Aproximacion Historica A Los Manuscritos PDF
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signográficos Andinos1
C R B C departamento
Conservación
Restauración
Bienes
Culturales
1 Hecho como parte del Programa Financiado por la Unión Europea- Action 2- Erasmus
En este contexto, hay quienes afirman, entre ellos Gary Urton, que la escritura consiste en
sistemas de notación relacionados con el lenguaje y por lo tanto incluye sistemas basados en
fonogramas, es decir, circunscribe dentro de su definición de escritura, los tipos y niveles de
grafemas que denotan sonidos del lenguaje (sistemas alfabéticos, silábicos y logosilábicos),
pero restringe sistemas no fonológicos en la escritura;incluso llega a considerar escritura a los
sistemas de signos no fonológicos basados en significados (semasiográficos). 5 Así, la escritura
es un sistema de comunicación de ideas específicas de una manera altamente
convencional y estandarizada, mediante signos permanentes y visibles. 6
Gail Silverman afirma que «[…] los Incas, exactamente como los chinos y los egipcios, se
sirvieron de formas geométricas que provienen de la naturaleza para fijar su sabiduría» 7, con
ello refiere a las formas geométricas usadas en los diseños de sus decoraciones (cerámicas,
tejidos, etc.),que funcionaban como una escritura incipiente. Denise Arnold basada en los
estudios de Silverman, diferencia la escritura natural y la escritura convencional. La escritura
natural consiste en formas geométricas (líneas, rombos, cuadrados, triángulos) y figurativas
en soportes como cerámica, textiles, quirus, arquitectura, quillcas, etc., que expresan formas
similares y análogas al mundo natural (medioambiente, animales, insectos y humanos),
mientras que la escritura convencional recurre al alfabeto para expresar sonidos del habla, y
no existe la misma correspondencia entre una forma específica y su representación. Es decir,
7SILVERMAN G. “La Escritura Inca. La Representación Geométrica del Quechua Precolombino”. Ex novo: Revista
d’Història I Humanitats.Barcelona: Universitat de Barcelona. n. 7. p.46
en la escritura natural las formas inscritas no sólo expresan los elementos del mundo natural
como referentes, sino que tienen una relación con la lengua quechua, expresadas en los
verbos de movimiento, nominales (cerro, chacra), adjetivos (según color y tamaño), y una
serie de sufijos personales y direccionales características de esta lengua, y por lo tanto
vincula la escritura con aspectos visuales (forma, color, escala) y lingüísticos. 8
Contrariamente a lo que siempre se había creído, se puede concluir hoy que no existe
un solo tipo de escritura y que ésta varía en función del tiempo, contexto y, por supuesto, de
la cultura. Existen distintos tipos de escrituras, sostenidas en distintos soportes, que incluyen
diseños, grabados, marcas o gráficos en papel, piedra, cuero, madera, etc. 10. Las
características y peculiaridades del proceso evolutivo de la escritura crearon una variedad
de tipologías, las cuales no necesariamente presentaron dependencia o relación.
En definitiva, los distintos medios escriturarios guardaban relación con las formas diversas
de vida, y permitía estructurar un sistema de comunicación de acuerdo a condiciones
culturales. Las representaciones gráficas, conllevan connotaciones hábiles, particularmente
en los símbolos, que reflejaban una sociedad avanzada.
8 ARNOLD YAPITA. D. “Del hilo al laberinto: replanteando el debate sobre los diseños textiles como escritura”.
Textualidades. Cochabamba: INIAM-UMSS, 2015, p. 43.
9 Para la época, los procesos comunicativos y comunicantes no se consideraban insuficientes.
10 DERRIDA, J. De la gramatología. México D. F.: Siglo Veintiuno Editores, 1986. p. 133
2.1.1. Periodo prehispánico
La cultura Wankarani desarrolló su forma de vida en aldeas y fue muy rudimentaria, pese
a conocer la agricultura, el pastoreo y la fundición de cobre, mientras que la Chiripa se
caracterizó por llamativas construcciones de doble pared, cuyo fin era la conservación de
sus alimentos y el mantenimiento de la temperatura en sus viviendas. Fueron también
agricultores y diestros pescadores.
11 No existe consenso entre arqueólogos, antropólogos e historiadores, respecto al origen y antigüedad de las
primeras civilizaciones que se formaron y establecieron en Sudamérica.
12LUMBRERAS, L. G. Arqueología de la América Andina. Lima: Milla Batres, 1981. p. 67
13 Dependiendo el autor pueden escribirse como Tiahuanaco y Huari, respectivamente.
14 Como los Collas, Pacajes, Callahuayas, Mollo, Iskanwaya, Carangas, Quillacas, Asanaques, Charcas, Caracaras,
El pukina17 fue la lengua más utilizada durante la etapa de expansión del imperio, sobre
tierras andinas, la cualconvivió principalmente con el chimú, el uruquilla18 y el jaque19.
Ante el vacío dejado por los tiwanacotas, este espacio es ocupado por los señoríos
Collas, Charcas y pueblos circundantes, divididos y organizados en dos zonas territoriales del
altiplano andino, el Urcusuyo (occidente)20 y el Umasuyo (oriente)21.
Los señoríos Collas22 fueron un conjunto de pueblos nativos aimaras, que se constituyeron
en agricultores, pescadores y pastores, en función al territorio en el que se establecieron.
Entre estos pueblos se encontraban los Lupacas, Canas, Canchis, Pacajes, Callahuayas y
Quiruas.
El señorío o reino de los Charcas fue un vigoroso pueblo que ocupó un amplio territorio
del actual departamento de Chuquisaca (Bolivia) y llegó a constituir un importante ejército.
Estaba conformado por los Caracaras, Chichas y Chuis.
15 Se trata de un conjunto de templos y edificios ceremoniales conocidos como Acapana y Puma – Punku.
16 Estelas de piedra bifrontes con representaciones zoomorfas.
17 Idioma extinto durante el siglo XVII, cuyo vocabulario fue recogido por el franciscano Luis Jerónimo de Oréen la
obra Rituale seu Manuale Peruanum, et forma brevis administrandi apud Indios sacrosancta Baptismi, Poenitentia,
Eucharistiae, Ma· trimonii et Extremaoe Unctionis sacramenta, juxta ordinem Sanctae Romanae Eccleisae, 1607.
18 Hablado incluso actualmente, por la cultura Uru-Chipaya.
19 Proto idioma del aimara.
20 En la actualidad territorio peruano.
21 En la actualidad territorio boliviano.
22 También conocidos como reinos aymaras, señoríos aimaras o reinos lacustres.
23 Se trata, como se mencionó anteriormente, de una de las cuatro regiones que conformaban el Tahuantinsuyo,
La fuerza militar y religiosa de los Incas, termina por imponerse, a las demás culturas que
se habían establecido a lo largo de la región andina, lo que permitio al Tawantinsuyo
alcanzar su máximo apogeo hacia finales del siglo XV, periodo en el que se estima tenía más
doce millones de habitantes y era gobernado por Huayna Cápac25.
Las clases sociales eran marcadamente diferenciadas, siendo imposible pasar de una a
otra, el núcleo de la sociedad andina era el ayllu, constituida a partir de las relaciones de
parentesco, la explotación organizada, conjunta y de correspondencia de las tierras, y las
prácticas religiosas comunes.
La agricultura era la base para la subsistencia de la familia, pero también servía para el
mantenimiento de los ritos locales y el fortalecimiento del sistema de colaboración y
reciprocidad en el trabajo.
La región había dado sentido a este imperio que introdujo el culto a las huacas 29 y el
sacrificio de la Capac Cocha,30 eran politeístas y tenían en Viracocha (o Pachacamac) su
máximo dios, el culto a la tierra o madre tierra a quien llamaban Pachamama, veneración a
los cerros llamados Apus y los diversos Huacas.
Este imperio31 que había logrado imponer su lengua, religión, costumbres, arte, música,
arquitectura, etc., se enfrascaríaen una guerra civil por el poder32, siendo el inicio del declive
24Actualmente, junto al español, el aimara y el quechua, son lenguas oficiales, reconocidas y habladas en Bolivia.
25Wayna Cápac, Q., Rey Joven (Cuzco o Tumipampa 1476, c. – Quito 1525), fue el undécimo y antepenúltimo
gobernante inca.
26 Dependiendo el autor puede escribirse Tahuantinsuyo.
27 Del quechua, Tawantinsuyo en una palabra compuesta que significa; tawa/cuatro y suyu/región, Cuatro
Colón. Tipos y Formas de Comunicación en Mesoamérica y los Andes. La Paz: CIBEC, 2008. p. 66.
29Refiere a todo tipo de deidades incas como los santuarios, templos, ídolos, tumbas y todo lugar sagrado.
30Se trata de una de las fiestas más importantes del imperio, que incluía rituales, ceremonias y sacrificios humanos
y acceda al trono, pues ya tenía un cargo político en el gobierno. El hecho provoca que su hermano Atahualpa, de
mayor experiencia militar, inicie una guerra civil en reclamo del trono, que finalmente logra conquistar tras vencer en
la guerra a su hermano el año 1532.
del incario, cuyo sistema de vida se había basado en el trabajo comunitario, que terminaría
abruptamente con la llegada de los conquistadores europeos.
La cultura andina es un campo donde se recrea la vida propia de los indígenas, así, no
es casual la coincidencia geográfica entre el espacio andino y la extensión del imperio inca,
en una cierta época histórica, dando a lugar a una identificación de lo andino con lo
incaico33, donde conviven la unidad -quechua-aimara- antes que la fragmentación.
«Ambas culturas se complementan entre sí. En el fondo, no hay una diferencia de
mayor consideración como para poder hablar de una religión exclusivamente
quechua o aimará puesto que, en el periodo incaico, los aimaras fueron respetados
y legitimados como un Suyu y una cultura dentro del imperio del Tawantinsuyu,
denominado Kollasuyu que, por supuesto, era el más grande de los cuatro suyos
[sic]».34
De esta forma, los aimaras y quechuas creían, y creen con ciertas variaciones, en un
pariverso35 en el que todos los elementos que la componen son resultado de la unión entre lo
masculino y lo femenino36. La cosmología, cosmogonía y mitología indígena andina relatan37
que el dios creador, Jacha Apu Tata38(grande/inmenso/padre/dios), ordena el cosmos y sus
componentes de manera holística, armónica y sistémica en tres planos o niveles paralelos,
pero están relacionados entre sí: el primer nivel; alax pacha (lejos/allá/tierra), que es donde
se encuentran las divinidades y cuerpos celestes, el cielo, las estrellas, los astros, los rayos, el
arcoíris, las nubes y el sol; el segundo, el ak’a pacha (aquí/tierra) o mundo terrenal donde
conviven39 los hombres y demás seres de la tierra, las plantas, los animales, los cerros, los
lagos, etc. y los espíritus; finamente, eltercero, mank’a pacha (adentro/abajo/tierra) o
mundo de las profundidades, donde se encuentran los espíritus malignos 40. En este sentido, la
unidad entre ser humano y los fenómenos de la naturaleza convergen en un solo lenguaje,
en la convivencia de indígenas: dios grande, dios naturaleza.
Por otra parte, la religiosidad en el mundo andino es dominante; es una sociedad que
atribuye todos los acontecimientos a hechos sobrenaturales. El Jacha Apu Tata se constituye
en una especie de trinidad, que comprende tres dioses: Wiracocha41 (creador supremo de
todo), Pachacamac (dios del bien) y khuno42 (dios del mal).
33ESTERMANN, J. Filosofía Andina. Sabiduría indígena para un mundo nuevo. La Paz: Instituto Superior Ecuménico Andino
de Teología,2ª ed., 2009. p. 69.
34 INTIPAMPA, C. Opresión y aculturación. La Evangelización de los Aimaraes. La Paz: HISBOL, 1991. p. 17
35 El pariverso hace referencia a la armonía entre el tiempo y el espacio en un orden tetra-cósmico:
1) Hanaq pacha o Alax pacha; representa la supra conciencia, espacio y tiempo superior, de arriba y afuera.
2) Kay pacha o Ak’a pacha; representa la conciencia, espacio y tiempo este, del aquí y ahora.
3) Uku pacha o Mank’a pacha; representa la subconsciencia, espacio y tiempo interior, de abajo y adentro.
4) Hawa pacha (más allá de la conciencia); Espacio y tiempo de afuera.
36A diferencia del pensamiento occidental que menciona un universo y un solo creador o dios supremo.
37 En términos generales, las culturas andinas comparten esta explicación del génesis, aunque mantienen sutiles
quechua).
39 Hacen especial énfasis en que no solamente viven, sino conviven.
40 Algunos documentos los presentan en quechua como janaq pacha, kay pacha y ukhu pacha respectivamente,
tipo utilitario al dios supremo. Se encarga de castigar a los hombres y volverlos buenos si acaso hicieron mal.
«Para los aimaraes en el Perú del s. XV, viracocha/Pachacamac era un ser supremo,
el creador del universo que representaba también las fuerzas vivas de la naturaleza
y su evolución. Pachamama no era tanto una diosa de la tierra, sino una
manifestación de Viracocha en cuanto que da la vida y la sustenta. Es una especie
de símbolo del propio espacio humano, del ayllu (la comunidad) y de sus sayañas
(las parcelas de cultivo). Al mismo tiempo que se le rinde culto se le pide su
intersección ante Viracocha y se respeta su limitación en cuanto es una tierra que
no puede ser explotada sin límites. Asimismo, adquiere trazos de una entidad
protectora del equilibrio ecológico. El culto a los Apachetas (los puntos más
elevados de los caminos en la sierra) y a los Achachilas las montañas altas de los
andes) representa gestos de veneración y respeto al creador supremo de todo lo
que se manifiesta de manera más impresionante en estos lugares destacados de su
creación y un pedido de intercesión ante el ser supremo [sic]». 43
La cultura andina no puede ser entendida de forma aislada de su contexto, pues ésta se
mueve a partir de un todo en el que existe relación y reciprocidad entre sus partes. Mantiene
un fuerte lazo y sentido de pertenencia con la naturaleza, a partir de la devoción y el
misticismo al planeta tierra, a quien llaman Pachamama,47 como la madre y el origen de
todo. El hombre y la mujer sólo se constituyen en seres de paso, para quienes la naturaleza
dispone de los medios y recursos necesarios para su adecuada sobrevivencia, pues son parte
de la naturaleza y no la naturaleza propiedad de éstos; por ello, éstos no asimilan el
concepto de propiedad privada o individual, pues su concepción siempre será social: lo
colectivo por encima de lo particular.
43HELM, F. La Misión Católica durante los Siglos VVI – XVII: Contexto y Texto. Cochabamba: Verbo Divino, 2002. p. 127.
44 Llamado Nuna en quechua.
45 La enfermedad, es concebida, como el alejamiento o distanciamiento que hace el ajayu del cuerpo.
46 HELM, F. Opus cit. p. 128.
47 De quechua Pacha – Tierra y Mama – Madre, puede asimilarse como “Madre tierra”. De gran importancia para la
y sus normas de mercado, donde todo lo que produce rédito es comercializable. La naturaleza fue parte de la
Entonces, la escritura, significación, lengua y mensaje - lenguaje del Khipu, tejido, tokapu,
quillca, pallar, pinturas, petroglifos, geoglifos, arte mobiliar rupestre y decoraciones en vasijas
y objetos de barro tienen, de alguna u otra manera, un vínculo con la naturaleza: colores,
tipos de colores, formas, esencia básica, etc.
lógica de mercado, por lo que no existe unidad ni complementariedad entre ser humano y naturaleza; ambos son
mundos equidistantes.
49También llamado principio holístico.
51MEDINA, J. Ch´ulla y Yanantin.Las dos matrices de civilización que constituyen a Bolivia. La Paz: Garza Azul, 2008. p.
16.
52ESTERMANN, J. Opus cit. p. 136.
Todos estos principios tienen que ver con el día a día del ser andino, en el que está la
relacionalidad del todo con el todo (antes – después), vive en una realidad de
correspondencia armoniosa (izquierda – derecha), coexiste con el complemento de los
opuestos (hombre - mujer) y de los actos sanos de compensación (dar - recibir).
Así, existieron cronistas como Cristóbal de Molina 58 y Juan Betanzos,59 que omitieron
deliberadamente en sus obras relatos de los dioses andinos o intentaron buscar similitudes
entre la religión andina y la cristiana, para poder usarla y facilitar la evangelización como lo
hizo Bartolomé de las Casas60 y su explicación de los dioses, desordenando
premeditadamente sus categorías, colocando al mismo nivel a Wiracocha, Inti y las Huacas y
Es decir, para el indígena el yachay está presente en las manos y los ojos de las personas
que producen y «escriben» los Khipus, los diseños textiles, los tokapus, las quilcas o quillcas, los
pallares, las pinturas rupestres, los geoglifos, las decoraciones en vasijas, etc.
2.1.3.1. El Khipu
Es un vocablo quechua que significa nudo o cuentas (contar) por nudos, y que podría
tener una antigüedad de aproximadamente siete siglos anteriores a los incas, como lo
demuestran los hallazgos en tumbas o templos pertenecientes a otras culturas como la
61 Explorador, cronista e historiador (Badajoz, 1520 - Sevilla, 1554). Autor de la obra Crónica del Perú, libro dividido y
organizado en cuatro partes.
62 HELM, F. Opus cit. p. 126.
63 RENGIFO G. La enseñanza de estar contento. Educación y afirmación cultural y andina. Lima: PRATEC, 2003. p. 85.
64Ibídem. p. 103.
65 La escritura varía dependiendo el autor. Khipu es la escritura quechua, mientras que la utilización de Quipu, ya se
Tal como señala Urton, existen khipus con pocos cordeles colgantes, mientras que otros
sobrepasan los 1500 cordeles colgantes «[…] en términos generales, un khipu, está
compuesto de una cuerda principal o primaria, a la cual están fijados un numero variable de
los denominados cordeles colgantes».69 El autorconsidera que los khipus funcionan mediante
un sistema binario de codificación, con valores convencionalizados, al igual que un sistema
computacional binario moderno.70
Los khipus vendrían a ser sistemas escriturarios que usan logogramas como si fuesen
grafemas, pero con un componente verbal que habría sido desarrollado como solución a los
problemas sociales y, en este caso, a la ausencia de documentación 71.
