Tu Palabra Es Vida - 06 Las Primeras Comunidades PDF

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Grupo de Reflexión Bíblica


Conferencia de Religiosos/as del Brasil

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Grupo de Reflexión Bíblica
Conferencia de Religiosos/as del Brasil

Vivir y anunciar
la Palabra:
Las primeras comunidades
Tu Palabra es Vida
- 6-

Ediciones MSC
Santo Domingo, Rep. Dominicana
Título Original:
Vivir y anunciar la Palabra: Las primeras comunidades
Colección: Tu Palabra es Vida. No. 6
G r u p o d e R e r l e x i ó n BíU ica
C o n i e r e n c i a de Religiosos/as del B r a s i l

Primera Edición Dominicana


Junio 1999
Mil ejemplares

Con permiso de la Conferencia de Religiosos/as del Brasil


y su Equipo de Rerlexión Bímica.

IMPRIMATUR
Sao Paulo, 16 de abril de 1 9 9 5 , Pascua de Resurrección del Señor.

D o m A n t o n i o Celso de Queiroz
ispo delaRegión Episcopal de Ipiranga, Sao Paulo
Secretario General de la C N B B .

Foto de la Portada:
LOsservatore Romano. Cittá del Vaticano
Servicio fotográfico. Arturo Mari

Diagramación:
En Amigo del Hogar
por Rafael E. Domínguez Gautreaux

Impresión:
Amigo del Hogar
Ediciones
© 1999
Ediciones M S C
Amigo del Hogar
Calle Mi. Ma. Valencia esq. Max Henríquez Ureña
Apartado Postal 1104, Los Prados, Santo Domingo.

H E C H O EN LA REPÚBLICA D O M I N I C A N A
MADE IN T H E D O M I N I C A N REPUBLIC
PRESENTACIÓN

1. Este volumen de la colección "Tu Palabra es Vida" nos presenta la eclesiología del
Nuevo Testamento. Nos narra, en un lenguaje concreto y plástico, la experiencia misionera
del "pequeño resto" que, empujado por la fuerza del Espíritu, partió para anunciar la
Buena Noticia a todos los pueblos de la Tierra, desde Jerusalén hasta la capital del gran
imperio.

En el Bloque lero-, donde todos los textos están tomados de los Hechos de los
Apóstoles, aparece el comienzo de la comunidad fundada sobre los Doce Apóstoles.
Encontramos ahí la descripción ideal de comunidad-modelo. El grupo se va organizando,
van leyendo con ojos y corazón nuevos los hechos vividos, se van superando las tensiones,
se va experimentando el rechazo y la presecución, además de vivir también desavenencias
internas {Bloque2do). Enseguida, aún tímidamente, en la saliente de la evolución vivida,
la necesidad de definir la identidad propiamente cristiana (no-judaica) de la comunidad.
El Bloque 3er0' muestra algo de ese encuentro de la fe cristiana con las culturas, en la
diáspora. Los cristianos van elaborando criterios y prácticas que corresponden más a las
exigencias de la comunión-misión universal y a la libertad de los hijos e hijas de Dios. El
Bloque 4to- enfrenta problemas típicos del mundo griego, que son actuales hasta hoy: el
lugar de las mujeres, el trabajo, los carismas y el uso del poder, las doctrinas novedosas
que inquietan la fe del pueblo de las comunidades. En ese bloque, entran las cartas
paulinas con todo su realismo, densidad teológica y mística. Finalmente, en el Bloque
5'°-, el Evangelio llega a la orgullosa Roma, es decir, a los confines del mundo. Dentro de
las Casas, en el medio social, entre las naciones, brilla Cristo para ser, desde ahí, luz para
todos los pueblos.

2. Quien siguió los volúmenes anteriores de nuestra Colección -que es una mera
ayuda para la lectura de la Biblia- percibió que la Colección tiene una forma de ver que
le es característica. Procuramos leer la Palabra de Dios desde el lugar y con los ojos de los
pobres, amados por Dios. Quizá a alguien le extrañe esa insistencia, juzgándolo hasta
unilateral (lo que puede suceder, en verdad, cuando tenemos la mente y el corazón abiertos).
Con todo, el mismo ejercicio paciente de ir profundizando el Antiguo y el Nuevo Testa-
mento en esa perspectiva., nos mostró que no se trata de un artificio. Es un hilo conduc-
5
tor, una óptica que recorre la Escritura de punta a punta. Esa es la óptica de Dios-Padre,
que se revela en Jesús, Mesías enviado a los pobres para anunciar la llegada del Reino.

Recientemente, la Pontificia Comisión Bíblica editó un importante texto sobre La


Interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993). Ahí, por primera vez, con mucha y
lúcida claridad se reconoce la utilidad y fecundidad de esa perspectiva que nace de los
contextos vivos en que se sitúan los cristianos que buscan en la Palabra viva de Dios una
inspiración, una ayuda y una luz para ellos en las situaciones que viven. Quienes siguieron
el programa "Tu Palabra es Vida", mejor quizá que los demás, saben que las situaciones
narradas por la Escritura están marcadas por contradicciones y conflictos, ya que ellos
forman parte de la condición humana; saben, con todo, aún más, que es ahí donde obra
la Palabra de Dios, consolando, iluminando, libertando, transformando lo que es cruz y
muerte en resurrección y vida. Conocer mejor el itinerario de las primeras comunidades,
propuesto en este Volumen VI, nos dejará bien claro ese modo de obrar de Dios, a través
de su Palabra.

3. Como en las otras ocasiones, solamente me queda hacer votos para que esa
historia de los comienzos de h iglesia pueda traer muchos frutos para, h Vida Religiosa,
que cada vez más enfrenta el desafío de ser comunidad de discípulos y discípulas que
practican y viven proféticamente, en la opción preferencial por los pobres, las dimensiones
fundamentales de la vida comunitaria cristiana: el testimonio, la koinonía, la diaconía y
el anuncio.

Mi última palabra es de agradecimiento a la Comisión Episcopal de la Doctrina y a la


Presidencia de la CNBB. A Dom Luciano Mendes de Almeida una palabra muy especial de
cariño. Con igual calor y gratitud, quiero dar las gracias de la Vida Religiosa al Equipo de
Reflexión Bíblica de la CRB. Ellos y ellas son una bendición de Dios para nosotros.
¡Permanecerán en nuestros corazones!

Esta presentación, salvo algunos detalles, reproduce lo escrito por el P. Edenio


Valle, SVD Presidente Nacional de la CRB al momento de publicarse la primera
edición de este tomo 6de la colección "Tu Palabra es Vida".
Los Editores
Santo Domingo, República Dominicana, Marzo 1999.

6
ORIENTACIONES PRACTICAS

A. El método que se debe usar en las reuniones: compartir

Cada reunión debe iniciarse compartiendo. Una especie de aperitivo que ayude a
crear el clima. Esta puesta en común inicial debe ser corta. Es importante terminarla con
una oración espontánea y una invocación al Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Estudiar y profundizar aquellos aspectos de nuestra realidad que deben ser


especialmente iluminados por la Palabra de Dios que leeremos.

1. Una breve explicación une el tema de la reunión a la realidad de hoy, introduciendo


preguntas simples y a veces complejas, de origen personal, comunitario y social, que
sirvan para una primera focalización del tema en estudio.
2. Esa parte de la reflexión en grupo dará margen a oraciones espontáneas a partir de
lo que se vio.

II. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto

Tomar contacto directo con el texto en estudio; escuchar la lectura de lo que está
escrito (es bueno leer el texto en voz alta y después releerlo en silencio, individualmente);
colocarse en actitud de atención y respeto.
La Lectura podrá hacerse de diferentes maneras. En este punto el grupo debe ser
creativo, a veces los guiones harán sugerencias.

2. Estudio y meditación del texto

2.1. Observar el texto más de cerca (nivel literario): conocer la cualidad del texto,
su lenguaje, su estilo y género literario, su división interna, su contenido y
detalles.
7
a. Existen varios modos de conseguir ese objetivo. Los guiones ofrecen sugerencias
en cuanto a los caminos para llegar al análisis del texto.
b. También en este punto podrá usar la creatividad. A medida que se avanza en la
comprensión del texto, irán surgiendo pistas interesantes para preguntas y
actividades.

2.2. Ver la situación del pueblo (nivel histórico): conocer la situación histórica en la que
el texto fue creado o para qué finalidad fue escrito; conocer los conflictos existentes
en el origen del texto.
a. Las preguntas que surgen en esta perspectiva de la comprensión del contexto
histórico son variables. Nos interesan especialmente las que nacen de los
siguientes ángulos: cultural, religioso, económico, social, político e ideológico.
b. Siempre que sea posible distinguir entre la época en que sucedió el hecho que
describe el texto y la época en que vive el autor del texto analizado. A veces el
texto no pretende dar informaciones sobre la época en que sucedió el hecho y
sí formar una nueva conciencia en los lectores respecto de ese hecho, conciencia
que es de la época del escritor.

2.3. Escuchar el mensaje del texto (nivel teológico); descubrir el mensaje del texto para
el pueblo de aquel tiempo. Ver cómo el texto toma posición en los conflictos de
aquella época. Así se podrá comprender mejor su mensaje y el sentido actual para
nosotros.
a. Los guiones sirven al grupo para investigar el sentido teológico del texto
mediante preguntas.
b. La actualización del mensaje del texto es el punto de llegada del estudio. Es el
momento en que la "meditación" del texto se transforma más explícitamente
en "oración", para usar los términos empleados en la explicación de la "Lectio
Divina".

III. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Todo lo que se leyó, estudió y meditó, es transformado en oración. Es el momento en


que, delante del Señor que nos habla, nos decidimos y comprometemos a practicar la
Palabra que se nos dirigió. Existen varios momentos:
1. Compartir las luces y mociones recibidas durante el estudio del texto. Expresar ese
compartir en forma de acción de gracias.
2. Expresar y sintetizar el compromiso a que nos condujo el estudio realizado. Hacerlo
en forma de ofertorio y de mutuo compromiso en la fe y en la misión.
a
3. Cantar salmos apropiados. También cantos populares, religiosos y otros. Intercalar
con antífonas o momentos de silencio. Pedir gracia y fuerza a Dios para cumplir y
practicar la Palabra.
4. Encontrar una frase, en lo posible de la misma Biblia, que resuma y exprese lo que
fue descubierto, vivido, asumido. Esa frase podría ser escrita y colocada en la pared
para que el grupo pueda volver a ella en otras situaciones o momentos. La celebración
de la Palabra es el punto cumbre de cada reunión. Es donde el grupo puede y debe
ser más personal, más situado y más creativo.

IV. PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. Indicar los textos del guión y otras lecturas.


2. Echar una mirada al guión de la próxima reunión y distribuir tareas si es necesario;
combinar fecha y lugar.

B. Subsidio para los guiones

Al final de cada guión se ofrece un desarrollo que tiene como objetivo ayudar a los
participantes para una mejor comprensión de determinados aspectos, situaciones o
problemas referidos al texto o tema de cada reunión. Algunas veces son observaciones
útiles para ahondar en nuestra vida, espiritualidad y misión. Esos pequeños subsidios
deben complementarse con la lectura de buenos comentarios e introducciones a cada
libro de la Escritura. Sería mucho mejor si el grupo no se contentase con las notas breves
a pie de página que tienen casi todas las ediciones de la Biblia. Es de gran provecho la
lectura de un comentario o introducción más especializado, sobre todo si los grupos
tienen capacidad de lectura. Es bueno recordar que el subsidio es el telón de fondo del
Guión. Por eso debe ser leído y estudiado individualmente antes de la reunión para que
el Subsidio pueda iluminar el estudio del Guión.

C. Gráfico Comparativo

La "lectura orante" y los pasos de la reunión de los guiones.

En el l 2 libro de esta colección se desarrollaron los 4 momentos de la lectura orante:


la lectura, la meditación, la oración y la contemplación. El gráfico siguiente trata de
resumir visualmente cómo estos cuatro momentos (o actitudes) penetran e inspiran el
esquema de nuestras reuniones.

9
GRÁFICO COMPARATIVO

Esquema de las guías Esquema de la Lectio divina

Punto departida
1. Cambio de ideas
u R
u
é
u
2. Invocar al Espíritu Santo o < <
UJ

2 O
/. Partir de la realidad actual
1. Introducción al tema
2. Preguntas para profundizarlo
<

//. Estudiar y meditar el texto 1 LECTURA D
l-
U
1. Lectura del texto
2
2. Estudio del texto O
1. Ver el texto literario u
2. Observar la situación histórica
<
D u
MEDITACIÓN u LU
<
ORACIÓN
O
///. Celebrar la palabra
1. Compartir luces y fuerzas
2. Expresar el compromiso
3. Cantar o rezar un salmo CONTEMPLACIÓN z
U
4. Resumir todo para rumiarlo O
u
<
G¿
< O
Preparar el próximo encuentro Z)
1. Indicar los textos u
2. Distribuir tareas UJ

10
Introducción General

En esta Introducción, desde el lugar en que estamos aquí en América Latina, vamos
a abrir tres ventanas que nos permiten observar de cerca y desde varios ángulos, la vida
y la historia de las primeras comunidades cristianas. Como sucede siempre, cuando existen
varias ventanas, una cerca de la otra, el panorama general que se ve es el mismo. Alguna
cosa se repite, pero el enfoque de cada ventana es diferente.

La primera ventana muestra las etapas de más o menos setenta años, desde el día
de Pentecostés hasta el fin del primer siglo. Revela el proceso de crecimiento que hubo, y
pretende despertar una atención mayor para el proceso histórico de nuestras comunidades
y para la situación concreta que hoy nos envuelve.

La segunda ventana muestras las fuerzas que, en aquel tiempo, intervenían en la


vida de las comunidades y hace ver los conflictos y tensiones relacionados con la
inculturación del evangelio. Quiere hacernos más sensibles a las culturas de nuestros
pueblos y ayudarnos a descubrir en ellas los signos del Reino.

La tercera ventana muestra la variedad en la doctrina y en la organización de las


primeras Comunidades. Quiere llamar nuestra atención sobre la variedad que existe en
nuestras comunidades. Variedad, que no es una expresión de error ni de herejía, sino de
la riqueza del Evangelio.

El objetivo que nos lleva a través de estas ventanas, es el mismo que anima por
dentro este VI Volumen, a saber, mayor fidelidad en nuestra misión: vivir y anunciar el
Evangelio, especialmente a los pobres, y encarnarlo en la realidad que vivimos hoy en
América Latina.

El lugar desde el que miramos a las primeras Comunidades, es la comunidad viva de


hoy, en la que estamos insertos y procura vivir la opción por los pobres. Solamente ella,
su vida y su fe, pueden hacer caer el velo (cf. 2 Cor 3,6-16), encender la luz en el corazón

n
(2 Pe 1,19) y revelar el sentido actual de los Hechos de los Apóstoles y de las Cartas que
vamos a leer en este Volumen.

Al final de esta introducción, abriremos hpuerta para las guías y subsidios, mostrando
cómo está organizado el VI Volumen, cuál es su contenido, y el hilo conductor y su
división en cinco bloques.

i rü
lena. VENTANA

Las etapas de la historia


Hay muchas maneras de dividir la historia en períodos. Depende del criterio que se
adopte. Aquí adoptamos el criterio relacionado con el contexto nacional de Palestina y el
internacional del Imperio Romano. Porque, tanto ayer como hoy, es la situación o coyuntura
nacional e internacional lo que más influye en la vida de las comunidades, tal vez más
que cualquier otro criterio. Ella ayuda a entender los cambios que suceden en el mundo
y en las iglesias. Por falta de análisis de la coyuntura, ya fueron cometidos muchos
errores y aún se cometen.

Son tres las etapas:

1. Del año 30 al 40, el anuncio del Evangelio entre los judíos.


2. Del 40 al 70: la expansión misionera en el mundo griego.
3. Del 70 hasta el fin del primer siglo: la organización y consolidación de la vida de las
comunidades.

La tercera solamente será anunciada: pertenece al próximo Volumen.

1. DESDE EL AÑO 30 AL 40
EL ANUNCIO DEL EVANGELIO ENTRE LOS JUDÍOS

Son más o menos diez años. ¡Poco tiempo! Todo comienza el día de Pentecostés con
el primer anuncio de la Buena Nueva (Hch 2, 1-36), que se extiende rápidamente por
Palestina (Hch 2,41.47; 4,4: 5,14; 6,7; 9, 31). Es el periodo del así llamado "Movimiento
de Jesús", que termina con la crisis provocada por la política del emperador Calígula (37-
41) y por la persecución de los cristianos por parte del "rey" Herodes Agripa (41-44).

1.1. Vivencias, tensiones y escritos

Sobre este comienzo de las comunidades sabemos muy poco, Los Hechos de los
Apóstoles poco informan, casi nada. El interés de sus primeros cinco capítulos no es
describir cómo fue la vida de las comunidades, sino cómo debe ser (cf. Introducción al
ler. Bloque).

13
En esta fase inicial, los cristianos eran casi todos judíos convertidos. Tenían la siinpatía
del pueblo (Hch 2, 47). Eran vistos como uno de los muchos movimientos de renovación
y contestatarios en lo interior del judaismo. Formaban pequeñas comunidades alrededor
de las sinagogas, al margen del judaismo oficial. El crecimiento, tanto geográfico como
numérico, los obligó a crear nuevas formas de organización, como por ejemplo, escoger
nuevos animadores y misioneros, llamados diáconos (Hch 6, 2-6).
Las primeras comunidades eran apoyadas y animadas por misioneros ambulantes.
Estos, a diferencia de los misioneros judíos, no llevaban nada en el camino, ni bultos ni
dinero, sino que confiaban en la solidaridad del pueblo. En la primera casa en que eran
recibidos, allí permanecían, viviendo la vida del pueblo. Muchos pasajes de los evangelios
se refieren a estos primeros misioneros (cf. Mt 10, 5-10; Le 10, 2-9).
Al comienzo, la proclamación de la Buena Noticia se concentraba en el anuncio del
Reino (Mt 10, 6) y de la Muerte y Resurrección de Jesús (Hch 2, 23-36; 3,14-15; 4,10-12).
Entonces no existían los escritos del Nuevo Testamento. La Biblia de los primeros cristianos
era la Escritura Sagrada de los judíos. La expresión Antiguo Testamento o Antigua Alianza
viene de Pablo (2 Cor 3,14). Antes de él, se decía simplemente Escrituras (Mt 21, 42; Me
12, 24). El Nuevo Testamento hasta entonces, existía solamente en el corazón, en los
ojos, en las manos y en los pies de los cristianos.
Ellos leían y releían la Biblia con ojos nuevos, nacidos de la nueva práctica y del
nuevo ambiente comunitario de fe en la resurrección, y encontraban en ella los textos
para entender mejor el alcance de la novedad que estaban viviendo en Cristo. Por ejemplo,
los textos de la profecía de Moisés sobre el futuro profeta (Dt 18,15. 19 y Hch 3, 22), los
de Isaías sobre el Siervo de Yavé (Is 53, 7-8 y Hch 8, 32), de Daniel sobre el Hijo del
Hombre (Dn 7,13 y Mt 24, 30), ciertos salmos: Salmo 2 (Hch 4, 23-26), salmo 110 (Hch 2,
34) y otros. Aquí, en esta relectura cristiana de la Escritura de los judíos, está la semilla
de lo que más tarde será llamado el Nuevo Testamento.
Donde las palabras de la Escritura de los judíos no eran suficientes, los cristianos
comenzaban a recordar las palabras y gestos del mismo Jesús, para que sirvieran de
orientación y de animación en el camino (Hch 10, 38; 11,16). Este recuerdo y transmisión
estaban basados en el testimonio de aquellos que habían convivido con Jesús, "desde el
bautismo de Juan hasta que fue arrebatado de entre nosotros" (Hch 1, 22). Aquí está el
comienzo de nuestros evangelios.
En esta primera etapa aparece la semilla de una divergencia que ya existía en el
judaismo, y que, a lo largo de los años, se fue acentuando en las comunidades cristianas.
Por una parte, había un grupo alrededor de Esteban, unido a los judíos de la diáspora,
quienes procuraban una apertura hacia la cultura helénica y que, en vista de eso, hacían
una lectura diferente de la Biblia (Hch 7, 1-53). Por la otra, había un grupo alrededor de
Santiago y los hermanos de Jesús, unido a los judíos de la Palestina, quienes defendían la
14
fidelidad estricta a la Ley de Moisés y a la "Tradición de los Antiguos" (Me 7, 5; Ga 1, 14).
En la primera persecución contra los cristianos fue el grupo de Esteban el que sufrió y
tuvo que huir de Jerusalén. Los otros no eran molestados (Hch 8, 1). A lo largo de la
historia, la coyuntura interna y externa acentuó estas dos tendencias. ¡Hasta hoy!

1.2.El cambio de la situación política

La situación política de Palestina cambió profundamente cuando Calígula decidió


intensificar el culto al Emperador como factor de unificación del Imperio. Ello obligaba a
los pueblos a colocar su estatua en los templos de las respectivas divinidades. En el año
39, dio orden expresa de introducir su estatua en el Templo de Jerusalén. ¡La imagen de
un Emperador pagano en el Santo de los Santos de la Casa de Yavé! Doscientos años
antes, un decreto semejante de Antíoco Epifanes desencadenó la revuelta de los Macabeos
(1 Mac 1, 54; Dn 9, 27; 2 Mac 6,1-9). También ahora la protesta popular fue inmediata y
radical. Flavio Josefo relata algunos incidentes que ocurrieron, especialmente en Galilea.
Cuando Petronio, el Legado romano en la provincia de Siria llegó con un ejército para
ejecutar la orden del Emperador, diez mil campesinos se reunieron para protestar delante
del palacio en Tolemaida (la actual Akko, al norte de Haifa). La misma protesta se repitió
en Tiberíades. Petronio preguntó: "¿Ustedes quieren guerra?" Respuesta: No queremos
guerra. Preferimos morir antes que ver transgredida nuestra Ley. Y Flavio Josefo comenta.
"Ellos se echaron al suelo, estiraron el pescuezo y dijeron que estaban prontos para que
los mataran. E hicieron esto durante cuarenta días, juntos, y en este tiempo no trabajaron
en el campo, cuando la época del año les exigía que fueran a sembrar" (Antigüedades,
XVIII 8, 1-9).
Gracias a la intervención de Petronio y de Herodes Agripa, nieto de Herodes el
Grande, la ejecución del decreto fue siendo postergada. Al final, el asesinato de Calígula
en el año 41, suspendió a la amenaza. En esta misma época, Herodes Agripa estaba en
Roma. En el 39, había recibido de Calígula el título de "Rey de Galilea". Después, el
asesinato de Calígula contribuyó para que Claudio fuera proclamado nuevo emperador.
Como recompensa, lo nombró Rey de toda la Palestina. Queriendo ser fiel a la política
romana, Herodes Agripa procuraba reprimir cualquier movimiento de rebelión. Este es
probablemente el motivo por el que comenzó a perseguir a las comunidades. Dice el libro
de los Hechos: "El Rey Herodes comenzó a tomar mediadas procurando maltratar a algunos
miembros de la Iglesia. Mandó matar a espada a Santiago, hermano de Juan, y viendo que
eso le agradaba a los judíos, mandó encarcelar también a Pedro" (Hch 12, 1-3). Después
de la muerte de Herodes Agripa en el 44 (Hch 12,23), Roma intervino, cambió el régimen,
y toda Palestina pasó a ser una Provincia romana, gobernada directamente por un
procurador con residencia en la Cesárea Marítima.
15
A veces se confunden los tres Herodes que vivieron en aquella época, ya que los tres aparecen en el
Nuevo Testamento con el mismo nombre:

1) Herodes, llamado el Grande, gobernó sobre toda la Palestina desde el 37 al 4 antes de Cristo.
Aparece en el nacimiento de Jesús. Mató a los niños de Belén (Mt 2,1.16).
2) Herodes, llamado Antipas, gobernó toda la Galilea desde el 4 antes de Cristo hasta el 39 después
de Cristo. Es el que aparece en la muerte de Jesús (Le 23,7). Mató a Juan el Bautista (Me 6,14-
29).
3) Herodes, Llamado Agripa, gobernó toda la Palestina desde el 41 hasta el 44 después de Cristo.
Es el que aparece en los Hechos de los Apóstoles (Hch 12,1.20). Mató al Apóstol Santiago (Hch
12,2)

1.3 Influencia de esta situación sobre la vida


de las comunidades cristianas

Todos estos hechos, desde el decreto de Calígula en el año 39 hasta el cambio de


régimen ocurrido en el 44 después de la muerte de Herodes, dejaron marcas profundas
en el pueblo judío. De repente se vio amenazado por el poder del Imperio, cuya sede
estaba entonces en Cesárea, bien cerca de la propia tierra. Esta nueva amenaza reavivó el
sentimiento anti-romano, estimuló la desconfianza hacia los extranjeros, hizo crecer los
movimientos nacionalistas y, por eso mismo, aumentó las divergencias entre los mismos
judíos, al punto de volver casi imposible la reconciliación. Así, a partir de los años cuarenta,
la Rebelión retomó fuerza, el lelo aumentaba y comenzaba a organizarse en el partido
más radical, el de los Zelotes. Fueron surgiendo nuevos Movimientos Mesiánicos. En una
palabra, a partir del decreto del Calígula, la situación ya no era la misma. ¡Cambió el
cuadro político! (Para tener una visión más amplia de todos estos incidentes y movimientos,
ver el Volumen V).
La nueva situación repercutió también en las Comunidades Cristianas, cuyos
miembros eran casi todos judíos. O sea, la política se mezclaba con la religión y dificultaba
la convivencia entre los cristianos. De un lado, se fortaleció la tendencia de aquellos
que insistían en la observancia de la Ley de Moisés y de las tradiciones judías. Este
grupo, más unido a Santiago y a los "hermanos de Jesús", sigue la tendencia general del
pueblo judío y comienza a evitar el contacto con los extranjeros (Ga 2,11-13). Son ellos
los que ahora sufren la persecución por parte de Herodes Agripa (Hch 12,1-3). Del otro
lado, personas como Bernabé y Pablo, seguidores del rumbo de Esteban, ya no se
sienten a gusto en la comunidad de Jerusalén. Se van y buscan otro lugar para vivir y
trabajar, y allí ellos se ponen a anunciar la Buena Noticia (Hch 9, 29-30). En otras
palabras, la crisis provocada por el cambio, favoreció la misión fuera de la Palestina.
Los primeros cristianos supieron leer los signos de los tiempos. Así, se inició una nueva
etapa.

2. DESDE EL AÑO 40 AL 70
LA EXPANSIÓN MISIONERA EN EL MUNDO GRIEGO

Persecuciones, cambios de situación y voluntad de anunciar la Buena Nueva "a todas


las criaturas" (Me 16, 15) llevan a los cristianos fuera de Palestina. En poco tiempo, más
o menos 30 años, la Buena Nueva se expande por el Imperio y penetra en prácticamente
todas las grandes ciudades, inclusive Roma, la capital, el "fin del mundo" (Hch 1, 8). La
rebelión de los judíos y la brutal destrucción de Jerusalén por los romanos (70) crea una
nueva situación y marca el fin de este periodo.

2.1 La transición

Este es el periodo de la impresionante expansión misionera en el mundo griego, el


mundo de la polis. En sus tres viajes, tal como los describen los Hechos, Pablo y sus
compañeros recorrieron cerca de 16,000 kms. Enfrentaron muchos problemas, no solo de
viaje (2 Cor 11, 25-26), sino también problemas que tenían que ver con la fidelidad al
mensaje. Las cartas de Pablo testimonian el enorme esfuerzo hecho para discernir en
cada momento y circunstancia cuál era la voluntad de Dios.

Es la fase lenta y difícil de la transición:

* de Oriente hacia Occidente


* de Palestina hacia el Asia Menor, Grecia e Italia
* del mundo cultural judío hacia el mundo cosmopolita de la cultura griega
* de una realidad de mundo rural para una realidad de mundo urbano
* de comunidades que surgieron alrededor de las sinagogas, desparramadas por la
Palestina y Siria, para comunidades más organizadas que surgieron alrededor de la
casa (oikos) en las periferias de las grandes ciudades de Asia y de Europa.

Esta transición está marcada por la fuerte tensión entre los cristianos venidos del
judaismo y los nuevos que venían llegando de otras etnias y culturas. Porque no se
trataba solamente de un cambio geográfico y cultural desde Palestina a Grecia e Italia. Se
trataba también de un cambio interior hecho a través de un doloroso proceso de conversión.
17
Personajes claves para realizar esta difícil transición fueron Bernabé y Saulo de Tarso. De
hecho, dentro de sus propias vidas, ellos pasaron del mundo de la observancia de la ley
que acusa y condena, al mundo de la gratuidad del amor de Dios que acoge y perdona
(Rm 8, 1-4. 31-32; Hch 4, 36-37). Habían pasado de la conciencia de pertenecer al único
pueblo elegido, privilegiado por Dios entre todos los pueblos, a la certidumbre de que en
Cristo todos los pueblos habían sido fundidos en un pueblo único (multi-racial y pluri-
cultural) delante de Dios (Ef 2, 17-18; 3, 6).
Es en este periodo que las Comunidades comienzan a despertar a su propia identidad.
Los primeros en percibir algo diferente, con todo, no fueron los miembros de las
comunidades, sino otros. Fue el pueblo de Antioquía el que comenzó a percibir la diferencia
entre los judíos y los que creían en Cristo. Para distinguirlos, a estos les dio el nombre de
Cristianos (Hch 11, 26). A partir del nombre que les dio el pueblo, la comunidad comienza
a darse cuenta de su identidad. El despertar de la conciencia se realiza en diálogo con el
pueblo alrededor. Hasta hoy.
Toda conquista de identidad se hace con dolores de parto. El creciente sentimiento
nacionalista anti-romano de los judíos penetraba también en las comunidades y hacía
surgir varias tendencias que se encarnaban en determinadas personas y lugares. Así,
Santiago y la comunidad de Jerusalén, se convirtieron en el símbolo de aquellos que
exigían de los paganos convertidos la observancia de la ley de Moisés (Hch 15, 5. 20-21;
Ga 2, 12). Bernabé, Pablo y la comunidad de Antioquía fueron el símbolo de apertura
para los no judíos. Ellos no exigían la observancia de la Ley ni la circuncisión a los
paganos que querían convertirse (Ga 2, 6; Hch 15, 1-2. 12).

2.2 Misioneros y Misioneras

Nuestras informaciones de este segundo período, provienen sobre todo de los Hechos
y de las Cartas de Pablo. Son informaciones buenas, pero limitadas, ya que hablan solamente
de la actividad de Pablo y sobre la expansión de las Comunidades en el Asia Menor y en
Grecia. Poco o nada informan sobre los otros misioneros y misioneras ni sobre las
Comunidades que, en este mismo período, se expandían por el Norte de África, por Italia
y por las otras regiones mencionadas por Lucas como presentes en Jerusalén el día de
Pentecostés (Hch 2, 9-10). Igualmente poco informan sobre las Comunidades de Siria y
Arabia, cuyo centro era Antioquía. La comunidad de Antioquía llegó a competir en autoridad
e influencia con la de Jerusalén.
Con todo, si Lucas, en esta segunda parte de los Hechos (Hch 16 hasta 28), habla
únicamente de Pablo, no es porque para él Pablo fuese el único misionero, sino porque a
Pablo, en cierto modo, se lo mira como símbolo de todos los misioneros que, en este
período, supieron llevar la Buena Noticia por el mundo.
1B
De hecho, Pablo nunca habría hecho lo que hizo, sin la ayuda de los compañeros de
viaje, sin las personas amigas, mujeres y hombres, que lo recibían en sus casas (Hch 16,
15. 34; 18, 3. 7) y contribuían con alguna ayuda a sus necesidades (Flp 4,15-16; 2 Cor 11,
9). Había comunidades que lo apoyaban en la fe, lo animaban con su testimonio (1 Ts 3,
7-9); cuidaban su salud y sus heridas (Hch 16, 33; 14, 19-20; Ga 4, 13-15) y lo defendían
en las persecuciones (Hch 17, 10; 19, 30).
Lucas deja claro que, en muchos lugares, Pablo simplemente continuó el trabajo ya
iniciado por otros misioneros. Por ejemplo, cuando llega a Corinto, encuentra a la pareja
Priscila y Aquila, ambos, expulsados de Roma, habían ido a Corinto donde contribuyeron
a la creación de la comunidad (Hch 18, 1-4). Cuando Pablo llega a Efeso, Apolo ya había
estado allí, venido de Alejandría en Egipto (Hch 18, 24-28). También en Roma ya había
una comunidad bastante importante antes de su llegada (Hch 28, 15; Rm 16, 1-16). El
mismo Pablo, en la Carta a los Romanos, menciona un gran número de mujeres y hombres
que trabajan en el anuncio de la Buena Noticia y en la coordinación de las comunidades
(Rm 16, 1-6).
Además de éstos, había otros apóstoles que, como Pablo, anunciaban la Buena Noticia.
Poco sabemos de la actividad misionera de Pedro (Hch 9, 32; 12, 17). Nada o casi nada
sabemos de las actividades de Mateo, Bartolomé, Andrés, Santiago, Tomás, Tadeo, Simón
el Zelota y otros. Había además siete diáconos (Hch 6, 5). Solamente sabemos un poco de
la actividad de Felipe (Hch 8, 5-8. 26-40) y de Esteban (Hch 6, 8; 8, 2). De los otros,
solamente el nombre (Hch 6, 5). Había aún coordinadores y coordinadoras de muchas
comunidades en todas estas regiones (Hch 14, 23; 16, 15).
Finalmente, conviene recordar a los misioneros anónimos cuyos nombres solo Dios
conoce. Innumerables cristianos y cristianas, jóvenes y viejos, padres y madres de familias,
que anunciaban la Buena Nueva en sus quehaceres diarios, en casa, en la calle, en el
mercado, en la lucha. Exactamente como hoy: la evangelización a través de las Comunidades
Eclesiales de Base.

2.3. La actuación de las mujeres

La presencia y actuación de las mujeres son fundamentales en este período. Dentro


de la cultura de la época, la mujer no podía participar de la vida pública. Su función
estaba en la vida familiar. Su influencia, en la organización interna de la casa. Solamente
podía tener un papel activo en la Iglesia, si funcionaba en el interior de las casas. Ahora
bien, las comunidades fundadas en este segundo período se reunían no en lugares públicos,
sino en las casas del pueblo: en la casa de Priscila y Aquila, tanto en Roma (Rm 16, 5),
como en Efeso (1 Cor 16, 19); en la casa de Filemón y Apia en Colosos (Flm 2); en la casa
de Lidia en Filipos (Hch 16,15); en la casa de Ninfa en Laodicea (Col 4,15); en las casas
13
de Filólogo y Julia, Nereo y su hermana y de Olimpas (Rm 16,15). (Ver el Subsidio 20). La
creación de las "iglesias domésticas" posibilitó una mayor influencia y participación de la
mujer.
En las recomendaciones finales de la Carta a los Romanos, se trasluce algo del lugar
que ellas ocupaban en la vida de las comunidades. Pablo recomienda "a Febe, nuestra
hermana, diaconisa de la comunidad de Cencrea. Ella ha ayudado a mucha gente y a mi
también" (Rm 16,1. 2). Pide que le den recuerdos a Priscila y Aquila, "mis colaboradores
en Jesucristo, que arriesgaron su propia cabeza para salvar mi vida" (Rm 16, 3). Manda
saludar a "María que mucho hizo por ustedes" (Rm 16,6). Manda recuerdos para "Andrónico
y Junia, mis parientes y compañeros de prisión, apóstoles importantes" (Rm 16, 7).
Además de éstas, varias otras mujeres son recordadas en la misma carta (Rm 16,12.15).
Estas y otras afirmaciones, muestran que las mujeres ocupaban funciones importantes
en la vida y en la organización de las primeras comunidades. El Nuevo Testamento habla
con toda naturalidad de las mujeres que son discípulas (Hch 9, 36), diaconisa (Rm 16,
7), colaboradoras en Jesucristo (Rm 16, 3), compañera o apóstola (Rm 16, 7), que se
fatigan por los otros (Rm 16, 2. 3. 6. 12). (Cf. Subsidio 14).

2.4. La condición social de los primeros cristianos

En la primera carta a los Corintios, Pablo se refiere a la condición social de los


miembros de aquella comunidad: "Vean bien quiénes son ustedes: entre ustedes no hay
muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos de la alta sociedad" (1 Cor 1, 26). En
otras palabras, no eran gente rica, ni poderosos ni con estudios. Posiblemente había
algunos algo ricos o que poseían medios, en cuyas casas la comunidad se reunía. Con
todo, la mayoría eran personas de los arrabales pobres de Corinto. Los muchos consejos
relacionados con los esclavos, dejan traslucir que una gran parte de los primeros cristianos
eran esclavos (1 Cor 12, 13; Ef 6, 5; Col 3, 22; 1 Tm 6, 1). En la carta a Filemón, Pablo
intercede por un esclavo convertido, Onésimo (Flm 10).
En la carta de Santiago es clara la alusión a los muchos pobres que había en la comunidad
(Stg 2, 2-9; 5,1-5). Lo mismo vale para las recomendaciones de Pablo respecto a la Cena del
Señor, en la que había gente que tenía para comer mientras otros no tenían nada y pasaban
hambre (1 Cor 11, 20. 22). En la primera carta de Pedro se percibe que gran parte de la
comunidad era de emigrantes y extranjeros (1 Pe 1,1; 2,11) (Ver Subsidio 21).

2.5 Lectura, Re-lectura, Escritos

En este segundo período comienza a surgir lo que nosotros llamamos el Nuevo


Testamento. La experiencia de una vida nueva en Cristo era tan grande y los problemas
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vividos eran tan diferentes, que las palabras de la Escritura de los judíos ya no bastaban
para orientar a los cristianos. El Nuevo Testamento surge del esfuerzo hecho para verbalizar
la nueva experiencia y para encontrar una solución a los nuevos problemas.
De este modo, en este segundo período, Pablo escribe para animar a las comunidades
fundadas por él en Tesálonica, Corinto, Filipos y en la región de Galacia. Escribe también
para la comunidad de Roma, adonde no había estado antes (Rm 15, 22-24). Manda una
carta corta para su amigo Filemón, a fin de interceder por un esclavo fugitivo. De este
mismo período es la carta de Santiago. Estos nuevos escritos eran conservados por las
comunidades y sumados a la lista de los Libros Sagrados. En poco tiempo comenzaron a ser
vistos como una nueva expresión de la Palabra de Dios, al lado de la Biblia de los judíos.
Al mismo tiempo, continúa el esfuerzo para recoger, releer y transmitir las palabras
y los gestos de Jesús. Alrededor del 45, surgen colecciones de las palabras de Jesús, que
fueron utilizadas más tarde por los evangelistas para componer sus evangelios. Al final
de este segundo período, alrededor del año 70, se concluyó la redacción del Evangelio de
Marcos.
Como veremos en las Guías y Subsidios, no siempre fue posible determinar el período
exacto en que fue escrita esta o aquella carta. Ni es posible determinar si todas las cartas
son realmente de la persona a la que se le atribuye. De cualquier manera, todas ellas
fueron conservadas por las comunidades como siendo la expresión de su fe. Por eso
mismo, fueron copiladas en la lista, canon, y se volvieron canónicas. Así, el Nuevo
Testamento que, antes, estaba solamente en el corazón, en los ojos, en las manos y en los
pies, comienza a expresarse también en el papel. Nace de la conciencia de ser un nuevo
acceso a Dios a través de Jesucristo.

2.7 Cambio de la situación

En este contexto turbulento de cambios, tres acontecimientos causan una crisis muy
grande en la vida de las comunidades cristianas: la persecución de Nerón en Roma (64);
el levantamiento y masacre de los judíos en varias partes del Imperio, especialmente en
Egipto (66) y la revolución judaica en Palestina (68) que llevó a la brutal destrucción de
Jerusalén por los romanos (70). Un cuarto acontecimiento íntimo de las comunidades es
la muerte de los apóstoles y de los testigos de la primera generación, lo cual hizo aumentar
esta crisis y contribuyó a que la vida de las comunidades entrase en una nueva fase.
Debido a todos estos factores de la situación internacional, judíos y cristianos
pierden los privilegios frente al Imperio que los judíos habían conquistado a lo largo de
dos siglos. Por ejemplo, la exención del culto al emperador. Por eso, se convierten en
blanco de las persecuciones por parte del imperio. No son persecuciones generalizadas
decretadas por el poder central de Roma, sino conflictos locales con la sociedad civil.
21
29 a.C. - 1 4 d.C: 1Q Emperador, decreta la Paz Romana y el censo del que se habla en ocasión del
nacimiento de Jesús (Le 2,1).
14-37 Tiberio: envió y destituyó a Pilato (26-36).
37-41 Calígula: quiere su estatua en el Templo de Jerusalén.
41-54 Claudio: expulsa a los judíos de Roma.
54-68 Nerón: persigue a los cristianos en Roma. Muerte de Pedro y Pablo.
68 Vindex I: luchas internas.
Galba I: golpes militares.
Oto I: Revuelta de las Legiones en las Provincias.
Vitelio I: Revuelta de los judíos en Palestina
69-79 Vespasiano: su hijo Tito destruyó Jerusalén en el 70.

Las instituciones del imperio son movilizadas contra los cristianos con una facilidad
cada vez mayor por personas que se sienten perjudicadas en sus intereses por el mensaje
cristiano (Hch 13, 50; 14, 5. 19; 16, 19-24; 17, 5-8; 18, 12; 19, 23-40). Con todo, estas
mismas instituciones casi no consiguen ser movilizadas por los mismos cristianos para
defender la justicia y la verdad. Los cristianos viven la situación de una pequeña minoría
sin ninguna influencia política. No consiguen mover la opinión pública a su favor. Son
gente sin poder.
La creciente resistencia del Imperio contra las Comunidades Cristianas, la destrucción
de Jerusalén y la desaparición de la primera generación de testigos de la resurrección,
ponen en crisis la identidad de muchos, producen una inseguridad muy grande en los
cristianos y hacen que las comunidades se vuelvan sobre sí mismas para sobrevivir.
Comienza la tercera etapa.

3. DESDE EL 70 AL 100:
ORGANIZACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LAS COMUNIDADES

Este período será tratado más extensamente en el próximo volumen. Aquí hacemos
apenas un resumen, para evitar que la separación en dos volúmenes separe dos períodos
de historia que entre si hacen una unidad.

Es un período difícil, marcado por graves conflictos y problemas. Continúa y se hace


más profunda la lenta transición del judaismo hacia el mundo griego. El trauma que
quedó de la destrucción de Jerusalén, se vio aumentado por la trágica separación entre
judíos y cristianos. Los dos, en lugar de ser juntos el pulmón de la humanidad, se
22
transformaron en dos religiones diferentes, enemigas entre si, que mutuamente se
excomulgaban. Además de eso, en este período, muchas doctrinas y religiones diferentes,
tanto agnósticas como mistéricas, comienzan a invadir el Imperio Romano. Señal de crisis
espiritual y de inestabilidad general. Ellas penetran también en las comunidades y provocan
nuevas tensiones y conflictos. Separados de los judíos, los cristianos se convierten en
blanco de persecuciones cada vez más fuertes por parte del Imperio Romano. Al final del
primer siglo, bajo el gobierno de Domiciano, junto con otros cultos mistéricos, fueron
declarados "Religión ilícita". Todo esto obligó a los cristianos a repensar y revisar muchas
cosas.
De este tercer período son las "Cartas Católicas" (de Juan, Pedro y Judas), el
Apocalipsis, las "Cartas Pastorales" (a Timoteo y a Tito) y, probablemente, las cartas a los
Efesios y a los Colosenses. Es en este período que se hace la redacción final de los
evangelios de Mateo, Lucas y Juan, y los Hechos de los Apóstoles.

S3
2da. VENTANA

La inculturación
de la Buena Noticia
Las fuerzas
que interaccionan
en la vida de las comunidades

Dentro de las comunidades, tanto ayer como hoy, existe una interacción de fuerzas
e intereses, que tienen que ver con la cultura, la religión y la fe, y que no siempre
llegan al nivel de conciencia. Por eso mismo, muchas veces, son fuente de tensiones
y de conflictos. Con finalidad didáctica, para organizar mejor los muchos asuntos de
esta segunda ventana, concentramos nuestra atención en tres áreas de donde venían
las fuerzas e intereses que interaccionaban en la vida de las primeras comunidades
cristianas, a saber: 1. la raíz judía; 2. la cultura griega; 3. los intereses del Imperio
Romano.

1. LA RAÍZ JUDÍA

La raíz judía incluye todo aquello que, de una manera u otra, está unido al origen de
la Buena Noticia en Palestina. Incluye el lugar donde nació la Buena Noticia, las regiones
geográficas de la Palestina con sus respectivas poblaciones; Judea, Samaría, Galilea. Incluye
la cultura judía de origen rural y tribal, tan diferente de la cultura helénica. Incluye la
escritura de los judíos con sus varias interpretaciones. Incluye a las personas que fueron
los primeros anunciadores de la Buena Noticia, todas ellas judías. Incluye aún al judaismo
con su organización, sus tradiciones, observancias y costumbres, la así llamada "Tradición
de los Antiguos" (Me 7, 5). Incluye las tensiones y contradicciones entre los sumos sacerdotes
y los saduceos que apoyaban al poder romano. De otro lado, los grupos más nacionalistas
de los fariseos, esenios y zelotes, todos ellos con sus escribas o doctores de la ley, y los
grupos más populares y marginados de los anawim (pobres), hassidim (piadosos),
24
samaritanos, publícanos. Incluye también a la persona de Jesús y a la memoria de todo
aquello que Él hizo y enseñó.

1.1.1a fuerza ambivalente de la Tradición de los Antiguos

La vivencia de la religión, cultura y fe siempre están unidas inseparablemente. En la


religión de los judíos, las costumbres alimentarias, las observancias rituales, la forma de
las celebraciones y tantas otras prescripciones de la Ley de Moisés, provenientes, sea de la
cultura rural y nómada, sea de la reforma de Esdras y Nehemías, eran interpretadas y
vividas por ellos como expresión de la voluntad de Dios. Y de hecho, lo eran para ellos.
Porque la fe en Dios sólo puede existir encarnada en una cultura y una historia concretas.
Fuera de eso, a lo largo de los siglos, todas o casi todas estas costumbres y observancias,
reunidas en la así llamada Tradición de los Antiguos, fueron instrumentos providenciales
para que el pueblo mantuviera su identidad y no se extraviase en el camino. Muchos
judíos dieron su vida para no transgredir, por ejemplo, los preceptos del sábado (1 Mac 2,
29-38), de la circuncisión (1 Mac 1, 60-61) y el de no comer carne de puerco (2 Mac 7,1).
Muchos de los que así murieron eran venerados como mártires. El libro de los Macabeos
conservó la memoria del martirio de algunos de ellos: del viejo Eleazar (2 Mac 6,18-31);
de la madre de los Macabeos con sus siete hijos (2 Mac 7, 1-41). El recuerdo de estos y
otros mártires, animó la fe de muchas generaciones. La fidelidad a estas observancias fue
la que hizo que la Buena Noticia de Dios pudiese llegar hasta el tiempo de Jesús. El mismo
las observó durante toda su vida.
Pero esta Tradición, que para los judíos era la revelación de la voluntad de Dios,
poco a nada significaba para los cristianos venidos de otras razas. Los gentiles, llamados
"prosélitos" (Hch 2, 11; 13, 43), "adoradores de Dios" (Hch 16, 14; 17, 4. 17; 18, 7), o
"temerosos de Dios (Hch 13, 16. 26), se sentían atraídos por la seriedad de la doctrina y
la moral del judaismo. Participaban de las celebraciones en las sinagogas, pero la obligación
de la circuncisión y las observancias alimentarias les impedía una adhesión plena al
Pueblo de Dios.
Esta casi identidad entre fe y cultura se manifestaba además de otra manera. La
Tradición de los Antiguos tenía que ver con la tradición de las familias y con la fidelidad
a los antepasados. Por ejemplo, Ezequías, guerrillero que actuaba al Norte de Galilea, fue
muerto en el 47 antes de Cristo. Su familia o clan continuó la tradición guerrillera, y,
cincuenta años después, ya en el comienzo de la era cristiana, Judas, un hijo de Ezequías,
fiel a la tradición de la familia, se proclamó rey mesiánico. Fidelidad al clan, fidelidad a la
Tradición de los Antiguos, fidelidad a Dios. En la vida concreta, las tres fidelidades se
mezclaban. Del mismo modo, después de la muerte de Jesús los parientes, "los hermanos
de Jesús", liderados por Santiago, se consideraban los continuadores de la tradición
25
iniciada por Jesús. Ellos formaban hfamilia de Jesús y coordinaban la Iglesia de Jerusalén
(cf. Hch 12,17; 21,18; Ga 1, 19; 2, 9)- Para muchos, ser fiel a Jesús y a Dios significaba
comprometerse con la "familia de Jesús". Los evangelios reaccionan contra esta
interpretación reduccionista e insisten en decir que ser de hfamilia de Jesús no es una
manifestación de parentesco Qn 1, 13). Para ser hermano o hermana de Jesús, basta
hacer la voluntad del Padre (Me 3,35).
El mismo conflicto aparece de otra forma en el martirio de Esteban. Hasta entonces,
de acuerdo con la Tradición de los Antiguos, el acceso a Dios, o sea, la conquista de la
justicia, se realizaba a través de la observancia a la Ley de Moisés y al culto oficial en el
Templo. Mientras que, a pesar de todo su esfuerzo por observar la Ley, Pablo tuvo que
reconocer su total incapacidad para alcanzar el ideal de justicia (Rm 7,14-25). Y ahora, de
repente, en la actitud de Esteban, él ve realizado este ideal. Esteban está en paz con Dios, ve
el cielo abierto y a Jesús a la derecha de Dios (Hch 7, 55-56). El posee la justicia. Pero la
posee sin observar la Ley, sin pasar por el Templo (Hch 6,13). Por eso, su actitud cuestiona
la Tradición de los Antiguos y la declara superada como único camino para llegar a Dios.

1.2 La difícil tarea del discernimiento

Los cristianos venidos del judaismo sufrieron mucho, ya que tuvieron que redimensionar
todo lo que habían vivido hasta aquel momento. Durante siglos se preparaban. Crearon una
expectativa, elaboraron visiones respecto al Mesías. Y cuando, finalmente, el mesías aparece,
ni siquiera los mismos discípulos consiguieron ver en él al Mesías (Me 8,31-33). La realización
de las promesas fue muy diferente de lo que ellos esperaban. En el origen y en el centro de
este trágico desencuentro estaba la cruz. Era muy difícil para un judío creer que Dios
hubiera aceptado como Mesías a alguien que había sido condenado como blasfemo (Me 14,
64), que quedó colgado de la cruz y, por lo tanto, conforme a la Ley de Moisés, era un
maldito (Dt 21, 22-23). (Cf. Subsidio 2 del volumen 5).
Todo esto ayuda a entender el grave conflicto que desanimó a las primeras
comunidades y trae una luz para los conflictos que hoy vivimos. La fidelidad al origen
judío era una fuerza que apoyaba a unos y apartaba a otros. Hoy, los que luchan por la
renovación, lo hacen porque quieren ser fieles a Dios. Pero muchos de los que están en
contra de la renovación también lo hacen por fidelidad a Dios. En la vida concreta todo
existe mezclado. Ya decía Jesús: "Los matarán pensando que son fieles a Dios" Qn 16, 2).
Por eso es tan difícil discernir las cosas y llegar a la raíz del problema. Porque tiene que
ver con la conciencia de las personas y de los grupos, con la cultura y con la ideología que
en ellas se infiltra.
Una frase de Pablo a los cristianos de Roma hace sentir de cerca cómo era difícil e
hiriente el discernimiento: "Quisiera yo mismo ser anatema, separado de Cristo, en
26
favor de mis hermanos, de mis parientes según la carne, que son los israelitas, a quienes
pertenece la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas,
a quienes pertenecen los patriarcas, y de los cuales desciende el Cristo según la carne"
(Rm 9, 3-5). Pablo se pregunta: ¿Será que Dios falló? (Rm 9, 6); ¿fue injusto? (Rm 9,14);
¿repudió al pueblo de Israel? (Rm 11,1); ¿hubo o no hubo un cambio por parte de Dios?
Pues lo que Dios da no lo quita (Rm 11, 29). Pero al final, responde: "Qué profundas
son las riquezas de Dios, y su sabiduría y entendimiento. Nadie puede explicar sus
decisiones, ni llegar a comprender sus caminos" (Rm 11, 33). El discernimiento no era
fácil. Continúa difícil hasta hoy. La búsqueda de una solución para este problema es el
telón de fondo del evangelio de Mateo, de las cartas a los Gálatas y a los Romanos, y la
carta de Santiago.

1.3 La fuerza del "peligroso recuerdo de Jesús"

Fue la nueva experiencia de Dios, manifestada en Jesús, en su práctica liberadora, en


su vida, muerte y resurrección, lo que llevó a algunos judíos convertidos a problematizar
lo que hasta aquel momento había sido enseñado y aceptado como la expresión normal
de la voluntad de Dios. A la luz de lo que Jesús había hecho y enseñado, ellos releían la
Biblia, descubrían en ella un nuevo sentido (2 Cor 3,16) y se volvían capaces de discernir
el llamado de Dios dentro de los hechos.
Jesús nació, vivió y murió judío. Judío de Galilea. Durante treinta años convivió con
su pueblo en Nazaret. Durante los tres años de su vida pública, hablaba y obraba a partir
de sus raíces judías y procuraba transmitir la Buena Noticia al pueblo de su tierra. Jesús
fue un judío fiel, fiel a la identidad más profunda de su pueblo. A través de palabras y
gestos, mostraba que no todo lo que se enseñaba en nombre de la tradición pertenecía a
la tradición (Me 2, 25; 7, 8-16). Por eso, fue acusado de ser infiel a la tradición (Me 2,16.
24; 7, 5). En realidad, Jesús fue tan fiel, que logró que las contradicciones internas del
judaismo aparecieran y explotasen por dentro. Y es por eso, por haber sido El tan fiel a
la tradición y a la cultura de su pueblo, que su mensaje es tan universal. Porque, la raíz
más profunda y más fiel de cualquier raza, cultura o religión, existe en la vida humana,
existe la base común de todos los pueblos, donde Dios nos habla. El pozo de donde todos
bebemos. La cultura, la tradición, es como un camino que cada pueblo va abriendo para
llegar a este pozo y matar su sed. Jesús quería que la tradición fuera nuevamente un canal
abierto para que el pueblo descubriese el sentido de la vida humana. El ayudó a su
pueblo a ser más judío, más fiel a sí mismo, y así, más humano.
El recuerdo de esta actitud de Jesús frente al judaismo era más fuerte que las
costumbres culturales. Cuando algunos, en nombre de la fidelidad a la cultura judía,
querían impedir la divulgación del Evangelio entre los gentiles, era siempre esta memoria
27
viva de Jesús que despertaba en ellos y los hacía descubrir y superar los obstáculos
culturales. Ellos imitaban al propio Jesús.
Todo esto obligó y ayudó a los cristianos, tanto a los de origen judío como a los de
origen griego, a hacer una nueva lectura del Antiguo Testamento y de su origen judaico.
El comienzo de esta relectura aparece en las cartas de San Pablo. El dice que todo fue
escrito para que nosotros, que vivimos en el fin de los tiempos (1 Cor 10,11), no errásemos
donde ellos erraron (1 Cor 10, 6-10). Un ejemplo concreto de esta relectura es el discurso
de Esteban (Cf. subsidio 7).
El deseo de fidelidad al origen judío que es la memoria de Jesús, llevó y lleva a los
cristianos, tanto de origen judío como a los de otras razas, a conservar las palabras y los
gestos de Jesús. En este sentido, el origen judío marcaba y marca profundamente la identidad
cristiana y la vivencia de las Comunidades. La memoria de Jesús siempre renace. Hasta hoy.
Proporciona un contacto directo con la fuente que es Cristo vivo, presente en las comunidades,
en los Hechos de los Apóstoles, este contacto con la fuente es expresado a través de la
acción del Espíritu que dirige todas las actividades, tanto de las personas como de las
comunidades (Cf. Subsidio 2). En las cartas de Pablo, este contacto directo con Jesús se
expresa en la vivencia de vida en Cristo (cf. Rm 6, 4-11; 8, 31-39)- La memoria de Jesús es
como el mismo Jesús: una fuente de paz (Le 2,14) y de contradicción (Le 2, 34).

2. LA CULTURA GRIEGA

Por cultura griega entendemos todo aquello que, de una u otra manera, era
portadora de los valores y contra-valores del modo de vivir griego o helenista: su
economía, su organización social, su política, su visión del mundo, del ser humano y de
Dios.

2.1 La cultura griega: su difusión, su ambivalencia, su fuerza

La sociedad griega estaba basada en la explotación del trabajo esclavo. Por eso, puede
producir y alimentar una cultura, cuyo sueño era este: vida tranquila, sólo de estudio y
meditación, sin trabajo manual. Esta manera de vivir entró en choque con el judaismo y
con el Evangelio. "Trabajar con las propias manos" (1CO4, 12; 1TS4, 11), como pretendía
Pablo, era despreciado como inferior e impropio por el ciudadano griego.
La cultura helenista era una cultura urbana. El foco de su irradiación por el mundo
era la polis, la ciudad. La vida en hpolis griega tenía mentalidad, organización e ideales
bien diferentes de la vida rural de Palestina. Así como actualmente la manera de vivir del
sistema capitalista se difunde a través de mil canales, así, en aquel tiempo, la manera
griega de vivir se difundía de muchas maneras. A Través del estilo de vida y de organización,
2S
características de las ciudades griegas con su demo-craáa.. A través del comercio, de los
productos y monedas. A través de la administración eficiente, del desenvolvimiento de la
agricultura en el tiempo de los Ptolomeos. A través de la cobranza de los tributos, tasas e
impuestos. A través de viajantes, soldados mercenarios licenciados que volvían a casa, y
de filósofos itinerantes: estoicos, gnósticos, epicúreos, cínicos. A través de la lengua llamada
koiné, que era la lengua internacional del comercio, como lo es hoy el inglés. A través de
la religión con swpan-theon y su mitología. A través de las armas, de la estrategia militar
y de la truculencia en la represión de los revoltosos. A través de la construcción de
ciudades con su arquitectura característica (había más de treinta ciudades helenistas
alrededor de Palestina). A través de la mentalidad: "Lo que es de Grecia es lo mejor", lo
que llevaba a los gobernantes de otros países a convidar gente de Grecia para ir a ejercer
cargos de confianza. A través del mismo imperio romano, pues la cultura helenista suponía
una estratificación social muy rígida con tres capas inmutables: los libres, los libertos y
los esclavos (y extranjeros). Sólo los libres formaban parte del demos (pueblo). Los esclavos,
los mismos libertos, los extranjeros, las mujeres, niños, enfermos, esto es, la gran mayoría
del pueblo, no tenían ninguna participación. A través de todo esto se propagaba un estilo
de vida, una ideología que sustentaba el sistema del imperio por dentro.
La influencia griega o helenista entre los judíos ya venía de lejos, desde antes de
Alejando Magno (323 a.C). En la cultura griega había algunos elementos distantes y otros
bien próximos a la tradición de los judíos. Por eso, unos estaban en contra y otros a favor.
Los judíos de Alejandría, en Egipto, por ejemplo, siempre tuvieron una apertura muy grande
con relación a la cultura griega, hasta iniciaron un proceso de inculturación cuyo principal
autor fue el célebre Filón de Alejandría. Como fruto de esta inculturación, la Biblia conserva
el libro de la Sabiduría, escrito en griego allá en Egipto (cf IV Volumen, pag 182).
Entre los judíos de Palestina, por tanto, el helenismo llegó a provocar divisiones
internas gravísimas. La clase dirigente de los sacerdotes y saduceos era favorable a la
apertura. En parte, porque veían en él algunos valores coincidentes con la Tradición de
los Antiguos. En parte, porque para ellos el helenismo era una fuente de riqueza. No
dudaron en introducirlo por la fuerza, sin respetar las tradiciones del pueblo (2Mac 4, 7-
17). Por eso, el pueblo del mundo rural palestino reaccionó con fuerza y luchó, durante
más de cien años, para defender su identidad contra la fuerza desintegradora de la
cultura helenista. Esta defensa de la identidad y de la misión como pueblo de Dios está en
el origen de la lucha de los Macabeos (IMac 1, 15-28).

2.2 Conflicto cultural en las comunidades cristianas

A partir del momento en que griegos sin noción ni contacto con la tradición judía,
comenzaron a entrar en las comunidades cristianas, el enfrentamiento ya antiguo con el
23
helenismo entró dentro de casa. La mentalidad de la ciudad, polis, se convirtió en presencia
familiar. Otros valores, extraños a la cultura judaica, comenzaron a interferir directamente
en el comprotamiento diario y provocaban tensiones y problemas para la convivencia fraterna.
El problema que más dificultó la convivencia fue la de la pureza legal relacionada
con el compartir la mesa. Para un judío observante estaba prohibido entrar en la casa de
un pagano (Hch 10, 28), sentarse en la mesa con alguien que era impuro (Me 2, 16),
comer carne con sangre (Gn 9, 4-5; Hch 15, 20). Porque de la observancia de estas
normas dependía la posibilidad de poder entrar en contacto con Dios y recibir de Él la
bendición prometida a Abraham: pueblo, tierra, descendencia (cf Gn 12, 1-3).
Inicialmente, antes de la entrada de los gentiles, los judíos convertidos continuaban
observando todas estas normas, que tenían que ver sobre todo con el compartir la mesa,
costumbres de alimentación y ritos de purificación, provenientes del Levítico y de la
Tradición de los Antiguos. Ellas formaban parte de su vida como el agua la vida de los
peces. Fue la entrada de los gentiles que, de repente, puso en evidencia el problema.
¡El gentil convertido aparecía en la reunión de la comunidad para participar de la
misma mesa de la Cena del Señor! ¿Podía o no podía? El problema no estaba en que si
un gentil podía ser cristiano sin observar la ley de Moisés y sin practicar la circuncisión.
El problema era: "¿A nosotros, judíos, aún convertidos, nos es permitido convivir con los
de otras razas que también creen en Jesús? ¿Podemos comer con ellos en la misma mesa?"
El problema era de convivencia. Pablo respondía: ¡Puede! Santiago decía: ¡No puede!
(Hch 15, 20-21). La Iglesia estaba dividida. No había acuerdo ni aún en el Concilio de
Jerusalén.

2.3 Escuela de formación permanente

Problemas, conflictos, tensiones y desafíos no les faltaron a los primeros cristianos.


En la raíz había casi siempre un problema cultural que se manifestaba en los muchos
conflictos diarios. En los problemas familiares: conflicto entre el marido que se convierte
y la mujer que no se convierte y vice versa (ICo 7,12-16). En los problemas de relación
entre las personas: la disputa entre Pedro y Pablo en Antioquía (Ga 2, 14). La disputa
entre Pablo y los falsos hermanos que aparecen en la comunidad de los Gálatas (Ga 2,
4). La disputa entre Pablo y Bernabé por causa de Juan Marcos, sobrino de Bernabé
(Hch 15, 36-40). Las grandes tensiones acostumbraban a estallar en disputas personales,
¡Hasta hoy! Las disputas entre personas suelen tener mucha influencia en la marcha
comunitaria. ¡También hoy!
Aquello que en la superficie parecía un problema de fe, en la realidad era un problema
cultural. Esto se percibe en el conflicto de Pablo con la comunidad de Gorinto. Pablo era
judío, los corintios grioegos. Además del problema de participación en la mesa, en que
30
Pablo asumía una posición bien abierta, había otras diferencias entre las dos culturas.
Presentamos algunos casos en que aparece este conflicto, en que Pablo intenta superarlos,
no siempre con buenos resultados.

1. El modo de ejercer la autoridad. La manera de tomar decisiones, discutir los asuntos


y resolver los problemas. Entre los judíos, la autoridad se imponía a través del argumento
de la "tradición (1 Co 15,3; 11,16.23), mientras entre los griegos se ejercía a través de
la participación y discusión en las asambleas. Pablo obraba y hablaba partiendo de la
menera judía de encarar la autoridad. Los griegos reaccionaban a partir de la mentalidad
griega de encarar el ejercicio de la autoridad. Esta diferencia fue fuente de conflicto y
de sufrimiento para ambos (cf Introducción a las Cartas a los Corintios).

2. La manera de vivenciar la religión. El enfrentamiento surgió en Licaonia cuando el


pueblo de allá, fiel a su cultura, quiso ofrecer un sacrificio a Pablo y Bernabé, pensando
que ambos fuesen una especie de dioses (Hch 14,11-13). La reacción de Pablo fue la
de un judío (Hch 14,14-15) y no consiguió convencer al pueblo (Hch 14,18). Tal vez
fue por eso, que poco después, este mismo pueblo pudo ser manipulado para apedrear
a Pablo, y casi murió (Hch 14,19).

3. Una tentativa de inculturación. En atenas, enfrentado con el paganismo puro, Pablo


no veía cómo anunciar la Buena Nueva (Hch 17, 23). Encontró una forma a partir de
la cultura de los propios paganos: hizo un discurso de acuerdo con las leyes de la
oratoria (Hch 17, 22-31), habló del "Dios desconocido" (Hch 17, 23), y citó frases de
autores griegos para transmitir su mensaje (Hch 17, 28). Curiosamente, en todo su
discurso, Pablo no habló de la cruz ni citó el nombre Jesús. Tal vez por eso consiguió
tan por resultado (Hch 17,32-34). Pero aprendió una lección. Después de la experiencia
amarga de Atenas, dejó de lado la oratoria y resolvió hablar abiertamente de Jesús,
y de Jesús crucificado (ICo 2, 1-5).

4. Una afirmación de fe para superar los límites de la cultura. De acuerdo con la


concepción del mundo de la cultura griega, no era posible admitir la posibilidad de
la resurrección. Cuando Pablo hablaba de este asunto, los griegos se burlaban de él
y no quisieron escucharlo más (Hch 17, 32). En la carta a los Corintios, Pablo enfrenta
el problema e intenta superar los obstáculos culturales que impedían la aceptación
de la fe en la resurrección (ICo 15, 1-53).

Este choque o conflicto cultural fue el problema más grave que los primeros cristianos
tuvieron que enfrentar. Problema eminentemente práctico, en el que la religión, la fe y la
31
cultura estaban de tal manera mezcladas, que parecían formar una unidad. Fue también
uno de los conflictos más fecundos de toda la historia de la Iglesia. Para resolverlo Jesús
no había pronunciado ni una palabra. Jesús no dejó nada escrito. Enfrentando el problema
creativamente crecía la conciencia y ellos aprendían lo que Dios les estaba pidiendo. Una
verdadera escuela de formación permanente. Y siempre la memoria de Jesús fue lo que
los ayudó en el discernimiento y en la solución de los problemas provocados por este
choque cultural.

3. LOS INTERESES DEL IMPERIO ROMANO

3.1 Cómo entender al Imperio Romano

En aquel tiempo, no había países o naciones como actualmente. El imperio romano era
un gran mosaico de reinos, ciudades y tribus. Cada piedra del mosaico mantenía su propia
religión, sus propias leyes, y, hasta cierto punto, su propia autonomía de gobierno. Pero
todos juntos debían estar integrados dentro de los intereses comunes del Imperio: pagar el
tributo, los impuestos, las tasas, no hacer guerra entre sí, ofrecer soldados para el ejército
romano, reconocer la autoridad divina del emperador, y dar culto a sus divinidades.
Cuando hablamos de conflicto con el Imperio Romano, no entendemos solamente
los grandes conflictos con el gobierno central de Roma, que en realidad ni fueron muchos,
sino todo tipo de conflicto que los cristianos tuvieron con el sistema mantenido por el
imperio en el mundo entero. Es decir, conflictos con la policía, con la justicia, con la
opinión pública, con la idologíay la religión oficiales, con las autoridades locales, con los
grupos de interés o de presión. A lo largo de los años, todo este conjunto de instituciones
se movilizaba, con una frecuencia y una facilidad cada vez mayores, contra los cristianos,
tanto por los judíos como por los paganos.

3.2 La paz romana: instrumento de dominación

Durante el período del 30 al 70 después de Cristo, el imperio romano continuaba


sus esfuerzos para concentrar el poder y la riqueza en Roma. Este proceso ya venía desde
el siglo anterior, desde los tiempos de Augusto, cuando acaeció el turbulento cambio de
República a Imperio. Las guerras civiles habían destruido la economía y el comercio. Era
necesario un período de paz para poder reconstruir la economía en vista de ulteriores
conquistas. Entonces, fue ¡La paz que reinaba entre los dioses descendió a la tierra,
gracias al emperador! Así cantaban los poetas. El emperador era venerado como un
instrumento privilegiado de los dioses para establecer la paz y la armonía en el mundo.
En realidad, el objetivo real de la Pax Romana era legitimar y expandir el dominio
32
romano en el mundo, favorecer el comercio internacional, garantizar la cobranza tranquila
de los impuestos y tributos y, por consiguiente, intensificar la concentración de la riqueza
y el poder en Roma.
Resultado: esclavitud creciente en los suburbios y exceso de lujo en el centro de
Roma (Ap 18,9-20). De un lado, sufrimientos y revueltas. Del otro, insensibilidad, alienación
y aflojamiento de costumbres (Rm 1, 18-32). Pablo define bien la situación cuando dice:
"ellos mantienen a la verdad prisionera de la injusticia" (Rm 1, 18).

3.3 ¿Cómo sobrevivir en un sistema


que amenaza de muerte?

El Imperio Romano detentaba el poder absoluto y utilizaba la polis griega para


alcanzar sus objetivos de expansión y dominación. La cultura era helenista, el gobierno
era romano. Mientras las Comunidades cristianas no interferían los intereses del Estado,
podían vivir y crecer. Pero cuando presentaban cualquier amenaza para el poder,
comenzaban a ser perseguidas sin piedad.
Como entre los judíos y así también entre los cristianos las opiniones estaban divididas
respecto a qué posición tomar frente al imperio. Había quienes procuraban evitar los
conflictos y estaban a favor de la obediencia a las autoridades. Pensaban que toda autoridad
venía de Dios. Esta opinión se trasluce en la carta a los romanos (Rm 13, 1-7). Otros,
especialmente después de la persecución de Nerón, veían en el imperio la encarnación
del mal. Rechazaban cualquier posibilidad de entendimiento. Esta posición está en el
libro del Apocalipsis (Ap 13, 18; 17, 9).
El Apocalipsis conserva el recuerdo de las persecuciones que no dejaban libertad a
los cristianos (Ap 13, 16-17). Por eso, para poder sobrevivir y no ser aniquiladas, las
comunidades cristianas trataban de adaptar su organización dentro de las posibilidades
que las leyes del imperio les ofrecían. Las instituciones romanas que tuvieron gran influencia
en la organización de las comunidades en este período son dos: la Domus, Casa y el
Collegium, Asociación.

