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Carlos Fernando Dáguer

Aleidys Hernández-Tasco

Héroes de a pie
Voces y memorias de los detectives de la salud
y la epidemiología de campo en Colombia
© 2019, Instituto Nacional de Salud
Avenida calle 26 No. 51-20, Zona 6, CAN
Bogotá, D. C., Colombia
Teléfono: (+571) 220 7700
www.ins.gov.co

ISBN: 978-958-13-0181-2

Ministro de Salud y Protección Social

éroes de a pie
Juan Pablo Uribe Restrepo
Carlos Fernando Dáguer
Directora general, Instituto Nacional de Salud Aleidys Hernández-Tasco
Martha Lucía Ospina Martínez

Dirección del proyecto


Franklyn Edwin Prieto Alvarado
May Bibiana Osorio Merchán
bro narra la historia íntima de diversas epidemias Pero este libro también cuenta cómo fue el desarrollo
ituaciones de alerta
Autoresen salud pública ocurridas del programa que entrenó a esos epidemiólogos, de
último cuarto deCarlos
sigloFernando Dáguer
en Colombia. Es la historia esas mujeres y esos hombres que han logrado mitigar
Aleidys Hernández-Tasco
epidemiólogos que fueron al terreno con el el impacto de aquellas amenazas para la salud


Corrección de estilo
sito de controlarlas, de las personas que las colectiva, o incluso evitar que hubieran ocurrido.
Carlos A. Hernández
cieron y de los profesionales de la salud que
Diseño
eron a la población. Martha Lucía Ospina Martínez
Verónica Haglund

Diagramación
Este documento fue financiado por Bloomberg
Andrea Torres Vega
Philanthropies y CDC Foundation en el marco
Foto de portada del proyecto Bloomberg Data for Health Initiative
Evie S. (Unsplash)

Impresión
Panamericana Formas e Impresos, S. A.
IMPRESO EN COLOMBIA/PRINTED IN COLOMBIA
I NSTITUTO
N ACIONAL DE
S ALUD

Carlos Fernando Dáguer


Aleidys Hernández-Tasco “
Héroes de a pie
Voces y memorias de los detectives de la salud
y la epidemiología de campo en Colombia
Contenido
Contenido 5

A modo de prólogo, agradecimiento y explicación 09


Por Franklyn Edwin Prieto Alvarado Parte I 15
Director de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública Hagamos memoria
Instituto Nacional de Salud

Presentación
Por Martha Lucía Ospina Martinez
Directora general
Instituto Nacional de Salud
13
01 02
Un toque de glamur A las aulas
La creación del Servicio de Inteli- Primeras lecciones de epidemiología
Parte I
gencia Epidemiológica en los Cen- de campo: una breve historia de la
Referencias 65
tros para el Control y la Prevención enseñanza de la epidemiología en
de Enfermedades (CDC) de Estados Colombia.
Parte I I Unidos.
Referencias 283 28
16
Sobre los autores 287

Agradecimientos 290
03 04
Contacto en México Cuatro estaciones
El nacimiento del primer programa Un balance de los veintisiete años
formal de entrenamiento en epide- del Programa de Entrenamiento en
miología de campo en Colombia. Epidemiología de Campo (FETP) en
Colombia.
38
56
6 Héroes de a pie

Parte II 69
Voces desde el terreno

05 06
Cuando Colombia Juntos… y revueltos
montó en cólera Una investigación realizada en
La titánica tarea realizada por Bucaramanga documenta, por
los epidemiólogos de campo para primera vez en la literatura cientí-
controlar el avance de la séptima fica, la transmisión del VIH en una
pandemia (1991-1992). unidad de diálisis (1994).

70 100

07 08
Una epidemia “Ajá, se están muriendo
llamada violencia los burros”
Cuando la epidemiología aplicada El cerco a la epidemia de encefalitis
se volvió una aliada de la preven- equina venezolana en humanos
ción de los accidentes de tránsito y ocurrida en La Guajira (1995).
otras muertes violentas (1994-1997).
128
114
Contenido 7

09 10 11 12
Permítame preguntarle Los días del miedo De pandemias, cerdos, Lo que por agua se va
Los epidemiólogos de campo dan De cómo el ántrax, el SARS y el besos y abrazos La epidemiología de campo durante
valor a las encuestas de factores de ébola enseñaron que en el siglo XXI El alarmista paso de la influenza la ola invernal en la Depresión
riesgo de enfermedades no transmi- cualquier amenaza podía cumplirse AH1N1 por Colombia (2009). Momposina (2012) y la avalancha
sibles (1997, 2003, 2013). aquí y ahora (2001, 2003, 2014). de Mocoa (2017).
182
148 160 206

13 14 15 16
La serie africana Habemus papam Todas las formas Epidemiólogos
La respuesta sin descanso: de la epi- La creación de una aplicación móvil de lucha sin fronteras
demia de chikunguña (2014-2015) a para el evento más masivo de la La inteligencia epidemiológica en La conmovedora historia humana
la de zika (2015-2016). historia de Colombia: la visita del era de las cámaras callejeras y las de la atención a un grupo de mi-
papa Francisco (2017). redes sociales para bloquear el grantes varados en la frontera con
220 regreso del sarampión (2018-2019). Panamá (2019).
240
254 270
8 Héroes de a pie
A modo de prólogo, agradecimiento y explicación 9

A modo de prólogo, No es fácil contar a nuestras familias por qué nos de-
dicamos a la epidemiología. A veces tratamos de elabo-
rar explicaciones amplias de lo que somos, e intentamos
agradecimiento y muchas veces que entiendan que nosotros no hemos
abandonado la medicina, la enfermería, la veterinaria, la

explicación bacteriología o la nutrición; que ahora no vemos pacien-


tes sino poblaciones. Muchas veces, un poco confusos,
terminamos narrando que atendemos epidemias, y eso
las deja un poco tranquilas. No lo suficiente, pero algo nos
Por Franklyn Edwin Prieto Alvarado comprenden.
Director de Vigilancia y Análisis del Riesgo en
Ese era el primer objetivo que teníamos cuando soña-
Salud Pública, Instituto Nacional de Salud
mos este libro: ser un puente, un ejemplo, para que nuestra
gente, nuestra familia, entienda lo que hacemos, pero, so-
bre todo, el valor que tiene eso que hacemos.
El segundo objetivo trasciende el ser epidemiólogo o
ser salubrista, que es nuestra especialidad, pues, además,
recibimos un entrenamiento que —eso pensamos— nos
hace diferentes como epidemiólogos: somos epidemió-
logos de campo. Aprendimos en servicio, en la vida real,
llevando a situaciones del día a día lo que en las aulas ve-
mos de manera fría y teórica. Somos como un residente
en cualquier especialidad de las ciencias de la salud, que
se entrena en urgencias, en consulta, en procedimientos.
Así lo hacemos, pero con la población.
Así que este segundo objetivo es mostrar qué es un
epidemiólogo de campo, un oficio que se podría resumir
en cuatro características (como todas las síntesis, esta
también resulta injusta).
Una, la capacidad para trabajar bajo presión. Somos
realmente resistentes, tenemos poco tiempo, tenemos
10 Héroes de a pie

la urgencia, tenemos gente que necesita que termine-


mos pronto nuestro trabajo, tenemos la inclemencia de
las condiciones de vida donde suceden los brotes y las
epidemias, tenemos el apego de nuestras cosas. Pero lo
hacemos, y cada vez de la manera más natural. La adre-
nalina se convierte en parte de nuestra vida.
Dos, la comunicación, pues a pesar de nuestras dife-
rencias en calidez, velocidad de respuesta y habilidad
técnica, aprendemos a comunicarnos, a respetar el disen-
so, a recibir la crítica. Sin comunicación, no somos. Y más
aún cuando nuestra resistencia se pone al límite. La buena
comunicación produce confianza en lo que hacemos.
Tres, la necesidad de entregar un resultado. Eso tiene
un proceso que pasa por saber qué es lo que está pasan-
do. La causa, la fuente y el modo. Para eso debemos ser
muy buenos técnicamente, y la única forma es estudian-
do, aprendiendo, enseñando lo que sabemos.
El epidemiólogo de campo
Cuatro, quizás lo más importante: somos una familia,
debe tener la capacidad
como cualquier familia, con todos sus defectos y cualida- de trabajar bajo presión,
des, con las cercanías y las distancias, con los lentos y los comunicarse acertadamente
rápidos, con los graciosos y los aburridos, con los simpá- y entregar resultados de la
manera más rápida posible.
ticos y los engreídos, con los silenciosos y los bulliciosos.
Y somos familia porque de nuestro trabajo depende la
salud y la vida de mucha gente, la vida de sus familias.
El tercer objetivo de este libro es homenajear a nues-
tros mentores, a nuestros profesores, a los ocho coordina-
dores del Programa de Entrenamiento en Epidemiología
de Campo (FETP Colombia). Es un homenaje que incluye
a Carmen Sánchez y a Víctor Cárdenas, los primeros tu-
tores, que trajeron sus ganas, su experiencia y su sensibili-
A modo de prólogo, agradecimiento y explicación 11

dad para trabajar con nosotros en el primer lustro de esta risa en su mente cuando lo recuerda. Buen conversador,
historia. También a Máncel Martínez Durán, el promotor de versado, dicharachero, todos guardamos sus hermosas
todo este proceso que completa veintisiete años, y que, palabras, sus historias, sus cuentos. Buena persona, buen
sin duda, vería su legado en estos héroes de a pie. Es un amigo, buen mentor. Él es la inspiración de este libro.
homenaje a mis profesores, a Fernando De la Hoz, a Mar- Finalmente, teníamos que contar nuestras grandes his-
tha Velandia, a Fabio Rivas, a los tutores de cada uno de torias, lo que han significado para el país. Sí, se nos pudie-
los 150 epidemiólogos de campo formados en el Instituto ron quedar muchas: no estará lo que hicimos con la fiebre
Nacional de Salud. A Jorge Jara, Íngrid García, Javier Mo- amarilla en la Sierra Nevada, lo de chagas oral en Ca-
rales, Óscar Pacheco, Vilma Izquierdo, Maritza González sanare y Santander, lo de rabia en el puente cerebral en
y Luis Fuertes, que han sido coordinadores del programa. Chocó, la cantidad de brotes de enfermedades febriles y
Pero, en especial, es un homenaje a Dionisio Herrera, transmitidas por alimentos, el apoyo posterior al terremoto
el que, con su ejemplo, hizo que este libro germinara. Es de Armenia, los brotes de Ralstonia y otras que también
para nosotros difícil resumir lo que significan los grandes son importantes. Sí, vendrán pronto. Esta es una curaduría
hombres. ¿Quién era Dionisio Herrera? Es el gran hombre. difícil, donde tratamos de representar las épocas del pro-
El epidemiólogo de campo más completo que conoce- grama en el Instituto. Como todas las memorias, pueden
mos. No era un superhombre ni tenía afán de héroe; era ser insuficientes, lo sabemos, pero creemos que nos refle-
el epidemiólogo de campo que queremos ser. Trabajador jan bien.
incansable que despertaba a los rendidos para no cesar “Mi hija me ha dicho que quiere ser científica, y la voy
en la tarea de saber lo que estaba pasando, cuál era el a invitar a que conozca al Instituto Nacional de Salud para
agente, cuál su fuente, cuál su modo de transmisión. Me- que conozca todo lo valioso que se hace acá”, dijo el pre-
tódico porque amaba el método, primero describir, luego sidente Iván Duque cuando visitó el Instituto para recibir la
analizar, para finalmente intervenir. Líder que fue capaz de acreditación internacional del FETP. Pues bien, estas histo-
unir a todo el mundo, a más de setenta países, para cons- rias pueden ser una primera aproximación. Eso no se me
truir la red, una red sólida de amigos, de investigadores, de quita de mis deseos.
profesores, de tutores, de buenos seres humanos. Diplo- Todas las noches, cuando les leo un libro a mis hijos —a
mático que aglutinó alrededor de la red a los gobiernos, Verónica y Emilio—, reconstruyo estas historias para ellos, y
a las instituciones, a la cooperación internacional, siempre ellos, con su mirada de asombro, me hacen entender que
con su capacidad de encontrar las mejores soluciones hemos hecho grandes cosas. Ya no tendré que inventar-
para todos. Alegre: no hay un epidemiólogo de campo las, están escritas. Gracias, Carlos; gracias, Aleidys; gracias,
que no tenga un buen momento o una imagen de su son- May; gracias, jefe. ▌
12 Héroes de a pie
Presentación 13

Presentación Este libro narra la historia íntima de diversas epidemias y


de situaciones de alerta en salud pública ocurridas en el
último cuarto de siglo en Colombia. Es la historia de los
epidemiólogos que fueron al terreno con el propósito de
Por Martha Lucía Ospina Martínez
controlarlas, de las personas que las padecieron y, a ve-
Directora general
ces, de los profesionales de la salud que atendieron a la
Instituto Nacional de Salud
población.
Pero este libro también cuenta cómo fue el desarro-
llo del programa que entrenó a esos epidemiólogos, de
esas mujeres y esos hombres que han logrado mitigar el
impacto de aquellas amenazas para la salud colectiva,
o incluso evitar que hubieran ocurrido. En el argot médi-
co son llamados epidemiólogos de campo, pero, por su
anonimato y sacrificio, estas páginas los reconocen con
justeza como unos “héroes de a pie”.
Dos partes, claramente diferenciadas en estilo, pero
unidas en su contenido, componen este libro.
La primera —“Hagamos memoria”— cuenta cómo fue
el nacimiento del Servicio de Inteligencia Epidemiológica
en los Centros para el Control y la Prevención de Enfer-
medades (CDC), de Atlanta (Estados Unidos); cómo fue
estructurándose la enseñanza de la epidemiología en las
universidades colombianas, y cómo esas dos historias in-
ciden en la creación y el desarrollo del Programa de En-
trenamiento en Epidemiología de Campo (Field Epidemio-
logy Training Program, FETP) en Colombia.
En este relato se observa que, en sus inicios, la epide-
miología en el país fue muy descriptiva y muy inclinada
hacia el trabajo de campo. Ejemplo de ello fueron los
trabajos de Roberto Franco sobre la fiebre amarilla a
14 Héroes de a pie

comienzos del siglo XX, y los realizados desde los años ciendo —nadie conoce por anticipado las singularidades
treinta por el Instituto Carlos Finlay, que se hizo parte del de las epidemias—, la intersectorialidad del esfuerzo, el
Instituto Nacional de Salud en la década de los sesenta. sacrificio familiar y personal, la dramática disyuntiva entre
Sin embargo, la vocación hacia el trabajo en el terreno atender a un individuo afectado que se cruza en el cami-
tiende a verse opacada por la epidemiología de corte no o mantener el foco en la investigación, y el complejo
más académico que comienzan a impartir las facultades equilibrio entre la comunicación transparente a la comuni-
de Medicina. Es entonces cuando el Instituto Nacional de dad y la prevención de situaciones de pánico.
Salud, consciente de ese vacío, pone en marcha su propio A medida que transcurre, este libro también refleja,
FETP, que terminaría demostrando que los conocimientos sin proponérselo como un objetivo primario, los avances
adquiridos en uno y otro ámbito son homologables. sociales de Colombia: la estandarización de los métodos
Así como la primera parte de Héroes de a pie trata para la atención de emergencias en salud pública, la de-
sobre la de gestación del programa, la segunda —“Voces limitación de las funciones de cada uno de los actores, la
desde el terreno”— trata sobre su puesta en práctica en aparición de herramientas tecnológicas —desde la mejora
epidemias, amenazas o desastres naturales. de los programas informáticos hasta el uso de redes so-
Esta sección está compuesta por doce capítulos, por ciales para facilitar la investigación— y la paulatina femini-
doce “crónicas corales”, como algunos han llamado el gé- zación del talento humano.
nero utilizado. Son historias construidas a partir de frag- Todos esos elementos conducen, inevitablemente, a
mentos de noticias, de documentos técnicos, de artículos reconocer que los esfuerzos del FETP Colombia han con-
científicos y, especialmente, de testimonios redactados a tribuido a la formación de los profesionales del sector
partir de entrevistas con los protagonistas. salud, y a agradecer a cada uno de estos detectives de
Cada transcripción ha pasado por un proceso de edi- las enfermedades, a cada uno de estos héroes anónimos,
ción y verificación de datos y fechas, aunque se ha procu- por haber atenuado el impacto de las epidemias. No es
rado en cada momento conservar la espontaneidad del evidente, pero es un hecho que buena parte de los ciuda-
lenguaje oral. Al final, el lector no solo habrá tenido una danos colombianos continuaron sus vidas con normalidad
visión de cómo se atienden las emergencias en salud pú- o sin grandes afectaciones gracias a estos inadvertidos
blica; también conocerá las dimensiones humanas y de- esfuerzos. ▌
tectivescas del trabajo de los epidemiólogos de campo.
Varios elementos comunes aparecerán en el camino:
la rapidez de la acción, el trabajo bajo presión, el viaje a
la zona afectada, el método inevitable de aprender ha-
Un toque de glamur

Parte I
Hagamos memoria
16

Una foto histórica, tomada en 1960, muestra los


edificios recién construidos de los CDC en el área
metropolitana de Atlanta, Georgia (Daizo Ushiba,
CDC, Public Health Image Library).
01
Un toque

de glamur
La creación del Servicio de
Inteligencia Epidemiológica
en los Centros para el
Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de
Estados Unidos.
18 Héroes de a pie

En la primera mitad del siglo XX, la salud pública era con- problema: carecían de formación epidemiológica 3.
siderada una disciplina poco atractiva. No gozaba del mis- Según el epidemiólogo estadounidense Philip Brach-
mo glamur que tenía la medicina clínica, que era la opción man, la epidemiología no era popular entre los médicos
favorita de las mentes más brillantes del sector. Los epide- recién graduados y, la conocida estaba alejada de la prác-
miólogos parecían sentirse más a gusto en la academia y tica real de la salud pública. “Había expertos nacionales en
tenían un conocimiento limitado de la práctica de la salud diversas enfermedades, pero no tenían vínculos directos
pública 1. con la vigilancia nacional o el control de enfermedades”,
Esa percepción comenzó a cambiar en 1946, cuando el anotaba 1. Así las cosas, la tarea de entrenar personal en la
Servicio Federal de Salud Pública de Estados Unidos creó práctica se convirtió en uno de los pilares para la forma-
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermeda- ción de los futuros epidemiólogos.
des (CDC), agencia originalmente denominada, en singu- Langmuir inmediatamente advirtió que necesitaba
lar, Centro de Enfermedades Contagiosas. atraer personal calificado. Propuso establecer un progra-
La nueva entidad, con sede en Atlanta (Georgia), tuvo ma de capacitación, pero fracasó en su primer intento.
la misión inicial de prevenir la diseminación de la mala- Entonces, cambió de estrategia y argumentó que Estados
ria en Estados Unidos. Sin embargo, el Servicio Federal de Unidos necesitaba de un grupo de epidemiólogos capaci-
Salud Pública tenía como visión convertirla en una gran tados que pudieran estar disponibles para detectar y res-
agencia con expertos de todas las áreas de las enfermeda- ponder a un ataque biológico proveniente del bloque so-
des transmisibles, y para lograrlo requería contratar a un viético 3.
epidemiólogo de alto nivel 2.. Instó a imaginar una situación devastadora: defuncio-
En el verano de 1949, Alexander D. Langmuir (1910- nes en aumento, reacciones histéricas de la población, te-
1993), profesor de Epidemiología de la Escuela de Higiene mor al contagio, cuarentenas, éxodos masivos, aparición
y Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, aceptó de mercados negros… Para evitar ese escenario, propuso
el trabajo. Las principales preocupaciones del recién nom- constituir un “sólido sistema de inteligencia, basado en
brado jefe de Epidemiología de los CDC fueron reclutar el rápido reporte de la morbilidad”. De esa manera, el co-
personal calificado en esta disciplina y, tal como él mismo mienzo de la epidemia podría ser identificado “horas o in-
lo expresaba, “luchar una batalla burocrática interna con cluso días antes de que fuera claramente evidente para un
los administradores de los Institutos Nacionales de Salud médico u hospital” 4.
por el derecho de los CDC a montar un amplio programa En los tiempos de posguerra, no era extraño que el
de servicio epidemiológico” 2. Consiguió finalmente iden- Congreso de Estados Unidos respondiera a esta solicitud.
tificar dos médicos interesados en el tema. Pero había un Así que inmediatamente resolvió destinar fondos para la
Un toque de glamur 19

Alexander Langmuir, creador del Servicio de Inteligencia Epidemiológica,


frente a los CDC en 1961 y atendiendo a un paciente con cólera en Pakistán
en 1964 (CDC, Public Health Image Library; U.S. National Library of Medicine).
20 Héroes de a pie

creación de un nuevo programa, y en 1951 lanzó el Servicio llevó posteriormente a incluir en el IES personal de todo
de Inteligencia Epidemiológica (Epidemic Intelligence Ser- tipo: científicos de laboratorio, demógrafos, estadísticos,
vice, EIS), que operaría dentro de los CDC 3. Este programa científicos sociales y del comportamiento, higienistas in-
tendría como objetivo formar una cohorte de epidemiólo- dustriales y salubrista 5.
gos disponibles en todo momento y dedicados a la vigilan- De acuerdo con el epidemiólogo estadounidense Ste-
cia y el control de brotes de enfermedades infecciosas 5. phen Thacker y colegas, desde que comenzó el programa
Veintidós médicos y un salubrista comenzaron en At- del EIS, los entrenados han participado en investigaciones
lanta un curso intensivo de orientación práctica basado en epidemiológicas históricas a nivel internacional.
los mismos principios con que son capacitados los médicos Por ejemplo, entre 1951 y 1960, en las epidemias de
que estudian medicina clínica. El aula académica era im- influenza asiática y las epidemias estafilocócicas noso-
portante, pero la práctica resultaba fundamental. De esta comiales; entre 1961 y 1970, en los casos de poliomielitis
manera, la teoría proporcionaría el núcleo de información asociada a la vacuna oral, las epidemias de viruela y las
sobre las enfermedades, pero el entrenamiento ofrecería epidemias de influenza en Hong Kong; entre 1971 y 1980,
la información del “mundo real” 1. Así, el programa del EIS en la hepatitis asociada a la ostra, el envenenamiento por
brindaba una experiencia práctica de dos años para pro- plomo en la niñez por exposición ambiental, la epidemia
fesionales de la salud interesados en la epidemiología y la del virus de Norwalk, el cáncer de hígado asociado al clo-
salud pública. Su filosofía: “aprender mientras se hace” 6. ruro de vinilo y el virus del Ébola en Zaire y Sudán; entre
Desde un principio, el EIS reconoció la necesidad de 1981 y 1990, en los efectos sobre la salud de la erupción del
que los entrenados trabajaran en colaboración con otras volcán Monte St. Helens y el sida; y entre 1991 y 2000, en
disciplinas, principalmente con los científicos de los labo- el brote multiestado de Escherichia coli, el síndrome urémico
ratorios pertenecientes a los CDC. Este hecho permitió hemolítico de las hamburguesas, los efectos sobre la sa-
abordar áreas alejadas comúnmente del quehacer epide- lud del huracán Andrew, el suicidio después de desastres
miológico de la época, como salud ambiental, enfermeda- naturales, la epidemia del virus del Nilo occidental y la vio-
des crónicas, problemas de la población, prevención de le- lencia contra madres de recién nacidos de embarazos no
siones y salud ocupacional. planeados, entre otras 6.
Según Jeffrey P. Koplan y colegas —epidemiólogos de Los éxitos del EIS llamaron la atención en el ámbito in-
los CDC—, la primera asociación interdisciplinar dentro ternacional. Tres elementos hicieron posible que distintos
del EIS se formó entre médicos y veterinarios, y, por con- países adaptaran el método que seguía para formar epi-
siguiente, surgió un marco ecológico inusual en los médi- demiólogos: el primero de ellos, la práctica, que incita el
cos. La importancia de contar con distintas perspectivas aprendizaje en servicio; segundo, la resolución de proble-
Un toque de glamur 21

mas en tiempo real, y tercero, la comunicación de hallaz- tante, añadía Nájera, no volvía a haber pruebas del uso de
gos y resultados a la comunidad, a los pares y a los toma- la palabra hasta comienzos del siglo XIX 7.
dores de dediciones. El hecho de que en 1850 fuera fundada la Sociedad
El EIS se convirtió, entonces, en una de las estrategias Epidemiológica de Londres confirma que antes de ese año
de la epidemiología de mayor renombre en el mundo. Ade- no solo existía una expresión que hacía referencia al es-
más de inspirar la construcción de diversos programas tudio de las epidemias, sino una necesidad de estudiarlas.
en distintos países, entrenó a cientos de profesionales. De hecho, el año anterior, J. H. Tucker —a quien se le atri-
Su símbolo, la suela rota de un zapato dentro de un globo buye haber sido el impulsor de la organización— urgía a
terráqueo, representa a esos epidemiólogos que recorren la comunidad médica británica a crear una sociedad que
diversos lugares del planeta en busca de las causas y el tuviera por objeto el estudio del comportamiento de las en-
control de las enfermedades de la población. De allí que las fermedades epidémicas 8.
labores de inteligencia epidemiológica sean llamadas tam- No cabe duda de que la epidemiología ya se había po-
bién epidemiología aplicada o, con mucha mayor frecuencia, pularizado en el Reino Unido a finales del siglo XIX. Por
epidemiología de campo, y que quienes las llevan a cabo sean lo menos, lo suficiente como para que la primera edición
reconocidos como detectives de la salud. del Oxford English Dictionary, publicada en 1897, le dedicara
una entrada y una acepción: “rama de la ciencia médica
La hora de las definiciones que trata de las epidemias” 9.
Epidemia, por el contrario, era una palabra con larga
Esta historia no es la excepción de la regla: también se re- trayectoria. El médico griego Hipócrates (c. 460 a. C.-c.
monta a la antigua Grecia. 370 a. C.) la había usado para referirse a las enfermeda-
¿A qué se hace referencia cuando se habla de epide- des que visitaban a la comunidad, en oposición al término
miología —a secas— y a qué se hace referencia cuando se endemia, que aludía a las que residían en esta. Dos milenios
habla de epidemiología de campo? después, el diccionario oxoniense mantenía la idea original
No es fácil rastrear el origen de la palabra epidemiología. del padre de la medicina, al señalar que epidemia era una
En El desafío de la epidemiología —un libro clásico de la ma- enfermedad “prevalente entre personas o una comunidad
teria, publicado en 1988—, el célebre médico y epidemió- en un momento especial, y producida por algunas causas
logo español Enrique Nájera comentaba que este vocablo especiales que generalmente no están presentes en la lo-
se había empleado en España desde fines del siglo XVI, calidad afectada” 9.
cuando “Angelerio, un médico de aquella época, escribió El concepto moderno de epidemiología aparecería en los
un estudio sobre la peste titulado Epidemiología”. No obs- años cincuenta del siglo XX. En pleno periodo de posgue-
John Snow:
un relato inspirador
El hecho de que la epidemiología de campo se por materia en descomposición, los cuales
consolidara como una rama de la epidemiolo- transportaban el cólera de un lugar a otro” 20.
gía en la segunda mitad del siglo XX no sig- Snow desestimó la teoría del miasma y
nifica que anteriormente no fuera ejercitada. señaló que, si fuese correcta, los pacientes
Es más, uno de los relatos fundacionales de la deberían presentar síntomas respiratorios y
epidemiología moderna es un buen ejemplo no el característico síndrome diarreico del
de la puesta en práctica de esta disciplina. cólera.
El protagonista fue John Snow (1813- Decidió analizar los registros de las de-
1858), un prestigioso médico anestesiólogo funciones por esta enfermedad ocurridas en
inglés que investigó las epidemias de cólera Londres entre 1848 y 1849, y encontró que
ocurridas en Londres a mediados del siglo en algunos distritos se concentraba la mayor
XIX. Snow recurrió a un método que, un si- cantidad de casos. En inspecciones realiza-
glo y medio después, conserva su vigencia das por él mismo, observó que en estos dis-
entre los epidemiólogos de campo, y que in- tritos los habitantes se abastecían de agua
cluye observación, estadísticas, mapas y en- tomada de las partes más contaminadas del
trevistas con la comunidad como elementos río Támesis, mientras que la población de
clave para encontrar el origen de las epide- las zonas donde no se presentaban casos se
mias, identificar sus mecanismos de disemi- abastecía de sectores del río menos contami- si las tasas de mortalidad por cólera eran
nación y plantear estrategias de prevención. nados 20. superiores en los sectores que se surtían del
En 1849, Snow explicaba que el cólera La oportunidad para probar la hipóte- agua contaminada. Y, efectivamente, eso era
era una enfermedad contagiosa causada por sis se presentó cuando una nueva epidemia lo que ocurría 21.
un “veneno” que se producía en los cuerpos de cólera azotó a la población entre 1953 y Mientras desarrollaba este trabajo, un
de sus víctimas. 1954. La situación se prestaba para un expe- brote particularmente agresivo se presen-
El “veneno”, aseguraba, se encontraba rimento natural. En la epidemia ocurrida un tó en Golden Square, en el distrito de Soho.
en las heces y los vómitos de los pacientes, y lustro atrás, dos compañías que suministra- Snow pidió permiso a la Oficina del Regis-
era el causante de la enfermedad, con mayor ban agua a la ciudad captaban el líquido de tro General para conocer las fechas de los
frecuencia debido al suministro de agua con- un tramo del río Támesis contaminado por el decesos ocurridos en distintos subdistritos
taminada con estas excretas. vertimiento de aguas residuales. Al llegar la durante la semana que había terminado el
Dicho argumento fue revolucionario para nueva epidemia, una de ellas había traslada- 2 de septiembre. Contabilizó ochenta y nue-
la época. No coincidía con la teoría, entonces do su fuente a una sección bastante limpia, ve: seis en los primeros cuatro días; cuatro
en boga, que atribuía el origen de la enferme- localizada río arriba. Snow decidió hacer in- el jueves, y setenta y nueve durante el vier-
dad a los miasmas, “vapores tóxicos emitidos dagaciones puerta a puerta para comparar nes y el sábado. Asumió que el brote había
Un toque de glamur 23

comenzado
consequ idelige el jueves, y analizó la
nderiosapero muestra
beatus de
senit,
ochenta
cor abo. yAttres casos 22.ipsamIm cus consen-
et explicta
dus “Al proceder prorrum
vendelique al lugar, descubrí
volorro ex queexpe-
casi
todas las muertes
rovid magnihil se habían
magnihi tibus, inproducido
ni sitiae sia
poca distancia
volupicipis quam de la bomba” ea
iduntium de volenti
Broad Street,
aspe- rra, los países con economías avanzadas experimentaron
anotó
rendipisen aut
su informe.
quis sandamAlgunas derumde las muertes
expliquam un evidente aumento de enfermedades no transmisibles.
que
raturnosimagnia
habían ocurrido allí cerca,
veni cuptas mantenían
dis in nonsero La epidemiología, que hasta entonces se había ocupado del
un común denominador:
voluptatem rectem faccumeran am,personas
sunt el everitque estudio de epidemias como procesos infecciosos transmi-
preferían
aut quam desplazarse
con consed aquam Broadevel Street
mosa a tomar
volo- sibles —y había logrado, en cierto sentido, controlarlas
agua.
rem facit rerae. Idelicia nullatas re eum dole-
gracias a medidas de higiene, vacunas y tratamientos con
cabo.Snow relató que, como consecuencia de
Uptament.
su hallazgo, el mango de lasitiusciis
Vitinih iliquaepudae bomba fue remo-
doloriam antibióticos 17—, asumía un nuevo reto: las enfermedades
vido. Aunque
nihil est, con ea lasque
muertes se redujeron,
pra voluptatur, omnimodreco- crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardiovas-
noció la imposibilidad
quo quidendant de atribuir
aspient el descenso
quunt quostiusant, culares 18.
aoptis
la medida
doluptus adoptada, pues mucha
eos et, niminvel genteces-
magnate ha- Considerada actualmente la ciencia básica de la salud
bía huido
seditet del arciis
explit sectorrey,peria
por tanto,
di alislaamusamu
mortali- pública, la epidemiología, según una definición utilizada
dad ya veníasimetust
saernatium bajando 23intio
. totatiunt a quati
con frecuencia por los CDC, es:
quisIndependientemente
repero conserit, officiae. de cuántos
Um sum casos se
ea ve-
previnieron,
lic te nis eaquaela bomba de Broad Street repre-
atem laccus.
senta una deillalasvenisci
Volore, deducciones más venducit
corepelit valiosas 1) una ciencia básica cuantitativa, estructurada con base en un
de la historia
quaectis duntisde ea
la medicina.
sed modicCus, Una réplica
acepedit, de conocimiento operacional de la probabilidad, la estadística y los
ella, nihitam
con ubicada en ipitsudipunto
conestoriginal,
re eumesiundipid
uno de métodos de investigación; 2) un método de razonamiento cau-
los monumentos
moluptatiata poremás famosos
es et de Soho
moluptatem. en la
Namus sal fundado en el desarrollo y la comprobación de hipótesis re-
actualidad.
sit ut dolectat eos ium ipsam et molorpore- lacionadas con la presentación y la prevención de la morbilidad
Igualmente pro
pel inciumquae célebre es elacest
inissitas mapaodionde Lon-non y la mortalidad; y 3) una herramienta de acción para la salud
dres queLitibus
eostio. Snow exhibió
dolore, envent la reunión
excernatemde la So-
nis pública que permite promover y proteger la salud de las perso-
ciedaderionemque
adist Epidemiológica vendae de Londres
sus aut de 1854.
audaerio nas, basada en la ciencia, el razonamiento causal y una dosis de
Con puntos
eum negros,volorro
sit doluptate señalóminveles
la ubicaciónquisdeeumlas sentido común 17.
distintas
est, solore bombas de agua
de volestia de la pedit
volore ciudad,hity conqui
barras del
consed quimismo
blatur, color,
consend la ubicación
ucipide redenemo- cada Existen distintas ramas de la epidemiología, como la
una occupti
lest de las defunciones.
cuscitati dem. Snow
Nemtenía claridad
et, verferum descriptiva, que realiza “mediciones de la distribución y la
sobre la necesidad
evenem facimo quideoffictor
analizarreespacialmente
min consedi frecuencia de la enfermedad”; la analítica, que explica “la
las enfermedades,
ipsus rem nis soluptur pero,milal ex
parecer,
eturero suius
legen-
nos
causa de la enfermedad y mide la asociación entre facto-
dario
ad mapa fue unt
quaspernam posterior a losint
am rectiis hallazgos
ut laccabo. en
Broad Street,
Cullam inventy noet la herramientasunti
endantotatur que condu-
occus res” 19; la experimental, que se ocupa de realizar estudios y
jo a ellos.delia
velendis Aun inti
así, dolo
en adelante la cartografía
consequisque pratur pruebas en animales de laboratorio y estudios experimen-
terminaría
sum quunt siendo una aliada
que vollisc inseparable
ienihitibus dolorrovi- de tales con poblaciones humanas 13, y la clínica, que aplica la
la salud
dit pública
voluptis rent. y de las investigaciones de epidemiología como un todo en el abordaje individual.
los epidemiólogos
Agnatibus et quam, de campo.
quis exceatecae volo
24 Héroes de a pie

Otra de estas es la epidemiología de campo, cuya defini- La viralización de un entrenamiento


ción, como asegura Michael B. Gregg, es reciente. Anota
el epidemiólogo de los CDC en su libro Field Epidemiology El hecho fue que la epidemiología de campo se diseminó
(2008): por el mundo. A partir de 1970, la Organización Mundial de
la Salud (OMS) decidió patrocinar cursos sobre esta ma-
Aunque los epidemiólogos trabajan en entornos de campo en teria en distintos lugares —Atlanta, Moscú, Praga, París y
una variedad de contextos, el término epidemiología de campo […] Caracas— para que profesionales de cualquier lugar pu-
describe las investigaciones que se inician en respuestas es-
dieran tomarlos 17.
pecialmente a problemas urgentes de salud pública. Uno de los
objetivos principales de la epidemiología de campo es informar De acuerdo con el médico e historiador colombiano Ar-
lo más rápidamente posible los procesos de selección e imple- turo Romero, en la década de los setenta, los participantes
mentación de intervenciones para prevenir la enfermedad o la colombianos fueron numerosos y, como era de esperarse
muerte cuando surjan tales problemas 8. por la cercanía, acudieron principalmente al curso impar-
tido en la sede de Caracas. Entre algunos colombianos que
A pesar de las múltiples definiciones que hay para la asistieron, Romero resalta a “Gustavo Bergonzoli Peláez,
palabra epidemiología 14, entre los académicos hay un con- quien más tarde fuera el epidemiólogo de la Secretaría de
senso: la epidemiología es una materia subyacente de la Salud del Valle; Álvaro Moncayo Medina, quien sería el jefe
salud pública. No obstante, algunos críticos argumentan de la División de Análisis e Información Epidemiológica del
que no es una ciencia, sino, más bien, un conjunto de he- Ministerio de Salud Pública en Bogotá, y Jorge Rodríguez
rramientas metodológicas para el uso de otras ciencias y Orejuela, quien luego sería jefe de la División de Vigilancia
profesiones 15. Epidemiológica del Ministerio de Salud de Colombia” 18.
Y, aun cuando tengan objetivos comunes, existe una El gobierno canadiense, por su parte, entró en contacto
diferencia significativa entre la labor de un epidemiólogo con los CDC en 1975, y desarrolló un programa de capaci-
y la de un médico: mientras que el primero se ocupa prin- tación basado en competencias en epidemiología de cam-
cipalmente de enfermedades y los peligros para la salud po. Se denominó Programa de Entrenamiento en Epide-
de las poblaciones, el médico se ocupa de velar por la de miología de Campo (Field Epidemiology Training Program,
individuos específicos 16. FETP) 17.
Con la intención de construir capacidades epidemioló-
gicas en otros países, en 1980, los CDC se asociaron con
la OMS y el Reino de Tailandia para establecer un FETP
basado en el EIS, que involucró la asignación de un con-
Carlos Finlay:
el legado latinoamericano
La fiebre amarilla fue una de las enfermeda- transmisión de la fiebre amarilla, trabajo en el
des que más alarmaron al continente ame- que describía, con riqueza de detalles, la fi-
ricano en la segunda mitad del siglo XIX y siología y los hábitos del insecto y su inciden-

U.S. National Library of Medicine


la primera mitad del siglo XX. Las graves cia en la transmisión de la fiebre amarilla. Su
consecuencias económicas y sociales le da- postulado, sin embargo, no fue aceptado de
ban una enorme importancia sanitaria, y la inmediato por la comunidad científica 25.
necesidad de evitar su diseminación entu- El interés de Finlay se debía a que la fie-
siasmó a científicos, principalmente latinoa- bre amarilla era la enfermedad de mayor im-
mericanos, a descubrir la epidemiología de la portancia sanitaria en Cuba. En un principio,
enfermedad. utilizó la teoría miasmática para explicar su
En 1881, en la conmemoración de la Con- prevalencia, pero no llegó a ninguna conclu-
ferencia Sanitaria Internacional celebrada en sión valida. Por eso pensó en una alternativa para acabar la enfermedad en Cuba. Lejos
Washington, Carlos Finlay, miembro delega- diferente, y observó los insectos succionado- de las cuarentenas, se dio a la tarea de ex-
do por el gobierno colonial de España que re- res de sangre, especialmente los mosquitos. terminar el mosquito vector. El encargado de
presentó a Cuba y Puerto Rico, presentó las En uno de sus análisis, relacionó el au- esta labor fue William Gorgas (1854-1920),
posibles causas de transmisión de la fiebre mento de estos con el aumento de la inciden- médico de la armada estadounidense, que se
amarilla. No mencionó el papel de los mos- cia de la enfermedad y el surgimiento de los trasladó a La Habana y organizó en la ciu-
quitos, pero sí planteó “la presencia de un brotes. Fue así como comenzó sus estudios dad una campaña sin precedentes a partir de
agente causal independiente de la enferme- de entomología, que le permitirían, poste- tres procesos: policía de focos, que consistía
dad y del paciente” 24. riormente, explicar la transmisión de la en- en el combate a los criaderos del mosquito;
De alguna forma, Finlay sabía que una fermedad. Con estas herramientas inició su el expurgo, que consistía en exterminar el
propuesta alejada de la teoría convencional trabajo experimental con mosquitos y huma- mosquito alado, y, por último, el aislamiento
de la época —como la miasmática— podría nos, con los cuales logró reproducir de forma de los enfermos, que se hacía para evitar que
no ser aceptada con facilidad por la comuni- leve la fiebre amarilla 26. estos infectaran a los mosquitos 28.
dad científica. Así que presentó apenas una En 1901, después de veinte años, luego de Las medidas fueron exitosas: desde
pequeña muestra de sus descubrimientos, que médicos de Estados Unidos la corrobo- 1762, las muertes por fiebre amarilla en
pues aún era necesario tener una base expe- raron experimentalmente, la teoría de Carlos Cuba habían sido continuas; en 1900 fueron
rimental sólida para que los científicos reco- Finlay fue aceptada. Resultaba innovadora y 310, pero, con la campaña implementada por
nocieran su teoría. muy precisa para la comprensión de la trans- Gorgas en 1901, bajaron a cero 28. Este hecho
Siete meses después de la conferencia, misión de la enfermedad 27. se convirtió en uno de los mayores aconte-
Finlay publicó el trabajo titulado El mosqui- A partir de estos hallazgos, una comi- cimientos de control epidemiológico de co-
to hipotéticamente considerado como agente de sión estadounidense presentó una medida mienzos del siglo XX.
26 Héroes de a pie

sultor de los CDC para que actuara como asesor técnico


en el país del programa durante varios años 17. A partir de
allí, en los años noventa, distintos epidemiólogos de los
ministerios de salud y consultores graduados del IES es-
tablecieron programas de capacitación en Asia, América,
Australia, Europa y África.
Los cursos, auspiciados por la OMS y los CDC, cons-
taban de dos partes: la primera incluía un repaso teórico-
práctico en epidemiología, en vigilancia epidemiológica y
en los métodos de lucha contra las enfermedades transmi-
sibles; y la segunda abarcaba una revisión de los diferen-
tes programas operativos de los servicios locales y regio-
Fachada de la sede del Instituto Nacional de Salud en 1997. En
nales de salud, así como la realización de una investigación esas fechas, el Programa de Entrenamiento en Epidemiología
de campo. de Campo que se había gestado en sus instalaciones cumplía
La duración del curso variaba según la localización. Por su primer lustro de existencia (Carlos A. Hernández).

ejemplo, en Atlanta duraba dos años; en Moscú, seis me-


ses; en París, ocho semanas, y en Caracas, nueve semanas.
Los métodos de evaluación estaban basados en cuestiona-
rios de respuesta múltiple, ejercicios prácticos y exámenes
escritos y orales. Al final, el estudiante debía presentar un
proyecto de vigilancia epidemiológica y control de enfer-
medades 18.
Entre 1993 y 1994 se inició un convenio de cooperación
entre los CDC y el Instituto Nacional de Salud de Colombia
para para poner en marcha un programa de epidemiología
de campo para el control de las enfermedades transmisi-
bles y las crónicas. La entidad colombiana era consciente
de que el desarrollo de un servicio de inteligencia epide-
miológica era importante para el país. Este interés quedó
consignado en un documento oficial de la Junta Directiva
Un toque de glamur 27

del Instituto Nacional de Salud en 1994, que señaló: logrado establecer un currículo moderno de estudios en
salud pública con componentes fuertes en epidemiología.
La epidemiología debe ser la guía de las políticas en salud desde Todas ellas, junto con el nuevo programa de entrenamiento
el momento de su formulación hasta la ejecución de las mis- del Instituto Nacional de Salud, serían una plataforma para
mas, por lo que se hace necesario una adecuada formación en
responder a la necesidad de recursos humanos en epide-
el campo de la epidemiología, aprendiendo y apropiando los co-
nocimientos de sociedades que ya han realizado el tránsito al miología demandados en los años noventa por los entes
desarrollo y han establecido con éxito programas de vigilancia locales y departamentales del país.
epidemiológica 19. En consecuencia, finalizando el siglo XX, Colombia ex-
perimentó un gran avance en lo que se refiere a la forma-
El “tránsito al desarrollo” se convirtió en una de las ra- ción y creación de capacidades en epidemiología de cam-
zones que generaron la necesidad de adelantar una coope- po. Los CDC, las universidades y el Instituto Nacional de
ración con los CDC. La directiva del Instituto, encabezada Salud establecieron para los años venideros una base de
por Antonio Iglesias —médico y reumatólogo colombia- recursos humanos para la prevención de las enfermeda-
no—, consideró que se requería con urgencia entrenar en des y la promoción de la salud en Colombia. ▌
el área epidemiológica a un equipo de profesionales para
que se dedicaran a investigar y vigilar el origen, las causas,
el desarrollo y el control de las epidemias que para enton-
ces amenazaban constantemente al territorio colombiano.
Con el desarrollo de un programa de epidemiología de
campo, el país no solo tendría equipos de respuesta rápida
dispuestos a ir al terreno en caso de brotes, sino indica-
dores actualizados que revelarían de forma permanente
y amplia el estado y las condiciones de salud del país. Es-
tos dos elementos facilitarían la adopción de medidas para
controlar enfermedades.
En un primer momento, la ejecución de dicho progra-
ma se hizo con las universidades del Valle y Javeriana, que
recibieron residentes en sus instalaciones 19. Ahora bien,
para entonces las universidades de Antioquia, Nacional,
Industrial de Santander, del Norte y Juan N. Corpas habían
28 Héroes de a pie

Clase en una de las aulas de la Escuela de Medicina de


la Universidad de Antioquia en 1939 (Fotografía Rodríguez,
Biblioteca Pública Piloto de Medellín, archivo fotográfico).
02
A las aulas
Primeras lecciones
de epidemiología de
campo: una breve
historia de la enseñanza
de la epidemiología en
Colombia.
30 Héroes de a pie

Entre 1930 y 1940, la educación médica en Colombia atra- cambiar información médica, esta recorrió los hospitales
vesó una transición: pasó de un modelo francés cimen- y facultades de medicina de Bogotá, Medellín, Cartagena
tado en la mentalidad anatomo-clínica —o método cuyo y Barranquilla entre el 12 de octubre y el 13 de noviembre
objeto es reconocer, a partir de la exploración física, las de 1948 30 12 32.
modificaciones patológicas de los órganos profundos de Una de las ideas que surgieron de esta experiencia fue
un individuo 29— a un modelo estadounidense, basado en construir una nueva facultad de medicina que adopta-
una visión biomédica donde el laboratorio es la principal ra el modelo propuesto años atrás por Abraham Flexner
herramienta para determinar y diagnosticar la enferme- (1866-1959), pedagogo estadounidense que, en la primera
dad 30. década del siglo XX, reformó la educación médica en Es-
Según el médico familiar Carlos Pineda, la transición tados Unidos y señaló que las escuelas de medicina debían
en la mentalidad de la educación médica resultó no solo tener programas educativos con sólidas bases científicas
de una creciente influencia norteamericana en diversos en la práctica médica 33. Entre las recomendaciones de su
ámbitos de la vida nacional, sino también de las diferentes modelo se encuentran el control estricto de admisión y la
visitas de expertos de Estados Unidos, que sentaron las división del plan de estudios en un ciclo básico, seguido de
bases de los cambios curriculares en las universidades del un ciclo clínico de dos años en el hospital 34.
país 30. El cambio se produjo una vez terminó la Segunda Dicho modelo, que influenció más tarde a las facultades
Guerra Mundial. Mientras las relaciones con Francia dis- de medicina de las universidades colombianas, consideró a
minuían, los médicos con estudios de especialización en la enfermedad como un proceso biológico natural. En su
Estados Unidos comenzaban a ocupar cargos docentes 31. visión, los aspectos sociales, colectivos, públicos o comu-
La transición tuvo una fuerte influencia de dos misio- nitarios no debían hacer parte de la educación médica y no
nes norteamericanas: la Humphreys y la Lapham, respec- debían ser involucrados en el proceso de salud-enferme-
tivamente bautizadas con los nombres de sus líderes, y dad. El hospital se convirtió en la principal institución para
apoyadas ambas por la Fundación Rockefeller, institución la transferencia de conocimiento médico, y las facultades
filantrópica estadounidense cuyo objetivo era promover la se orientaron a fundamentar la anatomía, la fisiología y la
salud pública global 12 30. patología 34.
La primera de ellas, la Misión Humphreys, también co- Cali fue la ciudad seleccionada para implementar el
nocida como Misión Médica Unitaria, fue dirigida por el modelo flexneriano en Colombia. Era la tercera ciudad del
célebre cirujano G. H. Humprheys, jefe del Servicio de Ci- país, y el elevado crecimiento de su población implicaba
rugía del Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad enfrentarse a nuevos problemas asistenciales y sanitarios.
de Columbia (Estados Unidos). Con el propósito de inter- Por tal razón, la ciudad y la región precisaban de una es-
A las aulas 31

El Instituto Carlos Finlay y su laboratorio de campo en


Villavicencio, creados en la década de los treinta, fueron
preponderantes para el desarrollo de la epidemiología en
Colombia (Archivos de la Fundación Rockefeller).
32 Héroes de a pie

cuela de medicina 35. Así fue como el 12 de octubre de 1951 Facultades de Medicina (Ascofame), cuya influencia en el
se declaró iniciado el primer año académico de la Facultad ámbito de la salud se ha mantenido hasta el presente 15 38.
de Medicina de la Universidad del Valle. Según el historiador Nelson Miranda y colegas, el mayor
El primer decano de esta facultad fue el caleño Gabriel logro de dicha misión fue reforzar la tendencia a dividir
Velásquez Paláu (1919-2015), egresado de la Escuela de por departamentos y especializar la profesión médica 39.
Medicina de la Universidad Nacional, quien hoy es reco- Finalizando los años cincuenta, cuatro universidades
nocido como “el promotor de la excelencia en la educación tenían programas de posgrado en salud: Valle, Antioquia,
médica colombiana” 25. Nacional y Javeriana. En los años sesenta, la cuota aumen-
El reconocimiento a Velásquez Paláu se debe a que tó: se crearon programas en el Hospital Militar y la Univer-
orientó las cuatro fases de desarrollo que atravesó la Fa- sidad del Rosario. En la década de los setenta se sumaron
cultad de Medicina de la Universidad del Valle: la fase a la lista las universidades de Cartagena y Cauca, y, más
experimental o clínica —fundamentada en el modelo de tarde, las universidades Industrial de Santander, la Metro-
Flexner—; la instauración de programas de medicina pre- politana de Barranquilla y la Escuela de Medicina en Bogo-
ventiva y de salud pública entre 1954-1960; la investiga- tá, conocida actualmente como Universidad El Bosque 38.
ción de los problemas comunitarios a través de la epide- Aunque no existían posgrados de epidemiología en las
miología y las ciencias sociales en la década de los sesenta; facultades de medicina, desde la década de los sesenta
y, a partir de 1993, la incorporación del concepto integral era impartida en algunos cursos. La Escuela Superior de
del ser humano con sus sistemas internos y su interacción Higiene, dirigida por el médico Santiago Rengifo Salcedo
externa, incluyendo los factores sociales, políticos, econó- (1913-1965), fue la primera que implantó la enseñanza de
micos y ambientales que modulan el proceso salud-enfer- esta materia dentro del curso regular de Salud Pública 18.
medad en cada contexto 36 37. El médico y epidemiólogo Germán González Echeverri
Por su parte, la Misión Lapham, liderada por Maxwell relata que, a finales de los sesenta, “Colombia no tenía una
Lapham —decano de la Escuela de Medicina de la Univer- estructura docente importante en epidemiología”. Sin em-
sidad de Tulane— tuvo lugar durante 1953, y su principal bargo, el Instituto Nacional de Salud, tanto en el laboratorio
objetivo fue elaborar un estudio de la situación de la edu- como en el terreno, contaba con una estructura fuerte de
cación médica colombiana. trabajo en materia de investigación y control de enferme-
Esta misión recorrió las siete escuelas de medicina dades infecciosas 40.
existentes en esa época, así como sus hospitales univer- En efecto, toda la experiencia que traía el Instituto de
sitarios y, tras elaborar un diagnóstico de la situación, Estudios Especiales Carlos Finlay, fundado en 1936, se
recomendó la creación de la Asociación Colombiana de hizo parte del legado del Instituto Nacional de Salud en
A las aulas 33

A finales de los sesenta, Colombia


no tenía una estructura docente
importante en epidemiología. Sin
embargo, el Instituto Nacional de
Salud, tanto en el laboratorio como
en el terreno, contaba con una
estructura fuerte de trabajo en
materia de investigación y control de
enfermedades infecciosas.
34

El legado del
Instituto
Carlos Finlay

Salud y Sanidad, octubre de 1938


Durante la primera mitad del siglo XX, las
investigaciones y campañas de saneamiento
contra la fiebre amarilla, financiadas por la
Fundación Rockefeller y el gobierno colom-
biano, fueron un claro ejemplo del trabajo
en epidemiología de campo desarrollado en
Colombia, aun cuando la disciplina no hacía el científico advirtió que los mosquitos Hae- Otro “clásico” sería el estudio realizado
parte de ningún currículo académico. magogus atacaban en mayor número a los por los científicos Carlos Sanmartín, Her-
La Sección de Estudios Especiales taladores de la selva en el momento en que nando Groot y Ernesto Osorno a raíz de una
—creada en 1936 y rebautizada Instituto los árboles caían al suelo. Así daba respuesta epidemia de encefalitis equina venezolana
Carlos Finlay en 1944— acarreó un notable a por qué los hombres jóvenes eran los más que se presentó en El Espinal (Tolima) en
aumento de la producción científica local afectados, y por qué incluso en épocas secas 1952. Los autores probaron que, en condicio-
basada en investigaciones de campo 48. La —menos favorables para la reproducción del nes naturales, esta enfermedad podía cau-
nueva entidad tenía como propósito el cono- mosquito— persistía la enfermedad (la copa sar epidemias en humanos 50. La experien-
cimiento de la fiebre amarilla, objetivo que de los árboles permanecía húmeda) 49. cia acumulada por Carlos Sanmartín sería
implicaba el despliegue de profesionales en Con el tiempo, una serie de subproduc- aprovechada en 1995 por los epidemiólogos
muy diversas y remotas regiones del país. tos de las investigaciones comenzaría a dar de campo del Instituto Nacional de Salud du-
De hecho, con el propósito de adelantar in- luces en otras patologías. A expensas de sus rante la epidemia de encefalitis en La Guajira.
vestigaciones epidemiológicas, la Sección de trabajos en fiebre amarilla, los médicos Au- Estas investigaciones, germen de la epi-
Estudios Especiales instaló un laboratorio en gusto Gast Galvis y Santiago Rengifo reali- demiología de campo en el país, posicionaron
Villavicencio (Meta) en 1938, cuyo nombre, a zarían el estudio epidemiológico del primer a Colombia como un referente internacional
partir de 1947, fue Instituto de Enfermeda- caso de leishmaniasis visceral en Colombia, en enfermedades infecciosas 51. En 1961, el
des Tropicales Roberto Franco . y, posteriormente, Gast Galvis describiría el Instituto Carlos Finlay y el Instituto Nacio-
En este contexto destacaron los traba- primer caso de histoplasmosis diagnosticado nal de Higiene Samper-Martínez se unieron
jos de Jorge Boshell Manrique (1903-1976), en el país. bajo el nombre de Instituto Nacional de Salud.
quien gracias a sus observaciones logró ex- A pesar de la suspensión de la financia- Treinta años después, cuando era creado el
plicar varios factores de la epidemiología de la ción de la Fundación Rockefeller en 1947, los programa de entrenamiento en epidemiolo-
fiebre amarilla. En una investigación llevada beneficiarios del proyecto de colaboración gía aplicada, la entidad ya podía preciarse de
a cabo en La Cuchilla —localidad ubicada ha- continuaron produciendo investigaciones de tener una tradición en ese campo.
cia el suroccidente de Villavicencio (Meta)—, alcance mundial.
A las aulas 35

1961, cuando el Gobierno integró en este a varias entida- tres años fueron la Facultad Nacional de Salud Pública de
des del sector. El Instituto Carlos Finlay no solo había sido Colombia de la Universidad de Antioquia, el Departamento
fundamental en el desarrollo de una vacuna contra la fie- de Medicina Preventiva y Social de la Universidad del Va-
bre amarilla, sino que había contribuido en la formación de lle, y la División de Ciencias de la Salud de la Universidad
prominentes científicos muy inclinados por la epidemiolo- del Norte 18. La idea de estas especializaciones era formar
gía descriptiva, como fueron Augusto Gast Galvis, San- personal de alto nivel en la metodología epidemiológica.
tiago Rengifo, Jorge Boshell Manrique, Hernando Groot, Germán González Echeverri, perteneciente a las pri-
Ernesto Osorno y Carlos Sanmartín. meras cohortes de la especialización en Epidemiología de
Otra parte de la herencia epidemiológica del Instituto la Facultad Nacional de Salud Pública de Colombia, comen-
Nacional de Salud llegaría en 1968, cuando se integró con ta que durante su proceso de formación se organizaron
la División de Investigaciones Especiales, creada cuatro grupos de epidemiología de campo, que tenían acceso a
años atrás para, entre otras cosas, evaluar las condiciones los materiales desarrollados en los Centros para el Con-
de salud de la población colombiana a partir de los datos trol y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados
arrojados por el Estudio de Recursos Humanos para la Sa- Unidos.
lud y la Educación Médica en Colombia. De este modo, las “Uno de nuestros compañeros, Álvaro Moncayo Medi-
grandes encuestas poblacionales del país quedarían en ca- na, estuvo en los CDC y trajo todo el material”, recuerda
beza del Instituto, hecho que significó la institucionaliza- González Echeverri 40. Moncayo había hecho parte del gru-
ción de los estudios epidemiológicos dentro de la entidad. po selecto que realizó el curso de Epidemiología de Cam-
En las siguientes décadas, la capacitación en epide- po en Caracas, auspiciado por los CDC y la Organización
miología se hizo fuerte en las universidades del Valle y de Mundial de la Salud (OMS), y a su regreso trajo material
Antioquia, cuyos magísteres en salud pública eran for- hasta entonces inédito en Colombia. Dentro de este mate-
mados con componentes de epidemiología básica. Según rial estaban incluidos los diez pasos establecidos por los
el historiador y médico Arturo Romero, en esa época los CDC para investigar brotes:
contenidos del programa eran rígidos y teóricos, elabora-
dos principalmente con base en programas de control de 1. Preparar el trabajo de campo
enfermedades transmisibles y, secundariamente, en pro- 2. Establecer la existencia del brote
3. Verificar el diagnóstico
gramas de control de enfermedades no transmisibles 18.
4. Definir e identificar los casos:
Las primeras especializaciones en epidemiología como Establecer la definición de caso
un posgrado de salud pública aparecieron en la década de Identificar y contar el número de casos
los setenta. Las escuelas que acogieron este programa de 5. Hacer la descripción epidemiológica del brote
36 Héroes de a pie

6. Plantear hipótesis Roy Acheson, de la Universidad de Cambridge, introdujo


7. Confirmar las hipótesis planteadas los temas de epidemiología aplicada en servicios de salud.
8. Si fuera necesario, reconsiderar y mejorar las hipótesis
González recuerda que Acheson abrió el mundo de la
planteadas (estudios epidemiológicos adicionales, otro
tipo de estudios de laboratorio o ambientales) metodología epidemiológica, y presentó un método dife-
9. Desarrollar las medidas de prevención y control del rente al de campo y al clínico: “Él hizo cursos muy buenos
caso de metodología descriptiva” 40. Este método, cuya función
10. Comunicar los hallazgos 41 es describir la distribución, lugar, frecuencia y determi-
nantes de la enfermedad, tuvo acogida en Colombia.
Claramente, en los años setenta, la epidemiología de En 1982, la Universidad del Valle creó la primera Maes-
campo desarrollada en los CDC no era ajena a las aulas co- tría en Epidemiología del país, con una estructura curricu-
lombianas. Sin embargo, no era el enfoque más influyente lar teórica y práctica 43 44. Esta maestría tenía un enfoque
en las áreas de la salud. En ese entonces, las aulas de clase epidemiológico propiamente dicho: los estudiantes, con
se concentraban en la enseñanza de la epidemiología clí- dedicación de tiempo completo 43, se formaban para anali-
nica, orientada en estudiar grupos de individuos con una zar la distribución y los determinantes de la salud, y para
evidencia suficiente que permitiera tomar decisiones clí- prevenir o resolver problemas sanitarios en las poblacio-
nicas en la atención de los pacientes 42. nes. Este era un enfoque internacional muy propio de la
Las universidades fuertes en este enfoque fueron la época 45.
Nacional y la Javeriana 18, que ofertaron dentro de sus cu- En 1990, después de terminar su maestría en Epide-
rrículos académicos la Maestría en Epidemiologia Clínica miología y Bioestadística en la Universidad de McGill (Ca-
propiamente dicha. Hoy día, el único doctorado que existe nadá), la médica María Isabel Gutiérrez Martínez retornó
en el país en epidemiologia clínica lo tiene la Universidad al país y ocupó el cargo de coordinadora de la maestría en
Javeriana, además de la maestría y la especialización en Epidemiología de la Universidad del Valle. En este cargo
esta misma disciplina. ejecutó un convenio con el Instituto Nacional de Salud para
Las universidades de Harvard y Cambridge también formar epidemiólogos de campo. Los futuros epidemió-
hicieron parte del desarrollo de la enseñanza de la epide- logos permanecieron durante un año en las instalaciones
miología colombiana. Después de terminar su maestría en de la universidad en Cali como funcionarios del Instituto,
Epidemiología en Harvard, el médico Fernando Zambrano pero haciendo su entrenamiento, y durante el segundo
trajo material bibliográfico y, junto con el personal de la Fa- año partieron a Bogotá a terminar la tesis 44. La mayoría
cultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, lo tra- de ellos conformarían la primera cohorte de epidemiólogos
dujo al español. Por otra parte, el profesor y epidemiólogo de campo formalmente avalada por los CDC en Colombia.
A las aulas 37

Gutiérrez Martínez recuerda que por esos mismos días Así pues, a finales del siglo XX, la salud en Colombia
en Cali se creó la Asociación Colombiana de Epidemiología presentaba una situación particular. Por una parte, esta-
(Asocepi). “Realizábamos encuentros anualmente —rela- ban las nuevas reglas de juego para el sistema y, por otra,
ta la epidemióloga—. Estos encuentros fortalecían y ex- se mantenían o aparecían nuevos retos en salud públi-
pandían el tema de epidemiología en todo el país. Nuestro ca: el control de las enfermedades trasmisibles antiguas
objetivo era posicionar el trabajo de los epidemiólogos en o emergentes —cólera, dengue, malaria, fiebre amarilla,
los servicios de salud. Básicamente, que los contrataran”. VIH—, el incremento de enfermedades crónicas —cáncer,
Durante los años noventa y los dosmil, Asocepi logró, en diabetes, enfermedades cardiovasculares— y las altas ta-
efecto, que un gran porcentaje de epidemiólogos se vincu- sas de muerte violenta.
laran laboralmente a distintas instituciones del país 44. La creación de un programa de entrenamiento de epi-
En este contexto, la vigilancia epidemiológica tomó re- demiología de campo en Colombia fue una de las respues-
levancia no solo en las esferas académicas sino en las gu- tas que dio el Instituto Nacional de Salud a la nueva reali-
bernamentales. Desde mediados de los setenta —cuando dad. Un informe de la Junta Directiva de la entidad en 1994
se creó el Sistema Nacional de Salud— era clara la nece- decía sobre el particular:
sidad de crear un sistema que tuviera este propósito. El
Código Sanitario Nacional (Ley 9 de 1979), que estableció A pesar de que el país ha logrado grandes avances en lo refe-
normas para el control epidemiológico; el Decreto 2257 de rente a disponibilidad global de infraestructura física y de re-
cursos humanos, se requiere con urgencia entrenar en el área
1986, que obligó a las entidades de salud a reportar casos
epidemiológica a un equipo de profesionales que se dediquen a
de zoonosis, y la implementación en 1989 del Registro Ins- investigar y vigilar el origen, las causas, el desarrollo y el control
titucional de Cáncer del Instituto Nacional de Cancerología de las epidemias modernas que se presentan en nuestra nación.
para la notificación de enfermedades neoplásicos fueron Para que estas funciones sean efectivas se requiere que la in-
iniciativas que se orientaron en esa dirección 46. vestigación epidemiológica cumpla con un papel de guía para
Sin embargo, fue en los años noventa cuando se inició fijar las políticas en salud en las entidades territoriales descen-
tralizadas y en el gobierno central 19.
la consolidación del sistema de vigilancia epidemiológica
con que cuenta hoy el país. Los decretos expedidos por el
gobierno tras la Ley 100 de 1993 —que reformó el sistema Si bien las universidades ostentaban una tradición en
de salud— obligaron a las entidades de salud a reportar la formación de epidemiólogos, el número de egresados no
la información estadística asistencial y a los servicios de suplía el vacío que tenía el país en este aspecto. El Instituto
salud a preparar acciones sobre las comunidades en caso Nacional de Salud contribuiría a llenarlo, pero esta vez con
de enfermedades endémicas o epidémicas 47. un enfoque particular: el de “aprender haciendo”. ▌
38

Cecilia Saad (de pie a la derecha), miembro del primer grupo de entrenados en epidemiolo-
gía de campo en Colombia, da instrucciones a un grupo de funcionarios de las entidades de
salud de La Guajira para la realización de una encuesta durante la epidemia de cólera que
afectó al departamento en 1992 (Archivo particular de Cecilia Saad).
03
Contacto
en México
El nacimiento del primer
programa formal de
entrenamiento en
epidemiología de campo
en Colombia.
40 Héroes de a pie

Próximo a graduarse de Medicina en la Universidad Nacio- Martínez Durán recordaba cómo había sido su encuen-
nal de Colombia, Máncel Enrique Martínez Durán (1953- tro con la comitiva en las estribaciones de la Sierra Nevada:
2019) hacía su internado en el Hospital Rosario Pumarejo
de López, de Valledupar. El 9 de enero de 1979, un joven de Yo venía de regreso del monte y llegué al puente Hurtado, sobre
Tierra Nueva —corregimiento del departamento del Ce- el río Guatapurí, pero el ejército no me dejó pasar. Hablé con el
oficial a cargo. Le pregunté cómo podía acceder, ya que había
sar— ingresó al hospital con un cuadro clínico de fiebre.
divisado la gente del servicio de salud de Bogotá. El oficial me
El paciente murió en la noche. La necropsia confirmó la dijo que era una epidemia y que debía vacunarme antes de en-
presencia de fiebre amarilla, pero el caso no fue reportado trar. Me vacuné y entré. Recuerdo que ese día llegué a mi casa
a las autoridades de la capital del país. a las tres de la mañana, y a las seis ya estaba de nuevo acompa-
Pasado medio año, Martínez Durán había iniciado su ñando la comitiva 52.
rural como médico de la Casa Indígena de Valledupar, que
atendía a los corregimientos de Los Corazones, Guacoche Conocía bien la zona afectada. Como la infección de-
y Río Seco. Durante su estancia recibió otro caso de fie- mandaba hablar con los habitantes, Vidales le solicitó que
bre amarilla, el segundo que veía. Era un joven. Y también los acompañara al lugar donde se había presentado el pri-
murió. Pero esta vez las muestras sí fueron enviadas al mer caso. “Fue mi iniciación —recordaba Martínez Durán
laboratorio del Grupo de Patología del Instituto Nacional de pocos meses antes de su fallecimiento en 2019—. Habla-
Salud en Bogotá, que confirmó el diagnóstico y encendió mos con la comunidad, averiguamos cómo era la cosa,
las alarmas 52. y llegamos al epicentro del brote. A partir de allí fuimos
Una comitiva auspiciada por la Dirección de Campañas identificando rápidamente los otros casos” 52.
Directas del Ministerio de Salud y acompañada por per- Esta fue una oportunidad para compartir el trabajo con
sonal de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) los epidemiólogos del Instituto Nacional de Salud y apren-
viajó desde la capital del país. Entre los miembros se en- der sobre las actividades asociadas al control de la fiebre
contraban Jaime Campos Garrido, director de la División amarilla, como eran la investigación de casos sospechosos,
de Campañas Directas del Ministerio de Salud y varios la realización de exámenes histopatológicos de hígado, el
funcionarios del Instituto Nacional de Salud: Hernando aislamiento del virus, los diagnósticos de presunción… Sin
Vidales, su director; Bernardo Buitrago, jefe del Grupo de embargo, a Martínez Durán le quedó la sensación de que a
Patología; Alberto Morales, jefe del Grupo de Entomología; los funcionarios de la entidad no les gustaba realizar acti-
Hernando Groot, jefe del Grupo de Virología; Luz Helena vidades en el terreno 52.
Sanín, profesional de la oficina de Epidemiología, y otros El brote de fiebre amarilla, que se saldó con catorce
epidemiólogos. muertos y seis sobrevivientes 53, finalmente fue contro-
Contacto en México 41

lado. Martínez Durán continuó con su año rural, y al ter-


minarlo se fue a trabajar al Servicio de Salud Pública del
departamento del Cesar. Pero apenas dos meses después
recibió una propuesta de Hernando Vidales para que acep-
tara un cargo en el área de Vigilancia Epidemiológica en
el Instituto Nacional de Salud 52. Se vinculó el 2 de febrero
de 1980. Comenzó como profesional universitario y, tras
una maestría en Salud Pública con énfasis en Epidemiolo-
gía, regresó hasta convertirse en investigador científico, el
máximo grado que había dentro del Instituto.
Durante la década de los ochenta, la investigación y el
control de la hepatitis fulminante, la fiebre amarilla, la ma-
laria, el dengue y la poliomielitis ocupaban buena parte de
la atención de la entidad. Martínez Durán señalaba que,
sin tener un entrenamiento en epidemiología de campo, la
practicó empíricamente durante esos años en diversas re-
giones del país —especialmente, en los departamentos del
Magdalena, Cesar y Norte de Santander y en las regiones A comienzos de los años noventa, Máncel Martínez
del Urabá y el Amazonas—. Uno de los principales apren- Durán (1953-2019) estuvo a cargo de la estructuración
dizajes en aquellos tiempos fue que, para evitar el daño en del programa de entrenamiento en epidemiología
de campo del Instituto Nacional de Salud.
las comunidades, los brotes debían ser atendidos de ma-
nera inmediata 52.
En efecto, de los doscientos casos de poliomielitis que
se presentaron entre 1985 hasta 1990, Martínez Durán in-
vestigó, por lo menos, la mitad y retroalimentó a otros epi-
demiólogos con el conocimiento adquirido. “Hice el Primer
Curso Internacional de Erradicación de la Poliomielitis, que
se realizó en Brasil, y luego vine a formar y a capacitar al
personal que trabajaba en la erradicación de esta enfer-
medad”, recordaba 52.
42 Héroes de a pie

