Antracosis - Historia de La Mineria PDF
Antracosis - Historia de La Mineria PDF
Antracosis - Historia de La Mineria PDF
01/96
Enero 1996
Who is Who?
En la Minería Boliviana
por
Jaime Peñaranda Subieta
Who is Who? en la Minería Boliviana
por
Jaime Peñaranda Subieta
INTRODUCCION
1
transnacionales que actualmente están en Bolivia. Por último, se presentan las conclusiones.
I. ANTECEDENTES DE LA ACTIVIDAD MINERA EN BOLIVIA
La historia económica boliviana resalta el papel de la actividad minera de Bolivia, sobre todo en
épocas anteriores a la presente; es decir, entre la Colonia y los setenta primeros años de este
siglo.
El Cerro Rico de Potosí fue el yacimiento de minerales de plata más importante del mundo
entero durante más de tres siglos (Siglos XVI a XVIII). Desafortunadamente, la actividad
minera potosina en la colonia no genera empresas mineras que perduren en el tiempo. Algunos
de los azogueros (industriales mineros) reinvierten algo de sus utilidades en otras actividades de
la región, pero la mayoría salen de Potosí, acompañados de sus fortunas, hacia otras ciudades de
la colonia, y los menos retornan a España.
En la explotación de este fabuloso yacimiento se introducen tecnologías de punta para su
tiempo en materia de explotación minera y obtención metalúrgica de la plata. La amalgamación
de los minerales; la utilización de la energía hidráulica en la molienda; el dominio de las técnicas
de amalgamación de la plata y su optimización metalúrgica son las tecnologías más importantes.
Algunos de estos procesos todavía en uso son considerados nocivos para el medio ambiente.
Por otro lado, el mismo Cerro quedó en una intrincada situación de propiedad, hasta hoy en día
conflictiva y legalmente irresoluta.
Fuera de Potosí, los españoles exploraron prácticamente todo el territorio boliviano y
peruano, en búsqueda de minerales de plata y oro. En esta búsqueda ubican también otros
yacimientos de minerales de otros metales, que no son explotados industrialmente. Sin embargo,
aquellos que contienen algo de plata si se los explota y quedan en el conocimiento colectivo
como yacimientos de otros metales. Muchos de los grandes yacimientos de minerales de zinc y
plomo que actualmente se explotan eran antiguos yacimientos de plata. Este es el caso de Porco,
San José, Quioma y San Vicente.
La explotación de la plata, en esta época, se efectúa sin ningún tipo de consideración
sobre los efectos de la misma sobre la población originaria (mita obligada), peor aún sobre los
recursos y el medioambiente. La mita en Potosí ha significado el sacrificio de cientos de miles
de trabajadores nativos, llevados a la fuerza como mano de obra barata (Abecia, 1988). Por otra
parte, debido a que el único energético disponible era el carbón o la leña para el consumo de los
grandes centros mineros potosinos, se ha talado indiscriminadamente la limitada vegetación del
altiplano y de la puna cercana a los yacimientos explotados. En el caso de la tala de los escasos
arbolitos su efecto ha sido irreversible, quedando extensas regiones totalmente despobladas de
ellos hasta nuestros días. Por último, las aguas fueron contaminadas no sólo con los deshechos
de la explotación minera, sino con el uso masivo del mercurio en la amalgamación de la plata.
En la segunda época de la minería boliviana (que se inicia en la segunda mitad del siglo pasado)
empresas de capitales ingleses, franceses y chilenos invierten en la explotación de los
yacimientos de minerales. Estos inversionistas extranjeros se interesan casi exclusivamente en
2
minerales de plata, primero y de estaño, posteriormente. Este interés sólo se mantiene hasta la
primera mitad del presente siglo (Contreras y Pacheco, 1989).
