Adoración Eucarística

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Adoración Eucarística

ÍNDICE

¿CUÁNDO SURGE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA?

¿QUÉ ES ADORAR?

¿QUÉ LUGAR OCUPA LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA EN EL MEJ?

MODELOS PARA ARMAR: ADORACIONES EUCARÍSTICAS

Adorar es hacerse ofrenda viva con Cristo

Adorar es caminar juntos

Adorar es caminar en el amor

Jesús, Pan de Vida

Yo soy el agua que da Vida

Adorar es dar gracias I

Adorar es dar gracias II

Adorar es admirar

Adoramos nuestro gran tesoro

Déjame tocar tu manto

Zaqueo
¿CUÁNDO SURGE LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA?1

En el primer milenio de la historia de la Iglesia se desconoció la


oración-adoración ante el Santísimo expuesto. Creció en popularidad en el
segundo por los deseos de los católicos de “estar unidos con su Señor”; había
fuertes restricciones en aquellos tiempos que impedían la comunión
frecuente.
Contemplar la Hostia consagrada era su modo de entrar en comunión
con el Señor. En el siglo XII se introdujo la costumbre de elevar la hostia
después de la consagración y gente piadosa iba de iglesia en iglesia sólo para
poder ver el Pan de la Eucaristía donde estaba realmente presente el Señor.
Al final del siglo XIII se introdujo la elevación también del cáliz y
empezó a usarse la custodia como medio de prolongar la elevación. A finales
del siglo XIV la Adoración eucarística fuera de la Misa, estaba ya establecida
en la Iglesia católica.
Lutero la combatió basándose en textos bíblicos y patrísticos y como
reacción en contra sus seguidores se fue enriqueciendo gradualmente la
practica de la Adoración.
Con el Concilio Vaticano II se dio una comprensión teológica más
profunda. La adoración eucarística es pues, prolongación de la comunión con
Cristo en la celebración eucarística y se ordena a una nueva comunión con los
hombres y con la creación.
Jesús está presente en el Pan de la Eucaristía como don, invitándonos a
participar en su sacrificio de alabanza y de acción de gracias, en su ser de
“Siervo de Yhavé” en su oración de súplica e intercesión al Padre Dios por la
salvación de todo el mundo.
En la Adoración celebramos alegres LA FIESTA DE JESÚS PRESENTE EN
LA EUCARISTÍA, de Cristo vivo y resucitado que sale a nuestro encuentro
como el Buen Pastor, como el padre que espera con los brazos abiertos, como
el amigo que da la vida por el amigo.

¿QUÉ ES ADORAR?
Todos podemos adorar. Cada mujer y cada hombre; cada niño y
ancianos; de cada raza, nación, color y clases social, todos tenemos
capacidades innatas, don de Dios siempre mayor, de maravillarse. Es algo
profundamente humano.

Es lo que siente una madre al acunar en sus brazos por primera vez a un
hijo suyo recién nacido.
Es aquel asombro que en los brilla en los ojos negros y profundos del
indígena que, con su oído pegado a la Madre Tierra, escucha el despertar de
toda la vida de la selva dentro de su vientre maternal.
Es el sentimiento que dilata el corazón de un antes “lo mágico” que
encierra la aventura de la vida.
Es el aplauso espontáneo o la emoción que provoca un acto heroico o el
pasmo que muchos hemos sentido al volar por primera vez o al estrenar el e–
mail o el internet.
1
Esta primera parte es material para el animador que organizará y/o guiará la Adoración
Eucarística.
Maravillarse es siempre una experiencia espiritual.
Es algo también que define nuestra creencia – sea la creencia o falta
de ella lo que profesemos. Constituye el dinamismo de nuestra relación con
Dios, grabado en el fondo de nuestra ser. Nuestra pequeñez y fragilidad se
vuelve dependencia ante su trascendencia; el temor, quitadas las sandalias,
se vuelve reverencia, el asombro se hace mirada contemplativa, abierta al
misterio divino; el aplauso, callándose, se pierde en un culto de alabanza; y la
maravilla se llama Adoración.