3.4 La casa como lugar donde la comunidad se reúne

La palabra oikos (a\s&,dotnus) aparece con una cierta frecuencia en la organización de


las primeras comunidades. Varias veces se habla de la Iglesia que se reúne en casa de fulano
o fulana (Rm 16, 5.15; ICo 16,19; Flm 2; Hch 16,15; Cl 4,15). O se dice que una persona se
convierte "ella y toda su casa" (Hch 16,15. 31; 18, 8; ICo 1,16). (Ver Subsidio 20).
La Casa indicaba la unidad básica de la sociedad, producía todo lo que se necesitaba
para vivir y sobrevivir. Para pertenecer a la "casa" de alguien no era necesario tener
33
lazos de sangre. Todos los que en ella vivían eran considerados de la casa: mujer, hijos,
parientes, amigos, empleados, esclavos. Había una cierta semejanza entre casa y clan. El
clan era la unidad básica del pueblo de Israel. Quedarse sin casa (paroikos), como dice la
carta de Pedro (IPe 1,1), en cierto sentido era peor que el ser esclavo, porque el esclavo,
porque el esclavo tenía "casa", tenía identidad. El inmigrante no tenía nada de eso.
La casa representaba el sistema patriarcal. El Padre o Patriarca era como un rey con
poder absoluto dentro de la casa. Este poder tenía tres dimensiones: 1, la Potestad o
dominio sobre los hijos; 2, El Dominium, o dominio sobre los animales, los esclavos y las
cosas; 3, Manus o dominio sobre la mujer. Había con todo, casamientos sine manu, en
que la mujer permanecía independiente. Era la mujer quien organizaba y administraba la
casa. Era la "matrona".
La casa tenía una dimensión religiosa. El universo entero era visto como una copia
de la casa. Era la Casa de Dios. Leyes estables rigen el universo y producen el orden de
la naturaleza que garantiza a todos la vida: la sucesión de los días y las noches, de los
meses y los años, el ciclo del sol y de la luna, la secuencia de las cuatro estaciones. De la
misma manera, leyes estables deben regir la Casa en la tierra, tanto la casa del padre que
es la familia, como la Casa en la tierra, tanto la casa del padre que es la familia, como la
casa del emperador, que es el imperio. Quien no acepta la ley de la casa está en contra
del orden que Dios creó. Así, la autoridad del padre de familia y la del emperador era
legitimada por la religión.
Entre los cristianos, con todo, la casa adquiere un nuevo sentido. El hecho de que
ellos se reunían en la Casa de fulano o de fulana, no quiere decir que comunidad reproduzca
la autoridad de la Casa romana, del Imperio, sino que significa que Dios es mirado como
Padre de familia y que solamente a Él le cabe hpotestas o el dominium y la manus. De
este modo, desaparecía el poder absoluto tanto del padre de familia como del emperador.
Además, considerando a la comunidad como a su Casa, los cristianos encontraban en ella
su raíz, su identidad. Era el nuevo lugar de inserción dentro de la convivencia humana.
En cuanto a la manera de organizarse la comunidad dentro de la casa, esto se explica
mejor a partir de la institución del Collegium.

3.5 El "Collegium" y su influencia

La palabra collegium indicaba la asociación de personas de una misma categoría.


Era lo que en griego se llamaba politeuma. Tales asociaciones eran reconocidas
jurídicamente y servían para ayudar a las personas de una u otra categoría a de-
fender sus derechos dentro de la ciudad (polis). Por ejemplo, personas de las misma
profesión: panaderos, herreros, tenderos, etc. Existía también el collegium de los
pobres para garantizar un buen entierro, y el collegium que se creaba para hacer
34
fiestas y comer bien. Y había aún la organización de los extranjeros en collegium
alrededor de su fe y de su Dios.
La institución de la casa sustentaba el régimen patriarcal. La del collegium
representaba una tendencia más democrática de organización: podía ser de esclavos y de
libres, de hombres y de mujeres, de negros y de blancos, de ricos y de pobres. Tenía una
tendencia más igualitaria.
La institución collegium tenía una dimensión religiosa. Los que se reunían en col-
legium siempre tenían un dios como factor de unión. Una especie de cofradía con su
santo Patrono. Así, durante muchos años, las sinagogas de los judíos de la diáspora se
organizaban como collegium o politeuma para defender sus derechos y garantizar la
observancia de la Ley de Moisés.
Esta experiencia secular de los judíos fue de mucho provecho para los cristianos y
los ayudó a crear un estilo legal que les permitía vivir su fe. Como los judíos, los cristianos
utilizaban la institución del collegium para organizar, con cierta autonomía, las diversas
iglesias domésticas, en las que convivían "judíos y griegos, esclavos y libres, hombres y
mujeres" (Ga 3, 28). Las comunidades o iglesias domésticas ofrecían una casa, para los
sin casa, los inmigrantes y los excluidos de la sociedad de la época.

4. CONCLUSIÓN

Origen judío, cultura griega e intereses del Imperio romano. Vimos cómo estas tres
fuerzas intervenían en la vida de las comunidades cristianas. Intervenían hasta el punto
de tocar las cosas más íntimas y las relaciones más profundas tanto de la vida como de la
fe. Causa admiración y santa envidia el equilibrio y el coraje con que aquellos primeros
hermanos y hermanas nuestros supieron enfrentar el problema. Muy probablemente,
ellos no eran mejores ni más santos que nossotros. Pero sin duda, supieron ser más
creativos. Nos desafían y nos provocan a tener actualmente, aquí en América Latina, la
misma creatividad, la misma libertad, el mismo coraje, la misma fe en la presencia viva
de Jesucristo en nuestras comunidades, en las que actúan e intervienen las mismas fuerzas.
En efecto, los intereses del Imperio neo-liberal penetran hoy todos los sectores tanto
de la vida como de la fe y encuentran sus defensores dentro de las iglesias, desde los más
altos cargos hasta los fieles más humildes. El conflicto cultural está a la vista y aparece
con fuerza en el VIII Intereclesial (cf Guía 22). Felizmente, fueron los mismos obispos
reunidos en Asamblea en Santo Domingo, quienes llamaron la atención de todos hacia la
necesidad de la inculturación de la Buena Noticia y nos convocaron para el difícil y tan
necesario esfuerzo de encarnar el mensaje de Jesús en las culturas oprimidas. Juntamente
con la atención de las exigencias y las ambivalencias de las culturas, aparece hoy una
atención mayor de la historia, el pasado, los orígenes tanto de los pueblos como de las
35
personas. Porque está escondida en el pasado la llave que abre la puerta del futuro. Que
el testimonio de las primeras comunidades nos provoque, nos ayude y nos oriente en la
Nueva Evanglización y en la búsqueda de nuevos caminos para la Vida Religiosa en este
fin del milenio.

36
3a VENTANA

La variedad en la doctrina
y en la organización
de las comunidades
1. Factores que hacían aparecer diferencias

A lo largo de los años 30 y 70 comienzan a aparecer diferencias entre las comunidades.


Como vimos, la semilla de estas diferencias ya estaba en la tierra desde el comienzo,
desde antes de la venida de Jesús. Varios factores contribuyeron a que ellas comenzasen
a aparecer y crecer a lo largo de los años.

1.1. Variedad de las tendencias en el judaismo

Después del exilio surgieron diversos proyectos de reconstrucción del pueblo. Unos
querían restablecer la monarquía. Otros, que se aplicase la Ley de Moisés, sin la monarquía.
Otros deseaban una mayor apertura, querían que el pueblo fuese siervo y Luz de las
Naciones. Prevaleció el proyecto de Nehemías y Esdras, que proponían la reorganización
basada en la estricta observancia de la Ley, en el culto centralizado en Jerusalén alrededor
del Templo y la preservación de la pureza de la raza. A pesar de ser hegemónica, esta
tendencia nunca consiguió la adhesión de todos. Las otras tendencias continuaban activas,
aunque medio clandestinas. Además, dentro del propio movimiento de observancia,
surgieron varios grupos, cada uno con la pretensión de ser más observante que el otro;
hassidim, fariseos, esenios, zelotes. Así, ya en el liminar del Nuevo Testamento, existía en
el judaismo una variedad muy grande de grupos y tendencias. Estas mismas tendencias,
de una manera u otra, continúan activas en las comunidades cristianas.

1.2. Variedad de las culturas y distancias geográficas

En el mosaico del imperio romano, era grande la variedad de razas, lenguas, costumbres
y religiones. Los Gálatas, por ejemplo, eran inmigrantes. Habían llegado de Europa de la
Galia. Tesalónica era una ciudad de ex-combatientes romanos. Alejandría, una metrópolis
multirracial de cultura egipcia-helenística judía. Antioquía, la capital de la parte oriental del
imperio, tenía una población helenista. Corinto era un centro comercial entre dos puertos,
37
reconstruida por los romanos, con una población heterogénea, en su mayoría de esclavos.
Roma tenía alrededor de un millón de habitantes, llegados de todas las regiones del impe-
rio. Los habitantes de Jerusalén eran judíos, provenientes de casi todas las partes del mundo.
En aquel tiempo las comunicaciones eran diferentes que las actuales. Desde Jerusalén a
Roma son casi tres mil kilómetros. No había asfalto, ni ómnibus. No había teléfono ni radio.
Se viajaba a pie o en navios. Asimismo, a pesar de las dificultades y de las distancias (2 Cor
11, 25-26), había comunicación entre las comunidades (1 Cor 1,11; 1 Ts 3, 6).
Una celebración de la Eucaristía es distinta en una capilla de capo que en una
catedral.

1.3- Variedad en la historia de cada comunidad

Cada comunidad tiene su historia. Ninguna se repite. La de Tesalónica nació en


medio de la contradicción y la persecución (Hch 17. 5-9)- La de los Gálatas surgió debido
a una parada forzosa durante el segundo viaje de Pablo, que quedó enfermo cuando
pasaba por la región (Hch 16, 6; Ga 4, 13-15). La de Antioquía nació por iniciativa de
algunos cristianos anónimos de Chipre y de Cirene, que huyeron de la persecución de
Palestina (Hch 11,19-21). Estas historias diferentes tuvieron su influencia en la vivencia
y la organización de las comunidades. La comunidad de Filipos, por ejemplo, era coordinada
por Lidia (Hch 16, 15.40). Las de Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia por un grupo de
personas de más edad, llamadas ancianos (Hch 14, 23). Una comunidad fundada por
Pablo entre los griegos era diferente que la comunidad de Jerusalén, coordinada por
Santiago (Hch 21, 20-21).
De acuerdo con las necesidades y la cultura del lugar, surgían ministerios y servicios
diferentes: diáconos, profetas, evangelistas, presbíteros, obispos. O surgían nombres
diferentes para los mismos ministerios. Era como hoy: animadores, coordinadores,
encargados, líderes, responsables, directores. Son nombres diferentes para los mismos
servicios, o servicios diferentes de acuerdo con las necesidades del lugar. (Cf. Subsidio
6).

1.4. Los variados centros de irradiación

Al comienzo, el centro de irradiación pastoral era Jerusalén en Judea (Hch 8, 1).


Poco a poco, crece la influencia de Antioquía en Siria (Hch 11, 19- 26; 13, 1-3). Más
tarde surgen otros centros de irradiación: Efeso en la Siria Menor; Roma en Italia;
Alejandría al Norte de África; Corinto en Grecia. Cada uno de estos centros tenía su
modo de vivir la fe, su forma de anunciar la Buena Noticia, su costumbre de celebrar la
presencia de Jesús. Había también centros de irradiación unidos a ciertas personas. Por
3B
ejemplo, la línea de Pablo, la de Pedro, la de Santiago y la de Apolo (1 Cor 1,12; Hch
15, 13-21; 21, 16-25).
Actualmente tenemos muchos centros de irradiación pastoral que orientan a las
comunidades. Algunos orientan a través de publicaciones. Otros se imponen a través de
una determinada línea pastoral. Existen centros oficiales como la CNBB, la CLAR, el
CELAM, la CEU. Hay centros creados a partir de necesidades del pueblo: CPT, CIMI, CPO,
CEBI.

2. La variedad de doctrina en la organización

Al comienzo, entre los años 30 a 70, las diferencias creadas por estos y otros factores
aún eran pequeñas. Pero continuaban creciendo como crecen las ramas de un árbol. El
árbol, por su propia naturaleza, desenvuelve un equilibrio de fuerzas que permite sustentar
el peso de las ramas hacia todas las direcciones. La variedad de ramas hace aparecer la
belleza del árbol de la Iglesia. Vamos a ver cómo esta variedad se manifestaba en algunos
puntos bien centrales de la doctrina y de la organización de las primeras comunidades.

2.1. La variedad en la transmisión de las palabras de Jesús

Mateo dice que quien escucha y observa las palabras de Jesús "es como el hombre
prudente que construyó su casa sobre la roca" (Mt 7, 24). Lucas escribe diferente. Dice:
"es como el hombre que contruyó su casa, cavó profundamente y colocó los cimientos
sobre la roca (Le 6, 48). Lucas cambió porque el pueblo para el que escribía, no
acostumbraba a construir sus casas sobre roca. Ellos cavaban la tierra y construían
cimientos. Lucas adaptó las palabras de Jesús a la cultura de su pueblo. Hay muchos
ejemplos de este tipo.
En el evangelio de Marcos, a la hora de la muerte de Jesús, el soldado dice: "Realmente,
este hombre era hijo de Dios" (Me 15, 39)- En el evangelio de Lucas, dice: "Realmente este
hombre era un justo" (Le 23, 47). Cada evangelista tiene su propio objetivo, dentro del
cual arregla y adapta sus informaciones sobre Jesús. Marcos tiene por objetivo anunciar
la "Buena Noticia de Jesucristo, hijo de Dios." Lucas presenta a Jesús como modelo del
Justo, tal como lo describe el libro de la Sabiduría (Sab 2, 1-20; 3, 1-6; 4, 13-16). Quien
entrega su vida hasta la muerte se transforma en Justo.
La preocupación de los primeros cristianos no era tanto la fidelidad a la letra, sino la
fidelidad en vivir la Palabra en la situación concreta. Por eso, se tomaban una cierta
libertad en la transmisión de las palabras de Jesús, para que las personas pudiesen
percibir el alcance a su vida. Era unafidelidad creativa.

39
2.2. Variedad en la interpretación del Antiguo Testamento

La figura de Abraham

Pablo enseña que no es por las obras de observancia de la Ley que nos transformamos
en justos delante de Dios, sino por la fe en Jesucristo. Invoca el ejemplo de Abraham y
dice que Abraham fue justificado no por sus obras, sino por la fe, pues tuvo el coraje de
creer en la promesa de Dios contra toda esperanza, encontrando que era posible el
nacimiento de un hijo de él y de Sara (Cf. Rm 4, 1-25).
Santiago, por lo contrario, insiste en decir que "el hombre es justificado por las
obras y no simplemente por la fe" (Stg 2, 24). Y pregunta al lector: "¿Quiere ver cómo la
fe sin obras no tiene valor?" (Stg 2, 20). Y el ejemplo que coloca es el de Abraham (Stgo
2,14-26). "Cuando nuestro padre Abraham ofreció su hijo Isaac sobre el altar, ¿no fue por
las obras que se convirtió en justo? Por ahí ustedes pueden ver que la fe cooperó con las
obras de él y que por las obras esa fe se volvió perfecta" (Stg 2, 21-22). (Cf. Subsidio 10).
La diferencia entre los dos no proviene del texto del Antiguo Testamento, ya que era
el mismo para ambos. La diferencia venía de los pies: cada uno vivía en un ambiente
diferente. Pablo, en las ciudades griegas en contacto directo con los gentiles convertidos.
Santiago, en el ambiente palestino en contacto con los judíos convertidos, fieles a sus
tradiciones. El lugar donde están los pies es lo que más influye sobre el modo de pensar
de alguien. ¡Hasta hoy!

"Tu eres mi Hijo, hoy te engendré" (Salmo 2, 7)

El Nuevo Testamento aplica este texto a Jesús, pero con sentidos diferentes. En el
discurso de Pablo a los judíos en Antioquía de Pisidia, para significar la resurrección de
Jesús (Hch 13, 33). En la carta a los Hebreos, para significar que Jesús es el Hijo de Dios
(Hb 1, 5). En los evangelios, para significar la voluntad de Dios Padre respecto a la misión
de Jesús, manifestada en el Bautismo y en la Transfiguración (Me 1, 11; 9, 7). ¡Filiación
divina, Misión aquí en la tierra, Resurrección! Tres significados diferentes, uno al lado de
otro, dentro del mismo Nuevo Testamento.
Aquí también, la diferencia no viene del texto, sino de los ojos de quienes leen e
interpretan el texto. Viene de la Cristología diferente que ya existía en varias
comunidades. Para unos, Jesús es el Hijo de Dios antes del nacimiento. Para otros, la
filiación divina solamente aparece claramente en la resurrección (Rm 1, 4). Para otros
aún, esta fe pascual influye en la manera de comprender y describir el bautismo y la
transfiguración (2 Pe 1, 17).

40
2.3. Variedad en la interpretación de la muerte de Jesús

El evangelio de Marcos, en la descripción de la muerte, coloca en evidencia el


abandono de Jesús por parte de todos. Jesús es abandonado por los discípulos que
huyen (Me 14, 50), por el pueblo que pide su condenación (Me 15, 8-13), por los
jefes que se burlan y provocan (Me, 15, 31-32). Es abandonado hasta en la más
elemental comunicación. Cuando Jesús reza: "Eli, Eli" (Me 15, 34), los transeúntes
piensan que es un pobre desgraciado que, como todo el mundo, en la hora del
aprieto, invoca al profeta Elias, el santo de los imposibles (Me 15, 35). Jesús es
abandonado hasta por el Padre: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
(Me 15, 34). Para Marcos, es en esta figura humana trágica, torturada, abandonada
por todos, en la que se revela la divinidad de Jesús. "Realmente, este hombre era el
Hijo de Dios" (Me 15, 39).
En el evangelio de Juan, por lo contrario, Jesús muere como señor de la vida y
de la muerte, que entrega libremente su vida. "Nadie me la quita, la doy libremente.
Tengo el poder de entregarla y de retomarla" On 10, 18). En Juan, Jesús no sufre la
agonía en el Huerto. El comanda los hechos y los provoca (Jn 14, 31). En la hora de
la prisión, es El quien permite a los saldados que lo prendan, después de hacerlos
caer en el suelo al decir "Yo Soy" On 18, 5-6). Antes de entregarse, cuida la vida de
sus amigos On 18, 8-9). Jesús es el Rey que permite que su vida sea entregada On 18,
33-37). Cuando sube a la cruz, es como si subiese al trono real desde donde va a
reinar sobre la humanidad 0 n 19,19)- Hasta el último momento, tiene la conciencia
de su misión On 19, 28). "Y para que se cumpliese la Escritura hasta el fin, El dice:
"Tengo sed" 0 n 19, 28). Después que cumplió totalmente la voluntad del Padre,
podía decir: "Todo está consumado". Ahí, es El quien entrega su espíritu y devuelve
al Padre la misión recibida On 19, 30).
Son dos maneras bien distintas de ver a Jesús. Una, que insiste en su humanidad,
en su igualdad con nosotros, especialmente con los más pobres y desfigurados. Otras,
que insiste en el poder victorioso de Jesús sobre las fuerzas de la muerte que arruinan
su vida. Las dos se completan y se enriquecen mutuamente. Las dos son importantes
para la vivencia del evangelio. Impedir esta variedad perjudicaría no solamente la
verdad sobre Jesús, sino que mutilaría la propia vida humana.

2.4. La Cristología: los títulos de Jesús

En el Subsidio 4 del Volumen V, vimos los títulos que los cristianos daban a Jesús.
Algunos de estos títulos merecen ser destacados debido a la frecuencia con que aparecen
y por causa de la Cristología que representan.
41
Ilijotld IIOIIIIHT

Es el título que Jesús más usaba para si mismo y que nosotros menos usamos respecto
a El. La expresión "Hijo del Hombre" aparece 77 veces en los evangelios, una sola vez en
los Hechos (Hch 7, 56), y ninguna vez en los demás escritos del Nuevo Testamento. Este
título proviene del Antiguo Testamento, donde aparece con dos sentidos aparentemente
opuestos: uno en Ezequiel y otro en Daniel.
En Daniel aparece en una de las visiones apocalípticas, en la que el profeta describe
los imperios de los Babilonios, Medos, Persas y Griegos. Estos cuatro imperios tienen ahí
una apariencia de "animales monstruosos" (Dn 7, 3-8). Son imperios animalescos, brutales,
que persiguen y matan (Dn 7, 21.25). Después de estos reinos inhumanos, aparece el
Reino de Dios que tiene una apariencia no de animal, sino de "un Hijo de Hombre". 0
sea, es un reino con apariencia de gente, reino humano, que promueve la vida (Dn 7,13-
14). Aquí en Daniel la figura de Hijo de Hombre indica al Pueblo de Dios, "el Pueblo de
los Santos del Altísimo" (Dn 7, 18. 27). La misión que el Hijo del Hombre recibe es la
misión de todo el Pueblo de Dios. Consiste en realizar el Reino de Dios que es un reino
humano, reino que no persigue la vida sino que la promueve.
Usando el título Hijo del Hombre, Jesús asume esta misión, y no la asume sólo. Al
presentarse como Hijo del Hombre, está diciendo a sus discípulos y a todos nosotros:
"¡Vengan conmigo! Vamos a realizar la misión que Dios nos dio. Vamos a realizar el Reino
que El soñó. Esta misión no es solamente mía, es de todos nosotros.
En Ezequiel el título Hijo del Hombre aparece más de 90 veces. Es Dios, que, sin parar,
llama "Hijo del Hombre" al profeta. Aquí la expresión indica el aspecto humano del profeta. La
Biblia pastoral lo traduce acertadamente por Criatura humana. Usando este título, Jesús acentúa
su condición humana, igual a nosotros en todo, menos en el pecado (Hb 4,15; Flp 2, 7).

Siervo

Desde el exilio, este título estaba asociado a la figura del Siervo de Yavé, que aparece
en los cuatro cánticos de Isaías (Is 42, 1-9; 49, 1-6; 50, 4-9; 52, 13-53; 12). en él se
manifiesta la nueva conciencia de concebir la misión del pueblo de Dios como un servicio
a la humanidad. El contexto de los capítulos 40 a 55 del libro de Isaías deja bien claro que
el Siervo es el pueblo (Is 41, 8-9; 42,18-20; 43,10; 44,1-2; 44, 21; 45, 4; 48, 20; 54,17).
La figura del siervo era un espejo en el que el pueblo descubría su misión.
Jesús miró este espejo y se orientó por él en la ejecución de su misión. Instruido por
el Padre y por los pobres, recorrió los cuatro pasos de los cuatro cánticos y realizó el ideal
del Siervo (Mt 20, 28). De este modo, El se convirtió en la clave definitiva de interpretación
de los cuatro pasos de los cuatro cánticos de Isaías. Así los entendían y releían los primeros
42
cristianos. Para ellos, Jesús era el Siervo (Hch 3, 13, 26; 4, 27, 30; Me 10, 34). Usando
textos de los mismos cánticos, procuraban explicar el significado de Jesús para sus vidas
y para su misión (Mt 12, 18; Me 9, 35; Le 1, 38, 48).

Cristo

Cristo es una palabra griega que traduce la palabra hebrea Mesías. Ambas significan
Ungido. Al contrario que Hijo del Hombre, es el título menos usado por el mismo Jesús
y el más usado por los cristianos. Tan frecuente, que llegó a ser un nombre propio. El
nombre de Jesús de Nazaret pasó a ser Jesucristo.
En el tiempo de Jesús, todos esperaban la llegada del Reino, la venida del Ungido,
del Mesías (Me 8, 29). Pero no todos lo esperaban de la misma manera. Unos esperaban
un mesías rey, hijo de David (Me 10, 48; 12, 35), que vendría a combatir a los romanos
(Me 13, 22; Mt 4, 9)- Otros, un mesías sacerdote, el "Santo de Dios" (Me 1, 24), o un
mesías doctor de la Ley, que vendría a enseñar lo que faltaba saber sobre la Ley (Jn 4,
25). Otors un mesías juez, para ejercer el juicio (Le 3, 7-9), o un mesías profeta para guiar
al pueblo como un nuevo Moisés 0n 6,14 y Dt 18,15). Nadie esperaba un mesías siervo.
Por eso, el título Cristo, Mesías o Ungido, tenía ambivalencia. Manipulado por la ideología
dominante, era asociado al mesianismo regio y nacionalista. Jesús siempre evitó usarlo
para no ser mal interpretado. Aún en la hora del juicio, interrogado explícitamente por
sus acusadores, no se pronunció claramente (Mt 26, 64).
Con todo, después de la resurrección, pasó a ser el título más usado, sobre todo por
Pablo. Aparece más de 500 veces en los escritos del Nuevo Testamento. Indica que Jesús
recibió la unción para ser aquel en quien Dios realizó todas sus promesas. En Cristo y por
Cristo se da al pueblo el gran don del Espíritu Santo. El título Cristo indica el misterio de
la presencia de Jesús en la vivencia de la fe. En las cartas más tardías llega a dimensiones
cósmicas: todo fue creado en El, por El y para El (Col 1, 16).

Señor

El título Señor, junto con el de Cristo, es el primer nombre que se le da a Jesús después
de su resurrección. En el día de Pentecostés, Pedro declara solemnemente: "Que todo el pueblo
de Israel quede sabiendo con toda certidumbre: a este Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo
hizo Señor y Cristo" "Hch 2, 36). Aparece más de 140 veces solo en el Nuevo Testamento. Se
convirtió en el nombre más común de Jesús, pasó a ser llamado Nuestro Señor.
Señor es la traducción del nombre Adonai. En la Biblia hebrea, Adonai es el nombre
más frecuente de Dios. Después del exilio, por causa de una interpretación demasiado
rígida del segundo mandamiento que prohibe usar en vano el nombre de Dios (Ex 20, 7;
43
Dt 5, 11), y por un respeto exagerado, inspirado en las leyes de pureza legal, los judíos
sustituyeron el nombre Yavé por Adonai, que significa Señor. El nombre Yavé aparece
6,000 veces en el Antiguo Testamento. Su sentido es explicado en ocasión de la vocación
de Moisés (Ex 3,11-15). Es el corazón de la Revelación. Sugiere, evoca y afirma la presencia
amiga y liberadora de Dios en medio de su pueblo y en cada uno de sus miembros: "Yo
estaré contigo" (Ex 3,12). En otras palabras, aplicando este nombre a Jesús, los primeros
cristianos expresaban su fe de que Jesús resucitado es la prueba de que Dios continúa
siendo Yavé, esto es, presencia liberadora en medio de su pueblo.
Y no era solamente esto. En aquel tiempo, Señor era un título imperial. Su aplicación
a Jesús traía consigo ciertos riesgos, ya que el único Señor del mundo era el emperador de
Roma. Especialmente después del año 70, en la medida en que crece la hostilidad del
imperio contra los cristianos, crece también el riesgo de persecución para todos los que
pretendían que Jesús era el Señor. El uso de este nombre asume una dimensión aún más
política en el Apocalipsis, que insiste en decir que Jesús es el "Rey de reyes y Señor de
señores" (Ap 19, 16; 17, 14).

Hijo de Dios

Este título, tan importante para nosotros, es muy poco usado en el Nuevo Testa-
mento. Menos de cinco veces. Inicialmente era un título común. Todos somos hijos de
Dios. Recién después del año 100, los cristianos profundizarán todo su significado y
descubrirán de qué manera Jesús era Hijo de Dios.

2.4. La variedad en la manera de ver y de organizar la Iglesia

La figura de Pedro

En el evangelio de Marcos, Pedro aparece como líder del grupo de los doce (Me 1,16;
2, 16; 5, 37; 8, 29; 9, 2. 5; 10, 28). Sin embargo, Marcos no tiene miedo de conservar
críticas fuertes a la persona de Pedro (Me 8, 32; 14, 30. 37. 66-72). En el evangelio de
Lucas se omiten los pasajes más duros de Marcos. Por ejemplo, Pedro no es llamado
Satanás (Le 8, 20-22). Además de eso, Pedro es objeto de oración especial de parte de
Jesús, para que pueda confirmar a sus hermanos en la fe (Le 22, 31), y Jesús fija su mirada
en Pedro en el momento de la traición (Le 22, 61). En el evangelio de Mateo, permanece
la expresión Satanás (Mt 16,23), pero añade el texto en que Jesús establece a Pedro como
piedra y fundamento de su Iglesia (Mt 16,17-19)- Esta diferencia en la presentación de la
figura de Pedro en los evangelios sinópticos refleja la evolución que existió en la Iglesia
con relación al ministerio de Pedro. Conservando textos, en que Jesús llama a Pedro
44
Satanás, las comunidades relativizan el poder ejercido por Pedro. Llaman la atención de
los fieles para no confiar demasiado en los hombres, porque su fe depende ante todo del
mismo Jesús.

Liturgia y celebración diferente

No existía una única y misma manera de celebrar la presencia viva de Jesús en las
comunidades. Por ejemplo, las comunidades en las que Mateo recogió el material de su
evangelio rezaban el Padre nuestro de un modo (Mt 6, 9-13), mientras las de Lucas lo
rezaban de otro (Le 11, 2-4). También había diferencias en el modo de celebrar la Cena
del Señor, la eucaristía. Marcos y Mateo conservan las palabras de Jesús de una manera
(Me 14, 22-25; Mt 26, 26-29), mientras Lucas y Pablo las conservan de otra (Le 22, 19-20;
1 Cor 11, 23-25). En la comunidad de Corinto, la celebración de la Cena del Señor se
asemejaba a un encuentro de confraternización, en que cada uno llevaba comida y bebida.
Pablo critica a la comunidad, porque el elemento principal de la cena que era el compartir
como expresión de igualdad entre todos, estaba siendo negado en los hechos. Y conforme
a lo que se trasluce en la crítica que Pablo hace de las comidas sagradas de los paganos,
parece que en la memoria del Señor Jesús la bendición del cáliz venía antes que la
bendición del pan (1 Cor 10, 16-21).

La Iglesia frente al Imperio

En la carta a los Romanos, Pablo pide que los cristianos obedezcan en todo a las
autoridades constituidas y explica: "Toda autoridad viene de Dios" (Rm 13, 1). En los
Hechos, Lucas trata de mostrar que el imperio no necesita tener miedo de los cristianos.
Al contrario, de ellos solo puede obtener ganancias (Cf. la Introducción a los Hechos de
los Apóstoles, 64 clave de lectura: "La difícil convivencia con el imperio"). Esta actitud
bastante acrítica frente al imperio, comienza a cambiar, cuando, después del año 70, las
persecuciones aumentan y se multiplican. Al final del primer siglo, en el libro del
Apocalipsis, la posición es totalmente contraria. Se mira al imperio como vómito de
Satanás (Ap 12, 15-16).

3. Resumiendo y concluyendo

En estos años, entre 30 y 70, como que naturalmente, cada comunidad expresaba su
fe a su estilo, de acuerdo a su cultura. A pesar de las graves tensiones internas de convivencia
entre judíos y gentiles, los primeros cristianos no tuvieron miedo a las diferencias. Supieron
acogerlas e integrarlas. Supieron encarnar la Buena Noticia en su cultura, y así, hacían
45
aparecer la variedad y la riqueza tanto de la Buena Noticia como de las culturas. Combatían
el error, la doctrina falsa, para que no pervirtiese el sentido del Evangelio y de la vida
(Ga 1, 6-10). Pero no existía la imposición del mismo esquema de pensamiento, de una
única expresión doctrinal de la vivencia del mismo Jesús.
Había una preocupación por la unidad (Jn 17, 1-26). El medio que usaban era el
diálogo y el respeto por la variedad de funciones y de ministerios. El diálogo se
trasluce, por ejemplo, en el cambio de puntos de vista en el Concilio de Jerusalén
(Hch 15,1-29); en las reuniones de Pablo con las "columnas de la Iglesia" para evitar
que hubiese corrido en vano (Ga 2, 2; 1,18); en la división del trabajo que resultó de
allí (Ga 2, 6-9); en la comprensión de personas como Bernabé que supo evaluar y
acoger lo nuevo y lo diferente y así atenuar las divergencias y evitar rupturas (Hch 9,
27; 11, 19-26).
El respeto por la variedad de funciones y de ministerios aparece en las muchas
recomendaciones de Pablo. El insiste en la importancia de la variedad como expresión
de una misma fe, de un mismo bautismo, del mismo Jesús, del mismo Dios (1 Cor 12,
4-30). Se trasluce aún en las palabras y gestos de Jesús que fueron conservadas con
esta finalidad. Muchas palabras de Jesús testimonian su apertura para lo diferente y
estimulan a los cristianos a tener una igual. El evangelio de Marcos, cuya redacción
final se hizo alrededor del año 70, conserva las siguientes palabras de Jesús: "Quien
no está en contra mía está a mi favor" (Me 9, 38-40). Jesús reconoce el bien que existe
en los que son de otro grupo. Le dice a un escriba: "No estás lejos del Reino" (Me 12,
34). Supo acoger el pedido de los gentiles y reconocer que en ellos podía existir más
fe que en los judíos (Mt 8, 10). Le dice a la mujer cananea: "¡Oh mujer! tu hija vive"
(Me 7, 29).
Después del año 70, ante nuevos problemas, comienza a surgir una tendencia para
limitar y restringir la variedad, y así, conseguir una cierta uniformidad. Al final del
siglo primero, había un gran número de doctrinas y religiones, venidas especialmente
de Oriente, que invadían el imperio romano y se infiltraban también en las Comunidades
cristianas (Cf. Subsidio 17). Eran motivo de mucha confusión y exigían una orientación
más segura. Además de eso, después de la destrucción de Jerusalén, sobrevivió una
única tendencia del judaismo, la de los fariseos. Estos, durante los años 70 a 100,
comenzaron la reconstrucción del judaismo dentro de los moldes del fariseísmo. Las
otras formas ya no existían o fueron eliminadas. Paralelamente a este fenómeno del
judaismo, surge dentro de algunas comunidades cristianas una misma tendencia que se
manifiesta en las cartas a Timoteo y a Tito: restringir lo diferente e insistir en la
uniformidad. ¡Hasta hoy!
Resumiendo. Todo esto nos hace mirar con mayor simpatía, gratitud y respeto hacia
los primeros años de la divulgación del mensaje del Evangelio, y admirar, aún más, cómo
46
estos primeros cristianos supieron ser fieles tanto al Evangelio como a las culturas de los
pueblos de la época. El resultado se trasluce en la variedad que constatamos entre las
comunidades. Este modo de vivir la unidad en la pluralidad produjo una riqueza que,
hasta hoy, aparece en el Nuevo Testamento. Aún no era el punto final. El punto final solo
va a aparecer al final de la historia. Era apenas una muestra de cómo se podría hacer.
También hoy.

47
P u e r t a de entrada

Una clave de lectura


para las Guías y Subsidios
del VI Volumen
1. EL EJE CENTRAL Y LOS OBJETIVOS

El título de este Volumen Vivir y Anunciar la Palabra: las primeras comunidades,


resume el objetivo y el contenido. Acentúa la difusión de la Palabra que se hace camino
y se desparrama por la fuerza del Espíritu. Es el Espíritu el que lleva a Vivir y anunciar
la Palabra. Fue la vivencia evangelizadora la que marcó a las primeras comunidades. Es
la expansión de la Palabra en el comienzo de la Iglesia lo que llama la atención. Queremos
saber: ¿Cómo sucedió? ¿Quiénes la llevaron? ¿De qué modo y con qué medios fue divulgada?
¿Cuáles fueron los problemas que enfrentaron y cuáles los resultados que obtuvieron? Así,
la Palabra será luz para nuestros pasos (SI 119, 105).
Las guías y subsidios de este volumen están divididos en cinco bloques, cada uno
con una breve introducción. La preocupación básica de esta división está orientada por
cuatro criterios:

1. La Palabra camina

Como los primeros cristianos, somos hoy una pequeña minoría dentro de un inmenso
imperio que domina el mundo. Mientras tanto, lo que más impresiona, tanto ayer como
hoy, es la rapidez con que la Palabra de Dios hace su camino entre los pobres aquí en
América Latina, suscitando comunidades en todo rincón, haciendo crecer la conciencia de
las personas, a pesar del contexto de opresión en que vivimos.
Un primer objetivo de este volumen es obtener informaciones sobre la expansión
de la Buena Nueva al comienzo de la Iglesia. Queremos conocer mejor el proceso de
evangelización que fue suscitando las primeras comunidades, y descubrir cómo se
dio el crecimiento de la conciencia cristiana desde el año 30 al 70. Queremos no sólo
reconocer los principales acontecimientos de este período, sino también comprender
la situación dentro del contexto económico, social, político e ideológico del imperio
romano. Estas informaciones podrán ayudarnos a leer y entender mejor la actual
conyuntura.
4B
2. El libro de las Comunidades

El libro de los Hechos es uno de los libros más leídos en nuestras Comunidades.
Sirve de espejo para lo que hoy vivimos y sufrimos. Además de ser un registro de las
primeras comunidades es también una teología de esta misma historia.
Un segundo objetivo es leer y conocer mejor el libro de los Hechos de los Apóstoles;
profundizarlo, haciendo de él un eje central que entrelaza y une entre si las Guías de los
cinco bloques de este Volumen. El libro de los Hechos nos proporciona la línea del tiempo,
que permite situar a los otros libros dentro de su contexto. Limpiando así el espejo,
esperamos poder entender mejor el alcance de todo lo que Dios está realizando en medio
de nosotros.

3. La inculturación

Vivimos hoy momentos de tensión y de transición. Nuevos llamados y exigencias


aparecen causados por el renacer de las culturas oprimidas. La Conferencia Episcopal de
Santo Domingo nos convida a todos para dar mayor atención a la inculturación de la
Buena Nueva.
Un tercer objetivo es tener una visión global del proceso de encarnación y de
inculturación del mensaje cristiano en las culturas de los pueblos, tal como aparece en el
libro de los Hechos de los Apóstoles y en las cartas de Pablo y Santiago, escritas entre el
año 30 y el 70. Esto podrá ayudarnos en la tarea que tenemos hoy en preparación a la
llegada del tercer milenio.

4. Profundizar lo cotidiano

Quien estudia mucho gusta de grandes teorías y de amplios cuadros de referencia


para poder situarse en la vida e iluminar los hechos. Quien vive envuelto por los problemas
concretos de cada día, no tiene tiempo ni mucho interés en profundizar las teorías.
Quiere saber qué hacer aquí y ahora. No siente gusto en estudiar la sal. Prefiere salar la
comida.
Un cuarto objetivo es ver cómo Pablo en sus cartas, fue capaz de ayudar a los
hermanos y a las hermanas a clarificar los acontecimientos diarios de su marcha. Una de
las cualidades de Pablo fue la sabiduría con que supo combinar una amplia visión teórica
de la obra de Dios en Cristo con una capacidad práctica de profundizar e iluminar los
problemas concretos de cada día.
Estos cuatro objetivos orientarán la elección de los asuntos de las Guías y Subsidios,
para que puedan favorecer un mejor conocimiento de la evolución de las primeras
•43
comunidades cristianas en sus varios niveles y así, iluminar nuestra situación actual.
Porque todo fue escrito para nuestra instrucción, para nosotros que estamos viviendo
e
n estos últimos tiempos" (1 Cor 10,11).
2
- LOS CINCO BLOQUES Y SUS PARTICULARIDADES

Cada Bloque de Guías y Subsidios enfoca una etapa o un aspecto determinado de la


historia de la Iglesia del año 30 al 70:
1- La comunidad-modelo: el ideal del comienzo.
2. La Palabra se abre camino: el primer arranque.
3- Las Iglesias en la diáspora: la difusión entre los judíos.
4. Las Iglesias en Europa: la difusión en el mundo helénico.
5. "Hasta los confines del mundo": la Iglesia en Roma.
Cada bloque se inicia con una breve introducción, que describe las características
principales del período o del aspecto de la historia que en él se aborda. La descripción de
la historia no es completa, sino selectiva. Acentuamos especialmente aquellos puntos que
Pueden iluminar nuestro camino hoy. Cada bloque termina con una Guía sobre la expansión
misionera. Así, a lo largo de este Volumen se obtiene una idea de los varios motivos y
fuerzas que llevaron y aún llevan a la expansión de la Buena Nueva por el mundo.
Cada vez que dentro de los bloques se aborda un nuevo libro o carta, se antepone la
Guía en cuestión con una breve introducción al respectivo libro o carta. Así, en este
Volumen se ofrecerá una clave de lectura para los siguientes once libros y cartas que
fueron escritos entre los años 30 y 70, o informan sobre este mismo período: los Hechos
de los Apóstoles, la carta de Santiago, la carta a los Gálatas, la carta a los Filipenses, las
dos cartas a los Tesalonicenses, las dos cartas a los Corintios, la carta a los Romanos, la
carta a los Colosenses y la carta a Filemón.
Quedan dudas sobre la fecha y el autor de algunas cartas paulinas, de las que no se
sabe si non realmente de Pablo o de un discípulo que vivió después del 70, a saber: la carta
a
los Efesios, la carta a los Colosenses, las dos cartas a Timoteo, la carta a Tito y la así
llamada carta a los Hebreos. Todas ellas, menos la carta a los Colosenses, serán tratadas en
el próximo volumen junto con los otros libros y cartas escritas entre el año 70 y 100.

3 • INFORMACIONES SOBRE CADA BLOQUE

Bloque l 2 : La Comunidad Modelo (Guías 1 a 5).

Objetivo: Observar en el espejo de la comunidad ideal que Lucas pone ante de


nosotros en los primeros cinco capítulos del libro de los Hechos.
Contenido: Las Guías y Subsidios de este bloque tratan de ayudar a la reflexión
sobre los puntos que crearon la Iglesia de los Apóstoles e hicieron de ella una comunidad-
modelo para todos los tiempos: la lectura orante de la Palabra de Dios (1), la acción del
Espíritu (2), la organización de la comunidad alrededor de los apóstoles, de la fracción
del pan y de la oración (3), y el anuncio de la Buena Nueva hecha por los apóstoles (4).
Al final del bloque, una Guía que muestra la expansión misionera como fruto del conflicto
y de la persecución (5).

Este bloque trae la introducción a los Hechos de los Apóstoles.

Bloque 2-: La Palabra se abre camino.

Objetivo: Reflexionar sobre el comienzo de la Iglesia, sobre los factores que


contribuyeron al primer arranque de la marcha, descrita en los capítulos 6 a 15 de los
Hechos de los Apóstoles.
Contenido: Las guías y subsidios de este bloque tratan de ayudar a la reflexión
sobre los puntos que hacen caminar y expandirse a la Iglesia: la organización y coordinación
de las comunidades (6), la nueva lectura del pasado y de la Biblia (7), el testimonio o
martirio que no tiene miedo de romper con lo que impide la manifestación del Reino,
como por ejemplo el Templo (8). Al final del bloque una Guía procurando mostrar cómo
la expansión misionera se realiza a través del crecimiento de la conciencia, dinamizada
por una evangelización itinerante (9).

En este bloque solo se leen trozos sacados de los Hechos de los Apóstoles.

Bloque 3°: Las Iglesias de la diáspora (Guías 10 a 13).

Objetivo: Reflexionar sobre la difusión de la Iglesia entre los judíos de la diáspora,


fuera de Palestina, y sobre las dificultades y tensiones vividas en esta misión junto a los
hermanos de una misma raza.
Contenido: Las Guías y Subsidios de este bloque abordan los problemas relacionados
con la encarnación de la Buena Nueva entre los judíos de la diáspora: la cuestión del
valor de la fe y de las obras (10), la cuestión de la nueva libertad en Cristo y de su alcance
para la vida (11), el problema debatido en el primer concilio ecuménico (12). Al final del
bloque, se ve la expansión de la Buena Nueva como una respuesta a los llamados que
llegan de la realidad, especialmente el esfuerzo de inculturación dentro de la realidad de
los grandes centros urbanos del mundo helenista (13).

51
Este bloque nos introduce en la carta de Santiago y la carta a los Gálatas.

4 2 Bloque: Las Iglesias en Europa (Guías 14 a 18).

Objetivo: Reflexionar sobre la difusión de la Buena Nueva en el mundo griego y


sobre los problemas y conflictos que la inculturación del mensaje en el mundo helénico
trajo consigo.
Contenido: Las Guías y Subsidios de este bloque tratan de ayudar a la reflexión
sobre los factores que contribuyeron a la expansión de la Buena Nueva en el mundo de la
cultura griega, y sobre las dificultades y los conflictos que surgieron en este pasaje: el
testimonio personal de Pablo y el lugar de la mujer en la vida de las comunidades (14), el
problema de la parusía del Señor, que parecía no querer llegar, y el trabajo como medio
de sustento de los misioneros (15), los dones y carismas y su contribución para la vida
comunitaria (16), las doctrinas extrañas y la religiosidad popular (17). Al final del bloque,
se trata de ver la expansión de la Buena Nueva como consecuencia de la búsqueda de los
derechos (18).
Este bloque trae La introducción a las cartas a los Tesalonicenses, a los Corintios, a
los Filipenses y a los Colosenses.

5a Bloque: "Hasta los confines del mundo", la Iglesia en Roma (Guías 19 a 22)

Objetivo: Reflexionar sobre el ideal universal que la Iglesia trata de alcanzar a


través de su caminar por la historiaj y sobre el camino que conduce a este ideal.
Contenido: Las Guías y Subsidios de este bloque tratan de ayudar a la reflexión
sobre los puntos que hicieron que la Iglesia se abriese camino y se expandiese, tanto
geográfica como internamente, "hasta los confines del mundo", y se transformara así en
una Iglesia universal, internacional y transcultural. Reflexiona de modo particular sobre
la historia de la Iglesia en Roma y mira de cerca los siguientes asuntos: los dolores de
parto de la nueva humanidad y el amor de Dios vivido en el vivir diario (19), las Iglesias
domesticas (20), la nueva relación con Cristo que produce una conciencia social (21). Al
final del bloque, en la última Guía, la expansión misionera es vista como expresión de la
conciencia universal que la Buena Nueva del Reino produjo en los cristianos.
Este bloque trae La introducción a las cartas a los Romanos y a Filemón.

52
BLOQUE 12

Comunidad-Modelo
(Hechos 1-5)

"Y el Señor aumentaba cada día el número de los que serían sal-
vos" (Hch 2, 47).

Breve historia del comienzo de la Iglesia


Del comienzo de las comunidades cristianas sabemos muy poco, casi nada. Los
primeros cinco capítulos de los Hechos de los Apóstoles apenas si relatan algunos discursos
(Hch 2,14-36; 3,12-26; 4,8-12), dos o tres descripciones de la vida comunitaria (Hch 2,42-
47; 4, 32-35; 5,12-16) y unos pocos acontecimientos más significativos: Pentecostés (Hch
2, 1-13)- La curación de un paralítico (Hch 3 1-11), La prisión y defensa de los apóstoles
(Hch 4,1-22; 5,17-33), el comportamiento en las persecuciones (Hch 4, 23-31), La actitud
de Bernabé, Ananías y Safira (Hch 4, 36-5, 11) y la opinión de Gamaliel (Hch 5, 34-42).

El comienzo de la nueva vida

A pesar de ser pocas, estas informaciones dejan aparecer algo de mucha importancia.
El comienzo de la Iglesia fue el comienzo de una nueva vida que de repente apareció en
la historia de la humanidad. De acuerdo al evangelio de Juan, el Espíritu Santo fue
comunicado a los discípulos el mismo día de la resurrección de Jesús (Jn 20, 22). Fue una
experiencia profunda del poder de Dios. Experiencia de vida victoriosa con varios
momentos fuertes, varios pentecostés (Cf.. Subsidio 2). Esta vida nueva en el Espíritu se
divulgó especialmente en Galilea, a donde el mismo Jesús había dicho a las discípulos que
volviesen (Me 14, 28; 16, 7). Fue allá, alrededor de la "familia de Jesús", que fueron
surgiendo las primeras comunidades. Es de esta experiencia comunitaria que nació la
Iglesia.
Los cuatro evangelios relatan las apariciones de Jesús Resucitado. Son relatos bastante
tardíos, en los que aparece la perplejidad ante la novedad de la fe en la resurrección. La
gran aparición de Jesús al pueblo, con todo, es la comunidad cristiana, cuyo ideal está
descrito en Hechos 1 a 5. Como Jesús (Le 2, 10), La comunidad es una Buena Nueva de

53
Dios para todo el pueblo (Cf. Subsidio 4). En ella nació una nueva manera de leer la
Biblia y una voluntad grande de rehacer la historia del pueblo de Dios (Cf. Subsidio 1).
Ella se caracteriza por una nueva manera fraterna y solidaria de convivir (Hch 2, 42-47;
4, 32-35), realizando así, el ideal del Antiguo Testamento, a saber, "entre ustedes no
puede haber pobres" (Dt 15, 4) (Cf. Subsidio 3). Esa nueva manera de vivir y de convivir
molestaba a los hombres de poder y por eso mismo, fue perseguida. Con todo, gracias a
la experiencia de la resurrección, en vez de desánimo, las persecuciones suscitaban en
ellas mayor coraje y mayor deseo de anunciar la Buena Nueva (Cf. Subsidio 5).

Modelo para los que llegaran después

El interés de Lucas no es describir cómo fue La vida de las comunidades, sino cómo
debe ser. Quiere ofrecer un modelo de cómo las comunidades deben vivir para ser fieles
al ideal que animó a los apóstoles. El hace lo mismo que el autor del libro del Génesis que
proyectó en el pasado, en el Paraíso Terrenal (Gn 2, 8-25), el ideal de humanidad a ser
realizado en el futuro. A través de la descripción idealizada de la comunidad de los
primeros cristianos, el evangelista convida a los lectores y lectoras a participar del caminar
para transformar la nostalgia del comienzo en esperanza para todos. Usa La palabra
caminar (camino) para designar el nuevo modo de ser y de obrar de las comunidades
(Hb 9, 2;l6,17; 18.25.26; 19, 9-23; 22, 4; 24,14.22). (Cf. Introducción a los Hechos de los
Apóstoles).

El tema de las Guías y Subsidios

Este primer bloque, en sus Guías y Subsidios, trata de resaltar los elementos que
para Lucas son básicos en la construcción de una comunidad cristiana: Guía 1: La fidelidad
a la palabra de Dios y de Jesús, expresada en la elección del sustituto de Judas y en la
espera obediente del Espíritu prometido. Guía 2: la apertura a la acción del Espíritu de
Jesús resucitado que conduce la Iglesia en todos sus pasos. Guía 3: La fidelidad a la Ley
de Dios que se expresa en la nueva convivencia fraterna de compartir y de celebración.
Guía 4: La conciencia misionera que se expresa en el servicio y en el anuncio de la Buena
Nueva a los demás. Guía 5: La expansión de la Palabra por el mundo es vista como
consecuencia de La persecución de los cristianos y de su constancia en los conflictos.

54
Hechos de los Apóstoles

INTRODUCCIÓN

En estos últimos años nuestras comunidades están estudiando mucho el libro de los
Hechos de los Apóstoles. Las comunidades viven momentos de tensión y de conflictos,
porque están experimentando algo nuevo en su marcha. Y lo nuevo siempre es generado
en medio de conflictos.
Esto nuevo que surge pide experiencias y maneras nuevas de organización y de
vivencia. Las necesidades y los desafíos que surgen piden nuevas respuestas. Se percibe
hoy una crisis de instituciones, pero la vivencia de la mística continúa fuerte. Se buscan
nuevas maneras de vivir la espiritualidad. La inculturación es un gran desafío. Ante esto
queda más claro para nosotros el porqué de la lectura continua del libro de los Hechos de
los Apóstoles por las comunidades.
¿Qué buscan las comunidades en este libro? Ahora bien, el libro se llama "Hechos"
(del griegopráxeis, práctica) porque narra hechos y la práctica de las primeras comunidades
después de la despedida de Jesús. El libro de los "Hechos" también acentúa las dificultades
de estas comunidades al enfrentar no solamente las amenazas venidas del judaismo y del
paganismo, sino también las amenazas, los desafíos y las crisis internas. Las comunidades
enfrentaban a la sinagoga y al Imperio y también a sus propias divisiones y conflictos (Gf.
Hch 20,29-31). No era nada fácil. Por eso mismo, este libro es como un mapa para la vida
de las comunidades hoy, amenazadas por la violencia económica, social, política, religiosa,
ideológica y cultural.

AUTOR Y FECHA

El libro de los Hechos es la segunda parte de una obra literaria que engloba el
Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles. Ambos se atribuyen a la comunidad
representada por Lucas (Cf. Introducción al Evangelio de Lucas - Volumen 5 de esta
Colección). De este modo el libro de los Hechos es la continuación natural de las narraciones
contenidas en el Evangelio de Lucas.
55
Lo que une a estos dos libros es la Resurrección de Jesús. Para las comunidades, lo
que daba fuerza en el camino era esta afirmación radical: "Jesús resucitó!" (Hch 1, 34). La
comunidad veía en la resurrección de Jesús La realización de todas las promesas hechas
por Dios al pueblo a lo largo de todo el Antiguo Testamento (Le 24, 49-53). Era el mayor
de todos los acontecimientos en la vida de quienes esperaban la realización de estas
promesas liberadoras de Dios. Sin embargo, la Resurrección no significaba que las
esperanzas apocalípticas de una instauración inmediata del Reino estuvieran sucediendo
(Cf. Hch 1, 6) Al contrario. El Reino es construido lentamente, y su crecimiento se dará
por el trabajo y el testimonio de los seguidores y seguidoras de Jesús (Hch 5,42). Gracias
a la Resurrección, el Espíritu Santo obra continuamente en medio de las comunidades (Cf.
Hch 2, 33-38; 4, 31), animando la práctica de los seguidores de Jesús. Por medio de esta
práctica, la Palabra de Dios camina en medio de la Humanidad hasta el día de hoy.
El libro de los Hechos muestra una preocupación ya presente en el Evangelio de
Lucas. El texto evangélico quiere transmitir informaciones sobre todo lo que sucedió con
Jesús (Le 1, 3). En los Hechos, el objetivo es mostrar la realización de las promesas hechas
al pueblo a través de la acción del Espíritu Santo, memoria viva de las comunidades El
Espíritu Santo es una presencia celebrada y vivida diariamente en las comunidades. Los
libros, el Evangelio + los Hechos, quieren mostrar que Jesús continua actuando por medio
del Espíritu. El Espíritu Santo es el mismo Espíritu de Jesús Resucitado (Cf. Subsidio 2).
El libro parece ser un relato histórico de las actividades de los hombres y de las
mujeres empeñados en propagar la Palabra de Jesús. En verdad, se trata de una lectura
teológica de la historia de las primeras comunidades. No podemos considerarlo como una
historiografía de la Iglesia Primitiva. Algunos apóstoles, como Pedro y Pablo, son más
enfocados y sus pasos son contados en detalles. De los demás apóstoles, el libro habla
poco o simplemente calla.
Esta historia teológica engloba los primeros 30 años de la vida de las comunidades.
Se extiende desde la desaparición de Jesús hasta La llegada de Pablo a Roma, quien llega
a la capital del mundo por primera vez, como un prisionero, aunque con alguna libertad
mientras espera ser juzgado. Eso debe haber sucedido alrededor del año 80 d.C. (Cf. Hch
28, 20-31) La razón del porqué el libro paró en este acontecimiento, no la sabemos bien.
El testimonio de Pablo en Roma parece confirmar que la Palabra llegó "a los confines del
mundo" (Cf. Hch 1, 8). De alguna forma, la comunidad de Lucas encontró que estaba bien
guardar la memoria de estos hechos, contando el comienzo de la marcha de la Iglesia.
De cualquier manera, cuando surgió el libro, juntamente con el Evangelio de Lucas,
la Iglesia estaba enfrentando serias dificultades. Estamos entre los años 80 a 90 d.C.
Todos los grandes líderes de la era apostólica ya habían muerto. Estaba en ejecución la
trágica separación entre judíos y cristianos. El Imperio comenzaba a perseguir a las
comunidades.
5B
Pero no sólo estos hechos externos amenazaban la vida de las comunidades. También
enfrentaban crisis internas, surgidas por el crecimiento y por la aparición de nuevos
líderes y por los paganos que estaban entrando en la Comunidad. Frente a todo esto, las
comunidades buscaban la memoria de los hechos pasados como navegantes que, ante un
mar desconocido, leen con cuidado las informaciones dejadas per aquellos que ya
enfrentaron el mismo mar

DIVISIÓN DEL LIBRO

Existen muchas sugerencias de autores en las maneras de dividir el libro de los


Hechos de los Apóstoles. Proponemos aquí una división que siga los criterios de los
modelos presentados en los Hechos: La comunidad y el agente de pastoral.

A semejanza del Evangelio de Lucas, el libro de los Hechos se inicia con un Prólogo
dedicado al mismo Teófilo (Hch 1,1-5). En este Prólogo encontramos los objetivos del
libro: La misión de Jesús continúa en el trabajo de sus seguidores y seguidoras. La Palabra
de Dios, impulsada por el Espíritu Santo, se encuentra en un proceso de expansión a
partir de Jerusalén en dirección hacia los confines del mundo.

Primera parte: La comunidad-modelo (Hch 1, 12 hasta 15, 35)

Esta parte describe el desarrollo de la Palabra después de La partida de Jesús. Muestra


La vida de las comunidades en su nacimiento y va hasta el gran encuentro conocido como
"Concilio de Jerusalén".

Esta narración engloba:

* La desaparición de Jesús (Hch 1,6-11)


* La vida de la comunidad-modelo de Jerusalén (Hch 1, 12 a 7, 60)
* La marcha de la Palabra hacia fuera de Judea (Hch 8, 1-40)
* La conversión de Pablo (Hch 9, 1-31)
* Las actividades de Pedro en el llano: la conversión de Cornelio (Hch 9, 32 a 11,18)
* La Iglesia de Antioquía (Hch 11,19-30)
* Una persecución que produce la expansión (Hch 12, 1-25)
* El primer viaje misionero de Bernabé y Pablo (Hch 13, 1 al4, 28)
* El problema de los convertidos del paganismo y el Concilio (Hch 15, 1-35)

57
Segunda parte: el apóstol-modelo (Hch 15, 36 hasta 28, 30

El libro acompaña al apóstol Pablo en sus viajes. Con el la Palabra de Dios viaja
llegando "hasta los confines del mundo".

Esta narración engloba:

* Los viajes de Pablo por el Asia y Europa (Hch 15, 36 a 21, 17)
* La prisión de Pablo en el Templo de Jerusalén (Hch 21, 18-40)
* El proceso contra Pablo y sus años de prisión (Hch 22,1 a 26,30)
* El viaje marítimo a Roma (Hch 27,1 a 28,16)
* La prisión domiciliar mientras espera el juicio (Hch 28,17-31)

Para un estudio más completo de los Hechos, en toda su importancia y riqueza,


presentamos tres propuestas de un plan literario que trata de clarificar la estructura del
libro.

5B
2. Plan literario del libro a partir de las iglesias. Este plan muestra que existen básicamente
dos "iglesias" articuladas: la de La Circuncisión, representada por Pedro, y la de los Gen-
tiles, representada por Pablo. Los capítulos 13 a 15 funcionan como una "bisagra" articulando
a las dos iglesias.

La Iglesia de la Circuncisión La Iglesia de los Gentiles


(Pedro) (Pablo)

1 15
13 28

3. Plan literario del libro a partir de la marcha de la Palabra. Este esquema muestra la marcha
de la Palabra. Nuevamente el centro de todo está en los capítulos 13 a 15. A partir del problema
de los gentiles surgido en Antioquía, la Palabra, que parte siempre de Jerusalén, llegará a los
confines del mundo simbolizados en la ciudad de Roma.

Los Doce Los Siete Asia Grecia Proceso • Roma


1 7 21 28
Jerusalén 6 12 16 23 Roma
Jerusalén 13 15 Jerusalén
Misión a partir de
JERUSALÉN ANTIOQUÍA ROMA
CONCILIO de JERUSALÉN

59
CLAVES DE LECTURA

Antes de iniciar las claves de lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles, es
bueno que recordemos las claves de lectura del Evangelio de Lucas que están en el
Volumen V de esta Colección. Y como ya dijimos en la Introducción General, el libro do
los Hechos es el que une todo este Volumen. Por eso mismo, conviene leer las
Introducciones a los diversos bloques, percibiendo las diversas etapas de la marcha de
La Palabra.

1. La marcha de la Palabra

En los Hechos existe una especie de refrán que da unidad al libro: "la Palabra se
expandía..." (Cf. Hch 5, 42; 6, 7; 8, 4. 25; 9, 31; 12, 24; 13,49; 15, 36; 19, 20; 28, 31). Esta
secuencia de pasajes muestra que uno de los objetivos del libro es narrar la evangelización
dentro de un proceso progresivo de expansión. Los Hechos quieren mostrar que la Buena
Nueva de Jesús crecía, se expandía y progresaba. El libro demuestra la preocupación en
transmitir datos numéricos que confirmen este progreso de la Palabra (Hch 2, 42; 2, 47;
4,4:5, 14; 6, 1.7; 11, 21. 24; 16, 5).

La Palabra progresa dentro de la marcha, del Camino. Este Camino (Hch 9, 2) es la


Comunidad que da testimonio en medio de un ambiente hostil, pero que debe estar
presente en todos los tiempos y lugares (Hch 1, 8; 28, 31). (Para otras informaciones
consulte las Introducciones a los Bloques y a las Guías 5, 9,12, 18 y 22).

2. El verdadero sentido de la Historia

Lucas presenta su obra como una inmersión que penetra hondamente en el sentido
do toda la historia del pueblo de Dios. El sentido último y verdadero de la historia del
pueblo es la Resurrección de Jesús. La Resurrección de Jesús es la realización de todas las
promesas hechas por Dios al pueblo, desde el llamado de Abraham, pasando por Moisés
y todos los profetas (Cf. Hch 2, 16. 30. 39; 3, 13. 22-25; 8, 30-35). Para revelar este
sentido último de la historia, el Cristo Resucitado, Lucas va utilizando las Escrituras para
clarificar los hechos aún no comprendidos por la comunidad. Lucas hace con el libro do
los Hechos lo mismo que Jesús hizo con los discípulos de Emaús: "comenzando por Moisés
y por los profetas, les interpretó las Escrituras y lo que decían respecto de Él" (Cf. Le 24,
25-27).
Lucas presenta este sentido pleno de la historia en grandes discursos, como los de
Pedro (Hch 2,14-36; 3,11-26), el de Esteban (Hch 7,2-53) o de Pablo (Hch 13,16-41). Esta
so
interpretación teológica de la historia, hecha para animar a las comunidades dándoles la
visión de fe en que Dios es el Señor de toda la historia, muestra que vivimos el "tiempo
de la Iglesia". La misión de la Iglesia, animada por el Espíritu, es difundir la Palabra par
el mundo entero.

3. La irrupción de lo Nuevo

El Evangelio de Lucas testimonia una novedad: los seguidores de Jesús forman el


Nuevo Israel (Cf. Le 13,29-30). Por eso mismo, después de la traición de Judas, Matías es
elegido para rehacer el número de doce patriarcas de la Nueva Alianza (Cf. Hch 1,22). Al
mismo tiempo, este nuevo modo de ser fiel a Dios comienza a germinar en Jerusalén, la
ciudad de la Alianza, pero fuera del antiguo Templo. Lo nuevo surge en las comunidades,
reunidas en comunión fraterna, en la oración, en la fracción del pan y de los bienes. Los
seguidores y seguidoras de Jesús viven esta novedad delante de todo el pueblo, y este
testimonio de la Palabra va tocando gradualmente a todo el mundo (Hch 19,20). Atrayendo
la simpatía de otras personas (Cf. Hch 2,44-46), la comunidad reunida es el verdadero
Templo de Dios (Hch 1, 12. 14; 2, 42-47; 4, 22-31) (Cf. Subsidio 8).

4. Lo Nuevo engendrado en medio de los conflictos

Toda novedad atrae simpatías (Hch 2, 44) y a la vez muchas antipatías de parte de
aquellos que sienten que están perdiendo el dominio que tenían sobre las personas. Las
autoridades pretenden sofocar esta novedad (Hch 4, 1-23). Pero también, dentro de la
misma comunidad, había gente que no quería vivir la propuesta nueva en su radicalidad.
Así, tratan de engañar a la comunidad, reteniendo las cosas para si mismos (Cf. Hch 5,1-
11), sin darse cuenta que también estaban engañando al mismo Dios y desafiando la
acción del Espíritu (Cf. Hch 5, 4.9).
Estas dos vertientes de amenazas hacen que la comunidad corra graves riesgos. Por
un lado, existía a tentación de huir por miedo a las autoridades, abandonar la fe ante una
persecución. Por otro lado, las disputas internas disminuían la fuerza del mensaje del
Evangelio, ya que los cristianos no traducían en gestos concretos su fe en Jesús, haciendo
trampas a sus exigencias mas radicales, como Ananías y Safira.

5. El desafío de la inculturación

La comunidad había surgido del seno del pueblo judío. Vivía la fe en Jesús dentro del
cuadro cultural del judaismo. Mientras tanto, ya temprano apareció un gran desafío:
evangelizar, ¿significaba transmitir la fe mezclada con determinados valores de la cultura
61
hebraica? ¿Cómo transmitir la fe penetrando culturas e historias diferentes? ¿Cómo ser
fiel al mensaje de Jesús, sin destruir a las otras culturas? El Evangelio era anunciado como
fuerza transformadora, pero no podría destruir o nivelar las culturas. ¿Cómo vencer este
desafío?
Los Hechos muestran que las diferentes barreras culturales fueron siendo vencidas,
no sin muchas resistencias de los grupos más conservadores. La Palabra, en su camino,
rompió barreras culturales enormes. Primero rompió la barrera entre judíos y samaritanos
(Hch 5, 5-8. 25). Enseguida, un negro esclavo, eunuco, al servicio de la reina de Etiopía, es
evangelizado y bautizado (Hch 8, 26-40). Gracias a este esclavo fueron superadas barreras
de pueblos (es etíope), de razas (es negro), de preceptos legales (es eunuco) y de clases
sociales (es esclavo). El evangelio llegó primero al África Negra por medio de a
evangelización de un empleado
Pero el episodio central demostrando haber vencido el desafío de la inculturación
está en la conversión de Cornelio (Hch 10, 1-47). Cornelio es un centurión romano,
simpatizante de la religión judía. Pedro, representando a la Comunidad, acoge a este
pagano no sin antes realizar un trabajo personal, venciendo preconceptos profundamente
arraigados en su manera de ser como judío observante de los preceptos legales (Cf. Hch
10, 15). La conversión de Cornelio ocasionó un gran conflicto dentro de la comunidad,
engendrando el encuentro conocido como Concilio de Jerusalén (Cf. Subsidio 12).
Se nos transmiten otros ejemplos, como el de Pablo en el Areópago de Atenas,
predicando a partir de textos de la cultura griega (Hch 17, 28). Mientras tanto, cuando el
problema es la vida y la libertad humana, el Evangelio no puede dejar de denunciar el
error o la desviación de una cultura. Pablo y Bernabé no permiten que los aclamen como
dioses (Hch 14,11-13). Pablo no deja que la joven esclava sea explotada por sus patrones
(Hch 16, 16) y no acepta las imposiciones de los plateros de Efeso (Hch 19, 23-40).

6. La difícil convivencia con el Imperio

En los Hechos podemos percibir una preocupación de Lucas: evitar un conflicto


abierto con Roma. Eso puede significar un miedo de las comunidades ante la fuerza del
Imperio. De hecho, en los Hechos, los romanos son tratados hasta con cierta simpatía por
los seguidores de Jesús. Pablo se declara ciudadano romano y apela para ser juzgado en
Roma, como era su derecho (Cf. Hch 16.35-39; 22,22-29). Queda claro que las comunidades
temen una persecución y el libro busca decir que el Imperio no tiene nada que temer de
los seguidores de Jesús.
Por esta razón, los Hechos muestran que un oficial romano abraza la fe (Hch 13,12).
El gobernador de Corinto no quiere condenar a los cristianos (Hch 18. 14-27). Las
autoridades romanas de Filipos reconocen que fue un error el poner preso a Pablo (Hch
62
16, 35-40) y las autoridades de Efeso absolvieron a Pablo (Cf. Hch 19, 40). Cuando Pablo
entra en conflicto con los judíos en Jerusalén, dos oficiales romanos reconocen que él no
es subversivo (Hch 21, 38; 23, 29) y el propio gobernador de Judea reconoce la inocencia
de Pablo (Hch 25,25-26; 26, 32)
Pero el libro no consigue esconder que, a pesar de esta benevolencia hacia las
autoridades del Imperio, ya comienza a quedar claro el conflicto entre Roma y la Iglesia
naciente y que la situación de los cristianos de la época en que los Hechos fueron escritos
ya no es nada buena. Comienzan a surgir procesos contra los cristianos y las acusaciones
ya las encontramos aquí: agitan a las ciudades (Hch 16, 20), revolucionan el mundo (Hch
17, 6), están contra las leyes del Imperio, porque reconocen solo a un rey, Cristo (Hch 17,
7) y predican divinidades nuevas (Hch 17 18).

7. Pablo, el Apóstol-modelo

En los Hechos, de la misma manera en que se presenta una comunidad-modelo,


surge también una figura que simboliza todo el trabajo evangelizador hecho por un gran
número de apóstoles y apóstolas. El "Pablo" presentado en los Hechos es diferente del
Pablo histórico, que podemos conocer a través de las cartas. En el libro de los Hechos,
Pablo es misionero-símbolo de un trabajo evangelizador, abierto a los judíos y al imperio
romano, llevando el Evangelio de Jesús hasta los confines del mundo.
Lucas traza un retrato de Pablo mostrando que es él un hombre con poderes
extraordinarios (Hch 20, 4), unido a Pedro y a los Doce (Hch 9, 26-29), obrando siempre
por delegación de la comunidad (Hch 13, 3), trabajando para su propio sustento (Hch 18,
3). La preocupación de Lucas es demostrar para su época las cualidades de un misionero
y de un pastor. Pone en boca de Pablo un discurso en el que este retrato aparece de una
manera más evidente (Hch 20, 17-38): el verdadero misionero es aquel que se coloca al
servicio del Señor, testimoniando su Palabra, anunciando el Evangelio (Hch 20, 19-20).
En esta misión enfrenta todas las amenazas y dificultades (Hch 20,24). Debe buscar el
bien de la comunidad y no considerarla como propiedad suya (Hch 20, 28), ayudándola a
enfrentar los peligros externos y las divisiones internas (Hch 20, 29-30). No ser un peso
para la comunidad, sino trabajar con sus propias manos (Hch 20, 35). Todos deben
buscar fuerzas para el ejercicio de esta misión en la oración en común (Hch 20, 36).

B3
CONCLUSIÓN: UN LIBRO PARA NOSOTROS HOY

Los Hechos fueron escritos alrededor de los años 80-90 d.C. Estaba surgiendo una
nueva generación de cristianos que no conocía a los antiguos apóstoles. Gente nueva que
podría enfrentar los desafíos de un manera más arriesgada, pero que también podría
desvirtuar el Evangelio de Jesús. Todo esto engendraba grandes problemas y desafíos
para las comunidades de aquella época. Per eso, el libro describe todo con una preocupación:
ser una respuesta para los desafíos impuestos en aquellos tiempos.