En 1842, el gobierno Boliviano suscribe un contrato con la compañía "Myers, Bland,
Sansetenea and Co.", dándole el monopolio de la exportación del guano existente entre los ríos
Loa y Paposo. Más tarde esta compañía transfiere esta concesión a la empresa inglesa "Gibs and
Sons". Con el descubrimiento del "salitre", una compañía chilena, "Compañía del Desierto"
consiguió la concesión para explotar el nitrato de sodio, que luego transfirió a la empresa con
fuerte participación británica "Melbourne Clark y Cía", la que luego se transformó en la
"Compañía del Ferrocarril y Salitre de Antofagasta". A partir de entonces fueron numerosas las
compañías anglo-chilenas que invirtieron en el Litoral boliviano, juntamente con la única
empresa boliviana, la de los hermanos Barrau, que explotó Borax.
En esta época, el caso más notable es el de la Compañía Minera "Huanchaca", fundada
en Chile en 1875, por los Chilenos Melchor Concha y Toro, Juan Francisco Rivas y los
bolivianos Aniceto Arce y Francisco Argandoña. Esta empresa proporciona recursos financieros
a Don Aniceto Arce, quién posteriormente impulsa la construcción del ferrocarril Antofagasta-
Uyuni, con prolongación a "La Huanchaca". Junto con estos capitales extranjeros se introducen
también nuevas técnicas de explotación y concentración de minerales.
La Familia Aramayo de Los Chichas es también gran impulsora de la utilización de
capitales extranjeros y modernas tecnologías en la industria minera boliviana. Incursiona en la
explotación del bismuto y sus minerales, y la fundición de los mismos.
Luego de la Guerra del Pacífico (1879), culminó el auge de la plata. Participaron en esta
última época tres grandes empresarios bolivianos: Don Gregorio Pacheco, Don Aniceto Arce y
Don Félix Avelino Aramayo. Cada uno por su lado buscó asociarse con capitalistas extranjeros
para invertir en la minería de la plata. El que tuvo más éxito fue Don Aniceto Arce, ayudado por
la confiscación de las acciones de sus socios chilenos debido a la Guerra. Estos personajes
lograron conformar lo que se llamaría la Oligarquía de la Plata, dominando la actividad
económica y política del país; dos de ellos fueron Presidentes de la República y el tercero tuvo
amplia influencia en las instancias del poder político.
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Los otros yacimientos que compró la Patiño Mines fueron "La Compañía Agrícola y
Minera de Oploca", de Gregorio Pacheco (Chorolque), "la Sociedad de Estaño de Araca", de
Bottiger, Trepp y Cía.; "Huanuni", "Japo", "Canutillos" y "Kami", se consolidaron en una sola
empresa: la "Bolivian Tin and Tungsten Corporation". Mediante la Banca inglesa Patiño formó
parte del Directorio de la "South American Bank" y mediante ésta de la "Smeltin Tin
Corporation" y la "Antofagasta y Bolivian Railway". Compró acciones de la empresa
norteamericana "General Tin Industries", la que a su vez controlaba a la "Williams Harvey Co."
de Liverpool, Inglaterra. Formó otro Holding en Malasia con el nombre de "Consolidated Tin
Smelters". Mediante la "British Tin Investment", Patiño participó en la producción estañífera
malaya, ligada a su vez "British Metal Corporation Limited". La "Consolidated Tin Smelters",
era propietaria de la Williams Harvey y de la fundidora malaya de Penang "Eastern Smelting",
consideradas las más grandes del mundo, participando también con el 10% en la fundidora
holandesa "Billiton". Patiño participó en proporciones variables en la empresas "British,
American Tin mines Ltd. (Tailandia); en la "Consolidated Tin Corporation", en la "British Tin
Co."; en la "London Tin Corporation", en la "Amalgamated Metal Corporation"; y la "General
Tin Investment". Según el esquema anterior, Patiño logró controlar el 10% de la producción
mundial de minerales de estaño y el 80% de las fundidoras de este metal (Capriles Villazón,
1977). Otro grupo minero grande, de la era del estaño, era la de la Familia Aramayo, que ya
participa en la era de la plata. En 1907 Carlos Víctor Aramayo funda la empresa "Aramayo
Franke & Cía Ltd." que explotaba las minas sureñas de Chorolque, Chocaya, Tasna, Salasala,
Coltani y otras donde producía plata, estaño, cobre, bismuto, antimonio, wolfram y plomo. Se
expandieron al norte con las minas de Chicote, también compraron la mina Caracoles de la
empresa norteamericana "Guhenheim Brothers". Se disuelve la empresa Aramayo Franque y
Carlos Víctor Aramayo funda en Ginebra "La Compagnie Generale de Mines en Bolivie"
(Crespo, 1981).
