Dones y Carismas
Dones y Carismas
Dones y Carismas
Saber que todo proviene de Dios, Espíritu Santo. Son realidades sobrenaturales.
Diferenciar de los talentos naturales, también regalos de Dios, pero dados a todo
ser humano, creyente o no, resultados de la interacción entre la genética y el
medio ambiente
1. Dones: /regalo/
1830 La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu
Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para
seguir los impulsos del Espíritu Santo. (CIC)
1
“caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre,
fidelidad, modestia, continencia, castidad” (Ga 5,22-23, vulg.).
3. Carismas: /gracia/
799 Extraordinarios o sencillos y humildes, los carismas son gracias del Espíritu
Santo, que tienen directa o indirectamente una utilidad eclesial; los carismas
están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las
necesidades del mundo.
800 Los carismas se han de acoger con reconocimiento por el que los recibe, y
también por todos los miembros de la Iglesia. En efecto, son una maravillosa
riqueza de gracia para la vitalidad apostólica y para la santidad de todo el Cuerpo
de Cristo; los carismas constituyen tal riqueza siempre que se trate de dones que
provienen verdaderamente del Espíritu Santo y que se ejerzan de modo
plenamente conforme a los impulsos auténticos de este mismo Espíritu, es decir,
según la caridad, verdadera medida de los carismas (cf. 1 Co 13).
2
- Es necesario el discernimiento de carismas. Los pastores tienen la última
palabra.
- No son requisito para la salvación personal, ni hacen más o menos santos a
las personas que los reciben.
- El Espíritu Santo los da y los quita según le parece. Son de carácter
transitorio.
- Surgen con formas nuevas y diferentes, según las necesidades de la Iglesia.
- No hay un listado exhaustivo de carismas. (1 Cor 12, 4-12)
San Pablo hace cuatro listas de carismas: 1 Cor. 12,8-10; 1 Cor. 12, 28-30 Rom 12,
6-8 y Ef 4, 11. Las listas contienen un total de 20 carismas diferentes. Hay muchos
más. Unos son dones que capacitan para ejercer ciertos oficios, otros son
extraordinarios. Pero todos son fruto de la gracia, es decir, de la obra del Espíritu
Santo.
2 Tim 1, 6: “"Por eso te invito a que reavives el don de Dios que recibiste por la
imposición de mis manos."
3
Ap 2, 4 (a Éfeso): “…pero tengo algo en contra tuya, y es que has perdido tu amor
del principio"