Frankenstein o El Moderno Prometeo
Frankenstein o El Moderno Prometeo
Frankenstein o El Moderno Prometeo
Vi, con los ojos cerrados pero con una nítida imagen mental, al pálido estudiante de artes impías, de rodillas
junto al objeto que había armado. Vi al horrible fantasma de un hombre extendido y que luego, tras la obra de
algún motor poderoso, éste cobraba vida, y se ponía de pie con un movimiento tenso y poco natural. Debía ser
terrible; dado que sería inmensamente espantoso el efecto de cualquier esfuerzo humano para simular el
extraordinario mecanismo del Creador del mundo.
(its alive)
La obra explora cuestiones sociales que hasta el día de hoy, 200 años después, aún no se han
solucionado, como el colonialismo, la desigualdad social y el feminismo.
Hay una frase que me gusta mucho, que es la que dice Elizabeth, prima e interés romántico de
Víctor Frankenstein:
“ser una sirvienta no conlleva a la ignorancia ni sacrificar la dignidad del ser humano”.
Si reflexionamos sobre esto … pensar que hace 200 años se escribió esto!!!, hace 200 años!!! y
aún tenemos el mismo problema de desigualdad. No hemos avanzado nada. (dignidad Simpson)
(por eso papá cree que eres comunista)
Una de las máximas que debe tener la literatura es ser verosímil, que los lectores y lectoras
puedan adentrarse al mundo ficcionado y creer que lo que cuenta puede llegar a pasar. Por
ejemplo, en el Quijote de la Mancha, que el personaje vea gigantes en lugar de molinos de
viento es verosímil porque estaba loco, es creíble que alguien loco pueda confundirlos y tener
alucionaciones. Es verosímil que en Harry Potter exista un sauce boxeador también porque
estamos dentro de un mundo mágico, o que en Games of Thrones existan dragones, porque
tiene una historia y un argumento que lo hace verosímil, pero no es verosímil que Arya Stark
salte de una altura incalculable y matar al rey de la noche, no es verosímil que a Cersei y Jamie
Lanister se les derrumbe un castillo encima y queden ahí en la superficie, y que sólo unos pocos
metros al costado no hayan caído escombros. Ósea, si se hubiesen corrido 1 metro, se salvan.
Bueno, quizá un día haga un video de GOT.
El caso, que Mary desde el prólogo pavimenta el camino hacia su mundo ficcionado. Alude a
conversaciones que tuvo con fisiólogos naturales quienes sostienen que lo que se relata en la
novela no es del todo imposible realizar a partir del conocimiento científico.
Además, esta idea se remarca a lo largo de toda la novela. Víctor Frankenstein insiste en que su
creación fue gracias a sus estudios, y no a un evento mágico, divino o sobrenatural. Lo cual
coincide con la definición que le damos al género, que la ciencia debe por sí misma ser causante
de la trama de la novela.
La forma en que Frankenstein llegó producir vida también es verosímil. El trayecto que cruzó
fue en base al estudio. Él mismo cuenta que desde su infancia en Ginebra, Suiza, vivió en un
ambiente de estudio con su prima y hermano. En donde tanto como los hombres y las mujeres
tenían la misma educación, y fue allí donde descurbió que su pasión era la filosofía natural
(trueno)
Conoce la obra de Cornelius Agrippa, Paracelso y Alberto Magno. Autores que hablan del elixir
de la vida, lo que provocó que Frankenstein deseara eliminar de la humanidad toda
enfermedad y hacer invulnerable a los hombres de todo.
Estos pensamientos se los llevó a la Universidad de Ingolstadt, en donde se obsesionó con el
origen de la vida, por lo que lo llevó a estudiar la muerte. Y lo que él deseaba era borrar la línea
entre la vida y la muerte.
(rayos)
Y lo vuelve a repetir: “No es que se me revelara todo de golpe, como si de un juego de magia se
tratara”
Frankenstein nos advierte que esta irreponsabiblidad y estas ambiciones siempre terminarán
en un derramamiento de sangre. Es lo que temía el astrofísico Carl Sagan: él no estaba seguro si
sobreviviremos a la adolescencia tecnológica o nos destruiremos con esta. Al igual que
Frankenstein o Hammond, estamos más preocupados de saber y crear que las consecuencias
que pueden tener estos actos.