El tercer grupo minero de la era del estaño es el Grupo "Hochschild", quien en sus
inicios era el representante de la "Phillipp Brothers", empresa comercializadora de minerales,
que junto con las casas comerciales "W.R. Grace y Cía", "Duncan Fox y Cía", "Bebin
Hermanos", y otros rescataban minerales en operaciones de compra venta. Hochschild, formó
compañías en base a la recompra de empresas independientes que estaban generalmente
radicadas en Chile. De esta manera organizó la "Cía Minera de Oruro" que explotaba las minas
de "San José, Itos, Colquiri, Morococala, y el ingenio de Machacamarca". Junto con la "Anglo
Bolivian Mining Syndicate Ltd." trabajó en Potosí la "Empresa Soux", quien se asoció con
Hochschild y sus asociados extranjeros y formaron la "Compañía Minera Unificada del Cerro de
Potosí", que finalmente pasó a control total de Mauricio Hochschild (Capriles Villazón, 1977).
En 1939, fuera de las tres grandes empresas, existían cerca de 3.500 empresas de la
minería chica y las siguientes empresas de la minería mediana con participación de capital
extranjero: Empresa Minera Santa Fe, "Fabulosa Mines", Cía. Minera "Monserrat",
"International Mining Co", "Bolivian International Mining Co.", "Compañía Minera Trepp";
"Mining Development and Investment y la "Compañía Minera Totoral", más catorce empresas,
más bien pequeñas que medianas.
Según la evaluación del Informe "Boham" de 1942, existía una clara diferencia entre el
grupo de "empresas mayores" de la minería mediana, controladas por capital extranjero, y el
grupo de "empresas menores", mayormente nacionales. Las empresas mayores que contaban
con participación de capital extranjero tenían mayor capacidad técnica y financiera, lo que se
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traducía en una mayor producción de cada una de ellas con respecto a las demás, más pequeñas.
El crecimiento de la demanda de estaño en el mundo industrializado, desde fines del
siglo pasado, impulsa la industria minera boliviana de manera significativa y los inversionistas
extranjeros se interesaban en colocar sus capitales en la actividad minera boliviana. La Bolsa de
Santiago de Chile es el centro recolector de estos capitales, junto a la iniciativa mundial de
algunos empresarios mineros bolivianos como Don Félix Avelino Aramayo.
Por otro lado, se utilizan las más modernas tecnologías en la explotación de los
yacimientos bolivianos. Así, en el Yacimiento de Siglo XX y Llallagua, se introducen las más
avanzadas técnicas en materia de mecanización de la explotación minera, concentración
metalúrgica y sistemas de explotación (entre otros se desarrolla el sistema de "Block Heaving", y
la total mecanización del laboreo minero).
Esta modernización tenía por objeto la explotación sistemática y masiva de los
yacimientos estañíferos y la máxima recuperación de los minerales de este metal. Sin embargo,
estos objetivos trajeron como contraparte una mayor depredación de los recursos y mayores
niveles de contaminación medioambiental. Mientras más cantidad, en volumen, se explota más
contaminación se crea. Mientras más recuperación se quiere obtener en los procesos
metalúrgicos más se debe moler y más reactivos se tienen que usar, lo cual significa, a su vez,
mayores niveles de contaminación. En resumen, la modernización de la explotación minera trajo
consigo una mayor contaminación del medio ambiente y la generación de enormes pasivos
medioambientales como son las colas y los desmontes, amén de los otros aspectos como el agua
o el paisaje.
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II. LA INDUSTRIA MUNDIAL DE MINERALES Y METALES
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preponderante.
