Enrique Bernardez - Mitología Nordica

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Enrique Bernárdez

Mitología nórdica
Primera edición: 2017
Cuarta reimpresión: 2019

Diseño de colección: Estudio de Manuel Estrada con la colaboración de Roberto


Turégano y Lynda Bozarth
Diseño de cubierta: Manuel Estrada
Ilustración de cubierta: Mascarón de proa de una nave vikinga (s. IX) encontrado en
Oseberg (Noruega). Museo del barco vikingo, Oslo (Noruega).
© ACI / Bridgeman
Selección de imagen: Carlos Caranci Sáez

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas
de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para
quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una
obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en
cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

© Enrique Bernárdez Sanchís, 2017


© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2017, 2019
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15
28027 Madrid
www.alianzaeditorial.es

ISBN: 978-84-9104-735-3
Depósito legal: M. 9.062-2017
Printed in Spain

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Índice

15 Preludio
19 Introducción
23 ¿Qué y cuánto sabemos de mitología nórdica, y cómo
lo sabemos?

Parte primera
El mundo mitológico de los vikingos
31 Origen y estructura del mundo
36 Un mundo ordenado frente a otro mundo caótico
37 La geografía arcaica: Cosmogonía
40 Nacimiento de los dioses y conformación del mundo
43 Creación de los seres humanos
44 Etones (o gigantes)
46 Etones y sámi
46 Tuergos (o enanos)
49 ¿Cuántos mundos había?
51 Los nueve mundos como tiempos sucesivos
51 El fresno Yggdrasil
54 El Árbol del Mundo
55 A fin de cuentas, ¿qué es Yggdrasil?
57 Noche y día, luna y sol
60 Mundos futuros
61 Resumen: la visión nórdica del mundo
63 Los dioses
63 ¿Qué es un dios?
65 Los primeros dioses: cultos solares

7
68 El gran cambio del siglo VI
70 ¿Paso de una religión femenina a una masculina y
guerrera?
71 La Germania del romano Tácito

Parte segunda
Los mitos de los vikingos
79 Los dioses Vanes

81 Guerra de Ases y Vanes


84 Personajes secundarios
87 El dios Niörd (¿la diosa Niörd?)
89 ¿Dioses-diosas?
92 La boda de Niörd y la etona Skadi
94 El dios Frey
96 ¿Ritos en honor a los Vanes?
101 Los amores de Frey y Gerd
105 Frey e Ing
107 La diosa Freya
108 El collar de Freya: cómo lo consiguió
111 La independencia de Freya
113 Freya y la etona Hyndla
115 Freya y la magia
118 Hijas y pertenencias de Freya
119 En resumen, Freya

121 Los dioses Ases

123 Tyr
126 Dios del orden social y su defensa – con las leyes y las
armas

8
128 Ul
131 Odín
132 Características principales
136 Odín y los seres femeninos
139 El sabio Odín
141 Conflictos entre Odín y su esposa Frigg
144 Odín, Frigg y los longobardos
145 Los berserkir
146 Cómo consiguió Odín el néctar de la poesía
148 Las pertenencias de Odín
148 El anillo
149 La lanza
149 El caballo
150 El origen de Sleipnir: El mito del Maestro
Constructor
152 Otros animales de Odín
152 El Valhala
154 ¿Valhalas auténticos?
156 Los guerreros einheriar y la lucha interminable
158 Las valquirias
159 En resumidas cuentas: ¿quién fue Odín?
161 Frigg, la esposa de Odín
162 Frigg y Freya
164 La muerte de Balder y el papel de Frigg
167 En resumen
168 Balder
169 El complejo mito de la muerte, funeral y vuelta a la vida
del dios Balder
171 El funeral de un jefe vikingo
172 Muerte de Höd, asesino de Balder

