Diabetes Caspe
Diabetes Caspe
Diabetes Caspe
MONOGRAFIA
SEPTIEMBRE 2012
ÍNDICE
NOMENCLATURAS Y ABREVIATURAS……………………………….………………………4
RESUMEN…………………………………………………………………….……………………5
ABSTRACT…………………………………………………………………………….…….........6
1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….………...….7
2. METODOLOGÍA DE BÚSQUEDA………………………………………………….……….11
3. METODOLOGÍA DE ELABORACIÓN DE UNA GUÍA DE PRÁCTICA
CLÍNICA…………………………………………………………………………………..……….12
3.1. ALCANCE Y OBJETIVOS………………………………………………………………....12
3.2. COMPOSICIÓN DEL GRUPO ELABORADOR…………………………………………12
3.3. FORMULACIÓN DE LAS PREGUNTAS DE LA GUÍA………………………….……...13
3.4. BÚSQUEDA DE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA………………………………….……….13
3.5. EVALUACIÓN DE LA EVIDENCIA CIENTÍFICA………………………………………..14
3.6. FORMULACIÓN DE RECOMENDACIONES……………………………………………15
3.6.1. Evaluación de la calidad de la evidencia científica………………………………..….15
3.6.2. Graduación de la fuerza de las recomendaciones………………………………........15
3.6.3. Elaboración de recomendaciones con el sistema SIGN……………....................…15
3.6.4. Elaboración de recomendaciones con el sistema GRADE…………………………..17
3.7. OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN LA ELABORACIÓN
DE UNA GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA………………………………………………………18
3.7.1. Claves para la implementación de la guía durante el proceso de
elaboración……………………………………………………………………………………..…18
3.7.2. Implicación de los pacientes/cuidadores en la elaboración de la
guía de práctica clínica………………………………………………………………………..…18
3.7.3. Revisión externa…………………………………………………………………………..19
4. RECOMENDACIONES DE EDUCACIÓN SANITARIA DE LAS GUÍAS
DE PRÁCTICA CLÍNICA……………………………………………………………………...…19
4.1. GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE DIABETES TIPO 2 DEL MINISTERIO DE
SANIDAD Y CONSUMO………………………………………………………………………...19
4.2.3. Recomendaciones…………………………………………………………………….….23
- AA. Autoanálisis.
- ADA. Asociación Americana de Diabetes.
- AGREE. Appraisal of Guidelines Research and Evaluation.
- CASPe. Critical Appraisal Skills Programme España.
- DCCT. The Diabetes Control and Complications Trial.
- DM 1. Diabetes Mellitus tipo 1.
- DM 2. Diabetes Mellitus tipo 2.
- ECA. Ensayo Clínico Aleatorio.
- GIN. Guidelines International Network.
- GRADE. Grading of Recommendations of Assessment Development and
Evaluations.
- HbA1c. Hemoglobina glicosilada.
- HTA. Hipertensión Arterial.
- ICSI. Institute for Clinical Systems Improvement.
- IEMA. Índice de Estancia Media.
- NICE. National Institute for Clinical Excellence.
- NZGG. New Zealand Guidelines Group.
- SIGN. Scottish Intercollegiate Guidelines Network.
- TA. Tensión Arterial.
- UKPDS. United Kingdom Prospective Diabetes Study.
RESUMEN
Este trabajo analiza las guías de práctica clínica más importantes sobre diabetes
para conocer la metodología de elaboración de una guía y proporcionar recomendaciones
para diseñar un programa de educación sanitaria.
Se analizan las tres guías más consultadas en nuestro medio, la guía ADA, la guía
NICE y la Guía del sistema nacional de salud. Las tres tienen en común tres revisiones
sistemáticas con un alto valor de evidencia y comparten recomendaciones sobre la
necesidad de la educación sanitaria desde el diagnóstico de la enfermedad, contenidos
de los programas, valor de la educación grupal e importancia de la enfermería. También
existen diferencias sobre la elaboración de los programas y el nivel de entrenamiento de
los profesionales.
