Las Trece Lunas
Las Trece Lunas
Las Trece Lunas
El mundo antiguo está cubierto de magia, mitos y leyendas que nos revelan entre sombras
verdades eternas, misterios sagrados que esconde la naturaleza. Uno de los pueblos amantes
de la Luna fue la celta. El centro del culto astrológico de los celtas era la luna, reina de los
misterios de la noche y símbolo del espíritu femenino. La Tierra era venerada a su vez
como generadora de toda fecundidad y ambas estaban representadas por la Gran Diosa.
Reverenciaban al sol como dios del fuego y de la luz. Pero, para los celtas el verdadero
poder espiritual residía en el astro lunar y en sus rituales o actividades domésticas daban
gran importancia a sus distintas fases.
Los celtas conquistaron el mundo antiguo desde el siglo quinto antes de Cristo hasta el
segundo de nuestra era, heredando a toda Europa y después a América profundos
conocimientos y gran amor por la señora de los cielos, la Luna.
Para los Druidas -los magos y sacerdotes celtas- la Luna representaba el aspecto femenino
de la naturaleza, la consideraban de forma simbólica, como la madre y esposa co-creadora
del universo junto con el Dios padre, el Sol; por lo que la religión de los celtas reverenciaba
a la Diosa y el Dios como divinidades complementarias que dieron origen a toda la
creación.
Sin embargo en algunos aspectos la Luna cobraría gran importancia en el mundo antiguo al
ser la primera forma de que el hombre podía leer el tiempo. Al observar los ciclos de la
Luna entendieron los cambios de la naturaleza, los ciclos de la mujer y los momentos de las
cosechas, convirtiéndose así en una representación cosmológica de los ciclos de la vida del
ser humano.
Los celtas al igual que los nativos norteamericanos y los mayas marcaron su vida con la
Luna, elaborando y siguiendo un calendario conformado por trece luna llenas que
corresponden a lo que nosotros conocemos como un año solar. Cada Luna llena está
asociada con las cosechas, los vientos y los cambios estacionales, presentando así
características específicas que permiten diferenciar una lunación de otra.