Curso de Supervivencia Sobrevivir
Curso de Supervivencia Sobrevivir
Curso de Supervivencia Sobrevivir
Una situación de supervivencia puede ser cualquier situación en donde se nos prive de
las necesidades básicas dado algún accidente, catástrofe o simplemente porque
salimos en alguna actividad recreativa a la naturaleza y nos perdemos. La naturaleza
tiene ese doble sentido, es maravillosa, pero puede meternos en serios aprietos. En
esos momentos, la voluntad de sobrevivir, la capacidad de controlar el miedo, y unos
sencillos recursos nos pueden devolver a casa, sanos y salvos.
Es importante destacar que lo que usted encontrará aquí es una ayuda para salir
adelante en una situación de sobrevivencia, pero no es todo lo que debe saber. Sin
embargo, lo más importante en cualquier situación dificil a que se enfrente, sea
sobrevivencia o no, es su actitud frente a los problemas. Se dice que mucha gente que
se pierde o se ve enfrentada a este tipo de situaciones habría sobrevivido si no hubiera
pensado demaciado en ¿PORQUE ME OCURRIO ESTO A MI? y se hubiera dedidaco a
pensar ¿COMO ENFRENTO ESTO Y SALGO DE AQUÍ?.
Es por esto que lo primero que debe tener presente que el encontrarse ante esta
situación requerirá de un ajuste psicológico al cual le debe dedicar un poco de tiempo.
No olvide que el miedo es algo normal y es muy útil en la medida adecuada pues
alerta sus sentidos y le ayuda a trabajar con eficiencia. Sin embargo si no controla el
miedo y este le vence a usted, puede cometer torpezas que pueden llegar a ser muy
lamentables.
En general los animales no atacan al hombre, más bien los evitan. Los animales
venenosos actuan solo si se ven amenazados o molestados. Analícense los peligros o
emergencias que nos pueden sobrevenir y prepare planes para afrontarlos.
Es buena idea elaborar un programa de actividades que nos imponga disciplina al
cuerpo y la mente, para así mantener la moral alta.
Importante
Se debe tener presente que en general la supervivencia humana siguen una regla de 3
y es facil de recordar:
1. Los humanos no sobreviven más de 3 minutos sin aire (existen excepciones dadas
por el entrenamiento).
2. Los humanos no sobreviven más de 3 días sin agua.
3. Los humanos no sobreviven más de 3 semanas sin comida.
Sin embargo recuerden que lo mas importante es la actitud y el deseo de volver a casa
ante todo. Hay muchas personas que se han visto en esta dificil situación y lo han
logrado... Entonces, solo depende de nosotros.
Sugerencias
2. Conoce el lugar antes de ir. Ojala lleves un mapa de la zona, pero si no es posible,
familiarizate con la zona y/o memoriza pueblos y/o caminos más cercanos y su
ubicación (norte, sur, etc).
4. Contruye o busca un refugio cuando aún tengas bastante luz. Por lo general esto se
deja para último momento y depende la situación puede ser muy importante contar
con un buen refugio. Un truco mas o menos eficaz para saber cuantos minutos de luz
te quedan es poner la mano entre sol y el horizonte... cada dedo que pongas entre
ellos son aprox. 15 min.
5. Usa el sentido común. No te muevas si estas perdido. Orientate primero, y luego
avanza hacia donde quieras ir. Si estas cansado descansa. Si tienes hambre, busca
comida.
Ya sea que decida partir o quedarse, debe procurar hacer buenas señales para que lo
encuentren desde cualquier punto ojalá, y en caso de abandonar el lugar del
accidente, señale muy bien y con claridad hacia donde se marchó y el día en que lo
hizo. Procure ir dejando señales cada cierto tramo pues esto evitará que usted de
vueltas en circulos por horas y ayudará a ser encontrado por los que encuentren las
señales. Finalmente no tome decisiones abruptas de cambiar de dirección para que
esto no despiste a sus socorristas.
La soledad
Preparación
Es cierto que nadie desea que se produzca una situación limite, pero si vamos a
circular por zonas inhóspitas, al menos debemos saber que es un riesgo que corremos.
Una preparación básica, es importante y mi consejo es:
A partir de este punto, empezaremos a conocer las técnicas mas útiles, para recolectar
agua, orientarse, construir un refugio, hacer fuego, etc. Muchas de ellas son básicas y
no requieren conocimientos adicionales, en cambio otras necesitan conocimientos
matemáticos o físicos, aunque no son de difícil comprensión.
