Dislipidemias

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Propuesta de Guía De Práctica Clínica

para el Manejo Integral de las


Dislipidemias y el Riesgo Cardiovascular
Realizada por Harold Muñoz Trochez, M.D; Internista y Germán Nicolás Villegas Moreno, M.D; EGSS;
EGCAM; MEC(c).

En este trabajo se presenta a COOMEVA EPS S.A. la propuesta de Guía de Práctica Clínica – GPC para el
manejo de las dislipidemias, que se espera sea parte integral del modelo de atención de las enfermedades
crónicas no transmisibles y el programa de atención específico a la patología mencionada.

Introducción

Se realizó una revisión de la evidencia científicas disponible en distintas bases de datos (MEDLINE,
LILACS, COCHRANE, PUB MED), UP TO DATE, guías de la Tercer Reporte del Panel de Expertos en
Detección, Evaluación y Tratamiento del Colesterol Elevado en Adultos (Adult Treatment Pannel III - ATP
III) del programa Nacional de Educación en Colesterol (National Cholesterol Education Program – NCEP) de
EEUU (1), Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atherosclerotic Cardiovascular Risk
in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on
Practice Guidelines de noviembre 12 del 2013 y otras fuentes como la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y Organización Panamericana de la Salud (OPS) para adecuar la Guía de Práctica Clínica de las
Dislipidemias y riesgo cardiovascular existente en Coomeva EPS.

Para establecer el nivel de evidencia y grado de recomendación se usará la herramienta de la Agency for
Healthcare Research and Quality que a continuación se describe (1):

Tabla 1. Descripción de la clasificación para determinar grados de recomendación y nivel de


evidencia disponible según Agency for Healthcare Research and Quality
__________________________________________________________________________________
Grados de Recomendación
A Existe buena evidencia en base a la investigación para apoyar la recomendación
B Existe moderada evidencia en base a la investigación para apoyar la recomendación
C La recomendación se basa en la opinión de expertos o en un panel de consenso
D Existe evidencia de riesgo para esta intervención
__________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
Tabla de clasificación de las recomendaciones en función del nivel de evidencia disponible
Ia La evidencia científica procede a partir de meta-análisis de ensayos clínicos
controlados y aleatorizados
Ib La evidencia científica procede de al menos un ensayo clínico controlado y
aleatorizado
IIa La evidencia científica procede de al menos un estudio prospectivo controlado, bien
diseñado y sin aleatorizar
IIb La evidencia científica procede de al menos un estudio casi experimental, bien
diseñado.
III La evidencia científica procede de estudios descriptivos no experimentales, bien
diseñados como estudios comparativos, de correlación o de casos y controles
__________________________________________________________________________________
En negrilla el lector encontrará los aspectos más importantes que a consideración de los autores se quieren
resaltar.

Justificación

En Colombia en el año 2011 las enfermedades cardiovasculares ocuparon la primera causa de mortalidad.
Entre dichas enfermedades, la cardiopatía isquémica y las enfermedades cerebrovasculares son las dos
principales causas de mortalidad prematura y discapacidad (4).

La detección y tratamiento de las alteraciones de los lípidos son clave para la prevención y manejo de
enfermedades crónicas no transmisibles. El colesterol sanguíneo tiene una relación lineal con el riesgo de
enfermedad coronaria y es un factor de riesgo modificable clave. Se estima que los niveles de colesterol LDL
por arriba de 147 mg /dL son responsables de más del 50% de los eventos cardiovasculares (5). Las
dislipidemias como factor de riesgo son susceptibles de ser modificadas y con ello reducir de manera
significativa la morbimortalidad asociada.

Ha pasado más de una década desde que el ATP III publicó el tercer informe para la detección, evaluación y
tratamiento del colesterol elevado y nueve años desde que se han actualizado las recomendaciones. Existen
nuevas directrices del American College of Cardiology (ACC) y la American Heart Association (AHA)
desarrolladas en conjunto con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) que
contienen algunos cambios sustanciales frente a lo recomendado por el ATP III.

Atrás han quedado los objetivos de colesterol LDL y HDL recomendados, específicamente para tratar a los
pacientes con enfermedad cardiovascular a menos de 100 mg/dL o el objetivo opcional de menos de 70 mg/dl.

Según el grupo de expertos, simplemente no hay pruebas de los ensayos clínicos aleatorizados y controlados
para apoyar el tratamiento a un objetivo específico. Como resultado, las nuevas directrices no hacen
recomendaciones para los objetivos específicos de colesterol LDL o HDL en la prevención primaria y
secundaria de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.

En cambio, las nuevas directrices identifican cuatro grupos de pacientes de prevención primaria y secundaria
en los cuales los médicos deben concentrar sus esfuerzos para reducir eventos cardiovasculares y en estos
cuatro grupos de pacientes las nuevas directrices hacen recomendaciones con respecto a la "intensidad"
apropiada del tratamiento con estatinas para lograr reducciones relativas en el colesterol LDL(22).

Alcance

Esta guía está dirigida a los médicos generales y equipos multidisciplinarios “expertos” en la patología, a
especialistas en medicina interna y endocrinología relacionados con la atención de pacientes con Dislipidemia
y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV) que laboran en las instituciones de prestación de servicios de salud
propias y adscritas de COOMEVA EPS.

Población objetivo

La población objetivo son los pacientes adultos afiliados a COOMEVA EPS con diagnóstico de Dislipidemia
y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV) que requieren atención médica integral a nivel nacional.

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Plan de actualización

Esta guía se sugiere sea revisada cada 2 años, con el fin de validar si requiere actualización. En caso de
aparición de nuevas tecnologías en el mercado colombiano para el tratamiento de la Dislipidemia y Riesgo
Cardiovascular (DLP-RCV) se considera como criterio para nueva revisión antes del período mencionado.

Objetivo general

Brindar una atención integral a los pacientes con Dislipidemia y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV) a través
de procesos estructurados que permitan la detección temprana, disminuir la progresión de la enfermedad,
complicaciones, hospitalizaciones y mortalidad, con desenlaces favorables desde la evidencia científica con
alcance a eficacia, efectividad y eficiencia (costo efectividad) de las intervenciones aplicadas en el paciente,
determinando el rol de la familia y del asegurador -COOMEVA EPS- mediante un equipo multidisciplinario
experto en la patología en el nivel ambulatorio.

