Vilchez, Jose - Padre Nuestro
Vilchez, Jose - Padre Nuestro
Vilchez, Jose - Padre Nuestro
Jos Vlchez
ndice ene!"l INTRODUCCI#N . PARTE I: $A ORACI#N, ENCUENTRO % DI&$O'O CON E$ SE(OR CAPTU$O I: 'RANDE)A DE DIOS % PE*UE(E) +U,ANA -. '!"ndez" de Dios . 1.1. La grandeza de Dios y la creacin 1.2. La grandeza de Dios y la historia /. Pe01e2ez h13"n" . 4. A!3on" en5!e l" !"ndez" de Dios 6 l" 7e01e2ez h13"n" CAPTU$O II: DI&$O'O ENTRE DIOS % E$ +O,8RE SE'9N E$ AT . -. Dios h" h":l"do !e"l3en5e "l ho3:!e . /. $":o! in5e!3edi"!i" de los 7!o;e5"s en Is!"el 4. $" o:edienci" "l Se2o! es l" 3e<o! !es71es5" del ho3:!e . =. El ho3:!e h":l" 6 Dios esc1ch" CAPTU$O III: DI&$O'O ENTRE DIOS % E$ +O,8RE SE'9N E$ NT -. Jes>s 6 los 7!i3e!os c!is5i"nos o!"n con 7"l":!"s de l" Esc!i51!" . /. El disc71lo de Jes>s o!" esc1ch"ndo s1s 7"l":!"s 4. Esc1ch"! "5en5"3en5e, 7e!o con disce!ni3ien5o =. De hecho, el 3ens"<e de 7"!5e de Dios es esc1ch"do CAPTU$O IV: $A PR&CTICA DE $A ORACI#N SE'9N E$ AT -. El Se2o! 01ie!e 01e le 7id"3os /. $" c"s" de Dios es c"s" o!"ci?n 4. $" o!"ci?n c1l51"l 6 l" <1s5ici" soci"l =. $" o!"ci?n indi@id1"l A. $" o!"ci?n es 1n !i5o del "l3" B. Res71es5" del Se2o! " l" o!"ci?n C. $" o!"ci?n de in5e!cesi?n 7.1. Tres modelos de intercesores . 7.2. Modelos de oracin de intercesin CAPTU$O V: $A ORACI#N SE'9N E$ NT .
2 -. $" @id" de 7ied"d i37lic" l" o!"ci?n /. $" o!"ci?n de:e di!i i!se sie37!e " Dios . 4. En el NT "7!ende3os c?3o de:e3os o!"! . 3.1. Jess, maestro de oracin 3.2. La humildad y el erdn resu uestos de la oracin 3.3. !ecesidad de la con"ianza y erse#erancia en la oracin 3.$. La e"icacia de la oracin en el nom%re de Jess 3.&. La r'ctica de la oracin en la (glesia rimiti#a . =. El NT nos ense2" 01e 5"3:in de:e3os o!"! 7o! los de3Ds . PARTE II: E$ PADRENUESTRO CAPTU$O VI: PADRE NUESTRO -. Dios es P"d!e se >n el AT . 1.1. Dios, )adre del ue%lo 1.2. Dios, )adre de los indi#iduos /. Dios, P"d!e, se >n el NT 2.1. Jess llama a Dios *mi )adre+ . 2.2. Jess in#oca a Dios como *)adre+ . 2.3. Jess ha%la de Dios como *el )adre+ . a. Jess ha%la de *el )adre+ . %. Jess ha%la de *tu )adre+, *#uestro )adre+ 2.$. Los disc, ulos llaman a Dios *)adre+, *)adre nuestro+ , como -uiso Jess CAPTU$O VII: PADRE NUESTRO *UE EST&S EN E$ CIE$O -. El cielo !e"l o ;i!3"3en5o /. El :ino3io Ecielo 6 5ie!!"F . 4. El cielo en sen5ido ;i 1!"do en el AT =. El cielo en sen5ido ;i 1!"do en el NT A. El cielo en sen5ido 5eol? ico B. Es5"! en 7!esenci" de Dios C. El cielo, 7e!;!"sis 7o! el no3:!e de Dios CAPTU$O VIII: SANTIGICADO SEA TU NO,8RE . -. El no3:!e es l" 7e!son" 1.1. .l nom%re de ersona/es . 1.2. .l nom%re de Dios . 1.3. .l nom%re de Jess /. $o s"n5o 6 lo 7!o;"no . 2.1. Jess declara uros todos los alimentos 2.2. Lugares santos 2.3. Tiem os sagrados . 2.$. )ersonas santas 4. El no3:!e de Dios es s"n5o 3.1. )or-ue Dios 0)adre1 es santo 3.2. Jess es santo . 3.3. .l .s ,ritu de Dios es santo . a1 .l .s ,ritu 2anto y la .scritura . %1 .l .s ,ritu 2anto y Jess c1 .l .s ,ritu 2anto y la (glesia de Jess . =. El no3:!e de Dios de:e se! @ene!"do . $.1. 3la%anza y %endicin del nom%re de Dios .
3 $.2. (n#ocacin del nom%re de Dios $.3. )roclamacin del nom%re de Dios . CAPTU$O IH: VEN'A IA NOSOTROSJ TU REINO . -. Dios es !e6 6 !ein" . /. El !eino de Dios lle " con Jes>s . 4. Jes>s "n1nci" l" 81en" No5ici" del Reino =. En 01 consis5e l" 81en" No5ici" del Reino . $.1. La 4uena !oticia del 5eino es misterio . $.2. La 4uena !oticia del 5eino tiene un #alor inestima%le . $.3. Jess es arte central de la 4uena !oticia del 5eino $.$. Jess es reconocido rey A. Des5in"5"!ios de l" 81en" No5ici" del Reino &.1. Los destinatarios de la 4uena !oticia del 5eino somos todos &.2. )ero Jess tiene sus re"erencias &.3. Los o%res son e#angelizados .6cursus so%re los ricos y las ri-uezas . &.$. Los e6cluidos de la sociedad y los menos a reciados . B. Re"liz"ci?n del Reino en n1es5!" @id" 5e37o!"l . 7.1. 8omunidad de disc, ulos . 7.2. )rimeras comunidades cristianas 7.3. 5es onsa%ilidad de los llamados a artici ar en el 5eino 7.$. La #ida del 5eino est' y se desarrolla en el tiem o. C. El Reino de Dios c1l3in"!D en el cielo CAPTU$O H: +&'ASE TU VO$UNTAD AS. -. En 01 consis5e l" @ol1n5"d de Dios . 1.1. Mani"estacin de la #oluntad de Dios en el 3ntiguo Testamento . 1.2. La #oluntad de Dios segn el !ue#o Testamento /. Conocid" l" @ol1n5"d de Dios, h"6 01e c137li!l" . 4. *1in c137le l" @ol1n5"d de Dios =. Jes>s c137le l" @ol1n5"d del P"d!e . A. As en l" 5ie!!" co3o en el cielo CAPTU$O HI: DANOS +O% NUESTRO PAN DE CADA DA -. El don de l" @id" . /. El 7"n n1es5!o de c"d" d". ho6 2.1. .l an en su sentido m's literal . 2.2. .l an o alimento material integral . 2.3. .l an, alimento es iritual . 4. $os 7o:!es 6 el An5i 1o Tes5"3en5o . 3.1. Lo -ue determinan los te6tos legales del 3ntiguo Testamento 3.2. La inter#encin de los ro"etas 3.3. .l re"le/o de los 2almos 3.$. 5e"le6iones de los 2a%ios . 3.&. La limosna como institucin =. $os 7o:!es 6 el N1e@o Tes5"3en5o . CAPTU$O HII: PERDONA NUESTRAS OGENSAS. . -. N1es5!"s o;ens"s " Dios /. Dios 7e!don" n1es5!"s o;ens"s . 4. Jes>s 6 el 7e!d?n de n1es5!os 7ec"dos
9 3.1. .nse9anzas de Jess . 3.2. Jess erdona los ecados 3.3. La sangre de Jess y el erdn de los ecados . a1 La sangre de Jess, derramada sim%licamente %1 La sangre de Jess, derramada materialmente c1 .l sacri"icio de la nue#a alianza en la sangre de Jess . 11 Di"erencia entre el sacri"icio de 8risto y los antiguos sacri"icios 21 2igni"icado del #oca%ulario mercantil 31 .6 resin del su remo amor de Dios a los hom%res $1 (denti"icacin entre la #,ctima y el o"erente . &1 .l sacri"icio nico e irre eti%le nos li%ra de nuestros ecados . 71 )or Jess tenemos li%re acceso al )adre . =. Co3o 5"3:in noso5!os 7e!don"3os . $.1. Tenemos -ue edir erdn $.2. Tenemos -ue erdonar CAPTU$O HIII: NO NOS DEJES CAER EN $A TENTACI#N. . -. No nos de<es c"e! en l" 5en5"ci?n . /. Dios es el 01e 7one " 7!1e:" 4. T"3:in Jes1c!is5o ;1e 5en5"do . =. ,"s l:!"nos del 3"l DOHO$O'A
INTRODUCCI#N Al comenzar nuestras reflexiones sobre la oracin, tenemos la impresin de que vamos a emprender una tarea muy superior a nuestras fuerzas y posibilidades. Que el hombre intente hablar de ios, ya es un atrevimiento! al"unos dir#an que una quimera, pues $ ios es m%s "rande que el hombre& '(ob 33,12)! su perfeccin $es m%s alta que el cielo..., m%s honda que el abismo..., m%s lar"a que la tierra y m%s ancha que el mar& '(ob 11,*+,)! en definitiva, que ios es ios y no hombre 'cf. -s 11,,). .i el hombre no puede hablar adecuadamente de ios porque le supera infinitamente, mucho menos podr% hablar con /l, pues esto supone entrar en su misma esfera, ponerse a su mismo nivel. (ob en su epopeya lo intent y recibi de ios esta respuesta0 $1Qui/n es /se que deni"ra mis desi"nios con palabras sin sentido2& '(ob 3*,2). .in embar"o, por la misma sa"rada 3scritura sabemos que ios ha hablado al hombre y el hombre ha hablado con ios. 4recisamente la oracin es la forma preferida por el .e5or para establecer un di%lo"o mutuo y permanente. 6a iniciativa de este di%lo"o #ntimo y sobrenatural es siempre del .e5or, como vemos en el e7emplo paradi"m%tico de (ob. 8l reconoce que se ha equivocado al enfrentarse descaradamente con ios, al que slo conoc#a de o#das. espu/s que lo ha experimentado en su profunda intimidad, en el misterio, $desde la tormenta& '(ob 3*,1! 9:,;), dice metafricamente0 $Ahora te han visto mis o7os& '(ob 92,<). 4or eso confiesa con sinceridad0 $=e retracto y me arrepiento ech%ndome polvo y ceniza& '(ob 92,;).
< .i"uiendo, pues, las lecciones que el .e5or nos da en la 3scritura +en el A y >?+, determinaremos en la 4rimera parte de nuestro estudio cu%les son las condiciones requeridas, para que se realice un verdadero encuentro del hombre con ios y as# ten"a lu"ar ese di%lo"o que llamamos oracin. 6a .e"unda parte del libro est% dedicada exclusivamente a comentar desde la misma sa"rada 3scritura la inapreciable riqueza espiritual contenida en la oracin del .e5or, el 4adrenuestro.
PARTE I
$A ORACI#N, ENCUENTRO % DI&$O'O CON E$ SE(OR 4artimos de una base se"ura y firme, al establecer con la m%xima nitidez posible cu%l es la realidad insoslayable de los que participan en este maravilloso di%lo"o, que es la oracin0 la "randeza de ios y la peque5ez del hombre 'cap. @). Aeremos a continuacin en qu/ consiste este di%lo"o entre ios y el hombre, y cmo hablan de /l tanto el Anti"uo ?estamento 'cap. @@), como el >uevo ?estamento 'cap. @@@). Bonstatamos que la orientacin en materia de oracin es fundamentalmente pr%ctica en el Anti"uo ?estamento 'cap. @A) y en el >uevo ?estamento 'cap. A). 6a @@ 4arte ser% la confirmacin y coronacin de esta pr%ctica de la oracin.
'RANDE)A DE DIOS % PE*UE(E) +U,ANA >o creo que sea necesario 7ustificar que un libro sobre la oracin empiece contraponiendo a la "randeza de ios la peque5ez humana, pues lo primero que llama la atencin y nos de7a pasmados, al orar, es que el hombre, pobre e insi"nificante criatura, pueda hablar ami"ablemente con ios, su Breador y .e5or. el patriarca Abrah%n son estas palabras0 $=e he atrevido a hablar a mi .e5or, yo que soy polvo y ceniza& 'C/n 1*,2D). 3fectivamente, que un inferior diri7a la palabra a un superior se considera que es un atrevimiento, tanto m%s "rande cuanto mayor es la distancia o diferencia que los separa. 3ntre ios y el hombre la diferencia no slo es muy "rande, sino imposible de concebir, porque es infinita. 3n la anti"Eedad los filsofos pa"anos cre#an que era un absurdo querer establecer una relacin amistosa entre los hombres y ios, por la distancia insalvable que los separaba. .in embar"o, en la tradicin reli"iosa cristiana, enraizada en la 7ud#a, los creyentes siempre han diri"ido sus ple"arias a ios con toda naturalidad y sin la conciencia de faltar al respeto. >o es que los orantes i"norasen la distancia que los separaba de ios, sino todo lo contrario0
; conoc#an me7or que los pa"anos qui/n es ios y qui/n es el hombre. 3n el Anti"uo ?estamento existe una corriente de espiritualidad que subraya de manera sin"ular el respeto del orante ante la ma7estad divina. 6eemos en el profeta Fabacuc0 $3l .e5or est% en su santo templo0 G.ilencio en su presenciaH& 'Fab 2,2:), y en .ofon#as0 $G.ilencio en presencia del .e5orH& '.of 1,D). 3ste silencio que reclaman los profetas ante ios no es m%s que la expresin de una sublime confesin de la "randeza y trascendencia divinas por parte del hombre que se siente muy peque5o ante la ma7estad de ios. 4ero estas cautelas teol"icas no impiden que los aut/nticos creyentes abran su corazn a ios y expresen con palabras sus m%s hondos sentimientos. .i se atreven a diri"ir sus palabras a ios es porque ios se ha diri"ido a ellos primero, superando por propia iniciativa lo que para el hombre +simple criatura+ es ob7etivamente insuperable. 3n nuestro discurso ulterior trataremos lar"amente de ello, y nos de7aremos instruir y "uiar por las ense5anzas que tienen su ori"en en ios mismo, como leemos en una de nuestras fuentes, en el inicio de la carta a los Febreos0 $=uchas veces y de muchas maneras habl ios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. 3n esta etapa final nos ha hablado por medio del Fi7o&, (esucristo nuestro .e5or 'Feb 1,1+2). 3l presente cap#tulo nos introduce de lleno en el misterio de la oracin, pues en /l tratamos de lo que, al parecer, constituye la principal dificultad en contra de la posibilidad misma de la oracin, es decir, de la "randeza de ios y de la peque5ez humana. -. '!"ndez" de Dios 6a "randeza del .e5or es uno de los atributos divinos m%s ensalzados en las sa"radas 3scrituras, porque es el que m%s asombro suscita en el hombre que reconoce su peque5ez0 1.1. La grandeza de Dios y la creacin 3l salmista proclama entusiasmado, cuando contempla el cielo estrellado0 $G.e5or, due5o nuestro, qu/ admirable es tu nombre en toda la tierraH 3nsalzaste tu ma7estad sobre los cielos& '.al *,2). I no slo el salmista, tambi/n nosotros nos sentimos peque5os, insi"nificantes, ante la inmensidad insondable del cielo en una noche serena de verano. >o sabemos a ciencia cierta cu%l es la medida exacta de la profundidad del espacio! pero esta medida es una, aunque est/ fuera de nuestro alcance la posibilidad de determinar su ma"nitud aproximada. 6os cient#ficos proponen hipot/ticamente unas distancias astronmicas, medidas en unidades de a5os luz, que superan nuestra capacidad ima"inativa. 3stas medidas hipot/ticas son corre"idas y aumentadas peridicamente. .in embar"o, esta inmensidad inconmensurable e inabarcable para nosotros es nada en comparacin del .e5or que la ha creado. 6as palabras del .e5or en @sa#as son elocuentes0 $1A qui/n pod/is compararme, que me aseme7e2 +dice el .anto. Alzad los o7os a lo alto y mirad0 1Qui/n cre aquello2 3l que cuenta y desplie"a su e7/rcito Jlas estrellasK y a cada uno lo llama por su nombre! tan "rande es su poder, tan robusta su fuerza, que no falta nin"uno& '@s 9:,2<+2;). 6as estrellas recorren puntualmente sus rbitas, como un e7/rcito bien ordenado. 3l inicio de prosopopeya en @sa#as se desarrolla espl/ndidamente en el profeta Laruc, para ensalzar el poder#o absoluto del .e5or sobre su creacin0 $3l que cre la tierra para siempre y la llen de animales cuadrMpedos! env#a el rayo y /l va, lo llama y le obedece temblando! a los astros, que brillan "ozosos en sus puestos de "uardia, los llama y responden NG4resentesHO, y brillan "ozosos para su Breador& 'Lar 3,32+
D 3<). ios supera toda medida! /l est% por encima y fuera de las cate"or#as de espacio y tiempo. 4or esto dice el salmista0 $1Adnde me ale7ar/ de tu aliento2, 1adnde huir/ de tu presencia2 .i escalo el cielo, all# est%s tM! si me acuesto en el abismo, ah# est%s. .i me traslado al ruedo de la aurora o me instalo en el conf#n del mar, all# se apoya en m# tu izquierda y me a"arra tu derecha. .i di"o0 que me sorba la tiniebla, que la luz se ha"a noche en torno a m#, tampoco la oscuridad es oscura para ti, la noche es clara como el d#a0 da lo mismo tiniebla o luz& '.al 13,,D+12). ios est% presente al mismo tiempo en todo lu"ar ima"inable, sin que haya que concebirlo como una niebla, o como un esp#ritu infinitamente sutil, o como una especie de alma del mundo en el anti"uo sentido platnico o estoico. .u presencia activa es requisito indispensable para que todo cuanto existe si"a subsistiendo, pues no slo $llama a la existencia lo que no existe& 'Pom 9,1D), sino que lo ya existente si"ue dependiendo de /l, pues $1cmo subsistir#an las cosas, si tM no hubieses querido2! 1cmo conservar#an su existencia, si tM no las hubieses llamado2& '.ab 11,2<). 6a presencia del .e5or es tan inmanente y cercana a los seres como los seres a s# mismos. e los vivientes en "eneral dice san 4ablo0 $8l da la vida y aliento a todos& 'Fch 1D,2<)! y de nosotros en particular0 $>o est% le7os de nin"uno de nosotros, ya que en /l vivimos y nos movemos y existimos& 'Fch 1D,2D+2*). 6o mismo debe decirse de todos los dem%s seres por el simple hecho de existir. 3l hombre moderno cuenta con medios e instrumentos cient#ficos, con los que es capaz de realizar proezas insospechadas para los anti"uos. 6a realidad, sin embar"o, es escurridiza, no se de7a atrapar ni siquiera por las mentes m%s lMcidas. 6a mayor parte de esta realidad que llamamos universo o mundo est% oculta en la oscuridad y el misterio. Fay, pues, todav#a lu"ar para la admiracin y el asombro. .i esto nos ocurre a nosotros, que creemos pertenecer a la humanidad ilustrada, cu%nto m%s al hombre anti"uo, que se enfrentaba al inmenso mundo slo con sus manos y su inteli"encia. 6a capacidad del asombro y de la admiracin es comMn a las "eneraciones modernas y anti"uas. .in embar"o, se advierte un corrimiento en el t/rmino del asombro y de la admiracin. 3l hombre moderno se asombra de la "randiosidad de la obra que observa, y "eneralmente no pasa de ah#! el hombre anti"uo, especialmente el del %mbito b#blico, admira la obra que ve, pero ensalza al creador de ella, en el que cree sin esfuerzo. (esMs Len .ira nos lo demuestra con sus palabras0 $3l que vive eternamente todo lo cre por i"ual! slo el .e5or puede ser proclamado 7usto. >adie es capaz de contar sus obras. 1Qui/n podr% descubrir sus "randezas2 1Qui/n podr% medir su inmensa "randeza2 1Qui/n podr% contar sus misericordias& '3clo 1*,1+<). 3n su himno, despu/s de enumerar las obras visibles de la creacin, a5ade0 $Aunque si"ui/ramos, no acabar#amos, la Mltima palabra0 N3l lo es todoO. 3ncarezcamos su "randeza impenetrable, /l es m%s "rande que todas sus obras! el .e5or es temible en extremo, y son admirables sus palabras. 6os que ensalz%is al .e5or, levantad la voz, esforzaos cuanto pod%is, que aMn queda m%s, los que alab%is al .e5or, redoblad las fuerzas, y no os cans/is, porque no acabar/is& '3clo 93,2D+3:). 1.2. La grandeza de Dios y la historia 6a "randeza del .e5or no slo se revela en la ma"nificencia de la creacin! tambi/n se manifiesta, y sobre todo, en la historia salvadora de su pueblo. =ois/s, prota"onista indiscutible y testi"o fidedi"no de la liberacin del pueblo de @srael en 3"ipto, habla as# al
* pueblo en las puertas de la tierra prometida y con una visin retrospectiva0 $Peconoced hoy su "randeza, su mano poderosa y su brazo extendido... 4ues hab/is visto con vuestros propios o7os toda esta "ran haza5a que ha hecho el .e5or& ' t 11,2+D). 3n su c%ntico final, poco antes de morir, =ois/s repite por Mltima vez la misma recomendacin al pueblo0 $Peconoced la "randeza de nuestro ios& ' t 32,3). 3l eco de la recomendacin de =ois/s parece lle"ar hasta avid, que, a"radecido por el ale"re anuncio que le hace el profeta >at%n de parte de ios sobre su hi7o .alomn, se diri"e a ios en la oracin con estas palabras0 $4or tu palabra, y se"Mn tus desi"nios, has sido ma"n%nimo con tu siervo, revel%ndole estas cosas. 4or eso eres "rande, mi .e5or, como hemos o#do! no hay nadie como tM, no hay ios fuera de ti& '2 .am D,21+22). 3l Bronista pone en boca de avid una Mltima oracin, que es como la rMbrica de toda su vida0 $Lendito seas, .e5or, ios de nuestro padre @srael, desde siempre y para siempre. A ti, .e5or, la "randeza, el poder, el honor, la ma7estad y la "loria, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. ?uyo el reino y el que est% por encima de todos. Piqueza y "loria vienen de ti. ?odo lo "obiernas. 3n tus manos est%n la fuerza y el poder, en tus manos en"randecer y fortalecer a quien quieras. >osotros, ios nuestro, te damos "racias y alabamos tu nombre "lorioso& '1 Brn 2,,1:+13). 6os hi7os de @srael cantan y rezan con los .almos. 3n ellos se manifiestan los sentimientos de la comunidad creyente y de cada uno de sus miembros! por esto se pasa con facilidad de la una a los otros0 $Alabad al .e5or en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus proezas, alabadlo como pide su "randeza& '.al 1<:,1+2). (esMs Len .ira repite como un eco0 $3xaltad la "randeza de su nombre y alabadlo con himnos, con cantos acompa5ados de instrumentos, pronunciando aclamaciones& '3clo 3,,1<). Qn particular reMne en su oracin todos los motivos enunciados0 $?e ensalzar/, ios m#o, mi Pey, bendecir/ tu nombre por siempre 7am%s. ?odos los d#as te bendecir/ alabar/ tu nombre por siempre 7am%s. Crande es el .e5or, muy di"no de alabanza, su "randeza es insondable. Qna "eneracin pondera a la otra tus obras y le cuenta tus haza5as. Alaban ellos tu "loria y ma7estad, y yo medito tus maravillas. 3ncarecen ellos tus proezas terribles y yo recuento tus "randezas. ifunden la memoria de tu inmensa bondad y aclaman tu victoria& '.al 19<,1+D). 3l libro de ?ob#as nos presenta un modelo de israelita que, en circunstancias adversas, mantiene #nte"ra su fe en ios providente. 3n /l es frecuente el recurso a la oracin personal y, en concreto, se repiten como una cantilena los himnos y las alabanzas a ios, especialmente por la manifestacin de su "randeza y poder en beneficio del bueno de ?obit. As# suenan las palabras del %n"el Pafael a ?obit y ?ob#as, poco antes de desvelar su personalidad0 $Lendecid a ios, reconoced su "randeza y confesadlo ante todos los vivientes, por los bienes que os ha otor"ado para bendecir y alabar su nombre. Faced conocer di"namente a todos los hombres las obras de ios y no se%is descuidados en confesarlo& '?ob 12,;). 3l prota"onista del libro, ?obit, cumple al pie de la letra los conse7os del mensa7ero de ios! primero con sus palabras $Bonfesadle Ja iosK, hi7os de @srael, ante las naciones, porque 8l os dispers en medio de ellas, y all# os manifest su "randeza. '...) Io le confieso en la tierra de mi destierro y manifiesto su poder y su "randeza a un pueblo pecador... Io ensalzo a mi ios, y mi alma al Pey del cielo, y cantar% con 7Mbilo su "randeza& '?ob 13,3+9a.;h+DJ*+,K). I, sobre todo, con sus obras0 $ espu/s de recobrar la vista, vivi en la abundancia, hizo limosnas y continu bendiciendo a ios y confesando su "randeza& '?ob 19,2).
, 4ara el hombre de fe, que canta, reza y medita con las sa"radas 3scrituras, todos son motivos para esperar y confiar en el .e5or. 4ara /l los atributos del .e5or como el poder, la sabidur#a, la "randeza son evidentes, $pues como es su "randeza as# es su misericordia '3clo 2,1*). 3l >uevo ?estamento asume #nte"ramente el mensa7e de las sa"radas 3scrituras sobre la "randeza de ios, pero a la luz nueva del evan"elio de (esMs. As# leemos en la breve carta de (udas0 $Al que puede custodiaros sin tropiezos y presentaros ante su "loria sin mancha y "ozosos, al ios Mnico, que nos salv por (esucristo .e5or nuestro, "loria, ma7estad, poder y autoridad desde la eternidad y ahora y por los si"los. Am/n& '(ds 29+2<). /. Pe01e2ez h13"n" 3l que tiene en sus manos la Liblia, la lee con frecuencia, medita y reflexiona sobre lo le#do, y, sobre todo, reza y ora al .e5or con ayuda de sus palabras, se familiariza cada vez m%s con el .e5or, presente en ellas, y, al mismo tiempo, hace crecer su respeto y admiracin por su inmensa "randeza. A medida que el orante percibe m%s cercano al .e5or, inmenso y "rande, decrece parad7icamente el aprecio de s# mismo. 6a luz de ios hace que advirtamos me7or las propias tinieblas. Buando @sa#as, en su alta experiencia m#stica, oye el c%ntico celeste0 $G.anto, santo, santo, el .e5or de los e7/rcitos, la tierra est% llena de su "loriaH& '@s ;,3), reacciona espont%neamente con temor y espanto, porque a s# mismo se considera indi"no de estar en la cercan#a del .e5or0 $GAy de m#, estoy perdidoH Io, hombre de labios impuros que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis o7os al Pey y .e5or de los e7/rcitos& '@s ;,<). Fasta ahora hemos tratado de la "randeza del .e5or, atributo divino que eleva al .e5or por encima y m%s all% de toda su creacin, y que hace que nos pre"untemos0 1qu/ es el hombre2 6a pre"unta est% formulada varias veces en las sa"radas 3scrituras, en contextos expl#citos de oracin, que ponen de manifiesto el asombro del orante ante el modo como ios trata al hombre0 $1Qu/ es el hombre para que te acuerdes de /l, el hi7o de Ad%n para que te ocupes de /l2& '.al *,<! lo mismo en .al 199,3 y (ob D,1D). 6a pre"unta en estos casos no implica i"norancia. 4or tanto, el que la hace no espera una respuesta! /sta ya la sabe /l, y porque la sabe, se extra5a y pre"unta retricamente. 3l orante sabe que el hombre es criatura de ios, criatura querida y mimada por ios, como se deduce de las formas tan maravillosas cmo en el C/nesis se habla de la creacin del hombre. 4rimeramente con "ran solemnidad ios crea al hombre libre y amorosamente a su ima"en y seme7anza por medio de su palabra0 $I di7o ios0 RFa"amos al hombre a nuestra ima"en y seme7anza! que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales dom/sticos y todos los reptiles. I cre ios al hombre a su ima"en! a ima"en de ios lo cre! varn y hembra los cre& 'C/n 1,2;+2D! cf. ,,;). 3n se"undo lu"ar el autor sa"rado humaniza m%s a ios, convirti/ndolo metafricamente en un alfarero, como si /l tuviera manos y boca0 $3ntonces el .e5or ios model al hombre de arcilla del suelo, sopl en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirti en ser vivo& 'C/n 20D). 4or esto tiene razn (ob que, hablando directamente con ios, se llama a s# mismo $obra de tus manos& '(ob 1:,3! ver, adem%s, 1:,*+,).Ia es un t#tulo hermoso llamarse y ser $obra de ios&, pues toda obra de arte participa plenamente de la "loria y di"nidad de su autor, y el hombre es la m%s excelsa obra de arte de ios. 8ste es el estado de la condicin del hombre. .i /l lo reconoce y acepta, no se reba7a en nada, sino que da "loria a ios y se enaltece a s# mismo. >o aceptar la condicin de criatura +tentacin muy anti"ua y tambi/n moderna+ es
1: aseme7arse a los e"ipcios del tiempo de @sa#as y al rey de ?iro, contempor%neo de 3zequiel. e los primeros di7o @sa#as0 $6os e"ipcios son hombres y no dioses& '@s 31,3), y del se"undo, 3zequiel0 $?M eres hombre y no dios& '3z 2*,,). e hecho, ya lo han comprobado porque no existen. e ios, sin embar"o, se afirma cate"ricamente lo contrario. 3n un contexto de misericordia dice ios por medio del profeta -seas0 $ >o e7ecutar/ mi condena, no volver/ a destruir a 3fra#n! que soy ios y no hombre, el .anto en medio de ti y no enemi"o devastador& '-s ,,32). I (ob, liti"ando con ios, declara0 $ ios no es un hombre como yo para decirle0 NAamos a comparecer en 7uicioO& '(ob ,,32). 3l hombre, como criatura, no es due5o de s# ni de su destino. (erem#as se expresa as#0 $Ia lo s/, .e5or, que el hombre no es due5o de sus caminos, que nadie puede establecer su propio curso& '(er 1:,23). (ob compara al hombre a un traba7ador no autnomo0 $3l hombre est% en la tierra cumpliendo un servicio, sus d#as son los de un 7ornalero& '(ob D,1)! depende, por tanto, del due5o de la vi5a, que es el .e5or. -tros 7uicios m%s ne"ativos sobre el hombre ocupan un lu"ar muy destacado a lo ancho y lar"o de la sa"rada 3scritura. (ob si"ue reflexionando sobre su tr%"ica situacin, que es la de todo hombre0 $14or qu/ me has tomado como blanco y me he convertido en car"a para m# mismo2& '(ob D,2:). >i a s# mismo se puede ya soportar. 4or esto el hombre atribulado se compara a un muro a punto de ser derrumbado0 $1Fasta cu%ndo arremeter/is todos 7untos contra un hombre, para derribarlo como a una pared que cede o a una tapia ruinosa2& '.al ;2,9). 3n las mMltiples confesiones ante ios de profetas, sabios y salmistas todos reconocen humildemente su naturaleza d/bil e inconsistente, como aparece, por e7emplo, en (esMs Len .ira0 $ ios pasa revista al e7/rcito celeste, cu%nto m%s a los hombres de polvo y ceniza& '3clo 1D,32)! $14or qu/ se ensoberbece el polvo y ceniza si aMn en vida se pudren sus entra5as2& '3clo 1:,,). Qnas veces recuerdan el ori"en del hombre y, sobre todo, aquello en lo que definitivamente se van convertir, se"Mn la palabra que el .e5or diri"e a Ad%n0 $Bon el sudor de tu frente comer%s el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste formado, pues eres polvo y al polvo volver%s& 'C/n 3,1,! cf. .al ,:,3! 3cl 3,2:! 12,D)! o, con una expresin m%s dura0 $Io soy un "usano, no un hombre0 afrenta de la "ente, despreciado del pueblo& '.al 22,D)! $14uede ser puro el nacido de mu7er2 .i ni siquiera la luna es brillante ni a sus o7os son puras las estrellas, Gcu%nto menos el hombre, ese "usano, el ser humano, esa lombrizH& '(ob 2<,9+;). -tras veces recurren los autores a comparaciones po/ticas que subrayan la brevedad y fu"acidad de la vida0 $?oda carne es hierba y su belleza como flor campestre& '@s 9:,;), que el salmista aplica directamente al hombre0 $4ues ios conoce nuestra condicin y se acuerda de que somos barro. 3l hombre dura lo que la hierba, florece como flor campestre, que el viento la roza, y ya no existe, su puesto no vuelve a verla& '.al 1:3,19+1;). - bien comparan al hombre con el aire, pensando en la li"ereza y levedad de la vida humana0 $3l hombre no es m%s que un soplo& '.al 3,,12)! $3l hombre se aseme7a a un soplo, sus d#as, como una sombra que pasa& '.al 199,9)! $.lo un soplo son los plebeyos, mentira son los nobles0 todos 7untos en la balanza subir#an m%s livianos que un soplo& '.al ;2,1:! ver, tambi/n, (ob D,,! 3cl 3,1,). 3stas maneras de hablar, po/ticas unas, prosaicas otras, indican eufem#sticamente la cruda realidad de la muerte, que no se soslaya en otros pasa7es0 $Pecuerda lo que dura mi vida0 1has creado en vano a los humanos2 1Qu/ hombre vivir% sin ver la muerte2 1qui/n librar% su vida de la "arra del Abismo2& '.al *,,9*+9,)! $?odos los reyes de las naciones descienden a sepulcros de piedra, todos reposan con "loria, cada cual en
11 su mausoleo& '@s 19,1*). 3n este aspecto el hombre se aseme7a a los animales0 $6a suerte de los hombres y la suerte de los animales es la misma suerte. Bomo mueren unos, mueren los otros! todos tienen el mismo aliento. I el hombre no supera a los animales& '3cl 3,1,! cf. .al 9,,13.21! 1:9,2,). =oralmente, sin embar"o, el hombre merece un 7uicio aMn m%s ne"ativo, del que nadie se salva0 $.e corrompen cometiendo execraciones, no hay quien obre bien. 3l .e5or se asoma desde el cielo sobre los hi7os de Ad%n para ver si hay al"uno sensato que busque a ios. ?odos se extrav#an i"ualmente obstinados, no hay uno que obre bien, ni uno solo& '.al <3,2+9). Ante un panorama seme7ante el autor del C/nesis hablaba, si bien metafricamente, del pesar del .e5or por haber creado al hombre0 $Al ver el .e5or que en la tierra crec#a la maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa, se arrepinti de haber creado al hombre en la tierra, y le pes de corazn. I di7o0 RLorrar/ de la superficie de la tierra al hombre que he creado! al hombre con los cuadrMpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho& 'C/n ;,<+D). 6a historia de los hombres ha sido "eneralmente una sarta de errores continuados, que han merecido el descr/dito y la desconfianza en /l. $>o confi/is en los nobles, en un hombre que no puede salvarse0 sale su aliento y /l vuelve al polvo, ese d#a perecen sus planes& '.al 19;,3+9). Apoyarse en el hombre es como apoyarse en el vac#o. .i, adem%s, se abandona al .e5or, verdadera roca, como lo llamaba avid0 $.e5or, mi roca, mi alc%zar, mi libertador. ios m#o, pe5a m#a, refu"io m#o, escudo m#o, mi fuerza salvadora, mi baluarte, mi refu"io, que me salvas de los violentos& '2 .am 22,2+3), se comprende la maldicin del .e5or, se"Mn el profeta (erem#as0 $G=aldito quien conf#a en un hombre y busca apoyo en la carne, apartando su corazn del .e5orH& '(er 1D,<). 4. A!3on" en5!e l" !"ndez" de Dios 6 l" 7e01e2ez h13"n" 6as sa"radas 3scrituras nos ense5an que el .e5or ha hecho posible la armonizacin entre su "randeza y nuestra peque5ez. Que se haya di"nado crearnos para llenarnos de su plenitud y establecer perpetuos lazos de amistad! que no nos haya eliminado de la faz de la tierra a pesar de nuestras infidelidades permanentes, y que haya querido revelarnos sus entra5as de misericordia infinita, d%ndonos a su propio Fi7o, es una prueba manifiesta de que no slo es posible y querida por ios la armon#a entre /l y nosotros, entre su "randeza y nuestra peque5ez, sino que es una realidad por pura "racia y bondad suyas. 4or esto no debe turbarnos ni ser causa del m%s m#nimo temor saber que para el .e5or todo es transparente, nada se oculta a su mirada. 4ues para /l no hay distancias, aunque la 3scritura lo coloque metafricamente en el cielo, como un vi"#a en la atalaya0 $ esde el cielo se fi7a el .e5or mirando a todos los hombres. esde su solio observa a todos los habitantes de la tierra0 /l, que model cada corazn y conoce todas sus acciones& '.al 33,13+1<), porque $los o7os de ios miran las sendas del hombre y vi"ilan todos sus pasos& '(ob 39,21). 3l .e5or, a su vez, nada puede temer de parte del hombre! solamente pensarlo es un absurdo. 8l existe desde siempre y permanecer% para siempre, no as# todo lo dem%s, incluidos el cielo y la tierra. 6eemos en el .almo0 $Antes de que naciesen las monta5as o fuera en"endrado el orbe de la tierra, desde siempre y por siempre tM eres ios. '...) 4ara ti mil a5os son un ayer que pas, una vela nocturna& '.al ,:,2.9). I en otro lu"ar0 $Al principio cimentaste la tierra, el cielo es obra de tus manos0 ellos perecer%n, tM permaneces, se "astar%n como la ropa, ser%n como vestido que se muda. ?M en cambio eres aquel cuyos a5os no se acaban& '.al 1:2,2;+ 2*).
12 Ante ios deber#amos recordar lo que somos0 nada y polvo, de nin"una manera tener miedo. =%s bien tendr#amos que sentirnos como un ni5o peque5o en brazos de su madre. .lo que ios es como una madre que no nos suelta de la mano ni siquiera un minuto, y a la que nada se le oculta en absoluto. 4or medio del profeta @sa#as nos dice el .e5or0 $14uede una madre olvidarse de su criatura, de7ar de querer al hi7o de sus entra5as2 4ues, aunque ella se olvide, yo no te olvidar/& '@s 9,,1<). 3l .e5or nos conoce y acompa5a desde antes de nuestro nacimiento. 3l salmista da "racias a ios por esto0 $?M has creado mis entra5as, me has te7ido en el seno materno. ?e doy "racias porque te has distin"uido con portentos y son maravillosas tus obras. Bonoces perfectamente mi aliento, no se te oculta mi osamenta. Buando me iba formando en lo oculto y entrete7iendo en lo profundo de la tierra, tus o7os ve#an mi embrin. .e escrib#an en tu libro se defin#an todos mis d#as, antes de lle"ar el primero& '.al 13,,13+1;)! $Suiste tM quien me extra7o del vientre, me ten#as confiado a los pechos de mi madre! desde el seno me arro7aron a ti, desde el vientre materno tM eres mi ios& '.al 22,1:+11). 6a confianza ilimitada en la bondad del .e5or debe ir acompa5ada de nuestro reconocimiento reverente por la ma"nificencia de sus obras en favor nuestro, como nos ense5an los .almos0 $Aenid a ver las proezas de ios, sus haza5as formidables a favor de los hombres& '.al ;;,<)! $GQu/ ma"n#ficas son tus obras, .e5or, qu/ profundos tus desi"niosH 3l i"norante no los entiende, el necio no los comprende& '.al ,2,;+D)! $GBu%ntas son tus obras, .e5or, y todas las hiciste con maestr#a0 la tierra est% llena de tus criaturasH& '.al 1:9,29). .i el .e5or nos concede la "racia de experimentar la dulzura de su presencia transformante, como la experiment el atormentado (ob al final de su prueba0 $?e conoc#a slo de o#das, ahora te han visto mis o7os& '(ob 92,<), no hay palabras humanas para a"radecerlo de forma debida. Tnicamente podemos responder con humildad y prontitud, pre"untando al .e5or, como hizo san 4ablo un d#a, camino de amasco0 $1Qu/ debo hacer, .e5or2& 'Fch 22,1,). 3n los cap#tulos que si"uen trataremos de afinar el o#do para escuchar atentamente en el fondo de nuestra alma la respuesta se"ura del .e5or. 4ero esto solamente lo conse"uiremos en un ambiente de paz interior, fruto de la accin del 3sp#ritu en nuestros corazones.
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DI&$O'O ENTRE DIOS % E$ +O,8RE SE'9N E$ AT 6a oracin cristiana es un encuentro personal del creyente con ios, un encuentro entre dos conocidos. 3ste encuentro se realiza en el %mbito de la fe, es sobrenatural. Aunque la oracin parezca un monlo"o, el del hombre consi"o mismo, en realidad es un di%lo"o entre el hombre y ios! visible es solamente el hombre, pero el orante por la accin inefable del 3sp#ritu percibe en el fondo de su alma la presencia invisible de ios. 4or la fe, Mnico medio que nos pone en comunicacin con ios, sabemos que /l, a su vez, nos escucha y nos habla. 3n el presente cap#tulo quedar% demostrado lar"amente cmo todo esto se nos dice por activa
13 y por pasiva en el Anti"uo ?estamento. 4or esta razn la oracin slo la puede tener el hombre de fe. 4ara el no creyente la oracin no tiene sentido, es un absurdo, y pertenece al mundo de la fantas#a, del desdoblamiento de la personalidad, del autoen"a5o y, por tanto, es un asunto que debe ser tratado por parapsiclo"os o por psiquiatras. 3n el verdadero di%lo"o, sea entre i"uales o entre desi"uales, siempre hay comunicacin entre los dialo"antes en las dos direcciones0 al hablar de uno responde el escuchar del otro. 3n el di%lo"o de la oracin, di%lo"o entre desi"uales, unas veces es ios el que habla, y entonces le toca al hombre escuchar respetuosamente! otras veces es el hombre el que habla, diri"i/ndose humildemente a ios, y ios no de7a de escucharlo, aunque parezca mentira o sea dif#cil de comprender. Atentos a lo que nos dice la palabra de ios, la sa"rada 3scritura, trataremos de ver cmo ios realmente ha hablado al hombre, y todav#a nos si"ue hablando! veremos tambi/n cu%l debe ser la actitud del hombre ante la palabra que ios le diri"e, a saber, una actitud a"radecida y humilde de atenta escucha, y descubriremos por Mltimo cmo todo esto desemboca en la oracin, lu"ar apropiado donde se realiza de modo ideal el encuentro maravilloso del hombre con ios. -. Dios h" h":l"do !e"l3en5e "l ho3:!e A los que aceptamos como 4alabra de ios la sa"rada 3scritura no nos cabe la menor duda de que $muchas veces y de muchas formas habl ios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. 3n esta etapa final nos ha hablado por medio del Fi7o& 'Feb 1,1+2). .i no fuera as#, estar#an de m%s las p%"inas de este libro, de la primera a la Mltima! de la misma manera que ser#a vana nuestra predicacin y vana nuestra fe, si Bristo no hubiera resucitado 'cf. 1 Bor 1<,19). 4ero Bristo ha resucitado de entre los muertos, y ios nos ha hablado por medio de sus ele"idos, m%s especialmente por medio de su Fi7o, nuestro .e5or (esucristo. 3n el per#odo anti"uo se cre#a que la cercan#a de la divinidad era peli"rosa para el hombre, que el hombre no podr#a sobrevivir a una experiencia directa con ios o con sus mensa7eros. 3n los tiempos heroicos del paso por el .ina# el pueblo tuvo miedo de ios, y pidi a =ois/s que /l fuera su mediador permanente. 3l euteronomio nos da la versin de =ois/s0 $Al escuchar la voz que sal#a de la tiniebla, mientras el monte ard#a, se acercaron a m# vuestros 7efes de tribu y autoridades, y me di7eron0 N3l .e5or, nuestro ios, nos ha mostrado su "loria y su "randeza, hemos o#do su voz que sal#a del fue"o. Foy vemos que puede ios hablar a un hombre y se"uir /ste con vida. 4ero ahora tememos morir devorados por ese fue"o violento! si se"uimos oyendo la voz del .e5or, nuestro ios, moriremos. 4orque, 1qu/ mortal es capaz de o#r, como nosotros, la voz de un ios vivo, hablando desde el fue"o, y salir con vida2 Ac/rcate tM y escucha cuanto ten"a que decirte el .e5or, nuestro ios. 6ue"o tM nos comunicar%s todo lo que te di"a el .e5or, nuestro ios! nosotros escucharemos y obedeceremosO& ' t <,23+2D! cf. 1*,1;). A pesar de las "randes experiencias, reli"iosas y no reli"iosas, que el pueblo de @srael tuvo antes de lle"ar a la tierra de Bana%n, no pudo liberarse del miedo a la cercan#a de ios. 6o descubrimos en el relato, in"enuo y detallado, que el libro de los (ueces hace de la doble aparicin del %n"el del .e5or a los que hab#an de ser los padres de .ansn0 $Al desaparecer el %n"el del .e5or de la vista de =ana7 y su mu7er, =ana7 cay en la cuenta de que aqu/l era el
19 %n"el del .e5or. I di7o =ana7 a su mu7er0 +GAamos a morir, porque hemos visto a iosH& '(ue 13,21+23). 4ero no murieron y fueron padres de .ansn. 3liminar el miedo ante ios, o, hacer que el miedo se transforme en respeto, va a ser una de las tareas principales de los hombres de ios en @srael. /. $":o! in5e!3edi"!i" de los 7!o;e5"s en Is!"el 3n los .almos resuena la voz del .e5or, que se diri"e directamente al pueblo0 $3scucha, pueblo m#o, que voy a hablar, @srael& '.al <:,D)! $3scucha, pueblo m#o, doy testimonio contra ti, o7al% me escuchases, @srael& '.al *1,,). 4ero es en los profetas donde o#mos m%s frecuente+ mente la voz del .e5or0 $3scMchame, (acob! @srael, a quien llam/& '@s 9*,12! cf. 9*,1;! 99,1)! voz potente que pueden escuchar los sordos0 $.ordos, escuchad& '@s 92,1*), y los que est%n le7os0 $6os le7anos, escuchad lo que he hecho& '@s 33,13). 6os profetas son hombres de ios, personas que se relacionan #ntimamente con ios. e =ois/s, el profeta de @srael por excelencia y modelo de profetas 'cf. t 1*,1<+22), leemos en el libro del 8xodo0 $3l .e5or hablaba con =ois/s cara a cara como habla un hombre con un ami"o& '3x 33,11). 3n estas #ntimas conversaciones =ois/s aprende cmo es ios, y despu/s lo comunica a los israelitas0 $3l .e5or, el .e5or, el ios compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel, que conserva la misericordia hasta la mil/sima "eneracin, y perdona culpas, delitos y pecados, aunque no de7a impune y casti"a la culpa de los padres en los hi7os, nietos y bisnietos& '3x 39,;+D). (esMs Len .ira dice de =ois/s en su elo"io0 $4or su fidelidad y humildad lo esco"i entre todos los hombres, le hizo escuchar su voz y lo introdu7o en la nube espesa! puso en su mano los mandamientos, ley de vida y de inteli"encia, para que ense5ase los preceptos a (acob, sus leyes y decretos a @srael& '3clo 9<,9+<). e =ois/s, y de otros como /l, se vale el .e5or como intermediarios para comunicar al pueblo su voluntad. 8l hubiera podido comunicarse directamente con cada uno de sus miembros, pero, por razones inescrutables, prefiri valerse de unos hombres para manifestar a otros sus proyectos, sus planes, sus iniciativas. 3n el desempe5o de esta misin los profetas y enviados de ios encontraron con frecuencia una dura resistencia y oposicin, como el .e5or se lo hace ver a 3zequiel0 $Fi7o de Ad%n, vives en la casa rebelde0 tienen o7os para ver, y no ven! tienen o#dos para o#r, y no oyen! pues son casa rebelde& '3z 1202), y ellos mismos ponen de manifiesto. (erem#as se que7a con amar"ura0 $1A qui/n con7urar/ para que me escuche20 tienen o#dos incircuncisos, incapaces de atender, toman a burla la palabra del .e5or porque no les a"rada& '(er ;,1:). Al"una vez la palabra del .e5or se diri"e a la naturaleza no racional para llamar me7or la atencin0 $Fi7o de Ad%n, mira a los montes de @srael y profetiza contra ellos. G=ontes de @srael, escuchad la palabra del .e5orH 3sto dice el .e5or a los montes y a las colinas, a las torrenteras y a las va"uadas0 GAtencinH, que yo mando la espada contra vosotros para destruir vuestros altozanos! ser%n arrasados vuestros altares& '3z ;,2+9)! $Fi7o de Ad%n, ponte mirando al sur, vaticina al mediod#a, profetiza as# al bosque austral0 GLosque austral, escucha la palabra del .e5orH 3sto dice el .e5or& '3z 21,2+3! ver, adem%s, 3;,1.9! 3D,9). .in embar"o, lo normal en la 3scritura es que el .e5or ha"a $o#r la ma7estad de su voz& '@s 3:,3:) por medio de los profetas, como en el caso de =ois/s, a quien el pueblo pidi expresamente0 $Ac/rcate tM y escucha cuanto ten"a que decirte el .e5or, nuestro ios. 6ue"o tM nos comunicar%s todo lo que te di"a el .e5or, nuestro ios! nosotros escucharemos y
1< obedeceremos& ' t <,2D). As#, pues, el profeta escucha en primer lu"ar la voz del .e5or y despu/s transmite el mensa7e a sus destinatarios. 6a experiencia primera suele ser desconcertante. 3l peque5o .amuel no reconoci la voz del .e5or las tres primeras veces que lo llam! la cuarta s#, con ayuda del sacerdote 3l#, que lo aleccion0 $.i te llama al"uien, dir%s0 NFabla, .e5or, que tu siervo escuchaO& '1 .am 3,,! cf. @s ;,1+,! (er 1,9+;). Bonfirmado el profeta en su vocacin, podr% luchar en contra de sus enemi"os, aunque ellos sean m%s poderosos que /l, porque el esp#ritu del .e5or est% con /l. A (erem#as le dice el .e5or0 $>o di"as que eres un muchacho0 que a donde yo te env#e, ir%s! lo que yo te mande, lo dir%s. >o les ten"as miedo, que yo estoy conti"o para librarte +or%culo del .e5or+. 3l .e5or extendi la mano, me toc la boca y me di7o0 +=ira, yo pon"o mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, destruir y demoler, edificar y plantar& '(er 1,D+1:)! $I tM c#5ete, en pie, diles lo que yo te mando. >o les ten"as miedo! que si no, yo te meter/ miedo de ellos. Io te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el pa#s0 frente a los reyes y pr#ncipes de (ud%, frente a los sacerdotes y los terratenientes! luchar%n contra ti, pero no te vencer%n, porque yo estoy conti"o para librarte +or%culo del .e5or+& '(er 1,1D+1,! cf. 1<,2:). 3l .e5or trasmite la misma conviccin al profeta 3zequiel0 $Fi7o de Ad%n, yo te env#o a @srael, pueblo rebelde0 se rebelaron contra m# ellos y sus padres, se sublevaron contra m# hasta el d#a de hoy... 6es dir%s Nesto dice el .e5orO, te escuchen o no te escuchen, pues son casa rebelde, y sabr%n que hay un profeta en medio de ellos. I tM, hi7o de Ad%n, no les ten"as miedo, no ten"as miedo a lo que di"an, aun cuando te rodeen espinas y te sientes encima de alacranes... 6es dir%s mis palabras, te escuchen o no te escuchen, pues son casa rebelde& '3z 2,3+D! cf. 3,2D). 6a repeticin de tales mensa7es de aliento por parte del .e5or hace que los profetas sean conscientes de su funcin mediadora! las palabras iniciales de la mayor#a de sus or%culos0 $3scuchaU-ye&, $3scuchadU-#d las palabras o mandatos del .e5or&, y muchos finales de los mismos0 $3sto dice el .e5or&, $-r%culo del .e5or&, lo ponen de manifiesto. =ois/s no se cansa de repetir en sus discursos0 $Ahora, @srael, escucha los mandatos y decretos que yo os ense5o...& ' t 9,1! cf. <,1! ,,1! 2D,,+1:! etc.). 3l m%s famoso de todos los $3scucha, @srael& es el de t ;,90 $3scucha, @srael, el .e5or, nuestro ios, es solamente uno&, que reson en boca de (esMs 'cf. =c 12,2,), y lo si"uen repitiendo varias veces al d#a los 7ud#os piadosos de todos los tiempos. 6os profetas todos utilizan la misma frmula para transmitir la palabra del .e5or al pueblo entero0 $3scuchad la palabra del .e5or, los que os estremec/is ante sus palabras& '@s ;;,<)! $3scuchad la palabra del .e5or, casa de (acob, tribus todas de @srael& '(er 2,9! etc.). I a personas particulares, pero si"nificativas. .amuel dice a .aMl0 $3l .e5or me envi para un"irte rey de su pueblo @srael. 4or tanto, escucha las palabras del .e5or& '1 .am 1<,1)! un profeta a A7ab, rey de @srael '1 Pe 22,1,)! @sa#as a Acaz0 '@s D,13), a 3zequ#as '@s 3,,<), a los 7efes del pueblo '@s 2*,19.23), a .odoma y Comorra '@s 1,1:)! 3zequiel a pastores y "u#as de @srael '3z 39,D)! Vacar#as al sumo sacerdote 'Vac 3,*). ?ambi/n se sirven los profetas de la prosopopeya en momentos solemnes. =ois/s en su c%ntico0 $3scuchad, cielos, y hablar/! oye, tierra, los dichos de mi boca& ' t 32,1)! @sa#as, al
1; comienzo de sus profec#as0 $-#d, cielos! escucha, tierra! que habla el .e5or0 Fi7os he criado y educado, y ellos se han rebelado contra m#& '@s 1,2), y al iniciar un 7uicio al pueblo0 $Acercaos, pueblos, a escuchar! naciones, atended! escuche la tierra y los que la llenan, el orbe y cuanto produce! porque el .e5or est% airado con todas las naciones& '@s 39,1)! =iqueas hace o#r su voz0 $G3scuchad, pueblos todos! atiende, tierra y cuanto la llenaH& '=iq 1,2), $3scuchad lo que dice el .e5or0 6ev%ntate, llama a 7uicio a los montes, que los collados escuchen tu voz. 3scuchad, montes, el 7uicio del .e5or, firmes cimientos de la tierra0 el .e5or entabla 7uicio con su pueblo, pleitea con @srael& '=iq ;,1+2)! (erem#as, en v#speras de la lle"ada de >abucodonosor a (erusal/n0 $G?ierra, tierra, tierraH, escucha la palabra del .e5or& '(er 22,2,). >o se cansan los enviados de ios de repetir al pueblo de mil formas el mensa7e que ios les ha confiado, pero para que /ste sea comprendido no basta tener o#dos y o#r! es necesaria la ayuda del .e5or. A las puertas de Bana%n pronuncia =ois/s estas palabras0 $3l .e5or no os ha dado inteli"encia para entender, ni o7os para ver, ni o#dos para escuchar hasta hoy& ' t 2,,3). 4or otro lado, ios siempre estar% dispuesto a echarle una mano al hombre, pero /l quiere que el hombre coopere libremente. 3n su oracin a ios .alomn pide al .e5or que le ense5e a saber escuchar0 $3ns/5ame a escuchar para que sepa "obernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal! si no, 1qui/n podr% "obernar a este pueblo tuyo tan "rande2& '1 Pe 3,,). 3sta escena nos recuerda la de los disc#pulos cuando piden a (esMs0 $.e5or, ens/5anos a orar& '6c 11,1). 3l disc#pulo a"radecido reconoce siempre el ori"en del don recibido, en nuestro caso, el ori"en del saber escuchar lo que el .e5or nos dice calladamente, al o#do0 $=i .e5or me ha dado una len"ua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Bada ma5ana me espabila el o#do, para que escuche como los iniciados. 3l .e5or me abri el o#do0 yo no me resist# ni me ech/ atr%s& '@s <:, 9+<). 4. $" o:edienci" "l Se2o! es l" 3e<o! !es71es5" del ho3:!e ?anto toque de atencin por parte de los profetas tiene una Mnica finalidad0 la obediencia del pueblo a la voluntad del .e5or. e hecho, Nescuchar la vozUlos mandatos del .e5orO equivale a Nobedecer al .e5orO, como claramente aparece en los e7emplos si"uientes0 $.i obedec/is al .e5or Jsi escuch%is atentamente la voz del .e5orK, vuestro ios, haciendo lo que /l aprueba, escuchando sus mandatos y cumpliendo sus leyes, no os enviar/ las enfermedades que he enviado a los e"ipcios, porque yo soy el .e5or, que te cura& '3x 1<,2;! cf. 1,,9+<). $=ira. Foy os pon"o delante bendicin y maldicin0 la bendicin, si acat%is Jsi escuch%isK los preceptos del .e5or, vuestro ios, que yo os mando hoy! la maldicin, si no acat%is Jdeso#sK los preceptos del .e5or, vuestro ios& ' t 11,2;+2*! cf. 13,<! 2*,1). 'Fabla .amuel) $.i respet%is al .e5or y le serv#s, si le obedec/is Jsi escuch%is su vozK y no os rebel%is contra sus mandatos, vosotros y el rey que reine sobre vosotros vivir/is siendo fieles al .e5or, vuestro ios. 4ero si no obedec/is al .e5or Jsi no escuch%is la voz del .e5orK y os rebel%is contra sus mandatos, el .e5or descar"ar% la mano sobre vosotros y sobre vuestro rey, hasta destruiros& '1 .am 12,19+1<)! y (erem#as0 $As# dice el .e5or, ios de @srael0 =aldito el que no acate Jno escucheK los t/rminos de esta alianza, que yo impuse a vuestros padres cuando los saqu/ de 3"ipto, de aquel horno de hierro0 $-bedecedme Jo#d mi vozK y haced lo que os mando! as# ser/is mi pueblo y yo ser/ vuestro ios& '(er 11,3+9! cf. 92,;! Lar 2,2,+3:! etc.). 6as incesantes llamadas del .e5or a su pueblo consi"uen de /l que le responda
1D positivamente, aunque no con la rotundidad que /l quisiera y se merece. 6a primera vez que =ois/s descendi del monte .ina# y propuso al pueblo lo que el .e5or le hab#a comunicado, $todo el pueblo a una respondi0 RFaremos cuanto dice el .e5or& '3x 1,,*). =%s adelante, en el momento solemne de la institucin del pacto o alianza entre ios y el pueblo, dos veces ratifica el pueblo esta alianza casi con las mismas palabras0 $Faremos lo que dice el .e5or&, $Faremos todo lo que manda el .e5or y obedeceremos& '3x 29,3 y D). 6a rMbrica la pone =ois/s con la san"re de los animales sacrificados0 $=ois/s tom el resto de la san"re y roci con ella al pueblo, diciendo0 +3sta es la san"re del pacto que el .e5or hace con vosotros a tenor de estas cl%usulas& '3x 29,*). 6a turbulenta historia del pueblo de @srael nos muestra no una l#nea recta en su conducta ante ios, sino un zi"za" continuado, infidelidad tras infidelidad. 6a bondad del .e5or, sin embar"o, es ina"otable, su fidelidad firme, persistente m%s que una roca, ya que /l siempre est% dispuesto al perdn. 4or esto el hombre en todo momento podr% reiniciar el di%lo"o con ios +di%lo"o que /l mismo ha interrumpido mil veces+ y decir con el salmista0 $Aoy a escuchar lo que dice ios0 el .e5or propone la paz& '.al *<,,). 6a obediencia sin fisuras al .e5or, por parte del hombre, no es slo el reconocimiento verdadero, pero fr#o, de su se5or#o absoluto sobre todas las criaturas, sino tambi/n la plena adhesin de la voluntad al que se reconoce como .e5or y 4adre bueno en cualquier momento. Al .e5or le es m%s a"radable la obediencia que la multitud de los sacrificios. .aMl no obedeci el mandato del .e5or, pero le ofreci muchos sacrificios! .amuel, sin embar"o, le reprende0 $1Quiere el .e5or sacrificios y holocaustos o quiere que obedezcan al .e5or2 -bedecer vale m%s que un sacrificio! ser dcil, m%s que "rasa de carneros& '1 .am 1<,22). 3n el profeta -seas vemos confirmada esta concepcin reli"iosa0 $4orque quiero lealtad, no sacrificios! conocimiento de ios, no holocaustos& '-s ;,;). (esMs asumi #nte"ramente esta ense5anza, como se nos transmite en el evan"elio de =ateo en dos ocasiones. 3n la primera los fariseos critican al .e5or, porque come con recaudadores y pecadores! /l les contesta0 $@d a estudiar lo que si"nifica misericordia quiero y no sacrificios& '=t ,,13). 3n la se"unda, tambi/n los fariseos se que7an de que los disc#pulos no "uardan el descanso del s%bado. (esMs sale en su defensa citando a -seas0 $.i comprendierais lo que si"nifica misericordia quiero y no sacrificios, no condenar#ais a los inocentes& '=t 12,D). =. El ho3:!e h":l" 6 Dios esc1ch" 3n un verdadero di%lo"o debe darse la alternancia entre los interlocutores0 cuando uno habla el otro escucha atentamente, y viceversa! de lo contrario ya no tendr#a lu"ar un di%lo"o, sino un monlo"o. 3n el di%lo"o entre ios y el hombre sucede lo mismo, a pesar de la distancia infinita que media entre ambos. 4ero ios ha salvado esta distancia, tomando la iniciativa en un intercambio imposible de ima"inar por parte del hombre. 8l ha hecho posible lo imposible0 se ha puesto a nuestro nivel y ha establecido un puente de unin entre /l y nosotros. esde el comienzo de la revelacin ios aparece a la altura del hombre y por eso es posible el di%lo"o. Bon im%"enes cercanas e in"enuas el autor sa"rado nos habla de esta sublime realidad. espu/s que el hombre peca, ios se hace el encontradizo, paseando $por el huerto al frescor de la tarde& 'C/n 3,*). Bomo la cosa m%s natural del mundo ios y el hombre, el hombre y ios pueden hablar entre s#. 6a sa"rada 3scritura nos habla siempre dentro de estas coordenadas y con estos presupuestos. As# se expresa el euteronomio al pedir que cumplamos los preceptos del .e5or0 $3l precepto que yo te mando hoy no es cosa
1* que te exceda ni inalcanzable, no est% en el cielo, no vale decir0 N1Qui/n de nosotros subir% al cielo y nos lo traer% y nos lo proclamar% para que lo cumplamos2O! ni est% m%s all% del mar, no vale decir0 N1Qui/n de nosotros cruzar% el mar y nos lo traer% y nos lo proclamar% para que lo cumplamos2O. 3l mandamiento est% a tu alcance0 en tu corazn y en tu boca. BMmplelo& ' t 3:,11+19). Que el hombre pueda establecer un di%lo"o amistoso con ios, no es una bonita teor#a, sino una pr%ctica habitual, no slo en el 4salterio con sus 1<: modelos de oracin, sino a lo lar"o y lo ancho de la 3scritura con la superabundancia de oraciones y sMplicas de todo "/nero y condicin0 $3scucha mi voz por tu misericordia, dame vida, .e5or, como es tu norma& '.al 11,,19,)! $3l .e5or se ha asomado desde su excelso santuario desde el cielo se ha fi7ado en la tierra, para escuchar los lamentos de los cautivos y librar a los condenados a muerte& '.al 1:2,2:+21). 3l piadoso Bronista propone al rey .alomn como modelo de orante y como ori"en de una tradicin, centrada en el culto del templo0 $Auelve tu rostro a la oracin y sMplica de tu siervo, .e5or, ios m#o, escucha el clamor y la oracin que te diri"e tu siervo. #a y noche est/n tus o7os abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu >ombre. G3scucha la oracin que tu siervo te diri"e en este sitioH 3scucha las sMplicas de tu siervo y de tu pueblo, @srael, cuando recen en este sitio! escucha tM desde tu morada del cielo, escucha y perdona& '2 Brn ;,1,+21! ver, adem%s, los versos que si"uen 22+ 9:! 2:,,! >eh 1,<! Lar 2,19+1;! 3,1+<! etc.). I el .e5or escucha toda sMplica sincera. A los que comentan incr/dulos, como en el salmo0 $3l .e5or no lo ve, no se entera el ios de (acob&, el salmista responde sabiamente0 $3l que plant el o#do 1no va a o#r2, el que form el o7o 1no va a ver2& '.al ,9,D+,). 3l euteronomio lo confirma0 $3l .e5or oy lo que me dec#ais, y me di7o0 NFe o#do lo que te dice ese pueblo! tiene razn. -7al% conserven siempre esa actitud, respet%ndome y "uardando mis preceptos! as#, les ir% bien a ellos y a sus hi7os por siempreO& ' t <,2*+2,). e modo especial el .e5or oye el clamor de los afli"idos0 $3n la afliccin clamaste y te libr/, te respond# oculto entre truenos! te puse a prueba en =erib%& '.al *1,*! cf. @s 3*,2+*), como ampliamente se confirma en las hermos#simas oraciones de los libros de ?ob#as 'cf. ?ob 3,1+;.11+1<! etc.), de (udit 'cf. (dt 9,,+1<! D,1,.2,! ,! etc.) y de 3ster '3st A,,+1: WA" 11,1:+ 11! B,1+3: WA" 13,*+19,1,! etc.).
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DI&$O'O ENTRE DIOS % E$ +O,8RE SE'9N E$ NT Femos visto en el cap#tulo anterior cmo el Anti"uo ?estamento es una escuela permanente de oracin. 6a palabra clave0 .scucha : escuchad, nos ha recordado las llamadas continuadas del .e5or a su pueblo y a cada uno de sus miembros! llamadas que est%n exi"iendo en los oyentes una apertura sincera del corazn, para recibir los mensa7es que directa o indirectamente les env#a el .e5or. 3n el >uevo ?estamento se repite la misma
1, exi"encia del .e5or, la misma llamada a la actitud de escucha de su palabra, de sus mensa7es. 4ero se advierte una diferencia notable en el modo de actuar del .e5or, como acertadamente se5ala el comienzo de la carta a los Febreos0 $=uchas veces y de muchas formas habl ios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. 3n esta etapa final nos ha hablado por medio del Fi7o& 'Feb 1,1+2). 3n el Anti"uo ?estamento los profetas desempe5aron una funcin mediadora de primer orden! en el >uevo ?estamento esta funcin la e7erce exclusivamente nuestro .e5or (esucristo, como leemos expl#citamente en la primera carta a ?imoteo0 $>o hay m%s que un solo ios, no hay m%s que un mediador, el hombre Bristo (esMs& '1 ?im 2,<). ?ambi/n en la carta a los Febreos se da a (esMs el t#tulo de $mediador de la nueva alianza& 'cf. Feb *,;! ,,1< y 12,29). 3ste hecho es de tal trascendencia que a partir de /l cambia radicalmente la estructura de la oracin. -. Jes>s 6 los 7!i3e!os c!is5i"nos o!"n con 7"l":!"s de l" Esc!i51!" 6a comunidad cristiana, desde sus inicios, se acostumbr a rezar con las palabras de la 3scritura. 3n esto no hac#a m%s que se"uir el e7emplo de (esMs, que utiliz los .almos conforme a lo establecido. 3staba prescrito que la cena pascual terminara con el canto de los .almos 113 al 11*! en el evan"elio se"Mn san =ateo leemos que terminada la Mltima cena de (esMs con sus disc#pulos0 $Bantaron el himno y salieron hacia el monte de los -livos& '=t 2;,3:). (esMs, como buen israelita, en sus oraciones privadas rezar#a muchas veces los .almos. 4or esto el evan"elista =ateo '2D,9;) pone en boca de (esMs un .almo en el momento supremo de la cruz0 $ ios m#o, ios m#o, 1por qu/ me has abandonado2& '.al 22,2). .e"Mn san 6ucas otro .almo resuena en las Mltimas palabras que pronunci (esMs antes de expirar0 $4adre, en tus manos encomiendo mi esp#ritu& '6c 23,9;! cf. .al 31,;). e esta manera los autores sa"rados de7an constancia, indirectamente, de una costumbre de los primeros cristianos, a saber, que hablaban con ios en la oracin personal con palabras de la 3scritura. 3n el fondo late el ar"umento si"uiente0 si (esMs, el =aestro y .e5or, bebe en las fuentes puras de la 3scritura y la utiliza para comunicarse en su vida #ntima con el 4adre, los disc#pulos deben se"uir su e7emplo y de7arse "uiar por el 3sp#ritu que vivifica las 3scrituras. 3s lo que si"ui haciendo fielmente la @"lesia de todo el >uevo ?estamento, empezando por los Apstoles y padres en la fe. 6os Apstoles y responsables de las comunidades cristianas proven#an del 7uda#smo. Al principio si"uieron unidos a /l! la ruptura vino m%s tarde. 6a rese5a que nos hacen los Fechos de los Apstoles de la primera comunidad cristiana de (erusal/n no distin"ue entre cristianos y 7ud#os piadosos0 $4edro y (uan sub#an al templo para la oracin de media tarde& 'Fch 3,1). 3n sus discursos los disc#pulos, que eran 7ud#os, hablan con naturalidad a otros 7ud#os de (esMs, en el que ven cumplidas las palabras de los 4rofetas y los .almos 'cf. Fch 2+9). Buando 4ablo fue encarcelado por primera vez en Silipos de =acedonia, durante su primer via7e apostlico, se nos dice que $hacia la media noche 4ablo y .ilas estaban en oracin cantando himnos a ios! los presos los escuchaban& 'Fch 1;,2<). Pezar con .almos e himnos inspirados era tan habitual en san 4ablo que lo recomienda repetidamente en sus cartas. 6os cristianos de Borinto estaban desorientados con el raro fenmeno de hablar en len"uas extra5as. 6a ense5anza de san 4ablo es bien clara0 6o principal es enterarse de lo que se dice para poder alimentarse espiritualmente +para edificacin de la @"lesia+! tambi/n cuando se habla con ios en la oracin0 $4ues si rezo en len"ua arcana, mientras mi esp#ritu reza, mi mente queda bald#a. 1Qu/ puedo hacer2 Pezar/ con mi esp#ritu y con mi mente, cantar/
2: himnos con mi esp#ritu y con mi mente. .i bendices con tu esp#ritu, el que ocupa un puesto como particular, 1cmo responder% am/n a tu accin de "racias, si no sabe lo que dices2 ?M das "racias bellamente, pero el otro no se edifica& '1 Bor 19,19+1D). espu/s de un lar"o razonamiento, 4ablo, maestro y experto, dice la Mltima palabra0 $1Qu/ concluimos, hermanos2 Buando os reun#s, que uno aporte un himno, otro una ense5anza, otro una revelacin, otro un mensa7e arcano, otro su interpretacin0 todo para la edificacin comMn& '1 Bor 19,2;). 3ntre las muy sensatas recomendaciones que 4ablo hace a los disc#pulos de 8feso no se olvida del canto de los .almos, con el que se ponen en contacto con el .e5or en pMblico y en privado0 $4or eso no se%is imprudentes, antes comprended lo que el .e5or desea. >o os embria"u/is con vino, que en"endra lu7uria, antes llenaos de 3sp#ritu. 3ntre vosotros entonad salmos, himnos y cantos inspirados, cantando y ta5endo de corazn en honor del .e5or, dando "racias siempre y por todo a ios 4adre, en nombre del .e5or nuestro (esucristo& '3f <,1D+ 2:). A los cristianos de Bolosas aconse7a san 4ablo lo mismo, con al"unas variantes0 $6a palabra de Bristo habite entre vosotros en toda su riqueza! con toda destreza ense5aos y exhortaos mutuamente. Bon corazn a"radecido cantad a ios salmos, himnos y cantos inspirados. ?odo lo que ha"%is, de palabra o de obra, hacedlo invocando al .e5or (esMs, dando "racias a ios 4adre por medio de /l& 'Bol 3,1;+1D). .antia"o, tan distinto de san 4ablo, da, sin embar"o, el si"uiente conse7o0 $1Que uno de vosotros sufre2 -re! 1que est% contento2 Bante& '.a>uevo ?estamento <,13). I el vidente del Apocalipsis contempla en el cielo a los bienaventurados, que, superadas las duras pruebas de la vida, celebran con ale"r#a la victoria final0 $Bantan el c%ntico de =ois/s, siervo de ios, y el c%ntico del Bordero0 Crandes y admirables son tus obras, .e5or ios todopoderoso! 7ustos y acertados tus caminos, Pey de las naciones& 'Ap 1<,3! cf. <,*+1: y 19,1+3). /. El disc71lo de Jes>s o!" esc1ch"ndo s1s 7"l":!"s A las personas se las reconoce por la voz! por ella hasta los animales distin"uen a sus amos. Buando el pastor saca las ove7as del aprisco, $camina delante de ellas y ellas detr%s de /l! porque reconocen su voz. A un extra5o no lo si"uen, sino que escapan de /l, porque no reconocen la voz de los extra5os& '(n 1:,9+<). (esMs se compara a s# mismo con el buen pastor '(n 1:,11) y a nosotros con las ove7as, y a5ade0 $=is ove7as escuchan mi voz! yo las conozco y ellas me si"uen& '(n 1:,2D). 3stas palabras del .e5or refle7an fielmente lo que sucedi con los primeros disc#pulos, que, a la llamada de (esMs, lo de7aron todo y le si"uieron 'cf. =c 1,1;+ 2:! =t 9,1*+22! ,,2D). Aunque a aquella llamada precedi un intervalo de tiempo en el que (esMs se dio a conocer a los disc#pulos en la intimidad del trato amistoso0 $Pab#... 1dnde resides2... RAenid y ved... I se quedaron con /l aquel d#a. 3ran las cuatro de la tarde& '(n 1,3*+3,). 6os o#dos del buen disc#pulo de (esMs est%n siempre abiertos a las ense5anzas del =aestro! su corazn, tierra mullida y blanda, recibe con "ozo la semilla de su palabra 'cf. 6c *,11), que "erminar% y dar% fruto bueno y abundante. 8sta era la actitud de los que acompa5aban d#a y noche al .e5or, aunque no tuvieran conciencia de la dicha de que "ozaban, como les dio a entender el mismo .e5or0 $ ichosos vuestros o7os que ven y vuestros o#dos que oyen. -s ase"uro que muchos profetas y 7ustos ansiaron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y o#r lo que vosotros o#s, y no lo oyeron& '=t 13,1;+1D! cf. 6c 1:,23+29). ?ambi/n en el tiempo futuro de la @"lesia muchos han a5orado aquellos tiempos en los que se ve#a al .e5or
21 con los o7os, se le o#a con los o#dos y se le tocaba con las manos. 6a fe, sin embar"o, nos permite vivir en plenitud momentos de intimidad con el .e5or, como los que en otro tiempo vivieron los que compartieron con /l penas y ale"r#as. 6a actitud del que ora en silencio en presencia del .e5or se parece a la de =ar#a, la hermana de =arta, que, $sentada a los pies del .e5or, escuchaba sus palabras& '6c 1:,3,). 3lla no dice ni una palabra, pero en su interior saborea la dulzura de las palabras de (esMs0 $=ar#a esco"i la me7or parte y no se la quitar%n& '6c 1:,92). .an 4ablo lle" a la cima de la unin con el .e5or0 $Ia no vivo yo, sino que Bristo vive en m#& 'C%l 2,2:)! pero tuvo que subir desde lo m%s profundo. Antes de ser ami"o del .e5or fue su enemi"o y perse"uidor. 3l .e5or lo llam y /l respondi con prontitud a esa llamada, como /l mismo nos lo cuenta tres veces0 $Iendo de camino, cerca ya de amasco, hacia el mediod#a, de repente una luz celeste, intensa, resplandeci en torno a m#. Ba# en tierra y escuch/ una voz que me dec#a0 .aulo, .aulo, 1por qu/ me persi"ues2 Bontest/0 1Qui/n eres, .e5or2 Bontest0 Io soy (esMs >azareno, a quien tM persi"ues... Io le di7e0 1qu/ debo hacer, .e5or2 Bontest el .e5or0 %lzate y ve a amasco! all# te dir%n lo que est% dispuesto que ha"as& 'Fch 22,;+1:! ,,3+;! 2;,12+1*! ver, tambi/n, 1 Bor 1<,, y C%l 1,13). 4ablo si"ui atento a la voz del .e5or que resonaba en su interior, y, por esto, mantuvo un permanente di%lo"o con /l, que lo envolvi en su misterio inefable0 $./ de un cristiano que hace catorce a5os... fue arrebatado hasta el tercer cielo! y s/ que ese individuo... fue arrebatado al para#so y escuch palabras inefables, que nin"Mn hombre puede pronunciar& '2 Bor 2+9). 6os compa5eros de apostolado de 4ablo, 4edro y (uan, respondieron a los 7efes reli"iosos 7ud#os, que les hab#an prohibido hablar en nombre de (esMs0 $6o que es nosotros, no podemos callar lo que sabemos y hemos o#do& 'Fch 9,2:). 4ablo no convivi con el .e5or durante su ministerio prepascual, como lo hicieron 4edro y (uan! pero tuvo el privile"io de ver a (esMs resucitado, como acabamos de recordarlo. 3n amasco, el disc#pulo Anan#as comunic a 4ablo la misin a la que ios lo hab#a destinado0 $3l ios de nuestros padres te ha destinado a conocer su desi"nio, a ver al (usto y a escuchar directamente su voz! pues ser%s su testi"o ante todo el mundo de lo que has visto y o#do& 'Fch 22,19+1<). ?res a5os despu/s 'cf. Fch ,,23! C%l 1,1*) 4ablo recibi el mismo encar"o de boca del mismo (esMs, precisamente mientras oraba en el templo0 $.al a toda prisa de (erusal/n porque no van a aceptar tu testimonio acerca de m#. Pepliqu/0 .e5or, ellos saben que yo arrestaba a los que cre#an en ti y los azotaba en las sina"o"as... 8l me di7o0 Ae, que yo te env#o a pueblos le7anos& 'Fch 22,1*+ 21). 4ablo cumpli fielmente el encar"o recibido, aunque para ello tuviera que sufrir toda clase de penurias, m%s que todos los dem%s apstoles 7untos 'cf. 2 Bor 1:+12). ?anto esfuerzo, sin embar"o, no fue inMtil, sino muy fecundo por la "racia de ios, como confiesa el mismo san 4ablo0 $4ues yo soy el Mltimo entre los apstoles y no merezco el t#tulo de apstol, porque perse"u# a la @"lesia de ios. Cracias a ios soy lo que soy, y su "racia en m# no ha resultado vana, ya que he traba7ado m%s que todos ellos! no yo, sino la "racia de ios conmi"o& '1 Bor 1<,,+1:). 3l .e5or se sirvi de 4ablo para lle"ar, por medio de su palabra, a muchos corazones y establecer con ellos lazos irrompibles de amistad por medio de la fe. .on muchos los casos que nos recuerdan los escritos del >uevo ?estamento. 6a ferviente comunidad de Silipos se inicia, en un lu"ar de oracin, con la conversin de 6idia0 $>os escuchaba una mu7er llamada 6idia, comerciante en pMrpura en ?iatira y persona devota. 3l .e5or le abri el corazn para que prestara atencin al discurso de 4ablo& 'Fech 1;,19). espu/s se acordar% siempre san 4ablo en la oracin, con mucho cari5o, de los
22 filipenses, y a ellos se lo dir% abiertamente en su carta0 $.iempre que me acuerdo de vosotros, doy "racias a mi ios! y siempre que pido cualquier cosa por todos vosotros, lo ha"o con "ozo, por vuestra participacin en el anuncio de la buena noticia, desde el primer d#a hasta hoy& 'Slp 1,3+<), poni/ndose a s# mismo como modelo que imitar0 $6o que aprendisteis y recibisteis y escuchasteis y visteis en m# ponedlo en pr%ctica. I el ios de la paz estar% con vosotros& 'Slp 9,,). e la misma manera 4ablo da "racias a ios en la oracin por la fe tan arrai"ada de los colosenses, que han abierto su corazn a la palabra del evan"elio que /l les ha proclamado0 $.iempre que rezamos por vosotros damos "racias al ios 4adre del .e5or nuestro (esucristo, porque estamos informados de vuestra fe en Bristo (esMs y del amor que ten/is a todos los consa"rados, fruto de la esperanza que os est% reservada en el cielo, de la cual hab#ais o#do hablar cuando os lle" el mensa7e verdadero de la buena noticia. 3l cual est% fructificando y creciendo en todo el mundo, lo mismo que entre vosotros, desde el d#a que o#steis hablar y conocisteis de veras el favor de ios& 'Bol 1,3+;! cf. 1,23). 6as palabras de 4ablo, fieles al evan"elio de (esMs, deben ser la norma de la vida de fe de los colaboradores ele"idos para la transmisin del evan"elio en las comunidades nacientes. 3n la se"unda carta a ?imoteo leemos0 $Atente al compendio de la sana doctrina que me escuchaste, con la fe y el amor de Bristo (esMs& '2 ?im 1,13)! $6o que me escuchaste en presencia de muchos testi"os transm#telo a personas de fiar, que sean capaces de ense5%rselo a otros& '2 ?im 2,2). 3n la primera carta de san (uan el autor aparece como el testi"o veraz, que transmite fielmente con sus palabras lo que ha o#do del =aestro0 $6o que exist#a desde el principio, lo que hemos o#do, lo que hemos visto con nuestros o7os, lo que hemos contemplado y han palpado nuestras manos, es nuestro tema0 la 4alabra de vida... 6o que vimos y o#mos os lo anunciamos tambi/n a vosotros para que compart%is nuestra vida... 3ste es el mensa7e que le o#mos y os anunciamos& '1 (n 1,1.<! cf. 2,D.29! 3,11! 2 (n 1,;). 3ste mensa7e debe ser aceptado en el corazn del oyente! aceptacin que no se comprende al mar"en de la oracin personal del creyente. 4. Esc1ch"! "5en5"3en5e, 7e!o con disce!ni3ien5o 3n la vida no se puede dar cr/dito a todo lo que se oye, ni el mismo cr/dito a todo. 3s necesario, en primer lu"ar, o#r bien, prestar atencin a lo que se escucha. ice el .e5or0 $Buidado con lo que o#s& '=c 9,29)! $Atencin, pues, a cmo escuch%is& '6c *,1*). A continuacin hay que aplicar el discernimiento para separar lo real de lo aparente, como parece que quiere indicarnos el .e5or con una frase eni"m%tica al final de al"unas par%bolas0 $ Quien ten"a o#dos para o#r, que oi"a& '=c 9,,.23! 6c *,*! 19,3<! cf. =t 11,1<! 13,,.93)! y tambi/n (uan en sus cartas a las @"lesia en el Apocalipsis0 $Quien ten"a o#dos, escuche lo que dice el 3sp#ritu a las @"lesias& 'Ap 2,D.11.1D.2,! 3,;.13.22! cf.13,,). 3n ocasiones los %nimos est%n ya predeterminados a o#r lo que se quiere escuchar, especialmente en sentido ne"ativo. 6a noche del (ueves .anto se reuni el .anedr#n de los 7ud#os para condenar a (esMs. 3fectivamente, Baif%s hab#a aconse7ado su muerte, pues $conven#a que un hombre solo muriese por el pueblo& '(n 1*,19! cf. 11,9D+<3). 6os falsos testimonios aducidos en contra (esMs no fueron suficientes para condenarlo. 4or fin el .umo .acerdote hace hablar a (esMs y su palabra es para ellos una blasfemia0 $3ntonces el sumo sacerdote, ras"%ndose el vestido, di7o0 RGFa blasfemadoH 1Qu/ falta nos hacen los testi"os2 Acab%is de o#r la blasfemia& '=t 2;,;<! cf. 19,;9! 6c 22,D1).