Aquí está el gran valor de los Hechos para nosotros hoy. Si Lucas escribió con los ojos
bien abiertos para la realidad de su época, también nosotros debemos leerlo con los ojos
bien abiertos hacia la realidad de nuestra época. ¿Estamos atentos con lo que sucede hoy,
aquí, en nuestras comunidades con la Iglesia en nuestro país y en toda América Latina?
¿Valorizamos a las personas que hoy testimonian la Palabra frente a las mayores dificultades?
¿Buscamos saber cuáles son los hechos o tespráetieas de nuestros apóstoles y apóstolas
de hoy? ¿Qué estamos aprendiendo de la marcha de nuestra Iglesia ante los desafíos
impuestos por una sociedad violenta, injusta, egoísta, materialista, machista, como la que
vivimos hoy?

G4
GUIÓN l Preparar el nacimiento
de La comunidad

"Es necesario que uno de ellos dé testimonio de la Resurrección"


(Hch 1, 21-22)

Texto de estudio: Hch 1, 6-26


Texto de apoyo: Jn 17,1-26

PUNTO DE PARTIDA

* Al iniciar esta nueva etapa del Proyecto "Tu Palabra es Vida", conviene hacer una
buena entronización de la Biblia, destacando la parte que se refiere a las Comunidades.
Es bueno también compartir nuestras expectativas en relación a la lectura que vamos
a hacer de los Hechos de los Apóstoles.

* Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

La reunión de los apóstoles entre la Ascensión y Pentecostés era un nuevo comienzo-


La experiencia de la muerte y resurrección de Jesús que tuvieron, modificó todo. Pero
todavía no sabían come proceder (Hch 1,6-11). Hicieron lo que les parecía más conveniente
y viable en aquel momento (Hch 1, 12-26).
Hoy, la vida religiosa está en una etapa de renovación. Sentimos que no podemos
continuar viviendo como antes, porque la Iglesia y el mundo han cambiado. Muchas
veces, con todo, no sabemos cómo obrar. Hacemos lo que nos parece conveniente y
viable. Generalmente, la renovación comienza por el estudio y la profundización de la
historia de la Congregación y de su espiritualidad. Y descubrimos que esto no basta.
Después hacemos encuentros de renovación espiritual, uniendo la espiritualidad con la
nueva vida que vivimos. Y descubrimos que aun no basta. Créanse entonces nuevas
comunidades insertas en medio de los pobres Y nuevamente descubrimos que, si es

65
solamente esto, tampoco basta. El proceso de renovación no se detiene. Estamos siempre
en el comienzo.

/. En nuestra Congregación, ¿cuálfue o está siendo elproceso de renovación?


2. ¿Cuál es el mayor descubrimiento que usted hizo durante este proceso?

Prepararse para la lectura de la Biblia con un momento de silencio. Solemnizar el


momento de la lectura encendiendo una vela.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hechos 1, 6-26


1.1 Leer el texto lenta y atentamente.
1.2 Cada uno relee la parte que más le impactó.

2. Estudio del texto


2.1 Ver el texto de cerca
El texto describe los acontecimientos que ocurrieron entre la Ascensión y
Pentecostés. El grupo reunido es la semilla de la Iglesia. Lucas lo presenta
como modelo para toda comunidad que desea comenzar una vida nueva. Veamos
el texto más de cerca:
1. ¿Cuáles son los episodios narrados?
2. ¿Cuáles son las personas que obran y hablan en este texto? Y cuáles las
personas sobre las que se habla?
3- ¿Cuáles son los textos del Antiguo Testamento citados o recordados en
este texto?

2.2 Ver la situación de la comunidad


En el texto aparecen varios problemas que deben ser enfrentados por esa
pequeña comunidad.
/. ¿Cuáles son estos problemas y cómo son formulados?
2. ¿Cuáles son los criterios usados para enfrentar y resolver los
problemas?

2.3 Escuchar el mensaje del texto


A través de este texto, Lucas trata de animar a las comunidades que desean
comenzar una vida nueva. Lo cual vale también para nosotros y nuestras
comunidades.
B6
/. ¿Cómo pueden iluminar a nuestras comunidades los criterios usados
por ellos, y cómo nos animan a continuar nuestro camino?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALASRA

Sugerencias para la celebración:

* Al iniciar la reunión, Pedro recordó varias frases de la Biblia que los iluminaban en
aquel momento. A nosotros debe sucedemos lo mismo: varios textos de la Biblia
deben haber pasado por nuestra memoria durante el tiempo de estudio que acabamos
de tener. Hagamos como Pedro. Después de un momento de silencio, comuniquémonos
unos a otros las frases de la Biblia que despertaron nuestra memoria y la luz que
trajeron a nuestra vida.

* Recemos un salmo que exprese lo que estamos sintiendo.

* Recemos unos por los otros y por la vida comunitaria que se renueva.

* Formular y expresar algún compromiso de vida.

PREPARAR EL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a leer y meditar el texto de los Hechos 2, 1-41.


Reflexionaremos sobre la manifestación del Espíritu Santo y su acción en el
surgimiento de las comunidades.

2. Distribuir las tareas.

67
SUBSIDIO 1 Con María
la madre de Jesús

LA PRACTICA DE LA LECTURA ORANTE


EN EL ORIGEN DE LA IGLESIA

Alrededor del año 85, Lucas escribe su obra en dos volúmenes:


Evangelio y Hechos. Termina su Evangelio mostrando cómo Jesús interpreta las
Escrituras para los discípulos de Emaús (Le 24, 13-35) y cómo abre la mente de los
apóstoles para que entiendan las Escrituras (Le 24, 45). El libro de los Hechos comienza
mostrando cómo los apóstoles imitan el ejemplo de Jesús y buscan en la Escritura la luz
para iluminar su camino.
Después de la Introducción (Hch 1, 1-5), siguen tres hechos: 1) La despedida de
Jesús, en que se acentúa la ignorancia y la perplejidad de los discípulos (Hch 1, 8-11).
2) El encuentro de oración de los apóstoles y "hermanos" de Jesús con María, donde
todos juntos esperan la venida del Espíritu Santo (Hch 1,12-14). 3) La reunión más
amplia, en la que 120 discípulos, guiados por la luz de la Escritura, eligen un nuevo
apóstol (Hch 1,15-25). Los tres hechos están unidos entre sí: la despedida de Jesús provoca
el encuentro de oración, y el encuentro de oración se prolonga en la reunión de las 120
personas. Veamos de cerca los dos últimos hechos que nos interesan en estos Subsidios.

EL ENCUENTRO DE ORACIÓN CON MARÍA,


LA MADRE DE JESÚS (Hch 1, 12 14)

Se destaca la persona de María. Desde el comienzo del evangelio, ella se presenta


como la persona que mejor realiza la meditación y reflexión sobre la Palabra. Ella recibe
el elogio del mismo Jesús: "Felices los que oyen la palabra y la practican" (Le 11, 28).
María conserva y medita todo lo que sucede (Le 2, 19. 51). Medita coincidiendo con lo
que está escrito en la Biblia. Tanto medita la palabra de la Escritura, que en su oración ya
no distingue entre lo que es Palabra de Dios y lo que es Palabra de María (Le 1, 46-55).
Las cosas no siempre son claras para ella. Muchas veces, la Palabra es fuente de duda y
sufrimiento (Le 1, 29. 34; 2, 35. 48). Pero insiste e investiga, y por eso, al final, consigue
percibir el llamado de Dios en los hechos y en las experiencias de su vida y decir "Que se
haga en mi según tu Palabra" (Le 1, 38).

68
Y ahora, al comienzo de la Iglesia, María aparece como nexo de unión entre dos
grupos: los "hermanos" de Jesús y los Apóstoles (Hch 1, 14). Cuando Lucas escribe, en el
85, la Iglesia vivía grandes problemas de división interna. Existían varias corrientes. La
principal división era con los simpatizantes del judaismo, centrados en torno a los
"hermanos de Jesús", y los cristianos venidos de la gentilidad, centrados en torno a los
apóstoles. Teniendo ante los ojos esta división, Lucas presenta el comienzo de la Iglesia de
tal modo que sea para sus lectores y lectoras un llamado a la unidad. Los "hermanos" de
Jesús y los Apóstoles aparecen unidos. Todos tienen un mismo sentir (unánimes) y
perseveran en la oración (Hch 1, 14). El nexo de unión entre los dos grupos es "María, la
Madre de Jesús" (Hch 1, 14).
María aparece en actitud de oración, para que se realice la promesa y venga el
Espíritu que hace nacer la Iglesia y revela el sentido de las palabras de Jesús para la vida
de las comunidades Qn 14, 26; 16,13). Ella contribuye a que la comunidad realice el ideal
de ser "unánime", "un solo corazón y una sola alma". Al comienzo del Evangelio, ella se
convierte en la Madre de Jesús por la obediencia a la Palabra. Ahora, en el comienzo de
los Hechos, se convierte en madre de la Iglesia por la misma actitud orante ante la
Palabra.
Este encuentro de oración de la comunidad con "María, la Madre de Jesús", es el
telón de fondo del uso de la Biblia, hecho por Pedro en la reunión de los 120 discípulos
y discípulas. Tres cualidades caracterizan al grupo reunido en oración: están en actitud de
espera, tienen los mismos sentimientos y perseveran en la oración (Hch 1, 14).

LA LECTURA ORANTE DE 1 2 0
DISCÍPULOS y DISCÍPULAS (Hch 1, 1 5 2 6 )

1. El desarrollo de la reunión

Pedro comienza con una reflexión sobre los hechos sucedidos recientemente, a sa-
ber La traición de Judas y su muerte (Hch 1, 16-20). Con la ayuda de la Biblia trata de
explicitar su significado. Insiste en afirmar que en ellos se cumplió la Escritura (Hch 1,
16) para así situarlos dentro del plan de Dios. Enseguida saca la conclusión y muestra la
tarea que la Escritura les pide a ellos: elegir alguien que sea testigo de la resurrección
(Hch 1, 21-22). Al final, no es Pedro, sino la Comunidad quien asume la ejecución de la
tarea (Hch 1, 23-26). Y la ejecutan recurriendo a la oración.
Encontramos aquí la misma secuencia adoptada por el Proyecto "Tu Palabra es
Vida"; 1) partir de la realidad, de los problemas; 2) lectura de la Biblia con vistas a la
iluminación de los problemas; 3) oración para que puedan cumplir lo que la Palabra
está pidiendo.
B9
Lucas abre un paréntesis para decir quo el número de participantes de la reunión
era de 120 personas (Hch 1,15). Este número 120 tiene un simbolismo. Evoca las doce
tribus de Israel. Son diez veces doce. Es la representación perfecta y acabada del pueblo
de Dios. En esta reunión comienza la realización del nuevo Israel.

2- Mirando más de cerca el desarrollo


de la reunión de la Comunidad

La lectura de los hechos a la luz de la Biblia (vv 16-20)

La traición y la muerte de Judas eran conocidas. Tiene quo haber sido una muerte
extraña que provocaba comentarios de parte del pueblo. Con la ayuda de la Biblia los
cristianos tratan de comprender este hecho. No todos usaban los mismos textos. La
comunidad de Mateo (Mt 27, 9), por ejemplo, recurría a un texto de Zacarías (Zac 11,12-
13) y de Jeremías. 0r 32, 6-15). Aquí en la reunión Pedro usa textos del libro de la
Sabiduría (Sab 4, 19) y de los Salmos (Sal 69, 26 y Sal 109, 8). Lo que importa no es si
ellos usaban este o aquel texto, sino el hecho de que recurrían a la Palabra de Dios para
iluminar y entender el significado y el llamado de los hechos. En la oscuridad, podemos
usar una luz amarilla o blanca, no interesa. Se verá siempre lo mismo. Pero el ambiente
quo se crea será un poco diferente. La diferencia de los textos usados por Mateo y por
Lucas, no cambia los hechos.

El mensaje del texto (vv 21-22)

Leídos a la luz de la Biblia, los hechos revelan el llamado de Dios; "Es necesario que
uno de estos hombres sea testigo de la resurrección". La expresión "es necesario" es usada
también por Jesús en el encuentro con los discípulos de Emaús: "¿No era necesario que el
Cristo sufriera?" (Le 24, 26). Eso indica que el hecho forma parte del plan de Dios. La Biblia
ayudó a percibir que, obedeciendo a la voluntad de Dios, Judas debía ser sustituido por otro.
La Biblia revela la tarea pero no da la receta. En la ejecución, lo que importa es la
experiencia. Es a partir de la experiencia que Pedro saca los criterios para orientar la
elección del sustituto de Judas (Hch 1, 21-22).

La ejecución de la tarea (vv 23-26)

En el momento de obrar, los discípulos usan la cabeza y el corazón. Todos los


participantes de la reunión se envuelven en la solución del problema. Es la comunidad
quien presenta los candidatos.
70
Inmediatamente, rezan de nuevo, para que el Espíritu esté presente en las
deliberaciones que van a realizar para encontrar al sustituto de Judas. El ambiente, el
telón de fondo, ya era la oración (Hch 1, 14). Ahora hacen una oración espontánea.
El método de sortear para elegir al candidato es extraño para nosotros. Pero era el
método que se usaba en aquel tiempo. Hoy usaríamos el método de elegir por votación
democrática que sería extraño para ellos.

Resumiendo

Los siguientes elementos aparecen en la lectura orante hecha por los apóstoles

1. Atención a la realidad. Teniendo bien presente los hechos que los desafían, ellos
alimentan el deseo de percibir en ellos la voluntad de Dios.

2. Respeto al texto bíblico. Conocen la Escritura, Pedro sabe dónde encontrar los textos
y cómo traerlos a la reunión.

3. Ambiente de comunidad orante. Tratan de ser comunidad, tener la misma animación,


ser un solo corazón y una sola alma. Es lo que los mantiene unidos, a pesar de las
diferencias. A pesar de que el ambiente general es de oración, ellos, además de eso,
tienen un momento especial de oración.

4. En la realización de la tarea que han descubierto con la ayuda de la Escritura usan la


cabeza y el corazón y promueven la participación de todos.

Confronte y compare estos puntos con la lectura orante hecha en su comunidad.

71
GUIÓN 2 Pentecostés:
nace La Iglesia

"Y todos quedaron repletos del Espíritu Santo" (Hch 2,4).

Texto de estudio: Hch 2, 1-41


Texto do apoyo: Jn 20, 19-29

PUNTO DE PARTIDA

* Vamos a iniciar este encuentro recordando las conclusiones del encuentro anterior,
y compartiendo cómo influyeron en nuestra vida.

* Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

En los Hechos de los Apóstoles se narran varios Pentecostés o manifestaciones del


Espíritu Santo. El primero, del que nació La Iglesia (Hch 2 1-13) El de la época de la
persecución, en que la Iglesia renace (Hch 4, 31). Aquel cuando Cornelio fue bautizado,
en que la Iglesia se abrió para el mundo (Hch 10.44-45). El de Efeso. cuando los discípulos
de Juan Bautista fueron bautizados por Pablo, en que el Espíritu se manifiesta aun en
aquellos que no lo conocen (Hch 19, 4-6). Es el Espíritu de Jesús que, siempre de nuevo,
sin parar, hace nacer y renacer la Iglesia, las comunidades. "Ojalá todo el pueblo de Yavé
fuese profeta y recibiese el Espíritu de Yavé" (Nm 11, 29).
Hoy también suceden muchos Pentecostés, momentos fuertes de la marcha, momentos
en que se toma conciencia, de lucha, de celebración, de descubrimientos, de testimonio.
¡Tantos momentos!

/. En su comunidad ¿hubo algún Pentecostés? ¿Cuándo!' ¿Cómo?¿Por qué


lo llama Pentecostés?

2. En la historia de las Iglesias en América Latina ¿hubo algún Pentecostés?


¿Cuándo y cómo?
72
Prepararse para la lectura de la Biblia con un momento de silencio.

2. ESTUDIO Y MEDETACIÓN DEL TEXTO

/. Lectura del texto: Hechos 2, 1-41


1.1. Leer el texto lenta y atentamente.
1.2. Recordar unos a otros las diversas partes del texto.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca
Este texto está muy bien estructurado, bien pensado. Describe el nacimiento
de la Iglesia teniendo a la vista el ideal que ella debe realizar en el mundo.
Para poder percibir este mensaje cristalizado en el texto, primero vamos a
examinar de cerca el mismo texto. Se inicia con la descripción de un hecho
(Hch 2, 1-13). Enseguida trae el resumen de un discurso que interpreta el
mensaje del hecho (Hch 2, 14-36). Termina con la descripción de otro hecho,
en el que aparece el resultado de la aceptación del mensaje en la vida del
pueblo (Hch 2, 37-41).
/. ¿Cuáles son los textos o hechos del Antiguo Testamento que son citados
o evocados en La descripción de la venida del Espíritu Santo (Hch 2,1-
13), en el discurso de Pedro (Hch 2, 14-36) y en el relato de las primeras
conversiones (Hch 2, 37-41)?
2. ¿Cuáles son los símbolos usados? ¿De dónde fueron sacados?

2.2. Observar la situación de la comunidad


En el día de Pentecostés aparece el ideal que el Espíritu quiere realizar. Aparece
la novedad. Por ejemplo, de acuerdo a lo que enseñaba la clase sacerdotal de la
época, Dios acostumbraba manifestarse en el Templo. Aquí, en cambio, todo es
diferente. La mentalidad antigua comienza a desintegrarse.
En el texto, ¿dónde se manifiesta Dios? ¿Cómo? ¿A quién? ¿Para qué? ¿Cuál es la
novedad en esta manifestación?

2. ¿Cuáles son los elementos nuevos con relación a la época del Antiguo
Testamento?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


En el día de Pentecostés, los apóstoles no hablaban otros idiomas, sino que
cada uno se expresaba en su propia lengua y los demás lo entendían como si
73
les hablasen en la lengua de ellos. Hablaban el lenguaje del amor que todos
entienden, aunque sea en otro idioma.
/. ¿Cuál es el mensaje principal del símbolo de las lenguas de fuego y del
viento?
2. ¿Cómo esta imagen puede ayudarnos actualmente a percibir la acción
de Dios en la vida y en la historia de nuestras comunidades?

CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración.

* Que sea un momento en que dejemos al Espíritu de Jesús obrar en medio de nosotros.
Permitir que produzca libertad, aceptación y comunicación sin miedo.

* Expresar los motivos que tenemos para alabar y agradecer.

* Encontrar un símbolo que exprese el compromiso mutuo asumido por el grupo.

PREPARAR EL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a meditar los textos de los Hechos de los Apóstoles
2, 42-47; 4, 32-37; 5, 12-16, que nos presentan la comunidad-modelo.

2. Distribuir las tareas.

74
SUBSIDIO 2 LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
EN EL SURGIMIENTO Y EN LA VIDA
DE LAS COMUNIDADES

1. LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN LA HUMANIDAD


Y EN LA VIDA DEL PUEBLO DE DIOS

El Espíritu Santo es como el viento, como el aire (Jn 3, 8). Llena la amplitud de la
tierra (Sab 8,1). Está en todos como hálito de vida (Gn 2,7). Cuando desaparece, desaparece
la vida (SI 104, 29). Tiene fuerza creadora (SI 104, 30 y consigue revitalizar los huesos
secos por la muerte (Ez 37, 1-14). En el día de la creación, ya flotaba sobre las aguas y
llenaba de fuerza la Palabra creadora (Gn 1, 2).
Desde el comienzo, el Espíritu está presente en la vida y en la historia del Pueblo de
Dios y lo guía por el desierto hacia la tierra prometida (Nm 11, 25-29). Orienta a Moisés
en las decisiones (Nm 17,16; 27,16; Dt 34,9)- Suscita los profetas, los conduce a enfrentar
a los reyes y a denunciar los errores de los poderosos (Mq 3, 8; Ez 2, 2; Is 42, 1). Hace
alegrar al pueblo en las fiestas y lo lleva a producir sus salmos (Mt 22, 43). Es el que
orienta los pasos de los sabios para que encuentren la sabiduría divina distribuida por el
universo (Sab 7, 22 - 8,1). Muchas veces intentaron manipularlo, pero no lo consiguieron
(Dt 18, 19-22; Jr 14, 13-16). ¡El es libre!
Por la acción del Espíritu, la Palabra se hace carne (Le 1, 35). Trae alegría a María e
Isabel (Le 1, 41). Desciende sobre Jesús en la hora del bautismo (Me 1, 10). Lo unge para
la misión de Mesías (Le 4,18). Lo lleva al desierto (Le 1,12). Con la fuerza de este mismo
Espíritu Jesús vuelve a Galilea y comienza la acción evangelizadora (Le 4, 14). Es en El
que Jesús se alegra cuando ve que los pobres aceptan la Palabra de Dios (Le 10, 21). es
este mismo Espíritu el que Jesús promete como gran don mesiánico (Hch 1, 5.8; Le 24,49;
Jn 14, 26; 16, 13). El realiza la profecía de Joel (Hch 2, 1718). "Ojalá todo el pueblo de
Yavé fuese profeta y recibiese el Espíritu de Yavé" (Nm 11, 29).
En el día de Pentecostés, este Espíritu inaugura la nueva humanidad (Hch 2,4. 33; 4,
31). A partir de este momento, es el Espíritu de Jesús el que anima la vida y la historia de
las comunidades. El dirige realmente todos sus pasos.

2. LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU DE JESÚS RESUCITADO


EN LA VIDA DE LAS COMUNIDADES

En el día de Pentecostés fue El quien transformó a los Apóstoles. Antes, eran miedosos
75
On 20, 19). Ahora, abren las puertas y enfrentan a la multitud (Hch 2, 14). Antes, vivían
aceptando la decisión del gobierno que mató a Jesús (Le 24, 20). Ahora, dicen: "Debemos
obedecer más a Dios que a los hombres" (Hch 5, 29). Antes, Pedro había negado a Jesús
delante de una empleada (Le 22, 56). Ahora, da testimonio valiente delante de la multitud
(Hch 2, 32).
Este Espíritu está presente en las comunidades y trae alegría y consolación en medio
de las dificultades (Hch 9, 31; 13, 52). El orienta en los momentos decisivos de la historia:
en la hora en que entran los gentiles (Hch 11,15; 10, 44-45; 15, 8), en la hora de tomar
la iniciativa de la misión y de enviar los misioneros (Hch 13, 2. 4), en la hora de la
persecución, delante de los tribunales (Me 13, 11; Hch 4, 31).
Está presente también en aquellos que coordinan las comunidades (Hch 20, 28); en
los Apóstoles (Hch 5, 32; 15, 28), en los diáconos (Hch 6, 3). Por ejemplo, en Pedro,
cuando lleno de coraje, enfrenta a las autoridades (Hch 4, 8); cuando toma la decisión de
bautizar a los primeros gentiles (Hch 10, 9; H, 12) y de no imponerles la ley de Moisés
(Hch 15, 8). Anima a Pablo cuando enfrenta al mago Elimas (Hch 13, 9), cuando se
levanta para anunciar la Buena Nueva (Hch 13, 9), o cuando vuelve a Jerusalén, después
de su último viaje, donde será preso (20, 22-23).
Está presente en los misioneros que van a anunciar la Buena Nueva (Hch 13, 4). Los
acompaña en los viajes (Hch 16, 6. 7), tanto a la ida como a la vuelta (Hch 20, 22-23). En
los viajes misioneros de Felipe y en su conversación con el etíope (Hch 8, 39)- Obra sobre
Esteban hasta el punto que nadie consigue resistir a sus palabras (Hch 6, 5. 10; 7, 55).
Está presente en tantas otras personas: en Bernabé, enviado para coordinar la primera
comunidad de paganos (Hch 11, 24). En Agabo el profeta, que anuncia hambre para la
región (Hch 11, 18) y prisión para Pablo (Hch 21, 11). En Ananías cuando va a recibir a
Pablo en la comunidad (Hch 9, 17). En las cuatro hijas de Felipe que profetizaban (Hch
21, 9), como estuvo antes en María (Le 1, 35) y en Isabel (Le 1, 41).
El Espíritu es mayor que las instituciones. ¡Es libre! No siempre obedece a las leyes y
a las costumbres de la Iglesia y llega a despertar a los cristianos por medio de acciones de
los que no son cristianos. Por ejemplo, se manifiesta a Cornelio aún antes del bautismo
(Hch 10, 44-48), y a Apolo, cuando apenas tenía el bautismo de Juan Bautista (Hch 18,
25). Y hoy, por medio de tantos socialistas no cristianos, despertó a muchos cristianos a
una dimensión social, política y económica de amor al prójimo. El Espíritu no está solamente
en la Iglesia, obra también fuera de ella. Llena la amplitud de la tierra (Sab 8,1; SI 104,
29). Es como el viento: no sabemos de dónde viene ni para donde va 0n 3, 8). El Espíritu
•obra con libertad.
Uno de los mayores pecados es resistir al Espíritu (Hch 7. 51), tentarlo (Hch 5, 9)-
mentir contra El (Hch 5, 3), querer comprarlo (Hch 8,19)- El Espíritu no se compra, no se
vende (Hch 8, 20), pero se obtiene por la oración (Le 11,13). El se comunica de muchas
76
maneras, por ejemplo, por la imposición de las manos (Hch 8, 17. 18; 19, 6), por la
conversión y por el bautismo (Hch 2, 38), por la oración (Hch 8, 15).
Traduciendo todo esto a la vida de las comunidades, podemos decir que el Espíritu
se manifiesta a través de las iniciativas y el testimonio de las comunidades, a través de las
celebraciones de la Palabra y de los Sacramentos, a través de las personas y sus luchas
por el bien de los otros, a través de los acontecimientos, de las reuniones y encuentros, a
través de los conflictos y las persecuciones, a través de las decisiones tomadas en
comunidad, a través de los animadores, a través de la lectura e interpretación de la
Biblia. Hasta hoy, los siete dones (Is 11, 2-3) orientan a las comunidades y animan a las
personas. Todo lo que sucede en la vida y en la historia del pueblo de Dios es fruto de la
acción invisible del Espíritu.

3. LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU A TRAVÉS DE LA BIBLIA EN NUESTRA VIDA

La Biblia es el diccionario que nos ayuda a leer lo que el Espíritu nos habla a través
de la vida. Pero no cualquier lectura de la Biblia. Solo la lectura que esté unida con la vida
y la historia del pueblo de Dios. La Biblia, sin comunidad, es como la rama cortada del
árbol. ¡Se seca! La lectura de la Biblia separada de la vida de la comunidad hace que la
vida quede seca. Diciendo lo mismo con palabras de Pablo: "La letra mata, el Espíritu
vivifica" (2Co 3, 6).
"La letra mata" ¿que significaba y qué significa? Significaba no querer percibir que la
historia del Antiguo Testamento estaba orientada para desembocar en Jesucristo (2Co 3,
13). Significa cerrarse al mundo, dentro de la ideología dominante, y no querer percibir
que dentro de nuestra historia existe el hilo de oro de la acción de Dios que orienta para
la vida plena.
"El Espíritu vivifica" ¿qué significaba y qué significa? Significaba leer el Antiguo
Testamento a la luz de la resurrección de Jesús, presente en la comunidad y en los «jos del
lector (2Co 3, 14-16). Significa tener conciencia de que la Biblia fue escrita en la misma
comunidad de la que somos parte y en la que, hasta hoy, actúa el mismo Espíritu, cuando
leemos la Biblia, el mismo Espíritu nos mueve y nos ayuda a ver nuestra realidad con los
ojos de la fe. Sin él, no es posible descubrir el sentido que la Biblia tiene para nosotros (Jn
16, 12-13; 14, 26). El nos revela el sentido "espiritual".

4. ¿CON QUÉ COMPARAREMOS LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO?

La acción del Espíritu que está en el origen de la Biblia, puede ser comparada con la
lluvia; cae desde lo alto, penetra el suelo, y despierta a la semilla que produce la planta
(Is 55, 10-11). La planta es el fruto, al mismo tiempo, de la lluvia y del suelo, deLcielo y
77
de la tierra. La Biblia es fruí», al mismo tiempo, de la acción del Espíritu y de nuestro
esfuerzo sudad», lis Palabra del Dios del Pueblo y palabra del Pueblo de Dios.
La acción del Espíritu en la Biblia es como un metro cúbico de agua dentro de un
gran río. líl niciro cúbico no puede ser analizado independientemente del resto del agua
del río, portille tiene exactamente las mismas cualidades que el río porque forma parte de
él. Así, la acción del Espíritu en la Biblia y a través de la Biblia no puede ser analizada sin
tener en cuenta la presencia del Espíritu en el universo, en la historia, en la Iglesia y en
la vida.
La acción del Espíritu puede ser comparada con el sol: sus rayos invisibles calientan
la tierra y hacen crecer las plantas desde abajo hacia arriba. Puede ser comparado con el
viento que no se ve. La Biblia es fruto del viento invisible de Dios que mueve a los
hombres y a las mujeres a obrar, a hablar o a escribir.
Como dijo alguien en una reunión de comunidad "La acción del Espíritu es como la
basura. Los chicos van y tocan el fuego de la basura que se está quemando. Viene la lluvia
y parece que se apagó. Al día siguiente aparece el humo. El fuego continúa vivo. Llega el
camión recolector, echa la basura dentro. Parece que se apagó. Al día siguiente, el hilo de
humo es prueba de que el fuego continúa escondido dentro de la basura. El Espíritu
Santo es el fuego de Dios en la basura de la humanidad. ¡Nadie consigue apagarlo!

78
GUIÓN 3 COMUNIDAD - MODELO

"La multitud de los fieles tenían un solo corazón


y una sola alma" (Hch 4, 32)

Texto de estudio: Hch 2, 42-47; 4, 32-37; 5, 12-16


Texto de apoyo: ICo 13,1-13

PUNTO DE PARTIDA

* En el encuentro anterior meditamos sobre el nacimiento de la Iglesia el día de


Pentecostés. Vamos a recordar y compartir lo que más nos tocó.
* Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Para este encuentro tenemos tres textos cortos, muy usados en las comunidades
para la revisión de vida comunitaria. Antes de leer y meditar los textos, vamos a revisar
nuestra vida comunitaria. Así será más provechosa la comparación con el texto bíblico.

/. ¿Cómo se caracteriza nuestra vida en comunidad!' ¿Qué nos sustenta en


la vida comunitaria?

2. Nuestra vida comunitaria, ¿es semilla de una convivencia alternativa


para la actual sociedad en que vivimos!' ¿Por qué?

Prepararse para la lectura de la Biblia con una breve celebración de penitencia,


pidiendo perdón por las faltas en nuestra vida comunitaria.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura de los textos: Hch 2, 42-47; 4, 32-37; 5 , 1 2 16.


1.1. Leer los textos lenta y atentamente.
1.2. Escribir en un papel el punto que mis le llamó la atención.
79
2. Estudio del texto.

2.1. Ver el texto de cerca.


Son tres textos muy semejantes. Con todo, cada uno tiene su característica
propia. Cada uno acentúa un determinado aspecto de la vida comunitaria.
Vamos a verlo más de cerca.
/. Comparar entre sí los tres textos y ver qué tienen de común y qué es
diferente.

12. Observar la situación de la comunidad.


Los tres resúmenes describen no tanto cómo fueron las comunidades, sino
mas bien cómo deben ser. Pintan el ideal que se inspira en dos fuentes: 1) en
la Ley del Antiguo Testamento: "Entre ustedes no habrá pobres" (Dt 15, 4). No
habrá, esto es, no debe haber. 2) En el ideal presentado por Jesús: "Anda,
vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y después, ven y sigúeme" (Me 10,
21).
/. Si los textos nos presentan el retrato ideal, ¿cuál era entonces la situación
real de estas comunidades?
2. ¿Cuáles son los problemas que enfrentaban? Ilustre su respuesta con
textos de la Biblia.

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


Acabamos de ver el ideal que Lucas presentaba a las comunidades de su tiempo
en el año 85. Allí ofrece criterios para una vida comunitaria que sea fiel al
evangelio.
/. ¿Cuáles son estos criterios y cómo pueden ayudarnos hoy?
2. Si los textos presentan el retrato ideal, ¿cuáles serían hoy las
características de una comunidad ideal en el lugar donde vivimos?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración


* Los primeros cristianos eran asiduos en la oración, visitaban el templo, alababan a
Dios. La oración era fruto y expresión de lo que vivían. Hagamos una oración que
exprese lo que hemos vivido en este encuentro.
* Encontrar un símbolo que exprese el compromiso de renovar la vida comunitaria.
* Rezar un salmo que exprese lo que estamos viviendo en este momento.

SD
PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a leer y meditar el texto de Hechos 3,11 hasta 4, 22,
donde vamos a ver cómo anunciaban el evangelio los primeros cristianos.

2. Distribuir las tareas.

B1
SUBSIDIO 3 LA COMUNIDAD-MODELO
DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

¿Cómo debe ser una comunidad para que ella sea signo de vida nueva? El Nuevo
Testamento trae varios modelos. El álbum de Familia de Dios tiene muchas fotografías.
Por ejemplo, el evangelio de Mateo trae una propuesta en el discurso de la comunidad
(Mt 18,1-35) y otra en el Sermón de la Montaña (Mt 5 a 8). Marcos describe un proyecto
de comunidad a través de una serie de episodios que revelan el objetivo de la Buena
Nueva en la vida del pueblo (Me 1,16-45). Lucas a su vez, propone un modelo al describir
la vida de los primeros cristianos. Es un modelo apoyado en cuatro columnas: "Perseveraban
en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las
oraciones" (Hch 2, 41). Vamos a examinarlo de cerca.

V COLUMNA:
LA ENSEÑANZA DE LOS APÓSTOLES

Indica el nuevo cuadro de referencias de la vida comunitaria. Esta enseñanza es la


nueva interpretación de la vida y de la Biblia, transmitida por los apóstoles a partir de la
experiencia que tuvieron de la resurrección. Como Jesús, los cristianos tuvieron el coraje
de romper con la enseñanza de los escribas. En lugar de seguir la doctrina de los doctores
de la época, siguen ahora la doctrina de doce pescadores sin instrucción (Hch 4,13).
Este nuevo liderazgo no llegó de la tradición ni de la raza, ni del poder o de otra
fuerza, ni de algún discurso o diploma, sino de los signos realizados en la comunidad
(Hch 2, 43; 4, 33; 5,12.15-16) y de las órdenes dadas por Jesús resucitado: a Magdalena,
a los doce apóstoles, a los 120 discípulos, a las mujeres, a la multitud en el Monte de los
Olivos (Mt 28,18-20; Me 16, 15; Le 24, 44-49; Jn 20, 23; 21, 17). En el ejercicio de esta
autoridad, con todo, los animadores eran cuestionados por la comunidad (Ga 2,11-14;
Hch 11, 3) y debían dar cuentas (Hch 11, 4-18).

2 S COLUMNA:
LA COMUNIÓN

Indica el nuevo ideal de vida comunitaria. La comunión (koinonía) nace del Padre
(ljn 1, 3), del Hijo (ICo 1-9) y del Espíritu Santo (2Co 13, 13; Flp 2, 1) y se traduce en
comunión fraterna compartiendo los bienes. Los primeros cristianos ponían todo en
B2
común, al punto de no haber más necesitados entre ellos (Hch 2, 44-45; 4, 32. 34-35). Así,
cumplían la Ley de Dios que decía: "Entre ustedes no debe haber pobres" (Dt 15, 4). La
comunión indicaba la actitud de quien no se consideraba dueño de lo que poseía, sino
que tenía el coraje de compartir sus bienes con los demás (Rm 15, 26; 2Co 9, 13; Flm 6,
y 17).
El ideal de la comunión era llegar a compartir no solo los bienes, sino también los
sentimientos y la experiencia de vida, al punto que todos fueran un solo corazón y una
sola alma (Hch 4, 32; 1,14; 2, 46). Llegar a una convivencia sin secretos (Jn 15,15) que
supera las barreras provenientes de religión, clase social, sexo o raza (cf. Ga 3, 28; Col 3,
11; ICo 12, 13).
Esta comunión es sagrada. No puede ser profanada. Quien abusa de ella en su
beneficio, muere para la comunidad. Es la lección del episodio de Ananías y Safira (Hch
2, 1-11).

3 a COLUMNA:
LA FRACCIÓN DEL PAN

Indica la nuevafuente de vida comunitaria. La expresión proviene de las refecciones


judías, en las que el padre compartía el pan con los hijos y con aquellos que no tenían
nada. La fracción del pan recordaba las muchas veces que Jesús había compartido con los
discípulos y con los pobres (Jn 6, 11). Recordaba el gesto de compartir que abrió los ojos
de los discípulos a la presencia viva de Jesús en medio de la comunidad (Le 24, 30-35).
Significaba, sobre todo, el gesto supremo del "amo hasta el fin" (Jn 13,1), la eucaristía,
"la comunión con la sangre y el cuerpo de Cristo" (ICo 10,16), la Pascua del Señor (ICo
11, 23-27), la memoria de su muerte y de su resurrección (ICo 11, 26 que garantiza la
vida a quienes dan la vida por los otros.
La fracción del pan se hacía en las casas y no en la majestad del templo (Hch 2, 46;
20, 7); era el lugar de la liturgia "en Espíritu y en Verdad" (Jn 4, 23). Muchas veces, con
todo, la realidad quedaba debajo del ideal. Pablo critica los abusos que sucedían en la
comunidad de Corinto (ICo 11, 18-22. 29-34).

4 a COLUMNA:
LAS ORACIONES

Indica el nuevo ambiente de la vida comunitaria. Los apóstoles tenían una tarea
doble: "permanecer asiduos en la Oración y al ministerio de la Palabra'' (Hch 6, 4). A
través de la Oración, los cristianos permanecían unidos entre si y con Dios (Hch 5,12b)
y se fortalecían en la hora de las persecuciones (Hch 4, 23-31). La Palabra, la Biblia, era
S3
el libro de cabecera, el diccionario para poder leer-y entender lo que Dios estaba hablando
por los hechos de vida; la luz que los iluminaba en el camino (cf. Subsidio 1).
A pesar de seguir una doctrina diferente de la tradicional, no rompían con las
costumbres de piedad del pueblo, sino que continuaban frecuentando el templo (Hch 2,
46). Era allí donde el pueblo expresaba y vivía su fe, e iba para rezar. Eran conocidos
como el grupo que se reunía en el pórtico de Salomón (Hch 5, 12). La Biblia era no sólo
luz, sino también fuente de fuerza.

¿ES POSIBLE REALIZAR ESTE IDEAL?

El modelo que Lucas aquí presenta es muy elevado; parece imposible de realizar.
Lucas lo sabe. Basta recordar el episodio de Ananías y Safira (Hch 5,1-11). Entonces, ¿por
qué él presenta un modelo tan difícil? La experiencia enseña lo siguiente. Cuando una
comunidad, que vive separada de las otras, se enfrenta con un modelo elevado, se desanima.
Pero cuando participa con otras comunidades de mismo estilo y cuando se encuentra con
ellas para compartir experiencias, se anima con el modo de ser de las demás. Aún siendo
un modelo elevado, vence el cansancio y crea coraje. Un modelo así funciona como
despertador. Anima a las personas, pues hace ver que dentro de la vida de ellas existen
señales y semillas de este ideal. Es así, por ejemplo, que funciona el ideal de vida presentado
por los fundadores y fundadoras. Es siempre un ideal elevado, pero no crea desánimo,
porque las comunidades de la Congregación se animan mutuamente. Lo mismo vale para
el modelo presentado por Lucas en los Hechos. Debe ser asumido comunitariamente por
todas las comunidades.

S4
GUIÓN 4 EL ANUNCIO
DEL EVANGELIO

"Dios lo resucitó de entre los muertos. Nosotros somos


testigos de ello" (Hch 3, 15)

Texto de estudio: Hch 3,1-4.22


Texto de apoyo: ICo 1, 17-31

PUNTO DE PARTIDA

* En el encuentro pasado meditamos sobre la comunidad-modelo de los primeros


cristianos. Vamos a recordar lo que más nos llegó.
* Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Anunciar el Evangelio es la razón de ser de nuestra vida de cristianos y religiosos. El


fundamento y la plataforma de donde parte este anuncio y que le da consistencia, es la
vivencia comunitaria del Evangelio. Sin el testimonio de vida, lo que se dice con la boca,
es como una vela bonita, pero apagada. Nos deja a oscuras. Muchas veces, con todo,
caemos en la rutina y nos acomodamos a una observancia estéril que mata el testimonio
y que ya no tiene nada que ver con la vivencia del Evangelio. A veces, por causa de las
circunstancias de la vida, somos obligados a testimoniar y despertamos del sueño. Vamos
a conversar sobre esto.

/. ¿En qué situación o circunstancia usted fue obligado/a a dar testimo-


nio?
2. La formación religiosa recibida, ¿para qué h preparó?
Prepararse para la lectura de la Biblia con un momento de silencio.
Solemnizar el momento de la lectura.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura de los textos: Hch 3 , 1 y 4, 22


B5
1.1. Leer los textos lenta y atentamente.
1.2. Cada uno intente recordar los varios bloques del texto leído.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
El texto que vamos a ver más de cerca es largo y trata de muchos asuntos
diferentes. Sin embargo, a pesar de las diferencias, hay algo que origina una
unidad. Los varios asuntos son como ladrillos que están unidos entre si por la
misma pared y por el mismo dibujo del artista:
/. Descubrir las divisiones, los varios bloques o unidades.
2. ¿Cuáles son los elementos que crean una unidad entre los varios bloques?

2.2. Observar la situación de la comunidad.


El texto ubica el anuncio dentro de la realidad de la época. Se trasluce la
situación del pueblo. Por ejemplo, enfermedades (Hch 3, 2), religiosidad (Hch
3, 10. 12), control ejercido por las autoridades sobre el pueblo (Hch 4, 1-3).
Vamos a completar este cuadro.
/. ¿Qué situación del pueblo aparece en el texto: económica, política, so-
cial, religiosa?
2. ¿Cómo responde a la situación el anuncio hecho por los apóstoles?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


En el Credo confesamos nuestra fe en la Iglesia apostólica. ¿Somos realmente
fieles a la fe y al testimonio de los apóstoles?
/. Comparemos el anuncio de los apóstoles con la primera evangelización
de América Latina.
2. Compare el anuncio de los apóstoles con nuestra manera de evangelizar
hoy.

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración.


* Recordar a los verdaderos evangelizadores de América Latina de ayer y de hoy.
Agradecer al Padre por la evangelización hecha por ellos y por Jesús.
* Buscar un símbolo que exprese nuestro compromiso de evangelización.
* Rezar un salmo apropiado.

as
PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. en el próximo encuentro vamos a leer y meditar los textos de Hechos 8,1-3; 11, 19-
21; 4, 23-31; 13,44-46, donde vamos a ver cómo los primeros cristianos enfrentaban
el conflicto.

2. Distribuir las tareas.


SUBSIDIO 4 LA NUEVA EVANGELIZARON
Y EL ANUNCIO HECHO POR LOS APÓSTOLES

LA FUENTE DE LA NUEVA EVANGELIZARON

Nueva evangelización no es solo una cuestión de nuevas técnicas de comunicación.


Si fuera solamente esto, bastaría colocar un satélite en el aire, entrenar un grupo de
personas y, dentro de algunos años, el mundo estaría totalmente cristianizado. Si los 800
millones de católicos se movilizaran, cambiarían el mundo. Pero el problema no es éste.
Evangelizar es revelar el rostro de Dios y hacer sentir que este rostro constituye el
Bien Mayor para la vida humana. "Haz brillar sobre nosotros tu rostro y seremos salvados"
(SI 80, 4). Esto sólo es posible a partir de una nueva experiencia de Dios, dentro de la
realidad que hoy vivimos. Sin esta experiencia, las palabras que decimos, por más nuevas
que sean, serán viejas y la evangelización, por más nuevas que sean las técnicas, no será
nueva.
Jesús vino a revelar el rostro del Padre. "Quien me ve a mi, ve a mi Padre" (Jn 14,
9). El rostro de Dios es la luz de la vida humana, la raíz de la libertad, Es la eterna Buena
Nueva para el pueblo oprimido. Sin este rostro, todo oscurece. No existe disciplina, ni
ascesis, ni organización, ni rito, ni catecismo que pueda sustituirlo. Quien no lo conozca
tal vez no sienta su falta. Así, hoy, mucha gente no siente su falta. Viven bien. Pero quien
lo encontró, ya no sabe vivir sin El. El encuentro con El revoluciona la vida, produce
libertad, hace descubrir lo que está equivocado dentro de nosotros y alrededor nuestro, y
anima para la lucha, a fin de volver a colocar todo en su lugar, como Dios quiere. ¿Cómo
hacer para revelar el rostro de Dios?

LA DINÁMICA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

El anuncio de la Buena Nueva hecho por los apóstoles y descrito por Lucas en los
varios discursos de los Hechos, trae una secuencia o una dinámica que ayuda a entender
lo que viene a ser evangelización y ofrece pistas cómo realizarla hoy. Veamos.

1. Los acontecimientos

Los hechos en que Dios se revela están ahí. Suceden. No dependen de nosotros. Nos
desafían: el barullo del viento (Hch 2, 12), la curación de un paralítico (Hch 3, 10), el
BB
coraje de los apóstoles (Hch 4, 13), la historia del pueblo (Hch 13,17-25), la religiosidad
de los paganos (Hch 17, 22-23). Son hechos que provocan preguntas y suscitan
interpretaciones variadas y hasta erróneas: "Están borrachos" (Hch 2, 13). Su mensaje
no siempre es percibido y necesita ser revelado e interpretado. Hoy también, suceden
muchos hechos en los que Dios está presente, libertando a su pueblo, pero su mensaje no
es percibido o es mal interpretado. Falta uní palabra de autoridad para interpretar los
hechos y revelar, así, su mensaje.

2. Una palabra

La palabra de los apóstoles, usando el buen sentido y la razón, deshace la


interpretación errónea: "No estaban borrachos" (Hch 2, 15), "No es magia" (Hch 3,12).
Al mismo tiempo, ella quita el velo de los hechos y "revela" en ellos la presencia de Dios.
0 sea, los apóstoles muestran que el hecho está sucediendo porque Dios resucitó a Jesús
y le concedió la plenitud del Espíritu. Es el Espíritu Santo, enviado por Jesús, quien está
realizando el hecho: el viento (Hch 2, 33), la curación del paralítico (Hch 3, 15-16), la
valentía de los apóstoles (Hch 4, 8. 20), la historia (Hch 13, 26-31), la religiosidad (Hch
17, 23. 31). Así, gracias a la palabra de los evangelizadores, los acontecimientos dejan de
ser neutros y comienzan a interpelar a la gente.

3. Un testimonio

La palabra debe ser confirmada por el testimonio de vida de la persona que lo


comunica. De lo contrario, no tendría autoridad ni debería ser tomada en serio. No basta
hablar sobre Dios. Porque hablar de Dios sin testimonio es idolatría. Es necesario que
esta palabra aparezca encarnada en la vida de las personas y que alguien tenga el coraje
de sufrir y hasta morir por ella (Hch 5, 41; 7, 55-59)- Sólo así merece crédito. Fue lo que
hicieron los apóstoles. Daban testimonio y confirmaban con su vida la verdad de lo que
decían con la boca. El estribillo es siempre el mismo: "¡Somos testigos!" (Hch 2, 32; 3,15;
4. 20; 5, 32; 13, 31). Lo mismo sucede hoy. ¡Tenemos el testimonio de tantas personas que
dieron su vida!

4. Un proyecto

Además de eso, los hechos, interpretados por la Palabra y confirmados por el testi-
monio, eran presentados como la respuesta de Dios a la larga espera del pueblo. Los
apóstoles mostraban que todo sucedía conforme al proyecto de Dios, descripto en la
Biblia. Por eso, siempre insistían en decir que las cosas sucedían "conforme a las Escrituras"
B9
(Hch 2, 16. 25. 34; 3, 18, 22.25; 4, 11; 13, 32-39). Las promesas de Dios a los padres
estaban siendo realizadas. Así, por la palabra de los apóstoles, los hechos se transformaban
en Buena Nueva para el pueblo. Con todo, hablando a los gentiles, Pablo no invocaba el
Antiguo Testamento de los judíos, sino el "antiguo testamento" de los gentiles, esto es,
citaba frases significativas de la cultura griega (Hch 17, 28). Lo mismo vale para nosotros.
Los hechos que hoy suceden también forman parte de un proyecto más amplio. 0 sea, se
sitúan dentro de una historia de promesas y de esperanzas del pueblo al que pertenecemos.
¿Nosotros percibimos la presencia de Dios en nuestra historia? ¿Cómo invocar hoy este
nuestro "antiguo testamento"? ¿Cómo inculturar hoy la Buena Nueva de Dios?

5. Un llamado

Finalmente, los apóstoles sacan conclusiones y muestran cómo los hechos interpelan
a las personas. Ellos no tienen miedo de incomodar la conciencia de los oyentes: Dios
resucitó a Jesús "que ustedes mataron" (Hch 2, 23-24; 3,13-15; 4,10; 13, 27). Piden que
cambien de vida, a veces, de manera explícita (Hch 2, 38-40; 3,19-20; 13, 38-41; 17, 30-
31); otras veces, de manera implícita (Hch 4, 11-12.19-20). Así, el llamado de Dios ya no
viene de un discurso bien hecho, sino de un hecho real, observado por todos, cuyo velo
fue quitado por las palabras de los apóstoles. Este llamado es el objetivo del anuncio.
¿Cómo hacerlo hoy de modo que no sea un discurso moralista, sino que provoque un
cambio radical de vida y llegue a las motivaciones más profundas de las personas? Porque
la Buena Nueva no es una doctrina ni una moral, ni un catecismo, sino la presencia amiga
de Yavé, Dios liberador, dentro de la historia.

RESUMIENDO

Esta secuencia dinámica puede ser encontrada en casi todos los discursos de los Hechos
de los Apóstoles. Supone que, para poder anunciar la Buena Nueva, la persona debe:
1. Ver la realidad, la situación del pueblo, los hechos que suceden. Porque es allí dentro
que están las semillas del Reino que deben ser reveladas y anunciadas por la palabra.
2. Esta palabra, con todo, no es un discurso ni una clase. Sino una palabra amiga y
confiable que hace que otro crea.
3. Es palabra y autoridad no por causa del poder o de la función que la persona ejerce,
sino por causa del testimonio de su vida, porque ella vive lo que dice, encarna lo que
anuncia.
4. Sin embargo, la fe no nace sólo por causa del testimonio. Nace también, porque el
pueblo siente y percibe que este anuncio viene a atender una larga espera, viene a
responder a un deseo, viene a completar lo que falta en la vida.
90
5. Sólo así, quien anuncia puede pedir la conversión en Nombre de Dios y de
Jesucristo.

Finalmente, no conviene olvidar que, en los Hechos de los Apóstoles, toda esta
dinámica de acción evangelizadora está animada por dentro por la acción del Espíritu
Santo. El está en el comienzo, en el medio y en el final. Sin El no hay evangelización. (cf.
Subsidio 2).

31
GUIÓN 5 LA EXPANSIÓN A TRAVÉS
DE LA PERSECUCIÓN
Y DE LOS CONFLICTOS

"Una gran persecución contra la Iglesia los dispersó por las regiones
de Judea y Samaría" (Hch 8, 1)

Texto de estudio: Hch 8, 1-3; 11, 19-21; 4, 23-31; 13, 44-52


Texto de apoyo: 2Co 4, 7-5. 10

PUNTO DE PARTIDA

* En el encuentro pasado meditamos sobre el Anuncio del Evangelio. Recordemos y


compartamos lo que más llamó nuestra atención.
* Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

El conflicto no es un accidente de la marcha. Es propiamente el camino. Forma parte


de la vida. Muchas veces sin solución. Todos tenemos amigos, parientes y conocidos que
se encuentran del "otro" lado. Son obispos, sacerdotes, religiosos/as, laicos, gente buena,
que piensa de modo diferente.
La caída del muro de Berlín y todo lo que le siguió, muestra que los análisis hechos
sobre la situación mundial no eran tan seguros como parecían. ¿Quién podrá asegurar
que actualmente lo son? "Seguro murió de viejo. Antes de entrar con la vida en una
causa, quiero tener certidumbre". Así piensa mucha gente.
El conflicto muchas veces es ambiguo y confuso. Deja a la gente en una situación
dolorosa, difícil, sin horizonte. Por más que quiera, usted no consigue tener seguridad
absoluta de la exactitud de su posición. Un cierto desánimo se hizo presente. Desánimo y
cansancio marcan la marcha actual. Es necesario encontrar nuevas motivaciones para
continuar la lucha y no desanimarse ante los conflictos.

/. Conversar sobre este tema.

2. ¿Cómo repercuten los conflictos en nuestra vida?

S2
Prepararse para la lectura de la Biblia con un momento de silencio. Solemnizar el
momento de la lectura colocando una cruz al lado de la Biblia.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hch 8, 13; 11, 19-21; 4, 23-31; 13, 44-51
1.1. Leer los textos lenta y atentamente.
1.2. Recordar el texto que más nos llamó la atención.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
Estos textos revelan algo sobre la composición y el objetivo del libro de los
Hechos. Hablando de la persecución, Lucas acentúa un elemento que siempre
vuelve y que contribuye para el crecimiento de las comunidades. Veremos esto
más de cerca, examinando los textos uno por uno.
/. ¿Cómo aparece la persecución en los cuatro textos?
2. ¿Cuáles son las diferencias en cada texto: personas, motivaciones, lugares,
actitudes?
2.2. Ver la situación de la comunidad.
Las personas que persiguen no son las mismas. Las situaciones no son las
mismas. Los motivos que llevan a perseguir tampoco son los mismos.
/. ¿Qué nos enseñan estas diferencias sobre la situación y la historia de las
primeras Comunidades?
2. ¿Cómo era la reacción y la resistencia de las Comunidades en el conflicto
y en la persecución?

2.3- Escuchar el mensaje del texto.


Conflictos y tensiones no faltan en el camino. Para animar a sus lectores y
lectoras, Lucas conserva el ejemplo de las primeras comunidades.
/. ¿Cómo pueden animar nuestra fe estos textos hoy y orientamos en el
conflicto?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración.


* Orar por los que persiguen y maltratan al pueblo.
* Asumir un compromiso que nos ayude a enfrentar la persecución con más coraje.
* Rezar un salmo apropiado.
93
PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a leer y meditar el texto de Hechos 6,1-7, para ver
de cerca la organización de las comunidades.

2. Distribuir las tareas.

94
SUBSIDIO 5 ESPIRITUALIDAD
EN EL CONFLICTO

Por "espiritualidad en el conflicto" entendemos la capacidad de transformar el mismo


conflicto, la crisis, las tensiones, la oscuridad, en fuente de fe, esperanza y amor. Como
Jesús hizo con la samaritana; le hizo notar la fuente dentro de ella (fn 4, 13-14). Como
hizo con los discípulos de Emaús: transformó la cruz en señal de vida (Le 24, 13-35).
¿Cómo vivir el conflicto de manera que pueda servir para el crecimiento y maduración
personal, para el anuncio del Evangelio, y para profundizar nuestra misión como religiosos
y religiosas aquí en América Latina?

EL GRAN CONFLICTO Y LOS PEQUEÑOS CONFLICTOS

Observando la historia de la humanidad, percibimos en ella un gran conflicto: la


lucha en defensa de la vida. Este conflicto no existe suelto en el aire, sino encarnado en
muchos conflictos que conocemos y vivimos diariamente. En cuanto al gran conflicto,
nadie tiene dudas sobre la posición a tomar. El problema aparece cuando se trata de
definir posiciones con relación a los muchos conflictos diarios. Es difícil tener claridad y
una posición bien definida, por ejemplo, en una pelea callejera, en la tensión entre dos
personas de la misma comunidad, en una marcha de protesta, en una huelga no aprobada
por la justicia, etc. El gran conflicto pasa por los conflictos personales, en ellos se encarna
y a través de ellos busca soluciones. Lo importante es vivir el conflicto mayor a la luz del
pequeño y el pequeño a la luz del mayor. El peligro es separar los dos. Ahí es cuando nos
enajenamos. El micro-mundo de una persona tiene la misma estructura del macromundo
de la sociedad. En ambos existe opresor y oprimido.
Todo esto suscita muchas preguntas. ¿Cómo sustentar una posición cuando la misma
gente reconoce que el otro puede tener alguna razón? ¿Cómo mantener una posición
firme sin tener una certidumbre total al respecto? ¿Cómo impedir que las dudas paralicen
la acción de la gente? No es fácil responder. Es lo mismo que preguntar cómo la oscuridad
puede ser luminosa.

ALGUNAS LUCES QUE NOS APORTAN LAS PRIMERAS COMUNIDADES

1. Saber relativizar sin perder la convicción


Nadie es dueño de la lucha, ni comanda la historia. El dogmatismo y la intolerancia,
95
sea política o ideológica, impide el diálogo, destruye la libertad del otro, ciega a la per-
sona e impide descubrir la parte de verdad que existe en el otro.
En este punto la Biblia nos da una lección. Ella conserva una gran variedad de
tradiciones, muchas de ellas contradictorias y conflictivas entre sí. Por ejemplo, Pablo
insiste en la salvación por la fe y no por las obras (Rm 4, 1-25). Santiago dice que la fe sin
obras está muerta (Stg 2, 14-25). Entonces, para la Biblia, ¿todas las opiniones son
buenas? ¡No! En la Biblia, la verdad no es excluyente, sino tolerante. No se impone, sino
que se ofrece. No es el fruto de la imposición, sino del descubrimiento progresivo. No
procura vencer, sino converger.

2. Saber armonizar las dos luchas: la social y la personal


A veces, las personas se desintegran, porque no dan suficiente atención a lo que
pasa dentro de ellas mismas. El primer conflicto básico a ser enfrentado es aceptarse a si
mismo con todas las limitaciones, por más dolorosas que sean. De lo contrario, la persona
puede fracasar en la lucha y ser causa del fracaso de muchos otros. La historia tiene
ejemplos de ello (cf. "Sm 11, 2-24).
Un conflicto personal bien vivido nunca es solo personal. Pablo vivió un conflicto
personal muy grande (cf. Rm 7, 14-24). Vivió en propia piel el conflicto de su pueblo.
Cuando encontró la solución para sí, la encontró también para el pueblo. La vida per-
sonal debe ser una muestra de aquello que la persona quiere realizar en los otros.

3. Profundizar las motivaciones más allá de la conciencia crítica


No basta tener conciencia crítica para poder enfrentar el conflicto. Es necesario
tener instrumentos concretos que la hagan operacional, aunque sea de modo imperfecto.
De lo contrario, colocamos a la gente en la desesperación. Porque el sistema en que
vivimos está tan perfeccionado, que ya no tiene miedo de la conciencia crítica. Ya no
recurre a la censura para mantenerse. Todas las formas de información son permitidas.
En muchos la conciencia crítica produce un sentimiento de impotencia que paraliza y le
hace decir: "¿Qué puedo hacer yo para remediar esta situación del mundo?" Ya existe un
cierto cansancio de información. Se escucha decir: "¡Basta de análisis de la realidad!
Estamos cansados de saber estas cosas."
Algo semejante sucedió con Pablo. Pensaba poder convertir al pueblo de Atenas con
su análisis y sus argumentos (cf. Hch 17, 16, 31). Fue derrumbado (Hch 17, 32-34) y
quedó muy desanimado. Se recuperó cuando descubrió la fuerza y la sabiduría de la Cruz
en las afueras pobres de Corinto (cf. ICo 1, 17 - 2, 5).

4. Saber mantener la firmeza sin perder la ternura


Sin firmeza no es posible conducir la lucha hasta el fin. Firmeza, con todo, no es
96
sinónimo de dureza. Muchas veces, la dureza apenas es un disfraz para esconder justamente
la falta de firmeza. La fuerza bruta es el arma de los desesperados. Vence, pero no convence.
Dentro de la firmeza debe existir la ternura. El otro debe poder sentir que, a pesar del
conflicto, no lo están rechazando. Debe poder sentir que tiene el derecho de existir y que
le reconocemos este derecho. La firmeza que nace de la fuerza del amor y de la gratuidad
del bien querer es mayor y más amplia que la de la divergencia que separa y divide.
Esta firmeza aparece en Jesús. El no se imponía por la fuerza, sino por el testimonio
de su vida y por la gratuidad de su bien querer. Cuando aún éramos pecadores, El nos
amó y se entregó por nosotros (cf. Rm 5, 8; Ga 2, 20; ljn 4, 10. 19). No vencía, sino
convencía. La causa que defendía no dependía de una victoria alcanzada por la fuerza. Su
firmeza era reconocida por los pobres que decían: "¡Habla con autoridad!" (Me 1, 27).
Todo lo hace bien (Me 7, 37).

5. Saber caminar y luchar en comunidad


Nadie aguanta solitario el conflicto. Los demás nos vencerán por el cansancio. La
soledad mata. Nuestras comunidades nos dan una lección. No permiten que una persona
se exponga sola. La profecía es más comunitaria que personal. El nuclearse las personas
en grupos y comunidades es un medio eficiente para neutralizar el proceso de masificación
en marcha a través de los medios de comunicación. Es muy importante tener momentos
de revisión para evaluar la manera cómo estamos enfrentando el conflicto. Revisión que,
al mismo, tiempo hace un análisis de la conyuntura y presta atención a la condición
personal de cada uno.
Los primeros cristianos tenían encuentros, en los que procuraban revisar la marcha
(cf. Mt 18,15-18). En las horas difíciles de la persecución, se reunían para rezar y animarse
mutuamente (cf. Hch 4, 23-31). Por medio de sus cartas, Pablo ayudaba a que las
comunidades evaluasen sus problemas y no perdieran el rumbo de su marcha. El mismo
Jesús hacía evaluación con los discípulos (Le 10, 17-20; Me 6, 31).

6. Saber tener racionalidad y ser suficientemente astutos


Es muy importante tener criterios precisos de análisis de la realidad. No ser ingenuo,
sino saber desenmascarar los engaños de la ideología dominante. Sin racionalidad es
imposible enfrentar los conflictos. La racionalidad nos permite tomar una cierta distancia
para percibir la situación con objetividad. Es importante que esta racionalidad o conciencia
crítica sea compartida en comunidad y acompañada de una práctica, aunque sea pequeña.
Esto, para evitar que la demasiada información crítica arroje a las gentes a la desesperación.
Jesús recomendaba ser sencillos como paloma y astutos como serpiente (Mt 10,16).
El sabía cómo comportarse en el conflicto. Practicaba lo que enseñaba. En las discusiones
no perdía la calma. Sabía responder y argumentar (Me 2, 23-26). No tenía miedo de meter
97
el dedo en los puntos flacos de los adversarios (Me 3, 1-6; 7, 6-13). Era vivo y descubría
las artimañas de sus enemigos (Jn 8, 6; Me 12, 15). Nunca perdió una discusión (Me 11,
27-33). Cuando era necesario, huía y se escondía (Jn 11, 53.54; 10, 39), porque Dios
manda ser bueno pero no tonto.

7. Saber situar el conflicto actual en el conjunto total


Muchas veces, perdemos de vista el conjunto y tomamos decisiones inmediatas. Una
cosa es ganar una batalla, otra cosa es ganar la guerra. Por falta de visión de conjunto,
mucha gente ya se acomodó después de haber alcanzado la victoria. Entrando en el
desierto, el pueblo hebreo se desanimó y sintió nostalgias de la comida en Egipto (Ex 16,
3). El inmediatismo ya ha hecho muchos estragos.
Jesús tenía una visión más amplia: "Pedro, lo que ahora hago, tú no lo comprendes,
lo entenderás después" (cf. Jn 13, 7). Ayudó a los discípulos de Emaús a superar el
conflicto situando la cruz como contexto más amplio de la historia (Le 24, 13-35). Lo
mismo hace Pablo cuando sitúa el conflicto con los judíos dentro del conjunto más amplio
del proyecto de Dios (Rm 9 a 11).

8. Saber que esta lueba nuestra es la lucha de Dios


La frase es de David cuando se enfrentó con Goliat (ISm 17, 45-47). San Pablo
expresa la misma convicción: "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará en contra"? (Rm 8,
31). Esta certeza le da a una persona un sentimiento de victoria aunque fracase y sea
crucificada (cf. Subsidio 19).
Es necesario profundizar esta dimensión mística de la lucha. Sólo ella es capaz de
ofrecer una motivación suficientemente fuerte para atravesar el desierto de cuarenta
años y llegar a la tierra prometida. La marcha en el conflicto exige mucha renuncia. Todo
aquello que antiguamente se hablaba sobre la ascesis debe ser releído con vistas a este
nuevo objetivo. Aquí también debe ser valorizado todo aquello que los místicos hablan
sobre la lucha personal de cada uno como una noche oscura. Ellos nos ayudan a percibir
"la noche oscura del pueblo y el amanecer de la resurrección".

9. Saber que el amor de Dios es mayor que nuestra debilidad


Es muy importante que la persona se sienta a gusto en medio de los demás que están
en la misma lucha. Pero esto no siempre es posible. A veces, se tiene la sensación de estar
perdiendo el tiempo, de ser débil y voluble, de no servir para la lucha, de haber perdido
la oportunidad, de haber ofendido al otro. No siempre es posible agradar a todos y vivir
reconciliado con todos ¿Cómo hacer?
Es importante saberse amado por un amor mayor que la propia flaqueza. Es el amor
de Dios. El amor de Dios nos hace sentir a cada momento que la vuelta siempre es posible
sa
y que nunca podemos estar en una situación en que ya no sea posible participar de la
lucha con los otros. La Biblia recuerda el caso de Pedro, que consiguió creer en el amor,
lloró y se arrepintió. Judas no consiguió creer en el amor y se perdió. Perdió el sentido de
la vida y de la propia lucha. Pablo dice: "El me amó y se entregó por mi" (Ga 2, 20). "El
nos amó primero" (ljn 4,19).

10. Tener algunos criterios básicos


para la espiritualidad en el conflicto
Hay valores que no podemos abandonar y que nos orientan en las decisiones:

* La defensa de la vida humana, creada por Dios. Es el valor supremo.

* La opción por lospobres y los excluidos. Esta opción marcó la vida y la actividad de
Jesús.

* No pretender adueñarnos de la lucha. No somos dueños de la historia, sino solamente


servidores.

* La defensa de la Alianza y de los derechos de los pobres. Marcó la actividad de


todos los profetas.

* No permitir que la imagen de Dios sea manipulada. No transformar al Dios liberador


en un ídolo.

99
2e B L O Q U E

LA PALABRA SE
ABRE CAMINO (Hechos 6,15)

"Anunciaba la Buena Nueva en todas las ciudades" (Hch 8, 40)

BREVE HISTORIA
DEL COMIENZO DE LA IGLESIA (Hch 8, 40)

El objetivo del libro de los Hechos es relatar a las comunidades cristianas los
acontecimientos de la iglesia primitiva en una perspectiva histórico-teológica. Detrás de
los hechos de sus principales protagonistas es visible la intervención del Espíritu Santo.
Se trata de los hechos que el Espíritu realiza a través de la actuación de los misioneros. La
Palabra se abre camino.

1. De Jerusalén a Antioquía

En esta parte de los Hechos (6, 15) tenemos la extensión progresiva de la Iglesia,
naciendo en el seno del judaismo y estableciéndose inicialmente en Jerusalén (6, 6), se
expande ahora por Judea, Samaría y Galilea (9, 31); va a Damasco y Siria, más precisamente
a Antioquía (11, 9)- Rompe los límites del judaismo y realiza su vocación universal.
El autor de los Hechos, inicialmente, relata la institución de los siete considerados
como diáconos (6,1-7). Enseguida muestra cómo los cristianos se ven perseguidos por los
judíos de Jerusalén (6, 8-15) y salen después a pregonar en otros lugares de Palestina y de
Siria (8, 1-14; 11, 19). Se destaca la larga narración del martirio de Esteban (7, 1-60). La
presencia de Saulo, en lo futuro Pablo, entre los ejecutores de Esteban y aquí evidenciada
(cf. 7, 58; 8,1-3). La actuación de Felipe en el anuncio de la Buena Nueva en Samaría (8,
4-25) y su actuación junto al funcionario etíope (8, 26-39) muestran la expansión progresiva
de la Palabra (cf. 6, 7; 8, 4. 25. 40; 9, 31; 12, 24; 13, 49; 14,7; 15, 35). Sigue la narración
del llamado de Pablo relatado tres veces en los Hechos (9, 3-16; 22, 5, 16; 26, 9-18),
indicando así la importancia que Lucas le atribuye. El episodio de la narración del paralítico
(9, 32-35) y de la resurrección de Tabita (9, 36-43) destaca a Pedro, figura central de la
primera parte del libro, que después dará lugar a Pablo, principal protagonista de los

100
Hechos. El relato del bautismo de Cornelio, centurión romano, es la narración más larga
de los Hechos (10, 1-11, 18). Pedro admite en la Iglesia a un "temeroso de Dios", mejor
dicho, a un gentil. Se trata de una pieza central, dado que de ella el autor elabora la
fundamentación teológica de la universalidad eclesial.
La llegada de la palabra a Antioquía y la consecuente conversión de los griegos (11,
9-26) muestra el camino de la Palabra. La narración de la prisión de Pedro y su libertad
(12, 1-19) cierra el ciclo de Pedro en el libro de los Hechos. Apenas habrá una rápida
referencia en el relato del Concilio (cf. Hch 15).
A renglón seguido se inician los primeros viajes misioneros (13-15) y se narran los
hechos del equipo misionero en el Asia Menor. Se destaca la creciente oposición de los
judíos (cf. 13, 45-50; 14, 19; 15, 1-2) y la adhesión de los paganos al mensaje cristiano
(13, 46-48). Pablo aún realiza hechos que provocan reacciones diversas (13, 8-12; 14, 8-
18). El Concilio de Jerusalén (cf. Hch 15), corazón del libro de los Hechos, cierra este
bloque narrativo.

2. Rumbo hacia una Iglesia para el Mundo

la. Palabra se abre camino desde "Jerusalén hasta los confines de la tierra". Con los
capítulos 6 y 7 el autor de los Hechos elabora la caída de la "iglesia de Jerusalén" y
preanuncia la misión de los helenistas. Serán ellos los principales protagonistas en la
difusión de la palabra en Samaría, después en Antioquía.
La narración del martirio de Esteban resalta una ruptura en el camino de la palabra:
de un lado la insensibilidad de los jefes religiosos de Israel y la existencia de destinatarios
con mejores disposiciones, por otro, los gentiles. La tarea de realizar el programa misionero
indicado por el resucitado, "serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y
hasta los confines de la tierra" (Hch 1, 8).

Son tres las etapas del camino de la Palabra en esta fase de la Iglesia:

1. Felipe, uno de los helenistas, anuncia la Buena Nueva a los samaritanos, resto del
antiguo Israel (Hch 8, 4-8); después bautiza a un prosélito, es decir, a un pagano que
se había hecho judío (Hch 8, 26-40).
2. Pedro, forzado por el Espíritu, bautiza a un "temeroso de Dios" (Hch 10,1-11,18), o
sea, a un pagano que SE adhiere a la fe judaica pero sin adoptar todas sus prácticas.
Se trata de un "extranjero" respecto al pueblo judío y su contacto lo hace impuro.
Por lo tanto, aún no se dejó el judaismo.
3. Bernabé y Pablo pasan a predicar directamente a los gentiles (Hch 13, 44-52). En
Antioquía, comunidad fundada por los helenistas, el modo de encarar la misión
101
sufre un cambio: ante el rechazo de los judíos, "con toda intrepidez, Pablo y Bernabé
dijeron: era preciso que la Palabra de Dios les fuera dirigida en primer lugar a
ustedes. Una vez que la rechazan y se juzgan ustedes mismos indignos de la vida
eterna, nosotros nos vamos con los gentiles" (Hch 13,46). Y cuando dan cuentas de
su misión, "reunieron la Iglesia y se pusieron a referir todo lo que Dios había hecho
con ellos, especialmente abriendo a los gentiles la puerta de la fe" (Hch 14, 27). La
última etapa del camino de la Palabra, es así cumplida. La Iglesia llega entonces,
teológicamente, a su mayor dimensión.

