Sermón de Isaías 26
Sermón de Isaías 26
Sermón de Isaías 26
“20Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un
poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. 21Porque he aquí que Jehová sale de
su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la
sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos”.
TÍTULO:
ESCONDIDOS EN DIOS, DE LA IRA DE DIOS.
INTRODUCCIÓN:
Este capítulo 26 del Libro de Isaías en un canto. Lo cual implica que, debemos
estudiarlo como un texto poético.
Ahora, el contexto de este canto viene desde el capítulo 24 por su temática de: “Aquel
Día”. Y va hasta finalizar lo que conocemos como el capítulo 27, siguiendo la secuencia de:
“Aquel día”.
¿Por qué traigo este texto hoy?
ORACIÓN TRANSICIONAL:
porque en ti ha confiado.
4Confiad en Jehová perpetuamente,
Dicho lo anterior, observemos el llamado que el profeta hace por medio de este canto.
Un llamado a la confianza y dependencia del Gran Dios nuestro.
26: 3 - El pueblo de Israel paso por muchos conflictos nacionales, pero mientras
estuvo alineado con Dios en devoción y obediencia a sus leyes, experimento siempre el
cuidado de Dios (Observemos los versos 3 y 4).
En nuestro caso, nunca podremos evitar los conflictos en el mundo que nos rodea,
pero con Dios conoceremos la paz perfecta aun en medio del caos. Cuando nos entregamos
a Él, nuestra actitud es firme y estable. Apoyados por el amor inalterable y el gran poder de
Dios, la confusión que nos rodea no nos conmoverá (Recordar Filipenses 4: 6-7).
Le pregunto: ¿Desea la paz de Dios? ¿Aquella que no da el mundo, sino que viene
por Jesucristo? Entonces, mantenga sus pensamientos y su confianza en Dios, pero también
viva alineado con Dios, agradándole en todo.
En el antiguo pacto se hablaba del justo desde su carácter judicial y moral, como aquel
que vivía en sujeción de la ley de Dios, guardándola en su corazón y poniéndola en práctica.
Obviamente ante su desobediencia estaba el sistema sacerdotal y sacrificial para ponerse a
cuentas con Dios.
Ahora en el Nuevo Pacto, el carácter judicial y moral se mantiene. Solo que el carácter
judicial, fue sellado por Jesucristo ante el Dios y Padre. Mediante la redención de nuestro
En los versos, vemos cómo se comporta el justo ante los juicios de la justicia de Dios:
Vs. 8 y 9.
Pero vemos como lamentablemente se comporta el malvado: Vs. 10-11.
Obviamente, tal actitud no impedirá que llegue el juicio de Dios. estos impíos, como
siempre han terminado y terminaran viendo el favor de Dios para su pueblo y el juicio de
Dios sobre ellos. Por otro lado, nos hace un llamado a reflexión como creyentes, respecto a
lo que anhelamos en este mundo.
26: 8-9 Es cierto que en ocasiones "el camino del justo" no parece ser tan apacible y
no es muy fácil hacer la voluntad de Dios, pero nunca estaremos solos cuando nos
enfrentemos a tiempos difíciles. Dios está ahí para ayudarnos en nuestras dificultades, para
consolarnos y para guiarnos con Su Santo Espíritu.
3. Descansando En El Dador De Paz y Vengador Nuestro.
12Jehová, tú
nos darás paz,
porque también hiciste en nosotros todas nuestras obras.
(LBLA: SEÑOR, tú establecerás paz para nosotros,
ya que también todas nuestras obras tú las hiciste por nosotros. )
13Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros;
pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.
14Muertos son, no vivirán; han fallecido, no resucitarán;
Por otro lado, parte de esa paz divina, es saber que al final de todo, quien vengará
nuestro injusto sufrimiento por parte de este mundo es Él.
4. Un Recordatorio De Dolor y Consuelo.
15Aumentaste el pueblo, oh Jehová, aumentaste el pueblo;
te hiciste glorioso; ensanchaste todos los confines de la tierra.
16Jehová, en la tribulación te buscaron;
En esta parte el profeta es llevado a recordar gran parte del sufrimiento que a través
de los tiempos el pueblo de Dios ha tenido que padecer.
Sufrimiento que tuvo que ver con su pecado, es decir, el justo castigo de Dios como
Padre de ellos, pero también sufrimientos que tuvieron que padecer por causa de la
consecuencia del pecado de otros.
Porque en medio de tanta desobediencia, siempre hubo un remanente fiel al Señor. Y
en todos los tiempos siempre lo habrá. Y lo habrá en cada parte y rincón de este mundo.
