¡Peligro !

Altas temperaturas
en el trabajo,
¿qué hay que saber?

FINANCIADO POR: COD. ACCIÓN: EI 2017/0002

El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva de la entidad ejecutante y no refleja necesariamente la opinión de la Fundación Estatal para la Prevención de Riesgos Laborales.

Autoría y edición: ISTAS-CCOO | Diseño: QAR Comunicación, SA

Esta publicación se realiza al amparo de la convocatoria de estrategia de acciones intersectoriales 2017 de la FEPRL FSP en el marco del proyecto “Herramientas para
la prevención. Portal de recursos para la información, sensibilización y promoción de la normativa para pymes” (EI2017-0002).
Los episodios de altas temperaturas son cada vez más frecuentes, intensos y
duraderos; hay cada vez más días con temperaturas extremas y también los veranos
duran más.

El golpe de calor es el resultado más grave de la exposición a altas temperaturas

y si la persona no recibe los primeros auxilios y atención médica hospitalaria, suele
resultar fatal. Pero muchas personas sufren también enfermedades por calor que van
desde malestar hasta enfermedades graves, reducción de la capacidad de trabajar e
incremento de errores y accidentes de trabajo.

Buena parte de las personas que enferman por calor están expuestas en tareas al aire
libre, realizando esfuerzo físico moderado o intenso, generalmente en actividades de
construcción o agrarias. Pero el calor afecta también a trabajadores y trabajadoras
en muy diversas ocupaciones, incluso que se realizan en espacios interiores que no
están climatizados.

• Aunque hay personas que son más vulnerables, la exposición a calor excesivo
puede afectar a la salud de las personas sanas. Aunque la capacidad de soportar
el calor mejora con la aclimatación, nadie está libre de riesgos.

• La exposición repetida al calor excesivo produce también efectos en la salud a

largo plazo.

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 LA TERMORREGULACIÓN

Nuestra temperatura corporal interna debe mantenerse estable, en torno a los 37 ºC

(la temperatura normal de la piel suele estar entre 30 ºC y 33 ºC), pero producimos
calor permanentemente; el calor que nos sobra se ha de poder liberar al entorno.
Es el proceso natural de termorregulación, cuyo principal mecanismo es el sudor.

Cuando las condiciones de trabajo dificultan la disipación del calor, y el cuerpo debe
poner en marcha mecanismos fisiológicos adicionales para disipar el calor, aparece
en primer lugar el disconfort térmico. Si aún así la carga de calor es superior a la
que podemos disipar, estamos ante condiciones de estrés térmico.

ESTRÉS TÉRMICO, ¿QUÉ ES?

Las condiciones de trabajo que imponen a nuestro organismo una carga de calor
que suponen un esfuerzo para mantener el equilibrio térmico se denominan estrés
térmico.

u ra/humedad Tres tipos de condiciones de trabajo contribuyen al estrés

rat
pe térmico, actuando juntas o separadamente:
m
te
a
Alt

• 
Ambientes muy calurosos en los que la temperatura del
Esfuerzo fís

Estrés térmico
aire y/o la temperatura radiante, combinados o no con un nivel
alto de humedad, causan que el cuerpo tienda a ganar calor del
ambiente, en lugar de perderlo.
ic o

pa
Ro
• Trabajo físico: con la actividad física se incrementa la producción
de calor corporal (calor metabólico), con lo que se incrementa la
cantidad de calor que necesitamos disipar.

• Ropa: la vestimenta y/o los equipos de protección individual (EPI) que tengan
características aislantes y/o impermeables dificultan o impiden el paso del aire o
vapor de agua, y así la liberación del calor sobrante al entorno (por ejemplo: ropa
gruesa, varias capas superpuestas, trajes aislantes).

Enfermedades por calor

Cuando nuestro organismo pone en marcha todos los mecanismos de los que
dispone para intentar mantener el equilibrio térmico corporal (si la exposición no
se interrumpe), y estos mecanismos no resultan suficientes, nuestro organismo
realiza ajustes adicionales para intentar mantener la temperatura interna en el
rango adecuado. Entonces se incrementa el calor acumulado en el cuerpo.
Activar mecanismos adicionales tiene un coste para la salud. Y si aún así no se
logra detener el incremento de temperatura, y la temperatura corporal central
sigue incrementándose, el cuerpo se vuelve cada vez menos capaz de realizar

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 las funciones fisiológicas normales, desencadenando mecanismos inflamatorios con
efectos graves o letales en la salud.