Y cuando se trata de Dios, el seducido por la humanidad, por ti por mi,


que ama con locura y con pasión, la adoración es sólo dejarse amar
locamente.
Es saberse increíblemente abrazado, es sentirse asombrosamente
acariciado, es balbucir apasionadamente enamorado: ”Te quiero también”. Es
vivir de rodillas, sorprendido por los besos volados de Dios, Padre y Madre,
Hijo y Espíritu hecho historia en los mil detalles de lo cotidiano.
Es una manera de ser, adoradores en espíritu y verdad que vivimos todo
desde Dios, adoradamente. Es una manera de ver la realidad: desde un
corazón limpio que vislumbra a Dios.
Y cuando se trata de Jesús Eucaristía, adorar es. Ante todo, creer.
Es un grito de fe en la presencia de Jesús, Dios encarnado, en el pan y
vino. Pero no es un grito solitario e individual, sino una voz convocada y
enviada. Es creer en nombre de la Iglesia que somos; de todos los creyentes y
los que aún no “lo conocen y lo aman”.
Es convicción emocionada de que “Dios está aquí tan cerca como
el aire que respiro”. Es decirlo con cariño asombroso. Es el”perder el tiempo”
de rodillas que anuncia y construye el Reino. Es abrazo tierno que se abre
para englobar al mundo entero.
Adorar a Jesús Eucaristía es también estar involucrados en la causa
de Jesús, su estilo y destino. Es “masticar” el “este es mi cuerpo que será
entregado por vosotros”, gustando de su acción redentora hecha presente en
cada Eucaristía.
Es alimentar el deseo y la voluntad entregarse. Es aprender a
comprometer y dar la vida por nuestros hermanos y hermanas. Es aprender a
amar “hasta el extremo”. Es rezar por “los muchos” que caben en el corazón
traspasado de Cristo.
Es intercesión salvífica que hace memoria de todos los que conocemos
por nuestras pantallas y titulares de prensa, y aquello cuyo sufrimiento se
callao se miente.
Adorar a Jesús Eucaristía es también sumergirse en el “perdón de
los pecados”.
Es reconocerse pecador pero abrazado por el Padre que espera nuestra
vuelta a diario y que busca al que se pierde en el camino a casa.
Es desmenuzar la ternura maternal de un Dios que comprende, cuyo
amor es más grande que nuestra fragilidad, nuestras limitaciones y fallos,
nuestras pequeñeces, y cuya caricia nos sana y repara.
Es hacer eco de la oración liberadora de Cristo Crucificado: “Padre,
perdónanos; a mí, a ti, a todos los que sufrimos y hacemos sufrir, a veces sin
saber, a veces sin querer.”
Adorar a Jesús Eucaristía es también entrar en la dinámica del proceso
de pan que es “fruto de la tierra y del trabajo del hombre y mujeres” de
nuestros tiempos y nuestras tierra.
Adorar a Jesús Eucaristía es también una lección en humildad y
pequeñez. Contemplar a Jesús es contemplar al rico que se hizo pobre; al
Todopoderoso que se hizo frágil; al Dios tan grande que se hizo pequeño, que
se hizo niño, hombre y pan.
Es contemplar al que llena el universo y es la plenitud de todas las
cosas, que se vació. Es limpiar la mirada y enfocar la vista para poder ver a
Dios en los pobres y pequeños. Es descubrir la belleza que se esconde en lo
pequeño y el encanto que encierra la humanidad.
Uno se despide de Jesús Eucaristía un poquito más humilde y tal vez
un tanto más pequeño.
Adorar es…… Tantas cosas. Pero sobre todo es una cita con Jesús, y
todo lo que fue; es y será una cita también con toda humanidad, con todo lo
que es y lo que puede ser. Una cita que nos inserta en el corazón de la
realidad y la historia, una cita de una hora que vuela en su compañía. Adorar
es inseparable de lo que somos como seres humanos, como hechura de
Dios, como seguidores de Jesús.
Y LA MARAVILLA ES QUE TODOS PODEMOS ADORAR.