«Aquellos quienes han adoptado esta interpretación alternativa, generalmente ven
los diversos rasgos de construcción de los khipu como transportando y
comunicando lo que deben haber sido propiedad lógicas y sintácticas, y valores
semánticos, ampliamente compartidos, de manera tal que un adecuadamente
capacitado khipucamayuq trabajando en la burocracia estatal pudiera haber
http://www.precolombino.cl/exposiciones/exposiciones-temporales/exposicion-quipu-contar-anudando-en-el-
imperio-inka-2003/los-distintos-usos-del-quipu/otros-aspectos-del-quipu/. Consulta: [17/04/2018].
69URTON, G. Opus cit. p. 5.
70Ibídem, p. 28.
71 ARNOLD YAPITA, D. Opus cit. p. 43.
recogido cualquier khipu producido dentro de la tradición de producción de estos
sancionada por el estado, y leer o interpretar la información contenida en este
registro. Esta última habría constituido un sistema integrado de conocimiento,
habilidades y prácticas comunicativas que estoy seguro calificarían, en los ojos de
la mayoría de teóricos sobre escritura y grafía como sistema de escritura».72
El khipu, entendido como una forma de registro, tiene sus primeros antecedentes en
escritores como Garcilaso Inca de la Vega, Cieza de León, Guamán Poma, Bartolomé de las
Casas y Juan Betanzos entre otros, quienes indican que este sistema sirvió para inventariar
datos como censos, crímenes, castigos, ganado, hechos históricos, hazañas militares,
alimentos, bienes manufacturados, armamento, etc.
Son muchos los estudios antropológicos que sugieren que los diseños textiles sonuna
forma de escrituray un elevado sistema de comunicación. La antropóloga Gail Silverman 81,
plantea la existencia de un emisor, un mensaje y un receptor, es decir una tejedora, un tejido
y un destinatario capaz de comprender el significado del color y los motivos. El diseño textil es
un sistema tan completo que llega a convertirse en un verdadero libro de sabiduría en
función a los signos con el terreno, su forma, su color, escala y relación con otras
representaciones, es decir, un conjunto de elementos nominales, a los que se agrega los
verbos de acción necesarios para darles sentido 82.
205.
81SILVERMAN, P. G. El tejido Andino: Un Libro de Sabiduría. Perú: Banco Central de Reserva del Perú. Fondo Editorial,
Arnold plantea que los diseños textiles son formas andinas de escritura, caracteriza al
diseño en los tejidos andinos, como una «escritura diferente, tejida y trenzada, trazada en el
suelo, vocalizada y leída de una manera distinta». A partir de ello encuentra que «las
gramáticas andinas están más difundidas a nivel textil, visual y oral…el tejido expresa el habla
de sus tejedoras sobre sus vidas y territorios». Pero además expresan aspectos vinculados a la
producción agrícola, las fiestas, el territorio, sus prácticas, etc.85Hace una clasificación del
diseño textil desde la perspectiva de diversos autores, lo cuales estudian los diseños desde la
semiótica, la etnohistoria y la hermenéutica.
«En paralelo, se ha de considerar la naturaleza textil, desde por lo menos tres
corrientes disciplinarias. Desde la semiótica (por ejemplo Cereceda 1978), se ha
asomado a los textiles andinos no tanto como la escritura en sí, sino como “textos”
para ser descifrados semióticamente como objetos, pero en un análisis desde
afuera, y no tanto como los productores mismos pensaban los textiles y los diseños.
Desde la etnohistoria (por ejemplo Gisbert et al. [1988]), se ha considerado los
textiles como recursos iconográficos para explicar la etnohistoria de distintas
regiones. Y desde la hermenéutica (por ejemplo Prochaska 1990), se ha indagado
sobre el significado de los diseños textiles, como si estos fueran inmutables, y como si
los productores tuvieran los mismos criterios estéticos que nosotros en su
elaboración».86
Los tokapus son definidos como aquellos «[…] diseños polícromos geométricos de
múltiples formas (cuadrados, rectángulos, rombos, y de otras figuras) que, siempre
enmarcados en cuadros, aparecen en varios soportes de diferentes culturas andinas […]»89,
sobre todo en prendas de vestir suntuosas y ceremoniales.
Los tokapus son vestimentas especiales para nobles y jerarcas incas. Consiste en una
túnica con figuras cuadradas o ajedrezadas de múltiples colores o geométricas, que están
vinculadas a la heráldica y genealogía de las familias nobles incas.
De Rojas afirma que los tokapus son, «[…] unas figuras geométricas enmarcadas dentro
de cuadros que pueden estar aislados (siendo únicos), o estar alineados en fajas de sucesión
horizontal o vertical».91 Es decir que éstos vienen a ser representaciones expresadas en textiles
con variedad de símbolos geométricos, figuras y colores.92
«Los tocapus son cuadrángulos rellenos con motivos de varios colores,
geométricos o figurativos estilizados, que aparecen en forma de series en los
tejidos y vasos ceremoniales del periodo inca y de los inicios del periodo colonial.
Un mismo motivo puede ser representado en diferentes combinaciones de colores
y con orientaciones variables. Varía o cambia igualmente el ordenamiento de los
tocapus en los textiles, pues a veces forman hileras horizontales o se encuentran
alrededor del cuello del unku. También existen túnicas enteramente cubiertas por
dichos motivos y otros cuya superficie está salpicada con ellos. La geometrización
característica de los tocapus no resulta de ninguna obligación técnica del tejer,
pues se trata sistemáticamente de tapicerías, lo que permite representar cualquier
clase de motivos [sic]» 93.
Los tokapus fueron de uso distintivo y excepcional de los monarcas incas, altos
dignatarios y funcionarios del imperio, sacerdotes de alto rango y jefes militares. Éste no era
cualquier tipo de textil, solamente podían ser cumbis94y eran elaborados por las
mamacunas95, quienes le daban singularidad y exclusividad a cada uno de ellos, sin llegar a
repetirlos. Sólo eran elaborados a partir de un pedido especial.
EECKHOUT, P. y DANIS, N. “Los Tocapus Reales en Guamán Poma ¿Una Heráldica Incaica?”.
93
98 VARGAS, P. y ECHEVARRIA LÓPEZ, G.T. “Una propuesta para la secuencia de tipos de escritura en la Costa Central
del Perú”. Boletín Oficial de la Asociación Peruana de Arte Rupestre, 2013. Vol. 4. n° 15 – 16. p. 665.
99Ibídem., p. 669.
100 BELTRÁN, R. et al. Opus cit. p. 250.
101 SALCEDO SALCEDO, J. Los jeroglíficos incas: Introducción a un método para descifrar tocapus-quillca. Bogotá:
Los pallares son porotos, alubias o frijoles grandes, a los cuales se les pintó signos y/o
realizó cisuras. Estos eran separados en pequeñas bolsas en función al color, los dibujos o las
hendiduras y la ostentan varias culturas preincaicas.
«Los pallares son una especie de grandes porotos o frijoles manchados, que en
botánica reciben el nombre de “Phasealus lunatus”. La escritura consiste en signos
pintados o incisos, que aparecen en formas variadas, predominando las rayas
paralelas, escalonadas y zig-zag, círculos pequeños o puntos, y otros motivos. Lo
que no ha podido interpretarse todavía, es el significado de estos».102
Los arqueólogos sugieren que este tipo de escritura, denominada también pallariforme,
era de tipo ideográfica y era transportada y entregada por los chasquis, quienes los
transportaban en bolsas especiales103 .
Rafael Larco planteaba que los pallares fueron usados ya por la cultura Mochica,
Nazca, Paracas, Tiwanacu y Lambayeque, mediante sus emisarios, descifradores y escribas
especializados.
102TANODI, M. “Escrituras Americanas Precolombinas de los Andes Centrales”. Revista Científica Historia. Instituciones.
Documentos, 1994, n° 21. p. 455.
103 Jóvenes incas que se desplazaban a la carrera y cuya función era la de entregar mensajes a lo largo del
Tahuantinsuyo.
104LARCO HOYLE,R. “La Escritura Peruana sobre pallares”. Revista Geográfica Americana. 1943, Año XI, Vol. XX, n° 123.
Estos pallares perdieron vigencia durante la Colonia, no obstante aún eran utilizados e
intercambiados en función a su color, tamaño o sexo107, del cual resultaba algún significado.
Se usaba además con mucha frecuencia como fichas de juegos, permuta y compensación.
Todos estos elementos son considerados, por algunos investigadores, como una forma
de escritura iconográfica, sean estos petroglifos, geoglifos o arte mobiliar.
La piedra se constituyó en una recurrente materia prima de las culturas andinas, las
cuales sirvieron para hacer esculturas, centros rituales, ceremoniales y objetos de uso común.
Figura 7. Dorso de la
serpiente, Sitio
arqueológico el Fuerte de
Samipata. Santa Cruz –
Bolivia.108
Todas las culturas hicieron uso de la cerámica, para sus necesidades primarias, y a su vez
le dieron un uso en rituales funerarios y religiosos, dándole un sentido y significado simbólico.
Su uso estaba vinculado a su técnica de elaboración, es decir, a sus representaciones
visuales como sus dibujos, pinturas, texturas o formas. 112
libertad ofreció y pago, grandes cantidades de oro a los conquistadores, quienes tras recibir el mineral lo acusan de
conspiración a la corona española, lo juzgan y sentencian a muerte, siendo ejecutado por estrangulamiento.
Atahualpa es considerado el último gobernante del imperio Inca.
118 Poseía dos coronas, el de Carlos I de España y el de Carlos V Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Figura 9.Mapa Virreinato del Perú en 1775, Autor: Rigobert Bonne (Lattre
1775).119
Los primeros años del asentamiento colonial estuvieron marcados por los
enfrentamientos entre partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro 122, en la llamada
Guerra Civil, que fue provocada por el nombramiento de Pizarro como primer gobernador y
Venezuela.
121MESA GUISBERT, C, DE MESA J. y GUISBERT, T. Historia de Bolivia. 7° ed. La Paz: Gisbert, 2008. p. 95.
122Explorador (España 1475 – Perú, 1538), participó en la conquista de Perú y fue el primero en explorar Chile y Bolivia.
la que los Almagristas consideraron como una desigual repartición de tierras para explotar y
aprovechar.123
una de las más pobladas del mundo, razón por la que recibió el título de Villa Imperial, por parte del rey Carlos I.
127 El más alto tribunal de apelación de la Corona española en América.
128 Actualmente Sucre.
129MESA GUISBERT, C, DE MESA J. y GUISBERT, T. Opus cit. p. 98.
130PINTO YÉPEZ, E. M. “La escritura colonial, como expresión del mestizaje y de la identidad hispanoamericana”.
Revista de Artes y Humanidades UNICA. Universidad Católica Cecilio Acosta Maracaibo, 2007, vol. 8. núm. 19, p. 206.
el siglo XVIII; historia del encuentro real de la civilización española y la civilización
indiana: Perú y la Nueva España; historia del encuentro de dos culturas,
caracterizadas por el mismo nivel de sofisticación, y desconociendo cada una de
ellas su propia existencia».131
Así se produce un extendido y violento proceso de colonización que, entre otras cosas,
destruyó gran parte del capital cultural del nativo. Lo que se pretendía con la evangelización
era «[…] darle forma social al indígena, equiparlo para la nueva sociedad que se planteaba
construir, para así integrarlo al nuevo orden español…»134, la transmisión de la doctrina
cristiana, fue la tarea base de los misioneros, para someter y convertir al aborigen, «Mientras
que un extendido mestizaje contribuía a la homogeneización étnica, la creciente
diferenciación clasista y el sistema de castas, reforzaban la heterogeneidad social».135
131Ibídem. p. 209.
132LANDABURO J. “Oralidad y escritura en las sociedades indígenas”. En: 2º Congreso latinoamericano de Educación
bilingüe intercultural, Santa Cruz de la Sierra, 1996. p. 12.
133Ibídem, J. Op. Cit. p. 17.
134 MORIN GONZÁLES, A. “Catecismo Testeriano: Una Lectura de evangelización”. En: XVIII Encuentro Nacional de
Investigadores del Pensamiento Novohispano, San Luis Potosí: Universidad Autónoma de San Luis Potosí. 2005. p. 867.
135GUERRA, S. “Etapas y procesos en la historia de América”. Cuadernos de Trabajo, n° 2, Veracruz: Instituto de
económicos, ya que el interés de la corona era tener mayor cantidad de súbditos y por lo tanto, mayor cantidad de
tributantes.
«Los cronistas que llegaron a Perú, durante su conquista y colonización, no fueron los
mejores historiadores ni, por supuesto, escritores avezados, que llevados por sus
propias observaciones y conocimientos sobre la escritura, la alfabética, buscaron
algo similar y como no la hallaron, negaron su existencia, sin tratar de encontrar una
forma alternativa. Como no la buscaron, no la vieron». 137
María Tanodi afirma que si bien los cronistas como Pedro Cieza de León, Fray Martin de
Murúa138, Antonio de la Calancha139, Gutiérrez de Santa Clara140, Fray Domingo de Santo
Tomas141, Polo de Ondegardo142 y Pedro Sarmiento de Gamboa143rechazaron que los
indígenas tuvieran escritura, todos hicieron mención a los khipus como una forma de registro.
Los khipus, las piedrezuelas y los granos de maíz como un sistema de contabilidad y
forma de escritura fueron conocidos por los cronistas y religiosos españoles, desde un inicio,
pero desvalorizados y despreciados permanentemente pues dentro de su concepción
etnocéntrica, las culturas que escriben, son más evolucionadas que las culturas orales. «La
teoría de “la gran división” postulaba que la escribalidad contribuía a un orden de
pensamiento elevado y al desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas, por lo que se
distinguían las “primitivas culturas no escribales” de las avanzadas culturas escribales [sic]». 145
General de los Indios de los Reynos del Perú (1560) y Lexicon o Vocabulario de la Lengua General del Perú (1560),
entre otros.
142 Cronista, encomendero y funcionario real (España, 1500 – Bolivia, 1575). Autor de varias obras sobre los ritos,
movidas.
145VIGIL, ONTIVEROS, N. “Pueblos Indígenas y Escritura”. [En Línea]. Construyendo Nuestra Interculturalidad. 2006, n° 3
La escritura cumplió entonces una función ternaria; política, religiosa y legal, de posesión
ideológica, de evangelización y de legalización. Se creó un vínculo entre la escritura
alfabética y la dependencia cultural de los autóctonos que, por su lógica de desarrollo, no
conocían ni necesitaban del alfabeto, ya que sus modelos de pensamiento eran armónicos
con sus prácticas sociales y culturales; por ende, la imposición de alfabeto sólo ocasionó un
trauma cultural irreparable.
146 VIVAS HURTADO, S. “Vasallos de la Escritura Alfabética: Riesgo y Posibilidad de la Literatura Aborigen”. Estudios de
Literatura Colombiana, Antioquia: Universidad de Antioquía, 2009, p. 21.
147 BELTRÁN, R. et Al. p. 225.
148 VIVAS HURTADO, S. Opus cit. p. 18.
La ocupación colonialista terminó por consolidarse a través del usufructo territorial y
despojo material de las tierras y bienes de los originarios 149, por medio de la escritura de cuyo
carácter sagrado otorgado se abusó.
«La escritura alfabética parece haber comenzado su lento proceso de penetración
en las comunidades indígenas a partir de las tasas generales o provinciales. Se trató
de un proceso de «colonización» de los sistemas de información nativos que no
eliminó los mecanismos contables internos sino que, más bien, resaltó su utilidad e
importancia para las autoridades locales, incluidos los caciques, los quipucamayos y
los mismos corregidores que interactuaban lejos de la corte virreinal.».150
A partir de la obligación del idioma, que era empleado como estandarte de poder,
surge el conflicto entre las culturas orales y sus diferentes formas escritas 151 y se convierte en
la culminación de un proceso de imposición del poder en todas sus instancias (religiosa y
legal).
Por tanto, la conquista europea en los andes americanos no sólo supone una conquista
política y religiosa, sino fundamentalmente cultural, y en ella la obligación del uso forzoso e
inevitable del sistema alfabético.
«En este escenario, el aparato colonial imponía el poder de los documentos escritos
a través de distintas medidas, algunas excepcionales, otras cotidianas. Pero el
paulatino retroceso de los quipus y de las técnicas de registro y contabilidad a ellos
asociadas se produjo no solo por la preferencia de virreyes y corregidores o por las
disposiciones y sanciones oficiales del Estado y de la Iglesia, sino que también fue un
proceso desde adentro». 152
Según Curatola, fue a partir de 1580 cuando se produjo una profunda « […] interacción
de algunas comunidades andinas con la escritura alfabética. Rasgo típico de la interacción
de sistemas, escribanos y contadores quipucamayos se hacían cargo ahora de los bienes de
la comunidad, pero una decisiva renovación generacional estaba en curso»153 y había
surgido ya una nueva generación de líderes indígenas que, al parecer, había interiorizado el
discurso colonial sobre la superioridad y conveniencia de la escritura. Ajustando ese discurso
a su propia carrera ascendente, confiaban en ella mientras estuviese en sus propias manos.
149 Para entonces las tierras eran comunitarias, los indígenas no conocían el concepto de propiedad privada de las
tierras.
150 CURATOLA PETROCCHI, M. y DE LA PUENTE LUNA, J. C. Contar Concertando: Quipus, Piedritas y Escritura en los
Andes Coloniales. En: El Quipu Colonial. Estudios y Materiales. Lima: Pontifica Universidad Católica del Perú, 2013.p.
194.
