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“ELLOS DICEN”

56 CANALIZACIONES PARA
TRANSFORMAR TU VIDA

TERESA BOROTAU CASTRO


Prólogo de la Dra Luján Comas
“ELLOS DICEN”

56 canalizaciones para
transformar tu vida

TERESA BOROTAU CASTRO

fotografías: Txus Hidalgo García


EXISTE

Sal de tu mente y sumérgete en el vacío significativo.

Nada significa nada.

Todo significa lo que tú quieras que signifique.

Sal de tu mente y observa millones de nuevos


significados para los mismos actos, los mismos gestos,
las mismas palabras.

Coge a cada instante aquél significado que vibre con tu


existencia, aquél que no te constriña, aquél que no te
limite, aquél que sabe de ti a pesar de las imposiciones
de tus locos pensamientos, esos pensamientos que
circulan desasosegados por la falta de una u otra
doctrina establecida.

Y Existe a pesar de tu intelecto domesticado.

Que justo antes de nacer no sabías nada y, sin


embargo, tenías todo lo que necesitabas.

“Ellos”, noviembre de 2011


AGRADECIMIENTOS

A mis padres Juan y Elvira y, con ellos, a todos mis


muertos, de quienes me siento, ahora, embajadora de
todo su legado aquí en la tierra. Sé que me sostienen y
me apoyan desde allí donde estén.

A mis hijas Laura y Gloria y a mi nieta Sara, que no


dudan en hacerme tocar de pies en el suelo cuando me
pierdo demasiado en los mundos sutiles.

A mi hermana Elvira y a toda su familia, por su


acercamiento, amor y consideración hacia mi persona y
mi vocación.

A mis amigos de siempre, que no han dudado jamás de


la veracidad de lo que les contaba y siguen
acompañándome en las múltiples mutaciones que voy
experimentando en mi trayecto vital. Ellos saben que,
en esencia, sigo siendo la misma.

A mis queridas amigas y amigos del instituto y del


Departament d’Ensenyament, quienes han sido testigos
día a día, de la transformación radical que se ha
producido en mi vida. Les agradezco enormemente su
comprensión y respeto, entendiendo que ya no
podíamos compartir profesión y proyecto. Nuestro
amor fraternal continúa más allá del ámbito
profesional.

A Jose A. M, por su apoyo incondicional y su paciencia


infinita. Por su escucha activa y su respeto. Él me ha
ayudado a tomar decisiones fundamentales a pesar de
salir perjudicado en ellas. Le agradezco de todo corazón
su generosidad.

A Eladi F. por animarme y empujarme en la dirección


correcta y por acoger los talleres en grupo que realizo
periódicamente en la casa de contemplación que él
regenta (Hospitalia). Su acompañamiento espiritual me
dio la fuerza que necesitaba para iniciar el camino que
mi alma me indicaba y que yo, por miedo, iba dilatando.
Y a Xavier M, por presentármelo.

A todas las personas de los centros donde he colaborado


o colaboro. Ellas propician espacios de confianza para
que las personas puedan resolver aquello que les
acongoja y, también, formarse y crecer.

A todas las personas que han confiado en mí para que


las acompañara en sus procesos de desarrollo y
crecimiento, tanto en consulta individual como en los
talleres de constelaciones y de desarrollo de la
sensibilidad. Gracias a aquellos que insistieron en que
grabara las canalizaciones y las transcribiera. Ayudarles
más me ha estimulado a publicar este libro.

A Txus H., por sus preciosas fotografías de puertas.


Nuestro encuentro fue propiciado por una amiga
común, Teresa, y desde el primer momento, nos
entendimos y sentimos conectadas.

A Rosa Q., por su ilusión al transcribir parte de las


canalizaciones. Gracias por facilitarme la tarea.

Gracias a Luján C, no solo por brindarse a escribir el


prólogo de este libro, sino por acompañarnos a mi
mamá y a mí con una delicadeza exquisita en la fase
final de la vida de ésta. Nunca olvidaré la conversación
que mantuvieron y cómo esas palabras significaron un
antes y un después en el proceso de despedida. Sin su
ayuda todo hubiera sido mucho más difícil.

Y, sobretodo, gracias a “Ellos” por permitirme expresar


sus conocimientos a través de mi voz hablada o escrita.
No dejo de sorprenderme de la profundidad de las
palabras que canalizo.
Finalmente he comprendido que divulgarlas es un
deber que no puedo eludir, puesto que, como dicen
“ellos”, hay que retornar a la vida lo que se ha recibido.
ÍNDICE

Prólogo de Luján Comas

Historia de este libro

¿Cómo utilizar este libro?

CANALIZACIONES

1- La abundancia

2- La muerte

3- La transformación

4- Despropósitos y propósito

5- Radical

6- El cambio

7- El rechazo

8- La libertad

9- Dejarse ir

10- La mentira

11- Los recursos


12- La posibilidad

13- La tranquilidad

14- El amor

15- La canalización

16- La diferencia

17- La existencia

18- La duda

19- El éxito

20- El recuerdo

21- Desaparecer

22- La verdad

23- La impaciencia

24- Las limitaciones

25- La soledad y el encaje

26- Morir para vivir

27- La reflexión
28- La esperanza

29- Respuestas

30- Felicidad verdadera

31- El desprendimiento

32- La culpa

33- Incredulidad y credulidad

34- Nada te falta

35- El muro

36- Los milagros

37- La ideas

38- La herida de las mujeres

39- El hombre de tu vida

40- La prioridad

41- La rueda de la vida

42- El compromiso y la libertad

43- Un día
44- Palabra única

45- Vivir es riesgo

46- La renuncia

47- El miedo

48- Lo minúsculo

49- El apego

50- Serenidad

51- La tristeza

52- La represión

53- La eternidad

54- Trayecto

55- Fluye

56- Ser o no ser, esa es la cuestión

Epílogo

Sobre la autora
PRÓLOGO

de LUJÁN COMAS

Conocí a Teresa a través de una solicitud a la Fundación


Metta para que su madre, Elvira, mujer de gran
personalidad, con una mente muy clara, y que estaba en
la fase final de su vida, pudiera recibir acompañamiento
espiritual.
A raíz de eso, trabamos amistad, hablamos
extensamente del más aquí y del más allá y tuvo la
gentileza de pasarme escritos y canalizaciones que me
llevaron a la introspección y me hicieron reflexionar.

