Competencia, Agresión Y Pacificación.: Mpetencia. en Ellos También Vemos La Agresión y La Conciliación

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COMPETENCIA, AGRESIÓN Y

PACIFICACIÓN.

El hecho de ser social no es algo exclusivo de los seres


humanos, sino que en el mundo animal existen numerosas
especies que demuestran diferentes casos de comportamiento
social entre los individuos. Hay animales que se relacionan
entre sí, que interactúan, que conviven o que se necesitan de
una forma mucho más compleja de la que podemos llegar a
imaginar. Si pensamos en algún ejemplo de animal que refleje
este tipo de acciones, seguro que se nos vienen a la mente
casos como el del chimpancé o el elefante, animales sociales
por naturaleza que mediante sus acciones representan este tipo
de competencia. En ellos también vemos la agresión y la
conciliación.

La principal causa de la agresión entre animales de la misma


especie es la competencia por acceder a unos recursos
limitados (compañero sexual, alimento o cobijo). La expresión
de la agresión es bastante intensa entre los machos poligínicos.
Por ejemplo, los enfrentamientos entre machos de elefante
marino alcanzan mayores tasas de violencia que los que se dan
en las especies cuyos machos tienen harenes de menor tamaño
o son monógamos. 
Los animales pelean de forma más violenta, si han consumido
recientemente un alimento muy energético que, si han
consumido un alimento mediana o escasamente energético,
cuando los recursos que quieren defender son valiosos. 

Otra causa, que está indirectamente relacionada con la competencia por los recursos, es cuando los animales se
enfrentan por el estatus. El beneficio de tener un estatus elevado permite que el individuo pueda acceder a
recursos como el alimento, el cobijo o a hembras sexualmente receptivas (machos poligínicos). 
Los ataques mortales dirigidos contra un miembro de la misma especie implican algunas desventajas como:
podría ser un rival pariente y matarlo reduciría la eficacia biológica indirecta del agresor. De igual manera,
luchar violentamente podría volverse contra el mismo agresor, provocándole heridas graves o, incluso la muerte.
Es por esto que la mayoría de las luchas entre coespecíficos no se suele utilizar las armas más peligrosas del
animal. Por ejemplo, las serpientes de cascabel yerguen la parte anterior del cuerpo e intentan empujarse unas a
otras para no utilizar sus mortales colmillos. 
Los animales pueden emitir señales de sumisión que permite que el perdedor se retire sin recibir más ataques por
parte del vencedor por lo que en futuros encuentros ambos se podrán ahorrar el tiempo y la energía que habrían
desperdiciado enfrentándose de nuevo. Esta es una estrategia evolutivamente estable. 
La teoría de los juegos predice que, si la
estrategia del halcón (luchar) o de la paloma
(retirarse) están fuertemente influidas por los
factores genéticos, se llegará a un polimorfismo
estable entre ambas estrategias. Un
polimorfismo estable es cuando estrategias
opuestas pueden coexistir en la misma población
de animales. 

Cuando un animal presenta estrategias


condicionales, que están determinadas por
factores genéticos, opta por luchar cuando tenga
probabilidades de vencer y retirarse cuando crea En algunos casos, los animales que participan en
que pueda perder. Dichas estrategias son guerras de agotamiento donde el vencedor es el
evolutivamente estables. Para un animal saber si animal que aguanta más tiempo en el lugar del
es o no capaz de vencer a su contrincante debe enfrentamiento, es posible que ambos oponentes
fijarse en la intensidad de las amenazas de su pierdan más de lo que ganan; si invierten una
rival y de las exhibiciones porque estos pueden cantidad de tiempo y energía que supera al valor
reflejar la motivación y el potencial competitivo de recurso que está en juego. Por lo que los
del animal. Por ejemplo, los indicadores del animales deberían invertir mucho tiempo en
potencial competitivo en el ciervo común son el guerras de agotamiento por acceder a recursos
desplazamiento paralelo que da información muy valiosos y poco tiempo cuando el recurso
sobre el tamaño relativo y el berrido competitivo que esté en juego tenga escaso valor. 
que muestra resistencia física. 

Cuando existen diferencias sexuales es porque


están asociadas a la competencia intraespecífica.
Por ejemplo, los machos de ratón se pelean con
otros machos de su especie mucho más
frecuentemente de lo que se pelean las hembras
entre sí. 

