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Mary Beloff
Capítulo I
Un modelo para armar ¡y otro para desarmar!:
protección integral de derechos del niño
vs. derechos en situación irregular. . . . . . . . . . . . . . . . . .. 1
Capítulo 11
La aplicación directa de la Convención Internacional
sobre los Derechos del Niño en el ámbito interno. . . . . .. 47
Capítulo 111
Cuando un caso no es "el caso".
Comentario a la sentencia Villagrán Morales y otros
(Caso de los "Niños de la calle") . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 57
Capítulo IV
Luces y sombras de la Opinión Consultiva 17 de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos:
"Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño" . . . .. 79
Capítulo V
Condición jurídica y derechos humanos
de la niñez y la adolescencia en el marco
del sistema interamericano 193
Susana Villarán de la Puente*
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decen en sus tiernas vidas la exclusión y la violencia, el que vio-
-no sólo leída-; los estudiantes de derecho la buscaban para la los derechos humanos de nuestros niños y niñas para "pro-
que les diera conferencias, los funcionarios públicos y opera- tegerlos", vulnerando el principio de legalidad al que tienen de-
dores de justicia habían trabajado con ella en los procesos de recho, el que judicializa los problemas sociales. Hacer efectiva
elaboración de los códigos o en la capacitación orientada a su la nueva legalidad surgida de la Convención Internacional es
implementación en políticas públicas. No es usual encontrar un arduo camino que requiere de líderes. Mary BELüFF es una
una persona así, que combine de manera tan dinámica lo aca- de ellas.
démico y el activismo. En todo momento, Mary nos dio mues- .
tra de su compromiso vital con la problemática de la infancia Washington D. c., octubre de 2004
y la adolescencia, de su combativa manera de enfrentar las
inercias del pasado que persisten en nuestra aproximación ins-
titucional a los problemas que enfrentan los niños y niñas del
continente.
En la Comisión Interamericana de Derechos Humanos he-
mos iniciado este camino con su valioso aporte en el proceso
que condujo a la emisión de la Opinión Consultiva 17 de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos que comenta en
este libro; nos hemos beneficiado de su agudeza para discernir
las ambigüedades en las que aún cae el sistema en la interpre-
tación del artículo 19 de la Convención Americana. Mary BE-
LOFF sistematizó lo actuado por el sistema en La infancia y sus
derechos, texto que condensa la jurisprudencia del sistema en
relación a la infancia y que hoy sirve de herramienta concreta
a quienes tienen responsabilidades diferentes ámbitos del que-
hacer en relación a los derechos de los niños y niñas en el he-
misferio; también, aportó con su comentario acertado en la
preparación de informes y casos individuales así como en me-
didas cautelares otorgadas por la Comisión.
La Convención Internacional de 1989 ha impregnado afor-
tllnadamente en el hemisferio nuestros ordenamientos legales,
dando lugar a códigos de la niñez y la adolescencia que ofre-
cen un marco de protección radicalmente distinto para nues-
tra infancia. Sin embargo, como sostiene la autora en este Ii-
btó,existe la imperiosa necesidad de seguir desarmando un
modelo que está presente aún en políticas, instituciones y en
mentalidades: el sistema tutelar que criminaliza a quienes pa-
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Capítulo I
armar iy otro
protección de derechos
ve. en situación lrreaular-
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capítulo I
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capítulo 1 protección integral'vs. situación irregular
nas con necesidades especiales, en relación con la infancia es- Sin embargo, en términos concretos de reconocimiento y go-
ta formalización y reconocimiento llegaron aún más tarde. Re- de esos derechos, es posible relativizar el impacto real de la
cién sobre el final del siglo XX los niños fueron reconocidos en tatifiulción de la Convención en el contexto latinoamericano".
su subjetividad jurídica y política, como últimos actores socia- En relación con el poder judicial, pese a la manifiesta con-
les invitados a sentarse a la mesa de la ciudadanía. de las leyes tutelares de menores sancionadas con
La Convención implica, en América Latina, un cambio radi- a la ratificación de la Convención Internacional
cal desde el punto de vista jurídico tanto como político, históri- después- con las Constituciones nacionales y con otros
co y -rnuy especialmente- cultural. Con su aprobación por los r, ., .,h-'"y,~n"~ internacionales de protección de derechos hu-
países de la región se genera la oposición de dos grandes mode- (Convención Americana sobre Derechos Humanos
los o cosmovisiones para entender y tratar con la infancia. Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Pacto In-
Las leyes y las prácticas que existían con anterioridad a la de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
aprobación de la Convención en relación con la infancia res- CCl1Tv'elllci,ón sobre la Eliminación de Todas las Formas de Dis-
pondían a un esquema que hoy conocemos como "modelo t1.1" crinlin;::lción contra la Mujer, entre otros), ningún tribunal ha
telar", "filantrópico", "de la situación irregular" o "asistencia- la inconstitucionalidad de esas leyes 10. En este sen-
lista", que tenía como punto de partida la consideración del el proceso de reconocimiento de dere¿hos a los niños en
111enOr como objeto de protección, circunstancia que legitima- contexto latinoamericano se diferencia sustancialmente del
ba prácticas peno-custodiales y represivas encubiertas. A par- desarrollado en los Estados Unidos, donde la Corte
tir de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
la discusión sobre la forma de entender y tratar con la infan-
cia, tradicionalmente encarada desde esa perspectiva asisten-
9 Es interesante destacar que en América Latina la incorporación de este
cialista y tutelar, cedió frente a un planteo de la cuestión en tér- a los sistemas jurídicos nacionales tuvo lugar en el marco de procesos
minos de ciudadanía y de derechos para los más jóvenes. transición o consolidación democráticas. Las implicancias -dc esta coinci-
Es indudable que en prácticamente todos los países latinoa- histórica no han sido aún estudiadas en profundidad.
mericanos se han producido cambios importantes en la mane- 10 L'a no ap l"icacion d e mstrumentos
> . . . .
mtcrnaciona 1es de derechos huma-
ra de concebir los derechos de las personas menores de edad por parte de tribunales locales con el argumento de su programaticidad
poco frecuente en los tribunales latinoamericanos, y no es privativa de
en los últimos quince afias, como consecuencia del impacto de
tratados relacionados con los derechos de niños y adolescentes. En el con-
la incorporación de la CDN al derecho interno. Esta transfor- argentino, este argumento fue superado a partir de la doctrina sentada
mación suele resumirse en el paso de una concepción de los la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo "Ekmekdjián e/So-
"menores" -una parte del universo de la infancia- como obje- , sentencia del 7 de julio de 1992, Fallos: 315: 1492, en el que se sostu-
cuando se ratifica un tratado existe una obligación internacional con-
tos de tutela y protección segregativa, a la consideración de ni-
en que todos los órganos del Estado -administrativos o jurisdicciona-
ños y jóvenes como sujetos plenos de derechos. apliquen ese instrumento siempre que contenga descripciones lo sufi-
concretas que hagan posible su aplicación inmediata. Un análi-
más profundo del tema puede verse en BELoFF, Mary, La aplicación direc-
la Convención lnternacional sobre los Derechos del Niño en el ámbito in-
en ASREGü, M. y COURTIS, C. (comps.), La aplicación de los tratados so-
S Sobre la distinción entre "menores" y niños ver BELOFF, Marv; No hav derechos humanos por los tribunales locales, Ed. Del Puerto/CELS, Buenos
menores de la calle, en "No Hay Derecho", Buenos Aires, na 6, junio 'de 1992: 1997, ps. 623 y siguientes.
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protección integral vs. situación irregular
capítulo l
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capítulo I protección integral vs. situación irregular
ral, otra tendencia. Diferentes razones (muchas relacionadas iI1~,tijtuc:ional. Estas adecuaciones sólo lo son respecto de algu-
con las circunstancias particulares históricas, políticas o con la artículos de la Convención (por ejemplo, si se trata aelré-
cultura jurídica del país) explican que algunos países hayan para infractores de la ley penal, se trataría de los artícu-
optado por aprobar un Código integral, en tanto otros hayan 12,37 y 40 del mencionado instrumento internacional); por
optado por el dictado de leyes específicas. un país que sólo dicta una ley específica no está cumplien-
Los primeroslv sancionaron Códigos o leyes integrales que toda su dimensión con el compromiso asumido al ratifi-
regulan todos los derechos reconocidos por la Convención, dis- la CDN en el sentido de adoptar las medidas legislativas,
tinguiendo los aspectos relacionados con las políticas públicas o de otra índole, necesarias para hacer efecti-
de aquellos vinculados con la intervención judicial. Aún más, los derechos allí reconocidos 18.
muchas veces estos Códigos o leyes integrales contienen tam- argumentos que apoyan la variante de la reforma a tra-
bién dispositivos orientados a la reforma institucional que una varias leyes y otros que apoyan la variante de la reforma
de una sola ley o Código. Lo importante a tener en
en el marco de un proceso dirigido a adecuar el dere-
interno de un país al tratado que se comenta es que no
2003), Costa Rica (Ley 7.576 de Justicia Penal Juvenil sancionada en marzo
ámbitos del orden jurídico al margen de los estándares
de 1996 y el Código de la Niñez y la Adolescencia, Ley 7.739 del 2 de diciem- Si eso se hace con una ley, reglamento, Códi-
bre de 1997), El Salvador (Ley del Menor Infractor, Decreto 863 de127 de abril con diez, dependerá de cada situación particular. Lo de-
de 1994, D.O. 106 tomo 323 del 8 de junio de 1994), Panamá (Régimen espe- es no olvidarse ningún derecho en el camino.
cial de responsabilidad penal para la adolescencia, ley 40 vigente desde el 26
de agosto de 1999), Nicaragua (Código de la Niñez y la Adolescencia, Ley 287
aprobada el 24 de marzo de 1998, publicada en mayo y vigente desde el 23 de
noviembre del mismo año) y Venezuela (Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, en vigencia desde el 1° de abril de 2000). Tales los casos de Panamá, El Salvador o Costa Rica.
16 Tales los casos de Nicaragua, Venezuela o Paraguay. CE. art. 4 de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
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protección integral vs. situación irregular
capítulo I
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capítulo I protección integral vs. situación irregular
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño rechos operativos y programáticos- está emparentado con el
no es una Declaración, como la firmada en el afio 1959 2 que °, formalismo propio de la tradición inquisitiva del expediente.
era una formulación de principios acerca de córno el mundo de de lo escrito, del secreto y la delegación, donde es más relevan-
posguerra se proponía tratar a los niños. La CO:1Ven~ión, en te el color de la tinta o el papel en el que se hace una petición
cambio, es un contrato en el que toda la comunidad Interna- que el contenido de esa petición o que el derecho involucrado
cional -con excepción de los Estados Unidos y Somalía- se ha en esa presentación.
puesto de acuerdo respecto del estándar mínimo de tratamien- Al firmar la CDN los Estados se obligan a respetar los dere-
to de la infancia, y se obliga a respetarlo, de modo que cuando allí incluidos mediante la adopción de todas las medidas
un país no cumple con el tratado puede ser responsabilizado y legislativas y de otra índole necesarias para
sancionado internacionalmente por ello. darles efectividad-t. Si alguien alega que el Estado no cumple
Los derechos que se reconocen en los tratados no necesitan, esta obligación podría denunciarlo, por ejemplo, en el in-
en general y como principio, ser reglamentados. Ciert~ ~,oct.ri forme delas ONGs al Comité de Ginebra o, eventualmente, an-
na en algunos países -sobre todo en aquellos de tradición In- un tribunal internacional.
quisitivo-española, como toda la América ~atina- plantean que Entonces, si existe el tratado, si ha sido ratificado y está en
el ejercicio efectivo de un derecho reconocido en un tratado es- vigencia, es pertinente preguntarse ¿por qué los niños están co-
tá sujeto a reglamentación por parte de cada uno de los Esta- están?, ¿de qué ha servido la CDN?
dos. Si bien existen, por ejemplo, temas procesales que muchas Hace diez afias el tratado no existía y no había forma de
veces requieren mayor reglamentación de los derechos y ga- obíizar a nadie para que hiciera algo diferente; hoy se puede.
rantías reconocidos en los tratados, la cuestión, al final, pasa este tema los abogados tenemos todavía una deuda pen-
por decidir actuar en defensa de los derechos y no al margen que consiste en aceitar y desarrollar mecanismos de exi-
de ellos. En cada situación, frente a un problema concreto, la gibilidad de los derechos de niños .y niñas. De modo que, para
Convención se puede aplicar directamente. Por ejemplo, el ni- COnClUJlr con este punto, los niños no están como estaban; algo
ño tiene derecho a un abogado defensor siempre, cualquiera cambiado, para mejor: su condición jurídica. La mejora
sea el tipo de procedimiento que le acarree alguna consecuen- sustancial del estatus legal de los niños constituye una condi-
cia disvaliosa. ¿Qué puede decir la ley que reglamente ese de- necesaria, pero no es suficiente para la mejora de sus con-
recho que tiene el niño? Es claro: o el niño tiene derecho a un uiciones concretas de vida. Cómo hacer para que esa transfor-
abogado o no lo tiene. El argumento de la reglamentación -que macion normativa tenga un impacto directo en las vidas de los
remite a la distinción que en cierta doctrina se hace entre de- y las niñas, es la asignatura pendiente en este campo.
En otro orden de cosas, es importante tener en cuenta que ca-
en cualquier tratado ampliamente ratificado, hay temas pro-
blernáticos que el tratado no resuelve, unos relacionados con la
estructura del tratado, otros relacionados con su contenido. Al-
20 Declaración de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea Gene-
ral de las Naciones Unidas el20 ele noviembre ele 1959, y reconoc~ela en la De-
claración Universal ele Derechos Humanos, en el Pacto Iutctuaoio na] de De-
rechos Civiles y Políticos (en particular, en los arts. 23 y 24) Y en el ~acto In-
ternacional ele Derechos Económicos, Sociales y Culturales (en particular, en
el art. 50). 21 CE. art. 4 de la Convención Internacional sobre los Derechos del NiJ1o.
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capítulo I
protección integral vs. situación irregular
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judicial, en el orden administrativo, educativo, sea el cuerpo Tal vez los núcleos problemáticos señalados brevemente
técnico de psicólogos, etc.- obrara con niveles de discreciona- arriba expliquen por qué prácticamente todos los países
lidad inadmisibles en otros contextos en funcionarios estata- mundo firmaron la Convención. Es claro que el argumento
les. Su inclusión en la Convención -que era previsible ya que la ·"".-c>rlrln a que los niños son considerados a nivel mundial las
CDN es producto de un proceso histórico en el que esta cate- más vulnerables en términos de sufrir violaciones a
goría, sobre todo en la cultura anglosajona, ha cumplido un derechos humanos es un argumento débil para explicar tan
papel muy relevante- no ha logrado reducir su uso en este sen- ·ri-.~'cnT'" aceptación del tratado. Pero visto desde esta perspecti-
tido-", y de hecho es de ese artículo de donde muchos se toman a:, si los Estados se obligan a respetar derechos pero limitados
para defender la vigencia de las antiguas instituciones tutela- al' el interés superior del niño, la madurez, la capacidad para
res en el marco de la CDN. Este es un ejemplo claro de lo que Ohnarse un juicio propio, y en relación con los derechos eco-
llamo una hermenéutica "hacia atrás", que convierte a la Con- ómicos, sociales y culturales, limitados por el desarrollo del
vención en una herramienta legitimadora del statu qua e inútil aís, parecería que el costo de firmar este tratado no era muy
para producir cambio social. Ita; por el contrario, el costo de no firmarlo es evidentemente
Otro aspecto problemático de la Convención es que si bien ¡hucho mayor y sino véase el caso de los Estados Unidos.
reconoce todos los derechos -es la primera vez que un tratado A esto se agrega el factor del débil mecanismo de control y
reconoce derechos civiles y políticos, y también derechos eco- seguimiento al Estado, ¿cuál es el sistema de control que prevé
nómicos, sociales y culturales, que son los que históricamente la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño? ¿CÓ-
tuvieron que ver con la infancia, ya que las discusiones tradi- o se responsabiliza al país que no cumple con la Convención?
cionales en materia de protección a la niñez estuvieron relacio-
El mecanismo de seguimiento diseñado en la segunda par- '
nadas con la supervivencia de los niños, la salud, la vivienda,
etc.-, limita ese reconocimiento a las posibilidades del desarro-
te de la Convención es muy débil 28 . No prevé un órgano supra-
acional de carácter jurisdiccional encargado de aplicar el ins-
llo económico de cada país?".
imento, Con la finalidad de examinar los progresos realiza-
en el cumplimiento de las obligaciones contraídas por los
tSlaQlDS, la Convención crea el Comité de los Derechos del Ni-
A tal fin los Estados Parte deben presentar, la primera vez
26 De hecho, en Argentina, donde rigen plenamente las instituciones tute-
lares, el arto 3 de la Convención es el más citado por la jurisprudencia.
27 Textualmente el artículo 4 dispone: "Los Estados Partes adoptarán to-
das las med.das administrativas, legislativas y de otra índole para dar efecti-
,'l8 Este tema es particularmente importante, ya que, en muchos casos, es-
vidad a los derechos reconocidos en la presente Convención. En lo que res-
debil idad se reproduce a nivel nacional. De hecho, las nuevas leyes de pro-
pecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes
en e! ámbito latinoamericano, evidenciaron una carencia notable
adoptarán esas medidas hasta el ináxiino de los recursos de que dispongan y,
esde el punto de vista del propio texto legal en cuanto descuidaron e! diseño
cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional".
También, por ejemplo, en materia de derecho a la salud el arto 24 concluye su
elos dispositivos eficaces de garantía y exigibilidad de los derechos. Un aná-
sistemático sobre los mecanismos de control previstos en los tratados
redacción en los siguientes términos: "Los Estados Parte se comprometen a
consultarse en PINTO, Mónica, Temas de derechos humanos, Ed. Del
promover y alertar la cooperación internacional con miras a lograrprogresi-
Buenos Aires, 1997, cap. VII.
vaniente la plena realización del derecho reconocido en e! presente artículo. A
este respecto, se tendrá plenamente en cuenta las necesidades de los países en 29 Cf. arts. 43 y 44 de la Convención Internacional sobre los Derechos de!
desarrollo" (destacado agregado).
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capítulo I protección integra1 vs. situación irregular
cada dos años y luego cada cinco, informes sobre las medidas la Corte Interamericana de Derechos Humanos V, que estruc-
que hayan adoptado para hacer efectivos los derechos recono- el mecanismo regional de protección de derechos huma-
cidos por la Convención y sobre el progreso que hayan realiza- Específicamente en relación con el juzgamiento de los Es-
do en cuanto al goce de esos derechos-", éstos tienen que declarar expresamente que reconocen
No obstante, en busca de construir mejores estándares jurí- competencia de la Corte, porque al admitirla están cediendo
dicos para la infancia, es posible compensar la debilidad del de su soberanías>.
sistema de la Convención con la mayor exigibilidad del sistema solución en este punto es, entonces, ingresar la Conven-
interamericano. La Convención Americana sobre Derechos Internacional sobre los Derechos del Niño a través del
Humanos o Pacto de San José crea dos órganos específicos de de San José de Costa Rica -Convención Americana sobre
control- 1: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos D(~re:chlOS Humanos- al sistema interamericano, para compen-
debilidad del mecanismo de control al estado de la CDN.
los mecanismos de control más intensos que el tratado re-
diseña es posible, entonces, reclamar los derechos del
El 27 de febrero de 1991 se designaron los diez primeros integrantes del iinstl:UJnE~nt:o internacional específico para la infancia. De he-
Comité, que actualmente está integrado por 18 expertos y sesiona dos veces esto se ha comenzado a realizar. Así, en ejercicio de la ju-
por año en Ginebra. Además del informe gubernamental, el Comité recibe in- risdicción contenciosa, en "Villagrán Morales y otros" (caso de
formación sobre la situación de los derechos humanos de los niños, niñas y "Niños de la calle"), la Corte Interamericana de Derechos
adolescentes en los países a través de otras fuentes, entre ellas las organiza-
ciones no gubernamentales, organismos de las Naciones Unidas, otras orga-
-Iumanos estableció que ambos instrumentos forman parte de
nizaciones intergubernamentales, instituciones académicas y la prensa. Te- muy comprensivo corpus iuris internacional de protección
nienclo presente toda la información disponible, el Comité examina el infor- los niños-é, postura que la misma Corte mantuvo en opor-
me junto con los representantes oficiales de! Estado Parte. Sobre la base de
este diálogo, el Comité expresa sus preocupaciones y recomendaciones, cono-
cidas como "Observaciones Finales", que son públicas.
El Comité también hace públicas su interpretación de! contenido de las 32 Las cuestiones vinculadas a la organización, funciones, competencia y
disposiciones de los derechos recogidos en la Convención, que se conocen co- de cada uno de estos órganos supranacionales están regula-
, mo "Observaciones Generales". Asimismo expresa Recomendaciones Genera- en los capítulos VI y VII de la Convención Americana sobre Derechos
les sobre cuestiones temáticas o sobre sus métodos de trabajo. Celebra tam-
bién discusiones públicas, o días de debate general sobre determinados pro- 33 Cf. arts. 45.1 y 62.1 de la Convención Americana sobre Derechos Hu-
blemas, como "La violencia contra los niños". El Estado argentino mediante ley 23.054 aprobó en 1984 la Conven-
30 Un estudio español comprobó que si todos los países hubieran cumpli- Americana y, expresamente, reconoció la competencia de la Comisión In-
do con el primer envío de informes en plazo debido -dos años a partir de la teraruericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido y de la Corte In-
fecha en la que para cada Estado Parte la Convención entró en vigor-, el Co- teramericana de Derechos Humanos, en especial para aquellos casos en los
mité habría tardado más de cinco años en leer, procesar y responder todos esté comprometida la aplicación e interpretación de ese instrumento (art.
esos informes, período en el que se habrían acumulado un informe más por la mencionada ley).
país, por lo menos. Ello demuestra que además de ser un mecanismo débil, 34 Cf. "Villagrán Morales y otros" (caso de los "Niños de la calle"), senten-
esun mecanismo de implementación imposible en términos ideales. La solu- del 19 de noviembre de 1999, Serie C, n° 63. Un análisis del fallo puede
ción que recientemente ha encontrado e! sistema es aumentar el número de en BELOFF, Mary, Los derechos de los niños en el sistema interame-
comisionados, pero es evidente que esto no resuelve e! problema de fondo vin- de protección de derechos humanos. Cuando un caso 110 es "elcaso" co-
culado con e! nivel de exigibilidad del sistema de informes periódicos. mentarío a la sentencia Villagrán Morales y otros (caso de los "Niños de l~ ca-
31 Art. 33 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. , incluido como Capítulo II de este libro.
19
capítulo I
protección integra! vs. situación irregular
21
capítulo I protección integral I(.s. situación irregular
En general, la política criminal tutelar no utilizó a priori un sino sólo una parte de ese universo: los "rnenores'U-. Como
argumento de justificación peligrosista clásico sino que utilizó écuerda Anthony PLATT al usar en su clásico libro una famo-
otro, mucho más legitimador, que es el de la protección a la in- ita de Enoch WINES, un "salvador de niños", estas normas
fancia desvalida. Mediante el argumento de la tutela a los ni- stituciones "especiales para menores" fueron creadas para
ños con necesidades fue posible obviar dos cuestiones centra- xcrecencia" de la categoría infancia a la que "[s]u indigen-
les en materia político-criminal. En primer lugar, el hecho de $U vida vagabunda, sus depravados hábitos, su condición
que todos los derechos fundamentales de los que gozan los pienta e inmunda, impiden que [la] admitan en las escue-
adultos no fueran reconocidos a los niños. En segundo lugar, dinarias. De esta clase de desarrapados es de donde se es-
el hecho de que las consecuencias reales de esa forma de con- eclutando continuamente nuevos criminales, y así seguirá
cebir y tratar a la infancia sólo reprodujera y ampliara la vio- do mientras se permita su existencia. Nacieron para el cri-
lencia y marginalidad que se pretendía evitar con la interven- ,y para él los criaron. Hay que salvarlos'<J,
ción "protectora" del Estados", circunstancia que recién fue os "menores" -en este sentido- son aquellos que no ingresan
advertida y puesta en evidencia con la ruptura epistemológica cuita de socialización a través de la familia, primero, y de
que significó el paso del modelo etiológico al modelo de la sCl.lela, después; como lo ha expresado claramente Antonio
reacción social, hacia el final de la década del 60 41. los GOMES DA COSTA, los menores son el producto del proce-
prehensión + judicialización + institucionalización = me-
Características del destinatario de las normas 4. Para los menores se crearon los dispositivos tutelares que
e instituciones tutelares sentan una forma de mirar, de conocer y de aprehender la
En cuanto al sujeto destinatario de estas leyes e institucio-
nes, no lo constituye el universo de la infancia y la adolescen-
dos leyes [la ley 4.513 de 1964 que en Brasil establecía la Políti-
de Bienestar del Menor, y la ley 6.697 de 1979 que creó el Código
no se dirigían al conjunto de la población infanta-juvenil brasi-
das de seguridad. terapéuticas o tutelares respecto de estos "menores en situa- destinatarios eran solamente los niños y jóvenes considerados en si-
ción irregular" o en "estado de abandono. riesgo o peligro moral o material". irregular. Entre las situaciones tipificadas como situación irregular se
o en las igualmente vagas -no obstante ser más modernas- categorías de "me- a los menores en estado de necesidad 'en razón de manifiesta in-
nores en circunstancias especialmente difíciles" o "en situación de disfunción de los padres para mantenerlos'. De esta forma. los niños yadoles-
familiar". pobres pasaban a ser objeto potencial de intervención del sistema de
inistración de justicia de menores. Además, había un único conjunto de
40 Cf. PLATT. Anthony, The Child Savers. The lnvention of Delinquency, Chi-
aplicables a las que se destinaba, indiferentemente, al menor caren-
cago. The University of Chicago Press, 1969. Hay traducción al castellano (de
abandonado y al infractor". Cf. GOMES DA COSTA. Del menor al ciudada-
la segunda edición en inglés ampliada) de Félix BLANCO, Los "Salvadores del
y al ciudadano-adolescente, en AA. VV., Del revés al derecho. La condi-
Niño" o la invención de la delincuencia. Ed. Siglo XXI, México. 1982.
de la infancia en América Latina. Bases para una reforma legisla-
41 Sobre ese cambio de paradigma puede consultarse BARATTA. Alessan- Aires, Ed. Galerna, 1992, p. 137.
dro, Criminología crítica y crítica del derecho penal. Ed. Siglo XXI. México,
PLATT, The Child Savers. The Invention oiDelinquencv, cit., p. 10.
1991; PAVARINI, Massimo, Control y dominación. Ed. Siglo XXI, México, 1999;
TAYtOR, L, WALTON. P. y YOUNG. J., La nueva criminología. Ed. Amorrortu, Bue- DA COSTA, Del menor al ciudadano-niño y al ciudadano-adolescen-
nos Aires, 1977, entre otros en español. ps.131-154.
