Ime 174 PDF
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FACULTAD DE INGENIERÍA
Departamento de Ingeniería Mecánico-Eléctrica
Borjas, A. (2013). Estudio de la influencia de las vibraciones de baja magnitud sobre las
osteopatías en el ser humano. Tesis de pregrado en Ingeniería Mecánico Eléctrica.
Universidad de Piura. Facultad de Ingeniería. Programa Académico de Ingeniería
Mecánico Eléctrica. Piura, Perú.
ESTUDIO DE LA INFLUENCIA DE LAS VIBRACIONES DE BAJA MAGNITUD SOBRE LAS OSTEOPATÍAS
EN EL SER HUMANO
2
UNIVERSIDAD DE PIURA
FACULTAD DE INGENIERÍA
Prólogo
Esta técnica de ser efectiva, podría ser accesible para las personas de escasos
recursos, aunque aún no está aceptado como tratamiento, ha mostrado tener efectos
positivos en ensayos clínicos, y se podría seguir la línea de investigando en nuestra
región beneficiando a las personas con osteopenia o adultos mayores con baja masa ósea
y a la larga mejorar la calidad de vida. Es por estos motivos que decidí realizar mi
investigación en este tema, para evaluar la efectividad de esta técnica y la factibilidad de
seguir con los experimentos clínicos en nuestra ciudad.
Resumen
Además de esto, teniendo las plataformas vibratorias comerciales gran aceptación para
entrenamiento, se hicieron pruebas para medir su intensidad de vibración y evaluar según
los estándares si es seguro o peligroso el uso desmesurado de éste.
Por último, señalar que sería interesante la continuación en esta línea con pruebas
experimentales y la implementación del laboratorio de Biomecánica con equipos
especiales que ayuden en la investigación y a la larga mejorar la calidad y masa ósea en
personas con problemas de osteopenia u osteoporosis.
V
Índice general
Introducción 1
Bibliografía 149
Anexos
Introducción
Las señales mecánicas son pieza clave para la formación, mantenimiento y salud del
sistema esquelético y una forma de llegar a este y en especial a las células óseas de una
manera no dañina para la salud es mediante las vibraciones de muy baja magnitud,
esporádicos de alta frecuencia, que transmitidas desde los pies como vibración de cuerpo
entero (WBV), han demostrado tener efectos anabólicos y anti-resortivos, mostrándose
como una posible y prometedora intervención no farmacológica para prevenir o inhibir los
problemas de disminución de masa o fragilidad aumentada presentadas en los huesos como
osteopenia u osteoporosis respectivamente. No sólo se ha estudiado estas vibraciones in
vivo en mujeres con osteoporosis post menopáusicas, niños con discapacidad, mujeres con
baja densidad mineral ósea, adultos mayores y animales mediante WBV, sino también in
vitro directamente a las células óseas clave de la formación y remodelamiento óseo, y en
células madres mesenquimales para la diferenciación del destino de las células a formarse.
El tercer capítulo incluye más conceptos teóricos sobre vibraciones mecánicas y análisis
vibracional. Sus aplicaciones en la ingeniería son muchas, como técnica en el
mantenimiento predictivo, utilizado en todas las industrias, además también se utiliza el
análisis vibracional como herramienta útil en la medicina, en particular para el análisis en
implantes de prótesis femoral no cementadas. Las vibraciones tienen presencia también en
los deportes, como es el caso del tenis, donde los efectos del impacto de la pelota con la
raqueta a esa velocidad generan una reacción que es controlada y amortiguada por la
muñeca y antebrazo cuyas vibraciones viajan alrededor del brazo y llegan hacia el codo y
hombro, que a la larga sino se sigue un plan disciplinario de entrenamiento y médico
pueden ocasionar lesiones en la salud como es el conocido codo de tenista.
El último capítulo toca el tema central de este trabajo, las vibraciones mecánicas de baja
magnitud y alta frecuencia a dosis de breves minutos y su potencial como intervención
para la prevención e inhibición de osteopatías como osteoporosis y osteopenia, por los
efectos anabólicos que ha demostrado tener en distintos ensayos clínicos, pasando primero
por experimentos en animales. En la sección 4.1.1 se explica cómo se llegó a descubrir que
las cargas dinámicas a ciertas frecuencias y tiempo de exposición tenían efectos de
mantener la masa ósea en un estado de desuso o reposo el resto del día, primero con
métodos invasivos en animales para posteriormente utilizar estas señales dinámicas de
forma no invasiva en animales y personas mediante WBV (sección 4.1.2). Punto siguiente
se presenta el fundamento científico de su hipótesis, y experimentos realizados que la
sustentan. Pero para probar esta técnica como un tratamiento para la osteoporosis, se debe
medir que mejoren la masa ósea así como su microarquitectura que predomina en su
calidad mecánica, esto es posible mediante los parámetros morfométricos mencionados.
Pero no todas las plataformas vibratorias tienen este efecto osteogénico, ni son de la misma
forma seguras para la salud, para cuantificar la vibración se usa por lo general la frecuencia
y la magnitud en aceleración; según lo anterior, se midió mediante algunos ensayos la
magnitud de vibración de una plataforma comercial para determinar la intensidad de
vibración con que trabaja sus distintas velocidades no especificadas en manual y poder
concluir si tiene está dentro de los umbrales de tolerancia de tiempo de exposición a
vibración de cuerpo entero según la norma ISO 2631.
Capítulo 1
1.1 Introducción
Estudios del mismo año de Paulson en conductores de tractor indicaron dolor de espalda
baja como molestia más común, rigidez de cuello, dolor en extremidades, trastornos
digestivos, ardor, frecuencia urinaria y mareos.
Así como estos, continuaron los casos de enfermedades, como osteoartritis, hernias
discales, fibrositis traumática, entre otros desórdenes, en diferentes tipos de conductores
mayormente, pilotos de helicópteros, operadores de excavadores (Griffin, 1990.
Apéndice 5).
Lo que despertó mayor interés en conocer porqué estos efectos tan dañinos en los
usuarios con el fin de poder evitarlos y mejorar la seguridad y ergonomía en el trabajo.
En 1911, Giovanni Loriga describió por primera vez los síntomas del síndrome de dedos
blancos causado por vibración por el uso de martillos, taladros neumáticos, etc. Esta
enfermedad de los dedos blancos (HAVS -Hand-Arm Vibration Syndrome) es también
conocida como la enfermedad de los dedos muertos, pues se ponen los dedos blancos y
fríos. Es un trastorno que afecta a los vasos sanguíneos, nervios, músculos y
articulaciones, de la mano, la muñeca y el brazo. (Sección 1.3.2)
Sin embargo no todos los tipos de vibraciones son dañinas para el hombre. Actualmente
se están realizando muchas investigaciones sobre los efectos benéficos de las vibraciones
mecánicas en la salud.
El entrenamiento por vibración fue estudiado por primera vez por el profesor ruso
Nazarov en los años de 1970, los entrenadores olímpicos rusos utilizaron la tecnología de
vibración para un óptimo entrenamiento. Debido al gran éxito de los atletas rusos, el
equipo de la agencia espacial ruso realizó estudios sobre la tecnología de vibración y los
efectos negativos que surgen de la ingravidez espacial, deformación muscular y pérdida
de masa ósea1.
Todos los estudios realizados hasta el momento sobre la vibración de cuerpo entero han
puesto de manifiesto que el uso adecuado de algunas plataformas vibratorias ha sido
favorable para la salud humana. Sin embargo, aún quedan muchos aspectos por describir
y profundizar, especialmente los mecanismos celulares y a nivel tisular, que expliquen
las mejoras físicas que se constatan en los estudios.
Donde a (t) es la aceleración (medida en m/s2) en tiempo t. Tiene una amplitud A y una
frecuencia f ciclos por segundo (unidad = Hertz, Hz); Figura 1.2. La frecuencia es el
1
Página web de CIENCIA @ NASA: http://ciencia.nasa.gov/science-at-nasa/2001/ast02nov_1/
2
Fisiología de Esfuerzo: es el estudio de cómo las estructuras y funciones de nuestros cuerpos se ven
alteradas cuando estamos expuestos a series agudas y crónicas de ejercicio.
6
número de veces por segundo que se realiza el ciclo completo de oscilación, el recíproco
del periodo de oscilación medido generalmente en s o ms (ver figura 1.2).
Figura 1.2 Descriptores básicos de una onda de 1 Hz y 3 Hz, con un pico de amplitud de
1,0 m/s2.
1.3.1 Resonancia
Si una estructura mecánica oscila muy lentamente, ésta se moverá como una unidad
única y coherente, en calidad de una masa pura. Sin embargo, a altas frecuencias, la
vibración puede ser localizado en el punto de aplicación, es decir, la estructura está
aislada de las vibraciones.
Entre estas frecuencias altas y bajas hay una zona donde la respuesta del sistema se
maximiza cuando se compara con el estímulo. Esto es conocido como resonancia. Como
se observa en la figura 1.4, a bajas frecuencias la respuesta es igual a los estímulos;
alrededor de la frecuencia de resonancia la respuesta es mayor que el estímulo, a altas
frecuencias la respuesta es menor que el estímulo. A medida que aumenta la
amortiguación, la respuesta de pico disminuye
Todos los sistemas tienen una frecuencia de resonancia, y las estructuras complejas
tienen más de uno.
Los seres humanos son inherentemente muy amortiguados, aunque las resonancias son
claramente observables. Estas resonancias suponen que si un individuo está expuesto a
vibración, su respuesta dependerá no sólo de la magnitud, sino también de la frecuencia
del estímulo.
Vibración de cuerpo entero ocurre cuando el cuerpo es soportado sobre una superficie el
cual está vibrando.
Las principales posibilidades de este tipo de vibración son tres: sentado en un asiento en
vibración, parados en un piso en vibración, echados en una cama vibratoria.
El umbral absoluto para la percepción de las vibraciones verticales para las frecuencias
entre 1 y 100 Hz es de aproximadamente 0.01 m/s2 (Griffin, 1990), es decir entre estos
valores no se percibirá la vibración, por encima de esta aceleración la vibración puede
traer consigo incomodidad.
3
Fuente: Mansfield (2005).
9
Conductores de tractores.
Vehículos de combate blindados (p. ej., tanques) y otros similares.
Otros vehículos todoterreno:
. Maquinaria de movimiento de tierras: cargadoras, excavadoras,
volquetes, etc.
. Máquinas forestales.
. Maquinaria de minas y canteras.
. Carretillas elevadoras.
Conducción de algunos camiones (articulados y no articulados).
Conducción de autobuses y tranvías.
Vuelo en algunos helicópteros y aeronaves de alas rígidas.
Algunos trabajadores que utilizan maquinaria de fabricación de
hormigón.
Uso de algunas embarcaciones de alta velocidad.
Conducción de algunos ciclomotores.
Algunas actividades deportivas.
Algunos otros tipos de maquinaria industrial.
Figura 1.5 Ejes de vibración para la vibración de todo el cuerpo centrado en los pies, el
asiento y la espalda. Fuente: adaptado de Griffin, 1990.
10
a (f)
T( f ) = columna
aasiento ( f )
4
Kitazaki, 1994; Mansfield y Griffin, 2000; Matsumoto y Griffin, 1998
5
Extraído y adaptado de Padan y Griffin, 1993
13
F( f )
Z( f ) =
v( f )
F( f )
M( f ) =
a( f )
Para sistemas rígidos, la masa aparente es la misma que la masa del sistema, pero para
sistemas más complejos (como la del cuerpo humano), bajo efecto de vibración, la
ecuación queda en función de la frecuencia, incrementando la masa aparente en algunas
frecuencias, siendo mayor aún que la del sistema. A muy bajas frecuencias la masa
aparente tiende a ser el valor de la masa del sistema.
En la figura 1.8 se observa cómo cambia la masa aparente de dos sujetos, de diferentes
masas, a medida que aumenta la frecuencia de vibración vertical, siendo muy cercana a la
masa de los sujetos a vibraciones cercanas a 0 Hz, y a Hz la masa aparente es la máxima.
A mayor frecuencia la masa aparente tiende a disminuir.
Este tipo de vibración sucede cuando la persona sostiene una herramienta que genera
vibración, ya sea taladros, perforadoras, herramientas eléctricas, etc. Además de
percibirse las vibraciones en los receptores táctiles en la piel, hay un riesgo en los
sistemas vascular y neurológico.
Haciendo un breve resumen los sentidos somáticos del cuerpo humano se pueden
clasificar en tres grandes grupos:
La ubicación precisa del estímulo (vibración) en la mano puede además afectar los
resultados en las pruebas de percepción a distintas frecuencias y aceleraciones; a bajas
frecuencias (10 a 20 Hz) el umbral es mayor en la palma de la mano cerca a los dedos,
mayor aceleración, (ubicación 2, figura 1.9) con respecto a los demás, y va aumentando
hasta los 70 Hz para las tres ubicaciones de la mano y luego desciende la aceleración
(mm/s2). A frecuencias mayores de 100 Hz, la ubicación 2 y las yemas de los dedos
presentan menores umbrales de recepción, es decir mayor sensibilidad a la vibración, lo
que implicaría la sensación de incomodidad o disconfort pero no necesariamente riesgos
de salud (lesiones) causados por estas vibraciones transmitidas.
Según la norma ISO 5349-1 (2001)6 el valor eficaz de la aceleración medido durante la
exposición diaria total, ୦୴ ǡresulta de la raíz de la suma de los cuadrados (valor total) de
los valores eficaces de las aceleraciones ponderadas en frecuencia determinados según
los ejes ortoganales x, y y z:
La Directiva 2002/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los
6
Anula y sustituye al ISO 5349 (1986).
16
riesgos derivados de los agentes físicos- vibraciones (2002) establece unos valores límite
que no deben ser sobrepasados por ninguna circunstancia (valores límite de exposición) y
unos niveles cuya superación implica establecer un programa de medidas
técnicas/organizativas destinado a la reducción del nivel, es decir un valor que da lugar a
una acción (Grifin, 2001):
La tabla 1.2 muestra los valores de aceleración eficaz ponderada en frecuencia según las
horas de exposición total diaria que se considera en una jornada de trabaja, 8 horas,
expresada en m/s2 o g.
Tabla 1.2. Valores límite umbral para vibraciones transmitidas por las manos según la
Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno 1992. Fuente: Griffin, 2001.
A) Trastornos vasculares.
El más conocido trastorno clínico es síndrome de los dedos blancos o dedos muertos
inducido por vibración (VWF, vibration- induced white finger), conocida también como
enfermedad de Raynaud secundaria -de origen ocupacional (Mansfield, 2005) . Un claro
ejemplo lo vemos en la figura 1.12.
Se caracteriza por episodios de dedos blancos o pálidos causado por oclusión espástica
de las arterias digitales generalmente ocasionado por el frío, durante estos ataques se
puede experimentar pérdida completa de sensibilidad táctil.
7
Fuente: Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISA), Sección Internacional para la
Investigación 1989, referido por Griffin (2001).
