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Este documento estudia la influencia de las vibraciones de baja magnitud sobre las osteopatías en el ser humano. Revisa conceptos sobre biomecánica ósea, osteopatías como la osteopenia y osteoporosis, y el estado del arte sobre el uso de vibraciones como posible tratamiento no invasivo. También analiza el potencial de continuar la investigación en este campo en la región de Piura.

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Este documento estudia la influencia de las vibraciones de baja magnitud sobre las osteopatías en el ser humano. Revisa conceptos sobre biomecánica ósea, osteopatías como la osteopenia y osteoporosis, y el estado del arte sobre el uso de vibraciones como posible tratamiento no invasivo. También analiza el potencial de continuar la investigación en este campo en la región de Piura.

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ESTUDIO DE LA INFLUENCIA DE LAS


VIBRACIONES DE BAJA MAGNITUD
SOBRE LAS OSTEOPATÍAS EN EL SER
HUMANO
Andrea Lizbeth Borjas Chunga
Piura, diciembre de 2013

FACULTAD DE INGENIERÍA
Departamento de Ingeniería Mecánico-Eléctrica

Borjas, A. (2013). Estudio de la influencia de las vibraciones de baja magnitud sobre las
osteopatías en el ser humano. Tesis de pregrado en Ingeniería Mecánico Eléctrica.
Universidad de Piura. Facultad de Ingeniería. Programa Académico de Ingeniería
Mecánico Eléctrica. Piura, Perú.
ESTUDIO DE LA INFLUENCIA DE LAS VIBRACIONES DE BAJA MAGNITUD SOBRE LAS OSTEOPATÍAS 
EN EL SER HUMANO     

Esta obra está bajo una licencia


Creative Commons Atribución-
NoComercial-SinDerivadas 2.5 Perú

Repositorio institucional PIRHUA – Universidad de Piura


 
UNIVERSIDAD DE PIURA
FACULTAD DE INGENIERÍA

“Estudio de la influencia de las vibraciones de baja magnitud sobre las osteopatías


en el ser humano”

Tesis para optar el Título de Ingeniera Mecánico – Eléctrico

Autora: Andrea Lizbeth Borjas Chunga

Asesor: Dr. Carlos Jahel Ojeda Diaz

Piura, Diciembre 2013


A Dios, por guiar mis pasos.
A mis padres por su apoyo incondicional.
I

Prólogo

La osteoporosis es una de las principales enfermedades en el mundo, principal


causa de fracturas de muñeca, vértebras y cadera. La calidad de vida disminuye por el
riesgo de fractura que se presenta, donde personas, en especial de escasos recursos que
no pueden acceder una prótesis o tratamiento, tienen alta probabilidad de morir al año de
producirse la lesión. Esta realidad mundial no es ajena en nuestro país y en nuestra
región, cada año cientos de personas mayores de 50 años, en la mayoría mujeres,
presentan osteoporosis.

Por su gravedad e impacto socio económico, es que se viene investigando por


distintas ciencias las causas, implicaciones y tratamientos para inhibir o prevenir esta
enfermedad. Dentro de esta línea, ingenieros y médicos han estudiado los mecanismos de
formación de hueso, su mantenimiento y pérdida del mismo, y formulado una nueva
técnica no invasiva y no farmacológica, vibraciones mecánicas de muy baja magnitud,
con el que se puede formar nuevo hueso y mejorar la calidad de éste, siendo además
segura.

Esta técnica de ser efectiva, podría ser accesible para las personas de escasos
recursos, aunque aún no está aceptado como tratamiento, ha mostrado tener efectos
positivos en ensayos clínicos, y se podría seguir la línea de investigando en nuestra
región beneficiando a las personas con osteopenia o adultos mayores con baja masa ósea
y a la larga mejorar la calidad de vida. Es por estos motivos que decidí realizar mi
investigación en este tema, para evaluar la efectividad de esta técnica y la factibilidad de
seguir con los experimentos clínicos en nuestra ciudad.

Para finalizar, quiero expresar mi agradecimiento a las personas que me han


apoyado. Agradezco a mis padres por su aliento y apoyo incondicional. Agradezco al Dr.
Carlos Ojeda Diaz por su asesoría y facilitación de las herramientas necesarias, así como
la confianza depositada en mí. Así mismo agradecer el apoyo del Ph. D. Clinton Rubin,
director del Departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad Stony Brook, New
York, por proporcionarme material para profundizar esta investigación así como
responder mis consultas sobre el tema, vía correo electrónico.
III

Resumen

En este trabajo se ha profundizado sobre los mecanismos de formación y resorción ósea


y determinantes fragilizantes en las osteopatías, desde la visión de la biomecánica. Así
mismo reúne el estado de arte y alcances de una nueva técnica no invasiva y no
farmacológica de vibraciones de baja magnitud y alta frecuencia, investigada
clínicamente en las últimas décadas, con mucho potencial para la formación de nuevo
hueso e inhibición de osteopenia. Estas vibraciones servirían como sustituto a las señales
mecánicas de 20 a 50 Hz muy pequeñas, producidas por las contracciones musculares
que se van desgastando o desapareciendo con la edad. También se ha demostrado tener
efecto directo in vitro a células óseas.

Además de esto, teniendo las plataformas vibratorias comerciales gran aceptación para
entrenamiento, se hicieron pruebas para medir su intensidad de vibración y evaluar según
los estándares si es seguro o peligroso el uso desmesurado de éste.

Por último, señalar que sería interesante la continuación en esta línea con pruebas
experimentales y la implementación del laboratorio de Biomecánica con equipos
especiales que ayuden en la investigación y a la larga mejorar la calidad y masa ósea en
personas con problemas de osteopenia u osteoporosis.
V

Índice general

Introducción 1

Capítulo 1: Vibraciones y la biomecánica en el cuerpo humano 3


1.1. Introducción 3
1.2. Historia y antecedentes 4
1.3. Vibraciones mecánicas 5
1.3.1 Resonancia 7
1.4. Vibraciones de cuerpo entero (whole body vibration) 8
1.4.1 Respuesta a la vibración horizontal y vertical 10
1.4.2 Respuesta biodinámica del cuerpo humano a la vibración 11
1.5. Vibración transmitida por la mano (vibración mano-brazo) 14
1.5.1 Frecuencia ponderada y salud ocupacional 15
1.5.2 Efectos en la salud de la vibración mano brazo 17
1. 6. Estado de arte de las plataformas vibratorias 19
1.6.1 Plataforma vibratoria vertical 20
1.6.2 Plataforma vibratoria oscilante o basculante 21
1.6.3 Contraindicaciones y riesgos de las plataformas vibratorias 22

Capítulo 2: Enfoque biomecánico de las osteopatías 25


2.1. Conceptos generales del sistema óseo 25
2.1.1 Componentes del tejido óseo 25
2.1.2 Clasificación del tejido 26
2.2. Características biológicas y biomecánicas del tejido óseo 27
2.2.1 Procesos de modelación y remodelación 27
2.2.2 Concepción y funcionamiento del mecanostato óseo 29
2.2.3 Calidad ósea 31
2.2.4 Daños del hueso y microcracks 33
2.3. Influencia de la edad, género y actividad física sobre el tejido óseo 34
2.3.1 Cambios en las características óseas según edad y género 34
2.3.2 Efectos de la actividad física en el tejido óseo 35
2.3.3 Microstrain 37
2.4. Osteopatías fragilizantes 39
2.4.1 Biomecánica del hueso: determinantes de la fragilidad ósea 39
2.4.2 Osteopenia y osteoporosis 41
VI

2.4.3 Diagnóstico de osteoporosis y osteopenia 43


2.4.4 Efectos adversos de terapias con drogas más frecuentes 45
2. 5. Problemática de la osteoporosis en el Perú 46

Capítulo 3: Vibraciones mecánicas y sus aplicaciones 47


3.1. Objetivos generales de la unidad 47
3.2. Vibraciones mecánicas y análisis vibracional 47
3.2.1 Vibraciones mecánicas 47
3.2.2 Técnicas de análisis vibracional 53
3.3. Aplicación del análisis vibracional en mantenimiento predictivo 57
3.3.1 Características generales 57
3.3.2 Análisis de la forma de onda en el tiempo 58
3.3.3 Aplicación de promedio de tiempo sincrónico 60
3.4. Aplicación del análisis vibracional en la medicina 63
3.4.1 Casos generales 63
3.4.2 Análisis femoral en implantes de prótesis femorales 65
3. 5. Aplicación de las vibraciones en el deporte tenis 76
3.5.1 Biomecánica del deporte 76
3.5.2 Vibraciones en el tenis 77

Capítulo 4: Efecto de las vibraciones de baja magnitud sobre


osteopatías en el ser humano 85
4.1. Estado de arte de vibraciones para las osteopatías 85
4.1.1 Antecedentes 85
4.1.2 Estudios experimentales con vibraciones BMAF 94
4.1.3 Dispositivos vibratorio de baja magnitud en el mercado 107
4.2. Hipótesis y análisis biomecánico del tejido óseo en resultados experimentales
111
4.2.1 Hipótesis 111
4.2.2 Parámetros morfométricos a evaluar en tejido óseo 113
4.2.3 Análisis de resultados experimentales sobre tejido óseo según índices 122
4.3. Efecto de las señales BMAF a nivel celular 125
4.3.1 Señales BMAF previene la disminución de formación ósea en
preosteoblasto 126
4.3.2 Efecto de vibraciones LMHF en osteocitos en la regulación de osteoclastos
128
4.4. Influencia de la actividad muscular sobre las señales transmitidas al hueso 131

4.5. Señales de plataforma vibratoria y su seguridad en la salud 132


4.5.1 Alcance 132
4.5.2 Materiales y método 132
4.5.3 Resultados 135
4.5.4 Discusión 142
VII

Conclusiones y recomendaciones 145

Bibliografía 149

Anexos

Anexo 1: Datos estadísticos de Osteoporosis en el Perú por MINSA 2012,2013


Anexo 2: Introducción a la biodinámica del cuerpo humano
Anexo 3: Tomógrafo cuantitaivo computarizado perfiérico (pQCT) STRATEC
Anexo 4: Manual plataforma vibratoria BodyFit
1

Introducción

La capacidad de un organismo para adaptarse eficazmente a las señales físicas cambiantes


provenientes del medio ha sido de vital importancia para el éxito de su supervivencia y
evolución. Y si estas mismas señales físicas pudieran ser aprovechadas por el mismo
hombre para su bien, para prevenir o revertir la edad, lesiones o enfermedades relacionadas
al deterioro, disminuiría la actual dependencia a agentes farmacológicos y proveería de un
bien de fácil acceso.

Las señales mecánicas son pieza clave para la formación, mantenimiento y salud del
sistema esquelético y una forma de llegar a este y en especial a las células óseas de una
manera no dañina para la salud es mediante las vibraciones de muy baja magnitud,
esporádicos de alta frecuencia, que transmitidas desde los pies como vibración de cuerpo
entero (WBV), han demostrado tener efectos anabólicos y anti-resortivos, mostrándose
como una posible y prometedora intervención no farmacológica para prevenir o inhibir los
problemas de disminución de masa o fragilidad aumentada presentadas en los huesos como
osteopenia u osteoporosis respectivamente. No sólo se ha estudiado estas vibraciones in
vivo en mujeres con osteoporosis post menopáusicas, niños con discapacidad, mujeres con
baja densidad mineral ósea, adultos mayores y animales mediante WBV, sino también in
vitro directamente a las células óseas clave de la formación y remodelamiento óseo, y en
células madres mesenquimales para la diferenciación del destino de las células a formarse.

El primer capítulo, es un marco general sobre las vibraciones y el cuerpo humano, se


explica los términos como resonancia, efectos de tipo ocupacional de las vibraciones como
mareo y otras lesiones, transmisibilidad e impedancia, vibración de cuerpo entero (WBV),
vibración transmitida por la mano (HAV), y las lesiones que ocasiona su exposición
desmedida. Para finalizar, introduce el tema de las plataformas vibratorias comerciales, que
se usan para entrenamiento, los tipos, y las contraindicaciones y riesgos que tienen estas
plataformas considerando la norma ISO 2631 sobre el tiempo de exposición permitido
según frecuencia y aceleración sin que afecte la salud de la persona.

El segundo capítulo trata sobre las osteopatías desde el enfoque de la biomecánica.


Comienza con unos conceptos generales del sistema óseo, componentes y clasificación,
modelación y remodelación ósea, necesaria para el entendimiento de los próximos
capítulos. La concepción biomecánica del sistema esquelético introduce el término de
mecanostato óseo, calidad ósea y las lesiones o microcracks, y determinantes de la
fragilidad ósea. Se explica también brevemente de las enfermedades osteopenia y
osteoporosis y las herramientas utilizadas para su diagnóstico. Por último se hace mención
de la realidad socio económico de esta enfermedad en el Perú y nuestra región.
2

El tercer capítulo incluye más conceptos teóricos sobre vibraciones mecánicas y análisis
vibracional. Sus aplicaciones en la ingeniería son muchas, como técnica en el
mantenimiento predictivo, utilizado en todas las industrias, además también se utiliza el
análisis vibracional como herramienta útil en la medicina, en particular para el análisis en
implantes de prótesis femoral no cementadas. Las vibraciones tienen presencia también en
los deportes, como es el caso del tenis, donde los efectos del impacto de la pelota con la
raqueta a esa velocidad generan una reacción que es controlada y amortiguada por la
muñeca y antebrazo cuyas vibraciones viajan alrededor del brazo y llegan hacia el codo y
hombro, que a la larga sino se sigue un plan disciplinario de entrenamiento y médico
pueden ocasionar lesiones en la salud como es el conocido codo de tenista.

El último capítulo toca el tema central de este trabajo, las vibraciones mecánicas de baja
magnitud y alta frecuencia a dosis de breves minutos y su potencial como intervención
para la prevención e inhibición de osteopatías como osteoporosis y osteopenia, por los
efectos anabólicos que ha demostrado tener en distintos ensayos clínicos, pasando primero
por experimentos en animales. En la sección 4.1.1 se explica cómo se llegó a descubrir que
las cargas dinámicas a ciertas frecuencias y tiempo de exposición tenían efectos de
mantener la masa ósea en un estado de desuso o reposo el resto del día, primero con
métodos invasivos en animales para posteriormente utilizar estas señales dinámicas de
forma no invasiva en animales y personas mediante WBV (sección 4.1.2). Punto siguiente
se presenta el fundamento científico de su hipótesis, y experimentos realizados que la
sustentan. Pero para probar esta técnica como un tratamiento para la osteoporosis, se debe
medir que mejoren la masa ósea así como su microarquitectura que predomina en su
calidad mecánica, esto es posible mediante los parámetros morfométricos mencionados.
Pero no todas las plataformas vibratorias tienen este efecto osteogénico, ni son de la misma
forma seguras para la salud, para cuantificar la vibración se usa por lo general la frecuencia
y la magnitud en aceleración; según lo anterior, se midió mediante algunos ensayos la
magnitud de vibración de una plataforma comercial para determinar la intensidad de
vibración con que trabaja sus distintas velocidades no especificadas en manual y poder
concluir si tiene está dentro de los umbrales de tolerancia de tiempo de exposición a
vibración de cuerpo entero según la norma ISO 2631.
Capítulo 1

Vibraciones y la biomecánica en el cuerpo humano

1.1 Introducción

En el transcurso de nuestros días estamos constantemente expuestos a vibraciones, ya sea


si estamos viajando (en automóvil, bicicleta, tren, barco, etc), en actividades domésticas
y en algunas ocupaciones donde se usen herramientas eléctricas (martillos perforadores,
sierras, taladradoras de percusión, amoladoras, etc.). La exposición a vibraciones se
presenta cuando se transmite el movimiento oscilante de alguna estructura (suelo, asiento
u objeto) a alguna parte del cuerpo.

Nuestro sistema biológico no es indiferente a estas vibraciones pues somos influenciados


por estas, teniendo efectos negativos como positivos.

Estos efectos dependen de muchos factores como: la frecuencia y amplitud del


movimiento oscilatorio, el tiempo de exposición, así como las características de la
persona expuesta, etc.

En este capítulo se introducirá de manera general al cuerpo humano considerado tanto un


sistema mecánico como biológico y los efectos principales de las fuerzas vibratorias
sobre este sistema.

La Biomecánica de las vibraciones en el cuerpo humano tiene una naturaleza


multidisciplinaria, pues incluyen ciencias como biomecánica, biodinámica, física,
ingeniería, biología, anatomía, fisiología. (Figure 1.1)
4

Figura 1.1 Componentes y áreas temáticas de la disciplina de “Respuesta Humana a las


Vibraciones”. Fuente: Mansfield, 2005.

A nivel biomecánico el cuerpo es un mecanismo complejo a analizar, como una


estructura que le afectan ruidos y vibraciones.

De forma general, el cuerpo constituido por masa y elasticidad, se comporta como un


sistema vibratorio. Por otra parte por estar constituido por elementos viscoelásticos,
amortigua las vibraciones generales originadas por acciones exteriores.

1.2 Historia y Antecedentes

Las primeras observaciones realizadas fueron por Clayberg (1949) en conductores de


transporte militar y los efectos en la salud. Mencionó problemas renales, cerebro e
irritación ocular y malestar gástrico. Hace referencia a los graves dolores lumbares con
hernia de disco intervertebral o ruptura.

Estudios del mismo año de Paulson en conductores de tractor indicaron dolor de espalda
baja como molestia más común, rigidez de cuello, dolor en extremidades, trastornos
digestivos, ardor, frecuencia urinaria y mareos.

Así como estos, continuaron los casos de enfermedades, como osteoartritis, hernias
discales, fibrositis traumática, entre otros desórdenes, en diferentes tipos de conductores
mayormente, pilotos de helicópteros, operadores de excavadores (Griffin, 1990.
Apéndice 5).

También se observaron trastornos en los huesos y articulaciones en usuarios de


herramientas eléctricas vibratorias. Estos estudios se iniciaron en 1926 hasta la
actualidad, donde en la mayoría de herramientas usadas eran martillo neumático,
taladros neumáticos, remachadoras neumáticas, martillos de perforación, sierras de
cadena, perforadores, y demás equipos vibratorios, donde se encontraron casos de
osteoartritis en la articulación del hombro, problemas de articulación, deformaciones
artríticas en el codo, quistes óseos en su mayoría, descalcificación, trastornos en los
dedos, manos y brazo, artrosis en los dedos y muñecas, entre otros como disminución de
la densidad mineral ósea (Griffin, 1990. Apéndice 10).
5

Lo que despertó mayor interés en conocer porqué estos efectos tan dañinos en los
usuarios con el fin de poder evitarlos y mejorar la seguridad y ergonomía en el trabajo.

En 1911, Giovanni Loriga describió por primera vez los síntomas del síndrome de dedos
blancos causado por vibración por el uso de martillos, taladros neumáticos, etc. Esta
enfermedad de los dedos blancos (HAVS -Hand-Arm Vibration Syndrome) es también
conocida como la enfermedad de los dedos muertos, pues se ponen los dedos blancos y
fríos. Es un trastorno que afecta a los vasos sanguíneos, nervios, músculos y
articulaciones, de la mano, la muñeca y el brazo. (Sección 1.3.2)

Sin embargo no todos los tipos de vibraciones son dañinas para el hombre. Actualmente
se están realizando muchas investigaciones sobre los efectos benéficos de las vibraciones
mecánicas en la salud.

El entrenamiento por vibración fue estudiado por primera vez por el profesor ruso
Nazarov en los años de 1970, los entrenadores olímpicos rusos utilizaron la tecnología de
vibración para un óptimo entrenamiento. Debido al gran éxito de los atletas rusos, el
equipo de la agencia espacial ruso realizó estudios sobre la tecnología de vibración y los
efectos negativos que surgen de la ingravidez espacial, deformación muscular y pérdida
de masa ósea1.

Estos estudios de Nazarov no fueron muy conocidos en el mundo occidental. El


entrenamiento con vibraciones y sus efectos positivos se redescubrieron a finales de los
80’s por el italiano fisiólogo de esfuerzo2 Bosco, gracias a sus estudios sobre éstos,
seguido de muchos otros médicos e ingenieros Biomédicos investigadores y científicos.

Todos los estudios realizados hasta el momento sobre la vibración de cuerpo entero han
puesto de manifiesto que el uso adecuado de algunas plataformas vibratorias ha sido
favorable para la salud humana. Sin embargo, aún quedan muchos aspectos por describir
y profundizar, especialmente los mecanismos celulares y a nivel tisular, que expliquen
las mejoras físicas que se constatan en los estudios.

1.3 Vibraciones Mecánicas

Una vibración mecánica es el movimiento de una partícula o de un cuerpo que oscila


alrededor de una posición de equilibrio. Es definida por su frecuencia y amplitud.

El tipo de onda más simple es la sinusoidal y es definida como:

a (t)=A sin (2πft)

Donde a (t) es la aceleración (medida en m/s2) en tiempo t. Tiene una amplitud A y una
frecuencia f ciclos por segundo (unidad = Hertz, Hz); Figura 1.2. La frecuencia es el

1
Página web de CIENCIA @ NASA: http://ciencia.nasa.gov/science-at-nasa/2001/ast02nov_1/
2
Fisiología de Esfuerzo: es el estudio de cómo las estructuras y funciones de nuestros cuerpos se ven
alteradas cuando estamos expuestos a series agudas y crónicas de ejercicio.
6

número de veces por segundo que se realiza el ciclo completo de oscilación, el recíproco
del periodo de oscilación medido generalmente en s o ms (ver figura 1.2).

Figura 1.2 Descriptores básicos de una onda de 1 Hz y 3 Hz, con un pico de amplitud de
1,0 m/s2.

Existen diferentes formas de onda además del sinusoidal como es multi-sinusoidal o


compuesta, la transiente, tipo shock, estacionario aleatorio, estacionario no aleatorio,
entre otros (ver figura 1.3).

La magnitud de la vibración se expresa habitualmente en términos de aceleración, aunque


existen otras unidades de medida, tales como 'g' (1 g = 9,80665 m / s2).

A bajas frecuencias, el desplazamiento es la propiedad más importante. En las


frecuencias media y alta, la velocidad y la aceleración son las propiedades más
importantes, respectivamente (ver cap. 2.2).
7

Figura 1.3. Ejemplos de forma de onda de diferentes tipos de movimiento oscilatorio.

1.3.1 Resonancia

Si una estructura mecánica oscila muy lentamente, ésta se moverá como una unidad
única y coherente, en calidad de una masa pura. Sin embargo, a altas frecuencias, la
vibración puede ser localizado en el punto de aplicación, es decir, la estructura está
aislada de las vibraciones.

Entre estas frecuencias altas y bajas hay una zona donde la respuesta del sistema se
maximiza cuando se compara con el estímulo. Esto es conocido como resonancia. Como
se observa en la figura 1.4, a bajas frecuencias la respuesta es igual a los estímulos;
alrededor de la frecuencia de resonancia la respuesta es mayor que el estímulo, a altas
frecuencias la respuesta es menor que el estímulo. A medida que aumenta la
amortiguación, la respuesta de pico disminuye

La amplitud de la vibración es muy alta, tanto mayor como menor sea el


amortiguamiento. Este efecto puede ser destructivo en algunos materiales rígidos.

Todos los sistemas tienen una frecuencia de resonancia, y las estructuras complejas
tienen más de uno.

La frecuencia de resonancia es también conocida como frecuencia natural, es la


frecuencia de movimiento armónico que resulta al introducir un desplazamiento y/o una
velocidad inicial a un sistema en posición de equilibrio y dejarlo vibrar libremente (sin
amortiguamiento).
8

FIGURA 1.4 Respuesta de un sistema dinámico simple a la vibración. 3

Los seres humanos son inherentemente muy amortiguados, aunque las resonancias son
claramente observables. Estas resonancias suponen que si un individuo está expuesto a
vibración, su respuesta dependerá no sólo de la magnitud, sino también de la frecuencia
del estímulo.

1.4 Vibraciones de Cuerpo Entero (whole-body vibration)

Vibración de cuerpo entero ocurre cuando el cuerpo es soportado sobre una superficie el
cual está vibrando.

Las principales posibilidades de este tipo de vibración son tres: sentado en un asiento en
vibración, parados en un piso en vibración, echados en una cama vibratoria.

El umbral absoluto para la percepción de las vibraciones verticales para las frecuencias
entre 1 y 100 Hz es de aproximadamente 0.01 m/s2 (Griffin, 1990), es decir entre estos
valores no se percibirá la vibración, por encima de esta aceleración la vibración puede
traer consigo incomodidad.

3
Fuente: Mansfield (2005).
9

TABLA 1.1 Ejemplos de actividades donde se está expuesto a efectos desfavorables de la


vibración de cuerpo entero.

Conductores de tractores.
Vehículos de combate blindados (p. ej., tanques) y otros similares.
Otros vehículos todoterreno:
. Maquinaria de movimiento de tierras: cargadoras, excavadoras,
volquetes, etc.
. Máquinas forestales.
. Maquinaria de minas y canteras.
. Carretillas elevadoras.
Conducción de algunos camiones (articulados y no articulados).
Conducción de autobuses y tranvías.
Vuelo en algunos helicópteros y aeronaves de alas rígidas.
Algunos trabajadores que utilizan maquinaria de fabricación de
hormigón.
Uso de algunas embarcaciones de alta velocidad.
Conducción de algunos ciclomotores.
Algunas actividades deportivas.
Algunos otros tipos de maquinaria industrial.

Figura 1.5 Ejes de vibración para la vibración de todo el cuerpo centrado en los pies, el
asiento y la espalda. Fuente: adaptado de Griffin, 1990.
10

La Organización Internacional de Normalización (ISO 2631-1), ha proporcionado las


siguientes guías relativas a la magnitud y la comodidad para pasajeros en transporte
público:

<0,315 m/s2 no incómodo


0,315 - 0,63 m/s2 poco incómodo
0,5 - 1 m/s2 regularmente incómodo
0,8 -1,6 m / s2 incómodo
1,25 - 2,5 m/s2 muy incómodo
> 2 m/s2 extremadamente incómodo

Muchos laboratorios de estudio experimentales de la respuesta humana a la vibración


trabajan e investigan utilizando vibración sinusoidal puro, sin embargo, en la práctica,
con las herramientas eléctricas no es posible estudiarlas así por lo que las vibraciones son
más complicadas.

1.4.1. Respuesta a la Vibración Horizontal y Vertical

Vibraciones horizontales hacen referencia al movimiento en las direcciones de atrás para


adelante o transversal (eje x) y lateral (eje y).

A frecuencias menores de 1 Hz la oscilación tiende a causar un balanceo en el cuerpo,


pero éste puede ser resistido por acción muscular o el apoyo del asiento, para mantener
una posición vertical estable.

En el rango de 1 a 3 Hz de frecuencia es difícil estabilizar la parte superior del cuerpo y


el malestar causado por la aceleración tiende a ser mayor.

A medida que aumenta la frecuencia disminuye la buena transmisión a la parte superior


del cuerpo, por ejemplo a frecuencias por encima de 10 Hz. la vibración horizontal en la
superficie del respaldar del asiento es sentida mayormente cerca del punto de contacto
con el asiento.

La presencia de un respaldar puede alterar grandemente los efectos de movimiento


horizontal. A bajas frecuencias el respaldo puede ayudar a estabilizar la parte superior del
cuerpo y reducir sus efectos, sin embargo, a altas frecuencias, el respaldo es la principal
causa de vibración transmitida a la parte superior del cuerpo y puede incrementar
grandemente sus efectos, en particular la vibración transversal.
También influyen otros parámetros como la postura de los músculos, el asiento, etc.
Vibración vertical hace referencia al movimiento en las direcciones del eje z, de arriba
hacia abajo. La vibración vertical de un asiento causa vibraciones en varios ejes en la
cabeza; en el caso del movimiento vertical de la cabeza, la transmisibilidad suele
alcanzar su máximo valor en el intervalo de 3 a 10 Hz. (Figura 1.6)
11

1.4.2 Respuestas Biomecánicas del cuerpo humano a la Vibración


Es posible investigar la respuesta del cuerpo humano en el entorno dinámico mediante
sus respuestas mecánicas.

Hay dos principales enfoques: hacer evaluaciones en el punto de conducción o de


contacto (por ejemplo el sitio de contacto entre el cuerpo de la persona y las fuerzas de
carga) o en un punto alejado de las fuerzas motrices (donde se transmite la vibración).
Para describir el modo en que la vibración produce movimiento en el cuerpo suelen
utilizarse dos respuestas mecánicas: impedancia e transmisibilidad.
La impedancia mecánica del cuerpo se refiere a la fuerza que se requiere para que el
cuerpo se mueva a cada frecuencia.
En el punto de contacto, el método de impedancia mecánica usa mediciones de fuerza y
aceleración para determinar la respuesta del cuerpo como un todo.

La transmisibilidad, en cambio, indica qué fracción de la vibración es transmitida al


cuerpo (por ejemplo, desde el asiento a la cabeza).
Se mide en simultáneo la aceleración de la zona alejada y del punto de contacto (“driving
point”) para calcular la magnitud de vibración transmitida.
La transmisibilidad depende en gran parte de la frecuencia de vibración, del eje de
vibración y de la postura del cuerpo.

La vibración vertical de un asiento causa vibraciones en varios ejes en la cabeza; en el


caso del movimiento vertical de la cabeza, la transmisibilidad suele alcanzar su máximo
valor en el intervalo de 3 a 10 Hz (ver figura 1.6)

Figura 1.6 Ilustración de las diferencias conceptuales entre transmisibilidad e


impedancia para la investigación biomecánica de las vibraciones. Fuente: Adaptado de
Mansfield, 2005.

Si una persona es expuesta a una señal sinusoidal que gradualmente incrementa en


frecuencia (barrido sinusoidal), distintas partes del cuerpo resonaran a su vez.

La transmisibilidad es definida como la razón de la vibración medida entre dos puntos


(usualmente el punto de conducción y una ubicación alejada).
12

Si se considera la transmisión de vibración de la superficie del asiento a la columna


vertebral, la ecuación sería:

a (f)
T( f ) = columna

aasiento ( f )

En la transmisibilidad, interesa determinar cuáles son las frecuencias de resonancia,


(muestra un pico en la transmisibilidad) y cuán amortiguada está cada resonancia, así
como determinar en cuáles frecuencias hay aislamiento de vibración (hay menor
vibración en la zona remota que en el punto de contacto).

Si hay un pico en la transmisibilidad, entonces, en esa frecuencia de vibración se


amplifica debido a una acumulación de energía almacenada en el repetido estiramiento y
la compresión de los tejidos. En las frecuencias donde se produce aislamiento, no hay
acumulación de energía almacenada.

Para el caso de vibraciones de cuerpo entero, la transmisibilidad de cuerpo entero se


mide generalmente en la columna vertebral y en la cabeza. En la columna lumbar, hay
picos en alrededor de 4 Hz, en cambio entre 8 a 10 Hz hay una ligera reducción de la
frecuencia de vibración con una magnitud mayor 4. Esta reducción en la frecuencia es un
síntoma de un sistema de ablandamiento no lineal, mediante el cual el cuerpo pierde la
rigidez a medida que aumenta la magnitud de la aceleración. Una teoría planteó que esto
es posible debido a una deformación de la columna vertebral ante una aceleración
elevada (Mansfiel, 2005).

En el caso de la transmisibilidad en la cabeza, para los estudios es importante la


influencia de existir o no respaldar en la exposición.

En la vibración vertical la transmisibilidad es mayor cuando no hay respaldar que cuando


lo hay y la frecuencia donde ocurre el pico es mayor en el caso de sin respaldar (Figura
1.7).

Figura 1.7 Transmisibilidad media entre la aceleración vertical del asiento y la


aceleración de atrás para adelante de la cabeza (eje x), la aceleración lateral (eje Y) y
vertical (eje z) de 12 sujetos sentados con un respaldo (-) y sin respaldo (- O-)5.

4
Kitazaki, 1994; Mansfield y Griffin, 2000; Matsumoto y Griffin, 1998
5
Extraído y adaptado de Padan y Griffin, 1993
13

La impedancia mecánica del punto de contacto es la relación entre la fuerza y la


velocidad a cualquier frecuencia f tal como sigue:

F( f )
Z( f ) =
v( f )

Un método alternativo para expresar la impedancia mecánica es usar la masa aparente a


la frecuencia f tal como sigue:

F( f )
M( f ) =
a( f )

Para sistemas rígidos, la masa aparente es la misma que la masa del sistema, pero para
sistemas más complejos (como la del cuerpo humano), bajo efecto de vibración, la
ecuación queda en función de la frecuencia, incrementando la masa aparente en algunas
frecuencias, siendo mayor aún que la del sistema. A muy bajas frecuencias la masa
aparente tiende a ser el valor de la masa del sistema.

En la figura 1.8 se observa cómo cambia la masa aparente de dos sujetos, de diferentes
masas, a medida que aumenta la frecuencia de vibración vertical, siendo muy cercana a la
masa de los sujetos a vibraciones cercanas a 0 Hz, y a Hz la masa aparente es la máxima.
A mayor frecuencia la masa aparente tiende a disminuir.

