1mente-Cuerpo (Historia)

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 11

MENTE CEREBRO: una historia

G.W. Guevara Ortega

I. Introducción
Al iniciar el tema lo primero que necesitamos es definir la ciencia psicobiológica, psicofisiológica,
o como se le quiera llamar, ya que ella servirá de base general de todo el trabajo presente. Esta rama de la
Psicología es una de las más complejas pues tiene presente en ella el problema “mente-cerebro” día a día, y al
parecer esta “esquizofrenización” del trabajo del psicofisiólogo hace que su labor también ten ga una
dificultad intrínseca al tratar de mantener un equilibrio entre los dos conceptos que integran su Ciencia. Este
balance deberá tener como fundamento una preparación teórico-experimental sólida en ambas disciplinas
que permitan lograr una armonía en la unidad temática. El hacer esto deberá ser con la finalidad de hacer
frente a las críticas y discusiones que llegarán desde dos frentes científicos, cada cual con más derecho para
cuestionar los avances y desarrollos de la reciente ciencia psicofisiológica. Los demás psicólogos nos verán
siempre como los eternos “reduccionistas” de la complejidad de procesos y comportamientos que forman
parte del rico bagaje psicológico del hombre; y los otros, los fisiólogos, siempre los verán como extraños y
poco preparados invasores de un campo de investigación en el cual no han tenido la suficiente preparación
académica.
Esta problemática surge al pretender articular dos ciencias —Psicología y Biología— que por sí
mismas justifican separadamente sus bases teóricas y prácticas, y en muchos casos, obviamente, señalan que
los puntos comunes que puedan tener —si es que los hay— deben ser abordados separadamente por cada una
de ellas y no pretender invadir el campo de investigación de la otra.
Debido a los avances científicos recientes es que el campo de trabajo del psicofisiólogo se ha visto
incrementado por la cantidad de investigación que otras ciencias, como la biología, bioquímica,
endocrinología, entre otras, lo cual también plantea una estrategia más eficiente en la preparación de su
especialidad.

II. Diferenciación de las diversas disciplinas

Psicobiología: es el estudio de los mecanismos biológicos que sirven de fundamento a los procesos
psicológicos. Entre los mecanismos más importantes tenemos: la fisiología celular, la genética, la teoría
evolutiva, entre otros.
Neuropsicología: es aquella rama de la psicología que se encarga del estudio de las relaciones entre las
lesiones cerebrales y las alteraciones del comportamiento.
Neurofisiología: es una rama de la fisiología que se encarga del funcionamiento (molar y molecular) del
sistema nervioso. La Neurofisiología Clinica es una especialidad médica que utiliza tecnología altamente
especializada con fines diagnósticos, pronósticos y de orientación terapéutica.
Neuropsiquiatría: Es aquella rama de la neurología que se encarga del estudio de las alteraciones mentales
y sus correlatos neurales.

Neurociencias.- los neurocientíficos investigan los niveles celular y molecular del sistema nervioso; los
sistemas neurales responsables de la función sensorial y motriz; y las bases orgánicas de los procesos
superiores, como la cognición y la emoción. Estos investigadores proveen las bases para la comprensión de
las especialidades médicas que intervienen en el tratamiento de los desórdenes del sistema nervioso. Dichas
especialidades médicas incluyen la neurología, neurocirugía, psiquiatría y oftalmología.

Neurociencia social.- la neurociencia social se refiere al estudio de las relaciones entre los procesos neurales
y sociales. El supuesto fundamental en la ciencia de la psicología es que los procesos neurofisiológicos están
“debajo” de los fenómenos psicológicos y sociales. W. James, iniciador de la psicología norteamericana,
sostenía este supuesto, que reconocía que el desarrollo, el medio ambiente y los factores socioculturales
influyen en los procesos neurofisiológicos que subyacen a los fenómenos psicológicos y sociales, y reconoce
que estas influencias deberían ser estudiadas como asuntos neurofisiológicos. James también afirmó que
sería innecesario el esfuerzo y los resultados solo enigmas si los acontecimientos neurofisiológicos fueran el
foco exclusivo de las investigaciones psicológicas.
No obstante el temprano reconocimiento de que los mecanismos y procesos moleculares son la base de los
procesos psicológicos y sociales, la temprana identificación de la biología con los mecanismos innatos y la

1
identificación de la psicología social con los datos del autoinforme, contribuyeron a una “antipatía” que duró
mucho después de cada campo se hizo más sofisticado. En consecuencia, los análisis neurocientíficos
tienden a ser limitados con los fenómenos conductuales que ocurren al interior del organismo (p.ej, atención,
aprendizaje, memoria), mientras que los análisis de la psicología social, tradicionalmente, evitaron datos
biológicos en favor de los autoinformes y los datos conductuales. Son conocidos los trabajos de Read
Montague, neurocientífico que trabaja en el Human Neuroimaging Laboratory (HNL,
http://www.hnl.bcm.tmc.edu/) en Houston, que utilizando las Imágenes por Resonancia Magnética
Funcional (o fMRI por sus siglas en inglés) trata de poner al descubierto la actividad cerebral paralela a
nuestros sentimiento y pensamientos ante una serie de eventos sociales como: valoración económica,
elecciones de los compradores, tendencias a la violencia, razonamiento moral, nociones de justicia,
prejuicios raciales, entre otros temas.

III. Historia de la relación Mente-Cerebro

RESEÑA DE LAS RELACIONES MENTE -CUERPO


VISIÓN VISION
CENTRALISTA PERIFERALISTA
Va desde la Va desde los
actuación del sujeto procesos moleculares
Es subjetiva Es objetiva
Es sintética RELACION Es analítica
Ve al sujeto como MENTE-CUERPO Ve al sujeto como
persona, mente, alma organismo
Es globalizante Es disociativa
Molar Molecular
Estudia Estudia reacciones
comportamientos físico-químicas

