El Gran Inquisidor Fiodor Dostoyevski
El Gran Inquisidor Fiodor Dostoyevski
El Gran Inquisidor Fiodor Dostoyevski
Notas
César Herrero Hernansanz
INTRODUCCIÓN
Dostoievski es muy profundo. El quid pro quo, no hay nada gratis en las tentaciones, siempre
hay un intercambio, un a cambio de, que describe en profundidad. Como luminosas son sus
descripciones de presidio y alma de presos.
No olviden que les ofrezco síntesis y notas, en las que he procurado seleccionar lo mejor de
cuanto nos ofrece, evitar repeticiones y ser lo más claro posible, saliéndome en ocasiones de los textos
traducidos, redactándolos a mi manera, incluso introduciendo algunos de mi cosecha, señalados en rojo
para resaltar y completar el sentido.
Si después de leer mis notas desean profundar en algún asunto, les recomiendo recurrir al texto
del libro impreso.
Asimismo, les adjunto un índice de mis notas, sincronizado con el del texto original, para que
puedan percibir a vista de pájaro una panorámica de los temas tratados y su paginación. Índice y
paginación, que les facilitarán la búsqueda fácil de temas de su interés y ubicación.
ÍNDICE
Nota ………………………………………….. 3
El gran inquisidor ……………………….. 4
La casa muerta …………………… 7
Primeras impresiones (1) …… 8
Primeras impresiones (2) …… 9
Primeras impresiones (3) …… 10
2
Nota
3
El gran inquisidor
- Se le adjudica al gran inquisidor la frase quid pro quo, clave para entender el
mecanismo de las tres tentaciones a Jesús en el desierto. Pag 14.
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libertad, buscar a toda prisa a quién adorar, buscar aquello en que todos crean
y se prosternan, e irremediablemente todos juntos.
Rechazaste la única bandera absoluta, que te propusieron para obligar a todos
a prosternarse ante Ti sin discusión … la bandera del pan de la tierra y la
rechazaste en nombre de la libertad y del pan de los cielos.
Pero sólo se apodera de la libertad de las gentes el que tranquiliza su
conciencia. Con el pan te daban una divisa indiscutible. Da pan y el hombre se
prosternará, porque no hay nada más indiscutible que el pan. Pero si al mismo
tiempo alguien se apodera de tu conciencia a espaldas tuyas … entonces
dejará tu Pan y correrá detrás de aquel que halaga su conciencia. En esto
tenías razón, porque el misterio de la vida del hombre estriba en vivir y en vivir
para algo. Pag 20-21.
- Quien vino a dar su vida por los hombres, en vez de incautarse de la libertad,
la aumentó, cargando con sus sufrimientos el imperio espiritual del hombre
para siempre. Tú querías el libre amor del hombre. Pag 21-22.
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- Les convenceremos de que sólo serán libres cuando deleguen en nosotros su
libertad y se nos sometan. Al recibir de nosotros el pan, verán muy claro que
les damos el mismo pan, que ellos amasaron con sus manos, que se lo
repartimos sin milagros, que no convertimos las piedras en pan. Pero en
realidad estimarán, más que el pan, el recibirlo de nuestras manos. Porque
tendrán muy presente que antes, sin nosotros, ese mismo pan ganado por ellos
se convertía en sus manos en piedras. Pag 28.
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La casa muerta
- Casi todos los presos hablan y deliran por la noche. Insultos, palabras
entrecortadas, cuchillos y hachas es lo más frecuente que les viene a la boca
en sus delirios. Pag 55.
- A no ser por el trabajo, los presos se habrían comido unos a otros como
arañas en un bote. Pag 57.
- El dinero tenía en presidio un valor muy distinto del que tiene en libertad. Pag
58.
7
Primeras impresiones (1)
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Primeras impresiones (2)
- El preso, por naturaleza, es un ser hasta tal punto ávido de libertad y hasta tal
extremo aturdido y desordenado por su cambio social, que le seduce la idea de
atracarse de todo, gastar de una vez sus caudales con bulla y música, con el
fin de olvidar su suerte, aunque sólo sea por un minuto. Pag 90.
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Primeras impresiones (3)
- Aquel preso era completamente una fiera. Al verse delante, aunque ignoraseis
su nombre, habríais presentido por instinto que os hallabais en presencia de un
ser terrible. Pero me aterró en él su carencia de alma. Hasta tal punto
predominaba la sensualidad sobre sus potencias espirituales que con sólo verle
la cara comprenderíais al punto que allí sólo quedaba una salvaje ansia de
placeres, satisfacciones y regodeos carnales. Pag 115.
- Las privaciones morales son más difíciles de sobrellevar que los tormentos
físicos. Quien las padece se ve obligado a renunciar a sus exigencias,
costumbres, a moverse en un medio insuficiente, a aprender a respirar otros
aires … Viene a ser un pez, al que sacan del agua. Y con frecuencia, el castigo
impuesto a todos, igual por ley, le resulta diez veces más duro. Pag 129-130.
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