Nuestro propósito en El Señor, es que no importa que tan difícil sea tener que morir
a nosotros y los placeres del mundo cada día de nuestra vida, debido a la presión que
recibimos empezando por nuestra naturaleza humana. Persevera en Dios, Él te remunerará al
final de todo.
Recuerde esto: Romanos 8: 18 Pues considero que los sufrimientos de este tiempo
presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.
Y conectémoslo con lo que dice en el verso 19 en la NTV:
“Pero los que mueren en el Señor vivirán;
¡sus cuerpos se levantarán otra vez!
Los que duermen en la tierra
se levantarán y cantarán de alegría.
Pues tu luz que da vida descenderá como el rocío
sobre tu pueblo, en el lugar de los muertos.”
Por ello, es un recordatorio de dolor, pero también de consuelo. Porque aquellos justos
de Dios que han sufrido las consecuencias del pecado de la humanidad, serán remunerados
ante El Padre en la eternidad.
5. Un Llamado De Refugio Divino.
20Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas;
escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación.
21Porque he aquí que Jehová sale de su lugar
Así mismo Dios salió contra Egipto. Y solo sus casas bajo la señal de la sangre del
cordero sacrificado sobre sus puertas y postes, fue lo que los libró de la ira de Dios en la
décima plaga.
Y a través de los tiempos, el pueblo de Israel vio a Dios salir contra sus enemigos
para vencerlos y avergonzarlos por la Gloria de Su nombre.
Bajo el imperio romano, el pueblo de Israel esperaba que el Mesías llegará para que
sucediera lo mismo con Roma. Y esa fue la decepción de muchos. Porque no fue como ellos
lo esperaban.
El Mesías vino a derrocar un reino usurpador, para establecer y extender el suyo por
Jerusalén, Judea, samaria y hasta lo último en la tierra. Y así fue. El Evangelio del Reino de
Dios y la presentación del Señor y Rey de aquel Reino fue anunciada de tal manera que, a
pesar de muchos escépticos, El Reino sigue vigente, sigue extendiéndose en los corazones de
gentes de todas las naciones y El Rey sigue siendo exaltado por los que pertenecen a tal reino,
esto es, nosotros Su Iglesia.
Por otro lado, al final de todo, Dios saldrá en juicio final contra satanás y su imperio,
como también saldrá contra el ser humano y su obstinado pecado. Y cuando eso pase no
saldrá en amor, gracia y misericordia. Saldrá en ira, en indignación. Y ay de aquellos que no
estén escondidos… ay de aquello que no tienen un lugar para refugiarse de la ira de Dios.
Sin embargo, cuando Dios salga en ira e indignación contra los malvados e impíos
moradores de la tierra ¿Qué lugar habrá para esconderse?
Solo un lugar que Él mismo haya provisto, ese lugar es una persona. Esa persona es
Jesucristo. Solo Él, puede alejar a alguien de sufrir la santa ira del Padre.
Jesucristo es la propiciación de los pecados de los hombres. Pero solo de aquellos que
vienen en rendición y obediencia.
Creyente, algún día se manifestará el más terrible de todos los días en donde Dios
haya manifestado sus juicios. En aquel día, si tu vida realmente esta rendida a Él, en fe y
“1Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo
sentado a la diestra de Dios. 2Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3Porque
habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se
manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.”.
Pero recuerde, aquel lugar para librarse de la ira de Dios, solo lo puede haber provisto
Él mismo. El apóstol Juan dijo en su 1ª carta, capitulo 4, verso 10: “En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como
propiciación por nuestros pecados.”.
Y esto es gracia sobre gracia. Dios sabía que necesitábamos ser refugiados de su ira,
y nos dio a Su Unigénito para redención. Por ello, en Él nos redimido, y solo en Él nos
reconcilió.
La gente podrá esconderse en sus casas y cerrar bien las puertas, para que no entre
ningún coronavirus o bacteria, pero nunca así, podrá esconderse del castigo y sufrimiento de
la ira de Dios. Nadie de esa manera, podrá huir de aquel temible Día de la indignación del
Padre, por haberse burlado y haberse rehusado al Señorío de Su Santo Hijo Jesús.
Isaías 26: 20-21, no es un llamado de Dios para esconderse en sus casas para no sufrir
la ira de Dios por medio de un coronavirus. Es el llamado de Dios para esconderse en Él
mismo, mediante la fe en Su Hijo Jesucristo, para que no sufras el castigo de la ira que Él
mismo derramara aquel Día del Juicio, donde llame a todos a cuentas por su rebelión contra
Él y Su Hijo.
Por lo tanto, y con base al verso 9: sigue esperando en El Gran Dios, que Su nombre
y Su memoria sea el deseo de tu alma. Síguelo anhelándolo con tu alma cada noche. Y en tanto que
dure tu espíritu dentro de ti, madruga a buscarlo.