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infancia, que determinaron la implementación de políticas asis- deviene irrelevantes". Un ejemplo de lo que se acaba de
tenciales durante más de 70 años las que, en casi un siglo de im- es que el "derecho de menores" -que lo que haya sido
plementación, consolidaron una cultura de lo tutelar-asistencial. siendo, es algo bastante alejado de la idea que de "dere-
En ese sentido es posible afirmar que la ley tutelar constru- tienen las sociedades occidentales modernas- utilizaba
yó un sujeto social mediante la producción de una división en- propio del derecho patrimonial. Términos como
tre aquellos que serían socializados por el dispositivo legal/tu- SJ:)CJSIClCHl o "depósito" son frecuentes en el derecho de me-
telar, que generalmente coinciden con los que están fuera del si bien provienen del derecho de las cosas, y no del de-
circuito familia-escuela (los "menores"), y los niños, sobre de las personas.
quienes no se aplican este tipo de leyes. Un ejemplo de este distinción respecto del nivel de los significantes se co-
punto es que ante a un mismo problema de la familia -violen- éS}:)OTIlde en el plano de los significados porque, en el modelo
cia-, la respuesta estatal frente a los "menores" es la interven- los menores son considerados objetos de tutela y repre-
ción de la justicia de menores, en tanto que en condiciones si- encubierta bajo eufemismos.
milares, si los involucrados pertenecen al otro segmento de la por este motivo, también, que en esta concepción la pro-
infancia, es probable que no haya intervención judicial y, si la a la que son sometidos "los menores" con frecuencia
hay, intervendrá la justicia de familiat>, también con sus parti- o restringe derechos, precisamente porque no está pensa-
cularidades, que no es posible analizar aquí. la perspectiva de los derechos, como acción estatal di-
Otra característica del modelo tutelar es que los "menores" a garantizar derechos.
son considerados como objetos de protección, seres incomple-
tos e incapaces que requieren un abordaje especial. Es eviden- uestos que habilitan la lntervención estatal
te que esta concepción se construye a partir de una definición El menor ingresa al dispositivo tutelar a partir de que algún
negativa de estos actores sociales, basada en lo que no saben,
cionario estatal considera, discrecionalmente, que se en-
no tienen o no son capaces, como "una isla rodeada de omisio-
ntra en una situación "definida" mediante categorías vagas,
nes", esa bella metáfora que utiliza Antonio Carlos GOMES DA
biguas, de difícil aprehensión desde la perspectiva del dere-
COSTA46, uno de los promotores del Estatuto del Niño y del
O (ya que colisionan con el principio de legalidad material),
Adolescente de Brasil'l". Por esta razón, también, la opinión del
es como "menores en situación de riesgo o peligro moral o
:lterial", o "en situación de riesgo" o "en circunstancias espe-
'almente difíciles" o similares't", Como es el "menor" quien es-
45 Esto no significa que en muchos casos la justicia de familia no opere
dentro de una lógica tutelar y de un modo similar al del juzgado de menores,
como ocurre con la medida cautelar de protección de persona en la justicia 48 El "menor", como el educando en el paradigma que Paulo FREIRE lla-
de familia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (¡"educación bancaria", es como un receptáculo, carente de iniciativa y pro-
46 GOMES DA COSTA, Del menor al ciudadano-ni/la y al ciudadano-adolescen- nismo en las acciones en el contexto de la vida familiar, escolar o comu-
te, cit., p. 138. aria. Sobre la relación entre derecho y pedagogía, ver GOMES DA COSTA, An-
Carlos, Pedagogía y justicia, en GARCIA MÉNDEZ y BELOFF (cornps.), In-
47 Con la promulgación del Estatuto del Niño y del Adolescente de Brasil
ley y democracia en América Latina, cit., ps. 59 y siguientes.
en 1990, por ley 8.069, se inauguró en la región latinoamericana la etapa de
adecuación sustancial de la legislación interna de los países a la CDN, antes Sobre este punto es interesante señalar que las leyes tutelares no sólo
mencionada. ernplE~an estas categorías vagas sino que, en muchos casos, luego de una larga
25
capítulo I protección integral vs. situación irregular
tá en situación irregular -por sus condiciones personales, fa- cuanto concentración territorial e institucional.
miliares y sociales-, es objeto de intervenciones estatales coac- 'tiem]:)lo de ello son las enormes instituciones nacionales de
tivas, junto con su familia en gran parte de los casos>", il-otec:ci,ón a la infancia creadas a lo largo del siglo en prácti-
De este modo se explica y justifica la abolición implícita del :anlellte todos los países de América Latina (SENAME en Chi-
principio de legalidad, principio fundamental del derecho penal PANI en Costa Rica, FUNABEM en Brasil, Consejo del Me-
de un Estado de derecho. El desconocimiento de este principio en Argentina, INAME en Uruguay, ICBF en Colombia,
ha permitido que las leyes contemplen el mismo tratamiento en El Salvador, IHNFA de Honduras, etcétera).
tanto para niños a quienes se imputa haber cometido un delito ese modo queda definitivamente confundido todo lo re-
cuanto para aquellos que se encuentran en situación de amena- aCiOlla(jo con los niños a quienes se imputa haber cometido
za o vulneración de sus derechos fundamentales (a la familia, a deJlitc.s con cuestiones relacionadas con las políticas sociales y
asistencia directa. Es lo que se conoce como "secuestro y ju-
la alimentación, a la salud, a la educación, al esparcimiento, a
dicjaJliz.:tción de los problemas sociales" que producen la "in-
la vestimenta, a la capacitación profesional, entre otrosl'". Ade-
de la delincuencia juvenil.
más posibilita que las reacciones estatales sean siempre por
tiempo indeterminado y sólo limitadas, en todo caso, por la ma- r.::IIr::Jc::tel'í."tica.s y rol del juez
yoría de edad, oportunidad en la que cesa la disposición judi-
En este marco el juez de menores'< deja de cumplir funcio-
cial o administrativa sobre el menor en "situación irregular".
de naturaleza jurisdiccional para cumplir funciones más
Características de la respuesta estatal
La principal característica es la centralización, tanto como
concentración de funciones en la misma persona, el juez de 52 El juez de menores en el sistema tutelar -que cumple en cierto imagi-
social e! rol de pater [amiliae- me recuerda el cuento El príncipe [eliz, de
WILDE. Su protagonista es una estatua, la de un príncipe (¿Feliz?), que
enterarse de los infortunios de los vecinos de su ciudad desde la posición
enumeración de supuestos que comprendería la definición en análisis, agregan
observador privilegiado que le ofrecía la altura de! pedestal en el que ha-
una cláusula que establece que se encuentra en esa situación (irregular) todo
sido situado, decide asumir tareas de ayuda a estas personas desgracia-
menor que se encuentre en un estado o condición análoga a las anteriores, con
Los jueces de menores hacen lo mismo, a veces al punto de despojarse de
lo que la categoría queda definitivamente abierta y por lo tanto con la posibi-
personales, igual que e! príncipe/estatua del cuento. El problema es
lidad de ser definida discrecionalmente según los parámetros morales, religio-
el príncipe/estatua de la historia de WILDE perdió todo, hasta la mirada de
sos, etc., de! juez o funcionario que toma conocimiento y debe decidir el caso
otros, por ayudar erráticamente y actuar lo que no era. En cierto sentido
(ver. por ejemplo, el derogado Código de Menores de Paraguay).
jueces de menores latinoamericanos siguen siendo depositarios de la ne-
50 CE. DONZELOT, Jacques, La police des [amilles, Ed. du Minuit, 1977; en cesidad de ciertas familias socialmente desaventajada para actuar como "po-
español, La policía de las familias, Ed. Pre-Textos, Valencia, 1990; en particu- de esas familias, ordenadores, proveedores, sin contar con los recursos
lar; Capítulo II. ni ser los órganos adecuados. Ellos se encuentran muchas veces en una situa-
51 Se relaciona este punto con la "profecía autocumplida": si se trata a ción que combina frustración, impotencia y buenas intenciones. Recuperar
una persona como delincuente aun cuando no haya cometido delito es proba- un lugar desde la especificidad de! rol judicial para promover derechos per-
ble que exitosamente se le "pegue" la etiqueta de "desviado" y que, en e! futu- mitiría superar la intervención fragmentaria bien-intencionada para permitir
ro, efectivamente lleve a cabo conductas criminales. Un análisis sobre las teo- a los jueces pasar a formar parte de un sistema coherente y articulado de pro-
rías del etiquetarniento puede consultarse en BARATTA, Criminología crítica y tección de derechos, en e! que los diferentes actores estatales trabajen y sean
crítica del derecho penal, cit., cap. VII, ps. 83 y ss.; y TAYLOR, WALTON Y YOUNG, responsables objetivamente por aquello para lo cual están llamados de acuer-
Lanueva criminología, cit., cap. 5, ps. 157 y siguientes. do con e! diseño institucional de la República.
27
capítulo I protección integral vs. situación irregular
relacionadas con la ejecución de políticas sociales. En palabras C:o,ntl'Jnido y características de la intervención estatal
de DONZELOT, "[rnjás que un lugar de deliberaciones y de jui- a los casos de protección
cios públicos, el Tribunal de Menores hace pensar en la reu-
nión del Consejo de Administración de una empresa de pro- respuesta clásica en clave tutelar fue el internamiento
ducción y de gestión de la infancia inadaptada'<ó. Pt,es(~nt:aclo como una medida de protección del rnenor-, que
Se concentran muchas y diversas funciones en una sola per- t)lJle>LllU-.y'" una forma de encierro. La privación de la libertad
sona: juez / padre / defensor / acusador / decisor. Se espera que la regla ll.b de las Reglas de las Naciones Unidas para
el juez actúe como un "buen padre de familia" en su misión de Protección de los Menores Privados de Libertad se define
encargado del "patronato" del Estado sobre estos "menores en terminar con los eufemismos, con los "como si"--' corno
si tuación de riesgo o peligro moral o material". De ahí. que el forma de detención o encarcelamiento, así como el in ter-
juez no esté limitado por la ley en su función protectora pater- 113.mierlto en un establecimiento público o privado del que no
nal y tenga facultades omnímodas de disposición e interven- permita salir al menor por su propia voluntad, por orden de
ción sobre la familia y sobre el nifí0 54 . autoridad judicial, administrativa u otra autoridad
Esta función del juez de menores -y, en general, la lógica
tutelar- tuvo gran acogida en América Latina y se articuló per- Si bien es cierto que históricamente los sistemas tutelares
fectamente con los sistemas procesales inquisitivos de la re- contado con otras "medidas de protección", la principal
gión. Más aún, sistemas inquisitivos y sistemas tutelares de reacción siempre ha sido la privación de libertad de los me-
menores se han alimentado recíprocamente en América Lati- considerados en riesgo, peligro moral o material, o si-
na en los últimos ochenta años. La concepción del otro como tuacion irregular, por tiempo indeterminado y hasta la mayo-
objeto o como súbdito pero no como sujeto con derechos, la. de edad en la mayor parte de las legislaciones. La crisis
oficiosidad en la actuación judicial, el secreto, cuestiones mo- encierro tutelar ha coincidido no sólo con una crítica ter-
rales y religiosas como fundamento de las decisiones penales, a la eficacia del encierro como práctica rehabilitadora
la privación de libertad como regla y pena encubierta antici- también con una crisis severa del Estado de bienestar.
pada, la concentración de funciones, en suma, la violación de es particularmente evidente en América Latina.
todas las garantías individuales son características comparti-
das tanto por el procedimiento inquisitivo cuanto por el pro- Contenido y características de la intervención estatal
cedimiento previsto por las leyes tutelares de menores. Por a los casos de imputación de delito al menor de edad
esas razones ambos sistemas resultan incompatibles con el
Estado de derecho. Finalmente, desde la lógica tutelar se considera a niños y jó-
venes imputados de delitos como inimputables -en concordan-
cia con la concepción de ellos como incapaces-o Ello entre
otras cosas ha implicado, en la práctica, que frente a la impu-
53 En este sentido, es importante recordar que el mayor porcentaje del tación de un delito no se les siga un proceso con todas las ga-
trabajo de los juzgados de menores que funcionan según las previsiones de las rantías que tienen los adultos, y que la decisión de privarlos de
leyes de la situación irregular es de naturaleza tutelar o asistencial.
libertad o de adoptar cualquier otra medida coactiva no depen-
54 Cf. DONZELOT, La policía de las familias, cít., p. 103.
da necesariamente del hecho cometido sino, precisamente, de
29
protección integral vs. situación irregular
capítulo I
31
capítulo I protección integral vs. situación irregular
Los principales instrumentos a partir de los cuales se crean Humanos; Convención Americana sobre Derechos Huma-
nuevos estándares en relación con la condición jurídica de la Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
infancia son: ,LWCLU LU"_u, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
- Convención Internacional sobre los Derechos del Niño Protocolo Facultativo; Convención sobre la Prevención y
(20/11/89); y sus dos protocolos facultativos: ánl:ión del Delito de Genocidio; Convención Internacional so-
- Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos la Eliminación de todas las Formas de Discriminación con-
del Niño relativo a la Participación de Niños en los Conflic- Mujer; Convención contra la Tortura y otros Tratos o Pe-
tos Armados (12/02102)58; y as Crueles, Inhumanos o Degradantesv-: Convención Intera-
- Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Dere- ericana sobre Desaparición Forzada de Personasv": Conven-
chos del Niño, relativo a la Venta de Niños, la Prostitución "n sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y
Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía los Crímenes de Lesa Humanidadv'').
(18/01/02)59. partir de estas reglas e instrumentos internacionales -que
- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Adminis- sobre temas tales como la delincuencia juvenil, la escue-
tración de la Justicia de Menores, conocidas como Reglas de el rol de la familia, el rol de la comunidad, el rol de la justi-
Beijing (29/11/85) 60. es posible afirmar que se inaugura una era de ciudadanía
- Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los infanciaóv, ya que se reconoce al niño como sujeto pleno
Menores Privados de Libertad (14/12/90)61. derecho, situación sustancialmente diferente desde el pun-
- Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de vista normativo, a la vigente hasta hace poco tiempo en
la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de Riadh >rn¿r;r-o:> Latina.
(14/12/90)62. No es posible dar una definición acabada de "protección in-
Además de otros instrumentos internacionales de protec-
ción de derechos humanos (Declaración Americana de los De-
rechos y Deberes del Hombre; Declaración Universal de Dere-
63 Todos ellos incorporados con jerarquía constitucional en la reforma de
Constitución Nacional de Argentina en 1994 (d. art. 75, inc. 22, CN).
64 A través de la publicación en e! Boletín Oficial del 9/5/1997 de la ley
58 Resolución 54/263 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se aprobó la jerarquía constitucional de esta Convención en la Argen-
aprobada el 25 de mayo de 2000. Al 13/3/03 fue ratificado por 52 países.
59 Resolución 54/263 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 65 A través de la publicación en el Boletín Oficial del 3/9/2003 de la ley
aprobada el 25 de mayo de 2000. Al 13/3/03 fue ratificado por 50 países. se aprobó la jerarquía constitucional de este instrumento internacio-
60 Resolución 40/33 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, apro- de derechos humanos en la Argentina.
bada e! 29 de noviembre de 1985, cuatro años antes de la aprobación de la
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
66 Hay algo de paradojal en esta situación que indirectamente señalan
CtJl~NINGlflMil, Hugh,
Children & childhood in western society since 1500, Long-
61 Resolución 45/113 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 1995; POSTMAN, Neil, The dissapearance of childhood, Vintage, 1994; y
aprobada el 14 de diciembre de 1990. NKS, Chris, Childhood, Routledge, Londres, 1996: la era de los derechos del
62 Resolución 45/112, aprobada por la Asamblea General sobre la base de! como derechos de ciudadanía -que acerca conceptualmente los niños a
informe de la Tercera Comisión A/45/756 en el Cuadragésimo Quinto Período adultos- conspira ~ontra el derecho del niño a ser niño -que mantiene a los
de Sesiones el 14 de diciembre de 1990. en una dimensión conceptual claramente diferenciada de los adultos-.
33
capítulo I
protección integral vs. situación irregular
tegral de los derechos de los niños'v". Sin embargo, sí es posi- Las características del sujeto dejan de ser cuestiones rele-
ble afirmar que en América Latina, cuando hoy se habla de para autorizar una intervención estatal coactiva respec-
protección integral se habla de protección de los derechos de niño de que se trate. Ya no son las condiciones persona-
niños, ni fías y adolescentes. En este sentido, quizá puramente menor de edad las que habilitan al Estado a intervenir,
teórico pero con implicancias prácticas muy concretas, el su conducta delictiva concreta (derecho penal de acto). De
cambio con la concepción anterior es absoluto e impide consi- que, desde el punto de vista político-criminal, de esta
derar cualquier ley o institucionalidad basadas sobre postula- se deriva un sistema de justicia juvenil que sólo
dos peligrosistas y filantrópicos como una ley de protección las reacciones estatales coactivas frente a infractores
integral de derechos inspirada en la Convención sobre los De- "potenciales infractores") de la ley penal.
rechos del Niño. promoción y garantía de los derechos económicos, socia-
Se advierte entonces que protección integral como protec- culturales de una persona menor de 18 años no es más ta-
ción de derechos es una noción abierta, en permanente bús- la justicia penal, que durante un siglo pretendió garan-
queda de nuevos y mejores estándares. Por tal motivo, no pa- al precio no sólo de no garantizarlos, sino de violar de-
rece adecuado para definirla limitarse a los instrumentos inter- civiles elementales reconocidos a todas las personas
nacionales específicamente orientados al tema infancia, tal co- sde mucho tiempo atrás. En este nuevo modelo, en conse-
mo se hacía en los primeros artículos que sobre el tema se es- lencia, no hace falta cometer delitos para tener familia, ir a
cribieron a comienzos de la década del 90. Deben pues consi- escuela, comer, recibir atención médica, tener casa o no ser
derarse incluidos todos los instrumentos internacionales de altratados".
protección de derechos humanos suscriptos por cada país en la
medida en que establecen una mayor protección. racterísticas del destinatario de las normas e instituciones
En términos generales es posible afirmar que un sistema le- protección integral de los derechos de la infancia
gal e institucional de protección integral de derechos de los ni-
niños son ahora definidos de manera afirmativa, como
fías debe presentar las características que se mencionan a con-
plenos de derecho. Ya no se trata de "menores", ir-capa-
tinuación.
personas a medias o incompletas, sino de personas cuya
particularidad es estar creciendo. Por eso se les reconocen
Marco teórico
los derechos que tienen los adultos, más derechos especí-
El nuevo modelo de protección integral de los derechos del precisamente por reconocerse esa circunstancia evolutiva.
ni fío se enmarca en lo que se conoce como escuela de la reac-
ción social, que representa una ruptura con el modelo etiológi-
35
------~--~..
El reconocimiento y promoción de los derechos de los niños IJIJ,U8.srC¡S que habilitan la tntervencion estatal
se produce en una concepción integral que recupera la univer- este enfoque, las leyes definen los derechos de los niños
salidad de la categoría de la infancia, antes fragmentada por :st,lbJecen que en caso de que alguno de esos derechos se en-
las leyes de "menores". Los derechos que la Convención garan- ntre amenazado o violado, es deber de la familia, de la co-
tiza tienen como destinatarios a todos los niños y niñas y no fiidad y/o del Estado restablecer el ejercicio concreto del de-
sólo a una parte de ellos. Si se es titular de derechos, si la pro- ha afectado a través de mecanismos y procedimientos efec-
tección es concebida como derecho, entonces deben existir re- Os y eficaces tanto administrativos cuanto judiciales, si así
medios legales en caso de violaciones a los derechos, no así ttespondiere 74.
cuando la protección es concebida como ayuda o caridad, don- Los alcances de esta formulación, expresada por primera
de las nociones de exigibilidad y responsabilidad desaparecen. en el arto 227 75 de la Constitución de Brasil, no han sido su-
De todos los derechos, uno que estructura la lógica de la ientemente analizados. Se trata de una transformación radi-
protección integral es el derecho del niño a ser oído y a que sus rdel contenido de las leyes de infancia, que junto con el ar-
opiniones sean tenidas en cuenta/". Se pasa de una concepción ulo del Estatuto del Niño y el Adolescente del mismo país
de exclusión de la voz del menor, donde los niños, como inca- e prohíbe separar a un niño de su familia por razones de po-
paces, no tenían nada que decir, a otra más cercana a la situa- za, son los artículos emblemáticos del cambio, presentes en
ción ideal de diálogo en la que participan todos los ciudada- as las nuevas legislaciones de infancia de la región. Al desa-
nos, pensado el proceso en términos habermasianos 71. En este ecer las vagas y antijurídicas categorías de "riesgo", "peli-
sentido, la aplicación de la Convención se asocia directamente moral o material", "circunstancias especialmente difíciles",
con la construcción de una sociedad más democrática y parti- uaciónirregular", etc., no es más posible cargar sobre el ni-
cipa tiva 72. En palabras de A1ess~ndro.BARATTA, la democracia omisiones de los adultos que determinan violaciones a
necesita que los niños opinen y participen. Cómo lograrlo es derechos. Por el contrario, a partir de esta nueva formula-
responsabilidad de los adultos, quienes deben diseñar e imple- quien se encontrará en "situación irregular" cuando el
mentar arreglos institucionales que permitan que las opiniones erecno de un niño se encuentre amenazado o violado, será al-
de los niños sean tenidas en cuenta73. persona o institución del mundo adulto (familia, comu-
o Estado).
37
capítulo I protección integral vs. situación irregular
39
capítulo I protección integral vs. situación irregular
completamente distinto del sistema tutelar, que al considerar a debe dictarse por tiempo determinado y más breve posi-
los menores como inimputables y dejarlos bajo la tutela de un sólo frente a la comisión de un delito gravísimoñt.
juez, los privaba de todos sus derechos; es, además, un sistema
de justicia distinto del sistema penal de adultos. Modelo tutelar Modelo de la protección
En cuanto a la política criminal, este sistema reconoce a los o de la situación integral de derechos
niños todas las garantías que le corresponden a los adultos en irregular (pre-CDN)
los juicios criminales según las constituciones nacionales y los teórico escuela' etiológica escuela de la reacción
instrumentos internacionales aplicables, más garantías espe- social
cíficas 8o . - "menores"
Características - niños y jóvenes/adolesc.
Los adolescentes sólo pueden ser juzgados por tribunales es- destinatario - incompletos - personas en desarrollo
pecíficos y bajo procedimientos especiales. Desde el punto de las normas - incapaces - capaces relativos
vista procesal, se establece un sistema acusatorio (oral y contra- e instituciones - objetos de protección - sujetos de derecho
dictorio) que sea flexible y que permita instancias conciliatorias - infancia fragmentada - universalidad de la
infancia
a lo largo de todo el proceso, no para desconocer las garantías - no importa la - es central la opinión
como en el modelo anterior, sino para permitir una solución opinión del niño del niño
real al conflicto que puso en marcha el proceso penal juvenil.
En un sistema de este tipo, la responsabilidad del joven por Supuestos que - "situación de riesgo - derechos amenazados
habilitan la o peligro moral o o violados
el acto cometido debe expresarse en consecuencias jurídicas ab- intervención material" o "situación
solutamente diferentes de las que se aplican en el sistema gene- estatal irregular" o "circunstancias
ral de adultos. El catálogo de esas medidas se extiende desde la especialmente difíciles"
advertencia y la amonestación hasta los regímenes de arresto - "menor en situación - adultos, instituciones
irregular" y servicios en
domiciliario o privación de la libertad en institución especiali- "situación irregular"
zada. En este sistema la privación de libertad en centro especia-
lizado es una medida excepcional, ultima ratio, que en todos los Características - centralización - descentralización
de la respuesta - lo asistencial confundido - lo asistencial separado
estatal con lo penal de lo penal
- judicialización - desjudicialización
dísvaliosa, ésta era explicada como un trastorno orgánico hormonal pero no Características - juez ejecutando política - juez en actividad
como "delito". Es de! caso recordar el reclamo de Olympie DE GOUGES al de- y rol del juez social I asistencia jurisdiccional
recho a la tribuna y' al patíbulo, reclamo que parece anticiparse a la tesis he- - juez como "buen padre - juez técnico
geliana de la pena entendida como un derecho para el reo, pues es honrado de familia"
en su ser racional. Para un cuidadoso análisis sobre este aspecto ver GRAZIO- - juez confacultades - juez limitado
SI, Marina, Iniirmitas sexus, en "Nueva Doctrina Penal", 1999/A, Ed. Del Puer- omnímodas por garantías
to, Buenos Aires.
80 Cf. arto 40 de la Convención Internacional sobre los Derechos de! Niño.
Este reconocimiento de garantías es independiente del hecho de sostener que
los niños y jóvenes son inirnputables, como es e! caso, por ejemplo, del Esta- 81 Los delitos graves deben estar taxativamente mencionados en la ley a
tuto de! Niño y de! Adolescente de Brasil. Al respecto ver BELOFF, Mary, Algu- fin de evitar interpretaciones de la palabra "grave" que afecten e! principio de
nas contusiones, cít., supra nota 76. excepcionalidad, como sucede en algunos países.
41
capítulo I protección integra} vs. situación irregular
43
protección integral situación irregular
capítulo I
cargada de la niñez y la adolescencia en Costa Rica- inició una +",--Icr\Tí" no era demasiado tarde para emprender la creación de
acción constitucional ante la Sala Constitucional que ello de utopía contraria a la de la aniquilación del hombre: "Una
marzo del 2002 ordenó al gobierno de Costa Rica pagar los y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda deci-
fondos adeudados e incluir la asignación legalmente prevista por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cier-
en el presupuesto ordinario anual de la República. Asimismo, el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes con-
LlCllCl"UCI,,:> a cien años de soledad tengan por fin y para siempre
la Sala advirtió al Ministro de Hacienda sobre la posibilidad de
enfrentar cargos criminales si no acataba el fall0 83 . segunda oportunidad sobre la tierra" 84. La Convención se
Sin estos mecanismos legales de exigibilidad de los dere- constituido en esta segunda oportunidad para millones de
chos contenidos en las nuevas leyes, la protección a la infancia y niñas, y es deber de los juristas, que históricamente los
permanece en el nivel de las buenas intenciones. La reciente ignorado, trabajar para que esa nueva oportunidad no se
historia latinoamericana demuestra que para que esta situa-
ción comience a modificarse, la ley cumple un rol central. En
los estados populistas -como algunos estados latinoamerica-
nos de los años 50- la 'protección" a la infancia se traducía en
políticas asistenciales canalizadas mediante políticas sociales
universales. Hoy estas políticas de ciudadanía reclaman en las
nuevas leyes y en la realidad social mecanismos de exigibilidad
para la plena vigencia de los derechos que sean fácilmente
apropiables por los destinatarios, fundamentalmente, niños,
niñas y adolescentes.
En este sentido, la Convención Internacional sobre Dere-
chos del Niño se convirtió -probablemente a pesar de ella mis-
ma y de quienes la escribieron- en un diseño utópico; no en el
sentido de utopía regresiva, sino en un texto, en una narrativa
que nos habla de cómo queremos que el Estado -y el mundo
adulto en general- se relacione con la infancia. Su impacto a
través de reformas legales en América Latina permite advertir
cómo la ley incide directamente para que la realidad de la vida
de los niños se acerque un poco a ese diseño utópico.
En ocasión de recibir el Premio Nobel en 1982, Gabriel GAR-
CÍA MÁRQUEZ afirmó que se sentía con el derecho de creer que
45
Capítulo 11
aplicación .rIi,'otr•.¡.",
sobre los Derechos del Niño en
47
la aplicación cI~recla la convención
capítulo 11
Las razones que explican tal generalizada aceptación exce- La Convención Internacional tiene en la Argentina -desde la
den el propósito de este artículo-: pero son relevantes a la ho- '6h"rlTl::ldel aúo 1994- jerarquía constitucional por imperio del
ra de analizar los supuestos de aplicación directa del tratado 75, inc. 22, de la Constitución Nacional. Ello significa que
en cuestión en el ámbito interno. Las lagunas y ambigüedades mparte con la Constitución su supremacía y que, por lo tan-
presentes en algunas secciones de la Convención Internacional se sitúa en el vértice de nuestro ordenamiento jurídico".
Úo también implica que leyes, decretos y reglamentos del Po-
sobre los Derechos del Niño permiten la continuidad de inter-
r Ejecutivo, resoluciones administrativas, actos administra-
pretaciones tutelares pero pueden convertirse en una oportuni-
os de alcance individual y sentencias, deben aplicarla en un
dad para desarrollar una nueva hermenéutica. Los artículos
ble sentido, no sólo no contradiciéndose con las normas de
que reconocen claramente derechos, com~ indical~é más ade-
Convención sino en sentido positivo, adecuándose a lo pres-
lante, pueden ser aplicados directamente, sm necesidad de ma-
l-ipto por el tratado de modo que el tratado se desarrolle a tra-
yor reglamentación. . ,
Como se ha señalado en el Capítulo T, los tribunales en Ame-
es de esas normas>,
En este sentido, se ha señalado que "a los tratados interna-
rica Latina no han declarado la inconstitucionalidad de las le-
ionales -mucho más cuando, como es el caso de la Conven-
yes basadas en la doctrina de la situación irregul.ar. Tam~oco
'Ón sobre Derechos del Niño, tienen jerarquía constitucional-
han aplicado -salvo escasísimas y valiosas excepciones- direc-
tamente la Convención Internacional sobre los Derechos del ély que adjudicarles lo que se da en denominar fuerza norma-
Niño a los casos sometidos a su conocimiento. El argumento ·Va. Quiere decir que son normas jurídicas, que tienen aplica-
ilidad directa y que, para que esa fuerza normativa desembo-
con el que durante años los jueces de menores han respondido
en la eficacia de la dimensión sociológica del mundo jurí-
a la pregunta respecto de por qué no aplican la Convención, ~s
que el instrumento internacional contiene normas programan- es menester que cuenten con un mecanismo garantista.
así, reaparece el sistema judicial de control para desea-
cas que hacen necesaria una reforma legislativa que haga ope-
las transgresiones, para esperar las omisiones en el curn-
rativos los derechos allí contenidos.
Este argumento evidentemente contradice la doctrina sen- (que también son transgresoras e inconstituciona-
para desarrollar la interpretación, etcétera'v.
tada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina
en el fallo "Ekrnekdjián C/Sofovich" en el que ésta sostuvo que
cuando se ratifica un tratado existe una obliga~ión internacio-
nal de que todos los órganos del Estado, sean administrativ?s 4 Sobre jerarquía de los instrumentos internacionales de derechos huma-
o jurisdiccionales, apliquen ese tratado a los supues.tos. por es- ver entre otros GELLI, María Angélica, Constitucion de la Nación Argenti-
te abordados siempre que el tratado contenga deSCrIpCIOneS lo Comentada V concordada, 2" ed. ampliada y actualizada, Ed. La Ley, Bue-
Aires, 2003: ps. 284 y ss.; PINTO, Mónica, Temas de derechos humanos, Ed.
suficientemente concretas de esos supuestos de hecho que ha- Puerto, Buenos Aires, 1997, ps. 63-86.
gan posible su aplicación inmediata'.
5 CL BlDART CAMPOS, Germán, Constitución, Ti-atados y NOI71/as Infracons-
tULIC/C)/1{ltes en relación con la Convención sobre los Derechos del Niño, en
Dlf\"Ltll, María del Carmen (comp.), El derecho y los chicos, Ed. Espacio, Bue-
48 49
capítulo I1 la aplicación directa ele la convención
En lo que sigue presentaré algunos ejemplos acerca de la incisos b) y d) del ar1. 37 constituyen sin duda alguna
aplicación directa de la Convención Internacional sobre los que permiten la aplicación directa de la Conven-
:'>L1.UL'L."LL.''''
Derechos del Niño en el ámbito interno, sin perjuicio de ré- Internacional sobre los Derechos del Niño.
marcar la urgencia de la reforma legislativa en esta materia en inciso b) plantea la privación de libertad (a la que llama
el ámbito nacional. terlcióll, encarcelamiento o prisión) como medida de último
Si se considera por ejemplo el ámbito de la intervención ya ser adoptada por el plazo más breve posible. Tam-
coactiva del Estado en las vidas de los niños que ingresan a la Ilestablece que nunca podrá tener lugar de manera arbitra-
justicia de menores por alguna de las vías previstas por la ley Rilegal. Este inciso permite entonces plantear en los proce-
(ser autor o víctima de delito, vivir o trabajar en la calle, etc.), en los que se encuentren involucrados niños privados de la
según las leyes tutelares, es posible encontrar en las normas de ~rtad algunas preguntas fundamentales:
r: En este proceso, la adopción de la medida de privación de
la CDN argumentos que posibiliten -desde un nuevo enfoque
de derechos- el ejercicio efectivo por parte de los niños de los libertad ¿ha sido el último recurso?, ¿se han agotado otras
derechos reconocidos a ellos por la Constitución y desconoci- ydidas antes de decidir la aplicación del internamiento?
- En este proceso, el tiempo que lleva el niño privado de su
dos por las leyes nacionales.
~rtad ¿puede considerarse el más breve que procede, tenien-
En ese sentido, el art. 37 de la Convención Internacional so-
en cuenta que la noción de brevedad, en la vida de un niño,
bre los Derechos del Niño establece:
Ile un significado diferente que en la vida de un adulto?