1. La edad antigua
Desde siempre el hombre se ha interesado por la relación existen entre el cuerpo y la mente, esto ha
permitido impulsar las investigaciones relacionadas con una u otra de los dos aspectos en cuestión. Según
Herodoto (s.V aC.) para los egipcios el cerebro era una masa sin importancia, consideraban al corazón el
centro del alma. En 1855, E. Smith, coleccionista americano, halló un papiro que contiene principios
médicos de cirugía. Su fecha se remonta al s.XVII aC., en él figuran una lista de 48 casos de heridas en la
cabeza y cuello, presentados de modo conciso y sistemático, incluyendo en cada caso: título, examen,
diagnóstico y tratamiento. El caso número 8 menciona que “una herida que se halla en el cráneo” va
acompañada “de una desviación de los globos oculares” y que el enfermo “camina arrastrando el pie”. Pero
a pesar de ello, los egipcios, al igual que los mesopotámicos y hebreos sostenían que es el corazón la fuente
de vida, donde se hallan los sentimientos y la inteligencia.
Los 48 casos descritos en el Papiro de Edwin Smith incluyen: 27 traumas craneales (casos #1-27), 6 traumas
de garganta y cuello (casos #28-33), 3 traumas del brazo (casos #36-38), 8 traumas del esternón y las
costillas (casos #39-46), 1 trauma del hombro (caso #47) y 1 trauma medular (case #48).
Es probable que los pacientes descritos en estos casos se hirieran en caídas (tal vez mientras trabajaban en
monumentos o construcciones) o fueron víctimas en batallas (al parecer muchas heridas fueron causadas por
lanzas, garrotes y dagas). El cerebro es mencionado 7 veces. Sin embargo, no se usa el término "nervio". Los
estudiosos de la historia médica se impresionan por el enfoque racional y científico dado al diagnóstico y
tratamiento de los pacientes. Los métodos empleados se basan en observación analítica y tratamiento
práctico, y en su mayor parte están libres de magia o superstición.

2
Los filósofos Presocráticos: (s.VII aC.) Leucipo y Demócrito, que plantearon la teoría atómica,
sostienen que la sensación y pensamiento tienen base material. Las ideas de ellos planteaban una explicación
que moldeará todo, espíritu y materia, con una misma estructura de componentes; los átomos constituían,
hebra a hebra, todo el tejido del mundo, del hombre, del espíritu. Para Parménides “el pensamiento y el ser
son una sola y misma cosa”. Para Demócrito, sensación y pensamiento tienen base material y dependen de
una variedad física de átomos “finos, pulidos y redondos”, y toda sensación o imagen resulta de un cambio
de posición de esos “átomos psíquicos”. Distingue diversas facultades intelectuales y afectivas y les asigna
localizaciones distintas en el cuerpo, y sus “átomos psíquicos”´constituyen el sustrato material de los
intercambios que el cerebro establece con los órganos del cuerpo y el mundo exterior.
Hipócrates (s. V a.C.) es el primer naturalista, introduce la observación clínica, descubre la
transmisión cruzada, describe la epilepsia y atribuye un origen cerebral a las enfermedades mentales. La
medicina hipocrática distingue ya enfermedades neurológicas y enfermedades mentales.
Platón: (s.V aC.) ubica la razón en el cerebro, que junto con el deseo y la pasión forman el alma
humana. Su localización del alma en el cerebro no es un descubrimiento genial, sino una conclusión errónea;
a veces se puede acertar equivocándose. Debido a la influencia de los pitagóricos, se sabía que el círculo era
la figura más perfecta, Platón razonó de la siguiente manera, nuestra cabeza es redonda (en la mayoría de los
casos) y es lo que más se asemeja al círculo, nuestra alma es perfecta; por lo tanto, el alma perfecta debe
estar en nuestra cabeza que es redonda (círculo).
Aristóteles reactualiza a los cardiocentristas, el cerebro sólo es un compuesto de agua y tierra que no
tiene otro papel que refrigerar el organismo. Hace descender la temperatura de la sangre encargada de
alimentar y ocasiona el sueño. Todo ello lo hace en función a tres premisas: todos los vasos sanguíneos
confluyen en el corazón, el cerebro desnudo es insensible a la estimulación mecánica, el corazón no, y
finalmente, no existe nada que se parezca al cerebro en los invertebrados.
Herófilo y Erasístrato: (s.III aC.) Inauguran la disección del cuerpo humano, demuestran que el
cerebro tiene cavidades o ventrículos, que su superficie se pliega en circunvoluciones, distinguen los nervios
de los vasos sanguíneos.
Galeno, en el siglo II de nuestra era, se interesa por las cavidades o ventrículos, demuestra que el
cerebro desempeña bien el papel central en la dirección del cuerpo y en la actividad mental, y que el origen
de ésta se encuentra en la misma sustancia cerebral. Desarrolla la noción de pneuma psíquico que los
ventrículos producen y almacenan. Distingue tres facultades motriz, sensible y razonable, divide el alma
razonable en imaginación, razón y memoria
Los padres de la Iglesia primitiva, en especial San Agustín, sitúan estas tres facultades en los
ventrículos cerebrales. Hay que esperar hasta el renacimiento para continuar con los adelantos esperados.

2. El Renacimiento
Leonardo Da Vinci realiza un vaciado en cera de los ventrículos cerebrales y realiza un dibujo
preciso de las circunvoluciones cerebrales. Andreas Vesalio y Constanzo Varolio realizan hacen
descripciones cada vez más avanzadas de la morfología cerebral, reconociendo su complejidad.
Progresivamente, los ventrículos, demasiados simples, se abandonan como sede de las funciones psíquicas a
favor de las partes sólidas de la “sustancia” misma del cerebro, pero sin precisar el significado funcional de
tales estructuras.
Podríamos considerar como un precursor primitivo de nuestra ciencia a la obra de Fabianus Hippius,
Psychologia Physica, la cual se aproxima en gran manera a lo que posteriormente se denominará Psicofísica,
psicología experimental y, más adelante sería Psicología fisiológica. Esta obra se publica en el año 1600.
Thomas Willis (1621 – 1675) fue una de las más importantes figuras de la ciencia cerebral desde
Galeno. Fue educado en Oxford, donde muy pronto gano la Cátedra de Filosofía Natural, con una lucrativa
práctica privada, además fue uno de los fundadores de la Royal Society. Su libro Cerebrie Anatomie fue la
primera monografía sobre el cerebro y el primer tratado sobre fisiología, química, neurología clínica, así
como anatomía. Muchas de sus ilustraciones fueron realizadas por el gran arquitecto Sir Christopher Wren,
que era profesor de astronomía en Oxford. Willis comprendió a la “corteza y sustancia gris del cerebro” en
las funciones de memoria y voluntad. En su esquema, las señales sensoriales vienen a través de vías
sensoriales hacia el cuerpo estriado, donde fue localizado el sentido común. Una vez que son transformados
en percepción e imaginación en el revestimiento de sustancia blanca (llamado cuerpo calloso o cuerpo duro,
ya que era más duro que la corteza) y pasan luego a la corteza cerebral donde son almacenados en memorias.
Las ideas de Willis sobre la función cerebral provinieron no sólo de sus disecciones, sino también
de sus experimentos en animales y la correlación de síntomas y patologías humanos. Willis anunció que el
cerebelo era similar en una variedad de mamíferos diferentes, que la complejidad de las circunvoluciones

3
cerebrales varia enormemente entre los animales; esta variación fue correlacionada con la capacidad
intelectual. Además a él le debemos el término neurología.
Habrá que esperar dos siglos para que se llevaran a cabo las investigaciones más relevantes y que
marcarán el camino de la Psicología fisiológica. Es importante señalar la obra de Chardeis, titulada
“Psicología fisiológica” (1837), sin embargo, ya se había hablado con anterioridad acerca de una
Psicofisiología por P. CABANIS (1802), con su publicación “Rapports du physique et du moral de
l’Homme”, en donde manifiesta que “el cerebro segrega el pensamiento como el hígado la bilis”.
Además existen investigaciones importantes que van a marcar las pautas necesarias para el
surgimiento de la Psicofisiología.