En un artículo publicado en 1987 en la revista Biomédi- de esta índole no se ajustaba a las necesidades de un país
ca, el epidemiólogo señalaba que uno de los objetivos pri- como Colombia, que no tenía graves problemas en el con-
marios del Instituto Nacional de Salud en el contexto de la trol de la salud pública.
erradicación de la poliomielitis era la comprensión de los Aun así, los CDC siguieron colaborando con el Instituto
procesos patológicos por medio del estudio de casos, bro- Nacional de Salud no solo con los análisis de laboratorio,
tes y epidemias a lo largo de la geografía colombiana. Los sino con tareas propias de la epidemiología de campo (in-
pilares fundamentales para cumplir dicho objetivo eran, vestigación en terreno, encuestas, análisis estadísticos,
según el autor, “los trabajos de laboratorio y de epidemio- etc.). De hecho, tras la partida de Hadler, otro epidemiólogo
logía a la par con la divulgación de las investigaciones tan- de la agencia estadounidense, Craig Shapiro, continuó in-
to básicas como aplicadas” 54. vestigando la hepatitis B al lado de sus pares colombianos.
El enfoque del trabajo de campo estaba implícito en el Una de estas colaboraciones consistió en determinar
Instituto, y eso fue igualmente evidente en las investiga- los patrones de transmisión del virus en el piedemonte oc-
ciones sobre hepatitis virales. En 1983, llegó al país el epi- cidental de la Sierra Nevada de Santa Marta y hallar algu-
demiólogo de campo Stephen Hadler, de los Centros para nos factores asociados con la infección 56. La investigación
el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que fue realizada en 1989 y sería publicada en la revista Biomé-
investigaba la prevención y control de la hepatitis viral a dica en 1991. El trabajo no pretendía entrenar en epidemio-
nivel internacional. logía de campo a los profesionales del Instituto Nacional
Interesado con los datos de hepatitis fulminante que de Salud, pero sí evidenció que había gran capital humano
habían recogido los epidemiólogos colombianos, Hadler vi- en Colombia y que entre las dos entidades había suficiente
sitó el Instituto Nacional de Salud. Entre octubre de 1984 entendimiento para llevar a cabo trabajos conjuntos.
y marzo de 1985, Hadler llevó a cabo junto con Martínez
Durán un estudio clínico-epidemiológico de campo en los Ha nacido un programa
sitios más afectados de la Sierra Nevada (Río Frío, Santa
Rosalía, Varela y Julio Zawadi). Tomaron más de quinien- En 1990, el presidente de la República de Colombia, César
tas muestras de sangre, que fueron analizadas por los la- Gaviria Trujillo, nombró como ministro de Salud a Antonio
boratorios de los CDC en Atlanta (Estados Unidos) 55. Navarro Wolf, un ingeniero sanitario que había sido beca-
Martínez comentaba que Hadler le mencionó la exis- rio de la Fundación Rockefeller.
tencia del programa de entrenamiento en epidemiología de Un mes después de su posesión, el titular de la carte-
campo que tenían los CDC. Sin embargo, recordaba que ra de salud designó al médico Antonio Iglesias Gamarra
el experto estadounidense consideraba que un programa como director del Instituto Nacional de Salud. Iglesias
Contacto en México 43

Gamarra, nacido en la población de Zambrano (Bolívar), Sin embargo, las entidades territoriales no estaban ple-
era egresado de Medicina de la Universidad Nacional, y se namente preparadas para su autonomía, y era evidente la
había especializado en medicina interna, reumatología e urgencia de que desarrollaran sus propias capacidades.
inmunorreumatología. Durante los dos años previos a su Así, el programa de entrenamiento en epidemiología de
nombramiento había cursado inmunogenética e inmuno- campo contribuiría a llenar una parte de esos vacíos.
logía en la Escuela de Medicina de Harvard (Estados Uni- Fernando de la Hoz Restrepo ingresó al Instituto Nacio-
dos). nal de Salud en 1989 y fue su director entre 2013 y 2015.
En ese entonces, el Gobierno acababa de firmar acuer- En un artículo publicado en 2003 en la revista Biomédica,
dos de paz con distintas guerrillas y, obedeciendo el man- señalaba que el objetivo de construir un entrenamiento
dato popular, convocó a una asamblea constituyente. La en epidemiología de campo se justificaba en tres razones:
nueva Constitución Política de Colombia, que sería expe- la carencia de herramientas prácticas del personal de la
dida el 4 de julio de 1991 57, reforzó el proceso de descentra- salud; la presencia de nuevos problemas de salud pública
lización del Estado que venía gestándose desde los años como las lesiones de causa externa, y la necesidad de edu-
anteriores. cación permanente en salud pública 59.
La descentralización del sistema de salud se produ- Al comenzar la década de los noventa, las tareas de vi-
jo especialmente por medio de las leyes 10 de 1990 y 60 gilancia epidemiológica en Colombia recaían en el Ministe-
de 1993, que otorgaron responsabilidades y recursos a los rio de Salud, aunque el Instituto Nacional de Salud también
municipios y departamentos. En consecuencia, las acti- tenía responsabilidades en este frente. “El grupo de Vigi-
vidades en salud pública quedaron orientadas a cumplir lancia Epidemiológica, integrado por unas seis personas,
funciones como la promoción de la salud, la prevención de carecía de importancia —asegura Fernando de la Hoz—.
la enfermedad, la vigilancia epidemiológica, el control de El noventa y cinco por ciento de los trabajadores del Ins-
las enfermedades endémicas y epidémicas, el control de tituto se concentraban principalmente en la investigación
los factores de riesgo, el control de vectores, el saneamien- básica desde el laboratorio y no en el campo” 52. Por eso,
to ambiental y los eventos con altas externalidades, como consideraron que era necesario establecer un área fuerte
las enfermedades transmisibles, entre otras 58. A pesar dedicada a robustecer un sistema de vigilancia epidemio-
de que la orientación en materia de políticas, normas téc- lógica para el país.
nicas y programas y responsabilidades de salud pública En 1991, con la intención de conectar internacionalmen-
continuó en cabeza del Ministerio de Salud, las activida- te al instituto, Antonio Iglesias visitó México y conoció el
des tenían que ser implementadas por los departamentos programa de epidemiología de campo que este país estaba
y municipios. desarrollando. Seguidamente, viajó a Atlanta y visitó los
Roberto Franco: un precursor
colombiano
Aunque murió sin saber que lo había sido, Llegamos a la mina el día 9 de marzo, y des-
Roberto Franco (1874-1958) fue un indiscu- pués de elegir nuestro alojamiento y el local
para el laboratorio, nos instalamos, protegién-
tible pionero de la epidemiología de campo en
donos hasta donde era posible de los mosqui-
Colombia. En febrero de 1907, este médico tos, pues los considerábamos muy numerosos
nacido en Chimbe (Cundinamarca) y forma- en la vecindad y causa principal de la epide-
do en Francia y el Reino Unido, fue llamado mia.
por el Sindicato de las Minas de Muzo, mu-
nicipio esmeraldífero de Boyacá, para que Durante seis semanas que permanecimos allí
nos dedicamos a investigar la naturaleza de
conformara una misión que investigara una
la fiebre, a determinar sus causas y a recoger
“epidemia de fiebres” que tenía lugar en la mosquitos y otros parásitos de la región, cuya
zona 71. clasificación y examen considerábamos de
Franco, que para entonces era profesor importancia.
de Clínica Tropical en la Universidad Na-
cional, se dirigió al epicentro de la epidemia Del detenido estudio clínico de veintiún ca-
sos de fiebre, del examen necrópsico en tres A pesar de que habían descubierto un
junto con los estudiantes de Medicina Gabriel de ellos, de la observación microscópica de la nuevo tipo de la enfermedad, que denomi-
Toro Villa (1881-1953) y Jorge Martínez San- sangre de todos los enfermos, del estudio de naron “fiebre amarilla de los bosques”, tuvie-
tamaría (188?-1922), que en 1917 sería uno los mosquitos y demás parásitos colecciona-
ron que esperar veinticinco años para que el
de los fundadores del Instituto Nacional de dos, hemos llegado a determinar la naturaleza
de la epidemia y a fundar una base para in- hallazgo fuera reconocido por la comunidad
Salud. En el informe que presentó al sindica-
dicar las medidas que deben tomarse como científica internacional. Ocurrió cuando la
to, fechado el 14 de mayo de 1907, el médico
profilácticas en la mina 72. Fundación Rockefeller, institución filantró-
escribió:
pica estadounidense, identificó, por su parte,
Emprendimos la consecución de· los ele-
La conclusión fue que la epidemia se de- otro tipo de enfermedad en Brasil, que nom-
mentos necesarios para nuestros estudios, bía a fiebre amarilla y fiebre espiroquetal. La bró “fiebre amarilla selvática” 73 .
luchando con dificultades, por ser la primera malaria, una hipótesis inicial, quedaba des- Después de varios intentos fallidos por
vez que en nuestro país se organizaba esta cartada. Sin embargo, la fiebre amarilla tenía erradicar la fiebre amarilla en Suramérica
clase de investigaciones […]. unas particularidades: era contraída en el mediante el exterminio del Aedes aegypti, los
bosque y no en la zona urbana, y era trans- expertos de la fundación se dieron cuenta
Con los pocos elementos que pudimos con-
seguir en los laboratorios oficiales y princi- mitida por Estegomia calopus y otras familias que la fiebre amarilla podría ser transmitida
palmente en algunos particulares, emprendi- de mosquitos diferentes al Aedes Aegypti, en condiciones naturales, sin la interven-
mos el viaje llevando para las investigaciones considerado hasta entonces el vector único ción de este mosquito 24. Por eso, en 1935, el
nuestro microscopio. de la enfermedad. epidemiólogo estadounidense Fred Sopper
(1893-1977), afiliado a la Rockefeller, reco-
Contacto en México 45

noció públicamente la descripción del trabajo


consequ idelige nderiosapero beatus senit,
de campo de Franco y sus colegas.
cor abo. At et explicta ipsamIm cus consen-
dus Verdaderamente
vendelique prorrum volorro
es admirable que exestasexpe-
con-
rovid magnihil magnihi tibus, in
clusiones […] estén en tan completo acuerdo ni sitiae si
volupicipis quam iduntium
con las nuestras, ea volenti
que se basan aspe-
en un conoci- CDC. Conoció la experiencia estadounidense en la forma-
mientoaut
rendipis mucho
quismás completo
sandam derumde la expliquam
fiebre ama- ción de distintos profesionales de la salud en epidemiolo-
raturrillasimagnia
que el quevenise tenía en 1907
cuptas dis […]. En reali-
in nonsero gía de campo, y fue allí donde concibió la idea de instalar
dad, el doctor Franco nos dio, con veinticinco
voluptatem rectem faccum am, sunt el everit
años de anticipación, una descripción magní- un programa similar en Colombia. “Con tantas epidemias
aut fica
quam con consed
de la fiebre quam
amarilla de laevel mosa
selva, volo-
adquirida y tantos vacíos que en esa época se presentaban en Co-
remen facit rerae. Idelicia nullatas re eum
los bosques y transmitida, según él creía, dole-
porUptament.
un mosquito no doméstico cuyos hábitos
lombia —sida, dengue, cólera, falta de vacunación contra
cabo.
describió 73
.
Vitinih iliquaepudae sitiusciis doloriam la hepatitis B—, un programa de campo era perfecto para
nihil est, con ea que pra voluptatur, omnimod el país” 60, rememora Iglesias.
quo quidendant aspient quunt quostiusant, Lo que interesaba al director del Instituto, según recuer-
optis doluptus eos et, niminvel magnate ces- da Fernando de la Hoz, era que este tipo de entrenamiento
seditet explit arciis re peria di alis amusamu podía crear una red informal de personas que trabajaran
saernatium simetust intio totatiunt a quati
en diferentes partes y no necesariamente estuvieran vin-
quis repero conserit, officiae. Um sum ea ve-
lic te nis eaquae atem laccus. culadas a instituciones gubernamentales. “Estas personas
Volore, illa venisci corepelit venducit sabían cómo responder a una emergencia, sabían qué ha-
quaectis duntis ea sed modicCus, acepedit, cer durante las primeras horas, a quién informar y ubicar
con nihitam ipit di conest re eum iundipid a quienes supieran del tema y llamarlos”, comenta De la
moluptatiata pore es et moluptatem. Namus Hoz 61.
sit ut dolectat eos ium ipsam et molorpore-
Iglesias delegó en Máncel Martínez Durán la tarea de
pel inciumquae pro inissitas acest odion non
eostio. Litibus dolore, vent excernatem nis montar el programa. “Máncel era un tipo que estaba en
adistEl erionemque
informe elaborado vendaepor susFranco en 1907
aut audaerio todas partes —recuerda Iglesias—. A Máncel se le decía
permite advertir varias
eum sit doluptate volorrosemejanzas
minveles quis entre eumsu ‘hay que ir a tal parte’, y Máncel iba a tal parte. El que hacía
trabajo
est, solore y el de
que,volestia
en pleno siglo pedit
volore XXI, llevan
hit quia la vigilancia epidemiológica en el Instituto era Máncel. Era
cabo
consed losqui epidemiólogos
blatur, consend de campo.
ucipideCon la sal-
re nemo-
vedad del análisis microscópico
el tipo clave. Prácticamente hacía epidemiología de cam-
lest occupti cuscitati dem. Nem realizado
et, verferum por
el médicofacimo y la especiación po” 60.
evenem qui offictorderelosminmosquitos,
consedi
la celeridad
ipsus rem nis desoluptur
la respuesta,
mil ex el eturero
desplazamien-
ius nos Con el apoyo de Luis Enrique Osorio —asesor de Igle-
to
adalquaspernam
foco de la epidemia, la tomaint
unt am rectiis deutmuestras,
laccabo. sias—, Martínez Durán comenzó a trabajar en el proyecto
la recolección
Cullam inventdeetinsectos, la observación
endantotatur sunti occus del con el Grupo de Vigilancia Epidemiológica, que a la sazón
entorno
velendis ydelia la redacción
inti dolo de un documento
consequisque con
pratur tenía entre sus profesionales a los médicos Fernando de la
resultados,
sum quunt conclusiones y recomendaciones
que vollisc ienihitibus dolorrovi-
constituyen prácticas habituales de la epide-
Hoz, Gladys Espinosa y Fabio Rivas. El primer nombre que
dit voluptis rent.
miología aplicada. le dieron era una sigla larga y —como lo admitirían años
Agnatibus et quam, quis exceatecae volo
46 Héroes de a pie

después— algo cacofónica: Programa de Adiestramiento Mallinson sugirieron varios nombres como posibles ase-
Avanzado en Epidemiología Aplicada (PAAEA) 52. sores. A Martínez Durán le llamó la atención la trayecto-
“Nosotros mismos hacíamos los módulos —recordaba ria del mexicano Víctor Cárdenas, principalmente porque
Máncel Martínez Durán—. Por ejemplo, decíamos que íba- era latinoamericano 52. Mallinson, interesado en el progra-
mos a ver Epidemiología I, y escribíamos el módulo. Luego ma de administración en gestión sostenible, sugirió a la
decíamos que veríamos Epidemiología II, y escribíamos el también mexicana Carmen Sánchez, quien, además, tenía
siguiente módulo. Nuestra formación era de salubristas y conocimientos en administración de salud pública. Pero
epidemiólogos de escuela de salud pública. Sobre epide- aun cuando la iniciativa de gestión sostenible había sido
miología de campo enseñábamos lo que se había hecho en proyectada para Colombia, el interés en esta fue decayen-
el terreno con la gente del Instituto” 52. do a medida que aumentaba el entusiasmo en la otra. La
Gracias a las relaciones que Iglesias había establecido decisión final fue instaurar solamente el programa de epi-
en Estados Unidos, el grupo que desarrollaba el programa demiología de campo y traer personal para que apoyara su
entró en contacto con los CDC 52. Durante ese proceso de implementación.
construcción del PAAEA arribaron a Colombia dos exper- Antes de que arribaran al país los consultores que brin-
tos de la agencia norteamericana: Daniel Fishbein —coor- darían soporte metodológico, el PAAEA ya estaba escrito
dinador científico de la División Internacional de Epide- y estructurado. La primera parte era netamente forma-
miología de la Oficina del Programa de Epidemiología— y tiva, por lo que este segmento del curso se llevó a cabo
Michael Mallinson —director del Programa de Desarrollo durante todo el año de 1992 en la Universidad del Valle 52.
de Gestión Sostenible—. El objetivo de los estadouni- En septiembre de ese año, con la idea de realizar una
denses era conocer el panorama colombiano y apoyar la primera aproximación con el Grupo de Vigilancia Epide-
construcción de dos planes de formación: uno al estilo del miológica del Instituto Nacional de Salud, llegó al país el
Programa de Entrenamiento en Epidemiología de Campo médico y epidemiólogo Víctor Cárdenas. Cárdenas había
(Field Epidemiology Training Program, FETP) y otro al es- estudiado Medicina en la Universidad Autónoma de Mé-
tilo del Programa de Desarrollo de Gestión Sostenible, am- xico y Epidemiología de las Enfermedades Transmisibles
bos de los CDC. Una de las sugerencias fue traer personal en la Escuela de Salud Pública de México. Además, había
de la agencia estadounidense para que se cumpliera este realizado el FETP en Atlanta. En los días en que preparaba
propósito 52. su traslado a Colombia, cursaba estudios de doctorado en
“Todos allí habíamos tenido experiencia de campo, Epidemiología en la Universidad Emory (Estados Unidos).
pero realmente no sabíamos cómo se hacía ese tipo de en- Lo primero que Cárdenas hizo al llegar fue presentarse
trenamientos”, reconoce Fernando de la Hoz 61. Fishbein y con Máncel Martínez Durán y el Grupo de Epidemiología.
Contacto en México 47

Su intención era probar si funcionaría el entrenamiento y afectado de todo el departamento. Antes de la llegada
—como él mismo lo expresa—, “si habría química” con el de la comitiva del Instituto, a mediados de junio de 1992,
personal del Instituto. Pensó que la mejor manera de sa- funcionarios locales de salud emprendieron una campaña
berlo era cubrir una epidemia que estuviera ocurriendo en masiva de educación que incluyeron el registro de aproxi-
ese momento en el país 62. madamente quince mil hogares, inmunización y volunta-
Cárdenas recuerda que, una vez que se encontró con rios para educar a los habitantes sobre la prevención y el
el grupo, habló del programa y respondió a inquietudes. tratamiento del cólera.
“Les dije: ‘Quiero ver cómo trabajan ustedes, y quiero que Entre los preparativos de la comitiva para trasladarse a
vean cómo trabajo yo. ¿Qué epidemias hay actualmente en Riohacha, Cecilia Saad recuerda que Cárdenas les enseñó
Colombia? Les prometo que en año y medio publicamos un las etapas que comprendía el entrenamiento y las distintas
trabajo’. Me dijeron: ‘Escoge, hay VIH, hay fiebre amarilla, metodologías para la investigación de un brote. Además,
hay cólera’. Escogí el cólera, porque nunca lo había estu- la comitiva repasó la bibliografía relacionada con el cólera,
diado” 62. indagó por las características de la epidemia y se infor-
El cólera era una enfermedad que contaba con un re- mó sobre las características particulares de Riohacha en
porte terrorífico y amenazaba al país. Los cálculos varia- lo relacionado con saneamiento ambiental, meteorología y
ban según la fuente, pero ninguno negaba la magnitud de prestación de servicios de salud. Según Saad, se tuvieron
la epidemia. Entre el 5 de marzo de 1991 y el 1 de septiem- en cuenta varios aspectos, como el clima, la cantidad de
bre de 1992, el Ministerio de Salud colombiano había noti- casos y muertes, los signos y síntomas que presentaban
ficado alrededor de treinta mil casos y quinientas muertes. los pacientes, e incluso detalles sobre el desplazamiento en
El departamento de La Guajira fue el territorio que presen- el terreno e itinerarios de vuelos 64.
tó mayor incidencia 63. En abril de 1993, los entrenados del PAAEA leyeron un
Cárdenas, en su interés de interactuar con los profesio- titular en el Bulletin of PAHO: “Waterborne Cholera in Rioha-
nales del Instituto y presentar la metodología de los CDC, cha, Colombia, 1992” (cólera trasmitido por agua en Rioha-
se trasladó a La Guajira con Cecilia Saad y Marcela Varona, cha, Colombia, 1992). Bajo el título, cuatro firmas: Víctor
integrantes del primer grupo de entrenados del PAAEA 63, Cárdenas, Cecilia Saad, Marcela Varona y Martha Linero
que para entonces iniciaba su formación en epidemiología (jefe de Epidemiología de la Secretaría Departamental de
de campo en la Universidad del Valle. Los demás integran- Salud de La Guajira) 63.
tes se quedaron en Cali, terminando el curso de Epidemio- La promesa del consultor de los CDC de tener un ar-
logía programado dentro de los módulos del programa. tículo publicado en una revista internacional se había
Riohacha, capital de La Guajira, era el municipio más cumplido, y así concluía el primer acercamiento entre el
48 Héroes de a pie

Víctor Cárdenas,
el primer tutor que
tuvo el Servicio
de Epidemiología
Aplicada (SEA),
retratado en
2019 y un cuarto
de siglo atrás,
mientras realizaba
actividades en el
terreno.
Contacto en México 49

Instituto Nacional de Salud y un nuevo modelo de entre- lle impartía un contenido epidemiológico hasta entonces
namiento en epidemiología de campo que se basaba en la desconocido en la enseñanza médica en Colombia. Esto se
filosofía de aprender haciendo. debió, principalmente, al trabajo del médico Rodrigo Gue-
rrero —director de la facultad— y al apoyo recibido por la
De Cali a Bogotá Fundación Rockefeller y la OPS/OMS 18.
En la década de los noventa, la Universidad del Valle
En 1992 se inició el entrenamiento de la que sería la prime- ya contaba con una tradición y un alto prestigio en la en-
ra promoción del PAAEA. Esta cohorte, integrada por seis señanza y la práctica epidemiológica. De hecho, la revista
residentes, tenía un principio fundamental: servir como Colombia Médica, creada por este centro educativo, consti-
guía para la toma de decisiones en salud pública desde la tuyó un hito importante en el desarrollo de la investigación
formulación de alternativas de solución a los problemas epidemiológica nacional.
hasta la evaluación de las soluciones propuestas 65. Los re- El grupo a cargo de la implementación del PAAEA
sidentes pertenecían al Grupo de Vigilancia Epidemiológi- consideró que la experiencia recogida por la universidad
ca del Instituto Nacional de Salud, con excepción de la mé- —principalmente en la epidemiología de la malaria— podía
dica y toxicóloga Marcela Varona, que pertenecía al grupo ponerse al servicio de la formación de los futuros epide-
de Salud Ambiental 52. miólogos de campo. Esa fue la razón por la que el primer
Durante el primer año, los cursos teóricos fueron to- año de formación transcurrió en Cali. Sin embargo, una
mados en la Universidad del Valle. La elección de esta ins- nueva circunstancia, que podía robustecer la iniciativa,
titución no era caprichosa. La Facultad de Medicina de la obligó a cambiar los planes.
Universidad del Valle había sido creada en los años cin- En 1994, Carmen Sánchez —la experta mexicana que
cuenta para satisfacer la necesidad de dar a Colombia una inicialmente había sido considerada para implementar el
mayor oferta de educación médica. El departamento del Programa de Desarrollo de Gestión Sostenible— llegó a
Valle —y, más aún, el occidente colombiano— no disponía Colombia en calidad de consultora de los CDC para el PA-
de suficiente personal médico, por lo que Cali, la capital AEA. Sánchez tenía experiencia en evaluación de progra-
departamental, fue el lugar propicio para la apertura de la mas de salud pública participativa y en la coordinación de
nueva facultad. las colaboraciones de esta agencia estadounidense con los
La creación fue auspiciada por la Fundación Rockefe- programas de entrenamiento desarrollados en distintos
ller, entidad filantrópica estadounidense que velaba por la países. Antes de su arribo a Colombia, trabajaba en la vigi-
salud pública. Según el médico e historiador Arturo Ro- lancia de enfermedades crónicas de los CDC.
mero, la Facultad de Medicina de la Universidad del Va- Médica egresada de la Universidad Autónoma de Mé-
50 Héroes de a pie

xico, Sánchez había cursado una maestría en Salud Ocu- Entre 1994 y 1995 existió una cohorte de egresados es-
pacional en Cuba y hecho parte del FETP en México 66. A pecial, que resultó de un acuerdo con la Universidad Jave-
su llegada al Instituto Nacional de Salud, organizó distintos riana para crear una especialización 61. La idea de contar
seminarios para conocer al personal, y advirtió que había con la validación de una institución de educación supe-
un capital humano idóneo para trabajar. Junto con Víctor rior había motivado a Antonio Iglesias, Máncel Martínez
Cárdenas conformaría el tándem que finalmente consolidó y Luis Enrique Osorio —este último, profesor del centro
el programa de entrenamiento, ahora con el sello, el mé- docente— a firmar un acuerdo con aquella universidad
todo y el estilo de los mismos CDC. La pareja venía por para crear la especialización en Epidemiología Aplicada,
solo dos años. Los buenos resultados obtenidos fueron que marcharía de manera paralela al programa que ya se
prorrogando la fecha de regreso. Permanecieron un lustro desarrollaba en el Instituto Nacional de Salud.
en Colombia 52. Diez personas provenientes de diversas regiones de
Los residentes que estaban en Cali se trasladaron a Bo- Colombia conformaron el primer grupo. La selección estu-
gotá para iniciar su entrenamiento. El programa se estre- vo a cargo de la Javeriana. Víctor Cárdenas, Carmen Sán-
nó con el I Curso Internacional de Métodos Epidemiológi- chez, Máncel Martínez y Fernando de la Hoz impartían las
cos Básicos e Intermedios, cuyo tema central fue el VIH/ clases teóricas. Los entrenados asistían de tres a cuatro
sida y la dinámica de las enfermedades transmisibles 59. veces por semana a clases y eran monitoreados en las sa-
El entrenamiento no contaba con intensidad horaria. Los lidas de campo por el grupo de la primera cohorte 52.
residentes trabajaban en el programa y, a la vez, cumplían A raíz de esta experiencia, se decidió hacer cursos tan-
con sus respectivas funciones en el Instituto. Las clases y to básicos como intermedios, a semejanza de las modali-
las reuniones para organizar las actividades académicas y dades de formación que se ofrecían en México. Para ello,
los preparativos de las salidas de campo fueron hechas en se usaba el libro Principios de Epidemiología: una introducción
una sala del Instituto que disponía de seis computadores. a la epidemiología y a la bioestadística aplicada —o Básico 30
El programa de Colombia tenía una particularidad: los 30 G—, que en realidad era una traducción libre del inglés,
recursos para su funcionamiento provinieron del mismo realizada por los mismos entrenados del PAAEA, del libro
Instituto Nacional de Salud. En los treinta países donde se de Wayne Brow, Frederick C. Hoesly, Virgil Peavy y Jack
habían implementado iniciativas similares, los CDC auspi- Stanley, publicado en 1977.
ciaban la manutención de los residentes y los honorarios De acuerdo con Máncel Martínez Durán, la primera
de los consultores. En Colombia, contar con recursos pro- versión fue muy rudimentaria. Cada uno de los profesio-
pios facilitó el avance rápido de la iniciativa: no era nece- nales de la primera cohorte tenía asignado un capítulo,
sario esperar por dispendiosos trámites internacionales 52. que después era revisado en reuniones y, posteriormente,
Contacto en México 51

publicado 52. Más allá de satisfacer las necesidades de los traumatismos, envenenamientos, agresiones y accidentes.
alumnos del programa, el esfuerzo buscaba despertar el Sin embargo, el órgano competente era la Fiscalía General
interés por la epidemiología aplicada en estudiantes y pro- de la Nación, que tenía bajo su jurisdicción el Instituto Na-
fesionales de la salud. cional de Medicina Legal y Ciencias Forenses. Después de
En 2004, la Subdirección de Epidemiología y el Labo- varias conversaciones con distintos funcionarios del Esta-
ratorio Nacional de Referencia del Instituto Nacional de do, Martínez Durán encontró dos aliados importantes para
Salud hicieron la primera edición formal del 30-30G, y en poner en marcha un plan: el patólogo colombiano Egon
2013 apareció la segunda. Según las notas introductorias, Lichtenberger Salomón —director del Instituto de Medi-
escritas por Víctor Cárdenas para la edición de 2004, la cina Legal en aquel entonces— y su subdirectora, la espe-
traducción buscaba que el libro se convirtiera en un mate- cialista en ciencias forenses Dolores Sánchez.
rial de consulta diaria, no solo para los profesionales de la Los funcionarios manifestaron su interés en una cola-
salud en Colombia sino para los países de la región. boración mutua entre las dos entidades 66. El Instituto Na-
El libro, dividido en seis unidades, promovía el trabajo cional de Salud pondría el PAAEA y el personal necesario
práctico. Cada unidad se iniciaba con una introducción y la para apoyar a los entrenados del Instituto de Medicina Le-
lista de habilidades y conocimientos que se debían adqui- gal en sus necesidades específicas, y este financiaría los
rir. Luego ponía ejercicios y, al final, una prueba evaluaba viajes de estudio, las investigaciones en el terreno y otros
el conocimiento del estudiante en cada uno de los compo- gastos que se presentaran durante el entrenamiento.
nentes 67. Tanto Lichtenberger como Dolores Sánchez querían
que su instituto adquiriera la capacidad de utilizar los
Nuevos frentes datos recolectados en la práctica diaria de la medicina le-
gal y forense para crear un perfil de la violencia de causa
Las líneas de investigación del PAAEA fueron amplián- externa en Colombia. El objetivo final era tener un mapa
dose principalmente gracias a la experiencia de Carmen geográfico, las circunstancias en que las lesiones ocurrían
Sánchez. El conocimiento que la experta mexicana tenía y los factores de riesgo para los distintos grupos pobla-
en materia de lesiones de causa externa y enfermedades cionales, y, gracias a ese sustento, presentar al Ministerio
no transmisibles, como la violencia, fue ampliamente apro- de Justicia y a la Fiscalía General de la Nación propuestas
vechado 66. para la prevención de este tipo de lesiones 66.
Desde un tiempo atrás, Máncel Martínez Durán adelan- Este acercamiento desembocó en la creación, en 1995,
taba gestiones con el Ministerio de Salud para crear una del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia (CRNV).
línea de investigación en este frente, orientada a prevenir El proyecto, ejecutado por la residente del PAAEA Gloria
52 Héroes de a pie

Inés Suárez Rangel, permitió darle un enfoque epidemioló- Ambos cursos continuaron impartiéndose anualmente,
gico a la valiosa —pero hasta entonces subutilizada— in- formaron parte del plan académico y se convirtieron en
formación que diariamente recababa el Instituto de Medi- obligatorios para los aspirantes al programa 65. Los cursos
cina Legal y, de este modo, dotar a las autoridades de una se presentaban en dos niveles de profundidad —básico e
herramienta útil para la toma de decisiones. De hecho, el intermedio—, trataban sobre métodos epidemiológicos y
CRNV rápidamente terminó convertido en una útil fuente bioestadística, y tenían tópicos específicos que anualmen-
de información de entidades gubernamentales y no gu- te eran seleccionados por la directiva del programa.
bernamentales, universidades, directores de proyectos y la Aparte, el plan académico obligatorio contemplaba una
comunidad en general 68. práctica intensiva de campo de tres semanas, seguida de
En el trabajo que entregó para optar por su título de un aprendizaje de dos años realizado en un área de servi-
epidemióloga de campo, Gloria Inés Suárez Rangel escri- cio en epidemiología asignado. Durante el aprendizaje, los
bió: “Identifiqué cómo la medicina forense se complemen- residentes eran capacitados para adquirir competencias
ta con la epidemiología, dado que pueden desarrollarse en en comunicación de procesos epidemiológicos y habilida-
un mismo campo de acción al investigar el impacto de las des profesionales 69.
lecciones dictaminadas por el sistema médico forense co- Para la obtención del grado eran necesarias cinco acti-
lombiano, y apoyar las medidas de control y prevención del vidades: haber completado el programa teórico; investiga-
primer problema de salud pública en Colombia: las lesio- do, por lo menos, cuatro brotes, epidemias o conglomera-
nes de causa externa” 68. dos; haber demostrado ser capaz de hacer análisis de las
Otro de los servicios que ofrecía el programa de epide- bases de datos de los estudios; haber escrito un informe de
miología de campo eran los cursos intermedios de corta resumen de vigilancia (o estudios de caso y revisión de un
duración. El primero se realizó en julio de 1994, y se titu- problema de salud); y haber escrito dos artículos publica-
ló Primer Curso Internacional de Métodos Intermedios en bles de uno o varios estudios realizados 65.
Epidemiología. En este participaron veinticuatro profesio- A los residentes no se les otorgaba propiamente un tí-
nales de todo el país, así como personalidades internacio- tulo académico sino una certificación por parte de los CDC
nales, como el médico y epidemiólogo James S. Koopman y del Instituto Nacional de Salud que atestaba el entrena-
—profesor de la Universidad de Míchigan— y dos partici- miento como epidemiólogos de campo. Conjuntamente, los
pantes de otros países de la región. Así mismo, se desarro- residentes entregaban un producto final que no era una
lló simultáneamente el Primer Curso de Epidemiología Bá- tesis, sino un libro que compilaba todos los trabajos e in-
sica y Vigilancia en Salud Pública. A este asistieron vein- vestigaciones realizados durante el entrenamiento.
tinueve profesionales, entre los que había dos extranjeros. Estos aspectos hacían del PAAEA una escuela de for-
Contacto en México 53

Grupos de entrenados por el FETP Colombia. En la foto


de la izquierda, adelante del grupo, sentada en el piso,
Carmen Sánchez celebra con sus alumnos los primeros
diez años del programa en Colombia.
54 Héroes de a pie

mación diferente a los modelos tradicionales de enseñan-


za. Su énfasis era claro: buscaba que los residentes adqui-
rieran capacidades de planeación, diseño, coordinación,
ejecución y evaluación de sistemas de vigilancia, estudios
de problemas en el terreno y adiestramiento en salud pú-
blica. Así honraba la filosofía de “aprender haciendo” 65.

Los primogénitos

La primera cohorte del programa se graduó en agosto de


1995. Estaba integrada por los doctores Máncel Martínez,
Fernando de la Hoz, Gladys Espinosa, Marcela Varona y
Fabio Rivas 70. Ese mismo año, el programa tuvo su primer
rebautizo: su larga sigla PAAEA fue reemplazada por la de
Servicio de Epidemiología Aplicada (SEA).
Analizando retrospectivamente el desarrollo del pro-
grama, Máncel Martínez Durán reconocía la importancia
de Víctor Cárdenas y Carmen Sánchez:

Adquirimos método. Por ejemplo, antes salíamos a investigar


un brote y no escribíamos nada. Con el entrenamiento aprendi-
mos que había que escribir, así fuera en el camino. Comenza-
mos a conocer los diez pasos iniciales para estudiar un brote.
Teníamos la obligación de hacer informes, no al final, sino a En septiembre de 1995, promovido por los tutores del
las veinticuatro horas y luego otro a las setenta y dos. Eso lo programa de epidemiología de campo, comenzó
estandarizamos con el programa. Antes no lo teníamos así de a circular el Informe Quincenal de Casos y Brotes
definido 52. (IQCB). Dos años después, tras un convenio con el
Ministerio de Salud, fue reemplazado por el Informe
Quincenal Epidemiológico Nacional (IQEN).
Un balance de los primeros años de funcionamiento del
programa fue publicado en 1996 por el Instituto Nacional
de Salud, en un pequeño libro de diecinueve páginas que
Contacto en México 55

llevaba por título SEA: Servicio de Epidemiología Aplicada Co- causa de tosferina, entre otros 65.
lombia y que reseñaba los trabajos más sobresalientes de Conscientes de la necesidad de generar información
las primeras cohortes. Ya entonces podía advertirse que que resultara útil para la toma de decisiones, los tutores del
las herramientas adquiridas por los entrenados no solo programa promovieron la publicación de un boletín epide-
permitían adelantar investigaciones en diversos ámbitos, miológico nacional. El boletín se denominó Informe Quince-
con poblaciones diversas y sobre diversos tipos de enfer- nal de Casos y Brotes (IQCB) y apareció por primera vez en
medad, sino llegar a conclusiones plausibles y dignas de septiembre de 1995. Durante dos años divulgó informa-
ser publicadas en revistas científicas de alto impacto. ción sobre los eventos de interés en salud pública y, luego,
Las investigaciones eran de diversa naturaleza: desde mediante un convenio interinstitucional con el Ministerio
una epidemia de cólera en casi todo el territorio colom- de Salud, este fue remplazado por el Informe Quincenal Epi-
biano, hasta un brote de beriberi húmedo en instalacio- demiológico Nacional (IQEN) 4.
nes militares y carcelarias; desde la aparición de VIH en El SEA rápidamente se convirtió en un proyecto prio-
pacientes de una unidad de diálisis, hasta la presencia de ritario para el Instituto Nacional de Salud. Además de ser
hepatitis virales en indígenas, trabajadoras sexuales, po- un programa de enseñanza de dos años de duración, era
blación homosexual y colegiales; desde intoxicaciones con un servicio de consultoría y asistencia en terreno que ayu-
metanol en habitantes de la calle, hasta brotes de tosferi- daba a cumplir con las funciones misionales que la entidad
na en áreas marginadas del país presuntamente causadas debía tener con servicios locales de salud 19. ▌
por herbicidas.
Con cada resultado y solución que presentaba el SEA,
las autoridades correspondientes lograron tomar decisio-
nes pertinentes y precisas, como cambios en la dieta de
los militares y los reclusos para controlar el beriberi; repa-
ración de acueductos y desinfección de fuentes de agua
en municipios para frenar la infección por cólera; mejores
prácticas de desinfección de las jeringas utilizadas en la
unidad de diálisis para evitar futuros contagios de VIH;
promoción de la vacunación y de prácticas sexuales más
seguras para prevenir la hepatitis; incremento de controles
policiales para proteger a los habitantes de la calle; estu-
dios a profundidad de los herbicidas para analizar si eran
56 Héroes de a pie

El 7 de diciembre de 2018, el Instituto Nacional de Salud es acreditado por la alta calidad de su


programa de entrenamiento en epidemiología de campo. De izquierda a derecha, el ministro
de Salud, Juan Pablo Uribe; el presidente de la república, Iván Duque; la directora del Instituto
Nacional de Salud, Martha Lucía Ospina; y la delegada de Tephinet, Mariana Manzur, durante
la ceremonia de entrega del reconocimiento (Presidencia de la República de Colombia).
04
Cuatro estaciones

Un balance de los veintisiete


años del Programa
de Entrenamiento en
Epidemiología de Campo
(FETP) en Colombia.
58 Héroes de a pie

El 7 de diciembre de 2017, en el hotel Marriott de Bogotá, el vigilancia epidemiológica en el Instituto Nacional de Salud.
Programa de Entrenamiento en Epidemiología de Campo Significó el fortalecimiento del sistema de vigilancia, la
(FETP) de Colombia celebró un cuarto de siglo de existen- adquisición de nuevos métodos para investigar brotes, el
cia. El nombre de cada uno de los egresados fue pronun- refinamiento de la interpretación de los datos epidemioló-
ciado durante la ceremonia, y un video, que los mostraba gicos obtenidos en el terreno, la mejora en la comunicación
en diversas emergencias, reconocía que los héroes no solo del riesgo, y la mayor influencia del Instituto en la toma de
se ocupaban de la seguridad. decisiones de salud pública en el país.
Antes de la copa de vino, un grupo de profesores de las La segunda fase, entre 2001 y 2004, fue la de “con-
universidades Javeriana, de los Andes y el Rosario opina- solidación”, según Prieto. Se inició cuando el Ministerio
ron sobre cómo la epidemiología de campo podía ser una de Salud puso en cabeza del Instituto Nacional de Salud la
fuente de inspiración para la educación superior. coordinación de las actividades de salud pública del país.
Franklyn Edwin Prieto Alvarado, director de Vigilancia La necesidad de formar más agentes para la vigilancia y el
y Análisis del Riesgo en Salud Pública del Instituto Nacio- control de epidemias en el ámbito nacional llevó al Servicio
nal de Salud, ha sido uno de los testigos más constantes de de Epidemiología Aplicada, SEA (luego FETP Colombia) a
la evolución del programa desde sus orígenes hasta el pre- fomentar los cursos intermedios para profesionales inte-
sente, y, por supuesto, en aquella celebración era uno de resados en fortalecer sus habilidades en estadística y en
los más entusiastas asistentes. Médico de la Universidad epidemiología.
Nacional, epidemiólogo de la Universidad de Antioquia y “La idea —comenta Prieto— era crear un nivel diferen-
egresado del FETP en 2003, Prieto distingue cuatro gran- te, una segunda oferta, que permitiera a los profesionales
des etapas en esa historia. de la salud tener un acercamiento a la epidemiología de
La primera abarca todo el final del siglo XX. Se inicia campo, y si percibían que les resultaba de mucha utilidad,
en 1992 y termina en 2000. Fue una fase que, según Prie- pudieran optar por el nivel avanzado ” 74.
to, cumplió el objetivo de “llenar vacíos”. De acuerdo con Íngrid García, egresada del programa y su coordina-
el epidemiólogo, “el FETP Colombia suplió en esos años la dora en ese entonces, señala que la madurez adquirida en
necesidad de darle al país una oferta académica en epide- esos años fue confirmada por el hecho de que, en 2003,
miología aplicada, de darles a los profesionales de la salud los Centros para el Control y la Prevención de Enfermeda-
la oportunidad de vivir la epidemiología en todo su esplen- des (CDC) autorizaron al Instituto Nacional de Salud para
dor, en escenarios en tiempo real y en situaciones urgen- que entregara certificaciones a los residentes.
tes para la comunidad” 74. En el 2004, la estructura del Instituto Nacional de Salud
Aquella fase permitió desarrollar las capacidades de fue modificada. El Decreto 272 de ese año creó la Subdi-
Cuatro estaciones 59


El FETP Colombia suplió la necesidad
de darle al país una oferta académica en
epidemiología aplicada, de darles a los
profesionales de la salud la oportunidad
de vivir la epidemiología en todo su
esplendor, en escenarios en tiempo
real y en situaciones urgentes para la
comunidad.

Franklyn Edwin Prieto Alvarado
60 Héroes de a pie

rección de Vigilancia y Control en Salud Pública (SVCSP), campo. Había surgido como resultado de las reuniones in-
a la que se le asignaron, entre otras funciones, la de “desa- formales que directores y asesores de los FETP de todo el
rrollar las acciones de capacitación, asesoría y asistencia mundo sostenían en las instalaciones de los CDC de Atlan-
técnica a las entidades territoriales y demás actores rela- ta. Los encuentros constituían una oportunidad para com-
cionados con la vigilancia y control en salud pública”, y la partir ideas y mostrar el trabajo y el impacto de los progra-
de apoyar estos entes “en el desarrollo de estrategias de mas en distintos lugares, y mostraron la conveniencia de
formación de agentes para la vigilancia y control epide- trabajar articuladamente en una dimensión internacional.
miológico, a través del Servicio de Epidemiología Aplicada La red fue formalizada en junio de 1997, bajo el lideraz-
(SEA) y de alianzas estratégicas con organismos de edu- go de la Fundación Mèrieux —entidad comprometida en la
cación formal” 75. Para este propósito fue creado dentro del lucha contra las enfermedades infecciosas—, la Organi-
Instituto el Grupo de Epidemiología Aplicada (GEA), de- zación Mundial de la Salud (OMS) y los CDC 77. Su primer
pendiente de la subdirección. director fue un personaje bastante conocido en Colombia:
Prieto señala que los egresados del SEA fueron funda- el epidemiólogo mexicano Víctor Cárdenas, quien recuer-
mentales no solo para la conformación de la SVCSP, sino da que el país “se hizo miembro de la red tan pronto fue
también de la Subdirección de Red Nacional de Laborato- creada”, pues contaba con una alta reputación internacio-
rios, responsable de la confirmación de diagnósticos e in- nal gracias a la calidad, competencia y diversidad de los
vestigación de diversas patologías. epidemiólogos de campo que estaba formando.
Por su parte, el GEA reformó el programa. Uno de los
cambios fue darle su nombre actual: Programa de Entre- Fronteras abiertas
namiento en Epidemiología Aplicada (FETP Colombia). No
era una cuestión meramente formal; atendía a la aspira- La tercera etapa del programa de epidemiología de cam-
ción de conectar el programa a un ámbito más interna- po en Colombia abarca el periodo 2005-2012. Franklyn
cional. Como señalaba un documento interno del Instituto Prieto considera que fue una fase de “transición y adapta-
Nacional de Salud, el propósito era “formar epidemiólogos ción”. En ese periodo, el Instituto Nacional de Salud orientó
de campo por competencias, de acuerdo con la normativa sus esfuerzos al mejoramiento del Sistema de Vigilancia
nacional y los parámetros y lineamientos establecidos por en Salud Pública (Sivigila), y esto repercutió en que el nú-
la Red de Programas de Entrenamiento en Epidemiología e mero de estudiantes del FETP se redujera —en promedio,
Intervenciones en Salud Pública (Tephinet)” 76. dos residentes al año— y se perdiera el contacto con varios
Esta red, creada a finales de los noventa, tenía como integrantes de las primeras cohortes.
misión la capacitación estandarizada en epidemiología de Sin embargo, en este periodo fue diseñado el curso bá-
Cuatro estaciones 61

sico —con el que se buscaba, entre otros aspectos, formar


personal para operar el sistema de vigilancia epidemioló-
gica— y, además, se comenzó a impartir educación virtual.
De esta manera, el GEA contabilizó tres ofertas académi-
cas: el nivel básico arriba mencionado, nivel intermedio y
el nivel avanzado (que es propiamente el FETP).
Otra característica de este periodo fue el fortaleci-
miento de las relaciones internacionales del programa.
Por entonces, Tephinet atravesaba una etapa de expan-
sión dirigida por el médico y epidemiólogo cubano Dionisio
José Herrera Guibert (1965-2018) 78. De los treinta países
que llegó a tener la red en sus inicios con Víctor Cárde-
nas pasó a tener setenta y cinco durante los casi diez años Dionisio Herrera Guibert (1965-2018) logró ampliar las fronteras
(2009-2018) en que Herrera Guibert estuvo al frente. Bajo de Tephinet hasta convertirla en una red de setenta y cinco
su gestión, Tephinet se convirtió en un espacio para com- países (Sid Slover).

partir currículos, desarrollar programas nacionales y re-


gionales de capacitación, coordinar equipos de respuesta
a brotes, y recibir asistencia técnica en materia de vigilan-
cia, prevención de enfermedades y promoción de la salud77
El escenario propiciado por Tephinet favoreció la trans-
ferencia de conocimiento entre los países, especialmente
los latinoamericanos. Con el apoyo a múltiples eventos
científicos de carácter regional o global, la red permitió el
intercambio de experiencias sobre el quehacer epidemio-
lógico internacional. Colombia apoyó enérgicamente esta
iniciativa. Tanto así que, en 2007, el Instituto Nacional de
Salud fue anfitrión del V Encuentro Científico Regional de
Tephinet para las Américas, que se celebró en Bogotá 79.
Con este nuevo panorama, los programas de epidemio-
logia de campo de los países de Suramérica —además de
62 Héroes de a pie

México— lograron estrechar sus vínculos. En 2011, apoya- expidió la Resolución 0754 de 2016, que estableció siete
dos por Tephinet, crearon la Red de Programas de Epide- funciones específicas al Grupo de Formación del Talento
miologia de Campo de América del Sur (Redsur). Esta red, Humano para la Vigilancia en Salud Pública:
que incluye a Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Para-
guay, Perú, Uruguay y México, se propuso principalmente 1. Dirigir, promover y orientar el estudio, desarrollo y prepara-
“fortalecer los programas de epidemiología de campo en la ción en competencias laborales y técnicas requeridas en los
procesos y funciones de vigilancia, control y atención de la
región a través de entrenamiento y oportunidades de ser-
salud pública.
vicio” 80. La oficina se localizó en Bogotá. Su primer direc- 2. Apoyar a los entes territoriales y demás actores del sistema
tor fue el médico epidemiólogo colombiano Óscar Pacheco, en el entrenamiento del recurso humano en procesos relacio-
funcionario del Instituto Nacional de Salud desde 2004. nados con la vigilancia y control epidemiológico, a través del
Otro hecho relevante ocurrido en 2011 fue el cambio de programa de entrenamiento en epidemiología aplicada.
la naturaleza jurídica del Instituto Nacional de Salud. De 3. Conformar alianzas estratégicas con organismos de educa-
ción para dar capacitación formal en las áreas de epidemio-
acuerdo con su nuevo objeto, la entidad sería responsable
logía y VSP [vigilancia en salud pública].
de “promover, orientar y realizar actividades de capacita- 4. Administrar el programa de epidemiología aplicada, como
ción en competencias del recurso humano que presta ser- parte de la Red de Programas de Capacitación en Epidemio-
vicios en salud pública” 81. Este hecho puso la vocación for- logía e Intervenciones de Salud Pública (Tephinet).
mativa dentro de la misión institucional, y sería un incen- 5. Apoyar la investigación de brotes y epidemias y la atención
tivo para el reforzamiento del FETP que, a partir de 2012, de emergencias y desastres en los entes territoriales, con el
concurso de los agentes en entrenamiento del programa de
quedaría directamente bajo la supervisión de la Dirección
epidemiología aplicada.
de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud Pública. 6. Diseñar, editar, publicar y distribuir el Informe Quincenal Epi-
Así se llegó a la cuarta fase, que abarca desde 2013 demiológico Nacional (IQEN).
hasta el presente. Una fase que, a juicio de Franklyn Prieto, 7. Las demás que le sean asignadas y correspondan a la natu-
es una suerte de “reivindicación”. En esta etapa, el FETP raleza del Grupo Interno de Trabajo 82.
Colombia se cimenta en tres pilares: aumentar la gradua-
ción de entrenados, garantizar la armonía de los tres nive- En cabeza de Franklyn Prieto, el programa se orientó
les (primera línea, intermedio y avanzado), y visibilizar el hacia la obtención de una acreditación por parte de Tephi-
programa ante diversos actores, no solo ante estamentos net. Esta acreditación había sido creada para alinear los
de salud, sino ante todo el Sistema Nacional de Ciencia, estándares de calidad de los FETP. El primer ciclo de certi-
Tecnología e Innovación. ficación fue lanzado en 2016. El proceso incluía cuatro es-
Atendiendo este objetivo, el Instituto Nacional de Salud tándares (gestión, infraestructura y operaciones; integra-
Cuatro estaciones 63

ción con el servicio de salud pública; dotación de personal bre de 2018 en la sede del Instituto Nacional de Salud, que
y supervisión, y selección y formación de entrenados), que ese día, tal como lo expresó el ministro de Salud, Juan Pablo
debían ser cumplidos por cualquier programa del mundo Uribe Restrepo, “se convirtió en el primer instituto de ha-
que quisiera ser reconocido como de alta calidad 83: bla hispana con un programa de formación en epidemio-
Prieto recuerda: “Acreditarnos significaba pensar si el logía de campo con la máxima acreditación internacional”.
programa estaba cumpliendo con todos los estándares, y, El presidente de la república, Iván Duque Márquez, des-
si no los estaba cumpliendo, pensar cómo lograr que los tacó que, gracias a la acreditación, los epidemiólogos na-
cumpliera” 74. El epidemiólogo señala que varias estrate- cionales podrían aportar su experiencia en cualquier lugar
gias fueron adoptadas para alcanzar el objetivo: del planeta. Y no ahorró elogios en su discurso:

Pensamos que lo ideal era reconectar con las cohortes anterio- Es gracias a ustedes que el país cuenta con el talento huma-
res. Sabíamos que era necesario resaltar el valor del programa no, los instrumentos y los equipos para desplazarse a cualquier
entre los actores externos y los entrenados para que estos en- parte del territorio en donde existan riesgos. Ustedes represen-
tendieran lo que estaban recibiendo. Transmitir que el progra- tan un honor, porque son los guardianes de la salud pública del
ma y la estructura del Instituto Nacional de Salud hacen parte país. Por eso quiero enaltecer la labor de todos los funcionarios
de la fuerza de respuesta que tiene el Gobierno para la protec- del Instituto. Ustedes son un orgullo para Colombia 85.
ción de su población fue vital en la estrategia que usamos para
alcanzar la acreditación 74. Visión de futuro

Fueron dos años de espera. En ese periodo, el Institu- Según datos de la coordinación del FETP Colombia, hasta
to Nacional de Salud cumplió cien años de historia (1917- 2018 el programa de nivel avanzado, que requiere de dos
2017) y, por segunda vez, Colombia fue el país anfitrión de años de entrenamiento casi como un programa de resi-
la Conferencia Científica Regional Tephinet de las Améri- dencia, cuenta con 130 graduados, localizados en veinti-
cas (del 15 al 18 de mayo de 2018). Era la décima edición dós departamentos del país. Desde 2017, el Curso de Pri-
del evento, y la sede fue Cartagena de Indias 84. mera Línea (Front Line) ha brindado formación a más de
Una vez se tuvo la certeza de que los estándares es- 1.440 personas que trabajan en salud pública en diversas
tablecidos por Tephinet habían sido alcanzados, el FETP entidades territoriales de Colombia.
Colombia fue acreditado en 2018 como uno de los de ma- El trabajo del FETP colombiano ha tenido un impacto
yor capacidad para generar respuestas adecuadas frente positivo en la salud pública del país. Desde 1992 hasta
a epidemias y brotes. 2018, residentes y egresados del programa han participa-
El evento correspondiente se llevó a cabo 7 de diciem- do en más de 270 investigaciones de brote y situaciones
64 Héroes de a pie

de emergencia en salud pública. El surtido de experiencias


es abundante: algunas han buscado controlar epidemias
(cólera, encefalitis equina venezolana, influenza, chikun-
guña, zika); otras han preparado al país ante amenazas
(ántrax, SARS, ébola); otras han procurado dar una res-
puesta oportuna a desastres naturales (terremoto del Eje
Cafetero e inundaciones en La Mojana y Mocoa); y otras se
han orientado hacia la prevención de enfermedades cróni-
cas y las lesiones de causa externa.
Muchos egresados del programa hoy trabajan en los
CDC, en instituciones universitarias, en secretarías de sa-
lud, en instituciones de ciencia y tecnología, en el Ministe-
rio de Salud, en la Organización Panamericana de la Salud
—tanto en su sede central como en oficinas regionales— y,
por supuesto, en el Instituto Nacional de Salud.
Un nutrido grupo de epidemiólogos de campo posa para la
foto conmemorativa de los veintiséis años del FETP Colombia. Más de un cuarto de siglo después, el FETP Colombia
tiene clara su orientación. Más allá de entregar al país nu-
merosos contingentes de técnicos cualificados, la aspira-
ción es convertir al Instituto Nacional de Salud en una es-
cuela de formación avanzada certificada por el Ministerio
de Educación, una escuela que responda a los nuevos retos
de la formación de posgrado que requiere el Sistema Na-
cional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Los héroes y las heroínas de a pie, aquellos epidemió-
logos de campo que —como decía el video conmemorati-
vo de los veinticinco años a los del programa— “ayudaron
a que la historia continuara”, seguirán, pues, ayudando a
que la historia continúe. ▌
Parte I
Referencias
66 Héroes de a pie

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Parte II
Voces desde el terreno
70 Héroes de a pie

Aspecto de las calles de Riohacha (La Guajira) en septiembre


de 1992. La inundación de las calles y la mezcla de las aguas
negras con las del acueducto fueron causas de la diseminación
del cólera (Cecilia Saad).
05
Cuando Colombia
montó en cólera
La titánica tarea realizada por
los epidemiólogos de campo
para controlar el avance de la
séptima pandemia (1991-1992).
72 Héroes de a pie

… De acuerdo con datos históricos, a partir de 1817 se inició torio para coordinar acciones, aislar a la familia del pacien-
en la India la primera de las siete pandemias de cólera re- te y realizar un completo seguimiento…
gistradas en el mundo. Latinoamérica se vio afectada por
primera vez durante la segunda, originada en Canadá en El Tiempo
1829; sin embargo, en Colombia el cólera se introdujo solo (12 de marzo de 1991) 2
en la tercera y con dos brotes, el uno en 1840 y el otro en
1849. La séptima pandemia, la más extensa en distribu-
ción geográfica y tiempo, se inició en 1961, en el sudeste En mi pregrado yo no vi cólera por ningún lado. Era una
asiático. Esta tardó 30 años en llegar a Latinoamérica, ma- enfermedad olvidada. Eso no existía. Hacía más de cien
nifestándose explosivamente en Perú… años que no se presentaba en Colombia, pero como sabía-
mos que era inevitable que en algún momento volviera,
Instituto Nacional de Salud, 1917-1997 nos pusimos a estudiar. Yo me puse a leer a John Snow,
(1998) 1 el papá de la epidemiología moderna, que además es un
referente en cólera.
No recuerdo la fecha precisa, pero un día llamaron del
Ministerio de Salud a Mauricio Restrepo, que trabajaba en
el Grupo de Epidemiología del Instituto Nacional de Salud,
Detectan primer caso de cólera a preguntarle si había alguien en la entidad que supiera de
en Colombia esa enfermedad.
—Aquí hay un médico que estudió enfermedades tro-
Las autoridades sanitarias colombianas respondieron con picales en Cuba —dijo—. Voy a ver si ha visto cólera.
éxito y rapidez al primer caso de cólera que se presenta en Mauricio se me acercó a preguntarme.
el país luego de la epidemia registrada en Perú y Ecuador. —En Cuba yo vi casos asintomáticos —le contesté.
El paciente Juan Bautista Prado, de 44 años, fue interna- Me refería a los becarios africanos que llegaban a La
do el viernes en el hospital San Andrés de Tumaco y el Habana a estudiar en el Instituto de Medicina Tropical
domingo se le dio de alta luego de ser sometido a un trata- Pedro Kourí, donde yo hacía una maestría a finales de los
miento de urgencia. ochenta. Durante la primera semana les hacían pruebas de
[…] todas las enfermedades exóticas y, cuando era necesario,
Una comisión del Instituto Nacional de Salud viajó ayer los trataban antes de que comenzaran a estudiar. Ahí vi
mismo a Tumaco, con un epidemiólogo y un jefe de labora- que detectaron algunos casos portadores del Vibrion cho-
Cuando Colombia montó en cólera 73

Portada y página interior del periódico El Tiempo


del 12 de marzo de 1991.
74 Héroes de a pie

lera. Les dieron doxiciclina, y estuvieron listos para cursar probable que ingresara la enfermedad. Según lo que leía-
sus programas académicos. mos de John Snow, en los lugares donde el cólera nunca
—Pero no tengo experiencia en el manejo de pacientes había estado, lo más probable es que entrara por los puer-
—le repetí a Mauricio—. Mentiría si digo esa vaina. tos, ya fueran fluviales o marítimos. Por eso, entre noso-
Sin embargo, como prácticamente nadie sabía del tema, tros nos dijimos: “Esta vaina va a llegar por el Pacífico y va
esa razón fue suficiente para que me incorporaran al equi- a empezar en Nariño”.
po responsable de atender la crisis. En el recorrido íbamos concientizando a la gente sobre
En febrero de 1991, un mes antes de que el cólera lle- las características y el manejo del cólera. Todo a partir de
gara al país, el Ministerio de Salud creó el Comité Nacio- lecturas, porque experiencia, ninguna. Fundamentalmen-
nal de Vigilancia Epidemiológica del Cólera. Ahí estaban te trabajábamos con alcaldes, inspectores, jefes de veredas
varias entidades: la Oficina de Prevención y Atención de y autoridades de salud.
Desastres de la Presidencia de la República, el Ministerio Visitamos prácticamente toda la costa pacífica, toda la
de Salud, el Instituto Nacional de Salud, el Instituto Colom- atlántica y los puertos importantes de río Cauca y el Mag-
biano Agropecuario… El Instituto Nacional de Salud era dalena. Mirábamos cómo era la disponibilidad de agua.
el coordinador del comité. Trabajamos en varios frentes, Eso daba tristeza. Mucha gente la recogía en ríos o jagüe-
pero más que todo en promoción, prevención, vigilancia yes y la bebía sin ningún tratamiento previo. Era un agua
epidemiológica y laboratorio. que seguro tendría microorganismos. En Tumaco la gente
El Grupo de Microbiología fue el centro de referencia vivía en palafitos. Bajo esas casas de madera veíamos ni-
para el diagnóstico bacteriológico. Mejor dicho, era res- ños metidos en el agua, jugando, y ahí mismo el mugrero
ponsable de determinar si las muestras que llegaban eran tan verriondo y las heces flotando.
o no eran cólera. Para eso, tuvieron que estandarizar las Lo que hicimos allá fue reunir al personal del hospi-
pruebas y capacitar a los laboratorios de las seccionales y tal para mostrarles las características de la enfermedad,
las secretarías de salud del país, y suministrar el material cómo diagnosticarla, cuáles eran los elementos epidemio-
necesario para el transporte de materia fecal. En algunos lógicos claves que ayudaban a descubrir tempranamente
casos, dieron la dotación básica para que cada departa- una epidemia y cómo se hacía el manejo y el control de
mento tuviera por lo menos un laboratorio capaz de hacer los líquidos. También enseñamos a construir las camillas
diagnósticos presuntivos del cólera. adecuadas, de lona y con un roto en el medio para que la
Con profesionales del Ministerio y de otros grupos del materia fecal cayera directamente dentro de un balde con
Instituto —Epidemiología, Salud Ambiental…— comen- hipoclorito. El cólera no da tiempo para ir al baño. Es un
zamos a hacer un recorrido por las zonas donde era más chorro completo.
Cuando Colombia montó en cólera 75

También nos pusimos a preparar un librito para que los Allá nos contaron que el celador, en la misma puerta del
profesionales de la salud aprendieran de la enfermedad. hospital, había sido el que había diagnosticado a don Juan
Le pusieron en la portada una pintura famosa —y tene- Bautista, el primer paciente. Ese era el nivel de consciencia
brosa— de la Muerte repartiendo el agua que sacaba de que había en la región sobre la llegada del cólera.
una bomba en Londres. La familia de don Juan Bautista nos contó que ellos se
Ese manual fue de mucha utilidad durante los dos años bañaban con totuma, y hacían sus necesidades en un cuar-
más duros de la epidemia. Intentamos que su lenguaje no to chiquito, de madera. No tenían inodoro, sino un hueco.
fuera excesivamente técnico. Recuerdo que comparamos Todo iba a parar al río donde más abajo jugaban los niños.
la diarrea de los enfermos con el agua de arroz, y anota- El hijo nos contó que cuando Juan Bautista se enfermó, los
mos que los calambres abdominales y en las extremidades chorros que escuchaban eran tan intensos que pensaron
eran síntomas clásicos. que él se había metido a bañarse. ¡En realidad, se estaba
Como los pacientes pierden tantos fluidos, la piel se deshidratando a una velocidad impresionante!
les arruga, la nariz se les ve puntiaguda y las mejillas y Cuando el hombre llegó al hospital y el celador dijo que
los ojos se les hunden. Dicen que los pacientes con cólera ese era el primer caso, todo el mundo salió a atenderlo rá-
tienen manos de lavandera, porque se ven arrugadísimas. pidamente.
Cuando comienzan los síntomas, pueden perder un litro de Después de don Juan Bautista, hubo un silencio como
fluidos en una sola hora, y si no se atienden, eliminan más de dos semanas. En esos días no aparecieron nuevos ca-
de la mitad del agua corporal. Esos son los casos fatales. sos. Pero de repente la cosa se disparó. Pensamos que esa
Por eso es que el tratamiento básicamente consiste en re- iba a ser una epidemia de todos los diablos. Y realmente lo
hidratación con suero y antibióticos. fue.
Hay una fecha que recuerdo con claridad, porque era
el cumpleaños de mi esposa: 8 de marzo de 1991. Llegué a Fabio Rivas Muñoz
trabajar, común y corriente, cuando ahí estaba esperán- Epidemiólogo de campo
dome Alejandro Giraldo, el jefe del Laboratorio Nacional de (FETP Colombia, cohorte de 1995)
Salud, una de las divisiones del Instituto Nacional de Salud.
—Hermano, nos tenemos que ir ya para el aeropuerto
—me dijo—. Un avión nos está esperando.
Entonces arrancamos, y desde allá llamé a mi mujer.
—Amor, estoy en Tumaco —le dije—. ¡Me tocó salir pi-
tao!
76 Héroes de a pie

Las condiciones de vida de las poblaciones de Tumaco y Salahonda en 1991 se prestaban


para la rápida expansión del cólera. Las viviendas palafíticas descargaban las excretas en
los caños, la recolección de agua se hacía desde tuberías rotas y había grandes deficiencias
de higiene en los mercados de alimentos (Biomédica, Vol. 12, Nos. 3 y 4, 1992).
Cuando Colombia montó en cólera 77

en hidratación parenteral (cuarenta frascos de suero por


Juan Bautista está fuera vía intravenosa), hidratación oral (15 frascos de suero), y
tetraciclina por vía oral.
de peligro Durante dos días permaneció con este tratamiento y
sólo el domingo fue dado de alta.
Juan Bautista Prado, el primer paciente tratado de cólera
en el país, tiene 44 años. Cuando fue internado en el hos- El Tiempo
pital San Andrés de Tumaco, llegó inconsciente, con des- (12 de marzo de 1991) 2
hidratación severa de tercer grado y sus carnes hundidas
y adheridas a los huesos. … Salahonda es una pequeña población de aproximada-
Es un campesino residente en la vereda Inguapi del mente 7.000 habitantes, en su gran mayoría de raza ne-
Guadual […], padre de cuatro hijos, y los primeros síntomas gra, que viven de la pesca artesanal. Existe aquí un acue-
de la enfermedad le aparecieron el viernes pasado, des- ducto cuya tubería debe cruzar el canal de acceso a la lo-
pués de asistir a las honras fúnebres de una sobrina suya calidad y las hélices de los botes muchas veces ocasionan
que había muerto por intoxicación. daño al tubo madre, contaminando así el agua de consumo
Esa noche Juan Bautista salió del velorio y se dirigió a humano. Un palafito servía de letrina pública y estaba ins-
Puente de El Medio, en Tumaco, y se comió en una venta talado sobre el canal. Las heces, en consecuencia, caían
callejera de pescado un burique frito. Luego se fue a dor- directamente al agua. Una proporción no cuantificada de
mir en compañía de uno de sus hijos. los pobladores toma el agua del acueducto, la cual por baja
El viernes se levantó temprano y se alistó para asistir presión no llega a las casas, obligando a la gente a romper
a los oficios religiosos previstos para las 11:00 de la ma- los tubos en las calles y cavar un hueco para introducir en
ñana. Cuando se encontraba en la iglesia de la Virgen del él los recipientes. Con el ascenso de las mareas, el agua del
Carmen comenzó a sentirse mal. Sin pensarlo dos veces canal llena dichos huecos y aquí se mezcla nuevamente el
abandonó el lugar y el sitio más cercano para ir al baño era agua de consumo con el agua contaminada del canal.
la casa de su suegra. […]
“Fue allí donde comencé a sentir que me moría”, dijo en Es supremamente difícil saber cómo ingresa el cólera
diálogo con El Tiempo y el periodista Pedro Pablo Rosero de a una región, y el investigador debe limitarse a esbozar
la emisora Radio Mira. las hipótesis más verosímiles. En nuestro país, el cólera
El paciente está fuera de peligro, pero aislado. Para el siguió la ruta que se esperaba: entró por Tumaco, primer
director del hospital San Andrés, el tratamiento consistió puerto colombiano importante en la Costa Pacífica, de sur
78 Héroes de a pie

a norte, y se diseminó por la costa en forma lenta debido a vuelos directos desde Bogotá. Intercontinental de Aviación
las malas comunicaciones de la región. La situación geo- cubría la ruta, pero hacía una parada antes, en Cali.
gráfica de Salahonda la convertía en el segundo lugar más Cuando llegamos por primera vez, me sentí como fuera
probable de presentación de la epidemia, ya que es paso de lugar. Me pareció muy bonito el sitio natural donde es-
obligado de personas que se movilizan entre Tumaco y el tábamos, pero cuando empezamos a hacer las investiga-
norte de la costa... ciones de campo, cuando íbamos a las casas a interrogar a
las familias de los pacientes que llegaban al hospital, pues
Biomédica uno empezaba a captar la miseria de la población, la po-
(julio-octubre, 1992) 3 breza y el abandono.
Yo nunca había visto tanta gente viviendo dentro del
mar. Aprovechaban la marea baja para hacer sus necesi-
La epidemia de cólera para mí fue algo muy asustador e dades. Cuando subía, el agua inundaba el suelo, casi hasta
interesante. Yo estaba recién llegado al Instituto Nacional el piso de las casas, y se llevaba las excretas. Durante unas
de Salud, y, además, recién casado. Tratar de acomodar horas, esos desechos se mantenían ahí, dando vueltas al-
todas esas actividades de investigación de campo con la rededor de las casas y de los niños que se bañaban en los
vida familiar fue un reto. Todavía mi mujer se acuerda. charcos. Realmente era algo muy duro. Uno no se imagina
Cuando le preguntan cómo ha sido el matrimonio, una de que la gente viva de esa manera.
las cosas que menciona es esa epidemia, porque cada vez Cuando la epidemia se presentó en Perú, el Ministerio
que yo iba y regresaba, veía que mi hijo estaba más gran- de Salud de Colombia montó un plan de respuesta, un plan
de. Por todos esos desplazamientos, yo lo veía como una importante. En ese entonces, el Ministerio tenía el control
vez al mes. Afortunadamente, el matrimonio resistió gra- de los hospitales y de las secretarías de salud, y por eso
cias a la paciencia de ella, de Lucero. le quedaba fácil movilizar gente. Digamos que Tumaco
Mi primer destino fue Tumaco. Llegué unos días des- estaba lista, hasta donde le era posible, para la atención
pués del doctor Fabio Rivas, con un montón de gente del hospitalaria. Había montones de soluciones de suero oral.
Instituto, el Ministerio de Salud, la Organización Paname- Al comienzo la situación fue un poco caótica porque
ricana de la Salud y la Universidad del Valle. En ese mo- empezó a llegar más gente de la que se podía atender. Pero
mento ya había como veinte casos en el hospital, y seguía rápidamente se identificó que no toda necesitaba ser hos-
apareciendo gente enferma, de todas las zonas rurales pitalizada, porque algunos pacientes podían ser maneja-
cercanas. dos ambulatoriamente. Se armaron equipos que atendían
Viajar a Tumaco era complicado. En esa época no había a las personas en las veredas y la Universidad del Valle
Cuando Colombia montó en cólera 79

también envió algunos especialistas, gente que sabía so-


bre el manejo de la enfermedad diarreica.
Una de las cosas que más me impresionaron fue la ca-
pacidad de recuperación de la población, algo fuera de lo
normal. Otras personas habrían muerto si llegaran al hos-
pital en un estado de deshidratación como el que presen-
taban las que venían de la zona rural. Algunas llegaban
con choque, con pérdida de más del sesenta por ciento del
líquido del cuerpo, inconscientes, con falla renal y ya sin
orinar, lo cual era un mal signo clínico. Pero las hospitali-
zaban, empezaban a ponerles los líquidos a chorros, y en
tres o cuatro horas ya estaban sentadas en la cama, ha-
blando. Nos decíamos que eso debía ser parte de la selec-
ción natural. La mortalidad infantil era tan alta en la región
que definitivamente los que alcanzaron la adolescencia y
la adultez tenían una resistencia superior al promedio.
En 1991 todavía no contábamos con un programa de
formación en epidemiología aplicada, pero era evidente
la necesidad. De hecho, desde el comienzo de ese año, los
doctores Antonio Iglesias, director del Instituto Nacional
de Salud, y Máncel Martínez, coordinador de Vigilancia
Epidemiológica del Instituto, venían hablando sobre crear Paciente con cólera en una ranchería de La Guajira en
un programa de educación continua en epidemiología de 1992 (Archivo particular de Cecilia Saad).
campo, parecido al que tenían los Centros para el Control y
la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
Y es que, en ese momento, muchos trabajadores de la
salud no contaban con herramientas prácticas para con-
vertir los datos de la vigilancia epidemiológica en infor-
mación útil para tomar decisiones. Además, había casos
o brotes preocupantes de VIH, hepatitis, lesiones de cau-
80 Héroes de a pie

sa externa y, por supuesto, de cólera, que dio pie para el co, había un hospital al que llegaban muchos pacientes del
primer entrenamiento formal cuando, ya en 1992, el Ins- municipio de Francisco Pizarro, y el personal había sido
tituto creó el Programa de Adiestramiento Avanzado en entrenado para manejar cólera.
Epidemiología Aplicada (PAAEA), que en 1995 adquirió el Allá hicimos un estudio sobre los factores de riesgo de
nombre de Servicio de Epidemiología Aplicada (SEA). trasmisión de la enfermedad. Lo escribimos a varias ma-
El Instituto Nacional de Salud, además de dar respuesta nos junto con el personal del Servicio de Salud de Nariño.
inmediata a la crisis, también debía investigar. Por eso yo Salió publicado en Biomédica, la revista del Instituto. Para
debía asegurar que se tomaran las muestras y se envia- hacer esa investigación diseñamos una encuesta, que
ran a Bogotá para que analizaran qué tipo de cólera era aplicamos a doce personas que tenían diagnóstico confir-
el que se presentaba. Mi papel estaba muy cargado a or- mado de cólera, y, para comparar, a veinticuatro que no
ganizar ese análisis de información. Todos los días debía habían tenido diarrea durante el último mes.
informarle al Ministerio si la curva de la epidemia subía o Tomábamos nota de edad, sexo, condiciones y carac-
bajaba, o si había problemas en la atención. terísticas de la vivienda, disposición de las excretas —si
Traté pacientes, pero realmente mi rol consistía en rea- usaban sanitario, pozo séptico o las cubrían con tierra—,
lizar la investigación de campo. Analizaba los contactos de dónde tomaban el agua, qué habían comido en los últi-
que habían tenido unas personas con otras para evaluar mos cinco días, cómo manipulaban los alimentos, y si se
los riesgos de trasmisión, y trataba de identificar cuáles desplazaban por la región.
eran las causas por las cuales se estaba diseminando el Encontramos que la gente que vivía en palafitos era la
cólera. También recomendaba si se debía dar o no la profi- de mayor riesgo, porque en esas viviendas las heces van a
laxis. En esa época recetábamos tetraciclina a los contac- parar directamente al suelo que está debajo del piso. Cuan-
tos. Era una manera de prevenir la enfermedad. do sube la marea, esa materia fecal se disuelve. El proble-
Tuvimos que desplazarnos para evaluar la situación en ma es que en esa agua se bañaban las personas —y hasta
poblaciones cercanas. Estuvimos en El Charco, en Mos- lavaban los alimentos—, sin saber que el bacilo del cólera
quera, en Salahonda. Estábamos permanentemente su- sobrevive varios días en las heces y en el agua y la arena
pervisando que hubiera insumos, que estuvieran tratando del mar. Por el contrario, las personas que recolectaban
adecuadamente a los pacientes y que se manejara bien la aguas lluvias estaban protegidas.
información. Otros que presentaban alto riesgo eran los que compra-
La lancha era el único medio de transporte en esas po- ban pescado crudo —generalmente mal manipulado— y
blaciones. De una a otra se iba por el mar o por entre los las personas que viajaron a Tumaco o a zonas donde se
esteros. En Salahonda, a una hora y media desde Tuma- explotaba madera. En Tumaco hay un sector que se llama
Cuando Colombia montó en cólera 81