"Los Estados Partes velarán porque: --- En este proceso, la privación de la libertad del niño ¿ha si-
a) Ningún niI10 sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crue- realizada de conformidad a la ley -a una ley obviamente vá-
les, inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de a, no en el sentido de validez formal o mera existencia sino
prisión perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometi- el sentido de la coherencia de sus significados con la cons-
dos por menores de 18 aI10S de edad. rcíón-?
b) Ningún niI10 será privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. - En este proceso, la privación de lalibertad del niño ¿ha te-
La detención, el encarcelamiento o la prisión de un niI10 se llevará a
a lugar de manera arbitraria? ¿Cómo ha fundamentado el
cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida
z la adopción de esta medida?
de último recurso y durante el período más breve que proceda.
e) Todo niI10 privado de libertad será tratado con la humanidad y el -- ¿Cuál es el delito imputado al niño?
respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de - La privación de libertad ¿ha sido dictada como una medi-
manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de cautelar para asegurar los fines del proceso, o como una
su edad. En particular, todo niI10 privado de libertad estará separado nción consecuencia de la declaración de responsabilidad pe-
de los adultos, a menos que ello se considere contrario al interés su- 1 del adolescente?
perior del niño, y tendrá derecho a mantener contacto con su familia Si no se imputa un delito, ¿cuál es el fin y la justificación
por medio de correspondencia y de visitas, salvo en circunstancias
adopción de la "medida de internamiento"?
excepcionales.
d) Todo niI10 privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acce- ¿La CDN autoriza el uso de la privación de la libertad sin
so a la asistencia jurídica y otra asistencia adecuada, así como dere- rínímas garantías procesales?
cho a impugnar la legalidad de la privación de su libertad ante un tri- son algunas preguntas que obligarían a los tribunales
bunal u otra autoridad competente, imparcial e independiente, y a mpn,nr'p<: al menos a pronunciarse sobre las garantías reco-
una pronta decisión sobre dicha acción". lUC1U(;!~ por la Constitución y la CDN a los niños.
50 51
capítulo II
la aplicación directa de la CO¡nVE~I1Ción
53
capítulo 11 la aplicación directa de la convención
VI) que el niño contará con la libre asistencia gratuita de un intérpre- Otro artículo de la Convención que puede ser aplicado y de
te si no comprende o no habla el idioma utilizado; es aplicado de modo bastante extendido en particular en
VII) que se respetará plenamente su vida privada en todas las fases del [usticia de familia es el art. 12. Este artículo establece:
procedimiento (... )".
"1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de
Todos estos incisos del apartado 2.b del art. 40 pueden ser formarse un juicio propio el derecho de expresar su opinión Iibremen-
directamente aplicados en los procedimientos que afecten a ni- en todos los asuntos que afectan al n o , teniéndose debidamente
íñ
55
Capítulo III
un caso no es
a
57
comentario a la sent~ncia "villagrán morales"
capítulo 111
59
capítulo 11I
comentario a la senteneia "villagrán morales"
En esto precisamente radica el carácter paradoja] de la sen- CÍC)n(cs -las más perversas por su fundamento- a los derechos
tencia: en que rescata la categoría "niño de la calle" en un mo-
niños y los adolescentes a lo largo de todo el siglo se han
mento en el que la lucha por los derechos de los niños y ado-
lIHv".LL~ en nombre de su protección>.
lescentes en América Latina intenta salir de una concepción
del problema basada en lo que se ve: el ni110 en la calle, para
pasar a una concepción basada en los derechos, basada en el
reconocimiento de la ciudadanía plena para todos los niños y 15 de junio de 1990, en la Zona 1 de la Ciudad de Guate-
para todos los adolescentes. Henry Giovanni Contreras, de dieciocho aftas, Federico
Al mismo tiempo, la importancia del fallo se encuentra en
Figueroa Túnchez, de veinte aftas, Julio Roberto
que más allá de las definiciones técnicas respecto de qué se en-
Sandoval, de quince aftas y Jovito Josué Juárez Cifuentes,
tiende por niño de la calle y más allá de algunas cuestiones que
diecisiete aftas, fueron secuestrados por miembros de las
no abordó, logró dar especificidad y visibilidad a un problema
de seguridad del estadov, Los cuerpos de Juárez Ci-
gravísimo de la infancia en muchos países de la región latinoa-
y de Figueroa Túnchez fueron encontrados, con seña-
rnericana. En este sentido, la sentencia demuestra que el enfo-
S de apremios, al día siguiente en un lugar denominado Bos-
que "niños de la calle", en su ocaso, todavía puede ser útil.
les de San Nicolás. Los cuerpos de los dos jóvenes restantes
El problema que se pretende plantear en lo que sigue, pre-
reron encontrados, con similares evidencias de haber sido so-
via descripción de las vicisitudes del caso en el sistema intera-
mericano y de lo más relevante de la sentencia, es que -y bue- etidos a torturas, en el mismo lugar, el día 17 de junio".
no es reiterarlo, a pesar del evidente valor de la decisión- la El 25 de junio de 1990 fue asesinado por integrantes de los
Corte Interamericana no advirtió la singularidad del asu~"lto de seguridad del Estado, mediante un disparo de arma
pese a todos los esfuerzos que ella misma y que las partes hi- fuego, Anstraum [Aman] Villagrán Morales, de diecisiete
cieron para plantearlo como un caso de derechos del niño. La en el mismo sector de la Zona 1, denominado "Las Case-
Corte se quedó a mitad de camino: estableció que el Estado de , del que habían sido secuestrados los jóvenes menciona-
Guatemala violó el artículo 19 de la Convención Americana s en el párrafo anterior''.
-derecho del niño a ser destinatario de medidas especiales de
protección- pero no avanzó en el sentido de determinar cuál
debería ser el contenido de las medidas especiales de protec- 5 Sobre este punto ver PLATT, Anthony, The "Child Savers". Tlie inventiou o(
ción que el Estado está obligado a adoptar respecto de sus ha- Chicago, Chicago University Press, 2" eel. 1969; en castellano, Los
bitantes menores de dieciocho afias de edad. Más precisamen- Salvadores del Niño". La invencion de la delincuencia, Ed. Siglo )G'G, México,
te, lo poco que determinó respecto del contenido de la medidas Sobre la situación en América Latina, ver AA.VV., lnjancia, adolescen-
especiales de protección refleja una concepción respecto de la y control social en América Latina, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1990, y
.VV., Del revés al derecho. La condicion jurídica de la injancia en América
infancia que la Convención Internacional sobre los Derechos uina. Bases para una reforma legislativa, Eel. Galerna, Buenos Aires, 1992.
del Niño -tal como ha sido interpretada en los procesos de re- n el mismo sentido, GARCÍA MÉNDEZ, Emilio, Iniancia. De los derechos vde la
formas legales e institucionales latinoamericanos de la última 2" ed. actual., EC!. Del Puerto, Buenos Aires, 2004. -
década- pretende superar. 6 Cl. punto 80 ele la sentencia que se comenta.
En este tema, abordar con minuciosidad esta cuestión era 7 cr. puntos 81 y 82.
todo lo contrario a una obviedad: gran parte de las peores vio-
8 CL puntos 83.
61
comentario a la sellte~cia "villagrán morales"
capítulo 111
El 15 de septiembre de 1994, Casa Alianza y CEJIL presen- Dn~S(~nlar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos
taron una denuncia ante la Comisión que tramitó como caso
11.383. En el transcurso de ese trámite, la Comisión celebró El 30 de enero de 1997 la Comisión inició ante la Corte una
dos audiencias, la primera los días 19 y 30 de septiembre de contra la República de Guatemala originada en la
1994 y la segunda el 22 de febrero de 1996, audiencia en la 11.383 en la que solicitó que la Corte decidiera si el
v-, guatemalteco había incurrido en violación a los artícu-
se propuso a las partes llevar a cabo negociaciones de solución H ...., ... t
amistosa. Los peticionantes, en esa oportunidad, no se opusie- (obligación de respetar los derechos), 4 (derecho a la vi-
ron pero manifestaron reservas acerca de la posibilidad de lle- (derecho a la integridad personal), 7 (derecho a la liber-
gar a una solución amistosa en el caso. El Estado, que en la au- pTsonal), 8 (garantías judiciales), 19 (derechos elel niño) y
diencia solicitó pronunciarse sobre el punto posteriormente, (protección judicial) ele la Convención Americana sobre De-
en presentación del 8 de mayo de 1996 sostuvo que "no sería rechos Humanos, ya los artículos 1, 6 Y 8 de la Convención In-
necesario llevar a cabo un proceso de solución amistosa" 10. americana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
El 16 de octubre de 1996 la Comisión aprobó el Informe
33/96 en el que declaró admisible la denuncia presentada y es-
11 Cf. punto 29.
12 La demanda f-ue presentada en inglés y uotificada en inglés al Estado,
9 Cf. puntos 228 y siguientes. «UllLjl_IC se le había transmitido por fax una traducción al español con varios
de traducción que posteriormente fueron corregidos.
10 Cf. punto 23.
63
capítulo 11I comentario a "'''''0+'''"''''';0. "villagrán morales"
En esa oportunidad la Comisión solicitó a la Corte que or- d) integrar la Convención sobre Derechos del Niño a la in-
denara al Estado tomar las medidas necesarias para completar :rnreltaC:lon del artículo 19 de la Convención Americana.
una pronta, imparcial y efectiva investigación de los hechos a Acler113lS de la violación al artículo 19 -a la que se hará refe-
fin de que se individualizara y sancionara a los responsables. más adelante y que motiva este cornentario-. la Corte
Demandó asimismo que el Estado adoptara los pasos requeri- sOllVI<J. exactamente conforme lo solicitado por la Comisión,
dos para reivindicar los nombres de las víctimas y para pagar el Estado de Guatemala violó los artículos 7 (derecho a la
una justa indemnización. persona1),4 (derecho a la vida), 5.1 y 5.2 (derecho a la
La audiencia en el caso se celebró los días 28 y 29 de enero tegndlad personal), 8.1 (garantías judiciales) y 25 (protección
de 1999. Los alegatos finales fueron presentados por el Estado icial), todos en función del artículo 1.1 (obligación de res-
el 21 de septiembre de 1999 y por la Comisión el día 20 del mis- tar los derechos), así como el propio artículo 1.1 en lo rela-
mo mes y año en inglés, y ella de noviembre en español. al deber de investigar, de la Convención Americana sobre
La sentencia de fondo del asunto, que aquí se comenta, fue rechos Humanos. También estableció que el Estado de Gua-
dictada el 19 de noviembre de 1999. mala violó los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interameri-
La sentencia sobre reparaciones, que no analizaré en es- na para Prevenir y Sancionar la Tortura.
ta oportunidad, fue dictada en el caso el día 8 de junio de Tal como se planteara en la Introducción, los hechos por
2000. Esta sentencia condenó al Estado de Guatemala a pa- que fue condenado el Estado, hasta aquí, no difieren mu-
gar $ 508.865,91 a los familiares de las víctimas, a llamar a una de una parte importante de los casos que todavía tramitan
escuela con el nombre de las víctimas, a permitir la exhuma-o sistema Interamericano. A la Comisión y, eventualmente,
ción de los restos de una de las víctimas que había sido enterra- Corte, llegan aún casos que reflejan un período de la his-
da como NN en un cementerio público, y a adoptar las medidas ia de la región -adviért3se que los hechos aquí investigados
legislativas, administrativas y de cualquier otro carácter necesa- urrieron en junio de 1990 y la sentencia es de noviembre de
rias para asegurar que la ley guatemalteca refleje el artículo 19 99, esto es, nueve años y medio después-, en el que prácticas
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. o aquellas de las que trata este caso eran habituales res-
de algunas personas o grupos de personas consideradas
IV. lo que la sentencia resolvió Tradicionalmente en Guatemala, y todo a lo largo
Los puntos destacados de la sentencia de fondo en el caso
que se comenta, tanto normativos cuanto político-instituciona-
les, pueden resumirse en: Alessandro BARATTA ha analizado este tema como expresiones de la pre-
especial negativa. Afirma el autor: "En las áreas latinoamericanas del
a) darle visibilidad al tema de las campañas de asesinatos de y de América Central se ha presenciado, en concomitancia con la ins-
niños y jóvenes socialmente desaventajados en Guatemala; ción del nuevo autoritarismo de los regímenes militares, tanto una gi-
b) pronunciarse por primera vez sobre el artículo 19 de la y rápica extensión del sistema punitivo extralegal como su concen-
Convención Americana referido a las medidas especiales de en la violenta represión de la resistencia popular y de cualquier forma
protección de las que los niños por su condición son titulares; disidencia política e intelectual. (...) Por otra parte, seguimos constatando
áreas indicadas de América Latina la tentativa de atribuir a las víctimas
e) desarrollar el derecho a la vida en un sentido integral que represión política las connotaciones de anti-socialidad, criminalidad y
incluye tanto su no privación cuanto las obligaciones positivas (...) La consolidación de las teorías tecnocráticas de la prevención
del Estado para garantizar a los niños una vida digna; y negativa (...) corresponden pues a recientes transformaciones de la
65
capítulo 111
comentario a la sentencia "villagrán morales"
del conflicto armado que se extendió por treinta y seis años H, La Corte, con acierto, no se pierde en la discusión interrni-
la peligrosidad se asociaba -con prescindencia de la edad o del respecto a qué es un rriño de la calle o, peor aún, cuánto
sexo- a la pertenencia a grupos políticos opositores; en algunos qué hay que tener -o no tener- para ser considerado un ni-
casos, además, el ser miembro de una etnia l> automáticarnen- de la calle; pero tampoco asume que esta categoría es rela-
te era considerado como indicador de pertenencia a estos gru- nueva y posterior al proceso de industrialización
pos políticos opositores y, en consecuencia, como indicio de y urbanización desordenada presente en gran parte de
peligrosidad. países de la región. La expresión "niños de la calle" consti-
En este caso, no obstante, las víctimas no fueron tales debi- otra manera de ver, de entender y de intervenir en la rea-
do a su origen étnico o a su adscripción política. La sentencia personal y social de quienes viven o trabajan en las ca-
establece, con contundencia, que los jóvenes Contreras, Figue- 16, superadora del rnodelo asistencialista basado en la insti-
roa Túnchez, Caal Sandoval, Juárez Cifuentes y Villagrán Mo- tücionalización compulsiva, pero que no logra ingresar en la
rales padecieron las violaciones a sus derechos relatadas más de los derechos de la infancia que se inaugura con la Con-
arriba por ser considerados "niños de la calle". veneren Internacional. Desde este punto de vista, entonces, lo
que es relevante es que las víctimas eran consideradas
de la calle y que por eso fueron victimizadas. Las vícti-
fueron tales por ser reconocidas como "niños de la calle",
estrategia de legitimación de los sistemas penales en América Latina y en Eu- allá de las definiciones técnicas y sólo en ese sentido pue-
ropa. En el primer caso, se trata, sobre todo, de la variante más represiva de
la prevención negativa: la aniquilación física o la 'desaparición' del adversario
entenderse que éste es un caso de "niños de la calle".
acompañada del abandono de la función punitiva del derecho". Cf. BARATTA, Como ya mencioné, este es, desde el punto de vista políti-
Alessandro, Viejas y nuevas estrategias en la legitimación del derecho penal, en co-mstítucional, el mejor logro de la sentencia. El haber pues-
"Poder y Control", Ed. PPU, n° 0, Barcelona, 1986, ps. 77-92. en evidencia la existencia de agresiones sistemáticas conoci-
14 En Guatemala el proceso de transición democrática comenzó en 1982 como "campañas de exterminio" o "limpieza social" hacia
ya partir de 1985 se institucionalizó el Estado de Derecho a través de eleccio- población infantil o adolescente que vive o trabaja en las ca-
nes libres. El 14 de enero de 1986 entró en vigencia la nueva Constitución po-
17. Sobre estas campañas en Guatemala se ha afirmado:
lítica. El 29 de diciembre de 1996 se firmó el Acuerdo de Paz Firme y Durade-
ra, que puso fin al conflicto armado interno. En ese sentido, en la página 3 del
Informe Democracia en Guatemala. La Misión de 1lI1 Pueblo Entero, Bogotá, "A principios de los noventa, la mirada internacional se concentró en
IDEA, 1998, se afirma: "1. La sociedad guatemalteca experimenta desde hace Guatemala, cuando agentes de la Policía Nacional y otros miembros
algunos años una triple transición. Se ha pasado ya de la guerra a la paz. Se de las fuerzas de seguridad del Estado participaron en docenas de ata-
transita del autoritarismo a la democracia participativa. Y, por último, se bus- ques violentos contra niños de la calle, entre ellos catorce asesinatos
ca pasar de una economía Estado-céntrica y cerrada, a una de mercado, inte- en un período de dieciocho meses. El peor año en relación a este tipo
grada al proceso de globalización", de asesinatos fue 1990 ( ... ). A finales de ese año, varios niños habían
15 Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 1994, en
Guatemala el 61,6% de la población es rural y el 40, 6% indígena. Si bien el
el idioma oficial, entre la población indígena se hablan veintitrés
idiomas mayas. La guerra dejó como resultado ciento cincuenta mil muertos,
desaparecidos, un millón de desplazados internos, cien mil re- 16 CE. GOMES DA COSTA, Niños y l1Í17as de la calle, cit., p. 9.
doscientos mil niños huérfanos. Tres de cada cuatro víctimas de la 17 Ver Vidas ein risco: assassinatos de criancas e adolescentes no Brasil,
indígenas. Cf. Democracia en Guatemala, cit., ps. VIII Y 4. ...., IBASE, NEV-USP, Río de Janeiro, 1991.
'VH ' l n 'V u
67
comentario a la sentencia "villagrán morales"
capítulo 111
20 CL punto 183 de la sentencia. icia en América Latina. Bases para una reforma legislativa. Ed. Galerna, Bue-
Aires, 1992, ps, 389-451.
21 Cf. Los niños olvidados de Guatemala, cit., ps. 14-15.
69
68
- - - - - - - - -
En cuanto a la interpretación de los tratados aplicables al privación de la libertad ilegal o arbitraria más algunas ga-
caso, la Corte sostuvo: "~'nTi,o:lC' procesales para el caso de los niños privados de líber-
de la Convención Internacional sobre los Derechos del
"194. Tanto la Convención Americana como la Convención sobre los
como pautas para precisar "en variadas direcciones, los
Derechos del Niño forman parte de un muy comprensivo corpus juris
internacional de protección de los niños que debe servir a esta Corte
aJc:alllce:s de las 'medidas de protección' a que alude el artículo
para fijar el contenido y los alcances de la disposición general defini- de la Convención Americana'<>.
da en el artículo 19 de la Convención Americana". Corte intentó definir el contenido de las "medidas de
pero no lo logró. Apenas estableció que "(... ) Entre
Este es probablemente el mejor párrafo de la sentencia [las medidas de protección] rnerecen ser destacadas las
términos de su utilidad concreta en el caso -que no fue desa- 'eb~n~nj~es a la no discriminación, a la asistencia especial a los
rrollada, como se verá seguidamente-, y en relación con pro- privados de su medio familiar, a la garantía de la super-
nunciamientos futuros de la misma Corte. vivencia y el desarrollo del niño, al derecho a un nivel de vida
;tU'¡:;""..lCl'UU y a la re inserción social de todo niño víctima de
70 71
comentario la sentencia "villagrán morales"
capítulo 111
mento ele que ése era el "medio", sin explicar siquiera mínima-
mente por qué no lo era (en términos político-criminales) ni
ción de los mismos, en orden a 'permitirles que desempeñen
podía serlo (en términos de principios).
un papel constructivo y productivo en la sociedad'. Es eviden-
La Corte no se dedica en cambio al análisis de cuál ha sido
te que, en el presente caso, el Estado actuó en grave contraven-
históricamente en América Latina el contenido de las medidas
ción de esas directrices'<".
especiales de protección, que puede ser resumido en una pro-
Así concluye el capítulo dedicado al análisis de la violación
tección que desconocía derechos porque se basaba en la con-
al artículo 19 de la Convención Americana -vale recordarlo,
cepción del otro como objeto de tutela y no como sujeto.
dedicado a las medidas especiales de protección a las que todo
El Código de Menores de Guatemala, Decreto 78-79 apro-
niño tiene derecho-: con un relato referido a un episodio vin-
bado en 1979, constituye uno de los exponentes más claros del
culado con un delito en el que habría estado involucrada una
~istema legal para menores de edad hegemónico en América
de las víctimas.
Latina hasta la irrupción de la Convención sobre los Derechos
La asociación entre pobreza o marginalidad y delincuencia
del Nii10 en el continente, a comienzos de la década de 1990.
no aparece sólo al final del capítulo dedicado a los derechos del
Paradójicamente aprobado en el que fuera declarado por la Or-
niño. La Corte afirma, al referirse a las campañas de "limpieza
ganización de las Naciones Unidas como el "Afio Internacional
social":
del Niño", contiene disposiciones ejemplares para entender la
"79. En la época en que sucedieron los hechos existía en Guatemala c.iltura tutelar.
un patrón común de acciones al margen de la ley, perpetradas por El arto 6, por ejemplo, establece que "Los menores son
agentes de seguridad estatales, en contra de los 'niños de la calle'; es- inlmputables de delito o falta, sus actos antisociales son tras-
ta práctica incluía amenazas, detenciones, tratos crueles, inhumanos tornos de conducta que requieren de tratamiento especializa-
y degradantes y homicidios como medio para contrarrestar la delin- clo y no de acción punitiva"; en tanto el arto 34, en relación con
cuencia y vagancia juvenil (supra, párr. 59.c)"28 (destacado agregado). él "tratamiento especializado y no punitivo", establece que
"Los menores serán puestos en depósito [sic] únicamente si
Este párrafo revela también lo que tiene de problemático la ello es indispensable dadas las circunstancias del hecho y las
sentencia: que no logra superar el modelo que asocia pobreza condiciones personales de los mismos".
con delincuencia, propio de la concepción tutelar. No pretendo El intento de definición de la indefinible categoría de la "si-
implicar que la Corte considere adecuado ese "medio para con- tuación irregular", en el art. S, es también elocuente: "Se con-
trarrestar la delincuencia y vagancia juvenil"; pero me preocu- sideran menores en situación irregular, aquellos que sufran o
pa la redacción del párrafo que por lo menos acepta el argu- estén expuestos a sufrir desviaciones o trastornos en su condi-
ción fisiológica, moral o mental y los que se hallen en abando-
no o peligro".
El juez de menores tiene jurisdicción en todos los casos en
27 CE. punto 197 de la sentencia.
los que un menor se encuentre en situación irregular (art. 16)
28 La sentencia remite al título "La problemática de los 'niños de la calle'
y también en los casos de menores en abandono o peligro.
en Guatemala durante la época en la cual ocurrieron los hechos que dieron
origen al presente caso", con nota al pie del Informe de Amnistía Internacio- ¿Cuáles son esos casos? El Capítulo IV los aborda. En el art.
nal, Guatemala: Los Ni/70S de la Calle, publicado en 1990, y el Informe de Ca- 47 se establece que:
sa Alianza, Report to the Cominittee against Torture 011 the Torture oiGuatema-
la Street Children: 1990-1995, publicado en 1995.
73
capítulo 111
comentario a la sentencia "villagrán morales"
75
comentario a la sentencia "villagrán morales"
capítulo I11
76 77
capítulo 111
79
capítulo IV luces y sombras de la consultiva
81
luces y sombras de la opinión consultiva 17
capítulo IV
83
capítulo IV
luces y sombras de la opinión consultiva 17
85
capítulo IV luces y sombras de [a opinión consultiva 17
el otro, le solicitó la formulación de criterios generales válidos de la función de "protección estatal" (interpreto
sobre la materia dentro del marco de la Convención Americana en clave tutelar!") por sobre estos der'echos S. La í
(destacado agregado) 12. JH'.'~'~" afirmó además que "la obligación de protección por
En principio la Comisión acertó en su planteo del problema
en cuanto sostuvo que
"[e]n distintas legislaciones y prácticas de los países americanos, la En este comentario utilizo la expresión "tutelar" para referirme al sis-
gencia de los derechos y garantías reconocidos en los artículos 8 y de protección a los menores implementado a partir de la ley 10.903 de
por la Convención Americana no es plena respecto a los niños como su- la Ley de Patronato de Menores -primera en su tipo en América
jetos y actores en jurisdicción penal, civil y administrativa, por aS1UIIllr- hasta la incorporación de la Convención Internacional sobre los De-
se que la obligación de protección por el Estado para suplir la falta del Niño a los sistemas jurídicos regionales, en 1990-1991. La palabra
plenitud de juicio de los menores, puede hacer pasar a segundo al' tiene muchos significados pero curiosamente la primer acepción del
dichas garantías. Eso implica que los derechos de los menores de ionario de la Real Academia Española es, como sustantivo, la autoridad
a las garantías judiciales y a la protección judicial pueden ser menosca- en d~fecto de la paterna o materna se confiere para "curar" de la perso-
,·los bienes de aquel que por menoría de edad, o por otra causa, no tiene
bados o restringidos. Por ende también otros derechos reconocidos
pleta capacidad civil. En otras acepciones el mismo Diccionario da como
ya vigencia depende de la efectividad de las garantías judiciales
plo: "juez tutelar". De modo que la palabra está originalmente vinculada
los derechos a la integridad personal, a la libertad personal, a la la protección de incapaces. El uso extensivo, como sinónimo de protec-
ción de la honra y la dignidad, y a la protección de la , no es su primer significado.
15 Adviertase
", como este pro bl ema fue planteado de manera muchísimo
Si bien la redacción es algo oscura, creo que es posible clara en el caso más famoso de toda la historia de la justicia de menores,
terpretar lo que la Comisión intentó plantear. La Comisión "Gault" (387 U.S. 1; 87 S. Ct. 1428): "O'. These results were to be achieved
tuvo acertadamente que las leyes y prácticas de los países de put coming to conceptual and constitutional grief, by insisting that the pro~
l11g~ were not adversary, but that the state \Vas proceeding as parens patriae.
región violan o restringen los derechos de los niños contenidos Latin phrase proved to be a great help to those who sought to rationaliz:e the
en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, debido lt~sioll of j~lveniles [rom the constitutional scheme; but its meaning is murky
its hzstonc. credentials are of dubious relevance. The phrase was taken [rom
1cery'practlce, whe:e, however; it was used to describe the power of the sta-
act m loco parentts for the purpose of protecting the property interests and
er:ol~ of the child. But there is no trace of the doctrine in the history of cri-
titución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea al [urisprudence. At cotnmon law, children 1111der seven were considered in-
tida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. ble ~f posse~sing criminal intento Beyond that age, they were subjected to
2. Los Estadospartes se comprometen: t, trial, and 111 theory to punishment like adult offenders. In these old days,
a. a garantizar que la autoridad competente prevista por el sistema tate was not deemed to ha ve authority to accord them [ewer procedural
del Estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal than adults.
curso; right o(the state, as parens patria e, to deny to the child procedural rights
b. a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y le to his elders was elaborated by the assertion that a child, unlike an
c. a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de a right 'not to liberty but to custodio He can be rnade to attorn to his
decisión en que se haya estimado procedente el recurso". to go to school, etc. 11' his parents deiault in effective perjorrning their
12 Esta formulación presenta varios problemas, como correctamente
ir
[unction s-that is, the child is 'delinquent'i-the state may intervene.
so, it does not deprive the child of any rights, beca use he has none. It
el juez JACKMAN en su voto disidente, que serán analizados más adelante.
. provi~es :he 'custody' to whicli the child is entitled. On this basis, procee-
13 Cf. OC 17/2002, párr. 2. involving Juveniles were described as 'civil' not 'criminal' and therefore not
87
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva 17
el Estado" tiene lugar "para suplir la falta de plenitud de juicio cUltcla(~s tutelares estatales es exclusivamente la incapacidad de
de los menores". Parece desprenderse de esta aserción que a personas menores de edad; pero esto no es así, o lo es sólo
juicio de la Comisión el fundamento para el ejercicio de las fa- parte e indirectamente. No es la incapacidad en sí la que au-
la intervención estatal ilimitada; en la lógica tutelar es la
o inidoneidad de los representantes legales del incapaz la
pone en marcha el dispositivo tutelar. Se trata de un proble-
subiect to the requirements which restrict the state when it seeks to deprive a per- entre los diferentes representantes legales del incapaz (pa-
son o] his liberty. tutores, curadores), no de la incapacidad del menor en sí.
Accordingly, the highest motives and most enlightened impulses led to a pe-
En resumen, es posible interpretar que la Comisión enten-
culiar system. [or juveniles, 1111krlOW1l to our law in any comparable context. The
constitutional and theoretical basis [or this peculiar system is-to say the least- que el Estado pretende suplir la incapacidad de las perso-
-debatable. And in practice (... ) the results have not been entirely satisjactory. as menores de edad mediante la adopción de medidas de pro-
Iuvenile Court history has again demonstrated that unbridled discretion, howe- cción, sin reconocerles los derechos y garantías básicamente
ver benevolently motivated, is [requently a poor substitute [or principie and pro- údiciales consagrados en la Convención Americana. Es una
cedure".
["... Estos resultados debían ser alcanzados, sin fracasar desde el punto de
implificación inadecuada del problema aunque comprensible
vista constitucional y conceptual, mediante la insistencia en que los procedi- amo una primera aproximación al tema.
mientos no eran adversariales sino que el estado actuaba como pareus patriae. Para ayudar a la Corte en su tarea, la Comisión manifestó
La frase en latín resultó de gran ayuda para aquellos que buscaban racionali- ue existen Ciertas "premisas interpretativas" que las autorida-
zar la exclusión de los jóvenes del esquema constitucional; pero su significado es estatales aplicarían al momento de dictar medidas especia-
es tenebroso y sus credenciales históricas son de relevancia dudosa. La frase
fue tomada de la práctica de las antiguas cortes de equidad inglesas [Nota de es de protección, premisas que tenderían al debilitamiento de
la autora: tribunal que administraba justicia conforme las formas y los princi- las garantías judiciales de los niños. Estas premisas ("medidas"
pios de la equidad por oposición a las rígidas prescripciones del ca 1111110 11 law] sostiene la Corte que afirma la Comisión, y así comienzan las
donde, sin embargo, era usada para describir el poder del Estado para actuar confusiones) son las siguientes:
en lugar de los padres con el fin de proteger los intereses de propiedad y la per-
sona del niño. Pero no hay huella de la doctrina en la historia de la jurispru- "a. Los menores son incapaces de juicio pleno sobre sus actos y por
dencia cri~l1inal. En el cOII;nlO11 law, los niños menores de siete años eran con- consiguiente su participación por sí o a través de sus representantes
, siderados incapaces de poseer intención criminal. Más allá de esa edad, ellos se reduce o anula tanto en lo civil como en lo penal.
eran sometidos a arresto, juicio y en teoría a castigo al igual que los delincuen- b. Esa carencia de juicio y personería es presumida por el funcionario
tes adultos. En aquellos viejos tiempos no se consideraba que el Estado tuvie-
judicial o administrativo, que, al tomar decisiones que entiende basa-
ra autoridad para acordarles menos derechos procesales que a los adultos.
