J. Leourneau - Como Hacer Un Informe de Lectura - Caja de Herramientas Del Joven Investigador
J. Leourneau - Como Hacer Un Informe de Lectura - Caja de Herramientas Del Joven Investigador
J. Leourneau - Como Hacer Un Informe de Lectura - Caja de Herramientas Del Joven Investigador
LA CAJA DEHERRAMIENTAS
DEL JOVEN INVESTIGADOR
Guía de iniciación al trabajo intelectual
La C a rreta
E di tores JU J.
Medellín, 20 09
Contenido
Presentación 13
Recomendaciones al usuario 17
Capítulo la. Realizar un trab ajo de inve stigación: un procedimiento en cuatro etapas
Jocelyn Létoumeau 181
Capítulo 13. Cómo exponer los resultados de una inv estigaci ón en función de
un obje tivo definido: el plan de trabajo
Jocelyn Létourneau, con la colaboración de H éí éne Gaudreau 205
21
El informe de lectura es un ejercicio que exige una atención enorme, mucho
rigor, un gran esfuerzo de síntesis y un espíritu crítico desarrollado. También re-
quiere de parte del reseñador un buen conocimiento del contexto en que se pro-
dujo la obra evaluada, un dominio mínimo del perfil intelectual de su autor o
autores, y una comprensión amplia y profunda del debate (teórico, metodológico,
historiográfico y político) en el seno del cual se inscribe la obra.
El informe de lectura se diferencia del simple resumen de lectura por la distan'
cia relativa que debe tomar el reseñador en relación con la obra objeto de evalua-
ción. En efecto, el informe de lectura no consiste en una mera repetición conden-
sada del contenido de un libro. Mediante su práctica se trata más bien de acceder
a la estructura fundamental de un libro, de establecer sus propiedades distintivas,
así como algunas de sus características no perceptibles a simple vista: la tesis que se
desarrolla, la intención del autor, la progresión de su razonamiento, entre otros
aspectos. Esta distancia relativa supone que el reseñador domina varios niveles de
lectura, de los cuales aquí se tratarán tres, a saber: lectura de asimilación, lectura
de comprensión y lectura crítica. Más adelante, en este capítulo, se tratará por
separado cada uno de estos niveles.
Un buen informe de lectura suele dividirse en tres partes. En la primera se sitúa
la obra; en la segunda se la analiza minuciosamente, develando su contenido; en
la tercera se la valora.
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En segundo lugar, ubicar un a obra de manera adecuada supone brind arle al
lecto r una cierta cantidad de infor mació n ace rca del contex to en que la misma se
produjo. En estas condicion es, es necesario precisa r a qué público se dirige la obra;
en qu é coyuntura políti ca, social o intelectual fue preparada; de qu é corr ien te teó-
rica, metodológica o historiográfica la resca ta su autor.
Ubicar de manera adecuada al autor de una obra significa, llegado el caso,
indicar por qu é un a obra - que bien puede haber sido preparada por uno o varios
autores- posee por el hech o mismo de la au toría indi vidu al o colec tiva un interés
n uevo y singular, así com o un a orientación original.
Identificar los objetivos y precisar los límites que el autor le fijó a su proyecto
y el camino que eligió para realizarlo significa, en primer lugar, destacar la perspec-
tiva elegida por el autor para acercarse a su objeto de est udio, definir su marco de
aná lisis, y delimit ar el espacio pertine nte de su argume ntación . Significa también
reconocer el proced imiento que utilizó el autor para adelantar su dem ost ración.
Por último, significa escla recer las opciones básicas que funda men tan la gestión
intelectu al del auto r: sus mé todo s, sus proce dimientos de aná lisis, el tipo de prue-
ba, el ton o de su texto, entre otros aspectos . La ide ntificación de los obje tivos y la
prec isión de los límites de un a obra son cond iciones indispensables cuando se de-
sea evitar come ntarla en función de criterios insostenibl es y ligeros que traiciona n
el pro yecto del autor.
Precisar las particularidades de una obra significa resaltar aquellos rasgos que
la carac terizan y diferencian , impri miéndo le origina lidad, pertinen cia e inte rés.
Segunda parte: esquema y análisis de la obra
El objetivo de la segunda parte de un infor me de lectura consiste en introdu cir
al lector en los procedimientos de razonamiento y en el contenido de la obra.
Idealmente esta segunda parte se descompone en tres subseccio nes que corres pon-
den a un nú mero eq uivalente de párra fos:
• desen trañ ar la tesis que se desarrolla en la obra;
• identificar el hilo conduc tor y las diferen tes artic ulacio nes de la demostración
realizada;
• establecer el desarrollo grad ual de la argumentación, cuida ndo de d iferenciar
10 esen cial de lo sec unda rio.