¿QUÉ LUGAR OCUPA LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA EN EL MEJ?

Como MEJ, la Adoración Eucarística cumple un rol fundamental en


nuestra espiritualidad. Todas las etapas de nuestro movimiento, desde los más
pequeños hasta los monitores y asesores, deben tener un espacio para adorar
a Jesús Eucaristía. También es un desafío, ya que muchas veces asesores o
monitores temen organizar adoraciones que resulten aburridas. Hay que tener
en cuenta que los mejinos pueden y tienen derecho a encontrarse a solas con
Jesús, y que Él es capaz de superar los obstáculos que nosotros los adultos
podamos encontrar. No hay que desanimarse si las primeras adoraciones no
salen como se espera, ya que también se necesita de un aprendizaje y un
tiempo para descubrirle el gusto a la misma.

Consejos para armar una Adoración Eucarística teniendo en cuenta


las edades a las que nos dirigimos:

Con los más pequeños


Conviene que sean pocos minutos (5-10’)
con el Santísimo cerca para que se sientan acogidos;
el animador va guiando el momento hablando y/u organizando algún
gesto significativo;
es muy recomendable cantar;
la guía puede apelar a la imaginación: alguna imagen del evangelio
para que los chicos contemplen puede ser muy útil.

Con adolescentes:
La Adoración puede extenderse un poco más. Se les puede proponer
como desafío el acompañar más tiempo a Jesús (entre 20’ y una hora),
se alternan momentos de silencio, guía y canto;
un gesto significativo puede ser muy importante;
Se pueden usar cantos cuya letra sea la repetición de antífonas,
jaculatorias o algún versículo (Ejemplo, las canciones de la Hermana
Glenda).

Con jóvenes:
La adoración es su momento de encuentro que puede extenderse hasta
una hora;
los momentos de silencio pueden ser más extensos y se puede proponer
meditaciones o contemplaciones concretas y breves;
evitar dar explicaciones demasiado largas;
es un momento para aprender y practicar la oración en silencio;
también se pueden usar cantos cuya letra sea la repetición de
antífonas, jaculatorias o algún versículo (Ejemplo las canciones de la
Hermana Glenda).

En general:

Un sacerdote, ministro o religiosa expone en la custodia la hostia


consagrada. Terminado el tiempo de la Adoración se reserva en el Sagrario
al Santísimo, dando antes la bendición con la custodia.

En la Adoración comunitaria conviene que alguien haga de guía


introduciendo salmos, oraciones, cantos y signos creativos para ayudar a
los presentes, pero dejando siempre espacios largos de silencio que
ayuden a interiorizar y percibir la acción de Dios en la vida de cada
uno.

Se recomienda no rezar el Rosario en la Adoración, ya que es una oración


dirigida a María y aquí se trata de un momento personal con Jesús
Eucaristía.

Cuando no hay custodia se puede exponer el cáliz.

No se trata de “llenar” la hora sino de buscar el gusto (“No el mucho saber


harta y satisface el alma, sino el gustar las cosas internamente”- San
Ignacio).

Después de la Adoración (o a la semana siguiente) los participantes pueden


reunirse por etapas o en grupos más pequeños para compartir lo que cada
uno fue sintiendo.

MODELOS PARA ARMAR: ADORACIONES EUCARÍSTICAS

A continuación presentamos varios modelos de Adoración Eucarística


que pueden servir de disparador a la hora de preparar este
momento:
NOTA: Aunque las Adoración son propuestas por grupos de edades, todos los
Evangelios pueden ser utilizados para cualquier edad, lo que cambia es la
forma de guiar la adoración y los gestos.
1. Adorar es hacerse ofrenda viva con Cristo
(15 años o más)

MOTIVACIÓN INICIAL: Toda la existencia de Jesús ha sido un acto de ofrenda


al Padre. Cada mañana también los mejinos nos ofrendamos al Padre en unión
con Cristo. La Adoración es un momento privilegiado para revivir y profundizar
nuestra adhesión a la ofrenda de Jesús.