El derecho del Estado, como parens patriae, para negar al niño derechos
procesales disponibles para sus mayores fue elaborado a partir de la afirmación
de que un niño, a diferencia de un adulto, tiene el derecho 'no a la libertad si-
no a la custodia'. Él puede ser obligado a regresar con sus padres, a ir a la es- De este modo, los motivos más elevados y los impulsos más iluminados
cuela, etc. Si sus padres fallan en ejecutar efectivamente sus funciones custo- condujeron a un peculiar sistema para jóvenes, desconocido para nuestro de-
diales -esto es, si el niño es 'delincuente'- el Estado puede intervenir. Al hacer- recho en cualquier otro contexto comparable. La base constitucional y teóri-
lo, no priva al niño de ningún derecho porque él no los tiene. Simplemente pro- Capara este sistema peculiar es -por decir lo mínimo- discutible. Yen la prác-
vee la 'custodia' a la que el niño tiene derecho. Sobre esta base, los procedimien- tica (... ) los resultados no han sido enteramente satisfactorios. La historia de
tos vinculados con jóvenes fueron caracterizados como 'civiles' y no 'crimina- Corte Juvenil ha nuevamente demostrado que la discrecionalidad desenfre-
les" y por lo tanto no sometidos a los requerimientos que restringen al Estado por más benevolentemente motivada que esté, es con frecuencia un po-
cuandoprocura privar a una persona de su libertad. sustituto de los principios y del procedimiento"] (traducción propia).
89
capítulo IV luces y sombras de.la opinión consultiva 17
das en lo que considera los 'mejores intereses del niño', deja en segun- De aquí en más esta confusión, propia del razonamiento tu-
do plano esas garantías.
no va a ser aclarada y vaa constituirse, si no en elleitmo-
c. Las condiciones del entorno familiar del niño (situación económi-
ca y de integración familiar, falta de recursos materiales de la familia, en una característica fundamental dela OC17, ya que la
situación educacional, etc.) pasan a ser factores centrales de decisión nunca precisó lo que le fue presentado de manera equí-
respecto al tratamiento cuando un niño o adolescente es puesto bajo Hubiera sido un mérito relevante de esta opinión consul-
la jurisdicción penal o administrativa para decidir su responsabilidad que la Corte no reprodujera los confusos planteas conteni-
y su situación en relación con una presunta infracción, o para la de- en el requerimiento de la Comisión; sin embargo -como se
terminación de medidas que afectan derechos como el derecho a la fa- tratara de demostrar- ello no sucedió.
milia, a la residencia o a la libertad.
La Comisión, por último, pidió a la Corte que se pronuncia-
d. La consideración de que el menor está en situación irregular (aban-
dono, deserción educativa, falta de recursos de su familia, etc.) puede
específicamente "sobre la compatibilidad" de algunas "me-
usarse para intentar justificar la aplicación de medidas normalmente especiales" (de protección entendemos, ya que el sentido
reservadas como sanción para figuras delictivas aplicables sólo bajo la' consulta es en relación con el arto 19 de la Convención
debido proceso". Amertcana) adoptadas por algunos Estados respecto de los me-
de edad, con los artículos 8 y 25 de la Convención Ame-
Estas "premisas interpretativas" describen con relativa pre- U~,~~~~, a saber:
cisión el funcionamiento de los dispositivos administrativos y
judiciales latinoamericanos para la "minoridad"; pero la formu- "a) la separación de jóvenes de sus padres y/o familia por considerar-
lación de la Comisión refleja el mismo problema que trata de des- se, al arbitrio del órgano decisor y sin debido proceso legal, que sus
familias no poseen condiciones para su educación y mantenimiento;
cribir: confunde los aspectos vinculados con la imputación de un
b) la supresión de la libertad a través de la internación de menores en
delito a un niño, con los problemas vinculados con su protección. establecimientos de guarda o custodia, por considerárselos abando-
Es verdad que en las leyes tutelares y en la práctica ambos ni- nados o proclives a caer en situaciones de riesgo o ilegalidad; causa-
veles se confunden, ya que el delito es, según esta concepción, les que no configuran figuras delictivas sino condiciones personales o
un "síntoma" de la "situación irregular" o de "riesgo" en la que circunstanciales del menor[;]
se encuentra el menor de edad->: pero a los efectos del planteo e) la aceptación en sede penal de confesiones de menores obtenidas
del problema a resolver, hubiera sido importante que, desde sin las debidas garantías;
principio, la Comisión explicara que la reacción estatal frente al d) la tramitación de juicioso procedimientos administrativos en los
que se determinan derechos fundamentales del menor, sin la garantía
delito y frente a violaciones de derechos de un niño son asuntos
de defensa del menor[; y]
diferentes, que merecen abordajes diferentes y en los que los e) [l]a determinación en procedimientos administrativos y judiciales
derechos y garantías operan de manera diferente. de derechos y libertades sin la garantía al derecho de ser oído perso-
nalmente y la no consideración de la opinión y preferencias del me-
nor en esa determinación" 17.
16 Cf. DE LEO, La giustizia dei minori, cít.: PLATI, Anthony, The Child
vers, The invention ofdelinquency, 1"ed., The University of Chicago Press, Chi-
cago, 1969, trad. al castellano de la 2" ed., Los salvadores del niño. La inven-
don de la delincuencia, Ed. Siglo XXI, México, 1982, entre otros. 17 Cf. OC 17/2002, párr, 4.
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capítulo IV luces y sombras de lá opinión consultiva 17
Con una rápida lectura se advierte que, en realidad, "medi- a los derechos humanos de los niños en la región es el uso
da especial" o "medida de protección" sólo es la descripta en el e ilegal de la privación de la libertad. El encie-
inciso b, esto es, la internación o internamiento del niño en es- de niños es indiscriminado porque se aplica por igual él ni-
tablecimientos de guarda o custodia 18. que se encuentran en supuestos fácticos completamente
A esta altura es importante señalar que resulta incompren- }fe:l-e]lt(~S que se extienden desde víctimas a autores de delitos,
sible que la Comisión no haya incluido en su pedido el arto 7 19 adictos hasta niños sin familia, etc. Es ilegal porque, aun
de la Convención Americana (que retoma en detalle la CDN en leyes formalmente vigentes lo autoricen bajo los eufe-
su arto 37 20 ) , cuando un tema emblemático entre las violacio- ísticos títulos de internamiento, depósito o custodia, el uso
neralizado de la privación de libertad para "proteger" niños
contrario a las prescripciones de las constituciones naciona-
18 Merefiero obviamente a una "medida de protección" dentro de la lógi- .y los tratados de derechos humanos que rigen la materia,
ca tutelar. Desde un enfoque de derechos no puede admitirse como regla que os los cuales autorizan el uso de privación de libertad para
se proteja a un niño privándolo de su libertad; pero esto es parte de lo que hu- os sólo cuando se trata de adolescentes declarados respon-
biera sido deseable que la Corte dijera claramente y no dijo.
bles de la comisión de delitos graves. Estas conclusiones re-
19 "Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal tieren también entender al castigo o pena en sentido material
1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales.
2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en
o formal, superando lo que la criminología ha llamado "el
las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los ide de etiquetas"; y, además, requiere que se utilice la defi-
Estados partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. de privación de libertad contenida en la Regla 11.b de
3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su
detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.
5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un
juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales IlUl11é11l1C)So degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión
y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por menores
años de edad;
libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar con-
dicionada a garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o-arbitrariamente. La deten-
1, el encarcelamiento o la prision de UI1 niño se llevará a cabo de confonni-
6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez
o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad el COI1 la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante
de su arresto o detención y ordene su libertad si el arresto o la detención fue- 'periodo más breve que proceda;
ran ilegales. En los Estados partes cuyas leyes prevén que toda persona que e) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respe-
se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un 'que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se
juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad de tal gan en cuenta las necesidades de las personas de su edad. En particular, to-
amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos po- niño privado de libertad estará separado de los adultos, a menos que ello se
drán interponerse por sí o por otra persona. sidere contrario al interés superior de! niño, y tendrá derecho a mantener
7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de tacto con su familia por medio de correspondencia y de visitas, salvo en cir-
autoridad judicial competente dictados por incumplimientos de deberes ali- rstancias excepcionales;
mentarios". d) Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a
asistencia jurídica y otra asistencia adecuada, así como derecho a impug-
20 "Artículo 37. 'la legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u otra autori-
Los Estados Partes velarán porque: competente, independiente e imparcial y a una pronta decisión sobre di-
a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, (destacado agregado).
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capítulo IV
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por la Corte con prescindencia de la forma en la que la Comi- El inciso d) adolece del mismo problema. Si en los procedí-
sión planteó el problema. llü~nt:os administrativos iproceedings sostendría la doctrina tu-
Por otro lado, el supuesto del inciso a) es el antecedente estadounidense pre "Gault"24, no process) se adjudican
del b): se separa al niño de su núcleo familiar y se lo institu- ier'echcls sin garantizar al niño realmente su derecho de defen-
cionaliza. se está en presencia de un procedimiento nulo, susceptible
Además, como será característico del pedido en esta parte, é revisión judicial; pero una vez más la Comisión no descri-
las preguntas contienen la respuesta. ¿Violaría el debido proce- iÓ una "medida de protección" o "medida especial".
so (art. 8 de la CADH) la separación de un niño de su familia Finalmente, el inciso e) es un desarrollo del anterior, ya que
sin observarse las reglas del debido proceso? En otras pala- doctrina indiscutida que el derecho del niño a ser oído, co-
bras, se solicita a la Corte que se expida respecto de si esta si- a el de cualquier persona, integra el derecho de defensa en su
tuación es compatible con los artículos que regulan el debido ntido rnaterial->: de modo que si no se lo escucha, se viola,
proceso legal y se dice en la consulta (en todos los incisos me- ernás del art. 12 de la CDN, el derecho de defensa, que es de
nos en el b) que esas medidas importan una violación al debi- que trata, aunque limitado al procedimiento administrativo,
do proceso legal. 1 inciso anterior. En consecuencia, tampoco este inciso plan-
El inciso b) es más claro en cuanto explicita la violación al a un supuesto de medida de protección.
principio de legalidad material y a otros principios derivados, En definitiva, el pedido que la Comisión realizó a la Corte fue
pero desde allí en adelante las preguntas-ejemplos se alejan del completo, confuso y genérico. Sólo la preeminencia de la cues-
tema central-J. ón de la infancia en la agenda actual del sistema interamerica-
El inciso e), referido a la aceptación de "confesiones" en se- o y la voluntad de la Corte de pronunciarse sobre el tema expli-
de penal sin las debidas garantías, está completamente fuera de que haya sido admitido. De todos modos, ese equívoco inicial
lugar. Las declaraciones de los niños, y en particular su conte- pudo ser en adelante aclarado y, como se verá, a pesar de sus
nido, no son "medidas de protección" objeto de la consulta. La virtudes, el producto final adolece de los mismos defec-
palabra "confesión" en un contexto jurídico-penal se refiere al imprecisión, vaguedad, incompletud y confusión.
contenido de la declaraeión de un imputado en el marco de un
proceso. Ni siquiera es un acto procesal desde el punto de vista la opinión consultiva
técnico. Ciertamente este inciso sí relata una circunstancia vio-
1. la disidencia del juez Jackman y el problema
latoria del derecho de defensa de los niños, que ocurre lamen-
la admisibilidad formal del pedido
tablemente en forma recurrente en la región; pero no se trata de
una medida de protección sino de un acto procesal nulo. Sólo Me resulta algo extraño comenzar a explicar la OC 17 desde
se explica su inclusión, una vez más, por la confusión entre la única disidencia; pero lo hago así porque considero que el
materia penal y la de protección que caracteriza al pedido.
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capítulo IV
luces y sombras de <la opinión consultiva 17
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capítulo IV luces y sombras de lá consultiva 17
MAN, si bien no lo hizo explícito, no entró en consideraciones a) El problema del adelanto de opinión ante la eventual exis
sobre el fondo del asunto. de un futuro caso contencioso: la Corte señaló que "la
'u,"~,.~,·-. de una controversia sobre la interpretación de una
111. 2. La decisión principal y los fundamentos mayoritarios-? 'sposición no constituye, per se, un impedimento para el ejer-
Cio de la función consultiva"29.
fII. 2. A. Los aspectos formales
b) El problema de la distinción entre derecho y 710 hechos.
De manera algo desordenada, la mayoría de la Corte (a di- bre este problema la Corte afirmó: "En el ejercicio de su fun-
ferencia del juez JACKMAN), entendió que el pedido de la Comi- 'n consultiva, la Corte no está llamada a resolver cuestiones
sión satisfacía lo que en la doctrina local se llamarían requisi- hecho, sino a desentrañar el sentido, propósito y razón de
tos mínimos de admisibilidad, y en lenguaje de la Corte se de- Snormas internacionales sobre derechos humanos'<w.
nominan "requerimientos reglamentarios correspondientes". e) El problema del amplio alcance de la [unción consultiva.
Luego de sorteado ese obstáculo, ingresó a un tema más sus- quí sostuvo: "La Corte considera que el señalamiento de algu-
tantivo, y unos párrafos más adelante regresó al tema de la ad- ClS ejemplos sirve al propósito de referirse a un contexto par-
misibilidad formal. cular e ilustrar las distintas interpretaciones que pueden exis-
Es evidente pues que la mayoría de la Corte optó por pro- r sobre la cuestión jurídica objeto de la presente Opinión
nunciarse sobre el tema de fondo, en atención a su relevancia, onsultiva de que se trate, sin que por esto implique que el Tri-
sin ahondar en cuestiones formales (tal como mencioné más mal esté emitiendo un pronunciamiento jurídico sobre la si-
arriba cuando intenté demostrar que el pedido inicial era con- ación planteada en dichos ejemplos. Además, estos últimos
fuso, impreciso, vago en los términos. del juez JACKMAN) y sin rmiten a esta Corte señalar que su Opinión Consultiva no
advertir la existencia de los mismos problemas de vaguedad e nstituye una mera especulación académica y que el interés
imprecisión en el planteo de fondo. la misma se justifica por el beneficio que pueda traer a la
Para evaluar si la emisión de la consulta podría "conducir a
otección internacional de los derechos humanos. La Corte al
alterar o debilitar, en perjuicio del ser humano, el régimen pre-
el tema actúa en su condición de tribunal de derechos
visto por la Convención'<S, la Corte utilizó varios parámetros,
umanos, guiada por los instrumentos internacionales que go-
que resumo de la siguiente manera:
su competencia consultiva y procede al análisis estríe-
amente jurídico de las cuestiones planteadas ante ella"31.
27 No comentaré las diferentes presentaciones que aparecen recogidas en
el texto final de la oc. Es del caso no obstante señalar que, por lo menos
como aparecen ahí y fueron recogidas por la Corte, estas presentaciones refle-
jan en mayor o menor medida, las mismas confusiones que caracterizan el pe-
dido inicial de la comisión, al punto de que algunas formulan declaraciones en del Debido Proceso Legal, oc 16/99, párr. 43; y "Otros tratados" objeto
contra de la disminución de la edad penal de los niños, otras describen los pro- {unción consultiva de la Corte (art. 64, CADH), opinión segunda.
blemas sociales graves que sufren los niños en América Latina, otras explican
29 OC 17/2002, párr. 32, con nota que remite a lo resuelto en la OC 12/91
las garantías y derechos en general, otras desarrollan la doctrina sobre el tema 6/12/91, párr, 28.
eh general, otras en materia penal, etc., un verdadero "cambalache" que da
cuenta del estado de la discusión sobre estos temas en nuestra región. 30 OC 17/2002, párr, 33, con nota que remite a la OC 16 párr; 47, y a la OC
de 9 de diciembre ele 1994, párr; 23.
28 El juez JACKMAN cita en esta parte de su voto la opinión consultiva El
Derecho a la Información sobre la Asistencia Consular en el Marco de las Ga- 31 cr. OC 17/2002, párr, 35.
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luces y sombras de la opinión consultiva 1'/
capítulo IV
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luces y sombras de-la opinión consultiva
b) que no existía "ninguna razón para excluir, previa y abs- para las que la Corte utilizará otras normas regionales o
tractamente, que pueda solicitarse de la Corte, y ésta emitir, aplicables al tema 38.
;"o,r",:>lp,,,
una consulta sobre un tratado aplicable a un Estado america- Es interesante destacar el lugar de preeminencia que la Cor-
no en materia concerniente a la protección de los derechos hu- otorga a la CDN, al valorar el número de ratificaciones como
manos, por el solo hecho de que sean también partes de dicho éíemnlo de la existencia de una opinio iuris comunis favorable
tratado, Estados que no pertenecen al sistema interamericano, los principios e instituciones contenidos en ella. La Corte no
o de que no haya sido adoptado dentro del marco o bajo los avanza, no obstante, en el sentido de. advertir los aspectos pro-
auspicios de éste"36. blemátícos de la CDN, como se verá más adelante, y que expli-
La Corte ya se había referido a la CDN en el caso "Villagrán en mi opinión su generalizada y acrítica aceptación-".
Morales y otros'T', cuando tuvo que aplicar el artículo 1 de ese De manera que es posible extraer una primer regla en la OC
tratado para definir "niño". En esa oportunidad sostuvo que la Corte Interamericana está facultada, en ejercicio de su
existía un "muy comprensivo COlPUS iuris de derecho interna- tuncion consultiva, a interpretar tratados universales -en este
cional de protección de los derechos de los niños" (del cual for- la CDN- para dar contenido a la Convención Americana
maban parte la CDN y la Convención Americana), que debía Derechos Humanos.
ser utilizado como fuente de derecho por ella para establecer
"el contenido y los alcances" de las obligaciones estatales a tra- b) ¿Qué se entiende por "niño" en la OC 17/2002? Los proble-
vés del artículo 19 de la Convención Americana, en particular de la edad y de la capacidad
al precisar las "medidas de protección" a las que ese artículo se La Corte en este tema repasó las diferentes definiciones
refiere. .
contenidas en los instrumentos internacionales para referirse
De modo que, tratándose de un grupo de la mayor relevan- destinatario de esta opinión consultiva, la persona menor de
cia e interés para la comunidad internacional, relevancia e in- u .,..,,,,,
como runo o menor.
"
terés que se ven reflejados en la cantidad de instrumentos in- La Convención Americana, en rigor, refleja también un uso
ternacionales directa o indirectamente referidos a ellos (que la indistinto de estas categorías. En efecto, el art. 19 es titulado
Corte repasa), una interpretación "dinámica" no podría sosla- "rl.~~r'~~'~p del niño" y no "derechos del menor". Esto introduce
yar el enorme cuerpo normativo referido a los derechos de los punto interesante ya que al tiempo de redactarse esteartícu-
niños. La Corte advierte correctamente que en tiempos de la
redacción y aprobación del arto 19 de la Convención America-
na la concepción de protección estatal al niño era diferente a
la actual, lo que requeriría ciertas "actualizaciones" interpreta- 38 "28. Por lo que toca al citado artículo 19 de la Convención Americana
destacar que cuando éste fue elaborado existía la preocupación por ase-
al niño la debida protección, mediante mecanismos estatales orienta-
al efecto. Hoy día debe darse una interpretación dinámica de este precep-
que responda a las nuevas circunstancias sobre las que debe proyectarse y
36 La Corte cita aquí su precedente en "Otros Tratados" Objeto de la FU11- a las necesidades del niño como verdadero sujeto de derecho y no só-
cián Consultiva de la Corte (art. 64, CADH), párr. 48. Además, véanse párrs. 14, como objeto de protección". CE. OC 17, párr, 28.
31,37,40 Y 41, conforme nota 15 de la OC 17.
39 Cf. BELüFF, Mary, U11 modelo para armar ¡y otro para desarmarl: protec-
37 "Caso Villagrán Morales y otros", sentencia del 19 de noviembre de
integral de derechos del niño vs. derechos e11 situacián irregular, Capítulo
1999. Serie C, n° 63, párr. 188. de este libro.
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105
capítulo IV luces y sombras de ~a opinión consultiva 17
lo de la Convención Americana difícilmente se hablara de "de- Luego abordó el único punto en el que sí es clara la OC 17.
rechos del niño", porque la idea del niño como sujeto pleno de trata de la cuestión del niño como sujeto de derechos, extre-
derecho prácticamente no existía; pero tampoco se podía plan- que no era objeto de la consulta pero que es su presupues-
tear el título como "derechos del menor", ya que por menor se Sise considera que el Estado, al aplicar medidas de protec-
entendía al incapaz, tradicionalmente definido desde sus ca- a los niños, debe respetar ciertos derechos humanos fun-
rencias y objeto de la protección estatal, cuyos derechos no :tmentales, es porque se supone al protegido titular de estos
eran considerados autónomamente en tanto no era considera- ¡oá-echos humanos fundamentales, es decir, se lo supone suje-
do sujeto de derecho. Esto es interesante también ya que al in- de derecho. A este tema se refiere el juez CAN<;:ADO en su vo-
cluir la palabra "menor" en el artículo, la Convención America- concurrente como el leitmotiv de la decisión:
na la introduce como adjetivo, para calificar la condición del "La mayoría de edad conlleva la posibilidad de ejercicio pleno de los
niño ("que su condición de menor" requiere), no con conteni- derechos, también conocida como capacidad de actuar. Esto significa
do sustantivo, como lo han hecho tradicionalmente las legisla- que la persona puede ejercitar en forma personal y directa sus dere-
ciones tutelares de la regiórrt", Finalmente, otro punto impor- chos subjetivos, así como asumir plenamente obligaciones jurídicas y
tante a destacar en relación con las denominaciones del sujeto realizar otros actos de naturaleza personal o patrimonial. No todos
poseen esta capacidad: carecen de ésta, en gran medida, los niños. Los
en cuestión en el ámbito regional es que los cuatro tratados
incapaces se hallan sujetos a la autoridad parental, o en su defecto, a
vinculados específicamente con la infancia en el sistema inte- la tutela o representación. Pero todos son sujetos de derechos, titula-
ramericano"! siempre se refieren a menores, aun cuando tra- res de derechos inalienables e inherentes a la persona humana"42.
ten de edades diferentes, y aun cuando algunos de estos trata-
dos fueron escritos con posterioridad a la aprobación y ratifi- La segunda regla que es posible extraer de la OC 17 puede
cación de la CDN por los países de la región. "mularse de la siguiente manera: el niño es sujeto de dere-
o, de modo que la protección especial de la que es titular
Advertida de estas dificultades, la Corte asumió con acierto
nforme la Convención Americana integra el conjunto de los
la definición de niño de la CDN, que es una definición normati-
rechos humanos del niño junto con los límites que el Estado
va (niño es todo ser humano menor de dieciocho años); y no in~
e observar al implementar efectivamente esa protección.
gresó, con buen criterio, en el análisis de las diferentes denomi-
naciones del sujeto destinatario de la consulta según las diferen- ¿Cómo opera el principio de igualdad con minorías o gru-
tes perspectivas, lo que la hubiera conducido a un análisis socio- específicos, en este caso los niños? Los niños y el principio
histórico impropio de su función de órgano jurisdiccional. discriminación
este punto, tampoco objeto de la consulta, la Corte re-
su posición en asuntos anteriores en el sentido de que
40 CE. BELOFF, Mary, Un modelo para armar ¡y otro para desarmarl: protec-
ción integral de derechos del niño vs. derechos en situación irregular, Capítulo examinar las implicaciones del trato diferenciado que algunas nor-
1 de este libro. pueden dar a sus destinatarios, la Corte ha establecido que 'no to-
41 La Convención Interamericana sobre Tráfico Internacional de Meno- distinción de trato puede considerarse ofensiva, por sí misma, de
res, aprobada el 18 de marzo de 1994; la Convención Interamericana sobre
Conflictos de Leyes en Materia de Adopción de Menores, aprobada el 24 de
mayo de 1984; la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional
de Menores, aprobada el 15 de julio de 1989; y la Convención Interamericana
OC 17/2002, párr. 41.
sobre Obligaciones Alimentarias, aprobada en la misma fecha.
107
106
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva
aquéllos y el disfrute de los derechos que les han sido reconocidos. Co-
la dignidad humana'. (... ) Existen ciertas desigualdades de hecho que
rresponde al Estado precisar las medidas que adoptará para alentar
pueden traducirse, legítimamente, en desigualdades de tratamiento
desarrollo en su propio ámbito de competencia y apoyar a la fa-
jurídico, sin que esto contraríe la justicia. Más aún, tales distinciones
milia en la función que ésta naturalmente tiene a su cargo para brin-
pueden ser un instrumento para la protección de quienes deban ser
dar protección a los niños que forman parte de ella"46.
protegidos, considerando la situación de mayor o menor debilidad o
desvalimiento en que se encucntran'i'l-'.
(este punto es fundamental):
También, que
"no habrá, pues, discriminación si una distinción de tratamiento como se señalara en las discusiones de la Convención sobre los
orientada legítimamente, es decir; si no conduce a situaciones contra- np,rp¡'h¡,sdel Niño, (... ) los niños poseen los derechos que corresponden
rias a la justicia, a la razón o a la naturaleza de las cosas. De ahí lodos los seres humanos -inenores y adultos- y tienen además derechos
no pueda afirmarse que exista discriminación en toda diferencia de especiales derivados de su condición, a los que corresponden deberes es-
tratamiento del Estado [rente al individuo, siempre que esa distinción pecificos de la familia, la sociedad y el Estado"47 (destacado agregado).
parta de supuestos de hecho sustancialmente diferentes y que expre-
sen de modo proporcionado una fundamentada conexión entre esas Probablemente éste sea uno de los puntos más sólidos de la
diferencias y los objetivos de la norma, los cuales no pueden apartar- 17, ya que no habilita, por lo menos no abierta y directa-
se de la justicia o de la razón, vale decir; no pueden perseguir fines ar-
una interpretación legitimadora de la cultura tutelar:
bitrarios, caprichosos, despóticos o que de alguna manera repugnen a
la esencial unidad y dignidad de la naturaleza humana'vl'i.
"Se puede concluir, que en razón de las condiciones en las que se en-
cuentran los niños, el trato diferente que se otorga a los mayores ya
Específicamente reseñó su posición en la Propuesta de Mo- menores de edad no es per se discriminatorio, en el sentido pros-
dificación a la Constitución Política de Costa Rica relacionada crito por la Convención. Por el contrario, sin/e al propósito de permi-
con la Naturalización, cuando estableció que tir el cabal ejercicio de los derechos reconocidos al niño. Se entiende
que, en virtud de los artículos 1.1 y 24 de la Convención, los Estados
"no existe 'discriminación por razón de edad o condición social en los no pueden establecer diferenciaciones que carezcan de una justifica-
casos en que la ley limita el ejercicio de la capacidad civil a quienes, objetiva y razonable y no tengan como objeto único, en definiti-
por ser menores o no gozar de salud mental, no están en condiciones el ejercicio de los derechos establecidos en aquélla"48.
de ejercerla sin riesgo de su propio patrimonio"'45.
De modo que, de acuerdo con mi interpretación de esta con-
Luego de repasar la posición del Comité de Derechos Hu- de la Corte, puede encontrarse aquí una tercera regla:
manos en la materia, agregó la Corte: leyes que establecen un trato diferente para los niños en rela-
con el principio general que regula la misma situación para
"La protección de los niños en los instrumentos internacionales tiene
como objetivo último el desarrollo armonioso de la personalidad de
109
-----~_._------_._------~-
capítulo IV
luces y sombras de I¡¡ opinión consultiva 17
111
luces y sombras de la opinión consultiva 17
capítulo IV
En conclusión, en este punto fundamental la Corte no fijó En otras palabras, al no haber resuelto el problema del "in-
regla alguna. superior del niño" (recuérdese que no estaba obligada a
la(~eI'10, sólo debía hacerlo si le era útil a los fines de la opinión
e) ¿Cuáles son los deberes de la familia, de la sociedady del iba a emitir), tampoco resolvió el problema de cómo se li-
Estado? Las obligaciones del mundo adulto frente a los sujetos las derechos (núcleo duro de este pedido de OC) al su-
titulares de los derechos ese límite al "interés superior del niño".
La Corte ensayó en este punto una curiosa subdivisión: "fa- engase presente que se está analizando el terna de "la fa-
milia como núcleo central de protección", "separación excep- como núcleo central de protección"; pero la Corte se re-
cional del niño de su familia", "instituciones y personal", "con- a "toda decisión estatal, social o familiar", o sea, todos los
diciones de vida y educación del niño", y "obligaciones positi- tares del mundo adulto, a los que además les "aplica" el Iírni-
vas de protección". del "interés superior del niño", sin haberlo definido. Tampo-
Es del caso recordar que las obligaciones de la familia, de la ayuda el final del párrafo en tanto establece que toda deci-
comunidad y del Estado en relación con los niños tienen esta- ón (del mundo adulto) debe "ajustarse rigurosamente a las
tus diferente desde la perspectiva del derecho internacional de sposiciones que rigen esta materia", cuando se sabe que en
los derechos humanos. Sea que se trate de obligaciones de ha- érica Latina los problemas están precisamente en las legis-
cer o de no hacer dirigidas a garantizar los derechos de los ni- iones tutelares vigentes. Además, que existen ámbitos en los
ños y las niñas, la exigibilidad y responsabilidad del Estado las "disposiciones que rigen la materia" no aplicarían, cua-
son diferentes que las de la familia. La Corte omitió avanzar en son los ámbitos de la vida privada y, en cierto grado, el de
el análisis de este aspecto. comunitaria.