151ROSAS, CRESPO, E. “Ficcionalización de la oralidad y fetichización de la escritura: dos constantes en la narrativa
colombiana actual”. Espéculo, Revista de estudios literarios [en línea]. 2005, marzo – junio, n° 19. [fecha de consulta
21 de septiembre 2017]. Disponible en: https://webs.ucm.es/info/especulo/numero29/index.html
152 CURATOLA PETROCCHI, M. y DE LA PUENTE LUNA, J. C. Opus cit. p. 215.
153Ibídem, p. 215.
como Titu Cusi Yupanqui154, Garcilaso de la Vega155, Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui
Salcamaygua156 y Felipe Guamán Poma157 que adoptaron el sistema escritural alfabético
para narrar y representar el día a día de la vida colonial.
El inicio de la evangelización de indígenas no fue tarea fácil puesto que los indígenas no
concebían al dios español que venía a salvarlos, así que los conquistadores procedieron a
destruir todo lo que ellos consideraban blasfemo, por ello, muchas obras del arte
prehispánico fueron destruidas al ser consideradas demoniacas.
Con el paso del tiempo, la población indígena fue asimilando la religión cristiana como
suya y fue ésta quien terminó creando una nueva iconografía, producto del sincretismo entre
la cosmovisón indígena anterior a la conquista y la religión católica impuesta, lo cual hizo
que nacieran artistas indígenas que eran requeridos por caciques y doctrineros, que
encargaban las pinturas y sugerian temas, a fin de compatibilizar la nueva doctrina cristiana
con la religion de los tiempos prehispanicos. 161
154 Tercer monarca inca en el Reino de Vilcabamba, (Cuzco, 1526 - Vilcabamba, 1570), Hijo del primer monarca de
Vilcabamba (Manco Inca), autor de Introducción al Licenciado Lope García de Castro en 1570.
155Gómez Suárez de Figueroa, apodado Inca Garcilaso de la Vega (Perú, 1539 – España, 1616).
Escritor e historiador de ascendencia inca y española.
156No se tienen datos exactos de su nacimiento y defunción. Cronista e historiador, autor de la obra Relación de las
Por tanto, «la evangelización fue un pretexto. Convertir a los naturales en siervos del
señor para que así los indios tengan alma fue uno de los varios argumentos utilizados para
Todo, el mundo imaginario era demoniaco y como tal bebería ser destruido. Ese
mundo del otro era interpretado como lo negativo, pagano, satánico e
intrínsecamente perverso. El método de la tabula rasa era el resultado coherente, la
conclusión de un argumento: como la religión indígena es demoniaca y la europea
divina, debe negarse totalmente la primera y simplemente comenzarse de nuevo y
radicalmente desde la segunda enseñanza religiosa»166
A lo largo del siglo XVI, los militares españoles llegaron al continente recientemente
conquistado, junto con misioneros franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas, quienes
Comunicación”. Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicación. Buenos Aires: Universidad de
Palermo. 2007. N.31. p. 14.
168 GISBERT, T. Opus cit. p. 5.
hicieron (en mayor o menor medida) esfuerzos por asimilar la lengua y comprender la
cultura de los indígenas y a su vez, instruirlos en el dogma católico, a través de sus
mecanismos e instrumentos mediáticos propios.
Los reyes Fernando e Isabel, apodados los Reyes Católicos, aseguraron su pertenencia
de los nuevos territorios conquistados a través de la Bula Papal, otorgada por Alejandro VI, el
3 de mayo de 1493169; con ésta recibieron un documento de carácter legal en relación a la
propiedad perpetua de dichos territorios. Posteriormente se dictarían otros documentos
papales que confirmarían el hecho. Una vez que los nuevos territorios pasaran a propiedad
de la Corona Española, se convirtieron en bienes realengos, los cuales se transmitían por
sucesión hereditaria. Uno de los principales objetivos de la corona fue la evangelización de
las nuevas tierras.
La iglesia necesitaba de un texto consagrado, que fuera manejado por sus misioneros,
los cuales debían popularizarlos y universalizarlos, para poder llegar a su población meta, es
decir los indígenas y convertirlos en el referente moralizador; para ello se les imparte las
enseñanzas cristianas, la dimensión de lo «sagrado», el cual simplemente podía ser
interpretado, pero no discutido. Este texto sagrado popularizado es llevado a los indígenas
americanos como dogma, es decir como verdad.
Del griego katechismós, que significa enseñanza oral, los cristianos griegos denominaron
catequesis a la enseñanza y a los contenidos dados a los catecúmenos, expresión que sería
recogida y adoptada más tarde por los cristianos latinos del norte de África. El
catecumenado de la iglesia pasó por diversas etapas desde el reconocimiento con el
nombre de catecismo, que San Agustín le había dado a su preparación para el bautismo o
el catecismo Maior de Gregorio de Nisa. «Con la práctica casi exclusiva del bautismo de
niños, «catecismo» pasa a denominar las preguntas hechas a los padrinos en la liturgia del
bautismo, principalmente las preguntas respecto de la fe y del padre-nuestro, doctrinas estas
que los padrinos prometen transmitir más tarde a los ahijados. En esta época los padrinos
adquirieron el nombre de «catequistas». En la edad media, «catequismo» paso a significar
toda la instrucción religiosa». Desde entonces se conoce (con sus particularidades) variedad
de catecismos, como los catecismos Pre Tridentinos, el catecismo de Roma, el catecismo de
Trento o los llamados catecismos de misión, utilizados durante la colonia. 171Con el término
catecismo;
«[…] se ha designado en todos los tiempos al “libro” que contiene la exposición
elemental de las verdades fundamentales del cristianismo. Bajo este aspecto, el
catecismo, es un manual popular, una especie de resumen exacto y fiel de la
doctrina cristiana, que solamente incluye las verdades ciertas del dogma y de la
moral. Mediante su aprendizaje se les ofrece a los catecúmenos, y a los fieles en
general, la ocasión de asimilar todo aquello que les es necesario para constituirse
en cristianos suficientemente instruidos, conscientes de lo que deben de creer y
practicar para no malograr su salvación a causa de la ignorancia voluntaria o
culpable. Estos libros, por tratarse de una enseñanza elemental, siempre han sido
redactados o formulados con un estilo claro, preciso, fácil de comprender y retener,
para de este modo facilitar la correcta asimilación de su contenido y facilitar el
diálogo entre el catequista y sus discípulos». 172
Hijo y Espíritu Santo y que Cristo se encarnó para redimir a la Humanidad, es el Mesías. Fue crucificado en tiempos de
Poncio Pilato, resucitó al tercer día y encomendó a sus discípulos y seguidores a anunciar su mensaje por todo el
mundo.
(confesión religiosa) y normativas de comportamiento, es decir, el cómo vivir la fe. En síntesis,
el catecismo debe mantener a un grupo, en el caso que nos ocupa, los indígenas, fiel a la
doctrina de la iglesia católica.
El proceso de evangelización intentó por la razón y por la fuerza cambiar los hábitos de
vida de los indígenas, buscando adoctrinar y transformar su forma de concebir e interpretar
su vida. Para ello, los misioneros se valieron de ciertos catecismos conocidos como
catecismos indianos, llamados también catecismos hispanoamericanos.
c) Según los destinatarios: En función al público al que va dirigido (niños, adultos, etc.);
en el caso americano, además de vincular el catecismo a la edad del receptor, ésta estará
emparentada a su lugar de nacimiento u origen, es decir español o indígena.
Fueron muchos los catecismos (entre breves y largos) que se trasladaron hasta el
vasto territorio americano y que reconocieron al «otro», es decir al indígena, en mayor o
menor medida y seguramente en directa relación con su eficacia. La traducción de los
catecismos buscaba, «[…] que los indios aprendiesen y aceptasen una doctrina escrita en
174 Algunos autores también los denominan catecismos de misión, por su empleo en la evangelización.
175 RESINES LLORENTE, L. Catecismos Americanos del Siglo XVI. Castilla y León: Junta de Castilla y León, 1992. p. 20.
176 RESINES LLORENTE, L. Opus cit. p. 22.
su propio idioma y la tomasen como algo propio. De este modo también conseguirían el
reconocimiento y la identificación con el otro». 177
Los catecismos indianos son libros sobre la doctrina cristiana que se caracterizan por ser
bastante más reducidos y básicos que los originales, considerando la población a la que
estaba dirigida, las limitaciones en el manejo de la lengua y el desconocimiento cultural de
los primeros misioneros católicos. Se constituyeron prácticamente en un manual de uso para
iniciar a los nativos en la nueva vida cristiana.
Con la practicidad de estos recursos documentales, buscaban cambiar la forma de vida (y las
creencias) de los indígenas y conocer (y reconocer) «al único y verdadero dios» y vivir de acuerdo a
sus postulados morales y culturales. Los catecismos se convirtieron, entonces, en instrumentos
prácticos de gran ayuda para el portador y para el indígena «beneficiario».
Se trataba de un continente y una población diferente en todos los sentidos, y por ello
no se puede hablar de una continuación de la instrucción del catecúmeno,178 en términos
tradicionales, sino del inicio de un proceso distinto en el cristianismo.
«La diferencia fundamental estriba en que se trata de un contexto diverso, por lo
que no se puede hablar de un catecumenado de nuevo cuño. El catecumenado
clásico de los primeros siglos de la iglesia trato de ofrecer un recorrido de acceso a
la fe, a personas que, si bien eran paganos, participaban con los cristianos del
mismo modelo cultural de referencias. No es este el caso de españoles e indios con
sendas culturas entre sí, y que se van intercomunicando bien por la imposición, bien
por la tolerancia. Pero aquí hay una confrontación de mentalidades que imposibilita
para hablar del catecumenado por transferencia».179
Se presenta, por tanto, un nuevo paradigma que desde la visión cristo-céntrica europea
está vinculada a su «[…] barbarie: desnudez en hombres y mujeres, sacrificios humanos,
poligamia, borracheras sagradas,…»180 e intenta extirpar de raíz estas costumbres indígenas
que se presentan en su cotidiano vivir.
«Estas razones en conjunto nos hacen ver porque los misioneros, en vez de presentar
el cristianismo como el perfeccionamiento y plenitud de las religiones indígenas, lo
proponen como algo del todo nuevo, que entraña una rotura radical y absoluta
con todo lo de antes. Con todo: en lo que no se rozaba con lo religioso, de lejos o
de cerca, tuvieron empeño en mantener e pasado, conservaron con amor las
lenguas, conservaron los usos y costumbre cotidianas, si las creían indiferentes;
adaptaron su enseñanza al temperamento y capacidades de los indios; llegaron a
177 ZAMORA RAMÍREZ, E. “Iconografía indígena y católica en la oración del Credo" del catecismo atribuido a fray
Bernardino de Sahagún”. Los franciscanos y el contacto de lenguas y culturas. Praga: Universidad Carolina de Praga,
2013. p. 3.
178 Persona que, ante su desconocimiento, se instruye en la doctrina católica, para poder ser bautizado.
179 RESINES LLORENTE, L. Opus cit. p. 23.
180Ibídem, p. 24.
más: en los lugares de veneración de las viejas deidades, elevaron sus santuarios
más famosos».181
La experiencia era nueva incluso para los propios misioneros, que desconocían por
completo el lugar en el que desarrollarían su práctica evangelizadora ya que no contaban
con recursos formativos para ello, pues venían de una formación católica tradicional
europea.
Ante estas salvedades, los religiosos tuvieron que apelar al uso de los gestos y las
señas, «Alabaron a Dios con grandísimo gozo por ver la copiosísima mies que les ponía por
delante. Y ya que no les podían hablar por falta de su lengua, por señas (como mudos) les
iban señalando […] [sic]». 182
«Lo primero que en las escuelas les comenzaron a enseñar lo que al principio se
enseña a los hijos de los cristianos: conviene a saber, el signarse y santiguarse, rezar
el Pater noster, Ave Maria, Credo, Salve Regina, todo esto en latín (por no saber los
religiosos su lengua ni tener intérpretes que lo volviesen en ella: lo demás que
podían, por señas (como mudos) se lo daban a entender [sic]». 183
Nombrado provincial de su orden, tardo veintiún años en elaborar su obra magna que
fue finalmente publicado en Sevilla, en 1615, titulado; De los Veinte Libros Rituales y
Monarquía Indiana, con el Origen y Guerras, de los Indios Occidentales de sus Poblaciones,
Descubrimiento, Conquista, Conversión y otras Cosas Maravillosas de la Misma Tierra.
Monarquía Indiana, está organizada en tres partes185, la primera analiza el origen del mundo
y de los primeros pueblos étnicos de la región y narra su historia hasta la llegada de los
españoles. La segunda refiere a la existencia de los nobles y su impacto en la población, su
cultura, su forma de vida, sus expresiones, cosmovisión, su forma de gobierno y espacio
geográfico. La tercera refiere a la conversión cristiana y concluye con un acápite que narra
la vida y obra de algunos misioneros religiosos.
181Ibídem, p. 24.
182 MENDIETA, J. de. Historia Eclesiástica Indiana. Tomo I. Obra escrita a fines del siglo XVI, publicada por primera vez
por Joaquín García Icazbalceta. México: Antigua Librería, 1870. p. 210.
183Ibídem, p. 218
184Juan de Torquemada (España, 1557 c.- México, 1624). Fraile franciscano e historiador.
185 Se trata de un libro de tres tomos; Tomo I – del libro I al V; Tomo segundo – del libro VI al XIV y tomo tercero – del
libro XV al XXI.
transcripción en náhuatl (con alfabeto latino) de sus relatos de tradición oral, fuentes a las
que a menudo denominó pinturas.186
«Porque como los Moradores Antiguos de ella, no tenían Letras, ni las conocían, así
tampoco, no las Historiaban. Verdad, es, que usaban un modo de escritura, (que
eran Pinturas) con las cuales fe entendían; porque cada una de ellas, significaba,
una cosa, y à veces sucedía día; que una sola Figura, contenía la Mayor parte del
caso sucedido, ù todo; y como este todo de Historia, no era común à codos
[i.e.]».187
Ante las limitaciones que profería el uso del lenguaje de signos gestual en la tarea de
catequesis, los misioneros habían sumado el uso de intérpretes sobre todo para la
predicación y confesión de los indígenas, pues creyeron que, en su lengua, los indígenas
podrían entender en mejores condiciones, cuanta información les dieran los sacerdotes.
«Juntamente con esto no les faltaba la predicación de la palabra de Dios, porque
los religiosos no se atreviendo á predicar en la lengua de los indios hasta
perfeccionarse en ella, y viéndose cercados de tantas gentes y pueblos á quien
doctrinar, y conociendo que muchos de sus discípulos entendían muy de raíz las
cosas de nuestra fe que les habían enseñado, y se mostraban muy hábiles en todo
lo que ponían mano, quisieron aprovecharse de su ayuda y probar para cuánto
eran en el ejercicio de la predicación, pues en su lengua podían decir propia y
perfectamente lo que los frailes les propusiesen…Y así estando el religioso presente,
y habiéndole declarado al mozuelo sus conceptos en que antes le tenía instruido
(como intérprete del religioso), predicaba en su nombre todo lo que le había dicho:
lo cual bien entendía el religioso, aunque no se atrevía á proponerlo personalmente,
y echaba de ver si iba enteramente dicho, ó si había en ello alguna falta [sic]» 189.
Los frailes asumieron que conocer y dominar las lenguas indígenas constituía una
estrategia práctica de respuesta a la escasez de religiosos.
«Yo que escribo esto llegué á tiempo que aun no habia suficiencia de frailes
predicadores en las lenguas de los indios, y predicábamos por intérpretes. Y entre
otros me acaeció tener uno que me ayudaba en cierta lengua bárbara. Y
habiendo yo predicado á los mexicanos en la suya (que es la mas general) entraba
JIMÉNEZ VILLALBA, F. “La Monarquía Indiana de Fray Juan de Torquemada y la historia pre-azteca del Valle de
186
Los virreinatos de Nueva España, Nueva Granada194 y del Perú llegaron a utilizarón
distintos catecismos, de acuerdo a las órdenes religiosas y su razonamiento a la hora de
seleccionar o elaborar algún catecismo, cada orden religiosa, utilizaba sus recursos, de
acuerdo a su disponibilidad y/o posibilidad de acceso a estos medios instrumentales.
193 Frontispicio y contratapa: MONARQUIA INDIANA POR FRAY JUAN DE TORQUEMADA. TOMO I. TERCERA EDICION.
EDITORIAL SALVADOR CHAVEZ HAYHOE. MEXICO D.F. año (ilegible). / Primera parte. DELOS VEINTE IVN
LIBROSRITUALESIMONARCHIA Indiana, con el origen y guerras, delos Indios Ocidentales de sus Poblaciones,
Descubrimiento, Conquista, Conversion y otras colas maravillosas de la mesma tierra distribuydos en tres tomos.
COMPUESTO POR F. JUAN DE TORQUEMADA. Ministro Provincial de la Orden de Nuestro Serafio Padre San Francisco
En la Provincia del Santo Evangelio de Mexico en la Nueva España. DICO EGO OPERA MEA REGI. Seculorum
immortali et inuifibili. CON PRIVILEGIO. En Madrid en la oficina acosta de Nicolas Rodriguez Franco. Año de 1723 [sic].
194 Hoy México y Colombia respectivamente.
una pedagogía pastoral, así como los medios y recursos adecuados para la conversión
de los indígenas, los cuales revelaban una diversidad y pluralidad que complejizaba más
aún la cristianización.
«Lo disímil y variado se hacía presente en cada avance geográfico: diversidad de
los pueblos y tribus (distintos en los niveles culturales alcanzados), diversidades
políticas y sociales (distintas formas de gobierno, de organización tribal y
económica); diversidad religiosa (un factor común: idolatría y animismo, pero
acentuadas diferencias en los panteones, ceremonias, ritos y supersticiones); y, por
último, diversidad idiomática (lenguas particulares y generales), que a la manera de
una nueva Babel dejó a los primeros evangelizadores a merced de una
incomunicación total con el medio ambiente indiano». 195
Sólo este conocimiento les permitió plantear opciones didácticas a los procesos de
instrucción de los indígenas mediante recursos visuales, algo que para los indígenas no era
desconocido y facilitaba su aprendizaje. De esta forma surgieron los catecismos con
imágenes, donde los dibujos se constituían en la esencia del nuevo formato de escritura, con
modos, recursos y símbolos conocidos por los indígenas, dando inicio a un complejo proceso
de sincretismo cultural y religioso.
