La Lectura
La Lectura
La Lectura
CONCEPTO:
Es una actividad que consiste en interpretar y descifrar, mediante la vista, el valor fónico de una serie
de signos escritos, ya sea mentalmente (En silencio) o en voz alta. (Oral), caracterizada por la
traducción de símbolos o letras en palabras y frases doradas de significado.
TIPOS:
2. Lectura de Estudio: Es la lectura más realizada por el estudiante. Es decir, aquella dirigida a
obtener un conocimiento ordenado y sistemático de un aspecto de la realidad (física, histórica,
matemática, etc…)
La lectura debe ser siempre lentamente, sin prisas, con material auxiliar (Notas, apuntes,
mapas, datos estadísticos, diccionarios, etc.) a mano.
3. Lectura Recreativa: es leer y disfrutar de la misma. Pueden ser textos narrativos, como por
ejemplo los cuentos, los mitos, las leyendas o los textos líricos, como las poesías, los poemas
y así también encontramos los textos expositivos.
Muchos piensan que con la lectura recreativa no se aprende, que sólo la que dan los
profesores sirve. Esto no es así. Con esta lectura no sólo se aprende, sino que también se
desarrolla la capacidad de razonar, se mejora en la redacción, se amplía el vocabulario, se
mejora la ortografía... entre tantos otros beneficios.
Podemos dividirlo en dos subniveles, pero en ambos de lo que se trata fundamentalmente es de dar
cuenta de qué dice el texto.
Nos permite captar lo que el texto dice en sus estructuras de manifestación. En otras palabras, se
trata simplemente de reproducir la información que el texto nos suministra de manera explícita y
directa; de identificar frases y palabras que operan como claves temáticas. En este nivel, todavía no
nos preguntamos por qué el texto dice lo que dice ni cuáles son, por ejemplo, sus intenciones
ideológicas y pragmáticas. Sin embargo, no es conveniente subestimar este nivel literal básico como
un nivel de extrema superficialidad y mínimos alcances. El mismo Umberto Eco llama la atención
sobre la importancia de la interpretación de carácter literal, pues la considera como un presupuesto
indispensable para poder acceder al universo de las inferencias y de las conjeturas textuales.
A este subnivel, corresponden dos prácticas necesariamente reguladas por la comprensión básica
del texto original: la paráfrasis y el resumen
La paráfrasis es una estrategia de enorme importancia para los estudiantes que apenas inician un
curso de composición escrita: orienta sus lecturas hacia temas de interés científico y cultural, motiva
la reflexión sobre dichos temas y permite que el texto original sirva de estructura modelo en la
composición de uno nuevo.
1) Se identifican las proposiciones que subyacen tras las oraciones que conforman el texto
elegido.
2) Y con base en la labor anterior, se reconstruye el texto por medio de una versión propia.
“[La moda implica una cierta fluidez de la estructura social de la comunidad.] [Deben existir
diferencias de posición social,] [pero debe parecer posible salvar estas diferencias;] [en una jerarquía
rígida la moda es imposible”.]
a) Una lectura global del texto, con el propósito de hacerse a una idea general de la temática
desarrollada.
b) Analizar cada uno de los párrafos: reconocer las unidades oracionales, captar su sentido y
jerarquizarlas en oraciones principales y secundarias.
Sin embargo, todo este procedimiento se invalida si el texto elegido no resulta significativo para el
lector. Por eso, los profesores deben ser extremadamente cuidadosos en la selección de las
lecturas que van a ser utilizadas como soporte o ilustración de los contenidos de los
programas.
Este es un nivel que exige mucha mayor cooperación y participación del lector, quien deberá,
entonces, inferir o concluir lo no explicitado por el texto. Conduce a encontrar qué quiere decir lo que
dice el texto y qué es lo que el texto calla.
Esto equivale, en otras palabras, a reconocer que un texto comprende tanto lo dicho —lo explícito—
como lo no dicho —lo implícito—.
Es el momento de preguntarse por qué el texto dice lo que dice, qué es lo que no dice y cuáles son
sus presupuestos e intenciones ideológicas y pragmáticas. Las inferencias que nos permite producir
un texto escrito no son todas de la misma naturaleza. Comparemos algunas inferencias de una frase
como (1)“Juan era pobre, pero honrado” :
Las inferencias (a), (b) y (e) se establecen sobre la base de lo que se dice. Mientras que las
inferencias (c), (d) y (f) se establecen sobre la base de un contenido implícito en los elementos
léxicos, en la estructura sintáctica del enunciado o en la información contextual.
Ahora bien, si comparamos las frases (1) “Juan era pobre, pero honrado” y (2)“Juan era pobre y
honrado”, podemos concluir que son equivalentes desde un punto de vista lógico-semántico, pero no
desde un punto de vista ideológico y pragmático. Las inferencias de (1) no pueden ser, en
consecuencia, semejantes a las de (2).
Además de las tareas descritas en el nivel anterior, el lector establece relaciones y asociaciones de
significado y de contenido, que le permiten identificar las distintas formas de implicación, de inclusión
o exclusión, presuposición, causa-efecto, espacialidad, temporalidad, etc., inherentes a
determinados textos.
En este nivel, asumimos la lectura como una auténtica práctica semiótica, como un proceso dinámico
y flexible de exégesis y hermenéutica, que requiere de un lector dialógico, capaz de leer, además del
texto, el pretexto, el subtexto, el intertexto y el contexto. Leer de esta manera nos prepara, desde
luego, para leer la vida.
Son varias las acciones que un maestro puede adelantar para inducir a sus alumnos a la lectura
interpretativa. La primera: darle mundo al texto, crear los presupuestos de lectura y activar
los esquemas de los lectores. La segunda: inducirlos a aseverar el sentido explícito y a develar los
implícitos a través de un recorrido por los componentes de la textualidad. La tercera: orientarlos para
que realicen la lectura de cualquier componente textual en relación con los demás componentes y de
todos ellos con el intertexto y el contexto.
Observemos cómo con estas acciones hemos aludido a una lectura triple: presupositiva,
aseverativa e implicativa o inferencial.
3. Nivel de lectura Aplicado. Abarca los conocimientos colaterales que apoya la comprensión del
texto. El lector relaciona las ideas expuestas por el autor con sus propias experiencias personales y
establece generalizaciones.