Hubiera sido interesante que la Corte organizara este capí- agrega mucho más el apartado:
tulo desde el título, esto es, desde cada uno de los grupos de
adultos que tienen el deber de garantizar derechos a los niños; principio, la familia debe proporcionar la mejor protección de los
pero la Corte desarrolló una clasificación y una argumentación niños contra el abuso, el descuido y la explotación. Y el Estado se ha-
por demás confusas, que analizaré en lo que sigue. obligado no sólo a disponer y ejecutar directamente medidas de
protección de los niños, sino también a favorecer, de la manera más
e. 1. Familia como núcleo central de protección amplia, el desarrollo y la fortaleza del núcleo familiar 52 .
l/
113
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva 17
De manera que aquí tampoco establece regla alguna y simple- La Corte recordó también los trabajos preparatorios de la
mente resalta el carácter del sujeto obligado prioritariamente. en cuanto "ponderaron la necesidad de que las separacio-
( ... ) [del niño] con respecto a su núcleo familiar fueran de-
e. 2. Separación excepcional del niño de su familia justificadas y tuvieran preferentemente duración
En la misma línea, afirmó la Corte: :3mlPClral, y que el niño fuese devuelto a sus padres tan pronto
permitieran las circunstancias. En el mismo sentido se pro-
"El niño tiene derecho a vivir con su familia, llamada a satisfacer Uncian las Reglas de Beijing (17, 18 Y 46)"56.
necesidades materiales, afectivas y psicológicas. El derecho de Hasta acá la línea argumental parece precisa. No obstante,
persona a recibir protección contra injerencias arbitrarias o ilegales 1momento de fijar el estándar (en éste que era un aspecto me-
en su familia, forma parte, implícitamente, del derecho a la nr(.tA.~
ular de la consulta que, aunque de manera confusa, había si-
ción de la familia y del niño, y además está expresamente reconocido
(... ) Estas disposiciones poseen especial relevancia cuando se <lH.OlllLCd o sometida a su consideración), la Corte se quedó corta. Sos-
la separación del niño de su familía'P". uva en lo que es posible considerar la cuarta regla:
Recordó a la Corte Europea cuando ésta señala que "La carencia de recursos materiales no puede ser el único fundamen-
to para una decisión judicial o administrativa que suponga la separa-
"el contenido esencial de este precepto es la protección del individuo ción del niño con respecto a su familia, y la consecuente privación de
frente a la acción arbitraria de las autoridades públicas. Una de las in- otros derechos consagrados en la Convención".
terferencias más graves es la que tiene por resultado la división de
familia". En este punto fundamentálla Corte soslaya circunstancias
Afirmó también, con los problemas que ello implica, que tascendentes a la hora de fijar el estándar. En efecto, en los úl-
cualquier decisión relativa a la separación del niño de su irnos diez años, a partir de la ratificación de la CDN y de su in-
lia debe estar justificada, otra vez, por el interés del niño. Se orporación al derecho interno en todos los países de la región,
advierte no obstante el amplísimo poder de las autoridades e produjeron sustanciales reformas legales e institucionales
ra resolver lo que mejor convenga al cuidado del niño y cómo rientadas a dejar atrás la cultura tutelar>", Probablemente
este poder amplísimo se refleja en los límites de los padres al no de los puntos que marca la ruptura con la tradición ante-
contacto con sus hijos: ior esté constituido por un artículo por primera vez incluido
n el Estatuto del Niño y del Adolescente de Brasil'f con el nú-
"Algunas de estas medidas constituyen un peligro para las relaciones
familiares. Debe existir un balance justo entre los intereses del
duo y los de la comunidad, así como entre los del menor y sus
56 OC 17/2002, párr. 75.
La autoridad que se reconoce a la familia no implica que ésta
ejercer un control arbitrario sobre el niño, que pudiera acarrear daño 57 Sobre el proceso de incorporación de la CDN al derecho interno de los
para la salud y el desarrollo del menor"55. países latinoamericanos, ver GARCÍA MÉNDEZ, Emilio y BELoFF, Mary
(comps.), Infancia, ley y democracia. Análisis crítico del panorama legislativa
en el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (1990-
998), Ed. TemislDepalma, Bogotá, 1998, hay 2" ed. aumentada y actualizada,
54 OC 17/2002, párr, 71. Temís/Depalma, Bogotá, 1999, y 3" ed. en prensa, 2004.
55 OC 17/2002, párr, 82. 58 Ley 8.069 de julio de 1990.
115
capítulo IV luces y sombras opinión ¡;()jn«.lIt¡\,,, 17
mero 23, que consagró la prohibición de separar a un niño de un estándar en el sentido de que no es posible separar a
su familia por razones de pobreza: niño por razones de falta o carencia de recursos materiales
"La falta o carencia de recursos materiales no constituye motivo sufi- sus padres. Sin embargo, la Corte no retomó y profundizó
ciente para la pérdida o suspensión de la patria potestad. estándar sino que lo debilitó al sostener que la pobreza no
Párrafo único. Si no existe otro motivo que por sí sólo autorice el dic- iede ser el "único" fundamento para la separación del niño
tado de la medida, el niño o el adolescente será mantenido en su fa- y su familia. La Corte debió haber establecido, luego del aná-
milia de origen, la cual deberá obligatoriamente ser incluida en pro- ísis de las normas que llevó a cabo, yen atención a las moder-
gramas oficiales de auxilio".
as legislaciones latinoamericanas, que la pobreza no puede
Este artículo fue luego incorporado por todas las nuevas le- r nunca (ni único ni acompañando otros) motivo para sepa-
yes de protección a la infancia latinoamericanas-? (no sólo na- ar a un niño de su familia. Éste es por cierto un tema funda-
cionales sino también estaduales como en el caso de Argenti- ental, en el que la Corte debilitó el estándar regional.
na 60) . Fue también motivo de importantes pugnas en países La falta de definiciones contundentes en este tema se obser-
donde la declaración de estado de abandono era la herramien- también en la conclusión, que establece pautas vagas, reite-
ta "legal" que permitía prácticas aberrantes vinculadas con la de 10 establecido por los instrumentos internacionales,
adopción de niños y niñasvt. De modo que existe ya en la re- avanzar una coma más:
"En conclusión, el niño debe permanecer en su núcleo familiar, salvo
que existan razones determinantes, en función del interés superior de
59 Art. 4 de la Ley de Adopciones n° 1.136, de Paraguay, aprobada el 22 de aquél, para optar por separarlo de su familia. En todo caso, la separa-
octubre de 1997, yart. 8 del Código de la Niñez y la Adolescencia de! mismo cíóndebe ser excepcional y, preferentemente, temporal"62.
país, aprobado por ley 1.680 el 8 de setiembre de 2000; arto 29 del Código del
Niño, Niña y Adolescente de Bolivia, ley aprobada e! 26 de octubre de 1999; e. 3. Instituciones y personal
art. 12 de! Proyecto de Código de la Niñez y la Adolescencia de Uruguay, con Éste es otro tema que no era materia de la consulta y que
media sanción de la Cámara de Diputados e! 18 de diciembre de 2001; art. 21 ,,""',-:>'"''''0''' dentro de la curiosa sistemática de esta opinión con-
de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia de Guatemala,
Es lamentable además que la Corte haya tratado el te-
:'¡Ull1V,i:l.
aprobada por Decreto 27-2003 el4 de junio de 2003; art, 21 de! Código de la
Niñez y Adolescencia de Ecuador, aprobado por ley n° 100, Registro Oficial de las condiciones materiales de las instituciones para los
737, del 3 de enero de 2003; arto 59 del Código para e! Sistema de Protección sin haber fijado un estándar preciso en relación con las
y los Derechos Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes de la Repúbli- condiciones jurídicas que habilitan el alojamiento de los niños
ca Dominicana, aprobado el 22 de julio de 2003; art. 22 de! Código de la Ni- estas instituciones.
ñez y la Adolescencia de Nicaragua, aprobado por ley 287 del 24 de marzo de
1998, entre otros. También aquí, en lugar de establecer un lineamiento preciso
fijar una regla, la Corte volvió a recurrir al "interés superior
60 Art. 26 de la ley 114 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aproba-
da el 3 de diciembre de 1998; el art, 8 de la ley 2.302 de Neuquén aprobada el
7 de diciembre de 1999; e! art. 26 de la ley 4.347 de Chubut aprobada el 7 de
noviembre de 2000; el art. 10 de la ley 6.354 de Mendoza, aprobada el 22 de
noviembre de 1995; y e! arto 14 de la ley 521 de Tierra de! Fuego, aprobada e! aprobado por unanimidad en 1996 debido a la manera en la que regu-
28 de noviembre de 2000. laba este tema, prohibiendo la separación del niño de su familia por razones
61 En este sentido, los casos de Paraguay y de Guatemala. En Guatemala de pobreza, lo que colisionaba con oscuros intereses en el país.
es claro como nunca logró ponerse en vigencia e! Código de la Niñez y la Ju- 62 OC 17/2002, párr, 77.
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capítulo IV luces y sombras de la.opinión consultiva 17
del niño", en un párrafo desafortunado. La vinculación directa medidas necesarias para que la vida revista condiciones dig-
y prioritaria entre protección del niño y su familia e institucio: , aunque no se entiende bien la remisión al artículo de la
nes con instalaciones suficientes es, por lo menos, preocüpante: referido a los niños con necesidades especiales, cuando el
de una vida digna de ser vivida evidentemente se ex tien-
"78. La eficaz y oportuna protección de los intereses del niño y la farni. a muchos otros aspectos de la vida de todos los niños lati-
lia debe brindarse con la intervención de instituciones debidamente )aJue:nc:arlOS y no sólo de aquellos con necesidades especiales.
calificadas para ello, que dispongan de personal adecuado, instalacios Corte consideró que dentro de las medidas especiales de
nes suficientes, medios idóneos y experiencia probada en este género 'otleCC:lOn para los niños previstas por el artículo 19 de la Con-
de tareas. En fin, no basta con que se trate de organismos jurisdiccio-
Americana, se destaca el derecho a la educación, "que
nales o administrativos; es preciso que éstos cuenten con todos los ele-
mentos necesarios para salvaguardar el interés superior del niño". orece la posibilidad de gozar de una vida digna y contribu-
a prevenir situaciones desfavorables para el menor y la pro-
Lo más grave, no obstante, es la conclusión del apartado a sociedad".
que presupone una posición relativa y subordinada del sistema Ello resulta extraño, porque la medida de protección debe
de garantías frente a las condiciones materiales en las que ese r aquella actividad estatal dirigida a garantizar el derecho,
sistema de garantías debe desarrollarse: ro no es el derecho en sí. Por ejemplo, si el Estado toma co-
cimiento de que un niño o niña no va a la escuela, a fin de
"No basta con disponer protecciones y garantías judiciales si los ope- rantizar el derecho a la educación de este niño o niña, debe
radores del proceso carecen de capacitación suficiente sobre lo que optar una medida de protección cuyo contenido será la ma-
supone el interés superior del niño y, consecuentemente, sobre la pro- iculación de ese niño o niña en la escuela, una beca para que
tección efectiva de sus derechos'P>, ista a la escuela en lugar de trabajar, apoyo familiar orienta-
al mismo fin, etc. El derecho no es la medida de protección;
e. 4. Condiciones de vida y educación del niño medida existe para garantizar el derecho.
En esta sección se advierte también la particular sistemática La Corte concluyó que la educación y el cuidado de la salud
de la decisión. La Corte clasificó supuestos de rangos concep- los niños -tema que no trató aquí (¡?)- "suponen diversas
tuales no equivalentes, que no tratan de contenidos exclusivos edidas de protección y constituyen los pilares fundamentales
y excluyentes, confundió temas e ingresó en otros que no eran ra garantizar el disfrute de una vida digna por parte de los
materia de la consulta (aunque se relacionen con ésta, indirec- ños, que en virtud de su inmadurez y vulnerabilidad se ha-
tamente), sin arrojar luz sobre estos aspectos y dejando incólu- n a. menudo desprovistos de los medios adecuados para la
me (para perplejidad de los lectores) la indefinición inicial. efensa eficaz de sus derechos"64 .
. En este apartado la Corte retomó la posición que sostuvo en Aun dentro de la confusión entre derechos y medidas, cómo
el caso "Villagrán Morales", al señalar que "el artículo 4 de la Estado debe garantizar los derechos, mediante qué medidas
Convención Americana, no sólo comporta las prohibiciones entro de qué límites, lo que constituía por cierto el objeto de
que en ese precepto se establecen, sino la obligación de proveer consulta, no fue abordado por la Corte. Probablemente estas
119
luces y sombras de la opinión consultiva
capítulo IV
66 Otra vez María Laura CLÉRICO leyó mejor que yo misma la versión origi-
de este comentario y me permitió formular más claramente esta hipótesis.
65 OC 17/2002, párr. 87.
121
120
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En la misma línea, la Corte reitera argumentos del ~~n"H<C arreglos institucionales vinculados con la imputación de un
de Derechos del Niño y de la Corte Europea de Derechos a un niño, en tanto considerara que la justicia especiali-
manos, y se concentra nuevamente en el derecho a la integra el plus de protección que tanto el sistema univer-
ción y en la protección a la familia, tema que ya había sido como el regional reconocen a los niños como sujetos plenos
tado en otro apartado. Y concluye: "el Estado tiene el deber derechos". en una interpretación muy extensa de la noción
adoptar todas las medidas positivas para asegurar la plena "medida de protección". Esta salida tendría no obstante el
gencia de los derechos del niño"67. de confundir una vez más "protección" con "sanción",
Lamentablemente, otra vez, el alcance, el contenido y podría haberse ensayado para ingresar al tema. La Corte,
mites de esas "medidas positivas" no fueron desarrollados p embargo, no explicó los motivos por los que ingresó al te-
los jueces de la Corte. De todos modos se debe destacar est a de la delincuencia juvenil cuando el pedido de la Comisión
conclusión como un avance ya que la Corte reconoció que u rsaba específicamente sobre las medidas especiales de pro-
derecho del niño puede violarse tanto por acción cuanto p cción previstas por el artículo 19.
omisión si es que los sujetos obligados no cumplen con sus obl Formulada esa observación general, la decisión transcribe
gaciones de abstención o de prestación positiva, según el cas rechos y garantías con cierto detalle pero sin mayor argumen-
ción, en diferentes capítulos, como se verá seguidamente.
f) ¿Cómo tienen que ser los procedimientos judiciales o admi
nistrativos en los que participan niños? f 1. Debido proceso ygarantiaslv
Este capítulo es probablemente el más confuso de toda.Í La Corte analiza las interrelaciones que presentan derechos
OC 17 debido a que la Corte ingresó en el tratamiento de 18 ibertades, las garantías que los hacen posibles y el Estado de
problemas vinculados con la justicia juvenil sin advertir qu recho, para ingresar luego al tema específico de los niños,
iterando consideraciones ya formuladas en esta OC:
éste no era el objeto de la consulta. Recuérdese que la COll1
sión solicitó a la Corte que se expidiera sobre el alcance de 1 "93. Entre estos valores fundamentales figura la salvaguarda de los ni-
medidas de protección a las que los niños tienen derecho segú ños, tanto por su condición de seres humanos y la dignidad inheren-
el arto 19 de la Convención Americana; pero que, al dar eje te a éstos, como por la situación especial en que se encuentran. En ra-
plos de supuestos de hecho para orientar la consulta, inclu zón de su inmadurez y vulnerabilidad, requieren protección que ga-
situaciones relacionadas con la comisión de delitos por rantice el ejercicio de sus derechos dentro de la familia, de la sociedad
de menores de edad. y con respecto al Estado".
La Corte sólo podría haberse pronunciado sobre temas La Corte llega al punto central de la consulta:
culadas con la justicia juvenil en sentido estrictov'', esto es,
123
capítulo IV
luces y sombras de la opinión consultiva 1"1
125
capítulo IV luces y sombras de k3 opinión consultiva 17
dios?": y que haya presentado este artículo como un estándar, nacional de los derechos humanos en la materia"! Nada más y
preciso en la materia. ada menos. [Limitar el objetivo final del derecho internacio-
Más grave aún resulta la circunstancia de que la herrrleIléll- al de los derechos humanos de la infancia a una categoría
tica que ensaya la Corte es una hermenéutica que en algún Jr<Jblelm'lti(::a, ambigua y antigua! Finalmente, el interés supe-
lugar he llamado "hacia atrás'T>, una hermenéutica re1tar'data- del niño es otra vez el fin yellímite:
ria y no emancipadora de la infancia. La Corte afirmó:
"102. En definitiva, el aplicador del derecho, sea en el ámbito admi-
"101. Este Tribunal considera oportuno formular algunas pn=cisione: nistrativo, sea en el judicial, deberá tomar en consideración las condi-
con respecto a esta cuestión. Como anteriormente se dijo, el grupo ciones específicas del menor y su interés superior para acordar la par-
finido como niños involucra a todas las personas menores de 18 ticipación de éste, según corresponda, en la determinación de sus de-
(supra 42). Evidentemente, hay gran variedad en el grado de desarr& rechos. En esta ponderación se procurará el mayor acceso del menor,
llo físico e intelectual, en la experiencia y en la información que posee en la medida de lo posible, al examen de su propio caso".
quienes se hallan comprendidos en aquel concepto. La capacidad d
decisión de un niño de 3 años no es igual a la de un adolescente de 1 Corte, continuando con sus razonamientos ambiguos y
años. Por ello debe matizarse razonablemente el alcance de la partic aquí tampoco avanzó sobre ninguno de los proble-
pación del niño en los procedimientos, con el fin de lograr la prote as que se discuten en la región referidos a este tema: la cues-
ción efectiva de su interés superior, objetivo último de la normativa d
on de los representantes legales, del derecho de defensa ma-
Derecho Internacional de los Derechos Humanos en este dominio".
ial, de la defensa técnica, de las tecnologías necesarias para
le la voz de los más pequeños sea oída y comprendida por los
De modo que la Corte, en lugar de desarrollar una interpr
cisores, lo que a su vez se relaciona con los equipos interdis-
tación para un artículo abierto a diferentes lecturas, que pote
linarias, ni tampoco, por último, sobre la profunda dimen-
ciara el derecho, lo debilita. Por un lado se afirma que "De
n que tiene este derecho desde el punto de vista del Estado
matizarse razonablemente el alcance de la participación del
.nocrático de derecho 76.
ño en los procedimientos", pero, ¿cómo? ¿Qué es razonable p
ra limitar la participación en un proceso, parte esencial del d
recho de defensa material, además del derecho a ser oído y Es del caso recordar al respecto la interpretación del art. 12 de la CDN
que las opiniones sean tenidas en cuenta? Por otro lado se s del derecho del niño a ser oído, a expresar su opinión libremente, a
tiene que este "matiz" debe tener lugar para lograr la prote opiniones sean tenidas en cuenta y a participar en todos los procesos
ción del interés superior del niño, categoría que -como que afecten, realizada por Alessandro BARATTA, mencionada en la nota 74:
.. concierne a la conexión funcional de los derechos establecidos en el
establecido-; no fue definida por la OC 17, y que aparece 12 con la estructura democrática de la sociedad y del Estado y con la
ra como el ¡"objetivo último de la normativa del derecho del niño en esta estructura. No hay ninguna relación explícita de es-
,d(~rech(:Js con el funcionamiento del sistema democrático. Por el contra-
se ha observado, la importancia de las opiniones del niño está es-
tamente limitada a las situaciones y a los procedimientos que afectan sus
7 4 Véase en tal sentido el magistral análisis de Alessandro BARATTA en In No se extiende a los intereses generales, y las opiniones del niño que
cla y democracia, en GARCÍA MÉNDEZ y BELOFF, Infancia, ley y democracia, relacionarse con intereses generales no son relevantes. (... ) Si la
cit., ps. 31-58. .sidera mos en el tenor literal del preámbulo y de los artículos específicos,
manera fragmentaria, se debería concluir que la Convención protege
75 Véase la conferencia dictada el8 de mayo de 2003 en la ciudad de (j¡"rp(-Ilf'~ del niño, también aquellos derechos que podrían tener una fun-
tevideo a propósito de la OC 17, incluida en el Capítulo V de este libro. de,cisiva para su participación en el proceso democrático en la sociedad
127
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva 17
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capítulo IV luces y sombras de ~a opinión consultiva 17
A qué se refiere la Corte por "éste" en la frase final "reduce se explaya de manera innecesaria en consideraciones
y limita adecuadamente la discrecionalidad de éste" es otro teorrcas yseequivoca en alguna de sus afirmaciones normati-
misterio. Si se está refiriendo al debido proceso, lo que se im- sobre el particular.
pondría desde el punto de vista de la construcción del párrafo, Luego de dar una definición clásica de imputabilidad y sin
no tiene sentido. El debido proceso no tiene discrecionalidad en consideraciones respecto de los problemas que este
ni debe ser "limitado" o "reducido adecuadamente", sino todo plantea en relación con los menores de edad, la Corte
lo contrario. Si se está refiriendo a la discrecionalidad caracte-
rística de los procedimientos tutelares, las medidas que enu-
mera no garantizan su eliminación dado que (como señalé) no "107. La Convención sobre los Derechos del Niño no alude explícita-
se refieren al debido proceso ni las limitan de manera clara. mente a las medidas represivas para este tipo de situaciones, salvo el
artículo 40.3 inciso a)79, que obliga a los Estados Partes a tener una
f 4. Procesos judiciales. Imputabilidad, delincuencia y estado edad mínima en la cual se presuma que el niño no puede infringir la
de riesgo legislación penal o criminal".
Probablemente en este punto es donde con mayor claridad
yerra la OC 17. Si bien es cierto que los conceptos de imputa- Esto no es así y me parece grave que la Corte lo afirme tan
bilidad, delincuencia y estado de riesgo han estado tradicional-
mente confundidos, ésta era, por su novedad en la forma (y No sólo la CDN contiene lo que he llamado en otra oportu-
luego de más de tres décadas de esfuerzos teóricos y políticos las "bases para desarrollar un sistema penal juvenil"80,
1 HI-lal-l ,
por clarificar los conceptos), la oportunidad para comenzar a general en todas las normas que la Corte cita se puede leer,
distinguir ya precisar los temas y sus límites. Además, de an- mínimo esfuerzo, un programa político criminal y están-
tiguo se han confundido procesos judiciales con administrati- mínimos para regular la respuesta estatal a la delincuen-
vos (proceedings para el ámbito estadounidense), de modo que juvenil, sino que específicamente la CDN tiene un artículo
no se entiende en absoluto la sistemática de la decisión: trata se refiere, en palabras textuales de la Corte, a las "medidas
de temas penales cuando se refiere a procedimientos adminis- rthlre.sÍltas para este tipo de situaciones". Se trata, de hecho, de
trativos (de protección) y trata de temas de protección cuando inciso del mismo artículo que la Corte cita en relación con
se refiere a los temas penales, omitiendo cualquier referencia penal y más adelante en relación con las formas alter-
que permita dar inteligibilidad a la decisión. ativas de solución de conflictos penales:
Por otro lado, el tema de la respuesta estatal a los menores
de edad imputados de delito era perfectamente evitable si Id
que se estaba haciendo era indagar los límites del Estado al
aplicar las medidas de protección a las que son titulares los ni- El arto 40.3.a establece que "Los Estados Partes tomarán todas las medí-
ños por su condición conforme el artículo 19 de la Convención apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos, au-
Americana. Los temas de la edad penal, de la delincuencia ju- oridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que
infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de ha-
venil, de las situaciones de vulnerabilidad de los niños, no fue.- infringido esas leyes, y en particular: El establecimiento de una edad míni-
ron objeto de la consulta sino, si se quiere, indirectamente y a antes de la cual se presumirá que los niños no tienen capacidad para infrin-
debido a la confusión de la Comisión al presentar los ejemplos las leyes penales (... )."
o casos hipotéticos. Finalmente, como intentaré demostrar, la CE. BELüFF, Algunas cori[usione, citado supra nota 68.
130 131
capítulo IV luces y sombras cI¿ la opinión consultiva
"Artículo 40. vii) Que se respetará plenamente su vida privada en todas las f I l
• •
procedimiento. e ases e e
l. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se
alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o decla- 3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apr'opr'ad
re culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera ' . . . . as para
pi amover el establecirnienro de leyes, procedimientos, autoridades e
acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que for- ~nst~tu~iones específicos para los niños de quienes se alegue que han
talezca el respeto del niño por los derechos humanos y las libertades Il1fTln~rdo.las.leyespenales o a quienes se acuse o declare culpables de
fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del haber infringido esas leyes, y en particular:
niño y la importancia de promover la reintegración del niño y de que a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumi-
éste asuma una función constructiva en la sociedad. rá q~e los niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales;
2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los b) SIempre que sea apropiado y deseable, la adopción de medidas pa-
instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarán, en ra tratar a esos niños sin recurrir a procedimientos judiciales, en el
particular: entendimiento de que se respetarán plenamente los derechos huma-
a) Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, nos y las garantías legales.
ni se acuse o declare culpable a ningún niño de haber infringido esas 4. Se dispondrá de diversas medidas, tales como el cuidado, las órdenes
leyes, por actos u omisiones que no estaban prohibidos por las leyes de orientación y supe/visión, el asesoramiento, la libertad vigilada la
nacionales o internacionales en el momento en que se cometieron;
c~:ocación :n hogares de guarda, los programas de enseñanra y fO"';1(/-
b) Que a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes pena-
cton profesional, así como otras posibilidades alternativas a la interna-
les o a quien se acuse de haber infringido esas leyes se le garantice,
ción en instituciones, para asegurar que los niños sean tratados de ma-
por lo menos, lo siguiente:
nera apropiada para su bienestar y que guarde proporciru¡ tanto con sus
i) Que se lo presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad
circunstancias como COIl la infracción" (destacado agregado).
conforme a la ley;
ii) Que será informado sin demora y directamente o, cuando sea
dente, por intermedio de sus padres o sus representantes legales, de De modo que, además de tratar un tema que no debió haber
cargos que pesan contra él y que dispondrá de asistencia jurídica u tratado conforme el objeto de la consulta, lo trató erróneamente.
asistencia apropiada en la preparación y presentación de su defensa; Luego la Corte explicó que estaba justificado que el Estado
iii) Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u cuando adultos o menores de cierta edad realizan hechos
no judicial competente, independiente e imparcial en una audiencia 'lrF'vj·,tr." como punibles por las leyes penales y exigió, para esa
equitativa conforme a la ley, en presencia de un asesor jurídico u
tipo de asesor adecuado y, a menos que se considerare que ello
contrario al interés superior del niño, teniendo en cuenta en rvn r-r tr-r r.,
lar su edad o situación y a sus padres o representantes legales; "que la cqnducta que motiva la intervención estatal sea penalmente tí-
iv) Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, Así, s~ asegura el imperio de la legalidad en este delicado campo
que podrá interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo de las relaciones entrela persona y el Estado. Esta Corte ha señalado
obtener la participación y el interrogatorio de testigos de descargo el principio de legalidad penal 'implica una clara definición de la
conducta incriminada, que fije sus elementos y permita deslindarla de
condiciones de igualdad;
v) Si se considerare que ha infringido, en efecto, las leyes penales, no punibles o conductas ilícitas sancionables con
medidas no penales'. Esta garantía, contemplada en el artículo 9 de la
esta decisión y toda medida impuesta a consecuencia de ella,
Ccm,rerlción Americana, debe ser otorgada a los niños".
metidas a una autoridad u órgano judicial superior competente,
pendiente e imparcial, conforme a la ley;
vi) Que el niño contará con la asistencia gratuita de un intérprete trató aquí de reiterar el principio de legalidad material o
no comprende o no habla el idioma utilizado; lst:arlti1J() recogido por todos los tratados e instrumentos in-
133
capítulo IV
luces y sombras de la opinión consultiva 17
ternacionales de aplicación en la materia'U. incluida la Con- Los tres párrafos finales de este capítulo son nuevamente
vención Americana omitida en la consulta, comenzando por el ejemplo de la confusión de esta OC 17. Tratado ya el tema pe-
arto 40.2.a, CDN, más arriba transcripto. nal juvenil, vuelve a ingresar al área de la protección, cuando
Luego la Corte continuó desarrollando el arto 40 de la CDN encuentra desarrollando un capítulo sobre justicia juvenil:
al exigir justicia especializada en el párrafo 109 de la OC 17 pa-
ra los niños infractores de la ley penal: "112. Finalmente, conviene señalar que hay niños expuestos a graves
riesgos o daños que no pueden valerse por sí mismos, resolver los pro-
"Consecuentemente, los menores de 18 años a quienes se atribuya la blemas que les aquejan o encauzar adecuadamente su propia vida, sea
comisión de conductas previstas como delictuosas por la ley penal, de- porque carecen absolutamente de un medio familiar favorable, que
berán quedar sujetos, para los fines del conocimiento respectivo y la apoye su desarrollo, sea porque presentan insuficiencias educativas
adopción de las medidas pertinentes, sólo a órganos jurisdiccionales alteraciones de la salud o desviaciones de comportamiento [sic, desta-
específicos distintos de los correspondientes a los mayores de edad". cado agregado] que requieren la intervención oportuna (supra 88 y
91) Yesmerada de instituciones debidamente dotadas y personal com-
Ello se contradice con lo afirmado, tal vez al pasar, en el pá- petente para resolver estos problemas o mitigar sus consecuencias",
rrafo 103 ya comentado, que parecería permitir que cuestiones
de naturaleza penal se ventilen ante un órgano administrativo. Ensaya sí algunos límites a esta intervención (más allá de
Por otro lado, es preciso reconocer un párrafo claro de la problemas relacionados con la categoría de interés superior
OC 17, que recoge treinta años de doctrina y normas interna- niño, ya mencionados), intervención que entiendo "protec-
cionales: si bien la Corte no lo afirma explícitamente, porque no
deducirse que está planteando en estos casos una inter-
"110. Es inadmisible que se incluya en esta hipótesis la situación de los Ve][lCl ón punitiva-resocializadora:
menores que no han incurrido en conducta penalmente típica, pero
encuentran en situación de riesgo o peligro, por desvalimiento, "113. Obviamente, estos niños no quedan inmediatamente privados
.dono, miseria o enfermedad, y menos aún la de aquellos otros que de derechos y sustraídos a la relación con sus padres o tutores y a la
plemente observan un comportamiento diferente del que caracteriza autoridad de éstos. No pasan al 'dominio' de la autoridad, de manera
la mayoría, se apartan de las patrones de conducta generalmente tal que ésta asuma, fuera de procedimiento legal y sin garantías que
tados, presentan conflictos de adaptación al medio familiar, escolar preserven los derechos e intereses del menor, la responsabilidad del
social, en general, o se marginan de los usos y valores de la sociedad caso y la autoridad plena sobre aquél. En toda circunstancia, se man-
de la que forman parte. El concepto de delincuencia infantil o juvenil só- tienen a salvo los derechos materiales y procesales del niño. Cualquier
lo puede aplicarse a quienes se hallan en el primer supuesto menciona- actuación que afecte a éste debe hallarse perfectamente motivada
do, esto es, a los que incurren en conductas típicas, no así a quienes se conforme a la ley, ser razonable y pertinente en el fondo y en la for-
encuentran en los otros supuestos" (destacado agregado). ma, atender al interés superior del niño y sujetarse a procedimientos
y garantías que permitan verificar en todo momento su idoneidad y
legitimidad".