3. La edad moderna

Una reseña periferalista


No obstante, una de las preguntas que se plantearon en el momento fue si las señales que llegan
hasta los músculos y que causan el movimiento utilizan las mismas vías que las que registran las
sensaciones. A principios del siglo XIX, el físico escocés Charles Bell y el fisiólogo francés François
Magendi intentaron dar respuesta a esta cuestión. Bell examinó la posibilidad de que las dos raíces espinales
transmitieran la información en direcciones diferentes, demostrando que la sección de la raíz ventral
provocaba parálisis muscular. Por su parte, Magendi pudo demostrar que las raíces dorsales transmitían la
información sensorial hasta la médula espinal. En resumen, Bell demostró que las raíces dorsales de la
médula espinal son exclusivamente sensoriales y las ventrales son motoras, publicando sus trabajos en 1811.
Independientemente, Magendie descubrió lo mismo en 1822, con esto quedaba plenamente demostrado que
existían nervios sensoriales y motores y no se trataban ya de simples y pasivos espíritus animales. A este
principio se le conoce como la Ley Bell-Magendie.
A finales de siglo, los fisiólogos alemanes Gustav Theodor Fritsch y Eduard Hitzig estimularon
partes concretas del cerebro de un perro, observando que esta estimulación provocaba la contracción de
músculos específicos en la parte opuesta del cuerpo del animal. Por otro lado, otra de las aportaciones
destacadas de este siglo fue el estudio de la localización de diferentes funciones en partes anatómicamente
diferenciadas del cerebro.
En 1823, el fisiólogo francés Jean-Pierre-Marie Flourens puso de manifiesto que el cerebelo tenía
un papel muy importante en la coordinación motora, sugiriendo que, en última instancia, las funciones
cognitivas son propiedades globales que provienen de la actividad integrada de todo el cerebro y no de
regiones específicas anatómicamente diferenciadas.
Johannes MULLER, profesor de fisiología en Berlín, es conocido por su ley de energías nerviosas
específicas (1838), con esto pretendía demostrar que las fibras sensoriales se dividían en varias clases en
lugar de una sola. Además publicó su “Manual de fisiología humana” en tres volúmenes, una completa
sistematización del conocimiento fisiológico de la época, en la que insistía en una ciencia fisiológica
independiente de sus aplicaciones médicas. Se opuso al dualismo de Descartes y demostró que las
experiencias psicológicas tienen una base fisiológica.

En 1870, FRITZ. y HITZIG encontraron que el estimular una serie de puntos de la corteza cerebral
se produce activación de diferentes grupos de músculos. Parecía que ya hubiese una ciencia de las
localizaciones cerebrales en las cuales se podía fundamentar el estudio de los procesos psicológicos, pero los
Unitaristas no se dan por vencidos. Bergson declara que “la hipótesis de una equivalencia entre el estado
psicológico y el estado cerebral implica un verdadero absurdo”. Otros unicistas que se oponen a estos
estudios son H. Jackson y Head. La crítica de los unitaristas incita a definir mejor la localización y pone de
relieve una complejidad de organización que podría ser subestimada.

En 1837, Jan Purkinje describe las células cerebelosas, identifica el núcleo neuronal y demás
organelas. Por esta época surge una discusión similar a la de los localizacionistas y los unicistas, se trata de la
discusión entre los Reticulanistas y los Neuronistas, parecida a la anterior pero sobre bases organizativas
diferentes. Los reticularistas sostenían que las células nerviosos formaban una red continua, los neuronistas
sostenían que las neuronas eran unidades independientes en una relación de contigüidad las unas con las
otras. Los principales exponentes reticularistas son GERLACH y GOLGI, entre los neuronistas tenemos a
HIS y FOREL, y a Santiago Ramón y Cajal. La presentación del trabajo de Ramón y Cajal en 1889
constituyó razón suficiente para abandonar la teoría reticular, que, sin embargo, tuvo una muerte lenta y
-

prolongada. Golgi persistió en su teoría y se negó a respaldar el trabajo de Cajal. Ambos recibieron el premio