The diabetes mellitus is a chronic disease of discharge prevalence, which can give
place to serious complications. Also it is a disease of easy detection and restoration of
correction measures being the sanitary education the most important area from the point
of view nurse.
This work analyzes the most important guides of clinical practice on diabetes to
know the methodology of production of a guide and to provide recommendations to design
a program of sanitary education.
There are analyzed three guides most consulted in our way, the guide ADA, the
guide NICE and the Guide of the national system of health. The three have jointly three
systematic reviews with a high value of evidence and share recommendations on the
need of the sanitary education from the diagnosis of the disease, contents of the
programs, value of the group education and importance of the nursing. Also, they have
differences in the production of the programs and the level of training of the professionals.
b. Para la diabetes tipo 1 la prevalencia viene a ser del 0,08 -0,20%, y se estima una
incidencia de 10-17 nuevos casos por 100.000 habitantes y año. (3)
Sobre este último punto no se han realizado estudios de valoración de los costes que
esto supone, tampoco de las pérdidas económicas que supone para las familias aunque
si se reconocen estas afirmaciones.
Por tanto, podemos concluir que la diabetes es un problema de salud que precisa de
cuidados para prevenirla, controlarla y evitar complicaciones posteriores, y que los
profesionales sanitarios tenemos que tener una formación específica y amplia en sus tres
niveles de atención.
La diabetes es una patología de fácil detección e instauración de medidas
correctoras por parte de los profesionales, encontrando un mayor problema en lo
referente a la adherencia a las medidas higiénico dietéticas por parte de los pacientes.
También a nivel primario ofrece posibilidad de cribaje e instauración de medidas
preventivas en pacientes con factores de riesgo.
En cuanto a la prevención primaria, el incremento progresivo del número de
diabéticos y las cifras de casos no diagnosticados hace que las medidas preventivas
sean muy importantes para disminuir la prevalencia de la enfermedad.
En la diabetes tipo 1 no existe evidencia científica de medidas de prevención
eficaces.
En la diabetes tipo 2 existe evidencia de que los pacientes con antecedentes
familiares de diabetes tienen un riesgo 5-10 veces superior que la población general de
padecer la enfermedad (2). Otros factores asociados son, la obesidad, raza, distribución
de grasa corporal, sedentarismo, nivel socioeconómico bajo, intolerancia a la glucosa,
hipertensión arterial e hiperlipemia. La prevención y control de estas patologías mediante
la modificación de los estilos de vida es a su vez un pilar fundamental de la prevención de
la diabetes mellitus tipo 2. Se debe centrar la prevención primaria en los factores
modificables antes descritos (19).
Existe evidencia científica de que las medidas nutricionales y el ejercicio son eficaces
en la prevención y el manejo de la diabetes, pudiendo reducir el riesgo de padecerla
hasta un 60% (2,20).
En los últimos años se ha establecido una nueva categoría pre-diabética, compuesta
por los términos alteración de la glucosa en ayunas e intolerancia a los hidratos de
carbono. Estos individuos con cifras límite de glucosa son los que más se benefician de
las medidas preventivas ya que con ellas se pueden reducir el progreso a diabetes
mellitus en más de un 50% (21).
Otra categoría de diabetes es la diabetes gestacional, que se desarrolla en un 8% de
los embarazos según los últimos estudios en España. Es de obligatorio despistaje en el
seguimiento obstétrico, y cada vez es más frecuente por el aumento de la obesidad
materna (22).
La prevención secundaria se centra en el diagnóstico precoz, tratamiento y
seguimiento adecuados para mantener unos buenos controles, retardando la aparición y
progresión de complicaciones agudas y/o crónicas:
- En la diabetes tipo 1 la sintomatología aparece al tiempo que la enfermedad y por
tanto el diagnóstico es rápido.
- En el caso de la diabetes tipo 2, suele tener una fase preclínica larga, ocurriendo
que aproximadamente el 50% de los pacientes detectados manifiestan una o más
complicaciones relacionadas con la diabetes (23).
2- Objetivos específicos.
• Revisar las recomendaciones de las guías.
