Teoria Del Envejecimiento
Teoria Del Envejecimiento
Teoria Del Envejecimiento
9 DESCRIBE EN RELACION A LAS FUNCIONES DE PERSONALIDAD
Sólo con fines educativos y de comprensión es posible disecar las tres esferas en las
que interactúa el hombre: la biológica, la psicológica y la social, ya que podemos ser
considerados como una unidad holística.
Dentro de la geriatría y gerontología el concepto de personalidad es algo complejo de
definir por todos los componentes que la integran; todo parece indicar que está
determinada por el medio ambiente, sin poder descartar a la posible influencia
genética. De esta forma, podemos entender a la personalidad como una integración,
personal y subjetiva, de ciertos rasgos (emocionales, interpersonales, experienciales y
motivacionales) que nos permiten reaccionar y adaptarnos de cierta manera ante
situaciones específicas.
Es necesario conocer el desarrollo de la personalidad, debido a esto Erikson (1950)
incluye a la edad adulta y a la vejez, por lo que propone clasificar en siete estadios el
desarrollo del yo: (1) de la confianza, (2) de autonomía, (3) de iniciativa, (4) de
laboriosidad, (5) del sentido de identidad del yo, (6) de la creatividad del yo, (7) del
sentimiento de integridad del yo. Cada uno de estos estadios representa una crisis que
debe ser dominada.
Para poder comprender la evolución o adaptación de la personalidad del adulto mayor,
se pueden citar algunas teorías que nos facilitarán este proceso: la teoría de la
desvinculación (Cumming y Henry, 1961); la pérdida del rol (Burges, 1960); la
estratificación por edades (Riley, 1972); la continuidad de la personalidad; la
integración de una subcultura; la reactancia; del etiquetado; del intercambio social
(Dowd, 1980), y la teoría crítica de la economía política (Kalish, 1979). Estas teorías,
en conjunto, pueden ayudar a esculpir la personalidad del anciano, así como el origen
de los mitos que giran en torno a él. El adulto mayor es capaz de aprender y adaptarse
a estos cambios (no es rígido sino flexible); por eso el envejecimiento y la personalidad
son procesos muy individuales.
Sin embargo pueden existir rasgos en la personalidad, los cuales son comprendidos
de una mejor manera si nos basamos en los estudios de Havighurst (1975), quien
describió ocho tipos de personalidades en el anciano: (1) Reorganizados, (2)
Integrados y centrados, (3) Desligados con éxito, (4) Persistentes, (5) Limitados, (6)
Buscadores de soporte, (7) Apáticos y (8) Desorganizados. Cabe mencionar que ésta
es una forma práctica de valorar la personalidad, pero es necesario aclarar que no se
presentan en forma casi pura; por el contrario, caminan juntas e inclusive se
interaccionan o combinan unas con otras. Retomando lo comentado en el párrafo
inicial debemos considerar que el anciano no puede vivir separado de su medio
ambiente social, ya que lo relaciona constantemente como parte de su vida; por esto
se debe tomar en consideración que es un acoplamiento psicosocial.
10 DESCRIBA SOBRE LA TEORIA DEL ERROR
Teoría del error catastrófico: Esta teoría postula que, con la edad, surgen errores en
los mecanismos de síntesis de proteínas anormales. Según esta teoría, el
envejecimiento estaría acompañado por la síntesis de proteínas defectuosas y se ha
demostrado que no es así. Durante la senescencia aparecen formas anómalas de
algunas proteínas, pero no surgen de errores en la biosíntesis de proteínas, sino que
se trata de modificaciones post- sintéticas.
La Teoría del error catastrófico Postulada por Medvedev. Se basa en un fallo en la
biosíntesis proteica como consecuencia de errores en la transmisión de la información
procedente del ADN, lo que afectaría a la síntesis de las enzimas implicadas en la
síntesis del ADN y podría llevar a la incompatibilidad celular promoviendo el
envejecimiento. Es una teoría incorrecta, ya que no todas las células viejas contienen
proteínas erróneas, e incluso ni su introducción voluntaria promueve el envejecimiento.
11 SOBRE LA TEORIA DE LA LIBERACION
12 LA TEORIA DE LA CONTINUIDAD
teoría es la "continuidad", la cual afirma que no existe ruptura radical entre la edad
adulta y la tercera edad: se basa en el paso a la vejez, es una prolongación de
experiencias, proyectos y hábitos de vida. La personalidad y el sistema de valores se
mantienen prácticamente intactos. Al envejecer los individuos aprenden a utilizar
estrategias de adaptación que les ayudan a reaccionar favorablemente ante las
dificultades de la vida (27).