18
Uno de los trastornos más común que se presenta en trastornos de huesos en usuarios de
herramientas vibratorias es el daño al hueso semilunar de la muñeca8. Esto puede ser en
parte causado por el suministro reducido de la sangre al hueso además de la compresión
de microfacturas.
C) Trastornos neurológicos.
8
Griffin, 1990. Appendix 10: “Ejemplos de trastornos de los huesos y articulaciones en usuarios de
herramientas vibrantes”.
19
D) Trastornos musculares.
Es común encontrarse con dolores en las manos y brazos y debilidad muscular (por
ejemplo pérdida de fuerza en las manos de leñadores). Lo más grave de esta fatiga
muscular es que puede causar discapacidad. También hay casos de tendonitis y
tenosinovitis 9 en las extremidades superiores.
E) Otros desórdenes.
Otros síntomas que no afectan a las manos son relacionados con vibraciones transmitidas
a las manos como la pérdida de audición, conforme sea la edad y la exposición al ruido
por estas herramientas vibrantes debido a una vasoconstricción de los vasos sanguíneos
que irrigan el oído interno.
Otros síntomas listados según casos reportados de varios autores 10 son cambios en el
sistema electrofisiológico (electroencefalograma EEG y electrocardiograma ECG),
anomalías en la composición de la orina, variaciones en la química de la sangre y
cambios en la coagulación, cambios cardiovasculares, y disfunción de los centros
autónomos del cerebro como son impotencia, fatiga persistente, dolores de cabeza,
insomnios, irritablididad, etc.
No todas las vibraciones son dañinas para la salud como hemos visto anteriormente,
también se utilizan las vibraciones como un medio de beneficio para la salud y el
deporte. Actualmente está muy en boga el uso de plataformas vibratorias para fitness
entre otros.
Uno de los precursores en construir plataformas vibratorias fue el italiano Dr. Carmelio
Bosco. Hoy en día se cuenta con una extensa gama de tecnologías y marcas para
plataformas vibratorias, con usos tanto como para deportistas de alto rendimiento como
para uso doméstico en personas de vida sedentaria.
9
Tenosinovitis: Inflamación de la vaina protectora que cubre los tendones.
10
Griffin, 1990. Apéndice 12: “Ejemplos de Síntomas Subjetivas y Observaciones Clínicas Asociadas con
el Uso de Herramientas Vibrantes”.
20
Pueden ser más costosos por lo que son más especializados para entrenamientos
deportivos.
Las plataformas vibratorias especiales para deportistas generalmente tienen costo muy
alto (algunas marcas por encima de 10 mil dólares), incluyen programas de preparación
física específicas, estimulando las fibras musculares, consiguiendo efectos inmediatos
sobre la fuerza, el tono y la recuperación muscular. Es importante que este tipo de
máquinas venga con manuales de uso y características del equipo como frecuencias,
aceleración, duración de trabajo, carga máxima y posiciones de trabajo (figura 1.14).
21
Figura 1.14. Áreas de trabajo musculares según la posición del cuerpo. Fuente: adaptado
de página web Metacafe Plataforma vibratoria COMPEX WINPLATE.
La vibración produce una contracción refleja sobre la fibra muscular de forma alternada.
El impacto general se reduce y hay una menor transmisión de vibraciones por lo que se
necesita más tiempo de sesiones para conseguir iguales beneficios que con plataformas
verticales.
Los valores indicativos para los distintos objetivos con las plataformas de vibración
vertical y una plataforma vibratoria oscilante de 50 velocidades (según reconocida
22
· Epilepsia
· Diabetes
· Afecciones cardíacas
· Afecciones en la columna vertebral
· Prótesis, implantes y marcapasos, en especial implantes de cadera.
· Migraña severa.
· Trombosis
· Embarazo.
· Enfermedades reumáticas inflamatorias.
· Cálculos renales o biliares.
· Problemas en la retina
Se ha publicado que vibraciones a altas frecuencias (5 a 100 Hz), y alta magnitud (mayor
que 1 g), conlleva a una amplia gama de respuestas patológicas. Sin embargo, se hace
caso omiso de tales peligros, dispositivos conocidos como Power Plate, Galileo,
Soloflex, Galaxy, Nemes, y otros, utilizan fuerzas g (magnitudes) que superan con creces
1.0 g, y se debe abordar con extrema precaución (Rubin, 2006).
11
Información obtenido de: http://www.quirumed.com/es/Catalogo/ver/1062/Plataformas%20Vibratorias
12
http://www.puntofape.com/alertan-sobre-el-alto-riesgo-del-mal-uso-de-las-plataformas-vibratorias-
3099/; http://suite101.net/article/tipos-de-plataformas-vibratorias-beneficios-y-contraindicaciones-a35540
23
Las vibraciones son potencialmente muy peligrosas y deben enfocarse con precaución, es
por esto que OSHA y la ISO han declarado una estándar con advertencias específicas en
umbrales de duración para tolerancia humana, indicando el tiempo que puede ser
expuesto de forma segura. Según ISO-2631 el tiempo de exposición depende de la
aceleración y la frecuencia de la vibración, como se muestra en la figura 1.15.
El sistema óseo es un sistema muy bien diseñado para mantener una rigidez necesaria y/o
mayor a las necesidades mecánicas requeridas en nuestras actividades físicas cotidianas.
En otras palabras, los huesos son estructuras biomecánicas controladas en función a las
deformaciones derivadas de las contracciones musculares que se ocasionan en la
actividad física del día a día (Wainwright, 1980) y de influencias externas.
Los huesos son materiales composite formados por fibras de colágeno y cristales de
fosfatos de calcio que se van depositando sobre los haces de fibras, que con el tiempo le
va otorgando rigidez y resistencia al hueso. Contiene alrededor 70% mineral
(hydroxyapatita), 22% proteínas (colágeno tipo I) and 8% agua en promedio.
De manera general el esqueleto humano está constituido por dos tipos diferentes de
materiales:
a) Cortical: hueso compacto, forma parte de alrededor 80% del total del esqueleto. El
hueso cortical es casi sólido, tiene un 10% de porosidad y se dividide en varios
subgrupos: hueso largo (ejemplos fémur, tibia), hueso corto (muñeca, tobillo), hueso
plano (bóveda del cráneo y huesos irregulares).
b) Trabecular: es llamado también hueso esponjoso o cancelloso, forma parte de
alrededor del 20% de total del hueso. Presenta alta porosidad entre 50 a 90%. Están
formados por delgadas trabéculas, que en huesos ya formados corresponde al hueso
esponjoso laminillar rodeadas por células de revestimiento óseo. Los osteocitos de las
trabéculas se mantienen desde los capilares vecinos sanguíneos ubicados en la
médula ósea. La orientación de cada trabécula y la disposición de sus laminillas óseas
mineralizadas están determinadas por las tensiones mecánicas locales con el fin de
resistir las compresiones y tensiones a la que es sometida; si cambian las direcciones
27
de estos estímulos mecánicos que es sometido el hueso trabecular (ya sea por
aumento de peso, crecimiento u otro), esta debe cambiar su orientación 13.
Se encuentra en la metáfisis de huesos largos, cubierta por hueso cortical, y en los
cuerpos vertebrales.
A) Modelación:
13
Escuela de Medicina P. Universidad Católico de Chile. (s.f.). Estructura del hueso esponjoso o
trabecular. Obtenido de: http://escuela.med.puc.cl/paginas/cursos/segundo/histologia/histologiaweb/
paginas/co28299.html
14
Ver sección 2.2.2: Concepción y funcionamiento del “mecanostato” óseo.
28
El material óseo “sólido” que se segrega sin calcificación se llama osteoide, cuando se
completa la calcificación se convierte en hueso completamente calcificado 15. Después del
crecimiento en largo, la modelación es el único proceso conocido para ganar masa ósea.
B) Remodelación:
Por al contrario, una reducción de la tasa de deformación máxima por el uso (casos de
reposo, inmovilización o ingravidez) los osteocitos inducen a las células de revestimiento
a retraerse, descubriendo el material mineralizado subyacente y atraer así a los
osteoclastos vecinos (“linning cells” locales), que se activarán y comenzarán a destruir
ese tejido. Proceso llamado destrucción osteoclástica pura. Este proceso es más rápido
que el de modelación, por eso un aumento de remodelación o resorción conlleva a una
disminución de masa ósea, que puede ser notable o no.
15
La calcificación incompleta es una anomalía en las enfermedades de raquitismo y osteomalacia.
16
Extraído y adaptado de Neyro et al, 2011.
17
Ver también ANEXO 1: Metabolismo fosfocálcico y su influencia en los sistemas.
29
El estímulo o llamado también input del mecanostato es la deformación del material óseo
calcificado, debido al uso mecánico local.
La variable regulada por el mecanostato es la deformación de la estructura, un cambio
porcentual en alguna longitud determinada de la misma, frente a los estímulos “usuales
máximos”.
No se conoce ningún sensor biológico de la masa ósea mineralizada, (como el caso de los
osteocitos que censan la deformación local), ni existe una retroalimentación, por lo que la
cantidad de masa ósea, por constante que pueda parecer, no es regulada biológicamente
(como sí es el caso de la rigidez).
Figura 2.3. Esquema elemental del mecanostato óseo, centrado en el control osteocítico
de la deformabilidad del tejido local, que diferencia el desbalances de masa (abajo) de la
alteración de calidad mecánica (arriba). Fuente: Ferretti et al., 2001.
La rigidez de los huesos o el proceso de adaptación de las células óseas a las cargas
mecánicas es modulado (no regulado) también por otros factores no mecánicos como
factores genéticos (la mayor parte de la masa ósea de un sujeto depende de su genética)
del estado normal de las células óseas, entre otros, como se muestra en la tabla 2.1
(Cointry et al., 2004 y Manolagas, 2000).
Mecánico No mecánicos
Fuerza de la gravedad (peso de la persona). Hormonas.
Actividad física - sedentarismo. Factores locales (autocrinos, paracrinos).
Contractilidad muscular. Edad/sexo/ genética.
Esfuerzo Dieta (calcio, vitaminas, minerales, etc).
Ingravidez, resposo prolongado. Algunas enfermedades (artritis, reumatoide)
31
a) Calidad del material óseo sólido (matriz calcificada) definida por las propiedades
materiales óseas, que son la rigidez específica (módulo elástico) del material
calcificado y su capacidad de soportar stress por deformación sin resquebrajarse
(Landis, 1995, citado por Ferretti et al., 2003). Los factores que dependen de la
composición y el grado de mineralización (calcificación) de la matriz amorfa y de las
fibras colágenas, y del arreglo espacial micro-estructural de las mismas (anisotropía
del material), de las líneas de cemento remodelatorias, y de los microcracks
producidas en el material por el uso mecánico (Martin et al., 1998).
Diariamente, debido a nuestra actividad, el hueso tiene que soportar cargas de tensión,
compresión, momentos de flexión y torsión, ya sea al caminar, correr, saltar, y el hueso
acumula toda esta energía de cada impacto. Para liberar la energía acumulada, crea
diminutos mecanismos de disipación llamados microcracks, consecuencia normal del
deporte y actividad física (Augat et al., 2006).
Parte del rol de mantener la rigidez de los huesos es la detección y remoción de hueso
dañado. Estos daños pueden ocurrir desde niveles nano, micro o macroestructurales.
Los huesos acumulan daño por fatiga por la exposición a cargas cíclicas. Los
microcracks o microfisuras son un recurso para disipar la energía con el fin de evitar una
disipación de energía total, es decir una fractura completa, partiéndose el hueso en dos.
La presencia de microdaños en el hueso fue descrita por primera vez por Frost (1960), y
le continuaron muchos estudios más hasta el día de hoy (Devas, 1975; Norman et al.,
1997; Schaffler et al., 1995).
Es por su capacidad de reconstrucción que se puede considerar al hueso como uno de los
mejores materiales inteligentes, pues sólo el hueso tiene la habilidad de detectar la
34
ubicación y extensión del daño y sólo él tiene mecanismos efectivos para restaurar su
estado original (Seeman, 2006).
Los microdaños varían según el tipo de esfuerza que es sometido y la edad del hueso. En
2006, Diab et al. reportaron que ante esfuerzos de compresión los daños aparecen como
microfisuras lineales y tiene su origen en el aumento de tensiones o discontinuidades,
mientras que ante esfuerzos de tensión aparecen como daños difusos y largas
microfisuras.
Según el tipo de tejido óseo, el hueso cancelloso o trabecular tiene mayor presencia de
microdaños que el hueso cortical, y el microdaño crece exponencialmente con la edad,
pero este lo hace más rápidamente en mujeres que en hombres (Robling et al., 2006).
Por lo mismo, una baja densidad de osteocitos podría ser peligroso, pues conlleva a una
predominancia de microcracks, que en los pacientes involucra un riesgo de fractura frágil
en el hueso compacto (Qiu et al., 2005). En algunos pacientes que padecen de fractura
espontánea de vertebra por compresión, el hueso cancelloso iliaco posee menos
osteocitos que lo normal. La deficiencia de osteocitos contribuye a la fragilidad del
hueso, pues dificulta la detección de los microdaños por fatiga (Qiu et al., 2003).
El tejido óseo y sus características como la masa ósea, la densidad, su resistencia y por
ende la calidad ósea, se ven influenciada por muchos factores como la edad, el género, la
actividad, la nutrición, las hormonas, drogas o medicamentos y la genética, entre otros.
En los hombres la masa ósea es mayor a través de toda la vida, sin embargo, al igual que
en las mujeres disminuye no linealmente con el tiempo, aumentando la tasa según avanza
la edad.
Como consecuencia de esta pérdida de masa ósea, el tronco se vuelve más corto a medida
que los discos invertebrales de la columna pierden líquido en forma gradual y se hacen
más delgados. Las vértebras pierden parte de su contenido mineral, haciendo que cada
35
hueso se adelgace, por estos cambios la columna vertebral se vuelve curva y comprimida
(apretada).
Figura 2.5. Descripción esquemática del efecto de la actividad física en la masa ósea a lo
largo de la vida un varón y de una mujer. Nótese el punto de máxima adquisición ósea en
la etapa de madurez.
Como ya se ha dicho, la estimulación mecánica del hueso está en función del peso
corporal y de la actividad física de cada sujeto e influye en el proceso de construcción de
tejido óseo. Según la ubicación del hueso en el cuerpo, las características morfológicas y
prioridades mecánicas los huesos presentarán distintas resistencias.
2.3.3 “Microstrains”
18
Adaptado de Leblanc et al., 1990, citado por Robling et al., 2006.
38
Figura 2.7. Strain se define como un cambio (a carga inducida) de longitud con respecto a la
longitud original de la estructura; 1000µɛ, o 0,1% de deformación, refleja la cantidad de
deformación experimentada por el tejido óseo durante una actividad como caminar.