Figura 1.8. Masas aparente, de un sujeto de 100 kg (-o-) y de 50 kg (—), expuestos a


vibración vertical.
14

1.5 Vibraciones Transmitidas por la mano (Vibración mano brazo)

Este tipo de vibración sucede cuando la persona sostiene una herramienta que genera
vibración, ya sea taladros, perforadoras, herramientas eléctricas, etc. Además de
percibirse las vibraciones en los receptores táctiles en la piel, hay un riesgo en los
sistemas vascular y neurológico.

El sentido de tacto es el resultado del trabajo en combinación de muchas vías de


recepción, llamados receptores táctiles. Las señales sensoriales captadas por las manos
son textura, forma, temperatura, tamaño, movimiento, dolor.

Haciendo un breve resumen los sentidos somáticos del cuerpo humano se pueden
clasificar en tres grandes grupos:

a) Sentidos Mecanorreceptores: Incluyen las sensaciones táctiles (tacto, presión y


vibración) y de posición (estática y de movimiento).
b) Sentidos termorreceptores: sensaciones de frío y calor.
c) Sentidos del dolor: sensaciones que dañan el tejido del cuerpo.

La ubicación precisa del estímulo (vibración) en la mano puede además afectar los
resultados en las pruebas de percepción a distintas frecuencias y aceleraciones; a bajas
frecuencias (10 a 20 Hz) el umbral es mayor en la palma de la mano cerca a los dedos,
mayor aceleración, (ubicación 2, figura 1.9) con respecto a los demás, y va aumentando
hasta los 70 Hz para las tres ubicaciones de la mano y luego desciende la aceleración
(mm/s2). A frecuencias mayores de 100 Hz, la ubicación 2 y las yemas de los dedos
presentan menores umbrales de recepción, es decir mayor sensibilidad a la vibración, lo
que implicaría la sensación de incomodidad o disconfort pero no necesariamente riesgos
de salud (lesiones) causados por estas vibraciones transmitidas.

Figura 1.9. Principales umbrales de recepción de vibración como una función de la


frecuencia para tres mediciones ubicadas en la mano. Fuente: adaptado de Morioka,
1999.
15

1.5.1 Frecuencia ponderada y salud ocupacional

Según la norma ISO 5349-1 (2001)6 el valor eficaz de la aceleración medido durante la
exposición diaria total, ƒ୦୴ ǡresulta de la raíz de la suma de los cuadrados (valor total) de
los valores eficaces de las aceleraciones ponderadas en frecuencia determinados según
los ejes ortoganales x, y y z:

A(8) = ahv = ahw, x 2 + ahw, y 2 + ahw, z 2

Los acelerómetros para medir estas aceleraciones se ubican según el sistema de


coordenadas basicéntrica (Figura 1.10).

Figura 1.10. Sistemas de coordenadas para la medición de vibraciones mano-brazo.

Las medidas de ahv requieren la aplicación de filtros de ponderación y banda limitante


(de 8 Hz a 1 kHz).
La ponderación de la frecuencia indica la importancia asumida de diferentes frecuencias
en tanto a la sensibilidad que produce en la mano del hombre. A frecuencia de 12. 5 Hz
se tiene mayor sensibilidad.
La ponderación puede ser aplicada para evaluar el riesgo de lesión debido a vibración o
cuando se requiera un indicador de la magnitud de la sensación.
La aceleración eficaz ponderada en frecuencia ƒ୦୵ se expresa como la raíz de la suma de
los cuadrados de las aceleraciones eficaces ƒ୦୧ multiplicadas por su ganancia ponderada
(Wh).

ƒ୦୵ ൌ ඨ෍ሺƒ୦୧ ‫Š כ‬୧ ሻଶ


La Directiva 2002/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las disposiciones
mínimas de seguridad y de salud relativas a la exposición de los trabajadores a los

6
Anula y sustituye al ISO 5349 (1986).
16

riesgos derivados de los agentes físicos- vibraciones (2002) establece unos valores límite
que no deben ser sobrepasados por ninguna circunstancia (valores límite de exposición) y
unos niveles cuya superación implica establecer un programa de medidas
técnicas/organizativas destinado a la reducción del nivel, es decir un valor que da lugar a
una acción (Grifin, 2001):

a) El valor límite de exposición diaria normalizado para un período de referencia


de 8 horas se fija en 5 m/s2
b) El valor de exposición diaria normalizado para un período de referencia de 8
horas que da lugar a una acción se fija en 2,5 m/s2.
c) El valor umbral es 1 m/ s2. Por debajo de este valor la exposición continua o
repetitiva no tiene ningún efecto adverso sobre la salud y seguridad de los
trabajadores.

La tabla 1.2 muestra los valores de aceleración eficaz ponderada en frecuencia según las
horas de exposición total diaria que se considera en una jornada de trabaja, 8 horas,
expresada en m/s2 o g.

Tabla 1.2. Valores límite umbral para vibraciones transmitidas por las manos según la
Conferencia Americana de Higienistas Industriales del Gobierno 1992. Fuente: Griffin, 2001.

Exposición Aceleración eficaz ponderada en frecuencia en la


diaria total dirección dominante que no debe sobrepasarse.
(horas) m/s2 g
s 4 0.4
2-4 6 0.61
1-2 8 0.81
1 12 1.22

Puede darse magnitudes de vibración y espectros de frecuencia diferentes en


herramientas del mismo tipo o cuando se utilizan de manera distinta una misma
herramienta (Figura 1.11).
17

Figura 1.11. Ejemplos de valores medios y rango de distribución de la aceleración eficaz


ponderada en frecuencia en el eje dominante medida en las empuñaduras de algunas
herramientas a motor utilizadas en trabajos forestales y en la industria 7.

1.5.2 Efectos en la salud de la vibración mano-brazo

La exposición a vibraciones transmitidas por la mano puede ocasionar un amplio rango


de trastornos agrupados en cinco grandes tipos.

A) Trastornos vasculares.

El más conocido trastorno clínico es síndrome de los dedos blancos o dedos muertos
inducido por vibración (VWF, vibration- induced white finger), conocida también como
enfermedad de Raynaud secundaria -de origen ocupacional (Mansfield, 2005) . Un claro
ejemplo lo vemos en la figura 1.12.

Se caracteriza por episodios de dedos blancos o pálidos causado por oclusión espástica
de las arterias digitales generalmente ocasionado por el frío, durante estos ataques se
puede experimentar pérdida completa de sensibilidad táctil.

Según investigaciones este síndrome está relacionado con el uso de herramientas de


percusión para el trabajo de metales, amoladoras, herramientas rotativas, perforadores
utilizados en excavación, martillos percusores, maquinaria vibratoria de trabajo forestal y
otras herramientas y procesos motorizados (Griffin, 2001).

7
Fuente: Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISA), Sección Internacional para la
Investigación 1989, referido por Griffin (2001).
18

Figura 1.12. Caso de síndrome de los dedos blancos.

B) Trastornos de los huesos y articulación.

Uno de los trastornos más común que se presenta en trastornos de huesos en usuarios de
herramientas vibratorias es el daño al hueso semilunar de la muñeca8. Esto puede ser en
parte causado por el suministro reducido de la sangre al hueso además de la compresión
de microfacturas.

También se ha revelado por estudios realizados una alta prevalencia de vacuolas y


quistes óseos en las manos y muñecas, prevalencia elevada de osteoartrosis de muñeca y
artrosis y osteofitosis de codo en mineros del carbón, trabajadores de la construcción de
carreteras y trabajadores del metal expuestos a choques y a vibración de baja frecuencia
(menores de 50 Hz) y gran amplitud producida por herramientas neumáticas de
percusión.

C) Trastornos neurológicos.

Las herramientas que transmiten vibración pueden ocasionar adormecimiento,


hormigueo y pérdida de sensibilidad en las manos en los trabajadores, éste último
síntoma es producida por una amplia variedad de tipos de herramientas. Además la
exposición continua a estas vibraciones desarrolla alteraciones patológicas en los nervios
de los dedos, seguido de fibrosis y pérdida de la fibra nerviosa.

El síndrome del túnel carpiano (CTS) es un trastorno común de tipo profesional en


trabajadores como perforadores, chapistas, y los trabajadores forestales, que utilizan
máquinas vibrantes, donde se presentan sensaciones de calor, calambre o entumecimiento
en la palma de la mano y los dedos, especialmente del pulgar y de los dedos medio e
índice. Esto es causado además de las vibraciones por movimientos repetitivos, agarre
con fuerza y malas posturas (de tipo ergonómicos).

8
Griffin, 1990. Appendix 10: “Ejemplos de trastornos de los huesos y articulaciones en usuarios de
herramientas vibrantes”.
19

D) Trastornos musculares.

Es común encontrarse con dolores en las manos y brazos y debilidad muscular (por
ejemplo pérdida de fuerza en las manos de leñadores). Lo más grave de esta fatiga
muscular es que puede causar discapacidad. También hay casos de tendonitis y
tenosinovitis 9 en las extremidades superiores.

Estos trastornos tienen relación con otros factores ergonómicos (anteriormente


mencionados) por lo que las vibraciones transmitidas a las manos no es causa exclusiva.

E) Otros desórdenes.

Otros síntomas que no afectan a las manos son relacionados con vibraciones transmitidas
a las manos como la pérdida de audición, conforme sea la edad y la exposición al ruido
por estas herramientas vibrantes debido a una vasoconstricción de los vasos sanguíneos
que irrigan el oído interno.

Otros síntomas listados según casos reportados de varios autores 10 son cambios en el
sistema electrofisiológico (electroencefalograma EEG y electrocardiograma ECG),
anomalías en la composición de la orina, variaciones en la química de la sangre y
cambios en la coagulación, cambios cardiovasculares, y disfunción de los centros
autónomos del cerebro como son impotencia, fatiga persistente, dolores de cabeza,
insomnios, irritablididad, etc.

1.6 Estado de arte de las plataformas vibratorias.

No todas las vibraciones son dañinas para la salud como hemos visto anteriormente,
también se utilizan las vibraciones como un medio de beneficio para la salud y el
deporte. Actualmente está muy en boga el uso de plataformas vibratorias para fitness
entre otros.

Uno de los precursores en construir plataformas vibratorias fue el italiano Dr. Carmelio
Bosco. Hoy en día se cuenta con una extensa gama de tecnologías y marcas para
plataformas vibratorias, con usos tanto como para deportistas de alto rendimiento como
para uso doméstico en personas de vida sedentaria.

Este tipo de sistema de ejercicio se ha desarrollado en el mercado de manera muy


comercial, y puede llegar a ser perjudicial sino se le da uso adecuado, considerando las
recomendaciones de tiempo, frecuencia, amplitud, posición.

Existen dos tipos de plataforma en el mercado según el tipo de movimiento: plataforma


vertical y plataforma oscilante (Figura 1.13).

9
Tenosinovitis: Inflamación de la vaina protectora que cubre los tendones.
10
Griffin, 1990. Apéndice 12: “Ejemplos de Síntomas Subjetivas y Observaciones Clínicas Asociadas con
el Uso de Herramientas Vibrantes”.
20

Figura 1.13. Movimiento de la base según tipo de plataforma vibratoria.

1.6.1 Plataforma vibratoria vertical

Su movimiento es de arriba a abajo. Este movimiento incide más directamente en el


desarrollo muscular, pues transmite el impacto en forma continua sobre la fibra muscular.
Es muy útil para trabajar además en abdomen, brazos, pectorales.
Las sesiones con vibración vertical son más cortas y se utilizan frecuencias menores
debido a la calidad de vibración, generalmente frecuencias de 25 a 50 Hz y amplitudes
hasta 4 mm.
Por debajo de los 15 Hz los órganos blandos del abdomen del usuario pueden alcanzar
resonancia por lo que se debe utilizar con cuidado por debajo de ésta frecuencia.
Utilizada y recomendada para deportistas de alto rendimiento.

Pueden ser más costosos por lo que son más especializados para entrenamientos
deportivos.

Las plataformas vibratorias especiales para deportistas generalmente tienen costo muy
alto (algunas marcas por encima de 10 mil dólares), incluyen programas de preparación
física específicas, estimulando las fibras musculares, consiguiendo efectos inmediatos
sobre la fuerza, el tono y la recuperación muscular. Es importante que este tipo de
máquinas venga con manuales de uso y características del equipo como frecuencias,
aceleración, duración de trabajo, carga máxima y posiciones de trabajo (figura 1.14).
21

Figura 1.14. Áreas de trabajo musculares según la posición del cuerpo. Fuente: adaptado
de página web Metacafe Plataforma vibratoria COMPEX WINPLATE.

6.1.1 Plataforma vibratoria oscilante o basculante

Se mueve de arriba abajo el lado derecho e izquierdo alternativamente. Simula el


movimiento de balanceo de una caminata por lo tanto es más cómoda de utilizar.

La vibración produce una contracción refleja sobre la fibra muscular de forma alternada.
El impacto general se reduce y hay una menor transmisión de vibraciones por lo que se
necesita más tiempo de sesiones para conseguir iguales beneficios que con plataformas
verticales.

Es común encontrar varias frecuencias y velocidades en este tipo de plataformas


oscilantes utilizadas para distintos efectos deseados. La publicidad no escatima en
prometer múltiples beneficios sin mencionar los riesgos o contraindicaciones.

Los valores indicativos para los distintos objetivos con las plataformas de vibración
vertical y una plataforma vibratoria oscilante de 50 velocidades (según reconocida
22

empresa española distribuidora de productos médicos y para la salud Quirumed 11), se


comparan en la tabla 1.3.

Tabla 1.3. Comparación de gama de frecuencias a aplicar en una plataforma vibratoria


vertical y oscilante.

Plataforma de vibración vertical Plataforma vibratoria oscilante


20-30 Hz - rehabilitación 4 - 12 Hz - rehabilitación, osteoporosis,
25-35 Hz - osteoporosis relajación y celulitis.
30-35 Hz - relajación 10 - 14 Hz - adelgazamiento y drenaje linfático.
25-35 Hz - drenaje linfático 14 - 25 Hz - entrenamiento y endurecimiento.
30-35 Hz - entrenamiento y fitness. 20-30 - potenciación muscular deportiva.

Muchas de las plataformas no señalan en sus niveles de intensidad la frecuencia ni


amplitud, lo que conlleva a un uso erróneo de estas plataformas, sin poder comprobar su
efectividad y seguridad para la salud.

1.6.3 Contraindicaciones y riesgos de las plataformas vibratorias

Es recomendable antes de usar una plataforma vibratoria siempre consultar con un


médico, especialmente en los siguientes casos que pueden resultar como
contraindicaciones12:

· Epilepsia
· Diabetes
· Afecciones cardíacas
· Afecciones en la columna vertebral
· Prótesis, implantes y marcapasos, en especial implantes de cadera.
· Migraña severa.
· Trombosis
· Embarazo.
· Enfermedades reumáticas inflamatorias.
· Cálculos renales o biliares.
· Problemas en la retina

Se ha publicado que vibraciones a altas frecuencias (5 a 100 Hz), y alta magnitud (mayor
que 1 g), conlleva a una amplia gama de respuestas patológicas. Sin embargo, se hace
caso omiso de tales peligros, dispositivos conocidos como Power Plate, Galileo,
Soloflex, Galaxy, Nemes, y otros, utilizan fuerzas g (magnitudes) que superan con creces
1.0 g, y se debe abordar con extrema precaución (Rubin, 2006).

11
Información obtenido de: http://www.quirumed.com/es/Catalogo/ver/1062/Plataformas%20Vibratorias
12
http://www.puntofape.com/alertan-sobre-el-alto-riesgo-del-mal-uso-de-las-plataformas-vibratorias-
3099/; http://suite101.net/article/tipos-de-plataformas-vibratorias-beneficios-y-contraindicaciones-a35540
23

“Las magnitudes usadas en esos dispositivos (Galaxy, SoloFlex, Galileo, Power-Plate,


NEMES, etc.), si bien exceden los 8.0 g, están más allá de los límites recomendados para
tolerancia humana por el ISO y OSHA……e inherentemente peligrosos, y para nuestro
conocimiento, muestran muy poco de alguna evidencia de que sus dispositivos sean
seguros para el hueso, cartílago, músculo, tendón, ligamentos o alguno de los órganos
mayores” (Traducido de Rubin, 2006, pág. 3).

Las vibraciones son potencialmente muy peligrosas y deben enfocarse con precaución, es
por esto que OSHA y la ISO han declarado una estándar con advertencias específicas en
umbrales de duración para tolerancia humana, indicando el tiempo que puede ser
expuesto de forma segura. Según ISO-2631 el tiempo de exposición depende de la
aceleración y la frecuencia de la vibración, como se muestra en la figura 1.15.

Introduciendo los parámetros de alta frecuencia y alta magnitud (>10 g) de algunos


dispositivos comerciales, se puede ver que sobrepasan los límites dados, (peligrosos para
la salud), mientras que otros de baja magnitud (<1 g) no tendrían mayores problemas de
salud a un tiempo dentro del estándar.

Figura 1.15. Umbrales de duración de exposición de tolerancia humana. ISO 2631.


Fuente: adaptado de Rubin, 2006, p. 5.
Capítulo 2

Enfoque biomecánico de las osteopatías

2.1 Conceptos generales del sistema óseo.

El sistema óseo es un sistema muy bien diseñado para mantener una rigidez necesaria y/o
mayor a las necesidades mecánicas requeridas en nuestras actividades físicas cotidianas.
En otras palabras, los huesos son estructuras biomecánicas controladas en función a las
deformaciones derivadas de las contracciones musculares que se ocasionan en la
actividad física del día a día (Wainwright, 1980) y de influencias externas.

Los huesos desempeñan funciones de sostén, protección de órganos vitales, como


condicionante del movimiento humano: proveer eslabones cinéticos, proveer sitios de
inserción muscular, y de reservorio de minerales.

Los huesos son materiales composite formados por fibras de colágeno y cristales de
fosfatos de calcio que se van depositando sobre los haces de fibras, que con el tiempo le
va otorgando rigidez y resistencia al hueso. Contiene alrededor 70% mineral
(hydroxyapatita), 22% proteínas (colágeno tipo I) and 8% agua en promedio.

2.1.1 Componentes del tejido óseo.

Para la formación, mantenimiento y resorción del tejido óseo es fundamental la


interacción de los tres tipos de células óseas:

a) Osteoblastos: Células especializadas productoras de fibras de colágeno (osteoide).


Estas fibras las puede formar de dos formas: ordenada en laminillas (hueso lamelar) o
desorganizada (hueso tramado, propio del callo de fractura, de estados de alta
remodelación ósea). Además segregan fosfatasas que catalizan la producción de
cristales (de calcio y fósforo) que se depositarán automáticamente en las fibras
colágenas (Ferretti, 2001) en un medio básico (pH alto). Provienen de células
osteoprogenitoras. Después de su diferenciación los osteoblastos poseen tres destinos:
5% se convierten en células inactivas (de revestimiento óseo-linning cells), 30%
26

llegan a ser osteocitos y un 65% experimentan la muerte programada celular,


llamada apoptosis (García et al, 2007). Estas proporciones pueden cambiar según el
tipo y edad de hueso y estado o desorden hormonal (Dallas et al, 2010).
Los osteoblastos tienen su origen de las células madre mesenquimal, que se
transforma luego en células osteoprogenitoras y luego en osteoblastos.
b) Osteoclastos: células especializadas productoras de enzimas osteolíticas que
degradan el osteoide calcificado o no, el cual es el fundamento del recambio óseo
para procesos de recambio fisiológico (remodelación ósea), reparativo (de
microfracturas) y patológico (osteopenia y osteoporosis). Son células macrófagas que
derivan de leucocitos agranulocitos (linaje hemato-inmune). Los osteoclastos trabajan
normalmente con los osteoblastos formando la “unidad de remodelamiento óseo”
(URO).
c) Osteocitos: Células intrínsecas de la estructura ósea resistiva. Los osteocitos están
interconectados entre sí mediante cientos de prolongaciones citoplasmáticas (gap
junction) y también conectadas directamente con los osteoblastos mediante las
mismas prolongaciones.
Los osteocitos se encuentran ubicado dentro del tejido en unas microcavidades dentro
del osteoide mineralizado denominadas “lagunas osteocíticas” u “osteoplasma” donde
también hay fluido periosteocítico, llamándose en conjunto “complejo lagunado
canalicular”. Están especializadas para detectar las deformaciones producidas y como
respuesta envíar mensajes inhibidores o estimulantes según sea el caso a los blastos o
clastos vecinos (Lanyon et al., 1993 y Marotti, 2000).
Otra de sus funciones y muy importante es la homeostasis de calcio en la sangre.

2.1.2 Clasificación del tejido

De manera general el esqueleto humano está constituido por dos tipos diferentes de
materiales:

a) Cortical: hueso compacto, forma parte de alrededor 80% del total del esqueleto. El
hueso cortical es casi sólido, tiene un 10% de porosidad y se dividide en varios
subgrupos: hueso largo (ejemplos fémur, tibia), hueso corto (muñeca, tobillo), hueso
plano (bóveda del cráneo y huesos irregulares).
b) Trabecular: es llamado también hueso esponjoso o cancelloso, forma parte de
alrededor del 20% de total del hueso. Presenta alta porosidad entre 50 a 90%. Están
formados por delgadas trabéculas, que en huesos ya formados corresponde al hueso
esponjoso laminillar rodeadas por células de revestimiento óseo. Los osteocitos de las
trabéculas se mantienen desde los capilares vecinos sanguíneos ubicados en la
médula ósea. La orientación de cada trabécula y la disposición de sus laminillas óseas
mineralizadas están determinadas por las tensiones mecánicas locales con el fin de
resistir las compresiones y tensiones a la que es sometida; si cambian las direcciones
27

de estos estímulos mecánicos que es sometido el hueso trabecular (ya sea por
aumento de peso, crecimiento u otro), esta debe cambiar su orientación 13.
Se encuentra en la metáfisis de huesos largos, cubierta por hueso cortical, y en los
cuerpos vertebrales.

Figura 2.1. Tipos de hueso trabecular y cortical en el fémur y cabeza de fémur.

2.2 Características Biológicas y Biomecánicas del Tejido Óseo.

2.2.1 Procesos de modelación y remodelación

A) Modelación:

Explicado con visión a la biomecánica, cuando aumenta la tasa de deformación máxima


habitual (deformabilidad utilizada como nivel de referencia es alrededor 0.2%)14 los
osteocitos , liberan factores estimulantes a los osteoblastos inactivos que recubren el
material calcificado (“linning cell” regionales), debido a la disposición multirradial de las
prolongaciones de los osteocitos que le permiten censar las minideformaciones que las
estructuras calcificadas son sometidas cada vez que sobre ellas se ejercen una fuerza
(Lanyon et al. 1993). Estos osteoblastos producirán nuevo hueso lamelar que se
aposicionará en los sitios sometidos a mayor deformación dándole mayor reforzamiento
para el futuro (Rubin et al. 1990).

13
Escuela de Medicina P. Universidad Católico de Chile. (s.f.). Estructura del hueso esponjoso o
trabecular. Obtenido de: http://escuela.med.puc.cl/paginas/cursos/segundo/histologia/histologiaweb/
paginas/co28299.html
14
Ver sección 2.2.2: Concepción y funcionamiento del “mecanostato” óseo.
28

El material óseo “sólido” que se segrega sin calcificación se llama osteoide, cuando se
completa la calcificación se convierte en hueso completamente calcificado 15. Después del
crecimiento en largo, la modelación es el único proceso conocido para ganar masa ósea.

B) Remodelación:

Por al contrario, una reducción de la tasa de deformación máxima por el uso (casos de
reposo, inmovilización o ingravidez) los osteocitos inducen a las células de revestimiento
a retraerse, descubriendo el material mineralizado subyacente y atraer así a los
osteoclastos vecinos (“linning cells” locales), que se activarán y comenzarán a destruir
ese tejido. Proceso llamado destrucción osteoclástica pura. Este proceso es más rápido
que el de modelación, por eso un aumento de remodelación o resorción conlleva a una
disminución de masa ósea, que puede ser notable o no.

Después de esto, se produce una migración de osteoblastos al lugar que proceden a


elaborar hueso nuevo proporcionalmente a la calidad del material removido (ver figura
2.2).

Figura 2.2. Fases del remodelado óseo16.

La remodelación puede operar de dos formas: reponiendo el material removido de forma


total, si la calidad del material removido era buena (modo “conservativo”); o de forma
parcial si la calidad no era buena o si se produce interferencia de otros factores
(extracción de calcio por regulación del metabolismo fosfocálcico) 17, provocando un
balance negativo (modo “desuso”).

La remodelación cumple las siguientes funciones: recambio del esqueleto, reemplazo de


una clase de material óseo por otra, contribuye a la homeostasis mineral del medio
interno, y reparación de microfracturas.

15
La calcificación incompleta es una anomalía en las enfermedades de raquitismo y osteomalacia.
16
Extraído y adaptado de Neyro et al, 2011.
17
Ver también ANEXO 1: Metabolismo fosfocálcico y su influencia en los sistemas.
29

Su actividad es intensa durante toda la vida en humanos y animales superiores, y con la


edad tiende a incrementarse la proporción del modo desuso (Grynpas, 1993 y Burr,
1997).

El modo “conservativo” es el único proceso conocido que permite conservar la masa


ósea, mientras que el modo “desuso” y la destrucción osteoclástica pura son los únicos
mecanismos posibles para perder masa ósea.

La remodelación en el adulto sucede en el hueso medular esponjoso trabecular


principalmente (relacionado con el crecimiento radial-grosor del hueso), mientras que
durante el crecimiento se efectúa en el hueso cortical subperióstico.

Actuadores de la remodelación ósea:


· Lagunas de Howship se encarga del remodelado en la superficie del hueso.
· Sistemas o conductos de Havers se encargan del remodelado en profundidad en
forma también orientada por la liberación direccional de mediadores celulares a
cargo de los osteocitos.

2.2.2 Concepción y funcionamiento del “mecanostato” óseo.

El mecanostato óseo de Frost se refiere al tejido óseo como un sistema regulatorio


retroalimentado que adecua la eficiencia mecánica de la estructura ósea a la magnitud de
las deformaciones “pico” direccionales que le produce el uso mecánico regional (Frost
1987; Frost 1996 & Frost 2003).

El estímulo o llamado también input del mecanostato es la deformación del material óseo
calcificado, debido al uso mecánico local.
La variable regulada por el mecanostato es la deformación de la estructura, un cambio
porcentual en alguna longitud determinada de la misma, frente a los estímulos “usuales
máximos”.

El punto de referencia o setpoint del sistema es un valor de deformabilidad típica de


0.2% (alrededor de 2/1000 de la longitud inicial, o 2000 “microstrains”) para el uso
mecánico habitual máximo, valor constante para todos los huesos de todos los
vertebrados estudiados (Schiessl et al., 1996).
Los receptores de estas deformaciones son los osteocitos, quienes juegan un papel
fundamental en este sistema pues son los mecano-sensores que transforma la señal
mecánica en química y ésta, a su vez, produce la respuesta de los osteoblastos y
osteoclastos, los efectores del sistema.

El objetivo de este sistema de control sería el mantenimiento de una determinada rigidez


(indeformabilidad) de la estructura ósea regional, dentro de los límites fisiológicos
óptimos. Los cambios en el balance de masa ósea (figura 2.3, abajo) que pueden
producirse son independientes del accionar del mecanostato, que regula la calidad
mecánica de la estructura determinada por la calidad del material óseo y la distribución
espacial de la masa mineral del hueso, un desbalance que involucre la calidad mecánica
(figura 2.3, arriba) puede conllevar a una fragilidad ósea.
30

No se conoce ningún sensor biológico de la masa ósea mineralizada, (como el caso de los
osteocitos que censan la deformación local), ni existe una retroalimentación, por lo que la
cantidad de masa ósea, por constante que pueda parecer, no es regulada biológicamente
(como sí es el caso de la rigidez).

Figura 2.3. Esquema elemental del mecanostato óseo, centrado en el control osteocítico
de la deformabilidad del tejido local, que diferencia el desbalances de masa (abajo) de la
alteración de calidad mecánica (arriba). Fuente: Ferretti et al., 2001.

La rigidez de los huesos o el proceso de adaptación de las células óseas a las cargas
mecánicas es modulado (no regulado) también por otros factores no mecánicos como
factores genéticos (la mayor parte de la masa ósea de un sujeto depende de su genética)
del estado normal de las células óseas, entre otros, como se muestra en la tabla 2.1
(Cointry et al., 2004 y Manolagas, 2000).

Tabla 2.1. Procesos mecánicos y no mecánicos relacionados con el proceso de


remodelación ósea.

Mecánico No mecánicos
Fuerza de la gravedad (peso de la persona). Hormonas.
Actividad física - sedentarismo. Factores locales (autocrinos, paracrinos).
Contractilidad muscular. Edad/sexo/ genética.
Esfuerzo Dieta (calcio, vitaminas, minerales, etc).
Ingravidez, resposo prolongado. Algunas enfermedades (artritis, reumatoide)
31

2.2.3. Calidad ósea


La “calidad ósea” descrita de forma simplificada, según Wainwright et al. (1980), para la
función de sostén del esqueleto está referida a dos propiedades:

1) Rigidez: resistencia a la deformación del hueso-órgano. (Lo único que se regula en el


esqueleto de todos los vertebrados).
2) Tenacidad: resistencia a la formación y al avance de trazos fractuarios en el tejido
duro resultantes de la deformación. Resistencia a la fractura.

En Ferretti et al. (2003), se describen dos características que determinan la calidad


biomecánica ósea:

a) Calidad del material óseo sólido (matriz calcificada) definida por las propiedades
materiales óseas, que son la rigidez específica (módulo elástico) del material
calcificado y su capacidad de soportar stress por deformación sin resquebrajarse
(Landis, 1995, citado por Ferretti et al., 2003). Los factores que dependen de la
composición y el grado de mineralización (calcificación) de la matriz amorfa y de las
fibras colágenas, y del arreglo espacial micro-estructural de las mismas (anisotropía
del material), de las líneas de cemento remodelatorias, y de los microcracks
producidas en el material por el uso mecánico (Martin et al., 1998).

b) Calidad del diseño óseo, caracterizada por las propiedades arquitectónicas


(conectividad de la trama trabecular, momentos de inercia de la sección cortical, entre
otras). A nivel tisular se describe un tejido cuya calidad depende la distribución
espacial del material (anisotropía del tejido) a lo largo y a lo ancho de todo el hueso,
con distinta configuración para las tramas trabeculares y para las cortezas compactas
(Currey, 1988; Currey, 1999; Compston, 1994).

En la tabla 2.2 se sintetiza los determinantes de la calidad mecánica de hueso integrado


como producto de las otras dos calidades y los determinantes de cada uno.
32

Tabla 2.2. Determinantes de la calidad de un hueso integrado y de sus dos


determinantes: la calidad del material óseo y la calidad del diseño macroarquitectónico
de la estructura. Fuente: Ferreti, 1999a.

Calidad del Material Óseo


● Dependiente del grado de mineralización.
○ Densidad mineral volumétrica de la matriz ideal, sin poros.
● Independiente del grado de mineralización.
○ Composición y arreglo microcristalino.
○ Disposición de microcristales alrededor de las fibras colágenas.
○ Cantidad, calidad y arreglo espacial de la trama colágena.
○ Composición de la matriz amorfa afribilar.
○ Arreglo espacial de las laminillas y osteones.
○ Densidad y posición espacial de las líneas de cemento.
○ Densidad y posición espacial de microfracturas.
Calidad de Diseño (macro) Arquitectónico
● Para los cuerpos vertebrales (resistencia a compresión).
○ Proporción de trama trabecular y corsé cortical.
○ Disposición de la trama trabecula (columnas, travesaños).
○ Continuidad de la trama trabecular.
● Para los huesos largos (resistencia a flexión y torsión)
○ Espesor cortical relativo.
○ Momentos de inercia rectangulares y polares de la sección cortical.
Calidad del Hueso integrado ( = calidad de material x calidad de diseño):
● Rigidez (relación entre carga y deformación).
● Resistencia a la fractura.

El funcionamiento adecuado del “mecanostato óseo” es el que provee de una buena


calidad ósea.

Las remodelaciones parciales pueden modificar la cantidad de masa mineral en el


esqueleto disminuyéndolo, por lo anterior expuesto, esta disminución no implica
necesariamente que la calidad ósea disminuya. Para que exista una disminución de la
calidad ósea con la remodelación, es necesario la modificación de las propiedades
arquitectónicas óseas, por ahuecamiento de huesos tubulares, adelgazamiento o
discontinuación de la trama trabecular; o la alteración de las propiedades del material
óseo, por excesiva tunelización haversiana del tejido cortical sólido (Zioupos et al.,
1998).
33

Figura 2.4. Determinantes biológicos de las propiedades biomecánicas óseas y


metodologías para estimar indicadores de variables relevantes para su evaluación.
Fuente: Ferretti et al., 2003.