Cuando me pidió le escribiera el prólogo (ya que las iba


a publicar como libro), fue para mí una gran alegría ya
que Teresa iba a hacernos partícipes de esos mensajes
que a través de un libro, podrían llegar a mucha gente y
hacer el bien, así que mi agradecimiento a ella y a
“ellos” por compartir con nosotros, esas herramientas
que nos van a ayudar a tener otra visión diferente de las
cosas que nos suceden.

Porque la realidad es neutra, es la que es para nosotros


y cada uno la vivirá diferente, condicionado por el color
del cristal con el que miremos esos acontecimientos y
limitados por nuestras creencias, cultura, momento por
el que estamos pasando, automatismos y rutinas.
Lo que pensamos sobre lo que vemos se transforma en
química en nuestro cuerpo que hace que nos sintamos
física y emocionalmente tal y como pensamos y así se va
haciendo un bucle difícil de romper por la misma
inercia.

Teresa, con estas canalizaciones nos presenta una nueva


manera de observar los sucesos que nos ayudará a
romper el círculo vicioso de pensamiento-sentimiento al
que ya estamos acostumbrados porque es automático,
pero que sin embargo al poner la consciencia nos hace
darnos cuenta de que hay otras formas de contemplar
cualquier evento, más frescas, más ligeras, sin peso
sobreañadido.

Propone entrar en el silencio, en el corazón, sentir


desde allí... y observar para encontrar las auténticas
respuestas que no pasan por la mente y de esa manera
descubrir que hay diferentes modos de ver las
situaciones de la vida para desarrollarnos en la
consciencia, el aprendizaje y el amor.

Como dicen “ellos”, “transformación, significa dar un


nuevo sentido a aquello que aún existe pero que ya no te
satisface”.
Si estáis leyendo este libro es porque queréis cambiar
algo, salir del círculo repetitivo, encontrar la paz.
Dicen: “transformar es re-organizar, re-situar y re-
significar, no hace falta eliminar lo que no nos gusta
para vivir de otra manera sino transformar, sin romper
para vivirlo desde la armonía”.
Estamos aquí, en la Tierra, para adquirir experiencias
que serán lo único que nos llevemos cuando nos
marchemos, porque todo lo material se quedará aquí.
La vivencia no se pierde, no es lo aprendido con la
mente, es lo experimentado con el sentir y el hacer en
coherencia. Es lo único que continúa con nosotros
cuando nos vayamos porque ya forma parte de nuestra
esencia.

Sabemos que somos algo más que este cuerpo físico,


somos un cuerpo de energía que le da vida, un cuerpo
de emociones, un cuerpo mental y uno espiritual.
Somos vibraciones de distintas frecuencias conviviendo
y manifestándose en un cuerpo físico.

La muerte es sólo el fin del cuerpo biológico, cesa


nuestra vida de manifestación visible, no obstante,
seguimos viviendo como energía en otros niveles
dimensionales y al dejar la materia ya no estamos
sometidos a las coordenadas de espacio y tiempo.
No existe la muerte sino un cambio de dimensión. La
vida sigue y las personas que se han ido antes que
nosotros, siguen existiendo en otros planos de
conciencia aún cuando no podamos verlos.

Aunque no veamos algo no podemos decir que no


existe. Nuestros ojos tienen un rango de visión muy
pequeño.
Para las hormigas, el hombre como tal no está presente
ya que con su visión en dos dimensiones no nos pueden
captar, pero el que sus ojos no se percaten de nosotros,
no quiere decir que no existamos.
Una dimensión superior es capaz de percibir a una
inferior pero no al revés.
Así, personas que han dejado de existir físicamente,
han cambiado de plano dimensional y son capaces de
vernos aunque nosotros no a ellos, sin embargo a veces
podemos sentirlos y pueden comunicarse con nosotros.

Lo realmente importante de una canalización es lo que


es capaz de generar en nosotros, ya que la respuesta a
cualquier cuestión, no viene dada desde fuera desde los
maestros externos, sino desde nuestro interior.

En este libro plantean un tema en cada capítulo y


tenemos que sentir qué provoca en nosotros su lectura,
de qué nos hace tomar consciencia, qué sentimos en
nuestro corazón y a través de él, experimentar a nuestro
Ser Superior que será quien busque la solución
inmediata y... decidir. Ese será el impulso que nos
moverá a una acción coherente.

El Universo es un campo de información donde todo


está contenido, lo que sucede y lo que ha ocurrido ya.
Más allá de los límites de nuestro cuerpo, existe una
conexión entre nosotros y también con lo que nos
rodea, aunque no la veamos; estamos vinculados y
formamos parte de una unidad en la que cada
aprendizaje individual supone una ganancia evolutiva
para la especie que queda grabada como información en
el campo. (Este entrelazamiento cuántico está ya
demostrado una y otra vez en diferentes investigaciones
y por diferentes autores).
Einstein llamaba al campo la única realidad.

Formamos parte de una matriz que une todo y nos hace


pensar que las sincronías no son fruto del azar, que no
existen las casualidades sino las causalidades y hay una
causa querido lector por la cual y para la cual, tú estás
leyendo este libro AHORA...

Luján Comas
LA HISTORIA DE ESTE LIBRO

Como todo lo que nace en la vida, este libro ha nacido


porque quería nacer y, un poco, tengo la sensación que
yo solo he sido el instrumento o el vehículo para que se
pudiera producir ese nacimiento.