81 Art. 40 de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño: y concluyó con un estándar razonable que puede ser consi-
5 y 56 de las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención
,.p{'f,.írp< ~~,- uu.v
la quinta regla de la OC 17, aplicable al tema de la pro-
Delincuencia Juvenil: artículo 15 del Pacto sobre Derechos Civiles y Políticos; rección a los niños (que es el tema de la OC 17, aunque en es-
Convención Americana sobre Derechos Humanos, etcétera.
apartado se estaba tratando el tema penal), regla que no ha-
135
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva 17
bía sido fijada con tanta claridad al tratar este tema específica- tado, o bien, que esté bajo su supervisión. Ésta puede conside-
mente unos capítulos antes: rarse la sexta regla de la OC 17. Lo que está haciendo la Corte
"114. La presencia de circunstancias graves, como las que hemos des-
en este punto es retomar la jurisprudencia de la Corte Supre-
crito, tampoco excluye inmediatamente la autoridad de los padres ni ma de los Estados Unidos de América en el famoso caso
los releva de las responsabilidades primordiales que naturalmente les "Gault", en el que ese Tribunal sostuvo que las garantías del de-
corresponden y que sólo pueden verse modificadas o suspendidas, en bido proceso debían respetarse con prescindencia del nombre
su caso, como resultado de un procedimiento en el que se observen las del trámite tproceedings), en atención a las consecuencias con-
reglas aplicables a la afectación de un derecho". cretas a las que se exponía un niño sometido a él, similares a
las consecuencias penaless-.
[. 5. Debido proceso Luego la Corte ingresó en el análisis de algunos principios
La Corte retomó este tema (insisto en que no se entiende la sustantivos y procesales en relación con niños (no sé por qué
sistemática ya que este tema fue tratado en los apartados 92 a en este punto se refiere a "menores" cuando el sujeto de la OC
98), a partir del párrafo 115. fue definido por ella misma como niño).
Sostuvo claramente: También advierte: "la posibilidad y conveniencia de que las
formas procesales que observan esos tribunales revistan moda-
"liS. Las garantías judiciales son de observancia obligatoria en todo lidades propias, consecuentes con las características y necesida-
proceso en el que la libertad personal de un individuo está en juego. des de los procedimientos que se desarrollan ante ellos, toman-
Los principios y actos del debido proceso legal constituyen un conjun- do en cuenta el principio establecido en la Convención sobre los
to irreductible y estricto que puede ampliarse a la luz de nuevos avan- Derechos del Niño, que en este orden se puede proyectar tanto a
ces en el Derecho de los derechos humanos. Como estableciera este la intervención de tribunales, en lo concerniente a la forma de
Tribunal en su opinión consultiva sobre el Derecho a la Información los actos procesales, como al empleo de medios alternativos de
(v..): el proceso es un medio para asegurar, en la mayor medida posi-
solución de controversias al que se alude adelante ... "83.
ble, la solución justa de una controversia. A ese fin atiende el conjun-
Pero no explica qué significa "modalidades propias", ni cuál
to de actos de diversas características generalmente reunidos bajo el
concepto de debido proceso legal. El desarrollo histórico del proceso, es el principio establecido en la CDN, que interpreto es el pro-
consecuente con la protección del individuo y la realización de la jus- blemático "interés superior del niño".
ticia, ha traído consigo la incorporación de nuevos derechos procesa- En general, en este punto la OC 17 no avanza más allá de
les. Son ejemplo de este carácter evolutivo del proceso los derechos a reiterar un estándar claro emergente de la CDN y de los otros
no autoincriminarse y a declarar en presencia de abogado, que hoy instrumentos directamente relacionados con la materiav' y en
día figuran en la legislación y en la jurisprudencia de los sistemas ju-
rídicos más avanzados".
82 Cf. in re "Gault", citado supra nota 15.
Es importante que la Corte por fin haya establecido clara- 83 Cf. OC 17, párr, 119.
mente una interpretación de todas las normas que regulan el 84 Fundamentalmente las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para
debido proceso en normas internacionales específicamente re- la Administración de la Justicia de Menores, conocidas como Reglas de Bei-
rerídas a la infancia, en el sentido de que las reglas del debido jing (29/11/85); Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Me-
nores Privados de Libertad (14/12/90); y Directrices de las Naciones Unidas
irn-Kr'pcf'\ y las garantías judiciales deben aplicarse no sólo a los
para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de
Pt'I'JCi3SClS iudiciaies, sino a cualquier otro proceso que siga el Es- Riadh (14/12/90).
137
capítulo IV luces y sombras la opinión consultiva 17
algunos casos desarrolla errónea y confusamente algunas ga- Evidentemente, está desarrollando el tema de la declaración
rantías. Así: del imputado de un delito. Vale recordar que la "confesión" no
a) En relación con la garantía del juez natural, exige razona- un acto procesal, sino el contenido de un acto procesal cen-
blemente la existencia de medios legales idóneos para la defi- en los procesos inquisitivos aunque de importancia relatí-
nición y protección de los derechos, con intervención de un ór- en los procesos acusatorios modernos; pero parece al final
gano judicial competente, independiente e imparcial cuya ac- refiriéndose a toda clase de proceso ("acto de disposición
tuación se ajuste escrupulosamente a la ley, en la que se fijará, bienes o derechos sobre los que exista contienda").
conforme a criterios de oportunidad, legitimidad y racionali- El siguiente párrafo parece seguir en la misma línea:
dad, el ámbito de los poderes reglados de las potestades discre-
cionales, con remisión a las Reglas de Beijing. "129. A este respecto, y por lo que toca a menores de edad, es perti-
b) En relación con la garantía de la doble instancia y el de- nente manifestar que cualquier declaración de un menor, en caso de
recho a un recurso efectivo, por un lado, se plantea la garantía resultar indispensable, debe sujetarse a las medidas de protección
procesal que corresponden a éste, entre ellos la posibilidad de no de-
con un lenguaje algo anticuado desde el punto de vista proce-
clarar, la asistencia del defensor y la emisión de aquélla ante la auto-
sal penal: "La garantía procesal anterior se complementa con ridad legalmente facultada para recibirla".
la posibilidad de que exista un tribunal superior que pueda re-
visar las actuaciones del inferior" (destacado agregado). Por el
En este punto aparecen problemas adicionales, puesto que
otro, superpone esta garantía con la prevista por el arto 25 de
introduce algunos matices como "en caso de resultar indispen-
la Convención Americana que dispone que toda persona
sable". Todo ello sin explicar el alcance de la declaración del
tener acceso a un recurso rápido y sencillo, el que se corres-
como acto de defensa material, superponiéndola
ponde en nuestra cultura legal, básicamente con el amparo y el
además con la "confesión", esto es, con el contenido de la de-
habeas corpus, que no pueden ser suspendidos ni siquiera en la
claración del imputado. A continuación el argumento se torna
situación de excepción, recursos que, como es sabido, no tie-
oscuro aún, porque parece extender el tema de la declara-
nen que ver con la garantía de doble instancia a la que se refie-
re el título sino que son lo que se ha dado en llamar "acciones (ya no del imputado, sino de un niño sometido a proceso)
constitucionales". sólo a procesos penales sino civiles, con lo que los estánda-
e) En relación con la presunción de inocencia, luego del repa- se modificarían; pero todo ello sin explicarlo claramente,
so normativo, la Corte ingresa en un terreno resbaloso, y patina: además de regresar al tema de la incapacidad civil, cuando es-
desarrollando el tema de la "confesión" en sede penal. Fi-
"128. Dentro del proceso hay actos que poseen -o a los que se ha que- narmente, se desprendería del párrafo que esa incapacidad im-
rido atribuir- especial trascendencia para la definición de ciertas con- 1J",u.~J.Ju. al niño el ejercicio por sí mismo de sus derechos, y con
secuencias jurídicas que afectan la esfera de derechos y responsabili- ¿qué resta del derecho de defensa material y el derecho
dades del justiciable. A esta categoría corresponde la confesión, en- niño a ser oído (art. 12 CDN)?:
tendida como el reconocimiento que hace el imputado acerca de los
que se le atribuyen, lo cual no necesariamente significa que
"130. Además, debe tomarse en cuenta que el niño puede carecer, en
reconocimiento alcance a todas las cuestiones que pudieran
curarse con aquellos hechos o sus efectos. También se ha entendido función de su edad o de otras circunstancias, de la aptitud necesaria
confesión pudiera entrañar un acto de disposición de los bie- para apreciar o reproducir los hechos sobre los que declara, y las con-
las derechos sobre los que existe contienda". secuencias de su declaración en este caso el juzgador puede y debe va-
139
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva
lorar con especial cautela la declaración. Evidentemente, no se puede propias de otros tiempos del derecho procesal penal. En los
asignar a ésta eficacia dispositiva, cuando corresponde a una persona modernos sistemas procesales penales latinoamericanos, la
que, precisamente por carecer de capacidad civil de ejercicio, no pue- declaración del imputado opera (como se afirmó) como me-
de disponer de su patrimonio ni ejercer por sí mismo sus derechos". dio de defensa y no como medio de prueba, lo que era carac-
terístico de los sistemas inquisitivos en los cuales la reina de
Para concluir, explica que todo lo expuesto se refiere a las pruebas era la confesión del imputadoéó. Tampoco se ad-
procedimiento en el que el menor participe y esté llamado mite más un sistema de pruebas tasadas, con categorías de
emitir declaraciones". pruebas, sino que los jueces resuelven según las reglas de la
Sin embargo los problemas no terminan aquí: "Por lo sana crítica racionals".
toca a procesos propiamente penales (. .. ) hay que considerar d) En cuanto al principio del contradictorio, reitera las nor-
que los menores de edad están excluidos de participar mas internacionales que establecen su vigencia en los procedi-
inculpados en esa especie de enjuiciamientos. En consecuen- mientos en los que participan niños, sin analizar diferentes si-
cia, no debe presentarse la posibilidad de que en éstos rindan tuaciones en las que este principio aparece debilitado o igno-
declaraciones que pudieran corresponder a la categoría proba- rado en los sistemas tutelares vigentes en la región.
toria de una confesión". e) En cuanto al principio de publicidad, la Corte realiza un
Este párrafo final merece por lo menos dos comentarios. análisis tradicional, que no avanza sobre las posiciones más
En primer lugar, llama la atención la categórica afirmación
gún la cual los menores de edad (otra vez no se trata de lHJllV,~)
están excluidos de participar como inculpados en procesos
nales. Ello contradice no sólo las leyes vigentes Iatinoamerica-
penales'. Esta garantía, contemplada en el artículo 9 de la Convención Ame-
nas y las normas internacionales de aplicación en la materia, ricana, debe ser otorgada a los niños".
sino lo que la propia OC 17 sostiene unos párrafos más "109. Una consecuencia evidente de la pertinencia de atender en forma di-
ba85 . En segundo lugar, realiza consideraciones doctrmartas renciada y específica las cuestiones referentes a los niños, y particularmen-
, las relacionadas con la conducta ilícita, es el establecimiento de órganos ju-
isdiccionales especializados para el conocimiento de conductas penalmente
icas atribuidas a aquéllos. Sobre esta importante materia se proyecta lo que
ntes se dijo a propósito de la edad requerida para que una persona sea con-
85 Contrastar estas afirmaciones con las contenidas en la misma OC 17 iderada como niño conforme al criterio predominante en el plano internacio-
los párrafos 108 y 109: al. Consecuentemente, los menores de 18 afias a quienes se atribuya la conii-
"108. Esto conduce a considerar la hipótesis de que los menores de ion de conductas previstas como delictuosas por la ley penal, deberán quedar
-riiños, en el sentido de la Convención respectiva- incurran en conductas ujetos, para los fines del conocimiento respectivo y la adopción de las medidas
citas. La actuación del Estado (persecutoria, punitiva, readaptadora) se ertinentes, sólo a órganos jurisdiccionales específicos distintos de los corres-
fíca, tanto en el caso de los adultos como en el de los menores de cierta edad, ondientes a los mayores de edad. Así, la Convención sobre los Derechos del Ni-
cuando aquéllos o éstos realizan hechos previstos como punibles en las o contempla el 'establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e ins-
penales. Es preciso, pues, que la conducta que motiva la intervención ituciones específicos para los niños de quienes se alegue que han infringido
sea penalmente típica. Así, se asegura el imperio de la legalidad en este deli- as leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido
de las relaciones entre la persona y el Estado. Esta Corte ha as leyes' (artículo 40.3)" (destacado agregado).
el principio de legalidad penal 'implica una clara definición de
86 Cf. MAIER, Derecho procesal penal, t. 1, cit., ps, 663 y siguientes.
conducta incriminada, que fije sus elementos y permita deslindarla de corn-
portamíentos no punibles o conductas ilícitas sancionables con medidas no 87 Cf. MAlER, Derecho procesal penal, t. 1, cit., ps. 870 y siguientes.
:1.41
luces y sombras de.Ia opinión consultiva
capítulo IV
143
capítulo IV
luces y sombras de !'el opinión consultiva
lo hace siempre desde el derecho penal, probablemente por sin ingresar en un debate conocido respecto de cuál es la
formación del juez opinante. ominación adecuada para el sujeto al que se hace referen-
El juez GARCÍA RAMÍREZ conoce los problemas de las Es contundente en afirmar que utilizará en lo pertinente la
minaciones "menor delincuente" o de "delincuencia infantil resión menor en su sentido más estricto "y al mismo tiem-
juvenil", en el primer caso, y "menor en situación irreg~lar". distante de cualquier intención descalificadora, prejui-
en "estado de peligro", en el segundo, y sabe que cualquier ut o peyorativa";
lización de estas categorías sin definirlas mínimamente traerí
aparejada una cantidad de problemas adicionales que no idioma es un sistema de claves. Debo establecer el alcance de las
propone tratarf'. ahora empleo, adhiriéndome al uso que de ellas ha hecho la Cor-
Inmediatamente después de comenzado su voto, introduc en esta Opinión Consultiva, para colocarlas por encima o fuera -co-
el principio de legalidad material, gran ausente en las se prefiera- de un debate que a veces aporta más sombras que lu-
La palabra 'menor', ampliamente utilizada en el orden nacional,
ciones tutelares de menores:
lude a la persona que aún no ha alcanzado la edad que aquél estable-
e para el pleno -o amplio- ejercicio de sus derechos y la correspon-
"2. No es ocioso señalar que la frontera entre esos supuestos elebe
iente asunción de sus deberes y responsabilidades; regularmente, en
bordinarse a la naturaleza ele los hechos o las situaciones correspor
sá frontera coinciden la capacidad de goce de los derechos civiles, o
dientes a cada uno, elesele la perspectiva de los bienes reconocidos
e muchos de ellos (una posibilidad que surge en el pasado: desde el
tutelados por el orden jurídico -en mi concepto, desde el plano
acimiento, o antes inclusive), y la capacidad ele ejercicio de ellos
ha posibilidad que se despliega hacia el futuro, donde se traspone la
bntera hacia el despliegue autónomo de los derechos por el titular
éstos). Por su parte, la palabra 'niño' ha poseído, en principio, un
92 OC 17/2002, voto concurrente del juez GARCÍA RAMÍREZ, párr. 1.
más biológico o bio-psíquico que jurídico, y en este sentido,
93 "Sobra decir que estas denominaciones tienen, hoy día, una
corresponde al uso popular del término, contrasta con aelolescen-
'cargadesfavorable', o por lo menos controvertible. El gran debate
adulto o anciano.
termina- en el empleo mismo de dichas expresiones". Cf. OC 17, voto
currente nol ;"0-/ GARCÍA RAMÍREZ, párr. 1. concepto 'niño' coincide con el de 'menor ele eelad' cuanelo uno y
se juridizan, valga la expresión, y concurren bajo unas mismas
145
-------~- - - - -
capítulo IV
147
capítulo IV
luces y sombras
Estado releva a los padres o tutores en el desempeño de la ti ue considera un progreso respecto del régimen anterior en
tria potestad o la tutela, y asume las funciones de éstos con
alcance y las características que regularmente poseen'f".
Aquí me permito disentir respetuosamente con el voto
que las jurisdicciones especiales para menores, de caracterís En efecto, la división entre secretarias actuarias o penales y tutelares o
cas paternalistas o tutelares, se justificaban como suplentes steuciales, da cuenta de que si bien el delito no es decisivo, en 'un dato con
relevancia en el entramado tutelar.
padres inidóneos, principalmente en aquellos casos relaciori
dos con niños "en problemas", no con niños "problemático OC 1712002, voto del juez GARCÍA RAMíREZ, párr; 14.
como pueden considerarse dentro de esa lógica los menores "15. La iegíslación y la jurisprudencia nacionales, apoyadas por una
edad imputados de la comisión de delitos. Es cierto que el que en su ~lel1lpO pareció innovadora, afirmaron en diversos países
paternalisia del poder público. En Estados Unidos, estas ideas se
positivo jurisdiccional lato sensú era el mismo, pero la laron a partir de una resolución de la Suprema Corte de Pennsvlvania,
cación de su intervención tenía un matiz, en estos casos, 8: Ex parte Crouse. En México, casi cien años después, una conocida
.c ia de la_Suprema Corte de Justicia, dictada en el juicio de amparo de
iel .Castaneda en contra de actos del Tribunal de Menores y de la ley co-
ndJente, expuso el criterio tradicional: en la especie, el Estado no actúa
. sino en el desempeño de una misión social y substituyéndo-
95 OC 17/2002, voto concurrente del juez GARCÍA RAMÍREZ, párr. 11 partlc~llares encargados por la ley y por la tradición jurídica de la ci-
96 OC 17/2002, voto del juez CANc,:ADO TRINDADE, párr; 6, inira ps. OCCidental de desarrollar la acción educativa y correccional de los
guientes. . Así se definió el rumbo que seguiría esta materia, de manera más o
97 OC 17/2002, voto concurrente del juez GARCíA RAMÍREZ, párr; 13. en muchos años por venir, Tomando en cuenta el relevo pa-
tutelar que explicó y justificó, desde el plano jurídico, la actuación del
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[sic] de la edad, millones de personas, que eran niños o menores en contraposición, de esencia o raíz ( ... ). Ni
víspera y devienen adultos por acuerdo del legislador, La
sicas del proyecto tutelar contravienen las del garan-
ció n de los procedimientos en el ámbito de los menores ha traído
sigo, evidentemente, la adopción de figuras características del
tista, ni tampoco éstas las de aquél, si unas y otras se conside-
so penal, conjuntamente con la cultura o la costumbre penales en sus aspectos esenciales, como lo hago en este 110to y lo
rentes a ellas" (destacado agregado) 109. hecho, a mi juicio, la Opinión Consultiva, que no se afilia a
doctrina alguna" 110.
Finalmente, la adopción de las "formalidades" penales se En cierto sentido su afirmación es verdadera. Ni su voto ni
laciona con la introducción de garantías sustantivas y aclieli\T:ú OC adscriben explícitamente a doctrina alguna; pero esto no
en los procedimientos que se siguen a los adolescentes 1111plLlt:i- meritorio. La OC debería suscribir a la doctrina que es posi-
dos de la comisión de delitos, lo que no parece problemático construir a partir de los tratados internacionales y regiona-
es analizado a la luz de los estándares internacionales más de aplicación en la materia yeso es lo que en la doctrina se
demos, básicamente los artículos 12, 37 Y 40 de la CDN, y conoce como garantismo. De ahí el problema ya señalado de
arts. 7, 8, 9 Y concordantes de la Convención Americana. denominar a uno de los modelos "garantista".
Ingresa el voto luego al tema de la tensión de "escuelas, Es elogiable el esfuerzo que hace el juez GARCÍA RAMÍREZ por
rrientes o conceptos" que caracteriza de la siguiente YY>"r'a"~' la dicotomía de escuelas, y quizás en su voto lo logre
vvh-'C<H<"'U" porque conoce acabadamente la materia someti-
"21. (... ) Ha surgido una gran polarización entre estas dos ,,~,·,,;o~¡~.
cuyo encuentro -o desencuentro- apareja una suerte de dilema
a decisión de la Corte; pero definitivamente la OC 17, por
mental, que puede generar, en ocasiones, ciertos 'fundamentalismós que se lo proponga, no lo logra, ya que como se ha inten-
con sus estilos peculiares. Ese dilema se plantea en términos muy dejar claro, ella se caracteriza, más que por la adscripción
cillos: o sistema tutelar o sistema garantista", una corriente u otra, por la confusión. Y la confusión es pro-
ia de una de las escuelas, no de la otra.
E intenta llegar a una "síntesis superadora", en el entendí En mi opinión, a esta altura es importante señalar que no se
miento de que entre ambos "sistemas" "no existe trata de una querella de escuelas. La división entre ambas co-
Tientes de pensamiento de manera muy esquemática y sim-
lista cumplió en un momento, a comienzos de la década de
nal de los adolescentes en el Capítulo III del libro tercero bajo el título
1990, una función pedagógica; pero es insostenible desde una
ponsabilidad en infracciones". En el artículo 221 se define a la infracción pisternología rigurosa. Entre la cultura tutelar y la generada a
rno la conducta tipificada como delito en la ley penal, en la que incurre artir de la particular interpretación que de la CDN se realizó
autor o partícipe un adolescente y de la cual emerge una responsabilidad América Latina se advierte un continuum 111. Sólo un ejer-
cial. Aparece un problema con el ámbito de aplicación, ya que según el
lo 2 de la ley son adolescentes las personas entre doce y dieciocho años,
tras que el artículo 222 establece que la responsabilidad del adolescente
aplicará a las personas comprendidas entre los doce y menores de diccísei 110 OC 17/2002, voto del juez GARCÍA RAMíREZ, párr, 22.
años. Se agrega un artículo -que no resuelve el problema- que establece
las personas entre dieciséis y veintiún años serán sometidas a la legislacíó 111 Ejemplos del continuum o puntos de contacto entre ambos modelos
ordinaria, pero contarán con la protección a que se refieren las normas a) la cuestión de la especialidad aunque la concepción del sujeto sea di-
título (225). y b) la prevención especial positiva, la resocialización o reintegración
del adolescente infractor declarado penalmente responsable o tutelado
109 OC 17/2002, voto del juez GARCÍA RAMÍREZ, párr. 20. justificación de las medidas tanto tutelares como socio-educativas.
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luces y sombras de la consultiva 17
capítulo IV
El juez GARC[A RAMÍREzalude a la existencia de un "falso di-
lema" entre la concepción que dio fundarnento a las leyes tute-
cicio activo, expresión de una voluntad política de transformat lares de menores de la región y la originada a partir de la in-
la condición jurídica de la infancia, sustentado en lo que en corporación de la CDN a los sistemas jurídicos nacionales lati-
otra oportunidad he llamado una hermenéutica hacia delante, noamericanos. Su intento por minimizar las tensiones es cier-
emancipadora de la infancia 112, permite entender a estos mo tamente interesant~ y novedoso. Se trata de un recurso origi-
delos como compartimentos claramente separados. En esta lí nal al que no se había recurrido anteriormente. No obstante,
nea -interpreto- se orientaba la consulta; y la insistencia res.. estimo que su recurso al "falso dilema" es más un recurso re-
pecto de que ambos "modelos" son equivalentes o igualmente tórico que conceptual, ya que no son falsos ni el dilema ni la
ajustados a derecho (ya sea internacional o constitucional na- tensión entre los modelos. No es falso el dilema porque el sis-
cional), es inconducente a los fines mencionados. tema previo a la CDN o sistema tutelar, y el sistema posterior,
Las preguntas retóricas del juez GARCÍA RAMÍREZ en el parra o sea el actualmente vigente desde el punto de vista normativo,
fa 23 113 encuentran respuesta en una cultura que al mism son sustancialmente diferentes en su concepción del sujeto, en
tiempo respeta los derechos y la singularidad, talla construid su concepción de la desviación normativarnente relevante, en
a mi juicio a partir de la incorporación de la CDN a los siste; su concepción de la institucionalidad que debe ofrecer el Esta- .
mas jurídicos nacionales latinoamericanos. Aunque es com- do frente a los delitos por un lado y frente a las violaciones de
prensible la desconfianza del juez opinante, la experiencia lati- derechos por otra. No es dilema porque no se puede hoy soste- •
noamericana debería permitirle no temer que el reconocimien ner un modelo desubicado temporalmente, contrario a los tra-
to de derechos de primera generación a los niños vaya a impH- tados, y además ineficiente, por decir lo menos.
cal' tratarlos como adultos, tal como sucedió en materia de ju§P Como señalé anteriormente, los jueces de la Corte sólo te-
ticia juvenil en los Estados Unidos en los años 60. La historí lían una alternativa: pronunciarse a favor de la promoción de
latinoamericana es diferente de la estadounidense también e os derechos de la infancia si se atenían a la interpretación
este punto y no es casual que ese país sea el único de la región mancipatoria que alguno de los votos enla OC 17 propuso, en
yel segundo del mundo que no ha suscripto la CDN. tras palabras, una hermenéutica garantista: pero al haber de-
ominado a uno de los modelos como "garantista", y al haberlo
dentificado con una de las posiciones en conflicto, se impidió
112 Cf. BELüFF, Mary, Un modelo para armar ¡y otro para desarmarl: pro que los jueces asumieran plenamente el marco de garantías, "el
teccion integral de derechos del niño vs. derechos en situación irregular, Capítu arco garantista", para estructurar y dar contenido a la OC 17.
lo 1 de este libro.
Con una grandeza intelectual encomiable, el juez GARCÍA
113 "23. ¿Cómo negar, en efecto, que el niño se encuentra en condicione MÍREZ acepta reconsiderar parte de las concepciones que
diferentes a las del adulto, y que la diversidad de condiciones puede exigil
con toda racionalidad, diversidad de aproximaciones? ¿Y que el niño requie
lguna vez sostuvo en esta materia 114 y plantea lo que yo lla-
re, por esas condiciones que le son propias, una protección especial, distil1 aría tensiones, no dilemas, del siguiente modo:
y más intensa y esmerada que la dirigida al adulto, si la hay? ¿Y cómo
por otra parte, que el niño -ante todo, un ser humano- es titular de
irreductibles, genéricos unos, específicos otros? ¿Y que no es ni puede ser
to como objeto del proceso, a merced del arbitrio o del capricho de la 114 GARCíA RAMíREZ, Sergio, El Código Tutelar para Menores del Estado de
dad, sino como sujeto de aquél, puesto que posee verdaderos y respetables ichoacán, Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
rechos, materiales y procesales? ¿Y que en su caso, como en cualquier El artículo 18 constitucional: prisión preventiva, sistema penitenciario,
es preciso que el procedimiento obedezca a reglas claras y legítimas y se menores infractores, México, UNAM, Coordinación de Humanidades, 1967.
He sujeto a control a través del sistema de garantías?" CL OC 17/2002, voto
juez GARCÍA RAMÍREZ.
159
capítulo IV y sombras
"Las contradicciones reales -y por ello los dilemas, las antinomias, los A partir de ella se construye toda la nueva condición
auténticos conflictos- se deben expresar en otros términos. Lo tutelar de la infancia en la región. Tampoco el nuevo modelo propone
y lo garantista no se oponen entre sí. La oposición real existe entre proteger con el derecho penal, sino todo lo contrario. Proba-
tutelar y lo punitivo, en un orden de consideraciones, y entre lo garan. blemente el primer axioma del que parte la nueva legalidad pa-
tista y lo arbitrario, en el otro. En fin de cuentas, donde parece
ra la infancia en América Latina sea diferenciar claramente los
contradicción puede surgir, dialécticamente, una corriente de síntesis,
encuentro, consenso. Ésta adoptaría lo sustantivo de cada doctrina;
supuestos de protección de derechos del niño (esto es, obliga-
íntima razón de ser; y devolvería a la palabra 'tutela' su sentido ciones positivas del Estado) de aquellos que tienen que ver con
no -como se habla de tutela del Derecho o de tutela de los derechos la respuesta estatal cuando un niño o adolescente es imputado
manos-, que ha llevado a algunos tratadistas a identificarla con el de la comisión de un delito.
recho de los menores infractorcs l ! S, que constituiría bajo el signo Es importante tener presente que el principio de especiali-
la tutela, en su acepción original y pura, un Derecho protector, no dad estructura e integra el sistema de garantías que se despren-
Derecho desposeedor de los derechos fundamentales". de de los tratados internacionales que cita el juez GARCÍA RAMí-
REZ, como parte del sistema general de derechos y garantías; de
El problema no está en la tutela (cuyo significado literal manera que no es que este principio de especialidad sea exclu-
he comentadot lv), el problema no está en la protección; el sivo del sistema tutelar sino probablemente un elemento que
blema radicó en cómo se entendió durante décadas la ~p,,,j-",r marca un continuum entre una concepción y la otral !".
ción a los niños. Si el sujeto destinatario de la protección Este voto, a pesar de señalar en algún momento lo contrario,
concebido como incapaz, por lo tanto no sujeto de derechos, no distingue entre infractores y no infractores. Sostiene el juez
protección que se le brinde será entendida como tratamiento, GARCÍA RAMÍREZ en relación con esta propuesta de "síntesis":
regeneración o cura, y no se estará frente a la protección de
derechos del sujeto sino frente a algo diferente. De manera "25. Por una parte, la síntesis retendría el designio tutelar del niño, a
la tensión es real porque se oponen dos concepciones del título de persona con específicas necesidades de protección, al que de-
diferentes, más allá de la terminología que se emplee. La be atenderse con medidas de este carácter, mejor que con remedios
bilidad de combinar los dos modelos deviene, en consecuencia propios del sistema penal de los adultos. (... ) y por otra parte, la sín-
-y pese a los loables intentos del juez GARCÍA RAMÍREZ en tesis adoptaría las exigencias básicas del garantismo: derechos y ga-
rantías del menor (... ) Lejos de plantearse, pues, la incorporación del
sentido-, una misión imposible.
menor al sistema de los adultos o la reducción de sus garantías, se
El razonamiento falla en cuanto interpreta que la especiaíí-
afianzan la especificidad, de un lado, y la juridicidad, del otro".
dad es propia del modelo tutelar y no del modelo
Esto no es así, simplemente porque la CDN, al igual que las Es verdad, como se sostiene en este voto, que la Opinión
gislaciones tutelares de menores, trata de un sujeto partrcular; Consultiva "evita 'suscribir' alguna de las corrientes en juego";
pero el resultado es un híbrido que vacía de sentido el ya de
por sí confuso pedido inicial. Como se intentó dejar claro, los
115 Así, JESCHECK, cuando afirma que el Derecho penal de jóvenes es temas fueron abordados de manera confusa y la OC 17 no só-
parte del Derecho tutelar de menores. Cf. Tratado de derecho penal. Parte
ral, trad. de S. Mm PUIG y F. MUÑoz CONDE, Ed. Bosch, Barcelona, vol. 1,
15-16. De la nota 11 del voto del juez GARCÍA RAMIREZ en la OC 17/2002.