En esta parte el reseñador le presentará al lector las principales hipótesis formu-
ladas, los puntos fuer tes de la de mostración , la origina lidad y audacia de las aseve -
racione s, la profundidad del análisis, la agudeza de las observacio nes, la pertinen-
cia de los ejemplos y el alcance de las conclusiones. Co mo es ape nas natural, la
extensión de un inform e de lect ura depende del espac io de redacción que se le fije
al estudia nte.
En esta segunda parte, el joven investigador debe ser respetu oso en extremo
con el razonamiento del au tor y con la complejidad de su argum entación, evita n-
do caricaturizar y trivializar sus tesis y sus análisis. De hech o, debe busca r un eq ui-
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librio en tre la síntesis y los ma tices, resalt ando la riqu eza de los argumen tos. De ahí
que el informe de lectura de una obra exija del reseñador una comprensión profun-
d a del documento que tiene entre sus manos.
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de algunos secretos que brinda la experiencia contribuye a mejorar la calidad ge-
neral del ejercicio, en contenido y forma.
Antes de la lectura
Contrario a lo que se piensa, el trabajo preliminar a la lectura atenta e integral
de la obra reseñada es muy importante y en ciertos casos determinante.
Resulta esencial conocer al autor de la obra reseñada, aunque sea de manera
somera, a través de sus trabajos, de los temas sobre los que escribe, de su carrera
intelectual, de las redes intelectuales a las que pertenece, entre otros aspectos. Se
trata de asuntos que pueden dar cuenta de varias características internas de la obra,
tales como el tono del texto, el estilo, la aproximación metodológica elegida, los
asuntos que aborda, el tipo de prueba que utiliza. Una obra de Condolezza Rice
sobre la intervención militar estadounidense en Irak no puede ser evaluada de la
misma manera que un trabajo sobre la materia escrito por un tercermundista decla-
rado o, aún más, por un universitario que, sin adhesión partidista precisa, se propo-
ne considerar todas las facetas que supone un análisis matizado.
Es cierto que no siempre es fácil encontrar información sobre el autor de una
obra. Sin embargo, se puede salir del trance explotando diversas fuentes de infor-
mación incluidos los recursos de Internet que permiten hallar el nombre de un
autor mediante motores de búsqueda conocidos (Google, Yahoo, Altavista,
Infomine, entre otros). Piénsese por ejemplo en la nota biográfica que aparece con
frecuencia en las solapas o en las páginas introductorias de un libro . De la misma
manera, se puede echar mano del catálogo electrónico de las grandes bibliotecas
que en la "rúbrica" autor presenta de manera más o menos exhaustiva la lista de
obras publicadas por el mismo . También se puede recurrir a la bibliografía incorpo-
rada por el autor en la propia obra objeto de la reseña, donde es frecuente que
aparezca una lista de los trabajos (publicados o inéditos) del mismo. Por último,
algunos repertorios y diccionarios especializados, por ejemplo el Diccionario biográ-
fico y bibliográfico de Colombia en dos volúmenes (Bogotá, Editorial Águila, 1939),
presenta información biográfica de una multitud de autores más o menos conoc í-
dos'. Es indudable que un investigador diligente siempre tendrá a su alcance un
diccionario de nombres propios. Por último, debe recordarse que algunas grandes
bibliotecas poseen catálogos centralizados de notas biográficas que pueden ser de
gran ayuda para el estudiante.
Una manera rápida de identificar el tema de una obra, de desentrañar con
precisión las intenciones de su autor, de identificar la metodología que utiliza, de
conocer el público al que se dirige y de tener una idea del plan de trabajo que sigue
y de la articulación de las partes del libro, consiste en leer de manera atenta la
introducción. Una buena introducción suele ofrecer y justificar este tipo de infor-
mación. La lectura juiciosa de la introducción es el requisito indispensable de una
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lectura comprensiva de un libro. En ciertos casos, esta lectura de la introducción
puede complet arse con el an álisis minucioso de la tabl a de con tenido, sobre tod o si
ésta apa rece det allada.
Por últ imo, an tes de em prender la lectura integral de la obr a, el estudiante
advertido tendrá en cuen ta un conjun to de detalles insignifican tes a primera vista,
tales como la fecha de publicación de la prime ra edición de la obra, qu e permite
identificar la coyun tura política, social e int electual en la cual el libro fue escrito; la
colección en la qu e fue publ icado, que revela los límites ed itoriales del proyecto
del autor (una obra publicada en un a colección existe nte debe conformarse a cier-
tas exigencias que influyen de manera decisiva en su conte nido y forma); los traba-
jos citados en las referenc ias, que dicen mucho ace rca del esfuerzo de investigación
del autor y de l tipo de información con el cual dec idió prepara r su obra.
