Mosaicos Malinalco
Mosaicos Malinalco
Mosaicos Malinalco
Pueblo Mágico
Un breve asomo a sus esencias
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Consejeros: Rodrigo Jarque Lira, Juan Jaffet Millán Márquez, Marcela González Salas y Petricioli, Jorge Alberto Pérez Zamudio
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Presentación
Prólogo
Simbolismo y significado
de un lugar mágico
Si yo viajara en un rayo de luz, ¿qué vería?
Albert Einstein
El lagarto-pez primigenio.
Ilustración de Jorge Carrandi.
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La serpiente emplumada simboliza la unión de la luz… Cada una de las innumerables manifestaciones de la dualidad
los extremos del universo indígena. Escultura en
madera de Andrés Medina. Foto de Marco Antonio Ortiz.
eran contrapartes de una relación integral. El concepto que da cuenta
de los flujos portadores de las esencias contrarias pero, al mismo
tiempo complementarias, que suben y bajan, es conocido en lengua
náhuatl como malinalli.
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Danzando en las rocas. “Los Diablitos”. Fotografía de Marco Antonio Ortiz Martínez.
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Los rostros de antaño siguen observando desde la roca. Fotografía de Marco Antonio Ortiz Martínez.
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La evolución hacia
un destino diferente
En una siguiente etapa, algunos asenta- Teotihuacán, cuya primera ocupación ocu-
mientos crecieron y ejercieron el poder a nivel rrió aproximadamente en el año 800 a.C. Con
regional sobre comunidades más pequeñas los años, Teotihuacán alcanzó prestigio como
y adquirieron, con el paso del tiempo, una lugar sagrado y centro de importancia polí-
importancia mayor reflejada en su tamaño. tica, desplazando al gran centro ceremonial
La máscara teotihuacana La organización social favoreció la apari- del sur de la cuenca de México: Cuicuilco, que
de piedra verde quizá
cubrió el rostro muerto ción de especialistas de tiempo completo en tuvo preponderancia hasta el año 200, justo
de un personaje de alto
diferentes labores, entre ellas las funciones el fin del extenso período llamado Preclásico
rango. Fotografía de
Marco Antonio Ortiz. de gobierno. Éste fue justamente el caso de en la arqueología mesoamericana.
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a los
habitantes, quienes no encontraron
otra alternativa que rebelarse y abandonar
la legendaria ciudad. Otra posible causa fue la
presión que ejercieron estados en expansión
en otras regiones, generando conflictos
por el control político y el flujo de produc-
tos foráneos que satisfacían la demanda de
las clases en el poder. Se presentaron cam-
bios drásticos que reconfiguraron política,
económica y
demográficamente grandes
porciones del territorio mesoamericano.
Aparecieron también fuertes elementos vin-
culados a un militarismo creciente.
Malinalco parece haber jugado un papel
secundario durante este periodo tan signi-
ficativo, conocido como Epiclásico (650 a
900). Los estudios arqueológicos efectuados
en el valle hasta ahora reportan solamente un
sitio correspondiente a esta etapa, aunque
es posible que hayan existido otros asenta-
mientos. Se trata de una localidad ubicada
en las inmediaciones de la comunidad de San
Sebastián.
A partir del siglo décimo de nuestra era,
aproximadamente, la región de Malinalco
recibe a grupos de filiación cultural matlatzinca
La máscara de madera, excepcionalmente conservada,
(hablantes de una de las lenguas de la fami- seguramente ostentó un mosaico de piedras preciosas.
lia otopame) provenientes del vecino Valle Fotografía de Marco Antonio Ortiz Martínez.
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de Toluca, quienes o
cuparon diversas áreas y
mantuvieron el control del corredor natural
que comunica las tierras altas del norte con
el valle de Morelos al sur y suroccidente con
la región guerrerense. La importancia de esta
ruta de comunicación se relaciona con la nece-
sidad de acceder a productos sureños, como
el algodón, la piedra verde, plumas de cier-
tas aves y el cacao que tenían gran demanda
en ese tiempo, entre otras mercancías. En este
sentido, uno de los sitios matlatzincas más
significativos es el conocido como Cerro de
los Ídolos, donde realizaron modificaciones
de la cima para edificar una gran plataforma
que, por su gran altura, permitía un excelente
control visual. Ahí también se edificaron otros
basamentos que cumplieron funciones diver-
sas, especialmente de carácter religioso.
La información que aportan los mate-
riales arqueológicos correspondientes a la
siguiente etapa en la historia cultural de
Malinalco se enriquece con los textos e
scritos
en el c
entro de México desde el siglo xvi
por cronistas españoles y m
esoamericanos.