• Conocer la metodología de elaboración de una guía de práctica clínica.
• Proporcionar una serie de recomendaciones para la elaboración de programas
de educación para diabéticos.
• Analizar las discrepancias, si las hubiera, de las recomendaciones obtenidas.
2- METODOLOGÍA DE BÚSQUEDA
Las búsquedas bibliográficas se realizan en Pubmed, dialnet, guía salud y google
académico. Las palabras clave utilizadas son:
- Diabetes.
- Educación en salud.
- Evidencia.
- Revisiones.
- Metaanálisis.
- Prevalencia.
- Mortalidad.
- Morbilidad.
Como filtro se utiliza el año 2005, aunque hay trabajos que hacen referencia a
estudios anteriores.
En la introducción se priorizan estudios realizados en España, con el fin de evitar
sesgos en el análisis de la situación de la diabetes en España. Solamente se utilizan
estudios foráneos cuando no se encuentran datos en nuestro país y son extrapolables.
Para seleccionar las guías que se van a analizar se utiliza guía salud, página
española que recoge todas las guías de práctica clínica basada en la evidencia. También
se tiene en cuenta cuales son las guías que marcan la pauta en el tratamiento de la
diabetes y establecen las directrices en cada una de sus revisiones.
Las guías seleccionadas para el estudio son:
a. Guía de diabetes ADA. Asociación Americana de Diabetes. Guía de referencia a
nivel mundial que marca la pauta de los avances en diabetes. Cada año publica
en Diabetes Care las revisiones y nuevos avances que se han obtenido durante el
curso anterior.
b. Guía NICE. National Institute for Clinical Excellence. Referente a nivel Europeo.
c. Guía del sistema nacional de salud. Es la guía institucional referente en nuestro
país.
3- METODOLOGÍA DE ELABORACIÓN DE UNA GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA
Para realizar las búsquedas una vez que tenemos las palabras clave y los criterios
utilizaremos las diferentes bases de datos bibliográficas existentes.
Para realizar la búsqueda de guías de práctica clínica se puede acudir a:
- Organismos recopiladores de guías de práctica clínica, en España tenemos
Guiasalud.
- Organismos elaboradores de guías, tales como SIGN (Red Escocesa
Intercolegiada sobre Guías de práctica clínica), NICE (Instituto Nacional Para la
Excelencia Clínica del Reino Unido), ICSI (Instituto para la mejora de los sistemas
clínicos, USA) o el NZGG (Grupo sobre guías de Nueva Zelanda).
- Centros de metodología, siendo el más importante el GIN (Red internacional de
guías).
- Por último también se pueden utilizar las bases de datos generales tales como
medline.
Para la valoración general de los estudios se utiliza el método SIGN (29), el cual
evalúa el riesgo de sesgo del estudio utilizando la siguiente tabla:
Valoración general del estudio
++ Se han cumplido todos o la mayoría de los criterios de calidad metodológica. En
los puntos en los que no se han cumplido, se considera muy poco probable que
dicho incumplimiento pueda afectar a las conclusiones del estudio o revisión.
+ Se han cumplido algunos de los criterios de calidad metodológica. Se considera
poco probable que los criterios que no se han cumplido o que no se describen de
forma adecuada puedan afectar a las conclusiones del estudio o revisión.
- Se han cumplido solo unos pocos criterios de calidad metodológica, o ninguno de
ellos. Se considera probable o muy probable que esto afecte a las conclusiones
del estudio o revisión.
3.6.FORMULACIÓN DE RECOMENDACIONES
La formulación de recomendaciones es una etapa en la se debe valorar un gran
número de factores para hacerla de forma explícita, objetiva y ordenada.
La formulación de recomendaciones se basa en dos etapas fundamentalmente (27,
29,31):
- Evaluación de la calidad global de la evidencia científica.
- Graduación de la fuerza de las recomendaciones.
Grados de recomendación
Al menos un Metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico clasificado
A como 1++ y directamente aplicable a la población diana de la guía; o un
volumen de evidencia científica compuesto por estudios clasificados como 1+ y
con gran consistencia entre ellos.
