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Universidad Nacional Autonoma de Honduras: Catedrático: Nadina

La minera canadiense Goldcorp operó una mina de oro a cielo abierto en el Valle de Siria, Honduras entre 1995 y 2008. Sus operaciones contaminaron el agua y cultivos con metales pesados, provocando enfermedades en la población local y la muerte de miles de personas. Además, la empresa destruyó el tejido social y desplazó a miles de familias campesinas de sus tierras. La población se ha organizado para oponerse a cualquier intento futuro de la empresa de reanudar la minería en la región.

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Universidad Nacional Autonoma de Honduras: Catedrático: Nadina

La minera canadiense Goldcorp operó una mina de oro a cielo abierto en el Valle de Siria, Honduras entre 1995 y 2008. Sus operaciones contaminaron el agua y cultivos con metales pesados, provocando enfermedades en la población local y la muerte de miles de personas. Además, la empresa destruyó el tejido social y desplazó a miles de familias campesinas de sus tierras. La población se ha organizado para oponerse a cualquier intento futuro de la empresa de reanudar la minería en la región.

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

Catedrático: Nadina

Asignatura: Microeconomía

Trabajo asignado: Actividad 5

10 de Agosto del 2020


INTRDUCCION
En el presente trabajo se trata de exponer algunas de las empresas que han generado
costos sociales en nuestro país.
OBJETIVOS
 Enunciar las diferentes empresas que han generado costos sociales en nuestro
país.

La transnacional minera Goldcorp Inc: Goldcorp es una de las empresas


productoras de oro de mayor antigüedad, de más rápido crecimiento del mundo,
con operaciones y proyectos de desarrollo localizados en jurisdicciones seguras en
distintos puntos del continente americano. Goldcorp, una empresa canadiense con
sede en Vancouver, Columbia Británica, emplea a más de 18,000 personas en todo
el mundo como es en el caso de Honduras.[ CITATION Gre \l 18442 ]
Según una denuncia pública que hizo el movimiento mesoamericano contra el
modelo extractivo minero en su sitio web en donde comentan lo siguiente: La
transnacional minera Goldcorp Inc. debe responsabilizarse por los daños que nos
ha causado, por haber quebrantado el tejido social de nuestras comunidades, por
haber robado la paz y la dignidad de nuestro pueblo, por el estado de desolación y
abandono en que vivimos”. El desahogo es de Carlos Amador, miembro del Comité
Ambiental del Valle de Siria. Su voz se suma a las de miles de pobladores que
todavía se atreven a vivir en este rincón desahuciado del departamento Francisco
Morazán, en Honduras, y que se niegan a olvidar la tragedia humana y ambiental
que les ha tocado vivir. El Valle de Siria está conformado por los municipios de El
Porvenir, San Ignacio y Cedros. El proceso de exploración minera inició a mediados
de la década de los 80 (Fisher Watt Gold Company), pero fue hasta 1995 que la
empresa Sociedad Minerales Entre Mares Honduras S.A., subsidiaria del coloso
canadiense Goldcorp Inc., solicitó un permiso de explotación minera intensiva a
cielo abierto -a base de cianuro- de la mina San Martín. El permiso fue otorgado en
enero del 2000 sobre un área de 23 mil hectáreas, y el proceso de explotación
duró hasta el año 2008, cuando la empresa comenzó la etapa de cierre y post-
cierre, en medio de un verdadero éxodo juvenil y una creciente protesta de las
comunidades que denunciaban graves afectaciones socios-ambientales.

Minas a cielo abierto


Cuando se aplica el método de la minería a cielo abierto, lo primero que se hace es
arrasar con los árboles y todo lo que es vegetación. Luego se desecha la capa de
tierra fértil de la zona de donde se extrae el oro y, seguidamente, se cavan
gigantescos cráteres de unas 100 hectáreas y hasta 200 metros de profundidad,
usando cargas explosivas y maquinarias. Una vez que se extraen las rocas del
subsuelo son transportadas por enormes camiones a una planta de trituración,
donde son convertidas en polvo y trasladadas a las canchas de lixiviación (lavado).
Finalmente se les agregan grandes cantidades de agua cianurada para separar las
partículas de oro (Informe Ejecutivo “La Mina San Martín en el Valle de Siria”,
2013). “Entre Mares S.A. llegó al Valle de Siria con la teoría de darle empleo y
desarrollo a miles de personas. Lo que generó en realidad fueron unos 330 puestos
de trabajo y más pobreza para miles de familias campesinas que se quedaron sin
ingresos. Todo fue una gran mentira, y pasamos de ser el primer productor de
granos básicos del departamento Francisco Morazán a una de las zonas más
afectadas y envenenadas del país”, dijo Carlos Amador a Opera Mundi. De acuerdo
con investigaciones realizadas por el Cehprodec (Centro Hondureño de Promoción
para el Desarrollo Comunitario), en el Valle de Siria vivían unas 7 mil familias, es
decir 42 mil personas que fueron embestidas por los impactos de la minería. “Se
removieron más de 50 millones de toneladas de tierra para extraer oro, afectando
la producción agrícola que se redujo del 70%. Además, 19 de las 21 fuentes de
agua que existían ya se han secado y las que quedan están contaminadas con
metales pesados. Esto generó una emergencia hídrica sin precedentes”, explicó
Pedro Landa, especialista en minería y miembro de la Coalición de Redes
Ambientales y del Cehprodec. Además, las comunidades nunca fueron
consultadas, ni informadas sobre los riesgos que la instalación de la minería
metálica a cielo abierto traería para la región. De igual forma, las leyes nacionales y
varios convenios internacionales ratificados por Honduras fueron violados. Ni
siquiera el aporte al Fisco nacional y municipal, que resultó ser insignificante si lo
comparamos con el jugoso negocio de la transnacional minera canadiense, pudo
justificar la magnitud de los impactos sobre las comunidades, sus territorios y
condiciones de vida.

