Tipos de Cuentos

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1.

Cuentos maravillosos

Se distinguen por estar basados en relatos folclóricos. En general, existen varias


versiones de un mismo hecho. Por ejemplo, tanto los hermanos Grimm como
Charles Perrault transcribieron La caperucita roja. Mientras los primeros optaron
por destacar el aspecto valórico y dejar una moraleja, Perrault decidió utilizar un
final más realista en donde los buenos no necesariamente son recompensados.

Otro de los aspectos esenciales es que se refieren a hechos que están fuera de las
leyes lógicas de la realidad, por lo que suceden actos prodigiosos y
existen seres mágicos como hadas, duendes, brujas y ogros, entre otros. Lo
interesante es que en ningún momento se ponen en cuestión estas
circunstancias, pues se aceptan como parte de ese mundo.

Asimismo, son historias atemporales, en las que no puede rastrearse una época o
lugar. En general, funcionan bajo la fórmula "érase una vez en un reino muy
lejano", sin jamás dar pistas claras.

Aunque lo maravilloso se encuentra asociado a cuentos infantiles, se debe más


bien a las adaptaciones que se han realizado y, en particular, al trabajo que
realizó Disney. Sin embargo, al provenir de la tradición oral, las narraciones
originales solían contener aspectos eróticos y violentos.

Ejemplo: Cenicienta de Charles Perrault

Le dijo a Cenicienta que levantase un poco la trampa de la ratonera, y a cada ratón


que salía lo tocaba con su varita, y el ratón quedaba convertido en un hermoso
caballo, con lo que se formó en el acto un precioso tiro de seis caballos tordos.

2. Cuentos realistas

Aunque parece ser el tipo más común, el realismo literario surgió recién en Francia
en el siglo XIX. Fueron escritores como Stendhal, Balzac y Flaubert quienes
definieron las pautas, privilegiando la descripción fidedigna de su tiempo. De esta
manera, el objetivo principal era reflejar la realidad social.

Así, los cuentos realistas se enfocan en retratar el mundo tal como es, mostrando
el contexto político-social y haciendo una fuerte crítica al sistema. Por ello,
buscan reflejar la interioridad de los personajes y mostrar un abanico de
individuos que sean capaces de representar los diferentes estratos sociales y de
personalidades.

Se trata de un llamado al lector, para que sea capaz de verse reflejado en aquella
construcción y pueda reflexionar sobre los cambios sociales - y personales - que se
necesitan.

Ejemplo: El río de Flannery O'Connor

El niño estaba triste y lánguido en medio de la oscura sala de estar, mientras su


padre le ponía un abrigo de cuadros escoceses. Aunque todavía no había sacado la
mano derecha por la manga, su padre le abrochó el abrigo y le empujó hacia una
pálida mano con pecas que lo esperaba en la puerta medio abierta.

3. Cuentos fantásticos

Se caracterizan por transgredir el orden racional de los acontecimientos. Son


narraciones que ocurren en el plano de lo real y cotidiano hasta que irrumpen
hechos que huyen de cualquier lógica.

Su objetivo es desestabilizar al lector y dejarlo sumido en la extrañeza. Así, se


plantea la existencia de otros mundos, seres y posibilidades paralelas. De este
modo, se pasan a llevar las coordenadas de tiempo, espacio o la distinción
sujeto/objeto con el fin de postular la verdad de lo que creíamos imaginario.

En 1970 el lingüista y teórico literario, Tzvetan Todorov, escribió un libro


llamado Introducción a la literatura fantástica. Allí, propuso una definición:

Lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las
leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural.

Por ello, se trata de historias que hacen dudar al protagonista y al lector sobre
la veracidad de lo que se está contando. No sé sabe con certeza si es un sueño,
una alucinación o es parte de una realidad que se desconoce. Es esta vacilación la
que genera el efecto de lo fantástico.

Ejemplo: La soga de Silvina Ocampo

La soga parecía tranquila cuando dormía sobre la mesa o en el suelo. Nadie la


hubiera creído capaz de ahorcar a nadie. Con el tiempo se volvió más flexible y
oscura, casi verde y, por último, un poco viscosa y desagradable, en mi opinión. El
gato no se le acercaba y a veces, por las mañanas, entre sus nudos, se demoraban
sapos extasiados. Habitualmente, Toñito la acariciaba antes de echarla al aire, como
los discóbolos o lanzadores de jabalinas, ya no necesitaba prestar atención a sus
movimientos: sola, se hubiera dicho, la soga saltaba de sus manos para lanzarse
hacia delante, para retorcerse mejor.

