Sentencia Caso Gürtel

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 1844

RECURSO CASACION (P)/10575/2018

RECURSO CASACION (P) núm.: 10575/2018 P


Ponente: Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. María del Carmen
Calvo Velasco

TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal

Sentencia núm. 507/2020

Excmos. Sres. y Excma. Sra.


D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
D. Antonio del Moral García
D. Andrés Palomo Del Arco
Dª. Susana Polo García
D. Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

En Madrid, a 14 de octubre de 2020.


Esta sala ha visto el recurso de casación nº 10575/2018 interpuesto por
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, representado por la procuradora Dª. Beatriz
González Rivero, bajo la dirección letrada de Dª. Laura Martínez-Sanz Collados;
FRANCISCO CORREA SANCHEZ, representado por la procuradora Dª. María
Ángeles Sánchez Fernández, bajo la dirección letrada de D. Francisco Javier
Iglesias Redondo; PABLO CRESPO SABARIS, representado por la
procuradora Dª. Cayetana Natividad de Zulueta Luchsinger, con la asistencia
letrada de D. Miguel Durán Campos; JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ,
representado por la procuradora Dª. Mª. Teresa Aranda Vides, con la asistencia
letrada de D. Jaime Baquero Cañón ; FELISA ISABEL JORDAN GONCET,
representada por la procuradora Dª. Ana Dolores Leal Labrador, bajo la
dirección letrada de D. Gustavo Galán Abad; ALICIA MINGUEZ CHACON,
representada por la procuradora Dª. Mª. Salud Jiménez Muñoz, bajo la dirección

1
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

letrada de D. Rafael Pérez Moreno Serrano; JOSE JAVIER NOMBELA OLMO,


representado por la procuradora Dª. Araceli Morales Merino, bajo la dirección
letrada de D. José Megías García de la Beldad; RICARDO GALEOTE
QUECEDO, representado por el procurador D. José Fernando Lozano Moreno,
bajo la dirección letrada de D. Francisco Javier Gómez de Liaño Botella;
GUILLERMO ORTEGA ALONSO, representado por el procurador D. Javier
Huidobro Sánchez-Toscano, bajo la dirección letrada de Dª. Gema Matamoros
Martínez; MARÍA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, representada por la
procuradora Dª. Mª. Blanca Ruiz Minguito, bajo la dirección letrada de D. José
Carlos Pardo Fernández; JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, representado por
la procuradora Dª. Gema Carmen de Luis Sánchez, bajo la dirección letrada de
Dª. Helena Echeverri Aznar; JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, representado por
el procurador D. Luis José García Barrenechea, bajo la dirección letrada de D.
Angel Galindo Álvarez; LUIS DE MIGUEL PEREZ, representado por el
procurador D. Javier Huidobro Sánchez-Toscano, bajo la dirección letrada de D.
Luis de Miguel Pérez; ANTONIO VILLAVERDE LANDA, representado por el
procurador D. Luciano Rosch Nadal, bajo la dirección letrada de D. José María
Calero Martínez; LUIS FRANCISCO BARCENAS GUTIERREZ, representado
por el procurador D. José Fernando Lozano Moreno, bajo la dirección letrada de
D. Joaquín Ruiz de Infante Abella; JESÚS MERINO DELGADO, representado
por la procuradora Dª. Margarita López Jiménez, bajo la dirección letrada de D.
Luis Rodríguez Ramos; ROSALIA IGLESIAS VILLAR, representada por el
procurador D. José Fernando Lozano Moreno, bajo la dirección letrada de Dª.
Marta Gimenez-Cassina Sendon; ANGEL SANCHIS PERALES, representado
por el procurador D. Isidro Orquin Cedenilla, bajo la dirección letrada de D. Flavio
Durán Martín; ANGEL RAFAEL SANCHIS HERRERO, representado por el
procurador D. Argimiro Vázquez Guillén, bajo la dirección letrada de D. José
Ignacio Rodrigo Fernández; IVAN YAÑEZ VELASCO, representado por la
procuradora Dª. Mª Jesús González Diez, bajo la dirección letrada de D. Adolfo
Prego De Oliver Toliva; JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, representado por la
procuradora Dª. Celia Fernández Redondo, bajo la dirección letrada de D. José
Antonio Montero Lavín; JESÚS CALVO SORIA, representado por la
procuradora Dª. Mª del Carmen Montes Baladrón, bajo la dirección letrada de D.
Ramiro Pérez Álvarez; PEDRO FRANCISCO RODRIGUEZ PENDAS,

2
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

representado por el procurador D. Roberto de Hoyos Mencia, bajo la dirección


letrada de D. Marcos Molinero Burgos; CARLOS CLEMENTE AGUADO,
representado por la procuradora Dª. Mª. Jesús González Díez, bajo la dirección
letrada de D. Alfonso Trallero Masó; PABLO IGNACIO GALLO-ALCANTARA
CRIADO, representado por el procurador D. Antonio Rodríguez Nadal, bajo la
dirección letrada de D. Mariano Francisco García Zabas; TERESA GABARRA
BALSELLS, representada por la procuradora Dª. Adela Cano Lantero, bajo la
dirección letrada de D. Jaime González Gugel; ANA MATO ADROVER,
representada por el procurador D. Juan Antonio Fernández Mugica, bajo la
dirección letrada de Dª. Julia Muñoz Cañas; PARTIDO POPULAR,
representado por el procurador D. Manuel Sánchez-Puelles González-Carvajal,
bajo la dirección letrada de D. José Santos Alonso; GEMA MATAMOROS
MARTINEZ, representada por la procuradora Dª. Isabel de Noriega Quintanilla,
bajo la dirección letrada de Dª. Josefina Muñoz Pinzas; PASADENA VIAJES,
SL, representada por el procurador D. Adrián Díaz Muñoz, bajo la dirección
letrada de Dª. Gemma Rueda Area; (TCM) TEGNOLOGY CONSULTING
MANAGEMENT, SL, representada por la procuradora Dª. Margarita María
Sánchez Jiménez, bajo la dirección letrada de Dª. Beatriz Elena Hernández
Abreu; SPECIAL EVENTS, SL, representada por el procurador D. Alberto
Collado Martín, bajo la dirección letrada de D. Santiago Borja Redondo;
ALCANCIA CORPORATE 02 SL, representada por el procurador D. Miguel
Ángel del Álamo García, bajo la dirección letrada de D. Iván Martínez-Cattaneo;
EASY CONCEPT COMUNICACIÓN SL, representada por el procurador D.
Álvaro Armando García de la Noceda de las Alas Pumariño, bajo la dirección
letrada de D. Carlos Miguel Santamaría Monfort; GOOD AND BETTER, SL,
representada por el procurador D. Ernesto García-Lozano Martín, bajo la
dirección letrada de D. Arturo Enrique Estebanez García; SERVIMADRID
INTEGRAL, SL, representada por el procurador D. Jaime González Minguez,
bajo la dirección letrada de Dª. Mª. del Pilar Murcia Casado; DISEÑO
ASIMETRICO SL, representado por la procuradora Dª. Ruth María Oterino
Sánchez, bajo la dirección letrada de Dª. Mª. Teresa de Altagracia Murciego
Álvarez; y por el MINISTERIO FISCAL, contra la sentencia nº 20/18, dictada por
la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional con fecha
17 de mayo de 2018; y, como parte RECURRIDA AYUNTAMIENTO DE

3
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MAJADAHONDA Y PATRONATO DEL MONTE DEL PILAR DE


MAJADAHONDA, representados por el procurador D. Juan Torrecilla Jiménez,
bajo la dirección letrada de D. Juan Antonio Lobo Poza; LUIS VALOR SAN
ROMÁN, representado por D. Jorge Deleito García, bajo la dirección letrada de
D. Juan Carlos Higuera Brunner; Jacobo Ortega Alonso, representado por la
procuradora Dª. Mª. Belén Aroca Florez, bajo la dirección letrada de D. Miguel
Bajo Fernández; COMUNIDAD DE MADRID, bajo la representación y defensa
del Letrado de la Comunidad de Madrid; ABOGACÍA DEL ESTADO; Roberto
Fernández Rodríguez, representado por la procuradora Dª. Mª. Ángeles
Martínez Fernández, bajo la dirección letrada de D. Miguel Fernández-Lasquetty
Blanc; Asociación de Abogados Demócratas por Europa (ADADE); Carmen
Ninet Peña y Cristina Moreno Fernández; Pablo Nieto Gutiérrez; Fermín
Iñigo Contrero; Yolanda Estrada Pérez y Josefa-Irene González Canoura,
representados por el procurador D. Roberto Granizo Palomeque, bajo la
dirección letrada de D. Virgilio Latorre Latorre; Ayuntamiento de Pozuelo de
Alarcón, bajo la representación y defensa del Letrado Consistorial del
Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón; AYUNTAMIENTO DE MADRID, bajo la
representación y defensa del Letrado del Ayuntamiento de Madrid; Juan
Ignacio Hernández Rodríguez, DECORACIONES CMR SL, ELBA
COMUNICACIONES SL y SAGITOUR 2000 SL, representados por el
procurador D. Eduardo Martínez Pérez, bajo la dirección letrada de D. José
Antonio Martín Pallín, habiendo presentado escrito con fecha 23/01/2019
apartándose del presente recurso; Inmaculada Mostaza Corral, representada
por la procuradora Dª. Olga Martín Márquez, bajo la dirección letrada de D. José
Carlos García Villegas; MARÍA DEL CARMEN GARCÍA MORENO, KILDA
PRODUCCIONES FOTOGRÁFICAS SL, FOTOMECÁNICA DOBLE M SL,
FOTOMECÁNICA RAFAEL SA, TECNIMAGEN RAFAEL SL, SISTEMAS
RAFAEL SL y GRUPO RAFAEL THE IMAGE COMPANY SL, representados
por el procurador D. Carlos Gómez-Villaboa Mandri, bajo la dirección letrada de
D. Jesús Mandri Zárate, habiendo presentado escrito con fecha de registro
06/05/2020 apartándose del presente recurso; ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ
y MARKETING QUALITY MANAGEMENT SL, representados por la
procuradora Dª. Sara Díaz Pardeiro, bajo la dirección letrada de D. Ignacio
Guillén González, habiendo presentado escrito con fecha de registro 05/05/2020

4
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

apartándose del presente recurso; ÁLVARO PÉREZ ALONSO, representado


por la procuradora Dª. Olga Aurora Gutiérrez Álvarez, bajo la dirección letrada
de D. José Javier Vasallo Rapela.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la
Torre.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- El Juzgado Central de Instrucción nº 5 instruyó Diligencias Previas


nº 275/2008 contra ALBERTO LÓPEZ VIEJO; FRANCISCO CORREA
SANCHEZ; PABLO CRESPO SABARIS; ÁLVARO PÉREZ ALONSO; JOSÉ
LUIS IZQUIERDO LÓPEZ; FELISA ISABEL JORDAN GONCET; ALICIA
MINGUEZ CHACON; JOSE JAVIER NOMBELA OLMO; RICARDO GALEOTE
QUECEDO; GUILLERMO ORTEGA ALONSO; MARÍA DEL CARMEN
RODRÍGUEZ QUIJANO; JUAN JOSÉ MORENO ALONSO; JOSÉ LUIS
PEÑAS DOMINGO; LUIS VALOR SAN ROMÁN; JACOBO GORDON
LEVENFELD; JACOBO ORTEGA ALONSO; LUIS DE MIGUEL PEREZ;
ANTONIO VILLAVERDE LANDA; LUIS FRANCISCO BARCENAS
GUTIERREZ; JESÚS MERINO DELGADO; ROSALIA IGLESIAS VILLAR;
ANGEL SANCHIS PERALES; ANGEL RAFAEL SANCHIS HERRERO; IVAN
YAÑEZ VELASCO; JESÚS SEPÚLVEDA RECIO; JESÚS CALVO SORIA;
ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ; JOSÉ ANTONIO SÁENZ JIMÉNEZ;
ALFONSO GARCÍA-POZUELO ASINS; FRANCISCO RODRIGUEZ PENDAS;
CARLOS CLEMENTE AGUADO; MARIA DEL CARMEN GARCÍA MORENO;
ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ; JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ;
MARIA INMACULADA MOSTAZA CORRAL; PABLO IGNACIO GALLO-
ALCANTARA CRIADO y TERESA GABARRA BALSELLS en concepto de
acusados; contra ANA MATO ADROVER; PARTIDO POPULAR y GEMA
MATAMOROS MARTINEZ en concepto de partícipes a título lucrativo; y
contra PASADENA VIAJES, SL; (TCM) TEGNOLOGY CONSULTING
MANAGEMENT, SL; SPECIAL EVENTS, SL; BOOMERANGDRIVE SL;
CRESVA SL; ALCANCIA CORPORATE 02 SL; EASY CONCEPT

5
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

COMUNICACIÓN SL; GOOD AND BETTER, SL; SERVIMADRID INTEGRAL,


SL y DISEÑO ASIMETRICO, DECORACIONES CMR SL; MARKETING
QUALITY MANAGEMENT SL; y GRUPO RAFAEL AND COMPANY, en
concepto de responsables civiles, por un delito de estafa y otros y, una vez
concluso, lo remitió a la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional que en el Rollo de Sala nº 5/2015 dictó sentencia con fecha 17 de mayo
de 2018 que contiene los siguientes hechos probados:

<< I.- INTRODUCCIÓN


1.- LA CORPORACION EMPRESARIAL DE FRANCISCO CORREA (“GRUPO
CORREA”) Y SU CONFORMACION COMO ESTRUCTURA ORGANIZADA PARA
APROPIARSE ILICITAMENTE DE FONDOS PUBLICOS.
a. FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, en el curso de la actividad empresarial en el
campo de la comunicación, marketing y servicios relacionados con viajes y la celebración de
eventos que desde el inicio de los 90 del siglo pasado venía profesionalmente desarrollando
entabló contactos de negocios con el Partido Popular a través del acusado en este
procedimiento LUIS BÁRCENAS GUTIERREZ, gerente del partido, así como de otras personas
encargadas de diversas áreas de actividad, como JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, miembro del
Comité Ejecutivo Nacional y Secretario Nacional del Área Electoral, además de Senador; así
como de otros miembros del mismo partido político.
Al menos desde el año 1996, estos contactos comerciales de CORREA con el Partido
Popular fructificaron y fueron paulatinamente intensificándose hasta el punto de terminar
convirtiéndose, a partir de un determinado momento, en la actividad negocial prácticamente
principal y única del entramado empresarial creado ad hoc por CORREA con sus colaboradores,
que fue conformando su estructura organizativa y de funcionamiento a las características de la
actividad desarrollada en torno al Partido Popular y a una buscada opacidad.
Correlativa a esta actividad económica, CORREA mantenía una estrecha y continua
relación personal, incluso de amistad, con altos dirigentes del partido político, hasta el punto de
dispensársele un trato de preferencia en su sede central de la calle Génova, entrando y saliendo
del edificio a discreción sin pasar por ninguna clase de control ni escáner, incluso accediendo
libremente al parking reservado de dicha sede.
Entre el Grupo CORREA y el Partido Popular se tejió, pues, una estructura de
colaboración estable, consistente, por una parte, para la prestación de múltiples y continuos
servicios relativos a viajes, organización de eventos, congresos, etc., dentro de la normal
actividad de dicho partido político, ya se trataran de actos electorales o de otro tipo.
Pero por otra, se creó en paralelo un auténtico y eficaz sistema de corrupción
institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública central,
autonómica y local a través de su estrecha y continua relación con influyentes militantes de
dicho partido, aquí enjuiciados, que tenían posibilidades de influir en los procedimientos de

6
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

toma de decisión en la contratación pública de determinados entes y organismos públicos que


dirigían o controlaban directamente o a través de terceras personas ( Comunidades Autónomas
y Municipios gobernados por el PP), lo que le permitió que, bien las empresas de CORREA u
otras empresas terceras elegidas por él, con el acuerdo y colaboración de aquellos cargos
públicos, gozaran de un arbitrario trato de favor y tuvieran un dominio de hecho sobre la
contratación pública llevada a cabo por las entidades públicas parasitadas, todo lo que
complementariamente se encubría con fórmulas de derecho de aparente legalidad, pero que
eludían en lo esencial la normatividad vigente sobre contratación pública.
Mediante el inflado de precios que se cobraban de las distintas administraciones
públicas afectadas, la finalidad buscada era la obtención ilícita de importantes beneficios
económicos a costa del erario público, o bien comisiones cuando la adjudicataria eran terceras
empresas, que luego se repartían entre el Grupo Correa y las autoridades o cargos públicos
electos o designados corruptos, que recibían cantidades de dinero en metálico, pero también
mediante otro tipo de servicios o regalos prestados por diferentes empresas de esa trama, como
eventos, viajes, fiestas, celebraciones, etc., de las que en algunos casos se beneficiaron también
sus familiares.
También otras cantidades sirvieron para directamente pagar gastos electorales o
similares del Partido Popular, o fueron a parar como donaciones finalistas a la llamada “Caja B”
del partido, consistente en una estructura financiera y contable paralela a la oficial, existente al
menos desde el año 1989, cuyas partidas se anotaban informalmente, en ocasiones en simples
hojas manuscritas como las correspondientes al acusado BARCENAS, en las que se hacían
constar ingresos y gastos del partido o en otros casos cantidades entregadas a personas
miembros relevantes del partido, si bien estos últimos aspectos que se describen lo son
únicamente para precisar el contexto en el que se imbrican los hechos objeto de este
enjuiciamiento, pero quedando fuera de su ámbito de conocimiento.
Esta intensa relación negocial de FRANCISCO CORREA con el Partido Popular cesó
respecto de la organización central o estatal del partido en el año 2004, pero trasladó su
actividad a otras Comunidades Autónomas que seguían gobernadas por el mismo Partido
Popular, singularmente, aunque no únicamente, la Comunidad Valenciana, lo que se produjo
hasta el año 2009, en que se desarrolló la operación policial y judicial que dio lugar a la detención
de los principales implicados en los hechos.
b. Como consecuencia de la fragmentación en Piezas separadas de la total actividad
del Grupo Correa y de personas y entidades relacionadas, el procedimiento al que se refiere la
presente sentencia se circunscribe mayoritaria, aunque no únicamente, a actividades dentro de
un limitado fragmento temporal -1999 a 2005 y a algunas muy concretas posteriores- y de
actividad - la llamada «primera época de Gürtel» - concerniente a la estructura central de la
organización liderada por Correa y de su actividad en determinados territorios gobernados por
el Partido Popular, en directa relación con algunos miembros de dicho partido.
El marco territorial de esta Pieza abarca, por tanto, los hechos relacionados con: la
Sociedad Municipal Turismo y Actividades Recreativas de Estepona SL; el municipio de
Majadahonda, durante los años 2001 a 2005; la Comunidad Autónoma de Castilla y León, años

7
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2002 y 2003; el municipio de Pozuelo de Alarcón, años 2003 a 2005; municipio de Madrid, en el
año 2002; y la Comunidad Autónoma de Madrid, durante los años 2004 a 2008.
Los acusados implicados, en los términos que veremos después, percibieron del "grupo
Correa" pagos en metálico y en ocasiones también regalos en especie con motivo de su
intervención en las distintas adjudicaciones de contratos públicos.
Por los hechos objeto de esta Pieza separada FRANCISCO CORREA percibió por
contratos públicos adjudicados a sus empresas durante el periodo de 2000 a 2008 la cantidad
aproximada de 8.400.000 €.
Estos contratos generaron un importante perjuicio a las entidades públicas, por cuanto
el precio del servicio que les fue prestado era mayor que el normal de mercado, por el superior
margen de beneficio de las empresas de Correa y porque incluía como coste la comisión
abonada para obtener las adjudicaciones.
FRANCISCO CORREA ingresó además 2.850.000 € en concepto de comisiones por
su intermediación en favor de empresas ajenas a su grupo.
c. También se siguen, después de desgajarse la investigación conocida como “caso
Gurtel” en piezas separadas, otros procedimientos relacionados, si bien referidos a distintos
lugares y Comunidades Autónomas, en los que existen acusaciones por hechos y delitos de
naturaleza semejante, que dan una idea de la dimensión de la actividad delictiva y los lugares,
comunidades autónomas y municipios donde supuestamente se desarrolló, cobrando singular
importancia los que se siguen respecto de la actuación del núcleo de acusados del Grupo Correa
en la Comunidad Autónoma de Valencia y que son los siguientes:
PA 3-16 Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza Separada
VALENCIA Nº 5. ORANGE MARKET. Corresponde al Procedimiento Abreviado núm. 1/2014,
antes Diligencias Previas núm. 2/2011 (PIEZA 5a) del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana, contra los acusados Francisco CORREA SÁNCHEZ, Pablo CRESPO
SABARIS, Álvaro PÉREZ ALONSO, Felisa Isabel JORDÁN GONCET, y otras personas físicas
y jurídicas, referida a las presumibles plurales actuaciones llevadas a cabo por estos y otros
acusados, en el ejercicio de la actividad desarrollada entre los años 2004 y 2009 a través de un
entramado de sociedades, que habrían consistido en hechos referidos a la apropiación de
fondos públicos a través de contratos públicos irregulares de semejante factura a los aquí
enjuiciados, posiblemente constitutivos de delito continuado de tráfico de influencias, cometido
por particular, en concurso medial con delito continuado de prevaricación administrativa, delito
continuado de falsificación en documento oficial y mercantil malversación de caudales públicos.
Estos se encuentran todavía sin enjuiciar.
PA 6-15, Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza Separada
UDEF BLA 22510-13, de las Diligencias Previas 275/08 del JCI nº 5, en la que aparece
encausado Luis Bárcenas Gutiérrez y otras personas, por posibles delitos de apropiación
indebida, falsedad continuada en documento mercantil cometida por particular y delito contra la
Hacienda Pública, por hechos referidos a gastos del Partido Popular que presumiblemente
fueron pagados con fondos en metálico aportados por donantes sin ser conformes con la

8
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

legislación sobre financiación de partidos políticos vigente en su momento, sin que del ingreso
ni gasto se dejara reflejo en la contabilidad oficial.
PA 5-16, Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza Separada
AYUNTAMIENTO DE JEREZ, de las Diligencias Previas 275/08 del JCI nº 5, en la que se
encuentran acusados los que lo están también en el presente procedimiento: Francisco
CORREA SÁNCHEZ, Pablo CRESPO SABARIS, Álvaro PÉREZ ALONSO, Felisa Isabel
JORDÁN GONCET, José Javier NOMBELA OLMO, y otras personas, por posible delito de
prevaricación, por hechos relativos a la adjudicación de tres contratos referidos a la Feria
Internacional del Turismo 2004.
PA 6-16. Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza Separada
AENA de las Diligencias Previas 275/08 del JCI nº 5, en la que se encuentran acusados los que
lo están también en el presente procedimiento: Francisco CORREA SÁNCHEZ, José Luis
IZQUIERDO LÓPEZ, y otros y tiene por objeto la presumible actuación desplegada durante los
años 2000 a 2002 dirigida a obtener irregularmente a favor de las empresas de Francisco Correa
contratos de la Entidad Pública Empresarial Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea
(AENA), adscrita al Ministerio de Fomento a través de la Secretaría de Estado de
Infraestructuras, por importe total de 2.359.497,48 €.
PA 15-16. Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza Separada
VALENCIA Nº 4 VISITA DEL PAPA. Formada dentro de las Diligencias Previas 2/2011 del
Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). En ella se encuentran
acusados Francisco CORREA SÁNCHEZ, Pablo CRESPO SABARIS, Álvaro PÉREZ ALONSO,
además de otras personas físicas y varias jurídicas como responsables civiles. Se refiere a las
actividades que presumiblemente desarrolló el "grupo Correa" entre los años 2003 y 2007 con
la finalidad de obtener determinadas contrataciones y apoderarse de fondos públicos con motivo
de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia en el V Encuentro Mundial de las Familias. Se
sigue por delitos de: asociación ilícita, continuado de prevaricación, malversación continuada
de caudales públicos, fraude a las administraciones públicas, continuado de falsedad
documental por funcionario, continuado de falsedad en documento mercantil, continuado de
cohecho, contra la Hacienda Pública y continuado de blanqueo de capitales.
PA 19-16 PS. Sección Segunda Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Pieza
Separada BOADILLA DEL MONTE.
En ella se encuentran acusados Francisco CORREA SÁNCHEZ, Pablo CRESPO
SABARIS, José Luis IZQUIERDO, Felisa Isabel JORDÁN GONCET, José Javier NOMBELA
OLMO, LUIS DE MIGUEL PÉREZ, además de otras personas físicas y varias jurídicas con
responsables civiles.
Se enjuicia la actividad desplegada por Francisco Correa en el municipio madrileño de
Boadilla del Monte de forma ininterrumpida desde al menos el año 2001 hasta el año 2009,
supuestamente dirigida a lucrarse a expensas de los fondos y la contratación pública de los
entes municipales de dicha localidad. Según la acusación, la operativa desplegada habría
consistido en el cobro de comisiones para sí, para Pablo Crespo, para el PARTIDO POPULAR
y para algunos funcionarios y autoridades a cambio de la adjudicación de contratos públicos por

9
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

parte del Ayuntamiento y de la EMSV de dicha localidad a concretos empresarios, para lo que
de forma estable durante dicho periodo de tiempo habría organizado y dirigido un entramado
personal que se denominaría la "SOCIEDAD", al que se habrían ido incorporando
sucesivamente distintos funcionarios y autoridades de Boadilla del Monte que ponían a
disposición de aquel entramado sus cargos, las funciones que en materia de contratación les
correspondían y la ascendencia que sobre otros funcionarios les otorgaban, llegando a dirigir en
la práctica la contratación pública en el municipio de Boadilla del Monte con independencia de
que participaran o no directamente en cada uno de los concretos expedientes.
Procedimiento Abreviado 2/2012, Diligencias Previas Nº 2/2011- Pieza nº 3, Rollo de
Sala Nº 53/2010 de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat
Valenciana, que dictó sentencia nº 2 /2017 de 8 de febrero de 2017, confirmada en Casación,
por Sentencia de fecha 8 de mayo de 2017, procedimiento referido a los acusados en el presente
procedimiento FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARIS, FELISA
ISABEL JORDÁN GONCET Y ÁLVARO PÉREZ ALONSO y otras personas, habiendo sido
objeto de enjuiciamiento las actuaciones llevadas a cabo por los acusados con el fin de obtener,
tras manipular, alterar e influir a su favor en los diversos procedimientos administrativos de
adjudicación, la ejecución de distintos trabajos en la realización de los stands y actividad de
promoción de la Comunidad Valenciana en diversas ferias de turismo, fundamentalmente en la
Institución Ferial de Madrid (IFEMA) en el periodo temporal 2005 a 2009 y los periodos previos
de preparación de las contrataciones. Así como el posterior enriquecimiento irregular obtenido
por parte de los acusados, que tras subcontratar la ejecución efectiva de los trabajos a terceros,
al carecer completamente de los medios personales y materiales necesarios para ello, lucrarse
mediante la aplicación de unos márgenes desproporcionados, la duplicación de partidas y la
inclusión de partidas inexistentes, que le fueron admitidos por la Administración Autonómica sin
llevar a cabo un control efectivo.
Procedimiento Abreviado 12/2016 M del Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional,
procedente de las Diligencias Previas núm. 2/2011 del Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana, (pieza 1 referida a un supuesto delito electoral en las elecciones
municipales y autonómicas de 2007; la pieza 2, a un supuesto delito continuado de falsedad
documental relacionada con los actos del Partido Popular durante los comicios generales de
2008 y pieza 6). Este procedimiento se encuentra en la fase final de su enjuiciamiento, próximo
a quedar visto para sentencia.
d. LA TRAMA CORREA y SUS COLABORADORES Y EMPLEADOS PARTICIPES EN
LOS HECHOS. SUS FUNCIONES.- En lo que es objeto de esta pieza, la trama que formaban
las empresas del “grupo Correa” le permitió a él, y a las personas que con él colaboraron, como
también a los cargos públicos y funcionarios que se referirán después, de forma concertada, en
una empresa criminal conjunta, de la manera que se describirá en los sucesivos bloques de
estos hechos probados, enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos, mediante
contratos celebrados con administraciones públicas gobernadas por el PP, conseguidos para
sus empresas u otras terceras, con vulneración de la normativa administrativa, como también
apoderarse directamente de cantidades de esas entidades públicas. Igualmente, se beneficiaron

10
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de esos fondos públicos detraídos ilegalmente terceras personas, respecto de las que no consta
que tuvieran conocimiento de la ilicitud de su procedencia; como también parte de esos fondos
fueron aportados para la financiación de las campañas electorales de 2003 llevadas a cabo por
los candidatos del Partido Popular en los municipios de Majadahonda y Pozuelo, lucrándose con
ello dicho partido, que de otra forma hubiera tenido que subvenir al pago de dichos gastos
electorales.
En la dinámica que se fue tejiendo para tal apropiación, mediaron sobornos a
funcionarios y autoridades, se emitieron facturas falsas y se montó un entramado entre
diferentes sociedades para acceder a la contratación pública, así como para ocultar la
procedencia ilícita de los fondos y su ulterior destino, hasta hacerlos aflorar al circuito legal, con
la consiguiente ocultación a la Hacienda Pública.
Para la realización de esos planes contaba con la colaboración de PABLO CRESPO
SABARÍS, sobre quien, al menos desde el año 2002, descargó, de hecho, la gestión de las
empresas de ese grupo y se hizo cargo de controlar la actividad de los demás empleados de
dicho grupo, entre los que se encontraba JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, quien, como
contable, se encargaba, por órdenes y bajo la supervisión de los dos anteriores, de llevar los
archivos y documentación de las empresas, al objeto de controlar los pagos efectuados a los
responsables de las Administraciones Públicas que, desde dentro de estas, colaboraban en la
irregular contratación de donde provenían los fondos.
Asimismo, dentro del que hemos llamado “grupo Correa” tenían su cometido FELISA
ISABEL JORDÁN GONCET, quien llegó a ser responsable de varias empresas del entramado,
y los empleados JOSÉ JAVIER NOMBELA OLMO y ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN, a las órdenes
de esta.
Un colaborador relevante de la trama CORREA lo representa ALVARO PEREZ
ALONSO, si bien su papel en esta pieza es secundario.
e. LA TRAMA CORREA y SUS COLABORADORES EXTERNOS.
En el ámbito de la Administración y, por lo que a la presente causa concierne,
FRANCISCO CORREA y su grupo extendieron su actuación a las siguientes personas y
entidades:
A la Sociedad Municipal de Turismo y Actividades recreativas de Estepona, cuyo
gerente era RICARDO GALEOTE QUECEDO, contrató con FRANCISCO CORREA, a través de
la mercantil dirigida y controlada por este, SPECIAL EVENTS S.L., el suministro de determinado
material para montaje de una carpa, para festejos y eventos, además de otros entre los años
2001 y 2003.
- Al Municipio de Majadahonda entre los años 2001 a 2005, a cuya cabeza se
encontraba el alcalde GUILLERMO ORTEGA ALONSO, quien prestó su colaboración
fundamental al grupo pasando a formar parte de él, que también contó, por la misma razón, con
la de los funcionarios municipales JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO y JUAN JOSÉ MORENO
ALONSO, y de Mª CARMEN RODRIGUEZ QUIJANO, esta, funcionaria eventual y esposa en
esas fechas de FRANCISCO CORREA. También a la financiación de la campaña electoral

11
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

deGUILLERMO ORTEGA ALONSO en 2003 como candidato del Partido Popular para dicho
municipio.
- También a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, fundamentalmente, entre los
años 2002 y 2004, donde se entendió y estuvo concertado con LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ,
gerente del Partido Popular, y con JESÚS MERINO DELGADO, diputado por Segovia del mismo
Partido.
- Durante los años 2003 a 2005, la desplegó en el municipio de Pozuelo de Alarcón, con el
concierto de su alcalde JESÚS SEPÚLVEDA RECIO.También a la financiación de su campaña
electoral en 2003 como candidato del Partido Popular para dicho municipio.
- En el municipio de Madrid, en el año 2002, y en la Comunidad Autónoma de Madrid
entre 2004 y 2008, en que fue fundamental la participación ALBERTO LÓPEZ VIEJO, primero
Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental del Ayuntamiento, y
después Viceconsejero de Presidencia y, luego, Consejero de Deportes de la Comunidad
Autónoma, llegando a integrarse, en esta etapa, en dicho grupo. Igualmente tuvo participación
CARLOS CLEMENTE, Director General de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y
Voluntariado del 5 de diciembre de 2003 al 19 de enero de 2006 y Viceconsejero de Inmigración
desde el 20 de enero de 2006 hasta que cesó a petición propia el 24 de octubre de 2008.
Con motivo de la actividad que constituye objeto de la presente causa, los mencionados
funcionarios o cargos citados percibieron pagos y regalos, por razón de su intervención en
distintas adjudicaciones de contratos públicos en que intervinieron, en los términos que se irán
detallando en sucesivos apartados, como también los percibió FRANCISCO CORREA, que, a
la vez que proporcionaban esos beneficios a estos, generaban el correspondiente perjuicio a las
entidades públicas con quienes contrataban, en la medida que se incluía como coste, que se
cobraba a dichas entidades, las comisiones percibidas por aquellos, lo que suponía un
incremento o sobreprecio en los contratos adjudicados.
2.- CREACION DE UNA TRAMA DE FACTURAS FICTICIAS Y DE UNA “CAJA B”
PARA SUFRAGAR SOBORNOS A AUTORIDADES Y CARGOS PUBLICOS.
FRANCISCO CORREA y PABLO CRESPO, en connivencia con otros acusados
crearon una trama de confección de facturas falsas con la triple finalidad de sobornar a los
cargos públicos mediante la generación de fondos opacos para la Hacienda Pública y ajenos al
circuito económico legal; de reducir la Base imponible en las declaraciones tributarias de
distintas sociedades mediante la simulación de gastos irreales y la ocultación de ingresos
percibidos; y de encubrir al verdadero titular de los fondos, su origen y destino.
Las facturas falsas reflejaban un importe superior al real o servicios inexistentes, que
revertía en los fondos de la “caja B”, que también se nutría de los cobros en metálico a clientes
por servicios reales sin emitir factura y comisiones obtenidas por su labor de intermediación en
adjudicaciones públicas a favor de empresas de terceros.
Esta labor de elaboración de facturas ficticias la llevó a cabo JOSÉ LUIS IZQUIERDO,
quien, como contable, estaba, además, encargado, bajo las órdenes de FRANCISCO CORREA
y siguiendo las instrucciones que este y PABLO CRESPO le daban, de la llevanza y gestión de
la tesorería opaca de FRANCISCO CORREA, para lo que utilizó distintos registros y archivos.

12
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Entre ellos, estaba “LA CAJA X PC”, denominada “CAJA B”, donde se recogía toda la
información de cobros y pagos ajenos a la contabilidad oficial, reflejo de la parte más importante
y mayor de tesorería del grupo de CORREA, y que se nutría con traspasos de cajas de seguridad
que el propio grupo gestionaba, o de comisiones provenientes de contrataciones irregulares,
incluidas las de una falsa facturación, y cuyas anotaciones estaban coordinadas con apuntes
reflejados en la llamada “carpeta azul”, también en posesión de JOSÉ LUIS IZQUIERDO, caja
que estaría operativa, fundamentalmente, entre 1999 y 2004, si bien, cuando había un saldo
muy elevado o se recibía una entrega demasiado grande, se hacía un ingreso en la caja de
seguridad que tenía la organización en Caja Madrid y se anota en la “CAJA X PC
CAJAMADRID”, que, en definitiva, era donde se recogían los movimientos de efectivo de la caja
de seguridad.
A partir de 2005 y hasta 2008, vino a ocupar el lugar de la anterior la “CAJA B ACTUAL”,
en la que pasa a llevarse la parte más importante de esa tesorería.
Por otra parte, estaba la “CAJA PAGOS B”, que abarca pagos entre el 31/10/2002 y el
28/02/2005, destinada, principalmente, a recoger cantidades pagadas a trabajadores de las
empresas fuera de su nómina oficial.
3.- CREACIÓN DEL ENTRAMADO SOCIETARIO
A) Para obtener adjudicaciones públicas y pagar sobornos.
En la forma descrita, desde mediada la década de los 90 del siglo pasado hasta 2009,
FRANCISCO CORREA montó un compleja estructura empresarial dedicada a la organización
de eventos y viajes en el entorno de actividad política y electoral del Partido Popular, pero con
la finalidad también de acceder a contratación pública, vulnerando la normativa vigente, obtener
con ello importantes ingresos, ocultarlos, así como para encubrir los pagos a autoridades y
funcionarios corrompidos por él y a entidades beneficiarias, como también sus propios gastos
personales.
Entre los asesores que diseñaron este entramado societario, se encontraba, hasta
mediados de 2005, el abogado LUIS DE MIGUEL PÉREZ, especializado en conocimientos de
idad internacional e inversiones.
Y la estructura societaria dedicada a la organización de eventos y viajes hasta esa
fecha, estaba formada por sociedades españolas con matrices en el extranjero, siendo estas
DOWN TOWN CONSULTING S.L., SPECIAL EVENTS S.L., TECHNOLOGY CONSULTING
MANAGEMENT S.L. (TCM) y PASADENA VIAJES S.L.
A partir del segundo semestre de 2005, hasta 2009, con independencia del uso residual
que tuvieran las anteriores, se dedicaron a la organización de eventos y viajes DOWN TOWN,
GOOD & BETTER S.L., DISEÑO ASIMÉTRICO S.L. y SERVIMADRID INTEGRAL S.L., que
identificaremos como “Grupo Pozuelo”, y tenían como socia principal a la sociedad española
HATOR CONSULTING S.A.
Cada grupo de sociedades operaba y era gestionada, en realidad, como una sola; el
primero, desde unas oficinas sitas en un inmueble de la calle Serrano nº 40 de Madrid, el
segundo, esto es, el “Grupo Pozuelo” en otras oficinas ubicadas en la calle Virgen de Fátima nº
9 de Pozuelo de Alarcón.

13
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Al margen el efecto sinergia que pudiera tener la diversificación de sociedades, la


realidad es que, al operar como una sola, se ampliaba la posibilidad de concurrir a concursos
públicos por aparecer formalmente como independientes, afectando a los principios de
publicidad y concurrencia que deben regir dichos concursos.
SPECIAL EVENTS S.L., TCM S.L. y PASADENA VIAJES S.L. fueron utilizadas para
ocultar sobornos a cargos públicos, las dos primeras a través de la prestación de servicios y
realización eventos, y la última mediante la organización de viajes y servicios turísticos que se
regalaban a diferentes autoridades, que se encubrían de la forma que se irá describiendo en
posteriores apartados.
B) Para la ocultación de fondos.
Este entramado se diversificó en distintas estructuras societarias, y, aunque se ideó
para la ocultación de los fondos de FRANCISCO CORREA, alguna de sus sociedades, como
SPINAKER, fue utilizada, con la misma finalidad de ocultación, por LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA.
Las estructuras societarias las podemos agrupar de la siguiente manera: a) entramado
societario extranjero; b) sociedades de eventos y viajes; c) sociedades patrimoniales españolas,
y d) Sociedades extranjeras de inversión.
a) Entramado societario extranjero Sociedad de Nevis=>Sociedad británica=>Sociedad
española
LUIS DE MIGUEL se encargó de crear y gestionar la estructura societaria de las
entidades españolas de eventos y viajes, así como de las patrimoniales de FRANCISCO
CORREA mediante la fórmula de constituirlas como participadas por una entidad instrumental
del Reino Unido, que, a su vez, dependía de una sociedad domiciliada en la isla del Caribe Nevis
(Nieves), también carente de actividad.
(i) Sociedades de Nevis, cuyo beneficiario era FRANCISCO CORREA:
- FOUNTAIN LAKE LTD, constituida el 24/07/2000 por la entidad MORNING STAR
HOLDINGS LTD, siguiendo instrucciones de LUIS DE MIGUEL, y matriz última de la mayor parte
de las sociedades de eventos y viajes.
- PACSA LTD, como entidad cabecera de las sociedades patrimoniales, se constituyó
el 24/09/1997, a cuyo nombre se abrió el 16/11/2000 la cuenta 61343 en BANQUE CIAL (luego
CIC) de Ginebra por LUIS DE MIGUEL, siguiendo las instrucciones de FRANCISCO CORREA,
y por ANTONIO VILLAVERDE LANDA, quien intervino en su gestión.
(ii) Sociedades instrumentales británicas de FRANCISCO CORREA:
- RUSTFIELD TRADING LTD, con participación y para control, básicamente, de las
patrimoniales, constituida el 21/03/2000, como dependiente de FOUNTAIN LAKE LTD, que pasó
a depender de PACSA LTD en 2003, y desde 2006 de RAKESTONE LTD, domiciliada en la Isla
de Man.
- WINDRATE LTD, matriz de las sociedades de eventos y viajes, que se constituyó el
15/07/1998 como participada de la de Nevis WILLOW INVESTMENTS SA (de FRANCISCO
CORREA), que desde el 23/01/2003 pasó a depender de FUONTAIN LAKE LTD.
b) Sociedades de eventos y viajes.

14
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Utilizadas para la adjudicación de contratos y encubrir las dádivas que recibían los
cargos públicos, las cuales se estructuraron siguiendo el entramado societario arriba
esquematizado, de doble pantalla, y en el que, según hemos anticipado, distinguiremos dos
etapas:
Año 1999 a segundo semestre de 2005, el grupo de sociedades lo conformarían las
siguientes:
- RIALGREEN SL (TRE-CE), constituida el 16/09/2002, que pasó a tener control sobre
ella FRANCISCO CORREA a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL, que era titular de un
50% de RIALGREEN SL. (SPINAKER 2000 SL estaba participada, como socios de hecho, por
LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA).
Siguiendo el esquema de interponer una sociedad de Nevis como matriz de una
británica, tenedora, a su vez, de SPINAKER 2000 SL, esta se constituyó por LUIS DE MIGUEL
como dependiente de la londinense STILL MEDIA LTD, a su vez, filial de la de Nevis KITTY
HAWK INC.
El 11/06/2003 FRANCISCO CORREA amplió su participación en RIALGREEN SL
mediante la compra por RUSTFIELD del 15% de su capital social a la otra titular de la mercantil,
TALENT COPYRAIT SL, perteneciente a José Luis Rois Gallego.
RIALGREEN SL fue administrada desde su integración en el “grupo CORREA”, por
este y por PABLO CRESPO, nombrado su administrador único el 10/02/2003, con la
colaboración de LUIS DE MIGUEL.
- BOOMERANGDRIVE SL (TANGO), constituida el 8/10/2002 y perteneciente en parte
a FRANCISCO CORREA, cuya titularidad se encubrió tras las sociedades RUSTFIELD (15%) y
DAFOE INVERSIONES SL (50%)
Desde el 4/02/2003 se nombró administrador único de BOOMERANGDRIVE SL a LUIS
DE MIGUEL, y, desde su integración en el “grupo CORREA”, su gestión la llevó este y PABLO
CRESPO, con la colaboración de LUIS DE MIGUEL.
DAFOE INVERSIONES SL perteneció hasta 2007 a FRANCISCO CORREA y se
constituyó por LUIS DE MIGUEL, siguiendo la misma estructura de doble pantalla de
sociedades: la ubicada en Nevis WALKING TALL LTD, y la filial de esta, PERMHALL LTD,
domiciliada en Londres.
- ORANGE MARKET SL, constituida el 24/07/2003.
- PASADENA VIAJES SL, constituida el 29/07/1994 de la que, desde entonces, es
titular FRANCISCO CORREA a través de la mercantil británica WINDRATE LTD.
- SPECIAL EVENTS SL, constituida el 2/09/1994, cuya titularidad ocultó FRANCISCO
CORREA, a través, también, de WINDRATE LTD, de la que fue administradora CARMEN
RODRÍGUEZ QUIJANO, y en junio de 2003 pasó a presidir su consejo de administración PABLO
CRESPO.
- TECHNOLOGY CONSULTING MANAGEMENT SL (TCM), constituida el 22/02/1999,
que pertenece a FRANCISCO CORREA desde el 30/04/2001 a través de la sociedad
domiciliada en Madeira FREETOWN COMERCIO E SERVIÇOS LDA, dependiente esta, a su
vez, de WINDRATE LTD.

15
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- DOWN TOWN, constituida el 15/10/2003 para FRANCISCO CORREA, quien ocultó


su titularidad, entre otras, tras WINDRATE LTD.
La gestión y administración de estas últimas cuatro sociedades desde la dirección de
su real dueño, FRANCISCO CORREA la llevaba, básicamente, PABLO CRESPO, estando
encargado de su contabilidad JOSÉ LUIS IZQUIERDO.
Segundo semestre de 2005 a 2009
En este periodo se utilizaron de manera residual PASADENA VIAJES SL, SPECIAL
EVENTS SL, TCM SL, ORANGE MARKET y DOWN TOWN. Y a ellas se unieron GOOD &
BETTER SL, DISEÑO ASIMÉTRICO SL y SERVIMADRID INTEGRAL SL.
FRANCISCO CORREA bien como titular, bien por dirigirla de hecho, llevó, en exclusiva,
la dirección y gestión empresarial de la agencia PASADENA VIAJES y de las mercantiles
SPECIAL EVENTS SL y TCM SL, quedando con una participación mayoritaria en las demás
sociedades, que encubrió a través de la sociedad española HATOR CONSULTING SA,
constituida el 1/07/2005, en la que participó al 50% a través de KINTAMANI, de la que también
eran socios PABLO CRESPO, en un 20%, a través de CREVSA, y la sociedad R.BLANCO
ASESORES SL en un 30%.
Por lo tanto, en el grupo de sociedades de eventos y viajes quedaron PASADENA
VIAJES SL, SPECIAL EVENTS SL y TCM SL, y se pasó a constituir el que hemos llamado
“GRUPO POZUELO”, en el que quedaron integradas:
- DOWN TOWN, que vendría de la época anterior, si bien experimentó importantes
modificaciones para mantener su actividad, acordadas en Junta General de accionistas de
10/03/2005, que alcanzaron hasta cambiar la denominación social, que pasó a llamarse EASY
CONCEPT COMUNICACIÓN SL, y modificación que afectó a su estructura accionarial,
mediante una ampliación de capital de 12.000 €, que fue íntegramente suscrito por ISABEL
JORDÁN, quien terminó haciéndose con el 15% de la sociedad.
- GOOD & BETTER SL, constituida el 11/01/2005 y vinculada a FRANCISCO CORREA
desde el 3/02/2005 a través de HATOR CONSULTING SA.
- SERVIMADRID INTEGRAL SL, constituida el 10/02/2005, que pasó a estar vinculada
a FRANCISCO CORREA a partir del 21/06/2005, quien ocultó su participación en ella a través
de HATOR CONSULTING SA.
- DISEÑO ASIMÉTRICO SL, constituida el 28/12/2005 con fondos opacos de
FRANCISCO CORREA y en la que participó a través de EASY CONCEPT.
La gestión de este “grupo POZUELO”, en principio llevada por PABLO CRESPO, a
partir de un momento que fue disminuyendo su intervención en ella, se fue haciendo cargo de
la misma ISABEL JORDÁN, quien, desde 2005 y hasta 2007, la asumió principalmente, aun
cuando no fue nombrada formalmente administradora de todas las empresas que lo formaban,
y a sus órdenes quedaron JAVIER NOMBELA y ALICIA MÍNGUEZ.
c) Sociedades patrimoniales españolas.
Se constituyen por LUIS DE MIGUEL, siguiendo el mismo mecanismo de doble pantalla
que venimos reiterando (Nevis=>Reino Unido=>España), con la finalidad de que en ellas invierta

16
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

su patrimonio ilícito FRANCISCO CORREA y luego aflorarlo como legal, para poder disfrutar de
él. Son las dos siguientes:
- INVERSIONES KINTAMANI SL, constituida el 25/07/1996 y que el 8/10/1997 se
transfirió en su totalidad a PACSA LTD (Nevis), en cuyo acto la representó JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, siendo nombrado su administrador, que lo fue hasta 1999, cuando cesó, y se
nombró a LUIS DE MIGUEL PÉREZ. Posteriormente PACSA y RUSTFIELD (Británica) fueron
suscribiendo todas las ampliaciones de capital de KINTAMANI, de manera que, desde octubre
de 2004, son titulares de esta en un 49,23% y en un 50,77% respectivamente.
- CAROKI SL, constituida el 5/10/2000 por LUIS DE MIGUEL en su propio nombre (1
participación) y en el de RUSTFIELD (601 participaciones), y por JESÚS CALVO SORIA (1
participación), quien fue nombrado su administrador hasta que el 31/07/2002, en que pasó a
ocupar el cargo LUIS DE MIGUEL. RUSTFIELD fue suscribiendo sucesivas ampliaciones de
capital hasta tener el 99,99 de CAROKI.
d) Sociedades extranjeras de inversión
Para ocultar el origen ilícito de los fondos se utilizaron entidades extranjeras que
invertían fuera de España, no relacionadas con ninguna estructura societaria, entre las cuales
se creó para FRANCISCO CORREA la entidad AWBERRY LICENSE NV, sociedad radicada en
la isla de Curaçao, perteneciente a las antiguas Antillas Holandesas, que tenía las siguientes
cuentas en Suiza y Mónaco:
- Cuenta 0017107 del antiguo CREDIT LYONNAIS (hoy adquirido por CREDIT
AGRICOLE) de Ginebra, abierta el 14/01/1998 por LUIS DE MIGUEL y FRANCISCO CORREA,
y clausurada el 20/02/2003.
- Cuenta 61327 del BANQUE CIAL (hoy CIC) de Ginebra desde el 27/10/2000 hasta el
15/04/2005. En la apertura de esta cuenta intervino, además de los dos anteriores, ANTONIO
VILLAVERDE, quien también tuvo intervención en su gestión, por lo que recibió una comisión
anual del 0,5% sobre el valor de cartera, que se concretó en 15.779,26 € entre el 15/01/2001 y
el 26/07/2004.
- Cuenta 609018 de la COMPAGNIE MONEGASQUE DE BANQUE, desde el
21/12/2004 hasta el 22/07/2005, en cuya apertura intervino, además de FRANCISCO CORREA,
PABLO CRESPO.
4.- CONTRATACIÓN CON LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
El mecanismo utilizado por el grupo empresarial CORREA en cada uno de los ámbitos
de actuación a que se refiere la presente sentencia, con carácter general, en los términos vistos,
se puede resumir de la manera siguiente.
Las mercantiles que contratan lo hacen siempre con Administraciones dirigidas por
cargos públicos, pertenecientes al Partido Popular, que, gracias a las facultades que por derecho
les confieren sus cargos, consiguen imponer un control de hecho sobre las adjudicaciones, de
manera que estas se lleven a cabo vulnerando la normativa administrativa que ha de regular la
contratación pública, obteniendo así un lucro personal ilícito tanto para la empresa contratante,
como para el funcionario o cargo que desde dentro de la Administración participa en esa
irregularidad.

17
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En esa dinámica, los expedientes se tramitaban formalmente, dándoles apariencia de


legalidad a la previa adjudicación del contrato, acudiendo generalmente a la fórmula excepcional
del contrato menor o del procedimiento de negociado sin publicidad, que permitía una
adjudicación directa y posibilitaba la elección arbitraria del adjudicatario, en lugar de acudir al
procedimiento ordinario de concurso o subasta, tal como venía regulada la cuestión en la
normativa vigente en la época en que se desarrollan los hechos objeto de enjuiciamiento, que
la constituía el Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio, por el que se aprobó el Texto
Refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (TRLCAP), desarrollado por
el Real Decreto 1.098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprobó el Reglamento General de
la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (RGLCAP), conforme a cuya normativa la
subasta y el concurso debían ser las formas ordinarias y normales de contratación, mientras que
el procedimiento de negociado debería quedar limitado a los casos expresamente determinados
en la ley y los contratos menores limitados para servicios de cuantía muy reducida.
En efecto, frente a los principios de publicidad, concurrencia, igualdad y no
discriminación que son efectivos en la contratación administrativa por medio de subasta o
concurso, en los contratos de negociado sin publicidad la adjudicación es directa al empresario
justificadamente elegido por la Administración, previa consulta de tres empresas (art. 73 y 92
TRLCAP), y en los contratos menores, también de adjudicación directa, la tramitación del
expediente solo exigirá la aprobación del gasto y la incorporación al mismo de la factura,
pudiendo seleccionarse directamente la empresa (art. 56 TRLCAP), con lo cual, estos dos
contratos brindaban la fórmula de que la elección de la empresa fuera aparentemente justificada,
y, sin embargo, se eligiera arbitrariamente a la que más conviniese.
Además, sujetos a la normativa indicada, no cabía discrecionalidad alguna en la
elección del procedimiento de adjudicación, sino que debía pasarse por el que esta impusiera;
sin embargo, para eludir su aplicación, una de las prácticas usadas consistía en el
fraccionamiento irregular del objeto del contrato, con la finalidad de disminuir su cuantía y eludir
los requisitos de publicidad y el procedimiento o forma natural y ordinaria de adjudicación que
correspondiera, expresamente prohibido (art. 68 TRLCP), práctica, sin embargo, utilizada para
beneficiar a las diferentes empresas controladas o vinculadas a FRANCISCO CORREA, que,
como unidad empresarial, operaban, en realidad, como una sola.
Se conseguía así una división artificial de los contratos que, habitualmente, se encubría
con la emisión, por parte de las empresas adjudicatarias, de facturas con irregularidades, como
que reflejaban conceptos genéricos y sin desglose, lo que permitía facturar doblemente servicios
ante la imposibilidad de verificar su real prestación.
En este sentido, al concurrir distintas empresas formalmente diferentes, servía para
que los funcionarios las tuvieran como autónomas e independientes entre sí al objeto de
permitirles participar en una misma adjudicación, de manera que el funcionario podía aparentar
que invitaba a varias empresas, aun consciente de que la adjudicación se la llevaría cualquiera
de las del grupo integrado en esa unidad empresarial.
5.- SOBRE LA INCOACIÓN DE LA PRESENTE PIEZA

18
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Fue aperturada el 29/07/2014, dimanante de las DP 275/08, incoadas por auto de


06/08/2008, con motivo de la denuncia formulada por el acusado JOSÉ LUIS PEÑAS
DOMINGO, quien, desde el primer momento, ha colaborado de forma esencial en la
investigación, exponiendo el modo de operar del grupo liderado por FRANCISCO CORREA.
Asimismo, aportó junto con su denuncia numerosas grabaciones de conversaciones
mantenidas con otros acusados, que la corroboran y han sido de gran ayuda para un mejor
esclarecimiento de los hechos y partícipes en ellos.
Por su parte, los acusados ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, JACOBO
GORDON LEVENFELD y ALFONSO GARCÍA POZUELO ASINS reconocieron al inicio del
presente juicio los hechos que les imputaba el M.F., lo que ha servido de importante ayuda para
formar el criterio del Tribunal. Y, además, ROBERTO FERNÁNDEZ ingresó antes del inicio de
juicio oral, el 29/09/2016, la cantidad de 1.300 € en concepto de responsabilidad civil.

II.- ESTEPONA
El acusado RICARDO GALEOTE QUECEDO ocupó los siguientes cargos públicos en
los siguientes entes y sociedades públicas:
- Concejal del Ayuntamiento de Estepona (Málaga) por la formación política Partido
Popular.
- Consejero de la empresa municipal de la Vivienda y Aparcamientos de Estepona S.L.
- Director General de Turismo de la Diputación de Málaga.
El 11.2.2000 el acusado RICARDO GALEOTE QUECEDO fue nombrado Gerente de
la sociedad municipal TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL por su
Consejo de Administración. Tal entidad tenía como socio único al Ayuntamiento de Estepona,
integrado este en su Junta General y en su Consejo de Administración a través de sus
Concejales, y como principal objeto social el fomento y la promoción del turismo local. El citado
acusado, aprovechándose de las competencias que en materia de contratación y ordenación de
pagos le otorgaba su cargo, convino con FRANCISCO CORREA, con el fin de procurarse
ilícitamente un mutuo beneficio, la adjudicación directa a las sociedades de este de
determinados contratos por aquella entidad municipal a cambio de una comisión. Estas
comisiones se abonaron durante tres años –el acusado cesó en su cargo de Gerente el
15.6.2003- con viajes y otros servicios prestados por PASADENA VIAJES SL a RICARDO
GALEOTE y a personas de su entorno que este indicaba. El precio de estos servicios era
satisfecho, según lo acordado, bien por FRANCISCO CORREA contra facturas en las que se
ocultaban tales usuarios, bien por sociedades municipales contra las que el mismo emitía
facturas por servicios inexistentes o ya abonados.
En el desarrollo de esta ilícita actividad y con pleno conocimiento de la misma, PABLO
CRESPO participó desde al menos octubre de 2002 dando cumplimiento a lo convenido entre
FRANCISCO CORREA Y RICARDO GALEOTE bajo el superior control de aquel.
Por su parte, JOSÉ LUIS IZQUIERDO fue encargado por PABLO CRESPO Y
FRANCISCO CORREA de supervisar los importes adeudados a RICARDO GALEOTE y su
periódica compensación, registrando al efecto las comisiones devengadas y los distintos

19
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

servicios prestados a favor de este en un archivo personal denominado indistintamente “Cuentas


Ricardo Galeote” y “Extracto Ricardo Galeote”, actividad recogida gráficamente en el cuadro
“Extracto Ricardo Galeote”.

EXTRACTO RICARDO GALEOTE

FECHA CONCEPTO DEBE HABER SALDO

Comisión Fra. 00/147 1803,04


01/01/2001 Moqueta
30/03/2001 Comisión Fra.01/0037 1202,02
Moqueta
14/05/2001 N/Fra. 0268/01 292,22

13/06/2001 N/Fra. 0344/01 197,99

04/07/2001 N/Fra. 0405/01 1071,81

20/08/2001 Comisión Fra. 01/0096 1502,53


Carpa
04/10/2001 N/Fra. 0652/01 816,36

23/11/2001 N/Fra. 0727/01 215,17

31/12/2001 N/Fra. 0791/01 223,96

21/01/2002 N/Fra. 0033/02 88,55

04/04/2002 Albarán 1050/02 144,21

11/06/2002 Cheque 2172771 Caja Sur 1058,32

25/07/2002 N/Fra. 0476/02 148,21

11/07/2002 N/Fra. 0500/02 147,21

12/08/2002 N/Fra. 0497/02 2898,00

14/08/2002 N/Fra. 0445/02 97,84

22/10/2001 N/Abono 0636/02 152,21

25/10/2002 N/Fra. 0652/02 209,00

05/12/2002 N/Fra. 0762/02 324,84

21/12/2002 N/Fra. 0761/02 344,84

26/02/2003 Comisión Fra. 03/0041 2404,05 -


Moqueta 901,96
16/06/2003 Albarán 1250/03 185,90

20
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

29/0/2003 N/Fra. 0448/03 374,63 -


341,43

Fuente R11-Exp 20 “Extracto Clientes (especiales).xls” Hoja R. Galeote Las primeras filas de
dicho cuadro coinciden con las de otro archivo, incautado en el domicilio de José Luis Izquierdo
López y denominado "Archivo Cuentas Ricardo Galeote" (esta vez en pesetas):

Fecha C o n c e p t o Importes Importes Saldo


DEBE HABER

01/01/2001 Comisión Fra. 00/147 300.000 pta


Moqueta

30/03/2001 Comisión Fra.01/0037 200.000 pta


Moqueta

14/05/2001 n/Fra. 0268/01 48.622 pta

13/06/2001 n/Fra. 0344/01 32.943 pta

04/07/2001 n/Fra. 0405/01 178.335


pta

20/08/2001 Comisión Fra. 01/0096 250.000 pta -490.100 pta


Carpa

Y como se ve a continuación, todos ellos también figuran en la cuenta de Dña. Annette


Pichmaier de la agencia de viajes:

CUENTA DE ANNETE PICCMAIER

Nº FACTURA FECHA SERVICIO SERVICIO IMPORTE


EUR
00652/01 04/10/01 AVION MUNICH-MALAGA- 661,9
MUNICH/MALAGA-BASILEAMUNICH
07-08/10/2001 REEMBOLSO MALAGA-
MUNICH

HOTEL MUNICH
00727/01 23/11/01 AVION MALAGA-MUNICH-MALAGA 215,17

00033/02 21/01/02 TREN MADRID-MALAGA 88,55

21
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

00405/01 05/06/01 AVION MALAGA-LONDRES-MALAGA 1071,81

HOTEL LONDRES
00344/01 16/06/01 AVION MALAGA-MUNICH MALAGA 197,99

00791/01 03/01/02 TREN MADRID-MALAGA-MADRID 223,96

R06-04-E21-T19 (5)

En cumplimiento del acuerdo descrito anteriormente, RICARDO GALEOTE,


prevaliéndose de las facultades que le otorgaba su cargo de Gerente de la sociedad TURISMO
Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL –y, en particular, la de celebrar contratos
de servicios y ejecuciones de obra, entregas y suministros mediante concurso, subasta o de
forma directa, establecer sus precios y demás condiciones y cumplir y hacer ejecutar esos
contratos-, adjudicó a la empresa Francisco Correa SPECIAL EVENTS SL distintos contratos
de suministros devengado por alguno de ellos comisiones que ascendieron a un total de
6.911,64 €.
Los contratos adjudicados a SPECIAL EVENTS SL. por los que RICARDO GALEOTE
obtuvo su correspondiente comisión fueron, al menos, los siguientes:
- Venta de 1.332 m. de moqueta por importe de 822.069 pts. (4.940,73 €) reflejada en
la factura 00/0147, de 8.11.2000, emitida por SPECIAL EVENTS SL a 'PALACIO DE
CONGRESOS DE ESTEPONA", contabilizada y abonada por la sociedad TURISMO Y
ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL. En pago de este contrato Ricardo Galeote
devengó una comisión de 1.803,04 €.
- Venta de 1.000 m. de plástico y 500 m. de moqueta por importe de 460.404 pts.
(2.767,08 €) reflejada en la factura 01/,037, de 27.3.2001, emitida por SPECIAL EVENTS SL a
"PALACIO DE CONGRESOS DE ESTEPONA', contabilizada y abonada por la sociedad
TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL. En pago de este contrato
Ricardo Galeote devengó una comisión de 1.202,02€.
- Venta de 15 carpas por importe de 6.670.000 pts. (40.087,51 €) reflejada en la factura
01/096, de 20.8.2001, emitida por SPECIAL EVENTS SL a la sociedad TURISMO Y
ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL, que la contabilizó y abonó. En pago
de este contrato Ricardo Galeote devengó una comisión de 1.502,53 €.
- Venta de 1.500 m. de plástico y 1.500 m. de moqueta por importe de 8.177,86 €
reflejada en la factura 03/0041, de 26.2.2003, emitida por SPECIAL EVENTS SL a la sociedad
TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL, que la contabilizó y abonó. En
pago de este contrato Ricardo Galeote devengó una comisión de 2.404,05 €.
Las adjudicaciones referidas se efectuaron de forma directa a la sociedad de
FRANCISCO CORREA omitiendo cualquier procedimiento de contratación vulnerando así los
principios de publicidad, concurrencia y objetividad que han de presidir la contratación pública
contraviniendo de ese modo lo dispuesto en la Disposición Adicional Sexta del TRLCAP.

22
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otra parte, la adquisición de 15 carpas (factura no 01/096, de 28.2.2001), como


contrato de suministro de importe superior a 30.050,61 €, debió haberse tramitado mediante
procedimiento abierto por subasta o concurso ex arts. 73 a 75, 176 y 182 TRLCAP, no
procediendo en ningún caso la adjudicación directa del servicio.
Las comisiones que se devengaron por las operaciones enumeradas anteriormente se
abonaron en forma de viajes y otros servicios organizados por PASADENA VIAJES SL a
RICARDO GALEOTE y a las personas de su entorno que este indicaba entre los años 2001 y
2003, recogidos en la tabla "Cuenta Ricardo Galeote". Esos servicios prestados por PASADENA
VIAJES SL alcanzaron, al menos, un importe total de 7,484,32 € y se documentaron € y se
documentaron en facturas en las que se ocultó a su verdadero beneficiario.
Tal coste se sufragó, según lo convenido, bien por Francisco Correa bien por
sociedades municipales de Estepona, e incluía tanto las comisiones ya devengadas como pagos
a cuenta de futuras contrataciones de la entidad pública.
El importe de los referidos servicios turísticos fue parcialmente satisfecho con un
ingreso de 6.000 € efectuado el 18.12.2003 en la Cuenta de Caja Madrid de la agencia de viajes
con fondos de la “Caja B” de Francisco Correa de acuerdo con las instrucciones y las de Pablo
Crespo. A tal fin, consciente del destino de tales pagos, José Luis Izquierdo retiró esos fondos
de la citada “Caja B”.
En este sentido, en el dispositivo de memoria hallado en el interior del domicilio sito en
Paseo General Martínez Campos nº 32 de Madrid, se encuentra también un archivo denominado
“Archivo Caja Pagos B” que recoge diversas disposiciones de fondos procedentes de la caja B
de la organización de Francisco Correa.
En él se recoge el siguiente apunte:

18/12/2003 Ingreso Caja Madrid/Pago Fras. Ricardo -6.000,00 €


Galeote

EXTRACTO FACTURAS PDTS. PICCMAIER/RICARDO GALEOTE

FECHA ALBARAN FACTURA IMPORTE

05/06/2001 2432/01 405/01 902.33

04/10/2001 3311/01 652/1 816.36

12/08/2002 2502/02 497/02 2,898.00

25/10/2002 3180/02 652/02 209.00

05/12/2002 3767/02 762/02 324.84

23
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

21/12/2002 3771/02 761/02 344.84

15/06/2003 1250/03 185.90

29/06/2003 2673/03 448/03 374,63

TOTAL 6,055.90

• En la página 70623 de la ruta (R13 bis–17-E78-T78


(4) aparece la siguiente nota manuscrita
“Ingreso C. Madrid 18/12/03”
Por otra parte, PASADENA VIAJES SL asumió 55,9 € del coste total de los servicios
prestados a favor de Ricardo Galeote.
El resto del importe de los servicios prestados por PASADENA VIAJES SL en beneficio
de RICARDO GALEOTE -1.428,42 €- en contraprestación y a cuenta de adjudicaciones de la
sociedad municipal que gestionaba, TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE
ESTEPONA SL, a empresas de FRANCISCO CORREA fue abonado por la citada sociedad
municipal y por la entidad SERVICIOS MUNICIPALES DE ESTEPONA SL, cuyo titular único era
también el Ayuntamiento de Estepona.
Para justificar formalmente la salida de fondos de estas sociedades se emitieron desde
PASADENA VIAJES SL, por instrucciones de FRANCISCO CORREA en connivencia con
RICARDO GALEOTE, dos facturas que reflejaban servicios inexistentes o que ya habían sido
abonados por las entidades locales.
En particular, con dicha finalidad, se emitió la factura 000266/0544102 de 6.5.2002 por
importe de 1.058,32 € a la entidad SERVICIOS MUNICIPALES DE ESTEPONA SL por
supuestos servicios prestados a Eduardo Cavada Ipiña, contratado desde el año 2001 por
distintas sociedades municipales de Estepona como técnico de turismo. De acuerdo con lo
convenido, RICARDO GALEOTE, aprovechándose de su cargo de Gerente de TURISMO Y
ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL, se encargó de gestionar el pago de esa
factura consiguiendo que el Gerente de SERVICIOS MUNICIPALES DE ESTEPONA SL la
abonara en la creencia de que tales servicios eran reales y se correspondían con servicios
prestados al Sr. Cavada Ipiña en el desempeño de su trabajo, ignorando que la factura encubría
viajes particulares de RICARDO GALEOTE y personas de su entorno.
Asimismo, con el propósito anteriormente referido de dotar de apariencia lícita al desvío
de fondos de las sociedades municipales, se emitió, siguiendo las directrices de FRANCISCO
CORREA y PABLO CRESPO, la factura 00104/03 de 12.3.2003 por importe de 370,1 € por
supuestos servicios prestados en relación con FITUR 2003 a la sociedad TURISMO Y
ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL. Esta factura se aceptó y pagó el 10.6.2003,
a sabiendas de su mendacidad, por RICARDO GALEOTE aprovechándose al efecto de las
competencias que como Gerente de esa sociedad municipal ostentó hasta tan solo cinco días
después de efectuado tal abono.

24
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Con la finalidad de ocultar el verdadero destinatario de los servicios prestados en


beneficio de RICARDO GALEOTE y sus reales pagadores así como de ofrecerle una falaz
justificación de su abono, se confeccionaron desde PASADENA VIAJES SL, con conocimiento
y consentimiento de aquel, siguiendo instrucciones de FRANCISCO CORREA, JOSÉ LUIS
IZQUIERDO y, desde al menos octubre de 2002, Pablo Crespo, diversas facturas y recibos
mendaces.
Así, los referidos servicios se facturaron a nombre del cliente ficticio "clientes central" y
de Annette Pilchmaier -pareja sentimental de RICARDO
GALEOTE hasta el año 2001-, quien desconocía esta actuación (entre otras, facturas no
00652/02, de 29.10.2002; 00761102, de 17.12.2002 y 448103, de 25.8.2003 recogidas en la
tabla). También se emitieron a nombre de Annette Pilchmaier, sin que conste su conocimiento,
y de "clientes central" los diecinueve falaces justificantes de pago de los servicios prestados a
favor de RICARDO GALEOTE de fechas 25.10.2002, 26.6.2003 y 18.12.2003.

III.- MAJADAHONDA
1. PRINCIPALES ACUSADOS
En el esquema de actuación descrito, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, dentro de su
sistema de negocio valiéndose de sus contactos conseguidos dentro del Partido Popular, en el
año 2001 entabló una buena relación de amistad con el que fuera Alcalde del Ayuntamiento de
Majadahonda, GUILLERMO ORTEGA ALONSO, perteneciente a dicho partido y quien ostentara
el cargo desde el 16/05/2001 al 03/02/2005, que fue creciendo hasta el punto de llegar a ser el
padrino de bautizo de uno de sus hijos, nacido en el año 2002, y a través del cual pudo conocer
a los concejales de dicho consistorio JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO y más tarde a JUAN JOSÉ
MORENO ALONSO, y conseguir que MARÍA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, con quien
entonces estaba casado, entrara a trabajar en él, como funcionaria eventual, y en puesto de
confianza del Alcalde, llegando a formar un grupo, que se agregó a la estructura societaria de
aquel, con el que se introdujo en el Ayuntamiento. Estos tres se integraron en lo que se conoció
como “Gabinete de Alcaldía”, formando un equipo o tándem perfectamente compenetrado, del
que la última era su jefa y al frente de todos se encontraba el Alcalde.
La estrategia ideada con este organigrama por FRANCISCO CORREA, se tradujo en
una planificación para apoderarse de fondos de entidades públicas y hacerse con comisiones
en compensación y/o a cuenta de la concesión de adjudicaciones de contratos públicos en que
era fundamental aprovecharse de las ventajas que, desde dentro del Ayuntamiento, y por razón
de su cargo, le podía proporcionar el contar con la intervención de su Alcalde, así como de los
demás citados, quienes participaron de esa estrategia, de ahí que los fondos y comisiones
ilícitamente obtenidos se destinaran no solo a FRANCISCO CORREA, sino también a los
demás, así como, en parte, para sufragar actos del Partido Popular en el ámbito de
Majadahonda, en que aquel intervenía, y también eventos de autopromoción y propaganda
personal y política y relacionados con la actividad de entidades municipales, que no respondían
a interés general ni a necesidad real.

25
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En esa estrategia participó, al menos a partir de octubre de 2002, PABLO CRESPO,


tanto en la planificación de las adjudicaciones, como en los procedimientos de ejecución
orientados a la ilícita consecución de fondos del Ayuntamiento, como también lo hizo JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, quien, como contable de las empresas de FRANCISCO CORREA, se encargaba
de controlar y anotar el reparto de los fondos entre todos ellos y de elaborar las mendaces
facturas con las que ocultar la realidad de las defraudaciones que se iban sucediendo.
Asimismo, fue fundamental la participación de ISABEL JORDÁN en la adjudicación de la Oficina
de Atención al Ciudadano (OAC) de Majadahonda, y organización de sus servicios.
Los cargos públicos que ocupaban dentro del Ayuntamiento de Majadahonda las
personas que hemos citado, que actuaban de acuerdo entre sí y con las también citadas del
grupo Correa, guiadas todas ellas por la misma finalidad lucrativa, eran las siguientes:
- GUILLERMO ORTEGA ALONSO, Alcalde, como candidato electo del Partido Popular,
entre el 16/05/2001 y el 03/02/2005, con competencias, por tanto, entre otras, en materia de
contratación de obras y servicios, así como de disposición de gastos y ordenación de pagos.
Además, durante su mandato asumió la presidencia, así como las competencias, también en
materia de contratación y ordenación de pagos del organismo autónomo del Ayuntamiento
Patronato Monte del Pilar.
Y, por otra parte, formó parte del grupo Municipal del P.P. del Ayuntamiento de
Majadahonda desde el 01/07/1991 hasta el 10/02/2005, ostentando la presidencia local entre el
09/10/2003 y finales de 2005.
- JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, que conoció al anterior en 1999, le llevó con él al
Ayuntamiento de Majadahonda, siendo secretario de organización del P.P., para ocupar,
primero, el puesto de funcionario eventual de empleo, con funciones de apoyo al grupo popular
(entre el 19/01/2000 y el 01/07/2001), y, después, el de asesor político con funciones de apoyo
al Gabinete de Alcaldía (entre el 01/07/2001 y el 13/06/2003), puestos de confianza.
Posteriormente, fue Concejal de Majadahonda, entre el 14/06/2003 y el 15/06/2007, dentro de
cuyo cargo ocupó la Concejalía Delegada de Planeamiento Urbanístico, Ordenación,
Infraestructuras, Obras y Medio Ambiente (14/06/2003 a 20/05/2004), razón por la que ostentó
el cargo de Vicepresidente del Patronato Monte del Pilar, y después Concejal Delegado de
Planeamiento y Gestión Urbanística, Infraestructuras, Obras y Coordinación (20/05/2004 a
17/01/2005).
Su colaboración ha sido esencial para la averiguación y esclarecimiento de los hechos,
en lo que a él y quienes con él participaron en los mismos se refiere, tanto por la aportación de
determinadas conversaciones que grabó, como por la descripción de esos hechos y partícipes,
en particular en lo relativo a la actividad desarrollada por FRANCISCO CORREA.
- JUAN JOSÉ MORENO ALONSO también Concejal de Majadahonda, entre el
14/06/2003 y el 15/06/2007, ocupó la Concejalía de Hacienda y Seguridad del 14/06/2003 al
20/05/2004, y desde el 17/07/2005 hasta el 17/02/2005, la Concejalía de Delegada de
Planificación Presupuestaria, Seguridad y Medio Ambiente entre el 20/05/2004 y el 17/02/2005.
También llevó, por delegación del Alcalde, hasta el 17/02/2005 la aprobación de las cuentas
justificativas de pagos de anticipos de “caja fija”.

26
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, en el Patronato Monte del Pilar, ocupó el cargo de Gerente entre el 03/04/2002 y el
13/06/2003, puesto dependiente orgánica y funcionalmente del Gabinete de Alcaldía, cuya tarea
principal era la dirección general del Patronato, y, posteriormente, el de Vicepresidente, entre el
20/06/2004 y el 17/02/2005.
- MARIA CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, funcionaria eventual de empleo entre el
02/07/2001 y el 04/02/2005, casada en esas fechas con FRANCISCO CORREA, nombrada por
sendos Decretos de la Alcaldía, como asesora de relaciones externas con funciones de apoyo
al Gabinete del Alcalde, entre el 02/07/2001 y el 01/04/2002, y entre el 30/04/2002 y el
13/06/2003, y, posteriormente, Directora del Gabinete de Alcaldía desde el 20/06/2003 al
04/02/2005, cargo de confianza del Alcalde, entre cuyo cometido se encontraba la organización
de actos públicos y representación protocolaria del Alcalde y la gestión presupuestaria de todos
los gastos relativos a comunicación y publicidad de cualquier Concejalía.
Por otra parte, se encontraba LUIS VALOR SAN ROMÁN, doctor ingeniero de
telecomunicación y master en tecnología de las telecomunicaciones, que se incorporó al
Ayuntamiento el 21/07/2002, por concurso oposición, como Director del Área de Nuevas
Tecnologías, para ocupar plaza de analista de sistemas, en la Concejalía de Nuevas
Tecnologías, con nula formación jurídica y ningún contacto anterior en el ámbito de la
Administración Pública, por ser la primera plaza a la que accede en este ámbito, en el que, por
lo tanto, hasta entonces no había tenido experiencia alguna. No conocido, en ese momento, por
ningún otro de los acusados, siempre actuó por instrucciones que le daba el Concejal del
departamento (contra el que no se ha formulado acusación), que era quien lo dirigía y tomaba
las iniciativas, y a través de cuyo correo circulaban gran parte de las comunicaciones
relacionadas con ese proyecto de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC), en lo relativo a
cuestiones técnicas y a las actuaciones a realizar en cada uno de los expedientes relacionados
con ella, cuyas instrucciones seguía en la elaboración de los informes que había de ir emitiendo,
incluso, llegando a firmar alguno que ya estaba preparado a su llegada.
Es innegable, por tanto, su intervención en distintos expedientes tramitados para la
puesta en marcha de dicha Oficina, en la medida que a esos expedientes debía acompañarse
un Pliego de prescripciones técnicas, que le correspondía preparar, si bien, por su condición de
técnico informático, lo hacía con desconocimiento de los aspectos jurídicos propios de la
contratación administrativa y sin tener capacidad de decisión y con una gran inexperiencia en la
contratación administrativa y sobre las consecuencias que pudieran tener sus informes técnicos
de cara a facilitar una posible manipulación y falseamiento de la contratación administrativa en
la que no consta que participara de ninguna otra forma que la descrita; por lo que no se tiene
por suficientemente acreditado que estuviera al tanto ni participara conscientemente en los
hechos que se le imputan.
En todo caso, nunca estuvo integrado en el equipo formado por el “Gabinete de
Alcaldía”, tampoco mantuvo contacto alguno con FRANCISCO CORREA, ni conocía que
empresas de este ya se encontraran trabajando para el Ayuntamiento de Majadahonda, que,
cuando se incorpora, ya tenía, en proyecto muy avanzado, poner en funcionamiento la Oficina

27
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de Atención al Ciudadano, y por cuya intervención aportada a los distintos expedientes, a


diferencia del resto de acusados, no consta que obtuviera ninguna compensación económica.
2. CUENTA “GABINETE MAJADAHONDA” Y CUENTA “WILLY”
La organización dirigida por FRANCISCO CORREA, mientras GUILLERMO ORTEGA
fue Alcalde de Majadahonda, entre 2001 y 2005, se encargó de gestionar un fondo de dinero
cuyo origen estaba, en su mayor parte, en ingresos procedentes del cobro de comisiones a
empresas adjudicatarias de contratos públicos del Ayuntamiento de Majadahonda o de
sociedades municipales, otorgados irregularmente, en ocasiones, también, de manera regular,
o procedentes de supuestas prestaciones de servicios por parte de empresas del primero, pero
siempre con la intervención del Alcalde, que se ocultaron a través de facturas falsas, como
también estaba ese origen en el apoderamiento directo de cantidades de distintas entidades
públicas del municipio, que, igualmente, encubría mediante facturas mendaces, por venir
referidas a servicios inexistentes o bien ya abonados.
A tal efecto, los acusados integrados en el equipo, de hecho, que componía el
“Gabinete de Alcaldía” (CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS PEÑAS y más tarde JUAN JOSÉ
MORENO), con su Alcalde a la cabeza, se prevalieron de las competencias que por razón de
sus cargos ostentaban dentro del Ayuntamiento, para imponer esta dinámica de actuación tanto
en el ámbito de la contratación, mediante la manipulación en las adjudicaciones, como en el de
la ordenación de pagos, mediante la autorización de pagos indebidos, actividad que era
complementada y completada desde fuera del Ayuntamiento, pero en coordinación con la de
dentro, por FRANCISCO CORREA, a través de sus empresas, ya fuera por ser adjudicatarias
de esos contratos irregularmente ganados, ya por facilitar, bien sus mismas empresas, bien
otras de las que él se servía, las correspondientes facturas manipuladas.
Las cantidades ilegalmente obtenidas de esta manera llegaban a las cuentas de las
mercantiles de FRANCISCO CORREA, desde las que se canalizaban a otras, para, de esta
manera, hacer frente a los compromisos que debía atender con quienes le habían proporcionado
el camino para mermar las arcas del Consistorio, que funcionaban a modo de una cuenta
corriente, de las cuales, por lo que ahora interesa, hablaremos de la cuenta “Gabinete
Majadahonda”, desde 2002, y la cuenta “Extracto servicios Willy” (o, simplemente, cuenta
“Willy”), cuyos fondos procedían de las ilícitas vías a que nos hemos referido, que, en la medida
que eran gestionadas bajo el control del propio FRANCISCO CORREA, constituyen una de las
muestras más visibles de su integración en ese entramado las personas con las que repartía los
beneficios obtenidos de su actividad.
Por lo tanto, las empresas de FRANCISCO CORREA actuaban a modo de
recaudadoras de cantidades provenientes de terceros, obtenidas de la manera ilícita que hemos
apuntado, con las que nutrían una bolsa o fondo, que era común por lo que se refiere a la
“Cuenta Gabinete Majadahonda”, en cuya dinámica era fundamental contar con las personas
afines que había conseguido introducir en el “Gabinete de Alcaldía”, con los que se abonaban
servicios que las empresas prestaron al Ayuntamiento o al grupo municipal del P.P. de
Majadahonda sin facturar, o gastos personales de GUILLERMO ORTEGA o de sus
colaboradores desde ese “Gabinete de Alcaldía”, CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS PEÑAS

28
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y JUAN JOSÉ MORENO, en cuya manera de operar, con la que la organización nutre de fondos
esa bolsa, es relevante la participación de todos ellos, en tanto en cuanto que, gracias a esos
cargos que ocupaban dentro del Ayuntamiento, les conferían, de hecho, una capacidad de
control en la gestión y un poder sobre la decisión en la adjudicación, que, puesto en relación
con el control externo de la empresa amiga o afín, en que era decisivo el papel ocupado por
PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERO, conseguían que las adjudicaciones se concretasen
a favor de esta, aun conscientes de que, con esas adjudicaciones, el gasto para la corporación
fuera superior al normal u ordinario, pero que, si así actuaban, era al objeto de generar fondos
con los que llenar la bolsa, y luego desviarlos para ellos mismos o para terceros.
Al igual que la anterior, se nutría la cuenta “Willy”, si bien esta era una cuenta exclusiva
de GUILLERMO ORTEGA, controlada de la misma manera, a través de un archivo excel,
“Extracto Clientes Varios (especiales).xls”, entre los cuales hay distintas hojas, una de ellas la
“Hoja Willy”, dentro de la carpeta TRAFINSA de un pendrive perteneciente a PABLO CRESPO,
que constituía a modo de una cuenta contable de aquel, en la que dejar constancia de los
movimientos de cantidades relacionadas con los servicios de que resultaba beneficiado y los
correspondientes soportes de las operaciones realizadas. Y, con la misma
finalidad y función, contaba con un dosier en papel, contenido en la carpeta titulada “EXTRACTO
CTA. WILLY”.
FONDO GABINETE MAJADAHONDA. INGRESOS
Como hemos avanzado, los ingresos que accedían a esta cuenta, cuya actividad se
extendió durante el periodo en que GUILLERMO ORTEGA fue Alcalde de Majadahonda (2001
a 2005), aunque en su mayor parte procedían de comisiones por adjudicaciones irregulares de
contratos, así como del ilícito apoderamiento directo de caudales del Ayuntamiento, también
incorporó, en menor medida, cantidades procedentes de empresas que resultaron beneficiarias
de contratos, en que, si bien no consta que mediara irregularidad en su concesión, el favor con
el que compensaban esa adjudicación era mediante la emisión de facturas por un importe
superior al que correspondiera (facturas infladas), o, directamente, mediante facturas ficticias,
pues se trataba de facturas creadas “ad hoc”, que pretendían cubrir la prestación de un servicio
no realizado, con el que justificar un pago por parte del Ayuntamiento, y, en cualquiera de los
dos casos, sus excesos se incorporaban a este fondo.
Con los fondos que llegaban a esta cuenta se financiaban actos publicitarios o
campañas políticas para el Ayuntamiento de Majadahonda y la formación política Partido
Popular de Majadahonda, así como servicios particulares de GUILLERMO ORTEGA, JOSÉ
LUIS PEÑAS, JUAN JOSÉ MORENO y CARMEN RODRÍGUEZ, y el control sobre tal gestión lo
llevaba PABLO CRESPO, quien, generalmente, autorizaba el libramiento de fondos para hacer
los pagos, mientras que JOSÉ LUIS IZQUIERDO, como contable, era quien materialmente los
ejecutaba, todo ello bajo la dirección de FRANCISCO CORREA.
Adjudicaciones regulares
Empresas emisoras de tales facturas eran TCM, DOWN TOWN, SPECIAL EVENTS,
PASADENA VIAJES, de FRANCISCO CORREA, y CREATIVE TEAM, de GUILLERMO
ORTEGA, y quienes las abonaron, en compensación a esas adjudicaciones regulares por las

29
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que se vieron favorecidas, fueron UTE SUFI-FCC, EQUIPAMIENTOS AMBIENTALES,


OSEPSA, UTE SAGLAS-PANASFALTO, LICUAS, COARSA y TECMED, conscientes de que no
se correspondían con servicios prestados por ellas, o bien, en algún caso, inflando su importe.
Y las cantidades con que contribuyeron al fondo Gabinete fueron las siguientes:
- Por parte de SAGLAS en 30.351,11 €.
- Por parte de COARSA en 116.795,64 € - Por parte de TECMED en 15.954,82 €.
- Por parte de OSEPSA en 149.998,91 €.
- Por parte de CONSERVACIONES LIRA en 72.100,44 € - Por parte de
EQUIPAMIENTOS AMBIENTALES en 78.000 €.
- Por parte de VALORIZA (SUFI SA) en 27.936 €. - Por parte de CREATIVE TEAM en
15.025,30 €
- Y, como sobreprecio, la cantidad de 6.067 € de SAGLAS-SUFI-EQUIPAMIENTOS
AMBIENTALES. El montante total, ascendió a 512.229,22 €
Adjudicaciones irregulares
Irregularmente se concedieron contratos que generaron ingresos indebidos en las
cuentas “Gabinete” y “Willy”, como fueron los relativos a la “campaña informativa del euro” y al
“manual de identidad corporativa”; los distintos expedientes y contratos vinculados a la Oficina
de Atención al Ciudadano (OAC), y el contrato de obras del Salón de Plenos del Ayuntamiento.
1.- Campaña Infoeuro y Manual Identidad Corporativa
Como consecuencia de la sobrefacturación que le fue cargada al Ayuntamiento por la
irregular gestión de estos dos contratos y, por lo tanto, la cantidad que se detrajo indebidamente
de las arcas municipales ascendió a 37.876,86 € (23.669,87 más 14.206,99), cuyo destino fue
la cuenta “Gabinete”
1.1 Infoeuro
Se adjudicó la campaña, entre el 12/11/2001 y el 30/09/2002, directamente a empresas
de FRANCISCO CORREA o vinculadas a él.
Calculado el importe total de la campaña en 131.995,51 €, IVA incluido, debería haber
supuesto que se tramitara el contrato por el procedimiento de concurso; sin embargo, al objeto
de posibilitar la adjudicación pactada, GUILLERMO ORTEGA, CARMEN RODRÍGUEZ y JOSÉ
LUIS PEÑAS, por un lado, y, por otro, FRANCISCO CORREA acordaron su división artificial, de
modo que lo fraccionaron en cuatro expedientes por el procedimiento negociado sin publicidad,
invitando a tres sociedades, pero dirigido a que se adjudicase a una de este o controlada por él,
y tres contratos menores, de adjudicación directa, adjudicados estos siete expedientes por siete
concejalías distintas, lo que, a la vez que conllevaba una merma de los principios de publicidad,
concurrencia, objetividad y transparencia, dificultaba la detección de esa división tanto por parte
de los órganos gestores, como por la Intervención Municipal.
Las empresas adjudicatarias de los contratos negociado sin publicidad fueron TCM,
MR & ASOCIADOS, PUNTO CENTRO y Q+D, y los contratos menores se cerraron con TCM,
MR & ASOCIADOS y SWAT DATA.
Sin embargo, los costes incurridos ascendieron, en realidad, a 10.430.700 pts., que,
facturados, fueron 14.994.600 pts. (90.119,36 €); pero no fue la facturación final a cobrar al

30
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ayuntamiento, sino que esta se incrementó con un segundo beneficio o beneficio añadido, que
es lo que se cobra, ascendiendo, entonces, a 18.932.935 pts. (113.789,23 €) sin IVA, 21.962.205
pts. (131.995,51 €) con IVA, de ahí que se detrajeran indebidamente 3.938.335 pts. (23.669,87
€), que se cobró como sobreprecio o beneficio añadido, que acabaría en la “Cuenta Gabinete”.
Por su parte, FRANCISCO CORREA recibió como beneficio de esta operación, a través
de SPECIAL EVENTS, la cantidad de 1.902.030 pts. (11.431,43 €)
Previo a la adjudicación, se habían cruzado correos una de las empresas
adjudicatarias, SWAT DATA, y el concejal de Nuevas Tecnologías, con copia para las empresas
de FRANCISCO CORREA, con el asunto “Ampliación pliegos”, borrador de los distintos pliegos
a elaborar relacionados con cada uno de los cuatro concursos negociado.
Asimismo, se hizo llegar desde las empresas de FRANCISCO CORREA, mediante
correo electrónico a “Pepe” (JOSÉ LUIS PEÑAS) los datos de las tres empresas a invitar a
dichos concursos; con CARMEN RODRÍGUEZ, en su condición de jefa del “Gabinete de
Alcaldía”, se cruzaron diferentes correos relativos a esta campaña, y GUILERMO ORTEGA, en
el ejercicio de las funciones que desempeñaba como Alcalde, aprobó los expedientes de
contratación.
1.2 Manual de Identidad Corporativa
También por un precio superior al real y de manera irregular se adjudicó este contrato
de servicios el 30/09/2002 por el Alcalde GUILLERMO ORTEGA, con la colaboración de
CARMEN RODRÍGUEZ y JOSÉ LUIS PEÑAS.
Se trata de un contrato que deriva de uno de los compromisos de la campaña electoral
de GUILLERMO ORTEGA, que fue adjudicado a la empresa SWAT DATA, en cuya gestión
tuvo una implicación destacada CARMEN RODRÍGUEZ y también participó de manera activa
JOSÉ LUIS PEÑAS, por medio de los correos que con dicha adjudicataria mantuvieron ambos.
Para su adjudicación se acudió, formalmente, al procedimiento negociado sin
publicidad, si bien lo más destacable es no solo el sobreprecio que se pagó, que fue 14.206,99
€, pues se abonaron 26.895,54 €, cuando su importe real eran 12.688,55 €, sino que se adjudicó
a la empresa para la que ya venía precondicionada la adjudicación, en cuanto que fue elegida
con anterioridad a la firma del contrato y con su colaboración se preparó la documentación,
como así se hizo con la confección de los pliegos de cláusulas administrativas particulares.
Las mercantiles MR & ASOCIADOS, y Q+D PRODUCCIONES y PUNTO CENTRO
fueron el vehículo para canalizar los 37.876,86 € detraídos indebidamente por estas campañas
“Infoeuro” y Manual de Identidad Corporativa de las arcas municipales como consecuencia de
la sobrefacturación entre el Ayuntamiento y la “Cuenta Gabinete”, que reintegraron a
FRANCISCO CORREA, para, por su conducto, ingresarlos en dicha cuenta, de la siguiente
manera:
MR & ASOCIADOS, de las cantidades percibidas del Ayuntamiento en pago de los
contratos que le fueron formalmente adjudicados, como sociedad pantalla que era, reintegró a
FRANCISCO CORREA 31.348,73 € (5.215.990 pts.), para lo cual esta sociedad aceptó y pagó
la factura 5/01, de 21/12/2001, a sabiendas de que no reflejaba prestaciones reales y que su
única finalidad era la reversión a aquel de los fondos recibidos del Ayuntamiento.

31
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por su parte, Q+D PRODUCCIONES y PUNTO CENTRO, que también intervinieron


como sociedades instrumentales, de lo percibido por el Ayuntamiento, reintegraron a
FRANCISCO CORREA 26.572,77 €, reversión que se hizo mediante la emisión de facturas y
notas de abono de SPECIAL EVENTS por servicios que no prestados.
2. Oficina de Atención al Ciudadano (OAC)
Si bien la idea de crear esta Oficina surge en 2002, su proyecto se llevó a cabo
mediante distintos expedientes, que dieron lugar a varios contratos, los cuales, prescindiendo
de la normativa administrativa, aunque bajo una apariencia de legalidad, se adjudicaron entre el
18/02/2003 y el 20/08/2004 a empresas de FRANCISCO CORREA.
La totalidad de lo percibido del Ayuntamiento, como consecuencia de la contratación,
ascendió a 1.654.846,93 €, de los que 599.458 se cobraron indebidamente: 120.000 € se
integraron en la cuenta “Gabinete” y otros 120.000 fueron para GUILLERMO ORTEGA a través
de su cuenta “Willy”; FRANCISCO CORREA, por medio de sus empresas, cobró 359.638,68 €
y, al margen, obtuvo unos beneficios de 271.096,34 €.
En los diferentes pasos que se fueron dando para las sucesivas contrataciones de los
distintos expedientes, que se fueron dirigiendo e imponiendo desde el “Gabinete de Alcaldía”,
fue fundamental la participación de todos y cada uno de los acusados que lo integraban, a cuyo
frente se encontraba el Alcalde GUILLERMO ORTEGA, y que dirigía, como jefa, CARMEN
RODRÍGUEZ, siempre con la colaboración del resto del equipo con el que formaba tándem,
JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO.
Aunque el proyecto fue ideación de FRANCISCO CORREA, la ejecución la llevó a cabo
ISABEL JORDÁN, quien intervino en diferentes reuniones, incluso, participó en la elaboración
de algún pliego de condiciones, haciéndolo en interacción con quienes, desde dentro del
Ayuntamiento, estaba de acuerdo, para adaptarlo, “ad hoc”, a las conveniencias de las empresas
de aquel; como también presentó en el Ayuntamiento el documento de formalización del contrato
de consultoría y asistencia para el diseño de la OAC; del control sobre la marcha de la
contratación, como prórrogas, modificaciones o incrementos de precios por parte de las
empresas, se encargaba PABLO CRESPO.
En la dinámica de actuación conjunta que venimos diciendo, los acusados que
integraban el “Gabinete de Alcaldía” daban las instrucciones e indicaciones de lo que había que
hacer, que no eran inocuas, sino el mecanismo para trasladar sus decisiones, de todo tipo, a
quienes iban dirigidas, dada la estructura piramidal, como, de hecho, funcionaba el
Ayuntamiento en aquella época. Articularon, así, los mecanismos para que, aunque no figurasen
ellos formalmente en la tramitación de los contratos, esta se dirigiese en la manera planeada
para favorecer tanto a FRANCISCO CORREA, a través de sus empresas, como a ellos mismos,
y, si bien, para que los expedientes se concluyesen en los términos que a ellos interesaba y
convenía debía contarse con los informes del director del Área de Nuevas Tecnologías, LUIS
VALOR SAN ROMÁN, del que no consta que fuera conocedor y consciente de la trascendencia
que podían tener los informes que emitía de cara a la contratación.
En estas circunstancias se tramitó la contratación relativa a la OAC, en dos
expedientes, más un tercero que acabó fracasando, porque se suspendió el 20/01/2005, cuando

32
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

constaba la propuesta de adjudicación a favor de DOWN TOWN. Esos expedientes fueron los
siguientes:
2.1 Expediente 101/02, de Consultoría y Asistencia Técnica para el Diseño e
Implantación de la OAC.
Fue adjudicataria del concurso la empresa de FRANCISCO CORREA TCM,
formalizándose el contrato el 18/03/2003, por un importe de 612.551,94 €, IVA incluido
(528.062,02 € sin IVA).
Formalmente se tramitó el expediente en procedimiento abierto, mediante concurso, y
su contenido era tanto la consultoría y asistencia técnica, como el suministro de los elementos
precisos para su funcionamiento. Su presupuesto de licitación fue de 625.053 €, IVA incluido,
de los que 420.708 € correspondían a “trabajos de consultoría y asistencia” y 204.345 € a
“suministro”, y el plazo de ejecución de 6 meses.
El expediente se inició mediante moción del Concejal de Nuevas Tecnologías, de fecha
11/12/2002, y el día 30/12/2002 la Comisión de Gobierno, en sesión extraordinaria, presidida
por el Alcalde, GUILLERMO ORTEGA, aprobó la propuesta y se anunció el concurso en el
BOCM de 08/01/2003.
El 14/01/2003 la empresa GSS CRM Services presentó en el Ayuntamiento escrito
solicitando aclaración sobre determinadas deficiencias que observaba en el pliego de
Prescripciones Técnicas, aclaración que no tuvo lugar, y la única oferta que se acabó
presentando la hizo ISABEL JORDÁN, en nombre de TCM, a quien se adjudicó, por tener una
rebaja en el precio inicial de licitación del 2%, quedando en 612.551,94 €, de los que 412.293,84
corresponderían a “consulta y asesoría técnica”, y 200.258,10 a “suministro”, y la mesa de
contratación, el 24/01/2003, admitió esta única propuesta. El 18/02/2003, la Comisión de
Gobierno aprobó dicha propuesta de adjudicación, y el 18/03/2003 firma el contrato definitivo la
entonces Concejala de Hacienda, por parte del Ayuntamiento, y PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, en nombre y representación de TCM, por el referido importe de 612.551,94 €,
siendo ISABEL JORDÁN quien, el 07/04/2003, presentó el documento de formalización del
contrato y recibió copia “EL ORIGINAL” en el Ayuntamiento.
A) Modificación por unidades adicionales.
Como consecuencia de las imprecisiones habidas en el pliego de condiciones, fue la
excusa para acudir a un nuevo expediente, para inclusión de nuevas unidades adicionales,
referidas a la firma electrónica, cifrado e interrelación informática con la Administración General
del Estado, servicios que deberían venir cubiertos por el contrato inicial. No fue así, sino que se
tramitó un nuevo expediente, por 120.000 €, con la finalidad de cobrar, indebidamente, esta
cantidad al Ayuntamiento, que pasó a integrarse en la “Cuenta Gabinete”.
La tramitación de este nuevo expediente, formalmente fue propuesta por LUIS VALOR,
aunque lo hizo a instancia del jefe de su departamento, quien, aprovechando las previsiones del
Plan de choque que para el impulso de la Administración electrónica, de 08/05/2003, que fue
puesto en marcha por el Ministerio de Administraciones públicas, encontró la cobertura, que
convirtió en necesidad, para provocar su tramitación; a tal fin, LUIS VALOR emitió un informe
(ajeno a las vicisitudes y los efectos que, en lo relativo a los aspectos formales de la contratación,

33
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pudiera tener), poniendo de relieve una serie de innovaciones técnicas en el ámbito de la


informática, que encontrarían respaldo en el referido Plan, incidiendo en la adaptación al mismo,
y siempre siguiendo instrucciones y sobre la confianza de quien estaba al frente de su
departamento, quien, también, le indicó hasta el presupuesto de que disponía (120.000 €).
Propuesta a la Comisión de Gobierno la aprobación de la modificación, en sesión de
15/12/2003, presidida por GUILLERMO ORTEGA, con el voto favorable de JOSÉ LUIS PEÑAS
y JUAN JOSÉ MORENO, se aprobó su adjudicación a favor de TCM, por ese presupuesto de
120.000 €, pese a que, como alternativa, el secretario había propuesto poder resolver el
contrato, ante su elevado coste.
Por su parte, PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO, de conformidad con lo
acordado, ya el día 11/12/2003, comunicaron que, en nombre de TCM, aceptaban la
modificación por esa cuantía de 120.000 €, que es la cantidad que pasaría a incrementar la
“Cuenta Gabinete”.
B) Prórroga del periodo de rodaje
El 19/12/2003 PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO, en nombre de TCM, con
la excusa de proceder a una correcta implantación de la OAC, solicitan disponer de un periodo
de rodaje de seis meses de prórroga, que cuantifican en 558.825,23 €.
Sin embargo, en la tramitación de dicha solicitud se incurrió en irregularidades, al objeto
de conseguir fondos del Ayuntamiento, pues, siendo la fecha de finalización del inicial contrato
el 18/03/2004, se estableció la de 28/11/2003, para, a partir de esta, computar una prórroga de
seis meses, inicialmente valorada en 58.000 €. De esta manera, cualquier fecha anterior al
18/03/2004 en que se tramitase una prórroga, además de ser incorrecta, generaba unos
incrementos que no se generarían si se siguiese operando en el plazo no agotado, de ahí que,
al haberse fijado por los interesados como fecha de finalización del contrato el 28/11/2003,
hubiera que abonar en concepto de prórroga esos cuatro meses que van desde noviembre de
2003 a marzo de 2004, cuando ya estaban incluidos en el precio inicial del contrato.
Además, aunque, en principio, la prórroga estaba cuantificada en 558.825,23 €, sin
embargo en anexo fechado el 02/04/2004 y presentado en el Ayuntamiento por TCM, se valoran
los servicios por seis meses en 419.638,68 €, sin que quede justificado a qué se debe la
diferencia de esos 139.186,62 €.
El 19/04/2004 es concedida esa prórroga, hasta el 28/05/2004, por la cuantía prevista
de 419.638,68 €, por acuerdo de la Junta de Gobierno Local, en sesión extraordinaria, presidida
por GUILLERMO ORTEGA y con el voto favorable de JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ
MORENO, para cuyo abono se emitieron tres facturas por TCM, una por importe de 279.759,13
€, de fecha 21/04/2004; otras dos de 69.939,79 €, una de fecha 21/05/2004 y otra de 21/07/2004,
en total los 419.638,69 €, cantidad en la que se incluyen conceptos que no son los propios de
una prórroga, y que, por lo tanto, no tendrían que suponer repercusión económica.
Por otra parte, en informe de 20/05/2005, del Departamento de Nuevas Tecnologías,
se fijaba en 30.000 € el presupuesto base de la licitación mensual del nuevo contrato del servicio
realmente prestado, de información telefónica y atención al ciudadano, de manera que, al ser
el precio que el Ayuntamiento hubiera debido pagar por los dos únicos meses que no se extendía

34
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el inicial contrato, el de 60.000 €, el exceso de facturación por dicha prórroga ascendió a


359.638,68 € (419.639,68-60.000), cantidad en la que se benefició FRANCISCO CORREA a
través de TCM, en detrimento del Ayuntamiento de Majadahonda.
C) Segunda prórroga.
Tramitada en el expediente 101/02, no es sino una prolongación de la anterior; por eso
se inicia el 21/05/2004, aunque contraviniendo la normativa en materia de contratación,
mediante moción del Alcalde GUILLERMO ORTEGA, quien acude a un injustificado trámite de
urgencia, para lo que aduce razones de este tipo, que ni se justifican ni tienen cobertura legal,
siendo aprobada dicha moción en Junta de Gobierno Local, de 24/05/2004, presidida por
GUILLERMO ORTEGA, con el voto favorable de JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO,
reunión a la que asistió CARMEN RODRÍGUEZ, en su calidad de Directora del Gabinete de
Alcaldía, al objeto de informar.
Además, se procedió a la adjudicación directa a un proveedor determinado, como fue
TCM, al margen de cualquier procedimiento de contratación, que prestó el servicio entre
28/05/2005 y el 31/08/2004, en iguales condiciones que la anterior prórroga, esto es, por importe
de 69.939,79 € mensuales, cuando el precio hemos dicho que era 30.000 €; por lo tanto, el
importe ascendió a 209.819,37 € (69.939,79 x 3) menos 90.000 € (30.000 x 3), igual a
119.819,37 €, cantidad que, redondeada en 120.000 €, fue incorporada a la cuenta “Willy” de
GUILERMO ORTEGA.
Los 209.819,37 € fueron cobrados indebidamente por TCM con cargo al Ayuntamiento,
mediante sus respectivas facturas, todas ellas por ese mismo importe de 69.939,79 €, de
31/07/2004 (factura 28/04), de 31/08/2004 (factura 31/04) y de 03/09/2004 (factura 34/04), todas
ellas abonadas el 11/11/2004.
2.2 Expediente 39/04. Servicio de Gestión de la OAC
Que lo consigue la empresa de FRANCISCO CORREA, DOWN TOWN (DTC), por un
periodo de cuatro meses, y un precio de 111.600 €; también tramitado por la vía de urgencia en
un procedimiento abierto por concurso.
La adjudicación quedó precondicionada a favor de dicha empresa, fundamentalmente,
en base a criterios de ofertas marcadamente subjetivos, valorados por el órgano de contratación,
ya que la más objetiva, como era la propuesta económica, esto es, el precio, tenía escaso peso,
pues tan solo se otorgaban 20, de los 100, puntos.
Aunque entre las propuestas formuladas, el Director de Nuevas Tecnologías, LUIS
VALOR, otorgó mayor puntuación a la de DTC, fue la Junta Local, en sesión extraordinaria de
03/08/2004, presidida por GUILLERMO ORTEGA, con el voto favorable de JOSÉ LUIS
PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO, la que tomó la decisión de adjudicar el contrato a DTC, por el
precio de 111.600 € y un plazo de cuatro meses, contrato que se formalizó el 20/08/2004 y lo
firmaron, por el Ayuntamiento, GUILLERMO ORTEGA, y, por DTC, ISABEL JORDÁN y JAVIER
NOMBELA.
El anterior contrato tuvo una prórroga por cuatro meses, y en iguales condiciones, a
partir del 01/01/2005, prórroga que fue aprobada en sesión urgente y extraordinaria de la Junta

35
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Local de 23/12/2004, cuyo acuerdo fue firmado por quien fuera, en ese momento, Alcalde
accidental, JOSÉ LUIS PEÑAS.
Por el inicial contrato se emitieron cuatro facturas, todas ellas por importe de 27.900 €;
y por su prórroga otras cuatro, por el mismo importe, con lo que DTC facturó y obtuvo del
Ayuntamiento 223.200 €.
2.3 Concesión del Servicio Público de Información y Atención al Ciudadano.
Se trata de un expediente que no llegó a adjudicarse, pero que se inicia mediante
providencia del Alcalde, GUILLERMO ORTEGA de 23/06/2004.
El procedimiento de contratación era abierto y la forma de adjudicación mediante
concurso, con un precio de 1.034.803,89 €, por lo que, al ser la duración del contrato 12 años,
prórrogas incluidas, el precio total ascendía a 12.417.646,68 €.
El pliego de prescripciones técnicas fue encontrado en el domicilio de CARMEN
RODRÍGUEZ, a quien ISABEL JORDÁN le remite un correo el 02/06/2004, con anterioridad, por
tanto a que iniciara el expediente, adjuntando un borrador del pliego de condiciones técnicas.
2.4 Contratos menores relativos a la OAC
Se trata de contratos que se adjudican directamente al proveedor seleccionado y se
abonan previa presentación de la factura, que queda incorporada al expediente. Con ellos
resultaron favorecidas las empresas de FRANCISCO CORREA, en esa dinámica de compensar
favores a quienes del Ayuntamiento le favorecían con la contratación; en ellos intervinieron
PABLO CRESPO e ISABEL JORDÁN, y, entre ellos, están los siguientes:
- Suministro y Montaje de aire acondicionado en la OAC de Joaquín Turina, facturado
por SPECIAL EVENTS, por importe de 9.137,55 €, que supuso un beneficio para el grupo
CORREA de 4.135,20 €.
- Obras de acceso, cierres de seguridad y puertas OAC, facturado por TCM, por importe
de 20.725 €, que supuso un beneficio para el grupo CORREA de 8.359,38 €.
- Instalación mampara, instalación eléctrica y pintura en la OAC, facturado por
SPECIAL EVENTS, por importe de 17.802,28 € €, que supuso un beneficio para el grupo
CORREA de 7.250,80 €.
3.- Contrato para la modificación del Salón de Plenos
Para la realización de dichas obras ni siquiera se tramitó expediente alguno, sino que
fueron adjudicadas, directamente, a la empresa MONTENEGRO PRODUCCIONES
ESCENOGRÁFICAS, que las facturó al Ayuntamiento por el importe de 89.929,45 €, en una
sola factura, de 15/10/2003, elaborada a instancia de ISABEL JORDÁN.
Además de que dicha obra debió haber sido adjudicada mediante concurso, esos
89.929,45 € abonados por el Ayuntamiento se integraron en la “Cuenta Gabinete”, cuando el
precio real de la obra ascendió a
76.626,21 €, lo que supuso un sobreprecio de 13.303,24 €.
Apoderamiento directo de fondos de entidades públicas
A) PATRONATO MONTE DEL PILAR
Mediante facturas emitidas en diciembre de 2002 por SPECIALS EVENTS a este
Organismo Autónomo, que fueron abonadas con cargo a fondos públicos, se detrajeron 12.100

36
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

€. El importe de una de ellas sin IVA, 5.172,41 € [con IVA 6.000] fue entregado a JUAN JOSÉ
MORENO, en esa época Gerente del Patronato, y el de otras dos sin IVA, 5.258,62 € [con IVA
6.100] a JOSÉ LUIS PEÑAS.
Los apuntes relativos a estos pagos los registró JOSÉ LUIS IZQUIERDO en la Caja B,
contando con la autorización de PABLO CRESPO.
B) Facturas emitidas el 31 de diciembre de 2001
Con esta misma fecha, las entidades CRESVA SL, vinculada a PABLO CRESPO, PUNTO
CENTRO SL y Q+D PRODUCCIONES SL, con vinculaciones con el Ayuntamiento, emitieron
hasta 25 facturas, por importe total de 113.318 €, ninguna de las cuales respondía a servicios o
prestaciones reales, bien porque el Ayuntamiento satisfizo sobreprecios por servicios prestados
o bien porque abonó varias veces el mismo servicio, con cuyas cantidades se contribuyó a
incrementar la “Cuenta Gabinete”.
Seis fueron emitidas por CRESVA y un importe de 36.620 €; nueve por PUNTO CENTRO y un
importe de 36.258 €, y otras nueve por Q+D y un importe de 40.440 €.
C) Otros ingresos en la Cuenta Gabinete
La entidad SEPRINSA aportó al fondo “Gabinete Majadahonda la cantidad de
3.108,68 €, que se articuló mediante el pago de una factura emitida con fecha 18/12/2002 por
SPECIAL EVENTS, que, una vez incorporado a dicho fondo, se entregó a JUAN JOSÉ
MORENO.
Asimismo, con fecha 10/03/2003, se integró en este fondo los 89.248,50 € cobrados
por SPECIAL EVENTS con motivo de la adjudicación del contrato público de ideas de
PAMMASA.
DESTINO FONDOS CUENTA GABINETE
Con los fondos recaudados en esta cuenta se atendieron o financiaron los actos y
servicios siguientes:
1. Actos relacionados con publicidad sobre la actividad del Ayuntamiento carentes de
interés público.
Se trata de actos que se realizaron omitiendo cualquier procedimiento de contratación
pública, eludiendo, por tanto, la correspondiente valoración sobre la necesidad del gasto y la
justificación del servicio, que se deciden desde el “Gabinete de Alcaldía”, no con la finalidad de
satisfacer intereses generales, sino particulares de propia conveniencia, básicamente
orientados a dar publicidad al Alcalde y promocionar su actividad, en que, además, el precio se
incrementa por encima del de mercado, para, así, incluir el beneficio que corresponde a
FRANCISCO CORREA.
Como tales están los siguientes:
- Del montante total de sobreprecio de la “campaña infoeuro” (23.669,87 €) y del
“manual de identidad corporativa” (14.206,99 €), se destinaron 18.890,39 € para este tipo de
actos. Y también se pagó con este fondo los 12.688,55 € del coste de dicho manual.
- Entre abril y junio de 2003 se hizo frente a actos de propaganda de las actividades
del Ayuntamiento y su Alcalde por importe de 20.865,18 €.

37
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- También se abonaron campañas de publicidad realizadas por ASIAN DE LUXE


GROUP entre 2002 y 2004 con cargo al fondo “Gabinete”, que abonó hasta 143.394,24 €.
- Igualmente se abonaron, en el año 2004, informes referidos a la OAC, por la cantidad
total de 23.120,25 €.
- Y también se pagaron campañas de publicidad para el Ayuntamiento, en este caso, a
la cadena COPE, por importe de 27.886,96 €.
- Como se atendió con cargo a “Gabinete”, en 2003, los 76.626,21 € que supuso la
modificación del Salón de Plenos del Ayuntamiento.
2. Servicios directamente prestados al Partido Popular.
Con fondos de “Gabinete Majadahonda” se pagaron actos organizados por las
empresas de FRANCISCO CORREA para el P.P. de Majadahonda, o el Ayuntamiento de esta
localidad, que, entre los años 2001 y 2002, ascendieron a 3.698,54 €, y a 105.216,82 €, entre
abril de 2002 y octubre de 2003, vinculados a la campaña de las elecciones municipales del 25
de mayo de 2003, a las que GUILLERMO ORTEGA se presentaba como Alcalde de
Majadahonda por dicho partido, eludiendo, así, el control del Tribunal de Cuentas. También se
cargaron los 19.453,06 € que costaron los trabajos realizados en julio de 2003, y 5.260,06 € por
publicidad a ASIAN DE LUXE.
Por lo tanto, la cantidad total por tales servicios ascendió a 133.628,48 €.
3. Entregas a cargos públicos
Además de las cantidades que recibieron por otros conceptos, según anotaciones en
la Caja Pagos B, del pendrive de JOSÉ LUIS IZQUIERDO, CARMEN RODRÍGUEZ recibió en
efectivo 4.000 €, el 17/01/2004, y JOSÉ LUIS PEÑAS 9.000 € el 12/04/2004 y 18.000 € el
28/04/2004.
Y se cargaron en la “Cuenta Gabinete” 34.512,50 € por los servicios que prestó Javier
Agulló entre mayo y octubre de 2004, por asesoramiento al Ayuntamiento de Majadahonda.
CUENTA “EXTRACTO SERVICIOS WILLY”. INGRESOS
El funcionamiento de dicha cuenta, conocida en el entorno de FRANCISCO CORREA
como cuenta “Willy” se asemejaba al de la cuenta “Gabinete Majadahonda”, y la administraba
el propio FRANCISCO CORREA, de acuerdo con GUILLERMO ORTEGA, con la colaboración
de PABLO CRESPO desde que, en 2002, llegó a formar parte como director de las empresas
de aquel, y el control que, como contable, hacía de sus movimientos JOSÉ LUIS IZQUIERDO,
quien, además, se encargaba de enmascarar la identidad del auténtico receptor de las entregas
mediante la emisión de facturas inveraces, y utilizando empresas de aquel, como SPECIAL
EVENTS y TCM, que puso a disposición del Alcalde para que actuaran como meros
instrumentos canalizadores de fondos entre los adjudicatarios de los concursos, o el mismo
Ayuntamiento y GUILLERMO ORTEGA.
Dicha hoja apareció al analizar el pendrive de PABLO CRESPO, intervenido con
ocasión del registro efectuado en el piso de la Calle General Martínez Campos nº 32, entre
cuyas carpetas apareció la denominada TRAFINSA, y dentro de ella un archivo excel, “Extracto
Clientes Varios (especiales).xls”, que contiene diversas hojas, donde se detallan distintos
apuntes contables con servicios y pagos efectuados a diferentes cargos públicos, entre los

38
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuales están los hechos a GUILLERMO ORTEGA, que aparecen en su hoja, “Extracto servicios
Willy”.
Además, contaba con una carpeta, localizada en el registro efectuado en el polígono
Ventorro el Cano de Alcorcón, en la que, escrito a mano, pone “EXTRACTO CTA. WILLY”, en
cuyo interior había cantidad de documentos que guardan relación y/o son soporte de apuntes
contables del archivo informático, o en otras ocasiones lo complementas, todos ellos relativos a
servicios prestados a GUILLERMO ORTEGA en el periodo comprendido entre el 02/04/2001 y
el 19/01/2005.
En esa cuenta “Willy”, exclusivamente suya, GUILLERMO ORTEGA recibió fondos
para atender gastos personales propios, en consideración a su cargo de Alcalde y por el abuso
que de tal condición hacía, debido al acuerdo que tenía con FRANCISCO CORREA en relación
con las adjudicaciones de contratos que tenía pactadas con este, bien a favor de empresas
propias o por su intermediación con otras.
Entre las empresas que resultaron beneficiarias de adjudicaciones estaban LICUAS y
COARSA, sin que, como en el caso de la cuenta “Gabinete”, conste que en ellas hubiera habido
irregularidades, pero que, en contraprestación a dichas adjudicaciones y en consideración al
cargo de Alcalde de GUILLERMO ORTEGA, le compensaron mediante el abono de facturas
emitidas por SPECIAL EVENTS y TCM que no se correspondían con servicios reales, como
fueron la nº 139, de 14/12/2001 abonada por LICUAS por importe de 53.940,84 €; la 35/02, de
21/11/2002, por importe de 60.121,21 € que abonó COARSA, y la 36, de 01/02/2003, por importe
de 21.035,42 € que lo hizo LICUAS, cantidades que ingresaron en la cuenta “Willy”, que también
tuvo un ingreso de 120.000 €, por razón de la irregular adjudicación de la segunda prórroga de
la OAC.
Y, acudiendo el irregular procedimiento de “pagos a justificar”, mediante un ficticio
expediente para la confección de un vídeo titulado “creciendo el calidad de vida”, se apoderó,
en septiembre de 2001, de 28.571,51 € (4.753.900 pts.), que utilizó, fundamentalmente, para el
pago de unos relojes adquiridos en Joyerías Suárez, a través de SPECIAL EVENTS, por importe
de 27.117,60 €, mediante tres facturas, que fue abonada por esta mediante un cheque del Banco
de Santander, de fecha 29/09/2001, emitido por JOSÉ LUIS IZQUIERDO, siguiendo
instrucciones de FRANCISCO CORREA.
Para el cobro de los 28.571,51 € se expidió por el Ayuntamiento cheque de 20/09/2001,
a favor de GUILLERMO ORTEGA, abonado en su cuenta de Cajamar, contra la que, a
continuación, libró un cheque bancario, el 26/09/2001, por el mismo importe, a favor de SPECIAL
EVENTSS, y ese mismo día JOSÉ LUIS IZQUIERDO emitió en nombre de esta y a favor de
Joyería Suárez cheque por importe de 27.117,50 €, y el sobrante de lo indebidamente percibido
se aplicó a otros gastos propios de GUILLERMO ORTEGA, abonados con cargo a su cuenta
personal.
Para encubrir la salida de los 28.571,51 € del Ayuntamiento, GUILLERMO ORTEGA,
con abuso de su condición de Alcalde, simuló contratar el vídeo “creciendo en calidad de vida”,
conocedor de que ya había sido contratado y realizado con anterioridad por otra empresa, y,
además de la falsedad que encerraba simular la contratación de ese inexistente vídeo, dicha

39
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contratación se articuló vulnerando por completo los principios y normas por las que debería
haberse regido, pues se abonaron como “pago a justificar”, mediante un “vale de gasto” de la
Alcaldía, firmado por el propio GUILLERMO ORTEGA, cuando, en realidad, se trataría de una
adjudicación directa de un contrato, siendo, por otra parte, la actuación de este contraria al
principio de segregación de funciones, por cuanto que es el perceptor de los fondos, quien
autoriza y aprueba el gasto, y quien efectúa la recepción del servicio.
DESTINO DE LOS FONDOS DE LA CUENTA “WILLY”
Los beneficios que GUILLERMO ORTEGA obtenía de su actividad ilícita se encubrían
con facturas inveraces, proporcionadas desde las empresas de FRANCISCO CORREA,
consiguiendo con ello, además, ocultar a la Hacienda Pública sus ganancias, y los servicios que
empresas ajenas al grupo CORREA le prestaban, que se facturaban a nombre de SPECIAL
EVENTS y TCM, se abonaban con cargo a los fondos que tenía en su cuenta “Willy”.
Los gastos que se le atendieron, distribuidos por años, al menos, fueron los siguientes:
- Año 2001: 44.522,58 €
- Año 2002: 28.979,99 € - Año 2003: 107.487,10 €
- Año 2004: 68.019,63 €
- Año 2005: 2.540,47 €
De dicha cuenta se atendieron viajes realizados por Gema Matamoros, esposa de
GUILLERMO ORTEGA, entre 2001 y 2004, por importe de 34.167,93 €, así como se satisficieron
pagos a la empresa YUCA ALLEN PERKINGS SL, por importe de 1.885,46 € de los que, por
ser en beneficio de la unidad familiar, a cargo de aquella corresponderían 942,73 €, y trabajos
realizados por la entidad MAYFAIR en el domicilio familiar por importe de 18.792 €, en los que
aquella resultó beneficiada, por tanto, en 9.396 €, en total, pues 44.506,66 €.
LIQUIDACIÓN “GABINETE MAJADAHONDA” Y “EXTRACTO SERVICIOS WILLY”
El cese como Alcalde de GUILLERMO ORTEGA, en febrero de 2005, trajo consigo la
imposibilidad de seguir manipulando las adjudicaciones municipales, por lo que se procedió a la
liquidación de estas dos cuentas, calculándose un saldo a favor de FRANCISCO CORREA, que
recuperó mediante la entrega en efectivo de 90.000 €; 30.000 se los hizo llegar a través de
ANTONIO VILLAVERDE, y los otros 60.000, mediante dos entregas, a través de PABLO
CRESPO, cantidades que ingresaron en la “Caja B” de aquel, anotándolo JOSÉ LUIS
IZQUIERDO.
Asimismo, en esa liquidación se computó la entrega, el 08/06/2005, del Mini Cooper
4978 CBW
3. ACTIVIDAD AL MARGEN DE LAS CUENTAS “GABINETE” Y “WILLY”
Los funcionarios que formaban parte del llamado “Gabinete de Alcaldía”, por la
participación que tuvieron en las irregulares adjudicaciones, con que se generaron los recursos
para el fondo “Gabinete”, percibieron, alguno de ellos, otros regalos, como también, alguno,
prevaliéndose de sus competencias pudo apoderarse, directamente, de recursos del
Consistorio, mediante el mecanismo de “anticipos de caja fija”.

40
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, GUILLERMO ORTEGA, junto con FRANCISCO CORREA, percibieron una


comisión por haber favorecido a la UTE SUFI SA-FCC SA en la adjudicación del contrato de
limpieza urbana de Majadahonda.
3.1 Cobros de cargos públicos hechos por FRANCISCO CORREA.
A) A JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO
Aunque las acusaciones consideran que viajes realizados por JOSÉ LUIS PEÑAS, por importe
de hasta 7.863,06 €, y por JUAN JOSÉ MORENO, por importe de hasta 10.462,32 €, fueron
regalos en especie que les hizo FRANCISCO CORREA por razón de los cargos que ocupaba,
no hay que descartar que no lo fueran por tal razón; nos referimos al realizado a Isla Mauricio
por JOSE LUIS PEÑAS, que lo fuera como regalo de boda, por razón de su matrimonio, que
entraría dentro de lo socialmente tolerable; y en cuanto a los demás, tanto el resto de los de
este, como los realizados por JUAN JOSÉ MORENO tampoco descartamos, como probable,
que, en lugar de ser regalos de FRANCISCO CORREA, los abonaran ellos mismos.
B) A GUILLERMO ORTEGA
Recibió este de FRANCISCO ORTEGA, en metálico, procedente de su “Caja B”, el
23/06/2004, 20.000 €, y el 06/10/2004, 50.000 €.
Y, en especie, diferentes regalos, como prendas de vestir, abonos de fútbol, etc. por
importe total de 9.732 €, entre ellos un bolso su mujer para Gema Matamoros, valorado en 560
€.
3.2 Anticipos de Caja Fija
Este procedimiento especial de pago, de carácter extrapresupuestario, tiene por
finalidad agilizar pagos para la atención inmediata de gastos periódicos y repetitivos; ahora bien,
como procedimiento excepcional que es, los fondos deben utilizarse, exclusivamente, en los
casos previstos en la norma, si bien está sujeto a un control menos rígido que otros
procedimientos, en cuanto que no exige justificar previamente la necesidad de la contratación,
ni el certificado de la existencia de crédito ni la intervención previa del pago, permitiendo
disponer de los caudales con anterioridad a la prestación del servicio y después justificar las
cantidades percibidas.
Aprovechando la mayor facilidad que proporcionaba este instrumento para el manejo
de fondos por el menor control, y con abuso de las funciones que les conferían los cargos que
ocupaba, se articuló la fórmula para que CARMEN RODRÍGUEZ y JOSÉ LUIS PEÑAS, entre
mayo de 2002 y marzo de 2004, se fueran apoderando de manera indebida, con regularidad y
periodicidad, de distintas cantidades de distintas “cajas fijas”, que ni justificaron en su momento
ni han justificado después.
La fórmula utilizada para ello consistió en valerse de empresas de FRANCISCO
CORREA para emitir y cobrar facturas ficticias, por cuanto que se referían a servicios que no
prestaron al Ayuntamiento, pero que se cargaron en alguna caja fija, como fueron la de Gabinete
de Alcaldía, la de Planeamiento Urbanístico e Infraestructura y la de Hacienda, controladas por
GUILLERMO ORTEGA, CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO,
además haber sido beneficiarios CARMEN y JOSÉ LUIS.

41
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto, facturas emitidas por SPECIAL EVENTS, con cargo a caja fija “Gabinete
de Alcaldía, CARMEN RODRÍGUEZ recibió fondos, en el año 2002, por un total de 10.077,79 €
sin IVA (11.690,24 € con IVA); y en el año 2003 con cargo a la misma caja fija y también de a la
de Planeamiento Urbanístico, y facturas de SPECIAL EVENTS, un total de 13.352,52 € sin IVA
(15.488,76 € con IVA).
Por su parte, JOSÉ JUIS PEÑAS, con cargo a la caja fija de Infraestructuras y a la de
Planeamiento Urbanístico, en el año 2003, recibió un total de 2.275,87 € sin IVA (2.640 € con
IVA); y en el año 2004, con cargo a la de Hacienda, la cantidad de 2.362,06 € sin IVA (2.740 €
con IVA).
3.3 Expediente 59/01 de Limpieza Urbana, Recogida y Transporte de Residuos Sólidos
Urbanos.
Entre mayo de 2001 y mayo de 2003, FRANCISCO CORREA, de acuerdo con
GUILLERMO ORTEGA y aprovechando la condición de Alcalde de este y su capacidad de
manipulación en materia de contratación en el Ayuntamiento, convinieron la adjudicación y
modificaciones en este contrato, a favor de la UTE formada por las empresas FCC SA y SUFI
SA, a cambio de una comisión que abonó el presidente de esta, Rafael Naranjo. Por esta
intermediación FRANCISCO CORREA recibió 360.793 € y GUILLERMO ORTEGA 150.630 €.
A consecuencia de este acuerdo, la referida UTE resultó adjudicataria de la gestión
indirecta mediante “la concesión administrativa para la realización de los servicios generales de
limpieza urbana, recogida y transporte de residuos sólidos urbanos, así como otros servicios
afines del municipio de Majadahonda”, contrato que se suscribió el 05/12/2001, con un canon
anual de 2.553.776,79 € (IVA incluido) y un plazo de duración de 10 años, prorrogables hasta
un máximo de 12.
Posteriores modificaciones, formalizadas en sendos documentos administrativos de
06/02/2003, incrementaron el canon anual en un importe total de 2.128.874,53 €, lo que supuso
un aumento del 80,7% respecto del precio de licitación.
A) Irregularidades en la adjudicación del contrato.
El expediente se inicia por Moción del Concejal de Medio Ambiente, Jardines y
Limpieza, de fecha 25/01/2001, y el Pliego de Condiciones Técnicas es de 05/04/2001.
Formalmente, se tramitó un procedimiento abierto para la adjudicación; sin embargo,
ello no fue sino para darle cobertura, mediante una apariencia de legalidad, pues la realidad es
que el Pliego de Cláusulas Administrativas contenía, en un 70%, unos criterios de valoración de
ofertas tan notablemente subjetivos por su indeterminación e idóneos para una arbitrariedad,
que permitía que esa adjudicación se hiciera a conveniencia, lo que, puesto en relación con que
el órgano de contratación, que debería haber sido el Pleno de la Corporación, hizo GUILLERMO
ORTEGA que se derivara a la Comisión de Gobierno, que podía controlar con facilidad, al
pertenecer los concejales a su Partido, que consiguió de esta manera la adjudicación para la
empresa previamente concertada. Y en cuanto a los criterios objetivos, limitado el 30% restante,
en su valoración se siguió el de las denominadas “bajas medias”, pese a ser un criterio
censurado por la Comisión Europea, así como por determinadas Juntas Consultivas de
Contratación Administrativa, como la de la Comunidad de Madrid.

42
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, hubo irregularidades a la hora de hacer la puntuación a la oferta presentada


por la UTE, otorgándola más puntos de los que le debieran haber correspondido, lo que fue
determinante para su adjudicación, que se hizo mediante acuerdo unánime de la Comisión de
Gobierno, presidida por GUILLERMO ORTEGA, de fecha 06/11/2001, y por el precio pactado
de 2.553.776,69 €, firmándose el contrato el 05/12/2001.
De esta manera lo que se presentó formalmente como un contrato, en realidad, supuso
una adjudicación directa.
B) Irregularidades en las modificaciones.
Las dos modificaciones que tuvo el contrato se aprobaron, también, por la misma
Comisión de Gobierno.
La primera, que supuso un aumento del canon anual de 942.910,17 €, pese a que no
se justificaron debidamente las razones de interés público, debidas a necesidades nuevas o
causas imprevistas, fue aprobada en sesión extraordinaria de 23/12/2002, presidida por
GUILLERMO ORTEGA, y consistía en una ampliación del servicio en domingos y festivos,
valorado en 101.305,11 € anuales, cuando tal servicio ya estaba incluido en las mejoras
inicialmente ofrecidas por la UTE.
La segunda, relativa a la ampliación del ámbito territorial, que se inicia por moción del
Concejal de Medio Ambiente, Jardines y Limpieza, de 19/11/2002, en que la Intervención se
queja, como había hecho en la anterior, por la premura con que se solicita su informe, y en que
vuelve a hablar del importante incremento en la presión y que el órgano competente es el Pleno,
sin embargo fue aprobada con esa misma fecha, por unanimidad, por la Comisión de Gobierno,
por un importe de 1.185.964,36 €.
Las dos modificaciones se formalizaron en sendos documentos de 06/02/2003, y
conllevaron un incremento sobre el precio de 2.128.874,43 €, esto es, un 80,70 € sobre el precio
inicial, lo que debería haber hecho que se acudiera a una distinta licitación.
4. ENTRAMADO FINANCIERO y SOCIETARIO
Además de las cantidades recibidas por GUILLERMO ORTEGA, que le hemos
imputado hasta el momento, también en consideración al cargo de Alcalde que ocupó, y por su
intervención en el favorecimiento de contrataciones públicas, le fueron ingresadas otras
importantes sumas de dinero en cuentas abiertas en entidades bancarias suizas, cuya entrada
en las mismas y su circulación entre ellas, se gestionó a través de un complejo entramado
societario, cuya finalidad fue la de darlas opacidad , mediante la ocultación de su titularidad real
a la Hacienda Pública.
El montante total al que ascendieron las cantidades colocadas en la banca Suiza
ascendió, entre 2001 y 2004, a 1.622.501,63 €; de los que 1.562.400,41 € fueron entre 2002 y
2004, depositados en cuentas abiertas en el banco CIAL (actual CIC) de Ginebra, en su mayor
parte a nombre de distintas sociedades ubicadas en el paraíso de la Isla de Nevis, como
SOARING HIGH y TRANQUIL SEA, de las que fue beneficiario y/o titular real GUILLERMO
ORTEA, en algo menor medida en una a su propio nombre, la cuenta GIMENA, quien las utilizó
para ocultar en ellas su patrimonio, eludiendo de esta manera sus correspondientes obligaciones
es, si bien solo las cantidades no declaradas a la Hacienda Pública de 2002, 2003 y 2004 fueron

43
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

determinantes para superar, en los periodos impositivos correspondientes, la cuota defraudada


de 120.000 €.
Fue LUIS DE MIGUEL, quien, debido a sus conocimientos y experiencia en
planificación , tejió ese entramado financiero, mediante una estructura que solía partir de la
sociedad matriz ubicada en Nevis, con cuentas bancarias en Suiza, que relacionaba con alguna
sociedad española, en que el titular real también permanecía oculto a través de una sociedad
que se coloca en el extranjero, como el Reino Unido o Panamá, con la finalidad de dificultar su
identificación, y quien se encargaba de la apertura y gestión de las cuentas bancarias suizas
era ANTONIO VILLAVERDE, siendo ambos conocedores del origen ilícito de los fondos, que
siempre eran de GUILLERMO ORTEGA, quien los depositaba en ellas, para, después,
repatriarlos a España bajo la aparente cobertura que ofrecía el entramado, donde los disfrutaría.
Entre las sociedades españolas que LUIS DE MIGUEL pone a disposición de GUILLERMO
ORTEGA, entre 2002 y 2005, para, a través de ellas, aflorar, bajo una apariencia legal, el
patrimonio de este y poder disponer de él en España, estaban SUNDRY ADVICES, ALCANCIA
CORPORATE 02 y CREATIVE TEAM.
Y las cuentas abiertas en la sucursal del banco CIAL de Suiza, de las que fue
beneficiario GUILLERMO ORTEGA, son la 461388, entre el 14/12/2001 y 28/01/2003, que figura
como titular SOARING, que transfiere su saldo a la GIMENA; la 461387, entre las mismas
fechas, que figura como titular TRANQUIL SEA, que, también, transfiere el saldo a la GIMENA,
la 404636; esta cuenta, operativa entre 27/01/2003 y 30/03/2003, en la que figura como titular
GUILLERMO ORTEGA, transfiere su saldo, de 781.534,58 €, a la que también es cuenta suya,
la 461617, abierta entre 11/02 y 15/04/2005, y que figura como titular la sociedad panameña
NEW STENTON, cuyos activos, por valor de 783.662,80 € fueron transferidos a LUIS DE
MIGUEL y su esposa en pago de unos inmuebles que estos aportaron a ALCANCIA.
El sistema empleado por ANTONIO VILLAVERDE para desvincular de su origen ilícito
las cantidades que iba recibiendo de GUILLERMO ORTEGA y colocarlas en las cuentas
bancarias suizas era el conocido como “compensación”, identificado como una de las tipologías
propias y características de blanqueo de capitales, según el Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI). E, igualmente, gestionó los fondos de este en Suiza, hasta su repatriación
a España, invirtiéndolos en productos financieros, cuyos rendimientos tampoco fueron
declarados a la Hacienda Pública.
Así, en la cuenta de SOARING HIGH, hubo ingresos por cobros de procedencia ilícita
en el año 2002, en su mayor parte por este sistema, en cantidad de 297.172,61 €, y sus
rendimientos por inversiones, en la cantidad de 5.050,48 €.
En la de TRANQUIL SEA, en el año 2002, los ingresos, también en su mayor parte por
el mismo sistema, fueron 394.445,99 €, y sus rendimientos de inversiones, en cantidad de
3.237,56 €; y, en el año 2003, 300.630,00 € (de los que 150.630 € se correspondían con la
comisión de Rafael Naranjo por la adjudicación a SUFI), y sus rendimientos por 699,77 €.
Y en la GIMENA, en el año 2003, ingresó 370.151,81 €, y, en el 2004, 200.000 €
Por la gestión de las cuentas de SOARING HIGH,

44
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TRANQUIL SEA, así como de GIMENA, llevada por parte de ANTONIO VILLAVERDE se pactó
un pago anual del 0,5% de su cartera, que supuso un total de 15.753,12 €.
Excepción hecha de los 150.630 € por la comisión a SUFI, el resto de las cantidades
fue repatriada a España a través de la estructura societaria creada por LUIS DE MIGUEL, con
la finalidad de dotar de opacidad a su titular, mediante la fraudulenta fórmula de unas
ampliaciones de capital, carentes de causa real, bien de SUNDRY, bien de ALCANCIA.
Entramado societario
Es a partir del año 2001 cuando LUIS DE MIGUEL pone a disposición de GUILLERMO
ORTEGA la estructura societaria formada por las sociedades SUNDRY ADVICES, ALCANCIA
y CREATIVE TEAM, con la que introduce en nuestro país la fortuna que este había venido
acumulando, a fin de desvincularla de su origen ilícito y poder disfrutarla, por cuya creación y
gestión recibió de aquel 62.860,19 € entre 2003 y 2006.
SUNDRY ADVICES SL, fue constituida el 04/01/2002, perteneciendo desde entonces,
en realidad, a GUILLERMO ORTEGA, aunque jamás poseyera, formalmente, ninguna
participación, y figurando como su administrador LUIS DE MIGUEL, quien, para ocultar esa
verdadera titularidad, colocó a la sociedad de Nevis TRANQUIL SEA, de la que no consta que
tuviera actividad alguna ni trabajadores.
En abril de 2002, sin embargo, se suscribieron dos ampliaciones de capital de
SUNDRY, que se hicieron con recursos de GUILLERMO ORTEGA, por parte de TRANQUIL
SEA, que llegó a ser titular de 123.160 participaciones, las cuales fueron vendidas el 22/01/2003,
al hermano de GUILLERMO ORTEGA, JACOBO ORTEGA, sin que conste que fuera conocedor
de la actividad ilícita y finalidad que con ello pretendía GUILLERMO, quien las adquirió,
formalmente, en la confianza que tenía con él, por razón de conveniencia y en la idea de utilizarla
para montar un negocio propio, hasta que las transmitió el 11/06/2003, a la británica
VISTACOURT POPERTIES, a su vez, filial de la sociedad de Nevis WILLOW INVESTMENTS,
y cuyas gestiones, tanto en lo relativo a la adquisición como en cuanto a la transmisión se las
encargó GUILLERMO ORTEGA a LUIS DE MIGUEL.
Mediante estas operaciones, LUIS DE MIGUEL creó y gestionó la estructura societaria
de doble pantalla, que seguía el esquema Nevis=>Reino Unido=>España, para GUILLERMO
ORTEGA, con la misma finalidad de opacidad , para lo que utilizó a su hermano JACOBO, sin
saber este sus propósitos.
A raíz de junta general de 13/12/2005, en que fuera acordada la reducción de capital
de SUNDRY, LUIS DE MIGUEL se encargó de articular los mecanismos para que los fondos
que GUILLERMO ORTEGA tenía en esta se canalizasen hasta la sociedad ALCANCIA,
utilizando, formalmente, la falsa fórmula de ampliaciones de ampliaciones de capital, y
haciéndolo mediante el referido mecanismo de doble pantalla, con la finalidad de ocultar la
procedencia de esos fondos.
SUNDRY no desarrolló actividad mercantil alguna y fue utilizada para encubrir el real
patrimonio de GUILLERMO ORTEGA, quien se valió de ella para la realización de inversiones
inmobiliarias, que le reportaron sus correspondientes ganancias, así como para la adquisición
de dos vehículos, que se detallará al analizar la prueba que complementa este apartado. En

45
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cualquier caso, GUILLERMO ORTEGA adquirió a través de SUNDRY, siempre representada


por LUIS DE MIGUEL:
- Oficina en la calle Gran Vía 31 de Majadahonda, adquirida el 22/11/2002, por importe
de 174.293,51 €, de la que obtuvo unos rendimientos netos, en el año 2003, de 6.296,25 € y, en
el año 2004, de 95,25 €, y que vendió el 29/11/2004 por 176.096,54 €, generando una pérdida
de 937,78 €.
- Dúplex con plaza de garaje en el nº 22 de la Avenida de la Oliva de Majadahonda,
adquiridos el 21/05/2003, por importe de 346.000 €, que transmitiría el 13/10/2004 a CARMEN
RODRÍGUEZ por 385.000 €, que le generó una ganancia patrimonial de 32.080,00 €.
- Dúplex en Sotogrande (San Roque, Cádiz), adquirido el 05/12/2003, por 327.652 €,
del que obtuvo un rendimiento de 133,30 € en 2003, de 1.172,45 € en 2004 y de 334,20 € en
2005, y fue vendido el 13/04/2005, generando una ganancia patrimonial de 43.859,86 €.
- Apartamento en la calle Antracita de Madrid, en 2003, por 28.900 €, que vendió en
2005 por 67.000 €, con lo que la ganancia patrimonial fue de 38.100 €.
Además, por la inversión que realizó en la entidad “La Herrería de los Chorros”,
administrada por LUIS DE MIGUEL, en 2004 tuvo unos ingresos de 23.882 € y una retención de
3.582 €, y en 2005 de 16.860,14 y 2.529,02, respectivamente.
Asimismo, a través de SUNDRY, GUILLERMO ORTEGA invirtió en la promoción
inmobiliaria Monte del Pilar de Majadahonda, desarrollada por la sociedad Proyecto TWAIN
JONES, administrada por JACOBO GORDON LEVENFELD 150.000 €.
Y adquirió dos vehículos, el 07/11/2003 un Jaguar S-Tipe, matrícula 9161 BXC por
45.500 €, y un Range Rover, matrícula CHB, por importe de 66.000 €.
ALCANCIA CORPORATE 02, a la que, en mayo de 2005, llega el remanente de fondos
que quedan en SUNDRY, a través del siguiente circuito:
SUNDRY=>VISTACOURT PROPERTIES=>VISTACOURT
ESPAÑA=>ALCANCIA
Asimismo, recibió fondos transferidos de la cuenta de NEW STENTON CORP.
Es la sociedad sucesora de SUNDRY, y, como esta, para dar opacidad al patrimonio
de GUILLERMO ORTEGA, también centrada, fundamentalmente, en operaciones inmobiliarias,
que, igualmente, detallaremos en el apartado dedicado a analizar la prueba que complementa
este bloque, si bien no de manera exclusiva, porque, a su través, adquirió GUILLERMO
ORTEGA la embarcación deportiva Francesca I, por valor de 123.123 €.
El 31/03/2005, JACOBO ORTEGA, ajeno y desconocedor de los ilícitos propósitos de
su hermano GUILLERMO, adquirió 3010 participaciones de esta sociedad, y ese mismo día se
escrituró una simulada ampliación de capital de 1.200.002,72 €, todo ello preparado por LUIS
DE MIGUEL, cuya finalidad fue incorporar al patrimonio de GUILLERMO ORTEGA, por medio
de esta sociedad, unos inmuebles (una vivienda en la calle de Alcalá n º 90 3ºD y plaza de
garaje, y otra vivienda en la calle Juan Ramón Jiménez), que había adquirido LUIS DE MIGUEL
con fondos que GUILLERMO tenía depositados en Suiza, en la cuenta abierta a nombre de la
sociedad NEW STENTON CORP, inmuebles que posteriormente le fueron restituidos,
acudiendo a una reducción de capital.

46
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El 24/11/2005 formalmente se hace constar la compra de un chalet en la calle Pinzón


de Majadahonda a la sociedad TUSCAN INVERSIONES, de LUIS DE MIGUEL, si bien fue una
permuta en la que el chalet era contrapartida del inmueble de la calle Juan Ramón Jiménez.
También adquirió el 01/06/2005 una vivienda en la calle Rivera de la Vea de la Línea
de la Concepción por un precio de 300.000 €, y el 23/09/2005 otro piso en la calle Alcalá nº 90
4ºH por 360.660 €
Los rendimientos generados en 2005 por los anteriores inmuebles ascendieron a
3.131,44 €.
Además, el 27/02/2006 adquirió una vivienda en la calle San Felipe nº 5 de Madrid por
246.415 €, que vendió el 13/11/2007 a la sociedad TUSCAN INVERSIONES de LUIS DE
MIGUEL.
CREATIVE TEAM SL
Se constituye en abril de 2002, con un capital de 3.025 €, en 3.025 participaciones, 25
de LUIS DE MIGUEL y las otras 3.000 de la sociedad de este, TUSCAN INVERSIONES; es una
sociedad “facturera”, que se pone a disposición de GUILLERMO ORTEGA, con igual finalidad
que las anteriores de dotar de opacidad al patrimonio de este, canalizando fondos procedentes
de beneficios obtenidos de irregulares adjudicaciones públicas.
5. DEFRAUDACIÓN A LA HACIENDA PÚBLICA
La lucrativa actividad delictiva desplegada por GUILLERMO ORTEGA, vinculada a su
condición de Alcalde, fue ocultada a la Hacienda Pública, eludiendo, con ello, sus obligaciones
es, para lo cual se valió del entramado societario que hemos visto, puesto a su disposición por
LUIS DE MIGUEL y utilizando cuentas corrientes abiertas en entidades bancarias suizas, de
cuya apertura y gestión se encargó ANTONIO VILLAVERDE. Generó, así, unas ganancias
patrimoniales que, aunque trató de encubrir a través de las distintas sociedades que
conformaron ese entramado societario, sin embargo eran propias de él, y que no justificó, las
cuales, una vez descubiertas y hecho aflorar ese patrimonio, supusieron unos incrementos en
él, que se han de integrar en la base liquidable general del periodo en que son descubiertas,
con la consecuencia de su repercusión de cara a la fijación de la cuota defraudada en el
correspondiente periodo impositivo.
Las CUOTAS DEJADAS DEFRAUDADAS fueron las siguientes:
- IRPF correspondiente al año 2002: 337.012,38 €.
- IRPF correspondiente al año 2003: 380.220,74 €.
- IRPF correspondiente al año 2004: 193.888,75 €
- IRPF correspondiente al año 2005: 139.222,75 €.

IV.- CASTILLA Y LEÓN


I. Actividad común de LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO
Además de la relación ya descrita de FRANCISCO CORREA con LUIS BÁRCENAS
GUTIÉRREZ, a la sazón Senador por el Partido Popular entre el 14/03/2004 y el 19/04/2010,
Gerente entre 1990 y junio de 2008 y Tesorero de dicho partido entre esta fecha y hasta julio de
2009, entabló igualmente relación a principios del presente siglo, con JESÚS MERINO

47
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DELGADO, abogado, también miembro del Partido Popular y de su Comité ejecutivo nacional,
quien ocupó el cargo de Diputado entre el 05/04/2000 y el 15/01/2008 y entre el 01/04/2008 y el
19/04/2010; el de Consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León entre 1991 y 1999 y
Vicepresidente de la misma entre 1995 y 1999, años en los que fue también Procurador de las
Cortes de dicha Comunidad Autónoma hasta el 27/03/2000.
Los tres citados acusados, junto con PABLO CRESPO, puestos de acuerdo,
aprovechando la influencia que LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO tenían por razón de los
cargos que ocupaban dentro de su formación política, y con la finalidad de procurarse un ilícito
enriquecimiento, urdieron una estrategia para obtener adjudicaciones de obra pública a favor de
empresas de confianza de FRANCISCO CORREA y que este pudiera controlar, a cambio de
gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que este distribuía en efectivo y, en el caso de
LUIS BÁRCENAS, también en forma de viajes y servicios que encubría con facturas ficticias.
Una parte de las cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por favorecer esas
irregulares adjudicaciones públicas, a fin de ocultar su propiedad LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y también el acusado JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, mayor de edad, decidieron que se
canalizaran a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL, que les proporcionó LUIS DE MIGUEL
y gestionaba PABLO CRESPO.
Los cobros percibidos en contraprestación a su intermediación en la adjudicación de
contratos públicos, que realizaron valiéndose de sus influencias sobre cargos públicos de su
misma formación política, ascendieron, en el caso de LUIS BÁRCENAS, a 1.176.561,07 €, en
el de JESÚS MERINO, a 331.737 € y, en el de FRANCISCO CORREA, a 1.222.420,79 €.
Dichos cobros los podemos agrupar de la siguiente manera:
1. Cobros por adjudicaciones identificadas
Como adjudicaciones irregulares, conseguidas gracias a la intermediación de los
acusados, en contraprestación de lo cual cobraron la correspondiente comisión, queda probado
que fueron las siguientes:
A) Expediente 1.2-BU-10, adjudicado con fecha 09/05/2002 por la Consejería de
Fomento de Castilla y León a la mercantil TECNOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN SA
(TECONSA), por un importe de 6.804.284 € (5.865.762,07 € sin IVA) relativo a la obra “Variante
conjunta de Villanueva de Mena, Villasana y Entrambasaguas. C-6318, de Bilbao a Reinosa,
puntos Kilométricos del 41,450 al 46,100. Provincia de Burgos”
Por la adjudicación irregular de dicho contrato se cobró una comisión de 175.973 €,
que se repartieron el 14/06/2002, entre otros, FRANCISCO CORREA 49.763 €, y JESÚS
MERINO y LUIS BÁRCENAS 24.040 € cada uno
B) Expediente relativo a la Variante de Olleros de Alba. C-626 de Cervera de Pisuerga
a la Magdalena por Guardo; pk 4,100 al 8,600. Tramo: Olleros de Alba, que fue adjudicado a
TECONSA, en virtud de Orden de 29/11/2002 de la Consejería de Fomento de Castilla y León.
También fue objeto de adjudicación irregular y, en contraprestación por la intervención que
tuvieron para que fuera a favor de TECONSA, recibieron una comisión en enero de 2003, que,
en el caso de LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO ascendió a 18.600 € para cada uno, y en el
de FRANCISCO CORREA a 31.150 €.

48
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

C) “Proyecto global de construcción del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos,


Depósito de Rechazos y Accesos para la Gestión de los Residuos Urbanos de los municipios
de la provincia de Salamanca”, situado en Gomecello, que fue adjudicado a la UTE formada por
SUFI SA y TECNOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN SA (TECONSA) el 11/04/2003, por la
Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León, por un importe de 19.457.965,80 €.
Por la mediación para que se adjudicara dicho proyecto a la mencionada UTE, cobraron
una comisión de 600.000 €, de la que, en el reparto que se hizo entre quienes influyeron para
que así se adjudicara, correspondió a FRANCISCO CORREA 120.500 € y a LUIS BÁRCENAS
y JESÚS MERINO 120.000 € a cada uno.
2. Cobros de empresas y personas identificadas
Además de las cantidades anteriores, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y
FRANCISCO CORREA recibieron otras más, en compensación por la intermediación que,
prevaliéndose de los cargos que los primeros ostentaban, tuvieron en la adjudicación a
empresas que resultaron beneficiarias de distintos contratos públicos.
Como también, en unión, además, de JESÚS SEPÚLVEDA (Senador por el Partido
Popular entre el 29/06/1993 y el 12/06/2003 y Alcalde de Pozuelo de Alarcón desde el
14/06/2003 hasta el 11/03/2009), aprovechándose de las ventajas que podían obtener como
consecuencia de los puestos oficiales que ocupaban y su ascendencia sobre cargos públicos
del P.P. desde los que poder conseguir adjudicaciones, percibieron gratificaciones del grupo
ROS ROCA, que no sido posible concretar, si bien, en este caso, encubriendo su actuación
desde la sociedad SPINAKER 2000 SL, a través de la cual se recibieron esos cobros.
2.1 Cobros de empresas beneficiarias de adjudicaciones
Entre 2002 y 2003 percibieron los siguientes cobros
* El 08/01/2002, FRANCISCO CORREA recibió de Enrique Carrasco Ruiz de la Fuente,
administrador de distintas UTEs, la cantidad de 17.500.000 pts. (105.177,12 €), de los que, por
su mediación, él se quedó con 6.500.000 pts. (39.065,79 €) y repartió, entre otros, con LUIS
BÁRCENAS 4.500.000 pts. (27.046 €) y con JESÚS SEPÚLVEDA 2.000.000 pts. (12.020,24 €).
* De Plácido Vázquez Diéguez, que en 2002 trabajaba para SUFI SA, que recordemos
que presidía Rafael Naranjo, hubo diferentes cobros:
- Uno de ellos el 05/02/2002, fueron 10.000.000 pts. (60.101,21 €), que se repartieron,
a razón de 2.000.000 pts. (12.020 €) cada uno, entre FRANCISCO CORREA, LUIS BÁRCENAS,
JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA.
- Otro fue el 14/06/2002, de 330.000 €, que se reparten entre FRANCISCO CORREA,
210.000 €, y LUIS BÁRCENAS, 120.000 €.
* Procedente de ALFONSO CARCÍA POZUELO, presidente del Consejo de
Administración de la sociedad CONSTRUCTORA HISPÁNICA, son dos los cobros:
- El 19/02/2002 entregó 925.560,74 €, de, entre ellos, 471.245 € fueron para
FRANCISCO CORREA, 270.000 para LUIS BÁRCENAS y 90.150 para JESÚS MERINO
- El 23/12/2003 hizo otra entrega, en esta ocasión de 600.000 €, de los que LUIS
BÁRCENAS recibió 330.000 € y FRANCISCO CORREA 270.000 €.
2.2 Cobros percibidos a través de SPINAKER 2000 SL.

49
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

SPINAKER 2000 SL no es sino una estructura fiduciaria, creada “ad hoc” por LUIS DE
MIGUEL, quien, en un principio, figuró como su administrador único, puesta al servicio de
FRANCISCO CORREA, cuya constitución, así como ampliación de capital se realizó con fondos
de procedencia ilícita aportados por este (17.000.000 pts. para su constitución, y 7.000.000 pts.
para la ampliación de capital), el cual, formalmente, figuraba como único socio, así como al
servicio de otros socios más, de hecho, cuya constitución conocían, entre ellos, LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO, JESÚS SEPÚLVEDA y otras personas a quienes no se acusa,
que formaron parte real de su accionariado y participaban en sus beneficios.
Valiéndose de ella, cada uno de sus socios, a través de su participación en la sociedad
RIALGREEN SL, cobró 13.927 €, LUIS DE MIGUEL 12.768 € y PABLO CRESPO, por
gestionarla, 12.854,09 €, que encubrió como servicios prestados a su sociedad CRESVA.
SPINAKER es una estructura opaca, en realidad un holding de empresas, que aglutina
varias más, bajo el control de FRANCISCO CORREA, en cada una de las cuales se colocan
esos otros distintos socios para canalizar y controlar lo que, en cada caso, convenga y ponerlo
al servicio del proyecto común para el que se crea el holding, que no es otro que conseguir
beneficios ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además, se trata de darles una apariencia
lícita a través de alguna de las sociedades, como se hizo con RIALGREEN. Es, en definitiva,
SPINAKER un vehículo mediante el que se ha canalizado una inversión con fondos delictivos,
ocultados a través de facturas falsas, con la que se obtienen unos beneficios que también se
reparten entre sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de facturas.
Su estructura societaria respondía al esquema idóneo para conseguir la opacidad que
se buscaba con ella, de doble pantalla (Nevis=>Reino Unido=>España), dificultando con ello la
identificación de su titular formal, constituyéndola LUIS DE MIGUEL en su propio nombre el
28/12/2000 y en el de la británica STILL MEDIA (con su capital en acciones al portador),
quedando LUIS DE MIGUEL como administrador hasta el 17/04/2002, que pasó a ocupar ese
puesto PABLO CRESPO.
En cuanto a los 7.000.000 pts. relativos a la ampliación de capital, es una cantidad que,
entregada a LUIS DE MIGUEL el 07/09/2001, sale de España el 10/09/2001 desde la sociedad
instrumental de este, TRAQUITANA ESPAÑA, que transfiera 42.070 € a la también instrumental
portuguesa FREETOWN COMERÇO, que encubre con la cobertura de la factura 11/2001,
emitida por la prestación de unos servicios que no se prestaron, y cantidad que, a continuación,
transfiere a STILL MEDIA, desde la que vuelven a España, donde llegan 42.000 € a la cuenta
de SPINAKER el 02/10/2001, bajo la cobertura de esa ampliación de capital, que se documenta
en escritura pública el 29/10/2001, consiguiéndose así la opacidad que se buscaba y su finalidad
de ocultar el propietario real de los fondos.
Formando parte de este holding controlado por FRANCISCO CORREA a través de
SPINAKER, están LANGA DE DUERO ENERCORR XXI y RIALGREEN.
Por medio de SPINAKER se llevan a cabo distintas gestiones a favor del grupo ROS
ROCA ante distintas administraciones, grupo con el que tenían vinculaciones JESÚS MERINO
y LUIS BÁRCENAS.

50
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es a través de RIALGREEN, empresa de FRANCISCO CORREA, como este, LUIS


BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los 13.927 € que se reparten,
como beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la vez que se valen de esta para ocultar su
participación en aquella.
Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios que obtienen
del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por LUIS BÁRCENAS, y
RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta aceptó, en octubre de 2003, cinco
facturas mendaces por servicios inexistentes, emitidas por KA 127 SERVICIOS SL y PUNTO
HIPARCA, gestionadas por LUIS DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre
aquellos en efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública.
En cuanto a la relación de SPINAKER con el grupo ROS ROCA, están las inversiones
que, a través de aquella, se hacen en LANGA DE DUERO ENERCORR, empresa perteneciente
a dicho grupo empresarial, en que participaba LUIS BÁRCENAS a través de SPINAKER, y en
cuyo grupo introdujo a JESÚS MERINO, para el cual, aprovechándose de sus relaciones con
personal colocado en los organismos oportunos, realizaron gestiones ante distintas
administraciones para que las empresas del grupo resultaran favorecidas en la adjudicación de
plantas de purines, así como en la concesión de créditos FAD.
Es, por lo tanto, SPINAKER una estructura societaria real, que crea LUIS DE MIGUEL
para FRANCISCO CORREA, en la que entran a formar parte, como socios de hecho, LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESUS SEPÚLVEDA, que se pone al servicio de todos ellos,
quienes tienen interés en las operaciones o negocios que, a través de ella, se puedan conseguir,
y en la que estos socios reales, prevaliéndose del ascendente del que podían abusar por razón
de sus cargos, y de los contactos sobre los que, gracias a esa autoridad, podían ejercer
influencia para favorecer la actividad relacionada con el sector público, se dirigían a otras
autoridades o funcionarios de su misma formación política, situados en puestos de decisión, con
la finalidad de favorecer la actividad del grupo ROS ROCA tanto en lo relativo a la obtención de
subvenciones para plantas de tratamiento de purines, como a la concesión de Fondos de Ayuda
al Desarrollo (FAD), gestiones por las que pactaron el pago de las correspondientes ilícitas
comisiones, que se repartirían entre ellos, así como con JESÚS SEPÚLVEDA conocedor de
todo ello, pero que, sin embargo, no tenemos constancia de cómo llegaron a cobrar y en qué
cuantía beneficios.
3. Otros cobros, recibidos de FRANCISCO CORREA
Además de las entregas anteriores, JESÚS MERINO y LUIS BÁRCENAS recibieron de
FRANCISCO CORREA, si bien no ha sido posible determinar su origen, otras cantidades por
esa labor de intermediación a las que, desde sus cargos, venimos refiriéndonos.
3.1 Cobros de JESÚS MERINO
Estos cobros, que los recibe en años en que ocupaba el cargo de Diputado, le son
hechos en consideración a tal cargo. La entrega se hace por orden de FRANCISCO CORERA
y la lleva a efecto PABLO CRESPO, mientras que JOSÉ LUIS IZQUIERDO realiza las
correspondientes anotaciones contables en los archivos.
Las cantidades recibidas fueron 3.000 € el 23/04/2002, y 50.000 € el 20/12/2007.

51
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3.2 Cobros de LUIS BÁRCENAS


Asimismo, en consideración a los cargos que ocupaba en las fechas, por orden de
FRANCISCO CORREA recibió 3.000 el 23/04/2002, 30.000 € el 13/03/2002, 6.000 € el
04/02/2003, 36.000 € el 15/05/2003 y 4.750 € el 26/11/2003.[También el propio FRANCISCO
CORREA recibió otros 4.750 €, pues son cantidades procedentes de un reparto de 19.000 €,
que, con otras personas, debía realizarse].
No recibió, sin embargo, los 72.000 € que las acusaciones dicen que le fueron
entregados por ÁLVARO PÉREZ el 05/06/2007.
También cobró en especie gratificaciones, mediante la prestación de servicios y viajes,
que ascendieron a 30.305,97 € en el año 2000; 34.028,98 € en 2001; 24.818,56 € en 2002;
42.725,25 € en 2003, y 29.299,31 € en 2004. Aunque estos pagos los realizaba FRANCISCO
CORREA, una parte de los fondos con que se hicieron procedían de distintas entidades en cuya
gestión participaba LUIS BÁRCENAS, y se encubrían con factura falsas.
Los fondos que procedían de la “Caja B” de FRANCISCO CORREA, en su facturación,
que emitían sus propias empresas, se sustituía el nombre del verdadero beneficiario por el de
“clientes central” o por la sociedad pagadora.
Y como abonos por entidades en cuya gestión participaba LUIS BÁRCENAS, se
compensaron servicios prestados a este con pagos efectuados por el P.P. de Castilla-La
Mancha, por el grupo del P.P. Europeo y por la Fundación de Estudios Europeos, pues se
facturaba a cargo de estas entidades, según indicación de FRANCISCO CORREA, por un
importe superior al real, o bien con mención a servicios no prestados, cuyos remanentes iban a
parar a un fondo con el que sufragar la deuda pendiente, desviándose, así, en beneficio de LUIS
BÁRCENAS, entre 2001 y 2002, la cantidad de 43.562,80
€ (32.915,29 € en 2001, y 10.647,51 € en 2002)
Al objeto de hacerse pasar por el verdadero pagador de los servicios prestados, LUIS
BÁRCENAS consiguió que se le expidieran varios recibos, cuando no los abonó él, sino
FRANCISCO CORREA.
Ninguno de los cobros recibidos, ya fueran en efectivo ya en especie, fueron declarados
a la Hacienda Pública.
II. Actividad exclusiva de LUIS BÁRCENAS
Desde al menos el año 2000, además de la actividad delictiva que en común llevó a
cabo con los acusados que hemos visto en el apartado anterior, LUIS BÁRCENAS desarrolló,
por su cuenta, en colaboración, cuando lo precisaba, con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, otra
dirigida a enriquecerse de modo ilícito intermediando en otras adjudicaciones de obras y
apropiándose de fondos del P.P., que ocultó a través de un entramado financiero en Suiza, que
luego afloró mediante la simulación de distintas operaciones comerciales y que destinó a pagos
en efectivo, de manera opaca para la Hacienda Pública.
Por su parte, ROSALÍA IGLESIAS, casada con el anterior, en connivencia con él, se
valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias rentas y las de su esposo, ingresando
una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas en España y en Suiza, y también
simulando realizar alguna venta de cuadros. Igualmente, utilizó cantidades obtenidas por su

52
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cónyuge, producto de su intermediación en adjudicaciones de obras públicas irregulares, así


como de la apropiación de fondos del P.P. para efectuar pagos en efectivo a la Hacienda Pública.
Y las cantidades a que ascendieron esos pagos, que se ocultaron, por tanto, al fisco
fueron las siguientes: año 2002, 86.629,60 €; año 2003, 104.101,63 €; año 2004, 694,80 €; año
2005, 9.217,34 €; año 2006, 33.700,00 €; año 2007 41.400,00 €; año 2008, 186.383,77 €; año
2009, 44.631,24 €; y año 2010, 26.711,40 €.
En cualquier caso, con ese fin de ocultar tales rentas de procedencia ilícita y aflorarlas,
desvinculadas de su origen, LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con ROSALÍA IGLESIAS, creó un
entramado financiero en entidades bancarias suizas, a través del cual invirtió en distintos valores
y productos financieros, e, igualmente, afloró fondos cuyo origen no se correspondía con su
declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una apariencia lícita al reflejarlos en las
correspondientes declaraciones tributarias como ganancias patrimoniales derivadas de
operaciones de compraventa de obras de arte.
En las correspondientes declaraciones, LUIS BÁRCENAS solo recogió las citadas
ganancias patrimoniales, como derivadas de unas operaciones de compraventa de cuadros, que
eran ficticias e hizo pasar por reales, ocultando, en cambio el resto de rentas obtenidas de la
ilícita manera que venimos relatando, hasta la promulgación de la Disposición Adicional Primera
del Real Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen diversas medidas
tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público, que dio lugar a que
presentara sendas Declaraciones Tributarias Especiales en nombre de las sociedades
TESEDUL y GRANDA GLOBAL, tras las que se escondió, y contando con la colaboración del,
también, acusado, IVÁN YÁÑEZ VELASCO.
1. Apropiación de fondos de la Caja “B” del Partido Popular.
LUIS BÁRCENAS, aprovechándose de su condición de gerente del P.P., incorporó a
su patrimonio, entre 2001 y 2005, al menos, 299.650,61 €, que procedían de la descrita “Caja
B” de dicho Partido, o contabilidad “extracontable”, que él llevaba, de acuerdo con el tesorero,
al margen de la contabilidad oficial, y que se nutría en la forma que se ha indicado, en buena
medida, a base de ingresos o aportaciones que incumplían la normativa sobre financiación de
partidos políticos, efectuados por personas y/o empresas que resultaban beneficiarias de
importantes adjudicaciones públicas, y como gratificación por ese trato de favor.
Entre el año 2001 y 2003, aprovechándose de la opacidad que ofrecía esa doble
estructura contable del partido, detrajo de la “Caja B” 150.050,61 €, que ingresó en su cuenta
DREBA, nº 128380 del DRESDNER BANK, de Zurich (Suiza)
En el año 2005, también de la misma “Caja B”, sustrajo 149.600 €, de los que, de
acuerdo con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, destinó a 149.000 € a pagar unos inmuebles
adquiridos por el matrimonio.
En esta ocasión, el apoderamiento de los fondos de la “Caja B”, tuvo lugar mediante la
compra de acciones de LIBERTAD DIGITAL SA, de manera que, LUIS BÁRCENAS, de acuerdo
con su propia esposa, entregó a esta, extraídos de dicha caja, los 149.600 €, de los que dispuso
el 29/10/2004 para adquirir 1.360 acciones de esa sociedad, que puso a nombre de ROSALÍA
IGLESIAS. Compradas las acciones a su nombre, posteriormente las vende esta, el 15/03/2005,

53
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a Francisco Yáñez, por 149.600 €, que no se reingresan al P.P., sino que se queda con ellos el
matrimonio, ingresándolos, mediante dos imposiciones que hace la propia ROSALÍA, una el
16/03/2005, por importe de 74.000 €, y otra el 21/03/2005, por importe de 75.600 €, en su propia
cuenta corriente, abierta en Caja Madrid.
Una vez en su poder los 149.600 €, ROSALÍA IGLESIAS emite un cheque contra su
cuenta corriente, por importe de 149.000 €, para pago parcial de un inmueble en Baqueira.
Y, por otra parte, con el fin de dotar a esa cantidad de una apariencia lícita, de acuerdo
con su marido, ROSALÍA consignó mendazmente en su declaración individual del IRPF de 2005
los 149.600 € detraído de la “Caja B”, como rentas generadas en un periodo igual o inferior al
año derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales distintos de inmuebles o acciones.
2. Ocultación del origen de los fondos
Desde, al menos, el año 2000 hasta principios de 2009 la opacidad de las rentas
obtenidas, bien de la intermediación en adjudicaciones públicas bien de fondos del P.P. se
consiguió con la emisión de facturas falsas, con el ingreso de las rentas en cuentas suizas, con
su incorrecta declaración ante la Hacienda Pública como ganancias procedentes de supuestas
compraventas de obras de arte y con el pago en efectivo de distintos servicios propios del ámbito
de la economía doméstica.
Y a partir de 2009, una vez abierta la investigación sobre LUIS BÁRCENAS en la
presente causa, la estrategia de ocultación y desvinculación de su origen y titularidad de los
fondos ilícitamente generados, así como su afloramiento para dotarlos de una apariencia lícita,
se centró, principalmente, en la retirada de los activos depositados en las cuentas suizas con la
simulación de distintas operaciones comerciales para, a continuación, reintegrarse al verdadero
titular a través de contratos ficticios.
2.1 Ocultación de rentas en cuentas suizas
En el periodo antes referido, utilizó distintas cuentas suizas aperturadas, básicamente,
en Zurich y Ginebra de las entidades DRESDNER BANK (luego LGT BANK) y LOMBARD
ODIER DARIER HENTSH & CIE) para ocultar las ganancias generadas de la ilícita forma que
venimos diciendo.
A) Relación de cuentas suizas.
Se trata de cuentas, de todas las cuales, el real beneficiario y con capacidad de
disposición, cualquiera que fuera su titular, era LUIS BÁRCENAS, en alguna de ellas junto con
su mujer ROSALÍA IGELSIAS, de las que se fue sirviendo y fue su propio gestor, hasta febrero
de 2009, en que comenzó a colaborar con él en la gestión, IVÁN YÁÑEZ.
La relación de esas cuentas es la siguiente:
PERIODO ACTIVIDAD TITULAR ENTIDAD Nº CUENTA
1994-2001 LUIS BÁRCENAS DRESDNER-LGT 128380 DREBA
1999-2005 LUIS BÁRCENAS LOMBARD ODIER 33357 NOVIS
2001-2005 LUIS BÁRCENAS DRESDNER-LGT 8005540
9/2006-3/2009 ROSALÍA IGLESIAS LOMBARD ODIER RDRX219858
2005-junio 2009 Fund SINEQUANON DRESDNER-LGT 8401489 y LOMBARD ODIER
204337

54
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2009 TESEDUL SA DRESDNER-LGT 2825199 (o 8402567) y LOMBARD ODIER


505070
2010 GRANDA GLOBAL SA SYZ Co 251258 y LGT 2002594
Hasta el segundo semestre de 2005 tuvo tres cuentas;
* Cuenta nº 128380 “DREBA”, en el DRESDNER BANK de Zurich, activa entre el
15/07/1994 y el 29/01/2001, en que transfiere sus activos a la 8005540 del mismo banco en
Ginebra.
* Cuenta nº 8005540, también, del DRESDNER BANK, pero de Ginebra, a la que, si
bien el 29/01/2001 se da la orden de que se le transfieran los fondos de la anterior, sin embargo
no se formaliza la apertura de la cuenta hasta el 21/12/2001; en todo caso, está operativa desde
principios de 2001, hasta el 04/08/2005, en que LUIS BÁRCENAS traspasó sus activos a la
cuenta 8401489 de la misma sucursal a nombre de la Fundación Panameña SINEQUANON.
En esta cuenta figura como apoderada, con facultades para ejercer los mismos
derechos que el titular, ROSALÍA IGLESIAS y como autorizado para recibir correspondencia y
retirar extractos Francisco Yáñez
* Cuenta Nº 33357 “NOVIS”, de LOMBARD ODIER de Ginebra, abierta el 18/06/1999
y operativa hasta el 11/07/2005, en que se transfieren sus activos a la cuenta 204337 de la
Fundación SINEQUANON.
A consecuencia de que Suiza se compromete a aplicar, a partir del 01/07/2005, el
“Acuerdo entre la Comunidad Europea y la Confederación Suiza relativo al establecimiento de
medidas equivalentes a las previstas en la Directiva 2003/48/CE del Consejo en materia de idad
de los rendimientos del ahorro en forma de pago de intereses”, LUIS BÁRCENAS sustituyó las
cuentas que tenía abiertas a su nombre en dicho país, por otras a las que transfirió sus fondos
y en las que, en lugar de figurar él como titular, formalmente, como mero instrumento tras el que
ocultarse, puso a la Fundación Panameña SINEQUANON, pues la realidad es que las
instrucciones y órdenes relativas a la gestión de sus cuentas eran impartidas por LUIS
BÁRCENAS.
Esas nuevas cuentas, que mantiene en las mismas entidades bancarias, abiertas a
nombre de dicha Fundación SINEQUANON son las siguientes:
* En el LOMBARD ODIER, la 204337, abierta el 07/07/2005, que recibe los fondos que
vienen de la 33357, hasta el 27/10/2009, desde la que se transfieren a la cuenta de TESEDUL
505070 de la misma entidad.
* En el DRESDNER BANK, la cuenta bancaria 8.401.489, abierta el 22/07/2005, que
recibió los fondos de la 8005540 del mismo banco. Respecto de esta cuenta, LUIS BÁRCENAS
confirió poder a IVÁN YÁÑEZ el 09/03/2009, por lo tanto un mes después de las primeras
detenciones habidas con motivo de la presente causa, para que le representase ante el banco.
A partir de febrero de 2009, mes en que tienen lugar las primeras detenciones con
motivo de la presente causa, consciente LUIS BÁRCENAS de su presumible implicación en ella
y los efectos que podía tener sobre su patrimonio, continuó con su estrategia de seguir ocultando
sus rentas, mediante la apertura de nuevas cuentas, si bien con algunas modificaciones, como
fue contando con la ayuda de IVÁN YÁÑEZ, y sustituyendo las cuentas de la Fundación

55
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

SINEQUANON por las de TESEDUL, sociedad uruguaya, que adquirió el 09/07/2009, y de la


que dio poder especial para gestionar las cuentas bancarias suizas a IVÁN YÁÑEZ, que el día
08/10/2009 es nombrado presidente.
Las cuentas suizas abiertas a nombre de TESEDUL, que utilizó LUIS BÁRCENAS para ocultar
su ilícita fortuna, una vez que trasciende a los medios la incoación de la presente causa, fueron
las siguientes:
* En el LOMBARD ODIER la cuenta 505070, abierta el 09/09/2009, con fondos
procedentes de la 204337 de SINEQUANON, por lo tanto, de LUIS BÁRCENAS, en la que figura
con autorizado desde su apertura IVÁN YÁÑEZ.
* En el DRESDNER BANK la cuenta 8.402.567 (remunerada como 2825199), abierta
el 27/08/2009, en la que figuran como autorizados LUIS BÁRCENAS e IVÁN YÁÑEZ.
Por último, con la misma finalidad de desvincular los fondos de su auténtico titular, LUIS
BÁRCENAS transfirió una parte a las cuentas suizas abiertas por la sociedad panameña
GRANDA GLOBLAL SA, respecto de la cual ostentó poder general, desde el 26/10/2009, IVÁN
YÁÑEZ. Dichas cuentas son las siguientes:
* Cuenta 251258, de la entidad SYZ & Co, abierta el 09/12/2009 por IVÁN YÁÑEZ, de
la que es único gestor, quien, formalmente, figura como beneficiario económico de la cuenta,
cuyos fondos, hasta un total de 990.000 €, ingresados entre el 04/01 y el 09/04/2010, proceden
de las cuentas de TESEDUL del DRESDNER-LGT BANK y del LOMBARD ODIER.
* Cuenta 2002594 del LGT BANK, abierta el 16/04/2010 por IVÁN YÁÑEZ, quien,
formalmente, figura como beneficiario económico, a la que, procedente de la cuenta 2825199
(antigua cuenta 8402567 del DRESDNER BANK) de TESEDUL del LGT BANK, le son
ingresados 233.890,18 €.
Por otra parte, LUIS BÁRCENAS el 01/09/2006, de acuerdo con su mujer, ROSALÍA
IGLESIAS, abrió a nombre de esta la cuenta RDRX 219858 en el LOMBARD ODIER de Ginebra,
que se fue nutriendo, con la colaboración y consentimiento de esta y sabedora de su
procedencia, de rentas obtenidas por aquel de la actividad ilícita que venimos relatando, que
hizo suyas.
B) Ingresos en las cuentas suizas
Las anteriores cuentas suizas eran, básicamente, cuentas de custodia y gestión de
valores, que se fueron nutriendo con ingresos en efectivo y transferencias de fondos de LUIS
BÁRCENAS, de procedencia ilícita, que no guardan relación con su actividad lícita, y en las que
se fueron depositando dividendos y rendimientos obtenidos de acciones de sociedades
españolas y, en menor medida, desde el año 2007, de inversiones en acciones de sociedades
extranjeras.
Por otra parte, LUIS BÁRCENAS realizó traspasos y transferencias entre distintas
cuentas, como la transferencia que hizo el 16/11/2007 desde la 204337 de SINEQUANON, por
importe de 175.107,82 €, a la RDRX 219858 de ROSALÍA IGLESIAS, ambas del LOMBARD
ODIER.
Y también están las que hizo desde las distintas cuentas a nombre de TESEDUL a las
abiertas a nombre de GRANDA GLOBAL, por un importe total de 1.223.890,18 €, en las cuales,

56
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aunque figure como beneficiario económico IVÁN YÁÑEZ, fue el mecanismo para que LUIS
BÁRCENAS continuara con su dinámica de ocultación de bienes; por ello que las transferencias
de fondos de TESEDUL, como sociedad que le pertenece, son fondos de aquel, y pasan a
GRANDA GLOBAL, sociedad que, aunque formalmente figure como titular de ella IVÁN YÁÑEZ,
de hecho, también es de LUIS BÁRCENAS, de manera que los fondos siguen siendo de él, y a
su ocultación se presta IVÁN YÁÑEZ. En realidad, GRANDA GLOBAL no es sino la continuidad
de TESEDUL, que se crea para prolongar su dinámica de ocultación de rentas, por parte de
LUIS BÁRCENAS.
Por último, las cuentas suizas de LUIS BÁRCENAS también incorporaron los
rendimientos derivados de las inversiones realizadas sucesiva e ininterrumpidamente con los
fondos depositados en ellas, incluidas las cuotas dejadas de ingresar por diferentes tributos y
ejercicios, rendimientos que alcanzaron los importes siguientes:

•AÑO 2000

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos Dresdner 71.027,35 17.756,92 9.322,45

Dividendos Lombard 86.009,19 21.502,30 13.015,17

Intereses bonos 138.229,78


Dresdner
Intereses bonos Lombard 96.022,06

Int. Ctas. Fiduciarias 598,02


Dresdner
Total intereses y 391.886,40 39.259,22 22.337,62
dividendos
Enaj. valores Dresdner 534,22

Enaj. Valores Lombard -11.721,06

Total enajenación -11.186,84


valores

• AÑO 2001

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos Dresdner 99.120,64 17.841,73 9.683,01

Dividendos Lombard 149.776,17 26.959,71 17.081,92

Intereses bonos 104.152,39


Dresdner
Intereses bonos Lombard 69.307,96

57
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Reparto fondo Dresdner 954

Total intereses y 423.311,16 44.801,44 26.764,93


dividendos
Enaj. valores Dresdner 138.359,93

Enaj. Valores Lombard 115.431,52

Total enajenación 253.791,45


valores

• AÑO 2002

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos Dresdner 135.295,88 24.353,26 12.619,28

Dividendos Lombard 169.617,84 30.531,21 17.284,42

Intereses bonos 78.476,88


Dresdner
Intereses bonos Lombard 69.307,72

Total intereses y 452.698,32 54.884,47 29.903,70


dividendos
Enaj. Valores Lombard 180.447,48

Total enajenación 180.447,48


valores

• AÑO 2003

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos sdes. 413.300,40 61.995,09 36.405,43


Españolas
Intereses bonos 142.446,88

Total intereses y 555.747,28 61.995,09 36.405,43


dividendos
Venta accs. Antena 3 7.246,26

Total enajenación 7.246,26


valores

• AÑO 2004

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos sdes. 586.745,45 88.011,81 43.966,55


Españolas

58
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Intereses bonos 70.318,17

Total intereses y 657.063,62 88.011,81 43.966,55


dividendos
Venta acciones 35.032,09

Venta acciones 6.182,25

Total enajenación 41.214,34


valores

• AÑO 2005

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS

Dividendos 762.690,58 114.403,61 52.298,74

Intereses bonos 70.318,17

Total intereses y 833.008,75 114.403,61 52.298,74


dividendos

• AÑO 2006

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION GASTOS IMPUESTO


EXTRANJER
O
Dividendos 1.387.102,7 208.065,4 73.105,2
españolas 1 3 0
Dividendos 76.600,00 4.037,09 20.682,00
extranjera
s
Intereses 8.441,54
dépositos
fiduciario
s
Intereses 70318,17 3.706,02
bonos
Total 1.512.462,4 208.065,4 80.848,3 20.682,00
intereses y 2 3 1
dividendos
Venta 33,20
títulos
cta.
Rosalía
Total 33,20
enajenació
n valores

• AÑO 2007

59
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION IMPUESTO GASTOS


EXTRANJER
O
Dividendos 963.161,53 173.369,0 54.599,9
españolas 8 9

Dividendos 743.990,00 190.150,9 36.457,1


extranjera 8 3
s
Intereses 103.202,91 5.175,22
de bonos

Intereses 26.208,14
dépositos

Intereses 527,24
cta.
Rosalía
Total 1.837.089,8 173.369,0 190.150,9 96.653,2
intereses y 2 8 8 2
dividendos
Ganancias 9.360.334,3
patrim. 0
Enja.
Valores
Ganan. 1.636,06
Enaj.
Fondo cta.
Rosalía

Total 9.361.970,3
enajenació 6
n valores

• AÑO 2008

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION IMPUESTO GASTOS


EXTRANJER
O
Dividendos 1.219.118,9 219.441,40
españolas 0

Dividendos 749.246,93 190.038,5


extranjera 3
s
Intereses 45.000,00
bonos

Intereses 880,51 98.469,75


ctas.
fiduc.

60
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Intereses 8.000,00 1.440,00 1.894,04


cta.
Rosalía
Total 2.022.246,3 2280.881,4 190.038,5 100.363,7
intereses y 4 0 9 9
dividendos

• AÑO 2009

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION IMPUESTO GASTOS


EXTRANJER
O
Dividendos 946.646,17 173.636,3 50.269,5
españolas 1 6

Dividendos 464.140,00 61.506,00 23.527,0


extranjera 5
s
Intereses 27.839,24 1.410,03
bonos y
prést.
Valores
Intereses 1.185,84
depósitos

Intereses 2.741,53 493,47 327,42


cta.
Rosalía
Total 1.460.552,7 174.129,7 61.506,00 75.534,0
intereses y 8 8 6
dividendos
Gananc. 711.002,52
Patrim.
Enaj.
valores
Total 711.002,52
enajenació
n valores

• AÑO 2010

CONCEPTO ÍNTEGRO RETENCION IMPUESTO GASTOS


EXTRANJERO
Dividendos 1.011.882,83 192.257,22
españolas
Dividendos 119.858,82 31.658,82
extranjeras
Intereses bonos 44.580,55

61
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Intereses 2.197,58 79.375,48


depósitos
Total intereses 1.178.519,78 192.257,22 31.658,82 79.375,48
y dividendos
Ganan patrim. -6.223.717,26
Enaj. valores
Total -6.223.717,26
enajenación
valores

C) Destino de los fondos de las cuentas suizas.


Dos periodos son perfectamente diferenciables en cuanto al destino de esos fondos
ilícitamente acumulados en dichas cuentas, uno primero, con anterioridad al año 2009, en que,
el 18/02/2008, LUIS BÁRCENAS ordena una transferencia de 115.636,82 € desde la de la
Fundación SINEQUANON del LOMBARD ODIER a favor de PIFZ HALIY, y también están los
pagos hechos con tarjeta de crédito, cargados entre febrero y noviembre de 2008 contra la
cuenta de ROSALÍA IGLESIAS por importe de 9.897,61 €.
En estas operaciones de movimiento de los fondos de LUIS BÁRCENAS se prestó a
colaborar IVÁN YÁÑEZ, tanto antes como después de 2008.
Sin embargo, la forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en que LUIS
BÁRCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la detención de los primeros
inculpados el día 6 de ese mes, procedió a retirar los fondos que tenía en sus cuentas suizas,
con la finalidad de ocultarlos, evitar una incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una
aparente cobertura lícita, para lo cual se valió de otras personas, unas con conocimiento del
origen de esos fondos y la finalidad que perseguía y otras que no consta que lo tuvieran, pero
que concertaron con él alguna operación por convenir a propios y no ilícitos intereses
comerciales.
En particular, la citada actividad, desplegada desde principios de 2009, consistió en:
1. Simular la concesión de un préstamo de 3.000.000 € a ÁNGEL SANCHÍS PERALES
por parte de LUIS BÁRCENAS en nombre de la Fundación SINEQUANON con el fin de que
aquel se lo reintegrara posteriormente a través de distintos procedimientos. Ambos acusados,
al solo objeto de dotar de una formal cobertura a esa ficticia operación, confeccionaron un
contrato supuestamente datado el 24.2.2009 conforme al cual la fundación SINEQUANON
prestaba a ÁNGEL SANCHÍS PERALES tres millones de euros por un plazo de diez años
estableciéndose un periodo de carencia de cinco, de modo que la primera amortización se difería
al 24.2.2014.
Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta que LUIS
BÁRCENAS tenía en el DRESDNER BANK a nombre de la fundación panameña a la n°
0605140081 del HSBC de Nueva York, titularidad de la entidad uruguaya vinculada a la familia
Sanchís BRIXCO SA, a través de tres trasferencias de 27 de marzo, 3 de abril y 6 de mayo de
2009 por sendos importes de 1.000.000 €. Una parte de dichos fondos fue, a su vez,
posteriormente transferida a cuentas de otra sociedad relacionada con la familia Sanchís, la

62
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

argentina LA MORALEJA SA, en cuya administración intervenía ÁNGEL SANCHÍS HERRERO.


Otra parte de esos fondos se trasfirieron desde BRIXCO SA a la sociedad uruguaya RUMAGOL
SA.
Con el fin de reintegrar las citadas rentas a su propietario, LUIS BÁRCENAS, este ideó
junto con ÁNGEL SANCHÍS PERALES y su hijo, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, una compleja
operativa que fue ejecutada por, entre otros, estos dos últimos acusados, conocedores del
origen delictivo de los fondos —en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación
en adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del PARTIDO POPULAR y de su
ocultación a la Hacienda Pública-, y que se concretó en, al menos, los siguientes
procedimientos:
- Trasferencias enmascaradas como supuestas retribuciones de un contrato de
prestación de servicios simulado entre LUIS BÁRCENAS en nombre de CONOSUR LAND SL y
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO en representación de LA MORALEJA aparentemente celebrado
el 16.6.2011. De acuerdo con lo reflejado en ese documento elaborado con el único fin de poder
reintegrar sus fondos a LUIS BÁRCENAS con una apariencia legal, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión Económica Europea (U.
E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones entre empresas dentro y fuera de la
U.E.E." de manera continuada a LA MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos
servicios se fijó una retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD
por trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al solo efecto de
dar apariencia de realidad al contrato (Facturas n° 1/2011 de 15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011;
1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de 10.4.2012; 15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012
de 6.9.2012; 23/2012 de 6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10.12.2012).
Bajo esa cobertura formalmente lícita, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO restituyó un total de
190.000 USD — equivalentes a 142.959,15 €— a Luis Bárcenas mediante trasferencias a la
cuenta que este tenía a nombre de CONOSUR LAND SL en Bankia con el n° 2038 1168 20
6000548150.
- Trasferencias enviadas por ÁNGEL SANCHÍS HERRERO desde la cuenta de LA
MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de Luis Bárcenas y de sus familiares:
- El 1.10.2012 por importe de 19.120 USD en pago de estudios de Guillermo Bárcenas
Iglesias, hijo de LUIS BÁRCENAS.
- El 30.10.2012 por importe de 15.000 USD a favor de Ignacio Bárcenas Romera, hijo
de LUIS BÁRCENAS, en Reino Unido.
- El 19.11.2012 por importe de 20.000 USD a la cuenta del Chase Manhattan Bank de
Nueva York n° 129360320 titularidad de LUIS BÁRCENAS y ROSALÍA IGLESIAS.
- Trasferencia de 10.000 € enviada el 5.10.2011 por ÁNGEL SANCHÍS PERALES a la
cuenta del Banco Popular n° 0075 0446 47 0600129022 cuyo único titular es LUIS BÁRCENAS.
Dicha cantidad tenía su origen en una donación de ÁNGEL SANCHÍS HERRERO a favor de su
padre escriturada el 10.10.2011.
- Constitución, el 24.2.2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA —en la que
figuraron desde al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS

63
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de LUIS BÁRCENAS— en cuyo nombre se aperturó
la cuenta n° 605170703 en el HSBC de Nueva York el 9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de
Luis Bárcenas generados con la actividad relatada en este escrito. Tanto desde la cuenta de
BRIXCO SA, en la que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo concedido por
aquel a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87 USD) como desde la cuenta
"OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular era FRANCISCO YÁÑEZ (600.000 €).
La cuenta de RUMAGOL SA se cerró en febrero de 2013 transfiriéndose 858.701,92
USD a Iván Yáñez y el resto a la cuenta de TQM CAPITAL en el HSBC de Nueva York,
repartiéndose los activos en función de la aportación de cada uno, un 36% IVÁN YÁÑEZ y un
transfiriendo el 64% restante a la cuenta TQM del propio HSBC (1.345.378,87 $).
IVÁN YÁÑEZ percibió dichos fondos en su cuenta personal 215520013 de
INTERACTIVE BROKERS CO LTD desde la que, el 11.4.2013, trató de restituir a LUIS
BÁRCENAS 132.051€ no logrando su propósito al figurar como beneficiario el ordenante y no
ser este el titular de la cuenta que iba a recibir la trasferencia. Con el fin de dotar a este ingreso
de una apariencia lícita se simuló la celebración de un contrato de préstamo aparentemente
suscrito el 20.9.2012 entre ambos acusados que se utilizó, igualmente, con el fin de justificar
que el pago de la Declaración Tributaria Especial de GRANDA GLOBAL SA se hiciera con
fondos de LUIS BÁRCENAS.
2.- Como otra actuación más realizada desde comienzos de 2009 para ocultar su ilícita
fortuna y dotarla de una apariencia lícita, LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con su mujer, ROSALÍA
IGLESIAS, transfirió los fondos que había en la cuenta de esta, RDRX 219858 del LOMBARD
ODIER (146.268,85 € y 31.704,25 $, entre marzo y junio de 2009), a la cuenta OBISPADO, de
Francisco Yáñez, padre de IVÁN YÁÑEZ, quien se hizo cargo de ella desde 2004, y quien el
03/08/2009, siguiendo las instrucciones de aquel, ordenó la transferencia de 200.000 € a la
cuenta que el matrimonio tenía abierta en el banco BUTTERFIELD TRUST (BERMUDA), que
no han sido localizados.
3.- En esta misma línea de ocultación de su fortuna iniciada por parte de LUIS
BÁRCENAS, puesta en marcha a raíz de que saltara a los medios la presente causa, en febrero
de 2009, contando con la colaboración de IVÁN YÁÑEZ, se dedicó a transferir los fondos que
tenía en sus cuentas suizas de la Fundación SINEQUANON y de la sociedad TESEDUL a otras
sociedades situadas en el extranjero, con la misma idea de ocultarlos y ponerlos a salvo de
cualquier incautación
* En este apartado está la transmisión de fondos (1.223.890,18 €), que desde
TESEDUL hace llegar a sociedad panameña GRANDA GLOBAL, formalmente de IVÁN YÁÑEZ,
pero, en realidad, de LUIS BÁRCENAS, de los que hemos hablado más arriba.
* La sociedad uruguaya LIDMEL INTERNACIONAL SA recibió a lo largo del mes de
junio de 2009, en distintas transferencias, desde las cuentas de la Fundación SINEQUANON, la
cantidad de 1.000.000 €.
* También procedente de otra de las cuentas de la Fundación SINEQUANON, la
sociedad uruguaya GRUPO SUR DE VALORES SA recibió en su cuenta 000151688 del HSBC

64
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de Nueva York una transferencia por importe de 1.000.000 € (1.297.015 $) el 24/03/2009 y otra,
también, de 1.000.000 € (1.319.179,50 $), el 08/04/2009.
* Asimismo, desde la cuenta que en el LOMBARD ODIER tenía la Fundación
SINEQUANON salen a la de la sociedad TESEDUL, abierta el DISCUONT BANK de
Montevideo, dos transferencias, cada una de 400.000 €, que tienen lugar los días 11 y
18/04/2011, respectivamente, cantidades cuya localización tampoco ha sido posible.
4.- En la misma línea de ocultación de fondos posterior a febrero de 2009, LUIS
BÁRCENAS retiró de la cuenta en el LOMBARD ODIER de TESEDUL, 300.500 € entre febrero
y agosto de 2012, y de la cuenta en el SYZ & CO de GRANDA GLOBAL, entre mayo y diciembre
de 2010, 52.386,33 €.
5.- También consiguió la repatriación de recursos, en concreto 11.000 €, de los
transferidos con anterioridad a la cuenta de TESEDUL del LOMBARD ODIER, que salen de esta
el 06/11/2012, y llegan a la cuenta de ROSALÍA IGLESIAS el 18/04/2013, a quien se los
transfiere LUIS BÁRCENAS para pago de un viaje, que, ante la imposibilidad de llevarlo a cabo,
los reintegra a la cuenta de ROSALÍA, que no pudo ignorar su recepción.
2.2 Simulación de operaciones de compraventa de obras de arte.
Desde, al menos, el año 2000 LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con su mujer, ROSALÍA
IGLESIAS, vino encubriendo la procedencia de sus fondos en efectivo, como operaciones de
compraventa de obras de arte, al igual que también lo hizo ROSALÍA IGLESIAS con alguno de
sus ingresos y de su marido.
A) FERIARTE y cuadro de Juan Van der Hamen León
Una de las operaciones encubiertas fue la solicitud, el 09/12/2002, por parte de LUIS
BÁRCENAS, de un crédito, con fecha de vencimiento al año siguiente, por importe de 330.000
€, con el simulado propósito de adquirir una obra de arte, cuando, en realidad, se trataba de
tener una aparente justificación documental para poseer esa cantidad que ya tenía en su poder,
por ello que, no obstante haber dispuesto el 10/12/2002 de 325.000 €, al cabo de poco más de
un mes después, el 20/01/2003, ingresó los 330.000 € en efectivo, cancelando así el crédito.
Por lo tanto, la formalización de dicho crédito tenía por finalidad cubrir, para dar apariencia de
legalidad, una cantidad de efectivo del que ya estuviera en posesión y tuviera oculto LUIS
BÁRCENAS, percibido por su contribución en esa trama de adjudicaciones irregulares de la que
venimos hablando [recuérdese que en el año 2002, recibió en metálico, al menos, 486.106 €]; y
esa operación para la que ha venido manteniendo que era ese crédito, la adquisición de un
cuadro del pintor Juan Van Hamen León, en la exposición FERIARTE de 2002, no se realizó.
B) Inclusión de ganancias por transmisiones anteriores a 31/12/1994 (coeficientes de
abatimiento)
En otras ocasiones, el matrimonio BÁRCENAS IGLESIAS reflejó en sus
correspondientes declaraciones tributarias supuestas ganancias derivadas de transmisiones de
cuadros, operaciones con las que no solo afloró sus rentas bajo una apariencia legal, sino que
evitó al mismo tiempo su tributación al declararlas de modo que les fuera aplicable el régimen
transitorio de cálculo de ganancias patrimoniales derivadas de transmisiones de bienes
adquiridos antes del 31/12/1994, conforme a cuyo régimen, aplicable únicamente a las

65
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

plusvalías obtenidas hasta el 20/01/2006, la tributación de los beneficios generados con la


transmisión de obras de arte adquiridas con anterioridad al 31/12/1994 se reduce hasta llegar a
eliminarse para las adquisiciones anteriores al 31/12/1988.
En consecuencia, consignaron en sus correspondientes tributarias una fecha de
adquisición de los bienes supuestamente vendidos que les otorgara una reducción del 100% de
las aparentes plusvalías, pues reflejaron como años de compra 1983 y 1987. Estaban, de esta
manera, articulando un fraude para el fisco, que fue detectado por la Inspección de Hacienda,
consistente en imputar la venta de unos cuadros adquiridos muchos años atrás, para que no
tributasen nada mediante la aplicación de los coeficientes de abatimiento.
En particular, en la declaración del IRPF de 2004, modalidad conjunta, el matrimonio
reflejó la venta por 270.000 € de un bodegón, que dijo ser adquirido en 1983, por ROSALÍA
IGLESIAS al precio de 4.086,88 €, con cuya declaración eludió el pago del gravamen sobre la
ganancia aparentemente obtenida con esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de
120.000 € realizado el 05/03/2004 por ROSALÍA IGLESIAS en su cuenta de Caja Madrid. La
operación, sin embargo, no tuvo lugar.
Por otra parte, con ocasión de la presentación de la declaración del IRPF de 2005,
modalidad individual, ROSALÍA IGLESIAS declaró como rentas generadas con la transmisión
de bienes distintos de inmuebles y acciones los 149.600 € de los que se apoderó indebidamente
de la Caja B del P.P., relacionados con la operación de Libertad Digital a la que nos hemos
referido más arriba.
Asimismo, ROSALÍA IGLESIAS, de acuerdo con LUIS BÁRCENAS, consignó en su
declaración del IRPF de 2006, modalidad individual, 560.000 €, como procedentes de una
transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987 por importe de 1.803,30 €, que nunca
existió, con lo cual volvió a eludir que tributara su ficticia ganancia por aplicación del mismo
régimen transitorio de cálculo de ganancias, dada esa antigüedad, y justificó mendazmente el
ingreso en efectivo de 500.000 €, efectuado el 19/01/2006, día en que finalizaba la posible
aplicación del referido régimen de tributación, en su cuenta de Caja Madrid, así como el cobro
de un talón de 60.000 € el 15/12/2006.
A consecuencia de esta operativa, se incluyó a ROSALÍA IGLESIAS en el plan de
Inspección del programa “operaciones con billetes de alta denominación”, con motivo del cual
fue objeto de investigación por parte de la Delegación Especial de Inspección de Madrid, que
incoó expediente el 22/11/2010, al objeto de comprobar su declaración por el IRPF
correspondiente al ejercicio 2006, que, tras una tramitación, en la que, a pesar de no solo la falta
de colaboración por parte de ROSALÍA IGLESIAS, sino de la actuación obstruccionista que, de
acuerdo con su marido, mostró, logró darlo por terminado la actuaria el 16/06/2011, en que
remitió el preceptivo informe a su superior, desde el que se hizo llegar a ía el 18/07/2011 ante
la posible comisión de un delito contra la Hacienda Pública por parte de ROSALÍA IGLESIAS, lo
cual dio lugar a que dichas diligencias inspectoras fueran incorporadas a las presentes
actuaciones, al objeto de investigar el referido delito, provocando su reapertura respecto de
ROSALÍA IGELSIAS, para la que había sido sobreseída provisionalmente mediante auto de
06/05/2010.

66
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Una vez elevado, el 16/06/2011, el informe, se presentó, el 20/06/2011, ante la actuaria


el representante de ROSALÍA IGLESIAS, aportando distintos documentos, que, en viaje
realizado al efecto a Argentina, que no llegó a durar catorce horas, se había encargado de
confeccionar LUIS BÁRCENAS en dicho país, para, con ellos, tratar de justificar unas
operaciones de compraventa de cuadros, que nunca tuvieron lugar, con las que acreditar la
realización de la inexistente operación que se hizo constar en la fraudulenta declaración al fisco.
Los referidos documentos, que trajo de Argentina LUIS BÁRCENAS, fueron, uno, que
se dice contrato de mediación, que pone fechado en Madrid el 15/11/2004, con una vigencia de
dos años, entre ROSALÍA IGLESIAS e Isabel Ardanaz, y el otro, que pone que es un contrato
de compraventa de esos mismos cuadros fechado en Madrid el 19/01/2006, esto es, un día
antes del 20, celebrado, también, entre ambas, en que figura que ROSALÍA IGLESIAS se los
entrega en comisión para su venta.
La aportación de estos documentos, hizo que la actuaria elaborara un informe
ampliatorio, de fecha 19/07/2011, en el que ponía en conocimiento de su superior distintas
incongruencias, que, junto con los documentos aportados, fue remitido a la ía y luego
incorporado e esta causa el 28/09/2011. Con fecha 29/07/2011, ROSALÍA
IGLESIAS presentaba escrito en ía censurando la actuación de la actuaria y solicitando que el
expediente se devolviera a la vía administrativa, con la pretensión de que la fraudulenta
documentación se valorara como auténtica y se liquidara la cuota procedente, escrito que se
unió a la causa como uno más de los remitidos el 28/09/2011.
Asimismo, en escritos presentados el 28/09/2011 y el 07/10/2011 por la defensa de
LUIS BÁRCENAS y, de acuerdo con él su mujer, se formuló oposición a la reapertura de la
causa respecto de esta, con base en la misma documentación, no obstante lo cual el JCI nº 5,
mediante auto de 19/04/2012, acordó la reapertura para ROSALÍA IGLESIAS, auto que fue
recurrido por estos en reforma y apelación, esgrimiendo, de nuevo, la autenticidad de esos
documentos que eran conscientes de su falsedad, con la finalidad de generar el suficiente error
en los órganos encargados de resolver, primero en reforma, y después en apelación, para que
acordaran el archivo de la causa en lo relativo el posible delito de ROSALÍA IGLESIAS,
correspondiente al IRPF del ejercicio 2006. Los acusados no lograron su propósito, al ser
desestimados sus recursos, el de reforma mediante auto del Instructor de 08/06/2012, y el de
apelación mediante auto de la Sección Cuarta de 18/07/2012.
El 23/10/2012 la defensa de LUIS BÁRCENAS aportó los ficticios contratos de
mediación y de compraventa al objeto de que se practicase un informe pericial sobre ellos; que
también los aportó en escritos de 05 y 17/03/2014 a fin de practicar una pericial caligráfica que
interesaron al recurrir la imputación de LUIS BÁRCENAS y ROSALÍA IGLESIAS por delitos de
estafa procesal y falsedad documental, recursos que fueron desestimados, primero por el
Instructor en auto de 26/06, y luego por auto de la Sección Cuarta de esta Sala de lo Penal de
30/07/2013.
3. Ocultación de rentas a la Hacienda Pública
Hasta mediados de 2005, cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro para Suiza, en
las cuentas bancarias de dicho país aparece como titular LUIS BÁRCENAS, y, tras esa entrada

67
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en vigor, se interponen personas jurídicas con domicilios en países no cooperantes, lo que, si


no totalmente imposible, sí genera una muy enorme dificultad para que la Hacienda Pública
pueda identificar al titular real de la riqueza, a lo que se une que estas cuentas se nutren con
ingresos en metálico, no detectables en cuanto a su origen, con lo que, de esta manera, se
consigue eludir el pago del impuesto, que, por razón su fortuna, debiera hacer frente quien,
siendo el real dueño de ella, se vale de tales fórmulas.
En esta estrategia, lo primero que hace LUIS BÁRCENAS es interponer, en julio de
2005, la Fundación panameña SINEQUANON; en 2006, abre una cuenta a nombre de su mujer,
que esta conoce, y en la que tienen capacidad de disposición y manejo ambos; en 2009, una
vez que, en febrero, trasciende a los medios la incoación de la presente causa, pone cuantos
fondos puede a nombre de la sociedad uruguaya TESEDUL, que a él pertenece, se aprovecha
de los que, a través de la también uruguaya RUMAGOL, le hace circular por ella su testaferro
IVÁN YÁÑEZ, como también los pone en su sociedad GRANDA GLOBAL.
En la evolución de los movimientos de esa cuentas, de manera progresiva, se van
produciendo ingresos en las del DRESDNER BANK y LOMBARD ODIER, que superan los
10.000.000 €; sin embargo, a partir del año 2009, una vez en marcha la presente causa, se
produce el movimiento inverso, esto es, la extracción de fondos de esas cuentas, sin que, por
parte de LUIS BÁRCENAS, se haya dado una explicación creíble, y que, debido a que en
cantidad de ocasiones se ha perdido su rastro, nos lleva a concluir que ha conseguido encontrar
fórmulas para evitar que su patrimonio pudiera ser intervenido con motivo de su encartamiento
en la presente causa.
Valiéndose de estas circunstancias , ni las rentas de LUIS BÁRCENAS ni las de
ROSALÍA IGLESIAS fueron declaradas correctamente a la Hacienda Pública, ante la cual
reflejaron solo parcialmente sus recursos, como las supuestas compraventas de cuadros a que
antes nos hemos referido, y ante la que, el 03/10/2012, presentó, modelo 750, Declaración
Tributaria Especial en nombre de TESEDUL, con esa finalidad de continuar manteniendo oculta
la verdadera titularidad de los fondos a la Hacienda Pública, y en la que reflejó de modo
incompleto las cantidades omitidas en las correspondientes declaraciones de IRPF de LUIS
BÁRCENAS de los años 2007 a 2010, periodo en que de conformidad con dicha normativa cabía
tal regularización, e ingresando por tal concepto la cantidad de 1.098.804 €.
Asimismo, con igual finalidad de ocultar LUIS BÁRCENAS ser real propietario, como
también el verdadero origen de los fondos, de acuerdo con IVÁN YÁÑEZ, se valió de GRANDA
GLOBAL para presentar, en nombre de esta sociedad, Declaración Tributaria Especial el
04/10/2012, ingresando 132.051 €.
La cantidad en que se han logrado concretar los ingresos en las cuentas suizas ha sido
10.017.787,23 €, que ocultaron a la Hacienda Pública, dejando de ingresar cuotas por el
concepto de IRPF y de IP en los siguientes ejercicios:
La cuota dejada de ingresar por LUIS BÁRCENAS en el ejercicio 2000, por el IRPF,
fue 730.704,06 €, y por el IP 135.293,67 €.
En el ejercicio 2001, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 864.082,98 €, y por el IP
174.083,06 €.

68
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el ejercicio 2002, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 392.548,34 €, y por el IP
175.983,73 €.
En el ejercicio 2003, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 1.193.394,83 €, y por el IP
279.541,46 €.
En el ejercicio 2004, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 1.010.637,60 €, y por el IP
437.351,10 €.
En el ejercicio 2005, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 999.878,54 €, y por el IP
421.062,49 €.
En el ejercicio 2006, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en concepto de IRPF,
ascendió a 668.421,69 € y, por IP, a 423.534,15 €. Por su parte, la de ROSALÍA IGLESIAS, en
concepto de IRPF, a 267.319,87 €.
En el ejercicio 2007, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en concepto de IRPF,
ascendió a 2.103.113,26 € y, por IP, a 966.052,53 €.

V.- POZUELO DE ALARCÓN


1. RESUMEN DE ACTIVIDAD Y PARTÍCIPES
FRANCISCO CORREA desde el inicio de su actividad con el Partido Popular mantuvo
una estrecha relación con JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, secretario de acción electoral de dicho
Partido entre 1991 y 2003 y Senador entre 29/06/1993 y el 12/06/2003, en que cesó, para pasar
a ser Alcalde de Pozuelo de Alarcón desde el 14/06/2003 hasta el 11/03/2009.
La capacidad de influencia de la que podía abusar aquel por razón de los referidos
cargos fue fundamental para que, en materia de contratación pública, se dirigiesen y adjudicasen
contratos en favor de empresas de este o de su entorno, a cambio o en contraprestación de lo
cual recibió cantidades en efectivo o regalos en especie.
De las entregas con las que resultaba favorecido, algunas las hizo JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, pero, en todo caso, quedaban reflejadas en la contabilidad que este llevaba,
mientras que, por otra parte, ISABEL JORDÁN y PABLO CRESPO tuvieron un papel destacado
en la contratación y facturación de lo contratado.
2. COBROS DE JESÚS SEPÚLVEDA
En esa dinámica defraudatoria que guío el actuar de JESÚS SEPÚLVEDA, se puede
distinguir, entre esos cobros, los percibidos en efectivo y en especie.
2.1 Cobros en efectivo
Como pagos hechos en metálico, JESÚS SEPÚLVEDA recibió de la “Caja B” de
FRANCISCO CORREA, el 04/06/2003, 12.000 € que le entregó PABLO CRESPO, y el
19/06/2003 otros 12.000 € que en esta ocasión le entregó el propio FRANCISCO CORREA.
No así los 213.000 € que, como asignaciones periódicas, entre el 06/03/2002 y el
28/02/2005, se dice por las acusaciones que le fueron entregados con regularidad por ÁLVARO
PÉREZ.
2.2 Pagos en compensación de otras operaciones

69
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, JESÚS SEPÚLVEDA percibió el 23/06/2003, 60.000 € que le entregó


FRANCISCO CORREA, procedentes del cobro de comisiones, obtenidas a raíz de
adjudicaciones públicas irregulares y ocultados a la Hacienda Pública.
Estos fondos, junto con otros, hasta un importe total de 240.000 €, se reintegraron en
el circuito económico legal bajo la cobertura de un préstamo participativo por parte de la
sociedad británica RUSTFIELD a la entidad NUEVOS PROYECTOS INMOBILIARIOS
SALOBREÑA SA (NPIS), para lo que se contó con la connivencia de su administrador JESÚS
CALVO SORIA y la colaboración de LUIS DE MIGUEL, así como de PABLO CRESPO.
La operativa empleada hasta reintroducir esos 240.000 € en España arranca de
instrucciones dadas por FRANCISCO CORREA, para que se efectuaran dos ingresos, ambos
de 240.000 €, en sendas cuentas corrientes manejadas por JESÚS CALVO SORIA, una de
NPIS y la otra de LUJECA INVERSIONES, conocedores todos ellos de que solo uno de los
abonos correspondía a la participación de RUSTFIELD en NPIS, y que el otro tenía por finalidad
encubrir el origen ilícito y la titularidad de FRANCISCO CORREA y así reintegrarlos en el tráfico
mercantil lícito.
El primero de los ingresos lo realizó, en efectivo, estando al corriente de la operación y
siguiendo esas instrucciones, JOSÉ LUIS IZQUIERDO, el 22/04/2003, con fondos procedentes
de la “Caja B” de FRANCISCO CORREA en una cuenta corriente de Caja Madrid, titularidad de
NPIS.
El segundo ingreso se hizo el 18/06/2003 mediante una transferencia ordenada por
LUIS DE MIGUEL desde una cuenta que la sociedad RUSFIELD tenía en el Barclays de
Londres, a la cuenta que LUJECA tenía en Caja Caminos de Madrid, justificando tal
transferencia en un préstamo participativo suscrito entre RUSTFIELD, en cuyo nombre intervino
LUIS DE MIGUEL, y NPIS, por quien intervino JESÚS CALVO SORIA, no obstante conocer
ambos que con anterioridad se había hecho el otro ingreso con igual objeto y que la finalidad
que se perseguía con esta segunda transferencia era ocultar el verdadero titular y el origen de
los fondos en su repatriación.
Por su parte, el dinero procedente de RUSTFIELD había llegado a su cuenta inglesa
desde las cuentas PACSA y AWBERRY de FRANCISCO CORREA, donde se ingresaron las
comisiones que le correspondieron por su intervención en el contrato de gestión del servicio
público de limpieza, de la zona 3 (Moratalaz), adjudicado irregularmente por el Ayuntamiento de
Madrid a la empresa SUFI, como veremos más adelante, en el apartado dedicado al municipio
de la capital.
Una vez que JESÚS CALVO tiene los dos importes de 240.000 € en sus cuentas,
devuelve uno de ellos a FRANCISCO CORREA, mediante la entrega de un cheque nominativo
a JOSÉ LUIS IZQUIERDO, de fecha 19/06/2003, expedido contra su cuenta de Caja Caminos,
que lo recoge en mano, manteniéndose oculto FRANCISCO CORREA como verdadero titular
del dinero, y, cuando lo tiene en su poder y lo cobra, se distribuyen los 240.000 €, de manera
que se ingresan 60.000 € en la cuenta del Banco Pastor de la sociedad de su propio grupo,
KINTAMANI, se entregan 96.000 € a una tercera persona a quien, aquí, no se enjuicia, otros

70
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

60.000 € quedan en un sobre que se entrega a JESÚS SEPÚLVEDA el 23/06/2003, y los


restantes 24.000 € se reintegran en la “caja B”.
2.3 Otros cobros en efectivo.
Procedentes de diverso origen, JESÚS SEPÚLVEDA recibió:
- 12.020,24 € el 08/01/2002 de un reparto de fondos entregados por Enrique Carrasco
Ruiz de la Fuente.
- 13.927 € resultantes del reparto de beneficios de SPINAKER.
- 12.020 € que recibió el 05/02/2002, del reparto de fondos entregados por Plácido
Vázquez
- De la “Caja X PC” recibió, el 21/02/2002, 18.030 €; el 05/03/2002, 12.020 €, y el
28/05/2003, 24.000 €, procedentes, también, de entregas de Plácido Vázquez.
- Según anotaciones hechas por JOSÉ LUIS IZQUIERDO en su carpeta azul, el
18/12/2002, de 1.000.000 €, se le repartieron 60.000 €.
2.4 Cobros en especie
En especie, recibió JESÚS SEPÚLVEDA distintas compensaciones o gratificaciones,
todas ellas por razón de los cargos públicos que vino ocupando; por un lado, fueron regalos en
forma de viajes y servicios turísticos, y, por otro, en forma de eventos bien familiares o bien
como servicios prestados para su campaña electoral como candidato del Partido Popular a la
Alcaldía de Pozuelo de Alarcón.
2.4.1 Viajes y servicios turísticos.
Cuantos viajes y servicios turísticos recibió tanto JESÚS SEPÚLVEDA, como su
familia, fueron en consideración a sus cargos en su etapa de Senador, como de Alcalde, y le
fueron prestados por la empresa de FRANCISCO CORREA, PASADENA VIAJES.
Estos servicios se abonaron con cargo a la “Caja B” de FRANCISCO CORREA,
encargándose de llevar la contabilidad JOSÉ LUIS IZQUIERDO, quien realizaba los ingresos en
las cuentas bancarias de PASADENA VIAJES para ir cubriendo la deuda de JESÚS
SEPÚLVEDA y familia, y hacía las anotaciones correspondientes en los respectivos archivos.
El importe de los viajes y servicios turísticos prestados por FRANCISCO CORREA, a
través de PASADENA VIAJES, ascendió a 10.322, 56 € en 2000; a 11.822,05 € en 2001; a
14.392,50 € en 2002; a 6.759,18 € en 2003; a 6.840,72 € en 2004, y a 195,20 € en 2005, en
total, pues, 50.332,21 €.
Por su parte, los viajes y servicios propios de Ana Mato y los que la corresponden
respecto de su unidad familiar, ascendieron a 25.608,27 €.
Para ocultar el verdadero destinatario de estos servicios, siguiendo instrucciones de
FRANCISCO CORREA, aunque de acuerdo y asumiéndolo por lo que le favorecía JESÚS
SEPÚLVEDA, se emitieron diversas facturas y albaranes al genérico y ficticio nombre “Clientes
Central”, como fueron la factura 1893/01, por importe de 10.322,56 €; la 1894/01, de 31/12/2001,
por importe de 11.822,05 €, y la 1800/02, de fecha 31/12/2002; así como los albaranes 1773,
de 11/09/2003; 2352, de 13/11/2003, o el 654 de 17/03/2004.
2.4.2 Organización de eventos familiares

71
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

También se hizo cargo FRANCISCO CORREA de eventos familiares, en concreto, tres


cumpleaños (el tercero no supuso coste alguno) y una comunión de los hijos de JESÚS
SEPÚLVEDA, entre 2001 y 2005, que fueron organizados desde las sociedades de aquél, y
cuyo gasto ascendió a 4.498,52 €.
A través de SPECIAL EVENTS, sin que se haya podido precisar qué persona, en
concreto, llevó la gestión y abono de su contratación, se concertaron eventos con las empresas
ABRAKADABRA y PRODUCCIONES EL ZURDO, en junio de 2001, y con esta segunda e
INTERGLOBO, en junio de 2002, para la celebración de sendos cumpleaños de dos de los hijos
del entonces matrimonio SEPÚLVEDA/Mato, el primero de los cuales ascendió a 669,53 € y el
segundo a 1.996,19 €.
El tercero de los eventos fue la comunión de una de las hijas de JESÚS SEPÚLVEDA,
el 07/05/2005, gestionada por EASY CONCEPT, a la que supuso un coste de 1.822,80 €, que
abonó a INTERGLOBO.
Se incluye en este apartado el regalo que efectuó FRANCISCO CORREA a Ana Mato
por importe de 610 € que se justifica por medio de una factura de fecha 07/11/2003, emitida por
Louis Vuitton a nombre de SPECIAL EVENTS por importe de 610 €.
2.4.3 Campaña elecciones municipales de 25/05/2003, de JESÚS SEPÚLVEDA, como
candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón por el Partido Popular.
Entre los acuerdos que alcanzó FRANCISCO CORREA con JESÚS SEPÚLVEDA, en
su etapa como Presidente Local del P.P. de Pozuelo, vino prestando servicios a través de sus
empresas, como SPECIAL EVENTS, para dicha campaña electoral, que se sufragaron con, al
menos, 120.000 € de origen desconocido que aportó aquel, pero con carácter finalista, en
consideración al cargo de Senador que ostentaba y como contraprestación de las
adjudicaciones con que, por su intervención, había resultado favorecido y en la confianza de las
que le pudiera seguir favoreciendo, caso de ser elegido Alcalde.
JESÚS SEPÚLVEDA era quien decidía cuánto y cómo se gastaba, llegándose a
disparar el gasto, y recibiendo dinero en sobres, en distintas ocasiones, para la financiación de
su campaña electoral, como candidato del Partido Popular a la alcaldía.
El importe de los gastos realizados ascendió, al menos, a 111.864,32 €, de los cuales
15.600,16 € se utilizaron para la instalación, mantenimiento y material de la oficina electoral de
JESÚS SEPÚLVEDA; otros 12.264,16 € para actos relacionados con la campaña.
De los 84.000 € restantes, hasta los 111.864,32, fueron 36.000 € para PABLO
CRESPO; 30.000 € para alguien no identificado; 6.000 € para FRANCISCO CORREA, y otros
12.000 € para ÁLVARO PÉREZ, si bien la cantidad entregada a este no consta su relación con
la campaña electoral, aunque le fuera pagado el servicio que prestó con dinero de ella.
2.4.4 Regalos de vehículos
El 22/12/1999 fue adquirido un JAGUAR S-TYPE 4.0 V8, a nombre de JESÚS
SEPÚLVEDA, del que este solo abonó 250.000 pts., y los restantes 8.663.700 pts. (52.069,89
€), fueron pagados por F.C.S. TRAVEL GROUP SL (antigua denominación de PASADENA
VIAJES).

72
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, FRANCISCO CORREA le facilitó y se hizo cargo del “renting” de un RANGE


ROVER, intermediando con la empresa vendedora C DE SALAMANCA AUTOMÓVILES.
3. CONTRATACIÓN
Las entregas efectuadas por FRANCISCO CORREA, o por empresarios de su entorno,
a JESÚS SEPÚLVEDA, que hemos dicho, fueron en contraprestación por su intervención en las
adjudicaciones públicas a favor de empresas de aquel o de dichos empresarios, porque, aunque
se ocultara formalmente, desde su llegada como Alcalde al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón
desplegó, de hecho, una influencia, y ejerció una real capacidad de decisión en la irregular
manera de contratación que impuso, como había hecho antes, en otros ámbitos, en su etapa de
Senador.
3.1 En su etapa de Senador
Aquí se encuentran las relacionadas con SPINAKER (13.927 €), las vinculadas a
Enrique Carrasco (12.020,24 €) y a Plácido Vázquez (12.020 €; 18.030 €;
12.020 €; 24.000 €, en total 66.070 €).
3.2 Etapa como Alcalde de Pozuelo de Alarcón
Durante el periodo de tiempo que JESÚS SEPÚLVEDA ocupó dicho cargo, entre 2003
y 2005, favoreció a distintas empresas prevaliéndose, al efecto, de las competencias que en
materia de contratación y ordenación de pagos le atribuía el art. 21.3 de la Ley de Bases de
Régimen Local, ámbito en el que, pese a haber delegado sus competencias mediante Decreto
de 16/06/2003 fundamentalmente en la Junta de Gobierno y en el Concejal de Economía,
Hacienda y Régimen Interior, ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, continuaba impartiendo
directrices, que este acataba a sabiendas de su irregularidad.
Adjudicaciones a CONSTRUCTORA HISPÁNICA
A) Expediente 5/2004; Proyecto de Remodelación y Acondicionamiento del Camino de
las Huertas
En Decreto de 18/03/2004, del Concejal de Economía, Hacienda y Régimen Interior,
ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación del Alcalde JESÚS SEPÚLVEDA, se adjudicaba el
contrato, mediante procedimiento abierto de concurso, a CONSTRUCTORA HISPÁNICA, por
un precio de 1.917.520 €, IVA incluido, y un plazo de realización de cuatro meses, firmándose
el contrato el 13/04/2004, no obstante ser el presupuesto de licitación de 2.308.596,86 € y el
plazo de ejecución de seis meses.
Por la adjudicación de este contrato, ALFONSO GARCÍA POZUELO entregó a
FRANCISCO CORREA 49.591 €, en concepto de comisión. Por su parte, PABLO CRESPO,
como segundo de FRANCISCO CORREA, intervino en la gestación y ejecución del acuerdo.
La adjudicación se consiguió estableciendo unos criterios de valoración de ofertas que
permitieran la selección de CONSTRUCTORA HISPÁNICA, que era la empresa
preseleccionada por acuerdo previo habido, entre FRANCISCO CORREA y PABLO CRESPO
por un lado, JESÚS SEPÚLVEDA y ROBERTO FERNÁNDEZ por otro, quienes contaron con la
colaboración del fallecido Ingeniero Municipal.
Fue fundamental para dicha selección la sustitución de los iniciales criterios de
valoración de ofertas, del Pliego de Cláusulas Administrativas, por su sustitución por otros con

73
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un componente importante de subjetividad, que permitían un mayor margen de arbitrariedad a


la hora de elegir la empresa adjudicataria, introducidos de manera consciente a tal fin.
Entre esos criterios, se otorgaban 15 puntos por el relativo al estudio del tráfico, de gran
subjetividad, por no ser cuantificable mediante una fórmula matemática, mucho más cuando en
el pliego no se indicaba ni qué elementos se habían de tener en cuenta, y cómo valorarlos; se
otorgaban 50 puntos a la proposición económica, para la que se siguió el conocido como de
“bajas medias”, pese a la censura general de que es objeto, y 35 puntos a la reducción del plazo
de ejecución, que fue fundamental, porque solo las empresas que proponían la máxima tendrían
posibilidades de ser adjudicatarias, y que, a la postre, no se cumplió, pues la obra ni siquiera se
entregó en los plazos ampliados tras una prórroga y un modificado.
En base a dichos criterios, el Ingeniero Municipal emitió un informe el 08/03/2004, con
una justificación formal, global e imprecisa sobre las ofertas presentadas, al objeto de que
resultara adjudicataria CONSTRUCTORA HISPÁNICA, informe que fue asumido por la mesa de
contratación de la misma fecha, presidida por ROBERTO FERNÁNDEZ, quien propuso la
adjudicación a esta empresa, a quien le fue adjudicada mediante el Decreto de 18/03/2004 al
que nos hemos referido al inicio.
El plazo de ejecución, sin embargo, tuvo que ser ampliado en dos ocasiones. La
primera, a petición de una prórroga de un mes por parte de la adjudicataria, que concede, en
Decreto de ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación de JESÚS SEPÚLVEDA, de fecha
08/09/2004, previo informe favorable del Ingeniero Municipal; la segunda ampliación tiene lugar
a raíz de un Proyecto de Modificado propuesto por el Ingeniero Municipal, que suponía un
incremento del inicial precio de adjudicación de 360.242,27 €, que fue aprobado por la Junta de
Gobierno en sesión de 22/09/2004, con el voto favorable de JESÚS SEPÚLVEDA y ROBERTO
FERNÁNDEZ, y se amplía el plazo de ejecución por un mes más
Con todo, y pese haberse considerado el plazo de ejecución criterio relevante para la
adjudicación, las obras finalizaron el 01/04/2005, cumplido con exceso los plazos, incluidos los
ampliados por tras la prórroga y el modificado.
B) Proyecto de obras de Operación Asfalto 2004.
También, producto de los acuerdos entre FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO,
JESÚS SEPÚLVEDA y ALFONSO GARCÍA POZUELO, CONSTRUCTORA HISPÁNICA SA
resultó beneficiada para la realización de este proyecto, cuyo objeto del contrato era el asfaltado
de varias calles del Municipio de Pozuelo de Alarcón, si bien la fórmula empleada en esta
ocasión fue a través de una subcontratación que hizo con la empresa que, formalmente, resultó
adjudicataria, que fue la UTE ASFALTOS VICÁLVARO SL e INSTALACIONES Y MONTAJES
ELÉCTRICOS VELASCO.
La tramitación y los criterios de adjudicación fueron muy similares a los del expediente
anterior, pero teniendo en cuenta que en este, aunque formalmente se adjudicó el contrato a la
mencionada UTE, se ocultó tras ella la real adjudicataria, que lo fue CONSTRUCTORA
HISPÁNICA.