En la figura 2.8 muestra una zona de “Estimulación fisiológica”, los límites son
habitualmente entre 400 y 2500 “microstrains” (o 700 y 1500-2000 con criterio más
conservador), en esta zona las deformaciones son tolerables, no tiene efectos
significativos de estimulación mecánica sobre la remodelación ósea, ya que los pequeños
daños (“microcracks”) producidos al material eventualmente, resultan reparables dentro
del rango normal de cambio óseo (Rubin et al., 1985).
19
Extraído de Ferretti, 1997.
39
Los valores de deformación ubicados por debajo de esta zona, inhiben la modelación y
estimula a la remodelación con pérdida neta de masa ósea, (estimulación insuficiente,
modo “desuso”) para eludir el alto costo metabólico del mantenimiento de masa ósea,
que pareciera inadecuadamente excesiva (Burr et al. 1989).
Existe una cuarta zona de “sobrecarga patológica”, para deformaciones por actividad
física exagerada, en el cual se provocan daños materiales que el tejido responde
solamente produciendo nuevo material de calidad normal o inferior, ya que hay
insuficiente tiempo para calcificar el tejido, induciendo a un estado anómalo de
resistencia mecánica que termina siendo peligroso para la integridad del hueso.
Una de las funciones de los huesos es soportar y llevar cargas. Una fractura ocurre
cuando la carga excede la resistencia del hueso, entonces la debilidad del hueso se puede
considerar como frágil. Otro ejemplo de fragilidad es en las vertebras con osteoporosis
que se pueden fracturar durante un actividad normal cotidiana, este tipo de fragilidad se
debe principalmente a su debilidad ósea. Sin embargo la fragilidad también puede haber
en huesos fuertes debido a su incapacidad para absorber suficiente energía de absorción
mecánica. Por poner un ejemplo en una caída al suelo o impacto fuerte en la cadera, la
fractura puede darse si el impacto excede a la energía mecánica que el hueso puede
absorber.
Entonces existen diferentes definiciones biomecánicas para la fragilidad ósea, puede ser
definida mediante tres parámetros mecánicos como son: el esfuerzo último (medición de
la resistencia), desplazamiento último (referente a la ductilidad), trabajo de falla o
tenacidad (energía de absorción). Se puede hablar de una cuarta medida biomecánica, la
rigidez, para evaluar una integridad mecánica del hueso, pero no es una medida directa
de fragilidad (Turner, 2002).
En la figura 2.9, izquierda se señala las partes y significado de una curva fuerza-
deformación, la altura de la curva es la fuerza última (Fu), la pendiente de la curva (la
40
Figura 2.10. Relación entre grado de mineralización con las propiedades mecánicas del
hueso rigidez y desplazamiento último. a) Comparación de fuerza y desplazamiento
según el grado de mineralización, b) Rigidez y desplazamiento último según la
mineralización. Fuente: adaptado de Turner, 2002.
La osteopenia es una enfermedad del sistema ósea que involucra una pérdida de masa
ósea debido a una remodelación reiterada en modo desuso (osteopenia por “desuso”),
formando huesos relativamente frágiles para esfuerzos normales de una persona sana,
pero adecuado para el trabajo habitual de la persona con “osteopenia por desuso”.
En el caso de fracturas, favorece más las fracturas por traumas leves que las
espontáneas (Frost, 1997 y Cointry et al., 2003). Un tratamiento a esa condición sería
recargar mecánicamente el sistema (mayor actividad física).
fractura. En una acepción más moderna de National Institutes of Health (NIH, 2001) las
osteoporosis son "fragilidades osteopénicas".
La figura 2.11 muestra los tipos de osteoporosis primaria (1), por desuso (2), secundarias
(3 - por factores sistémicos) y senil (4).
Las fracturas en las vértebras son de tipo compresión y presentan tres patrones de
fracturas, como se muestra en la figura 2.12, acuñamiento, bicóncava y aplastamiento.
Según el Estudio Europeo sobre Osteoporosis Vertebral las fracturas más comunes son
por acuñamiento (prevalencia, 51%; 444 de 875), seguidas por las fracturas bicóncavas
(17%; 147 de 875) (AZACOT).
La calidad del material óseo puede ser aproximada: midiendo al menos un componente,
densidad mineral volumétrica del tejido cortical “sólido” (en g/cm3) mediante una
tomografía computarizada cuantitativa, sea en sus modalidades axial (QCT) o periférica
(pQCT), como también estimando de manera global (aunque ineficiente) mediante la
transmisibilidad de ondas ultrasónicas, SOS, (en unidades de velocidad), medida sobre
hueso cortical (tibia, radio, falanges).
20
DEXA: Absorciometría de rayos X de doble fotón
44
La calidad del diseño arquitectónico de los huesos largos se puede determinar muy bien
mediante QCT ó pQCT, midiendo los diámetros, espesores, o idealmente los llamados
“momentos de inercia” de las secciones corticales diafisarias o metafisiarias.
Propiedades Evaluadas
Método Masa ósea Calidad del material Calidad de Arquitectura Fuerza mecánica
En cuerpos vertebrales
DXA *** - - *
QCT **** ** - ***
En huesos largos
DXA **** - - *
Ultrasonometría
(US) ** *** - **
pQCT *** ** **** ***
Diagnóstico Osteopenia Competencia Biomecánica
De manera similar las relaciones biomecánicas entre resistencia ósea e índice de fuerza
muscular (análisis tomográfico o dinamométrico) se utilizan para el diagnóstico
diferencial entre osteoporosis por “desuso” y osteoporosis primario o secundario (figura
2.12, derecha).
45
Figura 2.13. Aplicación del análisis densitométrico (izquierda) y tomográfico (derecha) para
cuantificar las relaciones antropométricas (izquierda) y biomecánicas (derecha) entre huesos y
.músculos21
Los tratamientos con drogas para osteoporosis son principalmente de dos tipos:
inhibidores de resorción ósea, y estimuladores de formación ósea.
21
Fuente: Ferretti et al., 2003.
22
Apoptosis: proceso celular genéticamente programado por el que las células inducen su propia muerte
ante estímulos extra o intercelulares.
46
Según publicación en febrero del presente, en el Perú el 7,4% de mujeres entre los 45 y
60 años padecen de osteoporosis mientras que en los hombres la cifra alcanza el 5,5%23.
Según los datos entregados para el presente trabajo por el Ministerio de Salud24, de los
casos de osteoporosis por etapas de vida y sexo, según departamento, entre los años 2012
y 2013 (de enero a agosto), los departamentos con mayor número de casos reportados de
osteoporosis con y sin fractura patológica son Lima, La Libertad, Callao, Ayacucho y
Junín, en el orden mencionado, donde el 60% del total se presentaron en mujeres
mayores de 59 años (ver tabla en ANEXO 1). Hombres con 60 años a más presentaron el
8.7% del total.
La osteoporosis disminuye la calidad de vida, a causa del gran dolor presente en las
fracturas de columna o cadera, y la imposibilidad de caminar más de dos cuadras debida
a ésta, y necesita de un tratamiento costoso de fármacos y atención y supervisión médica.
23
Diario LaRepública.pe, febrero-2013.
24
Respuesta a Solicitud con N° 13-004011. Oficina de Estadística e informática, MINSA.
25
PIURAWEB.COM, febrero-2008.
Capítulo 3
Este capítulo tiene como fin explicar a más detalle sobre las vibraciones mecánicas
mencionado en el subcapítulo.1.3. En la primera parte (subcapítulo 2.2) define
vibraciones mecánicas, y las características principales de éstas (sección 2.2.1).
Adicionalmente se hablará un poco sobre las distintas técnicas de análisis vibracional
(sección 2.2.2), sin llegar a profundizar debido a que no es objetivo principal del
presente.
A) Definición de Vibración
Así mismo la misma norma ISO 2041 establece que una “vibración lineal es una
vibración en la cual la trayectoria vibratoria de un punto tiene según una línea recta”.
48
B) Principales características
1) Magnitudes
Tabla 3.1. Factores de conversión para amplitudes de una onda sinusoidal pura.
2) Fase
Otra característica importante es la fase, el cual es la medida de cómo un punto de la
onda en movimiento en relación a un punto fijo de referencia o con otro punto, medida
en grados angulares.
En figura 3.2 se muestra dos ondas en el tiempo diferentes y como las fases pueden
compararse en diferentes ubicaciones, en este caso la onda A esta desfasada con la onda
B en 180 grados (en adelanto). En términos de movimiento de masa, la figura 3.3
muestra dos masas vibrando con una diferencia de fase de 90 grados.
26
CPM: ciclos por minuto.
49
Una vibración compuesta periódica es la suma de todas las vibraciones simples que se
encuentren en cada uno de los componentes que se encuentre en la máquina o cuerpo, a
diferentes amplitudes o frecuencias (ver figura 3.4).
Los golpeteos intermitentes están relacionados a golpes continuos que crean una señal
repetitiva (ver figura 3. 6). Estas se encuentran comúnmente en los engranajes, en el paso
de las aspas de un impulsor o ventilador, etc.
Estas preferencias de uso según el tipo de vibración (bajas o altas frecuencias), se debe
las unidades de amplitud para expresar cada medida, el desplazamiento muestra mayores
51
d (t ) = Ysen(2p ft )
d (d (t )) p
v(t ) = = (2p f )Ysen(2p ft + ) = (2p f )Y cos(2p ft )
dt 2
2
d (d (t ))
a(t ) = = (2p f )2 Ysen(2p f + p ) = -(2p f ) 2 Ysen(2p f )
dt
Así mismo, sus magnitudes de amplitud de cada uno están relacionadas entre sí en
términos de amplitud y frecuencia.
A V A
V= ; D= ; D=
2p f 2p f (2p f )2
donde:
D: amplitud de desplazamiento
V: amplitud de velocidad
A: amplitud de aceleración
Figura 3.8. Relación de fases entre las ondas en el tiempo de la aceleración, velocidad y
desplazamiento.
La medición de la vibración total es la técnica más rápida para evaluar el estado de una
máquina, comparando con las mediciones pasadas anteriores donde la máquina operaba
correctamente. Por esta razón, los niveles de vibración total se grafican por tendencia
para detectar cambios en la condición en el tiempo y se puede definir puntos de alarma
de la condición actual (ver figura 3.9).
Las desventajas de este método es que las señales de vibración de baja frecuencia pueden
perderse por el “ruido” transmitido por otras máquinas cercanas.
En la figura 3.10 de tres dimensiones se muestra una señal de una onda compleja en el
dominio del tiempo (color verde oscuro), compuesta por distintas ondas simples (color
azul). Cada una de estas ondas corresponde a una frecuencia individual (1X RPM, 3X
RPM, presentado en el dominio de frecuencias (visto en rojo).
Figura 3.11. Espectro FFT simple, normalizado en órdenes mostrando un pico alto 1X.
Hay algunos espectros que tienen componentes adicionales, picos en frecuencias menores
a la frecuencia de giro, si las amplitudes son pequeñas, menores a 1/3 de la amplitud a la
velocidad de giro y están decreciendo en amplitud a medida que aumenta la frecuencia
(ver figura 3.12), el espectro se considera normal (ADEMINSAC, 2011, Módulo III).
Figura 3.12. Espectro típico de baja frecuencia mostrando un gran pico a 1X y 3 picos de
órdenes de 2, 3 y 4. Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 90.
El uso de estos espectros depende del rango de frecuencias a analizar. Por ejemplo para
el caso de una máquina rotativa (dependiendo de la velocidad de giro) el espectro de
velocidad es la más usada pues tiene un rango más amplio de frecuencia, aunque también
se utiliza el espectro de aceleración, pues permiten diferenciar mejor las frecuencias de
defectos de la máquina.
· Desalineamiento
· Desbalance
· Resonancia
· Solturas mecánicas
· Rodamientos dañados
· Problemas en bombas
· Anormalidades en engranes
· Problemas eléctricos asociados con motores
· Problemas de bandas, etc.
Figura 3.14. Esquema básico para la adquisición de data de vibraciones de una máquina.
Fuente: AMAQ, 2005.
Técnica de
Componente del Sub-
Modo de falla monitorización
aerogeneradores componentes
utilizada.
Aspereza en las
superficies de las palas Análisis de las
Palas características de
(suciedad, roturas,
hielo) potencia
Rotor
de la turbina y
Desequilibrio
oscilaciones de las
Rotor Asimetrías palas.
aerodinámicas
Fallos de rodamientos Análisis de
Ejes
Fisuras vibraciones.
Lo más usual en el mantenimiento predictivo usando análisis vibracional era hasta hace
poco utilizar sólo los espectros de frecuencia. Más ahora se ha visto que hay problemas
de las máquinas que se pueden detectarse con el análisis de forma de onda en el tiempo, y
otro problemas que este análisis puede ayudar al análisis de espectro, como se muestra
resumido en la tabla 3.3.
28
Fuente: Villa, 2011. p. 60
59
Tabla 3.3. Problemas perceptibles sólo por análisis de forma de onda en el tiempo o que
ayudan a confirmar los descubiertos en análisis espectral29.
En la figura 3.15 se muestra las formas de onda en el tiempo de un diente en buen estado
(superior) y otro fisurado o roto (inferior), la diferencia de tiempo entre cada pico
pronunciado del diagrama inferior es 0.10 s (periodo 0.10 s/ciclo, es decir 10 Hz = 600
CPM) igual a la velocidad de giro del engranaje (600 RPM) indica que presenta sólo una
29
Fuente: ADEMINSAC, 2011. Módulo VIII, p. 267
60
fisura. Si en cambio, la distancia entre los picos mayores fuera 0.05 s (0.05 s/ciclo = 20
Hz =1200 CPM), la mitad que en el anterior caso (equivalente a 2X RPM) en el mismo
eje girando a 600 RPM, indicaría que hay dos diente de engranaje fisurados
(ADEMINSAC, 2011).
30
Fuente: ADEMINSAC, 2011. P. 269
31
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 270
61
BENEFICIOS LIMITACIONES
"Aisla" el análisis evaluando solo el rotor de interes, Remueve las frecuencias en el espectro: frecuencias
aun cuando las otras máquinas sean la fuente de no sincrónicas (no armónicas) donde están incluidas
mayor contribución de la vibración (tomando un las frecuencias de falla naturales del rodamiento,
número suficiente de promedios). salvo que alguna frecuencia sea múltiple exacto de
1X. Por lo anterior, al aplicar STA, se puede perder
información del estado de los rodamientos.
El STA puede remover la vibración de las STA removerá la vibración de origen eléctrico en
frecuencias eléctricas (frecuencia de línea y un motor de inducción, pero no es caso para
armónicas) en motores de inducción, para motores síncronos. La frecuencia de línea (FL)
concentrarse sólo en la vibración mecánica. siempre será no sincrónica con la velocidad de giro
del motor de inducción, incluso permanecerá
después de aplicar muchos promedio de STA.
Permite balancear un rotor en presencia de otros STA remueve frecuencias naturales del espectro si
rotores que giran a velocidades similares. Excepto es que la frecuencia resonante no es un múltiplo
únicamente cuando los demás rotores giran exacto de la velocidad de giro. Para confirmar si es
exactamente a la misma velocidad. una frecuencia natural es mejor efectuar una prueba
de comprobación de frecuencia natural.