Un volumen de evidencia científica compuesta por estudios clasificados como
B 2++, directamente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran
gran consistencia entre ellos; o evidencia científica extrapolada desde estudios
clasificados como 1++ o 1+.
Un volumen de evidencia científica compuesta por estudios clasificados como
C 2+, directamente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran
una gran consistencia entre ellos; o evidencia científica extrapolada desde
estudios clasificados como 2++.
D Evidencia científica de nivel 3 o 4; o evidencia científica extrapolada desde
estudios clasificados como 2+.
Esta fase servirá para matizar y enriquecer la guía. También nos permite aumentar la
validez externa, facilitando que el producto final sea más realista con el entorno al que va
dirigido.
Se recomienda que sea una revisión multidisciplinar en la que participen pacientes,
cuidadores y profesionales de todos los ámbitos a los que va dirigida la guía.
EDUCACIÓN.
La educación en diabetes mejora de forma modesta el control glucémico y puede tener
un impacto beneficioso en otras variables (pérdida de peso, calidad de vida, control T.A. y
dislipemia) (35, 36,37).
Las intervenciones que consideran el papel activo de los pacientes para tomar
decisiones mejoran los autocuidados y el control metabólico (38). Las decisiones que
afectan a los resultados se producen en el medio del paciente, por lo que los
profesionales deben tener en cuenta los objetivos del paciente y darles las herramientas
necesarias para desenvolverse en ese medio, aumentando así las probabilidades de
éxito. (39) Estas revisiones sistemáticas de ensayo clínico aleatorio son calificadas con
un nivel de evidencia 1+.
AUTOCONTROL: INTERVENCIONES INDIVIDUALES Y GRUPALES.
El autocontrol de la diabetes ha demostrado mejorar el control glucémico (40-41),
aunque los hallazgos sobre otros resultados son variables. La revisión de Chodosh
mostró un efecto clínicamente relevante en la disminución de la HbA1c en pacientes
adultos (42). Revisión calificada como 1++.
El entrenamiento grupal en personas con DM 2 se ha mostrado muy eficaz para
mejorar el control glucémico, el conocimiento de la enfermedad, las habilidades de
autocuidado, la reducción de TA, el peso y la necesidad de medicación a medio y largo
plazo. En el único ensayo (1+) en que se comparaba la educación individual y la grupal,
esta última se mostró más eficaz (43). En un ensayo estadístico realizado en España con
78 pacientes de atención primaria (1+ por tener poca potencia estadística), las
intervenciones grupales e individuales fueron eficaces para mejorar el control metabólico
(cifras de TA, conocimientos sobre diabetes y perfil lipídico) (44).
AUTOANÁLISIS.
En el paciente insulinizado, solo existen estudios observacionales (por tanto 2+) o
en diabéticos tipo 1, sobre el uso de autoanálisis y ajuste de insulina (45-46). Al conocer
los niveles glucémicos podemos corregirlos con insulina y por tanto mejorar su control.
En el paciente no insulinizado los resultados son más variables seleccionando, el
grupo elaborador de la guía, 2 revisiones sistemáticas y 3 ensayos clínicos aleatorios.
Existe una revisión Cochrane (47) que realiza una revisión sistemática sobre 7 ECA en
diabéticos tipo 2 no insulinizados. La revisión concluye una evidencia moderada de que el
autoanálisis puede ser eficaz en la mejora del control glucémico, ya que los resultados de
los ECA difieren entre sí. En general, son estudios con pacientes muy motivados y con
más componentes de autocontrol además del autoanálisis.
En una revisión sistemática con Metaanálisis (48), el autocontrol con autoanálisis fue
superior que el autocontrol sin autoanálisis en pacientes con DM 2 no insulinizados (1+).
En un ensayo clínico aleatorio(49) de alta calidad (1++) realizado en atención primaria
con diabéticos tipo 2 y control metabólico aceptable, no se observaron diferencias
significativas en la HbA1c al año entre cuidados estándar (controles trimestrales de
HbA1c, con revisión de tratamiento), autocontroles menos intensivos (contactando con su
médico si valores alterados) y autoanálisis intensivo con automanejo (formación adicional
para interpretar resultados y mantener la adherencia a estilos de vida y tratamiento).