Es un libro que se ha ido escribiendo a sí mismo a


través de todas las canalizaciones realizadas tanto de
forma oral como escrita y ha sido la fuerza de las
mismas la que me ha empujado a organizar el material
para publicarlo y difundirlo.

Lo que en él se expresa se dirige a todos aquellos que


estén interesados en ampliar su consciencia a través de
la adquisición de un nuevo punto de vista o
cosmovisión. Ese nuevo punto de vista tiene el
propósito de conducirnos, sin duda, a vivir una vida
más plena y llena de sentido, ayudándonos a tomar
decisiones desde la bondad, la belleza, el amor y la
libertad.

Son palabras inspiradas que invitan a la reflexión y al


cambio y son útiles para cualquier ser humano que esté
interesado en revisar en profundidad sus actitudes y
creencias limitantes, ayudándole a reformular su
comportamiento consigo mismo y con el prójimo.

La simple lectura o escucha de las canalizaciones ya


tiene una gran capacidad transformadora, porque te
hace cuestionar viejos conceptos y paradigmas.

Empecé a canalizar a “ellos” en el año 2011, un día, de


repente, en una sesión de meditación en el salón de casa
y en presencia de mis amigos Clara y Carlos.
Quedábamos los lunes por la tarde y, ese día,
entusiasmada, les mostré un cuenco tibetano que había
adquirido en una tienda de mi pueblo. Fue escuchar su
sonido y, esa frecuencia vibratoria, me llevó a un estado
de conexión tal que, súbitamente, sentí la necesidad
urgente de verbalizar unas palabras que, a ciencia
cierta, no provenían de mi mente racional.

En ese momento sentí una extraña vibración en todo mi


cuerpo y empezaron a salir de mi boca unas frases
fluidas y con un estilo filosófico que yo desconocía. Eran
palabras sabias y bonitas que conectaban con nuestros
momentos vitales. Se dirigían a nosotros, los humanos,
y nos hablaban como si nos conocieran. Los tres
quedamos atónitos y nos pusimos a reír, como si
fuéramos niños y acabáramos de descubrir algo muy
importante.

Lo curioso es que, al hablar, yo decía: “Ellos dicen...”,


para distinguir aquello que yo pudiera decir como
Teresa Borotau de aquello que provenía de algo
superior a mí. También resultaba curioso que, en el
momento de canalizar, cambiaba de idioma. En mi vida
cotidiana, con mis amigos hablo catalán. Sin embargo,
siempre canalizaba en castellano, quizás para hacerme
ver que “eso” que decía, no lo decía yo misma, sino que
era algo que “se transmitía a través de mí”.

Realmente yo no tenía ni idea de la trascendencia de ese


hecho ni de los centenares de canalizaciones que
vendrían después. Tampoco tenía ni idea que eso fuera
posible ni sabía qué era una canalización. Según “Ellos”:

“una canalización es la reproducción de


una información, de forma natural y
espontánea, que proviene de un
elemento externo al emisor.

Una canalización supone la existencia de una


conexión con algo exterior o superior al
individuo que la realiza.
A ese algo superior le llamamos FUENTE.

El valor de una canalización se medirá


por los efectos transformadores que
esta haya producido.

Una canalización es una información


útil y directa capaz de TRANSFORMAR
CONSCIENCIAS.”

Desde entonces, cada vez que canalizo, sigo diciendo


“Ellos dicen”. Se ha convertido en un pequeño ritual
hasta gracioso. Muchísimas personas durante estos
años me han preguntado quiénes son “Ellos” y yo
siempre he apelado a “una consciencia superior que está
más allá de mí misma”.

Sin embargo, el día 14 de julio del presente 2019,


supongo que por el nerviosismo de tener que escribir la
introducción de este libro, “Ellos dijeron”:

“Somos seres desencarnados que hemos


adquirido una mayor consciencia gracias a
las múltiples vidas vividas en la materia.

No somos ángeles.

No somos reyes, ni príncipes.


No somos maestros ni somos dioses.

Somos personas normales y corrientes, como


tú, que hemos aprendido a base de errores y
sufrimiento. Y estamos para ayudar a
aquellos que aún tenéis un cuerpo a poder
vivir una vida de AMOR y
RECONCILIACIÓN.

Ese es nuestro deseo y nuestra misión. Que


nuestras palabras os den aliento y os
incentiven hacia una vida de VERDAD,
AMOR y PROPÓSITO.”

A pesar de provenir de una familia altamente intelectual


y tener diferentes estudios universitarios, desde el mes
de agosto del año 2006, empecé a tener experiencias en
lo que llamamos el “mundo sutil”. Podía percibir y
canalizar los estados emocionales de las personas que
me rodeaban e, incluso, “ver” imágenes de sucesos
pasados de sus vidas.

Supe después que a esa facultad se le llama


retrocognición y, también, clarividencia. Al tiempo, se
me estaba desarrollando la capacidad de percibir seres
difuntos y transmitir mensajes a sus familiares vivos, o
lo que se llama mediumnidad de incorporación.
Estaba en pleno proceso de transformación personal. La
canalización de “ellos” era una vertiente más de esa
sensibilidad y percepción que había estado escondida
hasta cumplir los cuarenta años.

A pesar de todas estas señales y de haber


experimentado por mí misma la presencia de “algo”
más allá de lo visible, mi escepticismo crítico, mi rol
profesional como de directora de un instituto de
secundaria en auge y todo un sistema de creencias
familiares y sociales que estigmatizaban estos sucesos,
me impedían mostrarme en lo que realmente soy y me
frenaban para divulgar todo cuanto iba surgiendo en las
canalizaciones espirituales.