EL REFUGIO
Donde establecernos
Para situar el campamento escójase dentro de lo posible una zona seca, situada en una
protuberancia, no en la zona mas baja de los alrededores, de esa manera evitaremos el
agua de inundación y tendremos una perspectiva mejor de la zona en la que nos
encontramos. Ha de quedar lejos de pantanos, ciénagas, en suma de aguas retenidas,
pero no demasiado lejos de algún manantial o río, que nos servirá de reserva de agua
fresca. Con estas precauciones, alejamos la molestia de los mosquitos. Se estudiaran
los vientos predominantes, para hacerlo abrigados de los mismos. Evitaremos las zonas
cercanas a las laderas, pues suponen un riesgo en caso de lluvia, aunque también lo es
los cauces de ríos secos, ya que en cuestión de horas pueden contener agua y
llevarnos por delante, sin que hayamos advertido la lluvia (podría haber llovido a
decenas de kilómetros).
Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez
terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero
como vecinos. El fuego ha de estar situado a una distancia prudencial, con el fin de
evitar que las llamas alcancen el lugar donde dormiremos. El humo por otro lado, nos
ayudara a mantener alejados los mosquitos, aunque pueden atraer (el calor) otros
visitantes no deseados.
Tipos de refugios
Vehículo
Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se
improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de
la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el
viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que
preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.
Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que
llevamos en nuestro equipaje.
Una Agua
Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio
acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.
Refugio con soporte de ramas en forma de A
Refugio de tronco
Este refugio nos aísla del suelo y nos protege de insectos. Si se le añade un techo nos
protegerá además de la lluvia. El lecho lo cubriremos con hojas de palmera u otra
material.
El lecho
Es una parte fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y
caliente (excepto en el desierto, que será fresco). Esto lo lograremos escogiendo bien
el emplazamiento (huir de zonas con humedad), quitando los palos y piedras que
pueda haber en el suelo, y aislándonos bien de éste con hojarasca, helechos, ropa, etc.
En el desierto
En el desierto debemos protegernos del sol y del calor. Otros factores importantes son
las tormentas de arena y las, en ocasiones, frías temperaturas nocturnas. En estas
condiones debemos evitar la perdida de agua al máximo que podamos.
Se recomienda enterrarse en la arena para minimizar las pérdidas de agua y protegerse
del sol. También podemos cubrirnos con una tela de paracaídas si disponemos de ella.
Para construir un refugio o desplazarse escójanse las horas más frescas del día, al
amanecer o al atardecer. La temperatura suele ser varios grados más baja a unos
centímetros por debajo del suelo, por lo que excavaremos un hoyo que cubriremos
con una tela o el material del que dispongamos y que nos ofrezca sombra.
En la nieve
No debemos olvidar que el viento agrava los efectos negativos del frío.El propósito
fundamental del refugio en zonas frías es retener nuestro calor y el producido por
otras fuentes de calor que podamos emplear. Para eso es necesario que no haya
corrientes de aire y que el refugio no sea grande en exceso. Un refugio pequeño es
más caliente y da menos trabajo que uno grande.
Cueva de nieve
Después del iglú, probablemente sea el mejor refugio para zonas frías. Se necesita una
pala u otro utensilio improvisado (un plato, un palo...) con el que cavar donde haya
nieve amontonada. Debe excavarse una cueva pequeña (cuanto más grande más dificil
será de calentar) con un lecho a unos 40 cm por encima del nivel del suelo y, si se
desea, también podemos añadir una plataforma para cocinar con un hornillo 30 cm
más alta. No debemos olvidarnos de practicar un agujero de ventilación en la parte de
arriba y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala
debe guardarse dentro por si es necesario utilizarla para salir por la mañana.
Encendiendo una simple vela en el interior de este refugio conseguiremos que la
temperatura aumente varios grados.
EL AGUA
Si carecemos de agua nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a los dos días en
el desierto y a algo más de una semana en climas frescos.
La cantidad de agua que necesitamos depende de la temperatura y humedad
ambiental y de la actividad física que desempeñemos, pero nunca será menos de 2
litros diarios. En un desierto necesitaremos 10 ó 12 litros para llevar una actividad
normal.