23 (esMs, sin embar"o, no es un blasfemo, sino el enviado de ios, que habla con autoridad, y al que hay que escuchar, como lo expresa la 3scritura por medio del imperativo $escuchad&. 3n la teofan#a, con ocasin del bautismo de (esMs, o#mos la voz del 4adre, que reconoce a (esMs como a su Fi7o querido0 $.e oy una voz del cielo que dec#a0 3ste es mi Fi7o querido, mi predilecto& '=t 3,1D! cf. =c 1,11! 6c 3,22). 6a misma voz del 4adre, en plena transfi"uracin de (esMs, nos insta a que escuchemos a su Fi7o0 $?odav#a estaba hablando J4edroK, cuando una nube luminosa les hizo sombra y de la nube sali una voz que dec#a0 R 3ste es mi Fi7o amado, mi predilecto. 3scuchadle& '=t 1D,<! cf. =c ,,D! 6c ,,3<! 2 4e 1,1;+ 1*). ?ambi/n (esMs exi"e que se le escuche, que se preste una atencin especial a sus palabras0 $3scuchad&, dice al comienzo de las par%bolas en =arcos '=c 9,3), al corre"ir la ense5anza tradicional sobre la impureza de los alimentos '=c D,19! =t 1<,1:). 6os 7ud#os escuchaban cada s%bado la lectura y explicacin de la 6ey o ?or% en la sina"o"a! (esMs corri"e con la autoridad de su palabra esta ley sa"rada0 $Fab/is o#do que se di7o...! yo os di"o& '=t <,21.2D.33.3*.93). 6a ley, cualquier ley, slo puede ser abolida o corre"ida por uno que ten"a una autoridad i"ual o superior al le"islador. 6a ?or% o ley de =ois/s para el pueblo de @srael es una ley divina. (esMs, al corre"ir la ley de =ois/s, se declara a s# mismo superior a =ois/s y de ori"en divino. .e"Mn el evan"elio de san (uan las palabras de (esMs tienen la autoridad de ios, porque expl#citamente son atribuidas a /l. ice (esMs0 $Quien no me ama no cumple mis palabras, y la palabra que me hab/is o#do no es m#a, sino del 4adre que me envi& '(n 19,29). (esMs proclama lo que ha o#do del 4adre0 $6o que he o#do a /l es lo que hablo al mundo& '(n *,2;! cf. *,3*+9:! <,3:). A sus disc#pulos en especial les comunica el mensa7e de su 4adre0 $Ia no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace el amo. A vosotros os he llamado ami"os porque os comuniqu/ cuanto escuch/ a mi 4adre& '(n 1<,1<! cf. Fch 1,9). 3n el tiempo futuro, despu/s de la resurreccin del .e5or, (esMs pedir% al 4adre que nos env#e al 3sp#ritu .anto, o /l mismo nos lo enviar%, para que complete su obra en nosotros0 $Io pedir/ al 4adre que os env#e otro Aaledor que est/ con vosotros siempre0 el 3sp#ritu de la verdad, que el mundo no puede recibir, puesto que no lo ve ni lo conoce. Aosotros lo conoc/is, pues permanece con vosotros y est% en vosotros& '(n 19,1;+1D)! $Buando ven"a /l, el 3sp#ritu de la verdad, os "uiar% hasta la verdad plena. 4ues no hablar% por su cuenta, sino que dir% lo que oye y os anunciar% el futuro& '(n 1;,13)! $3l Aaledor, el 3sp#ritu .anto que enviar% el 4adre en mi nombre, os lo ense5ar% todo y os recordar% todo lo que yo os di7e& '(n 19,2;!cf. (n 1<,1; y 1;,D). =. De hecho, el 3ens"<e de 7"!5e de Dios es esc1ch"do 4ara nosotros la sa"rada 3scritura, Anti"uo y >uevo ?estamento, es palabra y mensa7e de ios a los hombres. 3sta palabra no est% muerta, como la de un libro cerrado o abandonado, sino que $es viva y eficaz& 'Feb 9,12), y produce efectos saludables, como la lluvia que fecunda los campos0 $Bomo ba7an la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven all%, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen "erminar, para que d/ semilla al sembrador y pan para comer, as# ser% mi palabra, que sale de mi boca0 no volver% a m# vac#a, sino que har% mi voluntad y cumplir% mi encar"o& '@s <<,1:+11)! como la semilla que siembra el sembrador 'cf. =t 13,1*+23! =c 9,13+2:! 6c *,13+1<). 3l .e5or termina el sermn de la monta5a con una ma"n#fica par%bola sobre los oyentes
29 de sus palabras0 $As# pues, quien escucha estas palabras m#as y las pone en pr%ctica se parece a un hombre prudente que construy la casa sobre roca. Bay la lluvia, crecieron los r#os, soplaron los vientos y se abatieron sobre la casa! pero no se derrumb, porque estaba cimentada en la roca& '=t D,29+2<! cf. 6c ;,9D+9*). urante su ministerio pMblico (esMs confirm en/r"icamente la trascendencia que comportaba escuchar y aceptar sus palabras. 3n una ocasin la madre de (esMs y otros parientes cercanos fueron a su encuentro. $6e avisaron0 R?u madre y tus hermanos est%n fuera y quieren verte. 3l les replic0 R=adre m#a y hermanos m#os son los que escuchan la palabra de ios y la cumplen& '6c *,2:+21! cf. =t 12,9D+<:! =c 3,31+3<). .intoniza con este episodio el de la mu7er que bendi7o a (esMs, bendiciendo a su madre0 $G ichoso el vientre que te llev y los pechos que te criaronH 3l replic0 RG ichosos, m%s bien, los que escuchan la palabra de ios y la cumplenH& '6c 11,2D+2*). e /stos que oyen la palabra de ios Jdel .e5orK y la "uardan los escritos del >uevo ?estamento dicen cosas maravillosas. >os referimos, en primer lu"ar, a los que materialmente oyeron las palabras del .e5or y las "uardaron, a los disc#pulos que si"uieron al .e5or y oyeron de sus labios0 $ ichosos vuestros o7os que ven y vuestros o#dos que oyen. -s ase"uro que muchos profetas y 7ustos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y o#r lo que vosotros o#s, y no lo oyeron& '=t 13,1;+1D). ?ambi/n hablamos, y principalmente, de los que, en el estado actual en que nos encontramos, escuchamos y respondemos a la llamada interior del .e5or, que lle"a a nosotros de mil formas. 3n el Apocalipsis, el .e5or resucitado se diri"e al obispo de la i"lesia de 6aodicea para zarandearlo y sacarlo de su tibieza con estas palabras0 $=ira, estoy de pie a la puerta y llamo. .i al"uien escucha mi voz y abre la puerta, entrar/ en su casa y cenar/ con /l y /l conmi"o& 'Ap 3,2:). 6a paciencia del .e5or no tiene l#mites, porque su misericordia es infinita. >o se nos dice cu%ntas veces tiene que tocar el .e5or para conse"uir que le abramos las puertas de nuestro corazn y celebremos "ozosamente con /l, en la intimidad, la dulzura del encuentro. 3n el libro de la .abidur#a leemos que la .abidur#a divina $se adelanta en darse a conocer a los que la desean. Quien madru"a por ella, no se cansa0 la encuentra sentada a la puerta& '.ab ;,13+19). 3l texto del Apocalipsis va m%s all%, pues (esucristo, $.abidur#a de ios& '1 Bor 1,29.3:), no espera pasivamente a que le abran las puertas del corazn, sino que se levanta y "olpea una y otra vez, para que su llamada sea o#da y le abran las puertas. Abrir las puertas del corazn y establecer comunicacin con el .e5or es todo uno. 3l que est% en comunicacin con el .e5or tiene la vida0 $-s ase"uro que quien oye mi palabra y cree a quien me envi tiene vida eterna y no es sometido a 7uicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida& '(n <,29). 3n realidad el .e5or se ha adelantado, como en todo, y es con su ayuda cmo nos abrimos a /l. ice el .e5or0 $Io soy la vid, vosotros los sarmientos0 quien permanece en m# y yo en /l dar% mucho fruto! pues sin m# no pod/is hacer nada. .i uno no permanece en m#, lo tirar%n afuera como el sarmiento y se secar%0 los reco"en, los echan al fue"o y se queman. .i permanec/is en m# y mis palabras permanecen en vosotros, pedir/is lo que quer%is y os suceder%& '(n 1<,<+D). 3l .e5or en su providencia ha querido servirse de unos hombres para que su palabra lle"ue a todos. .an 4ablo tiene delante el texto de (oel 3,<0 $?odo el que invoque el nombre del .e5or se salvar%&, y /l mismo se pre"unta y responde encadenadamente0 $4ero 1cmo lo invocar%n si no han cre#do en /l2, 1cmo creer%n si no han o#do hablar de /l2, 1cmo oir%n si nadie les anuncia2... 4ero pre"unto0 1Acaso no oyeron2 esde lue"o que s#0 Na toda la tierra alcanza su pre"n, hasta los confines del orbe sus palabrasO J.al 1,,<K& 'Pom 1:,13+1*). 6os
2< Fechos de los Apstoles se escribieron para de7ar constancia de cmo naci la @"lesia, se consolid y se extendi por toda la cuenca mediterr%nea por la accin del 3sp#ritu .anto y la predicacin de los Apstoles, especialmente por 4ablo, apstol de los "entiles 'cf. C%l 2,D+,! Fch ,,1<! 13,9;+9D! 22,21! 2;,1;+1*! 2*,2*! 2 ?im 9,1D). 6a predicacin de 4ablo es decisiva en muchos lu"ares, por e7emplo, en 8feso, donde permaneci dos a5os, dialo"ando, discutiendo, $de suerte que todos los habitantes de Asia, 7ud#os y "rie"os, escucharon la palabra del .e5or& 'Fch 1,,1:! cf. 13,D.99.9*+9,). 6os Apstoles han sido ele"idos por el .e5or para llevar el evan"elio al mundo entero 'cf. =t 2*,1,+2:), y han sido revestidos con su autoridad0 $Quien a vosotros os escucha a m# me escucha! quien a vosotros os desprecia a m# me desprecia! quien a m# me desprecia, desprecia al que me envi& '6c 1:,1;! cf. =t 1:,9:). 3n este contexto recibir ami"ablemente a una persona incluye escuchar y aceptar su mensa7e! no recibirla, lo contrario0 $.i un lu"ar no os recibe ni os escucha, salid de all# y sacud#os el polvo de los pies para que les conste& '=c ;,11! cf. =t 1:,19). A los mensa7eros del .e5or, por des"racia, no siempre se les recibe con los brazos abiertos. 6o mismo sucede con el mensa7e que llevan. 3l .e5or describi con maestr#a en la par%bola del sembrador la variedad de reacciones en los oyentes de la palabra que viene de ios 'cf. =t 13,3+,.1*+23! =c 9,1+,.13+2:! 6c *,<+*.11+1<). 3n la explicacin de la par%bola est%n retratados dos tipos fundamentales de oyentes0 los superficiales y los aut/nticos oyentes. 6os aut/nticos o buenos oyentes, como la semilla que cae en tierra buena, $son los que con disposicin excelente escuchan la palabra, la retienen y dan fruto con perseverancia& '6c *,1<). e /stos hemos hablado hasta ahora, y por ellos se ha difundido la palabra de ios por el mundo entero y ha lle"ado hasta nosotros. 6os oyentes superficiales de la palabra de ios, los que no lle"an a asimilar de verdad lo que oyen, est%n representados en la par%bola por la semilla que cae en mal terreno, es decir, en el camino, en terreno pedre"oso o entre hierbas y abro7os. Aqu# la semilla no prospera. A /stos se refer#a el .e5or en la par%bola final del sermn del monte0 $Quien escucha estas palabras m#as y no las pone en pr%ctica se parece a un hombre sin 7uicio que construy la casa sobre arena. Bay la lluvia, crecieron los r#os, soplaron los vientos, "olpearon la casa y se derrumb. Sue un derrumbamiento terrible& '=t D,2;+2D! cf. 6c ;,9,). 1Bmo es posible que el hombre sea tan insensato que no lle"ue a comprender la palabra del .e5or que es la que me7or se adapta a su manera de ser, que procura solamente su bien y el establecimiento de la paz y la armon#a entre los hombres, y entre ellos y la naturaleza2 6os autores sa"rados se admiran por ello. .an (uan apunta una respuesta. (esMs dec#a a los que se le opon#an0 $14or qu/ no entend/is mi len"ua7e2 4orque no sois capaces de escuchar mi palabra& '(n *,93). 1I por qu/ no pod#an escuchar su palabra2 3l evan"elista responde0 $3l que viene de ios escucha las palabras de ios. 4or eso vosotros no escuch%is, porque no proced/is de ios& '(n *, 9D). 3n su primera carta san (uan confirma esta ense5anza y la explica, distin"uiendo entre los criterios que prevalecen en el mundo y los criterios de ios, los evan"/licos, los de (esMs0 $Queridos, no os fi/is de cualquier esp#ritu, antes comprobad si los esp#ritus proceden de ios... 3l 3sp#ritu de ios lo reconocer/is en lo si"uiente0 todo esp#ritu que confiesa que (esucristo vino en carne mortal procede de ios! todo esp#ritu que no confiesa a (esMs no procede de ios, sino m%s bien del Anticristo... Fi7itos m#os, vosotros proced/is de ios y los ten/is derrotados, porque el que est% en vosotros es m%s poderoso que el que est% en el mundo. 3llos son del mundo0 por eso hablan de cosas mundanas y el mundo los escucha. >osotros somos de ios, y quien conoce a ios nos escucha, quien no es de ios no nos escucha. As# distin"uimos el esp#ritu de la verdad y el
=
$A PR&CTICA DE $A ORACI#N SE'9N E$ AT 3ntre las pr%cticas reli"iosas m%s apreciadas de los 7ud#os de la di%spora en tiempos helen#sticos est% la c/lebre tr#ada de la oracin, el ayuno y la limosna, a la que a veces se a5ade la 7usticia0 $Lueno es oracin con ayuno! me7or es limosna con 7usticia...& '?ob 12,*). 6as tres son un compendio de la vida ideal de un buen israelita desde los tres puntos de vista fundamentales en toda vida piadosa0 el punto de vista trascendente o de la relacin vertical con ios +la oracin+, el punto de vista humanitario o de relacin horizontal con el pr7imo +la limosna+ y el punto de vista sub7etivo del e7ercicio de la austeridad y del dominio propio +el ayuno+. 3n este cap#tulo solamente trataremos de la oracin como expresin de la relacin m%s adecuada del hombre con ios en sus m%s variadas circunstancias0 en soledad y en compa5#a, en libertad y en esclavitud, en la abundancia y en la escasez, en la salud y en la enfermedad, en la ale"r#a y en la tristeza, en el "ozo y en el dolor, etc, etc, etc. 6a pr%ctica de la oracin es frecuente entre los 7ud#os piadosos de la di%spora, ya que no tienen templo para celebrar el culto oficial en honor del .e5or. 3stos 7ud#os echan mucho de menos la ciudad santa de (erusal/n! a veces expresan su nostal"ia con versos bell#simos como los del .almo 13D0 $(unto a los canales de Labilonia nos sentamos y lloramos con nostal"ia de .in. 3n los sauces de su recinto col"%bamos nuestras c#taras. All# los que nos deportaron nos invitaban a cantar, nuestros opresores a divertirlos0 NBantadnos un cantar de .inO. GBmo cantar un canto del .e5or en tierra extran7eraH .i me olvido de ti, (erusal/n, que se me paralice la diestra, que se me pe"ue la len"ua al paladar si no te recuerdo, si no exalto a (erusal/n como colmo de mi ale"r#a& '.al 13D,1+;). -. El Se2o! 01ie!e 01e le 7id"3os ?oda oracin es trato con el .e5or, donde el protocolo es m#nimo, porque /l nos lo ha facilitado. 1Bmo atrevernos a levantar la mirada a su rostro, a diri"irle la palabra, a abrirle nuestro corazn con sus miserias y pedirle bienes, favores, ayuda2 8l es ciertamente el .e5or, pero "ratuitamente se ha puesto a nuestro ba7o nivel de criaturas. 4or las sa"radas 3scrituras sabemos que /l ha tomado la iniciativa de hablarnos, y nos ha dicho que le pidamos lo que queramos. As# se lo manifiesta a .alomn0 $3n Caban el .e5or se apareci aquella noche en sue5os a .alomn, y le di7o0 +4#deme lo que quieras& '1 Pe 3,<! 2 Brn 1,D). 3n el .almo
2D se"undo es aMn m%s expl#cito0 $4#demelo y te dar/ las naciones en herencia, en propiedad los confines del mundo& '.al 2,*). 4ues $del .e5or es la tierra y cuanto la llena, el orbe con sus habitantes& '.al 29,1). 3n el cap#tulo si"uiente veremos cmo (esMs anima a sus disc#pulos a que pidan al .e5or sin fi7ar medidas0 $4edid y os dar%n, buscad y encontrar/is, llamad y os abrir%n! pues quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama le abren& '=t D,D+*). .e supone que antes de pedir al .e5or cualquier cosa ya hemos eliminado los obst%culos, como nos dice (esMs Len .ira0 $Auelve al .e5or, abandona el pecado, suplica en su presencia y disminuye tus faltas! retorna al Alt#simo, al/7ate de la in7usticia y detesta de corazn la idolatr#a& '3clo 1D,2<+2;). >aturalmente pedimos al .e5or cosas buenas, como aconse7aba ?obit a su hi7o ?ob#as0 $Lendice al .e5or ios en toda circunstancia, p#dele que sean rectos todos tus caminos y que lle"uen a buen fin todas tus sendas y proyectos& '?ob 9,1,), e hicieron los compa5eros de (udas =acabeo0 $Bon ro"ativas a ios ped#an, postrados al pie del altar, que les favoreciera& '2 =ac 1:,2<+2;). 6a cima la se5ala (esMs Len .ira0 $ espu/s de todo, suplica al .e5or que diri7a tus pasos en la verdad& '3clo 3D,1<). /. $" c"s" de Dios es c"s" o!"ci?n 1Bu%l es el lu"ar m%s adecuado para hablar con ios, para hacer oracin2 A primera vista la pre"unta es pertinente, tiene sentido, porque nosotros, los humanos, estamos acostumbrados a buscar en cada actividad las circunstancias m%s oportunas para su realizacin0 1dnde2, 1cmo2, 1cu%ndo2, etc. 4ero, al tratarse de ios, la pre"unta no parece ser acertada, ya que ios no est% sometido a las coordenadas de espacio y tiempo. 3l .e5or habla por medio de -seas0 $.oy ios y no hombre, el .anto en medio de ti& '-s 11,,! cf. >Mm 23,1,! 3z 2*,2.,). ios es el .e5or del espacio y del tiempo, y habita en nuestro corazn, en el centro de nosotros mismos, de donde sur"en nuestras peticiones y anhelos. Antes de que abramos la boca, sabe ya el .e5or lo que vamos a decir, $no ha lle"ado la palabra a la boca, ya, .e5or, te la sabes toda& '.al 13,,9). 6a respuesta, por tanto, a la pre"unta inicial deber#a ser0 cualquier lu"ar es bueno para diri"irnos a ios en la oracin, pues, como nos dir% m%s tarde san 4ablo0 8l $no est% le7os de nin"uno de nosotros, ya que en /l vivimos y nos movemos y existimos& 'Fch 1D,2D+2*). .in embar"o, la condescendencia del .e5or es infinita. 8l se aba7a a nuestro nivel, nos habla de s# mismo como si fuera uno de nosotros. .obre el trato de =ois/s con el .e5or leemos en el libro del 8xodo0 $3l .e5or hablaba con =ois/s cara a cara, como habla un hombre con un ami"o& '3x 33,11! cf. >Mm 12,*). 6a sa"rada 3scritura nos ha familiarizado con los antropomorfismos! sin ellos no podemos hablar de ios. As# que los aplicamos a nuestro tema0 6a casa de ios es casa de oracin. 4ropiamente hablando, ios no tiene casa. 3l que ha hecho cielo y tierra no cabe en el universo, menos aMn en una casa. 3n comparacin de ios el mundo es nada y menos que nada, pues su existencia depende absolutamente de la voluntad del .e5or. 3l autor del libro de la .abidur#a dice, hablando con ios0 $1Bmo subsistir#an las cosas, si tM no las hubieses querido2 1Bmo conservar#an su existencia, si tM no las hubieses llamado2& '.ab 11,2<). >ada de cuanto existe y permanece puede subsistir independientemente del influ7o soberano de ios! soberanidad e influ7o que no anulan las propiedades y leyes de la naturaleza, sino que las hacen ser lo que son. @nsiste el autor del libro de la .abidur#a0 $3l mundo entero es ante ti como un "rano de arena en la balanza, como "ota de roc#o matutino que cae sobre la tierra& '.ab
2* 11,22). 3l "rano de arena ante la ma"nitud inabarcable del universo es una insi"nificancia, una nada. 3l autor tiene en la mente el pasa7e de @sa#as0 $=irad, las naciones son "otas de un cubo y valen lo que el polvillo de balanza. =irad, las islas pesan lo que un "rano& '@s 9:,1<). 6a "ota de roc#o matutino es s#mbolo de la fu"acidad0 se evapora apenas lo tocan los primeros rayos del sol 'cf. -s ;,9! 13,3). ?anto el polvo o "rano de arena como la "ota de roc#o son im%"enes expresivas de lo poco o nada que es el mundo, si lo comparamos con el .e5or, con su poder y ma7estad, a pesar de la inmensidad del universo al lado de nuestra peque5ez. 6os autores sa"rados, que saben todo esto, hablan antropomrficamente de ios a propsito del "obierno del universo, como si se tratara del "obierno de una casa, $la casa de ios&. 3n el libro de la .abidur#a se atribuye a la .abidur#a divina una actividad en el universo que es propia del padre de familia0 6a .abidur#a $"obierna el universo con acierto& '.ab *,1). 3l texto se refiere al "obierno universal o 4rovidencia, y para ello se utiliza el verbo dioiXe _n, que si"nifica Nadministrar, "obernar una casaO. =%s adelante, el autor habla con ios con estas palabras0 $4ero tM, ios nuestro, '...) "obiernas el universo con misericordia& '.ab 1<,1), como un buen padre de familia "obierna su casa. 3n este sentido el universo ser#a $la casa de ios&. 4ara un israelita, sin embar"o, $la casa de ios& por antonomasia es el ?emplo de (erusal/n, como expresamente se dice en 3sd 1,90 $6a casa de ios que est% en (erusal/n&. 3l rey avid hab#a pensado y planeado construir una casa al .e5or 'cf. 2 .am D,2.<! 1 Brn 2*,2+ 1,), pero ios le dice0 $?M no edificar%s un templo en mi honor porque te has pasado la vida "uerreando y has derramado mucha san"re& '1 Brn 2*,3! cf. 1 Pe <,1D). 6a tarea de construir $la casa de ios& fue encomendada a .alomn, que la llev a cabo 'cf. 1 Pe <,1<+ ,,2<! 2 Brn 2,2+D,11). Antes de la edificacin del templo de .alomn en (erusal/n cualquier lu"ar sa"rado, donde se tributaba culto le"#timo a ios, tambi/n se llamaba $casa de ios&, como se desprende de (ue 1*,310 $=ientras estuvo en .ilo la casa de ios&. 3l templo dedicado al .e5or se llamaba ori"inariamente $casa del .e5or&, o $casa dedicada a su nombre& 'cf. 2 .am D,13! 1 Pe 3,1.2! <,1D.1,, etc.)! pero pronto fue llamado con su nombre sa"rado de templo o santuario 'cf. 1 Pe ;,3.<.1D.33! D,21.<:! 2 Brn 3,1D! 9,D.*.22, etc.). 4or esta razn el monte sobre el que est% edificada (erusal/n se llama $monte santo& '.al 2,;! 3,<! 1<,1! 93,3! 9*,2! ,,,,! @s 11,,! 2D,13! <;,D! <D,13! ;<,11.2<! .ab ,,*), y (erusal/n, la ciudad ele"ida por el .e5or para su templo, $la ciudad de su morada&, $la ciudad de nuestro ios& '.al 9*,2). 6a $casa de ios& o templo era el s#mbolo visible de la presencia invisible, pero real, de ios en medio de su pueblo, como lo fue $la tienda de reunin& en el tiempo del desierto 'cf. >Mm ,,1<+22! .al 9;,<! D9,2! 2 =ac 19,3<). 3sta forma de hablar pone el acento en la cercan#a del .e5or a su pueblo! otras, en cambio, lo ponen en la le7an#a. ?radicionalmente en @srael el cielo se ha considerado la morada del .e5or. 3n t 2;,1< leemos0 $Auelve los o7os desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo, @srael, y a esta tierra que nos diste&! y en el 3clesiast/s0 $ ios est% en el cielo y tM en la tierra& '3cl <,1). 3n los .almos es frecuente este len"ua7e0 $>uestro ios est% en el cielo, lo que quiere lo hace& '.al 11<,3). ?ambi/n se concibe el cielo como el trono del .e5or, o como el lu"ar donde est% entronizado0 $As# dice el .e5or0 3l cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies& '@s ;;,1). 3sta le7an#a f#sica no si"nifica que no se preocupe de la tierra y de sus habitantes, los hombres. 4odemos comprobar que en tiempos le7anos Pa7ab, la que aco"i en su casa a los esp#as de (osu/, dec#a0 $4orque el .e5or, vuestro ios, es ios arriba en el cielo
2, y aba7o en la tierra& '(os 2,11). 3n los .almos encontramos tambi/n la respuesta a nuestras posibles pre"untas0 $3l .e5or afirm en el cielo su trono, su reinado "obierna el universo& '.al 1:3,1,)! y tambi/n0 $3l .e5or est% en su templo santo, el .e5or tiene en el cielo su trono0 sus o7os est%n observando, sus pupilas examinan a los hombres& '.al 11,9). Bon una orientacin m%s confiada aMn0 $Que el .e5or se ha asomado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fi7ado en la tierra, para escuchar los lamentos de los cautivos y librar a los condenados a muerte& '.al 1:2,2:+21). 3l pseudo+.alomn pide as# a ios la .abidur#a en su oracin0 $3nv#ala desde el santo cielo, m%ndala desde tu trono "lorioso, para que me acompa5e en mis tareas y pueda yo conocer lo que te a"rada& '.ab ,,1:). e $la casa de ios& o templo dice el .e5or por boca de @sa#as que es $casa de oracin&0 $A los extran7eros que se hayan dado al .e5or, para servirlo, para amar al .e5or y ser sus servidores, que "uarden el s%bado sin profanarlo y perseveren en mi alianza, los traer/ a mi =onte .anto, los ale"rar/ en mi casa de oracin! aceptar/ sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios! porque mi casa es casa de oracin, y a mi casa la llamar%n todos los pueblos Basa de -racin. -r%culo del .e5or& '@s <;,;+*). 3ste pasa7e est% presente en 1 =ac D,3D0 $?M ele"iste este templo dedicado a tu >ombre para que sirviera a tu pueblo de casa de oracin y sMplica&! tambi/n lo cita (esMs, cuando la expulsin de los vendedores en el templo, que lo hab#an convertido en una cueva de bandidos 'cf. =t 21,13! =c 11,1D y 6c 1,,9;). A $la casa de ios&, por tanto, no se va como a un sitio cualquiera ni para cualquier cosa! a ella se va como a un lu"ar sa"rado, donde el individuo o la comunidad se pone en contacto con ios en la oracin. 3l 3clesiast/s, que no se distin"ue precisamente por su piedad reli"iosa, nos advierte, sin embar"o0 $Ai"ila tus pasos cuando vas a la casa de ios& '3cl 9,1D). iri"ir los pasos a la casa de ios es lo mismo que diri"irse a ios, acto de suma importancia que hay que realizar a conciencia y con el m%ximo respeto, bien sea en un acto de culto oficial y pMblico, o en un acto particular de devocin privada. 4. $" o!"ci?n c1l51"l 6 l" <1s5ici" soci"l Buando en el templo se celebraba debidamente la litur"ia en "eneral y la de los sacrificios rituales en particular, la comunidad de creyentes, y cada uno de sus miembros, renovaban expl#cita o impl#citamente los compromisos de su fe, hac#an presentes la alianza del pueblo y las implicaciones necesarias en la vida social. >ecesariamente se ten#a que dar una verdadera correspondencia entre el culto a ios y la vida real de la comunidad o sociedad. Bualquier desequilibrio en un %mbito se refle7aba necesariamente en el otro. 3ra y es imposible vivir en la in7usticia y celebrar, como es debido, el culto divino. .i se cree en un ios, Breador y .e5or de todo, que conoce todo lo que se hace y se maquina entre los hombres, no es posible ofrecer sacrificios rituales, como se5al de reverencia y sumisin a sus mandatos, y, al mismo tiempo, practicar entre los hombres lo que /l tanto abomina y detesta, la in7usticia social. As# se comprende con cu%nta razn alzaron su poderosa voz los profetas en contra del falso culto, aqu/l que practicaban los in7ustos y malvados de su tiempo, para sacarlos de su "rave error, ya que ios no acepta ofrendas de manos inicuas 'cf. -s *,13! Ams <,21+29! @s 1,1:+1D! (er D,9+1<.21+22! etc.). ios no tiene necesidad de sacrificios y menos si vienen de un pueblo in7usto 'cf. .al <:). 6o que /l quiere, se"Mn el testimonio un%nime de los profetas, es una vida se"Mn 7usticia0 $4orque quiero lealtad, no sacrificios! conocimiento de ios, no holocaustos& '-s ;,;, citado
3: en =t ,,13 y 12,D)! $Que fluya como el a"ua el derecho y la 7usticia como arroyo perenne& 'Ams <,29! cf. =iq ;,;+*). 6a vida se"Mn 7usticia se identifica con el se"uimiento de la voluntad del .e5or, que se manifiesta en las palabras autorizadas de sus enviados, y con la escucha de su palabra, que resuena por todas partes y de mil maneras. .on reveladoras las palabras del profeta .amuel a .aMl, que ha desobedecido la orden del .e5or0 $1Quiere el .e5or sacrificios y holocaustos o quiere que escuchen la palabra del .e5or2 =e7or es escuchar que sacrificar, la docilidad que la "rasa de carneros& '1 .am 1<,22! cf. tambi/n (er D,22+2*). .in embar"o, no se puede concluir a la li"era que ios rechaza toda clase de culto. 3sto ser#a simplemente no haber entendido la cr#tica de los profetas. 3l culto no contaminado con la in7usticia es a"radable al .e5or. e /ste tratan partes muy importantes de la 6ey, los 4rofetas, los .almos y los .abios. .on muy alabados los actos de culto que se celebraron en (erusal/n con ocasin de la inau"uracin del nuevo templo que .alomn construy en honor del .e5or 'cf. 1 Pe *! 2 Brn <+D). os si"los y medio m%s tarde, en tiempo del rey 3zequ#as, se celebr con una litur"ia seme7ante la restauracin del culto en el templo de (erusal/n0 $Qna fiesta tan ma"n#fica no se recordaba en (erusal/n desde los d#as de .alomn, hi7o de avid, rey de @srael. 6os sacerdotes lev#ticos se levantaron para bendecir al pueblo. 3l .e5or escuch su voz, y la ple"aria lle" hasta su santa morada de los cielos& '2 Brn 3:,2;+2D). Facia el a5o 2:: a.B. (esMs Len .ira 'cf. 3clo <:) presencia entusiasmado la solemne litur"ia del templo, presidida por el sumo sacerdote .imn0 al final $todo el pueblo a una se apresuraba a prosternarse en tierra, para adorar la presencia del Alt#simo, la presencia del .anto de @srael! mientras los cantores entonaban sobre suave acompa5amiento de arpe"ios, todo el pueblo suplicaba al .e5or Alt#simo& '3clo <:,1D+1,). 4or encima de todo deber% quedar bien claro que hay una escala de valores, como lo dice un sabio0 $4racticar el derecho y la 7usticia ios lo prefiere a los sacrificios& '4rov 21,3). =. $" o!"ci?n indi@id1"l 3n cuanto a la pr%ctica de la oracin individual conviene recordar que ios no tiene necesidad de lar"os discursos para estar adecuadamente informado. .e reprueba, y con razn, a los orantes que recitan muchas y lar"as oraciones o discursos sin coordinacin ni sentido, como si ios no supiera nada y fuera necesario informarle con nuestras propias palabras. 3sto es lo que cre#an los sacerdotes de Laal en tiempo del profeta 3l#as 'cf. 1 Pe 1*,21+2,) y, probablemente, era una creencia muy extendida en el pueblo. (esMs mismo di7o0 $Buando rec/is, no se%is palabreros como los pa"anos, que piensan que a fuerza de palabras ser%n escuchados& '=t ;,D! cf. 3cl <,1+2! 3clo D,19). 3l silencio obsequioso es preferible en todo caso a la vana palabrer#a, como tambi/n recomiendan los profetas Fabacuc y .ofon#as0 $3l .e5or est% en su santo templo0 Gsilencio en su presencia todo el mundoH& 'Fab 2,2:)! + $G.ilencio en presencia del .e5orH& '.of 1,D). 3ste silencio ante ios no es m%s que la expresin por parte del hombre de una sublime confesin de la "randeza y trascendencia divinas. .on muy numerosos y variados en la sa"rada 3scritura los e7emplos de oraciones inspiradas. 3n todos los tiempos b#blicos hombres y mu7eres ele"idos, carism%ticos, llenos del 3sp#ritu divino, se nos presentan como ami"os de ios, que hablan con /l familiarmente y son para los creyentes modelos perfectos de orantes. Aduzcamos al"unos e7emplos. e =ois/s recordemos aquel di%lo"o familiar con el .e5or, en el que se atreve a pedirle
31 lo imposible0 $ /7ame ver tu "loria& '3x 33,1*). 3l .e5or le responde0 $=i rostro no podr%s verlo, porque nadie puede verme y se"uir con vida& '3x 33,2:). 4or la revelacin posterior sabemos que la visin directa de ios est% reservada para el cielo 'cf. 1 Bor 13,12! 1 (n 3,2). 3l .e5or ha concedido a avid muchos favores. avid le a"radece uno de manera especial0 $?M, ios m#o, has revelado a tu siervo que le edificar%s una casa! por eso tu siervo se ha atrevido a diri"irte esta ple"aria& '1 Brn 1D,2<). A los "randes profetas de @srael el .e5or les revela que /l diri"e la historia! ellos, en cambio, confiesan su peque5ez e indi"nidad. ice @sa#as0 $GAy de m#, estoy perdidoH Io, hombre de labios impuros que habito en medio de un pueblo de labios impuros, he visto con mis o7os al Pey y .e5or de los e7/rcitos& & '@s ;,<). (erem#as, al ser ele"ido como portavoz del .e5or, manifiesta su incapacidad0 $GAy .e5or m#oH =ira que no s/ hablar, que soy un muchacho& '(er 1,;). Laruc se lamenta ante el .e5or por la des"racia de la deportacin0 $3scucha, .e5or, nuestras oraciones y sMplicas, l#branos por tu honor, haz que "anemos el favor de los que nos deportaron& 'Lar 2,19). (on%s en el vientre de la ballena representa a todo el que es v#ctima de la des"racia, por eso clama al .e5or0 $3n el peli"ro "rit/ al .e5or y me atendi, desde el vientre del abismo ped# auxilio y me escuch& '(on 2,3! cf. >eh 1,9.11! (dt ,). 3n un pa#s, donde escasea el a"ua y son frecuentes los per#odos de sequ#a 'cf. 1 Pe 1D,D! 1*,<! (er 19,1+;), que re"ula el mismo .e5or de la naturaleza 'cf. t 11,19! 1 .am 12,1D! 1 Pe 1*,1! 2 Brn ;,2;+2D! D,13! (er <,29), lo normal es que sus habitantes recurran a la oracin y pidan a ios el don de la lluvia. .alomn habla as# con el .e5or, en su oracin solemne0 $Buando, por haber pecado contra ti, se cierre el cielo y no haya lluvia, si rezan en este lu"ar, te confiesan su pecado y se arrepienten cuando tM los afli"es, escucha tM desde el cielo y perdona el pecado de tu siervo, tu pueblo, @srael, mostr%ndole el buen camino que deben se"uir y env#a la lluvia a la tierra que diste en heredad a tu pueblo& '1 Pe *,3<+3;! 2 Brn ;,2;+2D). 3l profeta Vacar#as formula de esta manera la peticin0 $@mplorad del .e5or las lluvias tempranas y tard#as, que el .e5or env#a los rel%mpa"os y los a"uaceros, da pan al hombre y hierba al campo& 'Vac 1:,1! cf. (dt *,31). 6a literatura 7ud#a en len"ua "rie"a se especializ en crear modelos para los 7ud#os que viv#an le7os de (erusal/n en medio de "randes dificultades! los persona7es recurren con frecuencia a la oracin0 ver, por e7emplo, a =ardoqueo 'cf. 3st B,1+1: W A" 13,*+1D) y a 3ster 'cf. 3st B,12+3: W A" 19,1+1,). 3n el libro de ?ob#as afloran a los labios de los principales persona7es cinco bellas oraciones0 ?obit en 3,1+;! .ara en 3,11+1<! ?ob#as en *,<+ *! Pa"Eel en *,1<+1D y otra vez ?obit en 13,1+1*. -tras breves alusiones al .e5or son como 7aculatorias 'cf. ?ob <,1D! 1:,11+12! 11,19+1<.1D). 3l autor crea en el relato un ambiente de fe en ios tan familiar que diri"irse al .e5or es tan normal como respirar. Al rezar, suelen diri"ir la mirada hacia (erusal/n. .ara en ?ob 3,11 $extendi las manos hacia la ventana y or& al .e5or. A trav/s de la ventana del piso alto de su casa .ara ver#a el cielo de occidente, donde se encontraba (erusal/n! hacia ella mirar#a y levantar#a las manos, mientras oraba al .e5or, como quer#a .alomn que hicieran los israelitas de todos los tiempos0 $.i en el pa#s de los enemi"os que los hayan deportado se convierten a ti con todo el corazn y con toda el alma, y te rezan vueltos hacia la tierra que hab#as dado a sus padres, hacia la ciudad que ele"iste y el templo que he construido en tu honor, escucha tM desde el cielo,
32 donde moras, su oracin y sMplica y hazles 7usticia& '1 Pe *,9*+9,). As# oraba todos los d#as aniel en su destierro0 $Buando aniel se enter de la promul"acin del decreto Jque prohib#a rezar a cualquier dios u hombre fuera del rey ar#oK, subi al piso superior de su casa, que ten#a ventanas orientadas hacia (erusal/n. I, arrodillado, oraba dando "racias a ios tres veces al d#a, como sol#a hacerlo& ' an ;,11). 6o mismo hac#an los piadosos israelitas dispersos por el mundo 'cf. .al 2*,2! 139,2! 13*,2). A. $" o!"ci?n es 1n !i5o del "l3" >ormalmente la oracin personal al .e5or se hace en silencio, como lo hizo Ana antes de ser madre de .amuel0 $=ientras ella rezaba y rezaba al .e5or, 3l# Jel sacerdoteK observaba sus labios. I como Ana hablaba para s#, y no se o#a su voz aunque mov#a los labios, 3l# la crey borracha y le di7o0 +1Fasta cu%ndo te va durar la borrachera2 A ver si se te pasa el efecto del vino. Ana respondi0 +>o es as#, se5or. .oy una mu7er que sufre. >o he bebido vino ni licor, estaba desaho"%ndome ante el .e5or& 'cf. 1 .am 1,12+1<! cf. .al 3D,9). 4ero la oracin, aun la m%s callada, es como un "rito al .e5or. =ois/s ora al .e5or 'se supone que en silencio) y $el .e5or di7o a =ois/s0 N4or qu/ me "ritas2O& '3x 19,1<+1;). =etafricamente la oracin del oprimido es un "rito a"udo, una saeta que atraviesa el espacio infinito hasta lle"ar a ios0 3l .e5or $escucha las sMplicas del oprimido! no desoye los "ritos del hu/rfano o de la viuda...! mientras le corren las l%"rimas por las me7illas y el "emido se a5ade a las l%"rimas, sus penas consi"uen su favor y su "rito alcanza las nubes! la reclamacin del pobre atraviesa las nubes y hasta alcanzar a ios no descansa! no ce7a hasta que ios le atiende, y el 7uez 7usto le hace 7usticia& '3clo 3<,1;+21). (esMs Len .ira ha asimilado lo que leemos en la 6ey0 $>o explotar%s a viudas ni a hu/rfanos, porque si los explotas y ellos "ritan a m#, yo les escuchar/& '3x 22,21+22). 3specialmente en el .alterio, pero tambi/n fuera de /l, la oracin se articula como una voz del hombre indi"ente, que clama al .e5or, su Mnico valedor se"uro0 $>o ten"o adonde huir, nadie se ocupa de m#. A ti "rito, .e5or, te di"o0 ?M eres mi refu"io, mi lote en la tierra de los vivos& '.al 192,<+;)! $@nvoqu/ tu nombre, .e5or, de lo hondo de la fosa0 oye mi voz, no cierres el o#do a mis "ritos de auxilio! tM te acercaste cuando te llam/ y me di7iste0 N>o temasO& '6am 3,<<+<D). 3l orante est% se"uro de que su oracin lle"a al .e5or! pero esto no impide que se insista humilde y confiadamente en que el .e5or preste atencin, oi"a, escuche la voz del que suplica0 $G3scucha, oh ios, mi oracin, atiende a las palabras de mi bocaH& '.al <9,9! cf. ;1,2! *;,;). A la confesin del se5or#o divino, que se supone en toda oracin, se a5ade, unas veces, una intimidad especial0 $ i"o al .e5or0 ?M eres mi ios, escucha, .e5or, mis "ritos de socorro& '.al 19:,D)! otras, el recuerdo de los padres0 $.e5or ios de los 37/rcitos, escucha mi sMplica, ati/ndeme, ios de (acob& '.al *9,,)! o se aduce al"Mn atributo divino0 $.e5or, escucha mi oracin0 por tu fidelidad atiende a mi sMplica, por tu 7usticia respndeme& '.al 193,1)! o la creencia de la propia inocencia0 $Buando te llamo, respndeme ios, defensor m#o! tM que en el aprieto me diste hol"ura, ten piedad de m#, oye mi oracin& '.al 9,2). 6a voz se convierte en clamor confiado, nunca desesperado0 $.e5or ios m#o, de d#a te pido auxilio, de noche "rito en tu presencia. 6le"ue hasta ti mi sMplica, inclina el o#do a mi clamor& '.al **,2+3)! clamor que implora humildemente una respuesta0 $3scucha, oh ios, mi oracin, no te cierres a mi sMplica, hazme caso y respndeme. =e a"ito en mi ansiedad& '.al
33 <<,2+3)! que ios no se calle0 $A ti, .e5or, te invoco. Poca m#a, no te me ha"as el sordo! que si te me callas, ser/ uno de tantos como ba7an a la fosa. 3scucha la voz de mi sMplica cuando te pido auxilio, cuando tiendo las manos hacia tu templo sa"rado& '.al 2*,1+2)! pues la oracin es como una oblacin pac#fica a la hora del atardecer0 $.e5or, te estoy llamando, ven deprisa, escucha mi voz cuando te llamo. Aqu# est% mi sMplica, como incienso en tu presencia, mis manos levantadas, como ofrenda de la tarde& '.al 191,1+2). 3l individuo, a veces, "rita literalmente, como cuando se dice que $(udit clam con "ran voz al .e5or, diciendo0 .e5or, ios de mi padre .imen& '(dt ,,1+2! cf. 1 =ac <,33). ?ambi/n la comunidad ora en voz alta, y aun "rita0 los israelitas, sometidos a servidumbre, $"ritaron al .e5or& '(ue 3,,.1<! 9,3! ;,D+*! 1:,1:+19)! cuando andaban errantes por el desierto, $"ritaron al .e5or en su an"ustia& '.al 1:D,;.13.1,.2*0 estribillo)! en el libro de (udit leemos que los israelitas $"ritaron fervientemente a ios& '(dt 9,,). 3l "ritar no es para que ios oi"a me7or al que ora, como si ios estuviera le7os. As# pensaban los sacerdotes de Laal en el monte Barmelo, que "ritaban y "ritaban a su dios para que los escuchara. 3l#as se burla de ellos y les dice0 $GCritad m%s fuerteH Laal es dios, pero estar% meditando, o bien ocupado, o estar% de via7e. GA lo me7or est% durmiendo y se despiertaH 3ntonces "ritaron m%s fuerte& '1 Pe 1*,2D+2*). 3l#as, por su parte, $tambi/n "rit al cielo& '1 Pe 1,,3; 6YY), pero porque as# expresaba ante la "ran asamblea y a campo abierto lo que sal#a ardientemente del fondo de su alma. 3l libro de 3ster tambi/n nos dice que $todo @srael "rit con todas sus fuerzas ante su muerte inminente& 'Adicin B,11 W 13,1*A"). 3fectivamente, el "rito es la expresin m%xima de dolor que sube del alma0 $ esde lo hondo a ti "rito, .e5or0 G.e5or, escucha mi clamorH G3st/n atentos tus o#dos a la voz de mis sMplicasH& '.al 13:,1+2). Fay veces que los "ritos se repiten0 $A voces "rito al .e5or, a voces pidiendo "racia al .e5or& '.al 192,2)! que los "ritos se mezclan con amar"as l%"rimas en los o7os0 $3scucha mi sMplica, .e5or, atiende a mi "rito, no seas sordo a mis l%"rimas. 4ues yo soy hu/sped tuyo, forastero como todos mis padres& '.al 3,,13)! o con apelaciones a la sinceridad del corazn0 $3scucha, .e5or, mi causa, atiende a mi clamor, presta o#do a mi sMplica0 que en mis labios no hay en"a5o& '.al 1D,1)! con el deseo perentorio de ver el rostro de ios0 $.e5or, escucha mi sMplica, que mi "rito de socorro lle"ue a ti. >o me escondas el rostro en mi aprieto. 4r/stame o#do cuando te llamo, respndeme pronto& '.al 1:2,2+3)! con la calma del que espera una respuesta se"ura0 $Faz caso de mis "ritos de socorro, G ios m#o y Pey m#oH A ti te suplico, .e5or0 por la ma5ana oye mi voz! por la ma5ana te expon"o mi causa y quedo a"uardando...& '.al <,2+9). B. Res71es5" del Se2o! " l" o!"ci?n .i la oracin es un "rito que sale del alma, 1cmo no lo va a escuchar el .e5or2 A pesar de esto, es l#cito que nos pre"untemos si el .e5or atiende siempre nuestras sMplicas, pues en la misma sa"rada 3scritura se formula la pre"unta. Qn salmista pre"unta an"ustiado0 $.e5or ios de los 37/rcitos, 1hasta cu%ndo te envolver%s en humo mientras tu pueblo te suplica2& '.al *:,<). .ube el lamento del hombre acorralado por la des"racia0 $4or m%s que "rito0 N.ocorroO, se hace sordo a mi sMplica& '6am 3,*), e insistentemente habla con ios, impenetrable, incomprensible en sus desi"nios histricos0 $?e has envuelto en nubes para que no te alcancen las ple"arias& '6am 3,99). A (esMs Len .ira, que toma en serio la actitud del hombre ante ios, le parece il"ico el proceder del que recae en el pecado y espera el perdn sin volver a arrepentirse0 $6o mismo el que ayuna por sus pecados y lue"o vuelve a
39 cometerlos, 1qui/n escuchar% su sMplica2, 1de qu/ le servir% su mortificacin2& '3clo 39,2;). 4or la misma razn, el .e5or no oye al que tiene las manos ensan"rentadas. ice el .e5or por medio del profeta @sa#as0 $Buando extend/is las manos, cierro los o7os! aunque multipliqu/is las ple"arias, no os escuchar/. Auestras manos est%n llenas de san"re. 6avaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones... 3ntonces, venid, y liti"aremos +dice el .e5or+& '@s 1,1<+1*)! y por boca de (erem#as0 $3l .e5or me di7o0 >o intercedas a favor de este pueblo. .i ayunan, no escuchar/ sus "ritos! si ofrecen holocaustos y ofrendas, no los aceptar/! con espada, hambre y peste yo los consumir/& '(er 19,11+12! ver, tambi/n, D,1;). .in embar"o, la respuesta del .e5or a la oracin humilde, sincera y confiada es y ser% siempre positiva, aco"edora0 $4orque escuchas las sMplicas. A ti acude todo mortal& '.al ;<,3)! sin distincin de cate"or#as o de situaciones0 el .e5or $no es parcial contra el pobre, escucha las sMplicas del oprimido! no desoye los "ritos del hu/rfano o de la viuda cuando repite su que7a& '3clo 3<,13+19! cf. 21,<! .al 1:2,1D+1*! 19<,1,)! $3l .e5or diri"e los o7os a los 7ustos, los o#dos a sus "ritos& '.al 39,1;! cf. 3clo 3,<)! $4orque no ha despreciado ni le ha repu"nado la des"racia de un des"raciado, no le ha escondido el rostro! cuando pidi auxilio, le escuch& '.al 22,2<). 4or esto concluye el salmista0 $GIo amoH, porque el .e5or escucha mi voz suplicante. porque inclina el o#do hacia m# cuando lo llamo& '.al 11;,1+2). 6a experiencia del pasado es una confirmacin rotunda de que el .e5or escucha y no de7a defraudado al que conf#a en /l de todo corazn, desde la peticin de Ana0 $3ste ni5o es lo que yo ped#a! el .e5or me ha concedido mi peticin& '1 .am 1,2D), hasta la del que una y otra vez se acerca esperanzado al .e5or0 $4ero me escuch ios, atendi a la voz de mi sMplica. GLendito sea iosH, que no apart mi sMplica ni su misericordia de m#& '.al ;;,1,+2:)! $Io esperaba con ansia al .e5or0 se inclin a m# y escuch mi "rito& '.al 9:,2! cf. 2*,;! 1:;,99)! $3l .e5or ha escuchado mi llanto, el .e5or ha escuchado mi sMplica, el .e5or ha aco"ido mi oracin& '.al ;,,+1:). 4or esto el desconfiado descubre que el .e5or siempre es aco"edor0 $Io que dec#a a la li"era0 Nme has echado de tu presenciaO pero tM escuchaste mi sMplica cuando te ped# auxilio& '.al 31,23)! como el .e5or prometi una y mil veces0 $=e invocar/is, vendr/is a rezarme y yo os escuchar/! me buscar/is y me encontrar/is, si me busc%is de todo corazn! me de7ar/ encontrar y cambiar/ vuestra suerte +or%culo del .e5or+& '(er 2,,12+19! cf. 2 Brn D,19+1<! 1 Pe ,,3! etc.). C. $" o!"ci?n de in5e!cesi?n 6a oracin es un di%lo"o entre el orante y ios, un encuentro con el .e5or. 4ero el que ora no siempre rue"a al .e5or por s# mismo! a veces lo hace en favor de un tercero. 3l orante, entonces, es un intercesor, y su oracin se llama oracin de intercesin. 7.1. Tres modelos de intercesores 6a sa"rada 3scritura nos ofrece como e7emplos de intercesores a Abrah%n, =ois/s y (erem#as, e7emplos preclaros pero no Mnicos. Abrah%n. 3s conmovedora la escena de C/n 1*,1;+33, en que Abrah%n intercede por iniciativa personal e insistentemente en favor de .odoma y Comorra, que hab#an cometido un pecado "rav#simo 'cf. C/n 1*,2:). 6a intercesin no tiene nin"Mn efecto positivo a pesar de la
3< actitud benevolente del .e5or, porque en .odoma y Comorra no se encuentran los diez 7ustos, l#mite m#nimo al que hab#a lle"ado Abrah%n en su oracin de intercesin. =ois/s. 3l .e5or eli"i a =ois/s para que sacara a su pueblo de la esclavitud en 3"ipto, lo "uiara a trav/s del desierto hasta las puertas de la tierra prometida y le diera normas y leyes a las que conformar sus vidas en lo porvenir. =ois/s fue el hombre de confianza del .e5or en todo momento0 $ i7o el .e5or Ja Aarn y =ar#aK0 3scuchad mis palabras0 Buando hay entre vosotros un profeta del .e5or, me doy a conocer a /l en visin y le hablo en sue5os! no as# a mi siervo =ois/s, el m%s fiel de todos mis siervos. Al /l le hablo cara a cara! en presencia y no adivinando contempla la fi"ura del .e5or& '>Mm 12,;+*). 6o que se confirma con 3x 33,110 $3l .e5or hablaba con =ois/s cara a cara, como habla un hombre con un ami"o&. 3l pueblo lo nombr su intermediario con ios por el miedo que le produc#a su cercan#a0 $F%blanos tM y te escucharemos! que no nos hable ios, que moriremos& '3x 2:,1,). =ois/s e7erci fielmente la doble funcin de mediador y de intercesor. Pecordemos el episodio de la adoracin del becerro de oro. 3l .e5or se air contra el pueblo y di7o a =ois/s0 $ /7ame0 mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. I de ti sacar/ un "ran pueblo. 3ntonces =ois/s aplac al .e5or, su ios, diciendo0 R14or qu/, .e5or, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tM sacaste de 3"ipto con "ran poder y mano robusta2 1?endr%n que decir los e"ipcios0 NBon mala intencin los sac, para hacerlos morir en las monta5as y exterminarlos de la superficie de la tierraO2 esiste del incendio de tu ira, arrepi/ntete de la amenaza contra tu pueblo. Acu/rdate de tus siervos Abrah%n, @saac e @srael... I el .e5or se arrepinti de la amenaza que hab#a pronunciado contra su pueblo& '3x 32,1:+19! cf. t ,,2<+2,). (erem#as. 3n la profec#a de (erem#as hay al"unos pasa7es que confirman su labor intercesora en favor del pueblo! los veremos m%s adelante. 3n @srael se conserv firmemente una tradicin que nos habla de esta funcin intercesora de (erem#as, como aparece en el sue5o+visin que tuvo (udas =acabeo0 $.e apareci a (udas un persona7e extraordinario por su ancianidad y su di"nidad, envuelto en un halo de ma7estad maravillosa. -n#as Jque hab#a sido sumo sacerdoteK tom la palabra para decir0 +3ste es (erem#as, el profeta de ios, que ama a sus hermanos e intercede continuamente por el pueblo y la .anta Biudad& '2 =ac 1<,13+19). 7.2. Modelos de oracin de intercesin 6a oracin de intercesin es un medio sobrenatural que pone de manifiesto la naturaleza comunitaria de la vida de fe. >o puede haber un Mnico modelo de oracin de intercesin, puesto que no hay uniformidad en la vida de los individuos y de las comunidades, ni son i"uales las necesidades de unos y de otras. 3n la 3scritura encontramos con frecuencia la formulacin del deseo expreso de que ios bendi"a al interlocutor, de que le conceda al"Mn bien, de que oi"a sus ple"arias! en realidad esta es una oracin de peticin, muy cercana a la oracin de intercesin. Aducimos dos e7emplos, distantes entre s# en el tiempo. 3l primero es del tiempo de .amuel. Qna vez que el sacerdote 3l# se ha convencido de que Ana, la que ser% madre de .amuel, ha desaho"ado su alma apenada ante el .e5or, la despide con estas palabras0 $Aete en paz. Que el ios de @srael te conceda lo que le has pedido& '1 .am 1,1D). 3l se"undo e7emplo, datado el 129 a.B., en el reinado de (uan Fircano0 $6os hermanos 7ud#os de (erusal/n y de (ud% saludan a los hermanos 7ud#os de 3"ipto0 Gpaz y prosperidadH GQue ios os favorezca y se acuerde de la promesa que
3; hizo a sus fieles siervos Abrah%n, @saac y (acobH GQue os d/ a todos el deseo de adorarlo y de hacer su voluntad con corazn "eneroso y de buena "anaH GQue abra vuestro corazn a su 6ey y sus preceptos, y os conceda la pazH GQue escuche vuestras oraciones, se reconcilie con vosotros y no os abandone en la des"raciaH Ahora mismo estamos aqu# rezando por vosotros& '2 =ac 1,1+; ). A los hombres ele"idos por el .e5or, sean profetas o no, se les considera intercesores eficaces ante ios. 3l mismo .e5or lo reconoce en el caso de Abrah%n0 Abim/lec, rey de Cuerar, hab#a tomado para s# a .ara, sin saber que era esposa de Abrah%n. 3n sue5os recibi Abim/lec esta orden del .e5or0 $4ero ahora devuelve esa mu7er casada a su marido! /l es profeta y rezar% por ti para que conserves la vida& 'C/n 2:,D). 4or esta razn, lo m%s frecuente en la oracin de intercesin es que un particular pida a un hombre de ios o profeta que interceda ante ios por /l, o por el pueblo al que el particular representa. 3l particular es un rey0 + 3n la seccin del libro del 8xodo que trata de las pla"as en 3"ipto en cuatro ocasiones pide con ur"encia el faran, rey de 3"ipto, a =ois/s y Aarn que intercedan ante el .e5or, para que los libere de la pla"a correspondiente. =ois/s accede a la peticin del faran, pide al .e5or que cese la pla"a y el .e5or oye la oracin de su enviado0 $3l Saran llam a =ois/s y a Aarn, y les pidi0 RPezad al .e5or para que ale7e las ranas de m# y de mi pueblo, y de7ar/ marchar al pueblo para que ofrezca sacrificios al .e5or. =ois/s respondi al Saran0 R #"nate indicarme cu%ndo he de rezar por ti, por tu corte y por tu pueblo, para que se acaben las ranas en tu palacio y queden slo en el >ilo. Pespondi0 R=a5ana. i7o =ois/s0 RAs# se har%, para que sepas que no hay otro como el .e5or, nuestro ios. 6as ranas se ale7ar%n de ti, de tu palacio, de tu corte y de tu pueblo, y quedar%n slo en el >ilo. =ois/s y Aarn salieron del palacio del Saran. =ois/s suplic al .e5or por lo de las ranas, como hab#a convenido con el Saran. 3l .e5or cumpli lo que ped#a =ois/s0 las ranas fueron muriendo en casas, patios, campos& '3x *,9+,! cf. *,29+2D! ,,2D+2,.33! 1:,1;+1,). + Al rey (erobo%n se le qued r#"ido su brazo ante el altar que /l hab#a edificado en Letel. $3ntonces el rey suplic al hombre de ios0 +4or favor, aplaca al .e5or, tu ios, y reza por m# para que recupere el movimiento del brazo. 3l hombre de ios aplac al .e5or y el rey recuper el movimiento del brazo, que le qued como antes& '1 Pe 13,;) + Ante los insultos y amenazas de destruccin por parte del enviado de .enaquerib, rey de Asiria, que asediaba la ciudad de (erusal/n, 3zequ#as, rey de (ud%, env#a este mensa7e al profeta @sa#as0 $-7al% oi"a el .e5or, tu ios, las palabras del copero mayor, a quien su se5or, el rey de Asiria, ha enviado para ultra7ar al ios vivo, y casti"ue las palabras que el .e5or, tu ios, ha o#do. GPeza por el resto que todav#a subsisteH& '2 Pe 1,,9). + Basi en v#speras de la ca#da de (erusal/n en manos de >abucodonosor, el rey .edec#as, por medio de sus enviados, pide al profeta (erem#as0 $Peza por nosotros al .e5or, nuestro ios& '(er 3D,3). + 3n el decreto de Biro, rey de 4ersia, sobre la reconstruccin del templo de (erusal/n se ordena a las autoridades de la re"in que se proporcione a los 7ud#os todo lo necesario $para que ofrezcan sacrificios al ios del cielo ro"ando por la salud del rey y de sus hi7os& '3sd ;,1:).
3D 3l que pide la intercesin es el pueblo o su le"#timo representante0 + espu/s de la proclamacin de .aMl como rey de @srael, $todo el pueblo, lleno de miedo ante el .e5or y ante .amuel, di7o a .amuel0 +Peza al .e5or, tu ios, para que tus siervos no mueran, porque a todos nuestros pecados hemos a5adido la maldad de pedirnos un rey& '1 .am 12,1,). 3l encar"o lo cumpli fielmente .amuel, que pudo decir0 $4or mi parte, l#breme ios de pecar contra el .e5or de7ando de rezar por vosotros& '1 .am 12,23! cf. D,<). +Al profeta (erem#as, poco antes de que fuera raptado y llevado a 3"ipto, los 7efes del e7/rcito y el pueblo le di7eron0 $Acepta nuestra sMplica y reza al .e5or, tu ios, por nosotros y por todo este resto! porque quedamos muy pocos de la multitud, como lo pueden ver tus o7os& '(er 92,2! cf. 92,2:). 3l profeta (erem#as as# lo hizo 'cf. (er 92,9)! pero el pueblo no respondi a las expectativas del .e5or. 4or esto (erem#as en varias ocasiones recibi del .e5or esta respuesta0 $?M no intercedas por este pueblo, no supliques a "ritos por ellos, no me reces, que no te escuchar/& '(er D,1;! cf. 11,19! 19,11). (erem#as qued para la posteridad como el m%s ilustre intercesor del pueblo. -n#as, sumo sacerdote, di7o de /l0 $3ste es (erem#as, el profeta de ios, que ama a sus hermanos e intercede continuamente por el pueblo y la .anta Biudad.& '2 =ac 1<,19). + -z#as, en representacin del pueblo de Letulia, que estaba rodeado por el e7/rcito asirio, hace a (udit esta peticin0 $Ahora, pues, tM que eres una mu7er piadosa, pide por nosotros al .e5or que env#e lluvia para llenar nuestras cisternas, y as# no nos veamos acabados& '(dt *,31). ?ambi/n puede ser el mismo profeta el que pida al pueblo que rece por sus "obernantes, como hace Laruc, al enviar a (erusal/n las limosnas reco"idas entre los deportados de Labilonia0 $-s enviamos este dinero para que compr/is holocaustos, v#ctimas expiatorias, incienso, ofrendas, y las ofrezc%is sobre el altar del .e5or, nuestro ios, rezando por la salud de >abucodonosor, rey de Labilonia, y por su hi7o Laltasar, para que vivan en la tierra cuanto dura el cielo sobre la tierra& 'Lar 1,1:+11). (erem#as, por su parte, comunicaba desde (erusal/n a todos los deportados a Labilonia, el si"uiente mensa7e del .e5or0 $4edid por la prosperidad de la ciudad adonde yo os desterr/ y rezad al .e5or por ella, porque su prosperidad ser% la vuestra& '(er 2,,D). 6a oracin de intercesin, por fin, puede sur"ir espont%neamente por iniciativa del orante, sin que nadie se lo haya pedido y, con frecuencia, sin que 7am%s los beneficiarios lle"uen a enterarse de tal intercesin. As# oraba >ehem#as0 $?en los o7os abiertos y los o#dos atentos a la oracin de tu siervo, la oracin que d#a y noche te diri7o por tus siervos, los israelitas& '>eh 1,;)! y (onat%n, 7efe del pueblo y sumo sacerdote, escribe a los espartanos0 $4or lo que a nosotros toca, con ocasin de las festividades y en otros d#as desi"nados no os olvidamos en nuestros sacrificios y oraciones, pues es 7usto y debido acordarse de los hermanos& '1 =ac 12,11).
