La Cordinacion y Su Clasificacion
La Cordinacion y Su Clasificacion
La Cordinacion y Su Clasificacion
1. Introducción
Siempre ha existido una cierta confusión a la hora de encuadrar y denominar la coordinación
y el equilibrio, ya que muchos autores hablan de “Destrezas”, otros como Bouchard, hablaban
de “Cualidades Perceptivo-cinéticas” y para otros, se decía que pertenecían al grupo de las
“Cualidades Motrices”.
Las Cualidades Motrices son aquellos componentes responsables de los mecanismos de
control del movimiento. Es un concepto íntimamente relacionado con el de habilidad motriz,
definida como capacidad de movimiento adquirida con el aprendizaje. La habilidad motriz
corresponde a modelos de movimiento que se producen sobre la base de todos los
componentes cuantitativos y cualitativos. Es la habilidad motriz un instrumento de desarrollo
de las cualidades motrices. Cuantas más habilidades aprendamos, mejor desarrollaremos
dichas cualidades.
Esta denominación es la que más se acerca a la reflejada en el Decreto 105/1992, más
concretamente, dentro del bloque de Conocimiento y Desarrollo Corporal, en el apartado de
Educación Física de Base. De esta manera, podemos observar la gran importancia que tiene el
desarrollo de la coordinación y el equilibrio para el movimiento del cuerpo.
La coordinación motriz es uno de los elementos cualitativos del movimiento, que va a
depender del grado de desarrollo del S.N.C., del potencial genético de los alumnos para
controlar el movimiento y los estímulos, y como no, de las experiencias y aprendizajes motores
que hayan adquirido en las etapas anteriores.
2.1. Concepto de coordinación
La coordinación es una capacidad motriz tan amplia que admite una gran pluralidad de
conceptos. Entre diversos autores que han definido la coordinación, vamos a destacar a:
Jiménez y Jiménez (2002): es aquella capacidad del cuerpo para aunar el trabajo de
diversos músculos, con la intención de realizar unas determinadas acciones.
B. En función de la relación muscular, bien sea interna o externa, la coordinación puede
ser:
La coordinación va a influir de forma decisiva sobre la velocidad y la calidad de los procesos
de aprendizajes de destrezas y técnicas específicas, que más tarde harán su aparición en el
mundo escolar. Es por ello que la coordinación es una cualidad neuromuscular íntimamente
ligada con el aprendizaje y que está determinada, sobre todo, por factores genéticos.
La velocidad de ejecución.
El grado de entrenamiento.
La herencia.
La edad.
El grado de fatiga.
La tensión nerviosa.
Educación Infantil (3-6 años): El repertorio de posibilidades crece con los estímulos que
le llegan al niño. Las acciones coordinadas dependerán de la adquisición de un
perfecto esquema corporal y del conocimiento y control del propio cuerpo. La actitud
lúdica propia de estas edades es protagonista por excelencia de la formación tanto
motriz como cognitiva y hacen que las formas motoras se vayan enriqueciendo y
complicando.
Educación Primaria (6-12 años): Se determina el desarrollo del sistema nervioso y, por
tanto, los factores neuro-sensoriales de la coordinación, de ahí que sea la etapa ideal
para la adquisición de experiencias motrices. La mala aptitud de retención motriz en
el primer ciclo y parte del segundo exige en estas edades una profundización del
aprendizaje a partir de la repetición de los ejercicios, contribuyendo de esta manera a
la automatización del movimiento. Al final del segundo ciclo y todo el tercer ciclo,
debido al desarrollo sensitivo y cognitivo, se refleja una buena capacidad perceptiva y
de observación. Los ajustes motores son muy eficaces.
2.5. Evaluación de la coordinación
2-6 años:
o Posición de pie, una rodilla flexionada en ángulo recto, brazos a lo largo del
cuerpo, impulsar por el suelo una caja de cerillas durante 5 m.
o Salto al aire flexionando las rodillas para tocar los talones por de tras con las
manos.
Coordinación óculo-segmentaria
2-6 años:
o Seguir un laberinto con una línea continua en 80” con la mano dominante y
85” con la otra.