Para inhibir la agresividad contra las hembras y


evitar enfrentamientos innecesarios con otros
machos potencialmente agresivos, los machos
deben ser capaces de distinguir entre los
miembros de ambos sexos. Algunas especies de
mamíferos pueden reconocer el sexo mediante
los indicios olfativos
En algunas especies; las hembras tienen niveles muy altos de
testosterona y son más agresivas que los machos, algunas de estas
son: el andarríos maculado donde la agresividad está relacionada
con la competencia por establecer y defender territorios y
competir por aparearse con los machos. Sin embargo, la
agresividad de las hembras de hiena manchada está asociada con
la competencia alimentaria.
Las agresiones en los primates de vida terrestre presentan niveles
de agresión elevados hacia sus coespecíficos y no solamente en
conflictos motivados por el acceso a los recursos disponibles sino
también existen motivaciones por intervenciones en conflictos
ajenos, por el miedo a lo desconocido, por contagio (por ejemplo,
un individuo puede unirse a un grupo de chimpancés que se están
peleando sin ningún motivo aparente) y motivos aparentemente
incomprensibles o aberrantes.  Existen dos sistemas sociales
relacionados entre sí que se han desarrollado para minimizar la
agresión entre conespecíficos. 

Jerarquías de dominancia: consiste en emitir señales de apaciguamiento que comunican sumisión. Por
ejemplo, una gallina doméstica dominante típicamente mantiene la cabeza bien erguida cuando se aproxima a
una gallina subordinada, y ésta baja la cabeza o se aleja en señal de sumisión. La repetición de estos rituales
de dominancia-sumisión son importantes para mantener la paz y la estabilidad de la jerarquía. Mientras más
ventajas para ser dominante, más violentamente lucharán los animales por ocupar una posición elevada en la
jerarquía. 

Jerarquía de dominancia lineales: los grupos numerosos suelen formar una estructura social en la que un
animal domina a todos los demás, un segundo animal domina a todos los demás exceptuando al primero, y así
sucesivamente. 

Jerarquía de dominancia y eficacia biológica: los machos dominantes pueden acceder de forma
preferencial a las hembras por lo que esto ofrece ventajas indudables en términos de éxito reproductor en los
machos poligínicos. 
Existen varios factores relacionados con la dominancia, entre los cuales se encuentran: Tamaño y fortaleza:
los animales grandes y fuertes suelen vencer en los enfrentamientos. Sexo: los machos suelen dominar a las
hembras, porque en los sistemas de apareamiento poligínicos suele haber una selección sexual a favor del
tamaño y la fortaleza en dicho sexo. Agresividad: la agresividad tiende a favorecer el éxito competitivo y
reproductor. Experiencia: la experiencia de salir vencedor en un enfrentamiento fomenta la autoconfianza y
las habilidades competitivas. Antigüedad y conocimiento del lugar: ascender en la escala jerárquica suele
requerir tiempo. Vínculos de parentesco: en algunos primates, la capacidad de percibir los vínculos de
parentesco facilita la transmisión del rango de dominancia entre parientes. 
Un sistema territorial permite que un
individuo sea dominante en un área
determinada. Estos sistemas pueden
ser sustituidos fácilmente por el otro
dependiendo de las condiciones
ambientales. Algunos de los
beneficios que aporta el tener un
territorio son: garantizar el acceso a
los recursos que contiene sin la
necesidad de tener que buscarlos ni
luchar constantemente por ellos,
permiten mantener las distancias entre
grupos de animales de la misma
especie; reduciéndose, los riesgos de
parasitismo y canibalismo, también
reduce las posibilidades de que los
animales agoten completamente los
recursos alimenticios renovables. 

El hecho de establecer y defender un


territorio implica ciertos costes como el
expulsar al dueño anterior y enfrentarse
a él puede implicar riesgos y gasto
energético. Los riesgos variarán en
función del tamaño del territorio, la
cantidad de intrusos y las habilidades
competitivas de estos últimos. 