El uso de imágenes no fue precisamente creado por los frailes ni resultó nuevo para
los indígenas, para quienes ya era habitual este método que agrupaba lo ideográfico,
simbólico y fonético.
«Tuvieron estos benditos padres un modo de predicar no menos trabajoso que
artificioso. y muy provechoso para estos indios por ser conforme al uso que ellos
tenían de tratar todas las cosas por pinturas, y era desta manera: hacían pintar en'
un lienzo los artículos de la fe, y en otro los diez mandamientos de Dios, y en otro los
siete sacramentos y lo demás que querían de la doctrina cristiana. y cuando el
predicador quería predicar de los mandamientos colgaban Junto de donde se
poma a predicar el lienzo de los mandamientos. en distancia que podía con una
vara señalar la parte del lienzo que quería, y así les iba declarando los misterios que
«Las imágenes del adversario son intolerables cuando son imágenes de culto». Por ello,se
procedió a la destrucción y sustitución de las pinturas elaboradas por los aborígenes, que
dejaron de ser consideradas idolátricas cuando los religiosos comenzaron a utilizarlas con
fines de catequización.200
197 TORQUEMADA. Opus cit. Vol. V, Libro Quince, cap. XXV. P. 112.
198 GARCIA ICAZBALCETA, J. Op. Cit. P. 67.
199SAHAGUN, B. Historia General de las Cosas de Nueva España. México: Imp. El Ciudadano, 1829. p. 41.
200GRUZINSKI, S. La Guerra de las Imágenes De Cristóbal Colon a Blade Runner 1492- 2019. 2da ed. México: Fondo de
mayo de 1524 y se convertirían en los primeros responsables de convertir al cristianismo a los indígenas. A la cabeza
de fray Martín de Valencia, le siguieron los frailes, Francisco de Soto, Martín de Jesús (o de la Coruña), Juan Suárez,
Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente, García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco
Jiménez y los laicos Andrés de Córdoba y Juan de Palos.
trajesen sus pecados escriptos por figuras ; que esto es cosa que ellos bien saben
hacer y entender ca esta era su escritura ; é traer sus pecados escriptos, que
tampoco me podía valer ; y traían sus esripturas, y ellos con una paja apuntando, é
yo con otra también ayudándoles, confesábanse mejor y más breve, y muchos
generalmente, que por aquella vía en poco espacio satisfacían sus conciencias, y
poco mas era menester preguntarles, porque lo más lo traían escrito, unos con tinta,
otros con carbón, con diversas figuras y caracteres que solo ellos lo entienden, y
confesándose por aquella vía lo dan bien á entender [sic]». 203
Este recurso ilustrativo se había multiplicado entre los misioneros, con buenos resultados
en la enseñanza a los indios.
«Algunos religiosos han tenido la costumbre de enseñar la doctrina a los indios y
predicárselas por pinturas, conforme con el uso se ellos antiguamente tenían y
tienen, que por falta de las letras, de que carecían, comunicaban y trataban y
daban á entender todas las cosas que querían, por pinturas, las cuales les servían
de libros, y lo mismo hacen el día de hoy, aunque no con la curiosidad que solían.
Téngolo por cosa muy acertada y provechosa para con esta gente, porque hemos
visto por experiencia, que adonde así se les ha predicado la doctrina cristiana por
pinturas tienen los indios de aquellos pueblos más entendidas las cosas de nuestra
santa fe católica y están más arraigados en ella [sic]». 205
203BENABENTE, T. [MOTOLÍNEA]. Documentos Históricos de Méjico. Tomo I. [Memoriales de Fray Toribio de Motolínea].
México: En Casa del Editor, 1903. p. 111.
204DE LAS CASAS, B. Apologética Historia. Biblioteca de Autores Españoles. Desde la formación del lenguaje hasta
nuestros días. Obras escogidas de Fray Bartolomé de las Casas IV. Tomo CVI. Madrid: Ediciones Atlas, 1958,cap.
CCXXXV.
205 GARCÍIA ICAZBALCETA, J. Opus cit. p. 67.
artículos, colgando el lienzo en que estaban pintados. Y de esta suerte se les
declaró clara y distintamente y muy á su modo toda la doctrina cristiana. Y no fuera
de poco fruto si en todas las escuelas de los muchachos la tuvieran pintada de esta
manera, para que por allí se les imprimiera en sus memorias desde su tierna edad, y
no hubiera tanta ignorancia como á veces hay por falta de esto [sic]» 206.
Estos catecismos segun, J. G. Duran 207, pasaron por tres etapas muy bien definidas;
1) Pinturas (lienzos). Explicadas mediante gestos mímicos de los religiosos que todavía
no sabían la lengua, o lo hacían a través de un traductor o interprete indígena.
2) Pinturas en forma de escritura sobre papel que pueden adquirir la forma de libros
o códices, llámese escritura picto-ideográfica, jeroglífica o testeramerindiana 208.
La enseñanza de la religión por imágenes se hizo muy popular en todas las regiones y
fue utilizada por muchos misioneros de diferentes órdenes religiosas, debido a la aceptación
y los buenos resultados respecto al aprendizaje de los aborígenes. Existen importantes
catecismos en pictogramas como el de Fray Pedro de Gante o el catecismo atribuido a Fray
Bernardino de Sahagún, aunque no son los únicos.Fue probablemente el religioso Fray Pedro
de Gante209, el primero y uno de los más importantes promotores de tan particular método
de enseñanza a los indígenas con su catecismo pictográfico desarrollado, tras llegar a
Texcoco.210
Pedro de Gante llegó a la Nueva España en 1523, (antes de la llegada de los doce
misioneros franciscanos), con el propósito de atraer a los indios a la religión cristiana. Fue el
primero en asumir seriamente la enseñanza y conversión de los indígenas, gracias a su
experiencia en el quehacer educativo, y su profunda capacidad de adaptación a otros
Nueva España –México- 1572) fue uno de los primeros religiosos franciscanos en arribar a América.
210 Actualmente ubicado en México.
contextos culturales. La importancia de su trabajo radicó en la innovadora y creación de
una serie de instrumentos y recursos didácticos. 211
211LÓPEZ DE LA TORRE, C. F. “El trabajo misional de fray Pedro de Gante en los inicios de la Nueva España”. Fronteras
de la historia. [online]. 2016, vol.21, n.1, pp.90-116. p.91
212 Disponible en: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000057904&page=1. Consulta: [18/04/2018].
Figura 13. Catecismo pictográfico de fray Pedro de Gante.
Biblioteca Digital Hispánica.213
pictográficos del siglo XVI: Fuentes del conocimiento para el restaurador. Tesis Doctoral, Universidad Complutense de
Madrid, Madrid, 2003. p. 169.
216 Actualmente México.
1) la Biblioteca Nacional de Madrid, en la sección de manuscritos con la signatura: Vit.
26-9 (un ejemplar completo, más otro incompleto).
Estudiosos como Justino Cortés (1987), Pedro Zúñiga (1988) o Luis Resines (1992), no
dudan de la autoría de Gante de estos catecismos y coinciden que habría sido elaborada
entre 1527 y 1529.
El libro consta de trece apartados litúrgicos: la Señal de la Cruz Padre Nuestro, Ave
María, Credo, Salve, Confesión General, Artículos de la Fe, Mandamientos de Dios,
Mandamientos de la Iglesia, Sacramentos, Obras de Misericordia y Oración Final. También
incluye un complemento de dieciocho preguntas y respuestas sobre la doctrina
Se trata de un breve y elemental catecismo que era usado como manual para el
trabajo de los sacerdotes franciscanos con los indígenas durante la semana, para luego
dirigirse a enseñar la doctrina a lugares más alejados, ello justificaría la existencia de tres
copias del manuscrito, los cuales fueron realizados por un amanuense o tlacuilo224 distinto.225
Capítulo 1 220 TAPIA ZUÑIGA, P. “Traducción Pictográfica”. Chicomóztoc,Boletín del Seminario de Estudios
Prehispánicos para la Descolonización de México. 1988, Vol. 1-6, p. 1 [29].
221 RESINES LLORENTE, L. Opus cit. p. 122.
222Ibídem, p. 123.
223SÁNCHEZ VALENZUELA, G. M. Opus cit. 241
224Palabra derivada del náhuatl con el que se designaba a los escribas, pintores o sabios.
225 RESINES LLORENTE, L. Opus cit. p. 124.
De allí que una representación de un español armado podría entenderse como un
«nuestros enemigos», un dios indígena pasa a ser un «¡oh nuestro señor Dios!» cristiano, un
colibrí volando, pase a representar a la tradicional «paloma católica», o una típica tortilla
represente «el pan nuestro de cada día».226
Este catecismo es un manuscrito pictográfico del siglo XVI que relata la doctrina católica
en pictogramas, acompañados de un texto en náhuatl y forma parte de la «Colección de
Documentos Pictográficos» en la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología e Historia,
de la ciudad de México, con la signatura 35 - 131.227
Consulta: [18/04/2018].
Figura 15. Catecismo pictográfico de Gómez de Orozco. Instituto Nacional
de Antropología e Historia, México. 231
Se trata de un catecismo del que se desconocen todos los datos del autor o tlacuilo y
cuyo sentido de lectura es de izquierda a derecha en un formato de preguntas y respuestas.
La fecha de elaboración del manuscrito católico se sitúa entre finales del siglo XVI o
principios del XVII.
Por sus características este se clasifica dentro el grupo de los catecismos pictográficos
mixtos puesto que en su texto incluyen dibujos y paralelamente van acompañadas escritura
en náhuatl el cual tiene por función acompañar y complementar la lectura de los mismos,
aunque existen diferencias, entre el texto escrito y el texto pictográfico y se corresponden de
manera exacta ya que cada uno sigue su propia logia idiomática. 232
Consta de once páginas (carece de una hoja al final)236 que resultan del doblado de las
hojas para darle forma de un cuadernillo, con una costura central.237
233Ibídem, p. 457.
234RESINES LLORENTE, L. “Estudio sobre el catecismo pictográfico Tolucano”. Estudio Agustino. 1996. Vol. 31. n° 2. p.
245.
235Luis Resines en su trabajo de investigación bibliográfica «Catecismos Americanos del Siglo XVI» de 1992, da ciertos
detalles erróneos acerca el catecismo pictográfico Tolucano. En su publicación de1996 «Estudio sobre el catecismo
pictográfico Tolucano», los corrige y aclara.
236 J. C Duran 236 en su obra Monumenta Catechetica Hispanoamericana, V, Buenos Aires, Fac. Teológica Argentina,
1984, describe el ejemplar del catecismo pictográfico, como incompleto porque carecen de portada al inicio y de
uno o más folios al final, quedando constituido por 11 hojas de papel europeo, blanco y medidas de 16, 6 x 11 cm.,
divididas por 8 líneas horizontales, con excepción de la última hoja de sólo 6 líneas. Luis Resines afirma que estas
apreciaciones son erróneas.
237RESINES LLORENTE, L. Opus cit. p. 246.
238 Actualmente México.
Sacramentos; Mandamientos de la Iglesia; Acto de Contrición y, por último un apartado de
preguntas y respuestas.239
«Los dibujos son de rasgos sencillos e ingenuos, sugestivos y didácticos, iluminados
con colores planos utilizando exclusivamente el amarillo, verde, azul y rojo., donde
la imagen se ubica entre las líneas horizontales y se delimita por un contorno de
color negro.
Para la separación entre oraciones se distingue una columna formada por dos
líneas verticales paralelas entre sí, en cuyo interior se encuentran una serie de líneas
diagonales, que van de derecha a izquierda y viceversa formando una especie de
zig-zag (o dibujo de esterilla), seguido de esta se observa una línea ondulante y
todas ellas son de color negro» 240.
Presenta un llamativo uso de dos líneas pintadas de forma paralela, entrelazadas con
líneas diagonales, que son utilizadas como recurso de separación de oraciones, similar al
utilizado en otros catecismos pictográficos, pero elaborado con mayor detalle y color.
Los pictogramas divididos por nueve líneas horizontales no muy regulares, que definen
ocho bandas horizontales.245El sentido de la lectura es de izquierda a derecha, pasando de
la página izquierda a la derecha para cada una de las bandas.
Para indicar los títulos de cada uno de los apartados, recurre a la escritura alfabética, los
pictogramas son dibujos sencillos, cuyo tamaño de las figuras es de alrededor de 2 cm. y
emplean tres colores básicos; amarillo, verde y sepia. 246
A lo largo del documento se encuentran espacios sin usar de las carillas, la lectura es de
izquierda a derecha, pasando de la página de la izquierda a la página de la derecha.
Algunas hojas presentan iniciales «M» y «P» de los que aún se desconoce su significado o
función, así como anotaciones escritas en el catecismo que abrían sido introducidas
posteriormente, probablemente por los circunstanciales dueños del ejemplar.248
Este catecismo fue uno de los principales y más importantes medios para la transmisión
de la doctrina cristiana a los indígenas «[…] es un sistema escritural ideográfico pictórico,
presentado en libros pequeños de dibujos, que se usaba para enseñar la doctrina cristiana a
los pueblos de México».251
Fray Jerónimo de Mendieta, en sus crónicas Historia Eclesiástica Indiana, reconoce las
condiciones doctas de Testera, así como su buen humor y humildad, su buen trabajo
administrativo, pero además como un comprometido misionero que llegó a usar signos y
pictogramas en su labor cristiana.
«Venido á esta tierra, como no pudiese tomar tan en breve como él quisiera la
lengua de los indios para predicar en ella, no sufriendo su espíritu dilación (como era
tan ferviente), dióse á otro modo de predicar por intérprete, trayendo consigo en un
lienzo pintados todos los misterios de nuestra santa fe católica, y un indio hábil que
en su lengua les declaraba á los demás todo lo que el siervo de Dios decia, con lo
cual hizo mucho provecho entre los indios, y también con representaciones, de que
mucho usaba [sic]».253
l’écriture figurative des anciens mexicains; Imprimerie Nationale, Paris, 1885, desarrolla lo que llama Peintures
didactiques ou tableaux. De testera et des premiers franciscains. p. 26.
253 MENDIETA, J. Opus cit.p. 665.
Figura 19. Catecismo Pictográfico de Fray Jacobo de Testera.
Biblioteca Digital Mexicana.254
Los pictogramas utilizan dos líneas verticales rectas con una línea irregular al centro para
la separación de las oraciones, en ciertos lugares, puede apreciarse escritura alfabética (en
español y lengua nativa), para aclarar la oración, resaltar algún pictograma o concluir el
rezo (con Amen Jesús). Este catecismo tiene un formato de historias que difiere de los demás
catecismos pictográficos, por lo que se considera que fue elaborado por los hispanos o por
indígenas bajo supervisión directa de éstos, pues son muy poco parecidos a los textos
indígenas tradicionales. La mayor parte de los glifos del vocabulario no son los mismos que los
utilizados antes de la conquista y que son tan comunes en textos indígenas (nahuas).
Una vez realizada la conquista en la región de Los Andes, todos los habitantes de las
tierras del Virreinato pasaron a convertirse en súbditos del rey y por lo tanto sujetos a su
poder; la conquista territorial y espiritual se había convertido en una sola tarea, que no
permitió la pluralidad de creencias, cultos ni dioses y exigió la fidelidad absoluta y obligatoria
a la religión católica y su doctrina.
La llegada de los religiosos españoles a la región andina tuvo efecto a partir de 1558;
primero los agustinos, los dominicos y los franciscanos, más tarde los jesuitas, quienes
coincidieron en su llegada con el virrey Francisco de Toledo257 actor fundamental de la
consolidación española en la colonia. Duro y de carácter inclemente, Toledo construye y
hace funcionar un aparato político y administrativo y hace públicas sus diferencias con la
iglesia, a la que cuestionaba permanentemente su trabajo.
Pero existían otro tipo de problemas que contribuyeron al poco impacto del trabajo de
evangelización como las permanentes revueltas civiles entre españoles, la insuficiente
cantidad de misioneros y el escaso conocimiento de las lenguas originarias. El propio virrey
don Francisco de Toledo concluía que la escasa evangelización había tenido pocos
avances en las tierras colonizadas debido a estos tres factores; «lo que lleva a la
superficialidad de la fe es el desorden catequístico entre los indígenas provocado por su vida
La Compañía de Jesús260 fue una orden religiosa que tardó mucho, más que otras
órdenes, en llegar a América, pero su participación fue decisiva en la evangelización
indígena en Los Andes. Ellos, a raíz de los cambios administrativos que imponían las
agrupaciones o reducciones de los indígenas, se hicieron cargo de la evangelización, como
es el caso de Juli a orillas del lago Titicaca y centro principal de la región altiplánica. Los
principales centros Jesuitas del periodo colonial andino se habían asentado además de Lima
en; « […] el Cuzco (1576), Potosí (1576), Juli (1576), Arequipa (1582), La Paz (1582), Quito (1586)
y Huamanga (1605)».261
La mayoría de los indígenas no vivía en las ciudades, sino en los repartimientos en los
que fueron organizados; el contacto y evangelización se daban, principalmente, en las
denominadas misiones, a las que los sacerdotes solían acudir por determinados periodos de
tiempo. Estos grupos de indios tenían mayor contacto con los doctrineros263, que se les había
asignado de forma permanente.
El indígena andino tenía tan arraigados sus usos y costumbres que los misioneros optaron
por centrarse en aquellos aspectos que realmente perjudicaban y se constituían en un
verdadero obstáculo para la cristianización y su consecuente conversión, dejando de lado
aquellos aspectos considerados no perjudiciales para su transformación. En De Procuranda
Indorum Salute264, el sacerdote jesuita José de Acosta (1540-1600), escribía:
sirve de Procuranda Indorum Salute Libri Sex. El libro fue especialmente destinado a los misioneros y evangelizadores
y la temática se centró en el comportamiento que estos debían seguir; estableció ciertos parámetros éticos para el
trato a los indígenas y dio directrices en cuanto al uso de la catequesis.
