Resumen Jose Sanchez Carreño

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ENSEÑAR: Estos planteamientos permiten, entonces, determinar que el desarrollo de los sujetos

no es igual para todos, ya que éste dependerá tanto de sus condiciones y capacidades biológicas
como de las socio-culturales, razones que deben prevalecer en una educación orientada a atender
la diversidad, dado que la misma presenta diferentes tipologías de manifestaciones, ya sea las
inherentes a condiciones orgánicas (diferencias motoras, visuales, auditivas, intelectuales) como
las concernientes a las diversidades de carácter cultural, social, familiar y étnica, desde la
educación inicial hasta la superior, por lo que se hace necesario una intervención educativa basada
en la comprensión, colaboración, integración y participación como variables clave que deben
direccionar el comportamiento de contextos escolares que respondan positivamente a una
educación en la diversidad. es pertinente reseñar lo indicado por Tedesco (1995) quien afirma que
es necesario: Promover el vínculo entre los diferentes, promover la discusión, el diálogo y el
intercambio. En este sentido y frente a la gran diversidad de opciones que un sujeto encontrará en
el desarrollo de sus vínculos sociales, la función de la escuela en relación con la formación de la
personalidad consiste en fijar los marcos de referencia que permitirán a cada uno elegir y construir
su o sus múltiples identidades.

INDAGAR: Hacia la Búsqueda de una Educación en la Diversidad Educar en la diversidad


constituye actualmente uno de los retos que, en el ámbito pedagógico, debe abordarse en
cualquier cultura democrática y más aún cuando las diferentes legislaciones vigentes exigen
diseños curriculares abiertos y flexibles, producto de los dinámicos cambios que se suscitan en la
sociedad; todo ello en la búsqueda de una escuela integradora, justa y equitativa, consciente de las
diversas desventajas sociales y escolares que vivencian la mayoría de las personas y, a lo cual la
institución escolar está obligada a responder perfilando un adecuado marco de posibilidades para
compensar las diferencias existentes que le permita encarar una realidad de niños y niñas con
diversas experiencias, intereses, habilidades, capacidades y modos de aprendizajes específicos.
Ferrer (1998) señala que: El sistema educativo debe asumir la multiplicidad de identidades como
una clara riqueza pedagógica: la presencia de multiculturalidad, plurilinguismo, pluricromaticidad,
diversidad de estilos, de pensamientos, de estilos relacionales, de estilos motores, etc.; precisará
de una actuación original y específica por parte de los educadores.

FORMAR-SE: La formación de los Docentes como Agentes de la Diversidad En los últimos


tiempos ha cobrado fuerza la idea de una educación potenciadora de la diversidad; espacio
multicultural, abierto y dinámico que requiere la participación de equipos interdisciplinarios de
docentes comprometidos con su hacer y responsabilizados colectivamente a apoyar una práctica
pedagógica orientada a lo diverso. Esto implica atender la heterogeneidad de necesidades e
intereses de los estudiantes, la diversidad de razas, las distintas culturas y opciones ideológicas
que conviven en la escuela. Todo ello otorga al profesorado una nueva función: el trabajo
colaborativo. Precisamente, la labor cooperativa permite el intercambio de experiencias,
conocimientos, recursos y, sobre todo, aumenta la motivación de los miembros del equipo y ofrece
mayores opciones y alternativas a los niños y niñas. Asimismo, es vital para apoyar la enseñanza y
el aprendizaje de los estudiantes con necesidades especiales, integrados a las aulas regulares. En
consecuencia, el rol tanto de directivos, docentes de aulas y especialistas (orientadores,
psicólogos, sociólogos, logopedas) debe ser redefinido si se quiere ampliar el aprendizaje de los
estudiantes. Al compartir con especialistas, los docentes cuentan con el apoyo de un grupo de
compañeros cohesionados que tiene una comprensión plena del currículo y del plan de enseñanza.
García y López (1997), sostienen que trabajar con equipos de apoyo al docente permite: asumir
una postura práctica, llegar a ser más competente, y auténtico en su quehacer y, por supuesto,
tener mayor capacidad para transformar el ambiente de aprendizaje.

IMPLICACIONES INTERSUBJETIVAS

Puede afirmarse que la intersubjetividad implica la interacción de distintos sujetos. Dicho lugar
simbólico posibilita la comprensión mutua: es decir, que los individuos se entiendan entre sí. En la
intersubjetividad subyace un acuerdo que permite la interacción social. En ella hay una cognición
que es compartida y el conocimiento se construye socialmente. Por lo tanto la intersubjetividad
favorece el aprendizaje a través del diálogo y el consenso.
Siguiendo con este razonamiento, donde se alcanza un consenso hay comunicación, y en esa
comunicación se producen significados. La intersubjetividad es la interface entre los sujetos, o más
precisamente entre los aparatos psíquicos de los sujetos.

En segundo lugar, el desarrollo de estrategias didácticas que satisfagan necesidades educativas


debe, necesariamente, abordarse a partir de una adaptación curricular articulada con el contexto
social, por cuanto un proceso de enseñanza y aprendizaje en una educación para la diversidad no
puede estar ajeno ni descontextualizado del marco social en el cual se desarrolla. Ello amerita la
creatividad y flexibilidad del docente para entender que la intervención educativa no puede
fundamentarse en una única estrategia didáctica, pues cada estudiante presenta diferencias en su
ritmo evolutivo y cultural le confiere una manera personal de aprender.

Esta relación implica al saber teórico con el saber práctico, es decir el dominio conceptual y su
expresión en las experiencias cognitivas y de acciones concretas. Así, el acto pedagógico, en la
concepción del formarse, estimula la relación entre teoría y práctica para superar, a través de la
aprehensión-explicación, el despliegue de procesos deliberados de Imposición académica.

Para Barnett (2001), el modelo educativo por competencia instalado en los Currículos
universitarios, está centrado en la capacitación de un profesional eficaz para la industria. Este autor
deja ver el control ejercido por los organismos gubernamentales y entes empresariales sobre la
educación superior, imponiéndoles al enfoque por competencias como el modelo más eficaz para
la formación de hombres con competencias operativas, quienes darán repuestas a los
requerimientos del mercado laboral. En este entendido, lo socio histórico-contextual, tal como lo
sensible y lo Josefa Zabala de Alemán y José Sánchez Carreño

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