Frecuencia de autoanálisis de dos determinaciones diarias dos días a la semana, media
de 65,7 años, tres años de evolución y tratados con dieta o antidiabéticos orales.
En otro ensayo clínico aleatorio (50) no se encontraron diferencias estadísticas en el
porcentaje de pacientes con mejora en el control glucémico, aunque la tendencia fue de
mejora en los que se realizaban autoanálisis. También concluyeron que el número de
años de evolución de la enfermedad y el control deficiente de la enfermedad son factores
que favorecen una respuesta positiva al autocontrol. Los pacientes con peores niveles
basales de HbA1c podrían beneficiarse más del autoanálisis.
En otro ensayo clínico aleatorio (51), el autoanálisis no fue eficaz en la reducción de
HbA1c en pacientes con DM 2 recién diagnosticados y con edad inferior a 70 años. El
autocontrol se asoció a peores resultados en la subescala de depresión de un
cuestionario de bienestar.
4.1.3. RECOMENDACIONES DE LA GUÍA
Las revisiones bibliográficas concluyen que hay poca evidencia sólida de la eficacia de
cualquier enfoque particular de la educación para diabéticos tipo 2. No obstante
concluyen que la educación debe ser estructurada con programas adecuados de
autocuidado. Un grupo de trabajo de educación al paciente, convocado por el
departamento de salud y diabetes del Reino Unido estableció los requisitos para el
desarrollo de programas de alta calidad de educación al paciente. Los criterios clave
habían sido aprobados por una revisión de HTA, “The clinical effectiveness of diabetes
education models for type 2 diabetes: a systematic review” commissioned by the NHS
R&D Health Technology Assessment (HTA) programme on behalf of the NCC-
CC.2008;Vol12,Nº9 (52).
La ADA publica anualmente las revisiones sobre diabetes en la revista Diabetes Care,
en ella revisa la evidencia y modifica sus recomendaciones, no parte de preguntas
previas sino de la revisión de la evidencia aparecida. Utilizamos la revisión aparecida en
Diabetes Care, volumen 34, suplemento1 de enero de 2011 dedicado a revisar la
evidencia aparecida en el último año, sobre los diferentes aspectos de la diabetes.
4.3.2. RECOMENDACIONES.
Las recomendaciones que se realizan en esta nueva revisión son las siguientes:
En resumen, podemos observar que hay trabajos de base que aparecen en las 3
guías o documentos de acompañamiento que corresponden a las referencias
bibliográficas 40,41y 43; las cuales son 3 revisiones sistemáticas catalogadas al menos
como 1+. Luego cada una de las guías comparte algunas referencias
independientemente con cada una de las otras.
El documento de apoyo NICE descarta cualquier trabajo que no este en inglés lo que
añade un sesgo y también la guía, descarta algún trabajo por considerar que el medio en
que se realizan no tienen que ver con el de su ámbito.
También estas dos guías sufren revisiones anuales, lo que también se debiera hacer
en la española, al menos con cierta periodicidad, puesto que continuamente aparecen
revisiones (66) relacionadas con las recomendaciones de la guía.
Por tanto, podemos concluir que existe una base común para las tres guías y sus
documentos de apoyo. Que además las guías ADA y NICE gozan de más documentación
de referencia y que además está relacionada con su medio.
En este apartado vamos a revisar las recomendaciones de las tres guías tratando de
extraer las recomendaciones comunes a todas y las posibles diferencias si las
encontramos. Al igual que en el apartado anterior tendremos que seguir haciendo
referencia a los documentos de apoyo de las guías NICE y ADA puesto que son la base
de las revisiones consultadas posteriormente.