9
175 Thor
176 Un mito característico: la lucha con el etón Hrungnir
180 El corazón de Hrungnir y las piedras de tres puntas
181 Características del mito
182 El dios del trueno
184 Thor, Tyr y Odín
185 Su familia
186 Las pertenencias de Thor
188 Los mitos de Thor
188 Cómo consiguió Thor a sus sirvientes Thialfi y
Röskva
190 Thor sin su martillo
192 El engaño de Thor y sus acompañantes
194 Thor y Utgarda-Loki, o Loki del Recinto Exterior
197 La gran pesca de Thor
200 Thor, vestido de novia
204 Loki
204 ¿Quién –y qué– era Loki?
207 Loki y sus hijos monstruosos
208 Más sobre Hel
209 Loki y los Ases
210 Muerte de Balder y venganza de los dioses
212 Loki insulta a los dioses
215 A fin de cuentas, ¿quién (o qué) es Loki?

217 Otros dioses

219 Heimdal
221 Heimdal y el origen de las clases sociales
231 Bragi
232 El origen de la poesía

10
233 Idun
233 La desaparición de Idun
235 Y otros más
235 Las otras diosas
237 El Destino de los Dioses
234 Después del Final

Parte tercera. Los héroes


Entre seres sobrenaturales, hombres y reyes
247 Introducción
249 Völund, el herrero
253 Entre reyes, monstruos y héroes: Beowulf
254 Historias de reyes
256 Hrothgar y su palacio Heorot: lucha con Grendel y la
madre de este
258 Lucha de Beowulf con el dragón, y muerte del héroe
259 Historia, mito y epopeya en Beowulf
260 De dragones, oros malditos y familias desdichadas
263 Algunos antecedentes históricos: La Batalla del Bos-
que de Teutoburgo
264 Más antecedentes históricos: burgundios y hunos
266 La leyenda del Oro del Rin
267 Los ciclos de la leyenda
267 1. La maldición fatal
269 2. La familia maldita
270 3. El ciclo de Helgi
274 4. La muerte de Sinfiötli
275 5. Muerte de Sigmund
276 6. Infancia de Sigurd
279 7. Muerte de Fafnir

11
283 8. Sigurd y Brynhild
286 9. Giuki y los giukungos (o «Nibelungos»)
289 10. Conflictos y muerte de Sigurd
294 11. ¿Una conexión hispana?
296 12. El ciclo de Atli
297 Atila, Atli, Etzel...
298 Boda de Gudrun y Atli, y lo que pasó luego
305 La venganza de Gudrun
309 Lealtad a los parientes y a los juramentos como eje
de la sociedad
312 Versión chuvasia de la tragedia de Atila
313 ¿Qué fue de Gudrun?

Parte cuarta
Mundo y tiempo de dioses, mundo y tiempo
de héroes: de mitos, leyendas, historia y
realidad
319 [Hoy, como en los dos últimos siglos...]
330 Casi infinitas elaboraciones
332 ¿Cómo vivían los nórdicos sus mitos?
337 Usos y abusos de la mitología nórdica
338 Mitos, leyendas y nacionalismo decimonónico
339 Wagner y el nacionalismo artístico: El anillo del
Nibelungo
341 Creacionismo y «diseño inteligente»

345 Bibliografía
355 Índice onomástico

12
Preludio

La mitología nórdica, más conocida quizá como «vikin-


ga», es, sin duda, menos famosa y popular que la clásica:
no podía ser de otro modo, pues su influencia sobre la
cultura occidental es infinitamente menor, además de
que las obras literarias y artísticas en las que se ha plas-
mado esta a lo largo de los siglos, desde el paganismo
hasta hoy mismo, son mucho más numerosas y su cali-
dad es indudable.
Pero los mitos nórdicos, en sus distintas formas y ver-
siones, poseen un interés claro, e incluso han dado pie al
(re)surgimiento de una religión basada en ellos, que
cuenta con varios miles de fieles en distintos países. Es
útil, interesante y hasta bello repasarlos, entender lo me-
jor posible cuál era la razón de ser de los mitos, quié-
nes eran los dioses, cómo eran, qué hacían... Y también
cómo podía ser la vida «religiosa» cotidiana de esos pue-
blos que conocemos como «vikingos» y que asociamos,

