Lectura Crítica Del Cine en La Universidad
Lectura Crítica Del Cine en La Universidad
Lectura Crítica Del Cine en La Universidad
Resumen
1
Docente Comunicación y Lenguaje, Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.
Instructora de Cine, Bienestar Universitario. Universidad de Ibagué.
Desarrollo del texto
1. Universidad y pedagogía
Dichos aspectos constituyen aquello que los pedagogos han identificado como las
preguntas de la y para la enseñanza: qué, cómo, para qué, cuándo, dónde, por qué y quién.
Cada una de las preguntas tiene un nivel de generalidad diferente. Cada una de ellas tiene un
nivel de determinación diferente, pero todas se interrelacionan. Muy seguramente la pregunta más
importante tiene que ver con los propósitos, ya que allí se plasma nuestra concepción sobre el
individuo y la sociedad y se delimitan nuestras intenciones educativas. En esta pregunta se
precisa el sentido y la finalidad de la educación, se establece el norte y la dirección que deberá
tomar todo el proceso educativo. Es por tanto, la pregunta esencial en educación… sobre la que
hay que priorizar en cualquier intento de innovación de educación. (p.34)
2. Cine y Pedagogía
En este sentido, la tendencia pedagógica actual interpela por una enseñanza consciente y
estratégica, respaldada por el criterio de la ineludible incidencia de la labor docente en el
aprendizaje. Idealmente, tal incidencia debe ser positiva o favorecedora. Ésta implica, además
del criterio de enseñanza, claridad en los componentes de referencia de esa enseñanza y el
diseño de mecanismos que así la permitan.
Al respecto, los planteamientos de los docentes Niño Rojas & Pérez Grajales (2005) prueban
que no solo la “escuela“ enseña sino que también lo hacen la ciudad, los medios y las NTIC,
luego, proponen conjugar una pedagogía renovada con la aplicación de los medios
audiovisuales y las NTIC en la educación y presentan el modelo de Interacción múltiple
pedagógico-comunicativa en el que participan varias personas, también, diferentes elementos
pedagógicos-comunicativos y, heterogéneas maneras de relacionarlos recíprocamente.
Por ende, dentro de todo lo que proponen los autores, está, que el docente haga una tarea
completa a partir de la utilización del medio audiovisual en su clase, esto se refiere a que el
maestro acompañe a sus estudiantes en la visualización del film, como receptores atentos de
mensajes; naturalmente, con una apariencia pasiva, quieta, una posición silenciosa, pero, que
al finalizar, a través de diferentes alternativas planteadas por él, exista espacio para desarrollar
ejercicios de escritura como: reseñas, ensayos, etc., así como espacios de oralidad donde la
conversación, la discusión en clase, exposiciones, etc., permitan la existencia de una
comunicación retroalimentada, reciclada, intercambiada, que estimule a los estudiantes a
adoptar y a evidenciar la actitud crítica frente a la lectura mediatizada. En palabras de los
teóricos, se presenta así:
Lo que sugerimos es que el maestro realice una labor educativa tal que los estudiantes en su
rol de “escuchas”, receptores o espectadores de mensajes, sean capaces de interpretar,
reaccionar, discernir, criticar, analizar, digerir y adoptar o rechazar libre y responsablemente.
(Niño & Pérez, 2005, p.76)
De este modo, el uso que hace el docente del texto cinematográfico en la universidad, no
solo se justifica por su capacidad motivadora sino por la incidencia e impacto en el
pensamiento de los estudiantes, que llevan a generar, en manos del docente, interacción
comunicativa y discursiva desde la necesidad que los estudiantes sean críticos frente a ese
lenguaje y a los contenidos que vehicula.
Soy de la opinión de que el cine, nuestro contemporáneo, mantiene un vínculo bien definido
con la era en que ha nacido; que satisface nuestras necesidades más intimas precisamente
exponiendo (digamos que por primera vez) realidad exterior y profundizando de ese modo
nuestra relación con “esa Tierra que es nuestro hábitat”, para emplear las palabras de Gabriel
Marcel (p.15)
Por consiguiente, el cine que se proyecta usar en clase es un cine que cuente de la manera
mas innovadora, impactante, puntual, etc., sucesos de la realidad, casi como una difusión de
las posibilidades de historias que se pueden presentar como ciertas.