Determina el valor real de 1X RPM cuando existe Se debe tener mucho cuidado en la captura de la
confusión con otras frecuencias cercanas. velocidad de referencia TRIGGER, pues de lo
contrario el espectro resultante puede indicar falsas
frecuencias sincrónicas.
Permite confirmar y evaluar la severidad del estado STA remueve las frecuencias (no sincrónicas) de las
de los rodamientos, aplicando el STA permite fajas por ser menores a la velocidad de giro de la
remover la frecuencia de falla del rodamiento, tanto máquina, a menos que alguna armónica de las
del espectro como del "waveform" y por diferencias frecuencias de faja coincida con un pico sincrónico.
inducir el valor del defecto del rodaje.
Especialmente eficaz en las caja de engranaje. Muy La sensibilidad del foto-tacómetro frente al
ventajosa para detectar los dientes del engranaje que montaje, agua neblina en el aire y la distancia del
se encuentren fisurados, rotos o deformados sin objetivo que ellos están controlando (confirmar
detener la máquina. Puede ser la caja de engranajes distancia de operación en manual). Se debe apuntar
de un helicóptero y otro. el foto-tacómetro adecuadamente al objetivo.
Problemas con las variaciones rápidas y
considerables de RPM del rotor, se recomienda
emplear filtro rastreador para estas situaciones.
Figura 3.17. Configuración típica de instrumental para la ejecución del STA 32.
32
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 285
62
1) Historia sobre el STA que debió ser empleado para evaluar la caja de
engranajes que causó accidente de helicóptero
Las fisuras de los dientes de engranaje afectan la frecuencia 1X RPM, sin embargo,
generalmente un analista busca problemas como desequilibrio o desalineamiento en
vibraciones altas, mientras que un engranaje con dientes fisurados no genera
necesariamente amplitudes altas en el espectro FFT.
Debido a que los datos fueron grabados en una cinta magnetofónica, lo que permitió
hacer un post análisis con los datos registrados y sometidos a muchos promedios de STA
en el dominio de tiempo (la señal de referencia del eje se había registrado también y
permitió aplicar STA). Este permitió remover la contribución de frecuencias de alto
“ruido” y concentrarse en lo que está pasando en 1X RPM y armónicos).
Con lo anterior, Victor Wowk presentó un informe Post-Mordem donde concluyó que el
piñón de entrada presentaba una fisura en uno de los dientes. Ante la pregunta de Wowk
de por qué falló el análisis espectral la respuesta fue que este análisis de espectro no fue
lo suficientemente sensible para este caso. Sin embargo usando el STA se obtuvo el
waveform de la figura 3.19, donde se muestra una discontinuidad en el modelo de la
forma de onda sinusoidal normal, su posición coincidió físicamente con el diente roto del
engranaje del helicóptero accidentado (ADEMINSAC, 2011, Módulo VIII).
63
Figura 3.19. STA en una forma de onda, 42 horas de vuelos antes del accidente del
helicóptero33.
33
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 292
64
34
Refuerzo hecho para ayudar de apoyo al tobillo para personas post cirugías o con dolores musculares.
65
La importancia del RTC para mejorar la calidad de vida, y debido al fracaso de muchos
modelos de prótesis, ha hecho que desde que se fabricó la primera prótesis con vástago
fijado intramedularmente en 1950, se han hecho muchas investigaciones para mejorar
éstas, mejorando las dimensiones, curvaturas, materiales, etc, con pruebas “in vivo”, y a
base de prueba y error (Ojeda, 2009).
El pionero en hacer pruebas experimentales fue Rosestein et al. en 1989, usando fémur
de cadáveres, diferenciando la transmisión de vibraciones en sistemas con implantes bien
fijados y con implantes flojos estudiando la forma de onda transmitida, encontrando que
en los implantes bien fijados la onda de salida permanece sinusoidal e indicando un
comportamiento lineal, mientras que en los implantes flojos la onda de salida se
distorsiona indicando un comportamiento no lineal. La distorsión tiende cerca a las
frecuencias de resonancia pero no estudiaron las frecuencias de resonancia. En el análisis
espectral de onda se encontró presencia de armónicos en el sistema fémur/ prótesis flojo.
Estudios posteriores (Li et al. 1995) ensayaron modelos de implante con cinco casos
distintos: implante fija, implante con aflojamiento severo o tardío, aflojamiento
temprano, con tejido fibroso en la interfase cemento hueso (es generalmente conocido
que la presencia de tejido fibroso en la interface anuncia aflojamiento), y con fractura de
cemento. El método utilizó curvas de frecuencia de respuesta y análisis espectral. Los
resultados se muestran en las figuras 3.23, 3.24, 3.25, 3.26, y 3.27. Concluyeron que para
un aflojamiento severo el análisis vibracional es muy confiable, mientras que para un
aflojamiento temprano tiene un bajo nivel de sensibilidad (37.5%) que para el escenario
clínico es inaceptable. Para los demás casos su técnica no fue lo suficientemente sensible
para detectar una mínima o no inestabilidad mecánica.
Figura 3.26. En ocho especímenes con interposición de tejido fibroso en ambos gráficos
se asemejan a las prótesis fijas. a) curva de respuesta en frecuencia con dos picos
resaltantes y b) no se distinguen armónicos. Fuente: adaptado de Li et al. 1995.
Figura 3.27. En dos implantes con fractura de cemento el aplastamiento fue indetectable
tanto por a) respuesta en frecuencia (b) ni por análisis espectral. Fuente: adaptado de Li
et al. 1995.
Así mismo Jaecques et al. simularon en FE varios modos de forma de prótesis ABG y
Exeter para calcular las frecuencias de resonancia de éstas y así tener una idea de la
banda más sensitiva de frecuencias para poder encontrar aflojamientos. Se comprobó una
buena semejanza entre la frecuencia de resonancia calculado por FE y encontrado IN
VITRO (validado por CADA –X), del primer modo de vástago Exeter cementado.
69
1) Justificación
Debido a la alta tasa de aflojamientos en prótesis cementadas se está optando con mayor
frecuencia por prótesis de fémur no cementadas, esperando la oseointegración y así
mejorar la estabilidad y disminuir la posibilidad de aflojamiento.
3) Metodología y Materiales
La configuración del sistema consta de una criba vibradora (Bruel & Kjaer modelo 4810)
atado al cuello del fémur usando un aguijón usando un sistema de sujeción. La excitación
71
es realizada a través de un ruido blanco en el rango de 0-12.5 kHz. Posee una cabeza de
impedancia (PCB Piezotronics modelo Nr 288D01) la cual mide la fuerza de entrada y la
aceleración de respuesta en un mismo punto. Todo esto se muestra en la figura 3.30
(Pastrav et al. 2006).
R=
å ( x - x)( y - y)
2 2
å ( x - x) å ( y - y )
Donde x, y son las dos variables y x , y son sus correspondientes medias aritméticas.
Figura 3.34. CASO ATIPICO II: pequeña fractura. a) Pico desplazado ligeramente en la etapa B,
b) estado C refleja la presencia de una pequeña fractura en el hueso con pico ausente.
Durante otro procedimiento fue observado otro caso atípico. Como el vástago aún estaba
visiblemente no insertado totalmente el martilleo normal fue continuado, pero el
comportamiento del FRF (similar al del caso 2), señalaba que el vástago estaba
bloqueado y como consecuencia había riesgo de fractura (figura 3.35). El problema fue
resuelto sacando el vástago femoral, ajustando el canal y reinsertando la prótesis.
75
Figura 3.35. CASO ATIPICO III: Corrección de canal femoral. a) Disminución anormal de pico
más alto, b) desplazamiento ligeramente a la izquierda, c) FRF final después de la corrección.
7) Diagrama de Flujo
La figura 3.36 muestra un diagrama de flujo para ayudar en la decisión del cirujano
durante la operación basado en la evolución del diagrama FRF en cada etapa de
inserción, comparando con el coeficiente de Pearson, y con la inspección visual del
cirujano.
Además de ser útil para detectar el punto final de inserción evitando excesivas presiones
de fijación, y además indica al cirujano de potenciales riesgos u anomalías (como
deformaciones plásticas del hueso) que a vista no se consigue ver, y en casos peores, una
fractura del hueso.
Con este método se consigue la mejor estabilidad inicial y se reducen al mínimo los
micromovimientos, previniendo aflojamientos temprano.
76
Figura 3. 36. Diagrama de flujo de decisión del cirujano basado en el análisis de la Función
Respuesta en Frecuencia (FRF). Fuente: adaptado de Pastrav et al. 2012, p.8
A) Aspectos generales
Desde la biomecánica del deporte, cuando la bola impacta en la raqueta se producen unas
fuerzas en la mano y antebrazo, según el lugar del impacto, éstas pueden aumentar o
disminuir, también se genera vibración en la raqueta que se transmite a la mano y genera
una situación de molestia e incomodidad en el tenista. Toda esa vibración la absorbe la
mano. Sin embargo, hay un punto en el cordaje donde el impacto no produce oscilación
en la raqueta, llamado nodo de vibración y conocido en el tenis como “punto dulce”.
Desde el enfoque de la medicina del deporte, las vibraciones en el impacto y sus fuerzas
que son transmitidas al antebrazo y codo, pueden producir desde simples dolores hasta la
epicondilitis del codo llamado también “codo de tenista” que es una lesión en los
músculos y tendones en la parte exterior del codo, como resultado crónico de
microrroturas fibrilares por la sobrecarga o estrés repetitivo 35 (ver figura 3.37).
Una terapia utilizada en la biomedicina del deporte para todos estos trastornos
musculares tanto crónicos como agudos utiliza las ondas de choque, con buenos
resultados (ver figura 3.38).
Figura 3.37. Tejido inflamado en codo de tenista. Fuente: Página web: Ortophedic
surgery/Sports medicine.
Figura 3.38. Ondas de choque como terapia de trastornos de tejido blando, ocasionados
por ejemplo en tenistas. Fuente: página web Shockwave Homepage.
78
Es el punto idóneo para el golpeo de la bola ya que costará menos esfuerzo por la mano
contrarrestar la fuerza de incidencia de ésta, en este punto no hay fuerzas netas que
actúen sobre la mano del tenista (figura 3.39), porque el eje de giro de la mano (la
muñeca), coincide con el eje de giro de la raqueta. (c)
Cerca a la cabeza, (empuñadura intenta girar) muñeca se extiende y los dedos son
empujados a abrirse por la fuerza de giro (a).
Cerca de la empuñadura, la raqueta gira y se desplaza, la muñeca tiene que soportar
esfuerzo de flexión (b).
Estos tres casos se grafican mejor en la figura 3.40 donde se muestra la rotación y
traslación de una raqueta sujetada por un tenista y las fuerzas que actúan sobre su muñeca
(Cross R, 1999). La fuerza F1 actúa sobre la parte superior de la mano, F2 es la fuerza
que actúa sobre la parte inferior de la mano. F3 es la fuerza que actúa en el antebrazo
(cerca de la muñeca) y es aproximadamente F1+F2. El punto negro indica el eje de
rotación de la raqueta según experimentos del laboratorio. La línea discontinua indica la
posición inicial de la raqueta antes del impacto de la bola.
79
Figura 3.40. Rotación y traslación de una raqueta sujetada por un tenista durante el
impacto de la bola, cerca a la cabeza de la raqueta (a), zona cercana al cuello (b) y en el
COP (c). Fuente: Brody H, 1985.
En conclusión de los puntos anteriores, existen tres puntos interesantes para el impacto
de la bola según lo que se desee obtener:
· Para fuerzas netas sobre la mano nula, el punto de impacto debe coincidir en el COP.
· Considerando el máximo momento de inercia. La zona donde el rebote alcanza
velocidades más altas es cerca al extremo de la raqueta (dead spot o “punto
muerto”)
· Con respecto a la fuerza de restitución aplicada a la bola, ésta es óptima en el COR.
La velocidad de rebote y alcance será mayor cuando impacte en ese punto.
Figura 3.41.- Puntos de impacto en una raqueta. El COR es el punto más cerca al cuello.
Fuente: Brody H, 1985.
80
4) Rigidez de la raqueta
La rigidez de una raqueta se refleja en cuanto se flexiona esta, al flexionar el cuerpo de la
raqueta, absorbe energía del impacto para deformarse, supuestamente esta energía
absorbida debe ser devuelta a la bola al regresar la raqueta a su posición original, dándole
así velocidad a la bola. Sin embargo esto no sucede así, pues el tiempo que tarda la
raqueta en regresar a su forma (y “devolver” esa energía) es mayor que el tiempo que
dura la bola en contacto con las cuerdas.
Si una raqueta es más rígida, la energía para su deformación será menor y menor será su
periodo de oscilación tras el impacto y recuperará su forma más rápido, así puede que
parte de esa energía se devuelva a la bola antes que pierda contacto con ella.
En 1995, Brody, ideó un mecanismo para medir las vibraciones producidas por el
impacto de la bola en la zona cordada de una raqueta suspendida libremente, en distintas
localizaciones a lo largo del eje longitudinal, mediante unas cintas delgadas
piezométricas, gracias a esta pudo calcularse frecuencias de vibración y su duración que
aparecen en la figura 3.42. La absorción casi total de la vibración de la raqueta la realiza
la mano, en la figura 3.43 Se muestra la diferencia entre las vibraciones en una raqueta
sujetada firmemente por la mano (arriba) y en una raqueta suspendida libremente (abajo),
observándose la gran absorción en el primer caso (Brody H, 1995).
81
Figura 3.43. Vibraciones generadas por el impacto de la bola en una raqueta sujetado por
la mano (arriba) y suspendida libremente (abajo).
Se le considera como el punto óptimo donde la bola debe impactar en la raqueta (figura
3.44).
· Para Howard Heard es la región del cordaje donde el COR sea la mayor (zona de
potencia).
· Para otros especialistas el punto dulce es el punto de percusión.
· Otras definiciones consideran el punto dulce al punto donde al impactar la bola
genera una frecuencia de oscilación en la raqueta mínima o nula, es decir el nodo de
vibración.
82
Figura 3.44. Localizaciones comunes para las diferentes concepciones del “punto dulce”.
Fuente: Kotze J et al., 2000.
Las raquetas de tenis se diseñan y fabrican hoy en día para mejorar el rendimiento del
tenista, de manera que entreguen mayor potencia y velocidad a la bola en el rebote,
considerando las características mencionadas anteriormente, además, se enfoca también
en mejorar del confort de las manos del tenista, al añadir o crear cada vez nuevos formas
de absorber la vibración en la raqueta y/o cuerdas o aumentar la zona de nodo de
vibración.
Con todo esto, diferentes marcas con diferentes tecnologías lanzan cada vez al mercado
nuevos modelos de raquetas cada vez mejores, sin llegar a demostrarse del todo su
efectividad. En este trabajo se presentan brevemente dos de los modelos más modernos.