CANTO PARA EXPONER EL SANTÍSIMO


(pausa)

SILENCIO DE ADORACIÓN Y REFLEXIÓN:


¿Cómo puedo vivir en lo concreto de mi vida, mi unión a la ofrenda de
Cristo?
¿Cuál es mi ofrenda y mi don?
¿Me resisto a lo que el Señor quiere de mí? ¿Por qué?
(pausa)

CANTO
(pausa)

PALABRA DE DIOS: Lectura de Romanos 12, 1 –2


(pausa)

ORAMOS CON UN SALMO


 Mi corazón es pobre, Señor, yo me siento de barro; soy como arcilla
abandonada que espera las manos del alfarero.
(pausa)
 Pon tus manos, Señor, tu corazón en mi arcilla, y llena el fondo de mi
vida. Sálvame. Confío en Ti. Quisiera decirte lo que eres para mí: Tú
eres mi Dios, Tú eres mi Salvador, Tú eres el Amigo que nunca falla, Tú
me quieres. Te estoy llamando todo el día. Da alegría a quien quiere
ser tu amigo, que mi confianza la he puesto en Ti.
(pausa)
 Yo sé que Tú eres bueno y me perdonas. Sé que eres misericordioso con
quien abre su corazón a tu amor y lealtad. Escúchame. Atiéndeme. Te
llamo. Yo vengo a estar contigo y a quedarme junto a Ti.
(pausa)
 Me callo ante tu presencia, porque Tú conoces lo íntimo de mi vida.
Aquí estoy, Señor, con mi corazón como es: que no oculte nada a tus
ojos abiertos. Aquí estoy, como arcilla fresca esperando ser modelada
por tus manos misericordiosas.
(pausa)
 Tú eres grande, Tú haces maravillas. Tú el único Dios. Enséñame Señor,
tus caminos y que mis pasos sigan tus huellas con fidelidad.
(pausa)
 Tú, Señor, estás siempre dispuesto a ayudarme y animar mi corazón
cuando decae. Tú, Señor, toma mi corazón de barro y moldéalo según
la grandeza de tu ternura.
ORACIÓN DE ECO: Invitar a los participantes que hagan eco de la palabra o
frase que más les ha tocado, diciéndole en voz alta en forma pausada,
lentamente.
CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO
2. Adorar es caminar juntos
(12 a 15 años)

CANTO MIENTRAS SE EXPONE EL SANTÍSIMO.

SILENCIO DE ADORACIÓN: Es necesario dejar un momento de silencio para


favorecer la oración personal. Se puede preguntar para reflexionar ¿Descubro
que Jesús está realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar y que
yo estoy en su presencia?

CANTO

PALABRA DE DIOS:
”Porque aún siendo muchos, somos un solo Pan y un solo Cuerpo, pues
todos participamos de un solo Pan” (1ª Cor. 10, 17)
Los mejinos queremos ser unidos: en la Eucaristía está la raíz de la
unidad y el vínculo de la fraternidad. La apertura al otro, la acogida, la
colaboración, la comprensión, el amor y sobre todo el verdadero perdón, la
hacen auténtica y verdadera.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


¿Siento que somos una comunidad? ¿Por qué?
(Pausa)
¿Qué cosas nos ayudan a ser comunidad y que cosas no?
(Pausa)
¿Qué puedo hacer yo para que seamos más unidos?
(Pausa)

CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


3. Adorar es caminar en el amor
(15 años o +)

CANTO MIENTRAS SE EXPONE EL SANTÍSIMO.

MOTIVACIÓN INICIAL: Nos tranquilizamos, dejamos que el silencio nos invada


de a poquito y le hacemos lugar a Jesús que quiere hablarnos. Sólo lo
podremos escuchar si estamos atentos y en silencio.
(Pausa)

ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS: “El amor es paciente, servicial y sin


envidia. No quiere aparentar ni se hace el importante. No actúa con bajeza,
ni busca su propio interés. El amor no se deja llevar por la ira, sino que
olvida las ofensas y perdona. No se alegra de lo injusto y siempre le agrada la
verdad. El amor disculpa todo, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta.
El amor nunca pasará.” (1ª Cor. 13, 4 –8)
(Pausa)
Los mejinos queremos no sólo que la Eucaristía sea parte de nuestra
vida, sino vivir haciéndonos Eucaristía. Esto significa inclinarse cada día ante
los pies de los hermanos y servirlos en sus necesidades.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