3*
A
$A ORACI#N SE'9N E$ NT 3stamos viendo que la sa"rada 3scritura es nuestra fuente principal para la vida de oracin, porque en ella aprendemos a orar, y porque ella misma nos inspira la oracin que hemos de hacer. 4ara (esMs y la primera "eneracin de disc#pulos la sa"rada 3scritura era lo que nosotros llamamos Anti"uo ?estamento 'A?). ebemos hacer notar para los no especialistas en los asuntos de la sa"rada 3scritura que 7ud#os y cristianos no entendemos el A? de la misma manera. 6os 7ud#os excluyen de la lista o canon de libros sa"rados del A? los libros, o las partes de libros, escritos en "rie"o, a saber, ?ob#as, (udit, adiciones "rie"as de 3ster, los dos libros de los =acabeos, el libro de la .abidur#a, el 3clesi%stico a pesar de haber sido escrito ori"inariamente en hebreo, Laruc y partes "rie"as de aniel. A estos libros o partes de libros los catlicos los consideramos tambi/n sa"rados, cannicos, aunque los llamemos NdeuterocannicosO. 6os protestantes han se"uido, casi en su totalidad, el mismo parecer que los 7ud#os, y llaman NapcrifosO a nuestros NdeuterocannicosO ?anto 7ud#os como cristianos acudimos al A? como a la palabra de ios, si bien no de la misma manera. 6os 7ud#os ven en el A? la palabra definitiva de ios a su pueblo ele"ido, el @srael histrico. 6os cristianos tambi/n descubrimos en el A? la palabra de ios! pero no la palabra definitiva, sino la relativa a la etapa anterior a la venida del Fi7o de ios encarnado, (esucristo, el .e5or, y como preparacin de esa venida 'cf. C%l 3,23+2<! Pom 1,1+;! Feb 1,1+ 2! etc.). A partir de la se"unda "eneracin de disc#pulos del .e5or, que empezaron a llamarse cristianos 'Fch 11,2;! cf. 2;,2*! 1 4e 9,1;), la sa"rada 3scritura se ampl#a con los escritos apostlicos o con7unto de libros que forman el Banon cristiano, empezando por los cuatro 3van"elios y terminando con el Apocalipsis de san (uan, y que llamamos >uevo ?estamento '>?). Qn e7emplo esclarecedor de lo que decimos nos lo ofrece la se"unda carta de san 4ablo a ?imoteo. 4resuntamente es san 4ablo quien escribe a ?imoteo, que fue educado en el 7uda#smo tradicional por su abuela 6oide y su madre 3unice '2 ?im 1,<)0 $?M atente a lo que aprendiste y aceptaste con fe0 sabes de qui/n lo aprendiste, y que desde ni5o conoces la .a"rada 3scritura, que puede darte sabidur#a para salvarte por la fe en Bristo (esMs. ?oda 3scritura es inspirada y Mtil para ense5ar, ar"Eir, encaminar e instruir en la 7usticia. Bon lo cual el hombre de ios estar% formado y capacitado para toda clase de obras buenas& '2 ?im 3,19+ 1D). 6a perspectiva del autor de la carta es la de un cristiano que lee la sa"rada 3scritura a la luz del misterio de Bristo. 3n este cap#tulo nosotros nos moveremos a la misma luz, es decir, a la plena luz de Bristo, refle7ada en la milenaria experiencia de la vida de la @"lesia o comunidad cristiana. -. $" @id" de 7ied"d i37lic" l" o!"ci?n 4or vida de piedad entendemos aquella en la que el creyente manifiesta su fe y confianza en ios, mediante la observancia respetuosa de la ley que /l mismo ha dado a los hombres. 6a fidelidad respetuosa, debida al .e5or, no est% re5ida con el amor filial, sino todo lo contrario, ya que ios es al mismo tiempo .e5or y 4adre, y nosotros criaturas e hi7os suyos. 6a oracin
3, como encuentro con el .e5or es, pues, un momento privile"iado de la vida de piedad. Aida de piedad es la que llevaba el anciano .imen, de quien nos habla san 6ucas0 $Fab#a en (erusal/n un hombre llamado .imen, hombre honrado y piadoso, que esperaba el consuelo de @srael y se "uiaba por el 3sp#ritu .anto& '6c 2,2<). 3n el >? aparecen otras muchas personas de vida e7emplar, que podemos considerar como modelos. Adem%s de .imen, citamos al"unos otros casos, en los que se hace mencin de la pr%ctica habitual de la oracin en su vida de piedad. 3n el evan"elio de la infancia de (esMs se"Mn san 6ucas se dice de Ana, la profetisa y viuda, que $no se apartaba del templo, sirviendo noche y d#a con oraciones y ayunos& '6c 2,3D). 3l .e5or la premi, como al piadoso y anciano .imen, con un encuentro especial con el .alvador, cuando sus padres lo presentaron al .e5or en el templo. 4or esto $alababa a ios y hablaba del ni5o a todos los que esperaban la redencin de (erusal/n& '6c 2,3*). Aunque no es de ori"en 7ud#o, pertenece tambi/n a este "rupo de personas 7ustas, honestas, piadosas, el centurin romano Bornelio, $hombre piadoso, que veneraba a ios con toda su familia. Fac#a muchas limosnas al pueblo y oraba asiduamente a ios& 'Fch 1:,2). Qn %n"el del .e5or se le apareci, mientras /l oraba en su habitacin y /l, asustado, le di7o0 $1Qu/ quieres, .e5or2 6e contest0 R?us oraciones y limosnas han subido a la presencia de ios y se tienen en cuenta& 'Fch 1:,9! ver, adem%s, el verso 22). Bornelio resid#a en Besarea, y, si"uiendo las rdenes del %n"el del .e5or, envi una emba7ada en busca de 4edro, que estaba en (afa. 4edro vino ense"uida a Besarea y di7o0 $ eseo saber para qu/ me hab/is llamado. Bontest Bornelio0 RFace tres d#as, a esta hora, estaba yo recitando la oracin de la tarde en mi casa, cuando un hombre con un tra7e resplandeciente se plant ante m# y me di7o0 R Bornelio, tu oracin y tus limosnas han sido escuchadas por ios y se tienen en cuenta. 3nv#a "ente a (afa y llama a .imn, por sobrenombre 4edro, que se alo7a en casa de .imn el curtidor, 7unto al mar. 3n se"uida te hice llamar y tM has tenido la bondad de venir. 3stamos todos en presencia de ios dispuestos a escuchar lo que te haya ordenado el .e5or& 'Fch 1:,2,+33). 4edro les explic la buena noticia sobre (esMs, y, al terminar, el 3sp#ritu .anto vino sobre todos los oyentes, que, al instante, fueron bautizados en nombre de (esucristo. 3n los Fechos de los Apstoles san 6ucas propone como modelo de vida cristiana a la comunidad primitiva de (erusal/n. 6as actividades comunitarias principales las reduce a cuatro, entre las que est% la oracin en comMn0 $3ran asiduos en escuchar la ense5anza de los apstoles, en la solidaridad, la fraccin del pan y las oraciones& 'Fch 2,92). 3n estos comienzos la comunidad cristiana aMn no tiene conciencia de su sin"ularidad, por lo que a la pr%ctica del culto tradicional en el templo se une el nuevo culto eucar#stico en las casas particulares0 $A diario acud#an fielmente y un%nimes al templo! en sus casas part#an el pan, compart#an la comida con ale"r#a y sencillez sincera& 'Fch 2,9;). 3n otros escritos del >? son frecuentes las exhortaciones a la oracin. .an 4ablo exhorta a todos a que sean $constantes en rezar y suplicar! rezad en toda ocasin con esp#ritu! para ello velad con perseverancia rezando por todos los consa"rados& '3f ;,1*), y a que superen las preocupaciones de cada d#a con ayuda de la oracin0 $>ada os preocupe. Antes bien, en vuestras oraciones y sMplicas, con accin de "racias, presentad a ios vuestras peticiones& 'Slp 9,;). ?ambi/n tiene una palabra para los matrimonios0 $>o os priv/is uno de otro, si no es de mutuo acuerdo y por un tiempo, para dedicaros a la oracin& '1 Bor D,<! cf. 1 4e 3,D), y para las viudas0 $6a viuda de verdad, que vive sola, tiene su esperanza en ios y
9: persevera rezando y suplicando d#a y noche& '1 ?im <,<). 4ara los momentos dif#ciles de la vida, el .e5or recomienda la oracin a sus m%s cercanos disc#pulos, d%ndoles e7emplo /l mismo en su an"ustiosa oracin0 $6le"ados al lu"ar llamado Cetseman#, dice a sus disc#pulos0 R.entaos aqu# mientras ha"o oracin... Aolvi, los encontr dormidos y dice a 4edro0 R.imn, 1duermes2, 1no has sido capaz de velar una hora2 Aelad y orad para no sucumbir en la prueba. 3l esp#ritu es decidido, la carne es d/bil& '=c 19,32+3*! cf. =t 2;,3;+91! 6c 22,9:+9;). 3l >? es el lu"ar privile"iado donde aprendemos a orar. (esMs es, sin duda, el =aestro por excelencia, el =aestro de maestros. e /l han aprendido sus inmediatos disc#pulos, y de /stos los que si"uieron, teniendo siempre como punto de referencia al =aestro. As# sur"i el m%s preciado tesoro del 3sp#ritu a la @"lesia, el con7unto de libros sa"rados que llamamos >uevo ?estamento '>?). 6ey/ndolo y medit%ndolo aprendemos a qui/n debemos diri"irnos cuando oramos, cmo y por qui/n debemos hacerlo, y, sobre todo, qu/ es lo que debemos orar0 el 4adrenuestro. /. $" o!"ci?n de:e di!i i!se sie37!e " Dios .i la oracin es un encuentro con el .e5or, un encuentro en el que mantenemos un di%lo"o con /l como un ami"o con su ami"o o un hi7o con su padre, es l"ico que di"amos que la oracin debe diri"irse siempre a ios. 3sta leccin la hemos aprendido en los libros santos, cuyos autores no se cansan de hablar con ios en las circunstancias m%s variadas de la vida0 bien sea para pedir su ayuda, su "racia, su perdn, o cualquier otro beneficio particular o comunitario! bien sea para darle "racias por tanto bien recibido, o tributarle el honor debido por su infinita bondad y "randeza. 3l libro de los .almos es el e7emplo m%s preclaro de lo que decimos, corroborado por el uso incesante que la @"lesia ha hecho de /l desde sus inicios hasta nuestros d#as, en el culto pMblico y privado. 4ero nuestro maestro principal en la oracin, como en todo, es (esMs. 8l, como todo buen maestro, antes de hablar actMa! va por delante, tambi/n en la oracin. .e"Mn el testimonio de los evan"elios (esMs or con frecuencia al 4adre en pMblico y en privado, porque para /l era una necesidad. (esMs ora en pMblico, por e7emplo, cuando $tom los cinco panes y los dos peces, alz la vista al cielo, bendi7o y parti los panes y se los fue dando a los disc#pulos para que los sirvieran& '=c ;,91! cf. =t 19,1,! 6c ,,1;)! cuando, lleno del "ozo del 3sp#ritu .anto, di7o0 $G?e doy "racias, 4adre, .e5or de cielo y tierraH porque, ocultando estas cosas a los entendidos, se las has revelado a los i"norantes. .#, 4adre, /sa ha sido tu eleccin& '6c 1:,21! cf. =t 11,2<+2;). =uy parecida a esta oracin de accin de "racias es la que (esMs pronunci poco antes de resucitar a 6%zaro0 $Petiraron la piedra. (esMs alz la vista al cielo y di7o0 R?e doy "racias, 4adre, porque me has escuchado. Io sab#a que siempre me escuchas, pero lo di"o por la "ente que me rodea, para que crean que tM me enviaste& '(n 11,91+92). A las puertas de la 4asin (esMs presiente lo que se le viene encima, se estremece y acude a su 4adre0 $Ahora mi esp#ritu est% a"itado, y 1qu/ voy a decir2, 1que mi 4adre me libre de este trance2 >o! que para eso he lle"ado a este trance. 4adre, da "loria a tu nombre& '(n 12,2D+ 2*). urante la Mltima cena en varias ocasiones (esMs habla con su 4adre, especialmente en la "ran oracin de (n 1D0 (esMs, $levantando la vista al cielo, di7o0 4adre, ha lle"ado la hora0 da
91 "loria a tu Fi7o para que tu Fi7o te d/ "loria...& '(n 1D,1 y ss). Blavado en la cruz, dos veces invoca a su 4adre en la versin de san 6ucas. Qna, pidiendo el perdn para sus verdu"os0 $4adre, perdnales, porque no saben lo que hacen& '6c 23,39)! y otra, en el Mltimo momento de su vida0 $3ra mediod#a! se oscureci todo el territorio hasta media tarde, al faltar el sol. 3l velo del templo se ras" por medio. (esMs "rit con voz fuerte0 R4adre, a tus manos encomiendo mi esp#ritu. icho lo cual, expir& '6c 23,99+9;). (esMs ora tambi/n en privado, y, aunque no siempre los evan"elistas lo especifican, se supone con certeza que su oracin la diri"e al 4adre 'cf. Feb <,D). 3s di"no de notarse que N(esMs esco"e siempre lu"ares solitarios, al aire libre y no cubiertos, para su oracin privada. Bomparando los pasa7es paralelos de los evan"elistas, advertimos tambi/n que si (esMs se marcha a un sitio solitario, a un descampado, aunque no lo di"a expresamente, es para orar. (esMs procura aislarse de vez en cuando para orar. >o tiene tiempo fi7o, pero el preferido es la noche. Buando su fama empieza a extenderse y no dispone de tiempo libre durante el d#a, acorta el tiempo dedicado al sue5o0 $.e levant muy de madru"ada, sali y se diri"i a un lu"ar despoblado, donde estuvo orando& '=c 1,3<! cf. 6c 9,92). $.u fama se difund#a, de suerte que "randes multitudes acud#an a escucharlo y a curarse de sus enfermedades. 4ero /l se retiraba a lu"ares solitarios a orar& '6c <,1;! cf. =c 1,9<). 6ucas es el evan"elista que m%s veces nos habla de (esMs orante. Ceneralmente antes de un acontecimiento trascendental, (esMs se retira a orar, a hablar con el 4adre. 6a primera vez que o#mos la voz del 4adre, declarando0 $?M eres mi Fi7o querido, mi predilecto&, ocurre, en la versin de 6ucas, $mientras oraba& '6c 3,21+22). Antes de ele"ir a los doce, (esMs $sali a una monta5a a orar y se pas la noche orando a ios& '6c ;,12! cf. =c 3,13). espu/s de la multiplicacin de los panes la muchedumbre debi pensar que estaba cerca el reino mesi%nico en el que so5aban0 $(esMs, conociendo que pensaban venir para llev%rselo y proclamarlo rey, se retir de nuevo al monte, /l solo& '(n ;,1<). =ateo y =arcos nos especifican para qu/ se retir al monte y por cuanto tiempo0 $ espu/s de despedir a la "ente, subi /l solo al monte a orar. Al anochecer estaba /l solo all#& '=t 19,23! cf. =c ;,9;+9D). Facia la mitad de su ministerio pMblico quiso (esMs hacer balance de su actividad. 6a pre"unta viene en los tres sinpticos! el detalle de la oracin de (esMs solamente en 6ucas0 $3stando /l una vez orando a solas, se le acercaron los disc#pulos y /l los interro"0 1Qui/n dice la "ente que soy yo2& '6c ,,1*). 6a manifestacin de su "loria, en #ntima unin con el anuncio de su pasin y muerte, la realiza tambi/n (esMs mientras oraba0 $-cho d#as despu/s de estos discursos, tom a 4edro, (uan y .antia"o y subi a un monte a orar. =ientras oraba, el aspecto de su rostro cambi y sus vestidos resplandec#an de blancura& '6c ,,2*+2,). 4ara la m%s decisiva de sus horas (esMs se prepara orando. 3l monte de los -livos, cercano a (erusal/n, es el lu"ar esco"ido y en /l un huerto, el de Cetseman#. 6ucas, despu/s del relato de la cena, dice que $sali y se diri"i se"Mn costumbre al monte de los -livos& '6c 22,3,)! y es que durante los d#as que (esMs estuvo en (erusal/n, se"Mn el relato de 6ucas0 $ e d#a ense5aba! de noche sal#a y se quedaba en el monte de los -livos& '6c 21,3D). $(udas, el traidor, conoc#a el lu"ar, porque muchas veces se hab#a reunido all# (esMs con sus disc#pulos& '(n l*,2! cf. *,1). 6a humanidad de (esMs se muestra en toda su desnudez en la escena de
92 Cetseman#. (esMs siente horror, an"ustia, tristeza de muerte 'cf. =t 2;,3;+3*! =c 19,32+39 y 6c 22,99). 3n su terrible soledad (esMs se diri"e al Mnico que en aquel trance pod#a comprenderlo y confortarlo, a su 4adre! por esto $postrado rostro en tierra, or as#0 R4adre m#o, si es posible, que pase de m# esta copa. 4ero no se ha"a mi voluntad, sino la tuya&. $4or se"unda vez se ale7 a orar0 R4adre m#o, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se cumpla tu voluntad&. $.e apart por tercera vez repitiendo la misma oracin& '=t 2;,3,.92.99! cf. =c 19,3<+3;.3,! 6c 22,91+92). 6a resolucin con que (esMs se levanta y sale al encuentro de sus verdu"os demuestra que el 4adre no lo abandona y que su oracin ha sido escuchada 'cf. 6c 22,93! =t 2;,9; y =c 19,91+92). As#, pues, (esMs, mientras tuvo un aliento de vida, al orar se diri"i a ios como a su 4adre, de7%ndonos un e7emplo sublime de cmo tambi/n nosotros debemos diri"irnos a ios en la oracin. 4. En el NT "7!ende3os c?3o de:e3os o!"! 4ara los cristianos (esMs es, sin duda, el principal maestro de oracin, porque vivi una intensa vida de oracin y porque sus ense5anzas sobre la oracin son insuperables. e lo primero ya hemos hablado en el p%rrafo anterior, de lo se"undo trataremos en el presente. 3.1. Jess, maestro de oracin 3n el sermn del =onte (esMs dedica unos vers#culos a la oracin 'cf. =t ;,<+1<). 3n ellos lo primero que nos dice es lo que no debemos hacer cuando oramos0 $Buando or/is, no ha"%is como los hipcritas& '=t ;,<a). 6os hipcritas son aquellos que, a sabiendas, manifiestan exteriormente una cosa y en su interior son otra! en realidad son falsos, falaces, mentirosos! convierten su vida en una representacin teatral continua. A los hipcritas $les "usta rezar de pie en las sina"o"as y en las esquinas de las plazas para exhibirse a la "ente& '=t ;,<b). Pezar de pie de suyo no es censurable, pues era la forma habitual de orar. ?anto el fariseo como el publicano rezan de pie 'cf. 6c 1*,11 y 13). 4ero rezar de pie +en las sina"o"as y en plena calle+, para ser vistos y alabados por los hombres, es pura vana"loria, or"ullo y soberbia. 6o que deber#a ser un acto sincero de reverencia y culto al .e5or, se convierte +se pervierte+ en un espect%culo para "loria y alabanza propia. 3s lo que el .e5or reprende en el e7emplo del fariseo autosuficiente frente a la actitud humilde del publicano 'cf. 6c 1*,1:+19). ?ambi/n desaprueba el .e5or la actitud or"ullosa y prepotente de los escribas en la vida social y reli"iosa0 $Cuardaos de los escribas, que "ustan de pasear con h%bitos amplios, aman los saludos por la calle y los primeros puestos en sina"o"as y banquetes! que devoran las fortunas de las viudas con pretexto de lar"as oraciones& '6c 2:,9;+9D! =c 12,3*+9:). .in embar"o, lo peor de los hipcritas no es que quieran en"a5ar a los que tienen cerca, lo que a veces consi"uen, sino al mismo ios, ante el que se supone que est%n en la oracin. .u necio or"ullo los cie"a, y pretenden lo imposible. 4ara el .e5or no hay nada oculto, todo est% patente a su mirada, como nos dice el salmo0 $1Adnde me ale7ar/ de tu aliento2, 1adnde huir/ de tu presencia2 .i escalo el cielo, all# est%s tM! si me acuesto en el abismo, ah# est%s. .i me traslado al ruedo de la aurora o me instalo en el conf#n del mar, all# se apoya en m# tu izquierda y me a"arra tu derecha. .i di"o0 que me sorba la tiniebla, que la luz se ha"a noche en torno a m#, tampoco la oscuridad es oscura para ti, la noche es clara como el d#a0 da lo mismo tiniebla o luz& '.al 13,,D+12). 3l .e5or nos conoce me7or que nosotros a nosotros mismos. 8l no tiene necesidad de que nosotros le abramos nuestro corazn, para enterarse de lo que pensamos o sentimos, porque /l $ve en lo escondido& '=t ;,;)! $ ios no ve como los
93 hombres, que ven la apariencia! el .e5or ve el corazn& '1 .am 1;,D)! $ ios penetra las entra5as Jdel hombreK, vi"ila puntualmente su corazn& '.ab 1,;! cf. 1 Brn 2*,,! .al D,1:! (er 11,2:! 1D,1:! 2:,12! Pom *,2D! 1 Bor 2,1:). 4or la misma razn dice el .e5or0 $Buando rec/is, no habl/is en demas#a como los pa"anos, que piensan que a fuerza de palabras ser%n escuchados& '=t ;,D). Bomo si las palabras tuvieran una fuerza m%"ica, capaz de dominar al mismo ios. 3sto es lo que pensaban los sacerdotes de Laal en el monte Barmelo, que estuvieron "ritando $desde la ma5ana hasta el mediod#a& sin recibir respuesta al"una 'cf. 1 Pe 1*,2;). As# piensan tambi/n todos aquellos que hacen de sus oraciones lar"os discursos, para informar detalladamente al .e5or de todo lo que acontece y, tal vez, convencerlo para que actMe en su favor. (esMs es rotundo0 $>o los imit/is, pues vuestro 4adre sabe lo que necesit%is antes de que se lo pid%is& '=t ;,*). Bomo el .e5or nos conoce y sabe todo lo nuestro, para entrar en la oracin nos bastar% con prepararnos nosotros adecuadamente, buscando, en primer lu"ar, el reco"imiento exterior e interior que nos lleve al necesario silencio interior0 $3ntra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu 4adre en secreto& '=t ;,;). Qna vez conse"uido este silencio, pon"%monos humildemente a los pies del .e5or, como hizo =ar#a, la hermana de =arta 'cf. 6c 1:,3*+92)! abr%mosle al .e5or de par en par la puerta de nuestro corazn, pues /l est% ah# y espera0 $=ira, estoy de pie a la puerta y llamo. .i al"uien escucha mi voz y abre la puerta, entrar/ en su casa y cenar/ con /l y /l conmi"o& 'Ap 3,2:). 6a cercan#a y presencia del .e5or es permanente, como di7o san 4ablo a los atenienses en el Arepa"o0 $ ios no est% le7os de nin"uno de nosotros, ya que en /l vivimos, y nos movemos, y existimos& 'Fch 1D,2*). .i todav#a no sabemos qu/ hacer o decir, imploremos la ayuda del 3sp#ritu, que $socorre nuestra debilidad. Aunque no sabemos pedir como es debido, el 3sp#ritu mismo intercede por nosotros con "emidos inefables& 'Pom *,2;). 3s evidente que el .e5or no aprueba nin"una forma de oracin, que no brote de un corazn limpio, noble, humilde, desinteresado. A la oracin se puede aplicar con toda 7usticia las palabras que (esMs di7o a la samaritana sobre el culto aut/ntico a ios0 $6le"a la hora, ya ha lle"ado, en que los que dan culto aut/ntico dar%n culto al 4adre en esp#ritu y de verdad. ?al es el culto que busca el 4adre. ios es 3sp#ritu y los que le dan culto lo han de hacer en esp#ritu y de verdad& '(n 9,23+29). 3.2. La humildad y el erdn resu uestos de la oracin 6a oracin aut/ntica presupone en el orante un esp#ritu verdaderamente humilde, como el que manifiesta el publicano frente a la soberbia del fariseo. 4or esto ios oye la oracin de uno y rechaza la del otro0 $3l fariseo, en pie, oraba as# en voz ba7a0 -h ios, te doy "racias porque no soy como el resto de los hombres, ladrones, in7ustos, adMlteros, o como ese recaudador. Ayuno dos veces por semana y pa"o diezmos de cuanto poseo. 3l publicano, de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los o7os al cielo, sino que se "olpeaba el pecho diciendo0 -h ios, ten piedad de este pecador. -s di"o que /ste volvi a casa absuelto y el otro no& '6c 1*,11+19). Al %mbito de la humildad pertenece tambi/n el reconocimiento de nuestras infidelidades a ios y de nuestras malas acciones en contra de nuestros seme7antes, es decir, de nuestra condicin de pecadores. Al reconocimiento debe se"uir el pedir perdn a ios primeramente y al pr7imo despu/s, y, por supuesto, el ofrecimiento del perdn al que nos haya ofendido y nos
99 pida perdn. 3n este punto la ense5anza del .e5or en el evan"elio es inequ#voca. 3n la oracin del 4adrenuestro el .e5or incluye la peticin del perdn0 $4erdona nuestras ofensas, como tambi/n nosotros perdonamos a los que nos ofenden& '=t ;,12). 3l se"uro perdn del .e5or est% condicionado a nuestro mutuo perdn. 6a apostilla que el .e5or a5ade al 4adrenuestro as# lo confirma0 $4ues si perdon%is a los hombres las ofensas, vuestro 4adre del cielo os perdonar% a vosotros, pero si no perdon%is a los hombres, tampoco vuestro 4adre os perdonar% vuestras ofensas& '=t ;,19+1<). 3l mismo (esMs ilustra ampliamente esta doctrina con la par%bola del criado perverso, sin entra5as '=t 1*,23+3<). 3ste criado deb#a al rey, su amo +que simboliza a ios+, una cantidad enorme, imposible de pa"ar. 4ero a las palabras del criado0 $?en paciencia conmi"o, que te lo pa"ar/&, el rey $lo de7 ir y le perdon la deuda& '=t 1*,2;+2D). A la "enerosidad sin medida del amo +de ios+ responde la mezquindad sin nombre del criado. Acaban de perdonarle una deuda, que no hubiera podido pa"ar en toda su vida! pero /l no perdona una deuda insi"nificante a un compa5ero suyo que, de rodillas, repet#a la misma peticin que /l hab#a hecho poco antes, sino que $lo meti a la c%rcel hasta que pa"ara la deuda& '=t 1*,3:). @nformado el amo por los otros criados de lo sucedido, pronuncia la sentencia definitiva, que contiene la ense5anza de (esMs sobre el necesario perdn de las ofensas0 $GBriado perversoH, toda aquella deuda te la perdon/ porque me lo suplicaste! 1no ten#as tM que tener compasin de tu compa5ero como yo la tuve de ti2 3 indi"nado, lo entre" a los torturadores hasta que pa"ara la deuda #nte"ra. As# os tratar% mi 4adre del cielo si no perdon%is de corazn cada uno a su hermano& '=t 1*,32+3<). A esta par%bola del .e5or ha precedido un di%lo"o entre 4edro y (esMs, que no de7a lu"ar a dudas0 $.e acerc 4edro Ja (esMsK y le pre"unt0 R.e5or, si mi hermano me ofende, 1cu%ntas veces ten"o que perdonarle2, 1hasta siete veces2 6e contesta (esMs0 R?e di"o que no siete veces, sino setenta y siete& '=t 1*,21+22). 6a @"lesia comprendi desde el principio la importancia de la reconciliacin entre sus miembros. 4or esto ya exist#a en su seno un ritual del perdn, cuando se escribi el evan"elio de =ateo. 3l que no se somet#a a ese proceso ritual, y no quer#a pedir perdn de sus ofensas, a s# mismo se exclu#a de la comunidad y, autom%ticamente, era considerado como un pa"ano 'cf. =t 1*,1<+1D). (esMs quiere que en la comunidad de sus disc#pulos reine siempre la paz entre sus miembros. 8l quiere que su comunidad sea un fiel refle7o de la reconciliacin que existe entre /l y cada uno de sus miembros, que en ella se realice o tienda a realizarse la utop#a de la reconciliacin universal. >o puede extra5arnos que el .e5or propon"a a sus disc#pulos una meta, imposible de conse"uir sin su ayuda. >o es ya slo dar el perdn a los que lo piden, sino darlo tambi/n a los que persisten en su enemistad, devolviendo as# al mal con la moneda cristiana del amor supremo0 $Amad a vuestros enemi"os, tratad bien a los que os odian! bendecid a los que os maldicen, rezad por los que os in7urian& '6c ;,2D+2*! ver =t <,99 y Pom 12,19+21). 3sto es lo que (esMs hizo durante su vida y manifest de forma sublime en la oracin que rez en la cruz, momentos antes de su muerte0 $4adre, perdnales, porque no saben lo que hacen& '6c 23,39). 3.3. !ecesidad de la con"ianza y erse#erancia en la oracin Aunque parezca que ya hemos preparado suficientemente el camino para entrar con facilidad en la oracin, todav#a nos pide el .e5or que a5adamos la confianza y la perseverancia, para que nuestra oracin sea realmente eficaz. 6as dos actitudes + virtudes fuertes del alma+ est%n tan unidas entre s#, tan entrelazadas, que ni se pueden separar, ni se pueden concebir la una sin la otra0 el que conf#a en ios, persevera, es constante en la oracin!
9< el que persevera en la oracin, lo hace porque conf#a en el .e5or. 6a eficacia de la oracin es una nota intr#nseca a ella, no una cualidad del orante! los textos nos lo aclarar%n. (esMs fue maestro de oracin en la pr%ctica orando, y en teor#a ense5ando. 4ero (esMs refuerza la teor#a sobre la necesidad de la oracin perseverante con par%bolas apropiadas, como aparece de manera especial en el evan"elio se"Mn san 6ucas. 3n una ocasin (esMs, $para inculcarles que hace falta orar siempre sin cansarse, les cont una par%bola& '6c 1*,1). 6a par%bola trata de una viuda que insistentemente pide 7usticia a un 7uez in7usto! la pide con tanta ener"#a que obli"a al 7uez in7usto a confesar0 $Bomo esta viuda me est% fastidiando, le har/ 7usticia, no vaya a acabar a "olpes conmi"o& '6c 1*,<). 3l .e5or saca las consecuencias0 $Si7aos en lo que dice el 7uez in7usto! pues ios 1no har% 7usticia a sus ele"idos si "ritan a /l d#a y noche2, 1les dar% lar"as2 -s di"o que les har% 7usticia pronto& '6c 1*,;+*). 3l pasa7e evan"/lico m%s conocido y expl#cito sobre la confianza perseverante que hemos de tener en la oracin nos lo han transmitido con las mismas palabras =ateo y 6ucas0 $4edid y se os dar%, buscad y encontrar/is, llamad y se os abrir%! pues quien pide recibe, quien busca encuentra, a quien llama se le abrir%& '=t D,D+*! 6c 11,,+1:). 3l contexto, sin embar"o, es muy diferente en uno y otro evan"elio. 3n el evan"elio se"Mn san =ateo el pasa7e pertenece a una serie de conse7os y de avisos importantes, pero inconexos, dentro del llamado sermn del monte '=t <,1+D,2,)! en la versin del evan"elio se"Mn san 6ucas el texto est% muy le7os del discurso que el .e5or pronuncia no en el monte sino en el llano '6c ;,1D+9,), pero forma parte de un contexto de oracin 'oracin del 4adrenuestro0 6c 11,1+9, y par%bola del ami"o inoportuno0 6c 11,<+*). 6a par%bola precede inmediatamente al texto que nos ocupa, y pone de relieve de forma ma"istral la eficacia de la oracin perseverante0 3l ami"o pide pan a su ami"o con insistencia, de forma inoportuna, a media noche y cuando el ami"o est% acostado0 $-s di"o que, si no se levanta a d%rselo por amistad, se levantar% por su importunidad a darle cuanto necesita& '6c 11,*). 3l texto0 $pedid y se os dar%...&, va se"uido en los dos evan"elios de una doble pre"unta, sin respuesta por ser evidente, y de una conclusin sobre la bondad de nuestro 4adre del cielo con "ran fuerza retrica. 6as variantes en la doble pre"unta y en la conclusin tienen un valor muy desi"ual. 3n =t D,,+1: leemos0 $1Qui/n de entre vosotros, si su hi7o le pide pan, le dar% una piedra2, 1o si le pide un pez, le dar% una serpiente2&! por su parte 6c 11,11+12 omite la mencin del pan y la piedra, tal vez porque en la par%bola precedente ya se ha hablado de panes! pero a5ade, para variar, lo del huevo y el escorpin0 $1Qu/ padre entre vosotros, si su hi7o le pide un pez, en lu"ar de un pez le dar% una serpiente2, 1o si le pide un huevo, le dar% un escorpin2& 3stas variantes no tienen valor especial, pues el si"nificado de las dos es el mismo, y la conclusin en =ateo y 6ucas fluye de la misma manera0 $4ues si vosotros, con lo malos que sois, sab/is dar cosas buenas a vuestros hi7os, Gcu%nto m%s vuestro 4adre que est% en los cielos dar% cosas buenas a los que se lo pidanH& '=t D,11). Aqu# la variante de 6ucas s# es di"na de ser destacada0 $GBu%nto m%s el 4adre del cielo dar% el 3sp#ritu .anto a los que se lo pidanH& '6c 11,13). 6ucas sustituye al"o tan "en/rico en =ateo como Ncosas buenasO por el don personal del N3sp#ritu .antoO, tan mencionado en su obra y de tanta trascendencia en la comunidad primera, se"Mn aparece en los Fechos de los Apstoles. 6as palabras y ense5anzas del .e5or, repetidas despu/s por sus disc#pulos, no cesan de multiplicarse cada vez m%s, hasta el punto de parecer excesivas, si"no manifiesto de su importancia. Ante el asombro de los disc#pulos, en el episodio de la hi"uera que se ha secado de la noche a la ma5ana, (esMs es rotundo0 $?odo lo que pid%is con fe lo recibir/is& '=t 21,22!
9; cf. =c 11,29+2<). .antia"o en su carta nos explica un poco m%s qu/ si"nifica Npedir con feO0 $.i a al"uien de vosotros le falta sensatez, p#dala a ios, que da a todos "enerosamente sin reproches, y se le dar%. 4ero que pida con confianza y sin dudar. 3l que duda se parece al olea7e del mar sacudido por el viento. >o espere ese hombre alcanzar nada del .e5or& '.ant 1,<+D! cf. <,19+1<! 1 (n 3,21+22). 3.$. La e"icacia de la oracin en el nom%re de Jess 4ero la me7or y m%s eficaz oracin es aquella que diri"imos al 4adre, respaldada y avalada por el nombre de (esMs. 3sto es lo que (esMs ense5a a sus disc#pulos y, por lo tanto, a nosotros, se"Mn el evan"elista san (uan. e forma "en/rica nos dice el .e5or0 $.i permanec/is en m# y mis palabras permanecen en vosotros, pedir/is lo que quer%is y os suceder%& '(n 1<,D). 4or la unin indisoluble entre (esMs y el 4adre unas veces es (esMs el que responde a nuestra oracin0 $6o que pid%is ale"ando mi nombre lo har/, para que por el Fi7o se manifieste la "loria del 4adre. .i ped#s al"o ale"ando mi nombre, yo lo har/& '(n 19,13+19)! $6o que pid%is al 4adre ale"ando mi nombre os lo conceder/& '(n 1<,1;)! otras veces es el 4adre0 $-s ase"uro que lo que pid%is a mi 4adre os lo dar% en mi nombre. Fasta ahora no hab/is pedido nada en mi nombre! pedid y recibir/is, para que vuestra ale"r#a sea completa& '(n 1;,23+29). 3l 4adre de (esMs es nuestro 4adre, ios, que nos ama y no necesita ni siquiera la recomendacin ineludible de (esMs0 $Aquel d#a Jel siempre presente ante iosK pedir/is ale"ando mi nombre, y no os di"o que yo pedir/ al 4adre por vosotros, pues el 4adre mismo os ama, porque vosotros me hab/is amado y hab/is cre#do que yo vine de parte de ios& '(n 1;,2;+2D). 3.&. La r'ctica de la oracin en la (glesia rimiti#a e manera especial es a"radable a ios 4adre la unin fraternal, como canta el .almo0 $Aed0 qu/ dulzura, qu/ delicia, convivir los hermanos unidos& '.al 133,1)! mucho m%s la oracin que hacemos en comunin con los hermanos0 $-s di"o tambi/n que si dos de vosotros en la tierra se ponen de acuerdo para pedir cualquier cosa, se la conceder% mi 4adre del cielo& '=t 1*,1,). Sundados en esta fe de la @"lesia viv#an y actuaban los primeros cristianos, como nos muestra san 4ablo en sus cartas. 8l va delante, como (esMs, el .e5or, y se propone como e7emplo a los cristianos, destinatarios de sus cartas0 $?omo por testi"o a ios, a quien doy culto espiritual anunciando la buena noticia de su Fi7o, de que sin cesar os recuerdo siempre en mis oraciones& 'Pom 1,,+1:)! $.iempre que me acuerdo de vosotros, doy "racias a mi ios! y siempre que pido cualquier cosa por todos vosotros, lo ha"o con "ozo& 'Slp 1,3+9! cf. Bol 1,3! 1 ?es 1,20 2 ?es 1,11! 2 ?im 1,3). 4ero, adem%s, san 4ablo exhorta a la constancia y perseverancia en la oracin. 3s "ratificante repetir el ale"re mensa7e que env#a a los de ?esalnica0 $3stad siempre ale"res, orad sin cesar, dad "racias por todo. 3so es lo que quiere ios de vosotros como cristianos& '1 ?es <,1;+1*)! a los romanos0 $Ale"raos con la esperanza, sed pacientes en el sufrimiento, persistentes en la oracin& 'Pom 12,12)! a los filipenses0 $>ada os preocupe. Antes bien, en vuestras oraciones y sMplicas, con accin de "racias, presentad a ios vuestras peticiones& 'Slp 9,;)! y lo mismo a otros0 $Bonstantes en rezar y suplicar, rezad en toda ocasin con esp#ritu! para ello velad con perseverancia rezando por todos los consa"rados! tambi/n por m#& '3f ;,1*+1,! cf. Bol 9,2+3! 1 ?im 2,1.*! <,<).
9D .obre la pr%ctica de la oracin en la @"lesia primitiva hay otros muchos testimonios en todo el >?. Al principio la minMscula comunidad de los disc#pulos si"ui las costumbres de los 7ud#os, orando en las casas. 3l "rupo de los Apstoles $con al"unas mu7eres, con =ar#a la madre de (esMs y sus parientes, persist#an un%nimes en la oracin& 'Fch 1,19). 4ara la eleccin del que hab#a de sustituir a (udas, $desi"naron a dos0 (os/ llamado Larsabas, apodado el (usto, y =at#as. espu/s rezaron as#0 R?M, .e5or, que conoces los corazones de todos, ind#canos a cu%l de los dos eli"es& 'Fch 1,23+29). 4ara que los oce se dedicaran $a la oracin y al ministerio de la palabra& 'Fch ;,9), los disc#pulos, reunidos, eli"ieron a siete varones, $se los presentaron a los Apstoles, oraron y les impusieron las manos& 'Fch ;,;! cf. 13,3! 19,23). 6a comunidad entera se pone en oracin0 $=ientras 4edro estaba custodiado en la c%rcel, la @"lesia rezaba fervientemente a ios por /l& 'Fch 12,<)! tambi/n los particulares, como 4ablo en casa de 4ublio, "obernador de la isla de =alta0 $3l padre de 4ublio estaba en cama con fiebre y disenter#a. 4ablo se lle" a /l, or, le impuso las manos y lo cur& 'Fch 2*,*). Que la oracin haya sido escuchada por ios aparece aqu# y all%. 3l %n"el le di7o a Vacar#as0 $>o temas, Vacar#as, que tu peticin ha sido escuchada, y tu mu7er @sabel te dar% un hi7o, a quien llamar%s (uan& '6c 1,23)! de 3l#as dice .antia"o0 $=ucho puede la oracin sol#cita del 7usto. 3l#as era hombre fr%"il como nosotros! pero rez pidiendo que no lloviese, y no llovi en la tierra tres a5os y seis meses. Pez de nuevo, y el cielo solt la lluvia y la tierra dio sus frutos& '.ant <,1;+1*). 3l principal testimonio es el de la vida real de la comunidad cristiana, que, en todos los lu"ares donde se estableci, si"ui transmitiendo fundamentalmente el mismo estilo de vida espiritual en comunin con el .e5or, presente en ella a trav/s de los si"los. =. El NT nos ense2" 01e 5"3:in de:e3os o!"! 7o! los de3Ds .abemos que en la oracin, el orante habla con ios como un hombre con un ami"o 'cf. 3x 33,11). 3s normal, pues, que hable de sus cosas y que le pida ayuda en las necesidades, remedio para sus males, consuelo en la afliccin, etc. 6o que hemos tratado hasta ahora nos lo confirma. Fasta el mismo (esMs ped#a al 4adre por s# mismo0 $4adre, si es posible, que se aparte de m# esta copa. 4ero no se ha"a mi voluntad, sino la tuya& '=t 2;,3,). 3l >? nos ense5a que podemos y debemos orar por los dem%s, o pedir a los dem%s que oren por nosotros a ios, nuestro 4adre. 3sta es una pr%ctica "eneralizada en la @"lesia primitiva, como recuerda .antia"o en su carta0 $1Que uno de vosotros sufre2 -re! 1que est% contento2 Bante. 1Que uno de vosotros cae enfermo2 6lame a los ancianos de la comunidad para que recen por /l y lo un7an con aceite invocando el nombre del .e5or. 6a oracin hecha con fe curar% al enfermo y el .e5or lo har% levantarse! y si ha cometido pecados, se le perdonar%n. Bonfesad unos a otros los pecados, rezad unos por otros, y os curar/is& '.ant <,13+1;! cf. 2 Bor ,,19). .on muchas las veces en que san 4ablo en sus cartas recomienda orar en favor de los dem%s, o hace mencin de sus oraciones por otros0 +4or todos los hombres0 $6o primero de todo recomiendo que se ofrezcan sMplicas, peticiones, intercesiones y acciones de "racias por todos los hombres& '1 ?im 2,1).
9* +4or el pueblo 7ud#o0 $Fermanos, lo que deseo de corazn, lo que pido a ios por ellos Jlos 7ud#osK es su salvacin& 'Pom 1:,1). +4or la comunidad de creyentes0 $Bonstantes en rezar y suplicar, rezad en toda ocasin con esp#ritu! para ello velad con perseverancia rezando por todos los consa"rados& '3f ;,1*). +4or los efesios0 $>o ceso de dar "racias por vosotros, y record%ndoos en mis oraciones, pido que el ios de nuestro .e5or (esucristo, 4adre de la "loria, os conceda un 3sp#ritu de sabidur#a y revelacin que os lo ha"a conocer y os ilumine los o7os de la mente para...& '3f 1,1;+1*). +4or los filipenses0 $.iempre que pido cualquier cosa por todos vosotros, lo ha"o con "ozo&! $3sto es lo que pido0 que vuestro amor crezca m%s y m%s en conocimiento y en toda clase de percepcin& 'Slp 1,9.,). +4or los colosenses0 $.iempre que rezamos por vosotros damos "racias al ios 4adre del .e5or nuestro (esucristo&! $4or eso nosotros, desde que nos enteramos, no cesamos de orar por vosotros, pidiendo0 que os colm/is del conocimiento de su voluntad con toda sabidur#a e inteli"encia espiritual& 'Bol 1,3.,). 4or ellos rue"a tambi/n 3pafras0 $-s saluda 3pafras, uno de los vuestros, siervo de Bristo, que en sus oraciones pelea siempre por vosotros para que se%is decididos y consumados en cumplir cuanto ios quiere& 'Bol 9,12). +4or los tesalonicenses0 $ amos siempre "racias a ios por todos vosotros, mencion%ndoos en nuestras sMplicas a ios nuestro 4adre, recordando vuestra fe activa, vuestro amor sol#cito y vuestra esperanza perseverante en el .e5or nuestro (esucristo& '1 ?es 1,2+3)! $4or eso rezamos continuamente por vosotros, para que nuestro ios os ha"a di"nos de la vocacin y os permita cumplir eficazmente todo buen propsito y toda accin de la fe& '2 ?es 1,11). +4or los hebreos0 $3l ios de la paz, que sac de la muerte al "ran pastor del reba5o, al .e5or nuestro (esMs, por la san"re de una alianza eterna, os provea de toda clase de bienes para que cumpl%is su voluntad. Pealice en vosotros lo que le a"rada, por medio de (esucristo. A /l la "loria por los si"los de los si"los. Am/n& 'Feb 13,2:+21). .an 4ablo ora por personas particulares. 4or ?imoteo0 $ oy "racias al ios de mis antepasados, a quien venero con conciencia limpia, siempre que te menciono en mis oraciones, noche y d#a& '2 ?im 1,3)! por Silemn0 $.iempre que te recuerdo en mis oraciones, doy "racias a ios& 'Slm 1,9). Bon bastante frecuencia pide tambi/n el apstol a las comunidades que rue"uen al .e5or por /l, especialmente cuando tiene que superar "randes pruebas y pasar por "randes peli"ros. A los corintios escribe0 $ ios nos libr de tan "rave peli"ro de muerte y nos se"uir% librando. 3stoy se"uro de que nos librar% de nuevo si colabor%is vosotros rezando por nosotros& '2 Bor 1,1:+11)! e insiste a los romanos0 $4or el .e5or nuestro (esucristo, 'hermanos), y por el amor que infunde el 3sp#ritu, os recomiendo que luch/is a mi lado rezando por m# a ios para que me libre en (udea de los que no creen y para que mi misin entre los consa"rados sea bien recibida& 'Pom 1<,3:+31). =ientras 4ablo est% prisionero por Bristo, sus rivales se aprovechan y, como /l mismo escribe0 $Qnos proclaman a Bristo por envidia y por pol/mica,
9, otros con buena voluntad...1Qu/ importa2 3n cualquier caso... Bristo es anunciado, y de ello me ale"ro y me ale"rar/! pues s/ que esto acabar% en mi liberacin, por vuestras oraciones y por el auxilio del 3sp#ritu de (esucristo& 'Slp 1,1<+1,). 4or esta razn su peticin es siempre la misma. A los tesalonicenses0 $Pezad tambi/n por nosotros, hermanos& '1 ?es <,2<! cf. 2 ?es 3,1)! a los colosenses0 $4erseverad en la oracin, velando en ella y dando "racias. Pezad tambi/n por m#, para que ios abra la puerta a la buena noticia y me permita exponer el misterio de Bristo, por el que estoy encarcelado& 'Bol 9,2+3! cf. 3f ;,1,! Feb 13,1*). 4or todo lo dicho, y por otros muchos pasa7es de sus cartas, estamos plenamente convencidos de que el apstol 4ablo cree firmemente en la posibilidad de la ayuda mutua espiritual por medio de la oracin, es decir, cree en la comunin de los santos, pues todos formamos un solo cuerpo en Bristo, y estamos vivificados por el mismo 3sp#ritu, el de Bristo. Qnidos todos espiritualmente, podemos ayudarnos en el esp#ritu, acudiendo a la fuente comMn del 3sp#ritu, que es ios, el Mnico ios y 4adre de nuestro .e5or (esucristo.
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PARTE II
E$ PADRENUESTRO
3l .e5or (esMs ha querido ense5arnos cmo debemos acercarnos a su 4adre y 4adre nuestro, y cu%les son las palabras m%s acertadas para hablar con /l0 las palabras del 4adrenuestro. 3n este punto deber#amos considerarnos unos privile"iados, pues (esMs no slo exalt las excelencias de la oracin, insisti en la necesidad de orar, nos dio e7emplo de cmo hacerlo, sino que nos propuso un modelo de oracin, el modelo por antonomasia, el 4adrenuestro. 3n esta se"unda parte de nuestro estudio nos vamos a centrar exclusivamente en la oracin del 4adrenuestro, para intentar penetrar, con la ayuda de ios, en el abismo ina"otable de la riqueza de su contenido y as# poder rezar m%s "ustosamente la oracin que el mismo .e5or nos ense5. Bonstatamos, ante todo, que slo =ateo y 6ucas han transmitido el 4adrenuestro. 6os especialistas en sa"rada 3scritura discuten sobre cu%l de las dos versiones es la m%s primitiva0 si la m%s breve de 6ucas o la m%s sem#tica de =ateo. 4asamos por alto esta discusin, que, por lo dem%s, no ha aportado hasta el presente nin"una solucin definitiva ni una mayor luz sobre el contenido del 4adrenuestro, como vamos a ver a lo lar"o de nuestras reflexiones. A continuacin presentamos "r%ficamente las dos versiones, para que nos sea m%s f%cil la comparacin entre ambas. ,5 B,KL-4
1
$c --,/L= $I ocurri que, estando /l orando en cierto lu"ar, cuando termin, le di7o uno de sus disc#pulos0 N.e5or, ens/5anos a orar, como (uan ense5 a sus disc#pulosO. 2 I les di7o0 NBuando or/is, decid0 4adre, santificado sea tu nombre, ven"a tu reino.
3
$Aosotros, pues, orad as#0 N4adre nuestro que est%s en los cielos, santificado sea tu nombre! 1: ven"a tu reino! h%"ase tu voluntad as# en la tierra como en el cielo! 11 nuestro pan Zcotidiano[ d%nosle hoy! 12 y perdnanos nuestras deudas as# como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores! 13 y no nos de7es caer en tentacin, mas l#branos del mal '=ali"no)O&.
nuestro pan Zcotidiano[ d%nosle cada d#a! 9 y perdnanos nuestros pecados, pues tambi/n nosotros perdonamos a todo el que nos debe! y no nos de7es caer en tentacinO&.
<1 6os contextos de =t ;,,+13 y 6c 11,1+9 son los mismos de =t D,D+* y 6c 11,,+1:, a los que hac#amos referencia en el cap#tulo anterior0 =t ;,,+13 forma parte del sermn del =onte '=t <,1+D,2,) y 6c 11,1+9 de un contexto oracional '6c 9,1+13). e los dos contextos el que m%s nos ayuda a comprender la ense5anza del .e5or es, sin duda, el de san 6ucas, que relaciona la oracin del 4adrenuestro con la oracin personal de (esMs '6c 11,1). 6os disc#pulos de (esMs no pueden ser menos que los de (uan, por eso uno de ellos, testi"o de su pr%ctica habitual de la oracin, le pide a /l que les ense5e a orar. (esMs responde como verdadero maestro0 $Buando or/is, decid0 4adre...&. 3l 4adrenuestro de 6ucas es considerablemente m%s breve que el de =ateo, si bien la brevedad no quiere decir mutilacin. Qna y otra redaccin coinciden en lo esencial! pero =ateo es m%s rico en los detalles a5adidos, que matizan con sabor sem#tico palestino la m%s estricta ri"idez del texto lucano. 3n este momento apuntamos tambi/n que al"unos cambios en el texto de 6ucas nos llaman especialmente la atencin, como son el $cada d#a& de 6c 11,3 en vez del $hoy& de =t ;,12, y $nuestros pecados& en 6c 11,9 en lu"ar de $nuestras deudas& en =t ;,12. -tros matices los iremos viendo a lo lar"o de los si"uientes cap#tulos que dedicamos a desentra5ar el rico contenido de la oracin que sale de la boca de nuestro .alvador y .e5or.
B
PADRE NUESTRO 6o primero que nos llama la atencin, y salta a la vista, es la primera palabra de la oracin del .e5or0 4adre. Anteriormente, en el cap#tulo A \ 2, hemos visto cmo nuestra oracin ha de diri"irse siempre a ios a e7emplo de (esucristo! ahora aprendemos de labios del mismo (esMs que a este ios, al que nos diri"imos en la oracin, lo debemos llamar 4adre, como /l acostumbraba a llamarlo dulcemente en su oracin personal. 6a tradicin dentro de la @"lesia cristiana consider este hecho tan extraordinario que le pareci oportuno y necesario poner esta introduccin al rezo del 4adrenuestro en la celebracin de la 3ucarist#a0 $Sieles a la recomendacin del .alvador y si"uiendo su divina ense5anza nos atrevemos a decir0 N4adre nuestro...O&. 3n realidad, la humanidad ha tenido que recorrer un lar"u#simo camino para poder lle"ar a llamar a ios0 4adre, y tratar con /l con la confianza de un hi7o, superando el miedo at%vico y el terror ante la divinidad. >o vamos a recurrir a la historia de la reli"iones, donde la presencia de este terror reli"ioso ante la divinidad es evidente. >os limitamos a la historia y las tradiciones del pueblo de @srael, se"Mn aparecen en la sa"rada 3scritura, pues (esMs es israelita y sus ra#ces culturales y reli"iosas se hunden en la historia de su pueblo @srael. -. Dios es P"d!e se >n el An5i 1o Tes5"3en5o
<2 >os consta que los pueblos anti"uos del -riente =edio y 4rximo y de la cuenca oriental mediterr%nea llamaban con el t#tulo de 4adre al dios supremo de su panten. 4adre era 3l, dios supremo de Bana%n, y Veus, dios supremo "rie"o, y (Mpiter, dios supremo de los romanos. 4ero este t#tulo de 4adre equival#a al de ser supremo, ser primero y m%s poderoso entre los dem%s! no comportaba en el ser divino sentimiento al"uno de afecto, de cari5o, de ternura hacia los hombres, ni suscitaba en el posible orante los correspondientes sentimientos de piedad, de amistad o de confianza, sino todo lo contrario0 ante los seres divinos el hombre experimentaba el temor y terror. 3n la sa"rada 3scritura afloran aqu# y all% testimonios de este terror irreprimible. As# el pueblo de @srael manifiesta a =ois/s al pie del monte .ina# su temor ante la cercan#a de ios0 $F%blanos tM y te escucharemos, que no nos hable ios, no sea que muramos& '3x 2:,1,). Ceden se ech a temblar, cuando descubri que aquel, a quien hab#a tomado por un respetable desconocido, era nada menos que el enviado del .e5or, por lo que exclam0 $GAy ios m#o, que he visto al %n"el del .e5or cara a caraH& '(ue ;,22). Al"o parecido le sucede a =ana7, el que hab#a de ser padre de .ansn, cuando desaparece de su vista el %n"el del .e5or, al que /l y su mu7er no hab#an reconocido. =ana7 di7o a su mu7er0 $GAamos a morir, porque hemos visto a iosH& '(ue 13,22). ?ambi/n manifiestan el mismo terror ?obit y ?ob#as ante la revelacin de Azar#as, compa5ero de via7e de ?ob#as, de que era el %n"el Pafael0 $.e turbaron los dos y cayeron sobre su rostro, llenos de temor& '?ob 12,1;). .in embar"o, en el pueblo de @srael el temor y terror ante la divinidad se convierten con el paso del tiempo en sumo respeto, que se compa"ina con los sentimiento de ternura y de cari5o filiales, como acontece entre los hi7os y el padre en el %mbito familiar. 3l proceso es lento, como toda maduracin, y no siempre uniforme y lineal. 1.1. Dios, )adre del ue%lo 6a conciencia de hi7os con relacin a ios probablemente est% arrai"ada en el pueblo de @srael desde los le7anos inicios de su historia. 6os autores sa"rados as# lo comprenden, pues, cuando aMn no exist#a @srael como pueblo, hacen resonar estas palabras de =ois/s en el palacio del faran, rey de 3"ipto0 $As# dice el .e5or0 @srael es mi hi7o primo"/nito, y yo te ordeno que de7es salir a mi hi7o para que me sirva! si te nie"as a soltarlo, yo dar/ muerte a tu hi7o primo"/nito& '3x 9,22+23! cf. (er 31,,). 3l profeta -seas recuerda tambi/n este tiempo ori"inal en el que est%n li"ados el pueblo en ciernes y ios como un padre con su hi7o peque5o0 $Buando @srael era ni5o, lo am/, y desde 3"ipto llam/ a mi hi7o& '-s 11,1! cf. =t 2,1<). 4ara los padres sus hi7os son siempre peque5os! tambi/n para el .e5or su pueblo, ya adulto, es un hi7o peque5o0 $G.i es mi hi7o querido 3fra#n, mi ni5o, mi encantoH Bada vez que le reprendo me acuerdo de ello, se me conmueven las entra5as y cedo a la compasin +or%culo del .e5or+& '(er 31,2:! cf. 3,9)! $Io ense5/ a andar a 3fra#n y lo llev/ en mis brazos, y ellos sin darse cuenta de que yo los cuidaba. Bon correas de amor los atra#a, con cuerdas de cari5o. Sui para ellos como quien alza una criatura a las me7illas! me inclinaba y les daba de comer... 1Bmo podr/ de7arte, 3fra#n! entre"arte a ti, @srael2... =e da un vuelco el corazn, se me conmueven las entra5as. >o e7ecutar/ mi condena, no volver/ a destruir a 3fra#n! que soy ios y no hombre, el .anto en medio de ti y no enemi"o devastador& '-s 11,3+9.*+,). .i el pueblo se aseme7a a un ni5o peque5o, el cari5o del .e5or es como el de un padre verdadero. 6a sa"rada 3scritura presenta, pues, sin titubeos a ios como padre del pueblo y de los individuos, y relaciona esta paternidad con el hecho trascendental de la creacin0 $Fi7os de"enerados se portaron mal con /l, "eneracin malvada y pervertida. 1As# le pa"as al .e5or,
<3 pueblo necio e insensato2 1>o es /l tu padre y tu creador, el que te hizo y te constituy2& ' t 32,<+;). Ante las traiciones fratricidas en el seno del pueblo el profeta levanta su voz con este ar"umento0 $1>o tenemos todos un mismo 4adre2 1>o nos ha creado el mismo ios2 14or qu/ entonces nos traicionamos unos a otros, profanando la alianza de nuestros padres2& '=al 2,1:). 6os profetas invocan directamente al .e5or y recuerdan sus atributos de familia0 $-tea desde el cielo, mira desde tu morada santa y "loriosa0 1dnde est% tu celo y tu valor, tu entra5able ternura y compasin2 >o la reprimas, que tM eres nuestro padre0 Abrah%n no sabe de nosotros, @srael no me conoce! tM, .e5or, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es Nnuestro PedentorO& '@s ;3,1<+1;)! $.e5or, tM eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tM el alfarero0 somos todos obra de tu mano& '@s ;9,D). 6a voz de los profetas se quiebra y resuena como la palabra que el .e5or diri"e a sus hi7os queridos0 $Io hab#a pensado contarte entre mis hi7os, darte una tierra envidiable, la perla de las naciones en heredad, esperando que me llamaras Npadre m#oO y no te apartaras de m#& '(er 3,1,)! $NFonre el hi7o a su padre, el esclavo a su amoO. 4ues si yo soy padre, 1dnde queda mi honor2! si yo soy due5o, 1dnde queda mi respeto2& '=al 1,;). 1.2. Dios, )adre de los indi#iduos .in embar"o, la conciencia individual de filiacin divina en @srael tarda mucho en "eneralizarse. 3n una primera etapa slo al rey, representante del pueblo, se le considera hi7o adoptivo de ios. 3l .e5or se lo comunica a avid por medio del profeta >at%n0 $Io ser/ para /l J.alomnK un padre, y /l ser% para m# un hi7o& '2 .am D,19! cf. 1 Brn 1D,13! 22,1:! 2*,;). 3l or%culo se repite como un eco en los si"los si"uientes0 $8l me invocar%0 N?M eres mi padre, mi ios, mi Poca de salvacinO. I yo lo nombrar/ mi primo"/nito, excelso entre los reyes de la tierra& '.al *,,2D+2*). I muy especialmente con relacin al rey =es#as0 $Aoy a recitar el decreto del .e5or0 =e ha dicho0 N?M eres mi hi7o, yo te he en"endrado hoyO& '.al 2,D). Suera del %mbito re"io, rara vez se llama a ios padre del individuo piadoso0 $4adre de hu/rfanos, protector de viudas es ios en su santa morada& '.al ;*,;! cf. 1:3,13)! o el individuo invoca a ios como padre suyo0 $.e5or, 4adre y ue5o de mi vida..., 4adre y ios de mi vida& '3clo 23,1.9). 4ero hacia el final de la etapa anti"ua, casi en los umbrales del >uevo ?estamento, en el libro de la .abidur#a, es frecuente el t#tulo de Nhi7o de iosO aplicado al pueblo0 $?M me has esco"ido Ja m#, .alomnK como rey de tu pueblo y "obernante de tus hi7os e hi7as& '.ab ,,D! cf. 12,1,+21! 1;,1:.2;! 1*,9.13). 3n el mismo libro de la .abidur#a la conciencia de filiacin en el 7usto adquiere una profundidad reli"iosa cercana a la que se alcanzar% en el >uevo ?estamento. 6os malvados persi"uen al 7usto por este motivo0 $J3l 7ustoK declara que conoce a ios y dice que /l es hi7o del .e5or... >os considera de mala ley Jhablan los malvadosK y se aparta de nuestras sendas como si contaminasen! proclama dichoso el destino de los 7ustos y se "lor#a de tener por padre a ios... .i el 7usto /se es hi7o de ios, /l lo auxiliar% y lo arrancar% de la mano de sus enemi"os& '.ab 2,13.1;.1*). 3n .ab 19,3 el autor invoca a ios como $4adre&. 3ste vocativo expresa amor, ternura, confianza y, sobre todo, la se"uridad plena del hi7o en su padre, en nuestro caso, del autor en ios providente. /. Dios, P"d!e, se >n el N1e@o Tes5"3en5o 3l camino recorrido en la espiritualidad de @srael ha sido complicado y lar"o hasta lle"ar en el momento exacto a la meta se"ura, a ios como 4adre de cada uno de los individuos,
<9 criaturas suyas. 3ste momento coincide con el del cumplimiento de las promesas, con el de la plenitud de los tiempos, en el cual $envi ios a su Fi7o, nacido de mu7er, nacido ba7o la ley, para que rescatase a los sMbditos de la ley y nosotros recibi/ramos la condicin de hi7os& 'C%l 9,9+<). A partir de aqu# (esucristo, el .e5or, nos acompa5ar% en nuestro caminar, siendo /l el camino que hemos de recorrer y el "u#a que nos ha de conducir al 4adre. Bomo el pastor, del que tan bellamente nos habl, /l conoce a sus ove7as y las llama por su nombre! $cuando ha sacado a todas las suyas, camina delante de ellas y ellas detr%s de /l! porque reconocen su voz& '(n 1:,9). e s# mismo di7o0 $Io soy el buen pastor0 conozco a las m#as Jmis ove7asK y ellas me conocen& '(n 1:,19). e hecho, (esMs llam a los disc#pulos y ellos le si"uieron, como las ove7as al pastor. (esMs encuentra a Selipe y le dice0 $.#"ueme& '(n 1,93)! en otro momento $vio a un hombre llamado =ateo, que estaba sentado en el banco de impuestos, y le di7o0 +.#"ueme. I levant%ndose, lo si"ui& '=t ,,,! cf. =c 2,19! 6c <,2D). A otros tambi/n llam, pero no sabemos si todos lo si"uieron 'cf. =t *,22! 1,,21! =c 1:,21! 6c 1*,22). 6o que s# sabemos es que el que si"a a (esMs no se perder% en el camino, pues /l mismo dice0 $Io soy la luz del mundo! el que me si"ue no andar% en tinieblas, sino que tendr% la luz de la vida& '(n *,12). Bomo el pastor va delante de sus ove7as, se5alando el camino, tambi/n (esMs nos precedi, como dice san 4edro a los cristianos0 $ e7%ndoos e7emplo para que si"%is sus huellas& '1 4e 2,21). 6as huellas que ahora intentamos se"uir, para imitarle, son las de su oracin! huellas se5aladas y profundas. 2.1. Jess llama a Dios *mi )adre+ Bualquiera de nosotros puede llamar a ios Nmi 4adreO, porque lo es. .an (uan afirma admirativamente0 $Aed qu/ "rande amor nos ha mostrado el 4adre0 que nos llamamos hi7os de ios y lo somos& '1 (n 3,1). 4ero nosotros somos hi7os de ios por adopcin! (esMs, en cambio, por naturaleza. .an 4ablo nos lo ense5a con claridad. 6eemos en la carta a los 3fesios0 $GLendito sea ios, 4adre de nuestro .e5or (esucristoH, el cual por medio de Bristo nos bendi7o con toda clase de bendiciones espirituales del cielo. 4or /l, antes de la creacin del mundo, nos eli"i para que por el amor fu/ramos santos e irreprochables en su presencia. 4or (esucristo, se"Mn el desi"nio de su voluntad, nos predestin a ser sus hi7os adoptivos& '3f 1,3+ <)! y en la carta a los Pomanos0 $>o hab/is recibido un esp#ritu de esclavos, para recaer en el temor, sino un esp#ritu de hi7os que nos permite clamar Abba, 4adre. 3l 3sp#ritu atesti"ua a nuestro esp#ritu que somos hi7os de ios& 'Pom *,1<+1;! cf. *,23! C%l 9,<). 4or esta razn (esMs siempre dir% Nmi 4adreO, 7am%s Nnuestro 4adreO, incluy/ndose /l en el NnuestroO. 3n el evan"elio de la infancia san 6ucas pone en boca de (esMs esta respuesta al reproche que le hace su madre, cuando lo encuentran en el templo0 $14or qu/ me buscabais2 1>o sab#ais que yo ten"o que estar en la casa de mi 4adre2& '6c 2,9,). Al templo de (erusal/n llamaba (esMs Nla casa de mi 4adreO. 3ste apelativo lo debi de utilizar m%s de una vez, pues de nuevo lo encontramos al comienzo de la vida pMblica, en el episodio de los vendedores del templo se"Mn el evan"elio de san (uan0 $A los que vend#an palomas les di7o0 RQuitad eso de aqu# y no convirt%is la casa de mi 4adre en un mercado& '(n 2,1;). urante su ministerio pMblico y en controversia con los 7ud#os (esMs llama a ios su N4adreO con "ran esc%ndalo de sus adversarios. Buando /stos le persi"uen, porque realiza curaciones en s%bado, (esMs les responde0 $=i 4adre si"ue traba7ando y yo tambi/n traba7o.
<< 4or lo cual los 7ud#os con m%s "anas intentaban darle muerte, porque no slo violaba el s%bado, sino adem%s llamaba a ios 4adre suyo, i"ual%ndose a ios& '(n <,1D+1*). Al no querer aceptarlo como enviado de ios, (esMs les declara0 $Io he venido en nombre de mi 4adre, y no me recib#s! si otro viniera en nombre propio, lo recibir#ais& '(n <,93). 3n otra ocasin, al poner (esMs a su 4adre como testi"o en su favor, le pre"untaron airados los 7ud#os0 $1 nde est% tu padre2 Bontest (esMs0 R>i a m# me conoc/is ni a mi 4adre. .i me conocierais a m#, conocer#ais a mi 4adre& '(n *,1,). 3n plena controversia (esMs se atreve a retarlos0 $1Qui/n de vosotros me probar% al"Mn pecado2& '(n *,9;). 6a reaccin no se hace esperar0 lo llaman NsamaritanoO, es decir, here7e, no 7ud#o, y NendemoniadoO. 4ero /l se defiende0 $>o estoy endemoniado, sino que honro a mi 4adre y vosotros me deshonr%is a m#& '(n *,9,). 6a discusin sube de tono. espechados le pre"untan0 $14or qu/ te tienes2 Bontest (esMs0 +R.i yo me "lor#o, mi "loria no vale! es mi 4adre quien me "lorifica, el que vosotros llam%is ios nuestro& '(n *,<3+<9). Buando le piden que hable con m%s claridad, (esMs apela a sus obras0 $-s lo di7e y no cre/is. 6as obras que yo ha"o en nombre de mi 4adre dan testimonio de m#. 4ero vosotros no cre/is porque no sois ove7as de las m#as. =is ove7as escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me si"uen! yo les doy vida eterna y 7am%s perecer%n, y nadie las arrancar% de mi mano. 6o que me ha dado mi 4adre es m%s que todo y nadie puede arrancarlo de la mano del 4adre. 3l 4adre y yo somos uno& '(n 1:,2<+3:). 3stas palabras sonaban a blasfemia en los o#dos de los 7ud#os y as# se lo dicen cuando intentan apedrearlo. (esMs replica con un texto de la 3scritura y con esta ar"umentacin concluyente0 $Al que el 4adre consa"r y envi al mundo 1vosotros dec#s que blasfema porque di7o que es hi7o de ios2 .i no ha"o las obras de mi 4adre, no me cre%is. .i las ha"o, aunque no me cre%is a m#, creed a mis obras, y os convencer/is de que el 4adre est% en m# y yo en el 4adre& '(n 1:,3;+3*). Fablando con los disc#pulos, en pMblico y en privado, tambi/n (esMs se diri"e a ios como a su 4adre. 6e7os de la controversia y crispacin el tono es familiar y distendido. 3n el pre%mbulo al solemne discurso sobre el pan del cielo (esMs disipa cualquier duda acerca del ori"en y naturaleza de este pan0 $-s lo ase"uro, no fue =ois/s quien os dio pan del cielo! es mi 4adre quien os da el verdadero pan del cielo& '(n ;,32). 4an del cielo que es pan de vida, identificado con (esMs, el Fi7o0 $4orque /sta es la voluntad de mi 4adre, que todo el que contempla al Fi7o y cree en /l ten"a vida eterna, y yo lo resucitar/ el Mltimo d#a& '(n ;,9:). (esMs nos da la vida al dar la suya propia por voluntad del 4adre0 $4or eso me ama el 4adre, porque doy la vida, para recobrarla despu/s. >adie me la quita, yo la doy voluntariamente. ?en"o poder para darla y para recobrarla despu/s. 3ste es el encar"o que he recibido de mi 4adre& '(n 1:,1D+1*). 3n un momento de "ozo (esMs da "racias al 4adre, su 4adre, por la manera cmo ha dado a conocer su misterio a los de corazn noble y sencillo0 $?e doy "racias, 4adre, .e5or de cielo y tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteli"entes, y se las revelaste a los sencillos. .#, 4adre, esa ha sido tu eleccin. ?odo me lo ha encomendado mi 4adre0 nadie conoce al Fi7o, sino el 4adre, nadie conoce al 4adre, sino el Fi7o y aquel a quien el Fi7o decida revel%rselo& '=t 11,2<+2D! cf. 6c 1:,21+22). Facia el final de su ministerio, y cerca ya de su 4asin, (esMs recuerda que todo est% en manos de su 4adre 'cf. =t 2:,23! 2<,39). 3l evan"elista san (uan aprovecha la sobremesa de la Mltima cena para hacer hablar a (esMs de lo que llevaba en el corazn0 del reino de su 4adre, tan cercano 'cf. =t 2:,2,! =c 19,2<! 6c 22,2,)! de su casa, que ser% la nuestra0 $3n casa de mi 4adre hay muchas estancias! si no, os lo habr#a dicho, pues voy a prepararos un puesto& '(n
<; 19,2)! de su #ntima unin con el 4adre0 $.i me conocierais a m#, conocer#ais tambi/n a mi 4adre& '(n 19,D! cf. 19,2:)! de su amor intercambiable0 $A quien me ama lo amar% mi 4adre, lo amar/ yo y me manifestar/ a /l& '(n 19,21! cf. 19,23! 1<,23). ?odo ello ilustrado con la ale"or#a de la vid y los sarmientos0 $Io soy la vid verdadera y mi 4adre es el vi5ador& '(n 1<,1). >osotros somos sarmientos unidos a Bristo, cepa de la vid, que nos har% fructificar! y como consecuencia0 $=i 4adre ser% "lorificado si dais fruto abundante y sois mis disc#pulos. Bomo me am el 4adre os am/ yo0 manteneos en mi amor. .i cumpl#s mis mandamientos, os mantendr/is en mi amor! lo mismo que yo he cumplido los mandamientos de mi 4adre y me manten"o en su amor& '(n 1<,*+1:). 6a comunicacin y comunin entre el .e5or y nosotros es plena y por ellas se nos re"ala el t#tulo m%s preciado que podemos ima"inar, ser ami"os suyos0 $Ia no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace el amo. A vosotros os he llamado ami"os porque os comuniqu/ cuanto escuch/ a mi 4adre& '(n 1<,1<). espu/s de estas sublimes manifestaciones del .e5or se acerca la hora de las tinieblas. 3l 4adre no abandona a (esMs, como /l mismo dice a 4edro 'cf. (n 1*,11)0 $1Brees que no puedo pedirle a mi 4adre que me env#e ense"uida m%s de doce le"iones de %n"eles2& '=t 2;,<3)! pero permite que las fuerzas del mal lo aniquilen, aunque por poco tiempo, pues la resurreccin del .e5or de7a las cosas en su sitio0 la iniquidad es superada y el .e5or "lorificado. 3l len"ua7e del .e5or "lorificado es el mismo de antes de su muerte. A =ar#a =a"dalena, que se ha aferrado probablemente a sus pies, le dice (esMs0 $.u/ltame, que todav#a no he subido al 4adre. Ae a decir a mis hermanos0 .ubo a mi 4adre y vuestro 4adre, a mi ios y vuestro ios& '(n 2:,1D! ver, tambi/n, 6c 29,9,). 3n las cartas a las i"lesias del libro del Apocalipsis aparece Bristo con todo su esplendor. A la i"lesia de ?iatira0 $Al que venza y cumpla mis instrucciones hasta el final le dar/ poder sobre las naciones... es el poder que recib# de mi 4adre& 'Ap 2,2;+2*)! a la i"lesia de .ardes0 $?ambi/n el vencedor se vestir% de blanco y no borrar/ su nombre del libro de la vida! lo confesar/ ante mi 4adre y ante mis %n"eles& 'Ap 3,<), y, por Mltimo, al %n"el de la i"lesia de 6aodicea0 $Al vencedor lo har/ sentarse en mi trono 7unto a m#, i"ual que yo venc# y me sent/ 7unto a mi 4adre en su trono& 'Ap 3,21). -bservamos que en el evan"elio se"Mn san =ateo la frmula que (esMs prefiere para llamar a su 4adre no es simplemente Nmi 4adreO, sino la claramente sem#tica Nmi 4adre del cieloO 'ori"inariamente en plural0 Nmi 4adre Jque est%K en los cielos! excepto en =t 1<,13 y 1*,3<, que eli"e el ad7etivo NcelesteO). 6os pasa7es en que aparece esta forma pleon%stica son muy solemnes, con sentencias lapidarias. As#, hacia el final del sermn de la monta5a, proclama el =aestro0 $>o todo el que me di"a G.e5or, .e5orH entrar% en el reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi 4adre del cielo& '=t D,21). 4arecida a un 7uramento es la frmula utilizada por el .e5or en =t 1:,32+330 $Al que me confiese ante los hombres lo confesar/ yo ante mi 4adre del cielo. el que renie"ue de m# ante los hombres, rene"ar/ yo de /l ante mi 4adre del cielo&. =%s familiar suena la sentencia sobre el parentesco espiritual con (esMs0 $Bualquiera que cumpla la voluntad de mi 4adre del cielo, /se es mi hermano, mi hermana y mi madre& '=t 12,<:)! pero suena a amenaza las que (esMs diri"e a los fariseos recalcitrantes0 $?oda planta que no plant mi 4adre celeste ser% arrancada& '=t 1<,13)! y a los que se portan como el siervo sin entra5as, que, despu/s que le han perdonado una deuda inmensa, no perdona una minucia a un compa5ero suyo, por lo que es condenado a pa"ar hasta el Mltimo c/ntimo0 $As# os tratar% mi 4adre celeste si no perdon%is de corazn cada uno a su hermano& '=t 1*,3<).
<D .in embar"o, suenan a "loria las tres Mltimas sentencias. 6a dedicada a .imn 4edro despu/s de su confesin mesi%nica0 $G ichoso tM, .imn, hi7o de (on%sH porque no te lo ha revelado nadie de carne y san"re, sino mi 4adre del cielo& '=t 1;,1D)! la que defiende a los peque5uelos0 $Buidado con despreciar a uno de estos peque5os. 4ues os di"o que sus %n"eles en el cielo contemplan continuamente el rostro de mi 4adre del cielo& '=t 1*,1:)! y la que confirma la eficacia de la oracin en comMn0 $-s di"o tambi/n que si dos de vosotros en la tierra se ponen de acuerdo para pedir cualquier cosa, se la conceder% mi 4adre del cielo& '=t 1*,1,). .lo a t#tulo de inventario citamos la sentencia en que (esMs habla en sentido cr#ptico del 4adre del Fi7o del hombre, siendo /l mismo este Fi7o del hombre0 $3l Fi7o del hombre ha de venir con la "loria de su 4adre y acompa5ado de sus %n"eles. 3ntonces pa"ar% a cada uno se"Mn su conducta& '=t 1;,2D! cf. =c *,3*! 6c ,,2;). 2.2. Jess in#oca a Dios como *)adre+ 4or lo que acabamos de ver en el p%rrafo anterior, es evidente que los evan"elistas estaban convencidos de la filiacin divina de (esMs y de que (esMs ten#a conciencia de ello. >adie ha hablado de ios como /l, ni lo podr% hacer 7am%s. 3n pura l"ica, si (esMs invoca a ios, tiene que llamarlo N4adreO, como solemos hacer los humanos, cuando nos diri"imos a nuestros padres. 3l hi7o menor de la par%bola habl as# a su padre, cuando decidi marcharse de casa0 $4adre, dame la parte de la fortuna que me corresponde& '6c 1<,12), y tambi/n cuando re"res derrotado a casa0 $4adre, he pecado contra el cielo y ante ti, ya no merezco llamarme hi7o tuyo& '6c 1<,21). .e"Mn el testimonio de los evan"elistas (esMs invoc directamente a su 4adre en diversas ocasiones y con estados de %nimo muy diferentes. 3n un momento de "ozo y de 7Mbilo, como nos dice 6ucas0 $3n aquella ocasin, con el 7Mbilo del 3sp#ritu .anto, di7o J(esMsK0 G?e doy "racias, 4adre, .e5or de cielo y tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteli"entes, y se las revelaste a los sencillos. .#, 4adre, esa ha sido tu eleccin& '6c 1:,21! cf. =t 11,2<+ 2;). Ante la tumba de su ami"o 6%zaro, estremecido en el alma y con l%"rimas en los o7os 'cf. (n 11,33+3*)0 $(esMs alz la vista al cielo y di7o0 R?e doy "racias, 4adre, porque me has escuchado& '(n 11,91). 3n la Mltima semana de su vida y con los ne"ros au"urios de un tr%"ico fin inminente (esMs hace esta confesin0 $Ahora mi alma est% a"itada, y 1qu/ voy a decir2, G4adre, l#brame de esta horaH 4ero, Gsi para esto he lle"ado a esta horaH 4adre, da "loria a tu nombre& '(n 12,2D+2*). ?erminada la cena pascual, (esMs hace su "ran oracin sacerdotal. 3n ella reconoce ante sus disc#pulos y el 4adre que para /l ha lle"ado la hora suprema0 $6evantando la vista al cielo, di7o0 4adre, ha lle"ado la hora0 da "loria a tu Fi7o para que tu Fi7o te d/ "loria. '...) Ahora tM, 4adre, dame "loria 7unto a ti, la "loria que ten#a 7unto a ti, antes de que hubiera mundo& '(n
<* 1D,1.<). 8l se considera ya pr%cticamente fuera de este mundo! pero los disc#pulos todav#a tienen que luchar contra las fuerzas dis"re"adoras y centr#fu"as del mal, por eso dice0 $Io ya no estoy en el mundo, mientras que ellos est%n en el mundo! yo voy hacia ti, 4adre .anto, "u%rdalos con tu nombre, el que me diste, para que sean uno como nosotros. '...) Que todos sean uno, como tM, 4adre, est%s en m# y yo en ti! que tambi/n ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tM me enviaste& '(n 1D,11.21). 8l va al 4adre y quiere que los que han cre#do y confiado en /l est/n siempre con /l y participen para siempre de su "loria y felicidad0 $4adre, los que me confiaste, quiero que est/n conmi"o, donde yo estoy! para que contemplen mi "loria! la que me diste, porque me amaste antes de la creacin del mundo. 4adre 7usto, el mundo no te ha conocido! yo te he conocido y /stos han conocido que tM me enviaste& '(n 1D,29+2<). 3l .e5or es fiel hasta el final! no se arredra ante lo que le viene encima. 4or esto se levanta resuelto de la mesa, sale del cen%culo camino de Cetseman#, donde va a beber por adelantado en la oracin su c%liz de amar"ura0 $.e postr en tierra y oraba que, si era posible, se ale7ase de /l aquella hora. ec#a0 RAbba '4adre), tM lo puedes todo, aparta de m# esa copa. 4ero no se ha"a mi voluntad, sino la tuya& '=c 19,3<+3;! cf. =t 2;,3,! 6c 22,91+92). As# una vez, dos veces0 $4adre, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se cumpla tu voluntad& '=t 2;,92)! y hasta tres veces 'cf. =t 2;,99). 3l .e5or bebi esa copa amar"a hasta las heces, es decir, $se hizo obediente hasta la muerte y una muerte en cruz& 'Slp 2,*). Bol"ado (esMs en la cruz, su san"re ca#a a borbotones sobre la tierra, mientras /l hablaba con su 4adre y le dec#a0 $4adre, perdnales, porque no saben lo que hacen& '6c 23,39). 6as Mltimas fuerzas que le quedaban las "ast "ritando a su 4adre0 $(esMs "rit con voz fuerte0R4adre, a tus manos encomiendo mi esp#ritu. icho lo cual, expir& '6c 23,9;). 2.3. Jess ha%la de Dios como *el )adre+ Buando (esMs habla con ios, con su 4adre, ora0 es lo que hemos visto en los p%rrafos anteriores. Buando habla de su 4adre, actMa como maestro, nos ense5a0 es lo que vamos a ver en el presente p%rrafo. 3l maestro tiene mucho que decirnos de su 4adre, y nos lo dice, sobre todo, por medio del evan"elista san (uan. .on muchos los textos que debemos rese5ar. esde los m%s "en/ricos, que tratan de ios, el 4adre, hasta los m%s concretos y cercanos, que nos hablan de ios, tuUvuestro 4adre. >o olvidamos que el que nos habla en la mayor#a de los casos, es el Fi7o, nuestro .e5or (esucristo, que nos ha hecho part#cipes de la vida divina. Al aducir las palabras de los testi"os privile"iados, recordamos lo que uno de ellos +el principal+ nos de7 escrito0 $6o que vimos y o#mos os lo anunciamos tambi/n a vosotros para que compart%is nuestra vida, como nosotros la compartimos con el 4adre y con su Fi7o (esucristo& '1 (n 1,3). a1 Jess ha%la de *el )adre+ N3l 4adreO es la forma m%s utilizada por (esMs para hablar de ios. .i comparamos esta expresin con Nmi 4adreO y con NG4adreHO, a primera vista parece que Nel 4adreO implica al"o de despe"o o ale7amiento, y no es as#. .e trata, simplemente, de una exi"encia del len"ua7e. =%s bien, al decir Nel 4adreO, se presupone en el que escucha una cierta familiaridad con el .e5or, ya que /ste sabe qui/n es el 4adre del que se habla, sin necesidad de que se lo especifiquen. 6os textos hablan por s# solos sin una sola excepcin.