Primeros auxilios

• Si la temperatura corporal interna alcanza o supera los 39 °C y/o se observa una
Teléfono único de alteración del estado mental o una hipotensión sostenida, debe considerarse
emergencias: 112 que la persona está sufriendo un golpe de calor.
(http://www.112.es)
• ¿Qué se debe hacer ante un golpe de calor? Llamar a urgencias. Sin ayuda
médica urgente, un golpe de calor puede ser fatal. Mientras se espera,
interrumpir la exposición y aplicar medidas para bajar la temperatura corporal (por
ejemplo, paños de agua fría, baño o ducha fría) y trasladar a la persona a un lugar
fresco y oscuro.

Las posibilidades de supervivencia aumentan con la rapidez de la intervención.

Enfermedades Signos, síntomas y mecanismos

Sarpullido por calor Aparecen pequeñas pápulas (manchitas rojas) y picor, generalmente en zonas como la
 cara, el cuello, la parte superior del pecho, debajo del pecho, la ingle y el escroto. Se
asocia a la sudoración intensa, muy habitual en climas cálidos y húmedos.
Edema por calor La hinchazón de las extremidades inferiores, generalmente en los tobillos, aparece al
comienzo de la estación calurosa.
Desmayo o síncope Pérdida de la consciencia o mareo, de corta duración. Suele afectar a personas que
por calor han permanecido de pie durante largos períodos de tiempo sin moverse o cuando se
han levantado repentinamente de una posición sentada o acostada, generalmente
durante los primeros días de exposición al calor.
Calambres por calor Son espasmos musculares dolorosos que suelen darse en piernas, brazos o abdomen,
generalmente al final de un ejercicio prolongado. Puede estar relacionado con
deshidratación, pérdida de electrolitos y fatiga muscular.
Agotamiento por
Enfermedad leve a moderada caracterizada por la incapacidad de mantener el ritmo
calor
cardiaco, sed intensa, debilidad, incomodidad, ansiedad, mareos, desmayos y dolor

de cabeza.

La temperatura central puede ser normal, no normal o ligeramente elevada (menor a

39 ºC). El pulso es irregular, con hipotensión postural y respiración rápida y superficial.

No hay alteración del estado mental.

Suele aparecer como resultado de la exposición a niveles altos de calor ambiental o al
ejercicio físico vigoroso, a veces asociada a deshidratación y/o pérdida de electrolitos,
Golpe de calor Problema grave: el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura, y esta se va
incrementando, pudiendo rápidamente alcanzar los 40,6 ºC.
Los síntomas principales: calor, sequedad y piel roja, pulso rápido, dolor intenso
de cabeza, confusión y pérdida de conciencia. Puede haber náuseas, hipotensión y
aumento de la frecuencia respiratoria.
El cuerpo sufre una inflamación interna, con resultado de lesiones en órganos (como
el hígado, riñón, etc.) y en tejidos (por ejemplo, intestinos y músculos). En su grado
más severo, que puede aparecer rápidamente, además de las lesiones citadas, se
produce una disfunción profunda del sistema nervioso central.
Elaboración propia a partir de OMM y OMS (2015).

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Para prevenir: un plan de acción

Los empleadores tienen la responsabilidad de proteger el bienestar, la salud y la

seguridad de las trabajadoras y los trabajadores ante todos los riesgos laborales,
incluido el calor de origen ambiental externo.

Todas las empresas en las que pueda haber puestos con posible exposición a estrés
térmico deben elaborar, con la participación de los trabajadores, un plan especial
para aplicar durante estos episodios, como parte de su plan de prevención.