2.2.4 Daño del hueso y Microcracks

Diariamente, debido a nuestra actividad, el hueso tiene que soportar cargas de tensión,
compresión, momentos de flexión y torsión, ya sea al caminar, correr, saltar, y el hueso
acumula toda esta energía de cada impacto. Para liberar la energía acumulada, crea
diminutos mecanismos de disipación llamados microcracks, consecuencia normal del
deporte y actividad física (Augat et al., 2006).

Parte del rol de mantener la rigidez de los huesos es la detección y remoción de hueso
dañado. Estos daños pueden ocurrir desde niveles nano, micro o macroestructurales.

Los huesos acumulan daño por fatiga por la exposición a cargas cíclicas. Los
microcracks o microfisuras son un recurso para disipar la energía con el fin de evitar una
disipación de energía total, es decir una fractura completa, partiéndose el hueso en dos.

Un ejemplo de daño a nivel micro estructural es el incremento de densidad del mineral


del tejido que disminuye la ductilidad (por reducción de la movilidad de fibra de
colágeno), así mismo un incremento de la cristalinidad cambia la forma y el tamaño de
cristal imponiendo esfuerzos en los cristales y moléculas de colágeno vecinas (Seeman,
2006).

La presencia de microdaños en el hueso fue descrita por primera vez por Frost (1960), y
le continuaron muchos estudios más hasta el día de hoy (Devas, 1975; Norman et al.,
1997; Schaffler et al., 1995).

La acumulación de microdaños también es peligrosa pues disminuye la resistencia del


hueso entero, por eso los microdaños deben ser detectados y reparados (Danova et al.,
2003).

Es por su capacidad de reconstrucción que se puede considerar al hueso como uno de los
mejores materiales inteligentes, pues sólo el hueso tiene la habilidad de detectar la
34

ubicación y extensión del daño y sólo él tiene mecanismos efectivos para restaurar su
estado original (Seeman, 2006).

Los microdaños varían según el tipo de esfuerza que es sometido y la edad del hueso. En
2006, Diab et al. reportaron que ante esfuerzos de compresión los daños aparecen como
microfisuras lineales y tiene su origen en el aumento de tensiones o discontinuidades,
mientras que ante esfuerzos de tensión aparecen como daños difusos y largas
microfisuras.

Según el tipo de tejido óseo, el hueso cancelloso o trabecular tiene mayor presencia de
microdaños que el hueso cortical, y el microdaño crece exponencialmente con la edad,
pero este lo hace más rápidamente en mujeres que en hombres (Robling et al., 2006).

Un hallazgo importante para la reparación de los microdaños es la muerte del octeocito,


aparte de ser un daño para sí mismo, es una de las maneras de definir la ubicación y
extensión del daño, e induce la fase resortiva de remodelación por los osteoclastos
(Kurata et al., 2006).

Por lo mismo, una baja densidad de osteocitos podría ser peligroso, pues conlleva a una
predominancia de microcracks, que en los pacientes involucra un riesgo de fractura frágil
en el hueso compacto (Qiu et al., 2005). En algunos pacientes que padecen de fractura
espontánea de vertebra por compresión, el hueso cancelloso iliaco posee menos
osteocitos que lo normal. La deficiencia de osteocitos contribuye a la fragilidad del
hueso, pues dificulta la detección de los microdaños por fatiga (Qiu et al., 2003).

Para reducir el riesgo de fractura, una alternativa es aumentar la densidad de osteocitos


en hueso cortical y cancelloso (vértebra). Uno de los métodos para conseguir esto puede
ser la estimulación de creación de osteocitos o su aceleración, usando estímulos
mecánicos mediante vibraciones localizados a frecuencias y aceleraciones previamente
estudiadas.

2. 3 Influencia de la edad, género y actividad física sobre el tejido óseo.

El tejido óseo y sus características como la masa ósea, la densidad, su resistencia y por
ende la calidad ósea, se ven influenciada por muchos factores como la edad, el género, la
actividad, la nutrición, las hormonas, drogas o medicamentos y la genética, entre otros.

2.3.1. Cambios en la masa ósea según edad y género

En los hombres la masa ósea es mayor a través de toda la vida, sin embargo, al igual que
en las mujeres disminuye no linealmente con el tiempo, aumentando la tasa según avanza
la edad.

Como consecuencia de esta pérdida de masa ósea, el tronco se vuelve más corto a medida
que los discos invertebrales de la columna pierden líquido en forma gradual y se hacen
más delgados. Las vértebras pierden parte de su contenido mineral, haciendo que cada
35

hueso se adelgace, por estos cambios la columna vertebral se vuelve curva y comprimida
(apretada).

La actividad física depende directamente en la masa ósea y sus propiedades mecánicas


debido a las propiedades mecanoreceptores de los osteocitos que envían señales
anabólicas (formación de nuevo hueso) a los osteoblastos.

En la figura 2.5 se grafica la influencia de la actividad física tanto en hombres como


mujeres y la evolución de su masa ósea a través del tiempo. Se grafica con hombres y
mujeres físicamente activos (con actividad física constante) y sedentarios. La línea roja
representa a las personas físicamente activas y las líneas amarillas representan a las
personas con vida sedentaria. Como se observa los hombres activos poseen mayor masa
ósea que los demás. Las mujeres sedentarias por ende son las que presentan menor masa
ósea teniendo más riesgo de padecer osteoporosis en una edad adulta avanzada (Bonnet y
Ferrari, 2010).

Figura 2.5. Descripción esquemática del efecto de la actividad física en la masa ósea a lo
largo de la vida un varón y de una mujer. Nótese el punto de máxima adquisición ósea en
la etapa de madurez.

2.3.2 Efectos de la actividad física en el tejido óseo

Como ya se ha dicho, la estimulación mecánica del hueso está en función del peso
corporal y de la actividad física de cada sujeto e influye en el proceso de construcción de
tejido óseo. Según la ubicación del hueso en el cuerpo, las características morfológicas y
prioridades mecánicas los huesos presentarán distintas resistencias.

Según estudios publicados (Ferretti, 1997), esta influencia externa (estimulación


mecánica) influye en el tejido óseo de dos formas principalmente:
36

a) Orienta la disposición espacial de las fibras colágenas depositadas por los


osteoblastos (modelación ósea), en sentido que sea la más adecuada según el
requerimiento mecánico (resistencia) a la carga, definida por los estímulos
recibidos más frecuentemente.
b) Induce la destrucción poco a poco de ciertas regiones de tejido óseo vivo, “mal
orientadas” con relación al requerimiento mecánico más reciente en la vida del
sujeto (según su actividad física mas reciente), y la reemplaza con otra
orientación o ubicación correcta.

Como la influencia o estimulación mecánica tiene como consecuencia una regulación


direccional, el hueso, es un órgano considerado como material anisotrópico, es decir sus
propiedades mecánicas cambian según la dirección que se le apliquen los esfuerzos.

De esta condición se tienen observaciones experimentadas (Smith, 1989, citado por


Ferretti, 1997):

a) La inmovilización obligada de segmentos del cuerpo o de cuerpo entero no afecta


mayormente la formación ósea pero aumenta mucho la reabsorción. Se reduce en
contenido mineral a una tasa de 0.1% semanal. Las trabéculas óseas se reabsorben
y van desapareciendo, quedando las necesarias para la integridad estructural
estática del hueso. La pérdida ósea no es igual en todo el esqueleto. Una
investigación en voluntarios sometidos a reposo en cama durante 17 semanas,
concluyó que las partes óseas inferiores tienen mayor pérdida de masa ósea,
siendo el hueso calcáneo el que tuvo mayor pérdida, otras pérdidas significativas
también se presentaron en el fémur proximal y espina lumbar. Mientras que hubo
un significativo aumento de masa ósea en la parte posterior del cráneo debido al
aumento de presión intersticial del fluido (figura 2.6).Esta presión es importante
porque puede aumentar la masa ósea, o ante un decremento esta presión la masa
ósea en áreas acostumbradas a presiones de fluido altas como piernas y pies
disminuye (Robling et al., 2006).
37

Figura 2. 6. Cambio del contenido mineral en los huesos después de 17 semanas de


reposo en cama.18

b) La ingravidez propia de los vuelos espaciales, estudiada en ratas y humanos,


produce disminución prácticamente a cero de formación ósea y aumenta la
reabsorción (destrucción osteoclástica pura). Como consecuencia se tiene
desmineralización profunda de los huesos que en normalidad soportan en mayor
proporción la carga del peso del cuerpo (fémur y tibia > húmero >costillas).

2.3.3 “Microstrains”

Para la intensidad de las deformaciones causadas por la actividad física se ha establecido


una escala de valores en porcentajes o en “microstrains” (µɛ).

Un “microstrain” equivale a una deformación del 0.0001% (equivalente a 1x10-6) de la


longitud inicial, por ejemplo 2000 µɛ equivale a 0.2% de la longitud inicial, es decir una
alteración de 0.02mm por cada 1 cm (Rubin et al., 1985). Una representación gráfica de
la deformación en microstrains se muestra en la figura 2.7 (Rubin C. & Rubin J, 2006).

18
Adaptado de Leblanc et al., 1990, citado por Robling et al., 2006.
38

Figura 2.7. Strain se define como un cambio (a carga inducida) de longitud con respecto a la
longitud original de la estructura; 1000µɛ, o 0,1% de deformación, refleja la cantidad de
deformación experimentada por el tejido óseo durante una actividad como caminar.

En la figura 2.8 muestra una zona de “Estimulación fisiológica”, los límites son
habitualmente entre 400 y 2500 “microstrains” (o 700 y 1500-2000 con criterio más
conservador), en esta zona las deformaciones son tolerables, no tiene efectos
significativos de estimulación mecánica sobre la remodelación ósea, ya que los pequeños
daños (“microcracks”) producidos al material eventualmente, resultan reparables dentro
del rango normal de cambio óseo (Rubin et al., 1985).

Figura 2.8. Escala de intensidad de deformaciones 19.

19
Extraído de Ferretti, 1997.
39

Los valores de deformación ubicados por debajo de esta zona, inhiben la modelación y
estimula a la remodelación con pérdida neta de masa ósea, (estimulación insuficiente,
modo “desuso”) para eludir el alto costo metabólico del mantenimiento de masa ósea,
que pareciera inadecuadamente excesiva (Burr et al. 1989).

Las deformaciones dentro de la “zona moderada de estimulación”, dadas por una


actividad física mayor a la normal) estimularán modelación con inhibición de
remodelación (mayor formación) arrojando una ganancia neta de masa ósea, debido a que
se provocan daños estructurales que se acumularán más rápido que lo que el tejido puede
compensar por simple autorreparación.

Existe una cuarta zona de “sobrecarga patológica”, para deformaciones por actividad
física exagerada, en el cual se provocan daños materiales que el tejido responde
solamente produciendo nuevo material de calidad normal o inferior, ya que hay
insuficiente tiempo para calcificar el tejido, induciendo a un estado anómalo de
resistencia mecánica que termina siendo peligroso para la integridad del hueso.

En deportistas se presenta generalmente deformaciones de nivel “sobrecarga moderada”


a “sobrecarga patológica”. Por lo que deportistas profesionales deben seguir una
disciplina exigente, junto con una buena alimentación.

2.4 Osteopatías Fragilizantes.

2.4.1 Biomecánica del hueso: determinantes de la fragilidad ósea.

Una de las funciones de los huesos es soportar y llevar cargas. Una fractura ocurre
cuando la carga excede la resistencia del hueso, entonces la debilidad del hueso se puede
considerar como frágil. Otro ejemplo de fragilidad es en las vertebras con osteoporosis
que se pueden fracturar durante un actividad normal cotidiana, este tipo de fragilidad se
debe principalmente a su debilidad ósea. Sin embargo la fragilidad también puede haber
en huesos fuertes debido a su incapacidad para absorber suficiente energía de absorción
mecánica. Por poner un ejemplo en una caída al suelo o impacto fuerte en la cadera, la
fractura puede darse si el impacto excede a la energía mecánica que el hueso puede
absorber.

Entonces existen diferentes definiciones biomecánicas para la fragilidad ósea, puede ser
definida mediante tres parámetros mecánicos como son: el esfuerzo último (medición de
la resistencia), desplazamiento último (referente a la ductilidad), trabajo de falla o
tenacidad (energía de absorción). Se puede hablar de una cuarta medida biomecánica, la
rigidez, para evaluar una integridad mecánica del hueso, pero no es una medida directa
de fragilidad (Turner, 2002).

En la figura 2.9, izquierda se señala las partes y significado de una curva fuerza-
deformación, la altura de la curva es la fuerza última (Fu), la pendiente de la curva (la
40

rigidez), el área bajo la curva es la tenacidad o energía de absorción (U) y el ancho de la


curva representa su desplazamiento último referente a su ductilidad (du).

En la derecha se observe los diferentes comportamientos biomecánicas de un hueso


saludable normal, uno con osteopetrosis, el cual tiene una elevada resistencia pero poca
deformabilidad debido a que las fibras de colágeno pierden su movilidad por demasiada
cristalinización (densidad mineral ósea muy alta). En la osteomalacia sucede lo contrario,
las fibras de colágeno (osteoide) no son mineralizadas, y por ende no tiene resistencia
pero sí bastante deformabilidad, es por eso que los huesos de las piernas de personas con
osteomalacia al cargarse demás tienden a pandear o doblarse seguido de una fractura. Lo
normal o esperable en una osteoporosis es que haya una disminución de fuerza última y
baja deformabilidad, pero no es igual en todos los casos.

Figura 2.9. A la izquierda curva de fuerza-desplazamiento de una prueba biomecánica a


un hueso cualquiera. A la derecha comparación de curvas fuerza-desplazamiento de un
hueso normal saludable, con huesos con osteopetrosis, osteomalacia y un caso de
osteoporosis. Fuente: adaptado de Turner, 2002.

En un tratamiento para la osteoporosis es importante que aumente tanto su resistencia


como su ductilidad.

Existe una relación según el grado de mineralización con la rigidez y energía de


absorción del hueso (figura 2.10). En huesos hiper-mineralizado se tiene una mayor
rigidez y poca ductilidad por ende existe un riesgo de fractura. En huesos hipo-
mineralizados, su desplazamiento último es grande pero su rigidez ha disminuido por
tanto también es frágil y puede presentar fractura.

En síntesis, demasiada mineralización o desmineralización hacen al hueso


biomecánicamente frágil.
41

Figura 2.10. Relación entre grado de mineralización con las propiedades mecánicas del
hueso rigidez y desplazamiento último. a) Comparación de fuerza y desplazamiento
según el grado de mineralización, b) Rigidez y desplazamiento último según la
mineralización. Fuente: adaptado de Turner, 2002.

2.4.2 Osteopenia y Osteoporosis.

La fragilidad esquelética puede aparecer o aumentar por tres mecanismos patogénicos


fundamentales, aislados o combinados (Frost et al., 1998; Frost., 1987; Kanis et al.,
1998):

1) Osteopatías primarias: Alteración de los sensores y efectores del mecanostato


(senil, genéticas), que impida se integren normalmente a la regulación de la
calidad ósea. Se perturba su capacidad de producir el material adecuado (calidad),
y/o de optimizar su disposición arquitectónica.
2) Osteopatías por desuso. Reducción de la estimulación mecánica (defecto de
input o entrada), es decir las deformaciones cotidianas, dejando de aportar al
sistema para la modelación y remodelación en la región afectada
3) Osteopatías secundarias. Una perturbación del entorno endocrino metabólico
(factores sistémicos), suficiente para modificar el setpoint del sistema
(desplazamiento del punto de referencia biomecánica), afectando su capacidad
para optimizar la rigidez ósea en ciertas regiones críticas (osteopatías fragilizantes
secundarias al factor causal).

La osteopenia es una enfermedad del sistema ósea que involucra una pérdida de masa
ósea debido a una remodelación reiterada en modo desuso (osteopenia por “desuso”),
formando huesos relativamente frágiles para esfuerzos normales de una persona sana,
pero adecuado para el trabajo habitual de la persona con “osteopenia por desuso”.

En el caso de fracturas, favorece más las fracturas por traumas leves que las
espontáneas (Frost, 1997 y Cointry et al., 2003). Un tratamiento a esa condición sería
recargar mecánicamente el sistema (mayor actividad física).

La osteoporosis se define como una enfermedad sistémica caracterizada por disminución


de la masa ósea y por el deterioro micro-arquitectónico del mismo, que lleva a un
aumento de la fragilidad del hueso y a un incremento consecuente del riesgo de
42

fractura. En una acepción más moderna de National Institutes of Health (NIH, 2001) las
osteoporosis son "fragilidades osteopénicas".

Se manifiesta regionalmente en zonas con predominio del hueso esponjoso, como


caderas, muñecas y principalmente vértebras, y tiene un riesgo aumentado de fracturas
espontáneas, principalmente vertebrales (Frost, 1997).

La combinación de ambas etiologías pueden la llamada “fragilidad senil” con


características intermedias, con peligros de fracturas traumáticas como espontáneas.

La figura 2.11 muestra los tipos de osteoporosis primaria (1), por desuso (2), secundarias
(3 - por factores sistémicos) y senil (4).

Figura 2.11. Etiopatogenia de la osteoporosis. 1-primaria, 2 - desuso, 3- secundaria y 4-


senil. Fuente: Ferretti et al., 2003

Las fracturas en las vértebras son de tipo compresión y presentan tres patrones de
fracturas, como se muestra en la figura 2.12, acuñamiento, bicóncava y aplastamiento.

Según el Estudio Europeo sobre Osteoporosis Vertebral las fracturas más comunes son
por acuñamiento (prevalencia, 51%; 444 de 875), seguidas por las fracturas bicóncavas
(17%; 147 de 875) (AZACOT).

Figura 2.12. Patrones de fractura vertebral. a) cuerpo vertebral normal, b) fractura


acuñamiento, c) fractura bicóncava, d) fractura aplastamiento.
43

Estas diferencias entre osteopenia y osteoporosis se grafica de manera concisa en la


figura 2.13, considerando tanto el metabolismo óseo relacionado con su masa, como su
biomecánica ósea, relacionado con su calidad del hueso.

Figura 2.13. Diagnóstico combinado: metabólico y biomecánico (relativo al balance de


calidad estructural), de las osteopenias simples y osteopatías fragilizantes. Fuete: Ferretti,
1999.

Existen muchos tratamientos o terapias para la osteoporosis entre ellos medicamentos


estimulantes modelatorios e inhibidores de remodelación (“inhibidores de reabsorción”)
que representan un potencial peligro al no permitir la reparación de microfracturas.

2.4.3 Diagnóstico de osteoporosis y osteopenia.

La densitometría mineral ósea standard (DEXA20) mide la densidad “areal” (g/cm2), es


decir la masa mineral de los huesos, que no es suficiente para determinar o deducir la
calidad ósea.

Para medir la calidad ósea es necesario información de su calidad de material óseo y de


la distribución arquitectónica.

La calidad del material óseo puede ser aproximada: midiendo al menos un componente,
densidad mineral volumétrica del tejido cortical “sólido” (en g/cm3) mediante una
tomografía computarizada cuantitativa, sea en sus modalidades axial (QCT) o periférica
(pQCT), como también estimando de manera global (aunque ineficiente) mediante la
transmisibilidad de ondas ultrasónicas, SOS, (en unidades de velocidad), medida sobre
hueso cortical (tibia, radio, falanges).

20
DEXA: Absorciometría de rayos X de doble fotón
44

La calidad del diseño arquitectónico de los huesos largos se puede determinar muy bien
mediante QCT ó pQCT, midiendo los diámetros, espesores, o idealmente los llamados
“momentos de inercia” de las secciones corticales diafisarias o metafisiarias.

En la tabla 2.3 se muestra un resumen de los métodos para el diagnóstico y sus


propiedades evaluadas en unidades relativas expresadas en cruces.

Tabla 2.3 Metodología disponible para el diagnóstico funcional, biomecánico, de las


osteopenias y osteoporosis. Fuente: Ferretti, 1999.

Propiedades Evaluadas
Método Masa ósea Calidad del material Calidad de Arquitectura Fuerza mecánica
En cuerpos vertebrales
DXA *** - - *
QCT **** ** - ***
En huesos largos
DXA **** - - *
Ultrasonometría
(US) ** *** - **
pQCT *** ** **** ***
Diagnóstico Osteopenia Competencia Biomecánica

Según las relaciones antropométricas de masa ósea y masa muscular (análisis


densitométrico) se puede realizar un pronóstico diferencial de osteopenia por “desuso” y
osteopenia primaria o secundaria (figura 2.13, izquierda).

De manera similar las relaciones biomecánicas entre resistencia ósea e índice de fuerza
muscular (análisis tomográfico o dinamométrico) se utilizan para el diagnóstico
diferencial entre osteoporosis por “desuso” y osteoporosis primario o secundario (figura
2.12, derecha).
45

Figura 2.13. Aplicación del análisis densitométrico (izquierda) y tomográfico (derecha) para
cuantificar las relaciones antropométricas (izquierda) y biomecánicas (derecha) entre huesos y
.músculos21

2.4.4 Efectos adversos de terapias con drogas más frecuentes.

Los tratamientos con drogas para osteoporosis son principalmente de dos tipos:
inhibidores de resorción ósea, y estimuladores de formación ósea.

Un estudio de revisión (Turner, 2002) resume lo siguiente:

a) Terapias resortivas, (biofosfonatos, alendronates), de alto dosis pueden reducir la


remodelación ósea un 80 – 90 % (Chavassieux et al., 1997), aumentando la edad
media del tejido óseo que conlleva un incremento en la mineralización, que según
la fig.2.8b aumenta la rigidez acosta de disminuir el desplazamiento máximo.
Otras de las consecuencia es la disminución de reparación de microdaños
aumentando la fragilidad del hueso (Mashiba, 2000)
b) Terapias anabólicas o estimuladores (como (PTH (1-84)) y (PTH(1-34))
incrementan la remodelación ósea teniendo como efectos el incremento de
porosidad en hueso cortical y un aumento pequeño en la porosidad se refleja en
una disminución de resistencia. No siempre las consecuencias con estos
tratamientos son negativas.

El corticosteroide (muy usados por su potente efecto antiinflamatorio e inmunosupresor)


tiene como efecto la apoptosis 22 de osteocitos y está asociado con una disminución de la
resistencia del hueso, desde antes que haya alguna evidencia de pérdida de masa ósea
(O´Brian, 2004, Seeman, 2006,). Alrededor del 30 al 50% de los pacientes que reciben
este tratamiento presentan fracturas por osteoporosis inducida por corticosteroide como
efecto secundario (Delezé et al., 1996).

21
Fuente: Ferretti et al., 2003.
22
Apoptosis: proceso celular genéticamente programado por el que las células inducen su propia muerte
ante estímulos extra o intercelulares.
46

2. 5 Problemática de la osteoporosis en el Perú.

Según publicación en febrero del presente, en el Perú el 7,4% de mujeres entre los 45 y
60 años padecen de osteoporosis mientras que en los hombres la cifra alcanza el 5,5%23.

Existe poca o nula información estadística en el Perú de la tasa morbilidad (como


consecuencia de fracturas ocasionadas por la enfermedad) y gráficos de tendencias de
cómo ha ido aumentando o disminuyendo los números reportados y muertes debido a
esta enfermedad.
En cuanto a los datos estadísticos de casos reportados de osteoporosis en el país pueden
ser mucho menores al de la realidad por causa de los casos no reportados, en las zonas
más alejadas y pobres del país, donde los recursos de hospitalización o seguro médico
son muy limitados o nulos y lamentablemente enfermos no pueden recibir un tratamiento
médico.

Según los datos entregados para el presente trabajo por el Ministerio de Salud24, de los
casos de osteoporosis por etapas de vida y sexo, según departamento, entre los años 2012
y 2013 (de enero a agosto), los departamentos con mayor número de casos reportados de
osteoporosis con y sin fractura patológica son Lima, La Libertad, Callao, Ayacucho y
Junín, en el orden mencionado, donde el 60% del total se presentaron en mujeres
mayores de 59 años (ver tabla en ANEXO 1). Hombres con 60 años a más presentaron el
8.7% del total.

En Piura se tiene también un alto número de osteoporosis reportado, donde el mayor


número pertenece al grupo de edad mayor de 60 años.
Consecuentemente, se viene realizando trabajos de investigación sobre Osteoporosis por
el Hospital II-1 Santa Rosa desarrollado en Clubes de Madres, Comedores Populares y
Comités de Vaso de Leche (2008), financiado por el Gobierno Regional.
Al año 2008 existen 128,272 casos de osteoporosis en mujeres mayores de 50 años y
49,838 casos en mujeres mayores de 65 años con osteoporosis 25.

La osteoporosis disminuye la calidad de vida, a causa del gran dolor presente en las
fracturas de columna o cadera, y la imposibilidad de caminar más de dos cuadras debida
a ésta, y necesita de un tratamiento costoso de fármacos y atención y supervisión médica.

23
Diario LaRepública.pe, febrero-2013.
24
Respuesta a Solicitud con N° 13-004011. Oficina de Estadística e informática, MINSA.
25
PIURAWEB.COM, febrero-2008.
Capítulo 3

Vibraciones mecánicas y sus aplicaciones

3.1 Descripción general de la unidad

Este capítulo tiene como fin explicar a más detalle sobre las vibraciones mecánicas
mencionado en el subcapítulo.1.3. En la primera parte (subcapítulo 2.2) define
vibraciones mecánicas, y las características principales de éstas (sección 2.2.1).
Adicionalmente se hablará un poco sobre las distintas técnicas de análisis vibracional
(sección 2.2.2), sin llegar a profundizar debido a que no es objetivo principal del
presente.

En la segunda parte (subcapítulo 3.3) se expone algunas aplicaciones prácticas de la


importancia y el uso de las vibraciones y análisis vibracional en campos muy variados,
desde lo más conocido y aplicado en la ingeniería mecánica como es el caso de análisis
vibracional en mantenimiento predictivo, seguido del campo de la medicina con una
aplicación práctica del uso de las vibraciones y la Función Respuesta en Frecuencia, y
por último en el campo del deporte , más específico el Tenis, en el cual se generan
vibraciones en cada impacto que a la larga puede ocasionar problemas en los músculos y
articulaciones del brazo.

3.2 Vibraciones mecánicas y análisis vibracional

3.2.1 Vibraciones mecánicas

A) Definición de Vibración

Según la norma ISO 2041:1975 VIBRATION AND SHOCK VOCABULARY se define


la vibración como “toda variación en el tiempo, de una magnitud que describe el
movimiento o la posición de un sistema mecánico, cuando esta magnitud es
alternativamente mayor o menor que cierto valor o promedio de referencia”.

Así mismo la misma norma ISO 2041 establece que una “vibración lineal es una
vibración en la cual la trayectoria vibratoria de un punto tiene según una línea recta”.
48

B) Principales características

1) Magnitudes

Como se ha mencionado en el cap.1.3 la onda sinusoidal de vibración posee una


frecuencia (recíproco al periodo) medido en Hz (1Hz = 60 CPM26) y una amplitud. Sin
embargo la magnitud de amplitud se puede referenciar mediante varios nombres como
amplitud pico a pico, pico, promedio y RMS (ver figura 3.1).
Estas magnitudes son numéricamente distintas, y se pueden convertir multiplicando por
un factor, resumidos en la tabla 3.1.

Figura 3.1. Comparación de amplitudes de una onda sinusoidal pura en el tiempo.

Tabla 3.1. Factores de conversión para amplitudes de una onda sinusoidal pura.

2) Fase
Otra característica importante es la fase, el cual es la medida de cómo un punto de la
onda en movimiento en relación a un punto fijo de referencia o con otro punto, medida
en grados angulares.
En figura 3.2 se muestra dos ondas en el tiempo diferentes y como las fases pueden
compararse en diferentes ubicaciones, en este caso la onda A esta desfasada con la onda
B en 180 grados (en adelanto). En términos de movimiento de masa, la figura 3.3
muestra dos masas vibrando con una diferencia de fase de 90 grados.

26
CPM: ciclos por minuto.
49

Figura 3.2. Comparación de fases entre dos ondas en el tiempo.

Figura 3.3. Dos masas vibrando a 90° de diferencia de fase.

3) Vibraciones compuestas, aleatoria y golpeteos intermitentes

Una vibración compuesta periódica es la suma de todas las vibraciones simples que se
encuentren en cada uno de los componentes que se encuentre en la máquina o cuerpo, a
diferentes amplitudes o frecuencias (ver figura 3.4).

Figura 3.4. Vibración compuesta resultado de la sumatoria de vibraciones simples.


50

Las vibraciones aleatorias no presentan patrones especiales repetidos constantemente o es


demasiado difícil detectar donde comienza un ciclo y donde termina. Este tipo de
vibraciones es mejor interpretarlos en el espectro y no en la onda en el tiempo (ver figura
3. 5).

Figura 3. 5. Ejemplo de vibración aleatoria.

Los golpeteos intermitentes están relacionados a golpes continuos que crean una señal
repetitiva (ver figura 3. 6). Estas se encuentran comúnmente en los engranajes, en el paso
de las aspas de un impulsor o ventilador, etc.

Figura 3.6. Ejemplo de vibración por golpeteos intermitentes.

Otros tipos de ondas para diferentes tipos de movimientos oscilatorios se ilustran en la


sección 1.3

4) Desplazamiento, velocidad y aceleración

El desplazamiento se usa preferentemente en vibraciones de rango de baja frecuencia,


hasta 600 CPM (10 Hz). El desplazamiento está relacionado con la frecuencia por lo que
cualquier medición de desplazamiento tendrá que ser realizado a una frecuencia
específica.

La velocidad es la primera derivada del desplazamiento en función del tiempo. El rango


de frecuencias efectivo para utilizar el transductor de velocidad es entre 10 – 2 000 Hz
(600 - 120 000 CPM), sin embargo también lo usan hasta con frecuencias de 300 –
300000 CPM. Para evaluar la severidad de vibración, la velocidad es independiente de la
frecuencia (ADEMINSAC, 2011).

La aceleración es la segunda derivada del desplazamiento en función del tiempo. Se


emplea para frecuencias superiores a 120 000 CPM. Para evaluar la severidad depende de
la frecuencia. Típicamente es recomendad aplicarla en máquinas.

Estas preferencias de uso según el tipo de vibración (bajas o altas frecuencias), se debe
las unidades de amplitud para expresar cada medida, el desplazamiento muestra mayores
51

amplitudes a bajas frecuencias, mientras que la aceleración muestra mayores amplitudes


a altas frecuencias (ver figura 3.7)

Matemáticamente se pueden definir la aceleración, vibración y desplazamiento de una


oscilación sinusoidal pura mediante las siguientes ecuaciones, partiendo de la ecuación
de desplazamiento (en el capítulo 1.3 se parte de la aceleración):

d (t ) = Ysen(2p ft )
d (d (t )) p
v(t ) = = (2p f )Ysen(2p ft + ) = (2p f )Y cos(2p ft )
dt 2
2
d (d (t ))
a(t ) = = (2p f )2 Ysen(2p f + p ) = -(2p f ) 2 Ysen(2p f )
dt

Así mismo, sus magnitudes de amplitud de cada uno están relacionadas entre sí en
términos de amplitud y frecuencia.

A V A
V= ; D= ; D=
2p f 2p f (2p f )2

donde:
D: amplitud de desplazamiento
V: amplitud de velocidad
A: amplitud de aceleración

Figura 3.7. Magnitudes de desplazamiento, velocidad y aceleración en frecuencia.

Comparando las fases de la aceleración, velocidad y desplazamiento de la onda en el


tiempo (explicados en sección 3.2.2) la aceleración adelanta en 90 grados a la velocidad
y en 180 grados al desplazamiento. En términos de desplazamiento, este se retrasa de la
aceleración 180 grados y 90 grados de la velocidad (ver figura 3.8).
52

Figura 3.8. Relación de fases entre las ondas en el tiempo de la aceleración, velocidad y
desplazamiento.

C) Origen de las frecuencias de las vibraciones

Existen básicamente tres causas que pueden propiciar la presencia de vibraciones en un


cuerpo a determinadas frecuencias, estas son las siguientes:

a) Frecuencias generadas: es aquella que un cuerpo o máquina genera durante su


funcionamiento habitual. Por ejemplo para el caso de máquinas rotatorias se tienen los
desbalances, el paso de las paletas de una turbina, la frecuencia de engranaje.

b) Frecuencias excitadas: son las frecuencias de resonancia de los elementos que


componen una máquina (o sistema), incluyendo las estructuras portantes y elementos no
rotatorios en general. Cuando se excitan las frecuencias de resonancia, las vibraciones
son amplificadas en virtud del amortiguamiento frecuente.
Especialistas en diagnóstico consideran que en 40% de casos de niveles excesivos de
vibración en la práctica son ocasionados por el desbalance, este tipo de problema es la
mejor representación de una fuerza excitadora de carácter armónico, dada a través de
una fuerza de inercia que se genera debido a la aceleración de una masa desbalanceada
md que gira respecto al eje de rotación con una velocidad angular constante ω (Palomino,
1997).

c) Frecuencias por influencia de vibraciones externas: Como su nombre lo dice, el


cuerpo o máquina recibe una vibración externa que influye sobre este como consecuencia
de la operación de máquinas vecinas. Es importante estudiar, medir y controlar estas
vibraciones que llegan a un cuerpo humano por los casos mencionados en el Cap. 1, o en
una máquina. Por lo general estas vibraciones casi nunca son ondas sinusoidales puras,
sólo en casos de experimentación en laboratorios donde se desee que las vibraciones de
entrada sean oscilatorias puras y se conozca la aceleración y frecuencia.
53

3.2.2 Técnicas de análisis vibracional

La información medida de una máquina o cuerpo es convertida en formatos de análisis,


para poder estudiar su condición. Con la tecnología actual, con amplia variedad de
equipos de análisis de vibraciones que usan microprocesadores y DSP (Procesador de
señales digitales), es posible convertir la información de vibración de forma más rápida y
precisa.
Existen diversas técnicas que se aplican para el análisis de vibraciones del cual se
explicarán las más comunes:

· Nivel de vibración total


· Análisis espectral FFT
· Ondas en el dominio de tiempo
· Ploteos Orbitales
· Causa y efecto
· Nueva tecnología de fases multi-puntos (diagrama de burbujas)
· Análisis de envolvente de aceleración para rodamientos y engranajes.