<, 3n la conversacin con la samaritana (esMs derriba muros y fronteras a propsito del culto que se ha de tributar al 4adre0 $Br/eme, mu7er, lle"a la hora en que ni en este monte ni en (erusal/n se dar% culto al 4adre& '(n 9,21). 6os samaritanos rend#an culto a ios en el monte Cariz#n, los 7ud#os en el templo de (erusal/n! pero con (esMs ha lle"ado la hora del culto espiritual y verdadero al 4adre0 $6le"a la hora, ya ha lle"ado, en que los que dan culto aut/ntico dar%n culto al 4adre en esp#ritu y de verdad. ?al es el culto que busca el 4adre& '(n 9,23). As#, pues, el culto al 4adre, del que (esMs habla, no est% limitado a un espacio fuera del hombre0 ni el cielo abierto +el monte+, ni el lu"ar cerrado +el templo+! se realiza en el hombre mismo. espu/s de su resurreccin, (esMs se constituy en el lu"ar ideal para el culto, en el templo por excelencia, como nos recuerda san (uan en el episodio de la purificacin del templo de (erusal/n. iscutiendo con los 7ud#os, (esMs les di7o0 $ erribad este templo y en tres d#as lo reconstruir/. Peplicaron los 7ud#os0 RBuarenta y seis a5os ha llevado la construccin de este templo, 1y tM lo reconstruyes en tres d#as2 4ero /l se refer#a al templo de su cuerpo& '(n 2,1,+21). 3l .e5or resucitado, con su cuerpo "lorioso y espiritualizado, est% presente a nosotros en todo tiempo y lu"ar 'cf. =t 2*,2:)! por eso /l es nuestro templo verdadero, espiritualizado, realizando en la tierra lo que ya es en el cielo 'cf. Ap 21,22). 3l mismo .e5or, al darnos su 3sp#ritu por pura benevolencia, nos convierte a nosotros, sus disc#pulos, en templos de ios0 $1>o sab/is que vuestro cuerpo es templo del 3sp#ritu .anto, que recib#s de ios y reside en vosotros2& '1 Bor ;,1,! cf. 3,1;+1D! 2 Bor ;,1;! 3f 2,21+22). 3sta es la razn por la que (esMs recomienda a sus disc#pulos que, cuando quieran hablar con el 4adre, se reco7an en el escondido santuario de su corazn, donde lo encontrar%n0 $Buando tM vayas a rezar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y reza a tu 4adre en secreto. I tu 4adre, que ve lo escondido, te lo pa"ar%& '=t ;,;) 3ste ios, 4adre cercano, del que nos habla (esMs, es el mismo .e5or trascendente, que se ha reservado el conocimiento del d#a y de la hora definitivas 'cf. =c 13,32! =t 29,3;)! el .e5or providente, que ordena y determina los acontecimientos decisivos 'cf. (n 1*,11! Fch 1,9.D)! el .e5or poderoso, al que no se le puede arrebatar nada de sus manos 'cf. (n 1:,2,), que ha resucitado a (esMs de la muerte 'cf. Pom ;,9)! el (uez supremo en solitario 'cf. (n <,9<), o en compa5#a del Fi7o, el .e5or (esMs 'cf. (n <,2:+23! *,1;). ?odos estos t#tulos, que corresponden a ios, el .e5or, por su propia naturaleza, en un contexto no cristiano subrayan la trascendencia divina y hacen de ios un ser supremo, fr#o, le7ano. 4ero en un contexto cristiano, es decir, si los o#mos de los labios de (esMs, las distancias se acortan, lo divino se humaniza, el misterio no inspira miedo ni terror, sino que nos envuelve como un aire de familia, c%lido, aco"edor. A continuacin confirmamos esta apreciacin nuestra con las ense5anzas de (esMs sobre sus relaciones #ntimas, personales, con el 4adre y con el 3sp#ritu .anto. 3l evan"elio se"Mn san =ateo termina de un modo muy solemne. (esMs "lorioso, investido con el m%ximo poder en el cielo y en la tierra, encar"a a los disc#pulos que se dispersen por el mundo entero e intenten en su nombre hacer de los hombres disc#pulos suyos, $bautiz%ndolos en el nombre del 4adre y del Fi7o y del 3sp#ritu .anto& '=t 2*,1,). 3sta frmula bautismal nos desvela que, ya desde muy temprano, se consideraba a los que admit#an la fe que se les predicaba no slo miembros del cuerpo visible de Bristo +la @"lesia+, sino personas consa"radas a las divinas personas0 al 4adre, al Fi7o y al 3sp#ritu .anto.
;: 3l texto que acabamos de citar manifiesta la i"ualdad entre las tres personas divinas. 6a i"ualdad entre el 4adre y el Fi7o la proclaman, adem%s, pasa7es como los de =ateo y 6ucas0 $?odo me ha sido entre"ado por mi 4adre, y nadie conoce al Fi7o sino el 4adre, y nadie conoce al 4adre sino el Fi7o, y aquel a quien el Fi7o se lo quiera revelar& '=t 11,2D! 6c 1:,22! cf. (n 1:,1<). 6os disc#pulos, ele"idos por (esMs, se consideraron a s# mismos privile"iados por tal eleccin y porque recibieron de labios de (esMs palabras que desvelaban, en parte, su misterio personal. .an (uan nos habla, en su estilo personal, de unas confesiones de (esMs durante la cena de despedida, la noche antes de morir. A ellas pertenecen estas palabras0 $Ia no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su se5or. A vosotros os he llamado ami"os porque os comuniqu/ cuanto escuch/ a mi 4adre& '(n 1<,1<). 3l Fi7o, (esMs, ha decidido, pues, revelar a sus disc#pulos +sus ami"os+ el misterio inefable de su persona, li"ado indisolublemente al misterio del 4adre, de ios. Qna prueba m%s de esta unin entre el misterio del Fi7o encarnado, (esMs, y el del 4adre nos la ofrece el di%lo"o entre (esMs y sus disc#pulos en el m%"ico marco de la Mltima cena. (esMs les habla de su muerte cercana, de su vuelta a la casa paterna, como si se tratara de un via7e de vuelta, dando por supuesto que lo entienden0 $I sab/is el camino para ir adonde voy& '(n 19,9). 3llos, sin embar"o, no han comprendido nada, como manifiestan ?om%s y Selipe con sus pre"untas0 $6e dice ?om%s0 +.e5or, no sabemos adnde vas, 1cmo podemos conocer el camino2 6e dice (esMs0 RIo soy el camino, la verdad y la vida0 nadie va al 4adre si no es por m#. .i me conocierais a m#, conocer#ais tambi/n al 4adre. Ahora lo conoc/is y lo hab/is visto. 6e dice Selipe0 R.e5or, ens/5anos al 4adre y nos basta. 6e responde (esMs0 R?anto tiempo llevo con vosotros, 1y no me conoces, Selipe2 Quien me ha visto a m# ha visto al 4adre0 1cmo pides que te ense5e al 4adre2 1>o crees que yo estoy en el 4adre y el 4adre en m#2 6as palabras que yo os di"o no las di"o por mi cuenta! el 4adre que est% en m# realiza sus propias obras. Breedme que yo estoy en el 4adre y el 4adre en m#, si no, creed por las mismas obras& '(n 19,<+11! cf. 1;,1<.32). >o sabemos si los disc#pulos comprendieron en aquel momento lo que (esMs les revelaba. Bon el paso del tiempo s# lo comprendieron, como lo confirma este evan"elio de (uan en este pasa7e y en otros. 3n una ocasin los 7ud#os intentaban dar muerte a (esMs. 6a causa era, se"Mn san (uan0 $4orque no slo violaba el s%bado, sino adem%s llamaba a ios 4adre suyo, i"ual%ndose a ios. (esMs tom la palabra y les di7o0 R-s lo ase"uro0 3l Fi7o no hace nada por su cuenta si no se lo ve hacer al 4adre. 6o que aqu/l hace lo hace i"ualmente el Fi7o& '(n <,1*+1,! cf. (n 1:,3;). 3l evan"elista continMa hablando de lo que hace el 4adre, que es lo mismo que hace el Fi7o, y termina poniendo a los dos en el mismo plano0 $4ara que todos honren al Fi7o como honran al 4adre. Quien no honra al Fi7o no honra al 4adre que lo envi& '(n <,23! cf. v. 2;). I para que no haya la m%s m#nima duda sobre su pensamiento, afirma rotundamente san (uan en 1:,3:0 $3l 4adre y yo somos uno&. 6os telo"os se encar"ar%n de analizar la sentencia que, al mismo tiempo, afirma la unidad y la diversidad! la unidad en la naturaleza divina, y la diversidad en las personas0 el 4adre y el Fi7o, que mutuamente se reconocen y se aman0 el 4adre ama al Fi7o 'cf. (n <,2:! 1:,1D! 1<,,), y el Fi7o, (esMs, ama al 4adre. 4or esto, precisamente, (esMs hace de la voluntad del 4adre su bandera0 $3l mundo ha de saber que amo al 4adre y que ha"o lo que el 4adre me encar"& '(n 19,31). 3fectivamente, (esMs encuentra su fuerza, su alimento, en hacer la voluntad de su 4adre 'cf. (n 9,39! <,3:! ;,3*) en beneficio nuestro, pues /l se siente enviado por el 4adre para nuestra salvacin 'cf. (n <,23.3;+3D! ;,3D.<D! *,1;.1*.2;+2,! 1:,1*.32.3;! 12,9,+<:! 19,29). 3l 4adre nos enviar% tambi/n al 3sp#ritu .anto, para completar la obra de la salvacin, bien sea a peticin de (esMs0 $Io J(esMsK pedir/ al 4adre que os env#e otro Aaledor Jel 3sp#ritu .antoK que est/ con vosotros siempre& '(n 19,1;)! $3l Aaledor, el 3sp#ritu .anto que enviar% el 4adre
;1 en mi nombre, os lo ense5ar% todo y os recordar% todo lo que yo os di7e& '(n 19,2;)! o mediante (esMs0 $3xaltado J(esMsK a la diestra de ios, ha recibido del 4adre el 3sp#ritu .anto prometido y lo ha derramado. 3s lo que est%is viendo y oyendo& 'Fch 2,33). 3n (esMs "lorioso se ha cerrado el c#rculo que nace en ios y acaba en ios, alfa y ome"a, principio y fin 'Ap 21,;). (esMs lo anuncia a sus disc#pulos durante la Mltima cena0 $.al# del 4adre y he venido al mundo! ahora de7o el mundo y vuelvo al 4adre& '(n 1;,2*! ver (n 13,1.3 y, adem%s, (n 19,2*! 1;,1:.1D! 2:,1D). 6a vuelta de (esMs al 4adre conlleva, ciertamente, su desaparicin de entre nosotros, pero de nin"una manera su abandono, pues su presencia invisible es permanente, como /l mismo nos lo di7o0 $Io estoy con vosotros todos los d#as hasta el fin del mundo& '=t 2*,2:). 3l cielo, o morada de ios, y la tierra, nuestro h%bitat actual, no est%n separados, ale7ados uno del otro, sino uno en el otro. Bomo ios est% presente en todo lu"ar, as# lo est% Bristo, el .e5or, y su 3sp#ritu, que nos llena y "u#a. >o existen barreras para la accin de las divinas personas en nosotros. 6as palabras del .e5or a este propsito tienen ahora la misma vi"encia que en el tiempo en el que las pronunci. 4or esto decimos en presente lo que en otro tiempo di7o el .e5or a sus disc#pulos0 que el 4adre es el Mnico que nos lleva a (esMs0 $>adie puede venir a m# si no lo arrastra el 4adre que me envi& '(n ;,99), y que (esMs es el que nos conduce al 4adre0 $ ice (esMs Ja ?om%sK0 RIo soy el camino, la verdad y la vida0 nadie va al 4adre si no es por m#& '(n 19,;). As#, pues, atra#dos y llevados a (esMs por la accin del 4adre y del 3sp#ritu .anto, y al 4adre por la accin de (esMs y del 3sp#ritu .anto, se nos abrir%n los o7os del alma para conocer me7or y m%s #ntimamente a (esMs. 3ste conocimiento del .e5or, y nuestra me7or disposicin para de7arnos "uiar por la mano del =aestro, nos llevar%n al l#mite m%s alto o profundo del misterio de ios. e (esMs, el Fi7o encarnado, nos ha dicho san (uan en el prlo"o de su evan"elio0 $>adie ha visto 7am%s a ios! el Fi7o Mnico, ios, que estaba al lado del 4adre, lo ha explicado& '(n 1,1*0 cf. ;,9;). 1Bu%ndo ha explicado (esMs, el Fi7o uni"/nito, el misterio del 4adre2 .iempre que nos ha hablado de ios! por e7emplo, en las par%bolas del reino. I, sobre todo, en el di%lo"o que mantiene con sus disc#pulos durante la Mltima cena. $.i me conocierais a m#, conocer#ais tambi/n al 4adre. Ahora lo conoc/is y lo hab/is visto. 6e dice Selipe0 R.e5or, ens/5anos al 4adre y nos basta. 6e responde (esMs0 R?anto tiempo llevo con vosotros, 1y no me conoces, Selipe2 Quien me ha visto a m# ha visto al 4adre0 1cmo pides que te ense5e al 4adre2& '(n 19,D+,). .i ver a (esMs es ver al 4adre, las respuestas a las pre"untas en abstracto sobre ios las tenemos en el (esMs concreto, histrico, que vivi y actu en 4alestina, y muri en (erusal/n ba7o el mandato de 4oncio 4ilato. 8sta es la razn por la cual damos tanta importancia a las palabras y hechos de (esMs de >azaret, si"uiendo el e7emplo de los disc#pulos que pasaron tantas horas 7unto a /l. .an 4edro recuerda as# al a5orado =aestro0 $A (esMs de >azaret lo un"i ios con 3sp#ritu .anto y poder0 discurri haciendo el bien y curando a los pose#dos del diablo, porque ios estaba con /l& 'Fch 1:,3*). A las palabras de (esMs a Selipe, que hemos citado m%s arriba0 $?anto tiempo llevo con vosotros, 1y no me conoces, Selipe2 Quien me ha visto a m# ha visto al 4adre0 1cmo pides que te ense5e al 4adre2&, si"uen las si"uientes, que concuerdan con las de 4edro0 $1>o crees que yo estoy en el 4adre y el 4adre en m#2 6as palabras que yo os di"o no las di"o por mi cuenta! el 4adre que est% en m# realiza sus propias obras. Breedme que yo estoy en el 4adre y el 4adre en m#, si no, creed por las mismas obras& '(n 19,1:+11). 4or esta unin tan #ntima (esMs puede afirmar cate"ricamente que su nombre es un aval se"uro ante el 4adre0 $6o que pid%is al 4adre en mi nombre os lo conceder/& '(n 1<,1;! cf.
;2 19,13)! o ser% el 4adre el que nos lo conceda0 $-s ase"uro que lo que pid%is al 4adre en mi nombre os lo dar%& '(n 1;,23). .i bien en otro lu"ar (esMs nos recuerda lo evidente, que es tanto lo que el 4adre nos quiere que ni siquiera tenemos necesidad de su intercesin0 $Aquel d#a pedir/is ale"ando mi nombre, y no os di"o que yo pedir/ al 4adre por vosotros, pues el 4adre mismo os ama, porque vosotros me hab/is amado y hab/is cre#do que yo vine de parte de ios& '(n 1;,2;+2D). %1 Jess ha%la de *tu )adre+, *#uestro )adre+ Buando (esMs habla del 4adre con los disc#pulos, a veces utiliza en len"ua7e directo la frmula Ntu 4adreO, Nvuestro 4adreO, 7am%s Nnuestro 4adreO, porque tiene una sin"ular conciencia de filiacin. Bon Ntu 4adreO, Nvuestro 4adreO, (esMs apela al sentido de cercan#a que hemos de tener cuando hablamos con ios! cercan#a que no se anula porque al"una vez nos hable (esMs de Nvuestro 4adre del cieloO JNel celesteO o N'que est%) en los cielosOK. 3sta expresin apunta a la trascendencia divina, no a un lu"ar alto, distante! por esto no est% re5ida con la cercan#a, sino, en opinin del =aestro, todo lo contrario! parad7icamente lle"a a decir a sus disc#pulos0 $3n la tierra a nadie llam/is padre, pues uno solo es vuestro 4adre, el del cielo& '=t 23,,). >os referimos, adem%s, a la cercan#a afectiva que supone llamar 4adre a ios. 3s como si (esMs nos di7era0 el ios con quien estableces tu di%lo"o en la oracin no es un ios le7ano y fr#o, como los dioses de los pa"anos, sino cercano y c%lido, como es tu padre para ti, vuestro padre para vosotros. 4or tanto, cuando realices tus actos de piedad, en concreto0 cuando ha"as limosna, o vayas a rezar, o ayunes, no lo ha"as para que te vean los hombres y te alaben, sino hazlo de forma recatada, oculta, ale"re, y $tu 4adre que ve lo escondido, te lo pa"ar%& '=t ;,9.;.1*! cf. ;,1). >uestro 4adre ve lo m%s recndito de nosotros y nos conoce me7or que nosotros a nosotros mismos. 4or esto dice (esMs0 $Auestro 4adre sabe lo que necesit%is antes de que se lo pid%is& '=t ;,*! cf. =t ;,32! 6c 12,3:). 3l .e5or, due5o de todo, es providente! /l "obierna y diri"e el universo con suavidad y firmeza, sin que nadie ten"a que aconse7arle sobre lo m%s conveniente0 vuestro 4adre del cielo $hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre 7ustos e in7ustos& '=t <,9<). 8l ama a las criaturas irracionales y las cuida con mimo extraordinario0 $Si7aos en las aves del cielo0 no siembran ni cosechan ni meten en "raneros, y, sin embar"o, vuestro 4adre del cielo las sustenta& '=t ;,2;). >i siquiera de un "orrin se olvida el .e5or0 $1>o se venden dos "orriones por unos cuartos2 4ues ni uno de ellos cae a tierra sin permiso de vuestro 4adre& '=t 1:,2,). Bu%nto menos se va a olvidar de sus hi7os, aun de los m%s peque5os0 $1>o val/is vosotros m%s que ellas Jlas aves del cieloK2& '=t 2;,2;! cf. 1*,19). 4or esto nosotros confiamos en la proteccin que /l nos ase"ura0 $>o temas, reba5ito menudo, que vuestro 4adre ha decidido daros el reino& '6c 12,32). 3n especial si lle"an momentos de prueba y persecucin0 $Buando os entre"uen, no os preocup/is por lo que vais a decir! pues no sois vosotros los que habl%is, sino el 3sp#ritu de vuestro 4adre que hablar% por vosotros& '=t 1:,1,+2:). Bon esta confianza en ios debemos intentar ordenar nuestra vida conforme a la voluntad del .e5or (esMs, que una veces nos propone cimas inalcanzables0 $.ed perfectos como vuestro 4adre del cielo es perfecto& '=t <,9*)! $.ed compasivos como vuestro 4adre es compasivo& '6c ;,3;), y otras, ob7etivos a nuestro alcance, contando siempre con su ayuda0 $Buando os pon"%is a orar, perdonad lo que ten"%is contra otros, y vuestro 4adre del cielo os perdonar% vuestras culpas& '=c 11,2<)! $4ues si perdon%is a los hombres las ofensas, vuestro
;3 4adre del cielo os perdonar% a vosotros, pero si no perdon%is a los hombres, tampoco vuestro 4adre os perdonar% vuestras ofensas& '=t ;,19+1<). .abemos por experiencia que nosotros no siempre somos buenos! al"unas veces, sin embar"o, s#. 4ero nosotros no podemos superar al .e5or en bondad y "enerosidad. 4or esto dice (esMs0 $4ues si vosotros, con lo malos que sois, sab/is dar cosas buenas a vuestros hi7os, Gcu%nto m%s dar% vuestro 4adre del cielo cosas buenas a los que se las pidanH& '=t D,11). .an 6ucas va m%s all%, y sustituye las $cosas buenas& por $el 3sp#ritu .anto& '6c 11,13). 4or las obras, por las d%divas, se conoce el dador. A"radezcamos, pues, al .e5or su "ran ma"nanimidad, y que nuestro proceder sea una 7usta reciprocidad a tanto beneficio, una manifestacin de su luz en nosotros, para que se realice en nosotros lo que pidi el .e5or a sus disc#pulos0 $Lrille vuestra luz ante los hombres, de modo que, al ver vuestras buenas obras, "lorifiquen a vuestro 4adre del cielo& '=t <,1;). 2.$. Los disc, ulos llaman a Dios *)adre+, *)adre nuestro+ , como -uiso Jess (esMs, el Fi7o de ios hecho hombre, llama a ios N4adre, Nmi 4adreO, como hemos visto en las p%"inas que preceden. 4or esta razn los autores sa"rados llaman con frecuencia a ios N4adre de nuestro .e5or (esucristoO0 $Lendito sea ios, 4adre de nuestro .e5or (esucristo, 4adre compasivo y ios de todo consuelo& '2 Bor 1,3! cf. 11,31! Pom 1<,;! 3f 1,3! Bol 1,3! 1 (n 2,22+29! 2 (n 1,3+9.,! etc.). 4ero (esMs tambi/n llam a los disc#pulos NhermanosO despu/s de su resurreccin. A las mu7eres, que hu#an del sepulcro vac#o $llenas de miedo y "ozo&, (esMs les di7o0 $>o tem%is! id a avisar a mis hermanos que vayan a Calilea, donde me ver%n& '=t 2*,1:). 3l mismo d#a de la resurreccin =ar#a =a"dalena, mientras lloraba desconsolada en el huerto la ausencia del =aestro, recibi de labios del resucitado el dulce encar"o0 $Ae a decir a mis hermanos0 .ubo a mi 4adre y vuestro 4adre, a mi ios y vuestro ios& '(n 2:,1D). (esMs nos considera abiertamente hermanos suyos, pues participamos de la misma carne y san"re, de la misma naturaleza humana, como ar"uye el autor de la carta a los Febreos0 $3l que consa"ra J(esMsK y los consa"rados son del mismo lina7e, por lo cual no se aver"Eenza de llamarlos hermanos0 Anunciar/ tu nombre a mis hermanos... Bomo los hi7os comparten carne y san"re, lo mismo las comparti /l... 3st% claro que no vino en auxilio de los %n"eles, sino del lina7e de Abrah%n. 4or eso ten#a que ser en todo seme7ante a sus hermanos& 'Feb 2,11+1D). .i somos hermanos, es que tenemos un 4adre comMn, el del cielo. 4or esto di7o (esMs a sus disc#pulos0 $3n la tierra a nadie llam/is padre, pues uno solo es vuestro 4adre, el del cielo& '=t 23,,). As# hemos de llamar a ios, al diri"irnos a /l en la oracin0 $4adre nuestro, que est%s en el cielo& '=t ;,,! cf. 6c 11,2), conforme al 3sp#ritu que /l mismo nos ha dado0 $Bomo sois hi7os, ios infundi en vuestro corazn el 3sp#ritu de su Fi7o que clama0 Abba 4adre& 'C%l 9,;! cf. Pom *,1<). 6os escritos apostlicos del >uevo ?estamento atesti"uan que los disc#pulos llamaron N4adreO a ios desde los mismos comienzos de la @"lesia, cuando hablaban con /l en la oracin y, muy especialmente, si aparec#a (esucristo en la escena. ice san 4edro en su se"unda carta0 $Buando os anunciamos el poder y la venida del .e5or nuestro (esucristo, no nos "ui%bamos por f%bulas in"eniosas, sino que hab#amos sido testi"os de su "randeza0 cuando recibi de ios 4adre honor y "loria, por una voz que le lle" desde la sublime =a7estad0 Z3ste es mi Fi7o querido, mi predilecto[& '2 4e 1,1;+1D), y san (uan0 $6a vida se manifest0 la vimos, damos testimonio y os anunciamos la Aida eterna que estaba 7unto al 4adre y se nos manifest. 6o que vimos y o#mos os lo anunciamos tambi/n a vosotros para que compart%is nuestra vida, como nosotros la compartimos con el 4adre y con su Fi7o (esucristo& '1 (n 1,2+ 3).
;9 A ios 4adre, como ori"en y principio de todas las cosas, se refiere san 4ablo0 $4ara nosotros existe un solo ios, el 4adre, que es principio de todo y fin nuestro, y existe un solo .e5or, (esucristo, por quien todo existe y tambi/n nosotros& '1 Bor *,;)! $ oblo las rodillas ante el 4adre, de quien toma nombre toda familia en cielo y tierra& '3f 3,19+1<). ?ambi/n tiene presente a ios 4adre, como fin y t/rmino de todo0 $ espu/s vendr% el fin, cuando entre"ue el reino a ios 4adre y acabe con todo principado, autoridad y poder& '1 Bor 1<,29). Aun la veneracin debida a (esMs redundar% en "loria y alabanza del 4adre0 $ ios exalt a (esMs y le concedi un t#tulo superior a todo t#tulo, para que, ante el t#tulo de (esMs, toda rodilla se doble, en el cielo, la tierra y el abismo y toda len"ua confiese0 G(esucristo es .e5orH, para "loria de ios 4adre& 'Slp 2,,+11). Al 4adre, pues, nos diri"imos nosotros, que venimos de todos los pueblos y formamos una familia por la accin del 3sp#ritu .anto0 $Ambos J7ud#os y "entilesK, con el mismo 3sp#ritu y por medio de /l, tenemos acceso al 4adre& '3f 2,1*), con la ayuda permanente de (esucristo, el (usto, abo"ado nuestro ante el 4adre 'cf. 1 (n 2,1). A nuestro 4adre comMn, que nos ama 'cf. 1 (n 3,1! (ds 1,1! 2 ?es 2,1;) y nos eli"e 'cf. 1 4e 1,2! 1 ?es 1,1), damos "racias y bendecimos 'cf. 2 Bor 1,3! 3f <,2:! Slp 9,2:! Bol 1,3.120 3,1D! .ant 3,,). 3n su nombre damos la bendicin y pedimos toda clase de bienes, como manifest el mismo .e5or a =ois/s0 $As# bendecir/is a los israelitas0 N3l .e5or te bendi"a y te "uarde, el .e5or te muestre su rostro radiante y ten"a piedad de ti, el .e5or te muestre su rostro y te conceda la pazO. As# invocar%n mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendecir/& '>Mm ;,23+2D). .an 4ablo es constante muy particularmente en los saludos epistolares0 $Cracia y paz de parte de ios nuestro 4adre y del .e5or (esucristo& '1 Bor 1,30 cf. 2 Bor 1,2! C%l 1,1+<! 3f 1,2! ;,23! Slp 1,2! Bol 1,2! 1 ?es 1,9! 3,11+12! 2 ?es 1,1+2! 1 ?im 1,1+2! 2 ?im 1,1+2! ?it 1,9! Slm 1,3). Bon el nombre de ios 4adre se est% si"nificando lo supremo, lo inapelable, lo m%s bueno y santo en el cielo y en la tierra0 $Ai al Bordero que estaba en el monte .in y con /l ciento cuarenta y cuatro mil que llevaban su nombre y el nombre del 4adre "rabado en la frente& 'Ap 19,1! cf. .ant 1,2D! 1 4e 1,1D! 1 (n 2,19+1;). A veces, al nombre de ios 4adre se le a5ade un apelativo, para subrayar un aspecto de los infinitos que podr#an se5alarse, por e7emplo0 $4adre de los astros& '.ant 1,1D), $4adre de los esp#ritus& 'Feb 12,,), $4adre de todos& '3f 9,;), $4adre de la "loria& '3f 1,1D). A este 4adre sobre todos los padres, a este ios, el Mnico y verdadero, nos referimos cuando decimos en la oracin0 N4adre nuestro que est%s en el cieloO.
C
PADRE NUESTRO *UE EST&S EN E$ CIE$O Ia hemos dicho que la versin que nos da 6ucas del 4adrenuestro es mucho m%s
;< escueta que la de =ateo. onde =ateo dice0 $4adre nuestro que est%s en el cielo& '=t ;,,), 6ucas solamente dice0 $4adre& '6c 11,2). 6a a5adidura de =ateo no contiene nada sustancial! es solamente una nota de colorido semita, como vemos al analizar los pasa7es del >uevo ?estamento donde aparece el vocablo NcieloUcielosO con o sin preposicin. -. El cielo !e"l o ;i!3"3en5o 4or cielo entendemos en primer lu"ar la bveda celeste que cubre la tierra, iluminada durante el d#a por el sol y poblada de estrellas durante la noche. 3n el >uevo ?estamento muchas veces se habla de este cielo material. A /l se refer#a el evan"elista en la descripcin de la Ascensin del .e5or0 $=ientras J(esMsK los bendec#a, se separ de ellos y era llevado al cielo& '6c 29,<1). 3l relato de los Fechos de los Apstoles da m%s detalles sobre el cielo con las connotaciones comunes de lu"ar espacial por encima de nuestras cabezas0 6os disc#pulos $se"u#an con los o7os fi7os en el cielo mientras /l se marchaba, cuando dos persona7es vestidos de blanco se les presentaron y les di7eron0 RFombres de Calilea, 1qu/ hac/is ah# mirando al cielo2 3ste (esMs, que os ha sido arrebatado al cielo, vendr% como lo hab/is visto marchar al cielo& 'Fch 1,1:+11). =%s adelante el autor dir% de avid que $no subi al cielo& 'Fch 2,39), puesto que su tumba permanece entre nosotros 'Fch 2,3,). 3l cielo o firmamento visiblemente se dilata hasta alcanzar lo que entonces se supon#a inalcanzable por el hombre, las estrellas 'cf. Fch D,92! Feb 11,12! Ap *,1:! ,,1). 4or esto a veces se utiliza Nel cieloO en expresiones hiperblicas0 $I tM, BafarnaMn, 1pretendes encumbrarte hasta el cielo2 4ues caer%s hasta el abismo& '=t 11,23! 6c 1:,1<! cf. Feb D,2;)! o es el escenario ideal de los autores apocal#pticos, que describen literariamente el final de la historia +el d#a del .e5or+ con la acumulacin de "randes cat%strofes astronmicas0 $@nmediatamente despu/s de esa tribulacin Jla que preceder% inmediatamente al final de los tiemposK, el sol se oscurecer%, la luna no irradiar% su resplandor! las estrellas caer%n del cielo y los e7/rcitos celestes temblar%n& =t 29,2,! cf. =c 13,29+2<! 6c 21, 11.2<+2;). .an 4edro introduce el fue"o destructor0 $3ntonces el cielo desaparecer% con estruendo, los elementos se deshar%n en llamas, la tierra con sus obras quedar% patente& '2 4e 3,1:). 3l texto de san =ateo continMa0 $3ntonces aparecer% en el cielo el estandarte del Fi7o del Fombre. ?odas las razas del mundo har%n duelo y ver%n al Fi7o del Fombre lle"ar en las nubes del cielo, con "loria y poder. espachar% a sus %n"eles a reunir, con un "ran toque de trompeta, a los ele"idos de los cuatro vientos, de un extremo a otro del cielo& '=t 29,3:+31! cf. =c 13,2;+2D! 6c 21,2D). 6as palabras de aniel sobre la venida del Fi7o del hombre sobre las nubes del cielo 'cf. an D,13) las repetir% (esMs ante el sumo sacerdote Baif%s y el sanedr#n en pleno0 $ esde ahora ver/is al Fi7o del Fombre sentado a la derecha del ?odopoderoso y lle"ando en las nubes del cielo& '=t 2;,;9! cf. =c 19,;2! 6c 22,;,). 3l Apocalipsis de san (uan utiliza los mismos elementos astronmicos en sus visiones positivas0 $Qna "ran se5al apareci en el cielo0 una mu7er revestida del sol, la luna ba7o los pies y en la cabeza una corona de doce estrellas& 'Ap 12,1! cf. 12,12! 19,2! 1<,1)! en las descripciones de cat%strofes0 $Bayeron las estrellas del cielo a la tierra, como suelta los hi"os una hi"uera sacudida por el hurac%n. 3l cielo se retir como un rollo que se enrolla, monta5as e islas se desplazaron de sus puestos& 'Ap ;,13+19). Al"una vez aparecen animales mitol"icos, dra"ones 'cf. Ap 12,3+9)! otras veces, %n"eles ben/ficos0 $ espu/s vi ba7ar del cielo a otro %n"el, con "ran autoridad, y la tierra se deslumbr con su resplandor& 'Ap 1*,1! cf. 2:,1). 6os autores expresan las realidades sobrenaturales con cate"or#as y met%foras bien
;; naturales, como es el sentido descendente de arriba aba7o0 $(uan Jel LautistaK dio este testimonio0 RBontempl/ al 3sp#ritu, que ba7aba del cielo como una paloma y se posaba sobre /l& '(n 1,32! cf. Fch 2,2! ,,3! 22,;). 3n este espacio, que circunda a la tierra, suceden los fenmenos naturales que llamamos atmosf/ricos. .obre ellos especul (esMs en controversia con sus adversarios, que le pidieron que realizara una se5al extraordinaria a la vista de todos, como si fuera un ma"o. 3l .e5or les echa en cara su cinismo, vali/ndose del conocimiento perfecto que ten#a de los fenmenos atmosf/ricos m%s comunes0 $.e acercaron los fariseos y saduceos y, para tentarlo, le pidieron que les mostrara una se5al del cielo. 6es contest0 RAl atardecer dec#s0 buen tiempo, el cielo est% ro7o. 4or la ma5ana dec#s0 hoy lluvia! el cielo est% ro7o oscuro. .ab/is distin"uir el aspecto del cielo y no distin"u#s las se5ales de la historia& '=t 1;,1+3! cf. 6c 12,<;). 3l .e5or compart#a las creencias "enerales de su tiempo acerca de las causas de los fenmenos atmosf/ricos. As# aparece el cielo como si fuera un depsito superior de a"uas 'cf. C/n 1,;+D! D,11! *,2)! si se abre, se produce la lluvia! si se cierra, cesa la lluvia. 3sta concepcin subyace en el pasa7e que recuerda al profeta 3l#as y a la viuda de .arepta 'entre ?iro y .idn)0 $Biertamente, os di"o, hab#a muchas viudas en @srael en tiempo de 3l#as, cuando el cielo estuvo cerrado tres a5os y medio y hubo una "ran carest#a en todo el pa#s& '6c 9,2<! cf. .ant <,1*! Ap 11,;). 6as tormentas van acompa5adas frecuentemente de rayos! el rayo es fue"o que atraviesa el cielo 'cf. 6c 1D,29), o cae del cielo 'cf. 6c ,,<9! 1:,1*! Ap 13,13! 2:,,), como el que cay sobre .odoma 'cf. 6c 1D,2,! C/n 1,,29). ?ambi/n el "ranizo cae del cielo 'cf. Ap 1;,21). 3l espacio m%s ba7o del cielo y el m%s cercano a la tierra es el escenario o medio donde se mueven las aves, cuyas actividades ha observado (esMs tantas veces que le han servido como puntos de referencia en sus ense5anzas directas0 $Si7aos en las aves del cielo0 no siembran ni cosechan ni meten en "raneros, y sin embar"o, vuestro 4adre del cielo las sustenta. 1>o val/is vosotros m%s que ellas2& '=t ;,2;)! $6as zorras tienen madri"ueras, las aves del cielo tienen nidos, pero el Fi7o del hombre no tiene donde recostar la cabeza& '=t *,2:! 6c ,,<*). ?ambi/n aparecen las aves del cielo como elementos centrales en las par%bolas que tratan de las labores del campo0 $.ali el sembrador a sembrar la semilla. Al sembrar, unos "ranos cayeron 7unto al camino! lo pisaron y las aves del cielo se los comieron& '6c *,<). 3l "rano de mostaza, $cuando se siembra en la tierra, es la m%s peque5a de todas las semillas! despu/s de sembrada crece y se hace m%s alta que las dem%s hortalizas, y echa ramas tan "randes, que las aves del cielo pueden anidar a su sombra& '=c 9,31+32! =t 13,31+32! 6c 13,1,). 6a expresin Nba7o el cieloO dice relacin directa a las naciones y paises de la tierra que materialmente est%n deba7o del cielo0 $Pesid#an... en (erusal/n 7ud#os piadosos, venidos de todos los pa#ses ba7o el cielo& 'Fch 2,<). 4ero tambi/n puede referirse al modo peculiar de ser y de actuar de los hombres en contraposicin a la forma de actuar y de ser, propias de ios0 $>o hay ba7o el cielo otro nombre dado a los hombres que pueda salvarnos&, sino el nombre de (esMs 'Fch 9,12! cf. Bol 1,23). /. El :ino3io Ecielo 6 5ie!!"F
;D 3l binomio Ncielo y tierraO, Ntierra y cieloO, es una expresin bipolar que si"nifica universalidad, totalidad. 3l binomio es frecuente en la Liblia, pero nosotros lo analizaremos solamente en el >?. 6a universalidad o totalidad puede quedarse en aquello que slo es captable por los sentidos corporales, como en estas observaciones de (esMs a la "ente0 $Buando veis levantarse una nube en poniente, dec#s ense"uida que habr% lluvia, y as# sucede. Buando sopla el viento sur, dec#s que habr% bochorno, y as# sucede. GFipcritasH .ab/is interpretar el aspecto de la tierra y el cielo, 1y no sab/is interpretar la coyuntura presente2& '6c 12,<9+<;)! o puede referirse al ancho y dilatado mundo, como cuando 4edro el d#a de 4entecost/s se diri"e a los 7ud#os atnitos de (erusal/n, porque cada uno de ellos o#a en su propia len"ua lo que los apstoles proclamaban en la suya, y les dice que con este hecho extraordinario se est% cumpliendo la profec#a de (oel0 $3n los Mltimos tiempos, dice ios, derramar/ mi esp#ritu sobre todos0 vuestros hi7os e hi7as profetizar%n... Far/ prodi"ios arriba en el cielo y aba7o en la tierra& 'Fch 2,1D+1,! cf. (oel 3,3! Feb 12,2<). 3n sus ense5anzas (esMs alude a veces a al"o di"no de admiracin en el cielo y en la tierra que vemos y conocemos0 $-s ase"uro que, mientras duren el cielo y la tierra, ni una i ni una tilde de la ley de7ar% de realizarse& '=t <,1*! cf. <,39+3<! 1 Bor *,<! .ant <,12). 4ero esto no le impide subrayar lo ef#mero y pasa7ero del universo frente a la permanencia firme de sus palabras0 $Bielo y tierra pasar%n, mis palabras no pasar%n& '=c 13,13! =t 29,3<! cf. Ap 2:,11). Bon el binomio Ncielo y tierraO se expresa tambi/n la realidad de todo lo existente, aun lo que est% m%s all% de lo que pueden percibir nuestros sentidos, es decir, el universo en su con7unto, lo visible y lo invisible, que no es ios 'cf. 3f 1,1:! 3,1<! Bol 1,1;.2:! 2 4e 3,D). 3l evan"elista san =ateo nos habla de la autoridad soberana, absoluta y total de que ha sido investido (esucristo resucitado. 3l %mbito de esta autoridad es tambi/n absoluto y total, expresado por el binomio Ncielo y tierraO0 $.e me ha dado plena autoridad en cielo y tierra& '=t 2*,1*). 4or esto ordena (esMs a sus disc#pulos que vayan por el mundo entero y ha"an disc#pulos suyos a todas las "entes 'cf. =t 2*,1,). 4ero donde luce con mayor brillantez el binomio Ncielo y tierraO es en el %mbito teol"ico, especialmente en los textos que proclaman la fe en ios, Breador y .e5or de todo. As# aparece en la primera sentencia de la Liblia0 $Al principio cre ios el cielo y la tierra& 'C/n 1,1). ?ambi/n san 4ablo en su predicacin a los pa"anos nos ofrece preciosos testimonios de la formulacin de esta fe, arrai"ada en la profunda tradicin del pueblo de @srael. A los habitantes de 6istra en Asia =enor, que hab#an confundido a 4ablo y Lernab/ con Fermes y Veus, les increpan los apstoles con estas palabras0 $Fombres, 1qu/ hac/is2 >osotros somos hombres, de vuestra misma condicin, y os anunciamos que hay que abandonar los #dolos para convertirse al ios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar y cuanto contienen& 'Fch 19,1<). A los atenienses, que hab#an dedicado un altar al ios desconocido, 4ablo les diri"e la palabra0 $Al que vener%is sin conocerlo yo os lo anuncio. 3s el ios que hizo cielo y tierra y cuanto contienen. 3l que es .e5or de cielo y tierra no habita en templos construidos por hombres ni pide que le sirvan manos humanas, como si necesitase al"o& 'Fch 1D,23+2<! cf. Feb 1,1:! 2 4e 3,<! Ap 1:,;! 19,D). 4. El cielo en sen5ido ;i 1!"do en el An5i 1o Tes5"3en5o
;* entenderse en sentido fi"urado, directa o indirectamente relacionado con ios. 3n este sentido fi"urado el cielo es, por antonomasia, la morada de ios, la casa de ios, su lu"ar natural en contraposicin al nuestro, que es la tierra. ice el salmista0 $3l cielo pertenece al .e5or, la tierra se la ha dado a los hombres& '.al 11<,1;). Anteriormente el salmista hab#a respondido a una hipot/tica pre"unta0 $14or qu/ han de decir los pa"anos0 nde est% su ios2 >uestro ios est% en el cielo& '.al 11<,2+3). 6os autores hablan humanamente, y conocen las trampas del len"ua7e humano, aplicado a ios. 3llos no creen que ios est/ sentado literalmente en las alturas, sobre las nubes del cielo, como si fuera un Veus "rie"o, o como aquel rey contra el cual escribi @sa#as0 $?M, que te dec#as0 N3scalar/ los cielos, encima de los astros divinos levantar/ mi trono y me sentar/ en el =onte de la Asamblea, en el v/rtice de la monta5a celeste! escalar/ el dorso de las nubes, me i"ualar/ al Alt#simoO& '@s 19,13+19! cf. 3z 2*,2). .alomn dice en su solemne oracin al .e5or, el d#a en que consa"ra el nuevo templo de (erusal/n0 $Io te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre& '1 Pe *,13). 4ero .alomn sabe que a ios no se le puede en7aular ni siquiera en un maravilloso palacio de oro y m%rmol0 $13s posible que ios habite en la tierra2 .i no cabes en el cielo y lo m%s alto del cielo, Gcu%nto menos en este templo que he construidoH& '1 Pe *,2D). 3l .e5or est% en su templo, en la tierra entera y en los cielos de los cielos, pues su trascendencia no admite medidas. 3l israelita debe orar as# a ios, cuando le ofrece sus dones0 $Auelve los o7os desde tu santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo, @srael, y a esta tierra que nos diste, como hab#as 7urado a nuestros padres, una tierra que mana leche y miel& ' t 2;,1<). Al .e5or, creador y due5o de todo, le pertenece la realeza, pues es rey. .i"uiendo la met%fora, no hay rey sin trono, que es s#mbolo de la estabilidad y del poder. 3l profeta @sa#as ve al .e5or como una "i"antesca fi"ura csmica0 $As# dice el .e5or0 3l cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies& '@s ;;,1). 6os orantes tambi/n se ima"inan a ios entronizado en el cielo, como aparece en los salmos0 $3l .e5or afirm en el cielo su trono, su reinado "obierna el universo& '.al 1:3,1,), sin que por ello el .e5or se ale7e de los hombres0 $3l .e5or est% en su templo santo, el .e5or tiene en el cielo su trono0 sus o7os est%n observando, sus pupilas examinan a los hombres& '.al 11,9! cf. t 2;,1<). 3l autor del libro de la .abidur#a +ba7o el disfraz de .alomn+ se diri"e en su oracin al .e5or, y est% se"uro de que podr% contar con la ayuda de su .abidur#a en las tareas de cada d#a0 $Bonti"o est% la sabidur#a... 3nv#ala desde el cielo sa"rado, m%ndala desde tu trono "lorioso, para que est/ a mi lado y traba7e conmi"o, ense5%ndome lo que te a"rada& '.ab ,,,+1:). 6a sabidur#a, como la bondad y la misericordia, es un atributo divino! pertenece, pues, a la esfera #ntima de la divinidad. ios puede hacer que .alomn y nosotros participemos de ella, como de un maravilloso re"alo. 1Bu%l puede ser la causa de esta manera de hablar2 ?al vez la correlacin entre altura y di"nidad0 a mayor altura, mayor di"nidad. 3n las concepciones reli"iosas de todos los pueblos siempre se han reservado para la divinidad los lu"ares m%s altos0 cumbres muy elevadas y, especialmente, el cielo real o ima"inario. @srael no ha sido una excepcin. Qno de los nombres divinos m%s anti"uos es, precisamente, el Alt#simo, el ios Alt#simo. 3l relato del encuentro que tuvo Abr%n con =elquisedec, despu/s de que Abr%n derrotara a los cuatro reyezuelos, nos informa del nombre de la divinidad que se adoraba en el corazn de la anti"ua Bana%n, en .al/n, es decir, en (erusal/n0 $=elquisedec, rey de .al/n, sacerdote de ios Alt#simo, le sac pan y vino, y le bendi7o diciendo0 Lendito sea Abr%n por el ios Alt#simo, creador de cielo y tierra! bendito sea el ios Alt#simo, que te ha entre"ado tus enemi"os& 'C/n 19,1*+2:). Abr%n adoraba al mismo ios que =elquisedec, como se confirma
;, por la respuesta al rey de .odoma, que hab#a propuesto que Abr%n se quedara con las posesiones conquistadas0 $(uro por el .e5or ios Alt#simo, creador de cielo y tierra, que no aceptar/...& 'C/n 19,22+23). -tro episodio del tiempo en que los israelitas, capitaneados por =ois/s, lle"aron a la estepa de =oab, al otro lado del (ord%n, nos presenta a Lala%n, el de la burra que habl 'cf. >Mm 22,2:+3<), $que escucha palabras de ios y conoce los planes del Alt#simo& '>Mm 29,1;). A este ios Alt#simo veneraban tambi/n los israelitas. As# canta =ois/s hacia el final de su vida0 $Buando el Alt#simo daba a cada pueblo su heredad, y distribu#a a los hi7os de Ad%n, trazando las fronteras de las naciones, se"Mn el nMmero de los hi7os de ios...& ' t 32,*). 3l profeta @sa#as conoce el nombre de ios0 el Alt#simo, del que habla en estos t/rminos0 $As# dice el Alto y 3xcelso, =orador eterno, cuyo nombre es .anto0 Io moro en la altura sa"rada, pero estoy con los de %nimo humilde y quebrantado...& '@s <D,1<). Al soberbio rey de Labilonia le dedica esta s%tira0 $?M, que te dec#as0 N3scalar/ los cielos, encima de los astros divinos levantar/ mi trono y me sentar/ en el =onte de la Asamblea, en el v/rtice de la monta5a celeste! escalar/ el dorso de las nubes, me i"ualar/ al Alt#simoO. GAy, abatido al Abismo, al v/rtice de la simaH& '@s 19,13+1<). urante los si"los posteriores @srael hablar% con el ios Alt#simo en sus alabanzas y oraciones, de lo que los .almos son un testimonio espl/ndido0 $@nvoco al ios Alt#simo, a ios que me completa sus favores& '.al <D,3)! $.acrifica a ios tu confesin! despu/s cumple tus votos al Alt#simo& '.al <:,19)! $4orque tM .e5or, eres Alt#simo sobre toda la tierra, encumbrado sobre todos los dioses& '.al ,D,,)! $?M, que habitas al amparo del Alt#simo y te hospedas a la sombra del -mnipotente. '...) 4orque hiciste del .e5or tu refu"io, tomaste al Alt#simo por morada& '.al ,1,1.,). $4ero ellos volvieron a pecar contra /l rebel%ndose en el yermo contra el Alt#simo. '...) .e acordaban de que ios era su Poca, el ios Alt#simo, su Pedentor. '...) 3llos tentaron al ios Alt#simo, se rebelaron y no "uardaron sus preceptos& '.al D*,1D.3<.<;! etc.). =. El cielo en sen5ido ;i 1!"do en el N1e@o Tes5"3en5o
3l >uevo ?estamento asume la tradicin del Anti"uo, que, metafricamente, considera el cielo como la morada natural del .e5or y en el cielo coloca Nel trono de iosO. 3l texto de @sa#as0 $As# dice el .e5or0 3l cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies& '@s ;;,1), ha influido en dichos de (esMs0 $>o 7ur/is en absoluto0 ni por el cielo, que es trono de ios! ni por la tierra, que es estrado de sus pies& '=t <,39+3<)! $Quien 7ura por el cielo 7ura por el trono de ios y por el que est% sentado en /l& '=t 23,22! ver, adem%s, la cita de 3steban en Fch D,9,). 3sta concepcin es tan normal que a ios se le llama con toda naturalidad N4adre del cieloO, sobre todo en los 3van"elios. 3s c/lebre la sentencia de (esMs0 $3n la tierra a nadie llam/is padre, pues uno solo es vuestro 4adre, el del cielo& '=t 23,,). 3n el sermn del =onte una y otra vez o#mos a (esMs que habla del 4adre de la misma manera0 $Lrille vuestra luz ante los hombres, de modo que, al ver vuestras buenas obras, "lorifiquen a vuestro 4adre del cielo& '=t <,1;! ver, tambi/n, =t <,9<! ;,1.,! D,11.21! 1:,32+33! 12,<:! 1;,1D! 1*,1:.19! y los lu"ares paralelos de =c y 6c). 6a invocacin del 4adrenuestro0 $4adre nuestro, que est%s en
D: el cielo&, est% inserta en esta corriente de pensamiento. 6os primeros disc#pulos del .e5or, que proced#an del mismo ambiente social y reli"ioso de (esMs, estaban familiarizados con esta forma de hablar sobre ios y sobre el cielo. 4or esto transmiten sin dificultad las ense5anzas del =aestro con las mismas cate"or#as y met%foras de len"ua7e. 3n ellas envuelven tambi/n el ale"re mensa7e de 4ascua0 la resurreccin y ascensin del .e5or. 3l relato que 6ucas nos ofrece de la Ascensin del .e5or en los Fechos de los Apstoles es el m%s rico en detalles, aunque sobre Nel cieloO se manten"a una cierta equivocidad. 3l .e5or resucitado anuncia a los apstoles que ser%n revestidos de la fuerza del 3sp#ritu .anto, para que sean sus testi"os en el mundo entero0 $ icho esto, en su presencia se elev, y una nube se lo quit de la vista. .e"u#an con los o7os fi7os en el cielo mientras /l se marchaba, cuando dos persona7es vestidos de blanco se les presentaron y les di7eron0 R Fombres de Calilea, 1qu/ hac/is ah# mirando al cielo2 3ste (esMs, que os ha sido arrebatado al cielo, vendr% como lo hab/is visto marchar al cielo& 'Fch 1,,+11! cf. =c 1;,1,! 6c 29,<1! Fch 1,2). Bu%ndo tendr% lu"ar esta venida definitiva del .e5or, no nos ha sido revelado! slo ios lo sabe. 4ero los disc#pulos del .e5or mantienen firme la esperanza, y viven en una perpetua tensin entre el presente fu"az del hombre y el futuro incierto en las manos de ios, hasta que /l vuelva 'cf. 1 Bor 11,2;). 6a fe de la @"lesia en la exaltacin de (esMs al cielo, es decir, a la presencia de ios, es firme y se expresa inequ#vocamente en los escritos apostlicos con la met%fora de la subida al cielo. .an (uan introduce el tema ya en la conversacin de (esMs con >icodemo0 $>adie ha subido al cielo si no es el que ba7 del cielo, el Fi7o del hombre& '(n 3,13! cf. 3f 9,1:). .an 4edro, en su homil#a, califica el bautismo de $compromiso con ios de una conciencia limpia, por la resurreccin de (esucristo, que subi al cielo y est% sentado a la diestra de ios& '1 4e 3,21+22). As# lo vio 3steban antes de morir apedreado0 3steban, $lleno de 3sp#ritu .anto, fi7ando la vista en el cielo, vio la "loria de ios y a (esMs a la derecha de ios, y di7o0 R3stoy viendo el cielo abierto y al Fi7o del hombre en pie a la derecha de ios& 'Fch D,<<+<;! cf. 3f ;,,). All# est% y permanece para siempre (esucristo "lorioso0 $Bristo entr, no en un santuario hecho a mano,... sino en el cielo mismo! y ahora se presenta ante ios a favor nuestro& 'Feb ,,29! cf. 9,19! *,10 1 (n 2,1). >os parece, por tanto, l"ico que, quien quiera ponerse en comunicacin con ios, mire hacia arriba, al cielo. 4or el peso de una tradicin multisecular espont%neamente pensamos que ios est% arriba. 3l narrador de la par%bola se admira de la humildad del publicano y, por eso, dice0 $3l publicano, de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los o7os al cielo, sino que se "olpeaba el pecho diciendo0 -h ios, ten piedad de este pecador& '6c 1*,13). .i bendecimos al .e5or, o le damos "racias, elevamos la vista al cielo. 8ste ser#a el "esto habitual de (esMs, cuando en pMblico se diri"#a a su 4adre. 6os evan"elios mencionan este "esto solamente en tres ocasiones. 3n la primera multiplicacin de los panes y los peces (esMs $tom los cinco panes y los dos peces, alz la vista al cielo, bendi7o y parti los panes y se los fue dando a los disc#pulos para que los sirvieran& '=c ;,91! cf. =t 19,1,! 6c ,,1;). Al curar a un sordomudo, (esMs lo tom aparte y, despu/s de tocarle los o#dos y la len"ua, $levant la vista al cielo, "imi y le di7o0 R3ffatha 'que si"nifica %brete)& '=c D,39). I, por tercera vez, al comienzo de la oracin, que pone fin a la Mltima cena0 $As# habl (esMs. espu/s, levantando la vista al cielo, di7o0 4adre, ha lle"ado la hora0 da "loria a tu Fi7o para que tu Fi7o te d/ "loria& '(n 1D,1). 4ero es muy probable que tambi/n (esMs levantara los o7os al cielo en otras
D1 muchas ocasiones, por e7emplo, cuando di7o0 $G?e doy "racias, 4adre, .e5or de cielo y tierraH porque has ocultado estas cosas a sabios e inteli"entes, y se las has revelado a la "ente sencilla& '=t 11,2<! 6c 1:,21). I al resucitar a 6%zaro0 $4adre, te doy "racias por haberme escuchado& '(n 11,91). .i metafricamente a ios lo situamos arriba, en el cielo, de arriba nos vienen sus dones, sus mensa7eros y mensa7es. 3l episodio del sue5o de (acob refle7a a la perfeccin esta manera de pensar. 6eemos en el libro del C/nesis que el patriarca (acob atravesaba de sur a norte el territorio de Bana%n '4alestina). Al atardecer se qued en un descampado. urante la noche $tuvo un sue5o0 una rampa, plantada en tierra, tocaba con el extremo el cielo. =ensa7eros de ios sub#an y ba7aban por ella. 3l .e5or estaba en pie sobre ella& 'C/n 2*,12+13). 3ste relato ha influido en al"unos autores del >uevo ?estamento, que nos hablan de relaciones entre el mundo de ios y los hombres. 3n el evan"elio de la infancia se"Mn san 6ucas un mensa7ero de ios, un %n"el, se aparece a los pastores y les anuncia el nacimiento del .e5or en Lel/n0 $Al instante se 7unt al %n"el una multitud del 37/rcito celeste, que alababan a ios diciendo0 GCloria a ios en lo alto y en la tierra paz a los hombres que /l amaH Buando los %n"eles se marcharon al cielo, los pastores se dec#an0 Aayamos hacia Lel/n, a ver lo que ha sucedido y nos ha comunicado el .e5or& '6c 2,13+1<). 3l encuentro de (esMs con >atanael, uno de sus primeros disc#pulos, termina con estas palabras del .e5or0 $-s ase"uro que ver/is el cielo abierto y los %n"eles de ios subiendo y ba7ando sobre el Fi7o del hombre& '(n 1,<1). 3ste Fi7o del hombre, la v#spera de su muerte, en el momento de mayor an"ustia en el huerto de Cetseman# recibe del 4adre la respuesta a su oracin0 $.e le apareci un %n"el del cielo que le dio fuerzas& '6c 22,93). espu/s de la resurreccin del .e5or, otro mensa7ero del cielo anuncia a las mu7eres, que hab#an ido a examinar el sepulcro, el "ran acontecimiento0 $Qn %n"el del .e5or, ba7ando del cielo, lle" e hizo rodar la piedra y se sent encima... 3l %n"el di7o a las mu7eres0 +Aosotras no tem%is. ./ que busc%is a (esMs, el crucificado. >o est% aqu#! ha resucitado como hab#a dicho& '=t 2*,2+;). el cielo viene tambi/n la voz de ios, la revelacin, el 3sp#ritu .anto, como se nos informa en el relato del bautismo de (esMs en el (ord%n0 $=ientras todo el pueblo se bautizaba, tambi/n (esMs se bautiz! y mientras oraba, se abri el cielo, ba7 sobre /l el 3sp#ritu .anto en fi"ura corprea de paloma y se oy una voz del cielo0 R?M eres mi hi7o querido, mi predilecto& '6c 3,21+22! cf. =t 3,1;+1D! =c 1,1:+11), y en el de la transfi"uracin del .e5or. Acababa 4edro de proponer lo de las tres tiendas en lo alto del monte, cuando $Aino una nube que les hizo sombra, y sali una voz de la nube0 R3ste es mi Fi7o querido. 3scuchadle& '=c ,,D! cf. =t 1D,<! 6c ,,3<). 6a se"unda carta de san 4edro interpreta ma"n#ficamente el si"nificado de esta escena0 $4ues cuando os anunciamos el poder y la venida del .e5or nuestro (esucristo, no nos "ui%bamos por f%bulas in"eniosas, sino que hab#amos sido testi"os de su "randeza0 cuando recibi de ios 4adre honor y "loria, por una voz que le lle" desde la sublime =a7estad0 3ste es mi Fi7o querido, mi predilecto. 3sa voz lle"ada del cielo la o#mos nosotros cuando est%bamos con /l en la monta5a santa& '2 4e 1,1;+1*). -tros mensa7es del cielo pueden verse en (n 12,2*! Fch 11,,! Ap 19,13! 1*,9. (esMs es el don por excelencia del 4adre 'cf. (n 3,1;)! a s# mismo se califica como don del cielo0 $3ste es el pan que ba7a del cielo, para que quien coma de /l no muera. Io soy el
D2 pan vivo ba7ado del cielo. Quien coma de este pan vivir% siempre. 3l pan que yo doy para la vida del mundo es mi carne& '(n ;,<:+<1)! $3ste es el pan ba7ado del cielo y no es como el que comieron vuestros padres, y murieron. Quien come este pan vivir% siempre& '(n ;,<*! cf. vv. 31+33).. 3l evan"elista san (uan est% firmemente convencido de la preexistencia del Aerbo, que se hizo hombre en (esMs 'cf (n 1,19)! por esto en su evan"elio (esMs habla con naturalidad y claridad de su Nba7ada del cieloO, de su venida al mundo en carne mortal, de su entrada en la historia que comparte con nosotros0 $>o ba7/ del cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envi& '(n ;,3*). 3l misterio de (esMs escandaliza a sus oyentes, mucho de los cuales hab#an convivido con /l en >azaret y conoc#an a sus familiares0 $6os 7ud#os murmuraban porque hab#a dicho que era el pan ba7ado del cielo! y dec#an0 R1>o es /ste (esMs, el hi7o de (os/2 >osotros conocemos a su padre y a su madre. 1Bmo dice que ha ba7ado del cielo2& '(n ;,91+92). .lo se puede entender a (esMs desde la perspectiva del evan"elista, que es la del creyente en la encarnacin del Fi7o de ios. 3n el contexto eucar#stico (esMs si"ue viniendo a nosotros despu/s de su resurreccin siempre que hacemos memoria de /l, se"Mn su mandato 'cf. 1 Bor 11,23+2,). 4ero los autores sa"rados nos hablan, adem%s, de otra venida de (esMs, la Mltima y definitiva venida "loriosa del .e5or (esMs, la que cierra la historia. 6os %n"eles la anunciaban as# a los disc#pulos el d#a de la Ascensin0 $Fombres de Calilea, 1qu/ hac/is ah# mirando al cielo2 3ste (esMs, que os ha sido arrebatado al cielo, vendr% como lo hab/is visto marchar al cielo& 'Fc 1,11). .an 4ablo lo ense5a repetidamente en sus cartas. 3n la m%s anti"ua escribe a los cristianos de ?esalnica que hab#an aceptado su mensa7e0 $ e7ando los #dolos, os convertisteis a ios para servir al ios vivo y verdadero, esperando la venida desde el cielo de su Fi7o, al que resucit de la muerte0 (esMs, que nos libra de la condena futura& '1 ?es 1,,+1:! cf. 9,1;! 2 ?es 1,D). I m%s serenamente a los filipenses, incluy/ndose /l mismo en la fe comMn0 $>osotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos recibir al .e5or (esucristo! el cual transformar% nuestro cuerpo humilde en la forma de su cuerpo "lorioso, con la eficacia con que puede someterse todo& 'Slp 3,2:+21). A. El cielo en sen5ido 5eol? ico Al cielo en sentido fi"urado podemos llamar con todo derecho Ncielo teol"icoO, en contraposicin al Ncielo atmosf/ricoO, como lo confirman al"unos textos de (esMs y de otros escritores sa"rados, y as# ha quedado consa"rado para siempre entre los cristianos. 3n el sermn del monte, por e7emplo, (esMs exhorta al desprendimiento de los bienes de la tierra y a la "enerosidad con los necesitados para lle"ar a conse"uir la verdadera riqueza, pero Nen el cieloO0 $>o acumul/is riquezas en la tierra, donde roen la polilla y la carcoma, donde los ladrones abren brechas y roban. Acumulad riquezas en el cielo, donde no roen polilla ni carcoma, donde los ladrones no abren brechas ni roban& '=t ;,1,+2:! cf. 6c 12,33). e la relacin directa del NcieloO con la #ntima familiaridad con ios nos habla el .e5or en la sentencia que fundamenta por qu/ debemos ser respetuosos hasta con los m%s insi"nificantes0 $Buidado con despreciar a uno de estos peque5os. 4ues os di"o que sus %n"eles en el cielo contemplan continuamente el rostro de mi 4adre del cielo& '=t 1*,1:). .an 4ablo utiliza la misma expresin0 cieloUcielos, para desi"nar la morada propia de
D3 ios, que ser% nuestra morada definitiva, y no precisamente como recurso para escapar espiritualmente de los problemas de la vida presente, sino para vivir m%s conforme a la 7usticia y con esperanza. A los amos y se5ores de la tierra les recuerda0 $Amos, tratad a los esclavos con 7usticia y equidad, sabiendo que tambi/n vosotros ten/is un amo en el cielo& 'Bol 9,1). Ante la fra"ilidad de la vida san 4ablo se estimula a s# mismo y a todos los cristianos con el pensamiento de lo que ios nos prepara0 $.abemos que, si la tienda terrestre en que vivimos se deshace, recibimos de ios alo7amiento, una vivienda eterna en el cielo, no construida por manos humanas& '2 Bor <,1! cf. Bol 1,<). $3speranza viva& la llama san 4edro, $una herencia incorruptible, incontaminable e inmarcesible, reservada para vosotros en el cielo& '1 4e 1,3+9! cf. Feb 12,23). 3l autor del Apocalipsis tambi/n se vale con mucha frecuencia, en las atrevidas descripciones de sus visiones, de la concepcin tradicional del cielo como morada de ios. =orada, como una "ran ciudad 'cf. Ap 21,2.1:), que toda ella es templo, $porque el .e5or ios todopoderoso y el Bordero son su templo& 'Ap 21,22). .us habitantes son incontables0 $Ai una multitud enorme, que nadie pod#a contar, de toda nacin, raza, pueblo y len"ua& 'Ap D,,! cf. Feb 12,22+23). 3s la casa comMn del 4adre, adonde (esMs se nos ha adelantado, para prepararnos un lu"ar, y de donde volver% para llevarnos consi"o 'cf. (n 19,2+3). B. Es5"! en 7!esenci" de Dios Buando el cielo tiene sentido fi"urado, dice relacin directa a ios. Bonsecuentemente, la expresin Nen el cieloO puede equivaler a Nen presencia de iosO, Nante iosO, o al"o seme7ante. Qna particularidad sin"ular de los textos que citamos a continuacin es que todos est%n en labios de (esMs, y fundamentan una concepcin unitaria de la existencia humana, a saber, que la vida presente est% #ntimamente relacionada con la futura o definitiva m%s all% de la muerte. Que hay que tomar muy en serio lo que hacemos o de7amos de hacer en nuestra vida real de ahora, lo confirma el .e5or con unas palabras a la comunidad de disc#pulos, en "eneral, y a 4edro, en particular. A la comunidad dice el .e5or0 $-s ase"uro que lo que at/is en la tierra quedar% atado en el cielo, lo que desat/is en la tierra quedar% desatado en el cielo& '=t 1*,1*)! y a .imn 4edro, como representante de los disc#pulos y despu/s de confesar que (esMs es el =es#as, el Fi7o de ios vivo0 $Io te di"o que tM eres 4edro y sobre esta piedra edificar/ mi @"lesia, y las puertas del infierno no prevalecer%n contra ella. A ti te dar/ las llaves del reino de los cielos0 lo que ates en la tierra quedar% atado en el cielo! lo que desates en la tierra quedar% desatado en el cielo.& '=t 1;,1*+1,). 3l .e5or da por bueno lo que en su nombre determina la comunidad de sus disc#pulos, aprobando o reprobando. .on claras y esperanzadoras las promesas que el .e5or hace a los disc#pulos, cuando actMan conforme al ideal evan"/lico, como es en el se"uimiento radical y desinteresado a su persona0 Al 7oven que se acerc al .e5or y le confes que desde su adolescencia hab#a cumplido los mandamientos de la ley de ios, $(esMs lo mir con cari5o y le di7o0 RQna cosa te falta0 anda, vende cuanto tienes y d%selo a los pobres y tendr%s un tesoro en el cielo. espu/s s#"ueme& '=c 1:.21! cf. =t 1,,21! 6c 1*,22). A los disc#pulos en "eneral los exhorta el .e5or al desprendimiento, a la "enerosidad desinteresada contra toda codicia0 $Aended vuestros bienes y dad limosna. 4rocuraos bolsas que no enve7ezcan, un tesoro ina"otable en el cielo, donde los ladrones no lle"an ni los roe la polilla& '6c 12,33! cf. =t ;,2:). I, cuando se presenten las inevitables contradicciones y persecuciones, el .e5or los anima con el esp#ritu de las bienaventuranzas0 $3stad contentos y ale"res, porque vuestro premio en el cielo es
D9 abundante. 6o mismo persi"uieron a los profetas que os precedieron& '=t <,12! cf. 6c ;,23). 6a ale"r#a es una bendicin, de la que "ozar%n sin tasa los que est/n en su presencia0 $-s di"o que lo mismo habr% en el cielo m%s fiesta por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve 7ustos que no necesitan arrepentirse& '6c 1<,D). e esta ale"r#a disfrutar%n al i"ual que los %n"eles, a los que se aseme7ar%n0 $Buando resuciten, no se casar%n los hombres y las mu7eres, sino que ser%n en el cielo como %n"eles de ios& '=t 22,3:! cf. =c 12,2<). 6a esperanza de tanto "ozo y ale"r#a no ser% defraudada en nin"Mn caso, pues la memoria de ios es fiel y en ella est%n "rabados nuestros nombres, como di7o el .e5or a sus disc#pulos0 $>o os ale"r/is de que los esp#ritus se os sometan, sino de que vuestros nombres est%n re"istrados en el cielo& '6c 1:.2:). C. El cielo, 7e!;!"sis 7o! el no3:!e de Dios N3l cieloO, Nlos cielosO, pueden ser, y con frecuencia son, una per#frasis en lu"ar del sa"rado nombre de ios, lo que refle7a fundamentalmente la cultura de los pueblos semitas occidentales, a la que pertenecen los escritos b#blicos. A (uan el Lautista acuden sus disc#pulos para que les explique por qu/ la "ente en masa se va con (esMs. (uan les responde que es cosa del cielo, es decir, de ios0 $>adie puede arro"arse nada si no se le ha dado del cielo& '(n 3,2D). 3l evan"elista est% plenamente de acuerdo con el Lautista, por esto dice0 $Quien viene de arriba est% por encima de todos. Quien viene de la tierra es terreno y habla de cosas terrenas. Quien viene del cielo est% por encima de todos& '(n 3,31). 3l .e5or en su ense5anza normal, en particular, al hablar de la conversin del pecador, de la vuelta del hi7o prdi"o a la casa del 4adre, hace hablar as# al hi7o que a5ora la casa de su padre0 $=e levantar/, ir/ a mi padre y le dir/0 4adre, he pecado contra el cielo y ante ti& '6c 1<,1*). I una vez ante su padre, el hi7o repite el discurso que hab#a preparado0 $4adre, he pecado contra el cielo y ante ti, ya no merezco llamarme hi7o tuyo& '6c 1<,21). 3n la vida real el cielo y ese 4adre, ante el cual el hi7o se siente pecador, son el mismo0 el ios misericordioso, el 4adre de nuestro .e5or (esucristo. Buando fariseos y saduceos se acercan a (esMs para pedirle con aviesa intencin $una se5al del cielo& '6c 11,1;! =t 1;,10 =c *,11), est%n pidiendo que ios +el cielo+ interven"a mila"rosamente en favor de (esMs. 6a respuesta de (esMs, se"Mn el evan"elista =ateo, no de7a lu"ar a dudas0 $3sta "eneracin perversa y adMltera reclama una se5al! y no se le dar% m%s se5al que la de (on%s& '=t 1;,9). (esMs se est% refiriendo a su resurreccin, como se explica en otro lu"ar0 $Bomo estuvo (on%s en el vientre del cet%ceo tres d#as y tres noches, as# estar% el Fi7o del hombre en las entra5as de la tierra tres d#as y tres noches& '=t 12,9:). 6a predicacin apostlica es un%nime desde el principio0 la resurreccin de (esMs es obra de ios 4adre 'cf. Fch 2,39.3;! 3,1<! 9,1:! <,3:+31! 1:,9:! 13,3:! 1D,3:+31! Pom 1:,,! 1 Bor ;,19! 1<,1<! 1 ?es 1,1:! etc.). 3n las Mltimas semanas de su vida (esMs sube a (erusal/n, y all# se enfrenta dial/cticamente con todos sus adversarios. $=ientras paseaba por el templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los letrados y los ancianos y le dicen0 R1Bon qu/ autoridad haces eso2 Jla expulsin de los mercaderes del temploK, 1qui/n te ha dado tal autoridad para hacerlo2 (esMs
D< respondi0 R-s har/ una pre"unta0 respondedme y os dir/ con qu/ autoridad lo ha"o. 3l bautismo de (uan 1proced#a del cielo o de los hombres2 Pespondedme. 3llos discut#an entre s#0 .i decimos que del cielo, nos dir% que por qu/ no lo cre#mos! 1vamos a decir que de los hombres2 '?en#an miedo a la "ente, pues todos ten#an a (uan por un profeta aut/ntico). As# que respondieron0 R>o sabemos. I (esMs les dice0 R4ues tampoco yo os di"o con qu/ autoridad lo ha"o& '=c 11,2D+33! cf. =t 21,23+2D! 6c 2:,1+*). ?an identificado est%n el cielo y ios 4adre que a ios se le llama el 4adre del cielo, el 4adre celestial0 $.ed pues perfectos como vuestro 4adre del cielo es perfecto& '=t <,9*). 3l 4adre celestial es nuestro modelo ideal, especialmente a la hora de perdonar las ofensas de nuestros seme7antes0 $4ues si perdon%is a los hombres las ofensas, vuestro 4adre del cielo os perdonar% a vosotros& '=t ;,19! cf. 1*,3<! =c 11,2;). 8l es extraordinariamente "eneroso y bueno con toda su creacin0 $Si7aos en las aves del cielo0 no siembran ni cosechan ni meten en "raneros, y sin embar"o, vuestro 4adre del cielo las sustenta. 1>o val/is vosotros m%s que ellas2& '=t ;,2;). 8l nos conoce a fondo y sabe qu/ es lo que necesitamos0 $Auestro 4adre del cielo sabe que ten/is necesidad de todo ello& '=t ;,32). 8l nos quiere de verdad, aunque a veces nos ha"a sufrir por nuestras infidelidades y nosotros no lo comprendamos0 $?oda planta que no plant mi 4adre del cielo ser% arrancada& '=t 1<,13). 3l cielo es, por tanto, el mismo ios. Bon (esucristo, Fi7o de ios, el cielo ha descendido a nuestro nivel y lo hemos podido contemplar con o7os humanos 'cf. (n 1,19! 1 (n 1,1+3). e esta manera empezamos a vislumbrar al"o nuevo de nuestro 4adre del cielo, adem%s de lo dicho anteriormente. Buando decimos en la oracin0 N4adre nuestro que est%s en el cieloO, equivalentemente estamos diciendo0 N4adre nuestro que eres el cieloO.