15
Mitología nórdica

con frecuencia de modo exclusivo, con el valor, la rapi-


ña, la violencia extrema y la crueldad.
Por desgracia, y a diferencia de, por ejemplo, la mito-
logía grecorromana, la utilización espuria, falsificadora,
corrupta de la nórdica, y la germánica en general, por
grupos de ultraderecha, incluyendo nazis y neonazis, ha
dado muy mala fama en algunos ámbitos a estos mitos
que, naturalmente, tienen muy poco que ver con la reali-
dad de hace dos o tres mil años. En estas páginas consi-
deraremos también, brevemente y al final, los «usos y
abusos» de esta mitología –que no era sino un pensa-
miento religioso específico de unas culturas determina-
das en una época determinada.
Este libro presenta lo esencial de la mitología nórdica,
entrando solo en los detalles de contexto, época, inter-
pretación, etc., que puedan ser imprescindibles para en-
tender cómo (creemos que) eran las cosas cuando el pa-
ganismo estaba en plena vigencia en esos pueblos.
Nuestra información literaria sobre la mitología del nor-
te es bastante limitada, de modo que quedan huecos que
los investigadores intentan llenar haciendo uso de otras
fuentes, incluyendo las arqueológicas y las artísticas plás-
ticas. Todo ello tendrá su lugar en estas páginas cuando
sea totalmente necesario.
Por otra parte, en vez de limitarme a recoger los textos
donde se desarrollan los temas mitológicos y heroicos, lo
que habría precisado de explicaciones y análisis muy ex-
tensos, he optado por recontarlos en forma más legible,
añadiendo fragmentos de los textos originales, marcados
explícitamente: en el caso de la poesía resulta evidente;
cabe señalar tan solo que he optado por presentarla en la

16
Preludio

forma de «líneas breves» separadas, en vez del procedi-


miento, filológicamente más exacto, de «líneas largas»
con cesura entre los hemistiquios. Solo en algún poema con-
creto he utilizado esta. Los fragmentos de prosa cortos,
a veces tan solo una línea, aparecen siempre marcados
con comillas altas o inglesas (“xxx”) y los más largos en
párrafo aparte y cuerpo menor, mientras que para otros
fines empleo las comillas latinas o angulares («xxx»). En
nota explico de dónde proceden los textos, y si no hay
indicación alguna, es que el origen está en mis propias
traducciones.
En cuanto a bibliografía, con algunas pocas excepcio-
nes he preferido no despistar al lector con referencias en
el texto o en nota. Al final del libro se encuentra la bi-
bliografía concreta que he utilizado para la redacción de
estas páginas.
El índice es suficientemente detallado como para po-
der ir a un aspecto de un mito, una figura divina o heroi-
ca, o alguna otra cuestión. El índice onomástico del final
recoge todas las menciones a personajes míticos y legen-
darios, así como a lugares, que se mencionan en el libro.
A este respecto, debo señalar que utilizo sistemática-
mente en el texto transcripciones sencillas que no plan-
teen problemas de lectura. En el índice añado las formas
tal como suelen escribirse en la lengua en cuestión. Por
ejemplo, siempre me refiero a Odín, Thor, Freya, Tyr o
Sigurd, pero en el índice onomástico encontraremos es-
tos nombres, además, escritos como Óðinn, Þórr, Freyja,
Týr, Sigurðr.
La estructura general del libro es la siguiente: En pri-
mer lugar, tras una introducción con algunas ideas gene-