A) Nivel de vibración total

La medición de la vibración total es la técnica más rápida para evaluar el estado de una
máquina, comparando con las mediciones pasadas anteriores donde la máquina operaba
correctamente. Por esta razón, los niveles de vibración total se grafican por tendencia
para detectar cambios en la condición en el tiempo y se puede definir puntos de alarma
de la condición actual (ver figura 3.9).
Las desventajas de este método es que las señales de vibración de baja frecuencia pueden
perderse por el “ruido” transmitido por otras máquinas cercanas.

Figura 3.9. Nivel de vibración total de rodamientos27.


27
Fuente: página web ELECTROMNTTO, 2009. http://electromntto.blogspot.com/2009/02/analisis-
vibracional.html
54

B) Análisis espectral FFT

El análisis espectral, también llamado análisis de forma y frecuencia, permite


descomponer la vibración compuesta total en vibraciones simples, según las principales
frecuencias que la componen.

En la figura 3.10 de tres dimensiones se muestra una señal de una onda compleja en el
dominio del tiempo (color verde oscuro), compuesta por distintas ondas simples (color
azul). Cada una de estas ondas corresponde a una frecuencia individual (1X RPM, 3X
RPM, presentado en el dominio de frecuencias (visto en rojo).

La cantidad de vibración de una onda simple es la que determina la amplitud de cada


frecuencia y la gráfica Amplitud vs. Frecuencia es conocida como espectro FFT.

Figura 3.10. Señales en el dominio del tiempo y en el dominio de la frecuencia


(espectro).

Estos espectros son analizados para determinar un tipo de problema, el gráfico de la


figura 3.11 muestra un espectro FFT de baja frecuencia con picos a la velocidad de giro
de una máquina y múltiplos (órdenes o armónicos). Lo importante es identificar los picos
de vibración del espectro, el de primer orden (1X), correspondiente a la velocidad de
rotación del eje. En muchas ocasiones, los picos 1x del eje van acompañados de una serie
de armónicos o múltiplos enteros de 1x.
55

Figura 3.11. Espectro FFT simple, normalizado en órdenes mostrando un pico alto 1X.

Hay algunos espectros que tienen componentes adicionales, picos en frecuencias menores
a la frecuencia de giro, si las amplitudes son pequeñas, menores a 1/3 de la amplitud a la
velocidad de giro y están decreciendo en amplitud a medida que aumenta la frecuencia
(ver figura 3.12), el espectro se considera normal (ADEMINSAC, 2011, Módulo III).

Figura 3.12. Espectro típico de baja frecuencia mostrando un gran pico a 1X y 3 picos de
órdenes de 2, 3 y 4. Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 90.

Otra frecuencia muy importante es la frecuencia resonante (frecuencia natural o crítica)


del cuerpo o máquina, probablemente la causa más común de alta vibración. A
frecuencias por debajo de la frecuencia de resonancia la amplitud será independiente de
la frecuencia, a la frecuencia resonante la amplitud alcanza su pico máximo y luego
comienza a caer a medida en que se incrementa aún más la frecuencia.

Toda estructura y sus componentes tienen una frecuencia fundamental de resonancia y


también frecuencias resonantes más altas, determinadas por sus características físicas
(masa, rigidez, amortiguación). Estas frecuencias resonantes también amplifican las
señales de vibración.
56

1) Espectro de desplazamiento, de velocidad y de aceleración

El uso de estos espectros depende del rango de frecuencias a analizar. Por ejemplo para
el caso de una máquina rotativa (dependiendo de la velocidad de giro) el espectro de
velocidad es la más usada pues tiene un rango más amplio de frecuencia, aunque también
se utiliza el espectro de aceleración, pues permiten diferenciar mejor las frecuencias de
defectos de la máquina.

En la figura 3.13 se muestran tres espectros de la misma onda: a) espectro de


desplazamiento, b) espectro de velocidad y c) espectro de aceleración. En el espectro de
desplazamiento se observa claramente el espectro 1X, pero no se observan otros
espectros que sí aparecen en el espectro de velocidad y de aceleración, que pueden
detectar posibles fallas en la máquina.

Figura 3.13. Espectros de a) desplazamiento, b) velocidad y c) aceleración, de un


ventilador de 300 RPM con rodajes deteriorados.

C) Forma de onda en el dominio de tiempo

Una onda en el dominio de tiempo es una representación gráfica de una muestra en un


tiempo corto de la vibración total antes que se convierta en espectro de frecuencia. Son
examinadas para eventos que se repiten en el tiempo, como pulsos o varios perfiles
característicos claves para determinar una condición de la máquina (o cuerpo analizado)
las cuales no son evidentes (para algunos casos) en el espectro de frecuencia (esta parte
es mejor explicada en la sección 3.3.1).
Para obtener un mejor análisis, algunos analizadores muestran en simultaneo esta gráfica
junto con el espectro FFT para un mejor panorama total y diagnóstico.
57

3.3 Aplicación de análisis vibracional en mantenimiento predictivo

3.3.1 Características generales

El análisis de vibraciones es una herramienta muy efectiva utilizada en el mantenimiento


predictivo. Los problemas que típicamente pueden ser detectados con un buen dominio
de análisis vibracional incluyen:

· Desalineamiento
· Desbalance
· Resonancia
· Solturas mecánicas
· Rodamientos dañados
· Problemas en bombas
· Anormalidades en engranes
· Problemas eléctricos asociados con motores
· Problemas de bandas, etc.

El tipo de análisis vibracional más tradicional en el mantenimiento predictivo es el


análisis espectral. El éxito de este análisis depende de la correcta interpretación de los
espectros capturados de la máquina considerando las condiciones de operación en que se
encuentra la máquina en el momento de la medición. Hay establecidos unos estándares
internacionales (Tablas Technical Associates of Charlote) en el cual se comparan la data
de los espectros con los de otras máquinas similares en buenas condiciones.

En la figura 3.14 se muestra un esquema de la captura de la información desde una


máquina para luego ser analizado sus espectros.

Figura 3.14. Esquema básico para la adquisición de data de vibraciones de una máquina.
Fuente: AMAQ, 2005.

Como ejemplo particular, en la tabla 3.2 se muestra la aplicación de análisis de


vibraciones en el mantenimiento de aerogeneradores para cada componente y modo de
falla.
58

Tabla 3.2. Modos de falla y técnicas de mantenimiento en aerogeneradores28.

Técnica de
Componente del Sub-
Modo de falla monitorización
aerogeneradores componentes
utilizada.
Aspereza en las
superficies de las palas Análisis de las
Palas características de
(suciedad, roturas,
hielo) potencia
Rotor
de la turbina y
Desequilibrio
oscilaciones de las
Rotor Asimetrías palas.
aerodinámicas
Fallos de rodamientos Análisis de
Ejes
Fisuras vibraciones.

Falla de rodamientos Análisis de


Tren de Potencia vibraciones.
Multiplicadora
Falla de engranajes Termografía
Análisis de aceite
Rodamiento Análisis de
Falla de rodamientos
principal vibraciones.
Falla de rodamientos Análisis de
vibraciones.
Generador Generador Asimetrías eléctricas Análisis de
corrientes.
Sobrecalentamiento Termografía.

3.3.2 Análisis de la forma de onda en el tiempo

Lo más usual en el mantenimiento predictivo usando análisis vibracional era hasta hace
poco utilizar sólo los espectros de frecuencia. Más ahora se ha visto que hay problemas
de las máquinas que se pueden detectarse con el análisis de forma de onda en el tiempo, y
otro problemas que este análisis puede ayudar al análisis de espectro, como se muestra
resumido en la tabla 3.3.

Consideraciones para la aplicación de la forma de onda en el tiempo:

· Al contrario de una representación estática de espectro, una forma de onda en el


tiempo puede detectar amplitudes pulsantes (BEATS), así como los cambios en
su frecuencia.
· La forma de onda en el tiempo puede indicar la verdadera amplitud total, mientras
que el espectro FFT solo computa un espectro RMS. El FFT puede suprimir las
amplitudes de eventos de impacto importantes (particularmente para problemas
de rodamientos y engranajes, la verdadera respuesta vibracional máxima puede
ser muy diferente al del valor del espectro FFT).

28
Fuente: Villa, 2011. p. 60
59

· Las formas de onda en el tiempo pueden medir el amortiguamiento dentro de un


sistema, para una onda de tiempo capturada durante una prueba de impulso de
frecuencia natural.
· Un diagrama de amplitud vs. frecuencia, no puede distinguir adecuadamente un
diagnóstico de impulso (beating) entre dos frecuencias muy cercanas, mientras
que con la forma de onda en el tiempo es fácil y presentado con claridad.

Tabla 3.3. Problemas perceptibles sólo por análisis de forma de onda en el tiempo o que
ayudan a confirmar los descubiertos en análisis espectral29.

Problemas cuyo diagnóstico puede ser


Problemas perceptibles por el análisis de
confirmado con el análisis de forma de onda en
onda en el tiempo y que no pueden ser
el tiempo, cuando el análisis espectral evidencia
detectados por análisis espectral.
defectos.
Los dientes de engranaje figurados, rotos o Rodamientos con defectos en moderada o baja
deformados con defecto, en máquinas de velocidad (50- 300 RPM)
velocidad muy baja (<10RPM)
En elementos rodantes, los defectos Problemas eléctricos en el motor (rotor, estator,
productivos en las máquinas de velocidad muy entrehierro)
bajas.
Problemas transitorios en el arranque de Lacraduras, marcas en el eje en el sector que es
motores eléctricos que afectan los cojinetes y controlado por una sonda de proximidad.
devanados.
Compresores reciprocantes, Vibración por Compresores reciprocantes o motores de
impacto en cortos periodos de tiempo, tales combustión alternativos, problemas de ignición,
como golpeteo de pistón, soldadura de bielas- compresión y/o combustión.
cojinetes o defectos en las válvulas de
admisión o descarga.
Roce del rotor
Cajas Norton de máquinas herramientas.
Inestabilidad en la cuña hidrodinámica del aceite.
Distinguir desalineamiento y soldadura mecánica.
Sopladores rotatorios, roce de lóbulos del impulsor
contra su carcasa o entre sí.

A) Casos de problema detectable por análisis de forma de onda en el tiempo,


pero no por análisis espectral.

a) Dientes de engranajes fisurados, rotos o deformados:

En la figura 3.15 se muestra las formas de onda en el tiempo de un diente en buen estado
(superior) y otro fisurado o roto (inferior), la diferencia de tiempo entre cada pico
pronunciado del diagrama inferior es 0.10 s (periodo 0.10 s/ciclo, es decir 10 Hz = 600
CPM) igual a la velocidad de giro del engranaje (600 RPM) indica que presenta sólo una

29
Fuente: ADEMINSAC, 2011. Módulo VIII, p. 267
60

fisura. Si en cambio, la distancia entre los picos mayores fuera 0.05 s (0.05 s/ciclo = 20
Hz =1200 CPM), la mitad que en el anterior caso (equivalente a 2X RPM) en el mismo
eje girando a 600 RPM, indicaría que hay dos diente de engranaje fisurados
(ADEMINSAC, 2011).

La figura 3.16 muestra el “waveform” de un diente de engranaje defectuoso (inferior)


mientras que el “waveform” de un engranaje con simple desbalance muestra una forma
totalmente distinta (superior).

Figura 3.15. Comparación de la forma de onda en el tiempo para dientes de un engranaje


en buenas condiciones vs. dientes fisurados o rotos30.

Figura 3. 16. Marcada diferencia en la forma de onda en el tiempo de un engranaje con


desbalance simple vs. uno con un diente defectuoso31.

3.3.3 Aplicación del Promedio del Tiempo Sincrónico

El promedio de tiempo síncrono (STA- Synchonous Time Average) es una herramienta


adicional de diagnóstico que permite evaluar y diagnosticar problemas especialmente en
engranajes como el descubrimiento de fisuras y otros defectos en este, mientras la
máquina está girando y sin tener que abrirla para la inspección.

En la tabla 3.4 se resumen beneficios y limitaciones de esta herramienta a tener en cuenta


(ADEMINSAC, 2011. Módulo VIII).

30
Fuente: ADEMINSAC, 2011. P. 269
31
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 270
61

Tabla 3.4. Beneficios y limitaciones del uso de STA.

BENEFICIOS LIMITACIONES
"Aisla" el análisis evaluando solo el rotor de interes, Remueve las frecuencias en el espectro: frecuencias
aun cuando las otras máquinas sean la fuente de no sincrónicas (no armónicas) donde están incluidas
mayor contribución de la vibración (tomando un las frecuencias de falla naturales del rodamiento,
número suficiente de promedios). salvo que alguna frecuencia sea múltiple exacto de
1X. Por lo anterior, al aplicar STA, se puede perder
información del estado de los rodamientos.
El STA puede remover la vibración de las STA removerá la vibración de origen eléctrico en
frecuencias eléctricas (frecuencia de línea y un motor de inducción, pero no es caso para
armónicas) en motores de inducción, para motores síncronos. La frecuencia de línea (FL)
concentrarse sólo en la vibración mecánica. siempre será no sincrónica con la velocidad de giro
del motor de inducción, incluso permanecerá
después de aplicar muchos promedio de STA.
Permite balancear un rotor en presencia de otros STA remueve frecuencias naturales del espectro si
rotores que giran a velocidades similares. Excepto es que la frecuencia resonante no es un múltiplo
únicamente cuando los demás rotores giran exacto de la velocidad de giro. Para confirmar si es
exactamente a la misma velocidad. una frecuencia natural es mejor efectuar una prueba
de comprobación de frecuencia natural.
Determina el valor real de 1X RPM cuando existe Se debe tener mucho cuidado en la captura de la
confusión con otras frecuencias cercanas. velocidad de referencia TRIGGER, pues de lo
contrario el espectro resultante puede indicar falsas
frecuencias sincrónicas.
Permite confirmar y evaluar la severidad del estado STA remueve las frecuencias (no sincrónicas) de las
de los rodamientos, aplicando el STA permite fajas por ser menores a la velocidad de giro de la
remover la frecuencia de falla del rodamiento, tanto máquina, a menos que alguna armónica de las
del espectro como del "waveform" y por diferencias frecuencias de faja coincida con un pico sincrónico.
inducir el valor del defecto del rodaje.
Especialmente eficaz en las caja de engranaje. Muy La sensibilidad del foto-tacómetro frente al
ventajosa para detectar los dientes del engranaje que montaje, agua neblina en el aire y la distancia del
se encuentren fisurados, rotos o deformados sin objetivo que ellos están controlando (confirmar
detener la máquina. Puede ser la caja de engranajes distancia de operación en manual). Se debe apuntar
de un helicóptero y otro. el foto-tacómetro adecuadamente al objetivo.
Problemas con las variaciones rápidas y
considerables de RPM del rotor, se recomienda
emplear filtro rastreador para estas situaciones.

El esquema de la configuración típico de los instrumentos para el STA se muestra en la


figura 3.17

Figura 3.17. Configuración típica de instrumental para la ejecución del STA 32.

32
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 285
62

1) Historia sobre el STA que debió ser empleado para evaluar la caja de
engranajes que causó accidente de helicóptero

En diciembre de 1983, un helicóptero se cayó en la costa de Australia dejando dos


fallecidos. A sólo 42 horas de vuelo antes del accidente se había realizado un análisis de
espectros en la caja de engranajes no detentándose amplitudes-frecuencias de riesgo.
Victor Wowk, analista de vibraciones afirma que el mismo tipo de espectros parecían en
cajas de engranaje en buen estado por lo que dedujo no habrían limitaciones. Como
referencia se tenía que el GMF = 940 Hz con una amplitud menor a 7 g, mientras que en
2X GMF registraba una amplitud de 4.7 g (ver figura 3.18).

Figura 3.18. Espectros de una caja de engranaje de un helicóptero australiano. Fuente:


ADEMINSAC, 2011. p. 292.

Las fisuras de los dientes de engranaje afectan la frecuencia 1X RPM, sin embargo,
generalmente un analista busca problemas como desequilibrio o desalineamiento en
vibraciones altas, mientras que un engranaje con dientes fisurados no genera
necesariamente amplitudes altas en el espectro FFT.

Debido a que los datos fueron grabados en una cinta magnetofónica, lo que permitió
hacer un post análisis con los datos registrados y sometidos a muchos promedios de STA
en el dominio de tiempo (la señal de referencia del eje se había registrado también y
permitió aplicar STA). Este permitió remover la contribución de frecuencias de alto
“ruido” y concentrarse en lo que está pasando en 1X RPM y armónicos).

Con lo anterior, Victor Wowk presentó un informe Post-Mordem donde concluyó que el
piñón de entrada presentaba una fisura en uno de los dientes. Ante la pregunta de Wowk
de por qué falló el análisis espectral la respuesta fue que este análisis de espectro no fue
lo suficientemente sensible para este caso. Sin embargo usando el STA se obtuvo el
waveform de la figura 3.19, donde se muestra una discontinuidad en el modelo de la
forma de onda sinusoidal normal, su posición coincidió físicamente con el diente roto del
engranaje del helicóptero accidentado (ADEMINSAC, 2011, Módulo VIII).
63

Se concluye que si se hubiese practicado anteriormente el STA en el waveform, se


hubiese detectado a tiempo el diente fisurado y se hubiese salvado la vida de dos
personas.

Figura 3.19. STA en una forma de onda, 42 horas de vuelos antes del accidente del
helicóptero33.

3.4 Aplicación del Análisis Vibracional en la Medicina

3.4.1 Casos generales

El análisis vibracional se ha utilizado últimamente como herramienta para investigación


en la rama de la salud debido a que es una técnica no destructiva muy confiable.

Se pueden nombrar de forma resumida algunos ejemplos de aplicaciones de la técnica de


vibración en la medicina, después de muchos años de investigación por departamentos
de Ingeniería Mecánica, Biomecánica y Medicina de diversas universidades y que aún
continúan como materia de investigación:

· Durante procedimientos quirúrgicos aplicados recientemente de implantes de prótesis


de cadera para vástagos no cementados se utiliza el análisis vibracional para
determinar el punto final de martilleo de inserción del vástago para una óptima
estabilidad y apriete de ésta. En sus inicios se utilizó el análisis vibracional para el
control de aflojamiento de prótesis femorales. Este caso se explicará más adelante en
esta literatura.

· Recientemente estudios sobre la vibrometría para detectar la oseointegración de un


reemplazo total de tobillo por artroplastia como herramienta no invasiva, utilizan
ultrasonido Doppler para detectar el resultado de la vibración en el componente talar
(ver figura 3.20). Mediante la observación de los armónicos en la Transformada de
Fourier de la señal de salida, se puede detectar un sistema implante de tobillo flojo o
suelto (Dahl et al, 2010).

· El análisis de la frecuencia de la resonancia (RFA) puede servir como herramienta no


invasiva diagnóstica para la detección de estabilidad inicial de los implantes dentales
y durante las fases de cicatrización y en su tratamiento de seguimiento, utilizando un
transductor como en la figura 3.21. Huang HM et al. (2002) estudió el
comportamiento vibratorio de un implante dental bajo diversas condiciones de hueso

33
Fuente: ADEMINSAC, 2011. p. 292
64

circundante mediante un modelo 3D de elementos finitos (FE) de un implante de


titanio tipo cilíndrico. Los efectos de las condiciones óseas en las frecuencias de
resonancia (FR) del implante se computaron con diferentes tipos de hueso y
densidades óseas. Los resultados muestran que la FR disminuye directamente cuando
la densidad ósea disminuye (desde 17.9 kHz cuando no hay pérdida hasta 0.6 kHz
cuando pierde el 90 %) utilizando el mismo tipo de hueso circundante (tipo III). Así
mismo, sin pérdida de densidad ósea, las FR varían según el tipo de hueso
circundante, para tipo I la FR es 36.1 kHz, y para tipo IV la FR es 9.9 kHz.

Figura 3.20. Diagrama simple de configuración para vibrometría de ultrasonido.


Una ortesis de tobillo 34 personalizado (no dibujado) contacta con el actuador
electromagnético que provee la vibración de entrada. La sonda de ultrasonido
Doppler detecta el resultado de vibración en el componente talar.Fuente: adaptado
de Dahl et al, 2010.

Figura 3. 21. Diagrama de transductor de frecuencia de resonancia para


implantes dentales. Sjöström et al., 2005.

34
Refuerzo hecho para ayudar de apoyo al tobillo para personas post cirugías o con dolores musculares.
65

3.4.2 Análisis Vibracional en implante de prótesis femoral

A) Introducción a prótesis femorales

El reemplazo total de cadera (RTC) es un tratamiento quirúrgico para fractura de cuello


femoral o artroplastia total de cadera, en donde se colocan una prótesis en fémur y una
prótesis en el acetábulo de la cadera (ver figura 3.22).

La importancia del RTC para mejorar la calidad de vida, y debido al fracaso de muchos
modelos de prótesis, ha hecho que desde que se fabricó la primera prótesis con vástago
fijado intramedularmente en 1950, se han hecho muchas investigaciones para mejorar
éstas, mejorando las dimensiones, curvaturas, materiales, etc, con pruebas “in vivo”, y a
base de prueba y error (Ojeda, 2009).

Figura 3.22. Prótesis de cadera total, de fémur intramedular y acetábulo (cadera).

Existen básicamente tres tipos de prótesis de cadera para fémur, cementadas, no


cementadas e híbridas. En las prótesis cementadas se llena de cemento el espacio entre el
hueso y la superficie de la prótesis, en cuanto las prótesis no cementadas, no necesita
cemento y se espera que el hueso crezca dentro de la superficie de la prótesis, conocido
como oseointegración. Existen tipo press-fit y personalizadas. Las híbridas tienen parte
cementadas y no cementadas.
Uno de los principales problemas del RTC es el aflojamiento de prótesis femorales. En
un aflojamiento la prótesis pierde su anclaje y el hueso alrededor se debilita llegando a
reabsorberse y en el peor de los casos, se puede fracturar el hueso de alrededor de la
prótesis. El aflojamiento primario no siempre es sintomático, el secundario o tardío
puede conllevar a mucho dolor al paciente y más posibilidad de fractura.
66

B) Control de aflojamiento de prótesis femorales por análisis vibracional

Ante esta problemática el análisis vibracional es usada como una herramienta de


medición no destructiva y más sensitiva a otras técnicas convencionales para la detección
de aflojamiento del sistema fémur/prótesis (Jaecques at al. 2004. Abstract)

Desde un enfoque biomecánico, se nombra los componentes vástago y fémur como


sistema fémur/prótesis. Si este sistema está bien fijado se comporta como un sistema
dinámico lineal cuando es sometido a una excitación mecánica. Cuando existe un
aflojamiento severo la estructura compuesta se comporta como un sistema altamente no
lineal.

El pionero en hacer pruebas experimentales fue Rosestein et al. en 1989, usando fémur
de cadáveres, diferenciando la transmisión de vibraciones en sistemas con implantes bien
fijados y con implantes flojos estudiando la forma de onda transmitida, encontrando que
en los implantes bien fijados la onda de salida permanece sinusoidal e indicando un
comportamiento lineal, mientras que en los implantes flojos la onda de salida se
distorsiona indicando un comportamiento no lineal. La distorsión tiende cerca a las
frecuencias de resonancia pero no estudiaron las frecuencias de resonancia. En el análisis
espectral de onda se encontró presencia de armónicos en el sistema fémur/ prótesis flojo.

Estudios posteriores (Li et al. 1995) ensayaron modelos de implante con cinco casos
distintos: implante fija, implante con aflojamiento severo o tardío, aflojamiento
temprano, con tejido fibroso en la interfase cemento hueso (es generalmente conocido
que la presencia de tejido fibroso en la interface anuncia aflojamiento), y con fractura de
cemento. El método utilizó curvas de frecuencia de respuesta y análisis espectral. Los
resultados se muestran en las figuras 3.23, 3.24, 3.25, 3.26, y 3.27. Concluyeron que para
un aflojamiento severo el análisis vibracional es muy confiable, mientras que para un
aflojamiento temprano tiene un bajo nivel de sensibilidad (37.5%) que para el escenario
clínico es inaceptable. Para los demás casos su técnica no fue lo suficientemente sensible
para detectar una mínima o no inestabilidad mecánica.

Figura 3.23. De los 24 implantes seguros a) la curva de respuesta en frecuencia mostró


uno o dos picos, b) en el análisis espectral se observa sólo la frecuencia fundamental sin
armónicos. Fuente: adaptado de Li et al. 1995.
67

Figura 3.24. En los 21 implantes con aflojamiento tardío a) la curva de respuesta en


frecuencia mostró número mayor de dos picos, b) en el análisis espectral se observaron
armónicos. Fuente: adaptado de Li et al. 1995.

Figura 3.25. De ocho implantes con aflojamiento temprano a) curva de respuesta en


frecuencia similares a los implantes fijos. En análisis espectral: b) tres presentaron
armónicos, c) cinco no presentaron armónicos. Fuente: adaptado de Li et al. 1995.
68

Figura 3.26. En ocho especímenes con interposición de tejido fibroso en ambos gráficos
se asemejan a las prótesis fijas. a) curva de respuesta en frecuencia con dos picos
resaltantes y b) no se distinguen armónicos. Fuente: adaptado de Li et al. 1995.

Figura 3.27. En dos implantes con fractura de cemento el aplastamiento fue indetectable
tanto por a) respuesta en frecuencia (b) ni por análisis espectral. Fuente: adaptado de Li
et al. 1995.

Jaecques et al. en el 2004, propusieron que durante un estado temprano de aflojamiento


del implante, se sigue aproximando en su comportamiento a un sistema lineal, por lo que
el método basado en la distorsión armónica tendrá poca sensibilidad, para estos casos
recomendaron es más apropiado observar los cambios con la Función de Respuesta en
Frecuencia (FRF). Así hicieron experimentos con huesos de fémur artificiales (Sawbone)
y prótesis cementadas en la configuración como se muestra en la figura 3.28. También
compararon mediante FRF el comportamiento de una prótesis bien fijada, fijada
distalmente y clínicamente móvil, en un sistema Sawbone y prótesis ABG cementada
(figura 3.29) notando una diferencia en los picos y las frecuencias de los picos.

Así mismo Jaecques et al. simularon en FE varios modos de forma de prótesis ABG y
Exeter para calcular las frecuencias de resonancia de éstas y así tener una idea de la
banda más sensitiva de frecuencias para poder encontrar aflojamientos. Se comprobó una
buena semejanza entre la frecuencia de resonancia calculado por FE y encontrado IN
VITRO (validado por CADA –X), del primer modo de vástago Exeter cementado.
69

Figura 3.28 : Configuración para medición de función de Respuesta en Frecuencia de


un sistema fémur/prótesis,(1) fémur artificial Sawbone con prótesis, (2)criba vibradora,
(3)acelerómetro, (4)amplificador de potencia (5)analizador de espectros, (6)amplificador
de señales. Fuente: Jaecques et al, 2004.

Figura 3.29. Comparación de FRF entre sistemas de Sawbone y prótesis ABG


cementado “bien fijados”, “fijado sólo distalmente” y “clínicamente móvil”. Fuente:
Jaecques et al., 2004.
70

C) Control de inserción de prótesis no cementadas por análisis vibracional

1) Justificación

Debido a la alta tasa de aflojamientos en prótesis cementadas se está optando con mayor
frecuencia por prótesis de fémur no cementadas, esperando la oseointegración y así
mejorar la estabilidad y disminuir la posibilidad de aflojamiento.

Para prevenir el aflojamiento de las prótesis no cementadas el cirujano debe lograr el


punto de máximo ajuste durante la inserción, sin sobrepasar este ya que si se sobrepasa
este apriete puede existir riesgo de fractura del fémur durante la operación. Una
herramienta muy útil y desarrollada últimamente para el cirujano es encontrar el punto
final de inserción de la prótesis utilizando análisis vibracional.

2) Aplicación del análisis vibracional

Su principio de funcionamiento se basa en el hecho de que un aumento de la fijación del


implante determina un aumento de la rigidez de la estructura de implante-hueso. Como
consecuencia, las frecuencias de resonancia de la estructura aumentan y el
correspondiente gráfico FRF se desplaza hacia la derecha. Análogamente, una
disminución de la fijación de resulta en la disminución de las frecuencias de resonancia y
el gráfico de FRF se desplaza hacia la izquierda. Si la fijación es estable, entonces el
gráfico de FRF no cambia notablemente después de la aplicación de la última carga
(Pastrav et al. 2012).

Jaecques y colaboradores (2004) al descubrir la influencia de la conexión entre prótesis y


fémur con el modo de vibración mediante FRF, simularon la inserción de una prótesis no
cementada personalizada en un fémur cadavérico y otro en un hueso artificial.
Posteriormente un estudio experimental desarrollado con fémur humano artificial
(Sawbone) ha mostrado que la evolución de la Función de Respuesta en Frecuencia
(FRF) puede ser usado para detectar el punto final de inserción (Pastrav et al. 2005).
Existen posterior a éste, muchas investigaciones y publicaciones en congresos sobre el
protocolo usado para hallar el punto final de inserción utilizando la FRF para las cirugías
de implantes de prótesis no cementadas (Pastrav et al. 2006, 2009 y 2012).

3) Metodología y Materiales

El cirujano introduce la prótesis no cementada en el canal femoral mediante golpes de


martilleo. La FRF del sistema implante/hueso es medida directamente desde la cabeza
del fémur en un rango de frecuencias de 0 a 12. kHz. Después de cada golpeteo la FRF
cambia indicando la evolución de la rigidez de la estructura implante/fémur y como
consecuencia la evolución de la estabilidad del implante. El martilleo se detiene cuando
el gráfico de FRF no ha cambiado notablemente. Un golpeteo adicional no sólo podría no
mejorar la estabilidad de la prótesis sino que aumentaría el riesgo de fractura de hueso
(Pastrav et al. 2006).

La configuración del sistema consta de una criba vibradora (Bruel & Kjaer modelo 4810)
atado al cuello del fémur usando un aguijón usando un sistema de sujeción. La excitación
71

es realizada a través de un ruido blanco en el rango de 0-12.5 kHz. Posee una cabeza de
impedancia (PCB Piezotronics modelo Nr 288D01) la cual mide la fuerza de entrada y la
aceleración de respuesta en un mismo punto. Todo esto se muestra en la figura 3.30
(Pastrav et al. 2006).

En la figura 3.31 se muestra el quirófano implementado con una computadora portátil


con el software de análisis de vibración, con el cual pueden comparar el cirujano durante
toda la operación.

Figura 3. 30. a) Prótesis de fémur, b)aguijón y sistema de sujeción, c)cabeza de


impedancia y d)criba vibradora.

Figura 3.31. Hardware de medición (izquierda) y quirófano (derecha). a) Computadora


portátil, b) Analizador de vibración Pimento, c) amplificador de potencia.

4) Coeficiente de correlación de Pearson

El coeficiente de correlación de Pearson, R, es un índice adimensional que tiene un rango


de -1.0 a 1.0, y refleja la extensión de una relación lineal entre dos conjuntos de datos
(esto es dos variables). Un valor igual o muy cercano a 1 indica que no ha habido
diferencian entre el FRF de los dos últimos estados de golpeteo, traduciéndose como un
encaje óptimo de la prótesis en el hueso.
72

La ecuación del coeficiente de relación es:

R=
å ( x - x)( y - y)
2 2
å ( x - x) å ( y - y )
Donde x, y son las dos variables y x , y son sus correspondientes medias aritméticas.

5) Diagramas FRF típicos en vástagos no cementados

Pastrav et al. (2006) estudiaron once casos de inserción de vástago no cementado


exitosos, en donde fue encontrado su punto final de inserción utilizando el método
vibracional, comparando los diagramas FRF después de cada martilleo (en cada etapa) y
comparando con el anterior, donde lo normal es un desplazamiento a la izquierda y cada
vez menor, y al final los dos últimos FRF deben ser muy similares en frecuencias,
aunque el último pico mayor a los anteriores (figura 3.32). En cada experimento también
se midió el coeficiente de correlación de Pearson para cuantificar el cambio de los
diagramas FRF, valores muy cercanos a 1 indican lo efectivo de este método.