4
Nobel en l906, en su discurso para la entrega de premios, Golgi afirmó: “nunca he encontrado ninguna causa,
ni siquiera ahora, que me lleve a abandonar la idea (de la continuidad) en la que siempre he insistido...no
puedo abandonar la idea de una acción unitaria del sistema nervioso sin sentirme incómodo...”. Esto era lo
esperado, con el reticularismo asomaban por transparencia las tesis unitaristas de la función cerebral.
Otra área importante de la naciente psicofisiología se refiere al estudio de los reflejos. Su
investigación comenzó con Descartes (1650), quien señala a la glándula pineal como el depósito del alma y
además nos da una primera visión materialista del hombre con la publicación de su obra De homine, la cual
es publicada póstumamente. Jean Astruc acuñó el término reflejo, siguieron los estudio de La Mettrie (1748)
y Cabanis (1802). Robert Whytt (1751) publicó los primeros trabajos experimentales de importancia.
Marshall Hall fue el investigador más sistemático de este problema.
En l665, Robert Hooke, científico inglés, publica su trabajo titulado Micrographia, el cual es el
primer tratado sobre observaciones y principios microscópicos. Hooke hizo muchos descubrimientos en
microanatomía, descubrió la estructura porosa del corcho, a los cuales denominó cells. El observó a las
células simplemente como receptáculos y no como la unidad básica de la vida.
Luigi Galvani descubrió en 1786, de manera accidental, que los animales “producían electricidad”,
pensando que la electricidad era inherente al animal mismo. Al parecer Galvani suponía que el cerebro era la
fuente de electricidad interior de un animal y que el sistema nervioso se encargaba de distribuirla. La
reacción más importante fue la de su compatriota Alejandro Volta, quien llegó a la conclusión de que la
corriente no procedía de la rana, sino que se generaba por el contacto de los dos metales del gancho y del
enrejado, los animales no general electricidad. Curiosamente ambos investigadores tenían razón y estaban
equivocados a la vez, Galvani tenía razón al afirmar que los animales generaban electricidad, pero estaba
errado al afirmar que la electricidad que movía a sus ranas provenía del cuerpo de ellas. Volta estaba en lo
cierto al afirmar que lo que Galvani había hallado era una batería eléctrica, se equivocó al afirmar que los
animales no generan electricidad. Con ellos se inaugura un capítulo muy importante en el estudio de las
neurociencias, “la naturaleza eléctrica de los impulsos nerviosos”, tema que ha sido uno de los últimos en
entenderse cabalmente. Por esta misma época Franz Anton Mesmer introduce el término "magnetismo
animal " (que más tarde será llamado hipnosis)
En cambio, la velocidad de conducción de los impulsos nerviosos no se descubrió por accidente
sino en base a estudios planeados con gran cuidado. Hermann Von Helmholtz, discípulo de Müller intentó
medir la velocidad del impulso nervioso en los animales y el hombre. Resultaba fácil entonces llegar a la
conclusión de que los nervios eran como cables del recién inventado telégrafo, y de que los mensajes de las
diversas funciones sensitivas y motrices recorrían el cuerpo a una velocidad comparable a la de la
electricidad transmitida por cable, que no se conocía exactamente, pero que al parecer era semejante a la del
rayo. Antes de Helmholtz se había calculado en varias magnitudes, todas muy elevadas, para la velocidad
media de acción del sistema nervioso. El científico suizo Albrecht Von Haller había dicho en el siglo XVIII
que los mensajes nerviosos se movían a una velocidad de 42,741 metros por minuto. Otro cálculo fijaba esa
velocidad en 17,550,000,000 metros por segundo. En 1833, Müller declaró que toda la cuestión era pura
hipótesis, pues en realidad resultaba imposible medir la gran velocidad de la actividad nerviosa en las cortas
distancias de un organismo vivo.
Los elevados cálculos, así como la suposición de Müller, resultaron erróneos. En 1850 Helmholtz
consiguió medir la velocidad de un impulso nervioso con una técnica relativamente sencilla. Descubrió que
estimulando el nervio de una rana en distintos puntos sucesivos a partir del músculo correspondiente, podía
registrar diferencias en el tiempo que tardaba el músculo en contraerse. Además comprobó que las
diferencias de tiempo eran lo suficientemente grandes como para poder medirla. Comparada con los cálculos
anteriores, afirmaba Helmholtz, la velocidad era sorprendentemente lenta, de solo unos 25 a 40 metros por
segundo.
Los trabajos de los creadores de la psicología experimental, Weber, Fechner y Wundt versaron en
buena parte sobre psicología fisiológica. Uno de los pioneros más importantes fue WUNDT, quien en l862
dictó un curso en Heidelberg titulado “Psicología desde el punto de vista de las ciencias naturales”; en 1867
se cambió el título del curso y se denominó “Psicología fisiológica”, esta es la partida de nacimiento de esta
ciencia como disciplina formal. Su monumental obra “Grundzüge der Physiologische Psychologie” editada
en Leipzig en 1874 no solo tiene el mérito de ser el primer tratado de esta disciplina, sino que estableció esta
área de trabajo como una disciplina independiente. (6,7).

Franz GALL (1758—1828), médico y anatomista de profesión, realizó muchas disecciones y conocía bien la
organización cerebral. Asegura que la corteza cerebral es el nivel más elevado del encéfalo, propio del
hombre y de los mamíferos, que posee una unidad anatómica precisa. Gall se singulariza de sus

5
contemporáneos por su avance teórico y por su método. Propone analizar las funciones del cerebro y
localizarlas en él sin recurrir al método introspectivo. Establece una lista de modo empírico, encontrando 27
facultades, asignándoles una localización cerebral particular. Postuló que el cráneo reproducía fielmente la
superficie del córtex, ya sea por suerte o intuición profunda, Gall sitúa la memoria de las palabras y el
sentido del lenguaje en las regiones frontales próximas a su comprobada situación cortical. Su nueva ciencia
se denominó Frenología. Objeto de innumerables críticas y persecuciones, de parte de científicos (por ser
especulativo y charlatán) y de la Iglesia (era el símbolo del materialismo). Uno de sus más enardecidos
críticos fue Pierre Fluorens, precursor de la doctrina holística del cerebro, es decir, el cerebro funciona como
un todo unido. Fluorens demostró que el cerebelo es la base de la coordinación motora y que el cerebro es el
centro integrador del organismo.
En 1825, JEAN BAPTISTE BOUILLAUD (1796 - 1881), médico francés, alumno y seguidor de
Gall, se interesa por una de las facultades que había valorado mucho Gall: el Lenguaje. Aprovecha los
“experimentos naturales” (traumatismo y lesiones cerebrales) buscando una relación con las perturbaciones
del lenguaje. Bouillaud publica un tratado titulado “Investigaciones clínicas que tienden a demostrar que la
pérdida de la palabra corresponde a la lesión de los lóbulos anteriores del cerebro, y a confirmar la opinión
de GALL relativa a la localización del lenguaje articulado”, en donde establece la existencia de casos de
parálisis selectiva de la lengua y de los órganos fonatorios sin afección de miembros, así como casos de
parálisis de los miembros sin pérdida del lenguaje articulado. Sus observaciones clínicas no se imponen
debido a la controversia ideológica entre Gall y Fluorens, por ello su trabajo no fue apreciado como debió
ser. Bouillaud debió ser considerado el creador de la anatomopatología del lenguaje.
P. BROCA alcanzará reconocimiento al presentar su trabajo ante la sociedad de Antropología de
París el caso Leborgne, cuya autopsia había realizado. Dicho paciente permaneció 21 años en el Hospital
Bicétre, se expresaba por medio de gestos, parecía conservar toda su inteligencia, únicamente pronunciaba
una sílaba: tan, la cual se convirtió en su apodo. Los estudios post-mortem revelaron una lesión en la parte
media del lóbulo frontal izquierdo. La lesión que Broca observó era unilateral, pero bastaba para provocar la
afasia; a la vez demuestra la existencia de una asimetría entre los dos hemisferios (que Gall no había
sospechado). Este es el nacimiento oficial de la anatomopatología del lenguaje, que más adelante se
convertirá en Neuropsicología.
Veinte años más tarde Karl Wernicke describe un tipo de afasia en el que existía un compromiso de
la comprensión del lenguaje, realizados los estudios postmortem descubre que la lesión se encuentra en la
primera circunvolución del lóbulo temporal. Es uno de los modelos más importantes y utilizados sobre el
lenguaje, el modelo asociacionista (o de diagramas) del lenguaje.
Por esta misma época, Hughlins JACKSON (1835-1911), mantuvo una postura radicalmente
contraria en relación a los conocimientos que hasta el momento se tenían sobre las afasias. Rechazó la
existencia de los centros que otros autores como Broca y Wernicke habían postulado como responsables de
determinadas funciones del lenguaje, así como también negó la clasificación que se había hecho hasta el
momento entre afasias sensoriales y motoras. Jackson creía que se estaba sobrevalorando la postura
localizacionista en el estudio de la afasia, y la caracterizó como una forma de déficit intelectual. Esta postura
consideraría el funcionamiento cognitivo como una unidad global no divisible (fraccionable), y, como
consecuencia no analizable en diferentes partes a partir de una lesión.