Un pueblo enfermo
Según las diferentes organizaciones que integran el Comité Ambiental del Valle de
Siria, durante más de 8 años de explotación minera los impactos socio-ambientales
generados por Entre Mares S.A. (Goldcorp), con el silencio cómplice de las
autoridades locales y nacionales, fueron devastadores. Además de romper el tejido
social, dividir y desplazar a las familias campesinas, dichas organizaciones
denuncian graves afectaciones a la salud de las personas. “Se realizaron varios
estudios y confirmamos que la actividad minera ha provocado graves problemas
dermatológicos y de la vista, caída del pelo, partos prematuros, malformaciones
congénitas y abortos. También se detectaron niveles altísimos de metales pesados
en la sangre de las personas. Lo más preocupante es que este tipo de
contaminación permanecerá en el ambiente por más de cien años”, alertó el
doctor Juan Almendarez, director del CPTRT (Centro de Prevención, Tratamiento y
Rehabilitación de Víctimas de la Tortura). La investigación “Contaminación de agua
en el área de explotación minera del proyecto San Martin y repercusiones sobre la
salud humana”, realizada por Flaviano Bianchini en 2006, revela que en una de las
comunidades afectadas por la explotación minera la mortalidad infantil alcanza el
valor de 300‰ (por mil), es decir 12 veces mayor que la media nacional. Estos
valores aumentan notablemente para los hijos de los trabajadores de la mina. En
este caso la tasa de mortalidad alcanza el 833‰ o bien 33 veces la media nacional.
Además, todos los valores de plomo y arsénico en la sangre de las personas
analizadas resultaron superiores a los valores considerados peligrosos por la OMS
(Organización Mundial de la Salud).

“Nuestras aguas y los cultivos fueron contaminados. Hay decenas de personas con
altos niveles de metales pesados en la sangre, mientras otras sufren por las llagas
en el cuerpo y por un sinnúmero de enfermedades”, lamentó Ronald López,
coordinador del Comité Ambiental del Valle de Siria. Según él, la empresa cerró
operaciones y ni siquiera restauró la parte forestal ancestral. Tampoco se está
responsabilizando por los drenajes ácidos que salen de las instalaciones mineras, ni
por la pérdida de cultivos y ganado. “Ante este escenario dantesco, ni la empresa,
ni las autoridades están haciendo algo para apoyar a las víctimas, más bien tratan
de minimizar lo que ha ocurrido”, argumentó López.

Protesta social
A medida que se fueron dando cuenta que las promesas de la empresa, no solo no
eran reales, sino que, en vez del desarrollo, traían grandes problemáticas, los
pobladores decidieron conformar el Comité Ambiental. De esta manera buscaban
aglutinar a los diferentes sectores sociales y organizar grupos en cada comunidad,
empoderándose de la problemática para contrarrestar la expansión del proyecto
San Martín. Ante esta situación, la respuesta de la empresa no se hizo esperar.
“Me capturaron el 5 de julio de 2011 junto con otros compañeros, acusándonos de
haber obstaculizado un plan de manejo forestal para despalar 1800 hectáreas de
bosque en el cerro La Torrecita. Estuvimos 18 meses con medidas cautelares
sustitutivas y, finalmente, logramos demostrar nuestra inocencia”, recuerda Carlos
Amador. De igual manera, varios activistas del Comité Ambiental han venido
sufriendo persecución, hostigamiento y hasta amenazas de muerte. Sin embargo,
la criminalización de la protesta y el contexto de miseria, enfermedades, escasez
de agua, desempleo, así como la pérdida de soberanía alimentaria, del tejido social
y de la tenencia de la tierra, han generado anticuerpos en la población. “Hoy en día
la inmensa mayoría de la población está en contra de cualquier tipo de presencia
minera en la zona y lucha por la defensa de los bienes comunes, porque ha podido
probar en su propia piel las consecuencias de esta actividad”, aseguró Ronald
López. Sin embargo, el Comité Ambiental del Valle de Siria no puede bajar la
guardia ni tan siquiera un segundo. “Los principios no se venden, ni se negocian y,
por eso, estamos en alerta roja y listos a declararnos en rebeldía ante cualquier
intento de Goldcorp de regresar a la zona. Seguiremos exigiendo que se reparen
los daños ambientales, que se indemnicen a las personas enfermas y a las que
fueron desplazadas de sus tierras”, concluyó Amador.[ CITATION Gio14 \l 18442 ]
De lo anterior citado podemos desprender que esta es una de las empresas que
más costos sociales ha generado en nuestro país como lo siguen haciendo muchas
otras hoy en día al perjudicar la salud y calidad de vida de cada una de las personas
que se encuentra alrededor de estas empresas, y no solamente esto si no que
también perjudican al medio.

Bibliografía
Trucchi, G. (10 de Septiembre de 2014). Movimiento mesoamericano contra el modelo extractivo
minero. Obtenido de Movimiento mesoamericano contra el modelo extractivo minero:
https://movimientom4.org/2014/09/actividad-minera-en-region-de-honduras-deja-rastro-
de-enfermedades-destruccion-ambiental-y-desempleo/

Village, G. (s.f.). linkedin. Obtenido de linkedin: https://ar.linkedin.com/company/goldcorp-inc

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