A pesar de las dudas y del miedo al “qué dirán”, en el


año 2011 empecé a trabajar con personas que
precisaban de mis servicios como canal. Antes de las
sesiones estaba aterrorizada porque dudaba de mí
misma y de la veracidad de lo que estaba sucediendo.
Pensaba para mis adentros: ¿canalizaré hoy, no
canalizaré? ¿Qué se supone que tengo que hacer con
esta facultad? ¿Le va a ser útil esta información a esta
persona? ¿Cómo se lo va a tomar? ¿Creerán que no
estoy en mi sano juicio?
Pero todas las dudas se disipaban cuando se iniciaba la
sesión y yo sentía que conectaba con la persona que
tenía delante a través de un diálogo de alma a alma en el
que sentía un profundo sentimiento de amor. A menudo
la emoción me invadía y, a día de hoy, me sigue
invadiendo cuando siento que se entabla una
comunicación tan profunda que resulta inexplicable con
palabras.

Por lo que se refiere a las canalizaciones de “Ellos” en


los talleres grupales , éstas surgían y siguen surgiendo
de forma espontánea al inicio y al final de cada taller.

Hasta hace muy poco, tenía la falsa idea que si nos


poníamos a grabar, se pararía la canalización, a modo
de “castigo divino”. Sin embargo, a menudo, me
lamentaba de no haberlo hecho, diciéndome a mí
misma y a los asistentes: “-Qué lástima no haberla
grabado-” y me daba rabia sentir esa vergüenza
estúpida.

No fue hasta el mes de noviembre de 2018, cuando una


persona asistente a uno de mis talleres en Hospitalia,
grabó las canalizaciones de inicio y fin que suelo hacer
y, esta vez, dejando a un lado mi pudor, le pedí a esa
persona que me mandara la grabación. Por primera vez
fui capaz de escucharme. Esa canalización era “morir
para vivir” y resonaba en su totalidad en mi interior.

Fue entonces cuando comprendí que las canalizaciones


debían ser compartidas y difundidas. Después de tomar
esta decisión todo ha sido rápido y trepidante y las
canalizaciones han empezado a circular entre mis
alumnos y clientes en una especie de “vida propia”.

Pronto me pidieron que las transcribiera y, más tarde,


me empujaron a recopilarlas en un libro. Y no sólo eso,
una vez decidí difundirlas empecé también a canalizar
por escrito en una especie de escritura automática. Una
acción frenética que va más allá de mi razonamiento.

Siento en lo más profundo no haber entendido antes


que las palabras que canalizaba necesitaban ser
difundidas y compartidas. Si así lo hubiera
comprendido, hubiese dejado a un lado mucho antes el
pudor y la vergüenza a mostrarme.

Ahora entiendo que es mi deber divulgar las


canalizaciones porque pueden ser de gran ayuda a todos
aquellos que tengan la oportunidad de conocerlas.
En el presente libro podéis encontrar dos tipos de
canalización:

 Transcripción literal de las canalizaciones orales


realizadas en talleres de constelaciones y de
desarrollo de la sensibilidad y percepción y

 canalizaciones escritas (tipo escritura


automática).

La mayor parte de las canalizaciones incluidas en este


ejemplar han surgido en el período que va desde el mes
de noviembre de 2018 hasta el mes de julio de 2019.
Una pequeña parte pertenece a canalizaciones escritas
en el año 2011.

Cada canalización va precedida por la imagen de una


puerta, como símbolo del acceso a algo que va más allá
de nosotros y de lo que ya sabemos. Abrir cada puerta
es abrirnos a un conocimiento nuevo y poderoso que
tiene la capacidad de transformarnos y sanarnos.

Para mí es un privilegio y una responsabilidad, no solo


transmitir la información que recibo, sino poner todas
esas enseñanzas a la práctica en mi vida cotidiana.
El hecho de ser la mensajera, transmisora y divulgadora
de estas sabias palabras no me exime del constante
trabajo que supone integrar todos estos nuevos
conceptos en mi aprendizaje diario, puesto que soy, al
mismo tiempo, mensajera y destinataria. El hecho de
acceder a esta información o conocimiento ha
provocado en mí una revisión total de los valores que
preexistían y una profunda reflexión acerca del
propósito de mi vida.

Tengo la certeza y la esperanza que este libro sea el


primero de muchos otros que vendrán más tarde. Me
comprometo, aquí y ahora, a seguir difundiendo las
palabras de “Ellos”.
CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO

“Ellos dicen” es un libro de canalizaciones


independientes las unas de las otras. Es por ello que
puedes leerlo de distintas formas:

 De una sola tirada.

 Progresivamente, de forma secuencial y


ordenada según el índice, puedes leer una
canalización cada semana o cada día para
trabajarla en profundidad.

 Específicamente, puedes escoger del índice la


canalización que más resuene en tu interior
según el momento que estés viviendo.

 Aleatoriamente, al azar, puedes abrir el libro por


cualquier página y leer la canalización
correspondiente a modo de consejo o mensaje.

Por lo que se refiere al estilo tipográfico, verás que hay


un uso casi abusivo de las letras mayúsculas y negritas.
A pesar de resultar algo extraño, es así como siento que
tienen que transcribirse. Por este motivo he respetado
ese “sentir interior” y lo he mantenido.
Sea como sea que leas el libro, la lectura de las
canalizaciones que en este volumen se incluyen, te
invita a la reflexión y al cambio profundo de tus
creencias preestablecidas y te ofrece nuevos puntos de
vista a conceptos de siempre.

Léelas tantas veces como quieras y necesites. A cada


lectura surgen nuevas reflexiones y nuevos puntos de
vista. Su comprensión nos ayuda a tomar más
consciencia, a ser más amorosos con nosotros y con el
prójimo, a aceptar aquello que es y trascenderlo, a
crecer conforme a nuestras más bellas cualidades, a
sentir nuestra alegría interior y a desarrollar nuestro
propósito aquí en la tierra.

Es un libro para leer y releer, un libro de consulta y


compañía que nos habla sobre la vida, la muerte, el
amor y la felicidad.

Yo misma no me canso nunca de leerlas y releerlas.