La marca Head, ha lanzado una línea llamada “Liquidmetal: energía pura, potencia
perfecta” cuya principal ventaja es brindar mayor potencia a la bola, debido a su
estructura atómica líquida, 2½ más fuerte que el titanio y concede un 29% más potencia,
utiliza eficientemente la energía pura del impacto y la disponible para devolver el golpe
máxima potencia. Además posee un sistema de amortiguación NoShox, con una espuma
de memoria en el mango de la raqueta que absorbe los esfuerzos de impacto y reducirían
las vibraciones de la raqueta hasta un 27% sobre las demás (ver figura 3.45).
83
El mango de la raqueta posee una cámara de aire que se combina con una superficie de
elastómero de alto tecnología que proporcionaría un excelente confort y reduce el
desplazamiento, mientras reduce la vibración residual del mango.
Figura 3.46. Sistema Protect System EDS de amortiguación eléctrónica con microchip.
36
Fuente: http://www.tennis-point.com/content/en/Head _Liquidmetal.html
84
Figura 3.47. Protect System reduciría el impacto del choque en más del 50% y las
vibraciones residuales dos veces más rápido.
Capítulo 4
En este subcapítulo se expone brevemente los inicios de los experimentos con señales
mecánicas dinámicas en lugar de estáticas y su efecto en el tejido óseo, y la influencia de la
frecuencia y duración de estas señales. Posterior a esto, era necesario cambiar el método
experimental invasivo en aves a un método no invasivo para el uso de animales y humanos
que no afecte la seguridad y salud de éstos y sea efectivo.
En la segunda parte se mencionan los principales estudios experimentales realizados en
personas con diversas causas de osteopenia u osteoporosis con las vibraciones de baja
magnitud.
En la tercera parte se habla de la plataforma vibratoria utilizada en estos estudios
experimentales de alta frecuencia y baja magnitud diseñado especialmente para el uso de
personas de toda edad de forma segura, y para el uso comercial.
4.1.1 Antecedentes
Los primeros en experimentar con cargas dinámicas en animales fueron Lanyon y Rubin,
los cuales evaluaron la remodelación ósea del cúbito aviar, en tres casos distintos, para tres
casos, uno en condición de desuso solamente, el segundo en desuso con una carga de
compresión continua superpuesta y el tercero desuso interrumpidos por un corto período
diario de carga intermitente (Lanyon y Rubin, 1984). La carga intermitente se aplicó a una
frecuencia de 1 Hz y una duración de 100 ciclos por día. Las cargas fueron similares para
los dos casos (525 N) Los resultados de las secciones del hueso desde el punto medio de la
preparación a las 8 semanas de experimento indicaron que en ambos huesos, no cargados y
cargado estáticamente hubo un aumento en el diámetro endoóseo 1 e intra porosidad
cortical. Estos reflejan una disminución en el área de sección transversal que era similar en
los dos grupos (-13 %). En el hueso cargados intermitentemente mostró, por al contrario,
1
Endostio: membrana que contiene las células osteoprogenitoras y recubre los espacios de la cavidad
medular.
86
un aumento del 24% en el área de la sección transversal, con hueso nuevo depositado
predominantemente en la superficie perióstica 2.
Estos resultados sugieren que la respuesta adaptativa en el hueso es sensible sólo a
deformaciones dinámicas, las deformaciones estáticas no son fuente relevante de estímulo
osteogénico (Rubin et al. 2006).
Figura 4.1. Sección transversal de la parte media de un hueso largo y sus partes.
Estudios del mismo año, (Rubin et al. 1984) evaluaron la remodelación ósea en huesos
cúbito de pavos con cargas aplicadas intermitentes y externas a una frecuencia de 0.5 Hz a
ciclos distintos de exposición3. Los ciclos de exposición fueron de 4, 36, 360 y 1800. Para
que los niveles y distribución de deformación en el cúbito fueran lo más similares en los
experimentos, las aves tenían la misma edad, sexo (machos) y muy semejantes en peso,
además de esqueléticamente maduros. Se midió primero la deformación normal en la mitad
de la diáfisis del cubito durante su aleteo de vuelo (para compararlo con la deformación
por las cargas externas), mediante tres galgas extensiométricas tipo roseta de tres
elementos atados alrededor de cada circunferencia del hueso. El pico longitudinal de
deformación de éstos fueron -1900 ± 83 (desviación estándar) microstrains. El pico de
magnitud de deformación durante una carga aplicada externamente fue -2050 ± 7
microstrain4.
Después de las seis semanas de experimento, los huesos que no tuvieron cargas aplicadas,
la densitometría por absorción de fotones indicó una continua declinación de contenido
mineral óseo a 88 ± 2 % (n=6), del valor original post-operativo. En los cúbitos que se
aplicaron cargas de 4 ciclos al día mostraron que su contenido mineral óseo permaneció
constante (103 ± 4 %) del valor post operativo (n=6). En cambio, los cúbitos, con carga
aplicada de 36 ciclos al día, presentaron un aumento notorio de contenido mineral óseo al
finalizar la sexta semana (133 ± 10%, n=6), alcanzando su mayor pico a las 4 semanas de
143% ± 10%). La evaluación a nivel tisular mostró una extensa formación de nuevo hueso
en el subperiostio y endostio. Los cúbitos que recibieron carga externa de 360 ciclos al día
presentaron valores similares a los cúbitos sujetos a 36 ciclos al día, al final de las seis
semanas presentaron 134 ± 3 % (n=6). Los cúbitos sometidos a cargas de 1800 ciclos
2
Periostio: membrana fibrosa que rodea la superficie del hueso que no está recubierta por el cartílago.
Esencial en el crecimiento óseo, en su reparación y en su nutrición por contener vasos sanguíneos que nutren
y dan sensibilidad al hueso.
3
Tiempo de exposición (t)= frecuencia (f)*número de ciclos (Nc)
4
Aunque los picos de deformación fueron similares, la posición del eje neutral de la carga artificial estaba
rotada 90° a comparación de las deformaciones por el batir de alas.
87
presentaron resultados de contenido mineral ósea al final de las seis semanas de 143 ± 6 %
(n=5) un poco mayor a las demás (ver figura 4.2).
Además de evaluar los resultados por el contenido mineral, también se evaluaron a nivel de
tejido mediante histología post mortem y micro radiografía tomados desde la diáfisis media
de ambos casos, el lado experimental y el contralateral intacto cúbito, que complementa el
estudio. Para el caso donde no hubo carga la examinación histológica y micro radiografía
(figura 4.3.A) mostraron un adelgazamiento cortical debido a una resorción endosteal, una
porosidad intracortical debido a la formación de osteones secundarios 5 que sólo fueron
rellenados parcialmente (flecha inferior) y nueva formación periostal en alguna parte
(flecha superio). La figura 4.3.B muestra la sección de la mitad de la diáfisis del cúbito
sujeto a cargas de 4 ciclos, el cual casi no mostró evidencias de remodelación y fue muy
difícil distinguir de su cúbito contraletral. La flecha muestra un canal de Volksman6
atravesando la banda normal de menos hueso mineralizado de la superficie endosteal. Esta
capa de hueso fue completamente removida en el cúbito no cargado (figura 4.3.A). Con
respecto a los cúbitos expuestos a cargas de 36 ciclos al día, las micro radiografías
mostraron nuevo hueso periostial añadidos circunferencialmente (figura 4.4), mas no se
observó una remodelación substancial cortical.
Los autores sugirieron, dados los resultados, que el proceso adaptativo necesario para
asegurar la competencia estructural puede ser generado por eventos de carga relativamente
poco frecuente en lugar de requerir largos períodos de actividad repetitiva (Rubin et al.
1984).
Figura 4.2. Cambio de porcentaje en contenido mineral óseo en el corte medial del cúbito
a las seis semanas sujetos a cero ( ), 4 ( ), 36 ( ), 360 ( ), o 1800 ( ) ciclos
consecutivos. Las líneas verticales a las seis semanas indican las desviaciones estándar.
Fuente: Rubin et al. 1984.
5
La presencia de osteones secundarios pone de manifiesto el comienzo de la etapa de remodelación.
6
Los canales de Volksman son conductos con vasos pero no están recubiertos por laminillas óseas y
comunican a osteones entre sí y con el exterior es decir el perióstio o con el canal medular.
88
Figura 4.4. Corteza de un cúbito sujeto a cargas de 36 ciclos diarios por seis semanas. El
reciente hueso depositado es visto en el engrosamiento entero de la banda periosteal (P). El
área endiosteal (E) la misma mostrada en la figura 4.3.B. Fuente: Rubin et al. 1984.
Qin y colaboradores (Qin et al. 1998) publicaron años más tardes otro estudio sobre la
relación de la deformación (microstrains) y número de ciclos necesarios para la
manutención de la masa ósea, y su relación con la frecuencia empleada, que compilaba
anteriores trabajos claves con experimentos in vivo en huesos cúbito de aves en su mayoría
y el propio. En su estudio, experimento con cúbitos de pavo, poniendo una carga a una
frecuencia de 30 Hz y con un número de ciclos de 108,000 (una hora), para evaluar la
capacidad de conservarse hueso a bajas deformaciones y alto número de ciclos (y
frecuencia). Los cúbitos fueron sujetos a cargas de flexión de 9 N, a través de una
compresión dinámica de los pines en el lado dorsal (ver figura 4.5), con régimen de 5 días
a la semana durante 8 semanas. Para evaluar la remodelación, se dividió la vista
transversal de la zona media de la diáfisis de cúbito en seis secciones (figura 4.6.A), y se
hizo una simulación por elementos finitos para calcular la deformación por compresión y
tensión de esta así como sus valores pico de cada uno, con una carga de flexión de 9 N de
fuerza aproximadamente (figura 4.6.B). La sección 2 indicó mayor deformación por
compresión (77 microestrain). Posteriormente se comparó morfológicamente el hueso,
para comparar las zonas de nueva formación ósea con su sección y su deformación
correspondiente.
Los cambios morfométricos en la los cúbitos sujetos sólo a desuso mostraron pérdida de
masa reflejado primero por el adelgazamiento cortical (4.7.A) y posteriormente por un
incremento en la porosidad cortical (figura 4.7.B), mas no se identificó resorción ósea en la
superficie periosteal en niguno de estos casos. En los cúbitos sujetos a 108,000 ciclos a 30
Hz (figura 4.7.C) se encontró ganancia de masa ósea sólo en el sector 2 (sección con el
pico de deformación), las demás secciones presentaron una pérdida de masa ósea con un
89
Figura 4.5. Aparato portable de carga utilizado para aplicar 108,000 ciclos, ± 100
microstrain de carga tipo flexión en el cúbito aislado con los dos pines Steinman. Fuente:
Qin et al. 1998.
Figura 4.6. A) Sección de diáfisis del cúbito dividido en secciones. B) Eje neutral cuando
es sometido a carga de flexión. D:dorsal, V:ventricular. Fuente: Qin et al. 1998.
Figura 4.8. Razón de cambio de área ósea y deformación lineal. Fuente: Qin et al. 1998
Entre los trabajos mencionados por Qin, el trabajo de McLeod & Rubin C. (1992) realizó
tres pruebas con cargas sinusoidales de duración constante (10 min/dia) en huesos cúbito
de pavos, variando la frecuencia (pruebas diferentes con 1, 30 y 60 Hz), Así, una
exposición de 10 minutos diaria con frecuencia de 1 Hz (equivalente a 600 ciclos) requiere
picos de deformación longitudinal inducido de 700 microstrains para mantener la masa
ósea (experimento 1). En el segundo experimento, aumentaron el número de ciclos y
frecuencia a 18,000 ciclos a 30 Hz encontrando una deformación necesaria para conservar
la masa ósea de 400 microstrains. En el tercer experimento se utilizó una frecuencia y
número de ciclos superiores, de 60 Hz y 36,000 ciclos respectivamente, picos de
deformación normal de 270 microstrain fueron encontrados capaces para mantener el
hueso.
Con tales resultados, Qin afirma se ha demostrado sustancialmente diferentes umbrales de
deformación para mantener la masa ósea el cual disminuye el mínimo requerido cuando
aumenta la frecuencia o número de ciclos.
Tabla 4.1. Estímulos mecánicos empíricos y su mantenimiento de masa. Fuente: Qin et al.
1998.
Model Deformación (microstrain) Frecuencia Número de
(Hz) ciclos diarios
Cúbito gallo 2,000 0.5 4
(Rubin & Lanyon, 1984)
Cúbito pavo 1,000 1 100
(Rubin & Lanyon, 1985)
Tibia humana 850 - 1,000
(Lanyon et al. 1975)
Tibia humana 400 - 10,000
(Lanyon et al. 1975)
Cúbito pavo 700 1 600
Cúbito pavo 400 30 18,000
Cúbito pavo 270 60 36,000
Cúbito pavo 70 30 108,000
91
Los criterios básicos para el diseño y la construcción de una plataforma vibratoria para los
trabajos experimentales posteriores fueron evaluados mediante simulaciones con modelos
biodinámicos humanos (ANEXO 3), y experimentos en animales y personas siguiendo
todos los requisitos de seguridad y salud. Después de muchos trabajos de investigación se
llegó a los siguientes resultados:
Figura 4.9. Transmisibilidad del plato o punto de contacto a la cabeza, según un modelo
biodinámico del ISO 7962 (línea negra) y una persona real medido experimentalmente
(líneas puntueadas), sd=desviación estándar con 2 valores de k 5. Fuente: Fritton et al. 1997
Uno de los principales problemas que sufren los astronautas debido a prolongados periodos
en el espacio (gravedad cero) es el debilitamiento alarmante de los músculos y huesos al
estar liberados de la tensión normal de la gravedad. Los músculos tienden a atrofiarse,
mientras que los huesos pierden masa ósea y pierden resistencia.
Estos efectos negativos fueron observados en los 1960´s durante los vuelos espaciales de
Gemini y porteriormente Soyuz 9, Apollo, Skylab, Salyut 7, Mir y en estaciones
espaciales.
Para reducir la atrofia muscular, los astronautas deben ejercitarse varias horas al día con
dispositivos con resortes, elásticos, bombas de vacío, entre otros para simular resistencia y
el peso del cuerpo (ver figura 4.10 y 4.11). Sin embargo, estas contramedidas no han
podido resolver la pérdida de masa en el hueso y su debilitamiento, problema que ha sido
motivo de investigación por muchos médicos e ingenieros biomédicos (Vibraciones
Saludables, 2001).
Figura 4.10. Astronauta llevando un arnés mientras se realizan los ejercicios de resistencia
a bordo de la Estación Espacial Internacional. ISS002-E-5508 (Abril, 2001).
Fuente: Gravity Hurts, 2001.
93
Figura 4.11. Astronauta en dispositivo de presión negativa para inferior del cuerpo.
Simula los efectos de la gravedad en la parte inferior del cuerpo. NASA foto ID: SL3-108-
1278. Fuente: Gravitity Hurts, 2001.
Este debilitamiento de los huesos debida a la pérdida progresiva de masa ósea es peligroso
para los astronautas al momento de regresar a un ambiente con gravedad, como la tierra.