74
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En esta ocasión, ALFONSO GARCÍA POZUELO abonó a FRANCISCO CORREA


15.900 € en concepto de comisión. Por su parte, PABLO CRESPO, como segundo de
FRANCISCO CORREA, intervino en la gestación y ejecución del acuerdo.
Por Decreto de 07/06/2004, del Concejal de Economía, Hacienda y Régimen Interior,
ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación del Alcalde JESÚS SEPÚLVEDA, fue adjudicado el
contrato en procedimiento abierto, mediante concurso, a la UTE ASFALTOS VICÁLVARO SL e
INSTALACIONES Y MONTAJES ELÉCTRICOS VELASCO, por un precio de 1.845.656,21 €,
IVA incluido, y un plazo de realización de cuatro meses, firmándose el contrato el 05/07/2004,
no obstante ser el precio de licitación de 2.405.077,16 € y el plazo de ejecución de siete meses,
desde el acta de replanteo.
El proyecto para esta obra fue redactado, con fecha 02/01/2004, por el Ingeniero
Municipal, y lo hizo proponiendo unos criterios de valoración de ofertas iguales a los del
expediente anterior, por lo que, una vez más, los aspectos marcadamente subjetivos favorecían
la arbitrariedad a la hora de la adjudicación; entre ellos volvía a ser importante el “estudio del
tráfico”, más en los imprecisos términos en que se ofrecía.
Previo informe favorable del Ingeniero Municipal, la Mesa de Contratación, presidida
por ROBERTO FERNÁNDEZ, en sesión de 25/05/2004, acordó formular propuesta de
adjudicación del contrato a la referida UTE, que le fue adjudicado mediante el mencionado
Decreto de 07/06/2004, que este firmó, como también firmó el contrato el 05/07/2004.
No obstante ser el plazo de ejecución del contrato cuatro meses, se solicitó una
prórroga de un mes por parte de la UTE, que le fue concedida en Decreto de 07/10/2004;
posteriormente una segunda prórroga por tres meses, que también se concede en Decreto de
30/11/2004, y hay una propuesta de modificado por parte del Ingeniero Municipal, que supuso
un incremento sobre el precio inicial de 348.202,39 €.
C) Contratos menores relativos a Operación Asfalto
En relación con el proyecto da la Operación Asfalto, se contrató un campaña
publicitaria por parte de la Concejalía de Obras y Servicios, por importe de 15.581,78 €, con la
empresa DOWN TOWN, y se tramitó como dos contratos menores, que se abonaron mediante
dos facturas no superiores a 12.020,24 €, emitidas por dicha empresa, la 015/04, por importe
de 3.581,97 €, y la 41381, por importe de 11.999,81 €, ambas de 18/02/2004, fraccionándose,
así, de forma irregular su pago, a la vez que, con ello, se posibilitaba la adjudicación directa a la
empresa seleccionada, facturas cuyo pago fue autorizado por ROBERTO FERNÁNDEZ, en
razón a la delegación de JESÚS SEPÚLVEDA, quien se había concertado con FRANCISCO
CORREA, conocedores de la irregularidad, así como PABLO CRESPO, quien las gestionó, en
el cometido, que dentro de sus funciones, como segundo de las empresas del grupo CORREA,
venía desplegando.
Adjudicaciones a empresas de FRANCISCO CORREA
D) Oficina de Atención al Ciudadano
Igual operativa de dividir artificialmente el contrato, con la finalidad de eludir el
procedimiento correspondiente y elegir directamente la empresa adjudicataria, se siguió entre
el 01/12/2003 y el 12/11/2004, en la adjudicación por parte del Concejal de Economía,

75
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ROBERTO FERNÁNDEZ, una vez más, por delegación del Alcalde, JESÚS SEPÚLVEDA, de
los expedientes relacionados con la Oficina de Atención al Ciudadano, que alcanzaron un
importe total de 138.501,20 €. Se acudió al contrato menor, cuando la contratación relativa a la
sede de dicha Oficina sita en la C/ Volturno de Somosaguas debió haberse tramitado mediante
procedimiento negociado sin publicidad, y los vinculados con la ubicada en la Plaza Mayor de
Pozuelo la adjudicación debió ser mediante concurso. En todo caso, la contratación de cada una
de estas dos sedes debió llevarse por separado.
Para ocultar el fraccionamiento, y aparentar la adjudicación de servicios distintos
(siempre por importes inferiores a 30.050,61 €) a empresas diferentes e independientes entre
sí, se utilizaron dos empresas de FRANCISCO CORREA, como BOOMERANGDRIVE y DOWN
TOWN, así como otras dos ajenas a su grupo, como fueron TRAVELLING ESCENOGRAFÍA SA
y PRODUCCIONES ESCENOGRÁFICAS MONTENEGRO, pero utilizadas por este como
pantalla o instrumentales, contra las que no se ha seguido el procedimiento. Por esa razón, al
ser DOWN TOWN la real adjudicataria, con la finalidad de reintegrarse el precio recibido del
Ayuntamiento, desde las empresas pantalla se aceptaron y pagaron tres facturas recibidas de
aquellas por servicios que nunca se prestaron.
La contratación de la sede de la Plaza Mayor ascendió a 92.098,10 €, pero se fraccionó
en cuatro facturas, dos emitidas por empresas del grupo CORREA, una de 9.324,84 €, y otra de
28.996,59 €; y otras dos por esas empresas instrumentales: una de 29.847,32 €, y otra de
23.929,35 €.
En cuanto de la calle Volturno, que ascendió a 42.470,70 €, se emitieron dos facturas
por DOWN TOWN, una de 11.990,36 € y la otra de 1.597,78 €, más una tercera, que emite una
de las empresas pantalla, por importe de 28.882,56 €.
Se emitió una factura más, por importe de 3.932,40 €, que no ha sido posible vincular
a ninguna de las dos sedes, por lo que el montante final son esos 138.501,20 €.
La referida facturación contenía importantes irregularidades, que dificultaban su
control, como conceptos genéricos, sin desglosar unidades de obra, o, en ocasiones, emitidas
por el mismo concepto.
Por su parte, las empresas pantalla para reintegrar el precio emitieron tres facturas, por
importe igual al recibido del Ayuntamiento, que ascendió a 82.569,23 €.
E) XXXI Congreso de Parques y Jardines (PARJAP 2004)
Otros contratos adjudicados por JESÚS SEPÚLVEDA a FRANCISCO CORREA,
prevaliéndose de sus competencias, de hecho y de derecho, como Alcalde de Pozuelo y como
contraprestación de los regalos percibidos, fueron los vinculados al XXXI Congreso de Parques
y Jardines Públicos (PARJAP 2004), que supusieron 216.836,76 €, de los cuales 150.781,92 €
(129.984,41 € sin IVA) correspondieron al contrato “Organización del XXXI Congreso Nacional
de Parques y Jardines Públicos, PARJAP 2004” (expediente 32/04), adjudicado el 12/05/2004,
y el resto a distintos contratos menores.
El expediente se adjudicó con vulneración de los principios y procedimientos de
contratación a través de una empresa interpuesta (MR&ASOCIADOS), que cobró su
correspondiente comisión y cuyo importe fue repercutido al Ayuntamiento con el conocimiento y

76
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

consentimiento de sus responsables, si bien la preparación y ejecución del Congreso se llevó


por empresas de FRANCISCO CORREA.
Para la adjudicación de dicho expediente, por parte de las empresas de este, fue
fundamental la intervención de PABLO CRESPO e ISABEL JORDAN, mientras que, por parte
del Ayuntamiento, lo fue la de JESÚS SEPÚLVEDA y ROBERTO FERNÁNDEZ, no así la de
JUAN ANTONIO
SÁENZ, que fue ajeno y no participó, al igual que otros varios funcionarios que figuran en algún
momento del expediente, en las irregularidades que en su preparación, tramitación y
adjudicación hubo.
Ajeno dichas irregularidades, sin embargo, el 15/03/2003, firmó la propuesta de inicio
del expediente, por concurso, con carácter de urgencia, tras haber firmado el jefe del Área de
Medio Ambiente, el día 10, el pliego de prescripciones técnicas, pliego que venía elaborado
desde el departamento de comunicación, si bien esa elaboración se hizo a partir de unos
borradores que ISABEL JORDÁN o alguna de las empleadas a sus órdenes, de las empresas
del grupo CORREA, fueron remitiendo al Ayuntamiento.
Elaborados los pliegos en las circunstancias y términos indicados y conscientes de que
se serían asumidos por JESÚS SEPÚLVEDA y ROBERTO RODRÍGUEZ, así fue, y en Junta de
Gobierno Local de 17/03/2004, fueron aprobados, disponiéndose, al mismo tiempo la apertura
del procedimiento de adjudicación por concurso y tramitación urgente.
Esta tramitación por la vía de urgencia se hizo necesaria, por cuanto que hasta
noviembre de 2003 no tiene lugar la adjudicación a Pozuelo, y en ese momento no había
asignada dotación presupuestaria para tal evento, de la que no se pudo disponer hasta mediado
marzo de 2004, debiendo comenzar el Congreso la primera semana de junio.
En todo caso, las irregularidades en la tramitación iban dirigidas a la adjudicación a
favor de la empresa pactada entre FRANCISCO CORREA y JESÚS SEPÚLVEDA, siendo
importante la intervención de ISABEL JORDÁN, bajo la supervisión de PABLO CRESPO.
La de ISABEL por la incidencia de los borradores de pliegos que fue remitiendo, en los
que pasaron al expediente y fueron aprobados en esa Junta de Gobierno Local de 17/03/2004,
presidida por ROBERTO FERNÁNDEZ.
Al concurso se presentó, únicamente, MR&ASOCIADOS y, como estaba acordado,
formalmente, le fue adjudicado por precio de 150.781,92 €, si bien a cambio de una comisión
del 2%, para que apareciera en lugar de DOWN TOWN, que resultó la real adjudicataria.
En la “Hoja de Presupuesto”, elaborada por esta empresa y firmada por PABLO
CRESPO, figuran distintas cantidades asociadas a MR & ASOCIADOS, entre ellas esa comisión
del 2%, cifrada en 2.599,69 €, que, incluida en la propia Hoja, como un coste más fue facturada
al Ayuntamiento, quien, por lo tanto, asumió la carga de pagar la actuación de esta mercantil,
como pantalla.
Para reintegrar a FRANCISCO CORREA o sus empresas lo cobrado del Ayuntamiento
por los beneficios obtenidos del montaje del Congreso PARJAP, DOWN TOWN emitió una
factura el 01/07/2004 por ese mismo importe de 150.781,92 €, que coincide exactamente con el

77
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

total de la cantidad facturada por dicha empresa al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, y con
lo reflejado en la Hoja de Costes mencionada, en el apartado de la columna “FACTURADO”.
Con posteridad, las empresas DOWN TOWN y BOOMERANDRIVE, emitieron sendas
facturas a nombre de MR&ASOCIADOS, relacionadas con trabajos desarrollados para el XXXI
Congreso PARJAP, por un importe total conjunto de 63.037,66 € (73.123,69 € con IVA),
lográndose así que la práctica totalidad del beneficio estimado por parte de las empresas de
CORREA en relación al montaje del Congreso PARJAP, pasara, del adjudicatario inicial, a él.
Asimismo, las empresas de FRANCISCO CORREA para canalizar los fondos desde
MR&ASOCIADOS, se valieron, en parte, de las empresas del grupo RAFAEL, de cuya
facturación, aunque CARMEN GARCÍA MORENO era una de sus administradores, nada tuvo
que ver con ello; sin embargo, aquel se sirvió de una de las del grupo, como DOBLE M, de forma
que MR&ASOCIADOS simulaba haber recibido servicios de ella y aceptaba y pagaba las
facturas que le emitían, a sabiendas de que no se correspondían con trabajos realmente
prestados. Así, DOBLE M percibió de MR&ASOCIADOS 33.905,17 € (sin IVA), abonando el
mismo importe, 33.905,18 € a DOWN TOWN en pago las facturas 151 y 152 emitidas por el
18/11/2004.
Similar operativa siguió con la mercantil APOGEE TELECOMUNICACIONES, no
encartada en la presente causa, que percibió de MR&ASOCIADOS 29.005,15 € (sin IVA), que,
en importe prácticamente igual, 29.008,63 € abonó a DOWN TOWN en pago de las facturas 153
y 154.
De esta manera, por medio de esta facturación y refacturación, las sociedades del
grupo CORREA, en el año 2004, percibieron de MR&ASOCIADOS, bien directamente, bien a
través de las empresas DOBLE M o APOGEE, 125.951,47 €, de los 129.984,41 €, sin IVA
(150.781,92 €, con IVA, del importe de adjudicación), abonados por el Ayuntamiento de Pozuelo.
La diferencia, 4.032,94 € lo percibió MR&ASOCIADOS, estando muy próximo a los 3.872,10 €
que se incluyeron en la hoja de coste para esta: 2.599,69 €, en concepto de 2% de comisión,
más 1.272,41 € por seguros, costes financieros y pago anuncio.
F) Contratos menores relacionados con el PARJAP
Asimismo, DOWN TOWN percibió otros ingresos relacionados con este evento, que
facturó indebidamente de manera fraccionada, dividiendo artificialmente alguno de los
expedientes, al objeto a acudir al menor control que conlleva el contrato menor, y, para encubrir
tal división, FRANCISCO CORREA utilizó distintas empresas aparentemente independientes
entre sí, pero realmente todas ellas a su servicio, bajo la dirección y control por parte de PABLO
CRESPO y la supervisión de ISABEL JORDÁN. Entre dichas empresas estaban las del propio
grupo CORREA, DOWN TOWN y BOOMERANGDRIVA, y la del grupo RAFAEL,
FOTOMECÁNICA RAFAEL.
Las facturas emitidas fueron aprobadas por ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación
del Alcalde, JESÚS SEPÚLVEDA.
El montante de esta facturación se dividió en dos apartados:
- Creatividad, diseño e impresión de material gráfico

78
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por FOTOMECÁNICA RAFAEL, dos facturas, una por importe de 5.593,82 € (6.488,93
con IVA) y otra por 6.380,78 € (7.401,70 con IVA).
Por DOWN TOWN, una factura por 4.612,67 € (5.350,70 con IVA); otra por 1.728,61 €
(2.005,19 con IVA), otra por 6.658,00 (7.723,28 con IVA), y otra, por 578,16 € (con IVA 670,67).
En montante total, pues, 25.552,04 €, y con IVA 29.640,47 €.
- Plan de comunicación
Tres facturas emitidas por DOWN TOWN, una por importe de 9.342,13 € (10.836,87
con IVA); otra por 9.935,35 € (11.525,01 con IVA), y otra por 2.152,80 € (2.497,25 €).
En consecuencia, en total 29.128,01 €, y con IVA 33.788,50 €.
G) Otros contratos menores.
Entre el 23/03/2004 y el 14/01/2005 ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación de
JESÚS SEPÚLVEDA, contrató con las empresas DOWN TOWN y BOOEMERANGDIRVE la
compra de mobiliario para distintas Concejalías por un importe de 49.195,70 €. En particular, el
precio de adquirido para el área de Hacienda, de la que era titular aquel, fue de 18.987,74 € y
no se tramitó en correspondiente negociado sin publicidad, sino que se adjudicó directamente a
DOWN TOWN, que emitió la factura 27/05.
Asimismo, se adjudicaron otros contratos menores a empresas de FRANCISCO
CORREA, en contraprestación de los regalos percibidos por JESÚS SEPÚLVEDA, entre el
31/12/2003 y el 22/01/2006, cuyo pago fue autorizado por ROBRETO FERNÁNDEZ, y cuyo
importe total ascendió a
73.169,86 €.
VI.- MADRID: MUNICIPIO Y COMUNIDAD AUTÓNOMA
I. RESUMEN INTRODUCTORIO
Dentro del ámbito territorial al que se circunscribe el presente bloque, ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, diputado de la Asamblea de Madrid, consejero de Deportes y Viceconsejero de
Presidencia de la Comunidad de Madrid (noviembre 2003-febrero 2009), así como teniente de
alcalde y concejal de limpieza en el Ayuntamiento de Madrid por el Partido Popular (1999-2003,
en consideración a los distintos cargos públicos que vino ocupando, primero dentro del
Ayuntamiento de la Capital, donde fuera Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo
Medioambiental, desde el 03/07/1999 hasta el 14/06/2003, y luego dentro de la Comunidad
Autónoma de Madrid, donde primero fuera Viceconsejero de Presidencia, entre el 26/05/2004
y el 20/06/2007, y, a continuación, Consejero de Deportes de la Comunidad del 20/06/2007 al
10/02/2009, fue favorecido lucrativamente por FRANCISCO CORREA, de manera que, como
contrapartida por su intervención en la irregular adjudicación de contratos públicos que vino
manipulando a favor de las empresas de este, recibía las oportunas comisiones, que disfrazaba
mediante la emisión de facturas ficticias o por importes superiores.
En su etapa en el Ayuntamiento percibió una comisión de 680.731,01 € por facilitar la
adjudicación irregular del contrato de gestión del servicio de limpieza viaria de la zona 3 de
Madrid a la entidad SUFI SA, de la que era presidente Rafael Naranjo Anegón (para quien ha
sido sobreseída la causa); comisión que, al menos en parte, fue ingresada en la sucursal de

79
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ginebra del Banco Mirabaud, de la que era autorizada y tuvo conocimiento TERESA GABARRA
BALSELLS, esposa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO.
Por su parte, FRANCISCO CORREA, por haber intermediado en la adjudicación,
recibió de Rafael Naranjo una comisión de 1.232.074,80 €, que se le ingresó en cuentas suizas
gestionadas por ANTONIO VILLAVERDE.
Más tarde, una vez que accedió a la CAM, aprovechándose de las competencias que
le venían atribuidas por los cargos públicos que ostentó, acordó con FRANCISCO CORREA y
contando con la colaboración de PABLO CRESPO, la adjudicación de los contratos relativos a
actos institucionales o conmemorativos en que asistiera la Presidenta Esperanza Aguirre, a favor
de las empresas del “grupo POZUELO”, así como de otras sociedades, utilizadas por estas, en
ocasiones, como pantallas, a cambio de unas gratificaciones que se repercutían como importe
facturado a dichas empresas, encareciendo los servicios, con el consiguiente sobrecoste para
ellas, y, consecuentemente, para la CAM.
Para la ejecución y mejor provecho del anterior acuerdo, ALBERTO LÓPEZ VIEJO
diseñó una novedosa política de comunicación, con mayor presencia de la Presidenta, que
llevaba aparejada un incremento o multiplicación de sus actos, en la que fue fundamental la
ayuda y colaboración de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, su asesor técnico hasta 2007, quien
asumió, de hecho, la organización, coordinación, calendario, contratación, ejecución y pago de
todos aquellos actos que solían celebrarse en la sede de la Presidencia, la Real Casa de
Correos, la Real Casa del Reloj de Sol, y contaban con la presencia de la Presidenta.
Durante esa época en que ocupó cargos públicos llegó a adjudicar actos, eventos y
otro tipo de operaciones por un importe de unos 6.484.080,07 €, en beneficio de las empresas
del grupo CORREA/POZUELO y alguna de las utilizadas por estas, que llegaron a obtener un
beneficio de unos 2.627.785,14 €, prescindiendo, en las ocasiones y de la manera que iremos
viendo, de las más elementales normas y principios administrativos en materia de contratación
pública.
En particular, dichas empresas recibieron a través de la Consejería de Cultura,
Deportes y Turismo o de entidades dependientes de ella adjudicaciones de contratos públicos,
bien directamente bien mediante sociedades que instrumentalizó, por importe de 719.345,85 €,
correspondientes a 171 facturas, de las que 261.643 € se facturaron desde el 20/06/2007, en
que ALBERTO LÓPEZ VIEJO fuera Consejero de Deportes.
Para la consecución de tales beneficios, este acusado se sirvió del entramado
societario que, de acuerdo con él, puso a su disposición FRANCISCO CORREA, básicamente
compuesto por las empresas del “GRUPO POZUELO”, en el que se integró para, desde dentro
de sus puestos en la CAM, controlar esa irregular contratación de la que se obtenían los ilícitos
beneficios con que se lucraban.
De dos etapas se puede hablar, una primera etapa que se sitúa entre 2004 y finales de
2005, gracias a este acuerdo y su control desde dentro de la CAM, se estuvo procediendo a la
división artificial de los servicios a prestar, con la finalidad de acudir a la tramitación como
contratos menores, a la vez que era el medio idóneo para que cualquiera o varias empresas
concurriesen, al aparecer como independientes. Similar dinámica continuó en una segunda

80
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

etapa, entre finales de 2005 y 2008, aunque utilizando, también, la tramitación de expedientes
administrativos de carácter general para actos institucionales, con la finalidad de dotar a la
contratación de apariencia de legalidad.
Dentro del “GRUPO POZUELO”, la supervisión financiera de su actividad la estuvo
llevando PABLO CRESPO, si bien a partir de 2005 fue cediendo en ese control en favor de
ISABEL JORDÁN, quien, en su calidad de “jefa” y, como directora de las empresas de Pozuelo,
no solo ostentó la dirección técnica y comercial de las mismas, sino que se fue haciendo cargo
poco a poco de todo.
De hecho, la gestión diaria, hasta octubre de 2007, no solo en materia de contratación,
sino en la elaboración de las hojas de coste de los servicios prestados la llevaba ISABEL, como
también, en algún caso, encomendó que las hiciera JAVIER NOMBELA, encargado la
elaboración de la facturación, que de trasladaba materialmente al papel ALICIA MÍNGUEZ,
empleados estos a las órdenes de aquella.
Y el control contable siguió en manos de JOSÉ LUIS IZQUIERDO, encargado de
realizar las correspondientes anotaciones de las cantidades debidas o abonadas en la cuenta
de ALBERTO LÓPEZ VIEJO.
Con este sistema de actuación, impuesto por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, se consiguió
falsear y sortear el procedimiento administrativo de contratación, pues, en realidad, primero se
ejecutaba el acto y luego se emitían facturas sin una previa existencia de crédito presupuestario,
y buscando, a posteriori, encajar el acto como partida de alguna Consejería u Organismo, a ser
posible, que se le pudiera encontrar alguna relación con él, aunque no la tuviera.
En esta irregular dinámica, se contrató con las empresas del GRUPO POZUELO, en el
año 2006, actos por importe de 259.344,01, siendo Viceconsejero de Inmigración y Cooperación
CARLOS CLEMENTE AGUADO, con la intervención en los hechos que referiremos después en
el apartado específico dedicado a este acusado.
MUNICIPIO DE MADRID
El 14/11/2002, siendo Concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid ALBERTO
LÓPEZ VIEJO adjudicaba a la mercantil SUFI SA, presidida por Rafael Naranjo Anegón, a partir
del contrato 200509170 de “Gestión del servicio público de limpieza viaria en diez zonas de la
ciudad de Madrid”, expediente 131/2002/01886L, la correspondiente a la zona 3, distrito de
Moratalaz, a cambio de ciertas comisiones.
Dicha adjudicación estaba pactada con anterioridad a la tramitación del expediente,
gracias a la intervención de FRANCISCO CORREA, quien, por la relación que tenía con Rafael
Naranjo, así como con ALBERTO LÓPEZ VIEJO les puso en contacto a tal fin, a cambio de
cobrar cada uno una comisión, que en el caso del primero ascendió a 1.232.074,80 €, y en el
del último a unos 680.731,01 €, en parte detraída de fondos del Ayuntamiento y en parte de
actos de la Comunidad de Madrid, cuando pasó a formar parte del Gobierno de dicha
Comunidad.
A su vez, los tres acusados acordaron que Rafael Naranjo recuperara las comisiones
que debía abonarles con cargo al Ayuntamiento de Madrid, para lo cual ALBERTO LÓPEZ

81
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

VIEJO incluyó en el contrato cláusulas que imponían determinados servicios a la adjudicataria,


consciente de que no se prestarían y tenían como finalidad el reintegro de la comisión abonada.
El procedimiento para la convocatoria del correspondiente concurso público lo inició
formalmente el propio ALBERTO LÓPEZ VIEJO el 18/02/2002, y la proposición, acompañada
de los correspondientes pliegos de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas ya
suponía un incremento en el precio de los contratos entre un 42 y un 48 por ciento respecto de
los precios vigentes. Asimismo, ALBERTO LÓPEZ VIEJO intervino personalmente en la
elaboración del pliego de prescripciones técnicas, que posibilitaban tanto la selección arbitraria,
como el apoderamiento de recursos del Ayuntamiento, destinados a reintegrar al adjudicatario
las correspondientes comisiones. En estas circunstancias, dada la redacción y elección de los
criterios de valoración de ofertas, se produjo la adjudicación directa a SUFI, empresa
predeterminada.
Fue fundamental para la adjudicación, por su mayor dificultad de control, la elevada
puntuación de los criterios subjetivos de baremación, introducida en el art. 15 del pliego de
prescripciones técnicas, frente a los criterios objetivos, lo que permitió que se presentara una
propuesta de adjudicación validada por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en la que se recomendaba
como adjudicataria para la zona 3 a SUFI, aun cuando no era la que mejores soluciones
económicas ofrecía.
La propuesta, previa aprobación por la mesa de contratación en sesión de 03/09/2002
fue, efectivamente, asumida el 26/09/2002 por el Pleno del Ayuntamiento con el voto favorable
de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, que arrastró al de los demás miembros del grupo municipal
popular; y el 14/11/2002 se formalizó el contrato de la zona 3, por un precio, en concepto de
canon anual, de 4.803.364,92 € y un plazo de ejecución de 10 años a partir del 01/03/2003.
La apropiación de fondos del Ayuntamiento, destinados a reintegrar a SUFI las
comisiones pactadas, se articuló insertando en el pliego de prescripciones técnicas cláusulas
relativas al control de calidad (art. 12) y campañas de concienciación ciudadana (art. 13), que
se imponían al adjudicatario, eludiendo de esta manera la tramitación de los correspondientes
expedientes, que se deberían tramitar de manera diferenciada e independiente, con lo que, al
no hacerse así, se vulneraban las normas de procedimiento en materia de contratación pública.
Además, las referidas campañas no se llevaron a cabo por el adjudicatario, sino que,
con la fórmula empleada, permitió al propio Ayuntamiento encargarse de prestar esos servicios
de control de calidad y de publicidad o concienciación ciudadana, que tampoco los prestó.
Dichas cláusulas establecían lo siguiente:
"Artículo 12.1. Sistemas de control. ...Para poder llevar a cabo la inspección y control
de prestación de los trabajos y supongan los gastos correspondientes, las empresas licitadoras
deberán prever en sus ofertas y presupuestos una cantidad igual al 1% del presupuesto del
servicio.
El concesionario seleccionará a la empresa de inspección dentro de la lista de tres
propuesta por los Servicios Técnicos de la Concejalía de los Servicios de Limpieza Urbana y
Desarrollo Medioambiental debiendo justificar la elección, conforme a unos criterios de selección
autorizados por la Concejalía.

82
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los Servicios Técnicos verificarán la realización del control de prestación de los


servicios así como el abono a la empresa que lo efectúe del citado importe del 1% del
presupuesto anual del servicio, procediendo en caso contrario a la minoración de este importe
en la certificación del mes de diciembre de cada uno de los años que dure el contrato.
Dicho control será realizado por la empresa seleccionada con la dirección y aprobación
de los Servicios Técnicos de la Concejalía de Limpieza y Desarrollo Medioambiental y pagado
directamente por la empresa adjudicataria, por lo que estas cantidades no serán descontadas
de las certificaciones mensuales". "Artículo 13. Campañas de concienciación ciudadana. El
licitador deberá incluir en su oferta económica una partida equivalente al 2% del presupuesto
anual del servicio, con objeto de sufragar actuaciones encaminadas a concienciar al ciudadano
en materia medioambiental, así como la disposición de una oficina para atención al ciudadano.
El Ayuntamiento supervisará la elección que tendrá carácter obligatorio, a realizar por
el adjudicatario respecto de la empresa que efectúe la campaña de concienciación ciudadana
de entre al menos tres empresas propuestas por los Servicios Técnicos de la Concejalía de de
Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental. Siendo estas campañas pagadas directamente
por la empresa adjudicataria, por lo cual estas cantidades no serán descontadas de las
certificaciones mensuales.
Los Servicios Técnicos de la Concejalía verificarán la realización de dicha campaña de
concienciación ciudadana, así como el abono a la empresa que lo realice, del citado importe del
2% del coste del servicio, procediendo en caso contrario a la minoración de este importe en la
certificación del mes de diciembre de cada uno de los años que dure este contrato".
De esta manera, gracias a la inclusión de las citadas cláusulas, SUFI pudo percibir del
Ayuntamiento el importe de los servicios a que las mismas se referían, cobrando por cada una
de ellas las cantidades de 3.886,22 y 7.772,44 € en cada una de las certificaciones mensuales
emitidas desde el 31/03/2003 hasta el 31/12/2003 (en total 116.586,45 IVA incluido); sin
embargo, los servicios no se llegaron a prestar, aunque se confirmó lo contrario desde la
Concejalía de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a pesar de que la supervisión se atribuía a los Servicios
Técnicos del Ayuntamiento.
Como justificación de los trabajos de publicidad del art. 13, con conocimiento y
consentimiento de Rafael Naranjo, se aportó la factura 085/03, de 26/05/2003, por importe de
77.724,35 €, de “Versus Comunicación”, que reflejaba de modo inveraz la realización de una
distinta campaña de concienciación ciudadana, y para cuyo pago por el Ayuntamiento ALBERTO
LÓPEZ VIEJO dio el visto bueno el 11/05/2003.
El precio pactado por estos servicios para el ejercicio 2004, año en que este ya no era
Concejal de Limpieza, no fue abonado por el Ayuntamiento, porque no se prestaron; y el
31/12/2004 el nuevo equipo de gobierno suprimió las condiciones impuestas al adjudicatario en
los artículos 12 y 13, con lo que se consiguió un ahorro en el contrato celebrado con SUFI de
1.187.255,87 €.
En cuanto a la comisión de 1.232.074 €, acordada con FRANCISCO CORREA, se la
abonó Rafael Naranjo, desde su cuenta nº 0835 177411 6 Risk, que tenía en la sucursal de
Credit Suisse de Zurich, mediante tres entregas, los días 08/11/2002, 05/02/2003 y 14/05/2003,

83
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en las cuentas corrientes que aquel tenía en la sucursal del Banco CIAL de Ginebra, a nombre
de las sociedades PACSA LTD, nº 461343, y AWBERRY LICENSE NV, nº 61327. De dichos
pagos tomó nota para su control JOSÉ LUIS IZQUIERDO, y fueron como sigue:
- El 8/11/2002, esto es, seis días antes de la formalización del contrato, mediante
sendos importes de 150.000 € en cada una de las dos citadas cuentas del Banco CIAL.
- El 5/02/2003, otros dos importes, en esta ocasión de 200.000 €, en cada una de las
mismas cuentas.
- El 14/05/2003, tres días después al visto bueno dado por ALBERTO LÓPEZ VIEJO a
la factura “Versus Comunicación” de 77.724,35 €, la cantidad de 281.062 € en la cuenta PACSA
y de 251.012 en la AWBERRY LICENSE NV.
Para encubrir la causa de tales transferencias ante los gestores de las cuentas suizas,
Rafael Naranjo alegó que las cantidades eran producto de la devolución de préstamos y
ampliaciones de capital relacionados con el crecimiento de SUFI.
Y con la misma finalidad de ocultar la causa de esos pagos a FRANCISCO CORREA,
ANTONIO VILLAVERDE, en el ejercicio del poder que le tenía conferido para gestionar sus
cuentas del Banco CIAL, justificó los ingresos en la cuenta de PACSA LTD, conocedor de su
procedencia, como abonos efectuados desde el exterior, relacionados con la actividad de
publicidad y marketing de FRANCISCO CORREA, por el concepto de movimientos
compensatorios, que no tenían reflejo en ninguna factura.
Y también siguiendo indicaciones de ANTONIO VILLAVERDE se transfirieron fondos
de las cuentas de PACSA y de AWBERRY, a la de la sociedad británica RUSTFIELD en su
sucursal de Barclays Bank de Londres, nº 42592700, por importe de 935.039,85 €, con la
finalidad de su repatriación a España.
En relación con la comisión acordada con ALBERTO LÓPEZ VIEJO, la cantidad que
se calcula que recibió por su intervención en la adjudicación del contrato a SUFI, ascendió a
680.731,01 €, una parte de la cual, hasta 230.000 €, le fueron entregados por FRANCISCO
CORREA entre el 24/11/2004 y el 5/10/2006, en efectivo.
Los 450.731,01 € restantes los cobró en divisas, mediante ingresos entre el 23/07 y el
29/10/2002, en la cuenta 407409-5352, abierta el 31/05/2002 en la sucursal del Banco
MIRABAUD de Ginebra, en la que también aparecía como apoderada su esposa, TERESA
GABARRA BALSELLS.
Sin perjuicio de lo que más adelante se especificará al tratar de la ocultación de las
ganancias ilícitas, este matrimonio, con esos fondos, realizó distintas inversiones financieras
que generaron unas rentabilidades no declaradas a la Hacienda Pública. Uno de los
movimientos fue la retirada en efectivo el 21/01/2008 de 503.670 CHF (314.990,18 €), que
ALBERTO LÓPEZ VIEJO justificó con la amortización de un préstamo hipotecario en España.
En cualquier caso, el 07/09/2012 canceló la cuenta del Banco MIRABAUD y ordenó transferir su
saldo, de 149.639,56 €, más otros 10.000 € más, a la cuenta que en el Banco de Santander
tenía TERESA GABARRA con la finalidad de repatriar esas cantidades de origen ilícito.
III COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
1. HECHOS COMETIDOS POR ALBERTO LÓPEZ VIEJO

84
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.1 Cobro de comisiones


ALBERTO LÓPEZ VIEJO vino siendo compensado, dentro de los distintos cargos que
ocupó durante su etapa en el equipo de gobierno de la CAM, con gratificaciones por su
intervención en la directa adjudicación de contratos para la celebración de eventos a favor de
empresas de FRANCISCO CORREA o relacionadas con él, mediante un porcentaje que
devengaba de cada acto, y que luego cobraba de forma conjunta en diversos pagos, de cuya
entrega se encargaban ISABEL JORDÁN y PABLO CRESPO.
Las comisiones devengadas lo fueron entre 2004 y 2008 y fueron en metálico y en
especie.
1.1.1 Comisiones devengadas en metálico
Las comisiones que devengó ALBERTO LÓPEZ VIEJO por su intervención en la
contratación de la Comunidad las convino con FRANCISCO CORREA por cada acto realizado
por las empresas del “grupo POZUELO”, y se hacían constar, por indicación de ISABEL
JORDÁN, bajo el concepto “varios”, en las distintas “hojas de coste”, que materialmente
elaboraba ALICIA MÍNGUEZ, siguiendo las instrucciones de su jefa, la referida ISABEL
JORDÁN, quien también las visaba, y, en alguna ocasión, JAVIER NOMBELA por indicación de
la anterior.
Las comisiones devengadas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO por actos en que pudo
devengarlas, que se han calculado en torno a los 348, ascendió a 290.004,11 €; de los que hay
que descontar 7.701,40 €, que se corresponden a servicios prestados para el Restaurante “La
Hacienda Argentina”, propiedad de una Sociedad de la que es administradora TERESA
GABARRA, en los meses de Mayo y Julio de 2006 y Febrero de 2007, que se ha de incluir entre
las comisiones devengadas en especie, por lo que el resultante final de las comisiones
devengadas en metálico entre el 21/06/2004 (recuérdese que en ese mes pasa a formar parte
del Gobierno de la Comunidad ALBERTO LÓPEZ VIEJO) y el 08/05/2007 fueron 282.302,41 €.
El porcentaje de la comisión a favor de ALBERTO LÓPEZ VIEJO se calculó en un 10%,
excepción hecha de dos actos, “Toma de posesión 20 y 21/06/2007” y “Morante de la Puebla
(26/06/2007) Entrega Bº Corrida Beneficencia”, en que la comisión fue del 50%.
Entre estos eventos están incluidos no solo aquellos que, siendo de la Comunidad, la
comisión se carga a esta, sino otros que, no siendo eventos de la Comunidad, contaban con la
presencia de la Presidenta, debido a la gestión y mediación de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, cuya
celebración se encargaba a empresas del grupo POZUELO, y que las comisiones las
sufragaban empresas particulares; se trata, pues, de actos por cuenta de particulares, cuya
comisión devengada, entre 2004 y 2007 ascendió a 35.979,41 €.
A las anteriores comisiones hay que añadir las que devenga ALBERTO LÓPEZ VIEJO
por eventos que organiza ISABEL JORDÁN a partir de octubre de 2007, cuando se independizó
de FRANCISCO CORREA, que son 38 actos más, y que ascienden a 24.232,22 € en 2007 y
142.335,65 € en 2008.
Por lo tanto, las comisiones devengadas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO entre 2004 y
2008 hacen un total de 448.870,28 €, resultante de la suma de los 282.302,41 €, más los
24.232,22 € y más los 142.335,65 €.

85
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.1.2 Comisión devengada en especie


Además de las comisiones en efectivo, en los años 2006 y 2007 ALBERTO LÓPEZ
VIEJO recibió, también, comisiones en especie, a través de distintos gastos de carácter
particular relacionados con el restaurante “La Hacienda Argentina”, sito en la calle Ibiza nº 41
de
Madrid, propiedad de la sociedad “La Pampa Hostelera SL”, de la que era administradora única
su mujer, TERESA GABARRA, que se articuló a costa de imputar sobrecostes en diferentes
actos de la Comunidad de Madrid, organizados por empresas del grupo CORREA/POZUELO.
Se trata de servicios personales prestados a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en concepto
de comisiones, en contraprestación por haber intervenido en la concesión de contratos a favor
de las indicadas sociedades para que realizaran los actos de la Comunidad, que ascendieron
en 2007 a 14.886,01 € y en 2007 a 6.180,55 €, de manera que la suma total, por vía de servicios
prestados en especie, relacionados con el restaurante “La Hacienda Argentina”, fue 21.046,56
€.
A su vez, el pago de dichas comisiones se cubrió con distintas facturas, cuyo pago fue
contabilizado por el grupo POZUELO como coste en actos adjudicados directamente, y se
incluían en hojas de coste de distintos eventos.
2.1.3 Comisiones entregadas a ALBERTO LÓPEZ VIEJO
Si bien hemos dejado probado que, en concepto de comisiones, devengó, en total,
448.870,28 €, ello no es incompatible con que la prueba nos permita llegar a dar por acreditado
que las comisiones que percibió ascendieran a 459.000 €, porque esta mínima discrepancia es
consecuencia de esa dinámica de devengo, mediante porcentajes en cada acto, por un lado, y
cobro posterior conjunto, por otro, cada uno de cuyos aspectos con su propia dinámica y, por lo
tanto, contando con su propia prueba.
De esos 459.000 € entregados, 230.000 se corresponden con la cantidad que quedaba
pendiente de recibir por la intervención que tuvo en la adjudicación del contrato de Limpieza del
Ayuntamiento, mientras que los 229.000 restantes fue por su mediación en actos realizados
para la CAM. Las referidas cantidades se hicieron efectivas en varios pagos, y las entregas las
realizaron ISABEL JORDÁN y PABLO CRESPO.
1.2 Quebranto patrimonial a la CAM derivado del sobrecoste de comisiones
A partir de las “hojas de coste”, redactadas materialmente por ALICIA MÍNGUEZ,
siguiendo las instrucciones de ISABEL JORDÁN, el quebranto sufrido por la CAM debido a los
sobrecostes en la facturación, supuso unos beneficios para el grupo POZUELO, entre 2004 y
2007, de 2.259.149,21 €, y la cantidad indebidamente pagada como sobrecoste, a consecuencia
de la inclusión del coste de la comisión devengada por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, supuso para
la CAM un total de 341.430,82 €.

1.3 Etapa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO como Viceconsejero de Presidencia de la CAM


A la llegada de este acusado a la CAM, puso en marcha una diferente política de
comunicación para la Presidenta, incluso, de sobrexposición, que se tradujo en que había días
que acudía a tres actos, y que contrastaba con la mucho menor de su antecesor en el cargo,

86
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para lo cual no dudó en acudir a procedimientos irregulares de contratación con los que atender
los gastos que supusiese dicha decisión política, porque, de esa manera, para él se generaba
un potencial para su enriquecimiento, ya que, a más cantidad de actos, más contratación
irregular y más beneficios por su mediación en la adjudicación a empresas que favoreciera.
La decisión de los actos a que asistiera la Presidenta era tomada por ALBERTO LÓPEZ
VIEJO, cualquiera que fuera el Departamento a través del que formalmente se canalizasen, de
cuya preparación y celebración, en general de toda su articulación, luego, se encargaba PEDRO
RODRÍGUEZ PENDÁS, como asesor técnico y “mano derecha” suya que era, quien, incluso,
asistía a las reuniones en que se tomaban las decisiones de los actos en que intervendría la
Presidenta, hasta posteriormente, una vez celebrado, dirigir su facturación, dando las
instrucciones oportunas a las productoras sobre cómo facturar, incluido si había que fraccionar
el pago de un mismo evento en distintas facturas, lo que le dotaba de una muy importante
capacidad de decisión, más allá de ser un simple autómata que se limitase a cumplir órdenes.
De esta manera, ALBERTO LÓPEZ VIEJO y PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, desde
dentro de la CAM, e ISABEL JORDÁN, desde fuera, debido, esta, a su capacidad de dirección
en las empresas del grupo POZUELO, se concertaban para preparar el montaje y organización
de eventos, al margen de la legalidad en materia de contratación pública, pues, a base de
encubrir el primero su irregular manera de proceder, con mecanismos que, formalmente, le
daban cobertura, en realidad, con quebrantamiento de sus deberes de lealtad, honestidad y
fidelidad en el manejo de caudales públicos, propios de su función, estaba dirigiendo dicha
contratación para la obtención de unos beneficios ilícitos, con los que se lucraba.
Las adjudicaciones, aunque, en realidad, las realizaba directamente y de hecho
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, hizo que se derivaran, e impuso, debido a la presión que, desde su
cargo de Viceconsejero, era capaz de ejercer, que fueran asumidas por diferentes Consejerías
u otros organismos o entes de la CAM, aun cuando no tuviera competencia directa para disponer
del gasto, como, también, debido a la autoridad de la que abusaba desde su puesto, consiguió
que los funcionarios encargados de autorizar el pago de facturas las abonasen, aunque el
servicio no se hubiera encargado y no se hubiera presupuestado.
Con esta dinámica consiguió que se tramitaran al menos 686 operaciones, por un
importe total de 6.484.080,07 €, cuya celebración de los eventos, en su mayor parte, fue
irregularmente adjudicada a empresas del grupo POZUELO y alguna otra de que este se sirvió,
para ocultarse tras ella.
En esa época en ALBERTO LÓPEZ VIEJO formó parte del equipo de gobierno de la
CAM, podemos distinguir dos etapas en la forma de contratación, que encubrió de diferente
manera:
A) Primera etapa (años 2004 y 2005)
En ella la adjudicación, básicamente, se realizó mediante contratación directa,
generalmente, dividiéndose de manera ficticia los servicios, con un fraccionamiento irregular en
su facturación, con el objetivo de que se tramitaran como contratos menores, de manera que
las facturas fueran siempre de un importe menor a 12.020,24 €, con lo que, a la vez, se eludían
los requisitos de publicidad propios del procedimiento de adjudicación correspondiente.

87
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dicha operativa de contratación la impuso ALBERTO LÓPEZ VIEJO, con la


colaboración activa de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, invadiendo competencias de otras
Consejerías y Organismos y eludiendo la correcta tramitación del procedimientos, actuando de
esta manera, incluso, antes de su llegada a la CAM, que recordemos que fue el 26/05/2004,
como Viceconsejero, en que ya tuvo una intervención definitiva en la contratación, como fue en
el acto del 11-M que se celebró el 24/03/2004, pues estuvo al frente de su organización, y para
cuya preparación tuvo alguna reunión con ISABEL JORDÁN.
De esta manera, ALBERTO LÓPEZ VIEJO incurrió en ilegalidades desde el punto de
vista de su competencia en la contratación, porque, aun no teniéndola, se arrogaba unas
funciones para contratar, desde su Viceconsejería, actos de otras Consejerías, Departamentos
y Organismos en que intervenía la Presidenta, contando con la imprescindible colaboración de
PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, el cual, con independencia del que fuera, indicaba, una vez
realizado el acto, a quién había que facturar y cómo.
Como también incurrió en irregularidades desde el punto de vista de la forma de
contratar, la más significada mediante el fraccionamiento en la facturación por distintas
empresas, que se repartía entre distintas Consejerías u Organismos, al objeto de no sobrepasar
el importe del contrato menor, que llegó a convertir en regla general, con la que saltarse el rigor
del contrato debido.
El grupo RAFAEL
En la realización de los actos de esta primera etapa, el grupo CORREA se sirvió para
facturar servicios a la CAM de otras empresas proveedoras de las empresas de su mismo grupo
POZUELO, integradas en el grupo RAFAEL, que comprendía a las mercantiles TECNIMAGEN
RAFAEL SL, FOTOMECÁNICA RAFAEL SA, FOTOMECÁNICA DOBLE M SL, SISTEMAS
RAFAEL SL y KILDA PRODUCCIONES FOTOGRÁFICAS SL, empresas de las que eran
administradores solidarios la acusada CARMEN GARCÍA MORENO, su hermano Millán y su
madre Carmen Moreno Crespo, estos dos fallecidos con anterioridad al inicio de las sesiones
del juicio oral.
Las empresas de este grupo facturaron en eventos de la CAM y lo hicieron
fraccionadamente, ahora bien, aunque tanto la acusada, como su hermano figurasen como
administradores solidarios de las empresas, en su organización y gestión tenían cometidos
claramente diferenciados e independientes, pues, mientras ella se dedicaba exclusivamente a
las tareas de producción y técnicas, su hermano Millán se ocupaba de la dirección de la
empresa, llevando las cuestiones comerciales, contables y financieras, cada uno con la
suficiente autonomía como para que cada cual se ocupase y asumiese las responsabilidades
de lo que a su cometido correspondía, hasta el punto de no encargarse ella de cuestiones
relacionadas con funciones relativas a aspectos comerciales, financieros y contables, ajena, por
lo tanto, a lo que fuera materia de facturación.
A pesar de que CARMEN GARCÍA MORENO no tuvo intervención ni en cuestiones de
contratación ni de facturación, sin embargo hubo un importante número de actos que se
tramitaron como contratos menores y se adjudicaron directamente a las empresas del grupo
POZUELO, que se valió de las del grupo RAFAEL, a través del que facturó.

88
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último, de esta etapa, en que venimos diciendo que ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y,
con él, PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, incurrió en irregularidades en materia de contratación,
tanto desde el punto de vista de la competencia para contratar, como desde el del procedimiento,
incluida su facturación, como muestra de esas irregularidades podemos señalar las siguientes:
- El acto “Premio Internacional de las Artes 2004”, celebrado el 21/12/2004 en la Real
Casa de Correos, cuyo importe total ascendió a la cantidad de 97.968,00 €, fue uno más de esos
actos que, sin tener competencia para ello, vinieron impuestos por ALBERTO LÓPEZ VIEJO,
aunque, sin embargo, aparece como órgano de contratación la Dirección General de Promoción
Cultural, incurriéndose en vulneración en la propia contratación, al acudir al fraccionamiento
entre dos empresas, siempre por cantidades que no superan los 12.020,24 €, para su
tramitación como contrato menor, y distribuir la facturación entre varias Consejerías.
- Ascenso a Primera del Getafe club de fútbol, acto que se celebró el 21/04/2004 en la
Sede de la Presidencia de la CAM y su importe total ascendió a la cantidad de 73.131,68€. El
órgano de contratación fue la Dirección General de Deportes y se tramitaron como contratos
menores siete facturas, todas ellas de importe inferior a 12.020,24 €, de las cuales EASY
CONCEPT emitió 4 y BOOMERANGDRIVE las otras 3, ambas del grupo POZUELO. Además,
dichas facturas son de un contenido genérico, con cantidades a tanto alzado, sin detalle, lo que
dificultaba conocer si el servicio se prestó y si se corresponde con el precio.
- Presentación Parque Forestal del Sur, facturado a la empresa pública ARPEGIO SA
por DOWN TOWN, en factura 163/04, de 29/11/2004, por importe de 6.462,87 €, de la que se
hace cargo por encargo de la Consejería de Medio Ambiente, aunque se contrató el acto por
separado y directamente por el Gabinete del Viceconsejero de Medio Ambiente, a empresa
seleccionada por ellos y sin consultar, quedando su cometido, según instrucciones recibidas de
PEDRO RODÍGUEZ PENDÁS, a la de mero pagador.
- Presentación Cumbre Flamenca 2005, acto celebrado en la Real Casa de Correos el
07/09/2005, para el que se contrató directamente con SERVIMADRID unos servicios, para cuyo
abono emitió, con cargo a METRO MADRID SA, la factura 011/2007, de fecha 08/01/2007, por
importe de 21.480,01 €, cuya directora, mediante un posit, recibió la indicación de la
Viceconsejería de que tenía que pagarla, factura en la que ni se especificaban servicios, ni
unidades ni coste unitario; ni siquiera consta tramitación de expediente alguno, cuando por el
importe, al menos, debería haberse acudido al procedimiento negociado sin publicidad.
Por lo tanto, la contratación irregular que hemos visto fue fruto del acuerdo entre
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, quien para la realización de lo pactado contó con la colaboración
sistemática e indispensable de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, quienes actuaban desde dentro
de la CAM, con ISABEL JORDÁN quien, desde fuera, ponía y buscaba las empresas con las
que contratar los actos y eventos, y que, como jefa, tenía a sus órdenes, como empleados, a
JAVIER NOMBELA y ALICIA MÍNGUEZ.
B) Segunda etapa (noviembre 2005 a 2008)
Detectadas anomalías en la CAM por la manera de llevar la contratación, ALBERTO
LÓPEZ VIEJO ideó nuevos mecanismos con los que trató de encubrir su permanencia en las

89
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

irregularidades, para lo que siguió contando con la colaboración, que precisaba desde fuera, de
ISABEL JORDÁN.
El mecanismo utilizado fue mediante la convocatoria de dos concursos que deberían
cubrir, con carácter general, la ejecución de cuantos actos institucionales se fueran a celebrar
por la CAM, uno en 2005 y otro en 2007, como, a continuación, veremos, para lo cual, ante la
carencia de la necesaria clasificación para concurrir a los mismos por parte de las empresas del
grupo POZUELO, ISABEL se encargó de buscar las que lo tuvieran, para, sirviéndose de ellas,
introducirse en la contratación, mediante acuerdos de subcontrata, y seguir facturando de la
manera irregular que lo venían haciendo.
Dichas empresas fueron DECORACIONES CMR SL (con anterioridad llamada ELBA
EVENTOS, parte del grupo de empresas ELBA COMUNICACIÓN, del que también formaba
parte SGITOUR 2000), de la que era administrador el acusado JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ, a la que se adjudica el contrato de 2005, y MARKETING QUALITY
MANAGEMENT S.L. (MQM), socio fundador de la misma el también acusado ANTONIO
MARTÍN SÁNCHEZ, a la que se le adjudica el de 2007.
Dichas dos sociedades, que también facturaron por eventos de la CAM, lo hicieron por
actos o servicios propios, susceptibles de ser facturados por separado, que ellas mismas,
realmente, prestaron, por ello que, aunque dividieron su facturación, y presentaron facturas de
importe no superior a 12.020 €, no fue en esa dinámica de irregular fraccionamiento que lo
hicieron otras sociedades, y, si a alguna factura de las emitidas a su nombre se la puede poner
tacha de irregularidad, se debe a que fueron preparadas, a sus espaldas, desde el grupo
POZUELO, que se encargaba de mantener los contactos con la CAM, en la persona de PEDRO
RODRÍGUEZ PENDÁS, para, de acuerdo con ella, emitirlas en la forma que le indicaba y
convenía a estas.
Asimismo, las dos sociedades eran ajenas a las irregularidades que, en la ideación,
gestación y su finalidad perseguían, con estos contratos, ALBERTO LÓPEZ VIEJO e ISABEL
JORDÁN, guiados por la idea de encubrir esa irregular forma de contratar de que venían
abusando, y mantenerla para seguir con su lucrativa manera de actuar, que tan importantes
beneficios ilícitos les reportaba, a costa de la CAM.
Dicho que ni CMR ni MQM entraron en la dinámica de facturación irregular, sin
embargo sí la hubo en la ejecución de los concursos institucionales de 2005 y 2007, en que
podemos diferenciar la realización de actos en ejecución del contrato, que se abonaban con
facturas emitidas por la empresa adjudicataria con cargo al contrato, que se referían como
facturas “dentro del contrato”, o bien de forma ajena al mismo, como facturas “fuera del contrato”,
con facturas que, en ocasiones, superaban el precio prefijado, y que, en el caso de estas, se
dividía el importe de los servicios; luego estaban los actos “al margen del contrato”, de similares
características que los contratados, y por último los que se han considerado actos “ajenos al
contrato”, que los adjudicó directamente ALBERTO LÓPEZ VIEJO a las empresas del grupo
POZUELO.
1. Contrato institucional de 2005. Montaje escenográfico de los actos institucionales a
celebrar por la Comunidad de Madrid (BOCM 205 de 25/08/2005).

90
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Expediente 03-AT-00026.7/05, adjudicado a CMR.


Se hacía pública su convocatoria en dicho Boletín por el procedimiento abierto, y estaba
destinado a “la contratación del servicio para la realización escenográfica de los actos
institucionales a celebrar por la Comunidad de Madrid”.
El concurso lo convocaba la Consejería de Presidencia y la dependencia encargada de
tramitar el expediente fue la Subdirección General de Gestión Económico-Administrativa,
contando con un presupuesto base de licitación por importe total de 360.255 € y el plazo de
ejecución 12 meses. Dicho contrato es de fecha 11/11/2005, fue firmado por el Consejero de
Presidencia, por parte de la CAM, y por JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, en
representación de CMR, y tenía previsto la realización de 68 actos, aunque solo se hicieron 6,
cuyas memorias justificativas las firmó ALBERTO LÓPEZ VIEJO.
Con independencia de que fuera la Consejería de Presidencia la convocante del
concurso y firmara el contrato su Consejero, quien realmente gestó, puso en marcha, organizó
y controló desde principio a fin cuantas incidencias surgieron en su ejecución fue ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, con la colaboración indispensable de su asesor, PEDRO RODRÍGUEZ
PENDÁS, de acuerdo con ISABEL JORDÁN, que se encargó de contactar con CMR, empresa
con la clasificación necesaria para resultar adjudicara.
1.1 El acuerdo de subcontrata
No obstante haberse firmado el contrato por CMR el 11/11/2005, con anterioridad, el
13/09/2005, JUAN IGANCIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ por CMR, e INMCACULADA
MOSTAZA CORRAL, en representación de la mercantil SERVIMADRID INTEGRAL, del grupo
POZUELO, ambos ajenos a la finalidad defraudatoria última que, valiéndose del mismo,
pretendían ALBERTO LÓPEZ VIEJO e ISABEL JORDÁN, firmaron el referido acuerdo de
subcontratación, en la idea por parte del primero, no de que tenía asegurada la adjudicación,
sino de que, caso de que resultase adjudicatario, mediante ese acuerdo previo lo que se
aseguraba es que podría cumplir con mayor eficacia aquello a que quedara comprometido tras
la adjudicación, a la vez que evitaría que, hecha esta, se ofreciera la colaboración, si surgía, a
otro mejor postor.
Asimismo, INMACULADA MOSTAZA, mera administradora formal de SERVIMADRID
INTEGRAL, ajena a cuantas cuestiones relacionadas con la organización de eventos y
contratación se llevaban en esa empresa, así como en el resto de las del grupo POZUELO,
plasmó su firma en el referido acuerdo de subcontrata, siguiendo indicaciones de ISABEL
JORDÁN, desconocedora de la finalidad y arbitrariedades que, con él, se perseguía.
Con independencia de que tanto JUAN ANTONIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ como
INMACULADA MOSTAZA suscribieran el acuerdo de subcontratación sin incurrir en
irregularidad alguna por su parte, lo cierto es que se utilizó por ALBERTO LÓPEZ VIEJO e
ISABEL JORDÁN para dar cobertura de legalidad la contratación que se realizó desde las
empresas del grupo POZUELO, incluido el grupo RAFAEL, una vez puesto en marcha el
contrato institucional de 2005. En realidad, la situación no cambió respecto de las empresas del
grupo POZUELO, aunque sí lo hiciera la dinámica de facturación, que se diversificó de la
siguiente manera:

91
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.2 Facturación de actos “incluidos en el contrato”.


En este bloque estaban tanto a los realizados “dentro del contrato”, como “fuera del
contrato”, respecto de cuya facturación, al margen de la que regularmente hizo CMR, se
encontraba la realizada por SERVIMADRID y por grupo RAFAEL, pero con la precisión de que
las empresas de este grupo eran ajenas a CMR y estaban bajo el control de ISABEL JORDÁN,
por lo que, respecto de lo que estas facturasen, sí había duplicidad y sobrefacturación, por
tratarse, las de estas, de facturas paralelas a las que se correspondieran al real servicio
prestado.
1.3 Facturación de actos “al margen del contrato”
Por un lado, están trece actos en que intervino CMR, regularmente facturados por esta
sociedad.
Respecto de la facturación por parte de SERVIMADRID y empresas del grupo RAFAEL,
al estar bajo el control de ISABEL JORDÁN, se incurría en irregularidades no distintas a las del
caso anterior.
Y en cuanto a que hubiera alguna factura de CMR con cargo “al margen del contrato”,
o con alguna irregularidad, en ningún caso se pueden imputar a un trabajo o servicio no
realizado, y dependía de aquella parte de la facturación que las empresas del grupo POZUELO
preparaban por su cuenta.
1.4 Facturación de actos “ajenos al contrato”.
Las facturas de este bloque son la mejor muestra de que el contrato institucional sirvió
de poco, porque hasta 138 actos de la misma naturaleza que los que se preveían en dicho
contrato fueron facturados como si no existiera el mismo, en estos casos ninguno por CMR y sí
por SERVIMADRID y empresas del grupo RAFAEL.
Los ejemplos son del estilo de los que hemos recogido en la contratación del periodo
2004 2005, entre ellos, está el acto referido a la “Presentación de los Nuevos Vehículos de la
BESCAM”, celebrado el 15/09/2006, facturado por DISEÑO ASIMÉTRICO con factura 2007-
020, de 26/02/2007, por importe de 11.871,21 €, que, pese a las reclamaciones efectuadas, no
se pagó porque el acto no se celebró.
Las circunstancias expuestas y las irregularidades en la facturación hicieron que, para
que determinadas facturas emitidas a organismos ajenos a su competencia pudieran ser
atendidas, ALBERTO LÓPEZ VIEJO tuviera que prestar su consentimiento, como ocurrió con
contratos adjudicados a la empresa pública de Desarrollo Internacional de Madrid S.A.
(PROMOMADRID), dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda. Se trató de tres
suministros o servicios adjudicados directamente a SERVIMADRID, sin justificación alguna y
con vulneración de los principios de publicidad, concurrencia y objetividad que debe regir toda
contratación pública, que ascendieron a 74.736,96 €, con el correspondiente porcentaje de
comisión para aquel.
Para su abono se emitieron tres facturas, la 032/2006 de 30/01/2006; la 034/2006 de
06/02/2006, y la 117/2006 de 19/06/2006, que presentaban irregularidades, como que el
concepto referido a los suministros o a los servicios prestados figuraba sin detallar o desglosar

92
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las unidades de obra o los precios unitarios, y en las cuales consta el conforme con la prestación
del servicio de ALBERTO LÓPEZ VIEJO.
2. Contrato institucional de 2007. Montaje escenográfico de los actos institucionales a
celebrar por la Comunidad de Madrid (publicado en BOCM de 16/03/2007). Expediente 03-AT-
00006/2007, adjudicado a MARKETING QUALITY MANAGEMENT (MQM).
En este contrato el organismo convocante fue la Consejería de Presidencia de la CAM,
la fecha de adjudicación el 25/04/2007 y resultó adjudicataria la empresa MARKETING
QUALITY MANAGEMENT S.L. (MQM), de probada su solvencia y consolidada en el mercado
de servicios de Marketing, con antigüedad y calificación adecuada para concurrir a dicho
concurso. La orden de adjudicación la firmó ALBERTO LÓPEZ VIEJO, quien también firmó el
contrato por la CAM, al día siguiente, 26/04/2007, con ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ por MQM,
y, de los preparativos y documentación para presentarse al concurso se encargó el grupo
Pozuelo, por medio de JAVIER NOMBELA.
No solo de la contratación, sino de la realización de este contrato se encargó
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, una vez más, con la colaboración imprescindible de PEDRO
RODRÍGUEZ PENDÁS, que decidieron, incluso, que la empresa a cuyo nombre se debía
facturar fuese MQM, y la manera de hacerlo, una vez realizado el acto, dando las instrucciones,
al respecto, a las empresas del grupo POZUELO, pero sin contar con ANTONIO MARTÍN, quien
mantuvo a MQM al margen de esta irregular dinámica de facturación, y facturó por su cuenta
servicios que realmente prestó.
2.1 El acuerdo de subcontrata, de 27/04/2007.
Este acuerdo fue firmado al día siguiente de la adjudicación del concurso, y lo hicieron
ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ, en representación de MQM, y PABLO IGNACIO GALLO
ALCÁNTARA, por DISEÑO ASIMÉTRICO, el primero de los dos ajeno a la finalidad que
perseguía ISABEL JORDÁN, de acuerdo con ALBERTO LÓPEZ VIEJO, de utilizar dicha
subcontratación para seguir contratando y facturando a su conveniencia y de manera irregular,
a través de las empresas del grupo POZUELO, pero el segundo, conocedor del antecedente
que, en tal sentido, tuvo lugar mediante la subcontratación con CMR, tras el anterior contrato
institucional de 2005, se prestó a la firma de la nueva subcontrata con MQM, asumiendo que las
empresas de dicho grupo POZUELO, de las que formaba parte DISEÑO ASIMÉTRICO,
operarían de similar manera irregular a como habían operado con anterioridad.
Así lo sabía PABLO IGNACIO GALLO, administrador y representante de DISEÑO
ASIMÉTRICO, no tanto por la amistad que le unía con JAVIER NOMBELA, sino por ser, también,
socio fundador de la gestoría GALHER, que se había puesto al servicio de ISABEL JORDÁN,
encargada de la gestión contable y financiera de las empresas de esta y a través de la cual se
llevaba la facturación relacionada con los eventos con la CAM, al menos desde 2005, con los
fraccionamientos irregulares, de que venimos hablando.
2.2 Facturación de actos en ejecución del contrato.
De la misma manera que no hemos detectado irregularidades en la facturación que, por sí
misma, realizó MQM, las que a su nombre hubo se deben a facturación preparada desde las

93
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

empresas del grupo POZUELO, en coordinación con las instrucciones que recibían de la CAM,
en particular, de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS.
1.4 Etapa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO como Consejero de Deportes de la Comunidad
Autónoma de Madrid.
Ocupó este cargo desde el 02/06/2007 hasta el 10/02/2009; sin embargo, desde esta
Consejería continuó ocupándose de los actos de la Presidenta, adjudicando, de forma arbitraria
y careciendo de competencias, contratación a empresas del grupo POZUELO, también con la
misma colaboración imprescindible de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS.
2. HECHOS VINCULADOS A LA OCULTACIÓN POR PARTE DE ALBERTO LÓPEZ
VIEJO DE SUS GANANCIAS ILÍCITAS
Las ganancias generadas por este acusado, con su actividad ilícita durante el tiempo
que ostentó cargos públicos y prevaliéndose de ellos, fueron ocultadas a la Hacienda Pública,
sin ser reflejados en las correspondientes declaraciones del IRPF hasta que el 20/07/2012
presentó declaración complementaria del de 2008, ingresando por tal concepto 4.161,92 €, si
bien no fue una declaración completa que reflejara la integridad de las cantidades ocultadas.
Reiterar que eran de procedencia ilícita las cantidades manejadas por ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, entre ellas el reparto de la comisión por la adjudicación del contrato de limpieza
a la empresa SUFI, del que le correspondieron 680.731,01 €, de los que 450.731,01 fueron en
divisas en la cuenta y subcuentas que abrió en la sucursal del Banco MIRABAUD de Ginebra,
en la que aparecía como apoderada su esposa, TERESA GABARRA BALSELLS, y cuentas que
mientras tuvo abiertas, realizó con los fondos allí depositados distintas inversiones, de las que
obtuvo las correspondientes ganancias.
En cualquier caso, ninguna de las inversiones y plusvalías ganadas fueron declaradas
a la Hacienda Pública, si bien esos recursos, que procedían de su ilícita actividad y ocultos en
suiza, fueron destinados a operaciones de compraventa de inmuebles y amortización y
cancelación de diversos préstamos, que el matrimonio llevó a cabo en los meses de febrero y
marzo de 2008. De hecho, el 21/01/2008 ALBERTO LÓPEZ VIEJO retiró en efectivo de su
cuenta del banco MIRABAUD, 503.670 CHF, equivalente a 314.990 €, que justificó como
amortización de un préstamo hipotecario en España, e indicando al Banco por escrito que la
repatriación de los fondos se hiciera “de un modo discreto”, cantidad que destinó, ese año 2008,
a distintas operaciones inmobiliarias, con la finalidad de dotarlo de un apariencia lícita.
Por su parte, TERESA GABARRA, conocedora del origen ilícito de las cantidades
repatriadas desde Suiza, también contribuyó activamente al afloramiento de esos fondos, de
manera que, para que pudiera tener lugar dicha repatriación, puso a su disposición sus cuentas
bancarias en España, recibiendo en la que tenía abierta en el Banco de Santander, en el mes
de agosto de 2008, procedente de la cuenta del Banco MIRABAUD, por un lado la cantidad de
148.639,56 €, y, por otro, la de 10.000 €.

2. CONSEJERÍA DE INMIGRACIÓN. HECHOS RELATIVOS A CARLOS CLEMENTE


AGUADO.
1.Cargos y actividad

94
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Licenciado en sociología. Asesor del Ministro de Justicia en los años 2002 y 2003.
Diputado del PARTIDO POPULAR en la Asamblea de Madrid, durante al menos la VI legislatura.
En la Comunidad de Madrid, fue Director General de Inmigración, Cooperación al Desarrollo y
Voluntariado del 5 de diciembre de 2003 al 19 de enero de 2006 y Viceconsejero de Inmigración
desde el 20 de enero de 2006 (Decreto 7/2006 de 19 de enero) hasta que cesó a petición propia
el 24 de octubre de 2008.
Desde 2005, periodo en el que ocupaba el cargo de Director General de Inmigración,
en razón de la relación personal que le unía con FRANCISCO CORREA, empezó a favorecer
y facilitar la adjudicación directa a las empresas del "GRUPO POZUELO" con la CAM.
Antes ya de llegar a ser Consejero, extralimitándose de las competencias que como
Director General tenía atribuidas (art. 5 del Decreto 85/2005, de 15 de septiembre, por el que se
establecen las bases para la creación de la Agencia para la Inmigración y la Consejería de
Inmigración como órgano superior de la CAM de Madrid, a propuesta de la Viceconsejería de
Presidencia), CARLOS CLEMENTE autorizó y justificó personalmente en 2005 el pago de
diversas facturas de actos adjudicadas directamente a las sociedades mercantiles del "GRUPO
POZUELO", por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, desde su Dirección General colaborando
conscientemente a ocultar la ilicitud propia de la adjudicación, como ocurrió:
En el acto "El Día Internacional del Migrante", celebrado el 18.12.2005, y en el que
CARLOS CLEMENTE firmó personalmente el "recibí" de las dos facturas emitidas por
SERVIMADRID INTEGRAL SL, el 3.1.2005, la n° 009/2005 por 8.409,07 € y la n° 004/2005 por
7.4549,96 €.
En el acto "Concierto de Niños Discapacitados", celebrado el 3.11.2004, en el que pagó
las dos facturas de 3.1.2005 emitidas por EASY CONCEPT (n° 001/2005 y n° 002/2005 por
importes de 10.525 € y 2.721,58 €, respectivamente) por "Caja Fija", careciendo el gasto del
carácter periódico o la naturaleza descrita en el artículo 74.7 de la Ley 9/1990, de 8 de
noviembre, Reguladora de la Hacienda de la CAM.
En el acto "Día Internacional De La Mujer. Concierto Colombiano En Plaza De
Leganés", de 13.3.2005, firmando personalmente el "recibí" de la fra. n°006/2005 de GOOD &
BETTER por 5.141,26 E.
Formas de actuación
Su favorecimiento de las empresas de "GRUPO POZUELO" en la contratación,
propiciada desde su posición de Viceconsejero de Inmigración (enero de 2006), fue
recompensada con la atribución y pago de una gratificación del 10% sobre lo facturado a esta o
a sus órganos, por los actos encargados por él.
Esta cantidad, siguiendo la misma dinámica que con ALBERTO LÓPEZ VIEJO, se
incluía como coste a la CAM y se pagaba con cargo a sus arcas públicas.
Estos actos que se le imputan son los siguientes:

95
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ACTO IMPORTE REALIZADO COMISIÓN IMPUTADO ENCARGADO POR FACTURADO


CARLOS CAM
CLEMENTE A

Cooperación SERVIMADR 451,14 . 451,14 Carlos S.G. Técnica de


Inmigración 5.650.64 ID Clemente inmigración
INTEGRAL

Madrid 5.756,56 SERVIMADR 487,12 487,12 Carlos D.G. de


Rumbo al ID Clemente Cooperación al
Sur 2006 INTEGRAL Desarrollo.

Día de 9.495,96 SERVIMADR 387,60 387,60 Carlos S.G. Técnica de


Ecuador ID Clemente A Inmigración
INTEGRAL

Acercamient 3.629,28 SERVIMADR 312,87 312,87 Carlos S.G. Técnica de


o de los ID Clemente Inmigración
países (Día INTEGRAL
Mundial de
Internet)

Plan de 78.153,36 CMR 6.737,36 Carlos S.G. Técnica/


Inmigración Clemente A. DG
Cooperación al
Desarrollo
(ambos de la
C. de
Inmigración)
Campaña 4.006,47 CMR 345,38 345,38 Carlos C. de
Mundial por Clemente
la Inmigración y
Inmigración Cooperación.

Firma 7.115,94 ILUSIONA 202,20 333,63 C. Presidencia C. Inmigración .


Convenio
Colegio
Barranquill
as

Inauguració 5.079,06 ILUSIONA 90,00 148,50 C. Presidencia C. Inmigración


n Centros
Hispano
Colombiano

Mujeres 5.981,86 SERVIMADR 468,80 468,80 C. Presidencia S.G. Técnica


Colombia ID De C.
INTEGRAL Inmigración

Inauguració 6.344,90 GRUPO 546,97 C CLEMENTE S.G. Técnica


n RAFAEL De C.
cent Rodríguez Inmigración
ro Pendas
Hispano
Boliviano

96
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TOTAL 9.716.57€ 2.496,04

Su actuación, respecto a la contratación directa de las empresas del "GRUPO


POZUELO", se incardinaba en cuatro formas arbitrarias de favorecerlas desoyendo las más
elementales normas que deben presidir toda contratación pública, anteponiendo siempre su
voluntad movida por la intención de enriquecerse ilícitamente. Así:
a) Hubo ocasiones en las que él mismo, dentro de su Consejería y sin tener
competencia expresa para ello, fue quien encargó directamente los actos a los que asistía la
Presidenta de la CAM y lo hacía contactando con JAVIER NOMBELA y, en ocasiones, con
ISABEL JORDÁN.
Entre tales actos figuran el acto del "Plan Anual de Cooperación al Desarrollo" o el del "Plan de
Inmigración", en los que a la hora del pago era el propio CARLOS CLEMENTE quien daba
instrucciones, normalmente a través de ALICIA MÍNGUEZ, para el fraccionamiento.
Las facturas se emitieron por las empresas del "GRUPO POZUELO" o "CMR", también por el
"GRUPO RAFAEL" y a diversos Órganos dentro de la Consejería: Secretaría General Técnica,
Dirección General de Cooperación al Desarrollo o Agencia Regional para la Inmigración y
Cooperación.
b) En otras ocasiones los actos eran encargados desde la Presidencia, como
"Concurso Pintura Niños" o "Plan Anual de Cooperación al Desarrollo" o "Partido contra el
Racismo", ocupándose personalmente C. CLEMENTE de autorizar el pago de la factura desde
su Consejería, que le era remitida a su atención a través de mensajero.
c) Hubo otros actos, como "Madrid Rumbo al Sur Año 2006", que fueron encargados
personalmente por CARLOS CLEMENTE a las empresas de Pozuelo pero no fueron facturados
solo a su Consejería —y dentro de ella a la Agencia Regional para la Inmigración y a la Dirección
General de Cooperación al Desarrollo— sino también a las Consejerías de Familia y Asuntos
Sociales y Deportes (Dirección General de Juventud). Además, las facturas se emitieron
emitidas por diversas empresas del "GRUPO POZUELO" (SERVIMADRID INTEGRAL, DISEÑO
ASIMÉTRICO) y por KILDA PRODUCCIONES FOTOGRÁFICAS SL, del "GRUPO RAFAEL".
d) Finalmente, en el acto "Entrega de Premios a la Tolerancia", encargado por la
Presidencia, dentro de las competencias de la Consejería de Empleo y Mujer fue facturado con
su consentimiento a su Consejería de Inmigración.
Cobros en metálico y cálculo del sobrecoste para la Comunidad Autónoma de Madrid.
A cambio de la adjudicación de tales actos, a CARLOS CLEMENTE se le asignó en las
hojas de coste, de la misma manera que se hizo con ALBERTO LÓPEZ VIEJO, un 10% del total
facturado a la CAM, devengando por ello la cantidad de 9.716.57€, generando por ello un
sobrecoste a la CAM de 2.496,04 €.
Al margen de estas comisiones personalmente percibidas por CARLOS CLEMENTE
de las que se ha podido trazar su procedencia y atribuir a una determinada actividad, la cantidad

97
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

realmente recibida en efectivo por este de FRANCISCO CORREA en 2006 (año en que la
Consejería contrató con empresas del Grupo por importe de 259.344,01 €) fue, tal y como
contabilizó JOSÉ LUIS IZQUIERDO en una cuenta independiente denominada "Clementina", la
de 13.600 € en dos partidas, una de 10.000 y otra de 3600 €uros.>>

SEGUNDO.- La Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia


Nacional , dictó el siguiente pronunciamiento:

<<APARTADO INTRODUCCIÓN
CONDENAR a JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, como autor penalmente responsable
de un delito de asociación ilícita, a una pena de UN año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de DOCE
meses con una cuota de 10 €.
Absolver a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS, ISABEL
JORDÁN GONCET, JAVIER NOMBELA OLMO y ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN, del delito de
asociación ilícita de que se les acusaba.
APARTADO ESTEPONA
Aspectos penales
1) Delito de prevaricación
Se CONDENA a RICARDO GALEOTE QUECEDO como autor penalmente
responsable de este delito a la pena de OCHO años de inhabilitación especial para empleo o
cargo público.
Se CONDENA a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ como cooperador necesario e
inductor a la pena de SIETE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
2) Delito continuado de fraude a las Administraciones Públicas
Se CONDENA a RICARDO GALEOTE QUECEDO como autor penalmente
responsable de este delito a la pena de UN AÑO Y SEIS MESES de prisión, e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por SIETE años e inhabilitación especial para el derecho
de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
Se CONDENA a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ Y PABLO CRESPO SABARÍS
como cooperadores necesarios e inductores a la pena de una pena para cada uno de ellos, de
UN AÑO de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por SEIS AÑOS e
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
3.- Delito de cohecho pasivo
Se CONDENA a RICARDO GALEOTE QUECEDO, como autor penalmente
responsable de este delito a la pena de CUATRO AÑOS Y UN día de prisión, inhabilitación
especial para empleo o cargo público por tiempo de DIEZ AÑOS, multa de 18.000 € e
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.
4- Delito de cohecho activo

98
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se CONDENA a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, como autor penalmente


responsable de este delito a la pena de CUATRO años Y UN día de prisión, inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 18.000
€.
Se CONDENA a PABLO CRESPO SABARÍS, como autor penalmente responsable de
este delito a la misma pena de CUATRO años y UN día de prisión, inhabilitación especial para
el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 15.000 €.
Se CONDENA a JOSÉ LUIS IZQUIERDO LOPEZ, como cooperador necesario de este
delito a la misma pena la pena de CUATRO años y un día de prisión, inhabilitación especial para
el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 8.000 €.
6. Delito continuado de falsedad en documento mercantil
Se CONDENA como autores penalmente responsables de este delito:
A RICARDO GALEOTE QUECEDO, a la pena de UN AÑO y NUEVE MESES de prisión
e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y
10 meses de multa con una cuota diaria de 100 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso
de impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
A FRANCISCO CORREA SANCHEZ, a la pena de UN AÑO y NUEVE MESES de
prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena y 10 meses con una cuota diaria de 100 € y responsabilidad personal subsidiaria en
caso de impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
A PABLO CRESPO SABARIS, a la pena de UN AÑO y NUEVE MESES de prisión e
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 8
meses de multa con una cuota diaria de 100 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso
de impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
A JOSE LUIS IZQUIERDO LOPEZ, a la pena de UN AÑO y NUEVE MESES de prisión
e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 6
meses de multa con una cuota diaria de 50 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso de
impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
6. Delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil.
Se ABSUELVE a RICARDO GALEOTE QUECEDO, FRANCISCO CORREA
SANCHEZ y PABLO CRESPO SABARIS por el delito de malversación de caudales públicos.
Se CONDENA como autores penalmente responsables del delito de falsedad en
documento mercantil:
A RICARDO GALEOTE QUECEDO, a la pena de 7 meses de prisión e inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; multa de 7 meses
con una cuota diaria de 100 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago
conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
A FRANCISCO CORREA SANCHEZ, a la pena de 7 meses de prisión e inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; multa de 7 meses

99
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

con una cuota diaria de 50 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago conforme
a lo previsto en el art. 53 CP.
A PABLO CRESPO SABARIS, por un solo delito, a la pena de 6 meses de prisión e
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; multa
de 6 meses con una cuota diaria de 50 € y responsabilidad personal subsidiaria en caso de
impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP.
Aspectos no penales
• Responsabilidades civiles:
RICARDO GALEOTE QUECEDO y FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ indemnizarán
conjunta y solidariamente, ex art. 116 CP, y PASADENA VIAJES SL de modo subsidiario,
conforme al art. 120.4 CP, a las sociedades SERVICIOS MUNICIPALES DE ESTEPONA SL Y
TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL en 1058,32 y 370,1 €,
respectivamente.
PABLO CRESPO SABARIS indemnizará conjunta y solidariamente con los dos
acusados señalados anteriormente, ex art. 116 CP, a la sociedad TURISMO Y ACTIVIDADES
RECREATIVAS DE ESTEPONA SL en 370,1 €.
COMISO:
Se acuerda el decomiso del valor de los viajes y otros servicios prestados por
PASADENA VIAJES SL en pago de las comisiones a RICARDO GALEOTE QUECEDO y que
no fueron satisfechos por las sociedades municipales por importe de 6.055,9 €.
APARTADO MAJADAHONDA
Aspectos penales
1) Delito de asociación ilícita
Se CONDENA, como autores penalmente responsables de este delito:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO, la pena de DOS años de prisión con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de 15
meses con una cuota diaria de 100 €.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO y JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, a una pena,
para cada uno, de UN año de prisión con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho
de sufragio pasivo durante la condena y multa de DOCE meses con una cuota diaria de 20 €.
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, a la pena de CUATRO meses de prisión con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de TRES meses y DIEZ días con una cuota diaria de 20 €, con responsabilidad personal
subsidiaria, en caso de impago del art. 53 CP.
Se ABSUELVE por este delito de asociación ilícita a FRANCISCO CORREA
SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS, JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ e ISABEL JORDÁN
GONCET.
2) Delitos de cohecho
Se CONDENA, por un único delito de cohecho, en concurso uno de falsedad
documental, ambos continuados, a los siguientes acusados:

100
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A GUILLERMO ORTEGA ALONSO, a una única pena de CINCO años y UN mes de


prisión, multa de 2.000.000 de euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de DIEZ años.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, a una única pena de CUATRO años y UN día de
prisión, multa de 1.000.000 de euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de DIEZ años.
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, en este caso penando por separado dichos delitos,
a la pena:
- Por el delito de cohecho, de UN año y UN mes, multa de 125.000 euros, con
responsabilidad subsidiaria en caso de impago de 15 días, e inhabilitación especial para empleo
o cargo público por tiempo de TRES años.
- Por el de falsedad documental, de SEIS meses de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de TRES
meses, con una cuota diaria de 30 euros, con responsabilidad personal subsidiaria del art. 53
CP.
A JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, a una única pena de CINCO años y UN día de
prisión, multa de 25.000 euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo
de DIEZ años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a una única pena de CINCO años y UN día de
prisión, multa de 1.000.000 de euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de DIEZ años.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a una única pena de CINCO años y UN día de prisión,
multa de 1.000.000 de euros, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo
de DIEZ años.
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, en este caso penando por separado los delitos:
- Por el delito de cohecho, a la pena de DOS años de prisión, multa de 500.000 euros,
e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de CINCO años.
- Por el delito de falsedad documental, a la pena UN año y DIEZ meses de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo, y multa de CINCO
meses con una cuota diaria de 50 €.
Se ABSUELVE:
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO del otro delito de cohecho continuado de que se le
acusaba.
A JUAN JOSÉ MORENO ALONSO del otro delito de cohecho continuado de que se le
acusaba.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ del otro delito de cohecho continuado de que se
le acusaba.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO del otro delito de cohecho continuado de que se
le acusaba.
A PABLO CRESPO SABARÍS del otro delito de cohecho continuado de que se le
acusaba.

101
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ del otro delito de cohecho continuado de que se le
acusaba.
3) Delito continuado de fraude a las Administraciones Públicas
Se ABSUELVE de este delito a cuantos vienen acusados por él, a saber:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO
A JUAN JOSÉ MORENO ALONSO
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
A PABLO CRESPO SABARÍS
4) Delitos continuados de malversación de caudales públicos en concurso medial con
prevaricación
Se CONDENA, en este caso penando por separado:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO:
- Por el delito de malversación, a la pena de CUATRO años y SIETE meses de prisión
e inhabilitación absoluta por tiempo de NUEVE años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de NUEVE años.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO:
- Por el delito de malversación, a la pena de CUATRO años y SIETE meses de prisión
e inhabilitación absoluta por tiempo de NUEVE años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de NUEVE años.
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO:
- Por el delito de malversación, a la pena de
UN año y DOS meses de prisión e inhabilitación absoluta por tiempo de TRES años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de DOS años y SEIS meses.
A JUAN JOSÉ MORENO ALONSO:
- Por el delito de malversación, a la pena de CUATRO años y SIETE meses de prisión
e inhabilitación absoluta por tiempo de NUEVE años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de NUEVE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ:
- Por el delito de malversación, a la pena de DOS años y SEIS meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de CINCO años.
A PABLO CRESPO SABARÍS:
- Por el delito de malversación, a la pena de DOS años y SEIS meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.

102
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo


público por tiempo de CINCO años.
A ISABEL JORDÁN GONCET:
- Por el delito de malversación, a la pena de DOS años y SEIS meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de CINCO años.
Y se ABSUELVE por estos dos delitos de malversación y prevaricación a LUIS VALOR
SAN ROMÁN.
5) Delito continuado de falsedad
Se CONDENA a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de
UN año, NUEVE meses y UN día de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de DIEZ meses con una cuota
de 100 €
Se ABSUELVE:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO
6) Delito continuado de malversación, en concurso con falsedad documental
continuada
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO, a una única pena de SEIS años de prisión, e
inhabilitación absoluta por tiempo de DIEZ años.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, a una única pena de CUATRO años y SIETE
meses de prisión, e inhabilitación absoluta por OCHO años
A JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, en este caso, se penan por separado:
- Por la malversación, a la pena de UN año Y DOS meses de prisión, e inhabilitación
absoluta por tiempo de DOS años y UN mes.
- Por la falsedad, a la pena SEIS meses de prisión, con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de TRES meses, con
una cuota diaria de 20 €, y responsabilidad personal en caso de impago del art. 53 CP.
A JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, a la única pena de CUATRO años y SIETE meses
de prisión, e inhabilitación absoluta de SIETE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, en este caso, se penan por separado:
- Por la malversación, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión, e inhabilitación
absoluta por tiempo de CINCO años.
- Por la falsedad, a la pena UN año y DIEZ meses de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de SEIS
meses, con una cuota diaria de 50 €.
A PABLO CRESPO SABARÍS, penando, también, por separado:
- Por la malversación, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión, e inhabilitación
absoluta por tiempo de CINCO años.

103
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Por la falsedad, a la pena UN año y DIEZ meses de prisión, con su accesoria de


inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de SEIS
meses, con una cuota diaria de 50 €.
7) Delito de malversación de caudales públicos, en concurso medial con uno de
prevaricación continuada y con uno de falsedad en documento mercantil.
Se CONDENA, en ambos casos penando por separado:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO:
- Por el delito de malversación, a la pena de TRES años de prisión e inhabilitación
absoluta de SEIS años
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de NUEVE años
- Por el delito de falsedad documental, a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de SEIS meses, con una cuota diaria de 100 €.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ:
- Por el delito de malversación, a la pena de UN año y SEIS meses de prisión e
inhabilitación absoluta de SEIS años
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de CINCO años
- Por el delito de falsedad documental, a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de SEIS meses, con una cuota diaria de 100 €.
8) Delito de prevaricación continuada, en concurso real con delito continuado de
malversación
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO:
- Por el delito de malversación, a la pena CUATRO años y SIETE meses de prisión, e
inhabilitación absoluta por NUEVE años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por NUEVE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ:
- Por el delito de malversación, a la pena DOS años y TRES meses de prisión, e
inhabilitación absoluta por TRES años.
- Por el delito de prevaricación, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por CINCO años.
9) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF de 2002,en concurso medial con falsedad
documental continuada cometida por particulares
Acusa solo el Abogado del Estado, además de a GUILLERMO ORTEGA ALONSO,
como autor, a FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS, ISABEL
JORDÁN GONCET, JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, LUIS DE MIGUEL PÉREZ y ANTONIO
VILLAVERDE LANDA.

104
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se ABSUELVE a todos ellos.


10) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF 2003
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO a la pena de TRES años y SEIS MESES de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de UN MILLÓN de €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es
o de la Seguridad Social durante CINCO años.
A LUIS DE MIGUEL PÉREZ, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de 500.000
€, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas
y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la Seguridad Social durante DOS
años y SEIS meses.
A ANTONIO VILLAVERDE LANDA, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
500.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la Seguridad Social durante
DOS años y SEIS meses.
Y se ABSUELVE por este delito:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
A PABLO CRESPO SABARÍS
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO
Asimismo, se ABSUELVE de este delito a JACOBO ORTEGA ALONSO, que venía
acusado por el Abogado del Estado
11) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF 2004
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO a la pena de TRES años de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de UN MILLÓN de €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la
Seguridad Social durante CINCO años.
A LUIS DE MIGUEL PÉREZ, a la pena de UN año y ONCE meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 250.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones
o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la Seguridad
Social durante DOS años y SEIS meses.
A ANTONIO VILLAVERDE LANDA, a la pena de UN año y ONCE meses de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de 250.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener

105
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la


Seguridad Social durante DOS años y SEIS meses.
Y se ABSUELVE por este delito:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
A PABLO CRESPO SABARÍS
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO
12) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF 2005
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO a la pena de TRES años de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 400.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones
o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la Seguridad
Social durante CINCO años.
A LUIS DE MIGUEL PÉREZ, a la pena de UN año y NUEVE meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 200.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones
o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la Seguridad
Social durante DOS años y SEIS meses.
A ANTONIO VILLAVERDE LANDA, a la pena de UN año y NUEVE meses de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de 200.000 €, así como a la pena de la pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos es o de la
Seguridad Social durante DOS años y SEIS meses.
13) Delito de blanqueo de dinero.
Se CONDENA:
A GUILLERMO ORTEGA ALONSO, a la pena de TRES años de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 5.000.000 de euros.
A CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 500.000 de euros.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 800.000 de euros.
A LUIS DE MIGUEL PÉREZ, a la pena de TRES años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
5.000.000 de euros.
A ANTONIO VILLAVERDE LANDA, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
2.500.000 de euros.

106
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A JACOBO GORDÓN LEVENFELD, a la pena de CINCO meses de prisión, con su


accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 75.000 de euros, con arresto sustitutorio en caso de impago, de UN día.
Se ABSUELVE a JACOBO ORTEGA ALONSO.
14) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF de 2002
Acusa de él el Abogado del Estado a GUILLERMO ORTEGA ALONSO a LUIS DE
MIGUEL PÉREZ y a ANTONIO VILLAVERDE LANDA.
Se ABSUELVE a los tres acusados
Aspectos no penales
• Responsabilidades civiles
* Por los delitos contra la Administración Pública y de blanqueo de capitales.
GUILLERMO ORTEGA ALONSO, JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, JUAN JOSÉ
MORENO ALONSO, CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ y
PABLO CRESPO SABARÍS indemnizarán directa, conjunta y solidariamente al
AYUNTAMIENTO DE MAJADAHONDA en la cantidad de 867.685,16 € y al PATRONATO
MONTE DEL PILAR, en la cantidad de 12.100 €.
Y conjunta y solidariamente con los anteriores, ISABEL JORDÁN GONCET en la
cantidad de 689.387,50 €.
Y de modo subsidiario:
- SPECIAL EVENTS al PATRONATO MONTE DEL PILAR en los 12.100 €, y al
AYUNTAMIENTO DE MAJADAHONDA en 27.179 €.
- TCM al AYUNTAMIENTO, en 599.458,05 €.
- CRESVA al AYUNTAMIENTO, en 36.620 €.
- BOOMERANGDRIVE al AYUNTAMIENTO, en 2.640 €.
- EASY CONCEPT (DOWN TOWN) al AYUNTAMIENTO, en 2.740 €.
Asimismo, GUILLERMO ORTEGA ALONSO y FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
indemnizarán directa, conjunta y solidariamente al AYUNTAMIENTO DE MAJADAHONDA en la
cantidad que se determine en ejecución de sentencia por la duplicidad del abono de servicios
referidos a los domingos y festivos relativos al expediente 59/01.
* Por los delitos contra la Hacienda Pública:
- Por el correspondiente al IRPF de 2003, indemnizarán directa, conjunta y
solidariamente GUILLERMO ORTEGA ALONSO, LUIS DE MIGUEL PÉREZ y ANTONIO
VILLAVERDE LANDA a la Hacienda estatal, en la cantidad 380.220,74 que será incrementada
en los intereses de demora, de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de
28 de diciembre, y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización
del periodo voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del
art. 576 LECivil.
- Por el correspondiente al IRPF de 2004, indemnizarán directa, conjunta y
solidariamente GUILLERMO ORTEGA ALONSO, LUIS DE MIGUEL PÉREZ y ANTONIO
VILLAVERDE LANDA a la Hacienda estatal en la cantidad de 193.888,75 €, que será
incrementada en los intereses de demora, de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley

107
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

230/1963, de 28 de diciembre, y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde


la finalización del periodo voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses
legales del art. 576 LECivil.
- Por el correspondiente al IRPF de 2005, indemnizarán directa, conjunta y
solidariamente GUILLERMO ORTEGA ALONSO, LUIS DE MIGUEL PÉREZ y ANTONIO
VILLAVERDE LANDA, y subsidiariamente la sociedad ALCANCIA CORPORATE, a la Hacienda
estatal, en la cantidad de 139.222,58 €, que será incrementada en los intereses de demora, de
conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre, y 26 de la
vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización del periodo voluntario de
pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del art. 576 LECivil.
• Comiso
Se decreta el comiso:
- De las dádivas incorporadas a la cuenta “Gabinete” en la cantidad de 484.292,93 €,
de los que responderán directa, conjunta y solidariamente GUILLERMO ORTEGA ALONSO,
JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, CARMEN RODRÍGUEZ
QUIJANO, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS y JOSÉ LUIS
IZQUIERDO LÓPEZ.
- De las dádivas percibidas por GUILLERMO ORTEGA ALONSO en la cantidad de
402.529 € o su equivalente.
- La comisión de 360.793 € recibida por FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ por el
expediente 59/01.
- Los beneficios obtenidos por FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, en cantidad de
289.387 €.
- Los 385.000 € recibidos por GUILLERMO ORTEGA ALONSO por la venta del
inmueble de la Avda. de la Oliva.
- Los 62.860,19 € recibidos por LUIS DE MIGUEL PÉREZ.
- Los 15.753,12 € recibidos por ANTONIO VILLAVERDE LANDA.
- Los efectos del delito de blanqueo de dinero de GUILLERMO ORTEGA ALONSO
referidos a los ingresos en sus cuentas suizas y las ganancias de estos, así como los invertidos
en el Proyecto TAWIN JONES.
• PARTICIPES A TITULO LUCRATIVO:
Como partícipe a título lucrativo, Gema Matamoros Martínez, de modo directo y
solidario con GUILLERMO ORTEGA ALONSO, hasta un importe de 45.066,66 €, respecto de la
indemnización por la que este ha de responder frente al Ayuntamiento de Majadahonda.
Igualmente en concepto de partícipe a título lucrativo, el PARTIDO POPULAR, de modo
directo y solidario con GUILLERMO ORTEGA ALONSO, JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, JUAN
JOSÉ MORENO ALONSO, CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, FRANCISCO CORREA
SÁNCHEZ y PABLO CRESPO SABARÍS hasta un importe total de 133.628,48 €.
APARTADO CASTILLA y LEÓN
Aspectos penales
1) Delito de cohecho

108
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se CONDENA a JESÚS MERINO DELGADO, a la pena de multa de TRES meses, con


una cuota diaria de 200 €, con la responsabilidad subsidiaria en caso de impago del art. 53 CP.
2) Delito de cohecho.
Se ABSUELVE a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ del que se le acusa.
3) Delito de cohecho
Se CONDENA a:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS y JOSÉ LUIS
IZQUIERDO LÓPEZ, a una pena, para cada uno, de TRES meses multa, con una cuota diaria
de 50 €.
Y se ABSUELVE a ÁLVARO PÉREZ ALONSO.
4) Delito de blanqueo de capitales, en concurso medial con falsedad continuada en
documento mercantil.
Se CONDENA por ambos delitos a JESÚS MERINO DELGADO, JESÚS SEPÚLVEDA
RECIO, LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ y LUIS DE
MIGUEL PÉREZ, que se penan por separado:
- Por el delito de blanqueo de capitales, a una pena, para cada uno de ellos, excepto
para Francisco CORREA SANCHEZ, de UN AÑO Y NUEVE meses de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
216.258 €, con arresto sustitutorio en caso de impago de TRES meses.
- A Francisco CORREA SANCHEZ por este mismo delito la pena de SEIS meses de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante
la condena y multa de 100.000 €,
- Por el delito de falsedad continuada, a una pena, para cada uno, de UN año y DIEZ
meses de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante la condena y multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 50 €.
La pena de multa llevará aparejada la responsabilidad personal subsidiaria del art. 53
CP para quienes no resulten condenados con una pena privativa de libertad superior a cinco
años.
5) Delito de apropiación indebida.
Se CONDENA:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la pena de TRES años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de
OCHO meses, con una cuota de 200 €.
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la pena de UN año y SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y
multa de OCHO meses, con una cuota de 100 €.
6) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF 2003 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, en
concurso medial con delito continuado de falsedad documental
Se CONDENA a una única pena:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la de CUATRO años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de

109
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas


públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la de DOS años y DOS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 2.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o
ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante
SEIS años.
7) Delito contra la Hacienda Pública: IP 2003 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, en
concurso medial con delito continuado de falsedad documental.
Se CONDENA a una única pena:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la de CUATRO años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
600.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas
y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la de DOS años y DOS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 300.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
8) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF de 2006 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ
Se CONDENA:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ a la pena de TRES años prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
2.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
Se ABSUELVE a ROSALÍA IGLESIAS VILLAR.
9) Delito contra la Hacienda Pública: IP de 2006 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ
Se CONDENA:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ a la pena de TRES años prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
1.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
Se ABSUELVE a ROSALÍA IGLESIAS VILLAR.
10) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF de 2006 de ROSALÍA IGLESIAS VILLAR
Se CONDENA:
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR a la pena de UN AÑO y SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 300.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
Se ABSUELVE a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ
11) Delito contra la Hacienda Pública: IRPF de 2007 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ
Se CONDENA:

110
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la de DOS años de prisión, con su accesoria de


inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
5.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la de UN año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
1.500.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante TRES años.
12) Delito contra la Hacienda Pública: IP de 2007 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ.
Se CONDENA:
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
2.000.000 €, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante SEIS años.
A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la de UN año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de 500.000
€, así como a la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios es o de la Seguridad Social durante TRES años.
13) Delito intentado de estafa procesal en concurso medial con falsedad documental
continuada.
Se CONDENA a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ y a ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a
las siguientes penas:
- Por la estafa intentada, a una pena para cada uno de NUEVE meses de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €.
- Por la falsedad documental, a una pena para cada uno de DOS años de prisión con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €.
14) Delito de blanqueo de capitales en concurso medial con falsedad en documento
mercantil continuada.
Se CONDENA, a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, IVÁN
YÁÑEZ VELASCO, ÁNGEL SANCHÍS PERALES y a ÁNGEL SANCHÍS HERRERO.
A ÁNGEL SANCHÍS PERALESyÁNGEL SANCHÍS HERRERO, a cada uno de ellos, a
la pena de 1 AÑO de prisión con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante la condena y multa de 6.000.000 €, con responsabilidad personal
subsidiaria de cinco meses en caso de impago.
A LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ a la única pena de SEIS años de prisión con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 30.000.000 €.

111
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, a la única pena de TRES años de prisión con su


accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 1.000.000 €.
A IVÁN YÁÑEZ VELASCO, a la única pena de TRES años de prisión con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
1.000.000 €.
15) Delitos contra la Hacienda Pública de que acusa, exclusivamente el M.F.
Son los correspondientes a los ejercicios 2000, 2001, 2002, 2004, 2005 y 2009 de los
que acusa a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO
CRESPO SABARÍS, ÁLVARO PÉREZ ALONSO, JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ,
Del 2004 a LUIS DE MIGUEL PÉREZ.
Del 2009 acusa a ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, IVÁN YÁÑEZ VELASCO, ÁNGEL
SANCHÍS PERALES y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO.
Se ABSUELVE a todos ellos de cada uno de los distintos de que se les acusa.
Aspectos no penales
• Responsabilidades civiles
Delitos contra la Hacienda Pública:
- Por el correspondiente al IRPF de 2003 de LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, este
ROSALÍA IGLESIAS VILLAR indemnizarán directa, conjunta y solidariamente en la cantidad de
1.193.394,83 €, a la Hacienda estatal, que será incrementada en los intereses de demora que
generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre, y
26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización del periodo
voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del art. 576
LECivil.
- Por el correspondiente al IP de 2003, referido a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, este
y ROSALÍA IGLESIAS VILLAR indemnizarán directa, conjunta y solidariamente en la cantidad
de 279.541,46 €, a la Hacienda estatal, que será incrementada en los intereses de demora que
se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre,
y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización del periodo
voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del art. 576
LECivil.
- Por el correspondiente al IRPF de 2006, referido a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ
indemnizará este a la Hacienda estatal, en la cantidad 668.421,69 €, que será incrementada en
los intereses de demora que se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley
230/1963, de 28 de diciembre, y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde
la finalización del periodo voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses
legales del art. 576 LECivil.
- Por el correspondiente al IP de 2006, referido a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ,
indemnizará este a la Hacienda estatal, en la cantidad, 423.534,15 €, que será incrementada en
los intereses de demora que se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley
230/1963, de 28 de diciembre, y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde

112
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la finalización del periodo voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses
legales del art. 576 LECivil.
- Por el correspondiente al IRPF de 2006 de ROSALÍA IGLESIAS VILLAR, indemnizará
esta a la Hacienda estatal, en la cantidad de 267.319,87 €, que será incrementada en los
intereses de demora que se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley
230/1963, de 28 de diciembre, y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde
la finalización del periodo voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses
legales del art. 576 LECivil.
- Por el correspondiente al IRPF de 2007, referido a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ,
este y ROSALÍA IGLESIAS indemnizarán directa, conjunta y solidariamente en la cantidad de
2.103.113,26 €, a la Hacienda estatal, que será incrementada en los intereses de demora que
se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre,
y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización del periodo
voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del art. 576
LECivil.
- Por el correspondiente al IP de 2007, referido a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ este
y ROSALÍA IGLESIAS VILLAR indemnizarán directa, conjunta y solidariamente en la cantidad
de 966.053,53 €, a la Hacienda estatal, que será incrementada en los intereses de demora que
se generen de conformidad con lo previsto en el art. 58 de la Ley 230/1963, de 28 de diciembre,
y 26 de la vigente LGT (Ley 58/2003, de 17 de diciembre), desde la finalización del periodo
voluntario de pago del correspondiente tributo, así como los intereses legales del art. 576
LECivil.
En el caso del IRPF de 2007 de LUIS BÁRCENAS, la cuota defraudada deberá
minorarse en la cuantía que se determine en ejecución de sentencia correspondiente a este
tributo, de lo ingresado con motivo de la Declaración Tributaria Especial de TESEDUL referida
al IRPF de los años 2007 a 2010.
• Comiso
Se decreta el comiso de:
- Las dádivas percibidas por JESÚS MERINO, en total 63.927 €
- Los 13.927 € percibidos por LUIS BÁRCENAS por su participación en SPINAKER.
- Los 149.600 € producto de la apropiación indebida por parte de LUIS BÁRCENAS y
ROSALÍA IGLESIAS, de fondos del P.P.
- Los 120.000 € ingresados el 05/03/2004 en la cuenta de Caja Madrid de ROSALÍA
IGLESIAS.
- Los 13.927 € percibidos por FRANCISCO CORREA por su participación en
SPINAKER
- Los 12.768 € percibidos por LUIS DE MIGUEL, como retribución por sus servicios
relacionados para SPINAKER.
- Los 12.854 € percibidos por PABLO CRESPO, como retribución por sus servicios
relacionados para SPINAKER.
Los efectos y ganancias del delito de blanqueo:

113
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Las cuantías encubiertas como operaciones de obras de arte, en cantidad de 500.000


€, referidas al año 2006.
- Vinculado a la ocultación de fondos en las cuentas suizas, incluidas las de GRANDA
GLOBAL, de los que responderán conjunta y solidariamente LUIS BÁRCENAS por el importe
total, e IVÁN YÁÑEZ por 600.000 € más los ingresos y ganancias de GRANDA GOLBAL.
A ÁNGEL SANCHÍS HERRERO y ÁNGEL SANCHÍS PERALES hasta el importe de
3.000.000€.
APARTADO POZUELO DE ALARCÓN
Aspectos penales 1) Delitos de cohecho
Se CONDENA:
A JESÚS SEPÚLVEDA RECIO por el único delito de cohecho continuado de que se le
acusa, a la pena de CINCO años de prisión, multa de 1.000.000 €, e inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de DIEZ años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, por un solo delito de cohecho continuado, a la
pena de CUATRO años y UN día de prisión, multa de 1.000.000 €, e inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de DIEZ años.
A PABLO CRESPO SABARÍS, por un solo delito de cohecho continuado, a la pena de
CUATRO años y UN día de prisión, multa de 1.000.000 €, e inhabilitación especial para empleo
o cargo público por tiempo de DIEZ años.
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, por el único delito de cohecho continuado de que
se le acusa, a la pena de DOS años de prisión, multa de 500.000 €, e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por tiempo de CINCO años.
A ALFONSO GARCÍA POZUELO ASINS, por el único delito de cohecho continuado de
que se le acusa, a la pena de DOS años de prisión, sustituibles por multa con una cuota diaria
de 300 €, y multa de 56,491 €, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago por
tiempo de un mes.
Se ABSUELVE:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ del otro delito de cohecho de que venía acusado.
A PABLO CRESPO SABARÍS del otro delito de cohecho del que venía acusado.
ÁLVARO PÉREZ ALONSO del único delito de cohecho del que venía acusado.
A ISABEL JORDÁN GONCET del único delito de cohecho de que venía acusada.
2) Delito continuado de falsedad documental
Se CONDENA:
A JESÚS SEPÚLVEDA RECIO a una pena UN año y DIEZ meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 200 €.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la misma pena de UN año y DIEZ meses de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante
la condena y multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 200 €.

114
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A PABLO CRESPO SABARÍS a igual pena de UN año y DIEZ meses de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 200 €.
3) Delito de blanqueo de capitales
Se CONDENA:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 240.000 €.
A PABLO CRESPO SABARÍS a la misma pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 240.000 €.
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ a igual pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 240.000 €.
LUIS DE MIGUEL PÉREZ también a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 240.000 €.
A JESÚS CALVO SORIA a la pena de SEIS meses de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de 240.000
€.
Dicha pena de multa llevará un arresto sustitutorio en caso de impago de VEINTE días,
caso de que las penas privativas de libertad no superen los CINCO años de prisión.
4) Delito de fraude continuado a las Administraciones públicas
Se CONDENA:
A ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ a la pena de NUEVE meses de prisión, e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de TRES años.
A JESÚS SEPÚLVEDA RECIO a la pena de DOS años y UN día de prisión, e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por NUEVE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de UN año de prisión, e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por SEIS años.
A PABLO CRESPO SABARÍS a la pena de UN año de prisión, e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por SEIS años.
A ISABEL JORDÁN GONCET a la pena de UN año de prisión, e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por SEIS años.
Se ABSUELVE a JOSÉ ANTONIO SÁENZ JIMÉNEZ.
5) Delito de prevaricación continuada
Se CONDENA:
JESÚS SEPÚLVEDA RECIO a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de NUEVE años.
A ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ a la pena de inhabilitación especial para
empleo o cargo público por tiempo de TRES años.

115
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ALFONSO GARCÍA POZUELO ASINS a la pena de inhabilitación especial para


empleo o cargo público por tiempo de DOS años y SEIS meses.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de inhabilitación especial para empleo
o cargo público por tiempo de SIETE años.
A PABLO CRESPO SABARÍS a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de SIETE años.
A ISABEL JORDÁN GONCET a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de SIETE años.
Se ABSUELVE:
A JOSÉ ANTONIO SÁENZ JUMÉNEZ
A CARMEN GARCÍA MORENO
6) Delito continuado de falsedad documental.
Se CONDENA:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de UN año y DIEZ meses de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €
A PABLO CRESPO SABARÍS a igual pena de UN año y DIEZ meses de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €
ISABEL JORDÁN GONCET a la misma pena de UN año y DIEZ meses de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €
Se ABSUELVE:
A CARMEN GARCÍA MORENO
7) Delito de malversación de caudales públicos
Se CONDENA:
A ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ a la pena de DOS meses de prisión (a
sustituir por multa de conformidad con lo dispuesto en el art. 71.2 CP, en la forma que se
determine en ejecución de sentencia), QUINCE días de multa con una cuota diaria de 3 € y
responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago conforme a lo previsto en el art. 53 CP,
y suspensión de empleo o cargo público por DOS meses.
A JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, a la pena de UN año de prisión, suspensión de empleo
o cargo público por NUEVE meses, y multa de TRES meses con una cuota diaria de 200 €.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de SEIS meses de prisión, suspensión
de empleo o cargo público por NUEVE meses, y multa de TRES meses con una cuota diaria de
200 €.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a la pena de SEIS meses de prisión, suspensión de
empleo o cargo público por NUEVE meses, y multa de TRES meses con una cuota diaria de
200 €.

116
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ISABEL JORDÁN GONCET, a la pena de SEIS meses de prisión, suspensión de


empleo o cargo público por NUEVE meses, y multa de TRES meses con una cuota diaria de
200 €.
8) Delito continuado de tráfico de influencias.
Se CONDENA:
A JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, a la pena de ONCE meses de prisión, multa de 100.000
€, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de CINCO años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de SEIS meses de prisión, multa de
50.000 €, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de TRES años.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a la pena de SEIS meses de prisión, multa de 50.000
€, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de TRES años.
A ISABEL JORDÁN GONCET, a la pena de SEIS meses de prisión, multa de 50.000
€, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de TRES años.
Aspectos no penales
• Responsabilidades civiles
ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, FRANCISCO
CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS e ISABEL JORDÁN GONCET indemnizarán
conjunta y solidariamente, y DOWN TOWN (EASY CONCEPT) subsidiariamente al
AYUNTAMIENTO DE POZUELO DE ALARCÓN en la cantidad de 1.299,69 €.
• PARTICIPES A TITULO LUCRATIVO
Como PARTICIPE A TITULO LUCRATIVO responderán:
ANA MATO ADROVER hasta un importe de 27.857,53 €
El PARTIDO POPULAR hasta un importe de 111.864,32 €, correspondiente a los
gastos referidos a la campaña electoral de las elecciones de 25.5.2003, de modo directo y
solidario, con JESÚS SEPÚLVEDA RECIO.
• Comiso
Se decreta el comiso de:
- Las dádivas entregadas a JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, en cantidad de 454.781,79
€.
De esta cantidad responde, junto con JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, de modo solidario.
- Las dádivas percibidas por FRANCISCO CORREA con ocasión de la “Operación
Asfalto” y “Camino de las Huertas”, ascendente a 56.491 €.
APARTADO MADRID
Aspectos penales
1.- MUNICIPIO DE MADRID
1) Delito de prevaricación continuada
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por NUEVE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de inhabilitación especial para empleo
o cargo público por SEIS años.

117
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2) Delito continuado de fraude a las Administraciones Públicas.


Se ABSUELVE:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
3) Delito continuado de malversación de caudales públicos
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO a la pena de CINCO años de prisión, e inhabilitación
absoluta por tiempo de NUEVE años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de TRES años de prisión, e
inhabilitación absoluta por tiempo de SEIS años.
4) Delito de falsedad en documento mercantil
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de UN año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de OCHO
meses con una cuota diaria de 200 €.
Se ABSUELVE:
A FRANCISCO CORREA
5) Delito continuado de cohecho.
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO a la pena de CINCO años de prisión, multa de 1.500.000
€, e inhabilitación especial para empleo o cargo público.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de DOS años de prisión, multa de
500.000 €, e inhabilitación especial para empleo o cargo público.
6) Delito de blanqueo de capitales
Se CONDENA:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ a la pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 2.000.000 €.
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, a la misma pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 2.000.000 €.
A ANTONIO VILLEVERDE LANDA, a igual pena de SEIS meses de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 2.000.000 €.
7) Delito de tráfico de influencias continuado
Acusa de él Ayuntamiento de Madrid a ALBERTO LÓPEZ VIEJO
Se le ABSUELVE del mismo
2.- COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
1) Delitos continuados de prevaricación, de uno se acusa a ALBERTO LÓPEZ VIEJO
(a) y de otro a CARLOS CLEMENTE AGUADO (b).
1.a) Se CONDENA:

118
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ALBERTO LÓPEZ VIEJO como autor a la pena de DIEZ años de inhabilitación


especial para empleo o cargo público.
A CARLOS CLEMENTE AGUADO como autor y cooperador necesario a la pena de
DIEZ años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
A PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS como inductor y cooperador necesario a la pena de
DIEZ años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ como inductor y cooperador necesario a la pena
de NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
A PABLO CRESPO SABARÍS como inductor y cooperador necesario a la pena de
NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
A ISABEL JORDÁN GONCET como inductor y cooperador necesario a la pena de
NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
Se ABSUELVE de este delito:
A JAVIER NOMBELA OLMO. A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN. A CARMEN GARCÍA
MORENO. A ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ.
A JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ.
A INMACULADA MOSTAZA CORRAL.
A PABLO IGNACIO GALLO ALCÁNTARA CRIADO
2) Delitos continuados de cohecho pasivo, de uno se acusa a ALBERTO LÓPEZ VIEJO
(a) y de otro a CARLOS CLEMENTE AGUADO (b).
2.a) Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO a la pena de SEIS años de prisión, multa de 680.000 €, e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de DOCE años.
A CARLOS CLEMENTE AGUADO a la pena de CUATRO AÑOS y UN DIA de prisión,
multa de 27.200 €, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de NUEVE
años.
3) Delito continuado de cohecho activo
Se CONDENA:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de CUATRO años y UN día de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de 500.000 €.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a la pena de CUATRO años y UN día de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 500.000 €.
A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, a la pena de CUATRO años y UN día de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la
condena y multa de 500.000 €.
A ISABEL JORDÁN GONCET, a la pena de CUATRO años y UN día de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 500.000 €.
Se ABSUELVE:

119
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A JAVIER NOMBELA OLMO


A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN
4) Delito continuado de fraudes y exacciones ilegales a las Administraciones Públicas.
Se CONDENA:
A PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, a la pena de DOS años y UN día de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por NUEVE años.
A PABLO IGNACIO GALLO ALCÁNTARA CRIADO, a la pena de UN año de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por SEIS años.
Se ABSUELVE:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO
A CARLOS CLEMENTE AGUADO
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
A PABLO CRESPO SABARÍS
A ISABEL JORDÁN GONCET
A JAVIER NOMBELA OLMO
A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN
A CARMEN GARCÍA MORENO
A ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ
A JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
A INMACULADA MOSTAZA CORRAL
5) Delito continuado de tráfico de influencias
Se CONDENA a ALBERTO LÓPEZ VIEJO a la pena de NUEVE meses y UN día de
prisión y MULTA de 50.000 €, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de
un mes e inhabilitación para empleo o cargo público por tiempo de CINCO años.
6) Delitos continuados de malversación de caudales públicos de uno se acusa a
ALBERTO LÓPEZ VIEJO (a) y de otro a CARLOS CLEMENTE AGUADO (b).
6.a) Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de SEIS años de prisión e inhabilitación absoluta
por tiempo de DIEZ años.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión
e inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
A ISABEL JORDÁN GONCET, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
A JAVIER NOMBELA OLMO, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN, a la pena de DOS años y TRES meses de prisión e
inhabilitación absoluta por tiempo de CINCO años.
Se ABSUELVE:
A CARMEN GARCÍA MORENO

120
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ


A JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
6.b) En relación con la malversación atenuada continuada.
Se CONDENA a CARLOS CLEMENTE AGUADO como autor de este delito a la pena
de multa de TRES MESES con una cuota diaria de 50€, con responsabilidad personal
subsidiaria en caso de impago del art 53 CP; UN año y NUEVE meses de prisión con
inhabilitación de derecho de sufragio durante el tiempo de condena y suspensión de empleo o
cargo público por dos años.
Se CONDENA a FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO, ISABEL JORDÁN,
JAVIER NOMBELA y a ALICIA MÍNGUEZ como cooperadores necesarios a la pena de multa
de UN MES con una cuota diaria de 50€, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de
impago del art 53 CP, a la pena de TRES meses de prisión, con inhabilitación de derecho de
sufragio durante el tiempo de condena y suspensión de empleo o cargo público por el mismo
periodo.
Se ABSUELVE de este delito:
A CARMEN GARCÍA MORENO.
A JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ.
7) Delito de blanqueo de capitales
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de CUATRO años de prisión, con su accesoria
de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y multa de 1.000.000 €.
A TERESA GABARRA BALSELLS, a la pena de CUATRO años de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y multa de 1.000.000 €,
con arresto sustitutorio de 100 días, en caso de impago, previa declaración de insolvencia.
8) Delito continuado de falsedad en documento mercantil
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de DIEZ
meses con una cuota diaria de 100 €.
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, a la pena de DOS años de prisión, con su
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de DIEZ meses con una cuota diaria de 100 €.
A PABLO CRESPO SABARÍS, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de DIEZ
meses con una cuota diaria de 100 €.
A ISABEL JORDÁN GONCET, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de DIEZ
meses con una cuota diaria de 100 €.
A JAVIER NOMBELA OLMO, a la pena de UN año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de CINCO
meses con una cuota diaria de 50 €.

121
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN, a la pena de UN año de prisión, con su accesoria de


inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de CINCO
meses con una cuota diaria de 50 €.
Se ABSUELVE:
A CARMEN GARCÍA MORENO
A ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ
A JUAN IGNACIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
9) Delito de asociación ilícita
Se CONDENA:
A ALBERTO LÓPEZ VIEJO, a la pena de DOS años de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
DIECIOCHO meses, con una cuota de diaria de 200 €.
A PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, a la pena de un año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
DIECIOCHO meses, con una cuota de diaria de 20 € y responsabilidad personal subsidiaria en
caso de impago.
Se ABSUELVE:
A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ
A PEDRO CRESPO SABARÍS
A ISABEL JORDÁN GONCET
A JAVIER NOMBELA OLMO
A ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN A JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ
10) Delitos contra la Hacienda Pública
El Abogado del Estado mantuvo acusación por delitos contra la Hacienda Pública
referidos a los ejercicios 2002, 2003 y 2008, y la dirigió contra:
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PABLO CRESPO
SABARÍS, ISABEL JORDÁN GONCET, ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN, JAVIER NOMBELA
OLMO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ.
Se ABSUELVE todos ellos de dichos delitos
Aspectos no penales
• Responsabilidades civiles
Municipio de Madrid
FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ y ALBERTO LÓPEZ VIEJO indemnizarán de
manera directa, conjunta y solidaria al Ayuntamiento de Madrid en la cantidad de 116.586,46 €.
Comunidad Autónoma
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, FRANCISCO CORREA SANCHEZ, PABLO CRESPO
SABARÍS e ISABEL JORDÁN GONCET de manera directa, conjunta y solidaria, y JAVIER
NOMBELA OLMO y ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN subsidiariamente a los anteriores,
indemnizarán a la CAM en la cantidad de 341.430,82 €.

122
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CARLOS CLEMENTE AGUADO indemnizarán a la CAM en la cantidad de 2.496,04€ y


de forma conjunta y solidaria FRANCISCO CORREA SANCHEZ, PABLO CRESPO SABARÍS e
ISABEL JORDÁN GONCET, JAVIER NOMBELA OLMO y ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN.
Y las empresas del grupo POZUELO responderán subsidiariamente al pago de 197.600
€.
Las referidas cantidades devengarán los intereses del art 576 LECivil.
• Comiso
Municipio de Madrid
Se decreta el comiso de:
- De las comisiones recibidas por FRANCISCO CORREA SANCHEZ, en la cantidad de
1.232.074,80 €.
- De las percibidas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en cantidad de 680.731,01 €.
- De los 15.779,26 € recibidos por ANTONIO VILLAVERDE LANDA.
Comunidad de Madrid
Se decreta el comiso de:
- De las comisiones percibidas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en cantidad de, en
cantidad de 229.000 €
- De las percibidas por CARLOS CLEMENTE AGUADO, en cantidad de 13.600 €.
- De los beneficios obtenidos por las empresas del grupo POZUELO, en cantidad de
2.627.785,14 €
COSTAS
No ha lugar a la imposición de costas a las acusaciones para quienes alguna de las
defensas solicitaban su condena.
En cuanto a las costas de los acusados, se imponen a aquellos que han resultado
condenados, que se distribuirá con arreglo a las pautas expuestas en el apartado dedicado a
las mismas.>>

TERCERO.- Notificada la sentencia a las partes, se preparó recurso de


casación, por infracción de ley, precepto constitucional y quebrantamiento de
forma, que se tuvo por anunciado, remitiéndose a esta Sala Segunda del
Tribunal Supremo, las certificaciones necesarias para su substanciación y
resolución, formándose el correspondiente rollo y formalizándose el recurso.

CUARTO.- Las representaciones de los recurrentes, basan sus recursos en los


siguientes motivos:

123
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Motivos aducidos en nombre del recurrente Alberto López Viejo:


Primero.- Al amparo del art. 852 LECrim por infracción de precepto
constitucional: infracción del derecho a un procedimiento con todas las garantías
y del derecho a no declarar contra sí mismo y no declararse culpable (art. 24.1
y 24.2 CE).
Segundo.- Por infracción de precepto constitucional al haberse
vulnerado los derechos fundamentales al proceso con las debidas garantías, al
derecho a la tutela judicial y hasta el derecho a la presunción de inocencia (art.
24 CE y art. 6 CEDH) a la vista de diferentes actuaciones llevadas a cabo por
los magistrados que conformaron la Sala a quo.
Tercero.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del derecho a
un proceso con todas las garantías (art. 24.2 CE) al haberse impedido que la
práctica de la prueba haya sido llevada a cabo con la debida garantía de
contradicción, debido a la imposibilidad de las partes de solicitar la exhibición de
documentos obrantes en la causa, pero no anunciados con carácter previo, a fin
de confrontar las declaraciones de testigos y peritos.
Cuarto.- Por infracción de ley al amparo de lo prevenido en el art. 849.2
LECrim por existir error en la apreciación de la prueba basada en documentos
que obren en autos que demuestren la equivocación del juzgador sin resultar
contradichos por otros elementos probatorios al afirmar que Alberto López Viejo
ostentó el cargo de Teniente Alcalde de Madrid.
Quinto.- Por infracción de ley al amparo de lo prevenido en el art. 849.1
LECrim por entender que ha sido infringida la ley por aplicación indebida del art.
404 CP por no ser los hechos probados constitutivos de un delito de
prevaricación.
Sexto.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del art. 24.1 y 2
CE al haberse producido condena, a pesar de que no había sido desvirtuada la
presunción de inocencia del Sr. López Viejo: la Sala a quo para condenarle por
un delito de prevaricación, ha prescindido de los criterios lógicos y de
razonabilidad en la valoración de la prueba y además no ha valorado toda la
prueba, realizando simplemente unas afirmaciones en los hechos probados de
forma apodíptica (inventadas) que carecen de sustento alguno.
Séptimo.- Al amparo del art. 849.2 LECrim por existir error en la
apreciación de la prueba basada en documentos que obren en autos que

124
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

demuestran la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros


medios probatorios.
Octavo.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del art. 24.1 y
2 de la CE, al haberse producido condena a pesar de que no había sido
desvirtuada la presunción de inocencia del Sr. López Viejo, a partir de una
valoración de la prueba manifiestamente irracional, al no haber tenido en cuenta
elementos esenciales de descargo, en relación con la realidad de la campaña
de concienciación ciudadana realizada por VERSUS COMUNICACIÓN y la
realidad de la factura.
Noveno.- Por quebrantamiento de forma, al amparo de lo prevenido en
el art. 851 LECrim, al existir una contradicción manifiesta e insalvable en los
hechos probados que impide establecer con claridad el presupuesto fáctico
esencial consistente en determinar cuándo se habría percibido una pretendida
dádiva por el Sr. López Viejo y que habría sido el origen del delito de blanqueo
de capitales por el que ha sido condenado.
Décimo.- Por infracción de precepto constitucional, al amparo del art.
852 LECrim haberse vulnerado el principio de presunción de inocencia por
haberse realizado una valoración arbitraria e irracional de la prueba: si bien el
Sr. Correa sí admitió que por la adjudicación a SUFI pagó a Alberto López Viejo
“poco a poco” una comisión entre 2004 y 2007, sin embargo jamás sostuvo,
como recoge la sentencia, que hubiese “otra parte” y que esta hubiera sido
abonada previa-mente en el año 2002; además existe prueba adicional que
imposibilita la deducción lógica de que se hubiera abonado cantidad alguna en
2002 pero que la Sala a quo solo valora parcialmente.
Undécimo.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim al haberse vulnerado el derecho de presunción de inocencia y a la
tutela judicial efectiva.
Duodécimo.- Al amparo del art. 852 LECrim al haberse vulnerado el
principio de presunción de inocencia por haberse realizado una valoración
arbitraria e irracional de la prueba pues la sentencia concluye que de la prueba
practicada se deduciría que las viviendas del matrimonio López-Gabarra se
adquirieron con fondos de procedencia ilícita, pese a que el propio ministerio
reconoce que esto no es así y retira la acusación por delito sobre la base de la
pericial aportada por el Sr. López Viejo que, precisamente, establece la

125
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

trazabilidad de todos los fondos de procedencia lícita utilizados por el


matrimonio para efectuar esas compraventas.
Décimo tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por indebida aplicación del art. 74.1 CP al haber apreciado la existencia de un
delito continuado respecto de los delitos de prevaricación, cohecho y
malversación.
Décimo cuarto.- Al amparo del art. 852 LECrim, por lesión de los
derechos fundamentales a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE) por falta de
motivación en la imposición de las penas a Alberto López Viejo, al no existir
criterio alguno, exteriorizado por la Sala, para la correcta individualización de la
pena respecto de los delitos de prevaricación, cohecho, malversación y
falsedad. de forma subsidiraria al motivo anterior.
Décimo quinto.- Por infracción de precepto constitucional, al amparo del
art. 852 LECrim, por lesión de los derechos fundamentales a la tutela judicial
efectiva y, mediatamente, a la libertad, al haberse impuesto la extensión de la
pena sin motivación alguna y sin atender ni explicar las circunstancias
personales y de participación de don Alberto López Viejo.
Décimo sexto.- Al amparo del art. 852 LECrim, por vulneración del
artículo 24.2 CE, al haberse producido condena, a pesar de que no había sido
desvirtuada la presunción de inocencia del Sr. López Viejo, ya que la Sala a quo
ha valorado la prueba de una forma irracional, excluyendo hechos probados que
son favorables a Alberto López Viejo e incluyendo otros sin valoración
constitucional de la prueba de descargo.
Décimo séptimo.- Al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional, denuncia la vulneración del derecho a la
presunción de inocencia recogido en el art. 24.1 CE en que ha incurrido el
tribunal “a quo” al haberse fundado la condena por un delito de prevaricación a
partir de una valoración de la prueba manifiestamente irrazonable, al no haber
tenido en cuenta elementos esenciales de descargo, todo ello en relación con el
hecho probado de que Alberto López Viejo consiguió imponer, abusando de su
cargo, una presión sobre los funcionarios de las distintas Consejerías de la
Comunidad de Madrid para que fraccionaran las facturas de la Comunidad que
le permitiera la adjudicación como contratos menores.

126
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Décimo octavo.- Por infracción de ley al amparo de lo establecido en el


art. 849.1 por considerar indebidamente aplicado el art. 404 CP y en
consecuencia indebidamente aplicado el art. 419 CP.
Décimo noveno.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del art.
24 CE por considerar que la prueba de cargo en la que se basa la condena por
un delito de malversación no tiene entidad suficiente para enervar la presunción
de inocencia, habiendo sido la prueba valorada de manera ilógica e irracional
por considerar que las facturas que las empresas del Sr. Correa elaboraban
incluían conceptos que suponían un sobrecoste ilícito de los servicios prestados.
Vigésimo.- Al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del
art. 431.1 CP al no constar en los hechos probados (ni en los fundamentos
jurídicos) ninguno del que se pueda inferir el elemento del tipo subjetivo de la
malversación ya que no consta, más bien al contrario, el conocimiento de Alberto
López Viejo sobre la inclusión de la partida “varios” en las hojas de coste.
El motivo vigésimo primero no se articula por el recurrente.
Vigésimo segundo.- Al amparo del artículo 849.1 LECrim, por indebida
aplicación del artículo 432.1 al no constar en los hechos probados (ni en los
fundamentos jurídicos) ninguno del que se pueda inferir el elemento del tipo
objetivo y subjetivo de la malversación ya que no consta, en relación con la
Ha-cienda Argentina, el conocimiento y la tolerancia de Al-berto López Viejo a
trasladar el coste a la Comunidad de Madrid.
Vigésimo tercero.- Al amparo de lo establecido en el artículo 852
LECrim, por infracción del artículo 24 de la CE al haberse considerado que los
costes del restaurante La Hacienda Argentina, con-tenidos en las hojas de
costes eran trasladados a facturas emitidas y pagadas por la Comunidad de
Madrid. Todo ello sin prueba de cargo suficiente que enerve el principio de
pre-sunción de inocencia, existiendo una valoración irracional de los testimonios
y documentos sometidos a contradicción en el juicio oral.
Vigésimo cuarto.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho de presunción de inocencia por considerar que la prueba no es
suficiente para enervar referido derecho del recurrente que ha sido condenado
por un delito de cohecho del art. 419 CP.

127
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Vigésimo quinto.- Al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción del
art. 392 del CP en relación con el art. 390.1, 2 y 3 CP por haber condenado por
un delito de falsedad cuando no se colman los elementos del tipo.
Vigésimo séptimo.- (el recurrente no articula el vigésimo sexto) Por
infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim al haber sido condenado el
recurrente por un delito de asociación ilícita, considerando indebida la aplicación
del art. 515.1 CP por no darse los elementos del tipo exigido por el citado
artículo.
Vigésimo octavo.- Al amparo del art. 852 de la LECrim, por lesión del
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE) por falta de
motivación en la imposición de la pena a Alberto López Viejo, (i) por haber
basado la individualización de la pena en criterios ya tenidos en cuenta para
fundar la propia existencia del delito en su modalidad de continuado, (ii) por
haber prescindido de cualquier motivación que fundamente la individualización
de la pena, deviniendo las penas impuestas o bien arbitrarias o bien
desproporcionadas con infracción del principio bis in idem.
Vigésimo noveno.- Por infracción de ley, art. 849.1 LECrim, por
inaplicación indebida como muy cualificada –o en todo caso simple- de la
atenuante del art. 21.6ª CP, atenuante de dilaciones indebidas por haber sufrido
el Sr. López Viejo un proceso con dilaciones extraordinarias vulnerándose el art.
24.2 CE (derecho a un proceso sin dilaciones indebidas).

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Alicia Mínguez


Chacón
Primero.- Por infracción de ley al amparo de lo previsto en el nº 1 del art.
849 LECrim por infracción de ley por falta de aplicación del error de tipo del art.
14.1 CP concurrente en Dª. Alicia Mínguez, al desconocer ésta a qué concepto
obedecía el concepto “varios” mecanografiado por la misma en las facturas, así
como el hecho de que con ello se pudiera estar “inflando” las facturas que ella
mecanografiaba, lo que impide su condena.
Segundo.- Por infracción de ley al amparo de lo previsto en el art. 849.1
LECrim por falta de aplicación del error de prohibición del art. 14.3 CP
concurrente en Dª. Alicia Mínguez, al desconocer ésta, como trabajadora
administrativa, que el fraccionamiento de las facturas pudiera ser delictivo.

128
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tercero.- Por infracción de ley al amparo de lo previsto en el art. 849.1


LECrim por vulneración por inaplicación de la reducción de la pena en un grado
del art. 63 CP por complicidad en los delitos de malversación de caudales
públicos del art. 432 CP y malversación atenuada, al entender que se le
deberían haber aplicado dos reducciones de penas en un grado, una por
complicidad del art. 63, que no se ha aplicado, y otra por el art. 65.3 CP que se
le ha aplicado únicamente, existiendo por ello un error de derecho en la
determinación de la pena.
Cuarto.- Por infracción de ley al amparo de lo previsto en el art. 849.1
LECrim por vulneración del principio de individualización y proporcionalidad de
la pena atendidas las circunstancias del reo, arts. 4.3 y 66 CP.
Quinto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
vulneración por falta de aplicación, de la atenuante de dilaciones indebidas del
art. 21.6 CP.
Sexto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
vulneración por inaplicación del art. 20.7 CP la de obrar en cumplimiento de un
deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo o en su caso por
vía de la atenuante analógica del art. 21.7.
Séptimo.- Por infracción de ley al amparo de lo previsto en el art. 849.1
LECrim por error en la apreciación de la prueba basado en documentos que
obran en autos, que demuestran la equivocación del juzgador sin resultar
contradichos por otros elementos probatorios.
Octavo.- Por quebrantamiento de forma, al amparo de lo previsto en el
art. 850 LECrim.
Noveno.- Por quebrantamiento de forma al amparo de lo previsto en el
art. 850 y 852: aplicación de la teoría de los frutos del árbol envenenado, nulidad
de la instrucción por derivar de las escuchas llevadas a cabo sin cumplimiento
de los requisitos legales exigidos por la doctrina constitucional. Denunciado
igualmente en su escrito de conclusiones provisionales, elevado a definitivo en
ese aspecto.
Décimo.- Por quebrantamiento de forma, al amparo de lo previsto en el
art. 850 LECrim.
Indefensión ocasionada por tomársele declaración a la recurrente por primera
vez en concepto de imputada en septiembre de 2013, cinco años más tarde de

129
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

iniciarse las diligencias previas, y sin que por ello, haya podido intervenir en la
instrucción solicitando la práctica de diligencias en su defensa, ni garantizando
por tanto que fueran practicadas con su presencia y estando técnicamente
asistido. Denunciado igualmente en el escrito de calificación provisional elevado
a definitivo.
Décimo primero.- Por quebrantamiento de forma al amparo de lo
previsto en el art. 851.1 LECrim por no expresar clara y terminantemente los
hechos considerados probados y por manifiesta contradicción entre los mismos.
Duodécimo.- Al amparo del art. 852 LECrim por infracción del derecho
a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE, habiendo sido condenada la
recurrente sin que exista prueba de cargo suficiente.
Décimo tercero.- Por infracción de preceptos constitucionales al
amparo de lo previsto en el art. 852 LECrim, vulneración del principio in dubio
pro reo como manifestación normativa que impone el deber de absolver cuando
no se haya podido convencer de la culpabilidad con las pruebas practicadas,
art. 24.2 CE.
Décimo cuarto.- Por infracción de preceptos constitucionales al amparo
de lo previsto en el art. 852 LECrim por vulneración del derecho de defensa del
art. 24.2 CE al haberse privado a la recurrente de su derecho a la doble instancia
al que tendría derecho en virtud del art. 2 del Protocolo nº 7 del Convenio
Europeo para la protección de los derechos humanos y las libertades
fundamentales de 22-11-84 y los arts. 14.5 y 26 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de 19-12-66 y en relación con el art. 66 bis de la
LOPJ (Dictamen de 20-7-2000 del Comité de Derechos Humanos de Naciones
Unidas).

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Ana Mato Adrover


Primero.- Por infracción de ley, al amparo del art. 849.1 LECrim por
aplicación indebida del art. 122 CP al no concurrir las condiciones contempladas
en ese precepto para la aplicación de la figura del partícipe a título lucrativo.
Segundo.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del art. 24.1 CE que reconoce el
derecho a la tutela judicial efectiva.

130
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tercero.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 852


LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del art. 25 CE al imponerse a la Sra.
Mato una sanción por hechos que no son constitutivos de delito, falta o infracción
administrativa.
Cuarto.- Al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la apreciación de
la prueba basado en documentos obrantes en autos que evidencian el error del
juzgador en la aplicación del art. 122 CP.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Ángel Sanchís Herrero


Primero.- Al amparo de lo dispuesto en el art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim
por infracción de precepto constitucional por vulneración del derecho a la
seguridad jurídica; art. 9.3, igualdad, art. 14, y derecho a la tutela judicial efectiva
consagrada en el art. 14.1 y 2 y 25.1 CE, en relación con el art. 661 LECrim al
carecer de jurisdicción la Ilma. Sala por declinatoria de jurisdicción con la justicia
argentina.
Segundo.- Al amparo del art. 849.1 LECR, por infracción de ley al
haberse infringido por aplicación indebida el articulo 666.2ª de la LECR al no
aplicar la cosa juzgada.
Tercero.- Por infracción de ley del art. 849.1 LECR, denunciándose la
indebida aplicación del artículo 23.2 a) y c) LOPJ citado por el propio ministerio
en su escrito de 19 de febrero de 2016.
Cuarto.- Por infracción de ley al amparo del 849.1 de la LECR por
indebida aplicación del artículo 23.5 b) LOPJ.
Quinto.- Al amparo de lo dispuesto en el art 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional por vulneración del derecho a la presunción
de inocencia consagrado en el art. 24.2 CE.
Sexto.- Al amparo del art. 851.1 LECrim por quebrantamiento de forma
por introducir en los hechos probados de la sentencia conceptos que por su
carácter jurídico impliquen la predeterminación del fallo.
Séptimo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 301 CP en relación con el blanqueo de capitales.
Octavo.- Al amparo del art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del art.
52 CP y por infracción de precepto constitucional por la vía del art. 5.4 LOPJ y
852 LECrim por vulneración del derecho de defensa del art. 24.2 CE con relación

131
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a la pena de multa supuesta, que lo ha sido de seis millones de euros, sin


ninguna motivación o razonamiento.
Noveno.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim denuncia
infracción por indebida aplicación del art. 392 CP en relación al delito de
falsedad en documento mercantil.
Décimo.- Al amparo del art. 849.2 LECrim al entender que existe error
de hecho en la apreciación de la prueba basado en documentos que obran en
autos que demuestran la equivocación del juzgador, sin resultar contradichos
por otros elementos.
Undécimo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 14.1 y 3 CP en relación con la eximente de error de
tipo y error de prohibición.
Duodécimo.- Al amparo del art. 849.1 LECrim denuncia infracción de
ley por inaplicación de la atenuante de dilaciones indebidas, prevista en el art.
21.6 CP como muy cualificada en relación con la atenuante de colaboración con
la justicia calificada como simple y muy cualificada.
Décimo tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por incorrecta aplicación del art. 301.5 CP en lo relativo al comiso de las
“ganancias” del supuesto delito de blanqueo.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Ángel Sanchis Perales


Primero.- Al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 852 LECrim
por existir vulneración del derecho fundamental a la presunción de inocencia
(art. 24.2 CE) en relación con el art. 6.2 del Convenio Europeo para la Protección
de Derechos Humanos y art. 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
Segundo.- Al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 852
LECrim, por existir vulneración del derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva (art. 24.1 y 120 CE).
Tercero.- Por infracción de ley del art. 849.1 LECrim por aplicación
indebida del art. 301 CP.
Cuarto.- Al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 852 LECrim
al existir vulneración del derecho a la seguridad jurídica del art. 9.3 CE, la
igualdad del art. 14 CE, la tutela judicial efectiva con infracción del art. 24.1 y 2

132
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y de la legalidad penal ex art. 25 CE por vulneración del non bis in ídem


internacional procesal. Adhesión expresa e íntegra del motivo casacional
interpuesto y desarrollado por la representación procesal del Sr. Sanchis
Herrero al que se remite.
Quinto.- Al amparo de los arts. 852 LECrim en relación con el art. 24.1
CE y al principio de legalidad penal del art. 25 CE y al principio de legalidad
penal al no reconocer la sentencia recurrida el efecto de cosa juzgada
(vulnerando el principio non bis in ídem penal). Adhesión expresa e íntegra al
motivo del recurso de casación interpuesto por la representación del Sr. Sanchis
Herrero al que se remite.
Sexto.- Por infracción de ley del art. 849.1 LECrim, indebida aplicación
del art. 23.2 a y c LOPJ citado por el propio Ministerio en su escrito de 19-2-
2016. Adhesión expresa e íntegra al motivo de recurso de casación interpuesto
por la representación del Sr. Sanchis Herrero al que se remite.
Séptimo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 392 CP en relación con el delito de falsedad en
documento mercantil.
Octavo.- Al amparo del art. 851.1 LECrim por introducir en los hechos
probados en la sentencia conceptos que por su carácter jurídico implican
predeterminación del fallo. Adhesión expresa e íntegra al motivo del recurso
interpuesto por la representación del Sr. Sanchis Herrero al que se remite.
Noveno.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
aplicación incorrecta del art. 301. 5 CP en lo relativo al comiso de las “ganancias”
del supuesto blanqueo.
Décimo.- Al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 852 LECrim
al existir vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva con infracción del
art. 24 y 120 CE por falta de motivación de las penas impuestas en sentencia.
Undécimo.- Al amparo del art. 5.4 LOPJ en armonía con el art. 852
LECrim, vulneración del derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas
y con todas las garantías con infracción del art. 24 CE en relación con el art. 6
Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Antonio Villaverde


Landa

133
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Primero.- Por infracción de ley, art. 849.1 LECrim, por aplicación


indebida de los arts. 28.b y 305 CP. Aplicación indebida del art. 37 (actual art.
39.1) de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.
Segundo.- Por infracción de ley por aplicación indebida y retroactiva en
perjuicio del reo, del art. 301 CP respecto de Antonio Villaverde Landa en
relación con los fondos entregados por Guillermo Ortega y por Francisco Correa.
Tercero.- (el recurrente lo enumera como “primero” al formar parte de
un segundo bloque de su recurso) por error en la apreciación de la prueba
referido a la diligencia observada por Antonio Villaverde Landa sobre la
identificación del origen de los fondos que le eran entregados para un depósito
en el Banco CIAL que queda al descubierto a partir de toda la documentación
remitida por dicha entidad.
Cuarto.- Por quebrantamiento de forma al amparo de lo dispuesto en el
art. 851.3 LECrim por no haber resuelto sobre todos los puntos que fueron objeto
de acusación y defensa (incongruencia omisiva).
Quinto.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y 5.4 LOPJ: lesión del derecho al juicio justo, en su aspecto del
derecho al debido proceso en relación con el derecho a tutela judicial efectiva,
principio de legalidad, derecho de defensa y al derecho a la presunción de
inocencia, de los arts. 6 CEDH y 24 CE.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Carlos Clemente


Aguado
Primero.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del derecho a la presunción de
inocencia, art. 24.2 CE.
Segundo.- –Subsidiario del anterior- por infracción de ley, por aplicación
indebida de los arts. 404, 419, 426 y 432 CP.
Tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 432.3 CP.
Cuarto, subsidiario al anterior, por infracción de ley, art. 849.1 LECrim,
aplicación indebida de los arts. 419 y 73 CP en relación con el art. 8.3 y el
principio de proporcionalidad.

134
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Quinto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
aplicación indebida del art. 404 CP, al no integrar el relato fáctico de la sentencia
los elementos típicos requeridos por el delito de prevaricación en la conducta
del recurrente.
Sexto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim. Indebida
aplicación del art. 419 CP y falta de aplicación del art. 426 CP.

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Felisa Isabel Jordan


Articula un primer motivo al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim que
subdivide en varios apartados:
1º) Por vulneración de los arts. 10.2, 24.2 y 25.1 CE en relación al art.
517.2 CP sobre cosa juzgada en virtud de la sentencia del TSJ de Valencia
caso FITUR, íntegramente confirmada por la STS 214/2018 en relación a la
condena que sufre la Sra. Jordán por el art. 517.2 CP, como miembro activo,
cuando, sin embargo, la posición que se le atribuye en la sentencia objeto de
casación es la equiparación a la dirección del grupo y en concreto a la de Pablo
Crespo, condenado en Fitur por el art. 571.1 y con aplicación de igual extensión
de condena a los Sres. Correa y Crespo, lo que supone un quebrantamiento de
los efectos de la cosa juzgada.
2º) Por vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2
CE con incongruencia interna de los términos de la sentencia y en contra al juicio
de razonabilidad, en cuanto a las funciones de control y gestión que se le
atribuye a la Sra. Jordán, en especial, a la contratación en los años 2002-2004
en los apartados Majadahonda y Pozuelo.
3º) Por vulneración del art. 24.2 CE por quebrantamiento del principio
acusatorio porque no se atribuye a la Sra. Jordán en los escritos de calificación
provisional elevado a definitivo del Ministerio , y al que se adhirieron las
acusaciones particulares, hechos relativos a la facturación y la gestión financiera
y contable de las empresas del Sr. Correa y por el contrario se le condena en
todos los apartados por atribución de estas facultades a aquella.
4º) Por vulneración del art. 24.2 CE quebrantamiento de presunción de
inocencia en relación al valor de prueba de cargo atribuido a las declaraciones
de los coacusados en relación a las facultades de gestión y control de la Sra.
Jordán, sin la concurrencia de prueba periférica que lo corrobore.

135
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

5º) Por último, en cuanto a la vulneración del derecho de defensa por


impedir el Presidente interrogar al Abogado de la recurrente en relación a las
testificales de Rocío Pérez y Alejandra Cascaray sobre extremos relacionados
con las facultades de control y gestión de aquella, debemos recordar que no
basta con que una pregunta sea, en principio, pertinente por tener una relación
directa entre la pregunta y el objeto del juicio, sino que es preciso valorar la
relevancia, necesidad y en consecuencia, la causalidad de las preguntas en
relación con el motivo del fallo, debiendo apreciarse globalmente ambos
elementos para estimar presente e infringida la norma procesal (STS 1125/2001,
de 12 de julio). En la decisión del recurso de casación lo relevante es determinar
si la negativa a responder privó a la defensa del ejercicio de facultades
inherentes a tal condición y si las preguntas omitidas eran relevantes en el
preciso sentido de haber tenido aptitud para variar la decisión final (SSTS
2352/2001, de 3 de diciembre; 77/2007, de 7 de febrero; 1680/2016, de 2 de
marzo).
El motivo segundo –relativo a Majadahonda- se formula con el
siguiente enunciado:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.

136
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional al amparo de los artículos 852
LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”
El motivo tercero atinente al delito de malversación en concurso medial
con el de prevaricación es articulado:
-por infracción directa de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 432.1-2 y 3 CP en relación con el delito de
malversación de fondos públicos y también en relación con el art. 77 CP por
concurso medial con el delito de prevaricación de los arts. 404 y 74 y en relación
con el art. 28.2 a) y b) CP.
-por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 5.4 LOPJ y
852 LECrim por vulneración del art. 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE por vulneración
del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la arbitrariedad, por
ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados probados.
El motivo cuarto –apartado Pozuelo- atinente al delito de fraude contra
la Administración Pública, se articula por:
Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la

137
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en


arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECrim. y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del
principio de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio
legalidad -artículo 25 CE-.
El motivo quinto –atinente al delito continuado de tráfico de influencias-
se articula:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,

138
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la


arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”
El motivo sexto –atinente al delito de prevaricación continuada- se
articula:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

139
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.
El motivo séptimo –atinente al delito de malversación de caudales
públicos- se articula de la siguiente forma:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

140
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018
Por infracción de precepto constitucional, al amparo de los artículos 852
LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”
El motivo octavo –atinente al delito de falsedad en documento
mercantil- se articula de la siguiente manera:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en el
artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2º de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1º de la LECrim., en
relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la vulneración o el
desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la lógica y de las
máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ y 852
de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ y 852
de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho a
defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ y 852
de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al 517.2
del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S de 8 de
mayo de 2018.

141
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852 LECrim


y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio de
proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.
El motivo noveno es enumerado de la siguiente forma:
“APARTADO DE LA COMUNIDAD DE MADRID ATINENTE AL DELITO
DE MALVERSACIÓN DE FONDOS PÚBLICOS
Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.

142
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, por impedir la continuación del interrogatorio de dos testigos
a preguntas que pueden afectar al sentido de la sentencia.
El motivo décimo –atinente al delito de falsedad en documento
mercantil-, se articula:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.

143
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del
derecho a defensa, por impedir la continuación del interrogatorio de dos testigos
a preguntas que pueden afectar al sentido de la sentencia.
El motivo décimo primero: atinente al delito de cohecho activo, se
articula:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

144
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo décimo segundo, por infracción directa de ley, al amparo del


art. 849.1 LECrim, por indebida aplicación del art. 21.4º y 7º en relación a la
atenuante de colaboración.
El motivo décimo tercero, -atinente al delito de tráfico de influencias-
se articula:
“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en
el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2º de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.
Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1º de la
LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.
Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4
LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.
Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852
LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Francisco Correa


Sánchez

145
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Primero.- Al amparo del artículo 5.4 de la LOPJ por violación del artículo
24.1 de la CE, en concreto del derecho no confesarse culpable, a guardar
silencio, a un juicio con todas las garantías y a la tutela judicial efectiva,
causantes de indefensión. Los artículos 14.3 y 17 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; los artículos 6 y 8 del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales; los
artículos 10.2, 18, 25.2, 24.2, 55.2 y 120.3 CE; el artículo 51 de la LOGP y el
artículo 579 de la LECrim.
Segundo.- Al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim, por indebida
inaplicación de los arts. 21, circunstancias 7ª y 4ª, y 66.1-2 CP.

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Gema Matamoros


Martínez
Primero.- Por infracción de precepto constitucional fundado en el art.
24.1, 24.2 y 10.1 de la CE y nº 4 del art. 5 LOPJ y art. 14.5 Pacto de Derechos
Civiles y Políticos de Nueva York de 1996, Dictamen de la ONU de 20-7-2000 y
art. 13 del Convenio de Europa para la protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales.
Segundo.- Por infracción de preceptos constitucionales al amparo del
art. 5.4 LOPJ, en concreto los recogidos en el art. 24.1 y 2 CE en relación con
lo dispuesto en el art. 11 LOPJ en lo referente a la tutela judicial efectiva.
Tercero.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.2 LECrim por
errónea interpretación de la prueba.
Cuarto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
entendiéndose infringido el art. 122 CP al no concurrir las condiciones
contempladas en ese precepto para la aplicación de la figura del partícipe a título
lucrativo.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Guillermo Ortega


Alonso
Primero.- Por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 5.4
LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho fundamental a la defensa real
y efectiva. Acceso a los recursos en condiciones de igualdad, art. 24.2 CE.

146
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Segundo.- Por infracción de precepto constitucional en base a los arts.


852 LECrim y 5.4 LOPJ, denuncia la vulneración del derecho fundamental a la
presunción de inocencia vinculado al de un proceso con todas las garantías
legales que expulse la arbitrariedad encubierta (arts. 9.3 y 24 CE), lesión del
derecho al juicio justo. Vulneración del derecho al juez predeterminado por la
ley, a la tutela judicial efectiva sin indefensión (art. 24.1 CE), a un proceso con
la garantía de imparcialidad judicial (art. 24.2 CE) y a la presunción de inocencia
(art. 24.2 CE), art. 6 CEDH en los términos regulados en el art. 24 CE, el CEDH
y el PIDCP ex art. 10.2 CE, art. 851.5 y 6 LECrim respecto al Magistrado De
Prada Solaesa. Derecho a un tribunal dispuesto a atender con una mínima
actitud y diligencia a la prueba.
Tercero.- Por infracción de precepto constitucional conforme al art. 852
LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ, conculcación del derecho fundamental a la
defensa, produciendo indefensión por limitación y obstrucción consciente de las
garantías procesales de publicidad, oralidad, inmediación, igualdad de armas y
contradicción.
Cuarto.- Por infracción de preceptos constitucionales al amparo de los
arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ.
Quinto.- Por infracción de precepto constitucional al amparo de los arts.
852 LECrim y 5.4 LOPJ por vulneración de la presunción de inocencia
establecido en el art. 24.2 CE al no existir prueba de cargo respecto a la
participación de D. Guillermo Ortega al no haber practicado prueba de cargo
que acredite la intervención y/o conocimiento de los hechos por lo que venía
siendo acusado.
Quinto bis.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación de los preceptos del CP que contienen la tipificación de los
delitos por los que ha sido condenado.
Sexto.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
inaplicación indebida de la atenuante de dilaciones indebidas del art. 21.6 CP,
toda vez que se ha producido una dilación extraordinaria en la tramitación del
procedimiento, atenuante que concurre además como muy cualificada.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Iván Yañez Velasco

147
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo primero al amparo del art. 849.1 LECrim, quebrantamiento


de forma por contener la sentencia en el relato histórico afirmaciones de hecho
manifiestamente contradictorios entre sí.
El motivo segundo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva del art. 24 CE en concreto a
obtener una resolución decisoria debidamente motivada en términos
suficientemente explicativos del pronunciamiento dictado.
El motivo tercero al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva sin que pueda producirse indefensión (art. 24
CE) y a un proceso público con todas las garantías.
El motivo cuarto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración de la
presunción de inocencia del art. 24 CE en cuanto se afirma como hecho probado
que, el contrato celebrado el 1-10-2009 entre Luis Bárcenas y el recurrente Iván
Yañez para la prestación por el segundo de asesoramiento en materia de
inversiones a realizar por el primero, es un contrato simulado y como tal
inexistente. Y las afirmaciones derivadas de que las transferencias a una
sociedad de Iván Yañez (Granda Global) no fueron pago de honorarios sino
ocultación de activos del Sr. Bárcenas con la colaboración del recurrente Sr.
Yáñez.
El motivo quinto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración de la
presunción de inocencia del art. 24 CE en que incurre la sentencia al afirmar
reiteradamente, sin prueba válida que lo justifique, que Luis Bárcenas otorgó
poderes al recurrente Iván Yáñez con relación a las cuentas bancarias suizas
de la Fundación Sinequanon (FSQN) y de TESEDUL, abiertas en el Dresdner
Bank (DSNR) y en el Lombard Odier (LODH).
El motivo sexto al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la
apreciación de la prueba basado en documento obrante en autos que
demuestran la equivocación del juzgador sin resultar contradicho por otros
elementos de prueba.
El motivo séptimo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2 CE al declarar probado lo que
se ha señalado en el motivo sexto como erróneo, sin una prueba de cargo que
lo evidencie, en perjuicio del acusado Sr. Yáñez en cuanto se utiliza esa

148
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afirmación para apuntalar la calificación de su intervención en un blanqueo de


capitales.
El motivo octavo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2 CE.
El motivo noveno al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la
valoración de la prueba al omitir la sentencia en el relato histórico los importes
de los saldos bancarios de Luis Bárcenas a 31-12-2003, a 31-12-2007 y a 31-
12-2008, en los bancos Lombard Odier (LODH) y en Dresdner Bank (DSNR)
reflejados en la documentación bancaria pedida por la justicia española a las
entidades helvéticas y remitida en la Comisión Rogatoria Suiza. Documentos
identificados como Tomo 28.1 MPC-00178; Tomo 28.2 MPC-0026; y MPC-
00331; Tomo 26.4 MPC-00385 y Tomo 25.2 MPC-00750.
El motivo décimo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del art. 24 CE por incluirse un hecho
carente de prueba de cargo que lo justifique, valorado luego en la sentencia
como un delito de falsedad.
El motivo undécimo al amparo del art. 849.1 de la LECrim por indebida
aplicación de los arts. 392 en relación con el 390.1°, 2° y 3° del CP, al calificar
la conducta de Iván Yáñez como constitutiva de un delito continuado de falsedad
documental en concurso medial con otro de blanqueo de capitales.
El motivo duodécimo al amparo del art. 849.1 LECrim por aplicación
indebida del art. 301 CP al calificar la conducta de Iván Yáñez como constitutiva
de un delito de blanqueo.
El motivo décimo tercero se interpone, con carácter subsidiario para el
exclusivo e hipotético caso de que se desestimara el motivo undécimo,
manteniendo la apreciación de un delito de blanqueo, al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción del art. 66.6 CP y del art. 72 CP.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Jesús Calvo Soria


El motivo primero al amparo del art. 852 LECrim y del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del precepto constitucional, en concreto del derecho a la presunción
de inocencia del art. 24.2 CE, derivado de la falta de prueba de cargo.
El motivo segundo al amparo del art. 852 LECrim y art. 5.2 LOPJ por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia y del derecho a la tutela

149
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

judicial efectiva del art. 24 CE por la condena por un delito de blanqueo de


capitales con ausencia de determinación fáctica y jurídica del delito grave que
se ha utilizado como antecedente del delito de blanqueo de capitales.
El motivo tercero al amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia y del derecho a la tutela
judicial efectiva del art. 24 CE por la condena por un delito de blanqueo de
capitales sin motivación fáctica de la existencia y cuantificación de la base o
cuota del delito contra la Hacienda Pública utilizado como “delito grave”
antecedente.
El motivo cuarto al amparo del artículo 849.1 LECrim por infracción de
ley, por indebida aplicación del artículo 301 del CP, en su redacción anterior a
la ley 15/2003, de 25 de noviembre, e inaplicación de los artículos 9.3 y 25.1 de
la CE.
El motivo quinto al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la
aplicación de la prueba basado en documentos obrantes en autos y que
demuestran la equivocación del juzgador y que son:
El motivo sexto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley,
por indebida aplicación de los arts. 301 y 28 CP.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Jesús Merino Delgado


El motivo primero por vulneración del derecho fundamental a la
presunción de inocencia por la arbitrariedad judicial en base al denostado
derecho penal de autor.
El motivo segundo por vulneración del derecho fundamental a la
presunción de inocencia por no existir prueba de cargo del cobro de 13.927 €.
El motivo tercero por infracción de ley por aplicación indebida del art.
301 CP toda vez que los hechos probados no constituyen delito de blanqueo de
capitales. El dinero que habría percibido no es de procedencia delictiva y el
hecho de recibirlo de manera oculta no es acto de encubrimiento de su origen
ilícito.
El motivo cuarto por vulneración del derecho a la presunción de
inocencia del art. 24.2 CE al no haberse practicado prueba de cargo que acredite
la intervención y/o conocimiento por Jesús Merino de la confección de las cinco
facturas emitidas para encubrir el supuesto cobro de la cantidad de 13.927 €

150
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que han motivado su condena como autor de un delito continuado de falsedad


en documento mercantil en concurso medial con el delito de blanqueo de
capitales.
El motivo quinto por infracción de ley por aplicación indebida del art.
392 CP en relación con el art. 390.1.1º, 2º, 3º por cuanto de los hechos
declarados probados no se desprende la participación de Jesús Merino en la
falsificación de facturas, ni como autor ni como cómplice.
El motivo sexto por infracción de ley por aplicación indebida del art.
74.1 CP en relación con el art. 392.1, toda vez que no cabe apreciar la
continuidad delictiva en el delito de falsedad en documento mercantil, que sería
un mismo delito.
El motivo séptimo por vulneración del derecho a la presunción de
inocencia del art. 24.2 CE al no existir prueba de cargo del cobro de 50.000 €
por Jesús Merino, procedente de la organización de Francisco Correa y mucho
menos de que los recibiera en consideración a su cargo de Diputado, hechos
que han motivado su condena por delito de cohecho pasivo impropio.
El motivo octavo por infracción de ley, por aplicación indebida del art.
426 CP en redacción vigente en 2007, toda vez que el pago de 50.000 € a Jesús
Merino descrito en los hechos probados no constituye delito de cohecho
impropio. El cargo de Diputado de las Cortes no encaja en el tipo y que Jesús
Merino recibiera esa cantidad en consideración a su cargo es una inferencia
contraria a la lógica.
El motivo noveno por infracción de ley por inaplicación indebida de la
atenuante de dilaciones indebidas del art. 21.6 CP (atenuante analógica del
mismo apartado y precepto en el CP vigente cuando sucedieron los hechos)
toda vez que se ha producido una dilación extraordinaria e indebida en la
tramitación del procedimiento, atenuante que concurre además como muy
cualificada.
El motivo décimo por infracción de ley por aplicación indebida de los
arts. 52 y 301 CP, sí como vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva
en el aspecto relacionado con el derecho a una resolución debidamente
motivada, establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE por cuanto la pena de multa
impuesta a Jesús Merino Delgado por el delito de blanqueo no es la que
corresponde y su cuantía no está motivada.

151
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo undécimo por vulneración del derecho a la tutela judicial


efectiva en el aspecto relativo con el derecho a una resolución debidamente
motivada, establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE y la consiguiente infracción
de ley por aplicación indebida del art. 50.5 CP por cuanto todas las penas de
días-multa impuestas a Jesús Merino Delgado no están ni debida ni
suficientemente motivadas.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Jesús Sepúlveda Recio


El motivo primero por vulneración de precepto constitucional en
relación con los arts. 5.4 LOPJ y 24.2 CE del derecho a ser juzgado por u n
tribunal imparcial, de conformidad con lo dispuesto en los arts. 6 CEDH y art. 14
PIDCP.
El motivo segundo por vulneración del derecho a un proceso con todas
las garantías en su vertiente del derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial,
todo ello en relación con los arts. 5.4 LOPJ, el art. 6 CEDH y el art. 14 PIDCP,
al no haber tenido el recurrente un proceso con todas las garantías por concurrir
en el tribunal evidencias de falta de imparcialidad, expresados en la sentencia
mediante una serie de descalificativos personales contra el mismo, ajenos a los
hechos objeto de enjuiciamiento, que evidencian una animosidad, en su
segunda acepción, contra el Sr. Sepúlveda, comprometiendo la falta de
imparcialidad que a todo tribunal se le presupone.
El motivo tercero se articula desde dos perspectivas, por vulneración
de precepto constitucional, al amparo del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ, en su
vertiente del derecho a un proceso con todas las garantías, y desde la
perspectiva del art. 851.5 LECrim por quebrantamiento de forma al haberse
dictado sentencia por un número de magistrados inferior al que marca la ley, al
haberse dictado sentencia por un magistrado con las facultades intelectivas y
volitivas en suspenso durante la mayoría de las sesiones del juicio oral.
El motivo cuarto por vulneración de precepto constitucional en relación
con los arts. 5.4 LOPJ y 24.2 CE al conculcarse el derecho del recurrente a un
proceso con todas las garantías en su vertiente del derecho a ser juzgado por
un tribunal imparcial, de conformidad con lo dispuesto en los arts. 6 CEDH y 14
PIDCP, y al amparo del art. 851.6 LECrim al haber interesado la recusación de
un magistrado y ser rechazada.

152
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo quinto al amparo del art. 852 LECrim por infracción de


precepto constitucional por vulneración del derecho a un proceso con todas las
garantías y a ser informado de la acusación formulada contra el acusado
recogido en el art. 24.2 CE y también en el art. 6.3 a) del CEDH, al entender que
se ha vulnerado el derecho del recurrente a un proceso con todas las garantías,
ya que el auto de continuación del procedimiento de 26-11-2014, contenía
hechos radicalmente distintos de los incluidos en el auto de imputación de 5-3-
2009, hechos desconocidos por esta parte, sobre los que no fue informado su
objeto de declaración judicial, produciéndose de este modo una acusación,
propiciada por el auto de 26-11-2014, sorpresiva y sin posibilidad de ejercer el
derecho de defensa sobre la misma en la fase de diligencias previas. Aquella
infracción fue denunciada en el trámite de cuestiones previas del juicio.
El motivo sexto por infracción de ley, al considerar indebidamente
inaplicados los arts. 131 y 132 CP por entender que los hechos objeto de
condena estaban prescritos.
El motivo séptimo por quebrantamiento de forma, art. 851.1 LECrim, al
no expresarse de forma clara y terminante cuales son los hechos que se
consideran probados en relación con el recurrente, al resultar cierta
incomprensión del relato fáctico, bien por existir omisiones sustanciales y
carencia de supuestos fácticos de relevancia a la hora de individualizar la
concreta conducta del acusado para su condena por un delito de blanqueo de
capitales en concurso medial con un delito de falsedad.
En el apartado dedicado a Castilla y León, la incomprensión del relato se
concreta en que el recurrente no forma parte del relato transversal, apareciendo
de forma intermitente mediante añadidos inconexos con los hechos que se
describen, que no terminan de clarificar cuál es su situación dentro de los
hechos planteados y provocan una laguna o vacío en la descripción histórica del
hecho, dando lugar a la imposibilidad de subsunción del hecho penalmente
típico.
El motivo octavo al amparo del art. 852 LECrim por infracción de
precepto constitucional, al haberse vulnerado el derecho fundamental del
recurrente a la presunción de inocencia, garantizado en el art. 24 CE por no
existir prueba de cargo suficiente, ni una motivación lógica respecto de su
participación como “socio de hecho” de la mercantil Spinaker 2000 SL, ni del

153
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cobro y origen ilícito de la cantidad de 13.927 € que se atribuyen para su


condena por el delito de blanqueo de capitales.
El motivo noveno, al amparo del art. 849.1 LECrim, al haberse aplicado
indebidamente el art. 301 CP, al no ser los hechos probados constitutivos de un
delito de blanqueo de capitales por cuanto el dinero que se dice percibido,
13.927 €, es de origen lícito.
El motivo décimo al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley
al haberse aplicado indebidamente el art. 301 CP, por cuanto no solo el dinero
que se dice percibido es de origen lícito, sino que no se especifica cuál sería el
delito grave antecedente requerido en el tipo penal aplicable al momento de los
hechos.
El motivo décimo primero por infracción de ley al amparo de lo
dispuesto en el art. 849.1 LECrim por inaplicación de los arts. 72, 52.1 y 1 CP,
así como por no existir una motivación adecuada, en relación con la aplicación
de la pena de multa prevista en el art. 301 CP al no razonarse adecuadamente
el grado y extensión de la pena impuesta.
El motivo décimo segundo al amparo de lo dispuesto en el art. 852
LECrim por haberse vulnerado el derecho fundamental a la presunción de
inocencia, garantizado en el art. 24 CE por no existir prueba de cargo para
sostener la condena efectuada por un delito continuado de falsedad documental
en relación con el apartado Castilla-León.
El motivo décimo tercero al amparo de los dispuesto en el art. 849.1
LECrim por considerar infringido el art. 392.1 en relación con el art. 390.1.1º, 2º
y 3º CP.
El motivo décimo cuarto al amparo del art. 852 LECrim por infracción
del art. 24.2 CE. Denuncia la conculcación del derecho a la presunción de
inocencia por insuficiencia de la actividad probatoria para condenarle por los
delitos de cohecho, prevaricación, fraude, malversación y tráfico de influencias.
El motivo decimoquinto por vulneración de precepto constitucional en
base al art. 852 LECrim, en relación con los arts. 5.4 LOPJ y 24.2 CE, del
derecho a un proceso con todas las garantías en su vertiente de protección
judicial de los derechos e intereses legítimos sin que pueda producir indefensión
en el derecho a un proceso equitativo, de conformidad con lo dispuesto en los
arts. 6 del CEDH y el art. 14 PIDCP.

154
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo decimosexto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración


del derecho a la presunción de inocencia del art. 24 CE.
El motivo décimo séptimo al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, basado en la estimación parcial o total del anterior motivo, dará
lugar a la inexistencia de los tipos penales correspondientes a los arts. 419, 420,
436, 404, 432 y 428 CP.
El motivo décimo octavo por infracción de ley al amparo de lo
dispuesto en el art. 849.2 LECrim por entender que ha habido error en la
apreciación de la prueba, basado en documentos que demuestran la
equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos
probatorios, encauzando el mismo también al amparo del art. 852 por infracción
del derecho a la presunción de inocencia por valoración ilógica de la prueba y
omisión de datos que completan los hechos.
El motivo décimo noveno (el recurrente lo enumera como motivo
décimo octavo) por infracción de ley al amparo de lo dispuesto en el art. 849.1
LECrim al considerar infringido el art. 419 en relación con el art. 404 ambos del
Código Penal.
El motivo vigésimo al amparo del art. 852 LECrim por infracción de
precepto constitucional, arts. 24 y 120 CE, al considerar vulnerado el derecho a
la presunción de inocencia por no existir prueba de cargo suficiente ni una
motivación adecuada que permita sostener la realidad de entrega de cantidades
en efectivo al recurrente, ni prueba que permita relacionar aquellas entregas con
actuación delictiva o injusta efectuada por el mismo.
El motivo vigésimo primero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de los arts. 24 y 120.3 CE al considerar vulnerado el derecho a la
presunción de inocencia por no existir prueba de cargo suficiente, ni una
motivación adecuada que permita sostener la realidad de la entrega de
cantidades en efectivo al recurrente para la Campaña del Partido Popular en
Pozuelo de Alarcón.
El motivo vigésimo segundo al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley por aplicación indebida de los arts. 127, 301 y 431 CP.
El motivo vigésimo tercero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva del art. 24.1 CE en su vertiente del derecho a obtener una

155
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

resolución motivada del art. 120.3 CE por defectuosa motivación de la


subsunción jurídica del hecho en el delito de prevaricación por el que se
condena al recurrente.
El motivo vigésimo cuarto al amparo de los arts. 852 y 849.1 LECrim
por vulneración del derecho fundamental a la presunción de inocencia, por no
resultar la prueba suficiente en la motivación planteada, lógica, para sustentar
una condena por prevaricación en relación con las adjudicaciones a
Constructora Hispánica, respecto con el elemento objetivo del delito de
prevaricación, dictar una resolución arbitraria y manifiestamente injusta.
El motivo vigésimo quinto al amparo del art. 852 LECrim por infracción
de precepto constitucional considerando vulnerado el derecho a la presunción
de inocencia del art. 24 CE, pues nos encontramos con que la segunda de
aquellas adjudicaciones denominada “Operación Asfalto 2004” ya no solo
resultan aplicables las anteriores consideraciones del motivo respecto la
inexistencia del elemento objetivo del tipo penal, sino que además, en este
supuesto, no existe adjudicación alguna a favor de la empresa referida
Constructora Hispánica. Se produce una irracional motivación para llegar a
concluir que esta empresa fue la real adjudicataria y llegar así al delito de
prevaricación.
El motivo vigésimo sexto al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, al resultar indebidamente aplicado el art. 74 CP en relación
con el art. 419 del mismo texto legal, para el caso de que se produjera la
estimación del motivo anterior respecto a la inexistencia de delito de
prevaricación alguno en la “Operación Asfalto 2004”, por lo que las dos
adjudicaciones que habían fundado aquella continuidad, ya no serían dos y por
tanto desaparece esa continuidad apreciada en el delito de cohecho del art. 419
por el que se ha condenado al recurrente.
El motivo vigésimo séptimo al amparo de los arts. 852 y 849.1 LECrim
por infracción de precepto constitucional al considerar vulnerado el derecho
fundamental a la presunción de inocencia del recurrente por no existir prueba
suficiente ni una motivación lógica, para sustentar una condena por
prevaricación en su conducta en relación a las adjudicaciones relativas a
empresas de Francisco Correa, que se concretan en la Oficina de Atención al
Ciudadano (OAC) y el Congreso de Parques y Jardines (PARJAP), todo ello en

156
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

relación con la falta de participación del recurrente en aquellas adjudicaciones y


la inexistencia del elemento subjetivo del delito de prevaricación.
Asimismo, se articula conjuntamente por infracción de ley, al considerar
que tampoco aparece ni cabe deducir, con respecto a los hechos probados,
aquel elemento subjetivo de actuar “a sabiendas” de la injusticia de la resolución,
previsto en el tipo penal.
El motivo vigésimo octavo por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva del art. 24.2 CE y del derecho a la motivación de las resoluciones
del art. 120.3 CE por resultar ilógica e infundada la motivación efectuada en la
subsunción de los hechos en relación con el delito de cohecho por el que se
condena al recurrente.
El motivo vigésimo noveno al amparo del art. 852 LECrim, por
infracción de precepto constitucional, al considerar vulnerado el derecho a la
presunción de inocencia del art. 24 CE por haber sido condenado sin que exista
una prueba de cargo, válida, suficiente y eficaz, que permita apreciar la concreta
participación del recurrente en los hechos por los que se le condena por un delito
de cohecho.
El motivo trigésimo por infracción del art. 24.1 y 120.3 CE, al amparo
del art. 852 LECrim, por interdicción de la arbitrariedad y derecho a una
resolución motivada y la consiguiente infracción de ley por aplicación indebida
del art. 72 CP en relación con el art. 66.6 CP en la pena impuesta por el delito
de cohecho.
El motivo trigésimo primero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional al considerar vulnerado el derecho a la
presunción de inocencia previsto en el art. 24 CE, la seguridad jurídica prevista
en el art. 9.3 CE y el deber de motivación del art. 120 CE.
El motivo trigésimo segundo al amparo de los arts. 849.1 y 852
LECrim por infracción de ley al considerar indebidamente aplicado el art. 436
CP. En la sentencia recurrida no se dan todos los elementos que conforman el
tipo penal del fraude a la administración. No existe el elemento objetivo
consistente en la defraudación proyectada o efectiva, pues no se describe el
perjuicio al Ayuntamiento, ni tampoco el elemento subjetivo del injusto que ha
de presidir la actuación y que debe ser orientada al objetivo defraudatorio.

157
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo trigésimo tercero por infracción de ley, por aplicación


indebida del art. 436 y 74 CP, en relación con el art. 432 CP.
El motivo se plantea con carácter subsidiario a los anteriores, para el
supuesto en que se hubiera estimado la existencia del delito de fraude por
entender que concurre en el mismo el elemento consistente en buscar
defraudación, de modo que se centra en la absorción o consunción del delito de
fraude por el delito de malversación de caudales públicos relativos ambos a la
adjudicación del Congreso de Parques y Jardines, de modo que la existencia de
aquella consunción debería dejar sin efecto el delito de fraude en relación con
aquella adjudicación, dando lugar a la inexistencia de la continuidad delictiva del
delito de fraude, que se basa para apreciar la continuidad en aquella
adjudicación (PARJAP) y la de la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC).
El motivo trigésimo cuarto con base en los arts. 849.2 y 852 LECrim
por infracción de ley, por error de hecho en la apreciación de la prueba basado
en documentos que obren en autos, a su vez, por vulneración del derecho a la
presunción de inocencia.
El motivo trigésimo quinto al amparo del art. 852 LECrim por infracción
de precepto constitucional, al entender vulnerado el derecho fundamental a la
presunción de inocencia del recurrente por no existir prueba suficiente ni una
motivación lógica para deducir su participación en los hechos por los que es
condenado por un delito de malversación de caudales públicos.
El motivo trigésimo sexto por infracción de precepto constitucional por
vulneración de la garantía constitucional a la presunción de inocencia recogida
en el art. 24 CE.
El motivo trigésimo séptimo por infracción de ley, art. 849.1 LECrim,
al considerar aplicado indebidamente el art. 432 CP.
El motivo trigésimo octavo, al amparo del art. 852 LECrim, por
infracción de precepto constitucional, al vulnerarse la tutela judicial efectiva en
el derecho a una resolución debidamente motivada, conforme a los arts. 24.1 y
120.3 CE y la consiguiente infracción de ley, por aplicación indebida del art. 72
CP en relación con el art. 66.1-6 CP y del art. 50.5 CP a la hora de motivar y
aplicar la pena de prisión de 1 año y multa de 3 meses con cuota diaria de 200
€ por el delito de malversación.

158
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo trigésimo noveno, al amparo del art. 852 LECrim, por


vulneración de los arts. 24 y 120.3 CE por considerar vulnerado el derecho a la
presunción de inocencia del recurrente, por no existir prueba de cargo suficiente
para sustentar los hechos por los que se le condena por un delito de tráfico de
influencias, por entender que existió una motivación defectuosa y una ausencia
de valoración de las pruebas de descargo que hubieran conducido a una
conclusión absolutoria.
El motivo cuadragésimo al amparo del art. 849.1 LECrim por aplicación
indebida del art. 428 CP que tipifica el delito de tráfico de influencias, dado que
los hechos probados no recogen ni reseñan el elemento esencial del tipo, que
es la influencia que el recurrente tuvo que llevar a cabo sobre las concejalías
para cometer el delito en el modo descrito en el relato de hechos probados.
El motivo cuadragésimo primero con base en los arts. 849.1 y 852
LECrim por infracción de ley por aplicación indebida de los arts. 52 y 428 CP así
como vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en el aspecto
relacionado con el derecho a una resolución debidamente motivada,
establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE, por cuanto la pena de multa impuesta
al recurrente por el delito de tráfico de influencias no está motivada ni se conoce
la base de la cuantía.
Con carácter subsidiario, el recurrente alega que la multa de 100.000 €
a que es condenado es arbitraria, puesto que al no precisar la sentencia cuál es
el beneficio concreto que él recibió, tampoco se sabe qué base utiliza el tribunal
para el cálculo de la multa.
El motivo cuadragésimo segundo, al amparo del art. 852 LECrim, por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art. 24 CE por no
haberse practicado prueba de cargo que acredite la intervención y/o
conocimiento del recurrente de la confección de las facturas y albaranes al
denominado cliente ficticio “clientes central”, existiendo, además, una
motivación irracional para alcanzar la conclusión de los hechos que han
motivado su condena por un delito continuado de falsedad en documento
mercantil.
El motivo cuadragésimo tercero por infracción de ley, art. 849.1,
aplicación indebida del art. 392.1 CP en relación con el art. 390.1.1º, 2º y 3º; por
cuanto los documentos responden a una realidad negocial confirmada y el dato

159
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

introducido en éstos por el que se consideran falsos sería un elemento


secundario y, en todo caso, constituiría una falta de realidad a la hora de narrar
los hechos en documento mercantil, que es impune cuando el autor es un
particular.
El motivo cuadragésimo cuarto por infracción de ley, art. 849.1 LECrim
por inaplicación de la atenuante analógica muy cualificada de dilaciones
indebidas del art. 21.6 CP vigente al momento de los hechos. Se ha producido
una dilación extraordinaria e indebido en la tramitación del procedimiento, no
imputable al recurrente, que ha sufrido los perjuicios de tales dilaciones y que,
por tanto, debe tener un reflejo en la rebaja de las penas impuestas.

Motivos aducidos en nombre del recurrente José Javier Nombela


Olmo
El motivo primero por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por inaplicación del art. 21.6 CP, la dilación extraordinaria indebida en la
tramitación del procedimiento siempre que no sea atribuible al propio culpado,
que no guarde proporción con la complejidad de la causa.
El motivo segundo al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
inaplicación del art. 20.7 CP, la de obrar en cumplimiento de un deber o en el
ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo, o en su caso la atenuante
analógica del art. 21.7.
El motivo tercero por infracción de ley, al amparo del art. 849.1 LECrim
por inaplicación del art. 63 CP, de complicidad en los delitos de malversación
del art. 432 CP al entender que se le debería haber aplicado dos atenuantes,
una por complicidad del art. 63 que no se ha aplicado, y otra del art. 65.3 CP
que es la única que se le ha aplicado.
El motivo cuarto por inaplicación de preceptos constitucionales al no
tener en cuenta en el delito de malversación el principio de proporcionalidad de
las penas con vulneración de los arts. 1.1, 10.1 y 9.7 CE al imponer la misma al
recurrente, dos años y tres meses de prisión que a los autores (Correa, Crespo
e Isabel Jordán) cuando su participación ha sido secundaria y calificada de
complicidad.
El motivo quinto por inaplicación del art. 24.2 CE porque se ha
vulnerado el derecho a la presunción de inocencia, siendo condenado, sin que

160
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exista prueba de cargo suficiente de los hechos que se le imputan, vulneración


que conecta con un pretendido error en la apreciación de la prueba imputado al
tribunal.

Motivos aducidos en nombre del recurrente José Luis Izquierdo


López
El motivo primero por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el artículo 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.1 y 24.2 CE, por vulneración del derecho fundamental a
la tutela judicial efectiva sin indefensión y a un proceso público con todas las
garantías y correlativamente con el art. 11.1 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos de 10-12-1948, el art. 6.1 del CEDH y el art. 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19-12-66, al hallarse el Ilmo.
Magistrado D. Julio de Diego López privado de conciencia y voluntad en distintos
lapsos temporales de las sesiones del juicio oral, especialmente, durante la
práctica de la prueba sobre la que debía dictar sentencia, tras su apreciación,
todo ello en relación con el art. 238.3º LOPJ.
El motivo segundo por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía de los arts. 5.4, 238.3 y 240.1
LOPJ por vulneración del principio del juez predeterminado y del derecho
fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión y a un proceso público
con todas las garantías del art. 24.1 y 2 CE, debido a la situación sobrevenida
de deficiente configuración del tribunal sentenciador, al hallarse el Ilmo.
Magistrado D. Diego López privado de conciencia y voluntad en distintos lapsos
temporales de las sesiones del juicio oral, incumpliéndose las exigencias de
composición de Sala determinadas en el art. 63.1 LOPJ y el anexo III de la Ley
de Demarcación y Planta Judicial.
El motivo tercero por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim, por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.2 CE por vulneración de la presunción de inocencia del
Sr. Izquierdo y su derecho de defensa y el art. 6.1 del CEDH por concurrir en el
Presidente del Tribunal un prejuicio inhabilitante para el enjuiciamiento imparcial
por manifestar con carácter previo a la valoración de la totalidad de la prueba su
intención de dictar sentencia condenatoria.

161
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional, al amparo


de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva generando indefensión al recurrente, derecho a no declarar contra uno
mismo y a no confesarse culpable, todo ello en relación con el derecho
fundamental a la intimidad y el derecho a la propia imagen, reconocidos en el
art. 18 CE, al haberse admitidos como medios de prueba unas grabaciones
obtenidas de forma ilícita, vulnerando derechos constitucionales que conllevan
la nulidad de dichos medios de prueba y asimismo de todo lo actuado en el
presente procedimiento.
El motivo quinto por infracción de precepto constitucional, al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva, a un procedimiento con todas las garantías, generando indefensión al
recurrente, al haberse vulnerado de forma flagrante su derecho a la defensa
como consecuencia de la ilegal y delictiva interceptación de las comunicaciones
de algunos de los imputados (investigados) con sus abogados durante el
periodo en que fueron encarcelados cautelarmente durante la instrucción de la
pieza principal, de la que deriva el presente procedimiento, quedando patentes
dichas infracciones y vulneraciones de los derechos fundamentales en la
sentencia del TS 79/2012 que, de por sí, suficientemente explícita y, sobre todo,
por la posterior utilización de un material delictivamente obtenido como base de
las líneas de investigación adoptadas por las unidades policiales y el Ministerio
que tuvieron acceso a dichas grabaciones y que han servido para fundamentar
la condena del recurrente.
El motivo sexto por infracción de precepto constitucional al amparo de
lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía el art. 5.4 LOPJ, ambos en relación
con los arts. 9.3 y 18.2 CE, por vulneración del principio de interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos y del derecho a la inviolabilidad del
domicilio, al haber hecho uso de material probatorio incautado en un registro y
para cuya aprehensión no existía autorización judicial, todo ello en relación con
los arts. 546 y 579 LECrim.
El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en

162
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho fundamental al juez
ordinario predeterminado por la ley y correlativamente con los arts. 6.1 de CEDH
y 14.1 del PIDCP al haberse quebrantado las normas de reparto de la Audiencia
Nacional.
El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al amparo de
lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ por vulneración
de los arts. 24.1, 24.2, 120 y 9.3 CE por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías por ruptura de la cadena
de custodia de determinados registros.
El motivo noveno por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y art. 5.4, ambos en relación con los arts.
9, 24, 25 CE y 6 CEDH por vulneración del derecho fundamental de defensa en
relación con las denominadas “Plataforma Alfresco” o “Cloud”.
El motivo décimo por infracción de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ por lesión del
derecho fundamental de defensa y a un proceso con todas las garantías, y más
concretamente el derecho fundamental a guardar silencio por vulneración del
principio de presunción de inocencia.
El motivo décimo primero por infracción de precepto constitucional al
amparo del art. 852 LECrim, por vulneración del principio de presunción de
inocencia y la tutela judicial efectiva del art. 24.2 CE, al carecer la condena de
una recta valoración de la declaración del Sr. Correa, así como de la declaración
del resto de acusados y de los testigos para fundamentar el pronunciamiento de
culpabilidad del recurrente y la insuficiencia de la prueba practicada para
desvirtuar la presunción de inocencia y la razonabilidad de las inferencias
realizadas.
El motivo duodécimo por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del principio de presunción de inocencia del art. 24.2 CE pues de
este no puede predicarse ningún tipo de culpabilidad para el Sr. Izquierdo en el
delito de asociación ilícita por el que se le condena.
El motivo décimo tercero por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración de la presunción de inocencia del art. 24.2 CE, pues no puede

163
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

predicarse culpabilidad alguna en el recurrente para condenarle como


cooperador necesario de un delito continuado de cohecho activo por el apartado
ESTEPONA.
El motivo décimo cuarto por incorrecta aplicación de la ley al amparo
de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29 CP pues
no puede considerarse al recurrente como cooperador necesario de un delito
continuado de cohecho activo por el apartado ESTEPONA.
El motivo décimo quinto por incorrecta aplicación de la ley, al amparo
de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29 CP pues
no puede considerarse al recurrente como autor de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil de Estepona.
El motivo décimo sexto por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del principio de presunción de inocencia del art. 24.2 CE pues no
puede predicarse culpabilidad alguna en el recurrente para condenarle como
autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil para el
apartado de ESTEPONA.
El motivo décimo séptimo por infracción de ley al amparo de lo
dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29 CP pues no
puede considerarse al recurrente como autor de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil del apartado de Majadahonda.
El motivo décimo octavo por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim, por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del principio de presunción de inocencia del art. 24.2 CE pues no
puede predicarse culpabilidad alguna en el recurrente para condenarle como
autor de un delito continuado de falsedad en documento mercantil para el
apartado de MAJADAHONDA.
El motivo décimo noveno por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ, por
vulneración del principio de presunción de inocencia del art. 24.2 CE, pues no
puede predicarse culpabilidad alguna en el recurrente como cooperador
necesario de un delito de cohecho por el apartado Castilla y León.
El motivo vigésimo por incorrecta aplicación de la ley, al amparo de lo
dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29 CP pues no

164
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

puede considerársele como cooperador necesario de un delito de cohecho en


el apartado CASTILLA Y LEÓN.
El motivo vigésimo primero por incorrecta aplicación de la ley al
amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim con los arts. 28 y 29 CP pues no
puede considerársele al recurrente como cooperador necesario de un delito de
cohecho en el apartado Pozuelo de Alarcón.
El motivo vigésimo segundo por incorrecta aplicación de la ley, al
amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29
CP pues no puede considerársele al recurrente como autor de un delito de
cohecho del art. 423 en el apartado Comunidad de Madrid.
El motivo vigésimo tercero por infracción de ley del art. 849.1 LECrim
en relación con el art. 21.7 CP por concurrir una circunstancia de análoga
significación en el fortalecimiento de las garantías procesales inherentes al
recurso de apelación penal y con ello el recurrente no ha tenido derecho a la
doble instancia penal que en este caso le hubiera correspondido a la Sala de
apelación de la Audiencia Nacional.
El motivo vigésimo cuarto por vulneración de precepto constitucional
al amparo de lo dispuesto en el art., 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con los arts. 14, 24.2, 9.3 y 120 CE y el art. 14.3 c) del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos de 19-12-66 al haberse
vulnerado el derecho a la igualdad y a la tutela judicial efectiva, generando
indefensión al haberse infringido su derecho a un proceso público sin dilaciones
indebidas.
El motivo vigésimo quinto por infracción de ley art. 849.1 LECrim en
relación con el art. 21.6 CP por concurrir la circunstancia atenuante de dilaciones
indebidas no apreciada por el tribunal.

Motivos aducidos en nombre del recurrente José Luis Peñas


Domingo
El motivo primero por infracción constitucional al amparo de los arts.
5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva
(art. 24.1 CE) por falta de motivación en la individualización de la pena y del
principio de proporcionalidad.

165
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo segundo por infracción de ley, al amparo del art. 849.1


LECrim por infracción de precepto penal, en concreto por la indebida aplicación
del art. 21.4 en conexión con el art. 66.1, 1º y 2º, todos del Código Penal.
El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción de precepto penal, en concreto el art. 2.2 CP que exige la
aplicación de la ley penal más favorable para el reo en conexión con los arts.
21.4, 66.1, 1º, 2º y 8º CP.
El motivo cuarto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley
de carácter sustantivo, en concreto, los artículos 517 y 131 en relación con el
art. 2.2 CP que exige la aplicación de la ley penal más favorable para el reo.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción de precepto penal de carácter sustantivo, en concreto por
infracción del art. 419 CP.
El motivo sexto por infracción de precepto constitucional al amparo de
los artículos 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración de los derechos de
defensa, a la tutela judicial efectiva sin indefensión y a un proceso con todas las
garantías.
El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al amparo
de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho fundamental a
un proceso con todas las garantías.
El motivo octavo por infracción de ley al amparo del art 849.1 LECrim
por infracción de precepto penal de carácter sustantivo, en concreto por
infracción del art. 131 CP.
El motivo noveno por infracción de ley, art. 849.2 LECrim por error en
la apreciación de la prueba, basado en documentos que obren en autos que
demuestren la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros
elementos probatorios.
El motivo décimo por infracción de precepto constitucional al amparo
de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho fundamental a
la presunción de inocencia.
El motivo décimo primero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo por aplicación
indebida del art. 419 CP.

166
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo décimo segundo por infracción de precepto constitucional al


amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del principio non bis
in ídem por penar dos veces la misma falsedad en documento mercantil
(conducta del delito 2, cohecho en concurso ideal con falsedad en documento
mercantil y conducta del delito 6, malversación en concurso medial con falsedad
en documento mercantil).
El motivo décimo tercero al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim
por vulneración del derecho a la presunción de inocencia.
El motivo décimo cuarto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo, por aplicación
indebida del art. 419 CP.
El motivo décimo quinto por infracción de precepto constitucional al
amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho a la
presunción de inocencia.
Articula a continuación el recurrente un motivo que enumera como
“DECIMO” al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del derecho a la
presunción de inocencia, art. 24.2 CE de la práctica de prueba pericial
incompleta de las facturas 31-12-2002, anticipos de cajas fijas de Gabinete,
Infraestructuras y Planeamiento Urbanístico.
El motivo décimo sexto al amparo de los arts. 5.4 LOPJ Y 852 LECrim
por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías y a la
presunción de inocencia, reconocidos en el art. 24.2 CE por no haberse
practicado la prueba pericial acordada por la Sala respecto a las facturas de
Patronato Monte del Pilar y anticipos de Cajas Fijas y de Hacienda y Policía.
El motivo décimo séptimo por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por aplicación indebida del art. 432 CP respecto a las facturas Patronato
Monte del Pilar, 31-12-2002; y anticipos de Cajas Fijas de Hacienda y
Seguridad, así como de Infraestructuras.
El motivo décimo octavo al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim
por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías y a la
presunción de inocencia, reconocidos en el art. 24.2 CE por haberse practicado
la prueba pericial acordada por la Sala de forma incompleta respecto de la
documental aportada por el recurrente en cuestiones previas.

167
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo décimo noveno por infracción de precepto constitucional al


amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del principio de
presunción de inocencia por ausencia de prueba incriminatoria respecto de la
disposición de los fondos de las Cajas Fijas de Gabinete y Planeamiento.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Juan José Moreno


Alonso
Los motivos primero y segundo se articulan conjuntamente como a)
vulneración del art. 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE por violación del derecho a la
tutela judicial efectiva e interdicción e la arbitrariedad (ausencia de motivación
suficiente de los medios probatorios de cargo y de consideración concreta de
los de descargo; falta de razonabilidad y amplitud de la inferencia a partir de la
cual el tribunal de instancia concluye la culpabilidad del Sr. Moreno Alonso en
relación con todos los delitos por los que vino condenado; y b) vulneración del
art. 24.2 CE del derecho a la presunción de inocencia ( no existe prueba de
cargo suficiente, falta de consistencia, déficit en cuanto al juicio sobre su
motivación y racionalidad).
El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim,
por aplicación indebida de:
a) los arts. 517. 1 y 2 CP en relación con el delito de asociación ilícita.
b) los arts. 419, 420, 426 CP en relación al delito de cohecho; el art.
390.1.1º; 2º y 3º y 74 en relación a la falsedad documental continuada, art. 77.
c) artículo 432.1 en relación a la malversación continuada, art. 77 en
cuanto al concurso medial, y art. 404 y 74 en relación a la prevaricación
continuada, todos ellos del Código Penal.
El motivo cuarto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por incorrecta aplicación de los arts. 61 a 66 y 72 CP, inaplicación del art. 63.5
CP.
Renunciándose al motivo quinto se articula el sexto por infracción de
ley del art. 849.1 LECrim por la no aplicación analógica del art. 21.4 CP o como
analógica del art. 21.7, colaboración. Puesto en relación con el art. 14 CE.
El motivo séptimo por infracción de ley al amparo de lo establecido en
el art. 849.2 LECrim por error en la apreciación de la prueba basado en
documentos que obran en autos.

168
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Motivos aducidos en nombre del recurrente Luis Bárcenas


Gutiérrez
Primero.- Por vulneración de principio constitucional al amparo del art.
852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24 CE al lesionar la sentencia
recurrida los derechos del recurrente a la tutela judicial efectiva, a la presunción
de inocencia y a un proceso justo con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad, garantizados en el art. 24 CE.
Segundo.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24 CE al lesionar la sentencia
recurrida los derechos del recurrente a la presunción de inocencia, al derecho
de defensa y aun proceso con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad, así como a la tutela judicial efectiva garantizadas por el art. 24 CE,
por efectuar un juicio valorativo que descansa en una prueba ilícita o vinculada
antijurídicamente a ella.
Tercero.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24 CE al lesionar la sentencia
recurrida los derechos del recurrente a la tutela judicial efectiva, a la presunción
de inocencia y a un proceso con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad, garantizados por el art. 24 CE por valoración irracional de las
pruebas con relación al delito de blanqueo impuesto por el reparto de 13.927 €.
Cuarto.- Al amparo de los arts. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en relación con el art. 24 de la
Constitución Española, por vulneración de los derechos a la presunción de
inocencia, al derecho de defensa y a un proceso con todas las garantías con
interdicción de la arbitrariedad, así como a la tutela judicial efectiva, en relación
con el delito fiscal.
Quinto.- Al amparo de los arts. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en relación con el art. 24 de la
Constitución Española, por vulneración del derecho a la presunción de
inocencia, por la incorrecta aplicación del artículo 252 en relación con el artículo
250 del Código Penal.
Sexto.- Al amparo de los arts. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en relación con el art. 24 de la

169
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Constitución Española, por vulneración de los derechos a la tutela judicial


efectiva, a la presunción de inocencia y a un proceso con todas las garantías
con interdicción de la arbitrariedad, por omisión de la valoración de la prueba de
descargo y por valoración ilógica, incoherente e irracional en relación con el
delito de estafa procesal del artículo 250 en relación con los artículos 390.1.1º,
2º, 3º y 4º del Código Penal.
Séptimo.- Al amparo de los arts. 852 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en relación con el art. 24
de la Constitución Española, por vulneración de los derechos a la tutela judicial
efectiva, a la presunción de inocencia y a un proceso con todas las garantías
con interdicción de la arbitrariedad, por omisión de la valoración de la prueba de
descargo y por valoración ilógica, incoherente e irracional en relación con el
delito de blanqueo de capitales del artículo 301 en relación con el artículo
390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código Penal.
Octavo.- Vulneración de precepto constitucional, al amparo del art. 852
LECrim y 5.4 de la ley orgánica 6/1985, de 1 de julio del poder judicial, en
relación con el artículo 24 de la constitución, al lesionar la sentencia recurrida
los derechos de mi mandante a la tutela judicial efectiva, a la presunción de
inocencia y a un proceso con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad, garantizadas por el artículo 24 de la CE.
Noveno.- Al amparo del artículo 849.2 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, por error en la valoración de la prueba.
Décimo.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 de la LECrim, al
haberse infringido preceptos penales de carácter sustantivo u otras normas
jurídicas del mismo carácter que deben ser observadas en la aplicación de la
ley penal, y concretamente, por la indebida aplicación de los arts. 66, 74 y 301
del código penal en relación con el art. 392 en relación con el artículo 390.1.1º,
2º, 3º y 4º cp al haber sido condenado el recurrente por un primer delito de
blanqueo de capitales por importe de 13.927 euros.
Undécimo.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 de la ley de
enjuiciamiento criminal, al haberse infringido preceptos penales de carácter
sustantivo u otras normas jurídicas del mismo carácter que deben ser
observadas en la aplicación de la ley penal, y concretamente, por la indebida
aplicación de los arts. 305 y 130.1.6º cp en relación con las prescripciones.

170
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Duodécimo.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, por aplicación indebida de los arts. 305 del Código
Penal y 31 de la Ley 19/1991, de 6 de junio, del Impuesto sobre el Patrimonio
en conexión con los artículos 37 y 38 bis de la Ley 40/1998; arts. 37 y 39 del
Texto Refundido de la Ley de IRPF, aprobado por Real Decreto Legislativo
3/2004; arts. 39 y 47 a 49 de la Ley 35/2006; arts. 4, 7, 75 y 121 de la Ley
43/1995 del Impuesto sobre Sociedades; arts. 6 y 75 de la Ley 40/1998 del IRPF;
Disposición Adicional primera del Real Decreto Ley 12/2012 reguladora de la
DTE; y Disposición Adicional única de la Ley Orgánica 7/2012.
Décimo tercero.- Infracción de ley, al amparo del artículo 849.1 de la ley
de enjuiciamiento procesal, al haberse infringido preceptos penales de carácter
sustantivo u otras normas jurídicas del mismo carácter que deben ser
observadas en la aplicación de la ley penal, y concretamente, por la indebida
aplicación de los arts. 305 cp.
Décimo cuarto.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 lecrim y del
articulo 5.4 de la ley orgánica 6/1985, de 1 de julio del poder judicial, por
aplicación indebida del art. 252 en relación con el art. 250 ambos del cp del delito
de
apropiación indebida.
Décimo quinto.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 de la ley de
enjuiciamiento criminal, al haberse infringido preceptos penales de carácter
sustantivo u otras normas jurídicas del mismo carácter que deben ser
observadas en la aplicación de la ley penal, y concretamente, por la indebida
aplicación de los arts. 20.7º, 248.1 y 250.7º del cp al haber sido condenado el
recurrente condenado indebidamente como autor de un delito de estafa
procesal.
Décimo sexto.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 lecrim y del
articulo 5.4 de la ley orgánica 6/1985, de 1 de julio del poder judicial, por
aplicación indebida del art. 390.1, 2 y 3 en relación con el art. 74.1 y 28 del
código penal.
Décimo séptimo.- Infracción de ley, al amparo del art. 849.1 de la ley
de enjuiciamiento criminal, al haberse infringido preceptos penales de carácter
sustantivo u otras normas jurídicas del mismo carácter que deben ser
observadas en la aplicación de la ley penal, y concretamente, por la indebida

171
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aplicación de los arts. 66, 74 y 301 del código penal en relación con el art. 392
en relación con el artículo 390.1.1º, 2º, 3º y 4º cp al haber sido condenado el
recurrente por un segundo delito de blanqueo de capitales.
Décimo octavo.- Infracción de ley, al amparo de los artículos 849.1 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
por indebida inaplicación del artículo 21.6 del Código Penal.
Décimo noveno.- Por quebrantamiento de forma, al amparo del artículo
850.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haberse denegado diligencias
de prueba propuestas en tiempo y forma y por admisión de nuevas pruebas
periciales respecto de las aportadas por esta representación procesal.
Vigésimo.- Por quebrantamiento de forma, al amparo del artículo 851.6
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haber dictado sentencia un Magistrado
recusado en tiempo y forma.
Vigésimo primero.- Por vulneración de precepto constitucional, al
amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por infracción del
derecho de defensa y del derecho a un procedimiento con todas las garantías a
tenor de lo dispuesto en el artículo 24 de la Constitución Española, al no permitir
la liberación de fondos para hacer frente a los gastos de defensa letrada.
Vigésimo segundo.- Por vulneración de precepto constitucional, al
amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por infracción del
derecho a la tutela judicial efectiva, en relación con el derecho de defensa y a
un procedimiento con todas las garantías, al amparo del artículo 24 de la
Constitución Española en relación con el artículo 240 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, sobre el pronunciamiento en costas.
Vigésimo tercero.- Por infracción de ley, al amparo de los artículos
849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, por aplicación indebida del artículo 66 en relación con los artículos 250,
252, 301, 305, 390 y 392 del Código Penal.
Vigésimo cuarto.- Por infracción de ley, al amparo de los artículos 849.1
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
por aplicación indebida del artículo 127 y concordantes del Código Penal.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Luis de Miguel Pérez

172
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo primero al amparo del art. 252 LECrim por infracción del
derecho a la intimidad y al secreto profesional del recurrente.
El motivo segundo al amparo del art. 852.1 LECrim por vulneración del
derecho de presunción de inocencia consagrado en el art. 24.2 CE al
considerarle responsable de un delito de blanqueo de capitales sin prueba
suficiente que avale tal condena.
El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por inaplicación de la atenuante de dilaciones indebidas.
El motivo cuarto al amparo del art. 852.1 LECrim por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE al considerarle responsable
como cooperador necesario de tres delitos contra la Hacienda Pública.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por mala aplicación del art. 39 de la Ley de Impuesto sobre la Renta por
incrementos no justificados de patrimonio.
El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por inaplicación de la atenuante del art. 65.3 CP por cooperador necesario.

Motivos aducidos en nombre de la recurrente María del Carmen


Rodríguez Quijano
El motivo primero por infracción de precepto constitucional, al amparo
de lo dispuesto en el artículo 852 de la ley de enjuiciamiento criminal y artículo
5.4 de la LOPJ, siendo los preceptos constitucionales infringidos los artículos
24.1 y 24.2, 25, 14 y 18 de la Constitución Española en la vertiente de los
derechos a la tutela judicial efectiva, al proceso justo y con todas las garantías
y a no sufrir indefensión, al derecho a ser informado de la acusación, al derecho
a la prueba, a las garantías derivadas del principio acusatorio y del principio de
legalidad penal; al derecho a la igualdad en la aplicación de la ley penal; a la
presunción de inocencia y a la interdicción de la arbitrariedad en la aplicación
de la ley penal, así como el derecho a la intimidad personal, y ello sin olvidar:
A.- El Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y
Libertades Fundamentales CEPDH y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos PIDC, por haber concurrido al dictar sentencia el Magistrado
D. José Ricardo de Prada Solaesa, cuya recusación fue rechazada, habiendo

173
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sido formulada en su momento procesal por existencia de causa legal al


particular.
B.- Y el contenido de las Diligencias Informativas nº 453/2018 del CGPJ,
sobre la supuesta existencia de la inexcusable y mínima falta de atención en
relación al segundo Magistrado D. Julio de Diego, el cual se habría quedado
dormido en algunas sesiones, lo cual, como es obvio, le habría impedido valorar
conforme a Derecho, según las reglas de la sana crítica y conciencia y con la
personal y directa inmediatez necesaria, las declaraciones, testimonios, pruebas
practicadas y alegatos de los abogados de la defensa y todo ello conforme al
artículo 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y demás concordantes.
El motivo segundo por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo y otra norma jurídica del mismo carácter que debe ser observada en
la aplicación de la ley penal (art. 849.1 LECrim) por aplicación indebida del art.
517.1 CP por un único delito de asociación ilícita.
El motivo tercero por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo al amparo del art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art. 130.1-
6, 131.1 y 132 CP por la existencia de prescripción del delito de asociación ilícita,
del delito de prevaricación y del delito de cohecho.
El motivo cuarto por infracción de ley art. 849.1 LECrim por aplicación
indebida del delito continuado de cohecho de los arts. 419, 420, 426 y 74 CP en
concurso medial con el delito continuado de falsedad continuada en documento
mercantil del art. 392 en relación con el art. 390.1.2.3 también del CP.
El motivo quinto por infracción de precepto penal de carácter sustantivo
al amparo del art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del delito continuado de
malversación de caudales públicos, arts. 432.1 y 74 CP en concurso medial del
art. 77 CP, con un delito de prevaricación continuada de los arts. 404 y 74 CP,
como cooperadora necesaria.
El motivo sexto por infracción de precepto penal de carácter sustantivo,
en base al art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del delito continuado del
art. 432.1 –malversación- en concurso medial del art. 77 CP con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392, en relación con los
arts. 390.1º, 2º y 3º y el 74 CP, como cooperador necesario.
El motivo séptimo por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo, art. 849.1 LECrim por aplicación indebida de un delito de blanqueo

174
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de capitales del art. 30.1 CP y ello ante la escasa participación que ha tenido se
opta por la pena mínima de seis meses de prisión con la accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 500.000 €.
El motivo octavo por infracción de ley de carácter sustantivo, art. 849.1
LECrim por falta de aplicación del principio non bis in idem y el apartado 2 del
art. 666 LECrim ante la existencia de la excepción perentoria de cosa juzgada.
El motivo noveno por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art. 26 CP y la LECrim
ante la existencia de la excepción perentoria de cosa juzgada.
El motivo décimo por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del acuerdo del Pleno no
Jurisdiccional de 30-10-2007 y 26-10-2010 en aras de evitar la doble valoración
de las conductas penales objeto de condena.
El decimoprimer motivo por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art. 122 CP en relación
con el art. 1885 (1897) y ss C. Civil, con expresa remisión art. 11 CP.
El motivo decimosegundo por infracción de precepto penal de carácter
sustantivo por falta de aplicación del art. 14.1 y 3, en relación con los arts. 20.7,
21.5º, 6º y 7º y 65.3 del CP y art. 22 CE.
El motivo decimotercero por infracción de precepto penal sustantivo,
al amparo el art. 849.1 LECrim por falta de aplicación de los arts. 66 y en relación
con el art. 70.1 y 2 CP.
El motivo decimocuarto por error en la apreciación de la prueba
basado en documentos que obran en autos que demuestran la equivocación del
juzgador sin resultar contradichos por otros elementos probatorios, art. 849.2
LECrim.
El motivo decimoquinto por quebrantamiento de forma, art. 851.1
LECrim al no expresar clara y terminante cuales son los hechos que se
consideran probados y resultar manifiesta contradicción entre ellos.
El motivo decimosexto por quebrantamiento de forma a tenor del
apartado 3º del art. 851 al “no resolver en ella todos los puntos que hayan sido
objeto de acusación y defensa”.

175
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo décimo séptimo por quebrantamiento de forma a tenor del


art. 851.5 LECrim ya que la sentencia objeto de recurso ha sido dictada por
menor número de magistrados y sin los votos exigidos, siendo por tanto
vulneración de derecho necesario y violación de cuestión de orden público
procesal.
El motivo décimo octavo por quebrantamiento de forma a tenor del art.
850.1 LECrim siendo la falta cometida la de proceder a la admisión en el plenario
de diversa prueba documental de forma sorpresiva y sin capacidad alguna de
contradicción por las defensas.
El motivo décimo noveno a tenor del apartado 4 del art. 851 LECrim
por penar un delito más grave sin tener en cuenta lo establecido en el art. 733
LECrim.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Pablo Crespo Sabaris


El motivo primero por vulneración de precepto constitucional, al amparo
de lo dispuesto en el artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por la
vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración del
derecho a un proceso con todas las garantías, concretamente a la imparcialidad
del juez y correlativamente con el art. 10 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y Libertades Fundamentales de 4-11-50, el art. 14.1 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19-12-66, debido a la
participación en el enjuiciamiento del presente procedimiento del Ilmo.
Magistrado D. Ricardo de Prada Solaesa, pese a haber sido formulada
recusación frente a dicho Magistrado, en tiempo y forma y concurrentes causas
que justificaban su abstención y/o su recusación.
El motivo segundo por quebrantamiento de forma al amparo de lo
dispuesto en el artículo 851.6 de la LECrim, por haber concurrido a dictar la
sentencia el Ilmo. Sr. Magistrado D. Ricardo de Prada Solaesa, cuya recusación,
intentada en tiempo y forma y fundada en causa legal, fue inadmitida a trámite.
El motivo tercero al amparo de lo dispuesto en el artículo 852 de la
LECrim, por la vía del artículo 5.4 de la LOPJ, por vulneración del art. 10 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-48, el art. 6.1 del CEDH,
y el art. 14.1 del PIDCP, debido a la participación en la instrucción del incidente
de recusación del Ilmo. Magistrado D. Javier Martínez Lázaro, pese a haber sido

176
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

formulada recusación frente a dicho Magistrado, en tiempo y forma, y


concurriendo causas que justificaban su abstención y/o su recusación en la
instrucción de dicho incidente, todo ello en relación con los arts. 219 LOPJ, 54
y 55 LECrim.
El motivo cuarto al amparo de lo dispuesto en los arts. 852 LEcrim y
5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 24.2 CE, el art. 11.1 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 10-12-48, el art. 6.1 del CEDH y el art. 14.1
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de fecha 19-12-1966,
todo ello en relación con el art. 238.3 LOPJ, al hallarse el Ilmo. Magistrado D.
Julio de Diego López privado de conciencia y voluntad en distintos lapsos
temporales de las sesiones del juicio oral, especialmente durante la práctica de
la prueba sobre la que debía dictar sentencia tras su apreciación.
El motivo quinto al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la
vía de los arts. 5.4, 238.3 y 240.1 LOPJ por vulneración del principio del juez
predeterminado y del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin
indefensión y a un proceso público con todas las garantías del artículo 24.1 y 2
CE, debido a la situación sobrevenida de deficiente configuración del Tribunal
enjuiciador, al hallarse el Ilmo. Magistrado D. Julio de Diego López privado de
conciencia y voluntad en distintos lapsos temporales de las sesiones del juicio
oral, quedando por lo tanto el Tribunal conformado por dos Magistrados,
incumpliéndose las exigencias legales de composición de sala determinadas en
el artículo 63.1 LOPJ y el anexo III de la Ley de Demarcación y Planta Judicial.
El motivo sexto por vulneración de precepto constitucional al amparo
del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración de los arts. 24.2 CE y 6.1
CEDH.
El motivo séptimo por vulneración de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva generando indefensión al recurrente, derecho a no declarar contra uno
mismo y a no confesarse culpable, todo ello en relación con el derecho
fundamental a la intimidad y el derecho a la propia imagen, reconocidos en el
art. 18 CE al haber admitido como medios de prueba unas grabaciones
obtenidas de forma ilícita, vulnerando derechos constitucionales que conllevan

177
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la nulidad radical de dichos medios de prueba y asimismo, de todo lo actuado


en el presente procedimiento.
El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al amparo de
lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con el art. 24.2 CE, por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva, aun procedimiento con todas las garantías, generando indefensión al
recurrente, el derecho al secreto de las comunicaciones, el derecho a no
declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, todo ello en relación con
el derecho fundamental a la intimidad reconocido en el art. 18 CE, al haberse
vulnerado de forma flagrante el derecho a la defensa del mismo, como
consecuencia de la ilegal y delictiva interceptación de las comunicaciones de los
imputados (investigados) con sus abogados durante el periodo en que fueron
encarcelados cautelarmente durante la instrucción de la pieza principal, de la
que deriva el presente procedimiento, quedando patentes dichas infracciones y
vulneraciones de derechos fundamentales en la sentencia del Tribunal Supremo
79/2012 que es de por sí, suficientemente explícita, y afectando gravemente al
derecho de defensa, lo que conlleva la nulidad radical de todo lo actuado.
El motivo noveno por quebrantamiento de forma al amparo de lo
dispuesto en el art. 850.1 LECrim al haberse denegado por parte del tribunal la
admisión de una prueba testifical solicitada por la defensa que era necesaria,
útil y pertinente, suponiendo asimismo una vulneración del derecho
constitucional a la tutela judicial efectiva generando indefensión al Sr. Crespo.
El motivo décimo por vulneración de precepto constitucional al amparo
de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en
relación con los arts. 9.3 y 18.2 CE por vulneración del principio de interdicción
de arbitrariedad de los poderes públicos y del derecho a la inviolabilidad del
domicilio, al haber hecho uso de material probatorio incautado en un registro y
para cuya aprehensión no existía autorización judicial, todo ello en relación con
los arts. 546 y 579 LECrim.
El motivo undécimo al amparo de lo dispuesto en los arts. 852 LECrim
y 5.4 LOPJ, ambos en relación con el art. 24.2 de la CE, por vulneración del
derecho fundamental al juez ordinario predeterminado por la Ley, y
correlativamente con los arts. 6.1 del CEDH, y 14.1 del PIDCP, todo ello al
haberse quebrantado las normas de reparto de la Audiencia Nacional.

178
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo duodécimo por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del art. 18 CE en cuanto al derecho a la intimidad y a la inviolabilidad
del domicilio, en relación con los arts. 24.1, 24.2, 120 y 9.3 CE por vulneración
del derecho a la tutela judicial efectiva, vulneración de un proceso con todas las
garantías relacionadas con los arts. 6 y 8 de CEDH dado que han sido admitidos
y valorados por parte de la sentencia recurrida medios de prueba obtenidos de
forma ilegal, infringiendo normas esenciales del procedimiento generando una
evidente indefensión, concurriendo en el presente caso una evidente nulidad de
pleno derecho de las diligencias de entrada y registro decretadas en la
instrucción y en consecuencia, de todos los medios de prueba obtenidos por
medio o como consecuencia de dichas diligencias de entrada y registro por no
encontrarse el recurrente presente en los registros de las sedes de las que él
era administrador.
El motivo décimo tercero por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las
garantías por ruptura de la cadena de custodia de determinados registros.
El motivo décimo cuarto por vulneración de precepto constitucional al
amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5 LOPJ, ambos
en relación con el art. 18.3 CE por vulneración del derecho al secreto de las
comunicaciones en relación con los números de teléfono del recurrente.
El motivo décimo quinto al amparo de lo dispuesto en el art. 852
LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con los arts. 9, 24 y 25
CE y 6 CEDH, por vulneración del derecho fundamental de defensa en relación
con las denominadas “Plataforma Alfesco” o “Cloud”.
El motivo décimo sexto por vulneración de precepto constitucional
según establece el art. 852 LECrim, por vulneración del principio de presunción
de inocencia y la tutela judicial efectiva, al carecer la condena de una recta
valoración de la declaración del Sr. Correa para fundamentar el pronunciamiento
de culpabilidad del recurrente y la insuficiencia de la prueba practicada para
desvirtuar su presunción de inocencia y la razonabilidad de las inferencias
realizadas.

179
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo décimo séptimo por infracción de ley del art. 849.1 LECrim
en relación con el art. 21.7ª CP por concurrir una circunstancia de análoga
significación no apreciada por el tribunal: dilaciones indebidas en el poder
legislativo que han comportado un desarrollo tardío en el fortalecimiento de las
garantías procesales inherentes al recurso de apelación penal y con ello el
recurrente no ha tenido derecho a la doble instancia penal que en este caso le
hubiera correspondido a la Sala de apelación de la Audiencia nacional.
El motivo décimo octavo al amparo de lo dispuesto en el art. 852
LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con los arts. 14, 24.2,
9.3 y 120 CE y el art. 14.3 c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de 19-12-1966, al haberse vulnerado el derecho a la igualdad y a la
tutela judicial efectiva, generando indefensión al recurrente, al haberse infringido
su derecho a un proceso público sin dilaciones indebidas.
El motivo décimo noveno por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación del art. 21.7 CP.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Pablo Ignacio Gallo


Alcántara Criado
El motivo primero: marco temporal de la causa y vulneración de los
arts. 24 CE, 5.4 LOPJ y 852 LECrim.
El motivo segundo por vulneración del art. 849.1 LECrim al no concurrir
los elementos objetivos y subjetivos del delito de exacciones ilegales
continuadas en grado de cooperación necesaria del art. 436 y 74 CP.
El motivo tercero al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la
apreciación de la prueba basado en documentos que obran en autos y que
demuestran la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros
elementos probatorios.

Motivos aducidos en nombre del recurrente PARTIDO POPULAR


El motivo primero por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción del art. 1968 Código Civil regulador del plazo de prescripción de
las acciones por daño causado por acción u omisión en los que intervenga culpa
o negligencia.

180
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo segundo por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción de los arts. 106 y 108 de la misma ley reguladores de la
legitimación ad causam de los actores civiles en un proceso penal.
El motivo tercero por infracción de precepto constitucional, al amparo
del art. 5.4 LOPJ y art. 852 LECrim por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva, sin indefensión proclamado en el art. 24.2 CE por falta de respuesta o
de motivación a la pretensión de esta parte de falta de legitimación activa del
Ministerio para la solicitud de responsabilidad ex art. 122 CP.
El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional al amparo del
art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por vulneración de los derechos al honor
(art. 18.1 CE), a la tutela judicial efectiva sin indefensión (art. 24.1 CE), a un
proceso con la garantía de imparcialidad judicial (art. 24.2 CE) y a la presunción
de inocencia (art. 24.2 CE) por la innecesaria inserción en la sentencia
impugnada de diversas afirmaciones que atribuyen al recurrente la posible
comisión de un delito que no se enjuiciaba.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción del art. 307.1 Ley de Enjuiciamiento Civil, regulador de la negativa
a declarar en el proceso civil y por infracción de precepto constitucional, al
amparo del art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por vulneración del derecho a
un proceso con las garantías de imparcialidad judicial (art. 24.2 CE).
El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.2 LECrim al
existir error en la valoración de documentos que obran en autos y que
demuestran la equivocación del juzgador, sin que estos resulten contradichos
por otros elementos probatorios y con valor causal para la subsunción del fallo.
El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al amparo
del art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva sin indefensión (art. 24.1 CE) por el modo patentemente erróneo
y manifiestamente irrazonable con el que, a partir de las pruebas practicadas,
han sido inferidos los hechos que fundamentan la calificación de participación
lucrativa del Partido Popular.
El motivo octavo por quebrantamiento de forma al amparo del art. 851.1
LECrim porque la sentencia impugnada no expresa clara y terminantemente
cuáles son los hechos que se consideran probados o lo hace con manifiesta
contradicción entre ellos.

181
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo noveno por infracción de ley, al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción del art. 122 CP, regulador de la responsabilidad civil del partícipe
a título lucrativo.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Pedro Rodríguez


Pendas
El motivo primero por infracción de precepto constitucional conforme al
art. 852 LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ, conculcación del derecho
fundamental a la defensa, produciendo indefensión por limitación y obstrucción
consciente de las garantías procesales de publicidad, oralidad, igualdad de
armas y contradicción.
El motivo segundo por infracción de precepto constitucional conforme
al art. 852 LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ.
El motivo tercero por infracción de precepto constitucional al amparo
del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ al no existir prueba de cargo que acredite su
intervención y/o conocimiento de los hechos por los que ha sido condenado.
El motivo cuarto por infracción de ley por aplicación indebida de los
arts.404, 74 y 28.2 CP, 436 CP, 517.2 y 515.1 CP que contienen la tipificación
de los delitos por los que ha sido condenado.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
por inaplicación indebida de la atenuante de dilaciones indebidas del art. 21.6
CP toda vez que se ha producido una dilación extraordinaria en la tramitación
del procedimiento, atenuante que concurre además como muy cualificada.

Motivos aducidos en nombre del recurrente Ricardo Galeote


Quecedo
El motivo primero al amparo de los arts. 5.4 LOPJ, 851.6, 852 LECrim
y con invocación expresa de los arts. 24.1 y 2 CE, 6.1 Convenio Europeo para
la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales (CEPDH)
y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDC) al haber
concurrido a dictar sentencia el magistrado D. José Ricardo de Prada Solaesa,
cuya recusación, intentada en tiempo y forma y fundada en causa legal, fue
rechazada.

182
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo segundo al amparo del art. 852, 5.4 LOPJ y 24.1 y 2 CE al


haberse vulnerado el derecho fundamental del recurrente a obtener la tutela
judicial efectiva en la faceta del derecho “al juez predeterminado por la ley” al
haber resuelto la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
el recurso interpuesto por el Ministerio contra el auto de sobreseimiento
decretado por el magistrado-juez instructor respecto al Sr. Galeote Quecedo,
careciendo aquel tribunal de competencia funcional para hacerlo.
El motivo tercero al amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ por
vulneración de principio constitucional, en concreto, del derecho a la presunción
de inocencia del art. 24.2 CE y del principio in dubio pro reo.
El motivo cuarto por infracción de ley al amparo de lo dispuesto en el
art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 8 CP al infringir las normas
que rigen la concurrencia de normas y de delitos en relación con los arts. 436,
420, 404 y 392 CP.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo de lo dispuesto en el
art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 404 CP, en cuanto al delito de
prevaricación.
El motivo sexto por infracción de ley, al amparo de lo dispuesto en el
art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 436 CP en relación con el art.
74 en cuanto al delito de fraude a la Administración.
El motivo séptimo por infracción de ley, al amparo de lo dispuesto en
el art. 849.1 LECrim por indebida aplicación de los arts. 419, 420 y 74 CP en su
redacción vigente al tiempo de los hechos, respecto al delito de cohecho.
Los motivos octavo y noveno por infracción de ley, art. 849.1 LECrim,
por indebida aplicación de los arts. 392 y 74 CP en cuanto al delito de falsedad
en documento mercantil.
El motivo décimo por infracción de ley art. 849.1 LECrim por indebida
aplicación del art. 131 CP en relación con el art. 392 CP.

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Rosalía Iglesias Villar


Primero.- Al amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con
el art. 24 CE por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, a la
presunción de inocencia y a un proceso justo con todas las garantías con
interdicción de la arbitrariedad.

183
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Segundo.- Al amparo del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el
art. 24 CE por vulneración del derecho a la presunción de inocencia, al derecho
de defensa y a un proceso justo con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad, así como a la tutela judicial efectiva, por efectuar un juicio
valorativo que descansa en una prueba ilícita o vinculada antijurídicamente a
ella.
Tercero.- Por infracción del art. 24 CE al lesionar la sentencia recurrida
el derecho de la recurrente a la tutela judicial efectiva, a la presunción de
inocencia y a un proceso con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad por omisión de la prueba de descargo y por valoración incoherente
e irracional de las pruebas de las que dispuso la Ilma. Sala de instancia por la
incorrecta aplicación de los arts. 305 y ss. CP.
Cuarto.- Al amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con
el art. 24 CE por vulneración del derecho a la presunción de inocencia, por la
incorrecta aplicación del art. 252 en relación con el art. 250 CP, del delito de
apropiación indebida.
Quinto.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art.
852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24 CE, al lesionar la sentencia
recurrida los derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia
y a un proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad,
garantizadas por el art. 24 CE, por omisión de la valoración de la prueba de
descargo y por valoración ilógica, incoherente e irracional de las pruebas de las
que dispuso la Ilma. Sala de instancia por la incorrecta aplicación del delito de
estafa procesal del art. 250 en relación con el art. 249 ambos del CP en relación
con el art. 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del mismo texto legal.
Sexto.- Por vulneración de precepto constitucional al amparo del art. 852
LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24 CE, al lesionar la sentencia
recurrida los derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia
y a un proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional de las pruebas de las que dispuso la Ilma. Sala de
instancia, por la incorrecta aplicación de los arts. 66, 74 y 301 CP en relación
con los arts. 392, 390.1.1º, 2º, 3º y 4º CP.

184
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Séptimo.- Al amparo del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el
art. 24 CE por vulneración de los derechos a la tutela judicial efectiva, a la
presunción de inocencia y a un proceso con todas las garantías con interdicción
de la arbitrariedad.
Octavo.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.2 LECrim por error
en la valoración de la prueba basado en documentos que obran en autos, que
demuestran la equivocación del juzgador, sin resultar contradichos por otros
elementos probatorios.
Noveno.- Por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim al
haberse infringido preceptos penales de carácter sustantivo y concretamente
por la indebida aplicación de los arts. 305 y 130. 1-6 CP en relación con las
prescripciones de los delitos.
Décimo y undécimo (se acumulan por la propia recurrente).- Por
infracción de ley, al amparo del art. 849.1 LECrim y art. 5.4 LOPJ, aplicación
indebida de los arts. 305 y ss. CP en relación al art. 28 CP.
Décimo segundo.- Por infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1
LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 252 en relación con el art.
250 CP respecto al delito de apropiación indebida.
Décimo tercero.- Infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
aplicación indebida de los arts. 20.7º, 248.1 y 250.7º del Código Penal, en
relación con el art. 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código Penal, por su indebida
condena como autora de un delito de estafa procesal.
Décimo cuarto.- Infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
aplicación indebida de los arts. 74, 390.1, 2 y 3 y 392 del Código Penal.
Décimo quinto.- Infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
aplicación indebida de los arts. 66, 74 y 301 del Código Penal en relación con
los arts. 392, 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código Penal, en relación con el delito de
blanqueo de capitales.
Décimo sexto.- Infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
indebida inaplicación del art. 21.6 del Código Penal, dilaciones indebidas.

185
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Décimo séptimo.- Por quebrantamiento de forma, al amparo del art.


850.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haberse denegado diligencias
de prueba propuestas en tiempo y forma y por admisión de nuevas pruebas
periciales respecto de las aportadas en juicio.
Décimo octavo.- Por quebrantamiento de forma, al amparo del art.
851.6 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haber dictado sentencia un
Magistrado recusado en tiempo y forma.
Décimo noveno.- Por vulneración de precepto constitucional, al
amparo del art. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por infracción del
derecho de defensa y del derecho a un procedimiento con todas las garantías a
tenor de lo dispuesto en el art. 24 de la Constitución Española, al no permitir la
liberación de fondos para hacer frente a los gastos de defensa letrada.
Vigésimo.- Por vulneración de precepto constitucional, al amparo del
art. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por infracción del derecho a la
tutela judicial efectiva, en relación con el derecho de defensa y a un
procedimiento con todas las garantías, al amparo del art. 24 de la Constitución
Española, en relación con el art. 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre
el pronunciamiento en costas.
Vigésimo primero.- Al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
principio acusatorio y el derecho de defensa de la recurrente previstos en el art.
24 CE por haberse infringido el principio acusatorio y el derecho de defensa de
la recurrente, previstos en el art. 24 CE, al asumirse una ignorancia deliberada
en contradicción con una injusta colaboración activa de la acusada con su
esposo.
Vigésimo segundo.- Por infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1
LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 66 en relación con los arts.
250, 252, 301, 305, 390 y 392 CP.
Vigésimo tercero.- Por infracción de ley al amparo de los arts. 849.1
LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 127 y concordantes del
Código Penal.

Motivos aducidos en nombre de la recurrente Teresa Gabarra


Balsells

186
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo primero al amparo del art. 852 LECrim, por infracción de


precepto constitucional, vulneración del derecho a la presunción de inocencia,
por haberse realizado una valoración arbitraria e irracional de la prueba. La
sentencia concluye que de la prueba practicada se deduciría que la operación
de venta y posterior compra de las viviendas del matrimonio Gabarra-López
Viejo en 2008, se llevó a cabo con fondos de procedencia ilícita, pese a que el
propio Ministerio reconoce que esto no es así al retirar la acusación por delito ,
sobre la base de la pericial aportada por el Sr. López Viejo que, precisamente,
establece la no existencia de ganancias patrimoniales no justificada y, por tanto,
acredita la trazabilidad de todos los fondos de procedencia lícita utilizados por
el matrimonio para efectuar esas compraventas.
El motivo segundo por quebrantamiento de forma, al amparo del art.
851.1 LECrim por existir una contradicción manifiesta e insalvable en los hechos
probados que impide establecer con claridad el presupuesto fáctico esencial
consistente en determinar cuándo y de qué manera se habría percibido una
pretendida dádiva por el Sr. López Viejo, la cual habría sido el origen de los
fondos por cuyo supuesto blanqueo ha sido condenada la recurrida.
El motivo tercero por infracción de precepto constitucional, al amparo
del art. 852 LECrim por haberse vulnerado su derecho a la presunción de
inocencia por haberse realizado una valoración arbitraria e irracional de la
prueba.
El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional al amparo del
art. 852 LECrim al haberse vulnerado el derecho a la tutela judicial efectiva, pues
la condena a la recurrente por un delito de blanqueo de capitales al atribuir la
sentencia un origen ilícito a los 450.731’01 € ingresados en 2002 en la cuenta
del Banco Miraband, pese a que ella proporcionó y justificó su titularidad, la
procedencia lícita y la razón que le llevó a mover los fondos a Suiza y ponerlos
a nombre de su marido.
El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim
pues los hechos probados de la sentencia no son subsumibles en el delito de
blanqueo de capitales, al no constar la concreta actividad desempeñada por la
Sra. Gabarra constitutiva de un delito de blanqueo. Subsidiariamente, los
hechos probados serían subsumibles en la modalidad imprudente del art. 301.3
CP.

187
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo sexto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho fundamental a la presunción de inocencia, art. 24 CE, al no existir
prueba de cargo bastante sobre su participación subjetiva dolosa.
El motivo séptimo al amparo del art. 841 LECrim por infracción de ley
por inaplicación indebida de la atenuante del art. 21.6 CP como muy cualificada,
vulnerándose con ello el art. 24.2 CE que recoge el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas.
El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al amparo
del art. 852 LECrim por lesión del derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva y a la libertad por haberse impuesto la pena sin motivación alguna y sin
atender ni explicar las circunstancias personales y de participación de la
recurrente, reprochándole que se hubiera difundido en el juicio oral.

Motivos aducidos en nombre del recurrente PASADENA VIAJES SL


Motivo único por vulneración del art. 24.2 CE al no existir prueba de
cargo suficiente para destruir el principio de presunción de inocencia que rige
en nuestro ordenamiento jurídico.

Motivos aducidos en nombre del recurrente TECHNOLOGY


CONSULTING MANAGEMENT SL (TCM)
El motivo único al amparo del art. 852 LECrim por infracción del
derecho a la presunción de inocencia (art. 24.2 CE).

Motivos aducidos en nombre del recurrente SPECIAL EVENTS SL


Motivo único al amparo del art. 849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por infracción
de los principios rectores del ordenamiento jurídico penal de presunción de
inocencia e in dubio pro reo consagrado en el art. 24 CE, en consonancia con la
prohibición de la arbitrariedad y la ausencia de motivación suficiente de los arts.
9.3 y 120.3 CE al amparo del art. 852 LECrim.

Motivos aducidos en nombre del recurrente ALCANCIA


CORPORATE 02 SL

188
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo único por infracción de ley, al amparo del art. 849.1 LECrim
y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 2 CE y en relación con los arts. 18.1
CE y del art. 11 LOPJ por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

Motivos aducidos en nombre del recurrente EASY CONCEPT


COMUNICACIÓN SL
Articula de forma conjunta dos motivos:
El primero por infracción de precepto constitucional del art. 852 LECrim
y art. 5.4 LOPJ por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva con
interdicción de la indefensión (art. 24.1 CE), del derecho a un proceso con todas
las garantías (art. 24.2) y por vulneración del derecho a la presunción de
inocencia (art. 24.2 CE).
El segundo por infracción del art. 851.1 LECrim al consignarse como
hechos probados los conceptos que por su carácter jurídico implican la
predeterminación del fallo que conlleva una responsabilidad civil subsidiaria no
conforme a derecho a criterio de esta recurrente.

Motivos aducidos en nombre del recurrente GOOD & BETTER SL


El motivo único al amparo de lo dispuesto en el art. 849.1 LECrim y en
el art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 2 CE y arts. 18.1 CE y 11 LOPJ
por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

Motivos aducidos en nombre del recurrente SERVIMADRID


INTEGRAL SL
El motivo único al amparo del art. 849.1 LECrim y art. 5.4 LOPJ en
relación con el art. 24.1 y 24.2 CE y en relación con los arts. 18.1 CE y 11 LOPJ
por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

Motivos aducidos en nombre del recurrente DISEÑO ASIMÉTRICO


SL
El motivo primero (y único) por infracción de precepto constitucional,
según los arts. 5.4 y 11 LOPJ en relación con el art. 849.1 LECrim y art. 24.1 y
2 y 18.1 CE.

189
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Motivos aducidos por el Ministerio Fiscal


El motivo primero se formula al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, aplicación indebida del art. 8CP en relación con los arts. 432,
436, 74, 77 CP vigente en la fecha de los hechos.
El motivo segundo al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por aplicación
indebida del art. 50 CP.
El motivo tercero al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por aplicación
indebida de los arts. 423.1, 419 y 74 CP.
El motivo cuarto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley,
por aplicación indebida de los arts. 390, 392 y 74 CP.
El motivo quinto al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por aplicación
indebida de los arts. 390, 392 y 74 CP.
El motivo sexto al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por aplicación
indebida de los arts. 419, 423, 74 y 77 CP.
Séptimo.- Por infracción de ley al amparo del no 1 del artículo 849 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, por aplicación indebida de los arts. 419, 74 y 77
del Código Penal.
El motivo octavo al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley,
indebida aplicación del art. 127 CP.
El motivo noveno al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley,
indebida aplicación de los arts. 116 y 120.4 CP.
El motivo décimo al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley
por indebida aplicación del art. 301 CP.
El motivo décimo primero al amparo del art. 849.1 LECrim por
aplicación indebida de los arts. 390, 392 y 74 CP.
El motivo décimo segundo al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley por aplicación indebida del art. 301 CP.
El motivo décimo tercero, se formula al amparo del art. 849.1 LECrim
por infracción de ley por aplicación indebida de los arts. 301, 390, 392, 74 y 77
CP.
El motivo décimo cuarto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción
de ley, indebida aplicación de los art. 305, 390, 392, 74 y 77 CP.
El motivo decimoquinto por infracción de ley al amparo del nº 1 del art.
849.1 LECrim por aplicación indebida de los arts. 404 y 74 CP.

190
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

QUINTO.- Instruido el Ministerio del recurso interpuesto, la Sala lo admitió,


quedando conclusos los autos para el señalamiento de fallo cuando por turno
correspondiera.

SEXTO.- Hecho el señalamiento del fallo prevenido, se celebró deliberación y


votación el día 25 de febrero de 2020, que se prolongó hasta el día 9 de octubre
de 2020, dada la complejidad y el número de motivos, la declaración del estado
de alarma, el hecho de haberse señalado otras ponencias para el Ponente, ha
provocado retrasos y a prolongar las deliberaciones.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

RECURSO ALBERTO LÓPEZ VIEJO (MADRID Y CAM)

1.- El motivo primero al amparo del art. 852 LECrim por infracción
de precepto constitucional: infracción del derecho a un procedimiento con
todas las garantías y del derecho a no declarar contra sí mismo y no
declararse culpable (art. 24.1 y 24.2 CE): se ha admitido como prueba de
cargo una grabación que, si bien fue realizada por un particular, lo fue con
conocimiento y consentimiento de la policía, amén de con el objetivo único
de presentarla posteriormente como prueba en un procedimiento penal.

Se argumenta, en síntesis, como esta Sala se ha referido a la dificultad


que entraña la materia de la admisibilidad de pruebas conseguidas con
infracción de derechos fundamentales, y a pesar de estas dificultades ha ido
construyendo un cuerpo de principios generales que incluyen, entre otros, la
posible admisibilidad de la prueba cuando esta “es obtenida por un particular
que en el momento de tomar contacto con la fuente probatoria, no está actuando
de forma tendencialmente preordenada en la búsqueda de su aportación al

191
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

proceso. Y del mismo modo dicho cuerpo doctrinal incluye la aseveración, clara
y rotunda, de que “ha de quedar fuera de toda duda que en aquellas ocasiones
en las que el Estado se vale de un particular para sortear las limitaciones
constitucionales al ejercicio del ius puniendi, la nulidad probatoria resultará
obligada” (STS 311/2018, de 27 de junio).

La Sala “a quo” ha considerado que la grabación que efectuara el


coacusado Peñas el 12-12-2007, ha de ser incluida, junto con las demás
grabaciones, en la primera de las dos reglas y procede a su admisión como
prueba de cargo, pero ello solo es posible ignorando crasamente el requisito de
que la actuación del particular no se encuentre preordenada a la aportación de
la prueba al procedimiento.

La Sala “a quo” –continúa el motivo- infringe, además, por partida triple


su función de primer garante de los derechos fundamentales del recurrente.

- En primer lugar, estableciendo como canon de adecuación a la


constitucional uno tan novedoso como inadecuado que incluye la exigencia de
que la infracción del derecho fundamental sea “sistemática”.

- En segundo lugar, no distinguiendo entre situaciones que han de ser


distinguidas en cuanto a su relevancia constitucional, como ocurre con las
diversas aportaciones de grabaciones, unas fueron aportadas con la denuncia
y son con seguridad anteriores a ella, otras se aportaron semanas después con
la aseveración de ser también anteriores; y otra, finalmente, se aportó más de
seis meses después de la denuncia, en mayo de 2008, y se dice hecha más de
un mes después de la denuncia, el 12-12-2007.

- En tercer lugar, por no haber indagado adecuadamente la alegación


respaldada por elementos de prueba obrantes en la causa y que fueron
adecuadamente introducidos y debatidos en el plenario, de que la policía supo
que el Sr. Peñas iba a efectuar la grabación en diciembre de 2007, estando ya
abierta la investigación. En el mejor de los casos, lo supo y lo toleró con plena
consciencia de que ello no era lo adecuado una vez abierta la investigación.

192
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el peor de los casos, incitó al Sr. Peñas a realizar la grabación. En


cualquiera de los casos se ha producido una infracción del derecho a un proceso
con todas las garantías del recurrente que debe conllevar la exclusión de la
grabación como elemento de prueba.

El motivo, se adelanta, debe ser desestimado.

El presente procedimiento fue incoado el 29-7-2014 dimanante de las


diligencias previas 275/2008, incoadas por auto de 6-8-2008 con motivo de la
denuncia formulada por el acusado José Luis Peñas Domingo, en la que
exponía la forma de actuar del grupo liderado por Francisco Correa Sánchez,
aportando junto con la denuncia una serie de grabaciones mantenidas con otros
acusados que lo corroboran.

Estas conversaciones se encuentran en un índice del folio 19 tomo I de


la pieza separada documental de las referidas Diligencias previas 275/2008, en
cuyo folio 87 constan las mismas, con excepción de la de 12-12-2007 que está
en el tomo II de la misma pieza separada, folio 471.

Pues bien, previamente habrá que recordar que la nulidad de estas


mismas escuchas practicadas por Peñas respecto de sus propias reuniones con
terceros y de las conversaciones y reuniones mantenidas con ellos en cuanto
pudieran afectar a su derecho a la intimidad, al secreto de las comunicaciones
y al derecho de defensa de aquellos terceros, que fueron, subrepticiamente
escuchados en sus conversaciones, las cuales fueron grabadas y entregadas a
la investigación, determinando el origen ilícito y vulnerador de derechos de la
investigación, ya ha sido analizada en la sentencia de esta Sala 214/2018, de 8
de mayo, que recoge la jurisprudencia que ha declarado: “la no afectación al
derecho al secreto de las comunicaciones y el derecho a la intimidad cuando
una persona, graba sus propias conversaciones con terceros, con exclusión de
aquellos supuestos relacionados con la provocación delictiva o su empleo como
medio de indagación desde estructuras oficiales de investigación delictiva, o que
afectan al núcleo de la intimidad. También ha de añadirse los supuestos en los

193
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que el contenido de lo grabado es divulgado, ocasionando un daño a la intimidad


para lo que habría de estarse al contenido, íntimo o no, de lo que se divulga y
ha sido obtenido de forma irregular. Salvados esos escollos, de provocación, de
empleo por parte de una institución pública de investigación, o de vulneración
del derecho a la intimidad, su utilización podrá ser considerada inapropiada, o
cuestionada éticamente, pero no supone una vulneración del derecho al secreto
de las comunicaciones.

Así la STS 421/2014, de 16 de mayo, nos dice, comenzando por la


denuncia de la vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones, es
claro que su rechazo por parte del Tribunal Superior se ajusta tanto a la
jurisprudencia del Tribunal Constitucional como a la de esta Sala. Pues ya en la
sentencia del Tribunal Constitucional 114/1984, de 29 de noviembre, después
recordada en la 56/2003, de 24 de marzo, se estableció que "no hay secreto
para aquél a quien la comunicación se dirige, ni implica contravención de lo
dispuesto en el art. 18.3 CE la retención, por cualquier del contenido del
mensaje. Dicha retención (la grabación, en el presente caso) podrá ser, en
muchos casos, el presupuesto fáctico para la comunicación a terceros, pero ni
aun considerando el problema desde este punto de vista puede apreciarse la
conducta del interlocutor como preparatoria del ilícito constitucional, que es el
quebrantamiento del secreto de las comunicaciones. Quien entrega a otro la
carta recibida o quien emplea durante su conversación telefónica un aparato
amplificador de la voz que permite captar aquella conversación a otras personas
presentes no está violando el secreto de las comunicaciones, sin perjuicio de
que estas mismas conductas, en el caso de que lo así transmitido a otros entrase
en la esfera 'íntima' del interlocutor, pudiesen constituir atentados al derecho
garantizado en el art. 18.1 CE. Otro tanto cabe decir, en el presente caso,
respecto de la grabación por uno de los interlocutores de la conversación
telefónica. El acto de la grabación por uno de los interlocutores de la
conversación no conculca secreto alguno impuesto por el art. 18.3 y tan sólo,
acaso, podría concebirse como conducta preparatoria para la ulterior difusión
de lo grabado. Por lo que a esta última dimensión del comportamiento
considerado se refiere, es también claro que la contravención constitucional sólo
podría entenderse materializada por el hecho mismo de la difusión (art. 18.1

194
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CE). Quien graba una conversación de otros atenta, independientemente de


toda otra consideración, al derecho reconocido en el art.18.3 CE; por el
contrario, quien graba una conversación con otro no incurre, por este solo
hecho, en conducta contraria al precepto constitucional citado. Si se impusiera
un genérico deber de secreto a cada uno de los interlocutores o de los
corresponsables ex art. 18.3, se terminaría vaciando de sentido, en buena parte
de su alcance normativo, a la protección de la esfera íntima personal ex art.
18.1, garantía ésta que, a contrario, no universaliza el deber de secreto,
permitiendo reconocerlo sólo al objeto de preservar dicha intimidad (dimensión
material del secreto, según se dijo). Los resultados prácticos a que podría llevar
tal imposición indiscriminada de una obligación de silencio al interlocutor son,
como se comprende, del todo irrazonables y contradictorios, en definitiva, con
la misma posibilidad de los procesos de libre comunicación humana".

Esta misma doctrina ha sido también recogida en numerosas sentencias


de esta Sala de casación en las que se excluyó la conculcación del derecho al
secreto de las comunicaciones por el hecho de grabar y almacenar una
conversación por parte de alguno de los intervinientes en la misma (SST
2081/2001, de 9-11; 2008/2006, de 2-2; 1051/2009, de 28-10; 682/2011, de 24-
6; y 298/2013, de 13-3, entre otras).
.....
Por último, también alega el acusado ... que la grabación de la
conversación en su despacho vulnera su derecho constitucional a no declarar
contra sí mismo y a no confesarse culpable (art. 24.2 CE).

La respuesta a la alegación de la parte recurrente sobre ese derecho


fundamental encierra mayores dificultades al suscitar una cuestión procesal
notablemente vidriosa, debido al conflicto de intereses que puede darse en estos
casos entre el derecho de defensa del acusado y el derecho a la prueba de los
posibles perjudicados por un hecho delictivo.

La sentencia de este Tribunal 178/1996, de 1 de marzo, examina el


supuesto de una escucha en juicio de una cinta que contenía una conversación
grabada, mostrando la defensa su desacuerdo con la audición efectuada en el

195
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acto del juicio oral. Según su criterio, no debió ser unida a las actuaciones y
mucho menos ser escuchada en el acto del plenario, por lo que entiende que se
ha vulnerado el art. 24 CE. A ello respondió esta Sala que la cuestión de la
validez de una grabación subrepticia de una conversación entre cuatro personas
realizada por una de ellas sin advertírselo a los demás, no ataca a la intimidad
ni al derecho al secreto de las comunicaciones, ya que las manifestaciones
realizadas representaban la manifestación de voluntad de los intervinientes que
fueron objeto de grabación de manera desleal desde el punto de vista ético pero
que no traspasan las fronteras que el ordenamiento jurídico establece para
proteger lo íntimo y secreto. No obstante, y de manera clara y terminante, la
Sala sentenciadora acuerda rechazar la validez de la grabación pues si la
hubiese admitido se desconocería el derecho de los acusados a no declarar
contra sí mismos y a no confesarse culpables. La conversación no surgió
espontáneamente y hubiera tenido otros derroteros, como es lógico, si todos los
interlocutores supieran que se estaba grabando o por lo menos hubieran
acomodado sus preguntas y respuestas a la situación creada por la existencia
de un instrumento de grabación. El contenido de una conversación obtenida por
estos métodos no puede ser incorporado a un proceso criminal en curso cuando
se trata de utilizarlo como prueba de la confesión de alguno de los intervinientes
ya que esta se ha producido sin ninguna de las garantías establecidas por los
principios constitucionales y es nula de pleno derecho. La Sala sentenciadora,
de acuerdo con esta doctrina, prescinde por completo de cuantas
manifestaciones se hicieron en la conversación grabada ya que, desde un punto
de vista estrictamente procesal, se hicieron de manera provocada y con la
exclusiva intención de presentarlas como prueba en las diligencias en curso y
sin estar revestidas de las garantías que aporta la intervención del Juez y del
Secretario Judicial y la advertencia de los derechos a no declarar y a no
confesarse culpable.

En la sentencia 1066/2009, de 4 de noviembre, se señala en cuanto a la


legitimidad de las grabaciones de conversaciones privadas entre dos personas
realizadas por una de ellas sin conocimiento ni consentimiento de la otra parte,
que la grabación por uno de los interlocutores de conversaciones entre
particulares puede tener una inicial licitud si el encuentro es voluntario y libre.

196
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión varía cuando la persona grabada, de alguna manera, ha sido


conducida al encuentro utilizando argucias con la premeditada pretensión de
hacerle manifestar hechos que pudieran ser utilizados en su contra. Para su
validez se debe tratar de un encuentro libremente concertado entre ambos y que
se acuda a la cita espontáneamente y sin condicionamientos de ninguna clase.
Así se desprende de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional y
por esta Sala. La espontaneidad y la buena fe son requisitos condicionantes de
su valoración. Cuando se fuerza y provoca una conversación ya no es posible
situarse en el mismo plano. El interlocutor grabado no se despoja de manera
voluntaria y libre de sus manifestaciones sino que, en cierto modo, se le
arrancan o extraen de modo torticero. La propia parte recurrente - dice la
sentencia- admite espontáneamente que cuando la menor contó a su madre la
versión de los hechos, ésta le aconsejó que procediera a grabar una
conversación con el acusado, con el fin predeterminado de conseguir las
pruebas necesarias, ya que, en caso contrario, sería su palabra contra la de él.
Sea cuales sean las circunstancias que llevaron a tener en la conversación en
la vía pública, lo cierto es que se trata de un ardid que vicia la prueba y el método
empleado.