4. Cuentos de terror

Son historias cuyo principal objetivo es provocar miedo en el lector. Para ello, los
escritores se valen de varios artilugios como la creación de una atmósfera
inquietante, el uso de personajes extraños y elementos sobrenaturales.

En Inglaterra, durante el siglo XVIII, surgió la literatura gótica. Eran narraciones


que buscaban acercarse a lo oculto, incluyendo como personajes a vampiros y
fantasmas. Asimismo, situaban las historias en ambientes tétricos como castillos
abandonados en noches de tormenta. Por lo general, se trataba de víctimas que
buscaban liberarse de su victimario. En este ámbito, cabe destacar novelas
como El monje de Matthew Lewis, Cumbres borrascosas de Emily Brontë
y Drácula de Bram Stoker.

En 1927, el escritor norteamericano H. P. Lovecraft, publicó un texto llamado El


horror sobrenatural en la literatura en el que planteaba la raíz de este tipo de
textos:

Lo desconocido al igual que lo impredecible, se convirtió para nuestros


antepasados primitivos en una fuente tremenda y omnipotente de calamidades.

De este modo, afirmó que los grandes miedos de la humanidad tienen que ver con
aquello que se desconoce. Si bien, durante mucho tiempo, se explotó la idea de
criaturas fantásticas, con los años fue apareciendo el terror psicológico.

En esta variante ya no resulta necesaria la inclusión de lo sobrenatural, pues la


naturaleza humana es lo suficientemente oscura y la mente puede resultar uno
de los lugares más peligrosos para las personas. Uno de los autores clásicos en
este tipo de historias es Edgar Allan Poe, quien trasladó el temor hacia la propia
interioridad del personaje. Es el hombre enfrentado a sus propios demonios.

Así, en la visión moderna, lo terrorífico reside en lo conocido. El psquiatra


Sigmund Freud publicó en 1919 Lo siniestro, ensayo en el que explora la idea de lo
inquietante del mundo familiar. Para él, lo siniestro sería aquella sensación de
extrañeza, angustia y malestar provocada por lo cotidiano. Tal como sucede, por
ejemplo, con aquellos relatos en que los niños, que siempre se han visto como
criaturas bondadosas y angelicales, se convierten en una amenaza.

A partir del siglo XX, se puede encontrar una mezcla de ambas maneras de
comprender el horror. Ya sea la forma más clásica en que algún monstruo persigue
al protagonista o el acercamiento a una mente perturbada como en el caso de
algún psicópata. Lo interesante es el valor de símbolo que tiene el género, ya
que cual sea la amenaza, viene a criticar un aspecto de la sociedad.

Ejemplo: Dagón de H. P. Lovecraft

Entonces, de repente, lo vi. Tras una leve agitación que delataba su ascensión a la
superficie, la entidad surgió a la vista sobre las aguas oscuras. Inmenso,
repugnante, aquella especie de Polifemo saltó hacia el monolito como un
monstruo formidable y pesadillesco, y lo rodeó con sus brazos enormes y
escamosos, al tiempo que inclinaba la cabeza y profería ciertos gritos
acompasados. Creo que enloquecí entonces.

5. Cuentos de ciencia ficción

La novela Frankenstein (1818) de la escritora británica Mary Shelley es considerada


la primera obra de ciencia ficción en la historia de la literatura. Sin embargo,
tuvieron que pasar varios años para definir el género. Así, el término fue inventado
en 1926 por el escritor Hugo Gernsback y se refiere a narraciones que exploran la
manera en que los avances científicos podrían impactar al mundo.

De esta forma, juegan con las posibilidades y consecuencias de algunos inventos


que podrían cambiar la existencia en la tierra. Es un tipo de relato que proliferó
durante el siglo XX. En especial, luego de terribles hechos como las bombas
atómicas lanzadas en Japón que hicieron cuestionar los supuestos beneficios de
la técnica moderna. Así, se instalan como textos críticos hacia una sociedad que se
enfoca demasiado en la productividad.

Ejemplo: La tercera expedición de Ray Bradbury

La nave vino del espacio. Vino de las estrellas, y las velocidades negras, y los
movimientos brillantes, y los silenciosos abismos del espacio. Era una nave nueva,
con fuego en las entrañas y hombres en las celdas de metal, y se movía en un
silencio limpio, vehemente y cálido. Llevaba diecisiete hombres, incluyendo un
capitán. En la pista de Ohio la muchedumbre había gritado agitando las manos a la
luz del sol, y el cohete había florecido en ardientes capullos de color y había
escapado alejándose en el espacio ¡en el tercer viaje a Marte!