Estudios en cosmonautas y astronautas que pasaron muchos meses en la Estación Espacial
Mir revelaron que se puede llegar a perder en promedio en el espacio de 1 a 2 por ciento
de masa ósea por mes. Los viajeros espaciales experimentan esta pérdida típicamente en
la mitad inferior del cuerpo (los que soportan el peso), particularmente en las vértebras
lumbares y en los huesos de la pierna. La disminución de masa ósea provoca un
aumento en los niveles de calcio en la sangre, el cual incrementa el riesgo de cálculos
renales (Space Bone, 2001).
El objetivo principal de los diversos estudios experimentales con estas señales de baja
magnitud y alta frecuencia, (BMAF), es validar cuan eficaz es como tratamiento no
invasivo y no farmacéutico para enfermedades óseas como osteoporosis y osteopenia.
Por tratarse de vibraciones suaves (< 0.5g), generalmente los experimentos tienen un
tiempo de exposición de 10 a 20 minutos al día, de 5 días/semana a más, por seis meses o
un año.
Para evaluar si estos estímulos mecánicos no invasivos transmitidos por los pies al
esqueleto axial tienen efectos anabólicos y mejorar el estado estructural en los huesos
largos se han realizado pruebas en ovejas adultas utilizando vibraciones con las
características señaladas anteriormente. Un experimento que duró 12 meses, con 18 ovejas
maduras las cuales fueron separadas en dos grupos, experimental y control (sin vibración).
En las nueve ovejas experimenta se expuso sólo su miembro posterior a una señal con
aceleración pico a pico de 0.3 g (2.9 m/s2) y una frecuencia de 30 Hz (figura 4.13). El
régimen de tratamiento consistió en 20 min/día por 5 días/semana por un año.
Para medir la deformación local (microstrains µs ) en la diáfisis tibial del hueso posterior,
se colocaron tres medidores de deformación roseta de tres elementos (Modelo FRA-2-11,
TML Gauges, Kenkyujo, Japón) en las ovejas. Estas medidores roseta indicaron una
deformación de 5 µs, una milésima de la deformación necesaria para producir una falla por
fluencia en los huesos (Carter et al. 1981, citado por Rubin et al. 2002b).
7
Forma de tejido óseo.
8
Definido como número de veces que se atraviesan las trabéculas por unidad de longitud por una vía
arbitraria a través del volumen de interés.
95
se observó un aumento en el hueso radio, lo que podría indicar que la respuesta adaptativa
es local y no sistémica. En el hueso cortical no se observaron cambios significativos.
Otro índice morfométrico óseo evaluado es el factor de patrón trabecular (Tb.Pf) que
describe cuantitativamente la conectividad trabecular, disminuyó 9 en 24.2%, que indica
para Rubin y colaboradores la adaptación de la morfología trabecular de forma de barra a
forma de placa. Cambios en las propiedades mecánicas del hueso simuladas por microCT
fueron observadas en la dirección longitudinal, aumento de la rigidez en 12.1% y aumento
en la resistencia de 26.7%, mientras que en las direcciones AL (anteroposterior) y ML
(mediolaterial) no se observaron cambios significativos. Estos resultados indican que la
calidad ósea, fue mayor en los animales de experimento que los de control,
preferentemente orientada a la dirección de las vibraciones,
9
Índice de conectividad inverso, cuanto más alto es el valor de Tb.Pf menos conectadas están las trabéculas
(sección 4.2.2).
96
Figura 4.14. Reconstrucción tridimensional de hueso trabecular del fémur distal de una
oveja en control (izquierda) comparado con la misma región del fémur de la oveja en
experimento (derecha). Fuente: Rubin et al. 2002b.
mejores índices respecto al desuso interrumpido por actividad normal (carga del peso) por
10 minutos al día.
Con el objetivo de establecer si estas señales mecánicas de muy baja magnitud pueden ser
de llegar eficientemente hasta es esqueleto, específicamente el fémur proximal y vertebras
lumbares, Rubin y sus colaboradores (2003), publicaron los resultados experimentales
tomados de seis voluntarios a estas vibraciones en posiciones de pie: erecto, relajado y con
las rodillas flexionadas. Con un equipo de trabajo de médicos e ingenieros se ubicaron
pines subcutáneos fijados a acelerómetros (Endevco 7265A-HS) en el trocánter mayor y
en el proceso espinoso de la vértebra lumbar L4 (figura 4.16). La plataforma vibratoria
varió su frecuencia de 15 Hz a 35 Hz, de hasta 1g pico a pico.
Figura 4. 16. Localización del trocánter mayor (izquierda) y proceso espinoso de vértebra
lumbar (derecha).
Para ver la efectividad de estas señales mecánicas en diferentes posiciones de pie (erecto y
relajado) y con las rodillas dobladas 20 grados, Rubin y colaboradores, desarrollaron
también pruebas para medir la transmisibilidad a diferentes frecuencias de 15 Hz a 35 Hz y
con una aceleración de muy baja magnitud constante. La posición con menor
transmisibilidad, como se muestra en la figura 4.18, es con las rodillas flexionadas, en la
cadera llega a valores menores del 50% para frecuencias mayores de 20 Hz (E), mientras
que en la vértebra L4, su máximo valor de transmisibilidad es de 80% a 22 Hz y va
disminuyendo a mayores frecuencias (F).
Las posiciones de relajado y erecto de pie, muestran para el caso de la cadera, una
resonancia a frecuencias menores de 20 Hz, con una transmisibilidad de 130 %, que
disminuye rápidamente a medida que aumenta la frecuencia.
Para el caso de la columna, en estas posiciones, no se presentan ninguna frecuencia de
resonancia, siendo la transmisibilidad en ambos casos menores de 100 %, y la posición de
relajado (D) el de menor valor a 30 Hz con 60 %.
Por lo general, la transmisibilidad disminuye a medida que aumenta la frecuencia, para
diferentes posiciones en la cadera y en la columna, esto quiere decir, que para 30 Hz la
señal mecánica transmitida por los pies llega en más del 50 % a los destinos con los que se
quiere trabajar por ser más vulnerables a perder masa ósea en una osteopenia.
99
Hz. Para medir la densidad mineral ósea (DMO) en la columna, cadera, fémur (cuello y
trocánter) y radio distal, fue utilizada la técnica de absorciometría de rayos x de doble
energía (DXA). Estas mediciones se hicieron al comenzar, a los 3, 6 y 12 meses.
Para la evaluación de los resultados se clasificó según la obediencia de tratamiento diario,
habiendo tres niveles: bajo (59.1)%, medio (76.6)%, y alto (85.9)%. También se consideró
el criterio de la importancia del peso del paciente para la evaluación de resultados (< ó ≥
65 kg) y separadas para los anteriores casos en placebo y activo.
Con una obediencia de exposición diaria ALTA activo y placebo (86%), las mujeres del
grupo placebo presentaron pérdida promedio de DMO de 2.13% en el cuello femoral
después del año, mientras que las mujeres con tratamiento presentaron ganancia de 0.04%
(beneficio relativo neto de tratamiento 2.17%). En la espina lumbar, la disminución
observada al final del año en grupo placebo fue 1.6%, y en el grupo activo la pérdida se
redujo a 0.10% (beneficio relativo del tratamiento 1.5%). El beneficio neto relativo en el
trocánter de fémur fue menor (1.23%). En la figura 4.19, se grafican los resultados de
porcentaje de cambio de DMO en cada zona (cuello, trocánter, espina y radio), para cada
grupo activo de baja, medio y alta obediencia, el porcentaje de placebo es la media del
porcentaje promedio de cada nivel de obediencia.
Considerando el factor del peso del paciente, en las mujeres más livianas (<65 kg), y con
obediencia alta, se observó un significativo beneficio relativo en la espina (3.35%),
trocánter (1.92%), y en el cuello femoral (2.10%), graficados en la figura 4.20.
% de cambio de DMO
0
espina trocanter cuello activo
-1
placebo
-2
-3
-4
Para evaluar los beneficios potenciales de la breve exposición a estas señales mecánicas en
el sistema musculoesquelético en mujeres jóvenes con baja densidad ósea, se realizó un
ensayo clínico con características de vibración de baja magnitud (0.3g) y alta frecuencia
(30 Hz) en 48 mujeres jóvenes (de 15 a 20 años) con al menos historia clínica de una
fractura ósea, 24 de ellas fueron expuestas a 10 minutos diariamente por 12 meses, y las
otras 24 sirvieron de control (Gilzans et al. 2006). Mediante QCT se realizó pruebas al
inicio y al final del estudio para evaluar los cambios en los músculos (área de sección
transversal) y huesos (DMO volumétricos) axiales y apendiculares tanto de control como
experimental (tabla 4.2).
Para los fines del estudio la musculatura paravertebral se consideró como las áreas
combinadas de los músculos iliopsoas, erector de la columna y los cuadrados lumbares
(ubicación de los músculos en la figura 4.21).
Al finalizar los 12 meses, usando AIT, el DMO del hueso trabecular de las vertebras en el
grupo experimental aumentó 2.1% (beneficio relativo10 2.0%), el área del fémur cortical
en el grupo experimental aumentó 3.4% (beneficio relativo 2.3%), mientras que la
musculatura paravertebral en el grupo experimental aumentó en un 5.4 % (beneficio
relativo 4.9%).
Utilizando APP, las ganancias en ambos, músculos y huesos fueron fuertemente
correlacionados con los tres cuartiles más altos de obediencia (figura 4.22), observándose
beneficios relativos en los grupos experimentales de 3.9% de incremento en DMO
trabecular de vértebras, aumento de 2.9% del área cortical del fémur, y 7.2% de aumento
en la musculatura paravertebral.
Estos resultados reflejarían que la exposición a más de 2 minutos al día de tales señales
mecánicas de baja magnitud, favorecen tanto al esqueleto como músculo axial y
apendicular que soportan carga, en mujeres jóvenes de baja DMO.
10
Beneficio relativo compara los cambios en el grupo experimental y grupo de control.
103
Figura 4.22. Porcentaje de cambio medido al año en (A) musculatura paravertebral (B)
DMO trabecular vertebral (C) área cortical femoral, en sujetos control y de experimento de
cada cuartil de obediencia en porcentaje. Fuente: Gilzans et al. 2006.
Para evaluar las propiedades osteogénicas de las señales mecánicas de baja magnitud, en
pacientes con distintas causas de osteopenia u osteoporosis, Ward y colaboradores (2004),
evaluaron la densidad mineral ósea volumétrica trabecular (vTBMD; mg/ml) de la tibia
proximal y espina lumbar (L2) de un grupo de niños con discapacidad de locomoción por
displasia cerebral comparando expuestos a estas señales de baja magnitud mediante una
plataforma vibratoria con otro grupo de niños con discapacidad no expuestos a vibraciones
diarias.
Se tomaron 20 niños al azar (edad promedio 9.1± 4.3 años), con el consentimiento por
escrito de sus padres, los cuales fueron divididos al azar en dos grupos, 10 niños que
estuvieron expuestos a vibraciones del dispositivo con magnitud de 0.3 g y a 90 Hz y 10
niños que fueron colocados en los dispositivos como se muestra en la figura 4.23, pero sin
activar las vibraciones (placebo). El trabajo de experimentación duró 6 meses con un
régimen de 10 min/día y 5 días/semana para todos los casos.
Las mediciones se hicieron utilizando tomografía cuantitativa computarizada (QCT) 3-D
para determinar si el tratamiento tiene efecto en el hueso cortical diafisial.
Resultados. Después de seis meses, el principal cambio en el vTBMD de la tibia proximal
en los niños que se pararon en los dispositivos activos fue un aumento de 6.27 mg/ml
(+6.3%). En los niños que se pararon en los dispositivos placebo, el vTBMD disminuyó en
by -9.45 mg/ml (-11.9%). EL beneficio neto reportado del tratamiento fue
children who stood on placebo devices, vTBMD decreased Thus, the net benefit of 15.72
mg/ml (17.7%). En la columna (L2) el beneficio neto del tratamiento fue menor,
comparado con el placebo fue 6.72 mg/ml.
Estos resultados del experimento piloto de Ward y sus colaboradores, mostraron por
primera vez que los estímulos mecánicos de muy baja magnitud y alta frecuencia son
anabólicos en el hueso trabecular en los niños, podría proveer un sustituto de la actividad
muscular ante la discapacidad.
104
Los efectos osteogénicos de estas señales de baja magnitud se han estudiado utilizando la
carga del peso en los sujetos expuestos, atribuyéndose y evaluando estos efectos en huesos
como fémur y vertebras, mediante terapia de pie a través del esqueleto axial.
Un trabajo para evaluar los efectos anabólicos de vibraciones transmitidas en sentido
donde no intervenga el peso del cuerpo, en ratones de laboratorio fue realizado por Garman
y colaboradores en 2007.
Ocho ratones de laboratorio hembras C57BL/6J (B6) fueron sometidos en la tibia izquierda
en posición echada y formando un ángulo de 120○ (figura 4.24) a dos aceleraciones
distintas (0.3g y 0.6g) y una frecuencia de 45 Hz, 10 min/día, 5días/semana durante tres
semanas, mientras que la tibia derecha sirvió como control interno.
Después de las tres semanas, la tasa de formación de hueso trabecular (BFR) metafisial y el
porcentaje de mineralización de superficie (MS/BS) fueron 88% y 64% mayor
respectivamente en la tibia acelerada a 0.3g que su control interno. A intensidad de 0.6g la
tasa de formación ósea (BFR) y la tasa de aposición mineral (MAR) fueron 66% y 22%
mayores en la tibia acelerada con respecto a su contralateral. Con respecto a los cambios
morfológicos óseo fueron evidentes sólo en la epífisis, donde la tibia estimulada a 0.6%
mostró cambios significativos en área cortical mayor (+8%), y engrosamiento cortical
(+8%) con respecto a la tibia contralateral, mientras que a 0.3g y en la diáfisis no
mejoraron significativamente estos valores.
Con tales resultados se podría sugerir que tales vibraciones pueden ser osteogénicas en la
formación de hueso y morfológicamente, independientemente de la dirección de carga de
peso, aunque no se han experimentado clínicamente aún.
105
Las personas que han sufrido de lesiones en la médula espinal desarrollan una marcada
pérdida de masa ósea por la parálisis e inmovilización. Para poder evaluar si el tratamiento
con estas vibraciones de baja magnitud puede tener algún efecto benéfico en la
conservación de la masa ósea sin perjudicar la lesión, se midió la transmisibilidad de estas
señales a través del esqueleto axial, mediante acelerómetro CXL10HF3 (Crossbow
Technology) y la información guardada a 1000 Hz con un sistema de adquisición de datos
de 16 bit.
Asselin y colaboradores, en el 2011, ensayaron con 7 personas con lesión de médula
espinal (LME) y 10 personas sanas como control, para medir la transmisibilidad a la
cabeza a diferentes intensidades de aceleración pico a pico (0.27g y 0.44g) con frecuencia
34 Hz y a diferentes ángulos de inclinación de la cama (15, 30, and 45°), como se muestra
en la figura 4.25, utilizando dispositivo modificado para investigación Juven Medic 11. En
este experimento no se midió ningún cambio en el DMO o volumétrica.