El Pindo. Allá había muchas ventas ambulantes, y la gente Llegamos a Jambaló, Cauca, justo cuando estaban velando
de la región iba a ese sitio a comprar o a vender. Como la a un indígena. El hombre, como de unos cuarenta o más
mayoría de los primeros casos se presentaron en los alre- años, estaba ahí vestido de bluyín y camisa, y lo tenían
dedores, creemos que ese fue el punto de ingreso del có- acostado sobre una especie de mesa, con un cirio en cada
lera a Colombia. esquina. No tenía mortaja ni ataúd.
El estudio también mostró que los que comían verdu- El médico rural de Jambaló era un joven de la Univer-
ras, leche sin hervir y calentados con arroz tenían un ma- sidad del Cauca. Le pedí que le echara una mirada para
yor riesgo. En general era un problema derivado de la mala confirmar y hacer el certificado de defunción.
manipulación de los alimentos. —El corazón de este hombre aún late —dijo mientras
En esos estudios aprovechamos las nuevas tecnologías lo auscultaba.
informáticas. El análisis de los datos lo hacíamos en Epi —¡No joda!
Info, un programa de computador que los CDC habían de- Y claro, el corazón todavía latía.
sarrollado para estudios epidemiológicos. Era la segunda Para los indígenas estaba muerto, pero nosotros no po-
vez que lo usábamos. El año anterior lo habíamos estrena- díamos aceptar eso. Entonces tocó negociar. Ahí estaba
do para cargar los datos de una epidemia de dengue. un chamán, un médico indígena, y le pedimos que nos die-
El doctor Manuel Elkin Patarroyo tenía un grupo de ra la oportunidad de inyectarle unos líquidos al difunto.
trabajo en el hospital de Tumaco, con el que investigaba En los funerales de esa comunidad se compartía comi-
una vacuna contra la malaria. Nos ayudaron mucho, por- da. Estaban preparando algo como un sancocho, servían
que tenían una infraestructura de computadoras que en chicha y la gente estaba un poco embriagada. Despedían a
ese momento no era muy común, con todos los programas sus muertos con una felicidad impresionante. Donde todo
que necesitábamos para digitar y recoger la información. debía ser llanto y sufrimiento para nosotros, para ellos era
Nosotros también teníamos computadores. En esa epi- una rumba con música. Estaban despidiendo a una perso-
demia estrenamos portátiles, de los primeros que hubo. na que se iba a vivir mejor.
Eran unas maletas pesadas. Estaban diseñados para que Y bueno, ahí mismo, en un ambiente no muy aséptico,
pudieran ser llevados de un sitio a otro. Nada que ver con el médico le inyectó los líquidos, y al rato el hombre lanza
los portátiles de hoy. un gemido, y todo el mundo se da cuenta de que no estaba
muerto. ¡Estaba de parranda!
Fernando de la Hoz Restrepo Aprovechamos para decirle a la gente que el cólera
Epidemiólogo de campo hace parecer muertas a las personas cuando aún no lo es-
(FETP Colombia, cohorte de 1995) tán. O sea, para darles educación al respecto y decirles que
82 Héroes de a pie

cuando vieran a un paciente con tanta diarrea, lo mejor era en Colombia (marzo 10 de 1991) en el puerto de Tumaco, al
llevarlo al médico. suroeste del país, se han querido describir algunos hallaz-
Eso fue como a mediados de 1991. Yo había tenido que gos epidemiológicos teniendo en cuenta que aún la epide-
desplazarme a Jambaló porque el cólera ya había avanzado mia muestra una curva ascendente en varios sitios y por
hacia el Cauca y el Chocó, y alguien había dado la alerta. esto no puede establecerse ninguna conclusión final.
El director del hospital no tenía ni idea de la epidemia. Hasta el 20 de marzo de 1992 se habían informado
Parece que el que hizo la llamada fue un muchacho, tal vez 17.673 casos de cólera, de los cuales el 95 % estaban en los
el mensajero. Repartir la correspondencia del hospitalito 12 departamentos costeros, incluyendo la isla de San An-
de un pueblo minúsculo no debía ser algo muy demandan- drés, los cuales tienen el 49 % de la población colombiana
te. Como que el joven no tenía mucho que hacer, aprove- La enfermedad se diseminó siguiendo tres rutas princi-
chaba la desocupación y era muy inquieto. Entonces se pales: los océanos y los ríos Magdalena y Cauca, pero se
ponía a revisar a la gente que consultaba, y leía las cosas presentaron casos aislados en sitios donde la enfermedad
que mandaba el Ministerio de Salud. no ha ocasionado un problema importante de salud públi-
Parece que gracias a esa lectura fue que se percató de ca y generalmente se trataba de personas que ingirieron el
que, por presentarse la diarrea en personas de todas las Vibrio cholerae en un sitio ya afectado y fueron a enfermar
edades y no solo en niños, podía tratarse de la epidemia a otro.
de cólera. El comportamiento de la enfermedad, hasta el momen-
Nunca supimos con seguridad si él había sido el de la to, es el referido para situaciones de epidemia, en las cua-
alerta, pero el hecho es que cuando llegamos a Jambaló les se afectan todas las edades y no tiene preferencia por
nos dimos cuenta de que el director del hospital no estaba sexo.
enterado de la situación. Entonces casualmente llegó este […]
personaje y nos dijo que justo en ese momento estaban ve- Para el 20 de marzo de 1992, desde Tumaco se habían
lando a aquel hombre que resucitamos. notificado 2.090 casos, de los cuales 137 (7 %) se confir-
Eso como que sirvió: el centro de salud comenzó a lle- maron bacteriológicamente en el laboratorio de Microbio-
narse de gente con diarrea. logía del INS; 867 (47 %) fueron hospitalizados); 24 perso-
nas fallecieron, (letalidad 13 por 1.000), en su mayoría por
Fabio Rivas Muñoz no haber conseguido atención médica debido a las con-
siderables distancias que se debe recorrer y a los costos
elevados del transporte acuático.
… Luego de un año de confirmado el primer caso de cólera […]
Cuando Colombia montó en cólera 83

La totalidad de los casos en Salahonda, 72, fueron con- entonces casi 2.000 casos registrados y la mayoría eran
firmados bacteriológicamente y se manejaron en el peque- del Urabá.
ño puesto de salud; no se presentó ningún fallecimiento a A la región atlántica del país el cólera posiblemente in-
pesar de la grave deshidratación con que llegaron muchos gresó por la pequeña franja chocoana sobre ese océano, ya
de ellos. que en esta zona hay un importante intercambio comer-
Dada la movilidad de las personas impuesta por el co- cial con el Urabá antioqueño por vías fluvial y marítima.
mercio, a lo largo de la costa pacífica y las condiciones sani- Sin embargo, los ríos Cauca y Magdalena, que atraviesan
tarias en extremo deficientes, con carencia de adecuados el territorio nacional de sur a norte y mueven el comercio
sistemas de suministro de agua potable y de disposición entre muchas poblaciones ribereñas, también jugaron im-
de excretas, además de la pobreza de los habitantes, los portante papel en la diseminación de la enfermedad tanto
cuatro departamentos de esta región resultaron afectados al interior del país como a la costa norte.
en un lapso aproximado de 90 días. […]
[…] Durante el primer año de epidemia en el país se diag-
… hasta el 20 de marzo de 1992 […], el 66 % del total de nosticaron 872 casos en departamentos no costeros; To-
casos en Colombia, estaba en la costa pacífica; esta zona lima, Santander, Huila y Amazonas muestran las cifras
llevaba el peso del 78 % de las muertes ocasionadas por mayores…
cólera en todo el país.
En el departamento de Nariño se han presentado las Biomédica
más elevadas tasas de ataque, siendo El Charco, pequeña (julio-octubre, 1992) 4
localidad de 20.000 habitantes, el sitio con la más alta del
país hasta ese momento (4,5 %).
La costa atlántica comienza a afectarse alrededor del Hicimos un recorrido parecido al de Florentino Ariza y
13 de agosto de 1991, cuando se confirma el primer caso Fermina Daza en El amor en los tiempos del cólera, pero al re-
en Turbo (Antioquia), población de aproximadamente vés.
80.000 habitantes, que muestra serias deficiencias en la Después de la epidemia en Tumaco, el Ministerio de Sa-
cobertura de servicios públicos. En poco tiempo, toda la lud y el Instituto Nacional de Salud se pusieron de acuerdo
región del Urabá antioqueño se hallaba contaminada. A la para alertar y fortalecer la atención en los hospitales de
Oficina de Desastres del Ministerio de Salud, hasta el 20 los municipios que estaban sobre el Magdalena. Prede-
de marzo (1992), se habían informado 1.031 casos y 7 fa- cíamos que la epidemia se iba a seguir difundiendo por el
llecimientos en Turbo. El departamento de Antioquia tenía río, porque tenía bastante tráfico y porque muchas de las
84 Héroes de a pie

poblaciones ubicadas en la hoya carecían de saneamiento


básico.
En esa comisión participamos dos funcionarios del Mi-
nisterio y yo. Comenzamos en Barrancabermeja y llega-
mos hasta Plato, Magdalena. Íbamos de municipio en mu-
nicipio, hablando con alcaldes, directores de hospitales y
trabajadores de atención primaria, mostrándoles cómo se
debían disponer las salas de cólera, enseñando el manejo
de la enfermedad, la fabricación de los catres y técnicas
para la esterilización del agua y la disposición de excretas.
Llevábamos con nosotros una foto del tipo de catre que
se necesitaba para los pacientes enfermos. Era muy senci-
llo: cuatro palos y cuatro travesaños sobre los que se ponía
una lona que aguantara el peso de un adulto. En el centro
de la lona, un hueco, y abajo del hueco, un balde con hipo-
clorito, más o menos hasta la mitad.
En las salas de cólera los pacientes estaban alineados,
y contaban con un ejército de personas que iban de cama
en cama levantando el balde cada vez que se llenaba y lle-
vándolo a un sitio adecuado. Para estar protegidos de la
enfermedad, las personas que estaban en contacto con los
pacientes debían tomar una pepita de tetraciclina todos los
días. Pero, igual, hubo funcionarios de salud que se enfer-
maron. De hecho, uno de los primeros enfermos fue un Cartilla sobre el cólera preparada en el Instituto
Nacional de Salud durante la epidemia de 1991. La
experto en diarrea y deshidratación, con doctorado y todo, carátula muestra la emblemática ilustración de la
enviado por la Universidad del Valle. Muerte repartiendo agua en Londres a mediados
La mayoría de los sitios que visitábamos no contaban del siglo XIX.
con acueducto ni alcantarillado, o los tenían pero en condi-
ciones muy precarias. Mucha gente tomaba el agua direc-
tamente del Magdalena. Por eso enseñábamos la técnica
Cuando Colombia montó en cólera 85

que la Organización Panamericana de la Salud recomen- Se lo está llevando el río, y este pueblo se va a incendiar
daba para esterilizar el agua sin necesidad de hervirla. Re- porque esta gente no tiene más nada que hacer.
cuerdo que había que echarle primero acetato de aluminio, Para él era mucho más importante ese problema que
que es un compuesto que precipita la tierra y extrae el ba- cualquier amenaza del cólera. Eso se me quedó grabado.
rro, y una vez que el barro se ha asentado en el recipien- Otra cosa que recuerdo son las historias de los trabaja-
te, se añade hipoclorito de sodio. En los lugares donde la dores de salud, de su día a día. Vivían a la orilla del río y lo
población no tenía ni inodoro ni letrina, recomendábamos usaban como medio de transporte para todo. Iban a hacer
que, por lo menos, hicieran huecos en la tierra para ente- jornadas de vacunaciones y regresaban con frecuencia a
rrar las excretas. la media noche, a veces de milagro. Tenían que convivir
Estuvimos como un mes continuo sin volver a Bogotá. con la guerrilla y negociar para poder hacer su trabajo.
Usábamos el transporte público de la región —casi siem- Un día llegamos a un pueblo que se llama Morales, en
pre, lanchas con motor fuera de borda— para ir de un mu- Bolívar. No sabíamos cuándo había sido el último ataque
nicipio a otro. Dormíamos al llegar a cada pueblo, trabajá- de la guerrilla, pero nos bajamos de la lancha en el muelle,
bamos durante el día, seguíamos por la tarde al siguiente, y cuando subimos el barranco del río lo primero que vimos
y así sucesivamente. fue una pared, no sé si de la alcaldía o de qué, acribillada
Me gustó y disfruté mucho ese viaje, los paisajes, las a tiros, llena de los huecos de la última balacera. Esos pro-
selvas y las serranías que se veían desde el río. La gente fesionales vivían en pleno teatro de guerra. A veces los
estaba muy interesada en este y en muchos otros proble- paraba el ejército, y en el siguiente recodo, la guerrilla.
mas de salud pública. Los funcionarios de salud en rea- Al final, el pronóstico se cumplió. Los habitantes de la
lidad eran muy receptivos, y se les veía muy dispuestos región se desplazaban, y el cólera fue avanzando río abajo,
para enfrentar la amenaza. con intervalos de dos, tres, ocho días entre un pueblo y
Nunca se me olvida, sin embargo, nuestro encuentro otro. Me impresionó el compromiso de la gente que traba-
con el alcalde de Río Viejo, en Bolívar. Era un señor con jaba en atención primaria. En esos tiempos, los promoto-
una educación sanitaria muy básica. Le comentamos que res hacían un montón de cosas: ponían inyecciones, po-
venía el cólera, y el señor se nos quedó mirando. nían sueros... Uno no se imagina la capacidad de respuesta
—Yo no sé qué es esa vaina del cólera —nos dijo—, pero que tenían estas personas, ni la cantidad de vidas que se
el verdadero problema que nosotros tenemos en este pue- salvaron gracias a ellos.
blo es La Manigueta.
—¿La Manigueta, señor alcalde? Fernando de la Hoz Restrepo
—Sí, La Manigueta es el billar que está al lado del río.
86 Héroes de a pie

A finales de 1991, el cólera ya había llegado al Caribe. Allá,


en Usiacurí, Atlántico, conocí un caso que uso siempre
para la docencia en Epidemiología.
Cuando llegamos había un número relativamente bajo
de personas enfermas, pero claramente era un brote. Un
estudio de casos y controles nos permitió detectar que uno
de los tres pozos que surtían de agua al pueblo podría es-
tar implicado. Sin embargo, los intervalos de confianza nos
dejaban dudas. Mejor dicho, según los números, la proba-
bilidad de que estuviéramos acertando no era alta.
Pero yo les digo a mis alumnos: “Miren, la estadística no
es epidemiología. La estadística es una herramienta que
ayuda a la epidemiología”.
Los números como tales no daban para afirmar con
tranquilidad que ese pozo estaba contaminado; nos mos-
traban una asociación. Pero en epidemiología a veces se
toman decisiones aun cuando no se tengan certezas.
Entonces le dijimos al alcalde que se debían tomar unas
muestras para saber si había o no había Vibrio cholerae en
el pozo. En esa época, los resultados de unas muestras po-
drían tardarse dos semanas.
—Mientras tanto —le dije— tiene que cerrar esa vai-
na. No podemos esperar con el pozo abierto dos semanas,
siendo el presunto implicado. Hay que cerrarlo, ponerle
una tapa para que no vuelvan a tomar agua de ahí, y ver
qué pasa con la epidemia.
Eso significaba un gasto para el municipio. Había que
seguir garantizando el suministro de agua a la población Aspecto de una ranchería en La Guajira en 1992
que se surtía de ese pozo, y eso había que hacerlo con ca- (Archivo particular de Cecilia Saad).
rrotanques o algún otro medio.
88 Héroes de a pie

Y bueno, justamente lo que se vio fue que se controló la reincorporé al Servicio Seccional de Salud de Nariño, luego
epidemia. A las dos semanas el resultado de las pruebas de cursar mi maestría en Epidemiología en la Universidad
en el agua muestreada confirmó que sí estaba el bacilo en del Valle. Por supuesto, en mi formación académica, los
el pozo. Si nos hubiéramos confiado en el dato estadístico, diez estudiantes del postgrado habíamos seguido la pan-
habríamos tenido nuevos casos. En epidemiología hay que demia de cólera día a día, guiados por nuestros mentores,
ir más allá de la estadística. los doctores Alberto Alzate y Gabriel Carrasquilla.
Algo así fue lo que hizo John Snow con el famoso pozo Estudiamos el cólera exhaustivamente, era una opor-
de Broad Street, en Londres, a mediados del siglo XIX. Él tunidad maravillosa para hacer los ejercicios de difusión
señaló en un mapa de la ciudad dónde se estaban presen- de brotes que habíamos leído en la Epidemiología de Gue-
tando los casos de cólera, y vio que tendían a concentrarse rrero, la de Kenneth Rothman, y en el sin igual “libro gordo
en los alrededores de la bomba de agua de esa calle. Sin de Petete”, como llamábamos al Desafío de la Epidemiología,
embargo, había excepciones: gente que vivía en un edificio la publicación científica 505 de la OPS, con sus 1.077 pá-
cercano y no había enfermado, así como gente que vivía ginas, en la que reprodujeron el texto donde John Snow
relativamente lejos pero había muerto. narra su investigación sobre el cólera.
Por eso Snow se tomó la molestia de hacer trabajo de Para entonces, los equipos del Ministerio de Salud y
campo: se fue a entrevistar a la gente del edificio y a los el Instituto Nacional de Salud en los que participaban los
familiares de los difuntos. Los del edificio le contaron que doctores Fabio Rivas y Fernando de la Hoz ya habían pa-
tomaban agua de un arroyo propio. Los familiares de los sado por Nariño, y ahora se encontraban siguiendo la epi-
muertos que vivían lejos le dijeron que se habían trastea- demia por la costa atlántica y el curso del río Magdalena.
do, pero anteriormente vivían cerca de Broad Street. En Nariño, a pesar de los esfuerzos realizados, la en-
Luego les comentó sus hallazgos a las autoridades. De- fermedad se había difundido por los diez municipios de
cidieron retirar el mango de la bomba, y las muertes se re- la costa pacífica, los del piedemonte costero y otros de la
dujeron. El hombre salvó muchas vidas. Y pues, de alguna zona andina, y fue mi amigo Oswaldo Coral Guerrón (q. e.
manera, casi un siglo y medio después, las seguía salvando p. d.), quien coordinando al equipo territorial enfrentó la
en Colombia. epidemia en sus inicios.
En 1992, el doctor Vicente Vallejo Caipe era el jefe de
Fabio Rivas Muñoz Epidemiología, y yo, el jefe de Vigilancia Epidemiológica
del Servicio Seccional de Salud. Entre mis funciones es-
taba reportar los eventos de notificación semanal obliga-
Fue por allá a mediados de 1992 cuando llegué a Pasto y me toria. Uno ellos el cólera, así que semanalmente, luego de
Cuando Colombia montó en cólera 89

consolidar los casos a mano en esos libros grandes que las Mi trabajo también implicaba desplazarme a los muni-
secretarias usan para registrar oficios y que aún conservo, cipios para apoyar la investigación de los brotes de cólera,
me dirigía a las oficinas de Telecom, cerca de la plaza de que prácticamente se presentaban todas las semanas en
Nariño en Pasto, a enviar el respectivo telegrama, que más el departamento de Nariño. Aprendí mucho en esos años,
o menos decía así: pero atesoro dos historias: una que me enseñó que los tí-
tulos académicos no reemplazan la experiencia en el te-
PASTO NARIÑO 19 DE ABRIL DE 1992 rreno, y otra que me mostró que la epidemiología de cam-
po no arroja resultados si no se tienen curiosidad, deseo de
DR RENE GRANADOS aventura y cierta vocación para el sacrificio.
OFICINA DE EMERGENCIAS Y DESASTRES El valor de la experiencia lo ratifiqué en una investiga-
MINISTERIO DE SALUD ción de campo que hicimos con Alfredo Omar Tello, jefe
CALLE 16 # 7-39 PISO 9 OFICINA 902 de técnicos de Saneamiento del departamento. Alfredo
BOGOTA tendría entonces no menos de diez años de experiencia,
y estábamos investigando una de las camaroneras de Tu-
INFORMO MUNICIPIOS CASOS CÓLERA PUNTO SEMANA maco, donde se sospechaba que estaba la fuente de uno de
EPIDEMIOLÓGICA NUMERO 4 PUNTO TUMACO 98 CASOS PUNTO tantos brotes.
SANTA BARBARA 1 CASO PUNTO MOSQUERA 4 CASOS PUNTO LA Luego de presentarnos y hacer una inspección del lu-
TOLA 22 CASOS PUNTO BARBACOAS 6 CASOS PUNTO ROBERTO gar, así como de recoger información con los trabajadores,
PAYAN 2 CASOS PUNTO EL CHARCO 8 CASOS PUNTO MAGUI PAYAN me dirigí a él y le dije con cierta autoridad (finalmente, yo
10 CASOS PUNTO era el jefe de Vigilancia Epidemiológica, con una maestría
recién terminada y conocedor del Vibrio cholera, sus cepas,
CORDIALMENTE serogrupos, modo de transmisión, período de incubación
JUAN CARLOS VELA SANTACRUZ etc., etc., etc.):
JEFE VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA —Al parecer, todo está bien, todo muy limpio y ordena-
SERVISALUD NARIÑO do. Aquí no está la fuente. Investiguemos otro lugar.
Yo había hecho las encuestas y preguntado si algún
miembro de la tripulación había enfermado, estaba con in-
El telegrama lo escribía en la oficina, y luego se lo dictaba a capacidad médica o si en sus familias se habían presenta-
la señorita que desde el otro lado de la ventanilla lo copiaba do casos en las últimas dos semanas, y la respuesta había
textualmente… Así era en esos tiempos. sido negativa.
90 Héroes de a pie

—Doctor Vela —me dijo Alfredo—, yo creo que debe- llegaron más. Me dijo que, en total, eran doce personas de
mos investigar más a los manipuladores. varias edades las que habían sido atendidas en el hospital,
No muy convencido, acepté tomar exámenes a los ma- todas de la misma comunidad indígena. Cuatro aún esta-
nipuladores de alimentos. Y resultó que tres de veinte tra- ban hospitalizadas. Las entrevistamos y nos dieron deta-
bajadores salieron positivos. Eran portadores asintomáti- lles, entre otros, de su lugar de su residencia: los Nulpes.
cos. Ahí estaba el foco. Jamás olvidé esa lección. No había más: teníamos que desplazarnos y hacer la
Todos los brotes nos enseñaban algo. Fue así como, investigación de campo. Nuevamente, y esta vez acompa-
después de investigar muchos casos y caminar muchos ñado de la médica rural, el técnico de saneamiento y un
senderos, me convertí en un epidemiólogo de campo, de guía de la misma comunidad awá, partimos para el monte.
aquellos de la chancletica rota que hoy forma con éxito el No habían pasado más de cinco horas de camino cuan-
Instituto Nacional de Salud. do la espesura de la montaña se hizo más agreste. El guía
El otro recuerdo que atesoro fue un viaje a pie durante awá, un indígena bajito y corpulento, mantenía su paso, y
cinco días por los Nulpes altos y medios, una zona selvá- era cada vez más difícil seguirlo con la mirada. Estába-
tica de Ricaurte, un municipio de Nariño fronterizo con el mos agotados. Imaginé que, si nos perdíamos, nos pasa-
Ecuador. ría lo que le pasó a Arturo Cova y sus compañeros en La
—Doctor Juan Carlos —me dijo el doctor Vicente Va- vorágine, de José Eustasio Rivera, y recordé la frase final
llejo, jefe de la Sección de Epidemiología del Servicio Sec- de su obra, que decía: “Hace seis meses búscalos en vano
cional de Salud de Nariño—, este brote lo investiga usted. Clemente Silva. Ni rastro de ellos. ¡Los devoró la selva!”.
Y yo, sin objetar la orden —a lo que ya estaba acos- Entonces hablamos con el guía y le explicamos la situa-
tumbrado—, fui a casa, alisté mi maleta y mi guía para el ción. Desde ese momento, no se separó de nosotros ni por
manejo del cólera, que era un documento del Instituto Na- un instante.
cional de Salud llamado Cólera: serie de notas e informes En la tarde del primer día llegamos a la primera pobla-
técnicos No. 19, que aún guardo con cuidado, y salí para ción: La Esperanza. Era un caserío de pocas casas, en me-
Ricaurte. Siempre era una incógnita saber cuánto demo- dio del bosque, habitado por los awá, muy pobre, lleno de
raría. niños barrigones que nos empezaron a seguir de lejos en
En el hospital de esta localidad me reuní con una médi- cuanto nos vieron. El guía nos llevó a una casa construida
ca rural, muy juiciosa, quien me dio detalles de los pacien- sobre cuatro palos, con una sola habitación. El piso estaba
tes. El primero, un hombre ya de edad que había llegado cubierto por una estera. Ahí estaba la cocina y su fogón de
en muy mal estado hacía dos semanas. Recuerdo que su leña. Algunas personas sentadas en el piso nos saludaron.
apellido era Pai, muy frecuente en la etnia awá. Después Nuestro guía habló con ellos en su dialecto, el awapit, les
En septiembre de 1992, funcionarios de las entidades de salud de
La Guajira reciben instrucciones antes de salir al terreno a realizar
una encuesta sobre factores de riesgo de cólera en Riohacha
(Archivo particular de Cecilia Saad)..
92 Héroes de a pie

informó el motivo de nuestra presencia, y luego empeza- los Nulpes en tierra colombiana. Después de allí, el próximo
ron a hablar en nuestro idioma. poblado estaba a muchos días de camino, en el Ecuador,
Así nos enteramos de que por allí habían pasado en las aunque por esos lugares los países no tienen fronteras.
últimas semanas algunos enfermos con diarrea que ve- En Quendí nos contaron que hacía un poco más de tres
nían del Nulpe Alto, y que iban rumbo al hospital de Ri- semanas, un hombre había enfermado gravemente de dia-
caurte, y que allí mismo también habían enfermado un se- rrea, que lo habían tenido que llevar hasta el hospital de Ri-
ñor y su hijo, que ya habían sido atendidos en el hospital y caurte porque no se curaba con los remedios que le había
regresado curados. dado el viejo curandero.
Ya en la noche, después de aceptar un plato de bienes- —Se lo llevaron sus dos hijos, y aún no ha regresado.
tarina muy caliente, colgamos nuestros toldillos, tendimos Luego supimos que era el señor Pai, el primer paciente
las bolsas de dormir sobre la estera (el morral era la almo- que atendió la médica rural en Ricaurte. Habíamos encon-
hada), y dormimos muy profundamente en esa casa, en trado el caso índice. Pero el señor Pai nunca había salido
compañía de ocho o diez personas. de su pueblo, ni tampoco había casos entre los indígenas.
Al día siguiente reunimos a la comunidad para ense- Entonces ¿cómo había llegado el cólera allí?
ñarles las medidas básicas de prevención contra el cólera. Luego de preguntar y preguntar, curiosidad inherente
Casi todas las personas eran mujeres y niños, porque los a nuestra profesión de epidemiólogos, averiguamos que
hombres habían salido muy temprano a trabajar al monte. por los días en que enfermó el señor Pai habían pasado
La historia fue similar los siguientes dos días. Camina- por ahí unos misioneros —los únicos que se atrevían a lle-
mos por la tierra de los osos de anteojos, pero no los vimos. gar a esos lugares— que venían del Ecuador, y que uno de
—Mala suerte —dijo el guía—. Por aquí abundan. ellos estaba enfermo, con “mal de estómago”, por lo que no
Pasamos por Las Vegas, San Luis y El Hojal. En todas se quedaron mucho tiempo. Ese misionero fue para noso-
esas poblaciones nos contaban lo mismo: que por esos lu- tros el primer caso de ese brote.
gares pasaban enfermos que venían de lo más alto del bos- Un día después, regresamos por el mismo camino que
que, y que luego de dos a cinco días (el periodo de incuba- recorrió el cólera dejando su huella, por aquellos lugares de
ción del cólera) se presentaban casos en esas localidades. inmensa belleza donde nacen los ríos.
Nos dijeron que algunos se iban para Ricaurte y otros se
habían curado con yerbas y bebedizos de los curanderos Apuntes de Juan Carlos Vela Santacruz
del lugar. Jefe de Vigilancia Epidemiológica del Servicio
No podíamos parar. Teníamos que identificar de dónde Seccional de Salud de Nariño en 1992.
venían. Finalmente llegamos a Quendí, el último caserío de Epidemiólogo de campo ad honorem (2014)
Cuando Colombia montó en cólera 93

… En Colombia, aproximadamente 30.000 casos de cólera información sobre el cólera en la comunidad, evaluar los
(aproximadamente 1 por 1.000 habitantes) y 500 muertes efectos de la campaña de educación para la salud en el co-
por cólera se notificaron al Ministerio de Salud entre el 5 nocimiento, las actitudes y las prácticas de las personas,
de marzo de 1991 y el 1.º de septiembre de 1992. Las tasas e identificar los factores de riesgo de transmisión del có-
de casos en las zonas costeras, sin embargo, fueron a me- lera...
nudo mucho más altas que las que se encontraron común-
mente en el interior. Una de estas áreas costeras, el depar- Boletín de la Organización Panamericana de la Salud (1993) 5
tamento de La Guajira, en la península de Guajira, reportó
3.000 casos entre sus 320.000 habitantes en el mismo
período, lo que indica una tasa casi 10 veces superior a la Cuando el artículo sobre el estudio del brote de cólera en
que prevalece a nivel nacional. Riohacha de 1992 salió publicado en el Boletín de la Organi-
La capital del departamento de La Guajira, la ciudad zación Panamericana de la Salud, me sentí satisfecha. Tenía
portuaria de Riohacha, informó sobre más de 500 casos varios motivos: era un boletín internacional; demostraba
de cólera entre sus 68.000 habitantes entre el 1.º de no- que la metodología del Programa de Adiestramiento Avan-
viembre de 1991 y el 1.º de septiembre de 1992. zado en Epidemiología Aplicada, el PAAEA, era útil para
La epidemia de Riohacha llevó a los funcionarios loca- las comunidades, la salud pública y para nosotros como
les de salud a lanzar una campaña masiva de educación profesionales de la salud; y era el primer artículo que, con
en salud en todo el departamento. Este esfuerzo, modela- la tutoría presencial de los CDC, era producto del accio-
do en campañas de inmunización, utilizó voluntarios para nar integrado de residentes del programa en el Instituto
educar al público sobre la prevención y el tratamiento del Nacional de Salud y de funcionarios a cargo de vigilancia
cólera. Se registró que cerca de 15.000 hogares (el 34 % de epidemiológica en la Secretaría Municipal de Salud de Rio-
todos los hogares del departamento de La Guajira) fueron hacha.
visitados a mediados de junio. Para ese entonces, yo había hecho estudios de Medici-
A principios de septiembre, un equipo de investigación na y una maestría en Salud Pública, por lo que tenía cono-
de campo del Programa de Adiestramiento Avanzado en cimiento sobre los diferentes tipos de estudios epidemio-
Epidemiología Aplicada (una empresa de colaboración del lógicos. Pero la materialización de la teoría en un trabajo
Instituto Nacional de Salud de Colombia, los Centros para de campo, plasmado en un documento técnico-científico,
el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados realmente fue una experiencia enriquecedora que com-
Unidos y funcionarios del Ministerio de Salud local) realizó promete mi gratitud con el programa.
estudios en Riohacha para describir la epidemia, obtener En marzo de 1992, como preparación para iniciar el
94 Héroes de a pie

PAAEA, seis profesionales del área de la salud nos había- Víctor Cárdenas se presentó con nosotros, habló sobre
mos trasladado a Cali para tomar un curso de Epidemiolo- el programa de entrenamiento, respondió a inquietudes y
gía en la Universidad del Valle. De estos seis profesionales, preguntó:
tres éramos funcionarios del Instituto Nacional de Salud. —¿Qué epidemias hay actualmente en Colombia?
Estando allá, el doctor Máncel Martínez, que entonces era Hablamos de cólera, de cómo había empezado, de su
el coordinador del grupo de Vigilancia Epidemiológica del magnitud, de cómo se había propagado y del brote en La
Instituto Nacional de Salud, nos anunció que los CDC ha- Guajira. Seguidamente contactamos telefónicamente a
bían dado respuesta positiva para dar inicio al programa Martha Linero, quien era la jefe de Epidemiología de la Se-
de entrenamiento. cretaría Departamental de Salud del departamento, quien
Marcela Varona, médica toxicóloga del grupo de Salud nos suministró más información.
Ambiental del Instituto; Máncel Martínez, médico salubris- Desde entonces mantuvimos contacto telefónico per-
ta, y yo regresamos a Bogotá para recibir al doctor Víctor manente con la Secretaría Departamental de Salud de La
Cárdenas, destacado epidemiólogo mexicano, doctorado Guajira. Brindábamos recomendaciones, identificábamos
en Epidemiología en la Universidad de Emory, de Estados necesidades de asesoría técnica e indicábamos con quié-
Unidos, escogido por los CDC para brindarnos entrena- nes necesitábamos conversar al llegar a Riohacha, pues
miento en epidemiología de campo. Que el profesional se- cuando uno llega al sitio de los acontecimientos debe re-
leccionado para realizar las tutorías hablara español era unirse de inmediato con los líderes locales: gobernador,
una ventaja; sin embargo, al comienzo tuve dificultad para alcalde, autoridades de salud, de ambiente, líderes comu-
entenderle por la rapidez con que vocalizaba. nitarios y las demás reparticiones gubernamentales invo-
En la sede del Instituto Nacional de Salud se adecuó una lucradas.
sala para el programa. Estaba ubicada donde actualmente Víctor nos enseñó los pasos a seguir durante el entre-
queda la dirección de Vigilancia y Análisis del Riesgo en namiento, cómo se hace la investigación de un brote y qué
Salud Pública. Inicialmente no la usamos mucho, porque metodología usar. Antes de desplazarnos a Riohacha, nos
la idea era comenzar de una vez con el trabajo de campo, y informamos sobre todo lo relacionado con el cólera, el bro-
posteriormente regresar para terminar la sistematización te que se estaba presentando y las condiciones del lugar:
de la información recogida en terreno, analizarla y produ- el clima, la cantidad de casos y muertes, los signos y sínto-
cir el respectivo informe del estudio del brote. La moda- mas que presentaban los pacientes, detalles de cómo des-
lidad del programa es aprender haciendo. No son clases plazarnos en terreno, itinerarios de vuelos… En la epide-
magistrales, sino presenciales y, por lo reducido del grupo, miología de campo uno termina volviéndose experto en el
prácticamente personalizadas. conocimiento de la enfermedad que va a investigar, como
Cuando Colombia montó en cólera 95

también en aspectos administrativos y logísticos, porque croquis. Sectorizamos la ciudad, armamos equipos y nos
esos pequeños detalles pueden afectar la realización efi- distribuimos el trabajo. Los técnicos conocían bien Rioha-
ciente de una investigación. cha y sabían por dónde pasaban los arroyos, dónde esta-
Nos preparamos y con inmediatez viajamos a Riohacha ban los caños y solares, y cuáles eran las zonas por las que
Víctor Cárdenas, Marcela Varona y yo. Al llegar se reali- podíamos pasar.
zaron reuniones con los estamentos gubernamentales y Teniendo en cuenta los formularios enviados desde los
comunitarios. Escuchamos sus informaciones y relato so- CDC, así como también los vocablos y expresiones autóc-
bre lo ocurrido, las medidas tomadas, los resultados ob- tonas de la comunidad y los contenidos de la capacitación
tenidos, las acciones pendientes por realizar, así como las realizada sobre prevención y control del cólera, diseñamos
necesidades y recursos disponibles. Igualmente se planteó nuestros instrumentos de recolección de datos. El secre-
el trabajo que se iba a realizar, sus objetivos, necesidades tario de salud, su equipo técnico y los trabajadores de la
de apoyo y, finalmente, se solicitó la colaboración de las salud que conocían bien la idiosincrasia de su gente contri-
autoridades locales y de la comunidad en general. buyeron para que las preguntas formuladas fueran com-
Víctor contactó a los CDC para que nos enviaran for- prensibles y no indujeran la respuesta.
mularios de encuesta usados en estudios de enfermeda- Realizamos un muestreo por conglomerados. Seleccio-
des diarreicas agudas u otras epidemias similares. Inda- namos manzanas por muestreo aleatorio simple y vivien-
gamos sobre términos comunes de salud utilizados por la das por muestreo sistemático. Al iniciar, ya sabíamos en
comunidad. Por ejemplo, si le daban otro nombre al cólera, qué casas íbamos a hacer la encuesta. En cada vivienda
qué nombre le daban, y qué hacían para prevenirlo y con- se entrevistaba al ama de casa o, en su defecto, a otra per-
trolarlo. La gente siempre usa la medicina tradicional. sona mayor de quince años que estuviera a cargo de los
Los objetivos de la investigación fueron describir la epi- niños. Si no, había que volver nuevamente. Cuando en una
demia en Riohacha, para lo cual se realizó un estudio des- vivienda se encontraba más de una familia, se hacía un
criptivo; evaluar el efecto de la Operación Barrido, nombre sorteo para determinar a cuál íbamos a encuestar. Cuan-
que les dieron a las actividades de educación masiva reali- do la casa estaba desocupada o correspondía a un solar,
zadas por las autoridades de salud en junio de 1992 para el pasábamos a la siguiente. Siempre avanzábamos por cada
control de la epidemia; e identificar y cuantificar, mediante manzana en el sentido de las manecillas del reloj.
un estudio de casos y controles, el efecto de los factores de Antes de comenzar, hicimos una prueba piloto del ins-
riesgo para la transmisión del cólera. trumento de recolección de datos para asegurarnos de que
Trabajamos con los técnicos de saneamiento ambiental. la gente iba a entender las preguntas. Luego hicimos los
Utilizamos mapas y, donde no los había, elaborábamos un ajustes y la aplicación de la encuesta. Indagamos datos de
96 Héroes de a pie


Esta epidemia nos mostró
la importancia que tiene la
población local en la atención
de un problema de salud.

Fabio Rivas Muñoz
Cuando Colombia montó en cólera 97

identificación de la vivienda y de la persona entrevistada; historias clínicas de las personas que habían sido atendi-
de dónde tomaban el agua, la cantidad disponible, su uso das por cólera en el Hospital Nuestra Señora de los Reme-
y manejo; el tipo, preparación y manipulación de alimen- dios. Se realizó un estudio de casos y controles, y los re-
tos; lavado de manos; conocimientos sobre el cólera, su sultados mostraron que había una mayor probabilidad de
prevención y control; disposición de basuras y excretas; contraer cólera si se tomaba agua del acueducto que si se
presencia de casos de cólera, de diarrea o de muertes en el tomaba en bolsa o de otra fuente. Con esos resultados, se
hogar por esta causa, entre otros aspectos. recomendó al acueducto que tomara las medidas corres-
Para aplicar la encuesta, tocábamos la puerta de la vi- pondientes para solucionar este problema.
vienda y saludábamos de manera amable y cortés. Procu- El artículo salió publicado al año siguiente, cuando me
rábamos ganar la confianza de las personas. Nos identifi- había retirado del programa por la designación como jefe
cábamos y explicábamos el propósito de la encuesta. En- de la división de la Red Nacional de Laboratorios del Insti-
contramos una población muy colaboradora. De hecho, el tuto Nacional de Salud, tras una reestructuración de la en-
problema a veces era que, en las casas donde vivían varias tidad que debía ser implementada a la brevedad. La publi-
familias, todas querían ser partícipes de la encuesta. cación tuvo mucho significado para mí como profesional
Habíamos llegado a Riohacha en una época lluviosa. de la salud. Ella fue como la punta de lanza para mostrar
Las calles estaban encharcadas y en las alcantarillas rebo- la utilidad y los aportes del programa de entrenamiento en
saban las aguas negras. El agua del acueducto de la ciu- epidemiología de campo para la salud pública del país.
dad estaba contaminada. La red del acueducto era de tu- En 1995 retomé mi entrenamiento, y lo finalicé en 1997.
bos metálicos, muy antigua, y estaba llena de filtraciones. En ese periodo realicé, junto con otros profesionales, nue-
Las aguas negras se mezclaban con el agua potable, había vos estudios de brotes, que también fueron publicados en
problemas de abastecimiento y hacía mucho calor. revistas nacionales e internacionales, y presentados en
Tipo cuatro de la tarde, los encuestadores entregaban eventos académicos. La capacitación recibida me permi-
las encuestas realizadas al líder de cada grupo. Se revisa- tió el abordaje técnico y eficiente de nuevas funciones, y
ban, se verificaba su total diligenciamiento y la calidad y me dio herramientas para responder a los compromisos
consistencia de los datos. En algunos casos, se solicitaba profesionales durante mis siguientes años en el Instituto
volver a las casas para completar o tomar los datos fal- Nacional de Salud.
tantes o inconsistentes. Procurábamos que a las seis de la
tarde todas las encuestas estuvieran listas y organizadas Cecilia Saad
para su sistematización en horas de la noche. Epidemióloga de campo
Otra parte de la investigación consistió en revisar las (FETP Colombia, cohorte de 1997)
98 Héroes de a pie

… los países de América Latina notificaron casi un millón Fueron como tres años dedicados casi ciento por ciento
(948.429) de casos de cólera entre 1991 y 1993. Murieron a la atención de la epidemia de cólera. En 1993, por fin,
7.955 de los afectados, con lo que se obtiene una tasa de hubo un quiebre. Habíamos pasado de tener unos quince
letalidad general de 0,8 %. En 1993 se notificaron 204.524 mil casos y alrededor de doscientas muertes por año a te-
casos; de ellos, 1.558 fallecieron, lo cual también corres- ner solo 230 casos y apenas cuatro muertes.
ponde a una tasa de letalidad de 0,8 % […]. Desde los co- Pero fue una etapa que disfrutamos bastante. Nos
mienzos de la epidemia, el Perú ha notificado el mayor nú- mantuvimos activos y estudiando permanentemente, y
mero de casos de cólera al año y, hasta 1993, la incidencia nos volvimos muy compinches de los médicos que aten-
más alta de la enfermedad. Sin embargo, en 1993 Guate- dían los casos, pues entendíamos sus dificultades y las
mala notificó la mayor incidencia y ocupó el tercer lugar condiciones de esos hospitalitos, que no tenían nada y, sin
entre los países con el mayor número de casos en la Re- embargo, de repente les llegaban diez pacientes shockea-
gión. El Brasil, como la mayor parte de los países centroa- dos por cólera, y ellos solos ahí, con una enfermera y un
mericanos, también notificó un aumento anual progresivo odontólogo. ¡Es que hasta a los odontólogos les tocó aten-
del número de casos… der casos de cólera!
Durante el mismo período se notificaron tendencias Me acuerdo de un doctor Martínez, que trabajaba en el
descendentes en varios países suramericanos, como ilus- puesto de salud de Bocas de Satinga, como cuatro horas al
tran los ejemplos de Perú y Bolivia, que son bastante típi- norte de Tumaco. No dejó morir a un solo paciente.
cos. La tendencia descendente más marcada se registró —Sería un crimen que dejáramos morir a este man
en Colombia, donde se notificaron 15.129 casos en 1992 y después de todo el sacrificio que hizo la familia para traer-
solo 230 en 1993… lo hasta aquí —decía.
Entonces motivaba a la enfermera y a los auxiliares:
Revista Panamericana Salud Pública —¡A toda costa los vamos a salvar!
(febrero, 1997) 6 Era un tipo orgulloso de ser médico. Todo era un desa-
fío para él. “A este negro lo salvo por que lo salvo”, decía,
y él mismo canalizaba al paciente, le cogía dos venas, una
Hubo un tiempo en el que yo me bajaba de un avión y mi en un brazo y otra en el otro… Y es que ahí tocaba así, sin
esposa estaba esperándome en el aeropuerto con otra ma- esperar a ver si la enfermera estaba desocupada. Todo
leta con ropa limpia porque yo inmediatamente tenía que el mundo tenía que estar trabajando. Por eso fue que, un
subirme a otro avión. Apenas alcanzaba a saludar a mis tiempo después, el Ministerio de Salud lo contrató para que
hijas, y arrancaba para otro lado. enseñara sobre el manejo del cólera.
Cuando Colombia montó en cólera 99

Siento que, en general, no se ha reconocido la labor de biéramos contado en las regiones con una red más amplia
los médicos generales que estaban haciendo su práctica de personas formadas en epidemiología aplicada. Lasti-
rural durante los años de esa epidemia. Salvaron mucha mosamente, el programa de adiestramiento apenas estaba
gente. Fue heroico el esfuerzo que hicieron los colegas en naciendo en el Instituto Nacional de Salud.
medio de unas condiciones tan duras. Aun así, creo que el trabajo de epidemiología de cam-
po ayudó, de manera indirecta, a salvar muchas vidas. Los
Fabio Rivas Muñoz entrenamientos para que las comunidades se prepararan y
las investigaciones que nos llevaron a identificar los facto-
res de riesgo y a recomendar que se corrigieran ayudaron
La epidemia de cólera mostró fortalezas y dejó al descu- a disminuir el impacto de la epidemia. Es difícil de cuanti-
bierto debilidades del Sistema Nacional de Salud. La ca- ficar, pero sin duda mucha gente no se enfermó o se recu-
pacidad de respuesta, especialmente en el nivel nacional, peró oportunamente gracias a ese esfuerzo.
fue destacable. Estábamos ante una emergencia de salud
pública grande e inevitable, pero se respondió de manera Fernando de la Hoz Restrepo
rápida a la amenaza.
La investigación en las entidades públicas fue muy
valiosa. En el Instituto Nacional de Salud nadie conocía el
cólera, pero contar con personas que tenían una elevada
preparación académica y larga experiencia en microbio-
logía hizo posible que en una semana se tuviera la capaci-
dad para transportar y confirmar pruebas en laboratorio.
El papel que jugó el Grupo de Microbiología del Instituto en
esta epidemia fue fundamental.
Las debilidades las observamos principalmente en el
nivel local. Quizás la mitad de los municipios tenían difi-
cultades para atender emergencias de esta índole y para
hacer el diagnóstico de una nueva enfermedad. En ese
momento, la mayoría de los profesionales de la salud que
tenían alguna formación en epidemiología estaban en las
grandes ciudades. Las cosas habrían salido mejor si hu-
Dializador (Kue Lee, Pexels)
06
Juntos...
y revueltos
Una investigación realizada
en Bucaramanga documenta,
por primera vez en la
literatura científica, la
transmisión del VIH en una
unidad de diálisis (1994).
102 Héroes de a pie

En junio de 1993 se informó a través de los medios de co- En 1994, el Instituto Nacional de Salud (INS) invitó al Ser-
municación sobre un brote de infección con el virus de in- vicio de Epidemiología Aplicada (SEA) a colaborar en una
munodeficiencia humana (VIH) en un grupo de pacientes investigación iniciada un año antes, sobre la ocurrencia
inscritos al programa de diálisis renal de la Unidad Renal inusitada de infectados por virus de la inmunodeficien-
del Hospital Ramón González Valencia de Bucaramanga. cia humana (VIH) entre los pacientes de la unidad de diá-
En mayo del mismo año, una de las bacteriólogas del lisis de un hospital regional […]. Martha Velandia, del SEA,
Hospital había detectado de manera casual la seropositivi- y su colega Scott Fridkin, de los Centros para el Control
dad para el VIH en tres muestras de sangre de pacientes de y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Uni-
la Unidad Renal. La investigación preliminar dejó en claro dos, evaluaron los procedimientos en la unidad de diálisis,
el hecho de que durante el año de 1992 ocurrieron nueve la potencialidad de que otros factores de riesgo conocidos
de las once seroconversiones identificadas entre este gru- pudieran explicar el conglomerado, y probaron hipótesis
po de pacientes. Las otras dos habrían ocurrido en años sobre los posibles mecanismos de transmisión, utilizando
anteriores. La existencia de sueros tomados en diferentes los expedientes médicos de la unidad y los datos de sueros
épocas y pertenecientes a los pacientes de la Unidad Re- del investigador Gerardo Ramírez, analizados por el direc-
nal, en el banco de sueros del Departamento de Inmuno- tor del Laboratorio de Virología del INS, Jorge Boshell.
logía de la Universidad Industrial de Santander, permitió
determinar con un buen grado de aproximación la época SEA: Servicio de Epidemiología Aplicada (1996) 8
en que habían adquirido la infección estos pacientes.
Cuatro posibles fuentes de infección fueron determi-
nadas para orientar la prolongada investigación epide- Desde Bucaramanga (Santander) llamaron a Antonio Igle-
miológica iniciada en julio de 1993: transmisión sexual, los sias, el director del Instituto Nacional de Salud en esa épo-
equipos de diálisis, las transfusiones de sangre o el tras- ca, para comentarle que estaba apareciendo gente infecta-
plante de órganos y la exposición a alternativas invasivas da con VIH. Viajé y tomé muestras por todas partes.
(p. ej. acupuntura) o a otros procedimientos diagnósticos Allá había un inmunólogo magnífico que tenía un banco
y terapéuticos invasivos, incluyendo la operatoria odonto- de sueros de los pacientes que habían pasado por la unidad
lógica. de diálisis. Las muestras eran de antes y después del pro-
cedimiento. Esa colección era un tesoro, y se la ofrecieron
Ministerio de Salud al Instituto para que hiciera las pruebas. Fueron cientos las
(9 de julio de 1994) 7 muestras que pudimos analizar. Era una de las primeras
encuestas serológicas que hacíamos. Por las fechas, pudi-
Juntos... y revueltos 103

mos identificar que coincidían el momento de la infección


de los pacientes con su paso por la unidad de diálisis.

Jorge Boshell Samper


Director del laboratorio de Virología
del Instituto Nacional de Salud en 1994

En esa época yo era júnior. Menos mal mi tutor para inves-


tigar era Víctor Cárdenas, el consultor de los CDC, y ahí
aprendí un mundo. Yo había ingresado en 1989 al Grupo
de Epidemiología del Instituto Nacional de Salud para ha-
Fachada del Hospital Universitario de Santander (HUS). cer mi servicio social obligatorio. No sabía mucho sobre
Las mismas instalaciones albergaron hasta 2005 al Hospital
epidemiología, pero allá la conocí, me encantó y me quedé.
Ramón González Valencia (HUS, Oficina de Prensa y
Comunicaciones). Dos años después, Víctor y Carmen Sánchez —la otra con-
sultora de los CDC— comenzaron a trabajar con la primera
cohorte del programa de entrenamiento en epidemiología
de campo. A mí me tocó esperar: fui parte de la segunda.
Aunque conocía el VIH/sida, creo que realmente apren-
dí sobre esta enfermedad entre abril y mayo de 1994,
cuando investigué el brote que se había presentado en los
años anteriores en pacientes de la unidad de diálisis del
Hospital Ramón González Valencia, de Bucaramanga. El
reto de nuestro trabajo era descubrir por qué, hacia me-
diados de 1993, trece pacientes de esa institución habían
dado positivo para VIH.

Martha Patricia Velandia González,


Epidemióloga de campo
(FETP Colombia, cohorte de 1996)
104 Héroes de a pie


Aunque conocía el VIH/sida, creo que
realmente aprendí sobre esta enfermedad
entre abril y mayo de 1994, cuando
investigué el brote que se había presentado
en los años anteriores en pacientes de
la unidad de diálisis del Hospital Ramón
González Valencia.

Martha Patricia Velandia González
Juntos... y revueltos 105

El Hospital Universitario Ramón González Valencia siem- reportado casos de trasmisión de hepatitis B, una enfer-
pre había tenido un papel primordial en la región. El brote medad que tiene el mismo mecanismo de trasmisión.
de VIH en la unidad renal fue uno de los episodios más la- El banco de sueros y el trabajo de laboratorio realiza-
mentables de su historia, agravado por el contexto político do previamente por el personal del hospital y del Instituto
del momento. En ese entonces, el Gobierno estaba en pro- Nacional de Salud fueron de una ayuda invaluable. Como
ceso de implementar un nuevo modelo de salud, mientras los pacientes con insuficiencia renal son candidatos a tras-
los trabajadores libraban una lucha sindical. plante, periódicamente se les toman muestras de sangre
El diario Vanguardia Liberal publicó en esos días una ca- para hacer pruebas de compatibilidad con posibles donan-
ricatura de un paciente conectado a una bolsa de dextrosa tes de órganos. Por eso, desde el comienzo de la investi-
de la que goteaba el virus del VIH. Imagine a las personas gación se dispuso de unas doscientas muestras almace-
pobres de la ciudad, que no podían costearse la diálisis en nadas, que correspondían a casi sesenta pacientes que
una unidad renal privada, con todo el mundo diciéndoles habían sido atendidos por la institución entre 1988 y 1993.
“¡Pero cómo van a ir allá; le van transmitir un sida!”. Para determinar el momento aproximado en que había
Yo había trabajado como enfermera en el hospital, pero ocurrido la trasmisión, los sueros comenzaron a ser ana-
en el momento de la epidemia laboraba en otra institución. lizados desde el más reciente hasta el más antiguo. Eso
Consideré mucho a mis colegas. Aunque los pacientes re- permitió determinar que el periodo epidémico había ocu-
conocían su dedicación, la gente se ensañó contra ellas. La rrido entre enero de 1992 y diciembre de 1993. En ese lap-
controversia y el dolor que produjo la situación incluso ge- so, nueve de los trece pacientes se infectaron. El hecho de
neró división entre los trabajadores. Se formaron bandos, que los pacientes que habían tenido tratamiento crónico
hubo violencia verbal y psicológica, sumada al temor a que en la unidad de diálisis hubieran adquirido el virus en una
se presentaran nuevos casos. proporción mayor que los que recibían tratamiento ambu-
latorio fue un indicio de que la fuente de la contaminación
Flor de María Cáceres Manrique estaba en la propia unidad. Aun así, el número de posibili-
Epidemióloga de campo dades seguía siendo bastante amplio.
(FETP Colombia, cohorte de 1996) Los pacientes renales pasan por una gran cantidad
de procedimientos. En esa época, el tratamiento contra la
anemia causada por el déficit de eritropoyetina —que es
Hasta ese entonces, ningún caso de esa índole se había producida en el riñón— era la transfusión de sangre. Por
presentado en el mundo, pero éramos conscientes de que otra parte, se les debe implantar una fístula en el brazo o
podía ocurrir, pues en otras unidades de diálisis se habían en la pierna para conectarlos al dializador, al riñón arti-
106 Héroes de a pie

ficial que les filtra la sangre. Además, dos o tres veces a Pudimos entrevistar a cinco pacientes seroconvertidos
la semana deben ir a la unidad de diálisis y permanecer y a familiares de otros dos. Recuerdo el profundo respeto
conectados varias horas a una máquina llena de tubos y por ellos. Eran personas con una enfermedad muy estig-
líquidos. Y, finalmente, cuando encuentran un donan- matizante. Durante las entrevistas, indagamos por varios
te compatible, son sometidos a una cirugía de trasplante factores. Entre ellos, el factor de riesgo sexual y el asocia-
renal. Como en adelante van a estar inmunosuprimidos, do al uso drogas intravenosas. Por la sensibilidad del tema,
las posibles fuentes de infección deben ser revisadas. Por al principio fue difícil, pero luego dos pacientes informa-
eso reciben tratamiento odontológico. Todos esos factores ron haber pagado por tener sexo. Ninguno admitió el uso
de riesgo debían ser analizados, además de indagar por la de drogas intravenosas o actividad homosexual.
conducta sexual y el uso de drogas intravenosas. Lo mismo pasaba cuando miramos el riesgo por tras-
Uno de los primeros frentes de la investigación fue el plante. Nos dimos cuenta de que algunos habían sido
análisis de los bancos de sangre. La mayoría de los produc- trasplantados siendo ya positivos, o los donantes eran
tos sanguíneos utilizados por la unidad de diálisis venían negativos. Adicionalmente, se evaluó la exposición a pro-
de una institución en particular. Ese banco realizaba prue- cedimientos invasivos, como acceso femoral, creación de
bas de VIH a los donantes desde 1988. En todo ese tiempo, fístula arteriovenosa, endoscopia y odontología. También
solo tres de más de dos mil muestras habían dado positivo. fueron descartados como causas del brote. Como decimos
Si la fuente de la infección hubiera sido ese banco, no solo en el argot de los epidemiólogos, las asociaciones en es-
habría infectado a los pacientes de la unidad de diálisis del tos casos se diluían cuando las estratificábamos; es decir,
Hospital Ramón González Valencia, sino a los de otras ins- cuando se comparaba esto con los no expuestos, no se ha-
tituciones. Sin embargo, ningún análisis de muestras de llaba ninguna asociación estadísticamente significativa
pacientes hemofílicos —que también deben recibir trans- con los factores de riesgo.
fusiones con frecuencia— ni de pacientes de otras unida- El único factor de riesgo que se mantenía era el número
des de diálisis estaban contaminadas con el virus. medio de hemodiálisis entre casos expuestos y los casos
Disponíamos de esa información cuando, en mayo de no expuestos. Las personas que se dializaron durante el
1994, viajamos con Víctor Cárdenas a Bucaramanga para periodo de riesgo, que iba de abril a agosto de 1992, tenían
analizar todos los casos, revisar las historias clínicas y un riesgo de cien por ciento, comparado con un riesgo del
sostener entrevistas con los pacientes que habían sobre- cero por ciento entre los dializados en otra época del año.
vivido y con el personal del hospital. La situación que se Además, se reportó una mayor diferencia de riesgo de in-
vivía era muy tensa. No queríamos que la situación fuera fección por el virus de la hepatitis B entre los pacientes
usada contra las personas de la unidad. atendidos durante los años de estudio de nuestra cohorte
Juntos... y revueltos 107

que durante los años previos. Estas infecciones ocurrieron brote en una unidad de diálisis en Egipto. Invitó a la gente
en el periodo en el que seroconvirtieron los pacientes para de la unidad de infecciones nosocomiales de los CDC, que
VIH, y eso sugería un mecanismo de transmisión seme- tenían la capacidad laboratorial de encontrar bichos en los
jante. lugares más recónditos, y efectivamente encontraron el
Después de entrevistar al personal de la unidad de diáli- virus del sida en el dializador.
sis e indagar por sus prácticas antes y después del periodo Esa historia era poco conocida —los egipcios no quisie-
epidémico, tuvimos pistas certeras. Ahí sentimos que nos ron que algo así saliera publicado en revistas científicas—,
estábamos aproximando a una respuesta plausible. pero Daniel Fishbein, que en esa época era el coordinador
científico de la División Internacional de Epidemiología de
Martha Patricia Velandia González los CDC, se la contó a Víctor Cárdenas. Lo puso en con-
tacto con la unidad de enfermedades nosocomiales, y ellos
decidieron enviar a Scott Fridkin, un residente del Servicio
Cuando Víctor Cárdenas y Martha Velandia visitaron el de Inteligencia Epidemiológica, para que trabajara con Víc-
hospital, se dieron cuenta de que el brote estaba ligado tor y Martha.
a la unidad de diálisis. Sin embargo, el hospital decía que Estudiaron todos los procesos. No hubo necesidad de
casi todos los pacientes infectados habían pasado por el hacer algo que se acostumbra en las investigaciones de in-
servicio odontológico, y señalaban que en otros países ha- fecciones nosocomiales, que son estudios de sombra, que
bía habido reportes de trasmisión del VIH a pacientes bajo consisten en observar, de manera no informada, las prác-
cuidados dentales, aunque ocasionada intencionalmente ticas de seguridad e higiene de los participantes. Simple-
por los dentistas, no por accidentes o por malas prácticas mente les preguntaron “¿cómo lo hacen aquí?”, “¿cómo lo
de higiene. hacen allá?”, y se dieron cuenta de que el dializador no era
Recuerdo que Víctor les daba vuelta por arriba y por esterilizado entre las diálisis, lo cual significaba que, si un
abajo a todas las herramientas epidemiológicas que no- paciente tenía sida, iba a contaminar todos los demás que
sotros tenemos —odd ratios, riesgos relativos, etc.—, y los ese día iban a estar en el turno siguiente en ese mismo
resultados siempre mostraban que las probabilidades no dializador.
salían de la unidad de diálisis. Cuando Víctor, Martha y Scott presentaron los resul-
Hasta ese entonces, en la literatura científica no había tados, hubo una reacción fuerte por parte del personal del
reportes sobre transmisión de VIH en servicios de diálisis. hospital. No estaban de acuerdo con las conclusiones. En
Sin embargo, un tiempo atrás, Douglas Hatch, un epide- epidemiología hay una cosa que se llama confusión en los
miólogo de los CDC, había informado que había visto un datos, que se presenta cuando las personas comparten ex-
108 Héroes de a pie

posiciones y las exposiciones son muy prevalentes. El fac- 1992, siete habían sido sometidos a un procedimiento den-
tor de confusión en este caso se dio porque la mayoría de tal invasor 1 a 6 meses antes de la seroconversión. No se
los usuarios de diálisis habían pasado por los servicios de detectó infección en ninguno de los miembros del personal
odontología. No todos habían tenido procesos que resul- de salud dental. A juzgar por las pruebas disponibles, lo
taran en exposición de tejidos o en intercambio de fluidos más probable es que la infección haya sido transmitida de
como la sangre, que es el factor más importante para la un paciente a otro por instrumentos dentales contamina-
trasmisión de VIH. Eso era fácil de dilucidar al ver el tipo dos…
de atenciones que habían recibido del dentista. Además,
no todos los casos de sida habían pasado por la unidad Revista Panamericana
de odontología, pero todos ellos, al hacer análisis de ADN, de Salud Pública, 1997 9
sí tenían el mismo tipo de virus, lo que hacía pensar que
había una fuente común.
La investigación del hospital siguió su camino, y con- En los veinticinco años que han pasado desde que hicimos
siguieron que una revista les publicara un artículo que el estudio de la epidemia se han notificado y publicado
contravenía las conclusiones del SEA. Nunca entendí por muchas epidemias de VIH en unidades de diálisis por falta
qué aceptaban tener riesgos de trasmisión en dentistería, de observancia de prácticas de seguridad, y ninguna aso-
pero se resistían a reconocer que los riesgos estaban en la ciada a procedimientos dentales. La razón es sencilla: los
unidad de diálisis. instrumentos en la diálisis son huecos; los de la limpieza
dental son romos y, por tanto, tienen menor probabilidad
Carmen Sánchez de acarrear microorganismos.
Tutora del FETP y consultora de los CDC Nuestra investigación identificó transgresiones a los
protocolos de bioseguridad en la unidad. Por ejemplo, el
uso de botellas multidosis de heparina —un anticoagulan-
… Solamente los procedimientos odontológicos invasores te usado en la diálisis— entre todos los pacientes, dejando
mostraron una asociación significativa con el riesgo de la misma aguja insertada, lo cual abría una ruta para la
infección. Los pacientes sometidos a procedimientos den- entrada de organismos. Por lo regular, los filtros de diálisis
tales invasores durante su PIP [periodo de infección pro- eran reutilizados un promedio de cinco veces en el mismo
bable] tuvieron un riesgo promedio de infección 8,15 veces paciente. El filtro se desinfectaba con formol al cinco por
mayor que los controles de características similares, y de ciento y se enjuagaba en solución salina normal, resultan-
nueve casos de infección por VIH con PIP conocidos en do en niveles menores que los recomendados.
Juntos... y revueltos 109

De la misma manera se desinfectaban las líneas ve-


nosas. Las agujas de fístula también se reusaban en el
mismo paciente y se desinfectaban lavándolas con agua
y jabón y sumergiéndolas en cloruro de benzalconio, un
desinfectante débil. La indagación confirmó la sospecha
de la falta de un protocolo para asegurar que los filtros no
fuesen usados por diferentes pacientes. Y, para rematar,
no existía un protocolo para identificar infectados por VIH
al ingresar a la unidad.
Finalmente, concluimos que la inobservancia de las
normas de bioseguridad, en particular, la falta de garantía
de que los dializadores y las agujas no fueran compartidos
involuntariamente por varios pacientes.
Las personas de la unidad fueron muy transparentes
y muy colaboradoras durante toda la investigación. Ellas
permitieron que algo que no se sabía fuera conocido, y que
a partir de esa experiencia se adoptaran mejores prácticas
para que no volviera a suceder. Siento por ellas gratitud y
admiración.

Martha Patricia Velandia González

Creemos que este brote ocurrió debido a las malas prác-


ticas de control de infecciones en el centro de diálisis.
Nuestro estudio de cohorte identificó una asociación sig-
nificativa entre la seroconversión del VIH y la recepción
Informes presentados por los investigadores de hemodiálisis durante los 4 meses posteriores a que un
durante la epidemia de VIH en la unidad de diálisis
del Hospital Ramón González Valencia (Archivo
paciente nuevo, que fue el primer paciente seropositivo al
del INS). VIH en el centro durante el período epidémico, comenzó
110 Héroes de a pie

la hemodiálisis allí. Debido a que las agujas de acceso no los CDC, el informe se dio a conocer.
rotuladas de varios pacientes se colocaban en una bande- La vigilancia en salud pública busca informar a todos
ja común que contenía cloruro de benzalconio, un desin- lo que deben saber, como decía el fundador del Servicio
fectante de bajo nivel que se ha relacionado con brotes de de Inteligencia Epidemiológica, el doctor Alexander Lang-
bacteriemia, el mecanismo de exposición del paciente al muir. Ahora hay docenas de informes publicados de bro-
VIH fue probablemente la contaminación cruzada inad- tes de VIH y hepatitis en la literatura entre pacientes de
vertida o la mezcla de agujas de acceso entre pacientes in- hemodiálisis.
fectados y no infectados por el VIH y/o la incapacidad del Antes de nuestro estudio, las unidades de diálisis no
cloruro de benzalconio para inactivar el VIH. Esta práctica, se consideraban escenarios en que la transmisión del VIH
combinada con meses de verano muy ocupados, puede ha- fuera probable. A partir de la publicación, las prácticas de
ber aumentado el riesgo de tal cambio inadvertido. Se ha bioseguridad se hicieron más rigurosas. El informe, pu-
demostrado que las bajas concentraciones de cloruro de blicado simultáneamente en la revista The Lancet y el Mor-
benzalconio inactivan el VIH in vitro, pero la solución uti- bidity and Mortality Weekly Report (MMWR), el boletín de los
lizada en el centro de diálisis se reutilizó durante 7 días CDC, fue recibido con una gran acogida, y puso en alto el
y puede haber contenido material orgánico de agujas de papel del Instituto Nacional de Salud y del SEA. En gran
acceso reprocesadas previamente, lo que habría reducido parte, eso le aseguró viabilidad al programa de entrena-
la actividad antimicrobiana del desinfectante. miento en epidemiología de campo durante la transición
de cuatro ministros de Salud.
The Lancet (1995) 10
Martha Patricia Velandia González

Este fue el primer informe publicado de transmisión del


VIH en una unidad de diálisis. Antes de esta publicación, Asumí como director del Instituto Nacional de Salud en
habían ocurrido tres epidemias semejantes, dos de ellas en 1990, y lo primero que me encuentro es el caso de una mu-
Argentina y otra en Egipto, pero las autoridades de salud jer que había muerto de sida por una transfusión que le
pública no tuvieron la determinación de poner el dedo en habían hecho con sangre de un donante que tenía VIH.
la llaga. Cuando salgo del juzgado, al que me citaron para que
En Colombia, con el liderazgo del Instituto Nacional de analizara la situación, le pregunto al abogado que me ayu-
Salud, los doctores Antonio Iglesias, Máncel Martínez y daba dónde estaba el decreto de bancos de sangre que
Jorge Boshell Samper y, desde luego, del SEA y el apoyo de estaba vigente. Y cuando veo esa vaina… ¡Era del año 81,
Juntos... y revueltos 111

cuando comenzó la epidemia de sida, y nunca se había re-


formado!
Inmediatamente organicé todo para que se expidiera
uno nuevo, pero en el Ministerio de Salud ponían trabas.
—Ministro —le dije un día a Juan Luis Londoño—, ese
decreto hay que aprobarlo rápido.
Pero una asesora interrumpía:
—No, eso cuesta mucho dinero.
—Ese es un problema serio que se le va a presentar a
Colombia —yo insistía.
¿Y cuál fue el problema? Pues la epidemia por contami-
nación con VIH en la unidad de diálisis de Bucaramanga.
Primer escándalo. Y, ahora sí, el decreto que el Ministerio
no sacaba terminó saliendo en cuestión de días. Todo lo
había previsto desde que habíamos tenido el problema de
los bancos de sangre.