Encontrar agua
En las zonas templadas no suele ser difícil encontrar cursos de agua. En las zonas secas
y desérticas la cosa puede complicarse más. Escarbar en los lechos secos de ríos o
arroyos da a veces buenos resultados. Los cúmulos de vegetación en un determinado
lugar son indicativos de existencia de agua. En los terrenos calcáreos podemos buscar
en el interior de las grutas. Los animales también necesitan beber; observar sus
desplazamientos a primera hora de la mañana o última de la tarde puede darnos pistas
de dónde se encuentra el agua. Determinadas plantas, que varían según la zona
geográfica, sólo crecen donde hay agua.
Peligros
En muchas zonas del globo, especialmente en el tercer mundo existe un riesgo alto de
intoxicación al consumir agua, bien sea por contaminación bacteriana, bien por ingerir
parásitos con ella. También en el primer mundo existe cierto riesgo al consumir agua
de arroyos que discurren entre prados sometidos a abonos con purines, altamente
contaminantes.
No se debe beber agua salada, su concentración en sal es tan alta que colapsa los
riñones y provoca la muerte entre fuertes dolores. Tampoco se debe beber orina y no
debemos olvidar que las sabias de aspecto lechoso de muchas plantas son, con
frecuencia, venenosas.
Si hemos de beber agua, esta debe ser agua corriente, nunca estancada pues puede
tener heces de animales y con ello bacterias y otros organismos peligrosos. Lo mismo
si encontramos peces muertos u otros indicadores de que algo va mal con esa agua es
mejor no beberla bajo ninguna circunstancia.
Purificar el agua
Si existe riesgo de contaminación hay que purificar el agua con alguno de estos
métodos y esperar al menos una hora antes de consumirla.
Yodo: Para desinfectar el agua con tintura de yodo usaremos unas 10 gotas por litro.
La coloración tarda un rato en desaparecer.
Lejía: La lejía deja un sabor poco agradable en el agua. Usaremos de 4 a 6 gotas por
litro.
Ebullición: Hervir el agua no termina con todos los gérmenes (el de la hepatitis, por
ejemplo, resiste la ebullición), pero acaba con la mayor parte de ellos y con todos los
parásitos. Hay que hervirla durante unos 10 minutos. En este caso se puede beber en
cuanto enfría.
Una forma para purificar cualquier líquido y dejar solo el agua que este contiene, (La
orina por ejemplo o el agua de mar), es hacer hervir el líquido y destilar el vapor en
otro recipiente en donde obtendremos agua pura sin perligro de bacterias,
concentración de sales o minerales peligrosos para la salud. Hay que tener paciencia y
el cuidado que el vapor no escape a otro lugar para no perder el preciado líquido a
utilizar.
La manera más sencilla es dejarla reposar varias horas en un recipiente, y después, con
un tubo de plástico o el tallo hueco y flexible de una planta (por ejemplo un nenúfar)
traspasarla a otro recipiente situado en una posición más baja.
Una de las formas más simples y obvias (aunque quizás por eso, algún superviviente
pueda pasarla por alto) de recolectar agua, es hacerlo tomándola directamente de la
que (ya sea por el rocio, la lluvia o una convinación de ambas) queda sobre las plantas
y la vegetación que no la logra absorver.
Esto hay que hacerlo lo más temprano posible, para adelantarnos a la obvia
evaporación que acompaña al sol. Ciertas hojas, además, son las que hacen la tarea
más fácil, porque se transforman en verdaderos recipientes. En la selva se puede llegar
al extremo de encontrar agua acumulada en grandes cantidades sobre hojas de gran
tamaño, haciendo todavía más fácil lo que en el bosque llevará su tiempo.
Por supuesto, si no tenemos un recipiente, hará que beber las gotas directamente, esto
es supervivencia, peor es nada...¿no?
EL FUEGO
En una situación de supervivencia en zonas frías, nuestra vida puede depender de
nuestra capacidad para encender y mantener un fuego. Sin llegar a esos extremos,
podremos necesitar fuego para secarnos, calentarnos, hacer señales a los equipos de
rescate y cocinar eliminando los posibles gérmenes y parásitos de nuestros alimentos.