(bomba atómica)
3. Feminismo. La creación del monstruo. La construcción del ser marginado.
¿Y qué tiene que ver esto con el feminismo? Te preguntarás. Me dirás, ¡ay, Clau, ya estás con
tus cosas feminazis! Estás forzando la interpretación.
(its alive)
La criatura de Frankenstein, en la cultura popular la vemos así, pero en la novela se describe así.
También se nos ha hecho pensar que es un monstruo estúpido que no habla o tiene una mal
modulación. Pero en realidad es todo lo contrario. Es inteligente, bondoso, incluso vegetariano.
Aprendió todo de manera autodidacta, lo cual calza con la biografía de Shelley, ella aprendió
esucchando y mirando, al igual que la criatura, pero esta era desproporcionada y fea, lo que
hacía que las personas lo rechazaran sin siquiera conocerlo, tuvo sólo un proptitpo de amigo
que era ciego, pero al final también fue rechazado. Por eso, buscó a Víctor para recriminar su
nacimiento. Se enfrentó a su creador, en lo que según yo es una de las partes más
conmovedoras de la novela.
Recordad que soy vuestra criatura. Debía ser vuestro Adán, pero soy más bien el ángel caído a
quien negáis toda dicha. Dondequiera que mira, veo felicidad de la cual sólo yo estoy
irrevocablemente exlcuido. Yo era bueno y cariñoso; el sufrimiento me ha envilecido.
La critatura no nació siendo un monstruo, sino que la sociedad la nombró y la construyó como un
monstruo. Y esto se conecta con lo que sostiene Mary Wollstonercraft, la madre de la autora en
su texto Vundicación de los derechos de la mujer:
Rousseau y la mayoría de los escritores que han seguido sus pasos han inculcado con ardor que
la educación de las mujeres debe dirigirse por completo a un punto: a hacerlas placenteras.
Y luego sigue…
En cuanto a los comentarios de Rousseau, de los que se han hecho eco muchos escritores desde
entonces, sobre la inclinación natural, es decir, desde el nacimiento e independiente de la
educación, que tienen por las muñecas, los trajes y la conversación, son tan pueriles que no
merecen una refutación seria. Es, por supuesto, muy natural que una niña, condenada a
permanecer sentada durante horas, escuchando la boba charla de niñeras débiles o asistiendo al
arreglo de su madre, trate de unirse a la conversación; y que imite a su madre o sus tías y se
entretenga adornando a su muñeca sin vida lo mismo que hacen con ella, pobre niña inocente, es
sin duda la consecuencia más natural.
La creación del mosntruo de Frankenstein es cultural, tal como a la mujer se la crea para que
sea placentera o le gusten las muñecas. La criatura se hace monstruo porque los demás lo
designan como tal, lo mismo con la mujer. ¿Esta es la tesis les suena? Y es que en un siglo y
medio más tarde aSimón de Bouveaur diría: “la mujer no nace se hace”. (mean girl)
La historiadora Isabel Burdiel sostitne que es muy propable que Mary Shelley se identificara con
la criatura, un ser que sólo valía por su apariencia y que sus intereses intelectuales no eran
tomados en cuenta. De hecho, al igual que la criatura Mary no tiene un nombre en la sociedad,
recordemos que cuando fue publicada la novela se hizo de manera anónima porque las mujeres
escritoras no eran bien vistas ni sus obras vendidas. Algo no ajeno en nuestros tiempos, no
olvidemos que JK Rolling se puso así porque los niños no comprarían un libro escrito por una
mujer.
El caso que hasta el día de hoy muchos se impresionan al saber que Frankenstein nació de la
imaginación de una mujer, pero en realidad no es extraño, es más bien obvio, que lo haya
hecho. Me da la impresión que sólo una mujer podría haber inventado una criatura tan
rechazada.
En sí, creo que la criatura de Frankenstein representa a la mujer, pero también a cualquiera que
este en los márgenes de la sociedad. A los esclavos, a la comunidad LGBTIQ+, a los pobres, a
todes los miserables, y a todos los futuro ciborg, y en como estos piden interpelan a sus
creadores, pidiéndoles explicaciones sobre la vida y su muerte, pero, los creadores, no hacen
más que rechazarlos…Y ahí te empiezas a preguntar ¿quién es realmente el monstruo?
Que es lo que le increpa Roy Batty al personaje de Harry Ford en Blade Runner.
Frankenstein inició un mundo en donde se exploran lo más profundo de los seres humanos, por
décadas lo hemos seguido haciendo. Sin este monstruo no existiría nada de esto.