116 Ver supra nota 14. 117 Ver supra nota 111.
160 161
capítulo IV
163
capítulo IV luces y sombras
cho, a la que no cierra los ojos el Derecho- y de la diversidad de solu- conflicto entre los intereses del niño y sus PZICÍ]r'e:;:
ciones jurfc1icas que procede aportar en ese panorama de diversidad". pone una solución a estas tensiones.
que explorara una hermenéutica tal como la Slj2;Ulent,c::
!/l. 3. D. Los actores
Otro párrafo curioso del juez GARCÍA RAMÍREZ es el siguiente: "Examinemos la Convención, detengámonos ante todo sobre las hue-
llas que este límite histórico ha dejado en ella. Estas huellas son evi-
"29. Una forma extremosa del procedimiento sobre menores infracto- dentes, especialmente cuando inciden sobre el significado y el alcan-
res excluyó de éste a los padres y tutores. Dicha exclusión en este ám- ce del gran principio innovador introducido por la Convención en el
bito -donde campeaba lo que algún ilustre procesalista denominó un artículo 12 y otros artículos (.. .). Conforme este principio, el niño tie-
procedimiento de 'naturaleza tute1ar-inquisitiva'120- obedeció a la ne derecho en primer lugar a formarse juicio propio, en segundo lu-
idea de que en el enjuiciamiento de menores no existía auténtico liti- gar a expresar su opinión y, en tercer lugar a ser escuchado. Nunca ha-
gio, porque coincidían los intereses del menor y de la sociedad. La bían sido reconocidas, de modo así explícito, la autonomía y la subje-
pretensión de ambos era idéntica: el bienestar del niño, En términos
tividad del niño y el peso que su opinión puede y debe tener en las de-
actuales se diría: el interés superior del menor, Si ésta era la teoría, en
cisiones de los adultos. (... ) Pero, para contrabalanceado con el prin-
la regulación concreta y en la práctica las cosas no funcionaban en esa
cipio opuesto, proveen dos robustas baterías de normas.
dirección, y en todo caso se hallaban en predicamento tanto el dere-
La primera parece asegurar firmemente a los adultos el derecho de in-
cho de los padres en relación con sus hijos, como los derechos de es-
terpretar, en modo objetivo y definitivo el interés superior del niño o
tos mismos, de carácter familiar y de otra naturaleza. Es indispensa-
aquello que corresponde al bienestar social, espiritual y moral, a la sa-
ble, en consecuencia, aceptar que el menor no puede ser un extraño
lud física o mental del niño. La segunda batería de normas condicio-
en su propio juicio, testigo y no protagonista de su causa, y que los pa-
na el ejercicio de los derechos del niño, no sólo al respeto de los dere-
dres -o tutores- también tienen derechos propios que hacer valer y
chos y de las libertades de los otros -lo que es correcto- sino -lo que
por ello deben comparecer en el juicio, todos asistidos por un asesor,
es dudoso- a la interpretación dada por los adultos a cláusulas gene-
promotor o defensor que asuma la defensa con eficacia y plenitud".
rales o conceptos indeterminados, como la seguridad nacional; la se-
guridad, la salud y la moral pública. (... ) no menos relevantes son los
Si bien es correcta la caracterización del proceso -procee- límites internos a éstos. (... )
ding- tutelar, estas características no fueron su forma extrema. La libertad de formarse un juicio propio no tiene ninguna limitación
Además, y principalmente, los padres no eran excluidos del de contenido, en verdad se refiere a la total posición del n iño frente al
proceso salvo declaración judicial; el que no tenía voz era el ni- mundo. Pero el derecho de expresar la propia opinión no se extiende
a toda su visión del mundo, sino que comprende solamente las situa-
ño. A veces se le asignaban representantes como los asesores
ciones que afectan al niño. Sólo en relación a estas situaciones el pri-
de menores argentinos, pero no abogados defensores de
mer párrafo del artículo 12 prevé que su opinión sea tenida debida-
derechos. El juez GARCÍA RAMfREZ señala las particulares carac- mente en cuenta. Debidamente, pero ¿en f-unción de qué? 'En funcióu
terísticas del niño, que en muchos casos no podría por su tem- de la edad y madurez del niño'. Sin una interpretación garantista y
prana edad participar activamente en el proceso, y los casos de global de la Convención, estaríamos en presencia del viejo y fatal
error del paternalisrno: dejemos que el niño forme su propia imagen
del mundo -dicen los adultos- pero nosotros no tenemos nada que
aprender de ella cuando se refiere a nosotros mismos. Escuchémoslc
cuando decidimos por él, pero no tomemos mucho en cuenta lo que
120 Nota 13 del voto del juez GARCÍA RAMIREZ: ALCALÁ-ZAMORJ\ y CASTILLO,
Niceto, Panorama del Derecho mexicano. Sintesis del Derecho procesal, 2d.
él dice, si éste resulta todavía muy pequeño o muy poco maduro. Aún
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Derecho Compara- más restringido resulta el derecho de los niños de ser escuchados, pre-
do, México, 1966, p. 245. visto en el artículo 12.2. Este derecho no se refiere a todo lo que el ni-
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luces y sombras de la opinión consultiva 17
capítulo IV
121 Cf. BARATTA, Infancia y democracia, cit. supra nota 74, ps. 44 y 47-50.
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capítulo IV
luces y sombras de 'la opinión consultiva
Por otro lado, el voto tampoco desarrolla cuáles serían las obli-
gaciones positivas del Estado en caso de riesgo -la obligación sa que integran el debido proceso legal, y bien, asimismo, que no se
les extraiga injustificadamente del medio familiar -si cuentan con él-.
de hacer referida a la situación fáctica concreta-; la relación
pero nada de esto absuelve de construir las circunstancias que permi-
entre el riesgo, la medida a adoptar y el fin, medidas alternati-
tan a los menores el buen curso de su existencia, en todo el horizonte
vas; cómo definir el riesgo, la amenaza, etc., para no autorizar que corresponde a cada vida humana, y no solamente en las situacio-
indebidas intromisiones del Estado en la vida del niño y de su nes -que debieran ser excepcionales- en que algunos menores afron-
familia 123. tan 'problemas con la justicia'. Todos son, de una sola vez, el escudo
El juez GARCÍA RAMÍREZ realiza una reflexión final sobre la protector del ser humano: se reclaman, condicionan y perfeccionan
clientela de la justicia de menores, que es seleccionada por mo- mutuamente, y por ende es preciso brindar a todos la misma aten-
tivos de pobreza o por la imputación de delitos, a quienes con- ción. No podríamos decir que la dignidad humana se halla a salvo
donde existe, quizá, esmero sobre los derechos civiles y políticos -o
sidera constituyen "un enorme número de niños, a quienes no
sólo algunos de ellos, entre los más visibles- y desatención acerca de
sólo se vulneran los derechos civiles, entre los que figuran los los otros",
relacionados con infracciones o conductas que acarrean la in-
tervención de las autoridades mencionadas, sino también los La causa por la cual siempre que se habla de derechos civi-
derechos económicos, sociales y culturales, (... ) cuando avan- les -o de primera generación- de los niños, se siente la obliga-
za en la formulación de conceptos que proveerán nuevos rum- ción de aclarar que no se están soslayando los derechos socia-
bos para la jurisprudencia y establece que el derecho de los ni- les, económicos y culturales -o de segunda generación-, se ex-
. ños a la vida no sólo implica el respeto a las prohibiciones so- plica a mi modo de ver con la historia de la protección a la in-
bre la privación de aquélla, (... ) sino también la dotación de fancia. En efecto, la concepción tradicional de la protección a
condiciones de vida idóneas para alentar el desarrollo de los la infancia se orientaba ala satisfacción de lo que hoy se consi-
menores 124.
derarían derechos de segunda generación: asegurar a los niños
Agrega el juez opinante una importante consideración so- comida, vivienda, salud. Curiosamente, la CDN -primer instru-
bre el carácter de los derechos humanos, que adquieren en una mento jurídico que reconoce específicamente derechos de pri-
decisión como esta un sentido particular:
mera generación a los niños con alto nivel de exigibilidad-, de-
"35. En este extremo cobra presencia la idea unitaria de los derechos bilita los de segunda generación. El arto 4 de la CDN establece:
humanos: todos relevantes, exigibles, mutuamente complementarios
y condicionados. Bien que se organicen los procedimientos en "Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, le-
tal que los niños cuenten con todos los medios de asistencia y defen- gislativas y de otra índole apropiadas para dar efectividad a los dere-
chos reconocidos en la presente Convención. En lo que respecta a los
derechos económicos, sociales V culturales, los Estados Partes adopta-
rán esas medidas de coniormidad con los recursos de que dispongan 125
123 Sobre los límites del control social familiar y los cambiantes 0 " " " P 0 "
tos que han autorizado al Estado a traspasarlos, ver DONZELOT, Jacques, La
police des [amilles, Les Editions de Minuit, 1977; en español, La policía de las
familias, Ed. Pre-Textos, Valencia, 1979.
125 Es del caso recordar la Observación General n" 3 del Comité de Dere-
124 En referencia al Caso de los "Niños de la calle" (Villagrán Morales y chos Económicos, Sociales y Culturales, "La índole de las obligaciones de los
otros), Sentencia de 19 de noviembre de 1999. Serie C, n° 63, párr. 144. Estados-Parte -párrafo 1 del arto 2 del Pacto", en la que se sostuvo: "13. A final
eleinent o] article 2 (1 J, lo whiclt attention ntust be drawn, is that the underta-
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luces y sombras de la opinión consultiva 17
capítulo IV
do plano los derechos económicos, sociales y culturales. Es un
tipo de argumentación presente pero poco frecuente cuando se
y, cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación interna-
trata de adultos, aun cuando se trate de minorías históricamen-
cional" (destacado agregado).
te marginalizadas. De manera que su presencia al final de este
Esta particularidad de un tratado que por primera vez reúne voto es elocuente. Se trata de un voto en un pedido vinculado
derechos civiles y políticos con derechos económicos, sociales y con la protección a la infancia, no con los adolescentes infrac-
culturales, explica también su generalizada aceptación 126; pero tores; pero que concentra su argumentación en los problemas
parecería reforzar la tesis sugerida indirectamente por el voto vinculados con ellos y que, al final, retoma una posición que
que se comenta en el sentido de que el reclamo por la vigencia considera a algunos derechos más relevantes que a otros, cuan-
de los derechos civiles y políticos implicaría poner en un segun- do de infancia se trata. No obstante, el voto que -reitero-es el
mejor de toda la OC 17, no logró avanzar en la conceptualiza-
ción, el contenido y los límites que el Estado tiene para asegu-
rar estos derechos económicos, sociales y culturales, que era so-
king given by all States porties is 'to take steps, individually and througli in tema- bre lo que versaba originalmente el pedido.
tional assistance and cooperation, especially economic and technical... '. The El juez GARCÍA RAMÍREZ concluye, en la misma línea, con
Conimittee notes that the phrase 'to the maximum of its available resources was una apelación a la exigibilidad de los derechos económicos, so-
intended by the draiters ofthe Covenant to rejer to both the resources existing wit-
ciales y culturales:
hin a State and those available [rom the international comrnunity througn inter-
national cooperation and assistance. Moreover; the essential role of such coope-
ration in [acilitating the [ull realization ofthe relevant rights is [urther u nderlinerl "36. La OC-17 acierta, a mi juicio, cuando alude a esta materia desde
by the specific provisions contained in articles 1J, J 5, 22 and 23. With respect to una doble perspectiva. En un punto subraya la obligación de los Esta-
anicle 22 the Committee has already drawn attentlon, in General Comment 2 dos (... ) de adoptar medidas que permitan proveer a las personas de
(1990), to so me ojthe opportunities and responsibilities that exist in relation satisfactores en múltiples vertientes; y en otro reconoce que vienen al
international cooperation. Article 23 also speciiically identifies 'the [urnishing caso verdaderos derechos, cuya exigibilidad, a título de tales, comien-
technical assistance' as well as other activities, as being among the rneans 01''in- za a ganar terreno. En efecto, no bastaría con atribuir deberes a los
ternational action [or the achievement oithe rights recognired'... ", 14. The Com- Estados si no se reconocen, en contrapartida, los derechos que asisten
mittee wishes to emphasize that in accordance with Articles 55 and 56 of
a los individuos: de esta suerte se integra la bilateraliclad característi-
Charter 01'the United Nations, with well-established principles 01'international
ca del orden jurídico. En este ámbito ha ocurrido una evolución de
law, and with the provisions 01'the Covenant itself, internatlonal cooperation
development and thus [or the realization 01'econornic, social and cultural conceptos semejante a la que campea en el sistema interno: si las
is an obligation of all States. 11 is particularly incumbent upon those Constituciones tienen, como ahora se proclama, carácter normativo
which are in a position lo assist others in this regard. The Committee notes -son, en este sentido, genuina 'ley suprema', 'ley de leyes'<, también
particular the importance 01'the Declaration on the Right to Developrnent los tratados poseen ese carácter, y en tal virtud atribuyen verdaderas
ted by the General Assemblv in its resolution 41/128 01'4 December 1986 and obligaciones y auténticos derechos. Entre estos últimos se localizan,
neeifor States porties to take [ull account of all ol the principies recognized por lo que hace al tema que aquí me ocupa, los derechos económicos,
reino 11 emphasizes that, in the absence ol an active program ol intenuuional sociales y culturales de los niños".
sistance and cooperation on the part 01'all those States that are in a position
undertake one, the [ull realization o] economic, social and cultural rights will
main an uniuliilled aspiration in ntany countries. In this respect, the Committee
also recalls the terms o] its General C0I11111ent 2 (J 990)".
126 Sobre la acrítica y generalizada aceptación de la CDN ver D".LUt't',
Mary, Un modelo para armar ¡y otro para desarmarl: protección integral de
rechos del niño vs. derechos en situacián irregular, Capítulo 1 de este libro.
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capítulo IV
Es útil esta precisión, en la medida en que las locuciones Luego, el juez CAN(ADO se refiere al camino que condujo
"derechos de la infancia", "derechos del menor" y "derechos hasta lo que él denomina la cristalización de la personalidad
del niño" han sido utilizadas como sinónimos en el ámbito ju- jurídica internacional del ser humano, que considera "el lega-
rídico en los últimos años. Además, resulta relevante en cuan- do más precioso de la ciencia jurídica del siglo XX":
to precisa que las limitaciones de la capacidad jurídica en na-
da afectan a la personalidad jurídica. ti 15. Con el reconocimiento de la personalidad jurídica del ser huma-
Amplía a continuación estos dos puntos: no en el plano internacional, el Derecho Internacional pasó a configu-
rarse como un COI7JUS juris de emancipación. No hay 'neutralidad' en
"7. Desde el universo conceptual del Derecho Internacional de los De- el Derecho; todo Derecho es finalista, y los destinatarios últimos de las
rechos Humanos -en el cual se enmarcan, a mi modo de ver, los dere- normas jurídicas tanto nacionales como internacionales son los seres
chos humanos del niño- son los niños los titulares de derechos, y no humanos ... ".
la infancia o la niñez. Un individuo puede tener derechos específicos
en virtud de la condición de vulnerabilidad en que se encuentre (v. g.,
los niños, los ancianos, las personas con discapacidad, los apátridas, El juez señala que el reconocimiento de la personalidad ju-
entre otros), pero el titular de derechos sigue siendo siempre él, como rídica del ser humano es la respuesta a una necesidad de la co-
persona humana, y no la colectividad o el grupo social al que pertene- munidad internacional: a fin de evitar nuevas violaciones de
ce por su condición existencial (v, g., la infancia o niñez, la vejez, la
discapacidad, la apatrídia, entre otros)".
y 131 En la misma línea argumental: "33. De ahí que -como señala con pers-
picacia Paul de Visscher- mientras que 'el concepto de persona jurídica es uni-
"8. Es cierto que la personalidad y la capacidad jurídicas guardan es-
tario como concepto', dada la unidad fundamental de la persona humana que
trecha vinculación, pero en el plano conceptual se distinguen. Puede
'encuentra en sí misma la justificación última de sus propios derechos', la ca-
ocurrir que un individuo tenga personalidad jurídica sin disfrutar, pacidad jurídica, a su vez, revela una variedad y multiplicidad de alcances. Pe-
razón de su condición existencial, de plena capacidad para actuar. ro tales variaciones del alcance de la capacidad jurídica -inclusive sus limita-
en el presente contexto, por personalidad se puede entender la "'!-"ULUU
ciones en relación con, v. g., los niños, los ancianos, las personas con discapa-
para ser titular de derechos y deberes, y por capacidad la aptitud cidad mental, los apátridas, entre otros- en nada afectan la personalidad jurí-
dica de todos los seres humanos, expresión jurídica de la dignidad inherente a
ellos". Y también: "34. Así, en suma, toda persona humana es dotada de perso-
nalidad jurídica, la cual impone límites al poder estatal. La capacidad jurídica
varía en razón de la condición jurídica de cada uno para realizar determina-
130 Término que -como señala la Corte en la nota 43 de la presente dos actos. Sin embargo, aunque varíe tal capacidad de ejercicio, todos los in-
nión Consultiva- abarca, evidentemente, a los niños, las niñas y los y las dividuos son dotados de personalidad jurídica. Los derechos humanos refor-
lescentes. zan este atributo universal de la persona humana, dado que a todos los seres
humanos corresponden de igual modo la personalidad jurídica y el amparo del
Derecho, independientemente de su condición existencial o jurídica".
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luces y sombras consultiva
capítulo IV
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capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva II
De la explicación general respecto de la constitución del ser interés superior del niño ha sido definido de muchas maneras;
humano como sujeto del derecho internacional, ingresa más pero a raíz de la forma en la que ha sido interpretado por dé-
específicamente en la constitución de los niños en el mismo ca- cadas, como un "cheque en blanco" que autorizaba toda clase
rácter. Lo vincula con las normas internacionales que estable- de discrecionalidad en el ámbito público estatal. se ha comen-
cen la protección de la dignidad humana sin excepciones y lo zado a interpretarlo como una herramienta hermenéutica, diri-
encuentra en esta OC, "cuando ésta ubica, en la escala de gida a resolver conflictos entre derechos 136. En ningún caso se
valores fundamentales, 'la salvaguarda de los niños, tanto lo identifica con el fundamento de la autoridad parental sino
su condición de seres humanos y la dignidad inherente a como pauta orientadora de las actividades estatales respecto
como por la situación especial en que se encuentran. En razón del niño.
de su inmadurez y vulnerabilidad, requieren protección que Por último, también es discutible la afirmación final, en el
garantice el ejercicio de sus derechos dentro de la sociedad sentido de que sólo recientemente la materia habría tenido au-
con respecto al Estado' (párr. 93)". tonomía. Es sabido que desde que se aprobaron las primeras
Desarrolla luego la siguiente explicación histórica: leyes de menores en América Latinal V, los saberes que se pro-
dujeron en torno de estas leyes y de la institucionalidad por
"38. O sea, los derechos del niño en fin se desprendieron de la ellas creada se nuclearon alrededor de la materia "derecho de
potestas (del derecho romano) y de la concepción de la indisolubilidad
menores". Esta disciplina, ejemplo curioso para el estudio de
del matrimonio (del derecho canónico). En el propio derecho de
lia -enriquecido por el reconocimiento, en el siglo XX, de los rif'rf'('hc)"
la epistemología jurídica, desde sus orígenes se puso al margen
del niño, en el plano internacional-, el fundamento de la autoridad de toda clase de escrutinio, tanto académico cuanto profesio-
parental pasa a ser el 'interés superior del niño', cuyo estatuto o nal. Lo logró reclamando para sí autonomía U''. No era derecho
dición jurídica adquiere en fin autonomía propia". penal, ni civil, ni administrativo, ni encajaba en ninguna otra
rama conocida del derecho público o privado: era "derecho de
Estas afirmaciones son ciertamente discutibles. Tanto menores". Con esta ambición desarrolló razonamientos pro-
los derechos del niño se hayan desprendido de la patria pios, reglas propias, una cultura propia que difícilmente sería
tad y de la noción de indisolubilidad del matrimonio, cuanto admisible en cualquier otra área conocida del derecho. La au-
que el fundamento de la autoridad parental sea el interés tonomía la protegía del análisis y contralor del resto de la co-
rior del niño simplifican y confunden, en mi opinión, los munidad jurídica, y esto fue así por décadas, hasta que la crí-
en análisis. Por un lado, la historia del reconocimiento de
derechos del niño ha recorrido un largo camino y ha sido
jeto de diversas perspectivas e hipótesis, que no coinciden
cesariamente con la propuesta en el vot0 135 . Por otro lado, 136 Cf. ALSTON, Philip, The best interests o] the Child. Reconciling culture
and human rights, Clarendon Press, Oxford, 1994; sobre interés superior del
niño también BREEN, Claire, The standard o] the best interests 01' the child. A
Westem tradition in international and comparative law, Martinus Nijhoff Pu-
blishers, Kluwer Law, 2002.
135 Cf. ARIÉs, Philippe, El n Uta y la vida familiar en el Antiguo Régimen,
Ed. Taurus. Madrid, 1987, Cap. II; CUNNINGHAM, Hugh, The children of 137 La primera fue la ley 10.903 de Argentina, aprobada en 1919 y conoci-
poor, Blackwell, Oxford, 1991; POLLOCK, Linda, Los niños olvidados, Ed. da como Ley de Patronato de Menores o Ley Agote, en honor a su promotor.
1a ed. en español, México, 1990, entre otros. 138 Ver supra nota 49.
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capítulo IV luces y sombras de la ?pinión consultiva 1
tica al derecho penal positivista golpeó a las puertas del "52. Pero no basta afirmar que el niño es sujeto de derecho, importa
cho de menores, preservado hasta entonces en sus euremísrnos que él lo sepa, inclusive para el desarrollo de su responsabilidad. De
tutelares. Su pretendida "autonomía" lo puso al margen ahí la transcendental importancia de la educación en general, y de la
bién al entrenar generaciones de operadores judiciales y educación en derechos humanos en particular, debidamente recono-
cida en la presente Opinión Consultiva (párrs. 84-85 y 88). No son de
nistrativos que no eran reconocidos como pares de sus ~b'_LCl~Les difícil constatación las manifestaciones precoces de algunas grandes
en sus ámbitos de actuación. Valga como ejemplo la justicia vocaciones, a veces muy temprano en la vida. Todo niño tiene efecti-
menores de la ciudad de Buenos Aires que siempre perteneció vamente el derecho de crear y desarrollar su propio proyecto de vida.
al fuero criminal y correccional pero que nunca fue "p,y,ihi¡r!" A mi juicio, la adquisición del conocimiento es una forma -quizás la
en el imaginario institucional como una justicia igual que más eficaz- de emancipación humana, e imprescindible para la salva-
justicia de instrucción o de sentencia. guarda de los derechos inherentes a todo ser humano".
El juez continúa su voto discutiendo con quienes atírman En la misma línea entiende -y reitera- que "El corpus [uris
que la CDN se limita a crear obligaciones estatales (a ~U1C~lC:S de los derechos humanos del niño se ha conformado como res-
no menciona), ya que para él esas obligaciones existen nr'~r;""'_ puesta de la conciencia humana a sus necesidades de protec-
mente en razón de que ese tratado y otros consagran derechos ción. El hecho de que los niños no disfrutan de plena capaci-
humanos del niño. y concluye este tema sosteniendo que: dad jurídica para actuar, y que tengan así que ejercer sus dere-
chos por medio de otras personas, no les priva de su condición
"41. El niño pasa así a ser tratado como verdadero sujeto de derecho, jurídica de sujetos de derecho. Nadie osaría negar el imperati-
reconocida de ese modo su personalidad propia, distinta inclusive
vo de la observancia, desde la aurora de la vida, de los derechos
las de sus padres. Así, la Corte Interamericana sostiene, en la nrF'''Pl~C
te Opinión Consultiva, la preservación de los derechos sustantivos
del niño, v. gr., a las libertades de conciencia, pensamiento y
procesales del niño en todas y cualquiera circunstancias (párr. 11 expresión. Especial relevancia ha sido atribuida al respeto a los
La concepción kantiana de la persona humana como un fin en sí puntos de vista del niño ( ... Y'.
mo abarca naturalmente los niños, todos los seres humanos indeneñ; Precisa que ese corpus iuris, en relación con los niños in-
dientemente de las limitaciones de su capacidad [uridical (de eiercicio) fractores de la ley penal, es "garantista" y está orientado hacia
(destacado agregado). el desarrollo de su responsabilidad, de modo que "en ninguna
circunstancia (... ) encuéntrase el niño privado de su persona-
Otro punto importante que destaca el juez CAN<;ADO se lidad jurídica, con todas las consecuencias jurídicas de ahí re-
ciona con la convergencia de puntos de vista con relación a sultantes".
condición jurídica de los niños como titulares de derechos Es muy importante esta afirmación porque sólo en este vo-
sagrados en el derecho internacional de los derechos humanos, to concurrente se señala la condición de sujeto de derecho co-
situación que para él, además de reflejar un verdadero cambio mo sujeto de responsabilidad, conexión que no aparece en la
de paradigmas, es expresión de una opinio [uris comunis OC 17 en la que, por el contrario, como sostuve, se advierten
nuestros días sobre la materia. profundas contradicciones en torno del tema de la persona me-
Es interesante el párrafo 52 porque vincula la condición nor de edad infractora de la ley penalt-",
sujeto de derecho con la responsabilidad, aunque no profundi-
za esta relación, para luego conectar estas nociones con el
139 Sobre la relación entre el niño como sujeto de derecho y su responsa-
recho del niño a la educación;
bilidad ver BELOFF, Algunas confusiones, citado supra nota 68.
180 181
capítulo IV luces y sombras de la opinión consultiva rl
Siempre en torno del mismo terna, que es la personalidad de respetar y hacer respetar todos los derechos consagrados en
jurídica internacional del niño y el derecho a peticionar el tratado, incluido el derecho de los niños a medidas especia-
tribunales internacionales, incorpora un elemento les de protección, que extiende a las relaciones interindividua-
vinculado con la incapacidad del niño: les, además de índividuo-Estadot-u.
Recurre también, como el voto de la mayoría en la OC 17,
"57. De ese modo, un niño, aunque no disponga de capacidad al interés superior del niño, que a su juicio emana de la digni-
ca en el sistema jurídico nacional en cuestión, puede, sin errlbaLrgla, dad de los niños como seres humanos, sin definir el concepto.
hacer uso del derecho de petición individual a las instancias "'I~,",nn. Finalmente, es relevante destacar su propuesta de "expan-
cionales de protección de sus derechos. Pero una vez interpuesta
dir" la condición del sujeto de derecho, que entiende el rol del
petición, debe, naturalmente, contar con un representante legal, si
tribunal internacional en términos dinámicos y emancipato-
legalmente incapaz. Dicha representación no tiene por qué estar
dicionada por disposiciones de cualquier derecho interno". rios del ser humano sin distinción. Si bien él sólo enuncia el
objetivo, y no lo desarrolla, es todo un programa y un desafío
hacia el futuro:
Tal vez en otra oportunidad el juez CAN<;:ADO desarrolle el
ma de la representación legal necesaria ante tribunales
"70. Desde la perspectiva de un tribunal internacional de derechos hu-
nacionales de "incapaces" (características, alcances, etc.),
manos como la Corte Interamericana, hay que afirmar los derechos
mayor relevancia tanto a nivel de litigio ante tribunales nacio- humanos de los niños (y no los llamados "derechos de la niñez o in-
nales cuanto internacionales. fancia"), a partir de su condición jurídica de verdaderos sujetos de de-
La última reflexión del juez CAN<;:ADO se relaciona con recho, dotados de personalidad jurídica internacional; hay, además,
condiciones materiales de los niños y con la obligación del que desarrollar ladas las potencialidades de su capacidad jurídica" (des-
tado de proteger los derechos humanos del niño erga omne« tacado agregado).