La banda de frecuencia más sensitiva es alrededor de los 4 kHz. El coeficiente de


correlación R promedio de los once casos es 0.99, de los cuales nueve presentaron
valores por encima de 0.99 y dos casos tuvieron R de 0.955 y 0.964.

El seguimiento de los pacientes es parte de un estudio clínico en curso, el análisis de un


gran número de gráficos FRF podría seguir una clasificación según la geometría del
vástago (prótesis personalizadas), propiedades del fémur y las características de contacto
de la prótesis-hueso.
73

Figura 3.32. Casos típicos de diagramas FRF durante un protocolo per-operativo.


a)Etapas 0 y 1, b) Etapas 1 y 2, c) Etapas 2 y 3, d) Etapa 3 y última etapa 4, e) Evolución
de coeficiente Pearson entre las etapas del 0 al 4.

6) Diagramas FRF no típicos de vástagos no cementados

Pastrav y colaboradores publicaron en 2009 la presencia de tres casos atípicos de


diagramas FRF detectados adrede durante sus estudios experimentales per-operativos.

a) CASO I – Fractura de hueso

Durante un protocolo per-operativo, en un cadáver humano se insertó adrede el vástago


hasta llegar a la fractura del hueso los últimos tres estados son presentados en las figura
3.33a y 3.33b.

El gráfico FRF de la quinta inserción se desplazó ligeramente a la izquierda, esto indica


una disminución de la estabilidad antes de la sexta inserción a en la que se fracturó el
hueso. El gráfico FRF final correspondiente a la fractura es totalmente diferente con
74

respecto a la gráfica anterior e indica un cambio importante en la estructura vástago


fémur.

Figura 3.33. CASO ATIPICO I: Fractura de fémur. a) estado ligeramente desplazado a


la izquierda indicando disminución de la estabilidad, b) Estado de inserción 6
correspondiente a la fractura con cambio evidente de FRF. Fuente: Pastrav et al, 2009.

b) CASO II – Pequeña fractura

Durante un experimento IN VIVO cuando el vástago estaba casi totalmente insertado el


pico más alto de la última etapa del diagrama FRF se desplazó ligeramente a la izquierda
(etapa B en figura 3.34a), después de una serie consecutiva de martilleo, su
correspondiente gráfico FRF presentó una forma anormal en su pico (estado C en la
figura 3.34b). Después de esto, se inspeccionó el hueso y se encontró una pequeña
fractura por lo que se detuvo el martilleo.

Figura 3.34. CASO ATIPICO II: pequeña fractura. a) Pico desplazado ligeramente en la etapa B,
b) estado C refleja la presencia de una pequeña fractura en el hueso con pico ausente.

c) CASO III – Corrección de canal femoral

Durante otro procedimiento fue observado otro caso atípico. Como el vástago aún estaba
visiblemente no insertado totalmente el martilleo normal fue continuado, pero el
comportamiento del FRF (similar al del caso 2), señalaba que el vástago estaba
bloqueado y como consecuencia había riesgo de fractura (figura 3.35). El problema fue
resuelto sacando el vástago femoral, ajustando el canal y reinsertando la prótesis.
75

Después de esto, la evolución de la FRF siguió normal en las etapas 4 y 5, mostrados en


la figura 2. c y su coeficiente Pearson final alcanzó 0.998.

Figura 3.35. CASO ATIPICO III: Corrección de canal femoral. a) Disminución anormal de pico
más alto, b) desplazamiento ligeramente a la izquierda, c) FRF final después de la corrección.

7) Diagrama de Flujo

La figura 3.36 muestra un diagrama de flujo para ayudar en la decisión del cirujano
durante la operación basado en la evolución del diagrama FRF en cada etapa de
inserción, comparando con el coeficiente de Pearson, y con la inspección visual del
cirujano.

Además de ser útil para detectar el punto final de inserción evitando excesivas presiones
de fijación, y además indica al cirujano de potenciales riesgos u anomalías (como
deformaciones plásticas del hueso) que a vista no se consigue ver, y en casos peores, una
fractura del hueso.

Con este método se consigue la mejor estabilidad inicial y se reducen al mínimo los
micromovimientos, previniendo aflojamientos temprano.
76

Figura 3. 36. Diagrama de flujo de decisión del cirujano basado en el análisis de la Función
Respuesta en Frecuencia (FRF). Fuente: adaptado de Pastrav et al. 2012, p.8

3.5 Aplicación de las vibraciones en el deporte Tenis.

3.5.1 Biomecánica del deporte

La biomecánica se aplica para optimizar las técnicas deportivas obteniendo el máximo


rendimiento, evaluando y simulando factores físicos como cantidad de movimiento,
momentos de inercia, centro de gravedad, fuerzas, esfuerzos, velocidad, etc. Deportes
como:
· Baloncesto
· Ciclismo, motociclismo
· Futbol
· Tenis
· Atletismo: lanzamientos; salto alto, metros planos, salto de vallas. Etc.

La medicina de deporte, complementa al reducir el daño físico causado en el deporte, la


prevención de éste y su tratamiento post daño.
77

3.5.2 Vibraciones en el tenis

A) Aspectos generales

Desde la biomecánica del deporte, cuando la bola impacta en la raqueta se producen unas
fuerzas en la mano y antebrazo, según el lugar del impacto, éstas pueden aumentar o
disminuir, también se genera vibración en la raqueta que se transmite a la mano y genera
una situación de molestia e incomodidad en el tenista. Toda esa vibración la absorbe la
mano. Sin embargo, hay un punto en el cordaje donde el impacto no produce oscilación
en la raqueta, llamado nodo de vibración y conocido en el tenis como “punto dulce”.

Desde el enfoque de la medicina del deporte, las vibraciones en el impacto y sus fuerzas
que son transmitidas al antebrazo y codo, pueden producir desde simples dolores hasta la
epicondilitis del codo llamado también “codo de tenista” que es una lesión en los
músculos y tendones en la parte exterior del codo, como resultado crónico de
microrroturas fibrilares por la sobrecarga o estrés repetitivo 35 (ver figura 3.37).

Una terapia utilizada en la biomedicina del deporte para todos estos trastornos
musculares tanto crónicos como agudos utiliza las ondas de choque, con buenos
resultados (ver figura 3.38).

Figura 3.37. Tejido inflamado en codo de tenista. Fuente: Página web: Ortophedic
surgery/Sports medicine.

Figura 3.38. Ondas de choque como terapia de trastornos de tejido blando, ocasionados
por ejemplo en tenistas. Fuente: página web Shockwave Homepage.
78

B) Influencia de las vibraciones en el tenis

Uno de los objetivos en el diseño y fabricación de las raquetas de tenis es disminuir la


vibración que llega a la mano, por causa del impacto de la bola con la raqueta, mediante
uso de amortiguadores en distintas zonas de la raqueta, diseño geométrico y tipo de
material. Como ya se mencionó, interesa también aumentar el punto o zona de “nodo
geométrico, para lo cual se explicará brevemente los puntos del cordaje de la raqueta
importante y características que influyen en el impacto y la potencia de la bola.

1) Centro de percusión (COP – center of percussion)

Es el punto idóneo para el golpeo de la bola ya que costará menos esfuerzo por la mano
contrarrestar la fuerza de incidencia de ésta, en este punto no hay fuerzas netas que
actúen sobre la mano del tenista (figura 3.39), porque el eje de giro de la mano (la
muñeca), coincide con el eje de giro de la raqueta. (c)
Cerca a la cabeza, (empuñadura intenta girar) muñeca se extiende y los dedos son
empujados a abrirse por la fuerza de giro (a).
Cerca de la empuñadura, la raqueta gira y se desplaza, la muñeca tiene que soportar
esfuerzo de flexión (b).

Figura 3.39. A la derecha: esquema de centro de percusión y tres posibles puntos de


impacto. A la izquierda: suma de movimiento rotación y traslación en el impacto en
centro de percusión. Fuente: Brody H, 1985.

Estos tres casos se grafican mejor en la figura 3.40 donde se muestra la rotación y
traslación de una raqueta sujetada por un tenista y las fuerzas que actúan sobre su muñeca
(Cross R, 1999). La fuerza F1 actúa sobre la parte superior de la mano, F2 es la fuerza
que actúa sobre la parte inferior de la mano. F3 es la fuerza que actúa en el antebrazo
(cerca de la muñeca) y es aproximadamente F1+F2. El punto negro indica el eje de
rotación de la raqueta según experimentos del laboratorio. La línea discontinua indica la
posición inicial de la raqueta antes del impacto de la bola.
79

Figura 3.40. Rotación y traslación de una raqueta sujetada por un tenista durante el
impacto de la bola, cerca a la cabeza de la raqueta (a), zona cercana al cuello (b) y en el
COP (c). Fuente: Brody H, 1985.

2) Coeficiente de restitución (COR – Coefficient of Restitution)

Existe un punto en el cual la fuerza de restitución es mayor, es decir, el punto en que la


relación entre la velocidad de incidencia de la bola y la velocidad de rebote es el máximo
tras el impacto de la bola, también se le suele llamar punto COR. Para hallar este punto
se deja caer una bola sobre la raqueta y observar el punto donde el rebote sea el más alto.
Cuando impacta la pelota en la raqueta, ésta última se flexiona disipando una parte de la
energía de impacto de la bola, cuanto más lejos de la empuñadura impacte la bola más se
flexionará la raqueta gastando mayor energía, por eso el COR está cerca al cuello de la
raqueta (ver figura 3.41).

En conclusión de los puntos anteriores, existen tres puntos interesantes para el impacto
de la bola según lo que se desee obtener:

· Para fuerzas netas sobre la mano nula, el punto de impacto debe coincidir en el COP.
· Considerando el máximo momento de inercia. La zona donde el rebote alcanza
velocidades más altas es cerca al extremo de la raqueta (dead spot o “punto
muerto”)
· Con respecto a la fuerza de restitución aplicada a la bola, ésta es óptima en el COR.
La velocidad de rebote y alcance será mayor cuando impacte en ese punto.

Figura 3.41.- Puntos de impacto en una raqueta. El COR es el punto más cerca al cuello.
Fuente: Brody H, 1985.
80

3) Tensión de las cuerdas


Cuando una bola se deja caer desde una altura de 1 m, la altura que alcanza si impacta en
una superficie dura es 60 cm aproximadamente y cuando impacta en el centro de la
cabeza de una raqueta alcanza aproximadamente 80 cm, esto debido a la capacidad de
deformarse de las cuerdas. Entonces la tensión de las cuerdas se refiere a la capacidad de
deformarse el cordaje ante el impacto, a menor tensión de las cuerdas mayor deformación
de éstas.
La mitad de la energía que lleva una bola antes del impacto se pierde cuando golpea una
superficie dura. Las cuerdas cuando son deformadas tienen pérdidas de energía
relativamente pequeñas, entonces se obtiene mayor potencia a menor tensión. En el caso
contrario a mayor tensión de la cuerda se deforma más la bola y aumenta la superficie de
contacto entre ésta y el cordaje y por lo tanto hay mayor control, es decir mejora la
precisión del disparo, a mayor tensión mejor control sobre la bola (Rincón A, 2008).

4) Rigidez de la raqueta
La rigidez de una raqueta se refleja en cuanto se flexiona esta, al flexionar el cuerpo de la
raqueta, absorbe energía del impacto para deformarse, supuestamente esta energía
absorbida debe ser devuelta a la bola al regresar la raqueta a su posición original, dándole
así velocidad a la bola. Sin embargo esto no sucede así, pues el tiempo que tarda la
raqueta en regresar a su forma (y “devolver” esa energía) es mayor que el tiempo que
dura la bola en contacto con las cuerdas.
Si una raqueta es más rígida, la energía para su deformación será menor y menor será su
periodo de oscilación tras el impacto y recuperará su forma más rápido, así puede que
parte de esa energía se devuelva a la bola antes que pierda contacto con ella.

5) Nodos de vibración – punto de reposo.


Se conoce como nodo de vibración a un punto de reposo ante la vibración, es decir no
hay vibración en ese punto. Cuando la bola impacta en el cordaje en el o los nodos de
vibración, no se produce oscilación en la raqueta. Esto tiene una ventaja respecto a los
demás para impactar debido a que no afecta el confort de la mano o antebrazo.
La prolongación de la vibración en el tiempo por el impacto de la bola depende de la
masa concreta de la raqueta, al aumentar la masa, disminuye el tiempo de vibración. La
amplitud de vibración depende de tres factores: la velocidad relativa entre la bola y la
raqueta, la rigidez de ésta y la distancia del punto de impacto al nodo de vibración. La
ubicación del nodo varía según la distribución de masa de la raqueta y de la flexibilidad
de sus partes.

En 1995, Brody, ideó un mecanismo para medir las vibraciones producidas por el
impacto de la bola en la zona cordada de una raqueta suspendida libremente, en distintas
localizaciones a lo largo del eje longitudinal, mediante unas cintas delgadas
piezométricas, gracias a esta pudo calcularse frecuencias de vibración y su duración que
aparecen en la figura 3.42. La absorción casi total de la vibración de la raqueta la realiza
la mano, en la figura 3.43 Se muestra la diferencia entre las vibraciones en una raqueta
sujetada firmemente por la mano (arriba) y en una raqueta suspendida libremente (abajo),
observándose la gran absorción en el primer caso (Brody H, 1995).
81

Figura 3.42. Amplitud de vibraciones provocadas por el impacto de la bola en una


raqueta libremente suspendida.

Figura 3.43. Vibraciones generadas por el impacto de la bola en una raqueta sujetado por
la mano (arriba) y suspendida libremente (abajo).

6) Punto dulce o “sweet point”

Se le considera como el punto óptimo donde la bola debe impactar en la raqueta (figura
3.44).

· Para Howard Heard es la región del cordaje donde el COR sea la mayor (zona de
potencia).
· Para otros especialistas el punto dulce es el punto de percusión.
· Otras definiciones consideran el punto dulce al punto donde al impactar la bola
genera una frecuencia de oscilación en la raqueta mínima o nula, es decir el nodo de
vibración.
82

Figura 3.44. Localizaciones comunes para las diferentes concepciones del “punto dulce”.
Fuente: Kotze J et al., 2000.

7) Novedades comerciales en raquetas y su absorción de vibración

Las raquetas de tenis se diseñan y fabrican hoy en día para mejorar el rendimiento del
tenista, de manera que entreguen mayor potencia y velocidad a la bola en el rebote,
considerando las características mencionadas anteriormente, además, se enfoca también
en mejorar del confort de las manos del tenista, al añadir o crear cada vez nuevos formas
de absorber la vibración en la raqueta y/o cuerdas o aumentar la zona de nodo de
vibración.

Con todo esto, diferentes marcas con diferentes tecnologías lanzan cada vez al mercado
nuevos modelos de raquetas cada vez mejores, sin llegar a demostrarse del todo su
efectividad. En este trabajo se presentan brevemente dos de los modelos más modernos.

a) Liquid Metal Instinct – HEAD

La marca Head, ha lanzado una línea llamada “Liquidmetal: energía pura, potencia
perfecta” cuya principal ventaja es brindar mayor potencia a la bola, debido a su
estructura atómica líquida, 2½ más fuerte que el titanio y concede un 29% más potencia,
utiliza eficientemente la energía pura del impacto y la disponible para devolver el golpe
máxima potencia. Además posee un sistema de amortiguación NoShox, con una espuma
de memoria en el mango de la raqueta que absorbe los esfuerzos de impacto y reducirían
las vibraciones de la raqueta hasta un 27% sobre las demás (ver figura 3.45).
83

Figura 3.45. Raquetas HEAD- Liquidmetal. a) NoShox, b) ISD36

b) Protect System - HEAD

Posee un sistema de amortiguación electrónica (EDS – Electronic Damping System)


patentado por HEAD. Posee un microchip (figura 3.46) que controla las fibras
piezoeléctricas de alta tecnología que convierte la energía del impacto de la bola en
energía eléctrica. Además reconoce el modo de vibración y genera una contravibración
neutralizante reduciendo substancialmente el choque de impacto y por ende sus
vibraciones. Esto se refleja en un menor esfuerzo que sufre el codo del jugador en cada
impacto. Este sistema EDS afirma reducir el choque inicial del impacto en más del 50%
y sus vibraciones residuales el doble de rápido en comparación a una raqueta
convencional (figura 3.47).

El mango de la raqueta posee una cámara de aire que se combina con una superficie de
elastómero de alto tecnología que proporcionaría un excelente confort y reduce el
desplazamiento, mientras reduce la vibración residual del mango.

Figura 3.46. Sistema Protect System EDS de amortiguación eléctrónica con microchip.

36
Fuente: http://www.tennis-point.com/content/en/Head _Liquidmetal.html
84

Figura 3.47. Protect System reduciría el impacto del choque en más del 50% y las
vibraciones residuales dos veces más rápido.
Capítulo 4

Efecto de las vibraciones de baja magnitud sobre osteopatías en el ser


humano

4.1 Estado de arte de vibraciones para las osteopatías

En este subcapítulo se expone brevemente los inicios de los experimentos con señales
mecánicas dinámicas en lugar de estáticas y su efecto en el tejido óseo, y la influencia de la
frecuencia y duración de estas señales. Posterior a esto, era necesario cambiar el método
experimental invasivo en aves a un método no invasivo para el uso de animales y humanos
que no afecte la seguridad y salud de éstos y sea efectivo.
En la segunda parte se mencionan los principales estudios experimentales realizados en
personas con diversas causas de osteopenia u osteoporosis con las vibraciones de baja
magnitud.
En la tercera parte se habla de la plataforma vibratoria utilizada en estos estudios
experimentales de alta frecuencia y baja magnitud diseñado especialmente para el uso de
personas de toda edad de forma segura, y para el uso comercial.

4.1.1 Antecedentes

A) Primeros trabajos experimentales en animales

Los primeros en experimentar con cargas dinámicas en animales fueron Lanyon y Rubin,
los cuales evaluaron la remodelación ósea del cúbito aviar, en tres casos distintos, para tres
casos, uno en condición de desuso solamente, el segundo en desuso con una carga de
compresión continua superpuesta y el tercero desuso interrumpidos por un corto período
diario de carga intermitente (Lanyon y Rubin, 1984). La carga intermitente se aplicó a una
frecuencia de 1 Hz y una duración de 100 ciclos por día. Las cargas fueron similares para
los dos casos (525 N) Los resultados de las secciones del hueso desde el punto medio de la
preparación a las 8 semanas de experimento indicaron que en ambos huesos, no cargados y
cargado estáticamente hubo un aumento en el diámetro endoóseo 1 e intra porosidad
cortical. Estos reflejan una disminución en el área de sección transversal que era similar en
los dos grupos (-13 %). En el hueso cargados intermitentemente mostró, por al contrario,

1
Endostio: membrana que contiene las células osteoprogenitoras y recubre los espacios de la cavidad
medular.
86

un aumento del 24% en el área de la sección transversal, con hueso nuevo depositado
predominantemente en la superficie perióstica 2.
Estos resultados sugieren que la respuesta adaptativa en el hueso es sensible sólo a
deformaciones dinámicas, las deformaciones estáticas no son fuente relevante de estímulo
osteogénico (Rubin et al. 2006).

Figura 4.1. Sección transversal de la parte media de un hueso largo y sus partes.

Estudios del mismo año, (Rubin et al. 1984) evaluaron la remodelación ósea en huesos
cúbito de pavos con cargas aplicadas intermitentes y externas a una frecuencia de 0.5 Hz a
ciclos distintos de exposición3. Los ciclos de exposición fueron de 4, 36, 360 y 1800. Para
que los niveles y distribución de deformación en el cúbito fueran lo más similares en los
experimentos, las aves tenían la misma edad, sexo (machos) y muy semejantes en peso,
además de esqueléticamente maduros. Se midió primero la deformación normal en la mitad
de la diáfisis del cubito durante su aleteo de vuelo (para compararlo con la deformación
por las cargas externas), mediante tres galgas extensiométricas tipo roseta de tres
elementos atados alrededor de cada circunferencia del hueso. El pico longitudinal de
deformación de éstos fueron -1900 ± 83 (desviación estándar) microstrains. El pico de
magnitud de deformación durante una carga aplicada externamente fue -2050 ± 7
microstrain4.

Después de las seis semanas de experimento, los huesos que no tuvieron cargas aplicadas,
la densitometría por absorción de fotones indicó una continua declinación de contenido
mineral óseo a 88 ± 2 % (n=6), del valor original post-operativo. En los cúbitos que se
aplicaron cargas de 4 ciclos al día mostraron que su contenido mineral óseo permaneció
constante (103 ± 4 %) del valor post operativo (n=6). En cambio, los cúbitos, con carga
aplicada de 36 ciclos al día, presentaron un aumento notorio de contenido mineral óseo al
finalizar la sexta semana (133 ± 10%, n=6), alcanzando su mayor pico a las 4 semanas de
143% ± 10%). La evaluación a nivel tisular mostró una extensa formación de nuevo hueso
en el subperiostio y endostio. Los cúbitos que recibieron carga externa de 360 ciclos al día
presentaron valores similares a los cúbitos sujetos a 36 ciclos al día, al final de las seis
semanas presentaron 134 ± 3 % (n=6). Los cúbitos sometidos a cargas de 1800 ciclos
2
Periostio: membrana fibrosa que rodea la superficie del hueso que no está recubierta por el cartílago.
Esencial en el crecimiento óseo, en su reparación y en su nutrición por contener vasos sanguíneos que nutren
y dan sensibilidad al hueso.
3
Tiempo de exposición (t)= frecuencia (f)*número de ciclos (Nc)
4
Aunque los picos de deformación fueron similares, la posición del eje neutral de la carga artificial estaba
rotada 90° a comparación de las deformaciones por el batir de alas.
87

presentaron resultados de contenido mineral ósea al final de las seis semanas de 143 ± 6 %
(n=5) un poco mayor a las demás (ver figura 4.2).

Además de evaluar los resultados por el contenido mineral, también se evaluaron a nivel de
tejido mediante histología post mortem y micro radiografía tomados desde la diáfisis media
de ambos casos, el lado experimental y el contralateral intacto cúbito, que complementa el
estudio. Para el caso donde no hubo carga la examinación histológica y micro radiografía
(figura 4.3.A) mostraron un adelgazamiento cortical debido a una resorción endosteal, una
porosidad intracortical debido a la formación de osteones secundarios 5 que sólo fueron
rellenados parcialmente (flecha inferior) y nueva formación periostal en alguna parte
(flecha superio). La figura 4.3.B muestra la sección de la mitad de la diáfisis del cúbito
sujeto a cargas de 4 ciclos, el cual casi no mostró evidencias de remodelación y fue muy
difícil distinguir de su cúbito contraletral. La flecha muestra un canal de Volksman6
atravesando la banda normal de menos hueso mineralizado de la superficie endosteal. Esta
capa de hueso fue completamente removida en el cúbito no cargado (figura 4.3.A). Con
respecto a los cúbitos expuestos a cargas de 36 ciclos al día, las micro radiografías
mostraron nuevo hueso periostial añadidos circunferencialmente (figura 4.4), mas no se
observó una remodelación substancial cortical.

Los autores sugirieron, dados los resultados, que el proceso adaptativo necesario para
asegurar la competencia estructural puede ser generado por eventos de carga relativamente
poco frecuente en lugar de requerir largos períodos de actividad repetitiva (Rubin et al.
1984).

Figura 4.2. Cambio de porcentaje en contenido mineral óseo en el corte medial del cúbito
a las seis semanas sujetos a cero ( ), 4 ( ), 36 ( ), 360 ( ), o 1800 ( ) ciclos
consecutivos. Las líneas verticales a las seis semanas indican las desviaciones estándar.
Fuente: Rubin et al. 1984.

5
La presencia de osteones secundarios pone de manifiesto el comienzo de la etapa de remodelación.
6
Los canales de Volksman son conductos con vasos pero no están recubiertos por laminillas óseas y
comunican a osteones entre sí y con el exterior es decir el perióstio o con el canal medular.
88

Figura 4.3. Micro-radiografía de cúbito A) funcionalmente aislado y sin carga, nueva


formación periosteal en alguna parte (flecha superior). B) Sujeta a cargas de 4 ciclos
(flecha inferior endiostio). Fuente: Rubin et al. 1984.

Figura 4.4. Corteza de un cúbito sujeto a cargas de 36 ciclos diarios por seis semanas. El
reciente hueso depositado es visto en el engrosamiento entero de la banda periosteal (P). El
área endiosteal (E) la misma mostrada en la figura 4.3.B. Fuente: Rubin et al. 1984.

Qin y colaboradores (Qin et al. 1998) publicaron años más tardes otro estudio sobre la
relación de la deformación (microstrains) y número de ciclos necesarios para la
manutención de la masa ósea, y su relación con la frecuencia empleada, que compilaba
anteriores trabajos claves con experimentos in vivo en huesos cúbito de aves en su mayoría
y el propio. En su estudio, experimento con cúbitos de pavo, poniendo una carga a una
frecuencia de 30 Hz y con un número de ciclos de 108,000 (una hora), para evaluar la
capacidad de conservarse hueso a bajas deformaciones y alto número de ciclos (y
frecuencia). Los cúbitos fueron sujetos a cargas de flexión de 9 N, a través de una
compresión dinámica de los pines en el lado dorsal (ver figura 4.5), con régimen de 5 días
a la semana durante 8 semanas. Para evaluar la remodelación, se dividió la vista
transversal de la zona media de la diáfisis de cúbito en seis secciones (figura 4.6.A), y se
hizo una simulación por elementos finitos para calcular la deformación por compresión y
tensión de esta así como sus valores pico de cada uno, con una carga de flexión de 9 N de
fuerza aproximadamente (figura 4.6.B). La sección 2 indicó mayor deformación por
compresión (77 microestrain). Posteriormente se comparó morfológicamente el hueso,
para comparar las zonas de nueva formación ósea con su sección y su deformación
correspondiente.

Los cambios morfométricos en la los cúbitos sujetos sólo a desuso mostraron pérdida de
masa reflejado primero por el adelgazamiento cortical (4.7.A) y posteriormente por un
incremento en la porosidad cortical (figura 4.7.B), mas no se identificó resorción ósea en la
superficie periosteal en niguno de estos casos. En los cúbitos sujetos a 108,000 ciclos a 30
Hz (figura 4.7.C) se encontró ganancia de masa ósea sólo en el sector 2 (sección con el
pico de deformación), las demás secciones presentaron una pérdida de masa ósea con un
89

máximo de -6.6 ± 4 % en la sección 6. La representación de pérdida de masa ósea en


correlación con la deformación lineal simulada por cada sección se muestra en la figura
4.8, con R=0.91, presentando una relación lineal. Sin embargo comparando con su cúbito
contralateral, sin actividad y sin carga que presentaron pérdida del 80 al 90% de masa ósea.

Figura 4.5. Aparato portable de carga utilizado para aplicar 108,000 ciclos, ± 100
microstrain de carga tipo flexión en el cúbito aislado con los dos pines Steinman. Fuente:
Qin et al. 1998.

Figura 4.6. A) Sección de diáfisis del cúbito dividido en secciones. B) Eje neutral cuando
es sometido a carga de flexión. D:dorsal, V:ventricular. Fuente: Qin et al. 1998.

Figura 4.7 microradiografía de cúbito sujeto sólo a desuso: A) adelgazamiento cortical, B)


Incremento de porosidad cortical. C) micro radiografía de hueso sujeto a cargas de 30 Hz.
Fuente: Qin et al. 1998
90

Figura 4.8. Razón de cambio de área ósea y deformación lineal. Fuente: Qin et al. 1998

Entre los trabajos mencionados por Qin, el trabajo de McLeod & Rubin C. (1992) realizó
tres pruebas con cargas sinusoidales de duración constante (10 min/dia) en huesos cúbito
de pavos, variando la frecuencia (pruebas diferentes con 1, 30 y 60 Hz), Así, una
exposición de 10 minutos diaria con frecuencia de 1 Hz (equivalente a 600 ciclos) requiere
picos de deformación longitudinal inducido de 700 microstrains para mantener la masa
ósea (experimento 1). En el segundo experimento, aumentaron el número de ciclos y
frecuencia a 18,000 ciclos a 30 Hz encontrando una deformación necesaria para conservar
la masa ósea de 400 microstrains. En el tercer experimento se utilizó una frecuencia y
número de ciclos superiores, de 60 Hz y 36,000 ciclos respectivamente, picos de
deformación normal de 270 microstrain fueron encontrados capaces para mantener el
hueso.
Con tales resultados, Qin afirma se ha demostrado sustancialmente diferentes umbrales de
deformación para mantener la masa ósea el cual disminuye el mínimo requerido cuando
aumenta la frecuencia o número de ciclos.

En la tabla 4.1 se muestra un resumen de los trabajos realizados en huesos cúbito de


animales a diferentes frecuencias y número de ciclos y su respectiva deformación
encontrado para mantener la masa ósea, diferenciándose una clara relación entre la
frecuencia y número de ciclos con la deformación.

Tabla 4.1. Estímulos mecánicos empíricos y su mantenimiento de masa. Fuente: Qin et al.
1998.
Model Deformación (microstrain) Frecuencia Número de
(Hz) ciclos diarios
Cúbito gallo 2,000 0.5 4
(Rubin & Lanyon, 1984)
Cúbito pavo 1,000 1 100
(Rubin & Lanyon, 1985)
Tibia humana 850 - 1,000
(Lanyon et al. 1975)
Tibia humana 400 - 10,000
(Lanyon et al. 1975)
Cúbito pavo 700 1 600
Cúbito pavo 400 30 18,000
Cúbito pavo 270 60 36,000
Cúbito pavo 70 30 108,000
91

B) Trabajos experimentales no invasivos: plataformas vibratorias

Debido a la efectividad de las señales mecánicas de alta frecuencia para el mantenimiento


o crecimiento de masa ósea mostrada en los resultados experimentales en animales, el
siguiente paso fue llevar estos experimentos con métodos no invasivos en animales y
posteriormente en humanos para la evaluación de la efectividad de las vibraciones en
prevención de osteoporosis u osteopenia.

La consideración principal de un método para poder experimentar en humanos sobre los


efectos de las vibraciones sobre los huesos es que debía de ser no invasivo, una señal
mecánica que se transmita desde un punto externo como los pies y viaje hasta los huesos
más afectados por la osteopenia u osteoporosis como son la cadera y vértebras lumbares,
usando vibración de cuerpo entero con base en los pies (WBV).

Los criterios básicos para el diseño y la construcción de una plataforma vibratoria para los
trabajos experimentales posteriores fueron evaluados mediante simulaciones con modelos
biodinámicos humanos (ANEXO 3), y experimentos en animales y personas siguiendo
todos los requisitos de seguridad y salud. Después de muchos trabajos de investigación se
llegó a los siguientes resultados:

a) Alta frecuencia (30 Hz): a mayores frecuencias, la deformación (microstrain)


necesaria para mantener o formar nuevo hueso son menores, las frecuencias
experimentales fueron 30 – 60 Hz. Se evaluó la vibración de cuerpo entero a
frecuencias desde 10 a 40 Hz utilizando el modelo biodinámico estándar ISO 7962
aplicado a un dispositivo vibratorio de un grado de libertad (ver figura A.4 del
ANEXO 4), los valores de c5, k5 y m5 de la plataforma con la que se simuló fueron
los del prototipo de experimento (Fritton et al. 1997). Debido a la complejidad del
los órganos blandos y rígidos del cuerpo, se tienen varias frecuencias de resonancia
y la transmisibilidad varía según la frecuencia, cuando se alcanza la frecuencia de
resonancia de la cabeza, causa dolores de cabeza, mareos y dificultad en la visión.
En sus resultados de la transmisibilidad a la cabeza (figura 4.9), se presentan
resonancia cerca a 10 Hz en el modelo simulado, y para el modelo humano
experimental la resonancia aumentó a 16 Hz, a frecuencia de 30 Hz, se midió una
transmisibilidad de 50 ± 8 % a la cabeza. Complementado a esto, estudios
trabajados con frecuencia de 30 Hz (Qin et al. 1998; Qin et al. 1995), mostraron
efectos osteogénicos, motivo importante para utilizarlo.

b) Baja magnitud: por la seguridad y la salud de las personas a experimentar, el


desplazamiento de estas vibraciones son de baja amplitud. La aceleración de la
vibración es menor a 1 g (1g=9.81 m/s2), para tener valores de desplazamiento
igual o menores de 100 µm. La exposición durante periodos largos a vibraciones de
cuerpo entero pueden ser peligrosos para la salud, y cargas repetitivas de gran
magnitud pueden generar microdaños en los huesos y otros tejidos del cuerpo, y
microcracks en los huesos potencialmente peligroso para personas mayores
(Sección 1.6.3).
92

Figura 4.9. Transmisibilidad del plato o punto de contacto a la cabeza, según un modelo
biodinámico del ISO 7962 (línea negra) y una persona real medido experimentalmente
(líneas puntueadas), sd=desviación estándar con 2 valores de k 5. Fuente: Fritton et al. 1997

C) Vibraciones para la pérdida de masa ósea en vuelos espaciales

Uno de los principales problemas que sufren los astronautas debido a prolongados periodos
en el espacio (gravedad cero) es el debilitamiento alarmante de los músculos y huesos al
estar liberados de la tensión normal de la gravedad. Los músculos tienden a atrofiarse,
mientras que los huesos pierden masa ósea y pierden resistencia.