Hay que buscar el material combustible: ramas secas de diferentes grosores, la más
menuda para encenderlo y la más gruesa para mantenerlo. No será difícil de encontrar
en zonas boscosas y con tiempo seco. Las crecidas acumulan ramas en las orillas de los
ríos y en ocasiones las convierten en un auténtico filón. Las ramas más bajas de los
árboles están, con frecuencia, secas y se rompen con facilidad. En caso de tiempo
húmedo debemos buscar en los huecos de los troncos secos, que proporcionan
madera podrida que arde bien, en zonas resguardadas al lado de rocas, caminos,
grutas. Si no ha llovido demasiado, quizá logremos madera seca simplemente
descortezando las ramas húmedas. Si no, tendremos que coger las ramas gruesas y
cortarlas en pedazos longitudinales para aprovechas las astillas secas que obtengamos.
Pondremos la madera húmeda a secar cerca del fuego.
El tipo de madera influye en su uso, así tenemos para calentarnos: fresno, abeto,
manzano, avellano. Combustionan rápidamente con muchas chispas, pero dan calor
rápido e intenso. Se consumen rápidamente y dejan ceniza en vez de rescoldo. No son
aconsejables para cocinar. Para esto ultimo tenemos el haya, roble, nogal, etc. Son
maderas duras (al contrario que las anteriores) y arden lentamente dejando rescoldos.
Estas son ideales para elaborar alimentos. Hay otras que no son recomendables para
realizar fuegos, como el pino, el endrino, el bambú, castaño, álamo, etc. No arden bien
y producen demasiado humo.
En los lugares donde no hay leña el hombre recurre a otro tipo de combustibles. En los
desiertos se queman los excrementos de los camellos; y en las zonas polares, la grasa
de las focas y otros animales. En las playas las algas secas también constituyen un
combustible excelente.
Iniciar el Fuego
Saber encender fuego sin los elementos habituales (cerillas, mecheros, etc) , es una
habilidad que deberíamos practicar por nuestra propia supervivencia. Métodos y útiles
existen muchos, pero les recomendaré solo aquellos que he probado con éxito. En
estos casos se hace especialmente importante tener preparada suficiente yesca (hierba
seca, hojarasca, etc. bien compactada para que la brasa se propague con facilidad) y
leña fina y seca para no desperdiciar una llama que puede habernos costado mucho
esfuerzo conseguir. Suele ser efectivo soplar suavemente cuando aparece el primer
puntito rojo para avivar la llama. Los métodos son los siguientes:
Las lentes: Una lupa o las lentes de una cámara fotográfica, los prismáticos o
determinadas gafas son un medio muy efectivo para encender un fuego, pero no nos
servirá si no hay sol. Prepara primero una buena yesca que prenda con facilidad y
apunta hacia ellas el puntito de luz.
Cuando empiece a salir humo se añade la yesca bien compactada para que la brasa se
propague con facilidad y se sopla con suavidad mientras se continua frotando para
lograr una llama.
Otros métodos: Podemos emplear una batería para hacer chispas uniendo los cables
de ambos polos. También, en teoría, es posible fabricar una lente con un pedazo de
hielo que labraremos con el cuchillo y terminaremos dando forma con las
concavidades de las manos. Aunque si el frío es intenso el riesgo de congelación de
nuestras manos puede ser demasiado alto. También es posible usar un objeto cóncavo
(el culo de una botella, por ejemplo) para hacer la lente, vertiendo agua sobre él y
dejando que se congele. Si hacemos dos, podemos pegarlos con un poco de agua que,
si el frío es intenso, se congelará enseguida.
En ocasiones, echar unas gotas de gasolina o alcohol sobre la yesca puede facilitar la
inflamación, pero no la empapes completamente. Si usas gasolina u otro combustible
en un recipiente para calentarte, ten en cuenta que existe un riesgo potencial de
accidente. Nunca añadas más combustible hasta que la llama se haya apagado y el
recipiente se enfríe.
Fuegos para cocinar: Para cocinar es mejor una hoguera pequeña, que consume
menos leña y es fácil de mantener. Siempre es más práctico cocinar sobre las brasas
que sobre la llama. Podemos construir un hogar que nos servirá para poner la cazuela
haciendo un pequeño fuego entre dos troncos, dos piedras, etc. Si nuestra cazuela
tiene un asa como la de los cubos podemos sujetarla sobre el fuego con una "grúa"
improvisada con una rama inclinada sujeta entre unas piedras y otra rama que
funcionara como "percha".
Otro truco importante es el cocinar sobre piedras calientes. Para ello, las calentaremos
sobre la hoguera y aprovecharemos el calor por ellas retenido para cocinar. Sustituye a
una plancha, y por ello podremos asar por contacto directo.