Vale la pena aclarar que el formato de dicha denominación pueden ser: de 35 mm, 16 mm,
super 8, single-8, tarjetas de almacenamiento, entre otros., entendido como un texto (Díaz,
1995). En este caso, un texto audiovisual que desarrolla una historia y un universo, teniendo en
cuenta que tiene dos componentes: el semiótico, porque se constituye de imágenes
audiovisuales, y el ideológico, porque tiene mensajes implícitos y explícitos, los cuales el
estudiante/espectador los deben inferir, evaluar, equiparar, etc., a través de su capacidad y
dimensión cognoscitiva para luego realizar diferentes actividades de interpretación, redacción y
expresión.
La idea de asumir el cine como un espacio educativo propicio, por ejemplo, para generar
una aproximación profunda a los elementos audiovisuales como a los contenidos que
transmite, favoreciendo la lectura crítica y la participación, que son definitivas en el proceso de
aprendizaje y formación académica del estudiante, se ve respaldada por un campo de estudio
e investigación de los medios, denominado Comunicación-Educación.
Los estudios y aportes que han hecho algunos teóricos de la comunicación/educación como
Huergo (2000), Barbero (1998), Kaplún (2001), entre otros, precisan sobre la relación que se
viene presentado entre la comunicación-cultura y la educación. Por ejemplo, para Barbero
(1998) es evidente que existe un nuevo mundo tecnocultural, que la juventud experimenta la
revolución electrónica, la cual está en la etapa prefigurativa y se viene gestando desde los años
60´s. Además, que hay una aparición de un ecosistema comunicativo que apunta a mostrar
que toda la comunidad se integra por seres, tecnología, informática, comunicación, etc., en el
contexto de vida. Al respecto precisa,
La aparición de un ecosistema comunicativo que se esta convirtiendo en algo tan vital como
el ecosistema verde, ambiental. La primera manifestación y materialización de ese ecosistema
comunicativo es la relación de las nuevas tecnologías –desde la tarjeta que sustituye o da
acceso al dinero hasta las grandes avenidas de internet– con sensibilidades nuevas, mucho más
claramente visibles entre los más jóvenes: en sus empatías cognitivas y expresivas con las
tecnologías, y en los nuevos modos de percibir el espacio y el tiempo, la velocidad y la lentitud,
lo lejano y lo cercano, que ellas entrañan. (pg.36)
Es así, que las personas, especialmente las adultas y jóvenes, están creando el
ecosistema comunicativo, por ejemplo, en el momento que tienen en cuenta hacer,
consultas virtuales a los bancos, a libros, a conciertos, a bibliotecas, etc. Así como
acceder a conocer alguna cultura lejana a través de una película en una sala de cine,
como por mencionar un aspecto del encuentro mente-cine.
Por todo lo anterior, la universidad a través del uso de la tecnología y la comunicación desde
una mirada crítica deja su fase experimental de los medios masivos para emprender una tarea
importante, se trata de enseñar a decodificar y codificar mensajes, para alcanzar una lectura
evaluadora que se refleje en el pensamiento, comportamiento y forma de vida de los
estudiantes.