Este es el camino de la Palabra. La Iglesia va descubriendo, en la vida concreta y


en los acontecimientos de la historia, la acción del Espíritu Santo y se deja conducir
por El.

En los Guiones de este bloque, iremos reflexionando sobre los servicios que la
comunidad va asumiendo a partir de las necesidades (Guión 6). La nueva mirada de
quien sigue a Jesús, hace releer las Escrituras de una forma nueva (Guión 7). Este
seguimiento de Jesús puede incluir el testimonio con derramamiento de sangre
(Guión 8), pero el Espíritu suscita un nuevo ardor misionero en comunidades vivas
y organizadas (Guión 9).

102
GUIÓN 6 ORGANIZACIÓN
DE LAS COMUNIDADES

"La Palabra del Señor crecía" (Hch 6, 7)

Texto de estudio: Hechos 6, 1-7


Texto de apoyo: ICo 12, 4-11

PUNTO DE PARTIDA

1. Compartir brevemente lo que hemos descubierto en este estudio y reflexión.

2. Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Las comunidades cristianas, y en ellas, las comunidades religiosas, son un espacio


privilegiado para el ejercicio de la comunión y participación. Lo que se observa, con todo,
es que no siempre las comunidades asumen ese destino. Existen en ellas discriminaciones
de personas, centralización de poderes y de funciones, personas que no participan de las
opciones y las decisiones.
Por otro lado, se experimenta un exceso de actividades a ejecutar, de programas a
realizar, de decisiones a cumplir. Hay más tareas que hacer que personas para realizarlas.
Se aumentan las estructuras y muchas personas están más al servicio de las organizaciones
que de la vida.

/. Conversar un poco sobre la organización y la distribución de tareas y


funciones en nuestras comunidades.
2. Hacer un recuento las diversas funciones ejercidas por las personas del
grupo.

* Prepararse para escuchar la Palabra de Dios con un canto apropiado.

103
2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hechos 6, 1-7

1.1. Leer el texto lenta y atentamente.

1.2. Recordar los versículos más significativos.

2. Estudio del texto

2.1. Ver el texto más de cerca.


El texto narra en pocas palabras la distribución de servicios en la Iglesia de
Jerusalén, considerando la institución de los diáconos.
/. ¿Cuáles son los motivos que llevaron a la comunidad a instituir estos
servicios?

2. ¿Cuáles son los criterios para la elección?

3. ¿Qué funciones serán ejercidas?

2.2. Observar la situación de la comunidad.


La narración revela una crisis en la comunidad de Jerusalén, antes alabada por
la armonía que en ella reinaba (Hch 2, 42-47; 4, 32-34). Existe un ala helenista
en la comunidad organizada alrededor de los Siete, que parece sentirse
marginada, y otra alrededor de los Doce, que mantiene el liderazgo. De hecho
hay dos grupos organizados: los hebreos fieles (judíos de lengua hebraica) con
los Doce, y los fieles helenistas (judíos de lengua griega) con los Siete. Igualmente
se distinguen dos servicios: la predicación de la Palabra relacionada con los
Doce y el servicio de las mesas entregado a los Siete. Entretanto, obsérvese
que los Siete a quienes era confiado el servicio de las mesas (6, 2-3) salen a
anunciar la Palabra (cf. Hch 6,8-10.13-14; 7,1-53; 8,5-7.40), del mismo modo
que los Doce.
La crisis que aparece, a nivel superficial, se refiere a la disputa entre viudas
hebreas y helenistas. Las viudas de los helenistas están siendo descuidadas en
el servicio diario de las mesas. El problema es grave y afecta directamente a la
vida y organización de la comunidad. En verdad el problema que se afronta es
el de la auto-comprensión de la Iglesia: ¿es una simple secta judía o está la
Iglesia abierta al mundo?
104
/. ¿Por qué las viudas de los helenistas estarían siendo descuidadas en la
atención diaria?

2. ¿Cuáles son losproblemas que la comunidad dejerusalén estaría viviendo


y que están más silenciados de lo que explicamos en el texto?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


El episodio de la institución de los diáconos muestra cómo los ministerios van
surgiendo en la Iglesia, en respuesta a las necesidades concretas de la comunidad.
No fueron instituidos por Jesús y son servicios necesarios para el bien de la
comunidad. Hoy la Iglesia busca nuevamente ser una Iglesia toda ministerial,
de comunión y participación. Rescata nuevamente la comprensión del ministerio
como servicio dinámico. Y el Espíritu Santo viene suscitando formas nuevas de
servicio.

/. ¿Cuál es el mensaje de este texto para la Iglesia hoy, particularmente


para la vida religiosa?

2. ¿Qué funciones nuevas o diferentes necesitan las comunidades hoy?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias

1. Partiendo de los servicios que cada participante ejerce, tener un momento de perdón,
de alabanza, de compromiso.

2. Rezar un salmo apropiado.

3. Asumir juntos un servicio que sea nuevo o conforme a las mayores urgencias.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a reflexionar sobre el discurso de Esteban (Hch 7,1-


54) en el que se hace una relectura del pasado.
2. El grupo puede preparar una forma creativa y didáctica para presentar el texto.
3. Distribuir las tareas.

1D5
SUBSIDIO 6 ORGANIZACIÓN
Y COORDINACIÓN
DE LAS COMUNIDADES

El ser humano es un ser social y necesita vivir en comunidad para el crecimiento y


la realización personal. Entre las formas de vida comunitaria, la comunidad cristiana, un
modo de realizar el proyecto de Dios, es una señal e instrumento del Reino de Dios.

La comunidad, en cuanto realidad humana y social, necesita organización y


coordinación, para que pueda ser el espacio de crecimiento y realización, y vivir relaciones
de igualdad y libertad.

Como signo e instrumento del Reino, las comunidades realizan servicios de unión,
santificación, de paz y fraternidad, de defensa y promoción de la vida, de alabanza y culto
a Dios. Realizan además servicios en favor de los hermanos más necesitados y se unen al
anuncio de la Buena Nueva de Jesús.

Las comunidades eclesiales y las religiosas, a su vez, constituyen una forma ejemplar de ser
señal e instrumento del Reino y están llamadas a ser una vanguardia de humanidad liberada.

"Servir" es lo que caracteriza a la comunidad cristiana. Este servicio, usualmente


designado como ministerio, significa realizar tareas concretas que tratan de responder a
las necesidades, y se realizan dentro de tiempos y lugares ubicados. De este modo, la
organización y coordinación de las comunidades deben estar siempre subordinadas a las
necesidades personales, comunitarias, sociales y religiosas. Así, atendiendo a los mandatos
de Jesús y bajo la inspiración del Espíritu Santo, aparecieron las más diversas formas de
servicio y ministerios en las comunidades cristianas.

1. LOS "MANDATOS" DE JESÚS

Las comunidades cristianas, sin duda, inspiraron sus vidas en la práctica de Jesús.
Pero Jesús no habló ni hizo de todo. El evangelista Juan dice que Jesús hizo muchas cosas
que no fueron escritas Qn 20,30). Ante las diversas nuevas situaciones que iban surgiendo,
las comunidades tuvieron que ser creativas. Otras veces buscaban en la memoria o entre
los "testigos oculares" (Le 1, 2) las posibles orientaciones que Jesús hubiera dado. Jesús
dejó algunos mandatos. Están registrados en los evangelios. Algunos son dirigidos a una

10B
persona determinada, otros a la multitud en general. Ahora vamos a recordar tan solo
algunos de estos mandatos de Jesús. Otros podrán ser buscados en los evangelios.
El más conocido de todos es el mandamiento nuevo (cf. Jn 23, 34; 15, 12. 17). Es
el gran mandato de Jesús: "Esto les mando: ámense unos a otros" (15,17). Jesús dio aún
otros mandatos respecto a diversos comportamientos de la práctica cristiana: el perdón
(Mt 18,15-18; Le 6, 37); el amor a los enemigos (Mt 5, 44; Le 6, 27-35); el ser perfecto (Mt
5, 48); el ser misericordioso (Le 6, 37); la práctica de la justicia (Mt 6,1); la oración (Mt 6,
5-13); la riqueza (Mt 6, 24); el juzgar (Mt 7,1; Le 6, 37); el modo de evangelizar (Mt 10, 5-
23); el mantener viva su memoria (Le 22, 19).

Después de la resurrección, Jesús ordena:

a) "No teman. Vayan y anuncien a mis hermanos que se dirijan a Galilea, allá me verán"
(Mt 28, 10). ¡Y la orden se la da a las mujeres!

b) "Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones y háganlas mis discípulos, bautícenlas
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo
lo que les he mandado a ustedes" (Mt 28, 19-20). Es el mandato dado a los Once
antes de la ascensión.

c) "Anda y dile a mis hermanos que voy a reunirme con el que es mi Padre y Padre de
ustedes" (Jn 20,17). Es lo que Jesús ordena a María Magdalena, haciéndola apóstola
de los apóstoles.

d) "Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonaren los pecados les serán perdonados;
a quienes no les perdonaren les serán retenidos" 0n 20, 22-23). Es lo que Jesús
ordena a los discípulos.

e) "Apacienta mis ovejas" 0n 21, 17) es la orden dada a Pedro.

Son mandatos de Jesús dados tanto a mujeres como a hombres y en ellos se inspiraban
las comunidades cristianas.

2. LOS MINISTERIOS DE LAS PRIMERAS COMUNIDADES

La Iglesia se comprende a sí misma como una realidad ministerial (servicio}. Jesús


anunció el Reino de Dios, que es servicio. La Iglesia tradujo este servicio en diversas
formas de ministerios.
1CT7
El término que más caracteriza el servicio propio de la comunidad cristiana es la
palabra diakonía, (diakonía, griego=ministerio, latín). No solamente en el sentido específico
de los diáconos, sino como realidad de servicio. Este concepto griego, considerado sinónimo
de esclavitud-servidumbre, pasa a ser símbolo de Cristo, el diácono del Padre y del ser
humano (cf. Hch 1, 17. 25; 6, 4; 20, 24; Rm 11, 13; 2Co 4, 1). Se aplica también al
apostolado de la palabra (Hch 6,4) y de la reconciliación (2Co 5,8).Este término "servicio",
que cualifica el ministerio cristiano, consigue evitar términos que en griego significan:
autoridad, poder, mandato. Razones históricas posteriores transformaron las funciones
eclesiásticas "ministeriales" (=serviciales) en funciones eclesiales "honoríficas"
(=privilegiadas).
En el Nuevo Testamento encontramos una variedad de servicios o ministerios. Existe
una cierta imprecisión de términos y es difícil encontrar términos técnicos para los variados
ministerios. Esto revela la variedad y la riqueza de formas de atender las necesidades de
las primeras comunidades como también las diferentes situaciones de las varias iglesias.
Lo que en un lugar significaba una cosa, en otro era diferente. Como sucede en nuestras
comunidades actualmente. No existían ministerios instituidos, válidos para todas las iglesias.

3. VARIEDAD DE MINISTERIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Se pueden distinguir funciones eclesiales en las diversas comunidades o según el lugar


de pertenencia. Los ministros con funciones más o menos universales o regionales son:

* Apóstoles: comprende a los Doce y a otros enviados más tarde, como Bernabé,
Silas, Tito y Timoteo (Hch 14, 4). Pablo se autodenomina "apóstol" (Rm 1,1; ICo 1,
1; Ga 1, 1). Y en Rm 16, 7, Andrónico y Junia son citados como "apóstoles eximios".

* Profetas: Sin citar nombres, son una presencia importante en las iglesias (Hch 13,
1; Rm 12, 6; ICo 12, 28; 14, 29).

* Maestros y doctores: ejercen la función de enseñar (Hch 13, 1; ICo 12, 28).

Otras funciones aparecen y son de un cuño más local:

* Obispos: los encontramos en Efeso (Hch 20, 28; lTm 3, 2); en Filipos (Flp 1,1) y en
Creta (Tit 1, 7).

* Presbíteros: en Jerusalén (Hch 11, 30), en la diáspora (Stg 5, 14) y en Asia Menor
(Hch 14, 23).
IOS
* Diáconos: Además del término que indica el servicio a Dios y a los hermanos (2Co
6, 4; 11, 23; Ef 6, 2), encontramos diáconos en Filipos (Flp 1,1) y Febe es "diaconisa
de la iglesia de Cencrea" (Rm 16, 1).

Al lado de estos servicios aparecen otras funciones diversas


en textos neotestamentarios:

* colaboradores: Rm 16, 3. 21; 2Co 1, 24; 8, 23; Flp 2, 25; Flm 1, 24


* guías o líderes: Rm 12, 8; lTs 5, 12; lTm 3, 4. 5; Tit 3, 8
* pastores: Ef 4, 11; Hb 13, 20; IPe 2, 25.

4. DONES Y CARISMAS

Entre las diversas funciones son indicadas las personas dotadas de carismas o dones
para la edificación de la comunidad, cuerpo de Cristo. Los dones son formas de servir a
la comunidad, según sus necesidades.
Tres listas significativas de dones y servicios pueden ser destacadas en las cartas
paulinas:

a) Rm 12, 6-8: profecía, diaconía, enseñanza, exhortación, distribución de bienes,


presidencia y misericordia.

b) 1 Co 12,7-10: sabiduría, ciencia, fe, curaciones, hacer milagros, profecía, discernimiento,


hablar idiomas, interpretar lenguas.

c) ICo 12, 28-30: En este texto Pablo establece una jerarquía de dones y servicios: l e
Apóstoles; 2- profetas; 32 doctores; 4- don de milagros; 52 don de curación; 6fi don
de asistencia; 7- don de gobierno; 82 don de lenguas.

El don o carisma por excelencia, con todo, Pablo lo celebra en ICo 13, el famoso
himno a la caridad. Relativiza los diversos dones y servicios y los coloca a todos como
subordinados a la caridad. El ministerio de la caridad es un ministerio universal.

5. LOS SERVICIOS Y MINISTERIOS


EN LA IGLESIA HOY

En los Hechos 6, 1-6, tenemos la institución de los servicios para atender a las
necesidades de una determinada comunidad cristiana. La diversidad de dones y servicios
1G9
en los textos del NT revelan que los ministros no eran instituidos de forma universal, a no
ser el don de la caridad. Existe una riqueza de formas de servir.
Hoy hay un renacer de servicios y ministerios en la Iglesia, que buscan atender las
nuevas necesidades de la comunidad cristiana y de la misión. Son centenares de formas
nuevas de servicios que los cristianos encuentran para realizar el proyecto de Dios. En
nuestras parroquias y comunidades, particularmente en las CEBs, hay una diversidad de
formas de servir que hacen a la Iglesia bien próxima a la época de su nacimiento.
Un cambio de los servicios desempeñados en las comunidades hoy, muestra que la
gran creatividad es fruto del Espíritu. En el área de la Liturgia el pueblo ya descubrió más
de 50 formas diferentes de ejercer el ministerio, que va desde encender la vela del altar
hasta promover y organizar la pastoral litúrgica en los diversos niveles de la Iglesia. Lo
mismo se puede constatar en las áreas de la catequesis, de la formación de animadores,
en los grupos de reflexión y tantos otros. Donde más florecen estas nuevas formas de
ministros es en las pastorales específicas como la pastoral del menor, de la mujer marginada,
la pastoral de los niños, de los abandonados en la calle, de los indios, de los negros, etc.
Buscar responder a las necesidades fue el criterio para el surgimiento de los diversos
servicios en las comunidades cristianas primitivas. Este criterio continúa siendo valioso
también hoy.

110
GUIÓN 7 NUEVA LECTURA
DEL MISMO PASADO

"En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas


veces y de muchas maneras por medio de los profetas" (Hb 1, 1)

Texto de estudio: Hechos 7, 1-54


Texto de apoyo: Hb 11, 1-40

PUNTO DE PARTIDA

1. Compartir brevemente el servicio asumido juntos en el encuentro anterior.

2. Pedir las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

En momentos decisivos e importantes de la vida es necesario releer el pasado de


nuestra historia personal, social, de la Congregación, de la Iglesia, para apoyar, iluminar,
orientar nuestros pasos futuros.
En la Biblia podemos encontrar diversas relecturas del pasado (cf. Dt 6, 20-25; Jos 24,
1-13; Si 105,106,107; Sab 10,1-19,22...) Conforme sea la situación que se vive, o dependiendo
del objetivo de la relectura, se focaliza uno u otro aspecto de la vida o del pasado.
En el Concilio Vaticano II las Congregaciones Religiosas fueron convocadas a
actualizarse. Para este proceso de renovación hubo una gran "vuelta a las fuentes", una
relectura de la historia y de los carismas de las Congregaciones.
Constantemente, y especialmente hoy, la vida religiosa vive un momento de
redefiniciones o refundaciones, de cuestionamientos, de búsqueda de modelos alternativos
de vida.

* Conversar sobre las relecturas del pasado personal y de la congregación,


y analizar las consecuencias de las diversas lecturas.

* Prepararse para escuchar la Palabra de Dios con una entronización de


la Biblia u otra forma creativa.
-i 1 1
ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

Lectura del texto: Hechos 7,1-54


1.1. Leer el texto por partes, conforme a los temas.
1.2. Presentar el texto en forma creativa o didáctica, o si no recontarlo con palabras
propias.

Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca
El discurso de Esteban es el más largo de los Hechos de los Apóstoles. Sigue los
criterios de la oratoria antigua. En el versículos 2a se da cuenta del comienzo
del discurso y en los versículos 51-53 está la acusación formal. Entre la apertura
(el exordio) y la acusación (la peroración), tenemos una larga "narración"
(versículos 2b-34) y una "argumentación" (versículos 35-50).

/. ¿Cuáles son los hechos y personajes que se recuerdan con mayor


intensidad en este texto?
2. ¿Qué acusaciones se hacen? ¿Cuál es la acusación central?

2.2. Observar la situación de la comunidad


El discurso de Esteban revela el conflicto vivido por los cristianos con los jefes
de los judíos. Esteban se opone al Templo, rompe con el sistema y, como Jesús,
es condenado a muerte. Negando la legitimidad de sus jueces, el Sanedrín,
Esteban recurre al pasado de Israel y denuncia la infidelidad de los conductores
de los judíos. Ellos se llaman a sí mismos defensores de la Ley y de Moisés,
pero son descendientes de los que persiguen y matan a los profetas, y de
Salomón, que construyó el templo contra la voluntad de Dios.

/. ¿Cuáles son los problemas de la comunidad cristiana que aparecen en el


texto?
2. ¿Por qué Esteban hace una relectura del pasado para defenderse?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


Releyendo el pasado, el discurso de Esteban muestra que los seguidores de
Jesús son los nuevos intérpretes de las Escrituras. Son ellos quienes poseen el
Espíritu que posibilita comprender el proyecto de Dios. El Sanedrín traicionó
este proyecto.
/. ¿Qué aspectos del pasado, particularmente de la vida religiosa, estamos
redescubriendo hoy?
2. ¿Qué nos enseña la relectura del pasado hecha por Esteban?

III. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias:

1. ¿Cuáles son los problemas de la comunidad cristiana que aparecen en el texto?

2. Rezar uno de los Salmos que son relectura del pasado (SI 105-107).

3. Asumir en común un compromiso.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

* En el próximo encuentro reflexionaremos sobre el martirio de Esteban. Los textos


son:Hch6, 8-15 y 7, 55-60.

* Aportar nombres, símbolos, fotos de mártires de ayer y de hoy, con algunas


informaciones sobre ellos.

* Distribuir bien las tareas.

11 3
SUBSIDIO 7 LAS COMUNIDADES CRISTIANAS
REINTERPRETAN LA ESCRITURA

UNA CLAVE DE LECTURA PARA LOS HECHOS 7, 1 54

Una de las cosas que más llama la atención es la frecuencia y la manera con que los
primeros cristianos usaban e interpretaban la Biblia. Prácticamente no hay página del
Nuevo Testamento que no tenga una o más referencias a la Escritura de los judíos, lo que
nosotros llamamos Antiguo Testamento. Por ejemplo, Felipe aplica a Jesús el texto del
Siervo de Yavé (Is 53, 7-8; Hch 8, 27-38). La comunidad de Jerusalén lee el Salmo 2 y lo
aplica a la persecución que ellos estaban sufriendo (Hch 4, 23-30). En los discursos de los
Hechos, la Biblia es utilizada para evangelizar (cf. Hch 2,14-36; 3,11-26; 4, 8-12; 7,1-54;
13, 16-41). Pablo dice que la usaba para sacar provecho (ICo 10, 6-11). Y así podemos
seguir. Para ellos, interpretar la Escritura era lo mismo que juntar fe con vida. Porque la
Escritura era la expresión de vida de ellos. Era su historia, su memoria, la fuente de su
identidad.

No todos usaban la Biblia del mismo modo. En este Subsidio veremos de cerca como
Esteban interpretó el Antiguo Testamento en el discurso dirigido a quienes lo acusaban
de estar contra el Templo y la Ley de Moisés (Hch 6, 13-14).

EL DISCURSO DE ESTEBAN DENTRO DEL LIBRO DE LOS HECHOS

En el libro de los Hechos, especialmente en la primera parte (versículos 1 a 15), los


discursos ocupan un lugar importante (Hch 2,14-36; 3,11-26; 4,8-12; 7,1-54; 13,16-41).
Son como las flechas que indican la dirección, como los postes que sustentan el hilo de la
narración. El discurso atribuido a Esteban, es el más largo de todos. Señal de la importancia
dentro del conjunto del libro.

Releyendo el Antiguo Testamento a la luz de su fe en Jesús, Esteban trataba de


comunicar a los oyentes lo que el mensaje de Jesús tenía que ver con la vida de ellos. Los
adversarios de Esteban decían: "No tiene nada que ver. Es un error". Impedían que el
mensaje de Jesús los tocase. Se quedaban con la religión anterior, que les parecía más
adecuada y más de acuerdo con la voluntad de Dios. Esteban y sus compañeros, al contrario,
decían: "¡Tiene que ver plenamente! La Buena Nueva de Jesús es como la meta de llegada

114
de nuestro camino". Tanto Esteban como sus adversarios, ambos buscaban la Biblia para
defender sus posiciones.
Este problema es muy actual. Por dos motivos. 1. Ante la Iglesia que se renueva,
muchos prefieren la religión anterior. Apartan lo que incomoda del mensaje del Evangelio
que pide conversión y abandono de posiciones conquistadas, para volver a ser un simple
servidor o servidora de los pobres. 2. Hoy, todos usamos la Biblia, cada uno a su modo.
Unos para defender su posición conservadora, otros para iluminar su posición de apertura
a las exigencias del mundo de hoy. ¿Quién tiene razón?

DIVISIÓN DEL TEXTO

7, 1 Introduce el discurso como respuesta de Esteban a la pregunta del Sumo


Sacerdote: "¿Es verdad lo que se dice de ti?". La acusación decía: "Este hombre
que no para de hablar contra este Lugar Santo y contra la Ley" (Hch 6, 13).
7, 2-8 Esteban comienza el discurso recordando el camino seguido por Abraham, la
promesa de tierra y la alianza de circuncisión.
7, 9-16 Recuerda la historia de José, vendido por sus hermanos, su ascensión junto
al Faraón y la bajada de Jacob a Egipto.
7,17-43 La historia de Moisés ocupa el mayor espacio dentro del discurso.
17-22 Nacimiento e infancia de Moisés, criado en la corte del Faraón.
23-29 La ira de Moisés ante la opresión de su pueblo y la fuga al ser denunciado.
30-34 Llamado y envío de Moisés junto al pueblo oprimido en Egipto, para libertarlo.
35-38 Ejecución de la misión, liberación del pueblo y promesa de un nuevo profeta.
39-43 Desobediencia del pueblo a Moisés y crítica a los sacrificios.
7, 44-47 La historia de la Tienda, hecha de acuerdo con el modelo descrito por Moisés,
introducida en la tierra por Josué y acogida por David.
7, 48-50 Critica a Salomón por haber hecho el Templo contra la voluntad de Dios.
7,51-54 Esteban interrumpe la historia y pasa a una denuncia abierta. Los acusadores
pasan a ser acusados.

PUNTOS QUE LLAMAN LA ATENCIÓN


EN EL USO QUE ESTEBAN HACE DE LA BIBLIA

1. Esteban supone que sus oyentes conocen la Biblia. No necesita explicar primero
quién es Moisés o quién es Abraham o Josué. Ellos conocían la Biblia de memoria.

2. Esteban recuerda solamente una parte de la historia: los patriarcas y el éxodo. Casi
no habla de David. A Salomón apenas lo menciona de paso para criticarlo. Ignora la
115
historia de los Reyes y del exilio. No habla nada del largo período después del exilio.
Hace una lectura selectiva.

3. Esteban tiene mucha libertad y familiaridad frente al texto bíblico. Aquí y allá, hasta
cambia el texto, para que sea un espejo más nítido del presente. Por ejemplo, en Hch
7, 7, en vez de "sobre esta montaña", es decir, el Sinaí, conforme al Ex 3,12, dice "en
este lugar" sugiriendo así el Templo.

4. Esteban cita la Biblia conforme a la traducción de los judíos helenistas, llamada los
Setenta, y añade cosas que vienen de una tradición oral popular extra-bíblica,
transmitida en Samaría, conocida también por Filón y por Flavio Josefo. Por ejemplo,
la división de la vida de Moisés en tres etapas de 40 años (Hch 7, 23. 30. 36) no
proviene del Antiguo Testamento sino de esta tradición samaritana. En los Hechos 7,
16, él dice Siquem (en Samaría) en vez de decir Macpela (en el Sur), conforme decía
el texto bíblico (Gn 50, 13). Esto quiere decir que el contexto de la vida de Esteban
era un contexto más abierto, capaz de reconocer cosas buenas en los samaritanos,
considerados heréticos.

5. Esteban hace una interpretación que incomoda. Llama la atención para cosas que el
pueblo no está acostumbrado a reflexionar ni le gustaba oír. Por ejemplo, basado en
textos bíblicos, presenta a Moisés como un líder discutido y criticado, rechazado por
su propio pueblo (Hch 7, 27-29. 35. 39-43. 47-48. 51-53). Esteban hasta tiene el
coraje de criticar a Salomón por haber construido el Templo (Hch 7, 49-50). De este
modo, convierte al pasado en acusación contra aquellos que no querían aceptar a
Jesús.

6. Esteban habla de Moisés pero piensa en Jesús. Así, como Jesús, Moisés trae la salvación
(Hch 7, 25), es jefe y libertador (Hch 7,35), realiza milagros y prodigios (Hch 7, 36),
es colocado entre Dios y los hombres (Hch 7, 38), tiene palabras de vida (Hch 7, 38),
encuentra oposición en el pueblo (Hch 7, 27) y por él es rechazado (Hch 7, 35. 39).
Moisés es una prefiguración de Jesús. Jesús es el profeta anunciado por Moisés (Hch
7, 37). La Biblia se convirtió en espejo del presente que vivía Esteban.

7. La forma en que Esteban recordaba la Biblia era semejante a la de leer los textos
bíblicos en las sinagogas de la época. Por ejemplo, los versículos 7 a 34 del discurso
siguen casi paso a paso a los capítulos 1 a 3 del libro del Éxodo, haciéndoles un
breve comentario y revelando su unión con la vida de los oyentes. Esta forma de leer
y comentar la Biblia se llamaba Targum.
116
Los oyentes sabían muy bien a dónde Esteban quería llegar con esta forma nueva de
leer la historia del pueblo. Pero no podían decir nada, ya que lo que Esteban decía era la
pura verdad. Procedía directamente de la Biblia. Comenzaron a reaccionar con furia
solamente cuando Esteban dejó la Biblia y pasó a acusarlos directamente (Hch 7, 51-54).

RESUMIENDO

1. El discurso refleja la relectura que la comunidad de Lucas hacía de la Escritura.

2. Ellos mezclaban la Biblia con la tradición popular, sobre todo con la tradición
samaritana.

3. Citaban la Biblia de acuerdo con la traducción más abierta de los Setenta.

4. Acentuaban la dimensión mesiánica que permitía unir el texto con Jesús.

5. Tenían familiaridad, creatividad y fidelidad en el uso de la Biblia.

6. Hablaban del pasado, pero pensaban en el presente. Usaban la Biblia para clarificar
el presente.

7. Seleccionaban los textos de acuerdo a las necesidades del momento, hacían una lectura
selectiva.

UNA "VISIÓN GLOBAL"


DE LA BIBLIA

El discurso de Esteban ayuda a entender lo que viene a ser una Visión Global de la
Biblia. Generalmente, entendemos que sea una síntesis completa de todo lo que sucedió
y fue escrito en la Biblia. Si fuese así, todas las visiones generales deberían ser iguales.
Pero la misma Biblia trae muchas síntesis diferentes de la misma historia del pueblo de
Dios. Veamos algunas: el así llamado Credo del Antiguo Testamento (Dt 26,4-9), el discurso
de Josué en la asamblea de Siquén (Jos 24, 2-13), la oración de los levitas en el libro de
Nehemías (Neh 9, 5-37), el discurso de Aquior, el amonita, al general Holofermes (Jdt 5, 5-
21), la reflexión sobre el pasado de Israel con ocasión de la destrucción de Samaria (2Re
17, 7-23), las meditaciones sapienciales sobre los antepasados hechas por Jesús Ben Sirac
(Eclo 44 a 50) y por el libro de la Sabiduría (Sab 10 a 19), varios salmos que meditan o
celebran el pasado (SI 68; 77; 78; 105; 106; 107), el discurso de Pablo en Antioquía de

1 17
Pisidia (Hch 13,16-25), la meditación de la carta a los Hebreos sobre la fe de los antepasados
(Hbll, 1-40).

Ninguna síntesis es igual a otra. Cada libro o autor tiene su versión: acentúa o
selecciona, corta o aumenta, junta o separa, conforme a la necesidad del momento. La
nueva situación en que el pueblo se encontraba le comunicaba una nueva forma de ver
para realizar la relectura de su historia de otra manera. Así hoy despertados por la
situación de opresión en que nos encontramos aquí en América Latina, comenzamos a
descubrir dimensiones en la Biblia que antes no percibíamos. Por ejemplo, ver a Jesús
como Libertador. Lo mismo le sucedió a Esteban. Despertado por la experiencia liberadora
de la resurrección y por la situación de enfrentamiento en que se encontraba, reacciona
contra la presión de sus adversarios que querían encerrar todo y a todos dentro de la
ideología de la Ley y del Templo. Por eso, en su interpretación de la historia, Esteban no
habla de la observancia de la Ley. Casi no habla del Templo. Apenas lo menciona para
criticarlo (Hch 7, 47-48). Omite toda la historia de los Reyes y no dice nada de la reforma
de Nehemías y Esdras, que era el fundamento de la ideología de sus adversarios. Pero sí
habla de la iniciativa gratuita de Dios que hace su obra.

118
GUIÓN 8 EL MARTIRIO:
TESTIMONIAR LA BUENA NOTICIA

"Señor Jesús, recibe mi espíritu" (Hch 7, 59)

Texto de estudio: Hechos 6, 8-15; 7, 55-60


Texto de apoyo: 2Mac 7, 1-42

PUNTO DE PARTIDA

1. Compartir el compromiso asumido en el encuentro anterior.


2. Pedir las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

En el Nuevo Testamento encontramos la palabra "martyria" que significa testimo-


nio (cf. Me 14, 55. 59; Jn 1, 7; Ap 1, 2). Los seguidores de Jesús serán llamados a "dar
testimonio" de El (Mt 10,18). Este testimonio llega a incluir "derramamiento de sangre".
De martyria, del griego, tenemos la palabra martirio, que significa casi siempre muerte
con derramamiento de sangre.

Crece hoy el número de personas que mueren asesinadas en nuestra América Latina.
Son vidas humanas que caen y que son consideradas mártires. Con todo, sus muertes son
un grito a la sociedad sorda... Constituyen un testimonio... Las razones de las muertes son
las más diversas: secuestros, venganzas, narcotráfico, las llamadas "quemas de archivos",
peleas, etc. Otras muertes son consecuencia de la fidelidad a una opción de vida, al
proyecto de Jesús. Son innumerables los mártires de ayer y de hoy. A partir de la fe en
Jesucristo, apoyados por la Palabra de Dios, estos hermanos y hermanas son fieles hasta
el fin.

/. Compartir nombres, símbolos, fotos y datos de la vida de algunos mártires.

2. ¿Cuáles son los mártires de la vida religiosa?

113
* Prepararse para escuchar la Palabra, cantando y colocando una cruz junto a los
nombres y fotos de los mártires.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hch 6, 8 15 y 7, 55-60


1.1. Leer los textos lenta y atentamente.
1.2. Contar los textos con palabras propias.

2. Estudio del texto

2.1. Ver el texto de cerca.


Las acusaciones que se hacen contra Esteban son las mismas que fueron dirigidas
contra Jesús: subversión a la Ley y costumbres, crítica a las instituciones y las
estructuras de los judíos, particularmente el Templo.
Comparar la muerte de Esteban con la muerte de Jesús sobre todo en el
Evangelio de Lucas:

/. ¿Cuáles son los motivos de la condenación?

2. ¿Cuáles son las últimas palabras?

3. ¿Cuál es el nexo de unión entre las dos muertes?

2.2. Observar la situación de la comunidad.


Esteban y los helenistas significan lo nuevo en medio de los judíos. Los apóstoles
significaban aún una continuación de cierto judaismo, porque permanecían
dentro de las prácticas judaicas (cf. Hch 1,12; 2, 46; 3, 1; 5, 42). Esteban y los
Siete rompen esos límites, cruzan las fronteras de la Ley y acentúan la novedad
de Jesús. Su predicación amenaza la existencia de las clases dirigentes de Israel
y hace aparecer la crítica radical que existe en la fe cristiana.

/. ¿Qué situación de la comunidad aparece en estas textos?

2. ¿Cuál es el significado de la muerte de Esteban para la comunidad


cristiana?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


1 20
La muerte de Esteban es un linchamiento que marcó profundamente a la
comunidad cristiana, como tantos linchamientos hoy. Las imágenes que aparecen
en el relato muestran que en la muerte del mártir el mundo es juzgado. "El
justo que muere condena a los impíos que viven" (Sab 4, 16). Repitiendo las
palabras de Jesús, Esteban muestra que el camino de Jesús es el camino del
discípulo.

/. ¿Cuáles son las imágenes que aparecen y qué significan?

2. ¿Qué nos enseña este texto sobre la muerte de martirio? ¿Y sobre los
linchamientos apoyados por la población?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias:

1. Celebrar a los mártires de ayer y de hoy.

2. Rezar el Salmo 4, 7-19.

3. Asumir un compromiso de fidelidad a la Palabra de Dios hasta el fin.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

* En el próximo encuentro vamos a reflexionar sobre la dimensión misionera de la


Iglesia y de nuestra vocación cristiana y religiosa.

* Hacer una lista de los documentos de la Iglesia sobre el mandato misionero a partir
del Vaticano II.

* Distribuir bien las tareas.

121
SUBSIDIO 8 ROMPER CON EL TEMPLO
DE LA ANTIGUA ALIANZA

1. EL TEMPLO Y LA PIEDAD POPULAR


EN EL TIEMPO DE JESÚS

Todos los años, con ocasión de las fiestas, los peregrinos subían a Jerusalén. Cuando
llegaban cerca de la ciudad santa, los peregrinos rezaban: "Nuestros pasos ya se detienen
a tus puertas, Jerusalén" (SI 122, 2). Entonces, cuando miraban hacia la ciudad, una
construcción se destacaba en el paisaje, provocando la admiración de todos: "Miren qué
piedras. Vean qué construcción (cf. Me 13, 1). Esta construcción en mármol negro,
blanco y amarillo, con frisos en oro puro y puertas y ventanas revestidas de oro que
brillaban al sol, encantando a los peregrinos que llegaban del interior. ¡Era el templo
de Jerusalén!
En la época de Jesús el Templo estaba pasando por profundas reformas. Las obras
habían sido comenzadas por Herodes el Grande, en el año 20 a.C. Los trabajos estaban
dirigidos a ampliar, ornamentar y embellecer el edificio. Cerca de 18,000 obreros trabajaban
en las obras, que se prolongarían hasta el año 62 d.C. Unos ocho años después de la
terminación de la reforma, lo que restaba del Templo era un montón de ruinas humeantes.
Fue destruido por los romanos, cuando reconquistaron Jerusalén en la guerra con los
judíos (70 d.C). La destrucción del Templo dejó a todas las corrientes del judaismo
sumergidas en profunda crisis. Al final, para todas estas corrientes, el Templo era la
garantía de la presencia de Dios en medio del pueblo. Y dentro de estas corrientes, los
seguidores de Jesús de Nazaret.
Ya vimos la ambigüedad de un templo en una sociedad como la de Jesús (cf. Subsidio
2 del Volumen III de esta Colección). Por un lado, el templo era el centro de la piedad
popular. Hacia allí concurrían en peregrinaciones, porque allí estaba el lugar sagrado de
liturgias penitenciales, de perdón, de expiación, de purificación y de alabanzas. Todo
judío piadoso, aún viviendo en un lugar lejano, debería ir al templo una vez en su vida
(cf. Ex 23, 17). Aún en el lugar más distante, cuando rezaba, el fiel debería orientar su
cuerpo en dirección a Jerusalén y al Templo (Si 138, 2).
El lugar habitado por la divinidad, punto de encuentro entre el cielo y la tierra (Ez
5, 5; 38,12; 43, 7), era un espacio en el centro del Templo, llamado "Santo de los Santos",
o sea, "un lugar santísimo" (cf. Ex 40,12). Allí habitaba Yavé. Una vez por año, el sumo
sacerdote entraba en este espacio y pedía perdón por los pecados del pueblo, aún por los

1 22
que vivían en los lugares mas distantes, en la Diáspora. Este ritual de expiación, hecho en
el Día del Perdón, era la garantía de salvación para el pueblo, que por una serie de
garantías legales de pureza, estaba impedido de entrar en el recinto sagrado y de ofrecer
sacrificios. En este día, todos, purificados por el rito, estaban en contacto con Yavé,
recuperando las fuerzas para continuar su camino, contando con el perdón de Dios para
todas sus faltas.

2. EL OTRO ASPECTO
DEL TEMPLO

Al mismo tiempo, este lugar de la presencia divina era también un centro de


explotación. Siendo un lugar de tamaña importancia religiosa, el templo funcionaba también
como centro político-administrativo del pueblo después que la ocupación extranjera no
permitía la figura de un rey. Centralizando la recaudación de los tributos y de los diezmos
pagados por el pueblo, el templo era el centro del poder en Palestina, desde la vuelta del
Exilio de Babilonia. Era al mismo tiempo el tesoro del país, el supremo tribunal y el
palacio de gobierno. Por eso mismo la mayor autoridad del pueblo pasó a ser el sumo
sacerdote, que ocupaba el lugar del rey ausente.
Sumando tantos poderes, es claro que se pasó a tener disputas por los cargos
principales de la administración del Templo de Jerusalén. Principalmente después de la
ocupación de los griegos seléucidas de Antioquía (200 a.C).
Desde el gobierno de Salomón (970-930 a.C.) hasta la intervención de Antíoco IV
(167 a.C), el templo era administrado por la familia sacerdotal de los descendientes de
Sadoc. Por mil años esta familia proveyó los sumos sacerdotes y las principales figuras
para la administración del templo. Pero los griegos pasaron a rematar el cargo de sumo
sacerdote y varias familias sacerdotales lo disputaban. Los Macabeos, con el nombre de
Hasmoneos, controlaron el templo entre 150 a.C. hasta el 40 a.C. Herodes, por ser un
extranjero, no podía ser rey y al mismo tiempo sumo sacerdote, como los Hasmoneos.
Mientras tanto, nombraba el sumo sacerdote que le diese mayor garantía de lealtad política.
Con la caída de Arquelao (6 d.C.) el poder pasó a la familia de Anas, que controló el
templo en la época de los romanos a través de sus hijos y yernos. Cuando el proceso de
Jesús, el yerno de Anas llamado Caifas, era el sumo sacerdote "en aquel año" como
recuerda el evangelio de Juan 0n 11, 49).
El dinero que producía toda esta disputa, provenía del trabajo del pueblo. Cada
aldea de Palestina estaba encuadrada en una de las 24 secciones o distritos sacerdotales
en que se dividían Judea y Galilea. Estos distritos eran responsables por el pago de los
tributos necesarios para la manutención del Estado judío y la clase sacerdotal (cf. Neh 10,
33-40). Calculados para un periodo de siete años, estos tributos incluían:
1 23
* el impuesto de dos denarios o didracma, que cada israelita mayor de 13 años debería
pagar anualmente al templo (cf. Mt 17, 24).

* el "primer diezmo" o sea, la décima parte de todo lo producido en la tierra durante


un año corriente, pertenecía a Yavé y, por lo tanto, debería ser enviado al templo.

* el "segundo diezmo", la décima parte de lo que era producido en un determinado


año, después de haber pagado el primer diezmo, debería ser gastado en Jerusalén,
ya fuera en especie o en dinero.

* el "tercer diezmo" o "diezmo de los pobres". Se pagaba en el tercer o sexto año. Las
aldeas, después de pagar el primer y segundo diezmo, separaban la décima parte de
lo que sobraba y lo enviaban al templo. Era para ser distribuido a los pobres de
Jerusalén (cf. Dt 14, 28-29).

* el producto de todos los árboles frutales, de 4 en 4 años, debería ser enviado al


templo.

Además de todos estos tributos, el templo recaudaba con el movimiento continuo de


los sacrificios diarios (cf. Lv 1-7). La Ley exigía el rescate de los primogénitos (Ex 13, 2).
Además, existían los ritos diarios de purificación y de expiación. Estas exigencias legales
originaban el comercio con las víctimas de las ofrendas que, para ser sacrificadas debían
tener de pureza que sólo daba el templo. Algunos calculan que en cada Pascua eran
sacrificados 20 mil corderos en el templo por los sacerdotes que comercializaban el cuero
y la sangre, que eran vendidos como adobe. Como todo debía ser pagado con dinero
propio, el templo también centralizaba las operaciones de cambio, ya que el dinero que
allá se usaba era la moneda de plata de la ciudad fenicia de Tiro. Así, la entrada al
santuario era un gran comercio de vendedores de animales y cambistas.
Este centro económico, político y religioso era codiciado por todos los grupos religiosos
en la época de Jesús. Cada grupo esperaba al Mesías a su modo, pero esperaba también
que el Mesías les diese el templo (cf. Mal 3, 1-5). Por eso también existía el miedo de la
clase sacerdotal a una revuelta armada contra el poder romano que trajese una destrucción
del templo (cf.Jn 11, 47-48).

3. JESÚS EN EL TEMPLO

Nacido en una familia judía, Jesús sigue la práctica religiosa de su gente. Fue presentado
en el templo cuando nació, por ser el primogénito de José y María, y la Ley mandaba
12-4
rescatar el primogénito (Le 2, 22-28). A los doce años, un año antes de lo que prescribía
la Ley, hizo el ritual del paso a la vida adulta, leyendo y comentando un trozo de la Ley
delante de los escribas en el templo (Le 2, 41-45). Con su familia, participaba de las
peregrinaciones anuales a Jerusalén, en ocasión de la fiesta de Pascua o de otras fiestas
(Le 2, 41).
Durante su vida pública, la actitud de Jesús con relación al templo, está dentro de la
más auténtica corriente profética en Israel. Jesús no era de una familia sacerdotal. El
gesto de Jesús al expulsar a los cambistas y a los vendedores de palomas delante la puerta
del santuario es un eco de las palabras de Miqueas (Mi 3, 12), Jeremías (Jr 26, 1-18) e
Isaías (66, 1-4). De la misma forma, los evangelios no dicen que Jesús haya ofrecido un
sacrificio en el templo. Jesús revive las palabras de Oseas, "quiero misericordia y no
sacrificios" (Os 6, 6; Mt 12, 7-8).
La práctica de Jesús muestra gestos de ruptura con el Templo de Jerusalén, no en
cuanto Casa de Dios, sino como centro regulador de la vida común del pueblo. Este gesto
de ruptura se concretaba en la orden dada por Jesús después de hacer una curación: Jesús
no envía al templo, sino que le dice a la persona que vaya a su casa (cf. Me 2, 10; 8, 26).
Este gesto de ruptura se dirigía a liberar al pueblo de las cadenas de la Ley de la pureza
y de la observancia ciega del sábado.
La palabra de Jesús dirigida contra el templo en ocasión de la expulsión de los
cambistas marcó a los discípulos. Fue releída más tarde cuando la comunidad se dividió
ante esta cuestión. Si Jesús no hubiese pronunciado una palabra contra el templo, hubiera
sido muy difícil que las comunidades superaran el santuario como centro religioso, como
Casa de Dios. Esta palabra de Jesús contra el templo le chocó a la clase sacerdotal que
vivía a costa de los sacrificios. Al hablar contra el templo, Jesús no atacaba solamente a
los cambistas y a los vendedores, sino que atacaba todo un sistema de explotación religiosa
mantenida por los sacerdotes. La base de la acusación contra Jesús al ser juzgado, fue su
palabra contra el templo (cf. Me 14, 58; Jn 11, 47-48).

4. LOS CRISTIANOS Y EL TEMPLO

Al comienzo, los seguidores y seguidoras de Jesús eran todos judíos. Y, según parece,
ellos no entendieron enseguida los gestos de Jesús rompiendo con el templo. El libro de
los Hechos muestra que estos cristianos continuaron frecuentando el santuario (cf. Hch 2,
46; 3, 1). Hacían esto dentro de la piedad tradicional, reuniéndose y rezando en la Casa
de Dios. El libro de los Hechos tampoco dice que los cristianos hayan ofrecido sacrificios
en el templo.
El problema surgió cuando los judíos helenistas y los samaritanos se adhirieron a la
comunidad. Estos dos grupos no le daban importancia al templo de Jerusalén. Los helenistas,
125
por ser de la Diáspora, relativizaban mucho el culto sacrificial del templo, ya que la
liturgia sinagogal les era suficiente y más abierta. Para los judíos helenistas el templo era
una dificultad que impedía que los gentiles se convirtiesen al judaismo. En aquella época,
si un gentil se convertía al judaismo, no podía entrar en el templo por el hecho de haber
nacido gentil. Los cristianos venidos del helenismo no querían que la comunidad cristiana
pasase por esta misma dificultad. Para la corriente helenista, hablando por Esteban, el
sacrificio único de Jesús volvía inútiles los continuos sacrificios de animales en el templo
(cf. Hch 6,13-14). Con la muerte de Jesús, el Templo de Jerusalén era un predio suntuoso,
pero obsoleto.
Los samaritanos habían roto con el judaismo oficial desde la reforma de Esdras
(alrededor del 350 a.C). Construyeron un santuario en lo alto del monte Garizim, cerca
de Siquem, y ahí centralizaron sus prácticas religiosas. Ese templo fue destruido por Juan
Hircano en el 128 a.C, cuando los judíos reconquistaron Samaría. Este gesto violento
hizo que judíos y samaritanos se odiasen continuamente (cf. Jn 4,9)- En el 35 d.C. Pilato
masacra muchos samaritanos y nuevamente viola el santuario. Los samaritanos que
entraron en la comunidad cristiana trajeron su doctrina contraria al Templo de Jerusalén.
Conocemos estas posiciones de los samaritanos en el diálogo entre Jesús y la samaritana
en el Evangelio de Juan (Jn 4, 20-24).
Esta división dentro de la comunidad en relación al Templo de Jerusalén debe haber
durado hasta el año 70 d.C, cuando las tropas romanas ocuparon y destruyeron Jerusalén.
Con la destrucción del santuario, las comunidades releyeron las palabras y los gestos de
Jesús con relación al templo y concluyeron: la divinidad ya no habita allí. El templo ya
pasó.
Este proceso no fue repentino ni fácil. La conciencia llegó lentamente. Varios textos
del Nuevo Testamento reflejan esta posición conquistada por la comunidad:

* En Jesús, Palabra de Dios hecha carne, reside la Gloria de Dios (Jn 1, 14).

* Jesús es el nuevo Templo. La realidad humana, el cuerpo de Jesús de Nazaret es el


lugar en que habita la plenitud de la divinidad 0n 2, 21-22).

* El seguidor o seguidora de Jesús, entra también en esta nueva realidad. La comunidad


reunida es el verdadero Templo de Dios Vivo (ICo 3, 16-17; 6, 17; 2Co 6, 14-18; Ef
2, 20-22; IPe 2, 5).

* Jesús es el verdadero sumo sacerdote y al mismo tiempo es el lugar santísimo, la


tienda verdadera, hecha por Dios y no por manos humanas (Hb 8, 12).

12B
* Jesús es el verdadero cordero, sin manchas ni dilectos (IIV I, I <)). Y sus seguidores
y seguidoras son como piedras vivas, usadas en la construcción de un Templo
espiritual. Los propios cristianos son como sacerdotes, ofreciendo a Dios por medio
de Jesucristo, el verdadero sacrificio (IPe 2, 5-9)- Todos los que creen en la Palabra
de Jesús de Nazaret forman parte del pueblo de Dios, raza elegida, nación santa,
sacerdocio regio.

* Surgirán nuevo cielo y tierra, la Jerusalén celeste, la tienda de Dios en medio de


la humanidad. Dios habita en medio de la humanidad sin necesidad de templos
(Ap 21, 1-3). El Templo de la Antigua Alianza perdió su significado ya que en la
Jerusalén celeste no hay ningún templo, "porque el templo es el Señor y el
Cordero" (Ap 21, 22).

A través de las palabras y la práctica liberadora de Jesús, la comunidad percibió que


había una ruptura con la Antigua Alianza. Esta ruptura queda clara ante el misterio del
sacrificio de Jesús en la cruz. El es al mismo tiempo el templo, el sacerdote, el altar y la
víctima. En El comienza una nueva etapa en el camino de la salvación. Esta ruptura queda
en evidencia cuando, a la muerte de Jesús, el velo del templo que separaba el Santo de los
Santos, el lugar santísimo donde habitaba la divinidad, se rompe al morir Jesús en la Cruz
(Me 15, 38). En aquel cuerpo torturado y retorcido, habita la plenitud de la divinidad. El
soldado lo reconoce y dice: "De hecho, este hombre era el hijo de Dios". El Templo de
Jerusalén con sus sacrificios diarios ha sido superado.

1 27
GUIÓN 9 EXPANSIÓN A TRAVÉS DEL CRECIMIENTO
DE LA CONCIENCIA MISIONERA

"Serán mis testigos enjerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta


los confines de la tierra" (Hch 1, 8)

Texto de estudio: Hechos 13, 1-12


Texto de apoyo: 2Co 11, 1-33

PUNTO DE PARTIDA

1. Compartir brevemente el compromiso asumido en el último encuentro.

2. Pedir las luces del Espíritu Santo para este encuentro.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Vivimos un período en la Iglesia en que la conciencia misionera estaba como


adormecida. En los últimos años surge un "nuevo ardor misionero", tanto a nivel de la
Iglesia universal, como en el seno de las congregaciones religiosas. Los horizontes de
comprensión de la acción misionera se amplían: no solamente en misiones de "más allá
de las fronteras", sino también en la atención de nuevas situaciones misioneras entre
nosotros, tanto a nivel geográfico como social y cultural. La modernidad, sin dudas, creó
nuevos areópagos para los cuales somos enviados a anunciar el "Dios desconocido".

1. Compartir las nuevas experiencias misioneras.

2. ¿Cuáles son los documentos de la Iglesia, publicados a partir del Vaticano


II, sobre la cuestión misionera? ¿De qué tratan?

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hechos 13, 1-12


1.1. Leer el texto atentamente.
1.2. Repetir lo que más nos llamó la atención.
12B
2. Estudio del texto
2.1. Ver el texto de cerca
El texto se divide en dos partes. En la primera (13, 1-3) tenemos algunas
informaciones importantes sobre la Iglesia de Antioquía y el envío misionero
de Bernabé y Pablo. La segunda parte (13, 4-12), además de informar sobre el
itinerario de la Palabra, muestra el enfrentamiento del anuncio con el mundo
judío y el griego.

/. ¿Qué personas y lugares aparecen en el texto?

2. ¿Qué hechos se relatan?

3- ¿Cuál es la ruta de este primer viaje misional?

2.2. Observar la situación de la comunidad


La comunidad de Antioquía se deja conquistar por el "nuevo amor misionero".
El Espíritu Santo, a través de los líderes convertidos y organizados, conduce a
la comunidad a la gran decisión de anunciar el evangelio al mundo. La expansión
de la Palabra, hasta entonces, había sido casi accidental, con ocasión de
situaciones particulares. Ahora existe una nueva etapa en la Historia de la
Iglesia: los gentiles son los principales destinatarios de la salvación y los
cristianos se sienten empujados a proclamar la Buena Nueva.

/. ¿En qué contexto nace, crece y se realiza el envío misionero?

2. ¿Qué obstáculos deben ser vencidos en el anuncio del Evangelio?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


La Iglesia de Antioquía ya se presenta organizada: funciones compartidas y
decisiones tomadas por la asamblea, en clima de oración y discernimiento. La
conciencia misionera nace de una comunidad llena de vida, que elige y designa
a personas para la misión. Estas asumen un modo de vida itinerante y salen
por las ciudades y poblados proclamando el Evangelio.

/. ¿Quépide el Espíritu tanto a las comunidades como a la vida religiosa, hoy?

2. ¿En qué la reflexión misionera ayuda hoy a mejorar la conciencia


misionera en nuestra vida personal y en nuestra congregación?
129
3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias:

1. Rezar, de forma creativa, por nuestros misioneros y misioneras.

2. Asumir un compromiso concreto en favor de la acción misionera.

3. Escoger una frase para meditar.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

* En el próximo encuentro vamos a iniciar el estudio de la Iglesia en la diáspora. El


texto de reflexión y estudio es la carta de Santiago. Vamos a prepararnos leyendo la
introducción al Bloque de la carta de Santiago, como también preparar el Guión 10.

* Distribuir las tareas.

130
SUBSIDIO 9 LA EVANGELIZARON
ITINERANTE

La vida "itinerante" está asumida por innumerables personas de manera libre y


forzada. Migrantes en continuo vaivén, viven así por millones en nuestros países. Existen
religiosas y religiosos y hasta congregaciones e institutos que asumen esta forma de vida,
junto a personas sin tierra y sin techo.
¿Quién no se acuerda, en la historia de la Edad Media, de las Ordenes Mendicantes?
La vida religiosa, sobrepasando los muros de los conventos, salió a la calle y se hizo
itinerante, para buscar nuevas formas de vivir el Evangelio.

"Mipadre era un arameo errante" (Dt 26, 5).

Desde sus orígenes, el pueblo de Dios se recuerda de su vida itinerante. Prácticamente


toda la historia del antiguo Testamento se caracteriza como una peregrinación en busca
de un suelo para vivir.
Patriarcas y matriarcas, anduvieron de la Mesopotomía a Egipto, de Egipto a Cana,
en una vida nómada sin fin. Después, los pobres, esclavizados en Egipto, atravesaron el
Mar Rojo y se enfrentaron con un largo peregrinar por el desierto, buscando establecerse
en la tierra prometida. El exilio forzó la pérdida de todo: tierra, rey y templo, desarticulando
totalmente la nación. Cuál fénix renacido de las cenizas, un resto vuelve, en un nuevo
éxodo, por el desierto florecido, para reconstruir la propia historia. Pero la trayectoria
del Antiguo Testamento permanece como un largo viaje, con pueblos dispersos, esparcidos
en continuo peregrinar, en una diáspora continua entre los grandes imperios
internacionales.

"No lleven nada para el camino" (Me 6, 8).

El mismo Jesús inauguró un nuevo estilo de vida, a partir del anuncio del Reino,
viviendo El mismo, personalmente, y formando un movimiento itinerante de anuncio de
una nueva y buena noticia. Este grupo de evangelizadores itinerantes habría sido
responsable de la primera difusión del mensaje de Jesús y, después, de los escritos de los
Evangelios.
Innumerables textos, en los evangelios, señalan hacia este estilo de vida. Estas primeras
personas que siguieron a Jesús, vivían a la expectativa de un fin próximo, en el que se
131
implantaría la justicia. Por lo tanto, se caracterizaban como un grupo escatológico,
"milenarista".
Se trata de un grupo alternativo a la sociedad establecida, un grupo marginal, en el
que había mujeres, nombres, pecadores, enfermos, subversivos.
Jesús, por lo tanto, estaba lanzando un estilo de vida independiente de la tierra
natal, sin familia, sin propiedades, sin seguridad. Esto se traduce como un nuevo ethos
(costumbre social), ethos de desapego, abandono de la familia propia, crítica a la riqueza
y a las posesiones.

"Al entrar en una ciudad, traten de saber si hay alguien digno..."


(MtlO, 11).

El llamado discurso de la misión (Mt 10,9-14) ofrece un primer perfil de los misioneros
ambulantes, y revela su desapego total, desapego hasta de la propia tierra natal. Muestra
claramente una vida de andariegos que va de ciudad en ciudad.
Por eso Jesús puede decir: "No lleven oro, ni plata, ni cobre en sus cintos, ni alforjas
para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni cayado, porque el obrero es digno de su
sustento. Cuando entren en una ciudad o en un poblado, traten de saber si hay alguien
que sea digno, y permanezcan allí hasta que dejen el lugar" (Mt 10, 9-11)-

"Los enemigos del hombre serán sus propios familiares"


(Mt 10, 36).

Existen innumerables textos que hacen referencia al desapego familiar, tales como:
"El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza" (Mt 8, 22). "Sigúeme y deja que
los muertos entierren a sus muertos" (Mt 8, 22). "No piensen que vine a traer la paz a la
tierra. No vine a traer paz sino la espada. En efecto, vine a contraponer el hijo con su
padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra. En suma, los enemigos del
hombre serán sus propios familiares" (Mt 10, 34-36). "No existe profeta sin honra, sino en
su patria y en su casa" (Mt 13, 57). "Hay eunucos que así nacieron desde el vientre
materno. Hay eunucos que fueron hechos por los hombres. Y hay eunucos que se hicieron
eunucos por causa del Reino de los Cielos" (Mt 19, 12).
Frases como estas, en la boca de Jesús, denotan un radicalismo total, y revelan un
estilo de vida profundamente innovador. Estaba lanzada la propuesta de un nuevo grupo,
alternativo, de predicadores ambulantes.
Para vivir este desafío era necesario ante todo desestabilizarse. Sería imposible, en
los esquemas fijos de una casa propia, seguir tal propuesta.

132
"Nosotros dejamos todo y te seguimos" (Mt 19, 27).

Muchos textos de los evangelios hacen referencia a la renuncia a la propiedad,


como el joven rico y el Reino de Dios (Mt 19, 16-22), o la recompensa a quien dejó todo
(Mt 19, 27-30). Ahora bien, tal estado de vida, sin propiedad ninguna, solo es posible a
quien hace una opción radical, considera al Reino como un valor absoluto y se lanza
confiado detrás del Maestro.
En esta vida de pobreza radical, los misioneros ambulantes dependían de las
comunidades por las cuales pasaban, ya que no podían llevar dinero ni provisiones. La
promesa era la de formar una nueva sociedad, ganando mucho más en padres, hermanos,
hermanas, casas, hijos".

"Miren las aves del cielo., miren los lirios del campo" (Mt 6, 26. 28).

Otros tantos textos nos hablan del desapego de las amarras diarias. Tales textos
se comprenden más claramente dentro de un contexto de vida itinerante. Basta leer, por
ejemplo, las instrucciones referentes a la despreocupación por el comer, por el vestir, por
el mañana (Mt 6, 25-34). Así también las promesas a quien recibe a los misioneros, que
tienen garantizada una recompensa hasta por un vaso de agua ofrecido en nombre de
Jesús (Mt 10, 42).
La hospitalidad es el elemento esencial en esta vida libre y totalmente desapegada.

"Si alguno quiere venir detrás de mi, niegúese a sí mismo..."


(Mt 16, 24).

Otro texto clave dentro de la propuesta de Jesús, presenta las condiciones del
discipulado como renuncia radical (Mt 16, 24-26).
Este trozo puede ser aplicado a la vida de un misionero ambulante, que optó de
manera radical por Cristo, y que experimenta las dificultades que esta opción implica
cada día. De ahí la necesidad de la renuncia total, negarse a sí mismo, cargar la cruz,
perder la vida para seguir fielmente a Jesús.

"Los que anuncian el Evangelio, vivan el Evangelio" (ICo 9, 14).

La acción del Espíritu Santo suscitó, en el periodo más primitivo de la historia de la


Iglesia, apóstoles, profetas y maestros, que continuarán la misión itinerante de Jesús.
De esta forma, el Evangelio se propagó rápidamente y la conciencia misionera creció por
las diversas comunidades. Ejemplo de ello es el relato de Hechos 13, 1-12.
133
Los escritos paulinos destacan la función de los profetas, con un papel reconocido en
sus comunidades. Basta leer ICo 12, 28; 14, 29 ss; Rm 12, 6. 8, entre otros textos.
La presencia de los profetas itinerantes en estas iglesias, se nota con más énfasis en
la segunda carta a los Corintios, particularmente en los capítulos 10 a 13. Ahí Pablo
polemiza con sus "enemigos", misioneros itinerantes que habían llegado a la comunidad,
dotados de dones proféticos.
Entre las acusaciones a Pablo, estaban justamente la de que él no vivía el mandato
del Señor de que "los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio" (ICo 9, 14). Esta
"orden del Señor" indica una de las características de los misioneros itinerantes, la de ir
de comunidad en comunidad, viviendo del sustento que las comunidades les
proporcionasen.

"Hice muchos viajes. Sufrí peligros..." (2Co 11, 26).

La vida de Pablo, al igual que la de otros apóstoles, está marcada por sus numerosos
viajes. Fueron estos viajes lo que garantizaron la difusión del mensaje evangélico por el
mundo de la época.
Pablo pasó doce o trece años andando de ciudad en ciudad, haciendo tres grandes
viajes. Algunos de sus acompañantes de viaje fueron Bernabé, Juan Marcos, Silvano,
Timoteo, Lucas, Priscila y Aquila...
Viajar, en aquella época, era difícil y peligroso. Los misioneros andaban grandes
trechos a pie, solos o en caravanas, por tierra o por mar. Leemos un testimonio vivo de
Pablo: "Hice muchos viajes. Sufrí peligros en los ríos, peligros de parte de ladrones,
peligros en las ciudades, peligros en el desierto, peligros en el mar. Tres veces naufragué.
Pasé un día y una noche en alta mar" (2Co 11, 16. 25).
Existía además la dificultad del idioma, teniendo que comunicarse en griego, a veces
en arameo o hebreo, y quién sabe si también no fue en latín, además de los diversos
dialectos regionales.
Había innumerables problemas en relación al sustento, porque el ideal de ser
sustentado por las comunidades no siempre funcionaba. Además de eso, Pablo y su grupo
hacían cuestión de vivir de su propio trabajo. No menos dificultades eran los riesgos de la
salud, lo que le hizo escribir a Pablo: "Muerto de cansancio, muchas noches sin dormir,
con hambre y sed, con muchos ayunos, con frío y sin abrigo" (2Co 11, 27).
¿Esto significa hoy ser itinerante? La disponibilidad de vivir el Evangelio lo responde.
Exige radicalismo. A veces renunciar al silencio personal, viviendo en medio de los ruidos
de un barrio, en la escasez de los suburbios, en las carencias de una choza. El atender a
las personas caracteriza la vida de una persona itinerante, siempre pronta a atender a
quien le busca.
134
BLOQUE 3- LAS IGLESIAS
ENLADIÁSPORA

LAS PRIMERAS COMUNIDADES CRISTIANAS FRENTE AL JUDAISMO

Contexto histórico

Conviene iniciar este tema con precisión terminológica. Hablando propiamente no


de religión, de raza o de cultura, sino de la entidad política, se entiende por "judaismo"
el período de la historia en que, del pueblo de Israel, solamente la tribu de Judá constituyó
una grandeza política propia. Este período se extiende del 538 a.C. (decreto de Ciro,
vuelta del exilio, restauración de Jerusalén y de Judá), hasta el 135 d.C. (segunda revuelta
judía, de Bar Kokhba, y extinción total de Jerusalén). Pero como el judaismo, como realidad
religiosa, étnica y cultural, existe hasta hoy, conviene hablar de "judaismo antiguo" para
denominar ese período, dentro del cual se distingue el "judaismo antiguo tardío", que va
del 332 a.C. (conquista de Palestina por Alejandro Magno e incorporación de los judíos al
mundo helénico), hasta 135 d.C... A nosotros aquí nos interesa el judaismo del tiempo de
Jesús y de las primeras comunidades cristianas; por lo tanto, el fin de todo el período: el
judaismo entre los años 30 y 135 d.C.

Para visualizar todo eso, nos sirve el siguiente esquema:

586 Exilio de la élite de Jerusalén y de Judá (los "judíos") a Babilonia.


538 Decreto de Ciro y vuelta de los "judíos" a Jerusalén y alrededores.
520-515 Reconstrucción del Templo.
332 Conquista de Alejandro Magno; el helenismo.
175 Persecución de los judíos por el rey helenista Antíoco Epífanes.
164 Reconquista del Templo por los judíos liderada por Judas Macabeo; los
reyes hasmoneos.
63 Ocupación de Palestina por los romanos.
48-4 a.C. ElReyHerodes
Cerca del 6 a.C: nacimiento de Jesús.
Cerca del 30 d.C: muerte de Jesús.
48/49 Concilio de Jerusalén.

135
66/73 Revuelta de los Zelotes ("Guerra Judaica").
70 Destrucción del Templo.
132/135 Revuelta de Bar Kokhba.
135 Aniquilación total de Jerusalén.

Después de la (primera) Guerra Judaica (66/73) y de la caída de Jerusalén y del


Templo (70 d.C..), la religión judía se reorganizó sin templo y sin sacerdotes. Ahora está
definitivamente radicada en la sinagoga y en los rabinos de tradición farisaica. Esta
nueva organización religiosa es llamada "el judaismo rabínico". Se prolonga a través del
judaismo medieval y moderno, hasta nuestros días. Ya encontramos este nuevo judaismo
en el volumen anterior de nuestra colección: es la "competencia" a lo que se oponen a las
comunidades judeo-cristianas representadas por los evangelios de Mateo y Juan (ver vol.
V). El nacimiento de este nuevo judaismo significó la ruptura definitiva entre judaismo y
cristianismo. El síntoma más fuerte de esta ruptura fue la excomunión de los cristianos
por el sínodo rabínico de Jamnia, alrededor del 85 d.C.
Se discute cuál es la principal razón de esta enemistad. Hay quienes dicen que sería
el hecho de que los cristianos no participaron en la guerra contra los romanos. Un análisis
objetivo del comportamiento de los rabinos de esa época muestra que ellos no manifestaron
mucha solidaridad con los Zelotes revolucionarios. Se debe pensar, antes, que las raíces
del conflicto son de origen religioso. Después de la caída del Templo, las únicas formas
de judaismo que sobrevivieron fueron el cristianismo y el rabinismo farisaico. Este, para
afirmar su hegemonía como judaismo auténtico, tenía que excluir a la otra ala, muy
abierta a los gentiles, poco preocupada con las observancias rituales y desligada de la
perspectiva mesiánica, ya cumplida en Jesús.
Antes de la crisis de la Guerra Judaica, el cristianismo no era claramente distinto del
judaismo, ciertamente no lo era a los ojos de los de fuera. Con todo, ya existía una
práctica cristiana no atada al judaismo. Aquí, acompañando el itinerario narrado en los
Hechos de los Apóstoles, conviene que consideremos de cerca la relación de las comunidades
cristianas con el judaismo antiguo, que va rumbo a su fin. En cuanto a las comunidades
cristianas en este período, debemos distinguir:

* las comunidades judeo-cristianas: la "Iglesia de la circuncisión". Sociológicamente hablando,


son comunidades judías: comunidades de judíos que creen que Jesús fue el Mesías.

* comunidades gentiles-cristianas, que no provienen del judaismo sino del mundo


pagano (desde el punto de vista judío): la gentilidad. Creen que Jesús es el Salvador
esperado por el judaismo y por el mundo, pero no se injertan en el judaismo como
grandeza socio-cultural o religiosa.
136
* comunidades "mixtas", de judeo-cristianos y gentiles-cristianos. Es especialmente en
éstas donde se hará sentir con mayor violencia el problema de relaciones.

Las primeras comunidades y el judaismo


en los escritos del Nuevo Testamento

El libro de los Hechos y algunos otros escritos, nos iluminan sobre la relación entre
judaismo y cristianismo en aquellos años entre el 30 y el 70 d.C..

La Iglesia de los Doce y de Santiago:


los "galileos" constituyendo la comunidad de Jerusalén

Conforme a Me 16, 7, y copiado por Mt, y conforme ajuan 21,1-13, debemos pensar
que le movimiento cristiano después de la muerte de Jesús se rehizo en Galilea. Lucas, sin
embargo, termina su evangelio e inicia el libro de los Hechos presentando la reconstitución
en Jerusalén, luego de la muerte de Cristo, sin salir de la ciudad (Le 24, 49; Hch 1, 3 ss).
Podemos sospechar que Lucas fuerza la historia para que entre su visión teológica (Jerusalén
como eje entre la actividad de Jesús y la Iglesia; cf. vol. 5 e Introducción a los Hechos de
los Apóstoles en el presente volumen).
De todos modos, la primera comunidad era la de los "galileos" bajo la dirección de
los Doce, sea en Galilea, sea en Jerusalén. Lucas la presenta como reuniéndose en el
Templo (Hch 2, 46). Estaba integrada al judaismo, que antes de la Guerra Judaica estaba
bastante diversificado. En determinado momento, probablemente bien temprano, Santiago,
"hermano del Señor", sin pertenecer a los Doce, se convirtió en uno de los líderes de la
Iglesia de Jerusalén. Se trata probablemente de "Santiago el Menor" o de Me 6, 3; 15, 40;
Hch 12, 17; 15, 13; 21, 18; ICo 15, 7; Ga 1, 19; 2, 9-12; Jd 1, 1 (cf. Introd. AStg. tema a
seguir. Es él, antes que Pedro, quien dirige la Iglesia de Jerusalén en el año 48, cuando el
Concilio de Jerusalén (cf. subsidio 12).
Si la atribución de la carta de Santiago fuera auténtica, tendríamos ahí un
documento oriundo de esta comunidad madre, que es judeocristiana. De hecho,
encontramos en la carta de Santiago muchas semejanzas con las palabras de Jesús
que Mt y Le encontraron en un documento que ellos consultaron para escribir sus
evangelios. Los Logia de Jesús (ver el Vol. 5). Este documento, que se puede reconstituir
por la citas de Mt y de Le, es generalmente considerado como originado en la comunidad
de Jerusalén o la de Galilea. La comunidad que respalda la carta de Santiago tiene las
mismas características y la ausencia de cualquier referencia, sea a la destrucción del
Templo, sea al conflicto con el judaismo, lleva a situarla antes de la Guerra Judaica y
la destrucción del Templo.