OBTENER ALIMENTO
La falta de alimentos limita las fuerzas y la sensación de hambre baja la moral, aún
cuando agudiza el ingenio. Si dispone de poco alimento, es preferible que lo consuma
de a poco en varias veces al día, pues así sentirá menos hambre. Además así se
asegura que, de serle dañino alguno de ellos, disminuya las consecuencias fatales de
ello.
Debe terner en cuenta que el organismo puede pasar varios días sin alimentos, pero
no abuse de ello. Usted debe alimentarse, aún cuando lo que tenga a disposición le
parezca poco delicioso o desagradable.
Los animales marinos son casi todos comestibles, los moluscos pegados a rocas o
enterrados, los peces, crustaceos y otros. Se pueden consumir crudos, asados o
hervidos.
Los ratones silvestres son recomendables pues no ofrecen peligro, con excepción del
ratón de cola larga y los de los poblados. Los demás pueden ser un buen alimento si
se les retira la piel y los testículos a los machos haciendo un corte en "V".
La aves son todas comestibles, aún cuando algunas no tienen buen sabor como las
carroñeras o las marinas que tienen un fuerte olor y sabor a pescado.
Obtener el alimento
Bien, hemos visto lo que se puede o no comer en general. Ahora veamos como
obtener estos alimentos.
COMO ORIENTARSE
Hoy existe una herramienta muy util llamada GPS. Si tienes uno, aprende bien como
usarlo y familiarizate con todas sus bondades. Es una herramienta increíble. Sin
embargo es poco probable tener uno en una situación de supervivencia. En el caso de
tener una brújula, debemos saber que la mayoría de ellas apunta con la aguja obscura
al norte magnético. Si bien el tener una brujula puede ser muy util, tambien puede ser
que no nos sirva de nada si no sabemos usarla.
El uso de la brujula
1. Si tenemos un mapa. Estos por lo general tienen una flecha con la letra "N" que
señala el norte. Entonces debemos colocar la brujula sobre el mapa con la N
apuntando hacia la misma dirección de la N del mapa. Entonces giramos todo
para que ahora la aguja apunte al Norte de la brujula y del mapa, y entonces
tenemos la dirección y orientación correcta de cómo esta el mapa. Ahora
escojemos un punto de referencia y nos dirigimos a él. Esto lo repetimos
cuantas veces sea necesario hasta llegar al lugar escogido.
2. Si no tenemos un mapa. El procedimiento es similar al anterior, alineando la
aguja con el Norte de la brujula. Entonces tomas un punto de referencia (por
ejemplo una montaña al oeste), lo miras bien y te diriges a él. No camines
mirando la brujula porque te llevará a error, sino que camina mirando tu
objetivo. Una vez llegues alli, repite el proceso con un nuevo objetivo que siga
la dirección que deseas.
Si tienes una aguja o un trozo de alambre puedes contruir una brujula momentanea en
donde estes y que funcionará bajo el mismo principio anterior. Necesitas un recipiente
con agua, algo que flote y muy lijero (una hoja de arbol por ejemplo) y tu
alambre. Frota un extremo del alambre contra el cabello en tu cabeza, de manera de
imantarlo. Pon el objeto liviano a flotar sobre el agua de manera que se mueva
libremente y sobre él tu alambre imantado. Observa como gira y busca el norte
magnetico. Ahí lo tienes... ya sabes donde esta cada punto cardinal con bastante
exactitud.
Importante: los campos electromagneticos crean lecturas erroneas, por lo que utiliza la
brujula lejos de objetos metálicos como hebillas, llaveros, llaves, letreros, etc.
Existen varios métodos que nos permiten encontrar el norte con mayor o menor
precisión cuando carecemos de brújula. Los más eficaces son, probablemente,
el reloj cuando es de día y las estrellas de noche y con el cielo despejado.
En las zonas templadas del hemisferio norte, si alineamos la aguja horaria (la pequeña)
con el sol, en la bisectriz que forma esta con la cifra "12" del reloj se encuentra siempre
el sur.
En las zonas templadas del hemisferio sur es la cifra 12 la que debe apuntar hacia el
sol, y en la bisectriz que forma con la aguja horaria, se encuentra el norte.
Por la noche, si está despejado, guiarse por las estrellas es eficaz y sencillo.