En el mismo sentido la STS 517/16, de 14 de junio, que refiere:

“En cuanto a la ilicitud de las grabaciones sin control judicial sin garantías
de autenticidad, manipulación o alteración, se proyecta en una doble dirección:
su legitimidad constitucional y su integridad.

A) Respecto de la primera de las cuestiones, las SSTS 298/2013, 13 de


marzo y 45/2014 de 7 de febrero, glosan los precedentes de la jurisprudencia
constitucional y de esta Sala, que sirven para descartar la tesis de la defensa.
Se alude así a la STC 114/1984, de 29 de noviembre, resolución emblemática
por cuanto de ella emanó todo el discurso y desarrollo de la teoría de la prueba
ilícita en nuestro ordenamiento: "...el actor ha afirmado en su demanda y en sus
alegaciones que el hecho ilícito que da fundamento a su queja constitucional fue
la inicial violación del secreto de sus comunicaciones por su interlocutor, al
proceder éste a grabar la conversación con él mantenida sin su conocimiento.

197
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta conculcación de su derecho la argumenta el recurrente aduciendo que «el


artículo 18.3 no sólo protege la intimidad de la conversación prohibiendo que un
tercero emplee aparatos para interceptarla..., sino que la intimidad de la
conversación telefónica, como derecho fundamental, puede ser violada
mediante la colocación por uno de los comunicantes de una grabadora, sin
consentimiento de la otra parte... ». La supuesta infracción se agravaría, en fin,
cuando lo así aprehendido se comunicara a terceros y se presentara como
prueba ante un Tribunal.

(...) Con estas advertencias, es necesario determinar si, efectivamente,


la grabación de la conversación, en la que fuera parte el actor, constituyó, como
se pretende, una infracción del derecho al secreto de las comunicaciones. La
tesis del actor no puede compartirse. Su razonamiento descansa en una errónea
interpretación del contenido normativo del art. 18.3 de la Constitución. Y en un
equivocado entendimiento de la relación que media entre este precepto y el
recogido en el núm. 1 del mismo artículo.

El derecho al «secreto de las comunicaciones... salvo resolución


judicial» no puede oponerse, sin quebrar su sentido constitucional, frente a quien
tomó parte en la comunicación misma así protegida. Rectamente entendido, el
derecho fundamental consagra la libertad de las comunicaciones,
implícitamente, y, de modo expreso, su secreto, estableciendo en este último
sentido la interdicción de la interceptación o del conocimiento antijurídico de las
comunicaciones ajenas. El bien constitucionalmente protegido es así -a través
de la imposición a todos del «secreto»- la libertad de las comunicaciones, siendo
cierto que el derecho puede conculcarse tanto por la interceptación en sentido
estricto (que suponga aprehensión física del soporte del mensaje -con
conocimiento o no del mismo- o captación, de otra forma, del proceso de
comunicación) como por el simple conocimiento antijurídico de lo comunicado
(apertura de la correspondencia ajena guardada por su destinatario, por
ejemplo).

(...)Sea cual sea el ámbito objetivo del concepto de «comunicación», la


norma constitucional se dirige inequívocamente a garantizar su impenetrabilidad

198
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por terceros (públicos o privados: el derecho posee eficacia erga omnes) ajenos
a la comunicación misma. La presencia de un elemento ajeno a aquéllos entre
los que media el proceso de comunicación, es indispensable para configurar el
ilícito constitucional aquí perfilado.

No hay «secreto» para aquél a quien la comunicación se dirige, ni implica


contravención de lo dispuesto en el art. 18.3 de la Constitución la retención, por
cualquier medio, del contenido del mensaje. Dicha retención (la grabación, en el
presente caso) podrá ser, en muchos casos, el presupuesto fáctico para la
comunicación a terceros, pero ni aun considerando el problema desde este
punto de vista puede apreciarse la conducta del interlocutor como preparatoria
del ilícito constitucional, que es el quebrantamiento del secreto de las
comunicaciones. Ocurre, en efecto, que el concepto de «secreto» en el art. 18.3
tiene un carácter «formal», en el sentido de que se predica de lo comunicado,
sea cual sea su contenido y pertenezca o no el objeto de la comunicación misma
al ámbito de lo personal, lo íntimo o lo reservado. Esta condición formal del
secreto de las comunicaciones (la presunción iuris et de iure de que lo
comunicado es «secreto», en un sentido sustancial) ilumina sobre la identidad
del sujeto genérico sobre el que pesa el deber impuesto por la norma
constitucional. Y es que tal imposición absoluta e indiferenciada del «secreto»
no puede valer, siempre y en todo caso, para los comunicantes, de modo que
pudieran considerarse actos previos a su contravención (previos al
quebrantamiento de dicho secreto) los encaminados a la retención del mensaje.
Sobre los comunicantes no pesa tal deber, sino, en todo caso, y ya en virtud de
norma distinta a la recogida en el art. 18.3 de la Constitución, un posible «deber
de reserva» que -de existir- tendría un contenido estrictamente material, en
razón del cual fuese el contenido mismo de lo comunicado (un deber que
derivaría, así del derecho a la intimidad reconocido en el art. 18.1 de la Norma
fundamental).

(:::) Como conclusión, pues, debe afirmarse que no constituye


contravención alguna del secreto de las comunicaciones la conducta del
interlocutor en la conversación que graba ésta (que graba también, por lo tanto,

199
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sus propias manifestaciones personales, como advierte el Ministerio Fiscal en


su escrito de alegaciones)".

Por último la STS 652/2016, realiza, a la luz de esa reiterada


jurisprudencia las siguientes conclusiones al respecto:

En primer lugar parece existir consenso en que la utilización en el


proceso penal de grabaciones de conversaciones privadas grabadas por uno de
los interlocutores, no vulnera en ningún caso el derecho constitucional al secreto
de las comunicaciones.

En segundo lugar también existe consenso en que no vulneran el


derecho constitucional a la intimidad, salvo casos excepcionales en que el
contenido de la conversación afectase al núcleo íntimo de la intimidad personal
o familiar de uno de los interlocutores.

En tercer lugar existe una mayor polémica en lo que se refiere a la


posible vulneración del derecho fundamental a no declarar contra si mismo y a
no confesarse culpable, que recoge el principio “nemo tenetur”. El planteamiento
restrictivo de la STS citada en el caso actual por la parte recurrente, STS 178/96,
de 1 de marzo, que considera que la utilización de estas grabaciones vulnera el
citado derecho fundamental, no ha sido seguido de modo generalizado por la
doctrina jurisprudencial, que matiza diversos supuestos. La doctrina criticó esta
resolución aduciendo que los derechos a guardar silencio, a no declarar contra
sí mismo y a no declararse culpable son garantías constitucionales que
despliegan sus efectos en relación con las declaraciones del imputado ante la
Autoridad o sus agentes (STC 197/95, de 21 de diciembre o STC 313/97, de 2
de octubre), por lo que no deben aplicarse a manifestaciones realizadas entre
particulares y fuera del procedimiento.

La propia STS núm 421/2014, de 16 de mayo, ya citada, que sigue el


criterio de la STS 178/96, destaca la diferencia que concurre en el caso entonces
enjuiciado precisamente porque “se dan en el caso unas circunstancias
especiales o singulares, habida cuenta que no se está ante un supuesto en el

200
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que sean las autoridades o agentes estatales los que obtienen tal declaración,
excluyéndose así la relación Estado/ciudadano que es el ámbito natural donde
operan los derechos fundamentales”, lo que permite entender que los casos de
invalidez deben reservarse, en realidad, para los supuestos de grabaciones
realizadas por la autoridad o sus agentes, como sucede por ejemplo en la STS
de 9 de noviembre de 2001, también citada en la anterior resolución, en la que
las grabaciones subrepticias se realizaron directamente por dos agentes de la
Guardia Civil.

La STS, que también citamos, núm. 298/2013, de 13 de marzo, señala


expresamente que “Muy diferente sería el supuesto si lo que se hubiese
buscado es desde una posición de superioridad institucional (agentes de la
autoridad) una "confesión" extraprocesal arrancada mediante engaño”. De lo
que podemos concluir que conforme a la doctrina jurisprudencial si estarían
afectadas de nulidad las grabaciones realizadas engañosamente por agentes
de la autoridad a modo de confesión extrajudicial, por vulnerar el derecho
constitucional a no confesarse culpable, pero no en las relaciones privadas.

El análisis de la doctrina del TEDH permite constatar que al examinar el


derecho a no autoincriminarse deben tomarse en consideración diversos
factores. La naturaleza y grado de la compulsión utilizada para obtener la
prueba, el peso del interés público en la investigación y castigo del delito en
cuestión (proporcionalidad), la existencia de otras garantías en el procedimiento
y el uso que se ha dado al material obtenido.

En relación con este último punto, es de destacar que la mayoría de la


doctrina jurisprudencial relativa a esta materia, prescinde de calificar las
manifestaciones realizadas por el inculpado en estas grabaciones como
confesión. Generalmente, incluido en los supuestos en que no se consideran
válidas las grabaciones, se parte de la base de que son válidas las
declaraciones de los demás intervinientes en la conversación, que tienen el valor
de testimonio de referencia sobre las manifestaciones del inculpado.
Declaraciones que se confirman o ratifican con el contenido de las grabaciones,

201
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tomando el Tribunal siempre en consideración la buena fé (carencia de ardides)


y el grado de coerción concurrentes.

Por ejemplo, en la sentencia 45/2014, de 7 de febrero, esta Sala


argumentó que aunque se admitiera la tesis del recurrente, relacionada con la
infracción del derecho a no confesarse culpable, lo cierto es que las mismas
personas que se hallaban presentes durante el desarrollo de la conversación
que fue objeto de grabación testimoniaron en el plenario y fueron preguntadas
por las partes acerca de todo aquello que fue considerado de relevancia para
las respectivas pretensiones, ofreciendo al Tribunal “a quo” los elementos
necesarios para respaldar el juicio de autoría más allá de toda duda razonable.
No se ha vulnerado, pues, el derecho del acusado a no confesarse culpable y el
motivo ha de ser desestimado (art. 885.1 y 2 Lecrim).

En consecuencia, y a la luz de la extensa doctrina jurisprudencial


expuesta, de la doctrina del TC y del TEDH, pueden ya sentarse una serie de
conclusiones.

1º) La utilización en el proceso penal de grabaciones de conversaciones


privadas grabadas por uno de los interlocutores, no vulnera en ningún caso el
derecho constitucional al secreto de las comunicaciones.

2º) Tampoco vulnera el derecho constitucional a la intimidad, salvo casos


excepcionales en que el contenido de la conversación afectase al núcleo íntimo
de la intimidad personal o familiar de uno de los interlocutores.

3º) Vulneran el derecho fundamental a no declarar contra si mismo y a


no confesarse culpable, y en consecuencia incurren en nulidad probatoria,
cuando las grabaciones se han realizado desde una posición de superioridad
institucional (agentes de la autoridad o superiores jerárquicos) para obtener una
confesión extraprocesal arrancada mediante engaño, salvo los supuestos de
grabaciones autorizadas por la autoridad judicial conforme a los art 588 y
siguientes de la Lecrim.

202
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4º) No vulneran el derecho fundamental a no declarar contra si mismo y


a no confesarse culpable, cuando se han realizado en el ámbito particular.

5º) Pueden vulnerar el derecho a un proceso con todas las garantías,


cuando la persona grabada ha sido conducida al encuentro utilizando argucias
con la premeditada pretensión de hacerle manifestar hechos que pudieran ser
utilizados en su contra, en cuyo caso habrán de ponderarse el conjunto de
circunstancias concurrentes.

6º) La doctrina jurisprudencial prescinde de calificar las manifestaciones


realizadas por el inculpado en estas grabaciones como confesión, utilizando las
grabaciones como ratificación de las declaraciones de los demás intervinientes
en la conversación, que tienen el valor de testimonio de referencia sobre las
declaraciones del inculpado.

Desde lo expuesto ninguna lesión se produce cuando el inicio de las


actuaciones resulta de las grabaciones que una persona aporta a la
investigación y son objeto de la pesquisa policial y judicial, sujeta a los principios
y garantías propios de un sistema procesal observante de los derechos
fundamentales.

Ahora bien, una cosa es almacenar en un archivo de sonido las


conversaciones que pueden servir de prueba de la autoría de un hecho que se
va a cometer o que se está cometiendo durante el desarrollo de la grabación y
otra bien distinta es la grabación de un testimonio del que resulta la confesión
de la autoría de un hecho ya perpetrado tiempo atrás. En el primero de los casos
no se incorpora a la grabación el reconocimiento del hecho, sino las
manifestaciones en que consiste el hecho mismo o que facilitan la prueba de su
comisión. En el segundo, lo que existe es la aceptación de la propia autoría
respecto del hecho delictivo ya cometido, lo que, en determinados casos, a la
vista de las circunstancias que hayan presidido la grabación podría generar
puntos de fricción con el derecho a no confesarse culpable, con la consiguiente
degradación de su significado como elemento de prueba y la reducción de su

203
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

valor al de simple notitia criminis, necesitada de otras pruebas a lo largo del


proceso.

2.- En el caso presente la principal objeción del recurrente es que si bien


las grabaciones fueron realizadas por un particular –el coacusado José Luis
Peñas- lo fue con conocimiento y consentimiento de la policía y con el único
objetivo de presentarla posteriormente como prueba en un procedimiento penal.

Es cierto que la doctrina del TS sobre esta materia se expresa, en


síntesis, en la sentencia 116/2017, de 23 de febrero, al decir: “El poder del
Estado para la persecución y enjuiciamiento de hechos ilícitos no puede valerse
de atajos. El ejercicio de la función jurisdiccional sólo se ajusta al modelo
constitucional cuando se asienta sobre los principios que definen el derecho a
un proceso con todas las garantías. Estos principios, a los que no falta una
verdadera dimensión ética, actúan como una fuente de limitación de la actividad
estatal. La vulneración de derechos del acusado, ya sea mediante un acto de
carácter delictivo, ya mediante la vulneración de sus derechos y libertades
fundamentales, abre una grieta en la estructura misma del proceso penal. Sus
efectos contaminantes alcanzan a otros actos procesales conectados a la
antijuridicidad originaria y que pueden resultar afectados en su aparente validez.

En definitiva, está fuera de discusión la necesidad de excluir el valor


probatorio de aquellas diligencias que vulneren el mandato prohibitivo del art.
11 de la LOPJ. Pero más allá del fecundo debate dogmático acerca de lo que
se ha llamado la eficacia horizontal de los derechos fundamentales, es evidente
que la acción vulneradora del agente de la autoridad que personifica el interés
del Estado en el castigo de las infracciones criminales nunca puede ser
artificialmente equiparada a la acción del particular que, sin vinculación alguna
con el ejercicio del ius puniendi, se hace con documentos que más tarde se
convierten en fuentes de prueba que llegan a resultar, por una u otra
circunstancia, determinantes para la formulación del juicio de autoría. El
particular que por propia iniciativa desborda el marco jurídico que define la
legitimidad del acceso a datos bancarios, ya actúe con el propósito de lograr un

204
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

provecho económico, ya con el de fomentar el debate sobre los límites del


secreto bancario, no lo hace en nombre del Estado. No rebasa el cuadro de
garantías que define los límites constitucionales al acopio estatal de fuentes de
pruebas incriminatorias. Nada tiene que ver esa actuación con la de un agente
al servicio del Estado. Lo que proscribe el art. 11 de la LOPJ no es otra cosa
que la obtención de pruebas (“no surtirán efecto las pruebas obtenidas…”). Es
el desarrollo de la actividad probatoria en el marco de un proceso penal –
entendido éste en su acepción más flexible- lo que queda afectado por la regla
de exclusión cuando se erosiona el contenido material de derechos o libertades
fundamentales.

La necesidad de un tratamiento singularizado de la prueba obtenida por


un particular cometiendo un delito o vulnerando derechos fundamentales no es,
desde luego, una originalidad sugerida por la Sala. En el ámbito del derecho
comparado, por ejemplo, el Tribunal Supremo americano, en acusado contraste
con los orígenes históricos de la regla de exclusión, ha admitido las pruebas
obtenidas por particulares (Burdeau vs. McDowel, 256, US, 465, 1921),
ampliando de forma considerable el ámbito de las excepciones valorables.

De manera expresa el proyecto de Código Procesal Penal de 2013


matizaba el alcance de la regla de exclusión cuando la violación del derecho
fundamental tuviese su origen en la actuación exclusiva de un particular que
hubiese actuado sin voluntad de obtener pruebas (art. 13 CPP). Y el
anteproyecto de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 2011 admitía
la validez de las pruebas derivadas o reflejas “…si no guardan una conexión
jurídica relevante con la infracción originaria” (art. 129).

Pues bien, la Sala entiende que la posibilidad de valoración de una


fuente de prueba obtenida por un particular con absoluta desconexión de toda
actividad estatal y ajena en su origen a la voluntad de prefabricar pruebas, no
necesita ser objeto de un enunciado legal que así lo proclame. Su valoración es
perfectamente posible a la vista de la propia literalidad del vigente enunciado
del art. 11 de la LOPJ y, sobre todo, en atención a la idea de que, en su origen
histórico y en su sistematización jurisprudencial, la regla de exclusión sólo

205
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

adquiere sentido como elemento de prevención frente a los excesos del Estado
en la investigación del delito. Esta idea late en cuantas doctrinas han sido
formuladas en las últimas décadas con el fin de restringir el automatismo de la
regla de exclusión. Ya sea acudiendo a las excepciones de buena fe, de la
fuente independiente o de la conexión atenuada, de lo que se trata es de huir
de un entendimiento que, por su rigidez, aparte la regla de exclusión de su
verdadero fundamento. La prohibición de valorar pruebas obtenidas con
vulneración de derechos fundamentales cobra su genuino sentido como
mecanismo de contención de los excesos policiales en la búsqueda de la verdad
oculta en la comisión de cualquier delito. No persigue sobreproteger al
delincuente que se ve encausado con el respaldo de pruebas que le han sido
arrebatadas por un particular que cuando actuaba no pensaba directamente en
prefabricar elementos de cargo utilizables en un proceso penal ulterior.
Piénsese, por ejemplo, en el narcotraficante integrado en una organización
criminal que por desavenencias con sus compinches y para ofrecérselo al grupo
rival decide hacerse con un fichero cifrado en el que se contienen todos los datos
personales –incluida la información bancaria- de los integrantes del cártel; o en
quien descubre un cadáver con signos de violencia en el domicilio cuya
inviolabilidad acaba de quebrantar para apoderarse de objetos de valor.
Carecería de sentido resolver las dudas acerca de la validez de esa información
obtenida por un particular obligando a los agentes de policía a operar con una
irreflexiva regla de exclusión que antepusiera la protección de los datos
personales de los narcotraficantes o la intimidad domiciliaria del asesino frente
a la investigación de un grave delito contra la vida o la salud pública.

La jurisprudencia de esta Sala ofrece precedentes que no siempre


actúan en la misma dirección. Son abrumadoramente mayoritarias, desde luego,
las decisiones que optan por la exclusión de la prueba obtenida por un particular
con vulneración de derechos fundamentales (cfr. por todas, SSTS 239/2014, 1
de abril; 569/2013, 26 de junio; 1066/2009, 4 de noviembre, entre las más
recientes).

Pero no faltan supuestos en los que la ausencia de toda finalidad de


preconstitución probatoria por parte del particular que proporciona las pruebas,

206
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lleva a la Sala a admitir la validez de la prueba cuestionada. Es el caso, por


ejemplo, de la STS 793/2013, 28 de octubre, en la que la Sala no hizo valer la
regla de exclusión porque “…no pueden solucionarse con arreglo a las mismas
pautas valorativas los casos en los que esa grabación se ofrece por los agentes
de policía que han asumido la investigación de un hecho delictivo y aquellos en
que son los particulares quienes obtienen la grabación. Y tratándose de
particulares, aconsejan un tratamiento jurídico distinto las imágenes que hayan
podido grabarse mediante cámara oculta por un periodista para respaldar un
programa televisivo, por una víctima para obtener pruebas con las que adverar
una denuncia o por una entidad bancaria como medida disuasoria frente a robos
violentos. Tampoco puede dispensarse un tratamiento unitario al caso de una
grabación que se realice con simultaneidad al momento en el que se está
ejecutando el delito, frente a aquellos otros en los que se busca información
sobre acciones delictivas ya cometidas o planeadas para el futuro”. Aunque con
matices, esta idea está también presente en el desenlace de la STS 45/2014, 7
de febrero, en la que unas grabaciones subrepticias fueron determinantes de la
acusación por cohecho formulada contra uno de los interlocutores.”

3.- Pues bien, la cuestión objeto del motivo fue planteada como cuestión
previa en el juicio oral en el trámite art. 786.2 LECrim y resuelta en la sentencia
de instancia resaltando que se trata de grabación de conversaciones realizadas
exclusivamente por iniciativa del propio José Luis Peñas, conclusión a la que
llega en la fundamentación jurídica –apartado 3 “Nulidad de comunicaciones”
pág. 38 y ss- en la que expresa que:

“Y así lo explicaba éste a preguntas del letrado D. Álvaro Pérez, en la


sesión del juicio del día 14-12-2016 que, en relación con la de 12-12-2017, la
única que realiza una vez presentada su denuncia el 6-11-2017 en la UDEF, dijo
que la había hecho él y nadie más, que no se puso en contacto con el inspector
81.607, que si le siguió la policía fue por un tema de seguridad propia, por si
pudiera tener algún problema por la denuncia que había presentado y que lo
gestionó su letrado. En el mismo sentido se manifestó este agente cuando se le
preguntó al respecto en el acto del juicio oral. Es, por lo tanto, una grabación

207
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

realizada, como las demás, por propia iniciativa de José Luis Peñas, con los
mismos medios propios que él puso, al igual que hizo con todas ellas, al margen
de cualquier investigación policial, para cuya captación no hubo cooperación
alguna por parte del inspector encargado de la investigación, desvinculada por
lo tanto, de las estructuras del Estado; de hecho, no contamos con dato alguno
que nos pueda hacer sospechar que se llevase a cabo por indicación del referido
inspector, y que, tan sólo por una mera secuencia de fechas, se pretende sacar
del contexto en que se produjo para llevarla a otro en el que ponerla tacha de
nulidad, pero que consideramos no cabe, porque la iniciativa para su captación
no es diferente, de ahí que su tratamiento no deba ser distinto al del resto de las
conversaciones que realizó este acusado”.

Siendo así, ninguna vulneración de derecho fundamental se ha


producido.

Las reuniones de los particulares fueron libres y espontaneas y la


decisión de uno de ellos de grabar las conversaciones no fue provocada por la
policía u otra institución pública de investigación, por lo que aun cuando moral y
éticamente pueda ser cuestionada su actuación, no supuso infracción del
derecho a un procedimiento con todas las garantías y del derecho a no declarar
contra sí mismo y no declararse culpable.

4.- El motivo segundo por infracción de precepto constitucional al


haberse vulnerado los derechos fundamentales al proceso con las debidas
garantías, al derecho a la tutela judicial y hasta el derecho a la presunción de
inocencia (art. 24 CE y art. 6 CEDH) a la vista de diferentes actuaciones llevadas
a cabo por los magistrados que conformaron la Sala a quo:

a) El magistrado Sr. De Diego, que devino ponente de la sentencia, se


durmió durante numerosas sesiones del juicio oral, al menos en 34 ocasiones.

b) El magistrado Sr. De Prada debió haberse abstenido por ausencia de


imparcialidad subjetiva.

208
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

c) El Presidente Sr. Hurtado predeterminó públicamente el fallo


condenatorio cuando apenas había transcurrido parte de la prueba de la
acusación.

A) En cuanto a la primera impugnación aduce que las sesiones del juicio


oral se desarrollaron desde el 4-10-2016 hasta el 25-9-2017 y se pudo
comprobar por periodistas, abogados, acusados y público que el magistrado
Ilmo. Sr. Julio de Diego se durmió al menos en 34 ocasiones durante 14
sesiones:

-Sesión 88ª de 29-6-2017 en tres ocasiones.

-Sesión 89ª de 3-7-2017 en tres ocasiones.

-Sesión 90ª de 4-7-2017 en una ocasión.

-Sesión 91ª de 5-7-2017 en seis ocasiones.

-Sesión 92ª de 6-7-2017 en cuatro ocasiones.

-Sesión 93ª de 10-7-2017 en una ocasión.

-Sesión 94ª de 11-7-2017 en dos ocasiones.

-Sesión 96ª de 13-7-2017 en dos ocasiones.

-Sesión 104ª de 6-9-2017 en tres ocasiones.

-Sesión 105ª de 7-9-2017 en tres ocasiones.

-Sesión 106ª de 8-9-2017 en una ocasión.

-Sesión 108ª de 19-9-2017 en una ocasión.

209
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Sesión 109ª de 20-9-2017 en tres ocasiones.

-Sesión 111ª de 22-9-2017 en una ocasión.

En otras ocasiones estaba también ausente pues se distrajo atendiendo


a un teléfono móvil.

Considera que este comportamiento es incompatible no solo con los


deberes exigibles a cualquier magistrado, sino que, sobre todo, conculca el
derecho a un proceso con las debidas garantías, el derecho a la tutela judicial
efectiva y hasta la presunción de inocencia, pues, obviamente, una persona que
ha dormido durante el desarrollo de la prueba no está en condiciones de
valorarla en absoluto.

Y entiende insostenible el argumento de que la conculcación de estos


derechos debió ponerla de manifiesto tan pronto tuvo conocimiento la parte
afectada de esa actuación judicial que supuso la merma de sus derechos
fundamentales, y ello:

- Por un criterio de no exigibilidad al estar presentes en las sesiones del


juicio oral el resto de magistrados que componían la Sala, el Ministerio Fiscal y
otros representantes de la Administración de Justicia, todos en posición de
garante, que debieron advertir y poner freno a lo que estaba sucediendo.

El temor a soliviantar al tribunal con una denuncia pública de ese


comportamiento. Los costes personales, de presión mediática y hasta
económicos que supondría la celebración de un nuevo juicio oral, con causa
exclusivamente en la actitud de un Magistrado durmiente.

- En segundo lugar, muy relacionado con el criterio de no exigibilidad,


cabe recordar la doctrina consolidada de la no exigibilidad de tener que
denunciar previamente la vulneración de un proceso sin dilaciones indebidas.

210
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Porque el Sr. De Diego que comenzó el juicio oral como Magistrado


ordinario y que por vicisitudes en el proceso de deliberación asumió la ponencia,
nadie pensaba dado que no solo se dormía, sino que, por supuesto, tampoco
lógicamente tomaba notas durante las sesiones, fuera a encargarse de la
titánica tarea de redactar la sentencia.

-Y por último, la sentencia ha resultado condenatoria contra el recurrente


con penas muy elevadas lo que tiene incidencia ahora sobre el quebrantamiento
del derecho a un proceso con las debidas garantías.
Cita en su apoyo dos sentencias de tribunales alemanes, s. de 12-4-2017 del
Tribunal Superior Federal de la Sala de lo Social y s. 17-2-2011 del Alto Tribunal
Económico, que declararon nulos los juicios por haber estado dormido un
magistrado durante el juicio.

Queja del recurrente que resulta inasumible.

El propio recurrente reconoce que ni su defensa ni la de cualquier otro


acusado formularon protesta o advirtieron al Presidente del Tribunal de estas
incidencias para impedir la persistencia de tal anomalía. La posible vulneración
del derecho fundamental a un proceso con las debidas garantías aconseja
denunciarla tan pronto como tenga lugar, y no esperar al resultado del fallo y en
caso de ser perjudicial para sus intereses hacerlo.

El argumento de los costes procesales, mediáticos y económicos que la


suspensión del juicio hubiera ocasionado, cauce de fundamento desde el
momento que la pretensión que se articula en casación es la nulidad del juicio y
sentencia, con celebración de nuevo juicio con magistrados distintos.

Que el citado magistrado asumiera la ponencia de la causa no resulta


particularmente relevante. La sentencia no es exclusiva del ponente, se
conforma por las aportaciones de todos los integrantes de la Sala y en casos de
discrepancia –como sucedió en el presente caso- se emite voto particular y se
cambia la ponencia. Por ello, en contra de lo que se afirma en el motivo, es
práctica habitual que todos los Magistrados componentes de la Sala, sean o no

211
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ponentes, tomen notas de todo aquello que consideren relevante para formar su
propia convicción.

En todo caso, se trata de episodios de corta duración, en relación con la


duración total de la vista oral –casi un año- y de baja intensidad- el mero hecho
de cerrar los ojos, que no equivale necesariamente a estar dormido
profundamente, lo que sería poco probable en las circunstancias ambientales
del desarrollo del juicio oral, no implica estar ausente del desarrollo de la prueba,
e incluso puede suponer mayor concentración que el estar con la mirada fija en
algún lugar de la Sala. Y en todo caso la parte no ha señalado qué prueba
concreta se estaba practicando en aquellos episodios de posible desatención a
fin de poder evaluar su posible incidencia en los derechos fundamentales que
se dicen vulnerados.

Incluso aun cuando el visionado de la grabación audiovisual no sustituye


la inmediación, nada impide que, dada esa prolongada duración de las sesiones
del juicio oral, el referido Magistrado, al asumir la ponencia, y los demás
integrantes del tribunal, pudieran visionar las grabaciones y verificar aquellas
incidencias en la práctica de la prueba que, por el tiempo transcurrido u otra
causa, entre ellas los episodios aislados de somnolencia que se denuncian en
el motivo, tuviesen alguna duda o no recordasen con la suficiente claridad lo
sucedido.

- Por último, no resulta ocioso recordar que esta cuestión fue denunciada
ante la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial y
archivado el correspondiente expediente informativo porque “no es fácil precisar
o distinguir con suficiente detalle, si está o no dormido, si simplemente adopta
una mera posición de descanso como consecuencia de la extensión, intensidad
y complejidad de aquellas sesiones del juicio o si simplemente se trata de una
manera de ensimismarse en sus propias reflexiones exteriorizadas de esta
específica manera”.

“a pesar de la postura del magistrado (y así lo parece) que está


adoptando una posición reflexiva”.

212
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

B) La segunda impugnación se refiere a la ausencia de imparcialidad


subjetiva del magistrado Sr. De Prada por amistad con el magistrado instructor
D. Baltasar Garzón.

Como señalaba esta Sala en SSTS 1590/2003, de 22-4-2014 (caso


Intelhorce y 259/2015, de 30 de abril, el derecho a un proceso con todas las
garantías, proclamado en el art. 24.2 CE comprende:

Como señalaba esta Sala en la STS 1590/2003, de 22 de abril de 2004,


(caso Intelhorce) el derecho a un proceso con todas las garantías, proclamado
en el art. 24.2 de la Constitución Española, comprende, según una dilatada
jurisprudencia constitucional y de esta Sala (S.T.C. 145/88 de 12 de julio y
S.S.T.S. Sala Segunda de 16 de octubre de 1998, núm. 1186/98, 21 de
diciembre de 1999, núm. 1493/1999 y 17 de junio de 2003, núm. 871/2003, entre
otras muchas), el derecho a un Juez o Tribunal imparcial, reconocido en el art.
10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre
de 1948, en el art. 6.1 del Convenio Europeo para la protección de los Derechos
Humanos y de las Libertades Fundamentales de 4 de noviembre de 1950 y en
el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 19 de
diciembre de 1966.

Este derecho a un juicio imparcial, y como presupuesto del mismo a un


Juez o Tribunal imparcial, incluido en el derecho fundamental a un proceso con
todas las garantías, tiene su fundamento en el hecho de que la imparcialidad
constituye el núcleo de la función de juzgar, pues sin ella no puede existir el
"proceso debido" o "juicio justo", (S.S.T.S. de 31 de enero y 10 de julio de 1995,
y 21 de diciembre de 1999, entre otras muchas).

La Sentencia 145/88 del Tribunal Constitucional inicia la doctrina que


relaciona el derecho a la imparcialidad del juzgador y el derecho fundamental a
un proceso con todas las garantías, al señalar que entre las garantías que deben
incluirse en el derecho constitucional a un juicio público... con todas las
garantías ( art. 24.2 C.E), se encuentra, aunque no se cite de manera expresa,

213
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el derecho a un Juez imparcial, "que constituye sin duda una garantía


fundamental de la Administración de Justicia en un Estado de Derecho".

Asimismo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha destacado la


imparcialidad del Juzgador como una de las garantías fundamentales de un
proceso justo, en Sentencias como la del Caso Delcourt (17 de enero de 1970),
Piersack (1 de octubre de 1982), De Cubber (26 de octubre de 1984), Hauschildt
(16 de julio de 1987), Holm (25 de noviembre de 1993), Sainte-Marie (16 de
diciembre de 1992), Saraiva de Carbalho (22 de abril de 1994), Castillo-Algar
(28 de octubre de 1998), Garrido Guerrero (2 de marzo del 2000), Daktaras (10
de octubre de 2000), Rojas Morales (16 de noviembre de 2000), Werner (15 de
noviembre de 2001) y Perote Pellón (25 de julio de 2002), etc. entre otras
muchas.

El derecho constitucional a un proceso con todas las garantías exige que


estén suficientemente garantizadas por el Ordenamiento Jurídico, tanto la
imparcialidad real de los Jueces como la confianza de los ciudadanos en dicha
imparcialidad, por ser ésta una convicción absolutamente necesaria en una
sociedad que descanse, por su propia naturaleza, en el libre y racional
consentimiento que otorgan los ciudadanos a los poderes públicos ( S.T.S. de
16 de octubre de 1998 y 21 de diciembre de 1999, entre otras).

Esta garantía de imparcialidad se concibe en favor de las partes


procesales, pero también, y sobre todo, en interés público, por lo que han de
tomarse en cuenta todos aquellos supuestos en que concurra una "sospecha
razonable de parcialidad". Para alcanzar la doble garantía de imparcialidad
(imparcialidad real del Juez -subjetiva y objetiva- e imparcialidad aparente, o
inexistencia de motivos que puedan generar desconfianza en el justiciable), se
establecen en nuestro ordenamiento un elenco de causas legales de abstención
o recusación (arts. 219 L.O.P.J. y 54 Lecrim.).

Estas causas legales incluyen situaciones de diversa índole que tienen


en común la capacidad para generar, conforme a las reglas de la experiencia,
influencia sobre el sentido de una decisión en el ánimo de un hombre normal.

214
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello puede colegirse que también incidirán en el ánimo de un Juez,


generando una relevante dificultad para resolver con serenidad, objetividad,
ponderación y total desapasionamiento así como desinterés por cualquiera de
las partes, la cuestión litigiosa que se le somete.

Como ha señalado esta Sala reiteradamente, por razones de seguridad


jurídica y para evitar tanto precipitadas abstenciones como abusivas o
infundadas recusaciones, el ordenamiento jurídico no ha encomendado al
criterio particular del Juez la apreciación de los motivos por los que debe
abstenerse de resolver un determinado litigio, ni ha dejado al libre arbitrio de los
interesados la facultad de recusar al Juez por cualquier causa, sino que se han
precisado legalmente las circunstancias que sirven taxativamente de causas
comunes de abstención y recusación, relacionándolas en el art. 219 de la
L.O.P.J ., precepto que actualizó en 1985 las causas anteriormente prevenidas
en el art. 54 de la Lecrim., y que ha sido reactualizado mediante sucesivas
modificaciones posteriores (Ley Orgánica 7/1988, de 28 de diciembre, Ley
Orgánica 5/1997, de 4 de diciembre, y Ley Orgánica 20/2003, de 23 de
diciembre).

Las causas legales se fundamentan en parámetros objetivos que


determinan al Legislador a considerar que en estos supuestos concurre
razonablemente una apariencia de parcialidad. Lo relevante es que
objetivamente concurra una causa legal de pérdida de imparcialidad, aun
cuando subjetivamente el Juez estuviese plenamente capacitado para decidir
imparcialmente. Dado que esta condición subjetiva no puede conocerse con
certeza, el Legislador la "objetiva", estimando que la concurrencia de la causa
legal debe provocar, como consecuencia necesaria, la abstención, o en su
defecto, recusación del Juzgador (STS 21 de diciembre de 1999, núm.
1493/1999).

Como se señala en el Auto de la Sala del 61 de este Tribunal, de 25 de


febrero de 2015, la doctrina de Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre
el derecho a un juez imparcial puede resumirse, por ejemplo, en la STDEH de 6
de enero de 2010, caso Vera Fernández Huidobro contra España.

215
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Recuerda el TEDH que la imparcialidad se define normalmente por la


ausencia de prejuicios o de toma de posición. Su existencia puede apreciarse
de diversas formas.
El Tribunal diferencia entre una fase subjetiva, en la que se trata de determinar
lo que el Juez pensaba en su fuero interno o cuál era su interés en un asunto
concreto, y una fase objetiva que nos llevaría a indagar sobre si ofrecía
suficientes garantías para excluir a este respecto cualquier duda legítima
(Piersack c. Bélgica, 31 octubre de 1982, § 30, serie A núm. 53, y Grieves c.
Reino Unido [GS], núm. 57.067/00, § 69, 16 de diciembre de 2003). En este
campo, hasta las apariencias pueden revestir importancia (Castillo Algar c.
España, 28 de octubre de 1998, § 45, Repertorio 1998-VIII, y Morel c. Francia,
núm. 3.4130/96, § 42, TEDH 2000-VI).
Para pronunciarse sobre la existencia, en un determinado asunto, de un motivo
suficiente para temer que un órgano particular adolezca de un defecto de
imparcialidad, la óptica del que pone en duda la imparcialidad entra en juego
pero no juega un papel decisivo. El elemento determinante consiste en saber si
las aprensiones del interesado pueden considerarse justificadas (Ferrantelli y
Santangelo c. Italia, § 58, 7 de agosto de 1996, Recopilación 1996-III, y
Wettstein c. Suiza, núm. 33.958/96, § 44, TEDH 2000-XII).

En el marco del aspecto subjetivo, el Tribunal siempre ha considerado que


la imparcialidad personal de un magistrado se presume salvo prueba en
contrario (Hauschildt c. Dinamarca, 24 de mayo de 1989, § 47, serie A núm.
154). En cuanto al tipo de prueba requerida, trató por ejemplo de verificar la
fundamentación de las alegaciones según las cuales un juez había manifestado
una cierta hostilidad o animadversión cualquiera hacia el acusado o, movido por
motivos de ámbito personal, se había arreglado para obtener el conocimiento
de un asunto (De Cubber, sentencia antes citada, §25).

Hace tiempo que la jurisprudencia del Tribunal ha sentado el principio


según el cual a un Tribunal se le presume exento de perjuicios o de parcialidad
(vid, por ejemplo, Le Compte, Van Leuven y De Meyere c. Bélgica, 23 de junio
de 1981, § 58, serie A núm. 43). El Tribunal reconoce la dificultad de establecer

216
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la existencia de una violación del artículo 6 por parcialidad subjetiva. Es el


motivo por el cual, en la mayoría de los asuntos en los que se plantean
cuestiones de parcialidad, ha acudido al aspecto objetivo.

La frontera entre las dos nociones no es sin embargo hermética ya que


no solamente la conducta misma de un juez puede, desde el punto de vista de
un observador exterior, acarrear dudas objetivamente justificadas en cuanto a
su imparcialidad (aspecto objetivo) sino que también puede afectar a la cuestión
de su convicción personal (aspecto subjetivo) (Kyprianou c.Chypre [GC],
no73797/01, § 119, TEDH 2005-XIII).

Un análisis de la jurisprudencia del Tribunal permite distinguir dos tipos


de situaciones susceptibles de relevar un defecto de imparcialidad en el juez. La
primera, de orden funcional, acoge los casos en los que la conducta personal
del juez no se cuestiona en absoluto pero donde, por ejemplo, el ejercicio por la
misma persona de diferentes funciones en el marco de un proceso judicial
(Piersack, sentencia antes citada) o los vínculos jerárquicos u otros con otra
parte del proceso (vid los asuntos de Tribunales marciales, por ejemplo, Miller y
otros c. Reino-Unido, núm. 45.825/99, 45.826/99 y 45.827/99, 26 de octubre de
2004) plantean dudas objetivamente justificadas sobre la imparcialidad del
Tribunal, el cual no responde por lo tanto a las normas del Convenio de acuerdo
a la fase objetiva.

El segundo tipo de situaciones es de orden personal y se refiere a la


conducta de los jueces en un asunto determinado. Desde un punto de vista
objetivo, similar conducta puede ser suficiente para fundamentar temores
legítimos y objetivamente justificados, como en el asunto Buscemi c. Italia (núm.
29.569/95, § 67, TEDH 1999-VI), pero también puede plantear problemas en el
marco del aspecto subjetivo (vid, por ejemplo, el asunto Lavents c. Letonia (núm.
58.442/00, 28 de noviembre de 2002), esto es revelar perjuicios personales por
parte de los jueces.

217
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A este respecto la respuesta al asunto de determinar si hay que acudir a


la fase objetiva, a la fase subjetiva o a las dos depende de las circunstancias de
la conducta litigiosa.

Ver también, en sentido similar, STEDH de 15 de octubre de 2009, caso


Micallef contra Malta.

El Tribunal Constitucional también considera que el derecho a la


imparcialidad judicial (art. 24.2 CE), constituye una garantía fundamental de la
Administración de Justicia en un Estado de Derecho que condiciona su
existencia misma.

Sin juez imparcial no hay, propiamente, proceso jurisdiccional, siendo la


recusación el instrumento legal establecido para preservarlo, constituyendo en
sí mismo un derecho fundamental integrado en el más amplio derecho a un
proceso público con todas las garantías (art. 24.2 CE). Por eso, la privación de
la posibilidad de ejercer la recusación implica la restricción de una garantía
esencial (STC 178/2014, de 3 de noviembre de 2014, entre las más recientes).

En la STC 133/2014, de 22 de julio, se señala que “la imparcialidad


judicial, además de reconocida explícitamente en el art. 6.1 del Convenio
Europeo para la protección de los derechos humanos y las libertades
fundamentales (CEDH), está implícita en el derecho a un proceso con todas las
garantías (art. 24.2 CE), con una especial trascendencia en el ámbito penal.

El reconocimiento de este derecho exige, por estar en juego la confianza


que los Tribunales deben inspirar en una sociedad democrática, que se
garantice al acusado que no concurre ninguna duda razonable sobre la
existencia de prejuicios o prevenciones en el órgano judicial.

A esos efectos, se viene distinguiendo entre una imparcialidad subjetiva,


que garantiza que el Juez no ha mantenido relaciones indebidas con las partes,
en la que se integran todas las dudas que deriven de las relaciones del Juez con
aquellas, y una imparcialidad objetiva, es decir, referida al objeto del proceso,

218
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por la que se asegura que el Juez se acerca al thema decidendi sin haber
tomado postura en relación con él (así, SSTC 47/2011, de 12 de abril, FJ 9;
60/2008, de 26 de mayo, FJ 3; o 26/2007, de 12 de febrero, FJ 4)”…

A esta distinción ha atendido también este Tribunal al afirmar, en relación


con la vertiente subjetiva, que en la medida en que esta garantía constitucional
se encuentra dirigida a asegurar que la pretensión sea decidida por un tercero
ajeno a las partes y a los intereses en litigio y que se someta exclusivamente al
Ordenamiento jurídico como criterio de juicio; “esta sujeción estricta a la Ley
supone que la libertad de criterio en que estriba la independencia judicial no sea
orientada a priori por simpatías o antipatías personales o ideológicas, por
convicciones e incluso por prejuicios o, lo que es lo mismo, por motivos ajenos
a la aplicación del Derecho. En definitiva, la obligación de ser ajeno al litigio
puede resumirse en dos reglas: primera, que el Juez no puede asumir
procesalmente funciones de parte; segunda, que no puede realizar actos ni
mantener con las partes relaciones jurídicas o conexiones de hecho que puedan
poner de manifiesto o exteriorizar una previa toma de posición anímica a su
favor o en contra” (STC 60/2008, de 26 de mayo, FJ 3).

“Por lo demás, tal doctrina ha sido aplicada con reiteración por este
Tribunal, (entre otras SSTC 162/1999, de 27 de septiembre, FJ 5; 140/2004, de
13 de septiembre, FJ 4; 26/2007, de 12 de febrero, FJ 4; 60/2008, de 26 de
mayo, FJ 3; 47/2011, de 12 de abril, FJ 9; y149/2013, de 9 de septiembre, FJ
3). En ellas hemos estimado que habrá de analizarse cada caso a la luz de sus
concretas características y bajo los presupuestos de que en principio la
imparcialidad del Juez ha de presumirse y los datos que pueda objetivamente
poner en cuestión su idoneidad han de ser probados, por una parte, y de que,
por razones obvias de estricta y peculiar vinculación del Juez a la ley, tal
imparcialidad es especialmente exigible en el ámbito penal (SSTC 240/2005, de
10 de octubre, FJ 3; 143/2006, de 8 de mayo, FJ 3; y156/2007, de 2 de julio, FJ
6). El punto de partida es, por tanto, la regla de imparcialidad del juez conforme
a criterios de normalidad, al formar parte de los elementos configuradores de la
función jurisdiccional. La ausencia de imparcialidad, en cuanto excepción, ha de
probarse en cada caso, pues además de afectar a la composición del órgano

219
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

judicial y al derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, como se ha


adelantado, en la medida en que aparte al juzgador del conocimiento de un
asunto que le viene asignado en virtud de las normas predeterminantes de la
jurisdicción, la competencia, el reparto de asuntos, la formación de Salas y la
asignación de ponencias, cuya aplicación con criterios objetivos concreta el Juez
del caso, tampoco puede presumirse en la medida en que tanto la infracción a
sabiendas del deber de abstención (art. 417.8 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial: LOPJ), como la abstención injustificada (art. 418.15 LOPJ), constituyen
graves ilícitos de naturaleza disciplinaria en los que el Juez podría incurrir de
incumplir el deber profesional fundamental de actuar con imparcialidad.

No obstante, se ha puntualizado que no basta con que las dudas o


sospechas sobre la imparcialidad del Juez surjan en la mente de quien recusa,
sino que es preciso determinar, caso a caso, si las mismas alcanzan una
consistencia tal que permita afirmar que se hallan objetiva y legítimamente
justificadas (así, SSTC 162/1999, de 27 de septiembre, FJ 5; 140/2004, de 13
de septiembre, FJ 4; 26/2007, de 12 de febrero, FJ 4; 60/2008, de 26 de mayo,
FJ 3; y 47/2011, de 12 de abril, FJ 9)”.

En primer lugar, la cuestión que ahora se reitera ha sido ya resuelta a lo


largo de las actuaciones. En fecha 21-9-2016 la defensa del coacusado Pablo
Crespo planteó incidente de recusación contra el mencionado Magistrado.
Incidente debidamente tramitado y que terminó con auto de 3-10 por el que el
instructor designado (Ilmo. Sr. Javier Martínez Lázaro) inadmitió a trámite la
pretensión por tratarse de “una recusación formulada extemporáneamente y con
apoyo en causas carentes de entidad”.

En segundo lugar, las causas de recusación son tasadas y la invocada


(amistad de un magistrado que formó parte de la Sala sentenciadora con el
inicial instructor de la causa, condenado por intervenciones de comunicaciones
acordadas en la presente causa) no tiene cabida en el art. 219.9 LOPJ (“amistad
íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las partes”) que se refiere, por
tanto, a que tal amistad o enemistad lo sea con las partes y no con el instructor
de la causa.

220
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, tanto el Magistrado del Juzgado Central de Instrucción nº 5


como el Magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ejercían su
profesión en el mismo lugar, siendo por ello factible que entre ellos pudiera surgir
amistad, respeto o admiración, pero ello no puede conducir a presumir que entre
ellos hubiera confidencias irregulares, ni a quebrantar sus propios deberes
legales y deontológicos.

La posible enemistad, derivada de la querella interpuesta por el abogado


Ignacio Peláez contra el Magistrado Garzón por prevaricación judicial y delito
cometido por funcionario público de uso de artificios de escucha y grabación con
violación de las garantías constitucionales sobre las conversaciones mantenidas
entre presos preventivos y abogados en los locutorios del Centro Penitenciario,
querella a la que se sumaron los hoy acusados Pablo Crespo y Francisco Correa
como acusaciones particulares, y que culminó con la sentencia 79/2012, de 9
de febrero, por la que se condenó a dicho Magistrado, además a la pena de
multa de 14 meses con cuota diaria de 6 euros, a 11 años de inhabilitación
especial para el cargo de juez o magistrado, carece de cualquier sustento
probatorio, dado que Alberto Viejo no fue parte en aquel procedimiento ni sus
conversaciones objeto de intervención.

C) En cuanto a las manifestaciones del Magistrado-Presidente Ilmo. Sr.


D. Angel Hurtado en una sesión del juicio predeterminando el fallo de la
sentencia, cuando aún estaba pendiente de celebrarse la mitad del juicio oral.

El recurrente se refiere a la sesión 55ª de 22-3-2017, durante el


interrogatorio de un testigo por la defensa de otro acusado, Sr. Valor San
Román, el Presidente de la Sala interrumpió el interrogatorio en relación al
sentido de las preguntas que estaba dirigiendo al testigo y manifestó: “…ya, si
yo entiendo que usted tiene que defender a su cliente, pero los que tenemos
que dictar una sentencia condenatoria somos nosotros, que tiene también
su nota de responsabilidad”.

221
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Argumenta que el juicio oral se desarrolló en 112 sesiones por lo que en


la fecha en que se produjo esta manifestación del Magistrado-presidente apenas
había transcurrido la mitad del juicio, quedando por practicar toda la prueba de
la defensa.

Por todo ello resulta inadmisible que uno de los Magistrados pudiese
tener predeterminado el fallo condenatorio.

Queja del recurrente inasumible.

Es cierto que, en todo caso, el Presidente del Tribunal debe ser


especialmente cuidadoso y prudente en sus intervenciones, a fin de no
comprometer su imparcialidad objetiva que puede verse afectada por el
contenido de su intervención en la práctica de la prueba y por la forma en que
ésta se produce.

El tribunal debe preservar su apariencia de neutralidad e imparcialidad,


de forma que de su conducta se infiera que únicamente intervinieron con la
finalidad de precisión, puntualización y concreción de los hechos objeto de
debate.

En el caso actual la expresión del Presidente está sacada de contexto,


pues en modo alguno puede entenderse que estaba anunciando el sentido del
fallo y anticipando una condena –de hecho el acusado que era defendido por el
letrado que estaba realizando el interrogatorio, ha sido absuelto y ostenta la
condición de recurrido. Simplemente expresa la diferencia de responsabilidades
entre el letrado que tiene que defender a su cliente y la del tribunal en el caso
de sentencia condenatoria –no olvidemos que incluso 8 acusados han sido
absueltos y otros condenados a penas inferiores y por menos delitos de los que
eran acusados-. Por lo demás, la expresión aparece en el contexto de un denso
juicio oral con un objeto amplísimo en que algunos acusados habían aceptado
una buena parte de los hechos de la acusación.

222
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

5.- El motivo tercero al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
del derecho a un proceso con todas las garantías (art. 24.2 CE) al haberse
impedido que la práctica de la prueba haya sido llevada a cabo con la
debida garantía de contradicción, debido a la imposibilidad de las partes
de solicitar la exhibición de documentos obrantes en la causa, pero no
anunciados con carácter previo, a fin de confrontar las declaraciones de
testigos y peritos.
Argumenta que por parte del órgano “a quo” se estableció un sistema de
aportación y reproducción en Sala de la prueba documental que ha conllevado
una merma sustancial de las posibilidades de defensa al impedirse la utilización
de la documentación obrante en la causa para confrontar las declaraciones
testificales. En aras a maximizar la agilidad del juicio, la Sala de lo Penal decidió
al inicio del juicio que con antelación suficiente al interrogatorio de los testigos,
las partes debían remitir a la Oficina Judicial un listado con las “rutas” de los
documentos que pretendían exhibir al declarante a fin de que el Letrado de la
Administración de Justicia adverara esas rutas con los documentos obrantes en
la causa. Esa circunstancia, así como el hecho de que las actuaciones no
estuvieran disponibles para la parte en Sala, ni en formato papel, ni en formato
digital, mermó sustancialmente la garantía de contradicción, al impedir a esta
representación confrontar las declaraciones efectuadas por los testigos de la
acusación y de otras partes con la exhibición de otros documentos que, obrantes
en la causa, no hubieran sido previamente anunciados.

El motivo debe ser desestimado.

1º.- Es cierto que entre las garantías que comprende el art. 24CE para
todo proceso penal destacan por ser principios constitucionales del mismo, el
de contradicción e igualdad. La STC 178/2001, de 17 de septiembre, recuerda
que “en tal sentido el principio de contradicción en el proceso penal, que hace
posible el enfrentamiento dialéctico entre las partes, permitiendo así el
conocimiento de los argumentos de la contraria y la manifestación ante el juez
o tribunal de los propios, constituye una exigencia ineludible vinculada al
derecho a un proceso público con todas las garantías, para cuya observancia
se requiere el deber de los órganos judiciales de posibilitarlo. Y se vulnera el

223
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24.1 CE, produciendo indefensión,
cuando el sujeto, sin haber tenido oportunidad de alegar y probar sus derechos
en el proceso, los ve finalmente afectados por las resoluciones recaídas en el
mismo.

Por ello en SSTS 1080/2006, de 2 de noviembre; 1238/2009, de 11 de


diciembre; 164/2015, de 24 de marzo, hemos indicado que efectivamente la
vigencia efectiva del principio de contradicción tiene directa relación con el
derecho a un proceso equitativo. El debate contradictorio sobre las pruebas
permite a las partes intervenir activamente en su práctica y en lo que se refiere
concretamente a la defensa le facilita la oportunidad de actuar poniendo de
relieve los aspectos que a su juicio anulan, alteran o debilitan su valor probatorio,
lo que contribuye a su valoración por parte del Tribunal. Cuando se trata de
pruebas personales, tal principio se manifiesta en el derecho a interrogar o hacer
interrogar a quienes declaran en contra del acusado. Este derecho,
expresamente reconocido en el artículo 6.3.d) del Convenio Europeo para la
Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, no
aparece en texto de la Constitución, pero puede considerarse incluido en el
derecho a un proceso con todas las garantías en relación con el derecho de
defensa.

STS núm. 164/2015, que continúa resumiendo la doctrina al respecto del


Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en la STEDH de 14 diciembre
1999, Caso A.M. contra Italia, entre otras, reseña que los medios de prueba
deben ser presentados, en principio, ante el acusado en audiencia pública, para
su debate contradictorio, y que, aunque tal principio tiene excepciones, "sólo
podrían .ser aceptadas con la salvaguarda de los derechos de la defensa; por
regla general, los apartados 1 y 3 d) del artículo 6 obligan a conceder al acusado
una ocasión adecuada y suficiente para rebatir el testimonio presentado' en su
contra y hacer interrogar a su autor, en el momento de la declaración o más
tarde (Sentencias Van Mechelen y otros, citada, pg. 711, ap. 51 y Lüdi contra
Suiza de 15 junio 1992, serie A núm.238, pg. 21, ap. 49). En concreto, los
derechos de la defensa están limitados por las garantías del artículo 6 cuando
una condena se basa, únicamente o en una manera determinante, en las

224
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

declaraciones de un testigo, que ni en la fase de la instrucción ni durante los


debates el acusado ha tenido la posibilidad de interrogar o de hacer interrogar
(ver las Sentencias Van Mechelen y otros citada, pg. 712, ap. 55; Saídi contra
Francia de 20 septiembre 1993, serie A núm. 261-C, pgs. 56-57, aps. 43-44; U
nterpertinger contra Austria de 24 noviembre 1986, serie A núm. 110, pgs. 14-
15, aps. 31-33)". Y más recientemente, ha señalado (STEDH de 27 de febrero
de 2001, caso Luca, 40), que «los derechos de defensa se restringen de forma
incompatible con las garantías del art. 6 cuando una condena se funda
exclusivamente o de formó determinante en declaraciones hechas por una
persona que el acusado no ha podido interrogar o hacer interrogar ni en la fase
de instrucción ni durante el plenario.

Sobre el concepto de indefensión el Tribunal Constitucional ha señalado


en las SSTC 62/2009, de 9 de marzo y 25/2011, de 14 de marzo, que “la
indefensión es una noción material que se caracteriza por suponer una privación
o minoración sustancial del derecho de defensa, un menoscabo sensible de los
principios de contradicción y de igualdad de las partes que impide o dificulta
gravemente a una de ellas la posibilidad de alegar y acreditar en el proceso su
propio derecho, o de replicar dialécticamente la posición contraria en igualdad
de condiciones con la demás partes procesales.

Por otro lado, para que la indefensión alcance la dimensión


constitucional que le atribuye el art. 24 CE, se requiere que los órganos
judiciales hayan impedido u obstaculizado en el proceso el derecho de las partes
a ejercitar su facultad de alegar y justificar sus pretensiones, esto es, que la
indefensión sea causada por la incorrecta actuación del órgano jurisdiccional
(SSTC 109/1985, de 8 de octubre, FJ 3; 116/1995, de 17 de julio, FJ 3; 107/1999,
de 14 de junio, FJ 5; 114/2000, de 5 de mayo, FJ 2; 237/2001, de 18 de
diciembre, FJ 5; 62/2009, FJ 4, citada por la STS 436/2014, de 9 de mayo (TC
25/2011, de 14 de marzo).

2º.- En el caso presente necesariamente habrá de partirse de que el


sistema instaurado por el tribunal fue conocido por las partes con anterioridad al
juicio oral, sin que se formulara objeción o protesta alguna y afectaba tanto a las

225
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acusaciones como a las defensas, no suponiendo, por ello, quebranto del


principio de igualdad de armas.

Siendo la razón del mismo el agilizar el desarrollo del juicio, dado el


volumen documental del procedimiento que hacía indispensable la utilización de
una plataforma digital “Alfresco”, para la localización del documento, previa
comprobación por la Letrada de la Administración de Justicia de la
correspondencia de la aportación digital con el documento material.

Documento que al tiempo que se exhibía al acusado, testigo o perito se


hacía también al resto de las partes, facilitando así su examen, al tiempo que se
formalizaban las preguntas, pudiendo todas las partes interrogar sobre el
documento.

Las quejas del recurrente de no conocer con anterioridad los


documentos que cada parte pretendía fueran exhibidos al acusado o testigo
durante su declaración y la imposibilidad de las mismas de solicitar la exhibición
de otros documentos no anunciados con carácter previo, no tienen la relevancia
que se pretende.

En efecto, como señala el Ministerio Fiscal en su escrito de impugnación


del motivo, “nunca se tiene conocimiento por adelantado de la estrategia de
cada una de las partes personadas, ni cuál va a ser el concreto interrogatorio al
que se pretende someter a acusados, testigos o peritos. Tener preparados de
antemano los documentos con los que se puede rebatir la mayor o menor
capacidad convictiva de aquellos es labor imposible”.

En todo caso sería necesario que la parte señalara en qué casos no pudo
aportar en el momento del interrogatorio algún documento que afectase a su
defensa y no estuviera incluido en la relación previa presentada.

Por el contrario en los tres incidentes que se recogen en el motivo, en el


primero se refiere a la exhibición de un documento aportado por el Ministerio
Fiscal, a la testigo Julia López Valladares, documento que tras unas dificultades

226
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

iniciales, fue localizado y exhibido. El segundo relativo a una documentación


aportada por la defensa del recurrente, que se había traspapelado, para su
exhibición al testigo Antonio Guerrero, ante lo cual el Presidente acordó
suspender unos momentos el desarrollo de la vista, hasta que se localizó y
solucionó el problema. Y el tercero se refiere a una reclamación de otra defensa
–del acusado Rodríguez Prendas-, y por tanto no afectante al Sr. López Viejo,
que el Presidente decidió que carecía de sentido alguno, al haber sido ya
abordada y resuelta en el auto de cuestiones previas.

Consecuentemente no se aprecia vulneración alguna del principio de


contradicción, no siendo ocioso recordar como en la conocida sentencia de esta
Sala 459/2019, de 14 de octubre, hemos dicho que “contradecir supone tener la
oportunidad de interrogar a todos y cada uno de los testigos de las acusaciones
para contradecir su testimonio. Contradecir implica la posibilidad de aportar
pruebas personales y documentales que debiliten el valor incriminatorio que las
acusaciones pretenden atribuir a los testimonios y a los documentos
presentados como prueba de cargo.

Contradecir no significa valorar la credibilidad del testigo mientras éste


presta declaración. Las inferencias probatorias sobre lo que cada uno de los
testigos describe no precisa de una permanente puesta en contraste con el
contenido de otras pruebas. De hecho esa anticipada reflexión sobre la
veracidad de un testimonio siempre será incompleta mientras la prueba
propuesta no se haya desarrollado en su integridad. Precisamente por ello es
en el momento de las conclusiones definitivas y del informe final cuando las
partes –acusación y defensa- pueden extraer de cada fuente de prueba el valor
jurídico que quieran atribuirle”.

Por eso –a modo de conclusión- los derechos a la defensa, a los medios


de prueba pertinentes, a la igualdad de armas, a la contradicción y otros que se
reconocen al acusado en el proceso penal, tienden a asegurar que, como señala
frecuentemente el TEDH, el procedimiento seguido pueda ser considerado
equitativo valorado en su conjunto, de forma que, incluso aunque pudieran
apreciarse algunas hipotéticas irregularidades, lo relevante es si el acusado se

227
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ha encontrado en una situación de indefensión que le haya impedido una


defensa efectiva, lo que no es el caso.

6.- El motivo cuarto por infracción de ley al amparo de lo prevenido


en el art. 849.2 LECrim por existir error en la apreciación de la prueba
basada en documentos que obren en autos que demuestren la
equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos
probatorios al afirmar que Alberto López Viejo ostentó el cargo de Teniente
Alcalde de Madrid.

Señala que de la documentación aportada por el propio Ayuntamiento


de Madrid, en concreto el informe de 25-3-2014 remitido por la Subdirección
General de Retribuciones y Seguridad Social que pone de manifiesto que el
recurrente ocupó el cargo de concejal entre el 17-6-1995 y el 13-6-2003 (el de
Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Ambiental desde el 3-7-
1999 al 13-6-2003) sin que en ningún momento ocupara el cargo de Teniente
Alcalde.

Para la adecuada resolución del motivo resulta necesario recordar como


con reiteración ha declarado esta Sala, SSTS 228/2013, de 22 de marzo;
200/2017, de 27 de marzo; 362/2018, de 18 de julio, "el ámbito de aplicación del
motivo de casación previsto en el art. 849.2 LECrim. se circunscribe al error
cometido por el Tribunal sentenciador al establecer los datos fácticos que se
recogen en la declaración de hechos probados, incluyendo en la narración
histórica elementos fácticos no acaecidos, omitiendo otros de la misma
naturaleza por si hubieran tenido lugar o describiendo sucesos de manera
diferente a como realmente se produjeron.

En todo caso, el error a que atiende este motivo de casación se predica


sobre aspectos o extremos de naturaleza fáctica, nunca respecto a los
pronunciamientos de orden jurídico que son la materia propia del motivo que por
"error iuris" se contempla en el primer apartado del precepto procesal, motivo
éste, art. 849.1 LECrim. que, a su vez, obliga a respetar el relato de hechos

228
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

probados de la sentencia recurrida, pues en estos casos solo se discuten


problemas de aplicación de la norma jurídica y tales problemas han de
plantearse y resolverse sobre unos hechos predeterminados que han de ser los
fijados al efecto por el Tribunal de instancia salvo que hayan sido previamente
corregidos por estimación de algún motivo fundado en el art. 849.2 LECrim. o
en la vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

La sentencia de esta Sala 1850/2002, indica en relación con el art. 849.2


LECrim. que ...”constituye una peculiaridad muy notoria en la construcción de
nuestro recurso de casación penal: era la única norma procesal que permitía
impugnar en casación la apreciación de la prueba hecha en la instancia
mediante una fórmula que podemos calificar ahora como un caso concreto de
interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 CE), pues sólo
podía aplicarse en supuestos muy concretos en que, habiendo una prueba
indubitada sobre un extremo determinado, la Audiencia Provincial la había
desconocido y había redactado los hechos probados a espaldas de tal medio
probatorio. Pero ello sólo era posible de forma singularmente restrictiva, pues
únicamente cabía apreciar ese error del Tribunal de instancia cuando la prueba
que lo acreditaba era documental, porque precisamente respecto de esta clase
de prueba podía tener la inmediación judicial la misma relevancia en casación y
en la instancia, ya que el examen del documento se hace en las propias
actuaciones escritas lo mismo por la Audiencia Provincial que conoció del juicio
oral que por esta sala del Tribunal Supremo al tramitar el recurso de casación.

Cuando una prueba documental acredita un determinado extremo y éste


tiene relevancia en el proceso de forma tal que pueda alterar alguno de los
pronunciamientos de la sentencia recurrida, si además no hay contradicción con
algún otro medio probatorio, este nº 2º del art. 849 LECrim. obliga en casación
a alterar los hechos probados de la resolución de la audiencia con la
consecuencia jurídica correspondiente.

Esta era la única vía que existía en nuestro proceso penal para alterar
los hechos probados fijados por la Audiencia Provincial tras la celebración de un
juicio oral en instancia única, vía particularmente estrecha, que trataba de

229
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

subsanar manifiestos errores de la sentencia recurrida a través de una fórmula


que ahora encajaría, repetimos, en el art. 9.3 CE como un caso concreto de
interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, y que actualmente
aparece ampliada en una doble dirección:

a) Por lo dispuesto en el art. 5.4 LOPJ, que permite los recursos de


casación cuando hay infracción de precepto constitucional, lo que ha permitido
conocer en la casación penal de las denuncias por violación del derecho a la
presunción de inocencia.

b) Por la doctrina de esta sala que en los últimos años viene


considerando como prueba documental, a los efectos de este art. 849.2º
LECrim., a la pericial, para corregir apreciaciones arbitrarias hechas en la
instancia cuando hay unos informes o dictámenes que no pueden dejar lugar a
dudas sobre determinados extremos.

Centrándonos en el motivo por error en la apreciación de la prueba exige


para su prosperabilidad según reiterada jurisprudencia de esta Sala -por ejemplo
STS 936/2006, de 10-10, 778/2007 de 9-10; 1148/2009, de 25-11- la
concurrencia de los siguientes elementos:

1) Ha de fundarse en una verdadera prueba documental y no de otra


clase, como las pruebas personales aunque estén documentadas en la causa.

2) Ha de evidenciar el error de algún dato o elemento fáctico o material


a la sentencia de instancia, por su propio y literosuficiente poder demostrativo
directo, es decir, sin precisar de la adición de ninguna otra prueba ni tener que
recurrir a conjeturas o complejas argumentaciones.

3) Que el dato que el documento acredita no se encuentre en


contradicción con otros elementos de prueba, pues en estos casos no se trata
de un problema de error sino de valoración, la cual corresponde al tribunal, art.
741 LECRIM.

230
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4) que el dato contradictorio así acreditado documentalmente sea


importante en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los
pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos carentes de tal
virtualidad el motivo no puede prosperar, ya que, como reiteradamente tiene
dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los argumentos de
hecho o de derecho que no tienen aptitud para modificarlos.

Asimismo han de citarse con toda precisión los documentos con


designación expresa de aquellos particulares de los que se deduzca
inequívocamente el error padecido, y proponerse por el recurrente una nueva
redacción del "factum" derivada del error de hecho denunciado en el motivo.
Rectificación del "factum" que no es un fin en sí mismo sino un medio para crear
una premisa distinta a la establecida y, consiguientemente, para posibilitar una
subsunción jurídica diferente de la que se impugna."

En el caso que nos ocupa que el Sr. López Viejo fuera Concejal y no
Teniente Alcalde carece de relevancia en relación a los hechos típicos que se le
imputan y que aparecen detallados en los hechos probados (folios 271 a 282)
para alterar el sentido del fallo.

7.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo de lo prevenido


en el art. 849.1 LECrim por entender que ha sido infringida la ley por
aplicación indebida del art. 404 CP por no ser los hechos probados
constitutivos de un delito de prevaricación.

Sostiene el motivo que los hechos probados complementados con los


aspectos fácticos introducidos en los fundamentos de derecho, no reúnen las
exigencias del tipo objetivo de prevaricación toda vez que el incremento del
precio en el contrato; los criterios subjetivos introducidos en el pliego, criterios
técnicos y no económicos; las cláusulas 12 y 13 no son suficientes para concluir
que estamos ante un ilícito penal en la tramitación del Concurso para la Gestión
del Servicio Público de Limpieza viaria en 10 zonas de la ciudad de Madrid.

231
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El desarrollo argumental del motivo –y dado que la comisión del delito


de prevaricación es cuestionada por otros recurrentes- nos lleva a recordar la
doctrina de esta Sala relativa a que en sede del bien jurídico, el delito de
prevaricación administrativa del art. 404 CP tutela el correcto ejercicio de la
función pública de acuerdo con los parámetros constitucionales que orientan su
actuación, cuales son:

1º) El servicio prioritario de los intereses generales.

2º) El sometimiento a la Ley y al Derecho.

3º) La absoluta objetividad e imparcialidad en el cumplimiento de esos


fines conforme al art. 108 CE (STS. 18/2014, de 23 de enero).

Por ello, la sanción de prevaricación garantiza el debido respeto a la


imparcialidad y objetividad en el ámbito de la función pública y el principio de
legalidad como fundamento básico de un estado social y democrático de
derecho, frente a ilegalidades severas y dolosas, respetando coetáneamente el
principio de intervención mínima del ordenamiento penal (SSTS 238/2013, de
23 de marzo; 426/2016, de 19 de mayo, 795/2016, de 27 de octubre; 373/2017,
de 24 de mayo; 477/2018, de 17 de octubre).

En efecto, el delito de prevaricación de la autoridad o funcionario público


se integra por la infracción de un deber, concretamente el deber de actuar
conforme al ordenamiento jurídico del que la autoridad o el funcionario es el
garante y primer obligado, razón por la que una actuación al margen y contra la
ley tiene un plus de gravedad que justifica el tipo penal. La prevaricación es el
negativo fotográfico del deber con los poderes públicos de actuar conforme a la
Constitución y al ordenamiento jurídico previsto en el art. 9.1 CE, que tiene un
explícito mandato, referente a la Administración Pública en el art. 103 del mismo
texto constitucional que contiene los principios de actuación de la Administración
que como piedra angular se cierran con el sometimiento de todos sus actos a la
Ley y al Derecho.

232
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como se ha dicho en STS 49/2010, de 4 de febrero, y SSTS 238/2013,


de 23 de marzo; 426/2016, de 19 de mayo y 795/2017, de 25 de octubre, el
delito de prevaricación administrativa tutela el correcto ejercicio de la función
pública de acuerdo con los parámetros constitucionales que orientan su
actuación. No se trata de control de la legalidad de la actuación de la
Administración Pública por la jurisdicción penal, a través del delito de
prevaricación, sino de sancionar supuestos límite en los que la actuación
administrativa, además de ilegal, es injusta y arbitraria. Todo ello conforme a los
principios de subsidiariedad, fragmentariedad, mínima intervención y última ratio
del Derecho Penal.

- En cuanto a su naturaleza jurídica las características del delito de


prevaricación son:

1º) En primer lugar es un delito de infracción de deber en el que la


infracción delictiva queda consumada en la doble modalidad de acción u omisión
con el claro apartamiento de la actuación de la autoridad (o el funcionario) del
parámetro de la legalidad, convirtiendo su comportamiento en expresión de su
libre voluntad y por tanto, en arbitrariedad.

2º) En segundo lugar, se trata de un delito especial propio. Como


señala la STS 13 de febrero de 2017 es una figura penal que constituye un delito
especial propio, en cuanto solamente puede ser cometido a título de autores por
los funcionarios públicos (art. 24 CP), y cuyo bien jurídico protegido no es otro
que el correcto funcionamiento de la Administración Pública, en cuanto debe
estar dirigido a la satisfacción de los intereses generales de los ciudadanos, con
pleno sometimiento a la ley y al derecho (v. arts. 9.1, 103 y 106 CE) de modo
que se respete la exigencia constitucional de garantía de los principios de
legalidad, de seguridad jurídica y de interdicción de la arbitrariedad de los
poderes públicos (art. 9.3 CE). Los "extraneus", es decir, quienes no reuniesen
las cualidades especiales de autor que predica el legislador, serían, en su caso,
partícipes a título de inducción, cooperación necesaria o complicidad y podrá
aplicárseles el art. 65.3 del Código Penal rebajando en un grado la pena,
aunque no sea preceptivo.

233
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3º) En tercer lugar es norma penal en blanco que exige la remisión y


estudio a la legislación administrativa de base. En este sentido, en la actualidad
son básicos la Ley de Procedimiento Administrativo de 1 de octubre de 2015 y
el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, Ley de Contratos del
Sector Público, sustituida por la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, que entró en
vigor el 9 de marzo de 2018.

4º) En cuarto lugar, el delito de prevaricación, desde el punto de vista


de la causalidad es un delito de resultado, no de mera actividad, pero en el
que la actividad coincide con el resultado, el dictado de la resolución, por lo que
al no realizar un resultado distanciado espacio-temporalmente de la acción son
difícilmente imaginables las formas de tentativa. La STS de 8 de mayo de 2014
recuerda que "es claro que una vez dictada la resolución administrativa resulta
lesionado el bien jurídico, al quedar menoscabado el ejercicio de la función
pública de acuerdo con el principio de legalidad y los restantes principios
exigibles por la Constitución en un Estado de Derecho sin que sea preciso con
arreglo a la redacción del precepto, que la resolución injusta se ejecute y
materialice en actos concretos que determinen un perjuicio tangible para un
ciudadano determinado o un ámbito específico de la Administración. De ahí que
no sea fácil hallar en la práctica ni en la jurisprudencia casos concretos de
tentativa, que solo podrían darse en supuestos extraordinarios en que la
conducta típica de dictar la resolución se mostrara fragmentada en su
perpetración.

5º En cuanto a la discusión entre ilegalidad administrativa y delito de


prevaricación, hemos de partir de que en ésta la acción consiste, en dictar una
resolución arbitraria en un asunto administrativo. Ello implica, sin duda, su
contradicción con el derecho, que puede manifestarse, según reiterada
jurisprudencia, bien porque se haya dictado sin tener la competencia legalmente
exigida, bien porque no se hayan respetado las normas esenciales de
procedimiento, bien porque el fondo de la misma contravenga lo dispuesto en la
legislación vigente o suponga una desviación de poder.

234
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La desviación de poder ha sido definida como la desviación ideológica


en la actividad administrativa desarrollada, o como una intención torcida en la
voluntad administrativa que el acto exterioriza. En definitiva, una distorsión entre
el fin para el que se reconocen las facultades administrativas por el
ordenamiento jurídico y el que resulta de su ejercicio concreto. Así lo proclaman
las SSTS de la Sala 3ª, de 20.11.2009 y 9.3.2010, que también señalan que "la
desviación de poder, constitucionalmente conectada con las facultades de
control de los Tribunales sobre el ejercicio de la potestad reglamentaria y la
legalidad de la actuación administrativa, y con el sometimiento de ésta a los
fines que la justifican (artículo 106.1 de la Constitución) es definida en nuestro
ordenamiento jurídico como el ejercicio de potestades administrativas para fines
distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico... " o como sintetiza la
jurisprudencia comunitaria, de la que es representativa la STJUE de 14 de julio
de 2006 (Endesa. S.A. contra Comisión), la desviación de poder concurre
"cuando existen indicios objetivos, pertinentes y concordantes de que dicho acto
ha sido adoptado con el fin exclusivo o, al menos, determinante de alcanzar
fines distintos de los alegados o de eludir un procedimiento específicamente
establecido por el Tratado para hacer frente a las circunstancias del caso ".

Ahora bien, para alcanzar la tipicidad del artículo 404 CP, no es


suficiente la mera ilegalidad, la simple contradicción con el Derecho, pues ello
supondría anular en la práctica la intervención de control de los Tribunales del
orden contencioso administrativo, ampliando desmesuradamente el ámbito de
actuación del Derecho Penal, que perdería su carácter de última "ratio". El
principio de intervención mínima implica que la sanción penal solo deberá
utilizarse para resolver conflictos cuando sea imprescindible. Uno de los
supuestos de máxima expresión del DP aparece cuando se trata de una
adecuada reacción orientada a mantener la legalidad y el respeto a los derechos
de los ciudadanos. El Derecho penal solamente se ocupará de la sanción de los
ataques más graves a la legalidad, constituidos por aquellas conductas que
superan la mera contradicción con el Derecho para suponer un ataque
consciente y grave a los intereses que precisamente las normas infringidas
pretenden proteger, como ha puesto de relieve repetidamente esta Sala
Segunda, al declarar que "el Derecho tiene medios adecuados para que los

235
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

intereses sociales puedan recibir la suficiente tutela, poniendo en


funcionamiento mecanismos distintos de la sanción penal, menos lesivos para
la autoridad o el funcionario y con frecuencia mucho más eficaces para la
protección de la sociedad pues no es deseable como estructura social que tenga
buena parte de su funcionamiento entregado en primera instancia al Derecho
Penal, en cuanto el ius puniendo debe constituir la última ratio sancionadora".

De manera que es preciso distinguir entre las ilegalidades


administrativas, aunque sean tan graves como para provocar la nulidad de pleno
derecho, y las que, trascendiendo el ámbito administrativo, suponen la comisión
de un delito. En este sentido, a pesar de que se trata de supuestos de graves
infracciones del derecho aplicable, no puede identificarse simplemente nulidad
de pleno derecho y prevaricación. En este sentido, conviene tener presente que
en el artículo 62 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, se
contenían, al igual que ahora en el artículo 47 de la Ley de Procedimiento
Administrativo de 1 de octubre de 2015, como actos nulos de pleno derecho,
entre otros, los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades
susceptibles de amparo constitucional; los dictados por órgano manifiestamente
incompetente; los dictados prescindiendo total y absolutamente del
procedimiento y los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como
consecuencia de ésta, lo que revela que, para el legislador, y así queda
plasmado en la Ley. es posible un acto administrativo nulo de pleno derecho por
ser dictado por órgano manifiestamente incompetente o prescindiendo
totalmente del procedimiento, sin que sea constitutivo de delito (STS núm.
766/1999, de 18 de mayo). Insiste en estos criterios doctrinales la STS n°
755/2007. de 25.9, al señalar que no es suficiente la mera ilegalidad, pues ya
las normas administrativas prevén supuestos de nulidad controlables por la
jurisdicción contencioso administrativa sin que sea necesaria en todo caso la
aplicación del Derecho Penal, que quedará así restringida a los casos más
graves.

La STS. 259/2015, de 30 abril, recuerda cómo el CP de 1995 ha


clarificado el tipo objetivo del delito, recogiendo lo que ya expresaba la doctrina

236
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

jurisprudencial, al calificar como "arbitrarias" las resoluciones que integran el


delito de prevaricación, es decir aquellos actos contrarios a la Justicia, la razón
y las leyes, dictados sólo por la voluntad o el capricho (Sentencias 61/1998, de
27 de enero, 487/1998, de 6 de abril o 674/1998 de 9 de junio y STS 1590/2003,
de 22 de abril de 2004, caso INTELHORCE).

La STS de 11.3.2015 recalca que "el delito de prevaricación no trata de


sustituir a la Jurisdicción Contencioso-Administrativa en su labor genérica de
control del sometimiento de la actuación administrativa a la Ley y al Derecho,
sino de sancionar supuestos-límite en los que la posición de superioridad que
proporciona el ejercicio de la función pública se utiliza para imponer
arbitrariamente el mero capricho de la autoridad o funcionario, perjudicando al
ciudadano afectado (o a los intereses generales de la Administración Pública)
en un injustificado ejercicio de abuso de poder. No es la mera ilegalidad, sino la
arbitrariedad, lo que se sanciona".

Conforma, por tanto, el elemento objetivo del tipo de prevaricación del


artículo 404 CP "el acuerdo de resoluciones arbitrarias entendidas como los
actos contrarios a la Justicia, la razón y las leyes, dictados sólo por la voluntad
o el capricho".

Una Jurisprudencia reiterada de esta Sala (SSTS 1021/2013, de 26 de


noviembre y 743/2013, de 11 de octubre, entre otras) ha señalado que, para
apreciar la existencia de un delito de prevaricación será necesario:

1º) una resolución dictada por autoridad o funcionario en asunto


administrativo;

2º) que sea objetivamente contraria al Derecho, es decir, ilegal;

3º) que la contradicción con el derecho o ilegalidad, que puede


manifestarse en la falta absoluta de competencia, en la omisión de trámites
esenciales del procedimiento o en el propio contenido sustancial de la

237
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

resolución, sea de tal entidad que no pueda ser explicada con una
argumentación técnico-jurídica mínimamente razonable;

4º) que ocasione un resultado materialmente injusto;

5º) que la resolución sea dictada con la finalidad de hacer efectiva la


voluntad particular de la autoridad o funcionario y con el conocimiento de actuar
en contra del derecho.

La contradicción con el derecho se manifiesta tanto en la omisión de


trámites esenciales del procedimiento como en el propio contenido sustancial
de las resoluciones y debe ser de una entidad tal que no puede ser explicada
con una argumentación técnico jurídica mínimamente razonable, por lo que la
ilegalidad debe ser contundente y manifiesta exigiendo para rellenar el
contenido de la arbitrariedad que la resolución, no sólo sea jurídicamente
incorrecta, sino que además no sea sostenible mediante ningún método
aceptable de interpretación de la ley. Frecuentemente esa flagrante ilegalidad
ha sido calificada mediante distintos adjetivos ("palmaria", "patente", "evidente"
"esperpéntica", etc.), pero, en todo caso, lo decisivo es el aspecto sustantivo, es
decir, los supuestos de hecho en los que esos adjetivos han sido utilizados. En
particular, la lesión del bien jurídico protegido por el art. 404 CP se ha estimado
vigente cuando el funcionario adopta una resolución que contradice un claro
texto legal sin ningún fundamento, para la que carece totalmente de
competencia, omitiendo totalmente las formalidades procesales administrativas,
actuando con desviación de poder, omitiendo en cada caso dictar una resolución
debida en perjuicio de una parte del asunto administrativo (ver STS 647/2002,
con mayores indicaciones jurisprudenciales). La arbitrariedad típica debe ser
más propiamente analizada bajo el prisma de una actuación de interpretación
de la norma que no resulta de ninguno de los modos o métodos con los que
puede llevarse a cabo la hermenéutica legal. Dicho de otro modo, cabrá predicar
la arbitrariedad cuando no pueda sostenerse bajo contexto interpretativo alguno
la resolución dictada, cuando no sea posible sostener el significado de la norma
que se realiza por el autor, y ello cualquiera que sea la finalidad de la misma,
pues la intención se encuentra ausente del tipo, y puede concursar, en su caso

238
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

con otros preceptos del CP. (STS. 284/2009 de 13.3). En definitiva, basta el
dolo, siendo el móvil indiferente para el legislador, salvo cuando lo convierte en
elemento subjetivo de lo injusto, adicional al dolo, lo que en la prevaricación no
ocurre.

Conviene resaltar que la omisión del procedimiento legalmente


establecido, ha sido considerada como una de las razones que pueden dar lugar
a la calificación delictiva de los hechos, porque las pautas establecidas para la
tramitación del procedimiento a seguir en cada caso tienen normalmente la
función de alejar los peligros de la arbitrariedad y la contradicción con el derecho
(STS núm. 2340/2001, de 10 de diciembre). Así se ha dicho que el
procedimiento administrativo tiene la triple finalidad de servir de garantía de los
derechos individuales, de aval del orden de la Administración, y de justicia y
acierto en sus resoluciones (SSTS 18/2014 de 13.1, 152/2015 de 24.2).

Por un lado, la observancia respetuosa del procedimiento establecido en


la contratación pública tiene una finalidad general orientada a someter la
actuación administrativa a determinadas formas que permitan su comprobación
y control formal, y por otro, ostenta otra finalidad de mayor trascendencia,
dirigida a establecer determinados controles sobre el fondo de la actuación de
que se trate. Ambas deben ser observadas aquellas formas en la actividad
administrativa, pudiendo dar lugar, en caso contrario, a la nulidad o a la
anulabilidad de los actos de la Administración pública (artículos 53.1, 62 y 63 de
la Ley 30/1992, de 26 de noviembre).

Sin embargo, y como dijimos con la nulidad administrativa, tampoco se


puede identificar de un modo automático la omisión del procedimiento con la
calificación de los hechos como delito de prevaricación. En este sentido, de un
lado, es posible una nulidad de pleno derecho sin que la resolución sea
constitutiva de delito. De otro, el artículo 63.2 de la citada Ley 30/1992. en el
ámbito administrativo, como el artículo 48.2 de la vigente ley de Procedimiento
Administrativo de 1 de octubre de 2015, dispone que el defecto de forma sólo
determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales
indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de los

239
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

interesados. En general, pues, la mera omisión de los requisitos puramente


formales no supondrá por sí misma la arbitrariedad e injusticia de la resolución.
En este sentido, las STS núm. 2340/2001, de 10 de diciembre y la STS núm.
76/2002, de 25 de enero, antes citadas, no se refieren a la omisión de cualquier
trámite sino de los esenciales del procedimiento.

Otra cosa ocurrirá cuando omitir las exigencias procedimentales


suponga principalmente la elusión de los controles que el propio procedimiento
administrativo establece sobre el fondo del asunto, pues en esos casos, la
actuación de la autoridad o funcionario no se limita a suprimir el control formal
de su actuación administrativa, sino que con su forma irregular de proceder
elimina los mecanismos que se establecen precisamente para asegurar que su
decisión se sujete a los fines que la Ley establece para la actuación
administrativa concreta en la que adopta su resolución. Es, en este sentido,
reveladora de la tipicidad penal la elusión de los trámites esenciales. (STS n°
331/2003, de 5 de marzo).

La STS. 259/2015 condenó por prevaricación en un caso en que se


fraccionó un contrato de suministro, dividiéndolo en tres contratos por un importe
inferior, con la finalidad de evitar el procedimiento negociado, que era el que
correspondía conforme a derecho en función de la cuantía originaria del mismo,
vulnerando con ello lo dispuesto en el art 74 de la Ley de Contratos del Estado,
y además una vez reconducida fraudulentamente la adjudicación al
procedimiento de contrato menor, con menores requisitos y garantías, también
se vulneraron las limitadas exigencias de éste, al encargar a su único contratista,
seleccionado caprichosamente, la presentación de tres presupuestos distintos
supuestamente de diferentes empresas, los que arbitrariamente elegidos debían
procurar que las condiciones por el acusado ofrecidas fuesen simuladamente
las más beneficiosas para la Administración, con el fin de asegurarse la
adjudicación aparentando la concurrencia de contradicción. Pura ficción al
servicio del fraude que mereció condena por prevaricación y falsedad
documental.

240
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

6º) En cuanto al elemento subjetivo reiterada jurisprudencia, por todas


STS 82/2017, de 13 de febrero, viene exigiendo que en el delito de prevaricación
el autor actúe a sabiendas de la injusticia de la resolución. Los términos injusticia
y arbitrariedad deben entenderse aquí utilizados en sentido equivalente, pues si
se exige como elemento subjetivo del tipo que el autor actúe a sabiendas de la
injusticia, el conocimiento debe abarcar necesariamente el carácter arbitrario de
la resolución. De conformidad con lo expresado en las SSTS núm. 766/1999, de
18 mayo y 797/2015, de 24 de noviembre, como el elemento subjetivo viene
legalmente expresado con la locución «a sabiendas», se puede decir, en
resumen, que se comete el delito de prevaricación previsto en el artículo 404
del Código Penal vigente cuando la autoridad o funcionario, teniendo plena
conciencia de que resuelve al margen del ordenamiento jurídico y de que
ocasiona un resultado materialmente injusto, actúa de tal modo porque
quiere este resultado y antepone el contenido de su voluntad a cualquier
otro razonamiento o consideración, esto es con intención deliberada y plena
conciencia de la ilegalidad del acto realizado (STS. 443/2008 de 1 de julio).

Por tanto, en el delito de prevaricación el elemento subjetivo es


determinante para diferenciar la mera ilegalidad administrativa, por grave que
resulte, del comportamiento sancionado penalmente. Dictar, u omitir, la
resolución arbitraria no determina, por sí mismo, la comisión del delito de
prevaricación, si no se constata la concurrencia del elemento subjetivo de la
prevaricación, pues para ello se requiere, como señala la STS 152/2015, de 24
de febrero o la STS 797/2015, de 24 de noviembre, la clara conciencia de la
ilegalidad o de la arbitrariedad que se ha cometido.

En sentencias de esta Sala, como la citada STS 152/2015, de 24 de


febrero, se excluye la prevaricación porque la Autoridad acusada no había
participado en el proceso previo, no constaba que tuviese ningún interés por las
personas afectadas en el mismo, ni tampoco que conociese que se hubiese
cometido irregularidad alguna.

La arbitrariedad de la resolución, la actuación a sabiendas de su


injusticia, tiene ordinariamente una finalidad de beneficiar o perjudicar a alguien,

241
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por lo que la prueba del elemento subjetivo exige constatar la concurrencia de


indicios de algún tipo de interés que explique el carácter espurio de la resolución
dictada.

Pero la alegación gratuita del desconocimiento del carácter injusto y


arbitrario de la resolución no basta para excluir el tipo subjetivo. Ha de
concretarse con cautela ese elemento subjetivo. Como se recordaba en la STS
797/2015, de 24 de noviembre, las Autoridades y funcionarios administrativos
de alto rango no pueden conocer minuciosamente todos los detalles de los
documentos que les son sometidos a la firma, por lo que generalmente deben
fiarse de los informes técnicos que los avalan, y lo mismo puede decirse en el
caso de los comportamientos omisivos, en los que no necesariamente tienen
que conocer la obligatoriedad de dictar una resolución. Por ello es conveniente
constatar la concurrencia de indicios que pongan de relieve algún tipo de interés
espurio que acredite que la autoridad o funcionario administrativo actúa con
plena conciencia de que resuelve al margen del ordenamiento jurídico y de que
ocasiona un resultado materialmente injusto, es decir, que quiere el resultado
injusto y antepone el contenido de su voluntad a cualquier otro razonamiento o
consideración.

Por ello la exigencia típica de que el funcionario público haya dictado la


resolución de que se trate "a sabiendas de su injusticia" permite excluir del tipo
penal aquellos supuestos en los que el funcionario tenga "dudas razonables"
sobre la injusticia de su resolución; estimando la doctrina que en tales supuestos
nos hallaríamos en el ámbito del Derecho disciplinario y del derecho
administrativo-sancionador, habiendo llegado algunas resoluciones judiciales a
excluir de este tipo penal la posibilidad de su comisión por dolo eventual (SSTS
de 19 de octubre de 2000 y de 21 de octubre de 2004).

En definitiva para colmar la tipicidad objetiva y subjetiva será necesario


lo que sigue: en primer lugar, una resolución dictada por autoridad o funcionario
en asunto administrativo; en segundo lugar que sea contraria al Derecho, es
decir, ilegal; en tercer lugar, que esa contradicción con el derecho o ilegalidad,
que puede manifestarse en la falta absoluta de competencia, en la omisión de

242
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

trámites esenciales del procedimiento o en el propio contenido sustancial de la


resolución, sea de tal entidad que no pueda ser explicada con una
argumentación técnico-jurídica mínimamente razonable; en cuarto lugar, que
ocasione un resultado materialmente injusto, y en quinto lugar, que la resolución
sea dictada con la finalidad de hacer efectiva la particular voluntad de la
autoridad o funcionario, y con el conocimiento de actuar en contra del derecho.
La expresión "a sabiendas", según las SSTS de 30 de mayo de 2003, 22 de
septiembre de 2003, 25 de mayo de 2004, 1 de julio de 2009, no solo elimina
del tipo la comisión culposa, sino también la comisión del delito a título de dolo
eventual.

8.- En el caso presente en los hechos probados se recoge como en


consideración a los distintos cargos públicos que vino ocupando, primero dentro
del Ayuntamiento de la Capital, donde fuera Concejal de Servicios de Limpieza
Urbana y Desarrollo Medioambiental, desde el 03/07/1999 hasta el 14/06/2003,
y luego dentro de la Comunidad Autónoma de Madrid, donde primero fuera
Viceconsejero de Presidencia, entre el 26/05/2004 y el 20/06/2007, y, a
continuación, Consejero de Deportes de la Comunidad del 20/06/2007 al
10/02/2009, fue favorecido lucrativamente por FRANCISCO CORREA, de
manera que, como contrapartida por su intervención en la irregular adjudicación
de contratos públicos que vino manipulando a favor de las empresas de este,
recibía las oportunas comisiones, que disfrazaba mediante la emisión de
facturas ficticias o por importes superiores.

En su etapa en el Ayuntamiento percibió una comisión de 680.731,01 €


por facilitar la adjudicación irregular del contrato de gestión del servicio de
limpieza viaria de la zona 3 de Madrid a la entidad SUFI SA, de la que era
presidente Rafael Naranjo Anegón (para quien ha sido sobreseída la causa);
comisión que, al menos en parte, fue ingresada en la sucursal de Ginebra del
Banco Mirabaud, de la que era autorizada y tuvo conocimiento TERESA
GABARRA BALSELLS, esposa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO y el 14/11/2002,
siendo Concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid ALBERTO LÓPEZ
VIEJO adjudicaba a la mercantil SUFI SA, presidida por Rafael Naranjo Anegón,

243
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a partir del contrato 200509170 de "Gestión del servicio público de limpieza


viaria en diez zonas de la ciudad de Madrid", expediente 131/2002/01886L, la
correspondiente a la zona 3, distrito de Moratalaz, a cambio de ciertas
comisiones.

Dicha adjudicación estaba pactada con anterioridad a la tramitación del


expediente, gracias a la intervención de FRANCISCO CORREA, quien, por la
relación que tenía con Rafael Naranjo, así como con ALBERTO LÓPEZ VIEJO
les puso en contacto a tal fin, a cambio de cobrar cada uno una comisión, que
en el caso del primero ascendió a 1.232.074,80 €, y en el del último a unos
680.731,01 €, en parte detraída de fondos del Ayuntamiento y en parte de actos
de la Comunidad de Madrid, cuando pasó a formar parte del Gobierno de dicha
Comunidad.

A su vez, los tres acusados acordaron que Rafael Naranjo recuperara


las comisiones que debía abonarles con cargo al Ayuntamiento de Madrid, para
lo cual ALBERTO LÓPEZ VIEJO incluyó en el contrato cláusulas que imponían
determinados servicios a la adjudicataria, consciente de que no se prestarían y
tenían como finalidad el reintegro de la comisión abonada.

El procedimiento para la convocatoria del correspondiente concurso


público lo inició formalmente el propio ALBERTO LÓPEZ VIEJO el 18/02/2002,
y la proposición, acompañada de los correspondientes pliegos de prescripciones
técnicas y de cláusulas administrativas ya suponía un incremento en el precio
de los contratos entre un 42 y un 48 por ciento respecto de los precios vigentes.
Asimismo, ALBERTO LÓPEZ VIEJO intervino personalmente en la elaboración
del pliego de prescripciones técnicas, que posibilitaban tanto la selección
arbitraria, como el apoderamiento de recursos del Ayuntamiento, destinados a
reintegrar al adjudicatario las correspondientes comisiones. En estas
circunstancias, dada la redacción y elección de los criterios de valoración de
ofertas, se produjo la adjudicación directa a SUFI, empresa predeterminada.

Fue fundamental para la adjudicación, por su mayor dificultad de control,


la elevada puntuación de los criterios subjetivos de baremación, introducida en

244
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el art. 15 del pliego de prescripciones técnicas, frente a los criterios objetivos, lo


que permitió que se presentara una propuesta de adjudicación validada por
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en la que se recomendaba como adjudicataria para
la zona 3 a SUFI, aun cuando no era la que mejores soluciones económicas
ofrecía.

La propuesta, previa aprobación por la mesa de contratación en sesión


de 03/09/2002 fue, efectivamente, asumida el 26/09/2002 por el Pleno del
Ayuntamiento con el voto favorable de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, que arrastró
al de los demás miembros del grupo municipal popular; y el 14/11/2002 se
formalizó el contrato de la zona 3, por un precio, en concepto de canon anual,
de 4.803.364,92 € y un plazo de ejecución de 10 años a partir del 01/03/2003.

La apropiación de fondos del Ayuntamiento; destinados a reintegrar a


SUFI las comisiones pactadas, se articuló insertando en el pliego de
prescripciones técnicas cláusulas relativas al control de calidad (art. 12) y
campañas de concienciación ciudadana (art: 13), que se imponían al
adjudicatario, eludiendo de esta manera la, tramitación de los correspondientes
expedientes, que se deberían tramitar de manera diferenciada e independiente,
con lo que, al no hacerse así, se vulneraban las normas de procedimiento en
materia de contratación pública.

Además, las referidas campañas. no se llevaron a cabo por el


adjudicatario, sino, que, con la fórmula empleada, permitió al propio
Ayuntamiento encargarse de prestar esos servicios de control de calidad y de
publicidad o concienciación ciudadana, que tampoco los prestó.

Del anterior relato fáctico se desprende que el recurrente, como concejal


del ramo, tuvo pleno dominio de la tramitación del concurso y que la razón de la
adjudicación respondía única y exclusivamente al dinero prometido y cobrado,
parte incluso con anterioridad a la adjudicación, recogiéndose incluso en el
relato fáctico que “dicha adjudicación estaba pactada con anterioridad a la
tramitación del expediente”, lo que atenta los principios de igualdad,
imparcialidad y objetividad, exigible a los funcionarios públicos, así como que de

245
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mutuo acuerdo se incluyeron cláusulas, a sabiendas de que las mismas iban a


incumplirse por el adjudicatario, con fin de que éste mediante un incremento
desmesurado respecto al contrato de limpieza anterior pudiere resarcirse de las
comisiones que el recurrente se había comprometido a pagar, acuerdo previo
por el que se acordó la inclusión de las cláusulas del art. 12 –relativa al control
de calidad- y del art. 13 –campañas de concienciación ciudadana- que se
imponían al adjudicatario, eludiendo así la tramitación de los correspondientes
expedientes, que se deberían tramitar de manera diferenciada e independiente,
y al no hacerse de esta manera, se vulneraban las normas de procedimiento en
materia de contratación pública.

En definitiva, fue el Sr. López Viejo, como Concejal encargado y


responsable del contrato quien inició el expediente, quien intervino
personalmente en la elaboración del pliego de condiciones que posibilitaban la
selección arbitraria y quien votó a favor de la adjudicación, teniendo así una
actuación decisiva y relevante en el delito de prevaricación, logrando así con su
actuación, siguiendo un procedimiento arbitrario, diseñado “ad hoc” arrastrar al
Pleno y lograr la adjudicación previamente pactada, alterando e imposibilitando
las condiciones de la libre concurrencia, motivando con su actuación, un trato
de favor al adjudicatario, la empresa SUFI SA.

9.- El motivo sexto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
del art. 24.1 y 2 CE al haberse producido condena, a pesar de que no había
sido desvirtuada la presunción de inocencia del Sr. López Viejo: la Sala a
quo para condenarle por un delito de prevaricación, ha prescindido de los
criterios lógicos y de razonabilidad en la valoración de la prueba y además
no ha valorado toda la prueba, realizando simplemente unas afirmaciones
en los hechos probados de forma apodíptica (inventadas) que carecen de
sustento alguno.

- No se valoró la documental de descargo y la prueba valorada lo ha sido


de un modo irracional y sin respetar las reglas constitucionales de valoración de
la prueba.

246
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- No se valoró la documentación relativa al proceso de contratación y


adjudicación.

- No hubo vicio en el origen del concurso, sino que éste obedeció


exclusivamente a la finalización de la concesión anterior.

- El aumento del precio en un 40% se debió al incremento de medios y,


por tanto, de gasto.

- Sobre su intervención en la redacción de pliegos: a) dos testigos


negaron su intervención y; b) otro testigo negó su intervención en la redacción
de las condiciones técnicas.

- Sobre su intervención en la inclusión de las cláusulas 12 y 13, relativas


al control de calidad y a las campañas de concienciación ciudadana, existen
pruebas de legalidad y la adecuación del expediente a las normas de
contratación pública, pero este documento no es tenido en cuenta por la
sentencia.

El motivo debe ser desestimado.

Cuando se denuncia en casación la vulneración del derecho a la


presunción de inocencia, hemos dicho en SSTS 615/2016, de 8 de julio;
200/2017, de 27 de marzo; 376/2017, de 2 de mayo y 362/2018, de 18 de julio,
entre otras muchas que “ha de verificarse si la prueba de cargo en base a la
cual el tribunal sentenciador dictó sentencia condenatoria fue obtenida con
respeto a las garantías inherentes del proceso debido, y por tanto:

- En primer lugar debe analizar el “juicio sobre la prueba”, es decir, si


existió prueba de cargo, entendiendo por tal aquélla que haya sido obtenida, con
respeto al canon de legalidad constitucional exigible, y que además, haya sido
introducida en el plenario de acuerdo con el canon de legalidad ordinaria y

247
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sometida a los principios que rigen de contradicción, inmediación, publicidad e


igualdad.

- En segundo lugar, se ha de verificar “el juicio sobre la suficiencia”,


es decir, si constatada la existencia de prueba de cargo, ésta es de tal
consistencia que tiene virtualidad de provocar el decaimiento de la presunción
de inocencia.

- En tercer lugar, debemos verificar "el juicio sobre la motivación y su


razonabilidad", es decir, si el Tribunal cumplió con el deber de motivación, o
sea, si explicitó los razonamientos para justificar el efectivo decaimiento de la
presunción de inocencia. Bien entendido, como establece la STS. 1507/2005 de
9.12, “El único límite a esa función revisora lo constituye la inmediación en la
percepción de la actividad probatoria, es decir, la percepción sensorial de la
prueba practicada en el juicio oral. Lo que el testigo dice y que es oído por el
tribunal, y cómo lo dice, esto es, las circunstancias que rodean a la expresión
de unos hechos. Esa limitación es común a todos los órganos de revisión de la
prueba, salvo que se reitere ante ellos la prueba de carácter personal, y a ella
se refieren los arts. 741 y 717 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El primero
cuando exige que la actividad probatoria a valorar sea la practicada "en el juicio".
El segundo cuando exige una valoración racional de la prueba testifical. Ambos
artículos delimitan claramente el ámbito de la valoración de la prueba
diferenciando lo que es percepción sensorial, que sólo puede efectuar el órgano
jurisdiccional presente en el juicio, de la valoración racional, que puede ser
realizada tanto por el tribunal enjuiciador como el que desarrolla funciones de
control”.

Por ello, en cuanto al ámbito del control en relación a las pruebas de


cargo de carácter personal que han sido valoradas por el tribunal de instancia
en virtud de la inmediación de que se dispuso –y de la que carece como es obvio
esta Sala casacional- se puede decir con la STS. 90/2007 de 23.1, que aborda
precisamente esta cuestión, que en el momento actual, con independencia de
la introducción de la segunda instancia, es lo cierto que reiterada jurisprudencia
de esta Sala y del Tribunal Constitucional han declarado la naturaleza efectiva

248
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del recurso de casación penal en el doble aspecto del reexamen de la


culpabilidad y pena impuesta por el Tribunal de instancia al condenado por la
flexibilización y amplitud con que se está interpretando el recurso de casación
desposeído de toda rigidez formalista y por la ampliación de su ámbito a través
del cauce de la vulneración de derechos constitucionales, singularmente por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia que exige un reexamen
de la prueba de cargo tenida en cuenta por el Tribunal sentenciador desde el
triple aspecto de verificar la existencia de prueba válida, prueba suficiente y
prueba debidamente razonada y motivada, todo ello en garantía de la efectividad
de la interdicción de toda decisión arbitraria --art. 9-3º--, de la que esta Sala
debe ser especialmente garante, lo que exige verificar la razonabilidad de la
argumentación del Tribunal sentenciador a fin de que las conclusiones sean
acordes a las máximas de experiencia, reglas de la lógica y principios científicos.

Sobre esta cuestión del control casacional de la valoración probatoria


hemos dicho en SSTS 458/2009 de 13-4 y 131/2010 de 18-1; reiterando la
doctrina anterior que ni el objeto del control es directamente el resultado
probatorio, ni se trata en casación de formar otra convicción valorativa ni dispone
de la imprescindible inmediación que sólo tuvo el tribunal de instancia. El objeto
de control es la racionalidad misma de la valoración elaborada por éste a partir
del resultado de las pruebas que presenció. No procede ahora por tanto que el
recurrente sugiera o proponga otra valoración distinta que desde un punto de
vista se acomode mejor a su personal interés, sino que habrá de argumentar
que es irracional o carente de lógica el juicio valorativo expresado por el tribunal
de instancia.

Partiendo del presupuesto necesario de que han de existir medios de


prueba válidas y lícitas, de contenido incriminador, no bastará para tener por
desvirtuada la presunción de inocencia con constatar que el tribunal de instancia
alcanzó la experiencia subjetiva de una íntima convicción firme sobre lo
sucedido, sino que debe revisarse en casación si esa convicción interna se
justifica objetivamente desde la perspectiva de la coherencia lógica y de la
razón.

249
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A esta Sala por tanto no le corresponde formar su personal convicción a


partir del examen de unas pruebas que no presenció, para a partir de ella
confirmar la valoración del tribunal de instancia en la medida en que una y otra
sean coincidentes. Lo que ha de examinar es si la valoración del juzgador, es
decir, la suya que es la única que exige porque esta Sala no le sustituye con
ninguna otra propia, es homologable por su misma lógica y razonabilidad; o
como dice la STS 16.12.2009, si más allá del convencimiento de la acusación,
puede estimarse que los medios que valoró autorizan a tener por objetivamente
aceptable la veracidad de la acusación y que no existen otras alternativas a la
hipótesis que justificó la condena susceptibles de calificarse también como
razonables. Para que una decisión de condena quede sin legitimidad bastará
entonces con que la justificación de la duda se consiga evidenciando que existan
buenas razones que obstan aquella certeza objetiva. En síntesis, es necesario
que concurra prueba de cargo lícita y válida, y es preciso también que el tribunal
de la instancia haya obtenido la certeza Sin lo primero es ocioso el examen de
los demás porque falta el presupuesto mínimo para desvirtuar la presunción de
inocencia. Y si falta lo segundo, porque el tribunal expresa duda y falta de
convicción, la absolución se impone por el principio “in dubio pro reo”. Pero
dándose ambas condiciones además es necesario un tercer elemento: que entre
el presupuesto y la convicción exista objetivamente un enlace de racionalidad y
lógica cuyo control corresponde al tribunal de casación, en un examen objetivo
que nada tiene que ver con la formación propia de una convicción propia
sustantiva que no es posible sin la inmediación de la prueba.

Consecuentemente el control casacional en relación a la presunción de


inocencia se concreta en verificar si la motivación fáctica alcanza el estándar
exigible y si, por ello, la decisión alcanzada por el tribunal sentenciador es, en si
misma considerada, lógica, coherente y razonable, de acuerdo con las máximas
de experiencia, reglas de la lógica y principios científicos, aunque puedan exigir
otras conclusiones, porque no se trata de comparar conclusiones sino más
limitadamente si la decisión escogida por el tribunal sentenciador soporta y
mantiene la condena (SSTC. 68/98, 117/2000, SSTS. 1171/2001, 220/2004,
711/2005, 866/2005, 476/2006, 548/2007, 1333/2009, 104/2010, 1071/2010,
365/2011, 1105/2011).”

250
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Bien entendido que en cuanto a la necesidad de valorar la prueba de


descargo hemos dicho que el fallo judicial que pone fin al proceso debe ser la
expresión razonada de la valoración concreta e individualizada de los elementos
que integran el conflicto, de las pruebas practicadas de cargo y de descargo y
de la interpretación de la norma aplicada. Por ello mismo, la obligación de
motivar –como manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva que ampara
a todo justiciable- supone la necesidad de valorar tanto las pruebas de cargo
presentadas por la acusación, como las de descargo practicadas a instancia de
la defensa.

A este respecto, no resulta ocioso reiterar los criterios contenidos en la


STS de 3 de mayo de 2.006, según la cual la sentencia debe expresar un estudio
<<lo suficientemente preciso del catálogo probatorio, de su valoración
respectiva y de su decisión, de suerte que una sentencia cuya decisión sólo esté
fundada en el análisis parcial de sólo la prueba de cargo, o sólo la prueba de
descargo, no daría satisfacción a las exigencias constitucionales del derecho a
la tutela judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la C.E. La parte concernida
que viese silenciada, y por tanto no valorada el cuadro probatorio por él
propuesto no habría obtenido una respuesta desde las exigencias del derecho
a la tutela judicial efectiva, la resolución judicial no respondería al estándar
exigible de motivación, y en definitiva un tipo de motivación como el que se
comenta no sería el precipitado de la previa valoración y ponderación crítica de
toda la actividad probatoria, sino por el contrario, estaría más próximo a esa
inversión argumentativa que convirtiendo en presupuesto lo que sólo debería
ser el resultado del proceso crítico valorativo, partiría de la voluntad del órgano
judicial de resolver el caso de una determinada manera, para luego
"fundamentarlo" con un aporte probatorio sesgado en cuanto que sólo utilizarían
aquellos elementos favorables a la decisión previamente escogida, silenciando
los adversos.

Tal planteamiento, no podía ocultar la naturaleza claramente


decisionista/voluntarista del fallo, extramuros de la labor de valoración crítica de
toda la prueba de acuerdo con la dialéctica de todo proceso, definido por la
contradicción entre las partes, con posible tacha de incurrir en arbitrariedad y
por tanto con vulneración del art. 9.3º de la C.E.

251
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ciertamente esta exigencia de vocación de valoración de toda la prueba


es predicable de todo enjuiciamiento sea cual fuese la decisión del Tribunal,
absolutoria o condenatoria, ya que el principio de unidad del ordenamiento
jurídico y de igualdad de partes no consentiría un tratamiento diferenciado,
aunque, justo es reconocerlo, así como para condenar es preciso alcanzar un
juicio de certeza -más allá de toda duda razonable según la reiterada
jurisprudencia del TEDH, y en el mismo sentido STC de 13 de julio de 1998,
entre otras muchas-, para una decisión absolutoria basta la duda seria en el
Tribunal que debe decidir, en virtud del principio in dubio pro reo.

Así, a modo de ejemplo, se puede citar la sentencia de esta Sala


2027/2001 de 19 de noviembre, en la que se apreció que la condena dictada en
instancia había sido en base, exclusivamente, a la prueba de cargo sin cita ni
valoración de la de descargo ofrecida por la defensa.
En dicha sentencia, esta Sala estimó que ".... tal prueba (de descargo)
ha quedado extramuros del acervo probatorio valorado por el Tribunal, y ello
supone un claro quebranto del principio de tutela judicial causante de
indefensión, porque se ha discriminado indebida y de forma irrazonable toda la
prueba de descargo, que en cualquier caso debe ser objeto de valoración junto
con la de cargo, bien para desestimarla de forma fundada, o para aceptarla
haciéndola prevalecer sobre la de cargo ... lo que en modo alguno resulta
inadmisible es ignorarla, porque ello puede ser exponente de un pre-juicio del
Tribunal que puede convertir la decisión en un a priori o presupuesto, en función
del cual se escogen las probanzas en sintonía con la decisión ya adoptada ....".

Ahora bien ello no comporta que el Tribunal sentenciador tenga que


realizar un análisis detallado y exhaustivo de cada una de las pruebas
practicadas pues cuando se trata de la motivación fáctica, recuerda la STS.
32/2000 de 19.1, la sentencia debe exponer cuál o cuáles son las pruebas que
sustentan la declaración de hechos probados, al objeto de que, conocidas éstas,
la parte tenga posibilidad real de impugnar la razonabilidad del criterio valorativo
del juzgador y que el Tribunal de casación, pueda, asimismo, efectuar la función
revisora sobre si el razonamiento de la resolución judicial impugnada es
suficiente para cimentar el relato histórico, pero debe advertirse que la

252
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

motivación fáctica adquiere especial importancia cuando el hecho probado se


apoya en prueba indirecta o indiciaria, porque entonces, es del todo punto
necesario la expresión de los razonamientos que han permitido al Tribunal llegar
a las conclusiones adoptadas a través de un proceso deductivo derivado de
unos hechos indiciarios indirectos, pero no es precisa una detallada
argumentación cuando la prueba es directa, en cuyo caso la exigencia de
motivación queda cumplimentada con la indicación de las pruebas directas de
que se trate, pues, en tal caso, el razonamiento va implícito en la descripción de
aquéllas.

10.- En el caso que nos ocupa la sentencia recurrida analiza en el


fundamento de derecho relativo a la adjudicación del contrato objeto del
presente motivo (pág. 1328 y ss) la prueba existente y la tesis defensiva del
recurrente que cuestiona el vicio original del proceso de contratación dado que
obedeció exclusivamente a la finalización del contrato anterior, afirmación que,
obviamente, no obsta a que el recurrente como concejal del ramo, se concertara
con Francisco Correa y con el representante de Sufi para la adjudicación del
nuevo contrato, siendo tal circunstancia la que propició el delito, dado que tal
como se recoge en el hecho probado “el procedimiento para la convocatoria del
correspondiente concurso público lo inició formalmente el propio Alberto López
Viejo el 18-2-2002, y la proposición, acompañada de los correspondientes
pliegos de prescripciones técnicas y de cláusulas administrativas ya suponía un
incremento en el precio de las contratos entre un 42 y un 48 por ciento respecto
de los precios vigentes”.

Siendo así la sentencia considera un elemento de convicción importante


la declaración del coimputado Francisco Correa corroborada por la prueba que
forma exhaustiva detalla: los informes a la UDEF n. 102857/09 de fecha 27-10-
2009 y 44946/13 de 17-5-2013 ratificados en el juicio oral y el informe de la
IGAE, emitido por Juan Carlos Gómez el 18-10-2011.

-Testificales de Abel Arias Rancaño, Jefe de Sección de Limpiezas del


Ayuntamiento de Madrid y Luis Antonio Morales de Lara, Jefe de División de
Limpiezas, adjunto al Jefe de Sección.

253
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Testifical en instrucción que fue oída en la sesión de 11-10-2016 de


Rafael Naranjo Anegón, Presidente de SUFI.

-Testifical de José Luis Martín Llorente, propietario de Versus


Comunicación.

- Informe sobre SUFI de la AEAT de 21-12-2003 ratificado en la sesión


de 6-9-2017.

El tribunal explicita, por tanto, las pruebas que ha valorado para formar
su convicción, el recurrente propone una nueva valoración. Siendo así no cabe
sino ratificar las conclusiones alcanzadas por el tribunal de instancia, ya que se
basó en prueba suficiente, válidamente obtenida y practicada, ajustándose el
juicio de inferencia realizado a tal fin por el tribunal de instancia a las reglas de
la lógica y a los principios de la experiencia, y a los parámetros de racionalidad
y moderación exigibles, quedando extramuros de la competencia de esta Sala
censurar el criterio de dicho Tribunal sustituyéndole mediante otra valoración
alternativa del significado de los elementos de prueba disponibles, por lo que no
se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia del hoy recurrente
quien en su argumentación critica la fuerza de convicción de las pruebas,
olvidando que el problema no es que no haya más pruebas de cargo, o incluso
que existan pruebas de descargo que la Sala no haya creído, sino determinar si
las pruebas de cargo en las que se ha apoyado la Sala de instancia para
condenar son suficientes y han sido racional y lógicamente valoradas.

Y en éste caso no puede considerarse que la valoración de la Sala haya


sido manifiestamente errónea. Por el contrario ha contado con suficiente prueba
de carácter incriminatorio con aptitud para enervar la presunción de inocencia.
Convicción de la Sala lógica y racional y conforme a las máximas de experiencia
común, y que conlleva la desestimación del motivo, por cuanto –como recuerda
la STS. 849/2013 de 12.11- “el hecho de que la Sala de instancia dé valor
preferente a aquellas pruebas incriminatorias frente a la versión que pretende
sostener el recurrente, no implica, en modo alguno, vulneración del derecho a
la presunción de inocencia, antes al contrario, es fiel expresión del significado
de la valoración probatoria que integra el ejercicio de la función jurisdiccional, y
se olvida que el respeto al derecho constitucional que se dice violado no se

254
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mide, desde luego, por el grado de aceptación por el órgano decisorio de las
manifestaciones de descargo del recurrente”.

11.- El motivo séptimo al amparo del art. 849.2 LECrim por existir
error en la apreciación de la prueba basada en documentos que obren en
autos que demuestran la equivocación del juzgador sin resultar
contradichos por otros medios probatorios.

Alega el recurrente que la sentencia impugnada considera que la


campaña de concienciación ciudadana, impuesta por las obligaciones del
contrato firmado por la entidad Sufi, como consecuencia de ser adjdudicataria
para la zona de Moratalaz del concurso de limpieza de Madrid no se realizó,
pero constan en la causa documentos que acreditan que dicha campaña de
concienciación ciudadana bajo el lema “Madrid Limpio y Olímpico”, sí se realizó.

Señala como documentos:

- Cartas obrantes al tomo 168 –folios 24 a 56- de fechas 23 y 28-1-2003,


respectivamente, la primera, por las empresas que resultaron adjudicatarias
para la Gestión del Servicio Público de Limpieza Viaria en diez zonas para la
ciudad de Madrid, a Don Amadeo Hernández, Director de Servicios de Gestión
de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental y la segunda suscrita por éste
y dirigida a Sufi SA.

- Folio 34, documento oficial del Ayuntamiento de Madrid, en virtud del


cual se comunica a Sufi, la deuda con Versus por mor de la realización de la
campaña de concienciación ciudadana, firmada por Amadeo Hernández.

- Dos CDs al folio 26 del mismo tomo 168, con las imágenes de la
campaña a cargo de la empresa Tricicle bajo el lema “Madrid Limpio y Olímpico”
y las imágenes obrantes a los folios 42 a 56, consistentes las cuatro primeras
en los folletos promocionales editados para difundir la campaña de
concienciación, y las siguientes fotos de los distintos emplazamientos desde los
cuales se desarrolló la campaña “Madrid Limpio y Olímpico”.

255
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Alega el recurrente que estos documentos demuestran, sin lugar a


dudas, la realización de la campaña referida, toda vez que según consta en el
Anexo I del informe de la UDEF 40.503/11, en el que literalmente se dice:

- A partir de febrero de 2004 se comenzó a detraer, en las certificaciones


mensuales giradas a la empresa concesionaria de la indicada zona 3 del
Contrato, el importe correspondiente a las campañas de control de calidad y
concienciación ciudadana, al no efectuarse dicha prestación.

- Con fecha 31 de diciembre, se formalizó la modificación del contrato


administrativo de referencia mediante las que se suprimen las cláusulas 12 y 13
del Pliego de Prescripciones técnicas “Campañas de control de calidad y
concienciación ciudadana”.

Añade el recurrente que ello no significa que la campaña “Madrid Limpio


y Olímpico”, correspondiente a dicho concurso no se realizara, durante el año
2003, tampoco lo dice la UDEF, sino que hubo una modificación en el contrato,
primero de hecho y luego de derecho al formalizarse dicha modificación, por las
causas que ahora veremos, y se suprimieron las cláusulas 12 y 13, motivo por
el cual se pactó entre el Ayuntamiento y la empresa SUFI la detracción en las
certificaciones de unos servicios, que a partir de entonces comenzaría a prestar
el Ayuntamiento directamente, formalizándose dichas detracciones en una
modificación administrativa del contrato con fecha 31 de diciembre de 2004.

Es decir, la supresión de las cláusulas 12 y 13 es una decisión política


del nuevo equipo de gobierno consistorial “en el marco de la nueva imagen
corporativa! Y dado que estos servicios se encuentran ya centralizados, motivo
por el cual se producen las detracciones en las certificaciones durante el año
2004, es obligado regularizar la situación y formalizar mediante el expediente
administrativo de referencia la modificación de hecho del contrato.

En definitiva el recurrente solicita una nueva redacción del hecho


probado que incluya que la campaña de concienciación ciudadana, a cuya
prestación venían obligadas las adjudicatarias, en virtud del contrato de limpieza
viaria de diez zonas Madrid, se realizó por la empresa VERSUS
COMUNICACIÓN, bajo el lema “Madrid Limpio y Olímpico”, dando lugar a la

256
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

factura emitida por esta última, por importe de 77.724’35 €, que fue abonada por
Sufi SA.

Retomando la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo 4º para que


pueda estimarse que ha habido infracción de ley por haber concurrido error en
la apreciación de la prueba en los términos prevenidos en el art. 849.2 LECrim
es necesario que concurran los requisitos siguientes (SSTS 209/2012, de 23 de
marzo; 128/2013, de 28 de febrero; 259/2015, de 30 de abril):

1º) Que haya en los autos una verdadera prueba documental y no de otra
clase (testifical, pericial, confesión), es decir que sea un documento propiamente
dicho el que acredite el dato de hecho contrario a aquello que ha fijado como
probado la Audiencia, y no una prueba de otra clase, por más que esté
documentada en la causa;

2º) Que este documento acredite la equivocación del Juzgador, esto es,
que en los hechos probados de la Sentencia recurrida aparezca como tal un
elemento fáctico en contradicción con aquello que el documento, por su propia
condición y contenido, es capaz de acreditar;

3º) Que, a su vez, ese dato que el documento acredite no se encuentre


en contradicción con otros elementos de prueba, porque la Ley no concede
preferencia a ninguna prueba determinada sobre otra igual o diferente, sino que
cuando existen varias sobre el mismo punto, el Tribunal, que conoció de la
causa en la instancia, habiendo presidido la práctica de todas ellas, y habiendo
escuchado las alegaciones de las partes, tiene facultades para, sopesando unas
y otras, apreciar su resultado con la libertad de criterio que le reconoce el art.
741 de la Lecrim.;

4º) Por último, es necesario que el dato de hecho contradictorio así


acreditado sea importante, en cuanto que tenga virtualidad para modificar
alguno de los pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos
que carezcan de tal virtualidad, el motivo no puede prosperar, porque, como
reiteradamente tiene dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra
los argumentos, de hecho o de derecho, que no tienen aptitud para modificarlo.

257
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, en el caso presente el relato de hecho probados


correspondiente a este motivo se encuentra a partir de la página 274 de la
sentencia recurrida, donde se expresa <<MUNICIPIO DE MADRID.- El
14/11/2002, siendo Concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid
ALBERTO LÓPEZ VIEJO adjudicaba a la mercantil SUFI SA, presidida por
Rafael Naranjo Anegón, a partir del contrato 200509170 de “Gestión del servicio
público de limpieza viaria en diez zonas de la ciudad de Madrid”, expediente
131/2002/01886L, la correspondiente a la zona 3, distrito de Moratalaz, a cambio
de ciertas comisiones...>>. Hechos que se sustentan en la fundamentación
jurídica contenida en la página 1339 y ss., donde se realiza la valoración
detallada de la prueba.

Los documentos reseñados, de los que, según el recurrente, deriva el


pretendido error, fueron sometidos, junto con el resto de las pruebas a la crítica
y valoración —razonada— del Tribunal a quo de conformidad con el art. 741
LECrim. Por tanto, no son literosuficientes.

Así, en dicha fundamentación jurídica se expresa que, sin perjuicio de


que la declaración de FRANCISCO CORREA ha sido un elemento de convicción
importante para formar el criterio del Tribunal a quo, no el único, sino que
<<contamos con bastante más prueba, suficiente, como para mantener lo que
sobre este particular hemos dejado dicho en el antecedente de hechos
probados.

Por un lado, están con los informes de la UDEF, 102.857/09, de


27/10/2009, ratificado en la sesión de tarde del día 02/07/2017, y 44.946/13, de
17/05/2013, ratificado en la sesión del día 18/07/2017, ambos sobre cobro de
comisiones con origen en adjudicaciones a SUFI S.A. Y también el ya
mencionado informe de la IGAE, de 18/10/2011.

Del examen de dicha documentación, como también del examen del


propio expediente, podemos comenzar concretando algunos datos objetivos,
como que su primer antecedente es la copia del oficio remisorio de los Pliegos
de Prescripciones técnicas y de Cláusulas Administrativas, de fecha 18/02/2002,
por el que el Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo
Medioambiental, ALBERTO LÓPEZ VIEJO, solicita se inicien los trámites

258
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

necesarios para convocar un concurso público, mediante procedimiento abierto;


que el 21/03/2002 el Pleno del Ayuntamiento, acuerda aprobar la propuesta de
la Comisión informativa de Medio Ambiente, referida a la aprobación de los
Pliegos, autorizar el gasto y disponer la convocatoria del mencionado concurso;
que el 03/09/2002 la mesa de contratación propone adjudicar el concurso de
Gestión del servicio de limpieza viaria para la zona 3 (Moratalaz) a las empresa
SUFI SA, y que el 14/11/2002 se formalizó el contrato por un precio, en concepto
de canon anual de 4.803.364,92 € y un plazo de ejecución de 10 años.

Además de la anterior prueba documental, debidamente ratificada en


juicio, hay abundante prueba de carácter personal, como la practicada en la
sesión del día 28/03/2017, en que fueron oídos en declaración, como testigos,
Abel Arias Rancaño, Jefe de Sección de Limpiezas del Ayuntamiento de Madrid,
y Luis Antonio Morales de Lara, jefe de División de Limpiezas, adjunto al Jefe
de Sección, entre 2000 y 2003, ambos con intervención en los pliegos de
prescripciones técnicas del referido contrato de “Gestión del servicio público de
limpieza viaria en diez zonas de la ciudad de Madrid”, y quienes formaban parte
de los Servicios Técnicos de la Concejalía, de cuyas declaraciones, en la
medida que aportaron datos coincidentes, podemos considerar que queda
acreditado que el máximo responsable de la Concejalía era ALBERTO LÓPEZ
VIEJO, en su condición de Concejal de la misma, como, por lo demás, es un
hecho notorio y no cuestionado por este, y al cual, aun como responsable
político, le debían dar cuentas cuando se las pedían>>. (...)

<<Ante tales testimonios, consideramos acreditado que ninguna de esas


campañas se llevó a cabo, por eso que estemos de acuerdo con las
conclusiones a que llegan los informes periciales, como el de la UDEF,
40.503/11, de 28/04/2011, aportado a la sesión del juicio del día 29/06/2017 por
el M.F. y ratificado en dicha sesión por el funcionario que lo emitió, o el de la
IGAE de 18/10/2011, en que se explica que, aunque las referidas campañas no
se realizaron, sin embargo se trató de justificar la de la campaña de publicidad,
mediante la factura 085/03, de 26/05/2003, por importe de 77.724,35 € emitida
por “Versus Comunicación”, a la que ALBERTO LÓPEZ VIEJO, conocedor de
su falsedad, el 11/05/2003, sin embargo, dio su visto bueno para que fuera
abonada por el Ayuntamiento.

259
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, a la vista del cuadro desglose de canon para la zona 3, en


que la oferta presentada por SUFI se fijó en 4.803.364,92 €, en la que se incluía
la cantidad de 93.269,22 € (2% campaña de concienciación) y la de 46.634,81
€ (1% control de calidad) en total un 3% más sobre la oferta base, el primero de
los testigos explicó que ese 3% estaba siempre en el presupuesto, que lo debían
de incluir en la oferta económica y lo pagaba el Ayuntamiento, y si no se
prestaban no se deberían abonar.

Por lo tanto, con la redacción de dichas cláusulas se estaba permitiendo,


en la práctica, que el Ayuntamiento eligiera las empresas que prestasen los
servicios de control de calidad y de publicidad, a la vez que se eludía acudir a
los específicos expedientes que debieron haberse tramitado para cada una de
estas prestaciones, vulnerando, con ello, los principios de contratación pública,
a la vez que se conseguía que SUFI percibiera indebidamente del Ayuntamiento
el importe de los servicios a que las mismas se referían>>.

Continua la transcrita fundamentación jurídica expresiva de la valoración


de la prueba que sustenta el relato de hechos probados, señalando que <<En
el mismo sentido lo que pudimos escuchar en la sesión del 11/10/2016, con la
audición de la declaración prestada en Instrucción por Rafael Naranjo Anegón
(audio: tomo 98 D.P. 1/09 TSJM; transcripción: folio 370 y ss. D.P. 1/09 TSJM),
para el que ya hemos dicho que la causa ha sido sobreseída por razón de su
enfermedad, quien, como presidente de SUFI, tomaba las decisiones y sometían
a su consideración cuantas ofertas sobre concursos participaba esta mercantil.
En ella, hay una parte en que explicaba que en la convocatoria del concurso se
establecía por parte de la Administración, que había que dedicar un tres por
ciento (un uno más un dos) a unas sociedades para que realizaran las
campañas de concienciación y ahí no tenían derecho a opinar porque era una
decisión que se reservaba el Ayuntamiento, y decía que había que pagarle esas
campañas de concienciación, en relación con cuyo pago dijo que tuvo que
adelantar la cantidad del orden de un millón de euros, que era ese tres por
ciento.

De esta manera, se conseguía que el adjudicatario recuperase del


Ayuntamiento las comisiones pagadas, porque el Ayuntamiento era el que se

260
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

hacía cargo del control de las referidas campañas, como decía el testigo y
confirma en el informe de la IGAE; sin embargo, como las mismas no se llevaron
a cabo y había que justificar su realización, el medio que se articuló para ello fue
mediante la emisión de una factura, la 085/03, de 26/05/2003, de 77.724,35 €,
emitida por Versus Comunicación. En efecto, incluidas las referidas cláusulas
12 y 13 en los términos que se establecieron, a iniciativa de ALBERTO LÓPEZ
VIEJO, en principio, quedaba en manos de la adjudicataria contratar, a partir de
las empresas que el Ayuntamiento indicase, los servicios de concienciación y
publicidad, que, por lo tanto, debería pagarlos, estableciéndose, para que la
adjudicataria cumpliera, un sistema de control y seguimiento por los Servicios
Técnicos. Esto no fue así, sino que, como han manifestado los anteriores
testigos, desde su departamento no se propuso terna alguna, sino que la
realidad fue que la Concejalía de ALBERTO LÓPEZ VIEJO se hizo cargo de
ello, pero como no propuso empresa alguna para que cubriera esas campañas
y no se llevaron a efecto, por lo que no se pagaron, conformó la factura de
Versus Comunicación, con la que pretende justificar que se realizó y se pagó la
campaña de publicidad. (...)

Consecuentemente como este motivo de casación (STS 1205/2011, de


15 de noviembre) no permite una nueva valoración de la prueba en su conjunto
ni hace acogible otra argumentación sobre la misma que conduzca a
conclusiones distintas de las recogidas en el relato fáctico, que es lo pretendido
por el recurrente realizando una valoración por su cuenta que contradice la del
tribunal, el motivo carece de fundamento y debe ser desestimado.

12.- El motivo octavo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
del art. 24.1 y 2 de la CE, al haberse producido condena a pesar de que no
había sido desvirtuada la presunción de inocencia del Sr. López Viejo, a
partir de una valoración de la prueba manifiestamente irracional, al no
haber tenido en cuenta elementos esenciales de descargo, en relación con
la realidad de la campaña de concienciación ciudadana realizada por
VERSUS COMUNICACIÓN y la realidad de la factura.

261
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Alega el recurrente que sin perjuicio del desarrollo del motivo anterior, la
sentencia vulnera del derecho a la presunción de inocencia cuando considera
acreditado 1) que la campaña de VERSUS no se realizó y 2) que, en
consecuencia, la factura emitida es falsa, porque el razonamiento de la
sentencia para alcanzar tal conclusión es completamente ilógico e irracional y,
además, no se sustenta en pruebas con capacidad para enervar la presunción
de inocencia.

En el desarrollo del motivo, el recurrente efectúa su subjetiva valoración


de la prueba para concluir que queda acreditada la realidad de la factura y en
correspondencia con los servicios prestados por VERSUS en el marco de la
campaña de concienciación ciudadana del Concurso de Limpieza Viaria. Con
ello, decae la tesis condenatoria, no sólo, en relación con la condena por el delito
de falsedad, sino también de los delitos de pre-varicación y malversación que
quedan huérfanos de los elementos del tipo que se exi-gen en cada uno de ellos.

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo


6º sobre el alcance en casación de la invocación de la vulneración del derecho
a la presunción de inocencia, en particular la de que este cauce casacional,
salvo supuestos en que se constate irracionalidad o arbitrariedad, no está
destinado a implantar la valoración por parte del tribunal sentenciador de las
pruebas apreciadas de manera directa, como las declaraciones testificales, o
las manifestaciones de los imputados o coimputados, así como los dictámenes
periciales, ni realizar un nuevo análisis crítico del conjunto de la prueba
practicada para sustituir la valoración del tribunal sentenciador por la del
recurrente o por la de esta Sala, siempre que el tribunal de instancia haya
dispuesto de prueba de cargo suficiente y válida y la haya valorado
razonablemente, es decir, que a esta Sala no le corresponde formar su personal
convicción a partir del examen de unas pruebas que no presenció, para a partir
de ella confirmar la valoración del tribunal de instancia en la medida en que
ambas sean coincidentes. Lo que hade examinar es, en primer lugar, si la
valoración del tribunal sentenciador se ha producido a partir de unas pruebas de
cargo constitucionalmente obtenidas y legalmente practicadas y, en segundo
lugar, si dicha valoración es homologable por su propia lógica y razonabilidad.

262
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso presente el tribunal “a quo” razona en orden a la tesis de la


defensa que: <<Mantiene la defensa, sin embargo, que la campaña de
publicidad se realizó por el Ayuntamiento, y para ello esgrime y aporta
documentación relativa una campaña presentada por el grupo Tricicle (“Por un
Madrid Limpio... y Olímpico”); ahora bien, sin negar que esta campaña existiera,
al menos formalmente, para tratar de encontrar una relación que no tiene con el
expediente que nos ocupa, la defensa pretende convencer que, con ella, se
cubrió la del expediente, no obstante lo cual, consideramos que no queda
acreditada tal relación entre ambas. También esta cuestión se analiza en los
informes de la UDEF 40.503/11 y de la IGAE de 18/10/2011.

En dichos informes se expone que en los Archivos del Área de Gobierno


de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, en relación con el contrato que
nos ocupa no consta información ni documentación relativa a campaña de
publicidad desarrolladas por SPECIAL EVENTS, y se examina la
documentación que se remite desde el Ayuntamiento; entre ella, el escrito de
fecha 11/05/2003, firmado por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, Concejal de Servicios
de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental, y el Director de Servicios de
Limpieza Urbana, en el que se refleja la facturación en euros para el periodo
01/03/2003 a 31/12/2003, que asciende a la cantidad de 3.886.217,58 €, por lo
que, aplicando el 2% de publicidad o de campañas de concienciación, el importe
a justificar es de 77.724,35 €, que coincide con la factura 085/03, de 26/05/2003,
emitida por Versus Comunicación a nombre se SUFI por importe de 67.003,75
€ (77.724,35 €, con IVA), bajo el concepto “Trabajos realizados para la campaña
Madrid Limpio y Olímpico”, factura que presenta firma del recibí y conforme de
PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, con anotación manuscrita 30/5/2003, y
significándose que el importe de dicha factura se corresponde con ese
porcentaje del 2% de la facturación de la empresa SUFI durante el año 2003
(3.886.6217,58 €) al Ayuntamiento de Majadahonda, relativo a la realización de
campañas de concienciación por parte de la empresa concesionaria del servicio
de limpieza viaria, como así lo acredita un documento de Concejalía de los
Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental, de fecha
30/05/2003, firmado por el Director de dichos Servicios y por el Concejal
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, así como por el representante de SUFI, en el que se

263
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

establece que esta se ha hecho cargo, conforme a los contratos de gestión de


servicios públicos, de la factura que acompaña.

Pues bien, del planteamiento hecho por la defensa para tratar de justificar
que la referida factura emitida por Versus Comunicación acredita que la
campaña de publicidad se realizó, lo primero que llama la atención es que se
incluyan servicios prestados en el Ayuntamiento de Majadahonda, aunque lo
que nos parece más determinante es que se haga referencia a una facturación
del periodo 01/03/2003 a 31/12/2003, y los documentos que convalidan el pago
de la factura, así como la propia factura, estén fechados en el mes de mayo,
cuando en ese momento, que tan solo se habían devengado dos meses, se
factura por el importe correspondiente a todo el año, forma incorrecta de
facturar, ya que contradice la “regla del servicio hecho”, de conformidad a la
cual, para que la Administración proceda al pago del precio del contrato, es
preciso que quede acreditado su realización, de manera que, al no haberse
prestado en la fecha que se emite la factura el servicio a que se refiere,
consideramos que se trata de una factura “ad hoc”, y no nos acredita que
justifique el pago que con ella se pretende justificar.

A igual conclusión llegamos tras valorar el testimonio prestado por José


Luis Martín Llorente, quien compareció en la sesión del día 20/06/2017, a
petición de la defensa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, propietario de Versus
Comunicación, quien trabajó para el Ayuntamiento de Madrid en 2003,
manifestando que le fue adjudicada a su empresa el concurso para la campaña
de concienciación sobre limpieza urbana y polución canina, dentro de la cual
ubicó la campaña Madrid limpio y olímpico, que es con la que la defensa trata
de justificar la realidad de la factura de Versus; sin embargo, el interrogatorio de
esta se centró en torno a si la referida campaña se había realizado, cuando lo
fundamental era encontrar la relación entre dicha campaña y la campaña de
concienciación ciudadana de la cláusula 13 de las del contrato, que seguimos
sin encontrarla.

En efecto, a preguntas del M.F., explicaba el testigo que la campaña de


concienciación y polución canina se la pagó el Ayuntamiento; pero que, como
se hizo una ampliación (Madrid Limpio y Olímpico), había que abonar los

264
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

servicios correspondientes a tal ampliación; sin embargo, cuando el M.F. le


pregunta por detalles de esta ampliación, manifiesta que de ella se encargaron
las empresas que resultaron adjudicatarias, entre las que menciona a SUFI, que
sabe cuáles son porque se lo dicen en el Ayuntamiento, que no sabe cómo se
fijó el presupuesto, ni siquiera si había presupuesto, que tampoco sabe que
hubiera un proyecto, ni qué servicios iba a prestar cada empresa, ni tampoco
cómo facturó cada una, que de esto se encargaba el Ayuntamiento; y él, por su
parte, tampoco aportó documento alguno que acreditase el pago de los servicios
prestados, todo lo cual deja tal ampliación en una indefinición, que nos permite
concluir, que, desde luego, en lo que concierne a SUFI (y no entremos en
consideración respecto de otros adjudicatarios porque no se les enjuicia) ni
existió el contrato, ni prestó servicio alguno, ni se la abonó nada, y, por lo tanto,
que, la de Versus, es una factura “ad hoc” En el informe sobre SUFI de la AEAT,
de 21/12/2013, ratificado en la sesión del día 06/09/2017, se analiza esta
factura, y también concluye que ni se justifica la prestación del servicio por parte
de Versus a SUFI, ni el pago de la factura. El estudio que se hace para llegar a
tal conclusión es extenso, pero de él extractamos dos consideraciones que
compartimos. Por un lado, que no hay una propuesta de tres empresas para la
adjudicación, y, por otro, que lo que consta es la adjudicación a VERSUS del
concurso relativo al servicio de la Campaña de Concienciación sobre la Limpieza
y Polución Canina en Madrid, suscrito el 09/12/2002, aunque la prestación del
servicio que se dice hecho por VERSUS, se enmarca en la Campaña Madrid
Limpio y Olímpico, que se presenta como una segunda parte de la inicial
Campaña de Concienciación, cuando aquel servicio debería ser distinto del que
se prestara a través de esta, y no se puede cobrar dos veces por el mismo
servicio, ni aun a costa de costa de revestirlo como una mera ampliación.

Y que se trata de una factura “ad hoc”, lo corroboran otra serie de


circunstancias, como el hecho mismo de que la propia factura adolece de una
serie requisitos básicos, como que no figura detallado ni desglosado el precio
unitario de cada servicio, ni se detalla ni desglosa el IVA correspondiente, o que
está incompleta al carecer de cualquier firma, sello comercial o registro de salida
o de entrada, tanto del emisor como del cliente o destinatario de la factura,
incluso, que, a partir de febrero de 2004, se comenzara a detraer en las

265
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

certificaciones mensuales giradas a SUFI el importe correspondiente a las


campañas de Control de Calidad y de Concienciación Ciudadana, por no
efectuarse dicha prestación, porque, si esto es así, es razonable pensar que con
anterioridad tampoco se prestasen y que solo cuando tiene tiempo suficiente el
nuevo equipo de gobierno de detectar la irregularidad, la ponga fin. Hay que
tener en cuenta que ALBERTO LOPEZ VIEJO cesa en el Ayuntamiento en junio
de 2003, por lo que no es extraño que a su cese se siga con sus inercias,
máxime cuando en esa época no había razones para sospechar de sus malas
praxis de actuar, que solo cuando se detectan se corrijan, y bien pudo ser en
ese mes de febrero cuando el nuevo equipo de gobierno reaccionara para tomar
la decisión de dejar, desde ese mismo mes, de abonarlos, visto que en otoño de
2003 comienzan a salir en medios de comunicación denuncias por la gestión de
este acusado, hasta que, definitivamente, el 31/12/2004, decide suprimir las
obligaciones de las cláusulas 12 y 13, lo que, de paso, supuso un ahorro al
Ayuntamiento de 1.187.255,87 € respecto del contrato>>.

Consecuentemente la sentencia valora de forma racional y lógica las


pruebas que llevan a entender acreditado que la factura de Versus no se
corresponde con trabajos realizados y que, por ello, la campaña no se realizó.

13.- El motivo noveno por quebrantamiento de forma, al amparo de


lo prevenido en el art. 851 LECrim, al existir una contradicción manifiesta
e insalvable en los hechos probados que impide establecer con claridad el
presupuesto fáctico esencial consistente en determinar cuándo se habría
percibido una pretendida dádiva por el Sr. López Viejo y que habría sido el
origen del de-lito de blanqueo de capitales por el que ha sido condenado.

Previamente debemos señalar como constante y reiterada


jurisprudencia de esta Sala (STS 253/2007, de 26-3, 121/2008, de 26-2). tiene
afirmado que la esencia de la contradicción consiste en el empleo en el hecho
probado de términos o frases que. por ser antitético s resultan incompatibles
entre sí, de tal suerte que la afirmación de una resta eficacia a la otra al excluirse
uno al otro produciendo una laguna en la fijación de los hechos (STS. 299/2004
de 4.3).

266
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así doctrina jurisprudencial reiterada (SSTS. 1661/2000 de 23.11,


776/2001 de 8.5, 2349/2001 de 12.12, 717/2003 de 21.5, y 299/2004 de 4.3),
señala que para que pueda prosperar este motivo de casación son necesarios
los siguientes requisitos: a) que la contradicción sea manifiesta y absoluta en el
sentido gramatical de la palabra. Por ello, la contradicción debe ser ostensible y
debe producir una incompatibilidad entre los términos cuya contradicción se
denuncia; en otras palabras, que la afirmación de un hecho implique
necesariamente la negación del otro, de modo irreconciliable y antitético, y no
de una mera contradicción ideológica o conceptual; b) debe ser insubsanable,
pues aún a pesar de la contradicción gramatical, la misma puede subsumirse en
el contexto de la sentencia; es decir, que no exista posibilidad de superar la
contradicción armonizando los términos antagónicos a través de otros pasajes
del relato; c) que sea interna en el hecho probado, pues no cabe esa
contradicción entre el hecho y la fundamentación jurídica. A su vez, de este
requisito se excepcionan aquellos apartados del fundamento jurídico que tengan
un indudable contenido fáctico; esto es, la contradicción ha de darse entre
fundamentos fácticos, tanto si se han incluido correctamente entre los hechos
probados como si se trata de complementos fácticos integrados en los
fundamentos jurídicos; d) que sea completa, es decir que afecta a los hechos y
a sus circunstancias; e) la contradicción ha de producirse con respecto a algún
apartado del fallo, siendo relevante para la calificación jurídica, de tal forma que
si la contradicción no es esencial ni imprescindible a la resolución no existirá el
quebrantamiento de forma; f) que sea esencial en el sentido de que afecte a
pasajes fácticos necesarios para la subsunción jurídica, de modo que la mutua
exclusión de los elementos contradictorios origine un vacío fáctico que
determine la falta de idoneidad del relato para servir de soporte a la calificación
jurídica debatida.

La STS 1250/2005, de 28-10, insiste en que:

“…como consecuencia de la contradicción, que equivale a la afirmación


simultánea de hechos contrarios con la consiguiente destrucción de ambos,
debe sobrevenir un vacío que afecte a aspectos esenciales del sustrato fáctico
en relación a la calificación jurídica en que consiste el “iudicium”, lo que se debe
significar diciente que la contradicción sólo es motivo de casación cuando es

267
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

causas y determinantes de una clara incongruencia entre lo que se declare


probado y sus consecuencias jurídicas”.

Siendo así se señalan en el motivo tres contradicciones:

1ª) La primera consiste en que “se declara probado que Alberto López
Viejo percibió una comisión en su etapa del Ayuntamiento de Madrid, pero
también se declara probado que la comisión la percibió parte en su etapa del
Ayuntamiento de Madrid y parte en su posterior etapa en la Comunidad de
Madrid”.

No existe contradicción alguna. De la prueba practicada se desprende


que las comisiones se repartieron tanto en la época en la que tenía
competencias en el Ayuntamiento de Madrid, porque una parte la recibió íntegra,
cuando desempeñó el cargo de Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y
Desarrollo Ambiental y otra cuando fue Viceconsejero de Presidencia y
Consejero de Deportes de la CAM.

2ª) La segunda contradicción se produce según el recurrente porque “se


declara probado respecto de la comisión percibida en la etapa del Ayuntamiento
de Madrid, que fue ingresada en la sucursal de Ginebra del Banco Mirabaud, lo
que ocurrió en 2002 y a la vez se declara probado que su comisión había sido
detraída de fondos del Ayuntamiento lo que es imposible, pues atendiendo a la
cronología de los hechos, la detracción de fondos del Ayuntamiento sólo podría
haber ocurrido en el año 2003”.

Tampoco existe contradicción alguna. Partiendo de que Alberto López


Viejo fue Concejal del Ayuntamiento de Madrid en el periodo comprendido entre
1999 y 2003, lo que la sentencia declara probado es que “la comisión acordada
con Alberto López Viejo, la cantidad que se calcula que recibió por su
intervención en la adjudicación del contrato a Sufi ascendió a 680.731’01 euros,
una parte de la cual, hasta 230.000 euros le fueron entregados por Francisco
Correa entre el 24-11-2004 y el 5-10-2006, en efectivo.

Los 450.731’01 euros restantes los cobró en divisas, mediante ingresos


entre el 23-7 y 29-10-2002 en la sucursal del Banco Mirabaud de Ginebra, en la

268
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que también aparecía como apoderada su esposa Teresa Gabarra Balsells”


(pág. 279 sentencia).

3ª) La tercera contradicción radica en que “se declara probado que en la


primera parte de la comisión se habría detraído de fondos del Ayuntamiento,
pero a su vez se declara probado que la primera parte de la comisión le habría
sido abonada por el Sr. Correa que carece de relación con el Ayuntamiento”.

Contradicción inexistente. Lo que la sentencia (pág. 271) declara


probado es que Alberto López Viejo “fue favorecido lucrativamente por
Francisco Correa, de manera que, como contrapartida por su intervención en la
irregular adjudicación de contratos públicos que vino manipulando a favor de
empresas de éste recibía las oportunas comisiones, que disfrazaba mediante la
emisión de facturas ficticias o por importes superiores”.

Por tanto la detracción de fondos del Ayuntamiento se produce al no


realizarse las campañas de concienciación a las que estaban obligadas las
adjudicatarias y pagárselas, no obstante, por las mismas –parte de cuyos
importes revertían al Sr. López Viejo-.

14.- El motivo décimo por infracción de precepto constitucional, al


amparo del art. 852 LECrim haberse vulnerado el principio de presunción
de inocencia por haberse realizado una valoración arbitraria e irracional de
la prueba: si bien el Sr. Correa sí ad-mitió que por la adjudicación a SUFI
pagó a Alberto López Viejo “poco a poco” una comisión entre 2004 y 2007,
sin embargo jamás sostuvo, como recoge la sentencia, que hu­biese “otra
parte” y que esta hubiera sido abonada previamente en el año 2002;
además existe prueba adicional que imposibilita la deducción lógica de
que se hubiera abonado cantidad alguna en 2002 pero que la Sala a quo
solo valora parcialmente.

Sostiene que el coacusado Correa reconoció en juicio oral que percibió


en 2003 una co-misión de 1.232.074 euros del Sr. Naranjo por su intervención
en la adjudicación a SUFI –empresa del Sr. Na-ranjo– del contrato de Limpieza
de la ciudad de Madrid y declaró también que “luego” habría ido pagando poco

269
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a poco al Sr. López Viejo un 30% de esa comisión a través de los actos de la
Comunidad de Madrid. La sen-tencia considera verosímil el relato del coacusado
y le otorga completa credibili-dad. Con todo, la sentencia concluye en contra de
ese relato que 450.731,01 euros que la Sra. Gabarra reclama como suyos y de
procedencia lícita, son “otra parte” de la comisión reconocida por el Sr. Correa.
Para llegar a esta conclusión la sentencia presenta una valoración de la prueba
arbitraria, pues se aleja injus-tificadamente de lo declarado por el Sr. Correa. Le
atribuye haber distinguido el pago de la dádiva en dos partes –lo que no es
verdad–. De igual modo, la sen-tencia recoge que el Sr. Naranjo habría
reconocido que pagó una comisión al Sr. López Viejo, lo que es absolutamente
falso. Además, la sentencia ignora el con-tenido de pruebas de cargo que han
permitido condenar a otros acusados pero que en este caso dan verosimilitud a
la tesis de la Sra. Gabarra y contradicen a la sentencia (el pen drive intervenido
a José Luis Izquierdo y la Carpeta azul).

Argumenta que la cantidad que el Sr. Correa declaró haber percibido -


1.232.074euros- y el porcentaje que declaró haber abonado al recurrente, 30%,
no coinciden con los importes que la sentencia declara que éste percibió -en
total 682.197,99 euros (450.731,01 + 231.466,98), esto es, el 55%.

Por último, los ingresos en la cuenta de Mirabaud (julio-octubre 2002)


son anteriores a la adjudicación a Sufi del contrato (noviembre 2002) y muy
anteriores al pago por Sufi al Sr. Correa de la comisión por el éxito de su
intervención (mayo 2003).

El motivo se desestima.

La sentencia recurrida, págs. 1328 a 1362, detalla las pruebas de las que
se ha servido para llegar a la convicción de la autoría del recurrente.

- La declaración del coacusado Francisco Correa, principal responsable


de la trama delictiva, que reconoció expresamente haber entregado comisiones
a Alberto López Viejo.

- El archivo de Excel encontrado en el pen drive ocupado a José Luis


Izquierdo, en el que constan anotaciones de cantidades cobradas a Rafael
Naranjo por la adjudicación de los contratos de limpieza del Ayuntamiento.

270
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- El testimonio de Rafael Naranjo (inicialmente imputado y sobreseída la


causa respecto del mismo por enfermedad) quien relató la forma de redactar los
contratos entre el Ayuntamiento y la empresa Sufi de su propiedad.

- Las declaraciones de los coacusados Pablo Crespo, Isabel Jordán,


José Luis Peñas, Alicia Minguez Chacón, Pedro Rodríguez Prendas y Javier
Nombela Olmo que confirmaron las entregas de dinero.

- El propio silencio del recurrente ante las preguntas sobre su


enriquecimiento personal, que no podía proceder de los ingresos obtenidos de
sus actividades lícitas. Silencio que puede valorarse pues cuando la acusación
ha presentado una serie de datos que incriminan al imputado y este se acoge a
su derecho al silencio, esta actitud no es algo neutro, ni indiferente para el
tribunal sentenciador, sino que el hecho que se le ofrezca la posibilidad de que
dé una explicación exculpatoria o que contradiga dichas pruebas, y nada diga,
dicho silencio, no es por sí solo prueba de cargo, pero robustece la certeza del
tribunal derivada de las pruebas de cargo, porque si se le ofrece la posibilidad
de una explicación y no ofrece ninguna, la conclusión es clara: no hay
explicación alguna, (ver STEDH Murray c. Reino Unido de 8-2-96, Londri c.
Reino Unido 2-5-2000).

Frente a este material probatorio el motivo se limita a cuestionar la


cuantía concreta de las cantidades ingresadas en sus cuentas para acreditar
que al no corresponderse con total exactitud con las que se dicen entregadas
por Correa a sus empleados, deberían tener un origen lícito, pero tal alegación
solo afectaría al concreto importe de las comisiones recibidas, pero no a su
realidad y existencia y por ello a la realidad del delito de cohecho cometido.

15.- Decimoprimer motivo por infracción de precepto constitucional


al amparo del art. 852 LECrim al haberse vulnerado el derecho de
presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva.

Se condena al Sr. López Viejo (y a la Sra. Gabarra) por un delito de


blanqueo de capitales al atribuir la sentencia un origen ilícito a los 450.731’01
euros ingresados en 2002 en la cuenta del Banco Mirabaud, pese a que la Sra.

271
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Gabarra proporcionó y justificó una explicación alternativa y plausible sobre su


titularidad, procedencia lícita y necesidad de ocultarlos en Suiza a nombre de su
marido.

La sentencia reconoce, en relación con los 450.731’01 euros ingresados


en la cuenta del Banco Mirabaud en 2002 que el informe pericial fundamental
de la acusación “no explica el origen de los fondos”, pero declara probado que
“no encuentra otra explicación que su procedencia de comisiones ilícitas”. Sin
embargo sí hubo otra explicación alternativa y plausible, así como prueba que
lo acreditaba. En efecto pese a que la Sra. Gabarra fue llamada al proceso 11
años después de los hechos, hizo un importante esfuerzo por acreditar
documentalmente y mediante prueba testifical que los 450.731’01 euros eran
suyos y de procedencia lícita. Además explicó la razón por la que habría
ocultado “precisamente” en 2002 ese dinero poniéndolo a nombre de su marido.

El motivo se desestima.

Como ya hemos señalado más arriba la sentencia recurrida declara


probado que la cantidad que Alberto López Viejo recibió como comisión por su
intervención en la adjudicación del contrato a Sufi ascendió a 680.731’01 euros,
de la cual 230.000 euros le fueron entregados por Francisco Correa entre el 24-
11-2004 y 5-10-2006 en efectivo y el resto 450.731’01 euros los cobró en
divisas, mediante ingresos entre el 23-7 y el 29-10-2002 en la cuenta abierta el
30-5-2002 en la sucursal de Ginebra del Banco Mirabaud, en la que también
aparecía como apoderada su esposa Teresa Gabarra Balsells.

Asimismo considera probado (pág. 279-280 sentencia):

“Sin perjuicio de lo que más adelante se especificará al tratar de la


ocultación de las ganancias ilícitas, este matrimonio, con esos fondos, realizó
distintas inversiones financieras que generaron unas rentabilidades no
declaradas a la Hacienda Pública. Uno de los movimientos fue la retirada en
efectivo el 21/01/2008 de 503.670 CHF (314.990,18 €), que ALBERTO LÓPEZ
VIEJO justificó con la amortización de un préstamo hipotecario en España. En
cualquier caso, el 07/09/2012 canceló la cuenta del Banco MIRABAUD y ordenó
transferir su saldo, de 149.639,56 €, más otros 10.000 € más, a la cuenta que

272
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en el Banco de Santander tenía TERESA GABARRA con la finalidad de repatriar


esas cantidades de origen ilícito>>.

Posteriormente, en la página 296 expresa que <<...eran de procedencia


ilícita las cantidades manejadas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, entre ellas el
reparto de la comisión por la adjudicación del contrato de limpieza a la empresa
SUFI, del que le correspondieron 680.731,01 €, de los que 450.731,01 fueron
en divisas en la cuenta y subcuentas que abrió en la sucursal del Banco
MIRABAUD de Ginebra, en la que aparecía como apoderada su esposa,
TERESA GABARRA BALSELLS, y cuentas que mientras tuvo abiertas, realizó
con los fondos allí depositados distintas inversiones, de las que obtuvo las
correspondientes ganancias>>.

El recurrente tacha a la sentencia de arbitraria porque no analiza la


prueba de descargo que llevaría a la alternativa o versión de los hechos que
pretende.

Sin embargo, tal como señala el Ministerio Fiscal en su escrito de


impugnación, tal alegación no se corresponde con la realidad, pues el Tribunal
a quo realizó la valoración de la prueba, con sujeción a las reglas de la razón, la
lógica y las máximas de experiencia, y de conformidad con lo dispuesto en el
art. 741 LECrim. Así, en la página 1356 de la sentencia expresa que <<no nos
resulta creíble es que las cantidades ingresadas fueran de Teresa Gabarra” y
que “no acabamos de entender que se mantenga que esas cantidades eran de
TERESA GABARRA y que se dé como excusa que, como fue víctima de una
estafa en EEUU>>.

El Tribunal a quo realiza tales afirmaciones en el ámbito de una extensa


fundamentación en la que analiza y valora, no solo las pruebas de cargo, sino
que también se refiere a los elementos que pretenden acreditar la versión
alternativa mantenida por la parte recurrente. Así, puede leerse en la página
1356 y ss., que el recurrente <<ha admitido ser el beneficiario económico de la
cuenta corriente 407409-5352 de la entidad bancaria MIRABAUD, de Ginebra,
en el mencionado informe de la UDEF 62.970/13, analizada la documentación
remitida desde Suiza, así queda reflejado en el formulario A (“l’ayant droit
économique”). (...)

273
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

... la cuenta principal tenía una subcuenta en francos suizos, la 407409


005000, en la que se observa que los ingresos se hacen en efectivo, en
concreto, el primero el 23/07/2002, por importe de 50.000 CHF y luego otros,
como el 20/09/2002, de 99.000; el 14/10/2002, de 74.200; el 23/10/2002, de
123.750, y el 29/10/2002, de 148.500, en total 495.450 CHF.

Lo mismo podemos decir respecto de la subcuenta en libras, cuya


primera aportación, mediante un ingreso en efectivo, es, también, el 23/07/2002,
en este caso, por importe de 42.393,75 libras.

Y por lo que se refiere a la subcuenta en euros, el primer movimiento es


un ingreso en caja, el 20/09/2002, por valor de 24.664,67 €, y hay otro, el
14/10/2002, por importe de 22.116,96 €.

Por lo tanto, el montante final, como avanzábamos, teniendo en


consideración que los ingresos se hacen en distinta moneda, en euros asciende
450.731,01, visto el tipo de cambio correspondiente a cada moneda de
referencia en el momento de su ingreso.

Pues bien, aunque el contrato de limpieza se formalizara el 14/11/2002,


esto es, con posterioridad al último de los ingresos, no significa que dichos
ingresos sean ajenos al mismo; al revés, es parte de la contraprestación a
ALBERTO LÓPEZ VIEJO por su intervención para que la adjudicación recayese
en SUFI, como pasamos a explicar.

En primer lugar, nos parece que la circunstancia de que este acusado,


en ese periodo de tres meses haya ingresado en una cuenta corriente, suiza
además, tan elevada cantidad de dinero, cuando no resulta compatible con los
ingresos que, por razón de su profesión, debía percibir, solo tiene explicación
que sea porque no quiere dar razón de su procedencia; la misma apertura de la
cuenta en Suiza es indicativo de una intención de ocultarlos, ya que, de lo
contrario, bien podía haberlos ingresado en una cuenta bancaria en España;
mientras que, por otra parte, si tan limpio era ese dinero como mantiene, debido
a que fueran ahorros y rentas de su mujer, lo razonable es que, rigiendo régimen
de separación de bienes entre ambos, la cuenta se hubiera abierto a nombre de
esta, siendo, como era, una persona versada en negocios.

274
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, no acabamos de entender que se mantenga que esas


cantidades eran de TERESA GABARRA y que se dé como excusa que, como
fue víctima de una estafa en EEUU, para poner a salvo sus ahorros de toda la
vida, le pidió a su marido que pusiera a su nombre todo el patrimonio que había
conseguido convertir en efectivo, porque, si ya había sido estafada, como dice,
y consiguió rescatar una tan importante cantidad de dinero, la explicación que
nos da de que ese estafador se podía hacer con un cantidad de su dinero,
cuando ella era la víctima, no se comprende, estando, como estaba, litigándose
ante un tribunal el conflicto que tenían pendiente, como veremos.

Por otra parte, no necesitamos entrar en que TERESA GABARRA


pudiera tener ahorrados 450.000 €, sino que esa cantidad fuera la fuente
ingresos de la cuenta en la banca MIRABAUD de su marido, porque, de ser
cierto lo que dice, nos podía haber acreditado dónde los tenía, si es que era en
su domicilio o en una cuenta bancaria, y, de ser así, bien podía haber aportado
las salidas de esa cuenta o haberlo acreditado con las correspondientes
declaraciones tributarias, y no nos vale, en este sentido, el argumento que se
mantiene por la defensa, de que, cuando la interesada, en enero de 2015, hizo
una petición formal a la AEAT para que le proporcionara las declaraciones de
su IRPF y de su IP y le contestaron que no era posible emitir los
correspondientes certificados, porque se encontraban prescritos, eso la excuse
de cualquier otro esfuerzo probatorio, ya que, asumiendo palabras del Abogado
del Estado, bien podía haber solicitado esa información a través del Juzgado
Instructor. No se trataba, de esta manera, de suplir el deficiente trabajo de la
acusación o de que, ante tal planteamiento, estemos ante una interpretación
extravagante del derecho de defensa y del principio acusatorio, como esgrime
su letrado, sino ante el simple juego de cómo han de funcionar, si no se quiere
hablar de la carga de la prueba, tal como se regula en el art. 217 LECivil, por
encontrarnos en el ámbito del proceso penal, las reglas en materia probatoria,
en que, acreditado el hecho positivo o constitutivo por parte de la acusación,
como así se hizo mediante la prueba de esos muy importantes ingresos en las
cuentas suizas de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en un concreto periodo de tiempo,
en el que no se encontraba otra explicación que su procedencia de comisiones
ilícitas, correspondía a la defensa acreditar el hecho impeditivo o extintivo, con

275
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el que oponerse y desactivar esa acusación, que es lo que no hace y podía


haber hecho, acudiendo al proceso penal para interesar lo que no pudo obtener
por vía particular.

En cualquier caso, las explicaciones dadas por la defensa de TERESA


GABARRA, en línea con lo declarado por esta, sobre la necesidad de llevar sus
ahorros en 2002 a la cuenta corriente de su marido no nos convencen, porque,
sin negar el esfuerzo para construir la coartada, de lo que no nos queda duda
es que el dinero que ingresa en esa cuenta en el periodo concreto que hemos
acotado, procede del cobro de las comisiones ilícitas relacionadas con el
contrato de limpieza.

Como decimos, la línea argumental de la defensa, partiendo de que


TERESA GABARRA tenía más de 450.000 € en efectivo en aquellas fechas, se
esfuerza en hacer creer que, precisamente, en la misma época le surge la
necesidad de llevarlos a Suiza, que lo tiene que hacer en la cuenta de su esposo,
a fin de evitar su incautación por un estafador, del que dice que estaba siendo
víctima, quien, en noviembre de 2001, presentó una millonaria demanda (por
15.000.000 $) contra ella y otras personas más, esto es, seis meses antes de la
apertura de la cuenta en el banco MIRABAUD.

Como avanzábamos, el planteamiento falla por su base, pues, si,


efectivamente, el riesgo de pérdida de ese dinero procedía de la actuación de
un estafador articulada en procedimiento judicial, lo razonable es que fuera
amparada y no terminara con un resultado perjudicial para ella, porque, si
terminaba con un resultado en contra, y fuera para evitar que se la incautase
ese dinero, tal solución más hace pensar en la posible comisión de un delito de
insolvencia punible/alzamiento de bienes, que no en otra cosa.

Por lo demás, en la exposición que realizó de estos hechos en su


declaración, prestada en la sesión del día 09/02/2017, hizo mención a que sus
abogados la dijeron que, como el demandante era un estafador, había que
intentar cuidar el patrimonio; es cierto que no dijo de qué manera le dijeron que
hiciera esto; sin embargo, ante una decisión tan grave, como es ocultar unos
bienes en la idea de que no se la incauten como consecuencia de una decisión
judicial, no ya no presenta a esos abogados, sino que ni siquiera da sus

276
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

nombres, por si hubiera sido de interés para el Tribunal, respetando su secreto


profesional, poder oírles.

Y si la excusa no la podemos admitir por lo que acabamos de


argumentar, hay más razones que abundan en esa incredibilidad, como que, no
constando que, esos ahorros que dice tener, estuvieran depositados en cuentas
bancarias, qué mejor manera que esa para tener oculto el dinero, que no
colocarlo en alguna cuenta donde se le da mayor visibilidad; o como que, aun
cuando ALBERTO LÓPEZ VIEJO otorga a su mujer poder general sobre dicha
cuenta y este se formaliza el 20/11/2002, no resulta compatible del todo con esto
que, siendo fondos de ella, tarde tanto tiempo en tener posibilidad de
gestionarlos, gestión que, por otra parte, ni nos consta que fuera efectiva por su
parte, ni quiso explicar si la llevaba, a preguntas que no respondió al M.F., lo
que se comprende menos, siendo como era una empresaria con éxito y
experimentada en los negocios, desde los 23 o 24 años, según respondía a
preguntas de su defensa. La realidad, por tanto, es que la gestión de la cuenta
la llevaba ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y, si esto era así, es porque se trataba de
su dinero.

Como tampoco se comprende que, de ser ella la real dueña de un dinero


que presenta como privativo, permita irregularidades, a la apertura de la cuenta,
tan relevantes, como que figure como profesión de su marido la de abogado y
no se haga constar, ostentado el importante cargo político que tenía, su
condición de Persona Expuesta Políticamente (PEP), que, según el informe
sobre tipologías de 2001, del Grupo de Acción Financiera sobre lavado de dinero
(GAFI), el acrónimo PEP va referido a individuos que ocupan relevantes cargos
en la función pública, siendo un término de aviso internacional en relación con
la lucha contra la corrupción, sobre la base de que dichos individuos pueden
tratar de blanquear sus fondos, por tener su origen en delitos relacionados con
la corrupción. Lo característico para que te alcance este concepto está en la
condición política del propietario de los fondos, y la necesidad de reforzar los
controles sobre las operaciones en que intervienen estas personas, por ser
especialmente sensibles al blanqueo de capitales procedente de delitos
relacionados con la corrupción, de manera que, al ser esto así, y ocultar esa
condición de PEP, es una razón más que abunda en que se trataba de ocultar

277
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la procedencia ilícita de ese dinero, producto de comisiones obtenidas en


relación con el mismo contrato de limpieza, que, como decíamos, el sentido
común ya nos indicaba que no gestionó de manera gratuita, sino que lo hizo a
cambio de cobrar unas comisiones, como cobró FRANCISCO CORREA, y que
consideremos que, definitivamente, queda acreditado tras la valoración de la
prueba, que hemos hecho.

Por último, haremos referencia al informe de la AEAT de 25/02/2014,


sobre situación patrimonial y recursos económicos de TERESA GABARRA,
ratificado en la sesión del 22/09/2017, en que concluye que esta no pudo aportar
el efectivo que ALBERTO LÓPEZ VIEJO ingresó durante 2002 en la cuenta
0407409 de la Banca MIRABAUD, ni siquiera una parte de esos ingresos,
porque su patrimonio a 31/12/2002 fue superior a su patrimonio a 31/12/2001 y
su ahorro durante 2002 fue nulo, lo que, si se quiere por otro camino, pero viene
a coincidir con las conclusiones que hemos alcanzado nosotros, a la vez que
para descartar a las que llega el perito propuesto por su defensa, Juan Luis
Sendín Cifuentes, que consideraba que ese dinero ingresado en Suiza, en línea
con la versión de esta, era de procedencia lícita (...)>>.

Razonamiento de la sentencia que no puede tildarse de ilógico o


arbitrario, al instituirse en las reglas de la razón, la lógica y las máximas de
experiencia, debiendo recordarse como la jurisprudencia viene declarando
reiteradamente que la verificación de los hechos integrantes del delito de
blanqueo ha de hacerse a través de la prueba indirecta o indiciaria, dado el
hermetismo y opacidad con que se opera en esta clase de infracciones. En este
sentido los indicios más comunes para inferir la concurrencia de los supuestos
fácticos del tipo penal son los siguientes:

a) La cantidad de capital que es lavado o blanqueado, como elementos


de primera aproximación.

b) Vinculación o conexión con actividades ilícitas o con personas o


grupos relacionados con las mismas.

c) Aumento desproporcionado del patrimonio del sujeto durante el


periodo de tiempo al que se refiere dicha vinculación o el manejo de una elevada

278
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cantidad de dinero en efectivo y una dinámica de transmisiones como signos


que evidencian operaciones extrañas a las prácticas comerciales ordinarias.

d) Inexistencia de negocios ilícitos que justifiquen el incremento


patrimonial o las transmisiones dinerarias.

e) La naturaleza y características de las operaciones económicas


llevadas a cabo, por ejemplo, con el uso de abundante dinero en metálico.

f) La debilidad de las explicaciones acerca del origen lícito de esos


capitales.

g) La existencia de sociedades “pantalla” o entramados financieros que


no se apoyen en actividades económicas acreditadamente lícitas (SSTS
893/2008, de 16 de diciembre; 155/2009, de 26 de febrero; 1118/2009, de 26 de
octubre; 28/2010, de 28 de enero; 303/2010, de 22 de marzo). (ver sentencia
ballena blanca).

A estos indicios se unen otros también reconocidos, tales como apertura


frecuente de cuentas corrientes –y más aún en “paraísos” fiscales-,
fraccionamiento de los ingresos de cantidades pequeñas y en efectivo,
utilización de documentos falsos para aparentar operaciones inexistentes
(SSTS 1842/99, de 28 de diciembre y 428/2006, de 30 de marzo, sobre el
concepto y elementos del delito de blanqueo).

16.- Duodécimo motivo al amparo del art. 852 LECrim al haberse


vulnerado el principio de presunción de inocencia por haberse realizado
una valoración arbitraria e irracional de la prueba pues la sentencia
concluye que de la prueba practicada se deduciría que las viviendas del
matrimonio López-Gabarra se adquirieron con fondos de procedencia
ilícita, pese a que el propio ministerio fiscal reconoce que esto no es así y
retira la acusación por delito fiscal sobre la base de la pericial aportada
por el Sr. López Viejo que, precisamente, establece la trazabilidad de todos
los fondos de procedencia lícita utilizados por el matrimonio para efectuar
esas compraventas.

279
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Argumenta que al recurrente se le abrió juicio oral como autor de un delito


de blanqueo de capitales y autor de 4 delitos contra la Hacienda Pública
imputados a su marido (IRPF 2002, 2003, 2006, 2008).

La tesis de la acusación era que en esos cuatro ejercicios habían


aflorado incrementos patrimoniales no declarados y computaba entre esas
rentas no justificadas las destinadas a la compra de la vivienda de la Calle
Parma en 2008. La prueba pericial de esta defensa del Sr. López Viejo permitió
acreditar que no existieron tales incrementos no justificados y, en particular, que
la compra venta de 2008 se hizo con dinero perfectamente trazado y lícito que
nada tenía que ver con el dinero depositado en 2002 en la cuenta del Banco
Mirabaud. El Ministerio Fiscal retiró la acusación por los delitos fiscales en
atención a la ratificación de las periciales dando así por acreditado el origen lícito
de los fondos con los que se adquirió la vivienda en 2008.

Sin embargo, de manera arbitraria e irracional la sentencia ignora el


resultado de la prueba pericial y la propia actuación procesal de la acusación y
declara probado que la compraventa de 2008 se hizo con fondos de la cuenta
del Banco Mirabaud, por cuanto retirada la acusación por los delitos contra la
Hacienda Pública, ello determina que tampoco queda acreditado el delito de
blanqueo de capitales derivado de la adquisición de inmuebles con dinero
procedente de las ganancias generadas por el recurrente.

El motivo deviene improsperable.

La sentencia recurrida en el epígrafe “1. Hechos vinculados a la


ocultación por parte de Alberto López Viejo de sus ganancias ilícitas”, describe
como:

“Las ganancias generadas por este acusado, con su actividad ilícita


durante el tiempo que ostentó cargos públicos y prevaliéndose de ellos, fueron
ocultadas a la Hacienda Pública (...).

En cualquier caso, ninguna de las inversiones y plusvalías mencionadas


fueron declaradas a la Hacienda Pública, si bien, como en el mismo informe se
analiza, esos recursos, que procedían de su ilícita actividad y ocultos en Suiza,
fueron destinados a operaciones de compraventa de inmuebles y amortización

280
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y cancelación de diversos préstamos, que el matrimonio llevó a cabo en los


meses de febrero y marzo de 2008.

Así se documenta en el informe, que acredita que el 21/01/2008


ALBERTO LÓPEZ VIEJO retiró en efectivo, (PRELEVEMENT CAISSE) de su
cuenta del banco MIRABAUD 503.670 CHF, equivalente a 314.990 € (CRI
Suiza. Tomo 23 pdf. Folio MPC-00034), que justificó como amortización de un
préstamo hipotecario en España, e indicando al Banco por escrito que la
repatriación de los fondos se hiciera “de un modo discreto” (CRI Suiza. Tomo 23
pdf. Folio MPC-00069).

En dicho informe, en relación con el 62.969/13, sobre información de


compraventas inmobiliarias realizadas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, se
analizan estas operaciones, y de ellos resulta que el matrimonio formado por
ALBERTO LÓPEZ VIEJO y TERESA GABARRA el 24/06/2003 adquieren una
vivienda en la calle Esteban Palacios nº 1 de Madrid por el precio de 793.335,98
€, para cuyo pago formalizaron un préstamo hipotecario con BANKINTER de
234.395 €, a reembolsar en 35 años.

Un mes más tarde de la retirada de fondos de Suiza, el 22/02/2008,


compraron la vivienda sita en la calle Parma nº 13 C de Madrid, por un precio
de 1.712.000,00 €, cancelando tres días después el préstamo hipotecario que
recaía sobre la finca sita en la calle Esteban Palacios nº 1, ascendiendo el pago
de la amortización total del préstamo, al importe de 158.466,41 €. La suma del
desembolso realizado por ambas operaciones fueron 1.870.466,41 €, a los que
había que sumar los gastos inherentes a las operaciones (notario, registrador,
gestoría, impuestos), que supone un 2/3% del valor de venta inmueble.

El día 27/03/2008, esto es, al cabo de otro mes, el matrimonio vende la


casa de la calle Esteban Palacios por 1.570.000 €, ingresando en su cuenta del
Banco de Sabadell, un cheque por importe de 1.530.000 €, y realizándose el
07/04/2008 una cancelación parcial, de un préstamo de 1.600.000 € que le fue
concedido a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, por el importe de 1.528.000 €, préstamo
que se amortiza definitivamente el 12/06/2008, y a cuyo efecto se aplicaron otras
cantidades que fue ingresando.

281
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por su parte, TERESA GABARRA, conocedora del origen ilícito de las


cantidades repatriadas desde Suiza, como no podía dejar de serlo, visto su
interés en intentar justificar la procedencia ilícita de las que allí ingresó
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, según hemos dejado probado más arriba, cuando
hemos hablado de su colaboración en la coartada que para ello prepararon
ambos, también contribuyó activamente al afloramiento de esos fondos, de
manera que, para que pudiera tener lugar dicha repatriación, puso a su
disposición sus cuentas bancarias. De ello trata el informe de la AEAT de
31/03/2014, en que se analiza el destino de los 503.670 CHF salidos el
21/01/2008 del Banco MIRABAUD, tras examinar la documentación remitida por
las autoridades judiciales suizas, en cuyo folio 118 se puede leer lo siguiente:
“En relación con el ingreso en una cuenta de TERESA GABARRA BALSELLS
abierta en el Banco de Santander de 149.639,56 euros el 7 de septiembre de
2012 con procedencia de la cuenta 0407409 de la BANCA MIRABAUD, en el
folio MPC-0172 encontramos la orden de transferencia de 20.07.2012 de
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, con orden de cerrar la cuenta”. A continuación
reproduce el informe dicha orden, en la que se puede ver que hace mención
expresa de la cuenta de destino, la ES05 0049 6190 0229 9505 6801 de
TERESA GABARRA BALSELLS del Banco de Santander (...)>>.

17.- En este punto debemos recordar, conforme con el informe policial


que asume la sentencia –no olvidemos que sobre los dictámenes periciales en
SSTS 546/2016, de 21 de junio; 545/2017, de 12 de julio; 641/2017, de 28 de
septiembre; 613/2018, de 29 de noviembre, hemos precisado que la pericia –
como destaca la doctrina- es una prueba de apreciación discrecional o libre y no
legal o tasada, por lo que, desde el punto de vista normativo, la Ley precisa que
“el Tribunal valorará los dictámenes periciales según las reglas de la sana
crítica” (art. 348 de la LEC), lo cual, en último término, significa que la valoración
de los dictámenes periciales es libre para el Tribunal, como, con carácter
general, se establece en el art. 741 de la LECrim. para toda la actividad
probatoria, sin que pueda olvidarse, ello no obstante, la interdicción
constitucional de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 C.E.).

282
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Tribunal es, por tanto, libre a la hora de valorar los dictámenes


periciales; únicamente está limitado por las reglas de la sana crítica –que no se
hallan recogidas en precepto alguno, pero que, en definitiva, están constituidas
por las exigencias de la lógica, los conocimientos científicos, las máximas de la
experiencia y, en último término, el sentido común- las cuáles, lógicamente, le
imponen la necesidad de tomar en consideración, entre otros extremos, la
dificultad de la materia sobre la que verse el dictamen, la preparación técnica de
los peritos, su especialización, el origen de la elección del perito, su buena fe,
las características técnicas del dictamen, la firmeza de los principios y leyes
científicas aplicados, los antecedentes del informe (reconocimientos, períodos
de observación, pruebas técnicas realizadas, número y calidad de los
dictámenes obrantes en los autos, concordancia o disconformidad entre ellos,
resultado de la valoración de las otras pruebas practicadas, las propias
observaciones del Tribunal, etc.); debiendo éste, finalmente, exponer en su
sentencia las razones que le han impulsado a aceptar o no las conclusiones de
la pericia (STS. 1103/2007 de 21.12). No se trata de pruebas que aporten
aspectos fácticos, sino criterios que auxilian al órgano jurisdiccional en la
interpretación y valoración de los hechos, sin modificar las facultades que le
corresponden en orden a la valoración de la prueba.

En el caso presente, conforme al informe policial que asume la sentencia,


las rentas con que se abonaron las amortizaciones proceden de la cuenta suiza
de Alberto López Viejo que, a su vez, según la sentencia, se corresponden con
las comisiones cobradas por éste, con motivo del contrato de limpieza del
Ayuntamiento de Madrid. Son por tanto rentas ilícitas y si el Fiscal las eliminó
del delito fiscal, lo fue por las razones que se recogen al folio 1485 de la
sentencia: “cuantas cantidades hemos venido refiriendo, producto dela actividad
ilícita descrita y oculta a la Administración Tributaria, tienen la calificación fiscal
de “ganancias patrimoniales no justificadas” conforme al art. 37 de la LIRPF y
aunque se integren en la base liquidable general del periodo en que se
descubran, sin embargo, de acuerdo con el criterio del Ministerio Fiscal, no las
computaremos a efectos de un eventual delito fiscal, correspondiente al ejercicio
2008, siguiendo la doctrina de la STS 28-3-2001”.

283
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Razonamiento acertado. Es cierto que esta Sala ha apreciado el


concurso real entre el delito contra la Hacienda Pública con el delito de blanqueo
en s. 1-7-96 –caso Nécora- y con los delitos de malversación, cohecho y estafa,
s. 21-12-99 –caso Roldán-, argumentando en síntesis que el principio de
igualdad en materia tributaria prohíbe un tratamiento fiscal más favorable a
quien viola el derecho que a quien lo respete, y que sostener la no tributación
con carácter general de los beneficios de ilícita procedencia equivaldría a crear
una barrera que haría prácticamente imposible introducir la fiscalidad en las
sucesivas reinversiones y nuevos beneficios que aquellos pudieran generar.

Las SSTS 20/2001, de 28 de marzo –citada por la sentencia de instancia-


; 152/2007, de 23 de febrero y 769/2008, de 30 de octubre, precisan que no
habrá un concurso real de delitos y sí un concurso de normas del art. 8.4 CP
cuando concurran las siguientes circunstancias:

a) que los ingresos que den lugar al delito fiscal procedan del delito
precedente de blanqueo de capitales.

b) que el delito precedente de blanqueo sea objeto de condena, y

c) que la condena penal del delito fuente incluya el comiso de las


ganancias obtenidas con el blanqueo o la condena a devolverlas como
responsabilidad civil.

Si concurren estos requisitos –como acaece en el caso presente- el


delito antecedente de blanqueo absorbe al delito fiscal y hay concurso de
normas.

18.- Decimotercer motivo por infracción de ley al amparo del art.


849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 74.1 CP al haber apreciado la
existencia de un delito continuado respecto de los delitos de
prevaricación, cohecho y malversación.

El motivo es articulado con carácter subsidiario de los anteriores, al no


darse los requisitos necesarios para aplicar de forma continuada aquellos

284
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delitos, en virtud de los presupuestos exigidos en el art. 74 CP, dado que en el


apartado dedicado al municipio de Madrid y, según los hechos probados existe
un solo acto de prevaricación, cual es la irregular adjudicación a Sufi, percibió
una dádiva por esta adjudicación e ideó un sistema para retornar esta dádiva al
Sr. Naranjo que cobró por una campaña que no se realizó.

El motivo debería ser estimado.

En efecto, la doctrina considera que la denominada teoría de la “unidad


natural de acción” supone varias acciones y omisiones que están en una
estrecha conexión espacial y temporal que puede reconocerse objetivamente y
con una vinculación de significado que permita una unidad de valoración jurídica
y que pueden ser juzgadas como una sola acción.

En la jurisprudencia se destaca como el concepto de unidad natural de


acción no ha provocado en la doctrina un entendimiento unánime. La originaria
perspectiva natural explicaba este concepto poniendo el acento en la necesidad
de que los distintos actos apareciesen en su ejecución y fueran percibidos como
una unidad por cualquier tercero. Las limitaciones de ese enfoque
exclusivamente naturalístico llevaron a completar aquella idea con la de unidad
de resolución del sujeto activo. Conforme a esta visión, la unidad de acción
podría afirmarse en todos aquellos casos en los que existiera una unidad de
propósito y una conexión espacio-temporal o, con otras palabras, habría unidad
de acción si la base de la misma está constituida por un único acto de voluntad.
Pese a todo, hoy es mayoritaria la idea de que el concepto de unidad de acción,
a efectos jurídico-penales, exige manejar consideraciones normativas,
defendiendo la afirmación de la interpretación del tipo, más que de una
valoración prejurídica (SSTS 213/2008, de 5 de mayo; 1349/2009, de 25-1-
2010).

En definitiva, el concepto normativo de acción atiende sustancialmente


al precepto infringido y al bien jurídico protegido, de modo que la acción se
consuma cuando se produce el resultado previsto por la norma, cualesquiera
que sean los hechos naturales (únicos o plurales) que requiera tal infracción
para que se produzca en el mundo real.

285
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, la ley penal no atiende estrictamente a la naturalidad de las


acciones, sino a sus componentes jurídicos. Un solo disparo, por ejemplo, que
por la fuerza del proyectil atraviesa dos cuerpos humanos, originando su muerte,
constituye dos delitos de homicidio, cuando la acción natural era solo una.

Lo propio sucede al revés: una multitud de actos naturales (una gran


cantidad de golpes sobre una misma persona) es el resultado de un solo delito
de lesiones.

En este sentido la STS 730/2012 decíamos que la solución no puede


venir de la mano de un análisis naturalístico. Desde esta perspectiva podremos
tener muchas acciones y un solo delito o una sola acción y varios delitos.

Son criterios de racionalidad jurídica los llamados a establecer qué dato


es decisivo para cerrar una actividad plural o continuada (en el sentido no
jurídico penal sino como sinónimo de desplegada en el tiempo) considerándola
un único delito y abrir paso a otro delito diferente y reprochable de manera
autónoma.

En el caso actual le asiste razón al recurrente. En efecto, en el Apartado


Municipio de Madrid se dio una única adjudicación (contrato de basuras a Sufi)
que se ha considerado ilícita (prevaricación) con diversas dádivas (cohecho) de
caudales públicos (malversación) que si bien se entregaron en distintos
momentos corresponderían a una sola acción. Nos encontramos, por ello, ante
un mero incremento cuantitativo de la lesión del bien jurídico y por lo tanto un
mero plus de injusto que no tiene significación autónoma. La consecuencia de
la mera intensificación cuantitativa es la apreciación de una sola infracción, no
la pluralidad de hechos que constituye la base del delito continuado.

Estimación del motivo, que en base al art. 903 LECrim, afecta al acusado
Francisco Correa.

19.- Decimocuarto motivo se interpone al amparo del art. 852


LECrim, por lesión de los derechos fundamentales a la tutela judicial
efectiva (art. 24.1 CE) por falta de motivación en la imposición de las penas

286
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a Alberto López Viejo, al no existir criterio alguno, exteriorizado por la Sala,


para la correcta individualización de la pena respecto de los delitos de
prevariación, cohecho, malversación y falsedad. de forma subsidiraria al
motivo anterior.

El motivo hace referencia a que en las condenas por los delitos


relacionados con el Municipio de Madrid, no existe referencia a precepto penal
alguno (excepción hecha del artículo 74 del Código Penal ya resuelta en el
motivo anterior), en que pudiera basarse la sentencia para aplicar las penas en
su mitad superior, y desaparecido el carácter de continuado de los delitos
referidos, existe una ausencia total de motivación, más bien de alusión, a
cualquier circunstancia que permitiera al tribunal a quo, aplicar la pena en toda
su extensión. Por ello y no habiendo apreciado la Sala sentenciadora ningún
motivo adicional que pudiera amparar la aplicación de la pena en su mitad
superior, procederá la imposición de la pena en su mitad inferior.

El motivo condicionado al anterior y dado que la cuestión relativa a la


individualización penológica es objeto de análisis en motivos de otros
recurrentes, es necesario exponer como la jurisprudencia tiene establecido –
SSTS. 93/2012, de 16-2, 540/2010 de 8.6, 383/2010 de 5.5, 84/2010 de 18.2,
665/2009 de 24.6, y 620/2008 de 9.10, el derecho a la obtención de la tutela
judicial efectiva en el concreto aspecto de la motivación de la sentencia exige
una explicitación suficiente de la concreta pena que se vaya a imponer a la
persona concernida. En tal sentido basta citar la doctrina constitucional en esta
materia concretada en la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, en su
sentencia 21/2008 de 31 de enero.

"....Este Tribunal ha declarado reiteradamente que el deber general de


motivación de las sentencias que impone el art. 120.3 C.E., y que se integra en
el contenido del derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24.1 C.E. --conforme
al cual las decisiones judiciales deben exteriorizar los elementos de juicio sobre
los que se basan y su fundamentación jurídica ha de ser una aplicación no
irracional-- resulta reforzado en el caso de las sentencias penales
condenatorias, por cuanto en ellas el derecho a la tutela judicial efectiva se
conecta con otros derechos fundamentales y, directa o indirectamente, con el

287
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

derecho a la libertad personas (por todas, entre otras muchas, SSTC 43/1997
de 10 de Marzo; 108/2001, de 23 de Abril; 20/2003 de 10 de Febrero; 170/2004,
de 18 de Octubre; 76/2007, de 16 de Abril).

Un deber de motivación que incluye no sólo la obligación de fundamentar


los hechos y la calificación jurídica, sino también la pena finalmente impuesta
en concreto (por todas, SSTC 108/2001, de 23 de Abril; 20/2003, de 10 de
Febrero; 148/2005, de 6 de Junio; 76/2007, de 16 de Abril).".

"....El fundamento de extender el deber reforzado de motivación a las


decisiones judiciales relativas a la fijación de la pena radica en que el margen
de discrecionalidad del que legalmente goza el Juez no constituye por sí mismo
justificación suficiente de la decisión finalmente adoptada, sin que, por el
contrario, el ejercicio de dicha facultad viene condicionado estrechamente por la
exigencia de que la resolución esté motivada, pues sólo así puede procederse
a su control posterior en evitación de toda arbitrariedad. De este modo, también
en el ejercicio de las facultades discrecionales que tiene reconocidas legalmente
el Juez penal en la individualización de la pena, es exigible constitucionalmente,
como garantía contenida en el derecho a la tutela judicial efectiva, que se
exterioricen las razones que conducen a la adopción de la decisión....".

Reiteradamente ha señalado esta Sala –por todas STS. 809/2008 de


26.11- que la obligación constitucional de motivar las sentencias expresadas en
el artículo 120.3 de la Constitución comprende la extensión de la pena. El
Código Penal en el artículo 66 establece las reglas generales de
individualización, y en el artículo 72 concluye disponiendo que los Jueces y
Tribunales razonen en la sentencia el grado y la extensión de la pena
concretamente impuesta. La individualización realizada por el tribunal de
instancia es revisable en casación no solo en cuanto se refiere a la
determinación de los grados o mitades a la que se refiere especialmente el
citado artículo 66, sino también en cuanto afecta al empleo de criterios
inadmisibles jurídico-constitucionalmente en la precisa determinación de la pena
dentro de cada grado o de la mitad superior o inferior que proceda.

Es cierto que en ocasiones también ha recordado esta Sala (STS.


27.9.2006), que el Tribunal Constitucional interpretando los arts. 24 y 120 CE.

288
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ha señalado que una motivación escueta y concisa no deja, por ello, de ser tal
motivación, así como una fundamentación por remisión no deja tampoco de
serlo, ni de satisfacer la indicada exigencia constitucional (SSTC, 5/87, 152/87
y 174/87), no exigiéndose que las resoluciones judiciales tengan un determinado
alcance o intensidad en el razonamiento empleado, pero también lo es que esta
Sala ha dicho, SSTS. 976/2007 de 22.11, 349/2008 de 5.6, que la sentencia
impugnada no individualiza la pena impuesta en los términos que exige el art.
120 de la Constitución y 66 y 72 del Código Penal, cuando el Tribunal tan sólo
alude a la gravedad del hecho y a la proporcionalidad, sin explicar, de forma
racional, el concreto ejercicio de la penalidad impuesta. Y, en otras ocasiones,
se ha precisado (STS de 18-6-2007, nº 599/2007), que aún habiéndose hecho
genéricamente referencia a la gravedad del hecho, sin embargo, debió
justificarse su individualización en cuanto no se impuso la mínima legal.

En este sentido, el art. 66, regla primera, del Código Penal, disponía que:
«cuando no concurrieren circunstancias atenuantes ni agravantes o cuando
concurran unas y otras, los Jueces o Tribunales individualizarán la pena
imponiendo la señalada por la Ley en la extensión adecuada a las circunstancias
personales del delincuente y a la mayor o menor gravedad del hecho,
razonándolo en la sentencia». Esta es la redacción hasta la Ley Orgánica
11/2003, de 29 de septiembre, que retocó dicho artículo 66, convirtiendo la regla
primera, para lo que aquí afecta, en regla sexta, y si bien es cierto que
desaparece el aserto: «razonándolo en la sentencia», no puede ser interpretado
de manera que conduzca a la ausencia de motivación, pues ésta resulta del art.
120.3 de la Constitución Española y el art. 72 del Código penal, modificado por
LO 15/2003, de 2.11, aclara ahora que para verificar tal individualización
penológica, se razonará en la sentencia el grado y extensión concreta de la pena
impuesta.

En concreto y en cuanto a la individualización de la pena a imponer


deben tenerse en cuenta las circunstancias personales del delincuente y la
mayor o menor gravedad del hecho. En cuanto a las primeras son las que se
refieren a los motivos o razones que han llevado a delinquir el acusado, así
como aquellos rasgos de su personalidad delictiva que configuran igualmente

289
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

esos elementos diferenciales para efectuar tal individualización penológica y


que deben corregirse para evitar su reiteración delictiva.

La gravedad del hecho a que se refiere el precepto no es la gravedad del


delito, toda vez que esta "gravedad" habrá sido ya contemplada por el Legislador
para fijar la banda cuantitativa penal que atribuye a tal delito. Se refiere la Ley a
aquellas circunstancias fácticas que el Juzgador ha de valorar para determinar
la pena y que sean concomitantes del supuesto concreto que está juzgando;
estos elementos serán de todo orden, marcando el concreto reproche penal que
se estima adecuado imponer. Por ello, en cuanto a los caracteres del hecho, es
decir, a un mayor o menor gravedad, tiene que tenerse en cuenta que el
legislador ha puesto de manifiesto en la infracción, su doble consideración de
acto personal y de resultado lesivo para el bien jurídico, de modo que para
determinar ese mayor o menor gravedad del hecho ha de valorarse el propio
hecho en sí, con arreglo a la descripción que se contenga en el relato de hechos,
es decir, con arreglo al verdadero hecho real, y así concretar el supuesto
culpable, por cuento la gravedad del hecho aumentará o disminuirá en la medida
que lo haga la cantidad del injusto (antijuricidad o el grado de culpabilidad del
delincuente, la mayor o menor reprochabilidad que merezca). Por ello, y
considerando que el legislador, al establecer el marco penal abstracto, ya ha
valorado la naturaleza del bien jurídico afectado y la forma básica del ataque al
mismo, la mayor o menor gravedad del hecho dependerá:

En primer lugar, de la intensidad del dolo, -y si es directo, indirecto o


eventual- o, en su caso, del grado de negligencia imputable al sujeto.

En segundo lugar, la mayor o menor gravedad del hecho dependerá de


las circunstancias concurrentes en el mismo, que sin llegar a cumplir con los
requisitos necesarios para su apreciación como circunstancias atenuantes o
agravantes, ya genéricas, ya específicas, modifiquen el desvalor de la acción o
el desvalor del resultado de la conducta típica.

En tercer lugar, habrá que atender a la mayor o menor culpabilidad -o


responsabilidad- del sujeto, deducida del grado de comprensión de la ilicitud de
su comportamiento (conocimiento de la antijuricidad del grado de culpabilidad y
de la mayor o menor exigibilidad de otra conducta distinta.

290
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y en cuarto lugar, habrá que tener en cuenta la mayor o menor gravedad


del mal causado y la conducta del reo posterior a la realización del delito, en
orden a su colaboración procesal y su actitud hacia la víctima y hacia la
reparación del daño, que no afectan a la culpabilidad, por ser posteriores al
hecho, sino a la punibilidad.

Se trata en definitiva, de un ejercicio de discrecionalidad reglada, que


debe ser fundamentadamente explicado en la propia resolución judicial y
controlable en casación, incluso por la vía del art. 849.1 LECrim. para la
infracción de Ley.

Ante una ausencia de motivación de la individualización de la pena,


caben tres posibles remedios, como recuerda, entre otras, la STS. 13.3.2002:

a) Devolver la sentencia al órgano jurisdiccional de instancia para que


dicte otra razonando lo que en la primera quedó irrazonado;

b) Subsanar el defecto en el supuesto de que el órgano jurisdiccional de


apelación le facilite la sentencia de instancia los elementos necesarios para
motivar la individualización de la pena, bien en la misma extensión fijada por el
de instancia, bien en otra que el de apelación considere adecuada;

c) Imponer la pena establecida por la ley en su mínima extensión.

La primera opción, que implica la nulidad parcial de la sentencia, tiene


como limitación lo dispuesto en el art. 240.2 párrafo 21 LOPJ. en su redacción
dada por la LO. 19/2003 de 23.12 (“en ningún caso podrá el Juez o Tribunal,
con ocasión de un recurso, decretar de oficio una nulidad de las actuaciones
que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare falta de
jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido
violencia o intimidación que afectare a ese tribunal”). La segunda opción es
posible, cuando los elementos contenidos en la propia sentencia permitan al
juzgador de apelación (o casación) hacer las valoraciones necesarias para la
fijación concreta de la pena en cumplimiento de las reglas de los distintos
apartados del art. 66 CP. y demás aplicables a la penalidad del hecho delictivo
enjuiciado. En cuanto a la tercera, procede únicamente y de forma excepcional

291
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuando se haya intentado infructuosamente la subsanación en la omisión o ésta


ya no sea posible y, además, de la sentencia no resulten elementos que
permitan al juzgador ad quem la individualización de la pena.

La STS. 322/2007 de 10.4, en cuanto a la falta de motivación,


subsanación en casación declara:

“…Conocida es de todos la reiterada doctrina de esta sala que exige una


motivación concreta, en justificación de la pena impuesta, cuando esta se
separa del mínimo legalmente previsto por el legislador, en aplicación de lo que
de modo genérico exige ahora el art. 72 CP y en particular las diferentes reglas
del art. 66 y otras.

Hay ciertamente infracción de ley denunciable en casación cuando se


omite la mencionada motivación, a lo que equivale el utilizar, como aquí se hizo,
expresiones de carácter genérico, esto es, aplicables a cualquier caso. Se trata
de individualizar la pena, esto es, de ajustarla a las particularidades concretas
del hecho a sancionar.

En el supuesto presente nos hallamos ante un delito en el que no


concurren circunstancias atenuantes ni agravantes, por lo que es aplicable la
mencionada regla 6ª del art. 66 CP, que permite aplicar la pena establecida por
la ley en la extensión que se estime adecuada “en atención a las circunstancias
personales del delincuente y a la mayor o menor gravedad del hecho”.

La ley no solo nos dice que hay que razonar sobre la cuantía o duración
específica de la pena, sino que nos concreta los criterios que hemos de seguir
al respecto. Nada de esto cumple la sentencia recurrida. Existió ciertamente la
aquí denunciada infracción de ley.

En tales casos esta sala del Tribunal Supremo puede devolver las
actuaciones al órgano de la instancia para que dicte una nueva sentencia a fin
de subsanar la citada omisión. No obstante, lo habitual entre nosotros, en aras
de las exigencias propias del principio de economía procesal y para evitar
dilaciones, es que procedamos a determinar aquí la pena a imponer, máxime en
un supuesto como este en el que uno de los condenados se encuentra en
situación de prisión provisional”.

292
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sentencia Tribunal Constitucional 91/2009 de 20-4. Motivación de la


pena a imponer

“Como recuerda la STC. 21/2008 de 21.1, FJ. 3, este Tribunal ha


declarado reiteradamente que el deber general de motivación de las sentencias
que impone el art. 120.3 CE, y que se integra en el contenido del derecho a la
tutela judicial efectiva del art. 24.1 CE —conforme al cual las decisiones
judiciales deben exteriorizar los elementos de juicio sobre los que se basan y su
fundamentación jurídica ha de ser una aplicación no irracional, arbitraria o
manifiestamente errónea de la legalidad— resulta reforzado en el caso de las
sentencias penales condenatorias, por cuanto en ellas el derecho a la tutela
judicial efectiva se conecta con otros derechos fundamentales y, directa o
indirectamente, con el derecho a la libertad personal (por todas, entre otras
muchas, SSTC 43/1997, de 10 de marzo, F. 6; 108/2001, de 23 de abril , F. 3;
20/2003, de 10 de febrero, F. 5; 170/2004, de 18 de octubre, F. 2; 76/2007, de
16 de abril, F. 7). Un deber de motivación que incluye no sólo la obligación de
fundamentar los hechos y la calificación jurídica, sino también la pena finalmente
impuesta en concreto (por todas, SSTC 108/2001, de 23 de abril, F. 3; 20/2003,
de 10 de febrero, F. 6; 148/2005, de 6 de junio, F. 4; 76/2007, de 16 de abril, F.
7). El fundamento de extender el deber reforzado de motivación a las decisiones
judiciales relativas a la fijación de la pena radica en que el margen de
discrecionalidad del que legalmente goza el Juez no constituye por sí mismo
justificación suficiente de la decisión finalmente adoptada, sino que, por el
contrario, el ejercicio de dicha facultad viene condicionado estrechamente por la
exigencia de que la resolución esté motivada, pues sólo así puede procederse
a su control posterior en evitación de toda arbitrariedad. De este modo, también
en el ejercicio de las facultades discrecionales que tiene reconocidas legalmente
el Juez penal en la individualización de la pena, es exigible constitucionalmente,
como garantía contenida en el derecho a la tutela judicial efectiva, que se
exterioricen las razones que conducen a la adopción de la decisión ( SSTC
20/2003, de 10 de febrero, F. 6; 136/2003, de 30 de junio, F. 3; 170/2004, de 18
de octubre, F. 2; 76/2007, de 16 de abril, F. 7) y que éstas no sean incoherentes
con los elementos objetivos y subjetivos cuya valoración exigen los preceptos

293
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

legales relativos a la individualización de la pena ( SSTC 148/2005, de 6 de


junio, F. 4; 76/2007, de 16 de abril, F. 7).

En definitiva, se trata de un ejercicio de discrecionalidad reglada que


debe ser fundamentadamente explicado en la propia resolución judicial y
controlable en casación, pero su inexistencia no determina la nulidad de la
sentencia con devolución para su explicación por el tribunal de instancia, si
dentro del marco de la fundamentación jurídica o concordancia fáctica de la
sentencia existen elementos de donde se pueda deducir tal individualización,
siquiera sea implícitamente.

Por tanto, la jurisprudencia ha declarado la posibilidad de subsanar la


falta u omisión de motivación, resolviendo directamente la cuestión, cuando se
trata de la individualización de la pena, prevaleciendo de esta forma el derecho
a un proceso sin dilaciones indebidas, siempre y cuando las circunstancias a
tener en cuenta están expresas en la propia resolución de que se trate (STS
1099/2004, de 7 de abril).

En el caso presente, descartada la continuidad delictiva, no existe en la


sentencia ninguna motivación adicional que sustente una exasperación punitiva
por lo que las penas a imponer lo serán en su mitad inferior tal como se
concretará en la segunda sentencia, máxime cuando la duración del proceso y
la fecha de los hechos puede ser un factor de individualización penológico.

20.- El motivo decimoquinto por infracción de precepto


constitucional, al amparo del art. 852 LECrim, por lesión de los derechos
fundamentales a la tutela judicial efectiva y, mediatamente, a la libertad, al
haberse impuesto la extensión de la pena sin motivación al-guna y sin
atender ni explicar las circunstancias persona-les y de participación de
don Alberto López Viejo.

La sentencia no motiva en absoluto la extensión de la pena de cuatro


años de prisión impuesta al recurrente en relación con la condena por un delito
de blanqueo de capitales y carece de motivación sobre las circunstancias

294
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

personales y de participación del mismos a los efectos de concretar las distintas


penas que le impone.

La única circunstancia personal predicable del Sr. López Viejo es que se


había puesto de acuerdo con su esposa para ambos, conjuntamente, no
declararse culpable y construir una coartada en el ejercicio de su defensa,
tratando de convencer de que el dinero era propio de la esposa, haciéndolo
pasar por dinero de procedencia lícita, cuando eran, desde su origen, cantidades
ilícitas.

Añade la sentencia, además, que la cantidad blanqueada era “mucha” lo


que resulta arbitrario, porque se desconoce la cantidad blanqueada y porque en
la causa hay condenados por el mismo delito con penas de multa similares y
superiores, pero con penas de prisión muy inferiores.

Y si se entendiera que, aunque no se menciona, se ha aplicado el


artículo 66.6 del Código Penal vigente, de manera subsidiaria, se interpone este
motivo por infracción de ley, al amparo del artículo 849.1 por considerar
indebidamente apli-cado dicho precepto.

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo


precedente en orden a la motivación de la pena, el art. 66.1-6 CP no suscita otra
cuestión que la necesidad de motivar el uso de la discrecionalidad reglada que
establece en orden a la antijuridicidad y culpabilidad (“en atención a las
circunstancias personales del delincuente y a la mayor o menor gravedad del
hecho”).

-El delito de blanqueo es referido a los ilícitos fondos percibidos por


Alberto López Viejo por su intervención en la irregular adjudicación del contrato
de limpieza en la etapa del Ayuntamiento de Madrid.

En este punto debemos recordar (ver STS 974/2012, de 5 de diciembre,


“caso Ballena Blanca”) que, en la construcción de los correspondientes tipos
penales el legislador a veces utiliza conceptos globales, es decir, expresiones
que abarcan tanto una sola acción prohibida como varias del mismo tenor, de
modo que con una sola de ellas ya queda perfeccionado el delito y su repetición
no implica otro delito a añadir. Así ocurre con el delito del art. 301 CP que se

295
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

refiere al que adquiera, convierta o transmita “bienes (apartado 1º) la ocultación


o encubrimiento de la verdadera naturaleza, origen, ubicación, destino,
movimiento o derechos sobre los bienes o propiedad de los mismos… (apartado
2), o con el delito del art. 368 CP. cuando nos habla de “actos de cultivo,
elaboración o tráfico” en relación con las sustancias estupefacientes, o cuando
el art. 325, al definir los delitos contra el medio ambiente, nos habla de
emisiones, vertidos, radiaciones, etc. (SSTS. 357/2004 de 19.3, 919/2004 de
12.7, 1359/2004 de 15.11, 118/2005 de 9.2); señalando esta sentencia que la
utilización en plural del término "actos" nos obliga considerar que una pluralidad
de ellos queda abarcada en el propio tipo penal. En definitiva, actividades
plurales que nos obligan a que tengamos forzosamente que considerar
integrados en esta figura criminal, como delito único, la pluralidad de conductas
homogéneas que, de otro modo, habrían de constituir un delito continuado,
insistiendo la STS. 595/2005 de 9.5, en que una pluralidad de actos realizados
por el mismo sujeto que favorece el tráfico o el consumo ilegal por otras
personas constituye un solo delito aunque esté integrado por varias acciones,
en cuanto sirven para conformar la descripción típica de “los que ejecuten actos
de cultivo, elaboración, tráfico.....”, salvo que el Tribunal sentenciador explique
razonadamente la presencia de una suficiente separación temporal, un plan
preconcebido o el aprovechamiento de una idéntica ocasión que justifiquen la
apreciación de la continuidad delictiva.

Esto es lo que un sector doctrinal denomina “tipos que incluyen


conceptos globales”, es decir, hechos plurales incluidos en una única figura
delictiva, lo que obliga a considerar que una variedad de acciones punibles de
contenido semejante constituyen, no un delito continuado, sino una sola
infracción penal (SSTS. 519/2002 de 22.3, 986/2004 de 13.9, 413/2008 de 20.6).

Nos encontramos ante un tipo mixto alternativo que da lugar a un solo


delito aunque se hayan realizado varias de las acciones típicas descritas.
También es evidente que “la repetición en un corto espacio de tiempo de una
misma conducta es (...) un caso de unidad típica de acción y por tanto de delito
único: unidad natural de acción (...)” para utilizar la terminología que ha hecho
fortuna en la jurisprudencia, aunque para otro tipo de infracciones (falsedad,
violación). No existen varios delitos por el hecho a que se hayan producido

296
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

varios actos de adquisición, conversión o transmisión de bienes. En general se


niega la posibilidad de continuidad delictiva. Incluso cuando la actividad se ha
desarrollado durante un largo lapso de tiempo.

En la STS. 730/2012 de 26.9, decíamos que la solución no puede venir


de la mano de un análisis naturalístico. Desde esa perspectiva podremos tener
muchas acciones y un solo delito o una sola acción y varios delitos.

Son criterios de racionalidad jurídica los llamados a establecer qué dato


es decisivo para cerrar una actividad plural o continuada (en el sentido no
jurídico penal sino como sinónimo de desplegada en el tiempo) considerándola
un único delito; y abrir paso a otro delito diferente y reprochable de manera
autónoma.

Por tanto, el delito del art. 301 CP no se manifiesta o exterioriza a través


de un acto único que alcance sus objetivos con una sola maniobra financiera o
comercial.

Normalmente nos enfrentaremos a un complejo hecho delictivo


salpicado de múltiples operaciones de encubrimiento. Suele realizarse –dice la
STS 1504/2003, de 25-2-2004-, mediante un entramado de sociedades de
pantalla puestas al servicio de una finalidad o propósito que no es otro que el de
facilitar, con la cobertura formal de los actos mercantiles, la transformación de
un dinero de origen ilícito, en bienes y dinero de apariencia lícita a través de
sucesivas tramitaciones y operaciones, pero que constituyen un único delito de
blanqueo, sin perjuicio de que esa multiplicidad de actos pueda ser un factor de
individualización en la concreta determinación de la pena.

-En relación a la vulneración del derecho fundamental a la igualdad en la


aplicación de la ley (art. 14 CE), se suele invocar en casación la vulneración de
los derechos fundamentales a la igualdad y a la tutela judicial efectiva, cuando
según el recurrente condenado se le trata de modo desigual en relación a otros
imputados que resultaron absueltos o más levemente condenados.

Como ha tenido ocasión de declarar el Tribunal Supremo en sentencias


636/2006 de 8.6 y 483/2007 de 4.6, remitiéndose a las sentencias de 26.7.2005,
9.7.93 y 6.11.89, «sólo la diferencia arbitraria, ilógica o carente de sentido

297
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

respecto al tratamiento jurídico-penal de los sujetos a un proceso penal en


cualquiera de sus expresiones, incluido el ámbito penológico puede determinar
una violación del artículo 14 de nuestra Ley Fundamental». En este sentido se
ha manifestado igualmente el Tribunal Constitucional, en sentencia 200/1990
que «el principio de igualdad protege frente a divergencias arbitrarias de trato
en resoluciones judiciales, evitando el capricho, el favoritismo o la arbitrariedad
del órgano judicial, e impidiendo que no se trate a los justiciables por igual y se
discrimine entre ellos». El mismo Tribunal en las sentencias 23/1981 y 19/1982
declara que no se excluye la posibilidad de un trato diferente, pero sí las
diferencias injustificadas o arbitrarias, carentes de justificación objetiva y
razonable.

El principio de igualdad ordena tratar de distinto modo a lo que es


diferente (STC 50/1991). Por lo demás, el principio de igualdad, por lo demás,
no implica en todos los casos un tratamiento igual con abstracción de cualquier
elemento diferenciador de relevancia jurídica, por cuanto la desigualdad, en sí
misma, no constituye necesariamente una discriminación. La igualdad, ha de
entenderse como parificación ante el ordenamiento positivo en idénticas
circunstancias, y con paralelo comportamiento o conducta, es decir, que si los
casos son idénticos, el tratamiento legal debe ser el mismo para todos (STS de
28 de octubre de 2004).

El principio de igualdad se vulnera, dice la STS. 999/2005 de 2 de junio,


cuando se produce un trato desigual, carente de justificación objetiva y
razonable (STC 106/1994). La alegación sobre su posible vulneración debe
examinarse, por lo tanto, desde la perspectiva de la existencia de un tratamiento
desigual a supuestos de igualdad, o incluso desde el tratamiento igualitario de
situaciones patentemente desiguales, siempre constatando la inexistencia de
una justificación suficiente (STS. 10.4.2003), bien entendido que como recordó
la STC. 88/2003, "el principio de igualdad ante la Ley no da cobertura a un
imposible derecho a la igualdad en la ilegalidad" (por todas, SSTC 43/1982, de
6 de julio; 51/1985, de 10 de abril; 40/1989, de 16 de febrero), de modo que
aquél a quien se aplica la Ley no "puede considerar violado el citado principio
constitucional por el hecho de que la Ley no se aplique a otros que asimismo la
han incumplido" (STC 21/1992, de 14 de febrero), ni puede pretender

298
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

específicamente su impunidad por el hecho de que otros hayan resultado


impunes, pues, la impunidad de algunos "no supone que en virtud del principio
de igualdad deba declararse la impunidad de otros que hayan participado en los
mismos hechos (STS. 502/2004 de 15.4).

Consecuentemente cada cual responde de su propia conducta


penalmente ilícita con independencia de lo que ocurra con otros (SSTC 17/1984,
de 7 de febrero; 157/1996, de 15 de octubre; 27/2001, de 29 de enero). La no
imposición de sanciones en otros casos en nada afecta a la corrección de las
sanciones efectivamente impuestas, pues, a estos efectos sólo importa si la
conducta sancionada era o no merecedora de dicha sanción.

-Asimismo, descartada la aplicación del tipo agravado del art. 301.1-3,


introducido por la reforma 2010 al no haber sido solicitado en la instancia por las
acusaciones, la construcción de una coartada reputada falsa en la sentencia no
justifica su exasperación punitiva.

En efecto, lo concerniente a las alegaciones, excusas o coartadas


afirmadas por los acusados importa recordar los siguientes extremos (STC
136/99, de 20 de julio):

a) la versión que de los hechos ofrezca el acusado, deberá ser aceptada


o rechazada por el tribunal de modo razonado (SSTC 174/85; 24/97 y 45/97).

b) la coartada o excusa ofrecida por el acusado no tiene que


forzosamente ser desvirtuada por la acusación, ya que la presunción de
inocencia exige partir de la inocencia del acusado respecto de los hechos
delictivos que se le imputan pero en absoluto obliga a dar por sentada la
veracidad de sus afirmaciones (v. SSTC 197/95; 36/96; y 49/98). En otras
palabras: la carga de la prueba de los hechos exculpatorios recae sobre la
defensa.

c) los denominados contraindicios –como vgr. las coartadas poco


convincentes- no deben servir para considerar al acusado culpable (SSTC
24/97; 229/98) aunque sí pueden ser idóneos para corroborar la convicción de
culpabilidad alcanzada con apoyo de prueba directa o indiciaria, que se sumen

299
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a la falsedad o falta de credibilidad de las explicaciones dadas por el acusado


(SSTC 76/90 y 220/98).

Por su parte, esta Sala tiene establecido que "las declaraciones del
acusado tenidas por el Tribunal como carentes de crédito, y como excusas de
escasa consistencia, es verdad que no tienen ciertamente valor como prueba
de cargo, porque no es al acusado a quien compete probar su inocencia sino a
la acusación desvirtuar la presunción de ella. Por lo tanto el escaso crédito de
las explicaciones del acusado no incrementa el valor de la prueba de cargo,
cuya capacidad como tal depende exclusivamente de su propio valor y eficacia.
No hay más prueba de cargo porque sea menor el crédito de la de descargo.
Pero ésta última cuando no es creíble mantiene íntegra la eficacia demostrativa
de aquélla en cuanto que su valor probatorio como prueba de cargo no se ve
contradicha eficazmente, en tal caso, por otra prueba de signo y resultado
opuesto ". (SSTS 97/2009, de 9-2; 309/20009, de 17-3; y 1140/2009, de 23-10).

Por su parte en STS 528/2008 de 19-6 hemos dicho que “nada se opone
desde la lógica a que la desarticulación positiva de una coartada, porque exista
una fuente probatoria que permite sostener un hecho incompatible con la misma,
resta fuerza argumental a la conclusión final, sino que la refuerza en la medida
que se añade al indicio principal la inveracidad del contraindicio que deja sin
fuerza la versión de quien lo sustenta”.

En efecto se debe insistir en que la valoración de la manifiesta


inverosimilitud de las manifestaciones exculpatorias de la acusada, no implica
invertir la carga de la prueba, no implica invertir la carga de la prueba, cuando
existen otros indicios relevantes de cargos. Se trata únicamente de constatar
que existiendo prueba directa de los elementos objetivos del tipo delictivo y una
prueba indiciaria constitucionalmente válida, suficiente y convincente, acerca de
la participación en el hecho del acusado, a dicha prueba no se le contrapone
una explicación racional y mínimamente verosímil, sino por el contrario las
manifestaciones del acusado, que en total ausencia de explicación alternativa
plausible, refuerzan la convicción, ya racionalmente deducida de la prueba
practicada (STS 29.10.2001).

300
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, la falsedad de la coartada a que se refiere la sentencia podrá


ser un indicio más en orden a la comisión del delito de blanqueo, pero no puede
ser, por sí sola, un factor negativo en orden a la individualización de la pena.

Consecuentemente, valorando la cantidad blanqueada, las penas


impuestas en el caso a otros acusados en situación similar se considera
adecuada la pena de 3 años de prisión y multa de 700.000 €.

MOTIVOS RELATIVOS A LA COMUNIDAD DE MADRID.

21.- El motivo decimosexto al amparo del art. 852 LECrim, por


vulneración del artículo 24.2 CE, al haberse producido condena, a pesar de
que no había sido desvirtuada la presunción de inocencia del Sr. López
Viejo, ya que la Sala a quo ha valorado la prueba de una forma irracional,
excluyendo hechos probados que son favorables a Alberto López Viejo e
incluyendo otros sin valoración constitucional de la prueba de descargo.

La Sentencia basa su tesis acusatoria en una serie de ideas, hechos o


conceptos que le sirven de apoyo para este razonamiento, como son: Alberto
López Viejo introdujo en la Comunidad de Madrid a las empresas del Sr. Correa;
para que la celebración de los eventos fuera adjudicada a las empresas del Sr.
Correa ideo un sistema de frac-cionamiento de los contratos para que pudieran
tramitarse como un contrato menor y facilitar así la adjudicación; puso en
marcha una política de sobrexposición de la Presidenta elevando
injustificadamente el número de eventos a los que esta acudía y; finalmente
presionó a todos los funcionarios de la Comunidad de Madrid para trami-tar los
expedientes de forma irregular.

Sin embargo, se argumenta en el motivo que para poder llegar a la


conclusión de que todo fue ideado por el Sr. López Viejo para el cobro de sus
comisiones, la Sala tiene que probar que esas ideas en las que basa su
razonamiento son ciertas y entiende el recurrente que aquí es donde la
valoración de la prueba es irracional, no sólo porque se ha valorado de forma
parcial y sin tener en cuenta elementos de descargo sino porque cuando no
consigue acreditar o considerar acreditado algunas de las circunstancias o

301
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

hechos que apoyan la tesis condenatoria, acude al recurso de decir, que esos
hechos no tienen importancia.

Concluye el motivo que se deberían modificar los hechos probados y


declarar:

1º Alberto López Viejo no fue el origen ni la causa en virtud de la cual las


empresas del Sr. Correa comenzaron a trabajar para la Comunidad de Madrid.

2º Alberto López Viejo no decidía a qué actos acudía la Presidenta de la


Comunidad de Madrid ni proponía los actos de otras Consejerías.

Ya hemos dicho que la alegación de la presunción de inocencia no


permite al tribunal que resuelve el recurso proceder a una nueva valoración de
un cuadro probatorio cuya práctica no ha presenciado. Solamente debe revisar
la racionalidad de la valoración, es decir, que dados los elementos valorados la
inferencia del tribunal no se ha realizado en contra de las reglas de la lógica, no
se ha apartado de forma injustificada de las máximas de experiencia o no ha
desatendido los conocimientos científicos aplicables al caso.

En el caso presente el tribunal valoró las declaraciones del coacusado


Francisco Correa que describió la traba que creó y detalló las entregas de dinero
a este recurrente y su intervención en sus ilícitos negocios.

-el archivo Excel encontrado en un pendrive intervenido al coacusado


José Luis Izquierdo existía una cuenta abierta a favor de Alberto López Viejo,
con expresión de las cantidades que le fueron entregadas como comisión.

-las declaraciones de Pablo Crespo a Isabel Jordán también relataron la


forma de actuar y sus contactos con el recurrente y la sentencia valora
especialmente la testifical de Elena Martínez Pérez, empleada de Isabel Jordán,
en relación a los contactos mantenidos con la secretaria de López Viejo.

-otros testigos como Tomás Criado Martín, Patricia Flores Cerdán,


Lourdes Barreda Cabanillas y Carmen García Expósito relataron sus propias
experiencias derivadas de las relaciones mantenidas con el grupo de acusados.

302
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-los informes de la UDEF sobre la forma de ocurrencia de los hechos y


la abundante prueba documental acreditativa de los contratos emitidos, facturas
libradas y demás extremos que configuraron la acusación, determinan la
existencia de prueba de cargo suficiente, obtenida sin violar derechos
fundamentales e incorporada con respeto a los principios de inmediación y
contradicción, en base a la cual quedó desvirtuada la presunción de inocencia
del recurrente.

En efecto cuando lo que se denuncia no es la ausencia de actividad


probatoria, sino la discrepancia con la valoración que se ha hecho en la misma
no puede hablarse de vulneración de la presunción de inocencia, pues no
corresponde a este tribunal revisar la valoración y apreciación que de las
pruebas practicadas hacen los órganos judiciales, una vez verificada, como
ocurre en este caso, la existencia de la actividad probatoria directa respecto de
los hechos objeto de condena y de la participación del condenado en los
mismos.

El recurrente intenta probar que no fue él quien “ideó” el sistema de


fraccionamiento de contratos, ni el responsable de “sobreexposición” de la Sra.
Presidenta, ni quien presionó a los funcionarios para que tramitaran los
expedientes de una forma determinada, pero olvida que la condena del mismo
no deriva de estos presupuestos sino de que como consecuencia de la
celebración de tales contratos Francisco Correa obtuvo unos beneficios
irregulares que luego repartió entre sus colaboradores y amigos -entre ellos
Alberto López Viejo-.

Por ello la responsabilidad del recurrente no quedaría exonerada por no


haber tenido participación en la ideación delictiva, al ser suficiente que se
hubiese aprovechado del sistema utilizado con anterioridad. Estaríamos ante un
supuesto de coautoría aditiva que aparece cuando varias personas, siguiendo
la decisión común, realizan al mismo tiempo la acción ejecutiva, pero solo
alguna o algunas de dichas personas producen el resultado típico, todos ellos
son autores, o participación adhesiva o sucesiva que se produce cuando alguien
suma su comportamiento al ya realizado por otro a fin de lograr la conclusión de
un delito, cuyos actos efectivos ya habían sido parcialmente realizados por éste.

303
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

22.- El motivo décimo séptimo al amparo de lo dispuesto en el art.


852 LECrim por infracción de precepto constitucional, denuncia la
vulneración del derecho a la presunción de inocencia recogido en el art.
24.1 CE en que ha incurrido el tribunal “a quo” al haberse fundado la
condena por un delito de prevaricación a partir de una valoración de la
prueba manifiestamente irrazonable, al no haber tenido en cuenta
elementos esenciales de descargo, todo ello en relación con el hecho
probado de que Alberto López Viejo consiguió imponer, abusando de su
cargo, una presión sobre los funcionarios de las distintas Consejerías de
la Comunidad de Madrid para que fraccionaran las facturas de la
Comunidad que le permitiera la adjudicación como contratos menores.

Argumenta el recurrente que ha existido una valoración errónea de la


prueba dado que:

-No se ha acreditado la existencia de presión siquiera indicación de


Alberto López Viejo o nadie de su equipo ni los funcionarios encargados de
tramitar las facturas ni de otras Consejerías.

-No consta acreditada la intervención en modo alguno en la facturación


de los eventos cuyo detalle era completamente desconocido para el recurrente,
no intervino en una división artificial de los servicios, para poder tramitar los
expedientes como contratos menores, ni influyó en que distintas Consejerías
asumieran eventos sobre los que no tenían competencia.

-No llevó a cabo ninguna actuación que supusiera el “amaño” de los


contratos adjudicados a CMR o MQM, supuestas sociedades pantalla.

El recurrente reitera los mismos argumentos expuestos en motivos


anteriores y que la sentencia recurrida solo analiza la prueba de cargo pero
obvia pronunciarse sobre la prueba de descargo que, según el recurrente,
hubiera podido modificarse el fallo en lo que atañe al recurrente.

Alega que obra en las actuaciones una abundante prueba testifical que
analiza, en particular los funcionarios que intervinieron, en el sentido de que no

304
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fueron presionados por nadie y que la forma de facturar era similar a la utilizada
tiempo atrás.

Insiste el motivo en que el tribunal sentenciador acude siempre al recurso


de “no analizo o valoro esta prueba, bien porque o se está enjuiciando este
hecho bien porque es indiferente, bien porque de eso no se acusa, bien porque
estas personas no están siendo enjuiciadas”.

Queja esta inasumible pues lo que el tribunal expone (folio 475) es que
“en consecuencia con ello, ha de ser menor la atención que se dedique a la
prueba de descargo presentada por las defensas, lo que quiere decir que
descartemos su valoración, sino que, en la medida que venga orientada a
acreditar aspectos positivos, su aportación poco puede ayudar, por no ser de
ello de lo que se acusa, a la vez que, por otra parte, su ámbito queda más
reducido, por la razón de que, hecha valoración de la prueba de cargo, si con
ello excluida la de descargo o ésta es incompatible con aquella, tales
circunstancias ayudarán a descartarla, por exclusión e incompatibilidad. Así, en
realidad, no estamos sino operando con los criterios que, en materia de prueba,
han de regir el proceso penal, porque, entrando en juicio con la presunción de
inocencia en plenitud, no es preciso probar lo que el proceso, mejor, la
Constitución te da, sino que será quien pretenda desactivar esa presunción de
inocencia, el que articula la prueba, que tendrá que ser de signo incriminatorio,
si pretende que triunfe su pretensión”.

Argumento razonable. La labor del tribunal es la de determinar la


participación del recurrente en cada uno de los hechos que se le imputan y para
ello como ya hemos indicado tendrá que valorar todos los elementos probatorios
que lo acreditan -prueba de cargo- y los que lo desvirtúan -prueba de descargo-
pero no será necesario un análisis detallado y singularizado no tenga eficacia ni
en sentido positivo ni negativo.

Por ello que Alberto fuese la persona que ideó el sistema de


fragmentación de los contratos celebrados o se limitó a utilizar este sistema que
ya venía siendo utilizado con anterioridad, resulta indiferente en orden a la
calificación jurídica de los hechos que le son imputados.

305
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tampoco resulta relevante que hubiese presionado directa o


indirectamente a determinados funcionarios para que actuaran en la forma por
él pretendida. Su testimonio solo probaría -en el caso que resultara creíble su
declaración- que ellos no fueron los que recibieron tales presiones y no,
obviamente, que pudieran haber sido otros quienes las sufrieron.

En todo caso, los hechos delictivos por los que Alberto López Viejo ha
sido condenado pudieron cometerse sin los presupuestos alegados en el motivo,
por lo que la prueba de descargo que sobre los mismos se practicó resultaría
innecesaria a los fines pretendidos.

23.- El motivo décimo séptimo bis por infracción de ley al amparo


de lo establecido en el art. 849.1 LECrim por considerar indebidamente
aplicado el art. 404 CP y en consecuencia denunciando la indebida
aplicación del art. 419 del mismo cuerpo legal.

Se aduce en el motivo que en los hechos probados no se recoge, en


ningún momento cuál es la resolución (y tampoco se recogen elementos de la
arbitrariedad) que el Sr. López Viejo ha dictado en un asunto administrativo y la
sentencia desdeña incluso el propio derecho administrativo al afirmar que es
indiferente que aquél conociera o no los pormenores de la tramitación
administrativa.

El motivo se desestima.

La sentencia recurrida en los hechos que declara probados relata (págs.


271 y ss) los actos ejercitados en la etapa que ostentó cargos en la Comunidad
Autónoma de Madrid, de acuerdo con el plan dirigido con el acusado Correa:

<<Para la ejecución y mejor provecho del anterior acuerdo, ALBERTO


LÓPEZ VIEJO diseñó una novedosa política de comunicación, con mayor
presencia de la Presidenta, que llevaba aparejada un incremento o
multiplicación de sus actos, en la que fue fundamental la ayuda y colaboración
de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, su asesor técnico hasta 2007, quien
asumió, de hecho, la organización, coordinación, calendario, contratación,

306
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ejecución y pago de todos aquellos actos que solían celebrarse en la sede de la


Presidencia, la Real Casa de Correos, la Real Casa del Reloj de Sol, y contaban
con la presencia de la Presidenta.

Durante esa época en que ocupó cargos públicos llegó a adjudicar actos,
eventos y otro tipo de operaciones por un importe de unos 6.484.080,07 €, en
beneficio de las empresas del grupo CORREA/POZUELO y alguna de las
utilizadas por estas, que llegaron a obtener un beneficio de unos 2.627.785,14
€, prescindiendo, en las ocasiones y de la manera que iremos viendo, de las
más elementales normas y principios administrativos en materia de contratación
pública>>.

En el factum se relatan con carácter general los procedimientos


utilizados para sortear los requisitos de contratación, a través de división entre
contratos menores, a los que acudieran distintas empresas del grupo Correa –
dando la apariencia de ser independientes– y directamente, sin expediente
administrativo previo, se ejecutaba el acto y posteriormente se emitían las
facturas con el correspondiente sobrecoste, que eran pagadas por los
Organismos Públicos que de él dependían.

Es evidente que dichas adjudicaciones sin expediente administrativo


previo constituyen la esencia del delito continuado de prevaricación del artículo
404 del Código Penal, por el que ha sido condenado el recurrente (STS
406/2004 de 31 de marzo), siendo una obviedad, que el pago de cada una de
las facturas constituye “per se” un acto administrativo. Así lo tiene declarado ese
Alto Tribunal cuando afirma: “Pues bien, los pagos son fruto de sendas
resoluciones -aprobación y orden de efectuarlos- que, pese a su relación con el
procedimiento de adjudicación, son diversas de éstas. Y que, como bien indica
el Ministerio Fiscal tienen su específica regulación administrativa” (ATS 9
septiembre 2015).

Posteriormente, en el relato factico se narran multitud de operaciones y


adjudicaciones que <<realizaba directamente y de hecho Alberto López Viejo
(...). Con esta dinámica consiguió que se tramitaran al menos 686 operaciones,
por un importe total de 6.484.080,07 €, cuya celebración de los eventos, en su
mayor parte, fue irregularmente adjudicada a empresas del grupo POZUELO y

307
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

alguna otra de que este se sirvió, para ocultarse tras ella>>, haciéndose
mención en el factum de parte de las adjudicaciones que con su intervención se
realizaron, distinguiendo las diversas etapas (págs. 287 a 296). Así, pues, se
identifican y reseñan las continuas prevaricaciones administrativas en las que
incurrió el recurrente.

Correctamente ha realizado la Sala de instancia la subsunción en el art.


419 del Código Penal, pues en el caso presente, resulta la existencia de los
elementos típicos del delito de cohecho, que establece el castigo para “La
autoridad o funcionario público que, en provecho propio o de un tercero,
solicitare o recibiere, por sí o por persona interpuesta, dádiva o presente o
aceptare ofrecimiento o promesa para realizar en el ejercicio de su cargo una
acción u omisión constitutivas de delito”. Al propiciar el recurrente, con su
decisiva actuación en base al pacto corrupto, las adjudicaciones reseñadas, es
evidente la correcta incardinación jurídica efectuada por el Tribunal a quo.
Siendo obvio que nos encontramos ante un concurso real de ambos delitos
(cohecho y prevaricación), dado el tenor literal del art. 419 del Código Penal
(STS 504/2003, de 2 abril).

24.- El motivo decimoctavo por infracción de ley al amparo de lo


establecido en el art. 849.1 por considerar indebidamente aplicado el art.
404 CP y en consecuencia indebidamente aplicado el art. 419 CP.

Argumenta que en contra de lo que la Sala considera la elaboración de


los contratos menores no es subsumible en el tipo penal del art. 404 por dos
razones: 1º no es una resolución en sí misma; y 2º porque acudir a esta forma
de contratación está expresamente previsto en la Ley de Contratos de las
Administraciones Públicas, y era el procedimiento que mejor se adecuaba a la
propia dinámica de contratación de eventos de la Comunidad de Madrid, y lo
más importante, se venía haciendo así con anterioridad a la llegada de López
Viejo a la misma.

La sentencia de instancia, en base a las pruebas que analiza y a las que


se ha hecho referencia en el motivo precedente ha considerado acreditado que

308
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en la primera etapa del recurrente en el grupo de Gobierno de la CAM (años


2004-2005) la adjudicación, básicamente, se realizó mediante contratación
directa, generalmente, dividiéndose de manera ficticia los servicios, con un
fraccionamiento irregular en su facturación, con el objetivo de que se tramitaran
como contratos menores, de manera que las facturas fueran siempre de un
importe menor a 12.020,24 €, con lo que, a la vez, se eludían los requisitos de
publicidad propios del procedimiento de adjudicación correspondiente.

Dicha operativa de contratación la impuso ALBERTO LÓPEZ VIEJO, con


la colaboración activa de PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS, invadiendo
competencias de otras Consejerías y Organismos y eludiendo la correcta
tramitación del procedimientos, actuando de esta manera, incluso, antes de su
llegada a la CAM, que recordemos que fue el 26/05/2004, como Viceconsejero,
en que ya tuvo una intervención definitiva en' la contratación, como fue en el
acto del 11-M que se celebró el 24/03/2004, pues estuvo al frente de su
organización, y para cuya preparación tuvo alguna reunión con ISABEL
JORDÁN.

De esta manera, ALBERTO LÓPEZ VIEJO incurrió en ilegalidades desde


el punto de vista de su competencia en la contratación, porque, aun no
teniéndola, se arrogaba unas funciones para contratar, desde su Viceconsejería,
actos de otras Consejerías, Departamentos y Organismos en que intervenía la
Presidenta, contando con la imprescindible colaboración de PEDRO
RODRÍGUEZ PENDÁS, el cual, con independencia del que fuera, indicaba, una
vez realizado el acto, a quién había que facturar y cómo.

Como también incurrió en irregularidades desde el punto de vista de la


forma de contratar, la más significada mediante el fraccionamiento en la
facturación por distintas empresas, que, se repartía entre distintas Consejerías
u Organismos, al objeto de no sobrepasar el importe del contrato menor, que
llegó a convertir en regla general, con la que saltarse el rigor del contrato debido,
razonando en la fundamentación jurídica (pág. 1330) que se admiten los
testimonios escuchados que han incidido en que “se utilizó” la técnica de trocear
contratos, la cual aunque está admitida por ley, lo está si no es para defraudar”.

309
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Razonamiento correcto. El fraccionamiento de un contrato dividiéndolo


en contratos por un importe inferior, con la finalidad de evitar el procedimiento
negociado, que sería el procedente en función de la cuantía, vulnera lo
dispuesto en el art. 74 de la Ley de Contratos del Estado, que dispone “no podrá
fraccionarse un contrato con la finalidad de disminuir la cuantía del mismo y
eludir así los requisitos de publicidad o los relativos al procedimiento de
adjudicación que correspondan.

Por eso, como ya indicábamos más arriba, conviene resaltar que la


omisión del procedimiento legalmente establecido ha sido considerada como
una de las razones que pueden dar lugar a la calificación delictiva de los hechos,
porque las pautas establecidas para la tramitación del procedimiento a seguir
en cada caso tienen la función de alejar los peligros de la arbitrariedad y la
contradicción con el Derecho. Así se ha dicho que el procedimiento
administrativo tiene la doble finalidad de servir de garantía de los derechos
individuales y de garantía de orden de la administración y de justicia y acierto
en sus resoluciones (SSTS 18/2014, de 13 de enero; 152/2015, de 24 de
febrero, entre otras).