«Oficio nuestro es ir poco a poco formando a los indios en las costumbres y la
disciplina cristiana, y cortar sin estrépito los ritos supersticiosos y sacrílegos y los
hábitos de bárbara fiereza; más en los puntos en que sus costumbres no se oponen
a la religión o a la justicia, no creo conveniente cambiarlas; antes, al contrario,
retener todo 10 paterno y gentilicio, con tal que no sea contrario a la razón, y fallar
así en derecho como lo ordenan las disposiciones del Consejo de Indias. En lo cual
no poco yerran algunos, ya por ignorancia de los estatutos municipales, o por celo
exagerado y prematuro de comunicarles nuestras cosas y usos». 265
Las Indias pasaron a depender de Sevilla desde 1512 hasta 1546, cuando fueron
creadas las provincias o metrópolis eclesiásticas de Santo Domingo, México y Lima y más
tarde Santa Fe de Bogotá (1564) y Charcas (1609). La primera sede Episcopal del Perú fue
creada en Tumbes en 1529, posteriormente Cusco267 en 1529 y Lima en 1541.
265 ACOSTA, J. de. De Procuranda Indorum Salute. Educación y Evangelización. Madrid: Consejo Supremo de
Investigaciones Científicas. Título del capítulo 24 del libro III. (1588 [1984]). p. 200.
266Ibídem. p. 17
267 Fue en realidad la primera sede Episcopal en funcionar.
Los misioneros sin recursos ni guías de actuación, apenas alcanzaban a hacer, lo que su
criterio e intuición les indicaban. Como parte de sus estrategias evangelizadoras fue la
traducción de la doctrina católica al quechua y el aimara. Entre algunas de las primeras
cartillas manuscritas de la doctrina cristiana que fueron traducidas al quechua sin tener
autorización para su uso, están:
- Plática para todos los indios, con una breve historia de la creación, un diccionario,
Grammatica o arte de la lengua general de los indios de los Reynos del Perú y
Lexicon o vocabulario de la lengua general del Perú de fray Domingo de Santo J
Tomás escritos durante la década de 1560.
- Una cartilla y un catecismo en lengua aimara del jesuita Alonso Barzana en 1582.
- Dos catecismos, uno breve para memorización y otro para una instrucción más de
fondo, así como una cartilla y un confesionario traducidos al quechua y aimara, por
la Primera Congregación provincial jesuita durante 1576.269
Loaysa reconoce que existían cartillas en lenguas originarias que contenían los principios
de la Fe, pero que las mismas no podían ser usadas en tanto no sean examinadas y
autorizadas.
« […] Se han hecho algunas cartillas en las lenguas de los naturales donde se
contienen los principios de nuestra fe, y porque aun no nos costa que las dichas
cartillas o algunas dellas esté traducida y corregida conforme a la propiedad y
significación de la lengua latina o de nuestro romance castellano […] así en esta
ciudad de los Reyes como en todo nuestro Arzobispado que adoctrinen y enseñen
a los dichos naturales en el estilo general que es en la lengua latina o en romance
castellano, conforme a lo contenido en las cartillas que de España vienen impresas
y, por el presente no usen de las dichas cartillas hechas en su lengua hasta tanto
que por nos, juntamente con los autores dellas y otras personas que entiendan bien
Gerónimo, Loayza. Loaysa). Hemos optado por la que nos parece la adecuada, de acuerdo a los documentos
revisados.
271Loaysa hace referencia en este su instructivo, a cartillas que habrían sido elaboradas en lengua nativa.
su lengua, sean vistas y examinadas, y de las que así están hechas, se reduzcan y
hagan una. [sic]». 272
Esta Instrucción tuvo gran influencia en los planes misionológicos peruanos posteriores,
pues sentaron las bases para el debate de los siguientes tres concilios Limenses en los que
finalmente se logró constituir y hacer funcionar el aparato administrativo, ejecutivo e
instructivo católico en los andes.273
Este Concilio fue requerido especialmente, por varios factores, ante la ausencia de
políticas misioneras, la poca influencia política de la autoridad en las colonias conquistadas,
y la necesidad de resolver las dificultades resultantes de las pugnas violentas entre
conquistadores, lo que provocaba la debilidad general del estado colonial.
El Primer Concilio Limense dividió las materias doctrinales en dos grupos diferenciados;
Constituciones de los naturales o constituciones con dictámenes para los indígenas, que
hacen un total de 40 artículos, y Constituciones de lo que toca a los españoles con 82
artículos.275
La constitución n° 37; «De lo que a los indios se ha de platicar y dar a entender», ratifica
la instrucción y especifica la sanción a la desobediencia:
« […] Queriendo poner remedio al principio en ello, S.S. ap. ordenamos y
mandamos, so pena de cincuenta pesos, que de aquí adelante todas las personas
que entendieren en la doctrina de los indios guarden la Instrucción que aquí se les
dá. Y por la presente derogamos todas y cualesquier instrucciones que acerca de
esto se hayan dado, así por Nos como por cualesquier otros perlados o jueces deste
272 VARGAS UGARTE, Rubén. Concilios Limenses (1551 - 1772). Tomo II. Lima: Carolus Gómez Martinho S. J., 1951, p.
142.
273 VARGAS UGARTE, Rubén. Concilios Limenses (1551 - 1772). Tomo I. Lima: Carolus Gómez Martinho S. J., 1951, p. 7.
274Para entonces Lima aún no era arzobispado y, como se mencionó anteriormente, estaba enfrascada en una
permanente guerra civil entre españoles consecuencia de las Leyes Nuevas de Indias del 20 de noviembre de 1542,
razón por la que la convocatoria salió en forma de sinodal.
275 Las actas de este Concilio, no fueron aprobadas por el Consejo de Indias, por lo que careció de legalidad,
aunque sirvió para establecer ciertos parámetros organizacionales, para los siguientes concilios.
276 VARGAS UGARTE, R. Tomo I. Opus cit. p. 7.
nuestro arzobispado o de los obispos a él sufragáneos. Y mandamos que las pláticas
que se les hicieren sean las siguientes [sic]» 277.
Las constituciones de lo que toca a los españoles mencionan temas sobre cómo deben
vivir, comportarse y vincularse a la iglesia, los españoles acomodados en la región.
277Ibídem, p. 28.
278VIZUETE MENDOZA, J. C. “La Iglesia peruana después de Trento”. En: CAMPOS y F.J. FERNADES de SEVILLA, dir.
El Perú en la época de Felipe II. San Lorenzo del Escorial: R.C.U. María Cristina Servicio de publicaciones, 2014. p. 179.
279 LÓPEZ LAMERAIN, C Opus cit.p. 56.
2.3.4.2. El Segundo Concilio Limense (1567-1568)
Este concilio está influenciado por los principios tridentinos después de que el mismo
Arzobispo Loaysa promulgara solemnemente el Concilio de Trento en la Catedral de Lima el
28 de Octubre de 1565.280
Los textos se redactaron en latín y aprobaron 132 capítulos de lo que toca a los
españoles y 122 artículos de lo que toca a los indios, mismos que por su orientación se
diferencian en dos partes, una calculada en las disposiciones dogmáticas doctrinales y la
otra orientada a los aspectos misioneros:281
«La primera, centrada en la recepción de los decretos del tridentino, contiene las
disposiciones dogmáticas y doctrinales: administración de los sacramentos, normas
sobre las imágenes y las reliquias, deberes y obligaciones de los obispos y
sacerdotes, administración de los bienes eclesiásticos, seminarios, parroquias, etc. La
segunda está dedicada exclusivamente a las cuestiones misioneras: sacramentos
administrados a los indígenas, doctrinas y doctrineros, organización de las escuelas,
fundaciones de las iglesias y hospitales, la idolatría y los pecados de los indios». 282
Respecto a la instrucción doctrinal de los indios, se ratificaron las inquietudes del primer
concilio, en cuanto a la elaboración de un solo catecismo, a su contenido doctrinal y a la
estrategia de enseñanza uniforme a los indígenas en la época de la Colonia.
El Concilio insistió en la necesidad que los sacerdotes vivieran en las parroquias para
entrar en contacto con los indígenas, aprender su lengua, llevar un registro de éstos,
preparar materias catequísticas en la línea del catecismo romano de 1566, resaltando a
diferencia del primer concilio, que « […] todos los indios bautizados deberían recibir la
confirmación. Los confesores debían conocer las lenguas de los penitentes y no estaba
permitida la confesión mediante intérprete. La Eucaristía no había de negarse a los indios
debidamente formados».283
Del mismo modo, se ratificó la prohibición de que los sacerdotes pidieran o exigieran
bienes a los indígenas,o se apropiaran de ellos; los curas tenían la obligación de visitar
regularmente a los nativos, bautizarlos y confesarlos, sin embargo, estaba prohibido
ordenarlos como sacristanes.
Este Segundo Concilio también determinó, siempre en función a lo que el Concilio
Tridentino ordenó.284«Que los curas de indios aprendan con cuidado su lengua e para esto
sean inducidos por los obispos por amor y también por rrigor; los que fueran negligentes en
ello, al primero año pierdan la tercia parte de su salario al segundo y al tercero se acrecenté
[…] [sic]».
Felipe II, como resultado de la Junta Magna de 1568, ordenó aumentar el número de
obispos para las provincias americanas, así como sus nuevas responsabilidades. También se
crearon escuelas y templos y se establecieron nuevas regulaciones respecto a las políticas
de diezmos.
La Compañía de Jesús obtuvo licencia para pasar a Nueva España al Perú, celebrar
periódicamente concilios provinciales e instaurar el Santo Oficio de la Inquisición en América,
medida que estaba destinada a garantizar la ortodoxia en el continente americano 285.
Aunque el Concilio inició con una serie de conflictos, propiciados por desavenencias
entre la iglesia y los funcionarios de la Corona,290 éste llegó a trabajar decretos organizados
en cinco acciones, cada una de éstas constituidas en capítulos que fueron transcritos en
latín y español. Estas acciones fueron:
Es una relación resumida de lo que se hizo en el Concilio Provincial, que incluía una
introducción y la lista de los prelados participantes. 291
de Lima, fue un reconocido misionero y organizador de la Iglesia católica en el virreinato del Perú, canonizado en
1726.
288Martín Enríquez de Almansa y Ulloa (España, 1510, c. – Perú, 1583), político y militar español, fue cuarto Virrey de la
3) La Tercera Acción del Concilio «Actio Tertia», enuncia en sus 44 capítulos, los decretos
orientados a las reformas.
Los diferentes capítulos tratan aspectos como las disposiciones a considerar para
quienes vayan a ser obispos o ministros, la defensa y cuidado que se debe tener de los indios,
los tratos y contratos de los eclesiásticos, las penas en que incurren los curas indios que
contratan o granjean, las parroquias y hospitales a los que debían asistir los indios, el número
de indígenas que se debía asignar por cura, acciones en caso de ausencia de los indígenas
a la iglesia, qué hacer con los españoles que mostraban poco compromiso cristiano, la
designación de curas para quienes trabajaban en minas u obras, etc.
4) La Cuarta Acción del Concilio «Actio Quarta», trabajó 25 capítulos en los cuales se
establecían las pautas de conducta de los religiosos.
5) La Quinta Acción del Concilio «Actio Quinta»; Tenía relación con la declaración de
algunos capítulos del Concilio provincial anterior. Todavía en latín, presenta 5 capítulos entre
los que están «Capítulo 1. Declaración de algunos capítulos del Concilio Provincial. Capítulo
2. Del summario del Concilio pasado. Capítulo 3. Del confesionario. Capítulo 4. Que los yndios
sean ynstruidos en vivir políticamente. Capítulo 5. Del cuydado del culto divino [sic]».297
Las directrices de este Concilio fueron las que finalmente sentaron las bases de una
sociedad colonial cristiana, marcaron el trabajo pastoral y consolidaron a la iglesia católica
en la región y por ende el poder político de la corona. En síntesis, el Concilio intentó dar a la
institución eclesiástica una mejor organización y una mayor disciplina, impedir el
enriquecimiento particular de los sacerdotes, acrecentar su dependencia económica de la
corona, e incentivar la tarea de la evangelización. En este sentido, termina la tarea del
segundo Concilio. Su labor principal fue planificar la integración definitiva de los indígenas al
aparato del estado español por medio del instrumento de la iglesia. La doctrina del
Con menor trascendencia, pero no por ello menos importante, se convocaron el cuarto
y quinto concilio.
El Primer Concilio Limeño se planteó redactar un único catecismo cosa que no ocurrió.
El Segundo Concilio Limeño suspendióesa idea a la espera del Catecismo resultante del
Concilio de Trento y delegó a la autoridad de obispos diocesanos la confección de
catecismos oficiales con su correspondiente explicación en lengua de los indios.
La autoría oficial del Catecismo, elaborado a partir del Tercer Concilio Limeño, trae
ciertas dudas al no especificar autores;300 no obstante, expertos y estudiosos consideran que
se trata de un grupo selecto a la cabeza del jesuita José de Acosta 301.
La Doctrina Cristiana es el primer libro impreso en América del Sur, en edición trilingüe en
quechua, aimara y español. La publicación de la versión oficial de este catecismo presenta
traducciones simultáneas o continuas en quechua y aimara.
El orden del impreso se basa en lo dictado por el Catecismo Romano, organizado por
partes, con 5 decretos (Provisión Real, dos epístolas y dos decretos del II Limeño), que
anteceden a los subsidios pastorales. El contenido del cuerpo catequístico es:
b) La suma de la fe católica.
Los documentos de las autoridades civil y eclesiástica que anteceden los subsidios
pastorales son:
a) Provisión Real.
b) Epístola del concilio, El santo sínodo a todos los fieles de esta su provincia.
La portada del catecismo, anuncia un Confesionario, el cual no se incluye en este impreso y es publicado recién
303
d) Epístola sobre la traducción: El S.to. Synodo Provincial, a todos los fieles de esta
su provincia salud sempiterna en el señor.
En la Provisión Real, dada a nombre del rey, se presenta la «Real Persona», como alguien
preocupado por el adoctrinamiento, conversión y bien espiritual de los indios, mientras que
las dos epístolas dan a conocer las preocupaciones del concilio por la catequización de los
indios, la elaboración, traducción y uso del catecismo.
Figura 22. Frontispicio Doctrina christiana […], 1583.304
b) Pater Noster.
c) El Ave Maria.
d) El Credo.
e) La Salve.
f) Los artículos de la fe (Los que pertenecen a la divinidad, los que pertenecen a la santa
humanidad de nuestro señor Jesu Christo).
o) La confesión general.
a) De Dios.
b) De la Trinidad.
c) De Jesucristo.
d) De la Santa Iglesia.
El texto cuyo título completo menciona «Plática Breve en que se contiene la summa de
lo que ha de saber el que se haze cristiano» es una versión practica y ágil del catecismo
breve, que reseña lo que debe saber quién se hace cristiano (Pecado original,
mandamientos, amor al prójimo, oraciones, salvación eterna, etc.). Es una adaptación
narrativa del catecismo breve presente en otras predicaciones catequísticas orientado a la
conversión de los fieles, mediante la práctica de estos rezos.311
El «Catecismo Mayor, para los que son más capaces» es el que mayor espacio ocupa y
su contenido está organizado de la siguiente manera:312
El texto presenta en sus cinco partes, los contenidos de la fe cristiana y los actos
necesarios para salvarse, as verdades de la fe y las interrogantes de los hombres respecto a
Dios, el universo, los fenómenos naturales, los pecados de los indígenas viejos, el pecado, la
función santificadora del espíritu santo, los sacramentos, los diez mandamientos y la oración
cristiana.
309 Existe un error en el foliado del documento, presenta una numeración equivocada.
310 DOCTRINA. Opus cit. p. 13.
311Ibídem, p. 18
312Ibídem, p. 25.
313Ibídem, p. 45.
314Ibídem, p. 24.
315 En Bolivia son varios los casos en los que los catecismos, eran también usados para alfabetizar.
«Catecismo más largo para los que son más capaces y para que lo aprendan los muchachos
de la escuela, comprobando su uso escolar».316
Finalmente, el catecismo presenta una serie de textos que historian las traducciones en
quechua y aimara, con el título de «ANNOTACIONES, O SCOLIOS, SO-bre la traducción de la
Doctrina christiana, y Catecismo en las lenguas Quichua, y Aymara. Con la declaración de
las phrases, y vocabulos que tienen alguna dificultad, los quales se hallará por su ordé de
Alfabeto [sic]», cuyo contenido es317:
Annotaciones de la quichua:
a) Pronunciacion.
b) Accento.
c) Orthographia.
d) Vocabulario breve de los vocabulos que ay en esta doctrina por su
abecedario.
A pesar del esfuerzo de la iglesia de traducir al pie de la letra cada palabra del
catecismo, la traducción al quechua terminó por transliterar algunos conceptos del español
al quechua, por ejemplo: Dios – Dios / Espíritu santo - Spiritu sancto / Santo – Sancto / Gracia
divina – gracia / Ángeles – ángel / Espíritus – spiritus. Algo similar sucedió con algunos
conceptos filosóficos o teológicos como: Persona – Persona / Virgen – Virgen / Sacramentos –
Sacramentos / Virtudes teologales – Virtudes theologales. También acontece con términos
relacionados con la vida eclesiástica; Domingo – Domingo / Confesar – Confessar /
Comulgar – Comulgar / Ayunar – Ayunar / Diezmo – Diezmos / Primicias – Primicias. En algunos
casos, la traducción se realizó agregando al final el término en castellano, como en las
virtudes teologales Fe – Yñincáchic, fe sutioc / Esperanza – Suyananchic, Esperanza sutioc /
Amor – Munananchic, charidad sutioc.318
El primer subsidio lleva el título de «Confessionario para los curas de indios. Con la
instrucción contra sus ritos: y exhortación para ayudar a bien morir: y summa de sus
privilegios: Y forma de impedimentos del matrimonio y fue impreso en 1585».320
b) Erratas.
319Según el relato de Acosta, éste no compartía tales afirmaciones; es más, creía inclusive que haber convertido al
rey Atahualpa desde el primer encuentro habría facilitado la conversión de sus súbditos, ya que los indígenas suelen
ser serviles y devotos a sus reyes.