Los primates terrestres, como los chimpancés y


los bonobos, han desarrollado conductas de
pacificación muy eficaces

La reconciliación donde se utilizan las siguientes técnicas: contacto ocular, besos, abrazos, colocar la
mano sobre el hombro. 
Las respuestas que son incompatibles con la agresión, como comer o practicar el sexo, pueden facilitar la
pacificación. Cuando los chimpancés del zoo de Arnhem empezaban a comer, tenía lugar una reducción
de la agresión. En los bonobos del zoo de San Diego los individuos eran propensos a tener contactos
sexuales después de una explosión agresiva. 
En la mediación un tercer individuo interviene facilitando el contacto y el aseo mutuo entre dos
oponentes previos. 
El modo de expresar la agresión, limitarla y hacer las paces ha tenido también una evolución humana,
pero esto no significa que no se encuentren similitudes con el reino animal. 
La manera en que accedemos a los recursos se puede asociar con la agresión, por ejemplo: cuando el
sentido de la propiedad se ve violado se da paso a propiciar enfrentamientos que suelen acabar en
violencia física. Otro ejemplo lo podemos encontrar en batallas y guerras, las cuales surgen a raíz de
conflictos por fronteras territoriales y los recursos encontrados en las mismas. 
Tanto animales humanos como no humanos presentan
agresión cuando intervienen en conflictos ajenos, por
miedo a lo desconocido, por contagio (como ocurre en las
sublevaciones), además algunas muestras de agresiones
pueden considerarse como aberrantes o de carácter
patológico al carecer de sentido (como las cometidas por
asesinos en serie). 

La televisión, el cine, los dibujos animados, los


videojuegos y los juegos de computadora están
desbordadas con violencia surrealista, está comprobado
por numerosos estudios que estas invenciones
tecnológicas pueden aumentar la agresividad humana. 

Otro factor que ha incrementado y potencializado los


efectos de la agresión es el avance tecnológico en los
armamentos, que han logrado acabar con vidas humanas
antes de que las víctimas puedan emitir señales de
apaciguamiento e incluso mucho antes de que los
agresores tengan tiempo para reflexionar sobre lo que
están haciendo. Berkowitz y LePage realizaron un
experimento donde comprobaron que la presencia de un
arma, que solo estaba ahí para ser utilizada en otro
experimento, en el lugar en que algunos sujetos se
estaban sometiendo a una prueba tuvo como consecuencia
que los individuos experimentales suministraran de
manera inaudita fuertes descargas a otros sujetos. 

Un ejemplo de manifestación de jerarquías de dominancia en el mundo humano lo encontramos en las grandes


empresas, las cuales suelen tener una organización jerárquica bien definida, donde las personas de mayor estatus
tienen poder sobre las de estatus inferior y tienen privilegios especiales como la posibilidad de viajar en jet privado.
Asimismo, la comunicación de las personas de alto rango es distinta de las de bajo rango, pues éstas últimas tienen
un acceso restringido a sus superiores. El no respetar esta estructura jerárquica suele provocar agresiones. 

Cuando se le pide a una persona que exprese cómo se siente en varios tipos distintos de entornos, suele indicar que se
siente más a gusto y más seguro en su propio dominico que en el de cualquier otra persona. Por ejemplo, las personas
que residen en asilos dicen sentirse más a gusto en los centros que disponen de áreas privadas. Por lo que el factor de
la territorialidad se ve reflejado en las sociedades humanas.
A pesar de presentar actitudes
agresivas, los humanos como otros
animales, poseemos la facultad de
reconciliarnos después de
enfrentamientos agresivos. Algunas
de las técnicas utilizadas más
eficaces son similares a la de los
primates: el contacto físico en
forma de besos, abrazos y
estrechamiento de manos. También
las expresiones verbales como las
disculpas son una forma eficaz de
resolver conflictos. Entre los
humanos, los mediadores pueden
contribuir a que las dos partes
implicadas salven las apariencias y
aunque el conflicto no llegue a
más. 

La pacificación también se ve
facilitadas por técnicas terapéuticas
como son las terapias cognitivas,
que disminuyen la tendencia de las
personas a atribuir intenciones
hostiles al comportamiento ajeno,
reducen las reacciones de enfado.
Otra estrategia terapéutica es instar
a la gente a practicar actividades
positivas que generan sentimientos
incompatibles con la agresión, por
ejemplo, ser empático. De igual
manera, en los sistemas
gubernamentales los regímenes
democráticos tienden menos a
iniciar conflictos armados que los
regímenes totalitarios. Por ejemplo,
en un gobierno totalitario el
gobernante no pagará un precio
muy alto si la opinión pública no
acepta una guerra porque puede
conservar el poder mediante
procedimientos coercitivos. Al
contrario, en una democracia el
gobierno tiene que acatar la

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