6-12 años:
Otro instrumento muy utilizado para evaluar la coordinación general el es Test perceptivo-
motor de Survey (citado por Picq y Vayer, 1977). En él se pide al sujeto que camine hacia
delante, atrás, de lado, que salte sobre un pie, sobre el otro... que imite determinados
movimientos, etc.
Además de las pruebas ya mencionadas, sería conveniente utilizar más instrumentos para
llevar a cabo una evaluación más exhaustiva de la coordinación óculo-segmentaria, ya que el
uso de lápiz y papel en la escuela ponen de manifiesto la necesidad de una correcta
coordinación viso-manual, especialmente en la escritura. Algunos de esos instrumentos
(citados por Mariscal), podrían ser:
Saltos de todo tipo: pies juntos, sobre un pie, alternativos, rítmicos, etc.
Todas estas actividades tipo se pueden realizar utilizando diferentes direcciones,
velocidades, ritmos, combinaciones, etc., o con una gran variedad de materiales
complementarios como cuerdas, gomas elásticas, colchonetas, picas, aros, etc.
Además, cualquier Juego en el que exista desplazamiento y una gran intervención muscular,
favorecerá el desarrollo de la Coordinación General, por ejemplo:
“Mueve tu cuerpo”. ¿De cuántas formas puedes saltar y, a la vez, mover los brazos?
¿Puedes hacer el movimiento contrario de las piernas con los brazos?
“El robot”. Andar adelantando el brazo del mismo lado del pie que avanza. ¿Quién es
capaz de correr de esa forma? ¿Y hacia atrás? ¿De qué otra forma te puedes desplazar
mientras los brazos hacen movimientos contrarios?
“El globista”. ¿De cuántas formas podemos llevar un globo sin ayuda de las manos?
¿Cuántos puedes llevar a la vez? ¿y por parejas sin utilizar las manos?
Coordinación óculo-segmentaria
Lanzamientos variados: con una mano, con la otra, con las dos, con un pie.
Golpeos con diferentes partes del cuerpo: cabeza, rodillas, hombros, codos.
Diferentes formas de recepcionar: con una mano, con las dos, con los pies, con las
piernas.
Es evidente que surgirán múltiples actividades si variamos las condiciones de ejecución en
función de las distancias, alturas, trayectorias, si se realizan con o sin desplazamiento, con o sin
obstáculos, o si utilizamos materiales (pelotas de diferente tamaño y peso, globos, discos
voladores, raquetas, etc.). En definitiva, todos aquellos Juegos en los que intervenga algún
segmento corporal, mejorarán el desarrollo de la Coordinación óculo-segmentaria, por
ejemplo:
“Pies quietos”. Juego en grupo en el que se trabaja los lanzamientos y las recepciones
de forma estática.
“El quema”. Juego en grupo en el que se trabaja los lanzamientos y las recepciones de
forma más precisa y en movimiento.
“Bota, bota las pelotas”. ¿Puedes botar dos balones a la vez? ¿De cuántas formas? ¿Y
en desplazamiento? ¿En cuántas direcciones? ¿Y con dos balones de distinto tamaño?
En todas las actividades físico-deportivas, el equilibrio desempeña un papel muy importante
en el control corporal. Un equilibrio correcto es la base fundamental de una buena
coordinación dinámica general y de cualquier actividad autónoma de los miembros superiores
e inferiores.
3.1. Concepto de equilibrio
En general, el equilibrio podría definirse como “el mantenimiento adecuado de la posición
de las distintas partes del cuerpo y del cuerpo mismo en el espacio”. El concepto genérico de
equilibrio engloba todos aquellos aspectos referidos al dominio postural, permitiendo actuar
eficazmente y con el máximo ahorro de energía, al conjunto de sistemas orgánicos.
Diversos autores han definido el concepto de Equilibrio, entre ellos destacamos:
García y Fernández (2002), Contreras (1998), Escobar (2004) y otros autores, afirman que
existen dos tipos de equilibrio:
1ª Infancia (0-3 años): A los 12 meses el niño/a se da el equilibrio estático con los dos
pies, y el equilibrio dinámico cuando comienza a andar.
Educación Infantil (3-6 años): Hay una buena mejora de esta capacidad, ya que el
niño/a empieza a dominar determinadas habilidades básicas. Algunos autores afirman
que esta es la etapa más óptima para su desarrollo. Sobre los 6 años, el equilibrio
dinámico se da con elevación sobre el terreno.
