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    Las Etapas de Mi Fe

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    Andres Lopez
    El autor describe las cuatro etapas de su fe en Jesucristo: 1) la niñez sin interés en Dios, 2) la rebeldía de la adolescencia, 3) la búsqueda de respuestas durante la responsabilidad adulta, y 4) la aceptación plena de Jesucristo como Señor y Salvador en la cuarta etapa.

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    Las Etapas de Mi Fe

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    Andres Lopez
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    El autor describe las cuatro etapas de su fe en Jesucristo: 1) la niñez sin interés en Dios, 2) la rebeldía de la adolescencia, 3) la búsqueda de respuestas durante la responsabilidad adulta, y 4) la aceptación plena de Jesucristo como Señor y Salvador en la cuarta etapa.

    Descripción original:

    ensayo de fé

    Título original

    Las etapas de mi fe

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    El autor describe las cuatro etapas de su fe en Jesucristo: 1) la niñez sin interés en Dios, 2) la rebeldía de la adolescencia, 3) la búsqueda de respuestas durante la responsabilidad adulta, y 4) la aceptación plena de Jesucristo como Señor y Salvador en la cuarta etapa.

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    El autor describe las cuatro etapas de su fe en Jesucristo: 1) la niñez sin interés en Dios, 2) la rebeldía de la adolescencia, 3) la búsqueda de respuestas durante la responsabilidad adulta, y 4) la aceptación plena de Jesucristo como Señor y Salvador en la cuarta etapa.

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    Las etapas de mi fe

    Lee: Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te


    angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te
    ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Isaías
    41:10 (NVI)

    Reflexiona: Mi jornada de fe puede ser resumida en cuatro


    etapas. La primera, la etapa de la niñez: ¿Ir a la escuela
    dominical? ¿Para qué? Preferiría ir a pescar. No tenía idea de
    Dios o de Jesús. Alguien me podría haber dicho que Jesús era
    vecino de Dios y yo lo habría creído.
    La segunda, los terribles años de la adolescencia: ¿Ir a la iglesia?
    ¿Qué hay ahí para mí? Espera, ¿habrá muchachas allí? Tal vez
    deba reconsiderar. Tenía curiosidad acerca de Dios pero muy
    poco interés en cualquier cosa que no tuviera que ver conmigo.
    La tercera, la etapa de la responsabilidad: ¿De dónde sacamos
    estos niños? ¿Qué hicieron qué? ¿Cómo pagaremos las deudas?
    ¡Perdí mi trabajo! Tal vez debería ir a la iglesia, pues nada más
    parece funcionar. Me gustaría saber más acerca de Jesucristo.
    La cuarta, la etapa de la aceptación: Ahora puedo ver que
    Jesucristo siempre estuvo ahí, esperándome pacientemente.
    Con su gracia me salvó de mí mismo. No estoy ahí deseando
    algo más, estoy completamente satisfecho con Él. No me
    encuentro desconcertado por preguntas sin respuestas, estoy
    creciendo en seguridad. Jesucristo es mi Señor y mi Salvador.
    Tengo fe, tengo paz. Estoy creciendo en mi conocimiento de su
    Palabra, estoy caminando dentro de su voluntad de la mejor
    manera que puedo. Sé que Jesucristo está conmigo y eso es más
    que suficiente.

    Responde: ¿Haz aceptado a Jesucristo como tu Señor y tu


    Salvador, y te has apoderado de la libertad y paz que eso trae?

    Ora: Señor Padre, te pido en este día que todo aquel que tiene
    dudas o un espíritu quebrantado que reciba tu paz, sienta el gozo
    de tu amor y obtenga fuerza para enfrentar cualquier reto que se
    le presente.

    ¿Tienes una historia que compartir acerca de cómo Dios ha


    estado obrando en tu vida? Entonces escríbenos
    a: [email protected].

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