En efecto el procedimiento administrativo tiene una finalidad general


orientada a someter la actuación administrativa a determinadas formas que
permitan su comprobación y control formal, y al mismo tiempo una finalidad de
mayor trascendencia dirigida a establecer controles sobre el fondo de la
actuación de que se trate.

Ambas deben ser observadas en la actividad administrativa. Así se podrá


apreciar la existencia de una resolución arbitraria cuando omitir las exigencias
procedimentales suponga principalmente la elusión de los controles que le
propio procedimiento establece sobre el fondo del asunto; pues en esos casos
la actuación de la autoridad o funcionario no se limita a suprimir el control formal
de su actuación administrativa, sino que con su forma irregular de proceder
elimina los mecanismos que se establecen, precisamente, para asegurar que su
decisión se sujeta a los fines que la ley establece para la actuación
administrativa concreta, en la que adopta su resolución (STS 743/2013, de 11
de octubre); 152/2015, de 24 de febrero, entre otras).

310
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso presente la conducta típica estaría además de en los


fraccionamientos acordados, en la realización de los actos sin expediente
administrativo previo y la posterior ordenación de los pagos, que constituyen por
sí mismos actos administrativos acordados e impuestos, en muchos casos, sin
tener competencia para ello (por cuanto se referían a otras dependencias o
consejerías).

El mero hecho de idear o imponer –de acuerdo con el coacusado Correa-


que los contratos fueran fraccionados con el fin de burlar las normas de
contratación constituye por sí una resolución a los efectos del Código Penal.

En efecto, como hemos dicho en SSTS 939/2003, de 27 de junio y


723/2009, de 1 de julio, según el Diccionario de la Real Academia Española
resolver es “tomar determinación fija y decisiva”. Y en el ámbito de la doctrina
administrativa la resolución entraña una declaración de voluntad dirigida, en
última instancia, a un administrado para definir en términos ejecutivos una
situación jurídica que le afecta.

En este sentido la jurisprudencia (SSTS 406/2004, de 31 de marzo;


627/2006, de 8 de junio; 443/2008, de 1 de julio; 800/2008, de 1 de diciembre)
ha recordado que por resolución debe entenderse cualquier acto administrativo
que suponga una declaración de voluntad de contenido decisorio, que afecte a
los derechos de los administrados o a la colectividad en general, bien sea de
forma expresa o tácita, escrita u oral, ya que lo esencial es que posea en sí
misma un efecto ejecutivo.

En el caso presente, tal decisión afectó a más de 600 asuntos


administrativos y obedecía a la voluntad del recurrente de alterar las normas de
contratación, con el fin de obtener las oportunas comisiones previamente
pactadas con las empresas del grupo Correa.

Por último, como argumenta el tribunal sentenciador, aun en el caso de


que se hubieran realizado contrataciones similares con anterioridad a la llegada
del recurrente a la CAM, la persistencia en la ilegalidad no convierte el acto en
legal e igualmente la ausencia de reparo o control por parte de los órganos
competentes no excluye la responsabilidad de este acusado.

311
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

25.- El motivo decimonoveno al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del art. 24 CE por considerar que la prueba de cargo en la que
se basa la condena por un delito de malversación no tiene entidad
suficiente para enervar la presunción de inocencia, habiendo sido la
prueba valorada de manera ilógica e irracional por considerar que las
facturas que las empresas del Sr. Correa elaboraban incluían conceptos
que suponían un sobrecoste ilícito de los servicios prestados.

Dando por reproducida la doctrina expuesta en motivos anteriores sobre


el alcance en casación de la vulneración de la presunción de inocencia, en el
caso presente lo denunciado por el recurrente es que la valoración de la prueba
–no la ausencia de prueba- realizada por el tribunal a quo es ilógica e
irrazonable.

El motivo se desestima.

En efecto los hechos probados en relación a este motivo recogen como


“las comisiones que devengó Alberto López Viejo por su intervención en la
contratación de la Comunidad las convino con Francisco Correa por cada acto
realizado por las empresas del “grupo Pozuelo” y se hacían constar, por
indicación de Isabel Jordán bajo el concepto de “varios” de las distintas “hojas
de coste”, que materialmente elaboraba Alicia Mínguez, siguiendo las
instrucciones de su jefa, la referida Isabel Jordán, quien también las visaba y en
alguna ocasión, Javier Nombela por indicación de la anterior” (apartado 1.1.1
Comisiones devengadas en metálico (pág. 280)), y añade en el apartado 1.2
Quebranto patrimonial a la CAM derivado del sobrecoste de comisiones.

A partir de las “hojas de coste”, redactadas materialmente por ALICIA


MÍNGUEZ, siguiendo las instrucciones de ISABEL JORDÁN, el quebranto
sufrido por la CAM debido a los sobrecostes en la facturación, supuso unos
beneficios para el grupo POZUELO, entre 2004 y 2007, de 2.259.149,21 €, y la
cantidad indebidamente pagada como sobrecoste, a consecuencia de la
inclusión del coste de la comisión devengada por ALBERTO LÓPEZ VIEJO,
supuso para la CAM un total de 341.430,82 €>>.

312
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tribunal de instancia justifica dicho factum en el análisis y valoración de


la prueba que se expresa en la página 1410 y ss.:

<<2.2 Cálculo del quebranto patrimonial a la CAM

A partir de las “hojas de coste” (Anexo V del informe de la UDEF


69.343/13), que hemos dicho que materialmente elaboraba ALICIA MÍNGUEZ,
con las instrucciones que le daba ISABEL JORDÁN, que luego, generalmente,
visaba ella, o, en alguna ocasión, JAVIER NOMBELA, es posible hacer un
cálculo del quebranto patrimonial que sufre la CAM, por la vía los sobrecostes
en la facturación.

En el mismo informe 69.343/13 se explica la metodología en cuanto a la


facturación de actos por parte de la organización de FRANCISCO CORREA,
con la que estamos de acuerdo, tras el análisis que ha correspondido hacer al
propio Tribunal de dicha documentación, puesto en relación con la prueba de
carácter personal ya valorada. En síntesis, podemos decir que esa
sobrefacturación se realizaba desde los conceptos que se reflejaban en cada
hoja de coste, incluidos los irregulares, como comisiones indebidas, a partir de
los cuales se calculaba el importe a facturar a la CAM, aplicando a cada uno el
beneficio correspondiente para las empresas, que se cobraba a la CAM, por un
importe superior al del coste real, como consecuencia de las partidas que se
incluían.

De esta manera el beneficio obtenido por el grupo POZUELO, por los


348 actos que devengó comisión ALBERTO LÓPEZ VIEJO entre 2004 y 2007
ascendió a 222.770,46 € en 2004; 815.818,25 € en 2005; 958.775,35 € en 2006,
y 258.785,14 € en 2007, en total, pues, 2.259.149,21 €.

Y la cantidad indebidamente pagada por la CAM, como sobrecoste, a las


empresas de FRANCISCO CORREA a consecuencia de la comisión devengada
por ALBERTO LÓPEZ VIEJO ascendió a 29.609,37 € en 2004; 111.266,45 € en
2005; 129.667,64 € en 2006, y 63.126,52 en 2007, que suman 333.669,52 €, a
los que hay que añadir los 7.761,30 como sobrecoste por servicios prestado al
restaurante “La Hacienda Argentina”, por lo que la cantidad total defraudada a
la CAM fueron 341.430,82 €.

313
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Las anteriores cantidades las hemos tomado del Anexo I del escrito de
calificación del M.F., en el que, en las tablas que elabora, va colocando las
correspondientes a cada acto, que, a su vez, se corresponden con datos
tomados de las hojas de coste que están incorporadas como prueba en el Anexo
V del informe 69.343/13.

2.3 Etapa de ALBERTO LÓPEZ VIEJO como Viceconsejero. (...)

Con esta dinámica consiguió que se tramitaran al menos 686


operaciones, por un importe total de 6.484.080,07 € (6 expedientes de
contratación, por un importe de 1.148.271,62 € de los que se han emitido 29
facturas, y tramitándose 657 facturas como contratos menores, por un importe
de 5.335.808,45 €), cuya celebración de los eventos, en su mayor parte, fue
irregularmente adjudicada a empresas del grupo POZUELO y alguna otra de
que este se sirvió, para ocultarse tras ella.

En el informe global de la CAM, emitido por la IGAE, de 30/04/2013,


ratificado por el perito Juan Carlos Gómez Condado en la sesión del día
19/09/2017, se analiza la contratación, y de él traemos el siguiente cuadro, en
el que se resumen esas operaciones>>.

Nº.
Centro Gestor Importe
Operaciones

- Consejería de Cultura, Deportes y Turismo 171 1.738.537,58

- Consejería de Transportes e
2 29.238,99
Infraestructuras

- Consejería de Educación 52 416.071,97

33 301.990,81
- Consejería Medio Ambiente,
Vivienda y Ordenación
del Territorio

- Consejería de Sanidad 29 182.522,49

- Vicepresidencia y Portavocía del Gobiemo 140 1.825.917,58

-Presidencia, Justicia e Interior 53 392.947,13

314
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Consejería de Inmigración y Cooperación 64 538.546,84

- Consejería de Empleo y Mujer 64 404.119,96

- Consejería de Familia y Asuntos Sociales 52 379.756,79

- Consejería de Economía y Hacienda 15 166.342,10

TOTAL CONSEJERIAS 675 6.375.992,24

- Ente Público Radiotelevisión Madrid 11 108.087,83

TOTAL 686 6.484.080,07

Por empresas, la distribución de las 686 operaciones fue la siguiente:

Empresa Operaciones Importe

-ServiMadrid Integral, SL 161 1.530.600,32

-Easy Concept, SL 81 601.946,50

-Diseño Asimétrico, SL 99 884.308,19

-Good & Better 22 182.134,37.

-Down Twon Consulting, SL 11 53.599,15

-Boomerangdrive, SL 13 138.641,35

-Pasadena Viajes, SL 11 108.087,83

TOTAL CON EMPRESAS DEL GRUPO 398 3.499.317,71

- Fotomecánica Dáble M, SL 38 336.558,30

- Fotomecánica Rafael SA 45 381.241,81

- Tecnimagen Rafael, SL 26 216.675,61

- Kilda Producciones Fotográficas, SL 31 270.328,68

- Decoraciones C M R, SL 23 353.433,94

- Sagitour 2000, SL 29.768,85

- Grupo Elba, SL 21 46.999,35


- MQM (Marketing Quality
101 1.349.755,82
Management), SL
TOTAL CON OTRAS EMPRESAS - 288 2.984.762,36

TOTAL OPERACIONES 686 6.484.080,07

315
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así la vulneración del derecho a la presunción de inocencia


denunciada no debe ser asumida.

Conforme a la doctrina del TC “solo cabrá constatar la vulneración del


derecho a la presunción de inocencia cuando no haya pruebas de cargo válidas,
es decir, cuando los órganos judiciales hayan valorado una actividad probatoria
lesiva de otros derechos fundamentales o carente de garantías, o cuando no se
motive el resultado de dicha valoración, o, finalmente, cuando por ilógico o
insuficiente no sea razonable el iter discursivo que conduce de la prueba al
hecho probado” (SSTC 189/98, de 28 de septiembre, FJ 2; 135/2003, de 30 de
junio, FJ 2; 137/2005, de 23 de mayo, FJ 2; 26/2010, de 27 de abril, FJ 6;
52/2010, de 4 de octubre, FJ 5).

Y en el caso presente de la mera lectura de la fundamentación jurídica


se concluye que la condena se sustenta en prueba de cargo válidamente
practicada y valorada a través de un razonamiento explicitado en dicha
resolución y que no puede ser calificado de irrazonable, ni desde el punto de
vista de su lógica o coherencia, ni desde la óptica del grado de solidez requerido,
sin que –como venimos afirmando-, a este tribunal le competa ningún otro juicio,
ni entrar a examinar otras inferencias propuestas por el recurrente.

26.- El motivo vigésimo al amparo del art. 849.1 LECrim por indebida
aplicación del art. 431.1 CP al no constar en los hechos probados (ni en
los fundamentos jurídicos) ninguno del que se pueda inferir el elemento
del tipo subjetivo de la malversación ya que no consta, más bien al
contrario, el conocimiento de Alberto López Viejo sobre la inclusión de la
partida “varios” en las hojas de coste.

Insiste en que si bien considera probado la sentencia que las empresas


de Correa repercutían a la Comunidad de Madrid la concesión pagada al Sr.
López Viejo, en ningún momento se hace referencia, ni en los hechos probados
ni en los fundamentos jurídicos, a que conociera que las empresas de Correa
repercutieran todo el coste de su comisión a la CAM a través de las hojas de

316
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

coste, cuya existencia o detalle desconoce. Por ello, no puede imputársele la


existencia de un delito de malversación al faltar el elemento esencial del tipo
subjetivo, como es el conocimiento sobre la sustracción o la tolerancia de la
sustracción de los caudales dado que las hojas de coste que incluían el
sobrecoste de las comisiones en la partida “varios” venían redactadas por Alicia
Mínguez siguiendo las instrucciones de Isabel Jordán.

En cuanto al tipo subjetivo en el delito de malversación, el dolo requiere


el conocimiento de los elementos del tipo objetivo y la voluntad de actuar. El
dolo genérico exigible comprenderá el conocimiento que los caudales que se
sustraen pertenecen al Estado, las Administraciones públicas y que, por lo tanto,
constituyen caudales públicos (SSTS 545/99, de 20 de marzo; 132/2010, de 18
de febrero; 362/2018, de 18 de julio), bien que el funcionario, que los tiene a su
cargo por razón de sus funciones, lejos de destinarlos al cumplimiento de
actuaciones públicas, los separa de las mismas y extrayéndolas al control
público, con ánimo de lucro, los incorpora a su patrimonio haciéndolos propio o
consiente que otro lo haga, esto es, no se exige el lucro personal del sustractor,
sino su actuación con ánimo de cualquier beneficio, incluso no patrimonial, que
existirá aunque la intención de lucrar se refiera al beneficio de un tercero (STS
277/2015, de 3 de junio).

En el caso presente en el relato fáctico se declara probado que el


recurrente tenía conocimiento pleno de las comisiones que percibía por cada
acto y el previo acuerdo con Correa para recibir tales comisiones. E incluso que
fue Álvaro López Viejo quien ideó el procedimiento de aumentar
considerablemente los actos de la Presidencia y así multiplicar las comisiones
que percibía y quien, en algunas ocasiones, ordenó directamente el pago de las
facturas, en las que se incluía el concepto de “varios”, que encubría sus propias
comisiones.

Resulta por ello irrelevante que la confección material de las facturas las
realizara Correa o alguno de sus empleados, para negar su dominio del hecho
o que no conociera tal forma de actuación, cuando existía un puro acuerdo con
Correa respecto de sus comisiones.

317
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo vigésimo primero no se articula por el recurrente.

27.- El motivo vigésimo segundo al amparo del artículo 849.1


LECrim, por indebida aplicación del artículo 432.1 al no constar en los
hechos probados (ni en los fundamentos jurídicos) ninguno del que se
pueda inferir el elemento del tipo objetivo y subjetivo de la malversación
ya que no consta, en relación con la Ha-cienda Argentina, el conocimiento
y la tolerancia de Al-berto López Viejo a trasladar el coste a la Comunidad
de Madrid.

Insiste en que el recurrente no sabía ni toleraba la sustracción de los


caudales públicos a través del sistema de repercutir la comisión en las hojas de
coste dado que no consta que las conociera.

El motivo no respeta el factum –como exige la vía casacional del art.


849.1 LECrim- que en el epígrafe 1.1.2 Comisión devengada en especie (pág.
281-282). Además de las comisiones en efectivo, en los años 2006 y 2007
ALBERTO LÓPEZ, VIEJO recibió, también, comisiones en especie, a través de
distintos gastos de carácter particular relacionados con el restaurante "La
Hacienda Argentina", sito en la calle Ibiza n°41 de Madrid, propiedad de la
sociedad "La Pampa Hostelera SL", de la que era administradora única su mujer,
TERESA GABARRA, que se articuló a costa de imputar sobrecostes en
diferentes actos de la Comunidad de Madrid, organizados por empresas del
grupo CORREA/POZUELO:

Se trata de servicios personales prestados a ALBERTO LÓPEZ VIEJO,


en concepto de comisiones, en contraprestación por haber intervenido en la
concesión de contratos a favor de las indicadas sociedades para que realizaran
los actos de la Comunidad, que ascendieron en 2007 a.14.886,01 € y en 2007
a 6.180,55 €, de manera que la suma total, por vía de servicios prestados en
especie, relacionados con el restaurante "La Hacienda Argentina", fue 21.646,56
€.

318
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A su vez, el pago de dichas comisiones se cubrió con distintas facturas,


cuyo pagó fue contabilizado por el grupo POZUELO como coste en actos
adjudicados directamente, y se incluían en hojas de coste de distintos eventos.

En consecuencia, el motivo debe ser desestimado, al resultar irrelevante


la afirmación de que el recurrente desconocía que dichos servicios eran pagos
por la CAM, cuando era él quien aprobaba los pagos y ordenaba que se
realizaran.

28.- El motivo vigésimo tercero al amparo de lo establecido en el


artículo 852 LECrim, por infracción del artículo 24 de la CE al haberse
considerado que los costes del restaurante La Hacienda Argentina,
contenidos en las hojas de costes eran trasladados a facturas emitidas y
pagadas por la Comunidad de Madrid. Todo ello sin prueba de cargo
suficiente que enerve el principio de pre-sunción de inocencia, existiendo
una valoración irracional de los testimonios y documentos sometidos a
contradicción en el juicio oral.

Dando por reproducida la doctrina ya expuesta en motivos anteriores


sobre el alcance en esta sede casacional de la vulneración de la presunción de
inocencia, el motivo debe ser desestimado.

En efecto el tribunal valora la prueba de cargo sobre este extremo (pág.


1400-1403. Además de las comisiones en efectivo, en los años 2006 y 2007
ALBERTO LÓPEZ VIEJO recibió, también, comisiones en especie, a través de
distintos gastos. de carácter particular relacionados con el restaurante "La
Hacienda Argentina", sito en la calle Ibiza n° 41 de Madrid, propiedad de la
sociedad "La Pampa Hostelera SL", de la que era administradora única su mujer,
TERESA GABARRA, que se articuló a costa de imputar sobrecostes en
diferentes actos de la Comunidad de Madrid, organizados por empresas del
grupo CORREA/POZUELO.

Niega que así fuera tanto ALBERTO, como TERESA; él, porque
mantiene que esos gastos los pagó en efectivo, y ella, porque dijo que los había

319
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pagado mediante dos cheques, con lo cual ni siquiera entre ellos se ponen de
acuerdo en esto.

En cualquier caso, ninguna de estas manifestaciones es cierta, porque


la realidad es que esos sobrecostes los padeció la Comunidad, pues los
servicios que a estas les fueron prestados, se incluían en las hojas de coste en
anotaciones bajo conceptos, como "Hacienda", "La Hacienda Argentina" o
"Restaurante Alberto".

Sobre este particular fue preguntada la testigo Roció Perea, que explicó
que la actuación que se hizo desde SERVIMADRID INTEGRAL estaba
relacionada con una acción promocional de un restaurante que a ella le dijeron
que era de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, que le dijo ISABEL que había que realizar.
Y se la fueron exhibiendo varias hojas de coste de actos 'realizados por la
Comunidad, con anotaciones como las antes indicadas, relacionadas con el
restaurante, y cantidades tanto en, la columna de costes como en la de
facturación, y explicó que los precios de facturación se los decía ISABEL, que,
fue ISABEL quien les dijo que fueran incluyendo los costes en las hojas de coste
de eventos de la Comunidad; con la finalidad de tenerlos imputados en algún
evento.

En el curso del interrogatorio le fueron exhibiendo distintos correos qué


se cruza con ALBERTO LÓPEZ VIEJO interesándose por los trabajos
solicitados para el restaurante, que reconoció, como también reconoció los que
se cruzó con ISABEL JORDÁN, que, igualmente, le fueron exhibidos, en que
solicita a esta autorización para cargar los costes de los servicios prestados,
referidos al restaurante de Alberto, tras dividirlos entre tres, en distintos actos
de la CAM, tal y como hicieron la otra vez (correo de. Rocío a ISABEL de
30/06/2,006: "Hola Isabel. Solo preguntarte que si los costes de lo del
restaurante de Albero los divido en tres y los imputamos a distintos actos de la
CAM como hicimos la otra vez?"), y el que es respuesta del anterior, en que se
lo autoriza (correo de ISABEL a Rocío, de la misma fecha, que dice: "Si ok a
imputar los costes a diferentes actos"). [En el informe de la UDEF 51.528/12 se
recogen los referidos correos, así como hojas de coste con inclusión de

320
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conceptos relativos al restaurante en hojas de coste por eventos de, la


Comunidad].

En el informe de la AEAT de 31/03/2014, a partir de las partidas


contabilizadas como gasto por las sociedades de- eventos, en realidad, eran el
pago por servicios personales a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en concepto de
comisiones a favor de este por haber-intervenido en la concesión de contratos
a favor de las indicadas sociedades para que realizaran los actos de la
Comunidad, como hemos visto qué sucedía.: Así se explica en él informe de la
UDEF 51.528/12,. y en el que se identifican las facturas 'con las ¿que el grupo
POZUELO cubre esas comisiones, el informe de la AEAT de 31/03/2014 se
recoge su relación e importe, qué ascendió en 2007 a 14.886,01 € y en 2007 a
6.180,55 C, de manera qué' la suma total, por vía de servicios prestados en
especie, relacionados con el restaurante "La Hacienda Argentina", se calculan
en 21.046,56 C.

El pago de dichas facturas fue contabilizado por el grupo POZUELO como


coste en actos de la Comunidad, que eran adjudicados por ALBERTO LÓPEZ
VIEJO y se incluían en distintas hojas de coste de distintos eventos. En el
informe de la IGAE de 23/07/2013, ratificado en la sesión del día 19/09/2017,
que hay que poner en relación con el examen que se realiza en el informe
51.528/12, se analiza el coste repercutido hasta en 9 actos. A continuación
trasladamos, en lo que interesa, el cuadro que hay al folio 51 del primero de los
informes, y se puede apreciar que la comisión que se devenga se reparte entre
esos costes de distintos actos, porque las facturas superan el importe de los
actos.

Consecuentemente el tribunal ha valorado las propias contradicciones


entre el recurrente y su esposa Teresa Gabarra sobre la forma de realizarse el
pago, testificales, en especial la de Rocío Perea, y periciales (informes AEAT y
IGAE) y las conclusiones a que llega no pueden considerarse ilógicas o
arbitrarias.

321
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

29.- El motivo vigésimo cuarto al amparo del art. 852 LECrim por
vulneración del derecho de presunción de inocencia por considerar que la
prueba no es suficiente para enervar referido derecho del recurrente que
ha sido condenado por un delito de cohecho del art. 419 CP.

Argumenta que no hay prueba del importe de la supuesta comisión


recibida y la sentencia se basa en una conclusión voluntarista “el Sr. López Viejo
algo ha cobrado”.

Todo ello en base a unos apuntes contables contradictorios, dispersos y


no coincidentes, derivados de la documentación encontrada en el “pendrive”
intervenido a José Luis López Izquierdo y en los registros practicados.

Con independencia de que para la concurrencia del tipo de cohecho no


es preciso que conste la cuantía exacta de la dádiva, la sentencia distingue entre
comisiones devengadas en metálico –epígrafe 2.1.1, cuya prueba analiza en las
págs. 1396 a 1401- y comisiones entregadas a Alberto López Viejo –epígrafe
2.1.3- cuya prueba analiza en las págs. 1403 a 1409, y que cifra en 229.000 por
actos realizados para la CAM y que se hizo efectiva en varios pagos periódicos.
Para ello valora los informes de la UDEF 8924/14 sobre análisis de archivos del
pendrive de José Luis Izquierdo, y 69343/13 de 29-7-2013 sobre entrega de
comisiones a Alberto López Viejo, o el de la AEAT de 31-3-2014 sobre pagos a
este por parte de la organización a Francisco Correa.

El documento GENERACION y la hoja Excel Cuenta ALV/Alberto López


Viejo, documento encontrado en el registro de la calle Serrano, consistente en
una tabla que recoge comisiones devengadas por el recurrente en los años
2004, 2005 y 2006.

Dicho documento es precedido por otro, PAGOS AL, encontrado en el


disco duro de Isabel Jordán y que son unas tablas con entregas a Alberto López
Viejo con apartados como “Fecha”, “Importe”, “Concepto”, que se corresponden
con entregas, unas procedentes de la “Caja B” de Serrano (Francisco Correa) y
otras de la “Caja B” de EASY CONCEPT del pendrive de ALICIA MINGUEZ.

-Declaración en instrucción de Isabel Jordán que reconoció que se


entregaban comisiones a Alberto López Viejo.

322
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo aparece más información sobre comisiones, aparece en el


archivo “Pagos Anuales ALV (2) pdf”, encontrado con motivo del registro
efectuado en el domicilio de Isabel Jordán, que también tiene información de las
entregadas en 2007 y 2008.

Y por último destaca como el informe de 31-3-2014 (el de la AEAT) va


examinando el resto de documentación que encuentra relacionada con entrega
de comisiones y termina diciendo que, tras haber integrado toda la información
obtenida de los archivos y documentación manejada, resulta que ALBERTO
LÓPEZ VIEJO cobró en efectivo del "grupo fcs" 106.000 € en 2004, 115.000 €
en 2005, 182.000 € en 2006, 64.000 € en 2007 más 24.000 por pago anual, y
otros 24.000 € por pago anual eh 2008.

Dicha documentación, arranca de la tabla "PAGOS AL", tiene en cuenta


el archivo "PAGOS ANUALES A.L.V", los movimientos de la "caja B" que
aparecen, el "LIBRO MAYOR", la información obtenida del pendrive de JOSÉ
LUIS IZQUIERDO ("Caja Pagos B", "Caja B Actual” y "Cuenta A.L.V./Alberto
López Viejo")-, documentos desde los que, al folio 38 de este informe, se
desglosan las comisiones recibidas, con mención precisa de la fuente e
información de donde se obtiene, toda ella contrastada en juicio, entre cuyas
comisiones repetimos que están incluidas las que recibe cuando llega a la
Comunidad, pendiente de lo que le queda por su mediación en el contrato de
limpieza del Ayuntamiento, que, cuando tratamos esta cuestión, y ahora
corroboramos, quedan fijadas en un montante total de 230.000 €, que estuvo
percibiendo en varios pagos hasta octubre de 2006 (documento
GENERACIÓN), descontados los cuales, deja en 229.000 € la cantidad
percibida-como comisiones por su mediación en la adjudicación -irregular en
contratación de la CAM.

Las fechas e importes son los siguientes:

323
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

FECHA IMPORTE

24 de septiembre de 2004 6.000


4 de febrero de 2005 30.000
25 de mayo de 2005 20.000
8 de julio de 2005 20.000
13 de diciembre de 2005 15.000
29 de diciembre de 2006 26.000
16 de febrero 2007 50.000
5 de julio de 2007 8.000
10 de julio de 2007 6.000
Pago anual 2007 24.000
Pagos anuales 2008 24.000
TOTAL 229.000

Siendo así la sentencia recurrida ha valorado de forma racional la prueba


practicada acreditativa de las comisiones cobradas por el recurrente.

30.- El motivo vigésimo quinto al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción del art. 392 del CP en relación con el art. 390.1, 2 y 3 CP por
haber condenado por un delito de falsedad cuando no se colman los
elementos del tipo.

La conducta del recurrente no es incardinable en el art. 392 en relación


con el art. 390.1.2 y 3, sino que podría ser, en todo caso, una falsedad ideológica
del apartado 4 y por tanto despenalizada al haber sido cometida por un particular
y el recurrente no fue, en ningún caso, autor material.

El motivo se desestima.

En primer lugar el delito de falsedad documental no es un tipo delictivo


de los llamados de propia mano, es decir, de aquellos en los que únicamente,
pueden ser sujeto activo del delito, el que, mediante la propia acción personal,
causa el resultado, sin que quepa, por tanto, la posibilidad de ser cometidos
sirviéndose de la intervención de otro sujeto, consecuentemente en el delito de
falsedad documental pueden participar varias personas, realizando de forma
colaboradora la acción descrita por el verbo rector del tipo, tomando parte en la

324
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ejecución, participando idealmente en la misma o auxiliando a su comisión con


actos necesarios o accesorios. (STS 157/2012, de 7 de marzo).

Es decir, en relación al delito de falsificación, opera el concepto de


autoría mediata tanto como material, por lo que debe estimarse autor de la
falsificación, no solo el que materialmente efectúa la alteración sino también a
aquel que utiliza el documento a conciencia de la falsedad efectuada por otro,
tal vez a su instancia, de manera que probado el concierto de ambos, las
acciones de los dos se producen de forma coordinada y en función del
respectivo papel que asumiese, por lo que poco importa la materialización de la
falsificación, siendo lo relevante la aceptación y utilización del documento
falsificado.

Y en segundo lugar en relación a la inclusión de la falsedad ideológica


cometida por particulares en alguno de los supuestos del art., 390.1 CP, esta
Sala Segunda ha establecido una consolidada doctrina que se basa en que “la
situación actual de la jurisprudencia ha venido a ser que no cabe una separación
absoluta a los efectos de los arts. 390.1 y 392, entre las llamadas falsedades
“materiales” y las “ideológicas”, término este sorprendentemente equívoco.
Porque, en algunos casos, el faltar a la verdad en la narración de los hechos
puede estar imbricado en los otros números del artículo 390.1” (STS 948/2008,
de 4 de diciembre).

En este sentido, la STS 1345/2005, de 14 de octubre, se refiere al


Acuerdo alcanzado en el Pleno no Jurisprudencial celebrado el día 26 de febrero
de 1999, y en la misma se afirma:

“(…) hay que partir como referente necesario que el Pleno no


Jurisdiccional de Sala citado, acordó por una mayoría, exigua si se quiere, pero
en definitiva mayoría de la Sala que no se había producido en el Nuevo Código
la pretendida des penalización de la falsedad ideológica, es decir, aquella en la
que todo lo que se narra: fecha, intervinientes, son ciertos pero las operaciones
en ellos narradas no corresponden a actividad negocial alguna.

Se estaría ante un documento genuino por sus intervinientes pero


inauténtico por su contenido, por lo que se estaría ante simulación de un

325
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documento" ....que induzca a error sobre su autenticidad....", previsto en el


artículo 390.1.2° del Código Penal de 1995, equivalente al artículo 302-9° del
Código Penal de 1973. Con la STS 1954/2002 de 29 de enero ya citada,
podemos decir" ....En términos generales un documento es verdadero cuando
su contenido concuerda con la realidad que materializa. Es genuino cuando
procede íntegramente de la persona que figura como autor. Pero no debe
confundirse el documento genuino con el documento auténtico, pues el término
autenticidad tiene en nuestro lenguaje un significado más amplio profundo que
el mero dato de la procedencia o autoría moral. Un documento simulado no es
considerado en el lenguaje ordinario ni en el ámbito jurídico como auténtico por
el hecho de que la persona que aparece suscribiéndolo coincide con el autor
material....".

Esta, se insiste, es la postura mayoritaria de la Sala en aquel Pleno, y a


él ha de estarse como manifestación de esa labor de "policía jurídica" que le
corresponde a esta Sala como último garante de la legalidad penal ordinaria
dando seguridad e igualdad jurídicas en la práctica jurisdiccional.

Por ello con independencia de que alguna sentencia aislada se haya


apartado de este criterio, es lo cierto que la opinión de la Sala es la expuesta de
estimar punible la falsedad ideológica, aspecto en el que el vigente Código Penal
no habría provocado ningún cambio.

En tal sentido, y sin ánimo de exhaustividad se pueden citar las SSTS de


2 de octubre de 2000, 34/2002 de 18 de enero, 2017/2002 de 3 de febrero de
2003, incluido el voto particular que también mantiene la postura oficial,
1954/2002 de 29 de enero de 2003, 598/2003 de 22 de abril, así como la más
reciente núm. 1256/2004 de 25 de octubre. En definitiva, como ya se dijo en la
STS núm. 1302/2002 de 11 de julio de 2002," ....tras la celebración del Pleno
citado —26 de febrero de 1999—, la confección completa de un documento
mendaz que induzca a error sobre su autenticidad e incorpore toda una
secuencia simulada e inveraz de afirmaciones con trascendencia jurídica, a
modo de completa simulación del documento, que no tiene ni puede tener
sustrato alguno en la realidad, elaborado con dolo falsario, debe ser considerado
la falsedad que se disciplina en el artículo 390.1.2° del Código Penal de 1995,

326
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en correspondencia con lo dispuesto en el artículo 302-9° del Código Penal


1973....".

Así, la confección de un documento mendaz que induzca a error sobre


su autenticidad e incorpore una secuencia de afirmaciones inveraces con
trascendencia jurídica y que carecen de realidad, debe ser incluida en el
supuesto del artículo 390.1.2° por "simular un documento en todo o en parte de
manera que induzca a error sobre su autenticidad", siendo punible también el
particular que corneta en documento oficial las conductas descritas.

En el mismo sentido, la STS 586/2012, de 6 de junio:

Ha destacado esta Sala en numerosas ocasiones (entre otras, STS núm.


584/2009, de 25 de mayo) que el bien jurídico protegido en los delitos de
falsedad documental está constituido por la protección de la buena fe y de la
seguridad del tráfico jurídico artículos 53 y 57 Código de Comercio y artículo
1258 Código Civil), evitando que tengan acceso a la vida civil o mercantil
elementos probatorios falsos, que puedan alterar la realidad jurídica de forma
perjudicial para las partes afectadas.

Según nuestra consolidada doctrina, constituye falsedad la simulación


consistente en la completa creación «ex novo» de un documento con datos
inveraces y relativos a un negocio o a una realidad cuya existencia se pretende
simular, pues verdaderamente no existe en modo alguno (SSTS núm.
1212/2004, de 28 de octubre; 1345/2005, de 14 de octubre; 37/2006, 25 de
enero; ó 29812006, de 8 de marzo). El tema de la atipicidad de la falsedad
ideológica, en el que en nuestro caso centra la Audiencia de origen la
exculpación de la fabricación de las facturas falsas, ha sido analizado por esta
Sala de Casación en diferentes ocasiones, siendo muestra de ello la STS núm.
324/2009, de 27 de marzo, que recuerda cómo en Junta General de 26 de
febrero de 1999 se abordó el alcance de la reforma del Código Penal de 1995
en lo atinente a la supresión del delito de falsedad ideológica cometida por
particulares. Refiere esta sentencia, con cita de otras anteriores como la STS
núm. 1302/2002, de 11 de julio, que la confección completa de un documento
mendaz que induzca a error sobre su autenticidad e incorpore toda una
secuencia simulada e inveraz de afirmaciones con trascendencia jurídica, a

327
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

modo de completa simulación del documento elaborado con dolo falsario y sin
sustrato alguno en la realidad, debe ser considerada como falsedad disciplinada
en el artículo 390.1.2° Código Penal. Se ha afirmado también que hay falsedad
cuando en un documento mercantil se atribuye a personas, físicas o jurídicas,
datos que no se corresponden con la realidad, produciendo una falsedad
material, por simulación, del artículo 390.1.2° Código Penal. También cuando se
introducen en el mismo datos inexactos, lo que puede constituir una falsedad
del artículo 390.1.1° Código Penal, por alteración de elementos o requisitos
esenciales de un documento.

La decisión adoptada por el legislador en 1995 al despenalizar el hecho


de faltar a la verdad en la narración de los hechos en documentos públicos,
oficiales o mercantiles, con relación al comportamiento de los particulares, ha
de restringirse a la razón de tal proceder. Así, no habrá falsedad cuando el
documento no tenga vocación de entrar en el tráfico jurídico, de modo que se
trate de afirmaciones dirigidas a otros ámbitos de la vida social, de mero
contenido personal, familiar o afectivo, en donde el derecho penal no deba
adentrarse para depurar las posibles discrepancias entre la verdad o la falta de
ella. Sin embargo, como señalaba la citada STS núm. 324/2009, de 27 de
marzo, la destipificación de la denominada falsedad ideológica operada por
particulares en documentos de la clase que hemos citado anteriormente (fuera
de los estrictamente privados) ha de interpretarse bajo otros parámetros, pues
su vocación jurídica es incuestionable y la narración de la verdad afecta, en
consecuencia, a la correcta aplicación de las normas jurídicas que rigen las
relaciones intersubjetivas entre las partes, dada su función probatoria, o de la
sociedad con sus componentes individuales. Y claro es que el estado no puede
mantenerse ajeno cuando de la protección de la verdad se trata, como sustrato
de aplicación de las leyes, pues de la verdad irradia la justicia en la aplicación
del derecho.

De modo que estaremos ante un supuesto atípico cuando el particular


falte a la verdad en la narración de los hechos que se incorporan a un documento
público, oficial o mercantil con efecto de mera interpolación no esencial, es decir,
cuando introduzca mendazmente un elemento falsario de estricta aportación
personal en un documento que, a su vez, debe ser auténtico, o verdadero, si se

328
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

quiere. Por ejemplo, una falsa introducción de un dato que no es real (el precio,
pongamos por caso) en una escritura de compraventa (documento público),
otorgada ante notario; o una manifestación mendaz en la obtención de una
licencia administrativa o el suministro de un dato en una liquidación con
trascendencia tributaria (documento oficial), o la intencionadamente errónea
descripción de datos en una factura o en un contrato de adhesión (documentos
mercantiles).

Pero nunca podrá producirse la aludida atipicidad si lo que se lleva a


cabo es una simulación completa del documento, de modo que en apariencia se
trate de un documento verdadero, siendo falso en su totalidad o en su mayor
parte, de manera que la mendacidad suponga simular "un documento en todo o
en parte, de manera que induzca a error sobre su autenticidad". Es, pues, la
mutación de la autenticidad lo que confiere trascendencia penal a la conducta
del autor.

La razón de la penalización de este delito se basa, más que en un


pretendido derecho a la verdad o a lo verdadero, en el derecho a no ser
sorprendido por la confusión de lo aparentemente existente corno tal, por la
confianza que los documentos generan en la ciudadanía cuando son suscritos
por quien emite una declaración de voluntad o de constancias de manera que si
todo o la mayor parte («en todo o en parte», dice la ley penal) induce a error
sobre su autenticidad, estaremos ante el delito de falsedad previsto en el artículo
390.1.2a Código Penal. Quedan fuera, pues, las expresiones mendaces
irrelevantes, es decir, las que no integren tal simulación, porque el documento
se considere auténtico en su totalidad, aunque algunas expresiones o datos no
lo sean; pero ello desde la perspectiva de la accidentalidad, no por razón de su
relevancia para el negocio jurídico analizado, sino en función de la autenticidad
del documento suscrito, considerado en su vertiente de apariencia de realidad
en un todo completo o existente como tal.

Ante la ausencia de una mejor técnica legal, descriptiva de estos


supuestos, ciertamente será difícil distinguir cuándo faltar a la verdad en la
narración de los hechos convierte al documento en total o parcialmente
simulado. Obsérvese que simular en parte un documento es una operación muy

329
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

próxima a faltar a la verdad en la narración de unos (o algunos) hechos que se


incluyen en el mismo. Solamente desde el punto de la funcionalidad de tal
mendacidad pueden obtenerse algunos resultados positivos para el intérprete,
pues la perspectiva del legislador, como ya hemos expuesto, es la autenticidad
del documento en su misma existencia, como medio probatorio de las
expresiones que contiene en su conjunto, es decir, de su significado y finalidad,
y no la simple alteración de alguna de sus partes, comprendidas las expresiones
que le sirvan de soporte. Habrá, pues delito siempre que a través de ellas se
induzca a error sobre su autenticidad.

STS Sala de lo Penal, Sección 1ª, Sentencia núm. 280/2013 de 2 de abril

<<De otra parte, otro sector de la jurisprudencia afirma que la falsedad


ideológica puede punirse. En este sentido tenemos las SSTS 869/1997, de 13
de junio (RJ 1997, 4895); 1/1997, de 28 de octubre (RJ 1997, 7843) ("Caso
Filesa ") y 1647/1998, de 28 de enero (RJ 1999, 488).

Los argumentos principales de esta segunda tesis se centran en


cuestionar el concepto de autenticidad acogido por la posición contraria. Pues,
en efecto, si se parte del criterio de que todo documento cuyo autor aparente
coincide con su autor real es auténtico, con independencia de que no responda
a realidad alguna, es claro que el art. 390.1.22 no podría aplicarse a los
supuestos de las facturas o contratos mercantiles falsos aun cuando el
documento en su totalidad constituya una falacia. Ello puede generar
consecuencias negativas para la seguridad del tráfico mercantil e incluso para
el normal desarrollo de una convivencia organizada en un ámbito de confianza.

Cabe sostener razonablemente que no puede considerarse como


auténtico aquel 'documento que es incierto en su integridad, salvo en la firma,
es decir, que ha sido deliberadamente inventado para acreditar una realidad
jurídica totalmente inexistente.

Conviene incidir, además, en que el concepto legal de documento incluye


no sólo los que tengan eficacia probatoria, sino también aquellos que tengan
cualquier otra "relevancia jurídica".

330
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En igual sentido, ha de ponderarse la relevancia del principio de lesividad


con respecto a falsedades documentales idóneas para ocasionar perjuicios a
terceros. Y También que el hecho de que se despenalice una determinada
modalidad de falsedad ideológica no quiere decir que se despenalicen las
restantes.

Por todo lo cual, se acaba concluyendo en el referido segundo grupo de


resoluciones que sí resulta razonable incardinar en el art. 390.1.2º del CP (RCL
1995) 3170 y RCL 1996, 777) aquellos supuestos en que la falsedad no se
refiera exclusivamente a alteraciones de la verdad de algunos de los extremos
consignados en el documento, sino al documento en sí mismo, en el sentido de
que se confeccione deliberadamente con la finalidad de acreditar en el tráfico
una relación o situación jurídica inexistente. A tenor de lo cual, debe
considerarse delictiva la confección de un documento que recoja un acto
inexistente, con relevancia jurídica para terceros e induciendo a error sobre su
autenticidad (en sentido amplio).

El Pleno no jurisdiccional de la Sala 22 del TS de 26 de febrero de 1999


se pronunció a favor de esta segunda tesis, es decir, a favor de incriminar como
falsedad ideológica la creación de documentos falsos en su contenido, al reflejar
una operación inveraz por inexistente, aunque no concurrieran falsedades
materiales en el documento emitido. (el resaltado es nuestro)

A partir de ese Pleno no jurisdiccional han abundado las sentencias en


la línea de que en el art. 390.1.22 se contemplan falsedades ideológicas: SSTS
817/1999, de 14-12 (RJ 2000, 7771) ; 1282/2000, de 25-9 (RJ 2000, 8084) ;
1649/2000, de 28-10 ; 1937/2001, de 26-10 (RJ 2010, 9084) ; 704/2002, de
22-4 (RJ 2002, 5453) ; 514/2002, de 29-5 (RJ 2002, 5580) ; 1302/2002, de 11-
7 ; 1536/2002, de 26-9 ; 325/2004, de 11-3 (RJ 2004, 2806) .

En toda esta jurisprudencia se sienta como línea interpretativa


mayoritaria, tal como se sintetiza en la STS de 29 de enero de 2003 (n2
1954/2002 (RJ 2003, 2019)), el criterio de que, " en términos generales, un
documento es verdadero cuando su contenido concuerda con la realidad que
materializa. Y es genuino cuando procede íntegramente de la persona que figura
como su autor. Pero no debe confundirse el documento "genuino" con el

331
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documento "auténtico ", pues el término autenticidad tiene en nuestro lenguaje


un significado más amplio y profundo que el mero dato de la procedencia o
autoría material. Un documento simulado no es considerado en el lenguaje
ordinario ni en el ámbito jurídico como "auténtico" por el mero hecho de que la
persona que aparece suscribiéndolo coincida con su autor material.

Auténtico, según el diccionario de la Lengua Española en su primera


acepción, significa "acreditado de cierto y positivo por los caracteres, requisitos
o circunstancias que en ello concurren", por lo que constituye un término que se
vincula también con la veracidad (cierto), mientras que "genuino "significa "puro,
propio, natural, legítimo", sin especial vinculación con la veracidad y si con la
procedencia ("propio" de quien lo emite). En este sentido constituye el
entendimiento natural del término estimar que es inauténtico lo que carece
absolutamente de verdad.

En definitiva, se acoge un criterio lato de autenticidad por estimar que es


el que refleja más claramente el sentido y finalidad de la norma así como el
entendimiento usual del término en nuestro idioma. También se toma en
consideración el bien jurídico protegido, ya que estos delitos tutelan la propia
funcionalidad social del documento, que va más allá de su consideración
procesal como medio de prueba, resultando relevante para el cumplimiento de
esta función la fiabilidad de su objeto y no solamente la de su autoría.

Por otra parte es la interpretación que permite dotar de contenido


incriminatorio propio a esta modalidad falsaria del número segundo del art.
390.1, pues de otro modo habría que calificarla como un mero error del
Legislador, ya que la tesis restrictiva únicamente incluye en esta modalidad las
falsedades ya penadas en el número tercero.

Los Tribunales de Justicia, vinculados por el principio de legalidad, deben


evitar una interpretación que conduzca directamente al absurdo, e interpretar
las normas de acuerdo con su finalidad esencial, que es la de producir efectos
jurídicos propios.

Por ello en la opción entre una interpretación reductora, basada en


otorgar a un término legal un significado que no se corresponde con el lenguaje

332
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

usual, y que produce como consecuencia la privación a la norma de cualquier


funcionalidad y utilidad, y otra interpretación más lata, que es la conforme a la
interpretación usual de los términos empleados por el Legislador, y que además
es la que le otorga sentido y efectividad al precepto, hemos de inclinarnos por
esta última. Y ello porque ha de estimarse que el Legislador, que únicamente ha
dejado vigentes tres modalidades de falsedad para los delitos cometidos por
particulares, no iba a tipificar una modalidad desprovista de todo contenido."

En las sentencias más recientes dictadas sobre esta conflictiva cuestión


se ha consolidado el criterio de que las llamadas falsedades ideológicas siguen
estando penadas, si bien con un carácter más restrictivo, en el actual texto
penal. Y así, en la SSTS 213/2008, de 5-5 (RJ 2008, 2917) , y 641/2008, de 10-
10 (RJ 2008, 6429) , se afirma que la diferenciación entre los párrafos 2º y 4º
del art. 390.1 debe efectuarse incardinando en el párrafo 2º aquellos supuestos
en que la falsedad no se refiera exclusivamente a alteraciones de la verdad en
algunos de los extremos consignados en el documento, que constituiría la
modalidad despenalizada para los particulares de faltar a la verdad en la
narración de los hechos, sino al documento en sí mismo en el sentido de que se
confeccione deliberadamente con la finalidad de acreditar en el tráfico jurídico
una realidad jurídica absolutamente inexistente.

Y en la STS 692/2008, de 4-11 (RJ 2009, 5483), se establece que no


cabe confundir lo que es una simple alteración de la verdad en un documento
existente o que responde a una operación real cuyos datos se falsean, con la
simulación consistente en la completa creación "ex novo" de un documento con
datos inveraces y relativos a un negocio o a una realidad inexistente que se
pretende simular, pues verdaderamente no existe en modo alguno. En otras
palabras una cosa es que la mentira sea el documento inauténtico y otra muy
distinta que la mentira sea lo declarado en un documento auténtico.

En la misma línea que las anteriores (con cita de los precedentes


establecidos en las SSTS 1302/2002, de 11-7 (RJ 2002, 7651) ; 1212/2004, de
28-10 ; núm. 1345/2005, de 14-10 (RJ 2006, 55); 37/2006, 25-1 (112006, 3331)
; y 298/2006, de 8-3 ), la STS 324/2009 (R12009, 3064) argumenta que la
confección completa de un documento mendaz que induzca a error sobre su

333
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

autenticidad e incorpore toda una secuencia simulada e inveraz de afirmaciones


con trascendencia jurídica, a modo de completa simulación del documento, que
no tiene ni puede tener sustrato alguno en la realidad, elaborado con dolo
falsario, debe ser considerada la falsedad que se disciplina en el artículo
390.1.22 del C. Penal (RCL 1995, 3170 y RCL 1996, 777) , de modo que, según
la doctrina de esta Sala, constituye falsedad la simulación consistente en la
completa creación "ex novo" de un documento con datos inveraces y relativos a
un negocio o a una realidad cuya existencia se pretende simular pues,
verdaderamente, no existe en modo alguno.

Finamente, en la misma línea expresada se pronuncian las sentencias


784/2009, de 14 de julio (RJ 2009, 6983); 278/2010, de 15 de marzo (RJ 2010,
4491); 1064/2010, de 30 de noviembre (RJ 2011, 598); y 1100/2011, de 27 de
octubre (RJ 2012, 1099). En todas ellas se subraya que el apartado segundo
del art. 390.1 comprende aquellos supuestos en que la falsedad no se refiera
exclusivamente a alteraciones de la verdad en algunos de los extremos
consignados en el documento, que constituirían la modalidad despenalizada
para los particulares de faltar a la verdad en la narración de los hechos, sino al
documento en sí mismo en el sentido de que se confeccione deliberadamente
con la finalidad de acreditar en el tráfico jurídico una relación jurídica
absolutamente inexistente (SSTS 309/2012, de 12 de abril; 331/2013, de 23 de
abril; 318/2015, de 28 de mayo; 120/2016, de 22 de febrero)).

31.- El motivo vigésimo séptimo (el recurrente no articula el


vigésimo sexto) por infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim al
haber sido condenado el recurrente por un delito de asociación ilícita,
considerando indebida la aplicación del art. 515.1 CP por no darse los
elementos del tipo exigido por el citado artículo.

Cuestiona que existiera por parte del Sr. López Viejo la voluntad inicial
de cometer delitos con el Sr. Correa.

334
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Respecto al delito de asociación ilícita en la STS 214/2018, de 8 de mayo


–recaída en la pieza caso Gurtel-Fitur de la Comunidad Valencia- con cita en la
STS 544/2012, de 2 de julio, hemos declarado que:

“La introducción en el Código Penal de los nuevos artículos que se


diseñan en el Capítulo VI del Título XXII del Libro II del Código Penal, mediante
la reforma operada mediante LO 5/2010, denominado tal Capítulo como “De las
organizaciones y grupos criminales” (arts. 570 bis al 570 quáter), ha de llevarnos
a una reinterpretación de los parámetros del art. 515 de tal Código, que dentro
del capítulo de los delitos relativos al ejercicio de los derechos fundamentales y
libertades públicas, incrimina como punibles las asociaciones ilícitas en las que,
a salvo las organizaciones y grupos terroristas, que han quedado reubicadas en
el art. 571 del Código Penal, permanecen en su diseño cuatro tipos de
asociaciones ilícitas, en donde ha de primar su consideración de agrupaciones
estables que traten de atentar contra el bien jurídico protegido por tal delito, que
no es otro que la conculcación del derecho de asociación, cristalizando la
criminalidad en el empleo de medios violentos o en la perversión de la
personalidad de los componentes, aunque tales asociaciones tuvieran fines
lícitos, o bien en las organizaciones de carácter paramilitar, o las que se
promuevan para atentar contra valores constitucionales, a las que ha de
añadirse la primera, que permanece, objeto de nuestra atención, y que se
corresponde con la asociación que tenga por finalidad la comisión de algún
delito o, que después de constituida, promueva su comisión, junto a las que
pretenden la comisión de faltas de forma organizada, coordinada y reiterada.

También destacábamos en la STS núm. 765/2009, de 9 de julio, por


remisión a otras anteriores, que la asociación penalmente punible no precisa de
estructura y organización altamente complejas, bastando un agrupamiento de
varios, con estructura primaria que se diferencie perfectamente de la
individualidad de los miembros que la componen. Por su propia naturaleza, la
asociación supone una cierta apariencia formal y, por lo menos, un conato de
organización y jerarquía. Asimismo, debe constituir una entidad distinta de la de
sus individuos. Ante la imposibilidad de penar a los colectivos, la respuesta se
centra en sus componentes en función de su respectiva jerarquía o dominio del
grupo; porque no es necesario que la banda se mueva en un amplio espacio

335
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

geográfico, ni tampoco se excluye esta especial figura delictiva por el hecho de


que la misma organización se dedique a actividades lícitas. Tal y como afirma
más recientemente la STS núm. 977/2012, de 30 de octubre, “(…) parece que
tal asociación requiere formalmente una cierta consistencia, lejos de lo
meramente esporádico, y por supuesto dentro de una cierta organización
jerárquica. Lo que sí resulta obvio es que la asociación supone que la pluralidad
de personas que la constituyen, todos ellos concertados a un fin determinado
que inicialmente no tiene por qué ser ilícito. Ahora bien, ha de quedar claro que
esa finalidad, que cuando es ilícita supone la conculcación del Código, ha de ser
la querida y pretendida por la propia asociación, no por el propósito individual
de alguno de sus miembros, finalidad que no sólo ha de estar claramente
establecida sino que además supone que la organización asociativa venga
estructurada para la consecución de los fines por ella previstos”.

Son requisitos del delito del art. 515.1º CP: a) una pluralidad de personas
asociadas para llevar a cabo una determinada actividad; b) la existencia de una
organización más o menos compleja en función del tipo de actividad prevista; c)
la consistencia o permanencia, en el sentido de que el acuerdo asociativo sea
duradero, y no puramente transitorio; y d) el fin de la asociación, que en el caso
del art. 515.1º CP, inciso primero, ha de ser la comisión de delitos, lo que supone
una cierta determinación de la ilícita actividad, sin llegar a la precisión total de
cada acción individual en tiempo y lugar (SSTS núm. 69/2013, de 31 de enero,
544/2012, de 2 de julio, 109/2012, de 14 de febrero, 740/2010, de 6 de julio,
50/2007, de 19 de enero, 415/2005, de 23 de marzo, 421/2003, de 10 de abril,
234/2001, de 23 de mayo, ó 1/1997, de 28 de octubre).

En la misma línea, interpretando dichos conceptos, se mueven las SSTS


núm. 950/2013, de 5 de diciembre, 855/2013, de 11 de noviembre, 719/2013,
de 9 de octubre, 146/2013, de 11 de febrero, 143/2013, de 28 de febrero, ó
112/2012, de 23 de febrero, por citar algunas de las más recientes.

El tribunal de instancia razona sobre la procedencia del tipo penal de la


asociación delictiva y la prueba que valora es la que reseña en el fundamento
de derecho 19, al que nos remitimos y que surge a partir de las declaraciones
prestadas por las personas que trabajaban en las sociedades que la sentencia

336
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

denomina y aglutina con el nombre de "grupo de Correa", así como los


trabajadores de las asesorías del mencionado grupo y las declaraciones de la
persona cuyas grabaciones dieron lugar al inicio de las actuaciones, Sr Peñas,
y la documentación intervenida en los registros de las empresas. También la
documentación intervenida en el dispositivo de almacenamiento informático
intervenido a Izquierdo. También destacan los correos electrónicos entre los
contratantes y participantes en los distintos negocios que dan idea de la creación
del entramado de empresas para asegurar la obtención de los negocios y
actividades que desarrollaban a través de varias empresas, todas relacionadas
entre sí con la jefatura de este recurrente y la intervención que, respectivamente,
tienen los demás coimputados.

El delito de asociación ilícita no puede ser aplicado por el hecho de no


existir, al tiempo de los hechos, el actual delito de organización delictiva. La
asociación que es típica del delito es aquélla que se forma, en el supuesto que
interesa a esta casación, para delinquir (art. 515.1 CP). En el caso,
comprobamos un hecho relevante cual es la constitución de una pluralidad de
sociedades que se forman no para desarrollar una actividad en el tráfico jurídico
y mercantil con una actuación propia y diferenciada unas de otras, sino que se
trata de una entramado de empresas, unas para desarrollar una actividad, otras
para asegurar el disfrute económico de lo que las otras gerencian, en definitiva,
un entramado para posibilitar el delito y eludir su persecución y facilitar la
obtención de los beneficios obtenidos. Desde esa perspectiva de utilización de
un entramado empresarial dirigido a la comisión y ejecución de delitos es desde
la que la subsunción realizada es procedente. La pluralidad de sociedades y
empresas es desarrollada para dar una apariencia de ajeneidad y poder realizar
facturaciones por hechos asociados o que forman parte del contrato
adjudicado.”

El delito de asociación ilícita recoge la conducta referida a la constitución


de grupos o asociaciones que posibilitan una estructuración permanente,
jerarquizada y ordenada a la realización de hechos delictivos. El Código no
proporciona una definición de los que deba entenderse por asociación ilícita,
atribuyéndose esa categoría a la agrupación de personas con una finalidad de
permanencia y consistencia con una cierta organización jerarquizada y

337
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

especialmente dispuesta. Aquí también cuando la pluralidad de sociedades es


empleada no para operar en el tráfico económico que es propio, sino para
enmascarar la actividad estatutariamente dispuesta. En el delito de asociación
ilícita del artículo 515.1º -asociación para delinquir- el bien jurídico protegido es
el derecho de asociación como garantía constitucional o el orden público y en
particular la propia institución estatal, su hegemonía y poder, frente a cualquier
organización que persiga fines contrarios y antitéticos a los de aquélla. En todo
caso se trata de un bien jurídico diferente del que se protege en la posterior
acción delictiva que se cometa al realizar la actividad ilícita para la que la
asociación se constituyó. La asociación ilícita precisa la unión de varias
personas organizadas para determinados fines, con las siguientes exigencias:
a) pluralidad de personas asociadas para llevar a cabo una determinada
actividad; b) existencia de organización más o menos compleja en función del
tipo de actividad prevista; c) consistencia o permanencia en el sentido de que el
acuerdo asociativo ha de ser duradero y no puramente transitorio; d) el fin de la
asociación -en el caso del art. 515.1º inciso primero- ha de ser la comisión de
delitos, lo que supone una cierta determinación de la ilícita actividad, sin llegar
a la precisión total de cada acción individual en tiempo y lugar.

No cabe confundir el delito de asociación ilícita para delinquir, con el


delito o delitos cometidos al desenvolver el fin social; ni puede tampoco
considerarse la pluralidad de sujetos integrada en la asociación como un caso
de codelincuencia o coparticipación en los delitos de posterior comisión, ni
siquiera cuando ésta lo es a título de conspiración para el delito, pues si en ella,
como en la asociación, existe un acuerdo previo para delinquir, la diferencia está
en el carácter de inestabilidad de su existencia y en la concreción del delito a
realizar, que la conspiración presenta, frente a la asociación ilícita para delinquir
en la que existe estabilidad y permanencia del acuerdo o unión asociativa y una
cierta inconcreción sobre las infracciones criminales a ejecutar (Sentencia de 17
de enero de 1986).

- En el caso que nos ocupa, el relato fáctico –cuyo escrupuloso respeto


exige la vía casacional del art. 849.1 LECrim- destaca como entre el Grupo
CORREA y personas del Partido Popular se tejió una estructura de colaboración
estable, consistente, por una parte, para la prestación de múltiples y continuos

338
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

servicios relativos a viajes, organización de eventos, congresos, etc., dentro de


la normal actividad de dicho partido político, ya se trataran de actos electorales
o de otro tipo.

Pero, por otra parte, se creó en paralelo un auténtico y eficaz sistema de


corrupción a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública,
autonómica y local, a través de su estrecha y continua relación con influyentes
militantes de dicho partido, que tenían posibilidades de influir en los
procedimientos de toma de decisión en la contratación pública de determinados
entes y organismos públicos que dirigían o controlaban directamente o a través
de terceras personas (Comunidades Autónomas y Municipios gobernados por
el PP), lo que permitió que, bien las empresas de CORREA u otras empresas
terceras elegidas por él, con el acuerdo y colaboración de aquellos cargos
públicos, gozaran de un arbitrario trato de favor y tuvieran un dominio de hecho
sobre la contratación pública llevada a cabo por las entidades públicas
parasitadas, todo lo que complementariamente se encubría con fórmulas de
derecho de aparente legalidad, pero que eludían en lo esencial la normatividad
vigente sobre contratación pública.

En lo que es objeto de esta pieza, la trama que formaban las empresas


del “grupo Correa” le permitió a él, y a las personas que con él colaboraron,
como también a los cargos públicos y funcionarios que se referirán después, de
forma concertada, en una empresa criminal conjunta, de la manera que se
describirá en los sucesivos bloques de estos hechos probados, enriquecerse
ilícitamente con cargo a fondos públicos (...).

En la dinámica que se fue tejiendo para tal apropiación, mediaron


sobornos a funcionarios y autoridades, se emitieron facturas falsas y se montó
un entramado entre diferentes sociedades para acceder a la contratación
pública, así como para ocultar la procedencia ilícita de los fondos y su ulterior
destino, hasta hacerlos aflorar al circuito legal, con la consiguiente ocultación a
la Hacienda Pública.

Por lo que se refiere al presente motivo, cabe señalar que en el municipio


de Madrid, en el año 2002, y en la Comunidad Autónoma de Madrid entre 2004
y 2008, fue fundamental la participación ALBERTO LÓPEZ VIEJO, primero

339
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Concejal de Servicios de Limpieza Urbana y Desarrollo Medioambiental del


Ayuntamiento, y después Viceconsejero de Presidencia y, luego, Consejero de
Deportes de la Comunidad Autónoma, llegando a integrarse, en esta etapa, en
dicho grupo (...)

El relato factico (que hemos tratado de sintetizar) lo complementa el


Tribunal a quo en la página 1506 de la sentencia recurrida, expresado que
<<Francisco Correa consigue introducir las redes de su estructura a dicha CAM,
debido a la relación que mantiene con ALBERTO LOPEZ VIEJO se integra en
la organización y convertirse en el enlace que precisa, para desde dentro de la
administración, continuar en la dinámica defraudatoria que se ha descrito>>.

En el presente caso, se constata –al igual que la Sala de lo Civil y


Penal del TSJ de Valencia en el conocido como caso “Gurtel-Fitur de la
Comunidad Valenciana” que dio lugar a la STS nº 214/2018, de 8 de mayo,
íntimamente relacionado con el presente procedimiento– un hecho relevante,
cual es la constitución un entramado para posibilitar el delito y eludir su
persecución y facilitar la obtención de los beneficios obtenidos.

Desde esta perspectiva la subsunción realizada es procedente, pues el


relato fáctico contiene los elementos que caracterizan al tipo penal de la
asociación ilícita: el grupo estructurado, jerarquizado, dirigido a lucrarse con
bienes y servicios, y a efectuar hechos delictivos. El relato fáctico en cuanto
refiere el entramado de personas estructuradas y jerarquizadas, para participar
en licitaciones públicas con vulneración de la legislación administrativa y los
principios de transparencia que deben guiar la acción administrativa, supone la
realización de la conducta típica.

En efecto las objeciones del recurrente no pueden merecer favorable


acogida.

Es cierto que el hecho de que concurra un supuesto de asociación ilícita


(o de organización) no lleva consigo de forma ineluctable que el acusado
perteneciera a ella. La jurisprudencia de esta Sala viene entendiendo que la
pertenencia a una organización –o en este caso asociación- constituye lo que
modernamente se denomina un delito de status y configura un comportamiento

340
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

diverso de la simple participación en un delito puntual de la asociación (STS


454/2015, de 10 de julio). Dicho de otra manera, la calidad de partícipe en un
delito programado por una asociación no convierte necesariamente al partícipe
en miembro de la misma (STS 745/2015, de 22 de diciembre). No se trata, por
lo tanto, de una colaboración en actos ejecutados por una asociación (u
organización) sino que el culpable pertenezca a ella, pero también es cierto que
esa exigencia que desde el primer momento el recurrente perteneciera a la
trama o asociación creada por Correa, no se contradice con la naturaleza del
delito de asociación ilícita, delito permanente porque sus consecuencias
antijurídicas permanecen (o no cesan) durante el tiempo en que la asociación
está en vigor (estabilidad y estructura). De modo que es factible una autoría o
participación adhesiva, que se produce cuando una persona se adhiere al
proyecto criminal ya iniciado, aceptando expresa o taxativamente el “pactum
scaeleris” y contribuyendo causalmente con su conducta al desarrollo de la
actividad delictiva con posterioridad a que se haya iniciado, y en el caso
presente la actividad del Sr. López Viejo proviene incluso de épocas anteriores
a su incorporación a la CAM, en su etapa de Concejal en el Ayuntamiento de
Madrid.

32.- El motivo vigésimo octavo al amparo del art. 852 de la LECrim,


por lesión del dere-cho fundamental a la tutela judicial efectiva (art. 24.1
CE) por falta de motivación en la imposición de la pena a Al-berto López
Viejo, (i) por haber basado la individualización de la pena en criterios ya
tenidos en cuenta para fundar la propia existencia del delito en su
modalidad de continuado, (ii) por haber prescindido de cualquier
motivación que fun-damente la individualización de la pena, deviniendo las
penas impuestas o bien arbitrarias o bien desproporcionadas con
infracción del principio bis in idem.

Argumenta que al recurrente se le han impuesto las siguientes penas:

- Un delito de continuado cohecho del artículo 419 y 74 del Código pe-nal,


como autor, la pena de 6 años de prisión, multa de 680.000 eu-ros e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 12 años.

341
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dicha extensión de la pena, en el límite superior del grado máximo


supone una pena arbitraria y desproporcionada, con absoluta falta de motivación
que justifique la máxima severidad posible. Además, con-sideramos infringido el
principio bis in ídem.

- Un delito continuado de malversación de caudales públicos del ar-tículo


432.1 y 74 del Código Penal, como autor, la pena de 6 años e inhabilitación
absoluta por tiempo de 10 años.

Dicha extensión de la pena, en el límite superior al grado máximo, se


impone sin razonamiento alguno, lo que supone una pena arbitraria y
desproporcionada.

El motivo es similar en su fundamentación al decimocuarto por lo que


damos por reproducida la doctrina allí expuesta en relación a la motivación en
la individualización penológica, debiendo solo insistirse en que la legalidad
marca la tipicidad del hecho delictivo y su pena, pero éste razonamiento ha de
venir fijado por el legislador dentro de unos límites más o menos amplios, dentro
de los cuales “el justo equilibrio de ponderación judicial”, actuará como límite
calificador de los hechos jurídico y socialmente.

Es decir, que el arbitrio judicial es una facultad discrecional del órgano


jurisdiccional y, según ello, el uso que de él se haga, subiendo o bajando las
penas o recorriendo la extensión de cada grado, es algo que solo al juzgador de
instancia compete. Ciertamente el uso del arbitrio ha de ser prudente y racional,
siendo preciso que nazca del ponderado examen de las circunstancias referidas
a los hechos y a los culpables de los mismos, fijadas en cada caso, lo cual,
además, deberá quedar constatado en la sentencia. Otra cosa convierte el
arbitrio en arbitrariedad, pues el uso de tan preciada facultad, al no hacer de la
mesura, razón o proporción, se convierte en irracional, desmesurado, lo que es
sinónimo de injusto, adjetivo que debe estar siempre ausente de las actuaciones
judiciales.

Por ello, en la terminología corriente se suele decir que la determinación


de la pena depende del arbitrio del tribunal. Sin embargo tales expresiones no
se pueden tomar en sentido estricto, dado que en nuestro Estado de Derecho

342
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

rige la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 CE). Por
lo tanto, el arbitrio de los tribunales estará en su esencia jurídicamente
vinculado, lo que significa que debe ser ejercido con arreglo a los principios
jurídicos.

El TS en sentencias 1426/2005, de 7 de diciembre y 145/2005, de 7 de


febrero, tiene dicho que la motivación de la individualización de la pena,
requiere, desde un punto de vista general, que el tribunal determine, en primer
lugar, la gravedad de la culpabilidad del autor expresando las circunstancias que
toma en cuenta para determinar una mayor o menor reprochabilidad de los
hechos. Esta gravedad debe ser traducida en una cantidad de pena que el
tribunal debe fijar dentro del marco penal establecido en la ley para el delito. El
control en casación de la corrección de la pena aplicada se contrae a la
comprobación de la existencia de un razonamiento en el sentido antedicho. Se
trata en particular, de comprobar si el tribunal ha tomado en cuenta
circunstancias que le permiten establecer la gravedad de la culpabilidad y en su
caso, las que sugieran una renuncia al agotamiento de la pena adecuada a la
misma por razones preventivas.

El control del TS no se extenderá, sin embargo a la traducción numérica


de los respectivos juicios, salvo en aquellos casos en los que esta determinación
resulte manifiestamente arbitraria.

-En el caso presente en relación al delito de cohecho pasivo por el que


el recurrente es condenado, la sentencia motiva la pena impuesta (pág. 1496,
1497) remitiéndose a los hechos probados y su complemento en la
fundamentación fáctica “donde han quedado expuestas las comisiones que fue
recibiendo… por su decisiva intervención prevaricadora que tuvieron en los
distintos expedientes, incluidas las instrucciones que dio López Viejo en orden
a la fragmentación de la facturación y ambos para que se devengaran las
comisiones que se devengaron y luego repartirlas de la forma convenida…”.

Añadiendo que “en el mejor de los casos, esa prevaricación es el acto


injusto, constitutivo de delito, a que hace referencia el tipo del art. 419 CP,
suficiente para apreciar la continuidad en este delito, que nos permite llegar a la
pena que solicita el M.F.”.

343
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Para concluir respecto de Alberto López Viejo que “debe tenerse en


cuenta el muy elevado perjuicio ocasionado a las arcas públicas, por aplicación
de lo dispuesto en la regla 6ª del art. 66, imponer la pena para este delito en su
máxima extensión, tal como solicita el MF”. Y por lo tanto impone al recurrente
como autor del delito continuado de cohecho pasivo las penas de 6 años de
prisión, multa de 680.000 euros e inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de 12 años.

El motivo deberá ser estimado.

En efecto, tiene razón el recurrente la motivación de la sentencia podrá


tener incidencia respecto de los delitos de malversación o prevaricación por los
que también ha sido condenado, pero no en relación al cohecho pasivo que no
causa, por sí solo, “un perjuicio elevado a las arcas públicas”, dado que la dádiva
o retribución de cualquier clase la abona el particular, condenado a su vez por
cohecho activo.

El bien jurídico protegido en el delito de cohecho no tiene contenido


patrimonial al proteger el prestigio y eficacia de la Administración pública,
garantizando la probidad e imparcialidad de sus funcionarios y asimismo la
eficacia del servicio público encomendado a éstos.

Se trata pues de un delito con el que se pretende asegurar no solo la


rectitud y eficacia de la función pública, sino también de garantizar la
incolumidad del prestigio de esta función y de los funcionarios que la
desempeñan, a quienes hay que mantener a salvo de cualquier injusta sospecha
de actuación venal (SSTS 1618/2005, de 22 de diciembre; 1076/2006, de 27 de
octubre).

Tal es así –como ya hemos apuntado- que es indiferente para la


concurrencia del tipo que no se haya llegado a precisar la cuantía de la dádiva,
que solo tendrá incidencia en la penalidad en relación a la multa- e incluso a
partir de la reforma Ley 5/2010, de 22 de junio, ni siquiera eso, al haberse
sustituido la multa proporcional (del tanto al triplo del valor de la dádiva) por el
sistema de días-multa (12 a 24 meses).

344
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Consecuentemente ante la falta de motivación suficiente de la


individualización de la pena y teniendo en cuenta el art. 74 CP, delito continuado,
las penas pertinentes serán el mínimo de la mitad superior: 4 años y 6 meses
prisión, multa de 460.000 euros (con responsabilidad personal subsidiaria de 6
meses, art. 53.3 CP) e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
9 años y 6 meses.

- Respecto al delito de malversación la sentencia se limita a señalar


como el indebido cobro de comisiones ilícitas que se repartían gracias a los
sobreprecios con que se incrementaba la facturación se hizo a costa de fondos
públicos, como también se cargaron los servicios prestados a atenciones
particulares, como los servicios al restaurante de la mujer de López Viejo, esto
es, explica el mecanismo de cómo se llevó a cabo la malversación, pero no
justifica esa imposición con el límite máximo de la mitad superior, que en todo
caso sería procedente en virtud del art. 74 CP y cuyo marco penológico sería de
4 años y 6 meses a 6 años de prisión y 8 a 10 años de inhabilitación absoluta.

No obstante, esta Sala no considera que en el caso concreto las penas


deban ser impuestas en el límite mínimo de esa mitad superior, teniendo en
cuenta la cantidad malversada, según el propio recurrente 229.000 euros.

Siendo así se considera adecuada a la gravedad del hecho y


circunstancias personales del recurrente la de cuatro años y siete meses de
prisión y nueve años de inhabilitación absoluta.

PENAS ALBERTO LÓPEZ VIEJO

MUNICIPIO MADRID

Malversación: 5 años prisión y 9 años inhabilitación absoluta


(sentencia)

se imponen 3 años prisión y 6 años inhabilitación absoluta

345
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Prevaricación: 9 años inhabilitación especial

pena a imponer 7 años

Cohecho: 5 años prisión y 1.500.000 € multa

pena a imponer 3 años prisión y 700.000 € multa,


inhabilitación especial 8 años

Falsedad: 1 año y 8 meses de multa, cuota diaria 200 €

COMUNIDAD DE MADRID

Prevaricación continuada: 10 años inhabilitación especial

Cohecho pasivo continuado: 6 años prisión y multa 680.000 €;


inhabilitación especial 12 años

a imponer 4 años y 6 meses prisión; inhabilitación especial 9


años y 6 meses

Malversación continuada: 6 años prisión; inhabilitación absoluta 10


años

a imponer 4 años y 7 meses de prisión; inhabilitación


absoluta 9 años

Blanqueo: 4 años prisión y 1.000.000 € multa

a imponer 3 años prisión y 700.000 € multa

346
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Falsedad: 2 años y 10 meses de multa, cuota diaria 200 euros

Asociación ilícita: 2 años

33.- El motivo vigésimo noveno por infracción de ley, art. 849.1


LECrim, por inaplicación indebida como muy cualificada –o en todo caso
simple- de la atenuante del art. 21.6ª CP, atenuante de dilaciones indebidas
por haber sufrido el Sr. López Viejo un proceso con dilaciones
extraordinarias vulnerándose el art. 24.2 CE (derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas).

Señala que desde su inicio en agosto de 2008 hasta la sentencia de


primera instancia en julio 2018 han transcurrido diez años.

El motivo deviene improsperable.

1) Como hemos dicho en SSTS 969/2013, de 18 diciembre; 196/2014,


de 19 marzo; 415/2017, de 17 mayo, 817/2017, de 13 de diciembre; 152/2018,
de 2 de abril, la reforma introducida por L.O. 5/2010, de 22.6 ha añadido una
nueva circunstancia en el art. 21 CP, que es la de “dilación extraordinaria e
indebida en la tramitación del procedimiento, siempre que no sea atribuibles al
propio inculpado y que ya no guarde proporción con la complejidad de la causa”.

El preámbulo de dicha Ley Orgánica dice que “se ha considerado


conveniente otorgar carta de naturaleza legal a la circunstancia atenuante de
dilaciones indebidas, recogiendo “los elementos fundamentales de la
jurisprudencia del Tribunal Supremo que ha construido esta circunstancia como
atenuante por analogía”.

La jurisprudencia de esta Sala –que deberá ser tenida en cuenta para la


interpretación del nuevo texto legal de la circunstancia 6 del art. 21- es muy
abundante en el sentido de sostener que desde que la pérdida de derechos –en

347
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el caso el derecho fundamental a ser enjuiciado en un plazo razonable o sin


dilaciones indebidas, es decir, procesalmente inexplicables- sufrida como
consecuencia del proceso es equivalente a los males sufridos como
consecuencia del delito que, es considerada una pena natural, que debe
computarse en la pena estatal impuesta por el delito para mantener la
proporcionalidad entre la gravedad de la pena (es decir: la pérdida de bienes o
derechos) y el mal causado por el autor. Por lo tanto, esa pérdida de derecho
debe reducir correspondientemente la gravedad de la pena adecuada a la
gravedad de la culpabilidad, porque ya ha operado como un equivalente
funcional de la pena respecto de una parte de la gravedad de la culpabilidad
(STS. 10.12.2008), en el mismo sentido, entre otras (SSTS. 27.12.2004,
12.5.2005, 25.1, 30.3 y 25.5.2010).

Ahora bien, que ello sea así no significa, sin embargo, como precisa la
doctrina, que el transcurso del tiempo comporte una extinción, ni siquiera en
parte, de la culpabilidad.

La culpabilidad es un elemento del delito que como tal concurre en el


momento de cometerse éste y el paso del tiempo no comporta, por supuesto, el
que esta culpabilidad disminuya o se extinga.

En los casos en que esta Sala hace referencia a ello, por ejemplo, STS.
30.3.2010, lo que debe entenderse es que la gravedad de la pena debe
adecuarse a la gravedad del hecho y en particular a su culpabilidad, y que, si la
dilación ha comportado la existencia de un mal o privación de derecho, ello debe
ser tenido en cuenta para atenuar la pena. Siendo así en relación a la atenuante
de dilaciones indebidas, la doctrina de esta Sala, por todas SSTS. 875/2007 de
7.11, 892/2008 de 26.12, 443/2010 de 19.5, 457/2010 de 25.5, siguiendo el
criterio interpretativo del TEDH en torno al art. 6 del Convenio para la Protección
de Derechos Humanos y de las Libertadas Fundamentales que reconoce a toda
persona “el derecho a que la causa sea oída en un plazo razonable", ha
señalado los datos que han de tenerse en cuenta para su estimación, que son
los siguientes: la complejidad del proceso, los márgenes ordinarios de duración
de los procesos de la misma naturaleza en igual periodo temporal, el interés que

348
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

arriesga quien invoca la dilación indebida, su conducta procesal y la de los


órganos jurisdiccionales en relación con los medios disponibles.

Por ello, el derecho fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas,


que no es identificable con el derecho procesal al cumplimiento de los plazos
establecidos en las leyes, impone a los órganos jurisdiccionales la obligación de
resolver las cuestiones que les sean sometidas, y también ejecutar lo resuelto,
en un tiempo razonable. Se trata, por lo tanto, de un concepto indeterminado
que requiere para su concreción el examen de las actuaciones procesales, a fin
de comprobar en cada caso si efectivamente ha existido un retraso en la
tramitación de la causa que no aparezca suficientemente justificado por su
complejidad o por otras razones, y que sea imputable al órgano jurisdiccional y
no precisamente a quien reclama. En particular debe valorarse la complejidad
de la causa, el comportamiento del interesado y la actuación de las autoridades
competentes (STEDH de 28 de octubre de 2003, Caso González Doria Durán
de Quiroga c. España y STEDH de 28 de octubre de 2003, Caso López Solé y
Martín de Vargas C. España, y las que en ellas se citan).

Asimismo se ha exigido en ocasiones que quien denuncia las dilaciones


haya procedido a denunciarlas previamente en momento oportuno, pues la
vulneración del derecho -como se recordaba- en STS 1151/2002, de 19-6, "no
puedo ser apreciada si previamente no se ha dado oportunidad al órgano
jurisdiccional de reparar la lesión o evitar que se produzca, ya que esta denuncia
previa constituye una colaboración del interesado en la tarea judicial de la eficaz
tutela a la que obliga el art. 24-2 CE mediante la cual poniendo la parte al órgano
jurisdiccional de manifiesto en inactividad, se le da oportunidad y ocasión para
remediar la violación que se acusa.

En este sentido la Sentencia Tribunal Constitucional 5/2010, de 7-4,


recuerda que para apreciarse la queja basada en la vulneración del derecho a
un proceso sin dilaciones indebidas es requisito indispensable que el recurrente
les haya invocado en el procedimiento judicial previo, mediante el requerimiento
expreso al órgano judicial supuestamente causante de tales dilaciones para que
cese en la misma. Esta exigencia, lejos de ser un mero formalismo, tiene por
finalidad ofrecer a los órganos judiciales la oportunidad de pronunciarse sobre

349
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la violación constitucional invocada, haciendo posible su reparación al poner


remedio al retraso o a la paralización en la tramitación del proceso con lo que
se presiona el carácter subsidiario del recurso de amparo. De ahí que sólo en
aquellos supuestos de los que, tras la denuncia del interesado -carga procesal
que le viene impuesta como un deber de colaboración de la parte con el órgano
judicial en el desarrollo del proceso-, el órgano judicial no haya adoptado las
medidas pertinentes para poner fin a la dilación en un plazo prudencial o
razonable, podrá entenderse que la vulneración constitucional no ha sido
reparada en la vía judicial ordinaria, pudiendo entonces ser examinada por este
tribunal.

Pero esta doctrina, referida propiamente al recurso de amparo y con las


limitaciones inherentes a tal vía, ha sido matizada por esta Sala, por ejemplo,
STS 1497/2010, de 23-9; 505/2009, 739/2011 de 14-7; en el sentido de que "en
esta materia no se deben extremar los aspectos formales. En primer lugar,
porque en el proceso penal, y, sobre todo, durante la instrucción, el impulso
procesal es un deber procesal del órgano judicial. Y, en segundo lugar, porque
el imputado no puede ser obligado sin más a renunciar a la eventual prescripción
del delito que se podría operar como consecuencia de dicha inactividad".

Esto marca una diferencia esencial entre el procedimiento penal, en lo


que se refiere a la posición del imputado, y otros procesos que responden a
diversos principios. El derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas está
configurado en el art. 24 CE sin otras condiciones que las que surgen de su
propia naturaleza".

Así pues, la obligación de colaborar con el órgano jurisdiccional que


compete a las partes en orden a la necesidad de respetar las reglas de la buena
fe (art. 11.1 LOPJ) y que se concreta a la denuncia oportuna de las dilaciones
con el fin de evitar cuanto antes, o en su caso paliar, la lesión del derecho
fundamental, no alcanza al acusado en el proceso penal hasta el extremo de
obligarle a poner de manifiesto la posibilidad de que pueda prescribir el delito
cuya comisión se le atribuye, negándole en caso contrario los efectos derivados
de una administración de la Justicia con retrasos no justificables.

350
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ahora bien sí existe acuerdo en que no basta la genérica denuncia del


transcurso del tiempo en la tramitación de la causa , sino que se debe concretar
los períodos y demoras producidas, y ello, porque el concepto "dilación
indebida" es un concepto abierto o indeterminado, que requiere en cada caso,
una específica valoración acerca de si ha existido efectivo retraso (elemento
temporal) y junto a la injustificación del retraso y la no atribución del retraso a la
conducta del imputado, debe de determinarse que del mismo se han derivado
consecuencias gravosas, ya que aquel retraso no tiene que implicar éstas de
forma inexorable y su daño no cabe reparación (STS 654/2007, de 3-7;
890'/2007, de 31-10, entre otras) debiendo acreditarse un específico perjuicio
más allá del inherente al propio retraso.

Como dice la STS 1-7-2009 debe constatarse una efectiva lesión bien
por causa de las circunstancias personales del autor del hecho, bien por
reducción del interés social de la conducta que haga que la pena a imponer
resulta desproporcionada, pues si los hechos concretos perseguidos revisten
especial gravedad, se reduce la relevancia del tiempo transcurrido en relación
con la pena, subsistente en su integridad.

En definitiva, conforme a la nueva regulación de la atenuante de


dilaciones indebidas, los requisitos para su aplicación serán, pues, los tres
siguientes: 1) que la dilación sea indebida; 2) que sea extraordinaria; y 3) que
no sea atribuible al propio inculpado. Pues si bien también se requiere que la
dilación no guarde proporción con la complejidad de la causa, este requisito se
halla comprendido realmente en el de que sea indebida, toda vez que si la
complejidad de la causa justifica el tiempo invertido en su tramitación la dilación
dejaría de ser indebida en el caso concreto, que es lo verdaderamente relevante
(STS. 21.7.2011).

Y en cuanto al carácter razonable de la dilación de un proceso, ha de


atenderse a las circunstancias del caso concreto con arreglo a los criterios
objetivos consistentes esencialmente en la complejidad del litigio, los márgenes
de duración normal de procesos similares, el interés que en el proceso arriesgue
el demandante y consecuencias que de la demora les siguen a los litigantes, el
comportamiento de éstos y el del órgano judicial actuante. Y la jurisdicción

351
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ordinaria ha venido operando para graduar la atenuación punitiva con el criterio


de la necesidad de la pena en concreto y también ha atendido a los perjuicios
que la dilación haya podido generar al acusado.

En este sentido las SSTS 737/2016 del 5 octubre, y 262/2009 de 17


marzo, en este punto son significativas, al declarar que "debe tenerse muy en
cuenta que la necesidad de concluir el proceso en un tiempo razonable que
propugna el art. 6.1 del Convenio citado, no debe satisfacerse a costa de o en
perjuicio de los trámites procesales que establece el derecho positivo en un
sistema procesal singularmente garantista hacia el justiciable como es el
nuestro. En similar sentido la STS. 525/2011 de 8.6, que la dilación, por
supuesto no es indebida si responde al ejercicio de un derecho procesal. La
solicitud de que se practiquen diligencias de prueba con la interposición de
recursos comporta una dilación en la tramitación de la causa, pero responden al
ejercicio de elementales derechos de defensa, por lo que la dilación propia de
estos recursos no puede nunca ser calificada como dilación indebida.

Por ello no puede aceptarse que la interposición de recursos o la práctica


de diligencias o de actuaciones sumariales a petición de las partes cause una
dilación que deba calificarse como indebida. Es claro que el respeto al derecho
de defensa implica asumir la necesidad de proceder a la práctica de las
diligencias que las partes soliciten y que sean pertinentes, pero es igualmente
claro que implica el transcurso del tiempo necesario para ello.

Y también es cierto que en cuanto al inicio del cómputo del tiempo de las
posibles dilaciones, no debe tomarse en cuenta la fecha de los hechos. Así la
jurisprudencia por ejemplo STS 841/2015 del 30 diciembre ha declarado, que el
derecho se refiere al proceso sin dilaciones no a un hipotético y exótico
derecho del autor de un delito a un descubrimiento rápido tanto de la
infracción penal como de su implicación en ella (STS 250/2014, de 14 de
marzo). Desde la comisión del hecho hasta la incoación del proceso penal no
hay afectación de derecho fundamental alguno. El cómputo comenzará cuando
se adquiere la condición de imputado. Solo en ese momento se produce el
padecimiento que supone estar sometido a un proceso (posibles medidas
cautelares, obligación apud acta, zozobra derivada de la incertidumbre del

352
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

seguimiento del proceso…) y que enlaza con la idea de pena natural, latente en
la construcción dogmática de la atenuante de dilaciones indebidas. El derecho
de todo imputado a ser enjuiciado en un plazo razonable no puede degenerar
en un derecho de todo delincuente a ser descubierto con prontitud (STS
940/2009 de 30 de septiembre). En definitiva el conjunto de los retrasos
injustificados se contraen a los producidos desde la incoación del proceso y no
desde la comisión del hecho delictivo (STS. 371/2015 de 17.6).

2) En cuanto a su consideración como muy cualificada, esta Sala


Segunda, STS 650/2018, de 14 de diciembre, tiene dicho que si para apreciar
la atenuante simple se requiere una dilación indebida “extraordinaria” en su
extensión temporal, ello debe comportar que los elementos que configuran la
razón atenuatoria se den de forma intensa y relevante.

En concreto en relación a la dilación se exige que supere el concepto de


“extraordinaria”, que sea manifiestamente “desmesurada”, esto es que esté
fuera de toda normalidad. También cuando la dilación materialmente
extraordinaria, pero sin llegar a esa desmesura intolerable, venga acompañada
de un plus de perjuicio para el acusado, superior al propio que irroga la
intranquilidad por la incertidumbre de la espera, como puede ser que la ansiedad
que ocasiona esa demora genere en el interesado una conmoción anímica de
relevancia debidamente contrastada; o que durante ese extraordinario período
de paralización el acusado lo haya sufrido en situación de prisión provisional con
el natural impedimento para hacer vida familiar, social y profesional, u otras
similares que produzcan un perjuicio añadido al propio de la mera demora y que
deba ser compensado por los órganos jurisdiccionales (SSTS 95/2016 de 17
febrero, 318/2016 de 15 abril, 320/2018, de 29 de junio).

En definitiva, se necesita un plus que la Sala de instancia debe expresar


mediante la descripción de una realidad singular y extraordinaria que justifique
su también extraordinaria y singular valoración atenuatoria.

Como explica y compendia la STS 668/2016 de 21 de julio “en las


sentencias de casación se suele aplicar la atenuante como muy cualificada en
las causas que se celebran en un periodo que supera como cifra aproximada
los ocho años de demora entre la imputación del acusado y la vista oral del

353
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

juicio. Así, por ejemplo, se apreció la atenuante como muy cualificada en las
sentencias 291/2003 de 3 de marzo (ocho años de duración del proceso);
655/2003 de 8 de mayo ( 9 años de tramitación); 506/2002 de 21 de marzo ( 9
años); 39/2007 de 15 de enero (10 años); 896/2008 de 12 de diciembre (15 años
de duración); 132/2008 de 12 de febrero (16 años); 440/2012 de 25 de mayo
(diez años ); 805/2012 de 9 octubre (10 años); 37/2013 de 30 de enero (ocho
años ); y 360/201, de 21 de abril (12 años).” Más recientemente la STS 760/2015
de 3 de diciembre estimó una atenuante de dilaciones muy cualificada en un
supuesto de 13 años de duración del proceso, en el que la única actividad
procesal relevante en los últimos cinco fue el nombramiento de Letrado a un
responsable civil y la formulación de conclusiones provisionales por éste.

Por otra parte la misma sentencia que acabamos de extractar, la STS


668/2016, rechazó la cualificación en un procedimiento que se inició en el año
2010, se dictó sentencia cinco años más tarde y que tuvo una paralización de
un año y algunos meses. Y la STS 624/2016 de 13 de julio no aceptó la
cualificación en un supuesto de duración similar del proceso, por unos hechos
ocurridos en febrero de 2010, en el que se celebró el juicio oral en marzo de
2015, con dos periodos de inactividad, nueve meses para calificar los hechos
por la acusación pública, y ocho meses en acordar la apertura del juicio oral,
que el Tribunal consideró dilación extraordinaria aunque no cualificada.

Con arreglo a estos parámetros jurisprudenciales, aunque la causa haya


tenido una duración superior a la debida en atención a la complejidad de la
investigación y se hayan producido paralizaciones injustificadas, no han
quedado desbordados los contornos propios de la atenuante de dilaciones, al
no haber alcanzado la injustificada demora entidad o envergadura suficientes
para sustentar la cualificación que se pretende. Sólo a partir de tal cualificación
sería factible la gradación que el recurrente postula, reservada, como hemos
dicho, para supuestos de extremada y excepcional intensidad. Otra cosa nos
avocaría a un desajuste del sistema de penas previsto en el CP para los distintos
tipos. “Una cosa es adaptar la pena por una demora excesiva en la tramitación
del procedimiento y otra muy distinta desactivar los tipos penales por dilaciones
procesales que no resulten verdaderamente superextraordinarias” (SSTS
668/2016, de 21 de julio; 355/2018, de 16 de julio).

354
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el presente procedimiento el tiempo de tramitación podría


considerarse excesivo –aunque el recurrente no señala plazo alguno de
paralización- pero no debe servir de cobertura a la atenuante postulada, ni
siquiera como ordinaria toda vez que tal duración ha sido motivada por la
naturaleza de los delitos investigados, delitos económicos de una gran
complejidad, que motivó la división en diferentes piezas separadas, todas ellas
con múltiples acusados y un ingente caudal probatorio, testifical, pericial y
documental.

Por tanto si la presente causa ha tenido la duración que se denuncia se


ha debido, en su mayor parte a los complejos entramados societarios y
financieros creados con fines de opacidad fiscal y para dificultar su
investigación, radicados en otros países, considerados algunos de ellos
paraísos fiscales, en el caso del recurrente con cuentas en Suiza, lo que obligó
a actuaciones generadores de demoras, motivadas por las actuaciones poco
colaboradoras de los acusados, lo que no obsta a que pueda ser un factor de
individualización de las penas, art. 66 CP.

RECURSO TERESA GABARRA BALSELLS

34.- El motivo primero al amparo del art. 852 LECrim, por infracción
de precepto constitucional, vulneración del derecho a la presunción de
inocencia, por haberse realizado una valoración arbitraria e irracional de
la prueba. La sentencia concluye que de la prueba practicada se deduciría
que la operación de venta y posterior compra de las viviendas del
matrimonio Gabarra-López Viejo en 2008, se llevó a cabo con fondos de
procedencia ilícita, pese a que el propio Ministerio Fiscal reconoce que
esto no es así al retirar la acusación por delito fiscal, sobre la base de la
pericial aportada por el Sr. López Viejo que, precisamente, establece la no
existencia de ganancias patrimoniales no justificada y, por tanto, acredita
la trazabilidad de todos los fondos de procedencia lícita utilizados por el
matrimonio para efectuar esas compraventas.

355
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Insiste la recurrente en que debe ser absuelta del delito de blanqueo por
el que fue condenada, por cuanto, a su juicio, no existe prueba suficiente de la
comisión de dicho delito, como se acredita con el dato de que el Ministerio Fiscal
en el trámite de conclusiones definitivas retirara la acusación para Teresa
Gabarra respecto de los delitos contra la Hacienda Pública de la que hasta ese
momento venía acusándola.

El motivo, similar al duodécimo del recurso interpuesto por Alberto López


Viejo –esposo de la recurrente- debe ser desestimado, dando por reproducido
lo allí argumentado, debiendo insistirse en que tanto la calificación definitiva del
Ministerio Fiscal como la sentencia recurrida parten de la premisa de que Alberto
López Viejo y Teresa Gabarra, mantenían una cuenta corriente en Suiza,
alimentada con fondos provenientes de distintos hechos delictivos, dinero que
afloró para las operaciones realizadas con motivo de la compra de varios
inmuebles.

Ciertamente, tales operaciones podrían haber sido constitutivas de un


delito fiscal –tal como inicialmente entendió el Ministerio Fiscal en su acusación
inicial, pero al no haberse acreditado suficientemente estos extremos, la
calificación definitiva lo fue solo por el delito de blanqueo, que la sentencia sí
consideró acreditado, tal como se recoge en los fundamentos jurídicos (pág.
1481-1483).

<<Sobre la procedencia ilícita de las cantidades manejadas por


ALBERTO LOPEZ VIEJO, nos remitimos a la prueba practicada, de entre toda
la cual solo recordaremos Io declarado por Rafael Naranjo, cuando se refería al
millón de euros que tuvo que pagar de comisión por la adjudicación a su
empresa, SUFI, del contrato de limpieza de la zona de Moratalaz, que se
complementa con la declaración presta por FRANCISCO CORREA, a la que
también nos remitimos y de la cual podemos añadir algo más, como cuando
habla de que, de esa inicial comisión de un millón de euros, él se quedó con su
parte y le daba la suya en efectivo a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, quien, como
también hemos dicho, recibió la cantidad 680.731,01 € , una parte de la cual,
hasta 230.000 € , le fueron entregados por FRANCISCO CORREA entre el
24/11/2004 y el 5/10/2006, en efectivo. Nos remitimos al análisis realizado sobre

356
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el devengo de comisiones de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, del que podemos


destacar el documento "GENERACIÓN" y su relación con la "PARTIDA VARIOS
CAM".

Los 450.731,01 € restantes los cobró en divisas, entre el 23/07 y el


29/10/2002, en la cuenta 407409-5352, abierta el 31/05/2002 en la sucursal del
Banco MIRABAUD de Ginebra, en la que también aparecía como apoderada su
esposa, TERESA GABARRA BÄLSELLS, cuenta compuesta por tres
subcuentas, una en francos suizos, otra en libras esterlinas y otra en euros.
También nos remitimos al análisis hecho más arriba e informes utilizados, como
el de la UDEF 62. 970/13 0 los de la AEAT de 31/03/2014 y de 25/02/2014.

Nos remitimos, igualmente, a Io analizado respecto de la apertura de


dicha cuenta por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y añadir que, mientras estuvo
abierta, realizó con los fondos allí depositados distintas inversiones, de las que
obtuvo las correspondientes ganancias, que se analizan en el informe
62.970/13, al que seguimos.

En concreto, en la subcuenta en libras, en el apartado que dedica a la


alimentación inicial de dicha subcuenta GBP, subapartado inversiones
financieras, explica que la principal actividad de esta subcuenta, que comienza
en el año 2002, se basa en el contrato de Depósitos con el fin de obtener las
correspondientes plusvalías que de ellos dimanan. De esta forma, y tras el
ingreso de 42.393,75 GBP, con el que se inicia la actividad de la cuenta, va
deteniéndose en las sucesivas operaciones, hasta la última y terminar dando, el
07/12/2004, un rendimiento de 2.550 €.

En la subcuenta en euros, además de un depósito a largo plazo, se


produjeron entre 2003 y 2009 numerosas compraventas de acciones, con la
percepción de los correspondientes dividendos; más de 180 operaciones se han
contabilizado en el informe de la UDEF 62.970/13.

En cualquier caso, ningunas de las inversiones y plusvalías mencionadas


fueron declaradas a la Hacienda Pública, si bien, como en el mismo informe se
analiza, esos recursos, que procedían de su ilícita actividad y ocultos en Suiza,
fueron destinados a operaciones de compraventa de inmuebles y amortización

357
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y cancelación de diversos préstamos, que el matrimonio llevó a cabo en los


meses de febrero y marzo de 2008>>.

35.- El motivo segundo por quebrantamiento de forma, al amparo


del art. 851.1 LECrim por existir una contradicción manifiesta e insalvable
en los hechos probados que impide establecer con claridad el presupuesto
fáctico esencial consistente en determinar cuándo y de qué manera se
habría percibido una pretendida dádiva por el Sr. López Viejo, la cual
habría sido el origen de los fondos por cuyo supuesto blanqueo ha sido
condenada la recurrida.

Las contradicciones en el relato de hechos probados sobre el origen de


los 450.731’01 € ingresados en el Banco Miraband impiden concluir que éste
fuera ilícito. Por tanto, deberá descartarse el delito de blanqueo.

Las contradicciones son:

-es contradictorio que se diga que el Sr. López Viejo percibió 680.731´01
€ en su etapa del Ayuntamiento y que se sostenga a la vez, que parte de esta
cantidad la percibió cuando pasó a formar parte de la Comunidad.

-es incompatible, por cuestión de fechas, que se afirme que la comisión


fue, al menos en parte, ingresada en Miraband y a la vez se sostenga que la
comisión fue, en parte, detraída de fondos del Ayuntamiento y en parte, de actos
de la Comunidad.

-no es posible saber cómo hizo efectiva la comisión ilícita del


Ayuntamiento de Madrid en favor del Sr. López Viejo, ya que el Sr. Correa (que
fue quien proporcionó la dádiva) carecía de relación con el Ayuntamiento y no
hay evidencia de que el dinero pretendidamente detraído del Ayuntamiento
hubiera ido a parar a manos del Sr. Correa.

El motivo es similar al articulado en noveno lugar por su marido Alberto


López Viejo –persona directamente afectada por aquellas contradicciones- por

358
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lo que nos remitimos a lo ya razonado en orden a su improsperabilidad, ya que


las contradicciones denunciadas no son tales en realidad.

36.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional, al


amparo del art. 852 LECrim por haberse vulnerado su derecho a la
presunción de inocencia por haberse realizado una valoración arbitraria e
irracional de la prueba.

Si bien el Sr. Correa admitió que por la adjudicación a Sufi pagó “poco a
poco” al Sr. López Viejo una comisión entre 2004 ó 2007, en ningún momento
sostuvo, como recoge la sentencia, que hubiese “otra parte” que hubiera sido
abonada previamente en el año 2002. Existe, además, prueba adicional que
imposibilita deducir que se hubiera abonado cantidad alguna en 2002, prueba
que, sin embargo, la Sala “a quo” solo valora parcialmente.

Alega que la sentencia apoyó la condena del Sr. López Viejo en la


declaración del coacusado Sr. Correa, que reconoció haberle abonado una
comisión por la adjudicación de SUFI. La sentencia considera que los
450.731’01 € ingresados en Miraband en 2002 son parte de esta comisión, pero
la adjudicación a Sufi es posterior a ese ingreso en Miraband. Además, el Sr.
Correa no dijo, en ningún momento haber abonado la comisión “en dos partes”.
La sentencia se ha valido de la declaración del Sr. Correa en lo que le interesaba
para la condena del Sr. López Viejo, obviando otros datos que excluyen su
culpabilidad. La “Carpeta Azul” contenía documentación que la sentencia valoró
para tener por probado que el Sr. Naranjo pagó una comisión al Sr. Correa por
su intervención en la adjudicación de SUFI, pero in ningún momento se refiere
a un pago de 450.731’01 €. Tampoco hay ninguna referencia a esta cantidad en
el USB intervenido al contable Sr. Izquierdo. Además, la cantidad que reconoció
haber abonado el Sr. Correa al Sr. López Viejo no coincide con la que la
sentencia declara probada.

Por último, la sentencia considera probado que el Sr. Naranjo abonó una
comisión al Sr. López Viejo, pero ello no es verdad.

359
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo reproduce el tenor literal del motivo décimo del recurso de


Alberto López Viejo por lo que debe seguir igual suerte, remitiéndonos a lo ya
argumentado para evitar repeticiones innecesarias.

37.- El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim al haberse vulnerado el derecho a la tutela
judicial efectiva, pues la condena a la recurrente por un delito de blanqueo
de capitales al atribuir la sentencia un origen ilícito a los 450.731’01 €
ingresados en 2002 en la cuenta del Banco Miraband, pese a que ella
proporcionó y justificó su titularidad, la procedencia lícita y la razón que
le llevó a mover los fondos a Suiza y ponerlos a nombre de su marido.

La sentencia no menciona ni valora, o en todo caso, lo hace


arbitrariamente, la documentación, la pericial y las pruebas personales
aportadas por la recurrente para justificar la titularidad y la licitud de la cantidad
ingresada en el Banco Miraband en 2002. Tampoco da credibilidad a la
explicación ofrecida por aquella, conforme a la cual se vio obligada a ingresar
esa cantidad en Suiza a nombre de su marido para evitar que su estafador, que
ya le había estafado mucho dinero en EEUU, pudiera seguir haciéndolo.

El motivo coincide con el décimo primero de Alberto López Viejo, por lo


que reproducimos lo allí razonado en orden a su desestimación.

38.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim pues los hechos probados de la sentencia no son subsumibles en
el delito de blanqueo de capitales, al no constar la concreta actividad
desempeñada por la Sra. Gabarra constitutiva de un delito de blanqueo.
Subsidiariamente, los hechos probados serían subsumibles en la
modalidad imprudente del art. 301.3 CP.

La sentencia no concreta cuál es la cantidad blanqueada y distingue


entre los hechos del 2008 y los del 2012. Respecto a los primeros, la recurrente
alega que no hay nada que la vincule con la retirada de fondos y la compra de

360
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las viviendas; en todo caso, podría ser partícipe a título lucrativo o


subsidiariamente condenada por el art. 301.3 CP.

Respecto de los hechos de 2012 insiste en que se limitó a facilitar una


cuenta para que su marido pudiera transferir el dinero de Suiza a España, lo
cual no es una conducta típica.

El motivo debe ser desestimado.

En los hechos probados –cuyo respeto absoluto exige la vía casacional


del art. 849.1 LECrim- se recoge: como su marido Alberto López Viejo cobró
450.731’01 € de comisiones mediante ingresos entre el 23-7 y el 29-10-2002,
en la cuenta 407409-5352, abierta el 31-5-2002 en la sucursal del Banco
Miraband de Ginebra en la que también aparecía como apoderada su esposa,
la hoy recurrente Teresa Gabarra Balsells. Se detalla asimismo como este
matrimonio, con esos fondos, realizó diversas inversiones financieras que
generaron unas rentabilidades no declaradas a la Hacienda Pública, uno de los
movimientos fufe la retirada en efectivo el 21-1-2008 de 503.670 CHF (314.990
€) que Alberto López Viejo justificó con la amortización de un préstamo
hipotecario en España. Y además, como el 7-9-2012 canceló referida cuenta del
Banco Miraband y ordenó transferir su saldo de 149.639’56 €, más otros 10.000
€ a la cuenta que en el Banco de Santander tenía Teresa Gabarra con la
finalidad de repatriar esas cantidades de origen ilícito.

Y expresamente en relación a esta recurrente, se declara probado que


“por su parte Teresa Gabarra, conocedora del origen ilícito de las cantidades
repatriadas desde Suiza, también contribuyo activamente al afloramiento de
esos fondos, de manera que, para que pudiera tener lugar dicha repatriación,
puso a su disposición sus cuentas bancarias en España, recibiendo en la que
tenía abierta en el Banco de Santander, en el mes de agosto de 2008,
procedentes de la cuenta Miraband, por un lado, la cantidad de 148.639’56 € y,
por otro lado la de 10.000 €” (pág. 296-297).

Dicho relato fáctico describe una participación activa de esta recurrente


en el afloramiento de esos fondos a través de sus cuentas bancarias,
descartando esa pretendida ignorancia o falta de conocimiento del origen

361
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delictivo de los bienes, tal y como razona la sentencia en la fundamentación


jurídica, lo que será analizado en el motivo siguiente.

39.- El motivo sexto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
del derecho fundamental a la presunción de inocencia, art. 24 CE, al no
existir prueba de cargo bastante sobre su participación subjetiva dolosa.

Alega la recurrente que la sentencia de manera irracional deduce que


“conocía” el origen ilícito de los fondos y ayudó a su esposo ocho años después
de los hechos a construir una coartada en el juicio oral. Manifiesta que lo que
conociera o dejara de conocer en 2016 es absolutamente irrelevante pues se la
juzgaba por lo acaecido “entre febrero y marzo 2008” y que la valoración de la
prueba no permite concluir de un modo lógico y racional que participara de
manera voluntaria o siquiera imprudente en el blanqueo de bienes procedentes
de delito.

El motivo se desestima.

Como ya hemos dicho en anteriores motivos de otros recurrentes el


conocimiento de la procedencia ilícita de los bienes a los efectos del elemento
subjetivo en el delito de blanqueo puede deducirse a través de la prueba
indiciaria, que es la que ordinariamente permitirá obtener la conclusión
razonable sobre el conocimiento interno del sujeto.

Siendo así, el tribunal de instancia respecto a esta recurrente y en


relación a las cantidades ingresadas en la cuenta del Banco Miraband razona
(páginas 1356 a 1362) que no se acaba de entender que se mantenga que esas
cantidades eran de TERESA GABARRA y que se dé como excusa que, como
fue víctima de una estafa en EEUU, para poner a salvo sus ahorros de toda la
vida, le pidió a su marido que pusiera a su nombre todo el patrimonio que había
conseguido convertir en efectivo, porque, si ya había sido estafada, como dice,
y consiguió rescatar una tan importante cantidad de dinero, la explicación que
nos da de que ese estafador se podía hacer con un cantidad de su dinero,
cuando ella era la víctima, no se comprende, estando, como estaba, litigándose
ante un tribunal el conflicto que tenían pendiente, como veremos.

362
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otra parte, no necesitamos entrar en que TERESA GABARRA


pudiera tener ahorrados 450.000 €, sino que esa cantidad fuera la fuente
ingresos de la cuenta en la banca MIRABAUDD de su marido, porque, de ser
cierto lo que dice, nos podía haber acreditado dónde los tenía, si es que era en
su domicilio o en una cuenta bancaria, y, de ser así, bien podía haber aportado
las salidas de esa cuenta o haberlo acreditado con las correspondientes
declaraciones tributarias, y no nos vale, en este sentido, el argumento que se
mantiene por la defensa, de que, cuando la interesada, en enero de 2015, hizo
una petición formal a la AEAT para que le proporcionara las declaraciones de
su IRPF y de su IP y le contestaron que no era posible emitir los
correspondientes certificados, porque se encontraban prescritos, eso la excuse
de cualquier otro esfuerzo probatorio, ya que, asumiendo palabras del Abogado
del Estado, bien podía haber solicitado esa información a través del Juzgado
Instructor. No se trataba, de esta manera, de suplir el deficiente trabajo de la
acusación o de que, ante tal planteamiento, estemos ante una interpretación
extravagante del derecho de defensa y del principio acusatorio, como esgrime
su letrado, sino ante el simple juego de cómo han de funcionar, si no se quiere
hablar de la carga de la prueba, tal como se regula en el art. 217 LECivil, por
encontrarnos en el ámbito del proceso penal, las reglas en materia probatoria,
en que, acreditado el hecho positivo o constitutivo por parte de la acusación,
como así se hizo mediante la prueba de esos muy importantes ingresos en las
cuentas suizas de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, en un concreto periodo de tiempo,
en el que no se encontraba otra explicación que su procedencia de comisiones
ilícitas, correspondía a la defensa acreditar el hecho impeditivo o extintivo, con
el que oponerse y desactivar esa acusación, que es lo que no hace y podía
haber hecho, acudiendo al proceso penal para interesar lo que no pudo obtener
por vía particular.

En cualquier caso, las explicaciones dadas por la defensa de TERESA


GABARRA, en línea con lo declarado por esta, sobre la necesidad de llevar sus
ahorros en 2002 a la cuenta corriente de su marido no nos convencen, porque,
sin negar el esfuerzo para construir la coartada, de lo que no nos queda duda
es que el dinero que ingresa en esa cuenta en el periodo concreto que hemos

363
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acotado, procede del cobro de las comisiones ilícitas relacionadas con el


contrato de limpieza.

Como decimos, la línea argumental de la defensa, partiendo de que


TERESA GABARRA tenía más de 450.000 € en efectivo en aquellas fechas, se
esfuerza en hacer creer que, precisamente, en la misma época le surge la
necesidad de llevarlos a Suiza, que lo tiene que hacer en la cuenta de su esposo,
a fin de evitar su incautación por un estafador, del que dice que estaba siendo
víctima, quien, en noviembre de 2001, presentó una millonaria demanda (por
15.000.000 $) contra ella y otras personas más, esto es, seis meses antes de la
apertura de la cuenta en el banco MIRABAUD.

Como avanzábamos, el planteamiento falla por su base, pues, si,


efectivamente, el riesgo de pérdida de ese dinero procedía de la actuación de
un estafador articulada en procedimiento judicial, lo razonable es que fuera
amparada y no terminara con un resultado perjudicial para ella, porque, si
terminaba con un resultado en contra, y fuera para evitar que se la incautase
ese dinero, tal solución más hace pensar en la posible comisión de un delito de
insolvencia punible/alzamiento de bienes, que no en otra cosa.

Por lo demás, en la exposición que realizó de estos hechos en su


declaración, prestada en la sesión del día 09/02/2017, hizo mención a que sus
abogados la dijeron que, como el demandante era un estafador, había que
intentar cuidar el patrimonio; es cierto que no dijo de qué manera le dijeron que
hiciera esto; sin embargo, ante una decisión tan grave, como es ocultar unos
bienes en la idea de que no se la incauten como consecuencia de una decisión
judicial, no ya no presenta a esos abogados, sino que ni siquiera da sus
nombres, por si hubiera sido de interés para el Tribunal, respetando su secreto
profesional, poder oírles.

Y si la excusa no la podemos admitir por lo que acabamos de


argumentar, hay más razones que abundan en esa incredibilidad, como que, no
constando que, esos ahorros que dice tener, estuvieran depositados en cuentas
bancarias, qué mejor manera que esa para tener oculto el dinero, que no
colocarlo en alguna cuenta donde se le da mayor visibilidad; o como que, aun
cuando ALBERTO LÓPEZ VIEJO otorga a su mujer poder general sobre dicha

364
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuenta y este se formaliza el 20/11/2002, no resulta compatible del todo con esto
que, siendo fondos de ella, tarde tanto tiempo en tener posibilidad de
gestionarlos, gestión que, por otra parte, ni nos consta que fuera efectiva por su
parte, ni quiso explicar si la llevaba, a preguntas que no respondió al M.F., lo
que se comprende menos, siendo como era una empresaria con éxito y
experimentada en los negocios, desde los 23 o 24 años, según respondía a
preguntas de su defensa. La realidad, por tanto, es que la gestión de la cuenta
la llevaba ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y, si esto era así, es porque se trataba de
su dinero.

Como tampoco se comprende que, de ser ella la real dueña de un dinero


que presenta como privativo, permita irregularidades, a la apertura de la cuenta,
tan relevantes, como que figure como profesión de su marido la de abogado y
no se haga constar, ostentado el importante cargo político que tenía, su
condición de Persona Expuesta Políticamente (PEP), que, según el informe
sobre tipologías de 2001, del Grupo de Acción Financiera sobre lavado de dinero
(GAFI), el acrónimo PEP va referido a individuos que ocupan relevantes cargos
en la función pública, siendo un término de aviso internacional en relación con
la lucha contra la corrupción, sobre la base de que dichos individuos pueden
tratar de blanquear sus fondos, por tener su origen en delitos relacionados con
la corrupción. Lo característico para que te alcance este concepto está en la
condición política del propietario de los fondos, y la necesidad de reforzar los
controles sobre las operaciones en que intervienen estas personas, por ser
especialmente sensibles al blanqueo de capitales procedente de delitos
relacionados con la corrupción, de manera que, al ser esto así, y ocultar esa
condición de PEP, es una razón más que abunda en que se trataba de ocultar
la procedencia ilícita de ese dinero, producto de comisiones obtenidas en
relación con el mismo contrato de limpieza, que, como decíamos, el sentido
común ya nos indicaba que no gestionó de manera gratuita, sino que lo hizo a
cambio de cobrar unas comisiones, como cobró FRANCISCO CORREA, y que
consideremos que, definitivamente, queda acreditado tras la valoración de la
prueba, que hemos hecho.

Por último, haremos referencia al informe de la AEAT de 25/02/2014,


sobre situación patrimonial y recursos económicos de TERESA GABARRA,

365
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ratificado en la sesión del 22/09/2017, en que concluye que esta no pudo aportar
el efectivo que ALBERTO LÓPEZ VIEJO ingresó durante 2002 en la cuenta
0407409 de la Banca MIRABAUD, ni siquiera una parte de esos ingresos,
porque su patrimonio a 31/12/2002 fue superior a su patrimonio a 31/12/2001 y
su ahorro durante 2002 fue nulo, lo que, si se quiere por otro camino, pero viene
a coincidir con las conclusiones que hemos alcanzado nosotros, a la vez que
para descartar a las que llega el perito propuesto por su defensa, Juan Luis
Sendín Cifuentes, que consideraba que ese dinero ingresado en Suiza, en línea
con la versión de esta, era de procedencia lícita.

Y respecto a su participación en los hechos el tribunal dice lo siguiente,


de una parte (pág. 1484-1485):

<<resulta que el matrimonio formado por ALBERTO LÓPEZ VIEJO y


TERESA GABARRA el 24/06/2003 adquieren una vivienda en la calle Esteban
Palacios nº 1 de Madrid por el precio de 793.335,98 €, para cuyo pago
formalizaron un préstamo hipotecario con BANKINTER de 234.395 €, a
reembolsar en 35 años.

Un mes más tarde de la retirada de fondos de Suiza, el 22/02/2009,


compraron la vivienda sita en la calle Parma nº 13 C de Madrid, por un precio
de 1.712.000,00 €, cancelando tres días después el préstamo hipotecario que
recaía sobre la finca sita en la calle Esteban Palacios nº 1, ascendiendo el pago
de la amortización total del préstamo, al importe de 158.466,41 €. La suma del
desembolso realizado por ambas operaciones fueron 1.870.466,41 €, a los que
había que sumar los gastos inherentes a las operaciones (notario,
registrador...>>.

Y de otra “por una parte Teresa Gabarra conocedora del origen ilícito de
las cantidades repatriadas desde Suiza … también contribuyó activamente al
afloramiento de esos fondos, de manera que, para que pudiera tener lugar dicha
repatriación, puso a su disposición sus cuentas bancarias. De ello trata el
informe de la AEAT de 31/03/2014, en que se analiza el destino de los 503.670
CHF salidos el 21/01/2008 del Banco MIRABAUD, tras examinar la
documentación remitida por las autoridades judiciales suizas, en cuyo folio 118
se puede leer lo siguiente: “En relación con el ingreso en una cuenta de TERESA

366
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

GABARRA BALSELLS abierta en el Banco de Santander de 149.639,56 euros


el 7 de septiembre de 2012 con procedencia de la cuenta 0407409 de la BANCA
MIRABAUD, en el folio MPC-0172 encontramos la orden de transferencia de
20.07.2012 de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, con orden de cerrar la cuenta”. A
continuación reproduce el informe dicha orden, en la que se puede ver que hace
mención expresa de la cuenta de destino, la ES05 0049 6190 0229 9505 6801
de TERESA GABARRA BALSELLS del Banco de Santander.

La transferencia de dicha cantidad llegó a la cuenta de esta el


04/08/20012, y en el informe se reseña, también, otra transferencia, esta de
10/08/2012, por importe de 10.000 €.

En consecuencia, ha existido actividad probatoria que ha permitido al


tribunal alcanzar una certeza objetiva sobre los hechos concurridos y con base
a una valoración realizada sujetándose a las reglas de la lógica, la razón y las
máximas de experiencia, conforme lo prevenido en el art. 741 LECrim, concluyó
que Teresa realizó los hechos en los términos expuestos en el relato fáctico, sin
que tal razonamiento pueda ser tachado de ilógico o arbitrario.

40.- El motivo séptimo al amparo del art. 841 LECrim por infracción
de ley por inaplicación indebida de la atenuante del art. 21.6 CP como muy
cualificada, vulnerándose con ello el art. 24.2 CE que recoge el derecho a
un proceso sin dilaciones indebidas.

Sostiene la recurrente que, a pesar de que su causa era muy simple, se


le ha juzgado con otras cinco causas independientes, lo que ha provocado que
transcurrieran cinco años desde su imputación hasta la sentencia de primera
instancia.

El motivo es coincidente con los motivos decimoctavo de Bárcenas;


decimoctavo de Crespo Sabaris; vigésimo noveno de López Viejo;
cuadragésimo cuarto de Sepúlveda y decimosexto de la Sra. Iglesias, por lo que
nos remitimos a lo ya argumentado para su desestimación.

367
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

41.- El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim por lesión del derecho fundamental a la tutela
judicial efectiva y a la libertad por haberse impuesto la pena sin motivación
alguna y sin atender ni explicar las circunstancias personales y de
participación de la recurrente, reprochándole que se hubiera defendido en
el juicio oral.

Se afirma por la recurrente que existe una absoluta falta de motivación


de la pena de 4 años de prisión impuesta por el único delito de blanqueo de
capitales por el que ha sido condenada.

Además, resulta arbitraria la diferencia con las penas de otros


condenados que han intervenido en blanqueo de cantidades superiores y que la
única motivación que contiene la sentencia para imponer la pena en tal
extensión es la cantidad blanqueada, sin especificar cuál es la misma y que se
defendió en el juicio oral para ayudar a su marido.

El motivo es semejante al motivo decimoquinto del recurso de Alberto


López Viejo, dando por reproducido lo expuesto en orden a la no infracción del
derecho a la igualdad (art. 14 CE) y a que falsedad de las explicaciones sobre
el origen del dinero podrá ser un indicio más de la comisión del delito de
blanqueo, pero no por si sola como un factor negativo en orden a la
individualización penológica.

Asimismo puede aceptarse que la cuantía de lo blanqueado es un


elemento importante para fijar la pena, conforme al art. 66.1 CP en relación al
desvalor de la acción, pero esta Sala considera que la equiparación penológica
entre la recurrente y su marido Alberto López Viejo no está motivada
suficientemente.

En efecto, las cantidades ingresadas en la cuenta del Banco Miraband


de Ginebra procedentes de las comisiones percibidas por su marido por la
adjudicación irregular de su contrato, es cierto que la sentencia considera
probado que Teresa, que figuraba también como apoderada en dicha cuenta y
tenía conocimiento de aquella procedencia, pero también lo es que la recurrente
no efectuó disposición alguna de aquellas cantidades -la retirada en efectivo de

368
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

314.990 € (503.670 CHF) fue realizada por su marido Alberto López Viejo
justificándolo con la amortización de un préstamo hipotecario en España.

Siendo así, la actuación concreta que puede considerarse como efectivo


acto de blanqueo sería la de que conocedora del origen ilícito de las cantidades,
contribuyo activamente al afloramiento de esos fondos, de manera que, para
que pudiera tener lugar dicha repatriación, puso a su disposición sus cuentas
bancarias en España, recibiendo en la que tenía abierta en el Banco de
Santander procedente de la cuenta del Banco Miraband de Ginebra dos
transferencias ordenas por su marido, los días 4-8 y 10-8-2012 por importe
respectivo de 149.639’56 € y 10.000 €.

Por ello, al ser la cantidad blanqueada por ésta 159.639’56 €,


sensiblemente inferior a la de su marido 450.731’01 €, las penas a imponer
deben ser también inferiores a las de éste, considerando la Sala adecuada la
de 1 año y 10 meses de prisión y multa de 200.000 € con responsabilidad
personal subsidiaria caso impago de 2 meses.

RECURSO PABLO CRESPO SABARIS (COLABORADOR CORREA)

42.- El motivo primero por vulneración de precepto constitucional,


al amparo de lo dispuesto en el artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con el art. 24.2 CE
por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías,
concretamente a la imparcialidad del juez y correlativamente con el art. 10
de la Declaración Universal de Derechos Humanos y Libertades
Fundamentales de 4-11-50, el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos de 19-12-66, debido a la participación en el
enjuiciamiento del presente procedimiento del Ilmo. Magistrado D. Ricardo
de Prada Solaesa, pese a haber sido formulada recusación frente a dicho
Magistrado, en tiempo y forma y concurrentes causas que justificaban su
abstención y/o su recusación.

369
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es similar al articulado en segundo lugar, apartado b, por el


coacusado Alberto López Viejo, por lo que las razones aducidas para la
desestimación de aquél deben reiterarse para la improsperabilidad de éste.

En efecto, la cuestión planteada ya fue formulada en la instancia e


inadmitida por auto de 3-10-2016, dictado por el Magistrado instructor del
incidente de recusación por dos razones: en primer lugar, por ser extemporánea
al haber transcurrido meses desde que se constituyó el tribunal y fue días antes
de la celebración del juicio oral cuando se formuló la recusación; y en segundo
lugar, porque las causas de recusación son tasadas y no tiene cabida en el art.
219.9 LOPJ la invocada amistad íntima de un miembro del tribunal con quien
fue, en su inicio, instructor de la causa, debiendo recordarse el ATS 11-4-2013
que con cita de la STC 64/97 recordó “la necesidad de que en contextos como
el presente para declarar conculcado el derecho al juez imparcial el interesado
ponga de manifiesto la concreta relación que media entre el componente del
órgano judicial cuya parcialidad se denuncia y el objeto del proceso o su relación
orgánica o funcional con el mismo o con las partes (STC 32/94) relación que
debe poner en cuestión la indispensable imparcialidad de aquél, sin que a estos
efectos la mera exposición de suposiciones o de hipotéticos juicios de inferencia,
concretados en alusiones genéricas y estrictamente especulativas, sea
suficiente para considerar transgredido el derecho a un proceso con todas las
garantías, cuya asunción, por el contrario, conduciría a la práctica paralización
de la Administración de Justicia”.

Situación que sería la presente en la que la recusación “se basaba en


causas carentes de toda entidad de un mínimo principio de prueba, con un
ánimo evidentemente dilatorio y con la aparente finalidad de conseguir la
suspensión del juicio oral, debiendo ser inadmitidas las recusaciones
formuladas con manifiesto abuso de derecho o que entrañan un fraude de la ley
procesal”.

43.- El motivo segundo por quebrantamiento de forma al amparo de


lo dispuesto en el artículo 851.6 de la LECrim, por haber concurrido a dictar
la sentencia el Ilmo. Sr. Magistrado D. Ricardo de Prada Solaesa, cuya

370
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recusación, intentada en tiempo y forma y fundada en causa legal, fue


inadmitida a trámite.

Cuestiona que no se admitiera como cuestión previa, al amparo del art.


786.2 LECrim la existencia de motivos que conllevan la falta de imparcialidad de
un miembro del tribunal, ni se abordase dicha pretensión en sentencia. Se
vuelve a incidir, desde la perspectiva de un quebrantamiento de forma, en la
misma cuestión objeto del motivo anterior.

El motivo se desestima.

En efecto, este motivo de impugnación del art. 851.6 LECrim ha de ser


puesto en relación con el art. 228 LOPJ a cuyo tenor, las resoluciones que
decidan los incidentes sobre recusación no son recurribles, sin perjuicio de
hacer valer, al recurrir contra la resolución que decida el pleito o causa, la posible
nulidad de ésta por concurrir en el juez o magistrado que dictó la resolución
recurrida, o que integró la Sala o Sección correspondiente, la causa de
recusación alegada.

Por ello que el tribunal no accediera al planteamiento de nuevo como


cuestión previa la recusación ya resuelta en el incidente correspondiente no
tiene la relevancia pretendida, desde el momento en que la articulación del
presente motivo, subsanaría cualquier irregularidad que pudiera haberse hecho.

Siendo así, el motivo debe ser desestimado en base a los mismos


argumentos que el motivo precedente.

44.- El motivo tercero al amparo de lo dispuesto en el artículo 852


de la LECrim, por la vía del artículo 5.4 de la LOPJ, por vulneración del art.
10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-48, el art.
6.1 del CEDH, y el art. 14.1 del PIDCP, debido a la participación en la
instrucción del incidente de recusación del Ilmo. Magistrado D. Javier
Martínez Lázaro, pese a haber sido formulada recusación frente a dicho
Magistrado, en tiempo y forma, y concurriendo causas que justificaban su

371
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

abstención y/o su recusación en la instrucción de dicho incidente, todo


ello en relación con los arts. 219 LOPJ, 54 y 55 LECrim.

Considera el motivo vulnerado el derecho a un proceso con todas las


garantías por cuanto el incidente de recusación del Ilmo. Sr. Magistrado D.
Ricardo de Prada fue tramitado interviniendo como instructor el Ilmo. Magistrado
D. Javier Martínez Lázaro, que prestaba servicios en una de las Secciones de
lo Penal de la Audiencia Nacional y en quien concurrían idénticas causas de
inhabilidad para realizar la referida tarea de instruir el incidente de recusación
que en el propio sujeto pasivo del mismo (D. Ricardo de Prada).

El recurrente presentó incidente de recusación contra el instructor


designado para el inicial incidente de recusación el 29-9-2016 que fue
desestimado por auto del Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional
de 3-10-2016, y en esa misma fecha se dictó auto por referido Magistrado
instructor acordando inadmitir a trámite la recusación del Sr. Prada por “tratarse
de una recusación formulada extemporáneamente y con apoyo en causas
carentes de entidad”.

Las sesiones del juicio oral se iniciaron el 4-10-2016.

El recurrente fundamenta la recusación del referido instructor en:

1º) El Sr. Martínez Lázaro “vivió de forma intensa y cercana el


procedimiento seguido contra D. Baltasar Garzón Real en el Tribunal Supremo
como consecuencia de la querella interpuesta por mi representado, D. Pablo
Crespo, acompañándole en diversas ocasiones hasta la misma puerta de este
Tribunal y permaneciendo con él en su interior, mostrándole así su apoyo
incondicional”.

2º) En unión de otras personas “publicó un artículo de opinión en el diario


El País mostrando su amistad y afecto por el ínclito Magistrado Sr. Garzón, y el
rechazo a la suspensión de empleo decretada por el CGPJ”.

3º) Además el Magistrado D. Javier Martínez Lázaro actuó como


instructor en los incidentes de recusación de los Ilmos. Magistrados D. Enrique
López y Dña. Mª Concepción Espejel, y en relación al primero estimó la

372
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recusación porque quedaba afectada la apariencia de imparcialidad del mismo


por el hecho consistente en que el Sr. López fue designado como miembro del
CGPJ a propuesta del Partido Popular entre los años 2001 y 2008, y sin
embargo esta cualidad también concurría en el Sr. Martínez Lázaro dado que
también fue vocal del CGPJ, a propuesta, en este caso, del PSOE, que es una
de las acusaciones en el presente procedimiento.

Quejas infundadas por cuanto ninguna de las razones aducidas


conforman causas de abstención y/o recusación.

En efecto, el hecho de haber acompañado en algún momento a un


compañero de profesión Sr. Garzón no puede presumir una amistad íntima con
el mismo y, en todo caso, no sería la misma persona cuya recusación instruía,
Sr. Prada, es decir la posible amistad íntima con el primero no implica la misma
relación personal con el segundo.

Igualmente tampoco implica esa amistad íntima el mero hecho de firmar


un escrito colectivo de adhesión en un medio de comunicación, lamentando la
suspensión cautelar del Sr. Garzón en su función judicial.

Y mucho menos que el instructor del expediente hubiese sido, años


atrás, vocal del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de un partido
político, al no poder equipararse su actuación en el presente incidente con el
que instruyó en relación al magistrado D. Enrique López, dado que en éste era
el integrante del tribunal el que había sido nombrado vocal del CGPJ a
propuesta de otro partido político que es parte en el procedimiento, situación
que no concurre en el presente en el que el Sr. Prada no ha sido vocal del CGPJ,
ni el partido político que en su día propuso al instructor como vocal de dicho
órgano está personado como tal en el procedimiento, sí lo están dos diputadas
de las Cortes Valencianas y un portavoz del grupo municipal y del Ayuntamiento
de Boadilla del Monte y miembro de la ejecutiva, pero a título particular.

En definitiva los argumentos que se aducen no acreditan de modo alguno


la existencia de esa amistad íntima entre el Sr. Martínez Lázaro y los Sres.
Garzón y Prada, fuera de la coincidencia en su función jurisdiccional en el mismo
órgano, Audiencia Nacional.

373
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

45.- El motivo cuarto al amparo de lo dispuesto en los arts. 852


LEcrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 24.2 CE, el art. 11.1 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-48, el art. 6.1 del
CEDH y el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
de fecha 19-12-1966, todo ello en relación con el art. 238.3 LOPJ, al hallarse
el Ilmo. Magistrado D. Julio de Diego López privado de conciencia y
voluntad en distintos lapsos temporales de las sesiones del juicio oral,
especialmente durante la práctica de la prueba sobre la que debía dictar
sentencia tras su apreciación.

El motivo es coincidente con el articulado en segundo lugar, apartado a)


por el recurrente Alberto López Viejo por lo que nos remitimos a lo ya
argumentado en orden a su desestimación.

46.- El motivo quinto al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim


por la vía de los arts. 5.4, 238.3 y 240.1 LOPJ por vulneración del principio
del juez predeterminado y del derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva sin indefensión y a un proceso público con todas las garantías del
artículo 24.1 y 2 CE, debido a la situación sobrevenida de deficiente
configuración del Tribunal enjuiciador, al hallarse el Ilmo. Magistrado D.
Julio de Diego López privado de conciencia y voluntad en distintos lapsos
temporales de las sesiones del juicio oral, quedando por lo tanto el
Tribunal conformado por dos Magistrados, incumpliéndose las exigencias
legales de composición de sala determinadas en el artículo 63.1 LOPJ y el
anexo III de la Ley de Demarcación y Planta Judicial.

Estando el motivo condicionado al anterior y no habiendo prosperado


éste debe seguir igual suerte desestimatoria, al no acreditarse la situación
descrita por el recurrente, las consecuencias que de ello deduce no pueden ser
compartidas.

374
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

47.- El motivo sexto por vulneración de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración de los arts. 24.2
CE y 6.1 CEDH.

Refiere que se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia y


su derecho de defensa por concurrir en el Presidente del Tribunal “a quo” un
prejuicio inhabilitante para el enjuiciamiento imparcial por manifestar con
carácter previo a la valoración de la totalidad de la prueba su intención de dictar
sentencia condenatoria.

El motivo es similar en su desarrollo al segundo, apartado c) del


interpuesto por López Viejo por lo que nos reiteramos, para evitar innecesarias
repeticiones, en lo ya argumentado en el análisis de aquél, con la consiguiente
desestimación del motivo.

48.- El motivo séptimo por vulneración de precepto constitucional


al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4
LOPJ, ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a
la tutela judicial efectiva generando indefensión al recurrente, derecho a
no declarar contra uno mismo y a no confesarse culpable, todo ello en
relación con el derecho fundamental a la intimidad y el derecho a la propia
imagen, reconocidos en el art. 18 CE al haber admitido como medios de
prueba unas grabaciones obtenidas de forma ilícita, vulnerando derechos
constitucionales que conllevan la nulidad radical de dichos medios de
prueba y asimismo, de todo lo actuado en el presente procedimiento.

Entiende el recurrente que las diligencias previas 275/2008, origen de


todas las piezas separadas en las que se ha ido atomizando el “caso Gürtel” se
incoaron como consecuencia de la aportación de una serie de grabaciones
subrepticiamente obtenidas por el coacusado José Luis Peñas Domingo, que
han sido aportadas sin soporte original alguno, editadas, no completas y,
asimismo siendo objeto de grabación, sin conocimiento de las personas
grabadas.

375
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Considera, por ello, que dichas grabaciones son radicalmente nulas de


pleno derecho por haberse obtenido por medio de la violación del derecho
fundamental a la intimidad y, además, de la propia imagen, reconocido en el art.
18 de la Constitución, además de haber sido aportadas al procedimiento sin las
mínimas garantías de fiabilidad, sin embargo, se han utilizado como base
probatoria mediata ( y sustentando las inmediatas) de las condenas impuestas
en la presente causa, lo que debe conllevar la nulidad de la sentencia recurrida.

El motivo debe ser desestimado. Su contenido coincide en lo sustancial


con el articulado en primer lugar en el recurso formulado por el coacusado y
condenado Alberto López Viejo, por lo que nos remitimos a lo ya alegado en
orden a su improsperabilidad.

49.- El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con el art. 24.2 CE, por vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva, aun procedimiento con todas las garantías,
generando indefensión al recurrente, el derecho al secreto de las
comunicaciones, el derecho a no declarar contra sí mismo y a no
confesarse culpable, todo ello en relación con el derecho fundamental a la
intimidad reconocido en el art. 18 CE, al haberse vulnerado de forma
flagrante el derecho a la defensa del mismo, como consecuencia de la
ilegal y delictiva interceptación de las comunicaciones de los imputados
(investigados) con sus abogados durante el periodo en que fueron
encarcelados cautelarmente durante la instrucción de la pieza principal, de
la que deriva el presente procedimiento, quedando patentes dichas
infracciones y vulneraciones de derechos fundamentales en la sentencia
del Tribunal Supremo 79/2012 que es de por sí, suficientemente explícita,
y afectando gravemente al derecho de defensa, lo que conlleva la nulidad
radical de todo lo actuado.

El motivo se desestima.

376
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión objeto de debate en el presente motivo fue analizada por el


Tribunal a quo en relación a la cuestión previa planteada al respecto, señalando
en las páginas 329 y ss. de la sentencia, en el apartado B) referido a “las
comunicaciones presenciales reservadas, interceptadas en el centro
penitenciario de Soto del Real”, expresando -en síntesis- que la interceptación
de determinadas comunicaciones habidas en dicho centro penitenciario entre
alguno de los acusados y sus letrados, cuya interceptación se produjo el
19/02/2009, a raíz de un auto dictado por el Juez de Instrucción en esa fecha, y
que se mantuvo, tras sucesivas prórrogas, hasta el 06/05/2009, en que cesó la
intervención. Se recuerda que la STS 79/2012, de 09/02/2012, recaída en la
Causa Especial 20716/2009, ya realizó una valoración jurídico penal de las dos
resoluciones dictadas por el instructor, de fecha 19/02 y 20/03/2009, que
acordaron la escucha y grabación de las comunicaciones entre los imputados
presos y sus abogados defensores, y su prórroga, y que, por incidir directamente
en el derecho de defensa, suprimiendo la confidencialidad, con vulneración del
derecho al proceso justo, dio lugar a la declaración de nulidad y consecuente
prohibición de utilización de las mismas como prueba.

En este punto, cabe reiterar que el auto que condiciona la petición de


nulidad es de 19/02/2009, y cuantas actuaciones se desarrollaran con
anterioridad no pueden verse afectadas por la nulidad que se pretende. Es decir,
la instrucción desarrollada en la presente causa ha pivotado sobre un material
que es anterior a lo que pudo arrojar el contenido de lo que se grabara en esas
conversaciones presenciales, en concreto, el que fue intervenido con ocasión
de los registros que se llevaron a cabo con anterioridad, tras una investigación
policial exhaustiva, así como a la denuncia de JOSÉ LUIS PEÑAS y las
grabaciones que aportó, por hacer mención al más significado, que, hasta tal
punto han sido relevantes, que gracias a ellas se ha conseguido profundizar en
lo intrincado de una trama tan compleja como la investigada, y que de otra
manera difícilmente se hubiera llegado a un nivel de descubrimiento de la misma
como al que se ha llegado.

Por lo que, resalta el Tribunal de instancia, <<no conseguimos recordar,


ni ninguna defensa nos pudo concretar, qué diligencia o actuación pudo
derivarse de algo de lo que pudiera haberse captado en alguna de esas

377
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conversaciones; todo lo más que hemos llegado a oír es la alegación de que el


equipo investigador, al haberlas escuchado, no se pudo sustraer a lo que
escuchó y que ello le contaminó y lo utilizó en esa investigación; pues bien, al
margen lo genérico de esta alegación, no es esa la opinión de este Tribunal, no
ya por lo que han declarado los funcionarios de la UDEF que se les preguntó al
respecto, sino, porque, vistos los informes que han realizado tanto ellos, como
los de la AEAT, como los de la IGAE, se puede apreciar que lo que consta en
los mismos es producto del análisis de las conversaciones aportadas por JOSÉ
LUIS PEÑAS y de la documentación intervenida, toda ello con anterioridad a las
referidas grabaciones en prisión, de ahí que no consideremos contaminada por
ellas ninguna de las pruebas practicadas en juicio (...)>>.

Razonamiento conforme con la doctrina de esta Sala, SSTS 1183/2009,


de 1 de diciembre; 210/2012, de 15 de marzo; 821/2012, de 30 de octubre;
499/2014, de 17 de junio; 650/2016, de 15 de julio, que al examinar cual es la
trascendencia mediata a los efectos inhabilitantes de la prueba obtenida con
violación del derecho fundamental, en el sentido de superar las diversas
interpretaciones y la integración, en los más justos términos, de lo que el
mandato legal contiene como severa proscripción del uso de prácticas
constitucionalmente reprobables en la obtención de elementos probatorios y de
la búsqueda de eficacia, en términos de estricta justicia, para el proceso penal ;
impone una alternativa, de la que se hacen eco sentencias como la del Tribunal
Constitucional 8/2000 de 17.1 y la de esta Sala 550/2001 de 3.4, entre otras,
asentadas sobre las siguientes aseveraciones en orden a la transferencia
mediata de la nulidad por vulneración del derecho fundamental a una prueba
que directamente no produjo esa vulneración:

a) que en primer lugar, hemos de partir de una fuente probatoria


obtenida, efectivamente, con violación del derecho fundamental
constitucionalmente conocido, y no afectada simplemente de irregularidad de
carácter procesal, por grave que sea ésta.

b) que la nulidad institucional de una prueba en el proceso no impide la


acreditación de los extremos penalmente relevantes mediante otros medios de
prueba de origen independiente al de la fuente contaminada, pues si no existe

378
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

una "conexión causal" entre ambos ese material desconectado estará desde un
principio limpio de toda contaminación.

c) Por último, y esto es lo más determinante, que no basta con el material


probatorio derivado de esa fuente viciada se encuentre vinculado con ella en
conexión exclusivamente causal de carácter fáctico, para que se produzca la
transmisión inhabilitante debe de existir entre la fuente corrompida y la prueba
derivada de ella lo que doctrinalmente se viene denominando "conexión de
antijuricidad", es decir, desde un punto de vista interno, el que la prueba ulterior
no sea ajena a la vulneración del mismo derecho fundamental infringido por la
originaria sino que realmente se haya transmitido, de una a otra, ese carácter
de inconstitucionalidad, atendiendo a la índole y características de la inicial
violación del derecho y de las consecuencias que de ella se derivaron, y desde
una perspectiva externa, que las exigencias marcadas por las necesidades
esenciales de la tutela de la efectividad del derecho infringido requieran el
rechazo de la eficacia probatoria del material derivado.

En definitiva, que para que tan nocivos efectos se produzcan es siempre


necesario que la admisión a valoración de una prueba conculque también, de
alguna forma, la vigencia y efectividad del derecho constitucional infringido por
la originaria que, de este modo, le transmite una antijuricidad que la obligación
de tutela de aquel derecho está llamada a proscribir. De no ser así, aunque la
segunda prueba haya sido obtenida a causa de la constitucionalmente
inaceptable, conservará su valor acreditativo, pues esa vinculación causal se ha
producido en virtud de unos resultados fácticos que no pueden excluirse de la
realidad y no existen razones de protección del derecho vulnerado que
justifiquen unas consecuencias más allá de la inutilización del propio producto
de esa vulneración.

Recordaba la STS 2210/2001 de 20.11, que el tema ha sido abordado


en diversas sentencias del Tribunal Constitucional que han deslindado
cuidadosamente la causalidad material de la causalidad jurídica en relación a la
extensión que ha de dársele a la nulidad de una prueba y las consecuencias
que de ella se deriven, de suerte que no es la mera conexión de causalidad la

379
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que permite extender los efectos de la nulidad a otras pruebas, sino la conexión
de antijuricidad la que debe de darse.

En palabras de la STS 161/99 de 3.11, es la conexión de antijuricidad


con las otras pruebas lo que permite determinar el ámbito y extensión de la
nulidad declarada, de suerte que si las pruebas incriminadoras "tuvieran una
causa real diferente y totalmente ajenas (a la vulneración del derecho
fundamental) su validez y la consiguiente posibilidad de valoración a efectos de
enervar la presunción de inocencia sería indiscutible..." Doctrina que constituye
un sólido cuerpo jurisprudencial del que pueden citarse las SSTC 81/98, 49/99,
94/99, 154/99, 299/2000, 138/2001.

En idéntico sentido podemos decir con la STS 498/2003 de 24.4 y la muy


reciente 1048/04 de 22.9, que hay que diferenciar entre las pruebas originales
nulas y las derivadas de estas ya directa o indirectamente, de acuerdo con lo
prevenido en el art. 11.1 LOPJ., de aquellas otras independientes y autónomas
de la prueba nula y ello porque si bien desde una perspectiva de causalidad
material pueden aparecer conectadas con el hecho constitutivo de la vulneración
del derecho deben estimarse independientes jurídicamente por proceder de
fuentes no contaminadas, como serían aquellas pruebas obtenidas fruto de
otras vías de investigación tendente a, establecer el hecho en que se produjo la
prueba prohibida, como sería el supuesto de nulidad de unas intervenciones
telefónicas que no extendería a los conocimientos policiales exclusivamente
obtenidos a través de vigilancias estáticas y seguimientos acordados al margen
de aquella intervención, o bien en aquellos casos en los que no se de la llamada
conexión de antijuricidad entre la prueba prohibida y la derivada.

En similar dirección el Tribunal Constitucional en sentencia 66/2009 de


9.3, ha precisado que la valoración en juicio de pruebas que pudieran estar
conectadas con otras obtenidas con vulneración de derechos fundamentales
sustantivos requiere un análisis a dos niveles: en primer lugar, ha de analizarse
si existe o no conexión causal entre ambas pruebas, conexión que constituye el
presupuesto para poder hablar de una prueba derivada. Sólo si existiera dicha
conexión procedería el análisis de la conexión de antijuricidad (cuya inexistencia
legitimaría la posibilidad de valoración de la prueba derivada). De no darse

380
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

siquiera la conexión causal no sería necesaria ni procedente analizar la


conexión de antijuricidad, y ninguna prohibición de valoración de juicio recaería
sobre la prueba en cuestión. En definitiva, se considera lícita la valoración de
pruebas causalmente conectadas con la vulneración de derechos
fundamentales, pero jurídicamente independientes, esto es, las pruebas
derivadas o reflejas (por todas SSTC. 81/98 de 2.4, 22/2003 de 10.2).

Por último el Tribunal Constitucional ha afirmado que la valoración


acerca de si se ha roto o no el nexo entre una prueba y otra no es, en sí misma
un hecho, sino un juicio de experiencia acerca del grado de conexión que
determina la pertinencia o impertinencia de la prueba cuestionada que
corresponde, en principio, a los Jueces y Tribunales ordinarios, limitándose el
control casacional a la comprobación de la razonabilidad del mismo (STC. 81/98
de 2.4, citando ATC. 46/83 de 9.2, y SSTS. 51/85 de 10.4,174/85 de 17.12, 63/93
de 1.3, 244/94 de 15.9). Particularmente interesante es la STS. 811/2012 de
30.10 que constata que en los países de nuestro entorno la eficacia indirecta de
la prueba ilícita no se aplica de forma absoluta o ilimitada, sino en una forma
matizada muy próxima a la doctrina de nuestro Tribunal Constitucional. Así por
ejemplo, en Portugal, donde la regla de exclusión de la prueba ilícita está
incorporada a la propia Constitución (art 32), el denominado "efecto-a-distancia",
o efecto reflejo de la nulidad en otras pruebas derivadas, está matizado por la
singularidad del caso, el tipo de prohibición de prueba vulnerado, la naturaleza
e importancia del derecho en conflicto, el bien jurídico o interés sacrificado, el
sujeto pasivo de la vulneración, etc.

En Italia, donde la regla de la "inutilizzabilitá" de las pruebas obtenidas


quebrantando prohibiciones legales fue incorporada al art 191 del Códice di
Procedura Penale de 1988, la polémica figura de la "inutilizzabilitá derivata" se
aplica también de forma matizada. La ausencia de una normativa específica
sobre la propagación de la nulidad, salvo en materia de secreto de Estado (Ley
3 de agosto de 2007) da lugar a soluciones jurisprudenciales muy variadas.
Como ejemplo de exclusión de la ineficacia derivada puede citarse la Sentencia
de la Corte de Casación, Cass. Sec.VI, de 27 de marzo de 2009.

381
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Algo similar se aprecia en la práctica procesal francesa con el "principio


de lealtad en la aportación de la prueba", en la alemana, en la que se aplica la
"teoría de la ponderación de intereses" por la que la vulneración de una
prohibición probatoria no conlleva necesariamente la prohibición de utilización
de la prueba derivada ("fernwirkung des Beweisverbots"), en función de la
gravedad del hecho y el peso de la infracción procesal concreta, o en el sistema
procesal penal holandés en el que la ilicitud probatoria se introdujo en 1996 en
el art 359 del Código de Procedimiento Procesal, pero en el que la calificación
de una prueba como derivada de otra prueba ilícita no acarrea necesariamente
la aplicación de una regla de exclusión, aplicándose los principios de
proporcionalidad y subsidiariedad.

Y si acudimos fuera del espacio judicial europeo, al propio Tribunal


Supremo norteamericano, pionero en la aplicación de esta doctrina (fruits of the
poisonous tree"), es indudable que resoluciones como

Hudson vs. Midhigan, o Herring vs. United States, han atenuado mucho
los efectos de la "exclusionary rule". Aun sin compartir, obviamente, esta
regresión, es claro que la aplicación absolutamente ilimitada de la regla de la
contaminación de los frutos del árbol prohibido carece en el sistema procesal
penal actual de referentes en el Derecho Comparado, por—lo que la aplicación
de la doctrina matizada del Tribunal Constitucional a través de la teoría, de la
conexión de antijuricidad resulta lo más coherente con el modelo procesal penal
vigente en los países de nuestro entorno.

Por último debemos destacar que la misma impugnación fue planteada


en el recurso de casación interpuesto contra la sentencia del Tribunal Superior
de Justicia de Valencia de fecha 8-2-2017, recaída en otra de las piezas
separadas de la trama Gürtel y resuelta por la STS 214/2018, de 8 de mayo, en
el que se denunciaba la vulneración del derecho fundamental a la tutela judicial
efectiva y a un proceso con todas las garantías resultante de la nulidad
declarada en la STS 79/2012 de las intervenciones entre los abogados y el
recurrente cuando se encontraba en prisión preventiva por esta causa, y que
desestimó tal pretensión, razonando que:

382
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Constatamos que, en la causa, no hay reflejo documental del aserto del


que parte el recurrente, se conoció la estrategia de la defensa. La expresión es
muy general, y no hay indicio alguno que permita concretar su contenido y,
desde luego, en la causa no hay reflejo documental que permita dar contenido
a la queja que expresa en el motivo. Por otra parte, el recurrente se limita a
generalizar sobre ese conocimiento de la línea de defensa, sin concretar la
producción de un efectivo perjuicio, ni siquiera lo expresa, limitándose a referir
un hipotético conocimiento.

Las consecuencias que el recurrente expone, que no detalla ni designa,


al limitarse a generalizar sus efectos, exige su concreción para establecer la
precisa relación causal que el art. 11.1 LOPJ exige. Lo que si constatamos es
que aquella nulidad, declarada tuvo consecuencias, una de ellas muy grave,
como la condena por delito de prevaricación, pero no resulta de la causa la
perpetración de otro efecto sobre el que acordar otras consecuencias. El
recurrente tampoco las dice, salvo la genérica afirmación sobre el conocimiento
de la línea de defensa que carece de reflejo concreto y tampoco la defensa la
expone.

Recordamos la jurisprudencia sobre esta materia. La STS 225/2017, de


3 de abril, declara que la doctrina de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional
tiene establecido que la ilicitud constitucional se extiende también a las pruebas
derivadas o reflejas si entre ellas y las anuladas por vulneración del art. 18.3 CE
existe una conexión natural o causal (que constituye el presupuesto para poder
hablar de prueba derivada de otra ilícitamente obtenida). En estos casos, la
regla general es que todo elemento probatorio que pretenda deducirse a partir
de un hecho vulnerador del derecho fundamental al secreto de las
comunicaciones telefónicas se halla también incurso en la prohibición de
valoración, aunque ha venido admitiendo que pruebas que sean jurídicamente
independientes de una vulneración, habiéndose reconocido como válidas y
aptas para enervar el principio de presunción de inocencia. Para establecer si
se está ante un supuesto en que debe aplicarse la regla general que se ha
referido o, por el contrario, nos encontramos ante alguna de las hipótesis que
permiten excepcionarla, habrá que delimitar si estas pruebas están vinculadas
de modo directo a las que vulneraron el derecho fundamental sustantivo, es

383
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

decir, habrá que establecer si existe o no una conexión de antijuridicidad entre


la prueba originaria y las derivadas (SSTC 81/1998, FJ 4; 49/1999, FJ 14;
94/1999, FJ 6; 171/1999, FJ 4; 136/2000, FJ 6; 28/2002, FJ 4; 167/2002, FJ 6;
261/2005, FJ 5; y 66/2009, FJ 4).

A su vez, para determinar si existe o no esa conexión de antijuridicidad,


se estableció en la STC 81/1998, de 2 de abril una doble perspectiva de análisis:
una perspectiva interna, que atiende a la índole y características de la
vulneración del derecho al secreto de las comunicaciones en la prueba originaria
(qué garantías de la injerencia en el derecho se han visto menoscabadas y en
qué forma), así como al resultado inmediato de la infracción (el conocimiento
adquirido a través de la injerencia practicada inconstitucionalmente). Y, en
segundo lugar, una perspectiva externa, que contempla las necesidades
esenciales de tutela que la realidad y efectividad del derecho al secreto de las
comunicaciones exige. Estas dos perspectivas son complementarias, pues sólo
si la prueba refleja resulta jurídicamente ajena a la vulneración del derecho y la
prohibición de valorarla no viene exigida por las necesidades esenciales de
tutela del mismo cabrá entender que su efectiva apreciación es
constitucionalmente legítima, al no incidir negativamente sobre ninguno de los
dos aspectos que configuran el contenido del derecho fundamental sustantivo
(SSTC 81/1998, 121/1998, 49/1999, 94/1999, 166/1999, 171/1999, 136/2000,
259/2005, FJ 7; y 66/2009, FJ 4)".

Desde luego, de los autos que se acuerdan la injerencia no resulta


ningún elemento en la causa que sea derivado de la intervención nula. No hay
reflejo documental en la injerencia.

Consecuentemente, el sentido del art. 11.1 de LOPJ implica no sólo que


no es posible valorar las pruebas obtenidas directamente con la vulneración del
derecho fundamental, sino también que no pueden ser utilizados legítimamente
como medios de investigación, o como datos para iniciar u orientar una
investigación penal, aquellos que hayan sido obtenidos violentando los
derechos o libertades fundamentales. El artículo 11.1 establece una prohibición
de valoración equiparando ambos supuestos; y que, en todo caso, la posibilidad

384
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de no aplicación de esa norma general debe valorarse como una excepción,


que, como tal, ha de venir especialmente justificada (STS 73/2014, de 12-3).

Los casos generalmente examinados hacen referencia a supuestos en


los que los datos obtenidos aparecen en la causa de forma independiente a la
vulneración, en referencia, entre otros, a los casos de hallazgo casual o de
descubrimiento inevitable en los que razonablemente se hubiera llegado a la
obtención del dato relevante por vías lícitas e independientes, o en los
supuestos de conexión especialmente atenuada por la escasa significación del
dato obtenido o por otras razones atendibles (STS 73/2014, de 12-3). También
se ha dicho por esta Sala que la llamada doctrina del "fruit of the poisonous tree"
(fruto del árbol envenenado) admite una corrección a través de otra teoría, la del
"inevitable discovery" (descubrimiento inevitable). Es decir, cuando la
experiencia indica que las circunstancias hubieran llevado necesariamente al
mismo resultado, no es posible vincular causalmente la segunda prueba a la
anterior, pues en tales casos faltará la llamada, en la terminología del Tribunal
Constitucional, "conexión de antijuricidad", que, en realidad presupone, en todos
los casos, una conexión causal. Por lo tanto, allí donde la prueba se hubiera
obtenido de todos modos, sin necesidad de recurrir a otra anterior, faltará la
conexión de antijuricidad, es decir, la relación causal de la primera con la
segunda. Con otras palabras: todo resultado que se hubiera producido aunque
una de sus condiciones no se hubiera dado, no es el resultado de esa condición
(SSTS 69/2013, de 31-1; 912/2013, de 4-12; y 963/2013, de 18-12).

Así las cosas, para que opere la prohibición de valoración de las pruebas
reflejas o derivadas se precisa que concurra una vinculación o un nexo no sólo
causal o natural entre la prueba ilícita y la derivada, sino que se exige también
un vínculo o nexo de antijuridicidad que permita afirmar que la ilegitimidad
constitucional de las primeras se extiende también a las segundas (conexión de
antijuridicidad).

Centrándonos en el caso concreto, constatamos que la prueba que ha


sido analizada y valorada no tiene relación alguna con las intervenciones
declaradas nulas. Tampoco el recurrente las expresa y tampoco cuál sea la
relación que permita declarar la causalidad entre la prueba valorada por el

385
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tribunal y la prueba declarada nula. En esas condiciones no cabe declarar, como


se pretende, la nulidad de todo el material probatorio, pues no hay relación
causal, conexión, ni tan siquiera una conexión natural. La nulidad de la injerencia
en las conversaciones, declarada nula, se produce, al inicio de las pesquisas
judiciales en averiguación del hecho delictivo. Por ello, tanto por su concurrencia
al tiempo del inicio de la investigación como la ausencia de efectos, no es posible
afirmar que existiera una obtención de material probatorio que fuera
consecuencia de la injerencia nula, por desvelar la estrategia de defensa, pues,
como antes se señaló, la nulidad tiene lugar en los inicios de la investigación,
siendo distintos los letrados, que intervienen a los que participaron en el juicio
oral, sin que la injerencia declarada nula permitiera conocer ninguna situación
que afecte a la defensa del recurrente. Tampoco lo expresa el recurrente, ni
resulta de la causa”.

Consecuentemente, el motivo se desestima.

50.- El motivo noveno por quebrantamiento de forma al amparo de


lo dispuesto en el art. 850.1 LECrim al haberse denegado por parte del
tribunal la admisión de una prueba testifical solicitada por la defensa que
era necesaria, útil y pertinente, suponiendo asimismo una vulneración del
derecho constitucional a la tutela judicial efectiva generando indefensión
al Sr. Crespo.

Cuestiona que se denegara la testifical de D. Vicente Maroto Mateos,


gestor procesal en las diligencias previas 275/2008: declaración que era
pertinente para determinar el grado de contaminación por las escuchas ilegales
y por tanto, la conexión de antijuridicidad, no solo de los representantes del
Ministerio Fiscal, sino también del policía firmante de los informes que obran en
el procedimiento.

El desarrollo del motivo hace necesario recordar como esta Sala, SSTS.
111/2010, de 24 de febrero; 629/2011, de 23 de junio; 157/2012, de 7 de marzo;
467/2018, de 15 de octubre, entre otras muchas, tiene declarado que la
Constitución entre los derechos que consagra el art. 24 CE, sitúa el derecho a

386
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

usar los medios de prueba que resultan pertinentes para su defensa. La


conculcación de este derecho, situado en el marco de un derecho fundamental
más genérico como es el derecho de defensa, solo adquiere relevancia
constitucional cuando produce real y efectiva indefensión. La relación de
instrumentalidad existente entre el derecho de la prueba y la prohibición de
indefensión hace que la constatación de una irregularidad procesal en materia
probatoria no es suficiente para que la pretensión de los recurrentes deba
aceptarse, pues para que sea así el defecto procesal ha de tener una
indefensión material concreta, por lo que si esta no se ha producido, tampoco
cabe apreciar la existencia de una indefensión desde la perspectiva
constitucional.

Como hemos recordado en reciente STS 292/2018, de 18 de junio, la


constitucionalidad, por virtud del artículo 24 de la Constitución Española del
derecho fundamental a utilizar los medios de prueba como inseparable del
derecho mismo a la defensa no se configura como un derecho absoluto e
incondicionado a que se practiquen todas las pruebas propuestas por las partes,
ya que como señala la doctrina del Tribunal Constitucional y del Tribunal
Supremo, el derecho a la prueba no desapodera al Tribunal competente de su
facultad para valorar, en cuanto a su admisión, la pertinencia de las propuestas
«rechazando las demás» (artículos 659 y concordantes de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal ), y en cuanto a su práctica la necesidad de las
admitidas pero cuya realización efectiva plantea dificultades o dilaciones
indebidas (Sentencias del Tribunal Supremo 1661/2000 de 27.11).

No existe para el tribunal la obligación de admitir toda diligencia de


prueba propuesta, o, en su caso, de suspender todo enjuiciamiento por
imposibilidad de practicar una prueba anteriormente admitida. Es necesario que
el Tribunal de instancia realice una ponderada decisión valorando los intereses
en conflicto, decidiendo sobre la pertinencia de la prueba y su funcionalidad. Ha
de valorarse, como se ha dicho, los intereses en juego: el derecho de defensa,
la pertinencia de la prueba propuesta y, en su caso, la necesidad de realizar el
enjuiciamiento impidiendo su demora.

387
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello, para una adecuada valoración del conflicto, la jurisprudencia ha


proporcionado dos criterios, el de la pertinencia y el de la relevancia. Por la
primera se exige una relación entre las pruebas y el objeto del proceso. La
relevancia presenta un doble aspecto, el funcional, relativo a los requisitos
formales necesarios para la práctica y desarrollo de la prueba y de la
impugnación; y el material, relativo a la potencialidad de la prueba denegada
con relación a una alteración del fallo de la sentencia (STS. 136/2000 de 31.1).
Así pues, para que tenga éxito un recurso de casación basado en este motivo,
es preciso que "el órgano judicial haya denegado la diligencia de prueba no
obstante merecen la calificación de "pertinentes", porque no está obligado el
Juez a admitir todos los medios de prueba que cada parte estime pertinentes a
su defensa "sino los que el Juzgador valore libre y razonablemente como tales".
Y dos son los elementos a valorar al respecto: la pertinencia, propiamente dicha,
y la relevancia de la prueba propuesta: «pertinencia» es la relación entre las
pruebas propuestas con lo que es objeto del juicio y constituye «thema
decidendi»; «relevancia» existe cuando la no realización de tal prueba, por su
relación con los hechos a que se anuda la condena o la absolución u otra
consecuencia penal relevante, pudo alterar la Sentencia en favor del
proponente, pero no cuando dicha omisión no haya influido en el contenido de
ésta, a cuyo tenor el Tribunal puede tener en cuenta el resto de las pruebas de
que dispone, por ello ha de ser necesaria, es decir que tenga utilidad para los
intereses de defensa de quien la propone, de modo que su omisión le cause
indefensión, y ha de ser posible, en atención a las circunstancias que rodean su
práctica (STS. 21.5.2004).

Esta Sala exige la concurrencia de unos requisitos de fondo necesarios


para que prospere este motivo del recurso, que podemos concretar en que la
prueba denegada:

1º) sea necesaria en el doble sentido de su relevancia y su no


redundancia

2º) sea posible en el sentido de que su realización sea factible

3º) su falta de realización ocasione indefensión al parte que formuló el


recurso y propuso como propia la prueba

388
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En la práctica habría que evaluar cada caso teniendo en cuenta el resto


del material probatorio de que dispuso y la incidencia que la prueba denegad
tuviera en la formación de la convicción el órgano decisorio para configurar la
resolución definitiva del proceso.

En definitiva, este motivo de casación no trata de resolver denegaciones


formales de prueba sino que es preciso que tal denegación haya producido
indefensión , de manera que el motivo exige demostrar, de un lado, la relación
existente entre los hechos que se quisieron y no pudieron probarse por la prueba
no admitida, y de otro lado, debe argumentar convenientemente que la
resolución del proceso podrí a haberle sido favorable al haberse aceptado la
prueba objeto de controversia (SSTS 104/2002, de 29 de enero, 581/2009, de 2
de junio).

En el caso actual se señala en el motivo que la referida testifical fue


interesada por la defensa del Sr. Crespo por escrito presentado el 6-10-2016,
iniciado ya el juicio oral, y en la 3ª sesión del mismo (10-10-2016) la
representante del Ministerio Fiscal, se opuso a la admisión “por ser
absolutamente impertinente” “por no guardar relación con los hechos objeto de
esta causa” “por ser la enésima ocasión en la que se trata de dirimir en este
procedimiento unos hechos que ya fueron objeto de depuración en el TS” y por
tratarse “de un intento desesperado e infructuoso de cambiar la posiciones de
las partes acusadoras y acusadas en esta causa”. En la misma sesión el tribunal
rechazó radicalmente la prueba, basándose en los argumentos del Ministerio
Fiscal, así como alegó que lo único que interesaba es la sentencia 79/2012.

La pretensión del recurrente es volver a introducir unos hechos que ya


fueron objeto de análisis y depuración en la STS 79/2009, en la que D. Vicente
Maroto prestó declaración como testigo, testifical que, por tanto, es ajena al
objeto de este proceso, sin que su testimonio tenga incidencia y utilidad en este
procedimiento y menos aún para acordar la retroacción de las actuaciones hasta
el momento anterior a la inadmisión de dicha prueba para que pueda ser
sometida al procedimiento probatorio oportuno en el plenario.

En efecto no resulta ocioso señalar que como ya hemos indicado esta


sala casacional al examinar el requisito de la necesidad de la prueba denegada

389
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

o la no suspensión del juicio por la no practica de una prueba admitida, establece


por todas STS 545/2014, de 26 de junio, que para que pueda prosperar un
motivo por denegación de prueba hay que valorar no sólo su pertinencia sino
también y singularmente su necesidad; más aún, su indispensabilidad en el
sentido de eventual potencialidad para alterar el fallo. La prueba debe aparecer
como indispensable para formarse un juicio correcto sobre los hechos
justiciables. La necesidad es requisito inmanente del motivo de casación
previsto en el art. 850.1 LECrim de su equivalente por infracción de precepto
constitucional, art. 852 LECrim, derecho a utilizar los medios de prueba
pertinentes. Si la prueba rechazada carece de utilidad o no es "necesaria" a la
vista del desarrollo del juicio oral y de la resolución recaída, el motivo no podrá
prosperar. El canon de "pertinencia" que rige en el momento de admitir la prueba
se muta por un estándar de "relevancia" o "necesidad" en el momento de
resolver sobre un recurso por tal razón.

Y en la misma resolución citada se precisa que en casación la revisión


de esa decisión ha de hacerse a la luz de la sentencia dictada, es decir, en un
juicio ex post. No se trata tanto de analizar si en el momento en que se
denegaron las pruebas eran pertinentes y podían haberse admitido, como de
constatar a posteriori y con conocimiento de la sentencia (ahí radica una de las
razones por las que el legislador ha querido acumular el recurso sobre
denegación de pruebas al interpuesto contra la sentencia, sin prever un recurso
previo autónomo), si esa denegación ha causado indefensión. Para resolver en
casación sobre una denegación de prueba no basta con valorar su pertinencia.
Ha de afirmarse su indispensabilidad. La superfluidad de la prueba, constatable
a posteriori convierte en improcedente por mor del derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas una anulación de la sentencia por causas que
materialmente no van a influir en su parte dispositiva.

51.- El motivo décimo por vulneración de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con los arts. 9.3 y 18.2 CE por vulneración del principio
de interdicción de arbitrariedad de los poderes públicos y del derecho a la

390
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

inviolabilidad del domicilio, al haber hecho uso de material probatorio


incautado en un registro y para cuya aprehensión no existía autorización
judicial, todo ello en relación con los arts. 546 y 579 LECrim.

Alega el recurrente que en el procedimiento Diligencias Previas


161/2000, tramitadas ante el Juzgado de Instrucción nº 5, se dictó auto de fecha
30-11-2005, autorizando la entrada y registro en el despacho profesional de Luis
de Miguel cuya parte dispositiva estaba perfectamente delimitada: “con el fin de
aprehender cualquier efecto relacionado con el delito contra la hacienda pública
y delito de blanqueo de capitales objeto de imputación, a fin de localizar e
intervenir toda aquella documentación o archivos informáticos que pudieran
referirse o afectar a las personas físicas y jurídicas citadas en los razonamientos
jurídicos de esta resolución”.

Añade que dicho auto constriñe con las concretas imputaciones contra
el Sr. de Miguel: su colaboración con un empresario concreto, Sr. Reparaz, en
la ocultación de parte de su patrimonio a través de la ideación y gestión de un
entramado societario conformado por SEMENTEIRA, S.A., PROMOCIÓN
NOVOMAR, S.A., NERVADA INVESTMENTS, GUADALMINA LA GARZA, S.L.
MURZHARY S.L., TOBERA, S.L. TRANSATUN, S.A. INCAMO CORRALEJO,
S.L., y por ello en la parte dispositiva del auto acordó que “cualquier pretensión
de extensión o ampliación de su contenido en términos de hechos delictivos
distintos exigirá su suspensión transitoria y puesta en conocimiento de este
juzgado a los fines de resolver lo que proceda”.

El motivo debe ser desestimado.

Con carácter previo resulta necesario dejar sentado que respecto a los
despachos profesionales –aquí de abogado- la línea jurisprudencial más común-
hemos dicho en STS 974/2012, de 5 de diciembre, es la de considerar que se
precisan de autorización judicial para su registro, dada la naturaleza de la
actividad que en ellos se desarrolla y la eventualidad de que se busquen datos
o efectos reservados que puedan afectar a la intimidad y ámbito privado de la
persona, y de los que, en este caso, el abogado se convierte en custodio –el art.
5.1 del Código Deontológico de la Abogacía Española dispone que: “la confianza
y confidencialidad en las relaciones entre cliente y abogado, insita en el derecho

391
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de aquél a su intimidad y a no declarar en su contra, así como en derechos


fundamentales de terceros, impone al abogado el deber y le confiere el derecho
de guardar secreto respecto de todos los hechos o noticias que conozca por
razón de cualquiera de las modalidades de su actuación profesional, sin que
pueda ser obligado a declarar sobre los mismos”.

En esta dirección la STS. 79/2012 de 9.2, hemos dicho que: “la


confidencialidad de las relaciones entre cliente y su letrado defensor, que
naturalmente habrán de estar presididas por la confianza, resulta un elemento
esencial (STEDH Castravet contra Moldavia, de 13 de marzo de 2007, p. 49; y
STEDH Foxley contra Reino Unido, de 20 de junio de 2000, p. 43). En la STEDH
de 5 de octubre de 2006, caso Viola contra Italia (61), se decía que “...el derecho,
para el acusado, de comunicar con su abogado sin ser oído por terceras
personas figura entre las exigencias elementales del proceso equitativo en una
sociedad democrática y deriva del artículo 6.3 c) del Convenio. Si un abogado
no pudiese entrevistarse con su cliente sin tal vigilancia y recibir de él
instrucciones confidenciales, su asistencia perdería mucha de su utilidad.

Además, las restricciones de estas comunicaciones –o el apoderamiento


en su registro de datos que figuren en los archivos del letrado relativos a su
asesoramiento profesional-suponen otras muy sustanciales en otros derechos.
En primer lugar, el derecho a no declarar. La comunicación con el letrado
defensor se desarrolla en la creencia de que está protegida por la
confidencialidad, de manera que en ese marco es posible que el imputado, solo
con finalidad de orientar su defensa, traslade al letrado aspectos de su conducta,
hasta llegar incluso al reconocimiento del hecho, que puedan resultar relevantes
en relación con la investigación.

En segundo lugar, el derecho al secreto profesional. Concebido como un


derecho del letrado a no revelar los datos, de la clase que sean, proporcionados
por su cliente, o, con carácter más general, obtenidos en el ejercicio del derecho
de defensa (artículo 416 de la LECrim y 542.3 de la LOPJ), opera también como
un derecho del imputado a que su letrado no los revele a terceros, ni siquiera
bajo presión. El conocimiento indebido del contenido de las comunicaciones
entre ambos, pues, dejaría en nada este derecho.

392
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En tercer lugar, el derecho a la intimidad. La relación entre el imputado y


su letrado defensor se basa en la confianza, de forma que es probable que el
primero traslade al segundo cuestiones, observaciones o preocupaciones que
excedan del derecho de defensa para residenciarse más correctamente en el
ámbito de la privacidad, que solo puede ser invadido por el poder público con
una razón suficiente.

En este sentido la STEDH de 22.5.2008, caso Ililla Stelanor c. Bulgaria,


consideró que el registro de la oficina de un abogado, incluyendo los datos
electrónicos, equivale a injerencia en su vida privada, lesiva por ello, del art. 8
del Convenio.

No se trata, por otra parte, de derechos absolutos. El TEDH, en la


Sentencia Viola contra Italia, de 5 de octubre de 2006, señaló que “...el acceso
de un acusado a su abogado puede estar sometido a restricciones por razones
válidas. Se trata de saber en cada caso si, a la luz del conjunto del
procedimiento, la restricción privó al acusado de un proceso equitativo”.

Pero sus posibles restricciones, que no siempre son aceptables en la


misma medida, requieren, según la interpretación que el TC ha hecho de la
Constitución y el TEDH del Convenio, del cumplimiento suficiente de, al menos,
tres exigencias, resumidas en la STC. 233/2005 de 26.9, tras afirmar que los
datos con transcendencia económica (y por ende tributaria) están incluidos en
el ámbito de la intimidad constitucionalmente protegido, declara que para que la
afectación de la intimidad constitucionalmente protegido en el art. 18.1 CE, es
preciso que concurran cuatro requisitos: en primer lugar, que exista un fin
constitucionalmente legítimo; en segundo lugar, que la intromisión en el derecho
esté prevista en la ley; en tercer lugar que como regla general, la injerencia
acuerde mediante una resolución judicial motivada establecida en ocasiones de
forma expresa y en otras de forma implícita, según ha establecido el Tribunal
Constitucional, aunque su forma y características admita algunas matizaciones
en función de la entidad de la restricción; y, finalmente, que se observe el
principio de proporcionalidad, esto es, que la medida adoptada sea idónea para
alcanzar el fin legítimo perseguido con ella, con una justificación suficiente en el
supuesto concreto, que tenga en cuenta los indicios disponibles en el caso, la

393
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

necesidad de la medida y el respeto al principio de proporcionalidad (STEDH de


2.11.91 caso S. contra Suiza y 31.1.2002, caso Sanz contra Austria).

En STS. 2026/2001 se decía que: “El secreto profesional que protege a


las relaciones de los abogados con sus clientes, puede, en circunstancias
excepcionales, ser interferido por decisiones judiciales que acuerden- entre
otras- la intervención telefónica de los aparatos instalados en sus despachos
profesionales. Es evidente que la medida reviste una incuestionable gravedad y
tiene que ser ponderada cuidadosamente por el órgano judicial que la acuerda,
debiendo limitarse a aquellos supuestos en los que existe una constancia,
suficientemente contrastada, de que el abogado ha podido desbordar sus
obligaciones y responsabilidades profesionales integrándose en la actividad
delictiva, como uno de sus elementos componentes.

Cuestión distinta –hemos dicho en STS. 347/2012 de 25.4 es la


concerniente a la motivación del auto que ordena la entrada y registro. En
diversos precedentes de esta Sala hemos señalado que la motivación del auto
que dispone una medida de instrucción que la ley autoriza a tomar sin
conocimiento del afectado y que, como tal, no puede ser recurrida, no necesita
hacer constar especiales razonamientos que informen a dicho afectado de las
razones que debería combatir ante el tribunal de alzada si tuviera a su
disposición un recurso. La legitimidad del auto en cuestión, por lo tanto,
depende de si la medida adoptada por el Juez de Instrucción era o no necesaria,
a la luz de la información con la que el Juez contaba en el momento de la
decisión.

En este sentido en lo que se refiere a la valoración de estos datos como


indicios suficientes debe exigirse que consten los que el órgano judicial ha tenido
en cuanto como apoyo para considerar razonable y fundada la sospecha acerca
de la comisión de un delito y de la participación en él del sospechoso, pero no
es necesario que se alcance el nivel de los indicios racionales de criminalidad,
propios de la adopción del procesamiento. Es de tener en cuenta, que en el
momento inicial del procedimiento en el que ordinariamente se acuerda la
entrada y registro no resulta exigible una justificación fáctica exhaustiva, pues
se trata de una medida adoptada, precisamente, para profundizar en una

394
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

investigación no acabada, por lo que únicamente pueden conocerse unos


iniciales elementos indiciarios. Pero sin duda han de ser superadas las meras
hipótesis subjetivas o la simple plasmación de la suposición de la existencia de
un delito o de la intervención en él de una determinada persona, pues en este
caso la invasión de la esfera de intimidad protegida por un derecho fundamental
dependería exclusivamente del deseo del investigador, sin exigencia de
justificación objetiva de ninguna clase, lo que no es tolerable en un sistema de
derechos y libertades efectivos".

Asimismo, y dado que la apreciación de conexión entre la causa


justificativa de la medida -la investigación del delito- con las personas que
pueden verse afectadas por la restricción del derecho fundamental constituye el
presupuesto lógico de la proporcionalidad de la misma resulta imprescindible
que la resolución judicial haya dejado constancia también de las circunstancias
que pueden sustentar la existencia de dicha conexión" (S.S.T.C. 171/ 99 y 8/00).

52.- Expuesto lo que antecede la cuestión planteada he sido resuelta por


la sentencia de instancia, pág. 413 a 415 con argumentos que deben ser
asumidos en esta sede casacional.

En efecto el propietario del despacho profesional donde se realizó el


registro era Luis de Miguel Pérez, previamente una de las personas enjuiciadas
y condenadas en el presente procedimiento.

Los documentos así ocupados eran por tanto relativos a una misma
actividad delictiva realizada por distintas personas y el hecho de que por razones
prácticas se hayan formado piezas separadas, dividiendo así el enjuiciamiento
de los distintos implicados no supone obstáculo alguno a la tesis que se
mantiene en la sentencia, que razona:

“Hay que incidir en que toda la documentación intervenida en el


despacho de LUIS DE MIGUEL, ya fuera en papel, ya informática, se consiguió
tras la preceptiva autorización judicial, obtenida tras el auto dictado. con fecha
30/11/2005 en las D.P. 161/2000, y que la Fiscalía hace uso de algo que ya se
encontraba incorporado a un procedimiento judicial, en el que, porque, sin salir

395
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de él, se podría haber utilizado de igual manera, basta con que cuando se incoe
el nuevo, que son las presentes actuaciones, en el auto de incoación, de
06/08/2008, se acuerde incorporar testimonio de la entrada y registro del
despacho "DE MIGUEL" obrante en las D.P., por error se dice 161/05, cuando
es 161/00, porque nadó más, había necesidad de decir, cuando en todo
momento estuvo controlado judicialmente el registro efectuado en dicho
despacho y el material que, con motivo del mismo, se incautó. Lo que sucede
es que el material informático intervenido aportó mayor información que la luego
acabó siendo necesaria para lo que se decidió que quedara delimitado el objeto
de ese proceso, pero esto no debe confundirse con que ese registro no
autorizase para intervenir cuanto material se intervino; lo fundamental es que, a
cuanta información se accedió, contaba con autorización y se llevó a cabo bajo
control judicial, que no se perdió en ningún momento en que se ha hecho uso
de ella, y muestra de ello es que, cuando vuelve a un nuevo procedimiento, en
el auto de incoación de este se acuerda incorporar lo actuado en el anterior,
relativo al registro del despacho del letrado en que se interviene el material.

A modo de resumen, decir que, cuando se autoriza el registro en el


despacho de LUIS DE MIGUEL, es por su presumible implicación en
actividades, delictivas relacionadas con la circulación de fondos a través de
paraísos fiscales con finalidad defraudatoria, lo que da cobertura suficiente para
que la obtenida con motivo de dicho registro pueda ser utilizada en la presente
causa, y, tanto es así, que el propio LUIS DE MIGUEL, en trámite de cuestiones
previas, una de las que alegó fue la excepción de cosa juzgada, que, aunque
más adelante veremos que no puede ser estimada, sin embargo él mantenía
que en este juicio se le acusa de los mismos delitos y por los mismos hechos
aunque el cliente es distinto, y fue condenado por esta misma Sección, como
cooperador de delito fiscal, por el periodo de 2'000 a 2006. Se trata de la
Sentencia 7/13, de 03/04/2013, de esta Sección (aranzadi digital.es, JUR
2013\269426), dimanante de, D.P. 223/2006 del JCI n°5, en que se le condenó
por ocho delitos contra la Hacienda Pública, de ellos cinco por defraudaciones
del IRPF (años 2000 a 2004) y tres del IP (años 2002 a 2004), y por uno de
blanqueo de capitales, que, tras ser revisada en casación, fue absuelto por el

396
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito de blanqueo de capitales, en STS 182/2014, de 11/03/2014 (aranzadi


digital.es, RJ 2014\1902).

Por lo tanto, la anterior alegación y las resoluciones que la confirman,


vienen a corroborar que cuanta información se obtuvo del registro efectuado en
ese despacho, siempre con control judicial, era relativa a una misma actividad
delictiva, utilizable, en consecuencia, toda ella para acreditación de la misma
actividad ,fraudulenta, con independencia de quienes fueran las personas
investigadas,, que es lo que, en definitiva, ha sucedido, por cuanto que tal
información se utilizó para investigar en las D.P. 161/2000 a unas personas,
mientras que en el presente se ha utilizado para investigar a otras. Lo importante
es que la investigación versaba en torno a las estructuras societarias creadas
por este acusado, y de ellas se valió en la causa por la que fue condenado, así-
como en la presente, para cometer los delitos que aquí se le acusa.

Por lo demás, y para el caso de que se insistiera que la presente causa


no guarda esa relación con las anteriores D.P. 161/2000, decir que nada
obstaría a que en esta se utilice el material intervenido en aquella, entendida
como causa distinta, si estamos a lo que dispone el art. 588 bis i, en relación
con el 579 bis LECrim, tal como quedaron redactados, tras la reforma habida
por LO 13/2015, que autorizan el uso de información obtenida en procedimiento
distinto, siempre que al nuevo se incorpore testimonio de los particulares que en
el anterior legitimaron la injerencia, entre ellos la solicitud inicial para .la
adopción de la medida y la resolución judicial que la acuerda, que, en el caso
que nos ocupa, así ha sucedido, en que se ha unido el auto de 30 de noviembre
de 2005, donde se explica que los antecedentes para autorizar la entrada y
registro en el despacho de abogados dé LUIS DE MIGUEL se encuentran en un
previo informe del Ministerio Fiscal, que da por reproducido el propio auto, y en
dos informes de la ONIF relacionados con el referido despacho y sus actividades
desarrolladas en paraísos fiscales, en que se investigaba la presumible comisión
de delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales, y que tiene
por objeto "confirmar quiénes son los verdaderos titulares de los fondos, conocer
la totalidad de la estructura, determinar de qué forma y a nombre de quien están
en la actualidad invertidos los fondos, averiguar el alcance de la implicación de
los despachos españoles en la creación y gestión de las estructuras "Off Shore"

397
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para éstos y otros clientes y, finalmente, localizar y obtener documentos que


permitan confirmar las conclusiones a las que llega la ONIF en sus informes".

Una última consideración, para decir que el referido registro, realizado el


30/11/2005 en el despacho de LUIS DE MIGUEL; ya fue impugnado por
vulneración de derechos fundamentales en el curso del juicio celebrado en esta
misma Sección, y rechazada tal impugnación en la instancia, en la Sentencia
7/2013, así como con motivo del recurso de casación que se interpuso contra la
misma, en STS 182/2014.

Sentencia ésta que dice literalmente:

<<Cómo ya apuntábamos desde el principio, la medida fue necesaria y


útil, remitiéndonos al FJ segundo de la sentencia –f. 12 donde se recoge que:
"Examinados los mandamientos de entrada y registro dimanantes del auto
impugnado, así como las actas correspondientes (Fs. 268 y ss; Tomos I, II y III)
interviniéndose abundante y diversa documentación así como archivos
informáticos dando lugar a la confección de los informes de la Agencia Tributaria
combatidos-no se observa ninguna circunstancia que acredite vulneración de
derecho fundamental alguno; todo lo contrario, el auto de 30.11.2005 es
ajustado a derecho conforme a lo establecido en el art. 558 LECR y doctrina
Constitucional al efecto: motivación, idoneidad, necesidad y proporcionalidad,
practicándose los registros sin ninguna incidencia, según manifestaron al
Tribunal los guardias civiles no NUM000 , no NUM001 , no NUM002, NUM003,
no NUM004 y no NUM005 , quedando depositados los efectos intervenidos en
las dependencias de la Unidad de Investigación del Fraude de Hacienda para
su análisis."

Y las diligencias se ejecutaron en la forma prevista en la Ley-como


consta en las correspondientes actas de 30-11-2005- quedando efectivamente,
según se hace constar en ellas (f.634 y 757 vtº), “todos los efectos intervenidos
relacionado a disposición del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la
Audiencia Nacional, quedando en esos momentos en poder de la Agencia
Tributaria”.

398
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por todo ello, no pudiéndose apreciar la causa de nulidad invocada, y en


consecuencia, tampoco el conculcamiento los derechos constitucionales
referenciados, el motivo ha de ser desestimado>>.

53.- El motivo undécimo al amparo de lo dispuesto en los arts. 852


LECrim y 5.4 LOPJ, ambos en relación con el art. 24.2 de la CE, por
vulneración del derecho fundamental al juez ordinario predeterminado por
la Ley, y correlativamente con los arts. 6.1 del CEDH, y 14.1 del PIDCP, todo
ello al haberse quebrantado las normas de reparto de la Audiencia
Nacional.

El motivo se desestima.

Las normas de reparto son disposiciones públicas, aunque de carácter


interno que no tienen por finalidad establecer la competencia, lo que
corresponde a las leyes procesales, sino regular la distribución de trabajo entre
órganos jurisdiccionales que tienen la misma competencia territorial, objetiva y
funcional, por lo que la eventual infracción de las mismas no da lugar sin más
exigencias a la vulneración de ningún derecho fundamental (SSTS 1313/2000,
de 21 de julio; 917/2001, de 16 de mayo).

La STS 53/2007, de 23 de enero recuerda que “el reparto solo supone


una distribución de asuntos -entre distintos órganos- que no puede afectar a una
competencia objetiva y funcional y en ningún caso, trascendencia a un derecho
fundamental, de tal modo que supusiera una vulneración del derecho al Juez
ordinario a que se refiere el texto constitucional”, insistiendo la STS 1106/2007,
de 4 de mayo, en que las normas de reparto constituyen reglas o criterios
internos que en los partidos judiciales y otras demarcaciones con varios órganos
de la misma clase, se establecen con la finalidad de distribuir entre ellos el
trabajo. Dichos órganos deben tener la misma competencia territorial, objetiva y
funcional, y desde luego tales normas no sirven para establecer una
competencia que inicialmente ya les corresponde, aunque sea con carácter
provisional. Lógicamente, tales aspectos no tienen repercusión alguna en orden

399
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a la determinación de juez natural. En definitiva cualquier infracción de las


normas de reparto no tiene repercusión competencial”.

Y el Tribunal Constitucional, por su parte, ha señalado que, desde la STC


47/83 ha quedado establecido que lo que exige el art. 24.2 CE en cuanto
consagra el derecho constitucional al juez ordinario predeterminado por la ley,
es que el órgano judicial haya sido creado previamente por la norma jurídica,
que ésta le haya investido de jurisdicción y competencia con anterioridad al
hecho motivador de la actuación o proceso judicial y que su régimen orgánico y
procesal no permite calificarlo de órgano especial o excepcional (SSTC 23/86,
de 14 de febrero; 148/87, de 28 de septiembre; 138/91, de 20 de junio; 307/93,
de 25 de octubre; 191/96, de 26 de noviembre). Por ello sin que en principio, las
normas de reparto de los asuntos entre diversos órganos judiciales de la misma
jurisdicción y ámbito de competencia, afecte al juez legal o predeterminado por
la ley, por lo que la interpretación y aplicación de las normas de reparto de
asuntos es ajena al contenido constitucional del derecho al juez ordinario
predeterminado por la ley (STC 170/2000, de 26 de junio) pues todos ellos
gozan de la misma condición legal de juez ordinario (TC 25-2-2003).

En el caso presente la sentencia de instancia analiza la impugnación


planteada con una fundamentación racional y lógica, al decir que: “En lo relativo
al quebrantamiento de las normas de reparto, tendremos en cuenta dos
premisas, una, traída de lo que acabamos de decir, para insistir en la identidad
sustancial que existe en los hechos investigados en la presente causa y la
seguida como D.P. 161/2000, consistente, en ambas, en esa técnica
defraudatoria tejida a través de un entramado societario, utilizado para, de
manera opaca, sacar importantes cantidades de dinero de España y luego
reintegrarlo ilícitamente. O, dicho de otro modo, es esa técnica defraudatoria, y
la investigación sobre el entramado societario que se teje para ello, el hecho
objeto de investigación, y el que tal hecho, luego, se califique o se subsuma en
diferentes delitos, no debe ser utilizado para desvirtuar el enfoque que hay que
dar a esta cuestión, porque, sabido es, que el objeto del proceso lo constituye
el hecho y no la calificación que al mismo se dé.

400
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La segunda premisa lo constituye el antecedente, consistente en el auto


26/2010, dictado con fecha 22/03/2010 por TSJM (CENDOJ,
ECLI:ES:TSJM:2010:1942A), que resuelve el recurso de apelación interpuesto
contra el auto de incoación del JCI, de 06/08/2008,, que. confirma, cuyo criterio
damos por reproducido.

Con motivo de dicho recurso se utilizaron argumentos que, ahora, se


reiteran. Se invocó la vulneración del derecho al juez ordinario predeterminado
por la ley e inobservancia de normas de reparto, que se hacía girar en que la
denuncia de Fiscalía se presentó directamente ante el JCI n° 5, con la finalidad
soslayar dicho reparto, y no ante el Decanato, que era a quien hubiera
correspondido hacer la asignación, tras efectuar las comprobaciones oportunas
sobre si existía identidad de asunto, extremo que negaban los recurrentes.

Sentado, como hemos dicho, que esa sustancial identidad existía,


incluso, asumiendo que, efectivamente, la denuncia no hubiera pasado por
Decanato, ese reproche de nulidad que se pretende derivar a todo el
procedimiento estaría abocado al fracaso, porque, en el mejor de los casos, tal
circunstancia habría supuesto una mera irregularidad, sin mayor trascendencia,
ya que, existiendo esa identidad, que era lo determinante para asignación de la
investigación por antecedentes, fuera por una vía o fuera por otra, en cualquier
caso, la investigación correspondía al JCI n° 5. En consecuencia, solo por esto,
ni siquiera podemos compartir la consideración que hacía la defensa de
CARLOS CLEMENTE AGUADO, cuando, anticipándose a lo que pudieran
esgrimir las acusaciones, reprochaba que estas llegaran a alegar que es igual
que fuera uno u otro juez el instructor y que, por ello, no habría problema
mientras no se vulnerase la competencia objetiva, porque, aunque admitía que
esto es así con carácter general, continuaba diciendo que aquí no era
trasladable, dadas las especiales e insólitas circunstancias del presente asunto.

Así pues, descartada la existencia de tales irregularidades invalidantes,


hacemos nuestras las palabras de la acusación popular ejercida por Carmen
Ninet, recogidas de la STS 27/2016 de 28/01/2016, para el caso de que se
siguiera insistiendo en una irregular aplicación de la norma de reparto, en que,
citando la STS 39/2002, decía que "las normas de reparto tienen naturaleza

401
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

interna o doméstica, y por tanto, su transgresión no puede tener la incidencia


anulatoria que se pretende".

Sucede, sin embargo, que la denuncia presentada por la Fiscalía el día


4, aunque materialmente se depositara en el JCI n° 5, no supuso la inmediata
incoación de las presentes diligencias, sino que dio lugar a que la Secretaria
Judicial se dirigiera al Decanato al día siguiente (folio 3, Tomo 1), solicitando
DAN, a fin de poder incoar nuevas Diligencias, a lo que respondió el Decanato
ese mismo día 5 en los siguientes términos:”.

Consecuentemente sería de aplicación la doctrina sentada en las SSTS


290/2014, de 21 de marzo y 237/2015, de 23 de abril que indican: “aunque
admitiésemos como verdaderas las cábalas de la defensa, no podría hablarse
en rigor de infracción del derecho al juez ordinario predeterminado por la ley:

a) Es la Audiencia Provincial la que finalmente ha enjuiciado los hechos.


Ese derecho fundamental, no constitucionaliza todos los temas de competencia
o reparto resueltos con arreglo a criterios legales. Menos aún cuando el órgano
de enjuiciamiento no ha sido alterado.

b) La vulneración de las normas de reparto (que, como se dice, no ha


existido) debiera haberse alegado con anterioridad (art. 68.4 y 4 LECivil). La
relación con el derecho al juez ordinario de las normas de reparto de asuntos es
muy marginal (vid. SSTS 39/2011, 619/2006, de 5 de junio, 757/2009, de 1 de
julio o 1045/2011, de 14 de octubre). Todos los Jueces de Instrucción de la
ciudad ostentaban competencia territorial, funcional y objetiva para conocer de
los hechos. Una asignación equivocada no podría tener mayor incidencia que la
que comporta una hipotética falta de competencia territorial en la fase de
instrucción: cuando es tardíamente puesta de manifiesto no ha de tener
trascendencia alguna si el enjuiciamiento es realizado por el órgano
objetivamente competente (ver STS 757/2009, de 1 de julio).

Ha declarado el Tribunal Constitucional que la tramitación por un órgano


territorialmente incompetente en la fase de instrucción no invalida sus
actuaciones; tan solo será necesario que la instrucción prosiga ante el órgano
competente. Si es ya durante la fase intermedia cuando se decide la

402
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

competencia en favor de otro territorio eso no comporta retrotraer las


actuaciones aunque la fase de instrucción en su totalidad se haya llevado a cabo
por un juez territorialmente incompetente. En la medida en que el enjuiciamiento
se verifica por un órgano competente e investido de imparcialidad, en nada
queda afectado del derecho al “juez natural” por eventuales irregularidades en
la instrucción salvo que se muestre que han condicionado, contaminado o
influido en el enjuiciamiento en alguna forma indebida (vid. STC 69/2001, de 17
de mayo).

Todas estas consideraciones debieran ser matizadas en el caso de que


efectivamente se detectase una espuria actuación policial tendente a elegir al
juez. Pero ni siquiera esa injustificada hipótesis podría sin más llevar a anular el
enjuiciamiento efectuado por el órgano jurisdiccionalmente competente y, sobre
todo, ningún indicio apoya ese infundado reproche de la defensa, en todo caso
amparado por la amplitud que debe conferirse al ejercicio del derecho de
defensa”.

54.- El motivo duodécimo por infracción de precepto constitucional


al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ
por vulneración del art. 18 CE en cuanto al derecho a la intimidad y a la
inviolabilidad del domicilio, en relación con los arts. 24.1, 24.2, 120 y 9.3
CE por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, vulneración de
un proceso con todas las garantías relacionadas con los arts. 6 y 8 de
CEDH dado que han sido admitidos y valorados por parte de la sentencia
recurrida medios de prueba obtenidos de forma ilegal, infringiendo normas
esenciales del procedimiento generando una evidente indefensión,
concurriendo en el presente caso una evidente nulidad de pleno derecho
de las diligencias de entrada y registro decretadas en la instrucción y en
consecuencia, de todos los medios de prueba obtenidos por medio o como
consecuencia de dichas diligencias de entrada y registro por no
encontrarse el recurrente presente en los registros delas sedes de las que
él era administrador.

El motivo deviene inadmisible.

403
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tal cuestión, también planteada en la instancia, fue acreditada por la


sentencia recurrida (pág. 366 y ss) con argumentos que deben ser asumidos en
esta sede casacional. Así señala:

<<... en el caso del registro de la calle Serrano, contamos con la


declaración del propio PABLO CRESPO, prestada en la sesión del día
27/10/2016, quien, a preguntas de su letrado, aportaba los suficientes datos
como para descartar irregularidad alguna que privara de eficacia a dicho
registro.

Relataba en el curso de esa declaración que le llamaron por teléfono


desde las oficinas de la calle Serrano 40, donde, cuando se presenta, había dos
agentes de paisano, que se identifican como tales y le leyeron sus derechos, le
engrilletaron y subieron a dicha sede, en la que había una persona que se
identificó como Secretario Judicial, le enseñó la orden de registro y le dijo que
tenía que delegar en otra persona para que continuase el registro ya que él tenía
que asistir al que se practicase en su propio domicilio. Explicó que su situación
era la de una persona que acababan de detener con los grilletes puestos, le
dijeron que tenía que designar a una persona para que estuviera presente y lo
hizo en una empleada de una de las empresas radicadas allí, y se trasladó a su
domicilio, donde estuvo en el registro que en él se realizó (R 4), que calculó que
duraría dos o tres horas, y después le llevaron al registro de la sede de
PASADENA VIAJES (R 6), sito en la calle Blasco de Garay, donde calcula que
estuvo desde las 16 hasta las 23 horas del día 6. Dijo que solo comió un
bocadillo y una Coca Cola, y que no estuvo “exactamente presente”, porque le
subieron a un piso de arriba, al despacho del director de la agencia, y lo que
presenció es que había seis o siete personas entre miembros de la policía y de
la AEAT; dijo también que, al margen de la lectura de derechos cuando le
detuvieron y mostrarle el auto que autorizaba la entrada y registro en la sede de
las empresas en su casa y en la de PASADENA, no le informaron ni del tiempo
que iba a durar aquella detención, solo que era por orden del JCI nº 5 y se le
mostró la parte dispositiva del auto.

Como decimos, estas solas manifestaciones del acusado las


consideramos suficientes para no poner tacha alguna que invalide el registro.

404
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Desde luego, ayudan a aclarar esa presencia del propio PABLO CRESPO, que,
ciertamente, no permaneció durante la totalidad del registro efectuado en la
sede de la calle Serrano, aunque sí lo suficiente como para que no se cuestione
la diligencia, habida cuenta que, en ese tiempo que estuvo, delegó en la
empleada de una de las empresas ubicadas en dicha sede para que estuviera
presente, cumpliéndose así con la previsión que establece el art. 569 LECrim,
que dice que “el registro se hará a presencia del interesado o de la persona que
legítimamente le represente”; y qué duda cabe que había que delegar en alguien
para que le representase, y nadie mejor que una empleada de una de las
empresas que pudiera verse afectada por el registro lo era, pues se tenía que
practicar simultáneamente otro registro, este en el domicilio del propio PABLO
CRESPO, que, este sí, debería hacerse a su presencia.

Pues bien, siendo cierto que la presencia del interesado es necesaria


para la práctica del registro de su domicilio, no cabe poner tacha alguna al que
se realizó en la sede de las empresas en la calle Serrano porque no hubiera
estado presente en él PABLO CRESPO, cuando simultáneamente había que
realizar otro en su domicilio, mucho menos cuando delegó su presencia en otra
persona, porque en una situación como esta, así como en otras que excepciona
la jurisprudencia por la imposibilidad de estar en varios sitios a la vez, cabe la
práctica de la diligencia aun no estando presente.

Al respecto, podemos traer a colación la cita tomada de la STS 420/2014,


de 02/06/2014 (FJ 3º) que dice como sigue: “En definitiva, la doctrina
jurisprudencial sobre la asistencia del interesado al registro puede resumirse
muy sintéticamente diciendo que en el supuesto de que el imputado se
encuentre detenido, bien con anterioridad al registro o bien en el propio acto del
mismo, es imprescindible como regla general su asistencia el registro, so pena
de nulidad de la diligencia, salvo excepciones por causa justificada,
encontrándose entre estas excepciones los supuestos de hospitalización,
detención en lugar alejado o registros simultáneos”.

Siendo esto así, y debiéndose practicar simultáneamente varios registros


en los que tendría interés este acusado, parece razonable su presencia, más
que en ningún otro, en su propio domicilio, precisamente porque era su

405
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

domicilio, y no en los demás edificios o lugares cerrados, como eran las oficinas
de unas empresas, en las que, además de que había en quien delegar, nada se
nos dice sobre si había algún tipo de información sensible que pudiera afectar
algún derecho de especial protección constitucional.

Y, precisamente, porque se debieron practicar diversos registros, no es


admisible que se considere irregular, como pretende la defensa, el dejar
constancia de la presencia del agente 76.134 en el de la calle Serrano, que duró
más de 16 horas, porque, aunque no hubiera estado allí todo el tiempo, no se
debería ignorar que lo dirigió y que, por razones de coordinación, bien pudo
haber necesidad de que, desde dependencias policiales, atendiera a otras
cuestiones de interés para la investigación. Lo fundamental del registro es que
quede constancia de lo registrado y de esto no solo da fe el secretario judicial,
sino que quedó corroborado por el testimonio de los funcionarios policiales que
intervinieron en él>>.

Igualmente la misma cuestión fue planteada y resuelta por la STS


214/2018, de 8 de mayo, dictada en la pieza “Fitur” en los siguientes términos:

“Este motivo, como los anteriores, es prolijo en su contenido y expresión


de la queja que plantea. Sostiene la vulneración del derecho fundamental a la
inviolabilidad del domicilio. Argumenta que el registro de la oficina de la calle
Serrano 40 se practicó sin la presencia del acusado que se encontraba detenido.
Concreta la impugnación refiriendo que de los tres registros practicados, en las
calles Serrano 40, Chafarinas 21 y en Blasco de Garay 14, sólo el primero, el de
la calle Serrano 40 no estuvo presente este recurrente quien delegó su
asistencia en la empleada Concepción Tejero, designada por el propio
recurrente, que aceptó esa delegación.

El motivo carece de contenido casacional y se desestima.

En la secuencia de los hechos comprobamos que, ordenada la entrada


y registro de los tres domicilios, se constata que el primero y tercero son oficinas
de las que el imputado Crespo era gerente, pertenecían al grupo de empresas
del que era accionista mayoritario el recurrente. La segunda era una vivienda
particular, el domicilio del Sr. Crespo. La fuerza instructora cuando practica la

406
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

entrada en el primer domicilio reseñado, el de la calle Serrano, en el exterior de


la oficina es detenido el coimputado Crespo a quien se le notifica la diligencia
acordada, concretamente, la orden judicial, y tras comprobar la naturaleza de
oficina del inmueble es conducido a su domicilio de la calle Chafarinas, porque
allí también se iba a realizar un registro que afecta de manera relevante a la
intimidad. Para posibilitar esa actuación, el propio Sr. Crespo delega en la
persona que él indica para estar presente en la diligencia de registro de la
oficina. En la argumentación denuncia, sin base alguna, que esa delegación se
realizó bajo la presión policial.

El motivo se desestima. Nos encontramos ante una situación que


presenta ciertas singularidades que es preciso destacar para proporcionar un
cabal conocimiento de la situación. Se ordena una pluralidad de injerencias
domiciliarias, de un domicilio particular y de dos oficinas. Al acudir a la primera
de las oficinas es detenido uno de los imputados en la investigación,
precisamente quien iba a ser objeto de una entrada y registro en su domicilio
particular. Por ello la fuerza instructora dispone la acomodación de las
diligencias a las posibilidades de actuación, y al entender de mayor protección
el domicilio particular, por la mayor afectación a la intimidad, dispone la
notificación de la diligencia de registro de la oficina a quien dice ser su gerente
y dispone que el registro se practique con la presencia de una empleada a la
que delega la representación, en tanto que el registro domiciliario del Sr. Crespo
se practica, en coincidencia temporal con el de la oficina de la calle Serrano, con
la presencia del morador de la vivienda.

Como dijimos en la STS 125/2014, de 20 de febrero, la inviolabilidad del


domicilio es un derecho fundamental por la afectación a la privacidad y la
intimidad de la persona. Como ha señalado la jurisprudencia "no toda afectación
de la intimidad impuesta por la investigación de un delito reclama autorización
judicial específica, o consentimiento del afectado. Así lo demuestra pensar en
las hipótesis sugeridas (se interviene una máquina de fotos, se ocupan los
documentos que portaba el detenido; o la policía interroga a un testigo
recabando datos privados de otra persona relevantes para la investigación). La
Constitución solo ha anudado esa exigencia previa de manera expresa a la
entrada y registro domiciliario (inviolabilidad del domicilio) y a la intervención de

407
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las comunicaciones (preservación de su secreto)". En el supuesto medió


autorización judicial para los tres inmuebles y los tres se practicaron con
asistencia de personas interesadas, el morador o un representante, por lo que
ninguna lesión se produjo.

Está claro que la Constitución y la Ley limitan la exigencia de autorización


judicial a la entrada en lo que constituye el domicilio, lo que supone excluir ese
presupuesto de otros lugares o ámbitos (un vehículo, un local comercial, un
almacén...) salvo previsión expresa. El legislador ordinario ha extendido la
exigencia a otros casos particulares entre los que se encuentra el introducido en
2011 solo para las personas jurídicas imputadas y no puede proyectarse esa
previsión más allá de su ámbito específico: domicilio de personas jurídicas
imputadas.

En el supuesto de esta casación ninguna lesión a la inviolabilidad se ha


producido, pues la oficina de la calle Serrano no albergaba efectos y elementos
propios de la intimidad, al tratarse de un lugar de trabajo, por lo tanto no era
precisa el entramado de garantías que establece la Ley procesal, y las derivadas
del derecho de defensa se satisfacen con la notificación de la resolución y la
delegación de la presencia en una empleada de la oficina, precisamente a la
designada por el gerente de la misma que, acababa de ser detenido y su
presencia sí que era necesaria para la realización de otro registro en su domicilio
particular en el que la intimidad requiere una efectiva articulación del sistema de
garantías de la persona en un proceso penal.

En todo caso, no había personas jurídicas imputadas por lo que no era


de aplicación la intervención específica a la que hemos aludido. No obstante se
ordenó por la autoridad judicial y se realizó en presencia de la persona que fue,
expresamente, delegada por el gerente que tuvo que acudir al registro de su
domicilio particular.”

En consecuencia, el motivo debe ser desestimado debiendo insistirse


que en caso de varios registros simultáneos esta Sala SSTS 1045/2001, de 14
de octubre y 771/2010, de 23 de septiembre, tiene declarado “ahora bien esta
Sala Segunda ha admitido la regularidad de la ausencia del interesado detenido
cuando se encontraba presente en un registro en otro domicilio (STS 3-10-

408
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2009), siendo precisamente estos supuestos en los que debe practicarse varios
registros simultáneamente los que constituyen una de las excepciones al
requisito de la presencia del interesado, ya detenido, admitidas por nuestra
jurisprudencia (STS 947/2006, de 26 de septiembre) que se refiere al caso de
que se efectúen simultáneamente varios registros en distintos lugares, lo que,
obviamente, imposibilitaría la presencia simultánea del “interesado” en varios
domicilios a la vez.

55.- El motivo décimo tercero por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía
del art. 5.4 LOPJ por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y
a un proceso con todas las garantías por ruptura de la cadena de custodia
de determinados registros.

Alega el recurrente que es un hecho indiscutible y probado, porque así


se reconoció en el acto del juicio oral y así se recoge en la sentencia págs. 356,
357 y 362 a 364, que el agente de la UDEF nº 76.134 firmó una serie de Actas
como Secretario, certificando la recepción de una serie de efectos procedentes
de los Registros a una hora en la que existe un Acta con fe pública de Secretario
Judicial (Entrada y Registro en la C/ Serrano, 40. R-5), que acredita que no podía
estar en dos lugares a la vez, siendo reconocida dicha infracción por el propio
agente en el acto de juicio, así como por el otro firmante del acta (agente
81.067), también en el acto del juicio oral.

Esta cuestión relativa a la cadena de custodia es analizada de forma


extensa y detallada por la sentencia recurrida en el apartado “sobre las entradas
y registros (pág. 345-375) señalando como:

<<... Los interrogatorios de las defensas para poner en cuestión esa


cadena de custodia han sido extensos, pero los podemos sintetizar en los dos
puntos que nos parecen relevantes, como son el relativo a la recogida de
efectos, documentos y material informático, y su custodia hasta entregarlos en
el llamado equipo de coordinación en sede policial, como paso previo al

409
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

desprecinto y entrega en el Juzgado, en que no entramos por cuanto que lo


actuado en sede judicial ha sido autenticado con la fe del secretario.

Como primera mención, conviene poner de manifiesto que ni las


defensas han puesto sobre la mesa, ni este Tribunal ha conseguido encontrar,
qué circunstancia o qué incidencia ha podido haber, de la que deducir que
existiera alguna irregularidad que, por romper la cadena de custodia, pudiera
hacer dudar de la correspondencia entre lo intervenido en cualquiera de los
registros y el material que, intervenido con ocasión de los mismos, ha sido
utilizado como prueba. Dicho de otra manera, si alguna de las defensas entendió
que pudo haber alguna manipulación en el contenido de alguno de los soportes
informáticos sobre los que se ha construido la prueba, no era suficiente con una
mera alegación, sino que debería haber aportado algún dato objetivable, del que
poder deducir la correspondiente duda sobre la autenticidad de esos contenidos,
y no vemos que ninguna lo haya hecho.

Esto es importante tenerlo en cuenta, por cuanto que, a la hora de


ponderar el valor probatorio en esta materia, la cuestión no entronca tanto con
la eventual vulneración de derechos fundamentales, como parecían dar a
entender las defensas, que vinieron a esgrimir que entraba en quiebra el
derecho constitucional a la presunción de inocencia en cuanto que no se había
garantizado la cadena de custodia del material informático intervenido, sino que
hay que ponerlo en relación con la fiabilidad de ese material aportado como
elemento de prueba, es decir, con su autenticidad e integridad, y esto se puede
lograr de diferentes maneras, entre ellas, en una valoración conjunta de la
prueba, en la que los testimonios pueden ser fundamentales, como lo han sido
en el caso que nos ocupa, en que, cuando se ha ido preguntando por la
información obtenida de los diferentes instrumentos informáticos, no solo no se
ha cuestionado su contenido, sino que se ha ido reconociendo expresamente la
correspondencia de lo que se exhibía con la realidad, siendo significativo en este
sentido el reconocimiento hecho por JOSÉ LUIS IZQUIERDO, en su declaración
prestada en instrucción, de cuanta información había en el pendrive que se le
intervino, como la que hizo ALICIA MÍNGUEZ de la del suyo en juicio. Solo
PABLO CRESPO ha tratado de sembrar alguna duda sobre el suyo, pero, al
margen de que ello no resulta compatible con esa voluntad de colaboración que

410
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ha dicho que quería ofrecer, las iremos descartando, según vayamos analizando
la prueba, en buena medida porque iremos viendo que el propio PABLO
CRESPO admite información contenida en él.

En cualquier caso, seguiremos la línea que marca nuestra jurisprudencia,


de la que podemos citar la STS 116/2017, de 23/02/2017, de la que
transcribimos los siguientes párrafos de su F.J. 9º apdo. 2:

“No es discutible que la ruptura de la cadena de custodia puede tener


una indudable influencia en la vulneración de los derechos a un proceso con
todas las garantías y a la presunción de inocencia. De ahí que coincidamos con
el recurrente cuando enfatiza su importancia desde la perspectiva de las
garantías del proceso penal. Resulta imprescindible descartar la posibilidad de
que la falta de control administrativo o jurisdiccional en las fuentes de prueba
pueda generar un equívoco acerca de la autenticidad de los datos bancarios
luego valorados. Lo contrario podría implicar una más que visible quiebra de los
principios que definen el derecho a un proceso justo.

Pues bien, la defensa condiciona la admisión de la autenticidad de esos


archivos a unos presupuestos que en nada condicionan nuestra valoración. De
una parte, lamenta que el volcado de esos datos, con carácter previo a su
remisión a las autoridades españolas, se produjera sin intervención judicial. Sin
embargo, mal puede exigirse a las autoridades francesas lo que ni siquiera es
exigible en el territorio jurisdiccional español. En efecto, conviene recordar que
la jurisprudencia de esta Sala no ha considerado que la práctica de las
operaciones técnicas de volcado exija como presupuesto de validez, no ya la
presencia del Juez, sino la presencia misma del Secretario judicial (cfr. SSTS
324//2013, 17 de julio; 480/2009, 22 de mayo; 256/2008, 14 de mayo y 15
noviembre 1999 -recaída en el rec. núm. 3831/1998).

Lo decisivo es que queden descartadas las dudas sobre la integridad de


los datos y sobre la correlación entre la información aprehendida en el acto del
registro e intervención de los ordenadores y la que se obtiene mediante el
volcado”.

411
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como decimos, las solas declaraciones prestadas por las personas a


quienes pertenecía el material informático intervenido, nos han despejado
cualquier duda sobre su integridad y autenticidad, y ello, puesto en relación con
que la impugnación que se ha hecho para cuestionar dicho material no ha
pasado de una mera alegación, sin aportación del menor dato del que poder
deducir tal duda sobre la autenticidad de esos contenidos, sería suficiente para
rechazar esta cuestión previa, no obstante lo cual, alguna atención más le
dedicaremos.

En efecto, las defensas dedicaron un extenso interrogatorio relacionado


con la cadena de custodia, que más ha ido, ante la carencia de tal base, en la
búsqueda de ver si conseguían encontrar esa fisura de la que partir, para, desde
ahí, generar la duda que pudiera llevar al éxito sus pretensiones anulatorias,
pero insistimos que no la hemos conseguido encontrar, por lo que lo que se diga
ha de ser a mayor abundamiento de que no existe circunstancia alguna que
haga dudar de la regularidad de lo actuado, y de la fiabilidad de la información
aportada.

Las preguntas sobre la ocupación de documentos y precinto, en


particular, de material informático, cómo se trasladó a dependencias policiales,
en su caso, al Juzgado, y el interés por conocer quien componía ese equipo de
coordinación, cuántos eran los agentes, hasta pretender identificar en cada caso
qué concreto funcionario recogió ese material ha sido la tónica, y, como así ha
sido, basta con un respuesta común, porque no es cuestión de entrar al detalle
de cada paso dado, sino de control de lo actuado, y esto queda acreditado con
esa prueba, que pasamos a analizar, conformada, básicamente, por las
declaraciones de los agentes que intervinieron en las diligencias, de las que
tomamos las que consideramos que más aportan (... )>>

En la página 356 y ss. sigue expresando:

<<Todo lo anterior hay que ponerlo en relación con la declaración


prestada por el inspector 81.067, jefe de la operación, que lo hizo en varios días
a partir del 29/06/2017, quien nos contaba que el equipo de coordinación se
encontraba en las dependencias policiales de Canillas, y que se trataba de un
equipo dinámico con una actividad incesante, y también con la del funcionario

412
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

76.134, quien, de entre las distintas sesiones que fue oído en declaración, en la
de la tarde del día 03/07/2017, como secretario en la diligencia de recepción del
equipo de coordinación, dio las explicaciones de por qué aparece su firma en la
distintas comparecencias de entregas que hacen los distintos equipos de
registro, pese a que él no se encontrara toda la jornada en dependencias
policiales, como también aclaró que, pese a que en alguna de las actas no
aparezca su número, solo se debía a un error, porque él recepcionó todas.

Este agente, que estuvo presente en el registro de las oficinas de la calle


Serrano (R 5), que terminaría sobre las 3,30 horas de la madrugada del
07/02/2009, explicó como se hacía la entrega de la documentación intervenida:
esta se recogía en cajas, en el registro, separando la que iba en papel y la
informática; las cajas se precintan y llevan efectos informáticos ya
desprecintados y pendientes de desprecintar, y también efectos en papel; unas
cajas contienen efectos que ya se han sellado en el registro y otras que por
tiempo material no ha sido posible sellarlas en el registro y estas quedan
pendientes de desprecintar en sede judicial.

Aseguró que la documentación que se interviene en el registro es la


misma que se deposita en dependencias policiales, porque las cajas que salen
del registro son las mismas que se entregan en la instrucción al equipo de
coordinación; explicó que, una vez que acabó el registro en que participó, se
incorporó al equipo de investigación y la razón por la que aparezca su firma,
como secretario, en todas las comparecencias realizadas, a lo largo del día 6,
por los demás equipos de registro, cuando hacen la entrega de efectos, se debe
a que, una vez que se incorporó al equipo de coordinación, comprobó todas las
comparecencias realizadas por dichos equipos de registro y se aseguró de que
lo que figuraba en ellas, en lo relativo a efectos, reflejado en el soporte papel
era lo que se había depositado, y, una vez comprobado, firma la comparecencia
correspondiente; esto es, comprueba que lo que consta en las comparecencias
es lo que se ha depositado, y la razón de que en esas actas figuren horas en
que él se encontraba practicando el registro de la calle Serrano, se debe a que
cada equipo firma su comparecencia cuando llega a dependencias policiales y
hace la entrega al instructor, y él las firma después, cuando se incorpora y
comprueba que su contenido es correcto.

413
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Con esta explicación, consideramos que la cadena de custodia quedó


debidamente garantizada, porque, si bien las comparecencias de quien deposita
el material y de quien firma su recepción no se desarrollan en unidad de acto, lo
fundamental es que, en modo alguno, se pierde el control de lo que sale del
registro y llega a dependencias policiales, hasta ponerlos a disposición judicial;
por lo tanto, no hay razón para dudar de la fiabilidad de lo traído a la causa a
raíz de los registros efectuados, porque no vemos que haya habido fallos en la
cadena de custodia; las declaraciones prestadas por los distintos funcionarios
que realizaron las comparecencias para depositar ese material en el equipo de
coordinación tampoco nos ofrecen dudas de que se correspondan con la
realidad, puesto que, aun siendo distintas las versiones que han ido dando sobre
cómo y quién redactara el acta correspondiente, incluso si se quiere ver alguna
irregularidad en ello, como, por ejemplo, si figura un funcionario o deja de
aparecer, son irrelevantes ante el hecho cierto, y esto es lo fundamental, de que
el funcionario que hace la entrega en dependencias policiales la hace de aquel
material que ha intervenido en el registro en que participó, como, por ejemplo,
nos dijo en la sesión del día 24 el agente 82.539. En cualquier caso, las dudas
que se quieran arrojar sobre este particular, las disipa lo declarado por el agente
76.134 al explicar cómo se encargó de recepcionar todo el material intervenido,
y, además, se cuenta con ese complemento que supone la firma digital, como
antes decíamos, que viene a corroborar que el material informático analizado
fue el intervenido en los registros.

En consecuencia, valga lo dicho como garantía de autenticidad en


relación con todos los registros efectuados (...)>>

Por último no resulta ocioso señalar que esta misma impugnación fue
resuelta también por la STS 214/2018, dictada en la pieza Fitur, en este sentido:

“Denuncia en el cuarto de los motivos de la impugnación la vulneración


de la cadena de custodia de los objetos intervenidos en los registros. En el
desarrollo argumental del motivo alude a las distintas comparecencias
realizadas por los funcionarios que practican los registros al tiempo de la llegada
a las dependencias policiales. Figura en el atestado su recepción por el
instructor y secretario, destacando el hecho de que alguna de esas diligencias

414
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de recepción no pudieran hacerla personalmente los funcionarios policiales, que


actuaban como instructor y secretario del atestado, porque a esa misma hora se
encontraban, o bien tomando declaración o bien practicando el registro de las
oficina de la calle Serrano 40.

El motivo se desestima. Ciertamente, desde una perspectiva puramente


formal, la redacción del atestado policial presenta alguna incompatibilidad
horaria, pues la expresión de la recepción de algunas de los objetos intervenidos
no pudo producirse a la hora que se relaciona, ya que a esa hora, los
funcionarios que en el atestado acogieron los efectos estaban ocupados en
otras actuaciones de la investigación. Pero esa discordancia entre la
materialización del acopio en el atestado de actuaciones y la verdad
documentada en el propio atestado no supone una ruptura de la cadena de
custodia respecto de los objetos a los que se refiere. Es doctrina de esta Sala la
que indica que la mera irregularidad en el modo de documentar las actuaciones
de mera recepción de efectos no puede acarrear, como se pretende, la
inexistencia de los mismos. La acreditación de la realidad de la entrega puede
ser acreditado por otros medios, como las testificales de los funcionarios que
efectivamente realizaron la entrega, sin perjuicio de la irregularidad de la
documentación, residenciando en un funcionario, el Secretario del atestado, la
efectiva intervención en la recepción.

En términos de la STS 491/2016, de 8 de junio, esta Sala no mantiene


una concepción formal, sino material de la cadena de custodia. El contenido de
lo que se entienda por cadena de custodia comprende el conjunto de
actuaciones tendentes a asegurar que el material intervenido, los vestigios del
delito que pueden ser pruebas de su comisión es el que realmente se presenta
en el juicio como el que realmente se intervino.

También se ha dicho que la regularidad de la cadena de custodia


constituye un presupuesto para la valoración de la pieza o elemento de
convicción intervenido; se asegura de esa forma que lo que se analiza es
justamente lo ocupado y que no ha sufrido alteración alguna (STS 1072/2012,
de 11 de diciembre). Y en cuanto a los efectos que genera lo que se conoce
como ruptura de la cadena de custodia, esta Sala tiene afirmado que repercute

415
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sobre la fiabilidad y autenticidad de las pruebas (STS 1029/2013, de 28 de


diciembre). Y también se ha advertido que la ruptura de la cadena de custodia
puede tener una indudable influencia en la vulneración de los derechos a un
proceso con todas las garantías y a la presunción de inocencia, pues resulta
imprescindible descartar la posibilidad de que la falta de control administrativo o
jurisdiccional sobre las piezas de convicción del delito pueda generar un
equívoco acerca de que fue lo realmente intervenido o cualesquiera otros datos
que resulten decisivos para el juicio de tipicidad. Lo contrario podría implicar una
más que visible quiebra de los principios que definen el derecho a un proceso
justo (SSTS 884/2012, de 8 de noviembre; y 744/2013, de 14 de octubre).

La Ley de Enjuiciamiento Criminal no contiene una regulación unitaria y


sistemática sobre los requisitos y garantías de la cadena de custodia, si bien
regula de forma dispersa algunos aspectos relativos a esa materia.

Aplicando nuestra doctrina jurisprudencial (STS de 26 de marzo de 2013,


núm. 308/2013, entre otras), a falta de un marco legal, ha de estimarse que una
infracción menor de la cadena de custodia solo constituye una irregularidad que
no determina la exclusión de la prueba del proceso, por lo que debe igualmente
ser valorada como prueba de cargo apta para desvirtuar la presunción de
inocencia, sin perjuicio de que el defecto apreciado pueda afectar a su poder de
convicción o fiabilidad. Por el contrario una infracción mayor o muy relevante de
la cadena de custodia debe determinar la invalidez de la prueba, en la medida
que su valoración afectaría al derecho a un proceso con las debidas garantías,
al no poderse garantizar la autenticidad de la fuente de prueba.

En el caso de la casación, se refiere a actuaciones de intervención en


sendos registros domiciliarios cuya documentación se ha realizado por el
Letrado de la Administración de Justicia que documenta el contenido de la
diligencia, sin perjuicio de la efectuada por la fuerza policial que la ha realizado.
Consecuentemente en la irregularidad producida no alcanza a tener la
virtualidad suficiente para negar eficacia probatoria a lo efectivamente
intervenido.

En otro apartado de la queja casacional articulada en este mismo motivo


denuncia que en el registro de la sede de la empresa Orange Market se intervino

416
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documentación alojada en los ordenadores sin que conste que los contenidos
intervenidos se hubieran salvaguardo con la expresión del sello informático para
impedir su manipulación o la alteración de sus contenidos.

El motivo se desestima, la intervención de esta documentación fue objeto


de un detallado análisis por parte de los funcionarios policiales que la
efectuaron, expresando la forma de actuar y las garantías dispuestas para evitar
el riesgo que el recurrente señala y cómo, efectivamente, se documentó la
actuación por parte de los funcionarios que la realizaron. Además, es preciso
señalar que el análisis de sus contenidos no se realiza sobre los originales sino
sobre copias que al efecto se realizan, para evitar la pérdida de material
intervenido. La alegación del recurso es la expresión de un temor que no se
concreta como realidad y que la declaración de los funcionarios policiales aclaró
afirmando el sellado de la información obtenida de los ordenadores.

El proceso se hizo con las garantías debidas y sobre ellas se ha


practicado la precisa actividad probatoria que el tribunal ha valorado”.

56.- El motivo décimo cuarto por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía
del art. 5 LOPJ, ambos en relación con el art. 18.3 CE por vulneración del
derecho al secreto de las comunicaciones en relación con los números de
teléfono del recurrente.

Como cuestión previa en la primera sesión del juicio se denunció la citada


vulneración en relación con los teléfonos de Pablo Crespo 669092181 y
607389140, cuya intervención se acordó mediante auto de 27/10/2008.

Afirma el recurrente que la intervención de esas comunicaciones no


cumplió las exigencias constitucional y legalmente necesarias por cuanto la
resolución que las acordaba adolecía de un vicio que condiciona su validez, cual
es el señalamiento de un plazo.

Pretende el recurrente la declaración de que las resoluciones


denunciadas, auto de 27-10-2008 y ss acordando prórrogas) han vulnerado el

417
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

derecho de defensa y aun proceso con todas las garantías, en cuanto arbitrarias
y lesivas del derecho al secreto de las comunicaciones; y como consecuencia,
se declare la nulidad de pleno derecho de las intervenciones telefónicas
realizadas en la instrucción del presente procedimiento, sin los requisitos legales
y jurisprudenciales, adoptadas en virtud de las resoluciones de 27-10, 3-12-2008
y 13-1-2009, ordenando no tener dichas intervenciones telefónicas ni las
correspondientes grabaciones como medios de prueba en el presente
procedimiento, así como cualquier otro medio de prueba que sea consecuencia
o derive de dichas intervenciones.

Insiste el motivo en la pretensión que ya formuló ante el tribunal de


instancia, que, en síntesis, desestimó la misma entendiendo que el auto de 27-
10 no adolece de nulidad, porque no fijara fecha de vencimiento de la
observación que acuerda. El que no lo hiciera, no implicaría nada más que,
transcurridos esos tres meses desde que se dictó, la medida quedaba sin efecto,
salvo que, con anterioridad al transcurso de los mismos, se dictase nueva
resolución prorrogándola, que es lo que ocurrió, toda vez que, mediante auto de
03/12/2008 (folio 293, tomo 2), se acuerdó la prórroga, entre otros, de los
teléfonos del recurrente 669092181 y 607389140, prórroga que se renovó por
auto de 13/01/2009 (folio 514, tomo 3), hasta el cese de la observación,
acordada mediante auto de 12/02/2009 (folio 283, tomo 8).

Cabe señalar que en dicho auto de 27 de octubre hay datos suficientes


para entender cuál sea el plazo por el que autoriza la observación, toda vez que
en su razonamiento jurídico segundo expone que acuerda la observación de las
comunicaciones de conformidad con lo dispuesto en el art. 579.3 LECrim. Esa
disposición fija ese plazo máximo de tres meses. En todo caso, en el primer
apartado de la parte dispositiva del auto, donde acuerda la prórroga de otros
teléfonos que venían intervenidos con anterioridad, se establece que los efectos
de esta medida abarcan del periodo comprendido entre el 28/10/08 hasta el
04/12/2008, de manera que, siendo esto así, y destinado el apartado segundo
de la parte dispositiva del mismo auto, también, a una medida de observación
telefónica, no es necesario que se volviera a mencionar un periodo de vigencia
de la medida, cuando ya se había dicho antes cual debía ser. Y la prueba de

418
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que esto es así, lo evidencia el que, con fecha de 04/12/2008, se dicta el primer
auto prorrogando la observación de los teléfonos del recurrente.

Postura ésta mantenida por esta Sala en la tan citada s. 214/2018, de 8


de mayo, que declaró:

“El tribunal de instancia constata la irregularidad de la adopción de la


injerencia acordada, pues el plazo de la intervención es un requisito de la
injerencia, que debe explicitarse en la resolución que la acuerda. Examina las
resoluciones y constata que todos los Autos establecen los plazos de
intervención, además de los requisitos de la injerencia, ordenando la dación de
cuenta quincenal. Por ello argumenta que la singularidad de la omisión, puntual,
y extraña a la forma de actuación del juzgado, que siempre había dispuesto
plazos incluso en la misma resolución, sólo puede deberse a un error
involuntario que no ha tenido trascendencia alguna en la medida en que los
órganos encargados de la realización de la injerencia han actuado como si se
hubiera dispuesto el plazo de la injerencia en las conversaciones adoptando el
que obra en la misma resolución. Así, la policía que ejecuta la injerencia ha dado
cuenta de las actuaciones y del contenido de la intervención con transcripción
de las conversaciones de relevancia a la indagación de la causa y cumplimiento
de los controles precisos y dispuestos por el juez que la ordena.

El recurrente expresa su desacuerdo y desde la literalidad el precepto


de la ley procesal que autoriza las intervención telefónica sostiene la nulidad de
las intervenciones que extiende, sin especificarlo, a todas las diligencias
causales a la nulidad que denuncia.

Ciertamente existe un defecto de la disposición de la injerencia pero,


como entendió el tribunal de instancia, a la vista de las actuaciones seguidas
por los órganos encargados de la ejecución, dando cuenta en los términos
señalados en la propia resolución para otros teléfonos, y la ausencia de una
lesión efectiva al secreto de las comunicaciones, se trata de un error material
que no alcanza a ser tenido como constitutivo de una nulidad por afectar a la
esencia del derecho fundamental al secreto de las comunicaciones.”

419
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

57.- El motivo décimo quinto al amparo de lo dispuesto en el art. 852


LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con los arts. 9, 24
y 25 CE y 6 CEDH, por vulneración del derecho fundamental de defensa en
relación con las denominadas “Plataforma Alfresco” o “Cloud”.

Alega que la utilización de la plataforma virtual “Alfresco” como medio


para acceder a la documentación generaba indefensión y vulneraba el principio
de legalidad, pues no hay disposición normativa que ampare su uso en los
términos constitucionalmente exigibles, y así fue denunciado por varias
defensas en el trámite de cuestiones previas.

En el desarrollo del motivo alega que tanto el software como hardware


en el que se han alojado las fuentes de prueba e introducido al proceso carecen
de las garantías suficientes que determinen que en ellos se contienen los
archivos sobre los que se ha dictado la sentencia condenatoria, pues, salvo error
u omisión de esta parte, no se ha probado en el acto de juicio oral que dicha
plataforma o el contenido de los dispositivos de almacenamiento estén
garantizados y además no han cumplido con las exigencias normativas tanto
nacionales como europeas sobre el expediente judicial electrónico. En
consecuencia, por cuanto no puedan ser tenidos en el proceso, debe dictarse
sentencia absolutoria y subsidiariamente solicita la anulación de la sentencia
con retroacción de las actuaciones al momento anterior a la formulación de los
escritos de conclusiones provisionales, en cuanto deberá garantizarse el acceso
a esta defensa y reconstruirse el expediente judicial conforme los parámetros
exigibles que garanticen el derecho de defensa en todas sus vertientes que han
sido referidas.

Esta cuestión ya fue planteada en la instancia y resuelta en la sentencia


recurrida en el “apartado 2 del bloque I cuestiones previas comunes (pág. 302-
318).

Reiterando los argumentos expuestos en el motivo tercero del recurrente


Alberto López Viejo, habrá que recordar que la plataforma “Alfresco” es un
listado de documentos en el que los órganos judiciales depositan
documentación voluminosa, que fue facilitado por la Subdirección General de
Nuevas Tecnologías de la Justicia, del Ministerio de Justicia, a la Audiencia

420
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Nacional, para dar soporte a la gestión documental, ofreciendo diferentes


servicios, como el expediente judicial electrónico, entre cuyas funciones está la
de proporcionar a las partes la documentación incautada, así como la propia
documentación que se desarrolla a lo largo del procedimiento. Dicha operativa
tiene su respaldo y cobertura en la Ley 18/2011, de 5 de julio, reguladora del
uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la Administración
de Justicia.

Pues bien, la sentencia recurrida se pronuncia sobre las alegaciones del


recurrente (pág. 312 y 313) señalando:

<<(...) muestra de que lo actuado en papel y en soporte digital goza de


la misma autenticidad, la encontramos en la diligencia elevación al servidor,
dictada por la Letrada de la Admón. de Justicia, de 12/06/2015, remitida
mediante oficio del día 15, con el que se acompaña la documentación que
menciona (folio 17 y ss. del tomo 1 del Rollo de Sala), que dice como sigue: “De
conformidad con el auto de 5/03/2015, por el que se acordaba la apertura de
JUICIO ORAL respecto a los imputados y hechos referidos en el mismo y objeto
de la presente pieza separada de las DPA 275/2008 EPOCA I, una vez
cumplimentado el trámite de presentación de los escritos de defensa, y
realizadas por la Secretaria del Juzgado las operaciones de ordenación y
comprobación necesarias, se procede a la elevación y remisión a la Sala de lo
Penal de la Audiencia Nacional, Sección 2ª, de las actuaciones, en soporte
digital y en papel, organizadas en las siguientes carpetas y tomos”, que pasa a
relacionar a continuación.

En el mismo sentido otras diligencias, de las que solo haremos mención


a alguna, como la que hay para poner en conocimiento de las partes el volcado
“Alfresco” del material informático intervenido, y facilitando el juzgado los medios
digitales, informáticos o electrónicos con los que acceder a dicha plataforma
(diligencia de 25/11/2014, folio 243, tomo 307 procedimiento principal), o como
en las que se les comunica la elevación a este servidor de diferentes tomos
(diligencias de 05/12/2014, folio 145, tomo 07, pieza separada, principal Época
I), o, antes, poniendo en conocimiento de las partes la propia formación de la

421
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pieza separada Época I y notificación del auto de 29/07/2014, en que se acuerda


su formación (diligencia de 29 de julio, folio 214, pieza separada Época I).

En definitiva, sirva lo expuesto hasta ahora para decir que las partes han
estado informadas en todo momento de la elevación al servidor de cuanta
documentación se ha ido incorporando a las actuaciones, y que, si a lo largo de
esa información que han ido recibiendo no han formulado objeción alguna, no
nos parece la mejor muestra de lealtad procesal que pongan las objeciones que
han puesto a su utilización, una vez iniciado el juicio oral, máxime cuando, como
hemos dicho, posibilidad de acceder a la plataforma siempre la han tenido.

Así pues, operando como se operó, mediante la muestra en pantalla de


la diferente documentación obrante en los autos, consideramos que no se
producía vulneración alguna del derecho de defensa porque la visualización de
cada documento exhibido nada desmerecía al documento en papel. Y si el
cuestionamiento que del mismo se hacía era por cuestiones distintas a esto, se
contaba con la pertinente prueba pericial que despejase las dudas que en esos
otros aspectos pudieran plantearse al Tribunal>>.

Consecuentemente no puede apreciarse vulneración alguna del derecho


de defensa y el motivo resulta inviable.

58.- El motivo décimo sexto por vulneración de precepto


constitucional según establece el art. 852 LECrim, por vulneración del
principio de presunción de inocencia y la tutela judicial efectiva, al carecer
la condena de una recta valoración de la declaración del Sr. Correa para
fundamentar el pronunciamiento de culpabilidad del recurrente y la
insuficiencia de la prueba practicada para desvirtuar su presunción de
inocencia y la razonabilidad de las inferencias realizadas.

Afirma que el Sr. Correa fue el primero de los acusados (después de los
que mostraron su conformidad en declarar, y de tal declaración reconociendo
los hechos se deduce que el recurrente, así como el resto de empleados de sus
empresas, no habrían tenido culpabilidad alguna, y que al contrario, los políticos
y cargos públicos señalados sí les sería predicable tal culpabilidad. Sin

422
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

embargo, a pesar de la cobertura interna y externa del relato del Sr. Correa, el
tribunal “a quo” fragmenta el relato del Sr. Correa y únicamente toma aquello
que permite sostener condenas, sin que exista en la sentencia motivación de las
razones por las que se rompe con la unidad y coherencia del relato de
reconocimientos de hechos del Sr. Correa para tomar únicamente como válidos
los pasajes que han interesado para el dictado de las pretensiones de condena
y no las absolutorias.

En definitiva se queja el recurrente de que el Sr. Correa en su declaración


distinguió entre los asuntos personales (intermediación para contratación de
empresarios) y los repartos de dádivas o comisiones y la actividad desarrollada
por su propia empresa en la que exculpaba al Sr. Crespo y a sus empleados, no
acogiendo el tribunal esta tesis por lo que ha condenado al Sr. Correa y a esos
empleados.

En el caso presente hemos de partir en relación al valor de la declaración


del coimputado de que la doctrina constitucional, consciente ya desde la STC.
153/97 de 28.9, qué el testimonio del coacusado solo de forma limitada puede
someterse a contradicción —justamente por la condición procesal de aquél y los
derechos que le son inherentes, ya que a diferencia del testigo no solo no tiene
la obligación de decir la verdad, sino que puede callar parcial o totalmente en
virtud del derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable que
le reconoce a todo ciudadano su derecho a no colaborar con su propia
incriminación (SSTC. 57/2002 de 11.3, 132/2002 de 22.7, 132/2004 de 20.9), -
ha venido disponiendo una serie de cautelas, para que la declaración del
coacusado alcance virtualidad probatoria, y así ha exigido un plus probatorio,
consistente en la necesidad de su corroboración mínima de la misma.