Durante la lectura
El estudia n te encargado de reseñar un a obra de be practicar tre s niveles de lec-
tura para pene tra r de modo ade cuad o el con te nido de un libro. Co n la experiencia
est e trabajo puede hac erse de un sólo golpe.
En el primer nivel de lectura se asimila el con tenido de la obra. A quí el objeti-
vo central consiste en en tender, en informarse, en saber escucha r al autor. Despu és
de esta lectura, el estudian te de berá estar en capacidad de responder a la siguien te
pregunta elemental: ¿Al fin de cuentas, qu é es lo que sostiene el au tor en la obr a?
Este prime r nivel de lectura debe con du cir a un "desciframiento" de la ob ra, traba-
jo impor tan te qu e permite la iden tificación de las principales afirmaciones que
figuran en los encabezamien tos de los párrafos, alrededor de las cuales se estru ctura
y se desa rro lla el objetivo; la iden tificac ión de las pruebas qu e fundamen tan aque-
llas afirmaciones; la localización de las incoherencias de la argumentación; la an o -
tación sistemática de los errores, de las erra tas, de las faltas de est ilo, de las frases
pesadas, entre ot ros aspectos . En lo posible, el estudiante debe reconstituir la arm a-
zón de cada uno de los capí tulos en hojas apa rte, resumiendo en un a frase o con
un a palabra clave lo esencial de un párr afo, de un bloque de párrafos, o de un a
sección. Este trabajo resulta fundame n tal, pues pe rmite que nada se olvide y hace
posible diferen ciar de modo inm ediato lo esencia l de lo acceso rio. En el ejemplo de
lectura de asimilación que figura en la págin a siguiente se presenta un ejer cicio de
desciframiento.
En el segundo nivel de lectura la finalidad consiste en comprender los pro-
cedimientos seguidos por el a utor, en reconocer y acep ta r sus opciones e in ten-
ciones, en ca pta r la lógica de su argu mentación y de su demostración. Al final de
esta lectura el estu diante esta rá en capacidad de respon der las siguien tes pregun-
tas: ¿Cómo se las ingenió el autor para en unciar sus ide as? ¿Q ué ca mino tomó
par a alcanza r su objetivo ? ¿De qu é mane ra circunscri bió su propósito ? ¿De qu é
premisas part ió? Esta lectura compre nsiva le per mit e al joven inve stigado r acce -
der a la estructura de la obra e insta larse en el corazón del pensami ento del auto r.
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Lectura de asimilación y tr abajo de desciframiento de un texto!
Enca bezamiento [N o cabe d uda qu e du rante las réca das de 1940 y 195 0, la pobla- Id
de párrafo ció n de Q uebec pudo be ne ficia rse de am biciosos prog ra mas te Id
seguridad y asiste n cia social implemen tad os por el go bie rn o fede -
ral y a los cu ales co n trib uyeron finan cieramente las prov inc ías.]
1cr elemen to de De ert e modo , a partir de 1940, cie rta s categor ías de tra bajad ores 15
prue ba q ue se se hall ab an fue ra de la prod ucció n económi ca pud iero n <p
accede r a benefici os de segur o contra el desempleo . Por su lado, a
2.10 eleme n to pa rtir de 194 4, las familias con n iños a cargo pud ieron beneficiarse
de su bsidios familiare s. A partir de 1951, las per son as mayores de
Jer ele me n to 70 años pud ieron disponer de pres tacione s de segurid ad para la
vejez, y las pe rso na s entre 65 y 70 a ño s, de subsidio de asisten cia a
4'0ele me nto la vejez. Los ciegos y los inválidos, po r su parte pu die ro n be nefi-
cia rse , a partir de 1951 y de 1954, resp ectiva mente, de una a mplia-
)'0 elemento ció n de los c riteri os de ad misi bilida d a los progra ma s de asiste nci a
fina ncie ra que se les reser va ron . Por último, a pa rtir de 195 9, las
per sonas nec esita d as y desprov istas de e mple o , pu die ron contar
Concl usió n del co n los be neficios de asiste nc ia al dese mpleo . [H ist óri cam ente,
párra fo todos estos progr amas tuvieron po r co nsec ue ncia la disminu ción
de la parte de los riesgos inher entes a la vida di ari a y favo rece r el
con su mo de bien es por pa rte de ca tegorías sociales con dificultades
pa ra adquirir en el mercado las co ndicione s de su re producción.]