Todas me gustan, pero si tuviera que escoger una, me
quedaría con la de “La esperanza”. Te invito a escoger tu
preferida y a disfrutar de la lectura de “Ellos dicen”
deseando en lo más hondo que suponga un avance en la
comprensión del sentido de tu vida.
CANALIZACIONES
1- CANALIZACIÓN sobre LA ABUNDANCIA

(canalización original escrita 20-4-19)

Ellos dicen: ABUNDANCIA es un estado de


GRATITUD y un estado de FLUJO, un estado de
MERECIMIENTO y de RECEPTIVIDAD
bidireccional: recibo para dar y acepto lo que me dan
porque sé que lo voy a poder retornar.

RECIBIR y RETORNAR, ese es el verdadero FLUJO y el


verdadero ESTADO DE ABUNDANCIA.
La ABUNDANCIA es un estado de CONFIANZA en lo
que uno ES y en el UNIVERSO. Es un verdadero
ESTADO DE FE.

La abundancia NO es acumulación, la ABUNDANCIA


ES FLUJO. Acumulación es estancamiento. Flujo es
continuo movimiento.

Ellos dicen: el secreto de tener es no querer


acumular. El secreto de tener es usar aquello que nos
es dado, cuando se necesita, con agradecimiento.

Permitir el flujo es permitir la abundancia en tu vida.


Permitir la abundancia es dejar pasar el flujo a
través de ti en un continuo movimiento de
intercambio del recibir y el dar.

La ABUNDANCIA implica un estado de FLUJO y


RECEPTIVIDAD constante y permanente. Implica un
estado de “no duda” y confianza, un estado de apertura
y paso.

La ABUNDANCIA es un estado de CONOCIMIENTO y


SABIDURÍA que reconoce el propio VALOR así como el
VALOR JUSTO de cada cosa o acontecimiento.
ABUNDANCIA es PLENITUD DE VIDA y no
necesariamente significa la vivencia exclusiva de
“experiencias positivas”, puesto que en la plenitud y
totalidad se hallan incluidas las luces y las sombras de
una existencia.

ABUNDANCIA es PROCESO e implica una ACCIÓN


INTERIOR de APERTURA y AGRADECIMIENTO, no es
un estado fijo, es un ESTADO FLUIDO y CONTINUO
que uno NO debe interrumpir. Es un estado de creación
continua y abastecimiento conforme a la APERTURA
INTERIOR de cada individuo.

Ellos dicen: la recepción de abundancia es


proporcional a la capacidad de apertura
interior conforme al estado de merecimiento y
gratitud.

Si me siento MERECEDOR y CAPAZ de DEVOLVER a la


VIDA lo que la VIDA me DA, ABRO el FLUJO de la
ABUNDANCIA en mí y a mi alrededor.

La ABUNDANCIA es también un estado de


RESPONSABILIDAD en el que yo, SER CONSCIENTE,
me COMPROMETO a DEVOLVER aquello que
ininterrumpidamente se me da.
Ser consciente de aquello que RECIBO para
DEVOLVERLO en la misma medida me asegura el
FLUJO CONTINUO DE LA ABUNDANCIA EN MI
VIDA.

Así pues, la abundancia es compromiso, el


compromiso de sostener el flujo de la recepción
y la entrega, del recibir y el dar.

La ABUNDANCIA es la BELLEZA del INTERCAMBIO


que supone el FLUJO del RECIBIR con
AGRADECIMIENTO y el DEVOLVER con ENTREGA y
GENEROSIDAD.

La ABUNDANCIA supone un continuo PACTO entre


aquello que me es dado y aquello que, voluntariamente,
me comprometo a retornar.

Sin recibir no hay abundancia. Sin dar tampoco.

Ellos dicen: El CAUDAL de ABUNDANCIA en mi vida


se medirá por la CAPACIDAD de RESPUESTA y
ENTREGA que yo tenga conforme a aquello que ya se
me ha dado o se me va dando, de ahí que
RECONOCER lo que RECIBO y
COMPROMETERME a dar una RESPUESTA
ACTIVA determinará el CAUDAL de mi
ABUNDANCIA.

El flujo de la abundancia no es diferente del flujo de la


vida ya que su movimiento es similar al de la
respiración (inspiro-recibo, espiro-doy).

El MIEDO rompe el flujo de la abundancia porque


pone en duda que se vaya a recibir lo necesario o lo
deseado. Ese estado de DUDA bloquea el FLUJO
NATURAL de la ABUNDANCIA. Me cierro y no recibo.
Recuerda que lo natural de la vida es respirar inspirando
y espirando sin dificultad. Cuando tengas miedo de no
recibir INSPIRA y ESPIRA, INSPIRA Y ESPIRA para
percatarte de la FACILIDAD del FLUJO de la
ABUNDANCIA.

Repetimos: ABUNDANCIA no es acumulación, es


ESTADO de FLUJO. Si no estás dispuesto a devolver, no
puedes recibir porque estás bloqueando el flujo.

Repetimos: ABUNDANCIA es RESPONSABILIDAD y


COMPROMISO para devolver aquello que, desde un
CONOCIMIENTO CONSCIENTE, recibo.

Abundancia es, pues, un estado de comprensión


consciente.
Quien sólo acumula, no es abundante. Quien sólo
retiene, no es abundante. Quien sólo da, no es
abundante.

La ABUNDANCIA verdadera nunca es un estado fijo, es


un ESTADO de MOVIMIENTO e INTERCAMBIO
CONTINUO y siempre supone una TRANSACCIÓN.

Reconocer que lo que recibes no te pertenece


sino que pertenece al flujo es la base de la
comprensión de la naturaleza de la abundancia.

Si eres abundante FORMAS PARTE del MOVIMIENTO


del FLUJO y la CANTIDAD de tu abundancia depende
de la CALIDAD del FLUJO que permitas.

Si no puedo reconocer que la NATURALEZA me DA, no


puedo ABONAR el FLUJO con mi AGRADECIMIENTO.
Si creo que NADA he RECIBIDO, NADA puedo
DEVOLVER. Mientras eso es así, MI FLUJO se
mantiene SECO, expectante, esperando a que yo pueda
RECONOCER qué es lo que YA HE RECIBIDO.

