Trabajo de Problemas
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Trabajo de Problemas
Tema
2. Objetivos
2.1. Objetivo General
Reconocer y comprender la conformación de la estructura poblacional en el mundo.
2.2. Objetivos Específicos
Analizar los procesos que intervienen en la estructura de una población.
Comparar las estructuras poblacionales en diferentes años.
3. Introducción
En la actualidad hay más de siete mil millones de personas sobre la tierra y cada año se pueden sumar
95 millones más. La ONU calcula que en el año 2050 habrá entre 7700 y 11200 millones de personas en
el mundo. La población mundial crece aceleradamente; sin embargo, este crecimiento no es parejo en
todas las regiones del planeta: existen grandes diferencias entre países ricos y países pobres.[ CITATION
Mar14 \l 3082 ]
Existen 2 factores que explican la distribución de la población en el mundo que son: Los factores
físicos y los factores humanos. Los factores físicos son: el clima, el relieve, el suelo, la hidrografía y la
vegetación. Los factores humanos son: la historia y el desarrollo económico.
El censo nos proporciona información clasificada sobre los nacimientos, muertes, movimientos de la
población, ente otros. El crecimiento natural de la población es por nacimientos y muertes, y el
crecimiento demográfico es por inmigración y emigración.
La población absoluta es el número total de personas que habitan en un territorio. La población rural
son las personas que habitan en una zona no muy poblada y la población urbana son las personas que
habitan una zona muy poblada.
Por población se entiende el conjunto de habitantes que ocupan un determinado espacio y cuyas
actividades se relacionan con los recursos proporcionados por el área en que vive. Este comportamiento
es el resultado de la interacción del hombre con su ambiente.
Existen en la Tierra cuatro grandes zonas de alta densidad de población, ubicadas todas ellas en el
hemisferio norte, y en ellas el 75% de la población se aglomera en sitios de latitudes medias con clima
benigno. Estos focos de población son:
A través de los años la población y el crecimiento demográfico se ha acelerado de manera tal que
hace tan solo 40 años había la mitad de la población actual. Transición demográfica:
Fase 1. Antiguo régimen demográfico: Las tasas de natalidad y de mortalidad son muy altas,
por lo cual el crecimiento natural de la población es muy lento e, incluso, inexistente.
Fase 2. Comienzo de la transición: Los índices de mortalidad bajan de forma repentina
gracias a las mejoras en las técnicas agrícolas (que aumentan los rendimientos), las mejoras
tecnológicas, los avances en medicina y alfabetización. Estos cambios contribuyen
decisivamente a alargar la esperanza de vida de las personas y a reducir la mortalidad.
Fase 3. Final de la transición: Los índices de natalidad inician un importante descenso
motivado por: el acceso a la contracepción, la incorporación de la mujer a la educación y al
mercado laboral, el acceso al estado del bienestar, el proceso de urbanización, la sustitución
de la agricultura de subsistencia por la agricultura de mercado, junto con otros cambios
sociales.
Fase 4. Régimen demográfico moderno: Se caracteriza porque la tasa de mortalidad "toca
fondo" y la de natalidad se iguala; consiguientemente, el crecimiento natural de la población
vuelve a estancarse.
Al aplicar este modelo, y al constatar que hay una desaceleración del crecimiento poblacional, se
deduce que la humanidad está entrando en la fase 4 antes mencionada, si bien algunos países ya la han
pasado (países industrializados) y otros se encuentran en la fase 2 (países subdesarrollados).
Así mismo se especula con una fase 5, en la que estarían entrando los países más avanzados, que
muestra un crecimiento poblacional negativo, debido a que la tasa de natalidad cae por debajo de la de
mortalidad (envejecimiento de la población)
La localización de la población y sus actividades se encuentran afectadas por las condiciones físicas,
y a su vez los grupos humanos introducen cambios en el medio para adecuarlo a sus formas de vida.
Factores físicos.
Factores humanos.
La fuente de información sobre las personas y sus actividades para el estudio de las características
poblacionales son los censos. Los censos proporcionan datos como el número de nacimientos y de
muertes, movimiento de la población, cantidad clasificada de la población por edad y sexo, población
rural y urbanas, entre otros.
Crecimiento de la Población.
Es el aumento de la población que se produce cuando el crecimiento natural y el saldo migratorio son
positivos. En el estudio de una población interesan tres componentes: nacimientos, fallecimientos y
migraciones. La población total es el resultado de:
Viene dado por la relación diferencial entre natalidad y mortalidad; el crecimiento natural es positivo
si los índices de natalidad son mayores a los índices de mortalidad, y que es negativo cuando los índices
se comportan en sentido contrario.
El Movimiento Migratorio.
El desplazamiento de la población por lo general no es una opción voluntaria sino que existe una
presión o imposición oculta de índole religiosa, política, económica, social o bélica.
La Población Absoluta.
La población absoluta es el número total de personas que habitan en un territorio. Los países con
mayor población en el mundo son: República Popular de China, India, Estados Unidos de América,
Indonesia, Brasil, Japón, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, México, Alemania, Filipinas e Italia.