En este sentido la jurisprudencia ha establecido con reiteración (SSTS


60/2012 de 8.2; 84/2010 de 18.2; 1290/2009 de 23.12), que las declaraciones
de coimputados son pruebas de cargo válidas para enervar la presunción de
inocencia, pues se trata de declaraciones emitidas por quienes han tenido un
conocimiento extraprocesal de los hechos imputados, sin que su participación
en ellos suponga necesariamente la invalidez de su testimonio, aunque sea un

423
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dato a valorar al determinar su credibilidad (Cfr. STC 68/2002, de 21 de marzo


y STS n° 1330/2002, de 16 de julio, entre otras).

Sin embargo, ambos Tribunales han llamado la atención acerca de la


especial cautela que debe presidir la valoración de tales declaraciones a causa
de la posición que el coimputado ocupa en el proceso, en el que no comparece
como testigo, obligado como tal a decir la verdad y conminado con la pena
correspondiente al delito de falso testimonio, sino como acusado y por ello
asistido de los derechos a no declarar en su contra y a no reconocerse como
culpable, por lo cual no está obligado legalmente a decir verdad, pudiendo callar
total o parcialmente.

En orden a superar las reticencias que se derivan de esa especial


posición del coimputado, la doctrina de esta Sala ha establecido una serie de
parámetros o pautas de valoración, referidas a la comprobación, a cargo del
Tribunal de instancia, de la inexistencia de motivos espurios que pudieran privar
de credibilidad a tales declaraciones, como la existencia de razones de
enemistad o enfrentamiento, odio o venganza, afán de autoexculpación u otras
similares. A estos efectos, han de valorarse, de existir, las relaciones existentes
entre quien acusa] quien es acusado.

En el examen de las características de la declaración del coimputado el


Tribunal Constitucional ha afirmado que "la declaración incriminatoria del
coimputado carece de consistencia plena como prueba de cargo cuando, siendo
única, no resulta mínimamente corroborada por otras pruebas", lo que ha sido
matizado en otras sentencias (STC 115/1998, 68/2001, de 17 de marzo y la
antes citada STC 68/2002) en el sentido de que "el umbral que da paso al campo
de libre valoración judicial de la prueba practicada está conformado en este tipo
de supuestos por la adición a las declaraciones del coimputado de algún dato
que corrobore mínimamente su contenido. Antes de ese mínimo no puede
hablarse de base probatoria suficiente o de inferencia suficientemente sólida o
consistente desde la perspectiva constitucional que desmarca la presunción de
inocencia".

No ha definido el Tribunal Constitucional lo que haya de entenderse por


corroboración, "más allá de la idea de que la veracidad de la declaración del

424
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

coimputado ha de estar avalada por algún dato, hecho o circunstancia externa,


debiendo dejar la determinación de si dicha mínima corroboración se ha
producido o no al análisis caso por caso" (STC IP 68/2002, de 21 de marzo). Lo
que el Tribunal Constitucional ha exigido, como recuerda la STC 68/2001, es
que "la declaración quede «mínimamente corroborada» (SSTC 153/1997 y
49/1998) o que se añada a las declaraciones del coimputado «algún dato que
corrobore mínimamente su contenido» (STC 115/1998), dejando, como no
puede ser de otro modo, a la casuística la determinación de lo que deba ser
entendido por corroboración", (SSTC. 118/2004 de 12.7, 190/2003 de 27.10,
65/2003 de 7.4, SSTS. 14.10.2002, 13.12.2002, 30.5.2003, 1,2.9.2003,
30.5.2003, 12.9.2003, 29.12.2004).

En este sentido las 0154~ sentencias Tribunal constitucional 102/2008


de 28.7, FJ. 3 y 91/2008 de 21.7, FJ. 3, recuerdan que este Tribunal viene
declarando por lo que hace a la invocada vulneración del derecho a la
presunción de inocencia, que "la declaración de un coimputado es una prueba
"sospechosa" en la medida en que el acusado, a diferencia del testigo, no sólo
no tiene obligación de decir la verdad, de modo que no puede convertirse en el
único fundamento de una condena penal (STC 17/2004, de 23 de febrero, FJ 3).
En sentencias recientes, resumiendo nuestra doctrina al respecto, hemos
afirmado que "las declaraciones de los coimputados carecen de consistencia
plena como prueba de cargo cuando, siendo únicas, no resultan mínimamente
corroboradas por otras pruebas. Las reglas de corroboración se concretan, por
una parte, en que no ha de ser plena, sino mínima, y, por otra, en que no cabe
establecer que ha de entenderse por corroboración en términos generales, más
allá de que la veracidad objetiva de la declaración del coimputado ha de estar
avalada por algún hecho, dato o circunstancia externa, debiendo dejarse el
análisis caso por caso la determinación de si dicha mínima corroboración se ha
producido o no.

Igualmente hemos afirmado que los diferentes elementos de credibilidad


objetiva de la declaración —como pueden ser la inexistencia de animadversión,
el mantenimiento o no de su declaración o su coherencia interna- carecen de
relevancia como factores de corroboración, siendo necesario que existan datos
externos a la versión del coimputado que la corroboren, no en cualquier punto,

425
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sino en relación con la participación del recurrente en los hechos punibles que
el órgano judicial considera probados. Por ultimo este Tribunal también ha
declarado que la declaración de un coimputado no puede entenderse
corroborada, a estos efectos, por la declaración de otro coimputado y que los
elementos cuyo carácter corroborador ha de ser valorada por este son
exclusivamente los que aparezcan expresados en las resoluciones judiciales
impugnadas como Fundamentos probatorios de la condena (por todas, SSTC.
230/2007 de 5.10 FJ. 3° y 34/2006 de 13.2), ), teniendo en cuenta en primer
lugar, que la exigencia de que la declaración incriminatoria del computado
cuente con un elemento externo de corroboración mínima no implica la
existencia de una prueba directa o indiciaria sobre la participación del
condenado en los hechos que se le imputan sino, más limitadamente, una
prueba sobre la veracidad objetiva de la declaración del coimputado respecto
de la concreta participación del condenado (STC. 57/2009 de 9.3); y en segundo
lugar, que son los órganos de instancia los que gozan de la inmediación y de un
contacto directo con los medios de prueba, en el presente caso, y desde la
posición que ocupa este tribunal, debe concluirse que los concretos elementos
de corroboración referidos en la sentencia impugnada cumplen con las
exigencias constitucionales para superar los mínimos necesarios que doten de
suficiencia a la declaración del coimputado para enervar la presunción de
inocencia del recurrente.

Bien entendido, como se ha subrayado en SSTC. 160/2006 de 22.5 y


148/2008 de 17.11, que ha de resaltarse que el que los órganos judiciales
razonen cumplidamente acerca de la credibilidad de la declaración del
coimputado con base en consideraciones tales como su cohesión o persistencia,
o en la inexistencia de animadversión, de fines exculpatorios en la misma, o en
fin, de una aspiración de un trato penal más favorable carece de relevancia
alguna a los efectos que aquí se discuten; esto es, tales factores no se alzan,
por sí mismos, en elementos externos de corroboración, sino que únicamente
cabe su aplicación cuando la prueba era constitucionalmente apta para enervar
la presunción de inocencia, por lo que es preciso que el testimonio disponga,
como paso previo, de una corroboración mínima proveniente de circunstancias,
hechos o datos externos al mismo. Así es, pues obvio resulta que aquellas

426
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

apreciaciones afectan, justamente, a la verosimilitud de la declaración o, lo que


es igual, a elementos o circunstancias propias o intrínsecas a las personalidad
o motivaciones del declarante, por lo que en modo alguno pueden considerarse
cómo hechos o datos autónomos que sirvan para respaldar su contenido (SSTC
65/2003 de 7.4, 118/2004 de 12.7, 258/2006 de 11.9).

Ahora bien, si como ya se ha señalado, no cabe considerar elementos


de corroboración mínima la inexistencia de contradicciones o de enemistad
manifiesta, el Tribunal Constitucional ya ha reiterado que la existencia entre lo
declarado por un coimputado y las circunstancias del condenado atinentes a la
conducta delictiva "configuran una realidad externa e independiente a la propia
declaración del coimputado que la avalan" (SSTC. 233/2002 de 9.12, 92/2008
de 21.7).

En definitiva, esta doctrina del Tribunal constitucional podemos resumirla


(STS. 949/2006 de 4.10) en los términos siguientes:

a) Su fundamento se encuentra en que estas declaraciones de los


coacusados sólo de una forma limitada pueden someterse a contradicción,
habida cuenta de la facultad de no declarar que éstos tienen por lo dispuesto en
el art. 24.2 CE que les reconoce el derecho a no declarar contra sí mismos y a
no confesarse culpables, lo que constituye una garantía instrumental del más
amplio derecho de defensa en cuanto que reconoce a todo ciudadano el derecho
a no contribuir a su propia incriminación.

b) La consecuencia que de esta menor eficacia probatoria se deriva es


que con sólo esta prueba no cabe condenar a una persona salvo que su
contenido tenga una mínima corroboración.

c) Tal corroboración aparece definida como la existencia de cualquier


hecho, dato o circunstancia externos apto para avalar ese contenido en que
consisten las declaraciones concretas de dichos coacusados.

d) Con el calificativo de "externos" entendemos que el TC quiere referirse


a algo obvio, como lo es el que tal hecho, dato o circunstancia se halle localizado
fuera de esas declaraciones del coimputado.

427
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e) Respecto al otro calificativo de "externos", entendemos que el TC que


no puede concretar más, dejando la determinación de su suficiencia al examen
del caso concreto. Basta con que exista algo "externo" que sirva para atribuir
verosimilitud a esas declaraciones.

Estos condicionamientos son los tenidos en cuenta por el tribunal de


instancia al valorar la declaración en el plenario de Francisco Correa que
reconociendo que: <<ha sido de gran ayuda para la formación de nuestro criterio
(...) que, debido a esa inmediación, nos ofreció importantes niveles de
veracidad, en el sentido de que, de la misma manera que ha tratado de exculpar
a los acusados que eran empleados de las empresas de su grupo o de minimizar
sus responsabilidades, no ha puesto reparos a la hora de relatar sus relaciones
con los políticos con los que mantenía los ilícitos negocios de los que obtenía
los beneficios económicos que luego repartía con ellos. No quiere decirse que
todo cuanto haya declarado lo asuma el Tribunal de manera acrítica, sino que,
en la medida que la jurisprudencia viene exigiendo que ese principio de
inmediación sea avalado mediante la oportuna corroboración, así operaremos,
si bien con matizaciones, por cuanto que no debe ser idéntico el tratamiento
cuando estemos ante prueba de cargo, donde esa corroboración debe ser
exigente, o de descargo>>.

En definitiva, el relato de hechos probados referidos al recurrente no se


sustenta exclusivamente en la declaración del coacusado Francisco Correa
Sánchez, sino en los diferentes elementos que han sido descrito en los
anteriores motivos y en la prueba que se detalla en la sentencia: intervenciones
telefónicas, resultado de las entradas y registros, documentación intervenida,
declaraciones testificales, en los términos que se expresan en la sentencia
cuestionada, la cual contiene una amplia fundamentación jurídica expresiva del
contenido del acervo probatorio con el que el Tribunal de instancia ha contado
y de la correcta valoración que hace del mismo, lo que deja sin contenido la
argumentación desplegada por la parte recurrente.

59.- El motivo décimo séptimo por infracción de ley del art. 849.1
LECrim en relación con el art. 21.7ª CP por concurrir una circunstancia de

428
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

análoga significación no apreciada por el tribunal: dilaciones indebidas en


el poder legislativo que han comportado un desarrollo tardío en el
fortalecimiento de las garantías procesales inherentes al recurso de
apelación penal y con ello el recurrente no ha tenido derecho a la doble
instancia penal que en este caso le hubiera correspondido a la Sala de
apelación de la Audiencia nacional.

Insiste el recurrente en que si el Poder Ejecutivo y Legislativo hubieran


cumplido las exigencias con el programa garantista al que venía obligado por
los acuerdos internacionales que vinculan a España y que se reafirmó –o si se
prefiere renovó- con la Ley de Reforma de 2003 de la LOPJ tendría derecho a
la apelación; a la segunda instancia penal. Alega que se le ha privado del
derecho a la segunda instancia (al recurso de apelación penal) por las dilaciones
indebidas del poder legislativo (y ejecutivo). Si se hubiera creado la Sala de
apelación de la Audiencia Nacional en el tiempo que estaba previsto en la Ley
del año 2003, cuando se inocoó este procedimiento el 6-8-2008, habría estado
vigente la doble instancia penal. Sin embargo, se ha tardado doce años en poner
en marcha la Sala de apelación de la Audiencia Nacional.

El motivo se desestima porque parte de una premisa errónea cual es que


el recurso de casación, antes de la reforma Ley 41/2015, de 5 de octubre, no
cumple las exigencias del art. 14.5 del Pacto Internacional Derechos Civiles y
Políticos (PIDCP) respecto de la revisión íntegra de la declaración de
culpabilidad y de la pena por un Tribunal Superior, cuando esta cuestión ya ha
sido resuelta en sentido afirmativo.

Así hemos dicho al respecto en SSTS 470/2015, de 7 de julio y 346/2018,


de 11 de julio, que la cuestión sobre si, tras el dictamen del Comité de Derechos
Humanos de Naciones Unidas de 11 de agosto de 2000, puede seguir
entendiéndose que la actual regulación de la casación penal cumple con las
exigencias declaradas en el artículo 14.5 del PIDCP respecto del derecho a la
rescisión integra de la declaración de culpabilidad y la pena por un tribunal
superior, ya ha sido resuelta afirmativamente por el Tribunal Constitucional
sentencias, entre otras, 170/2002 de 3 de abril, FJ 7, 80/2003 de 28 de abril FJ2,
105/2003 de 2 de junio FJ 2, 123/2005 FJ6, y por el TS (408/2004 de 24.3,

429
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

121/2006 de 7.2, 741/2007 de 27.7, 893/2007 de 31.10, 918/2007 de 16.11,


entre las más recientes.

Finalmente en cuanto a su vulneración denunciada, el Tribunal Supremo


en SS. 1860/2000 de 4.12, 2194/2001 de 19.11, 1305/2002 de 13.7 se ha
pronunciado ante dicha invocación afirmando que el derecho a la doble instancia
no está realmente comprendido en el Convenio Europeo, sino en el artículo 14.5
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Nueva York, según el
cual toda persona declarada culpable de un delito tiene derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto, sean sometidas a un Tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley.

La necesidad de que el fallo condenatorio sea sometido a un Tribunal


superior puede ser interpretada con distinto alcance. Así cabe hacer una lectura
estricta de ese mandato en el sentido de que no se impone necesariamente la
doble instancia sino simplemente la necesidad de que el fallo condenatorio y la
pena sean revisados por otro Tribunal. Otra interpretación más amplia y extensa
llevaría a la necesidad de la revisión completa del juicio.

El Tribunal Supremo, en sus sentencias, para un mejor cumplimiento del


mandato del artículo 14.5 del Pacto Internacional tantas veces citado y acorde
con las declaraciones del Tribunal Constitucional sobre ese artículo, ha ido
elaborando una doctrina que viene ensanchando su conocimiento a la revisión
de cómo se ha hecho la valoración de la prueba por el Tribunal de instancia.

En ese sentido se ha pronunciado el Pleno de esta Sala, en la reunión


no jurisdiccional celebrada el 13 de septiembre de 2000, en la que se declaró
que en la evolución actual de la jurisprudencia en España el recurso de casación
previsto en las leyes vigentes en nuestro país, similar al existente en otros
Estados miembros de la Unión Europea, ya constituye un recurso efectivo en el
sentido del artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
si bien se añade, que procede insistir en la conveniencia de instaurar un recurso
de apelación previo al de casación.

En resumen como ha declarado la STC de 8 de mayo de 2006 FJ: Hay


que aclarar que nuestro sistema casacional no queda limitado al análisis de

430
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuestiones jurídicas y formales y que sólo permite revisar las pruebas en el


restringido cauce que ofrece el artículo 849.2 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, ya que en virtud del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
el recurso de casación podía interponerse en todo caso, fundándose en la
infracción de un precepto constitucional, de modo que, a través de la invocación
del artículo 24.2 de la Constitución Española (fundamentalmente en cuanto se
refiere al derecho a la presunción de inocencia) es posible que el Tribunal
Supremo controle tanto la licitud de la prueba practicada en la que se
fundamenta el fallo, como en suficiencia para desvirtuar la presunción de
inocencia y la razonabilidad de las inferencias realizadas. En definitiva, a través
de un motivo de casación basado en la infracción del derecho a la presunción
de inocencia, se puede cuestionar no sólo el cumplimiento de las garantías
legales y constitucionales de la prueba practicada, sino la declaración de
culpabilidad que el Juzgador de instancia haya deducido de su contenido (STC
2/2002 de 14 de enero, FJ 2). Por tanto, el recurrente tiene abierta una vía que
permite al Tribunal Supremo «la revisión íntegra» entendida en el sentido de
posibilidad de acceder no solo a las instancias jurídicas, sino también a las
fácticas en que se fundamenta la declaración de culpabilidad, a través del
control de la aplicación de las reglas procesales y de valoración de la prueba
(STC 70/2002, FJ7).

Por último es de interés destacar dos cuestiones:

1º) Que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en los casos


Loewengestin y Deperrios, que fueron inadmitidas, respectivamente, el 30 de
mayo y el 22 de junio de 2000, consideró que en el artículo 2 del Protocolo
número 7, los Estados Parte conservan la facultad de decidir las modalidades
del ejercicio del derecho al reexamen y pueden restringir el alcance de éste
último; además, en muchos Estados el mencionado reexamen se encuentra
igualmente limitado a cuestiones de Derecho. Por ello el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos considera que la posibilidad de recurrir en casación
responde a las exigencias del artículo 2 del Protocolo 7 del Convenio.

2º) Que posteriormente se han producido varias decisiones de


inadmisión de Comunicaciones, en las que el Comité considera adecuada la

431
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

revisión llevada a cabo por el Tribunal Supremo Español en un recurso de


casación. Así la Decisión de 29 de marzo de 2005 (Comunicación núm. 1356-
2005 Parra Corral c. España, 4.3) en la que se señala que «la alegación
referente al párrafo 5 del art. 14, esto es, el hecho de que presuntamente los
tribunales españoles no examinaron de nuevo la apreciación de las pruebas no
es consecuente con el texto de los fallos del Tribunal Supremo y Constitucional
en el caso de autos. Después de que estos dos tribunales examinaron a fondo
la alegación del autor en el sentido de que los indicios eran insuficientes para
condenarlo, discreparon de la opinión del autor y expusieron con todo detalle
sus argumentos para llegar a la conclusión de que las pruebas, aunque fuesen
indicios, bastaban para justificar su condena». Igualmente, la Decisión de 25 de
julio de 2005 (comunicación núm. 1399-2005, Cuartero Casado c. España, §
4.4), que destaca que «con respecto a la presunta violación del párrafo 5 del art.
14, del fallo del Tribunal Supremo se desprende que éste examinó con gran
detenimiento la valoración de las pruebas hecha por el Juzgado de primera
instancia. A éste respecto, el Tribunal Supremo consideró que los elementos de
prueba presentados contra el autor eran suficientes para contrarrestar la
presunción de inocencia, de conformidad con los criterios establecidos por la
jurisprudencia a fin de determinar la existencia de pruebas suficientes para el
enjuiciamiento de determinados delitos, como la agresión sexual». Del mismo
modo, la Decisión de 25 de julio de 2005 (comunicación núm. 1389-2005, Bertelli
Gálvez c. España, § 4.5, poniendo de manifiesto que «en cuanto a la presunta
violación del párrafo 5 del artículo 14, del texto de la sentencia del Tribunal
Supremo se desprende que si bien éste declaró que -la evaluación de las
pruebas compete al Tribunal de primera instancia y no al Tribunal Supremo-, sí
examinó en detalle la argumentación del autor y concluyó que en realidad él era
culpable de estafa porque -hubo conducta dolosa y ánimo de lucro personal, lo
que condujo a engaño de una tercera persona y la llevó a tomar disposiciones
contrarias a su propio interés-». Y, por último, la Decisión de 28 de octubre de
2005 (comunicación núm. 1059-2002, Carballo Villar c. España, § 9.3) al afirmar
que "con respecto a la presunta violación del párrafo 5 del artículo 14, del fallo
del Tribunal Supremo se desprende que éste examinó con detenimiento la
valoración de las pruebas hecha por la Audiencia Provincial. A éste respecto, el
Tribunal Supremo consideró que los elementos de prueba presentados contra

432
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el autor eran suficientes para contrarrestar la presunción de inocencia de aquél»,


por lo que considera que la queja «no se ha fundamentado suficientemente a
efectos de admisibilidad» y la declara inadmisible.

En sentido similar STS 966/2010, de 20-10; 742/2009, de 30-6;


480/2009, de 22-5.

Consecuentemente no puede mantenerse que le recurrente ha sido


privado del derecho a la doble instancia o derecho al recurso cuando ha
articulado este con 19 motivos lo que confirma las amplias posibilidades de
revisión de esta Sala casacional.

60.- El motivo décimo octavo al amparo de lo dispuesto en el art.


852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con los arts.
14, 24.2, 9.3 y 120 CE y el art. 14.3 c) del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos de 19-12-1966, al haberse vulnerado el derecho a la
igualdad y a la tutela judicial efectiva, generando indefensión al recurrente,
al haberse infringido su derecho a un proceso público sin dilaciones
indebidas.

El desarrollo argumental del motivo es similar al interpuesto por el


acusado Alberto López Viejo (motivo 29) por lo que reiteramos los argumentos
ya expuestos en aras a su desestimación.

61.- El motivo décimo noveno por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por inaplicación del art. 21.7 CP.

Entiende el recurrente que debe aplicarse analógicamente el art. 21.7 CP


por vulneración de derechos fundamentales, señalando: a) la pena natural; b) la
Directiva Europea 2016/343, de 9 de marzo, sobre presunción de inocencia y el
derecho a estar presente en el juicio; c) vulneración del derecho de defensa
derivado de la situación de prisión preventiva del Sr. Crespo y de la articulación
de toda la causa en la plataforma digital Alfresco; d) la declaración en

433
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dependencias policiales y judiciales por su letrado que estaba siendo


investigado en el mismo procedimiento sin que se le advirtiera esta circunstancia
al detenido-imputado (vulneración del derecho de defensa); f) declaración de los
acusados en último lugar que fue denegada (vulneración del derecho de
defensa); g) las delictivas escuchas en prisión con sus abogados defensores:
vulneración del derecho de defensa, de la intimidad, a no declarar contra sí
mismo y a no confesarse culpable.

El motivo no puede prosperar.

Existe una doctrina consolidada de esta Sala Segunda, por todas s.


508/2015, de 27 de julio, sobre el alcance y extensión de las circunstancias
atenuantes "de análoga significación que las anteriores" (hoy 21.7 CP, a partir
de la L.O. 5/2010), en el estado actual ha superado antiguos criterios
excesivamente restrictivos hasta alcanzar una amplitud que tendría como límite
que la circunstancia o la conducta alegada tenga el mismo fundamento que las
expresamente previstas por el legislador sin que sea necesario que participe de
su apariencia externa, formal o estructural, y dicho fundamento consiste en que
exista una equivalencia de significado, lo cual quiere decir que los hechos o
circunstancias aducidos se refieran a una menor intensidad del injusto, un menor
grado dé imputación del agente o la conveniencia político-criminal de una
disminución de la pena, es decir lo relevante es que el fundamento tiene que ver
con el análogo significado de las anteriores y no con la estructura de sus
elementos. También hay que considerar dos límites para el reconocimiento de
esta analogía a favor del reo: uno de ellos es que no es posible admitir las
atenuantes típicas genéricas incompletas porque ello constituiría
verdaderamente un fraude en relación con lo dictado por el legislador; y, en
segundo lugar, si tenemos' en cuenta que cuando no concurren circunstancias
atenuantes la regla del artículo 66.6 CP (antes del 30/09/2004, 66.1 CP)
determina a efectos de fijar la extensión de la pena la consideración de las
circunstancias personales del delincuente y la mayor o menor gravedad del
hecho, habrá que tener presente la misma al menos cuando se trate de una
disminución del injusto o de la culpabilidad del sujeto. También el legislador,
ciertamente en otros tiempos, fue ampliando la extensión de las atenuantes por
analogía: el Código Penal de 1848 exigía "igual entidad y análoga' ..."

434
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

significación que las anteriores; posteriormente el de 1932 se refería solamente


a "que sea análoga"; y por fin el de 1944 acuñó el texto actual.

Así, la STS 131/2010, de 18 de enero, nos decía: "sabido es que la


análoga significación a que se refiere el artículo 21.6° no supone identidad de
elementos concurrentes, ni permite como queda dicho configurar atenuantes
incompletas. Los términos de la comparación no son los morfológicos o
estructurales, sino los del fundamento o razón de ser de la atenuante
concretamente invocada, que puede responder a una disminución del injusto o
del reproche de culpabilidad o a consideraciones político-criminales enlazadas
con la punibilidad. De modo que si esa misma ratio atenuatoria es apreciable en
el caso concreto que se contempla será posible estimar la análoga significación
a que se refiere el Texto Legal sin asentarla en la identidad parcial -de los
elementos estructural o morfológicamente definitorios de la atenuante
nominada" (S° 18 de octubre de 1999). En análogo sentido las sentencias
posteriores de 22 de febrero de 2006, 29 de noviembre de 2006, 9 de julio de.
2008 y 7 de octubre de 2008".

Más recientemente la STS la 922/2012, de 4 de diciembre, a la que han


seguido otras, en su fundamento jurídico sexto expone: "como ha señalado esta
Sala, por ejemplo STS núm. 104/2011, de 1 de marzo, para que una atenuante
pueda ser estimada como analógica ha de atenderse a la existencia de una
semejanza de. sentido intrínseco entre la conducta apreciada y la definida en el
texto legal como circunstancia atenuante expresamente prevista por el
Legislador, desdeñando meras similitudes formales y cuidando de no abrir un
indeseable portillo que permita, cuando falten requisitos básicos de, una
atenuante reconocida expresamente, la creación de atenuantes incompletas
que no han merecido ser recogidas legalmente. Esta Sala, con un criterio muy
amplio, considera que pueden ser apreciadas como circunstancias .atenuantes
por analogía: a) en primer lugar, aquellas que guarden semejanza con la
estructura y característica de. las cinco restantes (hoy 6) del art. 21 del Código
penal; b) en segundo lugar, aquellas que tengan relación con alguna
circunstancia eximente y que no cuenten con los elementos necesarios para ser
consideradas como eximentes incompletas; c) en un tercer apartado, las que
guarden relación con circunstancias atenuantes no genéricas, sino

435
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

específicamente descritas en los tipos penales; d) en cuarto lugar, las que se


conecten con algún elemento esencial definidor del tipo penal, básico para la
descripción e inclusión de la conducta en el Código penal, y que suponga la ratio
de su incriminación o esté directamente relacionada con el bien jurídico
Protegido; e) por último, aquella analogía que esté directamente referida a la
idea genérica que básicamente informan los demás supuestos del art. 21 del
Código penal, lo que, en ocasiones, se ha traducido en la consideración de la
atenuante cómo efecto reparador de la vulneración de un derecho fundamental,
singularmente el de proscripción o interdicción de dilaciones indebidas. Como
límite a este criterio amplio se ha señalado por la doctrina jurisprudencial que la
atenuante de análoga significación no puede extenderse a los supuestos en que
falten los requisitos esenciales o básicos establecidos por el Legislador para que
una concreta atenuante pueda ser estimada, porque ello equivaldría a crear
atenuantes incompletas o a permitir la infracción de la norma, aunque tampoco
puede exigirse una similitud y una correspondencia absoluta entre la atenuante
analógica y la que le sirve de tipo, pues ello equivaldría a hacer inoperante el
humanitario y plausible propósito al que responde la previsión legal de estas
atenuantes de análoga significación".

RECURSO FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ

62.- El motivo primero al amparo del artículo 5.4 de la LOPJ por


violación del artículo 24.1 de la CE, en concreto del derecho no confesarse
culpable, a guardar silencio, a un juicio con todas las garantías y a la tutela
judicial efectiva, causantes de indefensión. Los artículos 14.3 y 17 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; los artículos 6 y 8 del
Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las
Libertades Fundamentales; los artículos 10.2, 18, 25.2, 24.2, 55.2 y 120.3
CE; el artículo 51 de la LOGP y el artículo 579 de la LECrim.

Pretende el recurrente que se declare la nulidad de las actuaciones con


base a la intervención de las comunicaciones en el Centro Penitenciario entre
abogados e internos, según sentencia dictada por el TS en la causa especial

436
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

79/2012 con una aplicación expansiva e ilimitada de la doctrina sobre ilicitud de


la prueba, extendiendo la conexión de antijuridicidad a todas las actuaciones y
diligencias del proceso, sean o no derivadas, antecedentes o subsecuentes a la
violación denunciada.

Esta pretensión ya ha sido analizada en el motivo octavo del recurrente


Pablo Crespo Sabaris, remitiéndonos a lo ya argumentado en orden a su
desestimación.

En el caso que se analiza es particularmente relevante que el recurrente


no planteó ni en sus conclusiones provisionales ni en las diligencias previas la
nulidad ahora interesada, y en el acto del juicio oral, habiendo negado con
antelación su participación en el hecho, reconoció los mismos, con pleno
conocimiento del cuestionamiento de la licitud de la prueba, cuya nulidad había
solicitado en varias ocasiones en la instrucción.

En este punto sería aplicable la doctrina sentada en la STS 499/2014,


de 17 de junio que hace un resumen de la doctrina jurisprudencial sobre la
materia, destacando como se ha mantenido la desconexión de antijuricidad por
gozar de independencia jurídica en supuestos de autoincriminación no solo del
acusado en el plenario (SSTC. 136/2006 de 8.5, 49/2007 de 12.3), sino incluso
de imputado en instrucción (SSTC. 167/2002 de 18.9, 184/2003 de 23.10), "en
atención a las propias garantías constitucionales que rodean la práctica de
dichas declaraciones que permite afirmar la espontaneidad y voluntariedad de
las mismas". En igual dirección esta Sala, STS. 1129/2006 de 15,11, ha
precisado que "En consecuencia, en las condiciones antes descritas, la
confesión de los hechos por parte, del imputado o acusado, que puede obedecer
a distintas causas, debe entenderse como la consecuencia de una decisión
suficientemente informada y libre, producto de una opción entre las distintas que
la situación le ofrece, y cuyas consecuencias debe asumir. Es posible, por lo
tanto, valorar tal declaración como prueba de cargo válida, en tanto que
desvinculada de la prueba ilícita", y STS. 812/2006 de 19.7 "A este respecto,
conocida jurisprudencia del Tribunal Constitucional (por todas, STC 8/2000, de
17 de enero), ha declarado que la nulidad constitucional de una prueba en el
proceso no impide la acreditación de los extremos penalmente relevantes

437
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mediante otros medios de prueba que puedan considerarse jurídicamente


independientes de la prueba contaminada, aun cuando estuvieran ligados a ella
en el plano de la causalidad material. Un supuesto de este género es el que
concurre cuando, por ejemplo, lo conocido inicialmente a través de una
interceptación telefónica ilegítima, tiene luego válido acceso al juicio y al
conocimiento judicial merced a la confesión de los acusados, que hubieran
aceptado que, en efecto, los hechos postulados como tales por la acusación
habían tenido ciertamente lugar.

Más en concreto la STC 136/2006, de 8 de mayo, se ha pronunciado


sobre la legitimidad constitucional de la valoración de la prueba de confesión en
supuestos como el presente, entendiendo que "los derechos a no declarar
contra sí mismo, a no confesarse culpable y a que las declaraciones se presten
con asistencia letrada son garantías constitucionales que constituyen medio
eficaz de protección frente a cualquier tipo de coerción o compulsión ilegítima,
por lo que el contenido de las declaraciones del acusado puede ser valorado
siempre como prueba válida. En consecuencia, las garantías frente a la
autoincriminación reseñadas permiten afirmar, cuando han sido respetadas, la
espontaneidad y voluntariedad de la declaración. Por ello, la libre decisión del
acusado de declarar sobre los hechos que se le imputan permite, desde una
perspectiva interna, dar por rota, jurídicamente, cualquier conexión causal con
el inicial acto ilícito. A su vez, desde una perspectiva externa, esta separación
entre el acto ilícito y la voluntaria declaración por efecto de la libre decisión del
acusado atenúa, hasta su desaparición, las necesidades de tutela del derecho
fundamental material que justificarían su exclusión probatoria, ya que la
admisión voluntaria de los hechos no puede ser considerada un
aprovechamiento de la lesión del derecho fundamental.

Por su parte esta Sala de casación ha mantenida idéntica posición de la


que son exponentes las SSTS. 550/2001, 676/2001, 998/2002, 1011/2002,
1203/2002, 1989/2002.

Es cierto que sentencias como la de 17.1.2003, 22.1.2003, realizan una


interpretación diferente sobre el ámbito de expansión de los efectos indirectos
de la prueba nula en el sentido de incluir en ellos toda información obtenida al

438
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

hilo del descubrimiento de la obtenida por la Prueba nula, con la consecuencia


de que el interrogatorio efectuado en tales "circunstancias ya estaría viciado
porque el conocimiento de tales hechos lo habría sido en base a la prueba nula,
cuya inexistencia debe --debería-- operar no sólo en el campo del mundo jurídico
sino también en el real, con lo que la confesión inculpatoria del acusado en el
Plenario, no obstante estar prestada con todas las garantías y puntualmente
informado de la nulidad de la prueba sería igualmente y en todo caso nula
porque los datos que sirvieron de base al interrogatorio procedían de un hallazgo
obtenido en una prueba invalidada, con la conclusión de resultar imposible
efectuar al inculpado pregunta alguna relativa al descubrimiento obtenido a
través de la prueba anulada, dada su naturaleza de pregunta capciosa en el
sentido de inductoras a error. Doctrina semejante pero más modulada se
encuentra en la STS 160/2003 de 24 de febrero. En todo caso se trata de una
tesis minoritaria de esta Sala y del Tribunal Constitucional; la STC 161/99 de 27
de septiembre, ya efectuó al respecto que ".... que el hallazgo de la droga fuera
consecuencia de un acto ilícito no supone que la droga no fue hallada, ni que
sobre el hallazgo no se puede proponer prueba porque haya de operarse como
si no hubiera sucedido....", "....la droga existe, fue hallada, decomisada y
analizada....", y se concluye "....no puede aceptarse la afirmación hecha por el
demandado de que no se le podía preguntar por la droga...." .

Es evidente que como se indica en la STS 1203/2002 de 18 de Julio


"....ha de evitarse que esta fórmula (se refiere a la conexión de antijuricidad) se
constituya en una fuente de inseguridad que vacíe de contenido efectivo la
disposición legal expresa prevenida en el art. 11-1° LOPJ y nos retrotraiga en
esta materia a criterios probatorios ya superados con la aprobación de la
LOPJ"....", por ello será preciso un especial análisis de las condiciones
concretas y en cada caso en las que se produjo la confesión incriminatoria, en
orden a verificar que ella fue exponente de su libre voluntad autodeterminada y
no viciada por la realidad del hallazgo de la droga.

En este sentido existe una sentencia de esta Sala -de 4 de abril de 2003-
que declaró que la nulidad de la declaración autoincriminatoria en sede policial
arrastró por conexión a la siguiente declaración en sede judicial, también
incriminatoria, formalmente válida pero que se estimó nula por la proximidad

439
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

temporal entre ambas y considere que por esa razón la nulidad de la primera
declaración abarcó también a la declaración judicial».

La STS 1/2006, de 9 de enero se halla en sintonía con la jurisprudencia


constitucional. Pero el, voto particular que la apostilla muestra la viveza del
debate y es un claro paradigma del argumentario de la posición refractaria a
salvar esa prueba de confesión, sea cual sea el momento en que se produce.

La pervivencia de posturas encontradas sobre este particular dentro de


la Sala Segunda del Tribunal Supremo es puesta de manifiesto por la STS
2/2.011, de 15 de febrero y especialmente por algunos de los votos discrepantes
que suscriben varios magistrados. La mayoría de la Sala se inclina por respetar
el principio general establecido por el TC: la conexión causal es insuficiente para
extender la invalidez de una diligencia de investigación a la confesión efectuada
posteriormente y realizada con todas las garantías, aunque se aprecie que sin
aquélla diligencia inválida no se hubiese prestado esa declaración
autoincriminatoria. Pese a esa inicial aceptación, la sentencia adiciona algunos
requisitos no presentes en la jurisprudencia constitucional (como que la
confesión sea "informada" en el sentido de que quien la hace sea ya consciente
de que las pruebas anteriores están viciadas de nulidad) que casi vacían de
contenido aquél principio general reduciendo su aplicación a supuestos que
serán un tanto insólitos. Las SSTS 370/2008, de 19 de junio, 529/2010, de 24
de mayo, 768/2010, de 15 de septiembre, 121/2010, de 12 de febrero -que
analiza la confesión en declaración indagatoria considerándola desconectada
de las iniciales pruebas ilícitas-constituyen otras tantas muestras de la doble
línea que está presente en la jurisprudencia ordinaria.

Con cierto afán recopilador y con abundante cita de precedentes la STS


91/2011, de 9 de febrero, aunque guardando fidelidad a la postura de la Sala
Segunda más reticente a acoger sin matizaciones las directrices del TC, dice:
"Por consiguiente, podemos concluir en la necesidad de concurrencia de los
siguientes requisitos para la posible convalidación, como prueba apta, de las
declaraciones prestadas por los imputados a consecuencia de informaciones
obtenidas previamente con vulneración de un derecho fundamental, de acuerdo
con la mentada doctrina de la "desconexión de antijuricidad":

440
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a) Que dicha declaración de contenido confesante deberá prestarse, o


en el caso de ser sumarial ratificarse, en el acto del Juicio oral, debidamente
asistido el declarante de Letrado y siendo conocedor de la trascendencia
convalidante que el contenido de sus dichos tenga respecto de pruebas que, en
su día, pudieran ser tenidas como nulas por vulneración de alguno de sus
derechos fundamentales.

b) Que no se produzca retractación en el Juicio respecto de la confesión


prestada en la fase sumarial que, en todo caso, deberá haberse realizado con
los requisitos de asistencia letrada, pleno conocimiento de las circunstancias y
consecuencias, etc. a las que se acaba de aludir en el apartado anterior.

c) Que se trate de una confesión, además de plenamente voluntaria y


libre por supuesto, completa, es decir, con admisión de la responsabilidad penal,
por los hechos confesados o, cuando menos, con aceptación expresa de todos
los hechos necesarios para la calificación de los mismos como delito, no
pudiendo ser utilizada la declaración con carácter fragmentario, tan sólo en
aquellos aspectos que pudieran ser contrarios para el confesante e ignorando
lo que le fuere favorable.

Requisitos los anteriores sin duda estrictos y rigurosos, ya que no


debemos olvidar que nos hallamos, ni más ni menos, que ante un mecanismo
que procura la excepcional convalidación del valor probatorio de las
consecuencias derivadas de diligencias llevadas a cabo con vulneración de
derechos fundamentales.

63.- El motivo segundo al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim, por
indebida inaplicación de los arts. 21, circunstancias 7ª y 4ª, y 66.1-2 CP.

La sentencia recurrida pese a establecer y reconocer a lo largo de toda


la resolución la mucha importancia que ha tenido la declaración prestada en
juicio por Francisco Correa para un mejor esclarecimiento de los hechos y de
gran ayuda a la hora de valorar la muy abundante y compleja prueba, en
particular, documental, y a afirmar que se le rebajan las penas en los delitos del
apartado Majadahonda, lo cierto es que tal rebaja punitiva no se produce.

441
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello el recurrente discrepa de la sentencia en dos circunstancias:

1ª Porque la atenuante debe extenderse en su aplicación a la totalidad


de los delitos y las penas en todos sus apartados; y

2ª Porque cuando la sentencia llega a apreciar la atenuante analógica de


confesión para Francisco Correa exclusivamente en el apartado Majadahonda
(folio 987 Sentencia) justificándola conforme a la doctrina antes reseñada, luego
no llega a aplicar la rebaja penológica, imponiendo las mismas penas al
recurrente que a aquellos a quienes no aprecia la concurrencia de la atenuante.

Señala, a continuación, transcribiendo los más de 70 párrafos de la


sentencia en los que se destaca la importancia de la colaboración del recurrente
a través de su declaración en el plenario en todos los hechos objeto de
enjuiciamiento, pero el tribunal si bien parece reconocer la aplicabilidad de la
atenuante a todos los delitos valorando la “mucha importancia” que la
declaración y colaboración del Sr. Correa tuvo, pese a ello la descarta con un
razonamiento que el recurrente tilda de antijurídico, al considerar que debe
excluirse al ser compensada ante la gravedad de los hechos y perjuicio
económico, al decir “nos hubiera llevado en este específico caso a la aplicación
de esa atenuante analógica de confesión que fue solicitada por la defensa, en
todo compensada por la especial gravedad de las conductas que se le
reprochan y el muy importante perjuicio, fundamentalmente económico que con
ellas ha ocasionado.”

El recurrente discrepa de tal razonamiento por cuanto ninguna regla


penológica permite la no aplicación de una circunstancia atenuante por la
gravedad objetiva de los hechos. Y por ello dada la especial intensidad y utilidad
de la confesión para la investigación, esta atenuante debe ser considerada como
muy cualificada con rebaja en todas las penas impuestas en dos grados.

En relación a la atenuante de confesión el art. 21.4 CP, la jurisprudencia


de esta Sala, SSTS 1071/2006, de 9 de diciembre; 544/2007, de 21 de junio;
25/2008, de 29 de enero; 6/2010, de 27 de enero; 246/2011, de 14 de abril;
708/2014, de 6 de noviembre; 695/2016, de 28 de julio; 784/2017, de 30 de
marzo, ha puesto de relieve que la razón, la atenuante no estriba en el factor

442
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

subjetivo de pesar y contrición, sino en el dato objetivo de la realización de actos


de colaboración a la investigación del delito. Se destaca como elemento
integrante de la atenuante, el cronológico, consistente en que el reconocimiento
de los hechos se verifique antes de que el inculpado conozca que es investigado
procesal o judicialmente por los mismos. En el concepto de procedimiento
judicial se incluye la actuación policial (SSTS. 21.3.97 y 22.6.2001), que no
basta con que se haya abierto, como se decía en la regulación anterior, para
impedir el efecto atenuatorio a la confesión, sino que la misma tendrá la
virtualidad si aún no se había dirigido el procedimiento contra el culpable, lo que
ha de entenderse en el sentido de que su identidad aún no se conociera. La
razón de ser del requisito es que la confesión prestada, cuando ya la Autoridad
conoce el delito y la intervención en el mismo del inculpado, carece de valor
auxiliar a la investigación. Otro requisito de la atenuante es el de la veracidad
sustancial de las manifestaciones del confesante, sólo puede verse favorecido
con la atenuante la declaración sincera, ajustada a la realidad, sin
desfiguraciones o falacias que perturben la investigación, rechazándose la
atenuante cuando se ofrece una versión distinta de la luego comprobada y
reflejada en el "factum", introduciendo elementos distorsionantes de lo
realmente acaecido (SSTS. 22.1.97, 31.1.2001). Tal exigencia de veracidad en
nada contradice los derechos constitucionales "a no declarar contra si mismo" y
"a no confesarse culpable" puesto que ligar un efecto beneficioso o la confesión
voluntariamente prestada, no es privar del derecho fundamental a no confesar
si no se quiere (STC. 75/87 de 25.5).

En la sentencia 25.1.2000, se hace una exposición minuciosa de los


requisitos integrantes de la atenuante de confesión, que serían los siguientes:
1) Tendrá que haber un acto de confesión de la infracción; 2) El sujeto activo de
la confesión habrá de ser el culpable; 3) la confesión habrá de ser veraz en lo
sustancial; 4) La confesión habrá de mantenerse a lo largo de las diferentes
manifestaciones realizadas en el proceso, también en lo sustancial; 5) La
confesión habrá de hacerse ante Autoridad, Agente de la Autoridad o funcionario
cualificado para recibirla; 6) Tendrá que concurrir el requisito cronológico,
consistente en que la confesión tendrá que haberse hecho antes de conocer el
confesante que el procedimiento se dirigía contra él, habiendo de entenderse

443
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que la iniciación de Diligencias Policiales ya integra procedimiento judicial, a lo


efectos de la atenuante. Por "procedimiento judicial" debe entenderse, conforme
a la jurisprudencia de esta Sala, las diligencias policiales que, como meras
actuaciones de investigación necesariamente han de integrarse en un
procedimiento judicial (SSTS. 23.11.2005, 19.10.2005, 13.7.98, 27.9.96,
31.1.95).

Expuestos estos requisitos necesarios en orden a la concurrencia de la


atenuante 4 art. 21, para la estimación de la analogía 21.6, en relación a aquella,
hemos de partir de que para que una atenuante pueda ser estimada como
analógica de alguna de las expresamente recogidas en el texto del Código
Penal, dice la Sentencia de esta Sala de 20 de diciembre de 2000, ha de
atenderse a la existencia de una semejanza del sentido intrínseco entre la
conducta apreciada y la definida en el texto legal, desdeñando a tal fin meras
similitudes formales y utilizándolo como un instrumento para la individualización
de las penas, acercándolas así al nivel de culpabilidad que en los delincuentes
se aprecie, pero cuidando también de no abrir un indeseable portillo que permita,
cuando falten requisitos básicos de una atenuante reconocida expresamente, la
creación de atenuantes incompletas que no han merecido ser recogidas
legalmente (sentencias de 3 de febrero de 1996 y 6 de octubre de 1998).

Esta Sala considera que pueden ser apreciadas circunstancias


atenuantes por analogía: a) en primer lugar, aquellas que guarden semejanza
con la estructura y características de las cinco restantes del art. 21 del Código
penal; b) en segundo lugar, aquellas que tengan relación con alguna
circunstancia eximente y que no cuenten con los elementos necesarios para ser
consideradas como eximentes incompletas; c) en un tercer apartado, las que
guarden relación con circunstancias atenuantes no genéricas, sino
específicamente descritas en los tipos penales; d) en cuarto lugar, las que se
conecten con algún elemento esencial definidor del tipo penal, básico para la
descripción e inclusión de la conducta en el Código penal, y que suponga la ratio
de su incriminación o esté directamente relacionada con el bien jurídico
protegido; e) por último, aquella analogía que esté directamente referida a la
idea genérica que básicamente informan los demás supuestos del art. 21 del
Código penal, lo que, en ocasiones, se ha traducido en la consideración de

444
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

atenuante como efecto reparador de la vulneración de un derecho fundamental,


singularmente el de proscripción o interdicción de dilaciones indebidas.

Ahora bien, la atenuante de análoga significación no puede alcanzar


nunca al supuesto de que falten los requisitos básicos para ser estimada una
concreta atenuante, porque lo equivaldría a crear atenuantes incompletas o a
permitir la infracción de la norma, pero tampoco puede exigirse una similitud y
una correspondencia absoluta entre la atenuante analógica y la que sirve de
tipo, pues ello equivaldría a hacer inoperante el humanitario y plausible propósito
de que hablaba la sentencia 28.1.80, (SSTS. 27.3.83, 11.5.92, 159/95 de 3.2, lo
mismo en SSTS. 5.1.99, 7.1.99, 27.1.2003, 2.4.2004).

Por ello reiteradamente se ha acogido por esta Sala (STS. 10.3.2004),


como circunstancia analógica de confesión la realización de actos de
colaboración con los fines de la justicia cuando ya se ha iniciado la investigación
de los hechos con el acusado (SSTS. 20.10.97, 30.11.96, 17.9.99). En efecto la
aplicación de una atenuante por analogía debe inferirse del fundamento de la
atenuante que se utilice como referencia para reconocer efectos atenuatorios a
aquellos supuestos en los que concurra la misma razón atenuatoria. En las
atenuantes "ex post facto" el fundamento de la atenuación se encuadra
básicamente en consideraciones de política criminal, orientadas a impulsar la
colaboración con la justicia en el concreto supuesto del art. 21.4 CP. pero en
todo caso debe seguir exigiéndose una cooperación eficaz, seria y relevante
aportando a la investigación datos “especialmente significativos para esclarecer
la intervención de otros individuos en los hechos enjuiciados (SSTS. 14.5.2001,
24.7.2002), que la confesión sea veraz, aunque no es necesario que coincida
en todo (SSTS. 136/2001 de 31.1, 51/97 de 22.1), no puede apreciarse
atenuación alguna cuando es tendenciosa, equivoca y falsa, exigiéndose que
no oculta elementos relevantes y que no añade falsamente otros diferentes, de
manera que se ofrezca una versión irreal que demuestre la intención del
acusado de eludir sus responsabilidades (STS. 888/2006 de 20.9).

Pero conviene aclarar -como se precisa en STS 246/2011 de 14.4-, que


no es adecuado considerar que la confesión pierde todo efecto atenuante
porque junto con la admisión del hecho se alegan circunstancias que atenúan la

445
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

responsabilidad o que, incluso, la excluyen, o se cuestione la subsunción jurídica


que de los hechos confesados y admitidos hagan las acusaciones. En este
sentido las STS 6-3-92, 11- 2-92, 21-3-94 y 6-12-98, que señalaron que "no es
necesario para apreciar la veracidad de la confesión que existe una coincidencia
total entre lo manifestado y lo ocurrido dado que si el acusado admite el hecho
típico pero no reconoce haber obrado sin causas que excluyan la
responsabilidad, se dará uno de los casos en los que -probado, por ejemplo que
no concurrió la atenuante del art. 21-3- la veracidad no sería total, pero de todos
modos, suficiente para apreciar la atenuante. Hay también otras razones: "la
compensación positiva de la culpabilidad por el hecho, fundamento de esta
atenuante, es independiente de que el autor, luego de confesar la realización
del hecho, pretenda ejercer su derecho de defensa. (art. 24-2 CE). El valor
atenuante surge, por lo tanto, de la confesión y no de la renuncia a defenderse,
toda vez que el ejercicio de un derecho fundamental no puede tener efectos
negativos sobre el que lo ejerce por el hecho mismo de su ejercicio".

Por eso en el caso presente que el recurrente en esta vía casacional ante
las penas impuestas, solicite la absolución por la vulneración denunciada en el
motivo primero, no sería impedimento para la concurrencia de la atenuante.

64.- Siendo así no cabe duda de que la actuación del Sr. Correa -y la
propia sentencia lo reconoce- tuvo gran utilidad para el mejor esclarecimiento
de los hechos y de gran ayuda a la hora de valorar la muy abundante y compleja
prueba, en particular, documental, al reconocer no solo su propia autoría sino la
participación de los otros acusados, conducta que tendría encaje en la
atenuante analógica de colaboración.

En este punto le asiste, por tanto, razón al recurrente, la gravedad de los


hechos y el perjuicio serán circunstancias para determinar la base de la pena o
factores de individualización de la misma, pero no pueden determinar la no
aplicabilidad de la atenuante de confesión. En efecto se daría la paradoja de
que en los delitos más graves o cometidos por organizaciones, aquellos en los
que la investigación es más compleja y dificultosa, como sería el caso presente,
nunca se aplicaría la atenuante de confesión (sea analógica o no) y el hecho de

446
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

confesarse culpable no comportaría beneficio alguno a la hora de individualizar


la pena, invitando al acusado a que, en lugar de reconocer los hechos, negara
los mismos y entorpeciera la investigación.

Asimismo tampoco es asumible la tesis de las acusaciones al impugnar


el motivo de como las penas resultantes por los correspondientes delitos
atribuidos al recurrente era imponible conforme a la legalidad al estar en la mitad
inferior, esto es, dentro del marco penológico de aplicarse la atenuante, el
motivo debería ser desestimado, dado que como se destaca en el motivo las
penas impuestas a este acusado han sido las mismas que a otros acusados en
los que no concurría atenuante alguna lo que implicaría, de hecho, negar efecto
penológico alguno a la concurrencia de una atenuante de confesión que supone
una dimensión menor de la culpabilidad que desde esta premisa incurre en un
reproche menor.

En cuanto a su consideración como cualificada, las atenuantes por


analogía, a pesar de su dificultad, pueden ser consideradas como muy
cualificadas pero se exige que se acredite una mayor intensidad, superior a la
normal respecto a la atenuante correspondiente, teniendo en cuenta todos los
datos y elementos que prueban la menor antijuridicidad o culpabilidad del
agente, que le hagan merecedor de un trato más benévolo.

En definitiva ha de estimarse dicha excepcionalidad cuando el


fundamento atenuatorio concurre con especial intensidad por la especial
relevancia de la actuación colaboradora del acusado, es decir, en aquellos
supuestos en que la cooperación es activa y resulta decisiva para el
esclarecimiento de los hechos y de la participación del resto de los acusados en
operación de relevante entidad.

Excepcionalidad que no concurre en el caso actual, por lo que deberá


aplicarse la atenuante analógica ordinaria de colaboración con los efectos
penológicos que se determinarán en la segunda sentencia.

RECURSO FELISA ISABEL JORDAN

447
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

65.- Articula un primer motivo al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852
LECrim que subdivide en varios apartados:

1º) Por vulneración de los arts. 10.2, 24.2 y 25.1 CE en relación al art.
517.2 CP sobre cosa juzgada en virtud de la sentencia del TSJ de Valencia
caso FITUR, íntegramente confirmada por la STS 214/2018 en relación a la
condena que sufre la Sra. Jordán por el art. 517.2 CP, como miembro
activo, cuando, sin embargo, la posición que se le atribuye en la sentencia
objeto de casación es la equiparación a la dirección del grupo y en
concreto a la de Pablo Crespo, condenado en Fitur por el art. 571.1 y con
aplicación de igual extensión de condena a los Sres. Correa y Crespo, lo
que supone un quebrantamiento de los efectos de la cosa juzgada.

El confuso desarrollo argumental del motivo hace necesario destacar


como esta Sala, SSTS 730/2012, de 26 de septiembre; 974/2012, de 5 de
diciembre; 772/2017, de 29 de noviembre; 518/2019, de 29 de octubre, tiene
declarado que la eficacia de la cosa juzgada consiste en aquélla que producen
las sentencias de fondo y otras resoluciones a ellas asimiladas (como los autos
de sobreseimiento libre) por la cual no pueden ser atacadas en otro proceso
posterior relativo al mismo objeto antes enjuiciado y ya definitivamente
solventado (STS. 1375/2004 de 30.11).

Una doble condena o un proceso posterior por un hecho ya juzgado,


violaría el derecho a un proceso con todas las garantías del art. 24.2 CE. y
también el art. 25.1 de esta misma Ley Fundamental que sanciona el principio
de legalidad.

En este sentido ha sido reiteradamente declarado por la doctrina del


Tribunal Constitucional (SS. 3154/90 de 14.10), y la jurisprudencia de esta Sala
(SS. 29.4.93, 22.6.94, 17.10.94, 20.6.97, 8.4.98) que la denominada excepción
de cosa juzgada, es una consecuencia inherente al principio "non bis in idem",
el cual ha de estimarse implícitamente incluido en el art. 25 de la CE., como
íntimamente ligado a los principios de legalidad y de tipicidad de las infracciones,
principio que se configura como un derecho fundamental del condenado, y que
impide castigar doblemente por un mismo delito.

448
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ahora bien, a diferencia de otras ramas del Derecho en las que puede
existir una eficacia de cosa juzgada material de carácter positivo o
prejudicialidad que se produce cuando para resolver lo planteado en un
determinado proceso haya de partirse de lo ya antes sentenciado con resolución
de fondo en otro proceso anterior, ésta eficacia no tiene aplicación en el ámbito
del proceso penal, pues cada causa criminal tiene un propio objeto y su propia
prueba y conforme a su propio contenido ha de resolverse, sin ninguna posible
vinculación prejudicial procedente de otro proceso distinto (otra cosa son las
cuestiones prejudiciales de los arts. 3 y ss. De la L.E.Cr.) todo ello sin perjuicio
de que la prueba practicada en el primero pueda ser traída de segundo proceso
para ser valorada en unión de las demás existentes.

Asimismo en STS. 338/2015 de 2 de junio hemos recordado, como el


Tribunal Constitucional por todas, sentencia 91/2008 de 21.7, ha reiterado que
el principio non bis in idem se configura como un derecho fundamental,
integrado en el art. 25.1 CE, con una doble dimensión material y procesal. La
material o sustantiva impide que un mismo sujeto sea sancionado en más de
una ocasión con el mismo fundamento y por los mismo hechos, toda vez que
ello supondría una reacción punitiva desproporcionada que haría quebrar,
además, la garantía del ciudadano de previsibilidad de las sanciones. La
procesal o formal proscribe, en su sentido originario, la duplicidad de
procedimientos penales en caso de que exista la triple identidad de sujeto,
hecho y fundamento. Ello implica la imposibilidad de proceder a un nuevo
enjuiciamiento penal si el primer proceso ha concluido con una resolución de
fondo con efecto de cosa juzgada, ya que, en el ámbito de lo definitivamente
resuelto por un órgano judicial, no cabe iniciar un nuevo procedimiento, pues se
menoscabaría la tutela judicial dispensada por la anterior decisión firme y se
arroja sobre el reo la carga y la gravosidad de un nuevo enjuiciamiento. Por
tanto, la falta de reconocimiento del efecto de cosa juzgada puede ser el
vehículo a través del cual se ocasiona dicha lesión. Asimismo debe destacarse
que este Tribunal Constitucional tiene competencia para revisar el
pronunciamiento de los órganos judiciales sobre la existencia de la triple
identidad requerida de sujeto, hecho y fundamento, en cuanto constituye el
presupuesto de la interdicción constitucional de incurrir en bis in idem y delimita

449
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el contenido de los derechos fundamentales reconocidos en el art. 25.1 CE, o


para analizarla directamente, comparando los ilícitos sancionados, partiendo de
la acotación de los hechos realizada por los órganos judiciales, y tomando como
base la calificación jurídica de estos hechos realizada en la resolución judicial.

La sentencia Tribunal Constitucional 69/2010 de 18.10 insiste en que la


prohibición de incurrir en bis in idem procesal o de un doble proceso penal con
el mismo objeto ha sido encuadrada por este Tribunal en el derecho a la tutela
judicial efectiva (art. 24.1 CE), concretándose dicha garantía en la imposibilidad
de proceder a un nuevo enjuiciamiento penal si el primer proceso ha concluido
con una resolución de fondo firme con efecto de cosa juzgada, ya que en el
ámbito de lo definitivamente resuelto por un órgano judicial no cabe iniciar un
nuevo procedimiento, pues se menoscabaría la tutela judicial dispensada por la
anterior decisión firme, y se arrojaría sobre el reo la carga y la gravosidad de un
nuevo enjuiciamiento (SSTC 159/1987, de 26 de octubre; 2/2003, de 16 de
enero; 249/2005, de 10 de octubre; 23/2008, de 11 de febrero; 60/2008, de 26
de mayo; 91/2008, de 21 de julio).

El alcance que este Tribunal ha otorgado a la interdicción de incurrir en


bis in idem, en cuanto comprensiva tanto de la prohibición de la aplicación de
múltiples normas sancionadoras como, en lo que a este recurso de amparo
interesa, de la proscripción de ulterior enjuiciamiento, cuando el mismo hecho
ya ha sido enjuiciado en un primer procedimiento, en el que se ha dictado una
resolución con efecto de cosa juzgada, coincide en lo sustancial con el contenido
asignado al mismo en los convenios internacionales sobre derechos humanos
(art. 14.7 del Pacto Internacional de derechos civiles y políticos de 16 de
diciembre de 1966; art. 4 del Protocolo 7 del Convenio Europeo de Derechos
Humanos de 22 de noviembre de 1984) [STC 249/2005, de 10 de octubre].

Asimismo esta Sala casacional –por todas STS. 505/2006 de 10.5-,


recuerda la única eficacia que la cosa juzgada material produce en el proceso
penal es la preclusiva o negativa consistente simplemente en que, una vez
resuelto por sentencia firme o resolución asimilada una causa criminal, no cabe
seguir después otro procedimiento del mismo orden penal sobre el mismo hecho
y respecto a la misma persona (STS. 24.4.2000), pues aparece reconocido

450
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

como una de las garantías del acusado el derecho a no ser enjuiciado


penalmente más de una vez por unos mismo hechos, derecho que es una
manifestación de principio "non bis in ídem", y una de las formas en que se
concreta el derecho a un proceso con todas las garantías reconocido en el
artículo 24.2 en relación con el artículo 10-2 de la Constitución Española y 14.7
del Pacto de Nueva York sobre Derechos Civiles y Políticos de 1966, ratificado
por España el 13.4.77, según el cual "nadie podrá ser juzgado, ni sancionado
por un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia
firme, de acuerdo con la Ley y el procedimiento penal de cada país".

Sin embargo, y según la misma doctrina, para que opere la cosa juzgada,
siempre habrán de tenerse en cuenta cuales son los elementos identificadores
de la misma en el proceso penal y frente a la identidad subjetiva, objetiva y de
causa de pedir exigida en el ámbito civil, se han restringido los requisitos para
apreciar la cosa juzgada en el orden penal, bastando los dos primeros,
careciendo de significación, al efecto, tanto la calificación jurídica como el título
por el que se acusó, cuando la misma se base en unos mismos hechos. STS.
de 16 de febrero y 30 de noviembre de 1995, 17 octubre y 12 de diciembre 1994,
20 junio y 17 noviembre 1997, y 3 de febrero y 8 de abril de 1998.

Por tanto, los elementos identificadores de la cosa juzgada material son,


en el orden penal:

1) identidad sustancial de los hechos motivadores de la sentencia firme


y del segundo proceso.

2) identidad de sujetos pasivos, de personas sentenciadas y acusadas.

El hecho viene fijado por el relato histórico por el que se acusó y condenó
o absolvió en el proceso anterior, comparándolo con el hecho por el que se
acusa o se va a acusar en el proceso siguiente.

Por persona inculpada ha de considerarse la persona física contra la que


dirigió la acusación en la primera causa y que ya quedó definitivamente
condenada (o absuelta) que ha de coincidir con el imputado del segundo
proceso.

451
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- En el caso presente la única conexión entre los hechos de la sentencia


214/2018 y los que ahora son enjuiciados es que algunos de los acusados son
los mismos, pero los hechos -aunque su calificación jurídica sea idéntica- eran
temporal y espacialmente distintos, por ello la única eficacia de la cosa juzgada
derivada de aquella anterior sentencia lo sería en relación a aquellos delitos -
como la propia asociación ilícita, caracterizada por la pluralidad de personas que
conforman una organización, estructurada y jerarquizada para la comisión de
delitos- que por su forma de manifestarse son de efectos permanentes. Siendo
así la solución vendrá dada por una única condena, aplicando a las restantes el
instituto de la cosa juzgada, cuando se constate que nos encontramos ante una
misma asociación ilícita, que es lo que ocurre en el caso actual en el que la
recurrente, condenada como integrante de una asociación ilícita en la sentencia
caso Futura, ha resultado absuelto en la presente.

2º) Por vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art.


24.2 CE con incongruencia interna de los términos de la sentencia y en
contra al juicio de razonabilidad, en cuanto a las funciones de control y
gestión que se le atribuye a la Sra. Jordán, en especial, a la contratación
en los años 2002-2004 en los apartados Majadahonda y Pozuelo.

Argumenta que ninguno de los hechos que afectan a las contrataciones


irregulares relativos a los apartados Majadahonda y Pozuelo van más allá del
segundo semestre de 2005, todos los hechos y contrataciones que se refieren
a estos municipios se encuentran comprendidos entre los años 2002-2004 y las
sociedades de eventos desplazadas a Pozuelo, en las que Isabel ejercía
funciones de auténtica administradora y responsabilidad no existían en aquel
periodo temporal. Así EASY CONCEPT se constituyó el 10-3-2005, GOOD &
BETTER el 11-1-2005, SERVIMADRID el 10-2-2005 y DISEÑO ASIMÉTRICO
el 28-12-2005.

La queja de la recurrente no tiene la relevancia pretendida. Que a


actuación de la Sra. Jordán dentro de las empresas del Grupo Correa, adquiriera
especial importancia con capacidad de mando, a partir del 2005, no alteraría la
calificación jurídica establecida en la sentencia: autora de un delito continuado
de malversación en concurso medial con prevaricación como cooperadora

452
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

necesaria, calificación realizada abarcando todas las fases de los periodos


temporales [(entre 1999 y segundo semestre 2005 (pág. 169 sentencia) y desde
el segundo semestre 2005 a 2009 (pág. 171)] que se detalla en el relato fáctico.

3º Por vulneración del art. 24.2 CE por quebrantamiento del


principio acusatorio porque no se atribuye a la Sra. Jordán en los escritos
de calificación provisional elevado a definitivo del Ministerio Fiscal, y al
que se adhirieron las acusaciones particulares, hechos relativos a la
facturación y la gestión financiera y contable de las empresas del Sr.
Correa y por el contrario se le condena en todos los apartados por
atribución de estas facultades a aquella.

Se dice que en el escrito de acusación el Ministerio Fiscal (pág. 13 y ss.)


distingue los dos periodos a los que ya se ha hecho referencia, excluyendo en
el primer periodo de manera expresa a la Sra. Jordán del control de la empresa
DOWN TOWN (principal empresa implicada) y en el segundo periodo de la
facturación y gestión contable y financiera de las empresas de eventos, por lo
que se ha producido un quebrantamiento del principio acusatorio en todos
aquellos hechos, también en este segundo periodo, que atribuyen funciones de
facturación, gestión contable y financiación a las sociedades de la recurrente.

El motivo -se adelanta- deviene improsperable.

En efecto, el principio acusatorio, tal como la STS 417/2019, de 24 de


septiembre ha precisado, con cita de las ss. 609/2002 de 10.10, 368/2007 de
9.5 y 279/2007 de 11.4, exige la exclusión de toda posible indefensión para el
acusado, lo cual quiere decir "en primer término, que el hecho objeto de
acusación y el que es base de la condena permanezcan inalterables, esto es,
que exista identidad del hecho punible, de forma que el hecho debatido en juicio,
señalado por la acusación y declarado probado, constituya supuesto fáctico de
la calificación de la sentencia. La otra condición consiste en la homogeneidad
de los delitos objeto de condena y objeto de acusación" (SS. T.C. 134/86 Y
43/97). El T. S. por su parte tiene declarado sobre la cuestión aquí examinada
que" el sistema acusatorio que informa el proceso penal especial exige que
exista la debida correlación entre la acusación y la sentencia de forma tal que la
defensa del imputado tenga oportunidad de alegar, proponer prueba y practicar

453
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en su práctica y en los debates, habiendo conocido con antelación suficiente


aquello de lo que se le acusa, y sin que la sentencia de forma sorpresiva pueda
condenar por algo de lo que antes no se acusó y respecto de lo cual consiguiente
no pudo articularse la estrategia exigida por la Ley en garantía de la posición
procesal del imputado", de ahí que "la acusación ha de ser precisa y clara
respecto del hecho y del delito por el que se formula y la sentencia ha de ser
congruente con tal acusación sin introducir ningún elemento nuevo del que no
hubiera existido antes posibilidad de defenderse "(s. T.S. 7/12/96); y que "el
establecimiento de los hechos constituye la clave de la bóveda de todo el
sistema acusatorio del que el derecho a estar informado de la acusación es
simple consecuencia (s. T.S. 15/7/91). "los hechos básicos de la acusación
constituyen elementos substanciales e inalterables y la sentencia tiene que ser
congruente respecto de los mismos, sin la introducción de ningún nuevo
elemento del que no existiera posibilidad de defensa "(SS. T.S. 8/2/93, 5/2/94 Y
14/2/95). En suma, como se precisa en s. 26/2/94 es evidente: "a) Que sin
haberlo solicitado la acusación no puede introducir un elemento "contra reo" de
cualquier clase que sea; b) Que el derecho a ser informado de la acusación
exige su conocimiento completo; c) Que el inculpado tiene derecho a conocer
temporánea y oportunamente el alcance y contenido de la acusación a fin de no
quedar sumido en una completa indefensión; y d) Que el objeto del proceso no
puede ser alterado por el Tribunal de forma que se configure un delito distinto o
una circunstancia penológica diferente a las que fueron objeto del debate
procesal y sobre la que no haya oportunidad de informarse y manifestarse el
acusado".

En definitiva, se garantiza que nadie será acusado en proceso penal con


una acusación de la que no se ha tenido conocimiento suficiente y, por tanto,
que no recibirá un trato de desigualdad frente al acusador que le ocasione
indefensión (SS. TC. 54/85 de 18 abril y 17/89 de 30 de enero). Constituye
asimismo, según el citado T.C., el primer elemento del derecho de defensa, que
condiciona todos los demás, pues mal puede defenderse de algo que no sabe
en concreto -s. 44/83 de 24 de mayo- Consiste substancialmente este derecho
en asegurar el conocimiento del acusado acerca de los hechos que se le
imputan y de los cargos que contra él se formulan -SS 14/86 de 12 noviembre,

454
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

17/88 de 16 febrero y 30/89 de 7 de febrero- y se satisface, pues, siempre que


haya conocimiento de los hechos imputados para poder defenderse de los
mismos- s. 170/90 de 5 noviembre.- También el Tribunal Supremo ha
reconocido que el derecho a la tutela efectiva comporta, entre otros, el derecho
a ser informado de la acusación, como primer elemento del derecho de defensa,
que condiciona a todos los demás, SS 4/11/86, 21/4/87 Y 3/3/89, teniendo
derecho el acusado a conocer temporáneamente el alcance y contenido de la
acusación a fin de no quedar sumido en una completa indefensión, cual sucede
si de modo sorpresivo es blanco de novedosas imputaciones exteriorizadas y
hechas saber cuándo han precluído sus posibilidades de alegación y de
proposición de pruebas exculpatorias S.S.9/9/87,8/5/89,25/5/90, 18/5/92,
1824/93 de 14 julio, 1808/94 de 17 octubre, 229/96 de 14 marzo, 610/97 de 5
mayo, 273/98 de 28 febrero, 489/98 de 2 abril, 830/98 de 12 junio, 1029/98 de
22 septiembre y1325/2001 de 5 julio, entre otras.

La STS. 669/2001 de 18 abril es suficientemente esclarecedora al


precisar: " Una reiterada jurisprudencia del Tribunal Supremo, SS. 15/3/97 y
12/4/99, entre otras, han declarado que lo verdaderamente importante, para no
vulnerar el principio acusatorio, es el relato fáctico de la acusación sea
respetado en las líneas esenciales, no en todos sus detalles, muchos de ellos
irrelevantes en la mayor parte de los casos, pero también se ha mantenido para
ser respetuoso con el derecho constitucional a ser informado de la acusación y
con el derecho de defensa el relato fáctico de la calificación acusatoria debe ser
completo (debe incluir todos los elementos fácticos que integran el tipo delictivo
objeto de la acusación y las circunstancias que influyen sobre la responsabilidad
del acusado) y específico (debe permitir conocer con precisión cuales son las
acciones o expresiones que se consideran delictivas) pero no exhaustivo, es
decir que no se requiere un relato minucioso y detallado, por así decirlo
pormenorizado, ni la incorporación ineludible al texto del escrito de elementos
fácticos que obren en las diligencias sumariales y a los que la calificación
acusatoria se refiere con suficiente claridad (s. T.S. 4/3/99).

La cuestión, por tanto, es si tal cambio en el relato histórico implica una


mutación sustancial a los efectos del principio acusatorio y del correlativo
derecho de defensa. Es sabido que las modificaciones de detalles o de aspectos

455
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

meramente secundarios no conculcan tales principios y pueden ser introducidos


por el Tribunal sentenciador en su resolución, con objeto de ser más
respetuosos con la descripción de la verdad material de lo acontecido. Sobre
este particular hemos de señalar: 1) Que lo que es objeto de contradicción en el
debate del juicio oral es lo que se refleja en los respectivos escritos de acusación
y de defensa, esto es, los elementos fácticos y jurídicos que enmarcan el objeto
del proceso penal; 2) Que tal marco no es inflexible, sino que, por un lado, puede
traspasarse con la introducción de elementos episódicos, periféricos o de mero
detalle, no afectantes al derecho de defensa, y por otro, se ensancha o se acorta
en el momento en que las partes elevan a definitivas sus conclusiones
provisionales, dándose oportunidad de nuevos elementos probatorios
posteriores que desvirtúen los introducidos en dicha fase procesal, para
salvaguardar el derecho de defensa; 3) Que las modificaciones que se
introduzcan no pueden modificar esencial o sustancialmente los elementos
fácticos del relato histórico que las acusaciones sometan a la consideración del
Tribunal, si no se ha producido una petición condenatoria al menos alternativa
por parte de las mismas; 4) Por último, tal modificación sustancial debe
obviamente valorarse de acuerdo con las particularidades del caso enjuiciado.

En el caso presente ni las afirmaciones del recurrente se deducen


del escrito de calificación del Fiscal, ni en todo caso incidirían en los delitos por
los que era acusada -malversación de caudales públicos en concurso medial
con prevaricación- y finalmente condenada.

4º) Por vulneración del art. 24.2 CE quebrantamiento de presunción


de inocencia en relación al valor de prueba de cargo atribuido a las
declaraciones de los coacusados en relación a las facultades de gestión y
control de la Sra. Jordán, sin la concurrencia de prueba periférica que lo
corrobore.

Argumenta que en las declaraciones de los coacusados Pablo Crespo,


Javier Nombela y Pablo Gallo concurre una más que evidente incredibilidad
subjetiva por razones de evaluación de responsabilidades; los conflictos que la
Sra. Jordán había tenido con la propia dirección de la empresa dos años antes

456
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del comienzo de la causa Gürtel, con interposición de tres denuncias; la


aportación por aquella del disco duro a la causa –con correos, hojas de coste,
resúmenes financieros…-, o la propia auditoría de Fuy & Co. por la propia Sra.
Jordán en el año 2009.

El motivo se desestima.

Sobre el valor incriminatorio de las declaraciones de un coimputado ya


nos hemos pronunciado en el motivo décimo sexto del recurso de Crespo y si
bien dijimos que tal declaración no puede entenderse corroborada a estos
efectos por la declaración de otros coimputados, en el caso concreto son varios
los coacusados los que se manifestaron sobre la relevante intervención de la
recurrente (Peñas, Moreno, Izquierdo, De Miguel, Rodríguez Quijano, Crespo y
Correa) todos de forma coincidente. Declaraciones que vienen corroboradas por
las de varios testigos, que el tribunal considera imparciales- que confirman cada
uno de los extremos controvertidos. Así, Marta Olea, Rocío Perea, José Miguel
Medina, Alejandra Cascaray que coincidieron en el relevante papel que en toda
la operación desempeñó Isabel Jordán, a quien apodaban “la jefa”, lo que unido
a los distintos informes de la UDEF sobre el papel desempeñado por Isabel
Jordán, hacen inviable la impugnación planteada.

5º) Por último, en cuanto a la vulneración del derecho de defensa por


impedir el Presidente interrogar al Abogado de la recurrente en relación a las
testificales de Rocío Pérez y Alejandra Cascaray sobre extremos relacionados
con las facultades de control y gestión de aquella, debemos recordar que no
basta con que una pregunta sea, en principio, pertinente por tener una relación
directa entre la pregunta y el objeto del juicio, sino que es preciso valorar la
relevancia, necesidad y en consecuencia, la causalidad de las preguntas en
relación con el motivo del fallo, debiendo apreciarse globalmente ambos
elementos para estimar presente e infringida la norma procesal (STS 1125/2001,
de 12 de julio). En la decisión del recurso de casación lo relevante es determinar
si la negativa a responder privó a la defensa del ejercicio de facultades
inherentes a tal condición y si las preguntas omitidas eran relevantes en el
preciso sentido de haber tenido aptitud para variar la decisión final (SSTS

457
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2352/2001, de 3 de diciembre; 77/2007, de 7 de febrero; 1680/2016, de 2 de


marzo).

Y en el caso presente sobre el contenido y sentido de las preguntas se


habían pronunciado ya los coacusados y testigos a que se ha hecho referencia,
por lo que el tribunal se consideraba suficientemente ilustrado sobre la cuestión
debatida, por lo que el motivo deviene improsperable.

66.- El motivo segundo –relativo a Majadahonda- se formula con el


siguiente enunciado:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

458
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional al amparo de los artículos 852


LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”

Se expone en el motivo que se condena a la recurrente por un delito de


malversación de fondos públicos en concurso medial con un delito de
prevaricación por la intervención en la elaboración de los pliegos de la OAC.
También se le imputa, la confección de una factura en el Salón de Plenos.

Se le atribuye el grado de participación, de cooperación necesaria, en la


elaboración de estos pliegos, y se considera que: “fue fundamental la
participación de Isabel Jordán en la adjudicación de la oficina de atención al
ciudadano de Majadahonda y organización de sus servicios” cuando la señora
Jordán, llevaba escasamente una semana como trabajadora de la empresa del
señor Correa, como mera productora, y sin embargo, se refiere una participación
decisiva, en función, de la que tiene en unas reuniones, sin que se razone el
conocimiento y la voluntad, en estas circunstancias, a participar en un proyecto
delictivo que dé lugar al concurso medial por el que se condena.

No sería razonable -ni se explica- dar lugar a la comisión concursal de


estos delitos, dadas las circunstancias de nuestra defendida en ese momento,
en el que se le estaría dando conocimiento y participación a un plan delictivo por
los propios -llamados-cabecillas del Grupo a una persona recién incorporada a
la empresa.

En estas condiciones de la señora Jordán, recién incorporada al proyecto


y a la empresa, y como mera productora, se la equipara de manera
desproporcionada en extensión penológica a quienes dirigen las empresas, a
saber, Francisco Correa y Pablo Crespo.

459
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Igualmente, se produce un quebrantamiento del principio acusatorio,


porque el propio Ministerio Fiscal, y las acusaciones, no sitúan a la señora
Jordán en los hechos que conforman su escrito de conclusiones, en el ámbito
de la facturación y la gestión contable y financiera, especialmente en lo que toca
en este apartado, a la factura del Salón de Plenos, amén, de que la propia
sentencia señala al señor Crespo, como la persona con decisión para fijar los
precios de facturación y la competencia a este respecto en el apartado de
Majadahonda.

Concurre, además, una insuficiencia de prueba, que dé lugar a inferir


dolo.

La recurrente insiste en cuestionar la prueba existente sobre el papel


principal o el dominio del hecho a la recurrente sobre las empresas del Grupo
Correa y por ello, su no responsabilidad por los ilícitos penales por los que ha
sido condenada. Ya hemos apuntado en el motivo precedente como en la
fundamentación jurídica de la sentencia recurrida, se valora la abundante
prueba desarrollada que acredita el principal papel que la recurrente desarrolló
en las empresas del Grupo Correa y en las empresas propias, mediante las que
consiguió las ilícitas adjudicaciones con el consiguiente menoscabo para las
arcas públicas (presentación de ofertas a nombre de las empresas que
resultaron adjudicatarias, firma de contratos, elaboración de pliegos, reuniones
con responsables del Ayuntamiento, confección de facturas…). Así de los
fundamentos jurídicos obrantes a las págs. 476 y ss. de la sentencia podemos
destacar, tal como señala el Ministerio Fiscal en su impugnación del motivo,

A) Declaración de Francisco Correa quien reconoció, amén de las


dadivas entregadas a los cargos públicos que mencionó, <<Reconoce, también,
que los acusados PABLO CRESPO SABARÍS, JOSÉ LUIS IZQUIERDO
LÓPEZ, ISABEL JORDÁN GONCET, JOSÉ JAVIER NOMBELA OLMO y
ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN eran empleados de esas empresas suyas con las
que accedía a los concursos en que conseguía esas adjudicaciones de
contratos de donde obtenía las cantidades de dinero con las que él se lucraba y
repartía con otros acusados (...)>> (pág. 478).

460
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(...) Y añadió que SERVIMADRID INTEGRAL S.L., EASY CONCEPT


COMUNICATION S.L. y GOOD&BETTER estaban dirigidas por la acusada
ISABEL JORDÁN (...)>> (pág. 482).

Siguiendo con lo declarado por Francisco Correa sobre la participación


de la recurrente, figura en la sentencia que <<En la sesión de tarde del día 13
comenzó preguntando el M.F. por la Comunidad Autónoma de Madrid
confirmando FRANCISCO CORREA que era ISABEL JORDÁN la que llevaba
las relaciones con esta a través de las sociedades que había dicho el día
anterior, y explicó los problemas, que llama de orden empresarial, tenidos con
esta, y cómo había intervenido para que el acusado JOSÉ JAVIER NOMBELA
OLMO entrara a trabajar a las órdenes de ISABEL JORDÁN, cuando esta
estaba en la gestión de las Oficinas de Atención al Ciudadano>> (pág. 482).

Respecto al papel que desempeñaba la recurrente en EASY CONCEPT,


que declaró que <<era la administradora, la directora general, la que tomaba las
decisiones, la directora con plenos poderes de EASY CONCEPT, con mando en
plaza, que no dejaba intervenir a PABLO CRESPO, era la secretaria
administrativa y JAVIER NOMBELA pertenecía a su equipo y recibía
instrucciones de ella>>” (pág. 493).

B) Declaración de Pablo Crespo, tanto en la instrucción como en el juicio


oral (pág. 499 y ss.) y sobre la participación de la recurrente en las empresas,
(pág. 528 y ss.).

C) Declaración de Alfonso Pozuelo García Asins, Presidente del Consejo


de administración de CONSTRUCTORA HISPÁNICA, quien <<Negó cualquier
contacto personal suyo con personas del Ayuntamiento de Pozuelo, aunque
admite que se trabajó con él, cree que a través de DOWN TOWN y que era
ISABEL JORDÁN la que mantenía relaciones con el Ayuntamiento>> (pág. 512).

D) Declaración de la recurrente (pág. 542 y ss.) con exhibición de los


documentos que se hacen constar y con trascripción de las grabaciones
efectuadas por José Luís Peñas Domingo (pág. 546 y ss.).

461
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

E) Declaraciones de Alicia Mínguez (pág. 576 y ss.), José Javier


Nombela Olmo (pág. 588 y ss.), Pablo Gallo Alcántara, Inmaculada Mostaza y
Juan Ignacio Hernández (pág. 644).

F) Declaraciones de Marta Olea Merino (pág. 644), Jesús Miguel Medina


Fuentes (pág. 645 y ss.), Rocío Perea Fernández (pág. 650), Alejandra
Lascaray, (pág. 651).

G) Además, la abundante prueba documental acredita incluso la


participación de la recurrente en empresas del Grupo Correa, con la cualidad de
socia de las mismas (hechos probados –pág.171–), siendo relevante que si se
examinan las actuaciones se puede comprobar que el 18 de noviembre de 2003
fue nombrada junto a Javier Nombela apoderada de DOWN TOWN (certificación
registral folios 199 a 224 tomo 41 principal DP 1/09 folio 20), fue socia con el
15% de tres de las sociedades (folio 1 de la documentación aportada por Isabel
Jordán de la auditoría realizada por UHY Fay&Co, Documental 20, pieza 18,
tomo 3, requerimiento 1).

Establecido lo anterior y ciñéndonos exclusivamente al presente motivo


respecto a la vulneración del principio de presunción de inocencia. La parte
recurrente no cuestiona la existencia de prueba de cargo, sino la valoración que
el Tribunal ha realizado sobre la misma, cuestión que compete en exclusiva al
Tribunal por imperativo del artículo 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Resulta absolutamente indiferente a los efectos que nos ocupa, la alegación
relativa al escaso tiempo que la recurrente llevaba en las empresas del Grupo
Correa, sino lo esencial, es la prueba sobre su concreta y principal participación
que tuvo en los hechos por los que ha sido condenada, como igualmente es
irrelevante que otro u otros coacusados hayan sido o no absueltos.

No obstante, cabe significar la carencia de consistencia de la alegación


relativa al escaso tiempo que la recurrente llevaba en la empresa y que fue dada
de alta el 11 de julio de 2002, por cuanto reconoce su asistencia a la reunión de
5 de julio de 2012, lo que significa que es cuestión distinta el estar dada de alta
que el trabajar para la empresa.

462
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Tribunal basa sus elementos de convicción no solo en la asistencia a


las referidas reuniones y al correo al que se refiere en el motivo, que por cierto,
son indicativos de su participación en los hechos, ya sea ab initio, ya con
carácter adhesivo, sino por las pruebas que se refieren en los fundamentos
jurídicos, de las que podemos señalar, a modo de ejemplo, las declaraciones
del resto de coacusados a los que hemos hecho anterior referencia. Así, en los
hechos probados se afirma respecto a la OAC <<Aunque el proyecto fue
ideación de FRANCISCO CORREA, la ejecución la llevó a cabo ISABEL
JORDÁN, quien intervino en diferentes reuniones, incluso, participó en la
elaboración de algún pliego de condiciones, haciéndolo en interacción con
quienes, desde dentro del Ayuntamiento, estaba de acuerdo, para adaptarlo, “ad
hoc”, a las conveniencias de las empresas de aquel; como también presentó en
el Ayuntamiento el documento de formalización del contrato de consultoría y
asistencia para el diseño de la OAC>> (pág. 196).

De todo lo anterior se deriva una principal participación de la recurrente


en los hechos, en su planeamiento y ejecución, dando lugar a las ilícitas
adjudicaciones con el menoscabo para las arcas públicas.

Las expresadas reuniones aparecen reconocidas por la propia recurrente


así como por las declaraciones de Francisco Correa, Luís Valor y Marta Olea,
por otra parte está acreditado documentalmente, que fue la recurrente quien en
el Expediente 101/02, de Consultoría y Asistencia Técnica para el Diseño e

Implantación de la OAC, cuyo importe ascendió a 612.551,94 €, siendo


la acusada quien <<el 07/04/2003, presentó el documento de formalización del
contrato y recibió copia “EL ORIGINAL” en el Ayuntamiento>> (pág. 198); pero
es más, en el Expediente 39/04 Servicio de Gestión de la OAC, que consiguió
la empresa DTC, por un importe de 111.600 euros, el contrato fue firmado en
representación de la adjudicataria DTC, por la recurrente.

A lo anterior cabe añadir el pliego de condiciones técnicas encontrado en


el domicilio de Carmen Rodríguez, a quien la recurrente con anterioridad al
expediente, que fue fallido, le adjuntaba un borrador de pliego de condiciones
técnicas “Contrato para la modificación del Salón de Plenos” para la realización
de dichas obras, respecto de que ni siquiera se tramitó expediente alguno, sino

463
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que fueron adjudicadas, directamente, a la empresa MONTENEGRO


PRODUCCIONES ESCENOGRÁFICAS, que las facturó al Ayuntamiento por el
importe de 89.929,45 €, en una sola factura, de 15/10/2003, elaborada a
instancia de ISABEL JORDÁN, como se acredita por el correo electrónico
remitido por la acusada (pág. 843).

En definitiva, el Tribunal dispuso de una plural prueba de cargo para


considerar a la acusada como coautora de los delitos cuestionados en el
presente motivo.

Razonamiento correcto pues como ya dijimos en el motivo sexto del


recurso de López Viejo, el control que compete al Tribunal Supremo respecto
de la verificación de la prueba de cargo suficiente para acreditar la efectiva
concurrencia de todos y cada uno de los elementos del delito de que se trate no
consiste en cuestionar “la específica función judicial de calificación y subsunción
de los hechos probados en las normas jurídicas aplicables, sino en verificar que
la actividad probatoria se ha practicado con las garantías necesarias para la
adecuada valoración “, en comprobar “que el órgano de enjuiciamiento expone
las razones que le han conducido a constatar el relato de hechos probados a
partir de la actividad probatoria practicada"; y en “supervisar externamente la
razonabilidad del discurso que une la actividad probatoria y el relato fáctico
resultante".

Doctrina esta que ha sido recogida en la STC. 123/2006 de 24.4, que


recuerda que el derecho a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE. “se
configura, en tanto que tanto que regla de juicio y desde la perspectiva
constitucional, como el derecho a no ser condenado sin pruebas de cargo
válidas, lo que implica que exista una mínima actividad probatoria, realizada con
las garantías necesarias, referida a todos los elementos esenciales del delito y
que de la misma quepa inferir razonablemente los hechos y la participación del
acusado en ellos. En cualquier caso es doctrina consolidada de este Tribunal
que no le corresponde revisar la valoración de las pruebas a través de las cuales
el órgano judicial alcanza su íntima convicción, sustituyendo de tal forma a los
Jueces y Tribunales ordinarios en la función exclusiva que les atribuye el art.
117.3 CE., sino únicamente controlar la razonabilidad del discurso que une la

464
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actividad probatoria y el relato fáctico que de ella resulta. De modo que sólo
podemos considerar insuficiente la conclusión probatoria a la que hayan llegado
los órganos judiciales desde las exigencias del derecho a la presunción de
inocencia si, a la vista de la motivación judicial de la valoración del conjunto de
la prueba, cabe apreciar de un modo indubitado, desde una perspectiva objetiva
y externa, que la versión judicial de los hechos es más improbable que probable.
En tales casos, aún partiendo de las limitaciones ya señaladas al canon de
enjuiciamiento de este Tribunal y de la posición privilegiada de que goza el
órgano judicial para la valoración de las pruebas, no cabrá estimar como
razonable, bien que el órgano judicial actuó con una convicción suficiente, más
allá de toda duda razonable, bien la convicción en sí (STC. 300/2005 de 2.1, FJ.
5).

67.- El motivo tercero atinente al delito de malversación en concurso


medial con el de prevaricación es articulado:

-por infracción directa de ley al amparo del art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 432.1-2 y 3 CP en relación con el delito de
malversación de fondos públicos y también en relación con el art. 77 CP
por concurso medial con el delito de prevaricación de los arts. 404 y 74 y
en relación con el art. 28.2 a) y b) CP.

-por infracción de precepto constitucional al amparo del art. 5.4


LOPJ y 852 LECrim por vulneración del art. 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos
declarados probados.

Se argumenta que la sentencia condena a la Sra. Jordán por un delito


de malversación en concurso medial con prevaricación habida cuenta de la
participación por parte de ésta en la elaboración de los pliegos de la OAC, con
el objeto de consumar un delito de malversación de fondos públicos.

No es posible la concurrencia de este concurso medial y de un dolo para


la consumación de un delito de malversación, en función de la intervención que

465
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se le otorga a la Sra. Jordán en la sentencia, habida cuenta, además, de que el


grado de participación que se le imputa es de cooperadora necesaria, respecto
de un proyecto, el de la OAC, que llevaba más de un año desarrollándose por
terceras personas, no traídas a la causa, y en lo que concierne a la Sra. Jordán,
cuando ésta llevaba días tras la incorporación a la empresa del Sr. Correa como
nueva productora y en consecuencia a un proyecto prácticamente concluido.

No solo no es razonable considerar que la participación de la Sra. Jordán


fue esencial dada la tardía incorporación al proyecto, sino que tampoco es
razonable considerar que, en estas circunstancias, la Sra. Jordán tuviera
conocimiento y voluntad de participar en la comisión de un delito de
malversación de fondos públicos y en un proyecto delictivo, que los llamados
cabecillas del Grupo Correa, la hubieran hecho conocedora del mismo. Pero no
solo eso, es que no existe motivación suficiente, a este respecto, en los hechos
probados, que permita una condena por este concurso medial.

El desarrollo argumental del motivo y las consideraciones que la


recurrente realiza sobre el concurso medial, hace necesario recordar que este
tipo de concurso concurre cuando se comete un hecho delictivo como medio
necesario para cometer otro: concurso medial, también conocido como
teleológico o instrumental o ideal impropio, que es una modalidad de concurso
real (pluralidad de acciones en correspondencia con una pluralidad de delitos)
sancionada como si se tratase de un concurso ideal (unidad de acción con
pluralidad de delitos).

El concurso medial es un supuesto de pluralidad de acciones y


consecuentemente un concurso real. Se trata, sin embargo, de un concurso real
en el que la pena única total del hecho excepcionalmente no se rige por el
principio general de acumulación, con los límites previstos en el art. 76, sino por
la regla específica que establece el art. 77.1, supuesto paradigmático de la
modalidad pluriofensiva (concurso ideal) es el caso del que lesione a un agente
de la autoridad, que constituye un delito de atentado y otro de lesiones, y lo es
de la modalidad medial la falsedad en documento mercantil para cometer una
estafa. En sentido estricto sólo el primer supuesto constituye un concurso ideal,
en tanto el segundo se trata propiamente de una modalidad o subforma del

466
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concurso real, que al tiempo de su penalización se acomodaba al sistema propio


del concurso ideal, cuya asimilación, criticada por un importante sector doctrinal,
para encontrar un fundamento en la existencia de una unidad de pensamiento
y de voluntad que el legislador asimila al caso de unidad de acción, si bien
evidentemente no basta tal relación de medio a fin en el propósito del sujeto
activo, pues la ley exige que sea necesaria, esto es que no obedezca a una
mera conveniencia o mayor facilidad para cometer el delito, sino que haya una
conexión instrumental de carácter objetivo, situada más allá de mero
pensamiento o deseo del autor de los hechos para entrar en el ámbito de lo
imprescindible según la forma en que realmente ocurrieron. Por ello habrá casos
en que aunque pudiera existir una relación de medio a fin en el propósito del
sujeto, faltaría el nexo de necesidad. Exigido al respecto por la ley, la dificultad
estaría en determinar en cada caso si concurre o no la mencionada necesidad.

En resumen para la existencia de concurso medial no basta el propósito


de una relación de medio a fin existente simplemente en el ánimo del sujeto,
sino que entre los diversos hechos constitutivos de diferentes delitos ha de
haber una conexión de necesidad de carácter objetivo a deducir en cada
supuesto de los distintos elementos concurrentes en el caso, de modo tal que
puede decirse que uno de ellos fue imprescindible para la comisión del otro.

Por ello hemos dicho en STS 326/98, de 2-3; 123/2003, de 3-2; 297/2007,
de 13-4, que para que proceda la estimación del concurso instrumental no basta
la preordenación psíquica, o sea que la necesidad medial no ha de ser
contemplada solamente en el aspecto subjetivo o atendiendo al proceso
psicológico o intencional del agente para llegar a conseguir el fin o resultado que
se había propuesto, sino también al aspecto objetivo o real, de manera que al
aplicar el juicio hipotético resulta que el segundo delito no se hubiera producido
de no haber realizado previamente el o los delitos precedentes, pues el precepto
atiende la unidad del hecho en el aspecto ontológico del ser y su causalidad
efectiva y no al orden teleológico individual.

Por consiguiente, no es suficiente con que las diversas acciones


aparezcan concatenadas por un propósito delictivo previo, sino que resulta

467
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

inexcusable que se hallen ligadas por elementos lógicos, temporales o


espaciales.

"No es fácil constatar -dice la STS 297/2007- el requisito de la necesidad


medial, pero la doctrina y la jurisprudencia coinciden en afirmar que no es
posible la contemplación abstracta de la cuestión, lo que haría imposible la
estimación del fenómeno jurídico, sino en concreto, eso es, se ha de analizar si
de la especifica situación fáctica del delito medio resulta imprescindible para
posibilitar o asegurar la comisión de otro. Se produce de esta forma una
determinada inescindibilidad de las relaciones tópicas, que alcanza su máxima
expresión en el denominador "juicio hipotético negativo", que debe efectuarse
en una consideración "exante", comprobado si en esa concreta situación el
segundo delito no hubiere podido producirse de no haberse cometido
previamente el delito medio".

Y en segundo lugar, los arts. 28 y 29 no exigen que los partícipes


(inductores, cooperadores necesarios y cómplices) en un delito especial propio
(es decir aquellos –como la malversación- en que el tipo penal prevé
exclusivamente la autoría de un sujeto activo con especial cualificación) tengan
la misma condición que el autor. Dicha cualificación se exige únicamente para
la autoría en sentido propio (art. 28.1º) pero no para las modalidades de
participación asimiladas punitivamente a la autoría (inducción y colaboración
necesaria, art. 28.2). Es decir, dicha punición es perfectamente compatible con
nuestro ordenamiento para supuestos como el presente contempla, como
“extraneus” a aquel que sin cumplir los requisitos propios del autor del ilícito, sea
funcionario o autoridad, sin embargo sí que se le puede atribuir la participación
como cooperador necesario en el delito que ejecuta, en concepto de autor, el
funcionario (STS 740/2013, de 7 de octubre), sin perjuicio de la aplicación, en
su caso, de la degradación penológica del art. 65.3 CP.

Expuestas estas consideraciones previas, el motivo reitera razones de


impugnación ya invocadas en el motivo precedente; en cuyo análisis ya se han
especificado las pruebas que el tribunal ha tenido en cuenta para considerar a
la recurrente cooperadora necesaria de los delitos de malversación y
prevaricación, sin que sea obstáculo para ello que el proyecto criminal estuviera

468
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

diseñado con anterioridad a la participación de la Sra. Jordán, al ser factible la


participación adhesiva, sucesiva, o aditiva que requiere:

1º) Que alguien hubiera dado comienzo a la ejecución del delito.

2º) Que posteriormente otro y otros ensamblen su actividad a la del


primero para lograr la consumación del delito cuya ejecución había sido iniciada
por aquél.

3º) Que quienes intervengan con posterioridad ratifiquen lo ya realizado


por quien comenzó la ejecución del delito aprovechándose de la situación
previamente creada por él, no bastando el simple conocimiento.

4º) Que cuando intervengan los que no hayan concurrido a los actos de
iniciación, no se hubiese producido la consumación, puesto que quien interviene
después de tal consumación no puede decirse que haya tomado parte en la
ejecución del hecho (SSTS 830/2015, de 22 de diciembre; 508/2016, de 28 de
junio; 134/2017, de 2 de marzo; 338/2017, de 11 de mayo).

68.- El motivo cuarto –apartado Pozuelo- atinente al delito de fraude


contra la Administración Pública, se articula por:

Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

469
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim. y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del
principio de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio
legalidad -artículo 25 CE-.

Se condena a la Sra. Jordán por un delito contra las administraciones


públicas, sin que consten hechos que sean constitutivas de delito contra las
administraciones públicas, ni los razonamientos e inferencias que puedan
deducirse de hechos base que den lugar a considerar consumado el delito
contra las Administraciones Publicas.

No consta la contribución objetiva y causal a la producción del hecho


típico, en este caso del delito contra las administraciones públicas.

En consecuencia, no hay suficiencia de prueba que pueda dar lugar a la


enervación del principio de presunción de inocencia.

La indeterminación llega al extremo, de no hacer constar ¿A quién indujo


la señora Jordán? o ¿De qué manera se indujo?, o ¿Cuál fue la aportación a la
cooperación necesaria que hizo la señora Jordán para la comisión a tal
concierto?

470
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los hechos, van referidos a un momento temporal, donde, además, no


concurre ningún ámbito de control o de gestión por parte de la Sra. Jordán, con
equiparación por extensión penológica a los que se han llamado “cabecillas” del
Grupo Correa”.

El motivo se desestima.

En cuanto al delito de fraude a la Administración del art. 436 CP, las


SSTS 362/2018, de 18 de julio y 613/2018, de 29 de noviembre, hemos dicho
que la tipicidad exige la connivencia o el uso de un artificio para defraudar a la
administración y no es preciso la existencia de un concreto perjuicio, sino su
persecución por parte de los funcionarios públicos encargados de un proceso
de contratación pública, que se conciertan con el interesado en la actuación
administrativa:

Es un delito de simple actividad, con una finalidad perseguida, un


elemento subjetivo del injusto que es identificado con la preposición "para",
describiendo la finalidad pretendida. La defraudación consiste siempre en el
quebrantamiento de una especial relación de confianza. No requiere que el
funcionario se haya enriquecido personalmente, ni que la administración
correspondiente haya sido sujeto pasivo de una acción que le haya dañado
efectivamente su patrimonio. El delito por el contrario, se consuma por el
quebrantamiento de los deberes especiales que incumben al funcionario,
generando un peligro para el patrimonio de la entidad pública. Se trata de un
delito que protege tanto el lícito desempeño en la función pública como el
patrimonio público frente a los riesgos que el incumplimiento de los deberes el
cargo puede generar al mismo.

En esa tipicidad no es precisa la efectiva realización del perjuicio, sino


su persecución y a esa declaración de concurrencia puede llegarse a partir de
una prueba que acredite, por ejemplo, la venta por debajo de un precio
procedente o a través de un análisis de la situación concurrente en el hecho del
que resulta esa intención.

En este sentido una reiterada jurisprudencia de esta Sala ratifica que la


tipicidad en el delito de fraude se alcanza con la simple elaboración concordada

471
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del plan criminal (concierto) o la puesta en marcha de artificios con la finalidad


de llevarlo a cabo (SSTS 806/2014, de 23 de diciembre, 797/2015, a 13 de
diciembre, 185/2016, de 4 de marzo.)

Siendo así, el motivo debe ser desestimado.

La sentencia concreta la intervención de la recurrente en dos conciertos:


el relativo al contrato de PARJAP y el de la OAC (pág. 1322 párrafos tercero y
penúltimo) valorando para ello la documental aportada, como es la elaboración
del borrador del pliego de condiciones de PARJAP (ver hechos probados pág.
267), declaraciones de Alfonso Pozuelo Asen, declaraciones Yolanda Estrada.

69.- El motivo quinto –atinente al delito continuado de tráfico de


influencias- se articula:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados y de un proceso con todas las garantías.

472
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación
al 517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”

Alega la recurrente que se la condena por un delito continuado de tráfico


de influencias de los arts. 428 y 74 CP en grado de participación a título de
inductora, condenándola a una pena de 6 meses de prisión, multa de 50.000 €
e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 3 años, sin
que consten hechos que sean constitutivos de este tipo penal, ni en
consecuencia, razonamientos e inferencias que puedan deducirse de hechos
base que den lugar a considerar consumado el delito. No hay suficiencia de
prueba que pueda dar lugar a la enervación del principio de presunción de
inocencia.

Previamente se hace preciso abordar la tipificación de la conducta


declarada probada en los delitos de tráfico de influencias y de participación
como inductor de la recurrente. En este sentido la tipicidad de los delitos de los
arts. 428 y 429 CP exige una situación de prevalimiento que es aprovechada
para la obtención de una resolución que le pueda beneficiar a él o a un tercero,
de manera directa o indirecta. La utilización conjunta de los términos influir y
prevalimiento es sugerente del contenido de la tipicidad: situación objetiva de
prevalimiento, por razones de amistad, jerarquía, etc., a la que debe sumarse
un acto de influencia. No basta la mera sugerencia y la conducta debe ser
realizada por quien ostenta una posición de prevalencia que es aprovechada
para la influencia. El bien jurídico protegido por la norma es la defensa de la
objetividad e imparcialidad en el ejercicio de la función pública (STS 480/2004,

473
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de 7 de abril) y la influencia debe consistir en una presión moral eficiente sobre


la acción o la decisión de otra persona, derivada de la posición o status del sujeto
actico (STS 335/2006, de 24 de marzo).

La jurisprudencia de esta Sala ha contemplado la tipicidad de esta


conducta a partir de una diferenciación con conductas que, socialmente
adecuadas o no, no merezcan sanción penal: Reproducimos la STS 485/2016,
de 7 de junio:

a) La influencia entendida como presión moral eficiente sobre la voluntad


de quien ha de resolver (STS 573/2002 de 5 de abril) para alterar el proceso
motivador de aquél introduciendo en su motivación elementos ajenos a los
intereses públicos, que debieran ser los únicos ingredientes de su análisis,
previo a la decisión, de manera que su resolución o actuación sea debida a la
presión ejercida (STS 29 de junio de 1994). Siquiera no sea necesario que la
influencia concluya con éxito, bastando su capacidad al efecto.

b) La finalidad de conseguir de los funcionarios influidos una resolución


que genere -directa o indirectamente- un beneficio económico, -para el sujeto
activo o para un tercero- entendiendo el concepto de resolución en sentido
técnico-jurídico. Como recuerda la STS 300/2012, avala esta conclusión la
comparación de la descripción de los tipos de tráfico de influencia y los de
cohecho. Si el Legislador hubiese querido incluir en el delito de tráfico de
influencias cualquier acto de la Autoridad o funcionario inherente a los deberes
del cargo, y no solo las resoluciones, habría utilizado la fórmula del cohecho u
otra similar, en donde se hace referencia a cualquier acto contrario a los deberes
inherentes a la función pública del influido.

Quedan por ello fuera del ámbito de este tipo delictivo aquellas gestiones
que, aunque ejerzan una presión moral indebida, no se dirijan a la obtención de
una verdadera resolución, sino a actos de trámite, informes, consultas o
dictámenes, aceleración de expedientes, información sobre datos, actos
preparatorios, etc. que no constituyen resolución en sentido técnico (SSTS de
28 enero 1.998,12 febrero 1.999,27 junio 2.003,14 noviembre 2.003, 9 abril
2007,1 diciembre 2.008,1 julio 2.009 y 2 febrero 2.011, aun cuando se trate de

474
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conductas moralmente reprochables y que pueden constituir infracciones


disciplinarias u otros tipos delictivos.

c) En el caso del artículo 429 del Código Penal, que aquella influencia
sea actuada en el contexto de una situación típica: la relación personal del sujeto
activo con el funcionario. Lo que hace de éste un delito especial ya que
solamente puede ser autor quien se encuentra en dicha situación.

d) Tal tipificación busca proteger la objetividad e imparcialidad de la


función pública (SSTS 480/2004, de 7 de abril y 335/2006, de 24 de marzo),
incluyendo tanto las funciones administrativas como las judiciales. Referencia al
bien jurídico que es trascendente en la medida que sirve como un instrumento
valorativo del comportamiento, ya que la indemnidad del bien protegido, por la
inocuidad de aquél, debe llevar a la exclusión de su tipicidad. Si la finalidad se
refiere a una resolución exigible y lícita podría considerarse socialmente
adecuada como razón que excluyera la antijuridicidad, en la medida que, exenta
de lo espurio, la resolución no vulneraría el bien jurídico protegido, ya que con
la sanción se busca la imparcialidad en cuanto instrumental para la salvaguarda
de la corrección jurídica de las decisiones.

Como recuerda nuestra más reciente STS 300/2012 antes citada, en lo


que concierne al elemento de la influencia se excluye las meras solicitudes de
información o gestiones amparadas en su adecuación social interesando el buen
fin de un procedimiento que no pretendan alterar el proceso decisor objetivo e
imparcial de la autoridad o funcionario que deba tomar la decisión procedente.

De la misma manera que se excluye del artículo 428 la actuación de


funcionarios que se dirigen al que ha de resolver incluso siendo superiores si no
se abusa de la jerarquía, tampoco basta que un ciudadano trate de influir
espuriamente en el funcionario que resuelve si no mantiene con él una relación
que deba considerarse de naturaleza "personal" y, además, se prevale de la
misma. (STS 485/2016, de 7 de junio).

475
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

70.- En el caso actual en la relación fáctica, tal como se señala en el


recurso, la conducta que se pretende delictiva por parte de la Sra. Jordán en
relación al tipo de tráfico de influencias, se reduce a:

-Página 266, último párrafo cuando se dice: “Para la adjudicación de


dicho expediente, por parte de las empresas de éste fue fundamental la
intervención de Pablo Crespo e Isabel Jordán, mientras que por parte del
Ayuntamiento lo fue de Jesús Sepúlveda y Roberto Fernández, no así la de Juan
Antonio Sáez, que fue ajeno y no participó, al igual que otros varios funcionarios
que figuran en algún momento del expediente, en las irregularidades que en su
preparación, tramitación y adjudicación hubo.”

Ahora bien, siendo la condena a título de inductor, la inducción consiste


en ejercer un influjo psíquico sobre otra persona, haciendo nacer en ella la
voluntad de cometer un hecho delictivo concreto. La inducción consiste en hacer
nacer en otro la resolución criminal. El inductor es quien determina al autor a la
comisión de un hecho delictivo creando en él la idea de realizarlo.

La inducción debe ser directa y terminante referida a una persona y a


una acción determinada. Por ello la inducción es la creación del dolo en el autor
principal mediante un influjo psíquico idóneo, bastante y causal encaminado a
la realización de una acción delictiva (SSTS 358/2016, de 26 de abril; 949/2016,
de 15 de diciembre).

Siendo así en la sentencia nada se dice en qué fue fundamental el papel


de la recurrente, ni de qué pruebas se infiere tal papel.

-Página 267, párrafo segundo, en la que en relación a Juan Antonio Sáez


se dice “ajeno a dichas irregularidades, sin embargo el 15-3-2003 firmó la
propuesta de inicio del expediente, por concurso, con carácter de urgencia, tras
haber firmado, el Jefe de Área de Medio Ambiente, el día 10, el pliego de
prescripciones técnicas, pliego que venía elaborado desde el departamento de
comunicación, si bien esa elaboración se hizo a partir de unos borradores que
ISABEL JORDAN, o alguna de sus empleadas a sus órdenes, de las empresas
del Grupo Correa, remitiendo al Ayuntamiento”.

476
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pero, como acierto señala la recurrente, esta conducta no tiene relación


con la del prevalimiento o la inducción al mismo, propias del tráfico de
influencias, sino en todo caso, se subsumiría en el delito de prevaricación.

Asimismo la sentencia se sigue refiriendo a la Sra. Jordán en la misma


pág. 267, penúltimo párrafo: “En todo caso, las irregularidades en la tramitación
iban dirigidas a la adjudicación o favor de la empresa pactada entre Francisco
Correa y Jesús Sepúlveda, siendo importante la intervención de Isabel Jordán
bajo la supervisión de Pablo Crespo.

La de Isabel por la incidencia de los borradores de pliegos que fue


remitiendo, en los que pasaron al expediente y fueron aprobados en esa Junta
de Gobierno Local de 17-3-2004, presidida por Roberto Fernández (pág. 267,
último párrafo).

Cuestiones estas atinentes al delito de prevaricación y no subsumibles


en el de tráfico de influencias.

El motivo, por lo expuesto, debería ser estimado y absuelta la recurrente


del delito de tráfico de influencias.

71.- El motivo sexto –atinente al delito de prevaricación continuada-


se articula:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la

477
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en


arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

Señala la recurrente que es en el presente motivo cuando, por primera


vez, se concreta una conducta que podría ser constitutiva de delito, en concreto,
la relacionada con la elaboración de los borradores del pliego correspondiente
al expediente PARJAP.

El razonamiento que sirve de base a la condena de la Sra. Jordán por el


delito de prevaricación se halla –según se dice- en el control que ejercía sobre
la contratación, cuando sin embargo, en congruencia con la propia sentencia,
en la fecha de este expediente, año 2003, se la excluye de manera expresa de
este ámbito de control, tal y como señaló en el primer motivo de casación.

Por tanto, se atenta al principio de presunción de inocencia, en lo que se


refiere al juicio de razonabilidad, al principio de suficiencia de la prueba y de la
desproporción en cuanto a la extensión de la pena al equiparar la posición de la

478
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sra. Jordán a la de los llamados cabecillas del grupo, en relación a la posición


que ostentaba en igual marco temporal y en relación a la incongruencia de las
consideraciones que se realizan respecto de otras personas que intervinieron
en la contratación.

El motivo deviene improsperable.

Ya hemos relacionado en el motivo anterior las referencias que en el


relato fáctico se contienen respecto a la intervención de la recurrente en la
elaboración de los borradores del pliego correspondiente al expediente
PARJAP, en particular (pág. 267 párrafo 2º) “pliego que venía elaborado desde
el departamento de comunicación, si bien esa elaboración se hizo a partir de
unos borradores que Isabel Jordán o alguna de las empleadas a sus órdenes
de las empresas del Grupo Correa, fueron remitiendo al Ayuntamiento”.

La recurrente trata de diluir su responsabilidad en una de estas


empleadas Marta Olea, que era la persona que emitía y recibía los correos
electrónicos y así la sentencia recoge, pág. 555, analiza la declaración de la Sra.
Jordán:

“A continuación se extendió en explicar el proyecto, las fases en que se


fue desarrollando, los pasos que se fueron dando, las reuniones a que hubo
lugar, las personas que tuvieron alguna intervención en él, los trabajos y
servicios que se fueron prestando en cada fase, los gastos a que se debió hacer
frente, la búsqueda de patrocinadores y la dificultad para encontrarlos, así como
los problemas económicos que surgen para cubrir el evento. De este relato,
consideramos de interés, por un lado, que ISABEL niega cualquier intervención
suya en la elaboración de cualquier pliego de condiciones que tuviera que ver
con el concurso, y, por otra parte, que trata de derivar responsabilidades en la
gestión del evento en quien era su empleada, MARTA OLEA, que compareció
a declarar como testigo en la sesión del día 23 de marzo de 2017. Y en cuanto
a subcontratas para prestar los servicios y/o la facturación de los mismos, dijo
ser cuestiones que llevaban FRANCISCO CORREA o PABLO CRESPO.”

Declaración que contrapone con la testifical de aquella –Marta Olea- en


el juicio oral en la sesión de 23-3-2007 en el sentido de que trabajó tres meses

479
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para TCM, desde el 01/09 al 30/11/2003, y desde esta fecha hasta el 12/03/2004
para DOWN TOWN, quien, a preguntas del M.F., contestó que siempre
desarrolló su trabajo en la sede de Serrano 40, que trabajó bajo la supervisión
de ISABEL JORDÁN, y que definió a PABLO CRESPO como el director de la
empresa. Manifestó que ella llevaba la cuenta de Pozuelo y se involucraba en
los proyectos del Ayuntamiento, pero que ISABEL era la directora de esta
cuenta, tomaba las decisiones, estaba al frente, y llevaba los contactos con los
funcionarios de Pozuelo, en lo que insistió a preguntas de la defensa de Isabel,
que, cuando le preguntó qué era ser la directora de cuentas, como había dicho
que era esta, explicó que ser directora de cuentas era supervisar los clientes y
tutelar y dirigir la gestión de cada cliente desde la supervisión, que ella
controlaba todo, era una persona muy controladora, y que la testigo era la
ejecutiva de cuentas, su función era inferior a la de ISABEL como directora,
explicando que los correos que se cruzan desde su cuenta son por indicación y
siguiendo instrucciones de ISABEL. Es cierto que en diversos momentos del
interrogatorio que se había realizado a esta, en particular, a preguntas de su
letrado, vino a descargar responsabilidades sobre la testigo, señalándola como
la persona que haría modificaciones a los pliegos técnicos y administrativos, o
que controlaba los presupuestos, lo que es difícil de asumir, dada su escasa
experiencia, y la muy notable de ISABEL; pero, aunque así fuera, en la presente
causa no se está enjuiciando la conducta de la testigo y sí la de ISABEL, y la
responsabilidad penal de esta deriva tanto porque materialmente haya hecho o
dejado de hacer gestiones, como porque, como directora de la agencia, tenía
una intervención destacada en todo relativo a su ámbito comercial en materia
de eventos, con un dominio de esa gestión, gracias a lo cual controlaba la
contratación, que es de donde dimana su responsabilidad penal.”

Razonamiento correcto. La recurrente era socia y director comercial de


las cuatro sociedades de Pozuelo tal como aparece en su ficha laboral
encontrada en el pendrive de la coacusada Alicia Minguez. Las grabaciones
efectuadas a la misma por el coacusado José Luis Peñas y los correos cruzados
con ella acreditan su participación esencial en los hechos, llegando a recibir
incluso el borrador del pliego del concurso para su corrección: Así en uno de
ellos no sólo se diseña el congreso, sino que se corregían por parte de Isabel

480
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Jordán las cláusulas del concurso que se acompañaban como documento


adjunto “R5/Documento59/Despacho 5”, cuyo texto es significativo:

“Isabel, adjunto te remito el borrador de los pliegos de Pozuelo, revisados


y dime lo que estimes conveniente modificar en cuanto a los criterios.

Un saludo”.

Consecuentemente no puede cuestionarse la existencia de prueba sobre


su participación en el delito de prevaricación al ser la Sra. Jordán quien
preparaba e intervenía en las resoluciones prevaricadoras.

72.- El motivo séptimo –atinente al delito de malversación de


caudales públicos- se articula de la siguiente forma:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

481
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.”

Argumenta que se condena a la recurrente por el delito de malversación


de fondos públicos por el incremento de precio que supuso para el Ayuntamiento
la comisión del 2% (2.599’69 €) que se pagó a MR & Asociados por presentarse
al concurso del PARJAP para que apareciera en lugar de DOWN TOWN. La
base, por tanto, de la acusación está en ese incremento de precio que se pagó
a MR & Asociados por presentarse al concurso en lugar de DOWN TOWN tal
como señala la sentencia en sede de calificación jurídica respecto de la pena a
imponer por este delito (pág. 1325, párrafo segundo) y en el relato de hechos
probados (pág. 268 párrafo primero).

El motivo insiste en que en el hecho probado no se menciona a la Sra.


Jordán y cuando se hace referencia a la hoja de presupuestos y a la hoja de
costes donde figurarían las cantidades asociadas a MR & Asociados que
consuman la malversación, figura otro acusado.

Además la factura de DOWN TOWN fue emitida el 1-7-2004 dentro del


primer periodo que comprende desde 1999 a segundo semestre 2005 dentro
del cual, la propia sentencia objeto de casación no atribuye funciones de control
o gestión, por lo que considera desproporcionada las penas impuestas, en
particular, la de multa, con cuota diaria de 200 €, lo que supondría 18.000 €
respecto de una empleada, que resulta insolvente, según los datos que obran
en la causa.

482
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo, en cuanto a la autoría de la recurrente, debe ser desestimado.

La sentencia recurrida detalla en el factum su participación al afirmar


que:

“El expediente se adjudicó con vulneración de los principios y


procedimientos de contratación a través de una empresa interpuesta (MR &
Asociados) que cobró su correspondiente comisión y cuyo importe fue
repercutido al Ayuntamiento con el conocimiento y consentimiento de sus
responsables, si bien la preparación y ejecución del Congreso se llevó por
empresas de Francisco Correa. Para la adjudicación de dicho expediente por
parte de las empresas de éste, fue fundamental la intervención de Pablo Crespo
e ISABEL JORDÁN mientras que, por parte del Ayuntamiento, lo fue la de Jesús
Sepúlveda (…) el pliego de prescripciones técnicas, pliego que venía elaborado
desde el departamento de comunicación, si bien esa elaboración se hizo a partir
de unos borradores que Isabel Jordán, o alguna de las empleadas a sus
órdenes, de las empresas del Grupo Correa, fueron remitiendo al
Ayuntamiento”.

Por tanto si quien decidía el pliego de condiciones técnicas era la


recurrente, sin perjuicio de que se remitiera al Ayuntamiento por otra persona a
su orden y la adjudicación formal era para otra empresa que prestaba su nombre
a cambio de una comisión –que se repercutió al Ayuntamiento-, es
incuestionable la participación principal de la recurrente en el delito de
malversación, debiendo tenerse en cuenta que aquella era apoderada de la
sociedad DOWN TOWN desde noviembre 2003, empresa que era la
adjudicataria encubierta del contrato.

- En cuanto a la cuantía de la multa impuesta de 200 € que considera


desproporcionada y no justificada, debemos señalar que dada la frecuente
penuria de datos en la causa y en evitación de que resulte inaplicable el
precepto, la jurisprudencia ha ensayado una interpretación flexible del art. 50.5
CP de tal modo que la fijación de la multa podrá fundamentarse en los siguientes
extremos:

483
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a) La acreditada situación económica concreta del sancionado, con


apoyo expreso en la correspondiente pieza de responsabilidad civil.

b) Alguna circunstancia específicamente reveladora de una determinada


capacidad económica (propiedad de un automóvil o de la vivienda que ocupa,
por ejemplo).

c) Cuando menos, algún dato que el juzgador de instancia, desde la


apreciación que le permite su inmediación en juicio, ponga de relieve, con
argumentos racionalmente aceptables, en la motivación de su decisión al
respecto.

d) En todo caso, incluso la posibilidad de que el tribunal ad quem


vislumbre, con los datos que se ofrezcan en el procedimiento, que la cuantía
aplicada no aparece como desproporcionada, al no resultar excesiva dado su
importe (SSTS 1111/06, de 15 de noviembre; 1257/09, de 2 de diciembre,
770/2013, de 21 de octubre; 232/2004, de 25 de marzo; 434/2014, de 3 de junio;
318/2016, de 15 de abril).

En este sentido como afirma esta Sala Segunda, por todos ATS
1955/2014, de 20 de noviembre, tomando como referencia las SSTS 12-2 y 11
y 23-7-2010 “…la obligación impuesta a los jueces y tribunales en el art. 50 CP,
de fijar la pena de multa en función de la situación económica del reo, no
significa que deban efectuar una inquisición exhaustiva de todos los factores
directos o indirectos que puedan afectar a las disponibilidades económicas del
acusado, lo que resulta imposible y es, además, desproporcionado, sino
únicamente que deben tomar en consideración aquellos datos esenciales que
permitan efectuar una razonable ponderación de la cuantía proporcionada a la
multa que haya de imponerse.

Es aplicable asimismo el criterio puesto de manifiesto sobre el particular


en STS 722/2018, de fecha 23-1-2019 con referencia a la STS 177/2017, en la
que esta Sala Segunda al respecto de la presunción de inocencia y el derecho
a no declarar y a guardar silencio que, según el recurrente, se verían vulnerados
por el argumento del tribunal de instancia en los términos expuestos señalaba:

484
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“La presunción de inocencia afecta a la participación en hechos


delictivos, pero no incide en la tarea de indagar en la capacidad económica a
efectos de fijar la cuota de la multa impuesta una vez que se ha enervado esa
presunción constitucional. Dicho de otra forma, la presunción de inocencia no
se convierte en este ámbito en una presunción de indigencia o presunción de
pobreza que solo podría ser destruida mediante la práctica de una prueba
rodeada de todas las garantías.

Lo mismo que se presume la inocencia de todos salvo prueba en


contrario, habría que presumir la indigencia (¡!) de todos los ciudadanos, salvo
prueba en contra. No. No hay en este territorio presunción de inocencia. Su
invocación en alguno de los recursos no es procedente. Otra cosa es el principio
pro libertate y sus consecuencias en este ámbito que determinarán que la carga
de probar esa capacidad económica corresponde a las acusaciones y que no se
impongan cuantías injustificada o gratuitamente. Pero los estándares
probatorios que han de manejarse al indagar la capacidad económica para
establecer la multa no son los mismos que rigen a la hora de decidir sobre la
comisión de un delito o la participación del acusado en él: ni el derecho a no
declarar contra uno mismo desempeña el mismo papel. Esas extrapolaciones
deforman esos derechos constitucionales (…). Las acusaciones basándose en
deducciones muy simples y que no precisan de excesivo aparato
discursivo…solicitaron la multa con unas cuotas razonables. Las defensas no
han hecho el más mínimo esfuerzo para desmentir esa inferencia de cierta
holgura económica que cualquier persona haría. Y hace finalmente referencia
incluso al fin preventivo de la pena y señala: “Una cuantía no acompasada por
ridícula con los ingresos del condenado, perdería toda eficacia disuasoria,
anulando así uno de los fines de la pena. Por eso no es justo el reproche que
se hace al tribunal. Aludir al fin preventivo de la pena no es criterio que esté al
margen de los parámetros legales”.

Ahora bien, en el caso que nos ocupa se da la circunstancia de que la


cuota diaria impuesta a esta recurrente en el delito de falsedad documental por
el que también ha sido condenada, es de 100 €, sin que la Sala motive esa
diferenciación cuantitativa, por lo que en beneficio del reo y ante la ausencia de
más datos, deberá optarse por esta última, con parcial estimación del motivo.

485
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Cuota coincidente con la que postula el Ministerio Fiscal para esta


acusada en el motivo segundo de su recurso.

73.- El motivo octavo –atinente al delito de falsedad en documento


mercantil- se articula de la siguiente manera:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2º de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1º de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

486
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

Señala el recurrente que en el motivo se hace tratamiento de la condena


por un delito de falsedad continuado a las penas de un año y 10 meses de prisión
y multa de 10 meses con cuota diaria de 100 euros, sin que se haga constar el
grado de participación que se atribuye.

Se centra la acusación en las facturas falsas emitidas por las mercantiles


Travelling y Montenegro que fueron utilizadas como empresas pantallas, por las
sociedades de Francisco Correa para reintegrar a DOWN TOWN el precio
recibido del Ayuntamiento que fue la que en realidad llevó la ejecución de la
OAC.

Los hechos que fundan la condena por el delito de falsedad documental


se encuentran recogidos en las páginas 264 a 266 de la sentencia relativos a la
división artificial del contrato de la OAC, en el periodo comprendido entre el
01/12/2.003 y el 12/11/2.004 (pag.265, párrafo primero) de manera que en dicha
adjudicación habría intervenido por parte del Ayuntamiento, el concejal
ROBERTO FERNÁNDEZ, una vez más, por delegación del Alcalde, JESÚS
SEPÚLVEDA, de forma que los expedientes relacionados con la Oficina de
Atención al Ciudadano alcanzaron un importe total de 138.501,20 €.

Se señala en la sentencia, en el mismo párrafo 265, párrafo primero, que


se acudió a estos expedientes mediante la vía del contrato menor, cuando la
contratación relativa a la sede de dicha Oficina sita en la C/ Volturno de
Somosaguas debió haberse tramitado mediante procedimiento negociado sin
publicidad, y en los vinculados con la ubicada en la Plaza Mayor de Pozuelo la
adjudicación debió ser mediante concurso.

Y se añade a la página 265, párrafo segundo, que para ocultar el


fraccionamiento y aparentar la adjudicación de servicios distintos, siempre por
importes inferiores a 30.050, 61 €, y a los efectos de vulnerar las normas de
contratación se habrían emitido unas facturas falsas, tanto por

487
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

BOOMERANDDRIVE, como por TRAVELLING ESCENOGRAFÍA SA y


PRODUCCIONES ESCENOGRÁFICAS MONTENEGRO, pues el real
adjudicatario era la empresa DOWN TOWN.

Añade el recurrente que no nos encontramos ante una cuestión sobre


suficiencia de prueba que pueda permitir la enervación del principio de
presunción de inocencia sino de determinación de la conducta que da lugar a la
condena por falsificación que no se recoge en sede de hechos, ni se integra, de
manera concreta, en los razonamientos jurídicos.

Insiste, como en motivos anteriores, que en el escrito de acusación del


Fiscal se excluye de manera expresa a la Sra. Jordán del ámbito de facturación
de las empresas y que estas facturas se encuentran en el primer periodo, entre
1999 y el segundo semestre de 2005 donde a la Sra. Jordán, conforme a la
propia sentencia no le atribuye ningún papel de gestión en las empresas.

Para el correcto estudio del motivo necesariamente hemos de partir -


como ya hemos indicado más arriba- de que el delito de falsificación documental
no es un delito de propia mano, no forma parte de la categoría de delitos cuyo
contenido de ilicitud depende de la realización de la acción con el propio cuerpo
del autor, por lo que carece de importancia quién haya realizado personalmente
la falsificación del documento, lo decisivo es el dominio funcional del acto de
cara a la autoría espiritual del documento.

Así, no es óbice para que se pueda reputar a una persona autora de un


delito de falsedad el hecho de que no haya quedado probado quién hubiese
realizado personal y materialmente las manipulaciones o alteraciones en el
documento, siendo lo relevante la aceptación y utilización del documento
falsificado, esto es, cabe tanto la autoría mediata como la figura del autor detrás
el autor, cuando el autor inmediato es plenamente responsable.

Siendo así, en el caso presente la emisión de las facturas se realiza por


DOWN TOWN a partir del 1-7-2004 y en fechas posteriores (vid. hechos
probados pág. 268 y ss.), cuando la recurrente ya era apoderada de dicha
sociedad –consta en las actuaciones que el 18-11-2003, fue nombrada
apoderada de DOWN TOWN junto a Javier Nombela (certificación registral

488
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

folios 199 a 224, tomo principal DP 1/09, folio 20) desprendiéndose de dichas
certificaciones la amplitud de las facultades que tenía en la empresa.

Es evidente, por ello, que en la elaboración y emisión de las facturas


falsas la recurrente tuvo el dominio del hecho, quedando sin contenido las
alegaciones de la recurrente relativas al papel secundario que tuvo en los
hechos delictivos por los que ha sido condenada.

El motivo, por lo expuesto, debe ser desestimado.

74.- El motivo noveno es enumerado de la siguiente forma:

“APARTADO DE LA COMUNIDAD DE MADRID

ATINENTE AL DELITO DE MALVERSACIÓN DE FONDOS PÚBLICOS

Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4


LOPJ y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE,
por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

489
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECrim y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, por impedir la continuación del interrogatorio de dos testigos a
preguntas que pueden afectar al sentido de la sentencia.

Se condena a la señora Jordán por un delito de malversación de fondos


públicos por atribuirla facultades de dirección en la contratación, tal y como lo
hará, no solo en otros delitos por los que sufre condena en el apartado de la
Comunidad de Madrid, sino también, con los mismos razonamientos que viene
utilizando, en otros apartados de esta casación, como los de Majadahonda, y
especialmente Pozuelo, en contra del dictado de la sentencia del TSJ de
Valencia del FITUR, tanto en lo que se refiere a la equiparación del plano en la
dirección del Grupo, como en lo relativo a la facultades de facturación.

La sentencia contiene una ausencia de motivación suficiente de los


hechos declarados probados, lo que supone una interdicción a la arbitrariedad,
y los razonamientos e inferencias que se recogen atribuyendo reproche penal a
la señora Jordán por el delito de malversación, que traen su base probatoria en
las declaraciones de tres coacusados, sin prueba periférica de corroboración
conlleva una vulneración del principio de presunción de inocencia.

En relación a esta prueba periférica, es relevante que dos de los


testimonios sobre los cuales basa la sentencia atribuciones de dirección a la

490
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

señora Jordán “la jefa” son interrumpidos, en sus respectivos interrogatorios,


realizados por nuestra defensa, por advertir la Sala, que no es necesario que
respondan i) a preguntas sobre si Isabel Jordán, dirigía las empresas o solo los
eventos, ii) de igual manera que respecto de la otra testigo, sobre si se
encargaba de la facturación, por entender -en la línea de la defensa- que no
alcanzaba a aquellos ámbitos, terminando, por el contrario, con un dictado de
razonamientos radicalmente contrarios, que le sirven de condena a la señora
Jordán, vulnerando en consecuencia el derecho de defensa.

Los razonamientos que se exponen en la sentencia denotan dudas que


llevan hacer pensar que los razonamientos condenatorios se basan en
convicciones subjetivas del juzgador en contra del principio de presunción de
inocencia”.

El motivo debe ser desestimado.

De nuevo insiste la recurrente en sus alegaciones de la participación


secundaria que tuvo en los hechos, lo que ya ha sido analizado en motivos
anteriores.

El tribunal de instancia tuvo en cuenta, en este apartado de la


Comunidad de Madrid, la siguiente prueba –que resume el Ministerio Fiscal al
impugnar el motivo-:

-Declaración de Francisco Correa (pág. 482) que confirmó que era Isabel
Jordán la que llevaba las relaciones con la Comunidad de Madrid a través de
las sociedades a las que se había referido, y explicó los problemas de orden
empresarial tenidos con ésta y como había intervenido para que el acusado José
Javier Nombela entrara a trabajar a las órdenes de Isabel, cuando ésta estaba
en la gestión de las Oficinas de Atención al Ciudadano. Y respecto al papel que
desempeñaba esta en Easy Concept que “era la administradora, la directora
general, la que tomaba las decisiones, la directora con plenos poderes de esa
sociedad, con mando en plaza, que no dejaba intervenir a Pablo Crespo, era la
Secretaria administrativa y Javier Nombela pertenecía a su equipo y recibía
instrucciones de ella (pág. 493).

491
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-En similar dirección Pablo Crespo declaró tanto en instrucción como en


el juicio oral (pág. 499 y ss.) la participación de Isabel en las empresas (pág.
528 y ss.).

-También son significativas: la declaración de la propia acusada (pág.


543 y ss.) con exhibición de los documentos que se hacen constar y con audición
de las grabaciones efectuadas por José Luis Peñas (folios 546 y ss.); las
declaraciones de Alicia Minguez (pág. 576 y ss.) y José Javier Nombela (pág.
588 y ss.).

El acusado Ignacio Hernández, en su declaración en juicio -video 40,


sesión 7 febrero- reconoció que fue Isabel como directora quien acudió a ellos
y les propuso colaborar en la CAM y lo mismo dijo en instrucción el 8.07.2013:
“Isabel Jordán cuando acudió a ellos lo hizo porque les Juan explicó que no
tenían la clasificación incluso después de haberse publicado el concurso el 29
de agosto de 2005”.

Otros elementos incriminatorios son:

- Las grabaciones con José Luis Peñas, ALV está en su disco duro como
aquella persona, entre otros funcionarios y cargos de la CAM y otros
ayuntamientos, a quien regala un albornoz en navidad como agradecimiento por
contratarles -R15, DOC 56Pen Drive 4GB/ALICIA/ALICIA/ALBORNOCES SPA-
.

- En el juicio le fueron exhibidas las facturas que evidenciaba los regalos


realizados a ALV, a su personal o esposa encontrados en la sede de la gestoría
Galher con notas manuscritas por la propia Isabel Jordán -R-12, Tomo 6, Folio
5.738. Factura de CAROLINA HERRERA de fecha 03 de agosto de 2005 con
número 0012/2005/0000072086 por importe de 470,00 euros como
consecuencia de la compra de una cartera y un bolso-. El pago se realiza con
tarjeta VISA y en la propia factura se anota “ALBERTO LOPEZ VIEJO”.

- También se exhibió R-12, Tomo 6, Folios 3768 y 3769 expedida por el


establecimiento YUBE MADRID, perteneciente a la tienda YUBE URBAN WEAR
SL, de fecha 07/03/2006 a nombre de “Felisa I Jordan” en el que se refleja la
compra de un bolso por importe de 650,00 euros, la parte trasera de la factura

492
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se anota de forma manuscrita “REGALO COMUNIDAD DE MADRID MUJER


ALBERTO LOPEZ VIEJO”.

- En el mismo sentido se anota un post-it con la anotación VARIOS,


concepto utilizado en las hojas de coste para identificar la comisión de ALV.

- Las hojas de coste firmadas o visadas por la recurrente, según la


pericial caligráfica de Isabel Jordán -folios 324 y ss del tomo 244 del principal
informe RFA 2012D0130-Ñ de 18 de diciembre de 2013- ratificada el 11 de julio
por agente 187. así como por la declaración prestada en el juicio oral por la
testigo Rocío Perea y las periciales realizadas, acreditativas del perjuicio sufrido
como consecuencia de los referidos sobrecostes.

Es más, consta en los hechos probados que Alberto López Viejo


desempeñó por lo que respecta a la Comunidad de Madrid el cargo de
Viceconsejero de Presidencia, entre el 26/05/2004 y el 20/06/2007, así como su
directa comunicación con la recurrente desde el inicio en el cargo, así consta
que a las pocas semanas de nombrarle que se puso en contacto con Isabel
Jordán -F. 68120 DEL R13 BIS, T 74-, para encargarle atriles, traseras y cosas
que necesitará en los actos de Esperanza Aguirre.

75.- El motivo décimo –atinente al delito de falsedad en documento


mercantil-, se articula:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la

493
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en


arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del Código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, en su vertiente de vulneración del principio acusatorio.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.2, por vulneración del derecho
a defensa, por impedir la continuación del interrogatorio de dos testigos a
preguntas que pueden afectar al sentido de la sentencia.

Los hechos sobre los cuales se basa la condena serían, no solamente el


fraccionamiento de la facturación, sino la creación de facturas “ad hoc”, infladas,
según se dice, y que no corresponden a conceptos reales por los que se
facturan, al objeto de encubrir conceptos indebidos para el pago de las
comisiones a Alberto López Viejo.

El concepto indebido sería el denominado concepto varios, respecto del


que no existe prueba suficiente, que dé lugar a inferir, que es un concepto
creado por la señora Jordán, de hecho, concurren testificales de productoras

494
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que afirman que es un concepto no ficticio, y que incluso, existe el mismo en


hojas de coste correspondientes a eventos privados, que nada tienen que ver
con la Comunidad de Madrid.

Concurren, pues, inferencias excesivamente abiertas, débiles, que


generan un quebrantamiento del principio de presunción de inocencia.

Inexistencia de prueba directa, o de hechos base, de los cuales puede


inferirse dolo a tal falsedad documental, habida cuenta de que los propios
funcionarios que testificaron, manifestaron que la facturación era legal.

Generación de apariencia de legalidad, del que no cabe inferir dolo previo


a la facturación, hasta el punto, que el Interventor General de la Comunidad de
Madrid, afirmó como testigo en sede de plenario que los expedientes eran
correctos, en cuanto a conceptos e importes.

Falta de prueba de cargo de las declaraciones de los coacusados, con


ausencia de prueba periférica de corroboración, infiriendo de dichos testimonios,
facultades de dirección y control de la contratación en la señora Jordán,
concurriendo intereses procesales contrapuestos, vulnerando el principio de
presunción de inocencia.

Se impidió por la Sala la continuación del interrogatorio de dos testigos


esenciales, que sirven de base a la condena de la señora Jordán, en respuestas
a su testimonio, que habría sido esenciales al sentido del pronunciamiento en
sentencia, pues se preguntaba directamente, sobre si la señora Jordán
ostentaba facultades de dirección de la empresa, así como en la facturación,
adoptando una posición en el plenario, por completo contraria a la mantenida en
la sentencia, con vulneración del derecho a la defensa.

El motivo debe ser desestimado.

Los mismos argumentos expuestos en el motivo octavo referido al mismo


delito cometido en Pozuelo pueden aplicarse al presente, por cuanto el delito de
falsedad no constituye un delito de propia mano que exija la realización material
de la falsedad por el propio autor, sino que admite su realización a través de
persona interpuesta que actúe a su instancia, por lo que la responsabilidad en

495
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concepto de autor no precisa de la intervención corporal en la dinámica material


de la falsificación bastando el concierto y previo reparto de papeles para la
realización y el aprovechamiento de la documentación falseada, de modo que
es autor tanto quien falsifica materialmente como quien en concierto con él se
aprovecha de la acción con tal que tenga el dominio funcional sobre la
falsificación.

En el caso presente, la prueba practicada acredita que la recurrente era


la máxima responsable de la empresa y por tanto, de los indebidos
fraccionamientos o de la creación de facturas “ad hoc”.

No puede aceptarse la alegación de que aquellos fraccionamientos eran


exigidos por los responsables de la CAM, por tanto, tal como se razonó en los
motivos décimo noveno y vigésimo quinto del recurso interpuesto por el
coacusado Alberto López Viejo, está acreditada la existencia de un acuerdo
previo con los acusados Viejo y Pendás para hacerlo así o para la creación de
facturas “ad hoc” infladas, sin corresponderse con conceptos por los que se
facturaba, así como el resto de irregularidades relativas a la inclusión en las
hojas de coste de conceptos indebidos al objeto de encubrir las cantidades que
se destinarían a repartir comisiones (pág. 1505).

76.- El motivo décimo primero: atinente al delito de cohecho activo,


se articula:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2° de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1° de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la

496
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en


arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

Argumenta en síntesis que la sentencia condena a Isabel Jordán


por un delito de cohecho activo en base a distintas entregas que se habrían
efectuado a Alberto López Viejo, sobre la base de razonamientos
contradictorios, pues atribuye dichas entregas, prescindiendo de la prueba
directa y objetiva sobre la que, sin embargo, se basó el resto de la sentencia
para atribuir el origen y el destino de los pagos que se realizan al resto de los
distintos cargos públicos.

La sentencia no es ajena a esta cuestión y llega a plantear dudas sobre


la realidad de esas entregas, basándose, como inferencia de cargo a su
condena al conocimiento y participación en el reparto de cantidades por parte
de la Sra. Jordán, lo que no supone una contribución objetiva y causal para la
producción del hecho típico, que en este caso constituye el delito de cohecho.
Se produce una vulneración del principio de presunción de inocencia y da lugar
a la aplicación del in dubio pro reo.

Nuevamente, se razona la condena por el delito de cohecho a un control


sobre la contratación, que no puede suponer una inferencia al tipo concreto del

497
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito de cohecho, con equiparación en extensión de penas a la dirección del


grupo.

El motivo deberá ser desestimado, al estar relacionado con el motivo


noveno en el que se analizó la prueba valorada por el tribunal en relación al
delito de malversación. Prueba a la que añade:

-El informe AEAT “final sobre pagos a Alberto López Viejo por parte de
la organización de D. Francisco Correa y contingencias fiscales derivadas, de
31-3-2014, tomo 268, 22-9-2017, informe UDEF 69.343/13, UDEF-BLA de 29-
7-2017, sobre entrega de comisiones a Alberto López Viejo, por parte de la
Organización de Francisco Correa Sánchez, debido a la contratación de eventos
para la Comunidad de Madrid, agentes 111.456 y 111.500, ratificado el 6-7-
2017, e informe de la IGAE de 27-7-2013, ratificado el 20-9-2017 y que debe
completarse con las propias declaraciones de Isabel Jordán que si bien en el
acto del juicio oral (ver folios 548-549) no admitió los hechos. En sus
declaraciones ante el juez de instrucción de 11-2-2009 (folio 218), que fue
introducida en el juicio oral, reconoció que incluso en alguna ocasión había
llevado sobres con dinero para pagar a Alberto López Viejo su comisión.

En este punto respecto a la posibilidad de valorar declaraciones


anteriores del acusado -o del testigo- no coincidentes con la prestada en el juicio
oral, en SSTS 354/2014, de 9 de junio y 577/2014, de 12 de julio, hemos
recordado que ciertamente constituye garantía esencial del derecho de defensa
el que las pruebas se practiquen en el plenario, bajo el juego ineludible de los
principios de publicidad, concentración, inmediación y contradicción, pero ello
no impide —como tiene esta Sala declarado, SSTS. 450/2007 de 30.5, 304/2008
de 5.6, 1238/2009 de 11.12- que el Tribunal de Instancia puede otorgar
prevalencia para fundar su convicción a la prueba practicada en la fase de
instrucción sobre la practicada en el plenario, caso de discordancia entre ambas,
siempre que aquella se halla practicado judicialmente con las debidas garantías
y se halla sometido a efectiva contradicción en el acto del juicio oral.
Concretamente en el caso de testimonios contradictorios previstos en el artículo
714 de la 4.E:Criminal, la doctrina constitucional y de esta Sala (S.T.C. 137/88,
S.T.S. 14-4¬89, 22-1-90, 14-2-91 o 1 de diciembre de,1.995, sentencia n°

498
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1207/95), admite que el Tribunal pondere la mayor o menor verosimilitud de las


versiones contrapuestas, contrastándolas con los datos deducidos de otras
pruebas practicadas y con la credibilidad de las razones expuestas para justificar
las contradicciones, correspondiendo al Tribunal de Instancia dicha valoración,
conforme a lo dispuesto en el artículo 741 de la L.E.Criminal.

Esta Sala igualmente ha declarado (ver 5..113/2003 de 30.1) que las


declaraciones de los testigos y los acusados aún cuando se retracten en el juicio
oral, pueden ser tenidas como actividad probatoria suficiente para enervar el
derecho fundamental a la presunción de inocencia sobre la base de la mayor
fiabilidad que pudiera tener la versión sumarial. Pero esta afirmación aparece
sujeta a determinados requisitos que inciden sobre la apreciación de la
credibilidad de la rectificación con confrontación de las distintas
manifestaciones, extremo que depende substancialmente de la percepción
directa que sólo tiene el Tribunal de instancia por la inmediación de la prueba
(Sentencias de 7 de noviembre. de 1997; 14 de mayo de 1999), En otros
términos, la posibilidad de valorar una u otra declaración no significa un
omnímodo poder de los tribunales para optar por una u otra declaración, a modo
de alternativa siempre disponible por el solo hecho de existir en los autos una
declaración distinta de la prestada por el testigo, o en su caso coimputado, en
el Juicio Oral.

Jurisprudencialmente hemos requerido la concurrencia de circunstancias


que afectan tanto a las condiciones de validez de la prueba que permita su
valoración como a los criterios de valoración. Así, en primer término, para que
la declaración sumarial sea valorable en sentido objetivo, es decir susceptible
de ser valorada como material probatorio; es preciso que se incorpore al plenario
sometiéndose a la contradicción, exigencia condicionante de la propia idoneidad
probatoria de la declaración sumarial, sin la cual ésta no puede ser
considerada—siquiera-por—el_Tribunal de instancia en la formación de su
convicción. Es necesario para ello que se dé cumplimiento a lo dispuesto en el
Art. 714 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal procediendo a la lectura de aquélla
y permitiendo a las partes someter la declaración a contradicción (SSTS. de 5
de noviembre de 1996 y 20 de mayo de 1997; y STC. de 29 de septiembre, de

499
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1997). Sin esta incorporación al plenario la declaración sumarial no es prueba,


ni cabe ser considerada.

Esta exigencia presupone que la declaración que se incorpora al


enjuiciamiento, provenga del sumario, es decir, de la documentación de la
actuación judicial en investigación de un hecho delictivo, pues así lo exige el art.
714 de la Ley. Procesal, que refiere la posibilidad de dar lectura a las
declaraciones del sumario, esto es las practicadas en sede jurisdiccional con
exclusión de las celebradas ante la policía. Además tal declaración ha de ser
realizada con observancia de las reglas que rigen la práctica de estas
diligencias. Consecuentemente debe tratarse de declaraciones prestadas ante
el Juez de Instrucción reuniendo los requisitos exigidos por la Ley, pues fuera
de este supuesto no se trataría propiamente de diligencias sumariales de
prueba, de forma que, aún no satisfaciéndose el principio de contradicción en
aquella declaración, puesto que sucede con frecuencia, sobre todo cuando se
trata del denunciante, que su declaración se produce con anterioridad a la del
imputado, que dicho principio esencial del proceso se desenvuelve en el acto
del Plenario, mediante la lectura concreta y puntual de la diligencia, abriéndose
de esta forma a las partes la posibilidad de salvaguardar sus derechos (SSTS.
4.3.2002, 17.7.2002, 5.12.2003). Por otra parte, la contradicción que permite la
lectura de las obrantes en el sumario debe recaer sobre aspectos esenciales del
testimonio, como afirmaciones contradictorias o retractaciones totales o
parciales.

La declaración sumarial debe ser incorporada al juicio mediante su


lectura a petición de cualquiera de las partes como establece el Art. 714 de la
Ley de Enjuiciamiento pudiéndolo hacer el Tribunal de oficio (Art. 708 párrafo
segundo LECr.). Como consecuencia de esa lectura ha de ser interpelado el
declarante sobre las razones de su divergencia siendo entonces cuando el
Tribunal puede sopesar la credibilidad de lo manifestado por el testigo y
decantarse por lo declarado en sumario o en Juicio Oral.

Con relación a esta última exigencia la jurisprudencia de esta Sala


Segunda y la del Tribunal Constitucional han relativizado el requisito formal de
la lectura considerando suficiente el que las diligencias sumariales hayan

500
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aparecido en el debate del juicio por el procedimiento del Art. 714 o por cualquier
otro que garantice la contradicción, siendo suficiente que las preguntas y
respuestas dadas en el Juicio Oral hagan referencia expresa a tales
declaraciones sumariales poniendo de manifiesto las contradicciones al objeto
de que pueda darse la explicación oportuna. Lo que no puede hacerse es traer
sorpresivamente desde el sumario a la sentencia, sin antes haber pasado por la
posibilidad de ser debatido en el juicio oral (principios de oralidad, publicidad,
contradicción e inmediación) ese dato que se incorpora al relato de hechos
probados. En todo caso lo que no es suficiente para que la declaración sumarial
pueda ser tenida en cuenta es el empleo de la expresión ritual "por reproducida",
práctica censurable inoperante para la" efectiva entrada en el plenario de la
declaración sumarial, y rechazada por la doctrina jurisprudencial. Incorporada al
Juicio Oral la declaración sumarial,- en cuanto, a las condiciones de
valorabilidad de la declaración obrante en el sumario, analizamos las exigencias
que deben concurrir en la sentencia que la valora para comprobar, desde la
perspectiva del control casacional de la presunción de inocencia, la correcta
valoración de la prueba y la correcta enervación del derecho a la presunción de
inocencia.

En primer lugar, por la falta de inmediación de aquélla, la hipotética


mayor credibilidad frente a la declaración en Juicio Oral ha de apoyarse en su
verosimilitud objetiva lo que significa que en ese plano debe estar corroborada
por otras circunstancias periféricas u otros medios probatorios (SSTC. 153/97,
de 29 de septiembre; 115/98, de 1 de junio; y SSTS. de 13 de julio de 1998 y 14
de mayo de 1999). Es decir, la credibilidad objetiva precisa de lá concurrencia
de hechos o indicios externos o periféricos a la declaración sumarial que la doten
de objetividad bastante para hacer razonable su valoración frente a la
declaración que, con observancia del principio de inmediación, se prestó en el
Juicio Oral.

En segundo término, y como consecuencia del anterior requisito, es


necesario que el Tribunal de instancia exprese las razones por las que se inclina
por versión distinta de la que ha aflorado en el Juicio Oral (Sentencias de 22 de
diciembre de 1997 y 14 de mayo de 1999), pues no habiendo presenciado la
declaración sumarial se hace especialmente necesario razonar la causa de

501
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concederle mayor credibilidad, a la vista de lo declarado contradictoriamente a


su presencia, rectificando sus manifestaciones anteriores, y de las explicaciones
dadas al respecto por el declarante.

Situación que sería la examinada dado que dichas entregas, admitidas


en las declaraciones sumariales, se recogen también en las grabaciones
efectuadas por el coacusado José Luis Peñas.

77.- El motivo décimo segundo, por infracción directa de ley, al


amparo del art. 849.1 LECrim, por indebida aplicación del art. 21.4º y 7º en
relación a la atenuante de colaboración.

La sentencia no considera aplicable referida atenuante de colaboración,


sobre la base de la aportación de un disco duro por parte de la Sra. Jordán, en
fase de instrucción y que ha sido utilizado en esta pieza, especialmente en
cuanto a la condena por delito de cohecho, de malversación de fondos públicos
y falsedad documental en la Comunidad de Madrid.

La sentencia de instancia fundamenta su decisión, al señalar en la


escasa información que considera aportó a la instrucción y en la actitud
mostrada por la propia Isabel Jordán no muy respetuosa con la verdad, a la que,
cuando no ha faltado, la ha relatado a su conveniencia, derivando
responsabilidades hacia otros.

El motivo discrepa de tal razonamiento por cuanto la propia sentencia


utiliza el contenido del disco duro como prueba para condenar a la propia Sra.
Jordán por los delitos referidos.

Así en el disco duro figuran una serie de datos, relativos a eventos, con
hojas de coste, emails que han permitido, según se dice en la sentencia, el
cálculo de las comisiones que aparecen en la hoja Excel “Partida varios CAM
XLS” y la determinación de un porcentaje en el 10%.

Los propios informes de la UDEF y de la IGAE, se han nutrido de la


información de dicho disco duro, y la propia sentencia señala los Informe de

502
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

UDEF 69.343/13 y el de del IGAE de 31/03/2014, en relación a la PARTIDA


VARIOS, con hojas de coste correspondientes a los años 2.004, 2.005, 2.006 y
2.007, donde se refleja una relación detallada de actos de la COMUNIDAD de
MADRID y de cantidades de dinero asociadas a cada uno de ellos.

O el documento encabezado como PAGOS AL, al que se refiere la


sentencia a la página 1.405, último párrafo, documento esencial, llegando a
decirse: “encontrado entre otros”, unas tablas con entregas a Alberto López
Viejo, con fechas, importes y conceptos, unas procedentes de la Caja B de Easy
Concept, y otras de la Caja B de Serrano. Este documento, que se recoge en el
disco duro, es el que le sirve para su condena a Isabel Jordán, en contra del
resto de los apuntes de José Luis Izquierdo.

Hasta tal punto es aprovechado este documento, PAGOS AL, que ha


permitido determinar, no solo las seis entregas que se atribuyen a Isabel Jordán
por la cantidad de 116.000 €, sino también las cinco que supusieron la suma de
230.000 € por el pago del contrato de Limpieza del Ayuntamiento de Madrid.

Entender que es insuficiente esta información, no lo consideramos


razonable, cuando es un documento esencial, no solamente a la determinación
de conceptos, importes y fechas, sino, esencial a la condena de quien solicita la
atenuante por cooperación.

Efectivamente, así consta a la página 1.398, párrafo 02, se dice:

“En esta línea, el archivo excel “PARTIDA VARIOS CAM. Xls”, que
recoge el cálculo de las comisiones que se van devengando a favor de
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y aparece en el disco duro de ISABEL JORDÁN,
donde figuran una serie de actos, que se comparan con hojas de coste, y refleja
la dinámica para la ilícita obtención de beneficios por parte de este acusado,
que se llevaba a efecto por medio de una comisión, consistente en un
porcentaje, generalmente de un 10%, aunque en ocasiones se llegó al 50% del
coste de cada cantidad facturada, que era imputado como un gasto más a cada
acto realizado por alguna de las empresas del grupo CORREA/POZUELO. Y
relacionado con este archivo aparece el documento GENERACIÓN, que es la
traslación del importe a que ascienden las comisiones devengadas los años

503
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2004, 2005 y 2006, y tiene su importancia porque, las que se imputan


entregadas por FRANCISCO CORREA (P.C.), se trata de las comisiones
pendientes de recibir por ALBERTO LÓPEZ VIEJO por su mediación en el
contrato de limpieza de Moratalaz, cuando era Concejal en el Ayuntamiento de
Madrid. Por lo tanto, en la medida que este documento “GENERACIÓN” aparece
relacionado con la “PARTIDA VARIOS CAM” entre la documentación de ISABEL
JORDÁN, y en esta se calculan las comisiones que corresponden a ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, evidencia que con el concepto “VARIOS” se cubrían las
comisiones correspondientes a este.”

O también, pagina 1.398, último párrafo:

“Para el cómputo de comisiones devengadas, tomamos el informe de la


UDEF 69.343/13 y el de la IGAE, de 31/03/2014, cuya referencia es el archivo
“PARTIDA VARIOS CAM” (del disco duro depositado por ISABEL JORDÁN ante
Notario S/N WCAMR4518692), el cual consta de 4 hojas (2004, 2005, 2006 y
2007), donde se refleja una relación detallada de actos efectuados para la
Comunidad de Madrid y unas cantidades de dinero asociadas a cada uno de
ellos, que se corresponden con un porcentaje del coste de dichos actos, y que
en la hoja 2.007, en su parte superior, figura el acrónimo ALV, que corresponde
a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, y en el que verifica la correspondencia de esas
partidas con los conceptos “varios” que aparecen en las hojas de costes que va
examinando, correspondientes a distintos actos y eventos, que llegan a los 348.”

También a la página 1405, último párrafo:

“A dicho documento le precede otro, encabezado como PAGOS AL,


encontrado, entre otros, en el disco duro de ISABEL JORDÁN, y que son unas
tablas con entregas a ALBERTO LÓPEZ VIEJO, con apartados, como “Fecha”,
“Importe” “Concepto”, que se corresponden con entregas, unas procedentes de
la “caja B” de Serrano (FRANCISCO CORREA) y otras de la “caja B” de EASY
CONCEPT del pendrive de ALICIA MÍNGUEZ, por lo tanto, de ISABEL
JORDÁN, de ahí que, cada una de las cantidades que recoge en cada una de
las fechas que indica, se relacione en el apartado del concepto, identificándose
bien con las siglas P.C. (PACO/FRANCISCO CORREA) o bien I.J. (ISABEL
JORDÁN), que se corresponden con algunas anotaciones de la “Caja Especial”,

504
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encontrada en el domicilio de esta, que, sin embargo, dijo desconocer, de la que


destacamos la de 15/02/2007 por 50.000 €, con el concepto “A madre orden pcs
e ijg”, esto es, traspaso a la caja madre, la de Serrano, FRANCISCO CORREA
SÁNCHEZ e ISABEL JORDÁN GONCET, que corresponde con los 50.000 € del
documento PAGOS AL, que pasmos a ver.

O a la página 1406, párrafo 02:

“Las comisiones de este documento, PAGOS AL, que es un cuadro con


cifras, se tradujeron cinco entregas realizadas por FRANCISCO CORREA
(P.C.), que supusieron 230.000 € y son los referidos a la adjudicación del
contrato de limpieza del Ayuntamiento de Madrid, y, en principio, seis por
ISABEL JORDÁN (I.J.), que ascendió a 116.000€, aunque a esta hay que añadir
una más de 50.000, de fecha 16/02/2007, que no viene puesta en relación con
ninguna sigla, pero que así resulta de apuntes en el pendrive de JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, uno en la “Caja B” de Serrano, que el 15/02/2007 recibe una
entrada de la “Caja B” de EASY CONCEPT, y que al día siguiente sale con el
concepto “Ent.sobre P. Crespo Ref. ALV”, para, a continuación trasladarse a la
“Cuenta A.L.V./Alberto López Viejo”, a la que se incorpora como “Ent.sobre
P.Crespo Ref. ALV”.”

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el análisis


del motivo segundo del recurso de Francisco Correa sobre la atenuante
analógica de confesión debemos insistir en que dicha atenuante, superada ya
su antigua configuración que la vinculaba al arrepentimiento del culpable,
encuentra hoy su fundamento en razones de política criminal, en la medida que
ahorra esfuerzos de investigación y facilita la instrucción de la causa. Además
se exige en ella que sea sustancialmente veraz, aunque no una coincidencia
total con el hecho probado. La confesión (resaltan otras SSTS 832/2010, de 5
de octubre; 240/2012, de 26 de marzo; 764/2016, de 14 de octubre; 118/2017,
de 23 de febrero) supone un reconocimiento de la vigencia de la norma y un
aquietamiento de las previsiones de penalidad previstas en el ordenamiento
para la conducta. Si lo que pretende el confesante no es posibilitar la actuación
instructora sino la defensa ante un hecho delictivo, no se cumple con esa
finalidad que fundamenta la atenuación. Ahora bien, eso no implica que puesta

505
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sobre la mesa la veracidad de los hechos, no puede el confesante poner también


de relieve aquellos elementos de donde deducir cualquier género de
comportamiento atenuatorio de su responsabilidad penal.

De ahí que la atenuante no resulte incompatible con el mantenimiento


de versiones defensoras en aspectos que no sean sustanciales, que puedan
resultar no acreditados, siempre que no quede desvirtuada su propia finalidad
(STS 750/2017, de 22 de noviembre).

Por ello mal puede reclamar esa atenuante quien está invocando
simultáneamente la presunción de inocencia y solicita su absolución por los
delitos cometidos. No existe base para la atenuante. Cuestión diferente -dice la
STS 627/2016, de 13 de julio- es que esa “colaboración” bien que muy relativa
pueda ser evaluada en trance de individualizar la pena ex art. 66 CP.

En efecto, la jurisprudencia ha dejado sentado que la atenuante


analógica de confesión requiere un reconocimiento de los hechos aunque sea
en un estado procesal avanzado del procedimiento, es por esto que la recurrente
se refiera a cooperación -y no a confesión- porque no solo no ha reconocido su
culpabilidad sino que ha derivado responsabilidades a terceros.

La cooperación, en todo caso ha de ser activa y en el caso concreto la


recurrente, entregado el disco duro, dejó de plantearse colaboración alguna y
en el ejercicio legítimo de su derecho de defensa, ha negado cualquier relación
con las ilícitas actividades por las que ha sido acusada, e incluso no solo ha
negado su participación sino el carácter ilícito penal de lo hecho.

No obstante lo anterior, aquella actuación de la acusada sí puede


tenerse en cuenta como un factor de individualización penológico, lo que unido
a que la recurrente ha sido condenada por dos delitos de malversación
continuada, tres de prevaricación continuada y dos de falsedad documental -
además de un delito de cohecho continuado-, con penas distintas en cada tipo
delictivo sin motivar tal diferenciación, considera la Sala que resulta procedente
efectuar una nueva individualización penológica.

Apartado Majadahonda

506
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Malversación continuada: 2 años y 5 meses prisión. Inhabilitación


absoluta: 5 años.

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses inhabilitación especial.

Apartado Pozuelo

-Fraude continuado: 1 año prisión. 6 años inhabilitación especial.

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses inhabilitación especial.

-Malversación atenuada continuada: 4 meses prisión, multa 3 meses


cuota 100 €, suspensión cargo 3 meses.

-Falsedad documental: 1 año y 10 meses, multa 10 meses cuota diaria


100 €.

Apartado Comunidad de Madrid

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses inhabilitación especial.

-Cohecho continuado: 4 años y 1 día prisión, multa 500.000 €.

-Malversación continuada (autor López Viejo): 2 años y 3 meses prisión.


Inhabilitación absoluta 5 años.

-Malversación atenuada (autor Carlos Clemente: 3 meses prisión. 1 mes


multa cuota diaria 50 €, suspensión empleo 3 meses.

Dado que la sentencia no razona qué motivos llevan a la Sala a no


estimar la continuidad delictiva, procede una sola condena por malversación
continuada del art. 432.1 a las penas de 2 años y 4 meses de prisión y 5 años
de inhabilitación absoluta.

507
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

78.- El motivo décimo tercero, -atinente al delito de tráfico de


influencias- se articula:

“Por infracción de precepto constitucional, al amparo de lo dispuesto en


el artículo 5.4 de la LOPJ y en el artículo 852 de la LECrim., por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. 2º de la Constitución
Española e incluso vulnerando, mediante una aplicación extensiva de los tipos
penales, el principio de legalidad que reconoce el artículo 25.1 Constitución
Española y del principio in dubio pro reo como manifestación del artículo 24.2
C.E.

Por infracción indirecta de ley, al amparo del artículo 849.1º de la


LECrim., en relación con el artículo 9.3 de la Constitución, que resulta de la
vulneración o el desconocimiento por parte de la Sentencia de las reglas de la
lógica y de las máximas de la experiencia, con la consecuencia de incurrir en
arbitrariedad.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim por vulneración del artículo 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE, por
vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en interdicción de la
arbitrariedad, por ausencia de motivación suficiente de los hechos declarados
probados.

Por infracción de precepto constitucional, al amparo del artículo 5.4 LOPJ


y 852 de la LECrim. por vulneración del art. 10.2, 24, 2 y 25 C.E en relación al
517.2 del código Penal, sobre cosa juzgada por virtud de la sentencia del T.S
de 8 de mayo de 2018.

Por infracción de precepto constitucional Al amparo de los artículos 852


LECr y 5.4. de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por vulneración del principio
de proporcionalidad de las penas como manifestación del principio legalidad -
artículo 25 CE-”.

Argumenta que se condena a Isabel Jordán a la pena de dos años y tres


meses de prisión e inhabilitación absoluta por tiempo de cinco años (pág. 1581
párrafo 6), sin que conste en el relato fáctico, ni en la fundamentación jurídica,
conducta que dé lugar a este tipo penal de tráfico de influencias. No hay

508
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

suficiencia probatoria, ni se menciona prueba alguna que vincula a la recurrente


con este delito.

Se vulnera el principio de presunción de inocencia y el de tutela judicial


efectiva por interdicción de la arbitrariedad.

Se continúa condenando a Isabel Jordán en igual extensión penológica


que a la dirección de la cúpula, contraviniendo el principio de proporcionalidad
de las penas, en función de distinto grado y plano de participación.

Con relación a esta última queja solo decir que la pena cuya extensión
considera no proporcional se refiere a la impuesta por el delito de malversación
(ver folio 1581, párrafo 6º, dos años y tres meses de prisión y cinco de
inhabilitación absoluta) y no al delito de tráfico de influencias, por el que ni hubo
petición acusatoria ni, por tanto, condena en el apartado relativo a la CAM, delito
del que solo se acusó a Alberto López Viejo.

Consecuentemente, el motivo carece de sentido y utilidad práctica.

RECURSO ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN

79.- Articula la recurrente 14 motivos de casación, los seis primeros por


infracción de ley al amparo del art. 849.1 LECrim; el 7º por error en la apreciación
de la prueba basado en documentos, art. 849.2 LECrim; el 8, 9, 10 por
quebrantamiento de forma al amparo del art. 850 LECrim; el 11 por
quebrantamiento de forma al amparo del art. 851.1 LECrim; el 12, 13 y 14 por
infracción de precepto constitucional.

Por razones sistemáticas y metodológicas debe alterarse el orden de los


motivos y empezar por los articulados por infracción de preceptos
constitucionales, en particular presunción de inocencia por cuanto su eventual
prosperabilidad por ausencia de prueba de cargo conllevaría la absolución del
recurrente. A continuación los motivos por quebrantamiento de forma, arts. 850
y 851 LECrim tal como se infiere del art. 901 bis a) y 901 bis b) que otorgan
prioridad a aquellos motivos de los que pudiera derivarse la retroacción de las

509
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actuaciones, con anulación de la sentencia recurrida para que la Audiencia dicte


nueva resolución respetuosa con los derechos del recurrente. Y finalmente los
motivos por infracción de ley del art. 849, primero los que denuncian error en la
apreciación de la prueba, art. 849.2 en cuanto postulan modificación del relato
fáctico y en este último lugar los de infracción de precepto penal sustantivo del
art. 849.1 LECrim en cuanto cuestionan la adecuada subsunción de los hechos
probados en aquellos tipos penales.

El motivo duodécimo al amparo del art. 852 LECrim por infracción


del derecho a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE, habiendo sido
condenada la recurrente sin que exista prueba de cargo suficiente.

Considera que la motivación de la condena no existe o es no aparente,


es decir, el razonamiento que la funda es arbitrario, irrazonable e incurre en error
patente.

El motivo deviene improsperable.

La cuestión de si la valoración de la prueba está suficientemente


motivada en las sentencias no es una cuestión que ataña solo al derecho a la
tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE.), afecta principalmente al derecho a la
presunción de inocencia (art. 24.2 CE.). El Tribunal Constitucional ha reiterado
que uno de los modos de vulneración de este derecho lo constituye
precisamente la falta de motivación del iter que ha conducido de las pruebas al
relato de hechos probados de signo incriminatorio. Como se afirma en la STC.
145/2005 de 6.6, existe una “íntima relación que une la motivación y el derecho
a la presunción de inocencia, que no en vano consiste en que la culpabilidad ha
de quedar plenamente probada, lo que es tanto como decir expuesta o
mostrada. La culpabilidad ha de motivarse y se sustenta en dicha motivación de
modo que sin motivación se produce ya una vulneración del derecho a la
presunción de inocencia. así lo hemos afirmado en numerosas ocasiones,
señalando que no solo se vulnera el derecho a la presunción de inocencia
cuando no haya pruebas de cargo validas o cuando por ilógico o insuficiente no
sea razonable el iter decisivo que conduce de la prueba al hecho probado, sino

510
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

también, con carácter previo a este supuesto, en los supuestos de falta de


motivación del resultado de la valoración de las pruebas (SSTC. 189/98 de 28.9,
FJ.2, 120/99 de 28.6 FJ. 249/2000 de 30.10 FJ.3, 155/2002 de 22.7 FJ. 7,
209/2002 de 11.11 FJ.3, 163/2004 de 4.10 FJ.9).

Una de las consecuencias de esta perspectiva constitucional de la falta


de motivación suficiente del relato fáctico incriminatorio es la de que la plena
reparación del derecho vulnerado pasará normalmente por la anulación sin
retroacción de la Sentencia condenatoria. En términos análogos a los utilizados
por la STC. 151/97 de 18.6, FJ.5, para el derecho a la legalidad sancionadora,
la falta de un fundamento fáctico concreto y cognoscible priva a la pena del
sustento probatorio que le exige el art. 24.2 CE. y convierte el problema de
motivación, reparable con una nueva, en un problema de presunción de
inocencia, solo reparable con su anulación definitiva.

De ahí que puede afirmarse que por exigencias del modelo cognitivo
constitucional la motivación fáctica, adquiere, al menos, la misma centralidad
que previamente tenía la motivación en derecho.

El incumplimiento de dicho deber o su cumplimiento defectuoso ya no


solo puede suponer un defecto o vicio interno de la resolución que comprometa
su validez, sino que constituye una fuente de lesión directa del derecho a la
presunción de inocencia que puede arrastrar como consecuencia no la nulidad
de la sentencia sino la absolución del inculpado (SSTC. 5/2000, 139/2000,
149/2000, 202/2000), STS. 16.2.2005, por la que se absuelve a una condena en
la instancia porque la motivación, al no contemplar referencia alguna a la prueba
de descargo, no satisfizo de forma adecuada el estándar de justificación que le
era exigible.

En el caso actual el motivo se centra en prioridad en la motivación de la


sentencia que se considera arbitraria e irrazonable.

Es cierto que podrá considerarse que la resolución judicial impugnada


vulnera el derecho constitucional a la tutela judicial efectiva cuando no sea
fundada en derecho, lo cual ocurre en estos casos:

511
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a) Cuando la resolución carezca absolutamente de motivación, es decir,


no contenga los elementos y razones de juicio que permitan conocer cuáles han
sido los criterios jurídicos que fundamentan la decisión. Al respecto, debe
traerse a colación la doctrina constitucional sobre el requisito de la motivación,
que debe entenderse cumplido, si la sentencia permite conocer el motivo
decisorio excluyente de un mero voluntarismo selectivo o de la pura
arbitrariedad de la decisión adoptada (SSTC. 25/90 de 19.2, 101/92 de 25.6),
con independencia de la parquedad del razonamiento empleado: una
motivación escueta e incluso una fundamentación por remisión pueden ser
suficientes porque “La CE. no garantiza un derecho fundamental del justiciable
a una determinada extensión de la motivación judicial”, ni corresponde a este
Tribunal censurar cuantitativamente la interpretación y aplicación del derecho a
revisar la forma y estructura de la resolución judicial, sino sólo “comprobar si
existe fundamentación jurídica y, en su caso, si el razonamiento que contiene
constituye lógica y jurídicamente suficiente motivación de la decisión adoptada”
(STC. 175/92 de 2.11).

b) Cuando la motivación es solo aparente, es decir, el razonamiento que


la funda es arbitrario, irrazonable e incurre en error patente. Es cierto como ha
dicho el ATC. 284/2002 de 15.9 que “en puridad lógica no es lo mismo ausencia
de motivación y razonamiento que por su grado de arbitrariedad e
irrazonabilidad debe tenerse por inexistente, pero también es cierto que este
Tribunal incurriría en exceso de formalismo si admitiese como decisiones
motivadas y razonadas aquellas que, a primera vista y sin necesidad de mayor
esfuerzo intelectual y argumental, se comprueba que parten de premisas
inexistente o patentemente erróneas o siguen sin desarrollo argumental que
incurre en quiebras lógicas de tal magnitud que las conclusiones alcanzadas no
pueden considerarse basadas en ninguna de las razones aducidas”. (STS.
770/2006 de 13.7).

El Tribunal Constitucional, SS. 165/93, 158/95, 46/96, 54/97 y 231/97 y


esta Sala SS. 626/96 de 23.9, 1009/96 de 30.12, 621/97 de 5.5 y 553/2003 de
16.4, han fijado la finalidad y el alcance y límites de la motivación. La finalidad
de la motivación será hacer conocer las razones que sirvieron de apoyatura a la
decisión adoptada, quedando así de manifiesto que no se ha actuado con

512
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

arbitrariedad. La motivación tendrá que tener la extensión e intensidad suficiente


para cubrir la esencial finalidad de la misma, que el Juez explique
suficientemente el proceso intelectivo que le condujo a decidir de una manera
determinada.

En este sentido la STC. 256/2000 de 30.10 dice que el derecho a obtener


la tutela judicial efectiva “no incluye un pretendido derecho al acierto judicial en
el selección, interpretación y aplicación de las disposiciones legales, salvo que
con ellas se afecte el contenido de otros derechos fundamentales distintos al de
tutela judicial efectiva (SSTC. 14/95 de 24.1, 199/96 de 4.6, 20/97 de 10.2).

Según la STC. 82/2001 “solo podrá considerarse que la resolución


judicial impugnada vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, cuando el
razonamiento que la funda incurra en tal grado de arbitrariedad, irrazonabilidad
o error que, por su evidencia y contenido, sean tan manifiestas y graves que
para cualquier observador resulte patente que la resolución, de hecho, carece
de toda motivación o razonamiento”.

Siendo así la sentencia destaca cómo esta recurrente era la propietaria


de un pendrive intervenido en el registro de la sede de Pozuelo, en el que se
encontraban las carpetas de facturación denominadas Alicia I y Alicia II, y en el
que volcaba su trabajo. Tenía firma en las cuentas de la empresa Easy Concept.
Ocupaba un puesto en el organigrama de ésta y conocía a todos los clientes y
las relaciones de la empresa. Confeccionaba la lista de personas a las que debía
hacerse regalos para Navidad. Llevaba la Caja de Tesorería para hacer los
gastos de diario. La caja fuerte estaba en su despacho y ella conocía la clave,
que incluso facilitó a la policía. Admitió haber redactado muchas de las facturas
que le fueron exhibidas y se encargaba de reclamar el pago de facturas
pendientes.

En consecuencia, está acreditado que colaboró en la ejecución de los


hechos delictivos que se le imputan, aún admitiendo que tal colaboración fue
secundaria, y de ahí su consideración como complicidad, quedando así
desvirtuado su derecho a la presunción de inocencia.

513
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

80.- El motivo décimo tercero por infracción de preceptos


constitucionales al amparo de lo previsto en el art. 852 LECrim,
vulneración del principio in dubio pro reo como manifestación normativa
que impone el deber de absolver cuando no se haya podido convencer de
la culpabilidad con las pruebas practicadas, art. 24.2 CE.

Argumenta que en defecto de la aplicación del principio de presunción


de inocencia, debe aplicarse, cuando menos, la duda respecto del alcance del
conocimiento de hechos por parte de la administrativa, procediendo su libre
absolución.

El motivo se desestima.

Este principio in dubio pro reo es una condición o exigencia subjetiva del
convencimiento del órgano judicial en la valoración de la prueba inculpatoria
existente aportada al proceso, de forma que si no es plena la convicción judicial
se impone el fallo absolutorio.

Es decir, que la significación del principio "in dubio pro reo" en conexión
con la presunción de inocencia equivale a una norma de interpretación dirigida
al sentenciador que debe tener en cuenta al ponderar todo el material probatorio
y tiene naturaleza procesal (STS. 15.5.93 y 30.10.95) por lo que resultará
vulnerado cuando el Tribunal determine la culpabilidad del acusado
reconociendo las dudas sobre la autoría del mismo o sobre la concurrencia de
los elementos objetivos del delito, pero no resulta aplicable cuando el órgano
jurisdiccional en uso de las facultades otorgadas por el art. 741 LECrim., llega a
unas conclusiones, merced a la apreciación en conciencia de un bagaje
probatorio de cargo conducente a afirmaciones incriminatorias llevadas a la
resolución. Como precisa la STS. 27.4.98 el principio "in dubio pro reo", no tiene
un valor orientativo en la valoración de la prueba, sino que envuelve un mandato:
el no afirmar hecho alguno que pueda dar lugar a un pronunciamiento de
culpabilidad si se abrigan dudas sobre su certeza, mediante la apreciación
racional de una prueba en sentido incriminatorio, constitucionalmente cierta y
celebrada en condiciones de oralidad, publicidad, contradicción e inmediación,
esto es, en las condiciones de un proceso justo.

514
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, a pesar de la íntima relación que guardan el derecho de


presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo, y aunque uno y otro sean
manifestación de un genérico favor rei, existe una diferencia sustancial entre
ambos, de modo que su alcance no puede ser confundido. El principio in dubio
pro reo solo entre en juego cuando practicada la prueba, ésta no ha desvirtuado
la presunción de inocencia.

Dicho en otros términos, la aplicación de dicho principio se excluye


cuando el órgano judicial no ha tenido dudas sobre el carácter incriminatorio de
las pruebas practicadas (SSTS. 1.3.93, 5.12.2000, 20.3.2002, 18.1.2002,
25.4.2003). Por ello no puede equipararse la duda externamente derivada de
existir dos versiones contrapuestas -como ocurre en casi todos los procesos de
cualquier índole- a la que nazca en el ánimo del Juez, cuando oídas por el
directamente las personas que, respectivamente, las sostienen, llega la hora de
acoger una u otra, ya que solo y exclusivamente en ese momento decisivo debe
atenderse al principio pro reo, inoperante cuando el Juez ha quedado
convencido de la mayor veracidad de una de las versiones, es decir, que a través
del examen en que se constata esa situación de versiones contradictorias tan
frecuente en el proceso penal, el Juez puede perfectamente valorar la prueba,
esto es, graduar la credibilidad de los testimonios que ante él se viertan y
correlacionar toda la prueba, sentando la culpabilidad de los denunciados cual
acontece en el caso que nos ocupa, en el que el tribunal “a quo” no manifestó
duda alguna en cuanto a los hechos y la culpabilidad de la recurrente.

81.- El motivo décimo cuarto por infracción de preceptos


constitucionales al amparo de lo previsto en el art. 852 LECrim por
vulneración del derecho de defensa del art. 24.2 CE al haberse privado a la
recurrente de su derecho a la doble instancia al que tendría derecho en
virtud del art. 2 del Protocolo nº 7 del Convenio Europeo para la protección
de los derechos humanos y las libertades fundamentales de 22-11-84 y los
arts. 14.5 y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de
19-12-66 y en relación con el art. 66 bis de la LOPJ (Dictamen de 20-7-2000
del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas).

515
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Segunda instancia que habría correspondido a la Sala de apelación de


la Audiencia Nacional, creada en virtud de LO 19/2003, de 23 de diciembre, pero
que, sin embargo, no se materializó hasta la entrada en vigor de la Ley 41/2015,
de 5 de octubre, la cual limitó sus efectos a los procedimientos penales incoados
con posterioridad al 6-12-2015.

Siendo el motivo similar al articulado como decimoséptimo por el


recurrente Pablo Crespo y vigésimo tercero del recurrente José Luis Izquierdo,
nos remitimos a lo ya argumentado en orden a su desestimación.

MOTIVOS POR QUEBRANTAMIENTO DE FORMA

82.- El motivo octavo por quebrantamiento de forma, al amparo de


lo previsto en el art. 850 LECrim.

Argumenta que se ha obstaculizado la labor esencial de defensa por el


sistema sin índices y compuesto por millones de documentos, denominado
ALFRECO, ocasionando indefensión y vulnerando el derecho fundamental de
defensa del art. 24.1 CE. Denunciado en nuestro escrito de conclusiones
provisionales de 29-4-2015 y elevado a definitivo en la fase de conclusiones
definitivas presentado por escrito con fecha 11-10-2017.

Dado que tal impugnación ya ha sido analizada en el motivo tercero del


recurrente Alberto López Viejo y décimo quinto de Pablo Crespo Sabaris, nos
remitimos a lo ya argumentado en aras a su desestimación.

83.- El motivo noveno por quebrantamiento de forma al amparo de


lo previsto en el art. 850 y 852: aplicación de la teoría de los frutos del árbol
envenenado, nulidad de la instrucción por derivar de las escuchas llevadas
a cabo sin cumplimiento de los requisitos legales exigidos por la doctrina
constitucional. Denunciado igualmente en su escrito de conclusiones
provisionales, elevado a definitivo en ese aspecto.

516
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Alega la nulidad de las actuaciones en la medida en que todo lo actuado


deriva y tiene causa en la intercepción de las comunicaciones, que tuvieron lugar
el 19-2-2009, entre algunos de los ahora acusados y sus letrados, cuando se
encontraban en situación de prisión preventiva.

Igualmente esta cuestión de las escuchas entre acusados presos y sus


abogados ha sido ya analizada en anteriores recursos (Correa, Crespo,
Izquierdo) por lo que nos remitimos a lo ya razonado, debiendo solo insistir en
que:

1º) La fase de instrucción del presente procedimiento se tramitó en su


mayor parte con anterioridad a la intercepción de aquellas conversaciones.

2º) La sentencia de esta Sala 79/2012, de 9 de febrero, ya determinó la


ilegalidad de aquella diligencia y las consecuencias que tal nulidad acarreaba.

3º) Ninguno de los acusados en el presente procedimiento ha reseñado


diligencia alguna que tuviese relación o derivase de las mencionadas
conversaciones interceptadas.

4º) Ni la recurrente ni los letrados encargados de su defensa se han visto


afectados por aquel incidente.

84.- El motivo décimo por quebrantamiento de forma, al amparo de


lo previsto en el art. 850 LECrim.

Indefensión ocasionada por tomársele declaración a la recurrente


por primera vez en concepto de imputada en septiembre de 2013, cinco
años más tarde de iniciarse las diligencias previas, y sin que por ello, haya
podido intervenir en la instrucción solicitando la práctica de diligencias en
su defensa, ni garantizando por tanto que fueran practicadas con su
presencia y estando técnicamente asistido. Denunciado igualmente en el
escrito de calificación provisional elevado a definitivo.

El motivo deviene improsperable.

517
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto tiene afirmado el Tribunal Constitucional (SSTC 41/98, de 24


de febrero; 87/2001, de 2 de abril), el art. 24 de la Constitución prohíbe que el
inculpado no haya podido participar en la tramitación de las diligencias de
investigación judiciales o que la acusación se "haya fraguado a sus espaldas",
de forma que el objetivo y finalidad del art. 118 LECr. reside en informar al
acusado acerca de su situación para que pueda ejercitar su derecho de defensa
y evitar, de esta forma, una real indefensión derivada del desconocimiento de
su condición procesal. Reiterando esta doctrina y extractando la anterior, en la
STC 14/1999, de 23 de febrero, (igualmente, STC 19/2000, de 31 de enero),
hemos sostenido que la posibilidad de ejercicio del derecho de defensa
contradictoria ha sido concretada por este Tribunal en tres reglas ya clásicas
(STC 273/1993, de 20 de septiembre FJ 2):

a) nadie puede ser acusado sin haber sido, con anterioridad, declarado
judicialmente imputado;

b) como consecuencia de lo anterior, nadie puede ser acusado sin haber


sido oído con anterioridad a la conclusión de la investigación;

c) no se debe someter al imputado al régimen de las declaraciones


testifícales, cuando de las diligencias practicadas pueda fácilmente inferirse que
contra él existe la sospecha de haber participado en la comisión de un hecho
punible, ya que la imputación no ha de retrasarse más allá de lo estrictamente
necesario.

Ahora bien, "si las leyes procesales han reconocido, y este Tribunal
recordado, la necesidad de dar entrada en el proceso al imputado desde su fase
preliminar de investigación, lo es sólo a los fines de garantizar la plena
efectividad del derecho a la defensa y evitar que puedan producirse contra él,
aun en la fase de investigación, situaciones materiales de indefensión (SSTC
44/1985, 135/1989 y 273/1993). Pero la materialidad de esa indefensión, que
constituye el objeto de nuestro análisis, exige una relevante y definitiva privación
de las facultades de alegación, prueba y contradicción que desequilibre la
posición del imputado".

518
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Consecuentemente la recurrente al prestar declaración como imputada


conoció la existencia del proceso y las acusaciones existentes contra ella, en un
momento en el que podía preparar su defensa y ejercerla sin ninguna limitación,
contestando al escrito de acusación, proponiendo las pruebas que estimó
pertinentes y sometiendo a contradicción las pruebas de la acusación en el
plenario, como así sucedió.

85.- El motivo décimo primero por quebrantamiento de forma al


amparo de lo previsto en el art. 851.1 LECrim por no expresar clara y
terminantemente los hechos considerados probados y por manifiesta
contradicción entre los mismos.

Se concreta el motivo en que en los hechos probados que afectan a la


recurrente no existe ninguno que implique el motivo de la condena (páginas 273,
280, 283, 300… de la sentencia) ya que el hecho de elaborar materialmente las
facturas (mecanografiarlas como hace un administrativo) no se deriva que
conociera las irregularidades que conllevaran en la inclusión de los conceptos o
en un fraccionamiento ni ningún hecho probado se incluye respecto a dicho
conocimiento.

El motivo carece de fundamento y debe ser desestimado.

1º) Respecto a la falta de claridad de los hechos probados, la


jurisprudencia, por ejemplo STS 945/2004, de 23-7; 94/2007, de 14-2; tiene
declarado que es un requisito imprescindible de las sentencias penales la
existencia de un relato de hechos probados que permita su comprensión no sólo
por el justiciable al que afectan directamente, sino también por el tribunal que
conoce la sentencia en vía de recurso y, además, por la sociedad en su conjunto,
en cuando pueda tener interés en acceder a una resolución pública dictada por
los tribunales. Con los hechos declarados probados en la sentencia haría
relacionarse los fundamentos jurídicos de la misma, lo que exige que la
descripción de lo que la sentencia considera probado sea lo suficientemente
contundente y desprovista de dudas, al menos en los aspectos a los que se
aplica el derecho, como para permitir la adecuada subsunción de la conducta

519
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en el correspondiente precepto sustantivo, de forma que la relación de hechos,


su calificación jurídica y el fallo formen en todo congruente.

Reiterada doctrina jurisprudencial ha entendido que la sentencia debe


anularse cuando se aprecie en el relato fáctico una insuficiencia descriptiva que
lo haga incomprensible o difícilmente inteligible , bien por una omisión total de
versión fáctica, bien por omisiones parciales que impidan su comprensión; bien
por el empleo de frases ininteligibles o dubitativas que impiden saber lo que el
tribunal declare probado efectivamente, o bien por contener la sentencia un
relativo de hechos constando de tal forma que conduzcan a la duda acerca de
si el tribunal los está declarando probado o no. Siendo necesario además que
los apuntados defectos supongan la imposibilidad de calificar jurídicamente los
hechos (STS 1610/2001, de 17-9; 559/2002, de 27-3).

Los requisitos que conforme a reiterada doctrina jurisprudencial (STS


1006/2000, de 5-6; 471/2001, de 22-3; 717/2003 de 21-5; 474/2004, de 13-4;
1253/2005; de 26-10; 1538/2005, de 28-12; 877/2004, de 22-10; 24/2010, de 1-
2) hacer viable a este motivo son los siguientes.

a) Que en el contexto del hecho probado se produzca la existencia de


imprecisión bien por el empleo de términos o frases ininteligibles, bien por
omisiones que hagan incomprensibles el relato, o por el empleo de juicios
dubitativos, por la absoluta carencia de supuesto fáctico o por la mera
descripción de la resultante probatorio sin expresión por el juzgador de lo que
considerar probado.

Este requisito comporta, a su vez, la exigencia de que el vicio provisional


de la fallo de claridad debe ubicarse en el hecho probado, debe ser interna y
no podría oponerse frente a otros apartados de la sentencia, y sobre ser
gramatical, sin que para su alegación frente a una falta de comprensión lógica
a argumental, cuya impugnación debiera articularse por otras vías, como el error
de derecho.

b) la incomprensión, la ambigüedad, etc…del relato fáctico debe estar


causalmente relacionado con la calificación jurídica de la sentencia. La falta de

520
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

claridad impide la comprensión del hecho probado e impide una correcta


subsunción.

c) además la falta de claridad debe producir una laguna o vacío en la


descripción histórica del hecho que se declare probado.

2º) Y en cuanto a la contradicción, constante y reiterada jurisprudencia


de esta Sala (STS 253/2007, de 26-3, 121/2008, de 26-2). tiene afirmado que la
esencia de la contradicción consiste en el empleo en el hecho probado de
términos o frases que. por ser antitético s resultan incompatibles entre sí, de tal
suerte que la afirmación de una resta eficacia a la otra al excluirse uno al otro
produciendo una laguna en la fijación de los hechos (STS. 299/2004 de 4.3).

Así doctrina jurisprudencial reiterada (SSTS. 1661/2000 de 23.11,


776/2001 de 8.5, 2349/2001 de 12.12, 717/2003 de 21.5, y 299/2004 de 4.3),
señala que para que pueda prosperar este motivo de casación son necesarios
los siguientes requisitos: a) que la contradicción sea manifiesta y absoluta en el
sentido gramatical de la palabra. Por ello, la contradicción debe ser ostensible y
debe producir una incompatibilidad entre los términos cuya contradicción se
denuncia; en otras palabras, que la afirmación de un hecho implique
necesariamente la negación del otro, de modo irreconciliable y antitético, y no
de una mera contradicción ideológica o conceptual; b) debe ser insubsanable,
pues aún a pesar de la contradicción gramatical, la misma puede subsumirse en
el contexto de la sentencia; es decir, que no exista posibilidad de superar la
contradicción armonizando los términos antagónicos a través de otros pasajes
del relato; c) que sea interna en el hecho probado, pues no cabe esa
contradicción entre el hecho y la fundamentación jurídica. A su vez, de este
requisito se excepcionan aquellos apartados del fundamento jurídico que tengan
un indudable contenido fáctico; esto es, la contradicción ha de darse entre
fundamentos fácticos, tanto si se han incluido correctamente entre los hechos
probados como si se trata de complementos fácticos integrados en los
fundamentos jurídicos; d) que sea completa, es decir que afecta a los hechos y
a sus circunstancias; e) la contradicción ha de producirse con respecto a algún
apartado del fallo, siendo relevante para la calificación jurídica, de tal forma que
si la contradicción no es esencial ni imprescindible a la resolución no existirá el

521
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

quebrantamiento de forma; f) que sea esencial en el sentido de que afecte a


pasajes fácticos necesarios para la subsunción jurídica, de modo que la mutua
exclusión de los elementos contradictorios origine un vacío fáctico que
determine la falta de idoneidad del relato para servir de soporte a la calificación
jurídica debatida.

Siendo así fácil se colige que el desarrollo del motivo nada tiene que ver
con los vicios in iudicando denunciados, dado que lo que se cuestiona es la
concurrencia de los elementos que caracterizan el tipo delictivo por el que fue
condenada y la ausencia de actividad probatoria suficiente, lo que ya ha sido
analizado en los motivos por vulneración de preceptos constitucionales.

86.- El motivo séptimo por infracción de ley al amparo de lo previsto


en el art. 849.1 LECrim por error en la apreciación de la prueba basado en
documentos que obran en autos, que demuestran la equivocación del
juzgador sin resultar contradichos por otros elementos probatorios.

Señala como documentos:

- Correo electrónico de Isabel Jordán a “administración” de fecha


27/06/2006 (Ruta: DOCUMENTOS01-DP1-09/1.1.- ACTUACIONES
DP1_09/DP 275_08/PRINCIPAL/TOMO 281 140512 a 140513 folio 68 –
udef3722014/ARCHIVOS SOPORTE INFORMATICO/ CORREOS
ELECTRONICOS/R-15, DOC.58).

Correo, que según la recurrente, pone bien a las claras quién era
realmente Alicia Mínguez y cuál era su cometido en las denominadas oficinas
de Pozuelo, que era una “mandada” y que se limitaba a realizar cuanto le era
ordenado por sus superiores, lo cual, por razón del puesto que ocupaba Alicia
(aux. administrativa), eran todos los demás.

- Informe de la Unidad de Auxilio Judicial de la Intervención General de


la Administración del Estado de fecha 30-04-2013, denominado informe global
de la Comunidad Autónoma de Madrid elaborado por D. Juan Carlos Gómez
Condado.

522
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Informe 19.492/14 UDEF-BLA de 28-02-2014 (Ruta Documentos > 01-


DP1>1.3 Diligencias Previas UDEF 1949214), sobre el análisis de la
documentación intervenida en la sede de Easy Concept, en la Calle Virgen de
Fátima en Pozuelo.

- Escrito de Conclusiones Provisionales del Ministerio Fiscal, página 223,


párrafos 3 y 4, elevadas a definitivas posteriormente en el acto del juicio oral.

- Declaraciones testificales de Dª. Rosario Jiménez Santiago, Secretaria


General Técnica de la Consejería de Empleo, Mujer e Inmigración y Dª. Lourdes
Barreda, Subdirectora de Oficina Presupuestaria de Análisis del Gasto.

- Declaración testifical de Dª. Rocío Pera, productora de EASY


CONCEPT, empresas de Pozuelo, y Dª. Olga Iglesias, administrativo del Grupo
Rafael.

El motivo se desestima.

Tal como ya hemos señalado en anteriores motivos articulados por esta


misma vía del art. 849.2 LECrim, para que este motivo pueda prosperar se
exigen los siguientes requisitos:

1º) Ha de fundarse en una verdadera prueba documental, y no de otra


clase, como las pruebas personales (declaración acusados, testigos y
periciales) aunque estén documentadas en la causa.

2º) Ha de evidenciar el error de algún dato o elemento fáctico o material


de la sentencia de instancia por un propio y literosuficiente poder demostrativo
directo, es decir, sin precisar de la adición de ninguna otra prueba sin tener que
recurrir a conjeturas o complejas argumentaciones.

3º) Que el dato que el documento acredite no se encuentre en


contradicción con otros elementos de prueba, pues en esos casos no se trata
de un problema de error sino de valoración, la cual corresponde al tribunal, y

4º) Que el dato contradictorio así acreditado documentalmente sea


importante en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los
pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos carentes de tal

523
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

virtualidad el motivo no puede prosperar ya que, como reiteradamente tiene


dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los argumentos de
hecho o de derecho que no tienen aptitud para modificarlo (SSTS 685/2006, de
8 de junio; 94/2007, de 14 de febrero; 1103/2007, de 21 de diciembre;
1045/2009, de 4 de noviembre; 1238/2009, de 11 de diciembre).

En el caso presente los documentos que se citan en el motivo carecen


de esa literosuficiencia o autosuficiencia para considerarlos “documentos” a
efectos casacionales, pretendiendo la recurrente una nueva valoración de los
mismos para cuestionar la convicción del tribunal obtenida a partir de las
pruebas relacionadas en el motivo décimo segundo.

87.- El motivo primero por infracción de ley al amparo de lo previsto


en el nº 1 del art. 849 LECrim por infracción de ley por falta de aplicación
del error de tipo del art. 14.1 CP concurrente en Dª. Alicia Mínguez, al
desconocer ésta a qué concepto obedecía el concepto “varios”
mecanografiado por la misma en las facturas, así como el hecho de que
con ello se pudiera estar “inflando” las facturas que ella mecanografiaba,
lo que impide su condena.

El desarrollo del motivo hace necesario recordar como el dolo es un


elemento intelectivo, supone la representación o conocimiento del hecho que
comprende el conocimiento de la significación antijurídica de la acción y el
conocimiento del resultado de la acción. En consecuencia, el conocimiento
equivocado o juicio falso, concepto positivo, que designamos como error y la
falta de conocimiento, concepto negativo, que denominamos ignorancia y que a
aquél conduce, incidirán sobre la culpabilidad, habiéndose en la doctrina
mayoritaria distinguido tradicionalmente entre error de hecho (error facti) que
podría coincidir con el error, y error de Derecho (error iuris) que correspondería
a la ignorancia (SSTS. 753/2007 de 2.10, 1238/2009 de 11.12).

Se distingue por tanto entre error de tipo y error de prohibición. Aquel se


halla imbricado con la tipicidad, aunque hay que reconocer que un tanto cernida
por el tamiz del elemento cognoscitivo del dolo, mientras que el error de

524
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prohibición afecta a la culpabilidad (SSTS 258/2006 de 8.3 y 1145/2996 de


23.11), que expresamente señala que: “la clásica distinción entre error de hecho
y de derecho y más actualmente de tipo y de prohibición, aunque no aparecen
recogidas en esta denominación en el art. 14 CP. se corresponde con el error
que afecta a la tipicidad y a la culpabilidad”.

Por ello, en el art. 14, se describe, en los dos primeros números, el error
del tipo que supone el conocimiento equivocado o juicio falso sobre alguno o
todos los elementos descritos por el tipo delictivo, (núm. 1), y a su vez, vencible
o invencible, o sobre circunstancias del tipo, que lo cualifiquen o agraven (núm.
2); por tanto el error sobre cualquier elemento del tipo, es decir, el
desconocimiento de la concurrencia de un elemento fundamentador de la
prohibición legal de esa conducta, excluye en todo caso el dolo, ya que ésta
requiere conocimiento de todos los elementos del tipo de injusto, es decir el dolo
se excluye por un error que impide al autor conocer el peligro concreto de
realización del resultado típico o de los hechos constitutivos de la infracción
(STS. 1254/2005 de 18.10).

- En las SSTS 310/2017, de 3 de mayo y 773/2017, de 30 de noviembre,


se decía que el error de tipo es entendido por la doctrina como un error sobre
los elementos del tipo objetivo o como la negación del cuadro de representación
requerido por el dolo. Y la jurisprudencia viene sosteniendo (STS 1104/95, de 3-
1-96 entre otras muchas) que para excluir el error de tipo no se requiere la plena
seguridad sobre la concurrencia de un hecho constitutivo de la infracción, sino
que basta con que se tenga conciencia de la alta probabilidad de que dicho
elemento concurra y pese a todo se opte consciente y voluntariamente por
realizar a acción típica.

Asimismo hemos de partir de la reiterada jurisprudencia (SSTS


682/2017, de 18 de octubre; 283/2018, de 13 de junio; 468/2019, de 14 de
octubre) que recuerda que la vía casacional del artículo 849.1 LECrim, ha de
partir de las precisiones fácticas que haya establecido el Tribunal de instancia.
El no constituir una apelación ni una revisión de la prueba, se trata de un recurso
de carácter sustantivo penal cuyo objeto exclusivo es el enfoque jurídico que, a
unos hechos dados, ya inalterables, se pretende aplicar, en discordancia con el

525
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tribunal sentenciador. La técnica de la casación penal exige que en los recursos


de esta naturaleza se guarde el más absoluto respeto a los hechos que se
declaren probados en la sentencia recurrida, ya que el ámbito propio de este
recurso queda limitado al control de la juridicidad, o sea, que lo único que en él
se puede discutir es si la subsunción que de los hechos hubiese hecho el
Tribunal de instancia en el precepto penal de derecho sustantivo aplicado es o
no correcta jurídicamente, de modo que la tesis del recurrente no puede salirse
del contenido del hecho probado.

En definitiva, no puede darse una versión de los hechos en abierta


discordancia e incongruencia con lo afirmado en los mismos, olvidando que los
motivos acogidos al art. 849.1 LECrim. Ha de respetar fiel e inexcusablemente
los hechos que como probados se consignan en la sentencia recurrida.

- Siendo así en el caso que nos ocupa el relato fáctico en lo que


concierne a esta recurrente recoge: <<La gestión de este “grupo POZUELO”, en
principio llevada por PABLO CRESPO, a partir de un momento que fue
disminuyendo su intervención en ella, se fue haciendo cargo de la misma
ISABEL JORDÁN, quien, desde 2005 y hasta 2007, la asumió principalmente,
aun cuando no fue nombrada formalmente administradora de todas las
empresas que lo formaban, y a sus órdenes quedaron JAVIER NOMBELA y
ALICIA MÍNGUEZ (pág. 172).

(...) De hecho, la gestión diaria, hasta octubre de 2007, no solo en


materia de contratación, sino en la elaboración de las hojas de coste de los
servicios prestados la llevaba ISABEL, como también, en algún caso,
encomendó que las hiciera JAVIER NOMBELA, encargado la elaboración de la
facturación, que trasladaba materialmente al papel ALICIA MÍNGUEZ,
empleados estos a las órdenes de aquella (pág. 273).

(...) Las comisiones que devengó ALBERTO LÓPEZ VIEJO por su


intervención en la contratación de la Comunidad las convino con FRANCISCO
CORREA por cada acto realizado por las empresas del “grupo POZUELO”, y se
hacían constar, por indicación de ISABEL JORDÁN, bajo el concepto “varios”,
en las distintas “hojas de coste”, que materialmente elaboraba ALICIA
MÍNGUEZ, siguiendo las instrucciones de su jefa, la referida ISABEL JORDÁN,

526
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

quien también las visaba, y, en alguna ocasión, JAVIER NOMBELA por


indicación de la anterior (pág. 280).

(...) A partir de las “hojas de coste”, redactadas materialmente por ALICIA


MÍNGUEZ, siguiendo las instrucciones de ISABEL JORDÁN, el quebranto
sufrido por la CAM debido a los sobrecostes en la facturación, supuso unos
beneficios para el grupo POZUELO, entre 2004 y 2007, de 2.259.149,21 €, y la
cantidad indebidamente pagada como sobrecoste, a consecuencia de la
inclusión del coste de la comisión devengada por ALBERTO LÓPEZ VIEJO,
supuso para la CAM un total de 341.430,82 € (pág. 283).

(...) Por lo tanto, la contratación irregular que hemos visto fue fruto del
acuerdo entre ALBERTO LÓPEZ VIEJO, quien para la realización de lo pactado
contó con la colaboración sistemática e indispensable de PEDRO RODRÍGUEZ
PENDÁS, quienes actuaban desde dentro de la CAM, con ISABEL JORDÁN
quien, desde fuera, ponía y buscaba las empresas con las que contratar los
actos y eventos, y que, como jefa, tenía a sus órdenes, como empleados, a
JAVIER NOMBELA y ALICIA MÍNGUEZ >> (pág. 288).

Dicho relato patentiza que la recurrente cumplía su cometido siguiendo


las directrices que le impartían en una actividad evidentemente ilícita, pues a
tenor del conocimiento más generalizado se sabe que la elaboración de
documentos ficticios o que no responden a la realidad constituye una actividad
que todo el mundo sabe y a todos consta que están prohibidas y tiene relevancia
jurídico penal, aunque sea de carácter secundario, como ha sucedió en el
presente caso, cuya participación ha sido declarada de complicidad.

Así lo fundamenta el Tribunal de instancia cuando señala cual era <<la


posición de cada cual dentro del entramado de las empresas de FRANCISCO
CORREA, este era quien llevaba su dirección bien de manera directa, bien por
medio de PABLO CRESPO, quien ejecuta sus órdenes, organiza el trabajo y
lleva la dirección de las empresas en todos sus aspectos, incluida la supervisión
de las cuentas de Pozuelo al principio, si bien su capacidad de dirección fue
perdiendo fuerza, en la medida que la fue adquiriendo ISABEL JORDÁN, quien
la absorbe en su práctica totalidad cuando las empresas se desplazan a
Pozuelo, hasta el punto de que llegó a funcionar de forma autónoma respecto

527
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de dichas empresas, como decía PABLO CRESPO, y como lo corrobora ese


papel de jefa que asume, debido al cual, aunque su defensa la quiere presentar
como la encargada del departamento de administración o del de producción de
eventos, y sin tener nada que ver con el de financiación o económico, tenía un
control completo y efectivo, a cuyas órdenes estaban JAVIER NOMBELA y
ALICIA MÍNGUEZ, razón por la que, cualquiera que fuese cualquier acto puntual
que cada uno realizase, incluido alguno de índole comercial o de tipo económico
(nos referimos, fundamentalmente a los que se les atribuye en relación con las
hojas de coste y con la facturación), no se les debe considerar sino como unos
simples administrativos, sin incidencia ni en el ámbito de la contratación de
eventos, ni en el económico o financiero de las empresas, que es donde habría
que colocarles, para hablar de que ejercieran un cometido de primer orden y con
capacidad para dominio del hecho, propio de cualquier nivel de participación
que fuera más allá de la complicidad>> (pág. 1494).

En base a lo razonado el motivo debe ser desestimado.

88.- El motivo segundo por infracción de ley al amparo de lo previsto


en el art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del error de prohibición del
art. 14.3 CP concurrente en Dª. Alicia Mínguez, al desconocer ésta, como
trabajadora administrativa, que el fraccionamiento de las facturas pudiera
ser delictivo.

Retomando la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo anterior


sobre el error, en el nº 3 del art. 14 describe el de prohibición que la
jurisprudencia (SSTS. 336/2009 de 2.4 y 266/2012 de 3.4), ha señalado que
éste se constituye, como reverso de la conciencia de la antijuricidad, como un
elemento constitutivo de la culpabilidad y exige que el autor de la infracción
penal concreta ignore que su conducta es contraria a derecho, o, expresado de
otro modo, que actúe en la creencia de estar obrando lícitamente. No cabe
extenderlo a los supuestos en los que el autor cree que la sanción penal era de
menor gravedad, y tampoco a los supuestos de desconocimiento de la norma
concreta infringida y únicamente se excluye, o atenúa, la responsabilidad
cuando se cree obra conforme a derecho. Además, el error de prohibición no

528
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

puede confundirse con la situación de duda, puesta ésta no es compatible con


la esencia del error que es la creencia errónea, de manera que no habrá
situación de error de prohibición cuando existe duda sobre la licitud del hecho y
decide actuar de forma delictiva, existiendo en estos supuestos culpabilidad de
la misma manera que el dolo eventual supone la acción dolosa respecto a la
tipicidad subjetivo (STS 1141/97 de 14-11).

Del mismo modo, hemos dicho STS 411/2006, de 18-4, 1287/2003, de


10-10, que para sancionar un acto delictivo el conocimiento de la ilicitud del
hecho no tiene que ser preciso en el sentido de conocer concretamente la
gravedad con el que el comportamiento realizado es sancionado por la Ley. Los
ciudadanos no son ordinariamente expertos en las normas jurídicas sino legos
en esta materia por lo que se requiere para la punición de una conducta
antijurídica es lo que se ha denominado doctrinalmente el conocimiento paralelo
en la esfera del profano sobre la ilicitud de la conducta que se realiza.

Ello determina que sea penalmente irrelevante el error de subsunción,


es decir el error sobre la concreta calificación o valoración jurídica de la conducta
realizada, y únicamente concurre error de prohibición en el sentido del art. 14.3
CP. cuando el agente crea que la conducta que subsume erróneamente es lícita,
al no estar sancionada por norma alguna. Si conoce su sanción penal no existe
error jurídicamente relevante aún cuando concurra error sobre la subsunción
técnico-jurídica correcta.

Como decíamos en la STS. 601/2005 de 10.5, el error de prohibición se


configura como el reverso de la conciencia de antijuricidad y como recuerdan
las SSTS. 17/2003 de 15.1, 755/2003 de 28.5 y 861/2004 de 28.6, la doctrina y
la ley distinguen entre los errores directos de prohibición, es decir, los que
recaen sobre la existencia de la norma prohibitiva o imperativa, y los errores
indirectos de prohibición que se refieren a la existencia en la ley de la
autorización para la ejecución de una acción típica (causa de justificación) o a
los presupuestos de hecho o normativos de una causa de justificación. En este
sentido la STS. 457/2003 de 14.11, declara que el error de prohibición, consiste
en la creencia de obrar lícitamente si el error se apoya y fundamenta en la
verdadera significación antijurídica de la conducta. Esta creencia en la licitud de

529
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la actuación del agente puede venir determinada por el error de la norma


prohibitiva, denominado error de prohibición directo, como sobre el error acerca
de una causa de justificación, llamado error de prohibición indirecto,
produciendo ambos la exención o exclusión de la responsabilidad criminal,
cuando sea invencible. En los casos de error vencible se impone la inferior en
uno o dos grados, según el art. 14.3 del Código Penal.

También la jurisprudencia, después de destacar la dificultad de


determinar la existencia de error, por pertenecer al arcano íntimo de la
conciencia de cada individuo, sin que baste su mera alegación, sino que deberá
probarse, tanto en su existencia como en su carácter invencible (S.TS. de
20.2.98, 22.3.2001, 27.2.2003), afirmando reiteradamente que "no cabe invocar
el error cuando se utilizan vías de hecho desautorizadas por el ordenamiento
jurídico, que todo el mundo sabe y a todos consta que están prohibidas" (STS.
11.3.96, 3.4.98), añadiendo que, en el caso de error iuris o error de prohibición,
impera el principio ignorantia iuris non excusat, y cuando el error se proclama
respecto de normas fundamentales en el Derecho Penal, no resulta verosímil y
por tanto admisible, la invocación de dicho error, no siendo posible conjeturar la
concurrencia de errores de prohibición en infracciones de carácter material o
elemental, cuya ilicitud es "notoriamente evidente y de comprensión y
constancia generalizada" (S.TS. 12 de noviembre de 1986, 26 de mayo de
1987).

El señalado distinto tratamiento del error, según se trate de infracciones


de carácter natural o formal, se analiza en S.TS. 7 de julio de 1987, recordando
que si tradicionalmente se ha venido afirmando que el Derecho vale y se impone
por sí mismo y no por la circunstancia de ser o no conocido por sus destinatarios,
esta construcción, que hipervalora el principio de defensa social, perdió fuerza
al hacerse distinción entre aquellas conductas definidas en el Código, que
agravian o lesionan normas éticas con sede en la conciencia de todo sujeto,
necesarias para la convivencia y pertenecientes al vigente contexto socio-
cultural (las acciones que la doctrina de los canonistas denominaba mala in se)
y los delitos formales, cuya razón de ser está muchas veces en criterios de
oportunidad (los actos mala quia prohibita). Desde esta perspectiva es claro que
la ilicitud del trato sexual entre adultos plenamente capaces y niñas de edad tan

530
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

escasa como la de doce años cuya capacidad de discernimiento todavía no se


encuentra mínimamente formada es hoy notoriamente evidente y de
conocimiento general.

Por otra parte, para excluir el error no se requiere que el agente tenga
seguridad respecto a su proceder antijurídico, bastando que tenga conciencia
de la antijuridicidad, o al menos sospecha de lo que es un proceder contrario a
Derecho (S. 29.11.94), de la misma manera y en otras palabras (SSTS.
12.12.91, 16.3.94, y 17.4.95) que basta con que se tenga conciencia de una alta
probabilidad de antijuricidad, no la seguridad absoluta del incorrecto proceder.

En definitiva la apreciación del error de prohibición no puede basarse


solamente en las declaraciones del propio sujeto, sino que precisa de otros
elementos que les sirvan de apoyo y permitan sostener desde un punto de vista
objetivo, la existencia del error. El análisis nos dice la STS. 302/2003 de 27.2-
debe efectuarse sobre el caso concreto, tomando en consideración las
condiciones del sujeto en relación con las del que podría considerarse hombre
medio, combinando así los criterios subjetivo y objetivo, y ha de partir
necesariamente de la naturaleza del delito que se afirma cometido, pues no
cabe invocar el error cuando el delito se comete mediante la ejecución de una
conducta cuya ilicitud es de común conocimiento.

Por último, debe señalarse con la STS. 1070/2009 de 2.11, que en caso
de colisión de normas ha de considerarse de aplicación preferente el art. 14.1:
el error de prohibición tiene carácter subsidiario respecto del error de tipo. Así
ha de entenderse como consecuencia del lugar lógicamente prioritario que
ocupa este elemento del delito, la tipicidad (en la llamada teoría del delito de la
parte general del Derecho penal) respecto del otro elemento, la culpabilidad,
donde se inserta el tema del error de prohibición.

El motivo insiste en que la recurrente se limitaba a cumplir las órdenes


de sus superiores, pero la sentencia, para excluir a aquella de la asociación
ilícita, admite que se trataba de una mera empleada al igual que el coacusado
Javier Nombela que ejecutaba las órdenes lo que otros le ordenaban, pero
también que estaban al tanto y desarrollaban un cierto papel en la estructura del

531
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

entramado de Francisco Correa, lo que no les exime de responsabilidad penal


por los hechos concretos en calidad de partícipes en los mismos (pág. 648).

Consecuentemente aún cuando se entendiera que la recurrente se


limitaba a ejecutar las órdenes de sus superiores, lo cierto es que asumió
voluntariamente dichas indicaciones y las ejecutó situándose en una posición
de ignorancia deliberada, a tal efecto y como ya hemos declarado en STS
97/2007, de 12 de febrero, incumbe a quien lleva a cabo una acción el despejar
las dudas que puedan surgir acerca de su naturaleza. En otras palabras, quien
se pone en situación de ignorancia deliberada o mejor de consciente
desconocimiento, sin querer saber aquello que puede y debe saber, está
asumiendo todas las consecuencias del ilícito actuar en que voluntariamente
participa.

89.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo de lo previsto


en el art. 849.1 LECrim por vulneración por inaplicación de la reducción de
la pena en un grado del art. 63 CP por complicidad en los delitos de
malversación de caudales públicos del art. 432 CP y malversación
atenuada, al entender que se le deberían haber aplicado dos reducciones
de penas en un grado, una por complicidad del art. 63, que no se ha
aplicado, y otra por el art. 65.3 CP que se le ha aplicado únicamente,
existiendo por ello un error de derecho en la determinación de la pena.

Alternativamente, para el caso de que se considere que la reducción de


un grado de la pena se le ha efectuado por su condición de cómplice por
aplicación del art. 63 CP se habría vulnerado, por falta de aplicación de
atenuación del art. 65.3 CP que el tribunal ha considerado que debía aplicar a
todos los responsables que no fueran autores del delito, siendo que el TS tiene
declarado la doble rebaja cuando concurran ambas circunstancias.

El motivo, que es apoyado por el Ministerio Fiscal, deberá ser estimado.

En efecto le asiste razón a la recurrente acerca de lo inadecuado de la


pena impuesta, tanto por la incorrecta aplicación del art. 63 aplicable sin duda
para todos los casos de complicidad y que supone la rebaja en un grado de la

532
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pena legalmente prevista para el autor, como por la propia previsión del referido
art. 65.3, que aunque en directa referencia tan solo a la facultad referente a la
reducción de la respuesta punitiva prevista para el autor con especiales
características desvalorativas, ha de entenderse también de aplicación al caso
del cómplice, por razones de proporcionalidad del castigo al no verse justificado,
en modo alguno, que pueda ser castigado ese grado de participación en esta
clase de ilícitos con la misma sanción que los casos de inducción o cooperación
necesaria y resultando, en definitiva, con el mismo fundamento de la naturaleza
de “extraneus” del cómplice, plenamente justificada la nueva reducción, por este
motivo, de la pena en un grado, reducción que, por ende, se añade a la ya propia
del art. 63.

En este sentido, la reciente STS 841/2013, de 18 de noviembre, ya decía


“es cierto que explícitamente el art. 65.3 no hace mención a los cómplices, lo
que no excluye que se pueda participar en el hecho en tal concepto, sin reunir
las condiciones o cualidades personales del sujeto activo. Y siendo así de
aplicación el art. 63 CP obliga necesariamente a bajar un grado la pena por su
condición de cómplice, pero ningún efecto beneficioso se produce por el hecho
de no ostentar las condiciones del sujeto activo por lo que el principio de
proporcionalidad de las penas y el de legalidad obligan a no dejar de aplicar una
norma favorable precisamente por no ostentar una condición. Cosa distinta sería
que se argumentase de otro modo para no ejercer la rebaja facultativa del art.
65.3 CP. No aplicándola se equipararía su condición de cómplice a la de inductor
o cooperador necesario en los que opera o puede operar la rebaja (STS
391/2014, de 8 de mayo). En el mismo sentido la STS 627/2016, de 13 de julio
señala que la degradación penológica del art. 65.3 y degradación por
complicidad son dudosamente aplicables según un importante sector doctrinal.
La dicción del art. 65.3 parece clara, alcanza solo al cooperador necesario y al
inductor (STS 277/2015, de 3 de junio). No ha sido excluida la doble posibilidad
de degradación por la jurisprudencia (art. 63 más art. 65.3) “La Fiscalía General
del Estado en Circular 2/2004, de 22 de diciembre, admitió la doble rebaja, como
cómplice y como “extraneus”.

Consecuentemente en el caso actual si la propia sentencia consideró


aplicar a los cooperadores necesarios Correa, Crespo, Isabel Jordán -cabecillas

533
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la trama- la rebaja en un grado de la pena, a los que considera cómplices,


como la recurrente, les debió aplicar la misma rebaja que a aquellos del art. 65.3
CP y además la rebaja del art. 63 CP por tener la condición de meros cómplices,
lo contrario vulneraría el principio de proporcionalidad al imponer la misma pena
al cómplice que al cooperador necesario.

El motivo, por lo razonado, deberá ser estimado procediéndose a una


nueva individualización penológica con rebaja en dos grados de las penas
impuestas a la recurrente en los delitos de malversación por los que ha sido
condenada.

Así condenada, en el apartado Comunidad de Madrid, apartado 6 a)


penas de dos años y tres meses de prisión e inhabilitación absoluta por cinco
años, por la malversación atenuada (apartado 6 b)) seis meses de prisión e
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, suspensión de empleo o cargo público por el mismo periodo y un
mes de multa con cuota diaria de 50 €, teniendo en cuenta que esa pena de
prisión no es imponible, la rebaja en dos grados de las penas a imponer,
complicidad y art. 65.3, resulta procedente su condena por un solo delito de
malversación continuada del art. 432.1 CP a las penas de un año y tres meses
de prisión e inhabilitación absoluta de tres años.

90.- El motivo cuarto por infracción de ley al amparo de lo previsto


en el art. 849.1 LECrim por vulneración del principio de individualización y
proporcionalidad de la pena atendidas las circunstancias del reo, arts. 4.3
y 66 CP.

Insiste en que no se ha tenido en cuenta en la sentencia el principio de


individualización y proporcionalidad de la pena, atendidas las circunstancias del
reo, en este caso Alicia Mínguez, al imponer a todos la misma pena, sin
distinciones y sin motivación, a cooperadores necesarios y cómplices, quiénes
se han iniciado en un modo de actuar y quiénes no y se limitaban a cumplir
órdenes en un entorno laboral como asalariados.

El motivo, estimado que ha sido el anterior, y aplicada la rebaja de la


pena en dos grados, ha quedado sin efectividad práctica.

534
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

91.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por vulneración por falta de aplicación, de la atenuante de
dilaciones indebidas del art. 21.6 CP.

El motivo es similar en su planteamiento y desarrollo a los motivos 29 del


recurso de Alberto Viejo y 18 de Pablo Crespo, por lo que nos remitimos a lo ya
argumentado en aras a su improsperabilidad.

92.- El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por vulneración por inaplicación del art. 20.7 CP la de obrar en
cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio
o cargo o en su caso por vía de la atenuante analógica del art. 21.7.

Argumenta la recurrente que la única razón de su condena es por haber


sido empleada del coacusado Correa, bajo las órdenes directas de Isabel Jordán
y únicamente por mecanografiar físicamente la facturación en su apartado de
“varios” que es donde al parecer, según la sentencia, con base en pruebas
periciales, se cobraba de más y en fracciones en beneficio del Sr. Correa, por
parte de la Comunidad de Madrid.

El motivo se desestima.

La eximente de cumplimiento de un deber y ejercicio legítimo de un


derecho, oficio o cargo constituye, según ha señalado hace tiempo la doctrina
penal, una cláusula de cierre del total sistema jurídico que impide la aplicación
de preceptos normativos que establecen deberes, derechos o funciones
sociales pueda verse confrontada con la incidencia en figuras típicas penales.
Es totalmente lógico que cuando se actúe en cumplimiento de esos deberes,
derechos o funciones, los que los ejerciten no se encuentren implicados en una
situación definida como antijurídica y punible (SSTS 1810/2002, de 5 de
noviembre; 277/2004, de 5 de marzo; 793/2005, de 20 de junio).

535
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ahora bien, como en tantas posibles antinomias entre derechos, deberes


y obligaciones jurídicos sucede, para salvar la oposición deben tenerse en
cuenta exigencias que garanticen que el ejercicio de derechos, deberes y
funciones socialmente útiles no devenga en una forma de justiciar cualquier
conducta que, en principio, aparezca jurídicamente amparada y tutelada. Así, se
previene como requisito necesario que ese ejercicio sea legítimo, de tal modo
que solo en esa condición podrá operar la circunstancia eximente (STS
1810/2002, de 5 de noviembre).

En el caso actual de los hechos probados, cuyo debido acatamiento es


circunstancial al motivo del art. 849.1 LECrim, no se deduce la concurrencia de
los requisitos necesarios para estimar concurrente la referida eximente, por el
contrario se describe una participación dolosa de la recurrente en la
malversación que es calificada de complicidad y como ya dijimos en el recurso
de José Luis Izquierdo (motivo décimo primero) no existe en nuestro
ordenamiento la admisibilidad de los mandamientos antijurídicos obligatorios,
de tal manera que al conocer esa antijuridicidad no tenía obligación alguna de
cumplirlo.

En este sentido la STS 2052/2001, de 7 de noviembre, “es claro que no


existía deber alguno que obligase al recurrente a realizar las acciones delictivas
de…. objeto de condena. Tampoco la relación laboral impone un deber de
obediencia que excuse la realización de acciones delictivas”.

RECURSO JOSÉ JAVIER NOMBELA OLMO

93.- El motivo primero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación del art. 21.6 CP, la dilación extraordinaria indebida
en la tramitación del procedimiento siempre que no sea atribuible al propio
culpado, que no guarde proporción con la complejidad de la causa.

El motivo es similar al articulado en el motivo 29º del recurrente Alberto


López Viejo, en el 18º de Pablo Crespo y en el 5º de la anterior recurrente, por
lo que nos remitimos a lo ya razonado en orden a su desestimación.

536
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

94.- El motivo segundo al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
inaplicación del art. 20.7 CP, la de obrar en cumplimiento de un deber o en
el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo, o en su caso la
atenuante analógica del art. 21.7.

Las alegaciones del recurrente concuerdan con las del motivo sexto de
la anterior recurrente Alicia Mínguez, por lo que damos por reproducido lo allí
argumentado en orden a su desestimación, máxime cuando este recurrente
ocupaba un grado superior al ser gerente de la empresa Easy Concept, mientras
que aquella era oficial 1ª administrativa, y la sentencia declara probado que el
recurrente participaba en <<la elaboración de las hojas de coste de los servicios
prestados la llevaba ISABEL, como también, en algún caso, encomendó que las
hiciera JAVIER NOMBELA, encargado la elaboración de la facturación, que de
trasladaba materialmente al papel ALICIA MÍNGUEZ( ...)>> (pág. 273), <<por
cada acto realizado por las empresas del “grupo POZUELO”, y se hacían
constar, por indicación de ISABEL JORDÁN, bajo el concepto “varios”, en las
distintas “hojas de coste”, que materialmente elaboraba ALICIA MÍNGUEZ,
siguiendo las instrucciones de su jefa, la referida ISABEL JORDÁN, quien
también las visaba, y, en alguna ocasión, JAVIER NOMBELA por indicación de
la anterior>> (pág. 280), <<de los preparativos y documentación para
presentarse al concurso se encargó el grupo Pozuelo, por medio de JAVIER
NOMBELA>> (pág. 294).

En definitiva, en el factum se describe la participación dolosa del


recurrente en el delito de malversación de caudales públicos, dado su concreta
participación dentro del “grupo POZUELO”, en el que <<a partir de 2005 va
adquiriendo mayor autonomía en su dirección ISABEL JORDÁN, quien lo pasa
a dirigir, de hecho, hasta 2007, no obstante pretender presentarse como mera
administradora formal de sus distintas empresas, y a sus órdenes se
encontraban JAVIER NOMBELA, quien llevaba la gestión financiera de las
sociedades y resolvía problemas de facturación>> (pág. 652) razón por la que
este recurrente y la anterior Alicia Mínguez Chacón << cualquiera que fuese
cualquier acto puntual que cada uno realizase, incluido alguno de índole

537
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

comercial o de tipo económico (nos referimos, fundamentalmente a los que se


les atribuye en relación con las hojas de coste y con la facturación), no se les
debe considerar sino como unos simples administrativos, sin incidencia ni en el
ámbito de la contratación de eventos, ni en el económico o financiero de las
empresas, que es donde habría que colocarles, para hablar de que ejercieran
un cometido de primer orden y con capacidad para dominio del hecho, propio
de cualquier nivel de participación que fuera más allá de la complicidad.>> (pág.
1494), por lo que ha sido condenado como cómplice.

95.- El motivo tercero por infracción de ley, al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación del art. 63 CP, de complicidad en los delitos de
malversación del art. 432 CP al entender que se le debería haber aplicado
dos atenuantes, una por complicidad del art. 63 que no se ha aplicado, y
otra del art. 65.3 CP que es la única que se le ha aplicado.

El motivo en su desarrollo coincide con el tercero del recurso de Alicia


Mínguez, esto es, que en la aplicación de la pena por el delito continuado de
malversación del art. 432.1 en relación con el art. 74 CP se le ha impuesto la
pena de dos años y tres meses de prisión, por lo que solo se ha tenido en cuenta
su condición de “extraneus”, rebajando la pena en un grado, olvidando que su
condena ha sido como cómplice y que por lo tanto debió rebajarse en otro grado
por mor de lo dispuesto en el art. 63 CP.

Consecuentemente, al igual que lo razonado en aquel motivo, deberá


ser estimado éste y rebajarse la pena en dos grados, lo que se realizará en la
segunda sentencia a dictar por esta Sala. Rebaja extensiva a su condena como
cómplice de la malversación atenuada.

96.- El motivo cuarto por inaplicación de preceptos


constitucionales al no tener en cuenta en el delito de malversación el
principio de proporcionalidad de las penas con vulneración de los arts. 1.1,
10.1 y 9.7 CE al imponer la misma al recurrente, dos años y tres meses de

538
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prisión que a los autores (Correa, Crespo e Isabel Jordán) cuando su


participación ha sido secundaria y calificada de complicidad.

Al estimarse el motivo anterior debe igualmente prosperar el presente y


la aplicación de la rebaja en dos grados, conllevará la imposición de una pena
inferior que a los considerados autores.

97.- El motivo quinto por inaplicación del art. 24.2 CE porque se ha


vulnerado el derecho a la presunción de inocencia, siendo condenado, sin
que exista prueba de cargo suficiente de los hechos que se le imputan,
vulneración que conecta con un pretendido error en la apreciación de la
prueba imputado al tribunal.

Se argumenta, por no ser reiterativo, que el motivo es similar al segundo,


al insistir en que el Sr. Nombela solo es condenado por ser empleado del Sr.
Correa, bajo las órdenes del Sr. Crespo y de su jefa Dª. Isabel Jordán y
únicamente por el conocimiento u ocupación en algún caso, en la facturación
que se les pasaba a la Comunidad de Madrid en el apartado “varios”, y en que,
en todo caso, la propia sentencia dice que su participación en los hechos no
alcanzó un nivel de importancia tal para considerarla imprescindible,
entendiendo el recurrente que fue de tan poca consideración y consistencia que
debió haber resultado absuelto de las condenas de dos años y tres meses por
el delito de malversación, de una multa por malversación atenuada, y de un año
de prisión por falsedad documental.

El motivo debe ser desestimado.

Hemos de partir de que la sentencia considera la intervención de este


recurrente –al igual que la de Alicia Mínguez- de menor entidad que la de la
mayoría de los partícipes, -de ahí su condena como cómplice-, pero los
extremos relativos a tal intervención sí son recogidos en la sentencia.

Así, además de ser el superior inmediato de Alicia a la que daba


instrucciones y supervisaba su actuación, en las páginas 614, 619 y 620,
destacando que la “Caja B” se nutría bien mediante la entrega en efectivo por

539
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

diversas personas como Pablo Crespo, Javier Nombela (por Easy Concept), o
Álvaro Pérez (por Orange Market), o bien mediante la recogida de dinero
existente en distintas cajas de seguridad de las que tenía capacidad de
disposición José Luis Izquierdo, dinero, cuyo origen, al menos en una buena
medida, procedía de comisiones por la adjudicación de contratación pública
conseguida de manera irregular, como, por lo demás, resulta de las anotaciones
encontradas en la “carpeta azul”, donde hay hojas individualizadas de obtención
de dinero y su posterior distribución entre distintas personas, así como la
relación de empresas adjudicatarias de obras públicas.

Y en cuanto a la prueba contra el recurrente el tribunal “a quo” contó con


la testifical de Jesús Miguel Medina, destacando (pág. 645 y 646), como éste
manifestó que “cuando había algún tema más concreto recibían más correos de
Javier Nombela y era éste el que les decía si había que facturar por importe
superior a 12.000 € y por distintas empresas; que las facturas que ellos tenían
que emitir les venían hechas, con conceptos, cantidades, organismo de que
facturar, en definitiva, vino a decir que, en relación con la facturación era el
mismo canal de información y el que tenían para hacerlas circulas, por medio
de Javier Nombela y Alicia Mínguez”.

Además otros testigos declararon sobre la configuración del denominado


“Grupo Correa”, como Rocío Pérez Fernández empleada de las empresas del
Grupo Correa/Pozuelo (pág. 650 sentencia), Alejandra Cascaray, empleada de
Down Town (pág. 651).

Siendo así existe prueba, que ha sido valorada conforme a las reglas de
la razón, la lógica y las máximas de experiencia, acreditativa de esa
participación del recurrente –ciertamente accesoria- para la realización del
hecho delictivo y por ello calificada como complicidad.

RECURSO CARLOS CLEMENTE AGUADO

COMUNIDAD DE MADRID

540
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

98.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del derecho a
la presunción de inocencia, art. 24.2 CE.

Denuncia el motivo la manifiesta insuficiencia de la prueba de cargo


valorada en la sentencia para sostener la condena del recurrente, a la vez que
descarta sin fundamento alguno la prueba de descargo practicada. En este
sentido considera que la decisión alcanzada por la mayoría del tribunal resulta
incoherente e irrazonable y consecuentemente, incompatible con las exigencias
del derecho a la presunción de inocencia.

Fundamenta lo anterior en el voto particular del Presidente de la Sala –


inicial ponente- que razona que Carlos Clemente debió ser absuelto de los
delitos por los que ha sido condenado.

Argumenta que existe absoluta falta de prueba y motivación sobre por


qué atribuye a Carlos Clemente, como Viceconsejero de Inmigración de la
Comunidad de Madrid (años 2006 a 2008) y a diferencia de todos los demás
responsables de las restantes áreas del Gobierno Autonómico, un papel
concertado y además necesario en la “trama” de comisiones pactada por el
“Grupo Correa” y Alberto López Viejo.

Llama igualmente la atención la comparación entre el importe que la


sentencia atribuye a López Viejo por las adjudicaciones de la CAM al Grupo
Correa, 229.000 €, con el precio de la intervención del recurrente 13.600 €,
cantidad que entiende difícilmente capaz de mover su voluntad hasta el punto
de arriesgar su futuro personal y profesional.

Destaca también parte de la declaración de Francisco Correa al referirse


a la entrega de 3.600 € en el sentido de que “era una tontería, era la comunión
de su hija y se ofreció a ayudarla”.

El motivo se desestima.

La sentencia (pág. 1469 y 1481) detalla y valora la prueba de cargo que


desvirtúa la presunción de inocencia de este acusado:

541
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A) - los recibís con la firma de dos facturas relacionadas con el acto “el
día internacional del Migrante” emitidos por ServiMadrid Integral el 3-1-2005 por
importes de 8.409’07 y 7.454’96 €.

- pagos de dos facturas del acto “concierto de niños discapacitados”


celebrado el 3-11-2004, emitidas el 3-1-2005 por Easy Concept por importes de
10.525 € y 2.721’58 €.

- el recibí de la factura de Good Better por 5.141’26 € en relación con el


Acto “Día Internacional de la Mujer”. Concierto Colombiano de 13-3-2005.

B) La conversación telefónica mantenida el 16-1-2009 entre Correa y


Clemente, transcrita a los folios 809 a 812, tomo III y escuchada en el juicio, que
la Sala analiza (folios 1472 a 1474).

C) La realidad de pagos realizados a Clemente que la Sala entiende


acreditados por documentos incautados en los registros:

- En primer lugar archivo Excel "Clementina", registro 16, Doc. 5


Pendrive, doc. exhibido en la vista en la sesión del 3.07.2017, minuto 19.01.22.
En dicho archivo aparecen bajo el epígrafe que titula la tabla de anotaciones
"Cuenta de C. Clementina" dos ítems correspondientes a dos cantidades: "Entr.
Sobre c/Andrés" (se infiere que se trata de cantidades entregadas en un sobre
por Andrés Bernabé Nieto, chófer de Fco. CORREA SANCHEZ) por importes
de 10.000 € y 3.600 C respectivamente, los días 17.05.2006 y 11.07.2006, bajo
los conceptos "Pago a cuenta servicios" y "Anticipo de Servicios", siguiendo
instrucciones de PC (Paco/Francisco CORREA), y haciéndose contar en el
apartado "Observaciones", que dichos fondos proceden de la Caja B (Pago de
Caja B).

Corrobora al anterior y confirma quien es el destinatario final de los


pagos, la coincidencia con las anotaciones en que se detallan los movimientos
de la Caja B, de la organización de FCO. CORREA SANCHEZ en el segundo
documento (Caja B Actual.xls doc.) exhibido en la vista en la sesión del
3.07.2017 minuto 19.02.50), donde constan las siguientes anotaciones:

"17.05.2006 Ent. Sobre Dvito c/Andrés / Ref. Clemente 10.000,00 € "

542
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

"11.07.2006 Ent. Sobre Carlos Clemente c/ Andres Instrucciones PC


3600,00 €,"

Son anotaciones sucesivas en distintas celdas de la cuenta de la Caja B


de Correa con el epígrafe "Cuenta Clementina" y en ellas se identifica
nominativamente (Clemente y Carlos Clemente) al acusado-como receptor de
estas cantidades.

A su vez, queda rastro del primer pago de 10.000 € con un tercer


documento, esta vez ya en soporte papel, intervenido en las oficinas de Serrano
40 (folio 11.778, tomo 20, R 5), que es copia del anterior apunte, en el que, bajo
el epígrafe de Cuenta C. Clementina aparece la anotación:

"17.05.2006 // Ent. Sobre Andrés // Pago a cuenta servicios //


Instrucciones PC // 10.000,00 € // Pago Caja B.”

La determinación de a qué hechos o actos concretos se deben imputar


los pagos que se hacen constar en los dos archivos Excel a que nos hemos
referido debe hacerse a través de los documentos en soporte papel intervenidos
en el mismo registro de la Sede Central del grupo de empresas CORREA en la
C/Serrano 40,4° Izq. de Madrid (R 5).

Así, el documento que acabamos de, analizar con la anotación


manuscrita (folio 11.778, tomo 20, R 5) va acompañado de otro en el que se
detallan una serie de actos llevados a cabo para la Consejería de Inmigración
de la Comunidad de Madrid, por parte de las empresas SERVIMADRID y CMR,
que llevan asociadas distintas cantidades de dinero vinculadas a cada acto
concreto, que se corresponden con un 10% de lo facturado, y cuyo importe total
conjunto asciende a la cantidad de 9.568,44 Euros (Folio 11.779, Tomo 20, R-
5, muy cercana a la de 10.000€ que aparecen como cantidad entregada a
CLEMENTE.

En relación con el significado de este doc., igualmente tenemos la


testifical cualificada de los 'mismos peritos-testigos agentes 81.067 y 76.134 del
informe pericial 37.220/14 en la Sesión 90 fin del tercer video e inicio del cuarto
a preguntas de la defensa, que aportan esta explicación.

543
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como elemento corroborador, aparecen referencias al incremento del


10% de costes en "Toda la relación de actos de Inmigración" "Bloque hasta el
21.05.2006" "Poner 10%" "Incluir los últimos" en nota manuscrita fechada
22.05.2006, recogida en el R-13 bis (Folio 84.832, Tomo 100, R-13 Bis).