Ya en el siglo XX, Sir Charles Sherrington publica su libro “The integrative action of the nervous
sistem” (1906), en ellos detalla sus “preparados” animales, considerados obras maestras de la
experimentación. Esto le permitió trabajar con mamíferos a los cuales conseguía mantener vivos luego de la
extirpación de determinadas zonas de su sistema nervioso. Sherrington advirtió que la rigidez de
descerebración proporcionaba la oportunidad de experimentar con un aparato motor vivo, sano, sin anestesia,
dirigido clínicamente por el bulbo raquídeo y la médula espinal, sin la interferencia natural creada por los
pensamientos de un cerebro completo. Durante años, el científico inglés preparó monos, perros y gatos
descerebrados para estudiar los circuitos nerviosos que fluían hacia, y desde, lo que quedaba de sus sistemas
nerviosos centrales. Para centrar su investigación en determinadas funciones reflejas, Sherrington eliminaba
determinados nervios periféricos no interesados. Propuso conceptos fundamentales ligados a la fisiología de
los reflejos como sumación, facilitación e inhibición de la conducción nerviosa, propuso las tres leyes
primarias de los reflejos. Estudió la influencia de la fatiga y de las drogas en el sistema nervioso y además
acuño el término sinapsis.
Otro concepto importante de la psicofisiología actual fue el concepto de “Medio interno”,
propuesto por primera vez por Claude Bernard en 1859, pero estudiado especialmente durante las primeras
décadas del siglo XX. Se considera a Bernard el creador de la Medicina experimental y fundador de la

6
Endocrinología; halló que todas las células del organismo están constantemente en un medio compuesto de
humores, la sangre y la linfa; a este medio lo denominó “milieu intérieur” o medio interno. Encontró que
permanece constante en su composición aunque se lleven a cabo cambios dentro o fuera del organismo; si el
equilibrio se rompe por alguna razón, hay órganos apropiados que lo restauran.
Entre 1898 y 1901, Lewandosky por un lado, y John N. Langley por otro, notaron en forma
independiente la similitud entre los efectos de la inyección de extractos de glándulas suprarrenales y los de la
estimulación eléctrica de los nervios simpáticos. Como herramientas analíticas Langley utilizó la nicotina, el
curare y la adrenalina. Hay que tener en cuenta que la adrenalina se descubrió en 1895 y casi de inmediato se
comprobaron sus efectos simpaticomiméticos. Que la nicotina y la adrenalina produjeran los mismos efectos
sobre células normales y denervadas aumentaba las dudas sobre la idea de que estas drogas actuaran sobre
las terminaciones nerviosas. Estas dudas se confirmaron con el hecho de que en 1905 Langley comprobó que
el curare elimina las ligeras contracciones tónicas que se producen en determinados músculos esqueléticos de
las aves al inyectar nicotina. Los resultados eran los mismos incluso después de la degeneración de las fibras
nerviosas, lo que indicaba que había un antagonismo mutuo entre la acción del curare y la acción de la
adrenalina en el músculo estriado. Este antagonismo, además, podía interpretarse como el resultado de una
competición entre la nicotina y el curare por algún elemento constitutivo de las sustancias musculares con el
que cada una de ellas formaría un compuesto químico específico. Estas ideas contribuyeron a la teoría del
Receptor de membrana.
Thomas R. Elliot (1904) aporta la solución al problema del curare de Bernard, había sintetizado la
adrenalina, que no era un “bloqueador” como el curare sino que actuaba de la misma manera que el nervio y
provocaba relajación de la vejiga (de un gato). Elliot sacó la conclusión que la “adrenalina podría ser el
estimulante químico segregado cada vez que el influjo nervioso llega a la periferia”.
En 1907, Dixon notó la impresionante similitud entre los efectos del alcaloide muscarina y los de la
estimulación del nervio vago y propuso que este nervio liberaba una sustancia parecida a la muscarina para
producir sus efectos. Aseguraba Dixon textualmente que: “…cuando un músculo se contrae o una glándula
secreta o una terminación nerviosa es excitada, la causa en cada uno de estos casos puede deberse a la
liberación de alguna sustancia química, no necesariamente libre en la circulación, como la secretina, pero
más probablemente liberada en un lugar sobre el cual debe actuar…“ (On the mode of action of drugs;
Med. Megaz. (Lond). 1907;16:454-457). Ese mismo año Reid Hunt describía los efectos de la acetilcolina y
otros ésteres de la colina.
En 1914 sir Henry Dale investigó las propiedades farmacológicas de la acetilcolina, y se sorprendía
con la fidelidad con la que esta sustancia reproducía las respuestas a la estimulación eléctrica de los nervios
parasimpáticos. Observó además que la acetilcolina actuaba durante poco tiempo, por lo que propuso la
existencia de otra sustancia (una enzima) que fraccionaba a la molécula para terminar su acción.
En 1921, el fisiólogo alemán Otto Loewi, trabajando con corazones de rana descubrió había una
sustancia química que provenía del nervio vago y lentificaba los latidos cardiacos, Loewi denominó
“Vagusstoff” a esta sustancia química. Más adelante se le identificó como acetilcolina, y había sido
sintetizada, por primera vez, en el laboratorio por el químico alemán Adolf von Baeyer en 1867. El mérito
de Loewi fue demostrar que las sustancias químicas eran mensajeros, o neurotransmisores, mediante los
cuales el SN ejercía control sobre el resto del cuerpo. También en 1921, Cannon reportó que la estimulación
de los nervios simpáticos del hígado producía la liberación de una sustancia parecida a la adrenalina, que
aumentaba la presión arterial y la frecuencia cardiaca. A esta “simpatina” de Cannon se le identificó años
más tarde como noradrenalina, que es la adrenalina sin un grupo metilo.