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SANTIGICADO SEA TU NO,8RE 4ara (esMs, que e7erce como maestro cuando ense5a a los disc#pulos cmo tienen que orar, nada hay m%s santo que ios, su 4adre y 4adre nuestro. 3ntonces 1qu/ sentido tiene que pidamos que sea santificado el nombre de ios2 14or qui/n y cmo se puede santificar el nombre de ios que es santo por naturaleza2 3n este cap#tulo intentaremos dar una respuesta, la nuestra, a estas pre"untas con ayuda de la sa"rada 3scritura, que, en muchas ocasiones, nos instruye sobre la santidad del nombre de ios y nos pone en contacto con el ios, tres veces santo. -. El no3:!e es l" 7e!son"
D; Qna cosa sin nombre es como si no existiera todav#a. 4or esto, lo primero que se hace con un nuevo ser es darle un nombre, tanto si es una persona reci/n nacida, como si es una nueva estrella, o una planta que se acaba de descubrir. As# que el nombre es la primera definicin de una persona. 1.1. .l nom%re de ersona/es Bada vez que en la sa"rada 3scritura aparece un nuevo persona7e en escena, o nace una criatura con una funcin importante en el relato, se hace mencin de la imposicin del nombre que ha de llevar y que dice relacin directa con su ser personal o con la misin que va a desempe5ar. Aeamos al"unos e7emplos. e la primera mu7er en absoluto leemos en el C/nesis0 $3l hombre llam a su mu7er .#a '/a##a), por ser ella la madre de todos los #i#ientes '/ay)& 'C/n 3,2:). el mismo tiempo m#tico es el caso de .et. espu/s de la muerte de Abel, $Ad%n se uni otra vez a su mu7er, que concibi, dio a luz un hi7o y lo llam 2et, pues di7o0 R ios me ha dado ' sat) otro descendiente a cambio de Abel, asesinado por Ba#n& 'C/n 9,2<). el tiempo de los patriarcas el caso m%s si"nificativo es el de Abrah%n. 3l .e5or hace un nuevo pacto con Abr%n0 $=ira, /ste es mi pacto conti"o0 ser%s padre de una multitud de pueblos. Ia no te llamar%s Abr%n, sino Abrah%n J a%0 NpadreO ] raham, equivalente de ra%; hamon0 Nmultitud numerosaOK, porque te ha"o padre de una multitud de pueblos& 'C/n 1D,9+ <). -tra persona que cambia de nombre por su misin particular es (acob, ori"en del pueblo de las doce tribus. (acob lucha durante toda una noche con un persona7e misterioso, que no revela su nombre! pero, antes de bendecir a (acob, le pre"unta0 $1Bmo te llamas2 Bontest0 R (acob. Pepuso0 RIa no te llamar%s (acob, sino @srael, pues has luchado con dioses y hombres y has podido& 'C/n 32,2*+2,! cf. 91,9< J(os/K! 3x 2,1: J=ois/sK! (ue ;,32 JCedenK! 1 .am 1,2: J.amuelK! @s *,1+9 Jhi7o de @sa#asK! etc.). 3n el >uevo ?estamento tambi/n el nombre si"nifica la persona o la funcin que ha de desempe5ar la persona a la que se le impone. Al primero de los apstoles, a .imn, (esMs le cambia el nombre por 4edro 'cf. =c 3,1;! =t 1:,9! 6c ;,19), cuya si"nificacin la explica (uan en el primer encuentro que tienen (esMs y .imn0 $?E eres .imn, hi7o de (uan! te llamar%s Befas +que si"nifica piedra+& '(n 1,92), y, sobre todo, =ateo despu/s de la confesin mesi%nica de .imn0 $?M eres el =es#as, el Fi7o de ios vivo. (esMs le replic0 RG ichoso tM, .imn, hi7o de (on%sH porque no te lo ha revelado nadie de carne y san"re, sino mi 4adre del cielo. 4ues yo te di"o que tM eres 4edro y sobre esta 4iedra edificar/ mi i"lesia& '=t 1;,1;+ 1*). 3l futuro de =ateo0 $3dificar/ mi i"lesia&, se convierte en pasado en el tiempo apostlico se"Mn el testimonio de la carta a los 3fesios0 $Ia no sois extran7eros ni advenedizos, sino conciudadanos de los consa"rados y de la familia de ios! edificados sobre el cimiento de los Apstoles, con Bristo (esMs como piedra an"ular&. 6a @"lesia o comunidad de disc#pulos del .e5or est% slidamente edificada sobre los firmes cimientos de los Apstoles, de los que 4edro es el primero! ellos, a su vez, se apoyan en la roca viva o piedra fundamental, que es Bristo (esMs. 1.2. .l nom%re de Dios
DD .i el nombre es la persona, 1qu/ si"nificacin pueden alcanzar los nombres que se dicen de ios2 (am%s la palabra ha expresado me7or su condicin natural de medio de unin entre el su7eto que la pronuncia y el ob7eto pronunciado. 6os testimonios y e7emplos de la sa"rada 3scritura son elocuentes por s# mismos. =ois/s recibi de ios el encar"o de ir ante el Saran para sacar de 3"ipto a su pueblo, los israelitas. 13n nombre de qui/n se iba a presentar ante sus hermanos2 >o le bastaba decir que iba en nombre del ios de sus padres. 1Bmo se llama este ios de los padres2 $.i ellos me pre"untan cmo se llama, 1qu/ les respondo2& '3x 3,13). 3l .e5or se hace car"o de la perple7idad de =ois/s y le revela su nombre, como lo m%s #ntimo de s# mismo0 $Io soy el que soy. 3sto dir%s a los israelitas0 NIo+soyO me env#a a vosotros& '3x 3,19). 6a forma verbal hebrea0 NIo soyO, cristaliza en el nombre propio NIahv/O 'traducido al "rie"o por ^_`aob W .e5or), y por esto continMa el mensa7e del .e5or a =ois/s0 $3sto dir%s a los israelitas0 3l .e5or JIahv/K ios de vuestros padres, ios de Abrah%n, ios de @saac, ios de (acob, me env#a a vosotros. 3ste es mi nombre para siempre0 as# me llamar/is de "eneracin en "eneracin& '3x 3,1<! cf. ;,3). 3n adelante, en toda la historia del pueblo de @srael, con el nombre del .e5or se est% nombrando a ios mismo. ice =ois/s en su c%ntico0 $Aoy a proclamar el nombre del .e5or0 reconoced la "randeza de nuestro ios& ' t 32,3). 3l .e5or, por su parte, se vale del profeta @sa#as para proclamar0 $Io soy el .e5or, /ste es mi nombre, no cedo mi "loria a nadie ni mi honor a los #dolos& '@s 92,*). A lo que @sa#as responde personalmente0 $.e5or, tM eres mi ios, te ensalzo y alabo tu nombre, porque realizaste planes admirables, ase"urados desde anti"uo& '@s 2<,1)! y al pueblo anima con estas palabras0 $3l que te hizo te toma por esposa0 su nombre es .e5or de los e7/rcitos. ?u redentor es el .anto de @srael, se llama ios de toda la tierra& '@s <9,<). 3l pueblo acepta el mensa7e en medio de sus tribulaciones. 6os si"los pasan y la voz del .e5or se hace o#r de nuevo por medio del profeta =alaqu#as0 $ e levante a poniente es "rande mi nombre en las naciones, y en todo lu"ar ofrecen a mi nombre Ja m#K sacrificios y ofrendas puras! porque mi nombre es "rande en las naciones +dice el .e5or de los e7/rcitos+& '=al 1,11! cf. Vac 13,,). 6a identidad entre el nombre del .e5or y el mismo .e5or se manifiesta con claridad en los apelativos del nombre, como se canta en el .almo0 $Alaben el nombre del .e5or, el Mnico nombre sublime! su ma7estad sobre el cielo y la tierra& '.al 19*,13! cf. vv. 1+<! ;,,31). e modo sorprendente se reafirma esta identidad en las reacciones que aparecen en la sa"rada 3scritura, cuando se hace un uso indebido del nombre del .e5or, profan%ndolo en "eneral0 $>o profanar/is mi nombre santo, para que yo sea santificado entre los israelitas. Io soy el .e5or...& '6ev 22,32! cf. 3z 2:,3,! 3;,2:+23)! 7urando en falso0 $>o 7urar/is en falso por mi nombre, profanando el nombre de tu ios. Io soy el .e5or& '6ev 1,,12! cf. t <,1:)! blasfemando abiertamente contra ios0 $3l que blasfeme el nombre del .e5or, es reo de muerte. ?oda la asamblea lo apedrear%. 3mi"rante o ind#"ena, quien blasfeme el nombre del .e5or morir%& '6ev 29,1;)! practicando un culto irrespetuoso0 $ i a Aarn y a sus hi7os que traten con respeto la porcin santa que los israelitas me consa"ran y no profanen mi santo nombre. Io soy el .e5or& '6ev 22,2)! o realizando un culto totalmente prohibido0 $>o sacrificar%s un hi7o tuyo a =oloc por el fue"o, profanando el nombre de tu ios. Io soy el .e5or& '6ev 1*,21). ?ambi/n profanaron el nombre del .e5or los que, perteneciendo a su pueblo, cometieron acciones que /l reprobaba abiertamente, por lo que perecieron0 $6a casa de @srael y sus monarcas ya no profanar%n mi nombre santo con sus fornicaciones ni con los cad%veres de sus reyes difuntos... 4rofanaron mi nombre santo con las abominaciones que
D* perpetraron, y por eso los consumi mi ira& '3z 93,D+*). A este nombre divino se refer#a (esMs, cuando en su oracin sacerdotal dec#a al 4adre0 $Fe manifestado tu nombre a los hombres sacados del mundo, que me confiaste&. $6es di a conocer tu nombre y se lo dar/ a conocer& '(n 1D,;.2;). 1.3. .l nom%re de Jess 3l >uevo ?estamento da al nombre de (esMs una si"nificacin tan trascendente que lo i"uala de hecho al nombre de ios en el Anti"uo ?estamento. 3n el anuncio que (os/ recibe de parte del cielo sobre la concepcin de (esMs en el seno de =ar#a, como obra del 3sp#ritu .anto, el evan"elista =ateo ve cumplida la profec#a de @sa#as sobre el 3nmanuel0 $?odo esto sucedi de modo que se cumpliera lo que el .e5or hab#a anunciado por medio del profeta0 =ira, la vir"en est% encinta, dar% a luz a un hi7o y le pondr%n por nombre 3nmanuel 'que si"nifica ios+con+nosotros)& '=t 1,22+23). 3l 3nmanuel o ios con nosotros, cercano, que nacer% de =ar#a, se"Mn el mandato del %n"el a (os/ 'cf. 6c 2,21), llevar% por nombre (esMs, que es lo que si"nifica su misin en el mundo0 $6e pondr%s por nombre (esMs, porque /l salvar% a su pueblo de sus pecados& '=t 1,21). 3fectivamente, (esMs ori"inalmente es nombre hebreo0 <_sh=a> c <eh_sh=a>, cuya si"nificacin es Nel .e5or es salvacinO o Nel .e5or salvaO. ?an identificado estaba (esMs con la si"nificacin de su nombre que el evan"elista 6ucas, en el anuncio del %n"el a los pastores de Lel/n, confecciona una profesin de fe en /l con los t#tulos que da al ni5o que acaba de nacer y que los pastores encontrar%n recostado en un pesebre0 $>o tem%is. =irad, os doy una buena noticia, una "rande ale"r#a para todo el pueblo0 Foy os ha nacido en la ciudad de avid el .alvador, el =es#as y .e5or& '6c 2,1:+11). Pecordemos que ^_`aob +.e5or+ es la traduccin al "rie"o del nombre propio de ios0 Iahv/. As# lo proclama san 4edro a todo el pueblo de @srael en su primer discurso el mismo d#a de 4entecost/s0 $Que toda la casa de @srael reconozca con certeza que a este (esMs, a quien vosotros hab/is crucificado, ios lo ha constituido .e5or y =es#as& 'Fch 2,3;). -tro ma"n#fico testimonio, en el mismo sentido del de san 6ucas, nos lo ofrece la carta a los Silipenses, poco m%s o menos del tiempo del evan"elio se"Mn san 6ucas, en el que se propone en forma de himno el hondo si"nificado teol"ico que encierra el nombre de (esMs. Bristo (esMs $se humill a s# mismo haci/ndose obediente hasta la muerte y una muerte en cruz. 4or eso ios lo exalt y le concedi el nombre sobre todo nombre, para que, ante el nombre de (esMs, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo! y toda len"ua confiese G(esucristo es .e5orH para "loria de ios 4adre& 'Slp 2,*+11). 3l nombre de (esMs est%, pues, por (esMs en persona. Buando san 4ablo dec#a0 $Io pensaba que mi deber era combatir con todos los medios el nombre de (esMs >azareno& 'Fch 2;,,), al que en realidad perse"u#a era al mismo (esMs, como le di7o la voz, camino de amasco0 $.aulo, .aulo, 1por qu/ me persi"ues2 Bontest0 R1Qui/n eres, .e5or2 6e di7o0 R Io soy (esMs, a quien tM persi"ues& 'Fch ,,9+<). Al %n"el u obispo de la @"lesia de Siladelfia, que se hab#a mantenido fiel al .e5or en la prueba, el .e5or le manda este recado consolador0 $Bonozco tus obras... Aunque tienes poca fuerza, has "uardado mi palabra y no has rene"ado de mi nombre& 'Ap 3,*), es decir, no has rene"ado de m#! $Bomo tM "uardaste mi encar"o de perseverar, yo te "uardar/ en la hora de la prueba, que se echar% sobre el mundo entero& 'Ap 3,1:). .i rene"ar del nombre del .e5or es rene"ar del .e5or, "lorificar su nombre es "lorificarlo a /l en persona, como ocurri en 8feso y ?esalnica tras la predicacin y las obras de san 4ablo0 $Sue "lorificado el nombre del .e5or
D, (esMs& 'Fch 1,,1D! cf. 2 ?es 1,12! Ap 1<,9). 4or la misma estructura "ramatical Ninvocar el nombre del .e5orO es invocar al .e5or del que proviene la virtud, la "racia, la fuerza que se atribuye a su nombre, como cre#an unos exorcistas 7ud#os que invocaban $el nombre del .e5or (esMs sobre los que ten#an esp#ritus malos, y dec#an0 N-s con7uro por (esMs a quien predica 4abloO& 'Fch 1,,13), y no cesan de confirmar los autores del >uevo ?estamento, apoyados en los del Anti"uo0 $?odo el que invoque el nombre del .e5or se salvar%& 'Fch 2,21 y Pom 1:,13, que citan a (oel 3,<)! $3n su nombre esperar%n las naciones& '=t 12,21, que cita a @s 92,9 en su versin "rie"a), porque lle"ar% un d#a en que creer%n en /l y por esta fe se salvar%n 'cf. (n 1,12! 3,1*! =c 1;,1;). 6as solemnes palabras de san 4edro a los 7efes y ancianos de (erusal/n, que le pre"untaban a /l y a (uan0 $1Bon qu/ poder o en nombre de qui/n hab/is hecho eso Jla curacin de un tullidoK2& 'Fch 9,D), iluminan esta ense5anza y expresan su m%s firme fundamento0 (esucristo >azareno, el que fue crucificado y ahora vive resucitado de entre los muertos, $es la piedra desechada por vosotros, los arquitectos, que se ha convertido en piedra an"ular. >in"Mn otro puede proporcionar la salvacin! no hay otro nombre ba7o el cielo concedido a los hombres que pueda salvarnos& 'Fch 9,11+12). 6os verdaderos disc#pulos de (esMs ser%n reconocidos no slo porque invocar%n su nombre 'cf. Fch ,,19.21), sino, sobre todo, porque estar%n dispuestos a dar todo lo que tienen, e incluso a entre"ar sus vidas, por su nombre, por su causa, en definitiva, por /l mismo0 $.er/is odiados de todos por mi nombre& '=c 13,13! cf. =t 1:,22! 29,,! 6c 21,1D! (n 1<,21). e san 4ablo dice el .e5or a Anan#as en amasco0 $Io le mostrar/ lo que tiene que sufrir por mi nombre& ',,1;). e hecho, las persecuciones lle"ar%n en se"uida0 6os apstoles $se marcharon del tribunal contentos de haber sido considerados di"nos de sufrir desprecios por el nombre 'de (esMs)& 'Fch <,91). Faber sufrido por el nombre de (esMs era el me7or salvoconducto entre los cristianos y la me7or recomendacin que se pod#a hacer por un hermano en la fe. Lernab/ y 4ablo fueron enviados a la comunidad cristiana de Antioqu#a como 7efes de una dele"acin de la comunidad apostlica de (erusal/n. 6a carta de presentacin dice de Lernab/ y 4ablo que son $hombres que han entre"ado sus vidas por el nombre de nuestro .e5or (esucristo& 'Fch 1<,2;). /. $o s"n5o 6 lo 7!o;"no 3n el medio humano en el que nace y se desarrolla la 3scritura, sa"radoUsanto y profano son t/rminos opuestos, antit/ticos. 4rofano es todo aquello que en la vida normal y corriente se considera de uso comMn, natural, vul"ar, no limitado por nin"Mn tabM o cosa seme7ante, como pueden ser el pan, el a"ua o las piedras preciosas! sa"rado o santo, por el contrario, es todo aquello que por al"una razn, "eneralmente de tipo reli"ioso, est% separado, ale7ado, apartado, del uso comMn, y exclusivamente destinado al uso reli"ioso o culto divino. .a"rados o santos pueden considerarse los ob7etos o cosas, los lu"ares, los tiempos y las personas. A este respecto @srael no se distin"u#a de manera especial de su medio ambiente cultural y reli"ioso. 6as normas y preceptos de la 3scritura sobre lo santo y lo profano, lo puro y lo impuro, eran innumerables. A ellas se a5ad#an las interpretaciones sin fin de los que se dec#an maestros en la 6ey! de ello los evan"elios nos ofrecen testimonios excepcionales. 6os fariseos y expertos en la 6ey 7ud#a, escandalizados por lo que ve#an y porque (esMs lo permit#a, se acercaron a (esMs y le pre"untaron0 $14or qu/ tus disc#pulos quebrantan la
*: tradicin de los mayores2 4ues no se lavan las manos antes de comer& '=t 1<,2). 3l evan"elista san =arcos aclara en una nota0 $3s de saber que los fariseos, y los 7ud#os en "eneral, no comen sin antes lavarse las manos restre"ando, si"uiendo la tradicin de los ancianos! cuando vuelven del mercado, no comen sin antes lavarse! y observan otras muchas re"las tradicionales, abluciones de copas, 7arras y ollas& '=c D,3+9). .e trata de las purificaciones en sentido reli"ioso, por las que lo impuro se convierte en puro y santo. 3l .e5or distin"ue bien entre lo que es santo y lo que no lo es, y ordena que se ten"a el debido respeto a todo lo santo0 $>o ech/is lo santo a los perros& '=t D,;)! pero, como maestro con sentido comMn, sabe que la multiplicacin de los preceptos, por e7emplo, sobre las purificaciones rituales, no favorecen el cumplimiento de la 6ey, sino que la convierten en un peso insoportable 'cf. 6c 11,9;! =t 23,9). 6a intencin de (esMs es purificar la 6ey de ios de tanto peso inMtil y muerto +a5adido por los hombres+, para poder decir a todos los que quieran se"uir sus huellas0 $Bar"ad con mi yu"o y aprended de m#, que soy manso y humilde de corazn y hallar/is descanso para vuestras almas. 4ues mi yu"o es llevadero y mi car"a li"era& '=t 11,2*+3:! cf. Fch 1<,1:). 2.1. Jess declara uros todos los alimentos .obre los animales, que le"almente se pueden comer +terrestres, acu%ticos, vol%tiles, insectos, etc.+, exist#a una le"islacin minuciosa, empezando por 6ev 11 y t 19,3+21. (esMs abro"a totalmente estas leyes. 6a razn que da a nosotros nos parece evidente0 $3scuchad todos y atended. >o hay nada fuera del hombre que, al entrar en /l, pueda contaminarlo. 6o que sale del hombre es lo que contamina al hombre& '=c D,19+1<). Bomo los disc#pulos no entendieron a (esMs, se lo tiene que explicar m%s llanamente0 $1>o comprend/is que lo que entra en el hombre desde fuera no puede contaminarlo, porque no le entra en el corazn, sino en el vientre y despu/s se expulsa en el retrete2 +Bon lo cual declaraba puros todos los alimentos+. I les a5ad#a0 +6o que sale del hombre es lo que contamina al hombre. e dentro, del corazn del hombre, salen los malos pensamientos, fornicacin, robos, asesinatos, adulterios, codicia, malicia, fraude, desenfreno, envidia, calumnia, arro"ancia, desatino. ?odas esas maldades salen de dentro y contaminan al hombre& '=c D,1*+23! cf. =t 1<,1D+2:). 6a tradicin y costumbre pes mucho todav#a en la @"lesia apostHica, pues vemos que 4edro reacciona violentamente ante la invitacin a comer animales clasificados en la 6ey como impuros 'cf. Fch 1:,,+1<! 11,2+1:). I en la carta que env#an los reunidos en (erusal/n a las comunidades de Antioqu#a, .iria y Bilicia todav#a les recomiendan0 $Absteneros de alimentos ofrecidos a los #dolos, de san"re, de animales estran"ulados y de la fornicacin. Far/is bien en absteneros de ellos& 'Fch 1<,2,). 4ara 4ablo, sin embar"o, no constitu#a dificultad al"una en s# el comer carne de cualquier especie u ori"en0 $Bomed todo lo que se vende en la carnicer#a sin hacer problema de conciencia, pues del .e5or es la tierra y cuanto contiene& 'l Bor 1:,2<+ 2;)! m%s ampliamente a ?imoteo0 $J6os falsos doctoresK prohibir%n el matrimonio y el consumo de ciertos alimentos! cosas que ios cre para que los creyentes y conocedores de la verdad las tomen a"radecidos. 4ues todas las criaturas de ios son buenas y nada es desechable si se toma con accin de "racias, ya que se consa"ra con la palabra de ios y la oracin& '1 ?im 9,3+<! cf. Bol 2,1;+23). 4ero san 4ablo tiene en cuenta tambi/n a los d/biles en la fe, a los que no se puede ni se debe escandalizar por nada del mundo0 $.i un alimento escandaliza a mi hermano, no comer/ 7am%s carne, para no escandalizar al hermano& '1 Bor *,13! cf. Pom 19,19+29).
*1 2.2. Lugares santos ?ambi/n se llaman santos al"unos lu"ares, porque han sido ele"idos por ios para que en ellos se le tribute el culto debido. 3s muy c/lebre el pasa7e de la zarza ardiendo, se"Mn se relata en el libro del 8xodo. 4astoreaba =ois/s el reba5o de su sue"ro por el desierto y lle" al pie del monte Foreb. All# vio al"o inslito0 una zarza ard#a y no se consum#a. $=ois/s di7o0 RAoy a acercarme a mirar este espect%culo tan admirable0 cmo es que no se quema la zarza. Aiendo el .e5or que =ois/s se acercaba a mirar, lo llam desde la zarza0 R=ois/s, =ois/s. Pespondi /l0 RAqu# estoy. i7o ios0 R>o te acerques. Qu#tate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sa"rado& '3x 3,3+<! cf. (os <,1;). ?odos los pueblos tienen sus templos y lu"ares sa"rados! @srael no pudo contar con ellos, mientras vivi como pueblo nmada. urante la traves#a del desierto el pueblo de @srael llev consi"o un santuario port%til0 la =orada o ?ienda del encuentro 'cf. 3x 9:,19+1*). 3l profeta >at%n dice as# a avid, que pensaba en construir un templo al .e5or0 $As# dice el .e5or0 13res tM quien me va a construir una casa para que habite en ella2 esde el d#a en que saqu/ a los israelitas de 3"ipto hasta hoy no he habitado en una casa, sino que he via7ado de ac% para all% en una tienda que me serv#a de santuario& '2 .am D,<+;). ?emporalmente la ?ienda se instal en .ilo, localidad de la tribu de 3fra#n, que se convirti en el centro reli"ioso y pol#tico de las tribus 'cf. (os 1*,1! 1,,<1! 21,1+2! (ue 1*,31), hasta que .alomn construy el templo en (erusal/n. 3l d#a de la consa"racin solemne del templo proclamaba .alomn0 $Fe construido este templo en honor del .e5or, ios de @srael. I en /l he fi7ado un sitio para el arca, donde se conserva la alianza que el .e5or pact con nuestros padres cuando los sac de 3"ipto& '1 Pe *,2:+21). Bon estos s#mbolos se si"nificaba la presencia real del .e5or en aquel lu"ar, y de esta manera quedaba consa"rado. 3l relator hace unas reflexiones profundas, que las expresa por medio de met%foras y s#mbolos0 $.alomn di7o0 +3l .e5or puso el sol en el cielo, el .e5or quiere habitar en la tiniebla, y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre& '1 Pe *,12+13). 3s la "ran parado7a de las afirmaciones de fe. ios es creador del cielo y de la tierra, y de todo lo que contienen, como ese sol admirable, que alumbra toda la tierra de extremo a extremo con su c%lida luz. .in embar"o, al .e5or, fuente de esa luz, el hombre no lo puede ver ni comprender, porque $quiere habitar en la tiniebla&! nosotros dir#amos0 porque es misterio y $habita una luz inaccesible& '1 ?im ;,1;). 1>o ha sido un craso error el de .alomn0 creer que ios va a habitar en unos metros cuadrados, en un palacio, $un sitio donde vivas para siempre2& .alomn no es tan necio que crea que a ios se le puede encerrar en un palacio. 8l mismo responde a su pre"unta0 $13s posible que ios habite en la tierra2 .i no cabes en el cielo y lo m%s alto del cielo, Gcu%nto menos en este templo que he construidoH& '1 Pe *,2D). ios lo trasciende todo y, por eso mismo, est% presente en todo lu"ar, especialmente en aquellos donde /l ha querido que se le rinda un culto verdadero, un culto $en esp#ritu y de verdad&. e la misma manera se consideraban sa"rados los ob7etos relacionados directamente con el culto divino, como son altares, ofrendas, utensilios, etc. 'cf. 3x 3:,2;+2,! >Mm 1*,,+1:). (esMs visit el templo de (erusal/n. 3s cierto que no se nos dice que asistiera al culto que en /l se celebraba, ni que en /l hiciera oracin! pero /l siempre habl del templo con respeto 'cf. =t 23,1D! 29,1<), y con un "esto simblico lo purific, al expulsar de /l a los especuladores con sus ove7as, bueyes y palomas, porque hab#an convertido la casa de su 4adre en una "uarida de bandidos 'cf. (n 2,13+1;! =t 21,12+13! =c 11,1<+1D! 6c 1,,9<+9;).
*2 ?ambi/n se llama santa la ciudad de (erusal/n, porque en ella est% el templo o casa del .e5or 'cf. .al 9*! Vac *,3! .ab ,,*). 3l >uevo ?estamento reco"e el modo tradicional de hablar de (erusal/n, Nla ciudad santaO 'cf. =t 9,<! 2D,<3), modelo de la (erusal/n celestial 'cf. Ap 21,2+1:). 2.3. Tiem os sagrados 6a subsistencia del pueblo hebreo, como la de todos los pueblos anti"uos ya sedentarios, depend#a fundamentalmente de la a"ricultura y "anader#a. Alrededor de ellas or"anizan su vida, que tiene un car%cter reli"ioso muy determinado. 4rueba de ello son los calendarios de fiestas, t#picamente a"r#colas y "anaderas, por e7emplo, la 4ascua 'cf. 3x 23,19+1,! 6ev 23! t 1;). 4ero la institucin temporal sa"rada por excelencia entre los israelitas, y que persevera hasta el d#a de hoy, es el s%bado o s/ptimo d#a de la semana. 3l ori"en de la sacralizacin del s%bado se pierde en el tiempo! pero los autores sa"rados explican su sentido reli"ioso, vincul%ndolo a su historia pasada y a su fe en ios creador, como hace 3x 31,12+1D0 $3l .e5or habl a =ois/s0 + i a los israelitas0 Cuardar/is mis s%bados, porque el s%bado es la se5al convenida entre mi y vosotros, por todas vuestras "eneraciones, por la que conocer/is que yo soy el .e5or, que os santifica. Cuardar/is el s%bado porque es d#a santo para vosotros! el que lo profane es reo de muerte! el que traba7e ser% excluido de su pueblo. .eis d#as pod/is traba7ar! el s/ptimo es d#a de descanso solemne dedicado al .e5or. 3l que traba7e en s%bado es reo de muerte. 6os israelitas "uardar%n el s%bado en todas sus "eneraciones como alianza perpetua. .er% la se5al perpetua entre yo y los israelitas, porque el .e5or hizo el cielo y la tierra en seis d#as y el s/ptimo descans& 'ver, adem%s, t <,12+1<). 2.$. )ersonas santas 6as personas se dicen santas, no porque constitutivamente se diferencien de las dem%s, sino porque han sido se"re"adas del resto, para que se dediquen exclusivamente al culto divino, como es el caso de los sacerdotes. 6a santidad, por tanto, les viene de fuera, de ios. e los sacerdotes dice el 6ev#tico0 $J3l sacerdoteK est% consa"rado a su ios. 6o considerar%s santo, porque es el encar"ado de ofrecer el pan Jla ofrendaK de tu ios. .er% para ti santo, porque yo, el .e5or, que los santifico, soy santo& '6ev 21,D+*! cf. 22,32). 3n un sentido m%s amplio, el .e5or puede separar para s# a los que quiera, y declararlos propiedad suya de modo muy particular. 3sto es lo que hizo con el pueblo de @srael, como pod#a haberlo hecho con cualquier otro pueblo, pues todos son suyos. 3l .e5or di7o a =ois/s0 $Fabla as# a la casa de (acob, diles a los hi7os de @srael... si quer/is obedecerme y "uardar mi alianza, entre todos los pueblos ser/is mi propiedad, porque es m#a toda la tierra. .er/is un pueblo sa"rado, un reino sacerdotal& '3x 1,,9+;). 3l texto es recordado al menos dos veces en el >uevo ?estamento. .an 4edro, en su primera carta, lo aplica a todos los cristianos0 $Aosotros sois raza esco"ida, sacerdocio real, nacin santa y pueblo adquirido para que proclame las proezas del que os llam de las tinieblas a su maravillosa luz& '1 4e 2,,), y en el Apocalipsis est% inserto en un canto que la corte celeste dedica al Bordero, a Bristo resucitado0 $Bantaban un c%ntico nuevo0 3res di"no de recibir el rollo y soltar sus sellos, porque fuiste de"ollado y con tu san"re compraste para ios hombres de toda raza, len"ua, pueblo y nacin! hiciste de ellos el reino de nuestro ios y sus sacerdotes, y reinar%n en la tierra& 'Ap <,,+1:).
*3 4. El no3:!e de Dios es s"n5o 4ero sobre todas las personas, los lu"ares y las cosas, es santo el nombre de ios, como repite una y otra vez el profeta 3zequiel en contextos ne"ativos0 $3sto dice el .e5or0 >o lo ha"o por vosotros, casa de @srael, sino por mi santo nombre, profanado por vosotros en las naciones adonde fuisteis. =ostrar/ la santidad de mi nombre ilustre profanado entre los pa"anos, que vosotros profanasteis en medio de ellos, y sabr%n los pa"anos que yo soy el .e5or +or%culo del .e5or+ cuando les muestre mi santidad en vosotros& '3z 3;,22+23! cf. 3,,D.2<! 93,D+*! etc.), como si fuera el eco de lo que manda la 6ey0 $>o profanar/is mi nombre santo, para que yo sea santificado entre los israelitas& '6ev 22,32), y reprenden profetas anteriores 'cf. Am 2,D). 3n el canto del Magn,"icat '6c 1,9;+<<) resuena todo el Anti"uo ?estamento en boca de =ar#a, que lleva en su seno a (esMs, y da "racias a ios por ello y por todas las maravillas que el .e5or ha realizado en ella y en su pueblo0 $4orque el 4oderoso ha hecho en m# cosas "randes. .u nombre es santo& '6c 1,9,! cf. .al 111,,). 3.1. )or-ue Dios 0)adre1 es santo .i entre los semitas el nombre es la persona, los atributos de la persona y del nombre son intercambiables! si es santo el nombre de ios, lo es precisamente porque ios es santo. As# lo proclaman, se"Mn el profeta @sa#as, los seres celestes0 $G.anto, santo, santo, el .e5or de los e7/rcitos, la tierra est% llena de su "loriaH& '@s ;,3! cf. Ap 9,*), y el salmista0 $8l es santo... 8l es santo... .anto es el .e5or nuestro ios& '.al ,,,3.<.,! cf. Ap 1<,9). ios trasciende todo lo creado. 3n este sentido supera y est% m%s all% de nuestro mundo conocido, que es fr%"il por naturaleza, tambi/n en el orden moral. 8l es el .anto por excelencia0 $.oy ios y no hombre, el .anto en medio de ti& '-s 11,,), el Mnico santo! Ana, la madre de .amuel, confiesa, y con ella todos los creyentes0 $>o hay santo como el .e5or& '1 .am 2,2! cf. @s 1,9! 91,19.1;.2:). 8l es el que puede santificar lo profano y purificar lo impuro0 $Io soy el .e5or que os santifico& '6ev 22,32)! el Mnico que puede exi"ir la santidad0 $.ed santos, porque yo, el .e5or, vuestro ios, soy santo& '6ev 1,,2! cf. 11,99+9<! 2:,2;). 3l ios del >uevo ?estamento es el mismo ios del Anti"uo ?estamento, pero, por la revelacin en Bristo del misterio trinitario, siempre que en el >uevo ?estamento leamos ios, debemos entender el 4adre, mientras no conste expresamente otra cosa. Aer, si no, estos e7emplos0 $ e 4ablo, siervo de Bristo (esMs, llamado a ser apstol, reservado para anunciar la buena noticia de ios, prometida por sus profetas en las escrituras sa"radas0 acerca de su Fi7o, nacido por l#nea carnal del lina7e de avid& 'Pom 1,1+3)! $4az y "racia a vosotros de parte de ios nuestro 4adre y del .e5or (esucristo. Ante todo, por medio de (esucristo, doy "racias a mi ios por todos vosotros, porque vuestra fe se anuncia en todo el mundo. ?omo por testi"o a ios, a quien doy culto espiritual anunciando la buena noticia de su Fi7o, de que sin cesar os recuerdo& 'Pom 1,D+,)! $Siel es ios, el que os llam a la comunin con su Fi7o, (esucristo .e5or nuestro& '1 Bor 1,,)! $4ara nosotros existe un solo ios, el 4adre, que es principio de todo y fin nuestro, y existe un solo .e5or, (esucristo, por quien todo existe y tambi/n nosotros& '1 Bor *,;)! $6a "racia del .e5or (esucristo, el amor de ios y la comunin del 3sp#ritu .anto est/ con todos vosotros& '2 Bor 13,13). (esMs proclama bien a las claras la santidad de su 4adre0 $Io voy hacia ti, 4adre .anto& '(n 1D,11)! para sus disc#pulos pide que los "uarde y que los santifique en la verdad 'cf. (n 1D,1D! 1 ?es <,23).
*9 3.2. Jess es santo Que (esMs sea santo, lo confiesan todos los que nos hablan de /l! hasta los malos esp#ritus lo admiten. 3n la sina"o"a de BafarnaMn la "ente estaba sorprendida por la forma cmo les ense5aba (esMs y por las voces de un hombre, que se cre#a pose#do por un esp#ritu inmundo, y "ritaba fuera de s#0 $1Qu/ tienes que ver con nosotros, (esMs de >azaret2, 1has venido a destruirnos2 ./ qui/n eres0 el .anto de ios& '=c 1,29! cf. 6c 9,39). 3l evan"elista 6ucas pone estas palabras en boca del %n"el de la Anunciacin a =ar#a0 $3l 3sp#ritu .anto vendr% sobre ti y el poder del Alt#simo te cubrir% con su sombra! por eso el que ha de nacer ser% santo y se le llamar% Fi7o de ios& '6c 1,3<). 6os disc#pulos lo reconocieron en vida del .e5or. e 4edro es esta respuesta a la pre"unta que (esMs les hizo de si ellos tambi/n quer#an abandonarlo0 $.e5or, 1a qui/n vamos a acudir2 ?M tienes palabras de vida eterna. >osotros hemos cre#do y reconocemos que tM eres el .anto de ios& '(n ;,;*+ ;,). 4arecida confesin hace san 4edro ante el pueblo de (erusal/n, pero despu/s de la resurreccin del .e5or0 $Aosotros rechazasteis al .anto y al (usto, y pedisteis que os indultasen a un asesino& 'Fch 3,19). 6a comunidad en oracin invoca a ios, diciendo0 $3n esta ciudad se han aliado Ferodes y 4oncio 4ilato con naciones y "ente de @srael contra tu santo siervo (esMs, tu Qn"ido& 'Fch 9,2D! ver, tambi/n, el verso 3: y Ap 3,D). Aemos, pues, que (esMs es proclamado santo con toda naturalidad por todos aquellos que creen en /l. 4ero aMn hay m%s. Bomo ios es santo y santifica, as# tambi/n (esMs. 8l mismo dice de s# mismo0 $4or ellos Jsus disc#pulosK me santifico a m# mismo, para que ellos tambi/n sean santificados en la verdad& '(n 1D,1,). 6a carta a los Febreos nos reafirma en el poder santificador de (esMs, el .e5or0 $3l que santifica y los santificados tienen el mismo ori"en, por lo cual no se aver"Eenza de llamarlos hermanos& 'Feb 2,11)! adem%s nos explica el modo cmo lo ha conse"uido0 $Bon un solo sacrificio llev a la perfeccin definitiva a los consa"rados& 'Feb 1:,19! cf. 13,12), es decir, a su comunidad, la @"lesia, como nos dice de nuevo la carta a los 3fesios0 $Bristo am a la @"lesia y se entre" por ella, para limpiarla con el ba5o del a"ua y la palabra, y consa"rarla, para presentar una @"lesia "loriosa, sin mancha ni arru"a ni cosa seme7ante, sino santa e irreprochable& '3f <,2<+2D). 3.3. .l .s ,ritu de Dios es santo el 3sp#ritu divino el me7or apelativo es el de N.antoO! por esto el >uevo ?estamento lo llama N3sp#ritu .antoO. 6os creyentes sabemos que ios no hay m%s que uno, que todo lo bueno que existe y sucede en la creacin y en la historia tiene como ori"en y fuente a este Mnico ios. 4ero tambi/n sabemos, porque (esMs as# nos lo ha revelado, que el ios uno y Mnico es 4adre, es Fi7o y es 3sp#ritu! insondable misterio de ios, que aceptamos, adoramos y veneramos. .in embar"o, desde los mismos or#"enes del cristianismo se ha consa"rado una manera de hablar por la cual se suele atribuir al 4adre la creacin de todo cuanto existe, por ser el ori"en por antonomasia! al Fi7o, encarnado en (esMs, la redencin de los hombres por su muerte y resurreccin! y al 3sp#ritu la santificacin y 7ustificacin de los individuos y de las comunidades. 6a distribucin tripartita es puramente convencional, pues las tres divinas personas por i"ual crean, redimen, santifican, etc. Fechas estas matizaciones, hablemos de lo que nos dice el >uevo ?estamento del 3sp#ritu en cuanto santo y santificador.
*< a1 .l .s ,ritu 2anto y la .scritura 4ara los autores del >uevo ?estamento la sa"rada 3scritura, o simplemente la 3scritura, es el Anti"uo ?estamento 'cf. 6c 29,2D.32), que sin titubear se considera obra del 3sp#ritu .anto. .an 4edro, en su primer discurso a los hermanos, dice0 $Queridos hermanos, ten#a que cumplirse lo que el 3sp#ritu .anto profetiz por medio de avid acerca de (udas, el que "ui a los que arrestaron a (esMs& 'Fch 1,1;). .e est% refiriendo a dos pasa7es del libro de los .almos, que son .al ;,,2; y 1:,,* 'cf. Fch 1,2:). Al 3sp#ritu .anto como autor inspirador de la 3scritura se cita adem%s en Fch 2*,2<! 1 4e 1,1:+12! Feb 3,D! ,,* y1:,1<. %1 .l .s ,ritu 2anto y Jess Bon relacin a (esMs hay dos momentos principales, no Mnicos, en los que los evan"elistas se5alan de manera especial la accin del 3sp#ritu .anto. 3l primero es el de su concepcin en el seno de =ar#a. Que el Fi7o de ios se ha"a hombre slo puede explicarse como obra exclusiva y maestra de ios. 6os autores la atribuyen al 3sp#ritu .anto. =ateo relata el misterio de la 3ncarnacin en el marco de un sue5o0 $3l nacimiento de (esMs el =es#as sucedi as#0 .u madre, =ar#a, estaba prometida a (os/, y antes del matrimonio, result que estaba encinta, por obra del 3sp#ritu .anto. (os/, su esposo, que era honrado y no quer#a infamarla, decidi repudiarla en privado. Ia lo ten#a decidido, cuando un %n"el del .e5or se le apareci en sue5os y le di7o0 R(os/, hi7o de avid, no ten"as reparo en aco"er a =ar#a como esposa tuya, pues lo que ha concebido es obra del 3sp#ritu .anto& '=t 1,1*+2:). 6ucas, por su parte, se vale de la aparicin del %n"el Cabriel a =ar#a para desvelar el misterio de la 3ncarnacin del Fi7o de ios en el seno de =ar#a0 $3l 3sp#ritu .anto vendr% sobre ti y el poder del Alt#simo te cubrir% con su sombra! por eso el que ha de nacer ser% santo y se llamar% Fi7o de ios& '6c 1,3<). ?ambi/n pertenecen a la primera fase de la vida del .e5or dos episodios, en los que se habla de la accin del 3sp#ritu .anto0 el de la visita de =ar#a a @sabel, $llena del 3sp#ritu .anto& '6c 1,91), y el del anciano .imen, que $se "uiaba por el 3sp#ritu .anto. 6e hab#a comunicado el 3sp#ritu .anto que no morir#a sin antes haber visto al =es#as del .e5or. =ovido, pues, por el 3sp#ritu, se diri"i al templo& '6c 2,2<+2D! ver, adem%s, 6c 1,1<.;D). 3l se"undo momento de si"nificacin trascendental en la vida de (esMs es el de su bautismo en el (ord%n, porque en /l tiene lu"ar la primera teofan#a o manifestacin de ios, es decir, la proclamacin de la filiacin divina de (esMs al comienzo de su ministerio pMblico. 6os evan"elistas descubren su visin sobrenatural, de fe, acerca de (esMs, el prota"onista absoluto de los relatos evan"/licos0 /l es el Fi7o predilecto del 4adre. 3l 3sp#ritu .anto 7ue"a un papel central en este preciso momento de la vida del .e5or. (uan, el Lautista, prepara el terreno en su discurso a los penitentes que se acercan a /l0 $ etr%s de m# viene uno con m%s autoridad que yo, y yo no ten"o derecho a llevarme sus sandalias. 3l os bautizar% con 3sp#ritu .anto y fue"o& '=t 3,11! cf. =c 1,*! 6c 3,1;! (n 1,33). 6os tres evan"elistas sinpticos describen la revelacin de ios o teofan#a con elementos claramente simblicos0 $=ientras todo el pueblo se bautizaba, tambi/n (esMs se bautiz! y mientras oraba, se abri el cielo, ba7 sobre /l el 3sp#ritu .anto en fi"ura corprea de paloma y se oy una voz del cielo0 R?M eres mi hi7o querido, mi predilecto& '6c 3,22! cf. =t 3,1;+1D! =c 1,,+11). A partir de este momento el 3sp#ritu .anto llena la vida de (esMs y (esMs se de7a "uiar por /l. 6o que se dice de /l en 6c 9,10 $(esMs, lleno de 3sp#ritu .anto, se ale7 del (ord%n y se de7 llevar por el 3sp#ritu en el
*; desierto&, vale para toda su vida pMblica, se"Mn nos dice san 4edro0 $A (esMs de >azaret lo un"i ios con 3sp#ritu .anto y poder0 discurri haciendo el bien y curando a los pose#dos del diablo, porque ios estaba con /l& 'Fch 1:,3*! cf. 6c 1:,21). ?anto se manifestaba la accin del 3sp#ritu .anto en el modo de actuar de (esMs que ne"arlo o atribuir las obras de (esMs al demonio es como ne"ar la luz del sol en pleno d#a0 $3l que blasfeme contra el 3sp#ritu .anto no tiene perdn 7am%s! antes es reo de un delito perdurable. 3s que dec#an que ten#a dentro un esp#ritu impuro& '=c 3,2,+3:! cf. =t 12,32! 6c 12,1:). c1 .l .s ,ritu 2anto y la (glesia de Jess (esMs es el fundador de su @"lesia, pero el 3sp#ritu .anto es su principio vital, su motor. 3l mismo (esMs di7o a sus disc#pulos0 $-s di"o la verdad0 os conviene que yo me vaya. .i no me voy, no vendr% a vosotros el 4ar%clito Jel 3sp#ritu .antoK! si me voy, os lo enviar/& '(n 1;,D). Bon esto est% de acuerdo lo que nos cuenta el evan"elista san (uan durante una fiesta, en la que se vert#a a"ua +probablemente alrededor del altar+. (esMs habla de Na"ua vivaO, y el evan"elista hace este comentario0 $.e refer#a al 3sp#ritu que hab#an de recibir los creyentes en /l0 todav#a no se daba el 3sp#ritu, porque (esMs no hab#a sido aMn "lorificado Jcon su muerte y resurreccinK& '(n D,3,). .an (uan es consecuente, y por esto hace coincidir la venida del 3sp#ritu .anto sobre los apstoles el mismo d#a de la resurreccin. Aquel d#a, al atardecer, se present en medio de ellos y les di7o0 $Bomo el 4adre me envi, yo os env#o a vosotros. icho esto, sopl sobre ellos y les di7o0 +Pecibid el 3sp#ritu .anto& '(n 2:,21+22). .an 6ucas, sin embar"o, hace retrasar la venida del 3sp#ritu .anto a la fiesta de 4entecost/s, cincuenta d#as despu/s del d#a de la 4ascua. 6o que para san (uan fue un acontecimiento #ntimo y silencioso, san 6ucas lo convierte en un suceso de car%cter pMblico, abierto a los o#dos y las miradas de muchos extra5os, pr%cticamente de todos los 7ud#os presentes en (erusal/n, venidos de todo el mundo conocido 'cf. Fch 2,1+11). e todas formas, /l no presenta la venida del 3sp#ritu .anto como un hecho inesperado, sino que lo prepara poco a poco con promesas formales de su env#o a los apstoles e instrucciones previas de parte de (esMs resucitado. 6as Mltimas palabras de (esMs antes de su ascensin a los cielos fueron0 $Io os voy a enviar lo que mi 4adre os prometi. Aosotros quedaos en la ciudad hasta que se%is revestidos de poder desde lo alto& '6c 29,9,! cf. Fch 1,2.<.*) 6os Fechos de los Apstoles refieren otras venidas extraordinarias del 3sp#ritu .anto0 a la comunidad apostlica de (erusal/n 'cf. Fch 9,31), a la comunidad de .amar#a 'cf. Fch *,19+ 1D), a los "entiles reunidos en casa del centurin romano Bornelio en Besarea 'cf. Fch 1:,99+ 9D! 11,1<+1;! 1<,D+*). .in embar"o, lo normal era que los cristianos en particular y las comunidades en su con7unto experimentasen con "ozo y en silencio la presencia del 3sp#ritu .anto dentro de ellos. .u fe les dec#a que ellos recib#an el don del 3sp#ritu .anto al aceptar el mensa7e apostlico 'cf. Fch <,32! 3f 1,13! 1 ?es 1,<+;), al bautizarse en el nombre del 4adre, del Fi7o y del 3sp#ritu .anto 'cf. =t 2:,1,! cf. Fch 2,3*! 1,,2+;). 4or ello, precisamente, se convert#an en templos vivos de ios, del 3sp#ritu de ios0 $1>o sab/is que sois templos de ios y que el 3sp#ritu de ios habita en vosotros2& '1 Bor 3,1;). @dea que repite san 4ablo en la misma carta0 $1>o sab/is que vuestro cuerpo es templo del 3sp#ritu .anto, que recib#s de ios y reside en vosotros2& '1 Bor ;,1,! cf. Pom <,<! 2 ?im 1,19). 3sta fe crec#a con la paz, la ale"r#a y la esperanza que les infund#a la fuerza del 3sp#ritu .anto0 $6a i"lesia entera de (udea, Calilea y .amar#a viv#a en paz, se iba construyendo con la veneracin del .e5or y crec#a animada por el 3sp#ritu .anto& 'Fch ,,31! cf. 13,<2! Pom 19,1D! 1<,13), y con la
*D oracin que les inspiraba el 3sp#ritu .anto0 $Aosotros, queridos, edificad vuestra existencia sobre la sant#sima fe, orad movidos por el 3sp#ritu .anto, manteneos en el amor de ios, esperad de la misericordia del .e5or nuestro (esucristo la vida eterna& '(ds 2:+21). Bon frecuencia las persecuciones pon#an a prueba la fe de los cristianos. 3n estos momentos dif#ciles el evan"elio les recordaba las confortadoras palabras del =aestro0 $Buando os conduzcan a las sina"o"as, 7efes o autoridades, no os preocup/is de cmo os defender/is o qu/ dir/is! el 3sp#ritu .anto os ense5ar% en aquel momento lo que hay que decir& '6c 12,11+ 12! cf. =c 13,11). A la cabeza de cada comunidad estaban sus pastores, propuestos como modelos, llenos de 3sp#ritu .anto0 3steban, el primer m%rtir cristiano, era $hombre lleno de fe y 3sp#ritu .anto& 'Fch ;,<! D,<<)! 4edro estaba tambi/n $lleno de 3sp#ritu .anto& 'Fch 9,*)! de 4ablo dice Anan#as0 $.aulo, hermano, me env#a el .e5or (esMs..., para que recobres la vista y te llenes de 3sp#ritu .anto& 'Fch ,,1D! cf. 13,,! 2:,23! 21,11)! /l personalmente escribe a los romanos que $el 3sp#ritu .anto confirma el testimonio de mi conciencia& 'Pom ,,1! cf. 2 Bor ;,;)! de Lernab/ leemos en Fch 11,290 $Bomo era hombre bueno, lleno de fe y de 3sp#ritu .anto, exhort a todos a ser fieles al .e5or de todo corazn&! por Mltimo, Lernab/ y 4ablo, miembros de la i"lesia de Antioqu#a, emprendieron el primer "ran via7e apostlico, pero, se"Mn el relator 'san 6ucas), por indicacin del 3sp#ritu .anto0 $ urante una litur"ia en honor del .e5or acompa5ada de ayuno, el 3sp#ritu .anto di7o0 RApartadme a Lernab/ y a .aulo para la tarea a la que los ten"o destinados. Ayunaron, oraron e imponi/ndoles las manos, los despidieron. As#, enviados por el 3sp#ritu .anto, ba7aron a .eleucia, de all# nave"aron a Bhipre& 'Fch 13,2+9). =. El no3:!e de Dios de:e se! @ene!"do 4orque es santo e ilustre, el nombre del .e5or debe ser venerado por todas sus criaturas inteli"entes y libres del cielo y de la tierra. 3n el cielo ya se le tributan al .e5or y a su nombre el honor y la veneracin debidos, como nos ase"ura el autor del Apocalipsis en una descripcin repleta de s#mbolos0 $>i de d#a ni de noche descansan Jlos misteriosos seres vivientesK diciendo0 .anto, santo, santo, .e5or ios todopoderoso, el que era y es y ser%. Bada vez que los seres vivientes daban "loria y honor y "racias al que estaba sentado en el trono, al que vive por los si"los de los si"los, los veinticuatro ancianos Jrepresentantes del anti"uo y del nuevo @sraelK se postraban ante el que estaba sentado en el trono, adoraban al que vive por los si"los de los si"los y depon#an sus coronas delante del trono diciendo0 i"no eres, .e5or ios nuestro, de recibir la "loria y el honor y el poder, porque creaste el universo y por tu voluntad fue creado y existi& 'Ap 9,*+11! cf. 6c 2,13+19). >uestra veneracin en la tierra se demuestra con la alabanza, bendicin, invocacin y proclamacin del nombre de ios. $.1. 3la%anza y %endicin del nom%re de Dios 6a alabanza es el elo"io en estado puro, el canto m%s desinteresado en honor del elo"iado, en nuestro caso, en honor del nombre divino, que es decir, ios mismo, sin que haya diferencias entre el Anti"uo y el >uevo ?estamento. 6as palabras del salmista as# lo manifiestan en su me7or himno0 $G.e5or due5o nuestro, qu/ ilustre es tu nombre en toda la tierraH& '.al *,2 y 1:), y hacia el final del .alterio0 $Alaben el nombre del .e5or, el Mnico nombre sublime! su ma7estad sobre el cielo y la tierra& '.al 19*,13). 6a ale"r#a de la alabanza se manifiesta frecuentemente con el canto y la danza0 $Alabad su nombre con danzas, ta5endo
** para /l panderos y c#taras& '.al 19,,3! cf. ;,,31! 1 =ac 9,33). A veces se a5aden motivos de la alabanza, como las obras maravillosas en favor del pueblo0 $.e5or, tM eres mi ios, te ensalzo y alabo tu nombre, porque realizaste maravillas& '@s 2<,1! cf. 6c 2,2:! 13,13! 1*,93! Fch 9,21)! despu/s de que (esMs curara al paral#tico, $el estupor se apoder de todos y daban "loria a ios0 sobreco"idos dec#an0 Foy hemos visto cosas incre#bles& '6c <,2;)! resucitado por (esMs el hi7o de la viuda de >a#n, $todos quedaron sobreco"idos y daban "loria a ios diciendo0 RQn "ran profeta ha sur"ido entre nosotros! ios se ha ocupado de su pueblo& '6c D,1;). ?ambi/n el amor, la fidelidad y misericordia del .e5or son motivos para alabar el nombre del .e5or0 $=e postrar/ hacia tu santuario, y alabar/ tu nombre por tu amor y fidelidad& '.al 13*,2! cf. 1:;,9D! Pom 1<,,+11)! de modo permanente y por siempre 7am%s0 $Alabar/ tu nombre sin cesar, cantar/ himnos de accin de "racias& '3clo <1,11)! $A ios, el Mnico sabio, por medio de (esucristo, sea dada la "loria por los si"los de los si"los. Am/n& 'Pom 1;,2D! cf. 1 4e 9,11! C%l 1,<! 3f 3,21! etc.). 6a bendicin es una especie de alabanza, que tambi/n se aplica al nombre del .e5or y en las mismas circunstancias. 3n un acto litMr"ico los levitas invitan al pueblo a alabar al .e5or0 $6evantaos, bendecid al .e5or, vuestro ios, desde siempre y por siempre! bendecid su >ombre "lorioso, que supera toda bendicin y alabanza& '>eh ,,<). 3n los .almos es frecuente encontrar 7untas la alabanza y bendicin al nombre del .e5or0 $Lendito sea el nombre del .e5or ahora y por siempre. e la salida del sol hasta el ocaso, sea alabado el nombre del .e5or& '.al 113,2+3). @ndistintamente el salmista se anima a s# mismo0 $4ronuncie mi boca la alabanza del .e5or, todo viviente bendi"a su santo nombre por siempre 7am%s& '.al 19<,21)! o invita a los dem%s0 $Bantad al .e5or, bendecid su nombre, pre"onad d#a tras d#a su victoria& '.al ,;,2). Suera del .alterio los individuos bendicen al .e5or con sus himnos. aniel0 $Lendito eres, .e5or, ios de nuestros padres, a ti "loria y alabanza por los si"los. Lendito tu nombre, santo y "lorioso, a /l "loria y alabanza por los si"los& ' an 3,<2)! (esMs Len .ira0 $Alzad la voz en canto de alabanza, bendecid al .e5or por sus obras, exaltad la "randeza de su nombre y alabadlo con himnos, con cantos acompa5ados de instrumentos, pronunciando aclamaciones0 6as obras de ios son todas buenas, y cumplen su funcin a su tiempo& '3clo 3,,19+1;)! ?ob#as0 $6os benditos bendecir%n el santo >ombre por los si"los de los si"los& '?ob 13,1*), y los disc#pulos de (esMs0 $Buando se acercaban a la cuesta del monte de los -livos, los disc#pulos en masa y ale"res se pusieron a alabar en voz alta a ios por todos los mila"ros que hab#an presenciado. ec#an0 RLendito en el nombre del .e5or el que viene como rey. 4az en el cielo, "loria al Alt#simo& '6c 1,,3D+3*). $.2. (n#ocacin del nom%re de Dios 6a invocacin del .e5or o de su nombre implica una peticin de auxilio! peticin que el .e5or atiende al momento por su infinita benevolencia, sea quien sea el que se la hace. .an 4ablo escribe a los romanos0 $>o hay diferencia entre 7ud#os y "rie"os! pues uno mismo es el .e5or de todos, "eneroso con todos los que lo invocan. ?odo el que invoque el nombre del .e5or se salvar%& 'Pom 1:,12+13! cf. Fch 2,21! (oel 3,<). 3l profeta @sa#as ve en lontananza el d#a en que el pueblo ser% feliz, porque habr% superado las duras pruebas histricas con la ayuda del .e5or, y por eso canta con 7Mbilo0 $Aquel d#a, recitar/is0 ad "racias al .e5or, invocad su nombre, contad a los pueblos sus haza5as, proclamad que su nombre es excelso& '@s 12,9). 6a alabanza y la invocacin no est%n re5idas, pues al que se alaba es el .e5or, plenitud total, que rebosa y est% dispuesto a hacer
*, part#cipes de sus bienes a los que se confiesan sus servidores y ami"os. 3l .e5or mismo purificar% los labios impuros, para que la alabanza sea tambi/n pura y de su a"rado0 $3ntonces purificar/ los labios de los pueblos para que invoquen todos el nombre del .e5or y le sirvan de comMn acuerdo& '.of 3,,! cf. 1 Pe *,93). Al .e5or le a"radan los corazones a"radecidos, que hacen acompa5ar sus alabanzas con la ale"r#a desbordante del canto, como hizo la incomparable (udit el d#a de su exaltacin0 $Bantad a mi ios con panderos, celebrad a mi .e5or con timbales! cantadle armoniosamente un salmo y una alabanza, enalteced e invocad su nombre& '(dt 1<,19). 3ntre los cristianos invocar el nombre de (esMs lle" a ser un si"no de identidad 'cf. Fch ,,19.21! 22,1;! 1 Bor 1,2! 2 ?im 2,22). 3l protom%rtir 3steban muri invocando el nombre de (esMs0 $=ientras lo apedreaban, 3steban hac#a esta invocacin0 N.e5or (esMs, recibe mi esp#rituO& 'Fch D,<,). $.3. )roclamacin del nom%re de Dios >i el m%s santo de nosotros, ni todos los santos de la tierra y del cielo 7untos, podemos "lorificar el nombre del .e5or nuestro ios, como es debido! slo ios puede "lorificar di"namente su nombre, como pidi (esMs0 $4adre, "lorifica tu nombre& '(n 12,2*). .in embar"o, de al"una manera podemos todav#a "lorificar al .e5or, aunque no sea como realmente se merece ios. (esMs mismo lo de7 dicho0 $=i 4adre ser% "lorificado si dais fruto abundante y sois mis disc#pulos& '(n 1<,*). e esta manera haremos brillar en nosotros la luz que hemos recibido del que es la luz del mundo 'cf. (n *,12) y di7o0 $Aosotros sois la luz del mundo... Lrille vuestra luz ante los hombres, de modo que, al ver vuestras buenas obras, "lorifiquen a vuestro 4adre del cielo& '=t <,19+1;). Al "lorificar a nuestro 4adre del cielo, reconocemos que ios es santo. Bompletamos as# el c#rculo, que abre @sa#as con las palabras del .e5or0 $3sto dice el .e5or, ios de la casa de (acob... Buando vean lo que hace mi mano en medio de ellos, santificar%n mi nombre, santificar%n al .anto de (acob& '@s 2,,23), y cierra (esMs con la peticin expresa en el 4adrenuestro0 $.antificado sea tu nombre& '=t ;,,), pues es reconocido por todos nosotros que el nombre de nuestro ios es santo y que /l es el santo por antonomasia.
K
VEN'A IA NOSOTROSJ TU REINO 6a mayor#a de los cristianos de las primeras "eneraciones de la @"lesia primitiva no hab#an conocido al .e5or en su vida mortal! sin embar"o, lo amaban intensamente, como atesti"ua san 4edro en su primera carta0 $>o lo hab/is visto, y lo am%is! sin verlo, cre/is en /l y os ale"r%is con "ozo indecible y "lorioso& '1 4e 1,*). 4or esto deseaban ardientemente que lle"ara el momento del encuentro personal con el .e5or. .an 4ablo escrib#a a los cristianos de Silipos0 $=i deseo es morir y estar con Bristo& 'Slp 1,23). 4ronto se refle7 este anhelo comMn
,: en la litur"ia eucar#stica, como lo prueba la expresin aramea Maranatha, que aparece en 1 Bor 1;,22, y puede leerse de dos maneras0 Marana;tha, N.e5or nuestro, venO y Maran;atha, Nnuestro .e5or ha venidoO. 3n La ense9anza de los doce 3 stoles o Dida/?, de comienzos del si"lo se"undo, encontramos la misma invocacin al final de su peque5o tratado sobre la celebracin eucar#stica0 $GAen"a la "racia y pase este mundoH GFosanna al ios de avidH G.i al"uno es santo, ven"aH! G3l que no lo sea, que se conviertaH Maranatha. Am/n& 'Dida/?, Y,;). 3l Apocalipsis pr%cticamente termina de la misma manera, con una invocacin equivalente en "rie"o0 $Aen, .e5or (esMs& 'Ap 22,2:). 3s evidente que los se"uidores de (esMs invocaban a su .e5or y le ped#an que viniera y se les manifestara abiertamente. As# respond#an en la pr%ctica a la recomendacin que /l en persona hab#a hecho a sus disc#pulos, al ense5arles a orar0 $Aosotros orad as#0 ... Aen"a tu reino& '=t ;,,+1:). 3l .e5or se refer#a al reino de su 4adre, que en realidad se identifica con el reino del que /l es rey. 4or tanto, pedir que ven"a el rey es pedir que ven"a su reino y viceversa, como intentaremos mostrar en el presente cap#tulo con otras muchas cosas directamente relacionadas entre s#. -. Dios es !e6 6 !ein" e nadie se puede decir con mayor propiedad que de ios que es rey. 8l es el verdadero .e5or de todo, porque es el Breador. 6eemos en el profeta @sa#as0 $As# dice el .e5or, tu redentor, que te form en el vientre0 Io soy el .e5or, creador de todo! Io slo desple"u/ el cielo, yo afianc/ la tierra. I 1qui/n me ayudaba2& '@s 99,29). ios es rey y adem%s reina. 6os salmistas lo proclaman reiteradamente0 $3l .e5or reina, vestido de ma7estad! el .e5or, vestido y ce5ido de poder. As# est% firme el orbe y no vacila& '.al ,3,1)! $ ecid a los pa"anos0 3l .e5or reina0 /l afianz el orbe, y no vacilar%! /l "obierna a los pueblos rectamente& '.al ,;,1:)! $3l .e5or reina, la tierra "oza, se ale"ran las islas innumerables& '.al ,D,1)! $3l .e5or reina, tiemblen las naciones, entronizado sobre querubines, vacile la tierra& '.al ,,,1). 3l profeta interpreta este hecho como una buena noticia, que anuncia como un buen au"urio para su pueblo0 $GQu/ hermosos son sobre los montes los pies del heraldo que anuncia la paz, que trae la buena nueva, que pre"ona la victoria, que dice a .in0 NIa reina tu iosOH& '@s <2,D). A las voces del Anti"uo ?estamento se unen las del >uevo, formando un coro armonioso y un%nime. 3n las par%bolas del reino de los cielos (esMs presenta a su 4adre como el rey0 $3l reino de los cielos se parece a un rey que decidi a7ustar cuentas con sus criados& '=t 1*,23! cf. 22,2.D). 3n la primera carta a ?imoteo y en el Apocalipsis resuenan himnos muy anti"uos de la @"lesia primera, dedicados al Mnico ios y .e5or, rey de reyes0 $Al Pey de los si"los, al ios Mnico, inmortal e invisible, honor y "loria por los si"los de los si"los. Am/n& '1 ?im 1,1D! cf. ;,1<! Ap 1<,3). 3n teor#a nada se puede oponer a la realeza de ios! pero en la pr%ctica son muchas las sombras que entenebrecen lo que deber#a ser luz esplendorosa. 3s el eterno problema del mal, que se presenta en la historia como un poder diablico, ante el cual ios mismo parece impotente. (am%s ha podido el hombre en su lar"u#sima historia explicarse el misterio de la iniquidad! slo a la luz de Bristo resucitado hemos podido intentar comprenderlo. 4arad7ica+ mente la muerte de Bristo +cima de la iniquidad+ ha vencido a la muerte y a todas las
,1 iniquidades que ella puede representar, porque por ella Bristo ha lle"ado a la resurreccin. 3l "rito de san 4ablo ante el espect%culo de la muerte vencida es el "rito de todo creyente0 $6a muerte ha sido aniquilada definitivamente. 1 nde queda, oh muerte, tu victoria2 1 nde queda, oh muerte, tu a"ui7n2 '...) Cracias sean dadas a ios, que nos da la victoria por medio del .e5or nuestro (esucristo& '1 Bor 1<,<9+<D). /. El Reino de Dios lle " con Jes>s Advertimos que Nel reino de los cielosO aparece Mnicamente en el evan"elio se"Mn san =ateo '32 veces)! en los correspondientes pasa7es paralelos de los evan"elios de =arcos '; veces) y de 6ucas '11 veces) en lu"ar de Nel reino de los cielosO leemos Nel reino de iosO. 4or esta simple constatacin deducimos que por Nel reino de los cielosO no podemos entender un lu"ar material en el firmamento que circunda el planeta ?ierra, sino que hay que interpretar Nlos cielosO de la expresin de =ateo en sentido fi"urado, pues est%n en lu"ar de ios. 3l reino de ios o de los cielos es tratado, sobre todo en boca de (esMs, como si fuera una realidad de la que se puede estar le7os o cerca. Al decir en la se"unda peticin del 4adrenuestro0 $Aen"a tu reino& '=t ,,1:! 6c 11,3), se est% presuponiendo que no est% presente. 6o mismo se supone en las palabras que el .e5or diri"e a sus disc#pulos antes de su transfi"uracin0 $-s ase"uro que hay aqu# al"unos presentes que no sufrir%n la muerte antes de ver lle"ar el reino de ios con poder& '=c ,,1! cf. =t 1;,2*! 6c ,,2D). e (os/ de Arimatea se dice que $esperaba tambi/n el reino de ios& '=c 1<,93! cf. 6c 23,<1). .in embar"o, el .e5or nos advierte de la cercan#a del reino de ios ya en las primeras palabras de su predicacin0 $3l tiempo se ha cumplido y est% cerca 'h!""iXen) el Peino de ios& '=c 1,1<! cf. =t 9,1D! 3,2). 3l mismo verbo est' cerca 'h!""iXen) lo encontramos en la instruccin de (esMs a sus disc#pulos0 $4roclamad que el reino de los cielos est' cerca& '=t 1:,D! cf. 6c 1:,,.11! 21,31! =c 11,1:! 12,39). 3n realidad, el reino de ios ya ha lle"ado con (esMs, como /l mismo nos dice0 $.i yo expulso los demonios con el 3sp#ritu de ios, es que ha lle"ado a vosotros el reino de ios& '=t 12,2*! cf. 6c 11,2:! adem%s, Ap 11,1<! 12,1: y Feb 12,2*). 4. Jes>s "n1nci" l" 81en" No5ici" del Reino .e"Mn el evan"elio de san =arcos as# empieza la predicacin de (esMs0 $Buando arrestaron a (uan, (esMs se diri"i a Calilea a proclamar la Luena >oticia Jel 3van"elioK de ios. ec#a0 +el tiempo se ha cumplido y est% cerca el reino de ios! convert#os y creed en la buena noticia& '=c 1,19+1<). A pesar de la brevedad notable del mensa7e de (esMs, /ste contiene una mirada al pasado, otra al futuro inmediato y otra al presente decisivo. Mirada al asado. Bon (esMs ha lle"ado el momento del cumplimiento. 6os anti"uos 4rofetas muchas veces tuvieron la misin de anunciar lo venidero0 el futuro incierto, la salvacin se"ura o el casti"o inminente0 $=irad que lle"an d#as dor%culo del .e5ord en que har/ tal y tal&. 3l pueblo de @srael estaba acostumbrado a este "/nero de or%culos y de promesas, y m%s aMn en tiempos de nuestro .e5or, en que abundaba la literatura apocal#ptica, b#blica y extra+b#blica, penetrada de expectativas escatol"icas 'cf. 6c 2, 2<+3*). (esMs proclama que el tiempo determinado por ios se ha cumplido. Ahora comienza al"o nuevo absoluto, que sur"e y brota del pasado que ha lle"ado a plenitud. 3l si"no externo visible ha sido el encarcelamiento de (uan. 6a voz del precursor calla, ya no cuenta, ha terminado su
,2 misin! el camino, sin embar"o, lo ha de7ado preparado, el tiempo es sazn. 6os evan"elistas tienen conciencia de esta l#nea divisoria entre (uan y (esMs. 6ucas lo subraya como un hito importante en su teolo"#a0 $6a 6ey y los 4rofetas lle"aron hasta (uan! desde entonces se anuncia el reino de ios& '6c 1;,1;! cf. =t 11,12+13). Mirada al "uturo inmediato. Bon la aparicin de (esMs en la escena pMblica ya lle"a el reino de ios. Al tiempo anterior de la espera, de la promesa, sucede el tiempo nuevo del reino de ios. 3xist#a una venerable tradicin en @srael acerca del reinado y dominio perpetuo de ios sobre la creacin entera. 3n tiempos m%s cercanos al >uevo ?estamento se esperaba ansiosamente la inau"uracin del dominio universal del ios de @srael sobre los poderes de los imperios y del mal. 6a proclamacin de (esMs en =c 1,1< dice que ya se acerca el momento del reinado de ios. .in embar"o, van a quedar defraudados los que esperaban un reinado mesi%nico meramente pol#tico. 3l reino o reinado de ios, que (esMs anuncia, es de otro tipo, que intentaremos precisar m%s adelante. Mirada al resente0 $Breed en la Luena >oticia& '=c 1,1<). 3n el momento en que el evan"elista escribe esto ya est% suficientemente determinado en qu/ consiste esta Luena >oticia. =arcos escribe en y a una comunidad que cree en (esMs resucitado. 6a experiencia de los que conocieron al (esMs pre+pascual se ha enriquecido con la experiencia pascual y con la fe compartida en la comunidad de creyentes en Bristo durante toda la primera "eneracin. Breer en la Luena >oticia es creer en el mensa7e de (esMs, no slo en el mensa7e contenido en su palabra, sino, principalmente, en el mensa7e que es (esMs mismo0 Luena >ueva, ale"re noticia, en palabras de 4edro0 $(esMs de >azaret, un"ido por ios con la fuerza del 3sp#ritu .anto, que pas haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque ios estaba con /l& 'Fch 1:,3*). 3l reino de ios, cuya lle"ada (esMs anuncia, forma parte esencial de la buena nueva o evan"elio de ios y supone la superacin y la destruccin del poder del demonio. =t y 6c han conservado una palabra de (esMs en la controversia con los fariseos sobre la accin exorcista de (esMs, que =c no ha reco"ido, pero que refle7a muy bien su modo de pensar0 $.i por el dedo de ios expulso yo los demonios, es que ha lle"ado a vosotros el reino de ios& '6c 11,2:). =t 12,2* sustituye Nel dedo de iosO por Nel 3sp#ritu de iosO. 6a si"nificacin es la misma0 el poder de ios, su 3sp#ritu, opera en (esMs. 4or esto con (esMs ha comenzado ya el reino de ios. >o se comprende rectamente la misin de (esMs ni el evan"elio, si se prescinde de la presencia del Peino de ios en la accin de (esMs. icho de otra manera0 no se puede entender debidamente la accin de (esMs, si en ella no se descubre la presencia del 3sp#ritu y del poder de ios, que es el comienzo de su reinado real entre nosotros. 3ste descubrimiento forma parte de la ale"re noticia que (esMs anunci sin cesar0 $(esMs recorr#a toda la Calilea ense5ando en las sina"o"as, proclamando la Luena >oticia del Peino y curando entre el pueblo toda clase de enfermedades y dolencias& '=t 9,23! cf. 6c *,1! ,,11), y vaticin que se se"uir#a anunciando despu/s de /l0 $6a Luena >oticia del Peino se proclamar% a todas las naciones, y entonces lle"ar% el final& '=t 29,19). e hecho, as# sucedi bien pronto, empezando por 4alestina. e Selipe, el helenista, que predicaba por .amar#a, nos dicen los Fechos de los Apstoles0 $Buando creyeron a Selipe, que les anunciaba la Luena >oticia del Peino de ios y el nombre de (esucristo, hombres y mu7eres se bautizaban& 'Fch *,12). 3l intr/pido san 4ablo recorri varias veces parte de .iria, del Asia =enor y de Crecia, y por todas ellas difundi la Luena >oticia del Peino y fund muchas i"lesias, que continMan
,3 todav#a. 3n Poma estuvo detenido durante dos a5os! all# $recib#a a cuantos acud#an a /l y proclamaba el reino de ios y ense5aba lo concerniente al .e5or (esucristo con toda libertad y sin estorbo& 'Fch 2*,3:+31! cf. 2*,23). =uy probablemente san 4ablo vendr#a a 3spa5a, como era su expl#cito deseo 'cf. Pom 1<,29.2*), y confirma la tradicin. e esta manera, ya en el si"lo primero, la Luena >oticia del Peino de ios se extendi por toda la cuenca mediterr%nea, y desde aqu# se ha difundido a todas las naciones de la tierra. =. En 01 consis5e l" 81en" No5ici" del Reino 6as par%bolas del reino de ios o de los cielos son, a nuestro 7uicio, la fuente principal que tenemos para conocer lo que (esMs piensa sobre el reino de ios, el que pedimos en el 4adrenuestro que ven"a a nosotros. 3l comienzo de todas ellas es bastante si"nificativo0 $3l reino de los cielos se parece a...&. 3l .e5or, como buen maestro, busca t/rminos de comparacin que sean f%cilmente comprensibles por un auditorio, compuesto "eneralmente por "ente de poca o nin"una cultura, dedicada a las labores del campo, del mar, de la casa. 4ero, adem%s de las par%bolas de los evan"elios, los otros escritos del >uevo ?estamento tambi/n nos ayudan a comprender en qu/ consiste la Luena >oticia del Peino, pues todos ellos "iran en torno a (esMs, el Fi7o de ios hecho hombre, y a su mensa7e. $.1. La 4uena !oticia del 5eino es misterio 3l reino de los cielos no es al"o visible y concreto que pueda se5alarse con el dedo para ser tocado! pertenece al %mbito de los misterios de ios, que (esMs da a conocer a los oyentes en "eneral por medio de comparaciones, seme7anzas, par%bolas! a los oce y disc#pulos m%s cercanos directa y abiertamente 'cf. =c 9,11! =t 13,11! 6c *,,+1:). 4ero la dificultad de comprensin es la misma para unos y otros, pues las cosas de ios, entre las que est% la Luena >oticia del Peino, no de7an de pertenecer al %mbito de lo misterioso, aunque sea el mismo .e5or el que nos hable de ellas. Fasta puede suceder que el hombre reciba en su corazn el mensa7e de (esMs, pero /ste no produzca el fruto apetecido por las dificultades internas y externas, y por nuestra falta de colaboracin, como expl#citamente ense5a el .e5or en la explicacin ale"rica de la par%bola del sembrador 'cf. =t 13,1,+22! =c 9,19+1,! 6c *,11+ 19). $.2. La 4uena !oticia del 5eino tiene un #alor inestima%le 6a variedad de las par%bolas es considerable! sin embar"o, esta variedad no es suficiente para poner de manifiesto la riqueza ina"otable de la Luena >oticia del Peino de ios, como parecen indicar las pre"untas que hace el .e5or antes de proponer al"unas par%bolas0 $1Bon qu/ compararemos el reino de ios2, 1con qu/ par%bola lo explicaremos2& '=c 9,3:! cf. 6c 13,1*.2:). Bada una de las par%bolas nos descubre uno o varios de los infinitos aspectos de que consta el reino de los cielos, el reino de ios. 3n dos de ellas nos habla el .e5or de su valor inestimable, compar%ndolo con dos ma"nitudes de valor indiscutible y de si"nificacin casi m#tica, a saber, con un tesoro escondido y con una perla preciosa0 $3l reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo0 lo descubre un hombre, lo vuelve a esconder y, todo contento, vende todas sus posesiones para comprar aquel campo. ?ambi/n se parece el reino de los cielos a un mercader en busca de perlas finas0 al descubrir una perla de "ran valor, va, vende todas sus posesiones y la compra& '=t 13,99+9;). 3s decir, que al reino de los cielos no se le puede poner precio, no se le puede valorar con nuestras cate"or#as mercantiles.