Antonio Iglesias Gamarra


Director del Instituto Nacional
de Salud entre 1990 y 1994

… El Ministerio de Salud ha adoptado una serie de medidas Quinto informe presentado durante la
preventivas en diferentes frentes con relación a los ries- investigación (Archivo del INS).
gos de transmisión del VIH en los servicios asistenciales
de salud. El fortalecimiento de las medidas de biosegu-
ridad ha sido una de las actividades desarrolladas por el
Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/SIDA
durante el último año. Protocolos de normas universales
de bioseguridad, así como específicos para bancos de san-
112 Héroes de a pie

gre y odontología, han sido distribuidos a nivel nacional y el ámbito hospitalario. Por eso, la dirección decidió crear
se han ejecutado seminarios en varias ciudades para su una unidad dedicada al tema. El grupo quedó a mi cargo,
implementación en todos los organismos de salud. Asi- y no solo tuvo bajo su responsabilidad el control de infec-
mismo, el decreto reglamentario 1571, expedido en agos- ciones, sino la recolección y análisis de estadísticas vitales,
to de 1993, ha especificado los requisitos indispensables los programas de salud ocupacional, la vigilancia epide-
para el adecuado funcionamiento de los bancos de sangre miológica y la preparación para emergencias y desastres.
y de órganos. La seroteca nacional, proyecto actualmente Algunos expertos nos comentaron que ese grupo era úni-
en proceso de implementación, funcionará como un ban- co en su especie para esa época.
co de sueros para el control permanente de calidad de los En los primeros seis años, las infecciones nosocomiales
procedimientos de diagnóstico de agentes infecciosos en bajaron a la mitad, un resultado mejor que el que se habría
todos los bancos de sangre y laboratorios clínicos del país. conseguido si los casos hubieran sido atendidos clínica-
mente. También se logró dar un mejor uso a los antibió-
Ministerio de Salud (9 de julio de 1994) 7 ticos. Incluso, a partir de la información que recolectába-
mos, tomamos decisiones sencillas pero con gran impacto
dentro de la institución. Como había dificultades para el
Mi carrera como investigador fue una consecuencia del lavado de manos en el personal hospitalario, creamos un
brote de VIH en el González Valencia. En ese entonces, yo sistema de dispensación de jabones líquidos y toallas des-
estaba haciendo la residencia en Pediatría en el hospital echables. Para mí resultó incluso muy chistoso tener que
en el programa de la Universidad Industrial de Santander, negociar la compra de cientos de canecas de basura, pero
pero como me atraía la investigación, el director me pro- eran inversiones que se traducirían en mejores resultados.
puso hacer el entrenamiento en epidemiología de campo. La epidemiología aplicada facilitó el diálogo con los es-
El hospital necesitaba fortalecer el control de infecciones, pecialistas, y terminó convirtiéndonos en una especie de
entre otras cosas. intermediarios entre la alta dirección y los servicios. Le dio
Junto con la enfermera Flor de María Cáceres Manri- al hospital la posibilidad de obtener, sin necesidad de re-
que, otra profesional del hospital, fuimos parte de la se- currir a apoyos externos, sus propios datos para la toma
gunda cohorte. Mi último semestre de pediatría terminó de decisiones.
coincidiendo con mi primer semestre en el SEA. Es una
paradoja: ejercí la pediatría antes de ser pediatra, y cuando Luis Alfonso Díaz
fui pediatra, ejercí la epidemiología y la investigación. Epidemiólogo de campo
El brote demostró la importancia de la epidemiología en (FETP Colombia, cohorte de 1996)
Juntos... y revueltos 113

Volví a trabajar en el hospital en 1994, cuando el asunto de mitía discutir sobre infecciones con los médicos, y estaban
la epidemia estaba un poco más claro y calmado. Debido a pendientes de todos los temas. Incluso hacían vigilancia
la epidemia en la unidad de diálisis, se había decidido crear epidemiológica desde los buses.
una unidad de Epidemiología, de la que yo hice parte. An- Los docentes del SEA nos asesoraban, nos visitaban y
tes de eso, solo había un comité de infecciones, con una evaluaban periódicamente nuestro trabajo. Creo que mu-
enfermera y dos auxiliares que hacían la tarea de notifica- chas de esas buenas prácticas fueron resultado del apren-
ción obligatoria. Ellas tenían mucha experticia, y el comité dizaje construido en el entrenamiento en epidemiología de
era muy renombrado. campo.
Varios profesionales fueron contratados para la unidad
de Epidemiología, y ahí vino otro problema: aunque ha- Flor de María Cáceres Manrique
bía dos médicos, la mayoría éramos enfermeras. Algunas
profesionales decían que no hacíamos nada, y miraban con
desdén la información que recolectábamos.
Fue entonces cuando comencé el entrenamiento en
epidemiología de campo que ofrecía el Instituto Nacio-
nal de Salud. Lo aprendido nos motivó a crear un boletín
epidemiológico para el hospital. Se llamó Epinotas. Era de
tamaño oficio, y tenía un diseño muy colorido. Ahí repor-
tábamos las infecciones de cada semana y los eventos de
notificación obligatoria. Además, como parte del compro-
miso educativo, alguno de nosotros o algún invitado trata-
ba un tema de actualidad científica. Lo repartíamos a los
servicios del hospital, y lo enviábamos a las secretarías
municipales y departamentales de salud.
La unidad funcionó muy bien. El personal era muy
comprometido, sabía del tema y tenía interés por apren-
der. Era un ambiente muy académico y de formación, tan-
to para los médicos como para las auxiliares, las secreta-
rias y las enfermeras. Salíamos a congresos a mostrar lo
que hacíamos. Las auxiliares tenían un nivel que les per-
114 Héroes de a pie

Los trabajos realizados por los epidemiólogos de


campo fueron determinantes para que las autoridades
tomaran medidas de prevención de accidentes de
tránsito (Rowpixel, Royalty Free Photo).
07
Una epidemia
llamada violencia
Cuando la epidemiología
aplicada se volvió una aliada
de la prevención de los
accidentes de tránsito y otras
muertes violentas (1994-1997).
116 Héroes de a pie

—Señorita, aquí hay unas cosas muy oscuras —me dijo micidios.
una mujer que se nos acercó—. Si ustedes no quieren que Esa fue la primera investigación que hice como resi-
los maten o que les pase algo, es mejor que se vayan. Pí- dente del Programa de Entrenamiento en Epidemiología de
sense y no sigan preguntando. Campo (FETP, por su sigla en inglés). Nadie se habría per-
Salimos de allí con miedo. Después fuimos a otros luga- catado de que en esas muertes había un patrón si no hu-
res cercanos, y allá también nos decían “písense, písense”. biéramos realizado esta investigación y sacado ese tema a
A pesar de que íbamos con las batas blancas del Instituto la luz pública.
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INML-
CF) y todo el paquete de encuestas y documentos para la Gloria Inés Suárez Rangel
investigación, la gente nos alertaba para que no nos me- Epidemióloga de campo
tiéramos y dejáramos de preguntar por las personas que (FETP Colombia, cohorte de 1996)
habían fallecido.
En junio de 1994 comencé esa investigación porque se
había presentado un incremento de muertes de habitan- Máncel Martínez, que tenía a cargo la organización del
tes de la calle por intoxicación. Primero ubiqué los lugares programa de entrenamiento, estaba muy interesado en
donde estas habían ocurrido y todas estaban ahí cerca de conformar un grupo que se ocupara de la violencia y las
la sede del INMLCF, donde yo trabajaba como jefe del gru- lesiones de causa externa. Sin embargo, el Ministerio de
po de Clínica Forense. Lo que estaba ocurriendo es lo que Salud no tenía competencias legales para hacer acciones
llamamos un “conglomerado de casos”. Pensé que tenía de prevención en esa área; esas competencias las tenía
que ir y hacer entrevistas, y por eso me fui con un toxicó- el Ministerio de Justicia a través del Instituto Nacional de
logo y otras personas de la institución. Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Después de las continuas advertencias terminamos Máncel contactó a Egon Lichtenberger y a Dolores Sán-
yéndonos, pero logramos entender que todos habían chez, que eran el director y la subdirectora del instituto.
muerto por una intoxicación por metanol. Eran personas Ellos manifestaron interés. Querían una tarea bien gran-
que tenían adicciones muy fuertes al alcohol o las drogas, de: desarrollar un perfil de la violencia y las lesiones de
y por eso estaba presente el riesgo de tomar todo lo que causa externa a nivel nacional, crear el mapa geográfico
les ofrecían y que alguien que se hiciera “amigo” les re- y determinar las circunstancias y los factores de riesgo.
galara una botella de licor. Pero los análisis de laboratorio Así podrían presentar propuestas al Ministerio de Justicia
nos mostraron que era metanol puro, sin ninguna mezcla, para la prevención.
y que las muertes podían ser atribuidas a suicidios u ho- La forma de colaborar sería enviando un par de resi-
Una epidemia llamada violencia 117


—Señorita, aquí hay unas cosas
muy oscuras —me dijo una mujer
que se nos acercó—. Si ustedes no
quieren que los maten o que les
pase algo, es mejor que se vayan.
Písense y no sigan preguntando.

Gloria Inés Suárez Rangel
118 Héroes de a pie

dentes al programa de entrenamiento en epidemiología violencia. Realizaba peritajes forenses, exámenes físicos
de campo. Inicialmente fueron dos, pero al final solo esta- e inclusive tomaba muestras de sangre cuando el peritaje
ría Gloria Suárez. A mediados de 1994, organizamos con lo requería. Luego pasé a ser la jefe del grupo de Clínica
ellos una visita de capacitación y asistencia técnica a los Forense, donde tenía unas setenta personas a cargo, pero
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades allí tampoco me sentía satisfecha.
(CDC), en Atlanta, para que intercambiaran información A finales de 1993, una compañera me comentó que en
con las personas del Centro Nacional para la Prevención el Instituto Nacional de Salud dictaban unos cursos bási-
y el Control de Lesiones (NCIPC), que tiene una división cos de epidemiología.
especializada en la prevención de violencia. —¿Qué tiene que ver la epidemiología con las lesiones?
Ahí estuvimos un mes. Yo los asistí durante la visita y —le pregunté.
en la presentación de su propuesta en el Instituto de Medi- La epidemiología que yo había estudiado cuando me
cina Legal, que estuvo lista al cabo de unos dos meses. La formaba como médica fue la epidemiología de enfermeda-
propuesta tenía un objetivo: que en cada unidad de aten- des, pero nunca la había relacionado con las lesiones, que
ción del Instituto de Medicina Legal hubiera un funciona- era el campo que yo estaba desarrollando en ese momento.
rio que dedicara el treinta por ciento de su tiempo a conso- —La metodología te puede servir para profundizar los
lidar, en el software Epi-Info que habían desarrollado los temas de lesiones —me contestó ella.
CDC, la información sobre violencia y lesiones de causa Me acerqué al Instituto Nacional de Salud y al grupo
externa. de Epidemiología, liderado por el doctor Máncel Martínez,
Eso requería equipos de cómputo y entrenamiento. El y posteriormente conocí a dos doctores mexicanos, Car-
doctor Lichtenberger consiguió el apoyo de la Coopera- men Sánchez y Víctor Cárdenas, tutores de los CDC para
ción Alemana para el financiamiento de esas tareas. el programa y terminé ingresando al programa con ciertas
dudas pero colocando todo mi empeño. Yo andaba buscan-
Carmen Sánchez do algo que no tenía claro qué era, pero en el FETP lo en-
Consultora de los CDC contré. Lo plasmamos con colegas del INMLCF, del FETP
y tutora del FETP Colombia y con mi tutora, Carmen Sánchez, en un documento como
producto final de las pasantías que tuvimos en el verano
La verdad es que antes de mi residencia en el FETP mi de 1994 en los CDC de Atlanta.
trabajo en el INMLCF no llenaba del todo mis expectativas De pronto me vi envuelta en una cantidad de trabajo y
como médica. Mi rutina era dictaminar si las personas es- mayores responsabilidades, porque a la par yo tenía que
taban lesionadas o habían sido víctimas de algún tipo de seguir cumpliendo mis labores en el INMLCF. En vista de
Una epidemia llamada violencia 119

que no habíamos logrado avanzar en la propuesta entre- cadáveres, muestras u objetos relacionados con la escena
gada, y convencida de que eso nos podría ayudar, decidí, a del delito. Si esa información era organizada y analizada,
comienzos de 1995, pedir tres meses a mi jefe para desa- podría ser útil para la toma de decisiones.
rrollar la propuesta: la creación del Sistema de Vigilancia En agosto de 1995 comenzamos a editar el Boletín CRNV,
de Lesiones de Causa Externa (Sivelce). algo muy pequeño, de apenas cuatro páginas. Elaboramos
A la par, propuse ubicar un escritorio en un cuartico un cronograma para realizar un boletín mensual, con las
donde guardaban escobas y traperos, ya que quedaba cer- fechas que considerábamos que eran importantes para
ca de mi oficina y desde ahí podía seguir pendiente de mis analizar —Navidad, Año Nuevo, Día de la Madre— y mi-
otras responsabilidades por si algo se necesitaba. rábamos cifras de quemados, delitos sexuales, accidentes
Mi jefe aceptó, y eso fue un inmenso alivio: me permi- de tránsito u homicidios, entre otras. Así priorizamos los
tió elaborar la propuesta en compañía de un estadístico de boletines que debíamos realizar con base en esas fechas.
apoyo. Entonces empezábamos a evidenciar que había even-
Así pudimos empezar a proyectar lo que sería el Centro tos, como los accidentes de tránsito y los homicidios, que
Nacional de Referencia Nacional sobre Violencia (CRNV), tenían una estacionalidad, aumentos en determinados
que, a mediados de 1995, fue inaugurado por el propio fis- meses del año. Entendimos mejor la dinámica social. Co-
cal general de la nación. menzamos a hacer publicaciones consolidadas anuales y
El uso que hasta entonces daba el INMLCF a los da- los boletines mensuales. Con ello, las puertas se abrieron,
tos que recogía era más de carácter administrativo. Por hablamos con diferentes autoridades y organismos, y así
ejemplo, para saber si los funcionarios cumplían o no con fue aumentando el interés por el tema.
su trabajo. Pero después de la creación del CRNV se le co-
menzó a dar también un enfoque epidemiológico en salud Gloria Inés Suárez Rangel
pública.
Los doctores Carmen Sánchez y Víctor Cárdenas nos
ayudaron a reconocer que estábamos en una institución La Alcaldía de Cali también estaba interesada. Me entre-
que guardaba información valiosa, la cual podíamos ana- visté con el alcalde, Rodrigo Guerrero, que era médico; con
lizar para preparar políticas públicas de prevención de las el secretario de salud, Alberto Concha, que era epidemió-
lesiones de causa externa. Vivíamos en una mina de oro logo; y con Victoria Espitia, una epidemióloga que llevaba
que era producto de los expedientes forenses, reportes de un registro de muertes violentas y de muertes por causas
dictámenes médico-legales, del levantamiento del cadáver, no naturales. Yo quería reclutar a Vicky en el programa de
de patología y de los laboratorios forenses que analizaban entrenamiento en epidemiología de campo, y me interesa-
120 Héroes de a pie

El boletín del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia (Boletín CRNV) comenzó a
circular en agosto de 1995. Publicaba análisis sobre el fenómeno de la violencia en distintos
momentos del año, como Navidad, Año Nuevo y Día de la Madre.
Una epidemia llamada violencia 121

ba que el Instituto Nacional de Salud tuviera una capaci- me llamó para que implementara un sistema de vigilancia
dad propia en prevención de lesiones. epidemiológica de muertes por esta causa. Se llamó Ob-
También desarrollamos una mesa de trabajo de tres servatorio de Violencia. Estudiaba homicidios, suicidios,
días con personas de toda Colombia y de distintos sectores accidentes de tránsito y muertes accidentales.
y profesiones —justicia, educación salud, historiadores, Guerrero conoció a Carmen Sánchez y el programa que
filósofos, expertos en violencia—. Llegaron como ciento tenían en el Instituto Nacional de Salud.
veinte. Presentaron sus datos y sus propuestas para es- —Tengo una persona que estaría muy bien para ese
tructurar una política nacional de prevención y atención a programa —le dijo Guerrero—. Yo la apoyo.
la violencia y las lesiones de causa externa. Otros sectores Carmen Sánchez vino a visitarnos, conoció el Observa-
veían extraño que el fenómeno fuera analizado desde una torio de Violencia y me invitó a formar parte del programa
perspectiva de salud pública. Lo veían desde un enfoque de entrenamiento en epidemiología de campo.
más político. Por eso era importante traer a todas esas Con el apoyo del alcalde, empecé a ser alumna. Me ma-
personas a la mesa. triculé en 1994. Tenía que viajar a Bogotá una o dos veces
Luego hicimos una segunda reunión con la gente del al mes para cumplir con los requisitos del programa.
Centro para la Prevención de Lesiones, de los CDC, que Uno de los estudios que hice en mi residencia fue sobre
ya habían trabajado con Gloria. Trabajaron para construir homicidio contra mujeres en Cali. Encontramos algo que
una agenda nacional para la prevención de la violencia, con ya se había documentado en la literatura internacional: el
perspectiva de salud pública y educación. Así se dejaría de asesino era, la mayoría de las veces, una persona relacio-
atribuir todo el problema a los políticos, y veríamos que en nada sentimentalmente (esposo, exesposo, amante).
otras instancias de la sociedad también se podían hacer Segundo, encontramos que las mujeres que vivían en
acciones de prevención. Y para eso era importante tener unión libre tenían mucho más riesgo que las casadas o
los datos epidemiológicos. las solteras. La inestabilidad en esas relaciones de pareja
generaba situaciones de violencia. Casi la mitad de ellas
Carmen Sánchez tenían hijos. Tomé los datos del sistema que yo tenía, y con
esa información me fui a Medicina Legal a revisar los re-
portes de las autopsias, y a los juzgados para saber cómo
En 1992, el problema del narcotráfico estaba en pleno en habían ocurrido los hechos. Cuando revisamos la informa-
Cali. Como candidato a la alcaldía, Rodrigo Guerrero había ción de las autopsias, nos dimos cuenta de que muchas de
prometido reducir las muertes violentas en la ciudad. Él esas mujeres tenían marcas. Habían sido maltratadas. Es
había sido mi profesor en mi maestría en Epidemiología, y decir, aguantaban y aguantaban, hasta que las mataban.
122 Héroes de a pie

El estudio de los procesos judiciales nos mostró que, … La Alcaldía ha expresado su seguridad de que con el
aunque ellas denunciaran, nadie las defendía. Incluso la uso del casco se reducirán considerablemente las cifras
mayoría de estos casos terminaban en la impunidad. Los de heridos y muertos como consecuencia de accidentes de
culpables desaparecían. Eran declarados reos ausentes. tránsito. El año pasado fueron 646 muertos, de los cuales
Levantamos un mapa de puntos con todos los datos. 215,2 correspondieron a motociclistas o sus acompañan-
Mostraba que los homicidios contra esas mujeres estaban tes.
localizados en ciertas comunas de la ciudad. La informa- En su estudio Prevalencia del casco protector en motociclis-
ción del observatorio alimentaba otros frentes de trabajo tas en Cali, Colombia, los investigadores Victoria Eugenia
de la Alcaldía. Daba pie para otras investigaciones y para Espitia, María Isabel Gutiérrez M. y Pedro Nel Beitia C. lla-
focalizar acciones. man la atención sobre las consecuencias sociales, econó-
Presenté ese trabajo en los CDC de Atlanta, pero tam- micas y familiares de los accidentes en moto…
bién en instituciones colombianas: el Instituto Colombiano […]
de Bienestar Familiar, Profamilia, las juntas administrado- Según el Instituto de Medicina Legal, citado por los
ras locales. Fue útil para muchas organizaciones y condujo investigadores, en 1994 el 89 por ciento de los casos que
a otros análisis. ingresaron tuvieron como consecuencia hechos violentos,
Otro trabajo que hice fue sobre un problema de salud de los cuales el 17 por ciento correspondían a muertes por
pública que pasaba antes y sigue pasando ahora: los acci- accidentes de tránsito.
dentes de motociclistas. Comenzamos a mostrar que había En el mismo año en Cali esta causa representó la quinta
que hacer algo para prevenir esas muertes. Había una me- de la mortalidad general y la segunda por hechos violen-
dida ya probada, que era el uso del casco. Logramos que, tos, con 513 (18,5 por ciento), lo que le daba un promedio
con base en los datos recolectados, se aprobara un decreto de 2,9 por 10.000 habitantes.
que obligaba a los motociclistas a usarlo. […]
Incluso después de mi residencia en el programa de Según el estudio, en el período 1975-82 el 7,9 por cien-
entrenamiento en epidemiología de campo, hicimos segui- to del total de muertes por accidente de tránsito fueron
mientos, y vimos que había una reducción de las muertes atribuidas a accidentes en moto. Para el período 1985-91
gracias a esa medida. este porcentaje aumentó a 13, en 1993 fue de 24 por ciento
y en 1995 llegó a 34 por ciento.
Victoria Eugenia Espitia
Epidemióloga de campo El Tiempo (5 de agosto de 1996) 11
(FETP Colombia, cohorte de 1996)
Una epidemia llamada violencia 123

La “Navidad zanahoria” que implementó el alcalde de Bo-


gotá Antanas Mockus fue otro tema que trabajé durante
mi residencia en el FETP.
Recuerdo que le presentamos un borrador de propues-
ta para que el Centro Nacional de Referencia sobre Vio-
lencia (CRNV) hiciera un análisis del sistema de vigilancia
epidemiológica de Bogotá. Yo escribí la carta, le pedí a mi
jefe, el doctor Ricardo Mora Izquierdo, que la firmara, y la
enviamos.
Poco tiempo después llegó la respuesta, firmada por
Antanas Mockus. Manifestaba que le había parecido muy
buena la propuesta, y que nos esperaba para reunirnos y
discutir sobre el tema con otras autoridades. ¡Dios mío, no Las investigaciones de los epidemiólogos de
campo dieron sustento a la obligatoriedad del
lo podíamos creer! Era una de esas cosas que uno duda uso del casco en motociclistas (Pixabay).
que puedan hacerse realidad. Fue así como se formó el Co-
mité de Vigilancia Epidemiológica de Lesiones de Causa
Externa (Covelce) para Bogotá.
Comenzamos a ir un día a la semana a la Alcaldía, de
siete a ocho de la mañana, al comité, que era presidido por
el alcalde. Presentábamos la información de lo que se ha-
bía generado o priorizado durante la semana anterior, la
comparábamos con años anteriores, y hacíamos propues-
tas sobre estos problemas prioritarios. Allí empezamos a
hacer diferentes análisis sobre homicidios, suicidios, ac-
cidentes de tránsito, quemados, delitos sexuales y todo lo
demás que tenía que ver con las lesiones de causa externa
que eran conocidas por el INMLCF.
Los datos estadísticos de los accidentes de tránsito nos
mostraron que después de la una de la mañana se presen-
taban los picos más altos y que la mayoría estaban relacio-
124 Héroes de a pie

nados con el consumo de licor. Entonces con Mockus se Gloria Inés Suárez Rangel
pensó que, si se suspendía la venta de licor a esa hora, no
iba a haber tantos muertos.
A finales de 1995, el alcalde sacó una serie de decretos Hacia finales de 1997, Gloria Suárez me llamó por teléfono
que fueron bien polémicos: uno que prohibía la venta de y me dijo que en el Instituto de Medicina Legal necesitaban
licor después de la una de la mañana y otro que prohibía un psicólogo epidemiólogo.
la venta de pólvora en la ciudad. Él había advertido que si Yo trabajaba en el Instituto Nacional de Salud. Estaba
había al menos una persona quemada, iba a prohibirla. Y a cargo del Informe Quincenal Epidemiológico Nacional (IQEN).
se presentó el caso de un niño que terminó con amputa- Mientras hacía mi residencia en el programa de entrena-
ción de la mano por quemadura con pólvora durante las miento en epidemiología de campo, cursaba mi maestría
festividades de fin de año. en Epidemiología.
Las medidas fueron muy efectivas: la reducción de per- El grupo creado por Gloria era diverso. Había médica,
sonas quemadas fue muy alta, y la prohibición de la venta bacterióloga, optómetra, estadístico y psicólogo, que era
de licor después de la una de la madrugada nos mostró yo. Además, tres personas más apoyaban con el análisis
que no solo se redujo la cantidad de personas intoxicadas de los datos. Trabajábamos en cifras de violencia, y nos
por alcohol etílico, sino que también se reducía el número repartíamos los temas: accidentes de tránsito, suicidios,
de personas involucradas en accidentes de tránsito y en homicidios, violencia intrafamiliar, lesiones producidas en
homicidios relacionados con riñas o intento de atraco. el hogar, etcétera.
Tras la salida de Antanas Mockus, su reemplazo, Paul Gloria y un estadístico habían publicado unos libros
Bromberg, continuó defendiendo esas iniciativas. Los gre- que se llamaron Comportamiento de lesiones de causa externa,
mios de los bares y las discotecas se le habían venido en- Colombia desde 1994 hasta 1996. Aportaba mucho, pero no
cima por reducción económica, y él tenía que afrontar eso. incluía una discusión sicológica sobre los temas. Por eso
Había muchos intereses económicos de por medio. se propuso crear uno que incluyera las cifras, pero tam-
—Bueno —me dijo un día—. Usted es la que me está bién un marco teórico que hablara de la violencia. Así sur-
dando la información para defender esto, así que venga gió Forensis, datos para la vida, que ha sido el referente en
conmigo al Concejo y presenta sus datos. Colombia para el análisis de las muertes violentas. Más allá
Cuando llegamos, afuera del edificio había una cantidad del comportamiento de las lesiones, Forensis aportaba una
de personas protestando con carteles. Pero las cifras de los teoría y una discusión.
muertos por accidente de tránsito y homicidios nos permi- Nuestra residencia en epidemiología de campo nutría
tieron mostrar que las medidas estaban bien sustentadas. los boletines del INMLCF. Hicimos análisis muy útiles so-
Una epidemia llamada violencia 125

bre el uso del casco en los motociclistas y el uso de los sonas que habían muerto en accidentes motociclísticos.
puentes peatonales en Bogotá. Aportamos información Había uno que otro ligado con robos, pero la gran mayoría
para que las autoridades tomaran medidas, identificaran eran personas que no tenían nada que ver con delitos: pro-
lugares de alta accidentalidad y mejoraran la iluminación fesores, estudiantes y trabajadores que utilizaban la moto
y la señalización. como medio de transporte. Morían porque no usaban cas-
co, porque en esos accidentes el golpe provoca el estallido
Jorge González de la cabeza. Con esa información logramos que se volvie-
Epidemiólogo de campo ra obligatorio el uso del casco. Fue un proceso, porque al
(FETP Colombia, cohorte de 1997) comienzo no se lo amarraban, pero hubo pedagogía, y las
muertes en esos accidentes fueron reduciéndose.

En el análisis de los accidentes de tránsito pasó algo muy Gloria Inés Suárez Rangel
interesante. Vimos que la mayoría de los fallecidos eran
peatones y los mataba una persona que conducía un vehí-
culo en las vías. Entonces Antanas Mockus ordenó pintar Fui a varias ciudades donde querían iniciar sistemas pa-
cebras en las esquinas, y sacar mimos a la calle y parodiar recidos al que teníamos en el Observatorio de Violencia de
a las personas que estaban cometiendo infracciones en las Cali. Era un modelo que podía funcionar en ciudades, por-
vías. Yo me decía para mis adentros ‘eso no va a servir que permitía recoger con rapidez información de varias
para nada’, pero después nos dimos cuenta de que los me- fuentes: Medicina Legal, Fiscalía, Tránsito, Policía. Con el
dios de comunicación se interesaban por esos temas y la informe semanal del observatorio el alcalde hacía una re-
gente cambiaba el comportamiento. unión. Yo presentaba la información producto de los datos
Después miramos que en Colombia estaba prohibido en el Consejo de Seguridad, donde estaban todos los toma-
por norma que los motociclistas usaran casco. La razón dores de decisiones.
de ser era que los sicarios lo usaban para que no los iden- Mi maestría en Epidemiología fue muy importante en
tificaran. Sin embargo, nos dimos cuenta de que la medida mi carrera. Luego, el programa de entrenamiento en epi-
no había frenado los homicidios, pero sí se mantenían las demiología fue un avance muy importante porque pude
cifras de muertes de motociclistas. trabajar con los datos que yo recolectaba y hacer nuevos
En ese momento existía el Departamento Administrati- tipos de informes y presentaciones.
vo de Seguridad (DAS). A ellos les pedí el favor de que me Gracias al programa fui a Atlanta. Conocí a la gente del
permitieran conocer los antecedentes penales de las per- centro de prevención de lesiones de los CDC. ‘Qué bueno
126 Héroes de a pie

sería trabajar con ellos’, yo soñaba. Y el sueño se cumplió: Luego me contrataron para montar el FETP en Cen-
fueron diecisiete años allá y viajando por muchos países. troamérica. El trabajo allá no estaba enfocado en lesiones
de causa externa, sino en todas las enfermedades. Pero
Victoria Eugenia Espitia similar tuve una experiencia que me recordó mi primera
investigación realizada en Colombia.
En octubre del año 2000, de pronto hubo una noticia en
Estuve una década en el Instituto de Medicina Legal, con- El Salvador: se estaban muriendo los “bolitos”, como allá
sagrado al estudio de las lesiones de causa externa. Vi les dicen a las personas alcohólicas. Comencé a leer las
cómo el programa de epidemiología de campo sentó las noticias, e inmediatamente me dije: ‘Esto es metanol’. Fui
bases de una buena parte del trabajo que se hizo después al Ministerio de Salud y hablé con el director de Epidemio-
en la entidad. Generó una visión interinstitucional entre la logía.
Alcaldía, la Policía, la Fiscalía y otras autoridades, y tuvo —No, doctora —me dijo—. Aquí nunca ha habido ven-
una fuerte influencia en el Fondo de Prevención Vial. tas de metanol.
Fue una época muy importante. La epidemiología de —El metanol se necesita en la industria para fabricar
campo mostró todos los usos que podía tener. anticongelantes, disolventes y otros productos —le insis-
tí—. Acá deben estar produciéndolo de alguna manera.
Jorge González Déjeme ir con un entrenado del FETP, el que usted quiera,
para hacer la investigación.
—¡Pero las muertes de los bolitos no tienen que ver con
Hubo momentos difíciles. Algunos compañeros de trabajo eso! —me insistió.
pensaban que los recursos del INMLCF se estaban des- —¡Se están muriendo seres humanos! —le dije.
viando para temas que no eran de su competencia. Noso- Al fin, logré convencerlo.
tros respondíamos que la entidad podía hacer dictámenes Entonces nos fuimos a las licoreras y les preguntamos
médico-forenses de muy buena calidad, pero para que esa de dónde sacaban el metanol. En efecto, no lo producían
información sirviera, había que incidir en la toma de deci- localmente; lo importaban. Lo traían en carrotanques. Era
siones en políticas públicas. probable que cuando el conductor se descuidaba o el licor
El trabajo realizado me produjo una gran satisfacción pasaba por el trámite administrativo, llegaran unas per-
personal. Fue una etapa fascinante de mi vida, porque sonas e hicieran un trasiego: extraían metanol del tanque
veíamos que las medidas salvaban vidas, y eso también por las noches, embotellaban el producto y lo vendían a un
significaba que se salvaban familias. precio bajísimo.
Una epidemia llamada violencia 127

Todo me recordaba mi primera investigación en Colom-


bia. Pero acá los intoxicados no eran decenas sino cientos.
Llamé al INMLCF en Bogotá y pedí a la una toxicóloga que
me enviara el protocolo para el manejo de los pacientes. Se
lograron salvar muchas vidas.

Gloria Inés Suárez Rangel

La revista Forensis
comenzó a ser editada
en la segunda mitad de
los años noventa por el
Instituto Nacional de Me-
dicina Legal y Ciencias
Forenses. Además de
la publicación de cifras,
aporta discusiones teó-
ricas sobre las muertes
violentas en Colombia.
El virus de la encefalitis equina venezolana afecta a caballos, mulas,
burros y humanos. En los animales también es llamada “peste loca”
porque altera su comportamiento. Con frecuencia los hace caminar
sin pausa en círculos (Henry Joubert, Unsplash).
“Ajá, se están muriendo los burros” 129

08
“Ajá, se están muriendo
los burros”
El cerco a la epidemia
de encefalitis equina
venezolana en humanos
ocurrida en La Guajira
(1995).
130 Héroes de a pie

… En Venezuela se presentó una epizoodemia de encefali-


La encefalitis equina ataca tis equina venezolana diagnosticada desde finales de julio
(aunque probablemente empezó en abril), la cual afectó,
a Venezuela junto al dengue a por lo menos, 10.000, personas con una mortalidad del
0,05 %.
En la semana epidemiológica No. 37 (10-16 de septiem-
La encefalitis equina, una epidemia viral que causa estra- bre/95) se registró un considerable aumento en las con-
gos en los caballos, ha empezado a atacar a las personas, sultas por procesos febriles en los organismos de salud de
concretamente en la zona indígena de Paraguaipoa y Gua- Mayapo, El Pájaro y Manaure (La Guajira). Los pacientes
jira, Estado Zulia, al noroeste de Venezuela, donde se han consultaban por diferentes cuadros consistentes de fiebre,
presentado 1.200 infectados, la mayoría jóvenes y niños, cefalea intensa, fotofobia, mialgias, vómito y, en algunos
al tiempo que ha crecido el número de dengue con 18.000 casos, convulsiones. El diagnóstico fue dengue clásico…
casos a nivel nacional.
[…] Informe Quincenal de Casos y Brotes de Enfermedades,
Desde hace 22 años Venezuela no registraba ningún IQCB (30 de septiembre de 1995) 13
caso de encefalitis equina. La enfermedad de los caballos
se inició hace dos semanas en la región zuliana, dando
muerte a un número no cuantificado de animales y propa- El Pájaro era un pueblo chiquito, con una plaza principal,
gándose a los pobladores de la zona… casi ninguna calle pavimentada, y caliente como un horno.
[…] La gente del Departamento Administrativo de Salud de La
Los síntomas de la encefalitis equina en las personas Guajira (Desalud) nos había informado que en ese preciso
son similares a los del dengue: fiebre alta repentina, dolor momento el problema estaba en ese corregimiento, porque
retrorbital, náuseas y vómitos. La infección dura entre tres había mucha gente enferma con una fiebre y un dolor de
y cinco días. En los niños puede haber ataques al sistema huesos y de cabeza de todos los diablos.
nervioso central, que van desde la somnolencia hasta la Cuando aterrizamos en Riohacha, el 22 de septiembre
encefalitis franca con desorientación, convulsiones, pará- de 1995, lo primero que hicimos fue coger para allá. El Pá-
lisis, coma y muerte… jaro estaba al nororiente, sobre la costa, como a una hora
de viaje en carretera. Llegamos hacia las tres o cuatro de la
El País, España tarde, y no se veía un alma por ahí. No teníamos con quién
(18 de septiembre de 1995) 12 hablar. Entonces lo que hicimos fue golpear en algunas
“Ajá, se están muriendo los burros” 131

casas. A veces nos abrían la puerta. Muchos de los que nos


atendían estaban enfermos, y nos decían que en la casa
casi todos estaban igual. Así fue como nos dimos cuenta
de que la tasa de ataque de esa enfermedad era muy alta.
El Ministerio de Salud y la Organización Panamericana
de la Salud (OPS) habían invitado al Instituto Nacional de
Salud a participar en esa investigación de campo, porque
desde el 8 de septiembre se habían disparado los casos
de fiebre en La Guajira. Inicialmente pensaron que eso era
dengue. En esos días había notificación de un serotipo del
virus que había hecho incursión en Suramérica, y proba-
blemente estaba llegando a Colombia.
Nosotros conocíamos el dengue desde hacía un tiem-
Una abuela wayú con su nieta. La población indígena fue una
po. Desde 1989 observábamos el comportamiento de las
de las más afectadas por la epidemia de encefalitis equina
epidemias que se presentaban cada año en Colombia. En venezolana ocurrida en La Guajira en 1995 (Archivo particular
El Pájaro nos llamaba la atención la cantidad de gente que de Fabio Rivas).
estaba enferma. Pensábamos que podría tratarse de un
serotipo que no circulaba desde hacía muchos años, y por
eso había tantas personas susceptibles. Sin embargo, des-
de que llegamos, la gente nos puso a sospechar:
—Ajá, se están muriendo los burros —nos decían.

Fabio Rivas Muñoz


Epidemiólogo de campo
(FETP Colombia, cohorte de 1995)

Desde que llegamos a La Guajira oímos que había burros


muertos. No descartamos que el virus de la encefalitis
equina venezolana hubiera infectado a las personas, pero
132 Héroes de a pie

la versión inicial decía que la epidemia era de dengue.


Lo primero que hice fue ver las historias clínicas. El sín-
toma que presentaba la gente era dolor de cabeza. Es más,
cuando ya llevábamos varias semanas, en los consultorios
seguían diciendo que había una epidemia de cefalea. Los
médicos escribían lo que decían los pacientes: “cefalea”,
“migraña”. En efecto, en los humanos, la encefalitis causa
un dolor de cabeza intenso como una migraña.

Víctor Cárdenas
Tutor del FETP y consultor de los Centros para
el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)

Y aquí viene una cosa fantástica que hizo Víctor Cárdenas,


el epidemiólogo mexicano que nos había entrenado en epi-
demiología de campo.
Resulta que en Riohacha nos hospedábamos en un ho-
tel. Casi todas las noches nos acostábamos después de la
media noche, porque había que enviarle a la OPS un in-
forme sobre el comportamiento de la epidemia. Nos levan-
tábamos muy temprano para empezar a trabajar, y hacia
las seis de la mañana ya estábamos desayunando en el
restaurante del hotel. Pero una mañana no vi a Víctor ahí. Madre e hijo en La Guajira en 1995. Los estudios mostraron
Entonces hablé con el mesero: que, en los niños, la encefalitis equina venezolana provocaba
complicaciones neurológicas más rápidamente que en
—Oiga, yo creo que el doctor Cárdenas se debió haber adultos (Archivo particular de Fabio Rivas).
quedado dormido. ¿Puede llamarlo a la habitación, por fa-
vor?
—El doctor se fue como a las tres de la mañana de aquí
—me contestó el señor.
“Ajá, se están muriendo los burros” 133

—¿Cómo así? ¿Se fue al hospital? —Doctores, ustedes están meando fuera del tiesto.
Efectivamente, se había ido al hospital, y cuando yo sal- —¿…?
go hacia allá, él ya venía de regreso. —Eso no es dengue —repitió lo que ya estábamos pen-
—¡Esta cosa no es dengue! —gritaba, como eufórico, sando—. Esa vaina es peste loca. ¿No ven que se están
mientras se me acercaba. muriendo los burros y los caballos, y el dengue no mata a
¡Un tipo, que ni siquiera es colombiano, se levanta, sin burros ni a caballos?
ninguna obligación, antes del amanecer para revisar his- Nosotros no teníamos la menor idea de lo que era la
torias clínicas, a ver si descubre algo allí! Lo que es el amor peste loca. Pero comenzamos a leer, y vimos que era la
por la salud pública, el amor por lo que se hace. manera como antes llamaban a la encefalitis equina vene-
El dengue, en la mitad de los casos, produce erupciones zolana.
cutáneas. A Víctor le llamaba la atención que los pocos pa-
cientes hospitalizados no tenían brotes en la piel. Por otro Fabio Rivas Muñoz
lado, encontró que presentaban convulsiones localizadas:
un brazo fuera de control en unos, movimientos en la cara
en otros... El dengue no produce eso; en el dengue las con- Llevábamos como dos semanas viendo que los casos de
vulsiones son generalizadas. fiebre aumentaban en La Guajira, y el doctor Jorge Boshell,
La sospecha se hizo más fuerte en Manaure. Allá ha- que en esa época era el director del Laboratorio de Virolo-
bía un médico rural que se la pasaba pereceando todo el gía, insistía: “Eso no es dengue; eso es encefalitis equina
día, leyendo, mamando gallo y conquistando muchachas venezolana”.
porque casi nadie llegaba al puesto de salud. Pero con esa Cuando veíamos las fichas de las personas enfermas,
epidemia pasó de atender ocho pacientes en promedio al una cosa que llamaba la atención era que casi nadie te-
día a tener casi quinientos. No recuerdo cuántas camas nía sangrado. Normalmente, cuando hay un dengue, uno
tendría entonces el hospitalito del municipio, pero cuando empieza a ver que a una alta proporción de los pacientes
llegamos estaba lleno. Había cantidades de pacientes en les sangra la nariz o la boca, pero esta gente tenía fiebre y
las calles de los alrededores, y tenían que atenderlos ahí en dolor de cabeza, y algunos convulsionaban.
los andenes. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el Minis-
Allá en Manaure nos recomendaron hablar con un se- terio de Salud pensaban que era dengue porque muchas
ñor del pueblo —siempre he querido recordar su nom- de las muestras de sangre salían positivas para este virus.
bre—, un señor viejo, que había pasado por todas las epi- Eso ocurría tal vez porque el dengue es una enfermedad
demias. Cuando lo encontramos, nos habló con franqueza: endémica en La Guajira, y la población puede tener esos
134 Héroes de a pie

anticuerpos en su sangre por mucho tiempo. eran Aedes taeniorhynchus. Víctor Olano, entomólogo del
Un día, finalmente, Jorge Boshell decidió viajar a Rioha- Instituto Nacional de Salud, tomó muestras, las especió y
cha un fin de semana. Tomó muestras de unos pacientes, encontró que era el vector más abundante y eficiente en
se las trajo a Bogotá, se quedó el domingo entero en el la- la transmisión de la enfermedad. Es un mosquito que se
boratorio haciendo los análisis, y nos llamó a decirnos que distribuye en toda la Costa, y tiene sus criaderos en una
era encefalitis. Después informó al Ministerio de Salud, y planta que llaman platanito, que crece en las marismas. In-
eso provocó una movilización grande hacia La Guajira. cluso llevamos ejemplares al Jardín Botánico para que lo
especiaran.
Fernando de la Hoz Restrepo
Epidemiólogo de campo Víctor Cárdenas
(FETP Colombia, cohorte de 1995)

Fui la primera mujer del programa de entrenamiento en


Nos hospedábamos en Riohacha, pero casi a diario nos epidemiología de campo que llegó a La Guajira. Tan pronto
desplazábamos a Manaure, a más de una hora y media de nos bajamos del avión en Riohacha, nos recibió una nube
recorrido. Allá fuimos de casa en casa, y vimos que la en- de mosquitos de la que no nos podíamos zafar. La Guajira
fermedad no parecía ser trasmitida de persona a persona. era una laguna. Era tanto el bochorno que uno de inme-
En algún momento lo pensamos así, porque los picos eran diato comenzaba a sentirse pegajoso, y todo estaba tan
cada tres días, como si cada vez que llegaba una persona húmedo que uno no entendía cómo hacían los carros para
enferma a una casa contagiaba a las demás, y porque el transitar por esas carreteras. Bailaban sobre el barro.
virus se presentaba en la laringe de los pacientes. Nos llevaron a Manaure. Era impresionante esa torre de
Sin embargo, luego nos dimos cuenta de que era una sal, que parecía hablar del progreso del pueblo. Pero lle-
explosión única. Y es que los mosquitos que transmiten gando al hospital tuvimos otra impresión: gente afuera,
la encefalitis equina venezolana, los que transportan el vi- mamás con niños con fiebre y convulsionando, sentadas
rus de los caballos a los humanos, los Aedes taeniorhynchus, en los pasillos…
viajan en enjambre, infestan en una gran nube, y se van En ese momento éramos seis personas las que traba-
juntos. No viven mucho. Y si el mosquito transmite y se jábamos en la investigación: un epidemiólogo de la Secre-
muere, pues la epidemia tiende a estar limitada. taría de Salud y cinco miembros del programa de entrena-
Algunos informes decían que los mosquitos trasmiso- miento: Fabio Rivas, Víctor Cárdenas, Fernando de la Hoz,
res del virus eran Aedes aegypti o Culex, pero básicamente Gustavo Aristizábal y yo. Nos tocó compartir una habita-
“Ajá, se están muriendo los burros” 135

Distintos aspectos de La Guajira en 1995: arriba a la izquierda, las salinas de Manaure; abajo, inundaciones provocadas
por la alta pluviosidad, que favoreció la reproducción de los mosquitos transmisores de la encefalitis equina venezolana;
a la derecha, tres equinos en los alrededores de una ranchería (Archivo particular de Fabio Rivas).
136 Héroes de a pie

ción improvisada en Manaure, que había sido un campa- fermedad? Se planteaba que podía ser de persona a per-
mento de obreros de una compañía convertido, provisio- sona. Por eso, un día los médicos del hospital amanecieron
nalmente, en nuestro hotel. Creo que ellos se sentían algo muy preocupados: que querían hablar con el ministro, que
incómodos, pero había que hacer el trabajo. era muy fácil para nosotros decir que bastaba con usar
Nuestra primera barrera era el idioma. La mayoría de guantes, bata y tapabocas, pero claro que nosotros real-
las personas eran indígenas y hablaban wayuunaiki. Yo mente no nos exponíamos a los pacientes y ellos sí. Víctor
quería conversar con las mujeres, pero escaseaban los tra- Cárdenas, gran profesor, conciliador y comprensivo, ayu-
ductores. dó a sortear la situación.
La otra barrera era la sensación de ausencia. Sentía- Me sentía abrumada. La falta de comunicación, de con-
mos que las personas no nos miraban, no estaban allí, o fianza, de camas, y todas aquellas mujeres embarazadas y
no querían hablarnos, o a lo mejor se preguntaban “¿qué todos esos niños que no mejoraban… Yo era muy de senti-
hace una mujer como usted aquí?”. Eran particularmente mientos. Eso no podía estar pasando, y era frustrante no
reticentes con las mujeres. Son sus costumbres, y uno en- poder dar una rápida respuesta.
tendía.
Las cosas no mejoraron como esperábamos después de Flor de María Cáceres Manrique
que conseguimos una traductora. Un día, con ella quisimos Epidemióloga de campo
organizar un grupo focal de miembros de la comunidad (FETP Colombia, cohorte de 1996)
para explorar su cosmovisión alrededor de la enfermedad.
Nos reunimos en el hospital y formamos un círculo, pero
tampoco así soltaban palabra. Se me ocurrió hacerlos reír: Yo imaginaba que iba a un desierto. Desde el avión, des-
—Bueno, díganme cómo se dice… —dije cualquier pués de ver la magnificencia de la Sierra Nevada y sus
cosa— en wayuunaiki. cumbres majestuosas, esperaba que el paisaje comenzara
Tradujeron, y yo intenté pronunciar la palabra en su a verse cada vez más seco y pelado. ¡Para nada! En esa
lengua. Y luego otra cosa. Y comenzaron a burlarse de mi temporada había llovido como nunca en La Guajira. Eso lo
pronunciación. Esa era la idea: romper el hielo para traba- confirmamos en el trabajo de campo: la región estaba flo-
jar en sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones. recida, los árboles de dividivi estaban frondosos, y el agua
Fue la única sonrisa que les saqué. se empozaba por todas partes.
La tercera barrera que enfrentamos fue la desconfian- La tasa de ataque en la zona de Manaure fue de las más
za. En algún momento, una de las preguntas de investiga- altas porque allá se cultivaba sal marina. La comunidad
ción era ¿cómo es el mecanismo de transmisión de la en- abría unas pocetas que se llenaban con el agua del mar.
“Ajá, se están muriendo los burros” 137

Luego de que el agua se evaporaba, recolectaban la sal que


quedaba.
Todos esos pozos se inundaron, y como el Aedes taenior-
hynchus se cría en agua salobre, pues se juntaron el ham-
bre con las ganas de comer: el ambiente perfecto para un
zancudo poco habitual.

Luis Alfonso Díaz


Epidemiólogo de campo
(FETP Colombia, cohorte de 1996)

Averiguar quién había sido la primera persona que había


presentado la sintomatología fue una de mis tareas. Iden-
tificar el caso índice, como decimos.
Comenzaron a aparecer muchas historias, que nos lle-
Un grupo de niños se divierte a la sombra en una ranchería en
varon a un señor en El Pájaro. Era un comerciante mus- La Guajira en 1995. Los deficientes sistemas de recolección de
culoso, fornido, creo que de cuarenta y cuatro años, que agua favorecieron la proliferación de los mosquitos transmiso-
solía pasar a Venezuela para traer mercancía. Vivía en una res de la encefalitis equina venezolana (Archivo particular de
Fabio Rivas)
ranchería cercana a la playa.
Nos contó que unos días atrás había atravesado la fron-
tera. Dijo que en el camino se había cruzado con varios
wayuus que venían desde Venezuela, porque era época de
la cosecha de sal en Manaure. Había visto varios animales
y a varias personas enfermas.
A las dos semanas había presentado una fiebre no muy
alta, pero sí unos dolores de cabeza, articulaciones y espal-
da tan fuertes que lo habían incapacitado y tumbado en su
hamaca. No había consultado al médico. Se había mejorado
solo, tomando únicamente líquidos porque sentía náuseas
138 Héroes de a pie

e inapetencia. Pero, debido a los dolores, le había costado que estar pilas y atender cada sospecha.
trabajo recuperar la movilidad. Luego —eso nos dijo— co-
menzaron a enfermar o a morir los animales de su entor- Fabio Rivas Muñoz
no: los burros, las gallinas, los chivos y hasta los chulos...
Su relato coincidía con lo que era el periodo de incu-
bación, con la historia natural de la enfermedad, según lo … Desde el día 18 de septiembre se han implementado me-
aprendido sobre la peste loca en la página de un libro que didas de control consistentes en atención de enfermos
nos habían dado, y también coincidía con el testimonio que para evitar defunciones, por lo cual a la fecha se han mo-
nos dieron las personas que habían sufrido la enfermedad vilizado 40 voluntarios de la Cruz Roja, 25 médicos que
en epidemias anteriores. refuerzan al personal local de salud, y un sinnúmero de
voluntarios bachilleres y otros. Se dispone de cuatro tone-
Flor de María Cáceres Manrique ladas de medicamentos para atender a cinco mil enfermos.
Tres entomólogos y 25 rociadores de Campañas Direc-
tas adscritos a los servicios del Cesar, Atlántico, Santan-
Nos llegó el rumor de que había un caso en Barranquilla. der y Magdalena han reforzado el equipo local y se han
‘¡Esta vaina se la llevó el diablo!’, fue lo que pensamos, por- recibido cuatro toneladas de insecticidas. Se han aplicado
que una tasa de ataque de esa magnitud en una ciudad tan 700 vacunas a équidos en la zona de Manaure. El 22 de
poblada como Barranquilla sería inmanejable. septiembre el Instituto Nacional de Salud (INS) despla-
Entonces, de una, por la noche viajé desde Riohacha en zó una comisión y el Servicio de Epidemiología Aplicada
un campero que puso el Desalud a nuestra disposición, un (SEA), en apoyo al Ministerio de Salud y Desalud, trasladó
Suzuki que saltaba desesperantemente por esas carrete- epidemiólogos de terreno. El 24 de septiembre se realizó
ras. una reunión binacional en Riohacha, a la que asistieron
Cuando llegué a Barranquilla, me encontré con un pa- los ministros de salud de Colombia y Venezuela, donde se
ciente joven. Miré el contexto en que se había enfermado, acordó la colaboración entre ambos países. El 27 se realizó
dónde había ocurrido y cuáles eran los síntomas. Toma- una reunión de los secretarios de salud de la costa atlán-
mos muestras de sangre, miramos las plaquetas y decidi- tica con el ministro de salud para implementar planes de
mos tenerlo guardado en un toldillo. Al final comprobamos contingencia…
que era un caso de dengue. En el trabajo de campo uno
se mueve mucho a partir de rumores, y uno sabe que son IQCB
imprecisos. Pero ante un riesgo de esas dimensiones, hay (30 de septiembre de 1995) 13
“Ajá, se están muriendo los burros” 139

Estando en Riohacha supimos que los doctores Carlos El objetivo era saber si la gente tenía idea de la epide-
Sanmartín y Hernando Groot eran expertos en encefalitis mia, si sabía que se trasmitía por los mosquitos, si cono-
equina venezolana, y nos vinimos a Bogotá a buscarlos. cía que los burros y los caballos estaban en la cadena de
Recuerdo cuando visitamos al doctor Sanmartín en su trasmisión y si habían vacunado a los animales. Un desas-
apartamento. Se puso feliz de que fuéramos a consultar a tre: la mayoría de las personas no estaban enteradas de la
un viejo que estaba retirado desde hacía tiempo, y por el epidemia; sí sabían que los caballos estaban en la cadena
que, según él, ya nadie se interesaba. Sacó una botella de de trasmisión, pero no sabían que también lo estaban los
whisky, nos contó su experiencia y nos señaló los errores mosquitos.
que en las epidemias pasadas se pudieron haber cometido. Hicimos una planilla para esclarecer cuál era la propor-
Uno de ellos fue que se habían vacunado burros y caballos ción de equinos vacunados, pero en los cuatro o cinco mu-
en la misma zona donde estaba la epidemia, y lo correcto nicipios que visitamos no encontramos registros, ni infor-
habría sido vacunar en los alrededores para que se forma- mación clara y consistente sobre equinos vacunados. Unos
ra un cerco. decían que nunca había habido campañas de vacunación;
Después de la reunión, comunicamos al Ministerio de otros, que hacía dos años; otros, que hacía tres. Los alcal-
Salud y al ICA esas inquietudes, y al poco tiempo comen- des nos mandaban a consultar con los de saneamiento, y
zaron a hacerse vacunaciones en Magdalena y Cesar. los de saneamiento con el hospital, y los del hospital con los
Creo que la estrategia de inmunizar a los animales en los otros. Un epidemiólogo sin registros de datos confiables
departamentos vecinos evitó que la epidemia saliera de La está perdido. No teníamos con qué trabajar.
Guajira. ¡Es que las veces anteriores el virus había llegado Nos devolvimos con las manos vacías. En la noche,
hasta Miami! cuando nos reuníamos a dar el informe diario, comenté
que no se tenía conocimiento claro de antecedentes de va-
Fabio Rivas Muñoz cunación en la región. La propuesta fue comenzar a inmu-
nizar de una vez.

Un momento muy importante fue la elaboración de un cer- Flor de María Cáceres Manrique
co epidemiológico para la vacunación de los equinos. Me
correspondió hacer un recorrido por la Baja Guajira. La ri-
queza de la región y la apertura de la población contrasta- Debíamos establecer a qué velocidad avanzaba la epide-
ban con la pobreza y la desconfianza que había observado mia. Los grupos que llegaron antes que nosotros definie-
en la Alta Guajira. ron que había que hacer un cerco de vacunación de los
140 Héroes de a pie

equinos, algo parecido a los cortafuegos que hacen los


bomberos para controlar los incendios forestales.
La gran inquietud era determinar a qué distancia había
que poner esa barrera. Para no exponer innecesariamente
a los animales y a las personas, no podía estar muy lejos;
pero para no vacunar en una zona por donde el virus ya
había pasado, tampoco podía ser muy cerca. Conocer la
velocidad de diseminación de la epidemia nos daría la res-
puesta.
Nos dividieron en varios grupos, y nos mandaron por
los caminos principales que salían de La Guajira, tanto por
la costa atlántica como por la sección que queda hacia el
sur, encajonada entre la Serranía de Perijá y la Sierra Ne-
vada de Santa Marta.
Hicimos encuestas de campo. Yo participé en las de Uri-
bia y Maicao. Al comienzo, en zonas urbanas, y después,
con equipos de dos o tres personas, fuimos alejándonos
a ver dónde había y donde no había equinos y personas
enfermas. Con la información de cuándo se había enfer-
mado la gente o los animales y del sitio en donde estaba
la epidemia fue posible tener una idea aproximada: más o
menos cinco kilómetros por día.
Una madre wayú lleva en brazos a su hijo en 1995.
Luis Alfonso Díaz La cercanía de los epidemiólogos de campo con la
comunidad facilitaba la identificación de factores de
riesgo y la adopción de medidas de control (Archivo
particular de Fabio Rivas).
Los doctores Carlos Sanmartín y Hernando Groot fueron
mis ejemplos para estudiar Virología. Ambos fueron los
más eruditos en América Latina sobre el tema de encefali-
tis equina venezolana. El doctor Sanmartín, en su discurso
“Ajá, se están muriendo los burros” 141

de admisión en la Sociedad Colombiana de Historia de la La importancia fundamental de esta publicación es la


Medicina —lo llamó Eldorado y los virus de las encefalitis—, demostración de que, en condiciones naturales, la encefa-
citó los versos en los que Juan de Castellanos, a finales del litis equina venezolana puede generar epidemias en huma-
siglo XVI, describía la excitación y las vueltas que daban nos. En este mismo artículo advierten que la enfermedad
los caballos que Gonzalo Jiménez de Quesada había lleva- se puede confundir con otras de origen viral en el trópico,
do a su expedición de los Llanos, y que correspondía a lo como la malaria atípica, la gripa o el dengue. Eso fue preci-
que localmente llamamos peste loca. samente lo que ocurrió años más tarde con la epidemia de
Hay un estudio famoso de Sanmartín, Groot y Ernesto La Guajira, en donde los primeros investigadores creyeron
Osorno sobre una epidemia que hubo en El Espinal (Toli- que estaban enfrentando una epidemia de dengue.
ma) en 1952. Como en todas las epidemias de encefalitis
equina venezolana que comprometen a seres humanos, Jorge Boshell Samper
se inició con lo que clínicamente parecía una epidemia de Jefe del laboratorio de Virología
dengue. del Instituto Nacional de Salud en 1995
Cuando la epidemia ya estaba terminando, los tres cien-
tíficos viajaron al El Espinal con todo su equipo de campo,
jeringas, trampas para mosquitos de diferentes clases y En el Instituto Nacional de Salud nos interesaba ese brote,
aparatos para trepar árboles, etc. Estudiaron una docena no solo porque era grande, sino porque podíamos usarlo
de casos, pero la mayoría ya no tenía síntomas clínicos. para capacitar a la gente del programa de entrenamiento
Solo dos mujeres, una mamá y su hija, estaban aún enfer- en epidemiología de campo, que justamente ese año ha-
mas, por lo cual les tomaron muestras de sangre para ser bía cambiado de nombre: ya no era Programa de Adies-
estudiadas en el laboratorio de Bogotá, inoculando rato- tramiento Avanzado en Epidemiología Aplicada (PAAEA),
nes. sino Servicio de Epidemiología Aplicada (SEA).
Para asegurar el aislamiento del virus causante, el mis- Yo en ese momento estaba como subdirector del Labo-
mo doctor Sanmartín se inoculó con esos sueros, y desa- ratorio Nacional de Referencia, una división del Instituto
rrolló enfermedad a los dos días, con las características Nacional de Salud. Tenía una carga administrativa muy
típicas: dolor de espalda, insomnio, náuseas y faringitis. grande, y no podía estar permanentemente en La Guaji-
Las muestras tomadas durante este periodo al doctor ra. Pero Víctor Cárdenas y Fabio Rivas sí se quedaron casi
Sanmartín contenían el virus de la encefalitis, según se dos meses en terreno, y decidieron hacer una investiga-
demostró por la inoculación a ratones y la identificación ción más formal para, por ejemplo, probar la hipótesis de si
del virus. era posible que hubiera transmisión de persona a persona
142 Héroes de a pie

dentro de las casas, y conocer el potencial epidémico de la


encefalitis equina venezolana.
Hasta ese momento, la mayoría de los estudios sobre
la enfermedad habían sido hechos por virólogos, que se
interesaban por el virus, sus características y mutaciones,
pero no tanto por cómo se transmitía, a cuánta gente le
daba, en qué proporción los síntomas eran severos…, diga-
mos, una descripción fina de la epidemia. Así que armaron
el protocolo de investigación, lo aprobamos, e incluso mon-
tamos un programa de vigilancia neonatal para ver qué
efectos tenía el virus en las mujeres embarazadas.
Creo que en esa epidemia se percibió con mayor cla-
ridad la importancia del SEA. En agosto de ese año nos
habíamos graduado los primeros residentes del programa
y ya había varios residentes en el entrenamiento.
Fabio Rivas (de rodillas) y Víctor Cárdenas (segundo de pie
La situación era muy distinta a la que vivimos en la epi-
de izquierda a derecha) posan en 1995 junto a miembros demia de cólera en 1991, en la que solamente dos epide-
de la comunidad y funcionarios que contribuyeron en la miólogos de campo —Fabio y yo— pertenecíamos a una
investigación y el control de la epidemia de encefalitis
entidad del nivel nacional. En la epidemia de encefalitis ha-
equina venezolana en La Guajira (Archivo particular de
Fabio Rivas). bía mucha más gente presta para colaborar, equipos que
reportaban mucho más grandes, estudiantes del progra-
ma y hasta simpatizantes que iban y venían de La Guajira.
Además, Víctor Cárdenas tenía una gran capacidad
para llamar y convocar gente. Iba y conversaba con todo el
mundo sin ningún problema. Por eso fue que médicos de
diversas especialidades se sumaron a la investigación, y
se publicaron estudios con distintos enfoques.

Fernando de la Hoz Restrepo


“Ajá, se están muriendo los burros” 143

En 1995 yo tenía un cargo en el Ministerio de Salud. Mi


oficina no tenía mucho que ver con brotes o epidemias: era
director de Desarrollo Científico y Tecnológico. Pero el mi-
nistro de entonces, Augusto Galán Sarmiento, me invitó a
hacer parte del grupo. El viaje, la aventura y la experiencia
me interesaban.
Llegué a La Guajira cuando habían pasado ya diecio-
cho días desde la aparición del primer caso sospechoso. La
epidemia en ese momento ya estaba bastante avanzada.
La encefalitis equina venezolana es una zoonosis que se
controla vacunando caballos, burros y todos los équidos,
pero la inmunización había bajado porque la enfermedad
no se reportaba hacía rato en Colombia. La llamaban peste
loca, porque a los caballos les da un cambio de conducta
que los lleva a caminar y a caminar y a dar vueltas y no
quedarse quietos, y finalmente es mortal porque en ellos
la concentración del virus en la sangre es impresionante-
mente alta, muchísimo más alta que la que alcanza en los
humanos. Una de las mayores dificultades durante la epidemia de
El equipo que trabajaba en La Guajira era excepcional encefalitis equina venezolana ocurrida en La Guajira en 1995
y estaba muy bien montado. Allá estaban el entomólogo fue la alta afluencia de personas a los precarios puestos de
Víctor Olano, el virólogo Jorge Boshell, el epidemiólogo salud de la región (Archivo particular de Fabio Rivas)

mexicano Víctor Cárdenas, el pediatra Luis Alfonso Díaz


Martínez, Gilberto Álvarez —que en ese momento era pre-
sidente de la Asociación Colombiana de Medicina Tropi-
cal—, Elías Daza —que era el director de Desalud—, Fabio
Rivas, Fernando de la Hoz…
Recuerdo que viajé con Gilberto Álvarez en un helicóp-
tero por las distintas rancherías. Una experiencia muy in-
teresante fue la que vi en el hospital de Nazaret —el último
144 Héroes de a pie

pueblito que queda en la punta de La Guajira, al lado de la Más allá de los aspectos médicos, la verdad es que no
serranía de Macuira—, que siempre ha sido ejemplo de la solo me impactó la pobreza, sino la resignación de esas po-
combinación de medicina occidental con medicina indíge- blaciones. Muchachos convulsionando, y la mamá al lado,
na, y en donde los tratamientos se hacían mancomunada- como quien enfrenta la cosa sin perturbarse demasiado.
mente entre el médico —un paisa, Ramiro Uribe Espino-
sa— y la comunidad autóctona. Diego Rosselli
Nuestro trabajo específico en La Guajira consistió en Director de Desarrollo Científico y
asesorar en el manejo de los síntomas neurológicos, re- Tecnológico del Ministerio de Salud en 1995
coger información de las historias clínicas y examinar
pacientes en hospitales y centros de salud de Riohacha,
Maicao, Uribia, Manaure, Mayapo, El Pájaro, Puerto Bolí- Para controlar esa epidemia fue necesario hacer algo que
var, Paraíso y Nazaret. nunca se había hecho en el mundo: utilizar un larvicida
La de La Guajira fue mi primera experiencia en epide- que funcionaba muy bien contra el mosquito anofeles, el
miología de grandes números. Con la información reco- que trasmite la malaria. Ese larvicida era el Bacillus sphae-
lectada, hicimos una caracterización y una descripción de ricus, una bacteria.
los síntomas. En el proyecto nuestro inscribimos a sesenta La larva del mosquito Aedes taeniorhynchus, que es el
y cinco sujetos con compromiso cerebral por el virus de la que trasmite el virus de la encefalitis equina de los equi-
encefalitis equina. nos a los humanos, se come el Bacillus sphaericus, y la larva
Publicamos un artículo en la revista Acta Neurológica Co- se muere. Mejor dicho, esa bacteria evita que las larvas se
lombiana, firmado por cinco autores. Básicamente, lo que conviertan en pupas y, por tanto, en mosquitos adultos.
hallamos fue que había mayor proporción de casos en la Desde mediados de septiembre, en La Guajira estaban
población rural —probablemente por el hecho de que, al fumigando contra el Aedes aegypti, que es el que trasmite
ser la que está más cerca de los burros y los caballos, es la el dengue. Pero los entomólogos del Ministerio de Salud y
que se infecta primero—, y que el compromiso neurológico del Instituto Nacional de Salud quedaron aterrados cuando
era más precoz en los niños. Anotamos que era necesa- vieron que el departamento estaba infestado de Aedes tae-
rio hacerles seguimiento, pues es probable que presenten niorhynchus, que se había multiplicado, como ocurre cada
convulsiones más tarde, a medida que se desarrolla el ce- cierto tiempo en la región, por el incremento de las lluvias,
rebro. Incluso planteamos la posibilidad de que la infección que inundan y vuelven todo un caldo perfecto para la cría
por encefalitis tuviera que ver con las altas tasas de epi- de los mosquitos.
lepsia en los países de América ecuatorial. Entonces el Instituto Nacional de Salud entró en con-
“Ajá, se están muriendo los burros” 145

tacto con el Servicio de Erradicación de la Malaria, que Esta epidemia nos mostró la importancia que tiene la po-
tenía Bacillus sphaericus en unas bodegas en Bogotá. Los blación local en la atención de un problema de salud. No-
entomólogos no sabían si esa estrategia iba a funcionar, sotros, los profesionales de la salud, solemos pensar que
porque no había estudios que lo demostraran y hacerlos somos los que saben, los que van a controlar la epidemia.
era complicado: imposible saber cuánto se iban a demorar. Pero en la epidemiología de campo aprendí una cosa: a es-
Pero si todas esas larvas se convertían en pupas y luego en cuchar a la población. Uno toma el libro clásico de epide-
mosquitos, pues la epidemia iba a empeorar. miología aplicada de los CDC y ahí dice que la labor del epi-
El tema escaló al Ministerio de Salud, y de ahí a la Presi- demiólogo es escuchar a la población para ver qué piensa
dencia de la República. Fue una aventura y un riesgo. del problema. Y eso no es precisamente lo que hacemos
los médicos.
Fabio Rivas Muñoz
Fabio Rivas Muñoz

… el descenso en la notificación de casos humanos de en-


cefalitis equina venezolana ocurrió luego de la aplicación Nos llamaba la atención que, con respecto al mismo perio-
de enérgicas medidas de control (fumigación y vacuna- do de los dos años anteriores, la tasa de abortos se había
ción de équidos) en La Guajira y otros departamentos. Al duplicado en Riohacha. Ya pasada la epidemia, pensamos
descenso pudo haber contribuido la propia dinámica de escribir un informe más serio para responder qué había
la transmisión; sin embargo, en lugares como Riohacha pasado con las mujeres embarazadas. En ese momento, yo
y Maicao, en donde la tasa de ataque llegó al 15 %, no se trabajaba en el antiguo Hospital Universitario Ramón Gon-
puede argüir que el descenso se deba sólo a la dinámica de zález Valencia, hoy Hospital Universitario de Santander, y
la transmisión; contribuyó la existencia de un sistema de con dos amigos ginecobstetras —Carlos Hernán Becerra y
vigilancia activo en todo el país y el conjunto de medidas Mauro Miguel Rivera— planteamos la necesidad de ir a re-
de control adoptadas… visar ese fenómeno en los corregimientos más afectados.
Viajamos desde Bucaramanga hasta Riohacha en el ca-
IQCB rro de uno de ellos. Recuerdo que Mauro tenía un ecógrafo
(30 de octubre de 1995) 15 portátil. Identificamos las mujeres que habían estado em-
barazadas durante la epidemia, indagamos qué había pa-
sado, y a las que estaban embarazadas en ese momento se
les hacía la ecografía obstétrica.
146 Héroes de a pie

Esa experiencia me marcó y me ayudó a estar mejor infección. Los estudios epidemiológicos no encontraron
preparado veinte años después. Cuando, en tiempos más evidencia de transmisión de persona a persona. Un núme-
recientes, se presentaron las epidemias de chikunguña y ro de abortos por encima de lo esperado durante el brote
zika yo era profesor de Epidemiología e Investigación en confirmó un papel abortivo, previamente sospechado, de
Ginecología y Pediatría de la Universidad Industrial de la infección por VEE. Las aplicaciones de pesticidas y un
Santander; y Becerra era, además de mi amigo, mi compa- programa de vacunación equina en masa contribuyeron a
ñero de oficina e investigación. Había muchas semejanzas prevenir la propagación del brote hacia el sur...
con la experiencia de La Guajira, con la diferencia de que el
chikunguña perinatal puede provocar encefalitis, y el zika, The Journal of Infectious Diseases
microcefalia. (abril de 1997) 16
Ese conocimiento ha sido muy útil para las investiga-
ciones sobre neurodesarrollo que hoy hacemos en los hijos
de las mamás que han tenido zika durante el embarazo. Uno siempre piensa que una epidemia es algo malo. En
buena medida lo es. Pero también tiene algo positivo en
Luis Alfonso Díaz sus dimensiones académica, ética y política.
Las epidemias son laboratorios de enseñanza muy par-
ticulares, en los que se trabaja veinticuatro horas, se for-
En 1995, el primer brote de encefalitis equina venezolana mulan preguntas y se adquieren conocimientos. Digamos
(EEV) en Colombia en 22 años causó aproximadamen- que ese es su valor académico.
te 75.000 casos en humanos, 3.000 con complicaciones El componente ético tiene que ver con los sentimientos
neurológicas y 300 fatales en el departamento de La Gua- encontrados. Por una parte, decimos “¡Dios mío, ¿no hay
jira. De los 50.000 equinos estimados en el departamento, toldillos, anjeos, conocimiento o una manera para que la
el 8 % pudo haber muerto. Un virus epizoótico IC, proba- gente se proteja de los zancudos?”. Tantos niños, mujeres
blemente introducido desde Venezuela, se amplificó rápi- y ancianos sufriendo es algo que lo va quebrando a uno.
damente entre los equinos no vacunados. Las altas pre- En un momento, uno quiere salir corriendo y gritar “¡no
cipitaciones registradas, que produjeron altas densidades puedo con esto!”. Carecer de una ayuda tangible es deso-
del vector Aedes taeniorhynchus, llevaron a una transmisión lador. Raya con la ética en el ejercicio de la salud pública.
epidémica extensa en los cuatro municipios afectados. Pero ahí es donde percibo que el epidemiólogo de cam-
Los indígenas wayú, que constituyen el 24 % de la pobla- po es una figura muy importante. Tiene la capacidad de
ción del departamento, presentaron un mayor riesgo de traducir esos sentimientos y de llevarlos a las autoridades
“Ajá, se están muriendo los burros” 147

para que se diseñen políticas públicas. Como soñamos: in-


formación para la acción.