En el hemisferio norte del planeta, la estrella polar indica siempre el norte. Este estrella
es la última de la cola de la osa menor y, a pesar de que en casi todas las ilustraciones
se muestra como una estrella muy brillante, su luz es tan pálida que con frecuencia no
es fácil de ver. No obstante, es sencillo guiarse por la Osa Mayor para localizar el punto
donde se encuentra la estrella polar. Para ello sólo tenemos que prolongar cuatro
veces la distancia que separa las dos estrellas frontales de la Osa Mayor.
En el hemisferio sur debemos buscar la "Cruz del Sur", una constelación con forma de
rombo o cometa. Si prolongamos la longitud de la cometa cuatro veces y media, el
punto imaginario que localicemos indicará siempre el sur.
Por el sol
La salida y la puesta del sol también son una referencia. A todos nos han enseñado
que el sol sale por el este y se pone por el oeste. Sin embargo sólo lo hace por el
punto exacto en los equinoccios, o sea, alrededor del 21 de marzo y del 23 de
septiembre y si nos encontramos en terreno llano. El resto del año y rodeados de
cadenas montañosas, la referencia es sólo aproximada.
Por la luna
Clavamos en un terreno llano un palo que proyecte una sombra de unos 30 ó 40 cm. y
marcamos el extremo de la sombra. A continuación, con un cordón de un zapato, una
rama u otro método improvisado, trazaremos una semicircunferencia usando
como radio la longitud de la sombra. Ahora debemos esperar el movimiento del sol. La
sombra se irá hciendo más pequeña a medida que nos acercamos a las 12:00 h.
Momento en que alcanzará su menor tamaño para después volver a crecer. En el
punto en el que la sombra vuelva a alcanzar la semicircunferencia pondremos una
marca. Al unir las dos marcas trazaremos una línea oeste (primera marca) - este
(segunda marca). En la perpendicular se encontraran el norte y el sur.
Signos naturales
Existen indicios en la naturaleza que pueden darnos pistas sobre la dirección que
llevamos. No son muy precisos, pero en circunstancias excepcionales pueden impedir
que perdamos el tiempo dando vueltas en círculo.
En el hemisferio norte los musgos crecen en las zonas más más sombrías y húmedas
de los troncos, que suele corresponder a la cara norte. Si bien esto puede variar
localmente a causa de un microclima particular.
También en las montañas reciben menos sol las laderas orientadas al norte, por lo que
suelen ser más húmedas, de tonalidades más frías y retienen la nieve por más tiempo.
Los anillos de crecimiento de los árboles suelen estar más desarrollados del lado que
reciben más sol, aunque pueden darse factores que alteren este desarrollo.
Los ríos. Conociendo hacia donde discurren las aguas podemos orientarnos. Por
ejemplo, en la Cordillera Cantábrica, los ríos corren al Norte y en León al Sur, en la
Cordillera de los Andes, en los paises del Pacífico los ríos bajan de Este a Oeste.
Hacer Señales:
En una situación de supervivencia podemos dejar señales que revelen que hemos
pasado por allí. Por ejemplo, con piedras formemos una flecha dibujada en el suelo,
que indique la dirección que hemos tomado, en los cruces, dividamos una rama de un
árbol, que señale hacia el camino tomado, y en la división introduzcamos un trozo de
madera o piedra.
Tambien al acampar podremos necesitar fuego para hacer señales a los equipos de
rescate para ser vistos de noche, o durante el día producir una nube de
humo blanco que se verá desde cualquier punto. Esto se logra colocando ramas verdes
por sobre el fuego, a una distancia prudente para no apagarlo pero para que encienda
y produzca humo.
En el desierto, usando las piedras establezcamos el rumbo que mas o menos hemos
tomado, para ello busquemos superficies pedregosas y no de arena, pues esta puede
tapar las piedras en muy poco tiempo, enterrándolas para siempre.
Una señal que se ve desde muy lejos en un día soleado es con un espejo; esto puede
ser altamente efectivo en lugares algo descubiertos, para ser visto por un helicoptero u
otro equipo de rescate.
El dejar señales en nuestro camino es algo muy importante tanto para guiar a los
equipos de rescate, como para volver sobre nuestros pasos si fuese necesario. Además
nos ayuda a no dar vueltas en círculos en un mismo lugar lo cual es importante pues
podríamos perder horas en esto creyendo que vamos a alguna parte.