Considera que la necesidad de asegurar a los niños el derecño
a crear y desarrollar su proyecto de vida es una El juez CAN<;:ADO concluye su voto reiterando su idea inicial,
cuestión de justicia" y que los múltiples problemas que los que puede ser considerada el obstinato de su voto: para él el de-
ños padecen en la región dan cuenta de que no se verifica recho reconoce personalidad jurídica a todo ser humano con
"protección integral", que es deber del Estado y de los n<llrtir'll independencia de su condición existencial o capacidad jurídi-
lares y actores no estatalest'l". El juez CAN<;:ADO justifica
obligación en cabeza de actores no estatales mediante el
rrollo de una interpretación del arto 19, en función del arto
141 "65 . L "
a presente O pmron
. " C.onsu lti
uva d e la Corte Interamericana sobre
de la Convención Americana, esto es, la obligación erga
la Condición Jurídica y Derechos HlIIIlal10S del Niño da un notable aporte a la
construcción jurisprudencial de las obligaciones erga ornnes de protección de
derechos de la persona humana en todas y cualquieras circunstancias. La
V~!I1L1Ull Consultiva afirma categóricamente el deber general de los Estados
140 "Estamos aquí ante el deber estatal de tomar medidas positivas Partes en la Convención Americana, como garantes del bien común, de orga-
protección de los niños, entre los demás individuos, no sólo vis-a-vis el poder público para garantizar a todas las personas bajo sus respecti-
públicas, sino también en relación con otros individuos y jurisdicciones el libre y pleno ejercicio de los derechos convencionalmen-
estatales, Es éste un claro ejemplo de obligaciones de protección de los te protegidos, obligación ésta exigible no sólo en relación con el poder estatal
necesitados de protección) verdaderamente erga omnes", sino también en relación con 'actuaciones de terceros particulares' (párr. 87)".
183
capítulo IV luces y sombras de la-opinión consultiva 17
ca para ejercer los derechos por sí. Esto constituye.para él ~n rrollo [del niño] y el ejercicio pleno de sus derechos deben ser
ejemplo del proceso de humanización del derecho. mterna~l? considerados como criterios rectores para la elaboración de
nal, al que esta OC a su juicio contribuye. Esto explica tambl~n normas y la aplicación de éstas en todos los órdenes relativos
-a mi modo de ver-la circunstancia de que se haya pronuncia- a la vida del niño" .
do en el caso a pesar de las deficiencias de orden formal y sus- La tercera se refiere al principio de igualdad, el que la Cor-
tancial contenidas en el pedido original de la Comisión, ya que te entiende no está reñido con la adopción de reglas y medidas
éste le permitió desarrollar temas de su mayor preocupación. específicas en relación con los niños, "los cuales requieren un
Finalmente, afirma que esta decisión se enmarca en lo que lla- trato diferente en función de sus condiciones especiales. Este
ma un "verdadero derecho al Derecho, o sea, el derecho a un or- trato debe orientarse a la protección de los derechos e intere-
denamiento jurídico (en los planos tanto interno como interna- ses de los niños". Como se advierte sin dificultad, se superpo-
cional) que efectivamente salvaguarde los derechos inherentes ne esta conclusión con la anterior referida al interés superior
a la persona humana" 142. del niño.
Hasta aquí las conclusiones no tienen que ver directamente
v. las conclusiones que no concluyen con el objeto de la consulta.
A partir de la cuarta conclusión, la Corte ingresa en el con-
Podría haber comenzado el análisis de la OC 17 por el final. tenido de las medidas de protección a las que se refiere el art.
Sus conclusiones son una buena síntesis del sinuoso camino 19 de la Convención Americana, si bien no trata del tema de los
que condujo a la Corte hasta ellas. Las conclusiones de la 08 límites al Estado. Todas las conclusiones repiten estándares fi-
17 no concluyen, no responden claramente al confuso pedi<i0 jados por los tratados y no avanzan en la fijación de lineamien-
de la Comisión, no avanzan en el establecimiento de un están- tos claros que garanticen una adecuada protección de los dere-
dar más claro que el que ya está fijado en las normas intern~ chos humanos de los niños.
cionales y, como se indicará, requerirían un pedido de aclara En la conclusión cuarta la Corte afirma que la familia cons-
toria no previsto en los tratados y/o reglamentos para la fu.B; tituye el ámbito primordial para el desarrollo del niño y el ejer-
ción consultiva de la Corte. cicio de sus derechos, razón por la cual el Estado debe apoyar-
¿Qué es lo que la OC 17 "concluye"? . ,. la y fortalecerla, "a través de las diversas medidas que ésta re-
La primer conclusión es probablemente la mas ímportant quiera para el mejor cumplimiento de su función natural en es-
ya que reconoce que los niños son titulares de derechos y 11 te campo".
sólo objetos de protección. Más allá del eslogan, e~t~ concl La quinta conclusión se relaciona con la cuarta ya que esta-
sión tiene efectos jurídicos innegables y puede y ser útil a la h blece que debe preservarse y favorecerse la permanencia del
ra de interpretar tanto la Convención Americana cuanto niño en su núcleo familiar, salvo que existan razones determi-
conclusiones de esta misma opinión consultiva. nantes para separarlo de su familia, en función de su interés
La segunda conclusión se refiere al "interés superior superior. La separación debe ser excepcional y, preferentemen-
ño" sobre el que la Corte considera que "implica que el
te, temporal. Éste es un punto clave que, como se señaló, no ha
sido resuelto por la Corte. Ésta debió haber establecido cuáles
eran las "razones determinantes" para separar a un niño de su
17/2002, voto concurrente del juez CANl;:ADO TRINDADE, párr, familia, y no dejarlo librado al impreciso "interés superior".
185
luces y sombras de la opinión consultiva 1.~¡
capítulo IV
187
capítulo IV
luces y sombras de la opinión consultiva 7
ductas típicas. Sin embargo, en dichos casos es preciso observar, posible saber si la Corte quiso fijar estándares claros pero no
igualmente, los principios y las normas del debido proceso legal, tan-
lo logró por falta de comprensión de lo que estaba en juego: o
to en lo que corresponde a los menores como en lo que toca a quienes
ejercen derechos en relación con éstos, derivados del estatuto familiar, bien si no quiso establecer esos límites precisos por su posicio-
atendiendo también a las condiciones específicas en que se encuen- namiento equívoco en torno del tema.
tren los niños". Además de ambigua, la OC 17 tiene otra característica preo-
cupante: la forma en la que, paradójicamente, soslaya la rele-
Finalmente, se apela a la mediación en general, sin explici- vancia de la condición jurídica de la infancia, cuando ése es el
tar si se refiere a problemáticas sociales o penales, con los mis- nombre de esta oc. Es preocupante que la Corte Interamerica-
mos recaudos establecidos en la CDN para los menores de na, por intermedio de sus jueces, haya soslayado la relevancia
edad infractores de la ley penal: "emplear vías alternativas de de la condición jurídica de un sujeto vis a vis su condición ma-
solución de las controversias que afecten a los niños, pero es terial. Llama la atención que ello tenga lugar en un documen-
preciso regular con especial cuidado la aplicación de estos me- to que tiene por objeto analizar problemas jurídicos y no su-
dios alternativos para que no se alteren o disminuyan los dere- puestos fácticos. Esto es, además, particularmente grave cuan-
chos de aquéllos". do se trata de sujetos históricamente privados de subjetividad
La OC 17 puede, en síntesis, ser caracterizada como: jurídica tanto a nivel del derecho interno cuanto a nivel de la
a) una decisión confusa e incompleta basada en un igual- comunidad internacional.
mente equívoco e incompleto planteo del problema por parte Esta posición subalterna de la legalidad frente a las condi-
de la Comisión; ciones reales de vida de los niños no es exclusiva de la OC 17.
b) una decisión basada sobre la transcripción de artículos, En ese sentido, ella es producto claro de un contexto histórico-
precedentes e informes regionales e internacionales, mediante cultural. La misma concepción se repite en muchos países a la
la que no se ha brindado una solución razonada de los temas hora de discutir reformas legales orientadas a adecuar el dere-
sometidos a su consideración; y cho interno a los estándares internacionales de derechos hu-
e) una decisión incompleta que omitió pronunciarse categó- manos. Su frecuencia y centralidad en estos debates no la tor-
ricamente sobre el artículo 19 de la Convención Americana , na menos grave. ¿Sirve la ley para mejorar la realidad? ¿En qué
tanto en términos de prestaciones positivas cuanto de límites medida es útil? Estas no son preguntas irrelevantes en un con-
precisos al Estado. tinente en el cual la historia de gran parte de los países ha
transcurrido al margen de la ley con un altísimo costo en tér-
VI. Comentarios finales minos de sufrimiento humano real.
La OC 17 deja abiertas muchas preguntas que se suponía
Las conclusiones de la OC 17 son, al igual que los funda-
iba a responder para orientar las prácticas y coadyuvar al me-
rnentos que las preceden, un claro ejemplo de lo que en la re-
joramiento de la cultura jurídica de la infancia en la región.
sido llamado el paradigma de la ambigüedadl'O. No es
Por ejemplo, ¿qué se va a entender por interés superior del ni-
ño?, ¿cuál puede y debe ser el contenido de las medidas espe-
ciales de protección previstas por el artículo 19 de la Conven-
ción Americana? ¿Las medidas de protección emergentes del
ocurrente conceptualización de Antonio Carlos GOMES DA COSTA. artículo 19 son medidas de acción afirmativa? ¿Es posible in-
189
luces y sombras de la opinión consultiva 17
capítulo IV
191
Capítulo V
niñez y la en marco
del sistema lnterarnerlcano-
1. Presentación
En primer lugar quiero saludarlos y agradecer a las institu-
ciones organizadoras la oportunidad y el privilegio de integrar
un panel con representantes destacados del sistema interame-
ricano de protección de derechos humanos como la comisio-
nada Susana VILLARÁN y el juez DE Roux. Ellos ya han señala-
do algunas características relevantes de este histórico proceso
de construcción colectiva que dio por resultado la Opinión
Consultiva 17, proceso en el que en muchos momentos nos he-
mos encontrado y compartido dudas, certezas y, sobre todo,
confianza en la capacidad del sistema interamericano de pro-
tección de derechos humanos para mejorar la condición jurí-
dica de la infancia en nuestro continente.
En segundo lugar me gustaría agradecer la generación de
espacios que nos permiten continuar siendo parte de este pro-
ceso de construcción colectiva constituido en pos de la afirma-
ción y plena vigencia de los derechos de los niños y las niñas
en nuestra región.
Mi intervención cierra el panel para pasar luego al debate.
En este sentido tiene una carga adicional en razón, por un la-
do, de que muchos problemas ya han sido planteados; por el
otro, porque se me ha solicitado que introduzca algunas ten-
193
capítulo V condición jurídica y derechos humanos
siones y aspectos problemáticos que provoquen el intercambio dieron circunstancias de muy diversa índole que se combina-
y debate posteriores, que seguramente serán muy fructíferos. ron adecuadamente de modo de producir un feliz resultado.
En esa línea entonces estará orientada mi exposición, por lo Como se hace camino al andar, también como dice otro
que no vaya concentrarme en destacar la relevancia, centrali- poeta, me parece importante hacer este señalamiento con la
dad e importancia de la Opinión Consultiva 17, sino que inten- intención de que podamos hacer un ejercicio -breve, porque
taré explorar algunas otras cuestiones vinculadas con ciertas vaya honrar el tiempo, no sólo porque debo hacerlo, sino por-
tensiones y paradojas en la idea de contribuir mínimamente a que estoy compitiendo con la competencia más desleal posible,
ulteriores y más profundos análisis del tema. que es el deseo de comer de ustedes dada la hora-, de modo
que tengamos luego tiempo para el debate. Este señalamiento
11. la irrupción de los niños en el ámbito del derecho
se resume en comparar los procesos de construcción de la Con-
internacional de derechos humanos a nivel regional y universal: vención del Niño y de la Opinión Consultiva 17.
la Convención sobre los Derechos del Niño, el caso "Villagrán Para hacerlo brevemente no puedo dejar de mencionar que
Morales" y la Opinión Consultiva 17 en paralelo también la Opinión Consultiva 17 tiene que ver -como en su
momento la Convención del Niño en el sistema universal- con
Este panel tiene una connotación iniciática en muchos sen-
el ingreso al ámbito regional de este actor invisibilizado duran-
tidos. Es la primera vez que en nuestra región se discute de es-
te décadas en perspectiva de derechos humanos: el niño, la ni-
te modo la Opinión Consultiva 17, quepor su parte es el pri-
ña, la "infancia"; sin embargo, vale la pena aclarar que me re-
mer pronunciamiento consultivo de la Corte Interamericana
fiero a su aparición en el sistema interamericano de protección
sobre un tema vinculado con los derechos de la infancia los
de derechos humanos, no en el sistema interamericano en ge-
que han ingresado, gracias a estas y otras iniciativas, ya'a la
neral, ya que la OEA ha producido cuatro tratados 1 específicos
primera hoja de la agenda de los Derechos Humanos (con ma-
vinculados con la infancia, pero que la abordan desde otra
yúsculas) en las Américas.
perspectiva, con otro enfoque, que no es del caso discutir en es-
Indudablemente esto representa un importante avance cul-
tural en la lucha por la plena vigencia de los derechos de los ni- te momento.
Este ingreso, más bien irrupción de la infancia y de sus de-
ños y niñas en la región y merece ser celebrado.
rechos entendidos como derechos humanos en el sistema re-
El proceso de construcción de la Opinión Consultiva 17 me
gional, se produce como consecuencia de ciertas articulacio-
recuerda aquella canción -que quizás muchos en la sala cono-
nes, azares, voluntades, que se expresaron por primera vez en
cerán- Ilamada "Causas y azares", en el sentido de que, en mi
la sentencia de.la Corte Interamericana de Derechos Humanos
experiencia y en la de otras personas en esta mesa, el proceso
de producción de la Opinión Consultiva 17 -del mismo modo
que el de la Convención del Niño, iniciado 20 años antes-, fue
resultado de un complejo, misterioso y maravilloso proceso de
articulaciones entre diferentes actores, instituciones, circuns- 1 La Convención Interamericana sobre Tráfico Internacional de Menores,
aprobada el 18 de marzo de 1994; la Convención Interamericana sobre Con-
tancias, "causas y azares", que produjeron, en el año 1989, la flictos de Leyes en Materia de Adopción de Menores, aprobada el 24 de mayo
Convención del Niño, y hace menos tiempo, bastante poco, la de 1984; la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de
Opinión Consultiva 17. No quiero sugerir que fueron las mis- Menores, aprobada el 15 de julio de 1989, Yla Convención Interamericana so-
mas combinaciones de factores, sino que en ambos casos se bre Obligaciones Alimentarias, aprobada en la misma fecha.
195
capítulo V condición jurídica y derechos humanos
en el caso contra el Estado de Guatemala, "Villagrán Morales y habían incorporado en sus leyes los más modernos estándares
otros. Caso de los niños de la calle". de derechos humanos, cuanto y muy especialmente, para
Las sentencias de este caso fueron dictadas hace muy poco aquellos que aún no lo habían hecho, como los países del Co-
tiempo, tres años atrás la sentencia de fondo y dos años atrás no Sur y México.
la de reparaciones. Recién entonces comenzamos concreta- Para cerrar esta primera reflexión dirigida a comparar el
mente a ver a este nuevo actor en el sistema interamericano. proceso de producción de la Convención Internacional sobre
Como lo he señalado en otra oportunidad-, el caso "Villagrán Derechos del Niño con el proceso de producción de la Opinión
Morales" pudo haber sido uno de los tantos casos característi- Consultiva 17 -me permito decirlo ahora con menos temor del
cos que llegaban hasta hace algunos años al sistema interarne- que tenía cuando se me ocurrió decirlo, pues el propio juez DE
ricano, ya que se trataba, en resumen, de apremios, torturas y Roux hizo mención a una idea desarrollada por Antonio Car-
ejecuciones extrajudiciales. Las víctimas fueron mayores y me- los GOMES DA COSTA como "paradigma de la ambigüedad", que
nares de 18 años y ninguna de ellas respondía fenomenológi- yo expresaría como "quiero, pero no puedo", o "no quiero, pe-
camente a la idea de "niño de la calle"; sin embargo, se cornbí- ro hago de cuenta que quiero"-, querría señalar que si uno ana-
naron miradas (por ejemplo, considerar a esas víctimas como liza el proceso de discusión y elaboración de la Convención del
niños porque un tratado indicaba técnicamente que lo eran), Niño, y de alguna manera y en la misma línea, lee la Opinión
voluntades, inteligencia, que produjeron este increíbe proceso Consultiva 17, es posible ubicar tanto a algunas partes del tra-
de construcción colectiva, parte de otro más amplio, que es la tado como a algunos párrafos de la Opinión Consultiva 17 den-
incorporación de la Convención del Niño al derecho interno de tro de ese "paradigma".
los países latinoamericanos. Estas articulaciones produjeron
las sentencias que se comentan y permitieron concretamente el
111. la ambigüedad como obstáculo al mejor derecho
ingreso formal del tema de los derechos de la infancia como ta-
y al cambio social
les a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Luego de dictada la sentencia de fondo en el caso El análisis propuesto nos conduce a pensar en cómo el De-
Morales", se advirtió la necesidad de que esa misma recho -en sentido amplio, las leyes, los Códigos, las sentencias
-quizá porque, en esa oportunidad, en algunos temas se de los tribunales, las resoluciones de un órgano como la Comi-
quedado a mitad de camino-, con el apoyo de la Comisión In- sión, las opiniones consultivas de la Corte-, aun ambiguo a ve-
teramericana, se pronunciara concretamente respecto de ces, puede o no influir para producir un cambio social. Me pa-
significa proteger a un niño éin América Latina. Esto era rece que éste es el corazón y ésta es la tensión que tenemos que
siderado de la mayor importancia tanto para los países que resolver en América Latina y por la que venimos trabajando,
sobre todo en un continente que estuvo al margen de la legali-
dad durante décadas, en el que todavía advertimos posiciones
de desprecio o subestimación de la legalidad, en particular en
BELOFF, Mary, Cuando un caso no es "el caso". Comentario a la el tema de la infancia, desprecio o subestimación que todavía
Corte lntcramericana de Derechos Humanos en el Caso "villaorán. hoy significan sufrimientos reales en vidas concretas de mu-
Caso de los 'niños de la calle:", en "¿Más Derecho?", Ed.
Buenos Aires, 2000/!, ps. 395-416; incluido también en
chas personas, de muchos niños.
versión modificada como Capítulo III. Entonces, pues, en esta inteligencia y en este ejercicio de
197
capítulo V
condición jurídica y derechos humanos
comparación de la Convención Internacional y la Opinión Con- clara, un corte radical, ya que es expresión de movimientos, de
sultiva 17, ¿qué lectura posible resuelve la tensión entre dere- procesos históricos que se están desarrollando. Me parece im-
cho y cambio social?, ¿con qué claridad?, ¿con qué alcances? portante estar advertidos de esta situación, porque de otro mo-
Alguien podría hacer una lectura de la Opinión Consultiva do podemos a veces no estar suficientemente alertas respecto
17 -como con la Convención del Niño, algo que de hecho se es- de este tipo de interpretaciones -tutelares-, como en el caso del
cucha y practica todos los días, por ejemplo con el tema del in- "interés superior del niño", categoría que se origina en la cul-
terés superior del niño- que reconozca que ella agrega algunos
tura jurídica anglo-sajona y es re-significada muchas veces en
elementos, genera un avance, lento, medido, propio de las cir-
nuestra región para continuar con las prácticas discrecionales
cunstancias del desarrollo histórico de los modelos culturales características de la cultura tutelar,
que tenemos en América Latina; pero que, por otro lado, no re-
Hecha entonces esta aclaración, me gustaría brevemente tra-
suelve a fondo determinadas tensiones (todos comentarios que
bajar con las fortalezas y debilidades de la Opinión Consultiva 17.
también se podrían haber hecho cuando se aprobó la Conven-
ción del Niño). Más aún, la Opinión Consultiva 17, al igual que
la CDN, podría ser leída desde la cultura anterior, desde la cul- IV. Fortalezas y debilidades de la Opinión Consultiva 17
tura tutelar. Estos son los problemas que genera el derecho En relación con sus fortalezas, creo que ya todas fueron
cuando opera dentro del "paradigma de la ambigüedad". puestas de manifiesto por los otros panelistas, razón por la cual
No hay duda alguna. Es perfectamente posible leer la Con- me parece innecesario insistir sobre ellas. Para resumirlas, di-
vención del Niño en clave tutelar y muchos funcionarios de la ría que su importancia radica, al igual que en el caso "Villagrán
región lo han hecho (sirvan como ejemplos muchos informes Morales", en otorgarle visibilidad a los derechos de la infancia
nacionales al Comité de Ginebra). Lo permiten las ambigüeda- como derechos humanos en la región. Esa es a mi juicio su
des, las lagunas, las indefiniciones. Precisamente por eso es ne- principal fortaleza ya que a partir de estas decisiones trascen-
cesario desarrollar imaginativos, inteligentes y creativos ejerci- dentales en el sistema interamericano nadie más puede ignorar
cios de interpretación y aplicación de estas normas internacio- a los niños ni a sus derechos. Reitero que se ha recorrido un lar-
nales en América Latina. En la misma línea, uno puede pre- go camino, que otras instituciones del sistema se han venido
guntarse, por esa "ambigüedad" que ha sido reconocida en la ocupando durante décadas de los niños; en particular se impo-
OC 17 por este mismo panel, a partir de ahora, con la OC 17, ne recordar el histórico trabajo del Instituto Interamericano del
¿es posible continuar con las prácticas tutelares? ¿Es posible Niño, con sede en esta ciudad, pero como ya sostuve, esta labor,
seguir diciendo que, como regla, para proteger a un niño el Es- de alguna manera, respondía a otras perspectivas y, ya dentro
tado puede -y debe- intervenir coactivamente, a través del de las nuevas concepciones en las que enmarca actualmente sus
ganismo judicial? ¿Están estos temas medulares claramente actividades, las desarrolla eficazmente hoy con otras herra-
resueltos en la Opinión Consultiva? mientas y metodologías, diferentes de las del sistema interame-
No lo están y no podrían estarlo porque, como se señaló ricano de protección de derechos humanos.
comienzo -tal como ocurre, en mi opinión, con la Convención
Permítanme leerles una cita muy breve que se refiere a la
del Niño-, la Opinión Consultiva es producto de un largo antropología pero que se puede aplicar a la Opinión Consulti-
ceso de construcciones colectivas, de un largo proceso ,",UlLLUCl.<, va 17: "Uno de los beneficios psicológicos marginales de [la in-
de modo que no podría constituir o representar una ruptura vestigación antropológica en la cita textual; de la Opinión Con-
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sultiva agregaría yo], al menos yo lo veo como beneficio, es que tratados regionales, de tratados universales, requiere un uso
te enseña qué se siente al ser considerado un imbécil y ser tra- del sistema interamericano de una manera que hasta ahora
tado como un objeto, y cómo soportarlo'v. Agregaría además nunca había sido explorada. Esto en mi opinión, en esta etapa,
que la Opinión Consultiva 17 brinda claves respecto de cómo quizá no tenga tanto que ver con la creación de un nuevo tra-
cambiar esta situación, lo que según GEERTZ -autor de la cita- tado específico en materia de infancia en la región sino más
no enseña la antropología. Hay ahora algunas herramientas (la bien con el uso inteligente y creativo de las herramientas que
Opinión Consultiva 17, el Caso "Villagrán Morales", etc.) que tenemos.
nosotros debemos desarrollar y expandir, para tornar insopor- Me gustaría sugerir la siguiente idea. Todos coinciden en
table la cultura tutelar y el paternalismo injustificado. que el núcleo del sistema lo constituyen las peticiones indivi-
En cuanto a las debilidades -que de alguna manera han sido duales; pero quizá con este nuevo actor, la infancia, descubra-
sugeridas indirectamente con lo que he venido diciendo en esta mos otros núcleos relevantes. Hace tiempo que venimos insis-
presentación-, éstas pueden resumirse en la ya mencionada tiendo con esto. Quizás en el tema del uso del sistema intera-
"ambigüedad". A mí me hubiera gustado -lo que era casi impo- mericano de derechos humanos para la promoción y plena vi-
sible por las razones que el juez DE Roux explicó y por el proce- gencia de los derechos humanos de niños y niñas se deba pres-
so histórico descripto-, que, por ejemplo, la Opinión Consulti- tar atención a otras herramientas, como las medidas cautela-
va 17 fuera más clara y más directa, en el sentido de indicar res, ya que cuando de niños se trata, el tiempo tiene una di-
cuándo el "paternalismo/matemalísmo" hacia la infancia está mensión muy particular que no es posible desarrollar aquí pe-
justificado en América Latina. El tema está sugerido en la Opi- ro que es fácilmente advertida por todos. En relación con los
nión Consultiva 17 pero no está resuelto. Esto entonces requie- niños el tiempo tiene una connotación mucho más específica;
re de nosotros un trabajo adicional, no obstante agradecemos a y ciertamente el sistema interamericano tiene sus tiempos, que
los jueces de la Corte que dejen la pelota ahora en nuestro te- no son breves, aunque tratamos que cada vez lo sean más. El
rreno. Antes no existía a nivel del sistema interamericano ni si- mecanismo de peticiones individuales tiene una riqueza indu-
quiera el problema, la pregunta; ahora se admite como proble- dable y ha sido muy desarrollado y explorado; pero no hemos
ma, pero no sabemos la solución. ¿Cuál es el paternalismo es- sido todavía capaces de desarrollar los alcances y las potencia-
tatal que tiene que/debe existir? Estamos todos de acuerdo en lidades del mecanismo de medidas cautelares, en particular en
que el mundo adulto (estado, comunidad, familia) es responsa- relación con los derechos de niños y niñas, que hasta ahora
ble por la protección de la infancia y de sus derechos, pero ¿con tampoco estaban muy presentes en el sistema interamericano,
qué límites y con qué alcance? El tema no está cerrado.
como ya hemos visto.
y este es el ejercicio, la oportunidad que la Opinión Consul-
V. Conclusiones tiva 17 nos presenta para desarrollar lo que yo llamo una her-
Esta nueva etapa requiere, para ir terminando, la realiza- menéutica emancipadora" de los derechos de la infancia, que
ción de un ejercicio que yo llamaría ejercicio de integración de
4 Cí. BELOFF, Mary, Un modelo para armar ¡y otro para desarmarl: protec-
3 GEERTZ, Clifford, El pensar en cuanto acto moral, en Los usos de la diver- ción integral de derechos del niño vs, derechos en situación irregular, incluido
sidad, Ed. Alianza, Madrid, 1996, p. 50. también como Capítulo 1 de este libro.
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capítulo V
condición jurídica y derechos humanos
como también vimos requiere de las herramientas del sistema ve para atrás sino que nos impulse hacia delante, se me ocurre
universal, por excelencia la Convención del Niño, y la realiza- que no es posible leer la opinión consultiva en la Inea de vol-
ción de este ejercicio de integración de tratados y derechos. ,l
ver confundir aspectos penales y aspectos de protección, por-
Ahora tenemos las herramientas. Es nuestro trabajo, el de qm ele ese modo volverí. 1:'.::;•.:; al punto de partida. Quizá se pue-
los operadores políticos, funcionarios gubernamentales, juris- da entende: la inclusión del tema de la justicia juvenil en la
tas, académicos, activistas de derechos humanos, desarrollar Opinión Consultiva 17, a partir de un pedido por momentos
esa hermenéutica inteligente y creativa que no nos lleve para confuso por parte de la Comisión, como desarrollo del trato
atrás sino para adelante. Ejemplos de lo que tenemos por de- singular que la infancia tiene que tener en relación con todos
lante son dos temas importantes como la interpretación y uso los otros sujetos; en otras palabras, que si un niño o niña come-
de la categoría problemática de interés superior del niño y, es- te un delito sea sometido a un sistema especial de justicia, sin
pecialmente, de qué se tratan las medidas especiales de protec- que esto signifique que es posible reunir en la misma discusión,
ción previstas por el artículo 19 de la Convención Americana. con la misma legalidad e institucionalidad, las cuestiones que
Éstas, ¿son medidas de acción afirmativa?, ¿qué contenido tie- tienen que ver con las obligaciones positivas del Estado respec-
nen o pueden tener?, ¿se trata de la misma acción afirmativa to de niños privados de sus derechos económicos, sociales y
que existe respecto de otras minorías?, porque niños siempre culturales, con aquellos límites que el Estado debe observar
va a haber, pero se supone que las mujeres y otras minorías al- cuando interviene frente a un niño al que se le imputa o en-
gún día van a alcanzar la situación de igualdad que autorizó al- cuentra responsable de haber cometido una infracción penal.
guna vez al desarrollo e implementación de medidas de acción Finalmente, en este sentido, me parece que la Opinión Con-
afirmativa. Con los niños existen estas tensiones conceptuales sultiva 17 es, como la Convención del Niño -insisto en esta
y políticas que no aparecen con otras minorías o grupos histó- comparación-, como la Convención Americana sobre Dere-
ricamente desaventajados. Se puede de este modo comenzar a chos Humanos, producto de procesos maravillosos que no se
explorar todos estos nuevos elementos, relaciones, matices. ven en otras latitudes. La Opinión Consultiva es el piso, igual
Finalmente, y sobre esto sí quiero ser muy clara antes de
que la Convención del Niño; la Opinión Consultiva es la herra-
concluir, si la Opinión Consultiva 17 tenía que ver con la inter-
mienta. Nosotros, sobre todo en países como los del Cono Sur,
pretación del artículo 19 de la Convención Americana y con
que aún no han producido sus procesos de reformas legales e
darle contenido a las medidas especiales de protección, ¿qué
institucionales, tenemos ahora una experiencia acumulada ri-
significa introducir en este tema la justicia juvenil?, ¿de qué nos
quísima en el resto de los países de América Latina para refor-
están hablando los jueces en ese punto?, ¿será que la justicia es-
mar las leyes y las instituciones, pero tenemos además estos
pecializada es una medida de protección especial que'integra el
instrumentos internacionales y, recién nacida, la Opinión Con-
arto 19 de la Convención Americana?, ¿el tema de la justicia ju-
sultiva 17, para construir a partir de allí.
venil debió haber sido incluido en esta Opinión Consultiva 17 o
¿Cómo hacemos para construir?, ¿cómo hacemos para
en otra? Es justo reconocer que esta confusión fue introducida
cambiar?, ¿qué tenemos que cambiar? Parece que en el Cono
originalmente por el pedido de la Comisión a la Corte.
Sur tenemos que cambiar las leyes, tenemos que cambiar las
Por cierto en el tema de estándares en materia de justicia ju-
instituciones, tenemos que cambiar las prácticas para que fi-
venilla Corte sí es bastante precisa; pero a fin de desarrollar la
nalmente, en algún momento, la cultura tutelar quede definiti-
interpretación que propongo, una hermenéutica que no nos lle-
vamente en el recuerdo y en los museos, y pueda nacer una
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