17
Mitología nórdica

rales, veremos la organización y el origen del mundo mí-


tico nórdico, incluyendo el nacimiento de dioses y humanos.
Repasaremos a continuación los dioses de época vikinga,
en dos partes: los Vanes (Niörd, Frey, Freya...) y a conti-
nuación los dioses Ases (Odín, Thor, etcétera). Veremos
a continuación el «Crepúsculo» o, más exactamente, el
Destino Final de los dioses, antes de pasar a las leyendas
heroicas. Finalmente, incluiré unas brevísimas notas so-
bre «usos y abusos» de la mitología nórdica, especial-
mente en tiempos modernos, así como una visión gene-
ral de cómo suponemos que podía ser el «día a día
religioso» de los vikingos y sus familias. Porque, obvia-
mente, los vikingos tenían familias, y no todo era en ellos
matar, robar y esclavizar. Estaban también la agricultura,
la ganadería, la pesca, la artesanía, la vida familiar, las
fiestas... los sacrificios religiosos. Espero que así se nos
quite un poco de la cabeza la visión de esta mitología
como algo exclusivamente guerrero.

18
Introducción

¿Qué es mitología nórdica? Podemos definirla como


una, y la más conocida, con diferencia, de las diversas
formas de mitología germánica, tal como existió en lo
que solemos llamar mundo nórdico, distinto de «escan-
dinavo». En el ámbito escandinavo están Finlandia y
pueblos lingüísticamente emparentados con el finés, como
sámi (lapón), karelio, y otros, cuyos idiomas no pertene-
cen a la familia indoeuropea. Al mismo tiempo, «escan-
dinavo», al centrarse en la península de ese nombre, deja
fuera territorios colonizados desde allí como son las Islas
Feroe e Islandia, así como las Shetland y Orcadas, al no-
reste de Escocia, donde se habló una forma de la antigua
lengua nórdica hasta el siglo XVIII.
Por eso es más correcto y exacto hablar de «nórdico»
que de «escandinavo». Pues bien, la mitología nórdica se
refiere a las formas que adoptó la antigua mitología ger-
mánica en estas regiones nórdicas. En realidad, no pode-

19
Mitología nórdica

mos hablar de una única y uniforme mitología nórdica,


pues había diferencias entre unas zonas y otras, unos
«países» y otros, pero es lo que sucede en todas partes y
en todas las religiones.
Porque, naturalmente, una mitología es parte de una
religión, aunque solemos limitar este último término a
las religiones más grandes, basadas en libros sagrados, y
en estas rara vez se habla de «mito de Adán y Eva» o
«mito de la curación de Lázaro». Hoy día se usa el térmi-
no «mitología» para muchas cosas, pero en este libro se-
guiremos el uso habitual en los estudios de religión y an-
tropología.
La mitología germánica en su conjunto resulta insufi-
cientemente conocida, y uno de los motivos principales
es que la inmensa mayoría de las fuentes son nórdicas,
mientras que para los territorios que hoy día ocupan
Alemania, los Países Bajos o Inglaterra (así como los an-
taño ocupados por pueblos godos) apenas tenemos in-
formación limitada y parcial. Y todo parece indicar que
en el norte se produjeron cambios que no tuvieron lu-
gar en el continente, aunque durante bastante tiempo,
en época antigua (es decir, antes de las «invasiones» ger-
mánicas del Imperio Romano), debió de existir una uni-
dad más grande, como tendremos ocasión de ver.
La península de Jutlandia es un caso un tanto especial,
pues estaba en contacto directo con el continente; pero
las actuales Suecia y Noruega tuvieron por un tiempo
más contacto con los pueblos de habla finesa y lapona
que con alemanes, sajones o neerlandeses (más propia-
mente, «bajofranconios»). Y tendremos ocasión de ver
que ciertas peculiaridades de algunos de los dioses nór-