I. Los pacientes y/o cuidador con diabetes deben recibir una educación
estructurada en el momento del diagnóstico, y después, de forma
continuada, en función de sus necesidades regularmente revisadas. Esta
recomendación la realizan las 3 guías con algunas matizaciones; la guía española
la da una fuerza nivel A, y su texto es literal. Posteriormente también recomienda,
nivel A, el autocontrol en pacientes con DM2, fomentando la participación del
paciente. La guía NICE también hace esta recomendación y lo recomienda como
parte integral del cuidado de la diabetes, debiendo seleccionar un programa que
cumpla los criterios del departamento de salud en diabetes. La guía ADA la da
una fuerza de nivel B añadiendo que esta educación se debe realizar de acuerdo
a las normas nacionales editadas (54). Teniendo en cuenta la bibliografía, la
recomendación en las 3 guías y la evidencia de actuaciones relacionadas con la
educación, podemos considerar que el nivel de recomendación A es adecuado en
este caso.
IV. En nuestro medio se recomienda que estos programas sean llevados a cabo
por enfermería, tanto en atención primaria como en especializada. Aunque en
la recomendación no hace referencia al nivel de capacitación o de formación
específica y dada la organización actual del trabajo en atención primaria y
especializada parece que hay una confrontación entre esta guía y las ADA y NICE
en cuanto al nivel de entrenamiento y formación recomendado para los
profesionales que imparten educación diabetológica.
- A los pacientes y/o cuidador con diabetes se les debe ofrecer una educación
estructurada en el momento del diagnóstico, y después, de forma continuada, en
función de sus necesidades regularmente revisadas. Que el nivel de esta
recomendación para las guías es A o B y que como hemos comentado hay
suficiente evidencia a mi criterio para darle nivel A.
- Los contenidos educativos de los programas son muy similares en las 3 guías y
sus correspondientes documentos anexos, coincidiendo todos en temas que
cualquier programa de educación sanitaria debe incorporar:
En estos cuatro aspectos queda claro el consenso existente en las tres guías, pero
existen otros puntos que deben ser motivo de análisis al existir cierto grado de
discrepancia:
- La guía española del ministerio de Sanidad propone que cada equipo de atención
primaria y especializada impulse sus propios programas dando únicamente como
recomendaciones una serie de contenidos para la elaboración del programa. En el
caso de las guías americana (ADA) e inglesa (NICE) los programas educativos
deben estar basados en unas normas establecidas por un Departamento de Salud
o Comité de expertos que marcan las pautas de Calidad, contenidos y Evaluación
del programa que se va a poner en marcha y que a su vez pueden evaluar como
agentes externos calidad y resultados. En este punto no podemos determinar cual
de estás dos opciones es la mejor en nuestro medio. Actualmente no existe por
parte de la administración ninguna directiva en cuanto a calidad de programas lo
cual da lugar a una gran diversidad de actuaciones imposibles de evaluar, con lo
que tampoco se pueden obtener datos fiables. La siguiente pregunta que nos
debiéramos plantear es: ¿Con la inversión de recursos materiales y humanos que
se hace a nivel de gerencias (o comunidades), es eficiente la educación que se
está realizando? ¿O precisa ser consensuada y elaborar una guía educativa
común? Sin un elemento de trabajo consensuado y basado en la evidencia
existente, no es posible cumplir las recomendaciones y además se hará imposible
la evaluación.
- La evaluación es otro punto en el que la guía española no manifiesta nada al
respecto, mientras que las otras dos guías dejan claro que se deben evaluar
periódicamente los objetivos (autocontrol y calidad de vida primordialmente), así
como la calidad del programa y los recursos efectivos (materiales de apoyo y
escritos) con los que cuenta. La evaluación de estos programas, como hemos
visto en las bibliografías de estas guías, sirven de retroalimentación para
establecer nuevas evidencias. Al menos, en las búsquedas realizadas en la
elaboración de este trabajo, no se han encontrado publicaciones de resultados
relacionados con Educación Sanitaria en Cantabria. Por ello, consideramos
recomendable que a nivel de gerencias o comunidades se establezcan programas
educativos basados en la evidencia científica actuales, que permitan una
evaluación interna y/o externa de sus objetivos y una mejora continua de la
calidad.