320 Texto integral frontispicio: «CONFESSIONARIO PARA LOS CVRAS DE INDIOS. CON LA INSTRVCCIÓN CONTRA SUS
Ritos: y Exhortacion para ayudar a bien morir: y sum-ma de sus privilegios: Y forma de impedi-mentos del Matrimonio
(?), COMPVESTO Y TRADVZIDO EN LAS lenguas Quichua, y Aymara. Por autoridad del Concilio Prouincial de Lima, del
año 1583. IMPRESSO CON LICENCIA DELA Real Audiencia, en la Ciudad de los Reyes, por Antonio Ricardo primero
impressor enestos Rey-nos del Pirú. AÑO DE M.D.LXXX. Esta tassado un Real por cada pliego, en papel [sic]».
Figura 24. Frontispicio Confessionario Para Los Cvras De […]. 321
e) Proemio del confesionario e instrucción de las supersticiones, ritos de los indios; en los
que se declaran como se han de aprovechar de esto los sacerdotes.
d) Provisión real.
322 Texto integral frontispicio: «TERCERO CATHECISMO Y EXPOSICION DE LA Doctrina Christiana, por Sermones. PARA
QVE LOS CVRAS Y OTROS ministros prediquen y enseñen a los Yndios y a las demás personas. CONFORME A LO QUE
EN EL SANCTO Concilio Provincial de Lima se proueyo. IMPRESO CON LICENCIA DE LA Real Audiencia, en la ciudad
de los Reyes, por Antonio Ricardo primero impresor en estoy Reynos del Piru. AÑO DE M.D.LXXXV. Está tasado un Real
por cada Pliego, en papel [sic]».
323 La primera imprenta de América del Sur fue establecida en Lima por el italiano Antonio Ricardo Piamontés, quien
i) 31 Sermones.
a) Erratas.
b) Suma de la licencia.
d) Silabario.326
e) Las virtudes teologales son tres. Las virtudes cardinales son cuatro. Los
pecados capitales son siete. Los Enemigos del alma son tres. Los cuatro
novísimos. La confesión.
f) La suma de la fe católica.
325 Texto integral frontispicio: «Catecismo en la lengva española y qvechua (¿) Ordenado por autoridad del Concilio
Provincial de Lima el año de 1583». EN LIMA Por Francisco del Canto. Año de 1613. Acosta de […] (ilegible). [sic].
326Se trata de un silabario, aunque no presenta título alguno.
Figura 26. Frontispicio Catecismo en la Lengua Española y
Quichua.327
j) Plática breve en que se contiene la suma de lo que se ha de saber el que
se hace cristiano en legua quichua.
m) De los sacramentos.
El Catecismo para la Instrucción de los Indios contempla ciertos rezos que más tarde
fueron replicados por doctrineros indígenas en los manuscritos católicos (catecismos)
elaborados sobre cuero y sobre papel, encontrados en Samapaya y Titicachi (La Paz-Bolivia)
como el Apuyaya, Diosninchipa, Iñinanchej, Iñini, Liapa Jucha, Mamanchik Sana María
Iglesia, Napaykuypi María, Sapay Qoya, Ñoqa Juchaspa, Santa Iglesia Mamanchikpa
Kamachikusqa Simi y el Yayayku.
El catecismo que se difundió en el virreinato del Perú era conocido como «catecismo
bueno»; se trataba de un catecismo ya codificado y normativo que se utilizaba junto a
denominadas «prácticas».328 No obstante, la difusión y la transmisión de la fe cristiana
dependían de cómo cada sector, cada región y cada sacerdote entendían e interpretaba
esas normas generales según el contexto propio de su zona. Así, la aplicación del catecismo
era, de algún modo, consensuado, de manera que pudiera transformar la vida y la práctica
de los indígenas.
Los textos que se utilizaron en los distintos lugares de la región andina boliviana fueron
básicamente los mismos, salvo ligeras variaciones, no precisamente en el texto sino en el
modo de cómo se los aplicó para hacer que el indígena lo entendiera, asumiera y aplicara
en su contexto y realidad. El Tercer Concilio de Lima editó el catecismo y lo acompañó con
un sermonario que llevaba los complementos pastorales y las instrucciones para la
predicación a los indígenas por parte del cura 329.
Los rezos en cuero y papel eran una mezcla de rezos católicos con peticiones indígenas
vinculados al agro, por lo que bien podrían tratarse de una estrategia de los evangelizadores
para la enseñanza de la religión católica y a su vez una habilidad de los indígenas como una
forma de resistencia y supervivencia ante los misioneros cristianos. Desarrollaron entonces,
como una estrategia pedagógica, una técnica mnemónica que hiciera el uso de imágenes
en lugar del alfabeto latino y permitiera el aprendizaje de rezos por parte de los indígenas.
Esta técnica fue conocida como Reza Llip’ichiy.
«Sugiero que la estructura de la cadena verbal en el dialogo quechua pudiera
remontarse a una técnica mnemónica que en altiplano boliviano lleva el nombre
de Quillqa o Reza Llip’ichiy o “doctrina” en cuero. Esta técnica tendría sus orígenes
en el siglo XVI, cuando el clero misionero emprendía la tarea de crear un medio que
no dependiera del alfabeto latino para instruir la Doctrina Cristiana entre los
catecúmenos iletrados que formaban parte de la gran población indígena
reducida por las órdenes religiosas en la provincia de Paria. El material sobre el cual
los frailes o sus asistentes escribían los textos didácticos y de devoción, como el
Credo, los Diez Mandamientos, el Padre Nuestro y el Ave María, eran de ojos de
pergamino y de barro en forma de disco.
330 En los pueblos andinos tenían lenguas propias, viviendas ya establecidas, un sistema organizativo comunitario
bastante sólido y un fuerte sentido religioso.
331 BEYERSDORFF, M. Historia y Drama Ritual en los Andes Bolivianos (Siglos XVI – XX). 2da Edición. La Paz: Plural, 2003. p.
216.
comprenderían aspectos vinculados a la cosmovisión indígena; en cambio, para el indígena
no había conflicto entre la celebración de un culto cotidiano andino y los ritos cristianos que
recibía, pues vivía sus tradiciones y su vida cotidiana para sí, por lo que no encontraron
mayor conflicto en asumir la codificación de los signos católicos.
Los primeros rezos habrían sido realizados por frailes en cueros y barro, posteriormente,
los catecúmenos o indígenas doctrineros (siglo XIX) crearon y reprodujeron los Quillqa o reza
Llip’ichiy, en el reverso de folios usados, cuadernos u hojas de papel.
2.4. Contexto histórico de los manuscritos pictográficos y signográficos
Los misioneros católicos pudieron darse cuenta de que el cambio de mentalidad de los
indígenas respecto a la religión española no iba a ser tarea fácil puesto que, si bien se
emitieron varias ordenanzas y llevaron a cabo mecanismos de extirpación de idolatrías, los
indígenas no podían borrar de su memoria aspectos como la naturaleza, a la cual
consideraban sagrada; por ello, con el transcurso del tiempo, los españoles acompañaron
sus prácticas agresivas con acciones que posteriormente llevaron a un sincretismo religioso.
Entre dichas acciones que se tomaron estaba la sobre posición de fechas festivas
católicas sobre festividades indígenas como los solsticios; también se buscó adoctrinar a los
indígenas mediante la utilización de imágenes que, con el ingenio de los evangelizadores,
Otro de los mecanismos que se puso en práctica fueron las reducciones indígenas, con
los cuales se buscaba agrupar indígenas en territorios más delimitados en los cuales se los
instruía en asuntos religiosos y diferentes modos de vida que estaban destinados a cambiar
su mentalidad.
Las memorias y comentarios de algunos de los principales cronistas de Las Indias hacen
referencia a pinturas o jeroglíficos, que bien podrían tratarse de los antecedentes a los
manuscritos que son objeto de la investigación.
Joseph de Acosta, el autor principal del Catecismo Limense, fue activo relator, en el libro
Historia Natural y Moral de las Indias donde describe su asombro por la capacidad de los
indios para conservar su historia y memoria sin tener escritura.
«Cómo se haya sabido los sucesos y hechos antiguos de indios, no teniendo ellos
escritura como nosotros, en la misma historia se dirá, pues no es pequeña parte de
sus habilidades, haber podido y sabido conservar sus antiguallas, sin usar ni tener
letras algunas».335
El autor hace referencia a la escritura de los indígenas (aunque sin reconocerla como
tal) y afirma que no se puede averiguar el origen de los indios porque; «[…]es mejor hacer
desechar lo que es falso de origen de los Indios, que determinar la verdad, porque ni hay
escritura entre los indios, ni memoriales ciertos de sus primeros fundadores». 336
Acosta asevera que «Los Indios del Perú, antes de venir Españoles, ningún género de
escritura tuvieron, ni por letras, ni caracteres o cifras, o figurillas […]», pero advierte que sí
conservaron suregistro histórico, «Fuera de esta diligencia, suplían la falta de escritura y letras,
parte con pinturas como los de Méjico, aunque las del Perú eran más groseras y toscas, parte
y los más con quipos».337Acerca los khipus, complementaba su obra sobre las Indias
indicando que éstos:
« […] Son quipos unos memoriales o registros hechos de ramales, en que diversos
ñudos y diversas colores significan diversas cosas. Es increíble lo que en este modo
alcanzaron, porque cuanto los libros pueden decir de historias, leyes, ceremonias y
cuentas de negocios, todo eso suplen los quipos tan puntualmente, que admira».338
334 Elemento religioso utilizado para portar la hostia en momentos celebres como procesiones de Corpus Christi y
momentos de adoración al sacramento de la comunión.
335 ACOSTA, J. de. Historia Natural o Moral de las Indias (Tomo Primero). [edición digital]. Biblioteca Virtual Universal,
La interpretación de los khipus no fue entendida del todo por los europeos y eran muy
cautos sobre sus usos, no obstante, Acosta hace mención a otros sistemas escriturarios
indígenas (piedrezuelas, discos de arcilla, semillas, etc.), que se verían reflejados también en
los relatos de otros cronistas.
«[…] Fuera de estos quipos de hilo tienen otros de pedrezuelas, por donde
puntualmente aprenden las palabras que quieren tomar de memoria; y es cosa de
ver a viejos ya caducos con una rueda hecha de pedrezuelas aprender el Padre
nuestro, y con otra el Ave María, y con otra el Credo, y saber cuál piedra es: que fue
concebido de Espíritu Santo, y -cual: que padeció debajo del poder de Poncio
Pilato, y no hay más que verlos enmendar cuando yerran, y toda la enmienda
consiste en mirar sus pedrezuelas [...]».340
De aquí se sacan dos cosas bien notables, la una es, que la memoria de historias y
antigüedad pueden permanecer en los hombres por una de tres maneras; o por
letras y escritura, como lo usan los latinos, griegos y hebreos, y otras muchas
naciones; o por pintura, como cuasi en todo el mundo se ha usado, pues como se
dice en el Concilio Niceno segundo, la pintura es libro para los idiotas que no saben
leer; o por cifras o por caracteres,…El otro notable que se infiere es que en este
capítulo se ha propuesto; es a saber: que ninguna nación de indios, que se ha
Quizá otra de las primeras menciones que se hace es la del cronista Francisco López de
Gómara, quien en el capítulo referido al Remate de la cosas en el Perú, de su libro Historia
General de las Indias, afirma «[…] Cuentan uno diez, ciento, mil, diez cientos, diez cientos de
miles, y así van multiplicando. Traen la cuenta por piedras y por nudos en cuerdas de color; y
es tan cierta y concertada, que los nuestros se maravillan».343
Existen menciones a los paños pintados, tal es el caso del capitán y cronista Pedro
Sarmiento de Gamboa quien, en Historia de los Incas resalta que, ante la falta de letras, hay
una capacidad de transmisión oral de los bárbaros;
«A esto se responde que, para suplir la falta de letras, tenían estos bárbaros una
curiosidad muy buena y cierta, y era que unos a otros, padres a hijos, se iban
refiriendo las cosas antiguas pasadas hasta sus tiempos, repitiéndoslas muchas
veces, como quien lee lección encatedra, haciéndoles repetir las tales lecciones
historiales a los oyentes, hasta que se les quedasen en la memoria fijas. Y así cada
uno a sus descendientes iba comunicando sus anales por esta orden dicha, para
conservar sus historias y hazanas y antiguedades y los numeros de las gentes,
pueblos y provincias, dias, meses y anos, batallas, muertes, destruccioncs, fortalezas
y cinches [sic]».346
Pedro Sarmiento también reconoce con admiración la función y finalidad de los khipus,
incluyendo su forma de interpretarlos, equiparándola con la habilidad de los españoles al
momento de escribir.
«Y finalmente las cosas mas notables, que consisten en numero y cuerpo,
notabanlas, y agora las notan, en unos cordeles, a que llaman quipo, que es lo
mismo que decir racional o contador. En el cual quipo dan ciertos nudos, como
ellos saben, por los cuales y por las diferencias de las colores distinguen y anotan
cada cosa como con letras. Es cosa de admiracion ver las menudencias que
conservan en aquestos cordelejos, de los cuales hay maestros como entre nosotros
del escribir [sic]».347
342Ibídem,p. 524.
343 LÓPEZ de GÓMARA, F. Historia General de las Indias. [en línea]. Biblioteca Virtual Universal, 1551 [2003]. Consulta:
[08/07/2017] p. 223. En: http://www.biblioteca.org.ar/libros/92761.pdf.
344 Estos debían llevar las cuentas de los recursos y bienes de sus comunidades, así como asegurar el adecuado reparto de los
mismos.
345MATIENZO. J. de. Gobierno del Perú. Buenos Aires: Compañía Sud - Americana de Billetes de Banco, 1567 [1910]. P.
16.
346SARMIENTO de GAMBOA, P. Historia de los Incas.(Segunda parte de la Historia General Llamada Indica). [edición
El autor afirma que, al cabo de dos años350, se habrían elaborado unas mantas con
descripciones de todas las provincias, las que el Inca mandó a guardar 351. Es decir que los
motivos de estas pinturas, a diferencia de las anteriores, son históricos y no religiosos.
«Luego hizo ayuntamiento general en los mas antiguos y sabios del Cuzco y de otras
partes, y con mucha diligencia escudrino y averiguo las historias de las
antiguedades de esta tierra, principalmente de los ingas, sus mayores, y mandolo
pintar, y mando que se conservasen por la orden que dije cuando hable del modo
que hube en el examen de esta historia [sic]». 352
arcilla.
352 Ibídem. p.42.
353 MOLINA, C. de (del Cuzco). Ritos y Fabulas de los Incas. [edición digital]. Colección Eurindia. Buenos Aires: Editorial
Futuro, 1573[1947] p. 1.
cierta su cuenta».354 Garcilaso escribe un acto de contabilidad tributaria y reconoce
que por medio de khipus se podía sumar, restar y también multiplicar.
«Quipu quiere decir añudar y ñudo, y también se toma por la cuenta, porque los
ñudos la daban de toda cosa. Hacían los indios hilos de diversos colores; unos eran
de un color solo, otros de dos colores, otros de tres, y otros de más, porque los
colores simples y los mezclados, todos tenían su significación de por sí; los hilos eran
muy torcidos, de tres o cuatro liñudos, y gruesos como un huso de hierro, y largos de
a tres cuartas de vara, los cuales ensartaban en otro hilo por su orden a la larga, a
manera de rapacejos. Por los colores sacaban lo que se contenía en aquel tal hilo,
como el oro por el amarillo, y la plata por el blanco, y por colorado a gente de
guerra».355
354DE LA VEGA, G. Comentarios Reales de los Incas. TOMO I. Perú: Fundación Biblioteca Ayacucho, 1609[1976]. p.
112.
355 DE LA VEGA, G. Tomo I. Opus cit. p. 23.
356Ibídem, p. 23.
357Ibídem, p. 25.
ceremonia que en tales y tales fiestas se hacían al Sol. Declaraban la ordenanza y
fuero que hablaba en favor de las viudas, o de los pobres o pasajeros; y así daba
cuenta de todas las demás cosas tomadas de memoria por tradición. De manera
que cada hilo y ñudo les traía a la memoria lo que en sí contenía […] [sic]»358
Garcilaso de la Vega, en sus crónicas, describe cómo en distintas regiones los indios
recitaban diálogos religiosos y que muchos de ellos utilizaban un sistema nemotécnico en
base a piedrecillas.
«Los muchachos indios, para tomar memoria de los dichos que han de decir, que se
los dan por escrito, se van a los españoles que saben leer, seglares o sacerdotes,
aunque sean de los más principales, y les suplican que les lean cuatro o cinco veces
el reglón, hasta que lo toman de memoria, y porque no se les vaya de ella, aunque
son tenaces, repiten muchas veces cada palabra, señalándola con una piedrecita
o con un grano de semilla de diversos colores, que allá hay, del tamaño de
garbanzos, que llaman chuy, y por aquellas señales se acuerdan de las palabras y
de esta manera van tomando sus dichos con facilidad y brevedad, por mucha
diligencia y cuidado en ella ponen».360
En el capítulo referido Al maíz y lo que llaman arroz, y de otras semillas, el autor aclara
que los indios peruanos tenían cuatro tipos o maneras de frijoles, siendo una de ellas,
exclusiva, para jugar o contar, «[…] tienen otros frejoles que no son de comer; son redondos,
como hechos con turquesa; son de muchos colores y del tamaño de los garbanzos; en
común les llaman chuy, y, diferenciándolos por los colores, les dan muchos nombres, de ellos
ridículos, de ellos bien apropiados, que por excusar prolijidad los dejamos de decir; usaban
de ellos en muchas maneras de juegos que había, así de muchachos como de hombres
mayores; yo me acuerdo haber jugado los unos y los otros».361
358Ibídem, p. 27.
359Ibídem, p. 245.
360Ibídem, p. 120.
361 DE LA VEGA, G. Comentarios Reales de los Incas. TOMO II. Perú: Fundación Biblioteca Ayacucho, 1609 [1976]. p.
172.