,9 .u valor es tal que supera sin medida lo m%s apreciado entre nosotros! ni todas nuestras posesiones 7untas, sean las que sean, lo pueden i"ualar. ?anto el evan"elio como san 4ablo lo ponen entre los dones del 3sp#ritu .anto0 $3l Peino de ios no es comida ni bebida, sino 7usticia, paz y "ozo en el 3sp#ritu .anto& 'Pom 19,1D! cf. 1 Bor 9,2:)! por esto el .e5or nos recomienda0 $Luscad ante todo el reino de ios y su 7usticia, y todo lo dem%s se os dar% por a5adidura& '=t ;,33! cf. 6c 12,31+32). $.3. Jess es arte central de la 4uena !oticia del 5eino Ia ha quedado suficientemente demostrado en los p%rrafos anteriores que (esMs forma parte del 3van"elio o Luena >oticia. ec#amos y repetimos0 $Breer en la Luena >oticia es creer en el mensa7e de (esMs! no slo en el mensa7e contenido en su palabra, sino, principalmente, en el mensa7e que es (esMs mismo0 Luena >ueva, ale"re noticia& '\ 3). >os detenemos ahora en un aspecto esencial del Peino de ios. 3l Peino de ios es el Peino del 4adre! en este Peino del 4adre el Fi7o encarnado, (esMs, es corre"ente, es decir, es tambi/n Pey, por lo que la 3scritura habla de $reino de Bristo y de ios& '3f <,<). 6os autores sa"rados se valen de la ima"en de la entronizacin re"ia, y la trasladan simblicamente a la esfera celestial, donde colocan a (esucristo en la plenitud de su "loria0 (esucristo $subi al cielo y est% sentado a la diestra de ios& '1 4e 3,22)! $.i hab/is resucitado con Bristo, buscad lo de arriba, donde Bristo est% sentado a la diestra de ios& 'Bol 3,1! cf. Pom *,39! 3f 1,2:! Feb 1,3! *,1! 1:,2). A (esucristo "lorioso tambi/n se aplican libremente pasa7es del Anti"uo ?estamento sobre la realeza de ios0 $3n el manto y sobre el muslo lleva escrito un t#tulo0 Pey de reyes y .e5or de se5ores& 'Ap 1,,1;! cf. 1D,19 J an 2,9DK! ver, tambi/n, Ap 1,< J.al *,,2*K). 3n realidad, (esMs es rey por doble motivo0 por ser el Fi7o $a quien el 4adre constituy heredero de todo& 'Feb 1,2), tambi/n de su reino 'cf. =t 21,3D+3*! =c 12,D! 6c 2:,19! 22,2,+ 3:)! y por ser el descendiente o hi7o del rey avid. 3l %n"el de la anunciacin dice expresamente a =ar#a que el hi7o de sus entra5as, (esMs, $ser% "rande, se llamar% Fi7o del Alt#simo y el .e5or ios le dar% el trono de avid, su padre! reinar% sobre la casa de (acob por los si"los y su reino no tendr% fin& '6c 1,32+33). el reino del Fi7o, nuestro .e5or (esucristo, son numerosos los testimonios del >uevo ?estamento. 3l autor de la carta a los Febreos aplica a (esucristo, el Fi7o, el .almo que dice0 $?u trono, oh ios, permanece para siempre, cetro de rectitud es tu cetro real& 'Feb 1,*, que cita a .al 9<,D! ver, tambi/n, 2 ?im 9,1.1*! 2 4e 1,11). A los colosenses escribe san 4ablo que el 4adre $os arranc del poder de las tinieblas y os traslad al reino de su Fi7o querido& 'Bol 1,13). 3ste reino, que el 4adre ha entre"ado al Fi7o querido, ha de perdurar, se"Mn afirma san 4ablo, $hasta que pon"a a todos sus enemi"os ba7o sus pies& '1 Bor 1<,2<). Buando esto suceda, (esucristo, el Fi7o, devolver% el reino a ios 4adre 'cf. 1 Bor 1<,29). e esta forma el c#rculo se cerrar%, y con /l la historia. 3ntonces ios reinar% sobre todos y para siempre 'cf. 1 Bor 1<,2*). $.$. Jess es reconocido rey or los e#angelistas >o pod#a ser de otra manera entre los creyentes en (esucristo resucitado0 ios 4adre lo ha constituido por su resurreccin .e5or universal, pues le ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra 'cf. =t 2*,1*). 3n los evan"elios se aplica a (esMs el t#tulo de rey desde los relatos de la infancia hasta los de la pasin y muerte del .e5or. A los ma"os de oriente o#mos pre"untar in"enuamente0 $1 nde est% el rey de los 7ud#os reci/n nacido2 Aimos su estrella en
,< oriente y venimos a adorarle& '=t 2,2). Ia en la vida pMblica, >atanael, uno de los primeros disc#pulos, confiesa asombrado0 $=aestro, tM eres el Fi7o de ios, tM eres el rey de @srael& '(n 1,9,). espu/s de la multiplicacin de los panes, la muchedumbre exaltada ve en (esMs al profeta esperado0 entonces $(esMs, conociendo que pensaban venir para llev%rselo y proclamarlo rey, se retir de nuevo al monte, /l solo& '(n ;,1<). 4ero donde se acumulan los testimonios evan"/licos en favor de la realeza de (esMs es en el relato de su pasin y muerte. 6a fe de los autores sa"rados descubre en la mayor humillacin de (esMs su m%s excelsa naturaleza. 3l relato de la pasin del .e5or se prepara con el de la entrada solemne de (esMs en (erusal/n al comenzar la Mltima semana de su vida. 6os cuatro evan"elistas concuerdan en lo esencial0 la muchedumbre aclama a (esMs como al rey mesi%nico0 $GFosana, bendito en nombre del .e5or el que viene, el rey de @sraelH (esMs encontr un borrico y mont en /l, se"Mn est% escrito0 N>o temas, hi7a de .in! mira que lle"a tu rey montado en un pollino de asnaO& '(n 12,13+1<! cf. =t 21,,! =c 11,,+1:! 6c 1,,3*). urante el proceso de (esMs ante los tribunales reli"ioso y civil se proclama por activa y por pasiva que (esMs es rey, pero no al estilo de los reyes de la tierra. 3n pleno proceso ante 4ilato las palabras de (esMs son tan claras como el sol0 $=i reino no es de este mundo! si mi reino fuera de este mundo, mis servidores habr#an peleado para que no fuese entre"ado a los 7ud#os. Ahora bien, mi reino no es de aqu#. 6e di7o 4ilato0 R3ntonces, 1tM eres rey2 Bontest (esMs0 R6o que dices. Io soy rey. Io para esto he nacido, para esto he venido al mundo, para atesti"uar la verdad. Quien est% por la verdad escucha mi voz& '(n 1*,3;+3D). Ante el .anedr#n, Bonse7o supremo reli"ioso de los 7ud#os, (esMs responde a la pre"unta del sumo sacerdote de si /l es el =es#as0 $?M lo has dicho. I yo os di"o que desde ahora ver/is al Fi7o del Fombre sentado a la derecha del ?odopoderoso y lle"ando en las nubes del cielo& '=t 2;,;9! cf. =c 19,;2! 6c 22,;D+;,). 3l Bonse7o de los 7ud#os condena a muerte a (esMs, que es llevado ante 4ilato, procurador romano, para que esta sentencia se pueda cumplir. Ia en el tribunal, lo acusan de sedicin0 $Femos encontrado a /ste a"itando a nuestra nacin, oponi/ndose a que pa"uen tributo al B/sar y declar%ndose =es#as rey& '6c 23,2). Crav#sima acusacin, que se casti"aba con la muerte. 4ilato, intri"ado, interro"a a (esMs0 $13res tM el rey de los 7ud#os2 Bontest (esMs0 R?M lo dices& '=t 2D,11! cf. =c 1<,2! 6c 23,3! (n 1*,33). 4or el di%lo"o que si"ue +lo refle7a san (uan+ 4ilato se da cuenta de que el @mperio no tiene en (esMs un competidor! por eso propone al pueblo su indulto0 $1Quer/is que os suelte al rey de los 7ud#os2& '=c 1<,,! cf. 1<,12! (n 1*03,). 3l pueblo alborotado rechaza al que le es presentado como su rey0 $Aqu# ten/is a vuestro rey& '(n 1,,19)! en cambio, pide la libertad para un malhechor, Larrab%s, y la muerte en cruz para (esMs 'cf. (n 1,,12.1<). 4ilato se lava las manos como un cobarde y les entre"a a (esMs, para que lo crucifiquen 'cf. =t 2D,29+2;). 6os soldados, entonces, improvisan una escena de burla y escarnio0 $?renzando una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza, y una ca5a en la mano diestra. espu/s, burl%ndose, se arrodillaban ante /l y dec#an0 NG.alve, Pey de los 7ud#osHO& '=t 2D,2,! cf. =c 1<,1*! (n 1,,3). 6a orden del procurador se cumple0 (esMs es elevado sobre la tierra, clavado en una cruz. 6a causa de esta condena a muerte fue "rabada en una tablilla, que colocaron en lo alto de la cruz0 $(esMs el >azareno, Pey de los 7ud#os& '(n 1,,1,! cf. =t 2D,3D! =c 1<,2;! 6c 23,3*), a pesar de las protestas de los sumos sacerdotes ante 4ilato0 $>o escribas Pey de los (ud#os, sino0 Fa dicho, soy rey de los 7ud#os& '(n 1,,21). Bonsumada su obra, los sumos
,; sacerdotes se burlan del que est% derramando su san"re por ellos y por el mundo entero, y profieren estas bravatas0 $3l =es#as, el rey de @srael, ba7e ahora de la cruz para que lo veamos y creamos& '=c 1<,32! cf. =t 2D,92! 6c 23,2D). (esMs no ba7a de la cruz, sino que muere en ella, y ah# est% su "randeza. 6a muerte es la prueba m%s evidente de la debilidad humana. (esMs, como Fi7o del hombre, la sufri +y qu/ muerte+ 08l, $a pesar de su condicin divina, no hizo alarde de ser i"ual a ios! sino que se vaci de s# y tom la condicin de esclavo, haci/ndose seme7ante a los hombres. I mostr%ndose en fi"ura humana se humill, se hizo obediente hasta la muerte, una muerte en cruz& 'Slp 2,;+*). 4ero (esMs es tambi/n Fi7o de ios, y por eso $ ios lo exalt y le concedi el nombre sobre todo nombre, para que al nombre de (esMs, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en el abismo! y toda len"ua confiese que (esucristo es .e5or para "loria de ios 4adre& ''Slp 2,,+11). 6a realeza de (esMs deriva directamente de su naturaleza divina, que se muestra esplendorosa en su resurreccin. (esucristo resucitado es nuestro verdadero Pey y .e5or, que, en su plan de salvacin, quiere hacernos part#cipes de su reino, el reino de su 4adre, al que nos referimos al pedir en el 4adrenuestro0 NAen"a a nosotros tu reinoO. A. Des5in"5"!ios de l" 81en" No5ici" del Reino 1A qui/n diri"e el .e5or su mensa7e de salvacin, el 3van"elio o Luena >oticia del Peino2 1Bu%l es el auditorio de sus ense5anzas2 1Qui/nes son las personas con las que comparte su traba7o, su tiempo, sus ilusiones, sus fracasos2 1A qui/nes eli"e como sus principales colaboradores2 1A qui/nes invita para que sean sus disc#pulos2 1Acaso a los m%s dotados, a los me7or preparados, a los m%s poderosos e influyentes en la sociedad2 A este respecto los hechos y palabras del .e5or son inequ#vocos, como vemos a continuacin. &.1. Los destinatarios de la 4uena !oticia del 5eino somos todos Qna de las conclusiones m%s claras y rotundas de las palabras del .e5or en las par%bolas del reino de los cielos es que nadie queda excluido de /l, porque todos son invitados a entrar en /l, a todos lle"a la invitacin del .e5or 'cf. =t 29,19), y todos los invitados tienen la posibilidad de aceptar la invitacin. 6as bellas im%"enes de las par%bolas del .e5or encierran, dentro de su variedad, un mensa7e simple y claro0 darnos a conocer cu%l es la finalidad de su venida al mundo, que no es otra que la de nuestro mayor bien, la de nuestra salvacin, como nos dice san (uan0 $ ios no envi a su Fi7o al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por /l& '(n 3,1D)! de lo cual estaba convencido san 4ablo, se"Mn escribe a ?imoteo0 ios nuestro salvador $quiere que todos los hombres se salven y lle"uen a conocer la verdad& '1 ?im 2,9). 6as par%bolas ilustran esta voluntad soberana del .e5or y consi"uen que todo el mundo la comprenda. 6a par%bola del rey que celebra la boda de su hi7o 'cf. =t 22,2+1:) expresa ma"istralmente que el reino de ios es para todos. 3l rey desea que la boda sea una fiesta, en la que participen sus sMbditos. A todos los invita con tiempo y, cuando lle"a la hora del banquete, llama a los invitados una y otra vez por medio de enviados especiales. 3llos, sin embar"o, no quieren venir al banquete. 3l rey, entonces, manda abrir de par en par las puertas del saln a todo el mundo indiscriminadamente, a malos y buenos. $I el saln se llen de convidados& '=t 22,1:! ver tambi/n la par%bola de la red barredera0 =t 13,9D+9*). 6a interpretacin de la par%bola no ofrece especial dificultad0 el rey es ios 4adre! el Fi7o es el
,D Aerbo, cuya encarnacin +$y el Aerbo se hizo carne& '(n 1,19)+ se concibe como una unin matrimonial, que merece celebrarse con una "ran fiesta, a la que estamos invitados todos los hombres sin excepcin, $malos y buenos&. 3n otra par%bola del reino a ios, nuestro 4adre, se le identifica con un "ran se5or, propietario de una vi5a, que contrata personalmente a cualquier hora del d#a a todo el que no tiene traba7o 'cf. =t 2:,1+1;). e la par%bola nos interesa subrayar que el due5o no pone condiciones para traba7ar en la vi5a, que todos son aptos para el traba7o y que a todos se les pa"a con 7usticia. .i comparamos la par%bola del evan"elio con el canto a la vi5a del profeta @sa#as, observamos al"unas diferencias bastante notables. 3n @sa#as dice el .e5or0 $6a vi5a del .e5or de los e7/rcitos es la casa de @srael, son los hombres de (ud% su plantel preferido& '@s <,D)! en la par%bola del evan"elio la vi5a no tiene fronteras que la reduzcan a un pueblo concreto, a una nacin determinada. ?ampoco los traba7adores contratados pertenecen a un pueblo particular, a una raza privile"iada! ni los contratados a primera hora ni los de la Mltima. 3l .e5or ha querido de7ar bien claro que todos los hombres, por el hecho de serlo, est%n invitados a participar activamente en el traba7o de su vi5a +su creacin+, que se extiende a lo lar"o y ancho de la tierra, sin limitaciones en el tiempo0 mientras la vi5a sea vi5a, es decir, hasta el final de los tiempos. 3l .e5or de la vi5a, ios nuestro 4adre, est% por encima de las convenciones humanas. 8l no es in7usto, pero su misericordia sustituye nuestro limitado concepto de 7usticia. 4or esto la remuneracin del .e5or a sus servidores sobrepasa infinitamente la equidad, como su misericordia a nuestros m/ritos, porque /l mismo se incluye en la recompensa, como insinMa el profeta @sa#as0 $=irad, viene con /l su salario, y su recompensa lo precede& '@s 9:,1:). .an 4ablo, hacia el final de su vida, confiesa su fe inquebrantable en el .e5or por el que ha traba7ado en su vi5a, que la compara a un estadio, hasta el punto de estar dispuesto a derramar su propia san"re0 $3n cuanto a m#, ya hacen de m# una libacin y la hora de la partida es inminente. Fe peleado la noble pelea, he terminado la carrera, he mantenido la fe. .lo me espera la corona de la 7usticia, que el .e5or como 7usto 7uez me entre"ar% aquel d#a. I no slo a m#, sino a cuantos desean su manifestacin& '2 ?im 9,;+*). &.2. )ero Jess tiene sus re"erencias Bada uno de nosotros tiene sus "ustos, sus preferencias, que manifiestan lo que llevamos en el corazn, lo que cada uno es! tambi/n en esto el .e5or se aseme7 a nosotros. Bomo verdadero hombre que era, ten#a su particular sensibilidad, sus sentimientos, que, al manifestarlos con hechos y palabras, revelaba lo m%s #ntimo de s# mismo, pues, como /l mismo di7o0 $ e lo que rebosa el corazn habla la boca& '6c ;,9<! =t 12,39). 3l .e5or (esMs tuvo una preferencia fundamental por los m%s pobres y desvalidos de la sociedad, que no pudo ni quiso disimular. 3s la misma preferencia que el .e5or ios manifest en el Anti"uo ?estamento, a lo lar"o y ancho de la 6ey, de los 4rofetas y de los .abios. 3n la 6ey el .e5or se presenta como abo"ado y defensor de los m%s abandonados de la sociedad0 $>o oprimir%s ni ve7ar%s al emi"rante, porque emi"rantes fuisteis vosotros en 3"ipto. >o explotar%s a viudas ni a hu/rfanos, porque si los explotas y ellos "ritan a m#, yo les escuchar/& '3x 22,2:+22). 6a 6ey desciende a detalles de la vida real0 $.i tomas en prenda la capa de tu pr7imo, se la devolver%s antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo y para acostarse. .i "rita a m#, yo le escuchar/, porque yo soy compasivo& 'ex 22,2<+2;). 3l le"islador pone en boca del .e5or preceptos y conse7os que pretenden
,* modelar el corazn de los israelitas a seme7anza de ios, el .e5or de todos0 $.i hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una ciudad tuya, en esa tierra tuya que va a darte el .e5or, tu ios, no endurezcas el corazn ni cierres la mano a tu hermano pobre. fbrele la mano y pr/stale a la medida de su necesidad... ale, y no de mala "ana, pues por esa accin bendecir% el .e5or, tu ios, todas tus obras y todas tus empresas. >unca de7ar% de haber pobres en la tierra! por eso yo te mando0 Abre la mano a tu hermano, a tu pobre, a tu indi"ente de tu tierra& ' t 1<,D+11). Al"unos preceptos son especialmente conmovedores y de una actualidad indiscutible0 $>o explotar%s al 7ornalero, pobre y necesitado, sea hermano tuyo o emi"rante que vive en tu tierra, en tu ciudad! cada 7ornada le dar%s su 7ornal, antes que el sol se pon"a, porque pasa necesidad y est% pendiente del salario. .i no, apelar% al .e5or, y tM ser%s culpable& ' t 29,19+1<). 6os 4rofetas fusti"an duramente a los "obernantes que no se a7ustan a derecho0 $GAy de los que decretan decretos inicuos..., que de7an sin defensa al desvalido y nie"an sus derechos a los pobres de mi pueblo, que hacen su presa de las viudas y saquean a los hu/rfanosH& '@s 1:,1+2! cf. (er 22,3! Am 2,;+D! 9,1! Vac D,1:! =al 3,<). (erem#as arremete contra el imp#o rey (oaqu#n, al que le recuerda la conducta sin tacha de su padre, el rey (os#as0 /l $hizo 7usticia a pobres e indi"entes, y eso s# que es conocerme +or%culo del .e5or+& '(er 22,1;). 6os .abios, por su parte, se manifiestan a favor de la 6ey y los 4rofetas0 $ ichoso quien se apiada de los pobres& '4rov 19,21). 6as motivaciones que se aducen a este respecto en el libro de los 4roverbios son todas de orden reli"ioso0 $Quien se burla del pobre afrenta a su Facedor, quien se ale"ra de la des"racia no quedar% impune& '4rov 1D,<)! $Quien se apiada del pobre presta al .e5or, y /l le dar% su recompensa& '4rov 1,,1D)! $>o explotes al pobre, porque es pobre! no atropelles al des"raciado en el tribunal, porque el .e5or defender% su causa y despo7ar% de la vida a los que lo despo7an& '4rov 22,22+23). 6as reflexiones de (esMs Len .ira o 3clesi%stico sobre la situacin del pobre en la sociedad se fundamentan en la experiencia real del d#a a d#a! como /sta es la misma ayer y hoy, al o#rle a /l, parece que estamos escuchando a un maestro de nuestros d#as. 3n la sociedad conviven el rico y el pobre. Al sabio le preocupa no slo describir las relaciones que de hecho se dan entre ricos y pobres, sino recomendar adem%s las que deber#an darse. Buando (esMs Len .ira pre"unta0 $14ueden tratarse la hiena y el perro2 1pueden tratarse el rico y el pobre2& '3clo 13,1*), la pre"unta retrica no pretende suavizar una realidad cruel0 que el rico y el pobre se llevan como la hiena y el perro, o peor aMn, como el lobo y el cordero 'cf. 3clo 13,1D). 6a realidad social del tiempo de (esMs Len .ira se parece m%s a la vida salva7e entre las fieras que a la convivencia entre seres racionales, entre personas, entre hermanos0 $3l asno salva7e es presa del len, el pobre es pasto del rico& '3clo 13,1,). Bon el correr de los si"los no hemos me7orado0 se"uimos mordi/ndonos, mat%ndonos unos a otros. 3l cuadro que (esMs Len .ira nos hace de la sociedad de su tiempo podr#a pasar como el retrato de la nuestra0 $?ropieza el rico, y su vecino lo sostiene, tropieza el pobre, y su vecino lo empu7a! habla el rico, y muchos lo aprueban, y encuentran elocuente su hablar desma5ado! se equivoca el pobre y le dicen0 vaya, vaya! habla con acierto, y no le hacen caso! habla el rico y lo escuchan en silencio, y ponen por las nubes su talento! habla el pobre, y dicen0 1qui/n es2! y si cae, encima lo empu7an& '3clo 13,21+23! ver, adem%s 13,3+D). 1Qui/n no se ha sentido ofuscado por el brillo del oro y atra#do por el hechizo de las riquezas2 1Qui/n no ha experimentado la sensacin de se"uridad que da el dinero2 (esMs Len
,, .ira da un toque de atencin0 $>o conf#es en tus riquezas ni di"as0 N=e basto a m# mismoO& '3clo <,1! cf. v.*), pues $de la noche a la ma5ana cambia la situacin0 ante el .e5or todo pasa aprisa& '3clo 1*,2;). Bomo medida de prudencia0 $=%s vale vida pobre al reparo del propio techo que banquete en casa a7ena! cont/ntate con lo que tienes, poco o mucho, y no oir%s las burlas de la vecindad& '3clo 2,,22+23). 4obre, pero honrado0 $4rocede en todo con moderacin y no sufrir%s des"racias& '3clo 31,22b), al menos irreparables. &.3. Los o%res son e#angelizados (esMs, Fi7o del hombre, est% enraizado en la buena tierra de la tradicin secular de @srael, que se recuerda y se hace presente cada s%bado en la sina"o"a de su pueblo, y cada d#a en el ambiente piadoso y sano de su ho"ar familiar. Buando por fin lle"a para el .e5or el tiempo de la madurez, el de su vida pMblica, (esMs se aplica la profec#a de @sa#as0 $3l 3sp#ritu del .e5or sobre m#, porque /l me ha un"ido para que d/ la buena noticia a los pobres...& '6c 9,1*! ver @s ;1,1J6YYK). 6a mayor#a de los palestinos, contempor%neos de (esMs, pertenecen a una poblacin de nivel medio ba7o, explotada ferozmente por el poder pol#tico extran7ero y por las clases privile"iadas del pa#s. A esta sufrida mayor#a va diri"ida en primer lu"ar la Luena >oticia de (esMs0 $Lienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de ios& '6c ;,2:). 3l primer "ran discurso de (esMs y, sin duda, el m%s importante en el evan"elio se"Mn san =ateo, el llamado sermn de la monta5a, empieza con la 7oya inestimable de las Lienaventuranzas. 3llas contienen la quintaesencia de la doctrina del .e5or, lo m%s exquisito del evan"elio, donde se retrata m%s fielmente el aut/ntico esp#ritu del .e5or0 $Lienaventurados los pobres en el esp#ritu, porque de ellos es el reino de los cielos& '=t <,3). .an 6ucas dice escuetamente0 $Lienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de ios& '6c ;,2:), es decir, a vosotros los pobres os pertenece el reino de ios. 3n todos los tiempos, tambi/n ahora, pobre es todo aquel que carece de los bienes de la tierra necesarios para poder subsistir. 6a persona que vive en este estado de necesidad es un ser desvalido, materialmente dependiente de la ayuda de sus seme7antes, con la vida siempre en peli"ro. Buando (esMs dice0 $Lienaventurados los pobre&, 1se est% refiriendo a esta cate"or#a de personas, las m%s d/biles, fr%"iles y desvalidas de la sociedad2 As# lo est% requiriendo la alt#sima sensibilidad del .e5or ante el sufrimiento y las necesidades de los m%s des"raciados y menospreciados. 6a evan"elizacin de los pobres es una de las se5ales de identidad del =es#as de ios, como se desprende del pasa7e en que (uan el Lautista env#a a dos de sus disc#pulos a que pre"unten a (esMs si es /l el que hab#a de venir o hay que esperar a otro. (esMs responde con hechos0 $@d a informar a (uan de lo que o#s y veis0 6os cie"os recobran la vista, los co7os caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Luena >oticia& '=t 11,9+<). 6a Luena >oticia a los pobres, excluidos de los reinos de la tierra, es que a ellos est% reservado el Peino de los cielos por disposicin de ios. 6os reinos de este mundo son de los fuertes, de los poderosos, de los violentos, de los duros de corazn, de los que construyen imperios sobre las ruinas y los cad%veres de sus adversarios. (esMs es y representa todo lo contrario. 4or eso los que le si"uen y son como /l participan de su amistad y de su reino, el Peino de ios, especialmente si por ello son perse"uidos0 $Lienaventurados los perse"uidos por causa de la 7usticia, porque de ellos es el Peino de los Bielos& '=t <,1:). .6cursus so%re los ricos y las ri-uezas
1:: Que los pobres de la tierra sean los preferidos del .e5or no quiere decir que los que no son pobres est/n excluidos de su reino. urante el tiempo de su ministerio pMblico (esMs estuvo abierto al trato y a la amistad con todos, por esto todo el mundo le buscaba 'ver =c 1,3D). .u ambiente natural y preferido era el de la "ente modesta, sin excluir otros ambientes en que viv#an personas ricas y de alta posicin social. (esMs no de7a nunca su propio estilo de vida, que es el de los pobres, pero trata tambi/n con personas acomodadas0 $(esMs era ami"o de =arta, de su hermana y de 6%zaro& '(n 11,<! cf. 11,3;). Quiz%s 6c 1:,3*+91 se refiera a las mismas hermanas, y no es improbable que se hospedara en su casa de Letania siempre que pasara por all# 'cf. =t 21,1D! =c 11,11). ?ambi/n acepta la invitacin para comer en casa de notables, como el fariseo de 6c D,3;! o el 7efe de los fariseos de 6c 19,1! o .imn, el leproso de Letania 'cf. =t 2;,;! =c 19,3! (n 12,1+2). I aMn tiene ami"os entre los 7efes de los 7ud#os, persona7es influyentes, sin que les obli"ue a hacer pMblica su amistad, como es el caso de >icodemo 'ver (n 3,1! D,<:! 1,,3,) y de (os/ de Arimatea 'ver (n 1,,3*). 4ero (esMs es libre de esp#ritu y nada ni nadie le condiciona. Al 7oven rico le diri"e esta invitacin personal0 $.i quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, d%selo a los pobres y tendr%s un tesoro en el cielo! despu/s s#"ueme& '=t 1,,21). 3l 7oven no la acepta, porque prefiere sus riquezas a se"uir como un pobre al .e5or. 3ntonces (esMs afirma con rotundidad0 $-s ase"uro que un rico dif#cilmente entrar% en el reino de los cielos. -s lo repito, es m%s f%cil que un camello entre por el o7o de una a"u7a que un rico entre en el reino de los cielos& '=t 1,,23+29! cf. =c 1:,23+2<! 6c 1*,29+2<). Al o#r los disc#pulos esta declaracin se quedaron desorientados y exclamaron con asombro0 $3ntonces 1qui/n podr% salvarse2& '=t 1,,2<). 6a causa del asombro de los disc#pulos no es tanto la imposibilidad de que un camello pase por el o7o de una a"u7a, como que esa imposibilidad se aplique a los ricos para entrar en el reino que es de ios. >o estaban acostumbrados los disc#pulos a o#r hablar con tanta dureza en contra de los ricos en "eneral. 3llos conoc#an las diatribas de los profetas en contra de los ricos malvados, inicuos, sin compasin con sus seme7antes pobres. (erem#as dice0 $GAy del que edifica su casa con in7usticia, piso a piso, inicuamenteH Face traba7ar de balde a su pr7imo sin pa"arle el salario. '...) 4or eso, as# dice el .e5or a (oaqu#n, hi7o de (os#as, rey de (ud%0 >o le har%n funeral cantando0 GAy hermano m#o, ay hermanaH >o le har%n funeral0 GAy .e5or, ay =a7estadH 6o enterrar%n como a un asno0 lo arrastrar%n y lo tirar%n fuera del recinto de (erusal/n& '(er 22,13.1*+1,). I =iqueas0 $GAy de los que planean maldades y traman iniquidades en sus camasH Al amanecer las e7ecutan, porque tienen poder. Bodician campos y los roban, casas y las ocupan, oprimen al varn con su casa, al hombre con su heredad. 4or eso as# dice el .e5or0 =irad, yo planeo una des"racia contra esa "ente, de la que no podr/is apartar el cuello, ni podr/is caminar er"uidos, porque es una hora funesta& '=iq 2,1+3! cf. ;,,+ 19! .al <2,,). e las riquezas en "eneral los disc#pulos de (esMs, como todos los 7ud#os, estaban acostumbrados a o#r las cosas buenas que de ellas dec#an las 3scrituras. 6os .abios, por e7emplo, hablaban de la .abidur#a divina como de la fuente principal de la riqueza0 $Io Jla .abidur#aK trai"o riqueza y "loria, fortuna slida y 7usticia! mi fruto es me7or que el oro puro, mi renta vale m%s que la plata. Bamino por la v#a de la 7usticia y si"o las sendas del derecho, para le"ar riquezas a mis ami"os y colmar sus tesoros& '4rov *,1*+21)! lo cual ve#an confirmado en la historia del m%s sabio de sus reyes. 3ntre los dones con que ios adorn al rey .alomn est%n al mismo nivel la sabidur#a y las riquezas0 $4or no haber pedido una vida lar"a, ni haber pedido riquezas, ni haber pedido la vida de tus enemi"os, sino inteli"encia para
1:1 acertar en el "obierno, te dar/ lo que has pedido0 una mente sabia y prudente, como no la hubo antes de ti ni la habr% despu/s de ti. I te dar/ tambi/n lo que no has pedido0 riquezas y fama mayores que las de rey al"uno& '1 Pe 3,11+13). 6os proverbios son el refle7o del comMn sentir popular, avalados por la experiencia de si"los. =uchos de ellos consideran las riquezas como una se5al inequ#voca de la predileccin de ios0 $6a bendicin del .e5or enriquece& '4rov 1:,22)! $Borona de los sensatos es su riqueza& '4rov 19,29). 4ara ellos las riquezas son premio de la virtud0 $3l fruto de la humildad y del respeto al .e5or es la riqueza, el honor y la vida& '4rov 22,9)! $ ichoso el que respeta al .e5or y es entusiasta de sus mandatos. .u lina7e ser% poderoso en la tierra, la descendencia de los rectos ser% bendita. 3n su casa habr% riquezas y abundancia, su 7usticia se afirma siempre& '.al 112,1+3! cf. 4rov 3,13.1;). (esMs Len .ira hace el elo"io $de los hombres de bien, de la serie de nuestros antepasados& '3clo 99,1). 3ntre /stos desfilan $hombres ricos y poderosos, que vivieron en paz en sus moradas& '3clo 99,;). 6a 3scritura es proli7a en las historias de los patriarcas o padres del pueblo de @srael, sobresalientes todos ellos por sus "randes riquezas, como los hombres m%s "randes y poderosos de su entorno0 Abrah%n, @saac, (acob, (os/, avid, .alomn, etc. 3l caso de (ob, prota"onista del libro que lleva su nombre, es e7emplo claro de la mentalidad anti"ua, que ve#a en las riquezas el premio que ios conced#a a los hombres virtuosos. e (ob se dice antes de la prueba a que es sometido0 $?en#a siete mil ove7as, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas burras y una servidumbre numerosa. 3ra el m%s rico entre los hombres de oriente& '(ob 1,3)! y despu/s de la prueba0 $3l .e5or cambi su suerte y duplic todas sus posesiones&. $3l .e5or bendi7o a (ob despu/s, m%s aMn que al principio! sus posesiones fueron catorce mil ove7as, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil borricas& '(ob 92,1:.12). 6a razn fundamental de esta actitud ante las riquezas est% en la concepcin reli"iosa de los actores, que por un lado no esperan una vida futura, sino que creen que todo se acaba con la muerte, y por otro creen profundamente en que ios es 7usto, ante el cual no es lo mismo la 7usticia que la in7usticia, la bondad que la maldad. 4or tanto, el hombre 7usto debe ser recompensado por su 7usticia en la vida presente, la Mnica que existe, y la manera de serlo es otor"%ndole riquezas. Bon el tiempo se vio que esta concepcin reli"iosa tradicional no se pod#a sostener en s# misma ante las pruebas de la dura realidad. 3l 3clesiast/s o Qoh/let fue el autor que vio y expuso con m%s claridad las contradicciones de esta visin reli"iosa. 8l no era ni profeta ni moralista, sino un a"udo observador de todo lo que ocurr#a Nba7o el solO en la vida social. 6o que m%s le llama la atencin de todo lo que ve es la san"rante in7usticia imperante. 8l ha visto $en la sede del derecho, el delito! en el tribunal de la 7usticia, la iniquidad& '3cl 3,1;). ?ambi/n observ $todas las opresiones que se cometen ba7o el sol0 vi llorar a los oprimidos sin que nadie los consolase del poder de los opresores& '3cl 9,1). e todo ha visto en su vida sin sentido0 $"ente honrada que fracasa por su honradez! "ente malvada que prospera por su maldad& '3cl D,1<). Fasta lle"a a decir0 $.i ves en una provincia oprimido al pobre, conculcados el derecho y la 7usticia, no te extra5es de tal situacin& '3cl <,D). 3l desen"a5o, sin duda, le ha llevado a hacer tal afirmacin, no la indiferencia. 3l 3clesiast/s es coherente y radical en su visin de la vida. Qna de las m%s "raves
1:2 conclusiones a que lle"a en sus reflexiones es que tampoco existe retribucin en la vida antes de la muerte. 8l sabe que diciendo esto se enfrenta a la doctrina de la tradicin sapiencial0 $Ia s/ yo eso0 Nle ir% bien al que tema a ios, porque lo temeO, y aquello0 Nno le ir% bien al malvado, el que no teme a ios ser% como sombra, no prosperar%O. 4ero en la tierra sucede otra vanidad0 hay honrados a los que les toca la suerte de los malvados, mientras que a los malvados les toca la suerte de los honrados& '3cl *,12+19). 3sta es una realidad que /l mismo ha constatado0 $ e todo he visto en mi vida sin sentido0 "ente honrada que fracasa por su honradez, "ente malvada que prospera por su maldad& '3cl D,1<). e esta manera el 3clesiast/s se ha convertido en portavoz de todos aquellos que, aun creyendo en ios, no ven absolutamente nada tras el ne"ro horizonte de la muerte 'cf. 3cl 3,1*+21). Ahora bien, si no existe una vida m%s all% de la muerte, la muerte tiene la Mltima palabra en lo que m%s importa al ser humano, en su destino final. Cracias a ios no es la muerte lo Mltimo y definitivo, sino la vida. A esta vida el libro de la .abidur#a llama la inmortalidad! (esMs, con m%s propiedad, la vida eterna que ios 4adre nos re"ala y a la que accedemos por la resurreccin de entre los muertos. 6as ense5anzas de (esMs slo se pueden entender a la luz sobrenatural de la resurreccin. 3ntre estas ense5anzas est%n las que se refieren a las riquezas, al valor que (esMs les da en el contexto de la vida humana. 3l valor es muy relativo y siempre subordinado al hombre mismo. Bon todo el oro del mundo reunido en uno no se puede comprar al hombre! menos aMn comprar con /l el reino de los cielos o abrir sus puertas. Antes pasar% un camello por el o7o de una a"u7a que un rico con todas sus riquezas pueda subir un solo pelda5o en la escalera ima"inaria que lle"a hasta el cielo, donde mora ios. 4ero lo que es imposible para el hombre solo, es posible para ios y para el hombre que se f#e de ios 'cf. =t 1,,2<! 6c 1,3D). >o se excluye, pues, del reino de los cielos al rico por ser rico, sino al rico que prefiere sus riquezas al cumplimiento de la ley de ios y de los hombres. (esMs lo di7o claramente0 $>adie puede estar al servicio de dos amos, pues u odia a uno y ama al otro o apreciar% a uno y despreciar% al otro. >o pod/is estar al servicio de ios y del inero& '=t ;,29). Buando el hombre convierte el inero en su dios, todo lo sacrifica por /l, hasta la vida de sus seme7antes. Bada d#a o#mos y vemos cmo hombres malvados e instituciones poderosas trafican con vidas humanas por el maldito dinero. 4ara ellos la di"nidad humana, el sufrimiento de las v#ctimas, ios mismo son palabras vac#as de contenido. 4or el contrario, cuando en la escala de valores de una persona el dinero, y la riqueza en "eneral, ocupa el lu"ar secundario que les corresponde, siempre al servicio del hombre, esa persona est% liberada afortunadamente de las terribles servidumbres y ataduras del dinero, e interiormente se siente libre y dispuesta para emprender "randes obras en favor de los dem%s, especialmente de los m%s necesitados. 4robablemente estaba pensando en esto el evan"elista san =ateo, cuando formul la primera de las bienaventuranzas0 $Lienaventurados los pobres en el es ,ritu, porque de ellos es el Peino de los cielos& '=t <,3), en lu"ar de la escueta formulacin de san 6ucas0 $Lienaventurados los pobres, porque vuestro es el Peino de ios& '6c ;,2:). &.$. Los e6cluidos de la sociedad y los menos a reciados 3s doctrina permanente del .e5or que los principios y criterios vi"entes en su Peino no son los que predominan en los reinos de este mundo. Pecordemos una vez m%s el
1:3 comportamiento de (esMs con los excluidos reli"iosa y socialmente en una sociedad de puritanos0 los samaritanos, los publicanos o recaudadores de la contribucin, las prostitutas, los leprosos, los tullidos, los cie"os... 'cf. =t 21,31). Qn e7emplo si"nificativo de mar"inados sociales puede ser el de los eunucos, que, por expresa disposicin de la ley, estaban excluidos hasta del culto divino 'cf. 6ev 21,2:! t 23,2). (esMs se refiere a ellos con tal delicadeza que los di"nifica0 $Fay eunucos que son as# de nacimiento! los hay castrados por los hombres y los hay que se han castrado por el reino de los cielos& '=t 1,,12), con clara alusin a los que por libre eleccin han renunciado al matrimonio para dedicarse con todas sus fuerzas en la comunidad de (esMs al traba7o apostlico y al servicio de los dem%s. .on bienvenidos tambi/n al Peino de ios los m%s d/biles y menos apreciados en el reino de los hombres. Al"Mn esp#ritu selecto, se"Mn su propio criterio y el criterio vi"ente en la sociedad que se estructura al mar"en de ios, ha opinado que el cristianismo, manifestacin entre los hombres del Peino de ios, es el lu"ar o asilo de los d/biles y miserables que no forman parte del club de los fuertes, de los ele"idos, de los privile"iados, que dominan o deben dominar y "obernar el curso de la historia. 3n una sociedad que, de hecho, se ri"e por las leyes que dictaminan los m%s fuertes, los vencedores, no tienen cabida los d/biles, los vencidos, los menos afortunados. 3s bien sabido que fuerza y poder las m%s de las veces no si"nifican virtud y m/rito! no siempre el m%s fuerte es el me7or, sino, por des"racia, el m%s duro, el m%s violento, el de menos misericordia, es decir, el menos humano. 4or esto es una "racia que no tiene precio que el .e5or se haya manifestado en contra de este tipo de sociedad no fraternal, en la que /l mismo no tuvo cabida, sino que fue expulsado de ella, sufriendo en sus carnes el zarpazo salva7e que le quit la vida, clavado en un madero. .an 4edro lo di7o a voz en "rito a los responsables de tal fechor#a, s#mbolo de todas las fechor#as que se han cometido en la historia0 $Aosotros rechazasteis al santo e inocente, pedisteis que os indultasen a un homicida y disteis muerte al 4r#ncipe de la vida. ios lo ha resucitado de la muerte y nosotros somos testi"os de ello& 'Fch 3,19+1<). (esMs se ha manifestado d/bil en su humanidad! pero el 4adre ha convertido esa debilidad en fortaleza, resucit%ndolo de entre los muertos, y d%ndole $pleno poder en el cielo y en la tierra& '=t 2*,1*)! coron%ndolo $de "loria y honor por haber padecido la muerte& 'Feb 2,,). .an 4ablo, hablando de las parado7as que se observan en las comunidades cristianas, escribe a los corintios0 $-bservad, hermanos, qui/nes hab/is sido llamados0 no muchos sabios en lo humano, no muchos poderosos, no muchos nobles! antes bien, ios ha ele"ido los locos del mundo para humillar a los sabios, ios ha ele"ido a los d/biles del mundo para humillar a los fuertes, a los plebeyos y despreciados del mundo ha ele"ido ios, a los que nada son, para anular a los que son al"o& '1 Bor 1,2;+2*). A los que acompa5aron en vida al .e5or no les sorprende que san 4ablo di"a que ios ha preferido a los m%s d/biles de este mundo en lu"ar de los m%s fuertes y poderosos, pues (esMs ya lo hab#a manifestado en varias ocasiones en el tiempo de su ministerio. (esMs habla a las multitudes en par%bolas, pero a los disc#pulos directamente y sin met%foras0 $A vosotros se os ha dado conocer los misterios del reino de los cielos& '=t 13,11). 4or esto (esMs da "racias al 4adre y se ale"ra de corazn0 $G?e doy "racias, 4adre, .e5or del cielo y de la tierraH porque has ocultado estas cosas a sabios e inteli"entes, y se las has revelado a peque5os& '=t 11,2<). A todos estos peque5os e i"norantes se"Mn las cate"or#as del .e5or, y a los que manifiestan su debilidad en el cuerpo y en el esp#ritu, los invita (esMs a que se acerquen a /l, el fuerte y misericordioso, para aliviarles en su quebranto0 $Aenid a m# todos los que est%is cansados y
1:9 a"obiados y yo os aliviar/,... y hallar/is descanso para vuestras almas& '=t 11,2*+2,). 4ero 1qui/nes son, en concreto, estos peque5os2 .in duda son los d/biles, los despreciados del mundo, los Mltimos que nada valen en una escala de valores distinta de la de (esMs. 4orque (esMs tiene una escala de valores, que aplica a las personas. 3n la cima de ella, naturalmente, est% ios, el Mnico que es bueno de verdad 'cf. 6c 1*,1,). espu/s de ios viene el hombre! slo de /l se dice que ha sido creado a ima"en y seme7anza de ios 'cf. C/n 1,2;+2D), y que a su servicio ha sido creado todo lo dem%s 'cf. C/n 1,2*), hasta lo m%s sa"rado entre las cosas sa"radas0 $3l s%bado se hizo para el hombre, no el hombre para el s%bado& '=c 2,2D). 4or amor al hombre ios 4adre nos ha dado a su propio Fi7o 'cf. (n 3,1;), y con /l $1cmo no nos va a re"alar todo lo dem%s2& 'Pom *,32). 3l .e5or llama reino de ios o de los cielos a la comunidad ideal de hombres y mu7eres, que tienen a ios como Mnico .e5or, y libre e incondicionalmente aceptan como suya su escala de valores. 3s tanta la estima que (esMs tiene por la nueva econom#a de salvacin que /l inau"ura +por su reino de los cielos+ que hace esta comparacin asombrosa0 $-s lo ase"uro, de los nacidos de mu7er no ha sur"ido aMn uno m%s "rande que (uan el Lautista. I sin embar"o, el m%s peque5o en el reino de los cielos es m%s "rande que /l& '=t 11,11). (esMs acepta para su comunidad o reino de los cielos las leyes fundamentales que han sostenido el anti"uo r/"imen 'el Anti"uo ?estamento), especialmente el ec%lo"o. 6a infraccin o el cumplimiento de sus normas y preceptos es un baremo v%lido para calificar moralmente como peque5os o "randes a los infractores u observantes de ellos0 $Quien quebrante el m%s m#nimo de estos preceptos y ense5e a otros a hacerlo ser% considerado m#nimo en el reino de los cielos. 4ero quien lo cumpla y lo ense5e ser% considerado "rande en el reino de los cielos& '=t <,1,+2:). 3l .e5or no pierde ocasin para ense5ar a sus disc#pulos +a nosotros+ lo que para /l es lo m%s importante, y as#, indirectamente, ilustrarlos sobre su escalad de valores. ?odos sabemos que los ni5os son las personas m%s indefensas en una sociedad, donde lo que m%s se cotiza es la fuerza y el poder, la rentabilidad en el plazo m%s breve posible. 3llos simbolizan, sobre todo los m%s peque5os, la fra"ilidad, la inocencia, la simplicidad. 4or esta razn es sintom%tica la actitud de (esMs con los que imped#an que se le acercaran los ni5os0 $ e7ad que los ni5os ven"an a m#, y no se lo impid%is, porque de los que son como ellos, es el reino de los cielos& '=t 1,,19). 3l .e5or mantiene la misma ense5anza, a saber, su predileccin por los humildes y sencillos en su comunidad, al responder a una pre"unta que le hicieron sus disc#pulos0 $1Qui/n es el m%s "rande en el reino de los cielos2& '=t 1*,1). 3l =aestro escenific la respuesta de forma convincente0 $6lam a un ni5o, lo coloc en medio de ellos y di7o0 R-s ase"uro que si no os convert#s y os hac/is como los ni5os, no entrar/is en el reino de los cielos. Quien se humille como este ni5o, es el m%s "rande en el reino de los cielos& '=t 1*,2+9). A esta escena responde en el evan"elio se"Mn san =arcos otra menos honrosa para los disc#pulos, pero no menos aleccionadora por parte del =aestro que lleva la iniciativa0 $6le"aron a BafarnaMn y, ya en casa, les pre"untaba J(esMsK0 R1 e qu/ hablabais por el camino2 .e quedaron callados, pues por el camino iban discutiendo qui/n era el m%s "rande. .e sent, llam a los doce, y les dice0 R.i uno aspira a ser el primero, sea el Mltimo y servidor de todos. espu/s llam a un ni5o...& '=c ,,33+3;). 3n la versin de =ateo las palabras y "estos del .e5or subrayan la necesidad de la humildad, de hacerse peque5os ante los dem%s! en la de =arcos el .e5or es m%s radical y directo, se5alando el servicio a los dem%s como una consecuencia l"ica y necesaria.
1:< >o pensaban as# .antia"o y (uan, los hi7os de Vebedeo, que ped#an para s# los primeros puestos en el reino definitivo del .e5or 'cf. =c 1:,3<+3D), con "ran enfado de los dem%s, que, se"uramente, ten#an las mismas aspiraciones. Croseramente convert#an as# el reino de (esMs en una r/plica de los reinos de la tierra, en los que se lucha encarnizadamente por medrar y triunfar a costa de los dem%s. (esMs es rotundo0 $>o ser% as# entre vosotros! antes bien, quien quiera entre vosotros ser "rande que se ha"a vuestro servidor! y quien quiera ser el primero que se ha"a esclavo de todos& '=c 1:,93+99). 3l modelo para los disc#pulos es el =aestro0 $4ues el Fi7o del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos& '=c 1:,9<! cf. =t 2:,2:+2*). ?ambi/n son modelo para los cristianos aquellos disc#pulos que han se"uido los pasos del =aestro y por ello valientemente han puesto en peli"ro sus vidas o las han entre"ado "enerosamente! a ellos dedic (esMs una bienaventuranza0 $Lienaventurados los perse"uidos por causa de la 7usticia, porque de ellos es el reino de los cielos& '=t <,1:). B. Re"liz"ci?n del Reino en n1es5!" @id" 5e37o!"l Bon la aparicin de (esMs entre los hombres se inau"ura una nueva etapa en la historia de la salvacin. 3n /l se ha hecho visible la "racia misericordiosa de ios, como cantamos en la litur"ia de >avidad con las palabras de san 4ablo0 $.e ha manifestado la "racia de ios que salva a todos los hombres& '?it 2,11). 6a manera de actuar de (esMs en su vida pMblica manifiesta a las claras cu%l es el nuevo estilo que ios quiere dar a su forma de reinar entre nosotros. (uan el Lautista tiene la misin de preparar el camino a la lle"ada del .e5or! sus primeras palabras son precisamente /stas0 $Arrepent#os, que est% cerca el reino de los cielos& '=t 3,2! cf. 6c 1;,1;). 6a manifestacin de este reino ser% lenta y pro"resiva. 4or esto tambi/n (esMs en su primera predicacin proclama0 $Arrepent#os, que est% cerca el reino de los cielos& '=t 9,1D! cf. =c 1,1<), y entre las primeras disposiciones del .e5or a sus disc#pulos est% la de $proclamad que el reino de los cielos est% cerca& '=t 1:,D! cf. 6c ,,2). 6os evan"elistas se han esforzado en su in"ente labor literaria por relatar con fidelidad lo que, a su parecer, era lo m%s si"nificativo de lo que el .e5or hizo y di7o durante el tiempo que dur su ministerio pMblico 'cf. 6c 1,1+9), aun a sabiendas de que les era imposible refle7arlo todo 'cf. (n 21,2<). 6os restantes escritores del >uevo ?estamento, con sus lar"as o breves aportaciones, son testi"os excepcionales de la profunda labor de asimilacin de la vida y ense5anzas del .e5or en las primeras comunidades cristianas y de la perfecta adaptacin de tales comunidades a las m%s variadas circunstancias a lo lar"o y ancho del mundo "reco+ romano en las primeras d/cadas de su existencia. 3n los evan"elios sinpticos descubrimos qu/ es lo que (esMs entiende por el reino de los cielos, por el reino de ios. 3n resumen, la ense5anza es la si"uiente. 3l reino de los cielos que (esMs anuncia se identifica, en primer lu"ar, con el "rupo de disc#pulos que se reMnen a su alrededor! en se"undo lu"ar se identificar% con la comunidad que de ellos sur7a, es decir, con la @"lesia o comunidad de creyentes en (esucristo resucitado! por Mltimo, se alar"a el horizonte y se hace referencia a otro reino m%s all% de la historia presente, al que m%s adelante llamaremos el cielo teol"ico. 7.1. 8omunidad de disc, ulos 3fectivamente, los primeros disc#pulos de (esMs, encabezados por los oce, se a"rupan
1:; alrededor del =aestro y forman una comunidad de hermanos, cuyo estilo de vida lo determina el mismo (esMs, que vive familiarmente entre ellos con naturalidad. 8l se pone a s# mismo como modelo de conducta ante el mal e7emplo de los poderosos de este mundo, que avasallan y humillan a los dem%s0 $Aosotros no se%is as#! antes bien, el m%s importante entre vosotros sea como el m%s 7oven y el que manda como el que sirve. 1Qui/n es mayor2, 1el que est% a la mesa o el que sirve2 1no lo es el que est% a la mesa2 4ues yo estoy en medio de vosotros como quien sirve& '6c 22,2;+2D). 3n la v#spera de su muerte (esMs lo demuestra una vez m%s, al lavar los pies a sus disc#pulos, y lo explica con estas palabras solemnes0 $13ntend/is lo que os he hecho2 Aosotros me llam%is maestro y se5or, y dec#s bien, porque lo soy. 4ues si yo, que soy maestro y se5or, os he lavado los pies, tambi/n vosotros deb/is lavaros mutuamente los pies. -s he dado e7emplo para que ha"%is lo que yo he hecho& '(n 13,12+1<). A los miembros de su comunidad los esco"e el .e5or uno a uno, como se hace con los ami"os0 $Ia no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace el amo. A vosotros os he llamado ami"os porque os comuniqu/ cuanto escuch/ a mi 4adre. >o me ele"isteis vosotros! yo os ele"# y os destin/ a ir y dar fruto, un fruto que permanezca& '(n 1<,1<+1;). (esMs va eli"iendo con mucha paciencia a sus disc#pulos, hasta lle"ar a formar un primer "rupo compacto, el de los oce. 6os relatos de =arcos y 6ucas se complementan0 (esMs $subi a la monta5a J6ucas a5ade0 Na orar y se pas la noche orando a iosOK, fue llamando a los que /l quiso y se fueron con /l. >ombr a doce para que convivieran con /l y para enviarlos a predicar con poder para expulsar demonios. @nstituy a los doce. A .imn lo llam 4edro! a .antia"o de Vebedeo y a su hermano (uan...& '=c 3,13+1,! cf. 6c ;,12+1;! =t 1:,1+9). -tros muchos disc#pulos se"uir%n al .e5or, entre ellos tambi/n mu7eres 'cf. 6c *,1+3! 1:,1! etc.). 4ero a 4edro lo distin"uir% el .e5or por encima de todos los dem%s por la misin tan especial que desempe5ar% en el futuro, cuando (esMs no est/ ya entre ellos. A 4edro diri"e el .e5or aquellas palabras sin"ulares0 $Io te di"o que tM eres 4edro y sobre esta piedra edificar/ mi i"lesia, y las puertas del infierno no prevalecer%n contra ella. A ti te dar/ las llaves del reino de los cielos! y lo que ates en la tierra quedar% atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedar% desatado en el cielo& '=t 1;,1*+1,). A pesar de esto, 4edro no le ser% fiel en la hora de la prueba y lo ne"ar%. 4ero 4edro cuenta con el perdn anticipado del .e5or, y con la ayuda de su oracin, como le di7o durante la Mltima cena0 $.imn, .imn, mira que .atan%s os ha reclamado para cribaros como tri"o. 4ero yo he rezado por ti para que no falle tu fe. I tM, una vez convertido, fortalece a tus hermanos& '6c 22,31+32). (esMs confirmar% a 4edro en todas sus funciones despu/s de su resurreccin0 $Apacienta a mis corderos&, $apacienta a mis ove7as& '(n 21,1<+1*). As#, pues, en aquel peque5o "rupo de hombres y mu7eres, que recorren a pie hasta los m%s apartados rincones de 4alestina, los o7os de la fe descubren lo visible del reino de los cielos o de ios entre los hombres. 6a atencin se centra en el =aestro que a"lutina el "rupo, que es (esMs de >azaret, un"ido por ios con el poder del 3sp#ritu .anto, que difunde el bien por donde pasa y cura a los enfermos en el cuerpo y en el esp#ritu, porque ios est% con /l 'cf. Fch 1:,3*). 8l es el rostro amable de ios, la bondad personificada. 4or esto /l en persona es y ser% para los que crean en /l el Mnico punto de referencia de la vida reli"iosa, moral y total, pues descubrir%n en /l al .e5or y =es#as que ios 4adre ha nombrado 'cf. Fch 2,3;), y en su sencillez y humildad al $Pey de reyes y .e5or de se5ores& 'Ap 1,,1;). 7.2. )rimeras comunidades cristianas
1:D 6o que (esucristo hace y ense5a a sus disc#pulos sirve de fundamento y modelo a la comunidad que heredar% su esp#ritu y su nombre, pues por /l, el Bristo o Qn"ido de ios, sus miembros se llamar%n cristianos 'cf. Fch 11,2;). 4or esto mismo creemos que el reino de los cielos o de ios, del que (esMs habla tantas veces, se identifica con las comunidades cristianas, a las que se refiere el dicho de (esMs en =ateo0 $.e os quitar% Ja vosotros, 7ud#osK el reino de ios y se lo dar%n a un pueblo que d/ los frutos debidos& '=t 21,93). 3n el proceso de formacin de estas comunidades de creyentes en (esucristo es fundamental la accin de ios 4adre. A /l se debe el privile"io de pertenecer a ellas, como leemos en la carta a los Bolosenses0 $8l nos arranc del poder de las tinieblas y nos traslad al Peino de su Fi7o querido& 'Bol 1,13! ver tambi/n Ap <,1:). 4ero en nin"Mn caso de anula el e7ercicio de la libertad humana, sino que siempre se supone su e7ercicio, es decir, la colaboracin del hombre y el sentido de responsabilidad personal, empezando por la aceptacin del mensa7e y la recepcin del bautismo0 $.i uno no nace de a"ua y 3sp#ritu, no puede entrar en el reino de ios& '(n 3,<! cf. 3,3), y si"uiendo con el cumplimiento de la voluntad de ios, expresa en sus mandamientos0 $>o todo el que me di"a G.e5or, .e5orH entrar% en el reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi 4adre que est% en los cielos& '=t D,21! cf. <,1,+2:! 23,13). 6as comunidades cristianas primitivas procuraron, ante todo, aseme7arse al .e5or (esMs. 4or esto se preocuparon tanto por reco"er los primeros testimonios de los hechos y palabras del .e5or 'cf. 6c 1,1+9! Fch 1,1+2). 3n se"undo lu"ar procuraron imitar y se"uir el e7emplo de la comunidad que (esMs form con sus disc#pulos. 4recisamente las comunidades futuras aco"er%n, como dichas a ellas, las palabras que el .e5or diri"i en primera instancia a sus disc#pulos, se"Mn el dicho del mismo .e5or0 $6o que os di"o a vosotros se lo di"o a todos& '=t 13,3D). 7.3. 5es onsa%ilidad de los llamados a artici ar en el 5eino 6a invitacin universal por parte del .e5or a participar en las labores de su reino crea en los invitados una responsabilidad personal0 >in"uno de los llamados puede de7ar de responder a la llamada. .i el se5or llama, el criado debe responder! si el superior viene, el inferior debe estar preparado para recibirlo. 3s lo que pretende ense5ar el .e5or con la par%bola de las diez v#r"enes 'cf. =t 2<,1+13). 3n plena noche diez muchachas $salieron con sus l%mparas al encuentro del novio&. 4ero no todas estaban preparadas0 cinco s#, cinco no. A media noche lle" el novio y las cinco que ten#an las l%mparas a punto salieron a recibirlo y entraron con /l en la sala de bodas. 6a puerta de la sala se cerr. 6as otras cinco, al no estar preparadas, no pudieron salir a su encuentro ni entrar con /l en la sala de bodas. Buando m%s tarde lle"aron, de nada les sirvi llamar insistentemente a la puerta. 3ra demasiado tarde. 6a leccin es contundente. 6as que fueron excluidas del banquete de bodas hab#an tenido tiempo m%s que suficiente para prepararse debidamente. 4ero no lo hicieron. 4asado este tiempo, la historia no retrocede. 4or esto la sentencia final del .e5or en la par%bola suena en nuestros o#dos como un clar#n0 $4or tanto, vi"ilad, porque no conoc/is el d#a ni la hora& '=t 2<,13). >o se trata de meter el miedo en el cuerpo, sino de avivar el sentido de la responsabilidad en nuestra vida ante el .e5or siempre paciente y de mucha misericordia, como aquel rey de la par%bola, $que decidi a7ustar cuentas con sus criados& '=t 1*,23). 4resentado uno que le deb#a una cantidad, imposible de pa"ar, el bueno del rey, compadecido del criado que le ped#a que tuviera paciencia con /l, $lo de7 ir y le perdon la deuda& '=t 1*,2D).
1:* 7.$. La #ida del 5eino est' y se desarrolla en el tiem o 6a llamada del .e5or a participar en su reino sucede en el tiempo nuestro! tambi/n nuestra respuesta a esa llamada se realiza en nuestro tiempo, a lo lar"o de nuestra vida, no slo en momentos puntuales. esde este punto de vista nuestra vida de personas libres, nuestra vida espiritual, consiste en esencia en ese di%lo"o nuestro e intercambio continuado con el .e5or. >uestra vida espiritual, como cualquier vida su7eta al tiempo, se desarrolla y evoluciona unas veces de modo autom%tico, otras al ritmo de nuestra libertad. Qnas cuantas par%bolas sobre el reino de los cielos explican este proceso oculto y misterioso. 4ara ello el .e5or se vale de sus conocimientos del medio rural, de las labores a"r#colas, tan familiares a sus oyentes. 3n su primera "ran par%bola, la del sembrador 'cf. =t 13,9+,! =c 9,3+, y 6c *,9+*), el .e5or se transforma, sin decirlo, en la fi"ura del sembrador que esparce a voleo la semilla0 $.ali el sembrador a sembrar la semilla& '6c *,<). 6os oyentes escuchan por simple curiosidad o con verdadero inter/s las palabras del =aestro! representan, pues, a la tierra que recibe la semilla. 6a palabra de (esMs, verdadera palabra de ios, es la semilla arro7ada al viento, como declara sin titubear san 6ucas0 $6a semilla es la palabra de ios& '6c *,11). Bomo la semilla cae en la tierra de muy diversa calidad, as# la palabra de (esMs es recibida en el corazn de los oyentes de manera desi"ual. .i no se le abre de verdad el corazn, ni se le permite arrai"ar en /l, pronto ser% arrebatada por el mali"no 'cf. =t 13,1,! =c 9,1<! 6c *,12.). 4or el contrario, $los que con disposicin excelente Jcon corazn bueno y excelenteK escuchan la palabra y la retienen dan fruto con perseverancia& '6c *,1<! cf. =t 13,23! =c 9,2:). Fay otras par%bolas de (esMs sobre el reino de los cielos, que tienen como punto de comparacin las semillas que se siembran. 6a primera, la del tri"o y la ciza5a, describe las vicisitudes del reino de los cielos en la a"itada historia humana0 $3l reino de los cielos es como un hombre que sembr semilla buena en su campo. =ientras la "ente dorm#a, fue su enemi"o y sembr ciza5a en medio del tri"o, y se march. Buando el tallo brot y empez a "ranar, se descubri la ciza5a& '=t 13,29+2;). 3n la explicacin posterior de la par%bola, puesta en boca de (esMs, $el que sembr la semilla buena es el Fi7o del hombre& '=t 13,3D), coincidiendo en esto con la par%bola anterior del sembrador. .i antes se di7o que la semilla era la palabra de ios 'cf. 6c *,11), ahora se afirma que $la buena semilla son los ciudadanos del reino& '=t 13,3*), es decir, los que han aceptado el mensa7e o palabra de (esMs y se han convertido en disc#pulos suyos, en ciudadanos de su reino. 4or el contrario, la ciza5a o las malas hierbas, representan lo verdaderamente malo en la historia de los hombres, fruto del Nenemi"oO de ios y de los hombres, de la mala voluntad de los individuos y de la colectividad, de aquellos que han hecho o#dos sordos a las palabras de (esMs y han pervertido el camino de sus vidas. As# queda contestada la pre"unta que los criados hacen a su amo, la misma que nos hacemos nosotros ante tanta maldad y violencia en el mundo0 $.e5or, 1no sembraste semilla buena en tu campo2, 1de dnde le viene la ciza5a2& '=t 13,2D). -tra par%bola sobre el reino de ios se centra en el proceso lento, se"uro, misterioso que experimenta la semilla, desde que se siembra hasta que se convierte en espi"a0 $3l reino de ios es como un hombre que sembr un campo0 de noche se acuesta, de d#a se levanta, y la semilla "ermina y crece sin que /l sepa cmo. 6a tierra por s# misma produce fruto0 primero el tallo, despu/s la espi"a, despu/s "rana el tri"o en la espi"a& '=c 9,2;+2*). 6a semilla si"ue
1:, siendo la palabra de ios, como en las par%bolas anteriores, y est% por el reino de ios. Fablar del crecimiento y desarrollo de la semilla que se siembra es normal en los ambientes a"r#colas! los se"uidores de (esMs tambi/n se han acostumbrado a la equivalencia0 semilla + palabra de ios 'cf. 6c *,11). 4or tanto, no es extra5o ni tampoco una novedad que en el >uevo ?estamento se hable del crecimiento de la 4alabra, es decir, del crecimiento de la comunidad de creyentes en (esMs, reino visible de ios entre los hombres. 6eemos en los Fechos de los Apstoles0 $6a palabra de ios iba creciendo! el nMmero de los disc#pulos se multiplicaba considerablemente en (erusal/n! tambi/n una "ran multitud de sacerdotes iba aceptando la fe& 'Fch ;,D)! $6a palabra de ios crec#a y se dilataba& 'Fch 12,29! cf. 1,,2:). 3l >uevo ?estamento nos habla, adem%s, de un crecimiento interior en la vida de fe de los creyentes! que se puede identificar con el crecimiento de la semilla del reino sembrada en nuestros corazones. A la pre"unta de los fariseos sobre $cu%ndo lle"ar#a el reino de ios&, (esMs respondi0 $3l reino de ios no viene aparatosamente! ni dir%n0 m#ralo aqu#, m#ralo all#. 4ues el reino de ios est% dentro de vosotros& '6c 1D,2:+21). Bon la lle"ada de (esMs, ha lle"ado el reino de ios! lue"o donde est% (esMs, est% el reino de ios. I (esMs resucitado no nos ha abandonado, como lo de7 dicho en su promesa solemne0 $Io estar/ con vosotros siempre, hasta el fin del mundo& '=t 2*,2:). 6os autores del >uevo ?estamento comparan el crecimiento interior en la vida personal de la fe cristiana al crecimiento y desarrollo humano, desde la ni5ez a la madurez. .an 4edro habla a los que acaban de recibir el bautismo, personas adultas, como a ni5os reci/n nacidos0 $Apeteced, como ni5os reci/n nacidos, la leche espiritual, no adulterada, para que por ella crezc%is para la salvacin& '1 4e 2,2). 3l mismo len"ua7e utiliza san 4ablo, cuando se diri"e a los nuevos cristianos de la comunidad de Borinto0 $Io, hermanos, no pude hablaros como a JhombresK espirituales, sino como a JhombresK carnales, como a ni5os en Bristo. 6eche os di a beber y no alimento slido, pues aMn no pod#ais con /l& '1 Bor 3,1+2). 3l autor de la carta a los Febreos entrete7e el len"ua7e fi"urado del alimento infantil con la situacin real de sus destinatarios, muy deficiente en cuanto a la formacin cristiana0 $Buando por el tiempo deber#ais ser maestros, hace falta que os ense5en los rudimentos del mensa7e de ios! est%is necesitados de leche y no de alimento slido. 3l que aMn se alimenta de leche, es inexperto en la doctrina de la 7usticia, porque es un ni5o. 3l alimento slido es para los maduros, que, con la pr%ctica y el entrenamiento de los sentidos, saben distin"uir el bien del mal& 'Feb <,12+19). ando, pues, por supuesto que es totalmente necesario echar los buenos cimientos de $la doctrina elemental sobre Bristo& 'Feb ;,1), hay que se"uir adelante en la construccin del nuevo edificio, que es la vida en Bristo, $hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Fi7o de ios, el estado del hombre perfecto, el desarrollo or"%nico, proporcionado a la plenitud de Bristo. As# no seremos ni5os...& '3f 9,13+19). ?odos somos llamados por el .e5or a cooperar, se"Mn nuestras posibilidades, en este proceso de maduracin personal en la fe. 4ero nadie, ni siquiera san 4ablo, puede atribuir a su traba7o los efectos del crecimiento y desarrollo espiritual en los que se de7an ayudar. 3scribe san 4ablo0 $Io plant/, Apolo re", pero era ios quien hac#a crecer. As# que ni el que planta cuenta ni el que rie"a, sino ios que hace crecer& '1 Bor 3,;+D), infinitamente m%s que la levadura oculta en la masa 'cf. =t 13,33). Bon ios como a"ricultor de nuestro huerto, que somos nosotros, podemos esperar los me7ores frutos. >i nuestra peque5ez, ni nuestra
11: ineptitud son verdaderos obst%culos, si nos ponemos en manos de tal hortelano. 8l puede sacar de las piedras hi7os de Abrah%n 'cf. =t 3,,), y de lo peque5o, cosas "randes. 6a par%bola del "rano de mostaza nos lo confirma0 $3l reino de los cielos se parece a un "rano de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. 3s m%s menudo que las dem%s semillas! pero, cuando crece, es m%s alto que otras hortalizas! se hace un %rbol, vienen los p%7aros y anidan en sus ramas& '=t 13,31+32! cf. =c 9,3:+32). 4or todo esto san 4ablo se diri"e al 4adre en su oracin, para que /l manifieste en cada uno de sus fieles la obra maravillosa del crecimiento espiritual en plenitud0 $4or eso doblo las rodillas ante el 4adre, de quien toma nombre toda familia en cielo y tierra, para que os conceda por la riqueza de su "loria0 fortaleceros internamente con el 3sp#ritu, que por la fe resida Bristo en vuestro corazn, que est/is arrai"ados y cimentados en el amor, de modo que lo"r/is comprender, 7unto con todos los consa"rados, la anchura y lon"itud y altura y profundidad, y conocer el amor de Bristo, que supera todo conocimiento. As# os llenar/is del todo de la plenitud de ios& '3f 3,19+1,) 6as ense5anzas del evan"elio sobre el reino de ios o de los cielos son sublimes e ina"otables! por m%s que leamos y meditemos el evan"elio del .e5or nunca podremos decir que hemos lle"ado al fondo. A los m%s que podemos aspirar es a parecernos a aquel letrado del que nos habla el .e5or al final de su discurso en =ateo sobre las par%bolas del reino0 $?odo letrado experto en el reinado de los cielos se parece a un padre de familia que saca de su arca cosas nuevas y vie7as& '=t 13,<2). C. El Reino de Dios c1l3in"!D en el cielo 6o que decimos en este apartado se puede considerar como continuacin y complemento de lo que anteriormente hemos escrito en el cap#tulo A@@, \\ 9+; sobre el cielo en sentido fi"urado en el >?, sobre el cielo en sentido teol"ico y sobre la presencia ante ios. 3l destino definitivo del hombre no es ciertamente la perpetua permanencia en este mundo, sino la vida eterna o sin fin 7unto al .e5or en lo que llamamos cielo0 el reino verdadero y pleno del 4adre y tambi/n de su Fi7o, nuestro .e5or (esucristo 'cf. 2 ?im 9,1.1*! 2 4e 1,11). A /l nos ha destinado ios 4adre desde siempre y para siempre, como o#mos decir al rey, que representa a (esMs "lorioso, en el 7uicio definitivo a las naciones0 $3ntonces el rey dir% a los de su derecha0 Aenid, benditos de mi 4adre, a heredar el reino preparado para vosotros desde la creacin del mundo& '=t 2<,39). A este reino celeste el .e5or nos llama 'cf. 1 ?es 2,12), y por /l vale la pena darlo todo, hasta parte de nosotros mismos0 $.i tu o7o te hace caer, arr%ncatelo. =%s te vale entrar con un solo o7o en el Peino de ios que con los dos o7os ser arro7ado al horno& '=c ,,9D! cf. =t 1*,,). 6os autores sa"rados saben que no se puede describir con palabras lo que el .e5or nos tiene preparado 7unto a /l para siempre en su casa del cielo0 $Bomo est% escrito0 6o que o7o no vio, ni o#do oy, ni mente humana concibi, lo que ios prepar para quienes lo aman& '1 Bor 2,,, que se hace eco de @s ;9,3! cf. Pom *,1*). Al no contar con palabras adecuadas para describir lo que ser% el reino celestial, acuden los autores al poder evocador de los s#mbolos. ?odo es nuevo, reci/n estrenado0 el cielo, la tierra, la ciudad...0 $Ai un cielo nuevo y una tierra nueva. 3l primer cielo y la primera tierra han desaparecido... Ai la ciudad santa, la nueva
111 (erusal/n, ba7ando del cielo, de ios, preparada como novia que se arre"la para el novio. -# una voz potente que sal#a del trono0 =ira la morada de ios entre los hombres0 morar% con ellos! ellos ser%n sus pueblos y ios mismo estar% con ellos. 6es en7u"ar% las l%"rimas de los o7os. Ia no habr% muerte ni pena ni llanto ni dolor. ?odo lo anti"uo ha pasado. 3l que estaba sentado en el trono di7o0 =ira, renuevo el universo& 'Ap 21,1+<). 6a "loria de ios sustituye a la luz m%s esplendente0 $6a ciudad no necesita que la ilumine el sol ni la luna, porque la ilumina la "loria de ios, y su l%mpara es el Bordero& 'Ap 21,23)! $All# no habr% noche& 'Ap 22,<! 21,2<)! $6os 7ustos brillar%n como el sol en el Peino de su 4adre& '=t 13,93). 6a celebracin de una comida festiva, de un banquete, describe la intimidad y familiaridad entre el anfitrin y sus convidados, la ale"r#a desbordante de todos los comensales0 $Io dispon"o un Peino para vosotros, como mi 4adre lo dispuso para m#, para que com%is y beb%is a mi mesa en mi Peino& '6c 22,2,+3:! cf. =t 2;,2,! =c 19,2<0 6c 22,1;.1*). 3n este banquete celestial estar%n presentes comensales venidos de los cuatro puntos cardinales0 $Aendr%n de oriente y occidente, del norte y el sur, y se recostar%n a la mesa en el reino de ios& '6c 13,2,! cf. =t *,11). Quedan excluidos de la ciudad nueva, del banquete celeste, del reino definitivo de ios los que practican la in7usticia, la inmoralidad, la maldad 'cf. 1 Bor ;,,+1:! 1<,<:! C%l <,21! 3f <,<! Ap 21,2Da). >uestra fe firme en ios, 4adre nuestro, ue5o absoluto de todo y de todos, nos ense5a que al final, cuando todo quede sometido a nuestro .e5or (esucristo, /l entre"ar% el Peino a ios 4adre 'cf. 1 Bor 1<,29)! $tambi/n el Fi7o se someter% al que le someti todo Jal 4adreK, y as# ios ser% todo en todos& '1 Bor 1<,2*). 4or todo esto, cuando decimos. NAen"a a nosotros tu reinoO, estamos pidiendo a ios nuestro 4adre que se manifieste, que se ha"a patente entre nosotros, de la forma que /l crea m%s conveniente, lo que ya es una realidad, su .e5or#o universal.