2. La re visión técnica de este rec uadro est uvo a cargo del señor Petcr Preminger, Ad min ist ra -
do r de Em presas de la Unive rsida d de Mia mi (Flo rida) .
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Es la condición indispensable para tomar la famosa distancia con relación a la
obra, de la cual se habló antes. Tal distancia le permite al estudiante alejarse del
texto, evitándole caer en el resumen y en el riesgo de traicionar el proyecto del
autor, su razonamiento o su estrategia de demostración.
En el tercer nivel de lectura se trata de examinar la obra de manera crítica.
Esta lectura le permite al estudiante responder a las siguientes preguntas: lcuál es el
alcance y la envergadura de las ideas sostenidas por el autor?, «lónde radica el
valor e interés y también las debilidades de sus tesis? ¿En verdad su esfuerzo es
original, novedoso y estimulante? Por este camino, aprovechando los resultados de
sus lecturas precedentes, el joven investigador logra una evaluación pertinente,
matizada y fundamentada de la obra.
Al momento de laredacción
Llegado el momento de redactar un informe de lectura importa observar tres
principios:
1. En primer lugar, hay que reflexionar. Una mala reseña es casi siempre el fruto
del trabajo de un estudiante distraído que lee sin asimilar ni comprender las
páginas que devora, alguien que no permite que su lectura se decante antes de
concentrarse en la escritura, y que redacta de forma mecánica su texto creyen-
do que la observancia inflexible de un método de trabajo puede eximirlo de un
esfuerzo de inteligencia.
2. Enseguida, es indispensable utilizar un diccionario ideológico para encontrar
la palabra justa y el matiz apropiado y para imprimirle belleza a la expresión
escrita.
3. Por último, se trata de que el reseñador cuide su propio estilo, busque la sín-
tesis y se esfuerce siempre por situar de modo adecuado al lector en relación
con el desarrollo de su propio texto. Esta puesta en escena puede efectuarse
recurriendo a ciertas frases consagradas por el uso. Por ejemplo: "El asunto
de que trata esta obra es..."; "El objetivo del autor es:"; "Esta tesis se descom-
pone en... partes"; "En el texto reseñado se destacan los siguientes resulta-
dos:", entre otras.
3. Ejemplos de reseñas
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Antes de terminar, se impone hacer una observació n. Desde hace un cierto
tiempo ha venid o multiplicándose el número de obras colectivas. Se sabe que una
obra colec tiva nunca es fácil de reseñ ar, dada la frecu ente heterogeneidad de los
tex tos que la componen. Sin emb argo, se ofrecen dos posibilidades al joven inves-
tigador, a saber: proceder de man era convencion al, dest acand o la contribución de
cada uno de los autores al tem a central de la obra , o bien señalar un cierto número
de subtemas que informan acerca de la materia del libro, matizand o el aporte de
algunos texto s en relación con uno o varios tem as.
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Reseña de un texto corto*
Robe rt , [ea n-Cla ude . Du Canada [tancais au Québec libre: hisroire d'un mouvemem indepéndantisre [Del Canada fra ncés al
Quebec libre : his to ria de un movimiento ind epend en tist a], Pa rís, Flamrnarion, 1975, 323 p., ma pas, biblíogr., pp . 199-206.
Reeditad a co n el título "La Révolution rranqu ille", e n: Le Québec en rexres, 1940-1980, tex tos compilad os y prese ntados por
Géra rd Boismenu, Laurent Mailho t et [acques Rouíllard, Montreal, Boréal Exp ress, 1980,574 p., c uadros, cronol., biblíog.,
pp . 207-213.
C ontexto y ori ge n
Géne ro del te xto (ind ica En este texto de sín tesis prepar ad o so bre todo para un púb lico francés,
los límit es del texto)
Competenci as de! au to r [e an-Cla ude Robe rt , histori ador reconocid o y autor de va rias obras sob re la histor ia d e Q uebe c
y la de Mo nt rea l,
In te nción de l au tor y se propone determina r y defi ni r las pri ncip ales ca racterístic as de la Revolución Tranqu ila,
te ma q ue a borda episodio célebre de la hist or ia rec iente de Quebec.
Su obje tivo es tr iple y consi ste en identificar los principales cambi os que se prod ujer on en el
Obj e tivos específicos del seno de la soc ieda d q uebeq ue nse desde 1960 ha sta 1966, en destacar las d iscon tinuid ades
text o apa re nt es entre e l pe riodo de la Re voluci ón Tr an qu ila y e l del régimen d e D uplessís' : ade más
propone una cronología d e los aconte cimie n to s que pautaron la Re volución T ranq uila.