Educación Primaria (6-12 años): Los juegos de los niños/as, generalmente motores,
contribuyen al desarrollo del equilibrio tanto estático como dinámico. Las conductas
de equilibrio se van perfeccionando y son capaces de ajustarse a modelos.
Al igual que con otras capacidades, el equilibrio es susceptible de valoración y medida. Para
detectar posibles retrasos a nivel de equilibrio estático podemos emplear las pruebas
que Ozeretski y Guilmain (citados por Jiménez, 2002), nos ofrecen:
Mantenerse inmóvil un mínimo de diez segundos de puntillas y con los pies juntos (4 a
5 años).
Mantenerse sobre una pierna, a la “pata coja”, sin moverse durante diez segundos por
lo menos (5 a 6 años).
Con los ojos cerrados y los pies juntos permanecer inmóvil sesenta segundos (6 años).
Permanecer de puntillas con los pies juntos y ojos cerrados un mínimo de quince
segundos (9 a 10 años).
Mantenerse sobre una pierna con los ojos cerrados durante diez segundos por lo
menos (9 a 10 años).
Además, también podemos utilizar las pruebas sobre Equilibrio Estático y Equilibrio
Dinámico que Ortega y Blázquez (1997), nos proponen:
Equilibrio Estático
Equilibrio Dinámico
“El Banco Sueco”. Caminar sobre un banco sueco, recorriéndolo hacia delante y luego
hacia atrás con los brazos en cruz (1 y 2 Ciclo).
Un buen control del equilibrio favorece, según Jiménez (2002), el conocimiento del cuerpo,
la creatividad, la apropiada adecuación al movimiento y la confianza y seguridad en sí mismo.
Según Castañer y Camerino (1991), Gutiérrez (1991), Le Boulch (1997), y Trigueros y Rivera
(1991), podemos realizar en la escuela las siguientes actividades:
Equilibrio Estático
Tumbados.
Sentados.
De pie, sobre una sola pierna, con brazos y piernas pegadas al cuerpo.
Además, podemos llevar a cabo diferentes actividades donde se trabaje el equilibrio
Estático, como pueden ser:
“Pollito Inglés”. Uno se colocará de cara a la pared y dirá la frase, luego se volverá y
tratará de ver quien se mueve, ya que todo el mundo debe estar quieto de una
postura sin moverse y manteniendo el equilibrio. Se la quedará el primero en moverse.
“El Flamenco”. Realiza cinco posiciones de equilibrio sobre un solo pie. ¿Sobre qué pie
aguantas más tiempo? ¿Puedes realizarlo apoyando otra parte del cuerpo? ¿y con los
ojos cerrados?
“Los Equilibristas”. Por parejas, buscar varias posiciones de equilibrio en donde haya
el menor número de apoyos posibles.
Equilibrio Dinámico
También podemos proponer una serie de actividades donde trabajemos el E. Dinámico,
como por ejemplo:
“La línea”. Busca cinco maneras de desplazarte sobre una línea recta sin perder en
equilibrio ¿cómo puedes cruzarte con un compañero sobre la línea?
“El trasportista”. ¿De cuantas formas te puedes desplazar transportando un libro con
diferentes partes del cuerpo? ¿Y llevándolo sobre la cabeza? ¿Podemos apoyar el libro
sobre otras partes del cuerpo sin agarrarlo y desplazarnos a la vez?
4. Conclusión
La coordinación y el equilibrio son capacidades que definirán la acción, hasta el punto de
que una deficiencia o anomalía en el desarrollo de cualquiera de ellas, limitará o incluso
impedirá una ejecución eficaz. Por ello, es necesario el trabajo de estas capacidades en los
primeros años de la Educación Primaria, ya que la mejora funcional del dominio
corporal supondrá la adquisición de múltiples conductas motrices de carácter utilitario, lúdico
o expresivo, que serán fundamentales para el desarrollo integral de nuestros alumnos/as.
En definitiva, vamos a señalar una serie de consideraciones didácticas sobre el desarrollo de
las cualidades motrices:
Las cualidades motrices tienen su desarrollo marcado entre los 6-12 años.
etapas posteriores”.
Bibliografía