El amor es paciente, ¿quiénes necesitan de mi paciencia hoy?
(pausa)
El amor es servicial, ¿a quiénes puedo servir?
(pausa)
El amor perdona, ¿quiénes necesitan de mi perdón hoy?
(pausa)

CANTO PARA RESERVAR EL SANTÍSIMO


4. Jesús, Pan de Vida
(15 años o más)

MOTIVACIÓN INICIAL: Abramos nuestro corazón a este momento especial de


encuentro íntimo con Jesús. Calmemos nuestro espíritu de la agitación de la
vida cotidiana para reconocer en el silencio la voz de Jesús que nos da la
bienvenida; que nos quiere a su lado; que nos mira con ternura; que quiere
que lo miremos con cariño, gratitud y confianza.

CANTO

SILENCIO REFLEXIVO
Mirando a Jesús presente en la Hostia podemos preguntarnos:
¿Quién es Jesús para mí hoy?
(pausa)

PALABRA DE DIOS: “¿Quién dice la gente que soy?” (Lc 9, 18-22)

CANTO

¿Quién es Jesús hoy para mí?


¿El niño que sufre?
(Pausa)
¿El enfermo que está solo?
(Pausa)
¿El cartonero que vive de mi basura?
(Pausa)

CANTO PARA RESERVAR EL SANTÍSIMO


5. Yo soy el agua que da vida2

(15 años o más)

Antes de comenzar: Para el gesto de esta Adoración se puede poner un


cántaro o un recipiente con agua al pie del altar donde está el Santísimo. Se
pueden dejar alrededor tantos vasos como número de participantes
(aproximadamente).

CANTO PARA EXPONER EL SANTÍSIMO SACRAMENTO


(pausa)

MOTIVACIÓN INICIAL: Los invito a tomar conciencia de la presencia de Dios


entre nosotros. Jesús nos ha convocado para estar con Él y saciar nuestra sed,
nuestros más profundos deseos, nuestros vacíos y tristezas. Muchas veces
tenemos sed de que nos den más atención, nos demuestren cariño, nos
escuchen. A veces nuestra propia sed no nos deja ver la sed de los demás.
Frente a nuestras necesidades y a las de los demás sólo podemos escuchar a
Jesús.
(pausa)

ESCUCHEMOS LA PALABRA DE DIOS (Jn 4, 6-8. 9-10. 13-14)


“Aquel día, Jesús cansado por la caminata se sentó al borde de un pozo, era
cerca del mediodía. Una mujer samaritana llegó para sacar agua y Jesús le
dijo ‘Dame de beber’. La samaritana le respondió ‘¿Cómo tú, que eres judía,
me pides de beber a mí que soy una mujer samaritana?’. Dijo Jesús a la
mujer: “si tú conocieras el don de Dios. Si tú supieras quien es el que te pide
de beber, tú misma me pedirías y yo te daría el agua viva. El que bebe del
agua del pozo volverá a tener sed, en cambio, el que beba del agua que yo le
daré, no volverá a tener sed. El agua que yo le daré se hará en el manantial
de agua para tener vida eterna”

(pausa)
Adoremos a Jesús. Hablemos con Él de corazón a corazón, como lo
hacen los amigos verdaderos. Dejemos que Jesús nos mire con amor, nos
anime a seguir sus caminos y a llevar esta agua viva, que Él nos ofrece hoy, a
quienes la necesitan y no lo saben.
(pausa)

CANTO

GUÍA: El mundo tiene sed de cristianos que lleven la alegría, la esperanza y el


entusiasmo a sus ambientes. Ahora, cada uno va a pensar en un ambiente
concreto (su casa, su colegio, sus amigos, etc.) ¿De qué tienen sed?, ¿qué
tengo que llevarles para que se acerquen más a Jesús?