362BERTONIO, L.Vocabulario de la Lengua Aymara. Publicación de Julio Platzamann. Leipzig: B.G. TEUBNER, 1612
[1879]. p. 174.
363BERTONIO, L.Opus cit. p. 72.
contables, escriturados y comunicacionales; uno de ellos se refiere a los indios de entre 18 y
20 años, quienes fungían de mensajeros.
Muestra una imagende uno de estos jóvenes con un khipu entre las manos, bajo un
recuadro que dice carta, dando a entender el sentido y función comunicacional del mismo.
lugares sagrados.
que están ordenadas en un círculo, pidiendo (según el texto) que no llueva o no granice 366.
Este cuadro resalta por la figura tridimensional que se exhibe; muestra las mismas
características de los discos de arcilla considerados, también, como un tipo de escritura.
366Los rezos de cuero encontrados en San Lucas – Chuquisaca tienen el mismo uso.
367 Como se mencionó anteriormente, discos como estos son también parte de la colección de escritura
pictográfica e ideográfica del INIAM, pero no son parte de esta investigación.
El padre Bernabé Cobo,
en la Historia de Nuevo
Mundo, narra la existencia
de quipos y pinturas sobre
tejidos de lana, que se
encontraban en el templo
del Sol en el Cuzco;
« […] que
habían
quedado del
tiempo de su
gentilidad, asi
de los Incas
principales,
como de los
sacerdotes y
qitipocamayos ó
historiadores de
los Incas. Los
cuales no
podían ignorar
lo tocante al
gobierno, ritos y
costumbres de
los suyos, por
haber
alcanzado el
tiempo de los
reyes Incas y
ejercitado en él
todo aquello
Figura 30. Capítulo de los Ídolos, Guamán Poma (1615).
sobre que fueron
Det Kongelige Bibliotek.368
examinados, y
por los
memoriales de sus quipos y pinturas que aún estaban en pié.
Particularmente la que tenían en un templo del Sol, junto á la ciudad del Cuzco, de
la cual historia tengo para mi se debió de sacar una que yo vi en aquella ciudad
dibujada en una tapicería de cumbe, no menos curiosa y bien pintada que si fuera
de muy finos paños de corte [sic]».369
El fraile Jerónimo de Mendieta, en el relato referido a los Diversos modos que los indios
usaron para aprender la doctrina cristiana, y el ejercicio que en ella se han tenido, en su libro
Historia Eclesiástica Indiana, escrita a fines del siglo XVI, aunque publicado recién por vez
primera en 1870372, menciona:
«Ya queda dicho cómo los niños enseñados por nuestros religiosos, con mucha
facilidad aprendían la doctrina cristiana; y también algunos de los de fuera por
370 VELASCO, J. Historia del Reino de Quito. Venezuela: Biblioteca Ayacucho, 1789 [1981]. p. 11.
371Disponible en: http://www.kb.dk/permalink/2006/poma/1/es/text. Consulta: [17/04/2017].
372El manuscrito, polémico en su tiempo, fue confiado por el autor a Fray Juan de Torquemada, quien, para evitar
posibles conflictos, lo edita y suprime ciertos párrafos, para posteriormente publicarlo bajo el título de Monarquía
Indiana.
tener buen ingenio la tomaban en pocos dias en el modo común que se usa
enseñarla, es á saber, diciendo el que enseña: Pater noster, y respondiendo
también los que aprenden, Pater noster. Y luego, qui es in ccelis, y procediendo
adelante de la misma manera. Empero otros muchos, en especial de la gente
común y rústica (por ser rudos de ingenio), y otros por ser ya viejos, no podían salir
con ello por esta vía, y buscaban otros modos, cada uno conforme á como mejor
se hallaba. Unos iban contando las palabras de la oración que aprendían con
pedrezuelas o granos de maíz, poniendo a cada palabra o a cada parte de las que
por si se pronuncian una piedra o grano arreo una tras otra. Como (digamos) al
Pater noster, una piedra; al qui es in ccelis, otra; al sanctificetur, otra, hasta acabar
las partes de la oración. Y después, señalando con el dedo, comenzaban por la
piedra primera á decir Pater noster, y luego qui es in ccelis á la segunda, y
proseguíanlas hasta el cabo, y daban así muchas vueltas hasta que se les quedase
toda la oración en la memoria. Otros buscaron otro modo, á mi parecer mas
dificultoso, aunque curioso, y era aplicar las palabras que en su lengua
conformaban algo en la pronunciación con las latinas, y poníanlas en un papel por
su orden; no las palabras, sino el significado de ellas, porque ellos no tenian otras
letras sino la pintura, y así se entendían por caracteres… Así que, para acordarse del
vocablo noster, pintan tras la banderita una tuna, que ellos llaman nochtli, y de esta
manera van prosiguiendo hasta acabar su oración [sic]». 373
Destacaba lo importante que la doctrina resultaba para su aprendizaje pues les permitía
una pronta memorización y se convertía en una útil herramienta misionera.
«Y por semejante manera hallaban otros semejantes caracteres y modos por donde
ellos se entendían para hacer memoria de lo que habían de tomar de coro. Y lo
mismo usaban algunos que no confiaban de su memoria en las confesiones, para
acordarse de sus pecados, llevándolos pintados con sus caracteres (como los que
de nosotros se confiesan por escrito); que cierto era cosa de ver, y para alabar á
Dios, las invenciones que finalmente argüía cuidado y diligencia en lo que tocaba á
su cristiandad, y no podia dejar de dar contento á sus ministros eclesiásticos [sic]». 374
377Ibídem, p. 72
378 Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui de Salcamaygua, cuyo nombre indígena fue Pacha Kuti Yamki Salqa
Maywa.
379PACHACUTI YAMQUI, S. J. SC. Relación de Antigüedades desde el Reyo del Pirú. Estudio Etnohistórico y lingüístico
de Pierre Duviols y César Itier. [edición digital]. Lima: IFEA, CBC. (1613 [1993]). p. 111.
380 INIAM-UMSS. Escritura Andina. Pictografía e Ideografía en Cuero, Papel y Barro. Cochabamba: INIAM-UMSS, 2014.
p. 106.
Figura 32. Escritura Alfabética y pictográfica, Guamán Poma
(1615). Det Kongelige Bibliotek.381
Respecto a las pinturas históricas en tablones el Notario del Virrey Toledo, don Álvaro Ruiz
de Navamuel reseña lo siguiente:
«Estaba escriptos y pintados en los cuatro paños los bultos de Ingas con medallas de
sus mujeres y ayllos; en las cenefas la historia de lo que sucedió en tiempo de cada
uno de los Ingas y la fabula y notables que van puestos en el primer paño, uno de
ellos dice de Tampo Toco y las fablas de las creaciones de Viracocha que va en la
cenefa del primer paño, por fundamento y principio de la historia, cada cosa por si
distintamente escripto y señalado de la rubrica de mi, el presente secretario; y de la
declaración y prevención para la inteligencia de la historia, y los rumbos y vientos
para la remarcación de los sitios de los pueblos, quespuesto por el Capitán Pedro
Sarmiento [sic]».382
Durante el siglo XIX empiezan a surgir una serie de informaciones sobre hallazgos de
«escrituras» en diferentes soportes, principalmente cuero, papel y arcilla, que tienen en
LARCO HOYLE, R. “La Escritura Peruana Sobre Pallares”. Revista Geográfica Americana. 1943, Año XI, Vol. XX, n°
382
123. p. 58.
común ciertos signos iconográficos y/o contenido católico (rezos), en diferentes
comunidades rurales, de la región andina boliviana. 383En 1863, el científico suizo Johann
Jakob Von Tschudi384 publica su obra Reisen Durch Sud América, en la que narra sus
experiencias y descubrimientos, siendo una de éstas la referida a los escritos indígenas.
Describe principalmente unas escrituras halladasen la Isla de Coati y en la comunidad de
Sampaya, ubicada alrededor del Lago Titicaca en La Paz.
Tschudi complementa la información con los propios datos que le dio la muchacha, 386
«La indiecita me dijo que se leía la escritura de izquierda a derecha y luego de derecha a
izquierda, y solamente cuando se termina un párrafo principal se empieza entonces el nuevo
párrafo por el lado izquierdo»387.
383Los datos históricos de este acápite fueron recuperados en su gran mayoría de las investigaciones, escritos y
trabajos del científico Dick Edgar Ibarra Grasso, acopiados a lo largo de sus muchos años de trabajo en los andes
bolivianos y explicitados en sus libros, artículos, reseñas y testimonios, así como la información y documentación
visual gentilmente facilitadas por el director y los investigadores del INIAM - UMSS.
384Johann Jakob von Tschudi (1818 – 1889) fue un naturalista, lingüista y diplomático nacido en Suecia.
385IBARRA GRASSO, D. Opus cit. p. 56.
386La niña llevaba consigo un cuero manuscrito, que fue lo que procedió a leer.
387 Ibídem. p. 57.
388Ibídem, p. 58.
Figura 34. Lámina Publicada por Tschudi reproduciendo el cuero
comprado por el mismo y que traduce parcialmente. Ibarra Grasso (1953,
64).
Una vez estudiados los escritos de cuero, Jacob Tschudi llegó a las siguientes
conclusiones:
«1. La escritura es de origen reciente, de alrededor del 1.800, por creación
espontanea de un indígena de Samanpaya.
10. La escritura debe haber desaparecido ya hace rato en nuestros días». 389
390 Charles Wiener (1851 – 1913), etnógrafo, arqueólogo, educador y diplomático nacido en Francia.
391 WIENER, C. Opus cit. p. 772. Traducción de Ibarra Grasso. p. 10.
En 1870, William Bollaert392 publica un artículo donde describe sus hallazgos en la pieza
de cuero existente en el Museo de La Paz.
«En el primer volumen de Transactions of the Anthropologial Society, pág. 187, yo
hice mención de una daguerrotipo, de una piel de llama que está en el Museo de
La Paz, en Bolivia, de una dimensión de alrededor de 34 pulgadas por 25, y cubierta
de líneas de caracteres. Tschudy, a quien le había sido mostrado el daguerrotipo
por M. Helsby, de Valparaíso, se inclinó a creer que no había más sino una
indicación de alguna ceremonia cristiana. En diciembre de 1865, mi amigo M.G.H.
Helsby, me confió, para examinar, el daguerrotipo original realizado por su hermano
y por M. Tiernan en 1857. M. Tiernan me dijo que la opinión de un cura de La Paz era
que esas figuras son de invención antigua.
Respecto a su origen este mismo artículo concluye; « […] después de un examen serio
de esta especie de escritura figurada, entremezclada de representaciones numéricas, yo
pienso que los indios aymaras y quichuas conocían desde antes de la conquista, alguna
cosa análoga, y que ellos han querido representar […]»394
Existen referencias sobre el estudio de los manuscritos, en una publicación realizada por
Rómulo Cuneo Vidal395, en revistas científicas peruanas en base a los apuntes de Horacio
Uruteaga396, pero que no llegan a interpretar los manuscritos en cuero, mientras que Pastor
Ordoñez de Puno397, presentó la interpretación de estos manuscritos, en el un artículo
Oracionario publicado en la revista del Museo Nacional de Lima.
Durante 1910, se descubre una pieza de cuero que había sido encontrada por Manuel
Vicente Ballivian, colaborador del investigador Arthur Posnansky398 quien, a partir de este
hallazgo, publica, ese mismo año, la Guía para Visitante de los Monumentos de Tiahuanaco
e Islas del Sol y la Luna (Titicaca y Koaty), donde ilustra el libro con las piezas de cuero, bajo el
título de Hieroglifico en su primer capítulo y de Kellkas en el segundo. En ambos casos si bien
contextualiza y describe superficialmente los manuscritos, Posnansky admite que no había
podido descifrarla.
«Es quizá el único resto de la antigua pictografía de los indios isleños. Convendría
trasladarla al Museo de La Paz antes que se pierdan los caracteres de la escritura,
pintada con el jugo de la fruta de una planta que los indios llaman nuñumayu
(Solanum aureifolium)…no me ha sido posible hasta ahora descifrarlo
totalmente…una escritura usada por los antiguos indígenas y aprovechada por los
misioneros católicos, al principio del siglo 17, con objeto de enseñar a aquellos la
doctrina cristiana, cuyos caracteres son muy semejantes los que se encuentran en
la piedra del Chinkana». 399
395Juan Rómulo Cúneo Vidal (Perú, 1856 – Perú, 1931), Intelectual, historiador y diplomático que también representó
los intereses de Bolivia en Chile.
396Horacio H. Urteaga López (Perú, 1877 – Perú, 1952), historiador, político y educador nacido en Perú.
400Franz Tamayo Solares (1879 - 1956), poeta, político, educador y diplomático boliviano.
Figura 37. Dibujo de parte del cuero traducido por Tamayo. Ibarra
Grasso (1953, 98).
404Los documentos de Franz Tamayo sobre los dermatogramas no tienen fecha ni foliación de origen, y existe un
escrito en el verso de este documento, que sin embargo no posee ninguna representación. Solo las tres hojas
representadas en esta investigacion contienen imágenes de los catecismos.
405Ibídem, p. 84.
406 Ibarra Graso afirma reiteradamente en base a un con un minucioso análisis, que en realidad se trata de un plagio
Es decir que Posnansky plantea la tesis de que los indígenas ya tenían un sistema de
escritura ideográfico propio a la llegada de los misioneros españoles católicos, los cuales
aprovecharon dicho conocimiento para la evangelización pero desestima la posibilidad de
que esta escritura fuera resultado de la enseñanza de los religiosos. No obstante, reconoce
que muchos de estos signos habrían sido ya resultado de la enseñanza de los misioneros.
Sostiene además que la tinta usada para la escritura es precisamente de la planta que los
indígenas llamaban Nuñumayu (Solanum aureifolium).
Este autor también se refiere a piezas con escritos de temática religiosa en otras zonas
de Bolivia:
«Estos indios habían inventado también una escritura de imágenes en tiempos post-
Colombinos. Se dice que ha sido compuesto por un indio de Sampaya, en el lago
Titicaca. Esta escritura de imágenes representa los mandamientos, los sacramentos,
407POSNANSKY, A. El Signo Escalonado en las Ideografías Americanas, con Especial Referencia a Tihuanacu. Berlín:
Editor Dietrich Reimer, 1913. p. 67.
408Les indiens quitchoas et aymaras des Hauts Plateaux de la Bolivie: résultats de la mission anthropologique
organisée en 1911 sous les auspices du Gouvernement de la République de Bolivie et de la Societé anthropologique
'Sucre' sous la direction de l'au. Traducción; «Los Indios Quechuas, Aimaras y Tierras Altas de Bolivia: resultados de la
misión antropológica organizada en 1911 bajo los auspicios del Gobierno de la República de Bolivia y bajo la
dirección de la Sociedad Antropológica 'Sugar'».
409 IBARRA GRASSO, D. Opus cit. p 51.
410Nils Erland Herbert Nordenskiöld (1877 – 1932), etnógrafo y explorador nacido en Suecia.
Los únicos datos conocidos, hasta entonces, eran los de los investigadores Nordenskiold
y Wiener, quienes se habían referido muy escuetamente a las piezas de cuero, a las que
había considerado de elaboración reciente y por lo tanto de poco valor.
Arthur Posnansky había facilitado a Ibarra una libreta con dibujos jeroglíficos para que
éste los copiara; se trataba del Cuaderno de la Isla de la Luna, « […] era una libreta común
de tapas negras, como las que se usan para las cuentas de los almacenes o apuntes de
bolsillo, de 15 por 10 centímetros. Contenía 17 hojas escritas en color violeta….El texto esta
naturalmente en aymara».413
Estos rezos tenían la particularidad que en algunos casos se leían solamente de derecha
a izquierda en cada reglón y algunos otros en bustrófedon,414 los rezos no eran completos y
los signos muy simples y rudimentarios, entre los que se encontraban: yo pecador, el credo,
412 GARCÉS, F. “Solo con la Cabeza No se Puede Recordar. Oralidades, escrituras y memorias enmarañadas en San
Lucas (Chuquisaca)”. Textualidades. Cochabamba: INIAM-UMSS. 2015, p. 69. Citando a Nordenskiöld. El texto
original se encuentra en Ingles, la traducción es nuestra.
413 IBARRA GRASSO, D. Opus cit. 299.
414 Es un tipo de escritura arcaica que es redactado (y leído) de izquierda a derecha y de derecha a izquierda.
diez mandamientos, artículos de la fe, mandamientos de la iglesia, sacramentos de la iglesia,
obras de misericordia y rezos no reconocidos.
Ese mismo año, Ibarra registra una visita al Museo Nacional de Tiahuanaco en La Paz,
donde accede al cuero con jeroglíficos que habría sido encontrado por Ballivian, traducido
por Tamayo y publicado por Posnansky415, aunque en muy mal estado de conservación,
pues había perdido casi la mitad de sus signos. En esta misma visita, el inspector del museo,
Maks Portugal416, mostró cinco páginas completas de jeroglíficos que habrían sido
encontrados417 en la provincia de Sur Lipez en Potosí, por el padre Leo Pucher418, quien no
acompaña ningún otro dato sobre sus antecedentes, pero se podía advertir que la lectura
era similar a los escritos de Sicasica, es decir en forma de bustrófedon.
El Cuaderno de Sur de Lipez se trata de una cartilla escolar común en cuyas 5 hojas se
encuentran signos con unas medidas de 2 a 3 centímetros.
Figura 42. Páginas 3 y 4, Cuaderno de Sur Lipez. Ibarra Grasso (1953, 266).
Los signos son grandes, de 5 centímetros y más. Se hallan pintados en color violeta, y
algunos de ellos presentan, en forma que parecen agregados posteriores, brazos
salientes en un tono rojizo».420
El autor reconoció que lo que hacían era copiar figuras de arcillas sueltas. Su lectura era
en bustrófedon, comenzando de arriba a la izquierda y tenía entre los rezos, los Diez
Mandamientos, Artículos de la Fe, Sacramentos, Obras de la Misericordia, Mandamientos de
la Iglesia y otros rezos, sin identificar.