Por último se deben añadir las empresas japonesas y australianas que se han convertido
en grandes empresas tanto de metalurgia como de minería, muchas de ellas con gran
participación de las transnacionales de la metalurgia y la minería o del Estado, como en el caso
del Japón. Asimismo, con la independencia de los países africanos y asiáticos, cada Estado,
donde hay abundancia de minerales, ha tratado de crear su propia industria metalúrgica y sus
propias empresas mineras, o asociarse con las transnacionales.
Por su parte, las grandes empresas transnacionales han realizado esfuerzos para invertir en
los países con evidente potencial minero. De esta manera los yacimientos de hierro, cobre,
aluminio, zinc, plomo y plata en gran medida son explotados por las transnacionales de los
Estados Unidos, el Canadá, la Gran Bretaña y otros países europeos, el Japón, Sudáfrica y
Australia. De este modo, ALCOA tiene empresas que explotan la bauxita en Jamaica y en otros
países del Caribe que producen minerales de aluminio. Ocurre lo mismo con ASARCO, para el
cobre, el zinc, el plomo y la Plata. De igual manera se ha procedido con el hierro y los metales
llamados comercialmente no "ferrosos".
La explotación minera hasta prácticamente la segunda guerra mundial no ha tenido
cuidado con la depredación de los recursos naturales, ni con la contaminación del medio
ambiente. Salvo algunos conflictos muy particulares las empresas mineras explotaban los
recursos minerales sin fijarse en los daños que causaban. Por otro lado, buena parte de los
yacimientos se encontraban en las "colonias" de los países industrializados o en América latina,
donde los gobiernos se fijaban poco en estos aspectos, ya sea por ignorancia o por
consentimiento cómplice entre los gobernantes de estos países y las empresa transnacionales
explotadoras de estos recursos.
Es evidente que el constante crecimiento y el desarrollo del mundo entero y sobre todo
del mundo industrializado ha traído consigo un incremento enorme del consumo de materias
primas y en particular de minerales. Este desarrollo se extiende cada vez más a todos los
habitantes de la tierra y la necesidad de contar con minerales es cada vez más creciente y muchas
veces tiene índices mayores que el del crecimiento de los habitantes del planeta. La anterior
necesidad ha impulsado a las empresas a invertir más en la búsqueda de minerales y su óptimo
aprovechamiento, lo cual ha diversificado esta actividad y especializado a muchas empresa en
muchos de sus aspectos.
Sin embargo, la explotación minero-metalúrgica (en su mayor parte) está generando
cambios negativos en el medio ambiente, contaminando ríos y sobre todo el aire de los países
industrializados, fuera de los otros aspectos como el ruido y el paisaje. Por otro lado, la mayor
conciencia mundial de preservación del medio ambiente ha generado legislaciones (sobre todo
en los países industrializados) que ponen límite a esta actividades y exigen que las empresas
cumplan ciertas normas de preservación, lo cual está generando un traslado de los problemas
hacia los países productores de materias primas, donde ya se funden los minerales. En estos
países las legislaciones y los controles generalmente son menos exigentes.1
1
Sin embargo, existe alguna literatura que señala que ante el aumento de controles medioambientales en los países
desarrollados, las empresas han respondido con cambios tecnológicos y no con traslado en la producción. Por ejemplo
Warhusrt, 1994.
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III. LAS ETAPAS DE LA INVERSION MINERA
Antes de comentar sobre las actuales inversiones extranjeras en Bolivia es necesario puntualizar
las diferencias entre las distintas etapas por las que deben atravesar las inversiones mineras.
Modernamente las inversiones de naturaleza minera por el tamaño que han adquirido las
empresas que manejan este sector; por el agotamiento de los pequeños yacimientos altamente
rentables; más la utilización de las más modernas tecnologías en materia de investigación de los
fenómenos de la naturaleza, han dividido su decisión de invertir en "etapas". De esta manera en
materia minera se identifican las siguientes etapas:
Prospección
Exploración
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Es un etapa de análisis de factibilidad económica. Una vez "conocido" el yacimiento y sus
bondades, los inversionistas deben preparar la explotación del yacimiento, para lo cual se
construyen las obras de infraestructura que esto demanda (caminos, captaciones de agua,
campamento y suministro de energía). Al mismo tiempo se preparan los trabajos mineros, de
acuerdo al sistema elegido, y se preparan y efectúan las pruebas metalúrgicas de recuperación a
nivel de una planta piloto. En esta etapa se afina y completan todos los datos técnicos y
económicos que permiten evaluar con bastante precisión el valor del yacimiento y las utilidades
que se pueden obtener.