6. Cuentos policiales

El padre del cuento policial es el escritor norteamericano Edgar Allan Poe. En 1841
publicó Los crímenes de la calle Morgue, el primer cuento del género. La premisa es
sencilla: un crimen que parece imposible de resolver y un hombre de mente
privilegiada que es capaz de descifrarlo.

La base del género tiene que ver con el prototipo de deducción, se trata de
situarse en la “mente” del perpetrador. De esta manera, son relatos de raciocinio
en los que impera la restauración de la ley y el orden. Por ello, resulta clave
la figura del detective. Es él quien resuelve lo que parecía inexplicable y
demuestra que el mundo es un lugar inteligible.

Gracias a esta invención de Poe, con los años fueron surgiendo grandes referentes
como Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle o Hércules Poirot de Agatha
Christie. En todos estos retratos, el interés reside más en el personaje que en el
crimen por sí mismo. Lo que más se destaca son sus métodos de detección y
análisis.

Ejemplo: Los crímenes de la calle Morgue de Edgar Allan Poe

Teniendo, pues, presentes los puntos sobre los cuales he llamado su atención -la
voz singular, la insólita agilidad y la sorprendente falta de móvil en un asesinato tan
atroz como éste-, echemos una ojeada a la carnicería en sí. Estamos ante una mujer
estrangulada por la presión de unas manos e introducida en el cañón de la
chimenea con la cabeza hacia abajo. Los asesinos ordinarios no emplean
semejantes métodos. Y mucho menos esconden al asesinado en esa forma. En el
hecho de introducir el cadáver en la chimenea admitirá usted que hay algo
excesivamente inmoderado, algo por completo inconciliable con nuestras nociones
sobre los actos humanos, incluso si suponemos que su autor es el más depravado
de los hombres.

7. Cuentos satíricos

La sátira es uno de los géneros más antiguos de la literatura. Tiene su origen en


la poesía yámbica que se produjo en la antigua Grecia. Su objetivo es hacer reír al
burlarse de una persona o situación. En general, se recurre al uso de la ironía, la
parodia y el sarcasmo.
Aunque se trata de causar gracia en el lector, son obras que ejercen fuertes críticas
a la sociedad y señalan lo incomprensible de la realidad. Por ello, la filosofía del
absurdo está fuertemente relacionada con lo satírico. Esta corriente surgió en el
siglo XX y postula la inexistencia del significado predeterminado y absoluto del
universo.

De esta forma, los escritores que fomentan este estilo, destacan la falta de sentido
y el carácter irracional de la vida. En sus textos, apelan a componentes que no
tienen coherencia dentro de un contexto con previsibilidad lógica para así
lograr humor.

Dentro de los relatos también resultan muy importantes los personajes, pues
funcionan como metáforas y símbolos para la exploración de la existencia
humana.

Ejemplo: La nariz de Nikolai Gógol

Ante sus ojos se produjo un fenómeno inexplicable: un carruaje paró al pie de la


puerta principal y, cuando se abrió la portezuela, saltó a tierra, ligeramente
encorvado, un caballero de uniforme que subió con presteza la escalinata. Cuál no
sería el sobresalto, y al mismo tiempo la estupefacción de Kovaliov al reconocer a
su propia nariz. A la vista de semejante portento, le pareció que todo daba vueltas
a su alrededor. Notó que apenas podía tenerse en pie y, sin embargo, decidió,
aunque tiritando como si tuviera fiebre, aguardar a toda costa a que volviera a
subir al coche. Efectivamente, a los dos minutos salió la nariz. Vestía uniforme
bordado en oro, de cuello alto, y pantalón de gamuza y llevaba la espada al
costado. El penacho del tricornio indicaba que poseía el rango de consejero de
Estado. Según todas las apariencias, estaba haciendo visitas.

8. Microcuentos

Es un tipo de narración que surgió en el siglo XX y consiste en llevar al extremo la


premisa de la brevedad. Son historias que deben funcionar con el mínimo posible
de elementos para motivar la imaginación del lector. Se trata de relatos
condensados que pueden extenderse desde una línea hasta un párrafo. De este
modo, cada palabra es utilizada con sumo cuidado, pues cada una funciona para
otorgarle intensidad al texto.

