Antecedentes de Los Elementos Epistémicos Que Han Dado Cuenta de Los Procesos Pedagógicos
Antecedentes de Los Elementos Epistémicos Que Han Dado Cuenta de Los Procesos Pedagógicos
Antecedentes de Los Elementos Epistémicos Que Han Dado Cuenta de Los Procesos Pedagógicos
Teoría Conductista
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Magíster en Educación y Desarrollo Humano NOVA-University. Magíster en Educación:
Psicopedagogía Universidad de Antioquia. Candidata al Doctorado en Ciencias Sociales, Niñez y
Juventud, Universidad de Manizales-CINDE.
Docente investigadora del Grupo de investigación: Educación y Pedagogía: saberes, imaginarios e
intersubjetividades. Línea de investigación: Educación y Pedagogía Centro de Estudios Avanzados
en Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales y el Centro Internacional de Educación y
Desarrollo Humano CINDE.
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por estos arreglos. Se concibe así al alumno como un sujeto cuyo desempeño
está “manejado” desde el exterior, fomentando el comportamiento adaptativo del
alumno expresado en su docilidad, el respeto a la disciplina impuesta y, por
supuesto, en su pasividad.
Teoría Humanista
de que las personas son diferentes, por lo tanto, se les debe ayudar a ser más
como ellos mismos y menos como los demás; como lo señala Sebastián (1986, p.
88), se trata de “tener siempre presente el ser esencial invisible albergado en el
ser existencial perceptible”.
Entre los humanistas, se considera que Rogers (1978) ha sido el que con más
profundidad ha analizado el concepto de aprendizaje. Para este autor, el ser
humano tiene una capacidad innata para el aprendizaje y está deseoso por
aprender; si esta capacidad no se obstaculiza, el aprendizaje se desarrolla de
manera oportuna y pertinente y llega a ser significativo si es autoiniciado; es decir,
que no sea impuesto por el profesor, sino que se presente como relevante para los
objetivos personales del sujeto y éste se pueda involucrar como totalidad (afectiva
y cognitiva) y así, se desarrolle en forma experiencial entretejido con su
personalidad. La eliminación de los contextos amenazantes y represivos se
constituye en otro factor de gran importancia para la adquisición de aprendizajes
significativos.
Una característica esencial del maestro humanista debe ser el poseer un alto
grado de sensibilidad y comprensión de las percepciones y sentimientos de los
alumnos. Hernández (1996), reconoce las restricciones de la propuesta humanista
cuando es necesario proporcionar una enseñanza dirigida con apoyos didácticos
elegidos intencionalmente por el profesor para poder acceder a conocimientos de
carácter técnico, quirúrgico, arquitectónico, etc.
Teoría Cognitiva
Teoría Psicogenética
Más recientemente, varios autores han propugnado por reivindicar y repensar las
actividades de enseñanza, sin dejar de reconocer la importancia de las actividades
constructivas de los alumnos para sus propios instrumentos y estructuras
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Teoría Histórico-Cultural
Aprendizaje. Vigotsky (1979) realizó una crítica a aquellos enfoques que en sus
planteamientos sobre la relación entre los procesos de desarrollo y aprendizaje
identificaban soluciones reduccionistas en la que privilegiaban uno u otro. A finales
de la década de los años veinte y principios de los treinta (época en que Vigotsky
escribió sobre las funciones psicológicas superiores), afirmó al respecto que se
podían identificar claramente dos tendencias.
sujeto, que son los que se tienen en cuenta. Por otro lado, aquellos que proponen
que el desarrollo debe ser visto como la simple acumulación de aprendizajes de
respuestas específicas, encontrando una identidad entre ambas, de modo que el
nivel de desarrollo depende de la cantidad de repertorios de las actividades
aprendidas.
Sin embargo, Vigotsky (1987) sostenía que los conceptos cotidianos también se
vuelven la “puerta” por la cual la toma de conciencia y el control voluntario
ingresan al dominio de los conceptos científicos. Por lo tanto, los conceptos
científicos crecen hacia abajo, hacia lo cotidiano, hacia el dominio de la
experiencia personal, adquiriendo sentido y significado y al hacerlo marcan el
camino para el desarrollo de los conceptos cotidianos hacia arriba, hacia lo
científico, y facilitan el dominio de las características superiores de los conceptos
cotidianos. (Moll, 1993)
Vargas (1999), propone que nos es posible reconocer la pedagogía como objeto
de estudio científico desde el punto de vista epistemológico por cuanto “no se
puede hacer lógica de la ciencia sobre una práctica” (p. 24), ya que la pedagogía
reconstruye el acontecer de la experiencia donde se analizan las interacciones
que constituyen su saber.
Esta mirada implica considerar que el saber pedagógico abarca formas de saber
diferentes tales como la política, la educación como formación, la ética, la estética,
la técnica, la pragmática o la acción emancipadora.(Wolf,1998)
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Queda así planteado que existe un sujeto pedagógico que construye el saber, no
como un teórico que toma distancia con relación a los hechos, sino que construye
sentido de su cotidianidad donde tienen expresión los hechos constitutivos de su
saber, los cuales son elevados al nivel de su conciencia y racionalizados para
definir la finalidad de sus acciones y someter a la crítica intersubjetiva (con otras
conciencias) el saber pedagógico. Este sujeto pedagógico se constituye en el nexo
que permite las representaciones del saber pedagógico y la práctica pedagógica,
al respecto aclara Zuluaga (1997, p. 20) que la “….pedagogía no es sólo un
discurso sobre la enseñanza, sino también una práctica cuyo campo de aplicación
es el discurso”.
en el medio social y el proceso docente; y las relaciones que se dan entre los
componentes: aprendizaje, enseñanza y la materia de estudio, sobre la cual
trabajan los estudiantes y el docente.
El concepto de pedagogía como saber debe ligarse a una perspectiva crítica que
recupere dicho saber desde lo que ha sido el concepto de diferencia en la
sociedad latinoamericana, el cual a través de representaciones y prácticas
nombra, legitima, margina y excluyen las voces de los grupos vulnerables de la
sociedad dentro de una falsa noción de igualdad despolitizada de consenso.
Desde la perspectiva crítica, los educadores deben pensarse en el especio de una
ciudadanía cultural que reconozca el carácter de los signos y de los significantes
que se usan en la construcción de las identidades sociales.
Referencias
Foucault, M.. (1977). La Arqueología del saber. Ciudad de México, México: Siglo
XXI Editores.
Zuluaga, O. L., Echeverri, A., Martínez, A., Quiceno, H., Saenz, J., Álvarez, A.
(2003). Pedagogía y Epistemología. Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.