Adoración A Dios
Adoración A Dios
Adoración A Dios
Juan 4:23-24 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán
al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren .
INTRODUCCIÓN
Ahora bien, Dios está buscando adoradores, pero surge las preguntas ¿qué es en
realidad la verdadera adoración? ¿Qué es lo que Dios busca? Definamos entonces la
palabra adorar:
Del Hebreo:
Del Griego:
Entonces, ADORACION es: Actuar dando una obediencia hacia/a DIOS con
reverencia, sumisión, servicio, temor.
Adorar es, en primer lugar, una experiencia interior. Es la respuesta del ser humano
a la revelación de Dios por Jesucristo. Por eso, la adoración privada o personal es natural y
normal. Hay en la especie humana una sed y hambre espirituales que nos empujan hacia
Dios. El salmista expresó poéticamente este pensamiento, “Como el ciervo brama por las
corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía” Salmo 42: 1.
A. LA EXPERIENCIA DE LA ADORACIÓN
A pesar del pecado del ser humano, sobreabunda la santidad de Dios. El pecado es
una realidad; no es una invención de la mente humana. La iglesia no salva, pero es a través
de ella que la salvación por Cristo es conocida y recibida. La adoración revela lo feo del
pecado y la necesidad de un Salvador.
La gran congestión de las ciudades modernas puede hacer que la persona sienta que
no vale en la sociedad y que todo lo que haga con su vida no tiene mayor trascendencia. No
obstante la fructífera experiencia de adoración destaca el sentido del valor y de la dignidad
personal. Como alma preciosa a los ojos del Señor, el que adora se siente que está con él en
los momentos de soledad de la vida.
Debido al individualismo que se vive hoy, el ser humano siente gran necesidad de
compañía. Así, el culto de adoración le da la oportunidad de juntarse con otros, y cubre así
esta necesidad. Pablo estimula a la iglesia en Filipos a unirse en Cristo diciendo:
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo
una misma cosa” (Filipenses 2:2).
Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los
días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos
(Salmo27:4, 11).
El espíritu que Dios puso en el ser humano es lo que le distingue y le hace único. Cuando
Jesús habla de “vida”, la palabra que usa puede traducirse como “personalidad”. “... ¿qué
aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma?” (Mateo 16: 26).
Personalidad es la integración de las cualidades físicas, mentales, sociales, morales y
espirituales del ser humano.
La iglesia se reúne para alabar en la casa de Dios; después se esparce por el mundo para
servir al Señor. Sin adoración habría poca inspiración para el servicio; sin servicio la
adoración tendría poco mérito. También uno debe reconocer que la adoración es una forma
de servicio y el servicio rendido con la actitud apropiada es una forma de adoración.
El primer propósito en la vida debiera ser agradar a Dios con tu vida debería ser agradar a
Dios con tu vida, vivir para complacerlo.
En realidad, la adoración fue primera que la música. Adán adoró en el jardín del Edén y la
música no se menciona sino hasta Génesis 4:21 con el nacimiento de Jubal. Si la adoración
fuese sólo música, entonces todos los que no son musicales nunca podrían adorar. La
adoración es mucho más que música.
Y lo peor es que "la adoración" muchas veces es mal usada para referirse a un estilo
particular de música: "Primero cantamos un himno y después una canción de alabanza y
adoración." O, "Me gustan las canciones de alabanza que son rápidas pero disfruto
más de las canciones de adoración que son lentas." De acuerdo a este uso, si una canción
es rápida o alegre o se usan instrumentos de viento, se le considera "de alabanza". Pero si es
lenta y suave e íntima, talvez acompañada por una guitarra, entonces eso es considerado
adoración. Este es un mal uso muy común del término "adoración".
La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción.
No existe lo que se llama música "cristiana"; sólo hay lírica cristiana. Son las palabras las
que hacen que una canción sea sagrada, no la melodía. No hay melodías espirituales. Si le
pusiera una canción sin las palabras, no habría manera que usted supiera si es una canción
"cristiana" o no.
La adoración no es para beneficio propio, su propósito no es hacerme sentir bien, sino dar
toda la gloria a nuestro Santo Dios. "Me encantó la adoración de hoy. Me sentí muy bien".
Este es otro malentendido acerca de la adoración. ¡No es para nuestro beneficio!
Adoramos para la gloria de Dios. Y aunque es cierto que en la Adoración hemos de
sentirnos bendecidos, ese no es el propósito principal de la Adoración.
Si alguna vez ha dicho, "Hoy no saqué nada de la adoración", usted adoró por la razón
equivocada. La adoración no es para usted. Es para Dios. Claro, la mayoría de los cultos
de "adoración" también incluyen elementos de compañerismo, edificación y
evangelismo; y sí hay beneficios durante la adoración, pero no adoramos para
complacernos a nosotros mismos. Nuestro motivo es traerle gloria y placer a nuestro
Creador.
El salmista David dijo, "Le daré gracias al Señor todo el tiempo. Mi boca siempre lo
alabará." Salmo 34: 1
Toda actividad puede ser transformada en un acto de adoración cuando la hace para la
alabanza, la gloria y el placer de Dios. La Biblia dice, "Ya sea que coman o beban o
cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios." 1ª a Corintios 10: 31
Martín Lutero dijo: "Una mujer puede ordeñar las vacas para la gloria de Dios".
¿Cómo es posible hacer todo para la gloria de Dios? Al hacer todo como si lo estuviera
haciendo para Jesús y al mantener una conversación continua con él mientras lo hace. La
Biblia dice, "Cualquier cosa que hagan, háganlo con todo su corazón, como haciéndolo
para el Señor, no para los hombres." Colosenses 3: 23
Cuando dos personas se han enamorado a tal punto que dicho amor las llevara a sellar su
amor en el pacto matrimonial, estas personas previo al matrimonio han experimentado un
constante pensarse mutuo. Se piensan mientras desayunan, mientras van a sus trabajos o
universidades, cuando están de compras, cuando se van a acostar. Y aunque no estén juntos
todavía, el pensarse mutua y constantemente hace que mantengan cerca el uno del otro. De
esto es de lo que se trata la verdadera adoración: enamorarse de Jesús.
Adorar es más que una posición física, es más que palabras, es más que lágrimas, adoración
es más que cantar o tocar un instrumento, es darlo todo por Él… es negarse a las ofertas del
enemigo de nuestras almas, es reconocer que él es el Señor, dueño de todo y a quien le
debemos nuestra vida, cuando le adoras en espíritu y verdad, y entras en su presencia, Él es
glorificado y tu eres beneficiado.