Pedagogia. Utopias PDF
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ISSN: 0188-168X
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Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco
México
Octavio Paz
Resumen
Ante las múltiples decepciones producidas por los acelerados cambios de la
modernidad tardía, se contrapone en este texto, la idea del papel constructivo que
juegan las utopías en el desarrollo de la humanidad y específicamente en la
educación. Se parte de una revisión de las denotaciones y connotaciones, no siempre
favorables, del término de la utopía y de la reflexión sobre la presencia de las diversas
utopías en los movimientos de transformación social, para introducir y sostener la
idea de su relación inseparable con la educación. El discurso de la búsqueda
permanente de excelencia y calidad en la educación, así como el énfasis en las
reformas e innovaciones educativas, presupone un compromiso con lo colectivamente
construido como deseable, en su carácter multireferencial y multidimensional, propio
de los diversos contextos socioculturales y económicos. Sin la pretensión de
determinar cuál es la utopía educativa más apropiada para el siglo XXI, se recuperan
las ideas claves y las aportaciones de los distintos pensadores sobre la educación
para el futuro. Finalmente, se enfatiza el rol de los investigadores y de la Universidad,
para potenciar el pensamiento utópico y se analizan los posibles elementos para la
elaboración de utopías educativas propias para el contexto mexicano.
Palabras clave:
Educación
Futuro
Utopía
Universidad
Investigación
Abstract
This article is intended as a counterpoint to the many disappointing delays in mod-
ernization experienced in recent times. It focuses on the valuable role of utopias in
the progress of humanity, in particular in education. We begin with a review of the
denotations and connotations-not always positive-of the term “utopia”, and of the
variety of utopias in social change movements. With this, we hope to introduce and
develop a concept of the inseparable relationship between utopia and education.
Both discourse on the perennial search for educational excellence and an emphasis
on educational reform and innovation presuppose an assumption of what is collec-
tively deemed as multireferentially and multidimensionally desirable, inherent in a
variety of sociocultural and economic contexts. Although we do not attempt to iden-
tify the most appropriate educational utopia for the twenty-first century, we bring
together the key ideas and contributions of various theorists on education for the
future. We emphasize the role of researchers and of the University in enabling uto-
pian thought, and we analyze the potential elements required to construct educa-
tional utopias for the Mexican context.
Key words:
Education
Future
Utopia
University
Research
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L
os principales cuestionamientos que se sin los cuales ésta parece perder el rumbo, la
entretejen en este texto son diversos y tienen calidad y el sentido. Además, la educación se jus-
que ver con los cambios que ha tenido el tifica en términos de futuro, es decir, la educación
concepto de utopía y su presencia en el desarrollo es: para un mundo mejor, para ser alguien, para
de la humanidad y el papel (posibilidad, necesidad superarse, para progresar y esta intencionalidad im-
e importancia) del pensamiento utópico en la edu- plica la actividad de anticipación. Ahora más que
cación y las consecuencias de su presencia o nunca la aceleración de los cambios, obliga a una
ausencia, específicamente en la Universidad.1 mayor previsión e imaginación de las futuras condi-
ciones de vida y de la sociedad del futuro.
En nuestro acelerado mundo, intentar construir
utopías parecería: anacronismo, locura, falta de Por otro lado, los argumentos en contra, tienen
ubicación en la realidad o pérdida de tiempo; todo sus raíces en las connotaciones del término como
menos algo valioso. Muchas veces, se califica como un sueño imposible y en las complicaciones que
utópico aquello que es quimérico, irrealizable, im- producen las distintas versiones de dicho sueño.
posible y que en verdad se pretende descalificar. La modernidad resultó ser un proyecto inacabado2
Sin embargo, la realidad en que vivimos demanda y la posmodernidad con sus críticas a las tendencias
cada vez más un pensamiento utópico y especial- tecnicistas, apenas empieza a ofrecer alternativas
mente lo requiere el campo educativo. viables; quedándose —las más de las veces— en
el nivel de la esperanza de transformar el mundo a
Entre estas posturas puede mencionarse a través del diálogo y el consenso que pudiera cons-
Jacques Delors (1996) que titula uno de los apar- truirse entre todas las personas.