1 37
Todavía, la atribución de la carta de Santiago puede ser ficticia (cf. a seguir la
Introducción a Santiago). Si la "sinagoga cristiana" de donde surgió la carta no fuera la
propia comunidad madre de Jerusalén, debe ser una comunidad judeocristiana de Galilea
o de la región fronteriza de la Siria. Según los Hechos, cuando Pablo se encaminaba para
perseguir a los cristianos en Damasco, existía allí una comunidad de judeo-cristianos,
representada de modo ejemplar por la figura de Ananías (Hch 9, 10). Una comunidad
"jacobina" (de Santiago = Jacob) fuera de Jerusalén podría tener rasgos semejantes.

Las comunidades
fundadas por los "Siete"

Otro tipo de comunidad, mencionada a partir de Hch 6, es la de los Siete (Esteban,


etc.). Está constituida por judíos de cultura griega y se reúne en la sinagoga de los
"libertos", es decir, de los judíos que fueron esclavos en las ciudades del Imperio (Hch
6, 9)- Por lo que da a entender el discurso de Esteban, este grupo no tenía tanto respeto
por el Templo como el grupo anterior (Hch 7, 47-50) y fue perseguido bajo el mismo
pretexto que motivó la condenación de Jesús: la crítica al Templo (Hch 6, 13-14). Es
muy extraño ver que la comunidad de los Siete es perseguida, mientras que la de los
Doce puede permanecer en Jerusalén. Gomo consecuencia de la persecución, el grupo
de los Siete constituye comunidades en Samaría, sin duda ajenas al judaismo dominante
en Jerusalén.

La "revolución" de Pedro

Según Hechos 10-11, el mismo Pedro, bajo inspiración divina, va a romper el tabú de
la pureza en la alimentación y practicar la comunión de mesa con los no - judíos - soldados
y otros - que eran muy frecuentes en la Palestina de aquel tiempo. Tal comunión de mesa
era una conquista fundamental para que el cristianismo pudiese abrirse a los paganos sin
barreras ni discriminaciones, pues todos los evangelistas, aún Mateo, documentan
abundantemente que Jesús superaba las barreras religiosas y rituales del judaismo farisaico
y rabínico.

Esta práctica de Pedro ofrece probablemente una muestra de lo que sucedía en las
comunidades mixtas. El "Concilio de Jerusalén", en 48/49 d.C, aparentemente provocado
por la práctica semejante de Pablo, girará exactamente sobre eso y establecerá reglas
de convivencia para judeocristianos y gentiles-cristianos en el seno de las comunidades
mixtas.

13B
De la Iglesia de la Circuncisión a la Iglesia de todos

El presente Bloque 32 presenta algunas muestras para iluminar la "ruptura del cordón
umbilical" que ataba la Iglesia al judaismo. Ruptura del cordón umbilical en el sentido de
emancipación en relación a los elementos socio-culturales y religiosos del judaismo, no,
con todo, rechazo de las raíces judías. Hoy más que nunca descubrimos el valor de estas
raíces. Y sería bueno que la herencia judeocristiana de la Iglesia de Jerusalén tuviese
mayor peso entre nosotros. Existen hoy, en Israel, apenas cuatro pequeñas comunidades
hebreas que pertenecen a la Iglesia católica. Los católicos latinos estamos acostumbrados
a entender "católico" o universal, como sociedad mundial, "aldea global", identificada
con la cultura dominante. Sin embargo, las comunidades judeo-cristianas realizan la
catolicidad, la universalidad, de otra manera: como pequeño resto, pueblo testigo, luz de
las naciones, al modo del Siervo del Señor.
En el Guión 10 (y el Subsidio), presentamos un discurso y práctica cristiana dentro
del cuadro mental del judaismo: la carta de Santiago. En el Guión 11 (y Subsidio), mostramos
el tipo de evangelización realizada por Pablo en el mundo no judío - el de los Gálatas - que
ilustra las circunstancias del Concilio de Jerusalén. Este es presentado en el Guión y
Subsidio 12, mientras en el Guión 13 se muestra la salida desinhibida de evangelización
paulina rumbo al "ecumene", al mundo del Imperio romano. El Subsidio 13 llama la
atención sobre el carácter preponderantemente urbano de ese mundo.

INTRODUCCIÓN A LA CARTA DE SANTIAGO

La carta de Santiago, a diferencia de las cartas de Pablo, no se dirige a una Iglesia


específica, sino "a las doce tribus de la Dispersión". Generalmente se piensa que se trata
de las comunidades de cristianos que provienen del judaismo y que se consideran judíos.
Eso explica que el contenido sea tan judaico, que se llegó a dudar que se tratase de un
escrito cristiano. Demoró en ser aceptada sin reservas en el canon de la Escritura. Si se
suprime el nombre de Jesús en 1, 1 y 2, 1, nada queda de explícitamente cristiano. Pero
eso no quiere decir nada. Podríamos decir lo mismo del... ¡Sermón de la Montaña! Esto se
explica por una razón bien simple: Jesús era judío, y judíos eran los primeros cristianos.
Jesús no hablaba de si ni de la Iglesia cristiana, sino de la vida conforme a la voluntad del
Padre, en palabras sacadas de la tradición judaica.
La carta de Santiago, aunque escrita en griego fluido y literalmente refinado, tiene
un estilo judío. La discusión a partir de la Ley de Moisés, las exhortaciones morales, las
expresiones figuradas, semejantes a las parábolas evangélicas, expresiones y
circunlocuciones visiblemente traducidas del hebreo, muestran que con esta carta nos
encontramos en el ámbito de las Iglesias de la Circuncisión, es decir, del judaismo.
139
EL TEMA DEL AUTOR

La carta circula bajo la autoridad de Santiago, el "hermano del Señor". En el Nuevo


Testamento son mencionados como mínimo tres Santiagos:

1) Santiago el "Mayor", hijo de Zebedeo, que pertenecía a los Doce (Me 3, 17 y par.),
inclusive al núcleo de los tres íntimos de Jesús (Me 5, 37; 9, 2; Hch 1,13; etc.),
martirizado en el 44 d.C. (Hch 12, 2);

2) Santiago Alfeo, también de los Doce (Me 3, 18 y par.);

3) Santiago el "Menor", de la parentela de Jesús en Nazaret (de donde viene lo de


"hermano del Señor", (Stg 1, 1). El clan de Jesús inicialmente no creía en Jesús (cf.
Me 3, 20-21. 31-35; 6, 3-4; Jn 7, 3-5), pero después de su muerte se adhirió a su
movimiento; la presencia de la madre de Santiago el Menor junto a la cruz y junto al
sepulcro vacío en la mañana de la resurrección registra los pasos de esta evolución
(Me 15, 40; 16, 1). Este Santiago, testigo del Resucitado (ICo 15, 7) es mencionado
por Pablo y por Lucas como uno de los jefes de la Iglesia de Jerusalén en los años 40-
60, en Ga 1, 19; 2, 9. 12 y Hch 12, 17; 15, 13- Debe ser este Santiago el Menor la
persona a la que se le atribuye esta carta. Otra carta es atribuida a otro miembro de
la familia de Jesús, la carta de Judas, "hermano de Santiago" Qd 1; cf. Me 6, 3).

No se excluye que Santiago el Menor (3) sea Santiago de Alfeo (2). En este caso,
habría pertenecido a los Doce.

El Santiago al que se le atribuye la carta no es necesariamente quien la escribió. En


aquel tiempo era costumbre atribuir un escrito a un personaje significativo para honrarlo
y para exhibir el sello apostólico, garantizando su autoridad y su unión con la Iglesia de
los orígenes (apostólico en el sentido amplío, no necesariamente refiriéndose a los Doce).
El verdadero escritor prefería quedar anónimo, como sucede con nuestros artesanos y
poetas populares.
El que la escribió debe haber sido un judeo-cristiano, el cual, dado lo bien que
escribe el griego, no parece que haya sido uno natural de Nazaret. Con todo, la atribución
a "Santiago, hermano del Señor", puede contener un indicio sobre la comunidad que está
detrás de la carta. La Iglesia de Jerusalén, o los Doce, representaba el grupo de los
galileos que siguuieron a Jesús, teniendo sus exponentes en Pedro, Juan y Santiago el
Mayor. Ya el grupo de los Siete, cuyo surgir nos es narrado en Hechos 6-7, representa el
judeo-helenismo, y encontramos a sus integrantes en las regiones helenizadas de Samaría
140
y de Antioquía de Siria; es por intermedio de ellos que Pablo entra en contacto con la
Iglesia. Más tarde, después de la dispersión de los Doce, Santiago el Menor se convirtió en
el jefe de la Iglesia de Jerusalén. La carta de Santiago tendría sus raíces en la Iglesia Madre
de los Doce. Las semejanzas con la tradición de los logia de Jesús confirman eso.

Las comunidades de tradición judeo-cristianas

No solo por su rúbrica, sino también por su contenido, la carta de Santiago se revela
de origen judeo-cristiano palestinense y, por eso mismo, de gran valor testimonial de la
más primitiva carnada del movimiento cristiano.
Su cristología es simple, pero fundamental: Jesús es "Señor", título que expresa la
función divina, es "(Señor) de la gloria", término que resume la realidad de la resurrección
y entronización en el poder junto a Dios (1, 1; 2, 1). Por lo tanto, no se puede dudar de
la genuinidad cristiana de la carta.
Además de eso, Jesús es la clave de interpretación de vida práctica, que los judíos
resumen bajo el término de Tora, que acostumbramos a traducir por "ley", pero mejor se
traduciría por "orientación" o "enseñanza". Así, 2, 1 dice que no es posible confesar la fe
en nuestro Señor Jesucristo glorioso" como una acepción de personas. Desarrolla un
raciocinio típicamente judío sobre la práctica de la justicia y de la Tora, práctica esa que
se resume en el "mandamiento regio" de la caridad (2, 8, cf. Lv 19, 18; Me 12, 28-34 y
paralelos; Ga 5, 13-24, etc.). En otros términos, la fe en Jesucristo es la clave de
interpretación de la Tora, del modo de vivir. Esto es bien judaico. Si el espíritu griego se
ocupa con la teoría, la ortodoxia, el espíritu judío se preocupa más de la ética, la ortopraxis,
con tal que sea respetada la unicidad de Dios - en el sentido exactamente de su señorío,
su autoridad práctica exclusiva sobre nuestra vida.
La carta de Santiago es en este sentido un buen ejemplo de cristianismo práctico. No
por casualidad son muy frecuentes las semejanzas con la tradición sinóptica, especialmente
con el Sermón de la Montaña:

1,2-4 la alegría de las pruebas Mt 5,11-12


1,4 el llamado a la perfección Mt 5, 47
1,5-6 Dios atiende a quien pide Mt 7, 7-8; 21, 21
1,17 los dones provienen de la bondad de Dios Mt7,11
1, 22-23 escuchar la Palabra y practicarla Mt 7, 24-26; 5, 17. 19a
1,25 felicidad en la práctica de la ley Mt 5,19
2,5-6 pobres y ricos Mt 5,3; Le 6,24
2, 12-13 misericordia contra juicio Mt 5, 7; 7, 32
2, 14 ss no basta creer, importa obrar Mt7,21
1-41
3, 1-2 es temible ser maestro, rabí Mt 23, 8
3,8-12 bien y mal (a propósito de la lengua) Mt 12, 33-37; cf. 7,16
3, 13 la sabiduría en sus obras Mt 13,19
4. 3 pedir bien, para recibir Mt 7, 7. 9
4, 4 el servicio exclusivo de Dios Mt 6, 24
4, 9 infelices los que ríen; llorarán Le 6, 25
4,10 humillarse - elevarse Mt 23,12 y paralelos
4, 12 Dios puede salvar y condenar Mt 10, 28
4,13 las preocupaciones por el mañana Mt 6, 30-34; Le 12, 16-21
4, 17 ¿dónde está la verdad? Le 12, 47
5, 1 ¡ay de ustedes los ricos! Le 6, 24
5,7-9 paciencia en la espera de la parusía Mt 5, 22; 21, 34; 24, 31. 33
5, 19-20 hermanos extraviados y su conversión Mt 18, 12. 15-16; cf. Le 15, 3-7

División

No se descubre un "plan" en el escrito de Santiago. Sigue típicamente el estilo


homelético donde "una palabra empuja a la otra"... Eso puede ser un indicio de que su
contexto vital sean las reuniones de la "sinagoga cristiana".

Todavía, para organizar un poco la lectura, se puede proporcionar la siguiente división:

Destino y saludo (1,1)

Los temas relevantes: paciencia, oración, prueba, la fe práctica (1, 2-27).

Desarrollo sobre la práctica de la fe:


no hacer acepción de personas (2,1-13)
la fe sin práctica está muerta (2,14-26).

Advertencias:
a quienes quieren ser maestros (3, 1-14);
contra la rivalidad (3, 14-18);
contra la codicia (4, 1-10);
contra la maledicencia (4,11-12);
contra la ganancia (4,13-17);
contra la injusticia de los ricos (5, 1-6).
Exhortaciones finales, retomando los temas iniciales (5, 7-20).
142
Clave de lectura: la fe práctica

1. La carta de Santiago muestra así que se retoma la enseñanza del Maestro, bien
próxima a los orígenes de la tradición cristiana, y dirigiéndose a las comunidades
judeo-cristianas fuera de Tierra Santa ("las doce tribus en la Diáspora", 1, 1). Como
las palabras de Jesús en los evangelios sinópticos, percibimos que Jesús no habló de
si mismo, sino de la voluntad del Padre y de su Reino, y de la "ley regia" de la
caridad. Santiago llega a identificar prácticamente la religiosidad con la caridad (Stg
1, 27): "la religión pura y sin mancha a los ojos de Dios que es Padre, es: visitar a los
huérfanos y viudas en su aflicción y mantenerse puro de la corrupción del mundo".

2. En este contexto entendemos el concepto original de la fe en la carta de Santiago.


Original, por representar los orígenes, la adhesión operativa a la enseñanza práctica
de Jesús. En este sentido, la fe no es, como muchas veces la concebimos, la aceptación
de teorías y doctrinas o un sentimiento de entrega, sino un compromiso práctico.

3. La_/e de Abraham, tema muy mencionado en las discusiones rabínicas, consiste para
Santiago en el hecho de que Abraham se dispuso a una obediencia práctica extrema,
al punto de ofrecer su único hijo en sacrificio (cf. Subsidio 10).

4. Podemos entonces considerar la carta de Santiago como testimonio de un grupo


muy significativo en la Iglesia de los orígenes, emparentado con Jesús en persona
y con la Iglesia-Madre de Jerusalén. Este testimonio mira a una situación nueva, en
que la comunidad incluye ricos - judíos comerciantes y propietarios en las ciudades
de la Diáspora - que no tienen el espíritu de la fe en Cristo, que es práctica. Hay
también otros abusos en la comunidad, como por ejemplo, la tentación de querer ser
maestro y abusar de la palabra.

5. El cuadro general, visible sobre todo en el comienzo y en el final, está formado por
la insistencia en la paciencia, de donde deducimos que ya habían pasado algunas
décadas desde la muerte de Jesús y que la espera de su vuelta se estaba volviendo
problemática (cf. lTs etc.). A esta inquietud, la carta responde con la seguridad de
que la misericordia vence al juicio (2, 23), o sea, que poco importa cuando llegará el
día del juicio ya que quien practica el amor y la misericordia entrará en el Reino del
Cielo.

143
GUIÓN 10 COHERENCIA
ENTRE FE Y VIDA

"Te mostraré mi fe con mis hechos" (Stg 2, 18)

Texto de estudio: Santiago 2, 14-26


Texto de apoyo: Santiago 2, 1-13 y 3, 13-18

PUNTO DE PARTIDA

1. Vamos a recordar lo que nos quedó del encuentro anterior y de la lectura del libro
de los Hechos, que hemos visto hasta aquí.
2. Invocar las luces y las fuerzas del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

¡Muchas palabras, pocos hechos! La situación es conocida. Más concretamente: en


nombre de nuestra fe, hablamos del Reino de Dios, de justicia, de paz y amor. Pero
sabemos muy bien que, si no hiciéramos nada para que estas cosas sucedan, nuestras
palabras no tienen valor.
Con las características propias de la época actual, hoy vivimos en constante
contradicción entre la fe proclamada con palabras y la fe concretada en hechos y en
verdad. Se nos exige autenticidad y coherencia. La opresión de los pobres por los ricos,
que llevan una vida mirando a sí mismos, sin ninguna preocupación por los pobres,
ciertamente no es un fenómeno exclusivo del tiempo de Santiago. En la misma vida
religiosa existen discriminaciones que no concuerdan con lo que profesamos.
En esta situación, la justicia y el amor no son cosas garantizadas por nuestras hermosas
palabras, sino una esperanza que depende de la práctica coherente que es exigida por la
misma fe. Coherencia entre el escuchar, ver, creer, hablar y hacer.
Vamos a conversar sobre todo eso, en el contexto general de América Latina y de
nuestra comunidad.

/. ¿Qué consecuencias tuvo en América Latina la incoherencia de los


cristianosy religiosos, sea por faltas personales, sea especialmente por
el aspecto estructural!'

1 44
2. ¿Realizamos, en nuestra comunidad y fuera de ella, coherencia entre
nuestro escuchar, ver, creer, hablar y hacer?

* Preparémonos para recibir la Palabra de Dios, dejando reposar en silencio lo que


fue compartido.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Santiago 2, 14-26


1.1. Leer el texto pausadamente.
1.2. Volver sobre las ideas que más nos impresionaron.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca
El texto escogido comienza presentando un ejemplo concreto, un "hecho de
vida", que nos hace comprender profundamente el asunto fundamental
(versículos 15-16). Más adelante, lo refuerza con ejemplos sacados de la Escritura
(versículos 21-25). La argumentación de Santiago está apoyada en dos personajes
conocidos del Antiguo Testamento.

a. ¿Quiénes son estos personajes?

b. ¿De qué tipos de obras habla Santiago?

2.2. Observar la situación de las comunidades


Por el "hecho de vida" presentado, y también por el resto de la carta, notamos
la presencia del pobre en la comunidad, al lado del rico. Existen discriminaciones
y desigualdades evidentes (2,1-4. 15-16; 5,1-6). Se observan ambigüedades e
incoherencias de los cristianos en su vida.

a) ¿Qué no acepta Santiago?

b) Según Santiago, ¿cómo se reconoce a un cristiano? O, en otros términos,


de dónde nace la justicia?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


Santiago acaba el segundo capítulo con una conclusión: "En efecto, así como el
cuerpo sin respiración está muerto, así también la fe sin obras, está muerta".
1 45
a) ¿Cuál es la condición para creer verdaderamente?

b) ¿Qué mensaje podemos sacar de este texto para nuestra vida en América
Latina hoy?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Pedir perdón por las incoherencias, agradecer los avances, desde la entrada en la
vida religiosa, con relación a la coherencia práctica ante los tiempos y problemas
actuales.

2. Asumir comunitariamente un compromiso concreto que refleje, de alguna manera,


lo que se reflexionó en este encuentro.

3. Resumir el encuentro en una frase, para dejarla penetrar en nosotros, en la


familiaridad con el Señor.

PREPARAR EL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a ver la Carta a los Gálatas. Para aprovechar mejor,
vamos a leer anticipadamente Gálatas 5,1-26 y la introducción que precede al Guión
11.

2. Distribuir las tareas para el próximo encuentro.

146
SUBSIDIO 10 IA FE DE ABRAHAM

ABRAHAM COMO "PADRE DE LA FE"


DE LAS COMUNIDADES

Al igual que para todas las corrientes dentro del judaismo, para los seguidores y
seguidoras de Jesús en las primeras comunidades, Abraham también era considerado el
"padre de la fe". Al final, para las comunidades, estaban siendo cumplidas las promesas
hechas a Abraham (Ga 3, 16; Rm 4, 13), y todos los que entraban en la comunidad se
transformaban en hermanos en la fe, la misma fe de Abraham (Rm 9,6-8). Las comunidades
consideraban a Abraham como padre de todos los fieles (cf. Mt 8,11; Le 19,9; Rm 4,1.11;
Ga 3, 7. 29). El es el modelo de todos los creyentes (Ga 3, 6-29; Rm 4,1-25; Stg 2, 21-23).
¿Cómo consideraban las comunidades esta fe de Abraham? Fe aquí no tiene el sentido
común de una mera aceptación de doctrinas o enseñanzas. Fe es un sí vital y definitivo al
llamado, a la invitación hecha por Dios. Al escuchar la voz de Dios, Abraham dejó todo,
salió de su tierra y se puso en camino (Gn 12, 4-5), teniendo como única certidumbre la
palabra que Dios le dirigió. Y cuando Dios le promete un descendiente, contra toda
probabilidad, Abraham confía en esta promesa, cree y por eso es considerado justo por
Dios (Gn 15, 6). Este episodio, con todo, no es el colmo de un proceso de crecimiento en
la fe. Conforme a Santiago 2, 21 y Hebreos 11,17, esta fe sólo alcanza su plenitud cuando
Abraham se pone en camino para ofrecer a Isaac, su único e inesperado hijo, la garantía
de la promesa, para cumplir la voluntad de Dios. La Carta a los Hebreos expresa el
fundamento de tal fe con esta frase que solamente puede surgir de un corazón
profundamente cristiano: "Aún a un muerto, Dios puede resucitar" (Hb 11, 19).
Así, recorriendo los escritos del Nuevo Testamento, percibimos que las comunidades
miraban la fe de Abraham dentro de un proceso en el que la misma comunidad leía los
pasos que ella misma tuvo que dar. En este proceso observamos los siguientes pasos: 1)
tener plena confianza en la palabra de Dios; 2) obrar obediente, que ejecuta la orden
recibida. Para las comunidades, la fe de Abraham se retrata en el obrar confiado y
obediente a Dios.
La fe de Abraham es una fe que obra. En la carta de Santiago, la fe se presenta como
el sujeto de las frases, y las obras como el complemento. Eso nos indica que solamente
por medio de las obras se revela lo que tenemos en nuestros corazones y en nuestras
convicciones. Es esto lo que se llama la "práctica de la fe". Es algo mucho mayor que los
147
meros ejercicios de piedad u otras prácticas religiosas que estamos acostumbrados a
observar. Aquí los cristianos beben de una tradición que se origina en la crisis del Exilio.

LA ROCA DE DONDE FUERON TALLADOS

En el 597 antes de Cristo, sucedió la primera gran deportación para Babilonia. Diez
años después, en el 587, fue la destrucción total de Jerusalén, de la Monarquía, del
Templo. Un mes después de aquel mismo año, sucedió la segunda deportación. El pueblo
estaba de vuelta en el lugar de donde Abraham y Sara, más de mil años antes, habían
salido en busca de la tierra, del pueblo y de la bendición (Gn 12). Ahora, con todo, la
tierra estaba destruida, el pueblo desintegrado, la bendición perdida. Todo aquello que
ellos habían iniciado con tanta esperanza como respuesta a la promesa de Dios, había
fracasado por falla humana.
Durante siglos, los profetas habían luchado por llevar al pueblo a un compromiso
mayor. Le habían colocado delante escoger entre el bien o el mal, entre la vida y la
muerte (Dt 30,15). Observando la Ley, eligieron la vida. No observándola, la muerte (Dt
30,16-20). Poco o nada adelantó. El exilio era la prueba de que habían elegido la muerte.
Porque quien asume la Ley como norma de su vida, y enseguida la traiciona, por ella será
condenado y recibirá el castigo que la Ley establece. Fue lo que sucedió. De acuerdo con
la lógica de la Ley, el exilio significaba el fin. No había otra salida. Así pensaba mucha
gente (Is 40, 27; 49, 14).
Pero al lado de la Ley, estaba el llamado, la promesa. La gratuidad de la promesa
hecha a Abraham ayudó a los profetas del exilio a superar la lógica de la Ley y encontrar
una salida que diese esperanza al pueblo. De vuelta en la tierra de Abraham, descubren
que el llamado ahora se dirige a ellos. Ahora son ellos quienes reciben de Dios la misma
promesa de tierra, de pueblo y de bendición. El pueblo se reconoce en Abraham y encuentra
en él la fuente de su identidad: "Nosotros somos Abraham". Esta experiencia de la gratuidad
del llamado de Dios los desafía y los despierta. Y así, en lo más profundo del pozo del
exilio renace la fe de Abraham. Isaías convoca a los exiliados:
"Óiganme todos los que quieren vivir con rectitud y me busca - dice el Señor -. Miren
la roca de donde fueron cortados, la cantera de donde fueron sacados; miren a Abraham,
su padre, y a Sara, que les dio la vida. Cuando yo lo llamé era uno solo. Pero le bendije y
le di muchos descendientes" (Is 51, 1-2).
Estimulados por este redescubrimiento de su identidad y misión, por este deseo de
revivir la fe de Abraham, desentierran y organizan las tradiciones antiguas sobre Abraham
y Sara, tan poco recordadas por los profetas anteriores al exilio. Como en un gran espejo,
contemplan ahí el modelo que ahora debe animar y orientar sus vidas. En la frase divina
que introduce el conjunto de estas tradiciones, se resume todo un desafío de la fe
148
redescubierta: "Sal de tu tierra, de en medio de tus parientes y de la casa de tu padre y
vete para la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te daré mi bendición y
haré famoso tu nombre. Tu serás una bendición" (Gn 12,1-2). El pueblo exiliado reinicia
el camino y vuelve hacia su tierra apoyado, no en la certidumbre de la observancia, sino
en la promesa de Dios que los atrae.
No fue un caminar fácil. A veces no creían en la posibilidad de la recuperación y,
como Abraham, presentaban otros proyectos: Eliezer de Damasco (Gn 15, 1-6) o Ismael
(Gn 17,15-22). Otras veces, se reían como Sara, porque no eran capaces de creer ni en si
ni en Dios (Gn 18, 1-15). Pero cada vez, nuevamente, el pueblo es llamado a creer en la
promesa y retomar el camino, porque para Dios nada es imposible (Gn 18, 14).
Poco a poco, con todo, en la medida en que prevalece la línea de Nehemías y de
Esdras, reaparece la tendencia a colocar la seguridad, no en aquello que Dios hizo por
nosotros, sino en aquello que nosotros hacemos por Dios, el acento cae nuevamente en la
observancia de la Ley. Más o menos en el año 200 a.C., el Eclesiástico resume el mensaje
de Abraham: "Abraham observó la ley del Altísimo e hizo una alianza con El. Estableció
esa alianza en su carne y fue reconocido en la prueba. Por eso, con juramento, Dios le
prometió bendecir a todas las naciones" (Eclo 44, 20-21). Aquí, se presenta a la promesa
como recompensa de la observancia de la Ley. Estas dos tendencias recorren toda la
Biblia y reaparecen en el Nuevo Testamento. Unos, animados por la gratuidad de la
promesa observan la Ley. Otros, deseosos de garantizar la promesa, insisten en la
observancia de la Ley.

SANTIAGO Y PABLO ¿FE U OBRAS?

En Ga 3, 6-14 y en Rm 4, 1-25, Pablo desarrolla su pensamiento respecto a la


justificación de Abraham. Partiendo de Gn 15,6, argumenta que Abraham fue considerado
justo por Dios por causa de su fe y no por causa de las obras de la Ley, ya que Abraham
era anterior a Moisés y por lo tanto aún no existía la Ley. Pablo desenvuelve este
pensamiento debido a las enseñanzas de los fariseos que consideraban a Abraham un fiel
servidor de la Ley, aunque la Ley llegó después, por intermedio de Moisés. Los fariseos no
estaban preocupados con la fe de Abraham, sino con la observancia de la Ley.
Ahora bien, la preocupación en estos textos paulinos no es la misma que encontramos
en Santiago o en Hebreos. Pablo quiere librar a los seguidores y seguidoras de Jesús de
observar el sistema de la Ley de Moisés. Pablo razona así: si la Ley de Moisés llegó mucho
tiempo después que Abraham fuera considerado justo de parte de Dios, eso significa que
Abraham fue justificado únicamente por la fe y no por la observancia de preceptos le-
gales. Para Pablo, la Ley no era lo fundamental. La Ley servía más para acusar que para
salvar. Lo que salva es la vida, la práctica, la muerte y la resurrección de Jesús. En este
1 43
proceso, se asume la fe en Jesucristo. Por eso, Pablo enseña que Abraham fue
fundamentalmente justificado por la fe (Ga 3, 6-7; Rm 4, 3).
Existía otro punto muy importante en la figura de Abraham que ayudaba mucho a la
práctica pastoral de Pablo. Pablo anunciaba su evangelio a los gentiles (cf. Rm 1,16-17).
Para vencer las resistencias de los judíos-cristianos más tradicionales, Pablo recuerda que
Abraham, antes de ser llamado por Dios, era también un pagano (Rm 4,10-12; cf. Jos 24,
2-3). Ahora bien, Dios llamó a Abraham para ser el padre del pueblo elegido en un gesto
de pura gratuidad, cuando era aún incircunciso. De esta forma, ahora Dios está llamando
a los paganos para formar parte de este mismo pueblo en la fe en Jesucristo. Por eso,
todos los paganos ahora se convierten en miembros del pueblo de Dios, hijos de Abraham
en la fe. Y esto no significa un gesto de ruptura con el pueblo elegido, sino que debe ser
considerado como un gesto de amor de parte de Dios (Rm 11).
Entonces, ¿quién tiene la razón? ¿Pablo, que sitúa la justificación de Abraham en la
fe? ¿O Santiago que la sitúa en la práctica de obras producidas por la fe?
Primero debemos tener bien claro lo que se pretende decir con "justificación". En su
etimología significa "estar bien con Dios", ser considerado por Dios como estando en
comunión con El. Tanto para Pablo como para Santiago esta amistad con Dios se basa en
el crédito y en la adhesión que damos a su palabra y a sus promesas. Pablo, por su parte,
se preocupa por el problema de cómo todos, paganos y judíos, llegan a esta amistad con
Dios. El dice: "no por la observancia irreprensible de la Ley de Moisés, sino por la fe en la
palabra de Dios que se cumple en Jesús", llegamos a la plenitud de nuestra amistad con
Dios. En cambio Santiago y la Carta a los Hebreos se preocupan por los que ya están en la
comunidad y dicen: "la fe de Abraham es la práctica, ella se comprueba en aquello que
hacemos". Por otra parte, el mismo Pablo tiene el mismo pensamiento en Ga 5, 6: "lo que
sí vale es tener fe y que esta fe nos haga vivir con amor".

150
INTRODUCCIÓN A LA CARTA A LOS GÁLATAS

Pablo escribió la Carta a los Gálatas durante el tercer viaje misionero, en el que
nuevamente visitó a las Iglesias fundadas durante el segundo viaje al Asia Menor (Turquía)
y Europa (Grecia). Tal vez la haya escrito en el invierno del 57-58, en la época en que
escribió, desde Corinto, la Carta a los Romanos, que parece exponer en forma más
sistemática y menos pasional las mismas ideas que en Gálatas.
Pablo visitó la Galacia, en el interior del Asia Menor, durante el segundo viaje (50-
52; Hch 16, 6) y en el comienzo del tercero (alrededor del 54; Hch 18, 23). La primera
visita se produjo por casualidad. La intensidad de su acogida se expresa en Ga 4, 15:
"hasta se habrían sacado los ojos para dármelos a mi" Muy significativo, sobre todo si
pensamos que la dolencia de Pablo mencionada en 4, 13 fuese de la vista.

LOS GÁLATAS

Los gálatas son un pueblo desubicado del mapa. Su habitat era Europa; Galia (Francia),
Galicia (España/Portu-"gal"), Gales (Gran-Bretaña). En el siglo 3 a.C, parte de ellos
fueron atraídos como mercenarios al Asia Menor, la actual Turquía. Allí se quedaron,
desarraigados, hablando su lengua "bárbara", como decían los griegos que dominaban la
región.

EL PROBLEMA

En el relativamente corto lapso transcurrido entre la segunda visita y la carta, la


Iglesia de los gálatas, según Pablo, "involucionó". Los gálatas deben haber recibido la
visita de propagandistas judíos - tal vez hasta de judeocristianos insuficientemente
conscientes de la novedad cristiana. Estos seducían a los gálatas mediante la propaganda
por la circuncisión, aunque según 5, 3; 6,13, no observasen la Ley integralmente, tal vez
facilitándola de modo oportunista; al final, es más fácil dejarse circuncidar y observar
ayunos y fiestas, que observar la Ley en todos los momentos del día; prueba de eso es la
actual aceptación de los más diversos ritualismos, inclusive el de la circuncisión.
Lo que Pablo no acepta, es que alguien propague otro evangelio fuera del que él
anuncia, el evangelio de Cristo. Para quien se adhirió a Cristo, este es el único camino de
salvación, abierto a todos, en cualquier cultura. Pablo, que se hace judío con los judíos, y
gentil con los gentiles (cf. ICo 9, 20-21), no admite que se obligue a los gentiles a hacerse
judíos para recibir la salvación que viene de Dios. En Cristo, no existe esa cuestión de ser
o no judío (y otras diferencias: Ga 3, 28). Es una u otra cosa: o la salvación se da por
Cristo, para todos, prescindiendo de la Ley, o se da a través de la Ley para los que se le
151
someten. Pero no por Cristo, con la condición de someterse a la Ley; entonces Cristo sería
superfluo.
Si los cristianos de Galacia fuesen de tradición judaica, su "tentación" de adoptar la
Ley sería bastante comprensible: el apego afectivo a su tradición, una cuestión cultural.
Pero siendo gentiles, que nada tenían que ver con las costumbres judías, el hecho de
adoptar la circuncisión y otras obligaciones del judaismo, era particularmente chocante.
Es como si fuese un regreso a la idolatría de su pasado pagano: volver a cosas meramente
humanas, en detrimento de la libertad ofrecida por Dios en Cristo (4, 8-11). Era como si
los esquimales que hoy reciben el evangelio, mañana se esforzasen por aprender el latín
o el canto gregoriano, pensando que en estas hermosas tradiciones de la cristiandad
occidental, se encuentra la salvación...
¿Cómo se explica ese retroceso de los gálatas? Puede ser que esos gallegos
desarraigados, después de liberados por Pablo de su paganismo, se impresionaran con
la riqueza de la tradición judaica que los judaizantes les hicieron conocer. Porque los
hermosos ritos del judaismo eran más acogedores que el despojado mensaje cristiano,
"escándalo para los judíos y locura para los gentiles" (ICo 1, 23). Pero la razón que se
transparenta del texto puede ser aún más profunda: los gálatas sentían necesidad de
una religión que les diese "trabajo", ritos y observancias. Que fuese más complicada
que el simple cristianismo que gira alrededor de la caridad. Tal vez sintiesen la necesidad
de "hacer algo para Dios"... mientras que El solo desea que amemos a nuestros hermanos
(Ga 5, 14).
Es difícil dejarse salvar "por gracia". Dios no está obligado a nadie, y nadie sería
capaz de pagar la salvación que El ofrece en Jesucristo. Los gálatas fueron llamados
porgracia (1, 6. 15; cf. 5, 4). Eso no se paga. Eso se recibe, adhiriéndose a la palabra de
Jesús, que irrumpe en la vida de Pablo. Y esta palabra es la palabra de la caridad, que
estamos llamados a practicar, no por obligación, sino libremente, como hijos herederos -
en el sentido en que Israel fue una vez heredero del patrimonio otorgado por Dios.

CONTENIDO Y DIVISIÓN

1,1-5: Destinatario: ya anunciando los dos temas de la primera parte: la misión de


Pablo (versículos 1-2) y su evangelio (versículos 3-4).

1, 6-2, 21; Primera Parte

1, 6-10: Introducción (situación): el (único) evangelio de Pablo fue pervertido.

1, 11 - 2, 10: La misión de Pablo.


152
1,11-24: Pablo recibió de Cristo resucitado la misión de anunciar el Evangelio; para
eso fue elegido y llamado gratuitamente.

2,1-10: La salvación le es concedida a todos gratuitamente; los paganos no deben ser


sometidos a la circuncisión, como reconocieron Pedro y la Iglesia de Jerusalén.

2, 11-21: El evangelio de Pablo ilustrado por un hecho de vida: Pedro se dejó


doblegar por los mismos judaizantes que presionan también a los gálatas. Pablo mantiene
"su evangelio": la salvación gratuita acogida por la fe - es necesario optar entre la fe y la
"Ley".

3, 1 - 6, 18: Segunda Parte

3,1-5: Introducción: Delante de Cristo crucificado, Pablo censura a los gálatas por
volver a categorías humanas superadas (= carne).

3, 6 - 4, 7: el régimen de la fe y de la Ley, vistos en la historia de la salvación.

3, 6-14: La promesa hecha a Abraham concierne a Cristo; la salvación prometida se


realiza por el don del Espíritu.

3,15-29: La Ley no es condición para recibir este don, sino instrumento de educación
para mostrar el pecado; adhiriéndose a Jesús se permanece libre e hijo de Dios.

4, 1-7: "En Cristo" se da el paso de la esclavitud del mundo a la libertad de los hijos
de Dios, por el don del Espíritu.

4, 8 - 6, 10: Exhortación: no volver a la esclavitud; la libertad cristiana.

4,8-20: Pablo angustiado porque intentan esclavizar a aquellos a quienes el Evangelio


libertó.

4, 21-31: Ser libre, "hijo de Abraham" no según la carne (circuncisión) sino según el
Espíritu.

5, 1-12: La nueva vida en Cristo, en la fe y en la caridad.

5, 13-25: Oposición radical entre la "carne" y el Espíritu.


"153
5, 26 - 6, 10: El Espíritu del juramento, volviendo fiel a la Ley de Cristo.

6, 11-18: Conclusión.

CLAVE DE LECTURA

La carta a los gálatas es rica en temas fundamentales para la comprensión de la vida


cristiana: libertad cristiana, fe, "carne" y "espíritu", tradición (Antiguo Testamento) y
novedad cristiana, igualdad en Cristo, frutos del Espíritu, etc.
En lugar de un puñado de claves de lectura, tomamos la clave-maestra, que sirve
para todo el conjunto; la irreductible unicidad de la salvación en Cristo, ofrecida
gratuitamente por Dios liberándonos de cualquier otro compromiso. Dios entró en la
vida de Pablo sin ningún mérito de su parte, antes al contrario, ya que Pablo era perseguidor
de Cristo. Ya no consideraba al judaismo como camino de salvación; por otro lado, Jesús
fue víctima de la Ley (3, 12-13). Llevado por la polémica, Pablo olvida mencionar en
Gálatas que la obra de Dios en el Israel del Antiguo Testamento era también una obra de
gracia, de amor gratuito (cf. Dt 7, 7-8; Os 2, 16-25, etc.).
Ante los judaizantes de Galacia, pensamos en los que tratan de comprar la felicidad
y la seguridad aumentando las prácticas religiosas, tradicionales o nuevas. Pero Dios no
se deja comprar. La gran Tradición, que se expresó en el Concilio Vaticano II, es la de la
gracia y la gratuidad, de la fe que es confianza, de la apertura al mundo, de la ley que se
cumple en la caridad.
Pero aún existe otra manera de faltar a la gracia, la de poner su confianza en elementos
puramente humanos. En nuestra vida religiosa hoy, el compromiso de la lucha por la
justicia puede darnos la sensación de que estamos salvando al mundo, de ser nosotros los
constructores del Reino de Dios, los libertadores de la humanidad. Corremos el riesgo de
olvidar la gratuidad. Ahora bien, los que de verdad se esfuerzan por la justicia como
exigencia de la caridad no son personas arrogantes, impositivas y autosuficientes, sino
personas que se reconocen como ''alcanzadaspor Cristo" (Flp 3, 12), humildes, capaces
de recibir y de escuchar, capaces de gracia y de gratuidad.
la. libertad fundamental no es aquella que conquistamos, sino aquella que recibimos
de Cristo. En nombre de esta libertad recibida, es que luchamos por su encarnación en las
estructuras y en las prácticas de nuestra sociedad. Queremos liberación porque ya hemos
sido libertados. "Es para la libertad que Cristo nos libertó" (Ga 5, 1).

154
GUIÓN II IA LIBERTAD EN CRISTO:
LIBRES PARA HACER EL BIEN

"Espara ser verdaderamente libres que Cristo nos libertó"


(Ga5,l)

Texto de estudio: Ga 5, 1-26


Texto de apoyo: Jn 8, 31-36

PUNTO DE PARTIDA

1. Es la primera Carta de Pablo que vamos a estudiar. ¿Cuáles son nuestras expectativas?

2. Vamos a rezar para invocar la luz del Espíritu de Cristo que Dios puso en nuestro
corazón (cf. Ga 4, 6).

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Un impresionante testimonio de libertad humana nos dio el pianista Rubinstein,


cuando tenía "noventa y tantos" años, cuando declaró que en su vida nunca había hecho
nada contra su voluntad estando contrariado. Era un hombre libre.
Nunca se habló tanto de libertad como actualmente. "Free" (libre) es la propaganda
de cigarrillos y de jeans. Últimamente se le ha agregado a la palabra libertad, lema de la
revolución francesa, el término liberación, lema de la revolución social. Se oponen los
políticos que pregonan la libertad (neoliberal) a los políticos que pregonan la liberación.
Por otro lado, no faltan casas religiosas en que no se tiene ni siquiera la libertad de
hacer el bien, y eso, no por interferencia de los superiores, sino por el propio conformismo
y desconfianza de los/las que ahí conviven.

/. ¿Cómo se concibe la libertad en nuestra sociedad!' (Piense en las


canciones: "libertades unpantalón viejo azul y ya tirado,,."). La libertad,
¿es un valor para nosotros? ¿En qué sentido?

2. ¿Cómo vivimos nosotros la libertad?

155
2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Ga 5,1-26


1.1. Leer con atención.
1.2. Un momento para escuchar los "ecos" espontáneos: palabras o frases que
impresionan.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
El texto contiene dos grandes pronunciamientos de Pablo, introducidos por
"Yo (Pablo) digo" (versículos 2-13 y versículos 16-26). Al comienzo, el versículo
1 hace la unión con el capítulo precedente (sobre la libertad). Al final, los
versículos 25-26 preparan un caso de aplicación práctica de los frutos del
Espíritu (cap. 6). En el medio, los versículos 13-15 entrelazan esos dos
pronunciamientos de Pablo mediante el mandamiento supremo del amor, que
así está en el centro de todo el pasaje.

/. Buscar las frases que expresan mejor las grandes ideas del texto.

2. ¿En quéfrase aparecen estas ideas o están más claramente unidas entre
si?

2.2. Observar la situación de las comunidades.


Toda la carta revela un gran conflicto. Pablo anunció el Evangelio, la liberación
de la antigua esclavitud de los cultos y supersticiones del paganismo, con todo
lo que significan de conformismo, de miedo y de sujeción. Por otro lado,
surgieron los "judaizantes" diciendo que se está bien con Dios cuando se practica
la circuncisión y algunas leyes judaicas. En medio de todo eso, Pablo reclama la
libertad de los hijos de Dios, que orientan su vida por la fe exclusiva, en Jesús
y en su Padre y por la práctica de la caridad, que es el fruto de esta fe.

Concretamente, ¿qué es lo que aprisiona a los gálatas?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


Para los judaizantes y para los gálatas que se dejan tentar por el "sistema" de
ellos, ser "salvo" o "libre" consistía en observar la Ley hasta en los mínimos
detalles. Eso daría una garantía de estar bien con Dios: "Así quiere el patrón..."
Pablo dice que la salvación-liberación consiste en la fe/adhesión a Cristo y en
156
sus consecuencias prácticas: la caridad y los frutos del Espíritu. Vamos a sacar
de ello un mensaje para nosotros hoy.

a) Describir el Espíritu del que Pablo habla en Ga (cf. 4, 6).

b) ¿Cómo podemos concebir o traducir para nosotros las palabras-claves


de este texto: fe, caridad, carne, espíritu, libertad?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Oración/meditación espontánea compartida. Juntos reflexionar sobre las señales de


libertad cristiana (cf. Subsidio) para el mundo en que vivimos.

2. Que alguien cite uno por uno, los frutos del Espíritu (versículos 22-23a), mientras los
demás meditativamente asocian a cada "fruto" alguna aplicación práctica.

3. Concluir oyendo Ga 5, 13-14.

4. Canto adecuado.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. Leer los textos de Hch 15 y Ga 2, 1-14 sobre el "Concilio de los Apóstoles".

2. Investigar algo sobre el Concilio Vaticano II, para refrescar la memoria.

3. Cada uno por si, retome la línea de los Hechos desde el Capítulo 1.

157
i
SUBSIDIO 11 "EN FRUTOS YIIBERTAD
COSECHARE"

La carta a los Gálatas a veces es llamada el manifiesto de la libertad cristiana.


Conviene entender bien esta denominación.
Como expusimos en la introducción a la carta, el problema es la tentación de los
gálatas de seguir las prácticas de la Ley judía. A los ojos de los de fuera, la predicación de
Pablo se presentaba como una variante del judaismo. Los adversarios de Pablo
representarían a los ojos de los impresionables gálatas, el "judaismo legítimo", con
circuncisión y todo, mientras Pablo pasaría a ser un judío degenerado que predicaba un
judaismo diluido... Tal vez por eso Pablo observe que los propios opositores no cumplen
la Ley (5, 3; 6,13).
No se sabe si esos opositores de Pablo eran judeo-cristianos "judaizantes" o
simplemente judíos-judíos en busca de prosélitos (paganos que se convierten al judaismo).
Sea como fuera, a la tentación de adoptar un judaismo más completo, Pablo opone su
evangelio, que es el evangelio de la salvación por la fe en Jesucristo, y no por las obras de
la Ley judía.
Ahora conviene definir mejor estos conceptos: fe, libertad.

FE

Fe no es la aceptación intelectual de verdades, decir "amén" a las fórmulas del


catecismo, sino significa, en primer lugar, adhesión personal y fiel. Si Pablo predica
la salvación por la fe, eso no quiere decir un cristianismo práctico, en el que el fiel
muestra por la práctica que él se adhiere al modo de vida que Jesús le mostró. Esa
adhesión práctica, esa imitación de la práctica de Jesús, es posible porque el Espíritu
de Jesús está en el corazón de aquel que a El se adhiere (Ga 4, 6) y produce sus frutos
(Ga 5, 22-23a).
Por otro lado, si Pablo dice que las "obras" no salvan, él no rechaza de ninguna
manera la praxis ética, pues la fe "actúa por la caridad" (Ga 5, 6). El rechaza, sí, la
capacidad salvífica de las observancias específicamente religiosas o confesionales del
judaismo "ortodoxo" (circuncisión, etc.).
Eso, basado en dos intuiciones. La primera respecto a su propia historia: él se encontró,
en el camino de Damasco, con Cristo resucitado, el Señor vencedor. La segunda intuición
viene a completar la primera: este Cristo vencedor fue condenado en base a la Ley de
15B
Moisés (Ga 3,13; cf. Dt 21, 23). Por lo tanto, esa Ley está superada, aunque haya servido
como "educador" (Ga 3, 24), para mostrar la necesidad de la salvación.
La Ley (de Moisés) es entendida por Pablo no como un código de mandamientos
éticos, sino como un sistema, hoy diríamos una ideología, que engloba toda la vida; quien
dice A, tiene que decir B. Este sistema ya no sirve, según juzga Pablo.
Es esclarecedor ver que Santiago usa ese concepto de la Ley en el sentido propuesto
por Pablo. Santiago, hablando a una comunidad de judeo-cristianos, resalta la coherencia
ética de la Ley. Por ejemplo, quien observa el mandamiento relativo al orden matrimonial
- ¿y quién se atrevería a infringirlo en aquel ambiente super rígido? - debe también
observar el mandamiento "regio" que es el de la caridad (Stg 2, 8-13). Asumir
conscientemente esa coherencia "en Cristo" (Stg 2, 1) nos hace aptos a ser juzgados
conforme a la "Ley de la libertad" (Stg 2,12; cf. 1,25). Pablo, por otra parte, preconiza el
mismo mandamiento de la caridad, pero como resumen y substitutivo de la Ley (Ga 5,
13). Son dos maneras diferentes de explicar la enseñanza de Jesús sobre el amor como
supremo mandamiento que resume toda la Ley (cf. también Rm 13, 9; Me 12, 28-34; Mt
22, 34-40; Le 10, 25-28).

LIBERTAD

Para Santiago, la Ley observada coherentemente y "en Cristo", es una ley de la


libertad (Stg 1, 25; 2, 12); Pablo opone la libertad a la Ley, considerada como sistema de
salvación en sí misma (Ga 4, 21-31). ¿Cuál es esa libertad que según Santiago se encarna
en la Ley y según Pablo está libre de ella?
La solución tal vez nos venga de un tercer teólogo de la joven Iglesia: Juan nos dice
que "la verdad nos hace libres" (Jn 8, 32). La verdad en Juan, es la adhesión a Dios que se
revela en Jesucristo, o también, la fidelidad, la lealtad práctica (cf. Jn 3, 21; ljn 1, 6). Esa
adhesión y práctica - no muy diferente de la "fe que actúa en la caridad" de Ga 5, 6 - que
nos hace libres: asemejándonos al hijo que, en comunión con el Padre, dispone de la casa
y por derecho permanece en ella, en oposición al esclavo, que puede ser despedido,
vendido, etc. Pablo explica con imágenes semejantes en Ga 4, 21-30, que ser libre es ser
hijo de mujer libre, que es la comunidad de la Nueva Alianza.
La libertad, en estos textos, no es la libertad "negativa" de nuestro mundo moderno
y post moderno, la ausencia de obligaciones y eventualmente de responsabilidad; no es la
mera "libertad de". Es la "libertad para", la libertad de quien tiene derecho y por lo tanto
responsabilidad sobre la casa y el patrimonio. Es la casa y el patrimonio de Dios y de la
comunidad.
Libertad, entonces, es sinónimo de responsabilidad, fraternidad, ciudadanía
cristiana.
153
En este sentido, la expresión "ley de la libertad" de Santiago significa la regla de
conducta de esta ciudadanía. Santiago presenta la coherencia de las normas éticas que los
judeo-cristianos heredan de sus padres, reinterpretadas "en Cristo", como instrumento
garantizado para ejercer la ciudadanía del Reino; por eso, la ley de la caridad es "ley
regia" (Stg 2, 8).
Pablo niega que la Ley como sistema farisaico pueda garantizar tal ciudadanía. En
este sentido, no produce libertad o salvación de la esclavitud. Pablo propone el
mandamiento del amor como norma general para la "fe que actúa en la caridad" (Ga 5, 6.
13), haciendo que ella produzca los "frutos del Espíritu" de Cristo en nosotros (Ga 5, 22-
23), opuestos al egoísmo humano (=carne). En la carta a los Romanos, él resume su visión
en la paradójica frase: "La Ley del Espíritu de vida te libertó de la Ley del pecado y de la
muerte" (Rm 8, 2).

LIBRES PARA SERVIR

En la Biblia, libertad es ante todo libertad "para", aunque la libertad "de" sea
necesaria para que exista la libertad "para"... Es una libertad que abre a la comunidad. No
es individualista y solitaria, sino solidaria. Es ser miembro del pueblo, de la casa, y no
esclavo, como fueron los israelitas en Egipto. Liberación significa ser rescatado de la
esclavitud y transformarse en pueblo.
La libertad cristiana es, por lo tanto, para Pablo como para Santiago y Juan, mucho
más que quedar libre de la Ley de Moisés. Ciertamente, para los tres, la Ley de Moisés
tiene un valor relativo, como norma de comportamiento ético. Pablo, con todo, le niega
valor como sistema de salvación, porque deja a quienes la practican tan esclavos como a
los israelitas en Egipto. Un judeo-cristiano practicante, como Santiago, difícilmente diría
tal cosa, aunque critiquen a los que confían en una observancia formalista de la Ley de
Moisés. Ahora bien, lo importante, tanto para Pablo como para Santiago y Juan, es la
libertad positiva, no como individualismo o veleidad arbitraria, sino como ejercicio
responsable de la ciudadanía del Reino de Dios por quien podemos decir: "el Reino es
nuestro"... Y este Reino tiene su ley regia: la caridad (Stg 2, 8).
La plenitud de esta visión se expresa en las palabras de Jesús en su despedida,
cuando El deja a los suyos la misión de fructificar en el amor On 15, 16). Es el fruto del
Espíritu que crece en nuestra libertad cristiana, según Pablo (Ga 5, 22-23). Y esta libertad,
en Juan, tiene el nombre de amistad: "Ya no los llamaré siervos, sino amigos" (Jn 15,15).

1BD
GUIÓN 12 EL CONCILIO DEJERUSALÉN

"Nada me impusieron... solamente que nos recordáramos de los


pobres" (Ga 2, 6. 10)

Texto de estudio: Hechos 15, 1-35


Texto de apoyo: Hechos 10, Ga 2, 1-10

PUNTO DE PARTIDA

Tratemos de recordar cuál es la línea de los Hechos descubierta hasta ahora.


Recemos para invocar al Espíritu Santo que "deliberó" con los Apóstoles en el
concilio de ellos en Jerusalén y que también presidió el Concilio Vaticano II.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

El Concilio Vaticano II, por sus documentos, pero sobre todo por el procedimiento
audaz de Juan XXIII, Pablo VI y los obispos como Helder Cámara y otros, intentó "abrir
las ventanas de la Iglesia al mundo". De modo semejante, muchos capítulos generales
religiosos realizados como consecuencia del Concilio apuntaron en la misma dirección.
La Iglesia latinoamericana tradujo esta apertura en la opción por los pobres como sujeto
eclesial, después de largos siglos en que, en la mejor hipótesis, ellos fueron tan solo
objeto de beneficencia.
Antes del Concilio, muchas cosas dificultaban el camino de la Palabra y la acción del
Espíritu: clero y religiosos separados del pueblo, liturgia inaccesible, derecho anticuado,
estrechez intelectual, elitismo, Iglesia-poder, cristiandad constantiniana, distancia y aún
enemistad con relación a los cristianos no católicos. El que pretendía mover esos obstáculos
era llamado progresista; los otros, conservadores...
El período post conciliar hizo más palpable el Reino de Dios para el pueblo, más
concreto, más próximo. Pero continúa habiendo divisiones, discriminaciones, exclusiones
dentro y fuera de la Iglesia.

/. ¿Qué cambió con el Concilio en la Iglesia y en la Vida Religiosa?

-1 6 1
ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

Lectura del texto: Hechos 15, 1-35


1.1. Hagamos la lectura del texto, si fuera posible representada.
1.2. Expresemos después, espontáneamente, las impresiones, interrogaciones y
dudas.

Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
Vamos a ver los acontecimientos narrados en este texto. El texto está incluido
en un marco: el comienzo y el fin se corresponden, como las dos tajadas del
pan del sandwich.
El versículo 1 se sitúa en Antioquía, como el final del capítulo anterior. Allí
surge el problema de la misión de Pablo y Bernabé, de parte de la gente de
Judea, cuya capital es Jerusalén. Se decide enviar a Pablo y Bernabé ajerusalén
para discutir el problema (Hch 15, 1-4).
Esta discusión, el "concilio de los apóstoles en Jerusalén", constituye la parte
central, el relleno del sandwich (Hch 15, 5-29).
Al final - la segunda tajada de pan - Pablo y Bernabé vuelven a Antioquía,
donde continúan su misión, ahora respaldados por la decisión de Jerusalén.

a) En taparte central, tres "instancias" se manifiestan respecto a la práctica


de Pablo y Bernabé (identificadas en los versículos 7, 13 y 22
respectivamente). ¿Cuáles son y qué manifiestan estas tres "instancias"?

2.2. Ver la situación de las comunidades.


Habiendo identificado los pronunciamientos de Pedro y Santiago, debemos
descubrir a qué situación de las comunidades de entonces ellas se aplican. El
hecho es que en el ámbito de las comunidades cristianas hay también sinagogas
judías, donde se enseñan las leyes de la pureza. Pedro dirige una crítica a
cierta tendencia (versículo 10), Santiago, por otro lado, quiere preservar algo
que él encuentra importante (versículos 20-21).

a) ¿A quién, concretamente, dirige Pedro su crítica y por qué razón?

b) ¿Cómo se resumirían en pocas palabras los argumentos de Pedro y


Santiago?
2.3- Escuchar el mensaje del texto.
Debemos descubrir cuál es el raciocinio profundo en virtud del cual Pedro se
opone a los que levantan problemas contra la práctica apostólica de Pablo y
Bernabé. Ya el raciocinio de Santiago, bajo otro ángulo, viene a completar el
de Pedro.

a) ¿Con qué realidad podemos comparar hoy la substancia de lo que habla


Pedro?

b) ¿Qué enseñanza nos deja para hoy el texto y la práctica del Concilio de
Jerusalén?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Reescuchar algunas palabras del texto proclamadas espontáneamente por los


participantes.

2. Elevar preces espontáneas sobre la misión de la Iglesia hoy, a la luz del Concilio
Vaticano II y de su actualización en América Latina en Medellín, Puebla y Santo
Domingo.

3. Rezar juntos el Salmo 133 (y/o cantar un canto semejante).

Y para que el mensaje penetre más profundamente en nuestro ser y produzca fruto
práctico, vamos a escribir una carta a alguna persona o comunidad cuestionada hoy.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. Revisar el "camino de la Palabra" desde Hechos 1.

2. Hacer, individualmente o en grupo, un pequeño mapa de la expansión de la Palabra.

163
SUBSIDIO 12 EL PRIMER
CONCILIO ECUMÉNICO

El encuentro de los apóstoles en Jerusalén, Hch 15, 1-35, a veces es llamado el


Concilio de los Apóstoles o el primer concilio ecuménico. En realidad, si el hecho es
idéntico a lo narrado por Pablo en Ga 2,1-10, debemos suponer que Lucas, en Hch 15, le
da un carácter "oficial" que no revestía en la mente de Pablo. Ahora, en Ga 2, tenemos,
por así decir, el relato vivo, escrito por el principal implicado, que es Pablo, lo que es una
ventaja, pero también trae el riesgo de cierto subjetivismo.

EL EVANGELIO DE PABLO EN MEDIO DE LOS GÁLATAS

Como vivimos en el encuentro anterior, Ga es un escrito circunstancial, provocado


por la dificultad de poner en práctica la libertad cristiana en relación a los mandamientos
rituales de la Ley de Moisés. Los gálatas, que eran de origen pagano, influenciados por
judaizantes no identificados, querían asumir las prácticas rituales de la Ley de Moisés.
Ahora bien, eso era una negación de la práctica misionera de Pablo, que admite en la
comunidad nuevos miembros sin exigir observancias rituales de este tipo, especialmente
la circuncisión, símbolo de sumisión a la Ley, a toda la Ley. Pablo no quería que las
generosas comunidades de la diáspora excluyesen a alguien por no ser judío según la
sangre o al menos por la circuncisión.
En Ga 1, Pablo expresa su decepción con los gálatas que, habiendo sido encaminados
del modo "paulino", de repente se entregan a las tendencias judaizantes. Pablo lanza al
medio su autoridad apostólica, explicando que él recibió "su" evangelio de Cristo resucitado
en persona. Sin duda se refiere al acontecimiento del camino de Damasco (cf. Hch 9,3-6).
Después relata los hechos sucesivos, su estadía en Arabia y su paso por Jerusalén tres
años más tarde (cf. Hch 9, 26). Enseguida, durante catorce años, Pablo predicó el evangelio
en el ámbito de la iglesia de Antioquía, junto con Bernabé, en la Siria y en la Cilicia: es el
desarrollo del "primer viaje" apostólico de Pablo, resumido esquemáticamente en Hch
13-14. Finalmente, fue a Jerusalén, para compartir con los otros apóstoles su trabajo
misionero y, probablemente, entregar una colecta para los pobres de la comunidad. A esta
visita, mencionada en Ga 2, 1, correspondería el "Concilio de Jerusalén" descrito en Hch
15. (La visita de Pablo y Bernabé a Jerusalén mencionada en Hch 11, 30; 12, 25, es
generalmente considerada una reconstrucción inexacta de Lucas; se trataría de la misma
visita de Hch 15).

164
EL ENCUENTRO DE JERUSALÉN SEGÚN PABLO (Ga 2)

En Ga 2, 1, Pablo explica el encuentro de Jerusalén en términos favorables para su


actuación. Quiere explicar su ministerio "a fin de no correr o no haber corrido en vano"
(Ga 2, 2), esto es, fuera de la comunión fraterna, indispensable para propagar la práctica
de Cristo que es el núcleo del evangelio. Constata que fue bien aceptado. Nadie le impuso
exigencias de tipo judaizante. No le exigieron, por ejemplo, que Tito fuera circuncidado,
aunque los judíos de la estricta observancia ciertamente la exigirían como condición
indispensable para la "comunión de mesa". La comunión de mesa, tomar las comidas en
conjunto, es una forma de hospitalidad y señal de unidad. Ahora bien, los judíos observantes
debían comer alimentos "puros" (kosher), y el contacto con un incircunciso, es decir, un
impuro, convertía en impuro a los alimentos: compartir la mesa con incircuncisos era
problemático.
Pablo no se sometió a aquellos que observaban con cuidado su libertad. Y las
"columnas" de la comunidad de Jerusalén no le pidieron nada en ese sentido. "Al contrario,
vieron que la evangelización de los incircuncisos (no judíos) me había sido confiada,
como a Pedro la de los circuncisos (...). Santiago, Cefas y Juan, considerados las columnas,
nos dieron sus manos a mi y a Bernabé, en señal de comunión, a fin de que fuésemos
nosotros a los paganos y ellos a los circuncisos. Tendríamos apenas que acordarnos de los
pobres, lo que tuve mucho cuidado de hacer" (Ga 2, 7-10).
Este breve relato del encuentro de Jerusalén fundamentó el pasaje siguiente de la
carta (Ga 2, 11-21), en el que Pablo relata su protesta contra Pedro por causa de su
incoherencia cuando visitó Antioquía: inicialmente participaba tranquilamente de la mesa
con los cristianos no-circuncidados, pero desistió de esta práctica liberal, por causa de
algunos del grupo de Santiago, que querían imponer las observancias judaicas (Ga 2, 11-
14).

LA REUNIÓN DE JERUSALÉN SEGÚN LUCAS (Hch 15)

El texto de Hechos 15 describe el encuentro de Jerusalén a la luz de la historia de la


Salvación que Lucas desenvuelve en sus escritos (Lc-Hch). Le da mucha mayor importancia
de lo que Ga dejó entrever. Veamos lo que eso significa en el conjunto de la doble obra de
Lucas: el Evangelio y los Hechos.
El evangelio de Lucas describe esencialmente una gran subida de Jesús, desde su
tierra natal, Nazaret de Galilea (Le 4, 16) hasta Jerusalén. Porque el profeta anunció que
"de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor" (Is 2,3; cf. Le 24,47: "comenzando
desde Jerusalén"). Cuando Jesús realiza su misión en Jerusalén, termina el primer libro
de Lucas y comienza el segundo, que narra la propagación de la Palabra a partir de
1B5
Jerusalén. El libro de los Hechos muestra cómo, bajo la fuerza del Espíritu prometido y
enviado por el Resucitado, se realiza la palabra de Is 2, 3: describe el testimonio en
Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra (Hch 1, 8).
Esto se realiza por intermedio, en primer lugar, de la comunidad de los testigos del
Resucitado en Jerusalén, la comunidad-madre descrita al comienzo, (Hch 1, 12-14; 2, 42-
47; 4, 32-34 y 5,12-16), presidida por los Doce, cuyo principal portavoz es Pedro (Hch 2,
14). Después la comunidad se diversifica mediante el grupo de los "Siete" (Esteban etc.;
cf. Hch 6-7) y mediante la predicación del diácono Felipe en Samaría (Hch 8); y sobre todo
mediante la conversión de Pablo, seguida por su actividad junto a Bernabé en el ámbito
de la iglesia de Antioquía (Hch 9-14). Esta ampliación siempre es ratificada por la presencia
de los Doce, especialmente de Pedro y Juan. Ellos dan aval a la institución de los Siete
(Hch 6, 2), hacen una visita apostólica a Samaría (Hch 8, 14) y confirmarán también la
práctica misionera de Pablo, especialmente la admisión de incircuncisos en la comunión
de mesa (Hch 15). Aún más, el mismo Pedro aprendió por enseñanza divina que este era
el camino a seguir. Eso nos lo explica el largo episodio de la conversión de Cornelio (Hch
10-11), que se entrecruza con la descripción de la primera actividad de Pablo (Hch 9-14).
En Hch 15, en el "Concilio de Jerusalén", Pedro se basará en esta experiencia personal
suya para defender la práctica de Pablo (comparar Hch 15, 8-9 con 10, 34. 44-47; 11, 15-
17, etc.). En otros términos, la práctica de Pablo no es sólo la práctica de Pablo, sino de la
Iglesia bajo el impulso del Espíritu.

EL "DECRETO APOSTÓLICO" (Hch 15, 22 29)

De acuerdo a Hch 15, la deliberación de los Apóstoles es consecuencia del así llamado
"decreto apostólico", fruto de decisión colegial bajo la influencia del Espíritu (15, 28).
Este decreto promulga cuatro restricciones que, por respeto para con los cristianos
de origen judío, también los cristianos provenientes del paganismo (los gentiles-cristianos)
deben observar: abstenerse 1) de la carne "contaminada por los ídolos" (es decir, la que
sobró de los sacrificios ofrecidos por los responsables paganos en honra a sus dioses); 2)
de las "uniones ilegítimas" (casamiento en grado de parentesco prohibido por el judaismo);
3) de animales estrangulados; y 4) de la sangre.
No se impone, con todo, ni la circuncisión ni la separación de mesa - los puntos
polémicos de Ga 2. Por otro lado, las "restricciones" de Hch 15 no son mencionadas en
Ga, pero textos como Rm 15, 20; ICo 8; etc. muestran que Pablo acostumbraba tener en
consideración las sensibilidades de este tipo y no se opondría a que se respetasen esos
"tabúes" judaicos en comunidades mixtas (esto es, de judíos-cristianos y gentiles-cristianos).
El "decreto apostólico" reproducido en Hch 15, 23-29 refuerza y no disminuye el
respaldo a la práctica de Pablo, pues lo que Pablo defiende en Ga es la comunión de mesa
1B6
con cristianos no circuncidados, y el "decreto apostólico" no la prohibe, sino que la
supone. Si no hubiese incircuncisos en la comunidad, no tendría sentido pedir que en la
convivencia con los circuncisos se respetasen esas reglas. Más aún, el principal protagonista
del decreto, Pedro, jefe de los Doce, bajo la guía del Espíritu Santo, ya había desenvuelto
anteriormente una práctica análoga a la de Pablo (el episodio de Cornelio).
Podemos entonces conceder a Hechos 15 el nombre de "primer concilio ecuménico"
(es decir, universal), en el sentido de que respalda simultáneamente a Pablo y, en la
persona de su jefe, al grupo de los Doce. De allí se sigue la máxima, como en el más
reciente concilio ecuménico (el Vaticano II): "En lo necesario, unidad; en lo dudoso,
libertad; en todo caridad".

NOSOTROS HOY

Hemos recibido del Concilio Vaticano II una importante herencia, que debemos
resguardar contra el olvido y las tendencias de volver a la falsa seguridad de que "todo
está definido". Unos permanecen tentados a ver en el Código de Derecho Canónico o en
el Catecismo Universal, la solución de todos los problemas de la Iglesia y de la
evangelización. Una tentación semejante, con todo, también puede provenir de un
indefinidamente repetido "discurso liberador" o algo semejante. En ambos casos, se
manifiesta la tentación de desear fórmulas definitivas, que nos dispensen de la creatividad
exigida por un evangelio que no se identifica con ningún discurso u organización humana,
con ninguna tradición o cultura, porque pertenece a Cristo y a su Espíritu.
La apertura universal del evangelio exige que la evangelización esté dispuesta a
relativizar todo aquello que no pertenece estrictamente al evangelio, que es la inauguración
del "reinado", o sea, de la voluntad operativa del amor de Dios. Esto no es universal por
la fijación y rigidez de ritos y tabúes, sino por el llamado al débil y al pequeño. No
depende de las más respetables costumbres judías, pero donde los judíos representan un
grupo débil, el apóstol de los gentiles reclama respeto por sus sensibilidades (Rm 14). "El
Reino de Dios no es un problema de comida o bebida; es de justicia, paz y alegría en el
Espíritu Santo" (Rm 14, 17).

167
GUIÓN 13 EXPANSIÓN EN RESPUESTA
A UN LLAMADO

"Ven, socórrenos" (Hch 16, 9)

Texto de estudio: Hechos 16, 6-40


Texto de apoyo: Fil 4, 10-19

PUNTO DE PARTIDA

Recordar, con la ayuda de un mapa preparado después del encuentro anterior, el


"camino de la Palabra" hasta aquí.
Oración para pedir disponibilidad ante la Palabra que nos llama.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Conocemos la expresión "nuevas fronteras misioneras". Algunas veces significa nuevas


regiones geográficas donde la Palabra aún no fue anunciada (nuevas tribus indígenas) o
adonde por mucho tiempo estuvo prohibida (países del Este). Para Pablo, que vivió en el
mundo oriental, aunque no sin contacto con el Occidente (Roma), el "grito que viene de
la noche" (Dom Helder) tenía un sentido geográfico, era la visión de un macedonio, de un
occidental, un europeo... Para nosotros, hoy, podría ser un africano.
Pero la nueva frontera misionera también puede estar en el plano sociológico: el
grito que viene de los suburbios. O tal vez resuene en la dimensión cultural, viniendo de
los ambientes en que la Palabra difícilmente entra; el centro urbano, el mundo de las
ciencias, sobre todo en los campos de la economía y de la biología, en los que el hombre
actualmente se porta como si fuese Dios o abandonado por Dios...

Conversemos: ¿Cómo escucha hoy la Iglesia "elgrito que viene de la noche"

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hechos 16, 6, 40


1.1. Lectura atenta del texto: concentrarse en una lectura pausada, con momentos
de silencio para no perder el hilo.
168
1.2. Realzar espontáneamente lo que más llamó la atención.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca
La narración comprende los siguientes momentos:

1) El fracasado viaje de Pablo y Silas a Troas y la visión del macedonio que


los llama hacia otro rumbo (versículos 6-10).

2) La llegada a Filipos y la invitación de Lidia (versículos 11-15).

3) La participación en la comunidad, la curación de la "médium" y el conflicto


con los que se enriquecían con ella, terminando en prisión (versículos
16-24).

4) La liberación de la prisión y la acogida en la casa del carcelero (25-34)

5) El testimonio ante de las autoridades romanas y la despedida (versículos


35-40).
En los versículos 10-17, nos sorprende el uso de la primera persona en
plural, como sucede también en Hch 20, 5-15; 21, 1-8; 27, 1; 28, 16,
siempre en relación con viajes de navio. En estos pasajes, el narrador
parece que se incluye en la comitiva de Pablo.

a) ¿Cuáles son los principales personajes de esta narración y qué hacen o


dicen?