El flujo de la abundancia funciona como un


juego. Conocer las REGLAS es imprescindible. Una vez
las conoces, JUEGAS o NO JUEGAS.
SER ABUNDANTE requiere de tu PARTICIPACIÓN
ACTIVA empezando por el RECONOCIMIENTO de los
DONES que la VIDA te ha ofrecido. Esos DONES son tus
fichas iniciales en el juego.

Ellos dicen: otro SECRETO de este JUEGO es el de


saber que NADA TE PERTENECE puesto que
TODO te ES DADO y, de la misma forma, TODO debe
ser DEVUELTO.

Recuerda: nada vale nada si no entra en el


movimiento del flujo. Eso es, en el movimiento del
intercambio incesante del reconocer lo que se te da para
devolverlo en la misma medida.

No hay nada que esperar. Sólo hay que


reconocer lo que ya hay. Así es como entras en el
juego del flujo de la abundancia, reconociendo lo que ya
hay y devolviéndolo generosamente para
INCREMENTAR el CAUDAL.

Recuerda otro principio: ACUMULAR es ESTANCAR y


DESBORDAR, DESPERDICIAR es PERDER,
DERROCHAR es SECAR el CAUDAL, INTERCAMBIAR
y COMPARTIR es AUMENTAR el CAUDAL en la
medida justa y razonable.
Busca el punto JUSTO del INTERCAMBIO y
sigue en el FLUJO de la ABUNDANCIA.

APROVECHAR es AGRADECER y RECICLAR es


REINICIAR.

Tan nocivo es el exceso como el defecto de flujo puesto


que lo que SOSTIENE la VIDA es el EQUILIBRIO.

Si uno recibe más, Más tiene que dar. De ahí que la


ABUNDANCIA sea un acto de
RESPONSABILIDAD.

Ser verdaderamente ABUNDANTE no es un acto banal,


es un ACTO de RECONOCIMIENTO,
AGRADECIMIENTO y CONSCIENCIA.

A mayor consciencia, mayor posibilidad de


abundancia, pero también mayor
RESPONSABILIDAD.
2- CANALIZACIÓN sobre LA MUERTE

(canalización original escrita 23-4-19)

Ellos dicen: La muerte es una evidencia del


ESTADO EFÍMERO de la MATERIA y de la
TRANSFORMACIÓN de todo lo natural.

Lo natural está en permanente modificación.

Así pues, ellos dicen: la muerte es uno de los


estados del ser, un estado modificado de la vida,
fruto de la continuidad de la existencia.
Ser un estado modificado no significa ser un estado
inferior ni superior, es un estado diferente y, aunque no
perceptible a los ojos humanos, es uno de los estados de
la existencia.

La muerte es una de las formas de existir. En este


caso, un existir sin materia, sin forma visible. Y, aunque
es un estado de invisibilidad material, todo aquello
que muere pasa a tener una existencia
substancial.

Ellos dicen: Si lo substancial pervive a la desaparición


física, de lo que se trata es de conectar con lo
substancial. Lo substancial pertenece al mundo
del espíritu. Lo espiritual es substancial y es aquello
que se mantiene antes y después de lo que los humanos
mal llamamos VIDA.

La VIDA es mucho más amplia que el puro dinamismo


de la materia. La VIDA contiene también lo espiritual ya
que lo espiritual tiene la condición de poder expresarse
y manifestarse en la materia mientras que la materia no
puede expresarse en lo espiritual.
El orden es el siguiente: lo menos denso (lo espiritual)
tiene la capacidad de expresarse en lo más denso (lo
material). Sin embargo, lo más denso o material no
tiene la capacidad de expresarse en lo menos denso o
espiritual.

Todos aquellos que aún tenemos vida material también


pertenecemos al mundo espiritual, mientras que la
muerte comporta la pérdida total de materialidad en su
cambio de estado de lo material a lo espiritual.

Lo material, de por sí, no posee vitalidad. La materia


sin espíritu no tiene vida porque la condición de
estar "vivo" la determina la parte espiritual.

Por contra, el espíritu sin materia sigue teniendo toda la


vitalidad aún sin su vehículo material.

La materia no puede contenerse en el espíritu, mientras


que el espíritu sí que puede contenerse en la materia.

Recordemos el orden: de menor a mayor densidad.

Lo que los humanos llamamos vida es el estado


de mayor densidad del espíritu y la muerte
supone el estado de menor densidad del
espíritu. De ahí que ambos estados puedan
considerarse VIDA o, mejor dicho,
EXISTENCIA.

El estado espiritual dispone de total libertad de


movimiento y se halla exento de la relación
espacio/temporal del estado material. Esa relación es lo
que en los humanos supone el estar limitados a vivir en
un solo lugar y en un momento concreto, mientras que
los espíritus puedan existir simultáneamente en
diferentes lugares y diferentes tiempos. Un espíritu
puede manifestarse al mismo tiempo en
diferentes ubicaciones usando la cualidad de la
omnipresencia o multipresencia.

Esa condición de multipresencia no solo es exclusiva de


los muertos, sino que también pertenece a la parte
espiritual de los vivos. Aquellos que aún estamos vivos
disponemos simultáneamente de dos estados: el estado
material sujeto a las coordenadas espacio temporales, y
el estado espiritual que dispone de la capacidad de la
multipresencia y multitiempo.

Eso significa que cada ser vivo, en mayor o menor


medida puede experimentar en vida algunas de las
cualidades de las que dispondrá en su estado de
mortalidad, esas son: la eternidad, la
multipresencia, la multitemporalidad y la
libertad absoluta de movimiento.

Resumiendo: aquello que llamamos vida y aquello


que llamamos muerte distan entre sí por la
parte material pero coinciden y comparten
todas y cada una de las cualidades de lo
espiritual. Desarrollar en vida esa parte no sólo
facilita el contacto con el más allá sino que nos prepara
para el momento inevitable del desencarnar.