tados de su informe La educación o la utopía nece-
saria y en el ámbito mexicano, Alicia de Alba (1993) En el contexto de estos planteamientos inicia-
que señala la paradoja entre posmodernismo, les: ¿cómo surgió y qué transformaciones sufrió el
ausencia de utopía y determinación curricular. En concepto de utopía?, ¿qué utopías se cultivaban?,
su opinión, el problema de la educación para el siglo ¿qué se entendía por utopía y cómo se puede
XXI no es su carácter utópico, sino precisamente resignificar este concepto para integrarlo a la pra-
su ausencia, como base de los proyectos edu- xis?, ¿cuál sería el concepto de utopía necesaria?
cativos. En el nivel discursivo, lo utópico se entiende
como lo deseable, que a partir de una crítica sus- En el campo educativo: ¿es más propio hablar
tentada acerca de la situación, denuncia lo que no de creación de las utopías o de rescate de las ideas
es y anuncia lo que es valioso. Se caracteriza, pues, de valor perdidas?, ¿cuál es el papel de las univer-
por el pesimismo de la realidad y el optimismo sidades en el desarrollo del pensamiento utópico
del ideal. para la educación del futuro?
mundial. Según este autor es imprescindible la cate- Barraza y Escobar Guerrero (1996:75) a un concep-
goría de utopía como categoría explicativa de la to de utopía que comprende: “...1. El análisis crítico
mayoría de los movimientos liberadores. y riguroso de las relaciones sociales y 2. Alguna
alternativa para esa realidad concreta”.
Las utopías del siglo XX, además de tener mayor
realismo, están mezcladas con el pensamiento Por su parte, Ordiales (1996: 49 y 50), consi-
histórico y aprovechan las conexiones con la cien- dera la utopía como un sueño filosófico político con
cia, la técnica y la planificación, para conducir a un carácter de realizable ya que: “se conforma a partir
dominio más racional de la naturaleza y de la sociedad. de la convicción de su posibilidad de realización”.
Paulo Freire (1990) comprende la utopía como Las utopías apoyan y fundamentan su fantasía
opción del hombre para trascender (sin caer en los de transformación del orden vigente, anticipando
idealismos ingenuos) los procesos de adaptación las resoluciones históricas y organizando el futuro
del mundo y poder transformarlo en la dirección en función de la convocatoria motivante y compro-
deseable. Este cambio surge a partir de la imagi- metedora (García Méndez, 1996). Suelen presen-
nación de las alternativas, de lo inédito viable de tarse positiva y plenamente, como un ideal cuyo
los sueños, que son inseparables de la esperanza. papel es la señalización del rumbo de la superación.
La utopía funge como motor de la historia y del de-
sarrollo. Así, la obra de Paulo Freire está inspirada A lo largo del siglo XX, surgieron varios intentos
por la utopía de la libertad y de la esperanza en el por construir las utopías sociales que lograron
mejoramiento social y la participación comunitaria. impactar en escala macrosocial. Como las comunas
La dimensión social vincula estratégicamente las de trabajo y convivencia en Rusia, las comunidades
utopías con la realidad. Gandhi de la India y otras más, generadas a partir
de la novelística y de la ciencia-ficción.
En la opinión de Jürgen Habermas: “Las uto-
pías sociales, mezcladas con el pensamiento La inteligencia y la sabiduría —conjugadas
histórico, que toman parte de las controversias polí- con los valores espirituales— adquieren cada vez
ticas desde el siglo XIX, despiertan expectativas más mayor importancia en los proyectos de desarrollo
realistas”, que al menos en el plano hipotético posi- humano. El debate entre la modernidad reciente3 o
bilitan la conversión de los sueños en realidades y tardía y posmodernidad es un debate entre dos
sobre todo favorecen la emancipación (Habermas, distintas visiones del desarrollo del hombre: la
1988:116). Hugo Zemelmann(1992: 26), reforzando pragmática y eficientista y la del énfasis en las in-
las ideas de transformación social propone: tersubjetividades en diálogo, por la libertad, sensibi-
lidad, creatividad y arte.