Cómo elaborar el plan de acción

Un grupo de trabajo identificará los puestos de trabajo con posible exposición al

calor ambiental y planificará medidas adecuadas a distintos niveles de peligrosidad.
Para establecer la peligrosidad de cada situación se ha de acordar un método de
valoración que permita saber qué grado de protección se necesita en cada momento:
precaución, precaución extrema, o se está ante un grave peligro o peligro extremo. El
método para la valoración puede ser el índice WGTB o bien métodos simplificados,
como el “Índice de calor”, que permiten situar la peligrosidad ambiental para el
trabajo físico a partir de la temperatura y la humedad. En este vínculo se puede
consultar el índice de calor de la AEMT.

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Cómo usar el método “Índice de calor”:

• Ejemplo: a 27 ºC la peligrosidad de realizar trabajo físico se sitúa en el nivel “precaución”. En contraste,

a 28 ºC, si la humedad es del 85%, el trabajo físico alcanza el nivel de riesgo, situándose en “precaución
extrema”.

• Los niveles de peligrosidad indicados en la tabla del índice de calor corresponden a trabajos que se realizan
bajo sombra; bajo la radiación solar, el nivel de riesgo aumenta, tal como se explica en la propia tabla.

• Ningún método de valoración integra todos los riesgos. Cuando se usa ropa gruesa, múltiples capas, o el
uso de EPI, etc., se necesita realizar una evaluación de riesgos de nivel superior.

Medidas a tomar a partir del nivel “precaución”:

• Asegurar sombra y medidas para proteger a las personas respecto a las fuentes
de calor radiante.

• Asegurar el suministro de agua y/o bebidas isotónicas frescas (<14 ºC). Evitar
la deshidratación es un objetivo prioritario, pero hay un límite a la cantidad de
líquidos que el cuerpo puede procesar y mantenerse saludable. No son aceptables
las exposiciones que requieran el consumo de cantidades exageradas de agua.

• Disponer de sitios frescos para realizar descansos.

• Incrementar los descansos y comunicar a las personas que han de hacer las pausas
que necesiten para recuperar su temperatura normal. Si la peligrosidad aumenta,
reducir el esfuerzo físico, modificar horarios de trabajo, aumentar las pausas
programadas, los descansos, rotaciones, etc.

Aplicar planes de aclimatación, con aumento paulatino de la carga de trabajo. Muchos

casos de enfermedades por calor y de accidentes se producen durante el primer día
de trabajo. Por ello es importante que el personal recientemente incorporado, o que
regresa tras un periodo de baja médica, o tras unas vacaciones, trabaje a un ritmo
reducido y realice descansos más frecuentes. La carga de trabajo se irá aumentando
de manera gradual, hasta que la persona desarrolle tolerancia para trabajar bajo
condiciones de calor. Normalmente, la aclimatación se consigue tras más de dos
semanas.

• Plan de monitoreo mutuo, en busca de signos de enfermedad. Los trabajos con

niveles de peligrosidad altos requieren medidas de monitorización más específicas.

• Plan de primeros auxilios y medidas de emergencia: recordar cada día cómo

funciona.

• Formación e información: empezar cada turno informando sobre la severidad de

la situación y las medidas que se van a adoptar durante el mismo.

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• Formación de trabajadores y mandos sobre:
– Los efectos sobre la salud de la exposición al calor.
– La importancia del reconocimiento temprano de los síntomas de las enfermedades
por calor.
– Los contenidos del plan de acción.
– Primeros auxilios y plan de emergencia.
– Las trabajadoras y los trabajadores deben poder identificar las características
personales que puedan reducir la tolerancia al calor de manera puntual (consumo
de medicamentos, embarazo, etc.) o permanente.

Para niveles de peligrosidad más altos:

•  Medidas técnicas y organizativas adicionales.

•  Aplazar las tareas que requieran el uso de EPI o trajes protectores.

•  Prohibir los trabajos en solitario.

•  Etcétera.

Vigilancia de la salud. La exposición intensa o prolongada al calor causa efectos

en la salud a corto, medio y largo plazo. Consulta la guía que sobre exposición
laboral a estrés térmico por calor y sus efectos a la salud puedes encontrar
junto a este trabajo.La vigilancia médica se centrará en la salud renal, cardiovascular
y respiratoria.

Revisión de la efectividad, con la participación de las personas expuestas:

¡fundamental para mejorar!