Bid107 - NormaCarricaburo - Los Libros Miscelaneos de Julio Cortazar PDF
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Introducción
1
Esta segunda parte del título no es un juego de palabras de la autora del artículo, sino acaso una de las
formas que encuentra Cortázar de señalar al lector sus pautas literarias y editoriales. La palabra ‘casilla’
estaba implícita en las de la rayuela o el mandala, y tanto el término como la locución ‘sacar de las
casillas’ están muy presentes en estos libros. En La vuelta al día en ochenta mundos, el escrito final y el
más rico para la comprensión del sentido del libro se llama “La casilla del camaleón”. En Último round
uno de los poemas se titula “Casi nadie va a sacarlo de sus casillas”. Esta frase ya sea completa o elíptica
se reitera varias veces: “Casi nadie ni nada...”, “inútil sacar de sus casillas”, “y nada lo sacará de sus
casillas, nadie lo sacará”, “saco de sus casillas a unos cuantos que aún creen en la poesía encasillada”.
2
Véase: Noguerol Jimánez, Francisca: “Híbridos genéricos: la desintegración del libro en la literatura
hispanoamericana del siglo XX”, El cuento en la Red, Núm. 1 (revista virtual), primavera de 2000.
semánticas visuales (abundan dibujos, fotografías, películas, ilustraciones
de libros, obras de arte, graffiti fotografiados en las calles de París en mayo
de 1968, etc). Son libros que tienden un puente entre la imagen y la
palabra, pero también se recurre a la sonoridad, como en “Sílaba viva”,
especie de dedicatoria tácita al ‘Che’ Guevara en la apertura de Último
round, solo identificable como tal por la reiteración del sonido ‘che’.
3
Lester Young, Clifford Brown o Louis Armstrong son algunos de los elegidos.
4
Cortázar, Julio. La vuelta al día en ochenta mundos. Buenos Aires: Siglo XXI. 1968, p.202.
5
“Nadie ha podido explicar qué cosa es el swing. La explicación más aproximada es que si vos tenés un
tiempo de cuatro por cuatro, el músico de jazz adelanta o atrasa instintivamente esos tiempos. Y entonces,
una melodía trivial, cantada tal como fue compuesta, con sus tiempos bien marcados, es atrapada de
inmediato por el músico de jazz con una modificación del ritmo, con la introducción de ese swing que
crea una tensión. El buen auditor de jazz escucha ese jazz, lo atrapa por el lado del swing, del ritmo, de
ese ritmo especial. Y mutatis mutandi, eso es lo que yo siempre he tratado de hacer en mis cuentos.”
Cortázar-Prego Gadea. La fascinación de las palabras. Buenos Aires: Alfaguara. 1997, p. 282.
6
Las modelizaciones secundarias, plásticas y musicales, fueron motivadoras de cuentos, de personajes, de
ritmos narrativos en las obra de Cortázar. En La fascinación de las palabras, en conversación con Omar
Prego Gadea cuenta la influencia de las obras del pintor catalán Antoni Taulé en “Fin de etapa”, cuento de
Deshoras, y de De Chírico en La Ciudad de 62. Modelo para armar. También se refiere a Magritte como
fuente de inspiración de algunas de sus obras (Obra citada, pp. 109-111 y 115-118). En La vuelta al día...
Magritte ilustra “Noches en los ministerios de Europa”, y en Último round, el cuento “Siestas”, donde una
adolescentes despierta a la sexualidad mirando las láminas en un libro de Magritte tomado de la biblioteca
paterna, y lo que ve el personaje lo muestran al lector las ilustraciones. En Rayuela, la Maga es
identificada con la obra de la portuguesa María Helena Viera da Silva y Oliveira, con Mondrian. Véase,
Carricaburo, Norma. “Las modalizaciones plásticas en Rayuela de Julio Cortázar”. Proa en las Artes y en
las Letras, 38, noviembre-diciembre 1998.
había llegado la hora de dar paso a libros en que esta conjunción se
completara con la inclusión de la imagen y la innovación editorial.