En esta etapa se requieren de fondos de cierto riesgo, ya que un yacimiento preparado es
siempre vendible, aunque no se obtenga el monto que se ha invertido en él.
Preparación minera completa e instalación industrial de las planta de procesamiento
metalúrgico
Una vez conocidos todos los parámetros se procede a la gran "inversión" para la
explotación del yacimiento y se ejecuta el cronograma respectivo, tanto en lo económico con en
lo técnico. "Inti Raymi", empresa que explota oro en el cerro de Koricollu está en esta etapa; ya
ha invertido en estos últimos años prácticamente todos los 160 millones de dólares que tenía
previsto.
Muchos de los inversionistas se quedan en la anterior etapa, pero es importante señalar que si se
quiere optimizar una explotación minera, es común que los inversionistas vayan a invertir en la
etapa de fundición y comercialización óptima de sus productos. Casi todos los buenos
yacimientos de zinc, plomo y plata han originado cerca de ellos las fundidoras de estos metales y
luego han originado sus empresas comercializadoras. Es evidente que esta no es una etapa
obligatoria de la inversión minera.
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IV. LAS TRANSNACIONALES EN BOLIVIA
Por diversas razones, Bolivia a pesar de contar con un "potencial" geológico-minero bueno, no
ha canalizado masivas inversiones de las transnacionales que se ocupan de la producción de
metales y minerales. Al parecer, su inquietante y azarosa vida política, altamente inestable, junto
con la poca capacidad empresarial boliviana en materia de inversiones en prospección y
exploración minera; amén de la falta de recursos financieros para hacer frente a inversiones de
alto riesgo, durante larguísimos períodos, han alejado del país a las transnacionales mundiales
que se ocupan del negocio de los minerales y metales. Por otro lado, en territorio boliviano no se
han encontrado todavía grandes yacimientos rentables de minerales básicos y de consumo
masivo de la industria minero-metalúrgica tales como el carbón, el hierro, el cobre o el aluminio,
excepción hecha del zinc.2 Más bien y por mucho tiempo Bolivia se ha especializado en el
estaño y el antimonio, o el wolfram, minerales que no son de consumo masivo.
En 1952 se produce en Bolivia la Revolución Nacional. Junto con otras medidas, este
acontecimiento significa la estatización de las tres más importantes empresas de la minería del
estaño (Grupos Patiño, Hochschild y Aramayo). Para la administración de los activos de las tres
empresas y el desarrollo de la minería boliviana, se crea la Corporación Minera de Bolivia
(COMIBOL).
Según el Informe de "Ford Bacon & Davis" de 1956, las empresas de COMIBOL y la
minería mediana, carecían de capitales y de capacidad administrativa ("management"),
exceptuando algunas empresas de estas últimas. En resumen, de acuerdo al Informe, la
participación de capitales privados extranjeros incentiva una mayor eficiencia y el mejor manejo
de las empresas mineras. En el caso de la Minería Mediana las ocho empresas con participación
de capitales privados internacionales acaparaban el 80% de la producción de este sector. Las
ocho empresas que se hace alusión son las mismas que se anotaron en 1942 en el Informe
"Boham"; o sea, la estructura de los capitales extranjeros en Bolivia no había cambiado
prácticamente nada (Contreras y Pacheco, 1989).
Desde ese entonces hasta el próximo presente (1985) han habido pocas incursiones del
capital privado extranjero. Al contrario, las pocas empresas con capital extranjero de la era del
estaño se han desprendido de sus acciones y las han vendido a empresarios bolivianos. Según
Manuel Contreras (Contreras y Pacheco, 1989), desde 1964 se compraron las empresas de
capitales chilenos: "Cía Estañífera de Ocurí" y "Cía Minera Monserrat" (Quioma) por Alfredo
Rojas y su grupo, "Cerro Grande" por Guillermo Gutiérrez y su grupo; de capitales
2
En el caso particular de los yacimientos de hierro del Mutún, por la ubicación de los mismos, por los altos costos de trans-
porte que significarían su explotación y exportación, así como por el bajo valor que tienen estos minerales, no se ha logrado
interesar las transnacionales, ni el Estado Boliviano ha tenido la capacidad de explotar estos gigantescos yacimientos.