-N
+&'ASE TU VO$UNTAD AS EN $A TIERRA CO,O EN E$ CIE$O 6a presente peticin slo est% en la versin de =ateo, no en la de 6ucas. 3n realidad, lo que aqu# pedimos est% ya incluido en la peticin anterior0 NAen"a a nosotros tu reinoO, comMn a los dos evan"elistas. 4ues 1qu/ si"nifica que ios reine entre nosotros, sino que se cumpla su voluntad, que nosotros ha"amos lo que a /l le a"rada2 4ero no est% de m%s que se especifique en concreto qu/ es lo que hemos de hacer para que el Peino de ios sea una realidad en nuestro mundo. 3l .e5or ha querido que el hombre colabore activamente en la realizacin de sus altos planes y proyectos, que tienen como primer beneficiario al hombre mismo. 3sto presupone que el hombre puede lle"ar a conocer cu%l es la voluntad del .e5or en "eneral, y, m%s en particular, qu/ es lo que el .e5or quiere de /l! que, una vez conocida la
112 voluntad del .e5or, el hombre la pueda realizar. 3n qu/ medida y cmo, esperamos aclararlo a lo lar"o del presente cap#tulo. -. En 01 consis5e l" @ol1n5"d de Dios 6a voluntad del .e5or pertenece a lo m%s #ntimo de s# mismo0 misterio impenetrable, abismo de los abismos, que slo /l puede conocer. .an 4ablo exclama0 $GQu/ abismo de riqueza, de sabidur#a y prudencia el de iosH GQu/ insondables sus decisiones, qu/ irrastreables sus caminosH 1Qui/n conoce la mente del .e5or2& 'Pom 11,33+39). 6a respuesta a esta pre"unta nos la da el mismo san 4ablo en su primera carta a los Borintios0 $3l 3sp#ritu lo explora todo, incluso las profundidades de ios. 1Qu/ hombre conoce lo propio del hombre sino el esp#ritu humano dentro de /l2 el mismo modo nadie conoce lo propio de ios si no es el 3sp#ritu de ios& '1 Bor 2,1:+11). As#, pues, si deseamos conocer la voluntad del .e5or, qu/ es lo que a /l le a"rada, debemos esperar que /l nos lo manifieste. e hecho ya nos lo ha manifestado, puesto que nos ha hablado, como no se cansan de repetir los testi"os autorizados del Anti"uo y del >uevo ?estamento0 $=uchas veces y de muchas formas habl ios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. 3n esta etapa final nos ha hablado por medio del Fi7o&, (esucristo nuestro .e5or 'Feb 1,1+2). 3fectivamente, la palabra es el medio principal por el que las personas se comunican entre s# las ideas, los sentimientos, las intenciones y todo lo m%s oculto de s# mismos. ios personal no es una excepcin, como confirma la historia de salvacin. 6a revelacin positiva de ios se llama y es palabra de ios, palabra hablada y escrita por profetas y autores sa"rados, que culmina en (esucristo el .e5or, la 4alabra encarnada y la revelacin personal de ios. 3n las sa"radas 3scrituras +A y >?+ descubrimos los creyentes la manifestacin expresa de la voluntad de ios. 1.1. Mani"estacin de la #oluntad de Dios en el 3ntiguo Testamento 3n el Anti"uo ?estamento el .e5or esco"i principalmente a =ois/s para dar a conocer su voluntad al pueblo y formularla por medio de mandatos y preceptos. (esMs Len .ira nos presenta as# a =ois/s en su "aler#a de hombres ilustres0 $4or su fidelidad y humildad J iosK lo esco"i entre todos los hombres, le hizo escuchar su voz y lo introdu7o en la nube espesa! puso en su mano los mandamientos, ley de vida y de inteli"encia, para que ense5ase los preceptos a (acob, sus leyes y decretos a @srael& '3clo 9<,9+<). 3l libro del euteronomio confirma estas palabras de principio a fin. Al con7unto de estas normas, preceptos y mandatos se suele llamar 6ey0 $Buando suba al trono Jel futuro reyK se har% escribir en un libro una copia de esta ley, se"Mn ori"inal de los sacerdotes levitas. 6a llevar% siempre consi"o y la leer% todos los d#as de su vida, para que aprenda a respetar al .e5or, su ios, poniendo por obra las palabras de esta ley y estos mandatos& ' t 1D,1*+1,! cf. 3:,1:! 3clo 21,11). ?ambi/n se llama 6ey de ios0 $(ehM no persever en el cumplimiento de la ley del .e5or, ios de @srael, con todo su corazn& '2 Pe 1:,31! cf. 2 Brn ;,1;! >eh 1:,3:)! y, por la voz principal que la promul"a, 6ey de =ois/s0 (osu/ se diri"e as# a todo @srael0 $Animaos mucho a poner por obra todo lo prescrito en el libro de la 6ey de =ois/s, a no desviaros a derecha ni a izquierda& '(os 23,;! cf. 1 Pe 2,3! 2 =ac D,3:). 6os profetas hablan tambi/n de leyes, preceptos y mandatos! pero atienden m%s que a la letra al esp#ritu interior que los inspira0 $=irad que lle"an d#as +or%culo del .e5or+ en que har/ una alianza nueva con @srael y con (ud%... As# ser% la alianza que har/ con @srael en aquel tiempo futuro +or%culo del .e5or+0 =eter/ mi 6ey en su pecho, la escribir/ en su corazn, yo
113 ser/ su ios y ellos ser%n mi pueblo& '(er 31,31+33). 6os profetas se fi7an en el .e5or, cuya voluntad se expresa en su 6ey0 $1Qui/n entre" a (acob al saqueo, a @srael al despo7o2 1>o fue el .e5or contra quien pecamos no queriendo se"uir sus caminos ni obedecer su ley2& '@s 92,29). 6os profetas se interesan, de modo especial, en el pro"rama de vida que en los mandatos del .e5or se nos revela0 $Fombre, ya te he explicado lo que est% bien, lo que el .e5or desea de ti0 que defiendas el derecho y ames la lealtad, y que seas humilde con tu ios& '=iq ;,*). 3n una sociedad reli"iosamente hipcrita, que desprecia lo d/bil y rinde culto a la violencia, la voz un%nime de los profetas se levanta con valent#a en favor de la 7usticia y de la misericordia. 3l reproche del profeta .amuel al caprichoso y violento rey .aMl0 $1.e complace el .e5or en holocaustos y sacrificios o en que obedezcan su voz2 -bedecer vale m%s que un sacrificio! ser dcil, m%s que "rasa de carneros& '1 .am 1<,22), se repite como un eco en las "eneraciones futuras. -seas reco"e el testi"o y lo formula de nuevo en boca del .e5or0 $=isericordia quiero, no sacrificios! conocimiento de ios, m%s que holocaustos& '-s ;,;! cf. =t ,,13! 12,D). ?ambi/n la profec#a de @sa#as reco"e con fidelidad la tradicin y la transmite con renovado vi"or0 $1Qu/ me importa el nMmero de vuestros sacrificios2 +dice el .e5or+ 3stoy harto de holocaustos de carneros, de "rasa de cebones! la san"re de novillos, corderos y machos cabr#os no me a"rada. '...) $Auestras manos est%n llenas de san"re. 6avaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Besad de obrar mal, aprended a obrar bien! buscad el derecho, enderezad al oprimido! defended al hu/rfano, prote"ed a la viuda& '@s 1,11.1<+1D)! $13s /se el ayuno que el .e5or desea, el d#a en que el hombre se mortifica2 =over la cabeza como un 7unco, acostarse sobre estera y ceniza, 1a eso lo llam%is ayuno, d#a a"radable al .e5or2 3l ayuno que yo quiero es /ste0 abrir las prisiones in7ustas, hacer saltar los cerro7os de los cepos, de7ar libres a los oprimidos, romper todos los cepos partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne. 3ntonces romper% tu luz como la aurora, en se"uida te brotar% la carne sana! te abrir% camino tu 7usticia, detr%s ir% la "loria del .e5or& '@s <*,<+*). Vacar#as declara, por Mltimo, que la 6ey y los profetas est%n plenamente de acuerdo al refle7ar la Mnica e inequ#voca voluntad del .e5or0 $As# dice el .e5or de los e7/rcitos0 (uz"ad se"Mn derecho, que cada uno trate a su hermano con piedad y compasin, no oprim%is a viudas, hu/rfanos, emi"rantes y necesitados, que nadie maquine maldades contra su pr7imo. 4ero no hicieron caso, me dieron la espalda rebel%ndose, se taparon los o#dos para no o#r. 3mpedernidos, no escucharon la ley ni las palabras que el .e5or de los e7/rcitos inspiraba a los anti"uos profetas& 'Vac D,,+12! cf. .al 9:,D+,! <1,1*+1,). 1.2. La #oluntad de Dios segn el !ue#o Testamento ios ha manifestado su voluntad desde anti"uo por medio de la 6ey y los 4rofetas! Mltimamente, $en esta etapa final, nos ha hablado por medio de su Fi7o& 'Feb 1,2). (esMs, el .e5or, con su vida y sus palabras nos ha dado a conocer cu%l es la voluntad de su 4adre y 4adre nuestro, y qu/ es lo que espera de nosotros, a saber, nuestra adhesin incondicional a /l, cumpliendo fielmente su voluntad. 3l >uevo ?estamento en su con7unto, como 3scritura sa"rada, es el espl/ndido fruto de, al menos, dos "eneraciones de creyentes en (esucristo, el .e5or resucitado. 6os 3van"elios son una recopilacin de notas, recuerdos y reflexiones de testi"os de primer orden, que convivieron con el .e5or0 la primera "eneracin! o de disc#pulos y compa5eros de los primeros0 la se"unda "eneracin, por e7emplo, 4ablo y 6ucas 'cf. 6c 1,1+9! Fch 1,1+2). A los 3van"elios se suman otros escritos apostlicos 'Fechos de los Apstoles, Bartas y
119 Apocalipsis de san (uan), que narran los inicios de la comunidad cristiana, su r%pida expansin por los territorios del imperio romano, y contienen important#simas reflexiones a partir de la fe en Bristo de personas concretas. 4or estos escritos del >uevo ?estamento lle"amos a conocer la vida de fe de la @"lesia primera, la del si"lo primero, de la que hereda su fe cristiana la @"lesia de los si"los si"uientes hasta nuestro d#as. Al >uevo ?estamento, como fuente de nuestra fe, acudimos para intentar conocer qu/ se nos dice en /l sobre la voluntad de ios. 3mpezamos reconociendo que en el >uevo ?estamento descubrimos que el .e5or#o de ios es absoluto, que su influ7o y accin est% presente en todo! en lo que a nuestro parecer es "rande y tambi/n en lo peque5o, pues de su voluntad y querer depende todo. .n el mundo uni#erso0 $ i"no eres, .e5or ios nuestro, de recibir la "loria y el honor y el poder, porque creaste el universo y por tu voluntad fue creado y existi& 'Ap 9,11! cf. Pom 11,3;! 1 Bor *,;). .n el hom%re y su destino0 ios crea el mundo y en el mundo al hombre, pero no cie"amente, sino con un fin bien determinado, $eli"i/ndonos de antemano para ser sus hi7os adoptivos por medio de (esucristo, se"Mn el benepl%cito de su voluntad& '3f 1,<! ver, tambi/n, vv. ,+11). Sundado en esta seria voluntad de ios, san 4ablo escribe a ?imoteo que ios, nuestro salvador, $quiere que todos los hombres se salven y lle"uen a conocer la verdad& '1 ?im 2,9). ?odo lo cual es pura deduccin de las ense5anzas directas de (esMs, que no quiere que se pierda nin"uno, ni siquiera el m%s insi"nificante y peque5o0 $1Qu/ os parece2 .upon"amos que un hombre tiene cien ove7as y se le extrav#a una0 1no de7ar% las noventa y nueve en la ladera para ir a buscar la extraviada2 I si lle"a a encontrarla, os ase"uro que se ale"rar% m%s por ella que por las noventa y nueve no extraviadas. el mismo modo, vuestro 4adre del cielo no quiere que se pierda ni uno de estos peque5os& '=t 1*,12+19). .n los grandes acontecimientos y tam%i?n en los e-ue9os. .an 4ablo cree que el e7ercicio de su apostolado es simplemente el cumplimiento de la voluntad de ios, como escribe al comienzo de varias de sus cartas0 $4ablo, llamado a ser apstol de (esucristo por voluntad de ios& '1 Bor 1,1! cf. 2 Bor 1,1! 3f 1,1! Bol 1,1! 2 ?im 1,1)! tambi/n es cumplimiento de la voluntad de ios lo que sucede en las i"lesias 'cf. 2 Bor *,<). e la intervencin de ios en lo peque5o es (esMs mismo el que nos instruye0 $1>o se venden dos "orriones por unos cuartos2 4ues ni uno de ellos cae a tierra sin permiso de vuestro 4adre& '=t 1:,2,). 3l que cree de verdad en ios deber#a considerarse permanentemente en los brazos de ios, inmerso en ios como una "ota de a"ua en el oc/ano. 6a ima"en nos la suscita san 4ablo, que dec#a a los or"ullosos atenienses en el Arepa"o0 $ ios no est% le7os de nin"uno de nosotros, ya que en /l vivimos y nos movemos y existimos& 'Fch 1D,2D+2*). >o deber#a haber nada m%s importante para nosotros, que vivimos tan cerca de ios, nuestro 4adre y .e5or, que intentar averi"uar cu%l es su voluntad, qu/ es lo que a /l le a"rada, qu/ es lo que quiere y espera de nosotros. 6os autores sa"rados nos ayudan eficazmente en esta tarea. 3nterado san 4ablo de la ma"n#fica aco"ida que los colosenses hab#an prestado a la predicacin del evan"elio, les escribe en su carta0 $>o cesamos de orar por vosotros, pidiendo0 que lle"u/is al pleno conocimiento de su voluntad con toda sabidur#a e inteli"encia espiritual, que proced%is como el .e5or merece, a"rad%ndole en todo& 'Bol 1,,+1:). 4or otros pasa7es de san 4ablo sabemos que lo que m%s a"rada al .e5or es, al mismo tiempo, lo me7or para nosotros en todos
11< los sentidos, lo que es bueno y aceptable y perfecto0 la convivencia con todos en paz y ale"r#a, como escribe a los tesalonicenses0 O=antened la paz. 3so os recomendamos, hermanos0 a los insumisos amonestadlos, a los deprimidos animadlos, a los d/biles socorredlos, con todos sed pacientes. Buidado, que nadie devuelva mal por mal! buscad siempre el bien entre vosotros y para todos. 3stad siempre ale"res, orad sin cesar, dad "racias por todo. 3so es lo que quiere ios de vosotros como cristianos& '1 ?es <,13+1*! cf.1 4e 2,11+1<). /. Conocid" l" @ol1n5"d de Dios, h"6 01e c137li!l" 6a misma vida nos ense5a que, si un inferior conoce la voluntad de su superior, debe hacer lo posible por cumplirla. 3l .e5or (esMs confirma esta ense5anza comMn al final de una de sus par%bolas0 $3l criado que, conociendo la voluntad de su se5or, no se dispone y actMa conforme a su voluntad, recibir% muchos azotes& '6c 12,9D). 3s, pues, evidente que, si nosotros conocemos cu%l es la voluntad de ios, tenemos que cumplirla. 3n la 3scritura se repiten continuamente los requerimientos que el .e5or hace al pueblo, exi"iendo el estricto cumplimiento de sus leyes y mandatos, bien sea directamente0 $Bumplid mis mandatos y "uardad mis leyes, procediendo se"Mn ellos. Io soy el .e5or, vuestro ios& '6ev 1*,9)! bien indirectamente por medio de =ois/s0 $Ahora, @srael, 1qu/ es lo que te exi"e el .e5or, tu ios2 Que respetes al .e5or, tu ios! que si"as sus caminos y lo ames! que sirvas al .e5or, tu ios, con todo el corazn y con toda el alma! que "uardes los preceptos del .e5or, tu ios, y los mandatos que yo te mando hoy& ' t 1:,12+13). 3l le"islador hac#a depender del cumplimiento perfecto de estos mandatos y preceptos la felicidad y bienestar de @srael0 $3l .e5or, tu ios, har% prosperar tus empresas, el fruto de tu vientre, el fruto de tu "anado y el fruto de tu tierra. 3l .e5or, tu ios, volver% a ale"rarse conti"o de tu prosperidad, como se ale"raba con tus padres, si escuchas la voz del .e5or, tu ios, "uardando sus preceptos y mandatos, lo que est% escrito en el cdi"o de esta ley! si te conviertes al .e5or, tu ios, con todo el corazn y con toda el alma& ' t 3:,,+1:! cf. 12,2*). =ois/s estaba convencido de que la observancia de la 6ey era cosa f%cil0 $3l precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda ni inalcanzable! no est% en el cielo, no vale decir0 N1Qui/n de nosotros subir% al cielo y nos lo traer% y nos lo proclamar% para que lo cumplamos2O! ni est% m%s all% del mar, no vale decir0 N1Qui/n de nosotros cruzar% el mar y nos lo traer% y nos lo proclamar% para que lo cumplamos2O. 3l mandamiento est% a tu alcance0 en tu corazn y en tu boca. BMmplelo& ' t 3:,11+19). .in embar"o, sur"e una dificultad de orden teol"ico. 14uede acaso el pueblo, o cada uno de sus miembros, hacer lo que al .e5or le a"rada, cumplir su voluntad2 Biertamente el hombre por s# solo no puede realizar esta proeza. 6a cadena ininterrumpida de infidelidades en la historia humana demuestra, adem%s, de hecho, que el hombre moralmente es fr%"il y poco consistente. 6os profetas hablan de la intervencin directa de ios en el corazn de los creyentes, "racias a la cual podr%n cumplir sus mandatos. 6as palabras del .e5or en el profeta 3zequiel se refieren al pueblo restaurado de @srael en estos t/rminos0 $6es dar/ un corazn #nte"ro e infundir/ en ellos un esp#ritu nuevo0 les arrancar/ el corazn de piedra y les dar/ un corazn de carne, para que caminen se"Mn mis preceptos, observen mis normas y las pon"an por obra! as# ser%n mi pueblo y yo ser/ su ios& '3z 11,1,+2:! cf. (er 31,33+39). 6a ense5anza de (esMs a este respecto en el evan"elio se"Mn san (uan es rotunda0 $.in m# no pod/is hacer nada& '(n 1<,<)! $>adie va al 4adre si no es por m#& '(n 19,;)! aunque tambi/n afirma (esMs0 $>adie puede venir a m#, si el 4adre que me ha enviado no lo atrae& '(n ;,99). 4ero lo cierto es que 7am%s actuamos solos. .i no rechazamos expl#citamente al .e5or,
11; /l nos acompa5ar% siempre, pues ha tomado la iniciativa, como di7o a sus disc#pulos al despedirse definitivamente de ellos0 $Io estar/ con vosotros siempre, hasta el fin del mundo& '=t 2*,2:). .u presencia 7unto a nosotros, en nosotros, es invisible, pero real 'cf. Bol 3,3). .u vida y la nuestra se confunden en una. ec#a san 4ablo de s# mismo0 $Ia no vivo yo, sino que vive Bristo en m#& 'C%l 2,2:). Al que vive espiritualmente unido a Bristo se le pueden aplicar con toda verdad las palabras del .e5or sobre la vid y los sarmientos0 $Bomo el sarmiento no puede dar fruto por s# solo, si no permanece en la vid, tampoco vosotros, si no permanec/is en m#. Io soy la vid, vosotros los sarmientos0 quien permanece en m# y yo en /l dar% mucho fruto& '(n 1<,9+<). 4or la "racia de ios somos hi7os suyos! por eso le llamamos N4adre nuestro que est%s en los cielosO. A partir de esta realidad de fe san 4ablo te7e su ma"n#fico discurso0 $Bomo sois hi7os, ios infundi en vuestro corazn el 3sp#ritu de su Fi7o que clama0 Abba 4adre& 'C%l 9,;! cf. Pom *,1+1<). >adie puede decir una cosa tan f%cil como $.e5or (esMs, si no es movido por el 3sp#ritu .anto& '1 Bor 12,3). 3st% pues bien claro que por pura "racia de ios podemos realizar todo lo que /l nos pida, podemos cumplir plenamente su voluntad. (esMs, adem%s, nos hace una invitacin espl/ndida0 $Aenid a m# todos los que est%is cansados y a"obiados, y yo os aliviar/. Bar"ad con mi yu"o y aprended de m#, que soy manso y humilde de corazn, y hallar/is descanso para vuestras almas. 4orque mi yu"o es suave y mi car"a li"era& '=t 11,2*+3:). 6a respuesta m%s adecuada por parte nuestra a los requerimientos y exi"encias del .e5or para que cumplamos su voluntad es un deseo sincero de cumplirla, como ma"n#ficamente expresa el salmista, hablando con ios0 $3n el texto del rollo Jo sa"rada 3scrituraK se escribe de m# que he de cumplir tu voluntad0 y yo lo quiero, ios m#o, llevo tu instruccin Jtu leyK en las entra5as& '.al 9:,*+,. 3n Feb 1:,<+1: se aplica el salmo a (esMs). Qna vez que hemos asimilado como verdadero alimento la sa"rada 3scritura o palabra de ios 'cf. 3z 3,1+3), ella suscita en nuestro corazn un deseo vehemente de unirnos a ios y de hacer que se cumpla en nosotros su voluntad santa. 4ara que esto se realice, otro salmo nos se5ala al maestro interior, que es ios mismo0 $3ns/5ame a cumplir tu voluntad, pues tM eres mi ios. ?u esp#ritu, que es bueno, me "u#e por tierra llana& '.al 193,1:). 3ste deseo de hacer la voluntad del .e5or florece en los ambientes m%s variados. (udas =acabeo termina una aren"a a sus soldados con estas sentencias0 $=%s vale morir en la batalla que ver las des"racias de nuestra nacin y del templo. 4ero h%"ase la voluntad de ios& '1 =ac 3,<,+;:). Ia en tiempos de paz los 7ud#os de (erusal/n y de (ud% escriben a los de 3"ipto0 $Que ios os d/ a todos el deseo de adorarlo y de hacer su voluntad con corazn "eneroso y de buena "ana& '2 =ac 1,3). 4. *1in c137le l" @ol1n5"d de Dios el deseo de hacer la voluntad de ios hay que pasar a su realizacin. 3s lo que pedimos al decir0 NF%"ase tu voluntadO. 3l .e5or propuso a todos los que le escuchaban, especialmente a la clase diri"ente0 los sumos sacerdotes y los senadores del pueblo, la par%bola de los dos hi7os0 $Qn hombre ten#a dos hi7os. .e diri"i al primero0 Fi7o, ve hoy a traba7ar en mi vi5a. 6e respondi0 .#, se5or! pero no fue. espu/s fue y di7o lo mismo al se"undo. 3ste respondi0 >o quiero! pero lue"o se arrepinti y fue. 1Bu%l de los dos cumpli la voluntad de su padre2 6e dicen0 R3l Mltimo& '=t 21,2*+31a). Fasta aqu# todo es normal, pues la conducta de los hi7os no admite otra respuesta. 4ero (esMs eleva el discurso a las relaciones entre el hombre y ios, pues el hombre de la par%bola es ios y la vi5a, el reino de ios. .obre la conducta e identificacin de los hi7os di7o (esMs0 $-s ase"uro que los recaudadores y las prostitutas entrar%n antes que vosotros en el reino de ios. 4orque vino (uan, ense5ando el
11D camino de la honradez, y no le cre#steis, mientras que los recaudadores y las prostitutas le creyeron& '=t 21,31b+32). 4ara (esMs lo que importa es traba7ar en la vi5a del .e5or! lo definitivo es colaborar positivamente con /l, aunque a veces el traba7o no sea perfecto ni se ha"a desde el principio. 6a comprensin y misericordia del .e5or suplen con creces lo que no hace el hombre o lo hace mal, si /ste lo reconoce con humildad. 3n el sermn del =onte (esMs tiene una sentencia que concuerda plenamente con la ense5anza de la par%bola0 $>o todo el que me di"a G.e5or, .e5orH entrar% en el reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi 4adre que est% en los cielos& '=t D,21). (esMs tiene tanto aprecio del que hace la voluntad de su 4adre que lo considera parte de su propia familia0 $3l que cumpla la voluntad de ios, /se es mi hermano y hermana y madre& '=c 3,3<). 4or otra parte, est% muy equivocado el que crea que puede dar al"o a ios, o exi"irle al"o a cambio. ios, sin embar"o, da sin media y "ratuitamente, pues se da a s# mismo, y tambi/n nos da a su Fi7o y al 3sp#ritu .anto. .lo requiere un corazn receptor, vac#o de s# mismo, humilde y reconocido0 $Qn corazn quebrantado y humillado, tM, ios, no lo desprecias& '.al <1,1,! cf. 39,1,! @s <D,1<! ;;,2). (esMs propone como modelo de persona, que "ana el corazn de ios, al recaudador que, en el templo, $de pie y a distancia, ni siquiera alzaba los o7os al cielo, sino que se "olpeaba el pecho diciendo0 -h ios, ten piedad de este pecador...8ste volvi a casa absuelto... 4orque quien se humilla ser% ensalzado& '6c 1*,13+19). Antes de proponer el e7emplo sublime del .e5or (esMs, y limit%ndonos exclusivamente al >uevo ?estamento, mencionamos al"unos testimonio sobresalientes de personas que han hecho del cumplimiento de la voluntad de ios el centro de sus vidas y ense5anzas. 3l primero de todos es el de =ar#a, la madre de (esMs, tal y como nos lo presenta el evan"elista san 6ucas en la escena de la Anunciacin. 3l %n"el anuncia a =ar#a que ha sido ele"ida por ios 4adre para concebir en su seno a (esMs, el Fi7o del Alt#simo. 6a 3ncarnacin del Fi7o de ios es un misterio absoluto y, por tanto, obra exclusiva del 4oder de ios, es decir, del 3sp#ritu .anto. 3l evan"elista plasma en escenas muy pl%sticas la fe de la @"lesia de su tiempo sobre la naturaleza humana y divina de (esMs. 6as palabras que el %n"el diri"e a =ar#a, la doncella de >azaret, son el comienzo de un lar"o rosario de alabanzas que 7am%s cesar%n de o#rse en la tierra en el seno de la @"lesia. 6a respuesta de =ar#a a la salutacin y anuncio del %n"el0 $Aqu# est% la esclava del .e5or, h%"ase en m# se"Mn tu palabra&, revelan la plena aceptacin de su mensa7e y, en consecuencia, el cumplimiento perfecto de la voluntad de ios que en /l se le transmite. .i"uen los testimonios de los apstoles. .an 4edro anima a los cristianos de sus comunidades a responder con dulzura y respeto aun a aquellos que deni"ran su buena conducta, $pues me7or es sufrir por hacer el bien, si esa es la voluntad de ios, que por hacer el mal& '1 4e 3,1D! cf. 9,1,). .an 4edro tiene en cuenta los padecimientos que tienen que soportar los cristianos, por los que se aseme7an a Bristo (esMs 'cf. 1 4e 2,1,+2<). Bon este teln de fondo se entienden estas palabras, tambi/n de san 4edro0 $Bomo Bristo padeci corporalmente, armaos vosotros de la misma actitud... para vivir el resto de vuestra vida mortal no se"Mn los deseos humanos, sino se"Mn la voluntad de ios& '1 4e 9,1+2). .an (uan, en su primera carta, descubre un sentido trascendental al cumplimiento de la voluntad de ios. 3l mundo pasa, el tiempo pasa y todo lo que es temporal, $pero quien cumple la voluntad de ios permanece para siempre& '1 (n 2,1D), porque participa de la vida divina, indestructible e inmortal. Qnidos tan #ntimamente al .e5or, podemos diri"irnos a /l en nuestra oracin $con la confianza de que, si pedimos al"o se"Mn su voluntad, nos escuchar%&
11* '1 (n <,19), es decir, nos lo conceder%. 4or su parte, san 4ablo hab#a hecho una pre"unta en el momento de su conversin0 $1Qu/ debo hacer, .e5or2& 'Fch 22,1:). 6a pre"unta implicaba una eleccin definitiva0 de7arse "uiar por el .e5or el resto de su vida, como de hecho cumpli con fidelidad. Bomienza su misin en Antioqu#a, en cuya comunidad se hab#a inte"rado. $ urante una litur"ia en honor del .e5or, acompa5ada de ayuno, el 3sp#ritu .anto di7o0 +Apartadme a Lernab/ y a .aulo para la tarea a la que los ten"o destinados& 'Fch 13,2). 3n adelante recorre 4ablo los caminos del @mperio, impulsado siempre por el 3sp#ritu del .e5or! as# queda consi"nado en el libro de los Fechos de los Apstoles 'cf. Fch 1;,;+*.1:! 2:,22+29! 21,9.11+19! 23,11). =. Jes>s c137le l" @ol1n5"d del P"d!e =uchos son los testi"os en la fe que nos han precedido! de la mayor#a de ellos ni siquiera conocemos sus nombres. Feb 11 presenta un "randioso cuadro, $una nube de testi"os& 'Feb 12,1), que nos se5alan el camino que hemos de se"uir, $fi7os los o7os en el que inici y consum la fe, en (esMs& 'Feb 12,2). 3fectivamente, (esMs es para nosotros, sus disc#pulos, el principio, el medio y el fin en el %mbito de la fe. 3n /l, como =aestro nuestro que es, fi7amos nuestra mirada, para ver cmo hemos de cumplir la voluntad de su 4adre y 4adre nuestro, pues /l hizo de ella el centro de su vida y, sin duda, le "ustar#a que nosotros hici/ramos lo mismo. urante la cena de despedida, la v#spera de su muerte, (esMs di7o a sus disc#pulos0 $Aosotros me llam%is Nel =aestroO y Nel .e5orO, y dec#s bien, porque lo soy& '(n 13,13). 3l =aestro y el .e5or ha querido ponerse a la misma altura de sus disc#pulos, los de entonces y los de todos los tiempos! por eso su e7emplo debe ser el me7or pro"rama de vida para todo el que se precie de ser su disc#pulo. 6os escritores del >uevo ?estamento est%n convencidos de que la vida de (esMs "ira en torno a la voluntad de ios, su 4adre. >osotros no hacemos m%s que recordar lo que ellos han escrito. 3l autor de la carta a los Febreos pone en boca de (esucristo palabras del .almo 9:, se"Mn la versin "rie"a0 $4or eso dice al entrar en el mundo0 >o quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo. >o te a"radaron holocaustos ni sacrificios expiatorios. 3ntonces di7e0 Aqu# estoy, he venido para cumplir, oh ios, tu voluntad Rcomo est% escrito de m# en el libroR& 'Feb 1:,<+D). 6a perspectiva del autor es la del creyente en el misterio de la 3ncarnacin del Fi7o de ios. Adem%s hace que (esMs tome conciencia de sus actos desde el primer instante de su existencia. 3l evan"elista san (uan coincide en la interpretacin desde otra perspectiva, la de (esMs adulto, pero con una visin retrospectiva. 3n el discurso sobre el pan de vida que tuvo (esMs en la sina"o"a de BafarnaMn, utilizando nuestras formas de pensar, confiesa abiertamente0 $>o ba7/ del cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envi& '(n ;,3*! cf. <,3:), de tal manera que en ello est% precisamente la fuente de su ener"#a, como /l mismo nos dice0 $=i sustento es cumplir la voluntad del que me envi y llevar a cabo su obra& '(n 9,39). (esMs no se desvi ni un mil#metro del camino que el 4adre quer#a que /l recorriera libremente, aunque tuviera que pa"ar por ello un alt#simo precio, el de su propia vida. 3n la oracin del huerto de Cetseman# (esMs acepta por tres veces lo que se le viene encima, la copa o c%liz de amar"ura0 $ ec#a0 RAbba '4adre), tM lo puedes todo, aparta de m# esa copa. 4ero no se ha"a mi voluntad, sino la tuya& '=c 19,3;! cf. =t 2;,3,! 6c 22,92). e nuevo, $por se"unda vez se ale7 a orar0 R4adre, si esta copa no puede pasar sin que yo la beba, que se cumpla tu voluntad& '=t 2;,92! cf. =c 19,3,). 4or Mltimo, $se apart por tercera vez
11, repitiendo la misma oracin& '=t 2;,99! cf. 6c 22,99). .an 6ucas nos comunica que la oracin de (esMs ha sido escuchada por el 4adre0 $.e le apareci un %n"el del cielo que le confortaba& '6c 22,93), por lo que se levant resueltamente y fue a recibir con entereza a los que ven#an a prenderlo. 3n el momento del prendimiento un detalle pone de manifiesto la inquebrantable firmeza de la decisin de (esMs de aceptar hasta el final la voluntad de su 4adre0 $Qno de los que estaban con (esMs ech mano a la espada, la desenvain y de un ta7o le cort una ore7a al criado del sumo sacerdote. (esMs le dice0 R3nvaina la espada0 '...) 1Brees que no puedo pedirle a mi 4adre que me env#e ense"uida m%s de doce le"iones de %n"eles2 4ero entonces, 1cmo se cumplir% lo escrito, que esto tiene que suceder2& '=t 2;,<1+<9! cf. =c 19,9D! 6c 22,<:+<1). (uan identifica al disc#pulo de la espada! es 4edro 'cf. (n 1*,1:), al que se diri"e (esMs con estas palabras0 $3nvaina la espada0 la copa que me ha ofrecido mi 4adre 1no la voy a beber2& '(n 1*,11). (esMs acepta libremente la copa y la bebe hasta las heces. 3sto es lo que nos quieren decir tanto Feb <,*+,0 $.iendo hi7o, aprendi sufriendo lo que es obedecer, ya consumado lle" a ser para cuantos le obedecen causa de salvacin eterna&, como san 4ablo en la carta a los Silipenses0 $?ened los mismos sentimientos de Bristo (esMs, el cual, a pesar de su condicin divina, no hizo alarde de ser i"ual a ios! sino que se vaci de s# y tom la condicin de esclavo, haci/ndose seme7ante a los hombres. I mostr%ndose en fi"ura humana se humill, se hizo obediente hasta la muerte, una muerte en cruz& 'Slp 2,<+*). esde la c%tedra de la cruz (esMs nos dio la Mltima y definitiva leccin de su vida0 $(esMs, sabiendo que todo hab#a terminado, para que se cumpliese la 3scritura, dice0 R?en"o sed. Fab#a all# un 7arro lleno de vina"re. 3mpaparon una espon7a en vina"re, la su7etaron a un hisopo y se la acercaron a la boca. (esMs tom el vina"re y di7o0 R3st% acabado. obl la cabeza y entre" el esp#ritu '(n 1,,2*+3:). A. As en l" 5ie!!" co3o en el cielo 3n el cap#tulo A@@0 N4adre nuestro que est%s en el cieloO, ya hemos visto qu/ es lo que la sa"rada 3scritura entiende por NtierraO y por NcieloO! a /l nos remitimos. Ahora solamente recordamos al"unos puntos esenciales. ?ierra y cielo, cielo y tierra se contraponen como dos polos opuestos! como el arriba y el aba7o, como el mundo o morada de ios y el mundo o morada de los hombres. ice el salmo0 $3l cielo pertenece al .e5or, la tierra se la ha dado a los hombres& '.al 11<,1;). 3l >uevo ?estamento, especialmente el Apocalipsis, presenta el cielo como una ciudad santa, la morada propia de ios, que se convertir% en la morada definitiva de los hombres con ios, donde el dolor y la muerte ya no tienen lu"ar 'cf. Ap 21,2+ 1:). 3l nMmero de los habitantes no se puede nombrar, $una multitud enorme, que nadie pod#a contar, de toda nacin, raza, pueblo y len"ua& 'Ap D,,! cf. Feb 12,22+23). 3l cielo es la casa comMn del 4adre, a donde se nos ha adelantado (esMs "lorioso, de donde volver% para llevarnos consi"o y as# estar siempre 7untos 'cf. (n 19,2+3). 6o que pedimos en esta peticin es ciertamente un sue5o0 que en nuestro mundo +en la tierra+, donde reinan en una proporcin desmesurada la mentira, la in7usticia, la violencia y la muerte, se cumpla la voluntad del .e5or, que es voluntad de bondad, de 7usticia, de verdad, de vida. 6a dificultad fundamental de este sue5o est% en que pedimos que /l se realice entre nosotros en la misma medida que se cumple en el cielo, es decir, de modo perfecto. .abemos que lo que pedimos en el 4adrenuestro es una utop#a, pues 7am%s podremos decir que se ha realizado al"una vez entre nosotros o se vaya a realizar! pero es una utop#a activa, que nos impulsa a superar incansablemente los obst%culos de cada d#a, para intentar acercarnos a la meta que el .e5or nos propone. .an 4ablo la interpreta de la si"uiente manera0 $>o os a7ust/is
12: a este mundo, antes transformaos con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de ios, lo que es bueno y aceptable y perfecto& 'Pom 12,2)! y tambi/n0 $3sta es la voluntad de ios0 vuestra santificacin& '1 ?es 9,3). 3sta meta alt#sima es como el horizonte hacia el que siempre e indefectiblemente caminamos, a sabiendas de que, por mucho que avancemos, 7am%s podremos lle"ar a /l. 3l deseo que el .e5or nos infunde por su 3sp#ritu supera nuestra impotencia. 4or esta causa el pecador y el santo pueden rezar el 4adrenuestro con la misma verdad e ilusin. 6a palabra del .e5or en el 4adrenuestro nos anima a se"uir pidiendo con insistencia lo que no est% al alcance de nuestras fuerzas! pero, como di7o (esMs a sus disc#pulos a propsito de la imposibilidad de que un rico entre el reino de ios0 $4ara los hombres es imposible, no para ios! todo es posible para ios& '=c 1:,2D! 6c 1,3D).
-DANOS +O% NUESTRO PAN DE CADA DA Bomienza la se"unda parte del 4adrenuestro y con ella el cambio de orientacin. 6a primera parte "ira en torno a ios 4adre, a quien el hombre debe alabar, venerar, obedecer como criatura e hi7o suyo que es! en esta se"unda parte la atencin se diri"e al hombre, como beneficiario Mnico de las acciones de ios. 3l clima sobrenatural de la oracin no var#a. BontinMa el di%lo"o directo y confiado del orante con ios, como el de un hi7o con su padre! las peticiones alcanzan las dimensiones m%s elevadas y amplias de la vida humana0 el sustento fundamental de la vida, la reconciliacin y la paz con ios y entre los hombres, la se"uridad en el presente y la liberacin de todos los males en el futuro. -. El don de l" @id" >uestra vida se identifica con nosotros mismos, cuyo ori"en no puede reducirse al acto de "eneracin de nuestros padres, pues somos personas y cada persona es Mnica e irrepetible, mucho m%s que la suma y combinacin de todo el material "en/tico heredado. 3l ori"en de nuestra identidad en Mltima y definitiva instancia est% en ios, que nos ha creado a su ima"en y seme7anza 'cf. C/n 1,2;+2D)! y, sin que lo determinen nuestros "enes, sino porque as# lo ha querido /l, nos ha destinado a participar de su vida como hi7os adoptivos suyos, se"Mn nos informa san 4ablo0 $4or Bristo, antes de la creacin del mundo, J iosK nos eli"i para que por el amor fu/ramos santos e irreprochables en su presencia. 4or (esucristo, se"Mn el desi"nio de su voluntad, nos predestin a ser sus hi7os adoptivos& '3f 1,9+<! cf. Pom *,2,). >uestra fe en ios 4adre nos dice que nosotros no somos due5os de nuestra vida, como podemos serlo de nuestros bienes muebles e inmuebles, pues no la hemos comprado. 1A qui/n hubi/ramos podido comprarla2 >o la hemos heredado de nuestros padres como un bien familiar. >o nos la hemos encontrado, como se encuentra un tesoro escondido, perdido. Bonfesamos, pues, "ozosamente que nuestra vida la hemos recibido de ios. Fasta los mismos pa"anos reconoc#an que la vida no era nuestra, sino un don recibido que un d#a hab#a que devolver. 6eemos en 6ucrecio0 $6a vida a nadie se da en propiedad, a todos en
121 usufructo& 'De rerum natura, @@@ ,D1), y en =. ?ulio Bicern0 $6a naturaleza te dio el usufructo de la vida como se da el dinero, sin se5alar d#a para el pa"o. 14or qu/ te que7as cuando te reclama lo que es suyo2 Bon esa condicin lo hab#as recibido& 'Tusculana, @ 3,,,3). >osotros ponemos nombre propio a esa naturaleza de Bicern! la llamamos ios, 4adre nuestro. 6a vida, que ios nos ha re"alado, es sumamente fr%"il a pesar de su inne"able "randeza. .e parece a un ma"n#fico tesoro, pero "uardado en una urna de cristal, que puede romperse y hacerse a5icos en un abrir y cerrar de o7os. 4ensemos en un "rave accidente de tr%fico o en un infarto de miocardio. esde siempre sabemos, adem%s, que por una ley implacable de la naturaleza tenemos que alimentarnos varias veces al d#a para mantener nuestra apreciada vida, y que, si no lo hacemos, sufriremos el zarpazo del hambre, un debilitamiento "eneral en nuestro or"anismo y, en Mltimo t/rmino, la muerte. 3sto no es una ociosa elucubracin en nuestro mundo t/cnicamente super avanzado y previsor, pues muchos seres humanos, m%s de los que podemos ima"inar, en muchos lu"ares de nuestro planeta hoy mismo no pueden satisfacer las necesidades m%s perentorias, por lo que pasan hambre y fatalmente mueren por inanicin. 3s l"ico, por tanto, que la primera peticin de la se"unda parte del 4adrenuestro ten"a por ob7eto el pan nuestro de cada d#a, y que la ha"amos diri"i/ndonos a ios nuestro 4adre, en cuyas manos estamos nosotros y la creacin entera. /. El 7"n n1es5!o de c"d" d"... ho6 4edir a ios nuestro pan de cada d#a a unos puede parecer innecesario, a otros una provocacin. A los que tienen ase"urado el sustento diario, y no se sienten amenazados por un cambio repentino en sus finanzas, les puede parecer inMtil pedir al .e5or que les d/ lo que ya tienen! en cambio, cuando los que carecen de todo y no tienen nada piden a ios que les d/ el pan de cada d#a, parece que lo est%n tentando, pues pr%cticamente le est%n pidiendo un mila"ro. 3so es lo que hicieron los israelitas en el desierto0 $?entaron a ios en el corazn pidiendo una comida para su apetito. Fablaron contra ios, di7eron0 1podr% ios poner la mesa en el desierto2 '...) 1podr% tambi/n darnos pan y proveer de carne a su pueblo2& '.al D*,1*+2:! cf. 3x 1D,2! >Mm 11 y 19). 4or eso los israelitas fueron %speramente reprendidos 'cf. .al ,<,*+,), y la 6ey se expres con claridad a este respecto0 $>o tentar/is al .e5or, vuestro ios, poni/ndolo a prueba, como lo tentasteis en =as%& ' t ;,1;! cf. =t 9,D). .in embar"o, la peticin a ios del pan cotidiano no es una peticin inMtil! tampoco es una provocacin. .e"Mn la perspectiva de (esMs, el =aestro, todos sin excepcin, los que tenemos ase"urado el sustento diario y los que no lo tenemos, debemos sentirnos en cada momento +en el hoy permanente de nuestra vida+ como verdaderos hi7os de ios. 4or esto cada hoy de nuestra existencia acudimos a /l con plena confianza, como cualquier buen hi7o acude a su padre. Adem%s de esto, al pedir a ios el pan nuestro de cada d#a, estamos confesando que /l es el ori"en y la fuente de la vida, es decir, el que ha creado cuanto existe y lo mantiene en la existencia con paternal providencia. Bonscientemente pedimos lo que el .e5or (esMs nos ha ordenado que pidamos y en el modo que /l mismo nos ha recomendado. 4ues, si a las aves del cielo, que no siembran no cosechan ni reco"en en "raneros, el 4adre del cielo las sustenta, 1cu%nto m%s a nosotros, sus hi7os, que valemos m%s que ellas2 'cf. =t ;,2;). 2.1. .l an en su sentido m's literal
122 3st% claro que por pan entendemos el alimento m%s comMn y universal, hecho de harina de cereal 'tri"o, cebada, centeno, etc.), del que se habla con tanta frecuencia, cosa normal, tanto en el Anti"uo como en el >uevo ?estamento. 3n el libro de los (ueces se nos dice que Ceden ba7 una noche al campamento enemi"o de los madianitas y oy lo que un soldado contaba a su compa5ero0 $=ira lo que he so5ado0 una ho"aza de pan de cebada ven#a rodando contra el campamento de =adi%n, lle" a la tienda, la embisti, cay sobre ella y la revolvi de arriba a aba7o& '(ue D,13! cf. 2 Pe 9,92! 3z 9,12! etc.). el >uevo ?estamento recordamos el pasa7e de las tentaciones del .e5or0 $.e acerc el tentador y le di7o Ja (esMsK0 R.i eres hi7o de ios, di que estas piedras se conviertan en pan& '=t 9,3)! y el de la Mltima cena0 $=ientras cenaban, (esMs tom un pan, pronunci la bendicin, lo parti y se lo dio a sus disc#pulos...& '=t 2;,2;! etc.). 2.2. .l an o alimento material integral esde que el hombre de7 de va"ar constantemente de un lu"ar para otro en busca de alimento como colector de frutos y cazador de animales silvestres, y se hizo m%s sedentario y cultivador de la tierra, su r/"imen de alimentacin cambi radicalmente. 6a a"ricultura empez a suministrar nuevas y m%s variadas materias comestibles. 3ntre estas materias sobresalen primordialmente los cereales0 tri"o, cebada, arroz..., que, manipulados de formas diferentes, constituyeron la base de la nueva alimentacin. urante "eneraciones y "eneraciones el pan ha sido uno de los elementos m%s fundamentales, por lo que ha lle"ado a ser el alimento por excelencia, s#mbolo de la comida, del sustento. ecir pan es decir simplemente alimento. 6a sa"rada 3scritura en todos sus "/neros confirma esta forma universal de hablar. 3n C/n 3,1, leemos0 $Bon sudor de tu frente comer%s el pan& 'cf. 6ev 22,D.11! 1 .am 19,29! 2 .am ,,1:). 3n los .almos0 $6as l%"rimas son mi pan noche y d#a& '.al 92,9! cf. 19;,D). 3l 3clesiast/s nos hace la si"uiente invitacin0 $Anda, come tu pan con ale"r#a y bebe contento tu vino, porque ios ya ha aceptado tus obras& '3cl ,,D! cf. 4rov 3:,*). 3l profeta 3zequiel escribe0 $=e diri"i la palabra el .e5or0 +Fi7o de Ad%n, come el pan con estremecimiento, bebe el a"ua con temblor 'y susto). 4ara los terratenientes dir%s0 3sto dice el .e5or a los que habitan 'en (erusal/n) en la tierra de @srael0 Bomer%n el pan con susto, beber%n el a"ua con miedo...& '3z 12,1D+1,! cf. @s 3,D! -s 2,D). el >uevo ?estamento citemos el pasa7e de san =arcos0 $J(esMsK entr en casa, y se reuni tal multitud que no pod#an ni comer Jni comer el panK& '=c 3,2:! cf. 6c 19,1! (n 13,1*! 2 ?es 3,*! etc.). 2.3. .l an, alimento es iritual 3l hombre, como ser material que es, est% necesitado del alimento material para sobrevivir! pero, al ser tambi/n espiritual, est% claro que necesita el alimento espiritual. Que el hombre sea un ser material+espiritual es evidente al menos para los creyentes, pues slo un ser espiritual es capaz de dialo"ar y relacionarse con ios! para todos los dem%s, en "eneral, tambi/n lo es, puesto que entre todos los seres que pueblan la tierra, el hombre es el Mnico que puede realizar acciones espirituales, como reflexionar sobre cualquier asunto, hacer pre"untas sobre s# mismo y sobre todas las cosas, pro"resar en los conocimientos, no sentirse satisfecho con todo lo conse"uido y as# se"uir y se"uir buscando, pre"untando en los %mbitos de la ciencia, de la cultura, de la reli"in! en todos los %mbitos. 3stas operaciones espirituales manifiestan que el esp#ritu del hombre tiene una capacidad ilimitada, imposible de llenar. 6a curiosidad insatisfecha, o hambre de saber, es la base del pro"reso en todos los rdenes. e esta manera descubrimos, de hecho, que el hombre tiende a superarse, a trascenderse a s#
123 mismo! que el ser humano apunta en su bMsqueda insaciable a al"o superior a s# mismo, no identificable con metas que se pueden alcanzar y despu/s otra vez superar, sino que est% fuera de su rbita, m%s all% de su alcance. 6a fe nos dice que el hombre tiende hacia ios a sabiendas o sin que /l lo sepa. .an A"ust#n ya lo advirti al comienzo de sus 8on"esiones hablando con ios0 $>os hiciste para ti, y nuestro corazn est% inquieto hasta que descanse en ti&. A esta inquietud incesante del corazn humano la podemos llamar tambi/n hambre espiritual, y la podemos relacionar con el hambre de que nos habla el profeta Ams0 $=irad que lle"an d#as +or%culo del .e5or+ en que enviar/ hambre al pa#s0 no hambre de pan ni sed de a"ua, sino de o#r la palabra del .e5or& 'Ams *,11). .i el hambre material la saciamos con el pan material, el hambre espiritual la saciaremos con el pan espiritual, que el profeta identifica con la palabra del .e5or. 6os evan"elistas =ateo y 6ucas hablar%n tambi/n de la palabra de ios, contrapuesta al pan material, en el relato de las tentaciones del .e5or, al comienzo de su vida pMblica0 (esMs $"uard un ayuno de cuarenta d#as con sus noches y al final sinti hambre. .e acerc el tentador y le di7o0 R.i eres hi7o de ios, di que estas piedras se conviertan en pan. 3l contest0 R3st% escrito que no de slo pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de ios J t *,3K& '=t 9,2+9! cf. 6c 9,2+9). 4or la palabra de ios entendemos su manifestacin y revelacin a los hombres, concentrada y hecha visible en (esucristo, Nla 4alabra hecha carneO, hecha voz, a nuestro alcance y nivel. 6os que hemos aceptado de corazn al .e5or (esMs, como revelacin del 4adre, sabemos que /l es el pan que sacia el hambre de ios. 3n discusin con los 7ud#os, que le recordaron lo del man% en el desierto, (esMs les respondi0 $-s lo ase"uro, no fue =ois/s quien os dio pan del cielo! es mi 4adre quien os da el verdadero pan del cielo. 3l pan de ios es el que ba7a del cielo y da vida al mundo. 6e di7eron0 +.e5or, danos siempre de ese pan. (esMs les contest0 RIo soy el pan de la vida0 el que acude a m# no pasar% hambre, el que cree en m# no pasar% nunca sed& '(n ;,32+3<. As#, pues, al pedir a ios nuestro 4adre Nel pan nuestro de cada d#aO, le estamos pidiendo el pan material o alimento imprescindible para nuestra subsistencia, como lo es el a"ua y el aire. ?ambi/n pedimos el pan que sustenta nuestra vida espiritual y nos eleva a la cate"or#a de personas, hechas a ima"en y seme7anza de ios. >o excluimos, naturalmente, "racias y dones sobrenaturales, alimento de primer#sima calidad para el fortalecimiento de nuestro esp#ritu, y el pan de los panes, el pan vivo ba7ado del cielo, es decir, (esucristo, el .e5or, que en la eucarist#a se nos da como verdadera comida y bebida, y desea que lo si"amos comiendo y bebiendo hasta que vuelva en su se"unda venida 'cf. 1 Bor 11,2;). =ientras tanto y para ver"Eenza nuestra, una parte muy considerable de la humanidad carece del pan necesario y muere de hambre a las mismas puertas de nuestra sociedad opulenta y ah#ta. Ante esta situacin tan penosa y lamentable 1con qu/ %nimo y esp#ritu podemos rezar el 4adrenuestro2 Qn repaso a las p%"inas de la sa"rada 3scritura nos va a revelar cu%les son los sentimientos del .e5or con los pobres y desvalidos de la sociedad, y cu%les deber#an ser los nuestros, para poder poner remedio a tantos males en la medida de nuestras posibilidades. 4. $os 7o:!es 6 el An5i 1o Tes5"3en5o >os consta por la sa"rada 3scritura que ios no quiere que el hombre carezca de los recursos necesarios para el mantenimiento de la vida, entre los cuales ocupa el primer lu"ar la comida diaria, el pan nuestro de cada d#a. 3l autor del libro de la .abidur#a pone en boca de .alomn una oracin a ios, Breador de todo y .e5or de la historia! con relacin al hombre, dice0 $Sormaste al hombre sabiamente para que dominara todas tus criaturas, "obernara el mundo con santidad y 7usticia y administrara 7usticia rectamente& '.ab ,,2+3). 6as palabras
129 hacen referencia a la vocacin que ios ha dado al hombre desde sus comienzos. .e5or absoluto de las criaturas no hay m%s que uno, ios! pero /l ha querido que el hombre sea su lu"arteniente en el mundo, que en su nombre e7erza dominio sobre las criaturas del universo 'cf. C/n 1,2;.2*! .al *,D+,! 3clo 1D,2+9). Que el dominio del hombre se extienda a todas las criaturas no si"nifica que pueda hacer con ellas lo que se le anto7e. 3s fundamental que el hombre primeramente reconozca el supremo se5or#o de ios y en se"undo lu"ar que respete el orden establecido por ios en su creacin, para que su administracin sea 7usta y recta. 4or des"racia vemos que el hombre no ha cumplido con su misin fundamental0 "obernar el mundo se"Mn la ley de ios y administrar 7usticia rectamente. 3s evidente que no es 7usta la administracin que permite que unos pocos ten"an mucho y que muchos ten"an poco o nada. 3s lo que suele pasar cuando los bienes de la tierra se acumulan en pocas manos, por lo "eneral de modo in7usto, y una parte muy considerable de la poblacin mundial carece a veces hasta de lo m%s necesario para subsistir, no ya para vivir como personas. 3ste es el panorama desolador de nuestra sociedad en continentes enteros. ios no aprueba en modo al"uno que se lle"ue a la situacin de extrema necesidad, la de pasar hambre! si, a pesar de todo, tiene lu"ar entre nosotros esta calamidad, /l nos exhorta por medio de sus portavoces autorizados a que pon"amos inmediato remedio. Al"unos piensan que los sentimientos de 7usticia social y de solidaridad humana son una conquista reciente del pro"reso y desarrollo de nuestra civilizacin, en contraste con la barbarie de tiempos pasados, m%s b%rbaros cuanto m%s le7anos. Qna visin r%pida y de con7unto de la sa"rada 3scritura nos demostrar% que est%n muy equivocados. 3.1. Lo -ue determinan los te6tos legales del 3ntiguo Testamento 6a sociedad que conocen los autores sa"rados, tanto la palestinense como la de fuera de 4alestina o de la di%spora, es la del se"undo milenio a. B., la de los patriarcas Abrah%n, @saac, (acob..., y la del primer milenio a. B., a saber, la del tiempo de los reyes, de las deportaciones a Asiria y Labilonia, la de los imperios de los persas, "rie"os, e"ipcios y romanos. A pesar de la "ran variedad de tiempos y de espacios hay muchos elementos comunes en los pueblos que se asientan en el 4rximo -riente Anti"uo, en todo el arco del Breciente S/rtil o =edia 6una, cuyos extremos son =esopotamia en el este y 3"ipto en el suroeste, pasando por .iria y 4alestina en el borde septentrional del desierto de Arabia. 3l "/nero de vida es primeramente el propio de los seminmadas pastores, despu/s el de los pueblos sedentarios, que es el que prevalece y se perpetMa con el cultivo de la tierra o a"ricultura. 6os miembros que componen la sociedad a"r#cola son los due5os de las tierras, los terratenientes, y los que est%n a su servicio. 3ntre /stos se distin"uen dos "randes "rupos0 los esclavos o siervos, de los que disponen m%s o menos libremente los due5os de la tierra se"Mn la le"islacin vi"ente, y los libres, que ofrecen su traba7o a cambio de un salario, "eneralmente muy ba7o. Cran parte de la poblacin pertenece a este "rupo de asalariados, que viven muy pobremente, pasando muchas penalidades. 3specialmente son duros los a5os de malas cosechas, en los que los pobres tienen que emi"rar a tierras extra5as en busca de alimento. 3l comienzo del libro de Put nos ofrece un caso e7emplar0 $.ucedi en el tiempo en que "obernaban los 7ueces. Fubo hambre en el pa#s, y un hombre emi"r desde Lel/n de (ud% para residir como extran7ero en la campi5a de =oab con su mu7er y sus dos hi7os& 'Put 1,1). 3n 4alestina no eran infrecuentes los per#odos de hambre! recordemos el hambre del tiempo de Abrah%n 'C/n 12,1:), de @saac 'C/n 2;,1), de (acob 'C/n 92,1+<), de avid '2 .am 21,1) y de 3l#as '1 Pe 1D,1.D+1;! 1*,1+<). 3xcepto en los casos de "uerra 'cf. 2 Pe ;,29+2<) el hambre estaba directamente relacionada con la escasa recoleccin de las cosechas de cereales 'cf. C/n 91,1D+3;.<3+<D! 92+99). A su vez la cosecha
12< de cereales depend#a del r/"imen de lluvias, por ser tierra de secano, no de re"ad#o 'cf. 11,1:+19! (er <,29! -s ;,3). t
6a le"islacin del 4entateuco est% toda ella en boca de =ois/s. .e supone que el pueblo de @srael est% a punto de entrar en la tierra de Bana%n +la tierra prometida+ y de tomar posesin de ella. 4or esto la perspectiva es siempre de futuro y los preceptos tienen como destinatario a un pueblo a"ricultor. 3l tenor de la le"islacin es bastante optimista! pero su realizacin no parece una utop#a, pues se hace depender de una condicin razonable0 $3s verdad que no habr% pobres entre los tuyos, porque te bendecir% el .e5or, tu ios..., a condicin de que obedezcas al .e5or, tu ios, poniendo por obra este precepto que yo te mando hoy& ' t 1<,9+<). 3l e"o#smo al ultranza hace que se frustren los planes de ios, que no quiere que haya pobres en su pueblo, concebido como una "ran familia de hermanos. 6os preceptos de la 6ey, por su parte, procuran ofrecer una solucin al "rave problema de la existencia de los pobres0 $ urante seis a5os sembrar%s tu tierra y reco"er%s la cosecha, pero el s/ptimo a5o la de7ar%s en barbecho, para que coman los pobres de tu pueblo& '3x 23,1:+11). 3l mismo criterio vale para los restos de las cosechas de cereales y de las vi5as0 $Buando se"u/is la mies de vuestras tierras, no desorillar%s el campo ni espi"ar%s despu/s de se"ar. ?ampoco har%s el rebusco de tu vi5a ni reco"er%s las uvas ca#das. .e lo de7ar%s al pobre y al emi"rante& '6ev 1,,,+1:! cf. 23,22! t 29,1,+21). 6a multiplicacin de decretos de este tipo pone de manifiesto las entra5as misericordiosas del .e5or para con los m%s necesitados0 $.i hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una ciudad tuya, en esa tierra tuya que va a darte el .e5or, tu ios, no endurezcas el corazn ni cierres la mano a tu hermano pobre. fbrele la mano y pr/stale a la medida de su necesidad. '...) ale, y no de mala "ana, pues por esa accin bendecir% el .e5or, tu ios, todas tus obras y todas tus empresas. >unca de7ar% de haber pobres en la tierra! por eso yo te mando0 NAbre la mano a tu hermano, a tu pobre, a tu indi"ente de tu tierraO& ' t 1<,D+11). 6os reformadores como 3sdras y >ehem#as unen a la ale"r#a que causa la nueva lectura de la 6ey el compartir de hecho los bienes con los que no tienen absolutamente nada0 $Aiendo J>ehem#as y 3sdrasK que la "ente lloraba al escuchar la lectura de la 6ey, le di7eron0 +Foy es un d#a consa"rado al .e5or, vuestro ios. >o est/is tristes ni llor/is. espu/s a5adi0 +@d a casa, comed buenas ta7adas, bebed vinos "enerosos y enviad porciones a los que no tienen nada& '>eh *,,+1:). 3.2. La inter#encin de los ro"etas esde anti"uo los profetas han sido los Mnicos que en @srael se han atrevido a levantar la voz contra los poderosos por sus fla"rantes in7usticias en contra de los pobres, v#ctimas indefensas y f%ciles de su voracidad insaciable. Ams es implacable con los ricos comerciantes de .amar#a, que se aprovechan de su situacin privile"iada y de las necesidades elementales de los pobres0 $3scuchad esto los que exprim#s a los pobres y elimin%is a los miserables! pens%is0 1Bu%ndo pasar% la luna nueva para vender tri"o o el s%bado para ofrecer "rano y hasta el salvado de tri"o2 4ara enco"er la medida y aumentar el precio, para comprar por dinero al desvalido y al pobre por un par de sandalias& 'Ams *,9+;). 3l profeta 3zequiel, al destacar la responsabilidad de cada uno aduce el e7emplo del hombre 7usto y del malvado, se5alando de modo llamativo la conducta con los pobres y necesitados0 el hombre 7usto es $el que no explota, sino que devuelve la prenda empe5ada! que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo& '3z 1*,D! ver, tambi/n el verso 1;)! el in7usto y criminal, $el que explota al des"raciado y al pobre, que roba y no devuelve la
12; prenda empe5ada& '3z 1*,12). 8ste es el aterrador retrato de los terratenientes de su tiempo, a los que identifica en otra ocasin0 $6os terratenientes comet#an atropellos y robos, explotaban al des"raciado y al pobre y atropellaban inicuamente al emi"rante& '3z 22,2,). .in embar"o, los mismos profetas no escatiman las bendiciones y alabanzas a los que practican la misericordia con los necesitados0 $.i das tu pan al hambriento y sacias el estma"o del indi"ente, sur"ir% tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volver% mediod#a& '@s <*,1:). 4ues eso es lo que a ios a"rada de verdad y no el culto fastuoso, pero vac#o, o el ayuno presuntuoso0 $3l ayuno que yo quiero es /ste0 abrir las prisiones in7ustas, hacer saltar los cerro7os de los cepos, de7ar libres a los oprimidos, romper todos los cepos! partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne& '@s <*,;+D), conforme al esp#ritu del .e5or 'cf. @s ;1,1). 3.3. .l re"le/o de los 2almos 6a oracin en @srael ha sido una pr%ctica ininterrumpida de si"los! el salterio es una prueba manifiesta de ello, pues en /l se han conservado 1<: modelos de oracin, que se han utilizado en el culto pMblico y privado, primeramente en @srael y despu/s en la @"lesia hasta el d#a de hoy. 6os .almos refle7an vivamente los sentimientos m%s sinceros de los orantes, que saben que ios est% siempre al lado de los d/biles, de los pobres, de los in7ustamente perse"uidos0 $3l .e5or responde0 4or la opresin del humilde, por el lamento del pobre, ahora me levanto& '.al 12,;). .e dice que ios se levanta, porque acude en su defensa0 $ ios se pone en pie... para salvar a los oprimidos del mundo& '.al D;,1:)! $Io s/ que el .e5or hace 7usticia al afli"ido y defiende el derecho del pobre& '.al 19:,13), $Que hace 7usticia a los oprimidos, que da pan a los hambrientos& '.al 19;,D! cf. 1:D,<+;.,! 132,1<)! $6evanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre& '.al 113,D). Aleccionado por su experiencia personal y por la prolon"ada historia de su pueblo, el salmista confiesa con fe firme que $7am%s ser% olvidado el pobre, ni la esperanza del humilde perecer%& '.al ,,1,). 3.$. 5e"le6iones de los 2a%ios 6a cr#tica apasionada de los profetas a las clases altas de la sociedad nos informa indirectamente de la situacin lamentable de los pobres en @srael. 6os sabios han heredado, de hecho, la funcin de los profetas y con sus continuas observaciones y reflexiones hacen que la vida real, dura e implacable con los m%s d/biles, se acerque lo m%s posible al ideal que proponen los textos de la 6ey de ios, pues ellos se declaran abiertamente creyentes. 3l libro de (ob con la fuerza incomparable de su len"ua7e y de sus atrevidas im%"enes nos informa de la accin opresora de los malvados sobre las presas f%ciles de los pobres y desvalidos. Fabla (ob0 $6os malvados mueven los linderos, roban reba5os y los apacientan! se llevan el asno del hu/rfano y toman en prenda el buey de la viuda, echan del camino a los pobres y los miserables tienen que esconderse. Bomo ona"ros del desierto salen a su tarea, madru"an para hacer presa, el p%ramo ofrece alimento a sus cr#as! cosechan en campo a7eno y rebuscan en el huerto del rico! pasan la noche desnudos, sin ropa con que taparse del fr#o, los cala el a"uacero de los montes y, a falta de refu"io, se pe"an a las rocas. 6os malvados arrancan del pecho al hu/rfano y toman en prenda al ni5o del pobre. Andan desnudos por falta de ropa! car"an "avillas y pasan hambre! exprimen aceite en el molino, pisan en el la"ar, y pasan sed& '(ob 29,2+11). 3lifaz, uno de los presuntos ami"os de (ob, lo acusa in7ustamente de
12D una pr%ctica que, por lo visto, era normal entre los poderosos0 $3xi"#as sin razn prendas a tu hermano, arrancabas el vestido al desnudo, no dabas a"ua al sediento y ne"abas el pan al hambriento. Bomo hombre poderoso, due5o del pa#s, privile"iado habitante de /l, desped#as a las viudas con las manos vac#as, hac#as polvo los brazos de los hu/rfanos& '(ob 22,;+,). 6a voz del sabio 3lihM interpreta correctamente el sentido del casti"o a los malvados0 $4orque se apartaron de /l y no si"uieron sus caminos, haciendo que lle"ara a ios el clamor de los pobres y que oyera el clamor de los afli"idos& '(ob 39,2D+2*! cf. 3x 3,D+,). 3n las colecciones de dichos y sentencias no faltan los que se refieren a la situacin social de los individuos en la comunidad, de riqueza o de pobreza. 3sta situacin ciertamente es secundaria y circunstancial, pero decisiva en la mayor#a de los casos. 3l ser rico o ser pobre no es consustancial al hombre0 uno mismo hoy puede ser rico y ma5ana pobre, o al contrario. 6os sabios salen al paso de los 7uicios equivocados que prevalecen en la sociedad de su tiempo y de todos los tiempos sobre ricos y pobres. .i es verdad que no encontramos por nin"Mn lado un elo"io de la pobreza, son muchos los proverbios que contienen una actitud favorable al pobre en circunstancias particulares0 $=%s vale pobre que procede con inte"ridad que rico pervertido de conducta doblada& '4rov 2*,;)! $=%s vale mendru"o seco con paz que casa llena de festines y pendencias& '4rov 1D,1! cf. 1<,1;! 1;,*.1,! etc.). -tros a5aden motivaciones reli"iosas muy profundas0 $3l rico y el pobre se encuentran, a ambos los hizo el .e5or& '4rov 22,2! cf. v. ,)! $>o explotes al pobre porque es pobre! no atropelles al des"raciado en el tribunal, porque el .e5or defender% su causa y despo7ar% de la vida a los que lo despo7an& '4rov 22,22+23! cf. 19,31! 1D,<! 1,,1D! 21,13! etc.). 6a mayor#a de los proverbios, sin embar"o, constata simplemente el hecho de la distincin entre ricos y pobres, y refle7a el sentir vul"ar sobre esta realidad, a veces con bastante cinismo0 $Fay quien presume de rico y no tiene nada, quien pasa por pobre y tiene una fortuna& '4rov 13,D)! $6a riqueza procura muchos ami"os, al pobre lo abandonan sus ami"os& '4rov 1,,9! cf. 19,2:)! $6a fortuna del rico es su baluarte, la miseria es el terror del pobre& '4rov 1:,1<! cf. 1*,11). .on muchas las sentencias que nos ha le"ado (esMs Len .ira 'el 3clesi%stico) sobre la riqueza y la pobreza, sobre el rico y el pobre. 6o que demuestra que /stos eran los aspectos m%s llamativos de la sociedad de la se"unda mitad del si"lo @@ a.B., como lo son de la nuestra. 3s cierto que existe una tendencia "eneral que valora positivamente la riqueza en s# misma 'el ser rico) y ne"ativamente la pobreza 'el ser pobre). 3sta tendencia corresponder#a a la doctrina sobre la remuneracin intrahistrica, que considera la riqueza como un premio a la 7usticia 'al 7usto) y la pobreza como un casti"o a la maldad 'al malvado). As# se expresa todo el .almo 3D, en el que leemos, por e7emplo0 $Sui 7oven, ya soy vie7o0 nunca he visto a un 7usto abandonado ni a su lina7e mendi"ando el pan. Ap%rtate del mal y haz el bien, y siempre tendr%s una casa! porque el .e5or ama la 7usticia y no abandona a sus fieles. 6os inicuos son exterminados, ... pero los 7ustos poseen la tierra& '.al 3D,2<.2D+2,). 3l 3clesiast/s no estaba conforme con esta visin de la vida, por lo que escribe0 $ e todo he visto en mi vida sin sentido0 "ente honrada que perece en su honradez y "ente malvada que vive lar"amente en su maldad& '3cl D,1<). (esMs Len .ira no valora la riqueza y la pobreza absolutamente, es decir, sin tener en cuenta las circunstancias reales0 $Fay pobres respetados por su sensatez, hay hombres respetados por sus riquezas! respetado por su riqueza0 1cmo2! despreciado por su pobreza0 1cmo2 .i lo respetan en la pobreza, cu%nto m%s en la riqueza! si lo desprecian en la riqueza, cu%nto m%s en la pobreza& '3clo 1:,3:+31). Que el rico sea respetado por su riqueza y el
12* pobre despreciado por su pobreza es lo que normalmente sucede! ense"uida lo veremos confirmado. 4ero si se respeta al pobre y se desprecia al rico es por al"o que vale m%s que la riqueza, que lo tiene el pobre y no el rico, a saber, la sensatez o sabidur#a0 $4or su sabidur#a el pobre llevar% alta su cabeza& '3clo 11,1a). (esMs Len .ira nos dice, sin embar"o, que $buena es la riqueza adquirida sin culpa, mala es la pobreza causada por la arro"ancia& '3clo 13,29! cf. 9:,2;). 3l ideal ser%, pues, la suma de los dos valores0 sensatez y riqueza! y la mayor des"racia la acumulacin de los dos contravalores0 pobreza y necedad. 3n la sociedad conviven el rico y el pobre. Al sabio le preocupa no slo describir las relaciones que de hecho se dan entre ricos y pobres, sino recomendar adem%s las que deber#an darse. Buando (esMs Len .ira pre"unta0 $14ueden tratarse la hiena y el perro2 1pueden tratarse el rico y el pobre2& '3clo 13,1*), la pre"unta retrica no pretende suavizar una realidad cruel0 que el rico y el pobre se llevan como la hiena y el perro, o peor aMn, como el lobo y el cordero 'cf. 3clo 13,1D). 6a realidad social del tiempo de (esMs Len .ira se parece m%s a la vida salva7e entre las fieras que a la convivencia entre seres racionales, entre personas, entre hermanos0 $3l asno salva7e es presa del len, el pobre es pasto del rico& '3clo 13,1,). Bon el correr de los si"los no hemos me7orado0 se"uimos mordi/ndonos, mat%ndonos unos a otros. 3l cuadro que (esMs Len .ira nos hace de la sociedad de su tiempo podr#a pasar como el retrato de la nuestra0 $3l rico ofende y encima se ufana, el pobre es ofendido y encima pide perdn& '3clo 13,3)! $3l soberbio aborrece al humilde, el rico aborrece al indi"ente. ?ropieza el rico, y su vecino lo sostiene, tropieza el pobre, y su vecino lo empu7a! habla el rico, y muchos lo aprueban, y encuentran elocuente su hablar desma5ado! se equivoca el pobre y le dicen0 vaya, vaya! habla con acierto, y no le hacen caso! habla el rico y lo escuchan en silencio, y ponen por las nubes su talento! habla el pobre, y dicen0 1qui/n es2! y si cae, encima lo empu7an& '3clo 13,2:+23). 1Qui/n no se ha sentido ofuscado por el brillo del oro y atra#do por el hechizo de las riquezas2 1Qui/n no ha experimentado la sensacin de se"uridad que da el dinero2 (esMs Len .ira da un toque de atencin0 $>o conf#es en tus riquezas ni di"as0 Nsoy poderosoO& '3clo <,1! cf. v. *), pues $de la noche a la ma5ana cambia la situacin0 ante el .e5or todo pasa aprisa& '3clo 1*,2;). Bomo medida de prudencia0 $=%s vale vida pobre al reparo del propio techo que banquete en casa a7ena! cont/ntate con lo que tienes, poco o mucho, y no oir%s las burlas de la vecindad& '3clo 2,,22+23). 4obre, pero honrado0 $4rocede en todo con moderacin y no sufrir%s des"racias& '3clo 31,22b), al menos irreparables. 3.&. La limosna como institucin urante toda la anti"Eedad y hasta no hace mucho tiempo la limosna era el Mnico recurso de vida para una buena parte de la sociedad, de tal forma que ne"arla equival#a a una especie de homicidio se"Mn el 3clesi%stico0 $3l pan de la limosna es vida del pobre, el que se lo nie"a es homicida& '3clo 39,21). 4ara tener una idea aproximada de lo que si"nificaba la limosna en tiempos anti"uos, y tambi/n no muy le7anos, tenemos que hacer un peque5o esfuerzo para ima"inarnos una sociedad, carente por completo de instituciones pMblicas como la se"uridad social. ecimos que el esfuerzo no tiene que ser demasiado "rande, puesto que tambi/n hoy hay pa#ses en los que la se"uridad social o no existe, o est% en ciernes, o no alcanza a toda la poblacin. .ucede, adem%s, que aun en las sociedades m%s avanzadas hay "i"antescas bolsas de pobreza, en las que 7unto al despilfarro y a los esplendores de la riqueza est% la miseria de los que no tienen absolutamente nada. Asimismo sobrevienen "randes
12, cat%strofes, sean /stas naturales0 terremotos, huracanes, inundaciones, epidemias! sean /stas causadas por el hombre0 "uerras, "enocidios, mi"raciones forzosas e incontroladas, concentraciones in"entes de refu"iados, "entes sin rumbo fi7o, sin techo, sin a"ua, sin comida, sin esperanza, sin nada. Foy se apela a la solidaridad internacional, a la accin humanitaria de las or"anizaciones no "ubernamentales, a la "enerosidad de los particulares para enfrentarnos a estas "randes cat%strofes. 3n la anti"Eedad las cat%strofes y calamidades eran m%s aterradoras que las de ahora por no tener los medios que hoy tenemos para combatirlas. 1Bmo pod#an vivir y subsistir las personas, las familias, las poblaciones enteras, si no era por la "enerosidad y el buen corazn de los particulares, es decir, por las limosnas2 3l libro de ?ob#as nos ofrece una serie de conse7os sobre la limosna, que, probablemente, es el me7or pasa7e sobre la limosna de toda la sa"rada 3scritura. Fabla ?obit padre a su hi7o ?ob#as0 $Faz limosna de tus bienes. >o vuelvas el rostro ante nin"Mn pobre! de esta manera el rostro de ios no se apartar% de ti. Faz limosna se"Mn la abundancia de tus haberes. .i tienes poco, no ten"as miedo en hacer limosna conforme a lo poco! pues as# te preparas un buen tesoro para el d#a de la necesidad. 4orque la limosna libra de la muerte y no permite caer en las tinieblas. 4ues la limosna es un don excelente para todos los que la practican a los o7os del Alt#simo& '?ob 9,D+11! ver, adem%s, 12,*+, y 19,,+11). 6as palabras de ?obit elevan la limosna al valor de cate"or#a teol"ica. Aer la des"racia y no hacer por socorrerla es como desentenderse de ella, es volver el rostro hacia otro lado, para hacer como si no la hubiera visto 'cf. 6c 1:,31+32). 4ero el pobre si"ue ah#, no desaparece como por encanto. -tro autor, (esMs Len .ira, insiste y reflexiona en las mismas circunstancias0 Fi7o, $no rechaces la sMplica del atribulado, ni vuelvas la espalda al pobre. >o apartes la mirada del necesitado, ni le des ocasin de maldecirte& '3clo 9,9+<)! y descubre la razn teol"ica profunda0 $4orque si te maldice lleno de amar"ura, su Breador escuchar% su imprecacin& '3clo 9,;). 3l autor del libro de ?ob#as bebe de la misma fuente que (esMs Len .ira! por eso se parecen tanto. 3l rostro del .e5or est% por su piedad y misericordia, como nos dicen los salmistas0 $3scMchame, .e5or, que te llamo, ten piedad, respndeme. -i"o en mi corazn0 NLuscad mi rostroO. ?u rostro buscar/, .e5or, no me escondas tu rostro. >o rechaces con ira a tu siervo, que tM eres mi auxilio! no me deseches, no me abandones, ios de mi salvacin& '.al 2D,D+,)! $3l .e5or ten"a piedad y nos bendi"a, ilumine su rostro sobre nosotros& '.al ;D,2). 3n 9,1; insiste ?obit0 $ a de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Faz limosna de todo cuanto te sobre, y que tu o7o no sienta envidia cuando ha"as limosna&. 3l padre recomienda a su hi7o lo que /l ha practicado toda su vida con fidelidad 'cf. ?ob 1,1D). Fay un claro paralelismo entre ?obit y (ob. 3s muy seme7ante la forma de actuar de ambos tanto en la prosperidad como en la des"racia. ?obit, desterrado, despose#do de sus bienes y cie"o, recuerda con cierta nostal"ia los tiempos pac#ficos del rey .almanasar, en que hac#a muchas limosnas a sus parientes necesitados, dando pan a los hambrientos y vestido a los desnudos 'cf. ?ob 1,1;+1D). (ob, sumido en la des"racia y, al parecer, abandonado de ios, trae a la memoria con inmensa nostal"ia su tranquila vida anterior0 $GQui/n me diera volver a los vie7os d#as cuando ios velaba sobre m#& '(ob 2,,2). e ella slo recuerda cosas buenas0 $Buando sal#a a la puerta de la ciudad y tomaba asiento en la plaza... -#do que me o#a me felicitaba, o7o que me ve#a me aprobaba. Io libraba al pobre que ped#a socorro y al hu/rfano indefenso, recib#a la bendicin del va"abundo y ale"raba el corazn de la viuda! de 7usticia me vest#a y revest#a, el derecho era mi manto y mi turbante. Io era o7os para el cie"o, era pies
13: para el co7o, yo era el padre de los pobres y examinaba la causa del desconocido& '(ob 2,,D.11+1;). $1>o llor/ con el oprimido, no tuve compasin del pobre2& '(ob 3:,2<). $.i ne"u/ al pobre lo que deseaba o de7/ consumirse en llanto a la viuda, si com# el pan yo solo sin repartirlo con el hu/rfano, si vi al va"abundo sin vestido y al pobre sin nada con qu/ cubrirse, y no me dieron las "racias sus carnes, calientes con el velln de mis ove7as! si alc/ la mano contra el inocente cuando yo contaba con el apoyo del tribunal, Gque se me desprenda del hombro la paletilla y se me descoyunte el brazoH& '(ob 31,1;+22). (ob es el ideal del hombre bueno! lo mismo que ?obit. 6a verdadera humanidad se manifiesta en los sentimientos de solidaridad con los m%s necesitados. >o tener pan para comer ni vestido para cubrirse es uno de los si"nos m%s estremecedores de la miseria humana. .lo puede superarle la enfermedad de muerte. 4ero si no se tiene lo m%s elemental en la vida es que se ha entrado en los umbrales de la muerte. =. $os 7o:!es 6 el N1e@o Tes5"3en5o 6a comunidad cristiana del si"lo @ ha sobrepasado los estrechos l#mites de la 4alestina 7ud#a, a la que se redu7o la actividad de (esMs y de los primeros disc#pulos al principio. 4oco a poco los disc#pulos fueron ampliando su campo de accin hasta extenderse por el territorio del @mperio romano, especialmente por la cuenca del =editerr%neo. 6a homo"eneidad de la sociedad campesina de 4alestina dio paso a una pluralidad de formas de vida, las de la sociedad del @mperio0 urbana y campesina, de "randes centros comerciales abiertos al mar y de peque5os poblados interiores, de "randes masas de esclavos y de braceros libres, de "entes del comercio, de artesanos, de profesiones liberales y de veteranos del e7/rcito, etc. 6a sociedad multirracial y plural no ocultaba, sin embar"o, la end/mica lacra de toda la anti"Eedad0 las multitudes desamparadas y pobres, que buscaban con desesperacin saciar el hambre y curar sus enfermedades. A estos pobres y humildes se diri"#an con preferencia los propa"adores del evan"elio. A la comunidad de Borinto, ciudad rica y floreciente, escribe san 4ablo0 $-bservad, hermanos, qui/nes hab/is sido llamados0 no muchos sabios en lo humano, no muchos poderosos, no muchos nobles! antes bien, ios ha ele"ido los locos del mundo para humillar a los sabios, ios ha ele"ido a los d/biles del mundo para humillar a los fuertes, a los plebeyos y despreciados del mundo ha ele"ido ios, a los que nada son, para anular a los que son al"o& '1 Bor 1,2;+2*). 6a i"lesia, a la que .antia"o diri"e su carta, est% compuesta de ricos y pobres 'cf. .ant 1,,+11! 2,2+9)! sin embar"o, escribe0 $3scuchad, hermanos m#os queridos0 1no esco"i ios a los pobres de bienes mundanos y ricos de fe como herederos del reino que prometi a los que lo aman2& '.ant 2,<). 6os fundadores de las comunidades cristianas sab#an perfectamente que (esMs hab#a encarnado el esp#ritu de los anti"uos profetas, y hab#a enarbolado como suyo el pro"rama en favor de los pobres, precisamente en la sina"o"a de su pueblo >azaret, $donde se hab#a criado& '6c 9,1;)0 $3l 3sp#ritu del .e5or sobre m#, porque /l me ha un"ido para que d/ la buena noticia a los pobres...& '6c 9,1*! cf. =t 11,<). Bonoc#an tambi/n lo que el .e5or (esMs hab#a ense5ado y sus preferencias0 $Lienaventurados los pobres, porque vuestro es el Peino de ios. Lienaventurados los que ahora pas%is hambre, porque ser/is saciados& '6c ;,2:+21). (esMs conoc#a, sin duda, la importancia que hab#a adquirido en el pueblo 7ud#o la institucin de la limosna! /l mismo la practic en la medida de sus posibilidades 'cf. (n 13,2,). 6os disc#pulos recordaban el encuentro del 7oven rico con el =aestro y las palabras que le diri"i para que le si"uiera0 $.i quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, d%selo a los pobres y tendr%s un tesoro en el cielo! despu/s s#"ueme& '=t 1,,21! cf. =c 1:,21! 6c 1*,22).