Libro almanaque
María Victoria Riobó escribió una tesina sobre estas dos obras de
Cortázar y las estudió preferentemente desde el aspecto editorial. 7 La
dificultad para clasificar estas obras la hizo hacer un seguimiento de los
nombres que les dio el propio autor, inquieto por cómo encuadrar sus
producciones. El de Riobó es un estudio precursor y exhaustivo sobre el
tema.
7
Riobó, María Victoria. “El libro-objeto en la obra de Julio Cortázar: La vuelta al día en ochenta mundos
y Último round”. AA. VV. Borges / Cortázar. Penúltimas lecturas. Buenos Aires: Circeto. 2007, p.135-
159.
8
Cortázar, Julio. Cartas, vol. II. Aurora Bernárdez Ed. Buenos Aires: Alfaguara. 2000, p. 1057.
de las casillas al honesto almanaque,/ San Rulfo, Santa Tecla, San Fermín/
la Asunción”. En los libros almanaque la estructura y los intereses de
editores y lectores eran variados, pero había una parte inamovible, el
santoral, que es precisamente lo que retoma aquí Cortázar. 9
Collage
9
El Almanaque del mensajero (toma ese nombre el almanaque de Peuser a partir de 1901) fue uno de los
muchos que circularon en los siglos XIX y XX. Se reunían en ellos prosa, poesía, dibujos, pinturas,
fotografías, incluso distintos idiomas, como en los de la imprenta La Vasconia, que sumaban al español el
francés y el euskera. Eran antologías que reunían a distintos autores en medio de temáticas variopintas. La
biblioteca Jorge Luis Borges, de la Academia Argentina de Letras, ha digitalizado varias de estas obras
históricas. Desde el Almanak patriótico de Buenos Ayres para el año décimo de nuestra libertad, de 1819,
hasta los Almanaques de Peuser, pasando por el Almanaque pintoresco e instructivo publicado por
Sarmiento en Chile, en 1851, y los impresos en París y Turín por Orión, Héctor Florencio Varela, en los
años 1873 y 1875. He conseguido un Almanaque del mensajero de 1927, editado por la viuda de M.
Sundt y que Cortázar debe de haber leído en su adolescencia. Otra vez cabe comparar el almanaque con la
web actual: notas de divulgación, aniversarios, reseñas históricas, nociones astronómicas, información
sobre direcciones y teléfonos de organismos nacionales y provinciales, hospitales, iglesias de distintos
cultos, plazas, monumentos, y mucho más. También la economía del país, el PBI, la situación de los
distintos países europeos, transportes marítimos y ferroviarios, con horarios y tarifas y un largo etcétera.
10
“Trabajo en La vuelta al día en ochenta mundos, que así se llamará el libro-collage que saldrá en
México el año que viene”. Y “[...] estoy metido hasta las rodillas [...] en un libro divertidísimo que le he
presentado a Orfila para su nueva editorial y que responderá al título de La vuelta al día en ochenta
mundos”, en Cortázar, Julio. Cartas, vol. II. Aurora Bernárdez Ed. Obra citada. pp. 930 y 1042-1043.
Evreux, que colgaba en el escritorio de Cortázar en una pequeña jaula o
fiambrera, como la llama Yurkievich. 11
11
“el siniestro obispo de Evreux que era un sarmiento retorcido y que era a la vez una mandrágora y que
para conjurar sus malignos poderes debía permanecer encerrada en una fiambrera que colgaba del techo
de ese cuarto con piso de cemento y con mampara donde Julio escribía”. Yurkievich en
https://www.nexos.com.mx/?p=11044. El obispo ya había sido mencionado en La vuelta al día.
12
Cortázar, Julio. La vuelta al día en ochenta mundos, obra citada. p. 9.
de puerta, sonrisa y rosa constituye algo por completo diferente en esencia y
significación. 13
Libro objeto
13
Cortázar, Julio. Último round. México: Siglo XXI. 1969. Planta baja. pp. 98-99.