Flor de María Cáceres Manrique

Dejamos la epidemia bien documentada en The Journal of In-


fectious Diseases, en el Morbidity and Mortality Weekly Report
(MMWR) —el boletín de los CDC—, y en el Informe Quincenal
de Casos y Brotes de Enfermedades (IQCB), que el Instituto Na-
cional de Salud había comenzado a editar ese año.
En el tercer número comenzaron a salir informes sobre
la encefalitis equina venezolana en La Guajira, y realmente
eso atrajo la atención de todos los epidemiólogos. Se dis-
tribuía como pan caliente. La gente llamaba a Bogotá para
pedir que se lo enviaran. El boletín es una herramienta
muy poderosa, porque el epidemiólogo genera la informa-
Una mujer wayú cuida los chivos
de su familia en La Guajira en 1995
ción sin filtros ni autocensura. Solo deja saber lo que está
(Archivo particular de Fabio Rivas). ocurriendo, y si lo hace sistemáticamente, sin miedo, está
mostrando una realidad.
Cada número tenía un informe de brote. Los autores
eran los residentes del SEA. Nosotros, por teléfono, les dá-
bamos las instrucciones: “Vaya, haga esto, haga aquello”.
Yo tenía a cargo como ocho o diez entrenados, y Carmen
Sánchez, que me acompañaba en la tarea, otros tantos.
Teníamos el mejor puesto de epidemiólogos que jamás
hubiéramos soñado. No he vivido un mejor momento en
mi carrera como el vivido en esas semanas.

Víctor Cárdenas
148

Las encuestas son una herramienta fundamental


en la epidemiología de campo, tanto para el
control de las enfermedades transmisibles como
de las enfermedades crónicas.
09
Permítame
preguntarle
Los epidemiólogos de
campo dan valor a las
encuestas de factores de
riesgo de enfermedades no
transmisibles (1997, 2003,
2013).
150 Héroes de a pie

A finales del 1997, cuando hacía mi residencia en el pro- nábamos con la oreja roja.
grama de epidemiología de campo, Carmen Sánchez y La encuesta presencial tenía las mismas preguntas,
Víctor Cárdenas, nuestros tutores de los Centros para el pero en esa hacíamos algunos exámenes, como medicio-
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Es- nes de tensión arterial y recolección de muestras para me-
tados Unidos, nos propusieron un tema: hacer encuestas dición de glucosa, entre otros. Todos los residentes de esa
telefónicas para determinar los factores de riesgo de las cohorte del programa de entrenamiento en epidemiología
enfermedades crónicas. de campo estábamos en ese momento en Caldas.
En Estados Unidos ya se habían utilizado encuestas Una de las conclusiones fue que los resultados de la en-
telefónicas para esos fines, pero en Colombia aún no se cuesta telefónica eran comparables con los de la encuesta
había aplicado ese método. Por eso, para saber si ese ins- cara a cara. En términos de políticas públicas, el método
trumento funcionaba en este contexto, decidimos probar- telefónico podría resultar más barato que ir a las casas.
lo: primero haríamos la encuesta telefónicamente, y luego Después de terminado el trabajo, fuimos a almorzar los
iríamos al terreno y haríamos una encuesta cara a cara. residentes con los tutores.
Los resultados debían coincidir. —Vamos a postular este trabajo para que sea presenta-
Obtuvimos un listado de los teléfonos que había en el do en las Noches Internacionales —me dijo Carmen Sán-
departamento de Caldas. En el 97 no había muchos celula- chez—. Si lo aprueban, tú lo vas a presentar.
res. Los pocos que había eran como una panela de grandes Carmen se refería al evento que el Servicio de Inteli-
y, además, costosos. Solo los usaban los estratos más altos. gencia Epidemiológica de los CDC organiza cada año para
Seleccionamos los números a los que llamaríamos, y que los programas de epidemiología de campo de los paí-
luego hicimos un muestreo de los sitios donde haríamos ses presenten sus mejores trabajos.
las encuestas cara a cara. El trabajo se dividió en dos fa- —Tan chistosa —le contesté, creyendo que bromeaba.
ses: durante una semana hicimos la encuesta telefónica, y Yo me fui al Vaupés después del trabajo de campo, y
a la siguiente, la encuesta presencial, divididos en grupos como a los dos o tres meses me llega una carta del direc-
distribuidos en municipios y veredas del departamento. tor del Servicio de Inteligencia Epidemiológica. Era la in-
Nos fue muy bien. El hecho de que la encuesta fuera te- vitación para que, en una de aquellas noches en Atlanta,
lefónica permitía que hubiera confidencialidad. “¿Cuántos presentara el trabajo que habíamos hecho. Casi me muero.
trago toma?”, “¿cuántos cigarrillos fuma?”, “¿es hiperten-
so?”, “¿es diabético?”, “¿cuál es su peso?”, “¿cuál es su ta- Íngrid García
lla?”, “¿qué desayuna?”, “¿qué come?”, “¿hace ejercicio?”, Epidemióloga de campo
preguntábamos. No era nada corto el cuestionario. Termi- (FETP Colombia, cohorte de 2000)
Permítame preguntarle 151

Las encuestas no son muy valoradas en las escuelas de De todas formas, aunque fuera telefónica, teníamos
epidemiología. Las consideran un instrumento que genera que desplazarnos desde Bogotá. Sufragar los gastos de
baja evidencia. Sin embargo, son necesarias para tener un tantas llamadas de larga distancia nacional era imposible.
primer acercamiento y conocer a una población. Con llamadas locales no tendríamos ese problema.
Los epidemiólogos hemos contribuido a hacer que las Hicimos previamente todo el protocolo de investiga-
encuestas se estandaricen. A partir de encuestas se han ción. Para efectos de lo que queríamos hacer, asumíamos
tomado decisiones de alto impacto en la política pública: que el directorio telefónico nos ofrecía un marco muestral
desarrollamos encuestas para demostrar que la gente no suficiente. La cobertura telefónica ya llegaba a todas las
usaba casco ni cinturón de seguridad, y por eso cambió regiones del país y a la clase media.
la normativa; las encuestas han sido el instrumento clave Llegamos a terreno, y la primera cosa que encontramos
para saber cómo están las coberturas de vacunación; las fue que la empresa de teléfonos nos dijo que no tenía co-
encuestas en emergencias y desastres nos permiten sa- bertura en todo el municipio. ¿Y entonces?
ber cuáles son las necesidades de la población afectada. Caldas nos había mostrado que había correspondencia
El ejercicio que hicieron los residentes del programa entre las encuestas telefónicas y las presenciales. Las dos
de epidemiología de campo en Caldas buscaba validar un herramientas debían funcionar. Entonces debíamos iden-
instrumento. El objetivo era saber si en Colombia se po- tificar las zonas donde se pudiera hacer la encuesta casa a
dían utilizar dos formas diferentes —encuesta telefónica casa. Al final, el setenta por ciento de las encuestas serían
y presencial— para obtener un mismo resultado. Pero ese telefónicas.
trabajo tuvo también otro significado: fue la primera vez El siguiente paso era determinar a dónde llamar. La Se-
que se desarrolló una encuesta en el programa de entrena- cretaría de Salud del Cesar nos facilitó los teléfonos de su
miento en epidemiología de campo para evaluar los facto- sede. Comenzamos, pero de repente la empresa de teléfo-
res de riesgo para enfermedades no trasmisibles. nos se dio cuenta de que había un aumento inusitado en el
Los aprendizajes de esa experiencia se pusieron en tráfico de llamadas. Ese nivel estaba permitido para líneas
práctica en 2003. Comprobada la validez de la encuesta comerciales, pero no para las que nos habían facilitado.
telefónica, seleccionamos una región para aplicar el mé- Tocó negociar una tarifa.
todo. Escogimos Valledupar (Cesar). Era una ciudad en la Antes de esta experiencia, toda la digitación de los da-
que podríamos movernos, y su población, por decirlo de tos la hacíamos en papel, y luego sí la introducíamos a un
alguna manera, era neutral: no era completamente costeña software. Pero en esta ocasión sí tuvimos una migración
y compartía algunas características con la gente del inte- completa: no solo dejamos al papel, sino que pasamos de
rior del país. un programa que era el Epi-Info 604 —de esos en que la
152 Héroes de a pie

pantalla se veía negra— al Epi-Info 2000. Eso era como


llegar al futuro.
Alexander Torres, uno de los tutores en esa experien-
cia, había aprendido a manejar el programa al dedillo. Era
autodidacta en eso, y logró que hiciéramos ese salto al
siglo XXI. La herramienta nos arrojaba información en
tiempo real. Mi rol era que los entrenados pudieran enten-
der los resultados.
Todo este proceso nos permitió resolver problemas en
terreno, desarrollar la metodología, conocer un nuevo soft-
ware y utilizar la estadística de la manera más adecuada.
Este fue el primer ejercicio que hizo el país para tener una
herramienta estandarizada de evaluación de factores de
riesgo para enfermedades no trasmisibles.
El gran valor de las encuestas para nuestro trabajo es
que terminaron convertidas en un instrumento para la vi-
gilancia. Particularmente, para una vigilancia de proble-
mas de salud que se desarrollan en un plazo largo, como la
obesidad o el tabaquismo.
Los resultados fueron publicados en el Informe Quince-
nal Epidemiológico Nacional (IQEN). Cuando en el país apenas
se estaban desarrollando políticas públicas para la pre-
vención de enfermedades no trasmisibles, el Cesar ya po-
día construir sus programas gracias a los resultados que
Epidemiólogos de campo se despliegan por Valledupar
arrojó esta experiencia.
en 2003 para realizar una encuesta presencial sobre los Cuando terminaron su entrenamiento, muchos profe-
factores de riesgo de las enfermedades crónicas. sionales que habían estado en el programa fueron a sus
regiones a hacer valoraciones con este instrumento para
medir factores de riesgo en sus poblaciones.
La aplicación de encuestas para enfermedades no tras-
Permítame preguntarle 153

misibles nos puso a la vanguardia. Dio una herramienta La vigilancia de enfermedades transmisibles a nivel mun-
muy útil para la planeación en salud pública, especialmen- dial se ha desarrollado más rápido que la vigilancia de las
te en el nivel territorial. Tal vez no tengan tanto valor en las enfermedades no trasmisibles. La vigilancia de trasmisi-
escuelas de epidemiología, pero es indiscutible que ayudan bles implica tener intervenciones oportunas para cortar
a resolver los problemas del día a día. la cadena de transmisión y disminuir la morbimortalidad.
En contraste, la vigilancia de las enfermedades no tras-
Franklyn Edwin Prieto Alvarado misibles, que son las de mayor carga y son multicausales,
Epidemiólogo de campo requiere algo más de largo plazo que permita identificar
(FETP Colombia, cohorte de 2003) elementos previos, como son los factores de riesgo y los
factores protectores.
Existen miles de metodologías para medir factores de
… De acuerdo con lo esperado, la proporción de personas riesgo. En 2010, en el Instituto Nacional de Salud las estu-
que practican alguna actividad física es inversamente diamos y construimos un modelo de vigilancia para enfer-
proporcional a la duración e intensidad de la misma. La medades crónicas no transmisibles para integrar las dife-
proporción de personas que realizan caminatas disminu- rentes estrategias de vigilancia. Tenía varios puntos: uno,
ye a medida que se aumenta el tiempo de duración de la la vigilancia mediante encuestas de los factores de riesgo
misma; para diez minutos al día, la proporción estaba al- o protectores; dos, la vigilancia de la enfermedad, y tres, la
rededor de dos terceras partes de la población; para veinte mortalidad y la discapacidad.
minutos, bajó a menos de la mitad de la población, y para Las enfermedades crónicas que tienen mayor preva-
treinta minutos fue sólo cerca de una tercera parte de las lencia son el cáncer, la diabetes, la enfermedad pulmonar
personas. En forma similar, la proporción de personas que obstructiva crónica y las cardiovasculares, como la hiper-
realizan actividades físicas moderadas también fue me- tensión.
nor a medida que se aumenta el tiempo del ejercicio: para Nos dimos cuenta de que el abordaje tenía que ser in-
diez minutos al día, la proporción está alrededor de una tersectorial. Para la prevención de enfermedades crónicas,
tercera parte de la población; para veinte minutos, baja a el sector salud no es el único que puede dar una respuesta:
una cuarta parte de la población, y para treinta minutos es están involucrados los sectores que tienen que ver con la
un poco menor… agricultura, con la producción de alimentos, con la regula-
ción de etiquetados y con la actividad física, entre otros.
Informe Quincenal Epidemiológico Nacional, IQEN Por eso, en 2011 tuvimos un acercamiento con una de
(30 de marzo de 2004) 17 las entidades más importantes para este abordaje: Colde-
154 Héroes de a pie

portes. Ellos estaban desarrollando el Programa Nacional el brazo derecho o el izquierdo? ¿Íbamos a usar tensió-
de Hábitos y Estilos de Vida Saludable, que tiene una es- metros digitales o de mercurio? ¿Cómo íbamos a hacer la
tructura parecida a la de nosotros en salud, porque tiene toma de muestras? ¿Las preguntas eran comprensibles en
niveles nacional, departamental y local. Este último es eje- cualquier región el país? Era necesario unificar todos esos
cutado por monitores en los municipios, que, tres veces a criterios.
la semana, motivan y enseñan a la comunidad de las zonas Después de eso hicimos una prueba piloto. Fuimos a
más deprimidas del país a hacer actividades físicas musi- Cajicá (Cundinamarca) para verificar que la encuesta era
calizadas. entendible. Y después de hacer los últimos ajustes, esco-
Empezamos entonces a ver cómo construir una en- gimos los lugares donde íbamos a hacer la investigación.
cuesta que pudiera hacer el diagnóstico de los factores de Tenían que ser ciudades donde hubiera altas prevalencias
riesgo de enfermedades crónicas, y a evaluar si eso iba a de enfermedades crónicas y donde Coldeportes tuviera
tener impacto en las labores que realizamos en el sector su programa fortalecido. Esas fueron El Espinal (Tolima),
salud y en Coldeportes. Ipiales (Nariño) y Villa del Rosario (Norte de Santander).
Unos diez FETP [epidemiólogos de campo] comenza- Creíamos que Ipiales y Villa del Rosario eran retos particu-
mos a hacer el trabajo. Fueron varios meses discutiendo, lares porque, por ser una zonas de frontera, había mucho
mirando metodologías y poniéndonos de acuerdo. Las movimiento de población.
metodologías para realizar encuestas contemplan varios Las secretarías de salud de las alcaldías nos colabora-
pasos posibles: solo realizar preguntas, tomar medidas ron con la comunicación previa. Hicieron perifoneo infor-
antropométricas o biomédicas, o practicar exámenes de mando sobre la actividad, de modo que la comunidad, en
sangre para evaluar el perfil lipídico y los niveles de glice- general, ya sabía qué íbamos a hacer.
mia. Decidimos hacer las tres cosas.
La Fundación Colombiana de Obseidad (Funcobes), la Maritza González Duarte
Organización Panamericana de la Salud (OPS) y las uni- Epidemióloga de campo
versidades del Rosario y de los Andes, entre otras insti- (FETP Colombia, cohorte de 2017)
tuciones, nos apoyaron en la revisión de esas metodolo-
gías. Fueron meses, casi un año, de trabajo con los FETP
haciendo la revisión documental, definiendo el cuestiona- En septiembre de 2011, la Organización de Naciones Uni-
rio y luego estandarizando las pruebas. Aunque muchos das, en su reunión anual en Nueva York, hizo un llamado
éramos profesionales de la salud, no todos hacíamos las a los países para que diseñaran estrategias de prevención
cosas de la misma manera. ¿Íbamos a tomar la tensión en y control de las enfermedades no transmisibles. Por eso,
Permítame preguntarle 155


Lo que más valoro de este esfuerzo
es ver cómo el epidemiólogo de
campo, trabajando con otros sectores,
contribuye a solucionar los problemas
de salud.

Maritza González Duarte
156 Héroes de a pie

varias organizaciones tuvimos un acercamiento. Ahí está- actividad física, percepción del estado de salud y consumo
bamos Coldeportes, el Ministerio de Salud, el Instituto Na- de frutas, verduras, alcohol y sal.
cional de Salud, los Centros para la Prevención y el Control Conformamos equipos liderados por gestores. Cada
de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Red de gestor iba acompañado por entre seis y ocho monitores, y
Programas de Capacitación en Epidemiología e Interven- tomaba una o dos manzanas de la ciudad, que eran las que
ciones de Salud Pública (Tephinet). iban a encuestar. Ellos, a su vez, tenían otros supervisores:
En Coldeportes tenemos como objetivo aumentar la los FETP.
prevalencia de actividad física, la calidad de vida y el bien- El Espinal tuvo un grupo de gestores e Ipiales tuvo otro
estar de los colombianos. En 2008 habíamos creado el totalmente diferente, pero a Villa del Rosario invitamos a
Programa Nacional de Hábitos y Estilos de Vida Saludable. los gestores que habían estado en esas dos ciudades an-
El programa está conformado por gestores, monitores y teriores. Era una oportunidad para aplicar las lecciones
líderes comunitarios que, en los distintos municipios, tra- aprendidas y mejorar la intervención y la recolección de
bajan especialmente para que la gente cumpla con las re- información.
comendaciones mínimas de actividad física.
En el desarrollo del programa necesitábamos eviden- Óscar Lozano
ciar las actividades realizadas por los equipos a nivel mu- Coordinador del Grupo Interno de Actividad Física
nicipal y departamental, y por eso, con el apoyo del Ins- de Coldeportes en 2013.
tituto Nacional de Salud, creamos un sistema nacional de
monitoreo.
Para implementarlo, organizamos cursos de epidemio- Arrancamos en El Espinal. Eso fue entre abril y mayo de
logía aplicada a la actividad física. Iban dirigidos a nues- 2013. Fuimos los diez FETP y 120 personas del equipo de
tros gestores y monitores, y eran dictados por los FETP. monitores y gestores de Coldeportes, personas que real-
Los primeros cursos se hicieron en 2012 en Popayán y Vi- mente no tenían nada que ver con salud, sino con el de-
lla del Rosario. Luego, el Instituto Nacional de Salud diseñó porte. Por eso también teníamos que estandarizar los pro-
un curso virtual sobre enfermedades crónicas. Cualquiera cesos con ellos. Era un reto más bien logístico. Coordinar
que quisiera trabajar en el Programa Nacional de Hábitos varias personas en campo es bastante complejo.
y Estilos de Vida Saludable debía tomarlo, pasarlo y certi- El trabajo de campo debía ser hecho en las tardes y en
ficarse. las noches, como desde las cinco hasta las nueve, porque
Después de eso ya estábamos preparados para salir al la mayoría de los encuestados estaban en el día en sus tra-
terreno a levantar la información y hacer el tamizaje sobre bajos o estudiando, no en sus casas. Si no los encontrá-
Permítame preguntarle 157

bamos, había que volver al día siguiente. Cada encuesta Para escoger los barrios donde se iban a hacer las en-
duraba como veinticinco minutos o más. Primero se con- cuestas se seguía una metodología estadística, y sobre un
testaban las preguntas, pero la toma de muestras se hacía mapa de la ciudad definíamos cuadras y casas. En Villa del
al día siguiente. Nosotros, desde las cuatro de la mañana, Rosario incluso pintamos con colores las manzanas que se
alistábamos esa parte del proceso. La gente debía ir en iban a encuestar para que a los equipos les fuera mucho
ayunas a un punto específico, entre las cinco y las nueve más fácil encontrarlas.
de la mañana. Analizábamos varios aspectos sobre el lugar donde se
Prácticamente todos los encuestados de las tres ciuda- iba a hacer el trabajo, como el transporte y la seguridad.
des fueron. En los pocos casos que no podían ir, se envió Algunos sitios escogidos eran de alta peligrosidad.
un equipo móvil a la casa. Realmente, cada encuestado era —¡Uy, yo por allá no entro! —nos dijo en El Espinal una
atendido por un equipo: el que hacía las preguntas, el que de las mujeres de nuestro equipo—. Me guardan, me dejan.
tomaba la tensión, el que pesaba… Esas funciones se rota- Se refería a la trata de personas. A ella y a una compa-
ban cada día entre los equipos. ñera les habían asignado una zona roja, y les daba miedo
También iban acompañados por personas de las se- ir por allá. Entonces nos tocaba pensar si hacíamos o no
cretarías de salud, porque si, por ejemplo, llegábamos a hacíamos las encuestas en ese sector. Consideramos que
encontrar a una persona con tensión alta, se le hacía la había que seguir adelante. Lo que decidimos fue que dos
correspondiente remisión al especialista. También diseña- muchachos que eran bien corpulentos las acompañaran.
mos un boletín informativo, que era entregado al final de Estando allá también pasaron cosas curiosas. Por ejem-
la encuesta, sobre cómo hacer actividad física y cómo ali- plo, una señora contestó bajo el efecto de las drogas. La
mentarse bien, y sobre espacios libres de humo de tabaco. encuesta no podía validarse, pero era necesario terminarla
Óscar Lozano, de Coldeportes; Franklyn Prieto, que en para evitar conflictos con la comunidad. A veces los moni-
ese entonces era consultor de los CDC y Tephinet, y yo, tores llegaban muy conmovidos, incluso llorando, después
que era la coordinadora de Vigilancia de Enfermedades de ver los niveles de pobreza o las condiciones de vida de
No Trasmisibles, actuábamos como supervisores. Debía- algunos de los encuestados.
mos asegurarnos de que los encuestadores entendieran
bien las preguntas y no indujeran las respuestas, y luego Óscar Lozano
revisar que todas esas encuestas que habían diligenciado
fueran de calidad.
La experiencia en El Espinal nos dejó varias cosas por
Maritza González Duarte ajustar. Nos dimos cuenta de que era necesario estar un
158 Héroes de a pie

Trabajo de campo realizado en El Espinal en


2013 para el diagnóstico de la situación de los
hábitos y estilos de vida saludable con énfasis en
la actividad física.
Permítame preguntarle 159

poco más encima de los monitores y los gestores para me- mucha energía, vitalidad y calor humano. Uno nunca los
jorar la calidad de las encuestas. Eso implicó definir mejor veía agotados; siempre eran amables. Realmente les cogi-
los roles y la comunicación con el equipo. mos mucho cariño.
En junio de 2013 continuamos en Ipiales. Allá tuvimos Este trabajo de campo fue muy valioso por la experien-
140 personas haciendo las encuestas, pero solo éramos cia en muchos aspectos: abordar la vigilancia de las enfer-
tres supervisores: Óscar, Franklyn y yo. Por lo aprendido medades con estrategias diferentes a las que normalmen-
en El Espinal, los tres decidimos quedarnos por las noches te se utilizan para eventos infecciosos; dar a conocer a los
revisando todas las encuestas. Si encontrábamos un error, tomadores de decisiones locales los resultados para que
se le devolvía al coordinador para que la mejorara al día implementaran políticas públicas puntuales que incidieran
siguiente. en la disminución de la prevalencia de estas enfermeda-
El primer día estuvo muy bien. Pero el segundo, trasno- des…
chados, ya estábamos fundidos. El tercero prácticamente Por ejemplo, la organización urbanística y la infraes-
ya no podíamos seguir a ese ritmo, pero entonces apare- tructura de El Espinal no estaba adaptada para promover
cen esos jóvenes de Coldeportes, que bailan de una mane- el transporte activo, lo que explicaría por qué tan poca
ra increíble, y nos ponen a bailar para que se nos fuera el gente caminaba o montaba en bicicleta. Por eso dejamos
sueño. Teníamos que hacer eso porque no había a quién como recomendación establecer programas multisecto-
dejarle la responsabilidad y la revisión no podía aplazarse. riales y acciones de política pública que permitieran esta-
Adicionalmente, Óscar debía estar pendiente del equipo, blecer un entorno urbano diferente.
asegurarse de que hubieran comido, si estaban bien de sa- Pero, después de todo, lo que más valoro de este es-
lud… ¡y que no se fueran a rumbear! fuerzo es ver cómo el epidemiólogo de campo, trabajando
Finalmente, hicimos el mismo trabajo en Villa del Ro- con otros sectores, contribuye a solucionar los problemas
sario. Allá estuvimos 180 personas. La verdad es que no de salud.
ocurrió lo que sospechábamos al comienzo: en las zonas
fronterizas no cambiaban significativamente las caracte- Maritza González Duarte
rísticas de la encuesta.
Al terminar el trabajo en cada ciudad, ellos convocaban
a actividad física masiva. Ponían su tarima con luces y lle-
gaban unas mil o dos mil personas. Nosotros los acompa-
ñábamos. A pesar del cansancio, terminábamos haciendo
ejercicios y bailando una o dos horas. Eran muchachos con
160 Héroes de a pie

Una investigadora de los CDC procesa, en 2003, el


virus del SARS dentro de una campana de flujo laminar
(Anthony Sánchez, CDC, Public Health Image Library).
10
Los días del miedo

De cómo el ántrax,
el SARS y el ébola
enseñaron que en el siglo
XXI cualquier amenaza
podía cumplirse aquí y
ahora (2001, 2003, 2014).
162 Héroes de a pie

Todos los que vimos esas escenas tenemos el recuerdo en


la cabeza: aviones convertidos en misiles y cartas conver-
tidas en vectores de ántrax. Después del 11 de septiembre
de 2001 nadie fue inmune a la sensación de que ya no ha-
bía un lugar seguro en el mundo.
Ya habíamos visto cosas similares, pero en esos días
todo nos pareció nuevo. Los documentales ya nos habían
mostrado a los kamikazes japoneses estrellándose contra
los barcos estadounidenses durante la Segunda Guerra
Mundial, y, para no ir tan lejos, en un libro de historia leí
que, en 1918, se rumoró que la gripa española había llega-
do a Bogotá en un sobre de correo procedente de Estados
Unidos.
También sabíamos que las enfermedades, desde hacía Arropada con un taje de bioseguridad, una laboratorista
muchos siglos, eran utilizadas como armas de guerra, y china se previene de una posible contaminación con
que los medios de transporte —terrestres, marítimos o SARS en 2003 (Jessie Blount, CDC, Public Health Image
Library).
aéreos— podían ser, de alguna manera, transmisores de
virus y bacterias: “vectores epidemiológicos”, como deci-
mos en el argot de la salud, no muy diferentes en su meca-
nismo al mosquito que chupa la sangre contaminada de un
ser vivo aquí y la inocula en otro cuerpo allá.
Pero la gran diferencia es que el 11-S transformó nues-
tra noción del tiempo y el espacio. Todo se volvió probable. gara el síndrome respiratorio agudo grave (severe acute res-
Todo podía ocurrir aquí y ahora. Ya lo sabíamos, sí, pero piratory syndrome, SARS) en 2003, y ante la amenaza del
ahora, además, lo sentíamos. A los aviones comenzó a tra- virus del Ébola en 2014 fueron situaciones emblemáticas
társeles como amenazas; a las agencias aeroportuarias, de esa nueva percepción. El mundo cambió, y en buena
como aliadas de la salud pública; y a los otros continentes, medida nos cambió a nosotros, los epidemiólogos.
como vecinos.
Los preparativos de Colombia ante un posible ataque Martha Lucía Ospina Martínez
bioterrorista con ántrax en 2001; ante el riesgo de que lle- Directora del Instituto Nacional de Salud en 2019
Los días del miedo 163

Ántrax: … A partir de octubre de 2001 las autoridades de salud pú-


blica de los Estados Unidos identificaron 22 casos clínicos

del Antiguo Testamento humanos de ántrax asociados con bioterrorismo, de los


cuales 11 fueron por inhalación, todos confirmados y ante-

al nuevo terrorismo cedentes de exposición a sobres de correo; 5 de los 11 pa-


cientes fallecieron. Los casos cutáneos fueron 11; se con-
firmaron 7 y 4 quedaron clasificados como sospechosos.
Las informaciones de prensa de los EE. UU. mencionaron
que miles de personas recibieron tratamiento preventivo…

Muere hombre de Florida Informe Quincenal Epidemiológico Nacional, IQEN


(30 de septiembre de de 2002) 21
que sufre de ántrax
CNN.com (5 de octubre de 2001) 18 Sabíamos que el ántrax les daba a las vacas, las ovejas, las
cabras y los caballos, y nos referíamos a la enfermedad
por su nombre en español: carbunco. Pero, la verdad, era
Segundo caso de ántrax poco lo que sabíamos sobre la infección en humanos, por-
que no es frecuente.
lleva al FBI a investigar Entonces, comenzaron los ataques en Estados Unidos,
y nosotros, a estudiar como locos. Lo bueno era que los
The New York Times (9 de octubre de 2001) 19 Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC) generaban mucha información, y eso nos permitía
hacer nuestros protocolos.
Ántrax es encontrado en La prensa también le dedicó espacio al tema. Recuer-
do un artículo que planteaba que los síntomas de una de
una tercera persona FBI las plagas de Egipto se parecían a los que causaba el án-
a investigar trax. La ceniza que había tomado Moisés en su mano se
convirtió en un polvo que producía úlceras y tumores en
The Washington Post (11 de octubre de 2001) 20 las personas y los animales. Eso decía. Durante siglos ha
164 Héroes de a pie

sido un arma biológica. Incluso los atentados de 2001 no to Nacional de Salud hizo un protocolo para diagnosticar
fueron los primeros que hubo en Estados Unidos con esta casos de infección por ántrax, y dio instrucciones para
bacteria. En los años noventa ya se había usado con fines la remisión de muestras de laboratorio. En ese momento,
criminales. diecisiete laboratorios de salud pública del país tenían ca-
La mayoría de las veces, la enfermedad se presenta pacidad para identificar el bacilo.
en la piel. Produce úlceras y luego costras oscuras. Sin Entre octubre de 2001 y marzo del año siguiente reci-
embargo, cuando las esporas son aspiradas o ingeridas bieron unas seiscientas muestras. La mayoría, de Bogotá,
en alimentos contaminados, también puede darse en los Antioquia y Valle. Muy pocas habían sido tomadas del es-
pulmones y en los intestinos. En esos casos, el riesgo de puto o la faringe de personas; casi todas provenían de so-
muerte es mucho más elevado. bres y paquetes sospechosos. Afortunadamente, ninguna
Debido a las noticias en los medios, todo el mundo em- fue positiva para Bacilus anthracis.
pezó a preguntar sobre el ántrax. Gracias a la información Fue una coincidencia que ese mismo año se celebraran
proveniente de los CDC, con el Ministerio de Salud elabo- los cincuenta años del Servicio de Inteligencia Epidemio-
ramos un protocolo de vigilancia del ántrax en humanos lógica de los CDC, que había dado origen a los programas
para que fuera puesto en práctica por los epidemiólogos de entrenamiento en epidemiología de campo en el mundo.
de las secretarías de salud. Era como volver al origen: a la necesidad que había visto el
Ese documento tenía varios puntos: señalaba cómo era creador, Alexander Langmuir, de preparar epidemiólogos
el cuadro clínico de la enfermedad; definía cuándo el caso para una posible guerra biológica.
era sospechoso y cuándo era confirmado; explicaba cómo El bioterrorismo se volvió a poner en la agenda de casi
se hacía la notificación, y daba instrucciones para identifi- todo el mundo en esos días. Universidades, asociaciones
car sobres que pudieran estar siendo utilizados con fines científicas, agencias sanitarias, gobierno y, por supuesto,
terroristas. medios de comunicación informaban sobre el tema. Es-
La recomendación básicamente era sospechar de pa- tuvimos en muchas conferencias y contestamos muchas
quetes muy pesados; que tuvieran direcciones mal escri- llamadas y preguntas.
tas; que no tuvieran la dirección del remitente; que tuvie- Nos preparamos para algo que, afortunadamente, no
ran restricciones excesivas de confidencialidad o anota- pasó. Ni siquiera fue necesario hacer investigación de
ciones para que no fueran pasados por máquinas de rayos campo. Colombia no era un blanco para el bioterrorismo
X y, obviamente, que tuvieran adentro una textura como internacional. Pero el ejercicio nos servía para preparar-
de polvo. nos para enfrentar ese tipo amenazas, incluso si no había
Por otro lado, el grupo de Microbiología del Institu- fines bélicos de por medio.
Los días del miedo 165

Fue muy interesante ver cómo las herramientas epide-


miológicas se transformaban para actuar en un medio que
nunca habíamos enfrentado. Pero teníamos que hacerlo.
Creo que hasta entonces no éramos tan conscientes de la
velocidad a la que podían viajar las enfermedades, y de lo
vulnerables que podíamos ser si no actuábamos de mane-
ra inmediata.

Martha Patricia Velandia González


Epidemióloga de campo
(FETP Colombia, cohorte de 1996)

Un hombre aparentemente infectado con el virus del Ébola


es atendido por un profesional de la salud en el Zaire (hoy
República Democrática del Congo) en 1976 (Lyle Conrad, CDC,
Public Health Image Library).
166 Héroes de a pie

SARS: Neumonía prende alarmas


el breve espacio entre en el país
Hong Kong y Cartago El gobierno colombiano ya prendió las alarmas para hacer
frente a la neumonía atípica, una enfermedad que ha cau-
sado la muerte a cerca de 80 personas e infectados a más
de 2.000 en todo el mundo.
A pesar de que en el país no se ha registrado ningún
caso de contagio, el viceministro de Salud, Juan Gonzalo
López, aseguró que los hospitales y las autoridades por-
tuarias tienen instrucciones de investigar todos los casos
de enfermedades respiratorias, especialmente de aquellas
que se presenten en personas que hayan realizado viajes
recientes a los países en donde se han registrado vícti-
mas…

El Tiempo (4 de abril de 2003) 23


OMS emite alerta global
sobre casos de neumonía atípica
Desde mediados de febrero, la OMS ha estado trabajando Amenaza mundial del síndrome
activamente para confirmar los informes de brotes de una
forma grave de neumonía en Vietmam, la Región Admi-
respiratorio agudo grave (SARS)
nistrativa Especial (RAE) de Hong Kong, China, y la pro- El primer caso de una nueva neumonía atípica de origen
vincia de Guangdong en China… desconocido se produjo en la China a finales de febrero, y
a finales de abril ya eran más de 4.000 los casos notifica-
Organización Mundial de la Salud (12 de marzo de 2003) 22
dos en Asia, América del Norte y Europa. La enfermedad,
Los días del miedo 167

a la que se optó por llamar “síndrome respiratorio agudo dial de la Salud (OMS) había emitido una alerta internacio-
grave” o SARS (por severe acute respiratory syndrome), se nal a raíz de varios casos de una neumonía atípica en Hong
transmite por contacto cercano entre personas, sobre todo Kong, Vietman y la provincia de Guangdong, en China.
cuando viven bajo un mismo techo, aunque también co- Era el SARS. Una parte de la definición de caso decía que
rren un riesgo elevado los trabajadores de la salud que no toda persona que llegara tosiendo y se hubiera desplazado
se protegen adecuadamente cuando entran en contacto por la zona de trasmisión de la enfermedad era sospecho-
con casos de SARS. Los líquidos corporales, en particu- sa de estar infectada, y el caso debía notificarse.
lar las secreciones respiratorias, constituyen la principal Me acuerdo de que en esa Semana Santa se notifica-
fuente de transmisión. ron casos en La Guajira y en Bogotá. El de La Guajira era
El nombre de la enfermedad se debe a que 2 a 7 días por unos señores que habían presentado episodios de tos
después de los primeros síntomas —fiebre de más de 38 después de haber tenido relaciones sexuales con mujeres
°C, cefalea, malestar general, mialgias y, en algunos casos, de ojos rasgados. El de Bogotá se debió a un paciente que
coriza— muchos pacientes presentan tos seca y dificultad había llegado con síntomas a la clínica del Seguro Social
respiratoria. Según la definición de “caso posible” emitida después de haber tenido una reunión con una persona
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para hacer oriental. Incluso intentaron cerrar las urgencias por el
el diagnóstico es preciso que haya neumonía o síndrome pánico que produjo. Pero la investigación epidemiológica
de dificultad respiratoria aguda. La letalidad es de alrede- mostró que en ninguno de las dos situaciones se cumplía
dor de 5,8 %... la definición de caso.
Pero hubo un caso en Cartago que fue diferente: una
Revista Panamericana de Salud Pública (2003) 24 mujer de veintidós años que sí había estado en Hong Kong
y que sí había presentado una infección respiratoria que
se le había convertido en neumonía. En el hospital de Car-
A comienzos de abril de 2003, hicimos un esbozo de los tago le habían tomado las muestras de sangre y estaban
que podrían ser los equipos de respuesta inmediata del pendientes los resultados. No era grave. De hecho, la ha-
Instituto Nacional de Salud en caso de que se presentara bían dado de alta. Pero como los síntomas y la procedencia
una emergencia durante la Semana Santa. Comenzamos a coincidían con la definición de caso, era obligatoria la no-
ver quiénes podrían estar disponibles, pero nadie aceptó: tificación por parte de la entidad territorial y la investiga-
todos ya estaban ocupados o con planes para esos días. Y ción de campo por parte del Instituto Nacional de Salud.
como yo era el soltero, pues asumí. Los disponibles éramos Íngrid García y yo. Nos asigna-
Un mes atrás, en marzo de 2003, la Organización Mun- ron para viajar el jueves después de la Semana Santa. Lle-
168 Héroes de a pie

gamos a Pereira y luego, por tierra, hasta Cartago. Íbamos


a buscar el caso, con tan mala suerte que nos dijeron que
estaba de vacaciones en San Andrés. ¡La mujer ya había
recorrido medio país!
Lo que sí logramos hacer fue revisar la historia clíni-
ca y la búsqueda activa institucional. Revisamos si otras
personas habían llegado a clínicas, hospitales o puestos de
salud con síntomas parecidos al SARS. No encontramos
ninguna.
Regresamos a Bogotá el viernes. Unos días después
nos llega un recorte de periódico de un medio regional.
Yo era casi un niño, era una de mis primeras experiencias
como epidemiólogo en una situación de tanta importancia,
y por eso recuerdo varias cosas con precisión. La noticia
decía: “Llegaron dos funcionarios de Bogotá, con sendos
trajes de astronauta, y tomaron muestras con la delicadeza
de quien va a desactivar una bomba”.

Mauricio Vera
Epidemiólogo de campo
(FETP Colombia, cohorte de 2005)

Fuimos supremamente cuidadosos con el manejo de la in-


formación, porque esto generaba mucha alerta. Y enton-
ces sale el periódico local diciendo que a Cartago (Valle)
había llegado un equipo de investigadores del Instituto
Nacional de Salud vestidos con trajes de astronauta. ¡Por
supuesto que eso era pura paja!
En ese entonces, yo estaba en el área de Vigilancia del
Los días del miedo 169

La postura de trajes de bioseguridad requirió un entrena-


miento durante los preparativos llevados a cabo en 2014
ante la posible llegada de casos de ébola a Colombia
(Archivo particular de Diana Walteros).
170 Héroes de a pie

Instituto, que fue la que, junto con el Viceministerio de familia, nos dijeron que ya no estaba. Vivían en un barrio
Salud, preparó el protocolo inicial para dar respuesta a la popular, de estrato medio. Si mal no recuerdo, la mamá se
amenaza e hizo la alerta para que los casos sospechosos dedicaba al bordado.
y probables fueran notificados. En la definición de caso, Logramos entrevistar a la familia y a varios de sus con-
además de las características clínicas de la enfermedad, tactos. Supimos que la mujer se había sentido mal durante
pusimos que la persona tuviera como antecedente prove- el vuelo de regreso, nos contaron cuál había sido la sinto-
nir de algún país en donde hubiera habido SARS. matología, y nos dijeron que al día siguiente de su llegada
Entonces comenzaron a llegar notificaciones, y vino se había ido al hospital. Allá estuvo, creo, cinco días.
esta del Valle del Cauca a comienzos de abril. Decía que en Comentaron que ella trabajaba en una fábrica de boto-
el municipio de Cartago una mujer de veintidós años aca- nes en Hong Kong. Esa era la versión inicial, pero la inves-
baba de regresar de Hong Kong y había tenido malestar en tigación más profunda nos llevó a sospechar que posible-
el vuelo. En el hospital primero pensaron que tenía una fa- mente era trabajadora sexual.
ringitis bacteriana, un cuadro que realmente no era grave. Como había estado tanto tiempo afuera, había recibi-
Pero hace una complicación, le toman radiografías de los do varias visitas de familiares. Ninguno había presenta-
pulmones, y diagnostican neumonía. Ella fue el segundo do síntomas después, y como ya había pasado el tiempo
caso probable de SARS en Latinoamérica. El primero ha- de incubación del virus, descartamos casos alrededor. En
bía sido reportado por Brasil unos días antes. todo caso, dejamos instrucciones en el hospital y en las se-
Nos designaron a Mauricio Vera y a mí para ser par- cretarías de salud para que estuvieran atentos a posibles
te del equipo de respuesta inmediata. Desde el comienzo nuevos casos.
sospechábamos que no era compatible con un caso; sin Regresamos a Bogotá y días después sale esa noticia.
embargo, era relevante realizar la visita de campo y corro- Eso fue preocupante, porque iba a generar alerta y porque
borar la información hasta ese momento obtenida. podía hacerse pública la identidad de la mujer.
Salimos hacia Cartago y nos dirigimos a la Clínica del Pero creo que esta experiencia tuvo varios elementos
Norte, donde fue atendida la persona. En ese momento, positivos. Haber diseñado un protocolo, haberlo difundido
ella ya no estaba hospitalizada, pero tuvimos una reunión a nivel nacional, haber emitido la alerta y señalado cuá-
con la gente del hospital. En la historia clínica vimos que les eran las definiciones de caso generó una respuesta. En
no había sido un cuadro grave, y miramos cómo habían este caso no fue un caso confirmado, pero si lo hubiera
hecho el control de infecciones y el manejo hospitalario. sido, la detección habría sido oportuna. Estamos hablando
Posteriormente fuimos a hacer la búsqueda de la per- de la sensibilidad de la vigilancia.
sona y sus contactos, pero cuando llegamos a la casa de la La amenaza del SARS fue, para mí, un aprendizaje para
Los días del miedo 171

hacer protocolos y ser consciente de que sí era posible que notificación semanal negativa o positiva de casos a través
llegara. Estamos en un mundo globalizado. La gente coge del Sivigila [Sistema de Vigilancia en Salud Pública]…
un avión y está en cualquier lugar del mundo en menos de
veinticuatro horas. Todos debemos estar preparados. IQEN
(30 de septiembre de 2003) 25
Íngrid García
Epidemióloga de campo
(FETP Colombia, cohorte de 2000)

Nos sirvió para generar capacidades. Con la Aeronáuti-


ca Civil, hicimos un simulacro en el aeropuerto El Dorado.
Allá conocí cómo era el manejo de las zonas de cuarentena.
Y también hicimos un simulacro con la Dirección Gene-
ral Marítima en Coveñas. Pensábamos que el SARS podía
llegar en una tripulación que viniera de la China. Era la
primera vez que se hacía ese tipo de ejercicios en el país.

Mauricio Vera

… El Instituto Nacional de Salud y el Ministerio de la Protec-


ción Social continuarán con la actualización de los protoco-
los de vigilancia y control del SARS. La definición de caso
se mantiene, pero ajustada según los criterios de áreas de
riesgo de la OMS; con ello, se mantienen vigente los planes
de contingencia elaborados por los entes territoriales de
salud, así como aquellos elaborados en coordinación con la
Aeronáutica Civil y la Dirección Marítima Nacional. Igual-
mente, se les recuerda a los entes territoriales de salud la
172 Héroes de a pie

Ébola: La historia de cómo se expandió fue muy particular, y


todo un reto epidemiológico y para la atención de los en-

instrucciones para fermos. Moría una persona, y las que iban al funeral co-
menzaban a enfermar y morir después. No se entendía

escribir un libreto muy bien por qué los difuntos seguían contagiando a otras
personas incluso varios días después de haber fallecido.
En general, la gente supone que ya muerto el paciente, el
virus no está por ahí.
Pero resulta que los muertos siguen secretando líqui-
Preparar la respuesta de Colombia para una posible lle- dos, y las comunidades tienen sus rituales. Personas que
gada del ébola fue como hacer el guion de una película. estuvieron en África nos contaron que la razón por la que
Nos puso a imaginar todas las rutas posibles por las que había tantos casos después de un funeral era porque, en
el virus podría llegar al país, y nos obligó a involucrar a to- muchas poblaciones, los familiares tenían la obligación de
dos los potenciales actores. Pocos planes de respuesta han viajar hasta donde estuviera el muerto, así fuera muy le-
implicado una coordinación de tantas entidades. Al final jos. La persona no podía ser enterrada hasta que llegaran
participamos unas cuarenta. todos, y mientras tanto el cadáver ahí, a altas temperatu-
Supimos que podríamos estar en riesgo cuando los mi- ras, excretando líquidos por oídos, fosas nasales, vías di-
sioneros y el personal de salud que habían estado en paí- gestivas o urinarias.
ses afectados comenzaron a regresar enfermos o muertos Adicionalmente, las mujeres más veteranas tenían que
a sus propios países. Fue entonces cuando los equipos de lavar, vestir y arreglar muy bien el cuerpo, y luego la viuda
emergencia en el resto del mundo se dieron cuenta de que debía bañarse con el agua utilizada para bañar el cadáver.
había que ponerle atención al tema: el ébola podía salir de Mejor dicho, el virus dando vueltas por todos lados y mul-
África. tiplicándose: cuarenta enfermos regresaban a sus casas,
La epidemia se presentó en Guinea, Liberia y Sierra y eso después significaba cuarenta rituales funerarios con
Leona, y causó más de diez mil muertes entre 2014 y 2016. cuarenta nuevos enfermos cada uno.
El 8 de agosto de 2014, la Organización Mundial de la Sa- Controlar esa situación fue supremamente complejo. La
lud (OMS) declaró que el ébola era una emergencia de sa- gente no abandona sus costumbres tan fácilmente. Pero lo
lud pública de importancia internacional, y convocó a los que marcó la diferencia fue asegurar entierros seguros:
países a fortalecer la vigilancia para evitar la propagación que la gente no manipulara el cadáver y no esperara a que
de la enfermedad. llegara el familiar que estaba por allá lejos. Cuando eso se
Los días del miedo 173


Supimos que podríamos estar
en riesgo cuando los misioneros
y el personal de salud que habían
estado en países afectados
comenzaron a regresar enfermos o


muertos a sus propios países.

Diana Walteros
174 Héroes de a pie

logró, los casos disminuyeron ostensiblemente. murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines
Otra medida de control importante fue prohibir la caza infectados que se han encontrado muertos o enfermos en
y consumo de murciélagos. Particularmente, de una es- la selva.
pecie de murciélagos grandes, que pueden tener hasta un Posteriormente, el virus se propaga en la comunidad
metro y medio desde la punta de un ala a la otra, que son mediante la transmisión de persona a persona, por con-
preparados hervidos o asados y consumidos por algunas tacto directo (a través de las membranas mucosas o de
comunidades rurales de África occidental. Cuando empie- soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre,
zan la preparación del animal, particularmente al despelle- secreciones u otros líquidos corporales de personas infec-
jarlo, tienen contacto con tejidos y fluidos, y el virus entra tadas, o por contacto indirecto con materiales contamina-
a las personas. De ahí en adelante ya comienza a transmi- dos por dichos líquidos.
tirse entre personas. […]
El periodo de incubación (intervalo desde la infección
Diana Walteros hasta la aparición de los síntomas) oscila entre dos y vein-
Epidemióloga de campo tiún días. Las personas no son contagiosas hasta que apa-
(FETP Colombia, cohorte de 2016) recen los síntomas. Se caracterizan por la aparición súbita
de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabe-
za y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea,
La enfermedad por el virus del Ébola (EVE) es una enfer- erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en al-
medad grave, a menudo mortal en el ser humano. El virus gunos casos, hemorragias internas y externas.
se detectó por vez primera en 1976 en dos brotes simultá-
neos ocurridos en Nzara (hoy Sudán del Sur) y Yambuku Organización Mundial de la Salud 26
(República Democrática del Congo). La aldea en la que se
produjo el segundo de ellos está situada cerca del río Ébola,
que da nombre al virus. Cuando la epidemia estaba en su pico, los hospitales se
[…] llenaron y los mismos profesionales de la salud se enfer-
Se considera que los huéspedes del virus son los mur- maron. Con más pacientes por un lado y con menos médi-
ciélagos frugívoros de la familia Pteropodidae. El virus del cos por el otro, los servicios de salud colapsaron. Entonces
Ébola se introduce en la población humana por contacto aparecieron los misioneros, otros voluntarios y equipos de
estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos atención médica de países cooperantes. Iban, ayudaban y,
corporales de animales infectados, de chimpancés, gorilas, en no pocos casos, volvían enfermos a sus países de ori-
Los días del miedo 175

gen. Ese fue el escenario de riesgo de transmisión más se- Eso ponía una barrera, porque para el trámite debían con-
rio que vimos para Colombia. testar un cuestionario sobre temas referentes a su salud,
El resultado de los preparativos que hicimos —diga- además de que les generaba un costo extra.
mos, el libreto de la película— fue un documento muy de- Otro factor que se analizó en su momento eran las rutas
tallado, publicado en octubre de 2014 por el Ministerio de aéreas: no hay vuelos directos a Colombia desde África.
Salud y Protección Social: Lineamientos para la preparación y Los que quieren venir desde esos países necesariamente
respuesta ante la eventual introducción de casos de enfermedad tienen que hacerlo a través de Estados Unidos, Europa o
por el virus del Ébola (EVE) en Colombia. Brasil. Esa situación nos daba una ventana de oportunidad
Ahí no solo se describía la enfermedad, sino las acti- para que los casos fueran detectados en esos países.
vidades que se debían realizar en todos los posibles pun-
tos de llegada de enfermos y desde todos los frentes de Diana Walteros
trabajo: terminales aéreos, terminales marítimos, sanidad
portuaria, hospitales, vigilancia epidemiológica, pruebas
de laboratorio, manejo de cadáveres… 1. ¿Ha estado usted durante los últimos tres meses en los
La película exigía un trabajo muy detectivesco para dar siguientes países: Guinea, Liberia, Sierra Leona, Senegal
respuesta a muchas preguntas: ¿cuáles serían los puntos o Nigeria, o algún conocido o alguien cercano a usted ha
de inmigración?; si la persona abordaba enferma el avión, estado en dichos países en los últimos tres meses?
¿llegaría viva?; ¿cuáles serían las primeras personas que
entrarían en contacto con el paciente?; ¿qué hacer si el 2. ¿Ha presentado fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular,
caso no se detectaba en el avión sino después en un hos- fatiga, pérdida de apetito, náusea, vómito, diarrea, erup-
pital? ción/brote en la piel, o hemorragia en el último mes?
Entendimos que lo primero que debíamos hacer era
buscar médicos, enfermeras o voluntarios que estuvieran 3. ¿En su viaje a África, tuvo contacto directo con sangre,
prestando servicios en África occidental para prever su secreciones, órganos u otros fluidos corporales (saliva,
regreso al país y conocer la dinámica de la enfermedad. En sudor, semen, heces, orina, lágrimas) o con cadáveres de
esa tarea no obtuvimos mayor información. personas o animales en los últimos 3 meses?
Después pensamos en otro tipo de población: los inmi-
grantes. ¿Debían sacar visa para venir? ¿Podían entrar 4. ¿Ha tenido contacto con animales silvestres/salvajes,
solamente con el pasaporte? La respuesta es que los ciu- vivos o muertos o ha consumido su carne cruda o poco
dadanos de los países afectados tenían que obtener visa. cocinada en el último mes?
176 Héroes de a pie

5. ¿Visitó amigos, familiares o cualquier persona sospe- Se estableció que el plan de respuesta sería maneja-
chosa o diagnosticada con el virus del Ébola o contactos de do desde el nivel nacional. Sin embargo, por reglamento
ellos durante su estadía en los países antes mencionados? sanitario, era necesario que departamentos y municipios
conocieran cómo debía manejarse la situación en caso de
6. ¿Ha tenido relaciones sexuales sin protección con una que se presentara un caso. La experiencia fue útil como
persona desconocida o enferma o una persona que se re- preparativo para otras posibles amenazas.
cuperó de la enfermedad por virus del Ébola o con sín- La investigación de campo era una responsabilidad del
tomas como fiebre, vómitos, diarrea y hemorragia en los Instituto Nacional de Salud. Los protocolos para hacerla
últimos tres meses? resultaron en un engranaje complejísimo: cada pieza tenía
que funcionar perfectamente porque, si fallaba una parte
Formulario de entrevista para la inmigración del proceso, sería catastrófico.
al país durante la epidemia de ébola de 2014-2016 27 Los lineamientos establecieron que, ante la presencia
de un caso sospechoso o confirmado, el Instituto Nacional
de Salud activaría un equipo de respuesta inmediata, que
Fue un escenario hipotético muy interesante, porque en sería responsable de liderar la investigación. Ese grupo
cada eslabón de la cadena íbamos metiendo al personal debía supervisar, desde el nivel nacional, que las entida-
que le correspondiera la responsabilidad: otros pasajeros des territoriales buscaran a las personas con las que even-
del avión, tripulación, autoridades migratorias, sanidad tualmente había tenido contacto el caso sospechoso, y les
portuaria… Era necesario definir quién tomaría las mues- hicieran seguimiento durante veintiún días, tomándoles la
tras, cuáles serían los equipos de respuesta, dónde se iba a temperatura dos veces al día y preguntando por síntomas.
hospitalizar el paciente. Si el contacto llegaba a presentar fiebre o algún síntoma
El Ministerio de Salud jugaba un papel clave en esta sugestivo, se aplicaba un plan de contingencia, que incluía
película, porque era el responsable de ordenar a cada par- un traslado en condiciones de bioseguridad y aislamiento
te involucrada que elaborara su protocolo respectivo. Así hospitalario.
como los grupos de sanidad portuaria debían detectar Contactamos a las entidades que tuvieran parte en este
cada caso y tener un protocolo para hacerlo, el Centro Re- asunto y les explicamos la situación. Fueron aprendizajes
gulador de Urgencias y Emergencias (CRUE) debía asumir enriquecedores. Por ejemplo, a las aerolíneas les recomen-
el traslado al hospital designado y tener también su res- damos hacer limpieza de los aviones con hipoclorito. Se
pectivo protocolo. Lo mismo ocurría con las instituciones negaron con argumentos válidos: eso podía afectar algu-
a donde iba a ser atendido el paciente. nas piezas del avión. Tocó volver a investigar, y nos pu-
Los días del miedo 177

simos de acuerdo en que, llegado el caso, se aplicaría una guridad. Si el paciente hubiera dado positivo para ébola, el
solución antiviral. personal de salud habría estado en riesgo.
También se planteó que, si los síntomas se presenta- De hecho, parte del entrenamiento que vino después
ban en el avión, se tenían que adoptar medidas de biose- consistió en aprender a usar los equipos de protección
guridad en pleno vuelo y reportar la emergencia, y luego personal. Eran unos trajes blancos que cubrían absoluta-
había que hacer seguimiento de contactos a la tripulación mente todo el cuerpo, con máscaras y respiradores que
y a todos los pasajeros que hubieran estado cuatro filas impedían el ingreso del aire de afuera y que evitaban que
adelante, al lado y atrás de la silla del paciente sintomático. el virus estuviera en contacto con alguna parte del cuerpo.
Poco después de que la OMS declaró la emergencia, Expertos del hospital Carlos III de Madrid (España),
justo cuando comenzábamos a elaborar los lineamientos, donde tuvieron casos de ébola, vinieron a Colombia a en-
se presentó un primer caso sospechoso. La alerta llegó de trenarnos. El Instituto Nacional de Salud adquirió equipos
Medellín a finales de agosto de 2014. Un hombre de vein- para el laboratorio y otros elementos de bioseguridad para
tiséis años había consultado en un hospital porque tenía los grupos responsables de la investigación del caso y el
fiebre, y decía que había estado viajando por el Líbano, seguimiento a los contactos.
Egipto, Alemania y España. Dijo que su compañero de via- No es fácil usar esos equipos. El protocolo para poner-
je, un español, había estado antes en África y lo habían se el traje, pero especialmente para quitárselo, es estricto,
hospitalizado en Madrid (España) porque tenía síntomas porque la persona no puede entrar en contacto con la par-
parecidos a influenza AH1N1 o ébola. te que estuvo expuesta a la contaminación. Una maniobra
En Medellín lo aislaron, pero definitivamente los sínto- mal hecha puede provocar un contagio.
mas no parecían de ébola. El Instituto Nacional de Salud Como nosotros no íbamos a hacer una atención directa
envió a Medellín un equipo de respuesta inmediata, que de pacientes sino las investigaciones de campo, teníamos
hizo la investigación y encontró muchas incoherencias en que usar equipos de bioseguridad, que eran diferentes.
el relato del hombre: ni las fechas ni los destinos coincidían Además, tuvimos que enseñar al personal de las entida-
con lo que las autoridades migratorias nos reportaban. des territoriales a usar esos equipos y a hacer las investi-
A pesar de que los lineamientos de respuesta al ébola gaciones . Fue maratónico. Íbamos a todos los territorios
no habían sido publicados, el centro hospitalario y la Se- con nuestros trajes a hacer simulaciones para identificar
cretaría de Salud de Antioquia hicieron un trabajo muy los casos de manera oportuna, seguir los procedimientos
acertado: aislaron al paciente, notificaron y consultaron y realizar las acciones de acuerdo con las competencias.
las recomendaciones internacionales. Pero sí se observa- Finalmente, los lineamientos fueron publicados y anun-
ron algunos vacíos, particularmente en materia de biose- ciados. Y ocurrió algo que es habitual: cuando las institu-
178 Héroes de a pie

ciones se preparan para una amenaza, comienzan a vigilar La información que queremos dar al país es que este caso
con mayor atención los eventos, y empiezan aparecer ca- no existe. No fue un caso positivo […]. Guinea Ecuatorial
sos de la nada. De repente, cualquier persona que viniera no está entre los países que tienen en el momento trasmi-
de África con fiebre ya era sospechosa de tener ébola. sión activa de ébola. Por tanto, no configura un caso para
evaluación…
Diana Walteros
Fernando Ruiz Gómez
Viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios en 2014.
Declaración a medios de comunicación
(15 de octubre de 2014) 29
Estudian posible caso
de ébola en Cali en paciente
procedente de África
Supuesto paciente con
Un topógrafo de 38 años, que recientemente llegó a Cali
desde Guinea Ecuatorial, fue aislado como medida pre-
ébola en Cartagena
ventiva mientras expertos evalúan si se trata de un posi- fue diagnosticado con malaria
ble caso de contagio de ébola.
El hombre, según indican autoridades sanitarias, pre- Según información oficial del Departamento Administra-
senta un cuadro de fiebre y diarrea, síntomas que —acla- tivo de Salud Distrital (Dadis), los exámenes de laborato-
ran los médicos— podrían tratarse de cualquier otra en- rio practicados al paciente francés que llegó de África a
fermedad ajena al brote que tiene en alerta a la comunidad Cartagena la semana pasada y se presentó en el Nuevo
internacional. Hospital de Bocagrande con síntomas febriles confirma-
[…] ron que el hombre tiene malaria, enfermedad parasitaria
Las muestras de sangre del topógrafo fueron enviadas que involucra temperatura alta, escalofríos, síntomas seu-
al Instituto Nacional de Salud y una experta de la entidad dogripales y anemia.
ya se trasladó a dicha ciudad para hacer frente al caso… El pasado viernes, el rumor de un supuesto caso de
ébola prendió las alarmas entre algunos ciudadanos que
El Espectador replicaron un mensaje publicado por una persona que de
(15 de octubre de 2014) 28 manera irresponsable “informaba” que el paciente, prove-
Los días del miedo 179

niente de Camerún, se encontraba en el hospital de Boca- caso —por ejemplo, una notificación oportuna, una bús-
grande con síntomas de la enfermedad que tiene en alerta queda intersectorial de información sobre el paciente y
al mundo entero… una buena aplicación de las guías de manejo de malaria—,
la filtración de la noticia a los medios de comunicación ge-
El Universal neró, otra vez, una alarma innecesaria.
(20 de octubre de 2014) 30 Y, un mes después, otro caso sospechoso apareció en
Bogotá. Era una mujer de cuarenta y dos años que viajaba
con frecuencia a Ghana, un país que tampoco se había vis-
Apenas cinco días después de que el Ministerio de Salud to afectado por la epidemia de ébola. Ahí nos dimos cuenta
publicó los lineamientos de respuesta al ébola tuvimos un de que teníamos que seguir trabajando para socializar los
caso sospechoso en Cali, y esa misma semana, otro en lineamientos y los protocolos, porque, al igual que en las
Cartagena. situaciones anteriores, el caso se habría podido descartar
El caso de Cali nos dejó muchas lecciones. El pacien- desde el inicio.
te llegó a la clínica el 14 de octubre. La confusión arrancó Sin embargo, las falsas alarmas nos permitieron iden-
cuando él reportó que había estado tres meses en Guinea tificar fortalezas y debilidades. Entre las fortalezas, defi-
Ecuatorial, un país que tiene un nombre parecido al del nitivamente, encontramos la notificación oportuna de los
foco de la epidemia: Guinea Conakry. No se percataron de casos sospechosos y la coordinación de las entidades para
que eran dos países distintos, separados por unos dos mil buscar información de los pacientes. Las debilidades fue-
kilómetros de distancia. ron, principalmente, la falta de preparación para identifi-
El Centro Nacional de Enlace —que es donde se hace car los casos, un manejo inadecuado de los flujos de infor-
la inteligencia epidemiológica en el Ministerio de Salud— mación y las escasas medidas de bioseguridad.
descartó, por la procedencia, que fuera un caso de ébola, Más allá de la epidemiología, esta experiencia tocó mu-
pero la información ya se había filtrado a los medios de co- chos sentimientos, porque enfrentaba a los entrenados a
municación. Ese fue el error más importante que encontró una realidad: si el caso llegaba a ser cierto, el riesgo de en-
el equipo de respuesta inmediata del Instituto Nacional de fermar, contagiar y morir estaba presente. Teníamos que
Salud que se desplazó a Cali para hacer el trabajo de cam- ser conscientes de que una persona infectada no podía
po respectivo. regresar a su casa porque podía infectar a sus familiares.
El caso de Cartagena era un ciudadano que había es- Por lo tanto, había que controlar el miedo, y para controlar
tado trabajando en Camerún, pero que en realidad tenía el miedo la clave era estar muy preparado.
malaria. Aunque hubo bastantes aciertos en el manejo del Creo que esa fue otra gran lección que nos dejó la pre-
180 Héroes de a pie

paración ante un posible caso de ébola: aprender a mane-


jar emociones y sentimientos para que no interfirieran con
el trabajo.

Diana Walteros

Profesionales de la salud celebran por haber aprendido la


compleja tarea de ponerse los trajes de bioseguridad.
Los días del miedo 181

Epidemias del siglo XIX, llenos de ántrax no nos hubiéramos dado cuenta de que el
mundo ya era otro: una persona tomaba un avión en Pekín

realidades del siglo XXI y en veinticuatro horas ya estaba en el aeropuerto El Do-


rado, en Bogotá. Ya no estábamos hablando del barco que
a cuarenta millas del puerto izaba la bandera amarilla para
indicar que había un brote.
Los preparativos contra el ántrax, el SARS y el ébola
El ántrax, el SARS y el ébola tuvieron para nosotros mu- fueron la materialización de los miedos de los epidemiólo-
chos aspectos en común. El primero de esos aspectos fue gos. Los atentados de 2001 en Estados Unidos tumbaron
su carácter de amenaza. Afortunadamente, no tuvimos la barrera probabilística. Mostraron que todo era posible
casos en Colombia de ninguna de las tres enfermedades, que ocurriera. Que la realidad supera a la imaginación.
pero en las tres circunstancias tuvimos que prepararnos, Nos obligó a abandonar nuestra visión provinciana. Sí,
redactar protocolos y diseñar planes de respuesta. el ántrax, el SARS y el ébola encendieron falsas alarmas.
El segundo aspecto en común fue que ninguna de las Pero no perdimos el tiempo: el mundo de lo improbable se
tres enfermedades estuvo exenta, en uno u otro momento, había extinguido.
de ser utilizada con fines bioterroristas. Colombia no era
un objetivo de los grupos terroristas internacionales, pero Martha Lucía Ospina Martínez
claramente todo lo que vino después de los ataques del 11
de septiembre de 2001 fue una demostración de que inclu-
so ese fenómeno se había globalizado.
Y de ahí viene el tercer aspecto en común: el ántrax, el
SARS y el ébola fueron las puertas de ingreso a una nueva
era para nosotros, los epidemiólogos. Nos hicieron caer en
cuenta de que estábamos ante amenazas que podían ser
del siglo XIX —o de antes— pero con realidades del siglo
XXI.
Las epidemias siempre existieron. Todos los profe-
sionales de la salud conocemos, desde hace muchísimos
años, cómo son las curvas y las cadenas de transmisión
de las infecciones. Pero era como si antes de los sobres
182 Héroes de a pie

El tapabocas terminó convertido, prácti-


camente, en un símbolo de la pandemia
de influenza de 2009 (Freepik).
11
De pandemias, cerdos
besos y abrazos
El alarmista paso
de la influenza AH1N1
por Colombia (2009).
184 Héroes de a pie

Cancún, por la parte turística, era muy chévere. Las con-


diciones allá eran diferentes a las de las convenciones de
ventas normales, que tienen muchas conferencias. Esto
México afronta una
era puros premios, todo era relax. Hacíamos unas cosillas epidemia de gripe porcina que
por ahí: una fiesta y unos videos así como de motivación…
Íbamos mucho a rumbas, salíamos por la noche a tomar.
se contagia entre humanos
No tenía ni idea de nada de lo que estaba pasando, porque
México afronta una epidemia de gripe porcina que se
uno está totalmente aislado allá.
contagia entre humanos. Como primera medida preven-
Yo formaba parte del equipo que hacía la logística para
tiva, las autoridades mexicanas ordenaron suspender este
la convención de una multinacional farmacéutica que iba a
viernes las clases en todas las escuelas públicas y priva-
entregar premios a sus ejecutivos de ventas. Me encarga-
das en la capital federal y en el estado de México, debido
ba del material audiovisual. Viajaba mucho haciendo esos
a una situación que en las últimas tres semanas se ha co-
trabajos. Estuve en varios sitios, y pues México fue uno
brado la vida de 16 personas, mientras que la Secretaría de
más.
Salud estudia 943 casos sospechosos.
Regresamos el 24 de abril. Fue larga la espera en el ae-
ropuerto. Allá tampoco parecían saber nada de nada.
Europa Press
Yo siempre había sufrido de los pulmones. El aire acon-
(24 de abril de 2009) 31
dicionado del avión me hacía dar tos, moqueadera, efectos
gripales como jartos. Pero para mí eso era normal. En al-
gunos días iba a pasar, y no le paré a eso muchas bolas.
Me recogieron en el aeropuerto El Dorado, como a las
seis de la tarde. Hicimos una parada en Makro, sobre la Gripe porcina
Autopista Norte, para comprar unas cosas. Me acuerdo
que ese día, de descuidado, se me perdieron los papeles En respuesta a los casos de gripe porcina AH1N1 notifi-
y la billetera. Y bueno, llegamos a la casa en Zipaquirá, y cados en México y los Estados Unidos de América, la Di-
pasé la noche normal. rectora General de la OMS ha convocado una reunión del
Comité de Emergencias para que evaluara la situación y la
Camilo Montaño asesorara con respecto a las respuestas apropiadas.
Fotógrafo zipaquireño El Comité, compuesto por expertos internacionales en
diversas disciplinas, se ha establecido de conformidad
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 185

con lo dispuesto en el Reglamento Sanitario Internacional gripa porcina. Le recomiendo que vaya al médico.
(2005). —Yo estuve en Cancún —le dije—. Allá no había nada
La primera reunión del Comité de Emergencias se cele- de eso.
bró el sábado 25 de abril de 2009. No sé si él, de querido o de jodido, fue el que me sapeó.
Tras examinar los datos disponibles acerca de la si- Dijo por allá que yo era una persona que había llegado de
tuación actual, los miembros del Comité identificaron una México y que no sé qué. Y pues me llamaron del hospital
serie de lagunas en los conocimientos actuales sobre las de Zipaquirá. Era un médico que yo más o menos conocía.
características clínicas, epidemiológicas y virológicas de —Mira, Camilo, tenemos que hacerte una visita. En
los casos notificados y sobre las respuestas apropiadas. México ya hay varios casos y tú tienes síntomas de gripa.
En opinión del Comité, para facilitar su labor es nece- —¡Qué mamera! —le respondí—. ¡Yo estoy bien!
sario obtener respuesta a varias cuestiones concretas. —Debo hacerte un examen.
No obstante, el Comité acordó que la situación actual —Fresco, doctor: si es obligatorio, pues venga.
constituye una emergencia de salud pública de importan- Fue a mi casa y me tomó la muestra de saliva. O sea,
cia internacional… era una bobada.
Pasó esa semana. Yo iba a mi estudio de fotografía y
Organización Mundial de la Salud seguía con mi vida normal y con mi gripita. Cuando de
(25 de abril de 2009) 32 pronto, el 2 de mayo, me llamó el director del hospital.
—Camilo, lo que pasa es que acaban de llegar los resul-
tados del examen, y usted dio positivo para AH1N1.
El 25 de abril fue sábado. Ese día fui al banco y me llamó —¿Y qué hay que hacer?
un mensajero para decirme que se había encontrado mis —Debemos seguir un proceso: saber con quiénes ha
papeles. Quedamos de encontrarnos en Cajicá para que estado y con quiénes ha hablado.
me los devolviera y yo darle una plata. El rollo comenzó Me hicieron otro examen. Llegó la ambulancia y se
cuando me llamó un amigo que trabajaba con una EPS. bajaron dos personas. Nosotros vivíamos en un segundo
—Camilo, usted llegó de México ayer, ¿cierto? —me piso. Yo estaba en la sala de mi casa. Tenían máscaras y
preguntó. un traje especial. Y yo, “juepucha, qué pasó aquí”, pues esa
—Sí. pinta era bastante alarmista, y todos en la casa estábamos
—¿Y usted cómo está? perfectos. Tomaron la segunda muestra y empezaron con
—Un poquito agripado, pero normal. el tema: que no salgan de la casa, que por favor restrinjan
—Es que mire que en México ya hay varios casos de totalmente las visitas.
186 Héroes de a pie

Luego vinieron unas personas a preguntarme de todo: fines de semana, atentos a lo que pasara con respecto a los
que con quiénes me había visto en esos días, que a qué brotes, esperando a ver si pasaba algo en Colombia o en el
hora llegué, que cómo había sido el recorrido... Me tocó sa- mundo. Ese fin de semana yo estaba de guardia.
pear todo: que venía con tal persona y con tal otra en el Nos avisaron en la tarde que había un caso sospechoso
avión. Les di los nombres de los amigos con los que había- en Zipaquirá. No me enteré completamente, pero me daba
mos estado en el evento. Todos eran costeños. Los contac- la sensación de que ya sabían que era un caso confirma-
taron y les hicieron seguimiento, pero ellos estaban bien. do de AH1N1. Entonces se armó un equipo de respuesta.
Después de eso me llamó el alcalde de Zipaquirá. Lo conformamos Claudia Rodríguez, que era médica; Luis
—Mira, Camilo, me acabo de enterar —me dijo, muy Polo, veterinario; y yo, psicólogo, el que menos experiencia
cordial—. Quería saber cómo estás… tenía en eso. Ellos me miraban más como un estudiante, o
—Sí, sí, sí —le contesté—. Muchas gracias, pero estoy como el que sabía de comunicaciones de salud o de trabajo
bien. Creo que es una cosa boba, no hay nada que temer. con la comunidad. En esa época yo estaba comenzando mi
Si estaba preocupado porque me iba a morir, tranquilo. Yo residencia en epidemiología de campo.
creo que no me muero. Salimos por la noche a hacer la investigación. Lo que
Me prometió que la cosa se iba a manejar con la mayor hice en el camino fue llamar a dos de las personas que más
discreción. ¡Y qué va! Al rato todo el mundo ya sabía. conocían el tema —los doctores Óscar Pacheco y Máncel
En Zipaquirá me conocían como “el de la fotografía de Martínez Durán—, y leer artículos que había descargado
la Venus”. Mi estudio era un sitio de referencia. Estaba en sobre la gripa española de 1918 y sobre la gripa AH5N5, que
el puro centro de la ciudad, a una cuadra del parque prin- en esos tiempos estaba causando estragos en Asia.
cipal. Y pues comenzaron a decir que el de la fotografía de Llegamos al hospital de Zipaquirá, y por primera vez en
la Venus estaba infectado de gripa porcina, de la fiebre del mi vida apliqué medidas de prevención: me puse un overol,
marrano. guantes de nitrilo y unas mascarillas especiales, las N95.
El domingo 3 de mayo amaneció ya todo hecho un Si hubiera ido a hablar con el paciente, habría tenido que
mierdero. usar los trajes de bioseguridad, que son más sofisticados.
Pero mi objetivo no era hablar con él; era establecer la ca-
Camilo Montaño dena de contactos del paciente y de las personas de la ins-
titución hospitalaria que habían estado expuestas.
Mis compañeros se fueron a la casa del paciente, y yo me
En el Instituto Nacional de Salud teníamos un sistema de quedé con el médico que había atendido el caso. Hablába-
guardias. Uno o dos estudiantes se quedaban durante los mos a una distancia de un metro con ochenta. Aunque nos
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 187

mirábamos a los ojos, las caras estaban en otra dirección


para que las gotas de saliva de uno no alcanzaran al otro.
Con médicos y enfermeras levantamos una lista de
contactos del paciente. Incluimos a varios que habían via-
jado con él en el avión, contactos laborales y del personal
de salud. Teníamos que llamar a muchas secretarías de sa-
lud para que nos ayudaran a establecer si se presentaban
casos sospechosos. Había muy poco tiempo para hacer
eso. Pasamos la noche en blanco.
En la madrugada nos llamaron para informarnos que el
ministro de Protección Social iba a dar una rueda de pren-
sa a las siete de la mañana. Necesitaban que nosotros les
diéramos información de primera mano sobre lo que esta-
ba pasando.
No nos habíamos bañado ni habíamos dormido. Cogi-
mos un carro y fuimos al Club Militar. Allá se había for-
mado una sala de crisis. Cuando llegamos, creímos que
íbamos a hablar con un asesor. Nada de eso. Estaba lleno
de prensa y de cacaos del sector: el secretario de Salud de
Bogotá, el gobernador de Cundinamarca, gente de la Or-
ganización Panamericana de la Salud, el ministro de Salud, Camilo Montaño en 2019, ya recuperado de las secuelas, más
sociales que de salud, que le dejó el hecho de haber sido el
los asesores… Eran como como doce vacas sagradas es- primer paciente con influenza porcina en Colombia.
perando a que contáramos todo. Nos miraban raro, no nos
tocaban. Todas las conversaciones eran a un metro con
ochenta centímetros de distancia. En ese momento no se
sabían muchas cosas del virus.
Esa fue la primera vez que se le dijo al país que había un
caso confirmado de AH1N1. Hasta ese momento, solo había
casos identificados en México y en Estados Unidos. Fui-
mos el primer país de Suramérica.
188 Héroes de a pie

Máncel Martínez Ramos rá no será el primero que se presente en Colombia, y, por


Epidemiólogo de campo esta razón, para enfrentar la situación, el Gobierno dispu-
(FETP Colombia, cohorte de 2013) so un Puesto de Mando Unificado que está ubicado en el
Club Militar en Bogotá.
Esta medida permitirá que todas las entidades y auto-
ridades tomen las decisiones conjuntamente y permitirá
MinProtección reporta centralizar la información para los medios de comunica-
primer caso de virus de influenza ción y para la población en general.
El funcionario hizo además un llamado a los medios de
AH1N1 en Colombia comunicación, para que tengan prudencia a la hora de dar
a conocer la información a la opinión pública.
El Ministro de la Protección Social, Diego Palacio Betan- “Es la primera vez en la historia de la humanidad, que
court, reportó este domingo el primer caso de virus de in- los medios de comunicación transmiten en directo el desa-
fluenza AH1N1 en Colombia. rrollo de una situación que rápidamente se podría traducir
Se trata de un hombre de 42 años, habitante del mu- en pandemia. Esto exige redoblar los esfuerzos frente al
nicipio de Zipaquirá (Cundinamarca) que había estado en manejo de la información”, señaló el ministro…
las últimas semanas en México y había acudido al médico
con síntomas de una gripe normal. Presidencia de la República de Colombia
El ministro Diego Palacio informó que el paciente está (3 de mayo de 2009) 33
siendo tratado en su lugar de residencia por parte de los
organismos de salud. El caso corresponde al único positivo
registrado de 18 muestras enviadas a Atlanta. … Este primer caso de la pandemia en Suramérica alertó
El funcionario recordó que el 90 por ciento de los casos a los países vecinos. Desde Venezuela, el presidente Hugo
son manejables con medidas caseras y que es recomenda- Chávez advirtió que “nadie está a salvo” y les pidió a los
ble ir al médico solo en los casos en que los síntomas de la venezolanos tomar precauciones. Ecuador, por su parte,
gripe se compliquen. reforzó la vigilancia sanitaria en la frontera y ordenó sus-
“Quiero recordarles a los colombianos que no es pru- pender los vuelos que salgan desde la zona fronteriza a
dente que congestionemos las instituciones de salud”, in- Colombia, al tiempo que estableció un puesto de control en
sistió Palacio. la provincia de Sucumbíos, límite con Colombia, para evi-
El ministro advirtió que el caso del paciente de Zipaqui- tar que el virus llegue a ese país…
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 189

El Espectador migo. Me llamó y me preguntó qué necesitaba.