En 1925, Edgar Douglas Adrian puso de manifiesto que el impulso nervioso se propagaba siguiendo
la ley del todo o nada. Tres años más tarde, utilizando técnicas de registro de fibras sensoriales individuales,
descubrió la existencia de una relación entre la sensación y la frecuencia de impulsos de un axón sensorial
específico.
En los años 30 del siglo XX hubo una disputa, respecto a la naturaleza de la transmisión sináptica,
entre los fisiologistas (encabezados por John C. Eccles) que postulaba que la transmisión sináptica se debía a
un flujo pasivo de corriente desde una neurona a otra; por otro, y los farmacologistas (liderados por Henry
Dale) que argumentaba que la transmisión debía ser química, utilizando como vehículo de comunicación una
sustancia transmisora, los primeros sostenían que el flujo de corriente bioeléctrica pasaba de una neurona a
otra a través de la hendidura sináptica; los segundos sostenían que el intercambio de información ocurría a
través de moléculas químicas, los neurotransmisores. En los años 50 proveyó la evidencia contundente de
que existen ambos tipos de sinapsis, pero que en los seres humanos las sinapsis son de naturaleza química.

7
La Acetilcolina, la Adrenalina y la Noradrenalina fueron los primeros compuestos químicos
estudiados, a partir de aquí la química sustituye a la electricidad. Henry Dale, realizó numerosos estudios en
los que demostró que la acetilcolina actuaba como neurotransmisor en las sinapsis de los ganglios
autonómicos y en la unión neuromuscular, y recogió evidencias de que una sustancia parecida a la adrenalina
(más tarde identificada por von Euler como noradrenalina) también podía ejercer funciones relacionadas con
la neurotransmisión.
En los años cuarenta, Alan Hodgkin, Andrew Huxley y Bernard Katz explicaron el potencial de
reposo y el potencial de acción en términos de movimientos específicos de iones en la membrana neuronal,
desarrollando la hipótesis iónica de la comunicación intraneuronal. Ya a finales de los años treinta Hodgkin y
Huxley revolucionaron el pensamiento de la biología al descubrir que el potencial de acción en las neuronas
no abolía simplemente el potencial de reposo como se había creído hasta entonces, pocos años después,
pusieron en práctica una serie de experimentos de fijación de voltaje que demostraron el flujo diferencial del
Na+ y del K+ durante el potencial de acción de fuera a dentro y de dentro a fuera, respectivamente.

4. La era contemporánea
Karl S. LASHLEY es considerado como el fundador de la Nauropsicología. Había estudiado con
Watson en la universidad John Hopkins y decidió investigar los fundamentos fisiológicos de la conducta sin
hacer referencia a la conciencia. Lashley consagró gran parte de su carrera a una empresa difícil: localizar el
lugar donde almacena los recuerdos el cerebro. En 1904 un científico francés llamado Richard Semon dio
nombre a las huellas de la memorias de Descartes. Fuese cual fuese su naturaleza, una huella era un
“Engrama”. Años más tarde Lashley comenzó su “búsqueda del engrama” que había de durar treinta años, en
ratas y monos. En la mayor parte de los experimentos, los animales fueron entrenados en diversos grados,
para hacer desde asociaciones simples hasta resolver problemas comparativamente difíciles; luego fueron
anestesiados y sometidos a intervención quirúrgica, descubriéndose sus cerebros de modo que pudiesen
extraer partes de sus cortezas cerebrales cuidadosamente seleccionadas. Trae un periodo de recuperación
postoperatoria, los animales fueron observados y evaluados para determinar los efectos que había tenido la
extirpación de tejido cerebral en el aprendizaje adquirido. Otro método utilizado fue anteponer la cirugía al
entrenamiento e intentó descubrir lo que el cerebro amputado no lograría aprender. En ambos casos los
animales fueron finalmente sacrificados y se realizó un análisis de sus cerebros para ver exactamente qué
partes habían quedado destruidas. En 1950 resume sus investigaciones en un artículo titulado “En busca del
engrama” en donde expresa: “Esta serie de experimentos ha producido una buena porción de información
acerca de qué no es y donde no esté la huella de la memoria. No ha descubierto nada acerca de la verdadera
naturaleza del engrama. A veces siento, al revisar la evidencia acerca de la localización de la huella de la
memoria, que la necesaria conclusión es que el aprendizaje simplemente no es posible, resulta difícil
concebir un mecanismo que pueda satisfacer las condiciones fijadas para él; a pesar de tal evidencia en
contra de él, si llega a producir se el aprendizaje”. Lashley no tuvo más remedio que concluir que la memoria
era un fenómeno difuso que afectaba a toda la corteza y no algo loca lizado en una zona definible del
inmensamente intrincado cerebro.
James Olds y sus estudiantes en la Universidad McGill, en Canadá, en los años cincuenta se hallaban
interesados en el estudio del sueño y la vigilia, y el diseño experimental para su investigación incluía la
estimulación por medio de un pequeño electrodo en otra región del mismo hipotálamo y que el animal debía
autoadministrarse pisando una palanca si quería recibir alimento como recompensa. Por error, en una
ocasión el electrodo de estimulación fue implantado un poco más abajo de la zona deseada y, para sorpresa
de los investigadores, al cabo del primer autoestímulo en esta región con el recurso de pisar la palanquita, la
rata ya no tenía mayor interés en la recompensa o en explorar los espacios, sino que volvía una y otra vez a
oprimir la palanca, y con ello a aplicarse el estímulo en el lugar del hipotálamo en el que se encontraba el
electrodo. Evidentemente, los fisiólogos se percataron de inmediato de la importancia de su descubrimiento,
y olvidando su proyecto anterior acerca del sueño se dedicaron a afinar y desarrollar una investigación
acerca de este fenómeno asociado a lo que denominaron el núcleo del placer.
Por los años treinta del s. XX, surge Egas Moniz, neurólogo portugués, que descubre que la
desconexión de los lóbulos prefrontales disipaba o calmaba a los pacientes cuyos síntomas no cedían ante la
terapia de entonces.La operación era sencilla, se atravesaba el cráneo por la porción temporal, se insertaba un
fino bisturí y se procedía a cortar las fibras nerviosas. En USA, Walter Freeman, neurocirujano, lleva a
extremos simplistas la lobotomía frontal: la hace intraorbital y esto conducirá a una moda que se propagó
hasta llegados los años sesenta. Posteriormente, muchos neurólogos se prununciaron en contra de tal
práctica. Egas Moniz fue galardonado con el Nóbel en 1949, lo recibió en silla de ruedas, debido a que uno
de sus pacientes operados disparó contra él por motivos desconocidos, dejándolo paralítico. Walter Freeman