Las anotaciones de distintas cantidades reflejadas en dicho documento


a que nos venimos refiriendo (el que consta a folio 11.778, tomo.20, R 5) se
corresponden con las que se hacen constar, como en otros casos, en el
apartado "Varios" incluso con otro apartado "varios" duplicados, de las "Hojas
de Costes", ya analizadas, en otros lugares, confeccionadas con habitualidad
por parte de la organización de CORREA; en este caso por los distintos actos
que son llevados a cabo para la Consejería de Inmigración:

·Hoja de Costes del acto "Rumbo al Sur", de fecha 16/05/2006, realizado


por SERVIMADRID, con un apartado "Varios" por importe de 451,14 Euros, y la
firma manuscrita de Isabel JORDAN. (Folio 78.735, Tomo 91, R-13 Bis).

·Hoja de Costes del acto "Cooperación Inmigración", de fecha abril 2006,


realizado por SERVIMADRID, con un apartado "Varios" por importe de 487,12
Euros (Folio 11.150, Temo 20, R-15).

·Hoja de Coste del acto "Firma Convenio Colegio Barranquilla": Apartado


Varios (202,20 Euros), con la anotación manuscrita "Ok Isabel, Email", y la firma
de Isabel JORDÁN junto a la fecha 30/06/06, dando su conformidad a la misma
(Folio 78.653, Tomo 91, R-13 Bis).

·Hoja de Costes del acto "Inauguración Centros Hispano Colombiano":


Apartado Varios (90 Euros), con la anotación manuscrita "OK Isabel. Email", y
la firma de Isabel JORDÁN junto a la fecha 30/06/06 dando su conformidad a.
la misma (Folio 78.656. Tomo 91, R-13 Bis).

.Hoja de Costes del acto "Campaña Mundial para la Inmigración":


Apartado Varios (345,38 Euros), constando la firma de Isabel JORDÁN junto a
la fecha 13/06/06, dando su conformidad a la misma (Folio 11.139, Tomo 20, R-
15).

544
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

·Hoja de Costes del acto "Día del Ecuador": Apartado Varios (387,60),
constando la firma de Isabel JORDÁN junto a la fecha 18/05/06 dando su
conformidad a la misma. (Folio 78.732, Tomo 91, R-13 Bis).

·Hoja de Costes del acto "Mujeres Colombia": Apartado Varios (468,80


Euros), constando la firma de Isabel JORDAN junto a la fecha 06107/06, dando
su conformidad a la misma (Folio 78.645, Tomo 91, R-13 Bis).

El análisis de todo este conjunto documental vinculado a la cuenta


denominada "Clementina" permiten a la Sala sin la menor fisura inferir tanto el
pago efectuado a Carlos CLEMENTE (10.000 Euros el día 17/05/2006), como
que éste está relacionado con los distintos actos llevados .a cabo por parte de
las empresas SERVIMADRID y CMR, para la Consejería de Inmigración, de los
cuales se detrae una cantidad determinada por cada uno de ellos (10% sobre lo
facturado), que es costeado por la COMUNIDAD DE MADRID, hasta hacer un
importe total conjunto de 9.568,44 Euros (1.938,73 Euros de SERVIMADRID y
7.629,71 Euros de CMR).

D) Los distintos correos electrónicos con directivos (Isabel Jordán) y


empleados de las empresas de Correa (Alicia Minguez) siendo especialmente
relevante el de fecha 30-11-2006 entre Administración y Carlos Clemente, con
copia a Isabel Jordán, y un archivo Excel adjunto con el nombre “actos
inmigración” (R-15.Doc.58 DD S/N B41RWF9H) en el que se adjunta archivo
donde aparecen los actos realizados por ServiMadrid y CMR para la Consejería
de Inmigración donde se hace referencia a los actos a los que se aplica el 10 %
sobre lo facturado, con expresión de su importe y la expresión de si han sido
pedidos por él mismo o por Pedro (Rodríguez Pendas).

E) La testifical de Mª del Mar Gil Matesanz, jefa de Gabinete de la


Consejería de Familia y Asuntos Sociales, quien declaró sobre la autonomía de
la Consejería de Inmigración, que se realizaban los actos directamente desde
ella y se facturaban directamente y la gran implicación del recurrente.

F) Por último, las periciales de los funcionarios de la UDEF/BLA con


carnet profesional 81067 y 76134 de fecha 9-5-2014 suscrito y ratificado en el
plenario, y la del perito D. Juan Carlos Gomez Condado, en relación con el

545
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

informe de la Unidad de Auxilio Judicial de la IGAE de fecha 30-4-2013, respecto


de las irregularidades en la contratación administrativa dentro del contexto
general de las que se llevaban a cabo en casi todas las Consejerías de la CAM.

En definitiva, ha existido prueba de cargo correctamente valorada que


debe ser considerada lógica, coherente y razonable, de acuerdo con las
máximas de experiencia, reglas de las lógica y principios científicos, aunque
puedan existir otras conclusiones, como la del voto particular: porque no se trata
de comparar conclusiones, sino más limitadamente si la decisión adoptada por
el tribunal sentenciador soporta y mantiene la condena.

99.- El motivo segundo –subsidiario del anterior- por infracción de


ley, por aplicación indebida de los arts. 404, 419, 426 y 432 CP.

Considera el motivo que la estimación del precedente con una nueva


declaración de hechos probados que, de no conllevar la absolución de modo
absoluto, han de conducir, de forma subsidiaria, a la condena por un único delito
del art. 426 CP, dado que la anotación de 3.600 € atribuida a Carlos Clemente
podría relacionarse con un pago efectuado en atención o por consideración del
cargo que ostentaba en el año 2006 en la Comunidad de Madrid.

Desestimado el motivo anterior y constando en el relato fáctico que las


cantidades recibidas por el recurrente y entregadas por el coacusado Correa no
lo fueron simplemente en consideración a su cargo o función, tal como requiere
el art. 426, sino que, por el contrario, aquellas dádivas están relacionadas con
las actuaciones que se le atribuyen en los hechos probados, bien como autor
directo, bien como cooperador necesario, tales hechos constituyen los delitos
por los que ha sido condenado.

100.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por indebida aplicación del art. 432.3 CP.

546
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Alega que del relato fáctico no se deduce la concurrencia de los


presupuestos típicos requeridos por el delito de malversación de caudales
públicos del art. 432 CP, en concreto el elemento objetivo que requiere una
especial relación del funcionario con los caudales públicos derivada de su
función y específicas competencias y una concreta facultad decisoria sobre
ellos, de manera que no puedan salir del organismo sin su autoridad, debiendo
ser su destino ajeno a la función pública.

Argumenta que no tenía facultad decisoria pues tal facultad venía


atribuida al Secretario General Técnico y no a él que era Director General.
Añade que los genéricos términos utilizados en la sentencia para describir la
conducta del recurrente, tales como “autoriza pago”, “dar instrucciones para el
pago”, “facturar por instrucciones de “ no colman la conducta de distracción que
exige el delito de malversación y el hecho de que autorizara y justificara las cinco
facturas a que se refieren los hechos probados no le atribuye una especial
relación con los caudales públicos, que el hecho del visado o simplemente el
recibí no supone autorización ni mandato alguno para el pago.

Asimismo, denuncia la ausencia del elemento subjetivo del tipo al existir


irracional valoración de la intencionalidad del recurrente al no existir en la
sentencia un análisis sobre su concurrencia, esto es, sobre el conocimiento de
que los fondos iban a ser desviados de su destino y dedicados a fines
particulares.

Por último, considera que el delito de malversación no sería sino fase de


agotamiento del delito de cohecho por el que también ha sido condenado. Por
ello, estaríamos en el peor de los casos, ante un concurso de leyes del art. 8, y
no de delitos.

El motivo debe ser desestimado.

1.- Esta Sala tiene declarado, como es exponente la STS 214/2018, de


8 de mayo, con cita de la s. 986/2005, de 21 de julio, que la figura delictiva de
malversación de caudales públicos del art. 432.1 tiene que partir de la
concurrencia de tres factores esenciales (véanse SS. 1486/98 de 26.11 y
1569/2003 de 24.11). Subjetivamente, la naturaleza del autor como funcionario

547
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en los términos del art. 24 CP, cuyas dos ideas nucleares desde la perspectiva
penal son: a) existe un concepto propio del orden penal más amplio que el
operativo en la esfera administrativa, y b) lo que define la condición de
funcionario es la participación en funciones públicas; objetivamente la
consideración de los caudales o efectos públicos sustraídos. Y desde el punto
de vista de la dependencia, la relación especial entre agente y caudales (SSTS.
1 y 24.2.95). De ahí que esta disponibilidad o relación entre el caudal y el sujeto
activo sea primordial en el engarce jurídico del delito (SSTS. 31.1.96, 24.2.95).
El tipo penal se consuma, pues, con la sola realidad dispositiva de los caudales
por parte del agente, ya sea por disposición de hecho, ya sea por disposición de
derecho, por lo cual no es imprescindible que el funcionario tenga en su poder
los caudales y efectos públicos por razón de la competencia que las
disposiciones administrativos adjudiquen al Cuerpo u Organismo al que
pertenezca, sino que basta con que hayan llegado a su poder con ocasión de
las funciones que concreta y efectivamente realizase el sujeto como elemento
integrante del órgano público.

En conclusión, lo importante es que el funcionario tenga la posibilidad de


disposición sobre los efectos sometidos a tal poder, en virtud de la función
atribuida al ente público, o en virtud de una mera situación de hecho derivada
del uso de la practica administrativa dentro de aquella estructura (SSTS.
30.11.94, 1840/2001 de 19.9). Tener a su cargo significa no sólo
responsabilizarse de su custodia material, sino también ostentar capacidad de
disposición e inversión de tal manera que los caudales no puedan salir del
organismo oficial sin la decisión del funcionario (por disposición de Ley,
nombramiento o elección) que tiene la capacidad de ordenar gatos e
inversiones.

En el sentido indicado, hemos indicado que la exigencia de tener los


bienes a su disposición, tener a su cargo, no sólo es tenerlo bajo su estricta
custodia material, sino capacidad de disposición de manera que los caudales a
los que se refiere la tipicidad de la malversación están residenciados en la
persona que tiene capacidad de gasto o de control y por ello el tipo se realiza
cuando se destina a fines no previstos o cuando se consiente en que otro
disponga de ello de forma inadecuada. Es por ello que la tipicidad de la

548
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

malversación se asienta sobre los verbos nucleares de “sustraer” o “consentir


que otro sustraiga”, siendo la primera la modalidad típica de apropiación en tanto
que la segunda pertenece más a la categoría de los delitos de comisión por
omisión, pues el funcionario está en posición de garante respecto a la custodia
de los bienes y omite, al detectar un comportamiento no adecuado a la norma,
el comportamiento activo que le es exigible por la posición que ocupa.

Bajo estas premisas, constatamos que el tribunal no ha cometido ningún


error en la subsunción de los hechos en el delito de malversación por cuanto en
los hechos probados de obligada sujeción, se establece por una parte, el
acuerdo al que habían llegado los acusados Correa y López Viejo, relativos a la
sobrefacturación con el consiguiente perjuicio para la CAM (pág. 271) y su
participación en tal acuerdo (pág. 274). Por otra parte, se describe en el relato
factico el carácter de Autoridad y/o funcionario público (pág. 297) en cuanto a
los concretos actos relativos a la malversación: <<Antes ya de llegar a ser
Consejero, extralimitándose de las competencias que como Director General
tenía atribuidas (art. 5 del Decreto 85/2005, de 15 de septiembre, por el que se
establecen las bases para la creación de la Agencia para la Inmigración y la
Consejería de Inmigración como órgano superior de la CAM de Madrid, a
propuesta de la Viceconsejería de Presidencia), CARLOS CLEMENTE autorizó
y justificó personalmente en 2005 el pago de diversas facturas de actos
adjudicadas directamente a las sociedades mercantiles del "GRUPO
POZUELO", por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, desde su Dirección General
colaborando conscientemente a ocultar la ilicitud propia de la adjudicación...>>.

El hecho aducido por el recurrente, de que la especifica competencia


para el pago efectivo residiera en un subordinado suyo (Secretario General
Técnico), no supone la exoneración en la coautoría existente en el delito de
malversación, pues olvida el recurrente que es doctrina consolidada de esta
Sala que “la realización conjunta del hecho implica que cada coautor colabore
con una aportación objetiva y causalmente eficaz dirigida a la consecución del
fin conjunto, sin que sea necesario que cada partícipe realice todos los actos
materiales integradores del núcleo del tipo, pues a la realización de éste se llega
por la agregación de las diversas aportaciones de quienes se integran en el plan
común, siempre que se trate de aportaciones decisivas”, y es evidente, que tal

549
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

autorización del pago y justificación del mismo, constituía un acto administrativo


necesario para efectuar el pago, en definitiva una cooperación necesaria.

2.- En cuanto a la ausencia del elemento subjetivo, debemos recordar


que la conducta típica “sustrayendo” o “consintiendo que otro sustraiga” supone
dos modalidades comisivas, una por acción y otra por omisión, la primera
consiste en la sustracción de los caudales descritos que implica apropiación con
separación de su destino y con ánimo de apoderamiento definitivos, un idéntico
sentido al usado por otros delitos patrimoniales. La segunda modalidad
comisiva, constituye una conducta dolosa de omisión impropia, por cuanto por
específica obligación legal, el funcionario está obligado a evitar el resultado
lesivo contra el patrimonio público, pues el ordenamiento jurídico no solo espera
del funcionario el cumplimiento de sus deberes específicos, sino que lo coloca
en posición de garante, por lo que debe evitar el resultado.

Ahora bien, la conducta típica ha de ser realizada “con ánimo de lucro”,


elemento subjetivo del injusto que ha de ser interpretado conforme a la
jurisprudencia reiterada de esta Sala para otros delitos patrimoniales en sentido
amplio, considerándolo como propósito de enriquecimiento, ganancia
económica, provecho o ventaja, siendo indiferente que el ánimo de lucro sea
propio o ajeno, es decir, que se actúe con propósito de obtener beneficio para
sí mismo o para un tercero, siendo también indiferente que el móvil o causa
última sea la mera liberalidad, la pura beneficencia o el ánimo contemplativo.

Por tanto, si el tipo no exige como elemento del mismo el lucro personal
del sustractor sino su actuación con ánimo de cualquier beneficio, incluso no
patrimonial, que existe aunque la intención de lucrar se refiera al beneficio de
un tercero, la concurrencia del elemento subjetivo no debe cuestionarse.

3.- Por último, la petición de aplicación del art. 8 CP entre el cohecho y


la malversación no puede admitirse.

Como ya hemos señalado en anteriores recursos el delito de cohecho


es, al menos en determinados casos, un delito unilateral que se consuma por la
mera “solicitud” u “ofrecimiento” de la dádiva, sin que sea necesario para la
sanción ni la aceptación de la solicitud ni el abono de la dádiva, ni la realización

550
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del acto injusto o delictivo ofrecida como contraprestación. Por ello, si no es


preciso para la consumación del cohecho que el funcionario ejecute
efectivamente el comportamiento contrario a derecho que de él se pretende, o
que el mismo se propone realizar con tal de recibir la dádiva, esto es, que el
funcionario cometa realmente el acto injusto, si éste se lleva a cabo, cometerá
otro delito. Situación concursal que viene impuesta por el legislador en el art.
419 CP, que tras señalar la pena para el delito de cohecho, establece “sin
perjuicio de la pena correspondiente al delito cometido en razón de la dádiva o
promesa”.

101.- El motivo cuarto, subsidiario al anterior, por infracción de ley,


art. 849.1 LECrim, aplicación indebida de los arts. 419 y 73 CP en relación
con el art. 8.3 y el principio de proporcionalidad.

Denuncia la indebida aplicación del art. 419 CP en concurso delictivo real


con la malversación del art. 432.3 CP al no proceder castigar la misma conducta
como delito independiente de cohecho, que se configura como un mero acto
instrumental del primero y cuyo desvalor de acción y resultado estaría ya
englobado por aquél.

Plantea el motivo la misma cuestión que el precedente pero a la inversa,


esto es, que el delito de malversación atenuada por el que se impone una pena
de multa de tres meses, y prisión de 1 año y 9 meses, absorbe el delito de
cohecho pasivo por el que se le impone la pena de 4 años y un día de prisión y
multa de 17.200 €, por lo que su desestimación debe acordarse por las mismas
razones, máxime cuando tal propuesta vulneraría lo previsto en la regla 4 del
art. 8 CP, al absorber el delito de menor gravedad al castigado con pena mayor.

102.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por aplicación indebida del art. 404 CP, al no integrar el relato
fáctico de la sentencia los elementos típicos requeridos por el delito de
prevaricación en la conducta del recurrente.

551
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En primer lugar, denuncia la inexistencia del elemento objetivo del tipo:


ausencia de una resolución arbitraria de carácter administrativo, dado que la
sentencia no identifica en las páginas dedicadas a Carlos Clemente ninguna
resolución administrativa dictada por éste ni tampoco la patente discordancia
normativa que necesariamente debería confluir y la única referencia al pago de
facturas (pág. 297) sería una mera infracción administrativa cuya única
consecuencia sería un acto nulo o meramente anulable.

Y en segundo lugar: la inexistencia del elemento subjetivo “a sabiendas”.

El motivo se desestima.

Como hemos dicho en SSTS 939/2003, de 27 de junio y 723/2009, de 1


de julio, según el Diccionario de la Real Academia Española resolver es “tomar
determinación fija y decisiva”. Y en el ámbito de la doctrina administrativa, la
resolución entraña una declaración de voluntad, dirigida, en última instancia, a
un administrado para definir en términos ejecutivos una situación jurídica que le
afecta. Así entendida, la resolución tiene carácter final, en el sentido de que
decide sobre el fondo del asunto en cuestión administrativa. La adopción de una
decisión de este carácter debe producirse conforme a un procedimiento
formalizado y observando, por tanto, en su desarrollo siempre secuencial
determinadas exigencias de garantía. Normalmente, puesto que el acto
resolutivo es vehículo de una declaración de voluntad, habrá estado precedida
de otras actuaciones dirigidas a adquirir conocimiento sobre el thema decidendi.
Estas actuaciones, que pueden ser informes, propuestas, consultas, dictámenes
o diligencias, son preparatorias de aquella decisión final. Es frecuente que se
hable de ellas como “actos de trámite”, lo que no quiere decir que carezcan en
absoluto de todo contenido decisorio, puesto que, la realización de cualquier
acto, que no fuera inanimado, exigirá previamente una determinación al
respecto del sujeto que lo realice. Lo que ocurre es que, en rigor jurídico,
resolver es decidir en sentido material, o, como se ha dicho, sobre el fondo de
un asunto.

Así es, desde luego, en nuestra vigente legalidad administrativa. En


efecto, la Ley 20/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJAP)

552
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

impone a la Administración la obligación de “dictar resolución expresa en todos


los procedimientos” (art. 42,1). Y en su art. 82,1, afirma que “a efectos de
resolución del procedimiento, se solicitarán (…) informes”. Por último, y para lo
que aquí interesa, el art. 87, trata de “la resolución” como una de las
modalidades de finalización del procedimiento. Y el art. 89, relativo al
“contenido” de las resoluciones administrativas, dice que la resolución “decidirá
todas las cuestiones planteadas” y que la decisión “será motivada”. En el mismo
sentido determina la finalidad y garantías de la resolución la vigente Ley de
procedimiento administrativo de 1 de octubre de 2015.

A tenor de lo expuesto, y como el precepto analizado es una norma penal


en blanco, es patente que el término legal “resolución” del art. 404 C. Penal debe
ser integrado acudiendo a la normativa a que acabe de aludirse, que es la que
rige en el sector de actividad estatal en que se desarrolla la actuación de
“autoridad[es] o funcionario[s]”, que son las categorías de sujetos contemplados
como posibles autores del delito –especial propio- de que se trata. Por otra
parte, abunda en idéntica consideración el dato de que el mismo precepto que
acabe de citarse exige que la resolución, además de “arbitraria”, para que pueda
considerarse típica, haya sido dictada “a sabiendas de su injusticia”. De donde
se infiere que la misma deberá estar dotada de cierto contenido material.

Tal es el sentido en que se ha manifestado la jurisprudencia de esta Sla


II, en sentencias de obligada referencia, como son las de 24 de junio de 1994 y
de 17 de febrero de 1995, de las que resulta que a los efectos del actual art. 404
C. Penal, “resolución” es un acto de contenido decisorio, que resuelve sobre el
fondo de un asunto, con eficacia ejecutiva. Y también el de la de nº 38/1998, de
23 de enero, que reserva ese concepto para el “acto administrativo que suponga
una declaración de voluntad de contenido decisorio, que afecte a los derechos
de los administrados”, considerando al respecto que <<lo esencial es que tenga
“un efecto ejecutivo”, esto es, que decida sobre el fondo del tema sometido a
juicio de la administración>>.

Por tanto dentro de los actos administrativos concretos, los resolutorios


han de diferenciarse de los de trámite en que aquéllos dan definitivamente forma
a la voluntad administrativa. Los actos resolutorios ponen fin a los

553
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

procedimientos administrativos, mientras que los actos de trámite instrumentan


y ordenan el procedimiento para hacer viable la resolución definitiva (STS.
26.8.2007 de 9.4). Solo los primeros alcanzarán, en su caso, dimensión típica.

Ahora bien, también se ha recordado que por resolución debe


entenderse cualquier acto administrativo que suponga una declaración de
voluntad de contenido decisorio, que afecte a los derechos de los administrados
o a la colectividad en general, bien sea de forma expresa o tácita, escrita u oral,
con exclusión de los actos políticos o de gobierno no reglados (SSTS. 38/98 de
29.1, 813/98 de 12.6, 943/98 de 10.7, 1463/98 de 24.11, 190/99 de 12.2,
1147/99 de 9.7, 460/2002 de 16.3, 647/2002 de 16.4, 504/2003 de 2.4, 857/2003
de 13.6, 927/2003 de 23.6, 406/2004 de 31.3, 627/2006 de 8.6, 443/2008 de
1.7, 866/2008 de 1.12).

Igualmente, en principio, son posibles las resoluciones orales, pues si


bien el principio general en el procedimiento administrativo es la manifestación
de los actos en forma escrita, la verbal no está excluida y así se infiere del
artículo 55 de la Ley del Reglamento Jurídico de las Administraciones Públicas.

En este sentido la STS 177/2017 de 22 de marzo (causa especial caso


HOMS) precisa que: “no debería existir, en principio, obstáculo conceptual
alguno para que una carta pueda ser considerada una resolución administrativa.
Decíamos en la STS 502/2012, de 8 de junio, que es indudable que el concepto
de resolución administrativa –comprensivo de las disposiciones y actos a que
se refieren los arts. 51 y 53 de la Ley 20/1992, 26 de noviembre- no está sujeto
a un rígido esquema formal, admitiendo la existencia de actos verbales, sin
perjuicio de su constancia escrita cuando ello resulte necesario (cfr. art. 55)”. La
jurisprudencia de esta Sala ha proclamado que por resolución ha de entenderse
cualquier acto administrativo que suponga una declaración de voluntad de
contenido decisorio, que afecte a los derechos de los administrados o a la
colectividad en general, bien sea de forma expresa o tácita, escrita u oral, con
exclusión de los actos políticos o de gobierno (SSTS 866/2008, 1 de diciembre;
443/2008, 1 de julio; 627/2006, 8 de junio y 939/2003, 27 de junio, entre otras).

Respecto de los actos verbales recordaremos que en la STS 600/2014


de 3 de septiembre, se califica de prevaricación una contratación irregular

554
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

realizada por una empresa municipal, cuyo capital estaba íntegramente


desembolsado por el Ayuntamiento, razonando que “la existencia de resolución
administrativa resulta patente con la existencia del acuerdo verbal que motivó el
envío de la minuta en el primer caso, con la suscripción de los contratos de
consultoría en el segundo caso y con el contrato laboral en el tercero. Hay que
recordar que por resolución administrativa debe de entenderse cualquier
resolución –escrita o no- que tenga carácter decisorio. En definitiva debe de
tratarse de un acto administrativo que suponga una declaración de voluntad de
contenido decisorio y que afecte a los derechos de los administrados y a la
colectividad en general (STS 627/2006). Tal acto administrativo no está sujeto
a un rígido esquema formal “….admitiendo la existencia de actos verbales…”.
(STS de 8 de junio 2012)”.

103.- En el caso presente, el relato fáctico, cuyo respeto exige la vía


casacional del art. 849.1 LECrim, tras relatar el sistema ideado por los
coacusados López Viejo, Correa y Crespo, para lograr la irregular adjudicación
de los actos en los que interviniera la Presidenta, con el consiguiente sobrecoste
y, por ende, el correlativo perjuicio para la CAM <<se consiguió falsear y sortear
el procedimiento administrativo de contratación, pues, en realidad, primero se
ejecutaba el acto y luego se emitían facturas sin una previa existencia de crédito
presupuestario, y buscando, a posteriori, encajar el acto como partida de alguna
Consejería u Organismo, a ser posible, que se le pudiera encontrar alguna
relación con él, aunque no la tuviera>> (pág. 274), y dentro del apartado relativo
a la Comunidad de Madrid (pág. 280 y ss.), tras relatar los pagos recibidos por
López Viejo, bien en metálico, bien en especie, por las adjudicaciones o por su
intermediación, así como el quebranto patrimonial de la CAM por el sobrecoste
de las comisiones, relata entre ellas los pagos realizados por el recurrente (pág.
297 y ss., transcrito en el motivo anterior), de los que resulta que el recurrente
<<autorizó y justificó personalmente en 2005 el pago de diversas facturas de
actos adjudicadas directamente a las sociedades mercantiles del "GRUPO
POZUELO", por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, desde su Dirección General
colaborando conscientemente a ocultar la ilicitud propia de la adjudicación>>.

555
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Partiendo de los referidos hechos probados, nos encontramos que el


pago, se autoriza y justifica por el recurrente, y por tanto como afirma esta Sala:
“los pagos son fruto de sendas resoluciones -aprobación y orden de efectuarlos-
que, pese a su relación con el procedimiento de adjudicación, son diversas de
éstas” (ATS de 9 septiembre 2015), y naturalmente como acto administrativo
que es, regulado por la Ley, requiere el dictado de una resolución, y por
resolución a los efectos del art. 404 CP -tal como hemos señalados
anteriormente- ha de entenderse “cualquier acto administrativo que suponga
una declaración de voluntad de contenido decisorio, que afecte a los derechos
de los administrados o a la colectividad en general, bien sea de forma expresa
o tácita, escrita u oral, con exclusión de los actos políticos o de gobierno así
como los actos de trámite (vgr. los informes, consultas o diligencias) que
instrumentan y ordenan el procedimiento para hacer viable la resolución
definitiva” (STS 597/2014, de 30 de julio).

En cuanto al elemento subjetivo del delito de prevaricación administrativa


viene legalmente expresado con la alocución “a sabiendas”. Se comete el delito
de prevaricación previsto en el art. 404 CP cuando la autoridad o funcionario,
teniendo plena conciencia de que resuelve al margen del ordenamiento jurídico
y de que ocasiona un resultado materialmente injusto, actúa de tal modo porque
quiere este resultado y antepone el contenido de su voluntad a cualquier otro
razonamiento o consideración.

Pues bien, el hecho probado determina que el recurrente autorizó y


justificó personalmente el pago de diversas facturas adjudicadas directamente -
esto es, sin procedimiento de selección alguna- a las sociedades del Grupo
Correa por el coacusado Alberto López Viejo. La inferencia de que conocía la
ilicitud propia de la adjudicación al sortear el procedimiento administrativo
resulta fundada.

104.- El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim. Indebida aplicación del art. 419 CP y falta de aplicación del art. 426
CP (cohecho).

556
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo parte de la estimación de los motivos anteriores y de la


eliminación de los delitos de prevaricación y malversación. Por ello, sin acto
constitutivo de delito que generase la percepción de la dádiva, el delito del art.
419 ha sido aplicado incorrectamente.

Y en cualquier caso y desde otra óptica, igualmente no tiene cabida el


art. 419 ni tampoco el 420 CP, por cuanto no se deduce de los hechos probados
qué intervención habría tenido Carlos Clemente en la contratación de los
eventos identificados con la percepción de dádiva, encontrándonos a lo sumo,
en la órbita del art. 426 CP, dado que se atribuye al mismo las siguientes
actuaciones:

1) Autorización de facturas por eventos en el año 2005 (pág. 297 y 298).

2) “Favorecimiento” de la contratación, imputándose la percepción de


comisiones por la relación de eventos indebidos en el cuadro de la pág. 298 y
299, celebrados en el año 2006.

3) Genérica intervención, encargando actos, o consintiendo la


facturación, de otra serie de eventos del año 2006 (a excepción de uno del 2005)
indicados en las págs. 300 y 301.

El motivo entiende que el primer apartado y el tercero se refieren a los


actos prevaricadores o malversadores y ya ha sido analizada la implicación de
Carlos Clemente en los mismos en motivos precedentes. El segundo apartado
sería el que ahora interesa, al establecer una relación de eventos adjudicados
al Grupo Correa, “encargados por el recurrente y por los que habría recibido una
comisión.

Pues bien, como puede comprobarse el relato fáctico no contiene


referencia a la específica participación de Clemente en el proceso de
contratación o pago, ni revelan conducta ilegal alguna llevada a cabo por el
mismo.

El motivo insiste en lo expuesto en los motivos primero y segundo en


orden a la inaplicación del art. 419 por lo que nos remitimos a lo ya razonado en
orden a su improsperabilidad, al ser el delito relacionado con la percepción de

557
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las dádivas el dictado de las resoluciones prevaricadoras a que se ha hecho


referencia en el motivo precedente, especificándose las cantidades percibidas
(folio 301 sentencia):

<<A cambio de la adjudicación de tales actos, a CARLOS CLEMENTE


se le asignó en las hojas de coste, de la misma manera que se hizo con
ALBERTO LÓPEZ VIEJO, un 10% del total facturado a la CAM, devengando por
ello la cantidad de 9.716.57€, generando por ello un sobrecoste a la CAM de
2.496,04 €. Al margen de estas comisiones personalmente percibidas por
CARLOS CLEMENTE de las que se ha podido trazar su procedencia y atribuir
a una determinada actividad, la cantidad realmente recibida en efectivo por este
de FRANCISCO CORREA en 2006 (año en que la Consejería contrató con
empresas del Grupo por importe de 259.344,01 €) fue, tal y como contabilizó
JOSÉ LUIS IZQUIERDO en una cuenta independiente denominada
"Clementina", la de 13.600 € en dos partidas, una de 10.000 y otra de 3600
€uros>> (pág. 301).

Consecuentemente se dan los presupuestos del delito del art. 419 CP


debiendo recordarse que no es exigible en el delito de cohecho que el
funcionario que solicita o recibe la dádiva sea el funcionario encargado del acto
sobre el que actúa el cohecho bastando con que el mismo se vea facilitado por
la acción del funcionario receptor o que solicita el cohecho, interpretación
pacífica que resulta del propio tenor legal del tipo penal que refiere la recepción
para la realización de un acto en el ejercicio de su cargo.

RECURSO JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ

105.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el artículo 852 LECrim por la vía del art. 5.4
LOPJ, ambos en relación con el art. 24.1 y 24.2 CE, por vulneración del
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión y a un
proceso público con todas las garantías y correlativamente con el art. 11.1
de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 10-12-1948, el art.

558
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

6.1 del CEDH y el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos de 19-12-66, al hallarse el Ilmo. Magistrado D. Julio de Diego
López privado de conciencia y voluntad en distintos lapsos temporales de
las sesiones del juicio oral, especialmente, durante la práctica de la prueba
sobre la que debía dictar sentencia, tras su apreciación, todo ello en
relación con el art. 238.3º LOPJ.

El motivo es coincidente con el cuarto del recurso de Pablo Crespo por


lo que nos remitimos a lo ya argumentado para evitar repeticiones innecesarias.

106.- El motivo segundo por infracción de precepto constitucional


al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía de los arts. 5.4,
238.3 y 240.1 LOPJ por vulneración del principio del juez predeterminado
y del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva sin indefensión y a
un proceso público con todas las garantías del art. 24.1 y 2 CE, debido a la
situación sobrevenida de deficiente configuración del tribunal
sentenciador, al hallarse el Ilmo. Magistrado D. Diego López privado de
conciencia y voluntad en distintos lapsos temporales de las sesiones del
juicio oral, incumpliéndose las exigencias de composición de Sala
determinadas en el art. 63.1 LOPJ y el anexo III de la Ley de Demarcación
y Planta Judicial.

El motivo se corresponde literalmente con el quinto del recurso de Pablo


Crespo por lo que procede su desestimación por las razones allí expuestas.

107.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim, por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración de la presunción de
inocencia del Sr. Izquierdo y su derecho de defensa y el art. 6.1 del CEDH
por concurrir en el Presidente del Tribunal un prejuicio inhabilitante para
el enjuiciamiento imparcial por manifestar con carácter previo a la
valoración de la totalidad de la prueba su intención de dictar sentencia
condenatoria.

559
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Al existir absoluta identidad entre el presente motivo y el sexto del


recurso de Pablo Crespo nos remitimos a lo allí argumentado en aras a su
desestimación.

El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional, al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva generando indefensión al recurrente, derecho a no
declarar contra uno mismo y a no confesarse culpable, todo ello en
relación con el derecho fundamental a la intimidad y el derecho a la propia
imagen, reconocidos en el art. 18 CE, al haberse admitidos como medios
de prueba unas grabaciones obtenidas de forma ilícita, vulnerando
derechos constitucionales que conllevan la nulidad de dichos medios de
prueba y asimismo de todo lo actuado en el presente procedimiento.

Alega el recurrente que las Diligencias Previas 275/2008 origen de todas


las piezas separadas en las que se ha ido atomizando el “caso Gürtel”, se
incoaron como consecuencia de la aportación de una serie de grabaciones
subrepticiamente obtenidas por D. José Luis Peñas Domingo, que han sido
aportadas sin soporte original alguno, editadas, no completas y, asimismo,
siendo objeto de grabación sin conocimiento de las personas grabadas, que a
juicio de esta representación son radicalmente nulas de pleno derecho por
haberse obtenido por medio de la violación del derecho fundamental a la
intimidad y, además, de la propia imagen, reconocido en el art. 18 CE, además
de haber sido aportadas al procedimiento sin las mínimas garantías de fiabilidad.

El motivo se refiere a las mismas cuestiones planteadas en el motivo


primero del recurrente Alberto López Viejo y el séptimo de Pablo Crespo Sabaris
por lo que nos remitimos a lo ya argumentado en los mismos para evitar
reiteraciones innecesarias.

108.- El motivo quinto por infracción de precepto constitucional, al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ,

560
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho a la


tutela judicial efectiva, a un procedimiento con todas las garantías,
generando indefensión al recurrente, al haberse vulnerado de forma
flagrante su derecho a la defensa como consecuencia de la ilegal y
delictiva interceptación de las comunicaciones de algunos de los
imputados (investigados) con sus abogados durante el periodo en que
fueron encarcelados cautelarmente durante la instrucción de la pieza
principal, de la que deriva el presente procedimiento, quedando patentes
dichas infracciones y vulneraciones de los derechos fundamentales en la
sentencia del TS 79/2012 que, de por sí, suficientemente explícita y, sobre
todo, por la posterior utilización de un material delictivamente obtenido
como base de las líneas de investigación adoptadas por las unidades
policiales y el Ministerio Fiscal que tuvieron acceso a dichas grabaciones
y que han servido para fundamentar la condena del recurrente.

Al ser el contenido idéntico al formulado como motivo primero del recurso


interpuesto por Francisco Correa y como motivo octavo del recurso de Pablo
Crespo, con objeto de evitar repeticiones innecesarias nos remitimos a los
argumentos ya expuestos que damos por reproducidos en aras a su
improsperabilidad.

109.- El motivo sexto por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía el art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con los arts. 9.3 y 18.2 CE, por vulneración del principio
de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos y del derecho a
la inviolabilidad del domicilio, al haber hecho uso de material probatorio
incautado en un registro y para cuya aprehensión no existía autorización
judicial, todo ello en relación con los arts. 546 y 579 LECrim.

Cuestiona el motivo la utilización como medio de prueba en la presente


causa de los documentos y efectos recogidos con ocasión del registro llevado a
cabo en el despacho profesional de Luis de Miguel el 30-11-2005.

561
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es sustancialmente idéntico al décimo del recurso del


coacusado Pablo Crespo por lo que nos remitimos a lo ya argumentado en aras
a la brevedad y para evitar repeticiones innecesarias.

110.- El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ,
ambos en relación con el art. 24.2 CE por vulneración del derecho
fundamental al juez ordinario predeterminado por la ley y correlativamente
con los arts. 6.1 de CEDH y 14.1 del PIDCP al haberse quebrantado las
normas de reparto de la Audiencia Nacional.

El motivo en su desarrollo es idéntico al undécimo del recurso del


coacusado Pablo Crespo por lo que nos remitimos a lo ya argumentado para su
desestimación.

111.- El motivo octavo por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y por la vía del art. 5.4 LOPJ
por vulneración de los arts. 24.1, 24.2, 120 y 9.3 CE por vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías
por ruptura de la cadena de custodia de determinados registros.

Se denuncia que el agente de la UDEF firmó varias actas como


Secretario, certificando la recepción de objetos procedentes de los registros en
un momento determinado, cuando no podía estar en dos sitios a la vez.

El recurrente cuestiona por ello la existencia de una ruptura de la cadena


de custodia de los efectos y documentación intervenidos en la diligencia referida.

El motivo es similar al décimo tercero del recurso de Pablo Crespo por


lo que reiteramos lo ya argumentado en orden a su desestimación.

562
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

112.- El motivo noveno por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim y art. 5.4, ambos en relación
con los arts. 9, 24, 25 CE y 6 CEDH por vulneración del derecho
fundamental de defensa en relación con las denominadas “Plataforma
Alfresco” o “Cloud”.

El motivo coincide con el décimo quinto del recurso de Pablo Crespo por
lo que debe seguir igual suerte desestimatoria.

113.- El motivo décimo por infracción de precepto constitucional al


amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía del art. 5.4 LOPJ
por lesión del derecho fundamental de defensa y a un proceso con todas
las garantías, y más concretamente el derecho fundamental a guardar
silencio por vulneración del principio de presunción de inocencia.

Argumenta que se quebró el derecho de defensa, el derecho a guardar


silencio del Sr. Izquierdo al valorar las diligencias sumariales, pese a acogerse
a su derecho a no declarar en el acto del juicio oral, y su derecho de defensa, el
derecho a conocer la acusación y a la contradicción porque en el plenario las
diligencias sumariales no fueron reproducidas en términos que permitieran al Sr.
Izquierdo comprenderlas.

Siendo que, además, su estado de incapacidad cognoscitiva no le


permitió conocer rectamente el alcance de la acusación.

El silencio del acusado en el juicio oral plantea el problema de si es


posible introducir en el plenario, vía art. 714 LECrim, las declaraciones
anteriores del acusado, consignándose además, por escrito, para su unión al
acta de la vista, las preguntas formuladas al acusado y no contestadas.
Posibilidad que ha sido admitida por esta Sala Segunda TS en ss. 25/2008, de
29 de enero; 625/2010, de 6 de julio; 245/2012, de 27 de marzo; en el sentido
de que “el silencio del acusado sí puede entenderse como contradicción a los
efectos del art. 714 LECrim, pues en principio hay que entender que en el
concepto de contradicción, en lo que al acusado se refiere, se extiende a toda
conducta que jurídicamente pueda ser considerada contraria a su referente

563
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sumarial. De lo que se infiere que cuando obran en el sumario declaraciones


judiciales autoinculpatorias del acusado, al silencio del acusado no puede
acarrear efectos negativos para su titular con carácter automático. Esto no
impide que si existen otras pruebas de cargo suficientes para acreditar el hecho
y su intervención en él, de modo que reclamaban una explicación por su parte,
su silencio puede ser valorado como demostrativo de la inexistencia de esa
explicación exculpatoria. Pero, aún en estos casos, la prueba de cargo es
independiente de la valoración del silencio.

Si el acusado ha prestado declaración ante el juez con todas las


garantías su negativa a declarar en el plenario no deja sin efecto esas
declaraciones, ni las convierte en inexistentes, pues fueron efectuadas en otro
momento procesal en el ejercicio de su libertad de prestar declaración con el
contenido que tuviera por conveniente, y como se ha dicho, rodeado de todas
las garantías exigibles. Puede entenderse, además, que la negativa a declarar
supone la imposibilidad de practicar en el plenario la prueba, propuesta y
admitida, consistente en la declaración del acusado, lo que autoriza a acudir al
art. 730 LECrim. Así la sentencia TS 590/2004, de 6 de mayo; la STS 1236/2011,
de 2 de noviembre, declaró que “el derecho a no declarar del acusado no
comporta un derecho de exclusividad sobre las propias declaraciones hechas
voluntariamente en momentos anteriores. Ese derecho no se extiende a la
facultad de “borrar” o “aniquilar” las declaraciones que haya podido efectuar
anteriormente si se hicieron con todas las garantías y con respeto, entre otros,
a su derecho a no declarar.

Las declaraciones sumariales autoinculpatorias constituyen prueba


sobre la que puede edificarse una sentencia condenatoria, sin que sea óbice
para ello, que el recurrente se haya negado a declarar en el acto del juicio oral.
No puede aducir que no ha podido hacerlas objeto de contradicción en el juicio
oral, había la posibilidad de desmentirlas y contradecirlas, si no lo ha hecho es
por libre y voluntaria decisión propia de mantenerse en silencio. No es que no
haya podido. Es que no querido: le bastaba con declarar.

Por su parte, el TC en s. 219/2009, de 21 de diciembre, señaló sobre el


particular “…En efecto, al igual que sucedió en los casos de las SSTC 2/2002,

564
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de 14 de enero; 38/2003, de 27 de febrero; 142/2006, de 8 de mayo, en las que


abordamos supuestos de validez de declaraciones sumariales al acogerse al
derecho a guardar silencio en dicho acto, en este caso puede afirmarse que
desde la perspectiva de la inmediación, el órgano sentenciador tuvo en su
presencia al autor del testimonio y puede, por ello, valorar su decisión de
guardar silencio pese a sus declaraciones anteriores, atendiendo a las
exigencias de posibilidad de debate y al contenido incriminatorio de las
declaraciones sumariales que se documentaron.

Finalmente se respetó la posibilidad de contradicción al formularse por


el Ministerio Fiscal las preguntas que tenía intención de realizar, por lo que la
defensa del acusado pudo impugnar su contenido haciendo al respecto las
alegaciones que estimara oportunas”.

En definitiva, la jurisprudencia reconoce, como no podía ser de otra


manera, el derecho del acusado a no declarar en juicio, adoptando la postura
que considere más conveniente a sus intereses, pero mantiene la absoluta
validez de las declaraciones prestadas con anterioridad, siempre que se
incorporen al plenario en la forma requerida por los arts. 714 y 730, situación
que es la presente, en la que además de las pruebas, cuya validez se cuestiona,
existieron otras como declaraciones coacusados, testigos, documental (apuntes
contables del Sr. Izquierdo, valoradas por el tribunal para llegar a la convicción
de la Sala de la realidad de los hechos y la participación del recurrente.

114.- El motivo décimo primero por infracción de precepto


constitucional al amparo del art. 852 LECrim, por vulneración del principio
de presunción de inocencia y la tutela judicial efectiva del art. 24.2 CE, al
carecer la condena de una recta valoración de la declaración del Sr.
Correa, así como de la declaración del resto de acusados y de los testigos
para fundamentar el pronunciamiento de culpabilidad del recurrente y la
insuficiencia de la prueba practicada para desvirtuar la presunción de
inocencia y la razonabilidad de las inferencias realizadas.

565
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Considera el recurrente que sus derechos constitucionales de


presunción de inocencia y tutela judicial efectiva fueron vulnerados al valorar el
tribunal “a quo” de forma parcial y sesgada la prueba practicada en lo
concerniente a su actuación en los hechos.

Señala que en el caso de dar credibilidad a las declaraciones del


coacusado Correa realizadas en el juicio oral, había de hacerse de un modo
“unitario” y no “fragmentado”, tal como hizo la sentencia recurrida.

Esta forma de actuar se evidencia cuando se extrae de esas


declaraciones la narración de los hechos de indiscutible naturaleza delictiva
realizados por las personas que nombra y sin embargo cuando Correa exonera
o minimiza la intervención de personas concretas –y así lo hace en relación al
Sr. Izquierdo- el tribunal no le da credibilidad –y así ocurre con el recurrente- y
no extrae la consecuencia que debería derivarse de aquella declaración:
absolver a esta persona.

Y además en el caso del Sr. Izquierdo toda prueba practicada corrobora


aquella conclusión: José Luis Izquierdo era un mero empleado de la empresa
propiedad de Correa, sin capacidad alguna de decisión, limitándose a labores
de escribiente o “amanuense” de confianza, al que se le decían una serie de
coas y él prácticamente como un autómata las ejecutaba, sin participación ni
intervención en la gestión real de las empresas de Correa.

El motivo plantea cuestiones similares al decimosexto del recurso del


coacusado Pablo Crespo en relación a la valoración de la declaración de Correa,
que no es la única prueba de la intervención en los hechos del recurrente tal
como se ha advertido en el motivo antecedente y de la que se deriva que aunque
el Sr. Izquierdo tenía limitadas las facultades en la gestión de las sociedades de
Correa ocupaba en el “organigrama” de éstas una posición relevante, al ser la
persona encargada de la contabilidad de las distintas empresas y darlas la
apariencia de legalidad necesaria para superar los controles establecidos. Era
conocedor de las comisiones que se entregaban a políticos y proveedores por
los favores recibidos, así como a todos los movimientos que ideaba con el fin de
“blanquear” las cuentas de las sociedades cuya contabilidad llevaba.

566
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo, por ello, debe ser desestimado. El recurrente analiza la


declaración de Correa, cuyo contenido, que entiende favorecedor de sus
intereses, considera corroborado por empleados y personas que trabajan para
él, ya fueran también acusados (Pablo Crespo, Álvaro Pérez, Isabel Jordán,
Alicia Mínguez, José Luis Peñas) o testigos (Francisco Jurado, Miguel Ángel
Esteban, Rocío Perea, Alejandro Cascaray, Mónica Magarinos, Luciano
Gallego, Raúl Gascón) pero obvia el resto de la prueba, testifical y documental
que incrimina al recurrente y que fue valorada por el tribunal sentenciador para
llegar a la convicción de la participación en los hechos del recurrente.

Por último en cuanto a la alegación del recurrente, que reitera en motivos


posteriores, concerniente a su papel secundario limitándose su actuación como
mero empleado a ejecutar las órdenes que recibía, su rechazo deviene
necesario. Esta Sala Segunda, por todas STS 2052/2001, de 7 de noviembre,
tiene declarado: “es claro que no existía deber alguno que obligase al recurrente
a realizar las acciones delictivas de cohecho, estafa y falsedad documental
objeto de condena. Tampoco la relación laboral impone un deber de obediencia
que excuse la realización de acciones delictivas”.

115.- El motivo duodécimo por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía
del art. 5.4 LOPJ por vulneración del principio de presunción de inocencia
del art. 24.2 CE pues de este no puede predicarse ningún tipo de
culpabilidad para el Sr. Izquierdo en el delito de asociación ilícita por el
que se le condena.

El desarrollo del motivo señala que aunque manejaba dinero en ningún


momento tuvo conocimiento de que su procedencia fuera de carácter ilícito.
Afirma que era un interventor de caja de un grupo de empresas que, por un lado,
no tenía la obligación de fiscalizar el dinero y, por otro lado, tampoco podía
cuestionarlo y nunca tuvo el dominio funcional de las actividades empresariales
o personales de Correa, pues éste no daba explicaciones al recurrente de sus
actividades.

567
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último considera que no es predicable ningún tipo de responsabilidad


personal del recurrente pues debe distinguirse entre la responsabilidad penal
del sujeto que pertenece a una organización o asociación, de aquella que se
deriva de la ejecución de los delitos que podrían haberse cometido bajo el
amparo de aquéllas, pues no cabe apreciar una responsabilidad colectiva por
pertenencia per se, sino que debe probarse que su pertenencia al grupo está
inspirada por la adhesión al plan criminal. Y no hay prueba alguna en el plenario
que permita considerar que el Sr. Izquierdo quisiera y aceptara integrarse en
una asociación ilícita.

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo


vigésimo séptimo del recurso de Alberto López Viejo y la sentencia de esta Sala
214/2018, de 8 de mayo, pieza caso Gürtel –Fitur-, el motivo debe ser
desestimado.

La sentencia de instancia valora la prueba acreditativa de la pertenencia


y participación del recurrente en el delito de asociación ilícita, expresando en el
<<APARTADO INTRODUCCIÓN” (pág. 637 y ss.) que <<hemos comenzado
por el análisis de las declaraciones prestadas por los acusados que se han
incluido en él, y que son relevantes para precisar la actividad delictiva de lo que
hemos de definir como delito de asociación ilícita, bien entendido que referido,
por ahora, solamente a los acusados FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO,
ISABEL JORDÁN, JOSÉ LUIS IZQUIERDO, ALICIA MÍNGUEZ y JAVIER
NOMBELA, lo que implica que lo que digamos respecto de este delito no se
agota en este apartado, sino que tiene extensión en otros, y conocedores de
que esta asociación ilícita ha sido apreciada respecto de los tres primeros, en la
Sentencia 2/2017, de 8 de febrero de 2017 por el TSJCV en su juicio oral 2/2013
(Gurtel-FITUR, como sabemos, íntegramente confirmada por STS 214/2018 de
8 de mayo pasado); sin embargo, como hemos de comenzar por la valoración
de la prueba, de esto nos ocupamos, y por esa razón hemos preferido hacer un
análisis de esas declaraciones, que, aunque resumido, es lo suficientemente
extenso, como para que no quede duda de que hay prueba bastante para
considerar acreditado dicho delito. Se trata de declaraciones, que, en cuanto
autoincriminatorias, no precisan de más en lo que a cada cual afecta, y que, en
cuanto inculpatorias de otros, se ven avaladas por la prueba documental de la

568
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que, junto a esas declaraciones, se ha ido dejando constancia, así como por
algún otro testimonio que se irá haciendo mención según se vaya avanzando.
Es cierto que hay bastante más prueba, fundamentalmente documental, pero,
en la medida que, para lo que en este apartado interesa, no es necesaria, no
entraremos en profundidad en ella, sin que esto quiera decir que prescindamos
de lo que la misma vaya aportando, como complemento de la base fáctica sobre
la que se conforma este delito de asociación ilícita.

(...)

c) De JOSÉ LUIS IZQUIERDO, pese a que se quiera minimizar su


responsabilidad, porque se limitara a obedecer órdenes de FRANCISCO
CORREA o de PABLO CRESPO, hay que destacar su función de contable, de
la que era consciente, y, en este sentido, nos pareció fundamental lo que, en la
sesión del día 05/06/2017, decía el testigo Rafael de León, quien ocupara el
puesto que dejó a PABLO CRESPO con anterioridad a que este llegara a las
empresas, quien textualmente dijo que JOSÉ LUIS IZQUIERDO “era el contable
de la casa”.

En cualquier caso, la ocupación en su poder de la llamada “carpeta azul”,


con la cantidad de operaciones y anotaciones hechas de su puño y letra, como
acredita la prueba pericial caligráfica que obra en el informe 2010D0623BCDE,
de 24/09/2010, ratificada en la sesión del juicio del día 12/07/2017 por los peritos
que la realizaron, los funcionarios 19.467 y 16.449, así como el pendrive, es
definitivo para mantener que se trataba de un contable real y efectivo. No
negamos que esas anotaciones que realizara fuera por órdenes o por indicación
de aquellos, pero reconoció que se trataba de una información relevante para la
investigación, pues, como hemos visto, era conocedor de la condición de
políticos de relevancia de alguno de los nombres que en su pendrive aparecían,
y no podía negar que en los apuntes que hacía se movían cantidades de
importancia para estos, relacionadas con contratación y facturación. Ello, puesto
en relación con que admitió ser apoderado de empresas como SPECIAL
EVENTS y PASADENA VIAJES, como, por otra parte, corrobora la prueba
relativa al entramando societario de FRANCICO CORREA, no hace creíble que

569
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

su actividad dentro del entramado fuera tan irrelevante como se ha pretendido


hacer ver.

Así pues, además de los cargos que ocupó en alguna de las sociedades
de la organización, es la persona de confianza de FRANCISCO CORREA y de
PABLO CRESPO, que ejecuta lo que estos le indican relacionado con la gestión
financiera y de documentación, y tiene, por lo tanto, encomendadas funciones
como contable y de tesorería, como las relativas al pago de facturas>>

Dentro del “apartado Majadahonda” (pág. 945 y ss.) dice la sentencia


<<(...) desde el punto de vista empresarial FRANCISCO CORREA, PABLO
CRESPO, JOSÉ LUIS IZQUIERDO e ISABEL JORDÁN utilizan su red de
contactos y su sistema y sus empresas para facturar del modo más conveniente
para esa sociedad”.

Consideramos, pues, que se trata de una misma asociación, que nada la


diferencia por la circunstancia de que haya extendido sus redes a Majadahonda,
sino que es, simplemente, uno de los ámbitos donde despliega la misma
actividad ilícita que en otros espacios, y que, en el caso de este municipio, si se
quiere, hay menos razón para pretender esa diferencia, pues, en la medida que
FRANCISCO CORREA consigue introducir en el Consistorio a la entonces su
mujer, CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, con la capacidad de decisión que
llega a tener, es la muestra más evidente de que es la misma estructura la que
se organiza para asentar la dinámica de corrupción que caracteriza su modo de
operar.

Mantenemos, pues, el mismo criterio absolutorio ya avanzado por


aplicación del “non bis in ídem” respecto de FRANCISCO CORREA, PABLO
CRESPO, e ISABEL JORDÁN, condenados en previa sentencia ya firme, pero
que en este caso debe extenderse a JOSÉ LUIS IZQUIERDO al que se le
condena por el mismo delito en el apartado “Introducción” referido a la estructura
asociativa del Grupo Correa y por ser esta misma asociación de la que forma
parte la que extiende su actividad en el municipio de Majadahonda, procederá
también su absolución por esta nueva acusación que, por delito de asociación
ilícita, se formula en su contra.

570
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Cuestión distinta es la responsabilidad que, por dicho delito, se exige a


los otros cuatro acusados, pues, como decíamos en la fundamentación jurídica
dedicada a la valoración de la prueba, nos encontramos con una estructura
organizada, que no es de una sola empresa, sino que está formada por un grupo
de empresas, con su correspondiente personal, que se presentan con una
apariencia de regularidad, y que, por medio de otros individuos, extiende sus
ramificaciones hasta conseguir introducirse en el marco de la actividad de la
Administración, donde, aprovechándose del rango y control que estos tienen por
el puesto, función o destino que ocupan, utilizan los resortes legales a su
alcance para una finalidad defraudatoria ilícita de la que todos obtienen un lucro
o beneficio, directo o indirecto>>.

Conforme a lo expuesto el motivo debe ser desestimado, es cierto que


se exige la pertenencia a la asociación o sea, la condición de miembro o
integrante, de tal manera que la mera colaboración no integra este delito, pero
en el caso presente la prueba valorada por el tribunal a quo con sujeción a las
reglas de la lógica, razón y máximas de experiencia, acredita que el recurrente
formaba parte de la asociación ilícita con un papel relevante dentro del reparto
de funciones, sin que su razonamiento pueda ser tachado de ilógico o arbitrario.

116.- El motivo décimo tercero por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía
del art. 5.4 LOPJ por vulneración de la presunción de inocencia del art.
24.2 CE, pues no puede predicarse culpabilidad alguna en el recurrente
para condenarle como cooperador necesario de un delito continuado de
cohecho activo por el apartado ESTEPONA.

Alega el recurrente que en la página 687 de la sentencia puede leerse:


“Estos delitos de cohecho en que se base esta parte de la acusación están en
los regalos que, en forma de servicios turísticos realizó FRANCISCO CORREA
a RICARDO GALEOTE y a las personas de su entorno en pago de las
comisiones devengadas estando FRANCISCO CORREA al frente de cuantos
hechos hemos dicho, PABLO CRESPO es quien autoriza el libramiento de
fondos con que se hacen esos pagos y que JOSÉ LUIS IZQUIERDO es quien

571
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ejecuta materialmente las órdenes de pago y lleva su control en la contabilidad


de las empresas”.

Continua el recurrente la exposición del motivo manifestando que dicho


razonamiento es el que sirve al Tribunal a quo para declarar en la página 177
de la sentencia, como hechos probados que: “Por su parte, JOSÉ LUIS
IZQUIERDO fue encargado por PABLO CRESPO Y FRANCISCO CORREA de
supervisar los importes adeudados a RICARDO GALEOTE y su periódica
compensación, registrando al efecto las comisiones devengadas y los distintos
servicios prestados a favor de este en un archivo personal denominado
indistintamente “Cuentas Ricardo Galeote” y “Extracto Ricardo Galeote”,
actividad recogida gráficamente en el cuadro “Extracto Ricardo Galeote”, y en la
página 184: “Con la finalidad de ocultar el verdadero destinatario de los servicios
prestados en beneficio de RICARDO GALEOTE y sus reales pagadores así
como de ofrecerle una falaz justificación de su abono, se confeccionaron desde
PASADENA VIAJES SL, con conocimiento y consentimiento de aquel, siguiendo
instrucciones de FRANCISCO CORREA, JOSÉ LUIS IZQUIERDO y, desde al
menos octubre de 2002, Pablo Crespo, diversas facturas y recibos mendaces”.

El motivo cuestiona estas afirmaciones por no quedar acreditado con qué


actos necesarios ha contribuido al delito de cohecho, pues la simple ejecución
de órdenes contables desconociendo que con ellas se está ejecutando un plan
ilícito, no puede inferirse el elemento subjetivo que exigiría el tipo.

Igualmente la prueba practicada no es apta para enervar la presunción


de inocencia porque no se ha podido inferir en el Sr. Izquierdo que conociera
además de la propia acción, las circunstancias esenciales del hecho principal
que ejecuta el autor con el que colabora, negando la existencia del doble dolo
que se exige al cooperador.

Y considera que el Sr. Izquierdo no llevó a cabo actos per se ilícitos, sino
que serían actos neutrales, y éstos, según reiterada jurisprudencia, son
insuficientes para erigir el comportamiento de un autor en forma participativa
criminalizada bajo el título de cooperación necesaria.

572
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.- El motivo se desestima pues acreditada su participación en los


hechos es evidente -como señaló el Ministerio Fiscal al impugnar el motivo- que
el recurrente se encontraría, en el mejor de los casos, en una situación de
ignorancia deliberada.

En efecto, el contenido de la ignorancia deliberada ha sido matizado en


SSTS 346/2009, de 2 de abril; 68/2011, de 15 de febrero; 98/2012, de 3 de
diciembre; 415/2016, de 17 de mayo, en las que se recordó que en el derecho
vigente ya no rige la presunción del dolo que existió con anterioridad a la
modificación del Código penal de 1983 que instauró en el derecho penal el
principio de culpabilidad.

Las reformas del Código Penal introducidas por la LO 8/1983 y la LO


10/1995 derogaron de manera clara la presunción de dolo que contenía el art. 1
del antiguo Código penal. Al introducir una expresa regulación del error sobre
los elementos de la infracción penal y subrayar las exigencias del principio de
culpabilidad, el Legislador dejó claro que el elemento cognitivo del dolo
constituye un presupuesto de la responsabilidad penal que debe ser
expresamente probado en el proceso.

En alguno de los precedentes de esta Sala, no obstante, se ha


mencionado la "ignorancia deliberada", como criterio para tener por acreditado
el elemento cognitivo del dolo, es decir, para tener por probado que el autor obró
conociendo los elementos del tipo objetivo (hecho constitutivo de la infracción
penal en la terminología del art. 14.1 CP o de un hecho que cualifique la
infracción penal, como es el caso de la cantidad de notoria importancia discutida
en el recurso).

Este punto de vista ha sido fuertemente criticado en la doctrina porque


se lo entendió como una transposición del "willful blindness" del derecho
norteamericano y porque se considera que no resulta adecuado a las exigencias
del principio de culpabilidad, cuyo rango constitucional ha puesto de manifiesto
el Tribunal Constitucional. Asimismo se ha llamado la atención sobre el riesgo
de que la fórmula de la "ignorancia deliberada" -cuya incorrección idiomática ya
fue señalada en la STS de 20-7-2006- pueda ser utilizada para eludir "la prueba

573
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del conocimiento en el que se basa la aplicación de la figura del dolo eventual",


o, para invertir la carga de la prueba sobre este extremo.

Debemos, por lo tanto, aclarar que en el derecho vigente no cabe ni la


presunción del dolo, ni eliminar sin más las exigencias probatorias del elemento
cognitivo del dolo. Asimismo tampoco cabe impugnar la aplicación del principio
"in dubio pro reo" realizada por los Tribunales de instancia sobre los hechos con
apoyo en un supuesto "principio" de la ignorancia deliberada.

Nuestra jurisprudencia referente al concepto de dolo eventual ha


establecido que en aquellos supuestos en los que se haya probado que el autor
decide la realización de la acción, no obstante haber tenido consistentes y claras
sospechas de que se dan en el hecho los elementos del tipo objetivo,
manifestando indiferencia respecto de la concurrencia o no de estos, no cabe
alegar un error o ignorancia relevantes para la exclusión del dolo en el sentido
del art. 14.1 CP. Esta situación, como se ha dicho, es de apreciar en aquellos
casos en los que el autor incumple conscientemente obligaciones legales o
reglamentarias de cerciorarse sobre los elementos del hecho, como en el delito
de blanqueo de capitales, o en los delitos de tenencia y tráfico de drogas, cuando
el autor tuvo razones evidentes para comprobar los hechos y no lo hizo porque
le daba igual que concurrieran o no los elementos del tipo; es decir: cuando está
acreditado que estaba decidido a actuar cualquiera fuera la situación en la que
lo hacía y que existían razones de peso para sospechar la realización del tipo.
En todo caso, la prueba de estas circunstancias del caso estará a cargo de la
acusación y sometida a las reglas generales que rigen sobre la prueba.

En el caso presente el recurrente, sin querer saber aquello que puede y


debe saber, está asumiendo y aceptando todas las consecuencias del ilícito
actuar en que voluntariamente participa. Así, en los hechos probados se
evidencia su incesante actividad en la creación de la trama de facturas falsas y
de la caja B (pág. 165 y 166 de la sentencia) y su participación en el entramado
de sociedades (pág. 167 y ss) y reconocido por el recurrente ser apoderado de
las empresas SPECIAL EVENTS Y PASADENA VIAJES de las que fue socio
fundador (FJ pág. 541 y ss) fue mediante estas sociedades de las que se lucró

574
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-en unión de los otros acusados- para la ejecución sucesiva del cohecho activo
por el que ha sido condenado.

2.- Por último en cuanto a la invocación de la teoría de los actos neutrales


por considerar que los realizados por el Sr. Izquierdo no eran per se ilícitos al
limitarse a llevar la contabilidad y a realizar las anotaciones que se le indicaban,
hace necesario recordar la doctrina recogida en SSTS 1300/2009, de 23 de
diciembre y 974/2012, de 5 de diciembre, sobre los denominados actos
neutrales como insuficientes para erigir, el comportamiento de su autor en forma
participativa criminalizada bajo el título de cooperación necesaria (o
complicidad).

En el marco de nuestra jurisprudencia, hemos abordado aspectos de


esta cuestión al referirse al significado causal de acciones cotidianas respecto
del hecho principal (STS 185/2005), a la del gerente de una sucursal bancaria y
a la intermediación profesional de un abogado en operaciones bancarias (STS
797/2006) y a la participación de operarios que realizarán trabajos de su oficio
que sirvieron para acondicionar un vehículo empleado en el transporte de droga
(STS 928/2006). En estos supuestos es necesario, comprobar que la acción de
colaboración tenga un sentido objetivamente delictivo y que ello sea conocido
por el que realiza una acción qué, en, principio; es socialmente adecuado.

Por ello los actos que convenimos en conocer como "neutrales" serían
aquellos cotidianos de los que se puede predicar que, siendo socialmente
adecuados, no cabe tenerlos por "típicos" penalmente. Y no lo son porque, con
independencia del resultado, esos actos no representan un peligro socialmente
inadecuado.

La STS. 823/2012 de 30 de octubre, considera que por actos neutrales


pueden entenderse actos realizados ordinariamente en el marco de actuaciones
legales, pero que luego pueden ser derivados al campo delictivo. No son actos
típicos de ningún delito. Las SSTS 84/2007; 185/2005; 797/2006; 928/2006;
189/2007 ó 1300/2009, han tratado la problemática de tales actos neutrales. En
general la opinión mayoritaria se inclina por el criterio objetivo para diferenciar
los actos neutrales de los que no lo son, entendiendo que no son actos neutrales
los que conducen inequívocamente a la consecución de un delito. Es decir, se

575
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tiende a la relevancia penal que merezca tal acto por aparecer claramente
favorecedor o tendente a la realización de un delito.

Las sentencias 597/2014 de 30 de julio, 91/23014 de 7 de diciembre y


942/2013 de 11 de diciembre, analizan la cuestión de la tipicidad de los llamados
actos neutrales. Se trata de conductas causales desde un punto de vista natural,
pero que, en tanto que pueden estar amparadas en su adecuación social,
pueden no suponer un peligro (o un aumento del peligro) jurídicamente
desaprobado para el bien jurídico, y, en esa medida, no resultar típicos.

Se decía en la STS nº 34/2007, respecto de los llamados actos neutrales


que "La doctrina reciente estima que, estos actos son comportamientos
cotidianos, socialmente adecuados, que por regla general no son típicos. Tal es
el caso del que aparece como adquirente de un inmueble en un contrato de
compraventa. Lo que plantea esta cuestión es la exigencia de que toda acción
típica represente, con independencia de su resultado, un peligro socialmente
inadecuado. Desde éste punto de partida, una acción que no representa peligro
alguno de realización del tipo carece de relevancia penal. El fundamento de esta
tesis es la protección del ámbito general de libertad que garantiza la
Constitución».

Y se argumenta más adelante, que «(...) la teoría y algunas


jurisprudencias europeas han elaborado diversos criterios para establecer las
condiciones objetivas en las que un acto «neutral» puede constituir una acción
de participación. En éste sentido se atribuye relevancia penal, que justifica la
punibilidad de la cooperación, a toda realización de una acción que favorezca el
hecho principal en el que el autor exteriorice un fin delictivo manifiesto, o que
revele una relación de sentido delictivo, o que supere los límites del papel social
profesional del cooperante, de tal forma que ya no puedan ser consideradas
como profesionalmente adecuadas, o que se adapte al plan delictivo del autor,
o que implique un aumento del riesgo, etc.».

Como señala la citada STS. 942/2013 de 11 de diciembre, la distinción


entre los actos neutrales y las conductas delictivas de cooperación puede
encontrar algunas bases ya en los aspectos objetivos, especialmente en los
casos en los que la aparición de los actos, aparentemente neutrales, tiene lugar

576
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en el marco de conducta del tercero, en la que ya se ha puesto de relieve la


finalidad delictiva. Dentro de estos aspectos objetivos se encuentra no solo la
conducta del sujeto, aisladamente considerada, sino también el marco en el que
se desarrolla. Y a ello ha de añadirse el conocimiento que el sujeto tenga de
dicho marco.

Pues resulta difícil disociar absolutamente aquellos aspectos objetivos


de los elementos subjetivos relativos al conocimiento de que, con la conducta
que se ejecuta, que es externamente similar a otras adecuadas socialmente por
la profesión o actividad habitual de su autor, se coopera a la acción delictiva de
un tercero.

Situación que sería la presente en la que al Sr. Izquierdo se le intervino


un pendrive que contenía la llevanza de la contabilidad B del todo grupo Correa.
En esa contabilidad, además del control de ese dinero, se contenían también
las dádivas a funcionarios y autoridades. También ostentaba la administración
de algunas empresas del Grupo y era titular de algunas cajas de seguridad. Se
encargaba personalmente de algunos pagos de la mediación del Sr. Correa en
adjudicaciones y llevaba la carpeta azul con relación de comisiones por las
adjudicaciones de obras públicas.

Consecuentemente no puede hablarse de actos “neutrales” y el motivo


se desestima.

117.- El motivo décimo cuarto por incorrecta aplicación de la ley al


amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y
29 CP pues no puede considerarse al recurrente como cooperador
necesario de un delito continuado de cohecho activo por el apartado
ESTEPONA.

Alega el recurrente que no puede considerársele cooperador necesario


de un delito continuado de cohecho activo por el apartado de Estepona,
conforme a los dos apartados de los hechos probados que transcribe:

577
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pág. 177 “por su parte, José Luis Izquierdo fue encargado por Pablo
Crespo y Francisco Correa de supervisar los ingresos adeudados a Ricardo
Galeote y su periódica compensación, registrando al efecto las comisiones
devengadas y los distintos servicios prestados a favor de este en un archivo
personal denominado indistintamente “Cuentas Ricardo Galeote” y “Extracto
Ricardo Galeote”, actividad recogida gráficamente en el cuadro “Extracto
Ricardo Galeote”.

Y en la pág. 184: “Con la finalidad de ocultar el verdadero destinatario


de los servicios prestados en beneficio de Ricardo Galeote y sus reales
pagadores así como de ofrecerle una falaz justificación de su abono, se
confeccionaron desde Pasadena Viajes SL, con conocimiento y consentimiento
de aquél, José Luis Izquierdo y, desde al menos octubre de 2002, Pablo Crespo,
diversas facturas y recibos mendaces.”

El recurrente considera que tal conducta descrita en los hechos


probados no puede subsumirse en la cooperación necesaria –apunta a la
complicidad-. Para ello descarta la teoría de la condictio sine qua non, dado que
el Sr. Izquierdo necesariamente hacía anotaciones contables y seguimientos de
los ciclos de cobros/pagos que sus superiores le iban comunicando, la teoría de
los bienes escasos porque su aportación era mínima, y la del dominio funcional
del hecho, al carecer del control del curso de los acontecimientos pues no tenía
posibilidad de impedir la infracción reiterando su concurso.

El motivo se desestima.

En cuanto a la concreta participación de este recurrente hemos dicho en


SSTS 776/2011, de 20 de julio; 927/2013, de 11 de febrero; 158/2014, de 12 de
marzo; 114/2015, de 12 de marzo; 519/2015, de 23 de septiembre; 415/2016,
de 17 de mayo, que la diferencia entre la coautoría y la cooperación o la
participación, radica en el carácter, o no, subordinado del partícipe a la acción
del autor. Será coautor quien dirija su acción a la realización del tipo, con
dominio de la acción, que será funcional si existe división de funciones entre los
intervinientes, pero todas con ese dominio de la acción característico de la
autoría (STS. 590/2004 de 6.5); y se concreta que “existe cooperación necesaria
cuando se colabora con el ejecutor directo aportando una conducta sin la cual

578
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el delito no se habría cometido (teoría de la conditio sine qua non), cuando se


colabora mediante la aportación de algo que no es fácil obtener de otro modo
(teoría de los bienes escasos) o cuando el que colabora puede impedir la
comisión del delito retirando su concurso (teoría del dominio del hecho) (STS.
1159/2004 de 28.10, 891/2006 de 22.9)".

En la STS. 699/2005 de 6.6, se reconoce que para la distinción entre


cooperación necesaria y complicidad, entre la teoría del dominio del hecho y la
de la relevancia , “la jurisprudencia, aún con algunas vacilaciones, se ha
decantado a favor de esta última”, que permite a su vez, distinguir entre
coautores y cooperadores necesarios, visto que “el dominio del hecho depende
no sólo de la necesidad de la aportación para la comisión del delito, sino también
del momento en que la aportación se produce “de modo que ”el que hace una
aportación decisiva para la comisión del delito en el momento de la preparación,
sin participar luego directamente en la ejecución, no tiene en principio, el
dominio del hecho” y así “será un partícipe necesario, pero no coautor”,
concluyendo que “lo que distingue al cooperador necesario del cómplice no es
el dominio del hecho, que ni uno ni otro tienen. Lo decisivo a este respecto es la
importancia de la aportación en la ejecución del plan del autor o autores”.

Así, en la Sentencia 1338/2000, de 24 de julio, se declara que la


participación en el hecho delictivo mediante la cooperación necesaria tiene dos
vertientes que es preciso delimitar: por una parte con la autoría en sentido
estricto (artículo 28.1 C.P.) -se dice que es autor aquél que realiza el tipo previsto
en la norma como propio-; por otra parte con el cómplice, artículo 29 C.P. (el
aplicado), a cuyo tenor son cómplices los que no hallándose comprendidos en
el artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos anteriores o
simultáneos. El cooperador, sea necesario o cómplice participa en el hecho
típico realizado por otro. A su vez, la coautoría implica la realización conjunta,
entre todos los codelincuentes, del hecho descrito en la norma con
independencia del papel asignado a cada uno, porque ninguno ejecuta el hecho
completamente no jugando con ello el principio de la accesoriedad de la
participación. La Jurisprudencia de esta Sala ha señalado al respecto que "la
cooperación necesaria supone la contribución al hecho criminal con actos sin
los cuales éste no hubiera podido realizarse diferenciándose de la autoría

579
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

material y directa en que el cooperador no ejecuta el hecho típico, desarrollando


únicamente una actividad adyacente colateral y distinta pero íntimamente
relacionada con la del autor material de tal manera que esa actividad resulta
imprescindible para la consumación de los comunes propósitos criminales
asumidos por unos y otros, en el contexto del concierto previo", refiriéndose a
las teorías esgrimidas para diferenciar la autoría en sentido estricto de la
cooperación, la de la "conditio sine qua non", la del "dominio del hecho" o la de
las "aportaciones necesarias para el resultado", resultando desde luego todas
ellas complementarias. Por lo que hace a la participación a título de cómplice se
habla de una participación de segundo grado, que implica desde luego evidente
realización de un acto de ejecución, pero accesorio, periférico, secundario o de
simple ayuda, distinto de la trascendente fundamental y esencial que va
embebida en la autoría (S.T.S. de 6/11/96 y las recogidas en la misma).

Y la Sentencia 123/2001, de 5 de febrero, también entra en el examen


de la participación delictiva y expresa que una reiterada doctrina de esta Sala
ha señalado los criterios dogmáticos más utilizados por la doctrina y la
jurisprudencia para delimitar el concepto de autor y distinguirlo de la simple
complicidad. Son las tres teorías que se indican: la objetivo-formal, la objetivo-
material y la teoría del dominio del hecho que han sido manejadas por nuestra
jurisprudencia con mayor o menor adhesión. Las Sentencias de esta Sala de 26
de febrero de 1993 y 27 enero 1998 recogen, en acertada síntesis, los diversos
caminos seguidos por nuestra jurisprudencia para concretar y perfilar el
concepto de autor, en sus tres variantes, y distinguirlo de la complicidad. En
primer lugar se puede optar por considerar autor a todo el que pone una causa
sin la que el resultado no se hubiera producido, aunque diferenciando la causa
(autoría) de la condición (complicidad), con lo que se evade de la teoría de la
equivalencia de las condiciones, que sería insuficiente para distinguir entre
ambas categorías participativas. De la aplicación de la teoría del dominio del
hecho, se sigue como criterio diferenciador, la posibilidad de dejar correr o de
interrumpir la realización de la acción típica, haciendo de este dominio, el signo
distintivo de la cooperación necesaria, relegando la complicidad a los simples
actos de ayuda sin participación en la decisión ni el dominio final del hecho.
Ajustándose a la eficacia de los medios, se ha puesto énfasis en las

580
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aportaciones necesarias para el resultado, teniendo en cuenta el criterio de la


escasez de medios y, en este campo, toda actividad claramente criminal, que
por serlo, el ciudadano corriente no está dispuesto a llevar a cabo, es escasa y
constitutiva de cooperación necesaria si, además es causal para el resultado y
supone la remoción de un obstáculo serio para la comisión del delito. Como
señalan las resoluciones citadas, la jurisprudencia actual viene conjugando
estos criterios, sin adscribirse a ninguno de ellos en exclusiva. Sin embargo, una
de las teorías más aceptadas para conformar la autoría es la que la identifica
con el dominio funcional del hecho. Serán, pues, coautores los que co-dominan
funcionalmente el hecho que se subsume en la conducta típica. Y ese dominio
funcional del hecho que ejerce cada uno de los coautores se manifiesta en el
papel que le corresponde en la división del trabajo, integrado en la decisión
conjunta al hecho. En esa decisión conjunta o común aparecen conectadas los
distintos aportes o tareas en que se divide la realización del hecho. Esa división
de aportes o tareas también se presenta entre autores y cómplices o
cooperadores. La jurisprudencia de esta Sala ya no considera que el acuerdo
previo sin más sea suficiente para construir la coautoría. Constituye una
condición, pero no la única, de la coautoría. Esta surge cuando a la decisión
común acompaña una división de papeles o tareas que no importe
subordinación de unos respecto de otro o de otros y ese aporte principal
exterioriza el dominio funcional de cada uno sobre el hecho que se va a realizar.
La teoría de la participación en sentido estricto -excluida la autoría- se
materializa en dos posibilidades según la importancia de la contribución, de tal
manera que se distingue entre la realización de papeles accesorios o
secundarios para la realización del hecho típico de aquella otra en que la
aportación resulta esencial y necesaria para la ejecución del delito. Esta Sala
viene declarando (cfr. Sentencia de 11 de junio de 1999) que la diferencia entre
la complicidad y la cooperación necesaria radica en la consideración de la
actividad del cómplice como secundaria, accesoria o auxiliar de la acción del
autor principal, frente a la condición de necesaria a la producción del resultado
de la conducta del cooperador necesario. Para que esa conducta sea tenida
como necesaria se ha acudido, como ya dejamos expuesto más arriba, a
distintas teorías que fundamentan esa diferenciación. De una parte la de la
«conditio sine qua non», para la que será necesaria la cooperación sin la cual el

581
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito no se habría cometido, es decir, si suprimida mentalmente la aportación


del sujeto el resultado no se hubiera producido; la teoría de los bienes escasos
cuando el objeto aportado a la realización del delito es escaso, entendido según
las condiciones del lugar y tiempo de la comisión del delito; y la teoría del
dominio del hecho, para la que será cooperación necesaria la realizada por una
persona que tuvo la posibilidad de impedir la infracción retirando su concurso, si
bien un importante sector doctrinal emplaza las situaciones de dominio funcional
del hecho dentro de la coautoría. En la complicidad, por el contrario, se resalta
una participación de segundo grado inscribible en las prestaciones de auxilio
eficaz favorecedor del resultado, pero sin el cual el hecho criminal también era
posible.

Por ello la complicidad “requiere una participación meramente accesoria,


no esencial, que se ha interpretado jurisprudencialmente en términos de
imprescindibilidad o no concreta o relacionada con el caso enjuiciado, no en
términos de hipotéticas coyunturas comitivas” (STS. 1216/2002 de 28.6).
Debiendo existir entre la conducta del cómplice y la ejecución de la infracción,
una aportación que aunque no sea necesaria, facilite eficazmente la realización
del delito de autor principal (STS. 185/2005 de 21.2).

En todo caso, el dolo del participe consiste en la conciencia y voluntad


del coadyuvar a la ejecución del hecho punible. Quiere ello decir que han de
concurrir dos elementos: uno objetivo, consistente en la realización de unos
actos relacionados con los ejecutados por el autor del hecho delictivo, que
reúnan los caracteres y expuestos de esenciales y necesarios –cooperación o
de mera accesoriedad o periféricos (complicidad)-, y otro subjetivo, consistente
en el necesario conocimiento del propósito criminal del autor, y en la voluntad
de contribuir con sus hechos de un modo consciente y eficaz a la realización de
aquél.

Por tanto el requisito del doble dolo ha de concurrir en los casos de


participación en un delito cometido por otro, ya sea a título de cooperador
necesario o de cómplice. El partícipe ha de actuar con un doble conocimiento:
a) Ha de conocer todos y cada uno de los elementos objetivos del hecho
constitutivo del delito que va a cometer o se encuentra cometiendo el autor

582
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

principal. Hasta donde llegue eses conocimiento llegará la responsabilidad


criminal del partícipe; b) Ha de conocer también el cooperador necesario o
cómplice que con su acción u omisión equiparable a la acción –art. 11- auxilia o
favorece o hace posible el delito cometido por el autor principal (STS 188/2006,
de 10 de octubre; 627/2006, de 8 de junio).

- En el caso presente en la fundamentación jurídica de la sentencia (pág.


687) se afirma: “Estos delitos de cohecho en que se basa esta parte de la
acusación están en los regalos que, en forma de servicios turísticos realizó
FRANCISCO CORREA a RICARDO GALEOTE y a las personas de su entorno
en pago de las comisiones devengadas estando FRANCISCO CORREA al
frente de cuantos hechos hemos dicho, PABLO CRESPO es quien autoriza el
libramiento de fondos con que se hacen esos pagos y que JOSÉ LUIS
IZQUIERDO es quien ejecuta materialmente las órdenes de pago y lleva su
control en la contabilidad de las empresas”, lo cierto es que de la mera lectura
de los hechos declarados probados, se desprende además su directa
participación en alguno de los pagos efectuados, y así se afirma: <<El importe
de los referidos servicios turísticos fue parcialmente satisfecho con un ingreso
de 6.000 € efectuado el 18.12.2003 en la Cuenta de Caja Madrid de la agencia
de viajes con fondos de la “Caja B” de Francisco Correa de acuerdo con las
instrucciones y las de Pablo Crespo. A tal fin, consciente del destino de tales
pagos, José Luis Izquierdo retiró esos fondos de la citada “Caja B”>> (pág.
182)”.

Consecuentemente sí está acreditado que ejecuta materialmente las


órdenes de pago, la necesariedad de su aportación no debe ser cuestionada.

No obstante, se constata un error en la sentencia recurrida en la


determinación de la pena de prisión impuesta (4 años y 1 día). En efecto la
propia Sala en otros delitos imputados a este recurrente -por ejemplo el delito
de cohecho en el apartado Majadahonda- aplica lo dispuesto en el art. 65.3 CP,
con la consiguiente rebaja penológica. Siendo así, habrá de llegarse a la misma
conclusión en relación al delito de cohecho analizado y moviéndonos en un
marco penológico de dos a cuatro años de prisión, optamos por la pena mínima,
la misma impuesta en el apartado Majadahonda.

583
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

118.- El motivo décimo quinto por incorrecta aplicación de la ley, al


amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y
29 CP pues no puede considerarse al recurrente como autor de un delito
continuado de falsedad en documento mercantil de Estepona.

Alega el recurrente que no puede considerársele autor de un delito


continuado de falsedad en documento mercantil.

Así, partiendo del folio 688 que dice que “la base para la acusación de
este delito está en relación con los documentos emitidos desde Pasadena Viajes
SL”, transcribe parcialmente los hechos probados.

- Pág. 183: “Para justificar formalmente la salida de fondos de estas


sociedades se emitieron desde PASADENA VIAJES SL, por instrucciones de
FRANCISCO CORREA en connivencia con RICARDO GALEOTE, dos facturas
que reflejaban servicios inexistentes o que ya habían sido abonados por las
entidades locales” Y “Asimismo, con el propósito anteriormente referido de dotar
de apariencia lícita al desvío de fondos de las sociedades municipales, se emitió,
siguiendo las directrices de FRANCISCO CORREA y PABLO CRESPO, la
factura 00104/03 de 12.3.2003 por importe de 370,1 € por supuestos servicios
prestados en relación con FITUR 2003 a la sociedad TURISMO Y
ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL. Esta factura se aceptó y
pagó el 10.6.2003 a sabiendas de su mendacidad, por RICARDO GALEOTE
aprovechándose al efecto de las competencias que como Gerente de esa
sociedad municipal ostentó hasta tan solo cinco días después de efectuado tal
abono”.

- Concluyendo en la pág. 184: “Con la finalidad de ocultar el verdadero


destinatario de los servicios prestados en beneficio de RICARDO GALEOTE y
sus reales pagadores así como de ofrecerle una falaz justificación de su abono,
se confeccionaron desde PASADENA VIAJES SL, con conocimiento y
consentimiento de aquel, siguiendo instrucciones de FRANCISCO CORREA,
JOSÉ LUIS IZQUIERDO y, desde al menos octubre de 2002, Pablo Crespo,
diversas facturas y recibos mendaces”.

584
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Argumenta que de dicho relato fáctico no puede inferirse que el


recurrente pueda ser autor de un delito continuado de falsedades en documento
mercantil porque el relato no declara probado qué documentos concretos había
falsificado ni que en él concurran los elementos exigidos por el tipo penal que
sirve de base para dictar condena. Además este delito exige la intención de
introducir elementos mendaces en el tráfico jurídico y no consta probado que
concurriera el ánimo subjetivo exigido por la falsedad documental por el que se
le acusa.

El motivo, similar al noveno del recurso de Ricardo Galeote, por lo que


estimado este y absuelto dicho acusado del delito de falsedad continuada
relativo a las facturas emitidas por Pasadena Viajes, por aplicación del art. 903
LECrim, procede dicta igual pronunciamiento absolutorio.

119.- El motivo décimo sexto por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía
del art. 5.4 LOPJ por vulneración del principio de presunción de inocencia
del art. 24.2 CE pues no puede predicarse culpabilidad alguna en el
recurrente para condenarle como autor de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil para el apartado de ESTEPONA.

Considera el motivo que no se ha desarrollado en el plenario actividad


probatoria que permita dictar sentencia condenatoria y transcribe, de nuevo,
parte de los hechos probados pág, 181, 182 y 184, “Las comisiones que se
devengaron por las operaciones enumeradas anteriormente se abonaron en
forma de viajes y otros servicios organizados por PASADENA VIAJES SL a
RICARDO GALEOTE y a las personas de su entorno que este indicaba entre
los años 2001 y 2003, recogidos en la tabla "Cuenta Ricardo Galeote". Esos
servicios prestados por PASADENA VIAJES SL alcanzaron, al menos, un
importe total de 7.484,32 € y se documentaron en facturas en las que se ocultó
a su verdadero beneficiario. Tal coste se sufragó, según lo convenido, bien por
Francisco Correa bien por sociedades municipales de Estepona, e incluía tanto
las comisiones ya devengadas como pagos a cuenta de futuras contrataciones
de la entidad pública”... “El importe de los referidos servicios turísticos fue

585
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

parcialmente satisfecho con un ingreso de 6.000 € efectuado el 18.12.2003 en


la Cuenta de Caja Madrid de la agencia de viajes con fondos de la “Caja B” de
Francisco Correa de acuerdo con las instrucciones y las de Pablo Crespo. A tal
fin, consciente del destino de tales pagos, José Luis Izquierdo retiró esos fondos
de la citada “Caja B””; y p. 184: “Con la finalidad de ocultar el verdadero
destinatario de los servicios prestados en beneficio de RICARDO GALEOTE y
sus reales pagadores así como de ofrecerle una falaz justificación de su abono,
se confeccionaron desde PASADENA VIAJES SL, con conocimiento y
consentimiento de aquel, siguiendo instrucciones de FRANCISCO CORREA,
JOSÉ LUIS IZQUIERDO y, desde al menos octubre de 2002, Pablo Crespo,
diversas facturas y recibos mendaces>>.

El motivo reitera las alegaciones expuesta en el motivo anterior de que


en ese factum, nada se imputa al recurrente respecto al delito de falsedad
documental, cuál habría sido la autoría concreta y en qué documento, y no
consta probado que concurren la conciencia y voluntad de integrar cualesquiera
de las conductas descritas en los tres primeros números del art. 390 CP y se
remite a las consideraciones del voto particular.

El motivo deberá ser desestimado. La realización material de las facturas


está suficientemente acreditada. El recurrente estaba integrado en el grupo
Correa desde su inicio y llevaba la contabilidad del mismo como aparece en la
documental obrante en la causa y documentos que le fueron intervenidos, y
testifical, por ejemplo testimonio Rafael de Lira (pág. 616).

Las facturas fueron emitidas por las empresas Special Events y


Pasadena Viajes, empresas de las que José Luis Izquierdo era socio fundador
y apoderado y su autoría material resulta además de la declaración del
coacusado Correa, que el tribunal consideró creible. El propio recurrente en el
motivo undécimo del recurso (pág. 158) al transcribir la declaración de Correa
en cuanto a la participación del recurrente en los hechos, destaca “la confección
de las facturas se hacían siguiendo las instrucciones que daba Correa, fueran o
no reales las mismas”. Siendo así resulta evidente –tal como señala el Ministerio
Fiscal al impugnar el motivo que “el recurrente se colocó en una situación de
ignorancia deliberada al efectuar las facturas por indicación de su principal.

586
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

120.- El motivo décimo séptimo por infracción de ley al amparo de


lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y 29 CP pues
no puede considerarse al recurrente como autor de un delito continuado
de falsedad en documento mercantil del apartado de Majadahonda.

En el desarrollo del motivo transcribe diversas páginas de los hechos


probados:

Al folio 185 se puede leer: “En esa estrategia participó, al menos a partir
de octubre de 2002, PABLO CRESPO, tanto en la planificación de las
adjudicaciones, como en los procedimientos de ejecución orientados a la ilícita
consecución de fondos del Ayuntamiento, como también lo hizo JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, quien, como contable de las empresas de FRANCISCO CORREA,
se encargaba de controlar y anotar el reparto de los fondos entre todos ellos y
de elaborar las mendaces facturas con las que ocultar la realidad de las
defraudaciones que se iban sucediendo. Asimismo, fue fundamental la
participación de ISABEL JORDÁN en la adjudicación de la Oficina de Atención
al Ciudadano (OAC) de Majadahonda, y organización de sus servicios”.

Al folio 190: “en tanto en cuanto que, gracias a esos cargos que
ocupaban dentro del Ayuntamiento, les conferían, de hecho, una capacidad de
control en la gestión y un poder sobre la decisión en la adjudicación, que, puesto
en relación con el control externo de la empresa amiga o afín, en que era
decisivo el papel ocupado por PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO,
conseguían que las adjudicaciones se concretasen a favor de esta, aun
conscientes de que, con esas adjudicaciones, el gasto para la corporación fuera
superior al normal u ordinario, pero que, si así actuaban, era al objeto de generar
fondos con los que llenar la bolsa, y luego desviarlos para ellos mismos o para
terceros.”.

Al folio 191: “Con los fondos que llegaban a esta cuenta se financiaban
actos publicitarios o campañas políticas para el Ayuntamiento de Majadahonda
y la formación política Partido Popular de Majadahonda, así como servicios
particulares de GUILLERMO ORTEGA, JOSÉ LUIS PEÑAS, JUAN JOSÉ

587
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MORENO y CARMEN RODRÍGUEZ, y el control sobre tal gestión lo llevaba


PABLO CRESPO, quien, generalmente, autorizaba el libramiento de fondos
para hacer los pagos, mientras que JOSÉ LUIS IZQUIERDO, como contable,
era quien materialmente los ejecutaba, todo ello bajo la dirección de
FRANCISCO CORREA.”

Al folio 199: “Por su parte, PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO,


de conformidad con lo acordado, ya el día 11/12/2003, comunicaron que, en
nombre de TCM, aceptaban la modificación por esa cuantía de 120.000 €, que
es la cantidad que pasaría a incrementar la 3 “Cuenta Gabinete” (...) El
19/12/2003 PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO, en nombre de TCM,
con la excusa de proceder a una correcta implantación de la OAC, solicitan
disponer de un periodo de rodaje de seis meses de prórroga, que cuantifican en
558.825,23 €.”.

Al folio 203, relativo al apoderamiento de fondos de entidades públicas,


más concretamente el Patronato Monte del Pilar, se dice: "Los apuntes relativos
a estos pagos los registró JOSÉ LUIS IZQUIERDO en la Caja B, contando con
la autorización de PABLO CRESPO."

Folio 206: “Además de las cantidades que recibieron por otros


conceptos, según anotaciones en la Caja Pagos B, del pendrive de JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, CARMEN RODRÍGUEZ recibió en efectivo 4.000 €, el 17/01/2004,
y JOSÉ LUIS PEÑAS 9.000 € el 12/04/2004 y 18.000 € el 28/04/2004.”

Ibíd: “El funcionamiento de dicha cuenta, conocida en el entorno de


FRANCISCO CORREA como cuenta “Willy” se asemejaba al de la cuenta
“Gabinete Majadahonda”, y la administraba el propio FRANCISCO CORREA,
de acuerdo con GUILLERMO ORTEGA, con la colaboración de PABLO
CRESPO desde que, en 2002, llegó a formar parte como director de las
empresas de aquel, y el control que, como contable, hacía de sus movimientos
JOSÉ LUIS IZQUIERDO, quien, además, se encargaba de enmascarar la
identidad del auténtico receptor de las entregas mediante la emisión de facturas
inveraces, y utilizando empresas de aquel, como SPECIAL EVENTS y TCM”.

588
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Al folio 208: “Y, acudiendo el irregular procedimiento de “pagos a


justificar” mediante un ficticio expediente para la confección de un vídeo titulado
“creciendo el calidad de vida”, se apoderó en septiembre de 2001, de 28.571,51
€ (4.753.900 pts), que utilizó, fundamentalmente, para el pago de unos relojes
adquiridos en Joyerías Suárez, a través de SPECIAL EVENTS por importe de
27.117,60 €, mediante tres facturas, que fue abonada por esta mediante un
cheque del Banco de Santander, de fecha 29/09/2001, emitido por JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, siguiendo instrucciones de FRANCISCO CORREA”. (...) Para el
cobro de los 28.571,51 € se expidió por el Ayuntamiento cheque de 20/09/2001,
a favor de GUILLERMO ORTEGA, abonado en su cuenta de Cajamar, contra la
que, a continuación, libró un cheque bancario, el 26/09/2001, por el mismo
importe, a favor de SPECIAL EVENTSS, y ese mismo día JOSÉ LUIS
IZQUIERDO emitió en nombre de esta y a favor de Joyería Suárez cheque por
importe de 27.117,50 €, y el sobrante de lo indebidamente percibido se aplicó a
otros gastos propios de GUILLERMO ORTEGA, abonados con cargo a su
cuenta personal.

Manifiesta el recurrente que en los más de 40 folios de hechos probados


relativos a Majadahonda, solo estos fragmentos se refieren al mismo y estima,
por ello, que el tribunal de instancia no concreta en el relato fáctico hecho alguno
que en sí mismo pueda ser considerado constitutivo de falsedad documental.

Queja inasumible.

La vía casacional del art. 849.1 supone el escrupuloso respeto a los


hechos probados y en el mismo como ya hemos transcrito más arriba, la
intervención del recurrente en la confección de las falsas facturas “en esa
estrategia participó, al menos a partir de octubre de 2002, Pablo Crespo, tanto
en la planificación de las adjudicaciones, como en los procedimientos de
ejecución orientados a la ilícita consecución de fondos del Ayuntamiento, como
también lo hizo José Luis Izquierdo, quien como contable de las empresas de
Francisco Correa, se encargaba de controlar y anotar el reparto de los fondos
entre todos ellos y de elaborar las mendaces facturas con las que ocultar la
vialidad de las defraudaciones que se iban sucediendo (…), el control que, como
contable, hacía de sus movimientos José Luis Izquierdo quien, además se

589
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encargaba de enmascarar la identidad del auténtico receptor de las entregas,


mediante la emisión de facturas inveraces y utilizando empresas de aquel, como
Special Events y TCM”.

Consecuentemente concurren los objetivos y subjetivos del delito


continuado de falsedad documental por el que ha sido condenado.

121.- El motivo décimo octavo por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim, por la vía
del art. 5.4 LOPJ por vulneración del principio de presunción de inocencia
del art. 24.2 CE pues no puede predicarse culpabilidad alguna en el
recurrente para condenarle como autor de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil para el apartado de MAJADAHONDA.

El motivo transcribe diversos párrafos de la fundamentación jurídica de


la sentencia: 712 (“También se le preguntó por la existencia de la red de facturas
falsas, que dijo conocer indirectamente ...”), 715 (“Dijo no ser consciente de la
existencia de una caja B defraudatoria ...”), 742 (“Reconoce -Sra. Rodríguez
Quijano- que fue administradora de PASADENA VIAJES, porque se lo pidió
FRANCISCO CORREA, pero que no tenía trato con la empresa, no hacía nada
en ella, solo iba a firmar el libro de actas cuando se lo decía su marido, que se
lo daba JOSÉ LUIS IZQUIERDO, y ella lo firmaba. No sabe qué funciones
realizaba este ...), 750 (“y niega que ella recibiera cantidad alguna del dinero de
estas facturas, en particular que se lo diera JOSÉ LUIS IZQUIERDO”), 788 (“Por
lo demás, la dinámica de estas operaciones es controlada por PABLO CRESPO,
que es quien autoriza el libramiento de fondos para hacer frente a los pagos por
los servicios prestados, siendo JOSÉ LUIS IZQUIERDO quien materialmente
ejecuta las órdenes de pago y realiza las anotaciones oportunas en la
contabilidad de la organización, todo ello bajo la dirección de FRANCISCO
CORREA”).

Alega el recurrente que toda la prueba practicada únicamente pone de


relieve que solo tenía funciones estrictamente contables sin que hubiera
contribuido en modo alguno a la confección de documentos. Señala que es

590
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

significativo en este punto lo recogido en la página 884: “el informe de la UDEF


53.173, de 01/06/2011, ratificado en la sesión del día 3 y 4 de julio de 2017, que
venimos manejando, en un análisis que asumimos, se detallan distintos apuntes
contables del archivo “Caja Pagos B. xls” del pendrive de JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, donde se pueden observar anotaciones que reflejan numerosas
entregas de dinero, asociadas a unas numeraciones de facturas del
Ayuntamiento de Majadahonda. El referido informe hay que complementarlo con
el de 20/03/2014 y el de 23/07/2014 de la IAGAE, ratificados en la sesión del día
19 de septiembre de 2017”.

El motivo es reiteración de los argumentos alegados en el motivo décimo


sexto relativo al apartado ESTEPONA por lo que las razones allí expuestas para
la desestimación de aquel pueden utilizarse para que el presente siga idéntica
suerte, máxime cuando en este apartado de Majadahonda la sentencia en los
hechos probados después de afirmar que era José Luis Izquierdo quien
elaboraba las facturas mendaces, recoge la relación de facturas falsas emitidas
por las empresas de Correa –y por tanto elaboradas por Izquierdo- para obtener
fondos públicos por trabajos no prestados, fondos que finalmente iban a parar
al propio Correa, Carmen Rodríguez Quijano (su esposa), Juan José Moreno, y
José Luis Peñas, así se detalla en las págs. 203, 204, 211-212, 790, 847, 8948,
884-895.

Siendo así no puede cuestionarse la existencia de prueba acreditativa


de la participación del recurrente.

122.- El motivo décimo noveno por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art. 852 LECrim por la vía
del art. 5.4 LOPJ, por vulneración del principio de presunción de inocencia
del art. 24.2 CE, pues no puede predicarse culpabilidad alguna en el
recurrente como cooperador necesario de un delito de cohecho por el
apartado Castilla y León.

El motivo transcribe las páginas 229 (hechos probados) y 1222


(fundamentación jurídica) de la sentencia y señala que no acreditan que el Sr.

591
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Izquierdo hiciera tales anotaciones y la concurrencia del doble dolo exigido para
el cooperador necesario.

Y en lo que concierne al apartado Castilla y León de la prueba practicada


tampoco se deduce que hubiese un pacto tácito entre autor y cooperador
necesario que fundamentaría su condena.

El motivo se desestima. El tribunal contó con diversas pruebas: además


de la declaración de los coacusados Correa y Crespo, las propias del recurrente
en instrucción introducidas en el plenario al acogerse a su derecho a no declarar,
el material que le fue intervenido en su poder, y la pericial de inteligencia de los
funcionarios policiales 81.067 y 78.777, que elaboraron el informe 45.406/09,
ratificado en la sesión del 29-06-2017.

Y en virtud de todo ello la sentencia concluye en la fundamentación


jurídica: <<En cualquier caso, la ocupación en su poder de la llamada “carpeta
azul”, con la cantidad de operaciones y anotaciones hechas de su puño y letra,
como acredita la prueba pericial caligráfica que obra en el informe
2010D0623BCDE, de 24/09/2010, ratificada en la sesión del juicio del día
12/07/2017 por los peritos que la realizaron, los funcionarios 19.467 y 16.449,
así como el pendrive, es definitivo para mantener que se trataba de un contable
real y efectivo. No negamos que esas anotaciones que realizara fuera por
órdenes o por indicación de aquellos, pero reconoció que se trataba de una
información relevante para la investigación, pues, como hemos visto, era
conocedor de la condición de políticos de relevancia de alguno de los nombres
que en su pendrive aparecían, y no podía negar que en los apuntes que hacía
se movían cantidades de importancia para estos, relacionadas con contratación
y facturación. Ello, puesto en relación con que admitió ser apoderado de
empresas como SPECIAL EVENTS y PASADENA VIAJES, como, por otra
parte, corrobora la prueba relativa al entramando societario de FRANCICO
CORREA, no hace creíble que su actividad dentro del entramado fuera tan
irrelevante como se ha pretendido hacer ver.

Así pues, además de los cargos que ocupó en alguna de las sociedades
de la organización, es la persona de confianza de FRANCISCO CORREA y de
PABLO CRESPO, que ejecuta lo que estos le indican relacionado con la gestión

592
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

financiera y de documentación, y tiene, por lo tanto, encomendadas funciones


como contable y de tesorería, como las relativas al pago de facturas>> (págs.
640 y 641).

Consecuentemente ha existido prueba suficiente para desvirtuar la


presunción de inocencia del recurrente.

123.- El motivo vigésimo por incorrecta aplicación de la ley, al


amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los arts. 28 y
29 CP pues no puede considerársele como cooperador necesario de un
delito de cohecho en el apartado CASTILLA Y LEÓN.

El recurrente se remite a los hechos probados de la sentencia (p. 229)


“Estos cobros, que los recibe en años que ocupaba el cargo de Diputado, le son
hechos en consideración a tal cargo. La entrega se hace por orden de Francisco
Correa y la lleva a efecto Pablo Crespo, mientras que José Luis Izquierdo realiza
las correspondientes anotaciones contables en los archivos”.

Entiende el motivo que las “simples anotaciones contables en los


archivos” no parece que constituya un acto necesario en el delito de cohecho,
pues si suprimimos mentalmente dicha conducta atribuida al Sr. Izquierdo, la
ejecución de dicho delito se habría producido exactamente igual, al ser el
recurrente un simple amanuense.

El motivo se desestima. Los hechos probados que transcribe el motivo


han de ser complementados con otros pasajes del relato fáctico que describen
la participación del recurrente, no solo en el apartado Castilla y León, sino
también en los de Pozuelo y Comunidad de Madrid. Así en la pág. 157, se
declara probado: <<Los acusados implicados, en los términos que veremos
después, percibieron del "grupo Correa" pagos en metálico y en ocasiones
también regalos en especie con motivo de su intervención en las distintas
adjudicaciones de contratos públicos”; afirmándose posteriormente, bajo la
rúbrica “LA TRAMA CORREA Y SUS COLABORADORES Y EMPLEADOS
PARTICIPES EN LOS HECHOS” (pág. 162): <<En lo que es objeto de esta
pieza, la trama que formaban las empresas del “grupo Correa” le permitió a él,

593
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y a las personas que con él colaboraron, como también a los cargos públicos y
funcionarios que se referirán después, de forma concertada, en una empresa
criminal conjunta, de la manera que se describirá en los sucesivos bloques de
estos hechos probados, enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos,
mediante contratos celebrados con administraciones públicas gobernadas por
el PP, conseguidos para sus empresas u otras terceras, con vulneración de la
normativa administrativa, como también apoderarse directamente de cantidades
de esas entidades públicas. Igualmente, se beneficiaron de esos fondos
públicos detraídos ilegalmente terceras personas, respecto de las que no consta
que tuvieran conocimiento de la ilicitud de su procedencia (...).

En la dinámica que se fue tejiendo para tal apropiación, mediaron


sobornos a funcionarios y autoridades, se emitieron facturas falsas y se montó
un entramado entre diferentes sociedades para acceder a la contratación
pública, así como para ocultar la procedencia ilícita de los fondos y su ulterior
destino, hasta hacerlos aflorar al circuito legal, con la consiguiente ocultación a
la Hacienda Pública.

Para la realización de esos planes contaba con la colaboración de


PABLO CRESPO SABARÍS, sobre quien, al menos desde el año 2002,
descargó, de hecho, la gestión de las empresas de ese grupo y se hizo cargo
de controlar la actividad de los demás empleados de dicho grupo, entre los que
se encontraba JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ, quien, como contable, se
encargaba, por órdenes y bajo la supervisión de los dos anteriores, de llevar los
archivos y documentación de las empresas, al objeto de controlar los pagos
efectuados a los responsables de las Administraciones Públicas que, desde
dentro de estas, colaboraban en la irregular contratación de donde provenían
los fondos>> (pág.162 y 163).

Siendo así debe mantenerse la conceptuación de colaborador necesario


que realiza la sentencia de instancia pues sin dejar de reconocer en
determinados supuestos, la dificultad que a veces puede imponer, distinguir la
conducta del cooperador necesario y la del cómplice, en cuanto ambos
cooperan a la realización del delito, viene declarando la jurisprudencia que
existe cooperación necesaria cuando se colabora con el ejecutor directo

594
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aportando una conducta sin la cual no se habría cometido (teoría de la “condictio


sine qua non”), cuando se colabora mediante la aportación de algo que no es
fácil obtener de otro modo (teoría “de los bienes escasos”) o cuando el que
colabora puede impedir la comisión del delito retirando su concurso (teoría del
dominio del hecho) y que la complicidad constituye unan participación
accidental, no condicionante y de carácter secundario, lo que no acaece en el
supuesto de autos por las razones expresadas anteriormente, conforme al juicio
histórico que contiene la sentencia recurrida.

124.- El motivo vigésimo primero por incorrecta aplicación de la ley


al amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim con los arts. 28 y 29 CP
pues no puede considerársele al recurrente como cooperador necesario
de un delito de cohecho en el apartado Pozuelo de Alarcón.

El recurrente recoge diversos apartados de los hechos probados en los


que se dice:

“p. 254: “De las entregas con las que resultaba favorecido, algunas las
hizo JOSÉ LUIS IZQUIERDO, pero, en todo caso, quedaban reflejadas en la
contabilidad que este llevaba, mientras que, por otra parte, ISABEL JORDÁN y
PABLO CRESPO tuvieron un papel destacado en la contratación y facturación
de lo contratado.”

p. 256: “El primero de los ingresos lo realizó, en efectivo, estando al


corriente de la operación y siguiendo esas instrucciones, JOSÉ LUIS
IZQUIERDO, el 22/04/2003, con fondos procedentes de la “Caja B” de
FRANCISCO CORREA en una cuenta corriente de Caja Madrid, titularidad de
NPIS”.

... “Una vez que JESÚS CALVO tiene los dos importes de 240.000 € en
sus cuentas, devuelve uno de ellos a FRANCISCO CORREA, mediante la
entrega de un cheque nominativo a JOSÉ LUIS IZQUIERDO, de fecha
19/06/2003, expedido contra su cuenta de Caja Caminos, que lo recoge en
mano, manteniéndose oculto FRANCISCO CORREA como verdadero titular del
dinero, y, cuando lo tiene en su poder y lo cobra, se distribuyen los 240.000 €,

595
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de manera que se ingresan 60.000 € en la cuenta del Banco Pastor de la


sociedad de su propio grupo, KINTAMANI, se entregan 96.000 € a una tercera
persona a quien, aquí, no se enjuicia, otros 60.000 € quedan en un sobre que
se entrega a JESÚS SEPÚLVEDA el 23/06/2003, y los restantes 24.000 € se
reintegran en la “caja B”.”

p. 257: “Otros cobros en efectivo. Procedentes de diverso origen, JESÚS


SEPÚLVEDA recibió: ... Según anotaciones hechas por JOSÉ LUIS
IZQUIERDO en su carpeta azul, el 18/12/2002, de 1.000.000 €, se le repartieron
60.000 €.

... Estos servicios se abonaron con cargo a la “Caja B” de FRANCISCO


CORREA, encargándose de llevar la contabilidad JOSÉ LUIS IZQUIERDO,
quien realizaba los ingresos en las cuentas bancarias de PASADENA VIAJES
para ir cubriendo la deuda de JESÚS SEPÚLVEDA y familia”.

Considera el recurrente, al igual que en el motivo anterior, que de tales


hechos no se desprende la contribución necesaria por parte del Sr. Izquierdo sin
la cual el delito no se hubiera cometido, al tener únicamente funciones auxiliares
de amaniense contable por ser de la confianza del Sr. Correa.

Dando por reproducidas las consideraciones expuestas en motivos


anteriores en relación a la cooperación necesaria, en los mismos hechos
probados consta que de las entregas con las que resultaba favorecido –Jesús
Sepúlveda Recio- algunas las hizo José Luis Izquierdo, pero, en todo caso,
quedaban reflejadas en la contabilidad que éste llevaba (pág. 254 sentencia).

El motivo, por lo expuesto, deberá ser desestimado.

125.- El motivo vigésimo segundo por incorrecta aplicación de la


ley, al amparo de lo dispuesto en el art. 849 LECrim en relación con los
arts. 28 y 29 CP pues no puede considerársele al recurrente como autor de
un delito de cohecho del art. 423 en el apartado Comunidad de Madrid.

596
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El recurrente transcribe los hechos probados de la Comunidad de Madrid


en los que se hace referencia a José Luis Izquierdo y entiende que la conducta
probada es “el control contable” y difícilmente puede reputarse autor a quien en
lo concerniente a un delito de cohecho del art. 423 CP, se limita a dejar por
escrito las cifras que un tercero le dicta, sin que tenga intervención alguna en la
conducta previa inherente a los trasuntos de dichas cantidades contabilizadas.

A continuación analiza las diversas formas de autoría: el directo, el


mediato y el coautor y como el cooperador necesario y el inductor son
considerados como tales pero no lo son, para concluir que la conducta del
recurrente no puede encuadrarse en la autoría ni en la coautoría.

Dando por reproducida la doctrina expuesta en el motivo 14 y 20, el


presente debe seguir igual suerte desestimatoria.

126.- El motivo vigésimo tercero por infracción de ley del art. 849.1
LECrim en relación con el art. 21.7 CP por concurrir una circunstancia de
análoga significación en el fortalecimiento de las garantías procesales
inherentes al recurso de apelación penal y con ello el recurrente no ha
tenido derecho a la doble instancia penal que en este caso le hubiera
correspondido a la Sala de apelación de la Audiencia Nacional.

El motivo es idéntico en su desarrollo al décimo séptimo del recurso


interpuesto por Pablo Crespo Sabaris por lo que nos remitimos a lo ya
argumentado para su desestimación.

127.- El motivo vigésimo cuarto por vulneración de precepto


constitucional al amparo de lo dispuesto en el art., 852 LECrim y por la vía
del art. 5.4 LOPJ, ambos en relación con los arts. 14, 24.2, 9.3 y 120 CE y
el art. 14.3 c) del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos de
19-12-66 al haberse vulnerado el derecho a la igualdad y a la tutela judicial
efectiva, generando indefensión al haberse infringido su derecho a un
proceso público sin dilaciones indebidas.

597
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Coincidiendo el motivo con el décimo octavo del recurso de Pablo


Crespo, procede su desestimación, por las razones allí expuestas.

128.- El motivo vigésimo quinto por infracción de ley art. 849.1


LECrim en relación con el art. 21.6 CP por concurrir la circunstancia
atenuante de dilaciones indebidas no apreciada por el tribunal.

Dado que el motivo a efectos de evitar reiteraciones se remite a lo


expuesto en el motivo anterior, debe seguir la misma suerte desestimatoria.

RECURSO PEDRO RODRIGUEZ PENDAS (Madrid Municipio y CAM)

129.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional


conforme al art. 852 LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ, conculcación del
derecho fundamental a la defensa, produciendo indefensión por limitación
y obstrucción consciente de las garantías procesales de publicidad,
oralidad, igualdad de armas y contradicción.

Dada la absoluta identidad entre el contenido y desarrollo de este motivo


y el articulado en tercer lugar por el coacusado Guillermo Ortega –pese a la
distinta intervención que ambos tienen, Pedro Rodríguez en la trama Madrid-
Municipio y CAM y Guillermo Ortega en Majadahonda-, nos remitimos a los
razonamientos efectuados en aquel motivo para desestimar el presente.

130.- El motivo segundo por infracción de precepto constitucional


conforme al art. 852 LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ.

Denuncia el recurrente la conculcación de los derechos fundamentales


a una tutela judicial efectiva, sin indefensión, y a un proceso con todas las
garantías incluyendo la correcta motivación de las resoluciones judiciales, con
repercusión en el derecho a la presunción de inocencia, lesión del derecho

598
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fundamental a la presunción de inocencia vinculado al de un proceso con todas


las garantías legales sin la concurrencia de la proscrita arbitrariedad.

La falta de respuesta judicial a pretensiones judiciales oportunamente


planteadas en el proceso tiene un rango constitucional a través de la
proscripción de arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 CE), el derecho a
la obtención de la tutela judicial efectiva de jueces y tribunales (art. 24.1 CE) que
exige la expresión de una motivación pertinente y suficiente de las resoluciones
judiciales y la exigencia de que las sentencias sean siempre motivadas (art.
120.3 CE).

Investigaciones policiales prospectivas subcontratadas por el Ministerio


Fiscal, los informes de inteligencia de la UDEF que parten de premisas erróneas
o falsas y, por tanto, la conclusión obtenida también resulta falsa o fabricada de
manera consciente e interesada para formular la preimputación delictiva de los
investigados y ahora la condena de los acusados.

El motivo coincide literalmente con el numerado como cuarto en el


recurso de Guillermo Ortega, por lo que damos por reproducido lo allí
argumentado en aras a su desestimación.

131.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ al no existir prueba de cargo que
acredite su intervención y/o conocimiento de los hechos por los que ha sido
condenado.

Señala que solo existe en su contra la declaración del testigo-agente


Manuel Morocho y el informe UDEF 56.861.10, que fue realizado precisamente
por aquel agente.

El motivo se desestima, la condena del recurrente se fundamenta en la


sentencia, en las pruebas (declaraciones de acusados, testificales, documental
y periciales) que detalla en las págs.1413-1414.

599
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así, los coacusados Isabel Jordán, Alicia Minguez y Javier Nombela se


refirieron al papel de agente transmisor de Pedro Rodríguez Pendas,
declaraciones de coimputados corroboradas por diversos testigos, en relación
con los delitos enjuiciados, como Mónica Magariños, Elvira Martínez, Lourdes
Barreda, Carmen García Expósito, Julia López Valladares, que resaltaron la
participación del recurrente al señalar que “todos los actos celebrados venían
solicitados por esta persona”.

Igualmente la existencia de correos a él dirigidos acreditan su relevante


implicación en la trama delictiva (por ejemplo el de fecha 6-6-2005, relativo al
asunto Facturas en el que solicita a Alicia Minguez que le dé indicaciones de a
quién ha de facturar; o los referidos a “generación 2004” y de facturas en las
que consta el “recibí y conforme” de Pedro Rodríguez (por ejemplo factura de
67.003’75 € por “trabajos realizados para la campaña Madrid limpio y olímpico”).

Consecuentemente ha existido prueba de cargo suficiente, legalmente


obtenida y valorada de forma lógica y racional que ha permitido a la Sala de
instancia llegara a la convicción de dar por probada la participación de este
recurrente, junto con Alberto López Viejo, en el entramado societario montado
desde fuera por Francisco Correa y continuado por Isabel Jordán, con el que
llega a las instituciones y gracias al engranaje que conforman, en el que es
fundamental la contribución de éstos (pág. 1338) o, a modo de conclusión que
“Pedro Rodríguez Pendás, en ejecución de las decisiones impuestas por su
jefe, Alberto López Viejo, se encargaban de la realización de los actos de la
CAM y eran ellos los que decidían la forma de facturar, una vez realizado el acto,
dando las instrucciones oportunas a las empresas del Grupo Pozuelo, que las
seguían como les decían y a quienes éstas accedían cuando tenían problemas
para cobrar las facturas”.

132.- El motivo cuarto por infracción de ley por aplicación indebida


de los arts.404, 74 y 28.2 CP, 436 CP, 517.2 y 515.1 CP que contienen la
tipificación de los delitos por los que ha sido condenado.

600
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se afirma por el recurrente que de los hechos probados no se desprende


su participación en los delitos señalados (prevaricación continuada, fraude y
exacción ilegales continuado, asociación ilícita).

Alega en síntesis que la inferencia de la Sala es contraria a la lógica,


ausencia de motivación respecto a la extensión penológica impuesta y ausencia
de individualización penológica, y manifiesta que en términos generales nos
encontramos con una condena por hechos de imposible comisión por un
trabajador en relación laboral por cuenta ajena con un contrato de administrativo
de tiempo limitado.

El motivo deviene inadmisible.

En relación a la falta de motivación de la individualización de la pena


impuestas, éstas en lo concerniente a los delitos de asociación ilícita (1 año de
prisión) y delito continuado de fraudes y exacciones ilegales (dos años y un día
de prisión) lo han sido en el mínimo imponible por lo que no precisan de especial
motivación. Y en cuanto al delito continuado de prevaricación la sentencia, tras
destacar que como asesor técnico de López Viejo, asumió de hecho la
organización coordinación y control de pago y facturación de cuantos eventos
éste concedía de forma irregular, razona la imposición de diez años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público en la “ingente cantidad de
actuaciones prevaricadoras detectadas” que le llevan a considerar adecuada la
que solicita el Ministerio Fiscal. No puede, por tanto, invocarse la falta de
motivación.

Respecto a su alegación relativa a su condición laboral, la condición de


asesor viene reconocida en los hechos probados, cuyo respeto exige la vía
casacional del art. 849.1 LECrim y –como ya dijimos en el motivo 12 del recurso
de Carmen Rodríguez la condición de contratado laboral no es obstáculo para
su consideración como funcionario a efectos penales y su participación en el
ejercicio de funciones públicas.

- En lo concerniente a la alegación relativa a que la conducta del


recurrente estaría exenta de responsabilidad en base al art. 20.7 CP, tal cuestión
fue analizada y resuelta en sentido negativo en el motivo sexto del recurso

601
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

interpuesto por Alicia Jordán al que nos remitimos en orden a la brevedad para
su inaplicación, al resultar obvio que fuera manifiestamente de la ley, no es
posible la obediencia debida, reconducida esta antigua eximente al
“cumplimiento de un deber” del actual art. 20.7 CP. Tiene declarado esta Sala
que <<aunque la comisión de ilícitos penales en "obediencia debida" a órdenes
de los superiores queden hoy reconducidos a la eximente de "cumplimiento de
un deber", art. 20.7, en el entendimiento de que especie del género "deber" es
el "deber de obedecer" debe exigirse que la orden sea legitima, no delictiva y de
ilicitud patente, por cuanto el cumplimiento de un deber no constituye una
patente para que bajo su amparo puedan quedar justificados todos los actos
que bajo los supuestos del precepto se realice>> (STS 426/2016 de 19 mayo).
Pero, es más, ni siquiera en el ámbito puramente laboral cabría la posibilidad de
apreciar tal causa de exención, pues igualmente tiene declarado esta Sala: <<El
motivo no puede ser estimado. Es claro que no existía deber alguno que
obligase al recurrente a realizar las acciones delictivas de cohecho estafa y
falsedad documental objeto de condena. Tampoco la relación laboral impone un
deber de obediencia que excuse la realización de acciones conocidamente
delictivas” (STS 2052/2001 de 7 noviembre).

Partiendo de las anteriores premisas, es evidente que en el intangible


factum, constan los elementos de cooperación en los delitos de prevaricación y
fraude por los que el recurrente ha sido condenado, en los mismos se hace
constar tras relatar el acuerdo de López Viejo con Correa y Crespo (pág. 272)
<<Para la ejecución y mejor provecho del anterior acuerdo, ALBERTO LÓPEZ
VIEJO diseñó una novedosa política de comunicación, con mayor presencia de
la Presidenta, que llevaba aparejada un incremento o multiplicación de sus
actos, en la que fue fundamental la ayuda y colaboración de PEDRO
RODRÍGUEZ PENDÁS, su asesor técnico hasta 2007, quien asumió, de hecho,
la organización, coordinación, calendario, contratación, ejecución y pago de
todos aquellos actos que solían celebrarse en la sede de la Presidencia, la Real
Casa de Correos, la Real Casa del Reloj de Sol, y contaban con la presencia de
la Presidenta>>.

Relatando posteriormente (hechos probados página 272 y siguientes) la


principal participación del recurrente en las distintas adjudicaciones

602
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prevaricadoras realizadas, así como en los fraudes a la administración por los


que ha sido condenado, de lo que resulta su directa cooperación a los hechos y
en el menor de los casos, su cooperación necesaria por adhesión (STS
568/2016 de 28 junio, sentencia ya citada anteriormente).

Iguales consideraciones respecto a la obligada sujeción a los hechos


probados debe realizarse respecto al delito de asociación ilícita por el que
también ha sido condenado, describiéndose en el factum su participación dentro
del grupo liderado por Correa, explicitando en los fundamentos jurídicos las
razones de la condena por tal delito: <<A menor escala que ALBERTO LÓPEZ
VIEJO se encuentra PEDRO RODRÍGUEZ PENDAS, que, en todo caso,
consideramos que llegó a formar parte de esa organización, en la que asume el
papel que este le asigna, de convertirse en su correa de transmisión en lo
relativo a esa contratación irregular. No solo las instrucciones que recibe y
cumple impartidas por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, sino los permanentes
contactos con ALICIA MÍNGUEZ para dar salida a esa facturación irregular
evidencian que comparten los mismos fines ilícitos, propios de esa organización
en la que están integrados>>. (FJ pág. 1506)

133.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación indebida de la atenuante de dilaciones indebidas
del art. 21.6 CP toda vez que se ha producido una dilación extraordinaria
en la tramitación del procedimiento, atenuante que concurre además como
muy cualificada.

El motivo, subordinado a los anteriores, hace suyo y reproduce la


motivación aducida por otras defensas al respecto de esta cuestión,
adhiriéndose íntegramente a las mismas y reproduciéndolas.

Alega el motivo que inicialmente todo el denominado caso “Gürtel” se


tramitó bajo las diligencias previas 275/2008 del Juzgado Central de Instrucción
nº 5: La causa estuvo secreta desde su incoación (auto 8-8-2008) hasta el primer
levantamiento parcial (auto 28-9-2009) dictado por el instructor de la Sala de lo
civil y Penal de TSJM, ya bajo las D.P. 1/2009. Luego se produjo un segundo

603
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

levantamiento parcial de secreto (auto de 5-4-2010 del instructor TSJM) y


finalmente el completo (auto 29-11-2010 del instructor TSJM) quedando solo
secreta una pequeña pieza sin importancia, secreto interno, por cierto,
continuamente quebrantado y divulgado, particularmente por determinados
medios de comunicación.

Por auto de 5-3-2009 se había acordado la inhibición del conocimiento


de toda la causa a favor de la Sala de lo Civil y Penal del TSJM ante la presencia
de tres investigados Diputados de la Asamblea de Madrid, siendo íntegramente
remitida por auto de 31-3-2009, una vez aceptada la competencia.

- El 8-6-2011 la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior dictó auto


acordando la inhibición por pérdida sobrevenida de competencia a favor del
Juzgado Central de Instrucción nº 5.

- El juicio oral de la presente causa pieza separada Epoca I se celebró


entre los meses de octubre 2016 y noviembre 2017. La sentencia recurrida fue
dictada 6 meses después, mayo 2018.

La formulación del presente motivo coincide en lo sustancial con el


motivo sexto del recurso articulado por Guillermo Ortega que, a su vez, se
sustentaba en alegaciones de contenido similar a las planteadas por otros
recurrentes, por lo que nos remitimos a los argumentos impugnatorios
formulados frente a los mismos (motivo 29 Alberto López Viejo; motivo 18 Pablo
Crespo Sabaris; motivo 5 Alicia Minguez Chacón; motivo 1 José Javier Nombela
Olmo) por lo que debe seguir igual suerte desestimatoria.

RECURSO RICARDO GALEOTE QUECEDO

134.- El motivo primero al amparo de los arts. 5.4 LOPJ, 851.6, 852
LECrim y con invocación expresa de los arts. 24.1 y 2 CE, 6.1 Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades
Fundamentales (CEPDH) y 14.1 del Pacto Internacional de Derechos

604
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Civiles y Políticos (PIDC) al haber concurrido a dictar sentencia el


magistrado D. José Ricardo de Prada Solaesa, cuya recusación, intentada
en tiempo y forma y fundada en causa legal, fue rechazada.

Se insiste en el motivo que como se dijo en el trámite de cuestiones


previas y en el informe oral, la presencia en el tribunal del referido magistrado
vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva o, si se prefiere, a un proceso justo
en su faceta del derecho al juez imparcial, dado que aquél debería haberse
abstenido (o acordada su recusación en el incidente tramitado con tal finalidad)
por la amistad íntima que le unía con el Sr. Garzón, inicial instructor de la causa.

Cuestión ya analizada en otros recursos –motivo segundo apartado b)


de López Viejo; motivo segundo Crespo Sabaris- por lo que damos por
reproducido lo ya razonado en orden a su desestimación.

135.- El motivo segundo al amparo del art. 852, 5.4 LOPJ y 24.1 y 2
CE al haberse vulnerado el derecho fundamental del recurrente a obtener
la tutela judicial efectiva en la faceta del derecho “al juez predeterminado
por la ley” al haber resuelto la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la
Audiencia Nacional el recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal contra
el auto de sobreseimiento decretado por el magistrado-juez instructor
respecto al Sr. Galeote Quecedo, careciendo aquel tribunal de
competencia funcional para hacerlo.

Argumenta que fue el 1-9-2011 cuando el instructor de la causa (DP


1/2009 del TSJM) dictó auto acordando el sobreseimiento provisional y archivo
de la causa respecto de Ricardo Galeote. En dicha resolución se informaba de
que contra dicho auto cabía recurso de reforma a interponer en el plazo de tres
días ante el propio instructor, o en su caso, recurso de apelación en el plazo de
cinco días para ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJM o recurso de reforma y
subsidiario de apelación en el plazo de tres días ante el propio instructor.

El auto fue recurrido en reforma por alguna de las acusaciones, y tras la


tramitación del mismo, el 17-10-2011 el instructor resolvió el recurso,
desestimando la reforma planteada, a la vez que indicaba a las partes de que

605
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contra la resolución cabía recurso de apelación a resolver por la Sala de lo Civil


y Penal del TSJM.

Y fue el 15-3-2012 cuando sin causa ni razón jurídica, el recurso, en lugar


de sustanciarse y resolverse por la Sala de lo Civil y Penal del TSJM, se hizo
por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que
acordó, con estimación del recurso de apelación formulado, decretar la nulidad
del auto del instructor del TSJM.

Entiende el recurrente que el auto de la Sección Cuarta es nulo al haber


sido dictado por un órgano que carecía de competencia funcional y por
consiguiente, sin valor alguno en aplicación del art. 240.2 LOPJ y también del
art. 766.3 LECrim; en relación con el art. 220 de la misma ley, al disponer que
interpuesto el recurso de apelación las actuaciones han de remitirse a la
audiencia respectiva, que en este caso resultaba evidente era la Sala de lo Civil
y Penal del TSJM.

Por tanto cuando el instructor de las Diligencias Previas 1/2009 del TSJM
dicta los autos de 1-9-2011 y 17-10-2011, la Sala de lo Civil y Penal del TSJM
aún no había perdido su competencia como órgano jurisdiccional superior y por
consiguiente, a ella competía resolver la apelación formulada.

La sentencia recurrida analiza la cuestión planteada (págs. 457 y 458)


entendiendo que al auto de sobreseimiento de 1-9-2011 del instructor del TSJM
fue dictado careciendo de cualquier competencia (ni objetiva ni funcional) para
dictar dicha clase de resolución y así lo declaró la Sala de lo Civil y Penal del
TSJM en el auto 56/11, de 8-6-2011 por el que acordó “inhibirse, por pérdida de
competencia sobrevenida de la competencia, del conocimiento de la presente
causa, acordando su devolución al Juzgado Central de Instrucción nº 5.

Por tanto, tal como indica el auto de la Sección Cuarta de la Audiencia


Nacional de fecha 15-3-2012, aquel auto de inhibición por pérdida de
competencia funcional de la Sala de lo Civil y Penal del TSJM era perfectamente
ejecutivo y productor de efectos e impedía que el instructor pudiera dictar un
auto acordando el sobreseimiento: “Este tribunal (la Sección Cuarta) entiende
que si partimos de la letra y espíritu de los artículos 12, 22 in fine y 25, párrafo

606
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tercero, de la LECrim, el auto de 1-9-2011 -dictado por el instructor del TSJM-


sobrepasa tales previsiones, pues la decisión de sobreseimiento, aun cuando
sea provisional, escapa a la finalidad de conservación de diligencias necesarias
para la preservación del procedimiento, que es a fin de cuentas lo que se
antepone en los artículos citados”, por lo que dicho auto de sobreseimiento era
radicalmente nulo (nulo de pleno derecho) a tenor de lo previsto en el nº 1 del
art. 238 LOPJ por falta de competencia objetiva y funcional de quien lo dictó.

Este era el criterio y el ámbito de actuación del instructor que autorizaba


el auto de 8-6-2011 de la Sala de lo Civil y Penal del TSJM: “la pérdida de la
competencia de esta Sala para el conocimiento de las actuaciones implica a
cesación, desde la firmeza de esta resolución, de toda actividad instructora en
esta causa por el Magistrado Instructor y para el conocimiento por este tribunal
de los recursos contra sus decisiones, salvo en aquellas actuaciones que sea
imprescindible su práctica por su urgencia o inaplazabilidad, hasta la
materialización de la remisión de la causa al Juzgado Central de Instrucción nº
5”.

Consecuentemente la pérdida de competencia por parte del instructor


también determina la de los recursos por parte del tribunal superior por cuanto
como razona la sentencia recurrida, “en evitación de posibles resoluciones
contradictorias entre órganos que ya no van a seguir conociendo y aquellos
otros que lo harán en lo sucesivo”.

En el caso presente la competencia del Tribunal Superior de Justicia


(órgano colegiado y juez instructor) le venía dada por ostentar los investigados
la condición de Diputado de la Asamblea Legislativa de Madrid. La pérdida de
esa condición en aquellas personas determinaba la pérdida inmediata de la
competencia para la investigación y del conocimiento de los eventuales recursos
que pudieran interponerse contra resoluciones del instructor.

Por tanto, como el auto de 1-9-2011 dictado por el instructor en las DP


1/09 del TSJM fue dictado después de la pérdida del aforamiento indicado,
referida resolución debía considerarse nula, y en todo caso, a partir de ese
momento el conocimiento de los recursos contra resoluciones del instructor,

607
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

correspondería a la Sección competente de la Sala de lo Penal de la Audiencia


Nacional.

136.- Por último, no resulta ocioso precisar que tal como destaca el
Ministerio Fiscal en su escrito de oposición al motivo, la cuestión devendría
inocua al ser el sobreseimiento dictado el 1-9-2011 provisional, las diligencias
hubiesen podido reabrirse con posterioridad al acreditarse la existencia de
nuevos elementos de convicción.

En efecto en cuanto a la asimilación de los autos de sobreseimiento


provisional a las sentencias absolutorias a los efectos de la cosa juzgada, las
sentencias firmes y los autos de sobreseimiento libre producen esa eficacia,
pero no surten tal efecto las resoluciones que inadmiten a trámite las denuncias
o querellas por entender que los hechos en que se fundan no son constitutivos
de delito, tampoco tienen esa virtualidad los autos de sobreseimiento provisional
ni los autos dictados al amparo del art. 779.1.1 (SSTS 974/2012, de 5 de
diciembre; 338/2015, de 2 de junio).

En cuanto al concepto y efectos del sobreseimiento provisional, los


motivos son dos. El primero se refiere a los supuestos en que “no resulta
debidamente justificada la perpetración del delito”, motivo que debe
diferenciarse de los que suponen sobreseimiento libre, conforme al art. 637.1.2,
porque se refieren a la inexistencia de suficientes indicios racionales de
criminalidad para estimar la presencia de un delito, en contraste con la absoluta
ausencia de tales indicios que contempla el citado art. 637.1, y con la atipicidad
de la conducta a que se refiere el nº 2, se trata pues de una cuestión fáctica y
no de interpretación jurídica, consistente en apreciar que lo que fueron indicios
siguen existiendo (no han desaparecido y por ello no procede el sobreseimiento
libre) pero sin expectativas de obtener nuevos datos inculpatorios, aspecto que
debe razonarse en el auto que lo acuerde, si se solicita la práctica de diligencias
de prueba (STC. 196/99 de 14.10). El segundo motivo de sobreseimiento
provisional es de índole análoga al primero, pero en vez de recaer la
imposibilidad de prueba sobre la existencia del hecho, se refiere a la vinculación
del mismo con el procesado o sospechoso de ser autor o cómplice o encubridor,

608
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

caso diverso al de exención de responsabilidad penal sin que existan dudas


sobre la vinculación de los exentos como autores materiales o participes (STS.
740/2012 de 10.10).

En ambos supuestos el procedimiento puede ser reabierto, no hay cosa


juzgada (STS. 488/2000 de 20.3), por el mismo órgano (STC. 6.7.94), cuando
nuevos datos o elementos, adquiridos con posterioridad lo aconsejen o lo hagan
preciso.

La reapertura del procedimiento una vez firme el auto de sobreseimiento


provisional depende de que se aporten nuevos elementos de prueba no
obrantes en la causa (STS. 75/2014 de 11.2). De esta manera dijimos en la STS
189/2012 de 21 de marzo, el sobreseimiento provisional tiene dos aspectos. Uno
que no resulta modificable sin más cuando el auto adquirió firmeza que es el
referente a la insuficiencia de los elementos obrantes en la causa para dar paso
a la acusación. Lo más tradicional de nuestras doctrinas procesales ha
entendido en este sentido el concepto de sobreseimiento al definirlo "el hecho
de cesar el procedimiento o curso de la causa por no existir méritos bastantes
para entrar en el juicio". El auto contiene también otro aspecto que autoriza su
modificación sometida a una condición: la aportación de nuevos elementos de
comprobación. Dicho en otras palabras: el auto firme de sobreseimiento
provisional cierra el procedimiento aunque puede ser dejado sin efecto si se
cumplen ciertas condiciones.

La cuestión que puede plantearse es la de decidir si el sobreseimiento


provisional puede ser dejado sin efecto, una vez que la resolución que lo
acuerde ha devenido firme y qué requiere la reaperturación de las diligencias.

Resulta patente que esa provisionalidad en el archivo de las diligencias


puede plantear problemas de inseguridad jurídica del afectado por la inicial
investigación, sobre quien planea la posibilidad de una reapertura. Esa limitación
de sus expectativas de seguridad aparece compensada por las exigencias de
nuevos datos que permitan ser consideradas como elementos no tenidos en
cuenta anteriormente para la decisión de sobreseer. No entenderlo así podría
suponer que la desidia o el error una acusación, por no valorar unos datos
preexistentes, le permite su reconsideración posterior para solicitar, y adoptar,

609
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

su reapertura, con lesión a la seguridad del investigado. Es por ello que en la


jurisprudencia hemos declarado que el sobreseimiento provisional permite la
reapertura del procedimiento "cuando nuevos datos con posterioridad
adquiridos lo aconsejen o hagan precisos". Esto quiere decir que la reapertura
del procedimiento una vez firme el auto de sobreseimiento provisional depende
de que se aporten nuevos elementos de prueba no obrantes en la causa.

Como dijimos en la STS de 30 de junio de 1997:"Es también claro que el


error del Fiscal en el estudio de la causa no puede ser fundamento para privar
al acusado del derecho procesal a que el procedimiento sólo sea reabierto
cuando se presenten nuevos elementos de comprobación. En efecto, el auto
cuya validez se cuestiona más que de reapertura del procedimiento en el sentido
implícito del art. 641 LECr., lo que hace es otorgar a la acusación un nuevo
derecho a formalizar la acusación después de su renuncia expresa a hacerlo en
el momento procesal oportuno. Tal duplicación de oportunidades en favor de la
acusación resulta incompatible con la interdicción de someter al inculpado a un
doble juicio penal ("double jeopardy"), dado que permite que el Fiscal haya
dejado pasar la posibilidad de acusar y luego, sin otra razón que su propio error,
pueda reabrir el procedimiento sin nuevos elementos de prueba. Si el
sobreseimiento provisional ofrece dudas desde el punto de vista del derecho a
la presunción de inocencia, esas dudas se multiplican al máximo si se lo
entiende como una decisión judicial que permite retrotraer el procedimiento en
contra del acusado, como si fuera un recurso de revisión en perjuicio del
inculpado. En este sentido la STC 41/97, de 10-3-9, ha señalado que "la LECr.,
en los arts. 954 y siguientes sólo admite el recurso de revisión en favor del reo,
a semejanza de otros ordenamientos continentales. Que esta decisión
legislativa es fruto de consideraciones constitucionales, profundamente
arraigadas en el respeto a los derechos fundamentales y al valor superior de la
libertad, lo pone de manifiesto el simple dato de que en la V enmienda de la
Constitución norteamericana se consigna la interdicción de someter al reo a un
doble juicio penal ("double jeopardy")". Asimismo en la STS 35/96, de 27-1-96
se sostuvo que "es evidente que, ante la falta de protesta del Ministerio Fiscal
para que se dé cumplimiento al principio de publicidad, no es posible ahora
volver a juzgar al acusado para dar a la acusación una oportunidad procesal que

610
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tuvo y, sin embargo, no ejercitó en tiempo y forma. La prohibición del "double


jeopardy", es decir del doble peligro de condena (...) no está expreso en la CE,
pero está indudablemente implícito en la idea y la tradición de un proceso con
todas las garantías del art. 24.2 CE, por lo tanto, como un derecho fundamental".

En el mismo sentido la STS 6/2008, de 23 de enero: "Tal acotación de


la cuestión explica que entonces dijésemos que no caben interpretaciones
extensivas de la reapertura de la causa sin conculcar la garantía de la
presunción de inocencia, pero, al tiempo, ya recordábamos que dicha limitación
del derecho fundamental resulta sin embargo compensada por las
consideraciones que se requieren para dejar sin efecto el sobreseimiento; dicho
con palabras del clásico de nuestro derecho procesal antes citado: la existencia
de «nuevos datos o elementos de comprobación distintos de los resultantes del
mismo». Es decir el sobreseimiento provisional permite la reapertura del
procedimiento «cuando nuevos datos con posterioridad adquiridos lo aconsejen
o hagan precisos».

Y respecto a la posibilidad de que por un juzgado se investiguen los


mismos hechos ya sobreseídos provisionalmente por otro distinto, la doctrina de
esta Sala (STS. 543/2011 de 15.6), exige que las diligencias de que este
procedimiento trae causa, si bien relacionadas, sean distintas e independientes,
al basarse en hechos nuevos. Por ello la circunstancia de que personas
previamente investigadas por hechos anteriores hayan logrado un
sobreseimiento no impide que sean investigadas posteriormente, pero si se trata
de los mismos hechos sobre los que existe información nueva, es obvio que se
requiere la reapertura de las diligencias sobreseídas provisionalmente. Pero si
se trata de conductas nuevas, presuntamente cometidas en diferentes
circunstancias de tiempo y lugar, con intervinientes que sólo parcialmente
coinciden con los que fueron objeto de la investigación anterior, procede iniciar
un procedimiento nuevo, que en ningún caso puede ser considerado
continuación del anterior.

La aceptación del argumento contrario equivaldría a declarar que quien


es investigado sin éxito adquiere un derecho intemporal de sobreseimiento libre

611
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e indefinido que le confiere inmunidad frente a cualesquiera investigaciones


posteriores.

137.- El motivo tercero al amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ
por vulneración de principio constitucional, en concreto, del derecho a la
presunción de inocencia del art. 24.2 CE y del principio in dubio pro reo.

Se alega en el extracto del motivo que el hecho probado de la sentencia


declara, respecto a Ricardo Galeote que, prevaliéndose de su posición de gestor
de una sociedad pública del municipio de Estepona, adjudicó una serie de
contratos a las mercantiles de Francisco Correa a cambio de una comisión. Esas
comisiones habrían ascendido a la cantidad de 6.911’64 € y se habrían cobrado
mediante el pago de viajes por parte de Pasadena Viajes SL al Sr. Galeote y
personas de su entorno.

Destaca en el desarrollo del motivo que la sentencia condenatoria cuenta


además un voto particular favorable a su absolución del Presidente del Tribunal
que, tras 26 folios -del 1592 al 1628 de la sentencia- llega a igual conclusión que
el magistrado instructor del Tribunal Superior de Justicia que por auto de 1-9-
2011, decretó el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones, si bien
fue revocado por auto de 15-3-2012 de la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal
de la Audiencia Nacional, al estimar el recurso de apelación del Ministerio Fiscal.

Continúa diciendo que el hecho concreto por el que se condena al


recurrente es la adjudicación de cuatro contratos entre los años 2000 y 2003.

a) El primero, la adquisición de 1.332 metros de moqueta a la mercantil


Special Events SL por importe de 822.069 pts (4.949’83 €). Operación por la
que percibió una comisión de 1.803’04 €.

b) El segundo, por compra de 1.000 metros de plástico y 500 metros de


moqueta por importe de 460.404 pts (2.767’08 €) por la que habría recibido una
comisión de 1.202’02 €.

612
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

c) El tercero, compra de 1.500 metros de plástico y 1.500 metros de


moqueta por importe de 8.177’86 €. Recibió comisión de 2.404’05 €.

d) El cuarto, compra de 15 carpas por importe de 6.670.000 pts


(40.087’51 €). Comisión de 1.502’53 €.

Según el hecho probado los tres primeros contratos, de importe inferior


a 10.000 € se adjudicaron directamente a la empresa de Correa Special Events
SL omitiéndose cualquier procedimiento de contratación. El contrato de las 15
carpas, al superar los 30.050’61 € que marca la ley para los procedimientos
negociados sin publicidad, debió tramitarse mediante procedimiento abierto por
subasta o concurso -arts. 73 a 75, 176 y 182 RDLCAP. Por la adjudicación de
estos contratos el Sr. Galeote habría percibido un total de 6.911’64 €.

Se afirma en el motivo que la sentencia para justificar la condena del Sr.


Galeote se basa únicamente en dos elementos: la contabilidad y documentación
intervenida en las empresas del Sr. Correa, y los informes presentados por la
ONIF, en especial el de fecha 18-11-2013 (tomo 237 pieza principal, folio 240)
y sin embargo no da validez a las declaraciones de Correa en el sentido de que
jamás había entregado al Sr. Galeote dádiva o prebenda alguna, y en cuanto a
aquellos informes están plagados de condicionales, hipótesis o posibilidades,
existe una incongruencia en el pago de comisiones, dado que según el hecho
probado ascienden a 6.911’64 €. Aunque la sentencia sostiene que los servicios
prestados por PASADENA VIAJES alcanzaron un total de 7.484’32 €, cuestiona
la facturación de viajes de Annete Pichlmaier -pareja sentimental del recurrente
hasta 2001- en particular una factura de 6-5-2002 de 1.058’32 € y otra de 12-3-
2003, de 370’10 €. Y hace hincapié en la realidad de los contratos adjudicados.

El motivo debería ser desestimado.

- Respecto a la declaración del Sr. Correa, la sentencia de instancia,


folios 468 y 469 recoge: “Ha sido de gran ayuda para la formación de nuestro
criterio la declaración prestada en juicio por FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ,
que, debido a esa inmediación, nos ofreció importantes niveles de veracidad, en
el sentido de que, de la misma manera que ha tratado de exculpar a los
acusados que eran empleados de las empresas de su grupo o de minimizar sus

613
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

responsabilidades, no ha puesto reparos a la hora de relatar sus relaciones con


los políticos con los que mantenía los ilícitos negocios de los que obtenía los
beneficios económicos que luego repartía con ellos. No quiere decirse que todo
cuanto haya declarado lo asuma el Tribunal de manera acrítica, sino que, en la
medida que la jurisprudencia viene exigiendo que ese principio de inmediación
sea avalado mediante la oportuna corroboración, así operaremos, si bien con
matizaciones, por cuanto que no debe ser idéntico el tratamiento cuando
estemos ante prueba de cargo, donde esa corroboración debe ser exigente, o
de descargo.

Entiéndase esto, fundamentalmente, en cuanto que, en su declaración,


ha habido menciones a otros varios acusados, que, en lo que a estos afecta,
habrá de ser ponderada, y ver de qué manera ha de ser tratada como prueba,
con esa diferencia de tratamiento que consideramos que ha de ser dada en lo
que aporte en contra para unos, y lo que sea a favor para otros; en el primer
caso, de necesaria corroboración que la refuerce o avale mediante otros
elementos de prueba, por ser preciso para destruir la presunción de inocencia;
en el segundo, sin tal necesidad, por cuanto que no hay presunción de inocencia
que destruir, lo que resulta coherente con los criterios que viene marcando una
reiterada jurisprudencia, que, en garantía de dicha presunción, solo cuando se
trate de desvirtuarla, no considera suficiente la mera declaración de un
coimputado en contra de otro coimputado, como tampoco determinadas
diligencias realizadas con anterioridad al juicio oral, y que no es sino una
derivación del distinto tratamiento que corresponde a la valoración de la prueba
de cargo y a la de descargo, pues, si la primera, en pro del derecho que esta
presunción confiere a todo ciudadano, exige un refuerzo probatorio y unas
determinadas garantías y/o requisitos (prerrequisitos dicen otros) para una
valoración que lleve a un resultado condenatorio, parecería un contrasentido
que también se exigieran esas garantías o requisitos para valorar una prueba
que contribuya a desactivar una acusación y que conduzca a una sentencia
absolutoria, cuando, precisamente, se llega a juicio con una presunción, que,
por lo tanto, no hay necesidad de desvirtuar.

A lo que habría que añadir (folios 471-472):

614
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tal razón se podrá comprobar a lo largo de esta sentencia que, en


ocasiones, se ha dado valor a la propia declaración de algún acusado, incluso,
cuando, lo por él manifestado, haya sido en descargo propio, y así se ha operado
cuando no hemos encontrado nada que nos convenza de lo contrario o, al
menos, nos ha parecido razonable lo que exponía. Ahora bien, esto que decimos
no debe ser entendido en el sentido de que dicho criterio deba ser aplicado de
manera mecánica, porque también se podrá ver, y con más frecuencia, que se
ha prescindido de tener en cuenta lo favorable, y, si así ha sido, se ha debido a
que se contaba con un bagaje incriminatorio de peso, que permitía descartar
esa versión favorable, que, por no creíble o porque quedaba reducida a una
simple coartada, resultaba incompatible con la prueba de cargo. Y es
conveniente tener en cuenta esto, para no entender lo que decimos como un
tratamiento distinto o discriminatorio, pues, acumulados en el presente
procedimiento hechos distintos, con circunstancias distintas, no todo lo que se
diga para uno de ellos, en materia de valoración de la prueba, que es de lo que
estamos hablando, cabe trasladarlo miméticamente a otro, debido,
precisamente, a que nos encontraremos con situaciones de hecho distintas.

Valga lo que venimos diciendo en relación con las declaraciones de


acusados, fundamentalmente, respecto de la prestada por FRANCISCO
CORREA en juicio, lo que no significa que no deba extenderse a las de otros
acusados, pues, siendo tan extensas como han sido, es natural que, en el curso
de las mismas, haya habido momentos que ofrezcan mayor o menor nivel de
credibilidad, y, por esa razón, se verá que hay casos que, sin salir de la misma
declaración, se dote de mayor credibilidad a una parte de lo declarado, que a
otra (y aquí nos referimos, también, los testimonios), porque no siempre es
lineal, al mismo nivel de veracidad, todo lo que se relate; ahora bien, debe
quedar claro que, debido a ese distinto tratamiento entre lo desfavorable y lo
favorable, aquello que haya sido dicho por uno y consideremos de utilidad para
formar nuestro criterio, si es en contra, no lo utilizaremos, a no ser que cuente
con la oportuna corroboración.”

- Y en relación a los informes de la ONIF, la sentencia no se basa


exclusivamente en tal informe, sino que expresamente se refiere al informe de
inteligencia de la UDEF, y así a los folios 681-684: “Igual de terminante es el

615
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

informe 35.589/11 UDEF-BLA sobre Ricardo Galeote Quecedo al que se refería


a la perito anterior en su informe de 15.11.2013, firmado por sus autores agentes
CNP n° 81.067 (Inspector Jefe de Grupo) y 76.134 de fecha 12.04.2011,
ratificado ante el Tribunal y concluyendo ante, la Sala una vez dadas las
explicaciones y aclaratorias correspondientes, que:

"Una vez analizado la Tabla de Excel a nombre del llamado Ricardo


GALEOTE QUECEDO, como figura en el dispositivo de -memoria, hallado en el
interior del domicilio sito en la Calle Paseo General Martínez Campos n° 32 7°-
6°, de Madrid, de José Luis Izquierdo (R11- Exp 20), se puede establecer que
en el mismo se reflejan una serie de servicios prestados por la Agencia
PASADENA VIAJES para el llamado Ricardo Galeote Quecedo, exconcejal del
Ayuntamiento de Estepona (Málaga), principalmente junto con la llamada
Annete Pichmaier, vinculada personalmente al mismo, la llamada María Isabel
Caballero Fuentes con la que efectuó un viaje al caribe, y/o distintos miembros
de su familia, como el caso de la llamada Mónica Galeote Quecedo, que son
abonados por la propia organización de Francisco Correa Sánchez, mediante
un sistema de compensación basado en el establecimiento de un fondo
procedente de una serie de comisiones con origen en unas Facturas emitidas
por parte de Special Events con destino al Palacio de Congresos y Exposiciones
y a la Sociedad Turismo y Actividades Recreativas de Estepona, S.L. cuyo
concepto se asocia a las palabras "Moqueta" y "Carpa" anotados al haber, cuyo
importe es utilizado para el pago vía descuento de los distintos servicios
turísticos a nombre del llamado Ricardo GALEOTE QUECEDO y o distintas
personas relacionadas con el mismo.

Las cantidades de dinero que la propia organización de Francisco


CORREA establece en concepto de "comisión" y que son destinadas al pago de
servicios de la agencia Pasadena Viajes, a nombre de Ricardo GALEOTE
QUECEDO y/o personas relacionadas con el mismo, ascienden a 6.911,64
Euros.

Los distintos servicios turísticos prestados a nombre de Ricardo


GALEOTE QUECEDO, a través de la Agencia Pasadena Viajes-, se plasmaban

616
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en Facturas y Albaranes a, nombre de "Clientes Central" y de Annette


PILCHMAIER.

La clave “CLIENTES CENTRAL” era un concepto usado, habitualmente


por la organización de Francisco CORREA SÁNCHEZ, en la Facturación de la
Agencia, para referirse a los servicios prestados a determinadas personas,
como el caso de personas públicas y/o responsables políticos, y qué eran
abonados con cargos a fondos de la propia organización.

La utilización de la identidad de Annete PICHLMAIER -persona vinculada


personalmente a él en dicha época- en los distintos albaranes y facturas de la
Agencia Pasadena Viajes, que reflejan el, pago de distintos servicios turísticos,
se infiere que responde el interés del propio Ricardo GALEOTE QUECEDEO,
en ocultar su vinculación con los servicios prestados y no aparecer de forma
directa en los documentos mercantiles que se generan con motivo de la
prestación de dichos servicios (Facturas, Albaranes). Como ha quedado
plasmado en los distintos documentos analizados, al propio Ricardo GALEOTE
QUECEDO se le remitían distintos documentos resumen con los servicios
turísticos prestados en la cuenta bajo el nombre de "Annete PICHLMAIER" y de
la Mancomunidad de Municipios de la Costa de Sol, por lo que era
perfectamente consciente del contenido de dicha "cuenta" y de los servicios que
en la. misma se cargaban.

Las distintas facturas generadas por la agencia Pasadena Viajes donde


se reflejan los servicios prestados para el llamado Ricardo Galeote Quecedo y/o
miembros de su familia y personas vinculadas, -y por tanto documentos actos
para tráfico mercantil y que pertenecen a la fase de ejecución de las operaciones
mercantiles (prestación de servicios), carecen del número de identificación fiscal
del cliente al que se emite. En consecuencia afecta a una de las funciones que
constituyen la razón de ser de un documento, cual es la de garantía, por cuanto
sirve para asegurar que la persona identificada en el documento es la misma a
la que se han prestado unos servicios como atribuyen en el propio documento.

Se trata por tanto de una alteración que afecta a un elemento esencial y


con entidad suficiente como para afectar al normal desenvolvimiento de las
relaciones jurídicas con conciencia y voluntad por parte de los partícipes, de

617
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

enmascarar la realidad. Mediante la elaboración de estas facturas ficticias se


trata de representar una operación mercantil que presenta una apariencia de
veracidad por su estructura y forma de confección”.

Llegados a este punto, queda acreditado que la actividad de Ricardo


Galeote consistía, desde su posición como Concejal de Turismo del
Ayuntamiento de Estepona (Málaga), por la formación política del Partido
Popular y Director de la Sociedad de Turismo y Actividades Recreativas del
Ayuntamiento de Estepona (Málaga), en la contratación de la compra/venta de
distintos productos y/o materiales (suministro de moquetas, plástico o carpas) ,
a través de Special Events SL., así como la contratación de la prestación de
distintos servicios turísticos a través de su Agencia Pasadena Viajes SL.,
sociedades estas vinculadas a la organización de Francisco CORREA
SANCHEZ, obteniendo de éste un conjunto de contraprestaciones económicas
(comisión) que son destinadas al pago de los distintos servicios turísticos de
carácter particular prestados a su nombre y/o personas afines al mismo por
parte de PASADENA VIAJES mediante una compensación (cuenta cliente)
habiendo obtenido un provecho propio y para personas de su entorno mediante
la percepción de servicios de carácter turístico por parte de la sociedad
PASADENA VIAJES pagados con fondos procedentes de las comisiones
percibidas por el suministro de materiales, y siendo el mismo perfecto conocedor
de las contrataciones efectuadas, puesto que a su nombre se le remitían los
distintos documentos generados, y que los servicios turísticos prestados a
nombre del mismo y/o personales relacionadas con el mismo, se ocultaban bajo
la confección de Facturas, a nombre de la llamada "Annete PICHLMAIER" y
"Clientes CENTRAL" sin que conste ningún pago en efectivo ni mediante talón
a Francisco Correa de los distintos servicios turísticos contratados a través de
la Agencia Pasadena Viajes SL, ni dato alguno que vincule la actividad de
Annete Pichlmaier, como traductora para las entidades municipales de
Estepona, con el pago de aquéllos, todo ello sin olvidar las manifestaciones del
perito, Juan Carlos Gómez Condado, funcionario de la Intervención General de
la Administración del Estado (IGAE), al Tribunal diciendo que "lo de las carpas
debería haber sido por concurso, no hay pliego de condiciones técnicas" y que
"una sociedad del Ayuntamiento, desde el punto de vista legal, no puede tener

618
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

una línea de crédito con una empresa .como la de Francisco Correa, no se


puede endeudar".

Informes estos que la sentencia califica de contundentes por su precisión


y elementos de corroboración al basarse en documentos notoriamente
incriminatorios, recogiéndose en aquellos:

Extracto RICARDO GALEOTE

FECHA CONCEPTO DEBE HABER SALDO

Comisión Fra. 00/147 1803,04


01/01/2001 Moqueta
30/03/2001 Comisión Fra.01/0037 1202,02
Moqueta
14/05/2001 N/Fra. 0268/01 292,22

13/06/2001 N/Fra. 0344/01 197,99

04/07/2001 N/Fra. 0405/01 1071,81

20/08/2001 Comisión Fra. 01/0096 1502,53


Carpa
04/10/2001 N/Fra. 0652/01 816,36

23/11/2001 N/Fra. 0727/01 215,17

31/12/2001 N/Fra. 0791/01 223,96

21/01/2002 N/Fra. 0033/02 88,55

04/04/2002 Albarán 1050/02 144,21

11/06/2002 Cheque 2172771 Caja Sur 1058,32

25/07/2002 N/Fra. 0476/02 148,21

11/07/2002 N/Fra. 0500/02 147,21

12/08/2002 N/Fra. 0497/02 2898,00

14/08/2002 N/Fra. 0445/02 97,84

22/10/2001 N/Abono 0636/02 152,21

25/10/2002 N/Fra. 0652/02 209,00

05/12/2002 N/Fra. 0762/02 324,84

21/12/2002 N/Fra. 0761/02 344,84

619
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

26/02/2003 Comisión Fra. 03/0041 2404,05 -


Moqueta 901,96
16/06/2003 Albarán 1250/03 185,90

29/0/2003 N/Fra. 0448/03 374,63 -


341,43

Fuente R11-Exp 20 “Extracto Clientes (especiales).xls” Hoja R. Galeote

Las primeras filas de dicho cuadro coinciden con las de otro archivo,
incautado en el domicilio de José Luis Izquierdo López y denominado "Archivo
Cuentas Ricardo Galeote" (esta vez en pesetas):

Fecha C o n c e p t o Importes Importes Saldo


DEBE HABER

01/01/2001 Comisión Fra. 00/147 300.000 pta


Moqueta

30/03/2001 Comisión Fra.01/0037 200.000 pta


Moqueta

14/05/2001 n/Fra. 0268/01 48.622 pta

13/06/2001 n/Fra. 0344/01 32.943 pta

04/07/2001 n/Fra. 0405/01 178.335


pta

20/08/2001 Comisión Fra. 01/0096 250.000 pta -490.100 pta


Carpa

Y como se ve a continuación, todos ellos también figuran en la cuenta de Dña.


Annette Pichmaier de la agencia de viajes:

CUENTA DE ANNETE PICCMAIER

620
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Nº FACTURA FECHA SERVICIO SERVICIO IMPORTE


EUR
00652/01 04/10/01 AVION MUNICH-MALAGA- 661,9
MUNICH/MALAGA-BASILEAMUNICH
07-08/10/2001 REEMBOLSO MALAGA-
MUNICH

HOTEL MUNICH
00727/01 23/11/01 AVION MALAGA-MUNICH-MALAGA 215,17

00033/02 21/01/02 TREN MADRID-MALAGA 88,55

00405/01 05/06/01 AVION MALAGA-LONDRES-MALAGA 1071,81

HOTEL LONDRES
00344/01 16/06/01 AVION MALAGA-MUNICH MALAGA 197,99

00791/01 03/01/02 TREN MADRID-MALAGA-MADRID 223,96

R06-04-E21-T19 (5)

Resulta significativo que en el extracto de cuenta del Sr. Galeote, hallado


en el registro del domicilio del acusado Izquierdo se utiliza la palabra “comisión”
referida a “moqueta” y “carpas”.

Siendo así la sentencia ha contado con prueba suficiente para enervar la


presunción de inocencia del recurrente por cuanto en relación a la vulneración
de la presunción de inocencia respecto a la tesis defensiva del acusado por
existir alternativas plausibles razonables, en SSTS 784/2009, de 14 de julio;
681/2010, de 15 de julio; 211/2017, de 29 de febrero; 817/2017, de 13 de
diciembre, tenemos dicho que para determinar si esta garantía ha sido
desconocida, lo que ha de constatarse en primer lugar son las condiciones en
que se ha obtenido el convencimiento que condujo a la condena. Esto exige que
se examine si la aportación de los elementos de la discusión sobre la
aceptabilidad de la imputación se efectúa desde el respeto al método legalmente
impuesto, de suerte que los medios de prueba sean considerados válidos y el
debate se someta a las condiciones de contradicción y publicidad.

En segundo lugar, como también indicábamos en aquellas resoluciones,


y como contenido específico de este derecho fundamental a la presunción de
inocencia, deberá examinarse si, prescindiendo del grado de seguridad que el
Juez tenga sobre el acierto de su convicción, ese método ha llevado a una

621
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

certeza objetiva sobre la hipótesis de la acusación. No porque se demuestre una


verdad indiscutible de las afirmaciones que funda la imputación. Sino porque,
desde la coherencia lógica, se justifique esa conclusión, partiendo de
proposiciones tenidas indiscutidamente por correctas.

Para constatar el cumplimiento de este específico presupuesto de


enervación de la presunción constitucionalmente garantizada han de verificarse
dos exclusiones:

La primera que la sentencia condenatoria no parte del vacío probatorio,


o ausencia de medios de prueba, que aporten proposiciones de contenido
incriminador y sean válidamente obtenidas y producidas en el debate oral y
público.

El vacío habrá sido colmado cuando, más allá del convencimiento


subjetivo que el Juez, al valorar los medios de prueba, adquiera sobre la
veracidad de la acusación, pueda estimarse, en trance de revisión, que no
sustitución, de la valoración del Juez, que los medios que valoró autorizan a
tener por objetivamente aceptable la veracidad de la acusación o, si se quiere,
a excluir la mendacidad de la acusación.

La segunda la inexistencia de alternativas, a la hipótesis que justificó la


condena, susceptibles de ser calificadas como razonables. Y ello porque, para
establecer la satisfacción del canon de razonabilidad de la imputación, además,
se requiere que las objeciones oponibles se muestren ya carentes de motivos
racionales que las justifiquen de modo tal que pueda decirse que excluye, para
la generalidad, dudas que puedan considerarse razonables.

Ahora bien ello no implica que el Tribunal esté obligado a considerar


probadas todas las alegaciones formuladas por el acusado, ni que tenga que
realizar un análisis exhaustivo de cada una de las pruebas practicadas, lo que
sí está obligado que es a ponderar y valorar la prueba de descargo junto con la
de cargo, lo que representa un presupuesto sine qua non indispensable para
que el juicio de autoría pueda formularse con la apoyatura requerida por nuestro
sistema constitucional. No se trata, claro es, de abordar todas y cada una de las

622
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afirmaciones de descargo ofrecidas por la parte pasiva del proceso (STS


258/2010 de 12 marzo, 540/2010 y 8 junio).

En palabras del Tribunal Constitucional exige solamente ponderar los


distintos elementos probatorios, pero sin que ello implique que esa ponderación
se realice de modo pormenorizado, ni que la ponderación se lleve a cabo del
modo pretendido por el recurrente, sino solamente que se ofrezca una
explicación para su rechazo (SSTC. 187/2006 de 19 junio, 148/2009 y 15 junio).

138.- El motivo cuarto por infracción de ley al amparo de lo


dispuesto en el art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 8 CP al
infringir las normas que rigen la concurrencia de normas y de delitos en
relación con los arts. 436, 420, 404 y 392 CP.

Alega que el hecho por el que se ha condenado al Sr. Galeote consiste


sucintamente, en la adjudicación de cuatro contratos a las empresas de Correa,
a cambio de unas comisiones que alcanzaron 6.911´64 €. Esas comisiones se
abonaron al Sr. Galeote y a personas de su entorno, en forma de billetes de
avión, tren y estancias en hoteles. Y por ese hecho la sentencia le condena por
cinco delitos: uno de prevaricación (art. 404), otro de fraude a la administración
(art. 436), y un tercero de cohecho (art. 419 y 420) y dos delitos de falsedad
documental (art. 392 CP).

Pues bien, pese a la identidad de los hechos objeto de la condena -


adjudicación de contratos a cambio de comisiones- una misma conducta es
objeto de cinco sanciones diferentes. Es más, el tribunal de instancia ni tan
siquiera se plantea la existencia de un concurso de normas, o incluso de delitos,
sino que opta por la solución más gravosa para el recurrente mediante la
aplicación del concurso real del art. 73 CP.

El desarrollo del motivo obliga a precisar que en el concurso de normas


el hecho es único en una doble vertiente de natural (de la realidad) y jurídica (de
la valoración) pues el hecho lesiona del mismo modo el bien jurídico que es
tutelado por las normas concurrentes, por lo que el contenido del injusto y de
reproche del hecho queda totalmente cubierto con la aplicación de solo una

623
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

norma de dichas normas penales, haciendo innecesaria la aplicación de las


demás. Es decir, la idea central en todo concurso aparente de normas es que el
desvalor de uno de los tipos aparezca incluido en el desvalor tenido en cuenta
en el otro. Dicho con otras palabras, que la desaprobación de una conducta
descrita en la ley y expresada en la pena que la misma ley señala para esa
conducta abarque el desvalor de otro comportamiento descrito y penado en otro
precepto legal. Esta relación de consunción, más que en ningún otro supuesto
concursal, supone que el examen entre los tipos penales que convergen en la
subsunción se verifique, no en abstracto, desde una perspectiva formal, sino
atendiendo a las acciones concretas desarrolladas por el acusado, puesto que
las soluciones de consunción no admiten un tratamiento generalizado. Mediante
este principio encuentran solución tanto los casos que al tiempo que se realiza
su tipo penal se realiza simultáneamente otro delito -hecho acompañante- y
aquellos otros en los que se comete un segundo delito con el fin de asegurar o
aprovecharse de los efectos de un delito previo -hecho impune o acto copenado-
.

Esta Sala Segunda del Tribunal Supremo en ss. 97/2015, de 2 de


febrero; 413/2015, de 30 de junio; 454/2015, de 10 de julio; 544/2016, de 21 de
junio; 817/2017, de 13 de diciembre; ha precisado como la doctrina científica y
jurisprudencia son contestes en considerar que el concurso de leyes se produce
cuando un mismo supuesto de hecho o conducta unitaria pueden ser
subsumidos en dos o más distintos tipos o preceptos penales de los cuales sólo
uno resulta aplicable so pena de quebrantar el tradicional principio del "non bis
in idem". Distinto es el caso del concurso ideal de delitos, que tiene lugar cuando
también concurren sobre un mismo hecho varios preceptos punitivos que no se
excluyen entre sí, siendo todos ellos aplicables (SSTS. 1424/2005, de 5.12,
1182/2006, de 29.11, 1323/2009 de 30.12).

Entre uno y otro supuesto existe una diferencia esencial u ontológica que
radica en que en el concurso de normas el hecho o conducta unitaria es único
en su vertiente natural (de la realidad) y en la jurídica, (de la valoración), pues
lesiona el mismo bien jurídico, que es protegido por todas las normas
concurrentes, con lo que la sanción del contenido de la antijuricidad del hecho
se satisface con la aplicación de una de ellas, porque la aplicación de las demás

624
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

vulneraría el mencionado principio del "non bis in idem". En cambio, en el


concurso ideal de delitos, el hecho lesiona distintos bienes jurídicos, cada uno
de los cuales es tutelado por una norma penal concurrente, de suerte que aquel
hecho naturalmente único es valorativamente múltiple, pues su antijuricidad es
plural y diversa, y para sancionar esa multiplicidad de lesiones jurídicas es
necesario aplicar cada una de las normas que tutelan cada bien jurídico
lesionado.

Como recuerda la STS. 342/2013 de 17.4, el concurso de normas


implica, por definición, una unidad valorativa frente al hecho cometido, de suerte
que la aplicación de uno solo de los tipos que convergen en la definición del
concurso, es más que suficiente para agotar todo el desvalor jurídico-penal que
puede predicarse de la infracción. Forma, pues, parte de su fundamento la
suficiencia de uno de los preceptos para la correcta y plena valoración jurídico-
penal de la conducta. De no acoger las normas concebidas por el legislador para
la solución de esos casos de colisión de preceptos penales, se correría el riesgo
de incurrir en una doble incriminación del hecho, con la consiguiente quiebra del
principio de proporcionalidad (cfr. STS 254/2011, 29 de marzo).

En definitiva, sólo cabe un criterio de valoración jurídica necesariamente


impreciso: si la aplicación de una norma cubre la totalidad de la significación
antijurídica del hecho, nos encontramos ante un concurso de normas, si para
abarcar toda esa significación antijurídica es preciso acudir al castigo conforme
a las dos leyes en juego, estamos ante un concurso de delitos, real o ideal,
según las características de cada hecho. (SSTS 892/2008 del 26 diciembre,
1323/2009 del 30 diciembre).

- Por otra parte el concurso de delitos tiene lugar cuando concurran


también sobre un mismo hecho varios preceptos que no se excluyen entre sí,
siendo todos aplicables, por cuanto el hecho lesiona más de un bien jurídico,
cada uno de los cuales es tutelado por un precepto penal diferente, de modo
que para responder al diverso contenido del injusto del hecho deben ser
aplicadas las distintas normas que tutelan los diversos bienes jurídicos frente a
acciones que también son diversas (SSTS 671/2006, de 21 de junio; 1182/2006,
de 29 de noviembre; 1323/2009, de 30 de diciembre).

625
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso concreto el recurrente propugna la aplicación del art. 8 CP


pero no concreta qué regla del mismo debe aplicarse, ni qué delitos se
subsumen y en todo caso de los hechos probados no resulta la existencia de
una conducta única -ni fáctica, ni jurídica- ni la posibilidad de que los hechos
puedan ser calificados de acuerdo con un precepto que abarque la totalidad de
la conducta; por el contrario se producen acciones diferenciadas: se produce un
acuerdo para defraudar, se solicitan y aceptan comisiones, se celebran y
adjudican los contratos de forma irregular y se simulan facturas.

139.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo de lo


dispuesto en el art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 404 CP,
en cuanto al delito de prevaricación.

Se argumenta en el motivo que la condena del recurrente por dicho delito


se justifica por la adjudicación del contrato de compra de 15 carpas a la mercantil
de Francisco Correa, Special Events, pero el tribunal no analiza ni, por tanto,
motiva, los elementos del tipo de prevaricación administrativa o la posible
existencia de un concurso, bien de normas, bien de delitos, con el resto de
delitos formuladas por la acusación, sino que asume directamente la petición
de condena del Ministerio Fiscal.

A continuación detalla los requisitos del delito de prevaricación para


concluir que no concurren en la actuación del recurrente, ya que si bien éste era
concejal de Estepona, la adjudicación de tales contratos se ajustaron a la
legalidad vigente que permitía la adjudicación directa, dadas las especiales
circunstancias del contrato.

El motivo se desestima.

La vía casacional del art. 849.1 exige partir del relato de hechos
probados de la sentencia recurrida, y en el mismo se hace constar:

“El 11.2.2000 el acusado RICARDO GALEOTE QUECEDO fue


nombrado Gerente de la sociedad municipal TURISMO Y ACTIVIDADES
RECREATIVAS DE ESTEPONA SL por su Consejo de Administración. Tal

626
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

entidad tenía como socio único al Ayuntamiento de Estepona, integrado este en


su Junta General y en su Consejo de Administración a través de sus Concejales,
y como principal objeto social el fomento y la promoción del turismo local. El
citado acusado, aprovechándose de las competencias que en materia de
contratación y ordenación de pagos le otorgaba su cargo, convino con
FRANCISCO CORREA, con el fin de procurarse ilícitamente un mutuo beneficio,
la adjudicación directa a las sociedades de este de determinados contratos por
aquella entidad municipal a cambio de una comisión>> (pág. 177).

En dicho relato, posteriormente se describen las distintas y directas


adjudicaciones efectuadas: “Las adjudicaciones referidas se efectuaron de
forma directa a la sociedad de FRANCISCO CORREA omitiendo cualquier
procedimiento de contratación vulnerando así los principios de publicidad,
concurrencia y objetividad que han de presidir la contratación pública
contraviniendo de ese modo lo dispuesto en la Disposición Adicional Sexta del
TRLCAP.

Por otra parte, la adquisición de 15 carpas (factura nº 01/096, de


28.2.2001), como contrato de suministro de importe superior a 30.050,61 €,
debió haberse tramitado mediante procedimiento abierto por subasta o concurso
ex arts. 73 a 75, 176 y 182 TRLCAP, no procediendo en ningún caso la
adjudicación directa del servicio (pág. 181).”

Consecuentemente, tal como señala el Ministerio Fiscal en su oposición


al motivo, en ningún caso consta, ni se deriva de los hechos probados que la
adjudicación del servicio pudiera ser directa.

En el factum se describen los elementos nucleares y periféricos del delito


de prevaricación por el que ha sido condenado el recurrente. Así consta: en
primer lugar, el acuerdo previo con Correa para la adjudicación de los referidos
contratos, a cambio de la correspondiente remuneración; en segundo lugar, la
condición de autoridad del recurrente con capacidad para la realización de los
mismos (autor directo o material); en tercer lugar, la grosera vulneración de las
disposiciones legales reguladoras de las referidas adjudicaciones de dicho
contratos -dada la condición de Empresa Pública de la que era Gerente el
recurrente-, que se realizaron sin publicidad.

627
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es patente la vulneración de lo establecido en la disposición adicional


sexta de RDL aplicable en la fecha de los hechos que establece: <<“Principios
de contratación en el sector público”.- Las sociedades mercantiles en cuyo
capital sea mayoritaria la participación directa o indirecta de las
Administraciones públicas o de sus Organismos autónomos, o Entidades de
Derecho público, se ajustarán en su actividad contractual a los principios de
publicidad y concurrencia, salvo que la naturaleza de la operación a realizar sea
incompatible con estos principios>>, infracción que se produjo tanto en los
contratos menores como el de importe superior a los de 30.050,61 euros, que el
recurrente pretende incardinar dentro de la excepción prevista respecto de la
cuantía en el artículo 182 del RDL 2/2000, pretendiendo su inclusión en
supuesto no previsto en el artículo 172 del referido RDL, pues no se alcanza a
comprender que la adquisición de las 15 carpas que dieron lugar a la factura y
pago de 40.087,51 €, puedan incardinarse en las “características especiales”,
que exige el precepto, sobre todo cuando es doctrina consolidada que las
causas legalmente previstas para un procedimiento restringido son de
interpretación estricta, no siendo la mera conveniencia u oportunidad argumento
suficiente para acudir a esta vía de contratación.

Además, olvida el recurrente que el propio artículo del 182 del referido
RDL, para su aplicación establece como “condictio sine qua non”, que “Podrá
utilizarse el procedimiento negociado sin publicidad previa cuando concurra
alguna de las circunstancias siguientes, que habrán de justificarse en el
expediente” y nada se dice en los hechos probados de justificación alguna.

Por el contrario, el informe emitido por la IGAE, suscrito por el perito Juan
Carlos Gómez Condado, al que se refiere la sentencia en la pág. 684, señala
que “lo de las carpas debería haber sido por concurso, no hay pliego de
condiciones técnicas” y “una sociedad del Ayuntamiento desde el punto de vista
legal, no puede tener una línea de crédito con una empresa como la de
Francisco Correa, no se puede endeudar”.

Omisión de los trámites procedimentales que –como ya hemos dicho en


el recurso interpuesto por López Viejo, motivo séptimo – es una de las razones
que pueden dar lugar a la calificación delictiva, porque las pautas establecidas

628
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para la tramitación del procedimiento a seguir en cada caso tienen normalmente


la función de alejar los peligros de la arbitrariedad y la contradicción con el
derecho (STS 49/2010, de 4 de febrero). Por ello cabe apreciar un acto delictivo
cuando omitir las exigencias procedimentales suponga principalmente la elusión
de los controles que el propio procedimiento establece sobre el fondo del asunto,
pues en estos casos, la actuación de la autoridad o funcionario no se limita a
suprimir el control formal de su actuación administrativa, sino que con su forma
irregular de proceder elimina los mecanismos que se establecen precisamente
para asegurar que su decisión se sujeta a los fines que la ley establece para la
actuación administrativa concreta en la que adopte su resolución siendo, en este
sentido, trámites esenciales.

Situación que sería la presente en que las adjudicaciones de contratos


obedecieron a la mera voluntad del recurrente siendo por ello arbitrarias y
subsumibles en el delito de prevaricación.

140.- El motivo sexto por infracción de ley, al amparo de lo


dispuesto en el art. 849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 436 CP
en relación con el art. 74 en cuanto al delito de fraude a la Administración.

Argumenta que la Sala de instancia condena al recurrente por un delito


de fraude a la administración, justificando su decisión (folio 686) en que “en el
caso que nos ocupa está claro el acuerdo defraudatorio, con el que queda
consumado el delito, pero es que es más, se ha producido el agotamiento del
mismo al haberse producido el fraude con el correlativo menoscabo de las arcas
públicas.

Sostiene el recurrente que en los hechos probados no se especifica en


qué consistió el acuerdo constitutivo del fraude y cuestiona la prueba practicada
en el sentido de que los apuntes contables que constan en la contabilidad
intervenida en las empresas de Correa son confusos y no se desprende que se
refieran al Sr. Galeote, e insiste en la incoherencia de las comisiones que se
dice percibió éste y en que la adjudicación de contratos se hizo conforme a la
legalidad vigente; sin que en ningún momento se buscara un beneficio ilícito sino

629
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un ahorro del Ayuntamiento; no dándose por ello los elementos del delito de
fraude.

El motivo no puede merecer favorable acogida.

Como ya hemos sostenido en idénticos motivos de otros recurrentes, la


jurisprudencia, vid. SSTS 362/2018, de 18 de julio y 613/2018, de 29 de
noviembre, tiene declarado que en cuanto al delito de fraude a la administración
la tipicidad exige la connivencia o el uso de un artificio para defraudar a la
administración y no es preciso la existencia de un concreto perjuicio, sino su
persecución por parte de los funcionarios públicos encargados de un proceso
de contratación pública, que se conciertan con el interesado en la actuación
administrativa:

Es un delito de simple actividad, con una finalidad perseguida, un


elemento subjetivo del injusto que es identificado con la preposición "para ",
describiendo la finalidad pretendida. La defraudación consiste siempre en el
quebrantamiento de una especial relación de confianza. No requiere que el
funcionario se haya enriquecido personalmente, ni que la administración
correspondiente haya sido sujeto pasivo de una acción que le haya dañado
efectivamente su patrimonio. El delito por el contrario, se consuma por el
quebrantamiento de los deberes especiales que incumben al funcionario,
generando un peligro para el patrimonio de la entidad pública. Se trata de un
delito que protege tanto el lícito desempeño en la función pública como el
patrimonio público frente a los riesgos que el incumplimiento de los deberes el
cargo puede generar al mismo.

En esa tipicidad no es precisa la efectiva realización del perjuicio, sino


su persecución y a esa declaración de concurrencia puede llegarse a partir de
una prueba que acredite, por ejemplo, la venta por debajo de un precio
procedente o a través de un análisis de la situación concurrente en el hecho del
que resulta esa intención.

En este sentido una reiterada jurisprudencia de esta Sala ratifica que la


tipicidad en el delito de fraude se alcanza con la simple elaboración concordada
del plan criminal (concierto) o la puesta en marcha de artificios con la finalidad

630
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de llevarlo a cabo (SSTS 806/2014, de 23 de diciembre, 797/2015, a 13 de


diciembre, 185/2016, de 4 de marzo.)

Siendo así, en el relato fáctico de la sentencia recurrida, al que debemos


remitirnos, dado la vía casacional del art. 849.1 LECrim se hace constar:

“El citado acusado, aprovechándose de las competencias que en materia


de contratación y ordenación de pagos le otorgaba su cargo, convino con
FRANCISCO CORREA, con el fin de procurarse ilícitamente un mutuo beneficio,
la adjudicación directa a las sociedades de este de determinados contratos por
aquella a cambio de una comisión. En el desarrollo de esta ilícita actividad y con
pleno conocimiento de la misma, PABLO CRESPO participó desde al menos
octubre de 2002 dando cumplimiento a lo convenido entre FRANCISCO
CORREA Y RICARDO GALEOTE bajo el superior control de aquel.

En cumplimiento del acuerdo descrito anteriormente, RICARDO


GALEOTE, prevaliéndose de las facultades que le otorgaba su cargo de Gerente
de la sociedad TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONASL
–y, en particular, la de celebrar contratos de servicios y ejecuciones de obra,
entregas y suministros mediante concurso, subasta o de forma directa,
establecer sus precios y demás condiciones y cumplir y hacer ejecutar esos
contratos-, adjudicó a la empresa Francisco Correa SPECIAL EVENTS SL
distintos contratos de suministros devengado por alguno de ellos comisiones
que ascendieron a un total de 6.911,64 € (pág. 180).”

En consecuencia, recogiéndose los elementos del delito de fraude, el


motivo deviene improsperable.

141.- El motivo séptimo por infracción de ley, al amparo de lo


dispuesto en el art. 849.1 LECrim por indebida aplicación de los arts. 419,
420 y 74 CP en su redacción vigente al tiempo de los hechos, respecto al
delito de cohecho.

Se sostiene en el motivo que el tribunal le condena por delito de cohecho


del art. 419 y 420 CP cuando los mismos regulan supuestos diferentes, que al

631
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no existir dádiva no puede existir delito de cohecho. Afirma, además, que la


sentencia parece distinguir entre cohecho por los tres contratos menores y el
pago de viajes al mismo o personas de su entorno, y el de adquisición de las
carpas, cuando ni consta la realización de acto injusto para aplicar el art. 420, ni
tampoco los requisitos que exigía el art. 419, en el contrato de las 15 carpas
(acción u omisión constitutiva de delito).

Alternativamente podría aplicarse en todo caso, el cohecho previsto en


el art. 425 CP (acto propio de su cargo o como recompensa del ya realizado).

El motivo se desestima.

El delito de cohecho protege ante todo el prestigio y eficacia de la


Administración pública, garantizando la probidad e imparcialidad de sus
funcionarios y asimismo la eficacia del servicio público encomendado a estos
(STS. 27.10.2006). Se trata, pues, de un delito con el que se trata de asegurar
no solo la rectitud de la función pública, sino también de garantizar la
incolumidad del prestigio de esta función y de los funcionarios que la
desempeñan, a quienes hay que mantener a salvo de cualquier injusta sospecha
de actuación venal.

Desde esta perspectiva se puede afirmar que la finalidad perseguida por


el legislador al tipificar las diferentes conductas es atender no sólo la tutela del
principio de imparcialidad en el ejercicio de las funciones públicas, que es común
a todas las modalidades del cohecho, sino también a la defensa del principio de
legalidad en la actuación administrativa.

Asimismo los delitos de cohecho han sido estudiados doctrinalmente


desde diferentes clasificaciones. A efectos sistemáticos y de orientación
normativa, se pueden destacar:

a) cohecho activo y pasivo, el primero es el cometido por el particular


que corrompe o intenta corromper al funcionario público o autoridad con sus
dádivas, presentes, ofrecimientos o promesas. El segundo es el realizado por el
funcionario que solicita, recibe o acepta el soborno.

632
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) cohecho propio e impropio, el primero se relaciona porque su finalidad


es la consecución de un acto propio del cargo contrario al ordenamiento jurídico.
En el segundo el acto es también propio del cargo, pero adecuado al
ordenamiento jurídico.

c) cohecho antecedente y subsiguiente en el antecedente el soborno se


realiza antes de adoptarse el acto administrativo correspondiente. En el
subsiguiente, el soborno o intento de soborno se concreta una vez que se ha
producido el acto propio.

Bien entendido que la homogeneidad entre los distintos tipos de cohecho


ha sido expresamente proclamada por la jurisprudencia. La posible
heterogeneidad de las diversas figuras de cohecho es más aparente que real,
en cuanto que el bien jurídico que traten de proteger sus diferentes modalidades
delictivas es perfectamente unificable. Como señala la STS. 362/2008 de 13.6
una moderna corriente doctrinal pone el acento en la necesidad de perseguir,
con instrumentos penales, todas las actividades que revelan la corrupción de los
funcionarios públicos y ponen en peligro la credibilidad democrática del sistema
administrativo del Estado. Desde esta perspectiva se tiende a una política
unitaria que trata de homologar todas las conductas que suponen la expresión
de un comportamiento corrupto. En esta línea tanto el cohecho activo como el
cohecho pasivo, el propio como el impropio, son manifestaciones de esta lacra
de la corrupción que afecta a la buena marcha de la Administración pública y a
la fe de los ciudadanos en las instituciones del Estado democrático y de derecho.
La STS. 692/97 de 7.11, estimó tal homogeneidad entre los arts. 420 y 426,
pues los elementos de un tipo están incluidos en el otro de manera que no puede
decirse que el acusado haya quedado indefenso.

En el caso que analizamos la sentencia de instancia incardina los hechos


probados en un delito de cohecho del art. 419, modalidad de cohecho pasivo
propio.

Estos cohechos pasivos propios tienen como elementos comunes: a) los


sujetos activos vienen determinados por la especial condición de autoridad o
funcionario público; b) que actúan en el ejercicio de su cargo, no siendo exigible
en el delito de cohecho que el funcionario que solicita o recibe la dádiva sea el

633
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

funcionario encargado del acto sobre el que actúa el cohecho bastando con que
el mismo se vea facilitado por la acción del funcionario receptor que solicita el
cohecho, interpretación pacifica que resulta del propio tenor que refiere la
recepción para la realización de un acto en el ejercicio de su cargo.

En efecto los actos han de ser relativos al ejercicio del cargo que
desempeña el funcionario. Relativo es lo que hace relación o referencia a una
cosa, guarda conexión con ella, por lo que lo único que exige el texto legal es
que el acto que ejercita el funcionario guarde relación o conexión con las
actividades públicas que desempeña, de modo que a él se dirija el particular por
cuanto entiende que le es posible la realización del acto requerido, que, en
efecto, puede realizarlo con especial facilidad por la función que desempeña,
sin que haya de ser precisamente un acto que le corresponde ejercitar en el uso
de sus especificas competencias, sino solo con ella relacionada (STS. 4.4.94).

Las conductas que se recogen en este grupo de delitos son solicitar,


recibir y aceptar.

Solicitar es pedir, supone una declaración unilateral de voluntad dirigida


a otra persona, por la que, en este caso, el funcionario o autoridad pide recibir
una dádiva o presente para realizar a cambio un acto en el ejercicio de su cargo.

La petición puede ser de manera expresa o tácita, oral o escrita, por sí o


por persona interpuesta, y por el propio significado de verbo no se requiere un
real acuerdo entre el funcionario o autoridad y el tercero, solo la manifestación
externa de la voluntad por parte del sujeto.

Recibir es tomar uno lo que le dan o envían; en consecuencia, el


funcionario o autoridad toma la dádiva o presente y aquí si se produce, a
diferencia de la forma anterior, un previo acuerdo entre el funcionario —a
sancionar por éste tipo- y el tercero —a hacerlo por cohecho activo, art. 423-

Aceptar es recibir alguien voluntariamente lo que se le da, ofrece o


encarga, en este caso hay que unirlo al ofrecimiento o promesa, y será recibir el
ofrecimiento de algo o su promesa de futuro. El acuerdo supone para el
funcionario o autoridad la obtención de ventajas en el futuro.

634
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El tipo no exige que la ilícita contraprestación del funcionario sea


inmediata, bastando que se produzca a cambio de la dádiva. Si esta se entregó
antes de que deviniera funcionario y la contraprestación se hizo cuando ya lo
era, se comete este delito (STS. 870/97 de 10.1).

En cuanto a los medios empleados, el tipo se refiere a dádivas,


presentes, ofrecimientos o promesas.

Se plantea en la doctrina si los medios empleados han de tener un


contenido exclusivamente patrimonial o admiten otras dimensiones como
favores sexuales, amistad, participación en ámbitos de influencia, relaciones,
etc.

Dádiva es cosa que se da graciosamente; presente obsequio, regalo;


ofrecimiento, decir o exponer una cantidad o presente que se está dispuesto a
dar o pagar; promesa, expresión de voluntad de dar o hacer algo. La cuantía de
dichos medios no viene expresamente establecida por lo que cabe entender que
puede ser cualquiera, aunque como se señala por la doctrina habrá que exigir
que la misma tenga al menos una cierta capacidad de corromper, con exclusión
de los claramente insignificantes.

Bien entendido que como hemos dicho en SSTS 84/96, de 5 de febrero;


795/2016, de 25 de octubre; 613/2018, de 29 de noviembre, y así se infiere del
texto legal “la persona beneficiada puede ser tanto el funcionario público como
alguien de su familia, o incluso un tercero, pero éste ha de estar vinculado de
alguna manera al sujeto principal.

- Siendo así, en el relato de hechos probados se detallan las distintas


cantidades recibidas por el recurrente y los regalos a personas de su entorno y
en cuanto a la subsunción jurídica de las distintas adjudicaciones, el tribunal
considera que el cohecho más grave (art. 419 CP) absorbería en continuidad
delictiva al resto de las dádivas, dado que conforme se explicitó en el motivo
relativo a la prevaricación, acreditado que como consecuencia de la dádiva
recibida se procedió al dictado de la resolución prevaricadora, acordando la
adquisición de las 15 carpas, estaríamos ante un concurso real entre el cohecho
y la prevaricación, impuesto por la propia redacción del tipo penal del art. 419

635
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que establece referida relación concursal en el último párrafo (“sin perjuicio de


la pena correspondiente al delito cometido en razón de la dádiva o promesa”).

Por tanto, la aplicación del art. 419 CP –cohecho seguido de


prevaricación- por ser el más grave, absorbe en continuidad delictiva el resto de
las dádivas recibidas, no solo por las conductas previstas en el art. 420 CP, sino,
incluso, aquellas que pudieran incardinarse –como pretende el motivo- de
manera alternativa, en el art. 425 CP.

142.- Los motivos octavo y noveno por infracción de ley, art. 849.1
LECrim, por indebida aplicación de los arts. 392 y 74 CP en cuanto al delito
de falsedad en documento mercantil.

La sentencia condena por dos delitos de falsedad en situación de


concurso real: uno por los documentos emitidos por Pasadena Viajes SL, y otro
por la factura núm. 00104/03 de 12-3-2003, abonada por la entidad Turismo y
Actividades Recreativas de Estepona SL; y por la factura núm. 000266/0544/02
de 6-5-2002, abonadas por la entidad Servicios Municipales de Estepona SL.

Afirma el recurrente respecto a los delitos de falsedad, que no tiene el


dominio del hecho, que no participó ni generó la documentación, ni puede
decirse que existiese por su parte un aporte causal al hecho y desconocía la
manera que pudiera tener el Sr. Correa de organizar su contabilidad, lo que era
ajeno e indiferente al recurrente.

1º- En cuanto al primero de los delitos la base de la acusación (folio 688)


está en relación con los documentos emitidos desde Pasadena Viajes SL que el
propio recurrente concreta en los que conforman el informe de la ONIF de 18-
11-2013, excluyendo las facturas 00104/03 de 12-3-2013 y 000266/0544/02 de
6-5-2002 –principalmente recibos de viajes, billetes y hoteles- que habrían sido
abonados por las empresas de Correa para el disfrute del Sr. Galeote y de la
Sra. Pichlmaier.

El motivo debería ser estimado en este extremo.

636
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se destaca en el motivo que el hecho probado refiere que se elaboraron


facturas a nombre de “Cliente Central” o de Annete Pichlmaier para encubrir el
verdadero destinatario de los servicios, pero tales documentos recogen un
hecho real, que no es cuestionado en la sentencia, por lo que si lo que se
cuestiona en la sentencia es que en aquellas facturas no figuran el nombre de
Ricardo Galeote y sí el de “Cliente Central”, ello es indiferente dado que la
identificación del destinatario de la factura no niega la realidad del hecho, que
venía recogido en el concepto o “descripción del servicio” del documento.

La función documental de las facturas consiste en acreditar la prestación


de un servicio, en este caso el pago de servicios turísticos, que en este caso sí
se realizaron: en consecuencia no existe falsedad.

En efecto la completa creación “ex novo” de un documento, relativo a un


negocio u operación absolutamente inexistente cuya realidad se pretende
simular o aparentar, pues verdaderamente no existe en modo alguno,
conteniendo datos que por lo tanto, son inveraces e inexactos, constituye una
conducta subsumible en el art. 390.1.2 y 392 CP. Por el contrario, cuando se
confecciona un documento para reflejar una realidad negocial existente, la
introducción de datos falsos o inexactos constituiría un supuesto de falta a la
verdad en la narración de los hechos, impune cuando el autor es un particular.

Por último, en lo atinente al elemento subjetivo el delito de falsedad


documental requiere la voluntad de alterar conscientemente la verdad por medio
de una acción que trastoca la realidad. El dolo falsario se da cuando el autor
tiene conocimiento de los elementos del tipo objetivo, esto es, que el documento
contiene la constatación de hechos no verdaderos. Y en el caso concreto podría
cuestionarse que el recurrente conociese que para el pago de las prebendas
que recibía -billetes de tren/avión- se alteraran las facturas él se limitaba a
cobrar esas comisiones- lo que constituye el delito de cohecho- pero el cómo y
la forma en que el particular contabilizaba los pagos o los ocultaba son ajenos
a su conocimiento y actuación para enmascarar las dádivas, sin olvidar que tal
como exige el propio art. 8 CP, los hechos no han de estar comprendidos en los
arts. 73 a 77 reguladores del concurso real, delito continuado y concurso ideal y
medial.

637
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y en todo caso en relación al delito de cohecho del art. 419 cabe señalar
adicionalmente, que cualquiera que sea la posición doctrinal que pueda
adoptarse en el ámbito teórico sobre la condición unilateral o bilateral que
debiera adoptar el delito de cohecho, es o cierto que en nuestro ordenamiento
penal positivo el delito de cohecho es, al menos en determinados casos, un
delito unilateral, que se consuma por la mera “solicitud” y “ofrecimiento” de la
dádiva. Así se deduce expresamente del art. 419 y concordantes del CP, y ha
declarado la jurisprudencia, sin que sea necesario para su sanción ni la
aceptación de la solicitud, ni el abono de la dádiva ni la realización del acto
injusto o delictivo ofrecido como contraprestación, ni tampoco evidentemente, la
condena del que recibe el ofrecimiento: de ahí que el legislador en el art. 419
establezca un concurso real al recoger que las penas que señala para el
cohecho se impondrán “sin perjuicio de la pena correspondiente al delito
cometido en razón de la dádiva o promesa”, en este caso la prevaricación. Igual
sucedería con el delito de fraude que como ya hemos indicado, su tipicidad exige
la connivencia, el uso de un artificio para defraudar a la administración y no es
preciso la existencia de un concreto perjuicio, sino su persecución por parte de
los funcionarios públicos encargados de un proceso de contratación pública. Se
trata de una finalidad perseguida sin elemento subjetivo del injusto que es
identificado con la preposición “para” describiendo la finalidad pretendida: en
este sentido reiterada jurisprudencia ratifica que la tipicidad en el delito de fraude
a la administración se alcanza con “la simple elaboración concordada del plan
criminal (concierto) o la puesta en marcha de artificios con la finalidad de
elevarlo a cabo (SSTS 806/2014, de 23 de diciembre; 797/2015, de 13 de
diciembre; 185/2016, de 4 de marzo), de ahí su compatibilidad también con el
delito de cohecho, expresamente declarada en la STS 807/2017, de 11 de
diciembre, “porque de aplicar exclusivamente el delito de cohecho (como
pretende el recurrente) no se agota todo el desvalor jurídico-penal que puede
predicarse de las infracciones cometidas, en la medida en que no es suficiente
para la correcta y plena valoración jurídico-penal de las mismas: el castigo penal
por la solicitud (y posterior recepción) de la dádiva no abarca la total
antijuridicidad del hecho, consistente también en un acuerdo para defraudar y
causar un perjuicio patrimonial al ente público. De manera que es preciso aplicar
las dos normas penales en juego para cubrir esa total significación antijurídica

638
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de lo acaecido, descartándose que ello suponga una doble valoración de un


mismo hecho típico, así como la quiebra del principio de proporcionalidad y de
culpabilidad.

Por último, es evidente que los presupuestos fácticos del delito de


falsedad son distintos del resto de los hechos por los que ha sido condenado el
recurrente, por lo que estaríamos ante un concurso de delitos, real o medial,
pero no un concurso de normas.

Procede, por tanto, la absolución del recurrente del delito continuado de


falsedad apartado 5 Estepona con efectos extensivos, art. 903 LECrim, para
Correa, Crespo y José Luis Izquierdo.

2º.- Distinta conclusión se debemos llegar respecto al segundo delito de


falsedad con relación a las facturas núm. 00104-03, de fecha 12-3-2003, por
370,10 €, la 266/0544102, de fecha 6-5-2002 por importe de 1.058,32 €.

La sentencia en el factum recoge que “para justificar la salida de fondos


de estas sociedades se emitieron desde Pasadena Viajes SL por instrucción de
Francisco Correa en connivencia con Ricardo Galeote, dos facturas que
reflejaban servicios inexistentes o que habían sido abonados por las entidades
locales” (pág. 183). Y a continuación refiere a que “con dicha finalidad, se emitió
la factura 000266/0544102 por importe de 1.058,32 € a la entidad Servicios
Municipales de Estepona SL por supuestos servicios prestados a Eduardo
Cavada Ipiña, contratado desde el año 2001 por distintas sociedades
municipales de Estepona, como técnico de turismo. De acuerdo con lo
convenido Ricardo Galeote, aprovechándose de su cargo de Gerente de
Turismo y Actividades Recreativas de Estepona, se encargó de gestionar el
pago de esa factura consiguiendo que el Gerente de Servicios Municipales de
Estepona SL la abonara en la creencia de que tales servicios eran reales y se
correspondían con servicios prestados al Sr. Cavada Ipiña en el desempeño de
su trabajo, ignorando que la factura encubría viajes particulares de Ricardo
Galeote y personas de su entorno.

Igualmente que “con el propósito anteriormente referido de dotar de


apariencia lícita al desvío de fondos de las sociedades municipales, se emitió,

639
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

siguiendo las directrices de Francisco Correa y Pablo Crespo, la factura


00104/03 de 12-3-2003, por importe de 370,10 € por supuestos servicios
prestados con Fitur 2003, a la Sociedad de Turismo y Actividades Recreativas
de Estepona SL. Esta factura se aceptó y pagó el 10-6-2003, a sabiendas de su
mendacidad por Ricardo Galeote, aprovechándose al efecto de sus
competencias, que como gerente de esa Sociedad Municipal, ostentó hasta tan
solo cinco días después de efectuado tal abono”.

143.- El motivo décimo por infracción de ley art. 849.1 LECrim por
indebida aplicación del art. 131 CP en relación con el art. 392 CP.

El motivo se articula en relación a los delitos de falsedad de forma


subsidiaria al precedente por lo que la parcial estimación de éste incidirá en su
ámbito.

Se afirma que como las falsedades documentales ocurrieron en los años


2000, 2001, 2002 y 2003 -en este caso la falsedad subsistente en el año 2002-
y el procedimiento se inició por auto de 6-8-2008 y contra el recurrente se dirigió
el 5-3-2009, fecha en la que fue llamado a declarar como investigado, conforme
a la legalidad vigente en el momento de los hechos, el plazo de prescripción que
se establecía en el art. 131 CP para los delitos menos graves era de tres años,
debería estimarse la prescripción de los delitos de falsedad por los que ha sido
condenado.

Esta cuestión ya fue planteada como cuestión previa en el juicio oral y el


tribunal la rechazó por las razones que expone (pág. 448 y ss) y que deben ser
compartidas.

Es doctrina reiterada de esta Sala -por todas SSTS 1100/2011, de 27 de


octubre y 613/2018, de 29 de noviembre, que si bien es cierto que en caso de
conexidad meramente procesal no hay obstáculo para apreciar separadamente
la prescripción de los delitos que se enjuician en un único proceso (STS
630/2002, de 16 de abril), pero en los casos de conexidad natural hay que
considerarlo todo como una unidad, al tratarse de un proyecto único en varias
direcciones y por consiguiente, no puede aplicarse la prescripción por separado

640
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y mientras el delito más grave no prescriba tampoco puede prescribir el delito


con el que está conectado (SSTS 758/1999, de 12 de mayo; 544/2007, de 18
de marzo; 2040/2003, de 9 de diciembre; 590/2004, de 6 de mayo; 1182/2006,
de 12 de mayo; 964/2008, de 23 de diciembre).

En la STS 1.026/2009, de 16 de octubre, se dice. “Así pues, en la


hipótesis de enjuiciamiento de un comportamiento delictivo complejo que
constituye una unidad delictiva íntimamente cohesionada de modo material,
como sucede en aquellos supuestos de delitos instrumentales en que uno de
los delitos constituye un medio para la consumación o la ocultación de otro, se
plantea el problema de la prescripción separada, que puede conducir al
resultado absurdo del enjuiciamiento aislado de una parcela de la realidad
delictiva, prescindiendo de aquéllas que se estimasen previamente prescritas y
que resulta imprescindible para la comprensión, enjuiciamiento y sanción de un
comportamiento delictivo unitario. En estos supuestos la unidad delictiva
prescribe de modo conjunto, de modo que no cabe apreciar la prescripción
aislada del delito instrumental mientras no prescriba el delito más grave o
principal. Como destaca la STS 29-7-98, las razones que avalan este criterio
son de carácter sustantivo, por lo que no resulta aplicable a supuestos de mera
conexidad procesal (SS 1247/2002 de 3-7; 1242/2005 de 3-10; 1182/2006 de
29-11 y 600/2007 de 11-9).

Junto a las hipótesis de concurso ideal o medial de delitos (art. 77


C.Penal) la doctrina de esta Sala incluye con igual régimen jurídico -como
acabamos de apuntar- los supuestos en que se hace imprescindible contemplar
la realidad global proyectada por el autor o autores de los delitos, para la
comprensión, enjuiciamiento y sanción del comportamiento delictivo en su
totalidad, en cuyas situaciones la prescripción debe entenderse de modo
conjunto mientras no prescriba el delito más grave o principal.

Se suman pues a los supuestos del art. 77 del C.Penal, los casos de
conexidad, pero, como tenemos dicho, no entendida en sentido o acepción
procesal(art. 17 L.E.Cr.), sino con asiento en una base sustantiva o material, de
tal suerte que las causas de mera conexidad procesal (art. 17-5° L.E.Cr.)

641
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

deberán apreciarse separadamente en orden a la prescripción de los delitos que


se enjuician en un sólo proceso.

Podemos incluir dentro de la consideración conjunta de los delitos a


efectos de prescripción:

a) Concurso ideal de delitos (art. 77 C.Penal).

b) Concurso medial o instrumental (art. 77 C.Penal y 17.3 L.E.Cr.).

c) Comisión de un delito para procurar la impunidad de otro u otros


(conexión instrumental: art. 17-4 L.E.Cr.).

d) Conexión entre los diversos delitos imputados a una persona si se


proyectaron y ejecutaron según un plan o diseño conjunto, dentro del mismo
contexto espacio-temporal (conexión material: art. 17-1°, 2° y 5° L.E.Cr.).

Fuera de estas situaciones la imputación conjunta de varios delitos a una


persona (art. 17-5° L.E.Cr.) no puede impedir que en cada uno de ellos opere la
prescripción que es propia del delito de que se trate, considerados
individualmente”.

El Pleno no Jurisdiccional de esta Sala Segunda de 26 de octubre de


2010 adoptó el siguiente Acuerdo: “En los delitos conexos o en el concurso de
infracciones, se tomará en consideración el delito más grave declarado cometido
por el Tribunal sentenciador para fijar el plazo de prescripción del conjunto
punitivo enjuiciado”.

En el mismo sentido precisa la STS 1006/2013, de 7 de enero de 2014,


que “como recuerda la reciente STS 600/2013, de 10 de julio, el artículo 131.5°
del Código Penal vigente, dispone desde la entrada en vigor de la reforma
operada por la L.O. 5/2010, que en los casos de concurso de infracciones o de
infracciones conexas el plazo de prescripción será el que corresponde al delito
más grave. Pero esta disposición es coincidente con la doctrina jurisprudencial
que ya venía aplicando este Tribunal, por lo que puede ser aplicada a hechos
anteriores a la citada reforma legal. Así se recordaba también en la STS
1100/2011, con cita de la STS núm. 912/2010, que señalaba que "... no cabe

642
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

operar la prescripción, en supuestos en los que se condena por varios delitos


conexos, ya que hay que considerarlos como una unidad, al tratarse de un
proyecto único en varias direcciones y, por consiguiente, no puede aplicarse la
prescripción por separado, cuando hay conexión natural entre ellos y mientras
el delito más grave no prescriba tampoco puede prescribir el delito con el que
está conectado, no pudiendo apreciarse la prescripción autónoma de las
infracciones enjuiciadas...”.

Siendo así en el caso que se examina los delitos de falsedad están en


íntima conexión con el delito continuado de cohecho de los arts. 419 y 74 CP al
constituir falsedades medios instrumentales para la ocultación de aquél y para
el aprovechamiento de los fondos obtenidos de forma ilícita.

RECURSO GUILLERMO ORTEGA ALONSO

144.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional


al amparo del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho
fundamental a la defensa real y efectiva. Acceso a los recursos en
condiciones de igualdad, art. 24.2 CE.

El recurrente interno en la prisión de Soto del Real desde el día 28-5-


2018, en virtud de auto de la misma fecha, solicita:

1) Reconocer el derecho que le asiste a comunicar (en el horario habitual


establecido por el Centro Penitenciario) con su letrado, en una Sala dispuesta
al efecto sin la existencia de mampara alguna, dotada de al menos una mesa y
dos sillas, sin que durante estas comunicaciones pueda estar presente
funcionario alguno.

2) Reconocer el derecho que le asiste a disponer en prisión del uso


efectivo de un ordenador portátil personal, cuyo disco duro pueda contener las
actuaciones completas de la causa, los archivos de audio y video obrantes en
las actuaciones y en concreto la grabación de las sesiones del juicio oral.

643
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El interno podrá hacer uso de ordenador personal tanto en su celda como


en las aulas de biblioteca así como durante las comunicaciones con su abogado.

3) Reconocer el derecho que le asiste a que, por parte del personal del
Juzgado, le sea entregado en soporte digital copia de la sentencia recaída y de
las grabaciones adveradas de las sesiones de juicio oral.

4) Reconocer el derecho que le asiste de entregar a su abogado, en el


transcurso de las comunicaciones que con el mismo efectúe, de documentos
manuscritos referidos a la causa, sin que esos documentos puedan ser
intervenidos, examinados o leídos por los funcionarios de prisión.

5) Requerir y ordenar a la Dirección del Centro Penitenciario de Soto del


Real y a Instituciones Penitenciarias para que de manera inmediata y efectiva
procedan a permitir el ejercicio de esos derechos en las condiciones y con los
medios solicitados.

Previamente se ha de coincidir con el informe del Ministerio Fiscal en


que la vulneración constitucional que se denuncia, (derecho a un proceso con
todas las garantías) ha de reputarse peculiar por ser infrecuente, dado que las
irregularidades aducidas se habrían producido no durante la tramitación de la
causa, ni siquiera en la celebración de la vista oral, sino después del dictado de
la sentencia recurrida y afectarían, en su caso, a la fase de preparación e
interposición del recurso.

Ciertamente el derecho de defensa es un elemento nuclear en la


configuración del proceso penal del Estado de Derecho como un proceso con
todas las garantías. No es posible construir un proceso justo si se elimina
totalmente el derecho de defensa, de forma que las posibles restricciones deben
estar previstas en la ley y especialmente justificadas.

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ha señalado, en la


sentencia (Gran Sala) de 14-9-2010 (Caso Azko y Akcros/Comisión) que cita
otras anteriores, en el mismo sentido que “… el respeto del derecho de defensa
en todo procedimiento que puede dar lugar a sanciones, en particular a multas
o multas coercitivas, constituye un principio fundamental del Derecho de la

644
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Unión. “La máxima es aplicable al proceso penal, con mayor razón, dado el
carácter de las sanciones imponibles”.

En este marco, los principios de contradicción e igualdad de armas y de


prohibición de la indefensión, actúan, a través del derecho de defensa, como
legitimadores de la jurisdicción, de manera que ésta sólo podría operar en
ejercicio del poder judicial dadas determinadas condiciones de garantía de los
derechos de las partes, y especialmente del acusado.

El derecho de defensa aparece en el art. 24 CE, junto a otros derechos


que, aunque distintos e independientes entre sí, constituyen una batería de
garantías orientadas a asegurar la eficacia de uno de ellos: el derecho a un
proceso con garantías, a un proceso equitativo, en términos del CEDH, en
definitiva, a un proceso justo.

Pues bien, de entrada el argumento sobre el que se constituye la


negativa incidencia que la medida cautelar de prisión que afecta al hoy
recurrente en el derecho de defensa, no se sostiene, como hemos dicho, las
medidas cautelares de restricción a la libertad se acomodan a sus presupuestos
legitimadores. El motivo no cuestiona la efectiva concurrencia de esos
presupuestos. Se limita a afirmar el efecto pernicioso que esa limitación puede
traer consigo en el acopio del material necesario para su defensa.

Ningún sistema procesal democrático admite, desde luego, dos clases


de acusados, aquellos que gozan de libertad provisional y, por tanto, pueden
preparar adecuadamente su defensa y aquellos otros sometidos a prisión
preventiva y que resultan indefensos. Tal es así que el recurrente no especifica
qué concreto perjuicio le ha causado a su derecho de defensa la ausencia de
los elementos interesados que se denuncian en el motivo. El recurso se ha
formalizado con la extensión y argumentación suficientes para descartar
cualquier atisbo de indefensión. Por ello, aún cuando la comunicación del
recurrente con su letrado pudiera haberse desarrollado en otras condiciones de
mayor comodidad, no se aprecia incidencia alguna negativa para la preparación
del recurso. Igualmente con independencia de que la tenencia y disposición de
un ordenador portátil le hubiese facilitado el manejo de la documentación, el
propio recurrente admite que el acusado tuvo siempre a su disposición copia de

645
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la sentencia en formato papel y no resulta ocioso precisar que teniendo en


cuenta el carácter eminentemente técnico y formalista de la casación y la
especial complejidad de las cuestiones debatidas, la formalización y
materialización del recurso esté reservada a especialistas en derecho, cuya
condición no consta en el acusado, por lo que su ayuda no parece que pudiera
tener la importancia que quiere dársele.

Por último, las cuestiones que se suscitan, por su naturaleza y efectos,


son propias de la Administración Penitenciaria y competencia del Juez de
Vigilancia Penitenciaria, que ya se pronunció por auto de 12-11-2018 sobre
alguna de ellas.

145.- El motivo segundo por infracción de precepto constitucional


en base a los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ, denuncia la vulneración del
derecho fundamental a la presunción de inocencia vinculado al de un
proceso con todas las garantías legales que expulse la arbitrariedad
encubierta (arts. 9.3 y 24 CE), lesión del derecho al juicio justo. Vulneración
del derecho al juez predeterminado por la ley, a la tutela judicial efectiva
sin indefensión (art. 24.1 CE), a un proceso con la garantía de
imparcialidad judicial (art. 24.2 CE) y a la presunción de inocencia (art. 24.2
CE), art. 6 CEDH en los términos regulados en el art. 24 CE, el CEDH y el
PIDCP ex art. 10.2 CE, art. 851.5 y 6 LECrim respecto al Magistrado De
Prada Solaesa. Derecho a un tribunal dispuesto a atender con una mínima
actitud y diligencia a la prueba.

Comienza el motivo analizando de forma subjetiva y parcial el contexto


procesal, social y político del proceso conocido como Gürtel, con graves
acusaciones en el marco de una conspiración política-judicial ideada por quien
fue juez titular del Juzgado Central de Instrucción nº 5 y secundado por altas
personalidades políticas, policiales, judiciales y fiscales, solo admisibles en uso
de la libre expresión del letrado firmante del recurso en el ejercicio del derecho
de defensa, pero que esta Sala –con independencia de su ausencia de prueba-
considera ajenas a este marco casacional.

646
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Centrándonos, por tanto, a las alegaciones de contenido estrictamente


jurídico, se destacan las siguientes vulneraciones:

1º) Derecho al juez natural y predeterminado por ley competencia del


instructor Sr. Garzón e infracción de las normas de reparto, dado que las
diligencias incoadas por la denuncia de los presentes hechos fue turnada de
forma irregular al Juzgado Central de Instrucción nº 5.

Cuestión ya analizada en otros motivos por lo que nos remitimos a lo ya


argumentado en aras a su desestimación, insistiendo solo en que la infracción
de las normas de reparto no tiene la relevancia constitucional que se pretende,
al tener todos los jueces centrales la misma competencia objetiva, funcional y
territorial, esto es, gozan de la misma condición legal de juez ordinario, por lo
que la interpretación y aplicación de las normas de reparto de asuntos es ajena
al contenido constitucional al juez ordinario predeterminado por la ley.

2º) Lesión del derecho a la defensa que se deriva de la interceptación de


las comunicaciones entre acusados en situación de presos preventivos y sus
letrados defensores.

Cuestión también abordada en anteriores recursos por lo que reiteramos


lo ya dicho al analizar aquellos, recordando solo que dichas escuchas fueron
declaradas nulas y su contenido no ha tenido incidencia alguna en este
procedimiento y menos aún en relación a este recurrente.

3º) Lesión del derecho a un juez imparcial en cuanto a la actuación del


Magistrado De Prada, cuestión también estudiada en otros recursos, a los que
nos remitimos, al igual que en cuanto al derecho a un tribunal con una mínima
diligencia, responsabilidad y dignidad respecto a la actitud del Magistrado Sr.
De Diego en algunos momentos del juicio oral.

146.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional


conforme al art. 852 LECrim al amparo del art. 5.4 LOPJ, conculcación del
derecho fundamental a la defensa, produciendo indefensión por limitación

647
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y obstrucción consciente de las garantías procesales de publicidad,


oralidad, inmediación, igualdad de armas y contradicción.

1.- Es cierto que entre las garantías que comprende el art. 24 CE para
todo proceso penal destacan por ser principios constitucionales del mismo, STC
178/2001 de 17-9, ni de contradicción e igualdad “En tal sentido el principio de
contradicción en el proceso penal, que hace posible el enfrentamiento dialéctico
entre las partes, permitiendo así el conocimiento de los argumentos de la
contraria y la manifestación ante el Juez o Tribunal de los propios, constituye
una exigencia ineludible vinculada al derecho a un proceso público con todas
las garantías, para cuya observancia se requiere el deber de los órganos
judiciales de posibilitarlo. Y se vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva del
art. 24.1 CE, produciendo indefensión, cuando el sujeto, sin haber tenido
oportunidad de alegar y probar sus derechos en el proceso, los ve finalmente
afectados por las resoluciones recaídas en el mismo.

Del principio de igualdad de armas, lógico corolario del principio de


contradicción, se deriva asimismo la necesidad de que las partes cuenten con
los mismos medios de ataque y defensa e idénticas posibilidades y cargas de
alegación, prueba e impugnación, a efectos de evitar desequilibrios entre sus
respectivas posiciones procesales, sin que sean admisibles limitaciones a dicho
principio, fuera de las modulaciones o excepciones que puedan establecerse en
fase de instrucción (o sumarial) por razón de la propia naturaleza de la actividad
investigadora que en ella se desarrolla, encaminada a asegurar el éxito de la
investigación y, en definitiva, la protección del valor constitucional de la justicia”.

Los principios de contradicción e igualdad de armas en el proceso son


de particular vigencia en dos trámites de la instrucción que suelen presentarse
sucesivamente, como son:

a) La proposición de diligencias de investigación y medios de prueba,


que corresponden al imputado en las mismas condiciones y términos en que
pueda hacerlo las acusaciones, derecho sometido a la facultad directora del
Juez de instrucción que admita y rechaza apreciando o no la pertinencia y
utilidad de las propuestas.

648
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) En el momento de la práctica de la prueba, tanto de la propuesta por


la acusación como por la propia defensa, concediendo pues, las mismas
posibilidades de interrogar en forma contradictoria a los testigos e intervenir
activamente en la práctica de las demás diligencias propias de la instrucción,
posibilidad que no implica asistencia efectiva, salvo a determinadas diligencias,
y si necesidad de la notificación de aquella practica para posibilitar esa
intervención, que garantiza el cumplimiento de los principios de contradicción y
de igualdad de armas.

Por ello en STS. 1238/2009 de 11.12 y 1080/2006 de 2.11 hemos dicho


que la vigencia efectiva del principio de contradicción tiene directa relación, con
el derecho a un proceso equitativo, o a un proceso con todas las garantías en
términos del artículo 24.2 de la Constitución. El debate contradictorio sobre las
pruebas permite a las partes intervenir activamente en su práctica y en lo que
se refiere concretamente a la defensa le facilita la oportunidad de actuar
poniendo de relieve los aspectos que a su juicio anulan, alteran o debilitan su
valor probatorio, lo que contribuye a su valoración por parte del Tribunal.

En el caso presente, ante el desarrollo argumental del motivo, esta Sala


no puede menos que reconocer la figura y el papel del abogado defensor al
desempeñar una función trascendental e irremplazable en un Estado de
Derecho, pero las “microdesigualdades” que se denuncian, muchas de ellas de
contenido material y de intendencia (dotación de salas de descanso, acceso al
estacionamiento de vehículos, y al wifi de la Audiencia Nacional para el acceso
a la plataforma digital, realización de fotocopias o impresión de escritos) no
tienen entidad suficiente para la vulneración denunciada.

2.- En cuanto a la problemática derivada de la configuración del sistema


“Afresco” y las dificultades prácticas en su utilización ya ha sido puesta de
manifiesto en anteriores motivos, por lo que nos remitimos y reiteramos lo ya
argumentado.

3.- En orden a la petición formulada en el trámite del art. 786.2 LECrim


de alterar el orden de las pruebas para que los acusados declarasen una vez
realizada toda la prueba propuesta y conocer así el resultado de declaraciones

649
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y peritajes, tal cuestión ha sido ya abordada por esta Sala en STS 259/2015, de
30 de abril, declarando que carece de fundamento, argumentando que:

El orden en el que deben practicarse las pruebas está predeterminado


legalmente en el artículo 701 de la Lecrim. Se comenzará con la que haya
propuesto el Ministerio Fiscal, continuando con la propuesta por los demás
actores, y, por último, por la de los acusados. Las pruebas de cada parte se
practicarán según el orden con que hayan sido propuestas en el escrito
correspondiente. La decisión sobre alterar el orden de las pruebas, corresponde
al Presidente del Tribunal, naturalmente expresando el criterio mayoritario del
conjunto de la Sala, tal y como previene expresamente el último párrafo del
citado artículo 701 de la Lecrim, “cuando así lo estime procedente para el mayor
esclarecimiento de los hechos o para el más seguro descubrimiento de la
verdad”, y en el caso actual no se aprecia la concurrencia de razones de peso
que hiciesen procedente ese cambio.

Con independencia de la valoración que pueda realizarse desde una


perspectiva teórica o de “lege ferenda” sobre cuál debería ser el momento más
adecuado para la declaración de los acusados en el juicio oral, lo cierto es que
un “usus fori” muy consolidado sitúa esta declaración al comienzo del juicio, con
el fin de precisar la versión de los acusados delimitando así las cuestiones
fácticas controvertidas. Y éste fue el momento procesal en el que se interesó la
práctica de la prueba por el Ministerio Fiscal, por lo que el Tribunal sentenciador
no hizo más que cumplir lo que establece la ley, al seguir el orden de práctica
de las pruebas establecido en el art 701 de la Lecrim.

Esta dinámica judicial usual contribuye a esclarecer y simplificar el


desarrollo del juicio, al concretar los hechos que deben ser acreditados por la
acusación, y evitar la dilación que conllevaría desarrollar un esfuerzo probatorio
específico para tratar de demostrar datos o elementos fácticos, centrales o
meramente periféricos pero relevantes, que son admitidos por los propios
acusados, máxime cuando otro “usus fori” muy habitual determina que los
escritos de calificación provisional de las defensas no contengan ordinariamente
relato de hechos, limitándose a negar los hechos de la acusación, por lo que la
posición específica mantenida por los acusados en el ámbito fáctico no se

650
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encuentra, en la mayoría de las ocasiones, suficientemente precisada antes del


juicio.

Esta práctica judicial habitual, que tiene sus antecedentes en la época


de entrada en vigor de la propia Lecrim (SSTS de 19 de mayo, 28 y 30 de junio
de 1883, e Instrucción 51/1883, de la Fiscalía del Tribunal Supremo), trata de
suplir una laguna apreciable en la Lecrim que no prevé expresamente un
momento procesal para que los acusados puedan ejercer su derecho a declarar,
salvo a través del ejercicio de su derecho a la última palabra, que constituye un
trámite muy tardío, y escasamente determinante, que se produce cuando el
juicio prácticamente ha terminado.

En consecuencia, para evitar que el derecho de los acusados a


expresarse y aportar su versión se demore a este tardío momento procesal, y
teniendo en cuenta que el juicio debe comenzar en todo caso con la lectura de
los hechos de la acusación y la pregunta a los acusados sobre su conformidad
con los mismos, el “usus fori” determina que, en caso de respuesta negativa a
dicha solicitud de conformidad, el juicio comience precisamente con las
explicaciones y aclaraciones del acusado, contestando, si desea hacerlo, a las
preguntas que le formulen la acusación y su propia defensa.

A través de esta declaración inicial, y del derecho a la última palabra, los


acusados pueden ejercer doblemente su derecho a expresarse sobre la
acusación formulada contra ellos, tanto al comienzo del juicio como al final. El
juicio comienza y termina dando la palabra a los acusados.

Ha de tomarse también en consideración que en los supuestos de


pluralidad de acusados, la declaración de cada uno de éstos tiene una doble
naturaleza, en la medida en que puede servir, con las prevenciones oportunas,
como prueba de cargo contra los demás, por lo que la declaración al comienzo
del juicio facilita el derecho a la contradicción de las defensas de los demás
acusados, en el caso de que la declaración inicial de uno de los ellos contenga
elementos incriminatorios para los demás.Es cierto que este “usus fori” ha sido
impugnado por un sector doctrinal, cuestionando que sea lo más conveniente
para el ejercicio del derecho de defensa. Sin embargo la doctrina jurisprudencial
de esta Sala (STS 309/2009, de 17 de marzo, entre otras) no aprecia que esta

651
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

práctica usual determine la indefensión de los acusados, pues éstos pueden, en


cualquier caso, ejercer su derecho constitucional a no declarar, y a no declararse
culpables, negándose a responder a cualquier pregunta que estimen que pueda
comprometerles.

En la doctrina de esta Sala se señala que cuando se realiza la


declaración del acusado, con independencia del momento del juicio en el que
se produzca, el acusado ya conoce las pruebas que la acusación propone como
de cargo y las manifestaciones de los testigos ante el Instructor; ya ha podido
tener información acerca del planteamiento de su defensa o de la de otros
acusados sobre la validez de las mismas; ya dispone de la necesaria asistencia
letrada; ha tenido oportunidad de asesorarse suficientemente acerca de las
eventuales consecuencias de la validez o eficacia de las pruebas existentes en
su contra; ha tenido oportunidad de pedir y recibir opinión y consejo técnico
acerca de las posibles consecuencias de su declaración; y ha sido informado
debidamente de sus derechos, entre los que se encuentra el de no declarar, no
confesarse culpable y no contestar a alguna o algunas de las preguntas que se
le hagan. En definitiva, ha tenido oportunidad de decidir cómo orientar su
declaración y su defensa (STS núm. 1129/2006, de 15 de noviembre, entre
otras), por lo que no cabe apreciar que esta declaración, en todo caso voluntaria,
le ocasione indefensión.

Es cierto que el modelo anglosajón es otro, y que este modelo ejerce


una influencia cada vez más acusada, y a veces excesiva, en el ámbito de la
doctrina procesal, pero no siempre es conveniente ni necesario insertar
elementos aislados de un modelo procesal en otro que funciona, en su conjunto,
con parámetros diferentes. Máxime cuando en el modelo anglosajón el acusado
es libre de no declarar, pero si lo hace está obligado a decir verdad, e incluso
puede ser acusado de perjurio si miente para evitar incriminarse.

También es cierto que existe en el momento actual una práctica judicial


minoritaria que admite la alteración del orden habitual de las pruebas en cuanto
a la declaración del acusado, partiendo de la base de que el derecho a no
declarar y a no confesarse culpable incluye el derecho a que el acusado adapte
su declaración a la prueba que se haya practicado a lo largo del juicio. Se alega

652
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que estando presente el acusado durante las testificales y el conjunto de la


prueba practicada en el juicio, si declara al final tiene la posibilidad de adaptar
sus respuestas según mejor convenga a la tesis de su defensa.

Sin entrar en la polémica, y advirtiendo sobre la pérdida de credibilidad


de la declaración que esta práctica podría conllevar, máxime cuando en nuestro
modelo procesal si el acusado decide declarar no está obligado a decir la
verdad, lo cierto es que hasta la fecha la Jurisprudencia de esta Sala, del
Tribunal Constitucional o del TEDH no ha extendido el derecho constitucional a
no declararse culpable hasta el punto de que corresponda a la defensa elegir
el momento en que el acusado debe declarar o que sea necesario que su
declaración se produzca al final el juicio.

Ha de resaltarse, con independencia del sistema que pueda adoptarse


en el futuro a través de una eventual reforma legislativa, que importar
acríticamente el modelo norteamericano derivado de la Quinta Enmienda de su
Constitución, en el sentido de que el acusado no está obligado a declarar pero
si lo hace corresponde a la defensa decidir el momento de su declaración en el
juicio, no puede perder de vista que en dicho modelo esta facultad está
compensada por el hecho de que cuando el acusado renuncia a su derecho a
no declarar se convierte en un testigo más, con la posibilidad de ser perseguido
por perjurio caso de no decir la verdad, perdiendo la inmunidad frente al delito
de falso testimonio. Inmunidad que en nuestro modelo el acusado conserva en
cualquier caso.

En definitiva, la facultad de alterar el orden de las pruebas, de oficio o a


instancia de parte, viene atribuida por la Ley al Presidente (art 701, “in fine”, de
la Lecrim, y STS 309/2009, de 17 de marzo, entre otras), obviamente actuando
como portavoz del Tribunal del que es “primus inter pares”, y en el caso actual
no se aprecia que la denegación de dicha alteración, realizada por el Tribunal
en el ejercicio de una facultad legal, haya ocasionado indefensión a los
acusados.

Como recuerda la STC 25/2011, de 14 de marzo, "la indefensión es una


noción material que se caracteriza por suponer una privación o minoración
sustancial del derecho de defensa; un menoscabo sensible de los principios de

653
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contradicción y de igualdad de las partes que impide o dificulta gravemente a


una de ellas la posibilidad de alegar y acreditar en el proceso su propio derecho,
o de replicar dialécticamente la posición contraria en igualdad de condiciones
con las demás partes procesales. Por otro lado, para que la indefensión alcance
la dimensión constitucional que le atribuye el art. 24 CE, se requiere que los
órganos judiciales hayan impedido u obstaculizado en el proceso el derecho de
las partes a ejercitar su facultad de alegar y justificar sus pretensiones, esto es,
que la indefensión sea causada por la incorrecta actuación del órgano
jurisdiccional (SSTC 109/1985, de 8 de octubre; 116/1995, de 17 de
julio;107/1999, de 14 de junio; 114/2000, de 5 de mayo; 237/2001, de 18 de
diciembre, entre otras muchas)" ( STC 25/2011 citando la 62/2009, de 9 de
marzo).

En el caso actual no se aprecia una actuación incorrecta del órgano


jurisdiccional, exigible conforme a la doctrina constitucional invocada para la
apreciación de la indefensión, sino el ejercicio razonable de una facultad que
atribuye expresamente al Tribunal la normativa procesal, por lo que el motivo
debe ser desestimado.

En conclusión, como señala la reciente STS 394/2014, de 7 de mayo,


“No corresponde al acusado fijar el orden de la actividad probatoria a practicar
para el esclarecimiento de los hechos”.

4.- Y en lo concerniente a la impracticabilidad del seguimiento del


juicio oral e inexistencia de actuaciones foliadas en soporte físico o digital lo que
impidió un acceso razonable y sin complicaciones insalvables, de manera rápida
y operativa a la prueba documental obrante en las actuaciones que permitiera
el seguimiento simultáneo desde la defensa de los interrogatorios de acusados,
testigos y peritos, en el motivo tercero del coacusado Alberto López Viejo ya se
ha dado respuesta a esta impugnación.

147.- El motivo cuarto por infracción de preceptos constitucionales


al amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ.

654
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Denuncia la conculcación de los derechos fundamentales a una tutela


judicial efectiva sin indefensión y a un proceso con todas las garantías
incluyendo la correcta motivación de las resoluciones judiciales, con repercusión
en el derecho a la presunción de inocencia.

Lesión del derecho fundamental a la presunción de inocencia vinculado


al de un proceso con todas las garantías legales sin la concurrencia de la
proscrita arbitrariedad judicial.

La falta de respuesta judicial a pretensiones judiciales oportunamente


planteadas en el proceso tienen un rango constitucional a través de la
proscripción de arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 CE), el derecho a
la obtención de la tutela judicial efectiva de jueces y tribunales (art. 24.1 CE) que
exige la expresión de una motivación pertinente y suficiente de las resoluciones
judiciales y la exigencia de que las sentencias sean siempre motivadas (art.
120.3 CE).

Investigaciones policiales prospectivas subcontratadas por el Ministerio


Fiscal. Los informes de Inteligencia de la UDEF que parte de premisas erróneas
o falsas y, por tanto, la conclusión obtenida también resulta falsa o fabricada de
manera consciente e interesada para formular la pre imputación delictiva de los
investigados y ahora la condena de los acusados.

El derecho a la tutela judicial efectiva, como recuerda la STC 50/2014,


de 7 de abril, comprende el derecho de los justiciables a obtener de los órganos
judiciales una respuesta congruente, motivada y fundada en Derecho sobre el
fondo de las pretensiones oportunamente deducidas en el proceso.

Ello significa, en primer lugar, que la resolución judicial ha de estar


motivada, es decir, contener los elementos y razones de juicio que permitan
conocer cuáles han sido los criterios jurídicos que fundamentan la decisión
(SSTC 58/1997, de 18 de marzo y 25/2000, de 31 de enero).

En segundo lugar que la motivación esté fundada en Derecho (SSTC


276/2006, de 25 de septiembre y 64/2010, de 18 de octubre) o, lo que es lo
mismo, que sea consecuencia de una exégesis racional del ordenamiento y no

655
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fruto de un error patente o de la arbitrariedad (por todas, STC 146/2005, de 6 de


junio).

Lo anterior conlleva la garantía de que el fundamento de la decisión sea


la aplicación no arbitraria de las normas que se consideren adecuadas al caso.
Tanto si la aplicación de la legalidad es fruto de un error patente, como si fuere
arbitraria, manifiestamente irrazonada o irrazonable no podría considerarse
fundada en Derecho, dado que la aplicación de la legalidad sería tan sólo una
mera apariencia (SSTC 147/1999, de 4 de agosto; 25/2000, de 31 de enero;
221/2001, de 31 de octubre y 308/2006, de 23 de octubre, por todas).

En definitiva, el art. 24.1 CE impone a los órganos judiciales no sólo


la obligación de ofrecer una respuesta motivada a las pretensiones deducidas,
sino que, además, ésta ha de tener contenido jurídico y no resultar arbitraria
(SSTC 8/2005, de 17 de enero; 13/2012, de 30 de enero, y 27/2013, de 11 de
febrero, entre otras muchas).

Expuesta esta doctrina general fácil resulta apreciar que cuando se


denuncia la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva o de la
interdicción de la arbitrariedad refiriendo estas infracciones al proceso de
valoración de la prueba que sustenta una sentencia condenatoria, en realidad
se está denunciando esencialmente la vulneración del derecho a la presunción
de inocencia. Pues en éste derecho constitucional se incluye como una de sus
exigencias la valoración racional de la prueba practicada, lo que implica en sí
misma la interdicción de la arbitrariedad, de manera que de la prueba practicada
tiene que inferirse racionalmente la comisión del hecho y la participación del
acusado, sin que pueda calificarse de ilógico, irrazonable o insuficiente el iter
discursivo que conduce desde la prueba al hecho probado.

Es decir que la arbitrariedad, irracionalidad o ausencia de


fundamentación en la valoración de la prueba que sustenta una sentencia
condenatoria, constituyen infracciones del derecho constitucional a la
presunción de inocencia.

Dado que en otro motivo de este mismo recurso se alega la vulneración


del derecho constitucional a la presunción de inocencia, se analizarán las

656
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

argumentaciones expuestas por la parte recurrente en este cuarto motivo,


cuando examinemos el motivo quinto interpuesto por la supuesta vulneración de
este otro derecho constitucional, con la finalidad de no fraccionar el análisis de
los temas probatorios.

Debiendo solo señalar en relación a los informes de Inteligencia en


cuanto a su validez en SSTS 290/2010, de 31 de marzo; 1097/2011, de 25 de
octubre; 786/2013, de 29 de mayo; 338/2015, de 2 de junio, hemos declarado
"que tal prueba pericial de «inteligencia policial» cuya utilización en los
supuestos de delincuencia organizada es cada vez más frecuente, está
reconocida en nuestro sistema penal pues, en definitiva, no es más que una
variante de la pericial a que se refieren tanto los arts. 456 LECriminal, como el
335 LECivil, cuya finalidad no es otra que la de suministrar al Juzgado una serie
de conocimientos técnicos, científicos, artísticos o prácticos cuya finalidad es
fijar una realidad no constatable directamente por el Juez y que, obviamente, no
es vinculante para él, sino que como el resto de probanzas, quedan sometidas
a la valoración crítica, debidamente fundada en los términos del art. 741 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal. En tal sentido podemos también citar la
sentencia de esta Sala 2084/2001 de 13 de diciembre. La prueba pericial es una
variante de las pruebas personales integrada por los testimonios de
conocimiento emitidos con tal carácter por especialistas del ramo
correspondiente de más o menos alta calificación científica, a valorar por el
Tribunal de instancia conforme a los arts. 741 y 632 de la LECr. y 117.3 de la
Constitución (STS 970/1998, de 17 de julio). Dicho de otro modo: la prueba
pericial es una prueba personal, pues el medio de prueba se integra por la
opinión o dictamen de una persona y al mismo tiempo, una prueba indirecta en
tanto proporciona conocimientos técnicos para valorar los hechos
controvertidos, pero no un conocimiento directo sobre cómo ocurrieron los
hechos (Sentencia 1385/ 1997).

Como ha sostenido acertadamente el Ministerio Fiscal en esta instancia,


en los funcionarios policiales que elaboran los llamados “informes de
inteligencia”, como en los expertos en legislación fiscal o de aduana, puede
concurrir esa doble condición de testigos, sean directos o de referencia, y
peritos. Se trata además de pruebas cuya utilización en los supuestos de

657
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delincuencia organizada es cada vez más frecuente, y su validez, como ya lo


hemos declarado con anterioridad.