(3 de mayo de 2009) 34 —Ponga una patrulla en la esquina, pero para que no
me frieguen la vida, porque yo de salud estoy bien —le
contesté.
Nunca usé tapabocas. Ya en ese momento estaba perfec- Me mandó un psiquiatra. Tuvimos varias citas y nos
to. No tenía gripa ni nada. Pero lo jarto fueron la prensa apoyó. Era más como para superar el susto. Uno veía mu-
y las exageraciones: la gente decía que se iban contagiar chas noticias, las muertes, los índices y todas esas esta-
si pasaban cerca de mi casa, de mi negocio o de Zipaqui- dísticas que se daban a nivel mundial, y pues yo era el pri-
rá. Me llegaban razones de periodistas reconocidos que mer caso de AH1N1 acá. Si llegaba a morirse un tipo por esa
querían entrevistarme. Pero estábamos muy cerrados con vaina, me echaba una carga muy berraca pensar que yo lo
ese tema por lo que pasó inicialmente. Fue muy feo y nos había contagiado. Aunque no fuera culpa mía, iban a decir
afectó: nos tocó cerrar completamente el negocio. Nadie que yo había sido el primero.
se aparecía por allá, y obviamente, si abría, iban a fregar la Pero después aparecieron unos muchachos de Yopal.
vida y a molestar con todo ese mercado del chisme. Habían estado por allá en unos juegos y también llegaron
A mí me llamaban mis amigos y me decían que habían con el virus. Eso suavizó la cosa.
oído que unos borrachos iban a quemar mi casa para que
no se contagiara la gente. Mi hija tampoco pudo ir al co- Camilo Montaño
legio durante quince días. Nunca tuvimos certeza de que
fuera cierto o falso, pero nos dijeron que habían quemado
el pupitre de la niña, y eso nos dio mucho mal genio. Hubo Yo era el coordinador del área de Vigilancia de Salud Pú-
muchas anécdotas de ese estilo, de puro Macondo, de ver- blica del hospital de Fontibón. Por estar en la misma zona
dad. del aeropuerto El Dorado, el hospital tenía a cargo la vigi-
En el momento más álgido, el gobernador me mandó un lancia de los puertos. Por eso nos correspondió liderar los
mercado de esos que mandan a los damnificados de las ca- simulacros de respuesta a posibles casos de influenza que
tástrofes. ¿Y yo para qué iba a necesitar un mercado? ¡Yo llegaran al país.
no me estaba muriendo de hambre, ni me había quedado En el hospital había un auxiliar que se la pasaba lla-
sin dónde dormir! mando a bromear con situaciones de alerta en salud. Se
Estuvimos encerrados como dos semanas. Uno no po- llamaba Óscar. Un día, yo estaba en una reunión en la Uni-
día salir ni a la ventana. Los familiares no iban a visitarnos, versidad Nacional, y me entró una llamada:
pero el ministro de Protección Social un día sí habló con- —Doctor Manuel, lo llamo del Centro Nacional de Enla-
190 Héroes de a pie


A mí me llamaban mis amigos y
me decían que habían oído que unos
borrachos iban a quemar mi casa


para que no se contagiara la gente.

Camilo Montaño
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 191

ce. Por favor, active el protocolo por la posible llegada de nos antes de continuar su ingreso.
casos de AH1N1. El 30 de abril aún no había casos confirmados en Co-
Pensaba que era Óscar. lombia. Ese día nos solicitaron que organizáramos un dis-
—Sí, bueno, listo —le contesté, y colgué el teléfono. positivo especial porque el alcalde de entonces, Samuel
Seguro mi interlocutor se dio cuenta de que yo me ha- Moreno, y su familia venían en un vuelo de Miami. Había
bía reído, y me volvió a llamar. estado en una zona que ya estaba reventada de casos.
—Doctor Manuel, efectivamente lo estamos llamando La idea era que él llegara y nosotros lo informáramos
del Centro Nacional de Enlace. No es un simulacro. Active sobre la alerta y le hiciéramos una prueba de tamizaje an-
los protocolos. tes de que siguiera. Efectivamente, él vio el dispositivo y
Entonces salí de la reunión, me fui para el hospital y nosotros le explicamos de qué se trataba.
hablamos con el personal de la Secretaría de Salud. Nos —Yo estoy bien, no se preocupen —creo que nos con-
dijeron que, en efecto, había una alerta de influenza. Lo co- testó, y siguió derecho.
menté con la gerente del hospital, y ella propuso que fuéra- Durante la noche siguieron llegando pasajeros, cuan-
mos a la sede de la secretaría. do al fondo del túnel vemos que unos chicos comienzan a
La sala de crisis estaba en el séptimo piso, y eso parecía toser… Todos nos quedamos mirando. De repente, uno de
un cementerio: todo el mundo pálido y callado. ellos cae al suelo. Corrimos hacia él y lo recogimos.
La instrucción fue hacer todo el alistamiento en el hos- —¿Le pasa algo?
pital, revisar si era necesaria la compra de equipos de alta —Es que vengo muy enfermo —nos contestó—. Tengo
seguridad y trazar rutas de aislamiento. mucha tos.
Cuando se hizo la activación mundial, aún no había ca- Inmediatamente se activó toda la alerta y empezamos a
sos en Colombia. Solo en Estados Unidos y México. Tocaba revisar. Resulta que en ese vuelo regresaban unos jóvenes
estar alertas a las personas que llegaran de esos países. que habían participado en un campeonato mundial de po-
En el aeropuerto El Dorado, en el túnel de seguridad, rras. La mayoría eran de familias con dinero. Viajaron con
dispusieron equipos para recibir a los pasajeros de vuelos sus papás o con profesores y se hospedaron en hoteles. No
internacionales que vinieran de los países con casos. No- habían estado muy expuestos a riesgos.
sotros estábamos ahí, con un médico de sanidad aeropor- Pero entre ellos había un grupo de chicos de Yopal que
tuaria, auxiliares de enfermería, policía… habían financiado su viaje con rifas y recolectas. El único
—Estamos en una alerta mundial de salud pública adulto que los acompañaba era una profesora. Era una lo-
—perifoneábamos a los pasajeros que desembarcaban—. cura intentar tener quietos a unos quince muchachos. Sal-
Si presenta síntomas de fiebre o gripa, por favor, infórme- taban de un lado para el otro, y fue imposible evitar que la
192 Héroes de a pie

mayoría siguiera derecho. Quedaron tres. Nos comentaron ¿Cuarentena para el alcalde?
que allá se hicieron amigos de un grupo de mexicanas, y El médico que más sabía sobre AH1N1 se fue con espe-
por allá estuvieron de rumba. Algunas de ellas tenían gri- cialistas a hacerle seguimiento al alcalde, y nosotros nos
pa. dedicamos a buscar con el Departamento de Integración
Logramos contactar a los familiares de dos de ellos Social casas de cuarentena para los muchachos de Yopal.
para que los hospedaran en Bogotá, y dimos la orden para Organizando eso, aparece una nota en un noticiero: la cá-
que el que estaba peor fuera trasladado al hospital, a una mara de vigilancia del terminal terrestre muestra a todo el
habitación que se había dispuesto para el aislamiento. Ya grupo de muchachos andando por el terminal, se suben a
era como la medianoche. Él no tenía familia en Bogotá. En- un bus y se van para Yopal.
tonces llamé a su padre, en Yopal:
—Su hijo tiene una sintomatología que configura como Manuel González
posible caso de AH1N1 —le comenté al señor—. Está en Coordinador de Vigilancia de Salud Pública
aislamiento en el hospital de Fontibón. Necesitamos que del hospital de Fontibón en 2009
venga alguien.
Y el señor me dice:
—Yo, la verdad, tengo muchas cosas que hacer. Voy a … “El saludo fue muy cordial, con besito en la mejilla a las
mirar cuándo me desocupo o cuándo puedo ir. Le encargo niñas y estrechón de manos con los hombres. Dos de las
que me lo cuide. chicas mexicanas tenían tos y sí las vimos varias veces
El señor colgó, y el muchacho quedó hospitalizado. tosiendo, pero pensamos que era una gripa normal. Sin
Por el otro lado, comenzó todo el zaperoco con el alcal- embargo, hasta ese momento no teníamos ni idea de que
de, porque nos enteramos de que venía en el mismo avión. en el mundo había ya alerta por una enfermedad. Se veían
Había perdido su vuelo y la aerolínea lo había acomodado noticieros en televisión, pero en inglés y la verdad estába-
en el mismo de los muchachos. No estábamos tan intran- mos concentrados en nuestra presentación”, sostuvo.
quilos: era casi seguro que viajaba en clase ejecutiva, a […]
diferencia de los porristas, que venían en comercial. Pero Diego recuerda que el idioma y una simpatía mutua
cuando hicimos el mapeo de los puestos del avión, encon- fueron lo que siempre los unió con la delegación de mexi-
tramos que la aerolínea lo había enviado a él, a su esposa canos. “En un recorrido por Disney World, ellas siempre
y a un hijo en puestos vecinos a los de cuatro de los mu- estuvieron cerca de nosotros y así fuimos compartiendo
chachos. más momentos”, recuerda. Pero si de integración se trata-
—¿Y qué hacemos ahora? —nos preguntamos—. ba, la fiesta de despedida del mundial fue especial. La rum-
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 193

ba se extendió hasta la madrugada y en ella, obviamente, ticulación de los diferentes sectores. El plan buscaba que,
no faltaron las mexicanas. “Las chicas de la delegación, si la pandemia llegaba, tuviéramos el mínimo de enfermos.
además de ser bonitas, eran muy desinhibidas. Incluso, en Se esperaba que esta influenza comenzara con una
la piscina andaban en topless”, anotó Diego Fernando. transmisión entre aves, y de ahí pasara a otros animales o
Ese día no faltaron los ‘besitos tiernos’ de las despedi- a los humanos. Luego habría una mutación en el virus, y
das de adolescentes. “Hubo ‘cuadres’ entre compañeros y comenzaría el contagio de animales a humanos. Si así hu-
mexicanas y texanas. Nada serio porque se sabía que no biera sido, probablemente se quedaría en una sola región,
se volverían a ver”. pero si el virus adquiría la capacidad de transmitirse entre
[…] humanos, lo más seguro es que tuviéramos casos en más
Pero las consecuencias del affair juvenil se empezaron de un país. Eso es lo que llamamos pandemia.
a sentir apenas cinco horas después, cuando en el avión de Comenzamos a estudiar qué papel podrían jugar otros
regreso a Colombia dos de los compañeros de Diego Fer- sectores y a explicarles cómo también tenían que parti-
nando empezaron a toser intensamente. cipar en el plan de respuesta. Eso involucraba al Sistema
Cinco días después de que el mundo se atemorizaba de Atención de Desastres, las Fuerzas Armadas, el sec-
por el nuevo virus, ellos se bajaron del avión en Bogotá y tor turístico, varios ministerios y el Instituto Colombiano
empezaron a comprender todo… Agropecuario (ICA), que debía estar alerta a la aparición
de aves muertas o enfermas.
El Tiempo No era suficiente con elaborar documentos. También
(16 de mayo de 2009) 35 empezamos a hacer simulacros. Al comienzo, un juego de
roles en una mesa en la que cada institución pensaba qué
debía hacer, y luego, en el campo, más real. Esas activida-
La historia comienza en 2005. Después de una alerta des debían ser replicadas en el nivel departamental y local.
mundial sobre una posible pandemia de influenza, se hace Eran jornadas largas, porque el simulacro debía ser
un convenio entre el Instituto Nacional de Salud y el Mi- muy detallado. Entonces había que construir guiones y
nisterio de Salud para hacer el plan de preparación para buscar personas de la comunidad para que hicieran de ac-
mitigar sus efectos. tores. “Usted va a llegar tal día al hospital, simulando que
En el Instituto se conformó un equipo como de veinte tiene una enfermedad —les decíamos a los actores—. Va
personas. Yo, desde el Grupo de Vigilancia, formaba parte a decir que tiene tales síntomas, y si le preguntan si ha te-
de ese equipo. Las actividades que teníamos incluían mi- nido fiebre, diga que sí, y que estuvo en contacto con unas
rar cómo se iba a hacer la atención de los pacientes y la ar- aves que se murieron”.
194 Héroes de a pie

Como había que tener claro todo el ciclo de la enferme- con el manejo de cadáveres.
dad, entonces teníamos que buscar fincas lejanas donde También mirábamos el manejo administrativo, geren-
tuvieran gallinas o aves de corral y sacrificarlas para que cial y de comunicaciones. Se suponía que los funciona-
el ICA hiciera su parte: tomar las muestras de patología rios, apenas se presentara un caso sospechoso, debían
y embalarlas con toda la bioseguridad del caso mientras crear un puesto de mando unificado y activar un comité
eran supervisados por expertos que verificaban que todas de respuesta. También mandábamos periodistas para que
las medidas estaban siendo adoptadas, si usaban guantes hicieran preguntas, y veíamos que a veces los médicos y
y tapabocas. funcionarios contaban todo, mucho más de la cuenta, con
Había varios guiones, pero siempre intentábamos que nombres y detalles. Era hasta divertido ver la cantidad de
los médicos que atendían a los pacientes —a los actores— errores.
estuvieran en su día a día, que la situación fuera lo más fiel Cuando terminaba cada ejercicio hacíamos una retroa-
a la vida real; es decir, que estuvieran llenos de consultas limentación. Citábamos a los líderes para mostrarles qué
y les llegara primero un paciente con la sintomatología, y habíamos encontrado mal para que ellos ajustaran su plan
luego otro y otro y otro... Dimos con unos superactores en e hicieran capacitaciones. Un tiempo después hacíamos
las comunidades, estudiantes, muchachos que se desma- seguimiento, y así cerrábamos el ciclo de preparación.
yaban y todo. Entre 2005 y 2006 hicimos unos veinte simulacros.
Queríamos que los médicos colapsaran —porque así Estuvimos en San Andrés, en Ipiales, en Cúcuta… En Bo-
es la vida real—, que pensaran rápido y decidieran qué gotá y en Cartagena incluso involucramos a la gente de los
hacer. Un evaluador a su lado verificaba que estuvieran aeropuertos, simulando el arribo de un avión con pasajeros
siguiendo las guías para la atención de un posible caso. presuntamente infectados. Instalamos carpas, y el perso-
Otra persona asumía la parte de vigilancia epidemiológica nal se puso los trajes de bioseguridad.
y la investigación de campo. Preguntaba al paciente todo Entre 2007 y 2008, mantuvimos algunas actividades
lo que fuera necesario y diligenciaba la ficha. Otra persona acordes con el plan, pero fue en abril de 2009 cuando en
era la experta en laboratorio y debía tomar las muestras y México se confirmó el primer caso. El virus mutó. Pasó a
enviarlas. los humanos.
La parte de bioseguridad era una de las más exigentes. A comienzos de mayo, el doctor Álvaro Calvache, di-
En los simulacros se evaluaba si se utilizaban bien los ele- rector encargado del Instituto, nos citó a la directora de
mentos, los tapabocas, los guantes. A veces incluso noti- Vigilancia de aquella época, la doctora Patricia Belalcázar,
ficábamos la supuesta muerte de una persona. Una parte y a mí. Nos dijo que acababan de llamar del Ministerio de
del documento que habíamos desarrollado tenía que ver Salud para informar que teníamos un caso de AH1N1. Era
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 195

un señor que había estado en México y había llegado en-


fermo. Estaba en Zipaquirá.
Sorpresa: la información se filtró, no sabemos por dón-
de ni cómo, y la plaza de Zipaquirá se llenó de gente y de
medios, y a nosotros nos colapsaron totalmente con llama-
das, desde personas de la comunidad preguntando si se
iban a morir hasta periodistas pidiendo detalles del caso.
Tuvimos que revisar la documentación que habíamos
preparado y ver qué partes del plan todavía servían y qué
partes ya no. Más allá de eso, tuvimos que definir cómo
nos íbamos a organizar institucionalmente. Nos sentamos
con el doctor Calvache, y citamos a todo el personal admi-
nistrativo. ¿Quién iba a sacar los viáticos si había que ir
un sábado a la media noche a tal lado? ¿Quién iba a abrir Simulacro para la respuesta en los aeropuertos ante la
posible enterada de pacientes infectados con influenza
la puerta del Instituto? ¿Quién iba a entregar los insumos (Archivo particular de Maritza González).
necesarios?
Entonces empezamos a hacer los cuadros de disponibi-
lidad de los administrativos, y eso era muy raro para ellos
en esa época. Y para el tema de las llamadas que nos colap-
saban, preparamos un guion y pusimos a una funcionaria
a contestar.
Los del Grupo de Vigilancia nos quedábamos por las
noches, porque empezó a llegar un montón de fichas de
notificación de casos sospechosos, y teníamos que validar
la información, digitarla y consolidarla. Hacíamos turnos.
Tanto así que se nos olvidaba comer, y era la doctora Pa-
tricia —ella era muy querida— la que se acordaba y nos
pedía pollo a domicilio.
Mientras unos estaban contestando llamadas, otros es-
taban diligenciando fichas y otros estaban en la investiga-
196 Héroes de a pie

ción de campo. Y como estábamos aprendiendo sobre la de contacto entre los CDC y el Instituto Nacional de Salud.
marcha, entonces a la definición de caso se le quitaban y Cuando abrí el correo electrónico y leí que el diagnóstico
se le ponían nuevos elementos. Era desgastante. era positivo, pues tuve emociones encontradas: por una
parte, la satisfacción profesional de confirmar lo que ha-
Maritza González Duarte bíamos sospechado, pero, por otra parte, la preocupación
Epidemióloga de campo por tener ese nuevo agente en el país.
(FETP Colombia, cohorte de 2017) El siguiente paso era comunicar los resultados. Si-
guiendo el conducto regular, yo debía informar al director
del Instituto Nacional de Salud, y él, al ministro. Fue así
Esperábamos que fuera influenza aviar, porque tradicio- como se concretó la famosa rueda de prensa con todas las
nalmente los virus de influenza que se encuentran en las autoridades. Aunque el virus no nos llegó por las aves sino
aves tienen más facilidad para encontrarse con los virus por el cerdo, teníamos preparado un plan de respuesta a
humanos, para combinarse y generar un nuevo subtipo de una pandemia, y eso jugó a nuestro favor.
virus. En las primeras semanas de mayo, los CDC nos envia-
Era un evento esperado, pero lo que nos sorprendió fue ron unos kits para las detecciones del nuevo virus. Esos
que no llegó el virus aviar sino una recombinación de uno ensayos fueron desarrollados en Atlanta, de una forma
nuevo que tenía parte de virus humano y parte de virus de muy acelerada, y fueron compartidos con los países de
cerdo, y eso fue lo que se conoció como el AH1N1. la región. Colombia fue el segundo país de Latinoamérica
Yo era la coordinadora del grupo de Virología del Insti- que tuvo la capacidad para poder diagnosticar el AH1N1.
tuto Nacional de Salud, y desde ahí apoyábamos la vigilan- Para nosotros fue un proceso de aprendizaje sobre la
cia de la salud pública y la investigación. marcha, muy rápido y acelerado. El gran desafío era or-
Curiosamente, nosotros teníamos implementadas unas ganizar el grupo de trabajo para que pudiéramos atender
pruebas en el laboratorio que permitían identificar los vi- todas las necesidades. Todos en el laboratorio conocíamos
rus de influenza B y los virus H1 y H3 de la influenza A. Por las precauciones y las medidas preventivas que debíamos
eso, cuando tuvimos un virus de la influenza A que no era tener. Éramos el único laboratorio en el país con capacidad
ni H1 ni H3, tuvimos una alta sospecha de que era un nuevo para diagnosticar el nuevo virus. Teníamos que lograr un
virus. Enviamos esas muestras a los Centros para el Con- balance entre prestar un servicio oportuno y, en medio de
trol y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Atlanta, y esa presión, proteger a nuestro personal para que no fuera
recibimos la confirmación en menos de una semana. a infectarse.
Yo recibí directamente la confirmación. Era el punto Nos organizamos para trabajar las veinticuatro horas.
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 197

Había personas que tenían jornadas de veinte horas, por- de flujo laminar, y adentro de ella se abría. Ya en el labora-
que, cuando salían del laboratorio, se ponían a revisar his- torio tomaban un destino.
torias, pasar resultados, hacer reportes a las autoridades. Mi entrenamiento en epidemiología de campo ayudó
Y eso era todos los días de la semana. No había cómo parar. mucho para establecer los criterios de priorización: uno
Como aún no sabíamos nada sobre la severidad de la era la severidad de los síntomas que nos hubieran repor-
patología, la recomendación era el trabajar en el laborato- tado del paciente, y el otro era que las muestras vinieran
rio usando esos trajes como espaciales, unos trajes imper- de municipios donde previamente no hubiéramos tenido
meables, que repelen las salpicaduras y tienen un sistema casos confirmados. Así podíamos identificar cómo se iba
de suministro de aire filtrado presurizado, conocidos como propagando el virus dentro del país.
equipos PAPR (powered air purifying respirators). Esos trajes En las primeras semanas corroboramos que la infec-
vienen con un motor de unos dos kilos que debe colgarse ción era más severa en las mujeres embarazadas y en pa-
en la cintura. El paso de las horas, la presión, el peso del cientes con alguna morbilidad, como diabetes, hiperten-
motor y ese calor aumentaban el cansancio y la deshidra- sión o sobrepeso.
tación. Inicialmente, según la alerta internacional, los casos
Las muestras que nos llegaban se obtenían de la parte más sospechosos eran los que presentaran una infección
posterior de la garganta. Se hacía un hisopado faríngeo, respiratoria súbita y vinieran de un país donde se hubie-
pero en el caso de los niños nos dimos cuenta de que po- ran confirmado casos. Hablábamos entonces de México y
díamos obtener buenas muestras de la mucosa nasal. Los Estados Unidos. Pero luego vimos que también llegaban de
hisopos con las muestras se colocaban dentro de un tubito, otros países de Suramérica, y que en otros casos el pacien-
y los tubitos, en unas cajas para transporte que eran des- te no había viajado ni tenido contacto con personas que lo
pachadas por tierra si habían sido tomadas cerca de Bogo- hubieran hecho. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que
tá, o por avión si habían sido tomadas en otras ciudades. Si el virus ya estaba en las calles de nuestras ciudades.
alguna de estas muestras se rompía durante el transporte
o durante la manipulación, generaban aerosoles, y eso era Gloria Janneth Rey
un riesgo de contaminación. Tuvimos que dar algunas ca- Epidemióloga de campo
pacitaciones para el transporte de ese material. (FETP Colombia, cohorte de 2000)
El Instituto tenía organizado un sitio de recepción de
muestras. Allá llegaba la caja con las muestras en el inte-
rior, y en la parte externa se anexaban las fichas epide-
miológicas de cada una. Esa caja se llevaba a una cámara
198 Héroes de a pie

Triple embalaje requerido para


el transporte de muestras de
casos probables de influenza.
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 199

Dentro del Laboratorio de Virología tuvimos voluntarios


Primera muerte por AH1N1 del propio Instituto, pero desafortunadamente no pudi-
mos seguir contando con su apoyo a raíz de un episodio de
en Colombia claustrofobia. Vimos que, de repente, una voluntaria co-
menzó a respirar agitadamente y sus ojos se movían con
Una mujer de 24 años, que adquirió el virus de la gripe mayor rapidez. Esos síntomas nos hacían pensar que esa
AH1N1 “de manera autóctona” —es decir, sin haber tenido persona iba a perder el control. Nos tocó retirarla del la-
contacto con ningún extranjero—, se convirtió el martes boratorio y atenderla. No todas las personas toleran esos
en la primera víctima mortal en Colombia de la epidemia, ambientes cerrados. Eso fue lo que nos hizo retirar el apo-
que ya se extiende a 73 países. yo ofrecido.
Así lo anunciaron anoche en rueda de prensa el minis- Nos quedamos adentro con la gente que tenía expe-
tro de la Protección Social, Diego Palacio, y el secretario de riencia manejando los virus y los equipos de PAPR, y afue-
Salud de Bogotá, Héctor Zambrano, quienes aseguraron ra sí recibimos manos adicionales para hacer el proceso de
que el esposo e hijo de la víctima (quien falleció el fin de revisión de historias y seleccionar los casos más críticos.
semana) también están contagiados, pero fuera de peligro. Nos llegaban tantas muestras que no podíamos procesar-
“Lamentamos mucho la muerte de esta ciudadana. Va- las todas.
mos a reforzar los sistemas de vigilancia y control. Les pe- Si sumamos los que recibían las muestras, los que ha-
dimos a aquellas personas que presenten síntomas agudos cían el proceso de selección de historias, los que digitaban
de gripe o cuadros febriles, que consulten a un médico”, resultados y todos los demás, podríamos tener unas quin-
manifestó Zambrano, al tiempo que explicó que el estudio ce personas.
patológico de la mujer indicó que ésta murió debido a una También me tocó, en medio de toda esta tensión, salir
neumonía severa, producto del virus de la influenza tipo a medios a explicar qué implicaba el tener un virus nuevo
A. y cómo se había generado. El mensaje para la comunidad
Por su parte, el ministro Palacio advirtió que este caso debía ser muy claro y fácil de entender, y debía tener reco-
demuestra que el contagio del virus se está dando entre mendaciones de precaución. Realmente creo que eso nos
personas que viven en el país, sin que hayan tenido con- ayudó para que la gente adoptara el lavado de manos, el
tacto con extranjeros… uso de tapabocas y la ventilación de los lugares. Todo eso
evitó que el impacto no fuera mayor.
El Espectador La buena noticia, unos meses después de que se de-
(9 de junio de 2009) 36 claró la situación de pandemia, fue que se encontró que
200 Héroes de a pie

realmente el virus no era tan seriot como se esperaba. pararan los utensilios de cocina.
Entonces disminuyeron las recomendaciones para mani- Lo que se busca siempre en este trabajo es cercar el
pulación y procesamiento de muestras. Podíamos trabajar virus y tomar medidas para evitar que pase a otras perso-
en el laboratorio con las condiciones tradicionales de bio- nas. Pero era muy frecuente que uno llegara a las casas y
seguridad, con mascarillas, guantes y gafas de protección, encontrara que ya había dos o tres infectadas.
pero no con esos trajes presurizados y esos motores aga- Uno de los casos más complejos para mí fue el de una
rrados a la cintura. Eso fue buenísimo para el personal de persona de acá del Instituto Nacional de Salud, una fun-
laboratorio. cionaria del área administrativa, que se infectó por fuera.
Estaba incapacitada, pero, como era de acá, todo el tiempo
Gloria Janneth Rey llamaba:
—Es que hoy me salió una pepita —comentaba—. ¿Qué
será? ¿Será que es normal?
Del 2 de mayo al 16 de julio de 2009 se notificaron en Co- —Es mejor que llames a un médico para que vaya y te
lombia un total de 183 casos confirmados por laboratorio atienda —yo le contestaba, procurando que ella desligara
de influenza AH1N1, 117 (63.9 %) de ellos habían viajado las cosas, porque, a pesar de que soy médica, mi tarea era
fuera del país. El ingreso hospitalario fue necesario en 26 la investigación de campo, no la atención individual.
(14,21 %) casos y siete pacientes fallecieron (razón de le- Creo que, al final, a la influenza AH1N1 se le dio más
talidad: 3,8 %). La infección afectó a grupos de edad más bombo del que merecía. Empezamos a ver que las muer-
jóvenes y los síntomas más frecuentes fueron tos, fiebre tes estaban más asociadas a morbilidades crónicas que
y dolor de garganta. Nuestros hallazgos son consistentes al mismo virus, y que la gente se curaba al ratico. Lo que
con informes recientes de otros países. sí me llamaba la atención es que las personas bajaban de
peso. Casi todos los casos que yo vi quedaron flacos.
Eurosurveillance La realidad no siempre es la misma a la que uno planea
(30 de julio de 2009) 37 en un documento. Las cosas son dinámicas. Algo que no
previmos fue la angustia de la misma gente que trabajaba
en el sector. Tenían miedo de ir a hacer el trabajo de campo
Hice varias investigaciones de campo. Llevábamos todas y terminar infectando a un hijo, aun a pesar de que toma-
las protecciones especiales —trajes especiales, guantes, ran todas las medidas de bioseguridad.
mascarillas—, y recomendábamos a las personas de las Recuerdo las preguntas que me hacía mi mamá al ver-
casas que aislaran a los pacientes, usaran tapabocas y se- me llegar por las noches a la casa:
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 201

—¿Eso es tan grave? ¿Qué tal que a usted le pase algo? Salud que me acompañaba—, yo soy autoridad sanitaria, y
¿Qué tal que se contagie? en este momento la medida es urgente. Ellos no van a es-
Lo otro es que muchas personas que tenían que estar tar por el hotel; van a estar únicamente en una habitación.
disponibles eran papás o mamás, y entonces les preocu- Los mexicanos habían sido contratados por un colegio
paba quién iba a cuidar a sus hijos en las noches si tenían para dictar unas conferencias. Muy tranquilos, entendie-
turnos. Esos son aspectos que rara vez se contemplan en ron que tenían que quedarse en cuarentena, pero nos pre-
la construcción de lineamientos y planes de respuesta. guntaron qué gastos íbamos a cubrir.
Es imposible tenerlo todo bajo control. Si incluso hay —Consuman lo que necesiten —les contestamos.
temores entre los profesionales de la salud, ¿cómo controla Se hizo el seguimiento diario y se completó el tiempo
uno el pánico de una comunidad, cuando toda la gente está requerido. Ninguno había desarrollado los síntomas y ya
hablando de lo mismo, temerosa de que se vaya a morir, podían salir. Pero cuando miramos la cuenta del hotel…
diciendo que hay una enfermedad terrible, y cuando ade- Pues estos hombres se han dedicado a tomar tequila y
más se inventan nuevas cosas? Eso es muy complejo. whisky, día y noche. No recuerdo la cifra exacta, pero eran
millones, millones de pesos solo en trago, y nosotros ya ha-
Maritza González bíamos empeñado la palabra. Fue una odisea resolver esa
situación, pues no podíamos pagar eso, pero finalmente
ellos salieron y dictaron sus conferencias y regresaron en-
Fui testigo de muchas historias raras. Una noche me lla- cantados con Colombia y maravillados con la gente.
maron como a las dos de la mañana a decirme que había Otra situación que recuerdo fue en el hospital de Enga-
una alerta en el aeropuerto porque iban a aterrizar cuatro tivá. Eran como las ocho o nueve de la noche, cuando veo
mexicanos que venían de una zona donde supuestamente a través de la ventana que un médico va corriendo con un
había muchos casos. equipo de bioseguridad en la mano, abriéndolo y ponién-
El personal del aeropuerto, así, como extraterrestres, doselo.
con trajes de bioseguridad, bajaron a los pasajeros del —¿Qué pasó? —pregunté.
avión y los subieron a un carro. Como no era posible te- —Que llegó un caso confirmado de AH1N1 —no recuer-
nerlos en casas refugio, decidimos transportarlos al hotel do quién me contestó—. Es un paciente español, sintomá-
que tenían reservado. tico.
—¿Cómo me van a meter esa gente aquí? —nos recla- Era raro, porque el personal del aeropuerto no nos ha-
mó el administrador. bía informado de ningún caso de AH1N1, y, sin embargo, en
—Mire —le contestó el funcionario de la Secretaría de el hospital ya habían abierto la habitación de aislamiento.
202 Héroes de a pie

Bajé a revisar el triaje, pero no había triaje ni encontré porque yo soy de allá:
al médico que debía hacerlo. Entonces fui a la habitación —Mire, Manuel —me dijo—, hágame un favor, ayúde-
de aislamiento y encontré a un señor, que al parecer venía me porque nosotros no tenemos ni idea de eso, y acaban
con el paciente en la ambulancia. Me contó que era un es- de confirmar el caso y la gente ya está quemando la casa
pañol que ya llevaba como seis o siete meses en Bogotá. Le del difunto.
había alquilado una habitación en un hotel que tenía sobre Viajé a Sibaté y me fui a la vereda donde vivía el señor.
la avenida Jiménez, y se la pasaba de farra todos los días. Tenía una tienda en su casa, y la comunidad no solo se la
Por eso estaba como enfermo de neumonía, pero nada que quemó, sino que ordenó al rector del colegio suspender las
ver con AH1N1. clases.
Después hablé con el paramédico de la ambulancia: Entonces tocó ir a hablar con la gente, capacitarla y ex-
—La verdad es la siguiente —me dijo—: el señor tiene plicar qué era el AH1N1. Fueron como ocho días trabajando
una neumonía y está estable, pero, como es extranjero, se en eso en la vereda, hasta que poco a poco la gente empezó
me ocurrió molestar al médico del triaje y le dije que era a salir a trabajar, y los niños volvieron a clases.
sospechoso de AH1N1.
Me contó que el médico se puso pálido y salió corriendo Manuel González
para encerrarse en los vestieres, y en el camino iba gri-
tando “¡Caso sospechoso de AH1N1!, ¡caso sospechoso de
AH1N1!”. Y entonces otro médico lo escuchó, y ese otro fue Recuerdo que tenía que ir a las casas de los contactos de
el que yo vi corriendo y poniéndose el traje de bioseguri- las personas que habían estado enfermas. La gente no ha-
dad. blaba mucho, pero al despedirnos, nos pedía una tarjeta o
Cuando volvimos donde el señor que nos había contado un número para llamarnos después, y nos contaban cosas:
la historia del español, le preguntamos por qué no había “Doctor, es que en ese viaje a no sé dónde yo estuve con no
dicho nada: sé quién, y estoy muy preocupado”. Y nosotros miramos
—Pues porque el paramédico dijo desde el comienzo que, efectivamente, en algunos de esas llamadas, comen-
que era chiste, que era por molestar. zaron a aparecer casos sospechosos y casos confirmados.
Y sí, el miedo era tenaz, a veces peor que la misma epi- Me llamó mucho la atención una cosa: el AH1N1 no era
demia. Ese tipo de cosas pasaban mucho. solo una cosa de contagio respiratorio; era una cosa de in-
También me acuerdo que en Sibaté (Cundinamarca) teracciones humanas. Mucha gente que regresaba de via-
hubo un caso confirmado de AH1N1. El paciente murió, y jes de países donde circulaba el virus nos llamaba a contar-
el alcalde, que no sabía cómo manejar la cosa, me llamó nos sus historias y sus preocupaciones, desde un vecino
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 203

de puesto que tosió en el avión y sintió gotas caer en su va adquiriendo inmunidad, bien sea por contacto con el vi-
cara, hasta la historia del personaje que confesaba que ha- rus salvaje o vacunal.
bía estado con una, dos, tres mujeres en un viaje. […]
Había cosas que uno no sabía cómo meter en los in- Desde el inicio de la pandemia, semana 14 de 2009,
formes. Por ejemplo, una niña nos llamaba a acusar a una hasta la semana epidemiológica 35 de 2010, se han noti-
compañera de colegio que supuestamente estaba en cua- ficado al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública
rentena pero se escapaba de la casa y se iba de rumba. Nos (SIVIGILA), un total de 163.628 notificaciones por virus
daba quejas. Y había también situaciones en las que uno pandémico AH1N1/09 […]: 4.310 corresponden a casos con-
se sentía extraño recomendando a gente que no fuera, por firmados por laboratorio […]. 16.937 corresponden a casos
ejemplo, a un funeral. ¡Eso no iba a pasar! descartados tanto por el laboratorio como criterio clínico-
Las epidemias son una cosa en las que el comporta- epidemiológico […]. 2.760 casos probables […]. 139.621 ca-
miento humano se pone en evidencia. sos sospechosos.
[…]
Máncel Martínez Ramos Hasta la semana epidemiológica 31 de 2010 han ocu-
rrido 272 muertes por virus pandémico AH1N1 en Colom-
bia, de las cuales 232 (91,6 %) tienen fecha de defunción
En Colombia, desde la semana epidemiológica 22 a 46 del de 2009, 31 muertes (4,7 %) tienen fecha de defunción de
2009, el virus de la influenza AH1N1/09 desplazó a otros 2010, y las 9 muertes restantes (3,5 %) no tienen fecha de
virus gripales convirtiéndose en el virus predominante. A defunción…
partir de entonces, ha ido en descenso, manteniendo un
comportamiento similar al de los otros virus de influen- Ministerio de la Protección Social
za estacional, y se prevé que continúe su circulación por (septiembre de 2010) 3
varios años. Así mismo, es de esperarse brotes aislados y
cambios en los patrones de presentación a nivel nacional.
Se considera que en periodo postpandémico continúen El trabajo de campo contribuyó a salvar vidas. Por lo gene-
presentándose casos en población joven y grupos consi- ral, en el nivel local hay menos preparación para afrontar
derados como de mayor riesgo (mujeres embarazadas, pa- estas crisis. Entonces, para los profesionales de los muni-
cientes con enfermedades crónicas de base y trabajadores cipios es muy valioso contar con alguien del nivel nacional
de salud). Sin embargo, se pronostica que los casos vayan que les presta apoyo y les hace caer en cuenta de cosas
disminuyendo paulatinamente a medida que la población que se les escapan, o que ayudan a estructurar el trabajo,
204 Héroes de a pie

organizar equipos de respuesta y determinar qué infor-


mación es importante y qué información no lo es.
A mí me parece que la capacidad de organizar el traba-
jo es una gran fortaleza del epidemiólogo de campo. Tiene
una estructura en la cabeza que le permite desarrollar ac-
tividades con rapidez.
En donde sí fallamos todos —y hablo del mundo ente-
ro— fue en la comunicación del riesgo, porque eso colapsó
los servicios de salud. Todavía tenemos ese nombre en la
cabeza, influenza AH1N1, y no terminamos de asimilar que
no mata como creíamos.
Pero creo que en Colombia nos fue bien en comparación
con otros países a donde llegó la enfermedad, y además
todas esas experiencias han servido para prepararnos
mejor en otros brotes. Por ejemplo, para una posible llega-
da del ébola, para entrenarnos en temas de bioseguridad y
para dotar al Instituto Nacional de Salud de una estructura
cada vez más preparada para una emergencia. Simulacro de investigación de campo de posibles casos de
influenza (Archivo particular de Maritza González).
Maritza González

Nuestro rol en salud pública ante la presencia de un agente


nuevo y desconocido implica siempre seguir las recomen-
daciones más estrictas. En el día a día se recoge y analiza
la información y, dependiendo de cómo se vayan dando la
trasmisibilidad, la virulencia y la mortalidad, se van ajus-
tando las medidas de manipulación en el laboratorio y de
atención a los pacientes en las instituciones.
Los planes de preparación ante la emergencia son muy
De pandemias, cerdos, besos y abrazos 205

importantes. Obligan a los países a dibujar rápidamente —A mí no me están colaborando en nada —le dije un día
una respuesta y a articular a los distintos actores: los que al alcalde—. Todos sacan pecho porque se está manejando
tienen que ver con la vigilancia epidemiológica, los que la situación de la mejor manera y porque en Zipaquirá se
tienen que ver con la prestación de servicios de salud, los contuvo la epidemia. ¿Pero yo qué? Se me puso difícil la
responsables del sector agropecuario y aeronáutico… En cosa y nadie me está ayudando.
fin, los planes involucran muchos liderazgos. Mi preocupación era el tema económico. Como había
Otro aspecto esencial son las actividades de comuni- tenido que cerrar el estudio fotográfico en los días de la
cación en todos los niveles: las dirigidas a la población, las epidemia, no tenía cómo pagarles a las empleadas.
que tienen lugar dentro del sector salud, las que se hacen El alcalde me propuso que, para que yo pudiera seguir
entre instituciones y las internacionales. trabajando, saliéramos a la plaza pública.
La comunicación entre países contribuye a obtener —Cuando estemos allá, yo lo abrazo, y así la gente se da
apoyos de manera temprana. Gracias a ellas, durante la cuenta de que no tiene nada —me dijo.
pandemia de AH1N1 en Colombia conseguimos rápidamen- —Yo no estoy para esas vainas, alcalde —le dije—. Más
te los reactivos para hacer in situ las pruebas de detección bien ubíqueme a las chinas en la Alcaldía, búsqueles un
en laboratorio y los antivirales para el tratamiento de los trabajo. No le pido más.
pacientes. Una ventaja adicional del plan global fue que —Pues hagamos algo en la Catedral de Sal —me propuso.
promovió el desarrollo de nuevas vacunas. Unos tres o cuatro meses después, monté allá un servi-
Todo plan de respuesta está condicionado a la virulen- cio fotográfico para turistas. Se le tomaba la foto a la gente
cia del agente. A veces es alta, a veces es mediana, a veces en algunos puntos bien bonitos del recorrido, y al final, sin
es baja. En 2009, las medidas y recomendaciones de bio- compromiso, la podían comprar.
seguridad frente al nuevo agente eran altas. Pero mientras Todo comenzó a volver a la normalidad. Ya no me de-
se conoce el verdadero grado, lo mejor es adoptar mien- cían “H1N1” y se había acabado esa miradera y esa señala-
tras tanto todas las medidas posibles de prevención y se- dera de la gente. Se les fue olvidando, y finalmente fue una
guridad. oportunidad de negocio.
La gran lección fue que aprendimos —o seguimos Y un dato curioso: no sé por qué será, pero nunca me
aprendiendo— a estar preparados. Siempre toca hacer volvió a dar gripa. A mí antes me daban unas gripononas
todo lo posible para que el impacto sea el menor. de esas que matan, que lo tumban a uno tres días en la
cama. Y ahora estoy así, como usted me ve.
Gloria Janneth Rey
Camilo Montaño
206 Héroes de a pie

Aspecto de San Estanislao de Kostka (Bolívar)


en enero de 2010. Las inundaciones, que dejaron
miles de damnificados, fueron consecuencia del
fenómeno de la Niña (Nathalia Muñoz).
12
Lo que por
agua se va
La epidemiología de
campo durante la ola
invernal en la Depresión
Momposina (2012) y la
avalancha de Mocoa
(2017).
208 Héroes de a pie

Esa noche cayó tanta agua como la que habría caído en rio de Salud y Protección Social para atender a los heridos
diez días. Los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, colma- que dejan las inundaciones en Mocoa (Putumayo).
dos por la lluvia, desplazaron grandes cantidades de lodo, […]
piedras y árboles descuajados. Pasada la media noche, el Junto con el presidente Juan Manuel Santos, el ministro
agua irrumpió en las casas. Los que vivían en las partes de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe, hizo
altas del municipio y los que alcanzaron a subir a las plan- presencia desde horas de la mañana en el lugar de la tra-
tas superiores de las construcciones lograron ponerse a gedia. El recorrido por la zona permitió coordinar tareas
salvo. Los otros, atrapados en las edificaciones o arrastra- con las autoridades locales y elaborar la lista de las necesi-
dos por el caudal, fueron parte de la fatídica lista de 322 dades más apremiantes.
muertos, 398 heridos y 77 desaparecidos reportados por … se tiene previsto el traslado de expertos del Instituto
la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres Nacional de Salud (INS) para desarrollar un plan de pre-
(UNGRD). vención de infecciones, y se contempla la posibilidad de
La peor tragedia en la historia de Mocoa, la capital del enviar profesionales de la salud desde otras ciudades del
departamento de Putumayo, ocurrió en la noche del 31 de país…
marzo al 1.° de abril de 2017, y fue el bautizo de fuego del
Centro de Operaciones de Emergencias en Salud Pública Ministerio de Salud y Protección Social
(COE-ESP) del Instituto Nacional de Salud… (1.º de abril de 2017) 40

Vigilantes de la salud (2018) 39

Comienza instalación de puestos


Gobierno garantiza de salud en albergues de Mocoa
atención médica de heridos por … Después de la atención inicial prestada a las más de 200
inundaciones en Mocoa personas heridas como consecuencia de las inundaciones,
y tras la remisión de 40 de estas a Neiva y 28 a Popayán,
Medicamentos, insumos médico-quirúrgicos, un tan- los retos se concentran en garantizar la atención perma-
que de 5.000 litros de agua potable, 30 camillas de trans- nente en los albergues y la prevención de brotes en la zona
porte y una carpa hospital fueron enviados por el Ministe- del desastre.
Lo que por agua se va 209

En su visita de hoy a la capital del Putumayo, el minis-


tro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe,
informó que media tonelada de medicamentos ya había
sido trasportada al municipio, por lo que se realizaría una
nueva evaluación para cruzar las necesidades satisfechas
con las insatisfechas en materia de salud.
Así mismo, el ministro anunció que mañana (lunes 3 de
abril) llegarán a Mocoa tres expertos en gestión del riesgo
del Instituto Nacional de Salud (INS), que se concentrarán
en el desarrollo de un plan para prevenir brotes infeccio-
sos…

Ministerio de Salud y Protección Social


(2 de abril de 2017) 41

Tan pronto el ministro dio la orden, nos desplegamos bajo


las instrucciones del Centro de Operaciones de Emergen-
cias en Salud Pública, que había sido creado unos meses
antes dentro del Instituto Nacional de Salud para atender
de manera más rápida y mejor coordinada situaciones
como la que se presentaba en Mocoa. Aspecto de Mocoa después de la avalancha de
Me correspondió liderar el primer equipo de respuesta 2017 (UNGRD).
inmediata (ERI), que salió para la zona del desastre el 2
de abril, día posterior a la ocurrencia de la avalancha. Me
acompañaron dos compañeros que también eran epide-
miólogos de campo.
Nos desplazamos en un avión de la Fuerza Aérea Co-
lombiana. Llegamos en horas de la noche. Encontramos
una ciudad a oscuras. Las calles eran un completo caos.
210 Héroes de a pie

Había personas llorando, buscando a sus familiares y soli- mitir los mensajes a quienes correspondiera.
citando ayuda a las instituciones. Solo había luz en el Cen-
tro Regulador de Urgencias y Emergencias (CRUE), ubica- Alfonso Rafael Campo Carey
do en la sede de la Secretaría de Salud Departamental. En Epidemiólogo de campo
ese sitio nos encontrábamos los profesionales y técnicos (FETP Colombia, cohorte de 2003)
representantes de las diferentes instituciones del sector
salud que debían atender la crisis.
Una compañera del Instituto Nacional de Salud era de
Mocoa. La avalancha se llevó su casa, y su familia se salvó Afectados en Mocoa
por un pelo. Pero nos consiguió hospedaje donde una fa-
miliar que vivía en el centro de la ciudad, una zona que no
siguen recibiendo asistencia
había resultado afectada. humanitaria
El rol de los epidemiólogos de campo comienza con el
análisis de la situación de salud anterior a la emergencia. A esta hora, ayudas humanitarias que ya se encuentran
Observamos las coberturas de vacunación infantil y los en el departamento de Putumayo están siendo cargadas
brotes infecciosos que se presentaron antes del desastre. para continuar con la entrega de alimentos, elementos de
Encontramos que en la cárcel municipal se habían identifi- aseo, colchonetas y frazadas en los albergues ya instala-
cado casos de varicela, y por eso debíamos estar alertas a dos.
una posible diseminación de la enfermedad en el resto de […]
la población. El hacinamiento en los albergues es un factor En este momento, desde Bogotá se está haciendo el
de riesgo. cargue de otras 40 toneladas de Asistencia Humanitaria
El primer día hicimos un recorrido por las zonas afec- de Emergencia entre las que se cuentan 2.000 kits de ali-
tadas, en el perímetro de la ciudad. Vimos casas des- mento y 1.000 carpas tipo iglú para alojamientos tempo-
truidas y escenas de rescate de cadáveres. Ya se sentían rales.
malos olores. Se escuchaban llantos. Nosotros llevábamos Los albergues instalados son 5, ubicados en el Institu-
puestos el chaleco y la cachucha blanca que nos identifica- to Tecnológico de Putumayo, los polideportivos América y
ban como funcionarios del Instituto Nacional de Salud. La Jardín, la Organización Indígena, y la Cruz Roja.
gente lo miraba a uno y pedía ayuda. Aunque ese tipo de […]
atención no tenía nada que ver con nuestra responsabili- Las actividades de limpieza y remoción de escombros
dad como epidemiólogos de campo, intentábamos trans- y lodo continúan con el fin de seguir restableciendo la co-
Lo que por agua se va 211

nectividad al interior del municipio de Mocoa… tando las situaciones de salud pública de mayor riesgo, y
[…] el coordinador nos asignaba roles específicos. Yo repre-
A través del Instituto de Medicina Legal y la Fiscalía se sentaba al Instituto Nacional de Salud en los dos comités.
iniciará hoy la entrega de los cuerpos ya identificados a La población afectada ya no estaba en la calle, sino
los familiares para que puedan ser enterrados de manera en los albergues. Entonces íbamos para allá y hacíamos
digna… la evaluación. Implementamos la vigilancia comunitaria.
[…] Líderes de la población nos apoyaban en la identificación
… poco a poco se han ido habilitando los servicios de de casos sospechosos de enfermedades. Se hacían rondas
energía a través de las plantas y el agua potable está sien- por todas las carpas. Encuestábamos a las personas allí
do distribuida con carrotanques, y se hace almacenamien- alojadas y así podíamos conocer los riesgos para enferme-
to en tanques de 5.000 y 10.000 litros para que las comu- dades que podrían desarrollar en esos sitios, la calidad de
nidades tengan acceso a ella. los alimentos y la situación del saneamiento básico —agua
potable, eliminación de excretas y aguas servidas—.
Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, Se realizaban visitas diarias para conocer nuevos ries-
UNGRD (3 de abril de 2017) 42 gos, síntomas y signos que pudieran indicar el inicio o la
ocurrencia de un brote por alguna enfermedad contagiosa
objeto de vigilancia. Si había una persona, por ejemplo, con
Nos levantábamos muy temprano y nos dábamos un baño gripa, la remitíamos al hospital.
muy breve y austero. Como no había servicio de acueducto No solo nos preocupaban las infecciones. También de-
en la ciudad, usábamos agua de botella y totuma. Nosotros tectamos pacientes con enfermedades como diabetes o
llevábamos con nosotros comida enlatada y bebidas enva- con hipertensión arterial que habían perdido sus medi-
sadas, que son parte de nuestro kit en esas emergencias. camentos en la avalancha. Logramos que rápidamente se
La compartíamos con nuestra anfitriona, porque ella nos les garantizara el tratamiento. Así no solo ayudábamos a
preparaba el desayuno. evitar la complicación de los pacientes, sino la congestión
Salíamos al terreno con chaleco, gorra, tabla y compu- de los servicios de salud, que ya estaban bastante conges-
tador. Primero debíamos pasar por el Puesto de Mando tionados atendiendo a las víctimas directas del desastre.
Unificado que había sido instalado en la sede de la Gober- Dos veces al día nos comunicábamos vía teléfono ce-
nación del Putumayo. Cada sector informaba las acciones lular con el Centro de Operaciones de Emergencias en la
de la jornada. Luego, todas las entidades de salud íbamos sede del Instituto Nacional de Salud en Bogotá. Comen-
al CRUE. Determinábamos en dónde se estaban presen- tábamos las amenazas identificadas y qué muestras bio-
212 Héroes de a pie

lógicas —sangre, materia fecal— habían sido tomadas y


enviadas con la Fuerza Aérea. Solicitábamos que estuvie-
ran atentos para recibirlas y analizarlas. Los resultados
y nuestro reporte eran insumos para que nos orientaran
desde Bogotá e hiciéramos planes de trabajo.
Al final del día teníamos otra reunión en el CRUE, don-
de exponíamos las acciones de la jornada de trabajo. De
ahí salíamos a escribir el informe en la vivienda donde nos
hospedábamos. La situación era muy incómoda: aparte
del calor y los mosquitos, la batería del computador, que
cargábamos en el CRUE, aguantaba hasta la medianoche.
No había energía ni conexión a internet. A veces debíamos Albergue temporal instalado en Mocoa en 2017 por la Unidad
tomar fotos de la pantalla con el teléfono celular y enviar- Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres. Las condi-
las por WhatsApp para que en el Instituto Nacional de Sa- ciones de hacinamiento siempre son un factor de riesgo de
lud consolidaran la información que debía ser enviada al enfermedades (UNGRD).

Ministerio.
Mi equipo permaneció una semana en el sitio, y fuimos
relevados por otro ERI que continuó el trabajo de vigilancia
en salud pública. En total participaron tres de estos equi-
pos durante la fase de impacto y postimpacto de la emer-
gencia. Nuestra labor hizo posible identificar brotes de en-
fermedad diarreica aguda y de enfermedad transmitida
por alimentos, e intervenir varios factores de riesgo que
habrían podido ocasionar brotes de infección respiratoria
aguda, entre otros.

Alfonso Rafael Campo Carey

A partir del reporte de la vigilancia sindrómica comunita-


Lo que por agua se va 213

ria implementada en los alojamientos temporales de emer- diferencia entre un episodio y el otro.
gencia (ATE) del municipio de Mocoa y posterior a emer- La de Mocoa fue una tragedia mejor atendida. Se no-
gencia de origen natural con interrupción de líneas vitales, taba la experiencia y profesionalismo que los equipos de
se detectó un posible brote de enfermedad transmitida respuesta inmediata habían adquirido en esos siete años
por alimentos (ETA). Se realizó una investigación de brote de procesos de ajuste y fortalecimiento.
que buscó caracterizar a la población afectada y expuesta, La ola invernal de 2010 y 2011 fue la primera emergen-
determinar la posible fuente, identificar el agente causal y cia de carácter ambiental a la que se le dio, entre otros ti-
generar información para cortar la cadena de transmisión. pos de atención, una respuesta desde una perspectiva de
Se encuestaron 267 personas, de las cuales 53 (19,85 %) salud pública. Hasta antes, eran otros los sectores los que
cumplieron con la definición de caso. El período de incu- tenían las mayores responsabilidades. Por ejemplo, Defen-
bación más corto fue de dos horas y el más largo, 31 ho- sa Civil, Cruz Roja, bomberos, etc.
ras. La curva epidémica mostró una fuente de transmisión La Niña se manifestó con lluvias intensas, inundacio-
propagada y persistente y el corto periodo de incubación nes, avalanchas y remociones de masas en distintos luga-
sugiere una etiología toxigénica de origen bacteriano. res. Comenzó hacia noviembre de 2010 y terminó hacia
La posible fuente estaría relacionada con contaminación marzo del año siguiente. La Depresión Momposina fue una
cruzada en alguna parte del proceso de la cadena de al- de las regiones más afectadas. Los dos ríos más grandes
macenamiento, preparación y servido de los alimentos. Se de Colombia, el Magdalena y el Cauca, que pasan por ahí,
encontró asociación estadística en cuatro alimentos con- se desbordaron y aumentaron el nivel de las quebradas de
sumidos, siendo de mayor a menor carne goulash, arveja, varias zonas rurales y corregimientos.
jugo procesado de frutas y espaguetis [...]. La evolución de Yo estaba cursando mi periodo de entrenamiento avan-
todos los casos fue favorable y sin requerimiento de hos- zado en epidemiología de campo, y pertenecía al grupo de
pitalización por lo que se trató de un cuadro benigno… Factores de Riesgo Ambiental del Instituto Nacional de
Salud. A diario escuchábamos las noticias y veíamos los
Documento técnico del Instituto Nacional de Salud (2017) 43 reportes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estu-
dios Ambientales (Ideam). Aunque desde el inicio estába-
mos atentos a casos de enfermedades de origen hídrico
La tragedia de Mocoa revivió en mí escenas que viven- que se fueran presentando, no contemplábamos ir inme-
cié cuando fui como epidemióloga de campo a atender las diatamente. Los primeros que debían ir y atender eran los
inundaciones que causó el fenómeno de La Niña en 2010 organismos de rescate.
y 2011. Sin embargo, pude notar aspectos que hicieron la Después fui llamada por el doctor Juan Gonzalo López,
214 Héroes de a pie

que en su momento era el director del Instituto Nacional útiles: uno para la evaluación rápida de albergues y otro
de Salud, y por la doctora Gloria Rey, que fue subdirectora sobre evaluación sanitaria en esos lugares. Trababa sobre
de la Red Nacional de Laboratorios. Me dijeron que, como abastecimiento de agua, control de vectores y alimentos y
yo era la única ingeniera sanitaria y ambiental con pos- disposición de excretas y residuos sólidos.
grado en epidemiología en el Instituto, podría hacer parte Y con esa adopción del instrumento, viajamos. El pri-
de un equipo interdisciplinario, ir a la zona a mirar todas mer departamento que visitamos fue Bolívar. Ya estába-
las condiciones de sanidad, y detectar problemas de salud mos en fase de postemergencia. Llegamos a Cartagena
después de la emergencia. Entonces, hacia mediados de y de ahí tomamos un vehículo hacia el municipio de San
enero, formamos un grupo con un médico del equipo de Estanislao de Kostka, a unos cincuenta kilómetros, que se
respuesta inmediata, una funcionaria del laboratorio ca- había inundado a comienzos de diciembre de 2010 por el
pacitada para la toma de muestras y yo. desbordamiento del Canal del Dique.
En esa época no contábamos con instrumentos estan- San Estanislao tenía unos quince mil habitantes. En lo
darizados para atender una emergencia como esa. Era la personal fue muy difícil para mí afrontar las condiciones
primera vez que nuestras vidas profesionales se introdu- del primer impacto observado. Algunas calles ya se ha-
cían en una aventura de esas proporciones. No iríamos bían secado un poco, pero aún había sectores del muni-
en plan de rescate ni de llevar ayudas humanitarias, pero cipio completamente inundados. No se podía transitar de
lo que observaríamos allá no solo debía ayudar a la gente ninguna manera por ahí. El nivel del agua era de unos diez
afectada, sino dejar un precedente para que el Instituto y o veinte centímetros sobre el suelo y, como estaba estan-
sus profesionales lográramos un aprendizaje para futuros cada, proliferaban los vectores y el olor era terrible.
temas relacionados. Había dos albergues instalados en instituciones edu-
Organizamos una mesa de trabajo con las personas de cativas. En uno de ellos había unos veinte salones, pero
la Subdirección de Salud Ambiental del Ministerio de Sa- diez estaban ocupados con los muebles y las cosas del
lud para adoptar o crear un instrumento que permitiera colegio. Quedaban pocos para albergar a veinte familias,
hacer análisis y tomar decisiones acertadas y en tiempo que en total eran ochenta personas, de las cuales la mitad
récord. Decidimos adoptar un instrumento que se llama eran niños. En esos salones, las familias tenían algunos
Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), elementos personales que habían logrado salvar, sucios o
que da unos lineamientos para que el sector salud se orga- descompuestas por el barro. Había muchos perros y otros
nice de manera adecuada en emergencias y desastres y, animales callejeros en pésimas condiciones de higiene y
así mismo, sirve como guía para los equipos de respuesta. salubridad, y comenzaban los problemas de hacinamiento,
El documento tenía dos anexos que nos resultaron muy convivencia e higiene por los baños.
Lo que por agua se va 215

Cuando uno se encuentra con esa realidad tan triste,


no sabe por dónde comenzar: si escuchar la preocupación
de quienes lo perdieron todo —padres de familia que ya
no tienen una fuente de empleo— o a las madres que no
saben qué hacer con cuatro o cinco hijos que comienzan a
enfermar.
Una de las cosas más impactantes fue cuando una ma-
dre se me acercó, alterada:
—Mucha gente ha venido a tomarnos la encuesta, a
preguntar qué necesitamos, pero da lo mismo, porque no
llegan las ayudas —La señora me cogía las manos—. Pero
yo creo, doctora, que usted no es una de esas.
—No, no venimos a hacerle una encuesta más. —Yo
solo atinaba a decirle palabras de cajón—. Venimos a ver si
hay posibilidades de adecuarlos en un mejor lugar.
Yo pensé que me iba a pedir plata o medicamentos,
pero con angustia me dice:
—Yo solo le pido una ayuda: llévese a mi hija menor.
—Y pone a mi vista una bebé, de unos cuatro o cinco me-
ses, y, llorando, me la entrega—. Se la regalo. Por favor,
llévesela. Usted le va a poder dar educación y alimento. Yo
no puedo: mi esposo se fue y tengo cinco hijos más.
En aquella época, yo enfrentaba una situación familiar
Arriba, calles inundadas en San Estanislao de Kostka (Bolívar)
que me dejó una sensibilidad personal muy alta: mi papá en enero de 2010 (Nathalia Muñoz). Abajo, portada de El pa-
había muerto unas semanas antes en un accidente de pel del epidemiólogo de campo en situaciones de desastre,
tránsito, y debido al mismo accidente a mi mamá tuvieron elaborado por residentes del FETP Colombia.
que amputarle un brazo. Ver gente mal me ponía muy mal.
Estaba comenzando a entender la importancia de fortale-
cerme en estos casos.
Quedé en shock con el ofrecimiento de la señora. Le dije
216 Héroes de a pie

Epidemiólogos de campo conversan con damnificados de


la avalancha de Mocoa en 2017 para identificar brotes y
riesgos (Alfonso Campo).
Lo que por agua se va 217

que tenía que llamar a mi esposo, y me hice a un lado. Llo- tas”, y esa era una de las cosas más difíciles del proceso
rando, marqué y le conté lo que me acababa de pasar. frente al levantamiento de información, que es estratégico
—Cálmate, tranquila —me dijo—. No puedes aceptar en un proceso de esta naturaleza. Sabíamos que habían
eso. ido personas del Sistema de Atención de Desastres, de la
—¡La niña no tiene qué comer, está desnutrida! —le dije. Cruz Roja, de las secretarías de salud de los departamen-
Pero él, buscando una explicación diferente a la emo- tos, todos a preguntar lo mismo. Había mucha desarticu-
cional, me hizo reaccionar. Me dijo que si traía a la niña me lación institucional.
iba a meter en problemas con la justicia y la sociedad. Tra- Otro de los temas que me impactaron en esta experien-
tar de ayudar con la supervivencia de otros, encargarse de cia fue el de la salud mental. Al comienzo, estábamos muy
hijos ajenos no era una cosa fácil. preocupados por el saneamiento y las condiciones higié-
Finalmente comprendí, y decidí comprar leche para la nico-sanitarias de la población, pero, al llegar a las zonas
bebé, darle a la mamá todo el dinero que llevaba y dejar- afectadas, veíamos el duelo, la preocupación de la gente
le mi chaqueta. Han pasado ocho años y todavía recuerdo por las pérdidas materiales, por dejar sus hijos en manos
esa mirada tierna. Tengo un par de fotos de la niña. Nunca de desconocidos. En los albergues nos manifestaban an-
volví a saber de ella. gustia porque las niñas debían dormir cerca de personas
Sinceramente, en ese momento de mi entrenamiento extrañas, y de hecho se identificaron abusos sexuales.
como epidemióloga de campo no había aprendido a sepa- Además, había consumo de sustancias psicoactivas como
rar los sentimientos de lo profesional. Salía muy triste y el alcohol, y casos de violencia causados por el hacina-
llorando de cada lugar. Era la quinta o sexta vez que iba al miento. Por eso, una de las recomendaciones de nuestro
campo. Tal vez estaba muy pequeña en esa experiencia. informe fue que enviaran psicólogos al área.
Pero es que, además, era una situación particular. En otras El tema de educación sanitaria también fue muy im-
oportunidades, uno debía concentrarse más en tomar las portante. La crisis llevó al Gobierno a fortalecer las inicia-
muestras de agua y alimentos, controlar el agente etiológi- tivas de viviendas y escuelas saludables, y a hacer peda-
co, conversar con personas menos afectadas. Acá enfren- gogía sobre manipulación de alimentos y buena higiene
tábamos una tragedia humana muy grande. para prevenir enfermedades.
Fueron varias idas y venidas entre Bogotá y los depar- Fueron muchas lecciones aprendidas. A partir de esta
tamentos afectados. Nuestra tarea continuó en otros mu- experiencia, nos dimos cuenta de que necesitábamos ins-
nicipios de la Depresión Momposina y La Mojana. En casi trumentos institucionales propios para atender este tipo
todos los lugares visitados pasaba lo mismo: la gente no de emergencias de salud pública en estas dimensiones.
quería responder nada. Decían “ya no quiero más pregun- La siguiente cohorte de epidemiólogos de campo, con la
218 Héroes de a pie

tutoría de Gloria Suárez Rangel, evaluó todos los aspectos impacto negativo en el número de afectados y en los da-
de esta ola invernal y otras emergencias similares. Escri- ños a la infraestructura, tener un conocimiento previo de
bieron un documento, El papel del epidemiólogo de campo en las poblaciones, identificar los determinantes propios de la
situaciones de desastre, que se convirtió en un instrumento comunidad afectada, analizar experiencias previas en la
estandarizado que describe cuáles son nuestras funciones atención de emergencias y desastres, así como saber de
en esas crisis. Ahí uno encuentra cuál es el papel de los epi- los riesgos y vulnerabilidades, pero también de sus poten-
demiólogos de campo no solo en inundaciones, sino también cialidades.
en huracanes, terremotos y erupciones volcánicas, que son En la segunda fase, durante, los equipos deben pre-
los eventos más recurrentes y que más víctimas dejan. pararse para tomar decisiones que busquen atenuar las
Por eso, cuando se presentó el desastre de Mocoa es- consecuencias negativas, evitar complicaciones, elaborar
tábamos mejor preparados. En esta emergencia yo estu- la valoración rápida de la situación real, aplicar medidas
ve presente en el Centro de Operaciones de Emergencias correctivas y acopiar la información de diferentes fuentes,
(COE) en Bogotá. Recomendaba que estuviéramos atentos con el fin de mantener a la comunidad y a los actores que
a los temas de salud mental y fueran enviados equipos es- intervienen en el evento informados permanentemente,
pecializados en ese tema. para de esta manera priorizar las acciones.
Durante la ola invernal de 2011 me había dado cuenta de En la tercera fase, después de la emergencia o desastre,
que los epidemiólogos de campo también somos traduc- los esfuerzos interinstitucionales y comunitarios deberán
tores de emociones, que debemos entender la compasión buscar los mecanismos y estrategias para normalizar y
como uno de los valores de la prestación del servicio, po- mejorar las condiciones de la población en el menor tiem-
nernos en el pellejo de las víctimas y saber trasmitir esa po posible, mediante el desarrollo de proyectos ocupacio-
información a los tomadores de decisiones. Creo que la la- nales y productivos con y para la comunidad, sin olvidar
bor en Mocoa fue exitosa: más rápida, mejor coordinada. la importancia de las lecciones aprendidas. Se generan
Del ensayo y del error es que se aprende. informes de evaluación, planes de mejoramiento, ajustes
a los planes locales de emergencias y desastres, y sociali-
María Nathalia Muñoz Guerrero zación de las experiencias.
Epidemióloga de campo [...]
(FETP Colombia, cohorte de 2012) … el epidemiólogo [...] debe facilitar y asegurar el flujo
de información en todos los niveles, monitorear las accio-
… En la primera fase, fase previa al suceso, los equipos mul- nes en la situación de crisis y aportar en el desarrollo de
tidisciplinarios deben prepararse para prevenir: reducir el los informes técnicos.
Lo que por agua se va 219