T ipo de an álisis El a utor ad el anta para e ste pe riodo un an álisis qu e es de script ivo e n lo esencia l y una
in terpretaci ón ba sta nte clásic a.
Int1uencia de la El te xt o de Robe rt fue preparad o en un a coy u n rura po lítica y social ca rac te rizada por la
coyunt ura sobre los efer vescenci a de un n acionalismo agresivo y el asce nso de l proyec to auronomista q uebeq uense,
asuntos que se tra tan y se insc ribe e n una corriente hist or iogr áfica que se propo ne dar cue nt a del la rgo proce so de
afirmación de la so ciedad quebequense com o socied ad dist inta e ín tegra.
Esquema y aná lisis
Tesis propuesta Par a Robe rt, la Revoluci ón Tr an quila es "e l conjunto de transformaciones que experimen tó la
provincia de Q ue bec entre 1960 y 1966".
Desarr ollo de la tesis Según Robert, estas transformacion es so n de tre s tipos, a sabe r: la crecien te responsabi lidad co n
la que los q uebeq uense s se intere saron por los asuntos de su gobierno, la a firma c ión de un
plura lismo ideológico y e! ad venimien to de un nu ev o nac iona lismo .
Estas tr ansfo rmac iones distingu en de man era clara e! per iodo 1960-1966 con respec to a los
H ilo co nducto r años a nt eri ores, calificad os de manera ca ricatura ! aunq ue significa tiva como los añ os de la
"Gra nde N oir ceur" (Gran O scu rida d)'. Lejos de hab er surg ido de l azar, estas tran sform ac iones
fue ron provoc adas por nuevos sec tores soci ales que logra ron de splazar a las ant iguas élites.
Para Robert, las cara cte rísticas más sobresa lientes del peri od o 1960-1966 son la intervención
cad a vez mayor d el Estado en ma teria de desarro llo ec onóm ico y socia l, la voluntad de
democ ra tizar la vida po lítica , en pa rt icu lar la apertura de la cultu ra qu ebequen se a la cult ura
francesa, la decade ncia d e la rel igió n y la eme rgen cia de un nuevo na cional ismo combat ivo . La
Elementos esenc iales de Re vol ución Tranqui la ' fue pautad a por vari os acontecimien tos impo rtante s qu e re velan su
la argume nt ación ca rácte r renovador (adveni m iento de los libe ra les al pod e r, a parició n de l1lSo[ences du [rere Uruel
["Insole nc ias del Fra ile Fu lan o d e T al"], co misión Pa renr, inauguración de la Délé¡;ationgénémle
du Québec [Delegación G enera l de Qu ebec] e n París, naciona lizac ión de la electricid ad ). Este
movimien to fue sofocado a parti r de 1964.
Bal ance
Del tex to de Robert se desprende la co ncl usión de qu e con la Re vo lución T ranq uila se in a ugura
Princ ipa les en seña n zas una n uev a fase de la evoluc ión histór ica de Q ue be c. Est a fase se ca ra cte riza po r la in terve nción
del te xt o crec iente \' generalizad a del Estad o y por la voluntad de los q uebequcnscs de aseg ura r y asum ir
su destino colectiv o.
S ituac ión Esta obra es la prim era entrega de un a serie de tres volúme nes de próxima aparició n
de la o bra en que se trata la histo ria eco nómic a de Ontar io. En los dos volúmen es restantes se
considerarán periodos anteriores al que estudia el autor. Este tra bajo de sínt esis
Gé nero de
preparad o por un eco nomista prestigioso de la Universidad de Toronto se destina a
la obra
un público amplio. No es ave nt urado supo ner el aprecio q ue se le reservará, en
Asunto principal par ticular por los investigad ores deseosos de enco ntr ar, en una sola obra, un
qu e se tr ata pan oram a bastante co mpleto de las prin cipales facetas del desarrollo económico de
en la ob ra Ontario despu és de 1939.