Estos efectos negativos fueron observados en los 1960´s durante los vuelos espaciales de
Gemini y porteriormente Soyuz 9, Apollo, Skylab, Salyut 7, Mir y en estaciones
espaciales.
Para reducir la atrofia muscular, los astronautas deben ejercitarse varias horas al día con
dispositivos con resortes, elásticos, bombas de vacío, entre otros para simular resistencia y
el peso del cuerpo (ver figura 4.10 y 4.11). Sin embargo, estas contramedidas no han
podido resolver la pérdida de masa en el hueso y su debilitamiento, problema que ha sido
motivo de investigación por muchos médicos e ingenieros biomédicos (Vibraciones
Saludables, 2001).

Figura 4.10. Astronauta llevando un arnés mientras se realizan los ejercicios de resistencia
a bordo de la Estación Espacial Internacional. ISS002-E-5508 (Abril, 2001).
Fuente: Gravity Hurts, 2001.
93

Figura 4.11. Astronauta en dispositivo de presión negativa para inferior del cuerpo.
Simula los efectos de la gravedad en la parte inferior del cuerpo. NASA foto ID: SL3-108-
1278. Fuente: Gravitity Hurts, 2001.

Este debilitamiento de los huesos debida a la pérdida progresiva de masa ósea es peligroso
para los astronautas al momento de regresar a un ambiente con gravedad, como la tierra.
Estudios en cosmonautas y astronautas que pasaron muchos meses en la Estación Espacial
Mir revelaron que se puede llegar a perder en promedio en el espacio de 1 a 2 por ciento
de masa ósea por mes. Los viajeros espaciales experimentan esta pérdida típicamente en
la mitad inferior del cuerpo (los que soportan el peso), particularmente en las vértebras
lumbares y en los huesos de la pierna. La disminución de masa ósea provoca un
aumento en los niveles de calcio en la sangre, el cual incrementa el riesgo de cálculos
renales (Space Bone, 2001).

Frente a este problema, un grupo de científicos, patrocinados por la NASA, propusieron


que los astronautas podrían prevenir la pérdida de masa ósea parándose sobre una
plataforma vibratoria con frecuencia en el rango de 30 a 90 Hz, y una aceleración 0.3g
(aprox. un tercio de la gravedad) durante unos 10 ó 20 minutos al día, sosteniéndose sobre
ella con la ayuda de unas bandas elásticas, mientras continúan haciendo otras tareas.

Dr. Clinton Rubin, profesor y presidente del Departamento de Ingeniería Biomédica de la


Universidad de Stony Brook e investigador principal de este estudio, sugiere que, un gran
número de pequeñas vibraciones de alta frecuencia envíen la señal para la formación de
huesos, aplicadas a los huesos al flexionarlos durante actividades comunes, como estar de
pie o caminando. Las células musculares individuales (que se encuentran a todo lo largo de
los músculos esqueléticos) no pueden proveer un jalón constante - solo pueden aplicar
"contracciones" rápidas cuya frecuencia varía entre 10 y 100 Hz. Para crear un jalón
constante, el cerebro activa grupos de células musculares (llamadas "unidades motoras") en
un patrón rápido y repetitivo.

Figura 4.12. A la izquierda: plataformas vibratoria usada en experimentos en pavos,


ovejas y ratas, a la derecha: el investigador principal, Dr. Clinton Rubin.
94

4.1.2 Estudios experimentales con vibraciones BMAF

El objetivo principal de los diversos estudios experimentales con estas señales de baja
magnitud y alta frecuencia, (BMAF), es validar cuan eficaz es como tratamiento no
invasivo y no farmacéutico para enfermedades óseas como osteoporosis y osteopenia.
Por tratarse de vibraciones suaves (< 0.5g), generalmente los experimentos tienen un
tiempo de exposición de 10 a 20 minutos al día, de 5 días/semana a más, por seis meses o
un año.

Inhibir la rápida pérdida de masa ósea debida a la menopausia, revertir la osteoporosis en


niños con condiciones de discapacidad, promover la calidad y cantidad ósea, así como la
masa muscular en mujeres jóvenes con osteopenia, y disminuir la pérdida de estabilidad
postural provenientes de reposos extendidos en cama, son algunos de los beneficios
otorgados al tratamiento con vibraciones de muy baja magnitud.

A) Evaluación de potenciales efectos anabólicos en fémur de ovejas

Para evaluar si estos estímulos mecánicos no invasivos transmitidos por los pies al
esqueleto axial tienen efectos anabólicos y mejorar el estado estructural en los huesos
largos se han realizado pruebas en ovejas adultas utilizando vibraciones con las
características señaladas anteriormente. Un experimento que duró 12 meses, con 18 ovejas
maduras las cuales fueron separadas en dos grupos, experimental y control (sin vibración).
En las nueve ovejas experimenta se expuso sólo su miembro posterior a una señal con
aceleración pico a pico de 0.3 g (2.9 m/s2) y una frecuencia de 30 Hz (figura 4.13). El
régimen de tratamiento consistió en 20 min/día por 5 días/semana por un año.
Para medir la deformación local (microstrains µs ) en la diáfisis tibial del hueso posterior,
se colocaron tres medidores de deformación roseta de tres elementos (Modelo FRA-2-11,
TML Gauges, Kenkyujo, Japón) en las ovejas. Estas medidores roseta indicaron una
deformación de 5 µs, una milésima de la deformación necesaria para producir una falla por
fluencia en los huesos (Carter et al. 1981, citado por Rubin et al. 2002b).

Mediante éste estudio de un año se han evaluado el cambio de densidad trabecular y


cortical en un corte del fémur proximal (lado de la cadera) usando tomografía cuantitativa
computarizada periférica (pQCT) y examinación histomorfométrica (Rubin et al. 2012a),
así como el efecto en la cantidad (número trabecular y factor patrón de hueso trabecular) y
calidad del hueso trabecular (rigidez y resistencia) en el cóndilo femoral distal (ver figura
4.16) utilizando modelo en 3D de hueso trabecular (figura 4.14) con microtomografía
computarizada (Rubin et al. 2002b).

En el primer trabajo se observó mediante la técnica de pQCT un aumento de 34.2% en la


densidad trabecular del fémur proximal en las ovejas expuestas comparado con las de
control. Mediante examinación histomorfométrica7 se observó un aumento de 32% de
volumen óseo por volumen total (figura 4.13). En términos de los índices morfométricos
óseos utilizados para el análisis de la microarquitectura en 3D de hueso cancelloso, el
número trabecular 8 (Tb.N) incrementó en 45.6%, y el espacio trabecular (Tb.Sp)
disminuyó en 36.1%, indicando la formación de hueso cancelloso nuevo. Sin embargo no

7
Forma de tejido óseo.
8
Definido como número de veces que se atraviesan las trabéculas por unidad de longitud por una vía
arbitraria a través del volumen de interés.
95

se observó un aumento en el hueso radio, lo que podría indicar que la respuesta adaptativa
es local y no sistémica. En el hueso cortical no se observaron cambios significativos.

Figura 4.13. Fotomicrografías de una región de fémur proximal en oveja de control


(izquierda) y una sometida al experimento (derecha) que muestran un efecto anabólico
mostrado por el alto número de elementos trabeculares. Fuente: Rubin et al. 2002a.

En el segundo experimento, se examinaron los cóndilos distal femoral del miembro


posterior de las ovejas usando tomografía microcompuntarizada (µCT). Dentro de sus
resultados se resalta que el contenido mineral óseo (BMC) en los animales en
experimentación es 10.6% mayor que los de control, el número trabecular (Tb.N) es 8.3%
mayor que los de control y la separación trabecular (Tb. Sp) es menor por 11.3%, esto
indica que la cantidad ósea se incrementó por la creación de nuevas trabéculas (aumento
de Tb.N) y por engrosamiento de las nuevas trabéculas (disminución de Tb.Sp).

Otro índice morfométrico óseo evaluado es el factor de patrón trabecular (Tb.Pf) que
describe cuantitativamente la conectividad trabecular, disminuyó 9 en 24.2%, que indica
para Rubin y colaboradores la adaptación de la morfología trabecular de forma de barra a
forma de placa. Cambios en las propiedades mecánicas del hueso simuladas por microCT
fueron observadas en la dirección longitudinal, aumento de la rigidez en 12.1% y aumento
en la resistencia de 26.7%, mientras que en las direcciones AL (anteroposterior) y ML
(mediolaterial) no se observaron cambios significativos. Estos resultados indican que la
calidad ósea, fue mayor en los animales de experimento que los de control,
preferentemente orientada a la dirección de las vibraciones,

9
Índice de conectividad inverso, cuanto más alto es el valor de Tb.Pf menos conectadas están las trabéculas
(sección 4.2.2).
96

Figura 4.14. Reconstrucción tridimensional de hueso trabecular del fémur distal de una
oveja en control (izquierda) comparado con la misma región del fémur de la oveja en
experimento (derecha). Fuente: Rubin et al. 2002b.

B) Evaluación de efectos anti-resortivos en huesos de ratas

A la par que se ha evaluado experimentalmente si estas señales mécanicas tienen efectos


anabólicos, y mejorar cuantitativa y cualitativamente, también se ha trabajado
experimentalmente para verificar un potencial antiresortivo, en modelos con osteopenia
por desuso. Ratas adultas hembras (Sprague - Dowley) con remodelación resortiva,
estimulado por desuso, fueron expuestas por 10 min/día, a una aceleración igual de 0.25gp-p
y frecuencia de 90 Hz y evaluadas posteriormente la tibia proximal de los miembros
inferiores de cada una (Rubin et al. 2001). El protocolo constaba de seis grupos para
experimentos diferentes: el primer grupo fueron asignados como línea base de control
(BLC, n=15), normal carga del peso control (LTC, n=30), normal cargados de peso con 10
min/día con las vibraciones de 0.25 g (MS, n=21), animales sometidos a desuso de los
miembros posteriores por suspensión (Dis, n=11), animales sometidos a desuso
interrumpidos por la normal carga del peso por 10 min/dia (Dis +WB, n=7), y desuso
interrumpido por vibraciones de 10 min/día (Dis+ MS, n=19). El protocolo duró 28 días y
los experimentos con vibraciones fueron 5 días/semana.
Para las examinaciones histomorfométricas se sacrificaron los animales al terminar el
protocolo experimental (las ratas de línea base de control fueron sacrificadas un día antes
de empezar el experimento). El software utilizado para determinar los índices
morfométricos (ver Sección 4.2.2) como tasa de formación trabecular ósea por volumen
óseo (BFR/BV), superficie mineralizada por superficie óseo (MS/BS), tasa de aposición
mineral (MAR), y superficie ósea (BS) fue OsteoMetrics, Atlanta

Después de los 28 días de experimento, con respecto de las ratas estimuladas


adicionalmente con vibraciones (MS) y las ratas de control normales (LTC) se observó un
aumento de 97% de BFR/BV en la tibia proximal, mientras que en MS/BS el aumento fue
de 52% y en MAR de 45%. En los casos de desuso, el porcentaje de índices morfométricos
indican una menor disminución en el caso de desuso interrumpido por 10 minutos de
vibraciones de 90 Hz con respecto al desuso interrumpido por 10 minutos de carga de peso
normal. El BFR/BV disminuyó a 7%, mientras que MS/BS disminuyó 6%, y MAR en 1%
(figura 4.15). Si bien la breve exposición a vibraciones, no compensaron de todo la
resorción por desuso, los valores no fueron significantemente diferentes, alcanzando
97

mejores índices respecto al desuso interrumpido por actividad normal (carga del peso) por
10 minutos al día.

Figura 4.15. Índices morfométricos de BFR/BV (izquierda) y MS/BS (derecha) de los


cinco grupos LTC, MS, Dis, Dis+ WB y Dis+ MS, en la tibia proximal posterior.

C) Transmisibilidad de vibraciones de 15 Hz a 35 Hz a la cadera y columna

Con el objetivo de establecer si estas señales mecánicas de muy baja magnitud pueden ser
de llegar eficientemente hasta es esqueleto, específicamente el fémur proximal y vertebras
lumbares, Rubin y sus colaboradores (2003), publicaron los resultados experimentales
tomados de seis voluntarios a estas vibraciones en posiciones de pie: erecto, relajado y con
las rodillas flexionadas. Con un equipo de trabajo de médicos e ingenieros se ubicaron
pines subcutáneos fijados a acelerómetros (Endevco 7265A-HS) en el trocánter mayor y
en el proceso espinoso de la vértebra lumbar L4 (figura 4.16). La plataforma vibratoria
varió su frecuencia de 15 Hz a 35 Hz, de hasta 1g pico a pico.

Figura 4. 16. Localización del trocánter mayor (izquierda) y proceso espinoso de vértebra
lumbar (derecha).

En la figura 4.17 se muestran la información obtenida de un sujeto en posición relajado de


pie sobre la plataforma vibratoria a 30 Hz y una aceleración de 0.2 g p-p medida en el plato
(línea sólida), la aceleración en la L4 (línea discontinua) y la aceleración en el trocánter
(línea punteada). Se observa una transmisibilidad en ambos cadera y espina de 85% con
respecto a la base, seguida de un desfase en la espina (ɸs) y en el trocánter (ɸh).
98

Figura 4.17. Transmisibilidad de 85% a la cadera y columna lumbar y un notable desfase,


en una persona en posición relajada parado sobre una plataforma con 30 Hz y aceleración
de 0.2 gp-p. Fuente: Rubin et al. 2003.

Para ver la efectividad de estas señales mecánicas en diferentes posiciones de pie (erecto y
relajado) y con las rodillas dobladas 20 grados, Rubin y colaboradores, desarrollaron
también pruebas para medir la transmisibilidad a diferentes frecuencias de 15 Hz a 35 Hz y
con una aceleración de muy baja magnitud constante. La posición con menor
transmisibilidad, como se muestra en la figura 4.18, es con las rodillas flexionadas, en la
cadera llega a valores menores del 50% para frecuencias mayores de 20 Hz (E), mientras
que en la vértebra L4, su máximo valor de transmisibilidad es de 80% a 22 Hz y va
disminuyendo a mayores frecuencias (F).
Las posiciones de relajado y erecto de pie, muestran para el caso de la cadera, una
resonancia a frecuencias menores de 20 Hz, con una transmisibilidad de 130 %, que
disminuye rápidamente a medida que aumenta la frecuencia.
Para el caso de la columna, en estas posiciones, no se presentan ninguna frecuencia de
resonancia, siendo la transmisibilidad en ambos casos menores de 100 %, y la posición de
relajado (D) el de menor valor a 30 Hz con 60 %.
Por lo general, la transmisibilidad disminuye a medida que aumenta la frecuencia, para
diferentes posiciones en la cadera y en la columna, esto quiere decir, que para 30 Hz la
señal mecánica transmitida por los pies llega en más del 50 % a los destinos con los que se
quiere trabajar por ser más vulnerables a perder masa ósea en una osteopenia.
99

Figura 4.18. Transmisibilidad (±sd) de vibración de bajo magnitud y alta frecuencia de la


base a la cadera (izquierda) y a la columna lumbar L4 (derecha) de cinco voluntarios.
Fuente: Rubin et al. 2003.

D) Prevención de pérdida de masa ósea en mujeres postmenopáusicas

Dentro de los ensayos clínicos realizados, se ha examinado si tales señales mecánicas de


baja magnitud, inducidas no invasivamente en el sistema musculo-esquelético, son capaces
de disminuir la pérdida de masa ósea que le sigue a la menopausia en algunas mujeres
(Rubin et al. 2004).
Para la selección de las mujeres a experimentar se consideraron unos criterios de exclusión
que influyan significantemente por ser casos de estudio particulares, como intervención de
alguna intervención farmacológica para osteopenia en los últimos 6 meses, ningún uso de
esteroides, estado de fumador actual, consumo de alcohol excesivo (mayor a dos
tragos/día), evidencia de osteomalacia, osteogénesis imperfecta, prolongada inmovilización
del esqueleto axial o apendicular en los últimos tres años. También fueron excluidas
pacientes con evidencia física o radiológica de fracturas u otra osteopatía.
Por lo riguroso de un ensayo clínico, el protocolo y estudio diseñado fue revisado y
aceptado por el Comité de Uso Humano de la Universidad de Creighton (Omaha,
Nebraska, EEUU).
El ensayo contó con 70 mujeres de 3 – 8 años pasada la menopausia, las cuales fueron
divididas en dos grupos iguales, uno para el dispositivo active y el otro grupo para
dispositivo placebo. Las mujeres expuestas en el dispositivo activo, estuvieron expuestas a
10 minutos/día, con aceleración vertical de 0.2g pico a pico (2.0 m/s2), y frecuencia de 30
100

Hz. Para medir la densidad mineral ósea (DMO) en la columna, cadera, fémur (cuello y
trocánter) y radio distal, fue utilizada la técnica de absorciometría de rayos x de doble
energía (DXA). Estas mediciones se hicieron al comenzar, a los 3, 6 y 12 meses.
Para la evaluación de los resultados se clasificó según la obediencia de tratamiento diario,
habiendo tres niveles: bajo (59.1)%, medio (76.6)%, y alto (85.9)%. También se consideró
el criterio de la importancia del peso del paciente para la evaluación de resultados (< ó ≥
65 kg) y separadas para los anteriores casos en placebo y activo.

Con una obediencia de exposición diaria ALTA activo y placebo (86%), las mujeres del
grupo placebo presentaron pérdida promedio de DMO de 2.13% en el cuello femoral
después del año, mientras que las mujeres con tratamiento presentaron ganancia de 0.04%
(beneficio relativo neto de tratamiento 2.17%). En la espina lumbar, la disminución
observada al final del año en grupo placebo fue 1.6%, y en el grupo activo la pérdida se
redujo a 0.10% (beneficio relativo del tratamiento 1.5%). El beneficio neto relativo en el
trocánter de fémur fue menor (1.23%). En la figura 4.19, se grafican los resultados de
porcentaje de cambio de DMO en cada zona (cuello, trocánter, espina y radio), para cada
grupo activo de baja, medio y alta obediencia, el porcentaje de placebo es la media del
porcentaje promedio de cada nivel de obediencia.
Considerando el factor del peso del paciente, en las mujeres más livianas (<65 kg), y con
obediencia alta, se observó un significativo beneficio relativo en la espina (3.35%),
trocánter (1.92%), y en el cuello femoral (2.10%), graficados en la figura 4.20.

Figura 4.19. Dependencia de la obediencia a tratamiento diario (alta, media y baja), y el


porcentaje de cambio de DMO, en las cuatro regiones evaluadas. El valor de placebo es la
media de los valores de las tres obediencias. Fuente: Rubin et al. 2004.
101

Pacientes con masa <65 kg y obediencia alta


1

% de cambio de DMO
0
espina trocanter cuello activo
-1
placebo
-2

-3

-4

Figura 4.20. Porcentajes de cambio de DMO en pacientes de masa menor a 65 kg y


obediencia alta, en las distintas regiones óseas. Adaptado de la tabla 3 de Rubin et al. 2004

E) Vibraciones BMAF en mujeres jóvenes de baja densidad ósea

Para evaluar los beneficios potenciales de la breve exposición a estas señales mecánicas en
el sistema musculoesquelético en mujeres jóvenes con baja densidad ósea, se realizó un
ensayo clínico con características de vibración de baja magnitud (0.3g) y alta frecuencia
(30 Hz) en 48 mujeres jóvenes (de 15 a 20 años) con al menos historia clínica de una
fractura ósea, 24 de ellas fueron expuestas a 10 minutos diariamente por 12 meses, y las
otras 24 sirvieron de control (Gilzans et al. 2006). Mediante QCT se realizó pruebas al
inicio y al final del estudio para evaluar los cambios en los músculos (área de sección
transversal) y huesos (DMO volumétricos) axiales y apendiculares tanto de control como
experimental (tabla 4.2).
Para los fines del estudio la musculatura paravertebral se consideró como las áreas
combinadas de los músculos iliopsoas, erector de la columna y los cuadrados lumbares
(ubicación de los músculos en la figura 4.21).

Tabla 4.2. Músculos y huesos evaluados en experimento de Gilzans et al. 2006.


Axial Apendicular
Músculos paravertebrales: Músculo cuádriceps femoral:
cm2 cm2
Área de sección transversal Área de sección transversal
Fémur:
Vértebras lumbares: 3
mg/cm Área de sección transversal cm2
DMO trabecular
Área de hueso cortical

Figura 4.21. Músculos considerados en la musculatura paravertebral en experimento.


102

Por ser un experimento clínico y por la importancia estadísticos e intrínsecos de los


resultados para el análisis de los resultados después de los 12 meses de tratamiento, los
autores (Gilzans et al ) consideraron dos criterios:
Análisis por Intento de tratamiento (AIT): consistió en analizar a los pacientes dentro
del grupo al cual fueron originalmente asignados (control o experimenta, N=24 para cada
uno), sin importar si los pacientes siguieron el tratamiento en su mayoría o por igual
(obediencia). Al finalizar los 12 meses, hubieron pacientes cuya obediencia fue menor al
25% de minutos a vibración, por lo que su respuesta al tratamiento podría ser menor al que
se obtendría con una obediencia mayor, desfavorece los resultados del grupo experimental.
Análisis por protocolo (APP): Se analizaron los resultados considerando cuartiles de
obediencia dividido en 25%, 50%, 75% y 100% (N=6 cada uno) y los de control. En el
grupo experimental se consideraron los pacientes con obediencia mayor al 25% de los
minutos (≥2.5 min/día, N=18), por el contrario el nuevo grupo control se consideraron a
los control del principio y los pacientes con menor obediencia (N=30). Este tipo de análisis
favorece observar los resultados según su “respuesta a la dosis”, y ver que tan efectivo es
el tratamiento original (300 min/año).

Al finalizar los 12 meses, usando AIT, el DMO del hueso trabecular de las vertebras en el
grupo experimental aumentó 2.1% (beneficio relativo10 2.0%), el área del fémur cortical
en el grupo experimental aumentó 3.4% (beneficio relativo 2.3%), mientras que la
musculatura paravertebral en el grupo experimental aumentó en un 5.4 % (beneficio
relativo 4.9%).
Utilizando APP, las ganancias en ambos, músculos y huesos fueron fuertemente
correlacionados con los tres cuartiles más altos de obediencia (figura 4.22), observándose
beneficios relativos en los grupos experimentales de 3.9% de incremento en DMO
trabecular de vértebras, aumento de 2.9% del área cortical del fémur, y 7.2% de aumento
en la musculatura paravertebral.

Estos resultados reflejarían que la exposición a más de 2 minutos al día de tales señales
mecánicas de baja magnitud, favorecen tanto al esqueleto como músculo axial y
apendicular que soportan carga, en mujeres jóvenes de baja DMO.

10
Beneficio relativo compara los cambios en el grupo experimental y grupo de control.
103

Figura 4.22. Porcentaje de cambio medido al año en (A) musculatura paravertebral (B)
DMO trabecular vertebral (C) área cortical femoral, en sujetos control y de experimento de
cada cuartil de obediencia en porcentaje. Fuente: Gilzans et al. 2006.

F) Vibraciones osteogénicas en niños con discapacidad

Para evaluar las propiedades osteogénicas de las señales mecánicas de baja magnitud, en
pacientes con distintas causas de osteopenia u osteoporosis, Ward y colaboradores (2004),
evaluaron la densidad mineral ósea volumétrica trabecular (vTBMD; mg/ml) de la tibia
proximal y espina lumbar (L2) de un grupo de niños con discapacidad de locomoción por
displasia cerebral comparando expuestos a estas señales de baja magnitud mediante una
plataforma vibratoria con otro grupo de niños con discapacidad no expuestos a vibraciones
diarias.
Se tomaron 20 niños al azar (edad promedio 9.1± 4.3 años), con el consentimiento por
escrito de sus padres, los cuales fueron divididos al azar en dos grupos, 10 niños que
estuvieron expuestos a vibraciones del dispositivo con magnitud de 0.3 g y a 90 Hz y 10
niños que fueron colocados en los dispositivos como se muestra en la figura 4.23, pero sin
activar las vibraciones (placebo). El trabajo de experimentación duró 6 meses con un
régimen de 10 min/día y 5 días/semana para todos los casos.
Las mediciones se hicieron utilizando tomografía cuantitativa computarizada (QCT) 3-D
para determinar si el tratamiento tiene efecto en el hueso cortical diafisial.
Resultados. Después de seis meses, el principal cambio en el vTBMD de la tibia proximal
en los niños que se pararon en los dispositivos activos fue un aumento de 6.27 mg/ml
(+6.3%). En los niños que se pararon en los dispositivos placebo, el vTBMD disminuyó en
by -9.45 mg/ml (-11.9%). EL beneficio neto reportado del tratamiento fue
children who stood on placebo devices, vTBMD decreased Thus, the net benefit of 15.72
mg/ml (17.7%). En la columna (L2) el beneficio neto del tratamiento fue menor,
comparado con el placebo fue 6.72 mg/ml.
Estos resultados del experimento piloto de Ward y sus colaboradores, mostraron por
primera vez que los estímulos mecánicos de muy baja magnitud y alta frecuencia son
anabólicos en el hueso trabecular en los niños, podría proveer un sustituto de la actividad
muscular ante la discapacidad.
104

Figura 4.23. Niño con discapacidad parado sobre dispositivo vibratorio

G) Vibración aplicadas en ausencia de peso

Los efectos osteogénicos de estas señales de baja magnitud se han estudiado utilizando la
carga del peso en los sujetos expuestos, atribuyéndose y evaluando estos efectos en huesos
como fémur y vertebras, mediante terapia de pie a través del esqueleto axial.
Un trabajo para evaluar los efectos anabólicos de vibraciones transmitidas en sentido
donde no intervenga el peso del cuerpo, en ratones de laboratorio fue realizado por Garman
y colaboradores en 2007.
Ocho ratones de laboratorio hembras C57BL/6J (B6) fueron sometidos en la tibia izquierda
en posición echada y formando un ángulo de 120○ (figura 4.24) a dos aceleraciones
distintas (0.3g y 0.6g) y una frecuencia de 45 Hz, 10 min/día, 5días/semana durante tres
semanas, mientras que la tibia derecha sirvió como control interno.
Después de las tres semanas, la tasa de formación de hueso trabecular (BFR) metafisial y el
porcentaje de mineralización de superficie (MS/BS) fueron 88% y 64% mayor
respectivamente en la tibia acelerada a 0.3g que su control interno. A intensidad de 0.6g la
tasa de formación ósea (BFR) y la tasa de aposición mineral (MAR) fueron 66% y 22%
mayores en la tibia acelerada con respecto a su contralateral. Con respecto a los cambios
morfológicos óseo fueron evidentes sólo en la epífisis, donde la tibia estimulada a 0.6%
mostró cambios significativos en área cortical mayor (+8%), y engrosamiento cortical
(+8%) con respecto a la tibia contralateral, mientras que a 0.3g y en la diáfisis no
mejoraron significativamente estos valores.

Con tales resultados se podría sugerir que tales vibraciones pueden ser osteogénicas en la
formación de hueso y morfológicamente, independientemente de la dirección de carga de
peso, aunque no se han experimentado clínicamente aún.
105

Figura 4.24. Esquema experimental desarrollado en la tibia de los ratones. Fuente:


Garman et al. 2007.

H) Otros trabajos relacionados

1) Transmisibilidad de LIV en personas con lesión en médula espinal

Las personas que han sufrido de lesiones en la médula espinal desarrollan una marcada
pérdida de masa ósea por la parálisis e inmovilización. Para poder evaluar si el tratamiento
con estas vibraciones de baja magnitud puede tener algún efecto benéfico en la
conservación de la masa ósea sin perjudicar la lesión, se midió la transmisibilidad de estas
señales a través del esqueleto axial, mediante acelerómetro CXL10HF3 (Crossbow
Technology) y la información guardada a 1000 Hz con un sistema de adquisición de datos
de 16 bit.
Asselin y colaboradores, en el 2011, ensayaron con 7 personas con lesión de médula
espinal (LME) y 10 personas sanas como control, para medir la transmisibilidad a la
cabeza a diferentes intensidades de aceleración pico a pico (0.27g y 0.44g) con frecuencia
34 Hz y a diferentes ángulos de inclinación de la cama (15, 30, and 45°), como se muestra
en la figura 4.25, utilizando dispositivo modificado para investigación Juven Medic 11. En
este experimento no se midió ningún cambio en el DMO o volumétrica.
Para una aceleracion de 0.27g, el grupo con LME tuvo una transmisibilidad promedio de
25, 34, y 43% y el de control transmitió 28, 45 y 57% en el cráneo a un ángulo de
inclinación de 15, 30, y 45° respectivamente.
Con aceleracion de 0.44g, el grupo con MDE tuvo una transmisibilidad promedio de 17,
23, y 32% y el de control transmitió 24, 40 y 59% en el cráneo a un ángulo de inclinación
de 15, 30, y 45° respectivamente.
A medida que la aceleración aumenta (<1g), la transmisibilidad disminuye, por el
contrario, cuando aumenta grado de inclinación, la transmisibilidad aumenta, tanto para
personas con LME como sanas, siendo siempre menor la transmisibilidad en LME que los
de control.

11
Página web: http://www.juvent.com/
106

Figura 4.25. Persona con lesión de columna, expuesta a vibraciones de baja magnitud,
sujetado a una cama con ángulo de 45 grados. Fuente: Asselin et al. 2011.

2) VIBES vibraciones para mejorar la densidad ósea en personas mayores

En el instituto de Investigación de Envejecimiento (Boston, USA) se está realizando


actualmente una investigación de 2 años sobre los efectos de la exposición en personas
mayores a señales mecánicas de baja magnitud y evaluación de la densidad mineral ósea y
microarquitectura (Kiel et al. 2010).

Este estudio denominado VIBES (Vibration to Improve Bone density in Elderly Subjects)
se viene realizando con 200 personas mayors de 60 años (con rigurosos criterios de
inclusión y de exclusión según historia clínica), hombres y mujeres, con densidad mineral
ósea de entrada medida por DEXA12 entre -1 y -2.5. Un grupo fue expuesto a las
plataformas con vibraciones por 10 min/día (experimental) y los otros a plataformas
ficticias (control), como se observa en la figura 4.26.
La toma de datos para la evaluación se realizará al iniciar, al año y a los dos años, y se
evaluará la densidad mineral ósea de cadera y vértebra lumbar (L1 y L2) medida por
absorciometría de rayos X y por tomografía computarizada cuantitativa (QCT). Para el
análisis principal se compararán los cambios medios desde el inicio, al año y al final de la
densidad ósea volumétrica tomada por QCT en activos y control. Los análisis secundarios
compararán cambios en marcadores bioquímicos de recambio óseo.
Los resultados para las regiones incluirían volumen de tejido trabecular y cortical (cm3),
contenido mineral óseo (BMC,g) y densidad mineral óseo volumétrica (vBMD, g/cm3) y
área de sección transversal (figura 4.27).

12
Absorciometría dual de rayos X.
107

Figura 4.26. Persona mayor expuesta a VIBES. Fuente: Kiel et al. 2010.

Figura 4.27. Imágenes representative de escaneo por QCT tomados tomados de la vértebra
lumbar y fémur proximal. Los planos mostrados para cada región de la izquierda
corresponden a la sección transversal de la derecha. Fuente: Kiel et al. 2010.

4.1.3 Dispositivos vibratorio de baja magnitud en el mercado

A) LivMD

LivMD (Low intensity vibration) es un dispositivo de Marodyne Medical, diseñado por su


Director Científico Oficial PhD Rubin y el equipo de científicos de expertos en el área de
vibraciones de baja intensidad.
Marodyne Medical es una compañía de investigación y desarrollo fundada hace 25 años
por el “National Institutes of Health” (NIH), “National Aeronautics and Space
Administration” (NASA) y “National Science Foundation” (NSF).
108

LivMD se muestra como una solución de base científica segura para la salud determinado
por la International Organization for Standardization (ISO) y Occupational Safety and
Health Administration (OSHA).

1) Características de LivMD

Esta plataforma vibratoria de tipo vertical provee de una señal de 30 Hz de frecuencia y


con una intensidad de 0.3g (menor de 100 µm).
Compacta, tamaño de una balanza (figura 4.28).
Calibración automática para cada usuario, según el peso, masa y postura.

Figura 4.28. Plataforma vibratoria LivMD de baja intensidad.

2) Beneficios propuestos de usar LivMD

Entre los beneficios promovidos destacan (página web Marodyne LivMD, 2013):

 Activación muscular en personas mayores.