En suma, este tipo de prueba, se caracteriza por las siguientes notas:

1º) Se trata de una prueba singular que se utiliza en algunos procesos


complejos, en donde son necesarios especiales conocimientos, que no
responden a los parámetros habituales de las pruebas periciales más
convencionales;

2º) En consecuencia, no responden a un patrón diseñado en la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, no obstante lo cual, nada impide su utilización en el
proceso penal cuando se precisan esos conocimientos, como así lo ha puesto
de manifiesto la jurisprudencia reiterada de esta Sala;

3º) En todo caso, la valoración de tales informes es libre, de modo que


el Tribunal de instancia puede analizarlos racional y libremente: los informes
policiales de inteligencia, aun ratificados por sus autores no resultan en ningún
caso vinculantes para el Tribunal y por su naturaleza no podrán ser
considerados como documentos a efectos casacionales;

4º) No se trata tampoco de pura prueba documental: no puedan ser


invocados como documentos los citados informes periciales, salvo que
procedan de organismos oficiales y no hubieran sido impugnados por las partes,
y en las circunstancias excepcionales que señala la jurisprudencia de esa Sala
para los casos en que se trata de la única prueba sobre un extremo fáctico y
haya sido totalmente obviada por el Tribunal sin explicación alguna incorporada
al relato de un modo, parcial, mutilado o fragmentario, o bien, cuando siendo
varios los informes periciales, resulten totalmente coincidentes y el Tribunal los
haya desatendido sin aportar justificación alguna de su proceder;

5º) El Tribunal, en suma, puede apartarse en su valoración de tales


informes, y en esta misma sentencia recurrida, se ven supuestos en que así se
ha procedido por los jueces “a quibus”;

6º) Aunque cuando se trate de una prueba que participa de la naturaleza


de pericial y testifical, es, desde luego, más próxima a la pericial, pues los

658
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

autores del mismo, aportan conocimientos propios y especializados, para la


valoración de determinados documentos o estrategias;

7º) Finalmente, podría el Tribunal llegar a esas conclusiones, con la


lectura y análisis de tales documentos.

En el caso concreto de la STS. 783/2007 se alegaba vulneración del


derecho a la tutela judicial efectiva y derecho a un proceso con todas las
garantías, art. 24.1 y 2 CE, al otorgar carácter pericial a los informes de policía
periciales de inteligencia, cuyos autores comparecen en el acto del juicio oral
como peritos y no como testigos, y esta Sala desestimó tal alegación
argumentando que “al haber comparecido los funcionarios que son autores de
los informes y tratarse de un equipo de investigación que se encuentra
organizado como una Brigada Especial de Policía, se le puede aplicar la doctrina
legal de los laboratorios oficiales (pues en suma es lo mismo) y de ahí que no
exista tacha alguna en cuanto a la participación de los mismos, a los efectos de
la comparecencia de ambos funcionarios.

No obstante lo anterior no podemos desconocer esta misma Sala en


otras sentencias, 119/2007, 556/2006 y 1029/2005 se inclina por no calificar
estos informes de inteligencia como prueba pericial, precisando que: “es claro
que apreciaciones como la relativa a la adscripción o no de alguien a una
determinada organización criminal, o la intervención de un sujeto en una acción
delictiva a tenor de ciertos datos, pertenecen al género de las propias del común
saber empírico. Salvo, claro está, en aquellos aspectos puntuales cuya fijación
pudiera eventualmente reclamar una precisa mediación técnica, como sucede,
por ejemplo, cuando se trata de examinar improntas dactilares. Pero ese plus
de conocimiento global no determina, por ello solo, un saber cualitativamente
distinto, ni especializado en sentido propio. Y, así, seguirá perteneciendo al
género de los saberes comunes, susceptibles de entrar en el área del
enjuiciamiento por el cauce de una prueba testifical, apta para ser valorada por
el juez o tribunal, directamente y por sí mismo”.

Ahora bien aun cuando esta sentencia 119/2007 niega la condición de


prueba pericial a estos informes, sí precisa que: “participan de la naturaleza de
la prueba de indicios, en la medida que aportan datos de conocimiento para el

659
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tribunal sobre determinadas personas y actividades. Y esos datos si son


coherentes con el resultado de otros medios de prueba pueden determinar, en
conjunción con ellos, la prueba de un hecho, siempre que éste fluya del
contenido de todos esos elementos valorados por el órgano sentenciador”.

Esencial será constatar si las conclusiones obtenidas por los funcionarios


del servicio de información de la Guardia Civil o Brigada policial, pueden ser
asumidos por la Sala, a la vista de la documental obrante en la causa y el resto
de las pruebas practicadas en el plenario, esto es, si se parte de su
consideración como testifical donde debe ponerse atención es en el examen de
los documentos manejados por los funcionarios policiales y así, a partir de ellos
y de los hechos proporcionados de este modo, y como este Tribunal de casación
podría controlar la racionalidad de las inferencias realizadas por el Tribunal de
instancia.

En definitiva podemos concluir que se trata de un medio probatorio que


no está previsto en la Ley, siendo los autores de dichos informes personas
expertas en esta clase de información que auxilian al Tribunal, aportando
elementos interpretativos sobre datos objetivos que están en la causa, siendo lo
importante si las conclusiones que extraen son racionales y pueden ser
asumidas por el Tribunal, racionalmente expuestas y de forma contradictoria
ante la Sala.

En este sentido la STS. 697/2012 de 2.10, "en un caso en que se


cuestionaba la intervención de los técnicos policiales en calidad de peritos y no
como testigos, recuerda que la denominada gratuitamente, con mayor o menor
corrección, "prueba de inteligencia" es una modalidad probatoria no reglada o
mencionada de forma explícita en los textos legales, pero ello no le quita un
ápice de virtualidad probatoria, en cuanto constituye un conjunto amalgamado
de elementos probatorios nominados y catalogados jurídicamente.

En efecto, especialistas en lucha antiterrorista de la policía judicial


manejan y se apoyan en documentos públicos y privados, que aportan en su
informe y puede valorarlos el tribunal; pueden igualmente integrarse con otras
pericias efectuadas en procesos de las mismas características; puede también
participar de la prueba de testigos, si los expertos han tenido conocimiento de

660
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ciencia propia de algún aspecto sobre el que se pronuncian. En nuestro caso,


haber intervenido en la ocupación del material explosivo, o haberlo puesto a su
personal disposición a efectos de evaluar sus características, origen,
potencialidad, etc.; igualmente a todo el material recopilado y de acuerdo con
sus conocimientos técnicos y experiencia, efectúan unos razonamientos o
deducciones, que igualmente puede controlar el tribunal ante el cual depusieron
con contradicción y que poseerían todas las características de la prueba de
indicios.

Así pues, aunque tal modalidad probatoria no tenga una delimitación o


plasmación legal, es un conjunto de elementos probatorios (documentos,
testimonios, pericias, declaraciones o inferencias, etc.), de las que los jueces "a
quibus" pueden apercibirse porque todos ellos se aportan a la consideración de
la autoridad judicial en su dictamen de expertos, pudiendo el tribunal enjuiciador
valorarlos con libertad de criterio. La prueba en sí, es válida y debe, por tanto,
producir los efectos que el juzgador libremente (art. 741 L.E.Cr.) le atribuya.

En el caso que nos ocupa los autores de los informes comparecieron al


juicio oral ratificando los mismos, siendo sometidos a contradicción, de modo
que el Tribunal pudo valorar su contenido y el de la documentación obrante en
los Anexos unidos a los informes, sin que el motivo se refiera a una o unas
concretas pruebas de esta naturaleza, limitándose a su impugnación genérica.

148.- El motivo quinto por infracción de precepto constitucional al


amparo de los arts. 852 LECrim y 5.4 LOPJ por vulneración de la
presunción de inocencia establecido en el art. 24.2 CE al no existir prueba
de cargo respecto a la participación de D. Guillermo Ortega al no haber
practicado prueba de cargo que acredite la intervención y/o conocimiento
de los hechos por lo que venía siendo acusado.

El recurrente se centra en mostrar:

1) La prueba era y es insuficiente para sustentar la convicción del


Tribunal.

661
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2) La falta de prueba acudiendo al sesgo cognitivo, propio de una versión


procesal del proscrito Derecho penal de autor.

3) Inoculación directa de la preimputación contenida en los informes de


inteligencia policial para provocar la falsa convicción de que cometió los delitos
por los que se le investiga.

4) Creación ad hoc y simulación de prueba indirecta para suplir la falta


de calidad probatoria y adverar los informes policiales de inteligencia.

5) Las sospechas, conjeturas e hipótesis se trasponen a los escritos de


acusación y de ahí se depositan en la sentencia.

6) Existencia de una acusación vacua y temeraria. Fraude probatorio.

7) Presentación del acusado como culpable mediante la utilización de


probabilidades. Se articula la acusación bajo la presunción de culpabilidad.

8) Inexistencia de prueba, válida o no, que acredite mínimamente el


conocimiento y participación del condenado en los hechos que se le imputan.

No obstante, la sentencia recurrida en más de 100 páginas concreta la


actividad llevada a cabo por este recurrente, detallando las distintas
adjudicaciones con distinción entre regulares e irregulares, se reseñan las
cuentas denominadas Gabinete y Willy, se describe el entramado societario y
financiero, y se especifican las fuentes de conocimiento sobre tales extremos,
fundamentalmente, además de los informes de Inteligencia, las declaraciones
de Francisco Correa, Pablo Crespo, Carmen Rodríguez, José Luis Peñas, Juan
José Moreno y Antonio Villaverde, avaladas por los contratos y facturas en los
que se documentaban las distintas operaciones.

El recurrente se limita a recoger la doctrina jurisprudencial sobre el


alcance de la presunción de inocencia en casación pero sin pronunciarse sobre
el material probatorio a que se ha hecho referencia, suficiente para enervar
dicho principio constitucional.

662
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

149.- El motivo quinto bis por infracción de ley al amparo del art.
849.1 LECrim por indebida aplicación de los preceptos del CP que
contienen la tipificación de los delitos por los que ha sido condenado.

El recurrente se adhiere y da por reproducida íntegramente la motivación


y desarrollo del motivo 1º por infracción de ley contenido en el recurso de D.
Antonio Villaverde Landa, en lo que respecta y corresponde al Sr. Ortega Alonso
en cuanto a los delitos que en dicho motivo se analizan denunciando la
infracción de ley, blanqueo de capitales y delito fiscal.

Ausencia de motivación respecto de la extensión penológica impuesta.


Ausencia de la individualización de la pena.

El motivo carece de desarrollo alguno por lo que, tal como señala el


Ministerio Fiscal al impugnar el motivo, y hemos declarado en reciente STS
518/2019, de 29 de octubre, se incumplen algunos de los requisitos formales del
escrito de interposición o formalización del recurso contemplados en el art. 874
LECrim, en concreto que las diferentes razones de impugnación deben estar
ordenadas como motivos independientes que se presentarán debidamente
separados y numerados, sin que deban juntarse diversas impugnaciones en un
mismo motivo, de modo que cuando no se observan estos requisitos y se imputa
a la sentencia de forma conjunta, amalgamada y genérica, una serie de
infracciones normativas, afirmándose que en el procedimiento se han vulnerado
sistemáticamente preceptos legales o constitucionales, sin individualizar,
especificar y desarrollar en diferentes motivos las vulneraciones que se dicen
infringen la ley sustantiva, lo procedente es la inadmisión a trámite del motivo o,
en su caso, la desestimación.

No obstante lo anterior, dada la voluntad impugnativa del recurrente y


para evitar cualquier atisbo de indefensión, en cuanto se remite a un motivo
expuesto por otro coacusado Antonio Villaverde Landa, al analizar referido
motivo nos pronunciaremos sobre lo que le sea de aplicación al presente
recurrente.

663
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

150.- El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación indebida de la atenuante de dilaciones indebidas
del art. 21.6 CP, toda vez que se ha producido una dilación extraordinaria
en la tramitación del procedimiento, atenuante que concurre además como
muy cualificada.

El motivo, subordinado de los anteriores, hace suyo y reproduce la


motivación aducida por otras defensas al respecto de esta cuestión,
adhiriéndose íntegramente a las mismas y reproduciéndolas.

Alega el recurrente que inicialmente todo el denominado “Caso Gürtel”


se tramitó bajo las Diligencias Previas 275/2008 del Juzgado Central de
Instrucción nº 5. La causa estuvo secreta desde su incoación (Auto 8 de agosto
de 2008) hasta el primer levantamiento parcial (Auto 28 de septiembre de 2009,
dictado por el Instructor de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid, ya bajo las Diligencias Previas 1/2009). Luego se produjo un
segundo levantamiento parcial del secreto (Auto 5 de abril de 2010 del Instructor
TSJM) y finalmente el completo (Auto 29 de noviembre de 2010 del Instructor
del TSJM), quedando solo secreta una pequeña pieza sin importancia, secreto
interno, por cierto, continuamente quebrantado y divulgado, particularmente por
determinados medios de comunicación.

Por Auto de 5 de marzo de 2009 se había acordado la inhibición del


conocimiento de toda la causa a favor de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid, ante la presencia de tres investigados Diputados
de la Asamblea de Madrid, siendo íntegramente remitida por Auto de 31 de
marzo de 2009, una vez aceptada la competencia.

El 8-6-2011 la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia


dictó auto acordando la inhibición por pérdida sobrevenida de competencia a
favor del Juzgado Central de Instrucción nº 5.

El juicio oral de la presente causa pieza separada Época I se celebró


entre los meses de octubre 2016 y noviembre 2017. La sentencia recurrida fue
dictada 6 meses después, mayo 2018.

664
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La formulación del presente motivo se sustenta en alegaciones cuyo


contenido es similar a las planteadas por otros recurrentes que también han
denunciado esta pretendida infracción, por lo que nos remitimos a las
argumentos impugnatorios formulados frente las mismos, así el motivo 29º
interpuesto por el recurrente ALBERTO LÓPEZ VIEJO, el motivo 18º del
recurrente PABLO CRESPO SABARIS, el motivo 5º de la recurrente ALICA
MINGUEZ CHACÓN o el motivo 1º del recurrente JOSE JAVIER NOMBELA
OLMO, por lo que debe seguir la misma suerte desestimatoria.

RECURSO MARIA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO

151.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional,


al amparo de lo dispuesto en el artículo 852 de la ley de enjuiciamiento
criminal y artículo 5.4 de la LOPJ, siendo los preceptos constitucionales
infringidos los artículos 24.1 y 24.2, 25, 14 y 18 de la Constitución Española
en la vertiente de los derechos a la tutela judicial efectiva, al proceso justo
y con todas las garantías y a no sufrir indefensión, al derecho a ser
informado de la acusación, al derecho a la prueba, a las garantías
derivadas del principio acusatorio y del principio de legalidad penal; al
derecho a la igualdad en la aplicación de la ley penal; a la presunción de
inocencia y a la interdicción de la arbitrariedad en la aplicación de la ley
penal, así como el derecho a la intimidad personal, y ello sin olvidar:

A.- El Convenio Europeo para la protección de los Derechos


Humanos y Libertades Fundamentales CEPDH y 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos PIDC, por haber concurrido
al dictar sentencia el Magistrado D. José Ricardo de Prada Solaesa, cuya
recusación fue rechazada, habiendo sido formulada en su momento
procesal por existencia de causa legal al particular.

B.- Y el contenido de las Diligencias Informativas nº 453/2018 del


CGPJ, sobre la supuesta existencia de la inexcusable y mínima falta de
atención en relación al segundo Magistrado D. Julio de Diego, el cual se

665
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

habría quedado dormido en algunas sesiones, lo cual, como es obvio, le


habría impedido valorar conforme a Derecho, según las reglas de la sana
crítica y conciencia y con la personal y directa inmediatez necesaria, las
declaraciones, testimonios, pruebas practicadas y alegatos de los
abogados de la defensa y todo ello conforme al artículo 741 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y demás concordantes.

El motivo incurre en el error ya expuesto en el quinto bis del recurso de


Guillermo Ortega al incumplir los requisitos y presupuestos procesales que
deben reunir los escritos de interposición y formalización de un recurso de
casación (art. 974 LECrim), al imputar, de forma conjunta, amalgamada y
genérica una serie de infracciones normativas, afirmándose que se han
vulnerado sistemáticamente preceptos constitucionales, siendo la consecuencia
la inadmisión a trámite o, en su caso, la desestimación.

No obstante, si analizamos las distintas vulneraciones denunciadas, el


motivo debería ser desestimado.

A) Tutela judicial efectiva.

Este motivo ya ha sido articulado por otros recurrentes por lo que


debemos insistir en que la exigencia de motivación de las resoluciones judiciales
forma parte del contenido del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva
proclamado en el art. 24.1 CE.

La STS. 24/2010 de 1.2, recoge la doctrina expuesta por el Tribunal


Constitucional en SS. 160/2009 de 29.6, 94/2007 de 7.5, 314/2005 de 12.12
subrayando que el requisito de la motivación de las resoluciones judiciales halla
su fundamento en la necesidad de conocer el proceso lógico-jurídico que
conduce al fallo y de controlar la aplicación del Derecho realizada por los
órganos judiciales a través de los oportunos recursos, a la vez que permite
contrastar la razonabilidad de las resoluciones judiciales. Actúa, en definitiva,
para permitir el más completo ejercicio del derecho de defensa por parte de los
justiciables, quienes pueden conocer así los criterios jurídicos en los que se
fundamenta la decisión judicial, y actúa también como elemento preventivo de
la arbitrariedad en el ejercicio de la jurisdicción; pero el deber de motivación de

666
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las resoluciones judiciales no autoriza a exigir un razonamiento exhaustivo y


pormenorizado en todos los aspectos y perspectivas que las partes puedan
tener en la cuestión que se decide o, lo que es lo mismo, no existe un derecho
del justiciable a una determinada extensión de la motivación judicial (SSTC.
14/91, 175/92, 105/97, 224/97), sino que deben considerarse suficientemente
motivadas aquellas resoluciones judiciales que contengan, en primer lugar, los
elementos y razones de juicio que permitan conocer cuáles han sido los criterios
jurídicos esenciales fundamentadores de la decisión, es decir, la ratio decidendi
que ha determinado aquella (STC. 165/79 de 27.9) y en segundo lugar, una
fundamentación en Derecho (SSTC. 147/99 de 4.8 y 173/2003 de 19.9), bien
entendido que la suficiencia de la motivación no puede ser apreciada
apriorísticamente con criterios generales, sino que es necesario examinar el
caso concreto para ver si, a la vista de las circunstancias concurrentes, se ha
cumplido o no este requisito de las resoluciones judiciales (por todas, SSTC.
2/97 de 13.1, 139/2000 de 29.5, 169/2009 de 29.6).

Del mismo modo el derecho a la tutela judicial efectiva comprende el


derecho de alcanzar una respuesta razonada y fundada en Derecho dentro de
un plazo prudente, el cual se satisface si la resolución contiene la
fundamentación suficiente para que en ella se reconozca la aplicación razonable
del Derecho a un supuesto especifico, permitiendo saber cuáles son los
argumentos que sirven de apoyatura a la decisión adoptada y quedando así de
manifiesto que no se ha actuado con arbitrariedad, pero no comprende el
derecho a obtener una resolución favorable a sus pretensiones.

Bien entendido que con independencia de la parquedad del


razonamiento empleado: una motivación escueta e incluso una fundamentación
por remisión pueden ser suficientes porque la constitución no garantiza un
derecho fundamental del justiciable a una determinada extensión de la
motivación judicial, ni corresponde a este tribunal censurar cuantitativamente la
interpretación y aplicación del derecho a revisar la forma y estructura de la
resolución judicial sino solo comprobar si existe fundamentación jurídica y, en
su caso, si el razonamiento que contiene constituye lógica y jurídicamente
suficiente motivación de la decisión adoptada.

667
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello la STC 82/2001 declara que “solo podrá considerarse que la
resolución judicial impugnada vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva,
cuando el razonamiento que lo funda incurra en tal grado de arbitrariedad o error
que, por su evidencia y contenido, sean tan manifiestas y graves que para
cualquier observador resulte patente que la resolución, de hecho, carece de toda
motivación o razonamiento”.

Pues bien, en el caso presente el recurrente alega “falta de motivación


con infracción de los principios de proporcionalidad y culpabilidad en la
determinación de la pena”, pero no desarrolla tal impugnación al limitarse a citar
jurisprudencia y realizar afirmaciones genéricas como “basta la lectura de la
sentencia impugnada para constatar que no se da una respuesta motivada a las
pretensiones deducidas por CRQ y que resulta arbitraria, por no responder a la
lógica jurídica que debe presidir toda condena de esta magnitud y más si
tenemos en cuenta su lejanía con la autoría de los HHPP”.

Siendo así, en el siguiente submotivo relativo a la vulneración del


derecho a la presunción de inocencia se analizará la suficiencia de la prueba y
si de ella puede inferirse racionalmente la comisión del hecho y la participación
de esta acusada.

B) Presunción de inocencia.

La recurrente analiza cada uno de los delitos por los que ha sido
condenada, partiendo de una premisa, cual es que nunca tuvo el dominio del
hecho o de la acción en ninguna de las compañías mercantiles que conformaban
el Grupo Correa, sin que ejerciera labores propias de gestión y administración
en dicho Grupo ni en el Ayuntamiento de Majadahonda.

a) En cuanto a la asociación ilícita considera que su integración no se


deriva ni siquiera de pruebas indiciarias, sino que es fruto de errores forzados
con el apoyo de testimonios para concluir que “la acusada no es garante de los
ilícitos penales ajenos”. Y que “el socio que no administra no comete delito
alguno”.

Queja inasumible.

668
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La existencia de la asociación ilícita ya fue declarada en la STS


214/2018, de 8 de mayo, recaída en la pieza Gürtel-Fitur de la Comunidad
Valenciana, por lo que damos por reproducido lo ya expuesto en el motivo 27
del recurso interpuesto por Alberto López Viejo, sobre dicha figura delictiva.

En el caso actual la sentencia recurrida considera que se trata de la


misma asociación que despliega una misma actividad ilícita en otros territorios,
como Majadahonda, consiguiendo Francisco Correa introducir a, su entonces
mujer, Mª Carmen Rodríguez en el Ayuntamiento, como Jefa de Gabinete del
Alcalde, donde aprovechándose del rango y control que tenía por el puesto,
función o destino que ocupaba, utilizó los resortes legales a su alcance para una
finalidad defraudatoria ilícita, de la que todos obtenían un lucro o beneficio,
directo o indirecto.

Por tanto, aún cuando la última capacidad de intervención en los


contratos correspondiera al Alcalde o Concejal competente, no puede
desconocerse la importancia de la intervención de Carmen Rodríguez,
destacada por los coacusados y las personas que con ellos contrataban, lo que
denota su condición de miembro activo de la asociación a efectos del art. 517.2
CP.

b) En lo relativo al delito de cohecho continuado es la persona encargada


de entregar los regalos que configuran dicha figura delictiva. Tiene acceso a la
caja fuerte y a las cuentas “Gabinete” y “Willy” y era quien firmaba la mayoría de
los contratos, todo ellos acreditado por las hojas Excel y las declaraciones de
coacusados y contratantes (como Rafael de León).

c) En cuanto al delito de malversación de caudales públicos en concurso


medial con un delito de prevaricación, se concreta en los contratos y
expedientes de la “Campaña Infoeuro”, al “Manual de identidad corporativa”, al
“OAC” y a las “obras del Salón de Plenos del Ayuntamiento”, siendo su
participación como cooperadora necesaria o inductora.

- En la compañía Infoeuro, Carmen en unión de otros dos acusados,


Ortega y Peñas, acordaron con Correa que se tramitaran fraccionadamente
mediante cuatro expedientes: negociado con publicidad y tres contratos

669
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

menores, cuando debió acudirse al procedimiento de concurso, estando


prefijadas las empresas adjudicatarias, y el sobreprecio que supuso.

- En el Manual de Identidad Corporativa son las mismas personas las


que intervienen, con sobreprecio a cargo de las arcas municipales y vulneración
del principio de contratación.

- En relación a la OAC tuvo especial importancia la intervención del


“Gabinete de Alcaldía” que lo dirigía como jefa Carmen Rodríguez, en la
adjudicación del contrato a una de las empresas de su marido –Correa- pese a
las irregularidades que en ello hubo, incluidas las prórrogas, en distintas
sesiones.

- Y en lo relativo a las obras del Salón de Plenos se adjudicó


directamente con sobreprecio, sin tramitación de expediente alguno.

Participación relevante de Carmen acreditada por las declaraciones de


coacusados y testigos involucrados como Ramón Losada.

d) Delito de malversación en concurso medial con falsedad en


documento mercantil basado en las facturas emitidas al “Patronato Monte de
Pilar”, en las expedidas el 31-12-2003, y en las relacionadas con los anticipos
de “caja fija”.

Se trata de facturas que no respondían a servicios reales o infladas que


se abonaban con cargo a fondos públicos, siendo la recurrente la más
beneficiada en estas últimas (ver anotaciones hoja Excel) y en el resto se
deduce su participación de las declaraciones de Correa y Crespo y del testigo
Rafael León, entre otros.

e) Por último el delito de blanqueo, la sentencia, pág. 974, detalla el


entramado relacionado con el dúplex de la Avenida de la Oliva de Majadahonda:
Guillermo Ortega la adquiere, con fondos de procedencia ilícita, a través de la
mercantil instrumental Sundry, y después la vende a Carmen Rodríguez,
operación asumida por su esposo Francisco Correa. Estos adquirieron dicha
vivienda a la mercantil reseñada, representada por Luis de Miguel, conociendo
que figuraba como perteneciente a la sociedad instrumental de Ortega y, aun

670
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

así, la compran entregando una importante cantidad de dinero que ya


blanqueado puede disfrutar éste.

f) En el mismo motivo plantea otras cuestiones como:

- Dilaciones indebidas, remitiéndose a motivo posterior en el que será


objeto de nuestro análisis.

- Existencia de causa legal de recusación por la amistad del Ilmo. Sr. De


Prada Solaesa con Baltasar Garzón, cuestión ya tratada en anteriores motivos
a los que nos remitimos.

- Falta de tutela judicial efectiva por la desatención a lo ocurrido en el


juicio oral del Ilmo. Sr. Magistrado De Diego, al haberse quedado dormido en
algunas sesiones del juicio oral, tema también suscitado por otros recurrentes.

- Privación del derecho a la doble instancia efectiva, materia


ampliamente analizada en anteriores recursos.

152.- El segundo motivo por infracción de precepto penal de


carácter sustantivo y otra norma jurídica del mismo carácter que debe ser
observada en la aplicación de la ley penal (art. 849.1 LECrim) por
aplicación indebida del art. 517.1 CP por un único delito de asociación
ilícita.

En motivos de anteriores recurrentes ya hemos señalado como la vía


casacional del art. 849.1 LECrim ha de partir de los hechos que se declaran
probados sin añadir otros nuevos ni prescindir de los existentes, para cuestionar
si los preceptos aplicados han sido los procedentes, si se han dejado de aplicar
otros que también lo fueran o si los aplicados han sido interpretados
adecuadamente.

Pues bien, los hechos probados permiten su adecuada subsunción en el


delito de asociación ilícita. Así se recoge:

671
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“la organización dirigida por Francisco Correa, mientras Guillermo


Ortega, fue alcalde de Majadahonda, entre 2001 y 2005, se encargó de
gestionar un fondo de dinero cuyo origen estaba, en su mayor parte, en ingresos
procedentes del cobro de comisiones a empresas adjudicatarias de contratos
públicos del Ayuntamiento de Majadahonda o de sociedades municipales,
otorgados irregularmente, en ocasiones también, de manera regular, o
procedentes de supuestas prestaciones de servicios por parte de empresas del
primero, pero siempre con la intervención del Alcalde, que se ocultaron a través
de facturas falsas, como también estaba ese origen en el apoderamiento directo
de cantidades a distintas entidades públicas del municipio que, supuestamente,
encubría mediante facturas mendaces, por venir referidas a servicios
inexistentes o bien ya abonados.

A tal efecto los acusados integrados en el equipo, de hecho, que


componía el “Gabinete de Alcaldía” (CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS
PEÑAS y más tarde JUAN JOSÉ MORENO), con su Alcalde a la cabeza, se
prevalieron de las competencias que por razón de sus cargos ostentaban dentro
del Ayuntamiento, para imponer esta dinámica de actuación tanto en el ámbito
de la contratación, mediante la manipulación en las adjudicaciones, como en el
de la ordenación de pagos, mediante la autorización de pagos indebidos,
actividad que era complementada y completada desde fuera del Ayuntamiento,
pero en coordinación con la de dentro, por FRANCISCO CORREA, a través de
sus empresas, ya fuera por ser adjudicatarias de esos contratos irregularmente
ganados, ya por facilitar, bien sus mismas empresas, bien otras de las que él se
servía, las correspondientes facturas manipuladas.

Las cantidades ilegalmente obtenidas de esta manera llegaban a las


cuentas de las mercantiles de FRANCISCO CORREA, desde las que se
canalizaban a otras, para, de esta manera, hacer frente a los compromisos que
debía atender con quienes le habían proporcionado el camino para mermar las
arcas del Consistorio, que funcionaban a modo de una cuenta corriente, de las
cuales, por lo que ahora interesa, hablaremos de la cuenta “Gabinete
Majadahonda”, desde 2002, y la cuenta “Extracto servicios Willy” (o,
simplemente, cuenta “Willy”), cuyos fondos procedían de las ilícitas vías a que
nos hemos referido, que, en la medida que eran gestionadas bajo el control del

672
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

propio FRANCISCO CORREA, constituyen una de las muestras más visibles de


su integración en ese entramado las personas con las que repartía los beneficios
obtenidos de su actividad.

Por lo tanto, las empresas de FRANCISCO CORREA actuaban a modo


de recaudadoras de cantidades provenientes de terceros, obtenidas de la
manera ilícita que hemos apuntado, con las que nutrían una bolsa o fondo, que
era común por lo que se refiere a la “Cuenta Gabinete Majadahonda”, en cuya
dinámica era fundamental contar con las personas afines que había conseguido
introducir en el “Gabinete de Alcaldía”, con los que se abonaban servicios que
las empresas prestaron al Ayuntamiento o al grupo municipal del P.P. de
Majadahonda sin facturar, o gastos personales de GUILLERMO ORTEGA o de
sus colaboradores desde ese “Gabinete de Alcaldía”, CARMEN RODRÍGUEZ,
JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO, en cuya manera de operar, con
la que la organización nutre de fondos esa bolsa, es relevante la participación
de todos ellos, en tanto en cuanto que, gracias a esos cargos que ocupaban
dentro del Ayuntamiento, les conferían, de hecho, una capacidad de control en
la gestión y un poder sobre la decisión en la adjudicación, que, puesto en
relación con el control externo de la empresa amiga o afín, en que era decisivo
el papel ocupado por PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS IZQUIERDO, conseguían
que las adjudicaciones se concretasen a favor de esta, aun conscientes de que,
con esas adjudicaciones, el gasto para la corporación fuera superior al normal
u ordinario, pero que, si así actuaban, era al objeto de generar fondos con los
que llenar la bolsa, y luego desviarlos para ellos mismos o para terceros.

Al igual que la anterior, se nutría la cuenta “Willy” (...)>>.

Como expresa el Tribunal de instancia, estamos ante <<el ejemplo


paradigmático de como una asociación parasita un ayuntamiento, se infiltra,
controla su gestión, elimina aquellos órganos de control que pudieran existir y
elimina también aquellos elementos contrarios a su intención de lucrarse
ilícitamente” [...] “es un claro ejemplo de asociación ilícita en el que cada uno de
sus integrantes pone a favor de la asociación una función concreta. Desde el
ayuntamiento, sus integrantes, JOSÉ LUIS PEÑAS, JUAN JOSÉ MORENO,
CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO y GUILLERMO ORTEGA utilizan sus

673
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

funciones en ese ayuntamiento para conseguir los contratos; y desde el punto


de vista empresarial FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO, JOSÉ LUIS
IZQUIERDO e ISABEL JORDÁN utilizan su red de contactos y su sistema y sus
empresas para facturar del modo más conveniente para esa sociedad”.

Consideramos, pues, que se trata de una misma asociación, que nada la


diferencia por la circunstancia de que haya extendido sus redes a Majadahonda,
sino que es, simplemente, uno de los ámbitos donde despliega la misma
actividad ilícita que en otros espacios, y que, en el caso de este municipio, si se
quiere, hay menos razón para pretender esa diferencia, pues, en la medida que
FRANCISCO CORREA consigue introducir en el Consistorio a la entonces su
mujer, CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, con la capacidad de decisión que
llega a tener, es la muestra más evidente de que es la misma estructura la que
se organiza para asentar la dinámica de corrupción que caracteriza su modo de
operar>>.

Consecuentemente la actividad de la acusada declarada probada puede


subsumirse en el delito de asociación ilícita con la consiguiente desestimación
del motivo.

153.- El motivo tercero por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo al amparo del art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art.
130.1-6, 131.1 y 132 CP por la existencia de prescripción del delito de
asociación ilícita, del delito de prevaricación y del delito de cohecho.

Argumenta la recurrente que no hay ningún hecho probado posterior al


año 2003 siendo el Código Penal aplicable el regulado por LO 10/95, de 23 de
noviembre, sin que sea de aplicación la LO 15/2003, de 25 de noviembre, que
entró en vigor el 1-10-2004. El comienzo del cómputo del plazo de prescripción
con relación a los expresados delitos o dies a quo estaría en los años 2001,
2002, y considerando de aplicación el peor plazo de prescripción del CP 1995,
habría transcurrido con exceso el plazo privado de libertad de 3 o 5 años (sic) o
dies ad quem, quedando situado este último, como fecha fatídica en el año 2007.

674
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es similar al articulado por otros recurrentes, por lo que su


desestimación deviene necesaria, insistiéndose en que hay que considerarlo
todo una unidad, al tratarse de un proyecto único en varias direcciones y, por
consiguiente, no puede aplicarse la prescripción por separado, cuando hay
conexión natural entre ellos y mientras el delito más grave no prescriba tampoco
pueden prescribir los delitos con los que está conectado. En este sentido la STS
15/2017, de 20 de enero, “en los delitos conexos o en el concurso de
infracciones se tomará en consideración el delito más grave declarado cometido
por el tribunal sentenciador para fijar el plazo de prescripción del conjunto
punitivo enjuiciado”.

En el caso presente la prescripción que se invoca se refiere a delitos que


están en relación de conexidad con otros, como el de blanqueo de dinero o el
de malversación que tienen plazos de prescripción de diez años (v. STS SSTS
480/2009 de 22 mayo, 643/2018 de 13 diciembre). Por lo que no cabe apreciar
la pretendida prescripción de los delitos.

La recurrente figura en el relato factico como asesora de relaciones


externas con funciones de apoyo al Gabinete del Alcalde, entre el 02/07/2001 y
el 01/04/2002, así como entre el 30/04/2002 y el 13/06/2003. Posteriormente,
fue Directora del Gabinete de Alcaldía desde el 20/06/2003 al 04/02/2005, cargo
de confianza del Alcalde, entre cuyo cometido se encontraba la organización de
actos públicos y representación protocolaria del Alcalde y la gestión
presupuestaria de todos los gastos relativos a comunicación y publicidad de
cualquier Concejalía.

Se afirma en dicho relato factico que la recurrente estaba integrada en el


equipo denominado “Gabinete de Alcaldía” entre 2001 y 2005, cuya la
organización dirigida por FRANCISCO CORREA, mientras GUILLERMO
ORTEGA fue Alcalde de Majadahonda, estando integrada la recurrente se
encargó de gestionar un fondo de dinero cuyo origen estaba, en su mayor parte,
en ingresos procedentes del cobro de comisiones a empresas adjudicatarias de
contratos públicos del Ayuntamiento de Majadahonda o de sociedades
municipales.

675
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, las ilícitas actividades por las que la recurrente ha sido


condenada, además de los delitos que invoca, por los delitos de blanqueo de
capitales y malversación de caudales públicos, se refieren al periodo
comprendido entre los años 2001 y 2005, por lo que cualquiera que fuera la
legislación aplicable -Código Penal de 1995 o reforma del año 2003-, los delitos
no están prescritos, toda vez que el delito de blanqueo tenía señalada en ambos
una pena de prisión de seis meses a seis años y el delito de malversación de
caudales públicos con pena de tres a seis años de prisión, correspondiéndoles
un plazo de prescripción de diez años.

154.- El motivo cuarto por infracción de ley art. 849.1 LECrim por
aplicación indebida del delito continuado de cohecho de los arts. 419, 420,
426 y 74 CP en concurso medial con el delito continuado de falsedad
continuada en documento mercantil del art. 392 en relación con el art.
390.1.2.3 también del CP.

Se afirma por la recurrente que de la prueba practicada no resulta la


autoría del delito por el que ha sido condenada, por cuanto que estaba casada
con el coacusado Correa en régimen de separación de bienes y no intervino
nunca en las empresas de su marido, ni tuvo intervención en sus cuentas.
Manifiesta que en los cargos ocupados en la Administración fueron de simple
asesora y nunca tuvo poder de disposición ni facultad alguna, que nunca estuvo
integrada en las organizaciones de los Ayuntamiento donde trabajó, que fue
meramente contratada como eventual, que sus funciones se limitaban única y
exclusivamente al asesoramiento de las relaciones externas de carácter
institucional del Alcalde del citado municipio y al cumplimiento de aquellas
órdenes e instrucciones que le eran comunicadas, careciendo de facultades de
disposición y, por ende, de presupuesto a su cargo y de capacidad para asignar
contrato o gasto alguno.

El motivo debe ser desestimado.

676
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como ya hemos recordado en motivos precedentes la vía casacional del


art. 849.1 LECrim parte del respeto a los hechos probados y la queja debe ser
referida a la incorrecta subsunción de los mismos en el tipo delictivo aplicado.

La recurrente no se refiere a tales hechos probados y sus alegaciones


son propias de infracción de preceptos constitucionales ya analizadas en el
motivo primero, y es doctrina de esta Sala, SSTS 368/2014, de 6 de mayo;
365/2017, de 19 de mayo; 517/2017, de 6 de julio; 648/2017, de 3 de octubre;
171/2018, de 11 de abril; 203/2018, de 25 de abril; 484/2018, de 18 de octubre,
“que la falta de respeto a los hechos probados o la realización de alegaciones
jurídicas contrarias o incongruentes con aquellos, determina la inadmisión del
mismo y correspondientemente, su desestimación conforme a lo previsto en el
art. 884.3 LECrim”.

Siendo así en el factum, pág. 185 y ss, se recoge en el esquema de


actuación descrito, FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, dentro de su sistema de
negocio valiéndose de sus contactos conseguidos dentro del Partido Popular,
en el año 2001 entabló una buena relación de amistad con el que fuera Alcalde
del Ayuntamiento de Majadahonda, GUILLERMO ORTEGA ALONSO,
perteneciente a dicho partido y quien ostentara el cargo desde el 16/05/2001 al
03/02/2005, que fue creciendo hasta el punto de llegar a ser el padrino de
bautizo de uno de sus hijos, nacido en el año 2002, y a través del cual pudo
conocer a los concejales de dicho consistorio JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO y
más tarde a JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, y conseguir que MARÍA DEL
CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, con quien entonces estaba casado, entrara
a trabajar en él, como funcionaria eventual, y en puesto de confianza del Alcalde,
llegando a formar un grupo, que se agregó a la estructura societaria de aquel,
con el que se introdujo en el Ayuntamiento. Estos tres se integraron en lo que
se conoció como "Gabinete de Alcaldía", formando un equipo o tándem
perfectamente compenetrado, del que la última era su jefa y al frente de todos
se encontraba el Alcalde.

La estrategia ideada con este organigrama por FRANCISCO CORREA,


se tradujo en una planificación para apoderarse de fondos de entidades públicas
y hacerse con comisiones en compensación y/o a cuenta de la concesión de

677
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

adjudicaciones de contratos públicos en que era fundamental aprovecharse de


las ventajas que, desde dentro del Ayuntamiento, y por razón de su cargo, le
podía proporcionar el contar con la intervención de su Alcalde, así como de los
demás citados, quienes participaron de esa estrategia, de ahí que los fondos y
comisiones ilícitamente obtenidos se destinaran no solo a FRANCISCO
CORREA, sino también a los demás, así como, en parte, para sufragar actos
del Partido Popular en el ámbito de Majadahonda, en que aquel intervenía, y
también eventos de autopromoción y propaganda personal y política y
relacionados con la actividad de entidades municipales, que no respondían a
interés general ni a necesidad real.

155.- El motivo quinto por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo al amparo del art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del
delito continuado de malversación de caudales públicos, arts. 432.1 y 74
CP en concurso medial del art. 77 CP, con un delito de prevaricación
continuada de los arts. 404 y 74 CP, como cooperadora necesaria.

Alega la recurrente que los hechos probados no conforman la actividad


delictiva contenida en la sentencia recurrida, ya que ni se han afectado bienes
ajenos públicos, ni se ha violado deber alguno de fidelidad por cuanto Carmen
Rodríguez no se ha beneficiado ni lucrado en modo alguno de la actividad
desarrollada en el Ayuntamiento de Majadahonda.

La recurrente, en aras al principio de economía procesal, reitera los


hechos, argumentos y fundamentos expuestos precedentemente sobre la
conducta de aquella, esto es, que los hechos probados son fruto de errores
forzados ajenos a su voluntad por su falta de conocimiento y preparación con
relación a las instrucciones que recibía del Alcalde y de los Concejales que
componían el denominado Gabinete de Alcaldía, son consecuencia de la plena
y completa confianza que tenía depositada en su ex marido Francisco Correa,
son el resultado de que nunca tuvo el dominio del hecho o de la acción de las
compañías mercantiles que conformaban el Grupo Correa, son la prueba de que
Carmen Rodríguez no ejercía labores propias de gestión y administración en el
Grupo Correa en el Ayuntamiento de Majadahonda; son prueba que Carmen no

678
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contrató con esas a partir de su entrada en el Ayuntamiento de Majadahonda,


sino que ya venían contratando con ellas con anterioridad al mes de julio de
2001; que ha sido condenada por su participación, como autora, cooperadora
necesaria o incluso inductora de los delitos relacionados en la sentencia, pero
de los hechos probados no se puede atender o inferir al hecho o circunstancias
de que el condenado Sr. Correa, actualmente su ex marido, la pagara (al margen
de su sueldo en el Ayuntamiento de Majadahonda) cuantías regulares
mensuales de carácter periódico para el mantenimiento de las cargas familiares
con cargo a las compañías del Grupo Correa, hecho éste último que, a lo sumo,
solo serviría para establecer su responsabilidad civil como partícipe a título
lucrativo a los efectos del art. 122 CP.

Al ser el motivo reiteración de los expuestos anteriormente en relación a


la prueba la recurrente hace alegaciones contrarias a los hechos probados por
lo que los mismos fundamentos expuestos para desestimar el anterior motivo
nos sirven para desestimar el presente.

156.- El motivo sexto por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo, en base al art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del delito
continuado del art. 432.1 –malversación- en concurso medial del art. 77 CP
con un delito continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392,
en relación con los arts. 390.1º, 2º y 3º y el 74 CP, como cooperador
necesario.

A los efectos de evitar inútiles repeticiones, la recurrente da por


reproducidos los hechos, argumentos y fundamentos expuestos
precedentemente sobre la conducta de COQ con el Ayuntamiento de
Majadahonda, sin perjuicio de adherirse al contenido de los motivos de casación
relativos al resto de los condenados en la Pieza denominada Ayuntamiento de
Majadahonda.

La propia remisión que se hace en el motivo a los anteriores es suficiente


para desestimar el mismo dando por reproducido lo ya razonado en aquellos.

679
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

157.- El motivo séptimo por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo, art. 849.1 LECrim por aplicación indebida de un delito de
blanqueo de capitales del art. 30.1 CP y ello ante la escasa participación
que ha tenido se opta por la pena mínima de seis meses de prisión con la
accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante la condena y multa de 500.000 €.

Alega la recurrente que se condena a CRQ por un delito de blanqueo de


capitales, cuando nunca intervino en acto alguno con relación al mismo, salvo
que la firma de una escritura pública de compraventa constituya acto ilícito
alguno y más si tenemos en cuenta el fedatario público que intervino en su
otorgamiento no comunicó acto alguno al SEPBLAC.

De nuevo el motivo cuestiona el relato fáctico declarado probado en


contra de la reiterada jurisprudencia que afirma que el recurso de casación por
infracción de ley del art. 849.1 LECrim exige el respeto absoluto e íntegro de los
hechos probados en sentencia.

Siendo así, en los hechos probados de la sentencia recurre se detalla


como <<SUNDRY no desarrolló actividad mercantil alguna y fue utilizada para
encubrir el real patrimonio de GUILLERMO ORTEGA, quien se valió de ella para
la realización de inversiones inmobiliarias, que le reportaron sus
correspondientes ganancias, así como para la adquisición de dos vehículos
(...)GUILLERMO ORTEGA adquirió a través de SUNDRY, siempre
representada por LUIS DE MIGUEL: (...)

- Dúplex con plaza de garaje en el nº 22 de la Avenida de la Oliva de


Majadahonda, adquiridos el 21/05/2003, por importe de 346.000 €, que
transmitiría el 13/10/2004 a CARMEN RODRÍGUEZ por 385.000 €, que le
generó una ganancia patrimonial de 32.080,00 € (pág. 217 y 218)>>.

Relato fáctico que se complementa en la fundamentación jurídica, como


ya expresamos en el motivo tercero en el sentido de que éstos –la recurrente y
su marido Correa- adquirieron dicha vivienda a la mercantil reseñada,
conociendo que figuraba como perteneciente a la sociedad instrumental de

680
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ortega y aún así la compran entregando una importante cantidad de dinero que
ya blanqueado puede disfrutar éste.

Conducta esta que puede subsumirse en el art. 301 CP en cuanto ayudó


a la persona que participó en la infracción o infracciones a eludir las
consecuencias legales de sus actos, la participación en el delito parte de una
voluntad de ayudar al autor del hecho.

158.- El motivo octavo por infracción de ley de carácter sustantivo,


art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del principio non bis in idem y el
apartado 2 del art. 666 LECrim ante la existencia de la excepción perentoria
de cosa juzgada.

Alega la recurrente que los hechos objeto de condena ya fueron


depurados judicialmente al haber sido objeto de unas diligencias previas
incoadas contra CRQ por el concejal del PSOE del Ayuntamiento de
Majadahonda Ricardo Muñoz Montero, mediante auto de 14-8-2003 en relación
a extremos y hechos supuestamente delictivos que obran al tomo 289 del
procedimiento, todo lo cual concluyó, previa la práctica de todas las diligencias
solicitadas y acordadas, mediante auto de fecha 18-8-2005, decretándose,
previo informe favorable del Ministerio Fiscal, el sobreseimiento libre y el archivo
de las diligencias, por lo que estamos en presencia de la excepción perentoria
de cosa juzgada material en su aspecto negativo o principio “non bis in idem”.

El motivo debe ser desestimado.

Como ya se expuso en el motivo primero del recurso interpuesto por


Isabel Jordán, los elementos identificadores de la cosa juzgada material son, en
el orden penal:

1) identidad sustancial de los hechos objeto de la sentencia firme y del


segundo proceso: la variación de elementos accesorios o circunstanciales no
deben influir.

681
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2) identidad de sujetos activos del delito en ambos procesos, esto es, la


persona imputada ha de ser la misma que aquella contra la que se dirigió la
acusación en la primera causa resuelta definitivamente por condena o
absolución.

En el caso presente el motivo no especifica el contenido de la denuncia


inicial ni del auto resolutorio y tal cuestión ni siquiera fue alegada en la
instrucción, ni en las cuestiones previas, art. 786.2 LECrim, ni en las
conclusiones provisionales y definitivas, por lo que el tribunal de instancia no se
pronunció sobre su posible concurrencia, por lo que no existe dato alguno que
permita a esta Sala pronunciarse sobre la concurrencia de aquellos elementos
configuradores de la cosa juzgada.

159.- El motivo noveno por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art. 26 CP y la
LECrim ante la existencia de la excepción perentoria de cosa juzgada (sic).

Argumenta que los documentos relativos a relaciones y hojas Excel en


los que se basa la condena a CRQ respecto de diversas cuentas relativas al
Ayuntamiento de Majadahonda, no constituyen documento con eficacia
probatoria a los efectos del art. 26 CP.

El motivo se desestima.

El art. 26 no puede ceñirse solo al papel porque las nuevas técnicas han
multiplicado las ofertas de soportes físicos capaces de corporeizar y dotar de
perpetuación al pensamiento y a la declaración de voluntad como grabaciones
de video o cinematográfica, los disquetes informáticos, la incorporación de estos
instrumentos documentales a nuestro sistema procesal se inició de forma
expresa por la Ley de Enjuiciamiento Civil de 7-1-2000. Así, su art. 135.5
establece que: cuando los tribunales y los sujetos intervinientes en un proceso
dispongan de medios técnicos se pueden utilizar siempre que quede
garantizada su autenticidad. El art. 130 LOPJ lo establece de forma similar y en
el art. 230 ratifica esta tendencia al establecer que “los documentos emitidos por
medios técnicos, electrónicos, informáticos y telemáticos, cualquiera que sea su

682
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

soporte, gozarán de la validez y eficacia de un documento original”, añadiendo


“siempre que quede garantizada su autenticidad, integridad y el cumplimiento
de los requisitos exigidos por las leyes procesales”.

En definitiva, el soporte papel ha sido superado por las nuevas


tecnologías de la documentación e incorporación. Cualquier sistema que
permita incorporara ideas, declaraciones, informes o datos susceptibles de ser
reproducidos en su momento, suple con ventajas el tradicional documento
escrito, siempre que existan instrumentos que permitan la fiabilidad y seguridad
de los impresos en soporte magnético. Se trata de una realidad social que el
derecho no puede desconocer. El documento electrónico imprime en las
“neuronas tecnológicas”, de forma indeleble, aquello que se ha querido
transmitir por el que maneja los hilos que transmiten las ideas, pensamientos o
realidades de los que se quiere quede constancia. Su autenticidad es tan firme
que supera la realidad que puede visualizarse en el documento escrito. El
documento electrónico adquiere, según sus formas de materializarse, la
posibilidad de adquirir las categorías de documentos privados, oficiales o
públicos, según los elementos técnicos que se incorporan para su uso y
materialización. La Ley 34/2002, de 1 de julio, de Servicios de la Sociedad de la
Información consagra la validez del contacto electrónico, lo que dota a los
resortes informáticos de la misma validez que los soportes electrónicos.

Por tanto habrá que colegir que también son documentos todas aquellas
declaraciones de voluntad o de conocimiento que se confeccionen por
procedimientos electrónicos o tecnológicos y para su entendimiento y/o
transmisión y/o transformación son necesarios instrumentos o medios que
también están a disposición de cualquiera: ordenadores, modems, faxes.

Siendo así, la consideración de documento de las hojas de Excel no debe


ser cuestionada.

160.- El motivo décimo por infracción de precepto penal de carácter


sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del acuerdo del Pleno

683
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no Jurisdiccional de 30-10-2007 y 26-10-2010 en aras de evitar la doble


valoración de las conductas penales objeto de condena.

Se señala en el motivo que “en ningún caso, dispuso de mayor cantidad


que la señalada en el art. 433 CP, es decir, ninguna disposición supera la
cantidad de 4.000 € por lo que el presente supuesto debería quedar encuadrado
en el subtipo referido del art. 433, y no en el tipo básico del art. 432 de dicho
texto penal”, y en cualquier caso el delito continuado de malversación de fondos
públicos estaría prescrito, en virtud de aplicación de la norma penal más
favorable, y más concretamente los arts. 130.6º y 131.1 por cuanto que la pena
máxima que se podría aplicar a la recurrente no superaría los tres años, por lo
que el plazo de prescripción del delito se fijaría igualmente en tres años, el cual
estaría ampliamente superado.

Pretende la recurrente la aplicación del subtipo atenuado del art. 433 por
entender que la redacción actual Ley Orgánica 1/2015 es más favorable al
prever una pena de uno a dos años de prisión, multa de tres meses y un día a
doce meses, e inhabilitación especial para cargo o empleo público y derecho de
sufragio pasivo por tiempo de uno a cinco años, olvida que en todo caso tal
reforma debería aplicarse en su totalidad y con ello el art. 432.3.b, cuando “el
valor del perjuicio causado o de los bienes o efectos apropiados excediese de
50.000 €, con pena de cuatro a ocho años de prisión e inhabilitación absoluta
de diez a veinte años.

La cuestión, por tanto, debe reconducirse a si debe aplicarse o no el nº


3 del art. 432, cuantía inferior a 500.000 pts. que se establecía en la redacción
original del CP 1995 o a 4.000 € a partir de la reforma LO 15/2003, de 25 de
noviembre, que entró en vigor el 30-9-2004.

La cuestión que se plantea es si las distintas cantidades malversadas


individualmente no superaran los 4.000 €, pero sí globalmente consideradas,
podría determinar la aplicación del pleno no jurisdiccional de esta Sala Segunda
de 30-10-2007, a cuyo tenor:

“El delito continuado siempre se sanciona con la mitad superior de la


pena, cuando se trata de delitos patrimoniales la pena básica no se determina

684
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en atención a la infracción más grave, sino al perjuicio total causado. La regla


prevenida, art. 74.1 CP, queda sin efecto cuando su aplicación fuese contraria
a la prohibición de la doble valoración”.

Acuerdo que en los delitos de estafa o apropiación indebida lleva en


estos supuestos a la aplicación del art. 250.1.5, cuando los delitos, aún inferiores
a 50.000 euros, en conjunto sí superan esa cifra, si bien no se aplica el párrafo
1º del art. 74, sino el 2º; pues la suma de las cuantías ya se tiene en cuenta para
agravar la pena, aplicando la del art. 250.1 y no la del art. 249 CP.

En este sentido es significativa la STS. 950/2007 de 13.11, que acogió


como doctrina correcta la que entiende que si bien el artículo 74.2 constituye
una regla específica para los delitos patrimoniales, tal especificidad solo se
refiere a la determinación de la pena básica sobre la que debe aplicarse la
agravación, de forma que el artículo 74.1 es aplicable como regla general
cuando se aprecie un delito continuado, salvo en aquellos casos en los que tal
aplicación venga impedida por la prohibición de doble valoración. Dicho de otra
forma, la agravación del artículo 74.1 solo dejará de apreciarse cuando la
aplicación del artículo 74.2 ya haya supuesto una agravación de la pena para el
delito continuado de carácter patrimonial.

La Sala ha entendido hasta ahora de forma pacífica que cuando se trata


de infracciones patrimoniales, la pena se impondrá teniendo en cuenta el
perjuicio total causado conforme dispone el artículo 74.2 CP. De manera que, si
la suma de ese perjuicio es superior a 50.000 euros, la pena procedente es la
prevista en el artículo 250.1. 5º y si es inferior a esa cifra la del artículo 249.

Cuando esa cifra (la relevante para incrementar la pena básica) se


alcanza por la suma de las diferentes infracciones, acudir a la agravación del
apartado 1 del artículo 74 vulneraría la prohibición de doble valoración de una
misma circunstancia o de un mismo elemento, pues de un lado se ha tenido en
cuenta para acudir al artículo 250.1. 5ª, con la consiguiente elevación de la pena
y de otro se valoraría para acudir al artículo 74.1, agravándola nuevamente. Ello
conduciría a determinar la pena conforme al perjuicio total causado, pero sin
que fuera preciso imponerla en su mitad superior, de forma que el Tribunal
podría recorrer la pena en toda su extensión.

685
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por lo tanto, la regla del artículo 74.2 resulta específica para los delitos
contra el patrimonio en el sentido de que la pena básica que debe ser tenida en
cuenta en el caso de estos delitos continuados no es la correspondiente a la
infracción más grave sino la correspondiente al perjuicio total causado, ambas
en su mitad superior (pudiendo alcanzar hasta la mitad inferior de la pena
superior en grado). De esta forma, el delito continuado patrimonial recibiría un
trato penológico similar a cualquier otro delito continuado.

Como excepción a la regla anterior se presentan aquellos casos en los


que la aplicación del artículo 74.1 infringiera la prohibición de doble valoración,
lo que tendría lugar cuando la valoración del perjuicio total causado ya supusiera
un aumento de la pena correspondiente a las infracciones cometidas
separadamente consideradas.

En consecuencia, el delito continuado se debe sancionar con la mitad


superior de la pena que puede llegar hasta la mitad inferior de la pena superior
en grado con independencia de la clase de delito de que se trate. Cuando se
trata de delitos patrimoniales la pena básica que debe ser incrementada con
arreglo al artículo 74.1 no se determina en atención a la infracción más grave,
sino al perjuicio total causado. Y, finalmente, la regla contenida en el artículo
74.1, solo queda sin efecto cuando su aplicación fuera contraria a la prohibición
de doble valoración, es decir en aquellos casos en los que la pena ya haya sido
incrementada en atención al perjuicio total causado por tratarse de delito
continuado.

Con tal criterio interpretativo se pretende que la regla especial


establecida en el art. 74.2 para los delitos de naturaleza patrimonial no siempre
excluya la simultánea aplicación de la regla genérica contenida en el art. 74.1.
Tal regla genérica quedaría automáticamente excluida cuando el importe total
del perjuicio ha determinado ya un cambio de calificación jurídica y la correlativa
agravación por la continuidad, es decir en aquellos casos en que, por razón del
importe total del daño patrimonial, se desplazan del tipo básico al tipo
cualificado. En estos casos la aplicación incondicional del art. 74.1 determinaría
la vulneración del “non bis in ídem” (SSTS 8/2008, de 24 de enero; 483/2012,
de 7 de junio; 433/2014, de 13 de diciembre; 737/2016, de 5 de octubre;

686
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

211/2017, de 29 de marzo; 877/2017, de 13 de diciembre; 222/2018, de 10 de


mayo; 650/2018, de 14 de diciembre).

En el caso actual la recurrente ha sido condenada como cooperadora


necesaria de un delito continuado de malversación de más de 113.000 €, lo que
determina la aplicación del art. 432.1 CP -y en todo caso con posibilidad de
recorrer su marco penológico en toda su extensión-.

Y en cuanto a la prescripción alegada damos por reproducido lo ya


alegado en el motivo tercero, y recordar que el Pleno no Jurisdiccional de 26-
10-2010 entre otras cuestiones, acordó que “en los delitos conexos o en el
concurso de infracciones se tomará en consideración el delito más grave
declarado cometido por el tribunal sentenciador para fijar el plazo prescriptivo
del conjunto punitivo enjuiciado”.

161.- El decimoprimer motivo por infracción de precepto penal de


carácter sustantivo, art. 849.1 LECrim por falta de aplicación del art. 122
CP en relación con el art. 1885 (1897) y ss C. Civil, con expresa remisión
art. 11 CP.

Alega la recurrente que los hechos declarados probados no son


constitutivos de delito alguno imputable a la misma al no cumplir ninguno de los
tipos del injusto o ilícitos penales invocados en la sentencia, constituyendo en
última instancia un ilícito civil.

El motivo es confuso en su desarrollo al insistir, en primer lugar, que las


pruebas de cargo practicadas con respecto a esta acusada son inconsistentes
en sí mismas y no permiten una convicción en conciencia en los términos del
art. 741 LECrim.

A continuación señala que no concurren los elementos del tipo subjetivo


ya que CRQ no obró dolosamente y sería aplicable el art. 14.1 CP, error sobre
los elementos de las infracciones penales objeto de acusación, error invencible.
Plantea igualmente la posibilidad de aplicación del apartado 3º del art. 14 error

687
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

invencible sobre la ilicitud del hecho y si se considera que el error era vencible
se rebajaría la pena en uno o dos grados.

Y en todo caso si se estimara que sus superiores en el Ayuntamiento


carecían de facultades para delegar en la recurrente para que realizara los actos
por lo que ahora se le acusa, quedaría clara y evidente la naturaleza civil de los
hechos y en su consecuencia estaríamos en presencia de una participación en
los mismos a título lucrativo conforme al art. 122 CP.

El motivo no respeta los hechos probados que describen las distintas


actividades desarrolladas por Carmen cuya subsunción en los tipos penales ya
ha sido analizada en motivos anteriores.

En cuanto a la invocación de la concurrencia de los errores de tipo y


prohibición damos por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el
estudio del motivo segundo de Alicia Mínguez, lo que conlleva la
improsperabilidad del motivo. Carmen era, en estas fechas, la esposa del
principal implicado Sr. Correa y la jefa del Gabinete del Alcalde Sr. Ortega, por
lo que era perfectamente consciente y podía conocer por esa posición
privilegiada lo que hacía y la ilicitud de la actividad que se desarrollaba por el
Grupo Correa en connivencia con las actividades del Ayuntamiento máxime
cuando era ella misma quien a través de la caja fija de la cuenta Gabinete de
forma activa participó en las malversaciones objeto de condena.

Por último la no aplicación del art. 122 CP resulta evidente, por cuanto
como ya se expondrá con más detalle en el análisis de motivos similares
interpuestos por los condenados en virtud de dicho precepto, una de las notas
que caracteriza a esta responsabilidad, es no haber tenido ninguna intervención
en el hecho delictivo, ni como autor o cómplice, pues en caso contrario sería de
aplicación el art. 116 y no el 122 CP.

162.- El motivo decimosegundo por infracción de precepto penal de


carácter sustantivo por falta de aplicación del art. 14.1 y 3, en relación con
los arts. 20.7, 21.5º, 6º y 7º y 65.3 del CP y art. 22 CE.

688
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Insiste el motivo en primer lugar, en lo ya expuesto en el motivo


precedente: que no obró dolosamente, existencia de error de tipo y error
invencible, prohibición, en su caso vencible y la naturaleza civil de los hechos
con aplicación del art. 122 CP, por lo que nos remitimos a lo ya razonado en
aquel motivo y a continuación, alternativamente, estima que concurrirían las
siguientes eximentes:

a) eximente art. 20.7 CP (ejercicio de un derecho conforme a las normas


de la buena fe y en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un
derecho, oficio o cargo).

b) eximente del art. 14.1 CP (error invencible sobre una circunstancia del
tipo penal) o, en su caso, alternativamente, eximente del art. 14.3 CP (error
inevitable sobre la ilicitud).

Y eventualmente las siguientes atenuantes:

a) atenuante del art. 14.3 (error evitable sobre la ilicitud).

b) atenuante del art. 21.5 CP en cuanto a la reparación del daño en la


pieza correspondiente del Ayuntamiento de Majadahonda conforme al escrito
presentado por el acusado Correa.

c) atenuante muy cualificada del art. 21.6 en cuanto a la existencia de


dilaciones indebidas y en su caso extraordinarias.

d) atenuante analógica del art. 21.7 CP en relación con el art. 22 CE por


el sufrimiento que causó a la recurrente el trato que se le ha dado en el juicio
paralelo en la opinión pública y además por la grave vulneración de los derechos
fundamentales que han sido citados precedentemente.

e) atenuante del art. 65.3 CP ya que la recurrente debe ser considerada


partícipe extraña al no concurrir en ella la condición de funcionario situándola en
un plano inferior por su condición de contratada laboral.

El motivo se desestima.

689
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Las alegaciones relativas a las eximentes completas del art. 20.7, art.
14.1 y 14.3 CP ya han sido analizadas en motivos articulados por otros
recurrentes, al igual que la atenuante del art. 14.3 CP y la atenuante cualificada
de dilaciones indebidas del art. 21.6 CP.

- Respecto a la atenuante del art. 21.5 CP (reparación del daño) la


jurisprudencia tiene declarado que no procede la extensión a uno de los
acusados de los efectos atenuatorios de la reparación llevada a cabo por otro
acusado, ya que no debe desconocerse que, a excepción de aquellas figuras
delictivas, generalmente ilícitos contra el patrimonio, en las que siendo uno de
los autores el principal beneficiario de la ilegal conducta, quien repara con
extensión de esa conducta a todos sus colaboradores, lo cierto es que la referida
atenuante contempla, junto al dato objetivo de la restauración de los intereses
económicos o de otros económicamente evaluables del perjudicado, la
necesidad de una actitud reparadora del causante del perjuicio que le haga
igualmente merecedor con los efectos atenuatorios de su comportamiento
activo (STS 1264/2005, de 4 de noviembre).

En el caso se dice por la recurrente que la responsabilidad civil se


encuentra totalmente satisfecha en la actualidad tal y como ha sido declarado
en auto de la Sección Segunda de la Audiencia Nacional de 18-7-2018,
conforme escrito presentado por el acusado Sr. Correa, esto es, con
posterioridad incluso a la fecha de la sentencia dictada en la instancia, 17-5-
2018.

- En cuanto a la atenuante analógica del art. 21.7º por el juicio paralelo


a que ha sido sometida la recurrente, la defensa en un elogiable esfuerzo de
argumentación jurídica afirma en el motivo que la acusada ha sufrido un largo
juicio paralelo en los medios de comunicación que le ha supuesto una restricción
de sus derechos antes de la sentencia, restricción que debe ser compensada
en la pena a imponer. Esta Sala en STS 1394/2009, de 25 de enero de 2010,
ha analizado estos supuestos en que el acusado sufre, mucho antes de ser
sometido a enjuiciamiento, una pena anticipada derivada del tratamiento
mediático de la investigación, decíamos en aquella resolución que “todo proceso
penal en el que los sujetos activos y pasivos tengan relevancia pública, genera

690
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un interés informativo cuya legitimidad está fuera de dudas y que, por mandato
constitucional goza de la protección reforzada que el art. 20 CE otorga al
derecho a comunicar y recibir libremente información veraz. Sin embargo, no le
falta razón a la recurrente cuando reacciona frente a un tratamiento mediático
en el que la culpabilidad se da ya por declarada, sobre todo, a partir de una
información construida mediante filtraciones debidamente dosificadas, que
vulneran el secreto formal de las actuaciones. La garantía que ofrece el principio
de culpabilidad, deja paso así aun equívoco principio de publicación, en el que
todo se difunde, desde el momento mismo del inicio de las investigaciones, en
que el acusado pueda defender su inocencia.

No podemos olvidar que en el proceso penal convergen intereses de


muy diverso signo y no faltan casos en los que ese tratamiento informativo
despliega una repercusión negativa que llega a ser especialmente intensa y
alcanza otros bienes jurídicos recrudeciendo el daño inicialmente causado por
el delito”.

Añadiendo: “no existe analogía posible con el fundamento dado por la


jurisprudencia a la reparación de las dilaciones indebidas sufridas en el proceso
penal. Cuando un proceso se interrumpe de forma injustificada, esto es, cuando
ralentiza su desarrollo sin razones que lo justifiquen, el menoscabo del derecho
a un proceso sin dilaciones indebidas lo origina la propia inactividad
jurisdiccional. Se trata de un mal endógeno que se explica desde el proceso y
en el proceso. El tratamiento informativo que convierte anticipadamente en
culpable al que hasta ese momento solo es imputado, se origina fuera del
proceso, sin capacidad de control y, por tanto, sin posibilidad de reparación por
el órgano jurisdiccional que investiga o enjuicia”.

“Es cierto que quien sufre el juicio mediático paralelo no está obligado a
aceptar resignadamente el daño derivado de ese tratamiento informativo poco
respetuoso con el derecho a la presunción de inocencia. De hecho, cuanta a su
alcance con procedimientos jurídicos de protección del honor y la propia
intimidad que podrían, en su caso, restañar el daño causado. Es en ese estricto
ámbito del ejercicio de acciones para reivindicar los derechos constitucionales a
que se refiere el art. 18.1 CE donde puede obtenerse la reparación de la ofensa

691
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sufrida. La petición de que sea ahora, en el proceso penal, mediante la


individualización de la pena, carece de respaldo en el actual estado de nuestra
jurisprudencia”.

La pretensión de la recurrente, por lo expuesto, no debe ser atendida.

- Por último en relación a la aplicación del art. 65.3 CP al no concurrir en


la recurrente la condición de funcionario público, la queja de ésta tampoco
resulta asumible (en efecto con independencia de que sobre la naturaleza
facultativa de la degradación de la pena prevista en el art. 65.3 CP ya se ha
pronunciado esta Sala (SSTS 494/2014, de 18 de junio; 508/2015, de 27 de julio;
891/2016, de 25 de noviembre). El que el legislador no haya impuesto con
carácter imperativo la rebaja de pena –hecho que se desprende con facilidad de
la utilización del vocablo podrán- es bien expresivo de que la diferente posición
del particular respecto de quien no quebranta ese deber de fidelidad exigible a
todo funcionario o asimilado, no siempre justifica un tratamiento punitivo
diferenciado, que conduzca necesariamente a la rebaja en un grado de la pena
imponible al autor material. En definitiva, esa regla general podrá ser excluida
por el tribunal siempre que, de forma motivada, explique la concurrencia de
razones añadidas que desplieguen mayor intensidad, frente a la aconsejada
rebaja de pena derivada de la condición de tercero no partícipe. Y en todo caso
el art. 24 CP da un concepto de funcionario público más amplio que el que utiliza
el derecho administrativo, al no requerirse en la nota de incorporación en la de
permanencia a través de su incorporación a las plantillas de funcionario y así la
jurisprudencia ha tenido que aclarar (SSTS 186/2012, de 14 de marzo;
149/2015, de 11 de marzo; 300/2019, de 7 de junio) que el CP da un concepto
de funcionario público propio y privativo de este campo jurídico y, que no se
trata, pues de una norma en blanco que pueda remitir la definición a otras
disposiciones de derecho administrativo o laboral, con las que puede no
concordar.

Así pues, la cualidad de funcionario a efectos penales no puede


subordinarse sin hacerse depender de su vinculación o calificación
administrativa ni de las definiciones contenidas en las normas reguladoras de
su relación con la Administración Pública, sino que ha de atenderse al Código

692
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Penal, que solo hace depender tal cualidad del hecho concreto y real que una
persona se halle participando más o menos permanente o temporalmente,
habiendo sido designada para ello en el ejercicio de funciones públicas (SSTS
663/2005, de 23 de mayo; 30/2006, de 19 de enero).

Por ello, no es obstáculo para ostentar la condición de funcionario


público a efectos penales el que la causa de un nombramiento por autoridad
competente se encuentre en un contrato laboral o incluso designado por la vía
de un acuerdo entre el interesado y la persona investida de facultades para el
nombramiento, incluso con sometimiento a la relación jurídica correspondiente
al Derecho Laboral. En estos casos esa designación por la autoridad
competente se produce en el mismo negocio jurídico bilateral (contrato) cuya
entrada en vigor determina el inicio del ejercicio de la función pública
correspondiente.

Consecuentemente, admitida en el motivo la condición de contratada


laboral de la recurrente, el motivo se desestima.

163.- El motivo decimotercero por infracción de precepto penal


sustantivo, al amparo el art. 849.1 LECrim por falta de aplicación de los
arts. 66 y en relación con el art. 70.1 y 2 CP.

Afirma la recurrente que no constituyendo delito alguno los hechos


resultantes después de la prueba en el plenario, no procede la imposición de
pena alguna en concepto de autora, cooperadora necesaria o inductora y
aunque se considerase alguno de ellos, se deberían aplicar las reglas de los
arts. 66 y 70 CP y cuando menos la reducción de las penas en dos grados.

En el desarrollo del motivo se refiere a la atenuante 21.7 CP en relación


al art. 22 de la CE por el sufrimiento que causó a la recurrente el trato que se le
ha dado en el juicio paralelo en la opinión pública en general y en todos los
medios de comunicación social. Cuestión ya analizada en el motivo anterior al
que nos remitimos para evitar innecesarias repeticiones.

693
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

164.- El motivo decimocuarto por error en la apreciación de la


prueba basado en documentos que obran en autos que demuestran la
equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos
probatorios, art. 849.2 LECrim.

Designa como documentos:

- Tomo 289 de los autos, del que destacamos los siguientes en relación
a la Denuncia incoada en fecha 18 de agosto de 2005 por el Juzgado de
Instrucción nº de Majadahonda, folio 14 y ss del referido tomo:

+ Sobre el Video Promocional “Mejora de la Calidad de Vida en el


Ayuntamiento de Majadahonda”, Año 2001, folio 4 del Tomo 289, y folio 1 del
escrito de denuncia

+ Sobre la OAC, Oficina de Atención al Ciudadano. Año 2002, folio 8 y


90 del Tomo 289 y folio 5 del escrito de denuncia, sobre la OAC.

+ Sobre el INFOEURO, y sus actos relacionados. Año 2001, folio 14 del


Tomo 289 y folio 10 de escrito de denuncia, sobre el INFOEURO.

+ Sobre la Creatividad, artes finales e instalación de banderolas para


campaña promocional del Ayuntamiento Majadahonda baja tensión. Año 2002,
folio 14 y 91 del tomo 289, folio 10 del escrito de denuncia.

- INFORME DEL IGAE de fecha 24 de febrero y julio de 2014, y


documentos acompañados a los mismos destacando las relaciones y hojas
Excel.

- Escrito de iniciación penal del MF, pagina nº 36 y 65 y concordantes.

- Documentos aportados por mi defendida en fecha 1 de diciembre de


2016, en relación a sus funciones dentro del Ayuntamiento de Majadahonda.

- Informes de los NUMAS 29968 y 26680 ratificados en las sesiones 100,


104 y 105 de fechas 5 y 22 de septiembre de 2017.

694
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Prueba documental acompañada por los condenados José Luis Peñas


Domingo y Juan José Moreno Alonso el día 4 de octubre de 2016 y en otros
momentos posteriores del plenario.

El motivo se limita a esa genérica designación de documentos


remitiéndose a lo dicho en el motivo primero, olvidando que la vía casacional del
art. 849.2 LECrim no permite una nueva valoración de la prueba en su conjunto,
ni hace acogible otra argumentación sobre la misma que pueda conducir a
conclusiones distintas de las reflejadas en el relato fáctico de la sentencia.

El motivo por lo expuesto se desestima.

165.- El motivo decimoquinto por quebrantamiento de forma, art.


851.1 LECrim al no expresar clara y terminante cuales son los hechos que
se consideran probados y resultar manifiesta contradicción entre ellos.

Articula el motivo la parte como una suerte de “resumen” de algunos de


los aspectos ya tratados, que dice va a exponer con suma brevedad y de fomra
compilatoria, remitiéndose al análisis realizado a lo largo de su escrito.

Así, señala que entiende cometidas las siguientes faltas: imprecisiones


y errores en la determinación de la participación de la recurrente en los hechos,
ausencia de valoración de la prueba aportada y practicada relativa al nulo
aprovechamiento económico por parte de la misma fuera de su salario y
atribución de su plena conciencia de la situación debido a su función.

La falta de desarrollo del motivo impide conocer el sustento de las


alegaciones enunciadas, que ya han sido analizadas en otros motivos y que son
ajenas al quebrantamiento de forma denunciado.

166.- El motivo decimosexto por quebrantamiento de forma a tenor


del apartado 3º del art. 851 al “no resolver en ella todos los puntos que
hayan sido objeto de acusación y defensa”.

695
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se dice que no se ha dado respuesta a las alegaciones relativas a que


la recurrente no obtuvo beneficio alguno de los hechos considerados delictivos.

En el desarrollo del motivo se limita a remitirse al contenido del primer


motivo de casación y concordantes del presente recurso obrantes a los folios 10
a 55 en donde se advierten los puntos no resueltos sobre que CRQ no obtuvo
beneficio alguno de los hechos enjuiciados y tampoco participó en ilícito legal
alguno (sic). Por ello, reiteramos las alegaciones expuestas con anterioridad en
el análisis de aquel motivo, en orden a la desestimación del presente.

167.- El motivo décimo séptimo por quebrantamiento de forma a


tenor del art. 851.5 LECrim ya que la sentencia objeto de recurso ha sido
dictada por menor número de magistrados y sin los votos exigidos, siendo
por tanto vulneración de derecho necesario y violación de cuestión de
orden público procesal.

El motivo carece de desarrollo y si se entendiese que se refiere a la falta


de atención del Magistrado Ilmo. Sr. De Diego durante el juicio, o incluso a la no
abstención del Ilmo. Sr. De Prada, tales cuestiones ya han sido analizadas con
anterioridad.

168.- El motivo décimo octavo por quebrantamiento de forma a


tenor del art. 850.1 LECrim siendo la falta cometida la de proceder a la
admisión en el plenario de diversa prueba documental de forma sorpresiva
y sin capacidad alguna de contradicción por las defensas.

El motivo carece de cualquier desarrollo argumental lo que impide una


respuesta concreta a hipotéticas argumentaciones, por lo que el motivo deviene
inadmisible.

696
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

169.- El motivo décimo noveno a tenor del apartado 4 del art. 851
LECrim por penar un delito más grave sin tener en cuenta lo establecido
en el art. 733 LECrim.

El motivo en su desarrollo reproduce el décimo primero por lo que debe


ser desestimado, máxime cuando su contenido nada tiene que ver con el art.
733 LECrim que recoge lo que se denomina planteamiento de la tesis por el
tribunal, que tiene la facultad de que se le ilustre sobre si el hecho constituye un
delito determinado, lo que no se ha producido en el caso enjuiciado en el que
las condenas lo han sido por delitos que figuraban en los escritos de
conclusiones definitivas de las acusaciones.

RECURSO JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO

170.- El motivo primero por infracción constitucional al amparo de


los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho a la tutela
judicial efectiva (art. 24.1 CE) por falta de motivación en la
individualización de la pena y del principio de proporcionalidad.

Argumenta que si bien la sentencia aplica la atenuante de confesión del


art. 21.4 CP como muy cualificada -solicitada por el Ministerio Fiscal- no
especifica si la rebaja, en base al art. 66.2 CP se realiza en uno o dos grados,
tampoco si impone la rebaja en el grado mínimo en relación al delito del art.
432.1 CP.

El motivo se desestima.

Es cierto que tanto si se opta por reducir la pena en un grado como en


dos grados han de expresarse las razones fundamentadoras de tal decisión so
pena de vulnerar la jurisprudencia constitucional sobre la necesidad de motivar
las resoluciones judiciales, bien entendido que el Pleno no jurisdiccional de esta
Sala Segunda de 22-3-98, dejó sentado que lo que resulta razonado motivar es
la rebaja en dos grados, pero no en uno al ser esto último consecuencia
automática de la concurrencia de una atenuante muy cualificada, y que cuando

697
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se opta por reducir la pena en dos grados, la discrecionalidad es absoluta y se


propaga a todo el dispositivo, permitiendo la fijación de la pena en cualquier
punto dentro de los márgenes impuestos por este segundo grado libre de las
reglas del art.66.

En el caso actual con independencia de que en el motivo no se especifica


cuál es la pena impuesta ni cuál debió imponérsele, lo cierto es que aplicando
las reglas penológicas de los arts. 61 a 72 CP se comprueba que la pena de
prisión impuesta por el delito de malversación del art. 432.1 CP -un año y dos
meses de prisión- supone que ha sido rebajada en dos grados y muy próxima al
mínimo legal, teniendo en cuenta la continuidad delictiva -un año, un mes y 15
días-.

171.- El motivo segundo por infracción de ley, al amparo del art.


849.1 LECrim por infracción de precepto penal, en concreto por la indebida
aplicación del art. 21.4 en conexión con el art. 66.1, 1º y 2º, todos del
Código Penal.

El motivo no debe prosperar.

Se afirma por el recurrente que se ha infringido el art. 66 CP por cuanto


que apreciándose la atenuante de confesión como muy cualificada en el delito
de malversación en concurso con la prevaricación, si bien la pena de prisión se
ha rebajado en dos grados la de inhabilitación -tres años- lo ha sido solo en uno,
cuando debió imponérsele la de 25 meses.

El motivo no debe prosperar.

En efecto en los cuadros que acompaña el recurrente en los motivos


parte de un error sustancial -además de la errónea referencia al art. 435- cual
es que la condena ha sido por delito continuado, art. 74 CP, por lo que las
reducciones en uno o dos grados no deben partir de la mínima señalada por el
recurrente, 6 años -sino que por imperativo del referido art. 74, para la reducción
ha de partirse del mínimo de la mitad superior-.

698
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así, analizando la impugnación del recurrente relativa a la pena


de inhabilitación absoluta, el recurrente considera que la imposición de tres años
implica que no se ha rebajado dos grados le pena, pero olvida que el delito a
que refiere es por “delitos continuados de malversación de caudales públicos en
concurso medial con prevaricación”. La pena tipo es de seis a diez años, al ser
continuado la pena de inhabilitación se situaría -sin hacer uso de la
exasperación punitiva del art. 74 in fine- en un marco penológico de ocho a diez
años- sin que proceda dentro de este marco una nueva elevación a la mitad
superior por el concurso medial dado que la sentencia optó por penar por
separado ambos delitos al ser más beneficioso para el recurrente. Bajando un
grado la pena se situaría en una horquilla de cuatro u ocho años menos un día
y bajando otro, la pena abarcaría desde los dos años a los cuatro menos un día.
De ello resulta que la pena impuesta de tres años de inhabilitación, está dentro
de la rebaja en dos grados para la atenuante analógica.

172.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción de precepto penal, en concreto el art. 2.2 CP que
exige la aplicación de la ley penal más favorable para el reo en conexión
con los arts. 21.4, 66.1, 1º, 2º y 8º CP.

Afirma el recurrente que debió aplicarse en cuanto al delito de


malversación la legislación vigente a partir de la LO 1/2015 que prevé penas de
prisión de 2 a 6 años e inhabilitación especial para cargo o empleo público y
para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo de 6 a 10 años por lo que
considera más favorable esta legislación al sustituir la inhabilitación absoluta por
la especial.

Asimismo al haberse aplicado la atenuante muy cualificada de confesión


en todos los delitos, en cuanto al cohecho las penas debieron ser 9 meses de
prisión y 27 meses de inhabilitación especial -y no las impuestas de un año y un
día de prisión y tres años de inhabilitación-.

El motivo se desestima.

699
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- En relación a esta última pretensión relativa a las penas del delito


continuado de cohecho, las mismas razones expuestas en el motivo anterior son
de aplicación para su desestimación.

En efecto, las previstas para el delito de cohecho del art. 419, en la


redacción vigente en el momento de los hechos, además de la multa del tanto
al triplo, eran de 2 a 6 años de prisión e inhabilitación especial de 7 a 12 años,
por lo que al aplicarse la continuidad delictiva las penas de las que ha de partirse
serían de 4 a 6 años de prisión y de 9 años y 6 meses a 12 años de inhabilitación
especial por lo que las sucesivas degradaciones penológicas serían de 2 años
a 4 años de prisión menos un día y 4 años y 9 meses a 9 años, 5 meses y 29
días de inhabilitación (rebaja en un grado) y de 1 año a 2 años menos 1 día de
prisión y 2 años, 4 meses y 15 días a 4 años, 8 meses y 29 días de inhabilitación
(rebaja en dos grados).

Siendo así las penas impuestas suponen una rebaja en dos grados y
muy próximas al mínimo legal.

- Y en lo concerniente a la malversación el cambio de inhabilitación


absoluta por la especial no puede ser acogida, pues olvida el recurrente que
para la determinación de cual sea la legislación y pena más favorable ha de
tenerse en cuenta la prevista en su totalidad, esto es, la norma completa, y en
este caso, si se suman todas las cantidades malversadas y se aplica el vigente
art. 432 CP -como solicita el recurrente- la pena de prisión se vería incrementada
de forma notoria, de 4 a 8 años de prisión, al exceder la cantidad malversada de
50.000 € (art. 432.3 b) e incluso pudiera aplicarse el último párrafo de dicho
artículo que en el supuesto en que el valor del perjuicio causado o de los bienes
o efectos apropiados excediese de 250.000 € la pena se impondrá en su mitad
superior, pudiéndose llegar hasta la superior en grado.

173.- El motivo cuarto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción
de ley de carácter sustantivo, en concreto, los artículos 517 y 131 en
relación con el art. 2.2 CP que exige la aplicación de la ley penal más
favorable para el reo.

700
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se afirma, en síntesis, en el motivo que el delito de asociación ilícita por


el que ha sido condenado estaría prescrito pues estando penado el delito de
asociación ilícita en su modalidad de miembros activos con las penas de uno a
tres años de prisión y multa de 12 a 24 meses, la legislación aplicable al mismo
al tiempo de los hechos establecía un plazo de prescripción de tres años para
los delitos a los que la ley señala una pena de prisión de hasta 3 años, y de 5 si
fuera superior a 3 años, y como la sentencia fija como día inicial de la
prescripción el 25-2-2005, el plazo prescriptivo expiró el 25-2-2008 y el
procedimiento no se dirigió contra este recurrente hasta el 29-4-2009, por lo que
el delito de asociación ilícita por el que ha sido condenado, estaría prescrito.

El motivo debe ser desestimado.

Como ya hemos señalado en motivos anteriores esta Sala tiene


declarado que en los supuestos de enjuiciamiento de un comportamiento
delictivo complejo que constituye una unidad íntimamente cohesionada de modo
material -en este caso, entre otros el delito de cohecho activo del art. 419,
cometido por y mientras pertenecía a la asociación- como sucede en aquellos
supuestos de delitos instrumentales en que uno de los delitos constituye un
instrumento para la consumación o la ocultación de otro, se plantea el problema
de la prescripción separada, que puede conducir al resultado absurdo del
enjuiciamiento aislado de una parcela de la realidad delictiva prescindiendo de
aquella que estimase previamente prescrita y que resulta imprescindible para la
comprensión, enjuiciamiento y sanción de un comportamiento delictivo unitario,
de modo que no cabe apreciar la prescripción aislada del delito instrumental,
mientras no prescriba el delito más grave o principal (SSTS 480/2009, de 22 de
mayo; 643/2018, de 13 de diciembre).

En el caso actual el delito de cohecho del art. 419, en la redacción vigente


en el momento de los hechos, estaba castigado con pena de prisión de 2 a 6
años, con prescripción, por tanto, de 10 años, impediría aplicar aquella.

701
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

174.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo, en
concreto por infracción del art. 419 CP.

Alega el recurrente que la sentencia le condena por el delito de cohecho


a multa de 125.000 €, cuando la suma total de las cantidades percibidas por el
mismo que se declaran probadas ascendió a 36.896’55 € cuyo triplo es
110.689’65 € por lo que la multa que impone la sentencia vulnera el art. 419 CP.

El motivo se desestima.

El recurrente asume que los 27.000 € -de la caja B 9.000 + 18.000-,


resultan de los fundamentos jurídicos de la pág. 858; los 4.637’93 € (caja fija de
los fundamentos jurídicos de la página 895) y discrepa solo de las cantidades
reunidas de facturas del Patronato de Monte de Pilar, al referirse solo a dos
facturas por importe de 4.637’93 €, olvidando que las cantidades de este
apartado ascendieron a 12.100 €, tal como se recoge en los fundamentos
jurídicos al afirmar:

<<Y en relación con JOSÉ LUIS PEÑAS, aparece la factura 02/158, de


5 de diciembre de 2002, por importe de 2.718,10 € (3.153 IVA Incl.), y la 02/159,
de 9 de diciembre de 2002, por importe de 2.540,52 € (2.947 IVA Incl.), ambas
a nombre del Patronato Monte del Pilar, que sumadas ascienden a 5.258,62 €,
y, además de un justificante de pago por importe de esta cantidad, de fecha 17
de diciembre de 2002 emitido por SPECIAL EVENTS, en que aparece una firma
que pone José Peñas, por la que no le preguntó su defensa.

Ya dijimos, cuando nos detuvimos en su declaración, que, de la carpeta


TRAFINSA del pendrive de PABLO CRESPO, le fue exhibida la hoja Excel
Extracto Cuenta de Servicios Gabinete Majadahonda, en concreto, la fila 20, de
17 de diciembre de 2002, que en el apartado compañía pone S.E. (SPECIAL
EVENTS), COBRO SR. PEÑAS, en su DEBE, 5.258,62 €, y añadimos ahora
que en la fila 18 se refleja la factura 02/158 y su importe de 2.718,10 €, y en la
fila 19 la factura 02/159 y su importe de 2.540,52 €.

702
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En consecuencia, el importe total abonado por este organismo por tales


facturas, incluido IVA, con cargo a fondos públicos ascendió a 12.100 €”>> (pág.
844).

De todo ello resulta que las cantidades recibidas ascendieron a un total


de 43.737’93 euros cuyo triplo 131.213’79 € es superior a la multa impuesta de
125.000 €.

175.- El motivo sexto por infracción de precepto constitucional al


amparo de los artículos 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración de los
derechos de defensa, a la tutela judicial efectiva sin indefensión y a un
proceso con todas las garantías.

Considera el recurrente vulnerado su derecho de defensa por cuanto


observa una diferencia entre las calificaciones que el Ministerio Fiscal elevó a
definitivas y lo recogido en la sentencia condenatoria.

Así se señala que la página 384 del escrito de conclusiones provisional


del Mº Fiscal se puede leer: <<b) Un delito continuado de cohecho sancionado
en los arts. 419, 420, 426 y 74 CP en concurso medial del art. 77 CP con un
delito de falsedad continuado en documento mercantil tipificado en el art. 392
en relación con los arts.390 1. 1 0, 2 0 y 3 0 y 74 todos ellos CP. Este delito de
falsedad en relación con las facturas emitidas desde las empresas de Francisco
Correa a las sociedades adjudicatarias de contratos públicos de Majadahonda
contribuyentes tanto al fondo "Gabinete" como al fondo 'Willy".

La sentencia impugnada (página 12) dice: "TERCERO.


CONCLUSIONES DEL MINISTERIO FISCAL. CALIFICACIONES JURÍDICAS.
"El Ministerio Fiscal, elevó sus conclusiones a definitivas, el día 9 de octubre de
2017, presentándolas en el acto del juicio en formato papel y cd-rom, en las
cuales calificó los hechos como constitutivos de los delitos que, a continuación,
se pasan a exponer, en cada uno de los apartados que se ha estructurado el
procedimiento>>.

703
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sin embargo, sigue diciendo el recurrente: <<Según consta en la página


947 (FD, de la Calificación Jurídica) la sentencia dice: "Por un lado está el del
delito b), de los arts. 419, 420, 426 y 74 CP, en concurso medial con un delito
de falsedad continuada en documento Mercantil del art.392 en relación con el
390.1. 1 0 20 y 30 CP, por el que se acusa a GUILLERMO ORTEGA, como autor
del am 28.1 CP, y, a título de inductores y cooperadores necesarios, del att. 28.2
a) y b) CP, JOSÉ LUIS PEÑAS, JUAN JOSÉ MORENO, CARMEN RODRÍGUEZ
QUIJANO, FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO y JOSÉ LUIS
IZQUIERDO. La falsedad es en relación con las facturas emitidas desde las
empresas de FRANCISCO CORREA, o desde las vinculadas con él, a las
sociedades adjudicatarias de contratos públicos de Majadahonda con las que
se contribuye a incrementar las cuentas "Gabinete" y "Willy".

Como puede comprobarse fácilmente, la sentencia condena no sólo por


las facturas emitidas por las empresas de FRANCISCO CORREA (hecho al que
exclusivamente se refiere la acusación), sino que también condena por las
facturas emitidas por empresa vinculadas a él.

Por tanto, la sentencia ha condenado por un hecho no incluido en la


acusación (facturas emitidas por empresas vinculadas a FRANCISCO
CORREA), vulnerando el principio acusatorio que exige el deber de congruencia
del fallo con la acusación, que impone que nadie puede ser condenando por
cosa distinta de la que se le ha acusado de la que, por lo tanto, haya podido
defenderse>>.

El motivo debe ser desestimado.

El Ministerio Fiscal tanto en su escrito de acusación como al elevar a


definitivas su calificación entendió que los hechos del apartado b) eran
constitutivos de un delito continuado de cohecho en concurso medial con otro
delito también continuado de falsedad en documento mercantil.

Debe entenderse que esa continuidad delictiva en un delito de falsedad


en documento mercantil comprendía las facturas emitidas “desde las empresas
de Francisco Correa como las (emitidas) desde las vinculadas con él”,
recogiéndose en el factum (pág. 192) que “empresas emisoras de tales facturas

704
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

eran TCM, DOWN TOWN, SPECIAL EVENTS, PASADENA VIAJES, de


Francisco Correa”.

Sin olvidar que como destaca el Ministerio Fiscal en su escrito de


oposición al recurso si se aceptase la tesis del recurrente y se entendiera que
las facturas emitidas por las empresas vinculadas a Correa no debieron ser
comprendidas en la continuidad delictiva conformada, ello no modificaría la
configuración técnico-jurídica del hecho enjuiciado y tampoco la respuesta
jurídico-punitiva que aquel hecho mereciera.

176.- El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al


amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho
fundamental a un proceso con todas las garantías.

Alega que en la primera declaración que prestó en calidad de imputado


José Luis Peñas, el 29-4-2009, no se le efectuó la preceptiva lectura de
derechos prevista en el art. 520 LECrim.

De ello deriva el recurrente la nulidad radical de tal diligencia y


consecuencia de ello, la prescripción de los delitos imputados, por cuanto no
podría computarse la fecha reseñada como día “ad quem” para interrumpir la
prescripción.

El motivo debe ser desestimado.

La sentencia de instancia al analizar esta misma cuestión razona como:

“Entre la documentación que aporta la defensa del juicio se encuentra un


documento, que se encabeza poniendo: "delito: blanqueo de capitales,
falsificación en documento oficial, revelación de secretos, cohecho y otros", y
continúa: "declaración voluntaria con asistencia letrada", fechado el 29 de abril
de 2009, y con el nombre de JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, cuyo texto
transcribimos: "En Madrid, siendo las 10:30 horas del día de la fecha se inicia la
presente y se suspende a las 10:40,reiniciándose nuevamente a las 10:50
horas, ante el Ilmo. Magistrado instructor, el Secretario Judicial Fiscal y Letrado

705
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ANGEL GALINDO ALVAREZ, con número de colegiado de/ ICAM 68.060,


comparece voluntariamente la persona arriba identificada sin tener
conocimiento del Auto de imputación de fecha 22 de Abril del presente;
previamente, en calidad de IMPUTADO es informado de la acusación formulada
contra él, de sus derechos constitucionales y de los contenidos en el artículo
520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y especialmente de los siguientes: a)
Derecho a guardar silencio, no declarando si no quiere, a no contestar alguna o
algunas preguntas de las que se le formulen. b) Derecho a no declarar contra sí
mismo y a no confesarse culpable. c) Derecho a ser asistido de un abogado para
que asista a las diligencias judiciales de declaración e intervenga en todo
reconocimiento de identidad de que sea objeto. d) Derecho a ser asistido
gratuitamente por un intérprete, cuando se trata de un extranjero que no
comprenda o hable el castellano”.

El recurrente se limita a poner en entredicho la fe pública que otorga el


Letrado de la Administración de Justicia que suscribe el documento, al decir que
“evidentemente lo recogido en el acta no ha ocurrido”, lo que esta Sala
casacional no puede asumir, máxime cuando en aquella declaración, en la que
aún citado como testigo, fue advertido antes de declarar que lo hacía en calidad
de imputado, estuvo asistido de letrado, sin que se hiciese por su parte
observación alguna sobre esa falta de información de derechos.

177.- El motivo octavo por infracción de ley al amparo del art 849.1
LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo, en
concreto por infracción del art. 131 CP.

Alega que la sentencia (pág. 691 y ss) recoge la declaración del


recurrente prestada el 29-4-2009 en la que se le informa de los siguientes
delitos:

“VI.- Majadahonda (…) Delito: Blanqueo de capitales, falsificación en


documento oficial, revelación de secretos, cohecho y otros”.

Por tanto, en dicha declaración no se imputan al recurrente los delitos de


prevaricación y malversación.

706
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el auto de 22-4-2009 (tomo 3 del principal, página 119 a 266 del


foliado) no se incluye el delito de malversación. Consta en autos que dicho auto
jamás fue notificado a esta parte ni antes ni después del 29-4-2009, por lo que
carece de sentido para intentar subsanar una declaración como imputado sin
previa lectura de derecho al mismo, lo que ha de tener las consecuencias
legales de la nulidad de su declaración como imputado, manteniéndose la
misma como una declaración testifical con los efectos inherentes a esa
condición.

El motivo es subsidiario del anterior por lo que desestimado éste no


puede estimarse infringido el art. 131 CP relativo a la prescripción, sin olvidar
que como ya hemos señalado con antelación en el motivo cuarto en los
supuestos de enjuiciamiento de un comportamiento delictivo complejo que
constituye una unidad delictiva íntimamente cohesionada, como sucede en el
caso que nos ocupa en relación al recurrente, no cabe apreciar la prescripción
aislada del delito instrumental mientras no prescriba el delito más grave o
principal (SSTS 590/2004, de 6 de mayo; 643/2018, de 13 de diciembre;
613/2018, de 29 de noviembre).

178.- El motivo noveno por infracción de ley, art. 849.2 LECrim por
error en la apreciación de la prueba, basado en documentos que obren en
autos que demuestren la equivocación del juzgador sin resultar
contradichos por otros elementos probatorios.

Considera el recurrente que el error del tribunal de instancia se acredita


por el contenido de los documentos 161 y 162, legajo 1 pdf (cajas fijas 2003,
2004 xls) toda vez que no comprenden los documentos que integran las cajas
fijas ni sus cuentas justificativas (no se aportaron por el Ayuntamiento de
Majadahonda, pese a haberle sido requeridas a instancias de la acusación).

Documentos que acreditan el error del tribunal al consignar como hecho


probado que José Luis Peñas dispuso de fondos de la caja fija de Hacienda y
Seguridad cuando aquel documento acredita que el recurrente ni era el concejal
responsable, ni el habilitado pagador de dicha caja fija, por lo que el documento

707
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prueba el error del juzgador, sin ningún género de dudas, dado que no tenía los
fondos de dicha caja fija a su disposición.

El motivo se desestima.

La sentencia de instancia recoge (pág. 966) que “de la caja fija Gabinete
de Alcaldía”, que José Luis Peñas reconoció ser habilitado pagador de dicha
caja, así como haber ocupado las concejalías delegadas de planeamiento
urbanístico, infraestructuras, obras y medio ambiente, desde cuyas cajas se
hicieron pagos, “es un cumplimiento de lo declarado en el relato de hechos
probados relativos a apartado Majadahonda en la pág. 184 y ss de la sentencia,
donde se declara que el recurrente ocupó en dicho Ayuntamiento, primero, el
puesto de funcionario eventual de empleo, con funcionarios de apoyo al grupo
popular (entre el 19-1-2000 y el 1-7-2001) y, después, el de asesor político con
funciones de apoyo al Gabinete de Alcaldía (entre el 1-7-2001 y el 13-6-2003),
puestos de confianza. Posteriormente, fue concejal de Majadahonda entre el 14-
6-2003 y el 15-6-2007, dentro de cuyo cargo ocupó la Concejalía Delegada de
Planeamiento Urbanístico, Ordenación, Infraestructuras, Obras y Medio
Ambiente (14-6-2003 a 20-5-2004) razón por la que ostentó el cargo de
Vicepresidente del Monte del Pilar, y después Concejal Delegado de
planeamiento y Gestión Urbanística, Infraestructuras, Obras y Coordinación (20-
5-2004 a 17-1-2005)” realizando las actividades consideradas delictivas que se
describen.

El tribunal (pág. 708 y ss) razona que lo declarado en relación a los


cargos y disponibilidad de los fondos por aquel no deriva de los documentos
reseñados, sino del propio reconocimiento del recurrente y resto de las pruebas
que se expresan en la sentencia, entre ellos (folio 740) certificación expedida
por la Secretaria General del Ayuntamiento relativo a la utilización de anticipo
de cajas fijas, que responde que “en conclusión J.L. Peñas como J.J. Moreno
tenían una firma mancomunada con la del habilitado en los anticipos de caja fija,
tanto en los de nueva creación, como en aquellos correspondientes a las
concejalías que se ocuparon durante los periodos en los que ostentaron
delegaciones y que ya estaban constituidos con anterioridad”.

708
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En consecuencia aquellos documentos carecen de la necesaria


literosuficiencia y no acreditan el error denunciado.

179.- El motivo décimo por infracción de precepto constitucional al


amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del derecho
fundamental a la presunción de inocencia.

Alega que el recurrente ha sido condenado por el delito de malversación


continuada en concurso medial con falsedad continuada por haber dispuesto de
los fondos de las cajas fijas de Gabinete, Planeamiento, Infraestructuras y
Hacienda y Seguridad; cuando el Ayuntamiento de Majadahonda no ha aportado
a la causa ni una sola Caja Fija justificada o firmada por el recurrente, por lo que
no existe prueba documental, ni pericial ni testifical que acredite la participación
de Peñas en la disposición de fondos públicos por los que ha sido condenado y
el hecho de que el importe de las facturas terminase anotado en la contabilidad
de Francisco Correa a favor del recurrente hace que la sentencia asuma que
dispuso de los fondos que tenía a su cargo por ser el concejal responsable, sin
que conste en la causa la disposición de los mismos.

Por tanto, existiendo únicamente una prueba de presunción la conclusión


correcta es que no existe en la causa prueba suficiente de cargo que enerve la
presunción de inocencia por lo que debe el recurrente ser absuelto del delito de
malversación.

El motivo se desestima, ya hemos recogido en el motivo precedente el


acervo probatorio tenido en cuenta por la Sala de instancia para formar su
convicción sobre la realidad de las disposiciones y la deducción que se realiza
en la sentencia de que si el importe de determinadas facturas acabó anotado en
la contabilidad de Francisco Correa a favor de José Luis Peñas es porque este
dispuso de tales fondos, ya lo fuera en provecho propio o de un tercero, es lógica
y razonable, máxime cuando en su declaración en el juicio oral, el ahora
recurrente no solo admitió su participación en los hechos que se le imputaban,
sino también la de otros coacusados constituyendo prueba de la acusación
contra aquellos, lo que llevó al Ministerio Fiscal a solicitar la concurrencia de la

709
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

circunstancia atenuante muy cualificada del art. 21.4, con los beneficios
penológicos inherentes a éste, no parece congruente una vez conseguida tal
atenuación, cuestionar en casación su participación en los hechos delictivos.

El motivo décimo primero por infracción de ley al amparo del art.


849.1 LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo por
aplicación indebida del art. 419 CP.

Se aduce en el motivo que la sentencia condena al recurrente como autor


de un delito de cohecho continuado en concurso medial con falsedad
documental por la percepción de dádivas que el recurrente habría recibido de la
cuenta Gabinete y analizando la prueba documental solo ha percibido la
cantidad de 5.258’62 € procedente de aquella cuenta en el año 2002, única
cantidad que, conforme a los hechos probados, podría ser constitutiva del delito
previsto en el art. 420 o 426 CP.

Las dos facturas emitidas al Patronato Monte del Pilar no son falsas y
están emitidas por trabajos efectivamente realizados, tal y como acredita la
documental aportada en cuestiones previas por Juan José Moreno Alonso.

El motivo se contradice con lo sustentado en el motivo quinto que al


cuestionar la cuantía de la multa impuesta por el delito de cohecho, parte de que
el importe de las cantidades percibidas en distintas ocasiones y por la
realización de diversos actos, ascendió a 36.896’55 €.

Y el motivo no respeta los hechos probados, en los que consta, además


de la cantidad admitida por él recibió 18.000 € “además de las cantidades que
recibieron por otros conceptos, según anotaciones en la caja Pagos B, del
pendrive de José Luis izquierdo, Carmen Rodríguez recibió en efectivo 4.000 €
el 17-1-2004 y José Luis Peñas 9.000 € el 12-4-2004 y 18.000 € el 28-4-2004”
(pág. 206), como igualmente constan las cantidades recibidas por las facturas
del Patronato de otras dos sin IVA, 5.258’62 € (con IVA 6.100 €) a José Luis
Peñas (pág. 203).

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

710
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

180.- El motivo décimo segundo por infracción de precepto


constitucional al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del principio non bis in ídem por penar dos veces la misma
falsedad en documento mercantil (conducta del delito 2, cohecho en
concurso ideal con falsedad en documento mercantil y conducta del delito
6, malversación en concurso medial con falsedad en documento
mercantil).

Se sostiene en el motivo que la doble condena por el delito de falsedad


en el delito de cohecho, así como también en el delito de malversación infringe
el principio non bis in ídem.

El motivo se desestima.

En los hechos probados se recogen las distintas falsedades cometidas


por las empresas del Grupo Correa con la intervención y anuencia del recurrente
y del resto de los integrantes del llamado “Gabinete del Alcalde”, unas
encaminadas directamente a obtener del Ayuntamiento las cantidades
malversadas (pág. 204 hechos probados) y otras con el fin de ocultar las dádivas
recibidas por el recurrente (pág. 203 hechos probados); respondiendo por tanto,
las falsedades a fines distintos.

Diferenciación delictiva que se constata en la fundamentación jurídica


dado que las falsedades del delito 2 se refieren a las facturas emitidas desde
las empresas del Grupo Correa a las sociedades adjudicatarias de contratos
públicos y en el delito 6 son las facturas emitidas al Patronato Monte del Pilar y
a las cajas fijas.

Así, en el delito de cohecho y falsedad (folio 947) se dice “Por un lado


está el del delito b) de los arts. 419,420, 426 y 74 CP en concurso medial con
un delito de falsedad continuada en documento mercantil del art. 392 en relación
con el art. 390.1.1º, 2º y 3º CP por el que se acusa a Guillermo Ortega, como
autor del art. 28.1 CP.

711
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y, a título de inductores y cooperadores necesarios del art. 28.2 a y b


José Luis Peñas, Juan José Moreno, Carmen Rodríguez Quijano, Francisco
Correa, Pablo Crespo y José Luis Izquierdo. La falsedad es en relación con las
facturas emitidas desde las empresas de Francisco Correa, o desde las
vinculadas con él, a las sociedades adjudicatarias de contratos públicos de
Majadahonda con los que se contribuye a incrementar las cuentas “Gabinete” y
“Willy”.

-Y en cuanto al delito de malversación y falsedad, al folio 963 se dice:

“los hechos en que se basa esta acusación son los relativos a las facturas
emitidas al “Patronato Monte del Pilar, las expedidas el 31-12-2003 y las
relacionadas con los anticipos a “caja fija”.

Y se acusa por estos delitos a Guillermo Ortega como autor e inductor


del art. 28.1 y 2 a) CP, a José Luis Peñas y Juan José Moreno, como autores,
inductores y cooperadores necesarios del art. 28.1 y 2 a) y b) CP, y a Carmen
Rodríguez y Francisco Correa y Pablo Crespo, como cooperadores necesarios
e inductores del art. 28.2 a) y b) CP.

El motivo, consecuentemente, se desestima.

181.- El motivo décimo tercero al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852
LECrim por vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

Alega que la condena por falsedad documental por la elaboración de


facturas que se imputan al recurrente no tiene base probatoria alguna, pues el
único título de imputación sería la declaración del principal acusado del
procedimiento (Francisco Correa) que responsabiliza a José Luis Peñas
Domingo de ser el autor intelectual y ordenar que se hicieran todas las facturas
falsas que se ingresan en la Cuenta Gabinete.

Considera que ello vulnera la presunción de inocencia al tratarse de la


declaración de un coimputado que obtiene directamente un beneficio cuando
imputa un hecho negativo a otro acusado (la elaboración de facturas y la

712
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ejecución de órdenes de trabajo) y evita reconocerlo en contra de quien


realmente las daba, con justificación en que es la madre de su hija (Carmen
Rodríguez Quijano).

Y concluye en el sentido de no entender acreditada la participación del


recurrente en la elaboración de estas facturas falsas con la premisa de
destinarlas a incrementar la cuenta Gabinete, toda vez que no dio ninguna
instrucción para la generación de facturas, lo que unido a los informes periciales
obrantes en la causa (UDEF y NUMA) que descartaron el conocimiento y la
participación del recurrente en la gestión, disposición, administración y pagos
en relación a la cuenta Gabinete.

El motivo se desestima.

Ya nos hemos pronunciado en recursos anteriores acerca de los


requisitos que ha de observar la declaración del coacusado para alzarse como
prueba apta para enervar la presunción de inocencia. La declaración
incriminatoria del coacusado, que es una prueba convencionalmente legítima,
ha de venir corroborada mínimamente, por algún hecho, dato o circunstancia
externa para constituir prueba de cargo bastante en orden a destruir la
presunción de inocencia, puesto que al acusado, a diferencia del testigo, le
asiste el derecho reconocido en el art. 24.2 CE, a guardar silencio total o
parcialmente, o a no decir nada.

SSTC 153/97, de 29 de septiembre; 49/98, de 2 de marzo; 68/2001, de


17 de marzo; 57/2002, de 11 de marzo; 1/2006, de 16 de enero.

De otro lado, y como quiera que no es posible una fijación globalmente


válida de lo que ha de considerarse mínima corroboración, se deja a la
casuística la determinación de los supuestos en que pueda estimarse que
aquélla existe, atendiendo, por tanto, a las circunstancias concurrente en cada
caso (SSTC 68/2001, de 17 de marzo; 181/2002, de 14 de octubre; 207/2002,
de 11 de noviembre; 65/2003, de 7 de abril; 118/2004, de 12 de julio; 1 /2006,
de 16 de enero) si bien en sentido negativo, hemos afirmado que los elementos
de veracidad objetiva que puedan rodear la declaración, tales como coherencia
interna o la inexistencia de resentimiento, no constituyen factores externos de

713
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

corroboración (SSTC 190/2003, de 27 de octubre; 11872004, de 12 de julio;


55/2005, de 14 de marzo).

Debe tenerse en cuenta igualmente que la declaración de un coimputado


no constituye corroboración mínima de la declaración de otro coimputado (SSTS
72/2001, de 26 de marzo; 181/2002, de 14 de octubre; 65/2003, de 7 de abril;
152/2004, de 20 de septiembre; 55/2005, de 14 de marzo) siendo, por tanto,
necesaria la adveración de las declaraciones mediante algún dato externo
también en el caso de pluralidad de los coacusados. Finalmente la corroboración
ha de estar referida necesariamente a la participación del acusado en los hechos
punibles que el juzgador haya considerado probados (SSTC 181/2002, de 14 de
octubre; 118/2004, de 12 de julio; 55/2005, de 14 de marzo; 1/2006, de 16 de
enero).

En el caso que nos ocupa el tribunal de instancia ha tenido en cuenta la


declaración del coacusado Francisco Correa Sánchez en el juicio oral
reconociendo que “ha sido de gran ayuda para la formación de nuestro criterio
(...) que, debido a esa inmediación, nos ofreció importantes niveles de
veracidad, en el sentido de que, de la misma manera que ha tratado de exculpar
a los acusados que eran empleados de las empresas de su grupo o de minimizar
sus responsabilidades, no ha puesto reparos a la hora de relatar sus relaciones
con los políticos con los que mantenía los ilícitos negocios de los que obtenía
los beneficios económicos que luego repartía con ellos. No quiere decirse que
todo cuanto haya declarado lo asuma el Tribunal de manera acrítica, sino que,
en la medida que la jurisprudencia viene exigiendo que ese principio de
inmediación sea avalado mediante la oportuna corroboración, así operaremos,
si bien con matizaciones, por cuanto que no debe ser idéntico el tratamiento
cuando estemos ante prueba de cargo, donde esa corroboración debe ser
exigente, o de descargo”.

Efectivamente, el Tribunal de instancia ha contado con numerosos


elementos que corroboran lo declarado por F. Correa, tal como se expresa en
los numerosos párrafos contenidos en la fundamentación jurídica de la
sentencia, en los que se analizan y valoran dichos elementos probatorios
referidos a la falsificación de facturas objeto del presente motivo. Así, entre las

714
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

intervenciones telefónicas tenemos que <<fue escuchada la conversación


mantenida entre el propio JOSÉ LUIS PEÑAS e ISABEL JORDÁN el 15 de
octubre de 2007 (transcrita al folio 373 y ss. tomo 1 P.S. documental) sobre el
tema de facturación, porque a esta le preocupaba haber hecho facturas a
distintos organismos de la Comunidad Valenciana, que cobró, pero que no
realizó el trabajo, que lo hizo otra empresa del grupo, sin que el grupo exista en
realidad. En dicha conversación JOSÉ LUIS presenta a ISABEL a otro de los
intervinientes, como su asesor, Marcos, para que le aconseje sobre estos
problemas>> (pág. 716), entre la numerosa prueba documental se puede
señalar a estos efectos que <<en relación con JOSÉ LUIS PEÑAS, aparece la
factura 02/158, de 5 de diciembre de 2002, por importe de 2.718,10 € (3.153 IVA
Incl.), y la 02/159, de 9 de diciembre de 2002, por importe de 2.540,52 € (2.947
IVA Incl.), ambas a nombre del Patronato Monte del Pilar, que sumadas
ascienden a 5.258,62 €, y, además de un justificante de pago por importe de
esta cantidad, de fecha 17 de diciembre de 2002 emitido por SPECIAL EVENTS,
en que aparece una firma que pone José Peñas>> (pág. 844) <<hay facturas
abonadas con cargo a “cajas fijas”, cuyas cantidades podemos dar por probado
que se apropió JOSÉ LUIS PEÑAS.- En este caso son facturas emitidas por
BOOMERANG DRIVE, y, además presentar una dinámica similar a las
anteriores, no se ha localizado documento, archivo o anotación que apunte a
que los trabajos o servicios que se reflejan en las mismas hayan sido realizados.
Solo esa genérica y desordenada documentación presentada a última hora, que
ya hemos indicado las razones por las cuales no nos sirve para mantener lo
contrario.- Dichas facturas, de las que resulta beneficiario JOSÉ LUIS PENAS,
con reflejo dos de las cajas fijas, son las siguientes: - Del año 2003:... (pág.
893).- La suma total a que asciende la cantidad de que se apropió JOSÉ LUIS
PEÑAS, entre 2003 y 2004, con cargo a las cajas fijas, es 4.637,93 €, que, con
IVA, es 5.380 €.>> (pág. 895).

En base a lo razonado el recurso debe ser desestimado dado que la Sala


de instancia ha realizado una valoración de la prueba practicada con arreglo a
las reglas de la lógica y las máximas de experiencia, de conformidad con lo
prevenido en el art. 741 LECrim, en virtud de la cual el recurrente realizó los
hechos en los términos expuestos en el relato de hechos probados.

715
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

182.- El motivo décimo cuarto por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por infracción de precepto penal de carácter sustantivo,
por aplicación indebida del art. 419 CP.

Argumenta que las cantidades recibidas por el recurrente no se


corresponden ni vinculan con una contratación o actuación ilícita, por lo que
esas entregas serían incardinables en el art. 426 CP (sic).

El motivo se desestima.

Son elementos comunes a todas las clases de cohecho pasivo: 1º) como
elemento subjetivo, el tratarse de funcionario público; 2º) como elemento
objetivo, que el acto guarde relación con su función o cargo; 3º) como acción, la
de solicitar o recibir dádiva o presente, u ofrecimiento o promesa en atención a
su comportamiento (SSTS 1618/2005, de 22 de diciembre; 1076/2006, de 27 de
octubre; 77/2007, de 7 de febrero).

El otro elemento necesario varía en cada uno de los tipos y consiste


precisamente en un determinado comportamiento ilícito. En el caso del art. 419
–redacción vigente en el momento de los hechos- es ejecutar un acto que sea
delito, lo que supondría caso de realizarlo el llevar aparejada otra pena más: la
correspondiente al delito comprometido como contraprestación de la dádiva. En
el caso del art. 420 el acto de que se trata ha de ser injusto y no constituir delito;
generalmente este acto se suele considerar equivalente a ilegal, pues lo injusto
es un concepto más abstracto o indefinido y conviene referirlo a un patrón que
proporcione seguridad jurídica. En el art. 421 el comportamiento en vez de
comisivo es omisivo, consiste en abstenerse de realizar un acto que tenga el
deber de llevar a cabo por su función.

En el caso presente en los hechos probados se recoge la participación


directa de Peñas en diversas resoluciones prevaricadoras. Así se afirma con
carácter general: “A tal efecto, los acusados integrados en el equipo, de hecho,
que componía el “Gabinete de Alcaldía” (CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS
PEÑAS y más tarde JUAN JOSÉ MORENO), con su Alcalde a la cabeza, se
prevalieron de las competencias que por razón de sus cargos ostentaban dentro

716
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del Ayuntamiento, para imponer esta dinámica de actuación tanto en el ámbito


de la contratación, mediante la manipulación en las adjudicaciones, como en el
de la ordenación de pagos, mediante la autorización de pagos indebidos”.
Especificando posteriormente la concreta participación del recurrente junto al
resto de los coacusados que formaban el Gabinete del Alcalde en las distintas
adjudicaciones ilegales que se relatan (hechos probados: pág. 189 y ss.), de
donde con nitidez absoluta se desprende que las entregas de las cantidades
obedecían única y exclusivamente al previo acuerdo, incluida la promesa de
retribución con Correa para realizar las distintas adjudicaciones o para autorizar
los indebidos pagos.

Partiendo pues de los intangibles hechos probados donde se relatan las


distintas prevaricaciones efectuadas por el recurrente, solo cabe subsumir la
conducta del acusado en el tipo penal del art. 419 que ha apreciado la Sala de
instancia, toda vez que recibió en su condición de funcionario público las dádivas
señaladas, a cambio de realizar actos delictivos en los contratos, adjudicaciones
de los mismos y pagos realizados”.

183.- El motivo décimo quinto por infracción de precepto


constitucional al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

Cuestiona la existencia de prueba de cargo acreditativa de la


participación del recurrente en las contrataciones a que se refiere.

El motivo se desestima.

A) Contrato del Manual de Identidad Corporation.

La sentencia recurrida, pág. 799, destaca el precio superior al real y las


irregularidades en la adjudicación del contrato el 30-9-2002 por el alcalde
Guillermo Ortega con la colaboración de, al menos, Carmen Rodríguez y José
Luis Peñas.

717
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Conclusión a la que llega de las declaraciones realizadas por estos


coacusados y del informe 72.015 de la AEAT de 16-4-2004 que analiza la
documentación intervenida y que pone en relación con el informe de IGAE de
23-7-2004, ratificada en la sesión de 23-9-2017.

También tiene en cuenta la sentencia los correos y la documentación que


con ellos adjunta, exhibidos en el curso de su declaración a Carmen Rodríguez
con la empresa Swat, con referencias a José Luis Peñas al que mencionan
como “Pepe”.

Sin olvidar que la cantidad que por este contrato se lucraron los
componentes de la trama pasó a engrosar la denominada Cuenta Gabinete,
administrada, entre otros, por José Luis Peñas.

B) Salón de Plenos.

Aunque no existe expediente de la realización de ésta obra, que según


el propio Peñas se abonó con una simple factura por importe de 90.000 euros,
y, por lo tanto, tampoco una documentación acreditativa, lo cierto es que
tenemos los informes de la IGAE de 24 de Julio de 2014, y de la AEAT de
10.4.14, donde se explica la forma en que se realizó y personas que lo
efectuaron.

Por supuesto, también en este caso, los “beneficios” obtenidos pasaron


directamente a la “Cuenta Gabinete”.

C) Infoeuro.

La Sentencia explica la técnica empleada consistente en el


fraccionamiento artificial de distintos contratos, para aparentar un valor
sensiblemente inferior, además de sujetarlos a la aprobación de distintos
departamentos (Concejalías) del Ayuntamiento.

Pues bien, también la cooperación de José Luis Peñas en estos hechos


está acreditada, bien que, en un tono menor, pues la sentencia específica que
el mismo “nunca fue pieza central en la estructura organizativa de Francisco

718
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Correa”, como se pone de manifiesto en el informe de la UDEF de 4.11.13 y el


de la AEAT de 10.4.14.

En todo caso, los correos que se cruzaron Peña y Carmen Rodríguez,


hablan con claridad de la intervención de ambos en este hecho.

D) Contrato de la OAC (Oficina de Atención al Ciudadano).

Puesto que tal oficina comenzó su funcionamiento con anterioridad a la


llegada de José Luis Peñas al Ayuntamiento, el recurrente sostiene que ninguna
responsabilidad se le puede atribuir en todo lo referente a esa contratación.

Es evidente que la que se le exige a quien ahora recurre, deriva de los


actos realizados a partir de su llegada. No se olvide que José Luis Peñas emitió
su voto favorable a las modificaciones efectuadas en la primitiva contratación,
con perfecto conocimiento del significado de su actuación. Ello se produjo en las
sesiones de 1 diciembre 2003, 24 mayo 2004 y 3 agosto 2004, entre otras.

Alegar ahora desconocimiento de tales hechos parece fuera de la lógica.

En definitiva, el autor del recurso participó en los hechos reseñados.


Según acredita la prueba practicada, plural, directa, legalmente obtenida y
correctamente valorada, por lo que el motivo en su conjunto debe ser
desestimado.

184.- Articula a continuación el recurrente un motivo que enumera


como “DECIMO” al amparo del art. 852 LECrim por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE de la práctica de prueba
pericial incompleta de las facturas 31-12-2002, anticipos de cajas fijas de
Gabinete, Infraestructuras y Planeamiento Urbanístico.

Se dice en el motivo que la referida prueba no pudo practicarse dado que


el Presidente decidió en el momento de la práctica no admitir más preguntas del
letrado a la perito, razón por la cual se vulneró el derecho a la presunción de
inocencia.

719
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo no puede prosperar.

En efecto, las SSTS 643/2016, de 14 de julio y 881/2016, de 23 de


noviembre, sintetizan con precisión el alcance de la casación por motivo de
denegación de diligencias de prueba, según se deduce de lo dispuesto en los
arts. 659, 746.3, 785 y 786.2 LECrim y de la doctrina de esta Sala Segunda y
del TC; las condiciones son las siguientes:

1.º La prueba denegada tendrá que haber sido pedida en tiempo y forma,
en el escrito de conclusiones provisionales y también en el momento de la
iniciación del juicio en el procedimiento abreviado (art. 793; ap. 2 de la citada
Ley actual art. 786.2 ). 2.º La prueba tendrá que ser pertinente, es decir
relacionada con el objeto del proceso y útil, esto es con virtualidad probatoria
relevante respecto a extremos fácticos objeto del mismo; exigiéndose, para que
proceda la suspensión del juicio, que sea necesaria; oscilando el criterio
jurisprudencial entre la máxima facilidad probatoria y el rigor selectivo para evitar
dilaciones innecesarias; habiendo de ponderarse la prueba de cargo ya
producida en el juicio, para decidir la improcedencia o procedencia de aquella
cuya admisión se cuestiona. 3.º Que se deniegue la prueba propuesta por las
partes, ya en el trámite de admisión en la fase de preparación del juicio, ya
durante el desarrollo del mismo, cuando se pide en tal momento la correlativa
suspensión del juicio. 4.º Que la práctica de la prueba sea posible por no
haberse agotado su potencia acreditativa; y 5º) Que se formule protesta por la
parte proponente contra la denegación (SSTS. 1661/2000 de 27.11, 869/2004
de 2.7, 705/2006 de 28.6; y 849/2013, de 12.11).

Falta de protesta que impide el recurso de casación al amparo del art.


850 LECrim. y que el Tribunal Supremo ha dicho debe hacerse en el plazo de 5
días a partir de la fecha de la notificación del auto denegatorio (STS. 760/2001
de 7.5). La protesta tiene por finalidad plantear ante el Tribunal que acordó la
denegación de la prueba o en su caso quien denegó la suspensión, la
proporcionalidad de la decisión adoptada teniendo en cuenta, nuevamente, los
intereses en conflicto desde la protesta de la parte que la propuso, manifestando
así su no acatamiento a la decisión adoptada, al tiempo que proporciona criterios
que permiten el replanteamiento de la decisión.

720
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta Sala de casación, al examinar el requisito de la necesidad de la


prueba denegada, establece, en la sentencia 545/2014, de 26 de junio, que para
que pueda prosperar un motivo por denegación de prueba hay que valorar no
sólo su pertinencia sino también y singularmente su necesidad; más aún, su
indispensabilidad en el sentido de eventual potencialidad para alterar el fallo. La
prueba debe aparecer como indispensable para formarse un juicio correcto
sobre los hechos justiciables. La necesidad es requisito inmanente del motivo
de casación previsto en el art. 850.1 LECrim. Si la prueba rechazada carece de
utilidad o no es "necesaria" a la vista del desarrollo del juicio oral y de la
resolución recaída, el motivo no podrá prosperar. El canon de "pertinencia" que
rige en el momento de admitir la prueba se muta por un estándar de "relevancia"
o "necesidad" en el momento de resolver sobre un recurso por tal razón.

Y en la misma resolución citada se precisa que en casación la revisión


de esa decisión ha de hacerse a la luz de la sentencia dictada, es decir, en un
juicio ex post. No se trata tanto de analizar si en el momento en que se
denegaron las pruebas eran pertinentes y podían haberse admitido, como de
constatar a posteriori y con conocimiento de la sentencia (ahí radica una de las
razones por las que el legislador ha querido acumular el recurso sobre
denegación de pruebas al interpuesto contra la sentencia, sin prever un recurso
previo autónomo), si esa denegación ha causado indefensión. Para resolver en
casación sobre una denegación de prueba no basta con valorar su pertinencia.
Ha de afirmarse su indispensabilidad. La superfluidad de la prueba, constatable
a posteriori convierte en improcedente por mor del derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas una anulación de la sentencia por causas que
materialmente no van a influir en su parte dispositiva.

La STC 142/2012, de 2 de julio, al analizar el derecho a la prueba en el


ámbito del art. 24.2 de la CE, argumenta que "...este Tribunal ha reiterado que
la vulneración del derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la
defensa exige, en primer lugar, que el recurrente haya instado a los órganos
judiciales la práctica de una actividad probatoria, respetando las previsiones
legales al respecto. En segundo lugar, que los órganos judiciales hayan
rechazado su práctica sin motivación, con una motivación incongruente,
arbitraria o irrazonable, de una manera tardía o que habiendo admitido la

721
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prueba, finalmente no hubiera podido practicarse por causas imputables al


propio órgano judicial. En tercer lugar, que la actividad probatoria que no fue
admitida o practicada hubiera podido tener una influencia decisiva en la
resolución del pleito, generando indefensión al actor. Y, por último, que el
recurrente en la demanda de amparo alegue y fundamente los anteriores
extremos (por todas, STC 14/2001, de 28 de febrero)". Y también tiene dicho
que cuando el medio de prueba rechazado en ningún modo podría alterar el fallo
no procederá la anulación de la resolución (STC 45/2000, de 14 de febrero).

En el caso presente el motivo carece de desarrollo en el sentido de que


no se especifican qué preguntas fueron rechazadas, si reunían tales exigencias
y el perjuicio que tal omisión le ha producido en cuanto la posibilidad de que su
práctica hubiera tenido relevancia para alterar el sentido del fallo.

185.- El motivo décimo sexto al amparo de los arts. 5.4 LOPJ Y 852
LECrim por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías
y a la presunción de inocencia, reconocidos en el art. 24.2 CE por no
haberse practicado la prueba pericial acordada por la Sala respecto a las
facturas de Patronato Monte del Pilar y anticipos de Cajas Fijas y de
Hacienda y Policía.

Alega el recurrente que no consta en autos realizada la pericial acordada


por la Sala tendente a acreditar la falsedad de las dos facturas de Special Events
emitidas al Patronato Monte del Pilar, tras la aportación documental en
cuestiones previas por la defensa de Juan José Moreno Alonso.

Añade que se pudo oir a la perito NUMA en dicha sesión “que la


documental no le había sido remitida razón por la cual no pudo realizar la
misma”.

El motivo, similar al precedente, debe seguir igual suerte desestimatoria.

En efecto, no existe para el tribunal la obligación de admitir toda


diligencia de prueba propuesta, o, en su caso, de suspender todo enjuiciamiento
por imposibilidad de practicar una prueba anteriormente admitida. Es necesario

722
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que el Tribunal de instancia realice una ponderada decisión valorando los


intereses en conflicto, decidiendo sobre la pertinencia de la prueba y su
funcionalidad. Ha de valorarse, como se ha dicho, los intereses en juego: el
derecho de defensa, la pertinencia de la prueba propuesta y, en su caso, la
necesidad de realizar el enjuiciamiento impidiendo su demora.

Por ello, para una adecuada valoración del conflicto, la jurisprudencia ha


proporcionado dos criterios, el de la pertinencia y el de la relevancia. Por la
primera se exige una relación entre las pruebas y el objeto del proceso. La
relevancia presenta un doble aspecto, el funcional, relativo a los requisitos
formales necesarios para la práctica y desarrollo de la prueba y de la
impugnación; y el material, relativo a la potencialidad de la prueba denegada
con relación a una alteración del fallo de la sentencia (STS. 136/2000 de 31.1).
Así pues, para que tenga éxito un recurso de casación basado en este motivo,
es preciso que "el órgano judicial haya denegado la diligencia de prueba no
obstante merecen la calificación de "pertinentes", porque no está obligado el
Juez a admitir todos los medios de prueba que cada parte estime pertinentes a
su defensa "sino los que el Juzgador valore libre y razonablemente como tales".
Y dos son los elementos a valorar al respecto: la pertinencia, propiamente dicha,
y la relevancia de la prueba propuesta: «pertinencia» es la relación entre las
pruebas propuestas con lo que es objeto del juicio y constituye «thema
decidendi»; «relevancia» existe cuando la no realización de tal prueba, por su
relación con los hechos a que se anuda la condena o la absolución u otra
consecuencia penal relevante, pudo alterar la Sentencia en favor del
proponente, pero no cuando dicha omisión no haya influido en el contenido de
ésta, a cuyo tenor el Tribunal puede tener en cuenta el resto de las pruebas de
que dispone, por ello ha de ser necesaria, es decir que tenga utilidad para los
intereses de defensa de quien la propone, de modo que su omisión le cause
indefensión, y ha de ser posible, en atención a las circunstancias que rodean su
práctica (STS. 21.5.2004).

Prevenciones estas no concurrentes dada la carencia de desarrollo del


motivo.

723
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

186.- El motivo décimo séptimo por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del art. 432 CP respecto a las
facturas Patronato Monte del Pilar, 31-12-2002; y anticipos de Cajas Fijas
de Hacienda y Seguridad, así como de Infraestructuras.

La sentencia condena al recurrente como autor de un delito continuado


de malversación con un delito continuado de falsedad documental.

Cuestiona la condena al recurrente como autor e inductor de facturas


falsas que se pagaron desde el Patronato Monte del Pilar, las de 31-12-2002 y
anticipos a Caja Fija de Hacienda y Seguridad e Infraestructuras para engordar
la cuenta Gabinete cuando el recurrente no tenía a su disposición los fondos ni
de la entidad Patronato Monte del Pilar, ni de las Cajas Fijas anteriores, ni de la
Concejalía de Comunicación desde la que se pagaron las facturas de 31-12-
2002, cuyo responsable era Guillermo Ortega Alonso.

Además insiste en que no hay prueba que acredite la comisión de la


acción típica (ideación, generación o petición de una factura) por la que ha sido
condenado por este delito (malversación continuada en concurso con falsedad
continuada).

Dada la vía casacional elegida, art. 849.1 LECrim, bastaría para


desestimar el motivo reproducir el relato fáctico relativo al apartado
Majadahonda (pág. 184 y ss, en concreto la pág. 204) así como el apartado que
la sentencia dedica a la valoración de las pruebas que sustentan los hechos
referentes a este motivo, pág. 844 y ss, en concreto:

“B) Facturas emitidas el 31 de diciembre de 2002

Sobre las veinticinco facturas de 31/12/2002, de que se trata en el folio


65 y 66 del escrito de acusación del M.F., por un montante de 113.318 €,
emitidas por las entidades CRESVA SL, vinculada a PABLO CRESPO, PUNTO
CENTRO SL y Q+D PRODUCCIONES SL, con vinculaciones con el
Ayuntamiento, tras la prueba practicada, el planteamiento para cuestionar su
autenticidad no está, como decíamos al tratar la declaración de JOSÉ LUIS
PEÑAS, en que las que presentó la defensa respondan a una realidad, sino en
que, aunque las que presentase así lo fueran, las que ahora nos ocupa se

724
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

emiten por unos servicios que ya fueron abonados, y, visto que esos servicios
existieron, se aprovecha para duplicar una facturación, en esta ocasión sin
cobertura. Es, por lo tanto, una cuestión de doble facturación la que nos lleva a
considerar la falsedad de dichas facturas, y, por ser así, es por lo que no debe
extrañar que en la información que nos remite el Ayuntamiento relacionada con
estas facturas se diga que algunos servicios fueron prestados.

De entre los testigos que hablaron sobre estas facturas emitidas el


31/12/2002, tenemos a Lourdes Palomar Barrios, jefa del gabinete de prensa en
esa época, quien ya hemos dicho que compareció en la sesión del día 3 de
marzo; manifestó que a la empresa CRESVA no la conocía, pero sí dijo que
Q+D y PUNTO CENTRO trabajaban con el Ayuntamiento en la época de
GUILLERMO ORTEGA; cuando se le mostraron alguno de los documentos, no
reconoció su firma, y dijo que los servicios a que se referían las facturas no
fueron conformados por ella. Algo similar a lo que dijo el Concejal de
Participación y Comunicación Ciudadana, Ramón Losada Díaz, que declaró
como testigo en la sesión del día 9 de marzo de 2017, que negó haber
contratado ninguno de los servicios pagados con esas facturas. Incluso, el
propio PABLO CRESPO, cuando se le preguntó por las facturas de 31 de
diciembre, de CRESVA, si recordamos lo que declaró en juicio, dijo que no
obedecían a ningún servicio real, que esta sociedad no había prestado ningún
servicio al Ayuntamiento; y también a esa conclusión llega el informe de
24/01/2017, realizado por los NUMAS 29.968 Y 26.860 (Documentación
aportada en juicio, Tomo IV, folio 1374 y ss.), a raíz de la documentación
aportada por JOSÉ LUIS PEÑAS en trámite de cuestiones previas, que
mantiene las conclusiones a las que llegó en el de 10/04/2014, precisando que
el Ayuntamiento satisfizo sobreprecios por servicios prestados o bien abonó
varias veces el mismo servicio, con los que se contribuyó a incrementar la
“Cuenta Gabinete”. También manifestó que las facturas eran falsas la NUMA
29.968, cuando se la preguntó por ellas en el acto del juicio oral, habida cuenta
que, en el informe de la AEAT 70.015, de 10/04/2014 (folio 132 y ss.), que
elaboró, las había dedicado la atención en uno de sus apartados, y que pone en
relación con el listado de todas esas facturas que aparecen en el R-11, y se

725
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recoge en el análisis del pendrive de PABLO CRESPO hecho en el informe de


la UDEF-BLA, 19.416/14, ratificado en la sesión del día 18/07/2017.

En el informe de la AEAT, se explica como en la documentación


proporcionada por el Ayuntamiento se encuentran las facturas que emitió tanto
CRESVA como Q+D el 31/12/2002 por los mismos importes y conceptos y,
aunque no hay información en esa documentación sobre las facturas de PUNTO
CENTRO, en la declaración anual con terceros (Modelo 347) se aprecia que ha
facturado al Ayuntamiento de Majadahonda 41.954,60 €, y, finalmente, los
fondos que se reciben por haber facturado al Ayuntamiento se ponen a
disposición de SPECIAL EVENTS, que emite facturas a CRESVA, Q+D y
PUNTO CENTRO, como queda constancia en el documento denominado
“REMITIR FACTURAS DE SPECIAL EVENTES S.L. CON FECHA DICIEMBRE
2002”, con un cuadro, a continuación, en el que figuran los respectivos importes:
CRESVA: 36.620 €; PUNTO CENTRO: 36.258 €; Q+D: 40.440 € (folio 17.886,
tomo 26, R 13 Bis).

Es cierto que, cuando se practicó la declaración de JOSÉ LUIS PEÑAS,


uno de los bloques del interrogatorio que dedicó su letrado fue relacionado con
estas facturas, que puso en relación con documentación aportada en trámite de
cuestiones previas y que llevó a la sesión del juicio en carpeta 7, insistiendo que
esas facturas no eran ficticias, sino que respondían a una realidad, y la defensa
fue preguntando por varias de ellas, a la vez que mostraba distinta
documentación que había seleccionado. encontrar relación, porque no en todos
los casos hay referencia a fechas, y lo que sucede es que, debido a que hubo
un aumento exponencial en actos de publicidad, como decía la testigo Lourdes
Palomar, bien pudo haber una proliferación de actos similares; de hecho, la
perito de la AEAT, a la vista de la documentación que se le exhibió a instancia
de la defensa, descartó tal relación, dando alguna explicación más, como que
no existían hojas de coste o que no existían proveedores

En definitiva, consideramos que ha quedado suficientemente acreditado


que todas esas facturas de 31 de diciembre de 2002, son facturas falsas y su
única finalidad fue que se emitieron para incrementar la “cuenta Gabinete” (...)”.

726
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así, ha existido prueba de cargo sustentadora del relato fáctico,


cuya subsunción en los tipos periciales ha sido correcta, por lo que procede la
desestimación del motivo.

187.- El motivo décimo octavo al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852
LECrim por vulneración del derecho a un proceso con todas las garantías
y a la presunción de inocencia, reconocidos en el art. 24.2 CE por haberse
practicado la prueba pericial acordada por la Sala de forma incompleta
respecto de la documental aportada por el recurrente en cuestiones
previas.

Se queja el recurrente que la prueba documental no pudo practicarse en


su totalidad dado que el Presidente del Tribunal no admitió más preguntas del
letrado de la defensa a la perito, al manifestar textualmente “Podrá usted alegar
la pericial incompleta con las consecuencias buenas o malas que se deriven”,
preguntas tendentes a acreditar la veracidad de las facturas 31-12-2002, Monte
del Pilar y anticipos de Cajas Fijas.

El motivo, como el propio recurrente reconoce, es coincidente con lo


alegado en el motivo décimo sexto y, al igual que aquél, no se desarrolla, ni
explica las razones por las que las preguntas rechazadas reunían las exigencias
de pertinencia, necesidad y posibilidad, tampoco se hicieron constar las
preguntas que tenía propósito de dirigir a la perito, a fin de que, primero, el
tribunal de enjuiciamiento y después esta Sala, puedan valorar la trascendencia
de la prueba propuesta en relación con los hechos objeto de enjuiciamiento, y
sin que tampoco conste la formulación de protesta alguna.

188.- El motivo décimo noveno por infracción de precepto


constitucional al amparo de los arts. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por
vulneración del principio de presunción de inocencia por ausencia de
prueba incriminatoria respecto de la disposición de los fondos de las Cajas
Fijas de Gabinete y Planeamiento.

727
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Insiste el recurrente en que no era responsable de ninguna Caja Fija


pese a los elementos incriminatorios a que se ha hecho referencia en motivos
anteriores, en especial la certificación expedida por la Secretaria del
Ayuntamiento de Majadahonda (folio 740 sentencia) que le atribuye la
responsabilidad y control de la Caja Fija de Seguridad y Planeamiento
Urbanístico.

Siendo así, la sentencia recurrida (pág. 903-905) recoge una relación de


facturas ingresadas en aquellas Cajas Fijas y cuyo importe se apropió José Luis
Peñas.

Son facturas emitidas por Boomerang Drive de las que “no se ha


localizado documento, archivo o anotación que apunte a que los trabajos o
servicios que se reflejan hayan sido realizados”.

Por tanto, acreditada la recepción de tales cantidades y su ingreso en


cuentas gestionadas por el recurrente, así como la desaparición del dinero, la
conclusión válida es que éste dispuso de ellas en su beneficio.

Y en todo caso sería el acusado quien debía haber dado explicaciones


convincentes para acreditar que se les dio un destino lícito, lo que no se ha
producido en el caso presente.

Sin olvidar que la distracción del dinero no depende conceptualmente de


la incorporación en forma permanente de las sumas referidas al patrimonio del
autor. Es suficiente con que ésta sea transitoria, por lo que a los efectos de la
tipicidad alcanza con que el acusado haya recibido el dinero, cualquiera haya
sido el destino que luego le haya dado. El tipo delictivo no exige el lucro personal
de la autoridad o funcionario sustractor, sino su actuación con ánimo de lucro,
que existe aunque la intención lucrativa sea en beneficio de un tercero.

RECURSO JUAN JOSÉ MORENO ALONSO (MAJADAHONDA)

728
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

189.- Los motivos primero y segundo se articulan conjuntamente


como a) vulneración del art. 24.1 CE, 9.3 CE y 120 CE por violación del
derecho a la tutela judicial efectiva e interdicción e la arbitrariedad
(ausencia de motivación suficiente de los medios probatorios de cargo y
de consideración concreta de los de descargo; falta de razonabilidad y
amplitud de la inferencia a partir de la cual el tribunal de instancia concluye
la culpabilidad del Sr. Moreno Alonso en relación con todos los delitos por
los que vino condenado; y b) vulneración del art. 24.2 CE del derecho a la
presunción de inocencia ( no existe prueba de cargo suficiente, falta de
consistencia, déficit en cuanto al juicio sobre su motivación y
racionalidad).

En definitiva, expone de manera conjunta ambos recursos pues, desde


la perspectiva de la conculcación de derechos fundamentales, el recurso se
traduce en aducir la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y del
derecho a la presunción de inocencia al considerar indebidamente
probados los delitos por los que Juan Moreno Alonso resulta condenado.

El recurrente realiza un extenso examen de los hechos y fundamentos


de la sentencia, señalando que es difícil acotar la concreta delimitación de los
hechos de supuesta carga culpabilística atribuidos en concreto al recurrente
porque el relato en el Apartado “Majadahonda” es de una imprecisión e
inconcreción extremas.

Así en la consideración primera “Hechos probados juicio


constitucionalidad de la prueba, de su suficiencia y de su motivación, en cuanto
al acotamiento de hechos atribuidos a Juan José Moreno resume la cuenta
“Gabinete Majadahonda” distinguiendo “Fondo Gabinete ingresos”:
adjudicaciones regulares, adjudicaciones irregulares, infoeuro, Madrid de
identidad corporativa OAC -6 expedientes-, y Salón de Plenos). “Apoderamiento
directo de fondos de entidades públicas”; Destino fondos de Cuenta Gabinete”.

- En la denominada Actividad al margen de las Cuentas Gabinetes y Willy


distingue: cobros de cargos públicos hechos por Francisco Correa; anticipos de
caja fija; y Expediente “Sufi”.

729
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A continuación analiza cada delito en concreto:

1) En cuanto al delito de asociación ilícita considera que el tribunal no


dispuso de prueba de cargo respecto de Moreno, transcribiendo los hechos en
los que la sentencia soporta la condena por este delito, analiza los fundamentos
de derecho relativos a la prueba y los fundamentos de derecho relativos a la
calificación jurídica.

- En cuanto al delito de cohecho en concurso medial con falsedad


continuada en documento mercantil, alega que la sentencia no concreta ni
relaciona actos administrativos atribuidos al recurrente con pagos, ni que
recibiera dádiva alguna por ninguna de las tres adjudicaciones que se citan
(OAC, Sufi e Infoeuro), ni cantidades recibidas en consideración al cargo.

- En cuanto al delito continuado de malversación de caudales públicos


en concurso medial con un delito de prevaricación continuado, la condena lo es
en relación a los contratos y expedientes referidos a la campaña “Infoeuro”, al
“Memorial de identidad corporativa”, a la “OAC” y a las “Obras del Salón de
Plenos del Ayuntamiento”, respecto a Ortega, como autor, respecto a Peñas y
el recurrente, como autores, inductores y cooperadores necesarios, y respecto
a Rodríguez, Correa y Crespo como cooperadores necesarios e inductores.
Asimismo, como cooperadora necesaria contra Jordán (respecto a los
expedientes relativos al “Salón de Plenos” y de la OAC).

Alega que el tribunal no contó con prueba de intervención ninguna en


dichos expedientes, luego no puede presumirse en él ni por activa ni por pasiva
de acción prevaricadora en ninguna de esos expedientes y generadora de un
desembolso injusto por parte de las arcas del Ayuntamiento, donde Moreno
nunca tuvo ni capacidad para adjudicaciones ni para ordenar pagos.

- En cuanto al delito de malversación continuada de caudales públicos


en concurso medial con un delito de falsedad en documento mercantil, los
hechos son los relativos a las facturas emitidas al “Patronato Monte de Pilar”,
las expedidas el 31-12-2003, y las relacionadas con los anticipos de “Caja fija”.

Señala que ninguna conducta “malversadora” ni contribución a


“falsificación” de facturas se atribuye a Moreno en aquellos hechos.

730
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último tras exponer la doctrina de esta Sala sobre el control


casacional a la presunción de inocencia, concluye que la coherencia del
discurso de la sentencia sobre el que se construye la intervención en los hechos
de Moreno Alonso no es lógico ni fundado y no se sustenta en prueba, pues la
presumida de cargo carece de fuerza acreditativa.

Previamente considera esta Sala necesario establecer la diferencia entre


tutela judicial efectiva y presunción de inocencia examinando los contenidos y
garantías de uno y otro derecho conforme la jurisprudencia contenida, entre
otras, en SSTS 789/2014, de 2 de diciembre; 119/2015, de 12 de marzo;
286/2016, de 7 de abril; 778/2017, de 30 de noviembre.

Así -como ya hemos señalado en anteriores recursos- el derecho a la


tutela judicial efectiva establecido en el art. 24.1 CE comprende, entre otros, el
derecho a obtener una resolución fundada en derecho de los jueces y tribunales
y exige que las sentencias expliciten de forma bastante las razones de sus fallos,
esto es, que estén motivadas de forma bastante, lo que como se dice en la STS
714/2014, de 12 de noviembre, además ya venía preceptuado en el art. 142
LECrim, está prescrito en el art. 120 CE y se deduce implícitamente en la
prohibición de la arbitrariedad que impone el art. 9.3 de la misma Supra Ley.

Por ello la motivación requiere del tribunal la obligación de explicitar los


medios probatorios establecidos para declarar la verdad judicial del hecho
enjuiciado, y que junto a las consideraciones relativas a la subsunción de los
hechos en el tipo penal procedente y consecuencias punitivas en caso de
condena, integran el derecho del justiciable a la tutela judicial efectiva. De esta
manera la motivación de las sentencias constituye una consecuencia necesaria
de la función judicial y de su vinculación a la Ley, permita conocer las pruebas
en virtud de las cuales se le condena (motivación fáctica), y las razones legales
que fundamentan la subsunción (motivación jurídica), al objeto de poder ejercitar
los recursos previstos en el ordenamiento, y finalmente constituye un elemento
disuasorio de la arbitrariedad judicial.

Ahora bien, cuando se trata de la llamada motivación fáctica, la STS.


32/2000 de 19.1, recordó que la sentencia debe exponer cuál o cuáles son las
pruebas que sustentan la declaración de hechos probados, al objeto de que,

731
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conocidas éstas, la parte tenga posibilidad real de impugnar la razonabilidad del


criterio valorativo del juzgador y que el Tribunal de casación, pueda, asimismo,
efectuar la función revisora sobre si el razonamiento de la resolución judicial
impugnada es suficiente para cimentar el relato histórico.

Siendo así resulta relevante destacar –como hemos dicho en STS.


577/2014 de 12.7- que la cuestión de si la valoración de la prueba está
suficientemente motivada en las sentencias no es una cuestión que atañe solo
al derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE), afecta principalmente al
derecho a la presunción de inocencia (art.- 24.2 CE).

El Tribunal Constitucional ha entendido que uno de los modos de


vulneración de este derecho lo constituye precisamente la falta de motivación
del iter que ha conducido de las pruebas al relato de hechos probados de signo
incriminatorio, como se afirma en la STC. 145/2005 de 6.6, existe “una íntima
relación que une la motivación y el derecho a la presunción de inocencia, que
no en vano consiste en que la culpabilidad ha de quedar plenamente probada,
lo que es tanto como decir expuesta o motivada. La culpabilidad ha de motivarse
y se sustenta en dicha motivación, de modo que sin la motivación se produce ya
una vulneración del derecho a la presunción de inocencia. Así lo hemos
afirmado en numerosas ocasiones, señalando que no sólo se vulnera el derecho
a la presunción de inocencia cuando no haya pruebas de cargo validas o cuando
por ilógico o insuficiente, no sea razonable el iter decisivo que conduce de la
prueba al hecho probado, sino también, con carácter previo a estos supuestos,
en los casos de falta de motivación del resultado de la valoración de las pruebas
(SSTC. 189/98 de 28.9, FJ.2, 120/99 de 28.6, 249/2000 de 30.10 FJ.3, 155/2002
de 22.7 FJ. 7, 209/2002 de 11.11 FJ. 3, 163/2004 de 4.10 FJ.9).

Por ello una de las consecuencias de esta perspectiva constitucional de


la falta de motivación suficiente del relato fáctico incriminatorio es la de que la
plena reparación del derecho vulnerado pasará normalmente por la anulación
sin retroacción de la sentencia condenatoria. En términos análogos a los
utilizados por la STC. 151/97 de 18.6, para el derecho a la legalidad
sancionadora, la falta de un fundamento fáctico concreto y cognoscible priva a
la pena del sustento probatorio que le exige el art. 24.2 CE, y convierte el

732
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

problema de motivación reparable con una nueva sentencia, en su problema de


presunción de inocencia, solo reparable con su anulación definitiva.

El incumplimiento del deber de motivación fáctico ya no solo puede


suponer un defecto o vicio interno de la resolución que comprometa su validez,
sino que constituye una fuente de lesión directa del derecho a la presunción de
inocencia que puede arrastrar como consecuencia no la nulidad de la sentencia
sino la absolución del inculpado (SSTC. 5/2000, 139/2000, 149/2000,
2002/2000).

No obstante el grado de motivación constitucionalmente exigido ex


derecho a la presunción de inocencia es superior al grado mínimo exigido en
general para la tutela judicial efectiva, dado que está precisamente en juego
aquel derecho y en su caso, el que resulte restringido por la pena, que será el
derecho a la libertad cuando la condena lo sea a penas de prisión (SSTC.
2009/2002 de 11.1, 169/2004 de 6.10, 143/2005). Esta explicitación debe
conectarse con el contenido del derecho a la presunción de inocencia y
transmitir la información necesaria para comprobar “desde un punto de vista
subjetivo que cuando el Juez llegó a la conclusión fáctica que expresa, lo hizo
porque no albergaba al respecto duda razonable, y desde una perspectiva
objetiva que su convicción no resulta reprobable: que resulta razonable pensar
que no albergaba dudas razonables” (STC. 145/2005).

En definitiva, como hemos dicho en STS. 10/2015 de 29.1, con cita


SSTS. 151/2011 de 10.3, 1429/2011 de 30.12, 241/2012 de 23.3, 631/2012 de
9.7, la presunción de inocencia implica que la decisión de condena debe venir
avalada por la constatación de la existencia de motivos, en los que se funde la
afirmación de los elementos del delito. Por ello, al decidir el recurso, cuando se
invoca su vulneración, ha de examinarse si es aceptable o no la afirmación de
que tales motivos existen.

Por el contrario, el derecho de tutela judicial, además de que no alcanza


solamente a los supuestos de sentencia de condena, ni es alegable solamente,
por ello, por quien es condenado, alcanza a la suficiencia y corrección de los
argumentos utilizados para afirmar o negar la existencia de los motivos que
funda la absolución o la condena.

733
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

De ahí que resulte inadmisible la formulación, bajo la invocación del


derecho a la tutela judicial, de una pretensión que, a modo de presunción de
inocencia invertida, inste la afirmación de existencia de aquellos motivos para
obtener una sentencia de condena. El derecho a la tutela judicial no alcanza a
la existencia o inexistencia de tales motivos.

Tal diferencia de contenido se traduce en una esencial diferencia de los


efectos de la vulneración de una u otra garantía. La vulneración de la garantía
de tutela judicial aquel derecho justifica solamente la exigencia de que sea
dictada nueva resolución, mientras que en el caso de estimarse vulnerado el
derecho a la presunción de inocencia, por inexistencia de motivos para la
condena, la resolución que procede es la de absolver al acusado.

Por su parte el Tribunal Constitucional se refiere, por un lado, a lo que


denomina la "cuestión de si la valoración de la prueba está suficientemente
motivada" afecta al derecho a la tutela judicial, pero también, e incluso
principalmente, a la garantía de presunción de inocencia. El matiz determinante
será el grado de incumplimiento de la obligación de motivar. El derecho a la
tutela judicial se satisface con un grado mínimo. Basta con que la sentencia
permita la cognoscibilidad de la ratio decidendi. Pero si éste no se alcanza se
habrá vulnerado el más exigente canon de la presunción de inocencia. (SSTC
9/2011 de 28 Feb. 2011 y las ahí citadas SSTC 5/2000), de 17 de enero, FJ 2;
249/2000 de 30 de octubre, FJ 3; 209/2002 de 11 de noviembre, FFJJ 3 y 4;
143/2005 de 6 de junio, FJ 4); 245/2007 de 10 de diciembre, FJ 5). En la STC
107/2011 de 20 de junio se reitera que el derecho a la tutela se considera
satisfecho siempre que la motivación no acoja una aplicación arbitraria de la
legalidad, no resulte manifiestamente irrazonada o irrazonable, y no incurra en
un error patente.

2º Siendo así en relación a la presunción de inocencia, esta Sala tiene


declarado (SSTS. 615/2016 de 7.4, 129/2014 de 26.2, 428/2013 de 29.5,
1278/2011 de 29.11, entre otras muchas que nuestro sistema casacional no
queda limitado al análisis de cuestiones jurídicas y formales y a la revisión de
las pruebas por el restringido cauce que ofrece el art. 849.2 LECrim. pues como
señala la STC. 136/2006 de 8.5; en virtud del art. 852 LECrim, el recurso de

734
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

casación puede interponerse, en todo caso, fundándose en la infracción de un


precepto constitucional, de modo que a través de la invocación del 24.2 CE
(fundamentalmente, en cuanto se refiere al derecho a la presunción de
inocencia), es posible que el Tribunal Supremo controle tanto la licitud de la
prueba practicada en la que se fundamenta el fallo, como su suficiencia para
desvirtuar la presunción de inocencia y la razonabilidad de las inferencias
realizadas (por todas STC. 60/2008 de 26.5).

Por ello a través de un motivo de casación basado en la infracción del


derecho a la presunción de inocencia, se puede cuestionar no solo el
cumplimiento de las garantías legales y constitucionales de la prueba
practicada, sino la declaración de culpabilidad que el Juzgador de instancia haya
deducido de su contenido. Por tanto el acusado tiene abierta una vía que permite
a este Tribunal Supremo “la revisión integra” entendida en el sentido de
posibilidad de acceder no solo a las cuestiones jurídicas, sino también a las
fácticas en que se fundamenta la declaración de culpabilidad, a través del
control de la aplicación de las reglas procesales y de valoración de la prueba
(SSTC. 70/2002 de 3.4 y 116/2006 de 29.4).

Así pues, al tribunal de casación debe comprobar que el tribunal ha


dispuesto de la precisa actividad probatoria para la afirmación fáctica contenida
en la sentencia, lo que supone constatar que existió porque se realiza con
observancia de la legalidad en su obtención y se practica en el juicio oral bajo la
vigencia de los principios de inmediación, oralidad, contradicción efectiva y
publicidad, y que el razonamiento de la convicción obedece a criterios lógicos y
razonables que permitan su consideración de prueba de cargo. Pero no acaba
aquí la función casacional en las impugnaciones referidas a la vulneración del
derecho fundamental a la presunción de inocencia, pues la ausencia en nuestro
ordenamiento de una segunda instancia revisora de la condena impuesta en la
instancia obliga al tribunal de casación a realizar una función valorativa de la
actividad probatoria, actividad que desarrolla en los aspectos no comprometidos
con la inmediación de la que carece, pero que se extiende a los aspectos
referidos a la racionalidad de la inferencia realizada y a la suficiencia de la
actividad probatoria. Es decir, el control casacional de la presunción de
inocencia se extenderá a la constatación de la existencia de una actividad

735
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

probatoria sobre todos y cada uno de los elementos del tipo penal, con examen
de la denominada disciplina de garantía de la prueba, y del proceso de
formación de la prueba, por su obtención de acuerdo a los principios de
inmediación, oralidad, contradicción efectiva y publicidad. Además, el proceso
racional, expresado en la sentencia, a través del que de la prueba practicada
resulta la acreditación de un hecho y la participación en el mismo de una persona
a la que se imputa la comisión de un hecho delictivo (STS. 209/2004 de 4.3).

En definitiva, cuando se denuncia la vulneración del derecho a la


presunción de inocencia ha de verificarse si la prueba de cargo en base a la cual
el tribunal sentenciador dictó sentencia condenatoria fue obtenida con respeto
a las garantías inherentes del proceso debido, y por tanto:

-En primer lugar debe analizar el “juicio sobre la prueba”, es decir, si


existió prueba de cargo, entendiendo por tal aquélla que haya sido obtenida, con
respeto al canon de legalidad constitucional exigible, y que además, haya sido
introducida en el plenario de acuerdo con el canon de legalidad ordinaria y
sometida a los principios que rigen de contradicción, inmediación, publicidad e
igualdad.

-En segundo lugar, se ha de verificar “el juicio sobre la suficiencia”, es


decir, si constatada la existencia de prueba de cargo, ésta es de tal consistencia
que tiene virtualidad de provocar el decaimiento de la presunción de inocencia.

-En tercer lugar, debemos verificar "el juicio sobre la motivación y su


razonabilidad", es decir, si el Tribunal cumplió con el deber de motivación, o sea,
si explicitó los razonamientos para justificar el efectivo decaimiento de la
presunción de inocencia.

Bien entendido, como establece la STS. 1507/2005 de 9.12, “El único


límite a esa función revisora lo constituye la inmediación en la percepción de la
actividad probatoria, es decir, la percepción sensorial de la prueba practicada
en el juicio oral. Lo que el testigo dice y que es oído por el tribunal, y cómo lo
dice, esto es, las circunstancias que rodean a la expresión de unos hechos. Esa
limitación es común a todos los órganos de revisión de la prueba, salvo que se
reitere ante ellos la prueba de carácter personal, y a ella se refieren los arts. 741

736
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y 717 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. El primero cuando exige que la


actividad probatoria a valorar sea la practicada "en el juicio". El segundo cuando
exige una valoración racional de la prueba testifical. Ambos artículos delimitan
claramente el ámbito de la valoración de la prueba diferenciando lo que es
percepción sensorial, que sólo puede efectuar el órgano jurisdiccional presente
en el juicio, de la valoración racional, que puede ser realizada tanto por el
tribunal enjuiciador como el que desarrolla funciones de control”.

Por ello, en cuanto al ámbito del control en relación a las pruebas de


cargo de carácter personal que han sido valoradas por el tribunal de instancia
en virtud de la inmediación de que se dispuso –y de la que carece como es obvio
esta Sala casacional- se puede decir con la STS. 90/2007 de 23.1, que aborda
precisamente esta cuestión, que en el momento actual, con independencia de
la introducción de la segunda instancia, es lo cierto que reiterada jurisprudencia
de esta Sala y del Tribunal Constitucional han declarado la naturaleza efectiva
del recurso de casación penal en el doble aspecto del reexamen de la
culpabilidad y pena impuesta por el Tribunal de instancia al condenado por la
flexibilización y amplitud con que se está interpretando el recurso de casación
desposeído de toda rigidez formalista y por la ampliación de su ámbito a través
del cauce de la vulneración de derechos constitucionales, singularmente por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia que exige un reexamen
de la prueba de cargo tenida en cuenta por el Tribunal sentenciador desde el
triple aspecto de verificar la existencia de prueba válida, -prueba suficiente y
prueba debidamente razonada y motivada, todo ello en garantía de la efectividad
de la interdicción de toda decisión arbitraria --art. 9-3º--, de la que esta Sala
debe ser especialmente garante, lo que exige verificar la razonabilidad de la
argumentación del Tribunal sentenciador a fin de que las conclusiones sean
acordes a las máximas de experiencia, reglas de la lógica y principios científicos.

En definitiva sobre esta cuestión del control casacional de la valoración


probatoria hemos dicho en SSTS 458/2009 de 13-4 y 131/2010 de 18-1;
reiterando la doctrina anterior que ni el objeto del control es directamente el
resultado probatorio, ni se trata en casación de formar otra convicción valorativa
ni dispone de la imprescindible inmediación que sólo tuvo el tribunal de
instancia. El objeto de control es la racionalidad misma de la valoración

737
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

elaborada por éste a partir del resultado de las pruebas que presenció. No
procede ahora por tanto que el recurrente sugiera o proponga otra valoración
distinta que desde un punto de vista se acomode mejor a su personal interés,
sino que habrá de argumentar que es irracional o carente de lógica el juicio
valorativo expresado por el tribunal de instancia.

Partiendo del presupuesto necesario de que han de existir medios de


prueba válidas y lícitas, de contenido incriminador, no bastará para tener por
desvirtuada la presunción de inocencia con constatar que el tribunal de instancia
alcanzó la experiencia subjetiva de una íntima convicción firme sobre lo
sucedido, sino que debe revisarse en casación si esa convicción interna se
justifica objetivamente desde la perspectiva de la coherencia lógica y de la
razón.

A esta Sala por tanto no le corresponde formar su personal convicción a


partir del examen de unas pruebas que no presenció, para a partir de ella
confirmar la valoración del tribunal de instancia en la medida en que una y otra
sean coincidentes. Lo que ha de examinar es si la valoración del juzgador, es
decir, la suya que es la única que exige porque esta Sala no le sustituye con
ninguna otra propia, es homologable por su misma lógica y razonabilidad; o
como dice la STS 16.12.2009, si más allá del convencimiento de la acusación,
puede estimarse que los medios que valoró autorizan a tener por objetivamente
aceptable la veracidad de la acusación y que no existen otras alternativas a la
hipótesis que justificó la condena susceptibles de calificarse también como
razonables. Para que una decisión de condena quede sin legitimidad bastará
entonces con que la justificación de la duda se consiga evidenciando que existan
buenas razones que obstan aquella certeza objetiva. En síntesis, es necesario
que concurra prueba de cargo lícita y válida, y es preciso también que el tribunal
de la instancia haya obtenido la certeza. Sin lo primero es ocioso el examen de
los demás porque falta el presupuesto mínimo para desvirtuar la presunción de
inocencia. Y si falta lo segundo, porque el tribunal expresa duda y falta de
convicción, la absolución se impone por el principio “in dubio pro reo”. Pero
dándose ambas condiciones además es necesario un tercer elemento: que entre
el presupuesto y la convicción exista objetivamente un enlace de racionalidad y
lógica cuyo control corresponde al tribunal de casación, en un examen objetivo

738
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que nada tiene que ver con la formación propia de una convicción propia
sustantiva que no es posible sin la inmediación de la prueba.

Consecuentemente el control casacional en relación a la presunción de


inocencia se concreta en verificar si la motivación fáctica alcanza el estándar
exigible y si, por ello, la decisión alcanzada por el tribunal sentenciador es, en sí
misma considerada, lógica, coherente y razonable, de acuerdo con las máximas
de experiencia, reglas de la lógica y principios científicos, aunque puedan exigir
otras conclusiones, porque no se trata de comparar conclusiones sino más
limitadamente si la decisión escogida por el tribunal sentenciador soporta y
mantiene la condena (SSTC. 68/98, 117/2000, SSTS. 1171/2001, 220/2004,
711/2005, 866/2005, 476/2006, 548/2007, 1333/2009, 104/2010, 1071/2010,
365/2011, 1105/2011).

- Efectuadas estas precisiones previas la principal queja del recurrente


es que no pertenecía al Gabinete de Alcaldía de manera formal, dado que su
relación con el coacusado Peñas no le convertía en asesor, pero ello no impide
que, de hecho, materialmente estuviera integrado dentro del Grupo que dirigía
las actividades ilícitas entre el Grupo Correa y el Ayuntamiento de Majadahonda.
Por ello no es preciso que fuera nombrado asesor del alcalde ni que se integrara
orgánicamente dentro de su Gabinete, y la sentencia tanto en los hechos
probados como en la fundamentación jurídica le atribuye una participación y
pertenencia a esa estructura.

Así el tribunal afirma (folios 944-945) que el caso Majadahonda lo


considera un caso paradigmático “de como una asociación parasita un
Ayuntamiento, se infiltra, controla su gestión, elimina aquellos órganos de
control que pudieran existir y elimina también aquellos elementos contrarios a
su intención de lucrarse ilícitamente”; “es un claro ejemplo de asociación ilícita
en el que cada uno de sus integrantes pone a favor de la asociación una función
concreta.

Desde el Ayuntamiento, sus integrantes: José Luis Peñas, Juan José


Moreno, Carmen Rodríguez, Quijano y Guillermo Ortega, utilizan sus funciones
en ese Ayuntamiento para conseguir los contratos, y desde el punto de vista
empresarial. Francisco Correa, Pablo Crespo, José Luis Izquierdo e Isabel

739
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Jordán utilizan su red de contactos y su sistema y empresas para facturar de


modo más conveniente para esa sociedad”.

Y en el mismo y respecto a la OAC (Oficina Atención Ciudadano) la


sentencia (folio 893) señala que “…en lo que al funcionamiento del referido
Gabinete se refiere Carmen Rodríguez era la responsable, la jefa y que forman
equipo o tándem con ella José Luis Peñas y Juan José Moreno que
despachaban con el alcalde Guillermo Ortega, que les daban instrucciones e
indicaciones de lo que tenían que hacer, que no eran inocuas, sino el
mecanismo para trasladar sus decisiones, de todo tipo, a quienes iban dirigidas,
dada la estructura piramidal como, de hecho, funcionaba el Ayuntamiento”.

Y en cuanto a la prueba de cargo que valora el tribunal -tal como destaca


el Ministerio Fiscal en su escrito de impugnación- el primer elemento de
convicción es la declaración de varios coacusados.

Ya hemos apuntado las reticencias en orden al valor probatorio de tales


declaraciones, dado que no se les recibe juramento y ni siquiera están obligados
a decir la verdad e incluso la imputación de los hechos delictivos a terceras
personas puede favorecer su propia posición procesal y obtener beneficios
penológicos.

No obstante, tal circunstancia, esto es, el hecho de que se deriven


beneficios penológicos de la delación, hemos dicho en SSTS 233/2014, de 25
de marzo; 577/2014, de 12 de julio; 960/2016, de 20 de diciembre, ha de ser
tomado en consideración, pero no necesariamente puede llevar a negar valor
probatorio a su declaración. Este dato puede empañar su fiabilidad.

Pero si no basta para explicarlas y pese a ello, se revelan como


convincentes y capaces de generar certeza pueden servir para dictar una
sentencia condenatoria, obviamente si concurren el resto de los requisitos. La
posibilidad de beneficios penológicos no es suficiente por sí sola para negar
virtualidad probatoria a las declaraciones del coimputado. Solo será así cuando
de ahí quepa racionalmente inferir falta de credibilidad. El Tribunal
Constitucional ha afirmado que el testimonio obtenido mediante promesa de
reducción de pena no comporta una desnaturalización del testimonio que

740
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

suponga en sí misma la lesión de derecho fundamental alguno (autos TC 1/89,


de 13 de enero; 899/85, de 13 de diciembre). Igualmente esta Sala Segunda ha
expresado que la búsqueda de un trato de favor no excluye el valor de la
declaración del coimputado, aunque en estos casos exista una mayor obligación
de graduar la credibilidad (SSTS 29-10-90, 28-5-91, 11-9-92, 25-3-94, 23-6-98,
3-3-2000).

La Decisión de inadmisión del TEDH de 25-5-2004, recaída en el asunto


Corneils v. Holanda, abunda en esas ideas: se rechaza la demanda del
condenado por pertenecer a una organización dedicada al tráfico de drogas,
condena que se basaba en las declaraciones de otro integrante de la
organización que había llegado a un pacto de inmunidad con el Fiscal. En la
medida en que el demandante pudo contradecir esas pruebas y cuestionar su
fiabilidad y credibilidad, aunque no llegase a tener acceso a todas las
conversaciones entre el procurador y el testigo inmune, no habría afectación de
ninguno de los preceptos del Convenio.

Situación que ni siquiera sería la presente, pues, salvo uno de ellos -


Peñas-, ninguno de los coacusados se beneficia con las imputaciones que
realizan, antes al contrario, la participación que atribuyen al recurrente, viene a
perjudicar su propia posición.

- Siendo así, José Luis Peñas, pág. 710 sentencia, manifiesta “que
estuvo con él al 100/por ciento, siendo la colaboración de éste -Moreno- igual a
la suya”.

Relató conversación que tuvo lugar el 5-3-2006 en la que estuvieron


presentes, él mismo, Francisco Correa, Pablo Crespo y Juan José Moreno.

Detalló también la conversación del 4-10-2006, con los mismos


intervinientes referida fundamentalmente al proyecto “Twain Jons”.

Indicó que Juan José fue el “nexo” para estar más cerca de Correa.

- Francisco Correa (pág. 777) destacó que en el Ayuntamiento de


Majadahonda había un grupo de gente que trabajaba para él formado entre

741
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pepe Peñas (José Luis Peñas), Juanjo (Juan José Moreno) y el alcalde
(Guillermo Ortega).

- Pablo Crespo (pág. 778) menciona también al Grupo de Majadahonda


en el que incluye a Juan José Moreno.

- Las propias declaraciones del recurrente que reconoció haber estado


presente en algunas de las grabaciones de Peñas.

Desde abril de 2002 fue nombrado por Decreto de la Alcaldía Gerente


del Organismo Autónomo Patronato Monte del Pilar.

Reconoce haber efectuado la aprobación de las cuentas de la


denominada “caja fija”.

Intervino en la cuenta Gabinete Majadahonda, lo mismo que Carmen


Rodríguez y José Luis Peñas y de los fondos allí depositados se realizaron
entregas en efectivo, igual que a aquellos.

Intervino en la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) según se deduce


de las declaraciones de Correa e Isabel Jordán.

Los días 12-12-2003, 28-5-2004 y 3-8-2004 votó favorablemente en


reuniones diferentes a distintos aspectos (modificación contrato de consultoría
y asistencia, para la implantación de OAC o sesiones extraordinarias.

- Está acreditado documentalmente que recibió 5.172’41 € del Patronato


Monte del Pilar. Así al folio 844, fundamentos jurídicos, se razona:

“Pues bien, en dicha Caja (Caja Pagos B) aparece una anotación de


fecha 28/02/2003, concepto: Pago Fra. 02/182 de Special Events a Patronato
Monte del Pilar, por importe de 5.172,00 €, que se corresponde con la factura
02/182, de fecha 31 de diciembre, a nombre del Patronato Monte del Pilar, por
importe de 5.172,41 € (6.000 con IVA), que tiene reflejo en dos apuntes de
Extracto Cuenta de Servicios GABINETE A.M., ambos de 16 de enero de 2003,
uno, bajo el concepto FRA. 03/0014 PATRONATO MONTE DEL PILAR, en el
HABER 5.172,41 €, y otro, bajo en concepto COBRO JUANJO FRA.

742
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

PATRONATO, en el DEBE 5.172,41 €, fechas en que JUAN JOSÉ MORENO


era Gerente de dicha Institución.

Estos hechos han sido acreditados por la documentación incautada y por


el informe pericial emitido por el NUMA 29.968 (página 737 de la ST)”.

Consta igualmente que la entidad Seprinsa aportó al fondo del Gabinete


3.108’68 € que una vez incorporados a dicho fondo se entregó a Juan José
Moreno (pág. 204). Esta anotación consta en el archivo Excel de la denominada
cuenta Gabinete y la sentencia (pág. 848) recoge en el apartado “otros ingresos
en cuenta Gabinete” lo siguiente:

“Entre los archivos encontrados en el pendrive de PABLO CRESPO,


dentro de la carpeta TRAFINSA, venimos diciendo que se encuentra el
EXTRACTO CUENTA DE SERVICIOS GABINETE. M., en él, con fecha
18/12/2002, figura en el campo HABER la cantidad de 3.108,68 €, compañía
S.E. (SPECIAL EVENTS), concepto SEPRINSA Fra., y sucede que, entre las
facturas emitidas por las empresas de FRANCISCO CORREA, aparece la
02/172, de dicha compañía, de esa misma fecha, por igual importe de 3.108,68
€ (3.606,06 IVA incl.), bajo el concepto “diseño y creatividad para distintas
promociones en Madrid” (folio 17.903, tomo 26 R-13 Bis. Anexo II), servicios que
no se prestaron, que lleva un post it con la anotación manuscrita
MAJADAHONDA y con instrucciones para elaborar factura a SEPRINSA
GESTIÓN Y PROMOCIÓN INMOBILIARIA, SA, por importe de 3.606,06 € IVA
incluido. El citado importe, fue incorporado a dicha cuenta, en el campo DEBE,
según figura en anotación de 20 de diciembre de 2002, con la cantidad de
3.108,68 € y concepto COBRO JUANJO Fra. SEPRINSA (JUANJO, que es
JUAN JOSÉ MORENO). Nos remitimos, por lo demás, para descartar la relación
existente entre estas facturas y la documentación presentada por JUAN JOSÉ
MORENO, a lo dicho cuando hemos analizado la facturación de 31/12/2001”.

-Fue concejal de Hacienda del Ayuntamiento encargado de aprobar las


cuentas de anticipos de todas las cajas fijas, que se describen al folio 211
hechos probados, 3.2 anticipos de caja fija:

743
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Este procedimiento especial de pago, de carácter extrapresupuestario,


tiene por finalidad agilizar pagos para la atención inmediata de gastos periódicos
y repetitivos; ahora bien, como procedimiento excepcional que es, los fondos
deben utilizarse, exclusivamente, en los casos previstos en la norma, si bien
está sujeto a un control menos rígido que otros procedimientos, en cuanto que
no exige justificar previamente la necesidad de la contratación, ni el certificado
de la existencia de crédito ni la intervención previa del pago, permitiendo
disponer de los caudales con anterioridad a la prestación del servicio y después
justificar las cantidades percibidas.

Aprovechando la mayor facilidad que proporcionaba este instrumento


para el manejo de fondos por el menor control, y con abuso de las funciones
que les conferían los cargos que ocupaba, se articuló la fórmula para que
CARMEN RODRÍGUEZ y JOSÉ LUIS PEÑAS, entre mayo de 2002 y marzo de
2004, se fueran apoderando de manera indebida, con regularidad y periodicidad,
de distintas cantidades de distintas “cajas fijas”, que ni justificaron en su
momento ni han justificado después.

La fórmula utilizada para ello consistió en valerse de empresas de


FRANCISCO CORREA para emitir y cobrar facturas ficticias, por cuanto que se
referían a servicios que no prestaron al Ayuntamiento, pero que se cargaron en
alguna caja fija, como fueron la de Gabinete de Alcaldía, la de Planeamiento
Urbanístico e Infraestructura y la de Hacienda, controladas por GUILLERMO
ORTEGA, CARMEN RODRÍGUEZ, JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ
MORENO, además haber sido beneficiarios CARMEN y JOSÉ LUIS.

Efectivamente le asiste la razón al recurrente al manifestar que no


percibió cantidad alguno o directamente se apropió o llevó a cabo
apoderamientos de esta caja fija pero lo que se le reprocha y está acreditado no
es que se apoderase, sino que consintió a autorizo que las empresas del grupo
Correa a través de las facturaciones ficticias de Special Events llevaran a cabo
un apoderamiento malversador de caudales públicos, así lo señala la Sentencia
cuando refiere (folio 966):

Es cierto que, en relación con las cantidades indebidamente apropiadas


por el concepto de “anticipos de caja fija”, la participación de todos no ha sido

744
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

igual; de entrada la mayor beneficiada por el uso abusivo que se hizo de este
sistema fue CARMEN RODRÍGUEZ, y en menor medida JOSÉ LUIS PEÑAS; y
en cuanto a su control dijimos que GUILLERMO ORTEGA era el responsable
de la caja fija “Gabinete de Alcaldía”, que JOSÉ LUIS PEÑAS reconoció ser
habilitado pagador de dicha caja, así como haber ocupado las concejalías
delegadas de planeamiento urbanístico, infraestructuras, obras y medio
ambiente, desde cuya caja se hicieron pagos, y que JUAN JOSÉ MORENO,
como Concejal de Hacienda, era el encargado de aprobar la cuenta justificativa
de anticipos de esta caja, y de las demás. En consecuencia, por la
responsabilidad que a los tres incumbía, cada uno en lo relativo a su
correspondiente “caja fija”, hay base para que su título de imputación sea a nivel
de autor, al menos en lo relativo a lo que a los anticipos de caja fija se refiere”.

Asimismo, los informes periciales de la UDEF de 1-6-2011; 10-4-2014;


28-12-2014, detallan la intervención que tuvo en los hechos enjuiciados y los
archivos Excel obrantes en las actuaciones constituyen, tal como se ha
expuesto, prueba documental del Gabinete Majadahonda, la “cuenta Gabinete
Majadahonda”, extracto de la cuenta de servicios del Gabinete Majadahonda y
“Resumen del Gabinete Majadahonda”.

En definitiva, ha existido prueba de cargo, personal, pericial y


documental, legalmente obtenida y valorada de forma racional y lógica, por lo
que ambos motivos deben ser desestimados.

190.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim, por aplicación indebida de:

a) los arts. 517. 1 y 2 CP en relación con el delito de asociación


ilícita.

b) los arts. 419, 420, 426 CP en relación al delito de cohecho; el art.


390.1.1º; 2º y 3º y 74 en relación a la falsedad documental continuada, art.
77.

745
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

c) artículo 432.1 en relación a la malversación continuada, art. 77 en


cuanto al concurso medial, y art. 404 y 74 en relación a la prevaricación
continuada, todos ellos del Código Penal.

1.- Respecto al primer submotivo considera que los hechos probados son
insuficientes para su integración o subsunción en el tipo penal del art. 517:
asociación ilícita. El recurrente no formó parte de ninguna asociación.

Queja inasumible.

En los hechos probados (pág. 184 y ss) tras describirse el entramado de


empresas creado por el Grupo Correa se relata la integración de las mismas en
la asociación ideada para delinquir:

“llegando a formar un grupo, que se agregó a la estructura societaria de


aquel, con el que se introdujo en el Ayuntamiento. Estos tres (JOSÉ LUIS
PEÑAS DOMINGO, JUAN JOSÉ MORENO ALONSO y MARÍA DEL CARMEN
RODRÍGUEZ QUIJANO) se integraron en lo que se conoció como “Gabinete de
Alcaldía”, formando un equipo o tándem perfectamente compenetrado, del que
la última era su jefa y al frente de todos se encontraba el Alcalde.

La estrategia ideada con este organigrama por FRANCISCO CORREA,


se tradujo en una planificación para apoderarse de fondos de entidades públicas
y hacerse con comisiones en compensación y/o a cuenta de la concesión de
adjudicaciones de contratos públicos en que era fundamental aprovecharse de
las ventajas que, desde dentro del Ayuntamiento, y por razón de su cargo, le
podía proporcionar el contar con la intervención de su Alcalde, así como de los
demás citados, quienes participaron de esa estrategia, de ahí que los fondos y
comisiones ilícitamente obtenidos se destinaran no solo a FRANCISCO
CORREA, sino también a los demás (...), así como, en parte, para sufragar actos
del Partido Popular en el ámbito de Majadahonda, en que aquel intervenía, y
también eventos de autopromoción y propaganda personal y política y
relacionados con la actividad de entidades municipales, que no respondían a
interés general ni a necesidad real (...).

Los cargos públicos que ocupaban dentro del Ayuntamiento de


Majadahonda las personas que hemos citado, que actuaban de acuerdo entre

746
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sí y con las también citadas del grupo Correa, guiadas todas ellas por la misma
finalidad lucrativa, eran las siguientes: (...)

- JUAN JOSÉ MORENO ALONSO también Concejal de Majadahonda,


entre el 14/06/2003 y el 15/06/2007 (...)”.

Consecuentemente se describen todos y cada uno de los elementos del


delito de asociación ilícita por el que ha sido condenado el recurrente como
miembro activo de dicha asociación, tal como se determinó en la STS 214/2018,
de 8 de mayo, recaída en la pieza Gürtel-Fitur:

1º) pluralidad de personas asociadas para llevar a cabo una determinada


actividad.

2º) una organización más o menos compleja en función del tipo de


actividad prevista.

3º) la consistencia o permanencia, en el sentido de que el acuerdo


asociativo sea duradero, y no puramente transitorio.

4º) el fin de la asociación, que en el caso del art. 515.1 inciso primero
CP, ha de ser la comisión de delitos, lo que supone una cierta determinación de
la ilícita actividad, sin llegar a la precisión total de cada acción individual en
tiempo lugar.

2.- En cuanto al segundo submotivo sobre el delito continuado de


cohecho en concurso con delito de falsedad continuada en documento
mercantil.

Alega que no hay en su caso conducta subsumible en el cohecho. En


consecuencia, tampoco puede extendérsele la falsedad documental que se
presume cometida por otros.

La sentencia no aclara la modalidad de cohecho en la que incardina los


hechos probados respecto al recurrente.

Impugnación que tampoco debe merecer favorable acogida.

747
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En primer lugar resulta evidente que la condena al recurrente es por un


delito de cohecho en continuidad delictiva del art. 419 que comprendería todas
las dádivas recibidas y en los hechos probados, cuyo respeto exige el motivo
del art. 849.1 LECrim, se establece (pág. 191 y ss).

Describiendo, a continuación, las incidencias para la irregular


adjudicación de, entre otros, la OAC, siendo el recurrente conocedor y autor
mediante su voto de la prevaricadora adjudicación, y participó igualmente (pág.
196 y ss) en A) Modificación de unidades adicionales (…); B) Prórroga del
periodo de rodaje (…); C) Segunda prórroga; e intervino en el expediente 39/04
del servicio de gestión de la OAC”.

Se desprende, por tanto, de los hechos probados que los cobros por las
adjudicaciones prevaricadoras se integraban en la llamada Cuenta Gabinete y
de la misma se realizaban los pagos por los servicios prestados, constando el
pago recibido por el recurrente de la cantidad de 3.108’68 €, las cantidades
satisfechas por servicios particulares al recurrente (pág. 191 hechos probados)
y las que cobró como Gerente del Patronato.

3.- El tercer submotivo se refiere a los hechos relativos a las facturas


emitidas al Patronato Monte del Pilar, las expedidas el 31-12-2002 y las
relacionadas con los anticipos de caja fija, que la sentencia subsume en el delito
de malversación continuada en concurso con falsedad en documento mercantil
continuada.

Considera el submotivo que la malversación exige un acto de disposición


que en el Sr. Moreno nunca existió ni por activa ni por pasiva.

Pretensión que debe ser desestimada.

La sentencia considera probado (folios 203-204) en el apartado


“apoderamiento directo de fondos de entidades públicas”, A) Patronato Monte
del Pilar”, que “mediante facturas emitidas en diciembre 2002 por Special Events
a este Organismo Autónomo, se detrajeron 12.100 €: el importe de una de ellas
sin IVA, 5.172’41 € … fue entregado a Juan José Moreno, en esa época gerente
del Patronato.

748
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y asimismo consintió el apoderamiento de caudales públicos, tal como


razona en los folios 966 y 967 de la sentencia:

“Es cierto que, en relación con las cantidades indebidamente apropiadas


por el concepto de “anticipos de caja fija”, la participación de todos no ha sido
igual; de entrada la mayor beneficiada por el uso abusivo que se hizo de este
sistema fue CARMEN RODRÍGUEZ, y en menor medida JOSÉ LUIS PEÑAS; y
en cuanto a su control dijimos que GUILLERMO ORTEGA era el responsable
de la caja fija “Gabinete de Alcaldía”, que JOSÉ LUIS PEÑAS reconoció ser
habilitado pagador de dicha caja, así como haber ocupado las concejalías
delegadas de planeamiento urbanístico, infraestructuras, obras y medio
ambiente, desde cuyas caja se hicieron pagos, y que JUAN JOSÉ MORENO,
como Concejal de Hacienda, era el encargado de aprobar la cuenta justificativa
de anticipos de esta caja, y de las demás. En consecuencia, por la
responsabilidad que a los tres incumbía, cada uno en lo relativo a su
correspondiente “caja fija”, hay base para que su título de imputación sea a nivel
de autor, al menos en lo relativo a lo que a los anticipos de caja fija se refiere.

Algo parecido decir en relación con los fondos apropiados del Patronato
Monte del Pilar por parte de JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO, del
que este fue, además, gerente y presidente GUILLERMO ORTEGA, y sin olvidar
las anotaciones relativas a entregas de dinero a los primeros, que aparecieron
el extracto cuentas servicios Gabinete Majadahonda de la carpeta TRAFINSA
de PABLO CRESPO.

Por último, en cuanto a las facturas del 31/12/2002, como medio


arbitrario para incrementar, como así fue, hasta 113.318 € la cuenta “Gabinete”,
de la que se beneficiaron los anteriores acusados, aun cuando estos han
pretendido eludir cualquier responsabilidad relacionada con ellas, lo cierto es
que no se pueden desvincular, porque son una manifestación más, del concierto
general entre GUILLERMO ORTEGA y FRANCISCO ORTEGA para nutrir el
fondo “Gabinete”, a cuya contribución fue fundamental la participación de
PABLO CRESPO, en la medida que, para ello, se emitieron todas esas facturas,
una buena parte por la entidad CRESVA, de este acusado, quien reconoció su
falsedad y dijo que no respondían a ningún servicio real prestado.

749
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Hay, por lo tanto, una contribución directa a la sustracción de dinero de


las arcas municipales por parte de quienes debían custodiarlas, como son
GUILLERMO ORTEGA, JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO; del
primero en cuantas facetas hemos indicado, y los dos últimos, al menos, en lo
que a la apropiación de cantidades mediante anticipos de caja fija se refiere y
también del Patronato Monte del Pilar, con lo cual cabe derivar la malversación
a la continuidad delictiva, con mayor intensidad en el caso del primero, y, en
consecuencia, compartir la imputación que de los tres, a título de autor, hace el
M.F”.

Siendo así concurren los presupuestos del delito de malversación, que


conforme la STS 613/2018, de 29 de noviembre, son:

a) La cualidad de funcionario público o autoridad del agente conceptos


suministrados por el art. 24 CP, bastando a efectos penales con la participación
legítima de una función pública.

No obstante esa consideración de delito especial, el tercero no


funcionario si bien no puede ser autor conforme al nº 1 del art. 28 CP, sí puede
realizar, sin menoscabo del principio de legalidad, los tipos de participación-
inducción y cooperación necesaria y si el particular resulta castigado lo es como
partícipe de un delito especial que establece una sanción para el funcionario
que infringe un deber específico reforzado que no incumbe personalmente al
particular. Este podría sea cooperador necesario o inductor y aunque fuese
protagonista también de la connivencia podría verse favorecido por la rebaja
penológica facultativa del art, 65.3 CP, que la jurisprudencia habría ensayado a
través de una atenuante analógica, antes de su plasmación legal por reforma
LO 15/2003, de 25 de noviembre.

b) Una facultad decisoria jurídica o de detentación material de los


caudales o efectos, ya sea de derecho o de hecho, con tal, en el primer caso,
de que en aplicación de sus facultades tenga el funcionario una efectiva
disponibilidad material, pero no se precisa una inmediata posesión o tenencia
siendo suficiente la mediata.

750
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto la doctrina jurisprudencial mayoritaria se decanta por una


concepción amplia, interpretando el requisito “de tener a su cargo por razón de
sus funciones” de modo flexible pero “imponerlo así la mejor protección del bien
jurídico”. Afirmación que lleva a la estimación en abarcar tanto aquellos
supuestos en los que el funcionario se está atribuyendo la tenencia directa y
material de los caudales públicos como aquellos otros en los que tiene
competencia para adoptar decisiones que se traduzcan en disposiciones sobre
los mismos. Significa, además, no solo responsabilizarse de su custodia
material, sino ostentar capacidad de disposición e inversión de tal manera que
los caudales no puedan salir del organismo oficial sin la decisión del funcionario.

SSTS 779/98, de 5 de junio y 1368/99, de 5 de octubre, que sobre un


caso de vicepresidente de Diputación Provincial que hace suyos fondos públicos
por un sofisticado sistema, sin que sea necesario que tenga la disponibilidad
material de ellos y si su capacidad de disposición, llama la atención sobre que
los sistemas de caja de la Administración Pública moderna han prescindido de
los ancestrales métodos y lo fundamental, respecto de los caudales y fondos
públicos, es la facultad o poder de disposición de las diferentes partidas de que
se compone el presupuesto de una Corporación pública”. Resultaría absurdo,
desproporcionado y aberrante, desde el punto de vista de una política criminal
coherente y desde la perspectiva del bien jurídico protegido (el ordenado, leal y
normal funcionamiento de la Administración Pública) que resultaran
beneficiados los rectores y dirigentes políticos de la Administración Pública
frente a los funcionarios de rango inferior que desempeñan funciones
secundarias y subordinadas.

El funcionario, en sentido amplio, que tiene capacidad de gestión y gasto,


responde del destino de los fondos públicos de que dispone y si emplea esas
facultades para desviar los caudales hacia su propio peculio, comete
incuestionablemente un delito de malversación de caudales públicos”. Añade en
un claro mensaje al sector doctrinal que se ubica en la concepción restrictiva
que “desde la dogmática penal la solución es ajustada a los controles definidores
de la condición de autor y fundamental del dominio del hecho” a pesar de su
amplitud.

751
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y el Alcalde-Presidente de una Corporación es responsable de los


caudales municipales, no exigiéndose que el funcionario tenga en su poder los
fondos.

c) Los caudales han de gozar de la consideración de públicos, carácter


que les es reconocida por su pertenencia a los bienes propios de la
administración, adscripción producida a partir de la recepción de aquellos por
funcionarios legitimados, sin que se precise su efectiva incorporación al erario
público.

d) Sustrayendo o consintiendo que otro sustraiga dichos caudales la


conducta típica “sustrayendo” o “consintiendo que otro sustraiga” supone dos
modalidades comisivas, una por acción y otra por omisión. La primera consiste
en la sustracción de los caudales descritos que implican apropiación con
separación y con ánimo de aprovechamiento defraudativo (“animus rem sibi
habendi”) en sentido idéntico al usado por otros delitos patrimoniales. La
segunda modalidad comisiva, constituye una conducta dolosa de omisión
impropia, por cuanto por especifica obligación legal el funcionario está obligado
a evitar el resultado lesivo contra el patrimonio público, pues el ordenamiento
jurídico no solo espera del funcionario el cumplimiento de sus deberes
específicos, sino que lo coloca en posición de garante, por lo que debe evitar el
resultado.

El término “sustraer” ha sido criticado por la doctrina, que considera más


adecuado el de “apropiación sin propósito de ulterior reintegro”, debiendo ser
interpretado en el sentido de separar, extraer, quitar o despojar los caudales o
efectos públicos apartándolos de su destino.

e) Animo de lucro del sustractor o de la persona a la que se facilita la


sustracción ( STSS 10 de octubre de 2009, 18 de febrero de 2010, 18 de
noviembre de 2013) se trata en definitiva de conductas de las que la autoridad
o el funcionario que tiene a su cargo los caudales por razón de sus funciones,
lejos de destinarlos al cumplimiento de las presuntas actuaciones públicas, los
separa de las mismas y extrayéndolas al control público, con ánimo de lucro, las
incorpora a su patrimonio haciéndolos propios o consiente que otro lo haga.

752
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El segundo extremo a resaltar sería que este ánimo de lucro que hemos
mencionado -STS 653/2013 de 15 de julio, se identifica como en los restantes
delitos de apropiación, con el “animus rem sibi habendi”, que no exige
precisamente enriquecimiento, siendo suficiente que el autor haya querido tener
los objetos ajenos bajo su personal domino.

No se exige el lucro personal del sustractor, sino su actuación con ánimo


de cualquier beneficio, incluso no patrimonial, que existirá aunque la intención
de lucrar se refiera al beneficio de un tercero. (STS 506/2014 de 4 de junio).

El delito se consuma con la disposición de hecho de los fondos públicos.


Es un delito de resultado. (STS 277/2015 del 3 de junio).

En cuanto al tipo subjetivo, el dolo requiere el conocimiento de los


elementos del tipo objetivo y la voluntad de actuar. Según se desprende de la
jurisprudencia relativa al delito de malversación de caudales públicos, el dolo
genérico exigible comprenderá el conocimiento que los caudales que se
sustraen pertenecen al Estado o a las administraciones públicas y que, por lo
tanto, constituyen caudales públicos (SSTS 545/99 de 20 de marzo, 132/2010
de 18 de febrero). Del mismo modo exigirá el conocimiento del que con la
conducta que se ejecuta tales caudales se sustraen de una finalidad pública.

4.- El cuarto submotivo cuestiona la condena por delito de malversación


continuada en concurso con prevaricación continuada, en relación con los
contratos y expedientes referidos a la “campaña Infoeuro”, al “Manual de
Identidad Corporativa”, a la “OAC” y a las obras del Salón de Plenos del
Ayuntamiento”.

Considera el recurrente que solo se le atribuye una concreta actuación


de la campaña OAC y solo en relación al segundo expediente y que se limita a
emitir un voto favorable en Comisión a los 4 expedientes de
modificación/prórroga que subsiguieron al proyecto, lo que no puede constituir
delito de prevaricación al no ser suficiente la mera ilegalidad, la mera
contradicción con el derecho.

Submotivo que debe desestimarse.

753
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, tal como dijimos en el análisis de los motivos segundo y


tercero, en los hechos probados se recoge (folios 196-197) como:

“En los diferentes pasos que se fueron dando para las sucesivas
contrataciones de los distintos expedientes, que se fueron dirigiendo e
imponiendo desde el “Gabinete de Alcaldía”, fue fundamental la participación de
todos y cada uno de los acusados que lo integraban, a cuyo frente se encontraba
el Alcalde GUILLERMO ORTEGA, y que dirigía, como jefa, CARMEN
RODRÍGUEZ, siempre con la colaboración del resto del equipo con el que
formaba tándem, JOSÉ LUIS PEÑAS y JUAN JOSÉ MORENO.

Aunque el proyecto fue ideación de FRANCISCO CORREA, la ejecución


la llevó a cabo ISABEL JORDÁN, quien intervino en diferentes reuniones,
incluso, participó en la elaboración de algún pliego de condiciones, haciéndolo
en interacción con quienes, desde dentro del Ayuntamiento, estaba de acuerdo,
para adaptarlo, “ad hoc”, a las conveniencias de las empresas de aquel; como
también presentó en el Ayuntamiento el documento de formalización del
contrato de consultoría y asistencia para el diseño de la OAC; del control sobre
la marcha de la contratación, como prórrogas, modificaciones o incrementos de
precios por parte de las empresas, se encargaba PABLO CRESPO.

En la dinámica de actuación conjunta que venimos diciendo, los


acusados que integraban el “Gabinete de Alcaldía” daban las instrucciones e
indicaciones de lo que había que hacer, que no eran inocuas, sino el mecanismo
para trasladar sus decisiones, de todo tipo, a quienes iban dirigidas, dada la
estructura piramidal, como, de hecho, funcionaba el Ayuntamiento en aquella
época. Articularon, así, los mecanismos para que, aunque no figurasen ellos
formalmente en la tramitación de los contratos, esta se dirigiese en la manera
planeada para favorecer tanto a FRANCISCO CORREA, a través de sus
empresas, como a ellos mismos, y, si bien, para que los expedientes se
concluyesen en los términos que a ellos interesaba y convenía debía contarse
con los informes del director del Área de Nuevas Tecnologías, LUIS VALOR
SAN ROMÁN, del que no consta que fuera conocedor y consciente de la
trascendencia que podían tener los informes que emitía de cara a la
contratación”.

754
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Consecuentemente los hechos no se reducen a la votación del


recurrente en la tramitación del expediente, sino que los componentes del Grupo
Gabinete de Alcaldía, que la sentencia concreta en Guillermo Ortega, Mª
Carmen Rodríguez, José Luis Peñas, Juan José Moreno idearon un sistema de
alteración de los concursos para que se adjudicaran a las empresas del Grupo
Correa, a través de sus indicaciones, aunque formalmente no figurasen en
aquella adjudicación.

191.- El motivo cuarto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por incorrecta aplicación de los arts. 61 a 66 y 72 CP, inaplicación
del art. 63.5 CP.

El recurrente no cuestiona las penas impuestas en su grado mínimo –en


concreto la correspondiente al delito de asociación ilícita-, solo en cuanto a los
dos delitos de malversación por los que se le condena, a título de autor, inductor
y cooperador necesario, la sentencia impone unas penas -4 años y 7 meses
prisión- cuando la mínima era de 4 años, 6 meses y 1 día prisión, sin que
exprese la justificación para imponer 1 mes más de prisión por cada delito.

Pero sobre todo, con cita de la Circular Fiscalía del Estado de 2/2004,
respecto de quienes respondan a título de inductor o cooperador necesario que
posibilita la imposición de la pena inferior en grado a la señalada por la ley, que
la sentencia aplica solo a los partícipes que no sean autoridad o funcionario
público.

Entiende el motivo que puesto que del relato de hechos probados se


desprende que el recurrente no tenía los deberes específicos del autor intraneus
ni tuvo el dominio de la situación respecto de los delitos de malversación, su
situación permitiría calibrar en su caso una pena más adecuada y equitativa con
aplicación de esa posible rebaja conforme al art. 65.3 calibrando una pena más
adecuada.

El motivo se desestima.

755
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Reconoce el recurrente que las penas impuestas lo han sido en su


mínima extensión o muy próximas al mínimo legal y, en este caso, relativo a las
penas de los delitos de malversación el exceso punitivo, 30 días por encima del
mínimo legal, no precisa de una especial justificación al no ser una cantidad de
pena manifiestamente arbitraria o desproporcionada (STS 605/2017, de 5 de
septiembre).

En cuanto a la segunda impugnación relativa a la no aplicación del art.


65.3 CP, debemos recordar que la participación en los delitos especiales ha sido
admitida por la jurisprudencia de esta Sala. El Código Penal contiene una
específica previsión normativa, art. 65.3 CP, que establece, con carácter
general, la posibilidad de punir, como inductores o como cooperadores
necesarios, a los particulares que participen, en el concepto indicado, en los
delitos especiales propios, previendo la posibilidad de reducir la penalidad, como
lo había hecho la jurisprudencia de esta Sala a partir de la sentencia del caso
de la construcción de Burgos disponiendo una atenuante analógica por la no
condición de funcionario público en el extraneus. La modificación del precepto
por la reforma LO 15/2003, de 25 de noviembre, posibilitó y aclaró las dudas
que pudieran existir al respecto, ya solucionadas por la interpretación
jurisprudencial del tipo penal, por otra parte lógica, toda vez que el concierto al
que se refiere el tipo penal se refiere a personas afectadas por la específica
relación de sujeción y a personas ajenas a esa relación para perjudicar los
intereses de la administración y aunque los primeros infringen un deber, los
segundos colaboran en la conducta penando la ley y, antes la jurisprudencia la
posibilidad de una atenuación. La STS 185/2016, de 4 de marzo, declaró la
condición de extraneus, de los no funcionarios en el delito de fraude a la
Administración. La especificación por la reforma no invalida la posibilidad de
aplicación de los tipos penales especiales propios de las personas en las que
no concurra el elemento especial, conforme se venía interpretando por la
jurisprudencia de esta Sala desde el caso de la construcción de Burgos antes
aludida en un entendimiento de la norma que el legislador de 1995 consolidó a
partir del reconocimiento de esa comunicabilidad y la posibilidad de atenuación
de la pena (STS 63/2017, de 8 de febrero).

756
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bien entendido que, como ya hemos señalado, el que el legislador no


haya impuesto la rebaja de la pena con carácter imperativo es bien expresivo
de que la diferente posición del particular respecto de quien quebranta ese deber
de fidelidad exigible a todo funcionario o asimilado, no siempre justifica un
tratamiento punitivo diferenciado, que conduzca necesariamente a la rebaja en
un grado de la pena imponible al autor material. En definitiva esa regla general
podrá ser excluida por el tribunal siempre que de forma motivada, explique la
concurrencia de razones añadidas que desplieguen mayor intensidad frente a la
aconsejada rebaja de pena derivada de la condición de tercero del partícipe.
Ese es el sentido de la Circular 2/2004, de 22 de diciembre, de la Fiscalía
General del Estado al referirse a esta regla del art. 65.3, precisando que “este
sistema de atenuación facultativa de la pena persigue sin duda la finalidad de
distinguir los casos en los que, a pesar de tratarse de un extraneus, su
contribución al hecho está próxima al dominio de la situación que permite el
cumplimiento del deber especial a que se refiere el tipo. Se establece solo una
posibilidad de atenuación por lo que se podrá calibrar en cada caso la pena
adecuada”.

Supuesto, por tanto, contrario al que nos ocupa dado que no se trata de
un extraneus al que no se le aplica la atenuación pese a no reunir las
condiciones o cualidades personales del autor, lo que no sucede en relación a
Juan José Moreno, que sí ostentó el cargo de Concejal en el Ayuntamiento y en
el Patronato del Pilar el de Gerente, actuando en las cantidades detraídas al
Ayuntamiento como cooperador necesario y en las concernientes al Patronato
como autor material y directo.

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

192.- Renunciándose al motivo quinto se articula el sexto por


infracción de ley del art. 849.1 LECrim por la no aplicación analógica del
art. 21.4 CP o como analógica del art. 21.7, colaboración. Puesto en
relación con el art. 14 CE.

757
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se alega en el motivo que la sentencia asume que el recurrente


contribuyó en la investigación del caso en cuanto que se reconoce su
participación en la grabación de las conversaciones telefónicas que hizo Peñas
(y a cuya grabación acompañó).

Es cierto que su nivel de contribución no fue la misma que Peñas al ser


éste quien compareció a denunciar con las grabaciones, pero lo cierto es que
Moreno ratificó aquellos encuentros y luego avalaría el contenido de las
conversaciones.

Dicha colaboración supuso para el coacusado Peñas la aplicación de la


circunstancia atenuante 21.4 de confesión como muy cualificada, por lo que
considera que debió hacerse extensiva al recurrente, aunque fuese en menor
grado pues menos intensa fue su grado de implicación en la colaboración
prestada al sistema de Administración de Justicia.

El motivo se desestima pues resulta paradójico que en un recurso de


casación en que se está alegando la presunción de inocencia y se lucha por la
exculpación se reclama la atenuante de la confesión. Aunque fuese de otra
forma sería imposible construir la atenuante con la secuencia de hechos
reflejada como probada.

Sin olvidar que solo puede verse favorecida por la atenuante la


declaración sincera, ajustada a la realidad, sin desfiguraciones o falacias que
perturben la investigación. Ha de rechazarse tal causa de atenuación cuando se
ofrece una versión distinta de la luego comprobada y reflejada en el “factum”,
introduciendo elementos distorsionantes de lo realmente acaecido. No cabe
construir una atenuante analógica cuando fallan los más elementales requisitos
de la atenuante ordinaria (en este caso el cronológico y la confesión ajustada a
la realidad). No son admisibles atenuantes incompletas, eso significaría burlar
la voluntad del legislador.

193.- El motivo séptimo por infracción de ley al amparo de lo


establecido en el art. 849.2 LECrim por error en la apreciación de la prueba
basado en documentos que obran en autos.

758
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Designa como documentos:

- CARPETA 1: CAMPAÑA DE VERANO MONTE DEL PILAR UNIDAD


PS DOCUMENTACION APORTADA EN JUICIO TOMO 2. Folio 395 y ss.

- CLOUD AN SEC2 RS-005-15 DOCUMENTOS 1.2.2 ACTUACIONES


ROLLO DE SALA.

- PS DOCUMENTACION APORTADA EN JUICIO TOMO 2


DOCUMENTACION JUAN JOSE MORENO PAGINA 386 Y 386 BIS.

- CLOUD AN SEC 2 RS-005-15, DOCUMENTOS 1.2.2. ACTUACIONES


ROLLO SALA - CARPETA 2: PATRONATO MONTE DEL PILAR.

- TOMO 53 P. S. documental Ayuntamiento de Majadahonda, UDEF


39247/14. LEGAJO 8, PAGINAS 43 y ss., 48, 94 Y 102 Y 104 SS.

- DP 109 ACTUACIONES 109, 275/2008 PS DOCUM MAJADAHONDA.

- FACTURAS PATRONATO PAG 343 (FRA 2/182, FACTURAS 2/158 Y


2/159) FOLIO 9938 y ss.

- INFORME ONIF COMPLEMENTARIO AYUNTAMIENTO DE


MAJADAHONDA, DE 23 DE JULIO DE 2014. Páginas 22 Y 23.

- Archivo Excel de “CTA. GABINETE MAJADAHONDA” (dentro de la


carpeta HISTÓRICO GABINETE MAJADAHONDA, a su vez, dentro de la
carpeta TRAFINSA, dentro de la 2172656093). R 11- Documento 20, clave de
acceso 4046.

El motivo se desestima.

La propia parte recurrente reconoce que tales documentos fueron


valorados por el tribunal de instancia que extrajo de ellos sus propias
conclusiones. Y como ya hemos señalado en anteriores motivos, esta vía
casacional no permite una nueva valoración de la prueba en su conjunto, ni hace
acogible otra argumentación sobre la misma que pueda llevar a distintas
conclusiones de las recogidas en el relato fáctico de la sentencia (STS
1205/2011, de 15 de noviembre) que es lo pretendido en el recurso, al realizarse

759
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

una valoración que contradice la del tribunal y la del propio tenor de aquellos
documentos sometidos a contradicción en el juicio oral.

RECURSO JESÚS MERINO DELGADO

194.- El motivo primero por vulneración del derecho fundamental a


la presunción de inocencia por la arbitrariedad judicial en base al
denostado derecho penal de autor.

Alega el recurrente que se ha vulnerado el derecho a la presunción de


inocencia por inexistencia de prueba de cargo sobre su participación en los
hechos por los que se le condena, que la Sala ha aplicado el principio “in dubio
pro acusatio” que los fundamentos jurídicos carecen de concreción.

Añade que el Ministerio Fiscal pretendió dar al recurrente el perfil de


delincuente preguntándole sobre hechos que no eran objeto de acusación y ni
siquiera se le preguntó por el delito de cohecho.

Denuncia también que en la presente causa han sido objeto de prueba


cuestiones que ya lo habían sido en otros procedimientos anteriores seguidos
contra el recurrente, por lo que alega la existencia de un derecho penal de autor
dado que la prueba versó sobre cuestiones personales que no eran motivo de
acusación en este procedimiento.

Asimismo en el desarrollo del motivo pone de manifiesto contradicciones


de la fundamentación jurídica y concluye que la sentencia resulta vaga, ambigua
y contradictoria.

El motivo no debe ser estimado.

1.- Ciertamente no sería constitucionalmente legítimo un derecho penal


de autor que determinara las penas en atención a la personalidad del reo y no
según la culpabilidad de éste en la comisión de los hechos.

Conforme a esa premisa jurídico-penal básica, el derecho penal ha de


sancionar al hombre en tanto que realiza su conducta humana (reputada

760
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delictiva en la descripción normativa de un tipo penal) pero nunca por meros


pensamientos o cualidades psicológicas, ideológicas, raciales o, en general,
personales.

El derecho penal del hecho (del acto) es una regulación legal en virtud
de la cual la punibilidad se vincula a una acción concreta descrita típicamente (o
a lo sumo a varias acciones de ese tipo) y la sanción representa solo la
respuesta al hecho individual y no a toda conducción de la vida del autor a los
peligros que en el futuro se esperan del mismo. Es decir, el delincuente
responde única, exclusivamente por la transgresión de la norma que ha
cometido o, dicho de otro modo, responde por el delito que ha perpetrado, y no
por su grado de personalidad peligrosa.

En cambio el derecho penal de autor, como contrapartida del derecho


penal del hecho, es cuando la pena se vincula a la personalidad del autor y sea
su asocialidad y el grado de la misma lo que decide sobre la sanción. Es decir,
que en esta doctrina, lo que hace culpable al autor de un delito, no es que haya
cometido un hecho punible, sino que solo “el autor sea tal” le convierte en objeto
de la censura legal.

En el caso actual no se da esta circunstancia. La condición de recurrente


como autoridad y su participación en las empresas del Grupo Correa viene
recogida en los hechos probados (pág. 162 y ss sentencia) en los que se afirma:
“también a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, fundamentalmente,
entre los años 2002 y 2004, donde se entendió y estuvo concertado con Luis
Bárcenas Gutiérrez, Gerente del Partido Popular y con Jesús Merino Delgado,
diputado por Segovia del mismo partido (…) entabló igualmente relación a
principios del presente siglo con Jesús Merino Delgado, abogado, también
miembro del Partido Popular y de su Comité ejecutivo nacional, quien ocupó el
cargo de Diputado entre el 5-4-2000 y el 15-1-2008, y entre el 1-4-2008 y el 19-
4-2010, el de Consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León entre 1991
y 1999 y Vicepresidente de la misma entre 1995 y 1999, años en que fue
también Procurador de las Cortes de dicha Comunidad Autónoma hasta el 27-
3-2000” (pág. 222).

Por lo que respecta a su participación en las empresas se afirma:

761
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Rialgreen SL (TRE-CE) constituida el 16-9-2002, que pasó a tener


control sobre ella Francisco Correa a través de la sociedad Spinaker 2000 SL
que era titular del 50% de Rialgreen SL. Spinaker 2000 SL estaba participada,
como socios de hecho, por Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda”
(pág. 169).

Tales hechos han sido objeto de la correspondiente prueba acreditativa


del delito de blanqueo, dado que, por medio de este entramado societario se
sustenta dicho delito en concurso con el delito de falsedad.

Así como su participación en las adjudicaciones irregulares acreditativas


de la percepción de los 50.000 €, que se cuestionan en el motivo octavo, que
fundamenta el delito de cohecho.

Por tanto la base de la condena del recurrente se sustenta en la prueba


de su participación en hechos que tienen entidad jurídico penal, pruebas válidas
y obtenidas en el juicio con todas las garantías y no en virtud de su personalidad.
No nos encontramos ante un derecho penal de autor.

2.- En cuanto a las contradicciones que se señalan, estas carecen de


relevancia y en la mayor parte no son tales. Así, se cuestiona que la sentencia,
por una parte, declare que ha quedado probado algo y, por otra parte, diga que
no se ha logrado determinar la forma, cuando la sentencia lo que declara
probado es que la organización de Correa satisfizo a responsables políticos
(Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda y Jesús Merino) las comisiones que tenían
pactadas y, de otra parte, que no se ha determinado la forma y distribución de
lo pagado. De manera que es factible afirmar que está probado que se ha
satisfecho y al mismo tiempo decir que, en algún caso, no se ha podido
determinar la forma y concreta distribución de lo que sí se ha pagado.

Cuando la sentencia afirma que las influencias de los cargos públicos


eran tendentes a la obtención de unos beneficios ilícitos, ya fuera directamente
o a través de la sociedad Spinaker, estima el recurrente que es contradictorio
porque es una cosa o la otra pero la conclusión a la que llega la sentencia no es
una cosa o la otra, sino las dos.

762
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3.- En relación a la queja de que se han recogido hechos ajenos al objeto


de la imputación y a la condena, con la intención de producir “un sesgo cognitivo
reprochable”, tal denuncia no debe aceptarse. La sentencia ha contextualizado
lo que ha sido la actividad de Jesús Merino con hechos pasados, pero de
significación penal, que aunque estuvieran prescritos, tenían una relación y
conexión con hechos posteriores y con el delito de blanqueo por el que fue
condenado.

4.- Por último, en cuanto a la ausencia, no ya de pruebas, sino de indicios


racionales de criminalidad, lo que motivó el auto de sobreseimiento provisional
de 1-9-2011 dictado por el instructor de la Sala de lo Civil y Penal del TSJ de
Madrid respecto de este recurrente, tal cuestión ya ha sido analizada en el
motivo segundo de Ricardo Galeote, por lo que damos por reproducido lo ya
argumentado en orden a su desestimación, insistiendo solo en que dicha
resolución fue revocada por tribunal competente y el sobreseimiento no fue
acordado por Juzgado competente por que el TSJ había perdido en el momento
de dictar el sobreseimiento toda competencia ante la pérdida de condición de
aforados de algunos acusados.

195.- El motivo segundo por vulneración del derecho fundamental a


la presunción de inocencia por no existir prueba de cargo del cobro de
13.927 €.

Se afirma la inexistencia de prueba de cargo respecto de la participación


de D. Jesús Merino Delgado en el capital social de la mercantil SPINAKER 2000
S.L. y del cobro de la cantidad de 13.927 € procedente de Francisco Correa,
hechos que han motivado su condena por delito de blanqueo de capitales.

No está probado que SPINAKER 2000 S.L. se nutriera con fondos


procedentes de las dádivas que corresponderían a D. Jesús Merino, y la única
cantidad cuyo cobro se le atribuye (13.927 €) no tiene origen delictivo ni para su
reparto se utilizó a SPINAKER 2000 S.L.

763
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La declaración de D. Francisco Correa en el acto del Juicio Oral carece


de credibilidad y ofrece múltiples dudas que deberían resolverse a favor y no en
contra del reo, respetándose el principio de in dubio pro reo.

La sentencia recurrida basa sus conclusiones en dos elementos:


declaración de Francisco Correa y un archivo Word intervenido, en donde al
parecer figura el reparto de beneficios de Rialgreen, una parte de los cuales se
habría producido entre personas identificadas por sus iniciales (“JM sería “Jesús
Merino”).

El motivo cuestiona la declaración del coacusado Correa por ser confusa


y contradictoria e indica algunos pasajes de la misma para destacar los cambios
de versión entre las sesiones de la mañana del 13-10 y la de la tarde.

El motivo se desestima.

1.- En primer lugar, tal como precisa la acusación particular de Carmen


Ninet y Cristina Moreno, al impugnar el motivo, que ante lo que considera una
declaración contradictoria se desprende ausencia de prueba, el tribunal puede
y debe valorar aquellos aspectos relevantes de esa confesión, como elemento
probatorio, porque no queda invalidado por la falta de precisión o porque incurra
en algunas contradicciones. Y así lo ha puesto de manifiesto en la sentencia
como no ha asumido acríticamente la declaración del Sr. Correa sino que por el
contrario las ha tomado en consideración siempre y cuando haya una
corroboración objetiva externa a la declaración que avale su alcance.

Así, la corroboración de que JM es Jesús Merino proviene de la


declaración del Sr. Correa, corroborada por otros documentos de repartos de
comisiones por adjudicaciones ilícitas en los que se designa con nombres y
apellidos a Jesús Merino.

También figura en el R-5 doc. 5 archivo “Caja B Actual xls”, la anotación


contable en archivo informático, la entrega en metálico de 50.000 € a Jesús
Merino, designado con nombres y apellidos.

Y finalmente a los folios 1021-1023, el Tribunal expone porque ha


concluido que JM es Jesús Merino:

764
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“B) JM se corresponden con JESÚS MERINO DELGADO

Volviendo, una vez más, a cómo empezaba su declaración FRANCISCO


CORREA, recordemos que, entre los cargos públicos a los que reconoció haber
entregado dádivas, dijo que se encontraba JESÚS MERINO, y cuando se entró
en más detalle respecto de él, y se le preguntó si le había dado fondos, aunque
contestó que no, que con él se hizo un reparto pequeño con SPINAKER, dijo
que se los daba a LUIS BÁRCENAS y cree que este era el que lo repartía.

Es cierto que JESÚS MERINO no tiene una cuenta personal, como la


tienen otros acusados, pero no es menos cierto que hay prueba suficiente como
para considerar acreditado que recibió esas dádivas que FRANCISCO
CORREA mantiene que le dio, porque queda constancia de ello no solo por las
menciones a su nombre, sino por las referencias a las iniciales J y JM, que
encontramos entre la documentación intervenida, en particular, en el pendrive y
en la carpeta azul de JOSÉ LUIS IZQUIERDO.

Comenzando por la carpeta azul, que le fue exhibida en juicio a


FRANCISCO CORREA, manifestó que las anotaciones que en ella había las
hacía JOSÉ LUIS IZQUIERDO siguiendo sus instrucciones. Ya hemos visto que
en su folio 153, escrito a mano por este, hay una distribución de cantidades, que
se asocian a unas iniciales, una de las cuales es: “J 3’1 – 18600 €”, y, cuando
se le preguntó a aquel por ella, manifestó que esa J es JESÚS MERINO.

Y algo similar hay que decir respecto del reparto de comisiones por la
adjudicación del proyecto de tratamiento de residuos de Gomecello, que,
cuando se le exhibió el documento obrante al folio 133 de la “carpeta azul”,
escrito también a mano, fechado el 22/05/2003, en que consta el siguiente
reparto: “1 sobre 6 MM S 36.000; 1 sobre 10 MM JM 60.000 €; 1 sobre 10 MM
L. Bárcenas 60.000 €”, respondió que eran las siglas de JESÚS SEPÚLVEDA,
JESÚS MERINO, LUIS BÁRCENAS.

Y las mismas iniciales, JM aparecen en el documento 134, también de la


“carpeta azul”, otro de los repartos de comisiones por el proyecto de residuos
de Gomecello, en que vuelve a estar junto a LB y que, en lo que a JESÚS
MERINO concierne, dice: “1 sobre 10 MM = 60.000 € - JM”.

765
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los anteriores datos permiten no solo concluir que las iniciales JM se


corresponden con JESÚS MERINO DELGADO, sino que es el único Jesús
Merino que tiene relación con los negocios de FRANCISCO CORREA, y que en
los que interviene también lo hace LUIS BÁRCENAS.

2.- Finalmente, en el mismo motivo, cuestiona el recurrente que, los


repartos que provienen de Spinaker 2000 SL, haya quedado acreditado que
tengan su origen en comisiones ilegales porque la declaración del Tribunal de
que esta sociedad es el vehículo mediante el que se ha canalizado una inversión
de fondos delictivos no está soportada por prueba alguna, ente otras cosas,
porque en ningún lado consta que Jesús Merino fuera socio oculto de Spinaker
2000 y porque la pretendida Junta General de Spinaker no era tal, y solo pondría
de manifiesto, a la sumo, que se quería beneficiar a alguien pero no que el Sr.
Merino fuera socio de la misma.

La Sentencia realiza un notable esfuerzo para justificar los elementos


sustanciales relativos al delito de blanqueo de capitales por el que es condenado
el Sr. Merino en relación con los cobros percibidos a través de Spinaker 2000.

En este sentido:

“i) En primer lugar, y de las distribuciones en forma de comisiones que


aparecen en la carpeta azul, señala el Tribunal que son compensaciones por la
intermediación que, prevaliéndose de los cargos que ostentaban Luis Bárcenas,
Jesús Merino y Jesús Sepúlveda, tuvieran en la adjudicación a empresas que
resultaron beneficiarias de distintos contratos públicos.

ii) En segundo lugar, los tres reseñados decidieron que las comisiones
recibidas se canalizaran a través de la sociedad Spinaker 2000 SL que les
proporcionó Luis De Miguel y gestionaba Pablo Crespo.

iii) En tercer lugar, Spinaker, tal y como declara la Sentencia a los folios
225 a 227:

SPINAKER 2000 SL no es sino una estructura fiduciaria, creada “ad hoc”


por LUIS DE MIGUEL, quien, en un principio, figuró como su administrador
único, puesta al servicio de FRANCISCO CORREA, cuya constitución, así como

766
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ampliación de capital se realizó con fondos de procedencia ilícita aportados por


este (17.000.000 pts. para su constitución, y 7.000.000 pts. para la ampliación
de capital), el cual, formalmente, figuraba como único socio, así como al servicio
de otros socios más, de hecho, cuya constitución conocían, entre ellos, LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO, JESÚS SEPÚLVEDA y otras personas a
quienes no se acusa, que formaron parte real de su accionariado y participaban
en sus beneficios.

Valiéndose de ella, cada uno de sus socios, a través de su participación


en la sociedad RIALGREEN SL, cobró 13.927 €, LUIS DE MIGUEL 12.768 € y
PABLO CRESPO, por gestionarla, 12.854,09 €, que encubrió como servicios
prestados a su sociedad CRESVA.

SPINAKER es una estructura opaca, en realidad un holding de


empresas, que aglutina varias más, bajo el control de FRANCISCO CORREA,
en cada una de las cuales se colocan esos otros distintos socios para canalizar
y controlar lo que, en cada caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto
común para el que se crea el holding, que no es otro que conseguir beneficios
ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además, se trata de darles una
apariencia lícita a través de alguna de las sociedades, como se hizo con
RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un vehículo mediante el que se ha
canalizado una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas
falsas, con la que se obtienen unos beneficios que también se reparten entre
sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de
facturas.

Su estructura societaria respondía al esquema idóneo para conseguir la


opacidad fiscal que se buscaba con ella, de doble pantalla (Nevis=>Reino
Unido=>España), dificultando con ello la identificación de su titular formal,
constituyéndola LUIS DE MIGUEL en su propio nombre el 28/12/2000 y en el de
la británica STILL MEDIA (con su capital en acciones al portador), quedando
LUIS DE MIGUEL como administrador hasta el 17/04/2002, que pasó a ocupar
ese puesto PABLO CRESPO.

En cuanto a los 7.000.000 pts. relativos a la ampliación de capital, es una


cantidad que, entregada a LUIS DE MIGUEL el 07/09/2001, sale de España el

767
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

10/09/2001 desde la sociedad instrumental de este, TRAQUITANA ESPAÑA,


que transfiera 42.070 € a la también instrumental portuguesa FREETOWN
COMERÇO, que encubre con la cobertura de la factura 11/2001, emitida por la
prestación de unos servicios que no se prestaron, y cantidad que, a
continuación, transfiere a STILL MEDIA, desde la que vuelven a España, donde
llegan 42.000 € a la cuenta de SPINAKER el 02/10/2001, bajo la cobertura de
esa ampliación de capital, que se documenta en escritura pública el 29/10/2001,
consiguiéndose así la opacidad que se buscaba y su finalidad de ocultar el
propietario real de los fondos.

Formando parte de este holding controlado por FRANCISCO CORREA


a través de SPINAKER, están LANGA DE DUERO ENERCORR XXI y
RIALGREEN.

Por medio de SPINAKER se llevan a cabo distintas gestiones a favor del


grupo ROS ROCA ante distintas administraciones, grupo con el que tenían
vinculaciones JESÚS MERINO y LUIS BÁRCENAS.

iv) En cuarto lugar, la Sentencia describe la distribución e los 13.927 €


del siguiente modo (folio 227):

Es a través de RIALGREEN, empresa de FRANCISCO CORREA, como


este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los
13.927 € que se reparten, como beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la
vez que se valen de esta para ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA 127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública.

v) En quinto lugar, estos hechos están acreditados por los informes de la


AEAT número 2 de 8 de enero de 2013 y nº 3 de 13 de marzo de 2014, así como
en el informe de UDEF 75.636/2010 de 30 de julio de 2010 (ratificado en la

768
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sesión del juicio del día 6 de junio de 2017) que básicamente evidencian que en
Spinaker participan de sus beneficios como reales socios (folio 1042) “... LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO, JESÚS SEPULVEDA y alguno más que no se
enjuicia en la presente causa; se trata de una estructura opaca, que crea LUIS
DE MIGUEL a instancia de FRANCISCO CORREA, para beneficio de este y sus
demás socios, y lleva su gestión PABLO CRESPO.

Es, en realidad, un holding de empresas, que aglutina a varias más, bajo


el control de FRANCISCO CORREA, en cada una de las cuales se colocan esos
otros distintos socios, para canalizar y controlar lo que, en cada caso, convenga
y ponerlo al servicio del proyecto común para el que se crea el holding, que no
es otro que conseguir beneficios ilícitos, a repartir entre todos, a los que,
además, se trata de darles una apariencia lícita a través de alguna de las
sociedades, como se hizo con RIALGREEN. No se puede pretender ver, como
ha incidido alguna defensa, a cada una de las sociedades como un algo
autónomo y dirimir las responsabilidades en que haya podido incurrir cada
acusado como derivadas de lo que en una específica sociedad haya tenido
participación, sino que, desde el momento que cada una de ellas forma parte de
ese todo común, que es SPINAKER, y es en lo que se persigue con él donde se
encuentra el vínculo de unión, ha de ser desde este punto de vista como se
dilucide la responsabilidad de cuantos individuos se integran en ella y han
contribuido de una manera activa a ese lucrativo e ilícito fin común.

vi) En sexto lugar, y pese a lo que dice el recurrente, el pago de los


13.927 € forma parte de un conjunto proveniente de las adjudicaciones
irregulares a las que se ha hecho mención más atrás y no de un reparto único
dada la estructura creada a través de Spinaker para canalizar las comisiones
recibidas por adjudicaciones irregulares. Así al folio 1047 de la Sentencia:

“... el contrato de prestación de servicios, firmado el 12/03/2003 entre


PABLO CRESPO, por RIALGREEN, y LUIS BÁRCENAS, por el P.P, del que
luego se hablará, no cabe considerarlo como un contrato aislado con el que se
establece una relación entre particulares y limitado a tal campaña, de manera
que las cantidades repartidas como beneficios no procederían de actividad ilícita
de intermediación, como ha pretendido alguna defensa, sino que es un medio

769
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

más con el que se nutre su matriz, que es SPINAKER, a cuya contribución de


fondos cada uno de sus reales socios lo hace desde el papel que tiene
encomendado y asume.”

vii) En séptimo lugar, la condición de socios se acredita igualmente por


la distribución paritaria entre “sextos” tal y como recoge el documento más arriba
escaneado, y como así resalta la propia sentencia (folio 1043):

Compartimos, pues, el criterio del M.F., cuando decía en su informe que


SPINAKER no es sino un vehículo mediante el que se ha canalizado una
inversión con fondos delictivos ocultados a través de facturas falsas, con la que
se obtienen unos beneficios que también se reparten entre sus socios (los
sextos que veremos después) de manera opaca, entre otras formas, a través de
facturas falsas”.

En base a lo razonado el recurso debe ser desestimado.

196.- El motivo tercero por infracción de ley por aplicación indebida


del art. 301 CP toda vez que los hechos probados no constituyen delito de
blanqueo de capitales. El dinero que habría percibido no es de procedencia
delictiva y el hecho de recibirlo de manera oculta no es acto de
encubrimiento de su origen ilícito.

El recurrente extrae dos conclusiones del relato de hechos probados. La


primera, que el dinero que habrían recibido Jesús Merino y otras personas, tras
el reparto ejecutado por Luis de Miguel tendría su origen concreto, lícito y de
dinero privado (no eran fondos públicos): los beneficios (ingresos-gastos)
obtenidos por Rialgreen SL por el trabajo desempeñado en las campañas
electorales del PP de 2003. La segunda, que el único acto que habría realizado
Jesús Merino habría sido el de recibir en metálico ese dinero y que el acto que
habría realizado Luis de Miguel no sería el de ocultar el origen del dinero, sino
ocultar a los beneficiarios del reparto, posibilitando al mismo tiempo que
Rialgreen SL pudiera fiscalmente deducirse ese gasto.

770
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es cierto que la acción sancionada como blanqueo no consiste en el


simple hecho de adquirir, poseer o utilizar los beneficios adquiridos sino, como
precisa el tipo, en realizar estos u otros actos cuando tiendan a ocultar o encubrir
su origen ilícito (SSTS 265/2015, de 29 de abril; 362/2017, de 19 de mayo).

En efecto, el Código Penal sanciona como blanqueo de capitales


aquellas conductas que tienden a incorporar al tráfico legal los bienes, dinero y
ganancias obtenidas en la realización de actividades delictivas, de manera que
superado el proceso de lavado de los activos se pueda disfrutar jurídicamente
de ellos sin ser sancionado.

La finalidad de encubrir u ocultar la ilícita procedencia de bienes o


ayudar a los participantes del delito previo, constituye, en consecuencia, un
elemento esencial integrante de todas las conductas previstas en el art. 301.1
CP. Esta conclusión se justifica porque el blanqueo pretende incorporar esos
bienes al tráfico económico legal y la mera adquisición, posesión, utilización,
conversión o transmisión constituye un acto neutro que no afecta por sí mismo
al bien jurídico protegido.

El motivo se desestima.

Tal como hemos afirmado en el motivo precedente en los hechos


probados tras detallar la operativa segunda para obtener la adjudicación de
contratos se afirma:

- <<una parte de las cantidades de procedencia ilícita obtenidas por


favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas a fin de ocultar su propiedad,
LUIS BARCENAS, JESÚS MERINO y también el acusado JESÚS
SEPÚLVEDA, decidieron que se canalizara a través de la sociedad SPINAKER
2000 que les proporcionó LUIS DE MIGUEL y gestionaba PABLO CRESPO>>
(pág. 222);

- de dicha sociedad era el recurrente <<socio de hecho, formaba parte


del accionariado y participaba de sus beneficios>> (pág. 225);

- <<SPINAKER es una estructura opaca, en realidad un holding de


empresas, que aglutina varias más, bajo el control de FRANCISCO CORREA,

771
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en cada una de las cuales se colocan esos otros distintos socios para canalizar
y controlar lo que, en cada caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto
común para el que se crea el holding, que no es otro que conseguir beneficios
ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además, se trata de darles una
apariencia lícita a través de alguna de las sociedades, como se hizo con
RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un vehículo mediante el que se ha
canalizado una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas
falsas, con la que se obtienen unos beneficios que también se reparten entre
sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de
facturas>> (pág. 226);

<<Es a través de RIALGREEN, empresa de FRANCISCO CORREA,


como este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran
los 13.927 € que se reparten, como beneficios, por ser socios de SPINAKER, a
la vez que se valen de esta para ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública>> (pág. 227).

Hechos acreditados por la declaración de Francisco Correa, corroborada


por lo que respecta a su intervención en las distintas adjudicaciones por las
periciales realizadas sobre las mismas y los documentos intervenidos a Crespo
y, por otra parte, respecto a la participación del recurrente en Rialgreen y
Spinaker se corrobora con las periciales de la AEAT elaborados por el NUMA
21.536 (folios 152 a 425 del tomo 246 principal).

El motivo, por lo razonado, debe ser desestimado.

Spinaker se constituyó mediante repatriaciones de origen ilícito


realizadas desde el extranjero, siendo la finalidad de su constitución servirse de
su estructura opaca para canalizar las comisiones que se recibían de

772
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

adjudicaciones irregulares y en razón de tal opacidad ocultar los socios reales –


entre los que estaba Jesús Merino-.

Asimismo, otras objeciones del recurrente deben ser igualmente


rechazadas. En efecto, se sostiene en el motivo que la mera condición de socio
no conlleva la comisión de un delito de blanqueo, lo cual es cierto, pero del relato
de hechos probados se desprende que la finalidad de la sociedad era ocultar el
origen de las comisiones obtenidas por adjudicaciones irregulares y, en este
caso, al socio que se oculta, que está detrás y que es opaco, no realiza una
actividad social mercantil ordinaria, sino de indudable relevancia penal.

Y sobre la calificación como delito grave, sobre este extremo cabe indicar
que, según la doctrina reiterada de esta Sala (SSTS 557/2012, de 9 de julio;
974/2012, de 5 de diciembre), aún cuando ciertamente no basta la simple
sospecha de la ilicitud del origen de los bienes a blanquear, sino que es preciso
la certidumbre sobre dicho origen, esto último no significa que haya de
conocerse la infracción precedente en todos sus pormenores o en todos sus
detalles.

Basta, según esta doctrina, con la conciencia de la anormalidad de las


operaciones y la razonable inferencia de que el dinero procede de la comisión
de delitos, bien entendido que el tipo penal de blanqueo no exige la previa
condena del delito del que proceden los bienes o ganancias procedentes de un
anterior delito (SSTS 198/2003, de 10 de febrero, 483/2007, de 4 de junio;
1372/2009, de 28 de diciembre). La jurisprudencia ha establecido que no es
preciso acreditar una condena anterior por el delito del que proceden los bienes
o dinero lavado, siendo bastante con establecer la relación con actividades
delictivas y la inexistencia de otro posible origen del dinero, en función de los
demás datos disponibles. Dicho de otra forma que, dados los indicios, la
conclusión razonable sea su origen delictivo (SSTS 154/2008, de 8 de abril;
72/2016, de 21 de julio).

Por último, en cuanto a la necesidad de distinción entre los movimientos


que se efectúan con fondos de fuente lícita de los de origen ilícito, dado que los
primeros no pueden constituir delito de blanqueo, en el caso presente el motivo

773
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no desarrolla tal distinción que, por otra parte, está definida con claridad, sin que
quepa hablarse de contaminación o confusión.

197.- El motivo cuarto por vulneración del derecho a la presunción


de inocencia del art. 24.2 CE al no haberse practicado prueba de cargo que
acredite la intervención y/o conocimiento por Jesús Merino de la
confección de las cinco facturas emitidas para encubrir el supuesto cobro
de la cantidad de 13.927 € que han motivado su condena como autor de un
delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial
con el delito de blanqueo de capitales.

Argumenta que a Jesús Merino no se le atribuye colaboración alguna en


la confección de las cinco facturas aceptadas por Rialgreen SL por servicios
inexistentes emitidos por KA 127 Servicios SL y Punto Hiparca SL, sociedades
gestionadas por el coacusado De Miguel, como tampoco que diera órdenes,
facilitara algún dato o posibilitara de algún modo su realización, por lo que
supone que su autoría deviene de un teórico conocimiento de esa falsedad, es
decir, que Jesús Merino sabía que Luis de Miguel había emitido facturas
mendaces para justificar la salida de fondos de Rialgreen SL.

Alega que no existe prueba que acredite ese conocimiento y la sentencia


recurrida tampoco señala cuál puede ser. De su hipotética condición de socio
de hecho de Spinaker 2000 SL (propietaria del 50% del capital de Rialgreen SL),
tampoco se puede deducir que con carácter general debiera tener ese
conocimiento, ni de esas cinco facturas ni de cualesquiera otras facturas
anteriores o posteriores relacionadas directa o indirectamente con Spinaker
2000 SL y aunque así fuera, resultaría insuficiente para considerarlo coautor de
la falsedad.

La mendacidad de las facturas está acreditada por la prueba practicada


en el juicio oral (pág. 1056 y ss. fundamentos jurídicos). Y en virtud de la
valoración de los elementos probatorios que se expresan en dicha
fundamentación resulta acertada la inferencia realizada por el tribunal respecto
al conocimiento, participación y decisión conjunta en la emisión de las facturas

774
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

falsas. Su confección se realizó, entre otros, a favor de este recurrente, pues lo


que se pretendía era dar una cobertura ficticia de dinero recibido, por cuanto las
facturas permitían la ocultación de la procedencia de los 13.927 € recibidos.

El motivo, por lo expuesto, debe ser desestimado.

198.- El motivo quinto por infracción de ley por aplicación indebida


del art. 392 CP en relación con el art. 390.1.1º, 2º, 3º por cuanto de los
hechos declarados probados no se desprende la participación de Jesús
Merino en la falsificación de facturas, ni como autor ni como cómplice.

Insiste el motivo -que no cuestiona la falsedad de las facturas- en afirmar


que no consta en el relato fáctico su participación en el delito continuado de
falsedad.

El motivo debe ser desestimado, dado que el recurrente no respeta los


hechos probados en los que -conforme se ha expuesto más arriba- se recoge
(pág. 169):

<<RIALGREEN SL (TRE-CE), constituida el 16/09/2002, que pasó a


tener control sobre ella FRANCISCO CORREA a través de la sociedad
SPINAKER 2000 SL, que era titular de un 50% de RIALGREEN SL. (SPINAKER
2000 SL estaba participada, como socios de hecho, por LUIS BÁRCENAS,
JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA>>.