Objetivos específicos

1. Desarrollar estrategias de detección y captación temprana de ciudadanos/usuarios con diagnóstico de


Dislipidemia y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV).
2. Reducir la prevalencia de factores de riesgo modificables para la Dislipidemia y Riesgo
Cardiovascular (DLP-RCV) al implementar las acciones propuestas.
3. Evitar las complicaciones en los pacientes con Dislipidemia y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV)
mediante una atencion integral de calidad al ciudadano/usuario y la familia.
4. Realizar seguimiento a los afiliados inscritos en el programa y desarrollar estrategias para pacientes
sin adherencia.
5. Brindar educación en autocuidado para generar cambio conductual en el ciudadano/usuario
involucrando su familia y/o cuidador primario, con el fin de disminuir complicaciones, mejorar y/o
mantener su calidad de vida.
6. Evaluar periódicamente la adherencia a guías por parte del personal asistencial.
7. Fortalecer los procesos y las personas en busca de la correcta interacción asistencial y la
coordinación administrativa entre los diferentes niveles de atención.
8. Generar mejoramiento continuo de la calidad al implementar mediciones de eficacia, efectividad,
eficiencia, seguridad y satisfacción.

Glosario

 Riesgo cardiovascular: Es la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular en un


determinado período de tiempo, generalmente 10 años. Las enfermedades incluidas dentro del
concepto de riesgo cardiovascular son la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular.

 Enfermedad cardiovascular prematura: Aparición de manifestaciones de enfermedad


cardiovascular en hombres menores de 55 años o mujeres menores de 65 años.

 Prevención primaria: Intervenciones para modificar el estilo de vida o tratamiento farmacológico


en personas que no tienen enfermedad cardiovascular establecida.

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 Prevención secundaria: Intervenciones para modificar el estilo de vida o tratamiento farmacológico
en personas que ya tienen enfermedad cardiovascular establecida.

 Lipoproteínas: Complejos macromoleculares compuestos por proteínas y lípidos que transportan


masivamente las grasas por todo el organismo. Son esféricas, hidrosolubles, formadas por un núcleo
de lípidos apolares (colesterol esterificado y triglicéridos) cubiertos con una capa externa polar de 2
nm formada a su vez por apoproteínas, fosfolípidos y colesterol libre.

 Colesterol: Molécula esteroidea formada por cuatro anillos hidrocarbonados más una cadena
alifática de ocho átomos de carbono en el C-17 y una molécula OH en posición C-3 del anillo A.
Aunque desde el punto de vista químico es un alcohol, posee propiedades físicas semejantes a las de
un lípido.

 Colesterol HDL (C-HDL, por sus siglas en inglés, High Density Lipoprotein): Es la concentración
de colesterol contenido en las lipoproteínas de alta densidad. Las HDL participan en el transporte
reverso del colesterol, es decir de los tejidos hacia el hígado para su excreción o reciclaje. Son
lipoproteínas que contienen apoA-I y flotan a densidades mayores en comparación con las
lipoproteínas que contienen la apoB, debido a su alto contenido proteico. Por ello, son conocidas
como lipoproteínas de alta densidad.

 Colesterol LDL (C-LDL, por sus siglas en inglés, Low Density Lipoprotein): Es la concentración de
colesterol contenido en las lipoproteínas de baja densidad, transportan el colesterol a los tejidos. Su
elevación favorece la aparición de ateroesclerosis y por lo tanto, de problemas cardiovasculares.

 Colesterol No HDL: Es todo el colesterol que no es trasportado por las lipoproteínas de alta
densidad y es potencialmente aterogénico. Su valor es la diferencia entre el colesterol total y el
colesterol HDL, y comprende las fracciones de lipoproteínas LDL, IDL, VLDL y sus remanentes.

 Triglicéridos (TG): Son moléculas de glicerol esterificadas con tres ácidos grasos. Principal forma
de almacenamiento de energía en el organismo.

 Hipercolesterolemia familiar: Es la dislipidemia que se asocia a un mayor riesgo de aterosclerosis.


Es la entidad en que la anormalidad principal es la elevación de C-LDL como consecuencia de las
mutaciones del gen del receptor LDL, de la apoB o del gen proprotein convertasa subtilisina kexina 9
(PcsK9). Existen dos formas: las heterocigotas y homocigotas, su transmisión puede ser autosómica
dominante o recesiva. Se caracteriza por tener niveles de colesterol total mayor a 400mg/dl. El arco
corneal y los xantomas tendinosos son característicos de esta patología.

 Hipercolesterolemia poligénica: Es la entidad en que las elevaciones del C-LDL son superiores a
160 mg/dL y menores a 190mg/dl, y característicamente no se presentan xantomas. El diagnóstico se
establece cuando por lo menos un familiar de primer grado tiene C-LDL por arriba de 160 mg/dl.

 Hiperlipidemia familiar combinada: Es la entidad que se manifiesta con distintos fenotipos, con
fluctuaciones constantes en el perfil de lípidos, ausencia de xantomas, niveles de apo B mayores del
percentil 90 poblacional, historia familiar o personal de cardiopatía isquémica prematura, historia
familiar de hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia o con ambas dislipidemias. Tiene asociación
con síndrome metabólico.

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 Hipertrigliceridemia: Es la entidad en que se tienen valores de triglicéridos mayores de 200 mg/dl,
con C-LDL normal o bajo. Los niveles de C-HDL están disminuidos y niveles normales de apoB;
coexisten en pacientes con diabetes mellitus tipo 2.

 Terapia médica nutricional: Es la actividad que consiste en comprobar el estado nutricional de una
persona y dar los alimentos o nutrientes apropiados para tratar afecciones tales como las causadas
por hipertensión arterial, diabetes, dislipidemia y cáncer.

 Ayuno: Es la abstinencia de ingesta calórica por un tiempo determinado. Para la determinación de


lípidos tendrá que ser de 9 a 12 horas.

 Índice de Masa Corporal (IMC): Es el resultado de dividir el peso corporal expresado en


kilogramos, entre la estatura expresada en metros elevada al cuadrado. Permite determinar peso bajo
(IMC<18.5), sobrepeso (≥25 y <30) u obesidad (IMC ≥ 30).

Definición y clasificación (1, 2)

Las dislipidemias son un conjunto de enfermedades asintomáticas y tienen en común que son causadas por
concentraciones anormales de lipoproteínas sanguíneas.Su búsqueda intencionada es indispensable para un
diagnóstico y tratamiento oportuno. Las dislipidemias se clasifican por síndromes que engloban una variedad
de etiologías. Se debe establecer su etiología y probabilidad de sufrir un evento cardiovascular.