 Mejora la salud muscular, promueve la construcción de la masa muscular, la
tonificación de los reflejos musculares y el sistema musculo-esquelético (ver figura
4.29).
 Restauración de la movilidad de las articulaciones. Ayuda a recuperar la flexibilidad
articular y mejorar el rango de movimiento.
 Reduce el dolor de espalda durante el reposo en cama crónica, así como la preservación
de la forma del disco intervertebral.
 Aumenta la energía, aumenta el flujo sanguíneo y mejora la circulación de oxígeno.
 Ayuda en la estabilidad postural.
 Tratamiento complementario de la obesidad. LivMD es un tratamiento
complementario.
109

Figura 4.29. Imagen publicitaria por LivMD de los beneficios propuestos.

3) Comparación con otras plataforma vibratorias

En la tabla 4.2 se muestra una tabla comparativa sobre la máxima fuerza de gravedad G
utilizado, frecuencia utilizada y desplazamiento de vibración (o nivel), así como los
niveles vibratorios aprobados por diferentes Estándares Internacionales como OSHAS,
ISO, etc. Además del seguimiento de estándares de calidad y diseño, entre LivMD y otras
marcas conocidas del mercado.

Valores altos de “g” pueden resultar perjudiciales para la salud, en personas mayores, con
alguna enfermedad o a exposiciones no adecuadas, según lo explicado en la sección 1.6.3
de contraindicaciones de plataformas vibraciones y figura 1.14 de Umbrales de duración de
exposición de tolerancia humana según ISO 2631.

Tabla 4.2. Comparación de LivMD con otros dispositivos vibratorios del mercado.
Fuente: página web Marodyne Medical LivMD (2013).

Nota: n/a = no disponible


110

B) JUVENT 1000

Juvent, terapia dinámica de movimiento es marca comercial registrada de Innovaciones


Médicas Americanas LLC, y autorizada exclusivamente a Corporación de Tecnologías
Regenerativas. Además este dispositivo se ha registrado en la FDA (Administración de
Alimentos y Drogas) como el dispositivo médico de Clase 1.

1) Características de Juvent 1000

 La vibración es de 0.3g y frecuencia de 33 a 37 Hz. Seguro para el usuario por ser


la aceleración <1 g, según estándar de ISO 2631.
 Peso del dispositivo es 9.6 kg.
 Se ajusta automáticamente a la masa corporal del usuario, para transmitir las
mismas señales de magnitud de vibración y frecuencia.
 Máximo peso de usuario 113 kg.
 Es capaz de detectar la diferencia entre un musculoso individuo delgado y otro
individuo del mismo peso que tiene una gran cantidad de tejido graso. Juvent
suministra la señal óptima para cualquier individuo.

2) Beneficios propuestos por el Juvent 1000

 Restaura la rápida contracción de las fibras musculares tipo IIa.


 Incrementa el fluido sanguíneo y límbico de las extremidades inferiores al corazón.
 Estimula los huesos de la misma forma que los músculos jóvenes poniendo
pequeña tensión en los huesos.
 Su señal estimula las fibras musculares sin ningún esfuerzo vigoroso para el
usuario. Tiempo recomendado de exposición 10 minutos.

Figura 4.30. Publicidad de JUVENT 1000. Micro-impactos para la salud musculo


esquelética.
111

4.2 Hipótesis y análisis biomecánico del tejido óseo en resultados experimentales

4.2.1 Hipótesis

Las señales físicas regulatorias del sistema esquelético, se ven significativamente reducidas
con la edad, dentro de las causas se podrían incluir las siguientes causas (Rubin et al.
2013):

1) Reducción de la actividad física.

2) Pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza (sarcopenia) al envejecer o al


llevar una vida sedentaria (Rosenberg, 1997).

Partiendo de la segunda, el sistema musculoesqulético se debe considerar como un sistema


muy intrínsicamente relacionado, donde la actividad muscular influye directamente en el
tejido y mantenimiento óseo.

Fritton y colaboradores, en el 2000, en un estudio experimental midieron las


deformaciones in vivo en la diáfisis media de la tibia de animales (pavo, perro y oveja) en
el transcurso de 12 horas y 24 horas, mediante medidores de deformación, en sus
actividades diarias normales, para cuantificar la distribución de deformaciones de
diferentes magnitudes. Los eventos de gran deformación (>1000 µɛ) ocurren relativamente
pocas veces al día, mientras que muy pequeñas deformaciones (<10 µɛ) ocurren miles de
veces al día (figura 4.31).

Figura 4.31. (a) Grabación de deformación de 2 minutos en la tibia de oveja mientras


tomaba pocos pasos, con un pico de deformación de 200µɛ, (b) porción de 20 s donde el
pico de deformación es de 40 µɛ (c) porción de 5 s donde hay eventos en orden de 5 µɛ.
Fuente: Rubin et al. 2013, adaptado de Fritton et al. 2000.
112

Estos y otras datos encontrados sugieren que la organización del tejido óseo es impulsada
por la descarga continua de actividad que abarca una amplia gama de frecuencia y
amplitud, en el que todas las partes de la historia de deformación del hueso deben ser
consideradas para jugar un papel en la adaptación ósea.
Estas deformaciones de baja magnitud, pueden tener su origen de dos fuentes: del impacto
de la misma actividad física al hueso, y de las deformaciones musculares por la
contractilidad de las fibras musculares por la misma actividad física que tienen influencia
directa en los huesos.
Partiendo de que las señales mecánicas que reciben las células óseas (deformación) vienen
en gran parte de las contracciones, en una persona con el sistema musculo esquelético sano
éstas influyen para un tejido óseo sano, caso contrario, la disminución de estas señales
provenientes de la actividad muscular, afectarían directamente la salud del tejido óseo.
Frente a este potencial problema, se ha encontrado tras estudios experimentales, dos causas
que reducirían la transmisión de estas deformaciones a las células mecanoreceptoras:

a) Disminución en la actividad muscular en personas mayores.

Durante la contracción del músculo, la expansión radial de las fibras individuales


resulta en colisiones de fibras y en la producción de vibraciones sonido acústico
muscular. (Rubin et al. 2013)
Usando técnicas de vibromiografía (VMG), la actividad muscular en 40 voluntarios
de 20 a 83 años en músculo soleo (Huang et al. 1999) El espectro obtenido de estas
grabaciones mostró que a frecuencias superiores a 20 Hz, la actividad muscular
decae en un factor de tres en personas mayores en comparación de los adultos
jóvenes (figura 4.32). A pequeñas frecuencias (1-25 Hz), el espectro es ligeramente
afectado por la edad, mientras que de 25 a 50 Hz presenta una reducción muy
marcada, independientemente del sexo.

Figura 4.32. Cambios dinámicos relativos a la edad en músculo soleo durante actividad
postural. Fuente: Rubin et al., 2013, adaptado de Huang et al., 1999.

b) Marcada disminución de las fibras tipo IIa y tipo IIb.

Con el transcurso de la edad, sucede una importante disminución en cantidad de las


fibras tipo IIa y tipo IIb, fibras de tipo contracción rápida (Lee et al., 2006). Pruebas
obtenidas del músculo vastus lateralis (músculo que rodea el fémur) de personas
113

mayores de (51-62 años) mostraron menores áreas de estas fibras, para tipo IIa era
el 31 % y para el IIb era de 40 % comparado al de grupo de personas jóvenes de 21
- 30 años (Proctor et al. 1995).

Hipótesis de las vibraciones de baja magnitud y alta frecuencia:

Desde la perspectiva de la deterioración de espectro de contracción muscular con la edad,


consecuentemente disminuye también el contenido espectral de deformaciones óseas a
frecuencias mayores de 20 Hz, por lo que la sarcopenia con la edad puede ser una de las
principales factores etiológicos de la Osteoporosis, ya que estas frecuencias se ha
demostrado anteriormente ser muy osteogénicas.
Si la pérdida de específicas fibras musculares por la edad críticos para el mantenimiento de
la masa ósea, la osteoporosis (y osteopenia) podría ser inhibido por la provisión de un
“sustituto” de esta pérdida de historia espectral de deformación, sustituto de muy baja
magnitud y altas frecuencias como son estas vibraciones.

4.2.2 Parámetros morfométricos a evaluar en tejido óseo

Se demostrado experimentalmente que estímulos mecánicos de corta duración de muy baja


magnitud y alta frecuencia pueden promover la actividad anabólica en el esqueleto adulto.
Además estas vibraciones tienen un perfil en la seguridad en salud favorable, pues la
International Safety Organization (ISO) describe que no hay evidencia de ningún daño o
complicación crónica de 20 a 90 Hz cuando la exposición es a menor de 0.56g (ISO
2631/1).
Lo que es importante determinar es si estas señales pueden influir en la formación
trabecular y cortical y en la actividad resortiva, especialmente el nuevo hueso formado es
de alta calidad. Para poder evaluar mejor el potencial de las vibraciones de cuerpo entero
de baja magnitud (<0.5g) de inhibir la osteoporosis o mejorar la calidad mecánica de los
huesos a fin de evitar las fracturas, no sólo se debe evaluar la cantidad mineral óseo o
densidad mineral óseo (DMO), como se mencionó en el Cap.2, se debe evaluar los
cambios en la microarquitectura (calidad ósea), en los trabajos experimentales con
vibraciones.

Para cada región o zona del hueso (largo) se tiene una técnica o método a utilizar
recomendado para facilitar y homogenizar el análisis (figura 4.33).
114

Figura 4.33. Resumen de mediciones para sitio específico en la epífisis, metáfisis y


diáfisis de huesos largos.

1) Resistencia del ácido fosfatoso al Tartrate (TRAP)

Es un indicador de producción osteoclástica. Para determinar la relación de superficie


osteoclástica por superficie óseo en hueso trabecular y óseo se puede utilizar el software de
histología comercial (Osteomeasure, u otros).
Esta relación en porcentaje de superficie brinda un parámetro para evaluar la resorción
ósea de un procedimiento experimental, ya sea con las vibraciones u otros, para la
discusión de los efectos antiresortivos.

2) Histomorfometría

A fin de obtener los parámetros de cambio óseo de la muestra ósea, se utiliza un software
de histomorfometría (Osteomeasure, OsteoMetrics Inc., Atlanta, GA) para rastrear los
marcadores fluorescentes (colocados en la muestra previamente) y las superficies óseas.
Los principales parámetros usados para evaluar los cambios de cantidad mineral ósea
hallados con esta técnica son los siguientes:

 Tasa de aposición mineral (MAR, μm/día).

 Superficie mineralizante con respecto a la superficie del hueso (MS/BS, % )


Representa el porcentaje de superficie ósea que presenta actividad de mineralización.

 Tasa de formación ósea (BFR/BS, μm/año).


Representa el volumen de hueso mineralizado formado por unidad de tiempo y por unidad
de superficie del hueso. Es calculado como el producto de MAR y MS/BS, (BFR = MAR *
(MS / BS)).
115

3) Micro- tomografías computarizadas (microCT o µCT)

La microCT es una técnica de rayos x no destructiva que proporciona las imágenes


tridimensionales de la estructura interna de un objeto, que para el campo de la
investigación ósea, proporciona la microarquitectura interna de un tejido óseo.
La µCT tiene aplicaciones en otros campos de investigación de biomedicina, como
odontología, cardiología, neurología, oncología, neumología, etc. Fuera del campo de la
medicina, se utiliza cada vez más en ciencia de los materiales, electrónica, geología,
zoología, botánica; e incluso para analizar composites, diamantes, alimentos, semillas,
madera, papel, materiales de construcción, etc13.

La µCT utiliza datos en 3D que permiten cuantificar la arquitectura ósea microestructural.


Los índices morfométricos más utilizados en el análisis son descritos en el presente texto.

Una de las marcas más reconocidas de microCT es Bruker microCT, conocido también
como SkyScan, se especializa en el desarrollo y fabricación de sistemas para la
investigación en 3-D de la microestructura interna de un objeto (no destructiva), en la
adquisición de la imagen, la reconstrucción de imágenes y análisis de datos.
Un ejemplo de la imagen adquirida por SkyScan1174 sobre el hueso de una rata pequeña
se muestra en la figura 4.34 (Fuente: Bruker micro CT, 2013)14.

Figura 4.34. Tres cortes ortogonales, tamaño de pixel 6µm, de hueso de rata.

13
Microtrabeculae Bone Research. Obtenido de: http://www.trabeculae.com/microCT.html
14
Obtenido de: http://www.skyscan.be/applications/biomedical/biomed005.htm
116

4) Índices morfométricos:

Para cada tipo de tejido óseo, trabecular y cortical hay diferentes parámetros o índices
morfométricos que ayudan en la evaluación biomecánica y microestructural del hueso,
mostrados los principales en la tabla 4.3, que son calculados mediante una tomografía
computarizada (Xie et al. 2006).

Tabla 4.3. Relación de índices morfométricos según el tipo de tejido óseo.

Trabecular Cortical
Fracción de volumen ósea (BV/TV) Área ósea cortical (Ct.Ar)
Densidad de superficie ósea (BS/TV) Área de envoltura endocortical (Ec.En)
Superficie específica de hueso (BS/BV) Área de envoltura periosteal (Ps.En)
Separación trabecular (TB.Sp) Grosor de la sección transversal (Ct.Th)
Grosor trabecular (Tb.Th)
Índice de modelo estructural (SMI)
Número trabecular (Tb.N)
Factor de patrón trabecular (Tb.Pf)

A continuación se expondrá brevemente sobre algunas de los índices morfométricos


calculados con microCT, con intención de introducir los términos teóricos para futuros
proyectos de investigación en el área de biomecánica y adquisición del equipo
correspondiente.

A) Índices trabeculares

a) Grosor trabecular

En las imágenes 3D se pueden medir directamente las distancias en el espacio. Mediante


un método de ocupar con esferas la estructura analizada por transformación de la distancia
se calcula el grosor medio de las estructuras óseas para estimar un valor de grosor
trabecular (Tb.Th), como se ve en la animación de la figura 4.35.

Figura 4.35. Animación a color de grosor trabecular (Tb.Th) con micro CT. Fuente: pag
web: MicroCT world.
117

Con el Tb.Th se puede comparar el espesor de las estructuras trabeculares, sin embargo,
esta medida es escalar y no puede describir todos los cambios estructurales. Por ejemplos,
dos muestras con valores Tb.Th idénticos, donde una muestra se compone de puntales con
espesor uniforme y la otra muestra se compone de montantes verticales gruesas que están
interconectadas por trabéculas horizontales delgadas. Por estas situaciones, es que resulta
útil comparar con el histograma de distribución de grosor (figura 4.36) para la distinción.

Figura 4.36. Histograma de distribución de grosor trabecular de muestra. Fuente: pag web:
MicroCT world.

b) Separación trabecular (Tb.Sp)

Con el mismo método pero ocupando con esferas las cavidades medulares se obtiene el
promedio de la separación trabecular (Tb.Sp). Se puede ver animación en software de
microCT en la figura 4.37.

Figura 4.37. Animación a color de separación trabecular (Tb.Sp), en micro CT. Fuente:
pag web: MicroCT world.

c) Número trabecular

El número trabecular (Tb.N) representa el número de veces que se atraviesan las trabéculas
por unidad de longitud por una vía arbitraria a través del volumen de interés. Este método
consiste en lanzar una línea que atraviese la región de interés y contar cuántas veces
118

atraviesa trabéculas, y mediante el lanzamiento de varias líneas en todas las direcciones, se


calcula el valor promedio de Tb.N.

d) Índice de Modelo Estructural. SMI (Structural Model Index)

La deterioración estructural de hueso cancelloso debido a la edad o enfermedad es


caracterizado por una conversión de las trabéculas en forma de placa (plate-like) a forma
de tubo (rod-like). Consecuentemente los términos “rod-like” y “plate-like” son
frecuentemente utilizados para una clasificación subjetiva del hueso cancelloso
(Hildebrant et al. 1997). Normalmente, las trabéculas en forma de placa son asociadas a
una mayor resistencia ósea15.

El SMI es la estimación de las características plato-tubo de la estructura ósea y permite


cuantificar las formas características de una región trabecular descrita tridimensionalmente
en términos de cantidad de platos o tubos que componen la estructura.
Así para una estructura de placa y tubo ideal, el valor SMI es 0 y 3 respectivamente,
independientemente de las dimensiones físicas, es decir una muestra con un valor de SMI
de 2.5 tendrá una mayoría de trabéculas en forma de tubo, mientras que en una muestra con
un SMI de 0.5 prevalecen las trabéculas en forma de placa; Para una estructura con ambas
placas y varillas de igual espesor, el valor está comprendido entre 0 y 3, dependiendo de la
relación de volumen entre las varillas a las placas (Hildebrant et al. 1999), medido usando
sistema de micro CT.

Para la espina lumbar y cabeza femoral existen estructuras típicas con SMI características
(ver figura 4.38), mientras que para la cabeza ilíaca y calcáneo no muestran un SMI
característicos, como se ven en la figura 4.39 y 4.40 (Fuente: Hildebrant et al. 1999).

Figura 4.38. Típicas estructuras de hueso cancelloso en espina lumbar y cabeza femoral,
SMI=2.5 para espina lumbar (izquierda) y SMI=0.16 para cabeza femoral (derecha).

15
Fuente: TRABECULAE Bone Research. Obtenido de: http://www.trabeculae.com/microCT.html
119

Figura 4.39. Muestras de cresta ilíaca que muestran diferentes estructuras, con prevalencia
en forma de tubos SMI=2.1 (izquierda) y en forma de placas SMI=0.8 (derecha).

Figura 4.40. Muestras de calcáneo muestran diferentes estructuras, con mayor número en
forma de tubos SMI=2.3 (izquierda) y muchas en forma de placas SMI=1.1 (derecha).

e) Factor de patrón trabecular (Tb.Pf)

Describe cuantitativamente la conectividad trabecular, es un índice de conectividad


inverso, cuanto más alto es el valor de Tb.Pf menos conectadas están las trabéculas. Está
basado en el cálculo de un índice de convexidad o concavidad relativa de la superficie ósea
total. La concavidad de las superficies trabeculares implica conectividad, y la convexidad
indica estructuras desconectadas y aisladas.

f) Grado de anisotropía (DA)

Es una medida de la simetría del objeto o de la presencia/ausencia de estructuras alineadas


en una determinada dirección. Una muestra de hueso trabecular con DA alto presenta gran
parte de las trabéculas orientadas en una sola dirección, mientras que una muestra con un
DA bajo presenta sus trabéculas orientadas en todas las direcciones.
120

B) Índices de hueso cortical

a) Área de envoltura endocortical (Ec.En)


Gráficamente, es el área que encierra la línea continua de la figura 4.41.

b) Área de envoltura periosteal (Ps.En)


Gráficamente, es el área que encierra la línea discontinua de la figura 4.41.

c) Área de hueso cortical (Ct.Ar)


Es la diferencia entre las cantidades de área de envoltura periosteal menos el área de la
envoltura endocortical.

Figura 4.41 Microtomografía en 2D sin procesar de una epífisis central de la tibia


proximal. Fuente: Garman et al. 2007.

d) Grosor de la sección transversal cortical (Cs.Th)

Consiste en el espesor de la región cortical que se realiza excluyendo los espacios entre las
secciones transversales, analizando solamente el grosor en cada sección
e) Grosor cortical (Ct.Th)

Considerando los espacios entre secciones en 3D, se obtiene el valor de grosor cortical.

5) Tomografía Cuantitativa Computarizada periférica (pQCT)

Existen dos tipos de tomografías cuantitativas computarizadas (QCT), de tipo axial y de


tipo periférica. Brevemente, cada uno poseen sus ventajas (Sección 2.4.3), y miden la
densidad volumétrica y analizan por separado el hueso cortical y trabecular, sin embargo el
pQCT tiene ventajas frente al axial (QCT) como las siguientes 16:

 La dosis de radiación en pQCT son considerablemente más bajas (dosis efectiva: 50


µSv17 para QCT, 1 µSv para pQCT)

16
Fuente: Stratec MedizinTechnik. pQCT. Obtenido de: http://www.galileo-training.com/de-
english/products/pqct-bone-density-bone-geometry/background/advantages-over-other-techniques.html
17
Sievert (Sv): unidad de dosis equivalente de radiación absorbida por la materia viva, teniendo en cuenta la
eficiencia en la transferencia de la energía de la radiación en el tejido vivo. 1Sv= 1 Joule/kg
121

 Mejor precisión para pQCT.


 Osteofitos18 pueden influenciar en axial QCT.

Con el pQCT se puede discriminar los cambios fisiológicos y patológicos en el hueso (tibia
o radio) con respecto a la función muscular, mejorando el diagnóstico (ver ANEXO 2).

Parámetros medidos por Stratec pQCT19

 Densidad volumétrica mineral ósea (mg/cm³): análisis individual para hueso esponjoso
y cortical.
 Masa ósea.
 Resistencia ósea (SSI): resultante de la arquitectura y propiedades del material.
 Área de sección transversal del músculo.
 Relación hueso/área de sección transversal del músculo.
 Adquisición 3D de la maroestructura/arquitectura del hueso.

Para el diagnóstico biomecánico de pQCT se analizan los datos de:


 Densidad trabecular al 4% de longitud de la tibia distal.
 Relación hueso/músculo al 66 % de longitud de la tibia distal.
 Área ósea.

Gráficos e ilustraciones de estos diagnósticos y las ventajas de pQCT sobre DXA se


explican mejor en el Anexo 2 (Stratec especificaciones y características). En la figura 4.42
se muestra equipo para pQCT especial para la tibia, modelo XCT2000L.

Figura 4.42. Tomógrafo XCT2000L, Stratec.

18
Los osteofitos son protuberancias óseas no maduras en las vértebras con forma de espuelas, que reflejan la
presencia de una enfermedad degenerativa y calcificación ósea.
19
STRATEC, marca fabricante de pQCT, con parámetros similares en la mayoría con otras marcas.
122

4.2.3 Análisis de resultados experimentales sobre tejido óseo según índices

1) Evaluación de Porcentaje de superficie osteoclástica

En el trabajo de Xie y colaboradores (2006), se experimentó en ratones sometidos a


vibraciones de 0.3 g, a 45 Hz, con exposición 15 min/días por tres semanas. Al iniciar, se
sacaron los datos iniciales a un grupo de ratones, al finalizar se les practicó exámenes a los
grupos de control y vibración de µCT, histomorfometría y TRAP (figura 4.33).

En los índices morfométricos MAR, BFR/BS, BV/TV y Tb.Th no se apreciaron cambios


significativos, la razón puede ser que tres semanas del protocolo no es tiempo suficiente
para ver cambios notables, el trabajo estaba enfocado en buscar cambios en la actividad
celular y la calidad química del nuevo hueso.
Sin embargo, los porcentajes de superficie sometido a resorción ósea (Oc.S/BS) en el
hueso trabecular de la tibia, (epífisis y metáfisis, figura 4.33) sí presentaron cambios
significativos en el grupo expuesto a 15 minutos a las vibraciones, en comparación con los
datos iniciales, control y en menor grado con respecto al grupo expuesto a vibraciones
interrumpidas por 10 segundos (WBV-R). La tabla resumen se observa en la figura 4.43, se
observa una reducción casi del 50% en la epífisis en comparación al grupo control de datos
iniciales.

Figura 4.43. Porcentaje de superficie osteoclástica con respecto a la superficie ósea, en


hueso trabecular de la epífisis y metáfisis de la tibia de ratón. Fuente: Xiel et al., 2006.

2) Evaluación de índices histomorfométricos

a) Vibraciones sin influencia de carga del peso.

Garman y colaboradores (2007) estudiaron si las vibraciones de baja magnitud son


osteogénicas en ausencia de la carga del peso (ver Sección 2.1.2, apartado G), para esto
experimentaron con ratones exponiéndolos a 0.3 g y 0.6 g y 45 Hz, por 10 min/día por 3
semanas.

Al finalizar el tiempo de protocolo se examinaron los índices histomorfométricos de las


muestras extraídas en la metáfisis y diáfisis trabecular de la tibia y morfología cortical.
123

Los cambios más resaltantes fueron en la metáfisis, en taza de formación ósea (BFR/BS),
tasa de aposición mineral (MAR) y superficie mineralizante (MS/BS), para ambos valores
de aceleraciones.

Los cambios relativos promedio con respecto a los grupos control en los parámetros
morfométricos de hueso trabecular y cortical, en metáfisis y epífisis de la tibia se muestran
en las figuras 4.44 y 4.45. No se encontraron cambios significativos de los parámetros
morfométricos en diáfisis cortical.

Cambio relativo en metáfisis trabecular


100
% de cambio relativo

80
60 0.3 g
40 0.6 g
20
0
MAR MS/BS BFR/BS
Indice histomorfométrico trabecular
Figura 4.44. Cambio relativo de MAR, MS/BS y BFR/BS en la metáfisis trabecular de
tibia para las dos intensidades de vibración. Fuente: datos Tabla 2, de Garman et al. 2007.

Cambio relativo en epífisis cortical


30
% de cambio relativo

25
20
0.3 g
15 0.6 g
10
5
0
Ct.Ar Ct.Th
Indice morfométrico cortical
Figura 4.45. Cambio relativo de Ct.Ar y Ct.Th en la epífisis cortical de tibia para las dos
intensidades de vibración 0.3 g y 0.6 g. Fuente: datos Tabla 2, de Garman et al. 2007.

b) Vibraciones inhibidoras de osteopenia por desuso

En el trabajo de Rubin y colaboradores en 2001 (ver Sección 2.1.2, apartado B),


experimentaron los efectos anti-resortivos de las vibraciones a fin de normalizar el estado
de resorción de un grupo de ratas expuestas a reposo forzado y sólo 10 minutos al día de
vibraciones al día, y comparándolo con otro grupo con libre movimiento por 10 minutos.

Los parámetros histomorfométricos para evaluar los resultados en este experimento fueron
taza de formación ósea (BFR/BS), taza de aposición mineral (MAR), superficie
mineralizante (MS/BS), y porcentaje de volumen óseo con respecto al volumen total
(BV/TV).
124

En la figura 4.15, se muestran resultados de tasa de formación ósea (BFR/BS) para los
cuatro grupo, en el que el grupo en desuso interrumpido por vibraciones alcanzó valores
muy cercanos al de grupo control (sin reposo) y mejores resultados que a los que sólo se
les permitió caminar por el mismo tiempo; de igual manera, el parámetro de superficie de
mineralización (MS/BS), para el grupo de reposo más vibraciones, alcanza valores
inferiores muy cercanos al grupo de control, mejores que en los otros casos de reposo.
En cuanto a los valores de BV/TV y MAR, se pueden observar los resultados en las figuras
4.46 y 4.47 respectivamente. El volumen óseo (BV/TV) para el caso de desuso más
vibración fue 167% mayor al de desuso, y es 1.5 % menor al grupo que estuvieron en
control. La tasa de aposición mineral se conservó igual, por lo que se infiere que la
resorción debido al desuso se contrarrestó en la mayoría por nueva formación ósea, lo que
se reflejó en la muy pequeña disminución en volumen óseo.

Porcentaje de volúmen óseo sobre


volumen de tejidos (BV/TV)
% de volumen óseo (BV/TV)

20

19

18

17
control desuso desuso + peso desuso+ vib
Grupos experimentales
Figura 4.46. Porcentaje de volumen óseo en tibia proximal de ratas después de 28 días.
Fuente datos: Tabla 1 de Rubin at al. 2001.

Tasa de Aposición Mineral (MAR)


1
MAR (um/día)

0.8
0.6
0.4
0.2
0
control desuso desuso + peso desuso+ vib
Grupos experimentales

Figura 4.47. Tasa de aposición mineral en tibia proximal de ratas después de 28 días.
Fuente datos: Tabla 1 de Rubin at al. 2001.

3) Evaluación de Índice morfométricos por µCT

En el experimento de Rubin y colaboradores (2002) con ovejas, para evaluar los efectos en
la cantidad y calidad ósea de las vibraciones en el cóndilo distal femoral de los miembros
inferiores (ver Sección 4.1.2 sección A). Se evaluó la calidad mecánica de las muestras
125

extraídas terminando el tiempo de prueba, con el uso de una microCT, se halló los índices
de Número trabecular (Tb.N), grosor trabecular medio (Tb.Th), separación trabecular
(Tb.Sp) y factor de patrón trabecular (Tb.Pf) (resultados mencionados en sección 4.2.2).

Según los resultados, mostrados en porcentaje de diferencia entre experimental y control,


graficados en la figura 4.48, el aumento de contenido mineral óseo (BMC) es conseguido
por una disminución de la separación trabecular media (Tb.Sp). Por otra parte se observó
una disminución porcentual de TBPf, lo que indica que la conectividad en el grupo
experimental ha aumentado, al haber mayor conexión entre las trabéculas se podría inferir
que ha mejorado su microarquitectura y por ende también su calidad mecánica.

Diferencia porcentual entre experimental y


control
Porcentaje de diferencia (%)

30
20
10
0
-10 BMC (g) Tb.N Tb.Sp TBPf

-20
-30
Parámetros morfométricos y de cantidad mineral BMC

Figura 4.48. Gráfico el porcentaje de diferencia entre los índices histomorfométricos en


las tibias distal del experimento y las de control. Fuente datos: Tabla 1, de Rubin et al.
2002.

4.3 Efecto de las señales BMAF a nivel celular

Hasta el momento, se ha estudiado todos los efectos anabólicos de las señales BMAF en un
tejido óseo vivo, analizando los parámetros histomorfométricos en los tejidos cortical y
cancelloso, sin embargo las vías en cómo estas señales influyen directamente en las células
óseas aún no está revelado.

Para comprender cómo es que influyen estas señales en las células óseas responsables de la
formación o resorción ósea, ingenieros biomédicos y especialistas vienen realizando
experimentos in vitro de las células óseas como osteocitos o preosteoblastos expuestas a
vibraciones LMHF para evaluar una respuesta anti-resortiva o anabólica.

4.3.1 Señales BMAF previene la disminución de formación ósea en Preosteoblasto

En este trabajo, Patel y colaboradores (2009), con su teoría de que las señales mecánicas
LMHF aplicadas directamente a los preosteoblastos previenen la disminución de respuesta
de formación ósea in vitro, hicieron un experimento con células preosteoblastos 2T3
murinas expuestas a la microgravidad (desuso) e intervenidas con vibraciones LMF (a p-p
0.1g - 0.4 g y 30 Hz) por 10- 60 min/día.
126

Para simular la microgravedad de ustilizó una máquina de posicionamiento aleatoria


(random positioning machine20, RPM), un modelo usado por desuso (Pardo et al. 2005).
Las células preosteoblastos fueron divididas en cinco grupos de exposición distinta (figura
4.49):

 Condición estática o normal, a 1 g (g=9.81 m/s2)


 Condición estática interrumpida por 10- 60 min/día por vibración 0.1-0.4g y 30 Hz.
 Condición de microgravedad (RPM) permanente.
 Condición de microgravedad interrumpida por 10 - 60 min/día por vibración.
 Condición de microgravedad interrumpida por 10 - 60 min/día de condición
estática.

La respuesta de formación ósea de estos preosteoblastos disminuida en condiciones de


microgravedad es determinada por la actividad alcalina fosfatasa (ALP).

Figura 4.49. Células 2T3 confluentes cultivadas21 en OptiCell expuestas a cargas de


BMAF en plataforma personalizada (A), diseñadas para producir aceleraciones pico a pico
de 0.3 g (B). Las células fueron expuestas a cinco diferentes condiciones experimentales
(C) variando la fuerza g, estático 1 g, vibración y microgravedad. Fuente: Patel et al. 2009.

Para determinar cuantitativamente (por colorimetría) la presencia de depósitos de calcio en


las células osteogénicas se utiliza el Alizarina roja, marcador para las primeras etapas
(días 10–16 de un cultivo in vitro) de mineralización de matriz, paso crucial en la
formación de matriz extracelular calcificada asociada con un hueso real.

Dentro de los resultados se observa en la cuantificación de Azalina roja a los 15 días, una
disminución de mineralización mayor del 90 % en preosteoblastos expuestos a RPM, que
no fue inhibido por la intervención de condición estática (1 g) en períodos de 10 a

20
También referida como clinostato 3 D.
21
Que ocupan toda la superficie disponible para el crecimiento. Han dejado de dividirse.
127

60min/día, la intervención de vibraciones ha aumentado la mineralización en 70 % con


respecto al control estático, a una aceleración de 0.3 g (ver figura 4. 50).

Figura 4. 50. Vibración LMHF previene la inhibición de mineralización, en los


preosteoblastos causados por la microgravedad. Fuente: Patel et al. 2009.

La actividad de alcalina fosfatasa que refleja un aumento en la actividad osteoblástica,


aumenta con relación a la magnitud (0.4 g máximo) y con el tiempo de exposición (figura
4. 51). No hubo cambios significativos en tiempos mayores a 10 minutos.

Figura 4. 51. El incremento de actividad alcalina fosfatasa (ALP) es dependiente de la


magnitude y tiempo de exposición de la señal mecánica. Condiciones estáticas más LMHF
variando la magnitud (A), y variando el tiempo de exposición (B). Fuente: Patel et al.
2009.
En la figura 4.52 se comparan los resultados a los 3 días de aplicar el experimento con
respecto a la actividad de alcalina fosfatasa (ALP) entre 0.3 g y 0.4 g. Como era de
esperarse, ALP disminuyó el 30% en condiciones de microgravedad o desuso, pero fue
inhibido totalmente exponiendo a las vibraciones LMHF a 0.3g o 0.4g.
128

Figura 4. 52. Actividad de alcalina fosfatasa en condiciones estáticas y RPM


interrumpidas por vibraciones, en 0.3g (izquierda) y 0.4 g (derecha). Fuente: Patel et al.
2009.