20
Introducción

dicos más importantes no parecen contar con equivalen-


tes claros al sur de Jutlandia.
De manera que la mitología nórdica es el reflejo de un
pensamiento religioso originalmente compartido con los
demás germanos y, más allá, con otros pueblos indoeuro-
peos (griegos, hindúes, latinos, celtas...), pero dotado al
mismo tiempo de características propias, algunas de las
cuales pueden derivarse del contacto con los otros pue-
blos de Escandinavia (y aquí me refiero a la Península
Escandinava).
¿Desde cuándo podemos hablar de mitología nórdica?
Los orígenes más antiguos apenas los conocemos. Cuan-
do se habla de esta mitología, habitualmente, se hace re-
ferencia a la época de los vikingos, que se extendió entre
el año 790 y el 1100, aunque estas fechas, como tantas
otras, son simples aproximaciones útiles y no dogmas de
fe histórica.
Pero es preciso remontarse un poco más atrás, a la
época previkinga de los pueblos nórdicos, la época de-
nominada «de Vendel» (550-790), llamada así por el pue-
blo sueco donde se encontraron las primeras huellas ar-
queológicas de esta cultura, que podemos ver como una
clara «preparación» para el mundo vikingo. E incluso
necesitaremos mirar más atrás, porque algunas cosas que
sucedieron en la península de Jutlandia en torno a nues-
tra era o unos centenares de años antes prefiguran ele-
mentos importantes de la mitología nórdica vikinga.
Además, parece que existió un cambio bastante radical
justo antes de Vendel, que llevó desde una mitología más
agrícola –y seguramente con predominio de las diosas fe-
meninas– hacia una forma de pensamiento mítico y reli-

21
Mitología nórdica

gioso de carácter guerrero: podríamos decir que de una


religión «de dentro de casa» se pasó a una «de fuera», es
decir, del ámbito hogareño al social del clan y la agrupa-
ción de clanes, que es la que mejor conocemos.
De manera que en estas páginas nos centraremos en la
mitología de época vikinga, teniendo en cuenta la ante-
rior de Vendel y lo que podemos recuperar de tiempos
más antiguos, en los territorios de lengua nórdica anti-
gua. Solo esporádicamente haré referencia a fenómenos
religiosos de otras partes del mundo germánico e indo-
europeo.
En cuanto al punto final de esta mitología, la cuestión
es compleja. El cristianismo fue llegando a esos países a
lo largo de varios siglos: en el X, a Dinamarca, mientras
Noruega fue cristianizada por los reyes Olav I y II du-
rante el siglo XI e Islandia en el año 1000; por su parte,
Suecia cambió de religión más lentamente, entre el XI y
mediados del XII.
Sin embargo, en muchos de estos lugares quedaron
elementos paganos, como tales, o transformados en fol-
klore, y la memoria de algunas cosas del paganismo
nunca se perdió, sobre todo en Noruega e Islandia y las
Feroe. En la década de 1970 se «recreó» la religión paga-
na, primero en Islandia y luego en otros países nórdicos,
hasta el punto de que hoy el paganismo nórdico: Reli-
gión de los Ases, Ásatrú en islandés, es una de las oficial-
mente aceptadas en Islandia y otros países, incluso Lati-
noamérica y España (Comunidad Odinística Española
– Ásatrú, oficialmente reconocida en 2010). De modo
que no puede decirse que la religión vikinga desapare-
ciera, sino que se adaptó a los tiempos (como siempre

22
Introducción

había hecho) para seguir existiendo. En conjunto tiene


varios miles de fieles en diversos países, de modo que no
se trata de una simple diversión o de algo meramente tes-
timonial.
El resurgimiento del paganismo nórdico forma parte
de un movimiento más amplio, en el que personas con
otras religiones bien establecidas, o sin ninguna, se vuel-
ven hacia el pasado en busca de formas nuevas de plan-
tear sus sentimientos de trascendencia o espiritualidad.
Una visión, posiblemente, muy distinta a la que regía
cuando el paganismo era casi la única opción: la religión
vikinga no era tanto una religión de creencias como de
acciones: realizar sacrificios en los momentos convenien-
tes y de la forma apropiada, y conducirse en la vida se-
gún unos principios que estaban reflejados en los poe-
mas u otros textos orales de carácter mitológico. Porque,
desde luego, los vikingos nunca tuvieron «el libro» de su
religión: no existió nada parecido a una Biblia, unos
Evangelios, un Corán, ni siquiera unas Vedas como en la
India, etc. Era una cultura oral, y sus mitos, como toda su
literatura, su historia, sus leyes y sus cuentos, existían
nada más en forma oral.