El obje tivo q ue se propo ne el autor apa rece en un ciado con clari dad en el prefacio. A llí
Objetivo que se
se da cuenta de las principales caract erísticas del desar rollo eco nó mico de Ontario
propone
durante el period o 1939-1975, y se destaca el papel del Estad o en la organizaci ón y
el a uto r regulación de la vida económic a. Se dej ó de lado el apo rte del sec to r privado a este
desa rrollo. El objetivo del auto r det ermina la organizació n gene ral del libro. De o nce
ca pítulos (incluyendo las co nclusiones), tres se ocup an de la incidencia de disti ntos
factores al crecimiento económico ontariensc, cuatro trazan la evolución de los principales
sec tores de la acti vidad econ ómica de la pro vincia y otros dos destacan la importancia
Orga nizació n
creciente del papel del Estado en la administración de la mano de obra, la asignación de
gene ral
recursos y la regulació n econ ómic a. En el ca pítulo introductorio el autor esboza las
de la o b ra condicione s eco nó micas de Ontario dur ante la posguerr a. Allí seña la los princi pales
desafíos que hubieron de en frentar los elegidos de aquel entonces y recon struye algunas
posturas importantes que se defendieron en los debates púb licos.
En conju nto , la argumentación es sobre todo descriptiva. Ahí radica el principal mér ito
Metodolo gía del libro, de allí emana tod o su interés. El au tor evita fundamentar su objetivo en un
modelo explicito de a nálisis económico. Es claro que Rea no se propon e con struir su
tesis sobre una con sideración axiomática del funcion amiento de una economía nacional.
En la prácti ca, retom a las clasificaciones conv encionales que apar ecen en la mayoría de
Lím ites de la los manu ales de econ omía. S in embargo, este método en nada le resta int erés a la ob ra',
disc usión cuyo objetivo prior itario cons iste en informa r y docu mentar y no en in terpre tar y
deb atir. Muy prudente con lo que se propone, deplorando en todo momento la carencia
de pruebas concluyentes, el a utor se rehú sa a asumir un a posición q ue lo ob ligue a ser
tajante, El aspecto más evide nt e, que como es na tural apa rece con frec uencia, consiste
e n saber si la int ervención regulad ora del Estado ha tenido efectos positivos en el
c recimiento econ óm ico de la pro vincia. A unq ue uno de los supuestos de la época -
inspirado en la aprop iación local de las ideas kevnesian as - se incl inaba por la tesis de los
efec tos positivos de la intervención del Estad o, el análi sis económico por su parte sólo
en rarísimas ocasiones llegó a demostr ar la realidad de estos efec tos.
Carac te rísticas
Escrita en un estilo sobrio, apoyada en una documentación procedente en lo esencial de
dis tintivas
archivos ministeriales, en informes de comisiones de estudio, en compilaciones estadísticas
de la ob ra y en estudios especializad os, la obra se halla enri qu ecida co n un índice provisto de
utilidad. El texto va acom pañado de cinc uenta y un cuad ros. Una bibliografía y algunos
mapas le hubieran permitid o sin dud a al lector visualizar la configur ación cambiante del
espacio eco nómico o ntariense. No obstante, la obra forma parte de una serie que incluye
una guía bibliográfíca (O IgaB. Bíshop er al., Biblíography oi Ontario HÍ5tOTy , 1867-1976:
Cultural, Pouucai, Social, 2 v. 1980) y un atla s histórico (R. Louis Gen tilcore
et C. Gra n t Head, Cntario's Híswry ín Maps, 1984).
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La argumentació n que desarrolla el autor se organiza alrededo r de dos líneas directrices
qu e se entrelazan una y otra vez. Los puntos más destacados de esta argume ntación se
puede n resumir de la siguiente man era:
1. Después de la guer ra, Ontario, en particula r la región del Sudeste, consolidó su
posición co mo primer centro ind ustria l y financiero del Ca nadá. Varios fact ore s explic an
este fenómen o: un crecimien to dem ográfico con side rable asociado con mo vimientos
migrator ios, int ern acion ales e inrerprovinciales, bene ficiosos para la prov incia; un a alta
Tesis propuesta tasa de participación de la mano de obra e n las actividades rem uneradas, e n particul ar
de la mano de obra femenina; una exp ans ión del espacio eco nómico existen te, gracias
al domi nio de nue vas tecn ologías que posibilita ron la explotación ren table del potencial
minero y forestal de la provinc ia; un vol umen muy elevad o de inv ersiones privadas y
Ele m e ntos
públicas, en partic ular en el sector de la construcción residencial y come rcial, e n las
principales
infr aest ructuras de l transpor te y en la exp lot aci ón del potencial hid roelé c tr ico ; un
d e la demos tración aum en to co nstante de la demanda de bienes de eq uipamiento y ser vicios, expl icable
por el au men to de los ingresos reale s, por la mejo ra de las condiciones de la oferta y la
trasformación de las moda lidades del cons umo popu lar. Las consecuenci as que originaron
estas tendencias de fo ndo sobre la estr uc tu ra industr ial de Ontario fueron no tables.
produjo un cre cim iento cons iderable de l sec to r de los servi cios, del come rcio y de las
finanzas , así como del tu rismo ; un descenso relativo de las actividades asociadas con los
sec to res de la agricultu ra, la pesca y las pieles com o fuen te de ingreso s y de empleo; una
cons olidac ión de la importancia de las ac tividad es mineras y forestales, gen erado ras de
un desa rro llo notable en las regio nes ubicadas más a l norte de la provincia ; el
manten imien to de la ind ustr ia manufactu rer a como fuente importante de e mpleo,
ingresos y valor agregado .