Para una aceleracion de 0.27g, el grupo con LME tuvo una transmisibilidad promedio de
25, 34, y 43% y el de control transmitió 28, 45 y 57% en el cráneo a un ángulo de
inclinación de 15, 30, y 45° respectivamente.
Con aceleracion de 0.44g, el grupo con MDE tuvo una transmisibilidad promedio de 17,
23, y 32% y el de control transmitió 24, 40 y 59% en el cráneo a un ángulo de inclinación
de 15, 30, y 45° respectivamente.
A medida que la aceleración aumenta (<1g), la transmisibilidad disminuye, por el
contrario, cuando aumenta grado de inclinación, la transmisibilidad aumenta, tanto para
personas con LME como sanas, siendo siempre menor la transmisibilidad en LME que los
de control.
11
Página web: http://www.juvent.com/
106
Figura 4.25. Persona con lesión de columna, expuesta a vibraciones de baja magnitud,
sujetado a una cama con ángulo de 45 grados. Fuente: Asselin et al. 2011.
Este estudio denominado VIBES (Vibration to Improve Bone density in Elderly Subjects)
se viene realizando con 200 personas mayors de 60 años (con rigurosos criterios de
inclusión y de exclusión según historia clínica), hombres y mujeres, con densidad mineral
ósea de entrada medida por DEXA12 entre -1 y -2.5. Un grupo fue expuesto a las
plataformas con vibraciones por 10 min/día (experimental) y los otros a plataformas
ficticias (control), como se observa en la figura 4.26.
La toma de datos para la evaluación se realizará al iniciar, al año y a los dos años, y se
evaluará la densidad mineral ósea de cadera y vértebra lumbar (L1 y L2) medida por
absorciometría de rayos X y por tomografía computarizada cuantitativa (QCT). Para el
análisis principal se compararán los cambios medios desde el inicio, al año y al final de la
densidad ósea volumétrica tomada por QCT en activos y control. Los análisis secundarios
compararán cambios en marcadores bioquímicos de recambio óseo.
Los resultados para las regiones incluirían volumen de tejido trabecular y cortical (cm3),
contenido mineral óseo (BMC,g) y densidad mineral óseo volumétrica (vBMD, g/cm3) y
área de sección transversal (figura 4.27).
12
Absorciometría dual de rayos X.
107
Figura 4.26. Persona mayor expuesta a VIBES. Fuente: Kiel et al. 2010.
Figura 4.27. Imágenes representative de escaneo por QCT tomados tomados de la vértebra
lumbar y fémur proximal. Los planos mostrados para cada región de la izquierda
corresponden a la sección transversal de la derecha. Fuente: Kiel et al. 2010.
A) LivMD
LivMD se muestra como una solución de base científica segura para la salud determinado
por la International Organization for Standardization (ISO) y Occupational Safety and
Health Administration (OSHA).
1) Características de LivMD
Entre los beneficios promovidos destacan (página web Marodyne LivMD, 2013):
En la tabla 4.2 se muestra una tabla comparativa sobre la máxima fuerza de gravedad G
utilizado, frecuencia utilizada y desplazamiento de vibración (o nivel), así como los
niveles vibratorios aprobados por diferentes Estándares Internacionales como OSHAS,
ISO, etc. Además del seguimiento de estándares de calidad y diseño, entre LivMD y otras
marcas conocidas del mercado.
Valores altos de “g” pueden resultar perjudiciales para la salud, en personas mayores, con
alguna enfermedad o a exposiciones no adecuadas, según lo explicado en la sección 1.6.3
de contraindicaciones de plataformas vibraciones y figura 1.14 de Umbrales de duración de
exposición de tolerancia humana según ISO 2631.
Tabla 4.2. Comparación de LivMD con otros dispositivos vibratorios del mercado.
Fuente: página web Marodyne Medical LivMD (2013).
B) JUVENT 1000
4.2.1 Hipótesis
Las señales físicas regulatorias del sistema esquelético, se ven significativamente reducidas
con la edad, dentro de las causas se podrían incluir las siguientes causas (Rubin et al.
2013):
Estos y otras datos encontrados sugieren que la organización del tejido óseo es impulsada
por la descarga continua de actividad que abarca una amplia gama de frecuencia y
amplitud, en el que todas las partes de la historia de deformación del hueso deben ser
consideradas para jugar un papel en la adaptación ósea.
Estas deformaciones de baja magnitud, pueden tener su origen de dos fuentes: del impacto
de la misma actividad física al hueso, y de las deformaciones musculares por la
contractilidad de las fibras musculares por la misma actividad física que tienen influencia
directa en los huesos.
Partiendo de que las señales mecánicas que reciben las células óseas (deformación) vienen
en gran parte de las contracciones, en una persona con el sistema musculo esquelético sano
éstas influyen para un tejido óseo sano, caso contrario, la disminución de estas señales
provenientes de la actividad muscular, afectarían directamente la salud del tejido óseo.
Frente a este potencial problema, se ha encontrado tras estudios experimentales, dos causas
que reducirían la transmisión de estas deformaciones a las células mecanoreceptoras:
Figura 4.32. Cambios dinámicos relativos a la edad en músculo soleo durante actividad
postural. Fuente: Rubin et al., 2013, adaptado de Huang et al., 1999.
mayores de (51-62 años) mostraron menores áreas de estas fibras, para tipo IIa era
el 31 % y para el IIb era de 40 % comparado al de grupo de personas jóvenes de 21
- 30 años (Proctor et al. 1995).
Para cada región o zona del hueso (largo) se tiene una técnica o método a utilizar
recomendado para facilitar y homogenizar el análisis (figura 4.33).
114
2) Histomorfometría
A fin de obtener los parámetros de cambio óseo de la muestra ósea, se utiliza un software
de histomorfometría (Osteomeasure, OsteoMetrics Inc., Atlanta, GA) para rastrear los
marcadores fluorescentes (colocados en la muestra previamente) y las superficies óseas.
Los principales parámetros usados para evaluar los cambios de cantidad mineral ósea
hallados con esta técnica son los siguientes:
Una de las marcas más reconocidas de microCT es Bruker microCT, conocido también
como SkyScan, se especializa en el desarrollo y fabricación de sistemas para la
investigación en 3-D de la microestructura interna de un objeto (no destructiva), en la
adquisición de la imagen, la reconstrucción de imágenes y análisis de datos.
Un ejemplo de la imagen adquirida por SkyScan1174 sobre el hueso de una rata pequeña
se muestra en la figura 4.34 (Fuente: Bruker micro CT, 2013)14.
Figura 4.34. Tres cortes ortogonales, tamaño de pixel 6µm, de hueso de rata.
13
Microtrabeculae Bone Research. Obtenido de: http://www.trabeculae.com/microCT.html
14
Obtenido de: http://www.skyscan.be/applications/biomedical/biomed005.htm
116
4) Índices morfométricos:
Para cada tipo de tejido óseo, trabecular y cortical hay diferentes parámetros o índices
morfométricos que ayudan en la evaluación biomecánica y microestructural del hueso,
mostrados los principales en la tabla 4.3, que son calculados mediante una tomografía
computarizada (Xie et al. 2006).
Trabecular Cortical
Fracción de volumen ósea (BV/TV) Área ósea cortical (Ct.Ar)
Densidad de superficie ósea (BS/TV) Área de envoltura endocortical (Ec.En)
Superficie específica de hueso (BS/BV) Área de envoltura periosteal (Ps.En)
Separación trabecular (TB.Sp) Grosor de la sección transversal (Ct.Th)
Grosor trabecular (Tb.Th)
Índice de modelo estructural (SMI)
Número trabecular (Tb.N)
Factor de patrón trabecular (Tb.Pf)
A) Índices trabeculares
a) Grosor trabecular
Figura 4.35. Animación a color de grosor trabecular (Tb.Th) con micro CT. Fuente: pag
web: MicroCT world.
117
Con el Tb.Th se puede comparar el espesor de las estructuras trabeculares, sin embargo,
esta medida es escalar y no puede describir todos los cambios estructurales. Por ejemplos,
dos muestras con valores Tb.Th idénticos, donde una muestra se compone de puntales con
espesor uniforme y la otra muestra se compone de montantes verticales gruesas que están
interconectadas por trabéculas horizontales delgadas. Por estas situaciones, es que resulta
útil comparar con el histograma de distribución de grosor (figura 4.36) para la distinción.
Figura 4.36. Histograma de distribución de grosor trabecular de muestra. Fuente: pag web:
MicroCT world.
Con el mismo método pero ocupando con esferas las cavidades medulares se obtiene el
promedio de la separación trabecular (Tb.Sp). Se puede ver animación en software de
microCT en la figura 4.37.
Figura 4.37. Animación a color de separación trabecular (Tb.Sp), en micro CT. Fuente:
pag web: MicroCT world.
c) Número trabecular
El número trabecular (Tb.N) representa el número de veces que se atraviesan las trabéculas
por unidad de longitud por una vía arbitraria a través del volumen de interés. Este método
consiste en lanzar una línea que atraviese la región de interés y contar cuántas veces
118
Para la espina lumbar y cabeza femoral existen estructuras típicas con SMI características
(ver figura 4.38), mientras que para la cabeza ilíaca y calcáneo no muestran un SMI
característicos, como se ven en la figura 4.39 y 4.40 (Fuente: Hildebrant et al. 1999).
Figura 4.38. Típicas estructuras de hueso cancelloso en espina lumbar y cabeza femoral,
SMI=2.5 para espina lumbar (izquierda) y SMI=0.16 para cabeza femoral (derecha).
15
Fuente: TRABECULAE Bone Research. Obtenido de: http://www.trabeculae.com/microCT.html
119
Figura 4.39. Muestras de cresta ilíaca que muestran diferentes estructuras, con prevalencia
en forma de tubos SMI=2.1 (izquierda) y en forma de placas SMI=0.8 (derecha).
Figura 4.40. Muestras de calcáneo muestran diferentes estructuras, con mayor número en
forma de tubos SMI=2.3 (izquierda) y muchas en forma de placas SMI=1.1 (derecha).
Consiste en el espesor de la región cortical que se realiza excluyendo los espacios entre las
secciones transversales, analizando solamente el grosor en cada sección
e) Grosor cortical (Ct.Th)
Considerando los espacios entre secciones en 3D, se obtiene el valor de grosor cortical.
16
Fuente: Stratec MedizinTechnik. pQCT. Obtenido de: http://www.galileo-training.com/de-
english/products/pqct-bone-density-bone-geometry/background/advantages-over-other-techniques.html
17
Sievert (Sv): unidad de dosis equivalente de radiación absorbida por la materia viva, teniendo en cuenta la
eficiencia en la transferencia de la energía de la radiación en el tejido vivo. 1Sv= 1 Joule/kg
121
Con el pQCT se puede discriminar los cambios fisiológicos y patológicos en el hueso (tibia
o radio) con respecto a la función muscular, mejorando el diagnóstico (ver ANEXO 2).
Densidad volumétrica mineral ósea (mg/cm³): análisis individual para hueso esponjoso
y cortical.
Masa ósea.
Resistencia ósea (SSI): resultante de la arquitectura y propiedades del material.
Área de sección transversal del músculo.
Relación hueso/área de sección transversal del músculo.
Adquisición 3D de la maroestructura/arquitectura del hueso.
18
Los osteofitos son protuberancias óseas no maduras en las vértebras con forma de espuelas, que reflejan la
presencia de una enfermedad degenerativa y calcificación ósea.
19
STRATEC, marca fabricante de pQCT, con parámetros similares en la mayoría con otras marcas.
122
Los cambios más resaltantes fueron en la metáfisis, en taza de formación ósea (BFR/BS),
tasa de aposición mineral (MAR) y superficie mineralizante (MS/BS), para ambos valores
de aceleraciones.
Los cambios relativos promedio con respecto a los grupos control en los parámetros
morfométricos de hueso trabecular y cortical, en metáfisis y epífisis de la tibia se muestran
en las figuras 4.44 y 4.45. No se encontraron cambios significativos de los parámetros
morfométricos en diáfisis cortical.
80
60 0.3 g
40 0.6 g
20
0
MAR MS/BS BFR/BS
Indice histomorfométrico trabecular
Figura 4.44. Cambio relativo de MAR, MS/BS y BFR/BS en la metáfisis trabecular de
tibia para las dos intensidades de vibración. Fuente: datos Tabla 2, de Garman et al. 2007.
25
20
0.3 g
15 0.6 g
10
5
0
Ct.Ar Ct.Th
Indice morfométrico cortical
Figura 4.45. Cambio relativo de Ct.Ar y Ct.Th en la epífisis cortical de tibia para las dos
intensidades de vibración 0.3 g y 0.6 g. Fuente: datos Tabla 2, de Garman et al. 2007.
Los parámetros histomorfométricos para evaluar los resultados en este experimento fueron
taza de formación ósea (BFR/BS), taza de aposición mineral (MAR), superficie
mineralizante (MS/BS), y porcentaje de volumen óseo con respecto al volumen total
(BV/TV).
124
En la figura 4.15, se muestran resultados de tasa de formación ósea (BFR/BS) para los
cuatro grupo, en el que el grupo en desuso interrumpido por vibraciones alcanzó valores
muy cercanos al de grupo control (sin reposo) y mejores resultados que a los que sólo se
les permitió caminar por el mismo tiempo; de igual manera, el parámetro de superficie de
mineralización (MS/BS), para el grupo de reposo más vibraciones, alcanza valores
inferiores muy cercanos al grupo de control, mejores que en los otros casos de reposo.
En cuanto a los valores de BV/TV y MAR, se pueden observar los resultados en las figuras
4.46 y 4.47 respectivamente. El volumen óseo (BV/TV) para el caso de desuso más
vibración fue 167% mayor al de desuso, y es 1.5 % menor al grupo que estuvieron en
control. La tasa de aposición mineral se conservó igual, por lo que se infiere que la
resorción debido al desuso se contrarrestó en la mayoría por nueva formación ósea, lo que
se reflejó en la muy pequeña disminución en volumen óseo.
20
19
18
17
control desuso desuso + peso desuso+ vib
Grupos experimentales
Figura 4.46. Porcentaje de volumen óseo en tibia proximal de ratas después de 28 días.
Fuente datos: Tabla 1 de Rubin at al. 2001.
0.8
0.6
0.4
0.2
0
control desuso desuso + peso desuso+ vib
Grupos experimentales
Figura 4.47. Tasa de aposición mineral en tibia proximal de ratas después de 28 días.
Fuente datos: Tabla 1 de Rubin at al. 2001.