En la actualidad, se considera que el microcuento es la expresión literaria del


siglo XXI. Con la influencia de las redes sociales, se necesita de un material corto y
conciso que sea capaz de competir con los miles de otros estímulos que circulan.
Ejemplo: Cuento de horror de Juan José Arreola

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.


Ejemplos de tipos de cuentos
1. Cuento popular. “El patito feo” (anónimo). Este cuento tradicional
narra la historia de un patito del cual otros patos se burlaban por ser
diferente al resto. Un día, el patito decide migrar a otro lugar, donde ve
patos que se parecen mucho a él. Se acerca a estas aves y ellas le
explican que no era un patito, sino un cisne. Finalmente, el patito
encuentra otras aves con las que vivir feliz.

2. Cuento de autor. “La continuidad de los parques” de Julio


Cortázar. Este cuento narra la historia de un hombre que está leyendo
una novela en un sillón. En la novela hay dos personas que acuerdan
asesinar a un hombre solitario en un sillón. El final del cuento es muy
sorprendente, porque se mezclan la historia del hombre y la historia que
está dentro de la novela.

3. Cuento fantástico. “El Horla” de Guy de Maupassant. Este relato


narra la historia de un hombre que a medida que pasan los días se
siente cada vez peor físicamente. En un determinado momento, se da
cuenta de que en su habitación hay un ser extraño que consume su
vida, entonces, el hombre escapa de su casa. Además de ser un cuento
fantástico, es un cuento de terror, ya que hay partes que están escritas
de forma tal que generan miedo en el lector.

1. Cuento maravilloso. “Blancanieves” (anónimo). Este cuento


maravilloso narra sucesos sobrenaturales que son considerados parte
de la realidad cotidiana. La madrastra de Blancanieves envenena a la
joven con una manzana, porque está celosa de que la joven sea la
mujer más bella del reino. Pero Blancanieves no fallece, sino que
encuentra asilo en la casa de unos enanos que la cuidan hasta que
conoce un príncipe.

2. Cuento realista. “Los mensú” de Horacio Quiroga. Este relato narra


la historia de dos hombres brasileños viven en el norte de Argentina y
trabajan en muy malas condiciones. Un día planean regresar a Brasil
para pasar sus últimos años en su tierra natal. La historia funciona como
una crítica a las condiciones de trabajo de algunas zonas rurales.
3. Cuento de terror. “El cazador” de John Collier. Este relato narra la
historia de un hombre va a ver a un brujo para pedirle una poción de
amor. El brujo se la da sin pedir nada a cambio. El hombre utiliza la
poción, pero la mujer no se enamora de él sino que se obsesiona. El
hombre regresa entonces a ver al brujo para pedirle una poción que
solucione este problema. Esta vez, el brujo pone un precio elevado. Es
un cuento de terror que deja una moraleja: el amor no se puede
comprar.

4. Cuento policial. “La música” de Ricardo Piglia. Este cuento narra la


historia de un caso investigado por el comisario Croce. El comisario se
entera de que ha habido un crimen y que hay un acusado, Pesic, un
hombre yugoslavo que no habla español. El comisario se da cuenta de
que el hombre es inocente pero, como el acusado no sabe hablar
español, no se puede probar su inocencia y es detenido. Lo único que
puede hacer Croce por el detenido es regalarle un acordeón para que
no se sienta tan solo.

5. Cuento de ciencia ficción. “El cohete” de Ray Bradbury. Este cuento


de Ray Bradbury, publicado en 1950, narra la historia de la familia
Bodoni, que transcurre en un futuro en el que las personas pueden
viajar a distintos planetas como turistas, aunque esto es demasiado
costoso para ellos. Con mucho esfuerzo, el padre logra juntar el dinero
para que un miembro de la familia pueda viajar, pero cuando lo propone
nadie quiere ir solo. Entonces, decide gastar sus ahorros en la maqueta
de un cohete, y en secreto construye una réplica en escala real, con un
teatro en la cabina y pantallas. Así, lleva a sus hijos en un convincente
viaje hacia Marte, que dicen recordarán para siempre, aunque se trata
de una simulación, puesto que el cohete es una maqueta que nunca ha
despegado del suelo.

6. Cuento fantástico

Son relatos en los que hay un evento que rompe con las leyes causales de la
realidad del cuento. Este evento es percibido por los personajes como
inexplicable y, por eso, no se lo intenta explicar con un razonamiento lógico.
Por ejemplo: “El brujo postergado” de Jorge Luis Borges.

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