Gracias a ellas hoy sabemos que hacia 1428,
en la Cuenca de México, las ciudades de
Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba formaron
Los diseños de los objetos de uso cotidiano han cambiado a través del tiempo.
En la fotografía se aprecia la forma y decoración de una olla matlatzinca (1200-1521). lo que la historia llama la Triple Alianza,
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Base circular de
scultura de guerrero.
e
Fotografía de Rubén Nieto.
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por el entusiasta personal que labora en la que laboran en la empresa piscícola. Resulta “Ayunar o comer
trucha, delicias al
empresa, como el señor Samuel Morales, paradójico reconocer que muchos de los visi- paladar”. Fotografías
amable vecino de Malinalco, al igual que la tantes sólo conocen esta parte de la riqueza de María Eugenia
Villavicencio y Marco
mayoría de sus compañeros. La siguiente que caracteriza a Malinalco. Antonio Ortiz Martínez.
etapa consiste en la venta a restaurantes y al Pero las truchas no es lo único que un
público de las truchas que han alcanzado el visitante puede saborear. En el jardín prin-
peso requerido (entre 250 y 350 gramos). cipal se pueden encontrar puestos que guar-
Esta actividad productiva es determinante dan una estrecha relación con el patrón que
para numerosas familias, no sólo para las desde la conquista europea caracterizaba a
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iniciar una labor que parece interminable, alimentos son elaborados a partir de recetas “Si está bien o si
está mal, es tamal”.
la de elaborar docenas de tortillas que ahora de hace siglos y se espera que no dejen de
Fotografías de Marco
son apreciadas por la gente. En las “Seis producirse para el beneplácito de propios y Antonio Ortiz.
calles”, que es donde confluyen los límites extraños, ya que representan un legado de la
de los barrios de San Guillermo, San Pedro y rica gastronomía de Malinalco. A estas deli-
La Soledad, se pueden encontrar a las incan- cias se agrega una gran diversidad de frutas
sables mujeres que a diario ofrecen su pro- y verduras provenientes de las huertas que
ducto. Otra ubicación de estas increíbles subsisten principalmente al sur de la cabe-
trabajadoras es la plaza central. Todos estos cera municipal. El complemento ideal a los
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Andrés Henestrosa
Experimentados maestros m
ezcaleros
se esmeran en elaborar esta extraordinaria
bebida, cuidando respetar el legado heredado
de sus predecesores y dispuestos a transmi-
tirlo a los aprendices, en una secuencia que
se ha mantenido desde tiempos inmemo-
rables. El mezcal ha tenido una participa-
ción determinante a lo largo de la historia
de la región. Acompañó a los ejércitos en la
etapa independentista, así como a las fuer-
zas revolucionarias durante el movimiento
armado de 1910. Numerosos acuerdos que
configuraron la nación mexicana se firma-
ron mediando un buen jarro de mezcal. Su
papel en la celebración de acontecimientos
ha sido muy variado, pues se bebe cuando
se gana pero también cuando se pierde;
ha consolado a combatientes en la derrota
y ayudado al desahogo ante un mal amor.
Ríos de mezcal se han bebido en los festejos
populares. No pocos habrán experimentado
un intenso mareo al viajar por las espirales
ascendentes de malinalli gracias a los efectos
que produce su consumo en exceso y, al día
siguiente, sufrido la resaca de las corrientes
descendentes.
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“Para todo mal el mezcal, para todo bien, también. Y si no hay remedio, litro
y medio”. Fotografías de Marco Antonio Ortiz Martínez.
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Por un resquicio se
ve a San Guillermo.
Fotografía de Rubén Nieto.
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“Arrancaron nuestros
frutos, cortaron nues-
tras ramas, quemaron
nuestro tronco, pero
no pudieron matar
nuestras raíces”. Poema
náhuatl (anónimo).
Fotografía de Rubén Nieto
Hernández.
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Procesión religiosa tra-
dicional. Fotografías de
Rubén Nieto Hernández.
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Ofrenda a quienes regresan año con año. Fotografía de Rubén Nieto Hernández.
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“[...] el que trata en cosas de medicina conoce las hierbas, raíces, árboles, piedras,
y el incienso de la tierra y todas las cosas que sean raíces, que sean hierbas”.
Sahagún (Códice Florentino, Libro Décimo, capítulo XXIV).
¿El agua?
Es el elemento generador de vida
y también primera necesidad del hombre.
Andrés Henestrosa (2003)
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13 Prólogo