2
Este modelo de Adoración Eucarística y el siguiente puede servir para discernir algún
apostolado personal o comunitario.
Se invita a que cada uno piense en qué sed querría saciar en el mundo. Luego,
que lo represente levantándose, tomando un vaso de agua del cántaro y
ofreciéndoselo a Jesús. Si quiere puede decirlo en voz alta.
(pausa)

CANTO (el canto puede ser mientras se hace el gesto si los participantes no
dicen en voz alta lo que representan)

BENDICIÓN Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


7. Adorar es dar gracias
(12 a 15 años)

MOTIVACIÓN INICIAL: La palabra Eucaristía significa acción de gracias. Como


la Adoración es un momento para estar a solas con Jesús que se hace presente
en el Santísimo, hoy estamos invitados agradecer todos los regalos que Jesús
nos da.

CANTO DE EXPOSICIÓN

(Pausa)

PALABRA DE DIOS: Lc 17, 11 - 19 (Los diez leprosos) Después de leer:


Contemplamos la escena:
vemos a Jesús (pausa)…
a los discípulos (pausa)…
a los 10 leprosos(pausa)…
escuchamos lo que dicen (pausa)...
lo que hacen (pausa)...
Sólo un leproso de los diez sanados volvió donde Jesús “glorificando a Dios”,
celebrando las maravillas del Señor (pausa)...
“Se postró en tierra a sus pies, dándole GRACIAS”
(Pausa)

PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN


Pienso en lo que Jesús me dio o hizo por mí a lo largo de la vida…(pausa)

 ¿Qué regalo me hizo Jesús en el último tiempo?


(pausa)
 ¿Me siento como los leprosos que se van una vez que Jesús los cura o vuelvo
para darle gracias?
(pausa)
 Le doy gracias a Jesús por algún regalo concreto que recibí de Él…
(pausa)

GESTO
Cada uno puede pasar en frente del Santísimo y agradecer en voz alta por
aquello concreto que pensó. (Si los chicos no se animan, los animadores y/o
asesores pueden pasar primero)…

CANTO DE ACCIÓN DE GRACIAS


(Pausa)

CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


8. Adorar es dar gracias II
(15 años o más)

MOTIVACIÓN INICIAL: Jesús sostiene nuestra vida, nos ama


incondicionalmente y nos cuida como el Pastor a sus ovejas. Los regalos
amorosos que nos hace no pueden dejarnos indiferentes…

CANTO DE EXPOSICIÓN
(pausa)

ESCUCHAMOS LA PALABRA

Jesús daba siempre gracias al Padre:

Cuando estaba con sus amigos…


“Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado
estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has revelado a los pequeños y
sencillos” (Lc. 10, 21).

(pausa)

Antes de realizar la multiplicación de los panes…


“Jesús tomando los siete panes y los pececillos, da gracias a Dios. En seguida
los parte y los da a sus discípulos y estos lo reparten al pueblo” (Mt. 25, 36).

(pausa)

CANTO

Ante el sepulcro de Lázaro:


“…después que quitaron la piedra del sepulcro de Lázaro, Jesús levantó los
ojos al cielo y exclamó: Te doy gracias Padre, porque has escuchado mi
oración. Yo sé que siempre me oyes, pero digo esto por la gente que está
aquí, para que crean que Tú me has enviado” (Jn. 11, 41).

(pausa)

En la Última Cena:
“… mientras estaban comiendo, tomó Pan y pronunciando la bendición, lo
partió, se los dio” (Mc. 14, 22-24).

(pausa)

CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


9. Adorar es admirar
(15 años o más)

MOTIVACIÓN INICIAL: Una de las grades capacidades que nuestro Padre Dios
nos ha regalado a todos es LA CAPACIDAD DE ADMIRARNOS. Hay una
diferencia entre mirar y admirar: miramos todo pero solo admiramos aquello
que nos llama la atención, que tiene algo fuera de lo común, algo que otros
no ven y nosotros sí. Pensemos este rato: ¿por cuáles cosas nos hemos
admirado alguna vez? Admirarse es una capacidad que tienen solo los que
saben ver más allá de las cosas comunes. Hoy los invito a ADMIRARSE de que
Jesús esté realmente presente en la Hostia que está en la custodia.