14
Vuelve a referirse al tema en conversación con Prego Gadea y añade: “Hay un momento maravilloso en
Paradiso, de Lezama Lima, en que el personaje, creo que es José Semi, ve en la vitrina de un anticuario
una serie de pequeños objetos de jade, de cristal. Y de golpe se da cuenta de que esas cosas componen
una figura, no son objetos separados, sino que son una especie de conjunto, que se están influyendo
mutuamente. Es decir, que el movimiento del brazo de una figurita de marfil, ese dedo, proyecta una
energía que va hasta un caballito de basalto que está más lejos”. Cortázar- Prego Gadea: Fascinación de
las palabras, obra citada, p. 123.
15
Riobó. Obra citada, p.154.
fantasía”. Esta cita se refuta desde un recuadro en la tercera columna
titulado “La revolución no es un sueño” y que concluye: “[...] no le haga
caso a Lenin. SEA SERIO. MATE LOS SUEÑOS. Y esta exhortación se
repite tres veces y en versales. En esta tercera columna hay también una
cita de Italo Calvino que lleva como título “Convergencias”. En ella el
escritor italiano habla sobre la necesidad de reinventar el libro, de tender a
un libro apócrifo en el sentido etimológico de la palabra, es decir, un libro
desconocido. En la columna central, los avisos clasificados contienen estos
rubros: juguetes, autos, bicicletas y motos. El primero de ellos apunta a lo
lúdico, una de las obsesiones del autor, en tanto que las otras tres atienden
al movimiento, al viaje, tal vez como cambio de perspectiva o viaje
interior, tal el de La vuelta al día... En ellos hay remisiones, como ya las
había en algunos apartados de La vuelta..., a distintos textos del libro. Por
ejemplo, en el rubro juguetes: “¿A la nena se le rompió la muñeca? Sin
compromiso, consulte p. 104, primer piso”. O en bicicletas: “Más cosas hay
en una bicicleta de las que imagina tu filosofía, Horacio. Información en p.
70, planta baja”. En la contratapa la diagramación es similar a la de la tapa.
En la tercera columna abajo se encuentra la foto del obispo mandrágora, de
la que ya se hizo mención. Ocupa el mismo lugar que el sello editorial en la
tapa.
Vuelta al almanaque
Los libros cortazarianos aún siguen siendo obras que escapan a las
clasificaciones. La crítica los tomó como libros menores o misceláneos. No
entendió la necesidad de trascender lo textual, dialogar con otros escritores
o artistas, incorporar otras semánticas, como lo habían hecho los
representantes de la vanguardia, en especial los dadaístas, y dar paso libre a
lo lúdico.
En años posteriores, Cortázar vuelve a hablar de ellos siempre como
libros almanaque. Así lo hace en las conversaciones con Prego Gadea, 16 y
en la entrevista que Pierre Lartigue les hizo a él y a Yurkievich. Allí dice:
Bueno, con los almanaques hay que tener cuidado. En realidad, esos libros no
se proponen como una obra, no tienen la voluntad de totalización propia de una
obra. Son una acumulación de textos independientes. Nacen un poco de esa
nostalgia por los almanaques de mi infancia, que leían los campesinos y donde
hay de todo, desde medicina popular y puericultura hasta las maneras de
plantar zanahorias y poemas. La única unidad posible reside en la escritura,
proviene de que todos los textos fueron escritos por mí. Estos libros me gustan
particularmente porque van contra la noción de género, muy quebrada ya pero
que todavía hace estragos. Todavía críticos y lectores se sienten incómodos
cuando no pueden clasificar una obra. 17
Norma Carricaburo
16
Cortázar-Prego Gadea. Obra citada, p. 244.
17
Yurkievich, Saúl. Julio Cortázar: mundos y modos. Madrid: Anaya & Mario Muchnik. 1994, p.63.
18
Caparrós, Martín. “Entrevista a Julio Cortázar”, en línea http://www.eneltapete.com/bulevar/87/julio-
cortazar-ultimo-round