8
fue desacreditado por sus colegas. La naciente psicofarmacología de los años cincuenta terminó con tan
ominoso método terapéutico.
Por esta misma época, un neurocirujano canadiense, Wilder Penfield, inaugura uno de los capítulos
más interesantes de la neurociencia, las operaciones quirúrgicas del cerebro con anestesia local, es decir, con
el paciente despierto y lúcido. Mientras operaba, Penfield iba estimulando determinados puntos de la corteza
con un electrodo y observaba la respuesta de los pacientes. A través de sus múltiples experimentos y el
registro de ellos hizo un mapeo de las actividades motrices y sensitivas (lóbulos frontal y parietal),
construyendo los HOMÚNCULOS, tanto sensitivo como motriz. Los reportes sobre las actividades
cognitivas, como memoria y percepción no llegaron a buenas conclusiones. Inclusive sus reportes de
recuerdos de eventos no conscientes fueron utilizados por el Dr. Eric Berne para dar fundamento a su
naciente análisis transaccional.

Alexander Luria (19021977) fue un neuropsicólogo ruso, discípulo de Pavlov, que consideraba al
cerebro organizado en 3 niveles. Al primero asignaba roles fundamentales como la mantención de la vigilia,
la memoria primaria y la homeostasis del medio interno. Anatómicamente corresponde a la formación
reticular activadora del tronco cerebral y a parte del sistema límbico. El segundo nivel tiene como funciones
esenciales la recepción, procesamiento y almacenamiento de la información que viene del exterior por las
vías visual, auditiva y de la sensibilidad general, correspondiendo a los lóbulos occipitales, temporales y
parietales. El tercer nivel tiene como rol esencial la actividad dirigida hacia el exterior, desde la motilidad
elemental hasta la programación de la conducta, y anatómicamente comprende ambos lóbulos frontales. Otro
aporte fundamental de Luria es el concepto de "sistema funcional".
Roger Sperry es otro de los grandes nombres a mencionar en esta reseña, su trabajo fue el de
demostrar que la comisurectomía del cuerpo calloso no era un método terapéutico “limpio”, como trataban
de hacer creer sus colegas neurocirujanos para el tratamiento de la epilepsia. Demostró que las personas que
tienen ambos hemisferios desconectados presentan peculiares, y sutiles, características de procesar la
información, inclusive en la actualidad sus trabajos han sido rescatados por los estudiosos de las bases
neurales de la conciencia, ya que muchos de estos pacientes reportan una “doble conciencia” en su vida.
Recibió el Nóbel en 1966.
Rita Levi-Montalcini, también recibió el Nóbel por su descubrimiento del Factor de crecimiento
neural, obra descomunal que sentaba las bases de la nueva neurociencia y de la plasticidad cerebral.
Derrumbo los dogmas sobre la actividad cerebral estática y rígida, y permitió entender los diferentes
mecanismos que tiene nuestro cerebro para afrontar los diversos cambios.
En la actualidad la Psicología fisiológica o psicofisiología se nutre de tan diversas disciplinas que
su historia es demasiado rica para poder resumirla en esta breve exposición. Hemos pretendido abarcar los
trabajos pioneros y representativos de esta disciplina.

V. Métodos y técnicas de estudio de las neurociencias


Los métodos de las Neurociencias, es decir, el conjunto de procedimientos gracias a los cuales
pueden estudiarse los fundamentos biológicos de la vivencia y del comportamiento no proceden, en su
mayoría, de la investigación psicológica tradicional. Suele más bien tratarse de métodos que han sido
desarrollados y comprobados por la fisiología y la neurología.
A continuación presentamos las diferentes técnicas, surgidas de la NP clínica y de la experimental:
1. Técnicas anatómicas.- Es una de las técnicas más antiguas y de las más simples, en su forma más
sencilla consiste en la observación de las características morfológicas del SN, tras disecar el cerebro o
cualquiera de sus partes. También se puede llevar a cabo un análisis microscópico de la estructura del tejido
cerebral. Existen varios problemas para comprender la función a partir de un punto de vista anatómico.
En primer lugar, existen variaciones individuales en el tamaño, la topografía y estructura de los cerebros. En
segundo lugar, algunas funciones parece que no están fijas a unos límites anatómicos rígidos. En tercer
lugar, la relación entre la masa cerebral y la función nunca ha sido explicada en forma adecuada. Como
último factor podemos añadir que aún existen muchas áreas en el cerebro cuya función es poco clara, por
ejemplo, la habénula, la oliva bulbar, el claustro, el lóbulo de la ínsula, etc.
2. Lesiones cerebrales.- Esta es la técnica más antigua y la más utilizada, consiste en analizar los efectos
de la lesión o daño de las regiones circunscritas del SNC. En esta técnica se compara el comportamiento de
individuos con lesiones restringidas resultado de heridas en la cabeza, ACV, tumores, etc., con el
comportamiento de individuos control normales en una serie de varias pruebas de comportamiento
estandarizadas.