Participamos de la voluntad de transformación de
la sociedad y del hombre mismo, comprometién- Además de ser un sueño, las utopías cumplen
dolo en la decisión de pensar en su futuro, rom- con el papel de ideas-valor y propuestas ideales
piendo los bloqueos históricos y gnoseológicos que para guiar la transformación de la sociedad. Así,
le impiden vislumbrar algo nuevo fuera de lo que consideradas en un principio como sueños imposi-
se define como inexorable. bles, las utopías de expansión del hombre en el
espacio, de creación de las nuevas civilizaciones
Esto requiere poner atención en lo que no se entre otros, se vuelven cada vez más reales.
da en la realidad, enfatizar lo posible y potencial,
pensar no sólo en función de las representaciones No obstante, el desarrollo de la civilización
sino de espacios articuladores y de esta forma enseña que también hay utopías que parecen ser
activar cambios y transformaciones. Más que de muy difíciles de alcanzar y éstas, más que cambiar
verdades debemos hablar de construcciones po- al mundo, se refieren a cambiar la mentalidad del
sibles y viables. hombre. En relación con las utopías del hombre
pleno se tiene la sensación de retroceso y no de
La consideración de que las utopías no sólo progreso. Los problemas de violencia, marginación,
son entidades ficticias y aventuradas, sino también drogadicción, pobreza, ejercicio del poder por
críticas, sociohistóricas y políticas, conduce a Varela encima de los derechos humanos, entre otros, son
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En este relato no se pretende defender alguna La responsabilidad del educador debe fun-
de las utopías en especial, ni el mesianismo de damentarse en la reflexión de que el hombre es el
diversas índoles; se busca rescatar la importancia único ser que debe anteponer la ética y el de-
de las diferentes propuestas para el cambio de la ber ser a su condición de ser. Horacio Cerutti
sociedad, que se encuentra en una permanente (1986) expresa que “... lo posible entendido como
lucha por la libertad, el pluralismo de ideas y opcio- la extrapolación a futuro de lo ya sido nos deja, en
nes para las soluciones propias de cada época. verdad, sin futuro; sin un futuro propio”. Para que
el futuro deje de ser sólo una tentación, es nece-
La célebre frase atribuida a André Malraux: “El sario ponerse en el camino de la construcción de
siglo XXI será espiritual o no será”, abre de nuevo la propia utopía y constituirse en el agente del
el debate, que abarca tanto cuestiones religiosas propio destino.
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J. Delors (1996) en el capítulo “La educación percibir los riesgos de las luchas despiadadas y
o la utopía necesaria”, parte de un marco pros- los beneficios de los acuerdos y de la construcción
pectivo dominado por la globalización, para buscar de sociedades con mayores oportunidades de
las respuestas a los principales cuestionamientos integración y de cohesión.
y trazar algunas orientaciones consensuadas y
válidas a nivel nacional y mundial. Ante un pano- No se niega en esta postura la necesidad de
rama de desilusión y desencanto del progreso en que la educación contribuya al desarrollo econó-
el plano económico y social, se propone aprender mico, político y social pero enfatizando que éstas
a vivir juntos en la aldea global (p. 11). Las princi- siempre serán limitadas y deberán analizarse en
pales tensiones se presentan entre lo universal y términos de compatibilidad con la realización de la
lo singular, tradición y modernidad, largo y corto potencialidad de todas las personas en tanto sujetos
plazo, competencia e igualdad de oportunidades, en permanente proceso de realización.
el extraordinario desarrollo de los conocimientos y
las capacidades de asimilación del ser humano y Al formular las propuestas de los criterios para
finalmente entre lo espiritual y lo material. Todo esto un nuevo paradigma en la acción Braslavsky (1999)
invita a revalorar los aspectos éticos y culturales propone tres grandes líneas:
de la educación y buscar una cierta unidad en la
diversidad (respetando la pluralidad y multiculturali- 1. De la escuela ejecutora de las disposiciones del
dad), lo que requiere de flexibilidad en los nuevos Estado a una escuela inteligente, capaz de for-
planteamientos educativos, que se fundamentan en mularse las preguntas relevantes y de formar
la idea de una educación permanente. Se trata de sujetos competentes con identidades múltiples
promover una sociedad educativa y comunidades y solventes. Se supone aquí, que es más inteli-
de aprendizaje, donde el papel del maestro consista gente una institución educativa donde se refle-
en orientar al alumno sobre lo que la humanidad xionan las alternativas nuevas que aún no se
ha aprendido de ella misma y su naturaleza; sobre comprenden y donde se pone el énfasis en el
todo lo esencial creado e inventado por el hombre. aprendizaje, que otra que asume cualquier pro-
Ante esto, los postulados de aprender a aprender, puesta como procedimiento operativo y lo ejecuta
aprender a hacer y aprender a ser, adquieren un con eficiencia.