2.2. Observar la situación de las comunidades.


No sabemos exactamente por qué el macedonio llamó a Pablo en la noche,
pero al leer atentamente el texto podemos adivinar algunos elementos que
constituían su "noche".

a) ¿Cuáles serían las "carencias" de la región a la que es llamado Pablo, de


acuerdo a lo que se puede deducir de la narración?

b) ¿Cómo recibe Macedonia a los misioneros?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


139
Pablo quería seguir viajando por el mundo de Asia, que ya conocía. Pero fracasó
su viaje a Troas. Volvamos a mirar nuestra propia experiencia y los desafíos
que estamos percibiendo o que tal vez no queremos percibir...

a) ¿Será que nuestro viaje fracasó en alguna Troas, y cómo reaccionamos


por eso?

b) ¿Quién es (o son) el "macedonio" (o los macedonios) hoy? ¿Cuál es su


mensaje y cómo reaccionamos a su voz?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Recordar los acontecimientos de la "nueva frontera misionera" que conocemos y de


aquellos que fueron llamados para actuar en ella. ¿Qué desafíos, qué peligros, qué
sucesos conocieron?

2. Confeccionar un mapa de América Latina, indicando las principales nuevas fronteras


misioneras - inclusive las "urbanas".

3. Retomar la frase de Hechos 1,8 y meditarla a la luz de nuestro estudio y de nuestra


memoria.

4. Rezar o cantar el Salmo 8 o el 19A.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. El próximo encuentro tratará de las Iglesias de Europa, en el mundo helénico. Vale la


pena leer la introducción al Bloque IV y la Carta a los Filipenses.

2. Combinar la dinámica y la organización del próximo encuentro.

17Q
SUBSIDIO 13 LA VIDA URBANA
Y SU INFLUENCIA
EN LA VIDA DÉLAS COMUNIDADES

Cuando el cristianismo comenzó a difundirse, el Próximo y Medio Oriente estaban


en un proceso de anexión al Imperio romano. En muchas regiones la organización metódica
del Imperio ya estaba encaminada.
Los territorios anexados eran transformados en provincias (imperiales, gobernadas
directamente por un legado del emperador, y senadurías, administradas en nombre del
senado). Las leyes existentes eran respetadas, cuando no eran contrarias al derecho romano.
Mientras tanto, las provincias romanas requerían la presencia de tropas (legiones) y eran
administradas por un legado con poderes militares. En las áreas en que la existencia de
una monarquía local fuerte hacía innecesario o inoportuno organizar una provincia, los
mismos reyes locales se transformaban en clientes del poder romano. En las regiones de
conflicto, el emperador nombraba un prefecto: era el caso de Judea.
El dominio romano trataba de estructurarse en base a la solidaridad de las ciudades
autogobernadas. Era en las ciudades en que se concentraba el poder, y a partir de ellas se
llegaba a la campaña. Las ciudades constituían los espacios de los cambios culturales y
sociales encaminados hacia una cultura greco-romana común.
Roma inauguró una era de estabilidad y abrió nuevas oportunidades para la vida
urbana. Por otra parte, ya los griegos - particularmente Alejandro Magno - habían
descubierto que la ciudad era un vehículo privilegiado para la helenización del mundo.
En sus dominios, habían fundado o reorganizado ciudades con instituciones griegas: la
ciudadanía (demos), la asamblea (boule) y la educación generalizada de los niños
(gimnasio). La ciudadanía o pertenencia atedemos (de donde: democracia) implicaba en
la liturgia pública, el culto al dios de tepolis, y el acceso al tribunal. A quien no gozaba de
estas condiciones se lo contaba entre las ethne, las poblaciones extranjeras: así, los judíos
y, con ellos, los cristianos.

EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES

El emperador Augusto (30 a.C. - 14 d.C.) continuó con la política griega de la


urbanización y al mismo tiempo creó un clima generalizado de estabilidad y seguridad
para las ciudades de las provincias romanas del Imperio. Se respiraba la "pax romana".
Con los romanos, la ciudad se volvió más compleja que en el mundo griego. Al
comienzo de la era cristiana, Roma se transformó en una ciudad gigantesca, cuya población
171
se calcula en más de un millón de habitantes, sucediendo lo mismo con Alejandría de
Egipto.
Con el tiempo, las ciudades se llenaron de 'residentes" sin ciudadanía: comerciantes,
artesanos, exiliados, etc. Esos residentes conservaban cierto sentido de identidad étnico-
religiosa, que se expresaba en el culto y en asociaciones voluntarias. Entre los residentes
extranjeros, los judíos ocupaban una posición especial: acostumbraban estar organizados
como comunidad específica, regida por sus propias leyes e instituciones, siempre luchando
por alcanzar la ciudadanía y la igualdad de hecho con los ciudadanos.
Aunque los diversos grupos de la ciudad creasen medios de afirmación de su identidad
étnico-religiosa, las ciudades fueron al mismo tiempo el espacio de universalización de la
cultura greco-romana. El griego era la lengua común. No es por casualidad que todos los
escritos del Nuevo Testamento estén en griego, como prácticamente todos los escritos
cristianos de los primeros siglos.
La expansión de las "vías romanas" y el combate a los bandidos y piratas, permitía
una movilidad por mar y por tierra que beneficiaba el desenvolvimiento urbano y las
comunicaciones. Eso se puede ejemplificar por medio del libro de los Hechos, conforme
al cual, las distancias recorridas por Pablo en sus viajes apostólicos suman cerca de
16,000 Kms. También en Romanos 16 - sin entrar en la autenticidad paulina de este texto
- aparece una lista numerosa de saludos a miembros de la comunidad antes de la llegada
de Pablo a Roma; se puede deducir de esta lista una presencia amplia y activa de cristianos
que se trasladaban de un territorio a otro.
La historia de la expansión del cristianismo primitivo estuvo estrechamente unida a
la movilidad social. Los viajantes cristianos de la época, junto con sus mercaderías y
artesanado, llevaban como marca el impacto de Jesús de Nazaret en sus vidas.

¿QUIENES SE INCORPORABAN A LA FE CRISTIANA?

Los apóstoles y misioneros cristianos predicaban a Jesús, narrando lo que El había


hecho y lo que Dios hizo con El. Hablar de Dios Crucificado, para los griegos era una
estupidez (ICo 1, 23). Anunciar la resurrección del Crucificado, para los atenienses, era
charlatanismo absurdo (Hch 21, 32).
Con todo, sin duda, para algunas personas ese Jesús respondía a una esperanza.
Todo nos hace pensar que quienes acogían la fe cristiana, pertenecían a los estratos
menos favorecidos de la sociedad. Así nos lo da a entender Pablo en una censura que le
dirige a la comunidad de Corinto en ICo 1, 26-29- Insiste en el término "elegir" para
señalar la opción de Dios por aquellos que no cuentan a los ojos del mundo. En ICo 17-
31, Pablo explícita con vigor una teología que respira la mística de los "últimos", relacionada
con el carácter marginado del Crucificado, expresión máxima de la debilidad humana y
172
de la sabiduría y fuerza de Dios. Sin embargo, algunas otras cartas muestran que no
todos los cristianos eran pobres (Filemón).
En una frase ulterior, la presencia de los pobres y excluidos se aumentaría aún más
notoriamente. En los últimos decenios del primer siglo, la IPe se dirige a los cristianos sin
ciudadanía, fuera de su patria, sin derechos, sin defensa, pero con conciencia de sí mismos.
No obstante su situación, estos cristianos tienen clara la idea de su misión (cf. IPe 2, 9-
10) y de la forma de realizarla (cf. IPe 2, 11-25) en las circunstancias concretas en que
viven. La segregación de los cristianos aún aumentaría por las resistencias insuperables
en aceptar el culto imperial, como lo muestra el Apocalipsis. Factor de la nueva marginación,
este hecho les proporciona también una identidad.

¿COMO SE POSICIONABAN ANTE EL IMPERIO?

Podemos preguntar si la fe cristiana vivida en tales situaciones incentivaba algún


compromiso con transformaciones sociales profundas.
Los primeros cristianos asumieron una opción de vida que, sin pretender afrontar
al imperio como tal, no deja de cuestionarlo, provocando persecución y martirio.
El Jesús de la fe de las primeras comunidades no es un líder social en el sentido
moderno de la palabra, pero sí, un transformador de las relaciones humanas a partir
del corazón y de la conciencia. Por encima de la permanencia de las estructuras
sociales, el abismo entre el esclavo y el patrón sólo se supera por el amor, que une a
ambos a Jesús (la carta de Pablo a Filemón sirve de comentario a esta afirmación).
Estas comunidades, viviendo y celebrando a Jesús resucitado, como fermento
"levantan" preguntas y provocan admiración. Plinio el Joven dirá de ellas: "una
superstición absurda y extravagante, acompañada de perfecta inocencia en cuanto a
las costumbres".

IDENTIDAD, MODELO SOCIAL

El cristianismo de los orígenes, tenía profundas raíces judías. Por su fe, sus
creencias y sus prácticas religiosas, las primeras comunidades cristianas tienen
rostro judío. Y aunque el interés en un mesías nacionalista haya sido suplantado
por la figura del Crucificado, y las Escrituras sean reflexionadas a la luz de la
"buena nueva" de Jesús, es necesario un notable período de tiempo antes de que el
cristianismo se presente como algo diferente del judaismo. Tal distinción tendrá
importancia solamente a partir de la guerra judía y la caída de Jerusalén (66-73
d.C), y el conflicto con el judaismo reconstituido por el sínodo de Jamnia (a partir
de los años 80).
173
Al mismo tiempo que se afirmaba la identidad propia, las iglesias nacientes
asumían el desafío del anuncio del kerigma a los paganos y gentiles, es decir, a los no
judíos (Rm 12, 1 - 15, 13). El medio urbano se vuelve esencialmente plural, no
solamente en el aspecto religioso, sino también en el aspecto étnico y cultural. En ese
ámbito, la fe en el Resucitado recrea la vida y las relaciones sociales. La manera de
enfrentar ese desafío suscitó muchos conflictos en los primeros años, y eso continúa
hasta hoy.
En cuanto a la estructura social de la esclavitud: por ejemplo, la práctica de las
primeras comunidades revertía por sí misma las normas vigentes que consideraban
normal tal estratificación social (Ga 3, 22; 4, 1).
Las primeras comunidades cristianas que se extienden en el paisaje de la diáspora
judía, son tributarias de la sinagoga, en cuanto a su modelo de comunidad o ekklesia
(traducción de qahal, la asamblea del pueblo de Israel; en realidad, las ekklesias
tenían originalmente la configuración de la sinagoga judaica).
Tanto para los judíos, como para los cristianos, y hasta para los propios romanos
tradicionales, el culto al emperador era una abominación insoportable. En torno a
este culto, la administración romana buscaba el consenso popular. Dentro de este
marco social helenizado, las comunidades autónomas orientales, como por ejemplo
la sinagoga, siempre fueron vistas con sospecha por los romanos.
Las comunidades cristianas, diferenciadas o no de la sinagoga judía, estaban
constituidas con base en la familia (ICo 16, 19), unidas en la fe y la mismo tiempo
autónomas (cf. Subsidio 6). A través de ellas, por la fuerza del Espíritu, la Iglesia
sobrevivió frente al poder imperial y también creció, abriendo a partir de la fe
compartida en Jesús, un nuevo camino de vida (IPe 3, 8-9).
Virtudes que los romanos no valorizaban marcaron la conducta de los cristianos.
La primacía del amor hacía que la fraternidad crease espacios en los que se encontrasen
a nivel de igualdad: ciudadano, liberto y esclavo, hombre y mujer, judío y griego (Ga
3, 27-28), recordando, cada vez que celebraban la Cena del Señor, que Jesús se hizo
servidor de todos.
Por otra parte, debemos reconocer que la ciudad helenística-romana no dejó de
ofrecer al cristianismo elementos para su organización. La entrada de ciudadanos
romanos en la Iglesia, antiguos militares y otros - como el mismo Pablo - influyó
ciertamente en este sentido. La ruptura con el judaismo también debe haber facilitado
la aproximación popular urbana sin distinción de estatuto étnico. La iglesia doméstica
correspondía a la estructura greco-romana de oikos (domus), en cuanto también la
reunión de diversos jefes de familia tenía su estructura, el collegium, y los términos
paroika, dioikesis y episkopos (correspondientes a parroquia, diócesis, obispo)
provienen de la organización de las ciudades helenísticas.
174
En medio de una nueva cultura urbana, proveniente de una raíz judía y buscando
una identidad propia, el cristianismo privilegió la experiencia de Jesús vivo, muerto y
resucitado, y tiene la convicción de que el Espíritu está actuando dentro de la historia
de la humanidad toda, convicción esa que se manifiesta en el discernimiento de aquellos
que son los portadores de la memoria de Jesús. Sin duda, esta experiencia única no
invalida, para ellos, otras expresiones del Reino y de la revelación de Dios en la historia,
como reconoce la carta a los Hebreos: "De modo fragmentario y de muchas maneras,
habló Dios en el pasado a nuestros padres por los profetas" (Hb 1, 1).

175
Aq B L O Q U E

LAS IGLESIAS EN EUROPA

"Un macedonio estaba en pie y le suplicaba: Ven a Macedonia a


ayudarnos" (Hch 16, 9)

BREVE HISTORIA
DE LAS IGLESIAS EN EL MUNDO HELÉNICO

En los cinco guiones y subsidios del bloque cuarto continuamos examinando con
cercanía cómo la Palabra de Dios se abre camino y se expande por el mundo. Veremos la
expansión geográfica de la Buena Noticia por Europa siguiendo los pasos señalados en los
Hechos de los Apóstoles (cf. 16-25) y su inculturación en el mundo helénico.

LA EXPANSIÓN GEOGRÁFICA
POR EUROPA

Es bueno recordar que Jesús era asiático y no europeo. Europa fue evangelizada a
partir de Asia y África. Del Asia Menor llegaron Pablo y sus compañeros (Hch 16, 6-10) y
muchos otros misioneros y misioneras. Del África vino Apolo, nacido en Alejandría, Egipto
(Hch 18, 24; 19, 1; ICor 1, 12).
La secuencia de los hechos por los que entró el Evangelio en Europa tal como nos la
narra Lucas en los Hechos es la siguiente: una travesía que parte de Tróade y hace escala
en Filipos donde se fundó la primera comunidad, animada por Lidia (Hch 16, 11-40).
Enseguida la fundación de una comunidad en Tesalónica (Hch 17,1-9), una estadía breve
en Berea (Hch 17, 10-14) y Atenas, el centro del mundo helénico (Hch 17, 15. 34) y la
llegada a Corinto donde permanecieron año y medio (Hch 18, 1-18).
El Evangelio no fue bien recibido en Europa. En Filipos Pablo fue preso y flagelado
(Hch 16, 19-28. En Tesalónica y Berea fue amenazado y tuvo que huir (Hch 17, 5-10. 13-
14). En Atenas fue recibido con arrogancia, soberbia e indiferencia (Hch 17, 17-18. 21.
32). En Corinto con mucha oposición (Hch 18, 6. 12-17) y división (ICor 1, 12). Ante
estos acontecimientos, a veces nos vienen ganas de preguntarnos: si en lugar de un
macedonio hubiese sido un africano el que le dijera a Pablo: "Ven aquí a ayudarnos" (Hch
16, 9) ¿cómo hubiera sido la historia de la humanidad? Pregunta inútil. Pero aun así esta
pregunta nos ayuda a relativizar mucho.

176
LA EXPANSIÓN CULTURAL EN EL MUNDO HELÉNICO

La Iglesia ya se encontraba en un proceso de inculturación en el mundo heleno-


asiático, porque había comunidades en Antioquía, ciudad helenista de la Siria (Hch 11,
19-26) y en varias ciudades del Asia Menor como, por ejemplo, Derbe, Listra, Iconio,
Antioquía de Pisidia y Perge (Hch 14, 20-25). La cuestión central de la inculturación de la
Buena Noticia es que nos exige a todos la revisión de muchos conceptos, normas y
preconceptos.
De esta manera, los judíos fueron obligados a hacer una seria revisión de su manera
de concebirse como pueblo elegido de Dios. Tuvieron que revisar su concepción de la
observancia de la Ley de Moisés, porque la persona ya no se salvaría por la observancia
de la Ley, sino por la fe en Jesús.
Y los griegos, por su parte, debieron superar el helenocentrismo y corregir la soberbia
en su concepción de la vida. Por ejemplo, tuvieron que desistir de la ideología helénica.
Ellos, que despreciaban el trabajo manual como propio de esclavos, tuvieron que recibir el
Evangelio de Pablo para quien era un honor trabajar con sus propias manos y estimulaba a
los integrantes de las comunidades a hacer otro tanto (ICor 4, 12; lTs 4, 11-12; 2Ts 3, 8;
Hch 20, 34). Tuvieron que compartir con los pobres pobladores de las periferias (ICor 1,
26-30). La "sabiduría del mundo" fue descalificada por la locura de Dios (ICor 1, 20-25). La
Cruz de Cristo era "escándalo para los judíos y locura para los griegos" (ICor 1, 23), pero
para los cristianos se convirtió en la expresión de la sabiduría de Dios (ICor 1, 24).

LAS CARTAS Y MATERIA DEL BLOQUE CUARTO

En este cuarto bloque veremos las cartas a los Filipenses, a los Tesalonicenses, a los
de Corinto y a los Colosenses. Los guiones tratan respectivamente del "Testimonio de
Pablo" (14), de la cuestión de la venida del Señor o de la Parusía (15), de los cansinas en
las comunidades (16) y de doctrinas extrañas (17). En los subsidios se tratarán asuntos
que ayuden a conocer mejor algunos aspectos de la situación social, económica, política y
religiosa de la época: el lugar de la mujer en la vida de las comunidades (social) (14), del
trabajo del misionero (económico) (15), los carismas y el buen uso del poder (político)
(16), la religiosidad popular y el anuncio de la Buena Noticia (religiosa) (17).
Finalmente, en el guión 18, la expansión de la Palabra de Dios por el mundo es vista
como consecuencia de la defensa de los cristianos por sus derechos. Pablo llega a Roma,
"los confines de la tierra" (Hch 1, 8), porque había apelado al César para defender su
derecho de ser juzgado con objetividad y justicia (Hch 25, 12).

177
INTRODUCCIÓN
A LA CARTA A LOS FILIPENSES

LA CIUDAD DE FILIPOS

Filipos es "la primera ciudad de la provincia de Macedonia" (Hch 16, 12). Recibió
este nombre porque su fundador fue Filipos II, rey de Macedonia. Se destaca, en primer
lugar, por su ubicación geográfica. Por la ciudad de Filipos pasaba la vía egnatia, una de
las más importantes de la época, que unía Occidente con el Oriente. Era la puerta de
entrada para el continente europeo y la salida para Asia y el Oriente.
Filipos era una colonia romana (cf. Hch 16, 12). Sus moradores eran en gran parte
militares retirados del Imperio Romano. Por esto, Filipos gozaba de ciertos privilegios
políticos y económicos comparada con otras ciudades vecinas.
La desigualdad social se hace patente en el contexto donde unos lucran, tienen
privilegios y se enriquecen a costa de la esclavitud y la explotación de los indefensos y
pobres. Ejemplo típico es el caso de la joven esclava explotada en su don de adivinación,
para ganancia de sus dueños (cf. Hch 16,16-18).
El sincretismo religioso era notable en esta región, debido a la coexistencia del
ocultismo, las religiones mistéricas venidas de Oriente, y el culto al emperador romano,
obligatorio en todas las colonias romanas.

ORIGEN DE LA COMUNIDAD CRISTIANA: ENTRADA EN EUROPA

El autor de los Hechos de los Apóstoles da mucha importancia a la llegada del


Evangelio a Europa (Macedonia). Cuenta el hecho como respuesta a una visión de Pablo.
Pablo ve a un macedonio de pie que le grita: "¡Ven a Macedonia y ayúdanos!". Sensible a
este grito del macedonio, percibe que es el mismo Dios que lo está llamando para
evangelizar (Hch 16, 9-10).
De esta forma se abre camino la Palabra de Dios y llega hasta Filipos. Pablo comienza
su segundo viaje misionero (cf. Hch 15, 39 -18, 22) entre los años 50 a 52 d.C. El estilo
literario "nosotros" (cf. Hch 16,10 ss) nos indica que cuando Pablo llegó a Filipos estaba
acompañado por Silas, Timoteo y Lucas. Estos misioneros itinerantes son los instrumentos
de la expansión del Evangelio bajo el impulso del Espíritu Santo (cf. Hch 16, 6-15).
La acogida del mensaje de los misioneros y el nacimiento de la comunidad se realiza
por un grupo de mujeres. Este hecho hoy no nos sorprende, cuando vemos que muchas
17B
a la comunidad contra los intrusos, llamándolos "perros, "chapuceros" y "mutiladores"
(Flp 3, 2).
Prevalece, sin embargo, en toda la carta un tono afectuoso de gran estima que el
autor quiere expresar para la comunidad de los filipenses.
Los principales motivos de la carta se pueden resumir así: compartir su experiencia
de Cristo en su condición de prisionero, agradecer la solidaridad de los filipenses y
denunciar a los falsos hermanos que confunden a la comunidad.

¿DÓNDE Y CUÁNDO FUE ESCRITA


LA CARTA A LOS FILIPENSES?

Todo lleva a creer que el texto de la carta, tal como la encontramos hoy en la Biblia,
no fue escrito de una vez.
En el capítulo tercero (Flp 3, la) parece que finaliza la carta. Luego Pablo, por lo
mismo, comienza un tema nuevo y lo desarrolla en tono polémico alertando a la comunidad
de algunos peligros que le acechan (cf. Flp 3, 2 ss).
Lo mismo sucede en Flp 4, 8-9 que es una conclusión y saludo final. Debido a esto,
podemos pensar en una colección de cartas escritas en situaciones y lugares distintos.
Tenemos tres posibilidades de fechas y lugares en que fueron escritas partes de la
carta:

- en la prisión en Efeso, durante su tercer viaje misionero (56-57);


- en la prisión en Cesárea del 58-60 (cf. Hch 24, 23-26. 32);
- en la prisión en Roma del 61-63 (cf. Hch 28, 16 ss).

En resumen, de acuerdo con la mayoría de los exegetas, podemos decir que la carta
a los filipenses está formada por tres cartitas que fueron integradas en una sola carta por
la comunidad:

a) una cartita de agradecimiento (Flp 4, 10-23);


b) la carta principal sobre su situación (1, 1-3, la + 4, 4-7;
c) una carta más breve, contra los enemigos de la comunidad (3, 16 - 4, 3 + 4, 8-9).

LA DIVISIÓN DE LA CARTA

La Carta a los Filipenses es corta. Consta tan sólo de cuatro capítulos. Como
corresponde al estilo epistolar, la carta a los Filipenses no tiene muchas divisiones temáticas.
Podemos leerla como una gran unidad en la cual encontramos los destinatarios y el
1BD
saludo inicial, seguida por el cuerpo de la carta, con sus diversos temas y, al final, los
saludos con los deseos de bendición.

Introducción, dirección y saludo inicial (Flp 1, 1-2).

Cuerpo de la carta:

- Oración de acción de gracias por la comunidad (Flp 1, 3-11).

- Situación personal y expansión del Evangelio (Flp 1, 12-16).

- Llamado a la unidad y perseverancia fiel en la lucha (Flp 1, 27 - 2, 18).

- Proyectos y recomendaciones a los colaboradores (Flp 2, 19 - 3, la).

- Advertencia a los cristianos y testimonio personal (Flp 3, lb-21).

- Consejos y animación (Flp 4, 1-9).

- Agradecimiento y revisión de vida (Flp 4, 10-20).

- Conclusión, saludos finales y voto de bendición (Flp 4, 21-23).

CLAVES DE LECTURA

La carta a los Filipenses puede ser leída y meditada desde diversas claves de lectura.
Aquí proponemos algunas:

1. Alegría

La alegría es una característica de las primeras comunidades cristianas (Hch 2, 46).


La "alegría" es un hilo de ternura y amistad que teje la carta a los Filipenses: "siempre que
me acuerdo de vosotros, doy gracias a mi Dios y siempre que pido cualquier cosa por
todos vosotros, lo hago con gozo..." (Flp 1, 3-4; 1, 18; 4, 1. 10).
La carta a los filipenses fue escrita como manifestación efusiva de sentimientos
humanos de querer bien, de afecto y amistad. Por eso debe leerse con los mismos
sentimientos de ternura, alegría y gratitud.

1 B1
2. Opción radical por Jesucristo: mantenerse en el camino

Jesucristo es el centro de la comunidad. Filipenses insiste en que Jesús debe


experimentarse cercano, la relación personal con El es la primera condición radical del
seguimiento: "todo lo que para mi era ganancia lo consideré, por Cristo, pérdida... todo lo
considero pérdida comparado con el superior conocimiento de Cristo Jesús mi Señor; por
el cual doy todo por perdido y lo considero basura con tal de ganarme a Cristo y estar
unido con El" (Flp 3, 7-9).
El seguimiento de Cristo no es un "estado de perfección", sino un camino dinámico,
un proceso: "No es que lo hay conseguido ya ni que sea ya consumado; yo continúo para
alcanzarlo como Cristo me alcanzó... Únicamente, olvidando lo que queda atrás, me esfuerzo
por lo que hay por delante y corro hacia la meta, hacia el premio al cual me llamó Dios
desde arriba por medio de Cristo Jesús" (Flp 3, 12-14).
Lo más importante es mantener la dirección.

3. Perseverar en la lucha

Seguir a Jesús significa tener los mismos sentimientos y ser militante en la causa de
la fe. La comunidad debe estar "unidos en espíritu y corazón, luchando juntos por la fe en
la Buena Noticia" (Flp 1, 27). Se requiere coraje para no asustarse ante los adversarios
(Flp 1, 28).

4. Himno Cristológico: Kénosis, vaciamiento


hasta asumir condición de siervo

Uno de los textos más conocidos de la carta a los Filipenses es el himno cristológico
(Flp 2, 6-11). Algunos lo llaman la "piedra preciosa incrustada en la carta". Ciertamente
es la clave principal para penetrar en la carta y comprender dos interrogantes: ¿quién es
Jesús? ¿cómo es la praxis del seguimiento de Jesús?
Jesús es presentado como el "Hijo de Dios" que no se apegó a su condición divina
(Flp 2, 6), sino que se anonadó y se vació hasta el punto de hacerse "Siervo de Dios" (Flp
2, 7). Por esto justamente, por su actitud de total despojo y aniquilamiento con la que
Jesús llegó a la máxima solidaridad con la persona humana desfigurada, es por lo que
Dios lo exalta constituyéndolo Señor de la Historia.

182
GUIÓN 14 EL TESTIMONIO DE PABLO

"Lo que para mi era ganancia lo consideré, por Cristo, pérdida


(Flp 3, 7)

Texto de estudio: Flp 3, lb-21


Texto de apoyo: Hch 26, 1-32 y Rm 8, 28-39

PUNTO DE PARTIDA

1. Compromiso asumido en la última reunión y nuestras expectativas sobre la carta a


los Filipenses.

2. Invocar las luces y fuerza del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

En la sociedad capitalista en que vivimos, hablamos y pensamos poco de gratuidad


y mucho de ganancias y lucro.
Pablo pensaba así antes de dejarse conquistar por el amor de Cristo Jesús. Después,
todo cambió en su vida. Sus búsquedas eran orientadas por nuevos criterios y nuevos
valores. Por eso nos da un testimonio muy lindo: "lo que para mi era ganancia lo consideré,
por Cristo, pérdida" (Flp 3, 7).

/. Conversar un poco sobre los valores que nos presenta la sociedad y


cómo el testimonio de Pablo nos desafía en el seguimiento de Jesús en la
realidad actual de América Latina.

2. Preparar la lectura del texto bíblico, haciendo un momento de silencio.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto Flp 3, 1-21


1.1. Leer con atención el texto.
183
1.2. Repetir las palabras que más nos dicen desde nuestra realidad de hoy.

2. Estudio del texto.


2.1. Observar el texto de cerca
El texto nos trae el mensaje de Pablo a través de su testimonio. Al fin, Pablo
nos presenta su vida como modelo e invita a los filipenses a que lo imiten:

/. ¿De qué trata en este texto?

2. ¿Qué símbolos usa y de dónde los saca?

2.2. Ver la situación de la comunidad


La comunidad de Filipos merecía el afecto y la ternura de Pablo. Su celo por
esta comunidad era grande y, por eso, los alerta sobre algunos peligros.

/. ¿Quépeligros amenazaban a la comunidad de Filipos?

2. ¿Cómo exhorta Pablo a la comunidad para enfrentar esos peligros?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


"Olvidando lo que queda atrás me esfuerzo por lo que hay por delante y corro
hacia la meta, hacia el premio al cual me llamó Dios desde arriba por medio de
Cristo Jesús" (Flp 3, 13-14).

/- ¿Con qué entusiasmo y garra vivo mi vocación-misión en el seguimiento


de Jesús?

2- ¿Qué lugar ocupa la ternura en nuestras relaciones?

3- ¿Cuál es el mensaje para nosotros de la lectura orante?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1- Compartir y celebrar con creatividad lo que la lectura Orante de la Palabra de Dios


produjo en nosotros.

2- Asumir un compromiso comunitario.

1B4
PREPARAR EL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En nuestra próxima reunión trataremos de conocer algo sobre la comunidad de


Tesalónica. El texto que estudiaremos será lTs 4,1-5,11. Para nuestro mayor provecho
conviene leer toda la primera carta a los Tesalonicenses.

2. Organizar la dinámica del próximo encuentro, distribuyendo las tareas entre los
participantes. Programar con creatividad la celebración final para acentuar la
dimensión orante.

185
SUBSIDIO 14 El LUGAR DE LAS MUJERES
EN LA VIDA
DE LAS COMUNIDADES CRISTIANAS

El libro de los Hechos de los Apóstoles y las cartas paulinas mencionan varias veces
la presencia de mujeres en la organización y en la animación de la vida de las primeras
comunidades.
Estos escritos nos presentan a mujeres en diferentes contextos o situaciones. No
existe un lenguaje uniforme y homogéneo sobre ellas, lo cual es un reflejo de la realidad.
Revela la existencia de conflictos sobre la presencia y el ministerio de las mujeres en las
comunidades nacientes.
Los Hechos de los Apóstoles nos narran fragmentos de experiencias que muestran la
presencia decisiva de mujeres, como parte de un mosaico, dentro del cuadro mayor de la
expansión del Evangelio. A través de ellas continuaba vivo el Espíritu de Pentecostés (Hch 1,8).

MUJERES REUNIDAS
PARA CELEBRAR Y ALABAR A YAVE EL DÍA DEL SÁBADO

La comunidad de Filipos, que abrió las puertas de Europa al Evangelio, surgió a


partir de un grupo de mujeres de la religión judía, que se reunían para rezar a la orilla de
un río. Tal vez porque no satisfacían plenamente los criterios judaicos para construir una
sinagoga que requería un grupo estable de 10 hombres. Las mujeres sólo podían acompañar
a los hombres en las asambleas y oraciones, calladas y ubicadas en lugares especiales
reservados para ellas.
La historia de Lidia (Hch 16,11 ss) nos mostraría que se daban, dentro del judaismo,
grupos de mujeres que practicaban su religión y alababan a Yavé independientemente de
los hombres. Se trata de una participación activa en la praxis religiosa judía. La expresión
"estaban reunidas" significa algo más que una oración ocasional. Podemos pensar en una
acción litúrgica, en una celebración sabática, en la que Pablo y sus compañeros vienen a
participar. Sin ellos la celebración se hubiera hecho.

LIDIA Y SU CASA ABRAZAN LA FE CRISTIANA,


ABRIENDO LAS PUERTAS DE EUROPA AL EVANGELIO

Tenemos la notificación de que Lidia abrazó la fe cristiana y fue bautizada con toda
su casa (Hch 16,14-15), después de haber oído atentamente la Palabra anunciada por los
1B6
misioneros. El texto calla sobre la reacción de las otras mujeres. Toda la atención se
concentra en Lidia, la mujer que trabajaba con púrpura, natural de Tiatira, del Asia
Menor. Ahora bien, el trabajo con púrpura, sea animal o vegetal, requería el trabajo de un
grupo de personas. Tales empresas se percibían como "casa". Ciertamente las mujeres que
estaban reunidas para la celebración sabática representaban al grupo profesional y religioso
liberado por Lidia: era su "casa". Históricamente no es necesario entender "su casa" por
familia, en el sentido actual. Aquí (Hch 16,15) el término "casa" puede interpretarse con
la significación de un grupo de personas, en nuestro caso, de mujeres trabajadoras en
púrpura, lideradas por Lidia.

UNA INVITACIÓN EXIGENTE: "¡ENTREN EN MI CASA!"

"Venid a hospedaros en mi casa" (Hch 16, 15; Cf. Le 24, 28-32). Esta invitación de
Lidia es también una exigencia, porque la narración continúa diciendo: "y les insistía".
No se trata en este texto, de la invitación de una mujer rica que insiste en hospedar
a los misioneros en su casa. Es más bien un gesto de solidaridad cristiana, como
consecuencia de su fe. El motivo de la invitación está explícitamente dicho: "si me tenéis
por creyente en el Señor". Ofrecer hospedaje en cusa es más que dar una posada. Es
asumir el compromiso con los hermanos que están en situación de peligro y amenaza. Es
ofrecer protección y abrigo para quien está sufriendo o va a sufrir persecución y amenazas.
Con esta protección Lidia asume la responsabilidad de los misioneros ante la autoridad
local, como lo hizo también Jasón en Tesalónica (Hch 17, 6 ss).
Si Lucas, narrador, da importancia a este hecho es porque sin la decisión de invitar
a los misioneros con insistencia por parte de Lidia, tal vez no hubiera surgido la comunidad
cristiana de Filipos. La casa de Lidia se convirtió en el centro cristiano de Filipos. En esta
casa, como en la de Tabita (Hch 9, 36 ss) y de María (Hch 12, 12 ss) no encontramos la
figura de un hombre con la función de "padre de familia". Por medio de la información
de Hechos 16, 40 sabemos que también hombres se adhirieron a la fe en Cristo Jesús, lo
que se supone fruto del trabajo misionero de Lidia y su casa.

MUJERES QUE RECIBEN LA FE CRISTIANA...

El libro de los Hechos nos informa sobre mujeres que, como Lidia y su casa (Hch 16,
11 ss), se convirtieron a la fe cristiana:

Hch 1,14: "Todos ellos, con algunas mujeres, la madre de Jesús y sus parientes,
persistían unánimes en la oración..."

187
Hch 5,14: "Se les iba agregando un número creciente de creyentes en el Señor,
hombres y mujeres..."

Hch 8, 12: "hombres y mujeres se bautizaban..."

Hch 9, 36: "En Jafa vivía una discípula, llamada Tabita (que significa gacela);
repartía muchas limosnas y hacía obras de caridad..."

Hch 9, 1-2: "para llevar presos a Jerusalén a cuantos secuaces del Camino
encontrase, hombres y mujeres."

Hch 12,12 ss: "se dirigió a casa de la madre de Juan, por sobrenombre Marcos,
donde estaban unos cuantos reunidos rezando..."

Hch 17, 4: "no pocas mujeres influyentes" de Tesalónica adhirieron a la fe y se


unieron a Pablo y Silas".

Hch 17, 12: "Algunos de ellos abrazaron la fe, lo mismo que algunas mujeres
nobles..."

Hch 17, 34: "una mujer llamada Dámaris" se destaca en el grupo de hombres
que abrazan la fe.

Hch 18, 1 ss: "Priscila y Aquila, su marido", son mencionados como cristianos
que orientaban a otros hacia el "Camino".

MUJERES QUE COLABORAN


EN LA ORGANIZACIÓN Y ANIMACIÓN DE LA VIDA DE LAS COMUNIDADES

Como ya lo hemos considerado detalladamente, Hechos 16,11-15 nos hace un relato


vivaz del comienzo de la comunidad cristiana en casa de Lidia.
Recorriendo las páginas de los Hechos de los Apóstoles nos vamos a encontrar con
pasajes donde la presencia de la mujer y su apertura al Evangelio abre camino para que
la palabra anunciada por los apóstoles eche raíz y encuentre consistencia en una comunidad
concreta (Cf. Tabita Hch 9, 36 ss; 17, 12. 34; Priscila Hch 18, 1 ss, etc.).
En Hch 12, 12-17 nos encontramos con una comunidad reunida para celebrar la me-
moria pascual en casa de María en Jerusalén. Pedro, el líder de la Iglesia Apostólica, conocía
este local, por eso se dirigió allí para celebrar con la comunidad su liberación de la cárcel.
1B8
A semejanza de Lidia, también Tabita en Hch 9, 36 ss aparece como discípula del
Señor liderando un grupo de viudas. Con ellas se reúne para confeccionar ropas y para
orar.
Las mujeres aparecen como hilos vivos de una corriente que va construyendo la red
de las primeras comunidades cristianas. Son colaboradoras fieles del ministerio apostólico
en la expansión del Evangelio y su encarnación en comunidades concretas. No sólo ayudan,
sino que lideran la organización y la animación de estas comunidades de mujeres y
hombres.

LA LIBERACIÓN DE LA MUJER: UN CAMINO POR HACER...

Los escritos neotestamentarios reflejan la cuestión de la mujer cristiana en la vida


de la comunidad bajo los más diversos ángulos. Desde la perspectiva más liberadora
hasta la condición más esclavizante de la mujer. Los mismos escritos que afirman el
principio igualitario: "no hay hombre ni mujer" (Gl 3, 28), admiten también el principio
de sumisión de la mujer al hombre: "mujer, someteos a los maridos" (Cl 3, 18). ¿Qué
quieren decir Pablo y sus discípulos sobre la condición de la mujer cristiana?
Pablo en sus cartas, no tiene la preocupación de tratar exhaustivamente la cuestión
de la mujer cristiana, por eso no podemos culparlo de algunas afirmaciones poco felices
como por ejemplo: "las mujeres deben callar" (ICor 14,34-35). Por otra parte no podemos
ignorar que tales afirmaciones produjeron efectos muy discriminatorios en la tradición
cristiana de los primeros siglos, cuyos reflejos todavía continúan. A veces da la impresión
de que algunos estudiosos de los escritos paulinos gastan mucho tiempo y energías en
disculpar a Pablo que ha muerto hace tanto tiempo y declarado santo junto al apóstol
Pedro, cuando valdría más que se fijaran en el resultado ambivalente de sus escritos
sobre el tratamiento dado hoy a las mujeres en los círculos religiosos.
Criterio definitivo y punto de confrontación permanente para el proceso de liberación
de la mujer es la praxis histórica de Jesús de Nazaret.

EL POLO REFERENCIAL DE LA LIBERACIÓN DE LA MUJER


Y LA PRAXIS HISTÓRICA LIBERADORA DE JESÚS

Debemos admitir que las comunidades cristianas no lograron asimilar y traducir en


la praxis comunitaria el principio liberador, con relación a la mujer, instaurado por Jesús.
En su praxis histórica, El manifiesta un modo de relación igualitario que sobrepasa las
normas discriminatorias para con las mujeres. En lugar de una ética legalista e inflexible
con relación a la mujer, Jesús crea una ética de responsabilidad, de amor y de relación
fraterna.
183
La adúltera, condenada por la ley de los escribas y fariseos, es motivo de
reflexión para los hombres sobre sus propias acciones y un llamado a la
conversión (Cf. Jn 8, 1-11);

la mujer que lavó los pies de Jesús con sus lágrimas, los enjugó con su cabellera
y los ungió con perfume, es considerada pecadora por los judíos. A los ojos de
Jesús, por el contrario, ella es la "que ha amado mucho" (cf. Le 7, 36-50).

La tarea de las primeras comunidades era traducir en la praxis este principio liberador
puesto por Jesús. Una tarea nada fácil y lejos de estar concluida. Reflejos de este proceso
los encontramos en el Nuevo Testamento. Esta tarea aún continúa, porque la semilla
arrojada por Jesús todavía está por germinar y mostrar toda su fuerza generadora de
vida y liberación en las manos y el corazón de la mujer. Hace bien contemplar a las
mujeres de las primeras comunidades cristianas para encontrar renovado ánimo y coraje.

MUJERES CONSAGRADAS
EN LAS COMUNIDADES ECLESIALES, HOY

Como sucedió en Filipos, en los 50-52 d.C, donde un grupo de mujeres judías se
reúne para la celebración sabática, encontramos también hoy en muchos rincones de
nuestro continente, mujeres consagradas animando a la comunidad y presidiendo las
celebraciones dominicales. Actúan, por lo general, en el anonimato y en la gratuidad total,
en lugares periféricos, con pocos recursos, pero con mucho entusiasmo, ternura y amor.
Así se unen a la corriente de mujeres que. como hilos vivos, van tejiendo la gran red de
comunidades eclesiales de base. Por medio de ellas continúa vivo el Espíritu de Pentecostés,
de acuerdo al programa de los Hechos de los Apóstoles: "Recibiréis la fuerza del Espíritu
Santo que vendrá sobre vosotros y seréis testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y
hasta el confín del mundo" (Hch 1, 8).

1SO
INTRODUCCIÓN
A 1 Y 2 TESALONICENSES

La comunidad de Tesalónica tiene en su haber el privilegio de haber recibido la


primera carta de Pablo, Silvano y Timoteo. Y es el primer escrito del Nuevo Testamento,
anterior a los evangelios.

Sobre la segunda carta a los Tesalonicenses hay muchas controversias. Sin tener en
cuenta estas discusiones vamos a tratar aquí de las dos cartas en conjunto.

TESALÓNICA

Está situada a la orilla del mar, junto a una cadena de colinas. La ciudad siempre fue
blanco de la codicia imperial. Después de la conquista en 146 a.C, los romanos la
convirtieron en capital de Macedonia. La urbanización y los favoritismos impulsaron su
desarrollo. Hasta el nombre de Tesalónica fue puesto en homenaje a Tesalia, hermana de
Alejandro y esposa de Casandro, fundador de la ciudad en el 315 a.C.

Además de tener uno de los mejores puertos naturales del mar Egeo, a Tesalónica la
atravesaba la vía egnatia, una carretera que unía a Oriente con Roma.
Después de la batalla de Filipos en el 42 a.C, Augusto le concedió el título de ciudad
libre, lo que permitió que Tesalónica poseyera su Asamblea popular y sus magistrados,
llamados politarcas (cf. Hch 17, 8). Aunque jurídicamente libre, la ciudad dependía
ideológicamente de Roma. De hecho, en los años de la evangelización en la ciudad, estaba
desarticulada la asamblea popular.

Desde el punto de vista religioso, Tesalónica era una típica ciudad sincretista del
imperio romano. Tenía los antiguos cultos locales, las divinidades del Olimpo griego
(Atis, Cibeles), los divinidades egipcias (Serapis, Isis, Osiris, Anubis) y también los cultos
romanos (a Roma y al emperador).

Una revolución era impensable a pesar de que la mayoría, quizás dos tercios, eran
esclavos. Estos sostenían a la clase superior de la población: funcionarios públicos,
comerciantes, industriales, grandes terratenientes, militares retirados... De esta forma se
comprenden los graves conflictos que se reflejan en las dos cartas.
1S1
LOS COMIENZOS
DE LA COMUNIDAD CRISTIANA

La llegada del Evangelio a Tesalónica y los inicios de la comunidad están narrados


en Hch 17, 1-9, en una exposición resumida y esquemática. La fuente más directa para
comprender el proceso son las cartas a los Tesalonicenses.
Ciudad de negociantes y puerto próspero, habitualmente al ir y venir de las gen-
tes, Tesalónica poseía una comunidad judía bastante numerosa, hecho atestiguado por
la sinagoga del lugar (cf. ITs 2, 14-16; Hch 17, 1). A esta se dirigen Pablo y Silas, en el
segundo viaje misionero, viniendo de Filipos. Durante tres sábados predican a los
judíos (Hch 17, 1-2). Ante la posibilidad de éxito convocan a los fieles a la casa de
Jasón. Fue allí donde lo buscaron los amotinados para entregarlos al senado de la
ciudad (cf. Hch 17, 5). En la fuga nocturna se dirigieron a Berea y luego pasaron a
Atenas.
Este viaje duró unos dos meses. En Atenas, Pablo temeroso "no pudiendo aguantar
más" (ITs 3, 1) envió a Timoteo a Tesalónica quedándose solo.

MOTIVACIÓN DE LAS CARTAS

El fracaso ya conocido de Pablo en Atenas lo lleva a Corinto donde es absorbido por


el trabajo y durante un año y medio intenta acompañar el crecimiento de una comunidad
pobre.
Fue en Corinto donde Timoteo alcanzó a Pablo, trayéndole noticias de Tesalónica.
En general la situación era satisfactoria: se mantenían firmes en la fe, a pesar de las
persecuciones; conservaban un gran afecto por los misioneros y hasta ansiedad por volver
a verlos a pesar de algunas calumnias.
Pero había sombras en el horizonte: el paganismo ganaba terreno en algunos sectores
sobre todo en el moral; otros no trabajaban y esta ociosidad comprometía a la comunidad
naciente.
Corría el rumor de que Cristo estaba a punto de llegar y esto traía serias consecuencias.
Para esclarecer la situación escribe la primera carta a los Tesalonicenses hacia el
final del año 51 o al principio del 52.
Pero la situación no se arregló. La persecución cerraba el círculo y amenazaba a la
firmeza de la fe; por eso algunos pedían encarecidamente la venida inmediata de Cristo
para poner fin a los padecimientos. Ante esto otros querían abandonar las preocupaciones
diarias y el trabajo.
Tal vez algunos meses después llega la segunda carta más breve y más categórica,

132
DIVISIÓN DE LA PRIMERA CARTA
A LOS TESALONICENSES

Destinatario (1,1).

Parte I: los comienzos de la comunidad (1, 2-3, 13).


Acción de gracias y felicitaciones (1, 2-10).
Evangelización y aliento (2, 1-12).
Actitud de los Tesalonicenses (2, 13-18).
La misión de Timoteo (3, 1-5).
Alegría por los informes recibidos (3, 6-13)-

Parte II: recomendaciones para la vida comunitaria(4, 1-5, 28).

Recomendaciones (4, 1-12).


La venida del Señor (4, 13 - 5, 11).
Exigencias de la vida comunitaria (5, 12-22).

Oración final y despedida (5, 23-28).

DIVISIÓN DE LA SEGUNDA CARTA


A LOS TESALONICENSES

Saludo (1, 1-2).


Agradecimiento, valoración e incentivación o(l, 3-12).
Animación para perseverar (2, 1-3, 5).
Propuesta de trabajar (3, 6-15).
Saludo final (3, 16-18).

ALGUNAS CLAVES DE LECTURA

1. Los conflictos se destacan en estas cartas. Hay persecuciones y tribulaciones por


parte del imperio (cf. lTs 3, 7; 2Ts 1.4); dificultades con los paganos (cf. lTs 4, 3-8);
enfrentamientos con la sinagoga (cf. lTs 2, 14-16). La segunda carta distingue una
oposición abierta entre lo que llama "Iglesia de los Tesalonicenses" (1,1) y la "fuerza
oculta de la iniquidad" (2, 7), destinados los primeros a la participación en la gloria
de Cristo (cf. 1, 10. 12; 2, 14) y los segundos a la ruina eterna (cf. 1, 9).

193
2. La cuestión de la escatología constituye otro núcleo de dificultades. La primera carta
parece apuntar hacia una venida inminente de Jesús (cf. 4, 13 - 5, 11). Pero en la
segunda, cualquier expectativa es alejada con vehemencia: "por la venida del Señor
nuestro Jesucristo y nuestra reunión con El, os pedimos que no perdáis fácilmente la
cabeza..." (2Ts 2, 1-2).

3. El tema ',¿1 trabajo constituye una de las mejores riquezas de las dos cartas. Queda
claro el sentido cristiano del trabajo, del trabajo con las propias manos (cf. lTs 4,
11; 2Ts 3, 6-12). Ya los misioneros habían evangelizado la ciudad por medio del
trabajo e insistían en su propuesta como alternativa, en contra de la mentalidad de
la época para la cual el trabajo era actividad de esclavos. Por eso la carta dignifica el
valor del trabajo manual y rompe con el sistema romano esclavista.

134
GUIÓN 15 LA PARUSÍA:
EL REENCUENTRO CON EL SEÑOR

"No durmamos como los demás, sino vigilemos" (lTs 5, 6)

Texto de estudio: lTs 4, 1-5. 11


Texto de apoyo: Me 13, 28-37

PUNTO DE PARTIDA

Rememorar lo que descubrimos sobre la comunidad de Filipos.


Recordar algunos momentos en los que Cristo se hace presente en nuestras vidas.
Invocar las luces del Espíritu Santo.

1 PARTIR DE LA REALIDAD

Dicen los historiadores que el año 1000 fue de gran carestía porque el año anterior,
esperando el fin del mundo, muchos no trabajaron. ¡Y el mundo no acabó! Ahora al
acercarnos al fin del segundo milenio reaparecen las mismas ideas sobre la venida de
Jesús. Algunas personas y movimientos se especializan en prever la vuelta de Jesús, sólo
que no aciertan. Los pobres y las personas que sufren fácilmente son enredadas con estas
ideas y viven un proceso de alienación de la realidad.

¿Conoce Ud. alguna historia de este tipo? Conversemos sobre ello.

Prepararse para la lectura de la Palabra con un canto apropiado.

2- ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: lTs 4, 1 hasta 5, 11


1.1. Leer el texto atentamente.
1.2. Conversar sobre las dificultades que este pasaje nos presenta.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
El texto trata dos temas íntimamente ligados entre sí: 4, 1-12 habla sobre
195
cómo el cristiano vive en el mundo, inclusive trabajando. Y 4,13 - 5, 11 habla
sobre los muertos ante la venida de Jesús esperada como cercana. ¿Los que ya
murieron no participarán del encuentro con el Señor? Pablo responde: si Dios
resucitó a Cristo, resucitará también a los que son de Cristo para ir a su encuentro
juntamente con los que aún viven. Y entre estos se cuenta Pablo a sí mismo.
Después sigue describiendo el reencuentro con las conocidas imágenes del
judaismo. En fin, volviendo a la tierra concluye que debemos llevar una vida
consciente, regulada y pronta para el encuentro definitivo con Cristo.

/. ¿Con qué imágenes Pablo describe la vida cristiana en el mundo (4, 1-


12) y la Parusía del Señor (4, 13 - 5, 11)?

2. ¿De dónde saca las imágenes?

2.2. Ver la situación de la comunidad.

Unos dejaban de trabajar, otros estaban afligidos por sus hermanos muertos.

/. ¿Qué consecuencias tenían estas cuestiones en la vida comunitaria?

2. ¿Qué les aconseja Pablo?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


Pensar en la vuelta de Cristo no significa necesariamente desinteresarse de
este mundo. Nuestra esperanza del encuentro definitivo con Cristo tiene un
efecto animador.
/. ¿De qué manera mi vida es testimonio de un cristianismo de alegría y
esperanza en la resurrección?

2. La perspectiva del encuentro definitivo con Cristo, ¿qué significa para


nuestra vida?

3 CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración.

Por medio de cantos, de palabras y de todo nuestro comportamiento tratemos de


crear una atmósfera de alegría y fraternidad.
196
Recordemos a personas amigas, parientes, hermanos y hermanas que ya participan
de la resurrección. Traducir con gestos y símbolos nuestro encuentro con esas perso-
nas y con Dios.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

En la próxima reunión conoceremos a la comunidad de Corinto. Leamos los capítulos


12 hasta el 14 de la primera carta buscando informaciones con respecto a los carismas en
las iglesias cristianas, tanto en la Iglesia católica como en las evangélicas y pentecostales.

Para aprovechar mejor el estudio hay que distribuir las tareas.

137
SUBSIDIO 15 EL TRABAJO

Trabajar es ciertamente una actividad ligada a la existencia humana. Junto a la


vocación a la vida está la vocación al trabajo. Pero el trabajo puede convertirse tanto en
un castigo como en una fuente de felicidad. Es por el trabajo que se esclaviza y es
también por él que se libera. Por esto se puede cantar "Hay quien trabaja esclavo del
dinero y hay quien trabaja por mejorar el mundo".
En los sistemas políticos actuales la explotación del trabajo humano ganará cada vez
más situaciones de inestabilidad con el creciente desempleo, el subempleo y el empleo
esclavizante.

¿COMO TRABAJABA JESÚS?

Una curiosidad es conocer cuál era la profesión de Jesús durante su vida en Nazaret.
¿Qué hacía este téckton (Me 6, 3) que traducimos por carpintero y Mt dice ser hijo de un
carpintero? En una aldea pobre como Nazaret, ¿qué posibilidades de trabajo habría? En
una región agrícola como Galilea, ¿no sería un labrador? Su lenguaje tan simple y su
vocabulario campestre ¿no probarían también su origen? viviendo en las proximidades
de un lago como Genesaret ¿podría ser pescador?
Fuera de estas conjeturas los Evangelios prácticamente no nos dicen nada sobre
Jesús como trabajador. En otro sentido y en un contexto diferente El afirma: "Mi Padre
trabaja siempre y yo también trabajo" Qn 5, 17).
Al llamar a otros para colaborar con El, el Maestro los saca aun de sus trabajos, de forma
que dejan su fuente de sustento, las redes, y lo siguen (cf. Me 1, 18. 20). El insinúa que su
discipulado dispensa del trabajo porque "el obrero tiene derecho al sustento" (Mt 10,10).
Aún más, en otro contexto Jesús llama la atención sobre las aves del cielo y los lirios
del campo (cf. Mt 6, 26-29), que, además de vivir sin sembrar ni segar, superan a Salomón
en esplendor y gloria.

LA PROPUESTA DE PABLO

Pablo y los otros misioneros inauguran una forma original, viviendo el Evangelio en
el mundo del trabajo. Evangelizar trabajando y trabajar evangelizando es el desafío que
nos plantean.
198
Ante situaciones nuevas, ¿qué respuestas encuentran? La situación cambia. Ante las
grandes ciudades con sus periferias explotadas la propuesta tiene que ser otra. Los tiempos
son otros, otras las comunidades y los evangelizadores emprenden la innovación.
Tanto en su vida como en sus escritos Pablo se presenta como un trabajador incansable.
El gran apóstol puede enorgullecerse, con frecuencia, de sus manos encallecidas y
presentarlas en su predicación como argumento. Cuando se despide en Efeso de los
líderes afirma: "Vosotros sabéis que con mis manos he proveído a las necesidades mías y
de mis compañeros" (Hch 20, 24).
La garantía de la propia subsistencia no era solamente un detalle en la vida de Pablo
y de sus compañeros. Sin horarios, en condiciones precarias, su actividad era incansable.
"Noche y día trabajamos para no seros gravosos mientras os proclamábamos la Buena
Noticia de Dios" (lTs 2, 9; cf. 2Ts 3, 8).

TRABAJAR CON LAS MANOS

En varios textos paulinos sobre el tema subraya el trabajo manual. En ICor 4, 12,
por ejemplo, se lee: "nos fatigamos trabajando con nuestras manos". La propuesta, por lo
tanto, no se refiere a cualquier trabajo, sino específicamente a trabajar con las manos.
¿Por qué tanta insistencia sobre este modo de trabajar? Porque en aquella época no se
valoraba el trabajo manual. La mentalidad griega de entonces consideraba el trabajo con
las manos como una actividad indigna, de segunda categoría, reservada a los esclavos.
Por esto os predicadores cristianos insistían en valorizar el trabajo manual.
Pablo mismo, según consta, ejercía una profesión difícil, porque exigía tiempo,
paciencia y dedicación manual.
Fabricante de carpas (cf. Hch 18, 3) en realidad debía tejer la cobertura espesa de
las tiendas de campaña. Era un trabajo insalubre que deformaba las costillas y las manos,
además de forzar la vista y ser naturalmente poco higiénico.

NECESIDAD Y DERECHO AL TRABAJO

En verdad se requerían motivos de peso para que Pablo y demás misioneros, como
Aquila, Priscila, Silvano, Timoteo optasen por una evangelización a partir del mundo del
trabajo.

Veamos algunos de sus motivos:

Evangelizar - Participando en el trabajo como los demás, los predicadores pueden


llevar la Buena Noticia a los obreros de su tiempo, pues, identificándose con ellos,
199
comprenden mejor sus necesidades. De esta forma, crean situaciones alternativas dentro
del sistema imperial, gracias a la nueva orientación cristiana. Por eso recuerdan: "noche
y día trabajamos... mientras os proclamábamos la Buena Noticia" (Cf. lTs 2, 9).

Ser ejemplo - Antes de mandar a los otros a trabajar, los evangelizadores trabajan.
Por eso dicen: "quisiéramos dar un ejemplo que imitar" (2Ts 3,9)- Se trata de una manera
de vivir, un modo de proceder ya tradicional (cf. 2Ts 3, 6).

Renunciar a un derecho - Pablo y sus colaboradores podrían vivir sin trabajar,


porque deberían ser retribuidos por la predicación del evangelio; pero ellos aclaran: "no
usamos este derecho" (ICor 9, 12; cf. 9,15-18) y lo hacemos para no poner obstáculos a
la Palabra de Dios. En aquel entonces muchos predicadores y filósofos se peleaban por
hablar debido a la paga que se les daba. Los misioneros cristianos intentaban crear un
sistema nuevo de predicación, renunciando a ese derecho (cf. ICor 9, 6; 2Ts 3, 9)-
Naturalmente este modo de proceder daba más credibilidad al Evangelio.

No ser gravosos para nadie - Las comunidades no eran ricas y poco se les podía
exigir en su pobreza. Los misioneros cristianos no quieren vivir de donaciones; por el
contrario "no pedimos el pan a nadie y nos fatigamos día y noche para no ser gravosos a
ninguno de vosotros" (2Ts 3, 8; cf. lTs 2, 9; 2Cor 12, 13-14).

Ganarse el pan - La motivación más inmediata es trabajar para vivir dignamente.


Cualquiera quiere tener el honor de ganarse su propio pan (cf. lTs 4, 11-12). Pablo lo
tiene como título de gloria" (ICor 9,15). De su esfuerzo depende su sobrevivencia. De ahí
la norma: "quien se niegue a trabajar que no coma" (2Ts 3, 10).

Trabajar con comunidades pobres - El trabajo del que se habla en las cartas
paulinas es siempre arduo, penoso, "con fatiga y esfuerzo" (2Ts 3, 8). El trabajo manual,
como ya se ha dicho, es un trabajo duro, de pobres. A eso alude en ICor 4, 11-12; 2Cor
11, 7-12; Hch 20, 33-34, en donde prima el desinterés por enriquecerse.

Compartir - "El que robaba no robe más, antes trabaje con sus manos para ganar
algo y poder socorrer al que tiene necesidad" (Ef 4, 28). El compartir es esencial en el
modo cristiano de vivir, porque ayudando a los débiles (cf. Hch 20, 35) es como se crea
comunión, el estilo de vida fraterno y cristiano.

200
CONCLUSIÓN

Por su modo de vivir y por su doctrina, Pablo y demás colaboradores crearon una
nueva praxis y una nueva mística en relación al trabajo. En la sociedad de su época el
trabajo era considerado como tarea de los esclavos. El filósofo Platón codificó explícitamente
esta ideología. Los primeros evangelizadores invalidaron esta ideología yendo al encuentro
de los trabajadores y convirtiéndose ellos mismos en trabajadores como los demás.
Esta propuesta es actual y desafiante, porque nos estimula a ir al encuentro de la
clase trabajadora, a identificarnos con ese su mundo y, a partir de ahí, vivir y predicar la
doctrina cristiana.
La forma de vida de las primeras comunidades subvierte el orden establecido en el
imperio romano hasta el punto de provocar la persecución violenta. También el actual
orden vigente con su sistema social injusto y explotador, nos invita a tomar posiciones
nuevas para crear relaciones humanas nuevas.
Pablo y los otros misioneros, como Aquila, Priscila, Silvano, Timoteo, Lucas y demás,
nos presentan una nueva espiritualidad, viviendo el evangelio en el mundo del trabajo.
Es allí, junto a los otros artesanos, donde se hace realidad la predicación cristiana. Esta
mística los hace resistentes a las presiones del imperio y crean una fe arraigada y
transformadora. Lo central no es el lucro, ni el capital, sino la persona que con su trabajo
va construyendo un mundo nuevo.

2Q1
INTRODUCCIÓN A LAS CARTAS
DE PABLO A LOS CORINTIOS

LA CIUDAD DE CORINTO

La antigua Corinto fue destruida por los romanos en el año 146 a.C. Cien años
después, en el 44 a.C, fue reconstruida por Julio César y, en el 25 a.C, constituida
capital de la Provincia de Acaya. Situada en el centro de Grecia, Corinto era favorecida
por los mares Adriático y Egeo con dos puertos, el de Cencreya al este y el de Lequya al
oeste. Debido a esta posición geográfica tan favorable se convirtió en un centro comercial
e industrial tan importante que atrajo inmigrantes de todas partes de tal modo que en
poco tiempo fue una ciudad cosmopolita con una gran variedad de lenguas, culturas y
razas. También era un centro intelectual en donde tenían sus escuelas las corrientes
filosóficas y un centro religioso en donde los cultos de Oriente y Egipto tenían sus santuarios
con gran aceptación popular. También había una comunidad judía floreciente con su
sinagoga (Hch 18, 4).
En la época de Pablo, Corinto tenía aproximadamente 500,000 habitantes. Dos tercios
eran esclavos. La pequeña élite de la clase dominante estaba compuesta principalmente
por ciudadanos libres romanos que la colonizaron. La riqueza escandalosa de esta minoría
estaba al lado de la miseria de muchos. Inclusive surgió la expresión "vivir a lo Corinto"
que significaba vivir lujosamente y en orgía.

ORIGEN DE LA COMUNIDAD

Pablo llegó a Corinto durante su segundo viaje misionero. Venía de Atenas donde su
predicación no tuvo éxito (Hch 17, 32-34). Llegó abatido y desanimado (lCor2, 1-3). Se
hospedó en casa de Aquila y Priscila, recién expulsados de Roma (Hch 18, 2-3). Como
acostumbraba, inició su anuncio de la Buena Noticia en la sinagoga, hablando a judíos y
griegos (Hch 18, 4). En el espacio de 18 meses (Hch 18,11) entre los años 50 y 52 ayudó
a plantar y consolidar la comunidad (ICor 3,6-10; Hch 18,1-18) compuesta en su mayoría
por gente pobre, sin mucha instrucción (ICor 1, 26; 7, 21; 11, 21-22). Muy probablemente
esclavos, cargadores del puerto. Pero era una comunidad dinámica, llena de entusiasmo,
con muchos dones y carismas (ICor 14, 1-25). Era también una comunidad «onflictiva,
llena de tensiones y divisiones.
El trabajo evangelizador en Corinto estuvo marcado por muchos conf Liaos, ya con
los judíos, ya con los griegos. El de los judíos trajo mucha oposición contra Pablo, pero no
se desanimó. Sacaba fuerza en la experiencia mística de su fe y en la seguridid siempre

20S
renovada, propia de los profetas, de que Dios estaba con él: "¡No temas, sigue hablando y
no te calles, que yo estoy contigo!" (Hch 18, 9-10; cf. Jr 1, 8; 15, 20). Por fin, siendo
imposible su trabajo en la sinagoga, comenzó a reunirse en casa de Ticio Justo, un pagano
simpatizante del judaismo (Hch 18, 6-7). Los judíos acusaron a Pablo ante el tribunal
romano, presidido por Galión, hermano de Séneca. El proceso no resultó (Hch 18, 15).
El conflicto con los griegos tenía su origen, en parte, en las tensiones internas
provenientes de la composición social de la comunidad (ICor 1, 26; 11, 21); en parte, de
las diversas tendencias que existían entre los cristianos (ICor 1,11-12), y en parte por la
diferencia cultural entre griegos y judíos (cf. Introducción General, 2* ventana), por ejemplo,
en la incompatibilidad entre la cultura griega y la fe en la resurrección (ICor 15,1-58) o
en la decisión de Pablo de vivir de su propio trabajo para anunciar el evangelio
gratuitamente (Hch 20, 33-34; lTs 2, 9; 2Ts 3, 8; ICor 4, 12; 9,18; 2Cor 11, 7) y hacer de
esto "un título de gloria" (ICor 9, 15; 2Cor 11, 10). Esta actitud de Pablo debe haber
chocado con la mentalidad griega de los corintios. Para ellos "trabajar con las manos" era
indigno de un ciudadano libre. ¿Cómo recibir la Buena Noticia de Dios de un hombre
socialmente inferior?

LAS CARTAS, MOTIVO, LUGAR, FECHA

Esta situación conflictiva llevó a una correspondencia intensa entre Pablo y los de
Corinto. ¡Mucho más que dos cartas! Algunos entendidos encuentran en la segunda carta
la globalización de por lo menos cinco cartas escritas en diferentes ocasiones. Sin
adentrarnos en los argumentos de esta cuestión preferimos atenernos a las pocas
informaciones que el mismo Pablo nos ofrece en sus dos cartas.
1) La Carta pre-canónica. En ICor 5,9-13 Pablo habla de una carta escrita para orientar
a los corintios en su relación con las personas viciosas y corruptas. Esta carta se
perdió. Algunos señalan fragmentos en la actual 2Cor 6, 14-7, 1.

2) La Primera Carta a los Corintios. Los motivos que indujeron a Pablo a escribir esta
carta fueron:

1- Información que recibió de personas de la casa de Cloe (ICor 1, 11) sobre


algunos problemas de la comunidad, a saber, divisiones (ICor 1, 12-16),
escándalo notorio de incesto (ICor 5, 1), peleas internas llevadas al tribunal
civil (ICor 6, 1), inmoralidad de algunos.

2- Una carta que la comunidad dirigió a Pablo (ICor 7, 1) pidiendo orientación


para saber cómo conducirse en ciertos problemas relacionados con el casamiento
3Q3
de las jóvenes (7, 1-40), en la compra de carne ofrecida a los ídolos (8, 1 -10,
33) y sobre el comportamiento en las asambleas (11, 2 -14, 40).

3) La Carta escrita con lágrimas. En 2Cor 2, 3. 4. 9; 7, 8.12, Pablo menciona otra


carta escrita "derramando lágrimas" (2Cor 2,4) para solucionar el desencuentro
entre él y la comunidad. Esta es otra carta que se perdió. Algunos estudiosos
creen encontrarla en parte en 2Cor 10-13-

4) La Segunda Carta a los Corintios. Fue escrita para refutar las calumnias contra
Pablo y para resolver los conflictos que surgieron relacionados con la comunidad.
En un estilo vivo y apasionado esclarece los malentendidos (2Cor 1, 12 - 2,
11), y defiende su ministerio (2Cor 10-13). Así, en total, serían como mínimo
cuatro cartas.

5) La carta sobre la solidaridad. Parece probable que los capítulos 8 y 9 de la


segunda Carta a los Corintios haya sido una especie de circular enviada a las
comunidades de Grecia con el fin de hacer una colecta para los pobres de Jerusalén.

No sabemos exactamente ni cuándo, ni dónde fueron escritas estas cartas. En todo


caso la primera Carta a los Corintios fue escrita cuando Pablo estaba en Efeso (ICor 16,
8), durante su tercer viaje misionero, en la primavera del año 56 o 57 (ICor 5, 7-8). La
segunda fue escrita hacia el fin del año 56 o 57 cuando Pablo, viniendo de Efeso, viajaba
por la Macedonia para visitar a la comunidad de Corinto (2Cor 7, 5).

DIVISIÓN DE LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS

Introducción: saludos y acción de gracias 1,1-9

I Parte: trata de los problemas que Pablo recibió de Cloe 1, 10 • 6, 20


a) Divisiones, partidos y tendencias 1, 10-4,21
b) El caso escandaloso del incesto 5, 1-13
c) Iicapacidad para resolver los propios problemas 6, 1-11
d) El problema de la inmoralidad 6, 12-20

II Parle: Respuesta a los problemas presentados por la comunidad 7, 14-40


a) Casamiento o no casamiento: matrimonio y virginidad 7, 1-40
b) Lis carnes sacrificadas a los ídolos 8, 1 -10, 33
c) Comportamiento en las asambleas 11, 2 -14, 40
2D4
1- Mujeres 11,2-16
2- Eucaristía 11, 17-34
3- Carismas 12,1-14,40

III Parte: Fe en la resurrección 15, 1-58

Conclusión 16,1-24

CLAVES DE LECTURA O TEMAS IMPORTANTES


DE LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS

1. La Mística del conflicto

Conflictos y tensiones marcan la existencia cristiana, vivida como aceptación de


Cristo crucificado (ICor 1, 23) y marcan también la relación entre Pablo y la comunidad.
Leyendo la carta desde la clave del conflicto, se percibe la capacidad admirable de Pablo
para iluminar los problemas más concretos del día a día, con la luz del misterio más
profundo de la fe. Toda la carta está centrada en torno a la vivencia del misterio pascual,
es decir, de la cruz y la resurrección. La cruz aparece al comienzo (capítulos 1 al 4), la
resurrección al final (capítulo 15). Entre el comienzo y el final se encuentra el largo
caminar, lleno de problemas y tensiones, tratados en la carta (capítulos 5 al 14).

2. La locura de la cruz y la sabiduría del mundo

El contraste entre la "locura de la cruz" y la "sabiduría del mundo" atraviesa la carta


del comienzo al final, explícita o implícitamente. Con la luz que nos viene de la cruz de
Cristo, Pablo condénalas divisiones de la comunidad (ICor 5,1-13), cuestiona la vanagloria
de los que escandalizan (ICor 5, 1-13), critica la interpretación errónea que hacían de
ciertas frases que él, Pablo, había enseñado (ICor 6,12-20), reprueba el comportamiento
egoísta de algunos en las asambleas (ICor 11, 17-34).

3. La resurrección de Cristo y nuestra resurrección

Pablo consigue aceptar la locura de la cruz y deshacerse de la sabiduría del mundo


porque cree en la resurrección. Pero la cultura griega de los corintios era incapaz de
aceptar la resurrección. Y sin la resurrección toda la argumentación sobre la locura de la
cruz, por más buena que fuera, no tendría valor para él. Desde el comienzo, la fe en la
resurrección ya estaba implícitamente presente en la argumentación de Pablo. Pero, ahora
205
al final, en el capítulo más extenso de la carta, él profesa explícitamente y refuta con
fuerza los argumentos en contra (ICor 15, 1-58).

4. La tarea ardua de la inculturación

La primera carta a los Corintios tal vez sea, entre todas las cartas de Pablo, el
ejemplo más claro de la dificultad y de la necesidad de la inculturación del mensaje
cristiano (cf. Introducción General, 2- ventana)i. Leer la carta bajo esta clave puede ser
particularmente esclarecedor para nosotros que vivimos el problema de encarnar la
Buena Noticia en las culturas de nuestros pueblos. Entre otros puntos vale la pensa
examinar con detención la manera cómo Pablo enfrentó el problema de las carnes
sacrificadas a los ídolos (ICor 8-10) y el de la fe en la resurrección (ICor 15), o cómo
intentó impedir que el ambiente pagano de la ciudad se introdujera en el modo de vida
de la comunidad (ICor 5-6).

5. Los problemas de la comunidad

Otra clave importante que muestra la actualidad de la carta a los Corintios es ver de
cerca cómo Pablo enfrentaba y resolvía los problemas de la convivencia comunitaria: las
divisiones internas (ICor 1, 10 - 4, 21), la ética sexual (ICor 5, 1-13), las riñas ante el
tribunal (ICor 6, 1-11), el respeto por la conciencia de los más débiles (ICor 8, 7 - 9, 27),
el buen orden en las asambleas (ICor 11,1-34), el problema del don de lenguas (ICor 12-
14), etc. (cf. Subsidio 16).