131 6a vocacin o llamada al desprendimiento de todos los bienes temporales para traba7ar 7unto a (esMs pobre por la causa del evan"elio es ri"urosamente individual! la invitacin a socorrer a los pobres e indi"entes es, por el contrario, permanente y universal! pues por des"racia es un hecho, que el .e5or simplemente constata, que $a los pobres siempre los tendr/is con vosotros& '(n 12,*! cf. =t 2;,11! =c 19,D). Bon ellos quiso identificarse el .e5or, compasivo y misericordioso, cuando di7o0 $?uve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, era emi"rante y me aco"isteis, estaba desnudo y me vestisteis, estaba enfermo y me visitasteis, estaba encarcelado y acudisteis a m#& '=t 2<,3<+3;! ver, adem%s, los versos si"uientes 3D+9<). 6a pr%ctica de la limosna en la @"lesia primitiva fue una realidad, a la que el >uevo ?estamento hace referencias espor%dicas. 3l evan"elio de san =ateo recuerda el caso e7emplar de Vaqueo, N7efe de recaudadores y muy ricoO, que recibi muy contento al .e5or en su casa, y con /l la plenitud de la salvacin. 3n a"radecimiento, se mostr espl/ndido con los pobres y necesitados, como delatan sus palabras0 $=ira, .e5or, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres, y a quien le haya defraudado le restituyo cuatro veces m%s. (esMs le di7o0 RFoy ha lle"ado la salvacin a esta casa& '6c 1,,*+,). 3n Fch ,,3; se menciona a ?abita de (afa, porque $repart#a muchas limosnas y hac#a obras de caridad&. Al centurin Bornelio se le recuerda por sus muchas limosnas al pueblo 'cf. Fch 1:,1+2) y porque, se"Mn se cuenta, un %n"el de ios se le apareci y le di7o0 $?us oraciones y limosnas han subido a la presencia de ios y se tienen en cuenta& 'Fch 1:,9). .on c/lebres las colectas en favor de los pobres de la comunidad madre de (erusal/n en las que directa o indirectamente intervino san 4ablo, se"Mn /l mismo nos refiere en varias ocasiones. A los "%latas les dice en su breve autobio"raf#a que, en su visita a (erusal/n despu/s de catorce a5os de la anterior 'cf. C%l 2,1 con Fch ,,2;), los que estaban al frente de la comunidad0 .antia"o, Befas y (uan, $slo nos pidieron que nos acord%ramos de los pobres, cosa que he procurado cumplir& 'C%l 2,1:). Bon ocasin de la "ran carest#a que sufri (udea, en tiempos del emperador Blaudio '91+<9), los disc#pulos de la i"lesia de Antioqu#a $decidieron enviar, cada cual se"Mn sus posibilidades, una ayuda a los hermanos que habitaban en (udea. I lo e7ecutaron envi%ndolo a los ancianos por medio de Lernab/ y .aulo& 'Fch 11,2,+3:). 3n las comunidades de Calacia fue san 4ablo el que or"aniz las colectas 'cf. 1 Bor 1;,1)! tambi/n en las de =acedonia 'cf. 2 Bor *,1+<). 4ero las m%s importantes y las me7or or"anizadas fueron las de Borinto. 8l mismo les escribe0 $?odos los domin"os cada uno de vosotros pon"a aparte y deposite lo que haya lo"rado ahorrar! as#, cuando yo lle"ue, no har% falta hacer la colecta. Buando lle"ue, enviar/ con cartas a los que hay%is ele"ido para que lleven vuestro donativo a (erusal/n. .i conviene que vaya yo tambi/n, ellos me acompa5ar%n& '1 Bor 1;,2+9). 4oco despu/s san 4ablo insiste en que sea ?ito el que se encar"ue de esta tarea, ya que fue /l el que la comenz! les pide que sean "enerosos 'cf. 2 Bor *,1:+1<) y que no le defrauden0 $ adles pruebas de vuestro amor y acreditad ante ellos y ante las @"lesias el or"ullo que siento por vosotros& '2 Bor *,29). 6as colectas se realizaron de hecho y san 4ablo en persona las llev a (erusal/n, como escribe a los romanos0 $3n este momento me diri7o a (erusal/n para el servicio de los consa"rados. 4ues los de =acedonia y Acaya han decidido solidarizarse con los cristianos pobres de (erusal/n& 'Pom 1<,2<+2;), y recuerda, estando ya preso, en su discurso ante el "obernador S/lix en Besarea0 $?ras una ausencia de a5os, fui en pere"rinacin al templo Jde
132 (erusal/nK llevando limosnas para mis paisanos& 'Fch 29,1D). 6as motivaciones para hacer limosnas van desde la "enerosidad espont%nea, libre y ale"re de los donantes 'cf. 2 Bor ,,<+D), hasta el recuerdo de la "enerosidad de nuestro .e5or (esucristo, $que siendo rico, por vosotros se hizo pobre para enriqueceros con su pobreza& '2 Bor *,,) y la confianza ilimitada en ios bueno y providente, que no se de7a "anar en "enerosidad, pues $el que provee la semilla al sembrador y el pan para comer, proveer% y multiplicar% vuestra semilla y har% crecer la cosecha de vuestra limosna& '2 Bor ,,1:). 3n nuestro tiempo la palabra limosna casi se considera una palabra proscrita. .e prefiere hablar de la 7usticia social antes que de la misericordia o de la limosna. .in embar"o, en nuestra sociedad hay todav#a muchos espacios a donde no lle"an suficientemente los servicios sociales, que se consideran de 7usticia, y slo pueden ser cubiertos por la misericordia de los individuos y por su brazo visible, la limosna. 3n la @"lesia cada d#a est% m%s or"anizada la colecta de las limosnas en instituciones como B%ritas y otras similares! pero 7am%s desaparecer% la ayuda misericordiosa y directa al pobre, uno de los rostros dolientes de la humanidad y, por eso mismo, de Bristo el .e5or, presente en ellos.
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PERDONA NUESTRAS OGENSAS, CO,O NOSOTROS PERDONA,OS... 4or primera vez en la oracin del 4adrenuestro aparece el lado oscuro y ne"ativo de nuestras relaciones con ios, el pecado. 6o hacemos de modo directo, sin transicin, reconociendo que hemos ofendido al .e5or, y le pedimos por ello perdn. >o es que antes i"nor%semos nuestra condicin de pecadores y ahora, de repente, la hayamos descubierto! pues en nuestras reflexiones anteriores ya hemos tratado en muchas ocasiones de nuestras infidelidades ante el .e5or. 4ero la estructura del 4adrenuestro determina que ahora es cuando corresponde hablar de nuestras ofensas a ios y a los hermanos. -. N1es5!"s o;ens"s " Dios 4ero 1es posible que nosotros podamos ofender al .e5or2 3sta pre"unta nace del asombro de la criatura ante la "randeza del .e5or, como la que se hace (ob ante la atencin que ios le dedica0 $1Qu/ es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de /l, para que le pases revista por la ma5ana y lo examines a cada momento2& '(ob D,1D+1*). 3l hombre ante ios es menos que una mota de polvo en comparacin del universo infinito. 1Qu/ puede contar lo que ha"a el hombre ante el .e5or del universo, una insi"nificancia inMtil ante el que lo es todo y excede infinitamente lo m%s "rande que podemos ima"inar2 >o se miden nuestras ofensas por el da5o que podamos causar a ios nuestro .e5or, que es ciertamente nulo, cero! sino, parad7icamente, por el mal que nos hacemos a nosotros mismos, al actuar contra el que es infinitamente m%s que nosotros y, al mismo tiempo, 4adre nuestro. =isterio insondable. 6a sa"rada 3scritura, sin embar"o, habla de ofensas, infidelidades, pecados del
133 pueblo en su con7unto y de particulares muy si"nificativos. Aeamos al"unos e7emplos. Pepresentantes le"#timos reconocen que el pueblo ha pecado contra ios, al que humildemente piden perdn. 3n el tiempo le7ano de los (ueces $los israelitas "ritaron al .e5or0 +GFemos pecado contra tiH Femos abandonado al .e5or, nuestro ios...GFemos pecadoH& '(ue 1:,1:+1<). Bomo un eco de las "randes des"racias han lle"ado hasta nosotros oraciones estremecedoras, pronunciadas por persona7es reales o ficticios que representaban al pueblo. 6a oracin de aniel recuerda el desastre del destierro babilnico! en su oracin habla as# con el .e5or0 $Bon 7usticia y derecho lo has e7ecutado todo por nuestros pecados. 4orque hemos cometido toda clase de pecados, hemos prevaricado rebel%ndonos contra ti, hemos cometido toda clase de pecados, hemos quebrantado los preceptos de tu ley! no hemos puesto por obra lo que nos hab#as mandado para nuestro bien& ' an 3,2*+3:)! $Femos pecado, hemos cometido cr#menes y delitos, nos hemos rebelado apart%ndonos de tus mandatos y preceptos. >o hicimos caso a tus siervos los profetas que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros pr#ncipes, padres y terratenientes& ' an ,,<+;). Larucq, por su parte, confiesa0 $4ecamos contra el .e5or no haci/ndole caso, desobedecimos al .e5or, nuestro ios, no si"uiendo los mandatos que el .e5or nos hab#a dado. esde el d#a en que el .e5or sac a nuestros padres de 3"ipto hasta hoy no hemos hecho caso al .e5or, nuestro ios, hemos rehusado obedecerle& 'Lar 1,1D+1,! cf. 2,<+1:). e los tiempos oscuros despu/s del destierro nos lle"a la voz clara del escriba 3sdras, que ora as# al .e5or0 $ ios m#o, de pura ver"Eenza no me atrevo a levantar el rostro hacia ti, porque nuestros delitos sobrepasan nuestra cabeza y nuestra culpa lle"a al cielo. esde los tiempos de nuestros padres hasta hoy hemos sido reos de "randes culpas, y por nuestros delitos, nosotros con nuestros reyes y sacerdotes hemos sido entre"ados a reyes extran7eros, a la espada, al destierro, al saqueo y a la i"nominia, que es la situacin actual& '3sd ,,;+D! cf. >eh ,). 6a 3scritura propone tambi/n el e7emplo de personas relevantes, como avid, que, despu/s de haber ofendido "ravemente al .e5or, lo reconoce, pide perdn y de nuevo se reconcilia con el .e5or 'cf. 2 .am 11+12). avid se enamora perdidamente de Letsab/, que est% casada con Qr#as. 3n una estrata"ema cruel, tramada por avid, muere Qr#as, y Letsab/ se convierte en esposa de avid. 3l profeta >at%n, en nombre del .e5or, le echa en cara su terrible pecado. avid lo reconoce sinceramente y lo confiesa pMblicamente0 $GFe pecado contra el .e5orH >at%n le respondi0 +3l .e5or ha perdonado tu pecado& '2 .am 12,13+19). 3n los .almos los orantes confiesan con frecuencia ante el .e5or sus propios pecados. 3l .almo <1 es el modelo por excelencia, que la tradicin ha puesto en boca de avid en el momento de su conversin0 $=isericordia, ios m#o, por tu bondad, por tu inmensa compasin borra mi culpa. 6ava del todo mi delito y limpia mi pecado. 4ues yo reconozco mi culpa y ten"o siempre presente mi pecado. Bontra ti, contra ti solo pequ/, comet# la maldad que aborreces& '.al <1,3+;). 3l >uevo ?estamento asume la rica tradicin del Anti"uo, y nos revela con la m%xima claridad la condicin pecadora de la humanidad, cuyo remedio no es otro que la san"re derramada del Bordero de ios, (esucristo el .e5or. /. Dios 7e!don" n1es5!"s o;ens"s (esMs Len .ira nos dice de =ois/s, en su elo"io a los padres, que $por su fidelidad y
139 humildad lo esco"i ' ios) entre todos los hombres, le hizo escuchar su voz y lo introdu7o en la nube espesa& '3clo 9<,9+<), en clara alusin a la experiencia que tuvo de ios en la monta5a del .ina#. A esta particular experiencia de ios se refieren las palabras del 8xodo0 $3l .e5or hablaba con =ois/s cara a cara, como habla un hombre con su ami"o& '3x 33,11! cf. t 39,1:). ?al es la familiaridad que $un hombre de bien..., amado de ios y de los hombres& '3clo 9<,1), puede lle"ar a alcanzar con ios. =ois/s es, pues, el hombre privile"iado, al que ios le manifiesta como a nin"Mn otro su bondad y misericordia. 3n la cima del monte .ina# $=ois/s pronunci el nombre del .e5or. 3l .e5or pas ante /l proclamando0 el .e5or, el .e5or, el ios compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel, que conserva la misericordia hasta la mil/sima "eneracin, que perdona culpas, delitos y pecados& '3x 39,<+D). 3l hombre de fe acude al .e5or en la oracin sin miedo, confiado, $porque el .e5or es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peli"ro& '3clo 2,11! cf. >Mm 19,1*+1,), como hace =ois/s por su pueblo0 $?e rue"o que perdones ahora su pecado, y si no, brrame del libro que has escrito& '3x 32,32! cf. 39,,). 3l mismo esp#ritu de confianza en el .e5or misericordioso se respira en los .almos0 $ esde lo hondo a ti "rito, .e5or0 .e5or, escucha mi voz! est/n tus o#dos atentos a la voz de mi sMplica. .i llevas cuenta de los delitos, .e5or, 1qui/n podr% resistir2 4ero de ti procede el perdn, y as# infundes respeto& '.al 13:,1+9! cf. 2<,1*). 3l .e5or responde a la confianza en su misericordia con el perdn "eneroso. =ois/s, que ha pedido el perdn para el pueblo, recibe esta respuesta0 $4erdono, como me lo pides& '>Mm 19,21). 3l profeta >at%n, testi"o del arrepentimiento sincero de avid y de la confesin de su pecado, confirma que ios lo ha escuchado0 $3l .e5or ha perdonado ya tu pecado& '2 .am 12,19a). 6os .almos testifican la paz y dicha restablecidas en el hombre reconciliado con el .e5or0 $G ichoso el que est% absuelto de su culpa, a quien le han enterrado su pecadoH G ichoso el hombre a quien el .e5or no le apunta el delitoH& '.al 32,1+2). 4. Jes>s 6 el 7e!d?n de n1es5!os 7ec"dos (esMs tiene mucho que ver con la realidad de nuestros pecados. 3l evan"elista =ateo desvela en el relato del anuncio del nacimiento de (esMs a (os/ que la misin de (esMs est% contenida en el si"nificado de los dos nombres que recibe. el primero, (esMs, escribe0 ?u esposa =ar#a $dar% a luz un hi7o, a quien le llamar%s (esMs, porque /l salvar% a su pueblo de sus pecados& '=t 1,21)0 en el se"undo, 3nmanuel, descubre la maravillosa realidad de la presencia de ios entre nosotros, pues si"nifica ios+con+nosotros 'cf. =t 1,23). .i el pecado es la ne"acin de ios, la presencia de (esMs por s# misma es la ne"acin del pecado. e /l se dir% m%s adelante que es $el cordero de ios que quita el pecado del mundo& '(n 1,2,), porque /l demostrar% con su muerte en la cruz, el d#a de 4ascua, que es el verdadero cordero pascual que se inmola por todos 'cf. 1 Bor <,D! =t 2:,2*), y que instaura la paz de los hombres entre s# y de todos con ios, que slo ha roto el pecado 'cf. 3f 2,13+1*! Pom<,,+11! 2 Bor <,1*+21! Bol 1,2:+22) 3.1. .nse9anzas de Jess (esMs conoce bien a su 4adre! por eso nos ordena en su oracin, el 4adrenuestro, que le pidamos perdn de todos nuestros pecados. 8l sabe que el 4adre nos perdonar%. .i reconocemos en nuestro corazn que hemos pecado, podemos estar se"uros de que el .e5or nos va a perdonar, aun antes de que abramos la boca, como queda patente en la par%bola del
13< hi7o prdi"o. 3l padre de la par%bola, fiel retrato de nuestro 4adre del cielo, ni siquiera esper a que el hi7o le mostrara su arrepentimiento con las palabras que hab#a preparado para el momento del encuentro0 $4adre, he pecado contra el cielo y ante ti. Ia no merezco llamarme hi7o tuyo! tr%tame como a uno de tus 7ornaleros& '6c 1<,1*+1,)! sino que se adelant0 $3stando el hi7o todav#a le7os, su padre lo divis y se le conmovieron las entra5as! corriendo, se le ech al cuello y lo bes& '6c 1<,2:). 6a par%bola de (esMs realza con im%"enes conmovedoras y cercanas lo que ya se nos hab#a revelado en el Anti"uo ?estamento acerca de la misericordia de nuestro ios. 3.2. Jess erdona los ecados 6a ense5anza de (esMs est% refrendada con su propia vida, sellada al final con su muerte en la cruz. 3staba todav#a clavado en ella, cuando oraba as#0 $4adre, perdnalos, porque no saben lo que hacen& '6c 23,39). 4ero /l tambi/n imparte el perdn de los pecados, al menos en dos ocasiones. 6a primera en BafarnaMn, cuando le presentaron a un paral#tico0 $Aiendo (esMs su fe, dice al paral#tico0 RFi7o, se te perdonan tus pecados& '=c 2,<). Ante el esc%ndalo que causan estas palabras en los escribas, all# presentes, (esMs, que le#a en los corazones, a5adi0 $14or qu/ est%is pensando eso2 1Qu/ es m%s f%cil20 1decir al paral#tico0 N?us pecados te son perdonadosO, o decir0 N6ev%ntate, toma tu camilla y echa a andar2 4ues para que sep%is que el Fi7o del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados Rdice al paral#ticoR0 Bonti"o hablo, lev%ntate, car"a con la camilla y vete a tu casa. .e levant al punto, car" con la camilla y sali delante de todos& '=c 2,*+12! cf. =t ,,1+*! 6c <,1*+2<). 6a se"unda ocasin la refiere solamente san 6ucas. .e trata de la mu7er, conocida como pMblica pecadora, que en casa de .imn, el fariseo, se postra a los pies de (esMs, derrama sobre ellos, adem%s de sus l%"rimas, un frasco de perfume de mirra, se los seca con sus cabellos y se los besa. Ante el asombro de todos (esMs defiende a la mu7er, descubre el si"nificado profundo de su accin y a ella diri"e las palabras que, otra vez, escandalizan a los puritanos fariseos0 $.e te perdonan tus pecados&! $?u fe te ha salvado. Aete en paz& '6c D,9*.<:). 6os disc#pulos reflexionan sobre estos dichos y hechos de (esMs antes de su muerte, y los interpretan a la luz de la resurreccin, como vemos en los p%rrafos que si"uen. 3.3. La sangre de Jess y el erdn de los ecados 6lama poderosamente la atencin la importancia que se da al derramamiento de san"re en el %mbito cultual del Anti"uo ?estamento. 3llo no es m%s que la manifestacin del "ran aprecio que se ten#a por la vida, la me7or ofrenda que se pod#a hacer al .e5or y ue5o de ella. 4ero la atencin se convierte en asombro, cuando vemos que la san"re de los animales es sustituida en el >uevo ?estamento por la san"re de nuestro .e5or (esucristo. 8l era un hombre verdadero, no un fantasma! por sus venas corr#a san"re ro7a como la nuestra. 8l pudo ser donante de san"re! aunque di"o mal, porque lo fue, dando su san"re no en una transfusin parcial, sino al derramarla #nte"ramente por nosotros en tres estadios sucesivos0 primero simblicamente durante la Mltima cena! despu/s materialmente, clavado en el madero de la cruz! por Mltimo en el sacrificio de la nueva alianza, instaurada en su san"re. a1 La sangre de Jess, derramada sim%licamente Antes de ser clavado en la cruz, (esMs derram su san"re simblicamente y la dio a sus disc#pulos durante la Mltima cena, como nos narran en detalle los tres evan"elios sinpticos y
13; san 4ablo0 $=ientras estaban cenando..., tom lue"o una copa, pronunci la accin de "racias, se la dio y bebieron todos de ella. I les di7o0 8sta es mi san"re de la alianza, que se derrama por muchos& '=c 19,22+29! ver, adem%s, lu"ares paralelos). .an 4ablo a5ade el mandato del .e5or a los disc#pulos de que repitan este rito hasta el final de los tiempos0 $Faced esto en memoria m#a... Faced esto cada vez que la beb%is en memoria m#a. 3n efecto, siempre que com/is este pan y beb/is esta copa, anunci%is la muerte del .e5or, hasta que vuelva& '1 Bor 11,29+2;). %1 La sangre de Jess, derramada materialmente 6a primera vez que se menciona la san"re de (esMs, derramada en tierra, es mientras oraba en el huerto de los -livos 'cf. 6c 22,99). 3n la escena de los azotes 'cf. =t 2D,2;) y en la de la coronacin de espinas 'cf. =t 2D,2,) no se nos habla de san"re derramada, pero es m%s que probable que brotara la san"re de la espalda de (esMs a causa de los azotes y de su cabeza a causa de las espinas. 4ero la san"re de (esMs corre materialmente, como un torrente que se desborda, en la crucifixin. Qnos clavos de hierro atraviesan las manos y los pies de un hombre en la plenitud de la vida0 vi"oroso, fuerte, sano. 3l des"arramiento de las heridas por el peso del cuerpo, elevado verticalmente en la cruz, hace que la san"re salte a chorros primero, fluidamente despu/s, y, al final, "ota a "ota. (esMs muere desan"rado. 6a lanzada del soldado en el pecho de (esMs hace salir de su cuerpo ex%nime la Mltima san"re que aMn no se hab#a derramado 'cf. (n 1,,39). urante el proceso de la pasin en varias ocasiones se alude al derramamiento de la san"re de (esMs. 4oco antes de que el procurador romano dictara la sentencia definitiva de muerte, tuvo lu"ar una representacin que desvelaba el sentido tr%"ico de lo que estaba sucediendo0 $Aiendo 4ilato que no conse"u#a nada..., tom a"ua y se lav las manos ante la "ente diciendo0 N.oy inocente de la san"re de este 7usto. Aosotros ver/isO& '=t 2D,29). 3l pueblo, insti"ado por los sumos sacerdotes y ancianos, brama con sa5a ante el "esto de 4ilato0 $G.u san"re sobre nosotros y sobre nuestros hi7osH& '=t 2D,2<). e todo esto se habr%n olvidado por completo el sumo sacerdote y el sanedr#n entero, cuando, m%s adelante, ten"an ante s# a los apstoles y les increpe el sumo sacerdote0 $-s hab#amos prohibido severamente ense5ar en ese nombre, y vosotros hab/is llenado (erusal/n de vuestra doctrina y pretend/is hacer recaer sobre nosotros la san"re de ese hombre& 'Fch <,2*). 3llos, sin embar"o, se lo recuerdan con firmeza 'cf. Fch <,2,+3:). -tra alusin directa a la san"re de (esMs, esta vez lamentable, est% en boca de (udas, y dio lu"ar a leyendas sobre su muerte0 $3ntonces (udas, el traidor, viendo que lo hab#an condenado Ja (esMsK, se arrepinti y devolvi las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo0 +Fe pecado entre"ando san"re inocente. 6e contestaron0 +A nosotros 1qu/2 ?M ver%s. Arro7 el dinero en el templo, se fue y se ahorc. 6os sumos sacerdotes, reco"iendo el dinero, di7eron0 +>o es l#cito echarlo en el tesoro de las ofrendas, pues es precio de san"re. I despu/s de deliberar, compraron el campo del Alfarero para sepultura de los forasteros. 4or eso se llama hasta hoy aquel campo, Bampo de .an"re& '=t 2D,3+*! en Fch 1,1*+1, se habla de la san"re de (udas, no de la de (esMs). c1 .l sacri"icio de la nue#a alianza en la sangre de Jess 6a anti"ua alianza, que el .e5or estableci con su pueblo en el monte .ina#, fue rubricada por =ois/s con la san"re de las v#ctimas, rociada sobre el pueblo 'cf. 3x 29,<+*!
13D Feb ,,1,+21)! la nueva, entre ios y todos los hombres, la instaura (esucristo con su san"re 'cf. Feb ,,1<.29! 1:,2,), como /l mismo nos ha ense5ado en el rito de la Mltima cena pascual unas horas antes de morir en la cruz. 11 Di"erencia entre el sacri"icio de 8risto y los antiguos sacri"icios 3l autor de la carta a los Febreos desarrolla proli7amente la diferencia abismal existente entre los sacrificios de la anti"ua alianza y el sacrificio de Bristo (esMs en la cruz, fundamento de la nueva y definitiva alianza de ios con los hombres. 3sta nueva alianza supera infinitamente a la anterior, como supera (esucristo a =ois/s y la san"re de (esMs a la san"re de los animales. 4ues $=ois/s era un servidor fiel... Bristo en cambio, como Fi7o, est% al car"o de la casa& 'Feb 3,<+;). Que (esucristo es el Fi7o de ios lo vuelve a decir en Feb 9,19 y 1:,1,! por esto es el mediador entre ios, su 4adre, y nosotros en esta nueva alianza 'Feb *,;! ,,1<! 12,29! cf. 1 ?im 2,<! Feb D,2<! 1:,1,+21! 13,2:). Alianza nueva que (esMs sella con su propia san"re y as# consi"ue para siempre lo que r#os de san"re animal 7am%s hab#an conse"uido, el perdn de los pecados, la eliminacin definitiva de toda culpa ante ios y el libre acceso al 4adre 'cf. Feb ,,12+19! 1:,<+1*)0 $4or la san"re de (esMs, hermanos, tenemos libre acceso al santuario& 'Feb 1:,1,)! $Aosotros, en cambio, os hab/is acercado... a (esMs, mediador de la nueva alianza, a una san"re rociada que "rita m%s fuerte que la de Abel& 'Feb 12,22+29! cf. 1:,2,! 13,12.2:). 21 2igni"icado del #oca%ulario mercantil 3l >uevo ?estamento, al hablar de la san"re de (esMs derramada en el sacrificio de la cruz, utiliza un vocabulario prestado del %mbito mercantil, que puede herir nuestra sensibilidad reli"iosa. -#mos hablar de la compra que el .e5or ha hecho de nosotros y del precio que ha tenido que pa"ar por ello0 $1>o sab/is que vuestro cuerpo es templo del 3sp#ritu .anto, que recib#s de ios y reside en vosotros2 e modo que no os pertenec/is. Fab/is sido comprados a un precio& '1 Bor ;,1,+2:! cf. D,23). ?ambi/n se habla del rescate para liberarnos 'de la esclavitud) y se especifica el precio pa"ado por la compra o el rescate, a saber, la vida o la san"re de Bristo. $4ues el hi7o del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos& '=c 1:,9<! cf. =t 2:,2*)! 4ablo a los efesios0 $Buidad de vosotros y de todo el reba5o que el 3sp#ritu .anto os encomend como a pastores de la i"lesia de ios, que adquiri pa"ando con su san"re& 'Fch 2:,2*)! Bristo, $llevando no san"re de cabras y becerros, sino su propia san"re, entr de una vez para siempre en el santuario y lo"r el rescate definitivo& 'Feb ,,12! cf. ?it 2,19)! $.abed que os han rescatado de vuestra vana conducta heredada, no con plata y oro corruptibles, sino con la preciosa san"re de Bristo, cordero sin mancha ni tacha& '1 4e 1,1*+1,! cf. 2 4e 2,1! Ap <,,). 3s evidente que esta manera de hablar es metafrica, pero no vac#a de contenido. 1Qu/ se nos quiere decir con estas met%foras mercantiles2 1Acaso pertenecemos a un extra5o due5o a quien ios, el .e5or, tiene que pa"ar un precio tan alto como es la san"re de su propio Fi7o, hecho hombre, por nuestra compra, por nuestro rescate, por nuestra liberacin y redencin2 3ste due5o extra5o no puede ser otro que el diablo, el enemi"o de ios y de los hombres. 6a hiptesis, sin embar"o, es absurda y contradictoria, pues con ella se convierte al diablo, criatura y no ios, en un semidis. Bon /l tendr#a que tratar de i"ual a i"ual el verdadero .e5or, y discutir sobre el precio y condiciones de nuestra compra, de nuestro rescate. 6a hiptesis no tiene pies ni cabeza.
13* 31 .6 resin del su remo amor de Dios a los hom%res Acudimos a la misma sa"rada 3scritura para descifrar lo que parece un eni"ma y, sin embar"o, es un verdadero misterio de amor de ios 4adre y de ios Fi7o hacia los hombres. 3n la conversacin que (esMs mantiene con >icodemo, aquella noche de confidencias, dice (esMs0 $?anto am ios al mundo, que entre" a su Fi7o Mnico, para que quien crea no perezca, sino ten"a vida eterna. ios no envi a su Fi7o al mundo para 7uz"ar al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de /l& '(n 3,1;+1D). 3l 4adre entre"a, env#a, nos da a su propio Fi7o0 lo m%s "rande que tiene. 3l Fi7o que hab#a dicho0 $>adie tiene amor m%s "rande que el que da la vida por sus ami"os& '(n 1<,19), entre" su vida, se dio a s# mismo por nosotros, como /l mismo nos dice0 $3l hi7o del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos& '=c 1:,9<! =t 2:,2*), sin tener que pa"ar nada a nadie, sino por puro amor a nosotros y a su 4adre. 6o que confirma san 4ablo a los efesios0 $4roceded con amor, como Bristo os am hasta entre"arse por vosotros a ios como ofrenda y sacrificio de aroma a"radable& '3f <,2). e ello san 4ablo estaba tan convencido que procura que esta conviccin sea lo que d/ forma y oriente su vida personal0 $Ia no vivo yo, sino que Bristo vive en m#. I mientras vivo en carne mortal, vivo de fe en el Fi7o de ios, que me am y se entre" por m#& 'C%l 2,2:), y tambi/n la vida de la comunidad cristiana0 $4orque el amor de Bristo nos apremia al pensar que, si uno muri por todos, todos murieron. I muri por todos para que los que viven no vivan para s#, sino para quien por ellos muri y resucit& '2 Bor <,1;+1D)! $Fombres, amad a vuestras mu7eres, como Bristo am a la @"lesia y se entre" por ella& '3f <,2<). $1 (denti"icacin entre la #,ctima y el o"erente 6a entre"a "enerosa de Bristo en la cruz es la consumacin del sacrificio sublime del oferente que, al mismo tiempo, es v#ctima inmaculada, $Bordero de ios que quita el pecado del mundo& '(n 1,2,). 6a carta a los Febreos intenta explicar este misterio a cristianos que conocen el ritual del templo 7ud#o0 $?al es el sumo sacerdote que necesit%bamos0 santo, sin tacha ni mancha, apartado de los pecadores, ensalzado sobre el cielo. 8l no necesita, como los otros sumos sacerdotes, ofrecer cada d#a sacrificios, primero por sus pecados y despu/s por los del pueblo, pues eso lo hizo de una vez para siempre, ofreci/ndose a s# mismo& 'Feb D,2;+ 2D). Bristo, $llevando no san"re de cabras y becerros, sino su propia san"re, entr de una vez para siempre en el santuario y lo"r el rescate definitivo& 'Feb ,,12! cf. vv. 29+2*). &1 .l sacri"icio nico e irre eti%le nos li%ra de nuestros ecados 3l sacrificio real de (esucristo en la cruz es Mnico e irrepetible0 $Quedamos consa"rados por la ofrenda, hecha una vez para siempre, del cuerpo de (esucristo. '...) 4ues con un solo sacrificio llev a perfeccin definitiva a los consa"rados& 'Feb 1:,1:.19! cf. 1 4e 3,1*! Ap D,,.19). Que Bristo $nos am y nos libr con su san"re de nuestros pecados& 'Ap 1,<), es una ense5anza comMn en el >uevo ?estamento. 3lla se inserta en la corriente de la 3scritura que anuncia la alianza futura del .e5or con su pueblo, se"Mn la cual le ser%n perdonados todos sus pecados0 $?ambi/n el 3sp#ritu .anto nos lo atesti"ua, pues dice primero0 8sta es la alianza que har/ con ellos en el futuro +or%culo del .e5or+0 =eter/ mis leyes en su pecho y las escribir/ en su corazn. =e olvidar/ de sus pecados y delitos. Ahora bien, si son perdonados, ya no hace falta ofrenda por el pecado& 'Feb 1:,1<+1*).
13, 6os escritos apostlicos relacionan persistentemente, pero con las formas m%s variadas, el perdn de los pecados con la san"re derramada de nuestro .e5or (esucristo. Pecordando el rito de la primera alianza del .ina#, san 4edro utiliza la met%fora de la aspersin de la san"re 'cf. 1 4e 1,1+2). 3n los sacrificios de v#ctimas de la anti"ua alianza, adem%s de la aspersin de la san"re sobre el altar o sobre el pueblo, hab#a que quemar al aire libre los cuerpos de los animales! $por eso (esMs, para consa"rar con su san"re al pueblo, padeci fuera de las puertas& 'Feb 13,12). e esta manera $quedamos consa"rados por la ofrenda, hecha una vez para siempre, del cuerpo de (esucristo& 'Feb 1:,1:). .i realmente ante los o7os de ios estamos santificados o consa"rados por la san"re de (esucristo, es que nuestros pecados han sido perdonados0 $3n (esucristo, por medio de su san"re, obtenemos el rescate, el perdn de los pecados& '3f 1,D). Bonsi"uientemente nosotros hemos quedado puros y limpios ante el mismo .e5or, nuestro ios0 $6a san"re de su Fi7o (esMs nos limpia de todo pecado& '1 (n 1,D). e esta manera nos reinte"ra en la unidad humana, rota y deshecha por nuestros pecados, acerc%ndonos unos a otros0 $Ahora, "racias a Bristo (esMs y en virtud de su san"re, los que un tiempo estabais le7os est%is cerca& '3f 2,13), y reconcili%ndonos con /l y con todo el universo0 $ ios tuvo a bien hacer residir en /l toda la plenitud, y por medio de /l reconciliar consi"o todas las cosas, haciendo las paces por la san"re de su cruz entre los seres de la tierra y del cielo& 'Bol 1,1,+2:). 3n otro lu"ar leemos0 $?odo es obra de ios, que nos reconcili consi"o por medio de Bristo y nos encomend el ministerio de la reconciliacin. 3s decir, ios estaba, por medio de Bristo, reconciliando el mundo consi"o, no apunt%ndole los delitos, y nos confi el mensa7e de la reconciliacin& '2 Bor <,1*+1,). 71 )or Jess tenemos li%re acceso al )adre .an 4ablo, con su peculiar estilo, universaliza estas reflexiones y las aplica a la situacin real de todos los hombres0 $?odos han pecado y est%n privados de la "loria de ios. 4ero son 7ustificados "ratuitamente por su "racia en virtud de la redencin realizada en Bristo (esMs, a quien ios exhibi como instrumento de propiciacin por su propia san"re, mediante la fe. ios mostraba as# su 7usticia cuando pacientemente pasaba por alto los pecados cometidos anteriormente& 'Pom 3,23+2<). 4or esto el mismo san 4ablo canta la victoria de nuestro .e5or (esucristo 'cf. Pom <,1<+1,), que va delante de nosotros como $7efe iniciador y consumador de la fe& 'Feb 12,D), abriendo y allanando el camino verdadero que nos lleva a lo m%s #ntimo del misterio de ios, pues $por la san"re de (esMs, hermanos, tenemos libre acceso al santuario, por el camino nuevo y vivo que inau"ur para nosotros a trav/s del velo, esto es, de su cuerpo& 'Feb 1:,1,+2:). Bristo inau"ur un nuevo camino. 8l mismo di7o $Io soy el camino& '(n 19,;). Ahora bien, todo camino lleva a al"una parte. 1Adnde lleva (esMs+camino2 (esMs nos lleva al 4adre, pues di7o0 $>adie va al 4adre si no es por m#& '(n 19,;). As# que si queremos ir a ios, hemos de acercarnos primero a (esMs. 4edro lo intuy, cuando, ante la desbandada de muchos disc#pulos, (esMs pre"unt a los oce0 $1?ambi/n vosotros quer/is marcharos2&, /l respondi con la mayor naturalidad del mundo0 $.e5or, 1a qui/n iremos2 ?M tienes palabras de vida eterna. >osotros hemos cre#do y sabemos que tM eres el .anto de ios& '(n ;,;*+;,). 4or todo lo cual, despu/s de la resurreccin del .e5or ya no es posible ofrecer a ios por nuestros pecados otra oblacin que no sea el de la celebracin de la eucarist#a, como dice san 4ablo0 $Fasta que vuelva& '1 Bor 11,2;). 6a comunidad cristiana, que nace en (erusal/n y lle"a hasta nosotros a trav/s de los si"los, no ha cesado de celebrar la muerte y resurreccin
19: del .e5or alrededor del altar en casas particulares 'cf. Fch 2,92! 1 Bor 11,2:.33), en templos humildes y "randiosos, en i"lesias de pueblo y en catedrales. =. Co3o 5"3:in noso5!os 7e!don"3os .i nos hemos ale7ado del .e5or por nuestros pecados, perdonados /stos, volvemos a su lado, $estamos en paz con ios por nuestro .e5or (esucristo& 'Pom <,1). 3star en paz con ios supone que lo estamos con nuestros hermanos, pues ambas relaciones son concordes, van siempre en el mismo sentido. 6a tierra y el cielo se corresponden a la perfeccin, son las dos caras de una misma moneda conforme a la ense5anza del .e5or0 $-s ase"uro que lo que at/is en la tierra quedar% atado en el cielo, lo que desat/is en la tierra quedar% desatado en el cielo& '=t 1*,1*). Pecordemos lo que hemos dicho en el cap#tulo 1: a propsito de la tercera peticin del 4adrenuestro0 OF%"ase tu voluntad en la tierra como en el cieloO. Fasta ahora hemos tratado casi exclusivamente de nuestras relaciones con ios, rotas por el pecado y restablecidas por el perdn y la misericordia del .e5or. 3n este momento volvemos la mirada a nuestro entorno m%s cercano, al an%lisis de nuestras relaciones con nuestros seme7antes, para que sean como quiere nuestro 4adre y .e5or, y como conviene a miembros de una misma familia se"Mn el sentir un%nime de nuestros padres y maestros en la fe0 $Aivid en mutua concordia& 'Pom 12,1;)! $.ed concordes, compasivos, fraternales, misericordiosos, humildes& '1 4e 3,*). As#, pues, lo primero que debemos intentar en nuestro vivir cotidiano es conse"uir que nuestra convivencia sea pac#fica. >o es nada f%cil lo"rar este ob7etivo en una sociedad como la nuestra, tan hetero"/nea y complicada, con intereses en 7ue"o tan dispares y contradictorios. Ia es ardua tarea conse"uir vivir en paz en nuestro peque5o c#rculo familiar! una verdadera haza5a vivir en paz en nuestra comunidad social, cultural, de ocio! y alcanzar la paz entre los pueblo, una utop#a, por la que los hombres de buena voluntad sue5an, luchan y mueren. 4or esto tenemos que hablar de tolerancia, de comprensin, de perdn mutuo, es decir, del que tenemos que pedir a todos los que hemos ofendido, y del que tenemos que dar a todo el que nos lo pida. $.1. Tenemos -ue edir erdn .i hemos contra#do una deuda, estamos obli"ados a pa"ar, si es que apreciamos nuestra di"nidad personal y queremos que se restituya el equilibrio en la sociedad. .i hemos ofendido a nuestro pr7imo, hemos contra#do con /l una deuda moral de mayor "ravedad que la puramente material o pecuniaria. 3sta deuda moral solamente se puede pa"ar pidiendo humildemente perdn al ofendido y resarciendo, en la medida de lo posible, el da5o moral que le hayamos podido causar. Adem%s, esta peticin de perdn es condicin indispensable para poder rendir el culto debido al .e5or y pedirle perdn por nuestros pecados, como ense5a el evan"elio. i7o (esMs0 $?odos vosotros sois hermanos... Qno solo es vuestro 4adre, el del cielo& '=t 23,*+,). Al hablarnos de ios, (esMs tiene presente el modelo perfecto de un padre con sus hi7os. 1Qu/ padre va a aceptar el obsequio de un hi7o, que est% peleado con su hermano, si antes no hace las paces con su hermano2 ?ampoco nuestro 4adre del cielo0 $.i mientras llevas tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene que7a de ti, de7a la ofrenda delante del altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y despu/s ve a llevar tu ofrenda& '=t <,23+29). 6o que a"rada al .e5or del oferente es /l mismo, su corazn, no su ofrenda, "rande o peque5a. .i /l est% en paz con sus seme7antes, su corazn est% libre del odio y de la maldad, en la me7or disposicin para dar a ios y recibir de /l. 4or esto en el evan"elio de san =ateo resuenan dos veces las palabras del profeta -seas0 $Quiero lealtad no sacrificios!
191 conocimiento de ios, no holocaustos& '-s ;,;)! las dos veces est%n en boca de (esMs, pero adaptadas al momento oportuno. 6os fariseos critican directamente al .e5or, porque se 7unta con personas de mala fama y come con ellos! (esMs les contesta0 $ el m/dico no tienen necesidad los sanos, sino los enfermos. @d a estudiar lo que si"nifica misericordia quiero y no sacrificios& '=t ,,12+13). -tra vez es a sus disc#pulos a los que critican los fariseos, porque arrancan espi"as y se las comen Gen d#a de descanso sa"rado0 el s%badoH @ndirectamente las cr#ticas van contra (esMs. 8l, sin embar"o, los defiende con las palabras de -seas0 $.i comprendierais lo que si"nifica misericordia quiero y no sacrificios, no condenar#ais a los inocentes& '=t 12,D). $.2. Tenemos -ue erdonar .i es necesario que el ofensor pida perdn al ofendido, no lo es menos que el ofendido perdone al ofensor. 6a sa"rada 3scritura es expl#cita a este respecto. 3l Anti"uo ?estamento va a la ra#z y exi"e con ener"#a y fortaleza que se extirpe del corazn el odio, el rencor y el deseo de ven"anza0 $>o "uardar%s odio a tu hermano... >o ser%s ven"ativo ni "uardar%s rencor a los hi7os de tu pueblo& '6ev 1,,1D+1*a! cf. 3clo 2D,3:+2*,1). Buando uno da rienda suelta al rencor y e7erce la ven"anza por su cuenta, se arro"a facultades que no tiene, las de los 7ueces! no me7ora en nada la situacin, sino que la empeora, aumentando la espiral de violencia. 4ara frenar esta carrera de violencia sin sentido, el .e5or proclama su calidad de 7uez supremo0 $=#a ser% la ven"anza y el desquite& ' t 32,3<! cf. 4rov 2:,22). 3n la misma direccin apunta la institucin de la ley del talin, aunque parezca lo contrario. 3sta ley est% formulada con claridad en varios lu"ares del 4entateuco. 3n el libro del 8xodo0 $Aida por vida, o7o por o7o, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal& '3x 21,23+2<). Bon peque5as variaciones leemos en el 6ev#tico0 $Al que lesione a un conciudadano, se le har% lo que /l ha hecho0 fractura por fractura, o7o por o7o, diente por diente. 6a lesin que caus a otro se le causar% a /l& '6ev 29,1,+2:! ver, adem%s, t 1,,1*+21). 6a ley del talin es comMn a todos los cdi"os le"ales anti"uos. Bon ella se pretend#a que los 7ueces impusieran a los culpables una pena i"ual o seme7ante a la ofensa, para evitar as# los excesos de la ven"anza de los particulares 'cf. C/n 9,23+29). .i se erradica del corazn herido el rencor y el deseo de ven"anza, f%cilmente se podr% perdonar al ofensor, como tambi/n exi"e el Anti"uo ?estamento. 3l 6ev#tico alcanza una cima al proclamar0 $Amar%s a tu pr7imo como a ti mismo& '6ev 1,,1*b). 6a cima, sin embar"o, es solamente relativa, pues el pr7imo, al que hay que amar, se circunscribe a los miembros del pueblo de @srael. 3stos l#mites se superar%n con creces en el >uevo ?estamento, si bien el "ran salto se va preparando desde le7os. (esMs Len .ira habla abiertamente del perdn de las ofensas0 $4erdona la ofensa a tu pr7imo, y se te perdonar%n los pecados cuando lo pidas. 1Bmo puede un hombre "uardar rencor a otro y pedir la salud al .e5or2 >o tiene compasin de su seme7ante, 1y pide perdn de sus pecados2& '3clo 2*,2+9). 3l mismo maestro espiritual aconse7a ir m%s all% del simple perdn0 $4or nin"una ofensa devuelvas mal al pr7imo& '3clo 1:,;)! y otro m%s anti"uo va m%s le7os aMn0 $.i tu enemi"o tiene hambre, dale de comer! si tiene sed, dale de beber! as# le sacar%s los colores y el .e5or te lo pa"ar%& '4rov 2<,21! cf. Pom 12,2:). 3n el >uevo ?estamento las ense5anzas sobre el perdn de las ofensas alcanzan su m%s alto nivel. (esMs habla de /l en diferentes contextos. 3n primer lu"ar en un contexto oracional,
192 despu/s del 4adrenuestro, y para corroborar lo que acaba de decir0 $.i perdon%is a los hombres las ofensas, vuestro 4adre del cielo os perdonar% a vosotros, pero si no perdon%is a los hombres, tampoco vuestro 4adre os perdonar% vuestras ofensas& '=t ;,19+1<). 3l evan"elio de san =arcos no contiene la oracin del 4adrenuestro, sin embar"o, el perdn de las ofensas lo enmarca en la oracin0 $Buando est/is orando, perdonad, si ten/is al"o contra al"uien, para que tambi/n vuestro 4adre que est% en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas& '=c 11,2<). 4ero es en una instruccin a la comunidad donde (esMs expone con mayor amplitud la necesidad que tenemos de perdonarnos mutuamente. 4robablemente se refle7a en esta instruccin lo que ya se sol#a hacer en la primera comunidad de disc#pulos0 $.i tu hermano te ofende, ve y amon/stalo, tM y /l a solas. .i te hace caso, habr%s "anado un hermano. .i no te hace caso, hazte acompa5ar de uno o dos, para que el asunto se resuelva por dos o tres testi"os. .i no les hace caso, informa a la comunidad. I si no hace caso a la comunidad consid/ralo como un pa"ano o un publicano& '=t 1*,1<+1D! cf. 6c 1D03). 4edro propone atinadamente una dificultad al .e5or, que la resuelve con resolucin0 $.e5or, si mi hermano me ofende, 1cu%ntas veces ten"o que perdonarle2, 1hasta siete veces2 6e contesta (esMs0 >o te di"o hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete& '=t 1*,21+22! cf. 6c 1D,9). 3 ilustra la respuesta con una espl/ndida par%bola, la del compa5ero malvado y sin compasin, que, despu/s que le han perdonado a /l una deuda inmensa, imposible de pa"ar, /l no perdona a un compa5ero suyo una minucia. @nformado el amo de lo sucedido, lo llama y le dice0 $GBriado perversoH, toda aquella deuda te la perdon/ porque me lo suplicaste! 1no ten#as tM que tener compasin de tu compa5ero como yo la tuve de ti2 3 indi"nado, lo entre" a los torturadores hasta que pa"ara la deuda #nte"ra. As# os tratar% mi 4adre del cielo si no perdon%is de corazn cada uno a su hermano& '=t 1*,32+3<). 6os apstoles y disc#pulos han aprendido la doctrina del =aestro y la difunden fielmente por las i"lesias, para que en ellas reine la paz. 3scribe san 4ablo a los de ?esalnica0 $Que nadie devuelva mal por mal! buscad siempre el bien entre vosotros y para todos& '1 ?es <,1<)! a los romanos0 $A nadie devolv%is mal por mal, proponeos hacer el bien que todos aprueban. 3n lo posible... tened paz con todos. >o os tom/is la ven"anza... pues est% escrito0 m#a es la ven"anza, yo retribuir/, dice el .e5or. 4ero, si tu enemi"o tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de beber, as# le sacar%s los colores a la cara. >o te de7es vencer por el mal, antes vence con el bien el malP 'Pom 12,1D+21)! a los colosenses0 $Pevest#os de compasin entra5able, amabilidad, humildad, modestia, paciencia! soportaos mutuamente! perdonaos si al"uien tiene que7a de otro! como el .e5or os ha perdonado, as# tambi/n haced vosotros& 'Bol 3,12+13). ?ambi/n dice san 4edro en su primera carta0 $>o devolv%is mal por mal ni in7uria por in7uria, antes bien bendecid, puesto que a eso hab/is sido llamados, a heredar una bendicin& '1 4e 3,,). .e ve que los dos "randes pilares de la @"lesia han bebido en la misma fuente, la que sur"e del corazn misericordioso de (esMs. 6as palabras de san 4ablo a los romanos se parecen a las de san 4edro0 $Lendecid a los que os persi"uen, bendecid y no maldi"%is& 'Pom 12,19). 6os dos disc#pulos ten#an muy presente la ense5anza del =aestro, que exhortaba a escalar la m%s alta cima moral, 7am%s alcanzada, la del perdn a los enemi"os0 $Fab/is o#do que se di7o0 Amar%s a tu pr7imo y odiar%s a tu enemi"o. 4ues yo os di"o0 Amad a vuestros enemi"os, rezad por los que os persi"uen. As# ser/is hi7os de vuestro 4adre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y hace llover sobre 7ustos e in7ustos& '=t <,93+9<). 6a historia de la @"lesia ha demostrado que los m%s fieles se"uidores de (esMs han intentado imitar al =aestro, que predic tan alta doctrina y la puso en pr%ctica. Blavado en la
193 cruz, poco antes de morir, (esMs or as# por sus verdu"os0 $4adre, perdnalos, porque no saben lo que hacen& '6c 23,39). 3l primer m%rtir de la @"lesia, san 3steban, mientras sus enemi"os lo apedreaban a muerte, invocaba a (esMs con voz potente0 $.e5or, no les imputes este pecado& 'Fch D,;:). Qna cadena ininterrumpida de m%rtires, testi"os de la fe, une nuestra @"lesia con la primera a trav/s de los si"los. 3llos, los me7ores hi7os de la tierra, son tambi/n la me7or prueba de que la humanidad, por la "racia de ios, no se ha deshumanizado del todo, a pesar de tanta deshumanizacin, y de que el amor, manifestado en el perdn de las ofensas, triunfar% sobre el odio y la iniquidad.
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NO NOS DEJES CAER EN $A TENTACI#N... 3l 4adrenuestro termina con una peticin doble, o, si se prefiere, con dos peticiones. 6a primera est% en forma ne"ativa, la Mnica en toda la oracin0 $>o nos de7es caer en la tentacin&! la se"unda +exclusiva de =ateo+ es una variante y un complemento de la primera, pero en forma afirmativa0 $=as l#branos del mal&. -. No nos de<es c"e! en l" 5en5"ci?n 3l ori"inal en "rie"o suena literalmente0 $>o nos introduzcas en, no nos lleves a la tentacin&, sin que ten"amos que suponer en modo al"uno que ios nos puede inducir al mal y nosotros le pedimos que no lo ha"a. .antia"o se apresura a refutar esta insinuacin en su carta0 $>adie, cuando es tentado, di"a0 N.oy tentado por iosO, porque ios no puede ser tentado por el mal, y /l no tienta a nadie& '.ant 1,3), para que cometa una mala accin 'cf. 3clo 1<,11+13). 3so ser#a pervertir la nocin de ios, que es bueno por naturaleza0 $>adie es bueno sino slo ios& '=c 1:,1*! 6c 1*,1,! cf. =t 1,,1D). Al .e5or le pedimos que no nos lleve a la tentacin, porque no queremos sucumbir en ella. 6a primera ima"en que se nos viene a la mente, cuando decimos al .e5or que no nos de7e caer en la tentacin, es la de una persona que est% en un peli"ro inminente, por e7emplo, al borde de un abismo, y pide con ur"encia al que la pueda salvar que le eche una mano, que no la abandone a su suerte, que interven"a al momento e impida que se consume la cat%strofe. 4or esto la peticin del 4adrenuestro0 $>o nos dge7es caer en la tentacin&, equivale a decir0 N>o permitas que sucumbamos a la tentacinO. 6o que quiere decir que nosotros no pedimos al .e5or que no ten"amos tentaciones, sino que nos libre de caer o sucumbir en ellas. .er tentado o sometido a prueba de suyo no es malo! si lo fuera la vida del hombre ser#a horrible, una contradiccin continuada, ya que las tentaciones o pruebas son ineludibles. 4or esto decimos que las sufrimos. 1Qui/n no ha tenido que soportar y sufrir dificultades y contrariedades de todo tipo en su vida, lar"a o corta2 3l hombre es un ser amenazado en su cuerpo y en su esp#ritu de modo constante e inevitable. 6as amenazas m%s poderosas provienen de su interior, como ase"ura .antia"o0 $Bada uno es tentado por el propio deseo que lo arrastra y seduce& '.ant 1,19). .an 4ablo habla tambi/n de la divisin interior del hombre que lo lleva a la esquizofrenia0 $>o ha"o el bien que quiero, sino que practico el mal
199 que no quiero. 4ero si ha"o lo que no quiero, ya no soy yo quien lo e7ecuta, sino el pecado que habita en m#& 'Pom D,1,+2:), ese impulso interior, que me inclina al mal en contra de mi razn y voluntad, o el instinto, la carne, se"Mn C%l <,1D0 $3l instinto desea contra el esp#ritu y el esp#ritu contra el instinto! y son tan opuestos, que no hac/is lo que quer/is&. 3sta lucha interior de tendencias hace "ritar a san 4ablo0 $G es"raciado de m#H 1Qui/n me librar% de esta condicin mortal2& 'Pom D,29). 6a respuesta ser%0 (esucristo nuestro .e5or. 6a tentacin puede provenir tambi/n del mundo exterior, de a"entes visibles o invisibles, como la que padecen los que est%n simbolizados por la semilla que cae en terreno pedre"oso en la par%bola del sembrador0 $8sos creen por un tiempo, pero al lle"ar la prueba, se echan atr%s& '6c *,13)! la prueba se llama tribulacin o persecucin por causa del evan"elio 'cf. =t 13,21). 6os verdaderos disc#pulos han de demostrar que lo son, cuando lle"an las pruebas que los aseme7an al .e5or, se"Mn la ense5anza de san 4edro0 $Queridos, no os extra5/is del incendio que ha estallado contra vosotros para probaros, como si fuera al"o extra5o! ale"raos, m%s bien, de compartir los sufrimientos de Bristo... .i os insultan por ser cristianos, dichosos vosotros... Que nin"uno de vosotros ten"a que padecer por ladrn o asesino o criminal o por meterse en asuntos a7enos. 4ero si padece por ser cristiano, no se aver"Eence, antes d/ "loria a ios por tal t#tulo& '1 4e 9,12+1;! cf. Fch 2:,1,, dicho de san 4ablo). Al"unas tentaciones y pruebas son atribuidas al iablo, el enemi"o por antonomasia de ios y de los hombres0 $Ai"ilad. Auestro adversario el iablo, como len ru"iendo, da vueltas buscando a qui/n devorar. Pesistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos por el mundo sufren las mismas penalidades& '1 4e <,*+,! cf. 1 Bor D,<! 1 ?es 3,<! Ap 2,1:). /. Dios es el 01e 7one " 7!1e:" Al lector del Anti"uo ?estamento le es familiar o#r decir que ios pone a prueba a su pueblo en muchos de los episodios que all# se narran. A propsito del man% el .e5or le dice a =ois/s0 $6o pondr/ a prueba, a ver si "uarda mi ley o no& '3x 1;,9). espu/s de la teofan#a en el .ina# el pueblo tiene miedo del .e5or y =ois/s lo aplaca diciendo0 $>o tem%is0 ios ha venido para probaros, para que ten"%is presente su temor y no pequ/is& '3x 2:,2:). e los falsos profetas dice tambi/n =ois/s0 $>o ha"as caso a ese profeta o vidente de sue5os. 4ues se trata de una prueba del .e5or, vuestro ios, para ver si am%is al .e5or, vuestro ios, con todo el corazn y toda el alma& ' t 13,9) 6as muchas dificultades, que los israelitas tuvieron que sufrir por las naciones que quedaron en 4alestina despu/s de la conquista, en el libro de los (ueces las consideran pruebas pretendidas por el .e5or para probar la fidelidad de su pueblo 'cf. (ue 2,21+22! 3,1.9). 3special atencin merecen las palabras en boca de la hero#na de Letulia, (udit 'cf. (dt *,2<+2D), que son una interpretacin teol"ica de las pruebas y sufrimientos que el pueblo ha tenido que sufrir histricamente. Al pueblo del tiempo de (udit, al de Letulia, le sucede lo que en tiempos remotos sucedi a los padres Abrah%n, @saac y (acob0 ios, el .e5or, los pone a prueba. A Abrah%n ios le pide que sacrifique a su hi7o @saac, su Mnico heredero 'cf. C/n 22,1+2! cf. 1 =ac 2,<2! 3clo 99,2:! Feb 11,1D). e @saac ios espera que sea la v#ctima voluntaria en el sacrificio que Abrah%n, su padre, debe ofrecer 'cf. C/n 22,;+1:). e la azarosa vida de (acob recordemos los episodios ocurridos en =esopotamia de .iria, mientras pastoreaba las ove7as de 6ab%n, el hermano de su madre 'cf. C/n 2,+31! ver, tambi/n, ?ob 12,19). 3l sufrimiento en la vida presente es la prueba a la que ios somete a todos los 7ustos para acrisolarlos. 4ero se"Mn el parecer comMn, los sufrimientos de las personas son el casti"o
19< merecido por las propias acciones malas. As# opinan hasta personas buenas, como los ami"os de (ob que se considera in7ustamente casti"ado por el infortunio! /sta es la tra"edia de (ob, tipo del 7usto que sufre. =%s adelante, el libro de la .abidur#a iluminar% el tremendo eni"ma de los padecimientos inmerecidos de personas buenas, inocentes ante los hombres y ante ios, a la luz de la esperanza escatol"ica, y dir%0 $6a "ente... pensaba que Jlos 7ustosK cumpl#an una pena, pero ellos esperaban de lleno la inmortalidad! sufrieron peque5os casti"os, recibir%n "randes favores, porque ios los puso a prueba y los hall di"nos de s#& '.ab 3,9+<). 6os padecimientos del 7usto son como una prueba de su virtud, como una verificacin de su calidad, por eso no teme afrontarlos y se atreve a decir al .e5or0 $3scrMtame, .e5or, ponme a prueba, sondea mis entra5as y mi corazn! porque ten"o ante los o7os tu bondad, y camino en tu verdad& '.al 2;,2+3). ios nos conoce a fondo y sabe de qu/ material estamos hechos. 4or esto las pruebas que tenemos que superar est%n perfectamente calculadas, 7am%s exceder%n nuestras fuerzas! lo "arantiza san 4ablo0 $>in"una prueba os ha alcanzado que sea sobrehumana. Siel es ios y no permitir% que se%is probados por encima de vuestras fuerzas, con la prueba os abrir% una salida para que pod%is soportarla& '1 Bor 1:,13)! su duracin ser% por poco tiempo 'cf. 1 4e 1,;). 6os autores sa"rados comparan con frecuencia estas pruebas con el proceso de depuracin de los metales preciosos por medio del fue"o y, como este proceso tiene una finalidad positiva0 me7orar la calidad de los metales, tambi/n la tienen las pruebas0 purificar, corre"ir, me7orar, fortalecer el esp#ritu de los que son probados. 3l profeta @sa#as habla al pueblo en nombre de ios0 $=ira, yo te he refinado como plata, te he probado en el crisol de la des"racia& '@s 9*,1:! cf. 1,2<! Vac 13,,). 6os sabios aportan su experiencia0 $6a plata en el horno, el oro en el crisol, los corazones los prueba el .e5or& '4rov 1D,3! cf. 2D,21)! $3l oro se acrisola en el fue"o, y los ele"idos, en el horno de la pobreza& '3clo 2,<! cf. .ab 3,<+;! (ob 23,1:). Qn salmista ora as#0 $-h ios, nos pusiste a prueba, nos refinaste como se refina la plata& '.al ;;,1:). .an 4edro reco"e esta tradicin en su primera carta0 $.i el oro, que perece, se aquilata al fue"o, vuestra fe, que es m%s preciosa, ser% aquilatada para recibir alabanza, honor y "loria cuando se revele (esucristo& '1 4e 1,D! cf. 1 Bor 3,13! Ap 3,1*). As# se explica la alabanza que le dedica .antia"o al que sale airoso de la prueba0 $ ichoso el varn que soporta la prueba, porque, al salir airoso, recibir% la corona de la vida que el .e5or prometi a los que lo aman& '.ant 1,12! cf. 1 4e 9,12). 4ara salir airosos de la prueba, primero es necesario que nosotros estemos preparados y vi"ilantes, como nos aconse7an un%nimemente nuestros maestros y padres en la fe. 3scribe san 4ablo0 $>o durmamos como los dem%s, sino vi"ilemos y seamos sobrios& '1 ?es <,;)! $3xaminaos vosotros mismos si os manten/is en la fe. 4oneos a prueba a vosotros mismos& '2 Bor 13,<! cf. C%l ;,1). .an 4edro, adem%s, nos ase"ura que no estamos solos en la lucha contra el fiero enemi"o, sino que luchamos 7unto a muchos hermanos nuestros, con ios y el .e5or nuestro (esucristo a nuestro lado0 $.ed sobrios, vi"ilad, que vuestro adversario el iablo, como len ru"iendo, da vueltas buscando a quien devorar. Pesistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos por el mundo sufren las mismas penalidades. 3l ios de toda "racia que por Bristo os llam a su "loria eterna, tras breve sufrimiento, os restablecer%, fortalecer%, robustecer%, cimentar%& '1 4e <,*+1:). 4. T"3:in Jes1c!is5o ;1e 5en5"do 4ero es el mismo (esMs el que con su e7emplo y su palabra ense5a a sus disc#pulos, y en
19; ellos a nosotros, cmo debemos encarar las tentaciones para no sucumbir ante ellas. 3fectivamente, (esMs fue tentado en muchas ocasiones y de maneras muy diversas, como no se cansan de repetir los autores sa"rados. A todo maestro se le exi"e experiencia, y (esMs la tuvo en las m%s duras pruebas de la vida. 3n ellas (esMs reaccion como el hombre que era0 $ urante su vida mortal diri"i peticiones y sMplicas, con clamores y l%"rimas, al que pod#a librarlo de la muerte, y por esa cautela fue escuchado. Aun siendo hi7o, aprendi sufriendo lo que es obedecer& 'Feb <,D+*). As# que (esMs fue probado durante toda su vida, como tambi/n suponen las palabras de (esMs a sus disc#pulos en la Mltima cena0 $Aosotros sois los que hab/is permanecido conmi"o en las pruebas& '6c 22,2*). 6os evan"elistas nos dicen, en concreto, que (esMs fue tentado vanamente por el iablo al principio de su vida pMblica 'cf. =t 9,1+11! =c 1,13! 6c 9,2+12). 3l mali"no pretend#a con sus tentaciones que (esMs se desviara de la voluntad del 4adre en lo relativo al plan de salvacin. (esMs proclama con ener"#a que se somete con toda su alma a esta voluntad. Bumplirla es su alimento, como dice a sus disc#pulos0 $=i sustento es cumplir la voluntad del que me envi y dar remate a su obra& '(n 9,39), y su Mnico ob7etivo, pues para eso ha ba7ado del cielo 'cf. (n ;,3*! <,3:! Feb 1:,,). Bmplices del mali"no son todos aquellos que se enfrentan al .e5or durante su vida pMblica y lo ponen a prueba, especialmente fariseos y saduceos 'cf. =t 1;,1! 1,,3! 22,1*.3<! y lu"ares paralelos! ver tambi/n (n *,;). .an 6ucas a5ade al relato de las tentaciones en el desierto0 $Boncluida la prueba, el iablo se ale7 de /l hasta otra ocasin& '6c 9,13). 6a pasin y muerte del .e5or fue, sin duda, ocasin propicia para poner a prueba la fidelidad de (esMs al 4adre. 3n el huerto de Cetseman# (esMs $tom a 4edro y a los dos Vebedeos y empez a sentir tristeza y an"ustia. 3ntonces les dice0 R.iento una tristeza de muerte! quedaos aqu# y velad conmi"o& '=t 2;,3D+ 3*). 3llos se quedaron all#, pero no acompa5aron al .e5or en su a"on#a. 4or esto, cuando vuelve a ellos y los encuentra dormidos, cari5osamente los reprende y les descubre dnde est% su debilidad0 $Bonque no hab/is sido capaces de velar una hora conmi"o. Aelad y orad para no sucumbir a la tentacin. 3l esp#ritu est% pronto, pero la carne es d/bil& '=t 2;,9:+91! cf. =c 19,1D+1*! 6c 22,9:.9<). 3l relato de la 4asin pone de manifiesto la debilidad de los disc#pulos y la fortaleza de (esMs. 8l solo supera todas las pruebas con una di"nidad incomparable! /l car"a sobre sus hombros, como un verdadero atlante, la pesada monta5a de los cr#menes de toda la humanidad0 $>uestros pecados /l los llev en su cuerpo al madero, para que, muertos al pecado, vivamos para la 7usticia. .us cicatrices nos curaron& '1 4e 2,29! cf. @s <3,11+12! =t 2:,2*! Feb ,,12+19.2;). (esMs fue, pues, sometido en su vida mortal a todo "/nero de pruebas por su inne"able condicin humana. 4or esto concluimos0 $Bomo /l mismo sufri la prueba, puede ayudar a los que son probados& 'Feb 2,1*). =. ,"s l:!"nos del 3"l 3mpezamos la oracin del 4adrenuestro con una manifestacin de confianza en ios, llam%ndolo 4adre! la terminamos ahora con otra manifestacin de confianza, la del hi7o que, al sentirse en peli"ro, acude confiadamente a su padre con la absoluta se"uridad de que lo prote"er% y lo librar% de cualquier amenaza. 6a peticin +exclusiva de =ateo+ es continuacin de la anterior, pues si el .e5or no permite que sucumbamos a la tentacin, es porque hemos sido liberados de ella. ecimos Nl#branos del malO, pero con la misma razn podr#amos decir Nl#branos del =ali"noO. 3l ori"inal "rie"o no distin"ue entre Nel malO y Nel =ali"noO. 4referimos, sin
19D embar"o, la forma abstracta Ndel malO a la concreta Ndel =ali"noO, porque es la que se ha impuesto en la tradicin latina y la que decimos al rezar el 4adrenuestro! porque corresponde me7or a Nla tentacinO de la peticin anterior, creando con ella un paralelismo! y porque nos resulta extra5o que la oracin, que ha empezado con el nombre familiar de N4adreO, termine mencionando al =ali"no. e todas maneras ele"ir una u otra versin es una cuestin menor y secundaria, ya que el si"nificado es pr%cticamente el mismo. 4edir al .e5or que nos libre del mal moral que supone sucumbir a la tentacin, no se diferencia mucho de pedir que nos libre de caer ba7o el dominio del =ali"no, que nos incita a cometer malas acciones. 3l >uevo ?estamento habla con frecuencia del =ali"no, enemi"o mortal de ios y de los hombres, al que, adem%s, se le dan otros nombres, conforme a la manera de pensar de los 7ud#os del tiempo0 iablo, .atan%s, 4r#ncipe de este mundo, ra"n o .erpiente anti"ua 'cf. Ap 12,, y 2:,2). 6os autores sa"rados utilizan "randes met%foras y s#mbolos para explicar lo que ellos creen que es fundamental en la vida de los hombres, la lucha sin cuartel entre el bien y el mal. Bomo esta lucha es universal y permanente, la representan con s#mbolos universales0 al bien lo identifican con la luz y al mal con las tinieblas. Bomo son irreconciliables la luz y las tinieblas, as# lo son el bien y el mal. 3l hombre tiende naturalmente a personificar las "randes ma"nitudes, especialmente las que no puede controlar, porque son m%s "randes y poderosas que /l, y m%s si son mal/ficas, por e7emplo, las fuerzas irreductibles de la naturaleza0 terremotos, volcanes, lluvias torrenciales, vientos huracanados! pla"as de enfermedades mortales! el esp#ritu de ven"anza entre los hombres, las "uerras fratricidas con sus secuelas de sufrimiento, destruccin y muerte. Bomo el hombre en su lar"a historia, siempre y en todo lu"ar, ha tenido que convivir con estos "randes males y luchar a brazo partido contra ellos para sobrevivir, los ha considerado de naturaleza superior. 3n muchas reli"iones han sido elevados a la cate"or#a de personas de condicin malvada y monstruosa. 6os pueblos semitas no son una excepcin. A ellos pertenecen los israelitas y 7ud#os, medio en el que nace y se desarrolla la @"lesia primera, de la que los escritos del >uevo ?estamento son el me7or testimonio que poseemos. Al pedirle al .e5or que nos libre del mal, del =ali"no, entramos de lleno en este mundo que concibe el mal, al =ali"no, como una fuerza monstruosa, personal o impersonal, $como un rayo del cielo& '6c 1:,1*), al que estamos expuestos0 $Auestro adversario el iablo, como len ru"iendo, da vueltas buscando a quien devorar& '1 4e <,*)! $.abemos... que el mundo entero est% en poder del =ali"no& '1 (n <,1,! cf. 3f 2,2). 8l nos puede envolver, en"ullir, aniquilar como las tinieblas de la noche a la luz del d#a. 3n muchos pasa7es se le considera pr#ncipe y 7efe de un e7/rcito, cuyo poder lo e7erce en este mundo. 4oco antes de la 4asin, y pensando en ella, di7o (esMs0 $Ahora comienza el 7uicio de este mundo y el pr#ncipe de este mundo ser% expulsado& '(n 12,31). 6a 4asin se nos presenta como la lucha de (esMs con los poderes del mal0 $8sta es vuestra hora Jla de los enemi"osK y el poder de las tinieblas& '6c 22,<3). >o es que (esMs entable un duelo sin"ular con el iablo, personificacin del poder de las tinieblas, y que el iablo ten"a al"una posibilidad ante (esMs. 8l ya lo di7o0 $6le"a el pr#ncipe del mundo y en m# no tiene nin"Mn poder& '(n 19,3:). 3n realidad, el enemi"o ya ha sido 7uz"ado y vencido 'cf. (n 1;,11). Pecordemos el fracaso que sufri el iablo al tentar a (esMs al comienzo de su vida pMblica 'cf. =t 9,1+11! 6c 9,2+13). (esMs se entre"a voluntariamente a la muerte, porque /sta es la voluntad del 4adre. 3n el huerto or as#0 $4adre, si es posible, que se aparte de m# este c%liz. 4ero no se ha"a mi voluntad, sino la tuya&
19* '=t 2;,3,). Bon su muerte y resurreccin (esMs aniquila al que los hombres consideran el controlador de la muerte, el iablo 'cf. Feb 2,19), y la causa de todos los males 'cf. 1 (n 3,*+ 12! =t <,3D! etc.), y nos libera de los poderes de la muerte, pues $se entre" por nuestros pecados, para sacarnos de la perversa situacin presente, se"Mn el deseo de ios nuestro 4adre& 'C%l 1,9), $que os arranc del poder de las tinieblas y os traslad al reino de su Fi7o querido& 'Bol 1,13). 3ste reino es la comunidad visible de los disc#pulos de Bristo, que aMn si"ue ba7o la amenaza del =ali"no, como el .e5or di7o a 4edro0 $.imn, .imn, mira que .atan%s os ha reclamado para cribaros como tri"o& '6c 22,31), y san 4ablo repite a los cristianos de sus i"lesias 'cf. 1 Bor D,<! 3f 9,2D! 1 ?im 3,;+D! 2 ?im 2,2;! etc.). 4or esto el .e5or nos apremia a que le pidamos a /l su ayuda y proteccin, repitiendo constantemente en nuestra oracin0 N6#branos del malO, N6#branos del =ali"noO. I como el enemi"o no siempre viene de frente y a cara descubierta, sino que a veces $el mismo .atan%s se disfraza de %n"el de luz& '2 Bor 11,19), tenemos que estar muy atentos y o7o avizor $para poder resistir las estrata"emas del iablo& '3f ;,11) y poder salir airosos de esta lucha, en la que sabemos que no estamos solos, sino acompa5ados de aqu/l que prometi formalmente a sus disc#pulos0 $Io estar/ con vosotros siempre, hasta el fin del mundo& '=t 2*,2:).
DOHO$O'A 6as oraciones suelen terminar con una frmula de alabanza a ios, con una oxolo"#a! no as# el 4adrenuestro. .in embar"o, la ida7/, libro de finales del si"lo @h o de comienzos del @@h, nos trasmite la oracin del 4adrenuestro, al que se le a5ade la si"uiente doxolo"#a0 $4orque tuyo es el poder y la "loria por los si"los& ' Dida/? *,2). 3sta doxolo"#a est% calcada en otras parecidas del >uevo ?estamento, como las si"uientes0 $A ios, el Mnico sabio, por medio de (esucristo, sea dada la "loria por los si"los de los si"los. Am/n& 'Pom 1;,2D! cf. 11.3<+3;). $Al ios y 4adre nuestro sea la "loria por los si"los de los si"los. Am/n& 'Slp 9,2:! cf. C%l 1,3+<). $Al Pey de los si"los, al ios Mnico, inmortal e invisible, honor y "loria por los si"los de los si"los. Am/n& '1 ?im 1,1D! cf. 2 ?im 9,1*). $3n todo sea "lorificado ios por medio de (esucristo. A quien corresponde la "loria y el poder por los si"los de los si"los. Am/n& '1 4e 9,11). $Al que puede custodiaros sin tropiezos y presentaros ante su "loria sin mancha y "ozosos, al ios Mnico, que nos salv por (esucristo .e5or nuestro, "loria, ma7estad, poder y autoridad desde la eternidad y ahora y por los si"los. Am/n& '(udas 1,29+2<).
19, $ i"no eres, .e5or ios nuestro, de recibir la "loria y el honor y el poder, porque creaste el universo y por tu voluntad fue creado y existi& 'Ap 9,11! cf. <,13). $?odos los %n"eles... cayeron de bruces ante el trono y adoraron diciendo0 Am/n. Alabanza y "loria, saber y accin de "racias, honor y fuerza y poder a nuestro ios por los si"los de los si"los. Am/n& 'Ap D,11+12! cf. 11,1;+1D! 12,1:). $ espu/s escuch/ en el cielo un rumor como de una "ran multitud que dec#a0 GAleluyaH 6a salvacin y la "loria y el poder son de nuestro ios& 'Ap 1,,1).