Dentro del ciclo de una vida material la evolución


óptima sería la de ir desarrollando la parte espiritual
con la consciencia de que eso nos prepara para el
instante de la última espiración y, como consecuencia,
para la eternidad.
3- CANALIZACIÓN sobre la TRANSFORMACIÓN

(canalización original escrita 30-3-19)

Ellos dicen: TRANSFORMACIÓN significa dar un


nuevo sentido a aquello que aún existe pero que
ya no te satisface.

De esta forma, no hay ruptura sino continuidad.

Cuando te transformas, no dejas de ser tú sino que


tienes un nuevo sentido en relación a esa situación o
tema.
Lo antiguo no desaparece sino que adquiere un nuevo
lugar donde poder existir sin conflicto.

¿Qué quieres transformar? ¿De qué te quieres librar?

La verdadera transformación es el resultado de


integrar todos los elementos para convertirlos
en una nueva realidad más armónica y
conveniente al momento presente.

¿Quién eres tú ahora mismo? ¿Qué necesitas


transformar? ¿Cómo puedes hacerlo para no eliminar?

Dicen: Transformar es re-organizar, re-situar y


re-significar.

Transformar es, pues, conforme a la ley natural.

Eliminar, en cambio, va en contra de los principios de


la naturaleza puesto que la naturaleza nada elimina y
todo lo transforma para darle un nuevo sentido y una
nueva utilidad.

De ahí que cuando te esfuerzas en eliminar algo molesto


de tu vida, eso, se hace más presente y te invade con
más y más y más insistencia.
Nos dicen: Reflexiona. ¿Qué es aquello que persiste en
tu vida y quieres eliminar y que aún no te has dado
cuenta que lo único que tienes que hacer es
transformarlo dándole un nuevo lugar?

El secreto, pues, está en darle un nuevo significado más


acorde con quién eres ahora mismo en este momento
de tu vida.

Cuando eso sucede, te sientes unificado, sin pérdidas ni


fisuras.

¿Te imaginas cómo sería sentirte completo, sin ninguna


fisura en tu interior, sin ninguna incongruencia?

Transformar también significa tener la


flexibilidad de re-significar para no romper,
puesto que aquello que ha sido roto nunca puede
recomponerse. En cambio, lo transformado sigue
viviendo en ti pero armónicamente.
4- CANALIZACIÓN SOBRE LOS
DESPROPÓSITOS Y PROPÓSITO

(canalización original oral taller constelaciones


Hospitalia 22-2-19)

Dicen: se habla mucho del PROPÓSITO DE LA VIDA,


pero se habla muy poco de los DESPROPÓSITOS que
cotidianamente se hacen presentes en nuestra vida.

Dicen: ¿Qué es un despropósito? Un despropósito es


un pensamiento, una acción o un sentimiento
que te aleja de tu verdadero propósito vital.
Hay montones de cursos, de talleres, de charlas, de
conferencias que hablan del propósito de la vida, pero
nadie habla de cuántos despropósitos permites que
entren en tu mente, en tu corazón, en tu cuerpo, en tus
relaciones.

¿Qué es un despropósito? Es un NO PROPÓSITO, es


algo que se cuela de forma inconsciente en tu Ser, y te
aleja de aquello que verdaderamente ERES.

Dicen: todos, internamente, tenemos claro cuál es


nuestro propósito pero, a veces, permitimos que haya
tantos despropósitos en nuestra vida, que no tenemos ni
idea de cuál es nuestro propósito.

¿Cómo podemos saber que hemos dejado colar un


despropósito? Cuando un despropósito aparece
en nuestra vida notamos un desasosiego,
notamos una incoherencia.

¿Cómo se puede manifestar una incoherencia? Es que


digo una cosa y hago otra. Expreso un sentimiento y mi
corazón me dice que no, pienso algo que después no
realizo, todo eso son síntomas de despropósitos en
nuestra vida.
Nos piden que nos levantemos y nos pongamos en dos o
tres filas, que quepamos. El inicio de cada fila se girará
y mirará a la persona y visualizará un despropósito.
Puede ser de hoy, de esta semana, de este mes... y le
dirá: “gracias por hacerme ver cuál no es mi
propósito”

¿vale? Empecemos.

Pensáis vuestro despropósito de hoy, de esta semana, de


este mes, de este año...un despropósito continuo en
vuestra vida, porque también hay despropósitos
continuos, eh, y entonces decís: “gracias por
hacerme ver cuál no es mi propósito”.

Cada vez un despropósito. Hay muchos más


despropósitos que propósitos, porque “el
propósito” es uno. Pero con consciencia. Deteneos.
Deteneos en alguna actitud, pensamiento, emoción, que
os indica que os estáis alejando de vuestro propósito y le
decís:

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.


“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

...

Pueden ser acciones sin sentido que realizamos


cotidianamente, pueden ser pensamientos recurrentes
que tenemos continuamente, pueden ser emociones
enquistadas del pasado que nos revuelven y nos
impiden relacionarnos de una forma limpia
totalmente…

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

El objetivo es quedar lo más limpio posible. Cuando


uno está limpio de despropósitos, sigue su
propósito.

“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

En la práctica diaria podemos tomar consciencia de


todas aquellas acciones, pensamientos, emociones, que
nos separan del propósito. Podemos despejar los
propósitos por despropósitos. Nos daremos cuenta de
cuántas cosas superfluas tenemos en nuestra vida,
cuánto tiempo gastamos en despropósitos.
“gracias por hacerme ver cuál no es mi propósito”.

Cuando hemos terminado la fila, nos colocamos otra vez


en nuestro sitio, pero mejor no, de pie. Ahora que
hemos dado las gracias a los despropósitos que,
evidentemente, tenemos más despropósitos que
propósitos, vamos a pasearnos por la sala, a ver si
encontramos a alguien que pueda representar nuestro
verdadero propósito, nuestro sentido vital, un
propósito con sentido. Pero hablamos del sentido
trascendente de nuestra existencia, hablamos
del sentido profundo de nuestra vida, nuestra
vida es para algo, nuestra vida tiene un significado
profundo, pero el significado profundo debemos
hallarlo nosotros, despejándonos de todos aquellos
despropósitos que aparecen continuamente como
distractores de nuestra propia vida.