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estadounidenses, "Bolivian Tin Corporation" por COMSUR, International Mining por el grupo
de Guillermo Gutiérrez; de capitales británicos, "Fabulosa Mines" por COMSUR y "Berenguela
Mines" (de ASARCO, quienes la habían comprado previamente de los británicos), por
COMSUR.
Entre otras operaciones contemporáneas a las anteriores está la compra de la "Cía.
Minera Porco" por COMSUR de capitalistas norteamericanos, quienes compartían la propiedad
del yacimiento de Porco con la COMIBOL. Posteriormente COMSUR compró los activos de la
empresa norteamericana "South American Placers" (SAPI). También COMSUR adquirió
acciones de la compañía "Caballo Blanco" con participación de capitales norteamericanos de la
Gulf & Western Realty Corp., y se hizo cargo de su administración.
En esta época son pocas las inversiones directas de capitalistas extranjeros. EMUSA
entra en sociedad con "Occidental Minerals Corp." (subsidiaria de la Occidental Petroleum),
para explotar la mina "Rodeo"; también se asocia con la compañía "West World" para prospectar
el yacimiento de "Koricollu". El grupo "Estalsa" se asoció con "ASARCO" para explorar la
mina "Unión Chacaltaya". COMSUR se asoció con la empresa "Australian Mining and
Smelting" para prospectar la región de San Lucas. Es de hacer notar como hechos negativos y
desalentadores a la inversión de capitales extranjeros tanto la nacionalización de "Mina Matilde"
como la rescisión del contrato de arrendamiento de "Tihua mines" por parte del gobierno
boliviano. Estas dos acciones de carácter "populista" son fatalmente desalentadoras al capital
extranjero en materia de inversiones extranjeras en la minería boliviana.
Tal como se pudo establecer en los párrafos anteriores, fuera de algunas esporádicas
inversiones extranjeras, generalmente asociadas a empresarios mineros bolivianos (EMUSA y
COMSUR), pocas fueron las tentativas de arriesgar capitales en negocios mineros por parte de
empresas o inversionistas extranjeros durante casi cincuenta años, es decir, prácticamente desde
la segunda guerra mundial (1939).
Es nuestra opinión que este inmenso "hiatos" en materia de inversiones mineras, sobre
todo las de alto riesgo, como las de prospección y las de exploración, privan al país de una gran
fuente de recursos financieros de alto riesgo. Ni el Gobierno boliviano ni la minería privada
fueron capaces de hacer frente a este desafío de inversión ni siquiera a un nivel "mínimo". Esta
falta "crónica" de recursos para financiar inversiones de exploración minera han dejado al país
rezagado con respecto a nuestros vecinos (Chile y Perú) en materia de conocimiento y oferta de
yacimientos que merecerían inversiones próximas, o de ejecución inmediata.
Mientras tanto, la empresa estatal minera boliviana, COMIBOL, sólo se ha ocupado de
sobrevivir, explotando los grandes yacimientos nacionalizados a las tres más poderosas empresas
de la minería boliviana de la primera mitad de este siglo. La carga burocrática, la poca
capacidad empresarial y técnica, y la falta de capitales estancan esta empresa, no solo desde el
punto de vista financiero, sino desde el punto de vista técnico. No solo que se pierde la
capacidad de tecnología de punta que tenía el país, sino que se deterioran las instalaciones y se
bajan los rendimientos. Dentro de este marco de poca capacidad empresarial, las inversiones en
prospección y exploración son de carácter esporádico y de niveles ínfimos, a tal extremo que
COMIBOL no logra poner en explotación, ni un solo yacimiento "nuevo" de cierta importancia
en sus más de cuarenta años de existencia.