nuevo significado en el marco de la convivencia con 2. La participación de los protagonistas profesiona-
y para los demás. Ésta es, dice Delors: les en las instituciones educativas orientada
hacia el protagonismo colectivo de los directores
una utopía... pero una utopía necesaria, una utopía y profesores que, saliéndose de los marcos de
esencial para salir del peligroso ciclo alimentado reproducción y repetición, trascienda en la crea-
por el cinismo o la resignación (p. 16). ción competente y servicio comprometido en las
comunidades educativas.
Otra utopía comprende “la sociedad educativa 3. Del conglomerado al sistema articulado. Esto su-
basada en la adquisición, actualización y uso de pone la reconceptualización de la estructura por
los conocimientos” (p. 17), donde el conocimiento niveles, hacia una estructura ciclada de larga
no sólo es poder o mercancía a la cual no todos duración, a manera de escuelas comprehensivas.
pueden acceder, sino un tesoro de la humanidad
generado, distribuido y accesado con la mayor Tal vez para el siglo XXI, más que sobre una
equidad posible. Eso requiere que se reconsideren utopía determinada, podremos reflexionar acerca
y unan las distintas etapas de la educación por el de una diversidad de utopías que convivirán y se
bien de la formación integral. complementarán entre sí.
utopía construida mediante y en función de la co- cación, la informática, las minorías, las mayorías y
munidad educativa, donde la identidad y autono- la democracia. Ante ellos, los nuevos componentes
mía personales coadyuvan al desarrollo de la de la utopía educativa tienen que ver con las ten-
madurez cívica. dencias en el desarrollo, que comprenden la interde-
pendencia mundial, el desarrollo sustentable y la
El pluri, inter y multiculturalismo a nivel macro sustentabilidad ambiental, los derechos humanos
y micro (Lovelace, 1999 y Jordán, 1996) abren tam- y los avances de la ciencia y la tecnología.
bién una enorme gama de oportunidades para las
nuevas propuestas educativas. Estas utopías acom- En el Congreso Internacional de Educación
pañadas de las políticas de descentralización (Guanajauto, 1999) Pablo Latapí aportó ideas acer-
educativa significan una posibilidad, un permiso ca de cómo educar gente honesta en una sociedad
para fomentar la pluralidad de proyectos y reformas deshonesta. Entre sus sugerencias destaca la de
con las que se intenta llegar a la concretización de fortalecer el criterio propio y la crítica comprometida
las acciones propias para las distintas circunstan- con el bien común. Así mismo, se observa un resur-
cias, que favorecen el logro del bien consensuado. gimiento de los modelos y metodologías para el
desarrollo de la capacidad de pensar y reflexionar,
En México, el pensamiento utópico no cuenta el desarrollo valoral y la construcción de una socie-
con mucha tradición y está vinculado sobre todo dad sensible a los aspectos de la dignidad humana.
con los círculos de investigación y las comunidades
universitarias, donde se desarrolla el debate entre Sintetizando este breve panorama de las uto-
la tendencia modernizadora y la posmoderna o de pías educativas, puede señalarse que aunque
la modernidad tardía. En este debate entre el pesi- cambian los términos el concepto de la utopía en y
mismo y la posibilidad, entre la dispersión y la unidad, para la educación sigue vigente. Sus extensiones
entre la decadencia y la creatividad, se elaboran pueden detectarse tanto en la metodología prospec-
las nuevas formas de pensar el desarrollo social y tiva como en otras conceptualizaciones del cambio
la educación. A partir de los años ochenta del siglo educativo, a través de los conceptos de excelencia
XX, investigadores como Pablo Latapí, Hugo Zemel- o calidad educativa, tan presentes en el discurso
mann, Alicia de Alba y Alfredo Furlán, defendieron educativo de nuestros días.
el espacio de pensar de manera crítica, creativa,
comprometida e inédita y aportaron varias ideas Universidad, generación
para la construcción de la historia posible y el fu- y realización de utopías
turo educativo.