Si bien es cierto que ante un evento de emergencia o En Mocoa pusimos al servicio de la comunidad la educa-
desastre se presentan dificultades para obtener y proce- ción para la prevención de brotes y epidemias y la vigi-
sar información en tiempo real, es indispensable que el lancia comunitaria mediante la capacitación de los líderes
epidemiólogo garantice de manera eficiente su aporte y, de los albergues, que nos reportaban diariamente signos
de esta manera, tomar decisiones en los diferentes niveles o síntomas de alarma de enfermedades de interés en sa-
de autoridad, puesto que esta información es la recolecta- lud pública. También aportamos con el apoyo psicológico a
da en la zona de impacto. las personas que perdieron sus familiares, sus viviendas y
Así mismo, es preciso validar la información, ya sea demás pertenencias.
mediante visitas a terreno o mediante el contacto con Mi aprendizaje como epidemiólogo de campo fue muy
otros actores, creando así mecanismos de intercambio que rica: estar en condiciones no imaginadas, sin luz ni agua
ratifiquen, rectifiquen o desechen información; situación en el alojamiento; exponerme a enfermedades transmiti-
que debe estar amparada bajo la escogencia del perfil pro- das por vectores y roedores; cambiar la dieta y aprender
fesional adecuado y la asignación de responsabilidades de a consumir alimentos y agua que representaban riesgos
acuerdo a la necesidad que se esté presentando. potenciales de salud; resolver conflictos internos dentro
Es indispensable que se fortalezcan los canales de co- del grupo para garantizar la solidez del equipo; trabajar
municación entre las diferentes instituciones, lo que re- bajo presión… Aprendimos a realizar nuestras tareas con-
quiere de la experticia del epidemiólogo para poder acce- viviendo con el dolor de las personas. Luchábamos para
der y retroalimentar la información. no llorar con ellos. Era clave deslindar nuestro trabajo y el
El análisis de la información en situación de emergen- sentimiento de solidaridad o dolor por las personas dam-
cia es fundamental para identificar las necesidades, tomar nificadas.
decisiones basadas en la evidencia, priorizar las acciones, No olvido el caso de una señora que tenía desapareci-
vigilar la situación de salud y preparar y distribuir los in- dos a dos hijos. Nadie le daba noticia de ellos. Se le veía el
formes. El profesional en epidemiología debe velar porque desespero, caminaba de un lado al otro, nos pedía ayuda.
la información fluya entre los diferentes niveles del sector, Intentábamos darle ánimo y consuelo. Antes de regresar
desde el nivel local al departamental, luego al nacional y en a Bogotá, recomendamos su caso a la Cruz Roja. Ante cir-
última instancia al internacional. cunstancias de tanto estrés, los equipos de trabajo deben
rotarse. Nunca supimos qué pasó al final.
El papel del epidemiólogo de campo
en situaciones de desastre Alfonso Rafael Campo Carey
(agosto de 2013) 44
220 Héroes de a pie

Las especies de mosquitos Aedes aegypti y Aedes


albopictus (en la foto) son vehículos del dengue, el
chikunguña y el zika (INS, Grupo de Entomología).
13
La serie
africana
La respuesta sin descanso:
de la epidemia de
chikunguña (2014-2015) a
la de zika (2015-2016).
222 Héroes de a pie

El cadáver estaba en un cuartito estrecho del hospital. Era Desde 2010, el Instituto Nacional de Salud venía preparán-
un señor joven, de unos cuarenta años, moreno y con so- dose para la llegada de virus transmitidos por mosquitos,
brepeso. Se salía de la camilla. La familia decía que se había como el chikunguña, el zika y el mayaro. El Laboratorio de
engordado recientemente, que había tenido fiebre y males- Virología se preparaba en los análisis de muestras. El per-
tar. Había estado caminando por el pueblo, diciendo que te- sonal técnico se capacitaba en los Centros para el Control
nía mucho cansancio. Volvió a su casa, tomó un Dolex, se y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Atlanta, para
recostó y murió durante el sueño. Nos dijeron que había es- la adecuada realización de pruebas moleculares y seroló-
tado infectado con chikunguña y le había dado un infarto. gicas que permitieran identificar esos microorganismos.
La recomendación colombiana para la vigilancia epide- Específicamente para la identificación del chikunguña
miológica dice que a toda persona que haya fallecido des- comenzamos a prepararnos a comienzos de 2014. Tenía-
pués de un síndrome febril agudo de más de una semana o mos un antecedente muy importante: la epidemia en Re-
por sospecha de fiebre amarilla o dengue hemorrágico se pública Dominicana, que comenzó en febrero. Personas de
le debe tomar una muestra de hígado. allá vinieron a contarnos su experiencia.
Entonces le pedimos permiso a la familia para hacerle Tuvimos una serie de angustias, sobre todo por el ma-
la viscerotomía. Yo nunca había hecho una. Pero Máncel nejo de los servicios hospitalarios y de ocupación de ca-
Martínez, que en ese entonces era el director de Vigilancia mas, y por la preparación del personal de salud para dife-
del Instituto Nacional de Salud, había trabajado mucho en renciar el dengue del chikunguña, que son dos entidades
fiebre amarilla, y para él ese era un procedimiento regular. febriles que cursan de manera muy similar.
Máncel era un tipo grandote. Yo también soy grande. Y Comenzamos a hacer una vigilancia intensificada.
el hombre también lo era. Éramos los tres ahí metidos en Buscábamos el chikunguña en todas las muestras de pa-
el cuartito sin luz. Yo sostenía una linterna para alumbrar. cientes que tenían sospecha clínica. La definición de caso
Era una cosa muy de campo. Máncel sudaba a chorros. El cambiaba de país a país, porque la sintomatología podía
procedimiento, que generalmente se hace en diez minutos, variar. En general, se consideraba chikunguña cuando la
nos tomó como cuarenta. fiebre era mayor de treinta y ocho grados, había dolor arti-
cular, congestión conjuntival y dificultad para desplazarse.
Fernando de la Hoz Restrepo Comenzaron a llegar muestras al Instituto. Si salían ne-
Epidemiólogo de campo gativas para dengue, se procesaban para chikunguña.
(FETP Colombia, cohorte de 1995).
Marcela Mercado
Epidemióloga investigadora del Instituto Nacional de Salud
La serie africana 223

… La fiebre chikungunya es una enfermedad emergente ha documentado la transmisión autóctona en 33 países y


transmitida principalmente por los mosquitos Aedes ae- territorios de la región (27 países y territorios en el Caribe,
gypti y Aedes albopictus, las mismas especies involucradas tres países de Centroamérica, un país y un territorio en
en la transmisión del dengue. Sudamérica y en un país de Norteamérica).
[…] En República Dominicana, el virus se detectó por pri-
Una vez el humano ha sido picado por un mosquito in- mera vez el 1 de junio de 2014 y desde entonces se han
fectado, los síntomas de la enfermedad aparecen general- notificado más de 600.000 casos sospechosos con una
mente después de un período de incubación de tres a siete incidencia de 826 casos por 100.000 habitantes, a partir
días. de lo cual se dio una amplia expansión a países vecinos
[…] en riesgo en las áreas de Centroamérica (Costa Rica, El
Desde 1770 se reportaron las primeras epidemias de Salvador y Panamá), así como países del área Andina (Ve-
fiebre, brote y artritis semejantes a chikungunya. Sin em- nezuela y Colombia).
bargo, solamente hasta el 1953 se logró aislar el virus du-
rante la epidemia de Tanzania, a lo largo de la frontera en- Informe Quincenal Epidemiológico Nacional, IQEN
tre Tanganyika y Mozambique, con una rápida extensión a (15 de noviembre de 2014) 45
la parte suroccidental. Durante la década de 1960 y 1970 se
registraron grandes brotes urbanos en Asia: en Bangkok
(Tailandia) en la década de 1960, y en Calcuta y Vellore
(India) durante las décadas de 1960 y 1970. Autoridades de salud confirman
Para el 2004, el chikungunya expandió su distribución
geográfica mundial, siendo el responsable de epidemias
primer caso del virus
de grandes proporciones en Asia y África. Posteriormen- chikungunya en Colombia
te se propagó en Europa hacia el 2007. Esta situación ha
provocado un gran impacto en la salud pública mundial El caso que había sido reportado como sospechoso la se-
debido a su alta morbilidad, ya que ocasiona un aumento mana pasada sobre el virus de chikungunya, fue confir-
en la demanda de atención médica que podría llevar a una mado ayer por el Instituto Nacional de Salud, tras realizar
congestión en las redes y servicios de salud. unas pruebas de sangre a la mujer portadora del virus. Se
A finales del 2013 se detectó por primera vez transmi- trata de una mujer procedente de República Dominicana,
sión autóctona del virus chikungunya en la región de las de 71 años, quien llegó a Cali la semana pasada, ya con un
Américas, en la isla San Martin y a partir de entonces se diagnóstico definido.
224 Héroes de a pie

“Este es un caso importado, porque ella lo adquirió en fuentes. Actualmente, dicho tratamiento se encuentra en
ese otro país. Hasta ahora no hemos detectado ninguno fase final y la mujer sólo presenta síntomas de dolor mus-
que sea autóctono, es decir, que se haya adquirido aquí cular...
en Colombia”, explicó el secretario de Salud del Valle, Fer-
nando Gutiérrez. El funcionario aclaró que esto no repre- Agencia Efe
senta ningún riesgo para la población, ya que “la paciente (22 de octubre de 2018)
ya pasó su enfermedad, pues calculamos que adquirió el
virus hace unas tres semanas, lo que significa que ya hoy
no hay riesgo”... En el Instituto Nacional de Salud comenzamos a ver por
dónde iba a llegar el chikunguña a Colombia. Estábamos
El País atentos a las zonas fronterizas, como Norte de Santander
(21 de julio de 2014) 46 y La Guajira. Todas las semanas mirábamos las notifica-
ciones, pero nada que aparecía. Nos parecía muy extraño
que, con una cosa que se transmite tan rápido, no tuviéra-
mos casos autóctonos en el país.
En septiembre, varias personas del Instituto estaban en
Confirman segundo caso de el municipio de El Carmen de Bolívar investigando las cau-
chikungunya en Colombia sas de los síntomas de un grupo de adolescentes que ha-
bían sido vacunadas contra el virus del papiloma humano.
Fuentes del Ministerio de Salud confirmaron el segundo Decidí viajar. Cuando llegué, Alfonso Campo, un epide-
caso de virus chikungunya en Colombia, en una paciente miólogo del Instituto, me dijo que en San Joaquín, un corre-
que ingresó al país procedente de República Dominicana y gimiento del municipio de Mahates, había un montón de
que recibe tratamiento desde hace un mes en Bogotá. gente con fiebre, dolor en las articulaciones y otras vainas.
La afectada es una mujer con edad superior a los cin- La médica rural, una estudiante de la Universidad de Car-
cuenta años que llegó hace un mes del país caribeño. tagena, había empezado a ver que al hospital del municipio
Tras someterse a los exámenes obligatorios al que so- llegaba gente de ese corregimiento, toda con la misma sin-
meten a quienes ingresan a Colombia procedentes de Re- tomatología. Decía que eso no podía ser dengue. Eso me
pública Dominicana por el alto número de casos registra- llamó mucho la atención, porque a los médicos rurales no
dos allí, se detectó la presencia del virus, y se procedió a se les ocurre tan fácilmente hacer esas relaciones.
su traslado a un hospital de Bogotá, indicaron las mismas Alfonso me mostró fotos: se veía rash en la piel, articu-
La serie africana 225

laciones inflamadas…
—A mí me parece que es chikunguña —me dijo.
—Pues vamos y miramos —sugerí.

Fernando de la Hoz Restrepo


Epidemiólogo de campo
(FETP Colombia, cohorte de 1995)

Entonces nos fuimos para San Joaquín con cuatro epi-


demiólogos de campo. El corregimiento era muy amarillo,
desértico, polvoriento y sin calles pavimentadas, aunque
en esos días estaba lloviendo y se había puesto barroso.
Llegamos a un puesto de salud paupérrimo. Era una
casita adaptada para eso. Solo tenía dos consultorios. Las
paredes estaban descascaradas. Ardía. Estábamos como a
cuarenta grados, y solo había un ventilador. Como no ha-
bía médico de manera permanente, era atendido por una
auxiliar de enfermería.
Encontramos un panorama bastante complejo. De los
setecientos habitantes, más del setenta por ciento estaban
enfermos. Era muy impactante. Nosotros nunca habíamos
visto directamente a las personas enfermas por chikun-
guña; solo las habíamos visto en libros. Pero lo que defi-
Puesto de salud de San Joaquín (Mahates, Bolívar), primera
nitivamente nunca habíamos visto era cómo caminaban,
población donde se confirmaron casos de chikunguña en
cómo se quejaban, cómo describían el dolor. Colombia (Archivo particular de Marcela Mercado).
Entonces, Alfonso Campo comenzó a atender en un
consultorio, y yo, en el otro. Uno salía de un paciente, y en-
traba el otro y el otro y el otro, y con Alfonso nos veíamos y
decíamos “¡Qué es esto!”. No se podían mover, se quejaban
226 Héroes de a pie

del dolor, estaban muy inflamados. vacunadas, y me entró una llamada del laboratorio del Ins-
Había unas cincuenta personas esperando. Teníamos tituto Nacional de Salud:
de todas las edades y condiciones: bebés, mujeres en em- —Positivo para chikunguña —me dijeron.
barazo, niños, adultos mayores. Los síntomas eran iguales
en todas: brote en la piel, congestión conjuntival, ojos rojos, Marcela Mercado
fiebre, dolor en las articulaciones, específicamente de ma-
nos y pies, no tanto en las articulaciones grandes.
Recuerdo a una señora de unos cincuenta años. No
podía caminar ni meter los pies en sus chanclas de toda
la vida. Estaban superinflamados, y las manos también. Cuatro primeros casos
Se desplazaba arrastrándose. Me decía que no podía ha-
cer sus actividades cotidianas —lavar la loza, organizar
autóctonos de chikungunya
la casa, agarrar la taza del café—, y que su marido, agri- en Bolívar
cultor, no podía usar la pica ni ganarse el jornal. Esto era
muy grave para un pueblo que vive de la agricultura, de Fueron confirmados por el Instituto Nacional de Salud los
sacar yuca y ñame. En un sitio donde la gente trabaja por primeros casos autóctonos de chikungunya en Mahates,
su jornal, es muy complicado decir “usted no puede seguir Bolívar, donde hace un par de días había sorprendido a los
trabajando, necesita ocho días de descanso”. habitantes una “extraña virosis” que venía afectando a 50
A todos los pacientes que pasaban por el consultorio se personas.
les tomaban muestras de sangre. Otro grupo fue a tomar Son autóctonos los casos porque se contagiaron den-
muestras de agua en el pueblo. Podía tratarse de una in- tro del territorio colombiano, es decir, fueron picados en el
toxicación por algún químico, por alguna sustancia o por país por un mosquito portador. La enfermedad es trans-
alimentos. Un punto importante fue que en julio el pueblo mitida por el mismo mosquito del dengue y no se propaga
había celebrado las fiestas tradicionales de la Virgen del de persona a persona.
Carmen. Muchos habitantes tenían familiares en Vene- […]
zuela que venían a pasar esa temporada en el corregimien- Por su parte, el viceministro de Salud, Fernando Ruiz
to. Nos dijeron que algunos habían venido ya enfermos. Gómez […] explicó que el país está frente a un brote par-
Recuerdo que pasó como una semana. Un lunes, como ticular que probablemente ya esté presente en diferentes
a las cuatro de la tarde, estábamos en El Carmen de Bolí- municipios de Bolívar…
var, reunidos en un colegio, analizando el caso de las niñas
La serie africana 227

El Heraldo tro, a las setenta y dos horas; todo eso tiene mucho signi-
(11 de septiembre de 2014) 48 ficado para un epidemiólogo. En ese momento pensé que,
por lo menos profesionalmente, podía morir tranquila.

Pues quedé estupefacta al confirmar que los primeros ca- Marcela Mercado
sos se presentaban en un pueblito en medio de la nada. Y
entonces, desde ese pueblito en medio de la nada, nos lla-
man unos días después a decirnos que había muerto una No se veían niños jugando, sino sentados o acostados. Eso
persona que tenía todos los síntomas. Nos parecía imposi- era bastante raro. Casi siempre, un niño quieto es un niño
ble. Los expertos de República Dominicana nos habían di- enfermo.
cho que el chikunguña no producía muerte. Pensábamos En una rápida búsqueda comunitaria, los equipos de
que había sido dengue u otra cosa. respuesta inmediata les preguntaban a las personas desde
La persona fallecida era un señor que vivía en San Joa- cuándo estaban enfermas, qué síntomas tenían, cuántas
quín. Le dijimos a la médica que nos llamó que hiciera la eran. A veces todas reportaban estar enfermas, postradas
viscerotomía. Nos dijo que no sabía cómo se hacía. Enton- en la cama y con fiebres altísimas, y nosotros nos pregun-
ces le pedimos que trasladaran el cadáver al hospital de tábamos qué estaba pasando. Nos sorprendía una tasa de
Mahates. Lo llevaron en una ambulancia y lo mantuvieron ataque tan alta.
en urgencias mientras nosotros llegábamos. La región venía de un periodo de sequía. La gente ha-
Yo fui la encargada de hacer la autopsia verbal, que con- bía recolectado agua en recipientes que no tenían las con-
siste en levantar información sobre lo que había hecho el diciones adecuadas, y muchas cosas inservibles se ha-
señor antes y conocer sus antecedentes de salud. Hablé bían convertido en criaderos de insectos. Aunque desde
con la esposa, la mamá y una hermana. Mi dijeron que era el comienzo tratamos de indagar cuál era el mecanismo
un señor obeso, hipertenso. A toda la familia le había dado de transmisión del virus —por contacto directo, por vías
chikunguña. Los doctores Máncel Martínez y Fernando de respiratorias o por vía vectorial—, rápidamente nos dimos
la Hoz hicieron la viscerotomía. El caso fue descartado como cuenta de que todo estaba lleno de mosquitos. Práctica-
muerte por chikunguña, pero activó nuestras alarmas. mente no era necesario hacer una medición rigurosa.
Todo eso fue pura epidemiología de campo. Descubrir Cada día se reportaban nuevos casos en distintas po-
el primer caso de un país; haber atendido a los pacientes, blaciones. Nos dividimos el trabajo. Algunos se iban para
tomado muestras, realizado encuestas, escrito los infor- Mahates, otros para San Juan Nepomuceno, otros para
mes correspondientes a las seis, a las doce, a las veinticua- Ovejas, otros para Plato, otros se quedaron ahí mismo en
228 Héroes de a pie

El Carmen de Bolívar, donde nos hospedábamos. mos, y comenzó a llegar a nuestro hotel, pidiendo que la
Creamos una ficha de notificación. Necesitábamos sa- atendiéramos ahí porque el hospital estaba lleno. Esa no es
ber cómo era el comportamiento de la enfermedad, cuánto una función de los epidemiólogos de campo, pero cuando
duraba era el período de infección, cómo era la transmisi- uno es médico, no se le quita. Siempre, en las salidas de in-
bilidad, cuáles eran los síntomas. Nosotros ya manejába- vestigación, he tenido que actuar como médico, dejar fór-
mos una ficha básica, pero como queríamos conocer mejor mulas, pedir exámenes. Y este caso no fue la excepción.
el chikunguña, hicimos una más específica, en la que de- Otra cosa bien particular en El Carmen fue que no fal-
bíamos anotar las fechas de inicio de los dolores de arti- taron los que le echaron la culpa de los síntomas a la vacu-
culaciones, de la inflamación de los ganglios, de la fiebre; na contra el virus del papiloma humano. ¡Incluso personas
si los dolores comenzaban en los brazos o en las piernas; que nunca habían sido vacunadas!
si las adenopatías comenzaban en el cuello, las axilas o la
ingle; si la fiebre era permanente o intermitente… Diana Walteros
Apenas notificaban algún caso probable de chikungu- Epidemióloga de campo
ña, íbamos al lugar y llenábamos la ficha. Luego regresá- (FETP Colombia, cohorte de2016)
bamos al hotel y digitábamos toda la información. Todos
los días estábamos generando reportes de caso.
Los pacientes atiborraron los hospitales, y además se En diciembre de 2015, nos llegó al Instituto Nacional de
enfermaron los médicos, las enfermeras y los terapeutas. Salud una notificación sobre dos lactantes muertos en Cú-
El colapso fue total. Como no había consultas, la gente se cuta. Después de mirar la información preliminar, decidi-
iba a la farmacia con la fórmula del vecino o de la mamá. mos ir a investigar porque era muy probable que tuvieran
Entonces también fuimos a las farmacias para ver qué chikunguña.
estaba comprando la gente. Nos dijeron que corticoides y Con funcionarios del Instituto Departamental de Salud
analgésicos. Ese era el tratamiento recomendado. de Norte de Santander fuimos al hospital para hacer las
En El Carmen de Bolívar ocurrieron cosas particulares. indagaciones. Empezamos a ver que los pediatras estaban
Ya llevábamos tres semanas allá, y la recepcionista del ho- detectando casos de niños con fiebre y brote, pero también
tel nos dijo un día que le dolían la cabeza, las piernas y los con unas lesiones en la piel. Eran unas lesiones muy raras,
brazos. ¡Los vectores ya estaban ahí, y en algún momento atípicas para chikunguña. Los niños tenían ampollas en la
nos iban a picar a nosotros! En efecto, dos profesionales región genital, la ingle, el cuero cabelludo. Alla mismo vi-
del Instituto Nacional de Salud cayeron. mos a tres hospitalizados. Era terrible.
La gente del pueblo se enteró dónde nos hospedába- La investigación nos llevó a visitar los barrios donde vi-
La serie africana 229

vían las familias de los niños. Estaban cundidos de chikun-


guña. En general, en Norte de Santander había una alta
presencia del Aedes aegypti. Por ser una enfermedad nue-
va, la población estaba totalmente susceptible. El nuevo
virus tenía el terreno abonado para afectar a la población
que viviera por debajo de los 2.200 metros sobre el nivel
del mar, que es la altitud en la que se reproduce el mosqui-
to. Esa alta presencia del vector hizo que la enfermedad
se difundiera rápidamente en el departamento y tuviera
mayor magnitud que en el resto del país.
En esa investigación de campo documentamos once
lactantes con chikunguña. Algunos tenían coinfección con
dengue. En otros casos quedamos con la duda de si hubo
trasmisión de la mamá al bebé, porque eran niños de tres
días de nacidos. Fue una hipótesis que no pudimos com-
probar en ese momento y que fue descartada en investi-
gaciones posteriores.

José Orlando Castillo Pabón


Epidemiólogo de campo
(FETP Colombia, cohorte de 2018)

En política pública hay dos posibilidades: pasar de agache


para evitar el pánico en la comunidad y concretarse en
paliar los efectos, o montar una estrategia de comunica-
ción social para que la gente sea consciente de los riesgos
y adopte medidas de prevención. Cualquier estrategia es
válida. Todo depende de la circunstancia.
En el caso del chikunguña, debíamos elegir una opción,
230 Héroes de a pie

y consideramos que la mejor era la segunda: comunicar. ras, para facilitar la comprensión del mensaje, dijo una fra-
Para tomar decisiones informadas, en el Ministerio de se que se volvió titular en varios medios: “Nadie se muere
Salud creamos un comité estratégico en el que participa- de chikunguña”. El efecto que esa declaración tendría en
ban el Instituto Nacional de Salud, las secretarías depar- términos de salud pública era severo, porque hizo que los
tamentales de salud, la Organización Panamericana de otros mensajes pasaran desapercibidos. Mucha gente se
la Salud, la Policía Nacional y la Unidad Nacional para la concentró en buscar o esperar esas muertes.
Gestión del Riesgo de Desastres, entre otras. Éramos unas Atribuir una muerte al chikunguña era un tema supre-
cuarenta personas, todas con voz dentro de una organi- mamente complicado. Usualmente, el chikunguña no era
zación muy horizontal, que semanalmente discutían los una causa primaria de muerte, sino que estaba ahí al lado
temas de salud pública relacionados con la epidemia, pre- de problemas respiratorios, desnutrición, enfermedad co-
sentaban estadísticas, analizaban el tema a nivel regional ronaria, diabetes, obesidad…
y tomaban decisiones. La Vuelta a Colombia nos dio la oportunidad de hacer
Allí surgió la Vuelta a Colombia contra el Chikungu- las aclaraciones, y la gente tomó positivamente esa inicia-
ña. La idea era que, a partir de la información analizada tiva. En algunas ciudades se comunicaron los riesgos mu-
en el comité estratégico, eligiéramos una región del país cho antes de que llegara. Putumayo y Huila, por ejemplo,
y la visitáramos. Medios de comunicación, dependencias montaron estrategias de prevención con suficiente antela-
de salud y autoridades regionales serían convocadas para ción. La gente estuvo muy apersonada.
explicarles a profundidad en qué consistía la epidemia.
La compaña comenzó el 7 de enero de 2015 en Girardot Fernando Ruiz Gómez
(Cundinamarca), con el presidente Juan Manuel Santos a Viceministro de Salud Pública y Prestación de
bordo. La epidemia ya había subido por el río Magdalena, y Servicios entre 2013 y 2016
Girardot era una ciudad de alto riesgo. Recuerdo que el lan-
zamiento se hizo alrededor de la piscina del hotel Tocarema.
Hacía ya bastantes meses que el presidente no salía a hablar Al Laboratorio de Patología del Instituto Nacional de Sa-
de temas de salud pública. Fue muy positiva su presencia. lud comenzaron a llegar, desde distintas regiones del país,
El objetivo de la declaración era hacer pedagogía sobre los resultados de las autopsias de casos sospechosos de
la prevención de la enfermedad y tranquilizar a la comu- muerte por dengue. Pero había cosas que no coincidían:
nidad. El presidente sabía que la probabilidad de morir por presentaban flictenas —unas vesículas o bulas— en ar-
chikunguña era baja. No desconocía que podrían presen- ticulaciones como rodillas y codos, y mostraban daño en
tarse algunas muertes. Sin embargo, ya frente a las cáma- riñón y no en hígado. La falla renal no suele asociarse con
La serie africana 231

el dengue, y esos pacientes habían muerto de manera muy El funcionario reveló que actualmente se trata de com-
rápida por esa falla. probar otras 17 muertes por la enfermedad, lo que elevaría
Entonces comenzamos a mirar hacia atrás a ese tipo las víctimas a 42 desde que se detectó el virus en el país,
de casos. En abril de 2015, analizamos la situación en una en julio del año pasado.
reunión de comité estratégico en el Ministerio de Salud. Sin embargo, Ruiz aseguró que la tasa de letalidad del
Concluimos que algunas de las muertes inicialmente atri- virus es baja, de 8 por cada 100.000 infectados, y dijo que
buidas al dengue habían sido realmente causadas por el en la región de las Américas se han reportado 193 muer-
chikunguña. tes hasta la fecha…

Marcela Mercado Scientific American


(29 de abril de 2015) 49

La epidemia fue desplazándose. Después de afectar a


Colombia reporta 25 muertes los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y Norte de
por virus del chikungunya Santander, siguió ascendiendo por los departamentos ri-
vereños del río Magdalena hasta llegar a Tolima y Huila.
Colombia reportó el martes la muerte de 25 personas por Después fue reportada en la Orinoquía, la Amazonía y la
fiebre chikungunya, una dolorosa enfermedad viral pare- Región Pacífica. Se presentó en 712 municipios de los 951
cida al dengue causada por la picadura de mosquitos in- donde hay presencia de Aedes aegypti.
fectados, informó el Ministerio de Salud. La tercera semana de enero 2015 fue la más fuerte. Se
El país sudamericano afronta un brote de chikungun- notificaron 16.000 casos. El descenso comenzó en abril, y
ya en varias regiones, con 293.400 casos, de los cuales ya en agosto solo se reportaron 1.600 casos. En septiem-
106.592 se registraron en el 2014 y los restantes 186.808 bre de 2015 anunciamos el cierre de la epidemia. En total
en los primeros cuatro meses del 2015. fueron 334.000 casos en 2015. Murieron 58 personas, un
“De las 25 muertes confirmadas se pudo establecer número muy cercano al proyectado.
que 11 presentaron comorbilidades por hipertensión arte- Todas esas preocupaciones y aprendizajes nos permi-
rial, diabetes y neumonía. El 24 por ciento de los fallecidos tieron predecir el comportamiento y montar la estrategia
pertenecían al grupo de riesgo de adultos mayores”, dijo el para el control del zika, que ya venía avanzando desde Bra-
viceministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez. sil. Pero, la verdad, me sentí abrumado. ¿Dos epidemias
232 Héroes de a pie

tan grandes con tan solo dos años de diferencia? Ni los el asiático.
más adeptos a las teorías conspirativas se habrían imagi- En 2007 se registró la infección en la isla de Yap, que
nado una historia así. forma parte de la Micronesia, en el Océano Pacífico. Fue
la primera vez que se detectó el virus fuera de su área
Fernando Ruiz Gómez geográfica original: África y Asia. A finales de octubre de
2013, se inició un brote en la Polinesia Francesa, también
en el Pacífico, en el que se identificaron 10.000 casos; de
… El zika es una enfermedad viral caracterizada por sig- ese total, 70 fueron graves. Los pacientes desarrollaron
nos y síntomas como fiebre, exantema macular, conjun- complicaciones neurológicas, como meningoencefalitis y
tivitis no purulenta, cefalea, mialgias y artralgias. Una de eventos autoinmunes, como leucopenia. En Chile, para fe-
cada cuatro personas no desarrolla los síntomas de la en- brero de 2014 las autoridades sanitarias confirmaron un
fermedad, y, entre quienes sí los presentan, la enfermedad caso de transmisión autóctona en la Isla de Pascua. El mis-
es usualmente leve y puede durar entre dos y siete días mo coincidió con un brote en Nueva Caledonia y las Islas
en promedio. Su manifestación clínica es muchas veces Cook, nuevamente en el Océano Pacífico.
similar a la del dengue. En febrero de 2015, las autoridades brasileñas comen-
Esta enfermedad se transmite por la picadura de mos- zaron a investigar un brote de erupciones en la piel que
quitos del género Aedes, el mismo que transmite el dengue afectaba a seis estados en la región noreste del país; en
y el chikunguña que está presente en las zonas tropicales mayo, el Ministerio de Salud de Brasil confirmó la circula-
y subtropicales de las Américas. Tras la picadura del mos- ción del virus tras identificarlo en 16 muestras en los es-
quito, los síntomas de la enfermedad aparecen después de tados de Bahía y Rio Grande do Norte. Ese mismo mes se
un periodo de incubación de tres a doce días. El virus se detectó otro caso en el estado de Sao Paulo, en una perso-
identificó en 1947 por primera vez en Uganda, específica- na sin ningún historial de viajes. Según el Centro Europeo
mente en los bosques de Zika. Se descubrió en un mono para el Control y Prevención de Enfermedades, se trata del
Rhesus cuando se realizaba un estudio acerca de la trans- primer brote de la enfermedad que se ha documentado en
misión de la fiebre amarilla en la selva. América Latina…
Análisis serológicos confirmaron la infección en seres
humanos en Uganda y Tanzania en 1952, pero fue en 1968 IQEN
que se logró aislar el virus con muestras provenientes de (15 de septiembre de 2016) 50
personas en Nigeria. Análisis genéticos han demostrado
que existen dos grandes linajes en el virus: el africano y
La serie africana 233

En septiembre de 2015, la Secretaría de Salud de Bolívar … El caso índice del brote [de zika] correspondió a una
envió un correo al Instituto Nacional de Salud porque en mujer de 49 años, residente en el barrio La Cruz, con inicio
Turbaco se habían incrementado los síndromes febriles de de síntomas el 24 de septiembre de 2015 dados por exan-
etiología inespecífica. Un médico Instituto, José Ziade, via- tema maculopapular con prurito asociado, hiperemia con-
jó a la zona. Comentó que había muchos pacientes con rash juntival, fiebre no cuantificada, cefalea, osteomialgias y
y conjuntivitis, y que se estaban desbordando los servicios dolor articular de predominio en rodillas; la duración de los
de salud. Una hipótesis planteaba que era sarampión. síntomas fue de ocho días y consultó el 28 de septiembre
En el Instituto se formó un grupo como de diez perso- a la IPS privada del municipio en donde se dio manejo am-
nas para que viajara a Turbaco. Fuimos y revisamos his- bulatorio con analgésicos orales y antihistamínico tópico.
torias clínicas, miramos el flujo de pacientes que llegaba La paciente fue la primera en enfermar de su casa
al hospital, averiguamos qué estaba comprando la gente (hubo cuatro personas afectadas en esa residencia). Mani-
en las droguerías e hicimos un barrido casa a casa con festó que la semana anterior a la aparición de los síntomas
un formato estandarizado. Preguntábamos cuánta gente tuvo un desplazamiento a Cartagena (barrio San Pedro),
vivía, si habían enfermado, cuándo, cuáles habían sido los donde permaneció alrededor de tres horas; también infor-
síntomas, cuántas personas los habían presentado, si ha- mó al equipo de epidemiólogos que la semana anterior a la
bían ido al hospital o si se habían medicado. fecha en que ella desarrolló el cuadro clínico de zika, una
La mayoría de los encuestados comentaban que habían mujer procedente de Venezuela llegó al barrio con sínto-
tenido sarpullido generalizado, conjuntivitis seca, males- mas compatibles con la infección viral; se buscó a la mujer
tar, artralgias y fiebre. Aunque sospechábamos que era mencionada en la casa donde habitaba, pero no fue posible
zika, los síntomas no siempre coincidían con lo que había- ubicarla para interrogarla; los enfermos identificados en
mos visto en los libros. Por ejemplo, algunos pacientes de este barrio refieren que desde agosto llegaron personas
Turbaco no referían fiebre. procedentes de Venezuela con síntomas compatibles con
Sospechamos que la enfermedad ya estaba en otros la infección viral; en Cartagena, personas de la población
municipios de Bolívar. El grupo se dividió. Yo viajé a Santa y del sector hotelero informan que desde julio han llegado
Rosa del Sur. En el rastreo, identifiqué personas que ha- a la ciudad viajeros procedentes de la costa brasilera con
bían presentado la misma sintomatología. Era zika. fiebre, conjuntivitis, cefalea, eritema, prurito y artralgias…

Martha Santos IQEN


Epidemióloga de campo (15 de septiembre de 2016) 50
(FETP Colombia, cohorte de 2013)
234 Héroes de a pie

Ya habíamos recibido varias notificaciones de la Orga-


nización Mundial de la Salud que decían que en Brasil ha-
MinSalud confirma primeros bía un brote de zika muy grande, pero la noticia al comien-
nueve casos de zika en Colombia zo no era esa; la noticia era la epidemia de microcefalia.
Fue después que empezaron a sospechar que el zika podía
El Ministerio de Salud y Protección Social confirmó la pre- ser la causa. Teníamos que monitorear si algo así ocurría
sencia del virus del zika en el territorio nacional. El vice- en Colombia.
ministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Fer- La experiencia con el chikunguña nos enseñó que era
nando Ruiz Gómez, señaló que posiblemente el virus fue mejor adelantarse a los hechos, así que después de que se
introducido al país por un turista que arribó a Cartagena confirmaron los casos de Turbaco, establecimos que las
de Indias (Bolívar). mujeres con zika que estuvieran embarazadas debían ser
El viceministro aseguró que a la fecha hay nueve casos consideradas un grupo de riesgo. No importaba que aún
confirmados, después de que el Instituto Nacional de Salud no se hubiera confirmado la hipótesis de que el virus pro-
(INS) hiciera 98 pruebas en el departamento de Bolívar (13 vocaba defectos congénitos. Por eso, cada vez que apare-
en Cartagena y 85 en Turbaco). cía un caso de una mujer con zika y embarazada, hacíamos
“Así como sucedió con el chikunguña, el virus del zika un trabajo muy cuidadoso de recolección de información y
llegó a Colombia para quedarse. Esta es una enfermedad de recomendaciones de prevención: evitar ir a zonas don-
que se introdujo en América por la isla de Pascua y poste- de se pudiera trasmitir la enfermedad, usar repelentes,
riormente apareció en Brasil, como lo dimos a conocer en camisas de manga larga.
junio pasado, cuando manifestamos que era inminente la
llegada de este virus al país”, dijo Ruiz Gómez… Diana Walteros

Ministerio de Salud y Protección Social


(16 de octubre de 2015) 51 Al final de 2015, con la alerta de Brasil, promovimos en
todo el país la vigilancia de los defectos congénitos, en es-
pecial de las microcefalias. Al inicio de 2016, con el Mi-
Brasil comenzó a notificar un brote de defectos congénitos. nisterio de Salud, solicitamos que toda gestante infectada
Nos pusimos a pensar qué podía causar un aumento tan con zika tuviera un seguimiento ecográfico estricto para
inusitado. ¿Las mamás se habían expuesto a un tóxico o detectar los defectos congénitos.
a algún agente infeccioso muy letal durante el embarazo? Al sistema de vigilancia eran notificados los niños vi-
La serie africana 235

vos que presentaran defectos al nacer, y tuvimos que Como en el mundo no se sabía a ciencia cierta qué cau-
iniciar el reporte si se detectaban antes del parto o por saba el virus, a medida que se fueron conociendo los sig-
muerte perinatal. Sin importar que la mamá hubiese o no nos clave del defecto congénito por zika y se mejoraba el
presentado síntomas de zika durante el embarazo, al niño abordaje del diagnóstico diferencial, tuvimos que crear un
se le realizaban el examen genético (cariotipo), pruebas grupo de expertos para analizar caso a caso y clasificar
de otras infecciones (denominadas STORCH) e imágenes el origen del defecto, que para algunos era zika. Cuando
diagnósticas. Esto era complementado con una investiga- se sabía otro poquito más, nos tocaba revisar nuevamen-
ción de campo para preguntar por viajes a zonas donde te caso a caso. El grupo de epidemiólogos trabajaba de la
estaba el virus, la exposición a otros factores, entre otros. mano con genetistas y pediatras, entre otros.
Eso permitiría establecer la relación real del defecto con la Colombia, el Instituto Nacional de Salud, hizo un aporte
infección con zika. grande al conocimiento de la historia natural de una en-
Las aseguradoras tuvieron muchas dudas sobre las fermedad. Con todo este trabajo se identificó el síndro-
pruebas que deberían realizar o si estaban en el plan de sa- me congénito causado por el virus del zika. Otro aporte
lud. Esto hizo que no todos los casos tuvieran los estudios, fue que la microcefalia existía, y que en todo servicio de
y como los casos en gestantes iban aumentando (llevába- atención neonatal hay unos mínimos que se deben cum-
mos más de cuatro mil), así como los niños con defectos, plir, como medir el perímetro de la cabeza de los recién
tuvimos que implementar una sala situacional donde un nacidos, algo muy simple y necesario para identificar esta
grupo de epidemiólogos revisaba caso a caso, diariamente, condición.
y los epidemiólogos de campo recuperaban la información Después de ver los niños afectados, entendimos el im-
que faltaba, apadrinando a las secretarías de salud depar- pacto de las acciones en salud pública. Si logramos entre
tamentales. todos controlar el vector, tarea que no es fácil, evitaríamos
Eso significó cuatro meses de trabajo, pero los casos tantas cosas... Era frustrante cuando buscábamos al niño
no paraban (fueron más de diez mil gestantes y mil niños para completar las pruebas y las madres nos preguntaban
con defectos). Muchos no tenían los estudios completos. si esas pruebas iban a mejorar la salud de sus hijos. No era
Tuvimos que desplegar equipos de respuesta en todos los fácil. Hoy sabemos lo que causa el zika, y nuestro deber es
departamentos afectados para recuperar información y hacer lo posible para que no ocurra.
tomar muestras por otros siete meses. En algunas ocasio-
nes, los niños habían crecido y las mamás no permitían las Apuntes de Greace Ávila y Nathaly Rozo
muestras. En todo este proceso teníamos apoyo técnico y Grupo de Maternidad Segura
económico de los CDC. Instituto Nacional de Salud
236 Héroes de a pie

Yo tenía veintisiete años cuando quedé embarazada. Que-


ría otro hijo. Lo veníamos buscando con mi esposo, y cuan-
do por fin lo logramos, a los dos meses me dio zika. Tres
días con malestar general, dolor en los huesos y unas pin-
tas rojas en los brazos. Y ya, nada más. En los exámenes
que me hicieron después todo se veía superbién, no se veía
ninguna anormalidad.
Fue a los seis meses cuando el perinatólogo me dijo que
mi hijo venía con microcefalia y que podía venir sin nariz o
sin boca o sin orejas. Fue horrible. Salí corriendo del con-
sultorio. No era capaz de escuchar.
A los ocho días me citaron a una junta médica. Antes
de ir me hice una ecografía 4D. El niño venía completo, Brigada con madres de niños nacidos
pero ya tenía microcefalia. Me lo acabaron de confirmar. con microcefalia como consecuencia de
la infección por zika durante el embarazo.
Fui a la junta con mi familia y con mi esposo. Fue duro.
Había unos psicólogos que recomendaban interrumpir el
embarazo, pero eso ni siquiera lo pensábamos. Si Dios nos
mandaba un hijo así, era por algo.
Duré como dos meses sintiendo que me iba a morir,
pues uno no está preparado para esas cosas. Uno espera
un hijo sano. Nos sentíamos derrotados. Llorábamos y nos
preguntábamos por qué. Hasta que lo entendimos, y para
adelante. Tiago venía con un propósito. Comencé a sentir
que ya lo quería. Como Dios me lo mandara, yo lo quería.
Estudiamos la microcefalia. En el Brasil ya habían naci-
do niños así. Aprendimos que sufren de calor. ¡Y nosotros
que vivimos en tierra caliente, en El Juncal, que es el centro
poblado del municipio de Palermo (Huila)! Por eso, a los
niños con microcefalia los bañan frecuentemente.
Tiago nació el 13 de agosto de 2016. Lo dejaron en ob-
La serie africana 237

servación en la unidad de cuidados intensivos para ver si muertes por chikunguña—, decidimos viajar a Cúcuta a
la respiración y el corazón estaban bien. Los médicos nos ver historias clínicas en busca de algún síndrome neuroló-
decían que podía morir después del parto, pero no pasó. gico. Cuarenta historias reportaban síntomas de debilidad
Estábamos muy contentos, de verdad. No pensábamos en extremidades inferiores y reflejos disminuidos o casi
que fuera una felicidad total, y lo fue. Nació superbién, ausentes, que eran los síntomas del Guillain-Barré.
pero, a los cuatro meses, comenzó a convulsionar. Esta enfermedad es de muy baja incidencia: se presen-
Tiago hoy tiene tres años. Cada rato le hacen exáme- tan dos casos por cada cien mil habitantes. Uno casi nunca
nes. Vamos a todo, incluso a las brigadas que hace el Ins- la ve en su práctica clínica. La ven los neurólogos. Y si es
tituto Nacional de Salud. Me han gustado, son superex- rara en adultos, muchísimo más rara es en niños. Pero no-
celentes. Hacen oftalmología, nos explican, nos permiten sotros, en apenas un mes y medio, ya teníamos cuarenta
unirnos con familias que han vivido lo mismo, compartir casos, y de todas las edades.
las experiencias que hemos tenido y, además, nos apoyan En esos días, los CDC ofrecieron apoyo al Instituto Na-
con la salud de nuestros hijos. En la última brigada, la neu- cional de Salud para hacer seguimiento a las mujeres con
ropediatra le ajustó a Tiago la dosis del medicamento. Lle- zika embarazadas y a los pacientes con síndromes neuro-
va dos meses sin convulsionar. Es un niño más contento. lógicos y para instalar el Centro de Operaciones de Emer-
Después de dos años, pudimos volver a dormir. gencia (COE) en el Instituto.
Ahora, Tiago va a trabajar conmigo. Se queda en el co- La epidemia ya estaba en declive en Norte de Santan-
che. No es fácil: en esta situación, usted entrega toda su der, pero en Barranquilla comenzaba a subir. Entonces nos
vida al niño, todo gira alrededor de él. Pero Tiago llegó con movimos para allá. Ese trabajo conjunto comenzó hacia
diez mil bendiciones a mi vida. marzo de 2016. Una de las ventajas de haber considerado a
las mujeres embarazadas como un grupo de riesgo era que
Diana Polanco teníamos muchas muestras de sangre, de orina, de cordón
Madre de Tiago umbilical, de fetos abortados. En un comienzo no se sabía
para qué iba a servir todo eso, pero ya cuando llegó la coo-
En noviembre de 2015, Brasil también comenzó a decir peración de los CDC se decidió procesar todo ese material
que tenía un brote del síndrome de Guillain-Barré. Tampo- para adelantar investigaciones.
co estaba confirmado que tuviera relación con el zika, pero Al proyecto se unieron la Universidad del Norte y la
se estableció una relación circunstancial epidemiológica. Secretaría de Salud Distrital de Barranquilla. Tuvimos la
Como Norte de Santander era un departamento de alto oportunidad de involucrar epidemiólogos de campo del ni-
riesgo —allá se había registrado la mayor cantidad de vel nacional y del nivel territorial. Íbamos con ellos casa
238 Héroes de a pie

por casa de cada uno de los casos notificados en el sis- nales, se tomó la decisión de declarar el cierre de la epide-
tema de vigilancia. Llenábamos cuestionarios con todas mia de esta enfermedad, pero aclaró que se van a seguir
las variables epidemiológicas y clínicas para determinar si presentando casos de zika en todo el país…
realmente se trataba de un caso con síndrome de Guillain-
Barré. Muchas notificaciones hechas previamente no ha- Ministerio de Salud y Protección Social
bían sido adecuadas. Por eso hicimos ese trabajo juicioso e (25 de julio de 2016) 52
hicimos un estudio de casos y controles.
Esa investigación permitió confirmar que los casos del
síndrome de Guillain-Barré estaban asociados con infec- El zika llegó cuando ya sentíamos que el chikunguña era
ción con zika. Nos permitió dar ese conocimiento a todo el un viejo conocido que habíamos controlado.
país, apoyar las hipótesis que Brasil estaba dilucidando, y Los CDC desarrollaron en tiempo récord una prue-
hacer publicaciones en revistas de alto impacto en el mun- ba diagnóstica molecular, y por eso en junio de 2015 co-
do. menzamos a hacer vigilancia intensificada en sueros. En
septiembre, un subdirector de laboratorio del Instituto
Diana Walteros Nacional de Salud me dijo que había encontrado zika en
muestras de sangre de Turbaco, que supuestamente eran
de dengue. Decidimos mandar la contramuestra a los CDC
para que reconfirmaran. Treinta días después tuve la prue-
Colombia, primer país ba confirmatoria en mis manos. Le escribí al ministro de
entonces, Alejandro Gaviria, un mensaje por WhatsApp,
del continente que cierra y al día siguiente, en una rueda de prensa, declaramos el
epidemia de zika inicio de la epidemia.
Al comienzo creíamos que el zika iba a ser un mal me-
El Ministerio de Salud y Protección Social declaró el cierre nor. No sabíamos cuáles serían sus consecuencias. Pero, a
de la epidemia de zika, que llegó a Colombia en el mes de comienzos de diciembre, Brasil publicó datos sobre la po-
septiembre de 2015 y durante la cual se reportaron 99.721 sible asociación del zika y los defectos congénitos. El apo-
casos, de los cuales 8.826 fueron confirmados por labora- yo de los CDC, anunciado en febrero de 2016, nos dio una
torio y 90.895 por sospecha clínica. gran tranquilidad y nos sirvió enormemente para reducir
Según el Ministerio, después de revisar las cifras, que los efectos que se nos vendrían con la epidemia.
han venido disminuyendo a alrededor de 600 casos sema- También creo que la respuesta al zika se benefició de la
La serie africana 239

respuesta al chikunguña. Hay ejemplos contundentes. Por temente sanos, pero luego presentaron una discapacidad.
ejemplo, en el barrio Las Ferias, en La Dorada (Caldas), vi- El impacto del zika no fue un efecto rápido y directo, sino
mos que no había quedado casi nadie libre de chikunguña. un efecto tardío que se evidenció en una cohorte de niños
Por eso las autoridades locales hicieron un plan de sanea- con múltiples discapacidades Más que un problema de sa-
miento y removieron posibles criaderos del mosquito. Allá lud, tenemos un problema social.
no hubo zika.
Las investigaciones que hicimos a partir de la informa- Martha Lucía Ospina Martínez
ción que recolectaban los epidemiólogos de campo fueron Directora del Instituto Nacional de Salud
espectaculares. No solo porque confirmamos la asociación
del virus con los casos de microcefalia y síndrome de Gui-
llan-Barré, sino porque hasta pudimos establecer trans- Entre 2014 y 2017, los epidemiólogos de campo, los fun-
misiones por vía sexual. A partir de información obtenida cionarios de laboratorio y de la vigilancia y los investiga-
en las calles hicimos ciencia de primer nivel. dores del Instituto Nacional de Salud lograron identificar el
De las casi cien mil personas infectadas que dejó el zika, ingreso de dos nuevos virus al país y reconocer sus efec-
18.177 fueron mujeres gestantes, y 16.597 niños nacieron tos, al mismo tiempo que continuaban controlando los pe-
vivos. El Instituto Nacional de Salud emprendió una serie riodos de mayor presentación de casos de dengue.
de investigaciones para hacer seguimiento a las mujeres El trabajo permitió que el país supiera que tiene un sis-
embarazadas y a sus hijos y desarrolló un protocolo para tema de vigilancia confiable, un laboratorio nacional con
determinar los casos de microcefalia y otros defectos con- una gran capacidad de adaptarse a las necesidades y una
génitos del sistema nervioso central. Confirmamos que, enorme fuerza de investigación y de generación de cono-
del total de niños nacidos con antecedente de zika durante cimiento.
y después de la epidemia, 356 cumplieron con la definición Más de sesenta epidemiólogos de campo del Instituto,
de síndrome congénito de zika como consecuencia de la muchos de ellos en sus directivas, lideraron esta gran res-
infección prenatal. puesta e hicieron que el país supiera que nuestra gente, la
El mundo estaba a la expectativa de conocer cuál es el gente de Colombia, puede dormir tranquila. Sus epidemió-
impacto final de la epidemia en nuestros países. Con un logos también los protegen.
estudio queremos identificar en el largo plazo —por lo me-
nos cuatro años— cuáles son los efectos en el desarrollo Franklyn Prieto Alvarado
neurológico de niños que estuvieron expuestos durante y Epidemiólogo de campo
después de la epidemia. Muchos de ellos nacieron aparen- (FETP Colombia, cohorte de 2003)
240 Héroes de a pie

Misa campal del papa Francisco en Cartagena el 10 de septiembre de


2017. La presencia de tantas personas procedentes de muy diversos
lugares significó un reto particular para la salud pública (Presidencia de
la República de Colombia).
14
Habemus papam

La creación de una
aplicación móvil para el
evento más masivo de
la historia de Colombia:
la visita del papa
Francisco en 2017.
242 Héroes de a pie

Hacia finales de 2013, vimos la necesidad de ayudar en Era la primera vez que usábamos una herramienta así.
la vigilancia epidemiológica durante la Copa Mundial de Salud en la Copa no tuvo mucha adherencia, pero
Fútbol Brasil 2014. Nos juntamos expertos de la Red de aprendimos. Para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro
Programas de Entrenamiento de Epidemiología de Cam- de 2016 se mejoró. También se adecuó al escenario, y los
po en América del Sur (Redsur), donde yo trabajaba como resultados fueron positivos para el usuario final. Se pro-
consultor; los Centros para el Control y Prevención de En- puso que la experiencia fuera rutinaria. La aplicación se
fermedades (CDC); el Ministerio de Salud de Brasil, y la llama hoy Guardiões da Saúde, o Guardianes de la Salud,
organización Skoll Global Threats Fund, que trabaja en la en español.
prevención de diferentes amenazas en el mundo. Yo en ese momento ya estaba trabajando con la Red
Skoll ya venía desarrollando aplicaciones digitales Brasileña de Profesionales de Epidemiología de Campo
de vigilancia participativa, pero no las había probado en (ProEpi), una red que se propone agrupar a los profesio-
eventos masivos. El rol de esas aplicaciones es mejorar las nales que actúan en vigilancia en salud pública. Al final
comunicaciones entre la población y el sistema de salud de las Olimpiadas, ProEpi logró identificar recursos para
para que el reporte de enfermedades sea más rápido y se trabajar en una nueva versión que pudiera ser usada por
optimice el tiempo de detección de un brote. Si muchas varios países.
personas notifican los mismos síntomas en un momen-
to y en un lugar determinados, los equipos de vigilancia Jonas Brant
epidemiológica pueden actuar más rápidamente ante una Epidemiólogo de campo
amenaza. (FETP Brasil, cohorte de 2005)
Antes del Mundial, hicimos varias pruebas piloto con
aplicaciones en distintos eventos, como el Carnaval en
Fortaleza (Ceará, Brasil) y la peregrinación en Aparecida, En 2016 comencé a hacer una maestría en Salud Pública, y
una ciudad del estado de Sao Paulo que recibe decenas de pensé que sería una buena idea desarrollar una aplicación
miles de fieles cada fin de semana. de celular que sirviera para la alerta temprana de brotes.
Luego sí presentamos la app Salud en la Copa. El fondo Elegí ese tema como proyecto de grado. Me imaginaba algo
tenía los diferentes estadios donde se iba a jugar el Mun- así como que las personas entraban a una app y comuni-
dial y otras imágenes vinculadas con el fútbol. La gente la caban sus síntomas, y así permitían conocer rápidamente
descargaba y anotaba síntomas posibles. Así, el sistema de dónde se encontraban los casos. Con la información reco-
salud podía ver tendencias de síndromes y conglomera- lectada, la misma aplicación enviaba alertas, dependiendo
dos, e informar a la comunidad sobre cuestiones de salud. del lugar a donde fueran o estuvieran los usuarios.
Habemus papam 243

Como parte del marco teórico, inicié con la revisión de


bibliografía para saber qué aplicaciones ya se habían de-
sarrollado, para qué enfermedades eran utilizadas y qué
finalidades tenían.
A finales del año viajé a Paraguay para asistir a la con-
ferencia científica regional de Tephinet, la red de progra-
mas de entrenamiento en epidemiología. Uno de los confe-
rencistas era Jonas Brant, que tenía una larga experiencia
en vigilancia en eventos masivos. Él nos mostró cómo ha-
bía sido el desarrollo de Guardianes de la Salud.
Después de escucharlo, pensé que sería más viable tra-
bajar sobre algo que ya estaba desarrollado. Al terminar
la conferencia, me acerqué a él y le hablé de mi proyecto.
Jonas, muy amablemente, me propuso trabajar en conjun-
to, y puso la aplicación a nuestra disposición. El reto sería
implementarlo en Colombia.
El tutor de mi proyecto de tesis era el doctor Franklyn
Prieto, director de Vigilancia y Análisis del Riesgo en Salud
Pública del Instituto Nacional de Salud, y quien antes había
sido mi tutor en la especialización en Epidemiología y en el
Programa de Entrenamiento en Epidemiología de Campo
(FETP). Le hablé de mi conversación con Jonas. Le gustaba
la idea. No estábamos partiendo de cero, y así estábamos
El papa es saludado por la multitud en Cartagena de Indias
promoviendo la cooperación y el trabajo articulado de los (Presidencia de la República de Colombia).
programas de epidemiología de campo en la región.
—Hazlo —me dijo—, tienes vía libre.

Luz Karime Osorio Arango


Epidemióloga de campo
(FETP Colombia, cohorte de 2014)
244 Héroes de a pie

Estaba comenzando la semana. Fui citado a una reunión Después de advertir que esa información debía ser un
por la mañana en la Casa de Nariño. No sabía cuál era el secreto que no podíamos comentar ni siquiera con nues-
objeto, pero parecía un tema importante: la invitación ve- tros familiares, pidió organizar equipos para cubrir cada
nía de la Vicepresidencia de la República. uno de los frentes de trabajo que eso implicaba: transporte
Me hicieron seguir a la Sala Estrategia. Es una sala que terrestre, transporte aéreo, seguridad, comunicaciones y,
queda en el centro del palacio y tiene una decoración bas- por supuesto, salud.
tante distinta al resto: parece una nave interestelar, con No era la primera vez que yo iba a vivir algo así. En
luces cenitales, paredes grises, sin adornos, y una gran 1986, fui voluntario de la Cruz Roja durante la visita del
mesa en U. papa Juan Pablo II, el evento que más gente había reunido
Varias personas de alto nivel también habían sido ci- en Colombia. Un evento gigante, masivo: cientos, miles de
tadas: estaba el obispo castrense, el comandante de las personas en un solo espacio.
Fuerzas Militares, el director de Seguridad Ciudadana de Comenzamos a trabajar en un plan para recibir al papa
la Policía, el de la Aeronáutica Civil, delegados de la Presi- Francisco, un plan que debía ajustarse a las realidades de
dencia y del despacho de la Primera Dama… las ciudades que visitaría. En el Ministerio de Salud tenía-
Óscar Naranjo, vicepresidente de la república, lideraba mos una guía que recogía varias experiencias, y ahí había
la reunión. Tomó la palabra: unos lineamientos que había trazado el Instituto Nacional
—Estoy aquí con el nuncio apostólico, monseñor Ettore de Salud para la atención de albergues, un tema que tie-
Balestrero, para comunicarles un hecho especial para el ne una connotación sanitaria similar, porque la reunión de
país —creo que fue lo que dijo. mucha gente durante un periodo largo requiere vigilancia
Lo que sí recuerdo con claridad fue el énfasis de las pa- epidemiológica y prestación de servicios.
labras que pronunció después. En esos días, el gran tema En marzo de 2017 la noticia se hizo pública de mane-
en el país era el acuerdo que el Gobierno había firmado con ra oficial. Fue entonces cuando comenzamos a visitar los
la guerrilla de las Farc. posibles sitios de las misas campales, y definimos dónde
—Lo que les voy a comunicar es un hecho de paz serían ubicados los centros de clasificación de heridos, las
—continuó el vicepresidente—: el papa Francisco viene ambulancias, los médicos, los paramédicos, los auxiliares...
a Colombia. Ya nos confirmó su venida, y debemos estar Tres direcciones del Ministerio —Promoción y Pre-
preparados para atenderlo. Es un reto de logística, y por vención, Prestación de Servicios y Emergencias y Desas-
eso los hemos invitado. tres— se involucraron con el asunto, pero también fue
Hubo un silencio. Unos y otros nos miramos a los ojos, imprescindible la participación del Instituto Nacional de
como con sorpresa. Salud. No solo era la entidad responsable de la vigilancia
Habemus papam 245

epidemiológica, sino de la vigilancia de la calidad del agua


y de la disponibilidad de sangre.

Luis Fernando Correa


Viceministro de Salud Pública y Prestación
de Servicios (e) en 2017

En marzo de 2017, en todos los medios de comunicación


salió la noticia de que el papa había confirmado su visita.
El evento no solo iba a reunir a una gran cantidad de per-
sonas de Colombia, sino de otros países. Eso significaba
que era necesario fortalecer la vigilancia epidemiológica
en todos los frentes.
Unos días después, el doctor Franklyn Prieto me llamó
a su oficina:
—Necesito que orientes tu proyecto hacia la visita del
papa —me dijo—. ¡Y eso es ya!
Me puse muy nerviosa. El tiempo era muy corto y era
un evento de gran magnitud. Sería un gran reto. Le escribí
a Jonas inmediatamente. Solo esperaba que aún se acorda-
ra de mí, de nuestra conversación en Paraguay, y le hablé
de la nueva orientación del plan. “La visita del papa será
La visita del papa demandó el fortalecimiento de la vigilancia
entre el 6 y 10 de septiembre en cuatro ciudades del país:
epidemiológica en Colombia.
Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena”, decía mi e-
mail, en el que le pedía ayuda y asesoría.
Me contestó de inmediato: “Si, claro que me acuerdo de
usted. Voy a escribirle al equipo que desarrolló el aplicati-
vo para mirar qué sería necesario para adaptarlo”.
Entonces iniciamos el trabajo en conjunto, por video-
246 Héroes de a pie

Información promocional de la aplicación


Guardianes de la Salud.

Diseño de las pantallas de Guardianes de la Salud.


Habemus papam 247

llamadas. Nosotros presentamos nuestro equipo, y Jonas comunidades religiosas. Por otra parte, se capacitó a las
presentó el suyo. Ellos nos mostraron la aplicación, la secretarias de salud de las cuatro ciudades para que ellos
interfaz y sus partes, y nosotros las necesidades para el también promocionaran localmente la aplicación.
evento.
Fueron muy abiertos. Tomaron nota de todas nuestras Luz Karime Osorio Arango
necesidades: debíamos cambiar el idioma del portugués al
español, ajustar el diseño a la identidad gráfica del Institu-
to Nacional de Salud, y generar recomendaciones de salud Ayúdenos a prevenir riesgos en salud, reportando los
más específicas para nuestro contexto y más acordes con síntomas que presente durante o después de asistir a un
el funcionamiento de nuestro sistema de salud. evento masivo.
Cuando estuvo lista la versión inicial, hicimos una prue- ¿Cómo está su salud en este momento?
ba piloto con los funcionarios del Instituto. Hubo buena ☐ Bien
participación, y eso nos sirvió para hacer algunas mejoras. ☐ Mal
Fueron fines de semana enteros trabajando. Faltando Si la opción elegida es MAL, podrá seleccionar los sig
una semana para la visita del papa vinieron dos ingenie- nos y síntomas en la siguiente pantalla.
ros de Brasil. El trabajo remoto había sido muy productivo,
pero teníamos cierto temor a que ya en terreno se nos sa- Guardianes de la Salud, primera pantalla
lieran las cosas de las manos o algo no fuera a funcionar.
Teníamos una presión enorme: el 3 de septiembre, faltan-
do tres días para la llegada del papa, todavía la aplicación Seleccione abajo lo que usted está sintiendo en este mo-
aún no estaba lista. Como a las siete de la noche de esa mento:
fecha por fin logramos sacarla. ☐ Ampollas en la piel
Empezamos a divulgar la noticia en diferentes medios ☐ Congestión nasal
de comunicación y mediante free press se logró llegar a un ☐ Diarrea
amplio espectro de audiencia, sin costo. Al mismo tiempo, ☐ Dificultad para respirar
a través de los epidemiólogos de campo que se encontra- ☐ Dolor de cabeza
ban en las cuatro ciudades que visitaría el papa se brin- ☐ Dolor de articulaciones
dó información de cómo bajar y utilizar esta aplicación al ☐ Dolor de músculos
personal de la Policía, la Defensa Civil, los hospitales, los ☐ Dolor de ojos
hoteles, los aeropuertos, los terminales de transporte y las ☐ Escalofrío
248 Héroes de a pie

☐ Fiebre
☐ Malestar
☐ Manchas rojas en el cuerpo
Visitantes a los eventos del Papa
☐ Náuseas podrán reportar en tiempo real
☐ Ojos rojos
☐ Piel y ojos amarillos
su estado de salud
☐ Rasquiña
RCN Radio (5 de septiembre de 2017) 54
☐ Sangrado
☐ Tos
☐ Vómito
Otros
☐ Tuve contacto con alguien que tiene los mismos Lanzan aplicación para
síntomas
☐ Busqué un servicio de salud
vigilar enfermedades en la visita
☐ ¿Ha salido de su residencia en los últimos 14 días? del Papa
☐ Dónde estuve
El Tiempo (5 de septiembre de 2017) 55
Guardianes de la Salud, segunda pantalla

‘Guardianes de la Salud’,
la aplicación móvil para vigilar
Lanzan aplicación que riesgos durante visita del Papa
monitoreará su salud durante www.hsbnoticias.com (7 de septiembre de 2017) 56
la visita del papa a Colombia
La aplicación de Brasil solo tenía seis síntomas, pero no-
El Universal (4 de septiembre de 2017) 53 sotros le colocamos veinte, que correspondían a los princi-
pales eventos de interés en salud pública que vigila el Ins-
Habemus papam 249

tituto Nacional de Salud. El algoritmo estaba desarrollado


para analizar que si se tenía fiebre y tos era un síndrome
respiratorio; si se tenía fiebre y diarrea era un síndrome
gastrointestinal, o si se tenía piel y ojos amarillos era un
síndrome ictérico. Esto permitía detectar los casos proba-
bles de dengue, chikunguña, zika e incluso sarampión, que
estaba reemergiendo en ese momento en otros países.
Después de que el usuario seleccionaba los síntomas
que presentaba, la aplicación indagaba por contactos con
otras personas con los mismos síntomas, si había asistido
a un centro de salud y si había viajado a otra ciudad y cuál
había sido. Por medio de afiches, profesionales del sector salud difunden
Adicionalmente, la aplicación daba consejos relacio- la aplicación Guardianes de la Salud en Medellín.
nados con las características del evento. Tenía módulos
con información sobre los cuidados que se deben tener
en cuenta al asistir a un evento masivo; consejos de salud
de algunas enfermedades infecciosas; un enlace a Google
Maps para ubicar clínicas y farmacias cerca del usuario;
un directorio telefónico de números de emergencia, y un
diario de salud que llevaba los reportes del usuario y per-
mitía saber cuándo se sintió mal.
Esa era la parte del usuario. La otra parte era la del ad-
ministrador, en la que nosotros, como parte del proceso de
vigilancia, podíamos ver los datos y analizarlos. Esos da-
tos primero se reflejaban en un mapa del mundo en el que
se visualizaba dónde se producían los reportes, lo que nos
permitía identificar conglomerados. Esa función no ofre-
cía mucha precisión, pues la gente vive en un lugar, trabaja
en otro y se desplaza, pero nos ayudaba a identificar, por
lo menos, los municipios donde se estaba presentando el
250 Héroes de a pie

mayor número de casos. También podíamos descargar la puntualmente los responsables de la vigilancia epidemio-
base de datos de los reportes de los usuarios para su aná- lógica y de los centros reguladores de urgencias y emer-
lisis. gencias (CRUE). Debíamos definir roles de cada institu-
Desde el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ción y de cada persona.
del Instituto Nacional de Salud se hizo el monitoreo rutina- Yo estuve en Villavicencio (Meta). Antes de la llegada
rio de todo el país. Nosotros dábamos un reporte específi- del papa, nuestro equipo se dividió en varios puntos de la
co, tres veces al día, de los datos que arrojaba Guardianes ciudad: el terminal de transporte, los escenarios que visi-
de la Salud. taría y el terreno de la misa campal.
En el terminal se pegaron afiches que invitaban a usar
Luz Karime Osorio Arango Guardianes de la Salud, y eran abordadas las personas
que acababan de descender de los buses, se les comentaba
cuál era el objeto de la app y se las motivaba a descargar-
Esta era una experiencia diferente. La mayoría de las ve- la. Claro, a algunas personas no les interesaba, pero otras
ces que hacemos trabajo de campo vamos a investigar reconocían la importancia que tenía, se sentaban, la des-
enfermedades. En cambio, en esta oportunidad íbamos a cargaban, e incluso liberaban espacio de los celulares para
saber cómo era el estado de salud de las personas que iban instalarla. La verdad es que ese era un papel muy distinto
a los escenarios donde estaba el papa. al que acostumbramos tener.
Debíamos articularnos con las diferentes instituciones La visita del papa a Villavicencio fue el 8 de septiembre.
nacionales y regionales. Comenzamos a preparanos con Ese día, la Policía acordonó el sector. El anillo de seguri-
los funcionarios de la oficina de Emergencias y Desastres dad era enorme. Y nosotros con afiches, carpas y cosas de
del Ministerio de Salud, con la Unidad Nacional para la comer guardadas en maletas tuvimos que caminar desde
Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) y con las secre- donde nos dejó el carro hasta una casa donde nos íbamos
tarías de salud. a instalar. Fueron dos horas caminando. Llegamos y volvi-
Definimos qué personas del Instituto Nacional de Salud mos a nuestra tarea de pegar afiches y motivar a la gente
tendrían que estar en los diferentes lugares. Con la excep- a descargar la app. Yo fui al puesto de mando que coordi-
ción de Bogotá, donde prácticamente todo el Instituto es- naba la UNGRD y hablé con las personas del CRUE.
tuvo activo con la visita del papa, íbamos equipos de cuatro Los funcionarios de Villavicencio eran muy comprome-
personas a las ciudades. tidos. Pero además de hacer su trabajo, querían ver al papa.
Cuando fuimos a campo, la primera tarea consistía en Como yo tenía acceso al lugar de la misa campal, recuerdo
reunirnos con los funcionarios de las secretarías de salud, que permití a dos funcionarias que pasaran. Fue una ex-
Habemus papam 251

periencia muy bonita verlas emocionadas. Me abrazaban, síntomas, si tenían necesidades. Cuando se encontraba al-
lloraban, me daban las gracias. guna persona enferma, era acompañada a algún puesto de
En Villavicencio no tuvimos casos que ameritaran una salud para que le prestaran atención médica. Aprovechá-
investigación. Informé al Centro Operativo de Emergen- bamos esos encuentros para enseñar el funcionamiento
cia (COE) del Instituto Nacional de Salud y desmontamos del aplicativo de vigilancia, y para que reportaran.
lo que habíamos llevado. Les pedí a unos policías que me Gracias a ese trabajo se logró identificar una sintoma-
llevaran de regreso. Me dijeron que el único espacio que tología de enfermedad trasmitida por alimentos en una
tenían era en uno de esos carros donde llevan presos. No familia que venía desde Pereira. Llevaban arroz con pollo.
lo dudé. Me senté en esa silla plástica, nada acolchonada… No fue nada grave.
Ese era el nivel de cansancio. La visita del papa Francisco fue muy importante para
el país como experiencia de vigilancia epidemiológica en
Maritza González Duarte eventos masivos. Las enseñanzas fueron en varias dimen-
Epidemióloga de campo siones: por una parte, por el uso del aplicativo; por el otro,
(FETP Colombia, cohorte de 2017) por el trabajo coordinado con la entidad territorial y, por
otra, porque fuimos con estudiantes del programa de en-
trenamiento en epidemiología de campo. Para ellos y para
Me correspondió cubrir la visita en Medellín, que fue el 9 los tutores fue una oportunidad para aprender haciendo.
de septiembre. Se hizo una tarea muy importante, porque Logramos cumplir con nuestros objetivos.
no íbamos a aplicar la metodología del Instituto Nacional
de Salud, sino a hacer un trabajo concertado con la Se- Claudia Marcela Muñoz Lozada
cretaría de Salud para la vigilancia. Era necesario enlazar Epidemióloga de campo
nuestro trabajo con el que ellos ya habían adelantado. Co- (FETP Colombia, cohorte de 2013)
nocer lo que tenían programado y estructurar un plan de
trabajo conjunto demostró fortalezas para hacer epide-
miología de campo. Afortunadamente, durante la visita no se presentaron con-
La misa campal iba a ser en el aeropuerto Olaya Herre- glomerados de ningún evento importante de salud pública.
ra. Se seleccionaron equipos que iban a estar en diversos Tuvimos alrededor de mil reportes en total en las cuatro
sectores. Los del Instituto nos acercábamos a grupos de ciudades. Para ser un país de cuarenta y cinco millones
personas que iban llegando al lugar de la eucaristía y pre- de habitantes, evidentemente es muy baja la proporción.
guntábamos por su estado de salud, si había personas con Pero fue un buen ejercicio teniendo en cuenta que era la
252 Héroes de a pie

primera vez que usábamos estas herramientas tecnológi- genieros que permitieran a los administradores de la he-
cas para la vigilancia. Tener un millón de reportes con tan rramienta poder ver el correo electrónico de los usuarios,
pocos días de promoción fue para nosotros un éxito. Tanto o crear alguna casilla de contacto con la aprobación del
así que, al ver nuestra experiencia, el Ministerio de Salud usuario. En caso de una enfermedad real, esta persona
de Perú nos invitó para que los apoyáramos en la imple- podría haber contagiado a otros sin darse cuenta e iniciar
mentación de Guardianes de la Salud en la visita que el un brote.
papa haría en enero de 2018.
Algo curioso que me ocurrió fue que dentro del mo- Luz Karime Osorio Arango
nitoreo encontré un caso, un hombre de cuarenta y cinco
años, que reportó fiebre, dolor de cabeza, diarrea y escalo-
frío con antecedente de viaje a Corea del Sur, y que había Las tecnologías móviles, por su fácil uso y gran difusión,
estado en contacto con una persona enferma con los mis- se han convertido en una herramienta importante en sa-
mos síntomas. El algoritmo de la app identificó síndrome lud pública al permitir identificar brotes de manera tem-
febril y gastrointestinal. Eso afanaba, sobre todo por el prana como complemento de la vigilancia tradicional. Por
antecedente de viaje. Notifiqué al doctor Alfonso Campo, medio de esta aplicación móvil, se logró involucrar al pú-
quien estaba a cargo del COE en ese momento, y ellos em- blico general en la notificación de su estado de salud, y
pezaron la investigación. Indagaron si había notificaciones sus datos fueron analizados para identificar tendencias de
similares, llamaron a la Secretaría de Salud de Bogotá y enfermedades, factores de riesgo y brotes. En este caso,
encendieron las alarmas. Por el origen y los síntomas, in- no se presentaron brotes, solo reportes aislados que no tu-
clusive llegamos a pensar que podría ser influenza aviar. vieron relación geográfica.
Las políticas de privacidad de Guardianes de la Salud Se presentaron mayor número de reportes en las cua-
no permitían que identificáramos a la persona, pero sí el tro ciudades objeto de la visita del papa, lo cual está re-
lugar donde había usado la aplicación. Con la ayuda de los lacionado con las campañas de socialización que el Insti-
ingenieros, identificamos el correo electrónico registrado. tuto Nacional de Salud realizó en estas zonas, por medio
Nos dimos cuenta de que el reporte había salido del propio del equipo de respuesta inmediata y los epidemiólogos de
Instituto Nacional de Salud. La dirección electrónica era de campo (FETP); sin embargo, se contó con participación
Gmail y tenía el nombre de Franklyn Prieto. ¡Nuestro pro- de otras ciudades. Incluso se recibieron reportes de otros
pio jefe! Él quería cerciorarse de la efectividad de la nueva países, lo cual refleja el potencial impacto que esta aplica-
herramienta y del monitoreo de casos. ción pudiera tener. Por lo tanto, es necesario promover el
Esa experiencia nos sirvió para solicitarles a los in- uso de esta aplicación, ya que, a medida que aumenta el
Habemus papam 253

número de usuarios, también aumenta la sensibilidad que y permite a la entidad correspondiente iniciar el análisis.
brinda el monitoreo ampliado de la vigilancia participativa. Hoy ya se habla de tecnologías más avanzadas, como la
inteligencia artificial. A partir de signos y síntomas con-
Informe Quincenal Epidemiológico Nacional, IQEN sultados en los buscadores más los registrados en his-
(30 de noviembre de 2017) 57 torias clínicas en un momento determinado, esta permi-
tiría suponer que hay una epidemia. La innovación en la
detección oportuna y en la vigilancia permitirá que cada
En el Instituto Nacional de Salud veníamos hablando de vez nuestra capacidad de detectar amenazas sea mayor, y
la necesidad de evolucionar los sistemas de vigilancia. El nuestro riesgo de padecer enfermedades sea menor.
trabajo que Brasil hizo durante el Mundial y las Olimpia- La visita del papa nos dio una oportunidad preciosa
das forma parte de una estrategia que se llama vigilancia de para innovar. Casi siete millones de personas se movili-
masas, heredada de la experiencia de los epidemiólogos en zaron en esos días. Los resultados conseguidos con Guar-
La Meca, el lugar sagrado del islam que recibe peregrinos dianes de la Salud fueron presentados en la conferencia
de todo el mundo, lo que facilita la proliferación de virus. científica regional de Tephinet de 2018. Tuvo mucho éxito.
Tecnologías como Guardianes de la Salud serán el fu-
turo. Son parte una gran rama que se llama vigilancia digi- Franklyn Edwin Prieto Alvarado
tal. Pero dentro de ella hay mucho más. El propósito es que Epidemiólogo de campo
todo lo que comentamos en redes sociales con respecto al (FETP Colombia, cohorte de 2003)
estado de salud, los términos de consulta en los buscado-
res, e incluso la frecuencia de uso de emoticones se con-
viertan en herramientas para detectar comportamientos Estas aplicaciones tienen otra vertiente, y es que crean un
inusuales de enfermedades. Con esa información, los sis- canal de comunicación del sistema de salud con los ciuda-
temas de vigilancia pueden hacerse una idea de qué asun- danos. Los mensajes llegan a las personas de manera opor-
to relacionado con la salud está preocupando a la gente, y tuna, y esto genera un vínculo de confianza. En tiempos de
suponer que estamos ante un problema. las fake news, de noticias falsas, de gran desconfianza, son
Esto incluye la vigilancia participativa, con la que se muy útiles, porque permiten una comunicación estructu-
busca que la gente espontáneamente reporte un estado rada y de largo plazo. Falta tiempo para demostrar cientí-
de salud. En Tailandia, por ejemplo, se utiliza mucho para ficamente sus resultados. Pero creo que ese es el futuro.
vigilar la rabia, y es muy sencillo el mecanismo: la gente
toma la foto del animal que la muerde, y así notifica el caso Jonas Brant
254 Héroes de a pie

Un mapa en el pasillo central del Instituto Nacional


de Salud en Bogotá expone las alertas tempranas de
salud pública internacional. El sarampión se disemina
por diversos países (Alexander Casas).
15
Todas las formas
de lucha
La inteligencia
epidemiológica en la era
de las cámaras callejeras
y las redes sociales para
bloquear el regreso del
sarampión (2018-2019).
256 Héroes de a pie

Yo trabajaba como analista para el Fondo Nacional del —Este es un sarampión —comenté.
Transporte Urbano de Venezuela. Decidí venir a Colombia Uno solo ve las imágenes del sarampión en los libros. Es
con mis dos hijos porque allá no había alimentos, ni medi- una de esas enfermedades que los médicos más jóvenes
cinas, ni vacunas. No había nada. no solemos ver. Desde 2014 se había dicho que en Colom-
Salí de Caracas el primero de marzo por el Terminal de bia no había trasmisión endémica del virus, pero estába-
La Bandera. Llegamos a San Cristóbal, y ahí agarramos un mos muy sensibilizados por el tema de la migración desde
taxi a San Antonio. Pasamos caminando a Cúcuta. Desde Venezuela. Recibíamos con frecuencia niños que venían
ahí tomamos un bus a Medellín. Llegamos el 3 de marzo. de allá sin el esquema de vacunación completo.
Tenía tres días, cuando el niño se enfermó y fuimos al —Necesito que me alisten la cama de aislados —pedí de
hospital. Me subieron al cuarto y nos aislaron. Yo todavía inmediato porque la sospecha era muy alta.
no sabía si nos iban a atender. La gente de aseo hizo la desinfección, el área de Epide-
miología del hospital tomó las muestras pertinentes, y se
Claudimar González llenó la ficha de notificación epidemiológica.
Migrante venezolana No olvido la fecha: 9 de marzo de 2018.