En lo que respecta al medio ambiente, en la explotación de los recursos por la minería
estatal, no se toma en cuenta ninguno de los aspectos de preservación del mismo. El total
descuido de este aspecto ha generado la total contaminación de las aguas de los principales
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yacimientos manejados por COMIBOL, como es el caso de Potosí, Llallagua-Catavi, Telamayu-
Quechisla, Oruro-San José y Huanuni.
Por otro lado, la mentalidad estatista de los gobiernos bolivianos, desde la Revolución
Nacional hasta prácticamente el presente, ha "preservado" inmensos territorios como "reservas
fiscales" e impedido que la empresa privada tenga acceso a ellos. Por otro lado, se han creado
las cooperativas mineras que son organizaciones con un estatus jurídico muy especial que sin ser
totalmente privadas funcionan como sindicatos, cuyo patrón sería el Estado.
Los aspectos legales de derecho propietario sobre los yacimientos, más los vicios legales
arrastrados desde la colonia (propiedad horizontal en el Cerro de Potosí), han creado un sistema
que deja muchas dudas sobre la coherencia del mismo y su buen manejo, lo que también
repercute de cierta manera sobre la "decisión de invertir" que podrían tener los capitalistas
extranjeros en los yacimientos mineros bolivianos.
En los últimos años se busca un nuevo panorama para la minería boliviana que puede ilustrarse
con lo acontecido con la mina "Koricollu". A principios de los ochenta EMUSA logra interesar
a la empresa "West World" para invertir en la exploración de la mina "Koricollu", exploración
que resulta exitosa, aunque tiene problemas en materia tecnológica para la recuperación
económica de sus minerales. Una vez conocido el yacimiento se busca un socio que pueda
invertir en el desarrollo del mismo y su posterior explotación. Se encuentra a la empresa "Battle
Mountain" (octava en la producción de oro de los Estados Unidos), que domina la tecnología de
la lixiviación y que además estaba dispuesta a hacer frente a una inversión del orden de los
ciento sesenta millones de dólares, que es lo que el yacimiento necesitaba para su explotación.
Todo este proceso ha llevado más de diez años de desarrollo tecnológico y empresarial para
lograr los resultados que ahora se tienen. Esta es una operación exitosa en materia de inversión
minera desde la prospección hasta la explotación.
Asimismo, se tiene el ejemplo de la empresa COMSUR, que logra tener varios buenos
éxitos, debido a que tienen numerosos aciertos en materia de expansión e inversión minera. Esta
empresa se inicia explotando minerales de estaño y se va diversificando con otros minerales
como el zinc, sobre todo por el agotamiento de los minerales de estaño en sus yacimientos. La
incursión en el zinc y el paulatino abandono del estaño le proporcionan un éxito seguro ya que el
precio internacional del estaño se derrumba y el del zinc se mantiene e incluso sube. Al mismo
tiempo, la empresa invierte en buena tecnología y logra atraer capitales extranjeros, ya sea
mediante préstamos o mediante la participación de estos últimos en la empresa misma o en
proyectos encarados en asociaciones de riesgo compartido.
Normalmente, y de acuerdo con experiencias internacionales, existe de una operación
exitosa entre ocho y diez. Varias pueden obtener resultados parciales, o truncarse en etapas
previas. Esto ha ocurrido con las inversiones de la empresa "Tiahuanaku", la empresa
"Reminsa", y la empresa "Tierra", entre otras. Por consiguiente, deberá esperarse algunos
"éxitos" de la actual coyuntura de inversión en minería.
Según el Ministerio de Minería y Metalurgia, ahora llamado Secretaría Nacional de
Minería, visitaron el país las siguientes empresas extranjeras: entre las grandes transnacionales:
NORANDA, BILLITON, PHELPS DODGE, BOLIDEN, COMINCO, CYPRUS, RIO TINTO
ZINC, ASARCO, DOWNER MINING, HECLA MINING, TECK CORPORATION y entre
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otras empresas mineras o de alguna especialización, ya sea por actividad o ramo de la minería y
la metalurgia: "Lacs Minerals", "Cambior", "Rio Doce Do Sul", "Chevron", "Teck Exploration",
"Galactic", "Cameco", "Inco", "Tal Tal International", " Goldfielf", "Lucsik", "Black Hawn",
"Oromin", "Minesa", "Austpac", "Outokumpu", "Placer Dome", "New Creste", "Aritmeco",
"Jordex", "Battle Mountain"; "BRGM", "Minproc", "Paranapanema", "Minova", "Orvana", "St.