¿Qué y cuánto sabemos de mitología nórdica,


y cómo lo sabemos?

Las mitologías antiguas difícilmente se conocen a fon-


do. Las «grandes» religiones, como budismo, islam, cris-
tianismo, judaísmo, hinduismo, etc., tienen sus creencias
recogidas con precisión para el ritual diario, e incluso

23
Mitología nórdica

podemos acceder a las religiones y mitologías de pueblos


«primitivos» actuales, que pueden ser observadas, estu-
diadas y analizadas, incluso explicadas por sus practican-
tes. En cambio, las religiones antiguas, aunque se hayan
recuperado o revivido en el siglo XX, solo nos llegaron en
forma parcial, siempre insuficiente, y tenemos que estar
constantemente reconstruyendo mediante hipótesis lo
que pudieron ser. En religiones que cuentan con datos
tan copiosos, y procedentes de los paganos mismos,
como la romana o la griega, no sabemos exactamente
cómo se realizaban los rituales concretos (por ejemplo,
las consultas al oráculo de Delfos, en Grecia, o las cere-
monias de iniciación en los cultos mistéricos, pero tam-
bién las familiares en el altar doméstico) o cuál era el pa-
pel en la vida cotidiana de los mitos que conocemos por
la literatura, pero sabemos muchísimo de dioses y dio-
sas, de mitos de unos y otras.
En el caso de la mitología nórdica, sabemos muchísimo
menos. Hay textos, que son la base de la mayor parte de
nuestro conocimiento. Poemas de época pagana en ins-
cripciones rúnicas, obras de poetas paganos cortesanos
(escaldas), poemas de origen pagano pero de transmi-
sión posterior (Edda), descripciones en prosa por auto-
res cristianos y cultivados, sobre todo Snorri Sturluson.
Este autor es de especial importancia, así que vale la
pena detenernos en él un instante. Islandés (los textos de
tema mitológico se compusieron o transmitieron a través
de Islandia), miembro de una de las familias más pode-
rosas, nació en 1178 y murió asesinado en 1241. Natural-
mente, era cristiano, como todos los islandeses de su
época: recordemos que el cambio de religión se produjo

24
Introducción

en el año 1000 por decisión del Althing, o asamblea anual


de los hombres libres de toda Islandia. En tiempos de
Snorri, el paganismo era un recuerdo un tanto lejano en
su auténtica realidad, aunque en Islandia pervivían algu-
nos ritos, canciones de tema heroico y mitológico, rela-
tos donde se mezclaban lo legendario y lo mítico. En un
libro conocido como Edda, Snorri cuenta una serie de
mitos paganos; la intención era, por un lado, reconstruir
una parte del pasado, igual que hizo el mismo Snorri con
su colección de historias de los reyes de Noruega (titula-
da Heimskringla, por la primera parte del texto: «El círcu-
lo del mundo», es decir, «el orbe») y, tal vez, con la
saga de uno de sus antepasados islandeses, Egill Skalla-
Grímsson, a caballo entre el paganismo y el cristianismo.
Además de recuperar esa parte de la historia, Snorri
quiso proporcionar a los islandeses un equivalente de
las obras latinas de tema mitológico: pues los mitos clá-
sicos, aunque correspondían a tiempos ya lejanos, su-
perados por la extensión y la exclusividad del cris-
tianismo, seguían siendo objeto de atención por sus
valores literarios, fuera en obras específicamente dedi-
cadas a la mitología pagana o, mucho más frecuente-
mente, por la aparición de dioses, mitos, etc., en obras
literarias, empezando por las homéricas Ilíada y Odisea
y siguiendo, por ejemplo, con la Eneida de Virgilio. Se-
guramente, Snorri quiso hacer algo parecido a esos tex-
tos literarios pero sobre temas propios. Además, y for-
malmente se trata del motivo principal de su Edda,
deseaba proporcionar información necesaria para la
interpretación y composición de poesía a estilo anti-
guo, sobre todo para entender las referencias presentes

25

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