9
Las lesiones cerebrales pueden tener tres efectos bastante distintos en el comportamiento: 1) pérdida de
una función; 2) producción de una función, y 3) desorganización de una función.
Así mismo hay una serie de factores que restringen las inferencias que pueden hacerse sobre la función
cerebral a partir del estudio del hombre o de otros animales con lesiones cerebrales:
a) El lugar de la lesión, depende de dónde sea la lesión para determinar la alteración
b) La recuperación de la lesión
c) La indemnidad de la función, si es en la infancia o la adultez
d) Los efectos indirectos de la lesión, generalmente cambios en el comportamiento.
e) Perturbaciones en las regiones no directamente afectadas
f) Acumulación de funciones, generalmente en niños
g) El origen de la lesión (causa)
3. Técnicas de estimulación.- Aquí se utilizan electrodos de acero inoxidable, aislados en todo el
trayecto menos en el extremo. Se utilizan métodos estereotáxicos, para colocar los electrodos en regiones
profundas del cerebro. La estimulación por medio de electrodos monopolares activa un área mayor de tejido
que la estimulación por medio de electrodos bipolares. Es preciso aislar al sujeto y al estímulo para evitar
alteraciones por fuentes de estimulación que no se buscan o bloqueo de estímulo.
La estimulación del cerebro provoca tres tipos generales de efectos: produce acciones relativamente
puntuales (movimientos, por ejemplo), produce un efecto energizante general sobre el comportamiento, y
provoca unos efectos electrográficos anormales sobre el tejido cerebral, los cuales por sí mismos podrían
conducir a convulsiones o a otros comportamientos.
La importancia de estos estudios ha permitido una mejor comprensión de fenómenos de comportamiento,
entre ellos los relacionados con la naturaleza del refuerzo y el papel del mismo en el aprendizaje.
4. Técnicas bioquímicas.- En la actualidad existe un enorme progreso en la comprensión de la
organización bioquímica del cerebro. Sin embargo, existen algunas lagunas importantes al momento de
relacionar la organización bioquímica con el comportamiento. Para ello podemos enumerar cuatro ejemplos:
A) Respecto a las enfermedades mentales se sugiere que variaciones en la cantidad de recambio de los
neurotransmisores puede ser la base de los síntomas de varias enfermedades, por ejemplo aumento de
noradrenalina produce manía y su disminución produce depresión.
B) Se ha demostrado claramente la relación de la disminución de la cantidad de Dopamina con la
enfermedad de Parkinson, pero para ello tiene que eliminarse el 97 % de la concentración central de
dopamina.
C) Puede aprenderse mucho con la manipulación directa de la bioquímica de los cerebros de los animales,
pero estas técnicas no pueden utilizarse en el hombre. Los estudios en el hombre implican a menudo
medidas indirectas tales como ensayos de orina o de LCR para encontrar subproductos de reacciones
químicas; muchas veces los cambios bioquímicos pueden ser producto de la enfermedad y no la causa, o
deberse a otros factores.
D) Casi todos los trabajos en este campo se hacen con pacientes sometidos a algún tipo de terapia con
fármacos. Los fármacos pueden modificar tanto su función cerebral como su comportamiento, lo que hace
que cualquier resultado quede enmascarado por el tratamiento con los fármacos.
5. Técnicas de registro.- todos los sistemas de registro pueden dividirse en eléctrico y electrónicos. Los
eléctricos requieren de electrodos, amplificadores y sistemas de escritura (polígrafo y osciloscopio), estos
registran los cambios de amplitud del voltaje como función del tiempo.
Una de las técnicas de registro más utilizadas son las neuroimágenes a través de los métodos radiológicos y
los de tomografías.
El electroencefalograma es la técnica de mayor uso, registra la actividad eléctrica del cerebro a través del
cráneo, tiene gran valor en el diagnóstico neurológico, ha permitido estudiar la epilepsia. Se usa para
diagnosticar la localización de lesiones orgánicas del cerebro (tumores o infartación) pero no indica la
naturaleza del proceso.
Los principales métodos de la investigación radiológica son la arteriografía y la encefalografía. La
arteriografía es una técnica que muestra la circulación sanguínea al inyectar un fluido opaco a los rayos X,
directamente en el torrente sanguíneo. El material opaco recorre la circulación cerebral mientras se toman
radiografía en sucesión rápida. La neumoencefalografía consiste en introducir aire en el espacio del LCR
para mostrar el sistema ventricular.
La tomografía axial computarizada permite mostrar el tejido cerebral normal y patológico y la
patología de las estructuras relacionadas, sin recurrir a medios de contraste y sin riesgos ni molestias para el
paciente. La TAC describe el estado de una parte fina o plana de la cabeza en posición habitualmente
horizontal, haciéndose varios cortes a diferentes niveles. Localiza con mayor exactitud lesiones cerebrales

10
de todas clases incluyendo lesiones vasculares, también la extensión del daño del tejido cerebral. Permite
establecer correlaciones más significativas con índices comportamentales.
La tomografía por emisión de positrones (TEP) nos proporciona imágenes de secciones del cerebro
in vivo de forma no invasiva. La PET mide el metabolismo del oxígeno y de la glucosa mediante el uso de
un isótopo que emite positrones y un detector tomográfico computarizado. También puede usarse para
estudiar el flujo sanguíneo regional. En concreto la TEP permite determinar el nivel de actividad metabólica
en cada zona del cerebro. La actividad metabólica aumenta en las zonas cerebrales donde se producen
actividad neuronal. La TEP proporciona información fisiológica: Que áreas están activas, en que grado y
cuales no. El procedimiento consiste en inyectar al sujeto un compuesto radiactivo de glucosa. Su resolución
espacial es cinco veces menor que la TAC. Estos trazadores radioactivos tienen una vida media de 2 a 110
minutos y han de ser producidos en laboratorios que cuenten con un acelerador de partículas (ciclotrón) y un
equipo de físicos nucleares, radiofarmacéuticos, expertos en informática, especialistas en isótopos, clínicos y
fisiólogos experimentales. un acelerador de partículas, un ciclotrón, un equipo de farmacología y personal
altamente especializado.
Las imágenes por resonancia magnética tiene la mayor resolución espacial de todas y además resulta
totalmente inocua esta técnica utiliza la energía electromagnética de los átomos presentes en el cuerpo
humano. Tiene gran sensibilidad y baja especificidad, tumores, infartos, hematomas o zonas edematosas se
muestran similares.
Recientemente, se utiliza la Resonancia magnética funcional (fRMI), una aproximación sin agentes
de contraste ni isótopos ha demostrado los cambios en tiempo real en la señal de RM en respuesta a la
activación funcional. Este método usa la disminución de la diferencia de la oxigenación que acompaña el
aumento del flujo sanguíneo en la región. Una reducción de la concentración de la deoxihemoglogina
produce un incremento de la intensidad de la señal de la región en el área de la activación. De esta forma, la
oxihemoglobina actúa como el agente de contraste del propio cuerpo que mide el consumo de oxígeno de los
tejidos de la región. La activación tiene lugar entre 6 y 9 segundos después de aparecer el estímulo
psicofísico. Después de parar la estimulación, la señal de RM vuelve al valor basal en un período similar de
tiempo. Además, se notó un descenso de la señal basal de RM Funcional en el área activada tras 60-90
segundos de activación persistente, que se consideró que estaba relacionada con una adaptación
autoreguladora del aumento de la actividad cerebral global.

6. Técnicas Psicológicas.- entre las principales técnicas psicológicas utilizadas tenemos: a) Los métodos
para recoger información; b) El tamaño de la muestra; c) La determinación del comportamiento a elegir y;
d) La medición del comportamiento.

11

También podría gustarte