Nadia Vinasco
La médica general Diana Berrío vio al paciente y vino a mi Pediatra del Hospital Infantil Concejo de Medellín
consultorio.
—Tengo un niño con un brote muy raro —me dijo—.
¿Por qué no lo miramos? Nuestro trabajo es como el de los arqueros en el fútbol: de-
Me contó que venía con cuadro gripal, congestión na- bemos evitar que nos metan goles. El equipo es la comuni-
sal, ojos hinchados, mucha tos y fiebre alta, y que el día dad general, el balón es el virus, y digamos que la diferen-
anterior había desarrollado el brote en la carita y el cuerpo. cia de goles a favor es el tiempo que lleva una enfermedad
—Viene de Venezuela y no tiene vacunas —añadió. ausente del territorio. A más tiempo, mayor es el marca-
Fue impactante. El niño estaba en brazos de la mamá. dor. Pero también es mayor el riesgo de bajar la guardia.
Tenía catorce meses. Estaba muy irritable y respiraba rá- Esta tarea requiere entrenamiento y concentración.
pido. La dificultad respiratoria había sido la causa de la Muchas madres de veinticinco años o menos no conocen
hospitalización. Le miramos la boquita: aunque no tenía el sarampión, y por eso se preguntan cuál es la necesidad
unos granitos que se llaman manchas de Koplik, yo tenía de vacunar a los niños. Entonces nos toca insistir y llevar
una intuición: el mensaje sobre la necesidad de mantener la protección
Todas las formas de lucha 257

por medio de vacunas, hacer vigilancia epidemiológica y mayor receptora de migrantes y tiene un aeropuerto inter-
notificar cualquier caso sospechoso. nacional. Por eso implementamos un sistema de vigilancia
En Antioquia no teníamos casos de sarampión desde rutinario.
1998, pero nunca dejamos de estar atentos a cualquier in- A comienzos de marzo de 2018 nos llegó una notifica-
dicio de circulación viral. Ese trabajo llevaba a que cada ción sobre casos sospechosos de sarampión en una guar-
una de esas notificaciones recibiera una respuesta rápida dería de la ciudad. Yo tenía un presentimiento, y le pedí
por parte de las secretarías de salud, a visitar cada casa a la epidemióloga de la Secretaría de Salud del municipio
donde se presentara un caso sospechoso, y a hacer la bús- que fuera allá y pidiera el registro de ausentismo escolar.
queda de otros posibles casos hasta nueve manzanas al- El documento decía que algunos niños habían dejado de ir
rededor. por enfermedad. Pero no decía cuál.
En Medellín recibimos cerca de ciento cincuenta notifi- —Por favor, llama a cada mamá y le preguntas cuál es
caciones anuales de casos sospechosos de sarampión, que la causa del ausentismo —insistí.
son visitados individualmente y acompañados de ese tra- Poco después me dio una respuesta que nos asustó.
bajo comunitario. Algunos dicen que eso es como perse- —No fueron a la guardería por fiebre y brote —dijo.
guir fantasmas, pero cuando demostramos que evitamos —¡Se nos metió el sarampión! —le dije, preocupada.
un gol, se dan cuenta de lo importante que es no confiarse. Entonces convoqué a una mesa de trabajo para analizar
La notificación inmediata permite identificar el caso y cada uno de los casos. Recuerdo que estábamos escribien-
cercarlo. Así separo rápidamente a los casos positivos y do sobre la pared de cristal de mi oficina en la Secretaría
blindo a la población. Es que una sola persona con saram- de Salud de Medellín. Diseñábamos un plan de interven-
pión puede infectar a otras diecisiete. Si lo aíslo y verifico ción que reforzara las actividades cotidianas de vigilan-
durante veintiún días los síntomas de cada persona que cia. En esas, nos llamó la enfermera Sandra, del Hospital
tuvo contacto con él, evito la propagación del virus. La va- Infantil Concejo de Medellín. Nos contó que había un caso
cunación y la vigilancia son las dos actividades clave para sospechoso de sarampión. Era un niño de catorce meses,
eliminar una enfermedad infecciosa y evitar que se reins- procedente de Venezuela, sin seguridad social ni antece-
tale. Deben ir juntas. dentes de vacunación.
Sabíamos que era cuestión de tiempo el regreso del sa- Finalmente se comprobó que los niños de la guardería
rampión a Antioquia, y así lo expresábamos en cada asis- no tenían sarampión, pero como sabíamos que nos acer-
tencia técnica, conferencia o capacitación. La Organiza- cábamos a algún positivo, reforzamos las medidas de vi-
ción Mundial de la Salud había alertado sobre brotes en gilancia. En la segunda semana de marzo enviamos dos
otros países, y Medellín es una ciudad turística, la segunda muestras sospechosas al Laboratorio de Salud Departa-
258 Héroes de a pie

mental de Antioquia, que es responsable de hacer el diag- A Medellín fuimos dos epidemiólogos de campo del Insti-
nóstico para las instituciones de la región. Una era la del tuto Nacional de Salud. El mismo día que llegamos tuvimos
niño atendido en el Hospital Concejo de Medellín, y la otra una reunión en la Secretaría de Salud para conocer de pri-
era un caso local atendido en la Unidad Hospitalaria Man- mera mano cuál era la situación que se estaba viviendo.
rique. El diagnóstico presuntivo de ambas dio positivo. Salimos a las dos de la mañana.
Aunque Medellín tuviera una adecuada capacidad de El sarampión tiene un periodo de incubación que puede
respuesta, sabíamos que el tema tenía una altísima rele- ser de siete a dieciocho días. Después de ese tiempo apare-
vancia a nivel país. Por eso, el 13 de marzo nos comunica- cen síntomas como congestión nasal, fiebre, conjuntivitis,
mos con el Instituto Nacional de Salud. El Instituto no solo y unos tres, cuatro o cinco días después, la erupción en la
era la entidad que iba comprobar los resultados del labora- piel. A partir del análisis de la información, echamos los
torio departamental, sino la que iba a validar el trabajo que números para atrás y concluimos que el niño estuvo ex-
veníamos haciendo. puesto al virus en algún momento entre el 16 de febrero
—¿Necesitan acompañamiento en terreno? —nos pre- y el primero de marzo, cuando salió de Caracas. Con esa
guntó el doctor Franklyn Prieto, director de Vigilancia. información pudimos concluir que el caso era importado;
—Sí —le respondimos, porque queríamos hacer un es decir, el virus no estaba circulando en Colombia.
manejo impecable. Sin embargo, el análisis de las fases de la enfermedad
Al día siguiente supimos que las pruebas confirmato- nos dejó una preocupación: el periodo de transmisibilidad
rias hechas por el Laboratorio Nacional de Referencia del se había dado en Colombia, y por eso teníamos que ha-
Instituto Nacional de Salud habían dado positivo para el cer la trazabilidad desde el 2 de marzo, cuando ingresó
niño venezolano y negativo para el otro, y ya teníamos un al país, hasta el 9 de marzo. ¿Con quienes estuvo? ¿Por
equipo de respuesta inmediata del Instituto trabajando dónde pasó?
mano a mano con nosotros en Medellín. Conocí personalmente a Claudimar en el Hospital In-
fantil Concejo de Medellín. Ella es una persona muy cola-
Rita E. Almanza Payares boradora y muy responsable con sus hijos. Nos identifica-
Líder del Programa de Epidemiología mos y le contamos qué hace el Instituto Nacional de Salud.
de la Secretaría de Salud de Medellín. —Mira —le dije—. Lo que pasa es que el sarampión es
Epidemióloga de campo, nivel intermedio (2018) una enfermedad que no tenemos en nuestro país desde
hace varios años. Necesitamos conocer quiénes estuvie-
ron con tu hijo y buscar a las personas para que no se en-
fermen. Con la información que nos des sabemos dónde
Todas las formas de lucha 259

tenemos que hacer vacunaciones y tomar medidas pre- separaron. Para nosotros era muy importante, porque era
ventivas. una persona que tuvo contacto con el niño y que también
Para nosotros era vital que ella confiara en nosotros. podía tener sintomatología.
Al niño le regalamos un muñeco grande de Supermán que Ella contó que en Cúcuta se dirigieron a Western Union
tenía Rita Almanza en su oficina. El niño se puso feliz. a reclamar un giro. Luego compró un pasaje a Medellín
Claudimar entendió, y aceptó contarnos cómo había sido para las nueve de la noche y se desplazaron a Migración
su viaje. para que les sellaran los pasaportes. La fila era muy larga.
La adelantaron por tener un bebé, pero como el niño de
Martha Cecilia Santos trece años debía hacer fila, se devolvió. Cuando hubo cam-
Epidemióloga de campo bio de turno en Migración, pidió de nuevo atención prio-
(FETP Colombia, cohorte de 2013) ritaria. Finalmente le dieron prioridad. Todos esos datos
eran muy importantes para nosotros.
Ella se desplazó hacia el terminal de transporte de Cú-
Unos días después llegó Martha. Se presentó con su carnet cuta con sus dos hijos. Cuando llegó, el bus de las siete de
de trabajo. Me preguntó que de dónde habíamos llegado, la noche estaba a punto de salir a Medellín. Aprovechó y
con cuántas personas había estado, cómo había viajado, logró cambiar su pasaje. Ella recordaba muy bien que ocu-
qué lugares visité. Estuvo tomando fotos para ver cómo paron las sillas diez y once.
iba pasando el sarampión. A las personas alrededor nos Llegaron a la Terminal Norte de Medellín el sábado 3
colocaron las vacunas. de marzo a las diez de la mañana. Estuvieron en el sitio
Ellas fueron muy amables, muy atentas. Estuvieron de desembarque hasta las doce y media. Claudimar contó
muy pendientes de mi bebé. Le regalaron un muñeco. A que lo único que hizo fue desplazarse al baño.
mí me llevaban almuerzo, me llevaban jugos. Hoy en día les Una tía llegó a recogerlos. Tomaron un taxi. El resto del
agradezco muchísimo. sábado estuvieron en la casa de la tía, en el barrio Guada-
lupe, donde vivían seis personas.
Claudimar González Dijo que el domingo 4 de marzo estuvieron en el Parque
de los Deseos. Fueron la tía, el esposo de la tía, Claudimar
y cuatro niños, incluyendo los dos hijos de ella. Estuvie-
Nos dimos cuenta de que también viajaban con un hom- ron hasta las cinco de la tarde. Ellos llevaron los alimentos
bre llamado Ernesto. No nos dijo nada más sobre él. Solo que consumieron. No compraron absolutamente nada en
que cuando llegaron a Cúcuta, hacia las dos de la tarde, se el parque.
260 Héroes de a pie

El lunes 5 de marzo Claudimar fue a la institución edu-


cativa San Juan de Dios. Fue a pie, con el niño mayor y el
bebé, que iba en coche. Buscó un cupo para el mayor. No
pudo entrar. Estaba cerrada. El portero le dijo que volvie-
ra el martes. Ella regresó el miércoles, pero tampoco pudo
entrar. Esas fueron las únicas salidas que hicieron ellos en
esos tres días.
A las once de la mañana del 9 de marzo se desplazó
en taxi con ambos niños hacia el Hospital Infantil Consejo
de Medellín porque el niño menor continuaba con fiebre y
brote generalizado. Lo atendieron muy bien. El diagnósti-
co fue acertado. Lo hospitalizaron.
Con la información que ella nos suministró comenza-
mos a hacer la trazabilidad. Debíamos saber qué personas
tuvieron contacto con el niño, verificar sus antecedentes
de vacunación y hacerles seguimiento en caso de que no
los tuvieran. Eso es hacer un cerco epidemiológico.
Teníamos el número del bus, las placas, los números de
las sillas en que viajaban. El secretario de Salud de Mede-
llín firmó un oficio para solicitar formalmente a la empresa
de transporte nos diera el listado de pasajeros del bus y
acceso a los videos de las cámaras de seguridad. El oficio
explicaba que era necesario identificar a las personas que
habían estado expuestas al virus. Arriba, epidemiólogas de campo visitan casas de personas
que tuvieron contacto con otras infectadas con el virus del
sarampión. Abajo, reunión de planeación del trabajo de
Martha Cecilia Santos
campo con las secretarías de Salud de Antioquia y Medellín
(Archivo particular de Martha Santos).

Buenos días. En este momento, desde el Instituto Nacional


de Salud, estamos buscando a una persona que tiene su
Todas las formas de lucha 261

mismo nombre y que viajó en el último mes desde Cúcu- con el hospital del municipio donde nació, pero tampoco
ta hasta Medellín. En el bus viajaba una persona enfer- allá tenían documentada esa vacunación.
ma. Por lo tanto, necesitamos saber cómo está de salud. Entonces tuvimos que usar otro método: ver el video
La contactamos a usted por este medio porque la empresa de las cámaras de seguridad. Nos dimos cuenta de que el
de transporte no nos entregó teléfonos. Dentro de nuestro bebé de Claudimar permaneció todo el tiempo mirando
trabajo debemos hacer la búsqueda de los pasajeros. Nece- hacia ella mientras compraba el pastel de carne. La posibi-
sitamos saber si usted realizó este viaje. lidad de que hubiera trasmitido el virus a la empleada del
quiosco era muy baja.
Mensaje enviado desde una cuenta de Facebook Seguimos analizando los contactos que tuvo el niño con
creada por funcionarios del Instituto Nacional de otras personas. Fue imposible identificar el taxi que abor-
Salud para contactar a todas las personas que daron al salir del terminal. A los convivientes de la casa
tuvieran nombres iguales a los de los pasajeros del de la tía y el portero del colegio a donde fue Claudimar les
bus en que viajaron Claudimar y sus hijos. hicimos seguimiento. No presentaron síntomas.
También fuimos al Parque de los Deseos con ella. Hici-
mos el mismo recorrido que la familia había hecho el do-
Teníamos tres horas de video. Vimos cuando la señora mingo 4 de marzo y verificamos que no hubo contactos.
bajó del bus con sus dos hijos. El recuerdo que ella tiene es Identificamos, eso sí, que el día en que Claudimar fue
preciso. Sin embargo, no encontramos el lugar donde ella al hospital estuvo cerca de veintiséis personas. Entre ellas
dice que compró una arepa. Entonces la llamé para pre- hay pacientes y acompañantes que están en la sala de es-
guntarle. pera, y médicos, enfermeras o auxiliares que estaban de
—Es que en Venezuela le decimos ‘arepa’ al pastel de turno. Se presume que todos los profesionales de la sa-
carne —nos aclaró Claudimar. lud están vacunados, pero cuando la exposición al virus
Con esa información, pudimos encontrar el local. La es prolongada puede ser que la inmunidad no sea tan alta.
empleada que lo atendía nos dijo que la persona que estuvo Tuvimos que hacer seguimiento durante un mes a to-
de turno ese día fue una compañera que estaba embaraza- das las personas. El equipo de la Secretaría de Salud de
da. Eso nos preocupó muchísimo. El dueño del negocio nos Medellín las llamaba diariamente y anotaba las novedades
ayudó a contactarla. en una matriz de Excel, en donde se registraba la mayor
La vendedora no sabía si estaba vacunada, y nos dijo cantidad de datos posibles.
que su mamá lo debía saber. La llamamos, pero no encon-
tró el carnet de vacunación de la hija. Nos comunicamos Martha Cecilia Santos
262 Héroes de a pie

• 14 de marzo de 2018. Contesta la mamá, Mónica. Refiere que el virus tuvo contacto con otras personas.
niño continúa con brote, y que ya no solamente en cara y bra- El primer caso de sarampión que tuvimos en Colombia
zos, sino en todo el cuerpo. El doctor Aguilar, que es médico
después de cuatro años sin circulación viral nos obligó a
del equipo de respuesta inmediata de la Secretaría de Salud de
Medellín, se dirige a la casa para evaluar al niño. Reporta que usar ese y otros recursos, como las redes sociales y Google
este caso no cumple con los criterios para considerarse sospe- Maps.
choso de sarampión y que corresponde a un proceso alérgico. A mí, particularmente, me correspondió hacer la tra-
zabilidad de dos hombres que compartieron buses con el
• 14 de marzo de 2018. Contesta la mamá, Daisy. Cuenta que la bebé que importó el virus. Uno era Ernesto, que había sa-
hija se encuentra mucho mejor.
lido de Caracas con el grupo familiar del niño, luego se se-
• 15 de marzo de 2018. Me contesta la abuela Mary. Dice que el paró en Cúcuta y llegó a Bogotá. El otro fue un joven vene-
niño está mejor de salud. zolano que en Cúcuta abordó el mismo bus que los llevó a
Medellín. Fue uno de los pasajeros que nos contestaron por
Anotaciones de la tabla de Excel elaborada para Facebook…, pero no es que nos tuviera confianza. Todo lo
hacer seguimiento a los pacientes que el 9 de contrario.
marzo de 2018 se encontraban en la sala de espera La estrategia de buscar posibles contactos a través de
del Hospital Infantil Concejo de Medellín redes sociales puede ser muy útil cuando uno no tiene ba-
ses de datos. Ese es el caso que se presenta con los mi-
grantes venezolanos, que muchas veces no quedan regis-
¿Vieron la película Contagio? Puede ser exagerada en algu- trados al ingresar al país, o no dan información correcta.
nas cosas, pero a mí me gustó porque muestra muchos as- Pero esa estrategia también puede generar mucho pánico
pectos de nuestro trabajo. La esposa del protagonista re- y desinformación. Con el joven venezolano que tomó el
gresa de un viaje de negocios desde Hong Kong a Chicago, bus en Cúcuta aprendimos esa lección.
infecta a otras en el camino y luego el virus se disemina El destino final de él fue Bello (Antioquia). Allá lo reci-
por todo Estados Unidos y mata a millones de personas. bió una familia que hace tiempo migró de Venezuela a Co-
Aunque es ficción, tiene muchas situaciones realistas, lombia. Vivían en un sector donde al parecer hay muchas
y muestra cómo los epidemiólogos hacemos un esfuerzo pandillas.
detectivesco y nos valemos de las tecnologías de la comu- Fuimos a hacer el trabajo de campo con un funcionario
nicación para evitar que se agraven las crisis de salud pú- de la Secretaría de Salud de Bello. El joven venezolano nos
blica. Por ejemplo, en la película usan videos de seguridad había dado la dirección. Nos hizo entrar a la casa. Solo pa-
para identificar en qué momento la mujer que importó el recían estar él y otro hombre. Pero su comportamiento era
Todas las formas de lucha 263

muy extraño. Actuaban como si tuvieran un libreto. cercadas, en las que hicimos búsqueda de personas sin
Nos hicieron un interrogatorio —que quiénes éramos, vacunación, con síntomas compatibles o con factores de
que qué hacíamos, que para qué íbamos—, y esperaron a riesgo que pudieran indicar que tuviéramos un caso se-
que nosotros empezáramos a hablar y hablar. Les mos- cundario de sarampión. A 133 personas les hicimos segui-
tramos el carnet. Les explicamos muy bien cuál era el ob- miento hasta estar seguros de que no se iban a enfermar.
jetivo de la visita. Pero algo pasaba. Ellos estaban como a
la expectativa de que fuéramos a hacer algo. Cuando nos Rita E. Almanza Payares
dijeron que habían mandado a las niñas a dormir a otra
casa, nos dimos cuenta de que tenían miedo.
Después pudimos entrar ya en más confianza, y enton- Ernesto, el pasajero que se separó en Cúcuta y llegó a Bo-
ces ellos nos confesaron que habían creído que les íbamos gotá, era una persona muy importante para nuestra inves-
a tender una trampa para secuestrar a una niña de la casa. tigación, porque sabíamos que había estado cerca del bebé
Después de esa confesión, comenzaron a salir de las habi- en el periodo de trasmisión del virus. Solo necesitábamos
taciones otras personas, y uno de ellos le dijo al otro: saber si tenía o no antecedentes de vacunación, o si pre-
—Diles a los muchachos que ya, que tranquilos. sentaba síntomas, pero la mamá del niño en un comienzo
Se habían hecho una película. Le habían avisado a la no quería darnos información. Posiblemente pensaba que
gente de la cuadra que venían dos personas y que estuvie- lo íbamos a buscar para deportarlo, o que nosotros le da-
ran pendientes de lo que nosotros pudiéramos hacer. ¡Solo ríamos un manejo policivo al asunto.
esperaban el momento en que los íbamos a encañonar! Finalmente, ella le explicó por qué para nosotros era tan
Al final, hicimos el cerco. No había sarampión. Pero pri- importante la búsqueda y nos dio su número telefónico.
mero los cercados fuimos nosotros. Pero tampoco funcionó así: no nos contestaba por ningún
medio. Ante nuestra insistencia, ella consiguió el número
Javier Madero de un familiar o amigo de él. Timbramos a ese número, y
Epidemiólogo de campo ahí sí obtuvimos una pista definitiva: el nombre del lugar
(FETP Colombia, cohorte de 2017) donde posiblemente estaba trabajando. Era un estableci-
miento de lavado de carros que se llamaba Autolavado La
161.
Para tender el cerco epidemiológico de este primer caso, En Google Maps vimos que el nombre coincidía con
visitamos 3.357 viviendas y encuestamos 1.449 personas un lugar que quedaba en el norte de Bogotá. Anotamos
en Medellín. En total, fueron cuarenta y cuatro manzanas la dirección del sitio y llamamos a la Secretaría Distrital
264 Héroes de a pie

de Salud de Bogotá. Les informamos que necesitábamos —Yo no tengo nada que ver con esto —me dijo.
encontrar a esa persona. Le expliqué que solo queríamos saber si se había enfer-
mado y, si se había enfermado, saber cuándo había sido y
Javier Madero si había podido enfermar a otros.
Me contó sobre su decisión de migrar de Venezuela,
su relación con la persona con la que viajó desde Caracas
En la Secretaría Distrital de Salud, yo tenía una compañera —era una vecina—, su trabajo, su vida… Me dijo pagaba un
que es muy buena investigando en redes, y le pedí que me ojo de la cara por una habitación sin colchón, que a veces
ayudara a ubicar a Ernesto por ese medio. También cono- no conseguía ni con qué almorzar ni comer, y que el día
cía una médica venezolana que trabaja en una ONG que que habíamos ido al lavadero de carros estaba de permiso.
apoya a los migrantes venezolanos. También le pedí que Al indagar sobre la enfermedad manifestó no haber
me ayudara a encontrarlo a través de otros miembros de la presentado nada. Le comenté que, aunque no había tenido
comunidad. Aunque le enviaron mensajes, nunca respon- síntomas, en el Hospital Simón Bolívar podrían atenderlo
dió; lo único que conseguimos fue su foto. si se presentaba una urgencia. En la secretaría habíamos
Pero luego me llegó una segunda información de par- establecido una ruta de servicios de atención para que el
te del Instituto Nacional de Salud: que Ernesto estaba tra- sarampión no se dispersara en caso de que llegara.
bajando en un lavadero de carros en el norte de Bogotá. Nuestro afán era estar seguros de que no había pasado
Entonces me fui para allá con la foto, y le dije al conductor nada. Si Ernesto hubiera tenido la enfermedad, habríamos
que fuéramos como espías y, si era necesario, lavábamos tenido que hacer una gran intervención. Pero ese no fue
el carro. el caso.
El conductor me ayudó: miró la foto, entró a la tienda
del lavadero, preguntó cuánto costaba el lavado… Pero Er- Patricia Arce Guzmán
nesto no estaba ahí. Nos devolvimos destemplados. Subsecretaria de Salud Pública de la Secretaria Distrital de
Seguimos insistiendo. El domingo siguiente yo estaba Salud de Bogotá en 2018
almorzando con mi familia, cuando me entra un mensaje
que decía que Ernesto había contestado y que nos recibía a
las seis de la tarde. Mi esposo se ofreció a llevarme, y fue él Siempre estuvieron muy pendientes de mí y de mi bebé.
el que timbró en la dirección que nos habían dado. Durante la primera semana iban todos los días y evalua-
Fuimos a una cafetería en una esquina. Yo tomé una ban al niño. Luego me estuvieron llamando. Cuando lo die-
aromática, y Ernesto tomó un café y comió un pan. ron de alta estuvieron como tres meses preguntando cómo
Todas las formas de lucha 265

seguían todos los miembros de la familia. A Martha Santos


la tengo en Facebook. Nos escribimos. Siempre comenta
sobre el bebé.
En Santa Rosa de Cabal
(Risaralda) confirman segundo
Claudimar González
caso de sarampión en Colombia
El Instituto Nacional de Salud confirmó esta tarde el se-
Yo tenía alguna experiencia en las investigaciones de sa-
gundo caso importado de sarampión en el país. Se detectó
rampión. Tuve que hacer varias cuando se presentaron los
en Santa Rosa de Cabal (Risaralda).
brotes de 2002, que también vinieron desde Venezuela.
Se trata de un menor de 10 meses procedente de Ve-
En el de 2018 me correspondió investigar el segundo
nezuela. “Se comprueba en un lapso de 12 horas, luego de
caso y otros que vinieron después. Recuerdo que me fue
conocer los resultados positivos en las muestras de labo-
comunicado un día sábado, con una foto al celular. Era en
ratorio que viajaron de Pereira a Bogotá, lo que confirma la
un menor de un año. Tuvimos una conversación telefónica
efectividad de nuestro sistema de vigilancia, que rápida-
con los epidemiólogos de la Secretaría de Salud de Risaral-
mente ha detectado y actuado en relación con este nuevo
da, y salí al terreno.
caso”, expresa el Instituto en su comunicado.
El niño era hijo de una pareja de jóvenes venezolanos.
El INS indica que el caso se lo informaron ayer, cuando
En el interrogatorio nos refirieron que habían viajado a
la Secretaría de Salud de Risaralda lo notificó al Sistema
Cúcuta en bus, luego a Bogotá, luego a Pereira y, desde
Nacional de Vigilancia (Sivigila). “Según las autoridades
ahí, en colectivo hasta Santa Rosa de Cabal (Risaralda).
locales, el menor de edad fue dado de alta y se encuentra
en buen estado general”.
Orlando Castillo
Epidemiólogo de campo
La Patria (18 de marzo de 2018) 58
(FETP Colombia, cohorte de 2018)

Nos llamó la atención que los dos primeros casos se hubie-


ran presentado en el centro del país, no en las poblaciones
de la frontera. Pero eso cambió rápidamente. En el mismo
marzo nos notificaron casos desde Norte de Santander, y
después en Bolívar y Atlántico. Barranquilla y Cartagena
266 Héroes de a pie

tuvieron muchas infecciones relacionadas a los casos im-


portados.
En cada caso hicimos interrogatorios intensivos sobre
desplazamientos y contactos. Es lo que siempre debe ha-
cerse en primera instancia. Luego sí implementábamos
medidas de control y prevención, basadas en la búsqueda
de casos y vacunación.

Orlando Castillo

INS confirma 149 casos


de sarampión este año
en Colombia
A 149 ascendió el número de casos confirmados de saram-
pión este año en Colombia, a corte del 30 de octubre, re-
portó el Instituto Nacional de Salud.
Según el informe, fueron notificados 4.863 supuestos
casos, de los cuales 149 confirmados y 4.327 descartados.
La ciudad con más casos es Cartagena, con 64, seguido
por Barranquilla, con 12, y Cúcuta, con 16. Otros cuatro de
los casos fueron confirmados en Bogotá, 4 en Antioquia.
El origen de estos casos, según distintas autoridades Arriba, un mapa en la sede de la Secretaría Distrital de Salud
médicas, es que son importados de Venezuela. expone un conglomerado de casos importados de saram-
pión en Bogotá. Abajo, en un mapa en el COE se trazan las
rutas de ingreso a Colombia de pacientes con sarampión.
Caracol Radio (5 de octubre de 2018) 59
Todas las formas de lucha 267

Los epidemiólogos tenemos un reto: llegar a tiempo a un de manera más rápida. Este recurso nos había funciona-
evento de interés en salud pública. Si llegamos tarde, la po- do muy bien durante las epidemias de chikunguña y zika,
sibilidad de que haya más gente afectada es mayor. pero se consolidó con sarampión.
En el caso del sarampión, podemos contar una historia Otro elemento nuevo fue la inmediatez de la notifica-
que no es la de una epidemia, sino de la de una reintroduc- ción. Cuando una institución del país anotaba el caso en el
ción de casos desde Venezuela. Prácticamente ahí paraba; Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila)
no tuvimos transmisión autóctona, ni una epidemia entre solo era necesario oprimir enter para que se fuera consoli-
municipios o entre departamentos. dando la base de datos y se generara automáticamente un
Hasta octubre de 2019, habíamos tenido doce mil ca- correo electrónico a las diferentes instancias que debían
sos sospechosos y unos cuatrocientos confirmados. Esto estar informadas. Incluso, en el caso en que el paciente
puede considerarse un éxito integral de la salud pública de fuera atendido en un departamento pero viviera en otro,
Colombia. Primero, por la alta cobertura de vacunación y, el sistema automáticamente informaba a los dos de la si-
segundo, porque el sistema de vigilancia epidemiológica y tuación.
la respuesta funcionaron muy bien. También hay un elemento que yo llamaría el ingenio
El control del sarampión tuvo muchas cosas particu- epidemiológico. En un momento tuvimos transmisión hos-
lares que mostraron el aumento de las capacidades, el pitalaria. En Cartagena, por ejemplo, se presentó un au-
avance tecnológico, la recursividad de los epidemiólogos mento de casos de sarampión durante un pico respiratorio
de campo. de influenza. Lo que había ocurrido era que niños que iban
El uso de las redes sociales fue fundamental. Como los a ser atendidos por un resfriado terminaron con saram-
casos provenían de Venezuela y en muchos casos la mi- pión porque estuvieron en la misma sala de espera con un
gración había sido irregular o en empresas de transporte niño con esta enfermedad. Nuestros epidemiólogos, para
que no anotaban la información de contacto de los pasa- evitar que eso se repitiera, diseñaron otra sala de espera.
jeros, rara vez teníamos cómo ubicar a las personas que Se inventaron un triaje previo. Así, la ruta de acceso a los
habían estado expuestas al virus. Ubicarlas y valorarlas casos sospechosos de sarampión era distinta a la de las
era fundamental para el control de la enfermedad. Gracias otras enfermedades. Implementamos esa estrategia en
a las redes —Facebook, grupos de WhatsApp— ubicamos Cartagena, Barranquilla y La Guajira. La transmisión en
a varias de ellas. salas de espera bajó a cero.
Para nuestro propio ejercicio fue muy útil compartir El sarampión mostró también la madurez del Centro de
información por WhatsApp. El envío de fotos de casos Operaciones de Emergencias (COE) que inauguramos en
probables ayudaba a identificar signos y dar respuesta el Instituto Nacional de Salud a comienzos de 2017. La idea
268 Héroes de a pie

era manejar las emergencias en salud pública de una ma- Instituto a la zona; desplazamiento a la zona pero bajo la
nera más eficiente y estructurada. coordinación de la entidad territorial y, finalmente, manejo
Lo pusimos a prueba, casi de inmediato, durante la tra- exclusivo por parte del Instituto.
gedia de Mocoa. Cuando llegó el sarampión, el COE ya lle- En el caso del sarampión, comenzamos enviando el
vaba un año operando, y demostró su utilidad. Antes de personal del COE al terreno. Pero con el paso del tiempo, el
que lo instaláramos, el Instituto Nacional de Salud prác- riesgo fue reduciéndose y las entidades fueron adquirien-
ticamente cubría todas las emergencias en terreno. Eran do capacidades. Hoy día, los pocos casos que se presentan
casi unas doscientas al año. Cada semana teníamos gente son atendidos por las mismas entidades territoriales.
en varias regiones del país investigando brotes. Esa diná- Hay un elemento humano que destaco de la crisis que
mica no contribuía a que las entidades territoriales desa- tuvimos con esta enfermedad. Generalmente, las enfer-
rrollaran sus propias capacidades. medades se convierten en una razón de estigmatización
Después de la creación del COE, el Instituto va a donde contra una población. A los africanos los estigmatizan por
realmente tenga que ejercer su función. Todas las entida- el ébola o el VIH; a los haitianos, por el cólera; a los venezo-
des y todas las emergencias cuentan con nuestro acom- lanos, por el sarampión.
pañamiento, poro solo enviamos epidemiólogos desde Bo- Sin embargo, en Colombia pasó algo distinto: los ser-
gotá a unas sesenta. Creo que esa eficiencia es resultado vicios de salud estuvieron abiertos a recibir población mi-
de la mejora de las capacidades en las distintas regiones grante, y eso se tradujo en una mayor confianza para bus-
del país, pero también de haberles dado formación como car atención. Los pacientes con síntomas no se escondie-
epidemiólogos de campo a decenas de funcionarios de las ron. Eso facilitó la detección rápida y el control. Colombia
entidades territoriales. terminó siendo un tapón que impidió que el sarampión se
El funcionamiento del COE puede compararse con el de propagara a mayor escala en el resto del continente.
las urgencias en un hospital. El sistema de alerta temprana La Comisión Regional de Verificación de la Eliminación
recibe unas cuatro mil alertas al año. En esa fase hacemos del Sarampión y la Rubéola nos visitó varias veces. Esta-
una observación inicial, que podemos comparar con el ba asombrada con nuestros resultados. Un poco incrédula,
triaje. Algunos casos no son una emergencia; otros nece- nos pedía y nos pedía más y más información para verifi-
sitan un diagnóstico y pasan a observación, que en nues- car lo que habíamos hecho.
tro caso llamamos sala de análisis de riesgo. Si el riesgo Recuerdo que mi jefa, Martha Lucía Ospina, directora
es bajo, lo maneja la entidad territorial. A medida que ese del Instituto, les decía: “Ustedes pidan saber todo lo que
riesgo aumenta, hay distintos manejos: acompañamiento se hizo, porque todo se hizo”. La comisión, al final, reiteró
desde Bogotá pero sin desplazamiento del personal del que Colombia no había tenido una epidemia de sarampión.
Todas las formas de lucha 269

Colombia mantuvo su estatus de eliminación, a diferencia dial de la Salud (OMS).


de Brasil y Venezuela. La M&RI señaló que el premio es un reconocimiento al
compromiso de Colombia con la misión de la iniciativa, “al
Franklyn Edwin Prieto Alvarado impacto de sus esfuerzos contra el sarampión y la rubeola,
Epidemiólogo de campo y al ejemplo positivo que inspira para alcanzar los objeti-
(FETP Colombia, cohorte de 2003) vos de eliminación de esas enfermedades”.
Entre las características que destacó la M&RI están
la generosidad y solidaridad —inspiradoras a nivel mun-
dial— de ese esfuerzo adicional que Colombia y su sector
Colombia recibió premio salud han hecho por todo el territorio para proteger a los
migrantes venezolanos y a la salud pública nacional y de
internacional por acciones para la región…
enfrentar el sarampión Ministerio de Salud y Protección Social
y la rubeola (11 de septiembre de 2019) 60

Un importante reconocimiento recibió este miércoles el Fue muy elogioso para nosotros. Pero particularmente
Ministerio de Salud y Protección Social por los esfuerzos no olvido otras palabras que nos enorgullecieron muchísi-
que, junto al Gobierno nacional, ha hecho para combatir el mo. Cuando le informaron a Alejandro Gaviria —el ante-
sarampión y la rubeola, especialmente con la atención a los rior ministro de Salud— los resultados de la investigación
migrantes venezolanos y evitar que se presenten epide- de campo de la llegada del primer caso, él quedó admirado
mias en el país y en la región. con la tarea detectivesca que había hecho el equipo de res-
En Washington, el ministro Juan Pablo Uribe Restrepo puesta inmediata. Recuerdo que un funcionario del Minis-
recibió el galardón de parte de la Iniciativa contra el Sa- terio escribió un mensaje en el grupo de WhatsApp que
rampión y la Rubeola (M&RI, por sus iniciales en inglés), habíamos creado: “El ministro manda a decirles que John
conformada por la Cruz Roja de Estados Unidos, los Cen- Snow se les quedó en pañales”.
tros para el Control y la Prevención de Enfermedades de
ese país (CDC, por sus iniciales en inglés), la Unicef, la Franklyn Edwin Prieto Alvarado
Fundación de las Naciones Unidas y la Organización Mun-
Vista de Capurganá (Acandí, Chocó). El corregimiento
de la región del Urabá forma parte de la ruta usada
por migrantes cubanos y africanos que se desplazan
hacia Centro y Norteamérica (Ana Victoria Padilla).
16
Epidemiólogos
sin fronteras
La conmovedora historia
humana de la atención
a un grupo de migrantes
varados en la frontera con
Panamá (2019).
272 Héroes de a pie

… El 10 de febrero de 2019 es captado por monitoreo de


Por llegada de la malaria medios una noticia sobre la notificación de seis casos de
malaria “africana” en Panamá en población migrante pro-
africana, Panamá cierra su cedente de Colombia. Se realizó comunicación con la enti-
frontera, dejando a 750 dad territorial y el municipio, quienes indicaron, de mane-
ra preliminar, que en la última semana no se presentaron
personas varadas consultas de pacientes extranjeros […]. Después de realizar
el análisis, y por tratarse de una situación en la frontera
Por lo menos 600 migrantes cubanos y africanos están colombo-panameña, se decide conformar un equipo de
represados hace dos días en Sapzurro, frontera con Pana- respuesta inmediata y trasladarse al municipio de Acandí…
má, tras la decisión de las autoridades del vecino país
de cerrar el paso a Puerto Obaldía, por razones sanitarias. Instituto Nacional de Salud
“Se han detectado seis casos de malaria africana, de Informe de reporte de situación, Sitrep.
extrema precaución (15 de febrero de 2019)
respecto al contagio. Ya el Ministerio de Salud de Pa-
namá está haciendo las alertas”, aseguró un funcionario
de Senafront [Servicio Nacional de Fronteras de Panamá]. Dijeron que había personas con malaria africana. Le ha-
La decisión de las autoridades fronterizas panameñas bían puesto ese nombre, aunque realmente eso no existe.
ha generado el inconformismo de los migrantes, quienes De cualquier manera, debíamos mirar qué estaba pasando,
aseguran desconocer los casos de enfermedad denuncia- porque nos estaban mandando una alerta de otro país. Ha-
dos y ser ajenos a los posibles portadores. bía que revisar cómo era la situación.
El represamiento de migrantes ha obligado a las autori- Desde hace mucho tiempo tenemos conocimiento de
dades de Acandí a lanzar un llamado de auxilio al Gobierno que por el sur del Colombia ingresan migrantes que atra-
nacional, porque según su alcaldesa, Lilia Isabel Córdoba, viesan el territorio con el fin de llegar a Estados Unidos.
en dos días la población del corregimiento de Sapzurro se Normalmente entran a través de la frontera con el Ecua-
ha triplicado... dor. Cruzan el puente de Rumichaca, siguen a Ipiales, su-
ben a Pasto, luego van a Popayán, Cali, Medellín y Turbo
Noticias Uno (10 de febrero de 2019) 61 (Antioquia). Desde ahí atraviesan en lancha el golfo de
Urabá hasta Capurganá y Sapzurro, que son corregimien-
tos de Acandí (Chocó), cerca de la frontera con Panamá.
Epidemiólogos sin fronteras 273

Nuestra ruta para llegar desde Bogotá no fue la más


directa, que es volando a Medellín, y desde ahí a Acan-
dí. Como no había cupos sino hasta la siguiente semana,
decidimos volar a Montería; luego, viajar en bus durante
unas tres horas hasta Necoclí, y a la mañana siguiente, en
una lancha grande de pasajeros, atravesar el golfo y llegar
a Acandí, a la izquierda en el mapa del golfo de Urabá.
El miércoles 13 de febrero tuvimos una primera reunión
en Acandí con funcionarios de Migración Colombia, Na-
ciones Unidadas, alcaldesa, concejales, secretaria de salud
y otras autoridades del municipio y el departamento, que
se habían desplazado previamente debido a un naufragio
ocurrido el 28 de enero, y que ha sido, hasta la fecha, el
más grande con migrantes en esa región del país.
En esa reunión escuchamos el testimonio de una so- Reunión de trabajo con las autoridades de salud chocoa-
breviviente, una mujer angoleña. La lancha tenía capaci- nas para trazar un plan de acción ante la problemática de
dad para veinte personas, pero subieron a unas treinta. los migrantes varados en la frontera colombo-panameña
(Archivo particular de Ana Victoria Padilla).
Como a la una de la madrugada, unos diez o quince mi-
nutos después de haber salido de Capurganá, la lancha se
partió en dos. Se salvaron ocho personas. Ella tenía cuatro
hijos. Solo uno sobrevivió. Yo no pude seguir escuchando.
Era muy fuerte.
Nos interesaba entrar a la reunión para conocer la si-
tuación. Ahí supimos que esos migrantes vienen de Cuba,
de Haití, de países africanos y de países asiáticos. Pero la
prioridad era averiguar y verificar si había alguna pobla-
ción con una malaria diferente a la que siempre hay en el
Chocó. En el hospital no encontramos ninguna consulta de
migrantes por ese motivo.
Programamos entonces una salida, para el día siguien-
Funcionarios del Instituto Nacional de Salud evalúan
las condiciones de los migrantes en el corregimiento
de Sapzurro, en Acandí, Chocó (Archivo particular de
Ana Victoria Padilla).
Epidemiólogos sin fronteras 275

te, a Capurganá y Sapzurro. Al llegar a Capurganá, em-


pezamos a hacer las entrevistas en el puesto de salud. La
gente del corregimiento se preguntaba qué estábamos ha-
ciendo nosotros ahí, y les explicamos. Pero hubo un mal-
entendido, porque creían que nosotros íbamos a atender
a los migrantes, o sea, a prestarles un servicio de salud, y
esa no era la intención.
Estando en el puesto de salud, yo me encuentro con una
cubana. Ella es una médica y ginecóloga que llegó a Brasil
por un convenio entre países. Iba a hacer un trabajo con
población brasilera, por el cual le pagaban un sueldo como
tal, pero como Brasil cambió de presidente, les tocó salir.
—¡Por nada del mundo vuelvo a Cuba! —me decía.
Me contó que iba a subir a Estados Unidos porque allá
tiene una tía que es dueña de una clínica, y ella la iba a
manejar. Entonces salieron de Brasil y atravesaron Perú,
Ecuador y Colombia. Ya habían intentado pasar a Panamá.
Iban por el caminito turístico que lleva al puesto fronterizo,
cuando los robaron.
—Menos mal a nosotros nos robaron —decía—, porque
a las personas de otro grupo las violaron.
Entonces regresaron para trabajar un poquito. Estaba
con su esposo, que también es un profesional. Llevaban
como tres meses ahí. Ella trabaja de mesera y él, en cons-
trucción. Entre sus cosas, ella traía medicamentos, guan-
tes y pinzas, por si había alguna situación en el camino.
Caminamos por todo Capurganá buscando a más po-
blación migrante. Encontramos, sobre todo, cubanos y
haitianos. Esos dos grupos, en general, siguen las mismas
rutas migratorias: viajan hasta Guyana, y de Guyana a
276 Héroes de a pie

Brasil. A los haitianos, Brasil les había abierto las puertas Otras actividades
después del terremoto de 2010.
Les preguntamos por qué no acudían a los puestos de En compañía de la Secretaría Departamental de Salud del
salud, y nos contestaron que no podían. Los llamados co- Chocó y de la Secretaría Municipal de Salud de Acandí se
yotes, los que viven de traficar con personas, les dicen que realizó visita al centro de salud de Capurganá. En el mo-
el salvoconducto no les sirve, y que si consultan al médico mento no cuentan con un sistema para diligenciamiento
los pueden deportar. Nada de eso es cierto. Por eso uno de historias clínicas, ni formatos estructurados para la
ve que los migrantes llevan sus medicamentos. Cualquier atención clínica. Se encontró un cuaderno con datos mí-
medicamento. Se automedican. nimos, sin encontrar consultas de población migrante. Se
La mayor parte de las personas que vimos en Capur- visitó la oficina de Migración y se indagó por el censo de
ganá estaban trabajando para recoger dinero y seguir su los migrantes. Refirieron que el 14 de febrero ingresaron
camino. Encontramos una familia cubana que estaba en 130 personas (57 cubanos, 48 haitianos, 1 de República del
un lote que era propiedad privada. Llegaron, armaron sus Congo, 1 de Somalia, 4 de Angola, 4 de Ghana y 13 de Ca-
carpitas e instalaron sus calderitos. Ahí hacían su comi- merún). Según información del funcionario de la oficina
da, y las excretas, donde pudieran. Nos dijeron que irían a de Migración Colombia, en 2019 no se han declarado per-
Chile, porque estaba muy duro subir. Indagamos cómo es- sonas enfermas.
taban de salud, miramos si alguno tenía fiebre y buscamos Se realizó un recorrido por el corregimiento y se entre-
personas que pudiesen encasillarse dentro del diagnós- vistaron personas de nacionalidad cubana, venezolana y
tico de malaria. Pero hasta ese punto de nuestro trabajo de Bangladés, y se indagó por las rutas de llegada hasta
de campo, nadie presentaba síntomas que nos causaran y dentro de Colombia. Los cubanos refieren entrar al con-
preocupación. tinente por Guyana, posteriormente pasan a Brasil, Perú,
Ecuador y al entrar a Colombia su recorrido es Pasto-
Ana Victoria Padilla López Cali-Medellín-Turbo-Capurganá hasta pasar a Panamá.
Equipo de respuesta inmediata Refieren que su destino final es Estados Unidos.
Instituto Nacional de Salud Ninguna de las personas entrevistadas se encuentra
con algún síntoma. Dentro de la población migrante cu-
bana, se encontraba una médica ginecóloga que refiere
presta atención en salud a las personas que van en el re-
corrido. Los diagnósticos más frecuentes son deshidrata-
ción, infecciones respiratorias de origen viral, enfermedad
Epidemiólogos sin fronteras 277

diarreica aguda, traumas y fiebre, normalmente a causa


de virus. Las personas procedentes de Cuba que se entre-
vistaron presentaron carné de vacunación con esquemas
completos de vacunación. Algunos se han quedado tem-
poralmente en Colombia.
Se entrevistaron siete hombres jóvenes de procedentes
de Bangladés. Refirieron llegar en barco hasta Brasil, en un
recorrido que duró cerca de tres meses. El recorrido de Bra-
sil hasta Colombia es el mismo referido por los cubanos…

Sitrep
(15 de febrero de 2019)

Certificado de vacunación de un migrante


En el trayecto de Capurganá a Sapzurro, la lancha dio la
africano.
vuelta por Cabo Tiburón —que es donde acaba Colombia
y empieza Panamá— y nos dejó en La Miel, la primera po-
blación de Panamá después de la frontera. La delegación
era de unas seis personas: Ana Victoria Padilla, del Insti-
tuto Nacional de Salud, y funcionarios de salud de Acandí
y el Chocó.Uno de ellos era el responsable del programa de
malaria en el departamento.
En La Miel hicimos contacto con el ejército panameño,
que fue supremamente amable. Nos tomaron los datos, y
el comandante, un coronel, nos llevó hasta el punto fronte-
rizo. Allá nos encontramos con un colombiano del Instituto
Agustín Codazzi. Estaba verificando, con un funcionario
del instituto equivalente de Panamá, la correcta ubicación
de los mojones de la línea limítrofe.
Después de que alertaron sobre los supuestos casos de
278 Héroes de a pie


Aunque era poco probable
que hubiera malaria africana,
teníamos que desplazarnos para
valorar el riesgo. Un caso de
malaria proveniente de África
genera preocupa­ción.

Christian Llano Villegas
Epidemiólogos sin fronteras 279

malaria africana, el ejército panameño atravesó unos es-


pirales de púas en la frontera. Concertina: así es como se
llama ese alambre, que más que un alambre de púas, es un
alambre de cuchillas que causan mucho daño.
El departamento del Chocó tiene experiencia y capaci-
dad para tratar casos de malaria, porque allá la enferme-
dad es endémica. Pero en esta oportunidad, además, había
un tema político. El cierre de ese paso fronterizo necesi-
taba una respuesta de parte del Gobierno colombiano. Por
eso varias entidades estuvimos allá presentes.
Aunque era poco probable que hubiera malaria africa-
na, teníamos que desplazarnos para valorar el riesgo. Un
caso de malaria proveniente de África genera preocupa-
ción. En muchas regiones de África no se les da un ma-
nejo adecuado a los pacientes. Las personas comienzan a
tomar el medicamento, y cuando mejora la sintomatología,
lo abandonan sin haberlo terminado. Luego vuelven y em-
piezan, y así la enfermedad se va volviendo resistente a
los fármacos. Una malaria que no pueda ser tratada con
los medicamentos disponibles sería un problema supre- Funcionarios del Instituto Nacional de Salud conversan con un
mamente grande de salud pública. militar en el puesto fronterizo de La Miel (Panamá).

Por otra parte, la migración hoy tiene la particularidad


de que es muy rápida. En el pasado creíamos que era muy
difícil que una persona trajera una enfermedad desde
África hasta acá. Pensemos en una cosa que estuvo muy
de moda hace algún tiempo: el ébola. Los migrantes afri-
canos indocumentados por lo general venían en barco. Ese
viaje les podía tomar tres meses, y si estaban enfermos,
era casi inevitable que murieran en el camino.
Pero, ¡sorpresa! Nosotros haciendo la investigación de
280 Héroes de a pie

campo, y nos encontramos con tres ciudadanos cameru- Las autoridades del país son muy comprensivas con las
neses que habían llegado dos días antes a Suramérica des- dificultades que viven los migrantes, y les colaboran. Nos
de su país. Ellos no venían por barco; ellos compraron sus contó que vivía en Chile. Iba para Estados Unidos porque
billetes de avión hasta Quito —¡en avión, que es un vector allá estaba su pareja. Era contador. No le alcanzaban los
grande, de lata presurizada!—, atravesaron la frontera en recursos. Decía que la situación era terrible, y nos habló de
Rumichaca, subieron a Medellín, pasaron a Turbo, y ahí los otros migrantes que estaban en Sapzurro:
estaban, frente a nosotros, parados en la frontera colom- —Allá somos un montón —nos dijo.
bo-panameña. Cuando fuimos a mirar, había más de quinientas per-
sonas, entre cubanas y haitianas, reunidas en un sitio, pla-
Christian Llano Villegas neando cómo iban a hacer para pasar la frontera. Esta-
Epidemiólogo de campo, nivel intermedio (2018) ban en un campo abierto al lado de unas cabañas. Tenían
ahí sus carpas y un caldero muy grande donde estaban
haciendo arroz. Otros se estaban bañando en el mar. Más
Hablaban inglés y francés. Me comuniqué con ellos en in- allá, había un sitio turístico con baños. En ese sitio hacían
glés. Dijeron que estaban bien de salud. Tenían todas sus sus necesidades, pero eran solo dos baños para todo ese
vacunas. Estaban ahí esperando a que los dejara pasar la montón de gente.
guardia panameña. Su objetivo era llegar a Estados Uni- Como epidemióloga, lo primero que debo hacer en es-
dos. Por sus ropas, sus morrales y sus zapatos, se veía que tas situaciones es el reconocimiento de personas sintomá-
tenían recursos. Pero no tenían visa. ticas.
Para ir a Sapzurro desde La Miel, hay que bajar por —¿Alguien con fiebre? —pregunté.
un sendero turístico muy empinado. Los cameruneses se Unos niños tenían fiebre. Los revisamos, pero era una
vinieron detrás. Los guardias de Panamá les dijeron que gripita. Estábamos buscando específicamente personas
nosotros les íbamos a dar un certificado de que estaban que pudieran presentar síntomas de malaria.
bien de salud. ¡Mentiras! ¡Nosotros no podemos hacer eso! También reconocemos factores de riesgo. Cómo duer-
Lo que sí les hicimos fueron pruebas de malaria. Salieron men, qué comen, cómo preparan los alimentos, dónde ha-
negativas. Los mandamos con eso, y lograron pasar. cen sus necesidades fisiológicas, cómo disponen las basu-
Después nos encontramos a un haitiano que le estaba ras... Si cocinan en un caldero, por ejemplo, puede haber
pidiendo a un policía de Colombia que, por favor, le rega- posibilidad de una enfermedad transmitida por alimentos
lara una llamada por WhatsApp para comunicarse con porque la manipulación no es adecuada.
su familia porque su teléfono no tenía señal en Colombia. Ahí tampoco había nadie con síntomas de qué preocu-
Epidemiólogos sin fronteras 281

parse. Solamente un señor que, en un intento de pasar la


frontera, sufrió una caída; un señor cubano, de unos cin-
cuenta años.
—Tengo que aliviarme porque en dos horas vamos a
empezar —nos dijo—. Por las buenas o por las malas, va-
mos a pasar a Panamá.
—Yo no vengo a prestar salud, pero lo puedo mirar —le
dije.
Lo revisé. Afortunadamente, estaba bien. Entonces ahí
le compramos medicamentos para poderlo inyectar en el
centro de salud, y para que reposara antes de que comen-
zara nuevamente a transitar.

Ana Victoria Padilla López

Al llegar al campamento fue necesario explicar que no-


sotros no íbamos a ofrecer atención clínica. Eso es lo que
ellos esperaban: que lleváramos medicamentos, vacunas,
atención médica. Pero el epidemiólogo de campo no hace Una escalera empinada es el último trayecto que
eso. Y no es que no pueda hacerlo, ni que se niegue a ha- deben sortear los migrantes entre Colombia y
Panamá.
cerlo, pero su objetivo no es hacer atenciones clínicas. Para
eso hay otros grupos, como la Cruz Roja o las brigadas que
organizan los mismos hospitales de los municipios.
Nosotros somos cazadores de información, y eso era lo
que necesitábamos dejarles muy en claro, sin generar una
percepción de apatía o rechazo. Sin embargo, atender al
señor cubano que había caído en el camino que lleva a la
frontera era un acto elemental de humanidad.
Los migrantes tienen afán. Esa es una causa de lesio-
282 Héroes de a pie

nes. No les gusta pararse mucho tiempo, y en estos grupos población y haciendo vigilancia en salud pública. Es im-
de ciento cincuenta personas, el que se queda, se queda, y portante hacer un monitoreo constante de los factores de
tiene luego que ver cómo alcanza al resto. riesgo para ver si en algún momento hay aumento de ma-
Cada grupo tiene sus propias motivaciones para mi- laria o dengue o cualquier otra cosa.
grar. Los haitianos huyen del hambre. Vimos muchachas
en embarazo, y a otra que había tenido a su niño en el ca- Ana Victoria Padilla López
mino. Los cubanos se veían más alegres. Huyen de un ré-
gimen que no les gusta. Los bangladesíes van buscando
oportunidades. Huyen de la sobrepoblación y la falta de Es muy difícil no priorizar lo humano frente a lo técnico.
oportunidades. Van tras el sueño americano. Los de Ca- Uno desarrolla un protocolo, unas preguntas, un plan de
merún huyen de la pobreza. Los del Congo, de la guerra… trabajo riguroso, pero es casi imposible separar los sen-
Los cubanos tienen la particularidad de ser, en gene- timientos. Este trabajo tuvo para nosotros esa dimensión,
ral, personas muy educadas. Cuando dijimos que íbamos tanto para los que estábamos allá como para los que leían,
a hacer investigación de campo, lo tomaron muy bien. revisaban y ajustaban nuestros informes acá en Bogotá.
Entendieron que nuestro trabajo buscaba establecer cuál Ni ellos fueron inmunes al drama que les contábamos.
es el riesgo de que fueran portadores de enfermedades
de interés en salud pública, conocer cuáles son las rutas, Christian Llano Villegas
tiempos de viaje… Uno va tomando apuntes y pensando
automáticamente que, si llevan tres, cuatro, cinco, nueve,
doce meses desde que llegaron a Brasil, es muy difícil que En lo personal… ¡Uy, Dios mío…! ¡Durísimo! El sábado en
traigan alguna enfermedad desde sus países de origen. la noche, al regresar, comencé a llorar, y pasé el domingo
Entonces uno concluye que las enfermedades que podrían llorando. Ver la situación de esa gente es muy duro. El co-
tener serían las adquiridas en Suramérica. raje y la valentía que tienen para coger a sus niños y a sus
ancianos y empezar a transitar por todo ese territorio...
Christian Llano Villegas El problema en esta zona es que cada día pasa un grupo
distinto, de cien, doscientas, trescientas personas. Enton-
ces el riesgo de hoy será otro mañana. No se acaba. Pero si
Una de las tareas que se recomendaron en el informe de se prenden las alarmas, iremos otra vez.
reporte de situación era que se contratara personal para
que estuviera de manera permanente visitando a esta Ana Victoria Padilla López
Parte II
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Epidemiólogos sin fronteras 287

Sobre los autores


288 Héroes de a pie

Carlos Fernando Dáguer


Comunicador social y periodista, egresado de la Pontificia
Universidad Javeriana de Bogotá, donde también cursó es-
tudios de Literatura.
Ha participado como autor, coautor o director editorial
de libros, artículos y ensayos relacionadas con el periodis-
mo de ciencia y salud, entre los que destacan Vigilantes de
la salud: cien años de historia del Instituto Nacional de Salud (ed.
Carlos A. Hernández, INS, 2018), Al derecho y al revés: la re-
volución de los derechos sexuales y reproductivos en Colombia
(con la coautoría de Marcelo Riccardi, Profamilia, 2005),
La salud y la comunicación (varios autores, Universidad Na-
cional, Organización Panamericana de la Salud, 2007),
Manual de ateología (varios autores, Tierra Firme, 2008) y
Doce personajes en busca de psiquiatra (varios autores, Pfizer,
2012).
Ejerció el periodismo durante quince años en diversos
medios de comunicación, como los diarios El Tiempo y El
País (España) y en las revistas Alternativa, Cambio y Cambio
de Vida. En 2005 fue galardonado con el Premio Latinoa-
mericano de Periodismo en Salud.
Desde 2010 trabaja en el ámbito de las comunicaciones
estratégicas en los sectores público y privado. Ha sido ge-
rente de comunicaciones de Pfizer, director para la Estra-
tegia de Comunicaciones de la Presidencia de la República
y asesor del despacho del ministro en el Ministerio de Sa-
lud. Actualmente asesora a diversas empresas del ámbito
de la investigación y la salud. ▌
Sobre los autores 289

Aleidys Hernández-Tasco
Doctora y magíster en Políticas de Ciencia y Tecnología de
la Universidad Estatal de Campinas (Brasil) e historiadora
de la Universidad Industrial de Santander. Actualmente,
se desempeña como consultora en Salud Global en Policy
Wisdom.
Ha participado como autora de capítulos de libros y ar-
tículos relacionados con la salud pública y en la formula-
ción de políticas de ciencias y tecnología, entre los que se
destacan La ciencia en la política: políticas liberales en Colombia
contra la fiebre amarilla (1930-1940) (Editora da Universidade
Federal do ABC, 2014), Límites de las convicciones científicas:
las epidemias en Río de Janeiro y en Socorro y el desencadena-
miento de la crisis en los estudios de la fiebre amarilla (1927-1948)
(Casa de Soluções e Editora, 2015), Percepciones sobre la
Agenda 2030 y su relación con la Política Pública de CTeI
en Colombia (Colciencias, 2018) y Libro Verde 2030: política
de ciencia e innovación para el Desarrollo Sostenible en Colombia
(varios autores, Colciencias, 2018).
Ejerció como asesora de la Unidad de Diseño de Evalua-
ción de Colciencias y tiene experiencia en la articulación
de actores gubernamentales, académicos y empresariales
para el fortalecimiento del sector de ciencia, tecnología e
innovación de Colombia. ▌
290 Héroes de a pie

Agradecimientos
Agradecimientos 291

Gracias...
A Franklyn Edwin Prieto Alvarado. Más que el ADN de infinitos nos han ahorrado gracias a su memoria infalible
los autores, este libro tiene el suyo. Lo soñó, lo gestionó, y sus escáneres providenciales.
nos buscó y sugirió cambios siempre pertinentes. Incluso A nuestros familiares —Andrea Torres, Juan Antonio
reporteó para enriquecer historias. Dáguer, Martina Dáguer, Gloria Guarín, Alejandro Dáguer,
A May Bibiana Osorio Merchán. Primera lectora de casi Álvaro Hernández, Marilse Tasco, Álvaro José Hernández,
todos los capítulos, siempre atenta a corregir y recomen- Lizeth Hernández y María José Hernández—, por tolerar
dar, pero, especialmente, siempre paciente cuando el tiem- nuestra ausencia durante los fines de semana en los que
po apremiaba. se escribieron estas páginas y amarnos sin ninguna con-
A Carlos Arturo Hernández. Su rigurosidad como co- dición.
rrector de estilo y editor solo es comparable con su gene- A todos los entrevistados —Alfonso Campo, Ana Vic-
rosidad como amigo. Una vez más, la agudeza de sus ojos toria Padilla, Antonio Iglesias, Camilo Montaño, Carmen
nos rescató cuando los nuestros se cansaban. Sánchez, Cecilia Saad, Christian Llano, Claudia Marcela
Andrés M. Quiñones C. Nadie como él conoce las cos- Muñoz, Claudimar González, Diana Polanco, Diana Walte-
turas de este libro: transcribió todas las entrevistas, hasta ros, Fabio Rivas, Fernando de la Hoz, Fernando Ruiz, Flor
con risas, interrupciones y chismes off the record. de María Cáceres, Franklyn Prieto, Germán González, Glo-
A Alexander Casas. Siempre con una sonrisa sacándo- ria Inés Suárez, Gloria Rey, Greace Ávila, Íngrid García,
nos de apuros cuando escaseaban las fotografías. Javier Madero, Jonas Brant, Jorge Boshell, Jorge González,
Al incansable dúo de diseño y diagramación, Verónica Juan Carlos Vela, Luis Alfonso Díaz, Luis Fernando Correa,
Haglund y Andrea Torres Vega. Nada más visible que su Luz Karime Osorio, Máncel Martínez Durán, Máncel Mar-
esfuerzo y su talento. tínez Ramos, Manuel González, Marcela Mercado, María
A Martha Lucía Ospina, que nos enseña a ver la epide- Isabel Gutiérrez, Nathalia Muñoz, Nathaly Rozo, Maritza
miología como si fuera la octava de las artes. González, Martha Santos, Martha Ospina, Martha Velan-
A las bibliotecólogas Jenny Milena Machetá Rico e dia, Mauricio Vera, Nadia Vinasco, Orlando Castillo, Óscar
Imelda Flórez, de las bibliotecas de la Academia Nacional Lozano, Patricia Arce, Rita Almanza, Víctor Cárdenas y
de Medicina y del Instituto Nacional de Salud, y a María Victoria Espitia— y demás epidemiólogos de campo que
Alejandrina Hernández, del archivo del Instituto Nacional protagonizan estas historias. Sencillamente, ustedes son
de Salud. Cuántos trancones y pérdidas en los catálogos la esencia y la razón de ser de este libro. ▌
Héroes de a pie Carlos Fernando Dáguer
Aleidys Hernández-Tasco

“ Este libro narra la historia íntima de diversas epidemias


y de situaciones de alerta en salud pública ocurridas
en el último cuarto de siglo en Colombia. Es la historia
Pero este libro también cuenta cómo fue el desarrollo
del programa que entrenó a esos epidemiólogos, de
esas mujeres y esos hombres que han logrado mitigar
de los epidemiólogos que fueron al terreno con el el impacto de aquellas amenazas para la salud


propósito de controlarlas, de las personas que las colectiva, o incluso evitar que hubieran ocurrido.
padecieron y de los profesionales de la salud que
atendieron a la población. Martha Lucía Ospina Martínez

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