CANTO DE EXPOSICIÓN: Aún en la Tormenta

(pausa)

GUÍA
Adoremos a Jesús presente en el Pan de la Eucaristía, recibamos en silencio
su mirada llena de amor, de cariño, de misericordia...

(pausa)

CANTO: Maravillas hizo en mí


(pausa)

{Se reparte una copia del Salmo y se invita a acompañar la lectura con la
vista}

SALMO DE ADMIRACIÓN
Señor, dueño nuestro,
¡Qué admirable es tu nombre en toda la tierra!

Yo te canto porque eres grande.


Yo me alegro con todas tus maravillas.
Yo celebro tu bondad con todos los hombres.
Yo me siento feliz porque tú nos quieres.

(Pausa)

Como un niño levanto mis manos hacia ti para tocar tu ternura.


Como un niño abro mis ojos hacia ti en busca de tu luz y tu belleza.
Como un niño mi corazón se goza en ti y me siento libre como una gaviota.

(Pausa)
Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, Y me gozo perdiéndome en su
azul,
Cuando contemplo la luna y las estrellas y me pierdo sin poder contarlas,
Me pregunto lleno de curiosidad:
¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?
¿Qué es el ser humano para que te ocupes de él?

(Pausa)

Señor Dios nuestro, si el cielo es maravilloso y la luna y las estrellas


increíbles,
yo que soy la obra de tus manos, yo que fui creado a imagen y semejanza
tuya,
¿cómo seré? ¿cómo seré por dentro?

(Pausa)

Me has hecho poco menos que un dios, y me has dado poder sobre las cosas.
Has puesto todo cuanto existe en mis manos y quieres que sea feliz con tus
maravillas.
Me coronaste de gloria y dignidad, dejando tu amor y lealtad en mi corazón.

(Pausa)

Me diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo mis
pies.
Tú me has hecho, Señor, dueño de las cosas.
Has puesto en mis manos la ciencia y la técnica para servir al hombre.

(Pausa)

Has puesto en mis manos los bienes para que los comparta con los hombres.
Me has hecho responsable de mi hermano, me has dado para que comparta,
me quieres amigo de todos.

(Pausa)

¡Señor, qué grande soy ante tus ojos! ¡Señor, qué grande es el hombre ante
tus ojos!
¡Señor, qué grande eres tú ante mis ojos!
Tú nos has dicho que todas las cosas son nuestras, que nosotros somos de

Jesús, tu Hijo, y en Jesús todos somos tuyos.

¡Aleluya, Señor, Dios nuestro! ¡Aleluya, a ti la alabanza porque eres grande!

REFLEXIÓN PERSONAL
Releo el Salmo personalmente y me detengo en aquellas partes que más me
llaman la atención porque me gustan o porque me recuerdan algo. Las repito
en silencio como súplica o como agradecimiento.

CANTO

BENDICIÓN y RESERVA DEL SANTÍSIMO


10. Adoramos nuestro gran tesoro
(8 a 11 años)

CANTO DE EXPOSICIÓN

MOTIVACIÓN INICIAL: ¿Qué es un tesoro? Es algo que vale mucho, que


cuidamos que no se rompa ni se pierda, que nadie nos lo robe. La Eucaristía es
nuestro gran tesoro, porque en ella se quedó Jesús. Por eso ahora nos vamos a
arrodillar y, en silencio, mirando a Jesús que está en esa Hostia, vamos a
tratar de hablar con Él y, sobre todo, vamos a tratar de escuchar lo que Él nos
quiere decir.

(Pausa)

CANTO

GESTO: Nos sentamos. Se reparten papelitos. Ahora en estos papelitos cada


uno va a hacer una cartita, escribiendo lo que queremos decirle a Jesús. Le
vamos a dar a Jesús nuestras cartitas, por eso las vamos a ir dejando en el
"cofre" (baúl), seguros de que todo lo que le dejamos, Él lo tiene en cuenta.

CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


11. Déjame tocar tu manto
(12 a 15 años)

MOTIVACIÓN INCIAL: Cuando estamos frente a alguien importante queremos


quedarnos con un recuerdo suyo. Lo vemos en los famosos a los que les
pedimos autógrafos o un souvenir. En la Iglesia veneramos las reliquias que
son objetos que pertenecieron a los Santos. Esta costumbre es muy antigua.
En los tiempos de Jesús también la gente acostumbraba a tocar a la persona
cuando era importante. Sólo Jesús fue capaz de transformar este gesto
humano en un acontecimiento de conversión que transformó toda una vida.
Escuchamos…

CANTO DE EXPOSICIÓN

ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS: (Lc. 8, 43-48)


“Una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años y a quien
nadie había podido curar, se acercó por detrás y tocó los flecos del manto de
Jesús; inmediatamente después cesó la enfermedad que tenía. Jesús
preguntó: ¿Quién me ha tocado? (…) Pedro y sus compañeros dijeron
“Maestro, es la multitud que te está apretujando”. Pero Jesús respondió
“Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza salía de mí”. Al
verse descubierta, la mujer se acercó temblando, y echándose a sus pies,
contó delante de todos por qué lo había tocado y cómo fue curada
instantáneamente. Jesús le dijo entonces: “Hija, tu fe te ha salvado, vete en
paz”.

(Pausa)

GESTO: Nosotros también queremos llevarnos un recuerdo, que es una


reliquia de este momento. No como un objeto que pertenece a un famoso,
sino como un testimonio de este instante en el que estuvimos a solas y
personalmente con Jesús. Se invita a cada uno a acercarse al Santísimo y
cortar una parte del manto.

CANTO DURANTE EL GESTO: Necesito de Tu amor (Eduardo Meana)

(pausa)

CANTO Y RESERVA DEL SANTÍSIMO


12. Zaqueo
(8 a 11 años)

MOTIVACIÓN INICIAL: Te propongo esta situación imaginaria: seguro que hay


alguien a quien te gustaría conocer bien porque es tu ídolo, porque lo admirás
mucho u oíste hablar de él. ¿Qué pasaría si un día se encontrara con vos y te
dijera que quiere alojarse en tu casa? ¿Qué sentirías? ¿qué harías?

CANTO DE EXPOSICIÓN

(Pausa)

GUÍA
Algo parecido a lo que pensaste le sucedió a Zaqueo. Zaqueo era de Jericó,
una ciudad importante y era el jefe de los recaudadores de impuestos del
distrito por lo que se había enriquecido mucho y era visto mal por sus
conciudadanos. Se enteró de que bajaba Jesús de Nazaret a su ciudad. Había
oído hablar de él y quería conocerlo.

ESCUCHAMOS LA PALABRA DE DIOS: Jesús y Zaqueo (Lc 19, 1-9)


“Jesús atravesaba la ciudad de Jericó. Había en la ciudad un hombre llamado
Zaqueo, jefe de publícanos y rico, que quería conocer a Jesús. Pero, como
era bajo de estatura, no podía verlo a causa del gentío. Así que echó a correr
hacia delante y se subió a una higuera para verlo, porque iba a pasar por allí.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, levantó los ojos y le dijo:
-Zaqueo, baja enseguida porque hoy tengo que alojarme en tu
casa.
Él bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos
murmuraban y decían:
-Se ha alojado en casa de un pecador.
Pero Zaqueo se puso en pie ante el Señor y le dijo:
-Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres y si engañé
a alguno le daré cuatro veces más.
Jesús le dijo:
-Hoy la salvación ha venido a esta casa., porque también éste es
hijo de Abraham. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar lo
que estaba perdido.”

PARA LA REFLEXIÓN
¿Qué es lo que más admiro de Jesús?
(pausa)
¿Qué le diría a Jesús si quisiera entrar en mi casa?
(pausa)

CANTO: Canción de Zaqueo (Eduardo Meana)


(pausa)

RESERVA DEL SANTÍSIMO

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