6. Los límites de la carta

Pablo es hijo de su tiempo. Tiene sus límites. No podemos juzgarlo con los parámetros
del conocimiento que tenemos hoy de la condición humana. Sus límites aparecen, por
ejemplo, en su actitud con respecto a la mujer (ICor 11, 2-16; 14, 34-35). Estos textos
difíciles deben ser interpretados no como enseñanza universal, válida para todos los
tiempos, sino «orno una respuesta a un problema concreto y localizado. Además de esto,
hay que situarlo dentro del contexto más amplio, tanto de la cultura de la época como del
empeño de Pablo para que la mujer pudiera tener una función de líder en las iglesias
domésticas (cf Subsidio 14).

7. Tradición, Escritura, Espíritu y Libertad en Cristo

Para los fariseos tenía mucha autoridad la Tradición de los Antiguos (cf. Introducción
aoB
General: 2a ventana). Pablo, judío de la línea de los fariseos (Flp 3, 5) atribuye mucha
autoridad a la Tradición que se transmite en las comunidades. A ella se refiere cuando
habla de la cena del Señor (ICor 11, 23-27), de los testimonios sobre la resurrección
(ICor 15, 3-8) y del comportamiento en las reuniones (ICor 11, 2). La misma autoridad
le atribuye a la Escritura (ICor 10,11). Ambas, la Escritura y la Tradición, tienen autoridad
como Palabra o Precepto del Señor (ICor 7, 10. 25). Sin embargo, reconociendo su
autoridad, ellas no son una camisa de fuerza. Ante problemas nuevos, Pablo se toma la
libertad de dar consejos inéditos que no se fundamentan ni en la Tradición, ni en la
Escritura: "les digo yo, no el Señor" (ICor 7,12. 25). Y la razón de esta libertad valiente
es la seguridad de la acción del Espíritu del Señor: "pienso que también yo poseo el
Espíritu de Dios" (ICor 7, 40). Esta libertad, por lo tanto, no es desenfreno: ¡todo lo
contrario!, es fuente de un compromiso mayor. "Todo me es permitido, pero no todo es
conveniente" (ICor 10, 23).

DIVISIÓN DE LA SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

Introducción: saludo y agradecimiento 1,1-7

I Parte: Pablo, su ministerio y sus relaciones con la comunidad 1, 8 - 7, 16


a) Explica el cambio del proyecto del viaje 1,8-2, 13
b) Defiende la superioridad del ministerio de la Nueva Alianza 2, 14 - 4, 6
c) Expone las angustias y esperanzas del ministerio 4,7 - 5, 10
d) Ejerce el ministerio como embajador de Cristo 5, 11-21
e) Habla de las dificultades que enfrenta en el ministerio 6,1 - 7, 4
f) Informa que con la llegada de Tito se esclareció todo 7, 5-16

II Parte: Sobre la colecta en favor de los pobres de Jerusalén 8, 1 - 9, 14

III Parte: Defensa apasionada de su misión como apóstol 10, 1 -13,10

Conclusión: Invita a la alegría y el saludo final 13, 11-13

CLAVES DE LECTURA O TEMAS PRINCIPALES


DE LA SEGUNDA CARTA A LOS CORINTIOS

La mayor parte de las claves de lectura de la Primera Carta a los Corintios abre
también el sentido y el alcance de la Segunda Carta. Por ejemplo, los temas de la "mística
del conflicto", "la locura de la cruz y la sabiduría del mundo", "los problemas de la
2G7
comunidad", "la ardua tarea de la incultur ación", aunque de otra manera, atraviesan
también a la segunda Carta.

1. Defensa y consuelo del misionero


Conviene leer la segunda Carta a los Corintios bajo la clave del misionero que,
atacado y calumniado por falsos apóstoles (2Cor 11, 12-13), se ve en la obligación de
defender su ministerio. Pablo fue acusado de ser torpe y débil (2Cor 10, 10), ambicioso
(2Cor 10, 12-17), que no ama a la comunidad (2Cor 11, 7-11), inferior a los otros
evangelizadores (2Cor 11, 4-5). Fue gravemente injuriado (2Cor 7, 12; 2, 5-11). El se
defiende, no pensando en él, sino por causa del Evangelio que él quiere anunciar (2Cor
12, 19). Entre líneas se hace transparente su vivencia como misionero.

2. El uso de las Escrituras


En 2Cor 3,1-4, 6 tenemos uno de los textos más importantes para saber cómo Pablo
encaraba la Escritura y su interpretación. Es aquí donde él dice por primera vez la expresión
Antiguo Testamento o Antigua Alianza (2Cor, 3, 14). La Nueva Alianza, anunciada por
Jeremías (Jr 31, 33) es la comunidad cristiana. Ella es la "carta de Cristo, escrita no con
tinta en piedras, sino con el espíritu de Dios vivo en la carne de los corazones" (2Cor 3,
2-3). Es la comunidad quien posee el Espíritu y da vida a la letra. De lo contrario, la letra
podría matar la fe (2Cor 3, 6; cf. Subsidio 2).

3. Mística y resistencia en las tribulaciones (2Cor 4, 7 - 6, 10)


Para conocer el carácter y la persona de Pablo no hay nada mejor que las dos cartas
a los de Corinto. Son la revelación de Pablo. Por ejemplo, en 2Cor 4, 7 - 6,10 se manifiesta
cómo el vive y se mantiene en medio de los conflictos de su misión (cf. Subsidio 5). En
2Cor 12,1-6 habla de las experiencias místicas que tuvo en los primeros años después de
su conversión, y de la debilidad interior que siente (2Cor 2, 7-10). estas cartas sirven
para completar la biografía de Pablo y la cronología bastante deficiente de los Hechos de
los Apóstoles.

4. Un grupo de trabajo en favor de los oprimidos


En 2Cor 8-9 Pablo utiliza todos los medios para incentivar la generosidad de los
griegos en favor de los pobres de Jerusalén. La iniciativa de la colecta revela creatividad.
Era una forma de realizar a nivel mundial lo que la comunidad de Jerusalén había realizado
a nivel local: "Los cristianos tenían todo en común, dividían sus bienes con alegría y no
había necesitados entre ellos" (cf. Hch 2,44-45); 4,32. 34). Así intentaban cumplir con la
ley que decía: "entre Vds. no puede haber pobres" (Dt 15, 4) (cf. Subsidio 3).

2CJB
GUIÓN 16 LOS CARISMAS

"Todopara la edificación común" (lCor 14, 26c)

Texto de estudio: ICor 14, l-33a


Texto de apoyo: ICor 12, 31 -13, 13

PUNTO DE PARTIDA

1. Vamos a compartir lo que más nos ayudó en el estudio orante de la carta a los
Tesalonicenses.

2. Invocar las luces del Espíritu Santo. Podemos cantar "Ven, Espíritu Santo, ven" u
otro para interiorizar el texto que nos habla de los carismas.

1- PARTIR DE LA REALIDAD

Nuestro texto para la lectura orante habla de carismas o dones presentes en la


comunidad de Corinto.
La diversidad de dones es, sin duda, el gran tesoro de cualquier comunidad. Cada
miembro de la comunidad se distingue por su don peculiar. Sin embargo, puestos en
común para la edificación de la comunidad se convierten en eslabones de una sola cadena,
en hilos del mismo tejido (12, 7-11). Pablo emplea la imagen de cuerpo para explicar
mejor este aspecto: "aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y, cada uno
a su vez, es miembro de los otros" (12, 12-20. 25).
Hoy, en nuestras comunidades religiosas, a veces hay personas con "ciertos dones"
que perturban o son dejadas de lado porque cuestionan, y se da el caso de que esas
personas para desarrollar sus dones, cambian de congregación o dejan el instituto.

/. Hablar sobre el don característico (carisma) que se encuentra en el otro


o la otra.

2. En general ¿cómo aceptamos los dones de otra persona?

S09
2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: ICor 14, 1 33a


1.1. Leer con atención el texto.
1.2. Destacar del texto los versículos que más llamaron nuestra atención.

2. Estudio del texto


2.1. Ver en detalle el texto.
En su primera carta a los Corintios Pablo habla de "dones" y "carismas". En el
capítulo 14 distingue el valor y la utilidad de cada uno.

/. Hacer un recuento de los dones enunciados en el texto y tratar de


definirlos.

2.2. Ver la situación de la comunidad.


La carta revela que la comunidad de Corinto era muy rica en dones, pero
también revela que había problemas.

/. ¿Cuál es el problema de la comunidad de Corinto?


2. ¿Cuál es la importancia de los dones para la comunidad de Corinto?

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


"Buscar el amor" (ICo 14, 1). Los carismas son dones regalados para la
edificación de la comunidad.
Entre nosotros ¿cuáles son los dones que favorecen o perturban la construcción
de la comunidad?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Compartir y celebrar con creatividad lo que produjo en nosotros la lectura orante de


la primera carta a los Corintios.

2. Rezar en común, a dos coros, o por versículos el Himno a la caridad (ICor 13,1-13),
agradeciendo a Dios los carismas que hemos compartido al iniciar la celebración.

3. Asumir un compromiso comunitario.

4. Resumir el encuentro en una frase para ayudarnos a vivir el compromiso asumido.


21 a
PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. Continuando con nuestro estudio conoceremos mejor la comunidad de Colosas y el


mensaje de Pablo a los Colosenses. El texto a estudiar es: Cl 2, 6 - 3, 4.

2. Para aprovechar mejor la lectura orante conviene distribuir las tareas y durante la
semana leer toda la carta a los Colosenses con su introducción y las notas a pie de
página.

21 1
SUBSIDIO 16 CARISMAS:
El BUEN USO DEL PODER

Para expresar la estructura fundamental de una comunidad, en la que cada miembro


tiene su talento peculiar, puesto al servicio de los demás, Pablo usa la palabra "carisma"
(del griego = charisma). A este concepto del carisma, Pablo une el de "don gratuito" o el
de "poder" (en griego = exousía), aun cuando sus significados no sean unívocos. Con
todo, para Pablo el carisma es don de Dios (ICor 12,1; Rm 12, 6a) usado con el poder de
Dios (ICor 2, 5; 4, 20; 5,4; 2Cor 4, 7; 6, 7) en beneficio de los demás (ver Ef 4,11-12; Hch
19, 11-12 y ICor 12, 14).
Conviene tener presente que el término poder (exousía) es usado en el culto por
otras comunidades paganas en sus actos de culto (Hch 19, 27) y que no usan el término
carisma.
La palabra "exousía" la usa Juan en su evangelio con el significado de autoridad.
Juan le da el sentido del "derecho a actuar con fuerza, con autoridad" (Jn 5, 27; 10,18).
Usado con este sentido, tanto el concepto de "poder" como el de "carisma" coinciden,
pues ambos provienen de Dios como fuerza, acción, poder, don en beneficio de los
demás. Si los Sinópticos refieren el "poder" a Dios (Mt 9, 8; 28, 18; Me 2, 6-10; Le 5, 24),
Pablo lo atribuye a Jesús el Cristo, y al Espíritu (Pneuma) le atribuye los carismas (ver
2Cor 10, 8; 13, 10). De esto se deduce que el poder mesiánico dado a los discípulos (Mt
10, 1-16; 28, 18-19; Me 3, 13-15) y los dones gratuitos, carismas, son la misma
participación del misterio de Jesús (ver Le 10, 16) y don de Cristo (ver Ef 4, 8). De
hecho, es por el poder de Cristo y por sus dones gratuitos que quien sigue a Jesús
participa del Reino de Dios.
El Señor Jesús es el carisma por excelencia, el carisma decisivo que incluye todos los
demás carismas y da a los suyos lo que posee.
Carisma y poder coinciden en el hecho salvífico, de modo que se convierten en un
acontecimiento único y con la misma finalidad: llevar a la persona humana a la plena
participación del misterio escondido en Dios y revelado por Jesucristo (Ef 2, 4-6).
Podemos decir que Pablo es el primero en usar la palabra "carisma" empleándola
siempre en plural y con un significado centrado totalmente en la estructura de la comunidad.
No podemos ignorar que Pablo tiene presente a los "sabios", aquellos que se consideran
"poderosos" por haber alcanzado el conocimiento de este mundo (ICor 1,19-20). A estos
contrapone el "poder" de Dios que es "don gratuito" para la edificación de la eedesia
(iglesia-comunidad) (ICor 1, 24-25; Rm 12, 3-8).

212
EL PODER LIBERADOR
EN LA COMUNIDAD CARISMÁTICA

Pablo usa raramente la palabra exousía, aun cuando la realidad del poder y de la
autoridad sea algo decisivo para él y sus comunidades helenistas. Pablo usa ese término
tan sólo en situaciones de antagonismo de poder. Por esto, en los escritos paulinos la
palabra exousía tiene una finalidad bien determinada: que la comunidad sea libre (2Cor
1, 23; 2, 4. 10).

Para Pablo la autoridad que se hace valer ante los más débiles no es autoridad, sino
autoritarismo (2Cor 10, 1-4). De ahí que trate sobre el "poder" en confrontación con la
ley o ante un hermano más débil. Partiendo de esto, él da normas e instrucciones para el
"buen uso del poder" evitando que para otros sea fatal o tiranía (2Cor 8, 12 ss). Pablo
habla de este "poder" como propio de quien tenga una conciencia recta lúcida y pura
(ICor 10,13-25). Aún más, llega el caso de tener que renunciar a esa libertad si a nuestro
lado hay un hermano de conciencia no tan esclarecida y débil en la fe (ver ICor 8, 9-10;
Gl 5, 13; lTm 1, 5-7). Pablo resume la libertad en el mandamiento del Señor: "Amarás a
tu prójimo como a ti mismo" (Rm 13, 9-10; Gl 5, 14). Para él este es el mayor poder, la
mayor autoridad, el don por excelencia dado al ser humano.

Pablo no quiere que el "poder" se convierta en autoritarismo, o en cualquier


especie de dominio sobre la comunidad. La comunidad está llamada a ser liberadora,
fraterna y enriquecida con las condiciones que favorezcan la vivencia del evangelio, el
crecimiento del Reino y, en consecuencia, la manifestación de todos los carismas (Rm
12, 3. 9- 16).

EL LUGAR DE LOS CARISMAS

Pablo supone que la comunidad es el lugar ideal donde florecen y actúan los carismas.
No quiere que los de Corinto vivan en la ignorancia acerca de los "dones" del Espíritu (ver
ICor 12, 1). Pero sucede que ciertos "trances" religiosos muy codiciados puedan ser
verdaderos como falsos. Por eso intenta esclarecer cuál es el lugar de los "dones" y cómo
usarlos convenientemente. Por esto Pablo da orientaciones disciplinares y hace
exhortaciones enérgicas de orden moral (ICor 12, 27-31a). Quiere erradicar el fanatismo
de algunos, el orgullo de otros y la ignorancia de muchos: todos factores que pueden
producir la desunión y el desamor. Para él es necesario analizar el contenido del mensaje
y averiguar si el carismático es un auténtico cristiano (ICor 1, 13-14; 12, 10c).

313
CRITERIOS: LIBERTAD Y COMUNIDAD

Pablo no se preocupa por saber si ciertas "señales" (manifestaciones) extrañas se


pueden explicar racionalmente. Hoy, por ejemplo, haríamos un análisis psicológico para
discernir lo paranormal o parafísico. A él le interesa solamente si esas "señales" están o
no de acuerdo con el mensaje central del evangelio: el amor. "Aunque hable todas las
lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, soy un metal estridente o un platillo
estruendoso" (ICor 13,1; 2Cor 6, 4-6). Si su origen es el Espíritu no pueden ser causa de
tristeza para la comunidad (ICor 13, 4-6). Tampoco pueden violentar la libertad de los
hermanos (ICor 14, 26-28. 39-40). Los "carismas", si son auténticos, deben producir los
frutos del espíritu: paz, benignidad, alegría, concordia, ternura, bondad, unión,
mansedumbre, fidelidad, autodominio, solidaridad y, sobre todo, amor capaz de sacrificio
(Gl 5, 22; lTs 1, 2).
Pablo concuerda con la tradición de los Sinópticos, según la cual la fe no es el
resultado de "señales" o "prodigios", sino todo lo contrario, para que se realice una
"señal" es necesario que preceda un ambiente de fe (ver Mt 8,13; Me 2, 5; Le 5, 20). Pablo
parece invitar a la comunidad de Corinto a ejercer sus carismas en un clima de fe y de
eucaristía - acción de gracias.

VARIEDAD DE CARISMAS
AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

La evaluación de los carismas se hace atendiendo tanto a su origen como a su


finalidad (ICor 14, 37). Los carismas son dados únicamente para la "oikodomé" o sea,
para la edificación de la comunidad (Rm 12, 4-6).
Es inútil establecer límites definidos entre los diversos carismas. Pablo enumera
varios, pero con esto no pretende poner punto final (ICor 12, 4-11).
Siempre teniendo ante sí la edificación de la comunidad, Pablo exhorta a los de
Corinto a hacer mucho discernimiento frente a los dones espectaculares (ICor 14, 6).
Hablar en lenguas consistía en hablar, durante el culto, una lengua desconocida para los
demás. En las "religiones mistéricas" era frecuente usar una lengua arcaica. Pablo dice
que esto puede ayudar al que reza, pero es inútil para quien escucha si no se puede
interpretar (14, 5b). El don de lenguas, como oración, está para provecho del individuo
(14, 4a. 14. 17). Lo que debe quedar evidente es que los dones están al servicio de la
comunidad (14, 24-25).
No es suficiente que el carismático sea arrebatado sólo en "espíritu", esto es, en su
dimensión, emotiva y afectiva. Hay que añadir a esto el crecimiento de la "conciencia
crítica" para no caer en el ridículo (ICor 14, 23). Por eso, el don de lenguas, de acuerdo
214
a ICor 14,10-11, se parece más al don de una buena comunicación. Pablo prefiere el don
de profecía. La profecía es algo semejante a nuestra predicación - al anuncio - ya que tiene
como finalidad el exhortar, consolar, denunciar (ICor 14, 3, Rm 12, 6b). Pablo le da una
cierta primacía (ICor 14, 15) y dice que es preferible un mensaje comprensible a decir
palabras en lenguas. Hay que distinguir entre profetizar y ser profeta. Ser profeta es
poseer en forma constante el don de la profecía, mientras que profetizar puede ser un
acto aislado y ocasional.
Pablo se defiende de las malas interpretaciones de sus exhortaciones. Lejos de
despreciar el don de lenguas, él mismo reconoce que sabe orar en lenguas (14,18), pero,
casi con ironía, dice que prefiere decir media docena de palabras cargadas de mensaje
que diez mil en lengua que nadie comprende (14,19). Al fin ¿qué deben hacer los corintios?
Desarrollar la inteligencia. Cuando alguien instruye, se convierte en más útil para la
comunidad. Nadie puede pensar que por poseer algún "carisma" ya es maestro de los
demás. O que ya no tiene nada que aprender. Todo lo contrario, cuando uno es más
humilde tanto más Dios se revelará en él y por medio de él (ver Le 10, 21).
Pablo termina amonestando que haya orden en la función carismática (14, 33a) y
que no se pierda de vista lo que es constructivo: la comunión fraterna.

CONCLUSIÓN

Pablo deja establecido con claridad que lo que importa es el AMOR. A pesar de toda
su exposición sobre los "dones", reconoce que los "carismas" son dones relativos y hasta
caducos y pasajeros (ICor 13, 9-10), ante el único carisma que realmente merece ese
nombre: el AMOR (13, 8a). El amor se expresa en gestos concretos de solidaridad, de
servicio (13,46), de acogida, sobre todo de los mas necesitados, los excluidos y crucificados
de la sociedad (2Cor 8, 1-6). Para enaltecer este carisma, Pablo cita las palabras bien
concretas del bellísimo Himno al Amor (ICor 13,1-3; ver Subsidio 14, vol. 4).

215
INTRODUCCIÓN
A LA CARTA A LOS COLOSENSES

1. LA CIUDAD DE COLOSAS

Colosas, hoy en ruinas, era una ciudad de Frigia occidental, situada en la parte
superior del río Lico, un afluente del Meandro, y a lo largo de la carretera que conduce a
la parte oriental de Efeso.
En la época de Pablo, era una insignificante ciudad comercial que contrastaba con
las ciudades vecinas, mas grandes y más desarrolladas de Laodicea y Hierápolis (cf. Cl 4,
13. 15). Desde 129 a.C. Colosas pertenecía a la provincia romana del Asia.

2. EL ORIGEN DE LA COMUNIDAD CRISTIANA EN COLOSAS

Pablo no desconocía a la Frigia pero es casi seguro que nunca visitó Colosas (cf. Cl 1,
4. 7 ss; 2, 1). En sus viajes por la Frigia (Hch 16, 6; 18, 23) no llegó hasta la región
sudoeste donde se encuentra Colosas.
Por esto, surgen algunas preguntas: ¿a partir de quién se inició en Colosas la comunidad
cristiana? ¿Por qué Pablo escribe a los colosenses? ¿Fue Pablo quien escribió esta carta?
La comunidad de Colosas, como la de Laodicea y Hierápolis, se inició por la predicación
de un colosense, llamado Epafras, discípulo y colaborador de Pablo (cf. Cl 1, 7; 4,12-13).
Pablo, por lo mismo, acompaña con sumo interés el desarrollo de esta comunidad y
manifiesta un cariño especial por su compañero de misión: Epafras: "Lo aprendisteis de
Epafras, mi querido consiervo, fiel ministro de Cristo a vuestro servicio. El me ha informado
del amor que os inspira el Espíritu" (Cl 1, 7). Podemos deducir que el trabajo de Epafras
en Colosas fue orientado directamente por Pablo.
La comunidad estaba formada en su mayoría por cristianos gentiles (Cl 1, 21. 27; 2,
13). En la carta a los Colosenses se mencionan dos residencias que sirven de local para
las oraciones y aun celebraciones (Cl 4,15.17; cf. Fil 2). No hay signos de La presencia, de
judíos-cristianos en la comunidad de Colosas.

3. LA CARTA

Si Pablo nunca visitó Colosas ¿por qué y en qué circunstancia escribió la carta a los
Colosenses?
216
Se ha discutido mucho sobre la autoría de la carta. Algunos afirman que no es
auténtica de Pablo, sino atribuida a él. Para sostener esta postura presentan las razones
siguientes:

1. El lenguaje y estilo literario de la carta a los Colosenses evidencian diferencias


considerables en relación a otras cartas auténticas de Pablo.

2. La comparación teológica, más en concreto la Gristología de Colosenses, con las


principales cartas de Pablo, confirma las diferencias.

3. Hay mucha cercanía entre la carta a los Colosenses y la de los Efesios. Esta última
ciertamente no es de Pablo, sino atribuida a él.

No todos están de acuerdo con esta opinión. Hay quienes rechazan los argumentos
presentados y consideran la carta a los Colosenses como auténtica de Pablo, escrita en el
cautiverio como las cartas a los Filipenses y a Filemón.
En conclusión podemos decir que, aunque esta carta no fuera de Pablo, continúa su
pensamiento. Es probable que un discípulo de Pablo elaborase el texto de la carta para
entablar un diálogo de fe en medio de un creciente sincretismo religioso. De cualquier
forma, la carta fue escrita en nombre de Pablo.

¿DÓNDE Y CUÁNDO FUE ESCRITA LA CARTA A LOS COLOSENSES?

El vínculo con la tradición paulina y la cercanía que tiene con la situación de las
comunidades del Asia Menor, llevan a pensar que la última redacción de la carta fue
escrita en Efeso en torno al año 80 d.C.
La carta, sin embargo, hace referencia a la situación de Pablo en la prisión (cf. Cl 4,
3 ss. 10.18). Si aceptamos que la carta fue escrita usando material de Pablo, éste provendría
de su cautiverio o en Cesárea o en Roma (56-58 o 58-60 d.C).

¿QUÉ MOTIVOS MOVIERON AL AUTOR PARA ESCRIBIR ESTA CARTA?

El contenido de la carta nos revela que el motivo principal que llevó a su redacción
fue la infiltración de doctrinas heréticas y de filosofías extrañas que producían confusión
en la comunidad de Colosas. Para nosotros la cuestión es oscura. Podría tratarse de un
movimiento sincretista de carácter judeo-gnóstico, o de infiltración de ideas de este
origen. Otra posibilidad es que se trate de la influencia del sincretismo helenista en la
región del Asia Menor. Los colosenses "que fueron sacados del paganismo para servir a
217
Cristo" (Cl 3, 24) se dejaban seducir por las ideas provenientes de otras fuentes como las
"vacías y engañadoras especulaciones de la filosofía" (Cl 2, 8), de la religión de los
"elementos del mundo y del culto a los ángeles" (Cl 2, 8; 2, 18. 20).
El objetivo de la carta es contrarrestar las falsas doctrinas y reafirmar la primacía de
la plenitud de Cristo (Cl 1, 19; 2, 10). En El desaparecieron las ventajas atribuidas a
determinada religión, status o cultura, porque en El todo fue reconciliado (Cl 1, 20). Fueron
superadas todas las distinciones discriminatorias: griego y judío, circunciso e incircunciso,
bárbaro, escita, libre, esclavo, porque Cristo es todo en todos (Cl 3, 11; cf. Gl 3, 28 donde
Pablo alude también a la superación de la discriminación entre hombre y mujer).

DIVISIÓN DE LA CARTA

Después del remitente y el saludo, la carta a los Colosenses se divide en tres partes
temáticas y concluye con algunos complementos y saludo final.

Remitente: Cl 1, 12
Primera parte - Doctrina: Riqueza de la fe cristiana
y primado de Cristo (Cl 1, 3 - 2, 5)
- Acción de gracias por las noticias recibidas (Cl 1, 3-8).
- Oración que culmina con el Himno Cristológico (Cl 1, 9-20).
- Esperanza que nace con el anuncio del Evangelio (Cl 1, 21-29).
- El cuidado de Pablo por la comunidad (Cl 2, 1-5).

Segunda parte - Advertencia sobre errores (Cl 2, 6 - 3, 4)


- Las diversas doctrinas y la verdadera fe en Cristo (Cl 2, 6-15).
- La superación de la religión de los "elementos del mundo", en Cristo (Cl 2,
16-3,4).

Tercera parte - Exhortación: Consecuencias prácticas


y éticas de la fe cristiana (Cl 3, 5 - 4, 6)
- Una nueva relación en la comunidad de los reconciliados en Cristo (Cl 3, 5-17).
- Preceptos de moral doméstica y exhortación al espíritu apostólico (Cl 3,18-4,6).

Complementos y saludo final


- Envío de Tíquico y Onésimo (Cl 4, 7-9)-
- Saludos de los compañeros de Pablo (Cl 4,10-14).
- Saludos a los destinatarios (Cl 4, 15-17).
- Saludo final (Cl 4, 18).
218
CLAVES DE LECTURA

La carta a los Colosenses puede ser leída desde muchas puertas de entrada. Elegimos
algunas que pueden ayudar a abrir puertas.

1. Vigilancia

Vigilar y saber aprovechar bien el momento presente. Esto es, no dejarse esclavizar.
Es asumir la lucha por la vida, en la seguridad de que desde ahora nuestra vida está
escondida en Dios (Cl 3, 3). La fe en la resurrección no nos debe llevar a la resignación.
Al contrario, es para el cristiano motivo para la lucha y la militancia. Creer en la resurrección
es mantenerse alerta y vigilante en el tiempo presente.

2. Cristo todo en todos

Si Cristo es todo en todos, no hay razón para privilegiar a unos sobre otros (cf. Cl 3,
11). La comunidad eclesial está llamada a dar testimonio de unidad en la diversidad de
culturas y de ritos religiosos.

3. Ascesis falsa

La ascesis no tiene valor en sí misma. La carta a los Colosenses llama la atención


sobre la ascesis equivocada (cf. Col 2, 16-23). La verdadera ascesis está en crear nuevas
relaciones de justicia y de compartir. Es seguir a Jesús, revestirse de sus sentimientos y
continuar su praxis (cf. Cl 3, 12-15).

4. Nuevas relaciones justas

En una comunidad que sigue a Jesús no hay lugar para privilegios personales. Hombres
y mujeres (Cl 3,18-19), empleados y empleadores, todos son servidores del único Señor
(Cl 3, 24). "Quien cometa injusticia lo pagará, pues no hay favoritismos" (C13, 25).

219
GUIÓN 17 DOCTRINAS EXTRAÑAS

"Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios" (Cl 3, 3-)

Texto de estudio: Cl 2, 6 - 3, 4
Texto de apoyo: Ef 2, 1-22

PUNTO DE PARTIDA

Compartir brevemente el compromiso asumido en el último encuentro y disponerse


para acoger la Palabra que Dios nos quiere decir hoy, por medio de la carta a los Colosenses.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Vivimos en un tiempo de fuerte emergencia religioso-espiritual en América Latina.


Esto es muy bueno. El pueblo sufrido se agarra a Dios de cualquier manera sin importarle
qué nombre tiene la religión. Esto es peligroso. Se puede dar mucha manipulación y
explotación de símbolos religiosos. Más que nunca, estamos llamados a discernir en un
diálogo inter-religioso qué es lo que enriquece mucho, y qué es manipulación o explotación
religiosa.
Los primeros misioneros del Camino, en el seguimiento de Jesús, vivieron una situación
similar a la nuestra, en Asia Menor, el encuentro de la cultura hebrea con la helenista
estaba marcada por la mezcla de etnias, corrientes filosóficas, doctrinas y creencias
religiosas. Es a partir de esta realidad que fue escrita la carta a los Colosenses (cf. Cl 2,6-
8. 16-23).
Nos han llamado para ser una presencia profética de discernimiento junto al
pueblo en América Latina. Este servicio implica una actitud de apertura y acogida de
lo nuevo.

/. Conversar un poco sobre la mezcla de doctrinas y creencias religiosas


en los ambientes donde estamos insertos.

2. ¿Qué valores nuevos podemos asumir? ¿Cuáles son las preocupaciones


que surgen?
220
Preparar bien, con creatividad, el ambiente y las disposiciones para acoger la lectura
orante de la Palabra de Dios.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Cl 2, 6 3, 4


1.1. Leer el texto lenta y atentamente en grupo.
1.2. Recontar el texto a partir de lo que me quedó en la memoria o que más dice,
hoy, dentro de nuestra realidad.

2. Estudio del texto


2.1. Ver en detalle
Este trozo de la carta a los Colosenses cambia varias veces de estilo a causa del
contenido que quiere ofrecer para la reflexión de la comunidad.

/. ¿Cómo podríamos dividir el texto?

2. ¿Cuál es el asunto más importante en cada parte?

2.2. Mirar la situación de la comunidad


En el texto que leemos encontramos muchas advertencias y alertas ante los
peligros que amenazan a la fe cristiana.

/. La comunidad de los colosenses ¿en qué situación estaba viviendo?

2. ¿Qué soluciones le ofrece la carta?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


"Si habéis resucitado con Cristo, buscad lo de arriba... aspirad a lo de arriba,
no a lo terreno. Pues habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo
en Dios" (cf. Cl 3, 1-2).
La carta a los Colosenses es bastante realista. Con los pies en la tierra. Esta
Palabra de Dios nos habla a nosotros sobre la realidad que vivimos.
Compartamos el mensaje que nos trae hoy la Lectura Orante.

/. ¿Qué significa para nosotros la certeza en la fe de que nuestra vida está


escondida con Cristo en Dios, en el contexto en que nos encontramos de
amenaza permanente a la vida?
221
2. ¿Qué actitudes concretas de conversión debemos asumir si queremos
vivir como resucitados en Cristo?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. Celebremos con alegría y gratitud las fuerzas y luces que hoy hemos encontrado
para nuestra vida. Utilizar algún símbolo religioso de los indios antes de la llegada
de Colón a América.

2. Asumir entre todos un compromiso concreto que anime nuestra fe y entusiasme


nuestra vida.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro seguiremos el estudio de los Hechos de los Apóstoles, que


muestra cómo las primeras comunidades cristianas se expanden por la fuerza de la
Palabra del Espíritu. El texto de estudio es: Hch 25, 1-12. Conviene leer el Subsidio
18 para aprovecharnos más en la reunión.

2. Distribuir las tareas entre los participantes. No olvidarse de que alguien se encargue
de preparar la celebración final del encuentro.

222
SUBSIDIO 17 REIIGIOSIDAD POPUIAR,
DOCTRINAS EXTRAÑAS,
ANUNCIO DE LA BUENA NOTICIA

Los discípulos de Jesús y las primeras comunidades son enviadas a anunciar la


Buena Noticia del Reino de Dios. Fuera de las fronteras culturales y geográficas del mundo
judaico vivieron el desafío de leer el mensaje de Jesús en las diferentes culturas de la
época.
Hoy tenemos el mismo desafío. Vivimos en un continente pluricultural. Esto, por
una parte, significa una gran riqueza y variedad de símbolos culturales y religiosos. Pero,
por otra parte, encontramos dificultad para releer nuestra historia y descubrir nuestra
identidad cultural y religiosa como pueblo latinoamericano.
La primera evangelización de América Latina combatió, en la práctica, la existencia
de los símbolos culturales y religiosos que tenían los moradores originarios del continente,
conocidos como indígenas. Hasta hoy llegan los reflejos de ese modo de pensar la
evangelización, el anuncio de la Buena Noticia. En la relectura de los 500 años de le
evangelización notamos una fuerte reacción contra la romanización. Se ha dado una
vuelta consciente hacia la valorización de la cultura y religiosidad autóctona.
Es importante tomar nota de que estamos al final de un milenio. La historia nos
enseña que siempre es un tiempo propicio para el surgimiento de ideas apocalípticas y
espiritualistas. Con ellas surgen muchas doctrinas y diferentes creencias, llamadas por lo
general sectas.
En ese contexto surgen algunas preguntas fundamentales: ¿qué es el diálogo inter-
religioso y qué es la manipulación religiosa? ¿Cuál es el método adecuado para evangelizar
las masas populares? ¿Cómo lidiar con el poder de la seducción y de la manipulación
religiosa de muchas sectas? ¿Cómo continuar hoy el movimiento de Jesús que se convierte
en praxis en la vivencia comunitaria?

CLARIFICANDO ALGUNOS CONCEPTOS

Religiosidad Popular

La religiosidad popular es una predisposición de apertura, sed de conocimiento que


el pueblo tiene de Dios, aun antes de cualquier anuncio explícito. Por esta religiosidad, el
pueblo es vuherable y receptivo a la propuesta del Evangelio de Jesús, al anuncio de la
Buena Noticia
223
El pueblo es religioso. Las señales de su religiosidad popular aparecen a cada instante:
cuando alguien hace la señal de la cruz al pasar frente a una iglesia, cuando al despedirse
se le desea: "¡Vaya con Dios!"
De hecho, no son los conceptos racionales y la práctica de la "religión ortodoxa" los
que dan fuerza al pueblo para aguantar la dureza de tanta injusticia y sufrimiento de cada
día. Hay otras fuentes donde el pueblo bebe y saca fuerza para el caminar en el deseo de
religar todas las cosas con Dios. Es el mismo Dios de la Vida que camina con su pueblo
rumbo a la Tierra Prometida.
Fiestas, peregrinaciones, romerías, devociones, música, todo forma parte del gran
potencial religioso presente en el pueblo latinoamericano. Este potencial proviene del
conjunto de muchas culturas y de la convergencia de variados ritos religiosos, indígenas,
afro-americanos, por ejemplo, el candomblé entre otros. Rescatar y valorizar la riqueza de
la religiosidad popular es un desafío permanente para los que siguen el camino de Jesús.

¿Religión o Secta?

La religión no es secta. Un grupo religioso se convierte en secta cuando comienza a


cerrarse dentro de sí mismo y su proyecto de salvación. Se da cuando sus miembros
comienzan a creer que sólo ellos tienen la verdad y van al cielo: los demás son pecadores.
Sólo ellos conocen la verdad y son santos.
El miembro de una secta tan sólo pretende ser espiritual y acaba volviéndose inocente,
desligado y alienado del mundo, de los problemas que afligen al pueblo: "No mire la
crisis, mire a Jesús".
Peor aún cuando estos grupos fanáticos explotan al pueblo para quitarle aun lo poco
que le queda para su sustento en trueque por una supuesta salvación espiritual. En algunas
sectas, además del diezmo, se les cobra el rescate de salvación a precio altísimo.
Ninguna religión está libre de tener tendencias sectarias. Ni la religión católica. Por
eso todas las religiones deben permanecer siempre en la dinámica del camino, como nos
enseñan los Hechos de los Apóstoles. Esto implica revisión permanente de sus expresiones
simbólicas y manifestaciones religiosas.

Es necesario discernir

Los temas propuestos nos dicen que es tiempo de discernir y no de juzgar.


Creemos que el Espíritu Santo sopla donde quiere y como quiere. Las semillas del
Evangelio ya está sembradas en todas las culturas y por todas partes, por el Espíritu de
Dios. Hemos aprendido esta convicción de fe a partir de la experiencia de las primeras
comunidades cristianas. Pero es necesario discernir.
2S4
En la comunidad de Colosas había una situación muy parecida a la que vivimos hoy
en nuestras comunidades. Las especulaciones filosóficas fueron consideradas vacías,
engañosas y esclavizadoras por el autor de la carta a los Colosenses (Cl 2, 8).
El autor alerta aun sobre un grupo religioso que da culto a los ángeles. Otros tienen
como criterio de discernimiento la influencia de "elementos de este mundo" y no de
Jesús.. La carta advierte sobre una falsa RELIGIOSIDAD aparente que está destinada a
desaparecer por desgaste, como preceptos y enseñanzas de hombre y no de Dios (Cl 2, 22-
23). La búsqueda de otras plenitudes al margen de Cristo, la única plenitud, es la gran
preocupación que está detrás de la carta a los Colosenses.
A pesar de todas estas dificultades, fruto de la mezcla de grupos religiosos de la
ciudad de Colosas, el autor de la carta concluye que el mayor criterio evangélico es este:
"Cristo es todo en todos" (Cl 3, 11). Queda por preguntar si ese criterio es antagónico o
sintetiza la diversidad cultural y religiosa vivida por la comunidad de Colosas.

¡Cristo es todo en todos!

Esta afirmación es la culminación de todo lo dicho. Acabar las divisiones entre


griegos y judíos, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavo y libre. En esta
lista de reconciliados en Cristo el autor postpaulino, desgraciadamente, se comió un par
de palabras "hombre y mujer" (Gl 3, 28).
¡Cristo es todo en todos! He aquí la referencia mayor para cualquier cultura, grupo
religiosos o teoría filosófica. Viviendo de acuerdo a este criterio sabremos dialogar con
personas de otras sectas religiosas sin convertirnos en sus adeptos. No podemos perder
la oportunidad de vivir libremente como hijas e hijos de Dios, abiertos al amor, al diálogo,
firmes en la fe y la esperanza de un mundo mejor, en la lucha por una NUEVA SOCIEDAD
JUSTA Y FRATERNA donde CRISTO, de hecho, pueda ser "TODO EN TODOS" (Cl 3, 11). La
semilla de la Palabra de Dios ya está sembrada.

La semilla de la Palabra de Dios, ya está presente

Creemos que la semilla de la Palabra de Dios ya está presente en todas las culturas.
Es necesario reconocer esta semilla y fomentar las condiciones para que crezca y fructifique.
En conclusión podemos decir que ninguna cultura, como también ninguna creencia
religiosa, es tan completa, en sí misma, que en ella se pueda agotar la Buena Noticia, el
evangelio de Jesucristo. Por otra parte, ninguna cultura o religión es tan insignificante
que no contenga ya en sí la semilla de la Palabra de Dios revelada plenamente por Jesús.

225
GUIÓN 18 EXPANSIÓN
POR IA DEFENSA
DE IOS DERECHOS

"¿Has apelado al César, irás al emperador!" (Hch 25, 12)

Texto de estudio: Hch 25, 112

PUNTO DE PARTIDA

Compartir brevemente cómo la Lectura Orante va transformando nuestra vida y


cómo hemos vivido el compromiso asumido en la última reunión.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Dios se revela a través de mediaciones humanas, en nuestra vida se dan


acontecimientos que no entendemos cuando estamos metidos en ellos todavía con la
cabeza caliente. Sólo después, en una relectura de estos hechos de nuestra vida, reconocemos
que allí se manifestó Dios.
Toda la expansión del Evangelio, como la narra Lucas en los Hechos de los
Apóstoles, se dio dentro de la dinámica de una relectura de los acontecimientos
desde la fe.
Pablo, en el texto de la Lectura Orante de hoy, nos enseña que necesitamos ir en
la búsqueda de nuestros derechos. Esto es, la voluntad de Dios manifestada en su
Palabra. Ser cristiano no significa ser engañado o ingenuo.

/. ¿Cómo reivindican sus derechos las mujeres, los pobres, los negros, los
sin tierra?

2. Y nosotros, ¿reivindicamos nuestros derechos dentro de la Iglesia?

* Preparar creativamente el ambiente y el corazón para acoger la Palabra de Dios.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hch 2 5, 1 12


226
1.1. Leer el texto en forma dialogada. Uno hace la voz del narrador, otro hace de
Festo; y alguien lee con voz firme lo que dice Pablo.
1.2. Retomar las actitudes y palabras que más llamaron la atención. El texto puede
escenificarse o actualizarse creativamente para hoy. Ayuda a comprenderlo.

2. Leer el texto
2.1. Ver de cerca el texto
Este texto es la preparación del último viaje de Pablo con destino a Roma. El
apóstol reivindica sus derechos como ciudadano romano y apela al César. La
narración histórica de Lucas es interrumpida por la palabras de Festo y de
Pablo.

/. ¿En cuántas partes se puede dividir el texto?

2. En cada parte ¿cuál es el asunto principal?

2.2. Mirar la situación de la comunidad.


El texto es un reflejo de la situación vivida por las primeras comunidades
cristianas. Nos muestra la actitud sabia y aguda de Pablo ante el Tribunal. No
se dejó amedrentar por las amenazas de las autoridades judías que tramaban
su muerte. Conocedor de las leyes sabía que no podía escaparse del proceso
ante el Sanedrín, sino apelando a su privilegio de ciudadano romano. Después
de probar su inocencia con respecto a las acusaciones hechas contra él, dice:
"¡Apelo al César!". La respuesta de Festo después de oír el parecer de su consejo
fue clara: "¡Apelaste al César, irás al César!"
Releer el texto para encontrar una respuesta a las siguientes preguntas:

/. ¿Qué conflictos aparecen en el texto?

2. ¿Cómo enfrentó Pablo estos conflictos?

3. ¿Por qué apeló al César?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


El texto no nos proporciona una frase linda o piadosa para meditar, sino cómo
el cristiano debe estar comprometido con la realidad y conocer sus derechos
para reivindicarlos. La fe hay que vivirla con los pies en la tierra, dentro de la
realidad.
227
/. Pablo utilizó su privilegio de ciudadano romano para expandir el
Evangelio. Y nosotros, ¿cómo lidiamos con una vida privilegiada, de
algún modo, en medio de un pueblo sufrido, en su mayoría atropellado
en sus derechos?

2. ¿Cómo la actitud de Pablo despierta en mi y en nosotros interpelaciones


para la conversión y nos confirma en la fe?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Quien se encargó de preparar la celebración final del encuentro puede dinamizar


creativamente este momento.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

En el próximo encuentro acompañaremos en parte la vida de las primeras


comunidades en Roma, mediante la Carta de Pablo a los Romanos. El texto para la Lectura
Orante es: Rm 8,18-38. Para aprovecharlo más, conviene leer la Introducción al Bloque V
y la Carta a los Romanos.

22B
SUBSIDIO 18 CONVERSIÓN DE PABW
Y SU IMPORTANCIA EN IA VIDA DE FE

Cuando leemos el relato de la conversión de Pablo, en los Hechos de los Apóstoles,


nos queda la impresión de que en su vida cambió todo, en un abrir y cerrar de ojos. La
realidad fue otra; la conversión es siempre un proceso.
Conversión no significa un cambio mágico en la vida de una persona. Aunque implica
un cambio radical, la conversión está acompañada siempre por un proceso de vida, que se
da poco a poco. Exige ruptura y continuidad. Requiere un cambio de mentalidad, de
comprensión y del corazón, que se traduce en una nueva praxis. Veamos cómo sucedió
esto en la vida de Pablo.
El autor de los Hechos de los Apóstoles da mucha importancia al episodio de la
conversión de Pablo, no como un acontecimiento personal, sino como un viraje histórico
en la expansión del Camino y de la Palabra de Dios. Narra tres veces cómo se dio la
conversión repentina en el camino de Damasco (Hch 9, 1-19; 22, 5-16; 26, 9-18). No
informa nada sobre la conversión prolongada, o sobre el lento proceso de maduración
que se extendió por trece años. Son 13 años de silencio. En las cartas que escribe Pablo
a las comunidades cristianas encontramos un pequeño espejo y reflejo de este tiempo
oculto de su vida.

EL CAMINO
DE DAMASCO

Pablo tendría unos 28 años de edad cuando viajaba hacia Damasco con las credenciales
del sumo sacerdote, para traer presos a cuantos encontrase perteneciendo al Camino,
tanto hombres como mujeres (cf. Hch 9, 1-2).
Damasco dista de Jerusalén 250 kilómetros. Por su belleza se la llamaba la "perla del
oriente", o el "ojo del desierto". Allí, en la encrucijada de grandes caravanas comerciales,
existía una floreciente colonia judía, con sinagogas propias. El sumo sacerdote, presidente
del Sanedrín de Jerusalén, ejercía la autoridad central sobre las comunidades judías de la
diáspora. El Imperio Romano concedía cierta jurisdicción al Sanedrín sobre los judíos en
lo referente a cuestiones religiosas. El hecho de que Pablo tuviera en sus manos credenciales
del sumo sacerdote significa que no solamente era en nombre propio, sino que la
persecución de los cristianos formaba parte del plan de las autoridades judías en
connivencia con el Imperio Romano.

223
Esta descripción inicial de las circunstancias que llevaban a Pablo a Damasco sirven
para demostrar el contraste y el viraje total que se dio en su vida y en la historia de las
primeras comunidades cristianas.

GRATUIDAD DIVINA...
UNA LUZ, UNA CAÍDA, UNA VOZ...

Súbitamente el camino de Pablo hacia Damasco lo interrumpió una luz venida del
cielo, que lo hace caer en tierra y oír una voz. Esta descripción de elementos y fenómenos
que rodean a Pablo y actúan sobre él muestran que la conversión no fue primariamente
una decisión de Pablo, sino una iniciativa divina.
Tirado en el suelo, Pablo oye una voz: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" (Hch 9,3-
4). Pablo pregunta: "¿Quién eres Señor?" Jesús se auto-presenta: "Yo soy Jesús, a quien tú
persigues" (Hch 9, 5). Jesús aquí se identifica con la comunidad perseguida, con los discípulos
y las discípulas que siguen el mismo Camino que El trilló. Colocándose de parte del perseguido,
Jesús desaprueba al perseguidor. Las credenciales que Pablo había conseguido del Sanedrín
no tienen valor, no le daban ninguna autoridad. Estaba caído en el suelo.
Jesús no deja a Pablo sin perspectivas, sino que lo invita a levantarse y a ir al
encuentro de los hermanos: "Ahora levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que has
de hacer" (Hch 9, 6).
Pablo se levantó, pero, aun con los ojos abiertos, no veía nada. Fue llevado de la
mano hasta la ciudad de Damasco donde permaneció tres días sin ver, ni comer o beber.
Se invirtieron los papeles. El líder fue conducido de la mano por los liderados (Hch 9, 8).
La conversión de Pablo se inscribe en la misma línea de los profetas. Como Jeremías,
Pablo podía decir: "Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste, rae violaste" Qr
20, 7). Caído en tierra se entrega.
Como Ezequiel, Pablo cayó por tierra al ver la luz de la gloria de Yavé (Ez 1, 27-28).
Luz tan fuerte que lo dejó ciego. Su ceguera y los tres días sin comer ni beber (Hch 9, 8-
9) simbolizan los tres días de oscuridad y de muerte anteriores a la resurrección.
Con este relato dramático y simbólico que lo pone a Pablo en total dependencia, el
autor de los Hechos de los Apóstoles subraya la libre y gratuita iniciativa de Dios.

PARTICIPACIÓN HUMANA

Además de la iniciativa divina, la conversión requiere la participación humana, no


sólo de la persona, sino también de la comunidad. La intromisión de Ananías en el
proceso de la conversión de Pablo es preparada por medio de visiones del mismo Jesús
que se encontró coa Pablo en el camino de Damasco (Hch 9, 10-19).
23D
Ananías aparece como quien ya reconoce la voz del Señor. Al oír su nombre:
"¡Ananías!", él responde inmediatamente: "¡Aquí estoy, Señor!". Recibe a continuación la
misión de ir al encuentro de Saulo de Tarso, que se encuentra en Damasco.
Ananías está bien informado sobre la situación de Pablo y vacila en cumplir la
misión recibida. Pero el Señor, insiste: "Ve, que ése es mi instrumento elegido para difundir
mi nombre entre paganos, reyes e israelitas. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi
nombre" (Hch 9, 15-16).
Entonces Ananías fue al encuentro de Pablo en Damasco. Entra en la casa, le impone
las manos y le dice: "Hermano, me envía el Señor Jesús, el que se te apareció cuando
venías, para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo" (Hch 9, 17).
Con este gesto Pablo era acogido en la comunidad de "hermanos", de los discípulos
seguidores del Camino del Señor. De ahí en adelante comienza su lucha en favor de los
cristianos que antes perseguía. Una lucha que provocó muchos conflictos y exigió cultivar
una profunda mística.

LO "NUEVO" SIEMPRE SUCEDE


EN LA DINÁMICA DE RUPTURA Y CONTINUIDAD

Mirando a la conversión de Pablo, vemos una clara línea divisoria en su vida. Hay un
antes y un después del camino a Damasco. La primera impresión que da es de ruptura total.
Todo se quebró: el proyecto de vida, la observancia de la ley judaica, en fin, todo lo que
había aprendido desde niño a los pies de Gamaliel. Se desmoronó el mundo en que vivía.
Pero, es exactamente en el momento de la ruptura, de la caída, cuando aparece Dios.
Este interviene en la historia de Pablo. No lo deja sin perspectivas. Esta experiencia de la
fuerza y la bondad de Dios fue una luz tan poderosa que lo dejó ciego. Esta no entraba en
el cuadro de su comprensión de Dios quien provocó la ruptura. Ahora Pablo no confía en
aquello que él hace por Dios, sino sólo en lo que Dios hace por él. Ya no pone su seguridad
en la observancia de la ley, sino en el amor de Dios por él (Gl 2, 20-21; Rm 3, 21-26).
Lo "nuevo" que provoca este giro radical en la vida de Pablo está marcado por el
encuentro con Jesús. Esta experiencia se convierte en el núcleo central de su fe y de la
evangelización de las comunidades cristianas. A los filipenses les escribe: "Lo que para mi
era ganancia lo tuve por pérdida por amor de Cristo" (Flp 3, 7).
Pablo habla muchas veces de la experiencia de su conversión como un proceso que se
completó de parte de Dios, pero continúa incompleto en él: "No es que lo haya conseguido ya
ni que sea ya consumado; yo continúo para alcanzarlo como Cristo me alcanzó" (Flp 3,12).
"Ser alcanzado por Cristo" queda como la experiencia fundante del amor gratuito de
Dios que va a orientar la vida de Pablo y a sostenerlo en las crisis, dificultades y sufrimientos
que vendrán. Es la fuente nueva de espiritualidad a la que siempre puede volver. De ella
231
brota una "poderosa energía" (Cl 1, 29) que impulsa su vida y su misión. Nadie logra
extinguir este fuego que arde y nunca se consume (cf. Ex 3, 1-12; Jr 20, 9; Le 24, 42).
Dentro de la misma experiencia de ruptura, Pablo tiene la seguridad de que es el
mismo Dios a quien buscaba alcanzar antes por medio de la observancia de la ley y de la
justificación y lo alcanzó de un modo gratuito. Dios, que es mayor que cualquier ruptura,
es garantía de la continuidad. La ruptura se dio para que el proyecto de Dios pudiese
tener continuidad "conforme a las Escrituras" (ICor 15,3; Hch 17,2-3; 18,28). La conversión
a Cristo significó para Pablo un cambio profundo en su vida, pero no un cambio con Dios.
Pablo continuó fiel a su Dios. Continuó fiel también a su pueblo. Haciéndose cristiano no
deja de ser judío. ¡Todo lo contrario! Fue el querer ser fiel a las esperanzas de su pueblo
y a las promesas de su Dios que lo llevó a aceptar a Jesús como el Mesías y Señor.
Reconoció en Jesús el SI de Dios a las promesas hechas a su pueblo en el pasado (2Cor 1,
20). Recupera así las raíces originales del judaismo con la nueva clave de lectura: Jesús el
Cristo es el Señor (Hch 25, 12).
La conversión de Pablo nos enseña muchas cosas. La fidelidad al Evangelio debe
llevarnos a una mayor fidelidad al pueblo. Dios habla en los acontecimientos de la historia
y nos invita a leer sus señales y a permanecer en un proceso continuado de conversión.
Lo nuevo solamente es engendrado en la dinámica de ruptura y continuidad: "Solo es
duradero aquello que se renueva todos los días".

FUERZAS Y DEBILIDADES DE PABLO


Y SU INFLUENCIA EN LA VIDA DE LAS COMUNIDADES

Ser un convertido no quiere decir ser santo. Aun después de la conversión, Pablo
sigue siendo un hombre normal: santo y pecador. Tenía sus fuerzas y flaquezas. El mismo
lo reconocía: "Cuando soy débil entonces soy fuerte" (2Cor 12, 10). Pablo se reconocía
débil cuando reconocía sus límites y condicionamientos humanos. Pero después de la
caída en el camino a Damasco, hace ahí la experiencia de que Dios puede obrar con toda
su fuerza. A partir de esta experiencia, escribe a su comunidad preferida de Filipos: "Todo
lo puedo con el que me da fuerzas" (Flp 4, 13).
Reconocer las debilidades y abrir espacio para la acción de Dios en nosotros es la
gran lección que dejó Pablo, partiendo de su experiencia de conversión, a las comunidades
cristianas de su tiempo y para nosotros hoy.

VIDA RELIGIOSA Y CONVERSIÓN

En fin, podemos preguntarnos: ¿en qué y hasta dónde la conversión de Pablo interpela
a nuestra vida cristiana?
232
La vida cristiana es un permanente estar en camino, en el seguimiento creativo e
inventivo de Jesús. Su lugar no es estable en ninguna estructura. Con su estilo de vida
itinerante es un llamamiento a estar atentos a los signos de los tiempos en fidelidad
dinámica al Espíritu Santo. El sopla donde quiere, no sabemos de dónde viene ni a dónde
va(cf.Jn3,8).
Como la vocación y la misión de Pablo, también nuestra vida cristiana y consagrada
tiene su origen en la total gratuidad de Dios. Nuestra fidelidad sólo será dinámica si nos
encaminamos en un proceso permanente de conversión.
¿Cuál es nuestro camino de Damasco hoy? ¿Qué voz escuchamos hoy? ¿Cuáles son
nuestras cegueras? ¿Quiénes son los hermanos, los "Ananías" que nos ayudan hoy a descubrir
un nuevo sentido comunitario para nuestra misión?

233
5S B L O Q U E

"HASTA LOS CONFINES


DEL MUNDO"

"Los hermanos de Roma salieron a recibirnos... Pablo al verlos...


cobró ánimo" (Hch 28, 15)

BREVE HISTORIA DE LA IGLESIA EN ROMA

LOS CRISTIANOS EN ROMA

No sabemos con exactitud cuándo llegó a Roma la Buena Noticia de Jesús. La ciudad
era la capital del Imperio que englobaba a todo el mundo conocido; era el centro
administrativo, militar, político y religioso del mundo occidental; era la gran ciudad "que
reina sobre todos los reinos de la tierra" (cf. Ap 17, 18). "¡Todos los caminos llevan a
Roma!", un dicho popular que resalta la importancia de la gran ciudad. También el
cristianismo siguió el camino que llevaba a Roma.
Al comienzo de la era cristiana la ciudad tenía cerca del millón de habitantes
esparcidos en varios barrios. Existía una colonia judaica numerosa con cerca de 40,000
miembros organizados en torno a once sinagogas. Es muy probable que alguno de estos
judíos fueran los que llevaron a Roma el mensaje de Jesús. En Roma, en un comienzo,
se confundían los judíos con los cristianos. Podemos afirmar que próximo a los diez
años después de la resurrección, ya existía en Roma una comunidad cristiana. Esta
comunidad tuvo conflictos con otros judíos de la ciudad y la causa, según un historiador
romano, era "un tal Chresto" (Cristo). Cuando el emperador Claudio, debido a las
peleas, expulsó a los líderes judíos de Roma en el año 49 d.C, también expulsó a los
líderes cristianos como el matrimonio Prisca y Aquila a quien Pablo encontró en Corinto
(cf. Hch 18, 1-3; Rm 16, 3-4).
Al principio, pues, se dio un período en que los cristianos se confundían con los
judíos, inclusive tenían los mismos privilegios en comparación con otros pueblos
conquistados. Por ejemplo, podían enviar donativos a Judea, estaban dispensados de
hacer tareas públicas los sábados, de rendir culto al emperador y servir en el ejército, lo
que incluía un juramento de fidelidad al emperador.
234
Por otra parte, los romanos al confundir judíos con cristianos, juzgaban que sus
peleas internas entre los dos grupos deberían resolverse en las sinagogas (Hch 18,
12-16). Debido a esto, los cristianos no podían apelar a los tribunales y asambleas
populares, y por eso no tenían protección jurídica.

LAS COMUNIDADES

Por la carta de San Pablo a los Romanos, sabemos que los cristianos se reunían
en casas, como en la de Aquila y Prisca (Rm 16, 3-5), en la casa de Aristóbulo (cf.
Rm 16, 10), en la de Narciso (Rm 16, 11), en la de Hermas (Rm 16, 14), en la de
Olimpia (16, 15). También sabemos que los trabajos de la comunidad eran
distribuidos entre hombres y mujeres, ya que Pablo habla de la diaconisa Febe (Rm
16, 1), de la apóstol Junias (Rm 16, 7), de María (Rm 16, 6), de Julia y de la
hermana de Nereo (Rm 16, 15).
No sabemos cuándo los gentiles comenzaron a integrar las comunidades en
igualdad con los otros cristianos oriundos del judaismo. Este hecho hace estremecer
las relaciones al interior de la comunidad. Las tensiones entre los judeocristianos y
los cristianos provenientes del paganismo hicieron que algunos propagasen chismes
con respecto a Pablo y a su trabajo entre los gentiles (cf. Rm 16, 17-18). Este grupo,
argumentando con la carta de Pablo a los Gálatas, acusaba al Apóstol de que revocaba
la Ley de Moisés y que menospreciaba la observancia de la Ley y las costumbres
judaicas. Este hecho fue el que indujo a Pablo a escribir la carta a los Romanos
para corregir las falsas interpretaciones dadas sobre su enseñanza.
La tradición sostiene que Pablo, y luego Pedro, estuvieran en los comienzos de
la Iglesia en Roma, pero sabemos que históricamente no fue así. Pablo escribe a
una comunidad que no fundó, y en la carta a los Romanos manifiesta su voluntad
de ir a Roma. Pero esto recién sucede con su prisión. El estuvo en Roma en prisión
domiciliaria entre los años 58 y 60 d.C. También es probable que Pedro haya
llegado a Roma por esta época. La capital, dada su importancia, atrajo también a
otros misioneros como Marcos y Silas o Silvano (cf. lPd 5, 12).
La comunidad cristiana de Roma, viviendo en el centro del Imperio, sufrió
muchas tribulaciones por conflictos con las autoridades imperiales. Muchas de las
persecuciones de las que oímos hablar tan sólo tocaban a la comunidad cristiana
de Roma. La primera, la promovida por el emperador Nerón (66/67 d.C.) creó la
situación que ya conocemos por el estudio del evangelio de Marcos (Cf. volumen 5,
de esta colección). La persecución desencadenada por el emperador Domiciano, en
el 95/96 d.C, motivó la reflexión de la comunidad contenida en el libro del
Apocalipsis
235
LIBROS ESTUDIADOS

Los libros del Nuevo Testamento que vamos a estudiar en este bloque son: la carta
importante que Pablo envía a los cristianos de Roma y la pequeña carta de Pablo a
Filemón. Aquí se estudia la carta a Filemón porque trata sobre el tema de la esclavitud. La
esclavitud era la base del imperio romano. Cuestionar la esclavitud, era hacer oscilar a la
columna que sostenía a la sociedad romana.
El proyecto de los cristianos era formar comunidades que se reunían en casas,
desparramadas por las ciudades del Imperio. En este bloque intentamos conocer la realidad
de estas "iglesias domésticas".
En la teología del libro de los Hechos de los Apóstoles, la Palabra camina en dirección
a los confines del Mundo. Veremos, pues, en el último guión la propuesta de una apertura
Universal. También es nuestra misión ser testigos de la Palabra hasta los confines del
mundo de hoy: entre los marginados, los sin tierra, los sin techo, los hambrientos, los
despreciados, todos aquellos que fueron puestos en la marginación por las estructuras
imperiales actuales.

33B
Debido a estas acusaciones, Pablo estaría ya sintetizando por escrito su pensamiento
teológico respecto a la acción gratuita de Dios y sobre la observancia de la Ley como
camino de salvación. La parte principal de la carta a los romanos (Rm 1, 18 - 11, 36) no
hace ninguna referencia a Roma ni a otra comunidad. En verdad, es un escrito independiente
que sirve para cualquier comunidad. Lo que debe haber sucedido es que Pablo pensando
ir a Roma, envió varios de sus estudios escritos en una sola carta para las comunidades
de Roma.
Ahora bien, la comunidad de Roma no había sido fundada por Pablo y por lo mismo,
no tenía en ella amigos y conocidos con quienes podría contar. La comunidad de Roma
era muy antigua y ciertamente provenía de la gran comunidad de los judíos de Roma. La
comunidad, por lo tanto, era más de judíos-cristianos que de gentiles-cristianos. Sin duda
alguna un ambiente hostil a Pablo.
Quizá porque sus enseñanzas en la carta a los Gálatas eran la causa de muchos
problemas con los cristianos de procedencia judía, Pablo retoma esas enseñanzas
explicándolas y comentándolas con detalle. En algunos puntos llega hasta a retomarlos
de una manera más atenuada. En resumen, el contenido de la carta a los Romanos es la
doctrina contenida en la carta a los Gálatas de forma más correcta, ampliada y mejorada.
Por ejemplo, se puede comparar Gl 3, 19-22 con Rm 3, 20; 7, 7-13; o Gl 5, 12-21 con Rm
8, 5-13. El pensamiento es el mismo pero en Romanos está más claro y ameno. Pablo no
repite las expresiones duras que escribió a los Gálatas (cf. Gl 5, 12).
Pero la carta no contiene sólo enseñanzas y doctrinas teológicas. En ella encontramos
una serie de exhortaciones para los integrantes de la comunidad, mostrando que Pablo
estaba bien enterado de los problemas de la comunidad de Roma.

DIVISIÓN BE LA CARTA

Podemos dividir la carta de la manera siguiente:

1) Introducción (Rm 1, 1-15)


a) Un saludo de Pablo (1, 1-7)
b) Acción de gracias introductoria (1,8-15).

2) Parte doctrinal (Rm 1, 16 hasta 11,36)


a) Enunciado de lo que va a tratar (1, 16-17)
b) La revelación de la "justicia de Dios" (1,18 hasta 4, 25)
c) La nueva vida de los "justificados en la fe" (5, 1 hasta 8, 39)
d) La situación de los israelitas arte la novedad traída por Jesús (9,1 hasta
11,36).
238
3) Parte exhortativa (Rm 12, 1 hasta 15, 13)
a) Culto espiritual y comunión fraterna (12, 1-21)
b) El comportamiento ante las autoridades del imperio (13, 1-7)
c) El amor en la vida del cristiano (13, 8-14)
d) El respeto al prójimo (14, 1 hasta 15, 1).

4) Saludos finales (Rm 15, 14 hasta 16, 27)


a) Pablo defiende su ministerio (15, 14-21)
b) Proyecto de viajes futuros (15, 22-33)
c) Recomendaciones y saludos a los romanos conocidos (16, 1-16)
d) Advertencias (16, 17-20)
e) Saludos de los compañeros de Pablo (16, 21-23)
f) Glorificación final (16, 25-27).

TEMAS DE LA CARTA

La carta a los Romanos es un texto muy difícil de leer. Los temas tratados nos
parecen fuera de época, sin decirnos nada nuevo. ¿Qué significan para nosotros las
cuestiones sobre el judaismo, la vivencia de la ley y la salvación de Jesucristo? ¿Estos
asuntos no están ya superados?
Sin embargo, la carta no trata tan sólo estas cuestiones, sino otras que influyen
directamente en nuestra vivencia de la fe. La carta a los Romanos ha servido como punto
de apoyo para grandes reformas en la vida del cristianismo. San Agustín después de leer
esta carta cambia radicalmente de vida. Lutero inicia la Reforma a partir de sus reflexiones
sobre la carta a los Romanos.
De modo que tenemos que ver algunos temas que son fundamentales en esta carta
de Pablo. Estos temas o claves de lectura en realidad nos dan un esquema para un estudio
más completo de la carta.

A. Rm 1-8 Clave n2 1: el Evangelio de Pablo.


Clave n2 2: Gratuidad de la Fe y la observancia de la Ley.
Clave n2 3: ¿Fe u obras?
Clave n2 4: Vida en el Espíritu.

B. Rm 9-11 Clave n2 5: Israel dentro del misterio de salvación.


Clave n2 6: La relectura del Antiguo Testamento.

C. Rm 12-16 Clave n2 7: Pablo y la vida comunitaria.


233
1. El Evangelio de Pablo (Rm 1, 16 8, 39).

Pablo es consciente de que transmite y defiende su Evangelio (cf. Gl 1,11; Rm 1,15-


16). Para él, el Evangelio significa la fuerza salvadora de Dios obrando gratuitamente,
llegando tanto a judíos como a gentiles en un proyecto de amor. Este pensamiento teológico
comenzó a desarrollarlo en Gálatas, pero adquiere una forma más definitiva en Romanos.
Esta reflexión de Pablo ocupa la parte principal de la carta. Para tener una visión mejor
del conjunto vamos a dividirlo con mayor claridad:

El tema general desarrollado: el Evangelio es la fuerza de Dios para salvar a


todos (1, 16-17).

Los gentiles y su modo de vida. Ciegos por la idolatría no perciben la presencia


de Dios en la Creación y viven en la injusticia y en el pecado (1, 18-32).

Los judíos y su modo de vida. Ciegos por la ley, no conocen a Dios y también
viven en la injusticia y en el pecado (2, 1-11).

Ni la ley ni la circuncisión son caminos que garantizan la salvación. Convertirse


al judaismo farisaico no da garantía alguna de salvación (2. 12-29).

Ante Dios no hay pueblo privilegiado, ya que todos, judíos y gentiles, son
pecadores. Esto significa que, para Pablo, todos vivimos en la injusticia, o sea,
no vivimos de acuerdo al plan de Dios (3, 1-20).

La justicia de Dios, la nueva manera de vivir como justos, se realiza en la fe en


Jesús el Cristo (3, 21-31).

Abraham es el ejemplo de alguien que, en la fe, espera contra toda esperanza,


convirtiéndose de este modo en modelo del justo (4, 1-25).

Nuestra esperanza es vivir y morir como Cristo: así resucitaremos con El (5,1
hasta 6, 11).

Vivir en Cristo es estar bajo el dominio de la gracia de Dios (6, 12-23).

Por la gracia de Dios el cristiano es liberado de la ley y del pecado (7, 1-


25).
24Q
La propuesta de Pablo: la vida nueva en el Espíritu (8,1-39). Esta propuesta se
explícita en la clave n2 4.

2. ¿Gratuidad de la Fe y observancia de la Ley?

Este tema será siempre una cuestión fundamental para la lectura de la carta a los
Romanos y para la vivencia del evangelio en cualquier tiempo y lugar. Según Pablo los
judíos se encerraron en una observancia ciega, despreciando la gratuidad del amor de
Dios (cf. 3, 21-31). En la carta recuerda Pablo que la Ley, por sí sola, no tiene ningún
valor. No se le pone a Dios contra la pared diciéndole: "¡He cumplido con todo lo prescrito!
Por lo tanto ¡estoy salvado!". Nadie se salva a sí mismo con el cumplimiento de preceptos
legales (cf. 9,14-24). Pablo combate la idea de que alguien pretenda salvarse a sí mismo.
Nadie se justifica cumpliendo preceptos legales. La justificación no proviene de las obras
prescritas en la Ley.
Para Pablo, Jesús resucitado es la prueba mayor del amor gratuito de Dios. Este amor
gratuito es el que salva a todos. Por ejemplo, a los gentiles. Ellos nada hicieron para Dios
y, sin embargo, Dios les propone la salvación en la persona de su Hijo Jesús. Quien cree en
Jesús, encuentra la salvación de Dios (10,10). ¡No necesita ninguna Ley! Los gentiles que
no merecían nada de parte de Dios encuentran también ahora la salvación. Para Pablo,
este es el Evangelio: una Buena Noticia para gentiles y judíos.

3. ¿Fe u obras?

Este tema, ligado al anterior, también es muy polémico, especialmente después de la


Reforma Luterana. Lutero afirmaba que sólo la fe salva y no las obras. Por supuesto que
aquí no discutimos estas cuestiones entre católicos y luteranos. Pero nos importa
comprender lo que Pablo quiere decir al afirmar "lo que no brota de la fe es pecado" (Rm
14, 23).
Para comprender el pensamiento de Pablo tenemos que entender la cuestión de los
fariseos que practicaban las buenas obras de la Ley con la seguridad de conseguir la
salvación de Dios. Para los fariseos el justo es siempre un justificado por Dios mediante la
observancia de los preceptos legales. Esta actitud legalista ya la había condenado Jesús
(Mt 23, 1-7). El alerta que lo que aquí hace Pablo no significa la condenación de las
buenas obras, sino la comprobación de que prenderse a las buenas obras hechas, puede
ser tan fatal como transgredir las normas legales. Pablo concluye: "razonamos que el
hombre recibe la justificación por la fe, independientemente de las obras de la Ley" (Rm
3, 28).

241
4. Vida en el Espíritu

Pablo ve la vida cristiana como la vida de gente liberada por la acción del Espíritu
Santo (cf. Rm 8,1-4). Quien es bautizado, ya vive "según el Espíritu" (8,4) y no "según la
carne". Pablo opone el espíritu a la carne. Para Pablo "carne" significa vivir de acuerdo a
la mentalidad de la época. La cultura greco-romana, con actitudes opuestas al plan de
Dios, vive en la idolatría, lejos de Dios. Por esto "carne" no significa "cuerpo", sino
pecado y esclavitud.
Vivir en el Espíritu, por lo contrario, es la vida de los que son hijos de Dios. Estos,
adoptados como hijos en Jesucristo (Rm 8, 15), tienen una relación nueva con Dios,
relación nueva que se traduce en actitudes prácticas como la vida en comunidad, en su
actitud ante la sociedad sumergida en la esclavitud, en el pecado y en la muerte. El
cristiano vence todo esto, gracias a aquel que nos amó (Rm 8, 37).