4.5. Estructura Poblacional
La estructura poblacional supone establecer cuáles son las principales características de una población
en un país y en un momento determinado.
Para analizar la estructura de una población hay que estudiar cómo se compone esta,
fundamentalmente en tres aspectos: sexo, edad y actividad económica.
Las características actuales de la población latinoamericana han sido determinadas, entre otros, por
tres fenómenos básicos: crecimiento poblacional acelerado hasta muy recientemente, concentración
espacial y fuerte urbanización asociada a migración rural-urbana acentuada.
El fenómeno de crecimiento se sintetiza en pocas cifras: desde la segunda guerra mundial hasta
mediados de la década pasada, la población latinoamericana se ha triplicado y al mismo tiempo ha pasado
a representar un porcentaje mayor de la población mundial, señal inequívoca de que la expansión
poblacional de la región fue más acentuada que el promedio mundial, lo que la llevó de representar 6.6%
del total mundial en 1950 a 8.4% en 1995.
Hasta mediados de la década de los sesenta, América Latina experimenta un incremento en su tasa
natural --nacimientos menos defunciones-- de crecimiento poblacional debido al aumento de las tasas de
natalidad y a la fuerte reducción en la mortalidad. Pero a partir de la segunda mitad de esa década
comienza a disminuir como resultado de la reducción tanto en las tasas de natalidad como de mortalidad,
y se reduce de 27 a 20 por mil al iniciarse la última década del siglo.
Obviamente la expansión no ha sido similar en toda la región. Así, para el periodo 1950-1980
mientras que en México y en Centroamérica se manifestaban fuertes tasas de crecimiento: 3% anual
promedio, y llegaban hasta 3.8% en Venezuela, en los tres países del Cono Sur --Argentina, Chile y
Uruguay-- las tasas demográficas fueron mucho más bajas: 1.7%, y en el Caribe fueron también inferiores
a 2% promedio anual. Esto significa que la distribución poblacional de la región se ha alterado, pero
también que la relación población-recursos o, en términos más amplios, la problemática población-
ambiente no tiene necesariamente las mismas características en toda la región.
Las tasas de natalidad de la región cayeron entre 1950 y 1970 de 42 a 36 nacimientos por mil
habitantes, lo cual se asocia a un notable descenso en la fecundidad de la región. Esos descensos se dan
aun en las regiones de acelerado crecimiento demográfico; por ejemplo, se constata que mientras en 1970
el promedio de hijos por mujer en México era cercano a siete, hoy está entre tres y cuatro; hoy una familia
mexicana tiene tres hijos menos de los que tenía hace quince años. Por otra parte la esperanza de vida ha
aumentado de 50 años en la década del cincuenta a 63 años en 1980.
Lo importante de esa dinámica poblacional es que determina una tendencia a una mayor carga de
población inactiva sobre la población activa por dos razones: aumento del porcentaje de «viejos» y
elevado porcentaje de la población joven que entra en la edad de la reproducción, esta última ha
aumentado de 80 millones en 1950 a 200 millones en 1985.
La caída de las tasas de natalidad afecta la pirámide poblacional, que revela una disminución del
tramo de cero a catorce años, que es donde se manifiesta en forma inmediata la caída de la fecundidad: a
comienzos de los cincuenta este tramo de edades se expandía a un ritmo de 32.2 por mil en circunstancias
que actualmente lo hace a una tasa de sólo un 6.1 por mil.
En 1990 la tasa de fecundidad más baja se da en Cuba con 1.9, mientras que seis países tienen tasas
inferiores a 3: Uruguay: 2.3, Colombia y Chile: 2.7, Brasil y Argentina con 2.8 y Panamá 2.9. Seis tienen
tasas inferiores a 4: en Venezuela y Costa Rica es de 3.1 y en Perú de 3.6; siendo de 3.2, 3.3 y 3.5,
respectivamente, en México, República Dominicana y Ecuador. éstas fluctúan entre 4 en El Salvador y
4.9 en Honduras, siendo las más elevadas: 5 y 5.4 en Nicaragua y Guatemala.
En síntesis, las caídas más acentuadas de la fecundidad latinoamericana se producen en Colombia y
República Dominicana de 6.8 a 2.7 y de 7.4 a 3.3, respectivamente; México de 6.8 a 3.2, Venezuela de
6.5 a 3.1 y Brasil de 6.2 a 2.8.
En la reducción de la fecundidad inciden factores diversos de índole social, cultural y económica. Una
de ellas es la edad promedio a la primera maternidad, que sigue siendo muy temprana en América Latina.
La edad media del nacimiento del primer hijo es en 50% de los casos inferior a los 22 años, con
situaciones extremas como Guatemala, donde en 50% de los casos la primera maternidad ocurre antes de
los 19.9 años de edad de la madre, y Colombia, donde 50% no tiene su primer hijo antes de los 22 años.
