La Historiografía de La Regeneración
La Historiografía de La Regeneración
La Historiografía de La Regeneración
LA HISTORIOGRAFÍA DE LA REGENERACIÓN
Introducción
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anteriormente determinaba todo el desarrollo de la cotidianidad y los procesos
históricos en el país. Dicho contexto histórico no es otro que el conflicto bipartidista en
el seno del cual nació y se desarrolló la Regeneración, el mismo que vendrá a generar
un violento conflicto armado a partir de 1948 (conflicto que todos vacilan en llamarle
guerra civil para ponerle el nombre superficial y ambiguo de “violencia”), al cual se le
suma la polarización ideológica del Frente Nacional y el conflicto de mil partidos de las
últimas décadas del siglo XX. Esta situación nacional era claramente nefasta para los
estudios sociales, sobre todo los que se encargan de un tema tan directamente
relacionado con la política nacional como lo es la Regeneración. Sin embargo, el
desarrollo progresivo de los estudios críticos y revisionistas dentro del conocimiento de
la historia ha logrado ofrecer visiones menos especulativas y enriquecer los debates
historiográficos.
El papel moneda
Uno de los aspectos fundamentales del proyecto llevado a cabo por Núñez, Caro y
demás integrantes del movimiento de la Regeneración era la centralización de la
economía, en medio del ánimo que ostentaban estos políticos por fortalecer el poder
del estado central, en clara oposición al modelo descentralizador de los estados
soberanos propuesto por los liberales y anticlericales seguidores de Mosquera. Dicho
modelo de estado era para los conservadores y los oportunistas liberales moderados
un sinónimo de caos y desorden, responsable del estancamiento de la economía que
vivía el país en la década de 1880. En virtud de estas ideas y planteamientos se
procedió a centralizar la moneda, cuyo derecho exclusivo de emisión se le otorgó al
Banco Nacional.
Adolfo Meisel en el libro sobre el Banco de la República trata acerca del papel moneda
durante el periodo de la Regeneración. Hace en primer lugar un análisis del así llamado
curso forzoso, establecido en 1886 durante el cambio de régimen. También trata
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acerca de las tasas de interés y finalmente estudia la polémica existente en cuanto a la
relación
entre el papel moneda de curso forzoso y las exportaciones de café 1. Para este último
punto, causa de una discusión importante en el ámbito académico, argumenta que el
supuesto impacto positivo del curso forzoso sobre las exportaciones de café no
corresponde sino a una coincidencia temporal, puesto que el papel moneda no podía
afectar a toda la estructura productiva, debido entre otras razones a la predominancia
de sistemas de trabajo como la aparcería, que impedían la formación de una masa
asalariada y la monetización de la economía. Afirma que el aumento en las
exportaciones del grano dependió más bien de los altos precios internacionales, lo cual
resultó siendo un estímulo para los grandes productores.
La centralización de la banca
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católica, a la cual la habían sustituido las numerosas firmas financieras que aparecieron
en las diversas provincias, eso sin contar a los comerciantes que cumplían con el papel
de prestamistas, costumbre muy difundida desde la época de la colonia.
Aquí de nuevo hay que mencionar a Adolfo Meisel, quien, en otra sección del citado
estudio sobre el Banco de la República, se encarga de este asunto. Una de las
propuestas que desarrolla es la de no exagerar el grado de inestabilidad al cual se llegó
con la banca libre (sistema imperante en los Estados Unidos de Colombia) y al
respecto establece un paralelo con un similar análisis dado para la banca libre existente
en América del norte entre 1838 y 1860 3. Esto último porque la creación del Banco de
la Republica se va a basar en la de la Reserva Federal (1914). Aquí Meisel hace un
balance de la legislación bancaria y de las instituciones financieras creadas durante el
periodo que se extiende de 1871 (creación del primer banco) hasta 1923 (creación del
Banco de la República).
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En resumen, la opinión de Rodríguez Salazar es que la moneda como institución
socioeconómica puede ser usada como instrumento de estado, al igual que otras como
la religión y la lengua. Y Arévalo comparte unos planteamientos similares en la
demostración ya citada sobre la Guerra de los mil días, donde complementa además
que durante el régimen de la Regeneración hasta el sistema electoral fue
instrumentalizado por el estado (es decir por los grupos que lo controlaban), por
increíble que pueda parecer, lo cual vino a ser una de las causas directas de la guerra.
La centralización tributaria
Como se puede ver, durante los años de supremacía del liberalismo radical eran
muchos los aspectos que se salían de las manos del estado central para quedar bajo
control de los distintos estados soberanos que hacían parte del bloque político
representante de toda la nación. En el caso del sistema tributario esta no era la
excepción: las contribuciones, uno de los pocos vínculos de la administración central
con los estados, adoptaron la forma de impuesto directo y único, mediante el cual se
gravaban las propiedades de las personas. Su cobro estaba a cargo de los estados y
llegó a representar la máxima fuente de ingresos para el gobierno central 7.
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de tabaco, cigarrillos, fósforos.”8 Con esto se argumenta que el sostenimiento de los
ejércitos, indispensable para el poder del estado central, se dio a partir de las
mencionadas cargas tributarias y del aumento de los ingresos de la administración
central, con lo cual la Regeneración pudo imponerse a partir de sus triunfos en las
guerras civiles. La descapitalización de las provincias, mencionada por el citado autor,
fue la que originó la pérdida de poder de los estados soberanos y posibilitó la
centralización política.
Principales debates
Después de haber hecho una aproximación a la obra de varios de los autores que se
encargan de este tema, es conveniente entrar en el terreno de algunas de las disputas
que existen entre los académicos.
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postula el argumento de una producción cafetera pobremente monetizada para señalar
que el curso forzoso no podía afectar la economía en su totalidad, puesto que las
grandes haciendas en las cuales se cultivaba la mayor parte del café de exportación
manejaban un régimen de aparcería que les permitía ser prácticamente
autosostenibles11. El mismo Meisel es contrario a las ideas de Urrutia y Bustamante,
basando sus argumentos en la naturaleza oscilatoria de los precios internacionales,
cuando afirma que “se puede decir que el despegue cafetero ocurrió principalmente por
los altos precios internacionales del café […] y no por la evolución de la tasa de
cambio”12, pues esta también eran empleada como argumento para explicar el auge
cafetero.
Conclusiones
11
Ibid. p. 117.
12
Ibid. p. 127.
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Del mencionado proceso histórico se ha realizado una producción historiográfica
relativamente nutrida, gran parte de la cual está enmarcada dentro de trabajos mas
generales sobre historia económica que necesariamente tienen que tocar este tema. Es
por esto que todavía queda pendiente la resolución de varios temas de debate a partir
de la utilización de fuentes de la época, preferiblemente un poco diferentes a las de
versión oficial, las cuales indudablemente están marcadas por los intereses del grupo
político que entonces ostentaba el poder. A esto se puede llegar también a través de
formulaciones teóricas un poco distintas a las ya tradicionales.
Bibliografía
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7. Enrique Low Murtra, Historia monetaria de Colombia 1886-1986. En: Rodríguez
Salazar, Estado y economía en la constitución de 1886, Contraloría General de
la República, 1986.