5. Israel entra en el misterio de salvación

Pablo era judío. Después de una experiencia personal descubre la acción gratuita de
la salvación de Dios en Jesucristo y cambia de vida. Para él, el gran misterio de ver a sus
hermanos en la fe rechazando la propuesta ofrecida por Dios, crucificando a Jesús, era un
interrogante doloroso (9,1-5).
Intenta resolver este problema escribiendo un artículo sobre la relación entre judíos
y cristianos. Este estudio es una unidad independiente dentro de la carta a los Romanos:
Rm 9 hasta el 11.
Pablo perfila al verdadero Israel, los descendientes legítimos de Abrahán: los que
heredan la verdadera fe de Abrahán (9, 6-13). Los que heredan la fe de Abrahán reciben
la misericordia de Dios. Dios, en su plena libertad, es misericordioso a quien le agrada (9,
14-29). Los gentiles reciben también esta misericordia y llegan al conocimiento de Dios.
Sin embargo, la reciben gracias a la fe que viene de los judíos (9, 30 -10, 13).
Si Israel no aceptó el Evangelio, no quiere decir que Dios rechazó a Israel (10,14 hasta
11, 10). Por el contrario, si los gentiles son llamados es para que Israel despierte y pueda
acoger también la acción salvadora de Dios, resucitando también ellos para el Reino (11,11-
15). Los gentiles no deben despreciar a Israel por el momento que pasa. Israel es y será
siempre la raíz histórica. Los gentiles son frutos que se alimentan de esta raíz (11, 16-36).

6. La relectura del Antiguo Testamento

Nuestra cabeza piensa a partir de donde están nuestros pies. Pablo, a partir de su
conversión, de su vida familiar, de su trabajo y de sus orígenes en una comunidad de la
249
Diáspora, pensaba en forma diferente a los seguidores de Jesús que nunca habían salido
de la Palestina. Esta es la razón por qué Pablo pensaba de manera tan distinta a como
pensaba Santiago, por ejemplo. Basta confrontar las posiciones de uno y otro sobre la
figura de Abrahán (cf. Subsidio n-10).
Pablo era fariseo, por opción y formación (cf. Gl 1,14; Flp 3,6). Estudió en Jerusalén,
a los pies del maestro Gamaliel (Hch 22, 3), aprendiendo las normas y reglas de
interpretación de las escuelas rabínicas. Por eso Pablo lee el Antiguo Testamento de una
manera muy propia. El lee e interpreta la Escritura a partir de su experiencia personal en
medio de las comunidades originadas por su predicación entre los gentiles, a partir de
ciudades y de la cultura greco-romana muy diferentes a las aldeas de la Palestina. Basta
caer en la cuenta en la importancia que da en sus ejemplos a los juegos, propios de las
ciudades griegas (cf. ICor 9, 24-25; Flp 3, 12-14).
Para Pablo la Biblia es el "Antiguo" Testamento (cf. 2Co 3, 14) escrito para nuestra
instrucción y nuestra esperanza (Rm 4,18; 15,4) ayudándonos a percibir la gratuidad de
Dios salvando a todos, judíos y gentiles, en el misterio de Cristo.

7. Pablo y la vida comunitaria

Para Pablo la vida comunitaria supone algunos criterios. En primer lugar, vida cristiana
es vida en el Espíritu (cf. Rm 8). Otro criterio es el respeto al cuerpo, porque el cristiano
es templo de Dios (Rm 12, 1). Un tercer criterio es la vida comunitaria como distintos
cuerpos formando un solo cuerpo en Cristo (Rm 12, 4).
Tal vez hoy estos criterios nos sugieran algún moralismo con respecto a
comportamiento o actitudes (cf. Rm 13, 2). Lo que debemos entender es que en aquella
época ser cristiano era un riesgo, podía terminar en la cárcel o la muerte. Pablo pide a los
seguidores y seguidoras de Jesús que tengan un proceder digno, de acuerdo a la situación
de quien debe estar pronto para encontrarse súbitamente con Dios en un contexto de
persecución. Para Pablo enfrentar al imperio no significa solamente enfrentarse a las
autoridades, sino también al sistema de vida, a la ideología, a la religión de las ciudades,
a las instituciones.
Pablo señala que en toda comunidad hay "fuertes y débiles". Para Pablo los "débiles"
son quienes no están abiertos a la radicalidad de la acción de Dios y todavía están atrapados
por las prácticas religiosas superadas del judaismo (Rm 14, 1) hasta 15, 13). Los fuertes
han de aguantar la flaqueza de los débiles (15,1), pero la debilidad de algunos dentro de
la comunidad no puede ser un obstáculo a la evangelización: ¡es necesario vivir, no para
sí, sino pira el Señor!" (cf. 14, 6-8).

243
GUIÓN 19 LOS DOLORES DE PARTO
DE LA NUEVA HUMANIDAD

"¿Quién nos apartará del amor de Cristo?" (Rm 8, 35)

Texto de estudio: Rm 8, 18-39


Texto de apoyo: Cl 1, 13-20; Ef 1, 3-23

PUNTO DE PARTIDA

Iniciamos un nuevo capítulo: el estudio de la iglesia en Roma. Hagamos un breve


ejercicio de memoria recordando el camino de la Palabra hasta aquí.

Invocar las luces del Espíritu Santo.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

El texto que vamos a estudiar hoy es el punto central de la reflexión de Pablo en su


carta a la comunidad en Roma. El escribe mostrando la fidelidad de Dios en realizar todas
las promesas hechas al pueblo enviando a su Hijo Jesucristo.
Sin embargo las palabras de Pablo traen un cuestionamiento. Después de tanto
tiempo, la Humanidad sigue aún sufriendo dolores de parto porque espera el
nacimiento de un Mundo Nuevo. Estos dolores de parto están provocados por el
Antiguo que muere cuando el Nuevo aún está naciendo. Vivimos, como nunca, el
momento transitorio de crisis, donde las seguridades son rechazadas como superadas
y las novedades son rechazadas por el miedo y la desconfianza. ¡Parece que nunca
llega la Nueva Creación!

/. ¿Qué señales nos indican la presencia de una Nueva Humanidad que


está surgiendo en nuestra sociedad?

2. ¿Qué motivos tenemos para vivir esperanzados en la realización de las


promesas de Dios?

Nos preparamos para recibir a la Palabra cantando una canción apropiada.


2-44
2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Rm 8, 18 39


1.1. Leer atentamente el texto.
1.2. Repetir de memoria los versículos más significativos.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de la carta.
El capítulo 8 de la carta de Pablo a los Romanos forma una unidad. En ella
Pablo intenta demostrar a los lectores y lectoras las evidencias del surgimiento
de la Nueva Creación por la acción del Espíritu de Dios. En este capítulo él
muestra:
1. la nueva vida en el Espíritu (8, 1-13);
2. somos todos hijos y herederos (8, 14-17);
3. esperamos al Mundo Nuevo (8, 18-27);
4. el proyecto de Dios en realización (8, 28-30);
5. nada nos impedirá vivir con Dios (8, 31-39).

Con estas explicaciones Pablo cierra la exposición sobre su Evangelio.

/. Busque en el texto cuántas veces aparece la palabra "espíritu" y con qué


significado.

2. Destaque otras palabras claves que definen mejor las ideas de Pablo.

2.2. Mirar la situación de la Comunidad.


Al dirigirse a la comunidad por medio de una carta, Pablo intenta transmitir
esperanza y, al mismo tiempo, convoca a todos a enfrentar las dificultades de
la hora presente, porque está en marcha el proyecto de Dios.

/. Intente por medio del texto descubrir las angustias presentes en las
comunidades de Roma.

2. ¿Qué quiere decir Pablo con 'predestinados'? (cf. Rm 8, 28-30).

2.3. Escuchar el mensaje del texto.


"Si Dios está de nuestra parte ¿quién estará en contra?" (Rm 8, 31). "Nada nos
podrá separar del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús" (Rm 8, 35). Al
245
enviar a su Hijo el mismo Dios asume las realidades humanas, cortando de
raíz lo que impedía el triunfo de su plan de amor. La realización de las promesas
divinas apuntan hacia un Mundo Nuevo donde todos los seguidores y seguidoras
de Jesús se convierten en herederos de las promesas. ¡Nosotros somos hoy los
herederos de la Promesa, queriendo vivir en la realidad de este Mundo Nuevo!

/. ¿Qué versículo del texto le ha llegado más? ¿Por qué?

2. ¿Qué nos enseña para hoy el texto?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Algunas sugerencias para la celebración.

1. Compartir lo que hemos descubierto.


2. Rezar un salmo o canto apropiado.
3. Asumir un compromiso.
4. Guardar una frase para la vida.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

En la próxima reunión conoceremos la vida de las personas en la comunidad, también


llamadas Iglesias Domésticas. El texto para el encuentro es Rm 16, 1-27.

Para aprovechar bien del estudio dividir las tareas.

246
SUBSIDIO 19 "¿QUIEN NOS SEPARARA?

"Si Dios está de nuestra parte, ¿quién estará en contra?

EL AMOR DE DIOS
EN LA COTIDIANIDAD DE LA VIDA

En los parachoques de los camiones se lee con frecuencia esta frase: "Si Dios está con
nosotros ¿quién estará en contra?". La frase es antigua. Proviene de la carta a los Romanos
(Rm 8, 31). Todavía es más antiguo el tema de la frase. Viene de la fe del pueblo del
Antiguo Testamento: "¡Dios está con nosotros!". La expresión más linda de esta fe es el
nombre de Dios: Yavé, Emmanuel, Dios con nosotros (Ex 3,15). El nombre expresa lo que
el pueblo sentía y vivía: Yavé era una presencia amiga y gratuita, asumida y garantizada
por El en solemne promesa: "¡Yo estaré con Vds.!" (Ex 3, 11). Esta presencia se convirtió
en el centro generador y la certidumbre más profunda de la fe del pueblo de Dios. El
Nombre aparece unas 6,000 veces en el Antiguo Testamento.
El redescubrimiento de esta fe antigua y siempre nueva fue lo que revolucionó la
vida de Pablo. Antes, él buscaba aproximarse a Dios y sentir su presencia apoyándose en
el esfuerzo que el mismo hacía por observar en todo la Ley de Moisés. Pero tuvo que
confesar que no era capaz (Rm 7, 14-23). Angustiado se pregunta: "¡Infeliz de mi! ¿Quién
me librará de esta condición mortal?" (Rm 7, 24). Fue la experiencia del amor de Dios la
que lo liberó de su angustia. Por eso el mismo se responde: "¡Gracias a Dios, por Jesucristo
Señor nuestro!" (Rm 7, 24). Ahora liberado de su angustia puede acercarse a Dios y
experimentar su presencia, no por haber observado la Ley, sino porque Dios, en su bondad,
lo aproximó y lo atrajo. "Porque el amor de Dios se infunde en nuestro corazón por el
don del Espíritu Santo" (Rm 5, 5). Pablo experimentó lo que había anunciado Oseas: "Con
correas de amor los atraía, con cuerdas de cariño" (Os 11, 4).
Esta experiencia invadió la vida de Pablo en todos sus niveles: cabeza, corazón,
voluntad, espíritu, mente, manos, pies. ¡Lo invadió todo! Y comenzó a mirar todas las
cosas a partir de esta nueva experiencia: la vida, la historia, la Ley, las personas, el
trabajo, la gran lucha, el día a día del camino, la misión, al mismo Dios. La experiencia del
amor de Dios está en la raíz de todo. "Si Dios está de nuestra parte ¿quién estará en
contra?" (Rm 8, 31).

247
EL CAPITULO 8 DE LA CARTA A LOS ROMANOS

En el capítulo 7, Pablo describe su sentimiento de incapacidad. Al final del capítulo,


relataba cómo alcanzó la liberación después de un largo y doloroso camino. Ahora, en el
capítulo 8, intenta expresar algo de la nueva experiencia que Dios realizó en él por
mediación de Jesucristo. En el contexto de la carta a los Romanos el capítulo 8 es, por así
decirlo, el descanso, la cima de la montaña donde está el foco que ilumina el camino
hacia atrás (capítulos 1 al 7) y hacia adelante (capítulos 9 al 16). Veamos de cerca la
división del capítulo 8.

8, 1-4: Ley del Espíritu o Ley del pecado. Antes, la Ley condenaba a Pablo como
transgresor y pecador, porque era incapaz de observarla. Ahora, sin mérito de
su parte, se ha liberado del pecado y de la Ley, porque por medio del Espíritu
de Jesús, Dios entró en su vida dándole la convicción de estar en paz con Dios,
acogido por El.

8, 5-13: Vida según el Espíritu y vida según la carne. Antes, Pablo vivía en la
muerte, no era capaz de agradar a Dios. Ahora, por el Espíritu de Jesús
que le fue dado, resucita y pasa a vivir una vida nueva. ¡Pasó de la muerte
a la vida!

8, 14-30: Los efectos de la vida nueva en el Espíritu. Son varios:

1. vv. 14-17: La nueva relación con Dios confiere nueva conciencia de hijo de
Dios. Dios no es un juez distante que amenaza con la Ley en la mano, sino
un Padre que acoge y abraza.

2. vv. 18-25: La nueva vida es semilla de nueva humanidad. Hace mirar la


historia como un proceso de gravidez con dolores de parto, que envuelve
a toda la creación y tiene nacimiento garantizado.

3. vv. 26-27: El Espíritu de Jesús da vida a una nueva oración, a una nueva
espiritualidad. El reza en nosotros, nos sostiene y nos hace pedir lo que
conviene para nosotros y para el proyecto de Dios.

4. vv. 28-30: Nos abre a un nuevo futuro que ya está asegurado y para el cual
todo contribuye, aún las contradicciones de la vida: "Todo concurre al bien
de los que aman a Dios" (Rm 8, 28).
24S
8, 31-39: La supremacía del Amor. En un final de singular belleza Pablo saca las
conclusiones: "Teniendo esto en cuenta ¿qué podemos decir? Si Dios está de
nuestra parte, ¿quién estará en contra?"

En esta conclusión del capítulo aflora la convicción más profunda de Pablo. ¡Está
convencido de que nada en este mundo es capaz de separarlo del amor de Dios! Pablo
enumera todo lo que hace sufrir y que podría ser visito como expresión de la condenación
por parte de Dios: "tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada"
(Rm 8, 35). Sin embargo, nada de esto tiene fuerza. Continúa con la enumeración: "ni
muerte ni vida, ni ángeles ni potestades, ni presente ni futuro, ni poderes ni altura ni
hondura". Y para que no quede ninguna duda añade: "ni creatura alguna". Realmente
nada, nada "nos podrá separar del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús Señor
nuestro" (Rm 8, 31-39).
Aquí tenemos la raíz de la libertad. Libre ante cualquier poder de este mundo. Libre
para servir y donarse. Libre para pensar con libertad y ver todo con mirada nueva,
sabiéndose semilla y constructor de la Nueva Humanidad. Esta convicción de fe lo penetra
todo: la oración (Rm 8, 26), la conciencia (Rm 8, 16), la visión de la historia (Rm 8, 18-
25), la vida comunitaria (Rm 13, 8-10), lo cotidiano (Rm 14, 1-15), ¡todo!. Hasta las
contrariedades de la vida que dificultan el caminar y parecen contradecir el plan de Dios,
consiguen ser integradas dentro de la nueva visión (Rm 8, 28. 35).

EL AMOR SE DESPARRAMA EN LO COTIDIANO DE LA VIDA

El amor se desparrama en todo lo que Pablo vive y hace. Por eso, en la extensa
reflexión que sigue en los capítulos 9 al 11, se trasluce cómo este amor se revela en la
relación de Pablo con sus hermanos de raza, los judíos. Llega a decir que está dispuesto a
que "yo por mis hermanos, los de mi linaje, querría estar excluido de la compañía del
Mesías" (Rm 9, 3).
En los capítulos del 12 al 15 describe cómo la experiencia del amor de Dios puede
renovar por dentro la vida comunitaria y la relación entre las personas. Citamos algunas
frases de estos capítulos. Nos sirven de ventanas. Permiten mirar hacia adentro de lo
cotidiano de la vida de Pablo y de los primeros cristianos y adivinar algo de la experiencia
de amor que intentan vivir en el día a día. Vale la pena confrontar con lo que nosotros
vivimos y experimentamos en lo cotidiano.

1. "El amor sea sin fingir: detestando el mal y adheridos al bien. El amor fraterno sea
afectuoso, estimando en más a los otros. Con celo incansable y fervor de espíritu
servid al Señor. Alegraos con la esperanza, sed pacientes en el sufrimiento, persistentes
249
en la oración; solidarios de los consagrados en sus necesidades, practicando la
hospitalidad" (Rm 12, 9-13).

2. "No tengáis deuda con nadie, si no es la del amor mutuo. De hecho, el no cometerás
adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás y cualquier otro precepto, se resumen
en este: Amarás al prójimo como a ti mismo. Quien ama no hace mal al prójimo, por
eso el amor es el cumplimiento cabal de la Ley" (Rm 13, 8-10).

3. "Acoged al que f laquea en la fe sin discutir sus razonamientos. Y tu ¿quién eres para
criticar a un empleado ajeno? Que esté en pie o caído es asunto de su amo. Ninguno
vive para sí, ninguno muere para sí. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos,
morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor" (Rm 14,1. 4. 7-
8).

Estos pocos ejemplos nos muestran cómo la experiencia del amor de Dios era algo
bien concreto en la vida de Pablo. Ella no corría por los cables de alta tensión, distantes
de las casas del pueblo, sino en los cables de la red doméstica, metidos en la pared de las
experiencias humanas: ayuda, lucha, conflicto, sufrimiento, tensiones, amistad, amor.
Por ejemplo, la experiencia que Pablo tuvo del amor de Dios se fortalecía por medio
de la mediación de personas amigas bien concretas: Esteban (Hch 7, 55-60), Ananías (Hch
9, 17), Bernabé (Hch 9, 27; 11, 25; 13, 2; ICor 9, 6), Eunice y Loide (2Tim 1, 5), Timoteo
(Rm 16, 21; lTs 3, 2. 6; ICor 16,10; lTm 1, 2), Pedro, Santiago y Juan (Gl 12, 9), Febe, la
diaconisa (Rm 16,1), el matrimonio Priscila y Aquila (Hch 18, 2.18; Rm 16,3), Lidia (Hch
16,14-50), y tantos amigos y amigas...
La espiritualidad de Pablo no consiste en un conjunto de ideas lindas para la
meditación, sino en la experiencia concreta del amor de Dios en la comunidad y en la
lucha por el pueblo. Por ejemplo, cuando dice: "cuando nos bautizamos consagrándonos
al Mesías, Jesús nos sumergió en su muerte" (Rm 6, 3), el debía pensar en concreto
cuando en Listra casi lo mataron a pedradas (Hch 14, 19), cuando sufrió prisión "peor
que la muerte" en Efeso (2Cor 1, 8-9), en la flagelación recibida en Filipos (Hch 16, 22-
23)...
En todo esto la fuerza que lo mantiene es la seguridad del amor: "me amó y se
entregó por mi" (Gl 2, 20). Pablo considera a Jesús como el pariente más cercano que, de
acuerdo con la Ley (Lv 25, 25-55) pagó el rescate para liberarlo de la esclavitud y
restablecerlo en sus derechos. Por causa de Cristo, Pablo "rompió con el mundo", con la
ideología dominante y se considera como que "el mundo está crucificado para mi y yo
para el mundo" (Gl 6, 14). "¡Ya no vivo yo, sino que vive Cristo en mi!" (Gl 2, 20).Pablo
ya no se pertenece. Desocupó el rancho de su vida y dejó que Cristo se instalase en él.
250
¿QUÉ ES EL AMOR DE DIOS?

Para Pablo, la experiencia del amor de Dios es el pozo más profundo de donde saca
el agua para saciar su sed y animar su lucha. ¿Qué es el amor para Pablo? ¡Aquí la cabeza
no logra expresar lo que siente y vive el corazón! El intenta decirlo de la siguiente
manera:

1. "Puedo hablar todas las lenguas" (ICor 13, 1), es decir, puedo tener un gran poder
de comunicación y anunciar correctamente la Buena Noticia; pero sin amor ¡nada
soy!

2. "Puedo tener el don de profecía" (ICor 13,2), es decir, puedo hacer grandes denuncias
y animar al pueblo; pero sin amor ¡nada soy!

3. "Puedo conocer los misterios todos y la ciencia entera" (ICor 13, 2), es decir, puedo
ser un gran teólogo y un científico eximio; pero sin amor ¡nada soy!

4. "Puedo tener una fe como para mover montañas" (ICor 13,2), es decir, puedo estar
seguro doctrinalmente y tener una fe milagrosa; pero sin amor ¡nada soy!

5. "Puedo entregar todos mis bienes" (ICor 13, 3), es decir, puedo hacer la opción por
los pobres y darles todo; pero sin amor ¡nada soy!

6. "Puedo entregar mi cuerpo a las llamas" (ICor 13,3), es decir, puedo ir a la cárcel y
ser torturado; pero sin amor ¡nada soy!

Todas estas cosas tan importantes en la vida de una persona o de una comunidad
expresan y revelan el amor, pero no lo agotan ni consiguen definirlo. El amor es un don
que está en la raíz de todo esto y lo supera. Entonces ¿qué es el amor? Pablo no responde,
pero cita la letra de un canto de la comunidad que describe cómo se ama en lo cotidiano
de la vida. En esta lectura nos ofrece una clave para que evaluemos si en nuestra vida
existe o no este amor. He aquí la letra, cuya luz nos ayuda a caminar en la oscuridad y
cuya melodía hace sonoro el silencio de Dios:

"El amor es paciente,


es amable,
el amor no es envidioso
nifanfarrón,
251
no es orgulloso
ni destemplado,
no busca su interés,
no se irrita,
no apunta las ofensas,
no se alegra de la injusticia,
se alegra de la verdad.
Todo lo aguanta,
todo lo cree,
todo lo espera,
todo lo soporta.
El amor nunca acabará" (ICor 13, 4-8).

252
GUIÓN 20 RETRATO
DE UNA COMUNIDAD

"Me alegro por vosotros" (Rm 16, 19)

Texto de estudio: Rm 16, 1-27


Texto de apoyo: Ap 2, 8-11; 3, 7-13

1. PARTIR DE LA REALIDAD

La última parte de la carta de Pablo a los Romanos es un intercambio de experiencias


entre personas que nunca se habían visto. Buscan romper así el aislamiento. Quieren
compartir la vida nueva en comunidad. De una parte Pablo y sus colaboradores; de la
otra la comunidad cristiana en Roma. Pablo nunca había estado en Roma, pero conoce a
muchos de allí. Los que estaban con Pablo aprovechan para saludar a los romanos. La
comunicación rompe el aislamiento y todos comparten sus experiencias, reforzando unos
el caminar de los otros. Esta relación fecunda era una garantía para que el evangelio
siguiera adelante.
Hoy, también, existen muchos proyectos de intercambio entre las comunidades
cristianas. Asambleas, encuentros intercongregacionales, regionales o intereclesiales se
proponen para romper el aislamiento y la autosuficiencia.

/. ¿Qué hacemos hoy para romper el aislamiento entre nuestras


comunidades?

2. ¿Qué experiencias conoce Vd. sobre el compartir en la vida comunitaria?


¿Participa Vd.? ¿Le gusta? ¿Por qué?

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Leer el texto: Rm 16, 1 27


1.1. Leer atentamente el texto.
1.2. Repetir de memoria los nombres de las personas.

2. Estudio del texto


253
2.1. Ver de cerca el texto.
Vimos en la introducción a la Carta a los Romanos que este texto se dividía en
cuatro partes.

/. ¿Qué características tiene y qué temas trata cada una de estas divisiones!1

2.2. Mirar la situación de la Comunidad.


Pablo y sus colaboradores envían esta carta por intermedio de Febe, diaconisa
de la Iglesia de Cencreas. La carta nos resulta un buen retrato de las comunidades
en Roma, con una gran variedad de personas y de servicios.

/. Cuente el número de personas que se nombran en el texto.

2. Si fuera posible descubra las funciones de estas personas dentro de la


comunidad y a qué clase social pertenecen.

2.3- Escuchar el mensaje del texto.


La vida de la comunidad de Roma y el trabajo de Pablo y sus colaboradores
están centrados en Jesucristo.

/. ¿De qué manera Jesús está presente en la vida y el trabajo de estas


personas? ¿Cómo aparece Jesús en el texto?

2. Todo esto ¿qué nos enseña para hoy?

3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Algunas sugerencias:

1. Compartir lo que hemos descubierto.

2. Buscar un salmo o canto apropiado.

3. Escribir una carta a una comunidad o a un grupo de misioneros.

4. Guardar una frase para la vida.

254
PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro conoceremos la carta de Pablo a Filemón.


Para prepararnos leeremos la introducción y la carta.

2. Para un mejor aprovechamiento des estudio, distribuir bien las tareas.

255
SUBSIDIO 20 IGLESIAS DOMESTICAS

Es muy común hablar de la crisis familiar actual. Grandes campañas por restablecer
los valores familiares no obtienen sus objetivos y las estadísticas, en forma alarmante, se
inclinan cada vez más hacia resultados negativos.
También es común comprobar que la parroquia está en crisis y que grandes
instituciones eclesiásticas ya no responden a los anhelos del pueblo. Estos grandes graneros
del pasado ya no sacian el hambre espiritual de quienes desean vivir el Evangelio con
mayor profundidad.
En nuestro continente e islas una nueva forma de ser Iglesia suscitó la participación
de millones de pobres y llamó la atención de todo el mundo por la forma de realizar el
Reinado de Dios, como Comunidades Eclesiales de Base.
El Vaticano II no menciona a estas Iglesias y el Código de Derecho Canónico no cae
en la cuenta de su existencia. Pero el Nuevo Testamento y más en particular los escritos
paulinos proporcionan abundante fundamento para una eclesiología de base,
principalmente para las iglesias domésticas, o iglesias en casas, o casas-iglesias.
Queremos observar que no se trata aquí de concepto de iglesia doméstica comprendido
como familia con padre, madre e hijos. Este concepto es el normal y bastante conocido en
los documentos de la Iglesia.

LAS RAÍCES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

El concepto de Iglesia-casa adquiere otro sentido cuando se le considera a partir de


las costumbres judías expresadas en el Antiguo Testamento. En él, el concepto de familia
o de casa traduce un concepto diferente del nuestro y se refiere más bien al clan, a las
personas que viven bajo un mismo techo, incluyendo huéspedes...
En este ambiente, especialmente en la época de los patriarcas y matriarcas, es donde
se realiza la vida política, económica, social y religiosa. Al correr de los años, con la
reunificación tribal y posteriormente con la formación de un estado unitario, este modelo
se estremeció pero resistió en formas diversas.
Josué expresa muy bien la idea de casa-iglesia cuando afirma: "Yo y mi casa serviremos
al Señor" Os 24,15). Esta frase, que los hebreos ponían en los umbrales de sus puertas, es
empleada de manera semejante por familias coptas de Etiopía y por muchos hogares
evangélicos del Brasil.
25B
Pero la eclesiología del Antiguo Testamento fue enriquecida por el concepto de
qahal, que significa asamblea o convocatoria. Aquellos grupos de familias, sintiéndose
convocados por Dios, formaban una gran asamblea, en alianza con su Dios. De aquí salió
la idea de ekklesia del Nuevo Testamento, como la reunión de todas las personas llamadas
por Cristo. Viendo que era imposible reunir a todas las personas del mundo, al mismo
tiempo, el Antiguo Testamento proyectó la idea de una reunión universal para el futuro
escatológico, idea que viene asociada a la de la Iglesia universal.

LA EXPERIENCIA DE JESÚS

Aunque no es posible saber con precisión cómo vivió Jesús su predicación, las
investigaciones últimas nos proporcionan algunos datos.
Los años de predicación, Jesús los vivió como misionero itinerante, viajando de
aldea en aldea. Lo acompañaban varias personas, hombres y mujeres. En este andar
misionero las casas cumplieron una función esencial.
Jesús creció en una casa y en sus andanzas se hospedaba, noches y días, en casas de
amigos. Hasta el nuevo concepto del Reino se expresa como una familia, la familia de
Dios (cf. Me 10, 29-30). En fin, Jesús se esfuerza por rehacer la casa o el clan familiar. Por
eso El nos revela a Dios en su proyecto, no como rey, sino como padre. Y en el cuarto
evangelio dirá: "en casa de mi Padre hay muchas habitaciones" (Jn 14, 2).

LA CASA DE MARCOS

En el Evangelio de Marcos, en especial, Jesús evangeliza a partir de una casa, prob-


able alusión a las costumbres de los primeros misioneros itinerantes. En Cafarnaún, al
saber que El estaba en casa, la multitud acude a El (cf. Me 2, 1-2; 3, 20). Justamente
estando en una casa llega su familia natural a buscarlo (cf. 3,21. 31-34). En casa también
es el lugar para la formación de los discípulos (cf. 7, 17; 9,28).
Es muy significativo el hecho de que Jesús haya querido celebrar su última
cena en una casa, "un salón en el piso superior, preparado con divanes" (Me 14,
15). En Macos, la casa es también el lugar de la aparición, de la misión y de la
ascensión (cf. 16, 14-20).

LA CASA EN LUCAS

En la obra de Lucas encontramos las casas y el templo. No se oponen, sino que ve al


templo como "la casa de mi Padre" (Le 2, 49). Pero el templo es transitorio, porque la
comunidad se hace presente en las casas.
257
Ya el anuncio a María (cf. Le 1, 26-38) se da en una casa, mientras que el de
Zacarías (cf. Le 1, 5-25) acontece en el templo. Zacarías es sacerdote del templo,
representa la antigua economía. María, mujer en casa, representa la nueva economía
de salvación.
La recuperación de la vida de Zaqueo comienza por una invitación de Jesús: "hoy
tengo que hospedarme en tu casa" (Le 19, 5) y se completa con la constatación: "hoy ha
llegado la salvación a esta casa" (v. 9)-
Es en una casa que sucede Pentecostés, cuando "de repente vino del cielo un ruido,
como de viento huracanado, que llenó toda la casa" (Hch 2,2).
También los actos comunitarios se realizaban en el mismo espacio, pues los
cristianos "en sus casas partían el pan, compartían la comida con alegría y sencillez
sincera" (Hch 2, 46).
Igualmente, la predicación de los Apóstoles se hacía en las casas. "Y no cesaban todo
el día, en el templo o en casa, de enseñar y anunciar la Buena Noticia del Mesías Jesús"
(Hch 5, 42).
Saulo, cuando aún era el perseguidor, sabía muy bien que las iglesias estaban en
casas, como atestigua su biógrafo: "Saulo hostigaba a la iglesia, se metía en las casas,
agarraba a los hombres y mujeres y los metía en las cárceles" (Hch 8, 3).
Por la casa de Cornelio, el centurión romano, comienza la iglesia entre los paganos
(cf. Hch 10, 22; 11,12-14). En Filipos Pablo fue acogido en la casa de Lidia, y después en
la casa del carcelero (cf. Hch 16,15. 31. 34).
En el Evangelio de Lucas, la presencia de Jesús en la casa de Marta y María,
evangelizando, anticipa la futura Iglesia-casa (cf. Le 10, 38).

LA IGLESIA-CASA
EN LOS ESCRITOS PAULINOS

Es principalmente en los escritos paulinos donde el concepto Iglesia-casa se hace


más explícito.
El matrimonio Priscila y Aquila, muy conocido también por el autor de los Hechos de
los Apóstoles, tuvo una participación esencial en las misiones. Su casa sirvic para fundar
Iglesias en Corinto, Efeso, Roma. Así escribe Pablo en Rm 16, 3-8: "Saludos a Priscila y
Aquila, mis colaboradores en la obra de Cristo Jesús, que por salvarme la vida se jugaron
la suya; no sólo yo les estoy agradecido, sino toda la iglesia de los paganos Saludos a la
comunidad que se reúne en su casa".
Pablo continúa ligado a la Iglesia de esta pareja, en Efeso, de donde escribe: "Os
envían muchos saludos como cristianos Aquila, Prisca y toda la comunidadque se reúne
en su casa" (ICor 16, 19).
25B
Igualmente a Filemón le escribe saludando "a la comunidad de tu casa" (Fm 2).
Otro texto significativo es el de Cl 4, 15: "Saludad a los hermanos de Laodicea y a
Ninfa y la comunidad que se reúne en su casa". Además de ser un ejemplo de Iglesia en
casa, hay aquí otro caso posible de mujer que dirige una comunidad. Aunque los manuscritos
dudan al hacer de Ninfa un nombre masculino o femenino, nada impide que entonces
mujeres lideraran Iglesias, como era el caso de Priscila, Febe, Lidia, Junia y otras.

RECUPERAR EL CONCEPTO DE CASAS IGLESIAS

Vimos la importancia que tuvieron las Iglesias-casas en el cristianismo primitivo.


Este concepto, a lo largo de la historia, se fue diluyendo a causa de la imposición de la
gran Iglesia. Hoy, se esta recuperando una práctica tan antigua como el cristianismo.
Fue en una casa (cenáculo) en que Jesús instituyó la cena (cf. Le 22, 12); allí mismo
apareció el domingo de Pascua (cf. Jn 20,19- 26) y posiblemente fue allí donde el Espíritu
Santo descendió sobre la comunidad reunida.
Conocemos la casa de Jasón en Tesalónica (cf. Hch 17, 7), la casa de Justo en Corinto
(Hch 18, 7), la casa de Ninfa en Laodicea, la de Priscila y Aquila en varias ciudades y
muchas otras.
Iglesia-casa es un concepto más amplio que no se confunde ni con casa, ni con
familia. De hecho en una casa se reunían varias familias vecinas que constituían una
verdadera Iglesia. Lo que las unía no eran los lazos naturales familiares, sino el llamado
de Jesús.
Esta Iglesias-casas poseían toda la eclesialidad. Allí, ciertamente se celebraba el
bautismo y la Eucaristía. Pero lo que más caracterizaba estas reuniones era el compartir,
además de ser el lugar donde se transmitían las tradiciones del Señor. En fin, allí se debe
la formación básica de los cristianos.
Para el modelo paulino de evangelización, centrado en las grandes ciudades, la casa
era el espacio esencial, como vuelve a ser hoy en día. Por supuesto que ya no existe la
familia extensa, patriarcal, reuniendo a todos los parientes, sino lo que se da como
modelo nuevo está fundado en círculos de amigos, que favorece una aproximación al
concepto bíblico de casa. Hoy las personas, como otrora, carecen del afecto de los demás
y solamente las relaciones humanas próximas, inmediatas, pueden satisfacer esta necesidad.
El espacio del templo y de la parroquia, más rural, fue, en verdad, una evolución
histórica posterior. La fidelidad a la propuesta de los apóstoles y aun de Jesús nos invita
a recuperar el concepto de casa como hogar y como Iglesia.

259
LA CARTA A FILEMÓN INTRODUCCIÓN

Entre las cartas paulinas, la dirigida a Filemón es la más breve y particular. Se trata
de un asunto personal de Pablo por el que devuelve a un esclavo fugitivo, Onésimo, a su
dueño Filemón. La carta es un testimonio impresionante de cómo Pablo responde y
enfrenta a las relaciones de dominio de la esclavitud.

1 ¿PARA QUIÉN Y POR QUÉ FUE ESCRITA LA CARTA?

En la carta a Filemón escribe Pablo: "apelo a ti a favor de un hijo mío, que engendré en
la prisión" (v. 10). Onésimo se encontró con Pablo en la prisión, probablemente en Efeso,
hacia el año 55 d.C. Terminó convirtiéndose y fue bautizado y se transformó así en "hijo "
de Pablo (v. 9)- En favor de este hijo, Pablo escribe una carta a su otro "hijo" de bautismo,
Filemón (v. 19), quien era un dirigente importante de la Iglesia en Colosas (v. 2). Le pide a
éste la gracia para Onésimo de que lo reciba como "hermano": "no como esclavo, sino mejor
que esclavo: como hermano muy querido para mi y más aún para ti..." (v. 16).
Aunque la carta fuera dirigida a una sola persona, ella llega y compromete a toda la
comunidad (v. 2). ¿Cómo la comunidad cristiana responde al hecho de la esclavitud? ¿Qué
hay que hacer? Pablo en la carta implícitamente declara ilegítima la institución vigente.
Demuestra que la solidaridad (ágape) practicada por la comunidad (koinonia) cristiana
es capaz de superar las estructuras de dominación y establecer una nueva forma de
relacionarse entre iguales y libres.

2 ESQUEMA DE LA CARTA A FILEMÓN

Observando de cerca el desarrollo de la carta, se descubre el siguiente esquema.:

1-3: Destinatario y saludo.


4-7: Agradecimiento y elogio por el ágape de Filemón.
8-14: El ágape destruye a la esclavitud.
15-17: La koinonia, nueva forma de relacionarse en la comunidad. ,
18-19: El valor de la gracia destruye el valor de canje.
20-22: Confianza y elogio del ágape de Filemón.
23-25: Saludos finales.

260
En el centro está el pedido de Pablo sobre el establecimiento de nuevas relaciones de
solidaridad cristiana. En su entorno se destruye la esclavitud y la relación de canje por la
práctica del ágape y la caridad cristiana. Esta estructura que Pablo invoca se debe al
poder del ágape, que es el eje del Evangelio cristiano, para crear una nueva sociedad
solidaria.

3 CLAVES DE LECTURA

La lectura de la carta a Filemón nos ayuda a responder y a tener una postura ante la
esclavitud en que se encuentra la mayoría del pueblo hoy. El Imperio Romano era una
sociedad esclavizadora y la mayoría de su población era esclava, produciendo riqueza
para una minoría: los señores. Los esclavos no eran considerados personas, sino simples
medios de producción, patrimonio de su señor. No tenían derechos, vivían en una miseria
total y podían ser vendidos como objetos. Es una situación semejante a la que sufre
mucha gente hoy. En este contexto la carta a Filemón nos ofrece importantes claves de
lectura.

1. El ágape cristiano, que se traduce por la "solidaridad" es más que una actitud
subjetiva de amor. Ella expresa una dinámica de relaciones sociales entre iguales
y de servicios voluntarios y mutuos (cf. Gl 5, 13-15).

2. Los cristianos, partícipes de la praxis del ágape, viven como hermanos,


responsables entre todos del bien de todos (cf. 8, 28; 2Cor 5, 14).

3. La comunidad, koinonia, que se establece en la solidaridad y en la igualdad de


los asociados engendra una nueva sociedad (cf. ICor 8, 1).

4. El esclavo no era considerado persona, sino patrimonio del señor. No tenía


derechos y podía venderse como un objeto.

Con estas claves de lectura podemos leer e interpretar la carta a Filemón como
proyecto para crear hoy una nueva sociedad de libertad y solidaridad.

£61
GUIÓN 21 UNA NUEVA RELACIÓN
CON CRISTO

"Ud. lo tendrá como hermano muy querido" (Fm v. 16)

EN CRISTO TODOS SOMOS HERMANOS, EN IGUALDAD Y SOLIDARIDAD

Texto de estudio: Carta a Filemón


Texto de apoyo: Gl 5, 13-26

PUNTO DE PARTIDA

1. Compartimos lo que nos ayudó más en el estudio de la carta a los Romanos.


2. Invocamos al Espíritu Santo para que nos ilumine.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

El texto que vamos a estudiar es la respuesta de Pablo al hecho de la esclavitud.


La esclavitud se consideraba como una actividad más y una necesidad económica
natural, en tiempos de Pablo. La economía del Imperio Romano dependía básicamente
del trabajo de los esclavos. Las grandes y pequeñas industrias estaban repletas de
trabajadores comprados. Esto se debía a que el precio de los esclavos era barato y su
manutención exigía poco gasto. Con el poder absoluto de los propietarios, los señores no
dudaban en tratarlos como máquinas y animales y les exigían todo lo que puede hacer la
fuerza del hombre. ¡Excelente negocio! Los esclavos eran tratados, pues, como medios de
producción de riqueza para sus señores.
Mirando a nuestra sociedad podemos percibir muchos signos de esclavitud que aún
no han sido abolidos. Los diarios con frecuencia traen noticias de millares de niños y
adolescentes sometidos a las condiciones esclavizantes de la prostitución.

/. ¿Qué situaciones concretas de esclavitud conocemos?

2. Ante estas situaciones ¿qué actitud tenemos!1

2B2
2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: la carta a Filemón


1.1. Interiorizar el texto en silencio.
1.2. Leer atentamente el texto entre todos.

2. Estudio del texto.


2.1. Ver de cerca el texto.
En su carta, Pablo explica cómo encarnar el ágape cristiano.

/. ¿Cuáles son los versículos claves donde la práctica del ágape se clarifica
más?

12. Mirar la situación del pueblo.


Un esclavo fugitivo, cuando era capturado y devuelto a su dueño, en la sociedad
romana era castigado y marcado con hierro al rojo o crucificado.

/. A pesar de conocer esta costumbre romana, Pablo envía a Onésimo a su


dueño. ¿Cómo se entiende esta propuesta?

2.3- Escuchar el mensaje del texto.


Pablo tenía otras soluciones para resolver el caso de Onésimo:

1) comprar su libertad negociando con su hijo de fe, Filemón;

2) usar su autoridad eclesial para obligar a Filemón a dar la libertad a


Onésimo o tratarlo como hermano;

3) buscar un refugio seguro para Onésimo.

Pero Pablo acepta el desafío de dar respuesta al hecho de la esclavitud y predica


la fuerza del ágape cristiano que es capaz de crear una nueva sociedad de
libertad y solidaridad (koinonía).

/. Esta práctica de Pablo ¿qué desafíos y qué mensaje trae para nosotros
cristianos insertos en la realidad Latino-Americana?

263
3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

1. "Vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; pero no vayáis a tomar la


libertad como estímulo del instinto; antes bien, servios mutuamente por amor (ágape)
(Gl 5, 13).

De esta forma, Pablo resume bien el ágape cristiano. Compartamos las luces y
novedades de este encuentro.

2. Dios, nuestro Padre, nos acompaña en nuestro caminar para superar oposiciones
sociales y deshacer las situaciones esclavizantes. Vamos a cantar el "Magníficat" con
el que el pueblo de Dios manifiesta su sueño de sociedad nueva igualitaria y solidaria.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro concluiremos nuestro estudio sobre las primeras


comunidades cristianas con el tema: "Id por el mundo". El texto de estudio es: Hch
28, 17-31.

2. Distribuir las tareas para aprovechar mejor la reunión. Encargar a alguien de la


oración por los indios para el próximo encuentro.

264
SUBSIDIO 21 IA CIASE SOCIAL
DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS
EN LA ÉPOCA DE PABLO

Hemos visto que los misioneros, en especial Pablo, creaban comunidades cristianas
en los lugares por donde pasaban. En ellas participaban los variados segmentos de la
sociedad, como Filemón, el dueño del esclavo, y Onésimo, el esclavo fugitivo. Las
comunidades congregaban personas de distintos niveles sociales. Vamos a detenernos en
este tema.
No es fácil describir detalladamente el nivel social de los cristianos en la época de
Pablo. De buena parte de ellos, mencionados nominalmente en las cartas de Pablo y en
los Hechos de los Apóstoles, no poseemos informaciones sobre su posición social, con
excepción de algunos líderes o personas importantes en las comunidades. Siguiendo la
lista de estos hombres y mujeres, podemos señalar algunas características sobre el nivel
social de los primeros cristianos.
Organizamos la lista de los nombres de las personas de acuerdo a la posición social,
a la renta o riqueza y a la ocupación.

1. Personas de buen nivel de vida:

1. Bernabé (Hch 4,36-37; ICor 9,6): era propietario de un campo y luego adoptó
la vida de artesano itinerante para mantener su misión.

2. Febe (Rm 16, 1-2): que es "servidora" (diaconisa) de la Iglesia en Cencreas,


disponía de recursos para ayudar a muchos cristianos y fue la encargada de
llevar la carta de Pablo a la comunidad.

3. Filemón (Fm): es dueño de esclavos y poseía una casa grande como para
acomodar la reunión de la comunidad y tener huéspedes.

4. Gayo (Rm 16, 23; ICor 1, 14): poseía una casa bastante grande como para
hospedar a toda la comunidad de Corinto.

5. Jasón (Hch 17, 5-9): hospeda a los misioneros en Tesalónica.

6. Ninfa (Cl 4, 15): la Iglesia en Colosos se reúne en su casa.


265
7 María, la madre de Marcos (Hch 12,12): poseía una casa suficientemente amplia
como para recibir a muchos cristianos.

8. Las mujeres griegas de clase alta (Hch 17, 12).

2. Oficiales y altos funcionarios:

1. Cornelio (Hch 10, 1): Centurión de Cesárea.

2. Crispo (Hch 18,8; ICor 1,14): Jefe de la sinagoga de Corinto (archisynagogos).

3. Erasto (Rm 16, 23): Tesorero de la ciudad de Corinto.

3. Comerciantes y artesanos libres:

1. Lidia (Hch 16, 14): Comerciante de púrpura en Filipos. Ella fundó el primer
núcleo de la comunidad con reuniones en su casa.

2. Priscila y Aquila (Hch 18,1-3; Rm 16,3-5; ICor 16,19; 2Tm 4,19): son fabricantes
de carpas y poseen una casa amplia donde se reúne la comunidad de Roma.

3. Pablo (Hch 18, 3): fabricante de carpas.

4. Secretario:

1. Tercio: era secretario de Pablo y escribe la carta a los Romanos (Rm 16, 22).

5. Médicos: (muchas veces eran esclavos)

1. Lucas (Fm 24; Cl 4, 14): tendría que ser médico esclavo de alguna familia
romana.

6. Esclavos o antiguos esclavos:

1. Ampliato (Rm 16, 8): su nombre es el común de un esclavo latino.

2. Onésimo (Fm).

3. Una esclava (Hch 16,16).


2B6
4. Algunos de la casa de Cloe (ICor 1, 11): probablemente los esclavos de Cloe.

Esta lista es sólo una muestra. Enumera tan sólo a aquellos sobre quienes los textos
nos ofrecen alguna indicación clara sobre su posición social. Sabemos también que muchos
hombres y mujeres anónimos están presentes en la historia de las primeras comunidades
(ICor 6, 9-11)- Es posible, sin embargo, que la lista ayude a quien quiera esbozar la
fisonomía de los primeros cristianos. Siguen a continuación algunas características de su
nivel social.

1. Las comunidades estaban formadas por cristianos provenientes de distintos segmentos


de la sociedad. Y, si damos crédito a lo que nos dice el texto bíblico, no encontramos
en las comunidades la capa superior en la escala social greco-romana, como
aristócratas, terratenientes, ni senadores.

2. La lista nos atestigua la presencia significativa de la clase media que poseía casas,
esclavos y recursos para viajes. Era muy posible que sus empleados o esclavos formaran
parte de la misma comunidad. Esta característica, que incluye tanto propietarios de
esclavos como esclavos, se ve reforzada por varios de los consejos de las cartas de
Pablo, dirigidos a ambos grupos: "Esclavos, obedeced a vuestros amos corporales,
escrupulosa y sinceramente, como a Cristo... Amos, tratadlos del mismo modo,
dejándoos de amenazas, conscientes de que está en el cielo el amo de ellos y vuestro.
Y no cede a favoritismos" (Ef 6, 5. 9)- Es muy probable que tal recomendación
exprese el desafío que tenían las comunidades "pluriclasistas", en las que convivían
ricos y pobres.

3. Están muy representados los pequeños comerciantes o artesanos libres. A este


grupo Pablo les dirige varias instrucciones: "Esmeraos en mantener la calma, en
atender a vuestros asuntos y trabajar con vuestras manos, como os recomendamos.
Así procederéis dignamente ante los extraños y no estaréis faltos de nada" (lTs 4,
11-12).

4. Hay que destacar que encontramos varias mujeres ricas e independientes que
desempeñan el papel de líderes en las comunidades. Se hace transparente un ambiente
de fraternidad e igualdad: "Ya no se distingue judío o griego, esclavo y libre, hombre
y mujer, pues con Cristo Jesús todos sois uno" (Gl 3, 28).

Todo esto nos permite reafirmar que en las primeras comunidades cristianas
encontramos representantes de distintos niveles sociales. Pues bien, ¿podríamos tener la
2B"7
posibilidad de evidenciar el nivel social de la mayoría de los integrantes de las comunidades?
La lista responde poco a esta pregunta. Como dijimos antes, las personas puestas en la
lista se distinguen como líderes y figuras importantes en las comunidades que podrían
representar a la minoría. Una de las pocas pistas para una respuesta seria la que
encontramos en las palabras de Pablo en su carta a los de Corinto: "Observad, hermanos,
quiénes habéis sido llamados: no muchos sabios en lo humano, no muchos poderosos, no
muchos nobles; antes bien, Dios ha elegido los necios del mundo par humillar a los
sabios, Dios ha elegido a los débiles del mundo para humillar a los fuertes, a los plebeyos
y despreciados del mundo ha elegido Dios, a los que nada son, para anular a los que son
algo" (ICor 1, 26-28).
La mayoría de la comunidad de Corinto, por tanto, estaba formada por personas de
las capas más modestas de la sociedad. En las otras comunidades, ¿la situación era simi-
lar? Sabiendo que las comunidades del Asia Menor y de Grecia tuvieron que ayudar a los
hermanos de Palestina (cf. Hch 11, 29; 2Cor 8-9; Gl 2,10) llegamos a la conclusión de que
las primeras comunidades de la Palestina estaban formadas, en su mayoría, por pobres y
necesitados. ¿Y en las otras comunidades? No sabemos con exactitud.
Todo lo que hemos dicho sólo nos muestra la variedad del nivel social de los primeros
cristianos. Al mismo tiempo, nos muestra las dificultades y la riqueza de una experiencia
vivida en sus comunidades. Esto es debido a que no podemos olvidarnos nunca de que la
comunidad cristiana (koinonia) se realiza en la solidaridad (ágape) y en la igualdad de
sus integrantes. Por eso, cuando nosotros participamos y formamos la koinonia de Jesús
surge la pregunta: ¿estamos aceptando libremente vivir en la solidaridad e igualdad entre
nosotros y con el pueblo, especialmente con los excluidos?

2BS
GUIÓN 22 EXPANSIÓN UNIVERSAI
HASTA IOS CONFINES DE LA TIERRA

"Pues sabe que esta salvación de Dios se envía a los paganos y ellos
escucharán" (Hch 28, 28)

Texto de estudio: Hch 28, 17-31


Texto de apoyo: Mt 28, 9-20 e Is 66, 18-24

PUNTO DE PARTIDA

1. En el último encuentro hemos meditado sobre la carta a Filemón. Vamos a recordar


y compartir lo que más nos ha llegado.

2. Invocamos al Espíritu Santo para que nos ilumine.

1. PARTIR DE LA REALIDAD

Pedro quiso negar el bautismo a Cornelio que no era judío. Pero el Espíritu Santo se
anticipó y le dijo tres veces: "Pedro, no llames impuro lo que Dios declaró puro" (Hch 10,
15-16). Los hechos obligaron a Pedro a recibir a un gentil en la comunidad (Hch 10, 44).
En la VIII Intereclesial, Albérico, Pai de Santo y Católico, miembro de la Irmandade de
Nossa Senhora do Rosario, declaró en público ante tres mil personas: "¡Soy de candomble
y soy católico! ¿Soy bautizado! Los negros del candomble pedimos el derecho de ocupar el
lugar que nos compete. ¡Somos cristianos y queremos serlo como Uds.!" Esta declaración
provocó mucha discusión. Unos a favor, otros en contra. Unos decían: "¡Es un llamado del
Espíritu!" Otros respondían: "¡Sincretismo!".
No se trata de un acontecimiento trivial cualquiera. Se trata, sí, de millones de
negros y negras que hacen cuestión de ser católicos y que, al mismo tiempo, quieren
continuar en la práctica religiosa recibida de sus padres. Durante siglos esta práctica fue
la fuerza que los sostuvo para no perder su identidad.

/. Comentemos este hecho. ¿Conoce algún otro similar?

2. ¿Qué entiende Ud. por apertura universal y por sincretismo?


269
Nos preparamos para la lectura de la Biblia con un momento de silencio. Solemnizar
la lectura con un cirio encendido.

2. ESTUDIO Y MEDITACIÓN DEL TEXTO

1. Lectura del texto: Hch 2 8 , 1 7 - 3 1


1.1. Leer el texto lenta y atentamente.
1.2. Recordar el pasaje que más le llegó.

2. Estudio del texto


2.1. Ver el texto de cerca.
Al final de su libro, Lucas ofrece una clave de lectura que ayuda a percibir el
objetivo que busca. Miremos de cerca el texto para encontrar el sentido.

/. ¿Cómo se divide el texto? ¿Quépersonas aparecen y cómo se relacionan?

2. ¿Cuál es el tema principal que recorre todo el texto de punta apunta y


cómo lo trata en cada una de las partes?

2.2. Mirar la situación de la comunidad


Pablo, judío convertido, acaba de llegar a Roma. Convoca a los animadores de
la comunidad judía. Estos no comparten las ideas cristianas. En la visita que le
hacen reaparece el mismo conflicto que Pablo y ha enfrentado en otras partes.

1 ¿Cuál es el conflicto y cómo se expresa en el texto?

2. ¿Cómo enfrenta Pablo el conflicto?

2.3. Escuchar el mensaje del texto


La última frase de Pablo en el libro de los hechos dice así: "Sabed que esta
salvación de Dios se envía a los paganos y ellos escucharán" (Hcli 28, 28). Esta
frase acentúa la apertura universal de la Buena Noticia. Es el punto de llegada
para el libro de los Hechos de los Apóstoles.
/. ¿Cómo este anuncio aclara el conflicto entre Pablo y los Judíos y cómo
ayuda a comprender mejor el libro de los Hechos?

2. ¿Qué alcance tiene para nosotros, hoy, este mensaje y cómo puede
ayudarnos en la solución del problema que discutíamos d comienzo?
270
3. CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

Sugerencias para la celebración:

1. Rezamos la oración de los indios que hicieron antes de la llegada de Cristóbal Colón.

2. Asumimos un compromiso que nos abra a un ecumenismo más amplio.

3. Repetir el texto de los Hechos 28, 17-31 en forma de plegaria.

PREPARACIÓN DEL PRÓXIMO ENCUENTRO

1. En el próximo encuentro vamos a leer y meditar el guión l 2 del VII volumen del
Proyecto "Tu Palabra es Vida" que reflexionará sobre el Apocalipsis.

2. Distribuir las tareas.

27-1
SUBSIDIO 22 SER LUZ DE LAS NACIONES.
EL EVANGELIO Y SU INCULTURACIÓN
EN LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS

1. DESAFÍOS PARA LA EVANGELIZACIÓN HOY

1. Se oye decir con frecuencia: "América Latina, continente cristiano". De hecho en


nuestros países se practica poco el ideal evangélico: no se comparte ni hay justicia.
No tenemos los mismos sentimientos. Lo que sí tenemos en abundancia es:
empobrecidos, excluidos, marginados. ¡Lo contrario del Evangelio! ¿Hubo
evangelización?

2. En el siglo XVI, el cristianismo consiguió entrar en América Latina, porque los europeos
cristianos que vinieron destruyeron las culturas y las religiones indígenas. En ese
mismo siglo el cristianismo intentó entrar en Asia, pero no lo logró. Las religiones
asiáticas se mostraron más resistentes. Y hoy, algunas de ellas se presentan más humanas
que naciones de "cultura occidental cristiana". Este pasado constituye una acusación
contra los métodos usados en la evangelización y es un desafío para el futuro.

3. Durante más de 400 años, los negros de América Latina resistieron contra la
dominación. Supieron conservar su identidad, porque, oculta en una aceptación de
valores cristianos, supieron conservar la religión recibida de sus padres, traída del
África. ¿Se realizó la evangelización? ¿O fue una conversión del cristianismo a la
cultura de los negros?

4. La masa humana, la sociedad industrializada, las periferias de las grandes ciudades,


¡millones de personas viviendo en un mismo lugar! Nunca se había visto algo así en
toda la historia de la humanidad. Hasta ahora no sabemos cómo encarnar elEvangelio
en esta realidad nueva. Los creyentes parecen penetrar más en esta ara que los
católicos. ¿Cómo evangelizar?

5. Los medios de comunicación logran movilizar a la opinión pública. Influyen en la


forma de pensar y de vivir del pueblo. ¡Quien controla los medios de comunicación
elige al presidente! ¡Qué gran desafío! ¿Cómo hacer para que los medios de
comunicación puedan ser usados al servicio de la vida, como instrumentos de
divulgación de la Buena Noticia?
272
6. El despertar de las mujeres tal vez sea el cambio más profundo en la marcha de este
final del milenio. Es un fenómeno que abarca a la mitad de la humanidad y sacude
las raíces más profundas de la dominación. La Iglesia Católica, hasta ahora, no sabe
qué hacer. Insiste en prohibir cualquier participación de la mujer en el poder sagrado.
¿Qué alcance tiene este fenómeno para la evangelización?

7. La Nueva Era llegó y se divulga como una especie de religión transnacional. Un


fenómeno que crece en el mundo entero. Unos están a favor, otros lo condenan. ¿No
será un instrumento ideológico del neoliberalismo para debilitar la fuerza
transformadora del evangelio? Puede ser, puede no ser. De cualquier forma es algo
que tiene más fuerza que nuestra crítica. Es un desafío.

8. En la praxis pastoral tenemos por una parte a los movimientos carismáticos; por
otra a los movimientos de liberación. No están unidos. Los carismáticos se dedican
a rezar, pero muchas veces carecen de visión crítica. Los movimientos de liberación
tienen mucha conciencia crítica, pero, a veces, carecen de perseverancia y de fe,
cuando se trata de enfrentar situaciones humanas que, dentro del análisis de la
realidad, en nada contribuyen a la transformación de la sociedad. ¿Cómo unir, en la
práctica, estas dos fases inseparables de la Palabra de Dios: energía que anima y da
calor, y luz que orienta y hace discernir?

9. La ciencia progresa y penetra en el secreto más íntimo tanto del átomo como del
universo. Crece la posibilidad de que el hombre altere el curso de su propia naturaleza
y de realizar cosas hasta hace poco inimaginables. Los descubrimientos de la psicología
modifican los conceptos tradicionales sobre el comportamiento y la responsabilidad
humanas. ¿Cómo evangelizar estos nuevos campos que se abren?

10. Judíos, Cristianos, Musulmanes. Tres grandes religiones. De las tres la que crece más
es la musulmana. Las tres adoran al mismo Dios de Abrahán. ¡Son las tres que más
pugnan entre sí por motivos religiosos! ¿Cómo anunciar la Buena Noticia del Dios de
Abrahán, revelada por Jesús?

2. REFLEXIONES, PENSAMIENTOS, PISTAS

1. Una reflexión de San Pablo: "El es imagen del Dios invisible, primogénito de toda la
creación pues por El fue creado todo, en el cielo y en la tierra: 1© visible y lo
invisible, majestades, señoríos, autoridades y potestades. Todo fue creado por El y
para El. El es anterior a todo y todo tiene en El su consistencia. El es la Cabeza del
273
cuerpo de la Iglesia. Es el principio, primogénito de los muertos, para ser el primero
de todos. En El decidió Dios que residiera la plenitud: que por medio de El todo
fuera reconciliado consigo, haciendo las paces por la sangre de la cruz entre las
criaturas de la tierra y las del cielo" (Cl 1,15-20).

2. Una reflexión de San Agustín: "Actualmente esta gran fábrica del mundo quedó casi
enteramente opaca. Sólo revela su sentido con mucha dificultad y trabajo de nuestra
mente. Tenemos necesidad de otro libro, más legible, para comentar al primero. Por
eso, el Espíritu Santo que ya había modelado a la creación, puso manos a la obra
para componer este nuevo libro. Extendió así sobre nosotros el cielo de las Escrituras.
Es como un segundo firmamento, el cual, como el primero, narra el poder de Dios y
su misericordia. Gracias a ellas se nos devolvió el mirar de la contemplación y así
toda creatura se transformó en una revelación de Dios (teofanía)" (H. de Lubac,
Esegesi Medievale.Ed. Paoline, Roma, 1962, p. 220-221).

3. Una conclusión: la Biblia es la gramática, dada por Dios para ayudarnos a leer la
vida. Pablo y Agustín usaron la gramática e hicieron un descubrimiento importante.
La acción de Dios, descrita en la Biblia, no fue la única acción de Dios en la historia
de la humanidad, quizá ni la más grandiosa. Porque Dios obra en todo y en todos, a
fin de encaminar todo y a todos a la plenitud de la vida revelada en Cristo. El
desafío fundamental de cada ser humano y de cada pueblo, es saber cómo su vida
está siendo orientada por el Creador hacia esa vida plena. Es descubrir cómo Dios
está recapitulando todo en Cristo. Clemente de Alejandría formuló la misma intuición
de la siguiente manera: "Dios salvó a los judíos judaicamente, a los griegos griegamente,
a los bárbaros bárbaramente". Y podemos ir completando:"... a los negros, negramente,
a los indios, indiamente..."

4. Formulándolo de otra manera podemos decir, como los hebreos, cada persona, cada
pueblo
tiene en su propia vida el lugar donde Dios se le revela y le dirige su Palabra;
tiene en su historia la historia de su salvación;
tiene su antiguo testamento, lleno de promesas que suscitan en él una esperanza
de vida;
tiene en su Ley, a su pedagogo, que lo conduce hacia la vida plena revelada en
Cristo;
debe pasar de su Antiguo al Nuevo Testamento y descubrir la realización de la
promesa;

274
tiene en la Biblia una norma, una experiencia modelo, un canon, para orientarlo
en su búsqueda.

5. En cierta ocasión Juan dijo a Jesús: "Maestro, vimos a uno que echaba demonios en
tu nombre, y se lo impedimos, porque no va con nosotros. Jesús respondió: No se
lo impidáis. Uno que haga un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de
mi. Quien no está contra nosotros, está a nuestro favor" (Me 9, 38-40). En nombre
de la comunidad, ¡Juan quiso impedir una buena acción! Jesús piensa al revés.
Para El lo que importa no es si la persona pertenece o no a la comunidad, sino si
ella hace el bien o no, el bien que la comunidad debe realizar. Los discípulos
querían una comunidad encerrada sobre sí misma. Pensaban que eran dueños de
Jesús y querían prohibir que otros usasen el nombre de El para hacer el bien. Para
Jesús lo que importa es la misión del Reino. Jesús era más abierto que los apóstoles.
Lo importante es buscar lo que une y no lo que separa. Para que Cristo sea todo en
todos (ICor 5, 28).

a 75
Bibliografía

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STORNIOLO, I., Como ler os Atos dos Apóstoles.

PT7R
LÍNEA DEL TIEMPO DESDE EL 6 3 ANTES DE CRISTO
HASTA EL 1 3 5 DESPUÉS DE CRISTO

El Imperio Romano Jesús y las Judea, Samaria, Galilea


comunidades (Palestina)
57 Levantamiento contra Roma, sobre
63 Roma invade Palestina todo en Galilea

47 H e r o d e s , c o m a n d a n t e en
44 Muerte de Julio César Galilea
44 a 33 Guerras civiles-Anarquía
37 a 4 Herodes el Grande, rey de toda
Palestina
30 Comienza el Imperio

27 a 14 d.C. Octaviano, emperador 22 Comienza la construcción de


Augusto Cesárea
20 Comienza la construcción del
Templo
Pax romana
10 Inauguración de Cesárea

NACIMIENTO DE JESÚS 4 a 39 Herodes Antipas en Galilea


4 a 6 Arquelao en Judea
Pascua sangrienta en Jerusalén
Época de mucha violencia

Reyes mesiánicos en todas partes


Revuelta popular
Destrucción de Séforís, cerca de
Nazaret
Jesús convive en Nazaret
6 Roma depone a Arquelao
Comienzo del movimiento zelota
Judea es provincia romana
gobernada por procuradores
14 a 37 Emperador Tiberio romanos

17 Construcción de Tiberíades

26 Juan Bautista 26 a 36 Poncio Pilato, procurador de


27 Predicación de Jesús Judea
Muerte de Juan Bautista
30 Pilato condena a Jesús

PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS

34 Martirio de Esteban
37 a 41 Calígula Conversión de Pablo
38 Persigue a l o s j u d í o s de Expansión por Samaría y Siria 35 Pi lato masacra a los sa mari tan o s
Alejandría Pablo huye a Damasco

277
El Imperio Romana Jesús y las Judea, Samaría, Galilea
comunidades (Palestina)

39 Quiere su estatua en el Templo 39 El pueblo reacciona contra el


40 Fundación de la Iglesia de decreto de Calígula
41 a 54 Emperador Claudio Antioquía
41 un edicto de Claudio expulsa a los 41 a 44 Heredes Agripa, último rey
judíos de Roma 43 Agripa persigue a la Iglesia
Muerte de Santiago
44 Toda Palestina es provincia
romana
51 a 52 Galión, procónsul en Corinto, 50 Concilio de Jerusalén
Grecia 51 Pablo en Corinto
1 e y 2S tesalonlcenses 52 a 60 Félix, procurador romano
g
54 a 68 Nerón 54 Calatas y 1 corintios
Filemón.
58 Pablo preso en Jerusalén
58-60 Pablo en la prisión de Cesárea,
colosenses y Santiago
60-62 Prisión domiciliar de Pablo en 60-62 Festo, rpocurador romano
Roma

64-65 Persecución de Nerón


68-69 Galba Martirio de Pedro y Pablo 66-73 Levantamiento Judio
69 Guerra civil: Oto y Vitelio
69 Vespasiano
Marcos 70 Tito destruye Jerusalén
73 Toma de Masada
Comienzo de la separación progresiva
entre Iglesia y sinagoga
79-81 Tito

81 a 96 Domiclano 1 a Pedro

Se i n t e n s i f i c a el culto al
emperador
Hebreos 85-99S(nodo de Jamnla: Se establece
Mateo - Lucas - Hechos el canon judio
90 Decreto contra los cristianos: 1 1 Pedro (?)
"Religión ilícita" Efesios
1» y 2a Timoteo, Tito

96 a 98 Nerva 95-96 Persecución


Apocalipsis
98 a 117 Trajano 100
Juan-Cartas de Juan

117 a 132 Adriano Judas - 2a Pedro -,

135 Levantamiento de Bar Kichba


Dispersión de los judíos

27B
ÍNDICE
Presentación 5
Orientaciones Prácticas 7
Introducción General 13
Puerta de Entrada: Una clave de lectura para las Guías y Subsidios 48

Primer Bloque
COMUNIDAD MODELO (Hechos 1-5)

Breve Historia del Comienzo de la Iglesia 53


GUIÓN I - Preparar el nacimiento de La comunidad Hch 1,6-26 65
SUBSIDI01: Con María La madre de Jesús 68
GUIÓN 2 - Pentecostés: nace La Iglesia Hch 2,1-41 72
SUBSIDIO 2: La acción del Espíritu Santo en el surgimiento de las comunidades 75
GUIÓN 3 - Comunidad-Modelo (Hch 2, 42-47; 4,32-37; 5,12-16) 79
SUBSIDIO 3: La Comunidad-Modelo de los primeros cristianos 82
GUIÓN 4 - El anuncio del Evangelio (Hch 3,1-4.22) 85
SUBSIDIO 4: La Nueva Evangelización y el anuncio hecho por los apóstoles 88
GUIÓN 5 - La expansión a través de la persecución y de los conflictos
(Hch 8,1-3; 11,19-21; 4,23-31; 13,44-52) 92
SUBSIDIO 5: Espiritualidad en el conflicto 95

Segundo Bloque
LA PALABRA SE ABRE CAMINO (Hechos 6-15)

Breve Historia del Comienzo de la Iglesia (Hch 8,40) 100


GUIÓN 6 - Organización de las Comunidades (Hch 6,1-7) 103
SUBSIDIO 6: Organización y Coordinación de las Comunidades 106
GUIÓN 7 - Nueva lectura del mismo pasado (Hechos 7,1-54) 111
SUBSIDIO 7: Las Comunidades Cristianas reinlerpretan la Escritura 114
GUIÓN 8 - El Martirio: Testimoniar la Buena Noticia (Hch 6,8-15; 7,55-60) 119
SUBSIDIO 8: Romper con el templo de la antigua alianza 122
GUIÓN 9 - Expansión a través del crecimiento de la conciencia misionera (Hechos 13,1-12) 128
SUBSIDIO 9: La Evangelización Itinerante 131

Tercer Bloque
LAS IGLESIAS EN LA DIÁSPORA

Las primeras comunidades cristianas frente al Judaismo 135


Introducción a la Carta de Santiago 139

279
GUIÓN 10-Coherencia entre Fe y Vida (Santiago 2,14-26) 144
SUBSIDI010: La fe de Abraham "PADRE DE LA FE" de las comunidades 147
GUIÓN 11 - La Libertad en Cristo: libres para hacer el bien (Ga 5,1-26) 155
SUBSIDI011: "En frutosy libertad cosecharé" 158
GUIÓN 12 - El Concilio de Jerusalén (Hechos 15,1-35) 161
SUBSIDI012: El primer concilio ecuménico 164
GUIÓN 13-Expansión en respuesta a un llamado 168
SUBSIDI013: La vida urbana y su influencia en la vida de las comunidades 171

Cuarto Bloque
LAS IGLESIAS EN EUROPA

Breve historioa de las Iglesias en el mundo helénico 176


Introducción a la Carta a los Filipenses 178
GUIÓN 1 4 - E I testimonio de Pablo (Flp 3,1b-21) 183
SUBSIDIO 14: El lugar de las mujeres en la vida de las comunidades cristianas 186
Introducción a 1 y 2 Tesalonicenses 191
GUIÓN 15 - La Parusía: el reencuentro con el Señor (1Ts 4,1-5.11) 195
SUBSIDIO 15: El trabajo 198
Introducción a las Cartas de Pablo a los Corintios 202
GUIÓN 16-LosCarismas (1Cor 14,1-33a) 209
SUBSIDIO 16: Carismas: el buen uso del poder 212
Introducción a la Carta a los Colosenses 216
GUIÓN 17 - Doctrinas extrañas (Cl 2, 6 - 3, 4) 220
SUBSIDI017: Religiosidad popular, doctrinas extrañas, anuncio de la Buena Noticia 223
GUIÓN 18 - Expansión por la defensa de los derechos (Hch 25,1-12) 226
SUBSIDI018: Conversión de Pablo y su importancia en la vida de fe 229

Quinto Bloque
"HASTA LOS CONFINES DEL MUNDO"

Breve histeria de la Iglesia en Roma 234


Introducción a la Carta a los Romanos 237
GUIÓN 1 9 - Los dolores de parto de la nueva humanidad (Rm 8,18-39) 244
SUBSIDI019: "¿Quién nos separará?" 247
GUIÓN 20-Retratode una comunidad (Rm 16,1-27) 253
SUBSIDI020: Iglesias domésticas 256
GUIÓN 21-Una nueva relación con Cristo (Carta a Filemón) 262
SUBSIDI021: La clase social de los primeros cristianos en la época de Pablo 265
GUIÓN 22- Expansión universal hasta los contines de la tierra (Hch 28,17-31) 269
SUBSIDIC22: Ser luz de las naciones. El Evangelio y su inculturación en la historia de los pueblos... 272

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