunca renunció a su propuesta
educativa, de unir la instrucción académica con el aprendizaje de oficios mecánicos
y agrícolas, es decir la creación de escuelas-talleres. Toda su vida fue promotor de
unir la escuela y el trabajo. Por ello cuando regresa a América en 1823, establece
una escuela en Bogotá (Colombia) donde los estudiantes además de formarse
intelectualmente y aprender a vivir en sociedad, debían aprender un oficio
mecánico, pero la aristocracia de la capital neogranadina no estaba preparada para
aceptar las ideas sobre la educación que busca introducir al trabajo.

¿Estas Ideas Influyeron en el Pensar del Joven Simón Bolívar?

La pasión que sintió Bolívar por la Independencia de América no surgió en su vida de la


noche a la mañana, sino que se fue formando en él a lo largo de sus años de juventud.

Simón Rodríguez en algunas de sus clases y durante las horas de descanso, el maestro le
contaba al joven Simón sobre sus ideas y el derecho de los pueblos a ser soberanos.

Esto marcaría el rumbo y las metas de Simón Bolívar, no sólo durante su juventud, sino
tiempo después.

Lo que dejó en él el Legado del Anhelo de Independencia para que posteriormente las
generaciones futuras desarrollaran ese deseo por la libertad, en dónde este expresa lo
siguiente:
Educación con calidad, en torno al desarrollo personal de los individuos, su capacidad
de comprender y analizar la sociedad en la que viven.

Una educación permita a cada uno desarrollar a plenitud sus talentos y construirse como
persona y ciudadano solidario y productivo.

Que le enseñe a ser, a convivir, a aprender y a trabajar.

Una educación que le enseñe a cada individuo crecer y desarrollarse como persona y a
preocuparse por su entorno social, que le enseñe los valores y principios de su sociedad.

“Las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso con que
camina la educación.” Simón Bolívar.

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