En esto parece influir mucho la escolaridad, pues las estadísticas señalan que a mayor escolaridad
más tardía tiende a ser la primera maternidad. Por ejemplo, se ha señalado que en Benin, en África
occidental, las mujeres que no han tenido educación se casan a una edad promedio de 16.9 años, mientras
que aquellas que pasan por un periodo mínimo de educación de siete años se casan a una edad promedio
de 24.1 años. En América Latina se ha calculado que mientras que 50% de las mujeres sin escolaridad
tienen su primer hijo antes de los 20 años, la primera maternidad se da después de los 23 años en mujeres
con educación secundaria. Al mismo tiempo, y salvo escasas excepciones, se revela una fuerte correlación
entre escasa o nula escolaridad y elevada fecundidad. Así, en América Latina la fecundidad fluctúa entre
6 y 7 hijos por mujer entre las no escolarizadas; es de 5 a 6 hijos por mujer entre las que alcanzan la
educación primaria; de 3 a 4.5 hijos entre aquellas que logran completar la educación primaria, y es aun
más baja para aquellas mujeres que llegan a la educación secundaria: 2 y 3 hijos por mujer.
La población ecuatoriana es muy joven. El 35% de la población tiene menos de 15 años, el 61% entre
15 y 64 y sólo un 4% tiene más de 65 años. El crecimiento de la población es muy alto, en torno al 1,9%
anual, y a pesar de que el saldo migratorio es del -0,52‰. La tasa de natalidad es muy alta (25‰), y la
tasa de fecundidad de casi 3 hijos por mujer. La tasa de mortalidad es relativamente baja (5,3‰), pero la
tasa de mortalidad infantil se dispara hasta el 32‰. Con todo ello la esperanza de vida al nacimiento
asciende a unos 72 años. Es una población que no ha terminado la transición demográfica, pero que está
claramente en la parte descendente del ciclo.
Ecuador es un país de población mayoritariamente urbana, sobre un 65% del total, lo que quiere decir
que tiene un porcentaje de población rural mayor que en otros países vecinos.
Desde la década de 1990 se ha disparado la emigración exterior, con destinos principales en España,
Italia y, en menor grado, Estados Unidos. La mayoría de los emigrantes pertenecen a las capas más
pobres de la sociedad. Las remesas de dinero que llegan a familias concretas son un factor de desarrollo
de primer orden.[ CITATION San07 \l 3082 ]
5. Conclusiones
La composición de la población se determina sobre el sexo y la edad. Según la edad la
composición de la población puede ser: Joven, adulta o anciana.
La población a través de la historia se clasifica en 4 etapas o fases en el cual la tasa de
mortalidad iba bajando poco a poco.
Las Pirámides de Población, son representaciones gráficas que nos permiten observar la
situación demográfica de un lugar en un momento determinado.
6. Recomendaciones
Para el análisis de una estructura poblacional es recomendable basarse en las pirámides de
población, ya que estas nos permiten observar la composición por sexo y edad.
Para obtener información acerca de las personas y sus actividades para determinar
características poblacionales es adecuado y esencial utilizar los censos.
Hay que tomar en cuenta los principales factores para que una población se pueda distribuir
apropiadamente.
Bibliografía
Dodorico, M. C. (2014). Sites. Obtenido de
https://sites.google.com/site/687poblacionmundial/system/app/pages/recentChanges
Preguntas
Fase 2. Comienzo de la transición: Los índices de mortalidad bajan de forma repentina gracias a
las mejoras en las técnicas agrícolas (que aumentan los rendimientos), las mejoras tecnológicas, los
avances en medicina y alfabetización... Estos cambios contribuyen decisivamente a alargar la esperanza
de vida de las personas y a reducir la mortalidad.
Fase 3. Final de la transición: Los índices de natalidad inician un importante descenso motivado
por: el acceso a la contracepción, la incorporación de la mujer a la educación y al mercado laboral, el
acceso al estado del bienestar, el proceso de urbanización, la sustitución de la agricultura de subsistencia
por la agricultura de mercado, junto con otros cambios sociales.
Fase 4. Régimen demográfico moderno: Se caracteriza porque la tasa de mortalidad "toca fondo"
y la de natalidad se iguala; consiguientemente, el crecimiento natural de la población vuelve a estancarse.
Existen dos tipos de factores; los factores físicos dentro de los cuales se encuentran: el clima,
relieve, suelo, vegetación, la hidrografía, etc. y los factores humanos que son: la historia y el desarrollo
económico.
Utilizamos pirámides de población, que son representaciones gráficas que nos permiten observar
la situación demográfica de un lugar en un momento determinado.
Pirámide con forma de torreo o progresiva: Se caracteriza por tener una base ancha y una
finalización en forma de pico, (forma triangular).
Pirámide con forma de campana o estacionaria: Posee una base ancha que va disminuyendo
lentamente.
Pirámide con forma de urna o regresiva: Su base aparece estrecha y se aprecia un
ensanchamiento de la parte central y superior de la misma.