Es así que, en la universidad, ver y leer cine debe procurar la criticidad, es decir, el
desarrollo de procesos cognitivos para generar pensamiento que, para este caso se desarrolla
a partir del texto fílmico audiovisual. Tal condición, sugiere la necesidad de reconocer que el
ejercicio lector se enfrenta a un código que supera el alfabético para instalarse en el de la
imagen. Con ello, se propone acudir pedagógicamente hablando a la lectura semiótica y
cognitiva del cine. Luego, esa lectura esta orientada por aquello que en el campo de la
Comunicación-Educación se denomina la Educación para la Recepción, en la vertiente Lectura
Crítica de Medios que tiene como objetivo:
Desentrañar el contenido ideológico de los mensajes emitidos por los medios. Los
fundamentos teóricos y metodológicos que sustentaron sus propuestas provinieron de los
primeros desarrollos de la semiótica: siguiendo sus tres niveles de análisis, el denotativo, el
connotativo y el ideológico, se pretendía desentrañar el contenido no evidente y regulativo de los
medios. (Huergo, 2000, p. x)
Y la Recepción Activa,
Que tuvo su principal impulsor en CENECA (Centro de Indagación y Expresión Cultural y
Artística de Chile). En 1982, durante el periodo de la dictadura…el énfasis estuvo puesto tanto
en la recepción como en el mensaje mismo y su objetivo central fue promover una actitud
reflexiva ante los mensajes y estimular la expresión cultural. El principal presupuesto de esta
vertiente es que la información no tiene un significado único, objetivo, sino que depende de la
situación particular, del contexto sociocultural… la recepción es un proceso de carácter
intencional que refuerza las condiciones de mediación que están presentes en toda dinámica de
decodificación de los mensajes. (Huergo, 2000, p. xi)
Tales vertientes sugieren que el cine como texto debe ser leído y como discurso debe ser
auscultado, discernido y criticado. Esto se logra cuando se abre paso a la lectura crítica o a la
criticidad desde la pedagogización del medio: comprendido como el cine al servicio de la
educación o el cine como código pertinente para llevar a cabo la enseñabilidad en clase desde
la lectura crítica, particularmente, en lo relacionado con la comunicación y el lenguaje. Según
Castañeda y Henao (1995), citados por Rincón, Narváez y Roldán (2005 p.81) afirman que:
La base del proceso educativo a nivel superior es la lectura, incluso el ingreso y el éxito
académico, descansa en la lectura, que soporta el diseño, formulación y desarrollo de múltiples
tareas... Para tal efecto los estudiantes necesitan ser “eficientes” en términos de una actitud
crítica durante la selección de la información como de la elaboración de la misma.
Esta idea nos lleva a pensar que si la lectura está mediatizada, es apenas comprensible que
su orientación y desarrollo sugiera una visión más integral de la misma y del medio, es decir,
una pedagogización que la haga posible. Y como tal, confirma a la lectura crítica como una de
las actividades académicas e intelectuales más importantes en la universidad que tiene ciertas
implicaciones. Por eso, para alcanzar la lectura crítica mediatizada se sigue la propuesta de las
docentes mexicanas Donna Marie Kabalen y Margarita A. De Sánchez (2005), quienes a su
vez se apoyan en otras teorías, como por ejemplo, la tríadica de la inteligencia de Sternberg,
para establecer su propuesta. Ellas en su planteamiento exponen un método que integra tres
niveles de procesamiento de la lectura con un nivel de conceptualización crítico y alcances
cognoscitivos diferentes, pero dependientes y coexistentes.
Según las autoras, el primer nivel que compone el proceso de la lectura crítica es el
literal, para este caso, consiste en hacer una lectura comprensiva de la película y de
reconocimiento de sus características a través de verla y escucharla. Ellas puntualizan:
“Los procesos fundamentales que conducen a este nivel de lectura son: la observación,
la comparación y la relación, la clasificación, el orden y las transformaciones, la
clasificación jerárquica, el análisis, la síntesis y la evaluación” (2005, p.5).
En esta dirección, la lectura crítica que hacen los estudiantes a los textos
cinematográficos se refiere a realizar una interpretación profunda del film para
implementarlo como un espacio de construcción de conocimiento, fabricación de
raciocinio, de generación de criterios y posturas porque el cine con sus dinámicos
contenidos contribuye a compartir y experimentar diferentes formas de ver el mundo,
(polimorfo), o de sentir la realidad, y sus problemas también. Y, de asumirla desde
alguna posición, porque se debe mirar el film tras la composición de sus contenidos y
de sus significantes, los cuales son necesarios detenerse a examinar y, analizar para
entender su verdadera carga ideológica y, semántica o macroestructura textual.
Conclusiones
En coherencia con todo lo anterior, se concluye que dicho ejercicio se hace bajo: unos
presupuestos pedagógicos puntualizados por De Zubiría (2006), la guía de dos modelos de
formación, el de Influencia educativa (1992) y el de interacción múltiple pedagógico-
comunicativa (2005). También, sobre los conceptos desarrollados por la línea de estudio e
investigación, Comunicación – Educación, en lo relacionado con Recepción activa y Lectura
critica de medios. Finalmente, avalado por la idea de La lectura analítico-crítica que desarrollan
las docentes Donna Marie Kabalen y Margarita A. De Sánchez (2005).
Bibliografía