Otras consideraciones importantes
Puede que todo vaya bien en nuestros métodos de sobrevivencia, pero hay algunas
consideraciones igualmente importantes que podriamos tener en cuenta:
- A veces tenemos mas cuidado con los animales que nos rodean y que creemos
potencialmente peligrosos, y descuidamos el lugar mismo donde estamos. Por
ejemplo, si estamos en una selva debemos cuidarnos de las caidas de ramas y árboles.
Eso puede ser igual o mas peligroso que toparnos con algún animal. Si bajamos una
montaña, cuidarnos de los deslizamientos. Siempres es bueno bajar lo más que
podamos, pues la temperatura disminuye con la altitud por lo que mientras mas
bajemos, menos fría será la noche que pasemos.
- Si cruzamos un cuerpo de agua y nos queda mucha ruta por andar, es bueno tener la
precaución de sacar las zapatillas y/o secarnos bien los pies antes de continuar. Con
los pies mojados es comun que salgan llagas que duelen mucho y dificultan el
caminar.
- Estar bien atento donde pisamos. Es importante escoger bien donde poner el
próximo paso evitando las piedras más grandes, las raíces asomadas y grietas que
puedan producir torceduras. Además de ello, se debe estar atento a las ramas bajas
que puedan herir nuestras piernas o aún peor, nuestra cabeza. También es de gran
ayuda para ahorrar esfuerzo no pisar lugares donde hay barro y donde el pie pueda
resbalar. Finalmente dar pasos cortos al subir es lo mejor, pues se ahorra energía y no
se exige demaciado a los músculos de las piernas. Respirar a un ritmo adecuado para
tu propia capacidad es algo que nunca se debe olvidar.
- En climas de nieve o desierto, protejer los ojos con lentes oscuros o en su defecto
construir unos con tela o algo similar nos ayudará a no tener ceguera y problemas a
los ojos. Despues de todos, ellos son fundamentales en nuestra supervivencia, así que
hay que cuidarlos. Para ello Corte dos aberturas en un pedazo de cartón,
madera delgada, corteza de árbol, u otro material disponible. Ponga hollín bajo sus
ojos para ayudar a reducir el brillo y la luz intensa.
- Heridas. El hacernos una pequeña herida puede ser un gran problema en climas
tropicales pues puede infectarse, ser la entrada de microorganismos patógenos, etc.
- Perder liquido. El calor puede hacernos sacar gran parte de la ropa. Sin embargo,
mantener una polera manga larga es una buena opcion para evitar el exceso de
transpiración y mantener la piel mojada. Igual es importante mantener la cabeza a
buena temperatura, por lo que el uso de un aislante es muy recomendable (ejemplo un
turbante en el desierto). No se aconseja fumar, beber alcohol, y es mejor comer en
porciones pequeñas. Eso evita la perdida de líquido del cuerpo.
- Si necesitamos mantener el calor corporal por exceso de frio, se puede usar barba de
viejo, yesca, hojas de pino o de otros arboles como aislantes, introduciendola dentro
de nuestra ropa. (debe estar seca... si esta mojada solo hara que perdamos más calor).
Emplazamiento
Es aconsejable, para minimizar los riesgos, huir de las orillas de los ríos, pues puede
sorprendernos una crecida, incluso en tiempo soleado, por la rotura de una presa
formada de manera natural a causa de la acumulación de ramas, como sucedió no
hace mucho en un camping español, que quedó arrasado en cuestión de pocos
minutos. La gente murió dentro de sus vehículos y caravanas, que fueron arrastrados
por la fuerza de la corriente. Lo mismo se puede decir de los cauces secos de los ríos,
que con una tormenta pueden convertirse en torrentes antes de que nos
demos cuenta.
También se desaconseja acampar bajo los árboles por el riesgo de que nos caiga una
rama encima. Reconozco que yo me salto esta norma con frecuencia, pues los árboles
protegen del rocío. Si decides hacer como yo, fíjate bien que no tenga ramas secas que
supongan un riesgo pata ti. Evita también los lugares con peligro de desprendimiento
de rocas o riesgo de aludes de nieve.
Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez
terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero
como vecinos.
Tipos de refugios
Vehículo
Si nos encontramos en una situación de supervivencia real por haber sufrido
un accidente y nuestro vehículo aún está habitable, puede constituir un buen refugio.
De lo contrario prestemos atención al material que lleva dentro y que podría servirnos.