Antes de concluir 1941, Dick Ibarra Grasso llegó a la isla Cumana, lugar en el que se
encontraba la Hacienda Cumana (La Paz – Bolivia), donde evidenció abundantes escritos
signográficos en hojas de papel y un cuero 421, con diversos rezos católicos, conocidos como
las Hojas de la Isla y Hacienda de Cumana.
«El primer grupo comprende 4 hojas. Son hojas impresas arrancadas a una
publicación: “Centésima Segunda Memoria Semestral presentada por el Consejo
de Administración a los Accionistas del Crédito Hipotecario de Bolivia”, La Paz, 1921.
Aprovechando las hojas en blanco que quedan en la parte posterior de las primeras
páginas se han escrito seis rezos en cuatro hojas.
Entre los rezos que contienen los escritos están los diez mandamientos, sacramentos,
obras de la misericordia y rezos sin identificar, que se leen en bustrófedon.
421 Ibarra Grasso relata que, al carecer de fondos para comprar los escritos, se dio modos para conseguir solamente
unas hojas mediante un trueque de objetos personales.
422 IBARRA GRASSO, D. Opus cit. p. 285.
Todos estos hallazgos fueron presentados en una conferencia, el 24 de junio de 1941, a
la Sociedad Argentina de Antropología, con el título de Una Antigua Escritura de la Región
Andina. Ibarra Grasso describe las piezas de cuero y su contenido pictográfico como muy
similares a las hechas por los Pieles Rojas Dacotas yAlgonquinos de Estados Unidos, « […]
acentuándose este parecido por la líneas que sigue la escritura, que son indudablemente
análogas en ambas partes». Y observa como algo llamativo y de estudio propio, los escritos
sobre periódicos que se encontraron « […] hojas de diario sobre las cuales escriben los
indígenas, haciendo caso omiso de lo ya escrito».423
Afirma (coincidiendo con Posnansky) que los cueros están pintados con el jugo de la
planta conocida como ñuñumayu, el cual, gracias a su espesura y color final, puede ser
utilizado para realizar escritos básicos y sencillos, que requieran cierta finura en su trazo.
También se utilizó el jugo del fruto cactus, denominado airampo, su color es fuerte, rojizo y se
extiende con facilidad. También se tiene evidencia del uso de tierra de diversos colores.
« […] los escritos en cuero que hemos visto se hallan pintados con el jugo de una
planta llamada ñuñumayu (rio de leche), el cual es blanco y gomoso cuando
recién sacado pero se obscurece y ensucia fácilmente, tomando un color
negruzco, o más bien sepia, y a la vez, como es espeso, queda sobresaliente sobre
Ibarra considera que para el proceso de escritura en sí mismo, se utilizó una rama
delgada o lo que él denomina palito, «Un simple palito es el único objeto que se utiliza para
hacer el dibujo de las figuras en los escritos […]».425
Los signos tienden a ser simples y esquemáticos, escritos en líneas de bustrófedon, con
una sola excepción, que vienen a ser las piezas encontradas en Paucarpata y publicadas
por Wiener. Ibarra le da una connotación singular a las escrituras de Lecori y Cinti porque han
perdido el bustrófedon, es decir, se leen de izquierda a derecha, pero aclara que se debe a
que la hija del dueño de la finca de esos lugares habría enseñado a rezar a los indígenas con
el uso de este mismo sistema de escritura, pero ya influida por el sistema de lectura español.
Respecto a la forma de los signos, éstos, en versión del investigador argentino, son
variados según los lugares de los que provienen, además algunos que de manera ocasional
y creativa podían ser insertados por los propios autores. Estos signos son: Ideográficos,
simbólicos y fonéticos, pero con características humanizadas.
« […] se trata de signos “humanizados”, es decir que a signos que representan
alguna cosa u objeto, se les provee de características humanas, por ejemplo una
espiga de cebada que parece provista de los pies».426
424Ibídem, p. 22.
425Ibídem, p. 14.
426Ibídem, p. 30.
427Ibídem, p. 172.
Figura 45. Página 9, cuaderno de Julián Guerrero. Ibarra Grasso
(1953, 190).
Ese mismo año, Dick Ibarra Grasso relata un viaje de cuatro días a Ocuri (Potosí, Bolivia),
lugar de una escuela seccional indígena, donde llegó por noticias de que en el área había
antecedentes de usos de este sistema pictográfico y signográfico de escritura, aunque no
encontró ningún indígena escritor, consiguió un cuaderno, el cuaderno de Ocuri, cuyo
dueño afirmó no saber interpretarlo y que pertenecía a su suegro, autor del mismo.
«El cuaderno es un cuaderno escolar común, con 18 hojas escritas, de un solo lado y
en color violeta….en la tapa este cuaderno tenía escrito con nuestras letras, lo
siguiente: Dueño propio de Cuaderno del indígena apselar Nasario Condori. Hay
estado de Maestro en Cocha el año 1922». 428.
Para Ibarra Grasso, éste fue el cuaderno mejor escrito que cualquier otro, la lectura
empieza por la parte baja izquierda y continúa en bustrófedon; se trata de rezos cortos entre
los que se encuentran el Padre Nuestro, Ave María, Acto de Constricción, Credo, Yo
Pecador, los sacramentos de la iglesia (aparentemente), Mandamientos de la Iglesia,
Artículos de la Fe, Yo Pecador, los Diez Mandamientos, Obras de Misericordia y rezos no
descritos.
Entre los hallazgos más importantes de Ibarra está, precisamente, un pequeño cuero,
que fue visto y copiado en la escuela de Yapusiri (San Lucas, Chuquisaca – Bolivia), el mismo
que había sido realizado por el padre Porfirio Miranda Rivera, para obsequiar al director de la
escuela.
«El cuero dicho era del tamaño de un papel oficio, y nosotros lo copiamos a doble
tamaño. Los signos estaban en tinta negra y los copiamos en azul. El tamaño original
de los signos no pasaba casi de un centímetro.
San Lucas fue también el lugar en el que se encontraron escrituras en arcilla 430.Dick
Ibarra rememora que el mismo año (1942), mientras realizaba trabajos arqueológicos en la
hacienda Carma, ubicada a 37 kilómetros de Potosí, tuvo la oportunidad de conocer a una
escritora indígena Manuela Astoraiqui, a quien observó realizar algunos escritos pictográficos
y signográficos en hojas de papel y en arcilla. Más tarde estos manuscritos fueron conocidos
como las Hojas de Carma.
«Manuela Astoraiqui nos escribió dos hojas grandes, que le proporcionamos
nosotros, y que miden 40 centimetros por 27. Igualmente le proporcionamos tinta
roja y verde, pero para escribir ella utilizó sus palitos, palitos cualquiera y poco más
grandes que palillos; el tamaño de los signos es de dos centímetros, y la lectura de
las dos hojas comienza por arriba a la derecho, siguiendo en boustrophedon» 431
430 El investigador Fernando Garcés V. profundizó su investigación sobre escritura logográfica en la región de San
Lucas – Chuquisaca, reportando en sus investigaciones escrituras fonográficas, logográficas y tridimensionales en
soportes como papel, arcilla, cartón y yeso e identificando 19 rezos que dice están consignados en el Catecismo del
Tercer Concilio Limense, junto a otros de elaboración e invención local.
431 IBARRA GRASSO, D. Opus cit. p. 235.
Figura 47. Cuero escrito por el P.
Miranda Rivera en San Lucas.
Ibarra Grasso (1953, 219).
Entre los rezos encontrados en las hojas están; el Jatun Inini (Artículos de la Fe), Yo
Pecador, Las Obras De La Misericordia, Los Diez Mandamientos, el acto de constricción y un
rezo no identificado, en arcilla432 estaba El Padre Nuestro, Ave María y El Credo.
El cuaderno contiene seis hojas dobles (es decir 12, pero que pasan de una a otra)
de rezos, con los signos de un tamaño medio de 1 centímetro y medio a 2. Se hallan
hechos con un palito, y tintas de anilina. Los colores utilizados son: hojas 1 y 2, verde,
ocre, rosa fuerte y marrón; hojas 3 y 4, verde, rosa fuerte, violeta, ocre y sepia
obscuro; hojas 5 y 6, ocre y marrón; hojas 7 y 8, verde, ocre, rosa y marrón; hojas 9 y
10, verde, ocre, rosa, marrón, violeta y sepia obscuro. En todo momento se ha
procurado entonar los colores».433
432 Esta pieza en arcilla fue llevada a Chile en 1943, a una exposición de artes populares.
433 IBARRA GRASSO, D. Opus cit. p. 227.
En 1943 en la finca Oroncota (Linares, Potosí – Bolivia), Dick Ibarra encuentra una
peculiar hoja, la hoja de Oroncota, cuya principal característica, se basa en ser una hoja de
periódico, en la que la autora escribió sin importarle lo ya escrito cual de hoja blanca se
tratara, como si el hecho de desconocer la escritura alfabética fuera razón suficiente para
ignorarla.
«Esta hoja es sencillamente una hoja del diario La Razón de La Paz, de fecha 18 de
septiembre de 1943. En la misma, la autora escribió sus signos sobre las letras, sin
hacer caso de las mismas. La hoja fué doblada por su mitad, al largo y sobre cada
lado se escribieron cuatro líneas de jeroglíficos; la escritura sigue un orden
boustrophédico hacia arriba, comenzando por abajo a la izquierda. los signos
tienen de 3 a 4 centímetros de tamaño, y han sido hechos con anilina en los colores;
verde marrón y ocre fuerte».434
En el Museo del Colegio de San Calixto en La Paz, Ibarra narra haber hallado tres escritos
pictográficos y signográficos en cuero, provenientes de la Isla del Sol y que fueron escritos por
indígenas en 1949, 1950 y 1953, a petición del P. Antonio Miranda, y resguardados por un
Figura 51. Tres escritos en cuero (1949, 1950 y 1953) del Museo de San
Calixto, La Paz Bolivia. Ibarra Grasso (1953, 313).
Tras realizar sus investigaciones Ibarra Grasso expone las siguientes conclusiones;
«1. La escritura es de origen o antigüedad desconocida pero indudablemente
precolombina, según los datos incompletos de los cronistas, y sus características.
7. Se utiliza en toda la zona de habla aymara y en una región aún mayor del
habla quichua.
8. Hay más del doble de signos de los que dice Tschudi, y la regla permite la
creación de otros nuevos que se precisen.
9. Como en toda verdadera escritura, los textos se pueden leer sin saber de
antemano lo que dicen.
10. Los que hoy utilizan esta escritura deben sumar docenas de miles, y su
difusión actual hace difícil hasta imaginar su desaparición».437
En 1957, Arthur Posnansky publica, en una edición bilingüe inglés – español, en tres
volúmenes Tihuanacu, cuna del Hombre Americano, libro en el que dedica un par de
páginas a los manuscritos y a la interpretación de rezos católicos, bajo el título de;
«REZALIPICHE (KHELKALIPICHE) Pictografía ideográfica de los indios aymaras en Sampaya y la
Los manuscritos en los distintos soportes 438, fueron hallados en los departamentos de La
Paz (Sampaya, Titicachi, Sica Sica, Isla Cumana, Carabuco e Isla del Sol)439, Chuquisaca (San
Lucas, quinta Genoveva – Mojocoya, Tarabuco, Sacabaya y Ocuri), Oruro (quillacas y Puqui)
y Potosí (Sur Lipez, Finca Carma - Porco, Finca Oroncota – Pilcomayo, Relen, Vitichy, Vichacla
y San Pedro de Buena Vista).
MITCHEL, W. P. y JAYE B. H. “Pictographs in the Andes: The Huntinggton Free Library Quechua Catechism”. Latin
440
Denominan este ejemplar el más lindo de los catecismos andinos, señalando que su
función delata una ayuda nemónica más que fonética y resaltan su iconografía
europeizada, más que precolombina.
441JAYE, B.H. y MITCHEL, W.P. Picturing Faith a Facsimile Edition of the Pictographic Quechua Catechism in the
Huntington Free Library.New York: Huntington Free Library Bronx, 1999. p. 72.
442El íncipit es la palabra interlocutoria que abre frases en un texto.
Figura 54. Catecismo de Huntington. Jaye B. H. y Mitchel, W. P. 1996, p.
28-59.
443 Los investigadores creen que podría proceder de Chile, debido a una inscripción en el dorso de una de las hojas
cuya frase indica «República de Chile».
444 Probablemente la época republicana, según los investigadores.
445Capas, chaquetas, píntalos, sobreros, etc.
El modo de leer es de izquierda a derecha y de arriba abajo. Se trata de un sistema de
signos que reproducen sonidos y no tiene escritura alfabética que aparentemente fue hecho
por un cura o una persona habilosa o con conocimientos católicos
En las páginas 23 y 57 existen añadiduras con lápiz, lo que sugiere que lo hizo alguien
con educación parcial; no todos los pictogramas fueron descifrados, pero éstos contienen,
una vez más, las oraciones fundamentales en la doctrina cristiana: El Credo de Los Apóstoles,
Los Siete Sacramentos, El Ave María, El Padre Nuestro, Los Diez Mandamientos, Los
Mandamientos De La Iglesia, Los Artículos De Fe, Los Artículos De La Fe acerca de la
humanidad de Cristo, las siete obras de misericordia corporales, las siete obras de
misericordia espirituales, preguntas del catecismo sobre la existencia y naturaleza de Dios,
sobre la trinidad, sobre Jesucristo, sobre la humanidad y muerte de Cristo, sobre Cristo y el
Juicio Final, sobre la naturaleza de la Eucaristía, sobre el sacramento de la penitencia, sobre
la salvación, las virtudes teologales y cardinales, los siete pecados capitales y las virtudes
reparadoras, Yo Confieso y el acto de contrición.
En la década de los 80’s, el profesor Osvaldo Sánchez Terrazas logró acopiar como 120
piezas (entre cueros y papel) de rezos con pictogramas y signogramas, además de un
cuaderno etnográfico en el cual habría registrado los significados.
Algunos de los rezos en cuero fueron escritos en 1984 por un muchacho adolescente
proveniente de San Lucas (Chuquisaca) de nombre Rafael Esposo, quien habría aprendido
la escritura por las enseñanzas de su padre que era doctrinero en Sarakaya (Chuquisaca –
Bolivia).Parte de estos rezos de propiedad de Sánchez, fueron donados al Museo de la
Universidad y años más tarde estudiados, clasificados y organizados en una subcolección
que lleva su nombre.
El año 2000, los investigadores Walter Sánchez y Ramón Sanzetenea organizaron una
exposición en el INIAM-UMSS, denominada Rogativas Andinas, donde fueron expuestas las
diferentes piezas de cuero y papel447, recopiladas por Dick Ibarra y Osvaldo Sánchez, que
entonces llegó en condición de préstamo.
446 Entre estos se encuentran los catecismos hallados por Ibarra Grasso.
447Para poder ser expuesto, se debió hacer un trabajo previo de restauración primaria pues los escritos se
encontraban mal guardados, descuidados y dañados.
448 SANCHEZ CANEDO, W. Y SANZETENEA, R. “Rogativas Andinas”. Boletín del INIAM - Museo Arqueológico, 2000, Año
2, n° 8.
cosmología andina, en base a los 12 rezos de Sarakaya en sus tres versiones (ideográfica,
quechua y español).
La subcolección Osvaldo Sánchez Terrazas está constituida por sesenta y tres piezas en
cuero y papel, que contienen doce rezos en idioma quechua. Cada rezo se repite en dos
piezas de cuero, a excepción de los rezos Apuyaya (Señor Mío) y P’unchayninchej (Nuestro
Amanecer),de los que se tiene solamente un ejemplar.Entre los rezos que forman parte de
esta subcolección están: Apuyaya/ Señor Mio, Bendicionta churaykuway/ Dame tu
bendición, Dios apunchej/ Dios Señor Nuestro, Diosllawanña/ Dios Mio, Diosnenchijpa/ Lo que
dijo Dios, Ininanchej/ Creemos, Inini/ Credo, Jesus lasariño/ Jesús Nazareno, Noqa juchasapa/
Yo pecador, P’unchayninchej/ Nuestro Amanecer, Wasiykimanta/ De tu casa y Yayayku/
Padre Nuestro.
Ambos investigadores completan esta investigación, con publicaciones relacionadas como ser:GARCÉS
449
VELÁSQUEZ, F. y SÁNCHEZ CANEDO, W. Entre Cajones, Textiles, Cueros, Papeles y Barro. Textualidades. / INIAM-UMSS.
Escritura Andina. Pictografía e Ideografía en Cuero, Papel y Barro. Cochabamba. INIAM-UMSS, 2014. / GARCÉS
VELÁSQUEZ, F. Escrituras andinas de ayer y hoy. INIAM – UMSS, 2017.
Figura 55. Rezo Diosnenchijpa / Lo que dijo Dios (Cuero. Tamaño
36 x 26.5 cm., y 21.5 x 16.5 cm.450
Las piezas de cuero y papel fueron escritas en 1984 por el catequista Rafael Esposo, hijo
de un misionero católico, en la comunidad de Sarakaya, San Lucas – Chuquisaca, Bolivia,
cuyas primeras trascripciones e interpretaciones correspondieron al Prof. Oswaldo Sánchez
Terrazas.
Existen dos tipos de rezos, aquellos que son estrictamente católicos y los de invención
local que fusionan elementos rituales locales con los religiosos católicos, ya que no son parte
de los catecismos tradicionales u oficiales. Entre los católicos están: Apu Yaya, Iñini, Ñuqa
juchasapa, Yayayku y Diosninchikpa. En los de invención local se encuentran: Bendicionta
churaykuway, Dios apunchij, Diosllawanña, Ininanchik, Jesús Lazariñu, P’unchayninchik y
Wasiykimanta.
Los textos católico – andinos tienen una eminente finalidad de evangelización, lo cual se
demuestra con el permanente uso de pictogramas alusivos a la doctrina católica, y
signogramas cuyos rasgos aparentan la misma tendencia, en estos mismos pictogramas y sus
correspondientes signos prevalece uso y consideración permanente de la cosmovisión
andina a partir de sus creencias y necesidades sociales, agrícolas, etc.
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