La Universidad como espacio que promueve la
La reflexión sobre la utopía resurgió después reflexión crítica, la generación y la renovación de co-
de las crisis sociopolíticas que pusieron en tela de nocimiento, tiene un papel fundamental en la cons-
juicio la educación. En función de esto, se acrecentó trucción de utopías; principalmente en las ciencias
la preocupación de los pensadores educativos para sociales y humanidades.
tratar de responder el cómo acercarse desde la
educación a las utopías anheladas de una sociedad El primer paso en la construcción de las utopías
más justa. sociales, que es el análisis de la realidad, no
siempre ha estado acompañado del segundo, que
Alicia de Alba (1993) advierte que la utopía consiste en la búsqueda de las propuestas y
—como una tarea social y educativa— no sólo es estrategias de solución. Las concepciones de la
posible sino necesaria y deseable para enfrentar Universidad como máxima casa de estudios, templo
la problemática de la indiferencia, con la esperanza del saber y de las ciencias puras alejadas de lo
de un futuro mejor, recuperando el carácter pluriéti- político, lo ideológico y de algunos sectores de la
co y multicultural de México. Utopía y posmoderni- sociedad, no favoreció el pensamiento utópico.
dad se perfilan para la autora como una síntesis de
múltiples retos que enfrenta actualmente la edu- Es reciente la tendencia de tomar como prio-
cación. Entre los que están la miseria, la crisis am- ritaria la tarea de vincular la investigación social con
biental, el empobrecimiento cultural, los avances los grandes retos del mundo moderno, como la vio-
de la ciencia y la tecnología, los medios de comuni- lencia, la pobreza, los desastres ecológicos, la far-
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clases y los sectores sociales, los géneros, las ge- y derechos humanos y la constitución de las
neraciones, las instituciones, las comunidades y los comunidades.
grupos. Si bien, no somos iguales en todos los as- 4) La participación comprometida de los involucra-
pectos, merecemos vivir en equidad; es decir, con las dos con las responsabilidades propias de su
mismas oportunidades de desarrollo y crecimiento. posicionamiento en la sociedad.
5) La diversidad y la diversificación creciente. En la
El proceso de soñar y construir utopías no diversidad está el origen de la creatividad tan
termina nunca; transformamos la realidad y trans- deseada en los perfiles de egreso de las distintas
formamos las utopías. Una de las condiciones pri- carreras universitarias.
mordiales de estos cambios es cultivar cada vez
con mayor intensidad lo más elevado del ser hu- Cabe mencionar también otra bondad de las uto-
mano. Los valores de solidaridad, búsqueda de pías. Cuando se comparten, se enriquece el sentido
consenso, integración de esfuerzos, interrelaciones de nuestra vida, motivan a su búsqueda y generan la
con el medio natural y social son los pilares en la necesidad de entender y respetar las diferencias. ¿Es
construcción de las utopías. idealismo? Pues existen en este mundo lugares
donde gracias al predominio de estas tendencias
Las utopías se generan, tienen presencia e se logran niveles de desarrollo humano sobresa-
impacto gracias a sus constructores y seguidores. lientes y el éxito en los proyectos educativos.
Sólo cuando el proceso de imaginación está acom-
pañado por el proceso de creencia y compromiso, Aún falta mucho en relación a la construcción
se logran razonar e implantar las utopías. La historia utópica en lo educativo. La Universidad debería ser
de la humanidad nos enseña que la esclavitud y el multiplicadora de estas experiencias en todas sus
racismo, por lo menos en su versión más cruel, versiones y con todas las estrategias que se puedan
fueron derrotados gracias a las utopías de igualdad concebir.
y gracias a que éstas impregnaron y en algunos
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