Lambert", "Cominesa", "MineraÇao Taboca", "Saint Genevieve", "Beauford", "Inco", Downer
Mining", "United mining Co."; "Dayton mining"; "Corriente Resources"; "Tacla Star
Resources"; y otras.
De las anteriores empresas se tiene noticia de que han inciado operaciones en Bolivia
una parte de ellas (Cuadro 1).
ASARCO
La presencia ASARCO en nuestro país data desde hace tiempo, más que todo por su
participación accionaria en algunas empresas. ASARCO mediante sus operaciones de compra y
venta de empresas mineras chilenas logró participar en algunas bolivianas que estaban
controladas por capitales chilenos, como la empresa minera Quioma. Luego ha efectuado
pequeñas inversiones con EMUSA y con BARROSQUIRA en actividades menores que no han
resultado positivas. Ha llegado hasta la etapa de preparación minera, siempre como socio
accionista. Ultimamente ha vendido sus pocos intereses en QUIOMA.
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CUADRO No. 1
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51. austpac 288,168 Oro-Plata Australia 288.168
52. donner-austpac 51,526 Oro Nueva Zelanda 51,526
53. cominesa 891,557 Bismuto-Anuario Canadá 891,557
54. emisol-saint genevieve 75,000 Estaño-Plata-Oro Canadá 75,000
55. samex 199,687 Oro-Plata Canadá 199,687
56. la barca s.a. 134,130 Oro-Plata U.S.A. 134,130
57. barric 199,256 U.S.A. 199,256
ARITMETCO
Tiene una mina de zinc cerca del cerro de Potosí y también tiene planificado explotar a "tajo
abierto" otra de cobre, en asociación con la boliviana SOMINCO.
BATTLE MOUNTAIN
Es la empresa que esta a cargo de la mina más exitosa de los últimos tiempos: "Inti Raymi", de
cual es propietaria en un 85%, siendo EMUSA su socia boliviana con el 15%. Esta empresa de
origen norteamericano, está entre las quince primeras productoras de oro de los EE.UU. Sin
embargo, es la que domina la tecnología de la "lixiviación en pilas por cianuración", que es la
tecnología aplicada en el yacimiento de Koricollu. Esta empresa ingresó recién en la etapa de
preparación minera, una vez que se habían terminado las etapas de prospección y exploración.
Actualmente es la mayor inversión minera que se ha desarrollado en territorio boliviano en un
solo yacimiento.
AUSTPAC
BARRICK
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en otros yacimientos de COMIBOL en esta misma área, y también expandirse hacia el
Precámbrico en el Oriente en proyectos de prospección y exploración. Esta transnacional del oro
ya ha invertido en Perú, más de cien millones de dólares en exploración y viene preparando un
yacimiento donde piensa invertir por lo menos mil millones de dólares, ya en la etapa de
explotación.
CORRIENTE RESOURCES
TABOCA MINERAÇAO
16
menos en su fase inicial para recién poder interesar a los inversionistas.
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BIBLIOGRAFIA
CONTRERAS, Manuel y PACHECO, Mario (1989). Medio Siglo de Minería Mediana en Bolivia"
1939-1989, Biblioteca Minera Boliviana de la Asociación de Mineros Medianos: La Paz-Bolivia.
PEÑALOSA CORDERO, Luis (1981). La Nueva Historia Económica de Bolivia, Ed. Los Amigos del
Libro: La Paz-Bolivia.
PEÑARANDA SUBIETA, Jaime (1993). El fabuloso Cerro Rico de Potosí, Ministerio de Minería y
Metalurgia: La Paz-Bolivia.
QUEREJAZU, Roberto (1978). Llallagua, Historia de una Montaña, Ed. Amigos del Libro: La Paz-
Bolivia.
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