Los periódicos son un buen aislante; si disponemos de ellos utilicémoslos para cubrir
las ventanas y protegernos mejor del frío. Si necesitamos hacer fuego y no disponemos
de cerillas ni mechero podemos empapar con gasolina un trozo de tela, de papel, de
esponja de los asientos, etc. y hacer chispas sobre él cruzando los terminales de la
batería. Si quemamos o añadimos aceite de motor al fuego conseguiremos un humo
negro y denso excelente para hacer señales.
Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se
improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de
la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el
viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que
preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.
Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que
llevamos en nuestro equipaje.
Un bote salvavidas vuelto del revés y elevado por un lateral con ayuda de unos palos
constituye un refugio excelente.
Cobertizo
Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio
acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.
Refugio de tronco
EVALUACION DE LA ESCENA
DETERMINAR LA SEGURIDAD DE LA MISMA
¿LA ESCENA ES SEGURA?
DETERMINAR EL MECANISMO DE LESIÒN
¿QUÈ FUE LO QUE PASO?
DETERMINAR LAS POSIBLES LESIONES
¿CÓMO SE SIENTE QUE LE DUELE?
PRIORIDADES DE ATENCION
1. REANIMACIÒN CARDIOPULMONAR
2. HEMORRAGIAS
3. ESTADO DE SHOCK
4. HERIDAS, QUEMADURAS
5. FRACTURAS
6. TRANSPORTE ADECUADO
EVALUACIÒN PRIMARIA
EVALUACION SECUNDARIA
NUMERO DE VICTIMAS
Se denominan signos vitales aquellos factores que nos dan muestras de vida en un ser
humano, estos son: pulso, respiración, temperatura, tension arterial, reflejo pupilar.
Pulso: Contracción y expansión que produce la sangre al pasar por las arterias
indicando así la frecuencia cardiaca; niños 140 pul./min. adultos 70-80 pul./min.
ancianos 60-70 pul./min.
Respiración: Es el acto de inhalar y expulsar aire por medio del sistema respiratorio;
niños 20-30 resp./min adultos 16-20 resp./min. ancianos 14-16 resp./min.
Tensión arterial: Es la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias, se
debe tener en cuenta el diámetro de las arterias, el volumen sanguíneo y la resistencia
vascular periférica.
Reflejo pupilar: Por medio del reflejo de luz se dilata o contrae la pupila.
Fractura Cerrada Es aquella en que la piel y tejidos que cubren el hueso fracturado no
han sido lesionadas por éste.
Fractura Abierta: Es aquella cuando la punta del hueso roto ha perforado la parte
blanda de músculos, nervios, tendones y piel y sale al exterior.
Asfixia por alimentos: Es aquella que ocurre cuando una persona no alcanza a tragar
una partícula demasiado grande de alimento, y se atora en su traquea sin poder
respirar, la solución a esto es conocida como Maniobra de Heimlich.
En todo accidente hay que tener en cuenta las lesiones que se han producido por
consecuencia inmediata del accidente; el daño que estas producen si no son tratadas;
el peligro de nuevos daños.
Secuencia de atención
Seguridad.
Escena.
Situación.
¿Es segura?
¿Cuántos lesionados hay?
Solicitar ayuda.
¿Cuento con el equipo de protección necesario?
o Tiene los ojos abiertos.
a) Nunca. 1
b) Solo al estimulo doloroso. 2
c) Con estimulo verbal. 3
d) De manera espontánea. 4
o respuesta verbal.
a) Sin respuesta. 1
b) No comprensible. 2
c) Incoherencia. 3
d) Habla desorientado. 4
e) Habla orientado. 5
o respuesta motora.
a) No responde. 1
b) Extensión ante el estimulo. 2
c) Flexión anormal. 3
d) Retira ante el estimulo. 4
e) Localiza el foco doloroso. 5
f) Respuesta voluntaria. 6
Valoración de la escala
15 puntos............paciente en estado normal.
15-14 puntos.........traumatismo craneal leve.
13-9 puntos..........traumatismo craneoencefálico moderado.
inferior a 9 puntos.....traumatismo craneoencefálico grave.
3. Valoración de la respiración.
o Ver: Miramos el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira.
o Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.
o Sentir: Con la mejilla sentimos el aliento de la víctima.
Pulso periférico: Otros lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales,
en la cara interna de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y
pérdida del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a las
extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso.