Curso de Supervivencia Sobrevivir

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 34

SOBREVIVIR

Una situación de supervivencia puede ser cualquier situación en donde se nos prive de
las necesidades básicas dado algún accidente, catástrofe o simplemente porque
salimos en alguna actividad recreativa a la naturaleza y nos perdemos. La naturaleza
tiene ese doble sentido, es maravillosa, pero puede meternos en serios aprietos. En
esos momentos, la voluntad de sobrevivir, la capacidad de controlar el miedo, y unos
sencillos recursos nos pueden devolver a casa, sanos y salvos.

Es importante destacar que lo que usted encontrará aquí es una ayuda para salir
adelante en una situación de sobrevivencia, pero no es todo lo que debe saber. Sin
embargo, lo más importante en cualquier situación dificil a que se enfrente, sea
sobrevivencia o no, es su actitud frente a los problemas. Se dice que mucha gente que
se pierde o se ve enfrentada a este tipo de situaciones habría sobrevivido si no hubiera
pensado demaciado en ¿PORQUE ME OCURRIO ESTO A MI? y se hubiera dedidaco a
pensar ¿COMO ENFRENTO ESTO Y SALGO DE AQUÍ?.

Es por esto que lo primero que debe tener presente que el encontrarse ante esta
situación requerirá de un ajuste psicológico al cual le debe dedicar un poco de tiempo.
No olvide que el miedo es algo normal y es muy útil en la medida adecuada pues
alerta sus sentidos y le ayuda a trabajar con eficiencia. Sin embargo si no controla el
miedo y este le vence a usted, puede cometer torpezas que pueden llegar a ser muy
lamentables.

Entonces prepárece para asumir su situación y no divage ni imagine cosas irreales y


terribles, más bien dedique sus fuerzas a pensar que la naturaleza no actuará en su
contra ni a su favor, si no que de usted depende como termine esta experiencia. Los
ruidos nocturnos son algo normal y no están allí para asustarlo o algo similar, si no que
forman parte de la naturaleza y del ciclo de muchas especies de esta tierra que en
realidad no les interesa su presencia y que solo continuan con su ciclo de vida habitual.

En general los animales no atacan al hombre, más bien los evitan. Los animales
venenosos actuan solo si se ven amenazados o molestados. Analícense los peligros o
emergencias que nos pueden sobrevenir y prepare planes para afrontarlos.
Es buena idea elaborar un programa de actividades que nos imponga disciplina al
cuerpo y la mente, para así mantener la moral alta.

Importante
Se debe tener presente que en general la supervivencia humana siguen una regla de 3
y es facil de recordar:

1. Los humanos no sobreviven más de 3 minutos sin aire (existen excepciones dadas
por el entrenamiento).
2. Los humanos no sobreviven más de 3 días sin agua.
3. Los humanos no sobreviven más de 3 semanas sin comida.

Sin embargo recuerden que lo mas importante es la actitud y el deseo de volver a casa
ante todo. Hay muchas personas que se han visto en esta dificil situación y lo han
logrado... Entonces, solo depende de nosotros.

Sugerencias

Mejor que tener que enfrentarte a una situación de sobrevivencia es evitar aquello o


disminuir al maximo las posibilidades de que esto ocurra.

Antes de salir a cualquier lugar es recomendable:

1. Contarselo a alguien: es importante contar con alguien de confianza para contar


donde vas y cuando esperas regresar (Un amigo, guardaparques, etc). Así hay mas
posibilidades de que si te ves forzado a ser rescatado, esto se efectue más
eficazmente.

2. Conoce el lugar antes de ir. Ojala lleves un mapa de la zona, pero si no es posible,
familiarizate con la zona y/o memoriza pueblos y/o caminos más cercanos y su
ubicación (norte, sur, etc).

3. Normalmente el mejor camino es encontrar un cuerpo de agua y seguirlo corriente


abajo. Esto te asegura agua para beber, comida y la posibilidad de encontrar gente y
pueblos, aun cuando no conozcas nada del lugar en el que estás.

4. Contruye o busca un refugio cuando aún tengas bastante luz. Por lo general esto se
deja para último momento y depende la situación puede ser muy importante contar
con un buen refugio. Un truco mas o menos eficaz para saber cuantos minutos de luz
te quedan es poner la mano entre sol y el horizonte... cada dedo que pongas entre
ellos son aprox. 15 min.
5. Usa el sentido común. No te muevas si estas perdido. Orientate primero, y luego
avanza hacia donde quieras ir. Si estas cansado descansa. Si tienes hambre, busca
comida.

6. Sonríe. Se ha comprobado que es lo mejor para subir el animo ante la adversidad...


aunque no quieras hacerlo... y funciona!
Tambien puedes ver esto sobre Senderismo.

Es importante tener presente las distancias resultantes, y a modo estimativo podemos


calcular 1 hora por cada 300 metros en subida, 500 en bajada y 3.000 en llano. Al
desplazarnos hay que tener presente que lo normal es recorrer unos 35 km. diarios a
buen paso.

Sobrevivir (de aqui en adelente obtenido de: http://www.vivelanaturaleza.com/)

Las siguientes acciones mejoraran nuestra situación y mantendrán nuestra mente


ocupada alejando los sentimientos destructivos.

1.- Análisis de la situación: Se debe analizar la situación para organizar un plan. ¿Hay


heridos? ¿Me amenaza algún peligro? ¿Tengo agua y alimentos? ¿Puedo obtenerlos
por los alrededores? A la hora de trazar un plan hay que establecer prioridades. Hay
que tener en cuenta los peligros del entorno y cómo evitarlos. En ocasiones,
dependiendo de cada situación concreta, habrá que alterar el orden de las prioridades
o sustituir unas por otras. Por ejemplo:

Prestar primeros auxilios


Preparar señales
Abastecerse de agua
Preparar un refugio
Abastecerse de comida
Prepararse para desplazarse (normalmente es mejor quedarse junto al vehículo
accidentado).
Tenga además en cuenta que ahorrar nuestras energías es importante y que debemos
utilizarla de buena manera. Recuerde que le estarán buscando, pero que es probable
que pasen días antes de que ello ocurra, por ello evite la fatiga desmedida pues esto
provoca una situación de desamparo que socava nuestra moral. Por ello, todo lo que
hagamos tiene que responder a un plan y un objetivo preciso.
La toma de decisiones

Cada acción del sobreviviente implica una toma de decisión. La más grave


tiene relación con la permanencia en el lugar en espera de ser hallado o el
desplazamiento para encontrar auxilio. Para tomar esta última decisión puede ser
recomendable el aventurarse un poco a explorar los alrededores. En estos casos hay
que tomarse un tiempo en analizar los rasgos del paisaje y hacer un mapa mental del
lugar. Debemos marcar el camino para poder volver sobre nuestros pasos y no
perdernos, pues el golpe psicológico que provoca esta situación es durísimo. De todas
formas siempre es una buena opción permanecer en el lugar pues es el primer lugar
más probable al que acudirán los equipos de rescate.

Ya sea que decida partir o quedarse, debe procurar hacer buenas señales para que lo
encuentren desde cualquier punto ojalá, y en caso de abandonar el lugar del
accidente, señale muy bien y con claridad hacia donde se marchó y el día en que lo
hizo. Procure ir dejando señales cada cierto tramo pues esto evitará que usted de
vueltas en circulos por horas y ayudará a ser encontrado por los que encuentren las
señales. Finalmente no tome decisiones abruptas de cambiar de dirección para que
esto no despiste a sus socorristas.

La soledad

Quiero hacer un comentario sobre la soledad, pues es un sentimiento delicado que


aparece en un momento determinado, y suele hacer mas daño del que a priori
creamos. Cuando va pasando el tiempo, y el rescate se dilata, un nuevo sentimiento va
apareciendo paulatinamente sin darnos cuenta: es la soledad. La voluntad de sobrevivir
va perdiendo fuerza, y se socava la unidad del grupo. Lo mejor es prevenir su
aparición, y para ello, mantener la mente ocupada vuelve a ser el antídoto maravilloso.
Aun cuando pensemos que no necesitamos realizar ninguna tarea mas, mantener un
programa de actividades, es conveniente. Proveerse de un refugio mas grande y mejor,
llevar un diario, programar juegos con los que mantenerse en forma psicológica y
anímicamente son recursos a tener en cuenta.

Ante todo siempre debemos mantener un pensamiento positivo, y mantenernos con


vida es la base de toda acción. ¡Sobrevive!.

Preparación

Es cierto que nadie desea que se produzca una situación limite, pero si vamos a
circular por zonas inhóspitas, al menos debemos saber que es un riesgo que corremos.
Una preparación básica, es importante y mi consejo es:

A). Proveerse de un pequeño y sencillo equipo de supervivencia (del cual se hablara en


próximos capítulos).
B). Llevar impreso un manual con trucos y técnicas de supervivencia (como podría ser
esta guía).
C). Memorizar la mayor cantidad de información, sobre supervivencia, que nos sea
posible. El conocimiento de las técnicas genera mayor confianza en su uso.

A partir de este punto, empezaremos a conocer las técnicas mas útiles, para recolectar
agua, orientarse, construir un refugio, hacer fuego, etc. Muchas de ellas son básicas y
no requieren conocimientos adicionales, en cambio otras necesitan conocimientos
matemáticos o físicos, aunque no son de difícil comprensión.

EL REFUGIO

La función principal del refugio es protegernos de los peligros de medio ambiente. Un


calor extremo puede producir un síncope o un golpe de calor; por el contrario, el
exceso de frío produce hipotermias y congelaciones. En las zonas pantanosas nos
pueden devorar los mosquitos y si nos calamos hasta los huesos mientras dormimos
podemos coger una pulmonía, aparte de la incomodidad, la ausencia de descanso y el
golpe contra nuestra moral que esto supone.

Un buen refugio, además de protegernos de los elementos anteriores, proporciona


comodidad, seguridad y firmeza psicológica. El tipo de refugio que construyamos
dependerá de nuestras necesidades, del tiempo que vamos a permanecer en ese lugar
y de las herramientas de las que dispongamos. Siempre deberíamos incluir en nuestro
equipaje al menos una buena navaja, un cuchillo de monte y una lámina de plástico de
2x2 metros o similar que ocupa y pesa poco y nos proporciona un techo impermeable.
Si el peso no importa, también podemos incluir un hacha pequeña o un machete.

Donde establecernos

Para situar el campamento escójase dentro de lo posible una zona seca, situada en una
protuberancia, no en la zona mas baja de los alrededores, de esa manera evitaremos el
agua de inundación y tendremos una perspectiva mejor de la zona en la que nos
encontramos. Ha de quedar lejos de pantanos, ciénagas, en suma de aguas retenidas,
pero no demasiado lejos de algún manantial o río, que nos servirá de reserva de agua
fresca. Con estas precauciones, alejamos la molestia de los mosquitos. Se estudiaran
los vientos predominantes, para hacerlo abrigados de los mismos. Evitaremos las zonas
cercanas a las laderas, pues suponen un riesgo en caso de lluvia, aunque también lo es
los cauces de ríos secos, ya que en cuestión de horas pueden contener agua y
llevarnos por delante, sin que hayamos advertido la lluvia (podría haber llovido a
decenas de kilómetros).

Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez
terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero
como vecinos. El fuego ha de estar situado a una distancia prudencial, con el fin de
evitar que las llamas alcancen el lugar donde dormiremos. El humo por otro lado, nos
ayudara a mantener alejados los mosquitos, aunque pueden atraer (el calor) otros
visitantes no deseados.

Como consejo adicional, si nos encontramos en el desierto, aprovéchense todas los


accidentes naturales que puedan proveernos de sombra, podemos buscar una cueva,
con sumo cuidado de revisar su interior (animales, etc). Incluso podemos usar
construcciones abandonadas indígenas. El caso es disponer de algo de sombra, pues
seria mas fácil nuestra supervivencia. En selvas, bosques, etc, no tendremos ese
problema. Es importante tener en cuenta una buena aislación del suelo. Un Colchon de
hojas puede tener doble utilidad al aislar y mantener el calor, además de servirnos para
dormir mas blando, comodos y suave.

Tipos de refugios

Vehículo

Si nos encontramos en una situación de supervivencia real por haber sufrido un


accidente y nuestro vehículo aún está habitable, puede constituir un buen refugio. De
lo contrario prestemos atención al material que lleva dentro y que podría servirnos. Los
periódicos son un buen aislante; si disponemos de ellos utilicémoslos para cubrir las
ventanas y protegernos mejor del frío. Si necesitamos hacer fuego y no disponemos de
cerillas ni mechero podemos empapar con gasolina un trozo de tela, de papel, de
esponja de los asientos, etc. y hacer chispas sobre él cruzando los terminales de la
batería. Si quemamos o añadimos aceite de motor al fuego conseguiremos un humo
negro y denso excelente para hacer señales.

Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se
improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de
la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el
viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que
preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.

Refugios improvisados

Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que
llevamos en nuestro equipaje.

Refugio con una lámina de plástico

Si disponemos de una lámina de plástico suficientemente grande podemos improvisar


un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y colocando la lámina como una
tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego
sujetaremos con unas orquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con
cuerdas y piquetas improvisadas con unos palos de madera resistente. Si cavamos una
zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de tormenta.

Una Agua

Es probablemente el más clásico de los refugios de supervivencia. Utiliza un armazón


de madera, pero si utilizamos uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos
mucho trabajo y el refugio ganará en solidez. En climas fríos utilizaremos un fuego para
calentarnos y un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Por ello es
importante tener en cuenta la dirección del viento si no queremos terminar ahumados.
El techo lo cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas es fácil encontrar grandes
hojas con las que construir un techo impermeable ensamblándolas a modo de tejas.
También se pueden improvisar tejas con trozos de corteza. Si no, un techo de hierba
seca y paja, si es lo suficientemente grueso, también nos proporciona cierta
impermeabilidad.

Refugio con un árbol caído

Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio
acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.
Refugio con soporte de ramas en forma de A

Es otro refugio clásico y que ofrece mayor abrigo que el cobertizo. Se construye con un


armazón de palos que adoptan la forma de una tienda de campaña
canadiense tradicional o de una A. Se cubre con una capa de hojas grandes a modo de
tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las
tejas para evitar que el viento nos levante el techo.

Refugio de tronco

Es un tipo de refugio únicamente apropiado para pasar cortos periodos de tiempo


porque no suele ser muy cómodo, a no ser que el tronco posea un gran diámetro.
Consiste en un sencillo cobertizo que se realiza apoyando una serie de ramas sobre un
tronco caído y cubriéndolas con los materiales indicados anteriormente. El problema
de este refugio serán los insectos que viven asociados a este árbol caído.

Plataforma con tela mosquitera

Este refugio nos aísla del suelo y nos protege de insectos. Si se le añade un techo nos
protegerá además de la lluvia. El lecho lo cubriremos con hojas de palmera u otra
material.

El lecho

Es una parte fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y
caliente (excepto en el desierto, que será fresco). Esto lo lograremos escogiendo bien
el emplazamiento (huir de zonas con humedad), quitando los palos y piedras que
pueda haber en el suelo, y aislándonos bien de éste con hojarasca, helechos, ropa, etc.

En el desierto

En el desierto debemos protegernos del sol y del calor. Otros factores importantes son
las tormentas de arena y las, en ocasiones, frías temperaturas nocturnas. En estas
condiones debemos evitar la perdida de agua al máximo que podamos.
Se recomienda enterrarse en la arena para minimizar las pérdidas de agua y protegerse
del sol. También podemos cubrirnos con una tela de paracaídas si disponemos de ella.
Para construir un refugio o desplazarse escójanse las horas más frescas del día, al
amanecer o al atardecer. La temperatura suele ser varios grados más baja a unos
centímetros por debajo del suelo, por lo que excavaremos un hoyo que cubriremos
con una tela o el material del que dispongamos y que nos ofrezca sombra.

Cuando el frío se acerca a valores extremos, el refugio se convierte en el elemento del


que dependerá nuestra supervivencia, y su construcción pasa a ser la principal
prioridad.

En la nieve

No debemos olvidar que el viento agrava los efectos negativos del frío.El propósito
fundamental del refugio en zonas frías es retener nuestro calor y el producido por
otras fuentes de calor que podamos emplear. Para eso es necesario que no haya
corrientes de aire y que el refugio no sea grande en exceso. Un refugio pequeño es
más caliente y da menos trabajo que uno grande.

Cueva de nieve

Después del iglú, probablemente sea el mejor refugio para zonas frías. Se necesita una
pala u otro utensilio improvisado (un plato, un palo...) con el que cavar donde haya
nieve amontonada. Debe excavarse una cueva pequeña (cuanto más grande más dificil
será de calentar) con un lecho a unos 40 cm por encima del nivel del suelo y, si se
desea, también podemos añadir una plataforma para cocinar con un hornillo 30 cm
más alta. No debemos olvidarnos de practicar un agujero de ventilación en la parte de
arriba y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala
debe guardarse dentro por si es necesario utilizarla para salir por la mañana.
Encendiendo una simple vela en el interior de este refugio conseguiremos que la
temperatura aumente varios grados.

EL AGUA

En una situación de supervivencia, después de tratar a los heridos, la búsqueda de


agua suele ser la necesidad más apremiante.

Si carecemos de agua nuestras esperanzas de vida se cifran en torno a los dos días en
el desierto y a algo más de una semana en climas frescos.
La cantidad de agua que necesitamos depende de la temperatura y humedad
ambiental y de la actividad física que desempeñemos, pero nunca será menos de 2
litros diarios. En un desierto necesitaremos 10 ó 12 litros para llevar una actividad
normal.

Encontrar agua

En las zonas templadas no suele ser difícil encontrar cursos de agua. En las zonas secas
y desérticas la cosa puede complicarse más. Escarbar en los lechos secos de ríos o
arroyos da a veces buenos resultados. Los cúmulos de vegetación en un determinado
lugar son indicativos de existencia de agua. En los terrenos calcáreos podemos buscar
en el interior de las grutas. Los animales también necesitan beber; observar sus
desplazamientos a primera hora de la mañana o última de la tarde puede darnos pistas
de dónde se encuentra el agua. Determinadas plantas, que varían según la zona
geográfica, sólo crecen donde hay agua.

En caso de que no encontremos ninguna fuente de agua aún podemos aprovechar la


de la condensación que se produce incluso en los desiertos improvisando un
destilador.

Necesitaremos un plástico de 2 x 2 m. y un cubo u otro recipiente para recoger el


agua. Un tubo de plástico para beber sin desmontar el destilador es también muy útil.
Con este sistema se dice que podemos obtener entre 0,5 y 1 litro de agua al día.

Hay que cavar un hoyo en cuyo fondo colocaremos un recipiente que recibirá el agua


de la condensación que se produce en las paredes del plástico con que cubrimos este
hoyo. Una piedra en el centro del plástico conducirá las gotas hasta el cubo. El
destilador será más efectivo si introducimos plantas en el agujero para aprovechar su
humedad. Sin embargo cuando yo lo he hecho no he obtenido más de medio vaso,
por lo que su construcción requiere mayor esfuerzo que la recompenza.

Podemos aprovechar el rocio de la noche dejando ropa de algodón o que absorva


bastante agua al interperie, aprovechando algún plástico o lata que destile agua a un
recipiente (como un vaso, un tarro, una bota) , o simplemente arrastrando la ropa
temprano al amanecer para recoger el rocio de la noche anterior. Lo mismo ocurre si
hay neblina o vapor de agua en el ambiente.

Peligros
En muchas zonas del globo, especialmente en el tercer mundo existe un riesgo alto de
intoxicación al consumir agua, bien sea por contaminación bacteriana, bien por ingerir
parásitos con ella. También en el primer mundo existe cierto riesgo al consumir agua
de arroyos que discurren entre prados sometidos a abonos con purines, altamente
contaminantes.

El consumo de aguas contaminadas puede producir enfermedades como fiebre tifoidea,


cólera o disentería, además de otros trastornos provocados por parásitos que
podemos pillar no sólo al beber, también al bañarnos en aguas estancadas y
contaminadas.

No se debe beber agua salada, su concentración en sal es tan alta que colapsa los
riñones y provoca la muerte entre fuertes dolores. Tampoco se debe beber orina y no
debemos olvidar que las sabias de aspecto lechoso de muchas plantas son, con
frecuencia, venenosas.

Si hemos de beber agua, esta debe ser agua corriente, nunca estancada pues puede
tener heces de animales y con ello bacterias y otros organismos peligrosos. Lo mismo
si encontramos peces muertos u otros indicadores de que algo va mal con esa agua es
mejor no beberla bajo ninguna circunstancia.

Purificar el agua

Si existe riesgo de contaminación hay que purificar el agua con alguno de estos
métodos y esperar al menos una hora antes de consumirla.

Pastillas potabilizadoras: Es el método más práctico y efectivo 100%. Consiste en


añadir al agua pastillas purificadoras. Estas liberan iones de plata que acaban con los
gérmenes, previenen de nuevas infecciones y no producen daño alguno aunque se
rebase la dosis. Se venden en cajas con un número variable de pastillas según sea cada
pastilla para purificar 1, 5 ó 20 litros de agua. Podéis encontrarlas con facilidad en
tiendas de montaña, también en Internet.

Yodo: Para desinfectar el agua con tintura de yodo usaremos unas 10 gotas por litro.
La coloración tarda un rato en desaparecer.

Lejía: La lejía deja un sabor poco agradable en el agua. Usaremos de 4 a 6 gotas por
litro.
Ebullición: Hervir el agua no termina con todos los gérmenes (el de la hepatitis, por
ejemplo, resiste la ebullición), pero acaba con la mayor parte de ellos y con todos los
parásitos. Hay que hervirla durante unos 10 minutos. En este caso se puede beber en
cuanto enfría.

Una forma para purificar cualquier líquido y dejar solo el agua que este contiene, (La
orina por ejemplo o el agua de mar), es hacer hervir el líquido y destilar el vapor en
otro recipiente en donde obtendremos agua pura sin perligro de bacterias,
concentración de sales o minerales peligrosos para la salud. Hay que tener paciencia y
el cuidado que el vapor no escape a otro lugar para no perder el preciado líquido a
utilizar.

Filtrado del agua

En ocasiones, la única agua que podremos conseguir será la que se encuentre


estancada en charcos, sucia por el barro. Antes de beberla, y si olvidarse del aspecto de
la purificación, debemos clarificarla para eliminar las partículas en suspensión.

La manera más sencilla es dejarla reposar varias horas en un recipiente, y después, con
un tubo de plástico o el tallo hueco y flexible de una planta (por ejemplo un nenúfar)
traspasarla a otro recipiente situado en una posición más baja.

También se puede filtrar usando varias capas de tejidos o con arena limpia,


ayudándonos de un filtro improvisado con un pedazo de caña de bambú, cuyo
extremo, agujereado, taponaremos con unas briznas de hierba.

Una de las formas más simples y obvias (aunque quizás por eso, algún superviviente
pueda pasarla por alto) de recolectar agua, es hacerlo tomándola directamente de la
que (ya sea por el rocio, la lluvia o una convinación de ambas) queda sobre las plantas
y la vegetación que no la logra absorver.

Esto hay que hacerlo lo más temprano posible, para adelantarnos a la obvia
evaporación que acompaña al sol. Ciertas hojas, además, son las que hacen la tarea
más fácil, porque se transforman en verdaderos recipientes. En la selva se puede llegar
al extremo de encontrar agua acumulada en grandes cantidades sobre hojas de gran
tamaño, haciendo todavía más fácil lo que en el bosque llevará su tiempo.

Por supuesto, si no tenemos un recipiente, hará que beber las gotas directamente, esto
es supervivencia, peor es nada...¿no?
EL FUEGO
En una situación de supervivencia en zonas frías, nuestra vida puede depender de
nuestra capacidad para encender y mantener un fuego. Sin llegar a esos extremos,
podremos necesitar fuego para secarnos, calentarnos, hacer señales a los equipos de
rescate y cocinar eliminando los posibles gérmenes y parásitos de nuestros alimentos.

Siempre debemos llevar en nuestra mochila o equipaje, especialmente si vamos a


atravesar zonas inhóspitas, un mechero y/o cerillas en un recipiente impermeable (una
caja de carrete fotográfico, por ejemplo. Lleva también los rascadores) o
impermeabilizadas (con esmalte de uñas o parafina). Si así lo hacemos, nuestras
posibilidades de supervivencia aumentarán y no tendremos que preocuparnos de
hacer fuego con medios improvisados. Como noción previa, deciros que el fuego se
puede convertir en nuestro enemigo, si perdemos el control sobre el mismo. Por ello
es conveniente en todo momento tener a mano algún medio para sofocar
repentinamente un posible conato de incendio. Es muy útil un recipiente grande lleno
de tierra o de arena o incluso de agua.

Preparar, encender y mantener un fuego

Antes de nada debemos decidir donde lo ubicaremos, prestando atención a viento y a


la vegetación, y preparar el lugar eliminando ramas, hierbas, etc. Es buena idea excavar
un hoyo de unos 10 ó 15 cm y rodearlo con piedras para alojar en él la hoguera.
Cuando deshagamos el campamento, taparemos las cenizas con la tierra que sacamos,
devolveremos las piedras a donde las hayamos cogido y dejaremos todo de manera
que nadie pueda notar que hemos estado allí. (Esta norma es bueno seguirla tanto si
hacemos fuego como si no).

Hay que buscar el material combustible: ramas secas de diferentes grosores, la más
menuda para encenderlo y la más gruesa para mantenerlo. No será difícil de encontrar
en zonas boscosas y con tiempo seco. Las crecidas acumulan ramas en las orillas de los
ríos y en ocasiones las convierten en un auténtico filón. Las ramas más bajas de los
árboles están, con frecuencia, secas y se rompen con facilidad. En caso de tiempo
húmedo debemos buscar en los huecos de los troncos secos, que proporcionan
madera podrida que arde bien, en zonas resguardadas al lado de rocas, caminos,
grutas. Si no ha llovido demasiado, quizá logremos madera seca simplemente
descortezando las ramas húmedas. Si no, tendremos que coger las ramas gruesas y
cortarlas en pedazos longitudinales para aprovechas las astillas secas que obtengamos.
Pondremos la madera húmeda a secar cerca del fuego.

Para prender el fuego usaremos al principio leña más fina que dispondremos con


ayuda de una roca o un tronco para que el aire circule bien y se inflame rápido. Por
encima de la leña fina la iremos añadiendo más gruesa. Si no disponemos de suficiente
leña fina podemos hacer astillas la más gruesa con ayuda de nuestro cuchillo. También
podemos rodear la hoguera con un pequeño muro de piedra, que servirá para
concentrar el calor (reflector), para servir de soporte a los utensilios de cocina, para
proteger del viento las llamas y mejorar la seguridad del fuego. Podemos construir el
parapeto con troncos en vez de con piedra, pero deberemos separarlo unos 80 cm
para evitar que pueda arder.

El tipo de madera influye en su uso, así tenemos para calentarnos: fresno, abeto,
manzano, avellano. Combustionan rápidamente con muchas chispas, pero dan calor
rápido e intenso. Se consumen rápidamente y dejan ceniza en vez de rescoldo. No son
aconsejables para cocinar. Para esto ultimo tenemos el haya, roble, nogal, etc. Son
maderas duras (al contrario que las anteriores) y arden lentamente dejando rescoldos.
Estas son ideales para elaborar alimentos. Hay otras que no son recomendables para
realizar fuegos, como el pino, el endrino, el bambú, castaño, álamo, etc. No arden bien
y producen demasiado humo.

En la base habremos puesto la "yesca", que es el material inflamable que


encenderemos. Consistirá en hojarasca, hierba seca, ramitas resinosas de pinos, sus
hojas o agujas, su resina. La madera podrida es una buena yesca en tiempo húmedo,
pues suele ser fácil arrancar las partes externas de los troncos para alcanzar las zonas
interiores secas. Algunos frutos secos, como las nueces, poseen un aceite que les hace
inflamables y arden lentamente. Especialmente útil es la corteza de abedul cortada en
tiras, pues se inflama rápido, y arde despacio y con buena llama. Se puede, incluso,
hacer una antorcha improvisada enrollando una tira de corteza a una vara.

En los lugares donde no hay leña el hombre recurre a otro tipo de combustibles. En los
desiertos se queman los excrementos de los camellos; y en las zonas polares, la grasa
de las focas y otros animales. En las playas las algas secas también constituyen un
combustible excelente.

Iniciar el Fuego

Saber encender fuego sin los elementos habituales (cerillas, mecheros, etc) , es una
habilidad que deberíamos practicar por nuestra propia supervivencia. Métodos y útiles
existen muchos, pero les recomendaré solo aquellos que he probado con éxito. En
estos casos se hace especialmente importante tener preparada suficiente yesca (hierba
seca, hojarasca, etc. bien compactada para que la brasa se propague con facilidad) y
leña fina y seca para no desperdiciar una llama que puede habernos costado mucho
esfuerzo conseguir. Suele ser efectivo soplar suavemente cuando aparece el primer
puntito rojo para avivar la llama. Los métodos son los siguientes:

Las lentes: Una lupa o las lentes de una cámara fotográfica, los prismáticos o
determinadas gafas son un medio muy efectivo para encender un fuego, pero no nos
servirá si no hay sol. Prepara primero una buena yesca que prenda con facilidad y
apunta hacia ellas el puntito de luz.

Pedernal y Acero: Es un buen sistema que funciona en cualquier circunstancia. Si no


disponemos de pedernal podemos probar con una piedra dura. (hay que probar hasta
que encontremos una que desprenda buenas chispas, y entonces guardarla para otras
ocasiones). Sostendremos el pedernal cerca de la yesca y lo golpearemos con un trozo
de acero, como puede ser la hoja de un cuchillo, tratando de dirigir las chispas a la
yesca.

Arco de rodamiento indio: Es un conocido sistema de fricción de aire muy aventurero,


pero si no sabemos escoger la madera que vamos a usar lo más probable es que no
logremos encender el fuego. Consiste en girar rápidamente una vara con ayuda de un
arco sobre otro trozo de madera. Construiremos el arco con una rama flexible y un
cordón (de los zapatos, mochila, anorak, etc).
Si queremos que el método funcione debemos frotar madera blanda contra madera
dura. En cualquier sistema de fricción de madera, si obtenemos un polvillo negro,
como de carbón, habremos acertado con la madera adecuada, en cambio, si
obtenemos un polvo basto y arenoso, desechémosla y busquemos otra.

Cuando empiece a salir humo se añade la yesca bien compactada para que la brasa se
propague con facilidad y se sopla con suavidad mientras se continua frotando para
lograr una llama.

Otros métodos: Podemos emplear una batería para hacer chispas uniendo los cables
de ambos polos. También, en teoría, es posible fabricar una lente con un pedazo de
hielo que labraremos con el cuchillo y terminaremos dando forma con las
concavidades de las manos. Aunque si el frío es intenso el riesgo de congelación de
nuestras manos puede ser demasiado alto. También es posible usar un objeto cóncavo
(el culo de una botella, por ejemplo) para hacer la lente, vertiendo agua sobre él y
dejando que se congele. Si hacemos dos, podemos pegarlos con un poco de agua que,
si el frío es intenso, se congelará enseguida.

En ocasiones, echar unas gotas de gasolina o alcohol sobre la yesca puede facilitar la
inflamación, pero no la empapes completamente. Si usas gasolina u otro combustible
en un recipiente para calentarte, ten en cuenta que existe un riesgo potencial de
accidente. Nunca añadas más combustible hasta que la llama se haya apagado y el
recipiente se enfríe.

Fuegos para cocinar: Para cocinar es mejor una hoguera pequeña, que consume
menos leña y es fácil de mantener. Siempre es más práctico cocinar sobre las brasas
que sobre la llama. Podemos construir un hogar que nos servirá para poner la cazuela
haciendo un pequeño fuego entre dos troncos, dos piedras, etc. Si nuestra cazuela
tiene un asa como la de los cubos podemos sujetarla sobre el fuego con una "grúa"
improvisada con una rama inclinada sujeta entre unas piedras y otra rama que
funcionara como "percha".
Otro truco importante es el cocinar sobre piedras calientes. Para ello, las calentaremos
sobre la hoguera y aprovecharemos el calor por ellas retenido para cocinar. Sustituye a
una plancha, y por ello podremos asar por contacto directo.

OBTENER ALIMENTO

Los alimentos son una importante preocupación de un superviviente, aún cuando el


agua es de mayor importancia, son indispensables para mantener las energías, el calor
corporal, y la moral elevada.

En condiciones de emergencia no piense en dietas equilibradas; sin embargo si ello


fuera posible recuerde que hay tres grupos de alimentos vitales y que debe ingerir de
los tres: carnes, granos y grasas.

La falta de alimentos limita las fuerzas y la sensación de hambre baja la moral, aún
cuando agudiza el ingenio. Si dispone de poco alimento, es preferible que lo consuma
de a poco en varias veces al día, pues así sentirá menos hambre. Además así se
asegura que, de serle dañino alguno de ellos, disminuya las consecuencias fatales de
ello.

Debe terner en cuenta que el organismo puede pasar varios días sin alimentos, pero
no abuse de ello. Usted debe alimentarse, aún cuando lo que tenga a disposición le
parezca poco delicioso o desagradable.

¿Qué se puede comer?


Bueno, casi todo animal que se arrastra, camina, vuela o se desplazaza bajo agua,
excepto los conocidamente tóxicos y que por lo general destacan por sus
vivos colores o formas infladas o con espinas. El resto de los peces son comestibles,
aún cuando su sabor no sea enteramente placentero.

Los animales marinos son casi todos comestibles, los moluscos pegados a rocas o
enterrados, los peces, crustaceos y otros. Se pueden consumir crudos, asados o
hervidos.

En tierra, las lombrices, larvas de insectos, insectos, babosas, caracoles, arañas, se


pueden comer enteros, especialmente asados sobre una lata o sobre el fuego.

Culebras, sapos, ranas, lagartijas, se pueden pueden consumir pero teniendo la


precaución de sacarles la piel, pues tienen glándulas tóxicas. No comer cabeza y
vísceras de ellos.

Los ratones silvestres son recomendables pues no ofrecen peligro, con excepción del
ratón de cola larga y los de los poblados. Los demás pueden ser un buen alimento si
se les retira la piel y los testículos a los machos haciendo un corte en "V".

La aves son todas comestibles, aún cuando algunas no tienen buen sabor como las
carroñeras o las marinas que tienen un fuerte olor y sabor a pescado.

Lo único que no es recomendable comer es el hígado de animales grandes pues es


tóxico, pero se puede consumir en porciones muy pequeñas.

Respecto a las plantas tenga en cuenta lo siguiente:

 No consuma hongos ni callampas a menos de estar completamente seguro de


conocerlas.
 No comer plantas que al cortarlas secreten un líquido lechoso.
 Prefiera las partes tiernas de plantas, estas en general se pueden tomar como té
y dan una sensación de alivio y refresco.
 Los vegetales hervidos presentan menos riesgos que los crudos.
 Los frutos y las raíces son las partes más nutritivas, en especial en las plantas
con raices gruesas y pulposas.
 De no estar seguro de ser comestible, puede probarla con la punta de la lengua
y esperar algunos minutos. Luego consuma una muy pequeña porción y espere
algunas horas.
 Evite las que tienen hojas en ramilletes de a tres y las que tengan ballas blancas.
En general es menos seguro consumir plantas que animales, pero tome siempre las
precauciones necesarias para evitar malos ratos o problemas graves de intoxicación.

Obtener el alimento
Bien, hemos visto lo que se puede o no comer en general. Ahora veamos como
obtener estos alimentos.

Las plantas y algunos animales se recolectan simplemente observando, dando vuelta


algunos troncos o rocas, escarbando en la arena o simplemente extrayéndolos del
lugar en donde se encuentran. En lagos, ríos y esteros se pueden recolectar moluscos,
crustáceos o peces pequeños. Incluso con solo voltear piedras encontraremos
numerosas larvas de insectos. Estos pueden servir para ser comidos por nosotros o
como carnada para peces de mayor tamaño. Para ello debemos de hacernos de
anzuelos ya sea de madera o en un mejor caso de alambre o algún metal.

Animales de mayor tamaño se pueden obtener por medio de trampas o por el no


fácil arte de cazarlos con lanzas pues además de la técnica que se requiere para ello,
nuestra presa puede escapar con la herida causada y morir a muchos kilómetros, en un
lugar en donde jamás la encontraremos.

Las trampas brindan la posibilidad de dejarlas durante la noche pero es importante


dejar siempre más de una para asegurarnos de capturar algo.

COMO ORIENTARSE

Hoy existe una herramienta muy util llamada GPS. Si tienes uno, aprende bien como
usarlo y familiarizate con todas sus bondades. Es una herramienta increíble. Sin
embargo es poco probable tener uno en una situación de supervivencia. En el caso de
tener una brújula, debemos saber que la mayoría de ellas apunta con la aguja obscura
al norte magnético. Si bien el tener una brujula puede ser muy util, tambien puede ser
que no nos sirva de nada si no sabemos usarla.

El uso de la brujula

Lo primero y fundamental es saber que su mecanismo consiste en una aguja


que gira sobre el eje. El Campo magnético de la tierra ejerce una influencia y logra
orientarla en una dirección norte-sur, muy aproximada a la orientación geográfica.
Para que funcione, debemos buscar una inclinación tal con la brujula que
quede libre el sistema de rotación de la misma (es decir la aguja). Asi la aguja apuntara
al norte magnetico. Una vez hecho aquello, nosotros rotaremos la brujula y
alinearemos la aguja que apunta al norte (la oscura) con la letra N (que es el norte) o el
grado cero (0º) en algunas. Ahora tenemos los puntos cardinales correctos y sabemos
donde esta cada uno de ellos. En algunas brujulas el Oeste aparece con una W de
"west" (oeste en ingles)

1. Si tenemos un mapa. Estos por lo general tienen una flecha con la letra "N" que
señala el norte. Entonces debemos colocar la brujula sobre el mapa con la N
apuntando hacia la misma dirección de la N del mapa. Entonces giramos todo
para que ahora la aguja apunte al Norte de la brujula y del mapa, y entonces
tenemos la dirección y orientación correcta de cómo esta el mapa. Ahora
escojemos un punto de referencia y nos dirigimos a él. Esto lo repetimos
cuantas veces sea necesario hasta llegar al lugar escogido.
2. Si no tenemos un mapa. El procedimiento es similar al anterior, alineando la
aguja con el Norte de la brujula. Entonces tomas un punto de referencia (por
ejemplo una montaña al oeste), lo miras bien y te diriges a él. No camines
mirando la brujula porque te llevará a error, sino que camina mirando tu
objetivo. Una vez llegues alli, repite el proceso con un nuevo objetivo que siga
la dirección que deseas.

Si tienes una aguja o un trozo de alambre puedes contruir una brujula momentanea en
donde estes y que funcionará bajo el mismo principio anterior. Necesitas un recipiente
con agua, algo que flote y muy lijero (una hoja de arbol por ejemplo) y tu
alambre. Frota un extremo del alambre contra el cabello en tu cabeza, de manera de
imantarlo. Pon el objeto liviano a flotar sobre el agua de manera que se mueva
libremente y sobre él tu alambre imantado. Observa como gira y busca el norte
magnetico. Ahí lo tienes... ya sabes donde esta cada punto cardinal con bastante
exactitud.

Importante: los campos electromagneticos crean lecturas erroneas, por lo que utiliza la
brujula lejos de objetos metálicos como hebillas, llaveros, llaves, letreros, etc.

Existen varios métodos que nos permiten encontrar el norte con mayor o menor
precisión cuando carecemos de brújula. Los más eficaces son, probablemente,
el reloj cuando es de día y las estrellas de noche y con el cielo despejado.

Método del reloj


Podemos valernos de un reloj de agujas y de la posición del sol para encontrar el norte
con facilidad. Para ello debemos conocer la hora solar, que en España y los países de
su franja horaria es dos horas menos en horario oficial de verano y una hora menos en
invierno.

En las zonas templadas del hemisferio norte, si alineamos la aguja horaria (la pequeña)
con el sol, en la bisectriz que forma esta con la cifra "12" del reloj se encuentra siempre
el sur.

En las zonas templadas del hemisferio sur es la cifra 12 la que debe apuntar hacia el
sol, y en la bisectriz que forma con la aguja horaria, se encuentra el norte.

Por las estrellas

Por la noche, si está despejado, guiarse por las estrellas es eficaz y sencillo.

En el hemisferio norte del planeta, la estrella polar indica siempre el norte. Este estrella
es la última de la cola de la osa menor y, a pesar de que en casi todas las ilustraciones
se muestra como una estrella muy brillante, su luz es tan pálida que con frecuencia no
es fácil de ver. No obstante, es sencillo guiarse por la Osa Mayor para localizar el punto
donde se encuentra la estrella polar. Para ello sólo tenemos que prolongar cuatro
veces la distancia que separa las dos estrellas frontales de la Osa Mayor.

En el hemisferio sur debemos buscar la "Cruz del Sur", una constelación con forma de
rombo o cometa. Si prolongamos la longitud de la cometa cuatro veces y media, el
punto imaginario que localicemos indicará siempre el sur.

Por el sol

La salida y la puesta del sol también son una referencia. A todos nos han enseñado
que el sol sale por el este y se pone por el oeste. Sin embargo sólo lo hace por el
punto exacto en los equinoccios, o sea, alrededor del 21 de marzo y del 23 de
septiembre y si nos encontramos en terreno llano. El resto del año y rodeados de
cadenas montañosas, la referencia es sólo aproximada.

Por la luna

La luna puede proporcionarnos también una aproximación de los puntos cardinales.


Cuando está en creciente, las puntas señalan siempre hacia el este y cuando está en
menguante, hacia el oeste. Si tienes dudas para saber cuando está de una u otra
forma, piensa que la luna "miente". Cuando tiene forma de "C" de "creciente", en
realidad está menguando.

Con la sombra de un palo

Si clavamos un palo en el suelo, marcamos el extremo de la sombra, dejamos pasar


quince minutos y volvemos a marcar el nuevo extremo de la sombra, al unir estos dos
puntos, la línea que obtenemos nos indicará el este y el oeste (el primer punto el oeste
y el segundo el este). Al trazar una perpendicular tendremos el norte y el sur. Este
sistema sólo nos permite tener una referencia aproximada. Cuanto más tiempo
dejemos pasar entre la primera y la segunda marca y más próximos nos encontremos
la mediodía, más aumentará su precisión.

Existe otro método más preciso, pero limitado al mediodía.

Clavamos en un terreno llano un palo que proyecte una sombra de unos 30 ó 40 cm. y
marcamos el extremo de la sombra. A continuación, con un cordón de un zapato, una
rama u otro método improvisado, trazaremos una semicircunferencia usando
como radio la longitud de la sombra. Ahora debemos esperar el movimiento del sol. La
sombra se irá hciendo más pequeña a medida que nos acercamos a las 12:00 h.
Momento en que alcanzará su menor tamaño para después volver a crecer. En el
punto en el que la sombra vuelva a alcanzar la semicircunferencia pondremos una
marca. Al unir las dos marcas trazaremos una línea oeste (primera marca) - este
(segunda marca). En la perpendicular se encontraran el norte y el sur.

Signos naturales
Existen indicios en la naturaleza que pueden darnos pistas sobre la dirección que
llevamos. No son muy precisos, pero en circunstancias excepcionales pueden impedir
que perdamos el tiempo dando vueltas en círculo.

En el hemisferio norte los musgos crecen en las zonas más más sombrías y húmedas
de los troncos, que suele corresponder a la cara norte. Si bien esto puede variar
localmente a causa de un microclima particular.

También en las montañas reciben menos sol las laderas orientadas al norte, por lo que
suelen ser más húmedas, de tonalidades más frías y retienen la nieve por más tiempo.
Los anillos de crecimiento de los árboles suelen estar más desarrollados del lado que
reciben más sol, aunque pueden darse factores que alteren este desarrollo.

Los ríos. Conociendo hacia donde discurren las aguas podemos orientarnos. Por
ejemplo, en la Cordillera Cantábrica, los ríos corren al Norte y en León al Sur, en la
Cordillera de los Andes, en los paises del Pacífico los ríos bajan de Este a Oeste.

Hacer Señales:

Una de las principales preocupaciones de un sobreviviente es dejar señales para llamar


la atención de las patrullas de rescate o de personas que casualmente se encuentren
cerca y tienen posibilidad de prestarle ayuda.

En una situación de supervivencia podemos dejar señales que revelen que hemos
pasado por allí. Por ejemplo, con piedras formemos una flecha dibujada en el suelo,
que indique la dirección que hemos tomado, en los cruces, dividamos una rama de un
árbol, que señale hacia el camino tomado, y en la división introduzcamos un trozo de
madera o piedra.

Tambien al acampar podremos necesitar fuego para hacer señales a los equipos de
rescate para ser vistos de noche, o durante el día producir una nube de
humo blanco que se verá desde cualquier punto. Esto se logra colocando ramas verdes
por sobre el fuego, a una distancia prudente para no apagarlo pero para que encienda
y produzca humo.

En el desierto, usando las piedras establezcamos el rumbo que mas o menos hemos
tomado, para ello busquemos superficies pedregosas y no de arena, pues esta puede
tapar las piedras en muy poco tiempo, enterrándolas para siempre.

Una señal que se ve desde muy lejos en un día soleado es con un espejo; esto puede
ser altamente efectivo en lugares algo descubiertos, para ser visto por un helicoptero u
otro equipo de rescate.

El dejar señales en nuestro camino es algo muy importante tanto para guiar a los
equipos de rescate, como para volver sobre nuestros pasos si fuese necesario. Además
nos ayuda a no dar vueltas en círculos en un mismo lugar lo cual es importante pues
podríamos perder horas en esto creyendo que vamos a alguna parte.
Otras consideraciones importantes

Puede que todo vaya bien en nuestros métodos de sobrevivencia, pero hay algunas
consideraciones igualmente importantes que podriamos tener en cuenta:

- A veces tenemos mas cuidado con los animales que nos rodean y que creemos
potencialmente peligrosos, y descuidamos el lugar mismo donde estamos. Por
ejemplo, si estamos en una selva debemos cuidarnos de las caidas de ramas y árboles.
Eso puede ser igual o mas peligroso que toparnos con algún animal. Si bajamos una
montaña, cuidarnos de los deslizamientos. Siempres es bueno bajar lo más que
podamos, pues la temperatura disminuye con la altitud por lo que mientras mas
bajemos, menos fría será la noche que pasemos.

- Si cruzamos un cuerpo de agua y nos queda mucha ruta por andar, es bueno tener la
precaución de sacar las zapatillas y/o secarnos bien los pies antes de continuar. Con
los pies mojados es comun que salgan llagas que duelen mucho y dificultan el
caminar.

- Estar bien atento donde pisamos. Es importante escoger bien donde poner el
próximo paso evitando las piedras más grandes, las raíces asomadas y grietas que
puedan producir torceduras. Además de ello, se debe estar atento a las ramas bajas
que puedan herir nuestras piernas o aún peor, nuestra cabeza. También es de gran
ayuda para ahorrar esfuerzo no pisar lugares donde hay barro y donde el pie pueda
resbalar. Finalmente dar pasos cortos al subir es lo mejor, pues se ahorra energía y no
se exige demaciado a los músculos de las piernas. Respirar a un ritmo adecuado para
tu propia capacidad es algo que nunca se debe olvidar.

- En climas de nieve o desierto, protejer los ojos con lentes oscuros o en su defecto
construir unos con tela o algo similar nos ayudará a no tener ceguera y problemas a
los ojos. Despues de todos, ellos son fundamentales en nuestra supervivencia, así que
hay que cuidarlos. Para ello Corte dos aberturas en un pedazo de cartón,
madera delgada, corteza de árbol, u otro material disponible. Ponga hollín bajo sus
ojos para ayudar a reducir el brillo y la luz intensa.

- Heridas. El hacernos una pequeña herida puede ser un gran problema en climas
tropicales pues puede infectarse, ser la entrada de microorganismos patógenos, etc.

- Perder liquido. El calor puede hacernos sacar gran parte de la ropa. Sin embargo,
mantener una polera manga larga es una buena opcion para evitar el exceso de
transpiración y mantener la piel mojada. Igual es importante mantener la cabeza a
buena temperatura, por lo que el uso de un aislante es muy recomendable (ejemplo un
turbante en el desierto). No se aconseja fumar, beber alcohol, y es mejor comer en
porciones pequeñas. Eso evita la perdida de líquido del cuerpo.

- Si necesitamos mantener el calor corporal por exceso de frio, se puede usar barba de
viejo, yesca, hojas de pino o de otros arboles como aislantes, introduciendola dentro
de nuestra ropa. (debe estar seca... si esta mojada solo hara que perdamos más calor).

- Si llegamos a caer a un rapido, la forma de salir de el es nadando en espiral, girando


hacia la orilla... y tener un poco de suerte.

- Si caemos en un terreno blando (arenas movedizas, ser rompe el hielo donde


pisamos, etc) la manera de salir es primero calmarse y evitar el shock que causa la
situación.. luego salir por el mismo lado que caimos (esto es por donde veniamos)
pues sabemos de seguro que ese lugar es firme.. avanzar puede ser la peor desición..
se debe siempre salir por donde llegamos.

Emplazamiento

Evidentemente, buscaremos en lo posible un lugar seco y al abrigo del viento, lejos de


aguas estancadas o pantanos para evitar que nos devoren los mosquitos, aunque una
fuente cercana o un pequeño curso de agua sería ideal.

Es aconsejable, para minimizar los riesgos, huir de las orillas de los ríos, pues puede
sorprendernos una crecida, incluso en tiempo soleado, por la rotura de una presa
formada de manera natural a causa de la acumulación de ramas, como sucedió no
hace mucho en un camping español, que quedó arrasado en cuestión de pocos
minutos. La gente murió dentro de sus vehículos y caravanas, que fueron arrastrados
por la fuerza de la corriente. Lo mismo se puede decir de los cauces secos de los ríos,
que con una tormenta pueden convertirse en torrentes antes de que nos
demos cuenta.

También se desaconseja acampar bajo los árboles por el riesgo de que nos caiga una
rama encima. Reconozco que yo me salto esta norma con frecuencia, pues los árboles
protegen del rocío. Si decides hacer como yo, fíjate bien que no tenga ramas secas que
supongan un riesgo pata ti. Evita también los lugares con peligro de desprendimiento
de rocas o riesgo de aludes de nieve.
Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez
terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero
como vecinos.

Tipos de refugios

Vehículo
Si nos encontramos en una situación de supervivencia real por haber sufrido
un accidente y nuestro vehículo aún está habitable, puede constituir un buen refugio.
De lo contrario prestemos atención al material que lleva dentro y que podría servirnos.
Los periódicos son un buen aislante; si disponemos de ellos utilicémoslos para cubrir
las ventanas y protegernos mejor del frío. Si necesitamos hacer fuego y no disponemos
de cerillas ni mechero podemos empapar con gasolina un trozo de tela, de papel, de
esponja de los asientos, etc. y hacer chispas sobre él cruzando los terminales de la
batería. Si quemamos o añadimos aceite de motor al fuego conseguiremos un humo
negro y denso excelente para hacer señales.

Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se
improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de
la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el
viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que
preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.

Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que
llevamos en nuestro equipaje.

Refugio con una lámina de plástico

Si disponemos de una lámina de plástico suficientemente grande podemos improvisar


un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y colocando la lámina como una
tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego
sujetaremos con unas orquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con
cuerdas y piquetas improvisadas con unos palos de madera resistente. Si cavamos una
zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de tormenta.
Refugio con un bote salvavidas

Un bote salvavidas vuelto del revés y elevado por un lateral con ayuda de unos palos
constituye un refugio excelente.

Cobertizo

Es probablemente el más clásico de los refugios de supervivencia. Utiliza un armazón


de madera, pero si utilizamos uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos
mucho trabajo y el refugio ganará en solidez. En climas fríos utilizaremos un fuego
para calentarnos y un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Por
ello es importante tener en cuenta la dirección del viento si no queremos terminar
ahumados. El techo lo cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas es fácil
encontrar grandes hojas con las que construir un techo impermeable ensamblándolas
a modo de tejas. También se pueden improvisar tejas con trozos de corteza. Si no, un
techo de hierba seca y paja, si es lo suficientemente grueso, también nos proporciona
cierta impermeabilidad.
Refugio con un árbol caído

Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio
acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.

Refugio con soporte de ramas en forma de A

Es otro refugio clásico y que ofrece mayor abrigo que el cobertizo. Se construye con


un armazón de palos que adoptan la forma de una tienda de campaña
canadiense tradicional o de una A. Se cubre con una capa de hojas grandes a modo de
tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las
tejas para evitar que el viento nos levante el techo.

Refugio de tronco

Es un tipo de refugio únicamente apropiado para pasar cortos periodos de tiempo


porque no suele ser muy cómodo, a no ser que el tronco posea un gran diámetro.
Consiste en un sencillo cobertizo que se realiza apoyando una serie de ramas sobre un
tronco caído y cubriéndolas con los materiales indicados anteriormente.
DEFINICION DE PRIMEROS AUXILIOS

PRIMERAS ATENSIONES INMEDIATAS Y TEMPORALES QUE SE LE BRINDAN A


UNA VICTIMA DE ACCIDENTE O ENFERMEDAD REPENTINA PREVIO A SU
ATENCIÒN MEDICA

OBJETIVOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS DIFERENCIA ENTRE LA VIDA Y LA


MUERTE DIFERENCIA ENTRE UNA INCAPACIDAD TEMPORAL Y UNA
INCAPACIDAD PERMANENTE DIFERENCIA ENTRE UNA LARGA Y CORTA
RECUPERACION

PRINCIPIOS Y REGLAS GENERALES DE LOS PRIMEROS AUXILIO

EVALUACION DE LA ESCENA
DETERMINAR LA SEGURIDAD DE LA MISMA
¿LA ESCENA ES SEGURA?
DETERMINAR EL MECANISMO DE LESIÒN
¿QUÈ FUE LO QUE PASO?
DETERMINAR LAS POSIBLES LESIONES
¿CÓMO SE SIENTE QUE LE DUELE?

PRINCIPIOS Y REGLAS GENERALES DE LOS PRIMEROS AUXILIOS

TOMAR EL MANDO DANDO ORDENES CLARAS Y PRECISAS


NO MOVER AL LESIONADO REVISARLO DE CABEZA A PIES.

PRIORIDADES DE ATENCION

LA ATENSION DEL PARO RESPIRATORIO Y CARDIORESPIRATORIO Y EL


ATRAGANTAMIENTO ES LO MÁS IMPORTANTE LA ESTRELLA DE LA VIDA
SIMBOLISA A TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE TIENEN CONOCIMIENTO
DE PRIMEROS AUXILIOS Y LA ATENCIÒN DE LAS EMERGENCIAS SE
DESARROLLA DE LA SIGUIENTE FORMA:

1. REANIMACIÒN CARDIOPULMONAR
2. HEMORRAGIAS
3. ESTADO DE SHOCK
4. HERIDAS, QUEMADURAS
5. FRACTURAS
6. TRANSPORTE ADECUADO

ATENSION DEL PACIENTE

 EVALUACIÒN PRIMARIA

LA EVALUACIÒN DEL ESTADO DE CONCIENCIA (ESTA CONCIENTE O


INCONCIENTE)

HAY PRESENCIA DE SIGNOS DE CIRCULACIÒN

TOSE, RESPIRA, O SE MUEVE

EXPLORAR LOS SITIOS DONDE SOSPECHE LESIÒN.

 EVALUACION SECUNDARIA

DETERMINAR FRECUENCIA DEL PULSO

DETERMINAR FRECUENCIA RESPIRATORIA

DETERMINAR PRESION ARTERIAL

TEMPERATURA Y REVISION COMPLETA

 ACTIVACIÒN DEL SISTEMA DE EMERGENCIA


MARCAR EL NUMERO DE EMERGENCIA EN EL PAIS

INFORMAR QUE SUCEDE

LUGAR DEL ACCIDENTE

NUMERO DE VICTIMAS

PEDIR INDICACIONES DE ATENCION

NOMBRE Y NUMERO TELEFONICO

Los signos vitales

Se denominan signos vitales aquellos factores que nos dan muestras de vida en un ser
humano, estos son: pulso, respiración, temperatura, tension arterial, reflejo pupilar.

Pulso: Contracción y expansión que produce la sangre al pasar por las arterias
indicando así la frecuencia cardiaca; niños 140 pul./min. adultos 70-80 pul./min.
ancianos 60-70 pul./min.

Temperatura: Es el mayor o menor grado de calor en un ser vivo, su escala normal es


de: niños 36,5 °C y adultos 37,5 °C.

Respiración: Es el acto de inhalar y expulsar aire por medio del sistema respiratorio;
niños 20-30 resp./min adultos 16-20 resp./min. ancianos 14-16 resp./min.

Tensión arterial: Es la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias, se
debe tener en cuenta el diámetro de las arterias, el volumen sanguíneo y la resistencia
vascular periférica.

Reflejo pupilar: Por medio del reflejo de luz se dilata o contrae la pupila.

Tipos de emergencia por tipo de lesión


Hemorragia: Es la salida de sangre en escasa o abundante cantidad por la ruptura de
un vaso sanguíneo según el cual puede ser hemorragia capilar o superficial.

Hemorragia Arterial: La sangre es de color rojo brillante vivo, su salida es intermitente


coincidiendo con cada pulsación.

Hemorragia Venosa: La sangre es de color rojo oscuro y su salida es continua.

Hemorragia Interna: Cuando la sangre no fluye hacia el exterior, se localiza debajo de


la piel.

Hemorragia Externa: Cuando la sangre fluye al exterior de la piel.

Fractura: Es la ruptura total o parcial de un hueso generalmente causada por un golpe


fuerte, o por contracción violenta de un músculo.

Fractura Cerrada Es aquella en que la piel y tejidos que cubren el hueso fracturado no
han sido lesionadas por éste.

Fractura Abierta: Es aquella cuando la punta del hueso roto ha perforado la parte
blanda de músculos, nervios, tendones y piel y sale al exterior.

Fractura Múltiple : Es aquella en que el hueso se rompe en varias fracciones.

Asfixia por alimentos: Es aquella que ocurre cuando una persona no alcanza a tragar
una partícula demasiado grande de alimento, y se atora en su traquea sin poder
respirar, la solución a esto es conocida como Maniobra de Heimlich.

En todo accidente hay que tener en cuenta las lesiones que se han producido por
consecuencia inmediata del accidente; el daño que estas producen si no son tratadas;
el peligro de nuevos daños.

Secuencia de atención

Como toda clasificación, la secuencia de atención tiene imperfecciones, y sólo se utiliza


su descripción como medio didáctico. En cada caso concreto es necesario establecer
prioridades en el orden de actuaciones a realizar. Por ejemplo, cuando uno observa la
escena y la víctima, desde el mismo momento de advertir el hecho está valorando con
sus sentidos una serie de aspectos. Visualmente podemos tener indicios si el área es
segura y si la víctima esta consciente.
Los principales pasos seguidos en un primer auxilio son los siguientes:

1. Evaluación del área

 Seguridad.
 Escena.
 Situación.

 ¿Es segura?
 ¿Cuántos lesionados hay?
 Solicitar ayuda.
 ¿Cuento con el equipo de protección necesario?

Por ejemplo, al encontrar a una persona inconsciente y con sospecha de haber


recibido una descarga eléctrica o electrocución. La persona que va a atender debe
estar segura que no será otra víctima. Si es seguro, brindará la atención. De otro modo,
debe llamar al personal especializado en ayuda, sin exponerse.

2. Evaluación inicial del paciente

1. Valoración de la consciencia: Se preguntará a la víctima cómo está, como se


encuentra. Si contesta es símbolo inequívoco de que respira y tiene pulso. En caso que
no conteste pellizcar levemente en los hombros, si reacciona, seguir la conducta
anterior; en caso negativo, llamar a los servicios de emergencias cuanto antes.

Una manera rápida de valorar la conciencia es determinar si responde o no

 Alerta. Está despierto, habla.


 Verbal. Responde al llamado, cuando alzamos la voz y lo llamamos
¡¿Cómo esta?!
 Dolor. Responde al dolor, le pellizcamos y reacciona con gestos o
gruñidos.
 Inconsciente. No responde.

2. Valoración neurológica mediante la escala de Glasgow: evaluación de la respuesta


motora


o Tiene los ojos abiertos.
 a) Nunca. 1
 b) Solo al estimulo doloroso. 2
 c) Con estimulo verbal. 3
 d) De manera espontánea. 4
o respuesta verbal.
 a) Sin respuesta. 1
 b) No comprensible. 2
 c) Incoherencia. 3
 d) Habla desorientado. 4
 e) Habla orientado. 5
o respuesta motora.
 a) No responde. 1
 b) Extensión ante el estimulo. 2
 c) Flexión anormal. 3
 d) Retira ante el estimulo. 4
 e) Localiza el foco doloroso. 5
 f) Respuesta voluntaria. 6

 Valoración de la escala
 15 puntos............paciente en estado normal.
 15-14 puntos.........traumatismo craneal leve.
 13-9 puntos..........traumatismo craneoencefálico moderado.
 inferior a 9 puntos.....traumatismo craneoencefálico grave.

3. Valoración de la respiración.

Nos acercaremos a la boca de la víctima con la mejilla e intentaremos sentir el aliento a


la vez que dirigimos la mirada al tórax (si respira se moverá). Es importante destacar
que en caso de que exista respiración, hará falta explorar el pulso ya que puede o
no tenerlo.


o Ver: Miramos el tórax, se eleva o no, si se eleva y baja respira.
o Escuchar: Con el oído escuchamos el sonido de la respiración.
o Sentir: Con la mejilla sentimos el aliento de la víctima.

Activar el sistema médico de emergencias o urgencias.

3. Solicitar ayuda a personal de la emergencia. Números de teléfono de


emergencias: ambulancias, bomberos, policía, tránsito y otros servicios en caso de
emergencia. El número de teléfonos 112 es prácticamente universal para solicitar
auxilio (en EEUU es 911; en México, Cruz Roja Mexicana 065; en Colombia, Cruz Roja
132; Policía Nacional del Perú, 105; Bomberos Voluntarios del Perú, 116; En Guatemala,
Bomberos Voluntarios 122 y Municipales 123; Servicio De Emergencia Nacional de
Venezuela, 171; En Paraguay, Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, 132;
Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalares, 141; Policía Nacional, 911. En
Colombia se establece 123 como linea a toda emergencia).

4. Valoración del pulso.

Existen múltiples lugares donde buscarlo, se dividen en dos grupos:

Pulso central: Las arterias carótidas, situadas a ambos lados de la nuez de Adan en


una pequeña depresión, en la garganta; para sentirlo presionar levemente con los
dedos índice y mayor, nunca con el pulgar (sentiríamos nuestro propio pulso). Las
arterias femorales, situadas en la región inguinal, en la raíz del muslo. Sentiremos el
pulso en nuestros dedos.

Pulso periférico: Otros lugares para identificar el pulso pueden ser las arterias radiales,
en la cara interna de la muñeca. Menos recomendables ya que en caso de accidente y
pérdida del conocimiento, la sangre se redistribuye hacia los órganos vitales, y no a las
extremidades por lo que a veces este método puede resultar engañoso.

En caso de no encontrar pulso, iniciar el masaje cardiaco, es decir la reanimación


cardiopulmonar.

También podría gustarte