2. Dur an te el per iodo conside rado , la in tervención regul adora del Estado se manifestó
de modo gradual en casi todas las esferas de la actividad eco nó mica. Sin embar go , es
nec esario precisar que esta prese ncia del Estado tiene men os alcance en On tar io que en
o tras provincias. Entre los aspectos q ue confirman la importanci a adqui rida por el
Estado figura la búsq ued a de un cierto o rdenamie n to de las relacio nes intercapital istas
Tesis prop uesta por med io de la regulación de los mercados, el objetivo de admin istrar la mano de obra ,
la ampliac ión de la legislación labo ral, la fina lidad de ejerce r un contro l rela tivo sobre
las condiciones de ex plotación de las riq uezas naturales med ian te la insta urac ión de
medidas preven tivas, la política de regular ha sta cierto punto las condiciones de vida de
la población, asumiendo una parte de los costos in herentes a la reproducción de las
Elementos par eja s y de los particulare s (educac ión, sa lud , bienestar) . Según el autor, esta
pr inc ipales in tervención crecien te del gobiern o en la vid a económica y social tiene su origen en
d ela cuatro razones princ ipales, a saber: la «reivindicación crecie nte de Estado» por parte de
d emostració n casi todos los sector es soci a les, las presiones generadas por la indu strialización y la
urbanización, la determin ación de los árb itros púb licos on rarienses de resistir a las
pretensiones de l gobiern o federal, int eresado en asumir una res po nsabilidad cada vez
mayor en la organizació n de la vida econ ómic a, lo mismo que la idea cada vez más
exp and ida , en todos los sec to res de la soc iedad , d e la necesidad d e un a intervención
est abilizado ra del Estado, es deci r, lo q ue ot ros autores han llamado la difusió n de una
cul tura social estatista.
Ba la n ce cr ítico Aunque la obra de Kenneth Rea es una referencia ind ispensab le para apr eciar en sus
grandes línea s el desarrollo econ óm ico de Ontari o durante el pe riodo de la posguerra,
presenta un cierto n úme ro,de deb ilidades, sin relac ión necesa ria con el gén ero de la
obr a.
En primer lugar, el autor no relacio nó el desarro llo eco nómico de O n tar io con lo q ue yo
Prim e r aspecto
llam aría «la econ omía polít ica del federalismo rent able» en Canadá, ni con el ámb ito de
critic able competencia especí fica en e l cua l se int egra la provincia, ni con las gran des te ndencias
que se manife staron en est a época en el seno del espacio norteamerican o. En est as
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co ndi cio nes, e l de sarro llo eco nó mico de Ontario apa rece com o e l resu ltado de la dinámic a
de un cie rto núme ro de factores c apaces de prod uc ir creci miento en un espac io ce rrado
en la práct ica . A u nq ue se hi c ie ro n algu nas alusio nes al respec to , e n ve rd ad c are nt es de
sign ific ac ió n so bre la argu me nta ción principa l, e l hecho es q ue no se ade la n tó ningún
an á lisis esp ecífico sob re los e fec to s gene rados en el espacio eco nómico on tariense po r la
estrategia de crecim ie nto que desplegó el go bie rn o feder al al fina l de la Seg u nd a Gu er ra
m un di al. A de má s, e l desa rro llo ec o nó m ico de Ont ario cas i n u nca se rel acionó co n la
diná mic a ind us tria l pe c ulia r de la región d e lo s G randes Lagos (m ed io eco nó mico y de
compete nci a al q ue sin la meno r d ud a pe rt e nece e n lo fun dame nta l la provi nc ia) . Por
último, el de sa rro llo ec o nó mico de Ontario tampo co se ana liza a la luz d e la di visió n
eco nómi ca de l trab ajo q ue se im po ne a lo largo de l conti ne nte nortea meri cano d espués
de la G ue rra (e fectos ge ne rado s po r aq ue llo q ue va rios a u tor es han lla mado «in tegrac ió n
continenta l de pend íe nre») . De esta mane ra se de sco noc e toda la co n tribu c ión conceptua l
y ana lít ica de inv estigadores tales co mo Wall ace Clernenr, G le n Williams y David Wo lfe,
para nom bra r sól o a e llos. Au nq ue es indu d able q ue est e hec ho resul ta de una d ecisió n
del ibe rad a del a uto r, no es me nos c ie rto q ue tal opc ió n le imp ide ac ce de r a u n n ive l de
lectu ra más fino del desarro llo econó mico de On tari o y e mpo brece su a ná lisis emp írico .
En segundo luga r, no se e n tiend e bie n por q ué e l a u to r a na liza la «regul ación esta ta l de l
Segun do aspecto produ c to sa la ria l" en u n capítulo e n el qu e e l in te rés princ ipal gir a a lred edor de lo s
critica ble movi mientos de la po blac ión, la tasa d e particip a ción de la ma no de obra, su co mpos ició n
y dist ribuc i ón en los gra ndes sec to res eco nó micos (capítu lo 2) . El estudi o d e la a mpliació n
d el sist ema d e rel acio ne s ind ust riales y del pape l del Est ado en el establec imie n to de
nuevas no rmas sala riales y en la de te rm in a ción de las co nd ic io nes d e tra bajo podrían
haber sido tra tad os en u n capitul o inde pend ien te , d ada la impo rta ncia de es tos aspect os
e n e l ma rco de los esfue rzos de regulació n mac rosoc ial y macr oeconómica qu e de splegaron
las dive rsas insta nc ias de l gobi e rn o desp ués de la gue rra .
En te rce r lugar, el ca pít ulo 10, e n e l c ua l el a uto r se inter esa por e! papel eco nómico de l
Tercer aspecto
go bie rn o pro v incia l de ja al lec to r en las mism as. Es ind ud a ble q ue se t ra ta de un asun to
criticable m uy difíc il de domina r. S in embar go , e ra de espe ra r un a ar gu mentación más rica , por lo
me nos más sugestiva, sobre la d in ámica de la ex pa nsió n del gasto publico en sus com ie nzos.
El cr eci miento d e! pap e l ec onó m ico del gobi e rn o se inte rp re ta como e! resul tad o
im pr e visible de p resi ones coyu n tur ales y conti nge nc ias, pa ra las c ua les es im posible
e nco n trar e n la prác tic a un pr inc ipio coo rdi na dor, una coher en c ia de co nju n to. Qu izá e!
autor esté en lo cierto . Sin emb argo, un o qued a co n e l se ntimie nto d e qu e su int erpretac ió n
es más bie n el resultado de u na re nu ncia a l desa fío de com p re nd er, d e una reflex ió n en
exceso sup e rfic ia l co m pa rad a con e l proble ma pla n teado . En ningún cas o el Estad o se
conside ra co mo un a pa ra to qu e posee una c iert a a u to no mía institu cional y que ac túa de
manera positiva co n la mira de influir so bre las tende nc ias o de in ter ve nir e n la ori entación
del fu tu ro . Es proba ble qu e ia po breza del análisis efec tuado en el capít ulo lO se expli que
en la d eci sión del a uto r de limi ta rse a un a nál isis e m pírico srricco sensu , ye n su renu e ncia
a a p ro ve c ha r c ie rta s pro ble má ticas de sarro llad as por la cie nc ia pol íti ca y la so c io logía
conte mp oránea s. También p ued e se r q ue e l t ipo d e pr ueba qu e se co nside ra válido e n
est as dis ciplinas no sa tisfaga al ec onom ista incap az de re nu nciar de ve ras al pa radigm a d e
la cu anti ficación.
A porte En co nj u n to , la ob ra de Ke n ne t h Rea co nst itu ye u na base só lid a a par ti r de la c ua l es
principal posib le e m pre nde r nu merosos estud ios so bre la h ist o ria eco nó mic a d e O ntar ío , Si la
argumenta ción qu e a llí se des arro lla no es su ficie n te mente au daz, d ad a la gran prudencia
del a u to r, tiene a l me nos el méri to de establecer ciertos pun to s de refere n c ia q ue es
imp osi ble igno ra r. La o bra c u mplirá su objeti vo c ua ndo o tros a utores, más a fo rt un ad os,
decid a n in c ursionar e l un ive rso sie mp re ar riesga do de las inte rpre tac iones ap o yánd ose
sobre la con tri bución de l au to r.
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La elaboración de un informe de lectura
Objetivos del
Situar la o b r a Revelar su contenido Evaluarla
in fo r m e
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