Nuestra propia vida es la que nos es propia y sólo nos es


propia la nuestra, no la de los demás. Muchos
despropósitos vienen porque queremos ser
como los demás, solo despojándonos de eso,
podremos encontrar nuestro propio sentido
vital, porque solo es el nuestro, no es el de nadie
más.
Así que paseemos por la sala, a ver si encontramos a
alguien que pueda representar este propósito interno,
profundo y trascendente de nuestra existencia, de
nuestra vida.

Cuando creamos que tenemos la persona que


representa nuestro propósito vital, reconozcámosla,
abracémosla, porque por fin, después de una larga
búsqueda, la hallamos.

Dicen: no te quedes al margen, porque tú también


tienes un propósito. Si no abrazas tu propósito, no
podrás superar todas y cuantas dificultades te
pongan los despropósitos cotidianos. No ceses
en ese caminar hasta que encuentres ese
propósito trascendente que está más allá de lo
físico, y no sólo está más allá de lo físico, es que
sólo hay un propósito para ti.

También dicen que puede haber propósitos


compartidos, por eso hay lo que se llama las almas
afines. Las almas afines son aquellas que comparten
propósito de vida, por eso uno dice qué bien me siento
con el otro, porque parece que me entiende. Me
entiende porque tiene mi mismo propósito.
Cuando dos propósitos similares se aúnan, el
propósito se convierte en algo sagrado.
Compartir propósito es placentero, pero uno no debe
dormirse en su propio propósito, porque aunque
compartidos, los propósitos siempre son
individuales, porque siempre hay matices sobre el
propósito general, porque cada uno debe desarrollar la
forma necesaria para ese propósito individual, que sí,
puede ser compartido.

Una persona puede tener más de un propósito y por eso


es una persona que puede tener más de una vida en esta
vida, porque quizás también ha programado varios
propósitos con varios grupos.
5- CANALIZACIÓN sobre RADICAL

(Canalización original en el Taller de Constelaciones


canalizadas en Hospitalia, 24-5-19)

Radical. Radical. La palabra de hoy es


RADICAL.

Dicen: tienes que ser “Radical”, pero no te creas que ser


“Radical” es ir en contra de nada ni de nadie, ser
“Radical” es arraigarte y tener la suficiente
capacidad y valentía para cortar todo lo
superfluo.
Radical es raíz. Radical es inicio. Radical son
cimientos. Sobre lo Radical puedes crecer.

Estás mal interpretando la palabra “Radical”, estás


pensando que si eres “Radical” estás separándote de
todo. Cuando eres “Radical” tienes la capacidad de
saber qué es lo importante y qué es lo superfluo.

Alguien “Radical” corta tajantemente con aquello que


no le sirve en su vida.

Solo los humanos de entre todos los mamíferos aceptan


cosas que no son útiles para su vida.

Así que hoy te proponen: sé Radical.

“Radical” quiere decir que tú sabes dónde tienes que


poner los pies y dónde tienes que poner las raíces. Sabes
cuáles son tus raíces y sabes qué tienes que hacer para
crecer, y, “Radicalmente” no puedes admitir nada ni
nadie que no permita ese crecimiento.

Dicen: “Radical”, a los que llaman radicales, en realidad


no son radicales. Ser “Radical” es ser estricto,
estricto con la propia autoestima y con la propia
vida, si eres “Radical” crecerás, crecerás sobre
tus cimientos, no sobre los cimientos de otro.
“Radical” significa que tiene la capacidad de
desprenderse de todo aquello que ya no le sirve.

Respira profundamente, y piensa sobre qué tienes que


ser “Radical”, sobre qué o sobre quién: puede ser un
hábito, un hábito de comportamiento, un patrón
repetitivo, una emoción destructiva que permites que
vaya creciendo, pero te dicen: vuelve, vuelve, vuelve,
vuelve, vuelve a las raíces, vuelve a tu inicio, vuelve a tu
origen, en ese origen no estaba todo lo superfluo que
ahora hay en tu vida. Piensa todo lo superfluo que
aceptas diariamente, y cómo todo eso superfluo te
impide crecer. “Radícate”, “Sé Radical”,
”Enráizate”.

Ahora nos dicen: ponte de pie, flexiona las rodillas y


siente como los pies se arraigan. Esa es tu base: donde
pisas. Vigila dónde pisas, vigila dónde pones las raíces:
ya sea en un proyecto, ya sea en una relación, ya sea en
un trabajo, ¿dónde estás poniendo las raíces? ¿es un
terreno fértil que te va a permitir subsistir y de alguna
forma, tener alimento? ¿o no?

Siente tu momento actual y piensa si estás arraigado, si


estás bien arraigado. Si esta situación te permite que tus
raíces tengan alimento, el alimento suficiente para que
tu tronco, para que tus ramas puedan crecer, puedan
desarrollarse, y si no es así, “sé Radical” y corta de
cuajo, no tengas miedo; si las raíces son buenas
buscarán otro sitio donde arraigar, un sitio más fértil
dónde pueda ser más fructífero.

Nos dicen: PISA, PISA, PISA, y di: a partir de ahora


voy a ser “Radical”, “Radical”, “Radical”.

“Radical” es origen.

“Radical” es raíz.

“Radical” es crecimiento.

“Radical” es desapego.

“Radical” es libertad.

“Radical” es no sufrimiento.

Ser “Radical” significa que estás Aquí y Ahora,


¡con fuerza! “RADICAL” es: ¡CON FUERZA!
¡CON DETERMINACIÓN! ¡PISANDO FUERTE!
nutriendo las raíces para que tengan alimento.

“RADICAL”

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