Las dislipidemias primarias son aquellas en las que no se encuentra una causa evidente, o se relaciona con
factores genéticos o alteraciones a nivel del transporte del colesterol en la sangre. A este grupo corresponden
la hipercolesterolemia familiar, la hipercolesterolemia poligénica y la hiperlipidemia familiar combinada.

En diversas enfermedades se observan cambios importantes en los valores plasmáticos de las lipoproteínas,
considerando a este tipo de dislipidemias como secundarias. Las entidades que más frecuentemente se asocian
a éstas son la obesidad, diabetes mellitus, hipotiroidismo y la falla renal entre otros (ver tabla 1).

Tabla 1. Formas y causas frecuentes de hiperlipidemia secundaria (1, 2)

TRIGLICERIDOS
C-LDL ALTO C-HDL BAJO
ALTOS
Hipotiroidismo Tabaquismo Tabaquismo
Síndrome Nefrótico Diabetes Mellitus Diabetes Mellitus
Colestasis Obesidad Obesidad
Porfiria intermitente aguda Sedentarismo Hipotiroidismo
Falla renal estadio 4 y 5

La probabilidad de sufrir un evento cardiovascular al que se asocia una hipercolesterolemia secundaria


es significativamente menor al causado por una hipercolesterolemia primaria.

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Tamizaje (1, 2 y 25)

Se debe realizar medición en ayunas de colesterol total, C-HDL y TG a pacientes hombres de 45 años o más,
mujeres de 50 años o más o en edad postmenopáusica (recomendación Ia).

Las mediciones en ayunas de colesterol total, C-HDL y TG también se deben realizar a pacientes a cualquier
edad si presentan diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, historia familiar de enfermedad
cardiovascular temprana, enfermedades inflamatorias (lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, etc.),
enfermedad renal crónica, evidencia de ateroesclerosis, infección por HIV con terapia antirretroviral y en
pacientes con manifestaciones clínicas de hiperlipidemia (xantomas, xantelasma, arco corneal prematuro)
(recomendación Ia).

El colesterol LDL se calculará de acuerdo a la fórmula de Friedewald:

Si los triglicéridos son mayores a 400 mg/dl el valor del LDL obtenido no es confiable, por lo que se
debe solicitar la medición directa del LDL, según disponibilidad (recomendación Ia).

Cuando se obtengan todos los valores del perfil lipídico se procederá a realizar el diagnóstico teniendo en
cuenta los valores de normalidad. De acuerdo con los resultados los siguientes serán los diagnósticos
relacionados:

 Si el paciente sólo tiene el C-LDL por fuera de la meta:


 Hipercolesterolemia aislada.

 Si el paciente tiene el C-LDL y los TG por fuera de la meta:


 Dislipidemia mixta.

 Si el paciente sólo tiene los TG por fuera de la meta:


 Hipertrigliceridemia aislada.

 Si el paciente sólo tiene el C-HDL por fuera de la meta:


 HDL bajo aislado.

 Si el paciente tiene el C-HDL por fuera de la meta y otra alteración:


 La alteración en algunos de los grupos anteriores con HDL bajo.

Una vez hecho el diagnóstico, se deben descartar causas secundarias de dislipidemia, las cuales se han
enumerado en la tabla 1 (recomendación Ib).

La medición del perfil lipídico se realizará trimestralmente hasta que los que valores obtenidos estén en metas
individuales de acuerdo a los grupos de riesgo.

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Estratificación y utilidad del riesgo cardiovascular

 Utilidad del riesgo cardiovascular

La modificación de los factores de riesgo puede reducir los episodios cardiovasculares y la muerte
prematura, tanto en las personas con enfermedad cardiovascular establecida, como en aquellas con alto
riesgo cardiovascular debido a uno o más factores de riesgo.

Las dos utilidades más importantes del riesgo cardiovascular son: 1) Establecer las prioridades de
prevención cardiovascular, y 2) Decidir la intensidad de la intervención con la introducción o no de
tratamiento farmacológico.

La forma más razonable y costo-efectiva de determinar las prioridades de prevención es por medio del
riesgo cardiovascular, ya que se establece una asignación de los recursos en función de las necesidades,
entendiendo como necesidades el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

Es así como el paciente con riesgo cardiovascular alto requiere un seguimiento más estrecho y una
intervención más intensa, precisando en la mayoría de las ocasiones, un tratamiento farmacológico
intensivo además de instaurar los cambios en el estilo de vida.

 Estratificación del riesgo cardiovascular

Todos los instrumentos para calcular el riesgo cardiovascular, Framingham, ATP, PROCAM, Q-RISK,
EURO-SCORE, entre otros, tienen limitaciones debido a aque no utilizan datos específicos de la
población colombiana y sobrestiman el riesgo. Por este motivo, tienen un potencial innecesario en el uso
de estatinas cuando se aplican en nuestra población.

El Ministerio de Salud y Protección Social mediante la Guía de Práctica Clínica publicada durante este
año recomienda usar la escala de Framingham pero utilizando un factor de ajuste con el fin de mejorar la
estimación del riesgo específico para el País (sugiere multiplicar el resultado final por 0,75).

Para los grupos con historia de enfermedad cardiovascular arteroesclerótica, hipercolesterolemia con
antecedente de LDL > 190 mg/dl y diabéticos no es necesario utilizar estos instrumentos para calcular el
riesgo dado que se consideran de alto riesgo y deben ser tratados.

En el grupo de bajo riesgo se deberá adicionalmente determinar la presencia de condiciones que podrían
indicar necesidad de manejo farmacológico:

 Niveles de colesterol LDL > 160 mg/dl.


 Historia familiar (primer grado de consanguinidad) de evento cardiocerebrovascular
ateroesclerótico temprano (mujeres menores de 65 años y hombre menores de 55 años).

Los cuatro principales grupos de pacientes de prevención primaria y secundaria que deben ser tratados
con estatinas fueron identificados sobre la base de los ensayos clínicos aleatorizados y controlados que
demuestran que el beneficio del tratamiento supera el riesgo de eventos adversos (22). Los cuatro grupos
de tratamiento son:

1. Las personas con enfermedad cardiovascular aterosclerótica clínica (enfermedad coronaria,


accidente cerebrovascular y enfermedad arterial periférica de presunto origen ateroesclerótico).

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2. Las personas con niveles de colesterol LDL mayores de 190 mg / dL, como aquellos con
hipercolesterolemia familiar.

3. Las personas con diabetes de entre 40 a 75 años de edad con niveles de colesterol LDL
entre 70 y 189 mg / dl y sin evidencia de enfermedad cardiovascular aterosclerótica.

4. Las personas entre 40 y 75 años sin evidencia de enfermedad cardiovascular o diabetes,


pero que tienen niveles de colesterol LDL entre 70 y 189 mg / dL y un riesgo a 10 años de
enfermedad cardiovascular aterosclerótica > 7,5 % (ver nueva calculadora de riesgo en
www.cardiosource.org).

El manejo de los pacientes con hipercolesterolemia familiar se deben realizar en conjunto con el genetista.

Manejo terapéutico actual para el paciente con Dislipidemia y Riesgo Cardiovascular (DLP-RCV)

A. Manejo no farmacológico: Siempre debe ir asociado al manejo farmacológico (22)

a. Educación Psicosocial (recomendación Ib) (21)

La transmisión de conceptos específicos sobre la enfermedad a través de la educación del


paciente y su familia debe ser considerada como un pilar del tratamiento.

Específicamente en el manejo de las enfermedades crónicas, pues se ha entendido el rol del


profesional de la salud como sujeto “activo” frente a un paciente como sujeto “pasivo”. Esta
conceptualización genera mayor integralidad de la atención al paciente, la familia y entorno.

Dicha trasformación, permite entender que el aumento del conocimiento de un paciente


sobre una enfermedad lleva a un cambio de comportamiento que mejora los resultados
clínicos, y es por ello que se fortalece la teoría de la educación en autocuidado que nos habla
sobre auto-eficacia, además de la importancia de tener en cuenta la creencia del paciente en
su propia capacidad para llevar a cabo una determinada conducta.

Este autocuidado NO debemos entenderlo como la educación en salud tradicional, donde se


le brinda información sobre la enfermedad al paciente, más bien, como la capacidad del
paciente para hacer frente a todo lo que significa una enfermedad crónica, incluyendo la
identificación de los síntomas, entender los tratamientos, las consecuencias físicas y sociales
y los cambios de estilo de vida necesarios, pero estableciendo acuerdos desde su propia
realidad (desde su propio estilo de vida). Lo anterior permite lograr un autocontrol eficaz,
donde el paciente pueda controlar su enfermedad y hacer los cambios de comportamiento,
cognitivos y emocionales que sean necesarios para mantener una calidad de vida
satisfactoria.

El autocuidado es un acto de vida que permite a las personas convertirse en responsables de


sus propias acciones. Por lo tanto, es un proceso voluntario de la persona para consigo
misma, implica una responsabilidad individual al realizar las prácticas de autocuidado, ya
sea con fines protectores o preventivos.

Además, el modelo propone que se deben evitar las intervenciones amenazantes o


coercitivas, por el contrario, partir del estímulo a la autoeficacia en las personas y fomentar
en ellas niveles cada vez más altos de autoestima, puesto que el autocuidado es básicamente
un resultado del quererse. Al fortalecer la autoestima se impulsan prácticas consideradas de
autoafirmación, autovaloración, autorreconocimiento, autoeficacia y autoexpresión de los
aspectos que favorecen el desarrollo integral.

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Los pacientes con enfermedades crónicas pueden presentar algún episodio depresivo, tanto
en el período de duelo que acompaña al conocimiento del diagnóstico, como por los
cambios de hábitos que implica el manejo de la enfermedad.

Por ello, es necesario generar un modelo de intervención hacia el logro de la Adherencia


Terapéutica basado en la dinámica del AUTOCUIDADO y así formar al PACIENTE
MAESTRO, el cual debe conocer su patología para así poder cuidarse él mismo.

Las competencias que adquiera le permitirán responder con efectividad ante los síntomas de
su enfermedad, participar en la toma de decisiones compartidas con el profesional de la
salud y transmitir adecuadamente la información que él ha adquirido con otros pacientes de
en la misma condición. Esta última cuestión facilitará que la dimensión del rol del paciente
maestro sea exponencial, puesto que los beneficios invertidos en su educación y en el
autoconocimiento de su patología tendrán una incidencia beneficiosa en muchos otros
pacientes y en su entorno social. A su vez, estos pacientes pueden llegar a convertirse
también en pacientes maestros y prolongar / multiplicar el esfuerzo del sistema para mejorar
la calidad de vida de los pacientes crónicos.

La estrategia propuesta se denomina RECONOZCO(21), para ser desarrollada en distintos


niveles conformando grupos de 15-20 personas inscritas en el programa con familiares o
cuidadores, con el fin de obtener el máximo provecho de cada sesión, teniendo en cuenta las
características de riesgo común.

Esta estrategia ha sido descrita en el Modelo de Atención de las Enfermedades Crónicas No


Transmisibles. En los anexos se propone material educativo mínimo de apoyo.

b. Nutrición (1-2-22)

El sobrepeso y la obesidad contribuyen al desarrollo de las dislipidemias. La reducción


calórica con el fin de perder peso (5-10%) es la medida preventiva más importante, mejora
el perfil de lípidos e influye favorablemente sobre otros factores de riesgo cardiovascular
(recomendación Ia).

Dicha reducción calórica estará guiada por profesional en nutrición y dietética, que a su vez
individualizará cada paciente, brindando una terapia médica nutricional con un aporte de
calorías que en la mayoría de los casos estará dentro del rango de 1200-1800 Kcal/día
(recomendación Ia).

Para el inicio de la terapia médica nutricional se debe tener en cuenta las características
etno-culturales de cada paciente, así como en el medio en el cual se desempeña (tanto el
ambiente familiar como el ambiente laboral) (recomendación Ib).

Se sugiere un plan de alimentación basado en los siguientes porcentajes:

 Carbohidratos: 45-55%
 Grasas: 25-30%
 Proteínas: 15-20%

Para la población general se recomienda evitar los azúcares de rápida absorción y


carbohidratos procesados, un consumo moderado de bebidas sin alcohol (gaseosas y
refrescos, etc.), el cual debe ser extremadamente limitado en personas con TG altos
(recomendación Ib).

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Se debe reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 7% del Valor Calórico Total
(VCT) y de colesterol a menos de 200 mg/día, eliminar o limitar al máximo el consumo de
grasas trans y aumentar el consumo de ácidos grasos mono insaturados y poli-insaturados
(recomendación Ib).

Se deben incluir 30 a 40 gr de fibra al día, preferiblemente soluble (verduras, legumbres,


frutas y cereales integrales), ya que este tipo de fibra cumple su función sobre el
vaciamiento gástrico y por ende ayuda a disminuir los picos postprandiales de glicemia y
triglicéridos (recomendación Ia).

c. Ejercicio (1-2-22)

Estos cambios en la alimentación deben ir acompañados de aumento en actividad física: 150


minutos por semana, aumentando gradualmente hasta llegar a 300 minutos semana de
ejercicio aeróbico y de resistencia (recomendación Ia).

El plan de ejercicio será formulado por el médico tratante y supervisado por el profesional
en fisioterapia.

d. Cesación tabáquica

El dejar de fumar disminuye el riesgo cardiovascular e igualmente ayuda en la disminución


de los lípidos (recomendación Ia).

B. Manejo Farmacológico

El médico general experto y/o médico internista y/o endocrinólogo deberán determinar, siguiendo  la
guía,  si el paciente está en alguno de los cuatro grupos de alto riesgo para comenzar el tratamiento
con estatinas y además, decidir el régimen de tratamiento (de moderada o alta intensidad) (22).

Tipos de tratamiento según grupos de riesgo:

1. Las personas con enfermedad cardiovascular aterosclerótica clínica:

Deben recibir tratamiento de alta intensidad con estatinas, si su edad es menor de 75 años, o de
intensidad moderada si es mayor de 75 años.

2. Las personas con niveles de colesterol LDL mayores de 190 mg/dl, como aquellos con
hipercolesterolemia familiar:

Deben recibir un tratamiento de alta intensidad con estatinas.

3. Las personas con diabetes de entre 40 a 75 años de edad con niveles de colesterol LDL
entre 70 y 189 mg/dl y sin evidencia de enfermedad cardiovascular aterosclerótica:

Deben recibir un tratamiento de intensidad moderada con estatinas y de alta intensidad si el


riesgo cardiovascular a 10 años es mayor o igual de 7,5%.

4. Las personas entre 40 y 75 años sin evidencia de enfermedad cardiovascular o diabetes,


pero que tienen niveles de colesterol LDL entre 70 y 189 mg/dl y un riesgo a 10 años de

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enfermedad cardiovascular aterosclerótica mayor del 7,5 % (ver nueva calculadora de
riesgo):

Deben recibir un tratamiento de moderada intensidad con estatinas.

La siguiente tabla determina los rangos de dosis diaria para las estatinas según intensidad del
tratamiento:

Tratamiento Estatina Dosis


Lovastatina 40 a 80 mg
Moderada Intensidad Atorvastatina 10 a 20 mg
Simvastatina 20 a 40 mg
Atorvastatina 40 a 80 mg
Alta intensidad
Rosuvastatina 20 a 40 mg

Porcentaje de reducción de Colesterol LDL por cada estatina y dosis

En la siguiente tabla se lista la capacidad de reducción del colesterol LDL por cada estatina y la dosis
relacionada:

Medicamento 20-25% 26-30% 31-35% 36-40% 41-50% 51-55%


Lovastatina 10mg 20mg 40mg 80mg - -
Simvastatina - 10mg 20mg 40mg - -
Atorvastatina - - 10mg 20mg 40mg 80mg
Rosuvastatina - - - 5mg 10 a 20mg 40mg

La determinación de niveles de lípidos durante el tratamiento farmacológico, más que con el objetivo
de alcanzar una cifra concreta de LDL, tendrá como objetivo evaluar la adherencia. Estas directrices
son un cambio radical respecto a las guías previas. Los autores del nuevo posicionamiento tratan de
que se identifique a los pacientes en los que las estatinas  proporcionan beneficio.

Los motivos de este cambio son las siguientes:


 Los autores del consenso anterior (ATP III) que abogaba por reducir drásticamente el colesterol,
se basaron en datos clínicos, extrapolaciones de investigación básica y estudios post hoc de
ensayos clínicos en los que no se habían pre especificado los objetivos de niveles de colesterol.
 Las cifras fueron indicadas por extrapolación y consenso, de esta forma establecieron que cuanto
más bajo mejor en las metas.
 
Los ensayos clínicos han demostrado en repetidas ocasiones que las estatinas reducen el riesgo de
infarto y de accidente cerebrovascular, pero la reducción de LDL con otros fármacos no ha sido tan
eficaz. Los beneficios de las estatinas pueden ser debidos a otros efectos, incluyendo la inflamación y
no únicamente al efecto sobre las cifras de colesterol.
 
También se debe considerar que un gran porcentaje de personas que padecen un infarto u otra

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enfermedad cardiovascular no tienen cifras altas de LDL. Es necesario entender que el colesterol es
un factor de riesgo y no la única causa de la enfermedad. 

En resumen, se propone que se identifique a los que realmente se benefician del tratamiento y que la
adherencia al tratamiento sea fundamental en el seguimiento. Para las personas con niveles de
colesterol LDL mayor de 190 mg/dl una estatina de alta intensidad se debe utilizar con el objetivo de
lograr al menos una reducción del 50 % en los niveles de colesterol LDL.

Para las personas con diabetes de 40 a 75 años de edad, una estatina de intensidad moderada,
definida como un medicamento que reduce el colesterol LDL de 30% a 49 %, se debe utilizar
mientras que una estatina de alta intensidad es una opción razonable si el paciente también tiene un
riesgo de 10 años de enfermedad cardiovascular aterosclerótica superior a 7,5 %.

Para los individuos entre 40 y 75 años sin enfermedad cardiovascular o diabetes, pero que tiene un
riesgo de 10 años de eventos clínicos mayor del 7,5 % y un nivel de colesterol LDL en cualquier
lugar entre 70 a 189 mg/dl, el panel recomienda el tratamiento con una estatina de intensidad
moderada o estatinas de intensidad alta.

Aquellos pacientes que no están incluidos en ninguno de los cuatro grupos y en los que la decisión de
iniciar tratamiento con estatinas no está clara, se debe tratar de identificar otros factores. Estos
factores incluyen historia familiar de arterioesclerosis cardiovascular prematura en primer grado,
niveles elevados de proteína C-reactiva sensible (PCR) (mayor de 2 mg/l), presencia de calcio en
coronarias por Angio TAC coronario e índice tobillo-muñeca menor de 0,9, en los cuales se debe
medir el riesgo cardiovascular con la nueva calculadora de riesgo para definir el tipo de tratamiento a
iniciar.

Consideraciones generales del uso de Estatinas en el manejo de la dislipidemia y el riesgo


cardiovascular

Las estatinas bloquean la hidroximetilglutaril coenzima A (HMG-CoA) reductasa, al inhibir la


conversión de HMG-CoA en ácido mevalónico, el cual es un importante paso temprano en la síntesis
de colesterol.

A partir de los ensayos clínicos aleatorizados de estatinas y los meta-análisis, las características del
paciente y las estrategias de monitoreo se han tenido en cuenta para mejorar la seguridad en la terapia
con estatinas de alta y moderada intensidad. Las características de los pacientes que pueden influir en
la seguridad de las estatinas incluyen (recomendación Ia) (22):

 Una historia personal o familiar de intolerancia a las estatinas por trastornos musculares.
 Uso concomitante de fármacos que afectan el metabolismo de estatinas.
 Historia de ACV hemorrágico.
 Pacientes mayores de 75 años de edad.
 La ascendencia asiática.

Esta guía no recomienda la medición rutinaria de la creatin-quinasa en las personas que reciben
tratamiento con estatinas. Esta medición debe reservarse para aquellos pacientes con síntomas

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musculares. Sin embargo, la medición de una línea de base de creatin-quinasa puede ser útil en los
pacientes con mayor riesgo de acontecimientos adversos musculares.

Por lo tanto, hay sugerencias útiles en la administración de estatinas que se derivaron de datos
obtenidos en ensayos clínicos y la experiencia clínica para mejorar la seguridad y tolerabilidad.

A los pacientes se les debe preguntar en cada visita, tanto antes como después de la iniciación del
tratamiento con estatinas, acerca de síntomas musculares como debilidad muscular, fatiga, dolor,
sensibilidad, calambres, entumecimiento (recomendación Ib)(22).

Se recomienda que la medición basal de transaminasas se debe realizar antes de iniciar la terapia con
estatinas. No hay recomendación para monitorear los niveles de transaminasas porque en estudios
realizados tipo ECA no hubo diferencia significativa entre los grupos de placebo y los grupos de
tratamiento con estatinas en las tasas de aumento de las transaminasas. Además, la FDA ha indicado
que si las transaminasas hepáticas basales son normales no se necesita más supervisión hepática.

Durante el tratamiento con estatinas es razonable medir la función hepática si se presentan síntomas
que sugieren la hepatotoxicidad (por ejemplo, cansancio inusual o debilidad, pérdida de apetito,
dolor abdominal, coluria, o ictericia).

Las estatinas incrementan modestamente el exceso de riesgo de diabetes mellitus tipo 2 en individuos
con factores de riesgo para la diabetes. La posibilidad de un beneficio de reducción de riesgos
cardiovasculares pesa más que el exceso de riesgo de la diabetes. Las personas que reciben
tratamiento con estatinas deben ser tamizados para diagnostico de diabetes de novo.

Las personas que desarrollan diabetes durante el tratamiento con estatinas deben adherirse a un
patrón de dieta saludable, realizar actividad física, lograr y mantener un peso corporal adecuado,
dejar de usar el tabaco y continuar el tratamiento con estatinas para reducir el riesgo de eventos
cardiovasculares.

Las estatinas están listadas en la categoría X para uso en el embarazo y no deben utilizarse en
mujeres en edad fértil a menos que estas mujeres están usando un método anticonceptivo eficaz.

Para las personas que toman cualquier dosis de estatinas es razonable tener especial precaución
cuando son mayores de 75 años de edad, así como en las personas que están tomando medicamentos
concomitantes que alteran el metabolismo de estas moléculas, que toman múltiples medicamentos, o
que toman medicamentos para las enfermedades que requieren regímenes complejos (por ejemplo,
aquellos que se han sometido a un trasplante de órgano sólido o está recibiendo tratamiento para el
VIH).

Se proponen las siguientes recomendaciones para evaluar y tratar los síntomas musculares,
incluyendo el dolor, sensibilidad, rigidez, calambres, debilidad o fatiga en los pacientes tratados con
estatinas:

 Para evitar la interrupción innecesaria de las estatinas, se debe obtener un historial de


síntomas musculares previos o vigentes para establecer una línea de base antes de iniciar la
terapia con estatinas.

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 Si los síntomas musculares son graves e inexplicables, o su desarrollo es posterior al inicio
del tratamiento con estatinas, debe interrumpirse de inmediato la estatina y abordar la
posibilidad de rabdomiólisis evaluando creatin-quinasa, creatinina y un análisis de orina
para evaluar la presencia de mioglobinuria.
 Si se presentan síntomas musculares leves a moderados durante la terapia con estatinas tener
en cuenta:
o Si los síntomas musculares se resuelven, y no existe ninguna contraindicación,
reiniciar la dosis previa o una dosis más baja de la misma estatina para establecer
una relación causal entre los síntomas musculares y el tratamiento con estatinas.
o Si existe una relación causal, suspender la estatina inicial. Una vez que los
síntomas musculares se resuelven utilizar una dosis baja de una estatina diferente.
o Una vez que se tolera una dosis baja de estatinas, aumentar gradualmente la dosis
según la tolerancia.
o Si se determina que los síntomas musculares persistentes son secundarios a una
condición no relacionada con el tratamiento con estatinas, o si la condición
predisponente haya sido tratada se debe reanudar el tratamiento con estatinas en la
dosis original.

La atención clínica en los controles debe centrase en la intensidad de la terapia con estatinas, la
respuesta al tratamiento y la adherencia. Tener en cuenta en la terapia con estatinas las siguientes
cifras de la respuesta terapéutica para evaluarlas frente a las esperadas:

 La terapia con estatinas de alta intensidad debe lograr una reducción media de LDL-
C ≥ 50% desde la línea de base sin tratar.
 La terapia con estatinas de intensidad moderada por lo general se traduce en una
reducción del LDL -C promedio de 30% a 50% de la línea de base sin tratar.
 Tiempo ideal para evaluar respuesta son 12 semanas.

Pacientes que no logran los objetivos (22)

La adhesión al estilo de vida propuesto y la adherencia al tratamiento con estatinas deben validarse
nuevamente antes de la adición de un fármaco diferente a estatinas.

Los estudios que evalúan la reducción de eventos cardiovasculares con fármacos diferentes a
estatinas han sido revisados, así como los que evaluaron la reducción adicional de eventos
cardiovasculares de terapias combinando fármacos a la terapia con estatinas. No se encuentran datos
que apoyen el uso rutinario de drogas diferentes a las estatinas solas o combinadas con estatinas para
reducir aún más los eventos cardiovasculares (recomendación Ib).

En pacientes de alto riesgo que tienen una respuesta menor de la esperada con el uso de las estatinas
o que son incapaces de tolerarlas se puede considerar la adición de una molécula diferente a las
estatinas para reducir el colesterol.

Los individuos de alto riesgo incluyen aquellos con enfermedad cardiocerebrovascular instaurada,
aquellos con C-LDL ≥ 190 mg/dl y los individuos con diabetes. En esta situación, se recomienda
utilizar aquellos medicamentos que hayan demostrado proporcionar beneficios en la reducción del

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riesgo cardiovascular y que pesan más que los posibles efectos adversos de interacción
farmacológica (recomendación Ib).

Factores de riesgo para toxicidad con estatinas (23)

Características de las estatinas

La susceptibilidad al daño muscular difiere entre las distintas estatinas. La pravastatina es la de


menor toxicidad intrínseca. La Simvastatina, la lovastatina y la atorvastatina son metabolizadas por
la isoenzima CYP450-3A4. La pravastatina y la rosuvastatina se excretan sin cambios a través del
riñón y, en menor medida, por la bilis, por lo que tendrían menor toxicidad muscular al asociarse con
medicamentos que se metabolicen por esta vía (23).

Comorbilidades

Hay mayor riesgo de efectos adversos en pacientes con enfermedad multisistémica, en especial falla
renal (aguda o crónica), diabetes, hipotiroidismo no reconocido y antecedentes de enfermedad
muscular o enfermedad hepática crónica (excepto el hígado graso, que puede mejorar con el
tratamiento hipolipemiante) (23).

Medicamentos concomitantes

El riesgo es mayor en pacientes que reciben terapia concomitante con medicamentos que inhiben la
CYP-3A4 como el caso de la ciclosporina, fibratos (gemfibrozil, fenofibrato y ciprofibrato),
macrólidos (eritromicina y claritromicina), antifungicos (itraconazol, ketoconazol y miconazol),
inhibidores de proteasa para VIH y antiarrítmicos (verapamilo, amiodarona).

El fenofibrato sería de elección en los pacientes que requieren terapia combinada de estatinas y
fibratos por su más baja incidencia de interacciones, pues la glucuronidación que es una vía
importante para la excreción renal de las estatinas lipofílicas, parece ser inhibida en forma
significativa por el gemfibrozil pero no por el fenofibrato, y por este mecanismo el gemfibrozil
aumenta en dos a seis veces los niveles de estatinas.

La clave para reducir la toxicidad muscular cuando se combinan una estatina y un fibrato es estar
alerta a los factores de riesgo para problemas musculares y aconsejar al paciente para reportar
cualquier síntoma relacionado (recomendación Ia) (23).

Monitorización del tratamiento con estatinas

De acuerdo con la evidencia las estatinas no producen compromiso hepático, renal o neurológico, por
lo tanto no se recomienda de manera rutinaria la monitorización de estos sistemas en pacientes
asintomáticos. Tampoco es necesaria la monitorización de los niveles de creatinina ni de proteinuria,
aunque se aconseja la determinación de la función renal basal antes de iniciar el tratamiento.

A pesar del riesgo de miopatía la monitorización de rutina de las enzimas musculares en pacientes en
tratamiento con estatinas no está indicada. Se debe tener un valor basal de creatin-quinasa (CPK)
antes de iniciar el tratamiento como referencia en caso de desarrollarse los síntomas.

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No es necesaria la medición periódica de ésta en pacientes asintomáticos. Se requiere juicio clínico
para interpretar los niveles elevados de CPK ya que éstos pueden aumentarse por hipotiroidismo o
traumatismos, inyecciones intramusculares o ejercicio intenso.

Una vez se ha iniciado la terapia los síntomas pueden aparecer en cualquier momento. Si se presenta
miositis o se sospecha, se suspende de inmediato la estatina, se miden los niveles de CPK y se
comparan con los niveles basales. Como el hipotiroidismo predispone a miopatía, se miden los
niveles de hormona estimulante de tiroides (TSH).

Si no hay elevación de la CPK deben descartarse otras causas de mialgias como ejercicio extenuante
o trabajo pesado y aconsejar al paciente moderar su actividad física.

Con o sin la presencia de síntomas un nivel de CPK mayor a 10 veces el límite superior normal
probablemente es secundario a la estatina y es indicación para suspender el tratamiento.

Si el paciente refiere mialgias o sensibilidad muscular, con la presencia o no de elevación moderada


de CPK (3-10 veces el límite superior normal) se realiza un seguimiento semanal de los síntomas y
de los niveles de CPK hasta normalizarlos o hasta que desaparezca la preocupación clínica o los
síntomas o niveles empeoren hasta el punto de indicarse la suspensión de la terapia con estatinas.

Para aquellos pacientes que desarrollen síntomas musculares o debilidad y que tengan aumento
progresivo de los niveles de CPK se recomienda la reducción de la dosis o la suspensión provisional
del medicamento (23) (recomendación Ia).

De ser necesaria la restitución del tratamiento con estatinas se hace a dosis menores de las que
ocasionaron la alteración, y se siguen de manera muy cuidadosa y frecuente los síntomas y las
enzimas musculares (23) (recomendación Ib).

Opciones para pacientes de alto riesgo cardiovascular y toxicidad con las estatinas

Ha continuación se presentan las diferentes alternativas existentes de medicamentos hipolipemiantes


cuando no se pueden utilizar las estatinas:

 Resinas de ácidos biliares

Disminuyen el LDL en 20% a 25% y aumentan el HDL en 0,8%. La dosis que se requiere para lograr
una reducción del colesterol de 20% con colestiramina usualmente es de 16 a 24 g/día. No hay
adecuada mejoría del perfil lipídico al usarse como monoterapia puesto que son medicamentos con
difícil adherencia por sus efectos adversos gastrointestinales (23) (recomendación IIc).

 Ezetimiba

Es un inhibidor de la absorción de colesterol, que reduce el LDL en 15% a 20% con dosis de 10
mg/dl. Como monoterapia es difícil alcanzar las metas en pacientes de alto riesgo y no se evidencian
cambios significativos en el perfil lipídico al aumentar las dosis. Su mayor utilidad se expresa al

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combinarla con estatinas, ya que de este modo se ha comprobado su eficacia y alta seguridad (23)
(recomendación Ib).

 Niacina

Reduce el LDL en 15% a 25% con dosis de 1.000 a 2.000 g/dl, incrementa el HDL en 15 a 35% y
disminuye los triglicéridos en 25% a 50%. Pese a ello, causa un estado de vasodilatación,
especialmente en la cara, que es poco confortable y no permite incrementar las dosis en forma
cómoda y hay pacientes que requieren suspensión por intolerancia. Para mejorar su tolerancia y
evitar o atenuar este efecto hay presentaciones con inhibidores de prostaglandinas, pero solo un 7%
de los pacientes mejoran la vasodilatación, por lo tanto es una elección restringida(23)
(recomendación IIb).

 Fibratos

Disminuyen los triglicéridos en 20% a 50% e incrementan el HDL en 10% a 35%, con efectos
variables en el LDL por lo que no constituirían la terapia de elección en pacientes de alto riesgo
cardiovascular.

 Fibratos y ezetimiba

Estudios que combinaron fenofibrato con ezetimiba en pacientes con dislipidemia mixta encontraron
una disminución significativa en los niveles de LDL (20,4%) y triglicéridos (44%), y un incremento
significativo del HDL(19%) (p<0,001). Estos medicamentos fueron bien tolerados y no se
encontraron diferencias en la elevación de transaminasas o casos de miopatía (23)(recomendación
Ib).

Manejo de los triglicéridos

La hipertrigliceridemia es un factor de riesgo cardiovascular independiente y así como para pancreatitis


aguda. Además está incluido junto con los niveles de colesterol HDL en los criterios de síndrome metabólico.

El manejo inicial de la hipertrigliceridemia debería incluir consejos sobre cambios en el estilo de vida (control
del peso, incluyendo dieta y ejercicio, cesación del tabaquismo) y screening para síndrome metabólico y otras
causas adquiridas.

Se debe realizar el tratamiento de las causas secundarias (síndrome nefrótico, diabetes, insuficiencia renal
crónica, hipotiroidismo, medicamentos) adicional al tratamiento de la hipertrigliceridemia.

Recomendaciones

 Solamente se considerará como meta primaria los niveles de triglicéridos si estos son mayores a
500mg/dl, caso en el cual el riesgo de pancreatitis es alto (recomendación Ia).

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 El tratamiento de elección en este caso son los fibratos, los cuales pueden lograr una disminución
de hasta un 60% del nivel basal de TG. Los fibratos están contraindicados en pacientes con daño
severo hepático o renal (recomendación IIb).
 Una alternativa útil es el inicio de ácidos omega-3 (14-15), a dosis de 2-4 g/día, como
complemento a la dieta y las medidas no farmacológicas (recomendación Ia)
 En pacientes con valores muy elevados (mayores de 1000mg/dl) el tratamiento con monoterapia
puede ser insuficiente para reducir los valores por debajo de 500 mg/dl, por lo cual es necesaria la
combinación de fibratos y omega-3 (recomendación Ia).
 El control de la diabetes mellitus es parte integral del tratamiento de la hipertrigliceridemia, ya que
esta última es el resultado de la insulinoresistencia o insulinopenia según cada caso
(recomendación Ia).

Si los triglicéridos son >500 mg/dl y <1000 mg/dl iniciar gemfibrozilo (suspender estatinas si las está
usando). Comenzar con 600 mg/d y luego aumentar a 1200 mg/d si hay tolerancia (2-4 semanas).

Si los triglicéridos permanecen mayores a 500 mg/dl a pesar de adecuada adherencia a medidas
farmacológicas y no farmacológicas a los 3-6 meses, adicionar ácidos grasos omega 3 (preferiblemente de
origen marino) y aumentar progresivamente la dosis hasta 2-4 g/d (también se debe aumentar
progresivamente por los síntomas gastrointestinales frecuentes).

Si los triglicéridos son mayores a 1000 mg/dl iniciar gemfibrozilo + ácidos grasos omega 3 a dosis de 2- 4 gr
dia (preferiblemente de origen marino).

Si no se consiguen las metas adecuadas de triglicéridos los medicamentos de elección a rotar son ciprofibrato
o fenofibrato a las dosis recomendada, teniendo en cuenta las interacciones medicamentosas y reacciones
adversas.

Si hay concomitantemente alteración del colesterol LDL y Triglicéridos se puede usar estatinas y ciprofibrato
o fenofibrato, pero teniendo en cuenta la mayor posibilidad de efectos adversos, por tanto, el monitoreo
hepático y de CPK debe ser mas exhaustivo.

Dosis y moléculas recomendadas

Derivados del ácido fíbrico (fibratos)

PRINCIPALES EFECTOS
CLASE PRESENTACIÓN DOSIS SECUNDARIOS E
INTERACCIONES
Bezafibrato Tableta 200 y 400 200 a 400 mg/día. Las Trastornos gastrointestinales menores,
mg tabletas retard se ocasionalmente anormalidad en función
administran una vez al hepática. La asociación con estatinas
día y las sencillas dos conlleva a riesgo de precipitar
veces al día rabdomiólisis, miopatía e insuficiencia
Fenofibrato Cápsula 100 y 250 250 mg/día retard y renal. Aumentan actividad de
mg 100 a 300mg divido en anticoagulantes. Con ciprofibrato existen
tres dosis al día efectos como cefalea, vértigo y urticaria.
Gemfibrozilo Tabletas 300, 600 y 900 a 1200 mg/día
900 mg
Ciprofibrato Tableta 100 mg 100 a 200 mg/día

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Actividades a Programar

Categoría Plan de Manejo Mes para la actividad programada


Frecuencia Año 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Consulta Médico Experto 3 X X X X
Consulta Medicina Interna 3 X X X
Consulta Nutrición 4 X X X X
Consulta Fisioterapia 3 X X X
Consulta Psicología 4 X X X X

DISLIPIDEMIA Perfil lipídico*


Paraclínicos
Frecuencia Año
3
1
X
2 3
Mes para la actividad programada
4
X
5 6
X
7 8 9 10 11 12

Y RCV Creatinina y TFG calculada**


EKG
CPK***
1
1
1
X
X
X
Glicemia**** 1 X
TSH*****
TGO - TGP 2 X X
Microalbuminuria 1 X
Parcial de orina 1 X
(*): La frecuencia en el monitoreo de lípidos en suero debe realizarse cada tres meses luego de cambios de dosis de estatinas o cambio de medicamento
(**): De acuerdo con los resultados se define la frecuencia (ver guía ERC)
(***): Con o sin síntomas niveles de CPK mayores a 10 veces el límite superior normal obligan a suspender estatina. Solicitar en caso de que aparezcan
síntomas musculares
(****): Seguimiento de acuerdo con resultados
(*****): Solicitar en caso de síntomatología asociada y antecedentes. Seguimiento de acuerdo con resultados

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