C1 AnálisisDelEntornoEconómico Caso1 PDF
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Económico
1
Caso Práctico Clase 1. Enunciado
2
Enunciado
Hay quien cree que los decepcionantes datos sobre el crecimiento del PIB de EEUU en el
segundo trimestre, a un ritmo anualizado del 2,4%, podrían ser el comienzo de una caída en
una segunda recesión. Uno de los datos que más preocupan es el empleo, o la falta de éste.
Las empresas de EEUU sólo crearon 71.000 trabajos en julio, una cifra escasa, dado el
crecimiento de la población activa. El desempleo sigue estancado en el 9,5%, a pesar de que
a las compañías del país no les falta liquidez. Ante la incertidumbre económica, las empresas
siguen prefiriendo ajustarse el cinturón y producir más con menos personas.
Los problemas de EEUU contrastan con la esperanza renovada que vive Europa. Las cifras
indican que la eurozona ha crecido a un ritmo más rápido que EEUU en el segundo trimestre,
en gran parte gracias a los datos de Alemania. El incremento de las ventas a mercados
emergentes cuyo crecimiento es imparable, sobre todo Brasil, China e India, ha ayudado a que
los datos trimestrales de la industria alemana sean los mejores en décadas. Los nuevos ricos
de estos países se dedican a comprar Audis y Mercedes, y productos de lujo de otros países
europeos. Las empresas alemanas, que habían frenado su producción cuando la demanda
global de bienes duraderos cayó en picado, han recuperado su capacidad mucho antes de lo
que jamás habrían pensado. El índice de desempleo de Alemania, del 7,6%, es algo inferior
que al principio de la crisis financiera.
Conviene recordar que hace meses la situación era totalmente distinta. Entonces, EEUU
parecía salir con fuerza de la crisis y Europa era la rezagada. El dólar comenzó la senda
alcista a medida que los inversores huían de la zona euro, ante la crisis de deuda. En
cualquier caso, las autoridades deben tener presente que el destino económico de Europa y
de EEUU sigue guardando una estrecha conexión. Por mucho que se hable de competencia,
los políticos de Bruselas y Frankfurt deberían rezar para que haya crecimiento en EEUU, al
igual que sus homólogos de Washington deberían alegrarse de que los nuevos ricos de China
se dediquen ahora a comprar vehículos alemanes y vino francés.
No obstante, sería prematuro celebrar una recuperación en Europa por, al menos, dos
motivos. Primero, dejando a un margen Alemania, la zona euro sigue estando débil. A España,
con un nivel mínimo de crecimiento y un índice de desempleo del 20%, le encantaría tener los
problemas que tiene EEUU. Segundo, Alemania depende de las
exportaciones, no del gasto de los hogares: su mercado es uno de los pocos en los que las
ventas de Mercedes han caído este año. Por tanto, el destino de su economía sigue estando
muy vinculado al del resto del mundo, incluido uno de sus mayores mercados, EEUU. ¿Hasta
qué punto son reales los riesgos de una recaída en la recesión en EEUU?
La recuperación ha perdido fuerza, en parte porque las tiendas y almacenes están llenos. El
tirón inicial de la demanda está desvaneciéndose. El estallido de la burbuja inmobiliaria
también sigue haciéndose notar. Los hogares deben ahorrar para compensar su exceso de
deuda y las empresas, temerosas de que el gasto del consumo sea escaso, reducen su
consumo. El crédito bancario sigue siendo exiguo. Todos estos obstáculos impiden la plena
recuperación y una recaída en otra recesión implicaría un nuevo recorte de los inventarios, del
gasto de capital y del empleo.
Pero incluso si no se cayera en otra recesión, EEUU podría ir mejor. Las compañías
mostrarían mayor disposición a invertir su liquidez si su presidente de Gobierno expresara con
más claridad cómo pretende acabar con el déficit fiscal del país. No obstante, a corto plazo,
todas las miradas están puestas en la Reserva Federal. El 10 de agosto, el Banco Central
reconoció que la recuperación se había ralentizado y anunció su intención de reinvertir los
ingresos obtenidos por el vencimiento de los bonos hipotecarios que adquirió durante la crisis
financiera. La preocupación sobre la deflación sigue estando justificada; cualquier indicio en
este sentido provocaría medidas más drásticas por parte de la Fed.
Por el momento, el Banco Central ha enviado una señal de inquietud, pero no de pánico. En
cualquier caso, no está claro que un mayor estímulo monetario habría servido para crear
mucho más empleo. Algunas empresas se quejan de que los trabajadores disponibles no
tienen la cualificación que buscan. Es probable que, debido a esta situación, el periodo de
desempleo para las personas que se encuentran en el paro se prolongue durante más tiempo.
Será difícil, pero, los análisis parecen indicar que la recuperación de EEUU no se parará en
seco.
Fuente: “¿Caeremos en una Segunda Recesión?”; Expansión . 18/08/2010
Cuestiones:
Se espera que debido a la conexión que existe entre las tres economías
haya un efecto rebote, ya que al reactivarse la economía del país
Norteamericano puede haber mayor producción y empleo lo que aumenta
la demanda de bienes y servicios a nivel externo e interno. Por lo tanto el
ciclo existente entre estas tres economías no se ve afectado en términos
de demanda y empleo.