4.3.2 Efecto de vibraciones LMHF en osteocitos en la regulación de osteoclastos

Los osteocitos son el mayor mecanoreceptor en el hueso, responsable de enviar señales a


las células efectoras (osteoblastos y osteoclastos) que llevan a cabo la formación y
resorción, a esto ha sido demostrado que estos osteocitos liberan factores solubles (Heino
et al. 2002) que influyen en las actividades osteoblásticas y osteoclásticas cuando son
sometidos a una variedad de estímulos mecánicos (flujo, presión hidrostática, estiramiento
mecánico, etc).
Por otra parte, la estimulación mediante vibraciones de LMHF ha demostrado en estos
últimos años tener un efecto anabólico y anti resortivo, pero la manera en cómo influyen en
las células es aún desconocidas.

Lau y colaboradores (2010) con esta información, hicieron la hipótesis de que los
osteocitos son los mecanosensores responsables de detectar la estimulación por vibración y
produciendo factores solubles que modulen la actividad de las células efectoras.
Por tal, aplicaron vibración de 0.3 g a frecuencias distintas (30, 60 y 90 Hz) y el control
estático (0 Hz), a unas células osteocitos MLO -Y4 por una hora (Lau et al. 2010).

Muchas de las señales que liberan los osteocitos ante la regulación mecánica y que se ha
evaluado en este experimento son:
 RANKL receptor activador: requisito para la formación de osteoclasto es la unión
de RANKL al RANK receptor de las células precursoras de osteoclasto
 OPG osteoprogeterina: receptor señuelo de RANKL, bloquea la interacción de
unión RANKL-RANK, por lo que actúa como un antagónico a la formación y
sobrevivencia de osteoclastos.
 PGE2 prostaglandina E2: activa la proliferación de osteoclastos y son inductores
tanto de la formación como de la resorción ósea.
 COX-2 enzima que cataliza la síntesis de PGE2.

El equipo utilizado en el experimento, mostrado en la figura 4. 53, consta de un shaker


vibratorio, una plataforma personalizada donde se colocaron los cultivos de células MLO-
Y4, un acelerómetro (8632C5, Kistler, de 5g), que le da la señal de retroalimentación a la
computadora con el software VibeLab.
129

Figura 4. 53. Configuración de lazo cerrado para experimento. Fuente: Lau et al. 2010.

Dentro de los resultados se encontró que los osteocitos fueron sensibles a las vibraciones,
el nivel de COX-2 aumentó significativamente con todas las frecuencias, y guarda una
tendencia de incremento de nivel COX-2 cuando aumenta la frecuencia, su máximo nivel
fue 3.4 veces el valor de referencia a 90 Hz (figura 4.54 A), mientras que los niveles de
PGE2 disminuyó el 61% a a comparación de control para el caso de frecuencia de
vibración de 60 Hz (figura 4.54 B).

Para evaluar si las vibraciones LMHF tienen efecto en la relación RANKL / OPG sobre los
osteocitos y cómo es ésta, se midieron los valores individuales de RANKL y OPG. Las
células MLO-Y4 mostraron disminución de los niveles de RANKL en todas las frecuencias
(figura 4.55A), mientras que el nivel de OPG no fue alterado (figura 4.55B).
La disminución significativa de la proporción de RANKL / OPG se debe entonces en
absoluto por la disminución de RANKL en todas las frecuencias (figura 4.55C).
“En conjunto, estos datos sugieren que la vibración LMHF impulsa cambios de expresión
en el mRNA22 hacia un efecto anti-resorción” (Lau et al. 2010, p.4).

Dentro de las conclusiones en el trabajo de Lau et al (2010), sugirieron: “Los osteocitos


parecen mediar el efecto anti-resorción asociado con vibración LMHF encontrado in vivo.
En el nivel de transcripción, LMHF vibraciones impulsa cambios en los genes que
favorecen los efectos antirresortivos. Gracias a esta vibración, las células MLO-Y4
secretan factores solubles que inhiben el número y el tamaño de los osteoclastos forman.
Una disminución en la sRANKL y PGE2 secretada por los osteocitos estimulados sugieren
que RANKL y PGE2 pueden estar implicados en los efectos inhibitorios de este tipo de
vibración en la osteoclastogénesis” (p.7).

22
mRNA: ARN mensajero que contiene la información genética procedente del ADN.
130

Figura 4. 54. Efecto de LMHF vibración sobre la COX-2 y liberación de PGE2 en células
MLO-Y4. (A) La relación de nivel entre el grupo vibrado y sin vibrar de COX-2 aumentó
a medida que la frecuencia aumenta. (B) Disminución de 61% en la cantidad de PGE2
acumulado en 1 h de vibración a 60 Hz. Fuente: Lau et al. 2010.

Figura 4. 55. Efecto de vibración LMHF (A) en valores de RANKL, (B) en valores de
OPG, (C) en expresión RANK/OPG. Fuente: Lau et al. 2010.

4.4 Influencia de la actividad muscular sobre las señales transmitidas al hueso

Se ha sido mencionado sobre la influencia de la actividad muscular para el matenimiento o


formación ósea, así como la ausencia de ésta podría afectarla pasando en estado de
resorción, por esta razón se habla de sistema musculo-esquelético, ya que están muy
intrínsecamente conectados.
De igual manera, cuando se trata de las vibraciones de muy baja magnitud (< 0. 50 g) y alta
frecuencia, transmitidas hacia el esqueleto axial y apendicular desde los pies, que tienen
131

un efecto anabólico y antiresortivo demostrado experimentalmente, la manera en cómo


éstas señales llegan a células mecanoreceptoras no está clarificado.
Basicamente pueden existir tres maneras por la cual viaja la señal dentro del esqueleto
hasta las células, o coexistir, donde una será la más predominante o influyente.

1) Cargas gravitacionales: Originadas por las fuerzas de reacción producidas por el


esqueleto con un substrato (por ejemplo las fuerzas de reacción con el piso) y éstas
viajan a través del esqueleto hasta llegar a las células ósas.

2) Cargas internas generadas por la actividad muscular: el estímulo causado por la


vibración activan las unidades musculares generándose dos posibles casos:

a) Las contracciones musculares incrementan la masa y resistencia muscular y por


ende expone al hueso a fuerzas mayores al de la transmitida por vibración.
b) Las mismas contracciones musculares producen estímulos (menores al anterior
caso) dentro del hueso.

Figura 4. 56. Tres diferentes caminos por el cual las señales mecánicas producidas durante
vibración de cuerpo entero son sensadas por las células, dentro del hueso del esqueleto
apendicular. Fuente: Adaptado de Judex et al. 2010.

Existen casos de ensayos clínicos donde se ve relacionado el sistema musculo esquelético


y los efectos de las vibraciones LMHF sobre este. Para el caso de la exposición a niño con
discapasidad cerebral por displasia con osteopenia por desuso (Ward et al. 2004), en el cual
los niños presentaron problemas de distrofia muscular mostraron resultados bastantes
positivos en incremento de vBMD de tibia y vértebra, a pesar de su problema muscular,
mas no se midieron cambios en la masa o sección muscular para evaluar alguna influencia.
Otro caso mujeres jóvenes con baja densidad ósea (Gilzans et al. 2006), expuestas a más de
dos minutos de vibraciones LMHF diarios, tuvieron resultados favorables en aumento de
132

área muscular que rodean la columna vertebral y fémur (figura 4.22), además de resultados
anabólicos en el fémur.
Otro estudio del efecto de estas vibraciones LMHF en el sistema musculo esquelético fue
investigado por Xie y sus colaboradores (2008), donde experimentaron con ratones
sometidos a vibraciones de 0.3g y 45 Hz, hubo 14% más de volumen de hueso trabecular
en la metáfisis tibial y en el músculo sóleo también tuvieron ganancias, con 29% mayor de
área de sección transversal total, así como área de la fibra de tipo I y de tipo II. Por estos
resultados, de manera similar a los datos clínicos, el hueso y el músculo pueden responder
a la señal mecánica de bajo nivel en un modelo murino (ratón).

Si fuera predominante para la morfología del hueso las cargas (contracciones) musculares
por una masa/resistencia muscular mayores que la carga gravitacional, se podría
argumentar que la adaptación muscular como respuesta al estímulo de vibración precedería
temporalmente a la adaptación esquelética, para confrontar esta teoría, en el mismo
experimento de 3 semanas de Xie et al (2008), anteriormente mencionado, a pesar de
haberse presentado aumento en el área seccional del músculo sóleo no se presentó mejora
en las propiedades areales, hasta recién la sexta semana.

Para finalizar, el alta grado de transmisibilidad de los pies hacia el esqueleto axial, la
capacidad para responder a las señales LMHF en forma anti resortiva sin actividad
muscular (por ausencia de carga de peso, Garman et al. 2006), la ausencia de una secuencia
temporal de respuesta músculo-hueso (cambios en las propiedades areales del músculo
antes que en tejido óseo, Xie et al. 2008), podrían parecer razones para afirmar que las
células óseas son capaces de “sensar” directamente la señal transmitida a través del hueso.
Sin embargo no son evidencias concluyentes para afirmar o negar la influencia de la
actividad muscular en la formación ósea.

4. 5 Señales de plataforma vibratoria y su seguridad en la salud

4.5.1 Alcance

Con el conocimiento de que algunas exposiciones de vibración de cuerpo entero pueden


ocasionar lesiones o efectos adversos en el cuerpo humano, el objetivo de este ensayo es
determinar experimentalmente la magnitud de aceleración y frecuencia en diferentes
velocidades de una plataforma vibratoria, un segundo objetivo es evaluar como éstas
señales mecánicas corresponden a los umbrales de valores límites de seguridad
establecidos por la International Standards Organization ISO-2631.

4.5.2 Materiales y método

La plataforma vibratoria utilizada es de marca Bodyfit, de tipo de movimiento oscilante,


(revisar sección 1.6), posee 30 niveles de velocidad programadas manualmente cuyo
tiempo máximo de exposición es 20 minutos, para evitar sobre exposiciones. También
consta de tres programas de entrenamiento bajo, medio y alto no utilizados para este
experimento, como se observa en la figura 4.57 (ver manual en Anexo 4).

Para la adquisición de datos se utilizó un acelerómetro: RoBoard RM-G146. Integrado por


módulo de 9 ejes. Sensor magneto resistivo de 3 ejes, acelerómetro de 3 ejes y sensor de
133

velocidad angular de 3 ejes (giroscopio). El microcontrolador utilizado fue MBED


LPC1768 con Ethernet y USB, 96MHz, 32KB RAM,23 utilizando una velocidad de envío
de 50 Hz24.

Para la transferencia de datos se utilizó el software Tera Term versión 4.79 con entrada
serial, cuyos datos se copiaron al Excel y luego se exportaron al MatLab R2012a, para
graficar las señales de aceleración a diferentes velocidades y posterior análisis.

Las pruebas se realizaron con un voluntario joven saludable de 19 años, y 60 kg de masa,


en posición de pie con las rodillas flexionadas ligeramente (figura4.58). Las velocidades
de medición de la plataforma fueron: 1, 5, 10, 15, 20, 25 y 30.

El cálculo o aproximación de la magnitud de aceleración mediante las gráficas en el tiempo


de los datos tomados con frecuencia de muestreo de 50 Hz y la unidad para la aceleración
es “g” (g = 9.81 m/s2). Para la aproximación de las frecuencias de la plataforma vibratoria
se graficó el espectro de frecuencias de cada uno, siendo la frecuencia fundamental la
frecuencia aproximada de la plataforma, utilizando la herramienta Transformada Discreta
de Fourier (DFT) de MatLab.

También para los resultados y comparación se trabajó con el valor de aceleración


resultante vectorial de las tres aceleraciones pico a pico (Rp-p), el cual se define como:

R p  p  ( ax 2  a y 2  az 2 )

Donde a x , a y y a z son los valores pico a pico de las aceleraciones de cada eje hallados
experimentalmente de las gráficas en “g”.

Figura 4.57. Plataforma vibratoria BodyFit (izquierda), con ajustes para el entrenamiento
y niveles bajo, medio, alto (derecho).

23
Página web: http://mbed.org/platforms/mbed-LPC1768/
24
Configurado para enviar 50 datos por segundo.
134

Figura 4.58. Modelo parado en plataforma vibratoria. Acelerómetro ubicado fijamente en


extremo izquierdo (flecha).

Para el segundo objetivo, de evaluar los niveles según los valores límites umbrales de
seguridad (TLV treshold limit values), que describe el tiempo de exposición permisible
según la frecuencia, según la ISO 2631, se ubicarán los resultados de aceleración pico a
pico obtenidos del eje z (vertical) y la frecuencia en el gráfico que muestra la figura 4.59
(representación directa de la ISO 2631), el cual se enfoca en la INTENSIDAD de la
vibración medido en fuerza-g o “g”. En éste se pueden ubicar tres zonas importantes, de
seguridad (verde), de alerta (amarillo) y de peligro (rosado), según el tiempo de tolerancia
a exposición.
135

Figura 4. 59. Representación directa de ISO 2631 para los límites de exposición humana a
vibración. Fuente: adaptado de Muir et al, 2013.

4.5.3 Resultados

Para cada velocidad de la plataforma se buscó encontrar una magnitud de aceleración pico
a pico y una frecuencia, utilizando dominio en el tiempo y espectro de frecuencias
respectivamente.

A) Aceleración en el dominio del tiempo

Se midió por 20 segundos en cada velocidad la aceleración en la base de la plataforma


vibratoria, obteniéndose los valores para cada eje.
Debido al tipo de movimiento de la plataforma oscilante, no involucra el desplazamiento
en el eje x (figura 4. 57 izquierda) los valores de a x son muy bajos, en velocidad 1 (V1) se
mide un valor pico a pico de 0.008 g, que va aumentando progresivamente al aumentar el
nivel de velocidad, para V5= 0.014 g y V10=0.018 g. Para las velocidades V5 y V10 se
aprecia una forma de onda más sinusoidal que en el resto de velocidades. A la velocidad
V30, se distorsiona la onda pero se ha considerado el valor de ax p-p=0.06 g (ignorando los
picos de 8 y 18 s).Todas las gráficas de a x a distintas V se observan en la figura 4.60.
Con respecto a los valores de a y , tiene su valor mínimo en V1 (ayp-p=0.018 g) y aumenta
rápidamente en V5 (ayp-p=0.048 g), en V5 y V10 se conserva su forma de onda sinusoidal
frente a las otras. A Velocidad V30, tiene su máximo valor ayp-p =0.09 g, con distorsión
máxima en 18 s (figura 4.61). El eje vertical (z) presenta los valores más altos de a z como
era de esperarse por tener el mayor desplazamiento. En V1, ayp-p=0.1 g y en V30=0.6 g.
136

La forma de onda de la aceleración en V5 y V10 presentadas en los ejes x y y se ha


mantenido similar para a z . En V30 se conserva la distorsión de la gráfica en 18 s (figura
4.62).
Todos los valores de ap-p en los tres ejes medidos de los gráficos se presentan en la tabla
4.3, y se han graficado en barras según su velocidad en la figura 4.70.

Aceleración ax, a velocidades 1, 5 y 10


0.05
ax-v1
ax-v5
ax-v10
0.045

0.04
Aceleración, ax (g)

0.035

0.03

0.025

0.02

0.015
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración ax, a velocidades 10, 15 y 20


ax-v10
ax-v15
0.055 ax-v20

0.05

0.045
Aceleración (g)

0.04

0.035

0.03

0.025

0.02

0.015

0.01
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración ax, a velocidades 20, 25 y 30


0.08 ax-v20
ax-v25
ax-v30

0.06

0.04
Aceleración (g)

0.02

-0.02

-0.04
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)

Figura 4.60. Gráfica aceleración horizontal, ax (g), a diferentes velocidades.


137

Aceleración ay, a velocidades 1, 5 y 10


0.05
ay-v1
0.04 ay-v5
ay-v10

0.03

0.02
Aceleración (g)

0.01

-0.01

-0.02

-0.03

-0.04

-0.05
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración ay, a velocidades 10, 15 y 20


0.08
ay-v10
ay-v15
ay-v20
0.06

0.04
Aceleración (g)

0.02

-0.02

-0.04
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración ay, a velocidades 20, 25 y 30


0.16
ay-v20
ay-v25
0.14 ay-v30

0.12

0.1
Aceleración (g)

0.08

0.06

0.04

0.02

-0.02
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)

Figura 4.61. Gráfica aceleración horizontal, ay (g), a diferentes velocidades.


138

Aceleración, az a velocidades 1, 5 y 10
az-v1
1.1 az-v5
az-v10
1.05

0.95
Aceleración (g)

0.9

0.85

0.8

0.75

0.7

0.65

0.6
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración az, a velocidades 10, 15 y 20


1.1
az-v10
az-v15
1
az-v20

0.9

0.8
Aceleración (g)

0.7

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20

Aceleración, az a velocidades 20, 25 y 30


1.1
az-v20
az-v25
1
az-v30

0.9

0.8

0.7
Aceleración (g)

0.6

0.5

0.4

0.3

0.2
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
Tiempo (s)

Figura 4.62. Gráfica aceleración vertical, a z (g), a diferentes velocidades.


139

B) Aceleración en el dominio de frecuencia

Observando las gráficas en el tiempo de la aceleración no se puede determinar una


frecuencia de vibración, por el ruido u otros disturbios en los datos, por esto, con el fin de
poder hallar una frecuencia se graficaron los espectros de frecuencia para cada velocidad
en el eje vertical a z aplicandi la Transformada Discreta de Fourier (DFT). Por ser la
frecuencia de muestreo (Fs) muy baja 50 Hz, la frecuencia máxima que se presenta en el
espectro es 25 Hz (Fs/2).
En V5 y en V15 se distinguen una frecuencia fundamental de 7 Hz, mientras que en V1 se
distingue un poco una frecuencia fundamental de 3.5 Hz. Para todas las demás velocidades
NO SE DISTINGUE CLARAMENTE una frecuencia fundamental que indique la
frecuencia vibración de la plataforma vibratoria. Frecuencias muy bajas no son coherentes
con manual de plataforma que indica tres niveles de frecuencias 6, 10 y 16 Hz (anexo 4).
Los espectros de frecuencia de a z para cada velocidad se presentan en las figuras del 4.63
al 4.69. El resumen de las frecuencias fundamentales encontradas así como las no
encontradas se presenta en la tabla 4.3.

Espectro de frecuenciasde de az a velocidad 1


30

25

20
Potencia

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.63. Espectro de frecuencia a V1.

Espectro de frecuencias de az a velocidad 5


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.64. Espectro de frecuencia a V5.


140

Espectro de frecuencias de az a velocidad 10


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.65. Espectro de frecuencia a V10.

Espectro de frecuencias de az a velocidad 15


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.66. Espectro de frecuencia a V15.

Espectro de frecuencias de az a velocidad 20


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.67. Espectro de frecuencia a V20.


141

Espectro de frecuencias de az a velocidad 25


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.68. Espectro de frecuencia a V25.

Espectro de frecuencias de az a velocidad 30


40

35

30

25
Potencia

20

15

10

0
0 5 10 15 20 25
Frecuencia (Hz)

Figura 4.69. Espectro de frecuencia a V30.

Tabla 4.3. Valores de Aceleración ax, ay y az y Rp-p en todas las velocidades.

axp-p ayp-p
* * azp-p (g) * f (Hz) * Rp-p(g)
(g) (g)
V1 0.008 NO 0.018 NO 0.10 NO 3.5 NO 0.102
V5 0.014 SI 0.048 SI 0.28 SI 7 NO 0.284
V10 0.018 SI 0.068 SI 0.30 SI - NO 0.308
V15 0.015 NO 0.062 NO 0.36 NO 7 SI 0.366
V20 0.03 NO 0.07 NO 0.25 NO - NO 0.261
V25 0.034 NO 0.07 NO 0.30 NO - NO 0.310
V30 0.06 NO 0.09 NO 0.60 NO - NO 0.607
Nota: * Se distingue en la gráfica (sinusoidad o frecuencia fundamental)
142

Valores de aceleración en los tres ejes


0.7
0.6
0.5 Rp-p
Aceleración (g)

0.4 azp-p
ayp-p
0.3
axp-p
0.2
0.1
0
V1 V5 V10 V15 V20 V25 V30
Niveles de velocidad de plataforma

Figura 4.70. Valores de aceleración pico a pico en todas las velocidades para los tres ejes.

4.5.4 Discusión

A valores de aceleración pico a pico de cada eje se le consideró el mayor valor según
gráfico, sin considerar distorsiones notables, y se realizó sólo una prueba con el voluntario,
por esta razón no se muestran desviación estándar. Por limitación de tiempo y de
voluntarios, no se realizaron mayor número de pruebas, y el valor mostrado no es un
promedio por lo que se presta para considerar que los valores no son exactos si no que
pudieron estar sujetos a disturbios u otros factores.

Las gráficas en el tiempo no presentan la forma esperada semejante a sinusoidal si no que


se observa muchos disturbios, al parecer el movimiento de la plataforma es altamente
sensible al movimiento de la persona parada, que por motivos de confort realizó contiguas
acomodaciones de posición de pie, reflejándose en los picos o disturbios.

En cuanto a la sensación de confort o tolerancia de la persona voluntaria, se empezó a


sentir el disconfort a la velocidad 15 donde la frecuencia fue mayor, que fue aumentando a
medida que aumentaba el nivel de velocidad, a partir de la velocidad 25 el voluntario sintió
un fuerte empuje hacia adelante por lo que se vio forzado a sostener de la pared de delante
para poderse mantenerse de pie. Desde la velocidad 20 el voluntario sintió la necesidad de
doblar ligeramente las rodillas para no sentir la vibración transmitida a la nuca. La
sensación en V30 fue de total incomodidad sintiendo un mareo posterior al tiempo de
exposición a la vibración.

En visto que no se logró obtener las frecuencias de la plataforma mediante la DTF, se


evaluó los umbrales de tolerancia de exposición por intensidad de aceleración y frecuencia
según la ISO 2631 utilizando las frecuencias indicadas en el manual de la plataforma
(anexo 4) recalcando que en el manual no se menciona la intensidad de vibración ni en
143

aceleración ni en desplazamiento. En el manual se mencionan tres velocidades 6, 10 y 16


ciclos/segundo pero no especifican en que velocidades, por lo que se ajustó a las
velocidades de la prueba, como se enseña en la tabla 4.4, donde se calculó también el
desplazamiento de la vibración en mm, usando la siguiente fórmula anteriormente
mencionada:

A a*9.81
D  
(2 f )2 (2 f )2

donde a es la aceleración obtenida pico a pico en “g”.

Tabla 4.4. Valores de aceleración vertical pico a pico (azp-p) hallados experimentalmente y
de frecuencia (f) ajustados según manual en tres valores y desplazamiento.

azp-p (g) f (Hz) D (mm)


V1 0.10 6 0.1
V5 0.28 6 1.9
V10 0.30 6 2.1
V15 0.36 10 0.9
V20 0.25 10 0.6
V25 0.30 16 0.3
V30 0.60 16 0.6

Según los datos de desplazamiento (D) calculado estimando la frecuencia según manual,
estos valores alcanzan su valor más alto a la velocidad 10 (2.1 mm), continuando en la
velocidad 5 (1.9 mm). Como observación, comparando con los valores de desplazamiento
por las plataformas BMAF con efecto osteogénico (0.3g, 30 Hz), el D medido en la base es
de 100 µm, esto es, 21 veces menor al obtenido en estas plataformas Bodyfit del
experimento presente., y aunque presenten la misma intensidad de aceleración (g), la
frecuencia juega un papel importante en el desplazamiento y en la seguridad y sensación
del confort.

Para el segundo objetivo, se ubicaron las siete velocidades en la gráfica de umbrales de


tolerancia a la exposición de vibración de cuerpo entero (figura 4.71). La gráfica fue
adaptada de Muir et al, 2013, representación directa de la ISO 2631, donde ellos
experimentaron también en diversas marcas y velocidades de plataformas con intensidades
superiores a 2 g y menores a 0. 5 g y trabajaron con las mismas unidades de ap-p (g) y sirvió
como referencia al presente trabajo.

Las siete velocidades se ubican en la “zona de seguridad” (color verde), observándose que
las velocidades 10, 15 y 30 se encuentran casi al límite con la “zona de alerta”, cuya
exposición permitida sería de 30 minutos.
144

Por la gran sensación de incomodidad mencionada por el voluntario y posterior mareo


podría sugerirse que los valores de aceleración encontrados experimentalmente son
menores a los esperados encontrar (> 0.8 g), pertenecientes a la zona de alerta o riesgo. Sin
embargo experimentalmente no se puede afirmar esta hipótesis.
Se podrían obtener mejores resultados utilizando una frecuencia de muestreo mayor (500
Hz o 1000 Hz) como se utilizan en otros trabajos (Asselin et al. 2011; Muir et al, 2013;
Rubin et al, 2003).

Figura 4.71. Ubicación de las siete velocidades de la plataforma vibratoria en cuadro de


umbrales de tolerancia de exposición diaria a vibración de cuerpo entero según ISO 2631.
145

Conclusiones y recomendaciones

· Las vibraciones mecánicos pueden tener efectos en los sistemas fisiológicos, cada uno
de manera independiente, y dependerá de la frecuencia, intensidad y tiempo de
exposición, desde un mareo, pérdida de estabilidad, calambres u hormigueos, trastornos
vasculares, hasta enfermedades de tipo ocupacional en las manos, en los huesos y
articulaciones, por lo que es importante la medición de vibración y el aislamiento y/o
disminución de los niveles de vibración de tipo ocupacional.

· Es importante la diferenciación entre osteoporosis y la osteopenia y su exacto


diagnóstico, ya que el primero involucra un estado de fragilidad y por lo tanto mayor
riesgo de fractura, mientras que la osteopenia no involucra la calidad mecánica y
microestructural del tejido, puede haber baja masa ósea pero que es lo suficiente
resistente para los requerimientos mecánicos según la actividad y peso de la persona.
Un diagnóstico más exacto se realiza con tomografía cuantitativa computarizada axial
o periférica, sin embargo el DXA es más práctico y fácil transporte por su tamaño
compacto para campañas de diagnóstico y prevención de osteoporosis masivos.

· Como se expone en la sección 1.4.1, un hueso hipermineralizado posee una alta


rigidez y su desplazamiento último menor a uno mineralizado normal, comportándose
como frágil; una de las causas puede ser debido a la ingesta excesiva de calcio, en
personas mayores con tratamiento o en niños en crecimiento. Cabe recalcar en forma
paralela que otra consecuencia perjudicial de la ingesta excesiva es el depósito de
cristales de fosfato de calcio o formación de hueso, osificiación, en tejido blando.

· Sea cual fuese la causa de la osteoporosis, tiene sus consecuencias en una disminución
de las características mecánicas como resistencia y tenacidad, y si ésta se puede
aumentar, mejorando la calidad ósea de una forma natural y segura utilizando señales
mecánicas de muy baja magnitud, como un sustituto de la actividad física o de las
mismas señales procedentes de la actividad muscular que se deterioran o disminuyen
con la edad, la intervención con vibraciones de baja magnitud y alta frecuencia
(BMFA), aplicada responsablemente en personas con problemas de osteopenia u
osteoporosis, podría ayudar a inhibir o prevenir esta enfermedad.

· No se ha comprobado hasta el momento que la intervención con vibraciones BMAF es


capaz de curar la osteoporosis revirtiendo el grado total de daño en la microarquitectura
y permaneciéndose así, sin embargo por ser las señales mecánicas influyentes en las
células óseas con alta sensibilidad ante cargas dinámicas, una disciplinada terapia con
vibraciones BMAF sería capaz de prevenir la osteopenia en personas mayores o inhibir
o disminuir el avance de la pérdida de masa ósea, ayudado por el potencial beneficio en
146

la estabilidad postural en personas mayores que aunque aún no esté comprobado, que
de ser así disminuiría el número de caídas de personas mayores y por ende de fracturas.

· El éxito de los resultados experimentales en ratas que se habían sometido a


inmovilización forzada y quedaron en estado de resorción ósea por desuso y con 10
min al día de sólo las vibraciones BMAF, se pudo recuperar la tasa de formación
trabecular y superficie mineralizada en la tibia próxima casi como en estado normal de
actividad, así como los resultados favorables en niños con discapacidad de displasia
cerebral sometidos a vibraciones BMFA que aumentaron su densidad volumétrica
trabecular en fémur y vértebras lumbares sugieren que este tratamiento con vibraciones
podría ayudar a aumentar la masa ósea de manera segura en personas que han sufrido
de reposo obligatorio por mucho tiempo y por tanto con una osteopenia u osteoporosis
por desuso y que no pueden retomar su actividad física de forma rápida.

· El protocolo para experimentación con vibraciones BMAF tiene como desventaja ser
de tiempo de prueba muy largo, de un año a dos, para evaluar los efectos osteogénicos
en los huesos más perjudicados en la osteoporosis como hueso trabecular y cortical en
fémur y vértebras lumbares, paralelamente los voluntarios se deben escoger siguiendo
unos criterios de inclusión y exclusión importantes como sobrepeso (110 kg a más),
inmovilización en el último año o reposo en cama por 3 meses, enfermedad renal o
reemplazo de cadera total o reemplazo total de rodillas, tratamiento con algunos
medicamentos, presencia de artritis reumatoidea, entre otros, que limitan en gran
medida encontrar voluntarios. Además, debe existir en los voluntarios alto grado de
compromiso y responsabilidad para cumplir con el tratamiento todos los días impuestos
en el protocolo por el tiempo de 1 año o más.

· Se recomienda continuar con la línea de investigación, en una forma más experimental,


que por ausencia de equipos y materiales necesarios para su realización no se
desarrolló en este trabajo. Para esto es necesario una inversión en el Laboratorio de
Biomecánica, para su implementación en equipos. Sería oportuno formular un proyecto
ante FINCyT sobre las vibraciones BMAF y su prevención en la osteoporosis y
osteopenia en personas mayores con problemas de baja densidad óseo, involucrando un
equipo multidisciplinario de ingenieros, y médicos traumatólogos, el proyecto incluiría
la fase de adquisición de equipos, instrumentación y software de análisis de
morfometría ósea para evaluar con mayor precisión y validez los resultados de un
futuro trabajo, tales como tomógrafo cuantitativo computarizada perfirérico (pQCT,
marca STRATEC en Anexo 2), escáners de micro tomografía computarizada
(microCT, BRUKER), instrumentación en acelerómetros de tres ejes. El software 3D
utilizado generalmente para evaluar los índices histomorfométricos referidos en
capítulo 4 es Osteomeasures (Osteometrics) , las plataformas especiales de vibración
BMAF se comprarían en una primera instancia para el experimento.

· Por un tema de salud y seguridad, se debe tener especial cuidado con el uso de las
plataformas vibratorias comerciales vendidas con el objeto entrenamiento muscular o
reducción de peso, se debe identificar claramente cuánto es la intensidad de vibración
(aceleración pico a pico en g) y frecuencia en el manual, y comparar con los umbrales
de tolerancia de exposición a vibración de cuerpo entero (según ISO 2631), e
identificar en qué zona se encuentra (segura, alerta o de peligro) así como se realizó en
el presente trabajo.
147

· El entrenamiento con vibraciones mayores a 1 g, podría se utilizado por deportistas, en


buen estado de salud y con seguimiento de un entrenador, pero la exposición estas
vibraciones por una persona mayor o niños podría exponer su salud y tener efectos
adversos en diferentes sistemas fisiológicos como es en el sistema esquelético, donde
lejos de benificiarlo podría incrementarse los microdaños o microfracturas, que por la
disminución de la tasa de remodelación ósea en personas mayores no se podrían
reparar. Asì mismo se deben considerar los criterios de exclusión para el uso de las
plataformas mencionados en la sección 1.6.3 y consultar con el médico algún efecto
adverso o mareo sentido.

· La plataforma vibratoria Bodyfit usada en el presente trabajo, según resultados y


testimonio del voluntario, podría sugerirse que es seguro utilizarse hasta un nivel de
velocidad 15 por un tiempo de 10 minutos, mientras que niveles de velocidad 20 o
superiores no son tolerante para las personas, encontrándose un gran nivel de
disconfort y alta transmisibilidad a la cabeza.

· Para el experimento de medición de intensidad de vibración de la plataforma vibratoria,


una frecuencia de muestreo, Fs, mayor al utilizado, como Fs= 500 Hz o más hubiera
ayudado a obtener mejores datos y mejores gráficas y obtener espectros de frecuencia
que se distingue la frecuencia de la plataforma, además, una sola prueba con un
voluntario no es suficiente, se necesita de un conjunto de datos que permita apreciar las
desviaciones estándar como otros valores estadísticos.
149

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