En el experimento de Rubin y colaboradores (2002) con ovejas, para evaluar los efectos en
la cantidad y calidad ósea de las vibraciones en el cóndilo distal femoral de los miembros
inferiores (ver Sección 4.1.2 sección A). Se evaluó la calidad mecánica de las muestras
125
extraídas terminando el tiempo de prueba, con el uso de una microCT, se halló los índices
de Número trabecular (Tb.N), grosor trabecular medio (Tb.Th), separación trabecular
(Tb.Sp) y factor de patrón trabecular (Tb.Pf) (resultados mencionados en sección 4.2.2).
30
20
10
0
-10 BMC (g) Tb.N Tb.Sp TBPf
-20
-30
Parámetros morfométricos y de cantidad mineral BMC
Hasta el momento, se ha estudiado todos los efectos anabólicos de las señales BMAF en un
tejido óseo vivo, analizando los parámetros histomorfométricos en los tejidos cortical y
cancelloso, sin embargo las vías en cómo estas señales influyen directamente en las células
óseas aún no está revelado.
Para comprender cómo es que influyen estas señales en las células óseas responsables de la
formación o resorción ósea, ingenieros biomédicos y especialistas vienen realizando
experimentos in vitro de las células óseas como osteocitos o preosteoblastos expuestas a
vibraciones LMHF para evaluar una respuesta anti-resortiva o anabólica.
En este trabajo, Patel y colaboradores (2009), con su teoría de que las señales mecánicas
LMHF aplicadas directamente a los preosteoblastos previenen la disminución de respuesta
de formación ósea in vitro, hicieron un experimento con células preosteoblastos 2T3
murinas expuestas a la microgravidad (desuso) e intervenidas con vibraciones LMF (a p-p
0.1g - 0.4 g y 30 Hz) por 10- 60 min/día.
126
Dentro de los resultados se observa en la cuantificación de Azalina roja a los 15 días, una
disminución de mineralización mayor del 90 % en preosteoblastos expuestos a RPM, que
no fue inhibido por la intervención de condición estática (1 g) en períodos de 10 a
20
También referida como clinostato 3 D.
21
Que ocupan toda la superficie disponible para el crecimiento. Han dejado de dividirse.
127
Lau y colaboradores (2010) con esta información, hicieron la hipótesis de que los
osteocitos son los mecanosensores responsables de detectar la estimulación por vibración y
produciendo factores solubles que modulen la actividad de las células efectoras.
Por tal, aplicaron vibración de 0.3 g a frecuencias distintas (30, 60 y 90 Hz) y el control
estático (0 Hz), a unas células osteocitos MLO -Y4 por una hora (Lau et al. 2010).
Muchas de las señales que liberan los osteocitos ante la regulación mecánica y que se ha
evaluado en este experimento son:
RANKL receptor activador: requisito para la formación de osteoclasto es la unión
de RANKL al RANK receptor de las células precursoras de osteoclasto
OPG osteoprogeterina: receptor señuelo de RANKL, bloquea la interacción de
unión RANKL-RANK, por lo que actúa como un antagónico a la formación y
sobrevivencia de osteoclastos.
PGE2 prostaglandina E2: activa la proliferación de osteoclastos y son inductores
tanto de la formación como de la resorción ósea.
COX-2 enzima que cataliza la síntesis de PGE2.
Figura 4. 53. Configuración de lazo cerrado para experimento. Fuente: Lau et al. 2010.
Dentro de los resultados se encontró que los osteocitos fueron sensibles a las vibraciones,
el nivel de COX-2 aumentó significativamente con todas las frecuencias, y guarda una
tendencia de incremento de nivel COX-2 cuando aumenta la frecuencia, su máximo nivel
fue 3.4 veces el valor de referencia a 90 Hz (figura 4.54 A), mientras que los niveles de
PGE2 disminuyó el 61% a a comparación de control para el caso de frecuencia de
vibración de 60 Hz (figura 4.54 B).
Para evaluar si las vibraciones LMHF tienen efecto en la relación RANKL / OPG sobre los
osteocitos y cómo es ésta, se midieron los valores individuales de RANKL y OPG. Las
células MLO-Y4 mostraron disminución de los niveles de RANKL en todas las frecuencias
(figura 4.55A), mientras que el nivel de OPG no fue alterado (figura 4.55B).
La disminución significativa de la proporción de RANKL / OPG se debe entonces en
absoluto por la disminución de RANKL en todas las frecuencias (figura 4.55C).
“En conjunto, estos datos sugieren que la vibración LMHF impulsa cambios de expresión
en el mRNA22 hacia un efecto anti-resorción” (Lau et al. 2010, p.4).
22
mRNA: ARN mensajero que contiene la información genética procedente del ADN.
130
Figura 4. 54. Efecto de LMHF vibración sobre la COX-2 y liberación de PGE2 en células
MLO-Y4. (A) La relación de nivel entre el grupo vibrado y sin vibrar de COX-2 aumentó
a medida que la frecuencia aumenta. (B) Disminución de 61% en la cantidad de PGE2
acumulado en 1 h de vibración a 60 Hz. Fuente: Lau et al. 2010.
Figura 4. 55. Efecto de vibración LMHF (A) en valores de RANKL, (B) en valores de
OPG, (C) en expresión RANK/OPG. Fuente: Lau et al. 2010.
Figura 4. 56. Tres diferentes caminos por el cual las señales mecánicas producidas durante
vibración de cuerpo entero son sensadas por las células, dentro del hueso del esqueleto
apendicular. Fuente: Adaptado de Judex et al. 2010.
área muscular que rodean la columna vertebral y fémur (figura 4.22), además de resultados
anabólicos en el fémur.
Otro estudio del efecto de estas vibraciones LMHF en el sistema musculo esquelético fue
investigado por Xie y sus colaboradores (2008), donde experimentaron con ratones
sometidos a vibraciones de 0.3g y 45 Hz, hubo 14% más de volumen de hueso trabecular
en la metáfisis tibial y en el músculo sóleo también tuvieron ganancias, con 29% mayor de
área de sección transversal total, así como área de la fibra de tipo I y de tipo II. Por estos
resultados, de manera similar a los datos clínicos, el hueso y el músculo pueden responder
a la señal mecánica de bajo nivel en un modelo murino (ratón).
Si fuera predominante para la morfología del hueso las cargas (contracciones) musculares
por una masa/resistencia muscular mayores que la carga gravitacional, se podría
argumentar que la adaptación muscular como respuesta al estímulo de vibración precedería
temporalmente a la adaptación esquelética, para confrontar esta teoría, en el mismo
experimento de 3 semanas de Xie et al (2008), anteriormente mencionado, a pesar de
haberse presentado aumento en el área seccional del músculo sóleo no se presentó mejora
en las propiedades areales, hasta recién la sexta semana.
Para finalizar, el alta grado de transmisibilidad de los pies hacia el esqueleto axial, la
capacidad para responder a las señales LMHF en forma anti resortiva sin actividad
muscular (por ausencia de carga de peso, Garman et al. 2006), la ausencia de una secuencia
temporal de respuesta músculo-hueso (cambios en las propiedades areales del músculo
antes que en tejido óseo, Xie et al. 2008), podrían parecer razones para afirmar que las
células óseas son capaces de “sensar” directamente la señal transmitida a través del hueso.
Sin embargo no son evidencias concluyentes para afirmar o negar la influencia de la
actividad muscular en la formación ósea.
4.5.1 Alcance
Para la transferencia de datos se utilizó el software Tera Term versión 4.79 con entrada
serial, cuyos datos se copiaron al Excel y luego se exportaron al MatLab R2012a, para
graficar las señales de aceleración a diferentes velocidades y posterior análisis.
R p p ( ax 2 a y 2 az 2 )
Donde a x , a y y a z son los valores pico a pico de las aceleraciones de cada eje hallados
experimentalmente de las gráficas en “g”.
Figura 4.57. Plataforma vibratoria BodyFit (izquierda), con ajustes para el entrenamiento
y niveles bajo, medio, alto (derecho).
23
Página web: http://mbed.org/platforms/mbed-LPC1768/
24
Configurado para enviar 50 datos por segundo.
134
Para el segundo objetivo, de evaluar los niveles según los valores límites umbrales de
seguridad (TLV treshold limit values), que describe el tiempo de exposición permisible
según la frecuencia, según la ISO 2631, se ubicarán los resultados de aceleración pico a
pico obtenidos del eje z (vertical) y la frecuencia en el gráfico que muestra la figura 4.59
(representación directa de la ISO 2631), el cual se enfoca en la INTENSIDAD de la
vibración medido en fuerza-g o “g”. En éste se pueden ubicar tres zonas importantes, de
seguridad (verde), de alerta (amarillo) y de peligro (rosado), según el tiempo de tolerancia
a exposición.
135
Figura 4. 59. Representación directa de ISO 2631 para los límites de exposición humana a
vibración. Fuente: adaptado de Muir et al, 2013.
4.5.3 Resultados
Para cada velocidad de la plataforma se buscó encontrar una magnitud de aceleración pico
a pico y una frecuencia, utilizando dominio en el tiempo y espectro de frecuencias
respectivamente.
0.04
Aceleración, ax (g)
0.035
0.03
0.025
0.02
0.015
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.05
0.045
Aceleración (g)
0.04
0.035
0.03
0.025
0.02
0.015
0.01
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.06
0.04
Aceleración (g)
0.02
-0.02
-0.04
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)
0.03
0.02
Aceleración (g)
0.01
-0.01
-0.02
-0.03
-0.04
-0.05
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.04
Aceleración (g)
0.02
-0.02
-0.04
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.12
0.1
Aceleración (g)
0.08
0.06
0.04
0.02
-0.02
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)
Aceleración, az a velocidades 1, 5 y 10
az-v1
1.1 az-v5
az-v10
1.05
0.95
Aceleración (g)
0.9
0.85
0.8
0.75
0.7
0.65
0.6
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.9
0.8
Aceleración (g)
0.7
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
0.9
0.8
0.7
Aceleración (g)
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)
25
20
Potencia
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
35
30
25
Potencia
20
15
10
0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)
axp-p ayp-p
* * azp-p (g) * f (Hz) * Rp-p(g)
(g) (g)
V1 0.008 NO 0.018 NO 0.10 NO 3.5 NO 0.102
V5 0.014 SI 0.048 SI 0.28 SI 7 NO 0.284
V10 0.018 SI 0.068 SI 0.30 SI - NO 0.308
V15 0.015 NO 0.062 NO 0.36 NO 7 SI 0.366
V20 0.03 NO 0.07 NO 0.25 NO - NO 0.261
V25 0.034 NO 0.07 NO 0.30 NO - NO 0.310
V30 0.06 NO 0.09 NO 0.60 NO - NO 0.607
Nota: * Se distingue en la gráfica (sinusoidad o frecuencia fundamental)
142
0.4 azp-p
ayp-p
0.3
axp-p
0.2
0.1
0
V1 V5 V10 V15 V20 V25 V30
Niveles de velocidad de plataforma
Figura 4.70. Valores de aceleración pico a pico en todas las velocidades para los tres ejes.
4.5.4 Discusión
A valores de aceleración pico a pico de cada eje se le consideró el mayor valor según
gráfico, sin considerar distorsiones notables, y se realizó sólo una prueba con el voluntario,
por esta razón no se muestran desviación estándar. Por limitación de tiempo y de
voluntarios, no se realizaron mayor número de pruebas, y el valor mostrado no es un
promedio por lo que se presta para considerar que los valores no son exactos si no que
pudieron estar sujetos a disturbios u otros factores.
A a*9.81
D
(2 f )2 (2 f )2
Tabla 4.4. Valores de aceleración vertical pico a pico (azp-p) hallados experimentalmente y
de frecuencia (f) ajustados según manual en tres valores y desplazamiento.
Según los datos de desplazamiento (D) calculado estimando la frecuencia según manual,
estos valores alcanzan su valor más alto a la velocidad 10 (2.1 mm), continuando en la
velocidad 5 (1.9 mm). Como observación, comparando con los valores de desplazamiento
por las plataformas BMAF con efecto osteogénico (0.3g, 30 Hz), el D medido en la base es
de 100 µm, esto es, 21 veces menor al obtenido en estas plataformas Bodyfit del
experimento presente., y aunque presenten la misma intensidad de aceleración (g), la
frecuencia juega un papel importante en el desplazamiento y en la seguridad y sensación
del confort.
Las siete velocidades se ubican en la “zona de seguridad” (color verde), observándose que
las velocidades 10, 15 y 30 se encuentran casi al límite con la “zona de alerta”, cuya
exposición permitida sería de 30 minutos.
144
Conclusiones y recomendaciones
· Las vibraciones mecánicos pueden tener efectos en los sistemas fisiológicos, cada uno
de manera independiente, y dependerá de la frecuencia, intensidad y tiempo de
exposición, desde un mareo, pérdida de estabilidad, calambres u hormigueos, trastornos
vasculares, hasta enfermedades de tipo ocupacional en las manos, en los huesos y
articulaciones, por lo que es importante la medición de vibración y el aislamiento y/o
disminución de los niveles de vibración de tipo ocupacional.
· Sea cual fuese la causa de la osteoporosis, tiene sus consecuencias en una disminución
de las características mecánicas como resistencia y tenacidad, y si ésta se puede
aumentar, mejorando la calidad ósea de una forma natural y segura utilizando señales
mecánicas de muy baja magnitud, como un sustituto de la actividad física o de las
mismas señales procedentes de la actividad muscular que se deterioran o disminuyen
con la edad, la intervención con vibraciones de baja magnitud y alta frecuencia
(BMFA), aplicada responsablemente en personas con problemas de osteopenia u
osteoporosis, podría ayudar a inhibir o prevenir esta enfermedad.
la estabilidad postural en personas mayores que aunque aún no esté comprobado, que
de ser así disminuiría el número de caídas de personas mayores y por ende de fracturas.
· El protocolo para experimentación con vibraciones BMAF tiene como desventaja ser
de tiempo de prueba muy largo, de un año a dos, para evaluar los efectos osteogénicos
en los huesos más perjudicados en la osteoporosis como hueso trabecular y cortical en
fémur y vértebras lumbares, paralelamente los voluntarios se deben escoger siguiendo
unos criterios de inclusión y exclusión importantes como sobrepeso (110 kg a más),
inmovilización en el último año o reposo en cama por 3 meses, enfermedad renal o
reemplazo de cadera total o reemplazo total de rodillas, tratamiento con algunos
medicamentos, presencia de artritis reumatoidea, entre otros, que limitan en gran
medida encontrar voluntarios. Además, debe existir en los voluntarios alto grado de
compromiso y responsabilidad para cumplir con el tratamiento todos los días impuestos
en el protocolo por el tiempo de 1 año o más.
· Por un tema de salud y seguridad, se debe tener especial cuidado con el uso de las
plataformas vibratorias comerciales vendidas con el objeto entrenamiento muscular o
reducción de peso, se debe identificar claramente cuánto es la intensidad de vibración
(aceleración pico a pico en g) y frecuencia en el manual, y comparar con los umbrales
de tolerancia de exposición a vibración de cuerpo entero (según ISO 2631), e
identificar en qué zona se encuentra (segura, alerta o de peligro) así como se realizó en
el presente trabajo.
147
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