Tras describir la estrategia urdida para obtener la adjudicación de


contratos, se afirma <<una parte de las cantidades de procedencia ilícita
obtenidas por favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas a fin de ocultar
su propiedad, LUIS BARCENAS, JESÚS MERINO y también el acusado JESÚS
SEPÚLVEDA decidieron que se canalizara a través de la sociedad SPINAKER
2000 que les proporcionó LUIS DE MIGUEL y gestionaba PABLO CRESPO>>
(pág. 222). De dicha sociedad era el recurrente <<socio de hecho, formaba parte
del accionariado y participaba de sus beneficios>> (pág. 225), <<SPINAKER es
una estructura opaca, en realidad un holding de empresas, que aglutina varias
más, bajo el control de FRANCISCO CORREA, en cada una de las cuales se

775
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

colocan esos otros distintos socios para canalizar y controlar lo que, en cada
caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto común para el que se crea el
holding, que no es otro que conseguir beneficios ilícitos, a repartir entre todos,
a los que, además, se trata de darles una apariencia lícita a través de alguna de
las sociedades, como se hizo con RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un
vehículo mediante el que se ha canalizado una inversión con fondos delictivos,
ocultados a través de facturas falsas, con la que se obtienen unos beneficios
que también se reparten entre sus socios de manera opaca, entre otras formas,
a través de este tipo de facturas>> (pág. 226), <<Es a través de RIALGREEN,
empresa de FRANCISCO CORREA, como este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los 13.927 € que se reparten, como
beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la vez que se valen de esta para
ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública>> (pág. 227).

Resulta pues de los hechos probados, el acuerdo previo “decidieron”, el


“procedimiento” a través del cual repartirían dichas cantidades y la “justificación”
de las cantidades en metálico recibidas, a través de las facturas falsas que
proporcionaba LUIS DE MIGUEL.

Se declara probado, por tanto, una coparticipación del recurrente desde


el inicio (ideación del procedimiento) en la confección de las facturas falsas, en
cuanto que las mismas serían la “cobertura” para la justificación de los 13.927 €
que recibía el recurrente.

Siendo así, debe mantenerse la coautoría del recurrente, el delito de


falsedad, de acuerdo con reiterada jurisprudencia no es de propia mano, de
manera que se convierte en partícipe de su comisión aquel que se aprovecha
de la mendacidad que hubiere ejecutado un tercero, si con ello convierte su

776
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acción en beneficiosa para los planes de aquél (STS 1032/2011, de 14 de


octubre), y no se impide la condena por autoría aunque se ignore la identidad
de quien ejecutara materialmente la confección falsaria del documento, siempre
que conste la intervención del acusado en el previo concierto para llevar la
misma o haya dispuesto del “dominio funcional del hecho”, bastando el concierto
y reparto de papeles para la realización, de modo que tanto es autor quien
falsifica, como quien se aprovecha de la acción, con tal que ostente o tenga el
condominio del hecho (SSTS 37/2006, de 25 de enero; 35/2010, de 4 de febrero)
y conocer que el documento incluye hechos no verdaderos (STS 307/2013, de
4 de marzo).

En el caso actual, tal como se ha razonado en motivos anteriores,


Rialgreen estaba participada por Spinaker y era el instrumento en esta sociedad
para determinadas operaciones. De modo que se trataba de hecho de la misma
empresa, de los mismos socios y con las mismas finalidades: la opacidad en
operación ilícita, en este caso, falsedades documentales por trabajos no
prestados con el fin de desviar fondos que luego se distribuyeron en Spinaker:
Y este segundo aspecto le relaciona con la operativa falsaria, dado que el
importe de las facturas falsas guarda íntima relación con el recurrente, toda vez
que percibió la parte proporcional de la facturación falsa, 13.927 € en concreto.
Operativa compleja porque Rialgreen recibe facturas falsas con cargo a cobros
de sociedades de Luis de Miguel y éste, bajo la cobertura a Spinaker, lo
distribuye entre sus socios.

199.- El motivo sexto por infracción de ley por aplicación indebida


del art. 74.1 CP en relación con el art. 392.1, toda vez que no cabe apreciar
la continuidad delictiva en el delito de falsedad en documento mercantil,
que sería un mismo delito.

Se alega que las cinco facturas aceptadas por Rialgreen SL no fueron


falsificadas en momentos distintos sino emitidas en un solo acto y con el mismo
objeto, haciendo constar en ellas días sucesivos del mismo mes (octubre 2003)
para justificar la salida de fondos por importe de 118.076 € y así repartirlos entre
distintas personas de manera opaca para la Hacienda Pública, por lo que nos

777
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encontraríamos ante un supuesto de unidad natural de acción y no de delito


continuado.

El motivo se desestima.

Es cierto, como ya hemos explicitado, que se suele afirmar que la


continuidad delictiva no es de aplicación en los supuestos en los que se aprecia
una unidad natural de acción aunque se materialice en la confección de varios
documentos mendaces.

La STS 354/2014, de 9 de mayo, precisa que “este supuesto


problemático en la dogmática penal parte de la existencia de una pluralidad de
actos, de acciones, que son valorados como una unidad, constituyen un objeto
único de valoración jurídica será natural o jurídica, dice la STS. 18.7.2000, en
función del momento de la valoración, si desde la perspectiva de una reacción
social que así lo percibe o desde la propia norma. En todo caso se requiere una
cierta continuidad y una vinculación interna entre los distintos actos entre si,
respondiendo todos a un designio común que aglutine los diversos actos
realizados, STS. 820/2005 de 23.6.

Dicho en otros términos, existirá unidad de acción y no una pluralidad de


acciones, entendidas ambas en el sentido de relevancia penal cuando la
pluralidad de actuaciones sean percibidas por un tercero no interviniente como
una unidad por su realización conforme a una única resolución delictiva y se
encuentre vinculadas en el tiempo y en el espacio.

En esta dirección la doctrina considera que la denominada teoría de la


"unidad natural de acción" supone varias acciones y omisiones que están en
una estrecha conexión espacial y temporal que puede reconocerse
objetivamente y con una vinculación de significado que permita una unidad de
valoración jurídica y que pueden ser juzgadas como una sola acción.

En la jurisprudencia se destaca como el concepto de unidad natural de


acción no ha provocado en la doctrina un entendimiento unánime. La originaria
perspectiva natural explicaba este concepto poniendo el acento en la necesidad
de que los distintos actos apareciesen en su ejecución y fueran percibidos como
una unidad por cualquier tercero. Las limitaciones de ese enfoque

778
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exclusivamente naturalístico llevaron a completar aquella idea con la de unidad


de resolución del sujeto activo. Conforme a esta visión, la unidad de acción
podía afirmarse en todos aquellos en los que existiera una unidad de propósito
y una conexión espacio-temporal o, con otras palabras, habría unidad de acción
si la base de la misma está constituida por un único acto de voluntad. Pese a
todo, hoy es mayoritaria la idea de que el concepto de unidad de acción, a
efectos jurídico-penales, exige manejar consideraciones normativas,
dependiendo su afirmación de la interpretación del tipo, más que de una
valoración prejurídica. (SSTS. 213/2008 de 5.5, 1349/2009 de 25.1.2010). Por
ello la teoría del concepto normativo de acción impide que superados los meros
efectos naturalísticos de las acciones humanas pueda calificarse de una unidad
natural de acción cuando se produce la falsificación de varios documentos
mercantiles distintos. La teoría contraria llevaría al absurdo resultado de que
cualquiera que fuera el número de cheques, pagarés o letras de cambio que se
falsificaran continuamente en una unidad natural de acción, constituirían un solo
delito, aunque se tratara, de miles de firmas falsas (por ejemplo, un talonario
correspondiente a la falsificación de papeletas de lotería, en las cuales se
falsifica la firma del depositario (STS. 566/2006 de 9.6).

En definitiva, el concepto normativo de acción atiende sustancialmente


al precepto infringido y al bien jurídico protegido, de modo que la acción se
consuma cuando se produce el resultado previsto por la norma, cualquiera que
sean los hechos naturales (únicos o plurales) que requiera tal infracción, para
que se produzca en el mundo real. En suma, la ley penal no atiende
estrictamente a la naturalidad de las acciones, sino a sus componentes jurídicos.
Un solo disparo, por ejemplo, que por la fuerza del proyectil atraviesa dos
cuerpos humanos, originando su muerte, constituye dos delitos de homicidio,
cuando la acción natural era solo una. Lo propio sucede al revés: una multitud
de actos naturales (una gran cantidad de golpes sobre una misma persona), es
el resultado de un solo delito de lesiones (STS. 566/2006 de 9.5).

En relación con el delito de falsedad documental este criterio se ha


aplicado ocasionalmente. Por ejemplo en STS. 7.5.99, en una sola ocasión y sin
solución de continuidad, un policía del aeropuerto puso en siete pasaportes
diferentes sellos de entrada con fechas alteradas, considerándose una sola

779
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acción la materialidad de poner los sellos en los siete pasaportes. Asimismo


cabría estimar, unidad natural de acción inscribir dos firmas falsas en un mismo
documento o suponer en un mismo acto la intervención de varias personas que
no la han tenido, o incluso suscribir falsamente más de un documento en el
curso de una única operación realizada simultáneamente o de modo inmediato
(SSTS. 885/2003 de 13.6, 760/2003 de 23.5, 671/2006 de 21.6).

Supuestos que no pueden extenderse de tal forma que abarque lo que


manifiestamente constituyen acciones autónomas (como es el caso presente en
que el recurrente es condenado por la falsificación de 18 letras de cambio con
fechas de libramiento entre el 8.10.2008 y el 28.11.2008), que son descontadas
en dos entidades distintas –tres de ellas en “Sur Caja de Ahorros de Galicia”
(“Caixa Galicia”), y las restantes en “Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA”
(“BBVA”). Entender que todas se llevaron a cabo en unidad de acto, forzaría de
modo inadmisible el concepto racional y natural de acción y se vaciaría el
concepto jurídico del delito continuado.”

En el caso que nos ocupa la unidad natural de la acción podría predicarse


en el supuesto que estuviera acreditado que las facturas fueron o pudieron ser
realizadas en un mismo acto, pero en el caso presente, resulta precisamente lo
contrario, pues como se hace constar en el relato de hechos probados (pág.
227) y fundamentos jurídicos (pág. 1056), las facturas mendaces, en primer
lugar y como reconoce el propio recurrente, tienen fechas distintas: 8, 13, 15 y
17 de octubre (solo dos de ellas consta la misma fecha de 13 de octubre), no en
el resto; y, en segundo lugar, son emitidas por dos sociedades distintas: KA127
SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA.

En efecto no se comete un solo delito porque las falsedades


documentales se realicen sucesivamente, una tras de otra, en un lapso temporal
más o menos prolongado. Quien de esa forma falsea, una tras otra, las firmas
de un acepto en varias letras de cambio, no comete un delito de falsedad en
documento cambiario, sino un concurso real de varios delitos, que en virtud del
mecanismo previsto en nuestro derecho penal en el art. 74 del Código penal, se
convierte en un delito continuado de falsedad documental (que no es más que

780
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la manera de solucionar punitivamente un concurso real, cuando se cumplen los


requisitos del mismo), STS. 291/2008 de 12.5.

Realidad jurídica del delito continuado que precisa de los siguientes


requisitos:

a) Un elemento fáctico consistente en la pluralidad de acciones u


omisiones de "hechos típicos diferenciados que no precisan ser singularizados
ni identificados en su exacta dimensión", por ello "esa pluralidad dentro de la
unidad final es lo que distingue al delito continuado del concurso ideal de
delitos", ya que "en éstos la acción es única aunque los delitos sean plurales;
en aquél las acciones son plurales pero el delito se valora como único".

b) Una cierta "conexidad temporal" dentro de esa pluralidad, no debiendo


transcurrir un lapso de tiempo excesivo, pues una gran diferencia temporal
debilitaría o haría desaparecer la idea del plan que como elemento ineludible de
esta figura delictiva examinaremos a continuación.

c) El requisito subjetivo de que el sujeto activo de las diversas acciones


las realice "en ejecución de un plan preconcebido o aprovechando idéntica
ocasión". Es el elemento más importante que realmente provoca la unidad
delictiva en que consiste la continuidad, aunque deba distinguirse entre lo que
supone el plan preconcebido y el aprovechamiento de una igual ocasión. Lo
primero hace referencia al dolo conjunto o unitario que debe apreciarse en el
sujeto al iniciarse las diversas acciones, y que se trata de "una especie de
culpabilidad homogénea, una trama preparada con carácter previo programada
para la realización de varios actos muy parecidos"; lo segundo se da, no cuando
la intencionalidad plural de delinquir surja previamente, sino cuando el dolo se
produce ante una situación idéntica a la anterior que hace "caer" al delincuente
en la comisión delictiva, repitiéndola.

d) Homogeneidad del "modus operandi" en las diversas acciones,


utilizando métodos, medios o técnicas de carácter análogo o parecido.

e) El elemento normativo de que sean iguales o semejantes los


preceptos penales conculcados, tengan como substrato la misma norma y que
ésta tutele el mismo bien jurídico, (homogeneidad normativa).

781
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

f) Que el sujeto activo sea el mismo en las diversas acciones


fraccionadas", aunque la moderna doctrina jurisprudencial admite la
participación adhesiva, por lo que cabría la variación de sujeto activo (SSTS.
97/2010 de 20.2, 89/2010 de 10.2, 860/2008 de 17.12, 554/2008 de 24.9,
11/2007 de 16.1, 309/2006 de 16.3).

200.- El motivo séptimo por vulneración del derecho a la presunción


de inocencia del art. 24.2 CE al no existir prueba de cargo del cobro de
50.000 € por Jesús Merino, procedente de la organización de Francisco
Correa y mucho menos de que los recibiera en consideración a su cargo
de Diputado, hechos que han motivado su condena por delito de cohecho
pasivo impropio.

Alega que en el acto del juicio oral no se practicó prueba alguna que
acredite que Jesús Merino recibió esa cantidad, siendo ilógico e insuficiente el
razonamiento que conduce a la Sala a dar por probado ese hecho, dado que el
tribunal no ha tenido en consideración que el documento manuscrito acreditativo
de dicha entrega lo que refleja es la dirección del despacho profesional de
abogado del recurrente, porque el “número 50 más o menos” es precisamente
el domicilio, hecho reforzado, según el recurrente porque pone “primer piso”. De
modo que los 50 no aludirían a ningún pago sino al piso del domicilio profesional.

Omite el recurrente que además de ese documento intervenido en el


registro efectuado en la Calle General Martínez Campos, manuscrito por José
Luis Izquierdo, cuya autoría fue confirmada por los peritos calígrafos n. 19467 y
16449 en el juicio oral, en el documento Excel que contiene la “Caja B Actual
xls” (R16, doc. 5 hoja 2007) del Grupo Correa aparece la anotación “20/12/07
Ent. A Jesús Merino, 50.000 Euros)” (esto es, con nombre y apellidos, no por
iniciales JM).

Y la sentencia recurrida ha tenido en consideración estos extremos y


concluye (folios 1060-1061):

“Alega la defensa que esa mención a Serrano 50 no tiene que ver con la
entrega de los 50.000 €, sino que se refiere al inmueble donde tiene su despacho

782
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

JESÚS MERINO, que aceptamos que ahí lo tenga; sin embargo, el texto del
documento más se asemeja a una consulta sobre una gestión del tipo de las
que hemos visto que venía haciendo este acusado. En cualquier caso, el
documento serviría como elemento de corroboración del apunte de la “Caja B”,
en la que, cuanto se anotaba, era por indicación de FRANCISCO CORREA, y
era para la llevanza de una contabilidad, que no tenemos razón para dudar de
que ese apunte no se corresponda con una realidad. De hecho, por dicho apunte
fue preguntado este, en juicio, contestando “que puede ser que sea referente a
SPINAKER [...]. No lo sé, son tantos datos, pero si está ahí apuntado lo he
entregado”, dijo FRANCISCO CORREA; de manera que, no teniendo
constancia de que entre ambos no existiera sino la ilícita relación que venimos
describiendo, solo cabe imputar a dinero de procedencia ilícita el entregado a
JESÚS MERINO, que lo fue para pago de las gestiones que realizara en
consideración a su condición de Diputado”.

201.- El motivo octavo por infracción de ley, por aplicación indebida


del art. 426 CP en redacción vigente en 2007, toda vez que el pago de
50.000 € a Jesús Merino descrito en los hechos probados no constituye
delito de cohecho impropio. El cargo de Diputado de las Cortes no encaja
en el tipo y que Jesús Merino recibiera esa cantidad en consideración a su
cargo es una inferencia contraria a la lógica.

Alega que para que exista un supuesto de hecho idóneo para condenar
al recurrente por un delito de cohecho, no solo debe estar acreditado que se le
ha entregado dinero o dádiva y que lo ha recibido, sino que el acto que motivó
ese pago tenga relación con el cargo público que desempeñaba y su función.

El motivo debe ser desestimado.

En el relato fáctico se recoge cómo el recurrente ocupó entre el 5-4-2000


y el 15-1-2008 (pág. 222) distintos cargos recibiendo cobros percibidos en
contraprestación a su intermediación en la adjudicación de contratos públicos
que realizaron valiéndose de sus influencias sobre cargos públicos de su misma
formación política (pág. 223 a 227).

783
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y respecto del cobro de la cantidad de 50.000 € que cuestiona el motivo,


se afirma en el relato fáctico (pág. 228 y 229).

“3.1 Cobros a Jesús Merino.

Estos cobros, que los recibe en años en que ocupaba el cargo de


Diputado, le son hechos en consideración a tal cargo. La entrega se hace por
orden de Francisco Correa y la lleva a efecto Pablo Crespo, mientras que José
Luis Izquierdo realiza las correspondientes anotaciones contables en los
archivos.

Las cantidades recibidas fueron 3.000 € el 23-4-2002 y 50.000 € el 20-


12-2007”.

Premisas fácticas que permiten su subsunción en el delito del art. 426,


delito que exige la concurrencia de una serie de elementos para la afirmación
del tipo, que son recogidas en las SSTS 362/2008, de 13 de junio y 323/2013,
de 23 de abril.

a) el ejercicio de funciones públicas por parte del sujeto activo;

b) la aceptación por éste de dádivas o regalos;

c) una conexión causal entre la entrega de esa dádiva o regalo y el oficio


público del funcionario.

La expresa utilización del término dádiva, añadido al vocablo regalo, es


bien elocuente del deseo legislativo de despejar cualquier duda acerca de la
innecesariedad de un significado retributivo, por actos concretos, que inspire la
entrega del presente con el que se quiere obsequiar al funcionario receptor. De
ahí que no falten voces en la doctrina que adjudican al art. 426 la naturaleza de
delito de peligro abstracto, idea presente en algunos de los pronunciamientos
de esta Sala, como la STS 361/1998, 16 de marzo, en la que se afirma que
mediante la incriminación de esa conducta se “…protege la imagen del Estado
de Derecho en el sentido de preservar la confianza pública en que los
funcionarios ejercen sus funciones sometidos al imperio de la ley”.

784
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1) - Para la afirmación del tipo es necesaria una conexión causal entre la


entrega de la dádiva o regalo y el oficio público del funcionario, de tal forma que
la entrega se realice por causa de la simple consideración a la función que
desempeña la autoridad o funcionario. Por ello es conveniente insistir en que no
se exige del funcionario o autoridad la ejecución u omisión de un acto relativo al
ejercicio de su cargo sino que basta que el regalo sea ofrecido en consideración
a su función.

La necesidad de este enlace causal entre la entrega del obsequio y el


carácter público del receptor se expresa con elocuencia cuando se precisa que
el término “en consideración a su función” debe interpretarse en el sentido de
que la razón o motivo del regalo ofrecido y aceptado sea la condición de
autoridad o funcionario de la persona, esto es, que solo por la especial posición
y poder que el cargo público desempeñado le otorga, le ha sido ofrecida la
dádiva, el objeto del delito, de tal forma que si de algún modo dicha función no
fuese desempeñada por el sujeto activo, el particular no se hubiera dirigido a él
ofreciéndole aquella.

Los objetivos del particular que ofrece dádivas o regalos en


consideración a la función, en general, están vinculados, hablando de manera
coloquial, al “engrasamiento” general de la maquinaria burocrática
administrativa por la vía del agradecimiento o complacencia de la autoridad o
funcionario que la recibe.

Si, evidentemente, el regalo se presenta y acepta no en consideración a


la función desempeñada por la autoridad o funcionario, sino, en virtud, por
ejemplo de relaciones familiares o amistosas, la acción quedaría fuera del
perímetro típico del art. 426 CP. 1995, con independencia a la dificultad en la
práctica de distinguir cuando el regalo se ha hecho por meras relaciones
amistosas y no en consideración a la función.

2) - Por regalo habría que entender objeto de valor material (económico)


más o menos grande “pero suficiente para descartar toda idea de afección”
independiente del valor económico del regalo, lo fundamental para este sector
doctrinal es que las circunstancias se hagan desechar toda idea de afecto,
inclinación o apego, si estas fueran descartables, cualquiera que sea el valor de

785
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la cosa –siempre que la tuviera- bastaría para que fuera aplicable la máxima de
que la “justicia o ofende etiam uno nummo” (aún por un solo céntimo).

Otros autores señalan, sin embargo, que en caso de regalos cuya


cuantía sea moderada o de lo que en los usos sociales se consideran forma
habitual de relación amistosa, el precepto no debiera ser aplicado por más que
el regalo se realice en consideración a su función por faltar la voluntad de
corromper, no pudiendo hablase de tales supuestos de retribución por un acto
del cargo sino de pequeños obsequios hechos a título de mera cortesía.

En este sentido parece, en efecto, ilógico estimar que un regalo de ínfimo


valor pueda influir en el cumplimiento de los deberes del funcionario o autoridad,
a tal respecto deben tenerse presente las exigencias de la adecuación social,
conforme a las cuales conducta socialmente adecuada es la conducta tolerable
en la sociedad, porque se la estima normal en un determinado orden social
histórico; la conducta socialmente tolerada no constituye una acción ejemplar o
plausible, sino que se limita a representar un comportamiento no sujeto a
reprobación social.

En este ámbito de los usos y costumbres sociales la STS. 362/2008 de


13.6, reconoce que no es tarea fácil la delimitación del alcance del delito de
cohecho pasivo impropio del art. 426 CP, a la hora de decidir la relevancia típica
de determinadas acciones. La existencia de módulos sociales generalmente
admitidos en los que la aceptación de regalos o actos de cortesía forma parte
de la normalidad de las relaciones personales, obligan a un esfuerzo para
discernir cuándo determinados obsequios adquieren carácter típico y cuando,
por el contrario, pueden inscribirse en el marco de la adecuación social.

Como fórmula orientadora, algún autor considera que puede


considerarse, por ejemplo, lo recogido en el art. 54.6 Ley 7/2007 de 12.4, del
Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) al incluir, entre los deberes de los
empleados públicos, el siguiente principio de conducta “se rechazará cualquier
regalo, favor o servicio en condiciones ventajosas que vaya más allá de los usos
habituales, sociales y de cortesía, sin perjuicio de lo establecido en el Código
Penal”. Formula esta anticipada en el denominado Código del Buen Gobierno
de los miembros del Gobierno, los altos cargos de la Administración del Estado,

786
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aprobado por acuerdo del Consejo de Ministros de 18.2.2005, en el número 6


del apartado 3 (Principios de conducta) del Código puede leerse:

“6. se rechazará cualquier regalo, favor o servicio en condiciones


ventajosas que vaya más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía o
prestamos u otras prestaciones económicas que puedan condicionar el
desempeño de sus funciones, sin perjuicio de lo establecido en el Código Penal”.

En el caso de obsequios de mayor significación de carácter institucional


se incorporan al patrimonio del Estado, en los términos previstos en la Ley
33/2003 de 3.11 del Patrimonio de las Administraciones Públicas, de acuerdo
con lo que se determine reglamentariamente”.

3) -Y en orden a la fundamentación de la culpabilidad debe exigirse que


el sujeto activo se comporte dolosamente para responder por la realización del
supuesto típico: el funcionario o autoridad ha de poseer la voluntad libre y
consciente de aceptar los regalos con conciencia o en la convicción de que éstos
le son presentados por razón de su cargo.

Siendo así, la alegación del recurrente de que era un simple Diputado


cuando supuestamente recibió los 50.000 € carece de sentido. La recepción de
tan elevada cantidad, es evidente que está vinculada, por sí sola, causalmente
a los actos realizados y no se trata de un pequeño regalo adecuado a normas
de cortesía, sino el pago de una cantidad que no puede ser admitida, en modo
alguno, como adecuada a los usos sociales y por ello permitida.

202.- El motivo noveno por infracción de ley por inaplicación


indebida de la atenuante de dilaciones indebidas del art. 21.6 CP
(atenuante analógica del mismo apartado y precepto en el CP vigente
cuando sucedieron los hechos) toda vez que se ha producido una dilación
extraordinaria e indebida en la tramitación del procedimiento, atenuante
que concurre además como muy cualificada.

El motivo en cuanto a su formación y desarrollo argumental es similar al


planteado por otros recurrentes, en particular el articulado bajo el ordinal 29 del

787
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recurso interpuesto por Alberto López Viejo por lo que nos remitimos a lo ya
argumentado en orden a su desestimación, debiendo solo recordar que la
dilación, por supuesto no es indebida ni responde al ejercicio de un derecho
procesal. La solicitud de que se practiquen diligencias de prueba y la
interposición de recursos comporta una dilación en la tramitación de la causa,
pero responden al ejercicio de elementos directos de defensa, por lo que la
dilación propia de estos recursos no puede nunca ser calificada como dilación
indebida (STS 525/2011, de 8 de junio). En este sentido la STS 356/2009, de 7
de abril, recordó que “tampoco puede aceptarse que la interposición de recursos
o la práctica de diligencias o de actuaciones sumariales a petición de las partes
causa una dilación que debe calificarse como indebida.

Es claro que el respeto al derecho de defensa implica asumir la


necesidad de proceder a la práctica de las diligencias que solicita y que sean
pertinentes, pero es igualmente claro que implica el transcurso del tiempo
necesario para ello.”

203.- El motivo décimo por infracción de ley por aplicación indebida


de los arts. 52 y 301 CP, sí como vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva en el aspecto relacionado con el derecho a una resolución
debidamente motivada, establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE por
cuanto la pena de multa impuesta a Jesús Merino Delgado por el delito de
blanqueo no es la que corresponde y su cuantía no está motivada.

Alega el motivo que 13.927 € es la única cantidad que podría servir de


base para el cálculo de la pena de multa del delito de blanqueo de capitales, por
ser la única cantidad que habría percibido por su participación en Spinaker 2000
SL, el único bien cuyo teórico origen “ilícito” habría “ocultado” o “encubierto”.

Manifiesta que a falta de motivación en la sentencia recurrida sobre este


extremo, el resto sería especular y añade que la sentencia recurrida, como
consecuencia del delito de blanqueo por el que condena al Sr. Merino,
únicamente ha acordado el comiso de la cantidad de 13.927 €.

El motivo deviene inaceptable.

788
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, como acertadamente recuerda el Ministerio Fiscal al impugnar


el motivo, al recurrente “se le condena como coparticipe en el delito de blanqueo,
en relación con los mismos hechos por que se condena a Jesús Sepúlveda y
Luis Bárcenas en el Apartado Castilla y León. Así, puede leerse en el relato
factico (pág. 222), que <<Los tres citados acusados, junto con PABLO
CRESPO, puestos de acuerdo, aprovechando la influencia que LUIS
BÁRCENAS y JESÚS MERINO tenían por razón de los cargos que ocupaban
dentro de su formación política, y con la finalidad de procurarse un ilícito
enriquecimiento, urdieron una estrategia para obtener adjudicaciones de obra
pública a favor de empresas de confianza de FRANCISCO CORREA y que este
pudiera controlar, a cambio de gratificaciones, mediante el cobro de comisiones
que este distribuía en efectivo y, en el caso de LUIS BÁRCENAS, también en
forma de viajes y servicios que encubría con facturas ficticias.

Una parte de las cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por


favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas, a fin de ocultar su propiedad
LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y también el acusado JESÚS SEPÚLVEDA
RECIO, mayor de edad, decidieron que se canalizaran a través de la sociedad
SPINAKER 2000 SL, que les proporcionó LUIS DE MIGUEL y gestionaba
PABLO CRESPO>>

La multa que se impone al recurrente por el delito de blanqueo es la


correspondiente a dicha coparticipación en la cuantía del valor de los fondos
ocultados multiplicada por 1,5 (art. 301 del CP: “multa del tanto al triplo del valor
de los bienes”), por tanto, prácticamente la pena mínima que procedería
imponer.

En concreto esa cuantía deriva de:

1) Fondos utilizados en la constitución de SPINAKER: 17.000.000 ptas.


(102.172,06 €) según se explicita en los fundamentos contenidos en las págs.
1044 y 1048.

2) Fondos utilizados en la ampliación de capital: 42.000 € [v. pág. 1046:


<<Estos 7.000.000 pts. es la cantidad que sale de España el 10/09/2001, (...)
desde la que vuelven a España, llegando 42.000 € a la cuenta de SPINAKER el

789
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

02/10/2001, bajo la cobertura de dicha ampliación de capital, que se documenta


en escritura pública el 29/10/2001, con lo que se consigue la opacidad que se
buscada y su finalidad de ocultar el propietario real de los fondos. Decíamos que
de SPINAKER se valen FRANCISCO CORREA, LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA para ocultar su participación en las sociedades
RIALGREEN y LANGA DE DUERO ENERCORR XXI>>].

El total es de 144.172,06 €, por lo que multiplicado por 1,5 resultan


216.258,09 €.

La pena impuesta (216.258 €) se sitúa en el grado mínimo y próximo al


límite inferior, es decir, con un criterio de menor intensidad dentro de la legalidad
establecida, tan próxima al mínimo que no precisa mayor justificación (v. STS
586/2017, de 20 de julio). Así las cosas, la pena ha sido correctamente
impuesta, sin que pueda prosperar la infracción legal que se invoca.

Para concluir con esta impugnación, conviene resaltar que los 13.927
euros, cuyo comiso se acuerda no se refieren al delito de blanqueo como alega
el recurrente, sino que tal comiso está referido a las dádivas percibidas por
JESÚS MERINO, esto es, la de 50.000 €, así como los 13.927 € a través de
SPINAKER (pág. 1536, pfo. 1º del apartado 3 CASTILLA Y LEÓN). El comiso
por el delito de blanqueo de bienes se especifica en el último párrafo es la
reseñada página 1536.

204.- El motivo undécimo por vulneración del derecho a la tutela


judicial efectiva en el aspecto relativo con el derecho a una resolución
debidamente motivada, establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE y la
consiguiente infracción de ley por aplicación indebida del art. 50.5 CP por
cuanto todas las penas de días-multa impuestas a Jesús Merino Delgado
no están ni debida ni suficientemente motivadas.

La sentencia impone al recurrente las penas de días-multa:

- Tres meses cuota diaria de 200 € por el delito de cohecho.

790
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Diez meses con una cuota diaria de 80 € por el delito continuado de


falsedad documental y la justificación que la Sala sentenciadora da en relación
a dichas cuantías es:

- Delito de cohecho: “es la que interesa el Ministerio Fiscal, nos parece


adecuada dada su condición de abogado”.

- Delito de falsedad: Ninguna explicación, 50 €.

Alega el recurrente la infracción del art. 50.5 CP en cuanto dispone que


en la determinación de la cuota diaria de la pena de multa “se tendrá en cuenta
exclusivamente la situación económica del reo, deducida de su patrimonio,
ingresos y cargas familiares y demás circunstancias personales del mismo”, y
funda su impugnación, en primer lugar en que la Sala se contradice al fijar par
el mismo acusado, Jesús Merino una cuota diaria distinta para el cohecho (200
€) que para el delito de falsedad continuada (50 €) sin valorar ninguno de
aquellos delitos atendiendo exclusivamente al hecho de que el acusado ejercía
como profesional de la abogacía.

En consecuencia entiende que la sentencia recurrida adolece de falta de


motivación en lo referente a la fijación de la cuota diaria de las penas de multa
impuestas pues el razonamiento que emplea es a todas luces insuficiente para
justificar esa elevación punitiva y cita en su apoyo la STS 126/2012 de 28 de
febrero, que casó la sentencia de instancia que había fijado en 100 € la cuota
diaria de la pena de multa precisamente en un delito de cohecho atendiendo
exclusivamente al hecho de que el acusado ejercía como abogado y que
argumentó que esa motivación era excesivamente sucinta “pues el ejercicio de
la abogacía, por sí solo nada demuestra en orden a la situación económica, ya
que puede ser un ejercicio económicamente exitoso o no serlo, sin que la
sentencia utilice ningún dato esclarecedor en ese sentido, por lo que postula
una cuota diaria de 25 € que sería la proporcionada a su situación.

El motivo debe ser parcialmente estimado.

La cuestión relativa al importe de la cuota diaria-multa ha sido ya


analizada en el motivo séptimo del recurso interpuesto por Isabel Jordán.

791
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso actual tiene razón el recurrente en que carece de fundamento


el establecer una cuota diaria distinta en cada delito, cuando obviamente la
situación económica del reo es la misma, por lo que en beneficio del reo habría
que optar por la cuota menor, esto es, 50 €.

Cuota que debe mantenerse en esta sede casacional al existir en la


causa datos que la justifican –aparta de su condición de abogado en ejercicio-
aunque hubieran sido silenciados por la sentencia y que excluyen cualquier
arbitrariedad del tribunal de instancia, cuales son las cantidades que el
recurrente percibió por su intermediación en la adjudicación de contratos
públicos que ascendieron según los hechos probados a 331.737 €, lo que
implícitamente evidencia una situación económica saneada, además de los
ingresos derivados de sus sueldos en los cargos públicos desempeñados y del
ejercicio actual de su profesión de abogado, compatible con la pensión de
jubilación.

RECURSO JESÚS SEPÚLVEDA RECIO

205.- El motivo primero por vulneración de precepto constitucional


en relación con los arts. 5.4 LOPJ y 24.2 CE del derecho a ser juzgado por
u n tribunal imparcial, de conformidad con lo dispuesto en los arts. 6 CEDH
y art. 14 PIDCP.

El motivo se formula al amparo del art. 24.2 CE al no haber tenido el


recurrente un proceso con todas las garantías por concurrir en el tribunal
evidencias de falta de imparcialidad al haber expresado una opinión ya formada,
anticipatoria de un juicio de culpabilidad, sin que se hubiera practicado la
totalidad de la prueba.

Cuestiona el motivo la imparcialidad del tribunal juzgador en base a la


frase pronunciada por el Ilmo. Sr. Presidente en la sesión del 22-3-2017 “ya, si
yo entiendo que usted tiene que defender a su cliente, pero los que tenemos
que dictar la sentencia condenando somos nosotros”.

792
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es coincidente con el contenido de motivos similares de otros


recurrentes, por ejemplo, motivo segundo, apartado c) de Alberto López Viejo,
motivo sexto de Pablo Crespo Sabaris o motivo tercero de José Luis Izquierdo
López, por lo que procede su desestimación remitiéndonos a los argumentos ya
expuestos.

206.- El motivo segundo por vulneración del derecho a un proceso


con todas las garantías en su vertiente del derecho a ser juzgado por un
tribunal imparcial, todo ello en relación con los arts. 5.4 LOPJ, el art. 6
CEDH y el art. 14 PIDCP, al no haber tenido el recurrente un proceso con todas
las garantías por concurrir en el tribunal evidencias de falta de imparcialidad,
expresados en la sentencia mediante una serie de descalificativos personales
contra el mismo, ajenos a los hechos objeto de enjuiciamiento, que evidencian
una animosidad, en su segunda acepción, contra el Sr. Sepúlveda,
comprometiendo la falta de imparcialidad que a todo tribunal se le presupone.

Detalla como en fecha 17-3-2017 el recurrente se dirigió personalmente


al tribunal mediante una carta por la que ponía en conocimiento que la confianza
con el letrado que hasta entonces se había hecho cargo de la dirección jurídica
de su defensa había quedado rota por diferencia económicas, al haber exigido
éste, para continuar en el encargo encomendado, el abono de unos honorarios
determinados, manifestando que haría efectiva su renuncia en caso de que n o
fueran atendidos los mismos. Hecho que cobraba especial relevancia pues en
la siguiente de las sesiones comenzaría la declaración de los testigos
relacionados con los hechos investigados en Pozuelo, localidad de la que fue
alcalde el recurrente, abocando de este modo al mismo a que en dicha sesión y
en las sucesivas, de capital importancia para la defensa de sus intereses, no
estuviera asistido de un letrado de su confianza instruido en la causa, a cuyos
efectos solicitó del tribunal se pospusieran las mismas para que el nuevo letrado
que asumiera el encargo tuviera tiempo material de preparar aquellas
declaraciones una vez conocida la causa.

La Sala resolvió la petición oralmente, calificando la conducta del Sr.


Sepúlveda como:

793
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“era un caso de absoluta y clara muestra de falta de lealtad procesal,


porque no podía este acusado, con un día de antelación al inicio de la prueba
que le afectaba, presentar tal escrito, cuando tiempo había habido desde que
fue oído en declaración él, el 24-1-2017, y el resto de acusados y responsables
civiles, que terminaron de hacerlo el 13-2-2017, para cambiar de abogado”.

Igualmente continúa la sentencia, página 1247, en términos que denotan


la animosidad ya advertida en párrafos anteriores, prejuzgando nuevamente,
unas intenciones distintas a la realidad, manifestado por el Sr. Sepúlveda: “De
este modo, el derecho de defensa del acusado ha quedado material y
efectivamente garantizado, pese al escasamente leal comportamiento mostrado
por este y, desde luego, si no ha sido en mejor manera, solo se puede considerar
imputable al propio interesado que, con su dejadez, ha esperado a un momento
tan tardío, que debía ser consciente de que, planteándolo cuando lo planteó,
solo podía repercutir en un retraso en la complicada dinámica de celebración
del juicio”.

Entiende el recurrente que las expresiones contenidas tanto en la


intervención oral del Sr. Presidente en la sesión del acto de la vista de 21-3-
2017, como las acotadas de la sentencia (“caso de absoluta y clara muestra de
falta de lealtad procesal” “escasamente leal comportamiento mostrado por este”
“la dejadez del interesado”) suponen una muestra evidente de parcialidad del
tribunal manifestada con una animosidad impropia contra Jesús Sepúlveda,
conculcándose de este modo las garantías constitucionales establecidas en el
art. 24.2 CE en su vertiente del derecho a un proceso con todas las garantías,
por lo que procedería la anulación del juicio y de la sentencia, remitiéndose las
actuaciones al órgano jurisdiccional de origen para que proceda al señalamiento
de nuevo juicio por Magistrados distintos, o alternativamente se decrete la
nulidad del juicio y de la sentencia, solamente respecto del recurrente.

El motivo carece de fundamento y debe ser desestimado.

Esta Sala Segunda ha dicho con reiteración, SSTS 716/2009, de 2 de


julio; 901/2009, de 24 de septiembre; 24/2010, de 1 de febrero; 798/2013, de 5
de noviembre, siguiendo la doctrina del Tribunal Constitucional, sentencia
8.5.2006, que la imparcialidad del Tribunal forma parte de las garantías básicas

794
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del proceso (art. 24.2 CE) constituyendo incluso la primera de ellas: ser tercero
entre partes, permanecer ajeno a los intereses del litigio y someterse
exclusivamente al ordenamiento jurídico como criterio de juicio son notas
esenciales que caracterizan la función jurisdiccional desempeñada por Jueces
y Magistrados, de modo que sin Juez imparcial no hay, propiamente, proceso
judicial. La STC núm. 60/2008, de 26 de mayo, recuerda que “la imparcialidad
judicial se encuentra dirigida, en efecto, a asegurar que la pretensión sea
decidida por un tercero ajeno a las partes y a los intereses en litigio y que se
someta exclusivamente al ordenamiento jurídico como criterio de juicio. Esta
sujeción estricta a la Ley supone que la libertad de criterio en que estriba la
independencia judicial no sea orientada «a priori» por simpatías o antipatías
personales o ideológicas, por convicciones e incluso por prejuicios o, lo que es
lo mismo, por motivos ajenos a la aplicación del Derecho. En definitiva, la
obligación de ser ajeno al litigio puede resumirse en dos reglas: primera, que el
Juez no puede asumir procesalmente funciones de parte; segunda, que no
puede realizar actos ni mantener con las partes relaciones jurídicas o
conexiones de hecho que puedan poner de manifiesto o exteriorizar una previa
toma de posición anímica a su favor o en contra (STC 5/2004, de 16 de enero).
Ahora bien, según la misma doctrina, aun cuando es cierto que en este ámbito
las apariencias son muy importantes, porque lo que está en juego es la
confianza que en una sociedad democrática los Tribunales deben inspirar a los
ciudadanos, no basta con que tales dudas o sospechas sobre su imparcialidad
surjan en la mente de quien recusa, sino que es preciso determinar caso a caso
si las mismas alcanzan una consistencia tal que permitan afirmar que se hallan
objetiva y legítimamente justificadas (SSTC 69/2001, de 17 de marzo; 140/2004,
de 13 de septiembre). Por ello la imparcialidad del Juez ha de presumirse y las
sospechas sobre su idoneidad han de ser probadas (SSTC 170/1993, de 27 de
mayo; 162/1999, de 27 de septiembre) y han de fundarse en causas tasadas e
interpretadas restrictivamente sin posibilidad de aplicaciones extensivas o
analógicas.

- En el caso concreto la queja del recurrente carece de fundamento.

795
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En primer lugar, no añade ningún riesgo al estatuto de imparcialidad el


hecho de que a lo largo de la vista oral el Magistrado Presidente resuelva una
cuestión en contra de los intereses de la defensa.

Y en segundo lugar, como hemos dicho en STS. 768/2009 de 16.7, una


cosa es que cualquiera que sea parte en juicio pueda cambiar la persona de su
letrado en el momento que estime oportuno, dado el principio de confianza
básico en la relación profesional entre abogado y cliente, y todo ello con
independencia de que en un principio y para el caso de coincidir la condición de
imputado junto con la profesional de abogado en ejercicio, se posibilite a través
del art. 50 del Estatuto de la Abogacía el ejercicio de la autodefensa, posibilidad
contemplada como un derecho del imputado y no como una imposición,
obligación o mandato, y no sometida a preclusión alguna, lo que implica que
asumida en un primer momento la autodefensa, pueda con posterioridad
renunciarse a la misma y valerse de letrado de su libre elección, y otra muy
distinta que ese derecho de defensa, reconocido en el art. 24.2 CE, sea ilimitado,
pues como se dice en la STS. 985/2006 de 17.10, está modulado, entre otros
supuestos, por la obligación legal del Tribunal de rechazar aquellas solicitudes
que entrañen abuso del derecho, fraude de Ley o procesal, según el art. 11.2
LOPJ.

En efecto el Tribunal Constitucional recogiendo la doctrina del Tribunal


Europeo de Derechos Humanos, emanada al aplicar e interpretar el art. 6.3.c)
del Convenio Europeo de Derechos Humanos, ha declarado que el derecho de
defensa "garantiza tres derechos al acusado: a defenderse por sí mismo, a
defenderse mediante asistencia letrada de su elección y, en determinadas
condiciones, a recibir asistencia letrada gratuita", sin que la opción en favor de
una de esas tres posibles formas de defensa implique la renuncia o la
imposibilidad de ejercer alguna de las otras, siempre que sea necesario, para
dar realidad efectiva en cada caso a la defensa en un juicio penal (STC 37/1988,
fundamento jurídico 61).

De esta forma, -dice la STS. 123/2006 de 9.2- es legal y


constitucionalmente posible incluso imponer limitaciones en el ejercicio de la
posibilidad de designar Letrado de libre elección en protección de otros intereses

796
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

constitucionalmente relevantes, siempre y cuando dichas limitaciones no


produzcan una real y efectiva vulneración del derecho de asistencia letrada, de
manera que queden a salvo los intereses jurídicamente protegibles que dan vida
al derecho (SS.T.C. 11/1981, 37/1987 y 196/1987). Con más razón será posible
no atender una petición injustificada de cambio de Letrado cuando, por las
circunstancias, en que ésta se produce se ponga de relieve, a juicio del Tribunal,
que no es el mejor ejercicio del derecho de defensa, sino otros intereses,
legítimos pero no atendibles, los que se escudan tras dicha pretensión, pues
como ha recordado la jurisprudencia el derecho de defensa y asistencia letrada,
como no lo es ninguno, no es absoluto y no puede utilizarse torticeramente y
con fines espurios para suspender el juicio o sorpresivamente (STS. de 11 de
julio de 1.997).

Así lo ha acordado ésta Sala Segunda del Tribunal Supremo (SS.T.S.


1066/1996, de 23 de diciembre; sentencia 1.723/2000, de 10 de noviembre, y
Auto de 24 de abril de 2.003) cuando recuerda que la facultad de libre
designación implica a su vez la de cambiar de Letrado cuando lo estime
oportuno el interesado en defensa de sus intereses, si bien tal derecho no es
ilimitado pues está modulado, entre otros supuestos, por la obligación legal del
Tribunal a rechazar aquellas solicitudes que entrañen abuso de derecho, o
fraude de ley procesal según el art. 11.2 de la L.O.P.J. (SS.T.S. de 23 de marzo
de 2.000 y 20 de enero de 1.995, entre otras). De ahí la improcedencia, por
ejemplo, "del cambio de Letrado cuando suponga la necesidad de suspender la
celebración de la vista y no conste una mínima base razonable que explique los
motivos por los que el interesado ha demorado hasta ese momento su decisión
de cambio de Letrado" (Auto T.S. de 24 de abril de 2.003).

En el mismo sentido la Sentencia del Tribunal Supremo núm. 1766/2003,


de 26 de diciembre, recuerda que "(....) el derecho a la defensa y a la asistencia
de Letrado está reconocido como un derecho fundamental en el artículo 24.2 de
la Constitución e implica la posibilidad del interesado de encomendar el
asesoramiento técnico en el proceso a un Letrado que merezca su confianza o,
en su defecto, a otro que le sea designado de oficio. Es un derecho que también
viene expresamente reconocido en el artículo 6 del Convenio Europeo para la

797
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Protección de los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas y en el


artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

En nuestro derecho procesal penal, en determinados momentos del


proceso, es un derecho de la parte que se convierte al tiempo en un requisito de
validez de las actuaciones procesales, pues el legislador ha entendido que, para
el correcto desarrollo de las mismas en condiciones adecuadas para una
efectiva defensa del acusado, o en general de las partes, es precisa la presencia
de un profesional que ostente la dirección jurídica de sus intereses. Así ocurre
en el momento del plenario en las causas por delito, en las que la defensa de
las partes debe estar necesariamente encomendada a un abogado…En este
sentido, es posible que el interesado cambie el letrado voluntariamente
designado cuantas veces lo considere oportuno, siempre que ello no suponga
un uso fraudulento del derecho con el consiguiente perjuicio para el proceso,
reflejado negativamente en los intereses en juego. En estos casos, el Tribunal
debe rechazar la pretensión al amparo del artículo 11.2 L.O.P.J. siempre que no
se acredite una razón objetivamente atendible".

Siendo así –y como acertadamente destaca el Ministerio Fiscal al


impugnar el motivo- aún admitiendo que la discordancia con el letrado, que
hasta un momento determinado dirigía sus intereses, se hubiese planteado de
improviso, y en circunstancias imposibles de prever y afrontar habrá de
reconocerse que la petición que le afectaba no podía ser recibida con
satisfacción por el tribunal.

Es sabido que la celebración de una vista oral de las características de


la que venimos analizando, requiere la conciliación de muchos y variados
intereses. Por ello la solicitud de alteración de las sesiones previstas –aunque
obedeciera a causas atendibles- supone un problema, que no puede agradar a
quien tiene que velar por su normal celebración.

Desde luego, en este contexto, entender que quien así actúa lo hace
faltando a la lealtad debida al órgano judicial no es una muestra de la falta de
imparcialidad del tribunal, que no fue cuestionada por el nuevo letrado que
asumió la defensa del recurrente interviniendo en las sesiones programadas, sin
que planteara recusación alguna.

798
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

207.- El motivo tercero se articula desde dos perspectivas, por


vulneración de precepto constitucional, al amparo del art. 852 LECrim y 5.4
LOPJ, en su vertiente del derecho a un proceso con todas las garantías, y
desde la perspectiva del art. 851.5 LECrim por quebrantamiento de forma
al haberse dictado sentencia por un número de magistrados inferior al que
marca la ley, al haberse dictado sentencia por un magistrado con las
facultades intelectivas y volitivas en suspenso durante la mayoría de las
sesiones del juicio oral.

El motivo refiere los diversos episodios en los que uno de los


magistrados que componían el tribunal carecía de las “facultades necesarias”
por encontrarse dormido.

Esta queja ha sido ya tratada por otros recurrentes –apartado a) del


motivo segundo de Alberto López viejo; motivo segundo del recurso de José
Luis Izquierdo López; motivo quinto de Pablo Crespo Sabaris-, bien desde la
perspectiva de vulneración constitucional del art. 24 (derecho a un proceso con
todas las garantías, bien desde el quebrantamiento de forma del nº 5 del art.
851 LECrim) por lo que nos remitimos a lo ya razonado para evitar repeticiones
innecesarias.

208.- El motivo cuarto por vulneración de precepto constitucional


en relación con los arts. 5.4 LOPJ y 24.2 CE al conculcarse el derecho del
recurrente a un proceso con todas las garantías en su vertiente del
derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial, de conformidad con lo
dispuesto en los arts. 6 CEDH y 14 PIDCP, y al amparo del art. 851.6 LECrim
al haber interesado la recusación de un magistrado y ser rechazada.

Entiende el motivo que concurría en el Magistrado D. Ricardo de Prada


circunstancias suficientes para dudar de la imparcialidad del mismo en el
enjuiciamiento de los hechos objeto del procedimiento, al tener un interés directo
en la causa, y así lo ha manifestado en diversas declaraciones públicas, por
guardar amistad íntima con quien fuera el instructor primigenio y cuyas

799
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actuaciones delictivas en esta causa fueron objeto de condena por


prevaricación, lo que conculca el derecho del justiciable a un proceso con todas
las garantías en su vertiente del derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial.

Alternativamente, y con la misma fundamentación, considera que la


recusación presentada contra el Sr. De Prada debió ser estimada, o en su caso,
concurriendo las circunstancias antedichas, el mismo, motu proprio, debió
abstenerse de conocer la causa.

Este tema ha sido también analizado en otros motivos, ya desde la


perspectiva de vulneración constitucional (art. 24 CE) ya desde la perspectiva
de infracción de legalidad ordinaria (art. 851.6 LECrim): apartado b) motivo
segundo de López Viejo; motivo segundo de Crespo Sabaris, por lo que
reiteramos lo ya argumentado en aras a su desestimación.

209.- El motivo quinto al amparo del art. 852 LECrim por infracción
de precepto constitucional por vulneración del derecho a un proceso con
todas las garantías y a ser informado de la acusación formulada contra el
acusado recogido en el art. 24.2 CE y también en el art. 6.3 a) del CEDH, al
entender que se ha vulnerado el derecho del recurrente a un proceso con
todas las garantías, ya que el auto de continuación del procedimiento de
26-11-2014, contenía hechos radicalmente distintos de los incluidos en el
auto de imputación de 5-3-2009, hechos desconocidos por esta parte,
sobre los que no fue informado su objeto de declaración judicial,
produciéndose de este modo una acusación, propiciada por el auto de 26-
11-2014, sorpresiva y sin posibilidad de ejercer el derecho de defensa
sobre la misma en la fase de diligencias previas. Aquella infracción fue
denunciada en el trámite de cuestiones previas del juicio.

Con independencia de que en el motivo no se detallan qué medios de


defensa no pudo ejercitar el recurrente como consecuencia del contenido del
auto de transformación de procedimiento abreviado de 26-11-2014, la
impugnación denunciada debe ser desestimada.

800
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el propio motivo se señala que entre el inicial auto de imputación de


5-3-2009 y el auto de transformación de 26-11-2014 se habían incorporado a
las actuaciones diversos informes:

- Informe global sobre expedientes de contratación del Ayuntamiento de


Pozuelo de Alarcón emitido el 22-5-2013 por la Unidad de Auxilio Judicial.

- Informe 98276/2013 de la UDEF de 4-11-2013 sobre el procedimiento


de adjudicación de expedientes 32/04 relativo al Congreso Nacional de Parques
y Jardines del 2004.

- Informe ampliatorio sobre el 31º Congreso Nacional de Parques y


Jardines del año 2004.

- Informe 98.856/14 de 26 de mayo de la Oficina Nacional de


Investigación contra el Fraude sobre Jesús Sepúlveda y la contratación del
Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón de empresas de Francisco Correa.

Se dice en el motivo que sobre estos informes el recurrente no fue


llamado a declarar, pero omite -tal como se desarrollará con mayor amplitud en
el motivo siguiente- que en la segunda citación que se le hizo para declarar por
providencia de 5-2-2013, a instancia del Ministerio Fiscal y a la vista de la
documentación incorporada a las actuaciones desde el 18-3-2009, en que se
negó por primera vez a declarar, por considerar que esa nueva documentación
corroboraba indiciariamente los hechos que se le imputaban, consistentes en la
percepción de cuantiosas dádivas procedentes del entorno de Francisco Correa,
al comparecer el 13-2-2013, aunque también se negó a declarar, fue informado
por el juez de los delitos que se le imputaban: cohecho, prevaricación,
malversación de caudales públicos y contra la Hacienda Pública, delitos que
guardan coherencia con el relato del auto de transformación de fecha 26-11-
2014.

Siendo así, no puede entenderse cometida la vulneración del derecho de


defensa denunciada, máxime cuando desde el anterior auto de transformación
de procedimiento -26-11-2014- hasta el inicio de las sesiones del juicio oral -4-
10-2016-, transcurrieron casi dos años durante los cuales Jesús Sepúlveda y su
representación letrada tuvieron ocasión y posibilidad de informarse de todos los

801
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pormenores del escrito de transformación y adoptar las precauciones


adecuadas y proponer las pruebas que consideraran pertinentes para su
práctica en el juicio oral en el ejercicio de su derecho de defensa.

210.- El motivo sexto por infracción de ley, al considerar


indebidamente inaplicados los arts. 131 y 132 CP por entender que los
hechos objeto de condena estaban prescritos.

Alega el recurrente que los hechos objeto de condena relativos al


apartado de Pozuelo de Alarcón estarían prescritos, pues, a pesar de que fue
imputado en razón de auto de 5-3-2009, y el último de los hechos atinentes a
dicho apartado de Pozuelo habría ocurrido el 22-1-2006, no es hasta el auto de
continuación del procedimiento de 27-11-2014, cuando se dirige la investigación
contra el recurrente por aquellos hechos.

Asimismo, considera que las responsabilidades penales derivadas del


bloque de hechos relativos a Castilla y León estarían asimismo prescritas, al
tratarse de hechos cometidos entre los años 2000 y 2003, sin que en el auto de
imputación de marzo 2009 se mencionara hecho relacionado con la mercantil
Spinaker 2000 SL, lo que permite afirmar que la prescripción de los delitos de
blanqueo de capitales y falsedad en documento mercantil no puede
considerarse interrumpida por aquel auto de 5-3-2009, sino con la notificación
del auto de apertura del juicio oral al Sr. Sepúlveda el 12-3-2015, fecha en que
ambos delitos estarían ya prescritos, de conformidad con lo dispuesto en los
arts. 131 y 132 CP.

El motivo, que guarda relación con el precedente, debe ser desestimado.

La sentencia recurrida, pág. 1238 y ss, al analizar la nulidad del auto de


apertura del juicio oral de 5-3-2015, razona que dicha cuestión ha de ser tratada
como si de una petición de prescripción se tratara, que, en todo caso, su plazo
ha de ser el de diez años, pues, entre los diferentes delitos de que ha venido
acusado JESÚS SEPÚLVEDA, uno de ellos es el de blanqueo de capitales, del
art. 301 C.P. que, por llevar aparejada una pena que, en toda su extensión,
puede llegar hasta los seis años de prisión, hace que debamos estar a ese plazo

802
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de prescripción de diez años. Es cierto, como decía la defensa, que este delito
es en relación con hechos correspondientes al apartado Castilla y León, pero
ello no quita para que su plazo de prescripción arrastre a otros delitos con menor
plazo, por razón de su conexidad, en atención a ese criterio de unidad delictiva,
con idéntica finalidad ilícita, que guía toda la actividad defraudatoria desplegada
por este acusado, al que se ha hecho mención al tratar, por ejemplo, la
prescripción invocada por la defensa de LUIS BÁRCENAS. Sin embargo, ni
siquiera estando al plazo de cinco años, la prescripción invocada ha de ser
atendida.

En efecto, repasando las actuaciones, vemos que el auto de 05/03/2009,


en su hecho primero, punto 3, recoge unos hechos que presentan la suficiente
apariencia de relevancia penal, como para poder subsumirlos en un delito de
cohecho, en cuanto se está describiendo que, al menos, JESÚS SEPÚLVEDA
ha percibido unas cantidades de dinero, y recibido un regalo, consistente en un
vehículo Range Rover, que, en principio, no eran susceptibles de ser
desvinculados de su cargo como Alcalde de Pozuelo de Alarcón, de manera
que, si en ese mismo auto, entre otros datos, se hace mención a apuntes de
entregas de dinero a JS hasta febrero de 2005, como también que el contrato
de renting sobre el Range Rover es de abril de 2004, y resulta imputado en el
auto de 05/03/2009, es una evidencia que ese periodo de tiempo es inferior a
cinco años, en cuyo transcurso ha habido una actuación procesal interruptora
de la prescripción, porque no hay duda de que el referido auto es de la suficiente
relevancia como para producir dicho efecto interruptor.

Por otra parte, la segunda citación que se le hace para declarar es en


providencia de 05/02/2013 (folio 126, tomo 173 D.P. 275/08, principal), y es en
base a un anterior informe, 488/13 (folio 123), del M.F., fechado el día anterior,
en que solicita que sea nuevamente oído como imputado, a la vista de la
documentación incorporada a las actuaciones desde el 18/03/2009, en que se
negó por primera vez a declarar, por considerar que esa “nueva documentación
corrobora, indiciariamente, los hechos que se le imputaban y que consistían,
básicamente, en la percepción de cuantiosas dádivas procedentes del entorno
de Francisco Correa Sánchez, bien en efectivo bien en forma de viajes, coches
u otros regalos, al menos, desde el año 2000 hasta mayo de 2005”, y sucede

803
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que en esta segunda ocasión que comparece, el 13/02/2013, aunque también


se niega a declarar, le informa el Juez que los delitos que se le imputan son el
de cohecho, prevaricación, malversación de caudales públicos y contra la
Hacienda Pública, y que en el auto de acomodación a P.Ab., de 26/11/2014, hay
un relato que guarda coherencia con las imputaciones anteriores y es lo
suficientemente extenso como para conocer que los hechos que se le atribuyen
guardan coherencia con los que luego se relatan en el escrito de acusación del
M.F., con lo que vemos que el objeto del proceso, que se ha mantenido desde
el inicio, se ha ido perfilando y concretando de manera más acabada a lo largo
de la instrucción, y siempre ofreciendo la oportunidad al acusado a que fuera
dando respuesta a las novedades que esa dinámica instructora pudieran
afectarle.

Ante estas circunstancias, no podemos admitir que se ampare en que no


conocía los hechos que se le imputaban, y que por ello no declaró, para, desde
ahí, dar el salto a invocar la prescripción que invoca, máxime cuando, al margen
de que consideramos que en todo momento ha estado debidamente informado
de las imputaciones dirigidas en su contra, la defensa pudo y debió solicitar que
fuera oído en nueva declaración, porque posibilidad le daba para ello el art. 400
LECrim, si estimaba que no se le había preguntado sobre algún extremo con la
precisión que ella consideraba que debía preguntársele. En este sentido nos
remitimos al pasaje del FJ 22 de la STS 905/2014, de 29/12/2014, transcrito al
tratar las cuestiones previas de JUAN JOSÉ MORENO, y concluimos reiterando
lo que allí expusimos, cuando decíamos que, si la instrucción había aportado
alguna circunstancia nueva que fuera de interés para este acusado, y no tomó
iniciativa alguna en relación con ella, no puede ahora quejarse por tal omisión,
cuando en su mano estuvo la posibilidad de precisar con mayor concreción algo
sobre lo que ya se le informó y preguntó.

En consecuencia con lo expuesto, la prescripción invocada como


cuestión previa no ha de ser atendida>>.

Argumentación que debe ser asumida y que implica la desestimación del


motivo, debiendo solo precisarse que la interrupción de la prescripción en
relación a los hechos investigados en el bloque Castilla-León, no sería la fecha

804
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de notificación del auto de apertura del juicio oral al recurrente -12-5-2015-, sino
la fecha en que en la comparecencia para declarar por segunda vez –y negarse
a declarar- 13-2-2013, fue informado de los hechos que se le imputaban.

211.- El motivo séptimo por quebrantamiento de forma, art. 851.1


LECrim, al no expresarse de forma clara y terminante cuales son los
hechos que se consideran probados en relación con el recurrente, al
resultar cierta incomprensión del relato fáctico, bien por existir omisiones
sustanciales y carencia de supuestos fácticos de relevancia a la hora de
individualizar la concreta conducta del acusado para su condena por un
delito de blanqueo de capitales en concurso medial con un delito de
falsedad.

En el apartado dedicado a Castilla y León, la incomprensión del


relato se concreta en que el recurrente no forma parte del relato
transversal, apareciendo de forma intermitente mediante añadidos
inconexos con los hechos que se describen, que no terminan de clarificar
cuál es su situación dentro de los hechos planteados y provocan una
laguna o vacío en la descripción histórica del hecho, dando lugar a la
imposibilidad de subsunción del hecho penalmente típico.

Señala en este sentido que después de referirse a los Sres. Bárcenas,


Merino y Correa, en la descripción histórica basada en la recepción de
cantidades en compensación por la intermediación que se dice tuvieron, se
incluye añadido a posteriori y de forma independiente al recurrente, -lo que
abunda en esa incomprensión-, sin conexión con aquella descripción histórica,
para enlazar con unas gratificaciones del grupo ROS ROCA, que ni siquiera
concreta y al hecho de encubrir su actuación desde la sociedad SPINAKER.

Alega que no se explica ni comprende porque no se le incluye en el


primer párrafo, donde no se hace referencia al recurrente en la introducción
entre los tres sujetos que se consideran partícipes de los hechos y el supuesto
acuerdo para obtener compensaciones por intermediar en adjudicaciones y se
le incluye novedosa e inconexamente en determinadas partes del relato. El

805
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

hecho de incluirle de forma independiente, abunda en esa desconexión o falta


de relación con los hechos que se narran en el relato histórico.

Según el recurrente, dicho relato no permite comprender cuál fue la


participación y conocimiento que se le atribuyen en relación con los hechos que
se describen. La inconexión existente entre los hechos descritos y la inclusión
intermitente y aleatoria en los mismos del Sr. Sepúlveda, impide la subsunción
que luego se hace respecto el mismo en el tipo penal.

El motivo se desestima.

La jurisprudencia, por ejemplo STS 945/2004, de 23-7; 94/2007, de 14-


2; tiene declarado que es un requisito imprescindible de las sentencias penales
la existencia de un relato de hechos probados que permita en comprensión no
sólo por el justiciable al que afectan directamente, sino también por el tribunal
que conoce la sentencia en vía de recurso y, además, pro la sociedad en su
conjunto, en cuando pueda tener interés en acceder a una resolución pública
dictada por los tribunales. Con los hechos declarados probados en la sentencia
haría relacionarse los fundamentos jurídicos de la misma, lo que exige que la
descripción de lo que la sentencia considera probado sea lo suficientemente
contundente y desprovista de dudas, al menos en los aspectos a los que se
aplica el derecho, como para permitir la adecuada subsunción de la conducta
en el correspondiente precepto sustantivo, de forma que la relación de hechos,
su calificación jurídica y el fallo formen en todo congruente.

Reiterada doctrina jurisprudencial ha entendido que la sentencia debe


anularse cuando se aprecie en el relato fáctico una insuficiencia descriptiva que
lo haga incomprensible o difícilmente inteligible , bien por una omisión total de
versión fáctica, bien por omisiones parciales que impidan su comprensión; bien
por el empleo de frases ininteligibles o dubitativas que impiden saber lo que el
tribunal declare probado efectivamente, o bien por contener la sentencia un
relativo de hechos constando de tal forma que conduzcan a la duda acerca de
si el tribunal los está declarando probado o no. Siendo necesario además que
los apuntados defectos supongan la imposibilidad de calificar jurídicamente los
hechos (STS 1610/2001, de 17-9; 559/2002, de 27-3).

806
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los requisitos que conforme a reiterada doctrina jurisprudencial (STS


1006/2000, de 5-6; 471/2001, de 22-3; 717/2003 de 21-5; 474/2004, de 13-4;
1253/2005; de 26-10; 1538/2005, de 28-12; 877/2004, de 22-10; 24/2010, de 1-
2) hacer viable a este motivo son los siguientes.

a) Que en el contexto del hecho probado se produzca la existencia de


imprecisión bien por el empleo de términos o frases ininteligibles, bien por
omisiones que hagan incomprensibles el relato, o por el empleo de juicios
dubitativos, por la absoluta carencia de supuesto fáctico o por la mera
descripción de la resultante probatorio sin expresión por el juzgador de lo que
considerar probado.

Este requisito compuesta, a su vez, la exigencia de que el vicio


provisional de la fallo de claridad debe ubicarse en el hecho probado, debe ser
interna y no podría oponerse frente a otros apartados de la sentencia, y sobre
ser gramatical, sin que para su alegación frente a una falta de comprensión
lógica a argumental, cuya impugnación debiera articularse por otras vías, como
el error de derecho.

b) la incomprensión, la ambigüedad, etc…del relato fáctico debe estar


causalmente relacionado con la calificación jurídica de la sentencia. La falta de
claridad impide la comprensión del hecho probado e impide una correcta
subsunción.

c) además la falta de claridad debe producir una laguna o vacío en la


descripción histórica del hecho que se declare probado.

d) Las imprecisiones en cuanto a fechas o intervención de personas


podrían dar lugar a la falta de claridad en función de la prueba practicada pues,
si bien es exigible la mayor precisión en cuantos datos fácticos sean necesarios
para la calificación, su incomprensión por falta de acreditaciones, no dará lugar
al vicio procesal, pues el hecho probado debe recoger aquellos que
efectivamente resultan acreditados.

Pues bien, el relato fáctico de la sentencia sí evidencia la participación


del recurrente en los hechos.

807
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así, en el apartado IV Castilla y León (pág. 222 sentencia) en el que se


describe la “actividad común de Luis Bárcenas y Jesús Merino” se declara
probado:

<<Además de la relación ya descrita de FRANCISCO CORREA con


LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, a la sazón Senador por el Partido Popular entre
el 14/03/2004 y el 19/04/2010, Gerente entre 1990 y junio de 2008 y Tesorero
de dicho partido entre esta fecha y hasta julio de 2009, entabló igualmente
relación a principios del presente siglo, con JESÚS MERINO DELGADO,
abogado, también miembro del Partido Popular y de su Comité ejecutivo
nacional, quien ocupó el cargo de Diputado entre el 05/04/2000 y el 15/01/2008
y entre el 01/04/2008 y el 19/04/2010; el de Consejero de Fomento de la Junta
de Castilla y León entre 1991 y 1999 y Vicepresidente de la misma entre 1995
y 1999, años en los que fue también Procurador de las Cortes de dicha
Comunidad Autónoma hasta el 27/03/2000.

Los tres citados acusados, junto con PABLO CRESPO, puestos de


acuerdo, aprovechando la influencia que LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO
tenían por razón de los cargos que ocupaban dentro de su formación política, y
con la finalidad de procurarse un ilícito enriquecimiento, urdieron una estrategia
para obtener adjudicaciones de obra pública a favor de empresas de confianza
de FRANCISCO CORREA y que este pudiera controlar, a cambio de
gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que este distribuía en efectivo
y, en el caso de LUIS BÁRCENAS, también en forma de viajes y servicios que
encubría con facturas ficticias.

Una parte de las cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por


favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas, a fin de ocultar su propiedad
LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y también el acusado JESÚS SEPÚLVEDA
RECIO, mayor de edad, decidieron que se canalizaran a través de la sociedad
SPINAKER 2000 SL, que les proporcionó LUIS DE MIGUEL y gestionaba
PABLO CRESPO (...)>>.

Es decir, se narra la participación de diversas personas alrededor de las


ilícitas actividades ilegales de LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO, una de

808
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

esas personas es el recurrente, que participa en el ocultamiento de las


cantidades de procedencia ilícita a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL.

Continúa dicho relato (pág. 224) narrando hechos que, efectivamente, no


afectan al recurrente, porque no hay constancia de su participación en ellos,
pero también se narran otros en lo que sí hay tal constancia, así se dice <<Como
también, en unión, además, de JESÚS SEPÚLVEDA (Senador por el Partido
Popular entre el 29/06/1993 y el 12/06/2003 y Alcalde de Pozuelo de Alarcón
desde el 14/06/2003 hasta el 11/03/2009), aprovechándose de las ventajas que
podían obtener como consecuencia de los puestos oficiales que ocupaban y su
ascendencia sobre cargos públicos del P.P. desde los que poder conseguir
adjudicaciones, percibieron gratificaciones del grupo ROS ROCA, que no ha
sido posible concretar, si bien, en este caso, encubriendo su actuación desde la
sociedad SPINAKER 2000 SL, a través de la cual se recibieron esos cobros
(...)>>, posteriormente se narra en el subapartado 2.1 <<Cobros de empresas
beneficiarias de adjudicaciones>>.

<<Entre 2002 y 2003 percibieron los siguientes cobros.

* El 08/01/2002, FRANCISCO CORREA recibió de Enrique Carrasco


Ruiz de la Fuente, administrador de distintas UTEs, la cantidad de 17.500.000
pts. (105.177,12 €), de los que, por su mediación, él se quedó con 6.500.000
pts. (39.065,79 €) y repartió, entre otros, con LUIS BÁRCENAS 4.500.000 pts.
(27.046 €) y con JESÚS SEPÚLVEDA 2.000.000 pts. (12.020,24 €).

* De Plácido Vázquez Diéguez, que en 2002 trabajaba para SUFI SA,


que recordemos que presidía Rafael Naranjo, hubo diferentes cobros:

- Uno de ellos el 05/02/2002, fueron 10.000.000 pts. (60.101,21 €), que


se repartieron, a razón de 2.000.000 pts. (12.020 €) cada uno, entre
FRANCISCO CORREA, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS
SEPÚLVEDA. (...)>>

<<2.2 Cobros percibidos a través de SPINAKER 2000 SL.

SPINAKER 2000 SL no es sino una estructura fiduciaria, creada “ad hoc”


por LUIS DE MIGUEL, quien, en un principio, figuró como su administrador

809
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

único, puesta al servicio de FRANCISCO CORREA, cuya constitución, así como


ampliación de capital se realizó con fondos de procedencia ilícita aportados por
este (17.000.000 pts. para su constitución, y 7.000.000 pts. para la ampliación
de capital), el cual, formalmente, figuraba como único socio, así como al servicio
de otros socios más, de hecho, cuya constitución conocían, entre ellos, LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO, JESÚS SEPÚLVEDA y otras personas a
quienes no se acusa, que formaron parte real de su accionariado y participaban
en sus beneficios.

(...)

SPINAKER es una estructura opaca, en realidad un holding de


empresas, que aglutina varias más, bajo el control de FRANCISCO CORREA,
en cada una de las cuales se colocan esos otros distintos socios para canalizar
y controlar lo que, en cada caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto
común para el que se crea el holding, que no es otro que conseguir beneficios
ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además, se trata de darles una
apariencia lícita a través de alguna de las sociedades, como se hizo con
RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un vehículo mediante el que se ha
canalizado una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas
falsas, con la que se obtienen unos beneficios que también se reparten entre
sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de
facturas.

Su estructura societaria respondía al esquema idóneo para conseguir la


opacidad fiscal que se buscaba con ella, de doble pantalla (Nevis=>Reino
Unido=>España), dificultando con ello la identificación de su titular formal (...)

Formando parte de este holding controlado por FRANCISCO CORREA


a través de SPINAKER, están LANGA DE DUERO, ENERCORR XXI y
RIALGREEN.

Por medio de SPINAKER se llevan a cabo distintas gestiones a favor del


grupo ROS ROCA ante distintas administraciones, grupo con el que tenían
vinculaciones JESÚS MERINO y LUIS BÁRCENAS.

810
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es a través de RIALGREEN, empresa de FRANCISCO CORREA, como


este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los
13.927 € que se reparten, como beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la
vez que se valen de esta para ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA 127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública.

En cuanto a la relación de SPINAKER con el grupo ROS ROCA, están


las inversiones que, a través de aquella, se hacen en LANGA DE DUERO
ENERCORR, empresa perteneciente a dicho grupo empresarial, en que
participaba LUIS BÁRCENAS a través de SPINAKER, y en cuyo grupo introdujo
a JESÚS MERINO, para el cual, aprovechándose de sus relaciones con
personal colocado en los organismos oportunos, realizaron gestiones ante
distintas administraciones para que las empresas del grupo resultaran
favorecidas en la adjudicación de plantas de purines, así como en la concesión
de créditos FAD.

Es, por lo tanto, SPINAKER una estructura societaria real, que crea LUIS
DE MIGUEL para FRANCISCO CORREA, en la que entran a formar parte, como
socios de hecho, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESUS SEPÚLVEDA,
que se pone al servicio de todos ellos, quienes tienen interés en las operaciones
o negocios que, a través de ella, se puedan conseguir, y en la que estos socios
reales, prevaliéndose del ascendente del que podían abusar por razón de sus
cargos, y de los contactos sobre los que, gracias a esa autoridad, podían ejercer
influencia para favorecer la actividad relacionada con el sector público, se
dirigían a otras autoridades o funcionarios de su misma formación política,
situados en puestos de decisión, con la finalidad de favorecer la actividad del
grupo ROS ROCA tanto en lo relativo a la obtención de subvenciones para
plantas de tratamiento de purines, como a la concesión de Fondos de Ayuda al

811
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Desarrollo (FAD), gestiones por las que pactaron el pago de las


correspondientes ilícitas comisiones, que se repartirían entre ellos, así como con
JESÚS SEPÚLVEDA conocedor de todo ello, pero que, sin embargo, no
tenemos constancia de cómo llegaron a cobrar y en qué cuantía beneficios>>.

Nos encontramos ante un entramado de entidades mercantiles,


actividades ilícitas y participes en las mismas con diversas funciones. La
descripción de todo ello conlleva una enorme dificultad, pero ello no obsta para
señalar que, de forma clara y cristalina, dicho relato evidencia la participación
concreta del recurrente en el ocultamiento de los bienes de procedencia ilícita
que se describen. Es decir, no se produce ninguno de los elementos exigidos
por la jurisprudencia de esa Excma. Sala, para alegar oscuridad en el relato
factico, entre otras, la STS 98/2006, de 8 de febrero. El expresado relato factico
es nítidamente comprensible de lo que realmente pretende manifestar, utiliza
frases inteligibles, no hay ninguna omisión sustancial ni empleo de juicios
dubitativos. En otras palabras, en el relato de hechos no presenta
“incomprensión, dudas, confusiones u omisiones”.

Relato fáctico que se complementa con afirmación fáctica contenida en


la fundamentación jurídica, (pág. 1222 sentencia) al insistir en que “la base de
esta acusación está en la constitución de la sociedad Spinaker, respecto de la
cual decíamos en el relato fáctico que una parte de las cantidades de
procedencia ilícita, obtenidas por favorecer irregulares adjudicaciones públicas,
a fin de ocultar su propiedad, Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda
Recio decidieron que se canalizaran a través de la sociedad Spinaker 2000 SL,
que a instancia de Francisco Correa, le proporcionó Luis de Miguel con los
mismos fines de opacidad fiscal que había creado otras sociedades.

El motivo, por lo expuesto, debe ser desestimado.

212.- El motivo octavo al amparo del art. 852 LECrim por infracción
de precepto constitucional, al haberse vulnerado el derecho fundamental
del recurrente a la presunción de inocencia, garantizado en el art. 24 CE
por no existir prueba de cargo suficiente, ni una motivación lógica

812
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

respecto de su participación como “socio de hecho” de la mercantil


Spinaker 2000 SL, ni del cobro y origen ilícito de la cantidad de 13.927 €
que se atribuyen para su condena por el delito de blanqueo de capitales.

Considera que no existe, ya no prueba, sino hecho que acredite o


justifique que el recurrente intervino ni intermedió en cualquiera de las
adjudicaciones con las que hipotéticamente Spinaker SL se nutría, ni a su vez
existe prueba y fundamento lógico que explique que ésta se nutría con
comisiones de aquél, siendo la única cantidad atribuida al mismo, ajena a
Spinaker y de origen lícito.

Además la sentencia impugnada adolece de una irracional valoración del


conjunto probatorio obrante en las actuaciones y practicado en el plenario, y ello
porque no hay prueba de la creación del entramado societario y su participación
como socio de “hecho” de la sociedad Spinaker 2000 SL junto con Luis Bárcenas
y Jesús Merino, que era titular de un 50% de Realgreen SL, así como que fuera
a través de esta empresa de Francisco Correa, como Luis Bárcenas, Jesús
Merino y Jesús Sepúlveda, cobran, cada uno, 13.927 € que se reparten como
beneficios por ser socios de Spinaker, a la vez que se valen de esta para ocultar
su participación en aquélla.

Las cuestiones que se plantean en el motivo son similares a las


analizadas en el motivo segundo del coacusado Jesús Merino –también socio
de “hecho” de Spinaker y perceptor de 13.927 €- en el que se detalla la prueba
valorada por la Sala de instancia, a la que nos remitimos para evitar repeticiones
innecesarias, debiendo solo recordar que la alegación sobre vulneración de
presunción de inocencia no admite consideraciones relativas a la corrección de
la subsunción. No puede examinarse aquí si el tribunal respetó la ley penal al
calificar los hechos probados como constitutivos del delito de blanqueo que
describe. El examen ha de limitarse a verificar si la declaración de hechos
probados se sustenta en pruebas de cargo válidas, debidamente practicadas y
valoradas conforme al criterio humano racional, ni siquiera que el recurrente
sostenga que, si el tribunal hubiera valorado las pruebas como él las valora, la
conclusión habría sido una sentencia absolutoria. Como hemos reiterado en
este marco la cuestión no consiste en comparar las distintas valoraciones

813
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

posibles, sino establecer si la valoración efectuada por el tribunal resiste el


análisis desde las exigencias de la lógica, las máximas de experiencia y los
conocimientos científicos aplicables al caso.

213.- El motivo noveno, al amparo del art. 849.1 LECrim, al haberse


aplicado indebidamente el art. 301 CP, al no ser los hechos probados
constitutivos de un delito de blanqueo de capitales por cuanto el dinero
que se dice percibido, 13.927 €, es de origen lícito.

Argumenta que los 13.927 €, cuya percepción se atribuye a Luis


Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda son de procedencia lícita al ser en
realidad beneficios que se obtienen del contrato suscrito entre Realgreen SL y
el PP, los cuales salen directamente de Realgreen SL mediante cinco facturas
mendaces, añadiendo que, en todo caso, lo que se hizo fue ocultar su destino,
es decir, los destinatarios, lo que no constituye delito.

El motivo es también coincidente con el articulado en tercer lugar por el


coacusado Jesús Merino, por lo que damos por reproducido lo allí razonado,
reiterando que aquel contrato con el Partido Popular no cabe considerarse como
un contrato aislado, Realgreen no es sino una parte de ese todo que es Spinaker
y de ésta última se valen Francisco Correa, Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús
Sepúlveda para ocultar su participación en las sociedades Realgreen y Langa
de Duero Enercor XXI, tal como explicita la sentencia recurrida en la
fundamentación jurídica “la base de esta acusación está en la constitución de la
sociedad Spinaker, respecto de la cual decíamos en el relato fáctico que una
parte de las cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por favorecer
irregulares adjudicaciones públicas, a fin de ocultar su propiedad, Luis
Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda Recio decidieron que se canalizaran
a través de la sociedad Spinaker 2000 SL que, a instancia de Francisco Correa,
les proporcionó Luis de Miguel con los mismos fines de opacidad fiscal que
había creado otras sociedades” (pág. 1222).

814
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

214.- El motivo décimo al amparo del art. 849.1 LECrim por


infracción de ley al haberse aplicado indebidamente el art. 301 CP, por
cuanto no solo el dinero que se dice percibido es de origen lícito, sino que
no se especifica cuál sería el delito grave antecedente requerido en el tipo
penal aplicable al momento de los hechos.

Alega el recurrente que la jurisprudencia establece que la existencia del


delito grave constituye un elemento objetivo (normativo) del tipo y, aunque la
sentencia repita la referencia a comisiones “ilícitas” no aparece definido ni se
aprecia ese elemento del tipo consistente en determinar el delito grave origen
de los bienes que se dicen blanqueados.

Añade que menos puede considerarse la existencia del elemento


subjetivo “a sabiendas” en el conocimiento que se atribuye al recurrente
respecto de un delito que la sentencia no ha sido capaz de definir.

El motivo debe ser desestimado.

Como ya hemos razonado en motivos anteriores, el delito de blanqueo


de capitales suele presentar problemas probatorios en relación con dos
aspectos: la procedencia delictiva del dinero o de los bienes y el conocimiento
que el autor debe tener de esa procedencia delictiva. Efectivamente el tipo exige
que el autor realice determinadas conductas que se describen en el art. 301 CP,
sabiendo que los bienes o el dinero blanqueados “tienen su origen en un delito
grave” (redacción anterior a la LO 15/2003, tras ésta “en un delito” y en la
actualidad desde la LO 5/2010 “en una actividad delictiva”). Lo cual exige probar
que los bienes proceden de un delito grave y que el autor lo sabía. La
jurisprudencia ha señalado (STS 501/2019, de 24 de octubre, entre otras) que
“el blanqueo de capitales no es un delito de sospecha: exige como cualquier
otro, prueba de la concurrencia de todos y cada uno de sus elementos típicos,
entre los que se encuentra el origen criminal (y no meramente ilícito, ilegal o
antijurídico) de los bienes”.

La prueba de esos extremos no siempre resulta sencilla, pues cuanto


mayor y más eficaz es la red delictiva, más complejo resulta el sistema de
protección y ocultación de los beneficios obtenidos, con creación de sociedades

815
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

instrumentales e instrumentos financieros mediante los que se hace circular el


dinero para una vez disimulado su origen y la identidad de su propietario, volver
al circuito legal de movimiento e inversión de capitales.

A pesar de esas dificultades, los principios que informan la aplicación del


Derecho Penal, no permiten atribuir al delito de blanqueo un régimen probatorio
diferenciado de los demás delitos. Es necesario, pues, superar los límites de la
duda razonable, alcanzando una certeza objetiva respecto de los dos extremos
antes mencionados. No se precisa, sin embargo, una condena previa del delito
base del que proviene el capital objeto de blanqueo, siendo bastante con
establecer la relación con actividades delictivas y la inexistencia de otro posible
origen del dinero, en función de los demás datos disponibles.

Por ello, dadas las particularidades del delito, es habitual el recurso a la


prueba indiciaria. En este sentido se suele tener en cuenta, en primer lugar, el
incremento inusual del patrimonio o el manejo de cantidades de dinero que por
su elevada cantidad, dinámica de las transmisiones y tratarse de efectivo
pongan de manifiesto operaciones extrañas a las prácticas comerciales
ordinarias; en segundo lugar, la inexistencia de negocios lícitos que justifiquen
el incremento patrimonial o las transmisiones dinerarias; y en tercer lugar, la
constatación de algún vínculo o conexión con actividades delictivas o con
personas o grupos relacionados con las mismas.

Esta cuestión también ha sido analizada en el motivo tercero del recurso


de Jesús Merino en el que expresamente se hace referencia a la procedencia
ilícita de las cantidades obtenidas por favorecer esas irregulares adjudicaciones
públicas y con el fin de ocultar su propiedad; Luis Bárcenas, Jesús Merino y
Jesús Sepúlveda decidieron que se canalizaran a través de la sociedad
Spinaker 2000, siendo esta sociedad el vehículo mediante el que se canaliza
una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas falsas, con la
que se obtienen unos beneficios que también se reparten entre sus socios de
manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de facturas.

En cuanto al conocimiento (“a sabiendas”) de su procedencia delictiva,


no se exige en el plano subjetivo, un conocimiento preciso o exacto del delito
previo -que, de ordinario se dará cuando se integran organizaciones criminales

816
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

amplias con distribución de tareas delictivas- sino que basta con la conciencia
de la anormalidad de la operación a realizar y la razonable inferencia de que
procede de un delito grave: y en el caso presente la sentencia declara probado
“en unión, además de Jesús Sepúlveda (Senador por el Partido Popular entre el
29-6-1993 y el 12-6-2003 y Alcalde de Pozuelo de Alarcón desde el 14-6-2003
hasta el 11-3-2009) aprovechándose de las ventajas que podían obtener como
consecuencia de los puestos oficiales que ocupaban y su ascendencia sobre
cargos públicos del PP desde los que poder conseguir adjudicaciones,
percibieron gratificaciones del Grupo Ros Roca, que no ha sido posible
concretar, si bien, en este caso, encubriendo su actuación desde la sociedad
Spinaker 2000 SL, a través de la cual se recibieron esos cobros”.

La queja del recurrente resulta, por tanto, infundada.

215.- El motivo décimo primero por infracción de ley al amparo de


lo dispuesto en el art. 849.1 LECrim por inaplicación de los arts. 72, 52.1 y
1 CP, así como por no existir una motivación adecuada, en relación con la
aplicación de la pena de multa prevista en el art. 301 CP al no razonarse
adecuadamente el grado y extensión de la pena impuesta.

Alega que, en todo caso, la cantidad de 13.927 € sería la única que


podría servir de base para el cálculo de la pena de multa del delito de blanqueo
de capitales por ser la única cantidad que habría percibido por su participación
en Spinaker 2000, el único bien cuyo teórico origen “ilícito”, habría “ocultado” o
“encubierto”.

El motivo es similar al décimo del recurso de Jesús Merino.

La multa que se impone a Jesús Sepúlveda por el delito de blanqueo es


la de la cuantía blanqueada multiplicada por 1,5 (art. 301 del CP: “multa del tanto
al triplo del valor de los bienes”), por tanto, prácticamente la pena mínima que
procedería imponer.

817
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto esa cuantía deriva de:

1) Fondos utilizados en la constitución de SPINAKER: 17.000.000 ptas.


(102.172,06 €) según se explicita en los fundamentos contenidos en las págs.
1044 y 1048.

2) Fondos utilizados en la ampliación de capital: 42.000 € [v. pág. 1046:


<<Estos 7.000.000 pts. es la cantidad que sale de España el 10/09/2001, (...)
desde la que vuelven a España, llegando 42.000 € a la cuenta de SPINAKER el
02/10/2001, bajo la cobertura de dicha ampliación de capital, que se documenta
en escritura pública el 29/10/2001, con lo que se consigue la opacidad que se
buscada y su finalidad de ocultar el propietario real de los fondos. Decíamos que
de SPINAKER se valen FRANCISCO CORREA, LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA para ocultar su participación en las sociedades
RIALGREEN y LANGA DE DUERO ENERCORR XXI>>].

El total es de 144.172,06 €, por lo que multiplicado por 1,5 resultan


216.258,09 €.

La pena impuesta (216.258 €) se sitúa en el grado mínimo y próximo al


límite inferior, es decir, con un criterio de menor intensidad dentro de la legalidad
establecida, tan próxima al mínimo que no precisa mayor justificación (v. STS
586/2017, de 20 de julio). Así las cosas, la pena ha sido correctamente
impuesta, sin que pueda prosperar la infracción legal que se invoca.

216.- El motivo décimo segundo al amparo de lo dispuesto en el art.


852 LECrim por haberse vulnerado el derecho fundamental a la presunción
de inocencia, garantizado en el art. 24 CE por no existir prueba de cargo
para sostener la condena efectuada por un delito continuado de falsedad
documental en relación con el apartado Castilla-León.

Afirma, en síntesis, la falta de prueba de cargo para sostener la condena


por un delito continuado de falsedad documental. Niega la existencia de prueba
o indicio para establecer que tuviera conocimiento alguno o capacidad de
dominio sobre la confección y emisión de las facturas falsas que daban

818
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cobertura al dinero recibido, cuestión que aborda igualmente en el motivo


siguiente –decimotercero-.

El motivo coincide en su desarrollo con el articulado en cuarto lugar por


el coacusado Jesús Merino, y en él ya razonábamos que la mendacidad de las
facturas –no negada por los recurrentes- está acreditada por la prueba
practicada en juicio oral (pág. 1056 y ss) y en virtud de esa valoración de los
elementos probatorios resulta acreditada la inferencia realizada por el tribunal
respecto al conocimiento, participación y decisión conjunta en la emisión de las
facturas falsas. Su confección se realizó, entre otros, a favor de este recurrente,
pues lo que se pretendía era dar una cobertura ficticia del dinero recibido, al
permitir las facturas la ocultación de la procedencia de los 13.927 € recibidos.

El motivo se desestima.

217.- El motivo décimo tercero al amparo de los dispuesto en el art.


849.1 LECrim por considerar infringido el art. 392.1 en relación con el art.
390.1.1º, 2º y 3º CP.

Sostiene que en el relato de hechos probados no se describe ni se


explicita ninguna intervención material directa o indirecta, en la confección o
emisión de las facturas falsas, tampoco se describe que tuviera conocimiento
directo de ello, o que lo conociera por ser socio oculto de Spinaker o por cobrar
las cantidades de Realgreen.

El motivo es coincidente con el quinto del recurso interpuesto por Jesús


Merino por lo que debe ser desestimado.

En efecto, como dijimos al analizar aquel motivo, el recurrente no respeta


los hechos probados en los que -conforme se ha expuesto más arriba- se recoge
(pág. 169):

<<RIALGREEN SL (TRE-CE), constituida el 16/09/2002, que pasó a


tener control sobre ella FRANCISCO CORREA a través de la sociedad
SPINAKER 2000 SL, que era titular de un 50% de RIALGREEN SL. (SPINAKER

819
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2000 SL estaba participada, como socios de hecho, por LUIS BÁRCENAS,


JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA>>.

Tras describir la estrategia urdida para obtener la adjudicación de


contratos, se afirma <<una parte de las cantidades de procedencia ilícita
obtenidas por favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas a fin de ocultar
su propiedad, LUIS BARCENAS, JESÚS MERINO y también el acusado JESÚS
SEPÚLVEDA decidieron que se canalizara a través de la sociedad SPINAKER
2000 que les proporcionó LUIS DE MIGUEL y gestionaba PABLO CRESPO>>
(pág. 222). De dicha sociedad era el recurrente <<socio de hecho, formaba parte
del accionariado y participaba de sus beneficios>> (pág. 225), <<SPINAKER es
una estructura opaca, en realidad un holding de empresas, que aglutina varias
más, bajo el control de FRANCISCO CORREA, en cada una de las cuales se
colocan esos otros distintos socios para canalizar y controlar lo que, en cada
caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto común para el que se crea el
holding, que no es otro que conseguir beneficios ilícitos, a repartir entre todos,
a los que, además, se trata de darles una apariencia lícita a través de alguna de
las sociedades, como se hizo con RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un
vehículo mediante el que se ha canalizado una inversión con fondos delictivos,
ocultados a través de facturas falsas, con la que se obtienen unos beneficios
que también se reparten entre sus socios de manera opaca, entre otras formas,
a través de este tipo de facturas>> (pág. 226), <<Es a través de RIALGREEN,
empresa de FRANCISCO CORREA, como este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS
MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los 13.927 € que se reparten, como
beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la vez que se valen de esta para
ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública>> (pág. 227).

820
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Resulta pues de los hechos probados, el acuerdo previo “decidieron”, el


“procedimiento” a través del cual repartirían dichas cantidades y la “justificación”
de las cantidades en metálico recibidas, a través de las facturas falsas que
proporcionaba LUIS DE MIGUEL.

Se declara probado, por tanto, una coparticipación del recurrente desde


el inicio (ideación del procedimiento) en la confección de las facturas falsas, en
cuanto que las mismas serían la “cobertura” para la justificación de los 13.927 €
que recibía el recurrente.

Siendo así, debe mantenerse la coautoría del recurrente, el delito de


falsedad, de acuerdo con reiterada jurisprudencia no es de propia mano, de
manera que se convierte en partícipe de su comisión aquel que se aprovecha
de la mendacidad que hubiere ejecutado un tercero, si con ello convierte su
acción en beneficiosa para los planes de aquél (STS 1032/2011, de 14 de
octubre), y no se impide la condena por autoría aunque se ignore la identidad
de quien ejecutara materialmente la confección falsaria del documento, siempre
que conste la intervención del acusado en el previo concierto para llevar la
misma o haya dispuesto del “dominio funcional del hecho”, bastando el concierto
y reparto de papeles para la realización, de modo que tanto es autor quien
falsifica, como quien se aprovecha de la acción, con tal que ostente o tenga el
condominio del hecho (SSTS 37/2006, de 25 de enero; 35/2010, de 4 de febrero)
y conocer que el documento incluye hechos no verdaderos (STS 307/2013, de
4 de marzo).

En el caso actual, tal como se ha razonado en motivos anteriores,


Rialgreen estaba participada por Spinaker y era el instrumento en esta sociedad
para determinadas operaciones. De modo que se trataba de hecho de la misma
empresa, de los mismos socios y con las mismas finalidades: la opacidad en
operación ilícita, en este caso, falsedades documentales por trabajos no
prestados con el fin de desviar fondos que luego se distribuyeron en Spinaker:
Y este segundo aspecto le relaciona con la operativa falsaria, dado que el
importe de las facturas falsas guarda íntima relación con el recurrente, toda vez
que percibió la parte proporcional de la facturación falsa, 13.927 € en concreto.
Operativa compleja porque Rialgreen recibe facturas falsas con cargo a cobros

821
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de sociedades de Luis de Miguel y éste, bajo la cobertura a Spinaker, lo


distribuye entre sus socios.

MOTIVOS RELATIVOS AL APARTADO POZUELO DE ALARCON

218.- El motivo décimo cuarto al amparo del art. 852 LECrim por
infracción del art. 24.2 CE.

Denuncia la conculcación del derecho a la presunción de inocencia


por insuficiencia de la actividad probatoria para condenarle por los delitos
de cohecho, prevaricación, fraude, malversación y tráfico de influencias.

Se basa dicha condena en la declaración de coacusados –Correa,


Fernández y García Pozuelo- sin que se den los requisitos exigidos para estimar
suficiente aquellas declaraciones. No ha existido una mínima valoración interna
sobre las mismas (test de fiabilidad), sobre los pactos que pudieran haber
alcanzado con la acusación, la falta de respuesta a preguntas que se
formularon, y los elementos corroboradores aducidos en la sentencia no
cumplen la función complementadora que exige una declaración de coimputado
como fundamento de una sentencia condenatoria. La sentencia incurre en una
valoración exacerbada de aquellas declaraciones frente al resto de pruebas de
signo contrario y absolutorio omitidas en su valoración o interpretadas
inexactamente en contra del reo.

Es cierto que la doctrina constitucional, consciente ya desde la STC


153/97, de 28 de septiembre, que el testimonio del coacusado solo de forma
limitada puede someterse a contradicción –justamente por la condición procesal
de aquél y los derechos que le son inherentes, ya que a diferencia del testigo no
solo no tiene la obligación de decir la verdad, sino que puede callar parcial o
totalmente en virtud del derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse
culpable que le reconoce a todo ciudadano su derecho a no colaborar con su
propia incriminación (SSTC 57/2002, de 11 de marzo; 132/2002, de 22 de julio;
132/2004, de 20 de septiembre), ha venido disponiendo una serie de cautelas,
para que la declaración del coacusado alcance virtualidad probatoria, y así ha

822
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exigido un plus probatorio, consistente en la necesidad de una corroboración


mínima de la misma.

En este sentido, la jurisprudencia ha establecido con reiteración (SSTS


1290/2009, de 23 de diciembre, 84/2010, de 18 de febrero, 60/2012, de 8 de
febrero), que las declaraciones de coimputados son pruebas de cargo válidas
para enervar la presunción de inocencia, pues se trata de declaraciones
emitidas por quienes han tenido un conocimiento extraprocesal de los hechos
imputados, sin que su participación en ellos suponga necesariamente la
invalidez de su testimonio, aunque sea un dato a valorar al determinar su
credibilidad (Cfr. STC 68/2002, de 21 de marzo y STS no 1330/2002, de 16 de
julio, entre otras).

Sin embargo, ambos Tribunales han llamado la atención acerca de la


especial cautela que debe presidir la valoración de tales declaraciones a causa
de la posición que el coimputado ocupa en el proceso, en el que no comparece
como testigo, obligado como tal a decir la verdad y conminado con la pena
correspondiente al delito de falso testimonio, sino como acusado y por ello
asistido de los derechos a no declarar en su contra y a no reconocerse como
culpable, por lo cual no está obligado legalmente a decir verdad, pudiendo callar
total o parcialmente.

En orden a superar las reticencias que se derivan de esa especial


posición del coimputado, la doctrina de esta Sala ha establecido una serie de
parámetros o pautas de valoración, referidas a la comprobación, a cargo del
Tribunal de instancia, de la inexistencia de motivos espurios que pudieran privar
de credibilidad a tales declaraciones, como la existencia de razones de
enemistad o enfrentamiento, odio o venganza, afán de autoexculpación u otras
similares. A estos efectos, han de valorarse, de existir, las relaciones existentes
entre quien acusa y quien es acusado.

En el examen de las características de la declaración del coimputado el


Tribunal Constitucional ha afirmado que "la declaración incriminatoria del
coimputado carece de consistencia plena como prueba de cargo cuando, siendo
única, no resulta mínimamente corroborada por otras pruebas", lo que ha sido
matizado en otras sentencias (STC 115/1998, 68/2001, de 17 de marzo y la

823
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

antes citada STC 68/2002) en el sentido de que "el umbral que da paso al campo
de libre valoración judicial de la prueba practicada está conformado en este tipo
de supuestos por la adición a las declaraciones del coimputado de algún dato
que corrobore mínimamente su contenido. Antes de ese mínimo no puede
hablarse de base probatoria suficiente o de inferencia suficientemente sólida o
consistente desde la perspectiva constitucional que desmarca la presunción de
inocencia".

No ha definido el Tribunal Constitucional lo que haya de entenderse por


corroboración, "más allá de la idea de que la veracidad de la declaración del
coimputado ha de estar avalada por algún dato, hecho o circunstancia externa,
debiendo dejar la determinación de si dicha mínima corroboración se ha
producido o no al análisis caso por caso"

(STC nº 68/2002, de 21 de marzo). Lo que el Tribunal Constitucional ha


exigido, como recuerda la STC 68/2001, es que "la declaración quede
«mínimamente corroborada» (SS TC 153/1997 y 49/1998) o que se añada a las
declaraciones del coimputado «algún dato que corrobore mínimamente su
contenido» (STC 115/1998), dejando, como no puede ser de otro modo, a la
casuística la determinación de lo que deba ser entendido por corroboración",
(SSTC. 118/2004 de 12.7, 190/2003 de 27.10, 65/2003 de 7.4, SSTS.
14.10.2002, 13.12.2002, 30.5.2003, 12.9.2003, 30.5.2003, 12.9.2003,
29.12.2004).

En este sentido las sentencias Tribunal Constitucional 102/2008 de 28.7,


FJ. 3 y 91/2008 de 21.7, F]. 33 recuerdan que este Tribunal viene declarando
por Io que hace a la invocada vulneración del derecho a la presunción de
inocencia, que "la declaración de un coimputado es una prueba "sospechosa"
en la medida en que el acusado, a diferencia del testigo, no sólo no tiene
obligación de decir la verdad, de modo que no puede convertirse en el único
fundamento de una condena penal (S TC 17/2004, de 23 de febrero, FJ 3). En
sentencias recientes, resumiendo nuestra doctrina al respecto, hemos afirmado
que "las declaraciones de los coimputados carecen de consistencia plena como
prueba de cargo cuando, siendo únicas, no resultan mínimamente corroboradas
por otras pruebas. Las reglas de corroboración se concretan, por una parte, en

824
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que no ha de ser plena, sino mínima, y, por otra, en que no cabe establecer que
ha de entenderse por corroboración en términos generales, más allá de que la
veracidad objetiva de la declaración del coimputado ha de estar avalada por
algún hecho, dato o circunstancia externa, debiendo dejarse el análisis caso por
caso la determinación de si dicha mínima corroboración se ha producido o no.

Igualmente hemos afirmado que los diferentes elementos de credibilidad


objetiva de la declaración —como pueden ser la inexistencia de animadversión,
el mantenimiento o no de su declaración o su coherencia interna- carecen de
relevancia como factores de corroboración, siendo necesario que existan datos
externos a la versión del coimputado que la corroboren, no en cualquier punto,
sino en relación con la participación del recurrente en los hechos punibles que
el órgano judicial considera probados. Por ultimo este Tribunal también ha
declarado que la declaración de un coimputado no puede entenderse
corroborada, a estos efectos, por la declaración de otro coimputado y que los
elementos cuyo carácter corroborador ha de ser valorada por este son
exclusivamente los que aparezcan expresados en las resoluciones judiciales
impugnadas como Fundamentos probatorios de la condena (por todas, SSTC.
230/2007 de 5.10 FJ. 3 0 y 34/2006 de 13.2), teniendo en cuenta en primer lugar,
que la exigencia de que la declaración incriminatoria del computado cuente con
un elemento externo de corroboración mínima directa o indiciaria sobre la
participación del condenado en los hechos que se le imputan sino, más
limitadamente, una prueba sobre la/ veracidad objetiva de la declaración del
coimputado respecto de la concreta participación del condenado (STC. 57/2009
de 9.3); y en segundo lugar, que son los órganos de instancia los que gozan de
la v inmediación y de un contacto directo con los medios de prueba, en el
presente caso, y desde la posición que ocupa este tribunal, debe concluirse que
los concretos elementos de corroboración referidos en la sentencia impugnada
cumplen con las exigencias constitucionales para superar los mínimos
necesarios que doten de suficiencia a la declaración del coimputado para
enervar la presunción de inocencia del recurrente.

Bien entendido, como se ha subrayado en SSTC. 160/2006 de 22.5 y


148/2008 de 17.11, que ha de resaltarse que el que los órganos judiciales
razonen cumplidamente acerca de la credibilidad de la declaración del

825
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

coimputado con base en consideraciones .tales como su cohesión o


persistencia, o en la inexistencia de animadversión, de fines exculpatorios en la
misma, o en fin, de una aspiración de un trato penal más favorable carece de
relevancia alguna a los efectos que aquí se discuten; esto es, tales factores no
se alzan, por sí mismos, en elementos externos de corroboración, sino que
únicamente cabe su aplicación cuando la prueba era constitucionalmente apta
para enervar la presunción de inocencia, por lo que es preciso que el testimonio
disponga, como paso previo, de una corroboración mínima proveniente de
circunstancias, hechos o datos externos al mismo. Así es, pues obvio resulta
que aquellas apreciaciones afectan, justamente, a la verosimilitud de la
declaración o, lo que es igual, a elementos o circunstancias propias o intrínsecas
a las personalidad o motivaciones del declarante, por lo que en modo alguno
pueden considerarse como hechos o datos autónomos que sirvan para
respaldar su contenido (SSTC 65/2003 de 7.4, 118/2004 de 12.7, 258/2006 de
11.9).

Ahora bien, si como ya se ha señalado, no cabe considerar elementos


de corroboración mínima la inexistencia de contradicciones o de enemistad
manifiesta, el Tribunal Constitucional ya ha reiterado que la existencia entre lo
declarado por un coimputado y las circunstancias del condenado atinentes a la
conducta delictiva "configuran una realidad externa e independiente a la propia
declaración del coimputado que la avalan" (SSTC. 233/2002 de 9.12, 92/2008
de 21 .7).

En definitiva, esta doctrina del TC podemos resumirla (STS. 949/2006 de


4.10) en los términos siguientes:

a) Su fundamento se encuentra en que estas declaraciones de los


coacusados sólo de una forma limitada pueden someterse a contradicción,
habida cuenta de la facultad de no declarar que éstos tienen por lo dispuesto en
el art. 24.2 CE que les reconoce el derecho a no declarar contra sí mismos y a
no confesarse culpables, lo que constituye una garantía instrumental del más
amplio derecho de defensa en cuanto que reconoce a todo ciudadano el derecho
a no contribuir a su propia incriminación.

826
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) La consecuencia que de esta menor eficacia probatoria se deriva es


que con sólo esta prueba no cabe condenar a una persona salvo que su
contenido tenga una mínima corroboración.

c) Tal corroboración aparece definida como la existencia de cualquier


hecho, dato o circunstancia externos apto para avalar ese contenido en que
consisten las declaraciones concretas de dichos coacusados.

d) Con el calificativo de "externos" entendemos que el TC quiere referirse


a algo obvio, como lo es el que tal hecho, dato o circunstancia se halle localizado
fuera de esas declaraciones del coimputado.

e) Respecto al otro calificativo de "externos", entendemos que el TC que


no puede concretar más, dejando la determinación de su suficiencia al examen
del caso concreto. Basta con que exista algo "externo " que sirva para atribuir
verosimilitud a esas declaraciones.

En el caso presente el tribunal valoró las declaraciones de tres acusados:


Alfonso García Pozuelo y Roberto Fernández, que en el plenario no contestaron
a las preguntas del letrado del hoy recurrente, y Francisco Correa.

Cuando el coacusado que comparece ante el tribunal, estando presentes


las partes, se niega a responder a las preguntas de la defensa, esta negativa no
supone una negación de la posibilidad de contradicción. No solo porque,
formuladas las preguntas por la defensa, no existe el derecho a una respuesta
fiable del coimputado, que puede negarse válidamente a declarar en el ejercicio
de su derecho constitucional, no siéndole exigible ninguna responsabilidad
aunque falte a la verdad, sino porque el silencio ante unas determinadas
preguntas también es valorable por el tribunal.

La STS. 129/2014 de 26.2, recoge este criterio de acuerdo con la STC.


219/2009 de 21.12, que señaló sobre este particular que al igual que sucedió en
los casos de las STC 2/2002, de 14-1, 38/2003, de 27-2; ó 142/2006, de 8-5- en
las que abordamos supuestos de validez de declaraciones sumariales de
acogerse al derecho a guardar silencio en dicho acto- en este caso puede
afirmarse que desde la perspectiva de la inmediación, el órgano sentenciador
tuvo en su presencia al autor del testimonio y puede, por ello, valorar su decisión

827
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de guardar silencio pese a sus declaraciones anteriores, atendiendo a las


exigencias de posibilidad del debate, el contenido incriminatorio de las
declaraciones sumariales en el que se documentaron, y finalmente, se respetó
la posibilidad de contradicción, al formularse por el Ministerio Fiscal las
preguntas que tenía intención de realizar, por lo que la defensa del acusado
pudo impugnar su contenido haciendo al respecto las alegaciones que estimara
oportunas".

Es cierto que en este caso como el coimputado rechazó en el plenario


hacer cualquier tipo de declaración, por lo que la defensa del acusado no pudo
interrogarle, pero ello no impidió que este recurrente dispusiera de una ocasión
adecuada y suficiente para realizar el interrogatorio del coacusado, aunque
aquél se negara a responder a las preguntas formuladas, pues ello — se dice
en la STC 142/2006, de 8-5, no infringe por sí mismo, el principio de
contradicción, ya que salvo que el juzgador, dando un intolerable paso atrás en
el tiempo, utilizara métodos proscritos en nuestro ordenamiento, o con abierta
vulneración del derecho constitucional a no declarar contra uno mismo
consagrado en el art. 24.2 CE, compeliera de algún modo al acusado a declarar
no le es atribuible que la contradicción no se haya cumplido de la forma
idealmente deseable, lo cual no supone, sin más, se reitera, una quiebra
constitucionalmente censurable de dicho principio, puesto que, según su
primera y fundamental formulación, "la garantía de contradicción implica... que
el acusado tenga la posibilidad de interrogar a quien declara en su contra para
de este modo controvertir su credibilidad y el contenido de su testimonio, pero
no conlleva necesariamente el derecho a obtener una respuesta, máxime
cuando la persona que decide no realizar manifestaciones, lo hace, como aquí
ha sucedido, en el ejercicio de un derecho constitucionalmente reconocido, sin
que por consiguiente, resulte justificable que la total contradicción se logre
postergando el derecho fundamental de un tercero.

De otro lado, en casos en que el coacusado se acoge a su derecho a no


autoincriminarse y en consecuencia, la contradicción no se muestra con la
plenitud abstractamente pretendida, ha de tenerse presente que el resto de las
partes con la exposición de preguntas, aún sin obtener respuesta (que, por lo
demás tampoco ofrecería una completa garantía de autenticidad, dada la

828
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

posibilidad del acusado de no contestar conforme a la verdad) pueden


introducirse, ante la inmediación judicial, las oportunas dudas sobre la veracidad
del declarante y refutar su versión de los hechos, pudiendo asimismo el Juzgado
ponderar la decisión de guardar silencio (STC 2/2002, de 14.1), de tal modo que
en definitiva, siempre que la defensa, siquiera sea de un modo atenuado, pueda
objetar el contenido de la declaración del coacusado realizando cuantas
alegaciones estime convenientes, quede salvaguardando el principio de
contradicción, siendo en última instancia el órgano judicial quien, apreciando
libremente la prueba en el ejercicio exclusivo de la potestad jurisdiccional que le
atribuye el art. 117.3 CE. ha de resolver finalmente acerca de la eficacia
probatoria de aquel testimonio para enervar la presunción de inocencia lo que
enmarca la cuestión justamente, no en el ámbito de este derecho, sino en el de
la valoración de la prueba.

Ahora bien, el tribunal tiene en cuenta otras pruebas como son las
testificales de Yolanda Estrada y Juan Carlos Pérez, que el recurrente cuestiona
por dar preferencia a sus declaraciones sumariales.

Respecto a la posibilidad de valorar declaraciones anteriores del


acusado o de un testigo no coincidentes con la prestada en el juicio oral en STS.
354/2014 de 9.6, 577/2014 de 12.7, se recuerda que es necesario recordar que
ciertamente constituye garantía esencial del derecho de defensa el que las
pruebas se practiquen en el plenario, bajo el juego ineludible de los principios
de publicidad, concentración, inmediación y contradicción, pero ello no impide
—como tiene esta Sala declarado, SSTS. 450/2007 de 30.5, 304/2008 de 5.6,
1238/2009 de 11.12- que el Tribunal de Instancia puede otorgar prevalencia
para fundar su convicción a la prueba practicada en la fase de instrucción sobre
la practicada en el plenario, caso de discordancia entre ambas, siempre que
aquella se halla practicado judicialmente con las debidas garantías y se halla
sometido a efectiva contradicción en el acto del juicio oral. Concretamente en el
caso de testimonios contradictorios previstos en el artículo 714 de la
L.E.Criminal, la doctrina constitucional y de esta Sala (S.T.C. 137/88, S.T.S. 14-
489, 22-1-90, 14-2-91 o 1 de diciembre de 1.995, sentencia no 1207/95), admite
que el Tribunal pondere la mayor o menor verosimilitud de las versiones
contrapuestas, contrastándolas con los datos deducidos de otras pruebas

829
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

practicadas y con la credibilidad de las razones expuestas para justificar las


contradicciones, correspondiendo al Tribunal de Instancia dicha valoración,
conforme a lo dispuesto en el artículo 741 de la L.E.Criminal.

Esta Sala igualmente ha declarado (ver S. 113/2003 de 30.1) que las


declaraciones de los testigos y los acusados aún cuando se retracten en el juicio
oral, pueden ser tenidas como actividad probatoria suficiente para enervar el
derecho fundamental a la presunción de inocencia sobre la base de la mayor
fiabilidad que pudiera tener la versión sumarial. Pero esta afirmación aparece
sujeta a determinados requisitos que inciden sobre la apreciación de la
credibilidad de la rectificación con confrontación de las distintas
manifestaciones, extremo que depende substancialmente de la percepción
directa que sólo tiene el Tribunal de instancia por la inmediación de la prueba
(Sentencias de 7 de noviembre de 1997; 14 de mayo de 1999). En otros
términos, la posibilidad de valorar una u otra declaración no significa un
omnímodo poder de los tribunales para optar por una u otra declaración, a modo
de alternativa siempre disponible por el solo hecho de existir en los autos una
declaración distinta de la prestada por el testigo, o en su caso coimputado, en
el Juicio Oral.

Jurisprudencialmente hemos requerido la concurrencia de circunstancias


que afectan tanto a las condiciones de validez de la prueba que permita su
valoración como a los criterios de valoración. Así, en primer término, para que
la declaración sumarial sea valorable en sentido objetivo, es decir susceptible
de ser valorada como material probatorio, es preciso que se incorpore al plenario
sometiéndose a la contradicción, exigencia condicionante de la propia idoneidad
probatoria de la declaración sumarial, sin la cual ésta no puede ser considerada
siquiera por el Tribunal de instancia en la formación de su convicción. Es
necesario para ello que se dé cumplimiento a lo dispuesto en el Art. 714 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal procediendo a la lectura de aquélla y permitiendo
a las partes someter la declaración a contradicción (SSTS. de 5 de noviembre
de 1996 y 20 de mayo de 1997; y STC. de 29 de septiembre de 1997). Sin esta
incorporación al plenario la declaración sumarial no es prueba, ni cabe ser
considerada.

830
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta exigencia presupone que la declaración que se incorpora al


enjuiciamiento, provenga del sumario, es decir, de la documentación de la
actuación judicial en investigación de un hecho delictivo, pues así lo exige el Art.
714 de la Ley Procesal, que refiere la posibilidad de dar lectura a las
declaraciones del sumario, esto es las practicadas en sede jurisdiccional con
exclusión de las celebradas ante la policía. Además tal declaración ha de ser
realizada con observancia de las reglas que rigen la práctica de estas
diligencias. Consecuentemente debe tratarse de declaraciones prestadas ante
el Juez de Instrucción reuniendo los requisitos exigidos por la Ley, pues fuera
de este supuesto no se trataría propiamente de diligencias sumariales de
prueba, de forma que, aún no satisfaciéndose el principio de contradicción en
aquella declaración, puesto que sucede con frecuencia, sobre todo cuando se
trata del denunciante, que su declaración se produce con anterioridad a la del
imputado, que dicho principio esencial del proceso se desenvuelve en el acto
del Plenario, mediante la lectura concreta y puntual de la diligencia, abriéndose
de esta forma a las partes la posibilidad de salvaguardar sus derechos (SS T S.
4.3.2002, 17.7.2002, 5.12.2003). Por otra parte, la contradicción que permite la
lectura de las obrantes en el sumario debe recaer sobre aspectos esenciales del
testimonio, como afirmaciones contradictorias o retractaciones totales o
parciales.

La declaración sumarial debe ser incorporada al juicio mediante su


lectura a petición de cualquiera de las partes como establece el Art. 714 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, pudiéndolo hacer el Tribunal de oficio (Art. 708
párrafo segundo LECr.). Como consecuencia de esa lectura ha de ser
interpelado el declarante sobre las razones de su divergencia siendo entonces
cuando el Tribunal puede sopesar la credibilidad de lo manifestado por el testigo
y decantarse por lo declarado en sumario o en Juicio Oral.

Con relación a esta última exigencia la jurisprudencia de esta Sala


Segunda y la del Tribunal Constitucional han relativizado el requisito formal de
la lectura considerando suficiente el que las diligencias sumariales hayan
aparecido en el debate del juicio por el procedimiento del Art. 714 0 por cualquier
otro que garantice la contradicción, siendo suficiente que las preguntas y
respuestas dadas en el Juicio Oral hagan referencia expresa a tales

831
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

declaraciones sumariales poniendo de manifiesto las contradicciones al objeto


de que pueda darse la explicación oportuna. Lo que no puede hacerse es traer
sorpresivamente desde el sumario a la sentencia, sin antes haber pasado por la
posibilidad de ser debatido en el juicio oral (principios de oralidad, publicidad,
contradicción e inmediación) ese dato que se incorpora al relato de hechos
probados. En todo caso lo que no es suficiente para que la declaración sumarial
pueda ser tenida en cuenta es el empleo de la expresión ritual "por reproducida",
práctica censurable inoperante para la efectiva entrada en el plenario de la
declaración sumarial, y rechazada por la doctrina jurisprudencial. Incorporada al
Juicio Oral la declaración sumarial, en cuanto a las condiciones de valorabilidad
de la declaración obrante en el sumario, analizamos las exigencias que deben
concurrir en la sentencia que la valora para comprobar, desde la perspectiva del
Control casacional de la presunción de inocencia, la correcta valoración de la
prueba y la correcta enervación del derecho a la presunción de inocencia.

En primer lugar, por la falta de inmediación de aquélla, la hipotética


mayor credibilidad frente a la declaración en Juicio Oral ha de apoyarse en su
verosimilitud objetiva lo que significa que en ese plano debe estar corroborada
por otras circunstancias periféricas u otros medios probatorios (SSTC. 153/97,
de 29 de septiembre; 115/98, de 1 de junio; y SSTS. de 13 de julio de 1998 y 14
de mayo de 1999). Es decir, la credibilidad objetiva precisa de la concurrencia
de hechos o indicios externos o periféricos a la declaración sumarial que la doten
de objetividad bastante para hacer razonable su valoración frente a la
declaración que, con observancia del principio de inmediación, se prestó en el
Juicio Oral.

En segundo término, y como consecuencia del anterior requisito, es


necesario que el Tribunal de instancia exprese las razones por las que se inclina
por versión distinta de la que ha aflorado en el Juicio Oral (Sentencias de 22 de
diciembre de 1997 y 14 de mayo de 1999), pues no habiendo presenciado la
declaración sumarial se hace especialmente necesario razonar la causa de
concederle mayor credibilidad, a la vista de lo declarado contradictoriamente a
su presencia, rectificando sus manifestaciones anteriores, y de las explicaciones
dadas al respecto por el declarante.

832
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-En este caso, además, constan diversos informes periciales en cuanto


a los cobros como el informe de la UDEF de fecha 1-2-2013, ampliatorio del
informe 4841/11, de 19-1-2011, sobre contenido del archivo Excel a nombre de
Jesús Sepúlveda, y en cuanto a la contratación el informe Global sobre Pozuelo
de la IGAE de 22-5-2013, emitido por el perito Juan Carlos Gómez Gómez
Condado, quien lo ratificó en las sesiones del 19 y 20-9-2017, y que detalla la
intervención de Jesús Sepúlveda.

Por último, como destaca el Ministerio Fiscal al impugnar el motivo, habrá


de tenerse en cuenta la más simple evidencia: todas las manifestaciones tienen
confirmación en la realidad, y sobre hay un elemento demoledor que es el
ascenso extraordinario en la capacidad adquisitiva y en el tren de vida de Jesús
Sepúlveda (coche de lujo, viajes en primera clase, gastos y regalos suntuosos,
etc) que en modo alguno pueden tener justificación con los moderados ingresos
que obtenía por los cargos que ostentaba.

Siendo así, ha existido prueba directa e indiciaria legalmente obtenida,


valorada por la Sala de forma lógica, razonada y razonable, sin que pueda
calificarse de arbitraria.

219.- El motivo decimoquinto por vulneración de precepto


constitucional en base al art. 852 LECrim, en relación con los arts. 5.4 LOPJ
y 24.2 CE, del derecho a un proceso con todas las garantías en su vertiente
de protección judicial de los derechos e intereses legítimos sin que pueda
producir indefensión en el derecho a un proceso equitativo, de
conformidad con lo dispuesto en los arts. 6 del CEDH y el art. 14 PIDCP.

Alega el recurrente que no ha tenido un proceso con todas las garantías,


al haberse dispuesto la acusación de los pactos alcanzados por la Fiscalía, fuera
del procedimiento contradictorio, sin intervención ni conocimiento del recurrente,
conformando el procedimiento, en la fase del juicio oral, a los acuerdos previos
obtenidos extraprocesalmente, mediante premios, propuestas, intimidaciones o
beneficios en convenios privados y ocultos a las declaraciones incriminatorias
contra el mismo.

833
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo reitera sus críticas a las declaraciones en el juicio oral de los


acusados Alfonso García Pozuelo y Roberto Fernández y a la actuación del
Ministerio Fiscal por haber propiciado tal forma de actuar mediante los acuerdos
adoptados con estos acusados, lo que constituye una perversión del
procedimiento penal y la alteración del principio de igualdad previsto en el art.
14 CE, atentando a la lealtad y buena fe procesal, al llegar a un acuerdo con
aquellos, en virtud del cual y conseguida su finalidad, esto es, la declaración
inculpatoria de dichos coacusados a sus compañeros de banquillo, aquellos
veían mejorado el tratamiento jurídico-punitivo de las propias responsabilidades
contraídas.

El motivo se desestima.

Previamente, es necesario recordar, STS 233/2014, de 25 de marzo, que


el hecho de que se deriven beneficios penológicos de la delación de un
coimputado, ha de ser tomado en consideración, pero no necesariamente puede
llevar a negar valor probatorio a su declaración.

Este dato puede empañar su fiabilidad, pero si pese a ello se revela como
convincente y capaz de generar certeza, pueden servir para dictar una sentencia
condenatoria. La posibilidad de beneficios penológicos no es suficiente por sí
sola para negar virtualidad probatoria a las declaraciones del coimputado. Solo
será así cuando de ahí quepa inferir racionalmente una falta de credibilidad. El
Tribunal Constitucional ha afirmado que el testimonio obtenido mediante
promesa de reducción de pena no comporta una desnaturalización del
testimonio que suponga en sí misma la lesión de derecho fundamental alguno
(AATC 1/89, de 13 de enero; 899/2013, de 13 de diciembre).

Igualmente esta Sala Segunda del Tribunal Supremo ha expresado que


la búsqueda de un trato de favor no excluye el valor de la declaración del
coimputado, aunque en estos casos exista una mayor obligación de graduar la
credibilidad (SSTS 29-10-90; 28-5-91; 14-2-95; 23-6-98; 3-3-2000). La Decisión
de inadmisión del TEDH de 25-5-2004, caso Corneils v. Holanda abunda en
esas ideas: se rechaza la demanda del condenado por pertenecer a una
organización dedicada al tráfico de drogas, condena que se basaba en las
declaraciones de otro integrante de la organización que había llegado a un pacto

834
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de inmunidad con el Fiscal. En la media en que el demandante pudo contradecir


esas pruebas y cuestionar su fiabilidad y credibilidad, aunque no llegase a tener
acceso a todas las conversaciones entre el procurador y el testigo inmune, no
habría afectación de ninguno de los preceptos del convenio.

- Igualmente, en nuestra legislación se recoge la posibilidad de pactos o


acuerdos entre acusaciones y defensas tanto en el sumario (arts. 655, 688, 694
LECrim) como en el procedimiento abreviado (arts. 779.5º, 784.3º, 787 y 801
LECrim) que pueden abocar, en algunos supuestos, a sentencias de
conformidad, e incluso en el Código Penal se regulan supuestos de atenuación
relevantes (penas inferiores en uno o dos grados) en delitos contra la salud
pública (art. 376 apartado 1) y terrorismo (art. 579 bis 3) en los casos en que el
sujeto haya abandonado voluntariamente sus actividades delictivas y haya
colaborado activamente con las autoridades o sus agentes, bien para obtener
pruebas decisivas para la identificación de otros responsables o para impedir la
actuación o desarrollo de las organizaciones o asociaciones a las que haya
pertenecido o colaborado.

Ninguna queja constitucional se ha planteado contra esta regulación, de


modo que las alegaciones de quiebra de un juicio justo, desequilibrio, tutela
judicial, igualdad y demás vulneraciones que se denuncian carecen de
fundamento.

220.- El motivo decimosexto al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art. 24 CE.

Denuncia el recurrente la inexistencia de prueba y pone de relieve la


ilógica y oscura motivación que sustenta los hechos probados del apartado de
contratación de Pozuelo de Alarcón y sobre el cual se deducen los delitos de
cohecho, prevaricación, fraude, malversación y tráfico de influencias.

Para ellos divide el motivo en varios submotivos para facilitar su análisis


por separado e individualizado:

1.- Primer submotivo

835
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Con relación al “párrafo introductorio del apartado contratación”, se


refiere a la frase: “las entregas efectuadas por Francisco Correa, o por
empresarios de su entorno, a Jesús Sepúlveda, que hemos dicho, fueron en
contraprestación por su intervención en las adjudicaciones públicas a favor de
empresas de aquel o de dicho empresarios, porque, aunque se ocultara
formalmente, desde su llegada como alcalde al Ayuntamiento de Pozuelo de
Alarcón, desplegó, de hecho, su influencia, y ejerció una real capacidad de
decisión en la irregular manera de contratar que impuso, como había hechos
antes, en otros ámbitos, en su etapa de Senador.

El recurrente cuestiona que la sentencia se refiera al tiempo en que fue


Senador que es contradictorio con la afirmación que se realiza y la evidencia de
que durante esa etapa no tuvo intervención alguna en materia de contratación,
que es produjo cuando ya era alcalde.

No le asiste razón al recurrente.

Así, a los folios 1285-1286 se recoge la participación de Jesús Sepúlveda


en adjudicaciones irregulares en materia de contratación pública y
contraprestaciones, con expresa referencia a las entregas que recibió a cambio,
relacionadas con Spinaker (13.927 €), las vinculadas a Enrique Carrasco
(12.020’24 €), y a Plácido Vázquez (12.020 €; 18.030 €; 12.020 €; 24.000 €, en
total 66.070 €), en su etapa de Senador.

Y en cuanto a las contrataciones irregulares como alcalde, el submotivo


se remite a la pág. 1303 de la sentencia que transcribe parcialmente, señalando
que lo único que recoge es que para cubrir un servicio hablaba con el concejal
respectivo, que no tenía arte ni parte, pero omite que en el último párrafo de
dicha página y en el siguiente, se explica la dinámica fraudulenta del recurrente:

“Como venimos viendo, las irregularidades en la política de contratación


las implanta JESÚS SEPÚLVEDA a su llegada al Ayuntamiento, de manera que
solo quienes se avienen a ellas cabe considerar que participen en las mismas,
y esto no es fácil de comprender que suceda con quien ni conoce ni va a obtener
algún lucro. Además, ni siquiera por la vía de la aceptación de lo hecho por el
Alcalde es fácil encontrar la responsabilidad que se le exige, porque hay que

836
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tener en cuenta que ya se cuidaba este de dar una apariencia de legalidad a


todo su actuar; de hecho, esta ha sido una de las líneas más marcadas de su
defensa, y razón por la que no ha sido acusada ninguna otra de las personas
que intervinieron en los procedimientos de adjudicación, salvo ROBERTO
FERNÁNDEZ, pues, a no ser que se estuviera metido en esa dinámica
defraudatoria, no era fácil detectar las anomalías, porque los expedientes, en su
apariencia exterior, se presentaban con la regularidad propia de cualquier
expediente, imprescindible para encubrir las irregularidades subterráneas que
ocultaban, de manera que, si no contamos con una prueba que nos acredite esa
connivencia con quien tejía el fraude, esto es, con JESÚS SEPÚLVEDA en el
cometido que había asumido dentro del Ayuntamiento, no cabe
responsabilizarle de ninguna de las consecuencias producto de ese fraude”.

2.- El segundo submotivo se refiere precisamente a su etapa como


senador y en concreto al párrafo de los hechos probados en los que se dice:

En su etapa de Senador:

Aquí se encuentran las relacionadas con Spinaker (13.927 €), las


vinculadas a Enrique Carrasco (12.020’24 €) y a Plácido Vázquez (12.020 €;
18.030 €; 12.020 €; 24.000 €, en total 66.070 €).

El recurrente insiste en la falta de prueba en relación a estas


contrataciones, pero tales operaciones y entregas están adveradas por las
declaraciones de Correa y las personas relacionadas y los documentos que
obran en la carpeta azul.

3.- El tercer submotivo, la queja del recurrente se refiere a los hechos


ocurridos mientras ocupó el cargo de Alcalde de Pozuelo de Alarcón dado que
tenía delegadas todas las competencias en materia de contratación.

Queja inaceptable.

La actuación del Sr. Sepúlveda aparece descrita en los hechos probados


de la siguiente forma:

837
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Durante el periodo de tiempo que JESÚS SEPÚLVEDA ocupó dicho


cargo, entre 2003 y 2005, favoreció a distintas empresas prevaliéndose, al
efecto, de las competencias que en materia de contratación y ordenación de
pagos le atribuía el art. 21.3 de la Ley de Bases de Régimen Local, ámbito en el
que, pese a haber delegado sus competencias mediante Decreto de 16/06/2003
fundamentalmente en la Junta de Gobierno y en el Concejal de Economía,
Hacienda y Régimen Interior, ROBERTO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ,
continuaba impartiendo directrices, que este acataba a sabiendas de su
irregularidad.”

El recurrente basa su impugnación a la sentencia en que si había


delegado sus competencias en la materia al Concejal de Economía, Hacienda y
Régimen interior, Roberto Fernández, no intervenía en aquel apartado por lo
que no podría atribuírsele responsabilidad por lo que ocurriera en aquellas
contrataciones.

Objeción que no puede compartirse a la vista de los hechos probados


como de los fundamentos de derecho de la sentencia. En este sentido la
sentencia precisa que “sentada la influencia y capacidad de decisión por parte
de Jesús Sepúlveda en la irregular manera de realizar adjudicaciones impuesta
desde su llegada como alcalde del Consistorio de Pozuelo de Alarcón”. De ello
se deduce que en este municipio se actuaba en la forma diseñada por
Sepúlveda, puesto que éste “continuaba impartiendo directrices que éste
(Roberto Fernández) acataba a sabiendas de su irregularidad”.

Y estas afirmaciones –como se ha razonado en el motivo décimo cuarto-


están acreditadas por las declaraciones de los acusados Roberto Fernández,
Alfonso García Pozuelo y Francisco Correa, la testifical antes referida,
documental y pericial practicada.

4.- El cuarto submotivo se refiere a las contrataciones realizadas con la


Constructora Hispánica, en los expedientes “Camino de las Huertas” y
“Operación Asfalto 2004” señalando que intervinieron multitud de funcionarios y
órganos ajenos al recurrente y, en todo caso, los criterios o el juicio de
adjudicación nada tienen de delictivos.

838
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Queja también infundada. La sentencia en relación al expediente


“Camino de las Huertas” tiene en cuenta las declaraciones del coacusado
Roberto Fernández. La tramitación del mismo por el procedimiento de urgencia
y la existencia de criterios de adjudicación de marcado carácter subjetivo, la
disparidad entre el precio de licitación y el de adjudicación, siendo este
sensiblemente inferior, el contrato se adjudicó por procedimiento abierto
mediante concurso a Constructora Hispánica por un precio de 1.971.520 €, IVA
incluido, y un plazo de realización de cuatro meses, no obstante ser el
presupuesto de licitación 2.308.596’86 € y el plazo de ejecución de seis meses;
la entrega por parte de Alfonso García Pozuelo (Presidente de Constructora
Hispánica) a Francisco Correa de 49.591 € por la adjudicación del contrato, en
concepto de comisión; el criterio del precio siguiéndose el conocido como “bajas
medias”, criterio censurado por el informe pericial del IGAE; el informe del
Ingeniero Municipal en el que se valoraban las propuestas relativas al criterio de
estudio del tráfico y que en el informe de 8-3-2004 se hizo una justificación
formal, global, e imprecisa sobre las ofertas, añadiendo la sentencia “al objeto
de que resulte adjudicataria constructora Hispánica”;

Los hechos relativos a la prórroga en el plazo de ejecución y al


modificado del presupuesto “siendo conscientes desde el mismo momento de la
adjudicación del contrato que no sería posible ejecutarlo en el inicial plazo de 4
meses”.

- Respecto a la otra adjudicación “expediente Asfalto 2004”, la sentencia


se remite a la fundamentación expuesta en la anterior adjudicación, añadiendo
que la real adjudicataria fue Constructora Hispánica, que se ocultó tras la UTE,
a la que formalmente se adjudicó el contrato, basándose para ello en las
declaraciones de los coacusados Alfonso García Pozuelo y Francisco Correa.

5.- El quinto submotivo se refiere a los denominados “contratos menores


relativos a la Operación Asfalto 2004” y a la “Oficina de Atención al Ciudadano”.
Alega que no existe prueba de su conocimiento o participación y la motivación
relativa a la “Operación Asfalto 2004” es claramente insuficiente.

Los hechos probados describen este punto de la siguiente forma: “En


relación con el proyecto da la Operación Asfalto, se contrató un campaña

839
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

publicitaria por parte de la Concejalía de Obras y Servicios, por importe de


15.581,78 €, con la empresa DOWN TOWN, y se tramitó como dos contratos
menores, que se abonaron mediante dos facturas no superiores a 12.020,24 €,
emitidas por dicha empresa, la 015/04, por importe de 3.581,97 €, y la 41381,
por importe de 11.999,81 €, ambas de 18/02/2004, fraccionándose, así, de
forma irregular su pago, a la vez que, con ello, se posibilitaba la adjudicación
directa a la empresa seleccionada, facturas cuyo pago fue autorizado por
ROBERTO FERNÁNDEZ, en razón a la delegación de JESÚS SEPÚLVEDA,
quien se había concertado con FRANCISCO CORREA, conocedores de la
irregularidad, así como PABLO CRESPO, quien las gestionó, en el cometido,
que dentro de sus funciones, como segundo de las empresas del grupo
CORREA, venía desplegando.”

Los fundamentos de derecho recogen exactamente el mismo párrafo de


los hechos probados que ha sido transcrito y en cuanto al apartado de Oficina
de Atención al Ciudadano, lo relevante es que se funda expresando que se
siguió la misma operativa del apartado anterior para fraccionar contratos.

La sentencia asume lo relativo a la irregular facturación que atribuye al


Concejal de Economía Roberto Fernández, a partir de su propio reconocimiento
de los hechos y la manifestación que hizo en el sentido de que Jesús Sepúlveda
les planteó que se encargase a una de las empresas de Francisco Correa.

6.- El sexto submotivo relativo a la adjudicación del XXXI Congreso de


Parques y Jardines (PARJAP) al no existir prueba de su participación y la
valoración es ilógica e irracional, al ser la única referencia probatoria contenida
en los fundamentos es la declaración del coacusado Roberto Fernández quien
dijo que el recurrente era quien controlaba toda la contratación, cómo y en qué
circunstancias se hacía y a quién se adjudicaba.

La sentencia razona que “el expediente se adjudicó con vulneración de


los principios y procedimientos de contratación a través de una empresa
interpuesta (MR & ASOCIADOS) que cobró su correspondiente comisión y cuyo
importe fue repercutido al Ayuntamiento con el conocimiento y consentimiento
de sus responsables, si bien la preparación y ejecución del Congreso se llevó
por empresas de Francisco Correa. Recordamos que así lo manifestó éste en

840
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

su declaración, quien, en relación con el PARJAP 2004 dijo que habló con Jesús
Sepúlveda y explicó la razón por la que acudió a mercantil MR & ASOCIADOS
para que lo organizara, aunque negó que fuera una empresa pantalla suya y
que se defendió de cómo se llevó a efecto”.

Consecuentemente hubo declaración de dos coacusados (Roberto


Fernández y Francisco Correa) que implicaron al recurrente, se vulneró el
procedimiento de contratación al existir una empresa interpuesta y esta empresa
cobró su correspondiente comisión cuyo importe fue repercutido al
Ayuntamiento con conocimiento y consentimiento de sus responsables y el
recurrente era el Alcalde.

La sentencia recurrida detalla en las páginas 1300 y ss. las


irregularidades cometidas por el Grupo Correa en directa colaboración con
Sepúlveda a fin de lucrarse a costa del Ayuntamiento de Pozuelo.

221.- El motivo décimo séptimo al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, basado en la estimación parcial o total del anterior
motivo, dará lugar a la inexistencia de los tipos penales correspondientes
a los arts. 419, 420, 436, 404, 432 y 428 CP.

El motivo entiende que con la estimación parcial de aquel motivo se


produce un nuevo relato de hechos conforme al cual no resulta posible la
subsunción en los delitos de cohecho, fraude, prevaricación, malversación de
caudales públicos y tráfico de influencias por los que viene condenado.

Supeditada la prosperabilidad del motivo a la del precedente, la


desestimación de éste debe comportar que el presente siga igual suerte.

222.- El motivo décimo octavo por infracción de ley al amparo de lo


dispuesto en el art. 849.2 LECrim por entender que ha habido error en la
apreciación de la prueba, basado en documentos que demuestran la
equivocación del juzgador sin resultar contradichos por otros elementos

841
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

probatorios, encauzando el mismo también al amparo del art. 852 por


infracción del derecho a la presunción de inocencia por valoración ilógica
de la prueba y omisión de datos que completan los hechos.

El motivo se circunscribe a los hechos probados de la sentencia en el


apartado existente dentro de la contratación como “adjudicaciones a la empresa
Constructora Hispánica”.

Los documentos que designa son:

1º) folio 31 obrante en “C Huertas T 1 Expediente.pdf”. En dicho folio que


conforma el pliego de cláusulas administrativas relativas al procedimiento del
Camino de las Huertas, se hace constar en el punto relativo al presupuesto de
licitación por valor de 2.308.596,86 €, que: “Serán rechazadas las ofertas que
superen dicho presupuesto.”

2º) folio 146 obrante en el documento “C Huertas T 1 Expediente.pdf“,


que es el acta de la mesa de contratación donde se relacionan los precios y
plazos de licitación ofrecidos por cada una de las 23 empresas licitadoras y del
que resulta que 16 propusieron un plazo de ejecución a 4 meses o inferior y 3
un precio todavía inferior al propuesto por Constructora Hispánica.

3º) Informe del Jefe del Servicio de Arquitectura y Urbanismo que obra
al folio 19 en el documento “C Huertas T 1 Expediente.pdf“.

4º) Informe de Evaluación Ambiental de Actividad firmado por D. Antonio


Núñez como jefe de Sección de Industria y Actividades, obrante al folio 20 del
documento “C Huertas T 1 Expediente.pdf“.

5º) Informe – Propuesta en relación a dicho proyecto de Camino de las


Huertas, emitido por el Técnico de la Administración General – Jefe de la
Sección de Asuntos Jurídicos y Contratación, D. Aniceto Baltasar Martín, obra
al folio 23 del documento “C Huertas T 1 Expediente.pdf“.

6º) Informe emitido por el T.A.G. de Patrimonio, D. Agustín Sánchez


Guardamino, al folio 29 obrante en el documento “C Huertas T 1
Expediente.pdf“.

842
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

7º) Informe de fiscalización del contrato de ejecución del proyecto de


remodelación y acondicionamiento del camino de las huertas suscrito por la
interventora Dña. Josefa Domínguez Clemares, obrante a los folios 56 y 57 en
el documento “C Huertas T 1 Expediente.pdf”.

El error resulta con base en estos documentos por la omisión en los


hechos probados de la existencia de dichos informes y la participación a través
de los mismos de los técnicos y funcionarios que los suscribieron.

8º) folio 1 obrante en “C Huertas T 1 Expediente pdf” documento que


recoge en relación con el Proyecto de Camino de las Huertas los iniciales
criterios de adjudicación, todos ellos subjetivos.

9º) informe propuesta suscrito por el TAG-Jefe de la U.A. de contratación


D. Aniceto Baltasar Martín en los folios 304 y 305 obrantes en “C Huertas T 2
Prórrogas y Modificado pdf”.

10º) Decreto de fecha 8/09/2004, en los folios 306 y 307 obrantes en “C


Huertas T 2 Prorrogas y Modificado.pdf”, firmado por el Secretario General del
Consistorio Dª. Elvira García García.

11º) Folio 352 obrante en “C Huertas T 2 Prorrogas y Modificado.pdf“, es


el Informe emitido por el Jefe del Servicio de Arquitectura y Urbanismo en
relación con el proyecto modificado del Camino de las Huertas.

12º) Folio 353 obrante en “C Huertas T 2 Prorrogas y Modificado.pdf”,


informe de evaluación ambiental de actividad suscrito por D. Antonio Nuñez
Doral, Jefe de Sección de Industria y Actividades en relación con el proyecto
modificado de Camino de las Huertas.

13º) Folios 354, 355 y 356 obrantes en “C Huertas T 2 Prorrogas y


Modificado.pdf”, informe por el que se considera procede el acuerdo de aprobar
el proyecto modificado de Camino de las Huertas, suscrito por el TAG-Jefe de
Área de Asuntos Jurídicos y Contratación D. Aniceto Baltasar.

843
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

14º) Folios 372 y 373 obrantes en “C Huertas T 2 Prorrogas y


Modificado.pdf”, informe de fiscalización del expediente modificado, firmado por
el interventor municipal D. José Luis San Segundo González.

15º) Folio 367 obrante en “C Huertas T 2 Prorrogas y Modificado.pdf”,


que pone de manifiesto que el Proyecto modificado de remodelación y
acondicionamiento del Camino de las Huertas fue redactado por el Ingeniero
Técnico de Obras Públicas Municipal D. Carlos Díaz-Guerra Esteban.

16º) Folio 301 obrante en “C Huertas T 2 Prorrogas y Modificado.pdf”,


consistente en una comunicación del contratista de Constructora Hispánica,
solicitando la ampliación del plazo de ejecución.

17º) Folios 314 y 315 obrantes en “C Huertas T 2 Prorrogas y


Modificado.pdf”, consistente en informe del Ingeniero de Caminos poniendo de
manifiesto distintas incidencias y problemas técnicos surgidos en el transcurso
de las obras.

18º) Folios 16 a 18 obrante en “Legajo 1” del Expediente de contratación


del Proyecto Operación Asfalto 2004, informe propuesta emitido por el TAG Jefe
de la Sección de contratación D. Aniceto Baltasar, en el que pone de manifiesto
la relación de licitadores y las puntuaciones obtenidas sobre los criterios de
adjudicación.

19º) Folios 205 a 218 bis, del “Legajo 1” del Expediente de contratación
del Proyecto Operación Asfalto 2004, informe emitido por la Oficina Técnica,
inscrito por el Ingeniero Municipal.

20º) Folios 4 y 5 del documento “Legajo 2” del Expediente de


contratación del Proyecto Operación Asfalto 2004, informe propuesta para la
ampliación del plazo de ejecución de las obras emitido por el TAG Jefe de la
Unidad Administrativa de contratación D. Aniceto Baltasar.

21º) Folios 14 y 15 del documento “Legajo 5” del Expediente de


contratación del Proyecto Modificado Operación Asfalto 2004, consistente en el
Decreto dictado en dicho Proyecto en relación al dato de la existencia de más
obras de soterramiento por Iberdrola que impedían la continuación de la obra.

844
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Damos por reproducido lo dicho hasta ahora sobre este motivo de


casación de error en la apreciación de la prueba, recordando que su
prosperabilidad, conforme a reiterada jurisprudencia de esta Sala, por todas
STS 795/2014, de 13 de noviembre, queda supeditada a la concurrencia de
ciertos requisitos:

a) Se hayan incluido en el relato histórico hechos no acontecidos o


inexactos.

b) La acreditación de tal inexactitud tiene que estar evidenciada en


documentos en el preciso sentido que tal término tiene en sede casacional. En
tal sentido podemos recordar la STS de 10 de noviembre de 1995 en la que se
precisa por tal "....aquellas representaciones gráficas del pensamiento,
generalmente por escrito, creadas con fines de preconstitución probatoria y
destinadas a surtir efectos en el tráfico jurídico, originados o producidos fuera
de la causa e incorporados a la misma....", quedan fuera de este concepto las
pruebas de naturaleza personal aunque estén documentadas por escrito, tales
como declaraciones de imputados o testigos, el atestado policial y acta del
Plenario, entre otras (STS 220/2000 de 17 de febrero, 1553/2000 de 10 de
octubre, y las en ella citadas).

La justificación de alterar el "factum" en virtud de prueba documental --y


sólo esa-- estriba en que respecto de dicha prueba el Tribunal de Casación se
encuentra en iguales posibilidades de valoración que el de instancia, en la
medida que el documento permite un examen directo e inmediato como lo tuvo
el Tribunal sentenciador, al margen de los principios de inmediación y
contradicción.

De manera excepcional se ha admitido como tal el informe pericial (SSTS


núm. 1643/98 de 23 de diciembre, núm. 372/99 de 23 de febrero, sentencia de
30 de enero de 2004 y núm. 1046/2004 de 5 de octubre, así como, núm.
1200/2005, de 27 de octubre) como fundamentación de la pretensión de
modificación del apartado fáctico de una sentencia impugnada en casación
cuando el Tribunal haya estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como
base única de los hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha
declaración de un modo incompleto, fragmentario, mutilado o contradictorio, de

845
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

modo que se altere relevantemente su sentido originario o bien cuando haya


llegado a conclusiones divergentes con las de los citados informes, sin expresar
razones que lo justifiquen.

c) El documento por sí mismo sea demostrativo del error que se denuncia


cometido por el Tribunal sentenciador al valorar las pruebas, error que debe
aparecer de forma clara y patente del examen del documento en cuestión, sin
necesidad de acudir a otras pruebas ni razonamientos, conjeturas o hipótesis.
Es lo que la doctrina de esta Sala define como literosuficiencia.

d) El supuesto error patentizado por el documento, no esté a su vez,


desvirtuado por otras pruebas de igual consistencia y fiabilidad. Al respecto debe
recordarse que la Ley no concede ninguna preferencia a la prueba documental
sobre cualquier otra, antes bien, todas ellas quedan sometidas al cedazo de la
crítica y de la valoración --razonada-- en conciencia de conformidad con el art.
741 LECrim. Tratándose de varios informes de la misma naturaleza, se exige
que todos sean coincidentes y que el Tribunal sentenciador, de forma
inmotivada o arbitraria se haya separado de las conclusiones de aquellos no
estando fundada su decisión en otros medios de prueba o haya alterado de
forma relevante su sentido originario o llegando a conclusiones divergentes con
las de los citados informes sin explicación alguna. (SSTS 158/2000 y 1860/2002
de 11 de noviembre).

e) Los documentos en cuestión han de obrar en la causa, ya en el


Sumario o en el Rollo de la Audiencia, sin que puedan cumplir esa función
impugnativa los incorporados con posterioridad a la sentencia.

f) Finalmente, el error denunciado ha de ser trascendente y con valor


causal en relación al resultado o fallo del tema, por lo que no cabe la estimación
del motivo si éste sólo tiene incidencia en aspectos accesorios o irrelevantes.
Hay que recordar que el recurso se da contra el fallo, no contra los argumentos
que de hecho o derecho no tengan capacidad de modificar el fallo (SSTS
496/99, 765/04 de 11 de junio).

El motivo no debería prosperar.

846
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia declara probado, entre otros, en los folios 261 y ss, que el
entramado urdido por los acusados tenía por objetivo amañar las adjudicaciones
que se refieren en dicho relato factico, lo que no queda desvirtuado por la
aportación de informes elaborados al efecto, que han sido valorados por el
Tribunal con el conjunto de la prueba practicada, especialmente declaraciones
de los coacusados, testificales, periciales y documental a que no hemos referido
en motivos precedentes.

Efectivamente, en este punto conviene reiterar que todos esos


documentos obran en el procedimiento y fueron sometidos, junto con el resto de
la prueba, a la crítica y valoración —razonada— del Tribunal a quo de
conformidad con el art. 741 LECrim., y que como quiera que la pretensión del
recurrente supone una nueva valoración de dicha prueba en su conjunto, hay
que recordar que este motivo de casación no lo permite, ni hace acogible otra
argumentación sobre la prueba que pueda conducir a conclusiones distintas de
las reflejadas en el relato fáctico de la sentencia (STS 1205/2011, de 15 de
noviembre) que es lo que pretende el recurrente, realizando por su cuenta una
valoración.

Este cauce casacional se ha de sustentar en un documento


literosuficiente, es decir, que no precise de otras pruebas complementarias para
evidenciar el error sufrido, y que no resulte contradicho por otros elementos
probatorios que el Tribunal haya tenido a su disposición. Y, además, la
esencialidad de la equivocación, lo que significa que solamente podrá prosperar
el error debidamente contrastado por documento auténtico que sea relevante
para la subsunción en cuanto pueda modificar el fallo en alguno de sus términos.

En el presente caso, los elementos con los que la parte recurrente no


tienen el carácter de literosuficientes. Dichos elementos probatorios han sido
contradichos por otras pruebas, sometido todo ello a la crítica y valoración del
Tribunal a quo.

Consecuentemente el motivo carece de fundamento y deviene


improsperable.

847
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

223.- El motivo décimo noveno (el recurrente lo enumera como motivo


décimo octavo) por infracción de ley al amparo de lo dispuesto en el art.
849.1 LECrim al considerar infringido el art. 419 en relación con el art. 404
ambos del Código Penal.

El motivo, tal como señala el recurrente, está condicionado a la


estimación del motivo precedente, dado que la nueva redacción de los hechos
probados, supondría la inexistencia de irregularidad alguna en la tramitación de
los expedientes y por ello, la imposibilidad de subsumir los nuevos hechos en
los delitos de cohecho y prevaricación.

Desestimado que ha sido referido motivo e incólume el relato fáctico, los


hechos que se declaran probados han sido correctamente subsumidos en
aquellos tipos penales, por lo que el motivo deviene improsperable.

224.- El motivo vigésimo al amparo del art. 852 LECrim por


infracción de precepto constitucional, arts. 24 y 120 CE, al considerar
vulnerado el derecho a la presunción de inocencia por no existir prueba de
cargo suficiente ni una motivación adecuada que permita sostener la
realidad de entrega de cantidades en efectivo al recurrente, ni prueba que
permita relacionar aquellas entregas con actuación delictiva o injusta
efectuada por el mismo.

Alega que no hay una prueba de cargo suficiente ni una motivación


racional para determinar que las iniciales J.S. se corresponden con Jesús
Sepúlveda. Como tampoco existe prueba que permita relacionar las entregas
en efectivo con alguna actuación concreta en adjudicaciones irregulares por
parte del recurrente.

Aduce que ha sido condenado con base a una prueba insuficiente e


incluso manipulada (documento de 20-6-2003) para concluir la existencia de
entregas de dinero o su relación con actividad alguna ilícita o injusta.

Y, en todo caso, afirma que no consta que los viajes, regalos y eventos
familiares se efectuasen por razón de su cargo y que, por tanto, no reuniría las

848
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condiciones de autoría por el delito de cohecho del art. 426 (STS 478/2010, de
15 de mayo “caso Francisco Camps” en relación a Ricardo Costa).

El motivo se desestima.

1.- En primer lugar, no es cierto que la sentencia aplique de manera


automática las siglas J.S. a Jesús Sepúlveda, cuando también J.S. puede ser
José Sevilla. La sentencia afirma de manera textual que “J.S. será Jesús
Sepúlveda cuando lo permita la prueba”. Así, señala:

<<consideramos que no se puede identificar automáticamente J.S. con


JESÚS SEPULVEDA, porque aparezcan esas iniciales, junto a su nombre, en
otros apuntes o documentos intervenidos, (...) J.S. será JESÚS SEPULVEDA
cuando lo permita la prueba, que, como veremos, está en relación con
determinadas operaciones, y no con esa genérica manera de asignarle esa
especie de sueldo permanente, que son esas anotaciones periódicas, pues,
además, se encuentra en mejor sintonía con que cobre en función del
rendimiento que ofrezca al grupo por su gestión en las operaciones que
intervenga, y no regularmente, sin prestar servicio alguno>> (v. págs. 1255 y
1256), sin embargo, continua el Tribunal de instancia <<no porque no hayamos
identificado unas concretas iniciales J.S. con JESÚS SEPÚLVEDA, ello debe
llevar, sistemáticamente, a que puedan referirse a otra persona esas mismas
iniciales, como parece dar a entender uno de los argumentos de la defensa. Lo
que queremos decir es que la existencia de dichas iniciales no debe ser utilizado
a conveniencia, y la muestra más evidente de que así ha de ser, es esa
distinción que hacía FRANCISCO CORREA, cuyo testimonio hemos asumido,
por un lado, porque con la diferenciación que hacía distinguiendo a quien
correspondían en cada caso dichas iniciales, favorecía tanto a ÁLVARO PÉREZ,
como a JESÚS SEPÚLVEDA, pero, además, porque hemos visto que queda
avalado por el resto de la prueba que hemos analizado y seguiremos
analizando>>.

En concreto, Francisco Correa declaró en relación al folio 0123 de la


Carpeta Azul “14-06-2002” retirados de la casa de Plácido Vázquez que
“siempre que aparece LB era Luis Bárcenas, siempre que aparece JM es Jesús
Merino y siempre que aparece JS era Jesús Sepúlveda, e incluso aclara que en

849
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los casos en los que está vinculado Plácido Vázquez, sí está claro que J.S. era
Jesús Sepúlveda…” y exhibido que le es el folio 0133, Carpeta Azul, manuscrito
de fecha 22-5-2003, consta “1 sobre 6 MM S 36.000 €; 1 sobre 10 MM JM 60.000
€; 1 sobre 10 MM LB 60.000 €, aclara que JM es Jesús Merino, LB Luis Bárcenas
y S. sería Sepúlveda.

“Por esta razón –continúa la sentencia- hemos sacado de la dinámica de


las asignaciones periódicas los dos apuntes de 12.000 €, uno de 9-6-2003 y otro
de 19-6-2003, que salen de la “Caja B”, una entregada por Pablo Crespo y la
otra por Francisco Correa, precisamente porque son pagos puntuales, que salen
de la dinámica de regularidad de los anteriores, y porque no aparece en ellos
ALVARO PÉREZ, de manera que, en esta ocasión, las iniciales J.S. se
corresponden con JESÚS SEPÚLVEDA, en línea con esa diferenciación hecha
por FRANCISCO CORREA, que hemos asumido. Dichos pagos, procedentes
de “caja B”, son los que constan en las siguientes anotaciones:

Pagos en compensación por distintas operaciones.

Asimismo, JESÚS SEPÚLVEDA percibió el 23/06/2003, 60.000 € que le


entregó FRANCISCO CORREA, procedentes del cobro de comisiones,
obtenidas a raíz de adjudicaciones públicas irregulares y ocultados a la
Hacienda Pública. Estos fondos, junto con otros, hasta un importe total de
240.000 €, se reintegraron en el circuito económico legal bajo la cobertura de un
préstamo participativo por parte de la sociedad británica RUSTFIELD a la
entidad NUEVOS PROYECTOS INMOBILIARIOS SALOBREÑA SA (NPIS),

850
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para lo que se contó con la connivencia de su administrador JESÚS CALVO


SORIA y la colaboración de LUIS DE MIGUEL, así como de PABLO CRESPO
(...)>> (págs.1256 y 1257).

Asimismo, el cuestionamiento que realiza el recurrente de la pericial


caligráfica que consta en el informe 201200130-0, de 17-2-2014, ratificado el
12-7-2017, y el informe 210D023BCDE de 28-9-2010, ratificado también el 12-
7-2017, no debe ser asumido. Tales informes fueron sometidos a contradicción
en el juicio oral y el tribunal tras oir y valorar las explicaciones de los peritos,
concluye que la anotación J.S. corresponde a Jesús Sepúlveda y no a ninguna
otra persona.

2.- Y en cuanto a la imposibilidad de la existencia de un delito de cohecho


del art. 426 CP en las entregas de las cantidades porque, a tenor de lo declarado
por la jurisprudencia no hay una vinculación o conexión causal entre la entrega
de la dádiva o regalo con la función pública. Esta cuestión ha sido analizada en
el motivo octavo del recurso del coacusado Jesús Merino al que nos remitimos
en aras a la brevedad, recordando, no obstante, que para la afirmación del tipo
es necesaria una conexión, causal entre la entrega de la dádiva o regalo y el
oficio público del funcionario, de tal forma que la entrega se realice por causa
de la simple consideración a la función que desempeña la autoridad o
funcionario. Por ello es conveniente insistir en que no se exige del funcionario o
autoridad la ejecución u omisión de un acto relativo al ejercicio de su cargo sino
que basta que el regalo sea ofrecido en consideración a su función.

La necesidad de este enlace causal entre la entrega del obsequio y el


carácter público del receptor se expresa con elocuencia cuando se precisa que
el término “en consideración a su función” debe interpretarse en el sentido de
que la razón o motivo del regalo ofrecido y aceptado sea la condición de
autoridad o funcionario de la persona, esto es, que solo por la especial posición
y poder que el cargo público desempeñado le otorga, le ha sido ofrecida la
dádiva, el objeto del delito, de tal forma que si de algún modo dicha función no
fuese desempeñada por el sujeto activo, el particular no se hubiera dirigido a él
ofreciéndole aquella.

851
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los objetivos del particular que ofrece dádivas o regalos en


consideración a la función, en general, están vinculados, hablando de manera
coloquial, al “engrasamiento” general de la maquinaria burocrática
administrativa por la vía del agradecimiento o complacencia de la autoridad o
funcionario que la recibe.

Si, evidentemente, el regalo se presenta y acepta no en consideración a


la función desempeñada por la autoridad o funcionario, sino, en virtud, por
ejemplo de relaciones familiares o amistosas, la acción quedaría fuera del
perímetro típico del art. 426 CP. 1995, con independencia a la dificultad en la
práctica de distinguir cuando el regalo se ha hecho por meras relaciones
amistosas y no en consideración a la función.

Por lo que, en definitiva, la entrega de la dádiva o regalo a la autoridad


no requiere que exista una esfera competencial en relación a contrataciones,
sino que basta que se haga en atención a su función. Y la elección de Francisco
Correa de las autoridades o funcionarios receptores de los regalos era
precisamente por sus niveles de representatividad, influencia y acceso a
organismos públicos.

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

225.- El motivo vigésimo primero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de los arts. 24 y 120.3 CE al considerar vulnerado el derecho a
la presunción de inocencia por no existir prueba de cargo suficiente, ni
una motivación adecuada que permita sostener la realidad de la entrega
de cantidades en efectivo al recurrente para la Campaña del Partido
Popular en Pozuelo de Alarcón.

Alega que la sentencia sustenta el relato fáctico contenido en la página


259 de la sentencia –que transcribe en el motivo- en las declaraciones de los
coacusados Francisco Correa y Roberto Fernández.

Cuestiona la credibilidad de estos testimonios aduciendo que el de


Roberto Fernández roza el disparate por “estar en sintonía” con lo declarado por

852
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Francisco Correa y califica de endebles, absurdos, incoherentes e ilógicos, los


motivos y fundamentos de la sentencia para sostener que hubo entregas en
efectivo al recurrente con motivo de la Campaña Electoral del Partido Popular.

El motivo se desestima por cuanto la sentencia si bien se apoya


primordialmente en aquellas declaraciones, estas vienen corroboradas por otros
elementos que se expresan en el fundamento jurídico desarrollado en las
págs.1276 y ss., en el que se razona:

<<2.2.3 Campaña elecciones municipales de 25/05/2003, de JESÚS


SEPÚLVEDA, como candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón por el Partido
Popular.

Entre los acuerdos que alcanzó FRANCISCO CORREA con JESÚS


SEPÚLVEDA, en su etapa como Presidente Local del P.P. de Pozuelo, vino
prestando servicios a través de sus empresas, como SPECIAL EVENTS, en
dicha campaña electoral, que se sufragaron con, al menos, 120.000 € que
aportó aquel, en consideración al cargo de Senador que este ostentaba y como
contraprestación de las adjudicaciones con que, por su intervención, había
resultado favorecido y en la confianza de las que le pudiera seguir favoreciendo,
caso de ser elegido Alcalde.

Como elemento de convicción relativo a este apartado podemos


comenzar recordando la parte de la declaración de FRANCISCO CORREA
donde dijo haber entregado a JESÚS SEPÚLVEDA unos 120.000 o 150.000 €
en efectivo, para que organizara su campaña electoral, y cómo relataba que, a
partir de ahí, cortó su relación con él, porque, a pesar de haberle dado el dinero,
luego realizó la campaña otra empresa.

También aquí podemos traer lo manifestado por el acusado ROBERTO


FERNÁNDEZ, en su declaración prestada en la sesión del día 11/10/2015, que,
pese al acuerdo llegado con el M.F., nos vale su testimonio en cuanto que, por
un lado, está en sintonía con lo declarado con FRANCISCO CORREA, y, por
otro, iremos viendo que lo corroboran otras pruebas o elementos. Y, en este
sentido, en relación con la campaña electoral, explicaba que quien decidía,
cuánto y cómo se gastaba, era JESÚS SEPÚLVEDA, que el gasto se disparó

853
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por muchas circunstancias, que sabía que había dinero en efectivo, porque se
lo dijo este, que él vio entregar sobres en tres o cuatro ocasiones, y que, aunque
él no sabía quién era la persona que lo aportaba, JESÚS SEPÚLVEDA le dijo
que la campaña electoral venía financiada por FRANCISCO CORREA.

Para el análisis de lo acontecido con motivo de esta campaña, volvemos


a los mismos informes, el de la UDEF 10.418/13 y el de la AEAT de 23/05/2014,
que toman como referencia principal la carpeta titulada “Extracto Cta. J.
Sepúlveda” (Tomo 78 R 13 Bis), a partir de cuyo folio 70.006, que figura escrito
a mano “DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA”, se encuentra la
documentación que interesa, entre ella, justificantes de diversas facturas y
pagos relacionados con gastos generados por dicho Despacho Electoral.

Al folio 70.007 hay un documento en papel, con formato de excel, bajo el


título “GASTOS DESPACHO ELECTORAL SEPÚLVEDA”, donde figuran
anotadas una serie de facturas, entre las fechas 21/01/2003 y el 21/08/2003, por
un importe total conjunto de 15.600,16 €, relativas a la instalación,
mantenimiento y material de la oficina electoral de JESÚS SEPÚLVEDA,
facturación que hizo por empresas proveedoras, como ROCHEL, EL CORTE
INGLÉS o MENAJE DEL HOGAR, a SPECIAL EVENTES.

Dicha hoja viene acompañada de sus correspondientes facturas, todas


ellas expedidas por SPECIAL EVENTS, excepto la anotación correspondiente a
El Corte Inglés, que es un ticket de caja, en muchas de las cuales hay mención
a la oficina del P.P. de Pozuelo, y, de entre ellas, elegimos la de MENAJE DEL
HOGAR en que se hace constar “oficina electoral Jesús Sepúlveda Pozuelo”.

Asimismo, fueron destinados otros 12.264,16 a actos relacionados con


la campaña electoral, dos de ellos se detallan en los informes, uno en fecha
29/01/2003, acto “PP MADRID CAMPAÑA MENOS IMPUESTOS, MAS
SEGURIDAD”, celebrado en el Hotel Pozuelo (JESÚS SEPÚLVEDA), y el otro
en fecha 10/02/2003, acto del Candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón
(Jesús SEPÚLVEDA), en la Taberna el Doblao de Pozuelo.

Los dos aparecen anotados en la carpeta TRAFINSA, que, como


venimos diciendo, fue encontrada en el pendrive de PABLO CRESPO, lo que

854
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

evidencia el control y conformidad que este prestó a su realización; en concreto,


se encuentran en el documento “Cta. J.S.”, hoja 3, en la que quede constancia
de un tercer acto, realizado el 29/03/2003, también en el Hotel Pozuelo, acto
“Metro Pozuelo con Esperanza”, en la que se deja constancia del coste real de
dichos actos: 3.345,40 € el primero; 2.403,58 € el segundo, y 6.515,18 € este
tercero, de manera que, sumados los tres actos, hacen ese total de 12.264,16
€.

Añadir aquí lo que decía el acusado ROBERTO FERNÁNDEZ, que


consideramos que corrobora la proliferación de actos que se celebraron el hotel
Pozuelo, al que mencionó, expresamente, como uno de los lugares “donde se
realizaban continuamente presentaciones en forma de conferencias,
jornadas...”.

Alega la defensa del P.P. que, al haberse datado esos actos entre enero
y marzo, no podían corresponder a ninguna campaña electoral, porque por ley
estaría prohibido que se realizasen en esas fechas, debate en el que no hemos
de entrar, porque, cualquiera que sea la denominación que se dé, la
documentación de los dos primeros actos se encuentra en la carpeta
DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA y, por lo tanto, solo cabe
atribuirla a actos para promocionar su candidatura, que es lo fundamental, y
para lo que hace sus disposiciones de dinero FRANCISCO CORREA; y en
cuanto al tercero, por razones de coherencia con los anteriores hay situarlos en
el mismo contexto, vista la anotación continuada y única que hay en la hoja 3 de
la “Cta. J.S.” que hemos visto.

Asimismo, relacionados con la campaña electoral PABLO CRESPO el


28/11/2002 recibió 12.000 € y 09/04/2003 otros 24.000; ÁLVARO PÉREZ 12.000
€ el 26/11/2002; un tercero no identificado 30.000 € el 16/01/2003, y con
anterioridad a todos ellos, FRANCISCO CORREA 6.000 €, en total, entre todos,
84.000 €.

Para dar probado que esas cantidades se entregaron por servicios


relacionados con la campaña electoral, hemos tenido en cuenta que aparecen
anotadas en un segundo documento en soporte papel, elaborado con formato
excel, y título “EXTRACTO CUENTA DE SERVICIOS Pozuelo”, (folio 70.006,

855
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tomo 78, R 13 Bis), que fue encontrado a continuación del documento


DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA, si bien en la versión que
aparece en la carpeta TRAFINSA, que, como se hace constar en el informe de
la AEAT (pág. 54), fue modificado por última vez el 23/05/2003. Y, precisamente
porque aparece en esta carpeta, que, como venimos diciendo, fue encontrada
en el pendrive de PABLO CRESPO, es por lo que consideramos que era
conocedor y tenía que controlar su destino, a diferencia de ÁLVARO PÉREZ,
que, cuando se le preguntó en juicio por sus 12.000 €, dijo que pudieron deberse
a una gratificación por su trabajo, que puso en relación con una campaña de
Navidad, y que, sin conocerlo él, no descartamos que fuera atendida con el
crédito para gastos electorales.

Consta, igualmente, en esta segunda hoja del archivo TRAFINSA dos


ingresos de 60.000 €, uno en abril y otro en mayo de 2003, que coinciden con
esos 120.000 € que siempre ha mantenido FRANCISCO CORREA que, al
menos, dio a JESÚS SEPÚLVEDA para su campaña electoral>>.

Siendo así, el motivo debe ser desestimado al haberse valorado por el


tribunal prueba suficiente para enervar la presunción de inocencia del recurrente
en relación a su participación en los hechos a que se refiere el motivo.

226.- El motivo vigésimo segundo al amparo del art. 849.1 LECrim


por infracción de ley por aplicación indebida de los arts. 127, 301 y 431 CP.

El recurrente formula este motivo como consecuencia lógica de la


estimación de los dos anteriores lo que determinaría la modificación de las
cantidades objeto de comiso suprimiéndose del total fijado en 454.781’79 €, las
cantidades recibidas ascendentes a 236.017’24 €, de una parte y 111.846’32 €
(gastos de campaña) de otra, dejando el mismo en 106.918’23 €.

Desestimados que han sido los motivos precedentes, el presente debe


seguir igual suerte.

856
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

227.- El motivo vigésimo tercero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional por vulneración del derecho a la
tutela judicial efectiva del art. 24.1 CE en su vertiente del derecho a obtener
una resolución motivada del art. 120.3 CE por defectuosa motivación de la
subsunción jurídica del hecho en el delito de prevaricación por el que se
condena al recurrente.

El motivo se concreta a la calificación jurídica del delito de prevaricación


por el que ha sido condenado por las adjudicaciones “Camino de las Huertas”
“Operación Asfalto” PARJAP, OAC, que la motivación es a todas luces
insuficiente y deficiente.

Manifiesta además que la calificación jurídica que se hace a la hora de


subsumir las actuaciones en el delito de prevaricación, se limita a una remisión
a lo declarado probado y que tal ausencia de fundamentación le genera grave
indefensión, toda vez que no es posible conocer con suficiente concreción en
qué actuaciones concretas se ha basado la sentencia para entender colmados
los elementos objetivos y subjetivos del tipo penal en relación con las
adjudicaciones a que se remite.

El motivo resulta inatendible.

Es cierto que la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo sobre la


extensión en la motivación es correcta y asumible por esta Sala.

Así, la exigencia de motivación de las resoluciones judiciales forma parte


del contenido del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva proclamado
en el art. 24.1 CE.

La STS. 24/2010 de 1.2, recoge la doctrina expuesta por el Tribunal


Constitucional en SS. 160/2009 de 29.6, 94/2007 de 7.5, 314/2005 de 12.12
subrayando que el requisito de la motivación de las resoluciones judiciales halla
su fundamento en la necesidad de conocer el proceso lógico-jurídico que
conduce al fallo y de controlar la aplicación del Derecho realizada por los
órganos judiciales a través de los oportunos recursos, a la vez que permite
contrastar la razonabilidad de las resoluciones judiciales. Actúa, en definitiva,
para permitir el más completo ejercicio del derecho de defensa por parte de los

857
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

justiciables, quienes pueden conocer así los criterios jurídicos en los que se
fundamenta la decisión judicial, y actúa también como elemento preventivo de
la arbitrariedad en el ejercicio de la jurisdicción; pero el deber de motivación de
las resoluciones judiciales no autoriza a exigir un razonamiento exhaustivo y
pormenorizado en todos los aspectos y perspectivas que las partes puedan
tener en la cuestión que se decide o, lo que es lo mismo, no existe un derecho
del justiciable a una determinada extensión de la motivación judicial (SSTC.
14/91, 175/92, 105/97, 224/97), sino que deben considerarse suficientemente
motivadas aquellas resoluciones judiciales que contengan, en primer lugar, los
elementos y razones de juicio que permitan conocer cuáles han sido los criterios
jurídicos esenciales fundamentadores de la decisión, es decir, la ratio decidendi
que ha determinado aquella (STC. 165/79 de 27.9) y en segundo lugar, una
fundamentación en Derecho (SSTC. 147/99 de 4.8 y 173/2003 de 19.9), bien
entendido que la suficiencia de la motivación no puede ser apreciada
apriorísticamente con criterios generales, sino que es necesario examinar el
caso concreto para ver si, a la vista de las circunstancias concurrentes, se ha
cumplido o no este requisito de las resoluciones judiciales (por todas, SSTC.
2/97 de 13.1, 139/2000 de 29.5, 169/2009 de 29.6).

Del mismo modo el derecho a la tutela judicial efectiva comprende el


derecho de alcanzar una respuesta razonada y fundada en Derecho dentro de
un plazo prudente, el cual se satisface si la resolución contiene la
fundamentación suficiente para que en ella se reconozca la aplicación razonable
del Derecho a un supuesto especifico, permitiendo saber cuáles son los
argumentos que sirven de apoyatura a la decisión adoptada y quedando así de
manifiesto que no se ha actuado con arbitrariedad, pero no comprende el
derecho a obtener una resolución favorable a sus pretensiones.

En definitiva, como precisa la STS. 628/2010 de 1.7, podrá considerarse


que la resolución judicial vulnera el derecho constitucional a la tutela judicial
efectiva cuando no sea fundada en derecho, lo cual ocurrirá en estos casos:

a) Cuando la resolución carezca absolutamente de motivación, es decir,


no contenga los elementos y razones de juicio que permitan conocer cuáles han
sido los criterios jurídicos que fundamentan la decisión. Al respecto, debe

858
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

traerse a colación la doctrina constitucional sobre el requisito de la motivación,


que debe entenderse cumplido, si la sentencia permite conocer el motivo
decisorio excluyente de un mero voluntarismo selectivo o de la pura
arbitrariedad de la decisión adoptada (SSTC. 25/90 de 19.2, 101/92 de 25.6),
con independencia de la parquedad del razonamiento empleado: una
motivación escueta e incluso una fundamentación por remisión pueden ser
suficientes porque “La CE. no garantiza un derecho fundamental del justiciable
a una determinada extensión de la motivación judicial”, ni corresponde a este
Tribunal censurar cuantitativamente la interpretación y aplicación del derecho a
revisar la forma y estructura de la resolución judicial, sino sólo “comprobar si
existe fundamentación jurídica y, en su caso, si el razonamiento que contiene
constituye lógica y jurídicamente suficiente motivación de la decisión adoptada”
(STC. 175/92 de 2.11).

b) Cuando la motivación es solo aparente, es decir, el razonamiento que


la funda es arbitrario, irrazonable e incurre en error patente. Es cierto como ha
dicho el ATC. 284/2002 de 15.9 que “en puridad lógica no es lo mismo ausencia
de motivación y razonamiento que por su grado de arbitrariedad e
irrazonabilidad debe tenerse por inexistente, pero también es cierto que este
Tribunal incurriría en exceso de formalismo si admitiese como decisiones
motivadas y razonadas aquellas que, a primera vista y sin necesidad de mayor
esfuerzo intelectual y argumental, se comprueba que parten de premisas
inexistente o patentemente erróneas o siguen un desarrollo argumental que
incurre en quiebras lógicas de tal magnitud que las conclusiones alcanzadas no
pueden considerarse basadas en ninguna de las razones aducidas”. (STS.
770/2006 de 13.7).

El Tribunal Constitucional, SS. 165/93, 158/95, 46/96, 54/97 y 231/97 y


esta Sala SS. 626/96 de 23.9, 1009/96 de 30.12, 621/97 de 5.5 y 553/2003 de
16.4, han fijado la finalidad y el alcance y límites de la motivación. La finalidad
de la motivación será hacer conocer las razones que sirvieron de apoyatura a la
decisión adoptada, quedando así de manifiesto que no se ha actuado con
arbitrariedad. La motivación tendrá que tener la extensión e intensidad suficiente
para cubrir la esencial finalidad de la misma, que el Juez explique

859
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

suficientemente el proceso intelectivo que le condujo a decidir de una manera


determinada.

En este sentido la STC. 256/2000 de 30.10 dice que el derecho a obtener


la tutela judicial efectiva “no incluye un pretendido derecho al acierto judicial en
el selección, interpretación y aplicación de las disposiciones legales, salvo que
con ellas se afecte el contenido de otros derechos fundamentales distintos al de
tutela judicial efectiva (SSTC. 14/95 de 24.1, 199/96 de 4.6, 20/97 de 10.2).

Según la STC. 82/2001 “solo podrá considerarse que la resolución


judicial impugnada vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva, cuando el
razonamiento que la funda incurra en tal grado de arbitrariedad, irrazonabilidad
o error que, por su evidencia y contenido, sean tan manifiestas y graves que
para cualquier observador resulte patente que la resolución, de hecho, carece
de toda motivación o razonamiento”.

Las STS. 483/2003 de 5.4 y 1132/2003 de 10.9, explican que las


sentencias deben estar suficientemente motivadas no sólo en lo referente a la
calificación jurídica central o nuclear a que se contraiga el objeto del proceso,
sino también en lo relativo a cualquier punto jurídico del debate y de las
peticiones de las partes, pues así lo exige el referido artículo 120.3 de la
Constitución y también el no hacerlo puede conllevar el defecto formal contenido
en el artículo 851.3º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, tradicionalmente se
ha denominado «incongruencia omisiva».

Además, la motivación requiere del Tribunal la obligación de explicitar los


medios probatorios utilizados para declarar la verdad judicial del hecho
enjuiciado y que, junto a las consideraciones relativas a la subsunción de los
hechos en el tipo penal procedente, y consecuencias punitivas en caso de
condena, integran el derecho del justiciable a la tutela judicial efectiva. De esta
manera, la motivación de las sentencias constituye una consecuencia necesaria
de la función judicial y de su vinculación a la Ley, permite conocer las pruebas
en virtud de las cuales se le condena (motivación fáctica) y las razones legales
que fundamentan la subsunción (motivación jurídica) al objeto de poder ejercitar
los recursos previstos en el ordenamiento y, finalmente, constituye un elemento
disuasorio de la arbitrariedad judicial.

860
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La STS. 584/98 de 14.5. sobre la extensión motivación señala:

Por lo que se refiere específicamente a las sentencias penales, la


motivación debe abarcar, tres aspectos relevantes: fundamentación del relato
fáctico que se declara probado, subsunción de los hechos en el tipo penal
procedente (elementos descriptivos y normativos, tipo objetivo y subjetivo,
circunstancias modificativas), y consecuencias punitivas y civiles en el caso de
condena.

TS. 771/2002, de 326-4. Triple aspecto que comprende la motivación.

Sin duda, puede hablarse de un nuevo modelo constitucional de proceso


en la medida en que la Constitución ha establecido las líneas maestras y los
principios a los que han de acogerse los Tribunales, cualquiera que sea el orden
jurisdiccional de sus actuaciones. Este derecho al proceso cuyo titular es todo
ciudadano que solicita ante un Tribunal la resolución de un litigio, se vertebra
por el derecho a la tutela judicial efectiva del artículo 24.1 (RCL 1978, 2836,
ApNDL 2875) que a su vez se integra por el derecho a la obtención de una
resolución de fondo sobre la pretensión formulada al juez, a menos que existan
obstáculos procesales insalvables y el derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas. En relación a la primera como precipitado del juicio de justicia
efectuado por el Tribunal tras la valoración de las pruebas, la resolución debe
ser fundada, y en tal sentido el artículo 120.3º de la Constitución es tajante
cuando así lo manifiesta, lo que se reitera en el art. 248 de la LOPJ (1985, 1578,
2645, 1578, 2635, APNDL 8375). Motivación que, como es doctrina consolidada
de esta Sala, entre otras STS núm. 715/2002, de 19 de abril y núm. 2505/2001,
de 26 de diciembre (RJ 2002, 2002) opera en una triple dirección:

a) Motivación fáctica, relativa a la explicación de los procesos


intelectuales que han llevado a la Sala sentenciadora a efectuar una
determinada valoración de la prueba justificadora de la versión exteriorizada en
el juicio de certeza que integra los hechos probados, frente a otras posibilidades
en relación a cada uno de los acusados así como, en su caso, de todos los datos
que pudieran ser relevantes en orden a la concurrencia de circunstancias
modificativas de la responsabilidad. Al respecto debemos recordar que todo
juicio es un decir y contradecir, por ello ante la existencia de prueba de cargo y

861
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de descargo se precisa una suficiente identificación de las pruebas tenidas en


cuenta y una suficiente motivación del porqué de la superior credibilidad que se
concede a la versión que se acepta en la sentencia, aspecto este último que
resulta de la mayor importancia cuando la naturaleza de las pruebas sea
documental –en el sentido casacional del término-, en razón a que frente a ellas
esta Sala casacional se encuentra en idénticas condiciones que el Tribunal
sentenciador lo que posibilita el control de la razonabilidad de la argumentación,
así como en relación a la prueba indiciaria por el mayor grado de subjetivismo
que ésta encierra.

b) Motivación jurídica, relativa a la traducción jurídico penal de los hechos


declarados probados tanto en relación a la calificación jurídica de los hechos y
grado de desarrollo, como a la participación de las personas que en ellos
hubiesen intervenido y circunstancias que pudieran concurrir.

c) Motivación decisional, es decir, de las consecuencias de la


participación de la persona en el hecho delictivo enjuiciado, lo que abarca
singularmente, pero no de forma exclusiva, la individualización judicial de la
pena, extremo que ha sido resaltado en el vigente Código Penal (RCL 1995,
3170 y RCL 1996, 777) en el art. 66 párrafo 1º, también integra la motivación
decisional los pronunciamientos sobre la responsabilidad civil que en su caso
pudiera declararse –art. 115 CP-, costas procesales y las consecuencias
accesorias –art. 127 y 128 CP-.

Ahora bien, en el caso actual el recurrente realiza una fragmentación


incorrecta de la sentencia pues en el fundamento jurídico relativo a la condena
por delito continuado de prevaricación que señala (pág. 1323 de la sentencia)
no se limita la motivación en la que se basa la expresa subsunción sino que lo
realizado es una remisión total a lo razonado anteriormente para evitar
repeticiones innecesarias, remisión que debe entenderse no solo a los hechos
probados, sino a lo afirmado en los mismos fundamentos jurídicos relativos a
las arbitrarias resoluciones administrativas dictadas en los referidos expedientes
de contratación.

Y en este sentido es suficiente para apreciar la corrección del


razonamiento que posibilita la subsunción de los hechos en el delito de

862
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prevaricación por el que ha sido condenado el recurrente, la fundamentación


contenida en las páginas 1282 y ss. de la sentencia, en los que se especifican
todos y cada uno de los elementos del delito de prevaricación por el que ha sido
condenado: el carácter de autoridad, el dominio absoluto del hecho en los
diversos expedientes de contratación (entre ellos “Camino de las Huertas”) así
como las resoluciones arbitrarias recaídas en los expedientes referidos a fin de
propiciar las adjudicaciones, a cambio de las cantidades recibidas por el
adjudicatario.

228.- El motivo vigésimo cuarto al amparo de los arts. 852 y 849.1


LECrim por vulneración del derecho fundamental a la presunción de
inocencia, por no resultar la prueba suficiente en la motivación planteada,
lógica, para sustentar una condena por prevaricación en relación con las
adjudicaciones a Constructora Hispánica, respecto con el elemento
objetivo del delito de prevaricación, dictar una resolución arbitraria y
manifiestamente injusta.

Afirma que no se describen las injustas irregularidades en que habría


participado y que, en todo caso, ninguna de tales pretendidas irregularidades
conforma la resolución arbitraria que exige el delito, por lo que no concurre el
elemento objetivo del tipo.

Como consecuencia de lo anterior, interesa se deje sin efecto la condena


por el delito de prevaricación y formula un submotivo adicional por
infracción de ley por indebida aplicación del art. 419 CP para que se deje
sin efecto igualmente la condena por el delito de cohecho, al desaparecer el acto
injusto que opera como elemento esencial del mismo.

Para desestimar el motivo basta señalar como con carácter general en


los hechos probados se afirma “Estos contratos generaron un importante
perjuicio a las entidades públicas, por cuanto el precio del servicio que les fue
prestado era mayor que el normal de mercado, por el superior margen de
beneficio de las empresas de Correa y porque incluía como coste la comisión
abonada para obtener las adjudicaciones” (pág. 157 sentencia).

863
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y en cuanto al sistema de adjudicación se destaca que:

Fue fundamental para dicha selección la sustitución de los


iniciales criterios de valoración de ofertas, del Pliego de Cláusulas
Administrativas, por su sustitución por otros con un componente importante de
subjetividad, que permitían un mayor margen de arbitrariedad a la hora de elegir
la empresa adjudicataria, introducidos de manera consciente a tal fin.

Entre esos criterios, se otorgaban 15 puntos por el relativo al estudio del


tráfico, de gran subjetividad, por no ser cuantificable mediante una fórmula
matemática, mucho más cuando en el pliego no se indicaba ni qué elementos
se habían de tener en cuenta, y cómo valorarlos; se otorgaban 50 puntos a la
proposición económica, para la que se siguió el conocido como de “bajas
medias”, pese a la censura general de que es objeto, y 35 puntos a la reducción
del plazo de ejecución, que fue fundamental, porque solo las empresas que
proponían la máxima tendrían posibilidades de ser adjudicatarias, y que, a la
postre, no se cumplió, pues la obra ni siquiera se entregó en los plazos
ampliados tras una prórroga y un modificado.

En base a dichos criterios, el Ingeniero Municipal emitió un informe el


08/03/2004, con una justificación formal, global e imprecisa sobre las ofertas
presentadas, al objeto de que resultara adjudicataria CONSTRUCTORA
HISPÁNICA, informe que fue asumido por la mesa de contratación de la misma
fecha, presidida por ROBERTO FERNÁNDEZ, quien propuso la adjudicación a
esta empresa, a quien le fue adjudicada mediante el Decreto de 18/03/2004 al
que nos hemos referido al inicio.

El plazo de ejecución, sin embargo, tuvo que ser ampliado en dos


ocasiones. La primera, a petición de una prórroga de un mes por parte de la
adjudicataria, que concede, en Decreto de ROBERTO FERNÁNDEZ, por
delegación de JESÚS SEPÚLVEDA, de fecha 08/09/2004, previo informe
favorable del Ingeniero Municipal; la segunda ampliación tiene lugar a raíz de
un Proyecto de Modificado propuesto por el Ingeniero Municipal, que suponía
un incremento del inicial precio de adjudicación de 360.242,27 €, que fue
aprobado por la Junta de Gobierno en sesión de 22/09/2004, con el voto

864
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

favorable de JESÚS SEPÚLVEDA y ROBERTO FERNÁNDEZ, y se amplía el


plazo de ejecución por un mes más.

Con todo, y pese haberse considerado el plazo de ejecución criterio


relevante para la adjudicación, las obras finalizaron el 01/04/2005, cumplido con
exceso los plazos, incluidos los ampliados por tras la prórroga y el modificado.

Se declara probado el acuerdo previo de adjudicación entre recurrente y


otros acusados a cambio de las oportunas comisiones, teniendo el Sr.
Sepúlveda el dominio del hecho por el cargo de Alcalde que ocupaba; además,
se especifican, las maniobras realizadas, como son los cambios de criterios para
lograr que la adjudicación fuera otorgada a los referidos adjudicatarios, así como
las distintas incidencias, prórrogas, aumento del precio.

De todo ello resulta que no se siguieron criterios objetivos, desde el inicio


se ideó un procedimiento “ad hoc” para lograr la adjudicación previamente
concertada a cambio del precio, burlando los principios de transparencia, de
igualdad de oportunidades y de objetividad en el ejercicio de la función pública,
que deben guiar a los responsables de la Administración Pública, sin olvidar la
fragmentación en contratos menores, para eludir los requisitos de publicidad,
procedimiento y forma de adjudicación que acompañaron a la “Operación
Asfalto”.

El motivo vigésimo quinto al amparo del art. 852 LECrim por


infracción de precepto constitucional considerando vulnerado el derecho
a la presunción de inocencia del art. 24 CE, pues nos encontramos con que
la segunda de aquellas adjudicaciones denominada “Operación Asfalto 2004”
ya no solo resultan aplicables las anteriores consideraciones del motivo respecto
la inexistencia del elemento objetivo del tipo penal, sino que además, en este
supuesto, no existe adjudicación alguna a favor de la empresa referida
Constructora Hispánica. Se produce una irracional motivación para llegar a
concluir que esta empresa fue la real adjudicataria y llegar así al delito de
prevaricación.

865
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se afirma por el recurrente que la conclusión que llega la sentencia de


que la Operación Asfalto fue adjudicada a la Constructora Hispánica es absurda,
por cuanto que la misma fue adjudicada a la UTE, y por tanto, no pudo existir
favorecimiento alguno a la referida empresa y que la subcontratación efectuada,
entra dentro del ámbito privado.

El motivo se desestima.

La sentencia distingue entre la adjudicataria y la subcontrata. Así, en los


hechos probados señala:

B) Proyecto de obras de Operación Asfalto 2004.

También, producto de los acuerdos entre FRANCISCO CORREA,


PABLO CRESPO, JESÚS SEPÚLVEDA y ALFONSO GARCÍA POZUELO,
CONSTRUCTORA HISPÁNICA SA resultó beneficiada para la realización de
este proyecto, cuyo objeto del contrato era el asfaltado de varias calles del
Municipio de Pozuelo de Alarcón, si bien la fórmula empleada en esta ocasión
fue a través de una subcontratación que hizo con la empresa que, formalmente,
resultó adjudicataria, que fue la UTE ASFALTOS VICÁLVARO SL e
INSTALACIONES Y MONTAJES ELÉCTRICOS VELASCO.

La tramitación y los criterios de adjudicación fueron muy similares a los


del expediente anterior, pero teniendo en cuenta que en este, aunque
formalmente se adjudicó el contrato a la mencionada UTE, se ocultó tras ella la
real adjudicataria, que lo fue CONSTRUCTORA HISPÁNICA.

En esta ocasión, ALFONSO GARCÍA POZUELO abonó a FRANCISCO


CORREA 15.900 € en concepto de comisión. Por su parte, PABLO CRESPO,
como segundo de FRANCISCO CORREA, intervino en la gestación y ejecución
del acuerdo.

Por Decreto de 07/06/2004, del Concejal de Economía, Hacienda y


Régimen Interior, ROBERTO FERNÁNDEZ, por delegación del Alcalde JESÚS
SEPÚLVEDA, fue adjudicado el contrato en procedimiento abierto, mediante
concurso, a la UTE ASFALTOS VICÁLVARO SL e INSTALACIONES Y
MONTAJES ELÉCTRICOS VELASCO, por un precio de 1.845.656,21 €, IVA

866
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

incluido, y un plazo de realización de cuatro meses, firmándose el contrato el


05/07/2004, no obstante ser el precio de licitación de 2.405.077,16 € y el plazo
de ejecución de siete meses, desde el acta de replanteo.

El proyecto para esta obra fue redactado, con fecha 02/01/2004, por el
Ingeniero Municipal, y lo hizo proponiendo unos criterios de valoración de ofertas
iguales a los del expediente anterior, por lo que, una vez más, los aspectos
marcadamente subjetivos favorecían la arbitrariedad a la hora de la
adjudicación; entre ellos volvía a ser importante el “estudio del tráfico”, más en
los imprecisos términos en que se ofrecía.

Previo informe favorable del Ingeniero Municipal, la Mesa de


Contratación, presidida por ROBERTO FERNÁNDEZ, en sesión de 25/05/2004,
acordó formular propuesta de adjudicación del contrato a la referida UTE, que
le fue adjudicado mediante el mencionado Decreto de 07/06/2004, que este
firmó, como también firmó el contrato el 05/07/2004.

No obstante ser el plazo de ejecución del contrato cuatro meses, se


solicitó una prórroga de un mes por parte de la UTE, que le fue concedida en
Decreto de 07/10/2004; posteriormente una segunda prórroga por tres meses,
que también se concede en Decreto de 30/11/2004, y hay una propuesta de
modificado por parte del Ingeniero Municipal, que supuso un incremento sobre
el precio inicial de 348.202,39 €.

Y en la fundamentación jurídica se exponen las razones y pruebas que


ha valorado el tribunal para dar por probado que la verdadera adjudicataria de
la obra fue Constructora Hispánica y no la UTE, a la que “formalmente” se le
adjudicó. Así, en los fundamentos jurídicos (pág. 1293 y ss.) se afirma:

<<B) Proyecto de obras de Operación Asfalto 2004

También, producto de los acuerdos entre FRANCISCO CORREA,


PABLO CRESPO, JESÚS SEPÚLVEDA y ALFONSO GARCÍA POZUELO,
CONSTRUCTORA HISPÁNICA SA resultó beneficiada para la realización de
este proyecto, cuyo objeto del contrato era el asfaltado de varias calles del
Municipio de Pozuelo de Alarcón, si bien la fórmula empleada en esta ocasión
fue a través de una subcontratación que hizo con la empresa que, formalmente,

867
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

resultó adjudicataria, que fue la UTE ASFALTOS VICÁLVARO SL e


INSTALACIONES Y MONTAJES ELÉCTRICOS VELASCO.

En esta ocasión, ALFONSO GARCÍA POZUELO abonó a FRANCISCO


CORREA 15.900 € en concepto de comisión. Por su parte, PABLO CRESPO,
de quien venimos diciendo que, como segundo de FRANCISCO CORREA, se
encargaba de la gestión de sus sociedades, intervino en la gestación y ejecución
del acuerdo.

Aunque la tramitación y los criterios de adjudicación fueron muy


similares, nos detendremos en este, si bien teniendo en cuenta que la real
adjudicataria fue CONSTRUCTORA HISPÁNICA, que se ocultó tras la UTE a la
que formalmente se adjudicó el contrato.

Así lo consideramos, no solo por lo que resulta de las declaraciones de


FRANCISCO CORREA y de ALFONSO GARCÍA POZUELO, sino porque
contamos con un testimonio que explicó cómo fue la operación; se trata del
prestado por el testigo Jerónimo Herrera Sánchez, que compareció en la sesión
del día 21/06/2017, a petición de la defensa de JESÚS SEPÚLVEDA, y que,
como representante de la UTE ASFALTOS VICÁLVARO e INSTALACIONES y
MONTAJES ELÉCTRICOS DOMINGO VELASCO, recordaba que el proyecto
operación Asfalto de Pozuelo de 2004 fue adjudicado a ASFALTOS
VICÁLVARO.

Se le preguntó por la solicitud de prórroga que dirigió al Ingeniero


Municipal del Ayuntamiento, y, en relación con ello, si conocía a la empresa
CONSTRUCTORA HISPÁNICA, que dijo conocer, explicando que ASFALTOS
VICÁLVARO subcontrató en parte la realización de algunos servicios, como
movimiento de tierras, alcantarillado, etc. (lo que denominó la obra blanca),
añadiendo que esa subcontrata no era normal, sino que antes de ello lo normal
es que se hable, y si resultan adjudicatarios se subcontrata; y cuando la defensa
le seguía preguntando si hubo alguna instrucción u orden de que tenían la
obligación de subcontratar con CONSTRUCTORA HISPÁNICA para que ellos
resultaran adjudicatarios, respondió que obligación no, sino que fue un acuerdo
entre el jefe de obra de CONSTRUCTORA HISPÁNICA y el testigo, y, aunque
continuó diciendo que no recordaba si la instrucción vino de la Administración,

868
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sin embargo, a preguntas del M.F., para que precisase sobre si recibió esa
instrucción, explicó que instrucción o que hablaron solamente con el Ingeniero,
y que al acuerdo de subcontrata se llegó bajo la instrucción y el apadrinamiento
de dicho Ingeniero; que esto se habló antes de la adjudicación, en una
conversación en un bar, que luego, cuando resultaron adjudicatarios, se llevó a
la práctica.

Es un testimonio que confirma que el real adjudicatario fue


CONSTRUCTORA HISPÁNICA, como, por otra parte, lo confirma esa comisión
entregada por ALFONSO GARCÍA POZUELO a FRANCISCO CORREA.

Consecuentemente de lo anteriormente expuesto, la conclusión de la


sentencia de que la verdadera adjudicación se hizo a favor de Constructora
Hispánica resulta lógica y no arbitraria.

229.- El motivo vigésimo sexto al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, al resultar indebidamente aplicado el art. 74 CP en
relación con el art. 419 del mismo texto legal, para el caso de que se
produjera la estimación del motivo anterior respecto a la inexistencia de
delito de prevaricación alguno en la “Operación Asfalto 2004”, por lo que
las dos adjudicaciones que habían fundado aquella continuidad, ya no
serían dos y por tanto desaparece esa continuidad apreciada en el delito
de cohecho del art. 419 por el que se ha condenado al recurrente.

El motivo está subordinado a la estimación del anterior, por lo que su


improsperabilidad, e incólume el relato fáctico y la fundamentación jurídica que
lo sustenta, al ser dos las adjudicaciones relativas a Constructora Hispánica:
“Camino de las Huertas” y “Operación Asfalto 2004”, cada dádiva recibida por
cada una de ellas constituye un acto típico de cohecho y por ello la continuidad
delictiva.

El motivo se desestima.

869
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

230.- El motivo vigésimo séptimo al amparo de los arts. 852 y 849.1


LECrim por infracción de precepto constitucional al considerar vulnerado
el derecho fundamental a la presunción de inocencia del recurrente por no
existir prueba suficiente ni una motivación lógica, para sustentar una
condena por prevaricación en su conducta en relación a las
adjudicaciones relativas a empresas de Francisco Correa, que se
concretan en la Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) y el Congreso de
Parques y Jardines (PARJAP), todo ello en relación con la falta de
participación del recurrente en aquellas adjudicaciones y la inexistencia
del elemento subjetivo del delito de prevaricación.

Asimismo, se articula conjuntamente por infracción de ley, al


considerar que tampoco aparece ni cabe deducir, con respecto a los
hechos probados, aquel elemento subjetivo de actuar “a sabiendas” de la
injusticia de la resolución, previsto en el tipo penal.

En definitiva, el recurrente niega que se haya probado su conocimiento


como Alcalde del procedimiento establecido para la adjudicación a las empresas
de Correa, de los proyectos Oficina de Atención al Cliente (OAC) y Parques y
Jardines (PARJAP). Hechos que se declaran probados en las páginas 264 y ss.
de la sentencia e insiste en que una delegación en favor del Concejal Roberto
Fernández no implica de suyo que conociera ilegalidad alguna en relación con
los contratos menores de la OAC.

Pues bien, en relación a la OAC el tribunal tuvo en cuenta las


declaraciones de Correa (pág. 489) y la del Concejal de Economía, Hacienda y
Régimen Interior de Pozuelo, Roberto Fernández Rodríguez, quien actuando
siguiendo las órdenes y por delegación del recurrente, reconoció al inicio del
juicio oral los hechos que le imputaba el Ministerio Fiscal, entre ellos su
acatamiento a las órdenes recibidas de aquél, quien por ello, tenía dominio
absoluto del hecho, ordenando como, cuando y con quien se debía contratar
(ver hechos probados pág. 260 y ss. y fundamentos jurídicos pág. 1286 y ss.).
Y como elemento corroborador de aquellas declaraciones el tribunal analiza la
pericial de Juan Carlos Gómez Condado que emitió el informe global de Pozuelo
de Alarcón de la IGAE de 22-5-2013, ratificado los días 19 y 20-9-2017 (pág.

870
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1287 y ss.) en el que se detallan los procedimientos arbitrarios seguidos en cada


una de las adjudicaciones con el fin de satisfacer la voluntad particular del
recurrente, de acuerdo con lo previamente pactado con Correa.

Y en cuanto al PARJAP el motivo considera insuficientes los


fundamentos de la sentencia al basarse en la declaración del coacusado
Roberto Fernández quien, según su parecer, dijo que eran los técnicos los que
llevaban el trabajo real y práctico, limitándose los concejales a dar el visto
bueno. Pero con respecto a esta adjudicación, la sentencia detalla otros
elementos de prueba (pág. 1300 a 1302).

“Otros contratos adjudicados por JESÚS SEPÚLVEDA a FRANCISCO


CORREA, prevaliéndose de sus competencias, de hecho y de derecho, como
Alcalde de Pozuelo y como contraprestación de los regalos percibidos, fueron
los vinculados al XXXI Congreso de Parques y Jardines Públicos (PARJAP
2004), que supusieron 216.836,76 €, de los cuales 150.781,92 € (129.984,41 €
sin IVA) correspondieron al contrato “Organización del XXXI Congreso Nacional
de Parques y Jardines Públicos, PARJAP 2004” (expediente 32/04), adjudicado
el 12/05/2004, y el resto a distintos contratos menores.

El expediente se adjudicó con vulneración de los principios y


procedimientos de contratación a través de una empresa interpuesta
(MR&ASOCIADOS), que cobró su correspondiente comisión y cuyo importe fue
repercutido al Ayuntamiento con el conocimiento y consentimiento de sus
responsables, si bien la preparación y ejecución del Congreso se llevó por
empresas de FRANCISCO CORREA.

Recordemos que así lo manifestó este en su declaración, quien, en


relación con el PARJAP 2004, dijo que habló con JESÚS SEPÚLVEDA, y
explicó la razón por la que acudió a mercantil MR&ASOCIADOS para que lo
organizara, aunque negó que fuera una empresa pantalla suya, y que se
desentendió de cómo se llevó a efecto.

La declaración prestada por ROBERTO FERNÁNDEZ nos permite partir


de este planteamiento, que completaremos con los informes sobre el PARJAP
2004, de la UDEF 98.276/13, de 04/11/1013, ratificado en las sesiones del 4 y

871
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

5/07/2017, y de la IGAE, de 30/01/2014, ratificado en la sesión del día 19 y


20/09/2017, con las correcciones que haremos en lo que exponen en cuanto al
procedimiento de urgencia seguido para la adjudicación; sin embargo, antes nos
detendremos en la participación que se atribuye en este evento a JUAN
ANTONIO SÁENZ JIMÉNEZ, que consideramos que no ha quedado acreditada
con la certeza que precisaría un pronunciamiento de condena.

a) Entre la prueba susceptible de incriminar a este acusado, está la


pregunta que recordemos que se hizo a PABLO CRESPO sobre el Congreso de
Parques y Jardines (PARJAP 2004), a la vez que se le mostraba el documento
“XXXI CONGRESO PARJAP POZUELO, 1-4 JUNIO 2.004”, en el que, entre
otras cosas, dice: “1v Reunión: El día 25- 07-03 en el despacho de J.S., que nos
presenta al encargado del tema, J.A. Sanz, C. De M.A. Se habla como premisa
de que no se presente S.E. y sí lo haga P.V. Quedamos en reunirnos el Lunes,
28-07 en su despacho”, encontrado en su pendrive, que acredita una reunión en
el despacho de JESÚS SEPÚLVEDA, a la que asiste JUAN ANTONIO SÁENZ
y se habla de que no se presente S.E. (SPECIAL EVENTS) y sí lo haga P.V.
(PASADENA VIAJES).

Es cierto que no el 28, pero sí el 29/07/2003 [según Documento Word


“Reunión 29-07-03”. Disco Duro aportado ISABEL JORDÁN ante Notario (DD
S/N 9QF8MPJ3)] hubo una reunión a la que asistieron funcionarios de distintos
Departamentos, entre ellos, JUAN ANTONIO SÁENZ por parte del
Ayuntamiento, y PABLO CRESPO, ÁLVARO PÉREZ, JAVIER NOMBELA y
Javier Passanau, por parte del grupo CORREA, que se celebró en el centro
cultural MIRA y versó sobre el XXXI PARPAJ, pero fue para la preparar la
candidatura a presentar en la Coruña; por lo tanto, no se había hecho la
adjudicación a Pozuelo y nada tenía que ver con los preparativos que, tras la
adjudicación de la sede a esta localidad, tendrían lugar después, como, a
continuación, nos referiremos.

Por lo tanto ni esta reunión, ni el anterior correo de 25/07/2003 acreditan


gran cosa; es más, lo que se dice en ese correo es por referencia, ya que ni
siquiera figura que estuviese en la reunión de la que en él se habla el propio
PABLO CRESPO, y la mención a esas empresas bien pudo ser un algo añadido

872
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

después a lo que se habló en la reunión, que ni siquiera termina cuajando, por


cuanto que la adjudicación acabó siendo ni para S.E. ni para P.V., sino para
MR&ASOCIADOS SL; a la vez que da una explicación de por qué las
comunicaciones que tiene después ISABEL JORDÁN es con JUAN ANTONIO
SÁENZ, debido a que JESÚS SEPÚLVEDA presenta a este como encargado
del asunto, como también explica lo que relataba en su declaración, prestada
en la sesión del día 25/01/2017, cuando decía que inmediatamente que recibía
un correo de ISABEL daba cuenta al Alcalde, y, de paso, le sirve a JESÚS
SEPÚLVEDA para esconderse de algo que es solo responsabilidad suya, como
así se pudo desprender de lo declarado por ROBERTO FERNÁNDEZ, cuando,
al explicar el procedimiento de contratación y la implicación de JESÚS
SEPÚLVEDA, se vio que estas cuestiones las organizaba cuidándose de no
figurar”.

El motivo, por lo expuesto, no puede ser admitido.

MOTIVOS RELACIONADOS CON EL DELITO DE COHECHO

231.- El motivo vigésimo octavo por vulneración del derecho a la


tutela judicial efectiva del art. 24.2 CE y del derecho a la motivación de las
resoluciones del art. 120.3 CE por resultar ilógica e infundada la
motivación efectuada en la subsunción de los hechos en relación con el
delito de cohecho por el que se condena al recurrente.

Afirma que la fundamentación sobre la calificación jurídica es ilógica e


irracional y contraria a la seguridad jurídica, ya que introduce nuevos datos de
hecho no expresados en el factum de la sentencia que no encuentran soporte
probatorio y revelan lo infundado de la condena. Por otro lado, se desconoce,
por la escasa motivación, la relación entre los hechos ofertados y los elementos
del tipo que exige el delito de cohecho, generando indefensión.

El recurrente alega que la sentencia adolece de un déficit de motivación,


llegando a la conclusión condenatoria pretendida por el tribunal, pero sin realizar
un proceso deductivo lógico y racional. La sentencia no especifica qué dádiva

873
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concreta o qué acto injusto y constitutivo de delito fue considerado por el tribunal
para imponer una condena por el delito de cohecho.

El motivo deviene inadmisible.

Respecto a la inclusión de párrafos relativos al cobro de comisiones de


Plácido Vázquez y Enrique Carrasco que considera que están desordenados
del verdadero relato histórico de la sentencia, sin que su inclusión esté
soportada por prueba alguna, lo cierto es que aquellos comparecieron como
testigos en el plenario y el tribunal pudo graduar su credibilidad.

La sentencia recurrida valora la declaración de Francisco Correa quien


menciona al recurrente entre las personas a las que compensó por
adjudicaciones y de Alfonso García Pozuelo, presidente del Consejo de
Administración de Constructora Hispánica, prestada en la sesión del día 11-10-
2016, quien además de haber presentado su defensa escrito admitiendo los
hechos que le atribuía el Ministerio Fiscal reconoció expresamente que entregó
cantidades a Jesús Sepúlveda con la finalidad de que le fueran adjudicados
contratos de la manera irregular que se describía en el escrito de acusación del
Ministerio Fiscal. Declaraciones corroboradas por las periciales, testificales
(como Yolanda Estrada y Juan Carlos Pérez) y documentales derivadas de los
registros efectuados, tal como la sentencia explicita en las págs. 1247 y ss. que
justifican la existencia de un delito continuado de cohecho en relación a las
dádivas percibidas, bien por cobros en efectivo (con especificación de
cantidades recibidas, de quién las recibió y a cambio de qué, bien por cobros en
especie (viajes y servicios turísticos, organización de eventos familiares,
campaña elecciones municipales de 25-5-2003 del recurrente, regalos de
vehículos).

Motivación, por tanto, suficiente, lo que implica que no pueda estimarse


cometida la infracción de preceptos constitucionales denunciada.

232.- El motivo vigésimo noveno al amparo del art. 852 LECrim, por
infracción de precepto constitucional, al considerar vulnerado el derecho
a la presunción de inocencia del art. 24 CE por haber sido condenado sin

874
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que exista una prueba de cargo, válida, suficiente y eficaz, que permita
apreciar la concreta participación del recurrente en los hechos por los que
se le condena por un delito de cohecho.

La declaración de Roberto Fernández, de la que se infiere que el


recurrente participó en un acuerdo para adjudicar el concurso a Constructora
Hispánica no es válida ni suficiente, ya que no existe ninguna corroboración de
la participación en las adjudicaciones.

Alega el recurrente que la declaración del coacusado Roberto Fernández


no puede ser tenida en cuenta como única prueba de cargo en su contra, ya que
no viene corroborada por ninguna otra y además, el tribunal no valoró otras
testificales de descargo que acreditaban que el recurrente no había tenido
participación en las contrataciones.

El motivo reitera sus alegaciones relativas a la insuficiencia probatoria


cuestionando la validez de la declaración del acusado como prueba de cargo
suficiente para enervar la presunción de inocencia, olvidando, como ya se ha
razonado en motivos anteriores que la declaración del coacusado Roberto
Fernández aparece corroborada no solo por las declaraciones de Correa y
García Pozuelo, sino por las testificales, periciales y documentales a las que se
ha hecho referencia.

El motivo por lo expuesto se desestima.

233.- El motivo trigésimo por infracción del art. 24.1 y 120.3 CE, al
amparo del art. 852 LECrim, por interdicción de la arbitrariedad y derecho
a una resolución motivada y la consiguiente infracción de ley por
aplicación indebida del art. 72 CP en relación con el art. 66.6 CP en la pena
impuesta por el delito de cohecho.

El recurrente alega, en síntesis, que la sentencia adolece de falta de


motivación en la individualización de la pena al fundamentar la pena de cinco
años por el delito de cohecho se refiere con carácter general a la “cantidad de
dádivas recibidas” sin especificar a qué importe ascienden tales dádivas;

875
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

además, alega que la pena de multa se impone sin justificación alguna, debido,
probablemente, a que la propia sentencia no ha cuantificado el importe o valor
de la dádiva, e incluye la totalidad de las dádivas al delito de cohecho del art.
419, sin que se concreten las bases para la imposición de la pena de multa por
importe de 1.000.000 €.

Subsidiariamente como la única dádiva que aparece referida a las


adjudicaciones por las que se condena por un delito de cohecho del art. 419 es
la que se dice entregó Alfonso García Pozuelo a Francisco Correa sería de
54.491 €, esta cantidad sería la única que podría servir de base al cálculo de la
pena de multa por referido delito.

Queja del recurrente que no resulta asumible.

En efecto, la motivación de la pena no se limita a la señalada por el


recurrente en los fundamentos jurídicos que señala. El recurrente ha sido
condenado por un único delito continuado, art. 74, de cohecho del art. 419, que
al ser el más gravemente penado, engloba la totalidad de cohechos propios e
impropios descritos en el relato fáctico. Y la sentencia contiene una motivación
suficiente sobre las razones de tal subsunción, incluso con cita de la STS
508/2015, reiterada en la STS 613/2018, de 29 de noviembre, en la que se
afirma: “Bien entendido que la homogeneidad entre los distintos tipos de
cohecho ha sido expresamente proclamada por la jurisprudencia. La posible
heterogeneidad de las diversas figuras de cohecho es más aparente que real,
en cuanto que el bien jurídico que tratan de proteger sus diferentes modalidades
delictivas es perfectamente unificable. Como señala la STS 326/2008, de 13 de
junio, una moderna corriente doctrinal pone el acento en la necesidad de
perseguir, con instrumentos penales, todas las actividades que revelan la
corrupción de los funcionarios públicos y ponen en peligro la credibilidad
democrática del sistema administrativo del Estado. Desde esta perspectiva se
tiende a una política unitaria que trata de homologar todas las conductas que
suponen la expresión de un comportamiento corrupto. En esta línea tanto el
cohecho activo como el cohecho pasivo, el propio como el impropio, son
manifestaciones de esta lacra de la corrupción que afecta a la buena marcha de

876
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la Administración pública y a la fe de los ciudadanos en las instituciones del


Estado democrático y de derecho”.

La alegación efectuada de falta de proporcionalidad de la pena es


igualmente rechazable. En primer lugar, porque la calificación jurídica es de
delito continuado de cohecho, de los artículos 419 y 74 del Código Penal, cuya
penalidad en la fecha de los hechos, se situaba en la horquilla (dada la
continuidad), de 4 a 6 años de prisión y multa del tanto al triplo del valor de la
dádiva, por lo que la pena impuesta de 5 años se encuentra en su mitad inferior,
al igual que la multa que no supera el triplo permitido. En segundo lugar, porque
el criterio de la importancia o cantidad de lo recibido (454.781,79 euros), no solo
es criterio jurisprudencial admitido para la correcta individualización de la pena,
admitiéndose incluso como motivación implícita, en aquellos supuestos que por
llevar a una exasperación de la pena (que no es el caso presente) requieren una
especial motivación (STS 413/2015 de 30 junio, por todas).

234.- El motivo trigésimo primero al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional al considerar vulnerado el derecho a
la presunción de inocencia previsto en el art. 24 CE, la seguridad jurídica
prevista en el art. 9.3 CE y el deber de motivación del art. 120 CE.

Alega que la motivación por la que subsumen los hechos en el delito de


fraude es ilógica al no motivarse la convicción probatoria y se concluye de forma
contraria a los razonamientos efectuados en la sentencia sobre la prueba de la
que efectúa la deducción. Del mismo modo, es incompatible con la seguridad
jurídica mezclar la afirmación jurídica con afirmaciones de datos de hechos que
deberían formar parte del relato histórico, lo que se produce en este caso al
efectuar afirmaciones en la subsunción del tipo penal sobre elementos que no
aparecen ni se refieren en el relato de hechos.

Afirma que desde la perspectiva de la presunción de inocencia solo


pueden declararse probados los hechos internos cuando existe actividad
probatoria de cargo suficiente y al tratarse de elementos no captables
directamente por los sentidos han de deducirse de hechos externos en la forma

877
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

habitualmente utilizada para valorar la prueba indiciaria, pues los hechos


internos, salvo los casos de acreditación mediante la confesión del acusado, han
de probarse mediante deducciones o inferencias.

Y en el caso presente en la reunión en el despacho de Jesús Sepúlveda


y otra en el centro Mira relativas a la preparación de la candidatura de Pozuelo
para el XXXI PARJAP a presentar en La Coruña en noviembre de 2003, en la
que ya se estaba pensando y asumiendo el compromiso de que, en el caso de
que prospere y se adjudique a Pozuelo se encargue de su montaje y
organización a empresas de Francisco Correa, la sentencia hace una inferencia
o deducción sobre la intención y compromiso de los acusados sin base
probatoria.

Y respecto a la Oficina de Atención al Ciudadano tampoco hay sustrato


probatorio para concluir que el recurrente conociera la ilegalidad de la
contratación.

Por último, subsidiariamente, postula que no se le aplique la continuidad


delictiva.

El motivo se desestima.

El recurrente de nuevo intenta cuestionar la existencia de prueba


suficiente en cuanto al valor de las declaraciones del coacusado Roberto
Fernández respecto al fraude relativo a la Oficina de Atención al Ciudadano
(OAC) por lo que nos remitimos a lo ya expuesto en motivos anteriores que
damos por reproducido.

Y en cuanto a los acuerdos tomados en relación al Congreso relativo a


Parques y Jardines; en la fundamentación jurídica específicamente se recoge la
asunción del compromiso de adjudicación a las empresas de Correa, pág. 1300
y ss., explicitándose la prueba y valoración de la misma:

<<si bien la preparación y ejecución del Congreso se llevó por empresas


de FRANCISCO CORREA.

878
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Recordemos que así lo manifestó este en su declaración, quien, en


relación con el PARJAP 2004, dijo que habló con JESÚS SEPÚLVDA, y explicó
la razón por la que acudió a mercantil MR&ASOCIADOS para que lo organizara.

La declaración prestada por ROBERTO FERNÁNDEZ nos permite partir


de este planteamiento, que completaremos con los informes sobre el PARJAP
2004, de la UDEF 98.276/13, de 04/11/1013, ratificado en las sesiones...>>.
Explicitando acto seguido, las pruebas practicadas sobre este procedimiento, de
donde al parecer de la Sala no son suficientes para fundamentar la condena del
coacusado Juan Antonio Sanz, pero que, sin embargo, sí que son demostrativas
de la participación del recurrente en el delito de fraude, consistente en el
acuerdo previo para su adjudicación a través de la sociedad MR&ASOCIADOS,
recogiéndose la fundamentación jurídica de la continuidad delictiva (páginas
1321 y siguientes).

235.- El motivo trigésimo segundo al amparo de los arts. 849.1 y 852


LECrim por infracción de ley al considerar indebidamente aplicado el art.
436 CP. En la sentencia recurrida no se dan todos los elementos que
conforman el tipo penal del fraude a la administración. No existe el
elemento objetivo consistente en la defraudación proyectada o efectiva,
pues no se describe el perjuicio al Ayuntamiento, ni tampoco el elemento
subjetivo del injusto que ha de presidir la actuación y que debe ser
orientada al objetivo defraudatorio.

Se articula igualmente por la vía de la infracción de precepto


constitucional para el supuesto de que, conforme el respeto escrupuloso de los
hechos probados, no se apreciara la inexistencia de los elementos del tipo, de
modo que la vulneración de los derechos del recurrente se concretaría en la
ausencia de prueba y deficiente motivación para afirmar aquel relato de hechos
y en particular para afirmar el objetivo defraudatorio y la existencia de un
perjuicio que no se produce.

El motivo se desestima.

879
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El art. 436 menciona a la autoridad o funcionario público que,


interviniendo por razón de su cargo en cualquiera de los actos de las
modalidades de contratación pública o en liquidaciones de efectos o haberes
públicos, se concertara con los interesados o usase de cualquier otro artificio
para defraudar a cualquier ente público. La jurisprudencia de esta Sala
considera el fraude a la Administración como un delito tendencial de mera
actividad, que en realidad incluye la represión penal de actos meramente
preparatorios, ya que no necesita para la consumación ni la producción del
efectivo perjuicio patrimonial, ni tan siquiera el desarrollo ejecutivo del fraude,
sino la simple elaboración concordada del plan criminal, con la finalidad de
llevarlo a cabo (SSTS 889/2013, de 18 de noviembre; 391/2014, de 8 de mayo;
63/2017 y 613/2018, de 29 de noviembre) que precisa que el referido delito “es
un delito de simple actividad, con una finalidad perseguida, un elemento
subjetivo del injusto que es identificado con la preposición “para”, describiendo
la finalidad pretendida. La defraudación consiste siempre en el quebrantamiento
de una especial relación de confianza. No requiere que el funcionario se haya
enriquecido personalmente, ni que la Administración correspondiente haya sido
sujeto pasivo de una acción que le haya dañado efectivamente su patrimonio.
En este sentido una reiterada jurisprudencia de esta Sala ratifica que la tipicidad
en el delito de fraude se alcanza con la simple elaboración concordada del plan
criminal (concierto) o la puesta en marcha de artificios con la finalidad de llevarlo
a cabo.

Siendo así, la sentencia recurrida razona (pág. 1322):

“En el caso que nos ocupa, está claro el acuerdo defraudatorio, con lo
que queda consumado el delito. Como ejemplos de ello, podemos recordar el
documento XXI CONGRESO PARJAP 1-4 JUNIO 2004, encontrado en el
pendrive de PABLO CRESPO, en el que, entre otras cosas, se menciona una
reunión en el despacho de JESÚS SEPÚLVEDA, se habla del tema y que no se
presente una SPECIAL EVENTS, y se convoca a otra reunión que tiene lugar
en el centro MIRA el 29/07/2003, la cual, aunque hemos dicho que fuera para
preparar la candidatura de POZUELO sobre el XXXI PARJAP, a presentar en
La Coruña en noviembre de 2003, ya se está pensando y asumiendo el
compromiso de que, caso de que se prospere y se adjudique a POZUELO, se

880
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encargue de su montaje y organización empresas de FRANCISCO CORREA,


bajo la dirección de ISABEL JORDÁN. [En esa reunión estuvo presente JUAN
ANTONIO SÁENZ, y nos remitimos a las razones expuestas en la
fundamentación fáctica para no considerarle implicado en ese concierto y ajeno
a cualquier irregularidad relacionada con este Congreso del PARJAP].

También podemos referirnos a lo que dijo ROBERTO FERNÁNDEZ, en


relación con la OAC, que dijo que JESÚS SEPÚLVEDA les planteó que se
encargase de su realización una de las empresas de FRANCISCO CORREA y
que se pusiesen en contacto con ISABEL JORDÁN, como de hecho se llevó a
cabo.

Son, por lo tanto, al menos dos los conciertos con esa finalidad
defraudatoria que exige el tipo, por lo que cabe apreciar la continuidad delictiva
que plantea el M.F., y, en orden a su punición, respetando la pena que el M.F.
pacta con ROBERTO FERNÁDEZ, la que se imponga a JESÚS SEPÚLVEDA
será en concepto de autor, como interesa el M.F., mientras que a FRANCISCO
CORREA, PABLO CRESPO e ISABEL JORDÁN lo será como inductores y/o
cooperadores necesarios, como les acusa el M.F., y aplicaremos la atenuación
extraordinaria del art. 65.3 CP”.

Y en cuanto a las consideraciones que realiza en orden a la valoración


de la prueba y la presunción de inocencia, nos remitimos a lo ya expuesto en el
análisis de los motivos formalizados por el recurrente por la vulneración de
referido derecho fundamental.

MOTIVOS RELACIONADOS CON EL DELITO DE MALVERSACIÓN

236.- El motivo trigésimo tercero por infracción de ley, por


aplicación indebida del art. 436 y 74 CP, en relación con el art. 432 CP.

El motivo se plantea con carácter subsidiario a los anteriores, para


el supuesto en que se hubiera estimado la existencia del delito de fraude
por entender que concurre en el mismo el elemento consistente en buscar
defraudación, de modo que se centra en la absorción o consunción del

881
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito de fraude por el delito de malversación de caudales públicos


relativos ambos a la adjudicación del Congreso de Parques y Jardines, de
modo que la existencia de aquella consunción debería dejar sin efecto el
delito de fraude en relación con aquella adjudicación, dando lugar a la
inexistencia de la continuidad delictiva del delito de fraude, que se basa
para apreciar la continuidad en aquella adjudicación (PARJAP) y la de la
Oficina de Atención al Ciudadano (OAC).

La cuestión planteada en el motivo que se reduce a si entre los delitos


de fraude y malversación se produce un concurso de leyes o un concurso de
delitos, es objeto del motivo primero del recurso interpuesto por el Ministerio
Fiscal, por lo que nos remitimos a su análisis.

No obstante, sí debe hacerse una precisión, cual es que el concierto para


el fraude, según los hechos probados, no se circunscribió a las operaciones
relativas al PARJAP y OAC, sino que se proyectó de manera global sobre una
pluralidad de contratos, como los relativos a los adjudicados a Constructora
Hispánica y a los contratos menores efectuados. Sin olvidar que en todo caso y
conforme al art. 8.4 (“…el precepto penal más grave excluirá los que castiguen
el hecho con pena menor”), al estar castigado el delito de malversación por el
que ha sido condenado el recurrente (art. 432.3 CP vigente en el tiempo de los
hechos) con pena de prisión de 6 meses a 3 años, no podría absorber al delito
de fraude por el que ha sido condenado, castigado con pena superior ( 1 año a
3 años).

237.- El motivo trigésimo cuarto con base en los arts. 849.2 y 852
LECrim por infracción de ley, por error de hecho en la apreciación de la
prueba basado en documentos que obren en autos, a su vez, por
vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

En relación con el delito de malversación de caudales se denuncia con


base en prueba documental el error incurrido por la Sala “a quo” para determinar
que la concesión del 2% que se dice atribuida a la empresa M R Asociados, lo
fue con cargo y en perjuicio del Ayuntamiento, que es los que conduce a la

882
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condena por aquel delito. La comprobación del documento pone de manifiesto


que dicha comisión no fue soportada por el Ayuntamiento. De este modo se
produce una motivación errónea respecto la prueba de cargo que lleva a una
conclusión condenatoria.

El documento que señala “Hoja de presupuesto” relativo al PARJAP


elaborado por Down Town demuestra que la comisión del 2% no fue soportada
por el Ayuntamiento, sino por la propia empresa emisora del presupuesto. Ello
excluye el delito de malversación de caudales públicos.

Y para el caso de que se considere que no se cumplen los requisitos del


art. 849.2 LECrim se alega vulneración de derechos fundamentales al amparo
del art. 852 LECrim por errónea valoración de la prueba que vulnera su
presunción de inocencia y su derecho a la tutela judicial efectiva.

El motivo deviene improsperable.

El documento a que se refiere el motivo y que reproduce en el desarrollo


del motivo, es analizado expresamente por la sentencia recurrida en la página
1310, en la que detalla:

<<En dicha Hoja de Costes figuran distintas cantidades asociadas a


conceptos relacionados con el nombre de la empresa adjudicataria del
concurso, tales como “MR-ASOCIADOS: Seguro, costes financieros, pago
anuncio” y “MR-2 % de comisión”, lo que confirma el beneficio pactado entre
DOWN TOWN y MR&ASOCIADOS y la comisión del 2% que esta se llevó de la
base imponible, esto es, 2.599,69 € que se incluyen en la propia hoja de costes;
fue, por tanto, imputado como un coste más, junto con otros, de la ejecución del
evento y facturados al Ayuntamiento, siendo este quién asumió la carga y, en
definitiva, el pagador final de la actuación de esta sociedad como pantalla de las
empresas de CORREA>>.

Por tanto la sentencia considera que de tal documento en modo alguno


se desprende que la cantidad que se reseña como MR-2% de comisión, sea
soportada por la empresa y por tanto, en nada perjudica al Ayuntamiento,
cuando dicha comisión es repercutida al pagador final, el Ayuntamiento.

883
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El razonamiento del tribunal es racional y de lógica aritmética, el coste


del 2% que soporta la empresa es repercutido al pagador final, esto es, al
Ayuntamiento. Esta es la conclusión que se desprende del documento, lo que
conlleva la falta de fundamento del motivo, al no acreditarse que el tribunal de
instancia haya incurrido en error en la valoración del documento, dado que lo
pretendido por el recurrente es realizar una interpretación distinta del mismo.

238.- El motivo trigésimo quinto al amparo del art. 852 LECrim por
infracción de precepto constitucional, al entender vulnerado el derecho
fundamental a la presunción de inocencia del recurrente por no existir
prueba suficiente ni una motivación lógica para deducir su participación
en los hechos por los que es condenado por un delito de malversación de
caudales públicos.

No existe prueba suficiente ni una motivación lógica para considerar la


participación y conocimiento del mismo de los hechos que se subsumen en
aquel delito.

El motivo realiza una interesada valoración de la prueba tenida en cuenta


por el tribunal de instancia, aduciendo que realiza solo una reiteración de la
genérica y reiterada referencia de la declaración de Yolanda Estrada en que la
sentencia procura soportar la también genérica declaración de Roberto
Fernández en orden a la participación del recurrente.

Queja inasumible.

En los hechos probados se recoge:

<<E) XXXI Congreso de Parques y Jardines (PARJAP 2004)>>


contenido en las páginas 1300 y siguientes contiene un análisis exhaustivo y
una valoración lógica y racional de los elementos probatorios, a cuyo extenso
contenido nos remitimos. No obstante, centrándonos en la condena del
recurrente por su participación un delito de malversación de caudales públicos
del art. 432.3 del Código Penal, cabe señalar que la sentencia expresa que el
fundamento de la acusación/condena deriva del incremento de precio que

884
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

supuso para el Ayuntamiento la comisión del 2% (2.599,69 €), que se pagó a


MR&ASOCIADOS por presentarse al concurso del PARJAP, para que
apareciera en lugar de DOWN TOWN.

Dicho relato encuentra su sustento en la declaración del acusado Alfonso


García Pozuelo Asins, en la sesión del día 11/10/2016, <<reconociendo que era
cierto que entregó las cantidades que se decían en el escrito de acusación del
M.F. a JESÚS SEPÚLVEDA, con la finalidad de que este intermediase en la
adjudicación de contratos a favor su mercantil (...) También se le preguntó por
el Congreso de Parques y Jardines (PARJAP 2004), mostrando el documento
“XXXI CONGRESO PARJAP POZUELO, 1-4 JUNIO 2.004”, en el que, entre
otras cosas, dice: “1ª Reunión: El día 25-07-03 en el despacho de J.S., que nos
presenta al encargado del tema, J.A. Sanz, C. De M.A. Se habla como premisa
de que no se presente S.E. y sí lo haga P.V. Quedamos en reunirnos el Lunes,
28-07 en su despacho”. Dicho documento, con el nombre REPORT.doc, se
encontró dentro de la carpeta ARCHIVOS VARIADOS, a su vez, dentro de la
2172656093, que estaba en el R 11-Documento 20, pendrive perteneciente a
PABLO CRESPO, que, una vez más, negó que fuera suyo, visto, además, que
en dicho documento no aparecía mencionado. Sí dijo que les llevó un trabajo
inmenso, y, por referencia a lo que había oído a FRANCISCO CORREA, dijo
que les subcontrató Mar Rodríguez (MR asociados). A continuación, se le
exhibió la hoja de costes de dicho evento (folio 68143, R 13 bis), que dijo no
poder reconocer salvo que se le mostrara en papel, y, de entre los conceptos
que figuraban en dicha hoja, se le preguntó por el que ponía: “MR-2% de
comisión.. .. .. 2.599,69 €”, que, si bien siguió insistiendo que se le mostrara en
papel, señaló que ellos trabajaban para MR asociados>> (v. págs. 512 y 512).

<<En dicha Hoja de Costes figuran distintas cantidades asociadas a


conceptos relacionados con el nombre de la empresa adjudicataria del
concurso, tales como “MR-ASOCIADOS: Seguro, costes financieros, pago
anuncio” y “MR-2 % de comisión”, lo que confirma el beneficio pactado entre
DOWN TOWN y MR&ASOCIADOS y la comisión del 2% que esta se llevó de la
base imponible, esto es, 2.599,69 € que se incluyen en la propia hoja de costes;
fue, por tanto, imputado como un coste más, junto con otros, de la ejecución del
evento y facturados al Ayuntamiento, siendo este quién asumió la carga y, en

885
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

definitiva, el pagador final de la actuación de esta sociedad como pantalla de las


empresas de CORREA>> (v. págs.. 1310 y 1311).

Siendo así, el razonamiento del tribunal de instancia no puede


entenderse ilógico o arbitrario, sino, por el contrario, sustentado en las reglas de
la razón, la lógica y las máximas de experiencia, por lo que el motivo debe ser
desestimado.

239.- El motivo trigésimo sexto por infracción de precepto


constitucional por vulneración de la garantía constitucional a la
presunción de inocencia recogida en el art. 24 CE.

Alega que no concurre motivación ni prueba que refleje y justifique el


elemento objetivo del tipo de malversación, constituido por la sustracción de
caudales públicos, al no concurrir el requisito del perjuicio para el erario público,
necesario en la interpretación del tipo penal aplicado, que es el núcleo esencial
para el expresado delito, como lesión patrimonial a un ente público.

No existe una verdadera prueba y motivación expresada en la sentencia


que permita conocer que el precio abonado fuera distinto al que comúnmente
era aplicable en el mercado, que permita constatar que, de no haber existido tal
comisión, el presupuesto de licitación y posterior adjudicación hubiera sido
menor.

El motivo está ligado al anterior, el perjuicio ocasionado al Ayuntamiento,


como dijimos se concreta en la comisión del 2% -2.599’69 €- incluida en la propia
hoja de costes que se pagó a MR & Asociados por presentarse al concurso del
PARJAP para que apareciera en lugar de DOWNTOWN, que fue computada
como un coste más de la ejecución del evento y facturado al Ayuntamiento,
siendo éste quien asumió la carga y, en definitiva, el pagador final de la
actuación de esta sociedad como pantalla de las empresas de Correa.

886
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

240.- El motivo trigésimo séptimo por infracción de ley, art. 849.1


LECrim, al considerar aplicado indebidamente el art. 432 CP.

Alega que conforme a los hechos probados no existe un delito de


malversación de caudales. Se centra el recurrente en la ausencia del ánimo de
lucro, pues de los hechos probados no cabe extraer la existencia de aquel
elemento.

El motivo se desestima.

Es cierto que uno de los elementos del delito de malversación -como ya


hemos señalado en motivos similares de otros recurrentes- es el ánimo de lucro
del sustractor o de la persona a la que se facilita la sustracción, bien entendido
que no se exige el lucro personal del sustractor, sino su actuación con ánimo de
cualquier beneficio, incluso no patrimonial, que existirá aunque la intención de
lucrar se refiera al beneficio de un tercero (STS 506/2014, de 4 de junio).
Asimismo la conducta típica: “sustrayendo o consintiendo que otro sustraiga”
supone dos modalidades comisivas, una por acción y otra por omisión. La
primera consiste en la sustracción de los caudales descritos que implican
apropiación con separación y con ánimo de aprovechamiento defraudatorio
(“animus rem sibi habendi”) en sentido idéntico al usado por otros delitos
patrimoniales. La segunda modalidad comisiva, constituye una conducta dolosa
de omisión impropia, por cuanto por específica obligación legal el funcionario
está obligado a evitar el resultado lesivo contra el patrimonio público, pues el
ordenamiento jurídico no solo espera del funcionario el cumplimiento de sus
deberes específicos, sino que lo coloca en posición de garante, por lo que debe
evitar el resultado. Y el Alcalde-Presidente de una Corporación es responsable
de los caudales públicos, no exigiéndose que el funcionario tenga en su poder
los fondos públicos.

En el caso presente en los hechos probados de la sentencia (pág. 267 y


ss.) se recoge “En todo caso, las irregularidades en la tramitación iban dirigidas
a la adjudicación a favor de la empresa pactada entre Francisco Correa y Jesús
Sepúlveda, siendo importante la intervención de Isabel Jordán, bajo la
supervisión de Pablo Crespo.

887
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(…)

al concurso se presentó únicamente MR & Asociados y, como estaba


acordado, formalmente, le fue adjudicado por precio de 150.781’92 €, si bien a
cambio de una comisión del 2% para que apareciera en lugar de DOWN TOWN,
que resultó la real adjudicataria.

En la “Hoja de Presupuesto”, elaborada por esta empresa y firmada por


Pablo Crespo, figuran distintas cantidades asociadas a MR & Asociados, entre
ellas esa comisión del 2% cifrada en 2.599’69 €, que, incluida en la propia Hoja,
como un coste más fue facturada al Ayuntamiento, quien, por lo tanto, asumió
la carga de pagar la actuación de esta mercantil, como pantalla”.

El respeto a estos hechos probados en la vía casacional del art. 849.1


LECrim, implica el decaimiento del motivo, al igual que los anteriores por
vulneración de precepto constitucional.

El perjuicio patrimonial al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón se ha


ocasionado tal y como se expresa en dicho relato fáctico y en virtud de la
participación del recurrente en su condición de Alcalde de la Corporación.
Consecuentemente es correcta la subsunción realizada por el tribunal penal en
el tipo del art. 432.3 CP.

241.- El motivo trigésimo octavo, al amparo del art. 852 LECrim, por
infracción de precepto constitucional, al vulnerarse la tutela judicial efectiva
en el derecho a una resolución debidamente motivada, conforme a los arts. 24.1
y 120.3 CE y la consiguiente infracción de ley, por aplicación indebida del art.
72 CP en relación con el art. 66.1-6 CP y del art. 50.5 CP a la hora de motivar y
aplicar la pena de prisión de 1 año y multa de 3 meses con cuota diaria de 200
€ por el delito de malversación.

La sentencia adolece de falta de motivación tanto en la fijación de la pena


de prisión, ya que no se fija en las circunstancias personales del recurrente, ni
en la gravedad del hecho, como en la determinación de la cuota de multa, al no
fijarse en la situación económica ruinosa del recurrente.

888
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo debería desestimarse.

En cuanto a la pena de prisión, la pena impuesta a Jesús Sepúlveda, 1


año, está comprendida en la mitad inferior del marco punitivo del art. 432.3
vigente en la fecha de comisión de los hechos -6 meses a tres años-.

La discrepancia del recurrente radica en que al resto de los acusados


condenados por el mismo delito se les impone la pena mínima -6 meses-. El
tribunal justifica el distinto tratamiento punitivo en el mayor reproche que le
merece la actuación del recurrente al ser “quien introduce la dinámica de
corrupción en el Ayuntamiento”. El recurrente era el Alcalde, máximo
responsable del Consistorio. Por tanto ha existido una motivación razonada y
razonable que justifica esa diferencia penológica entre los coacusados.

Cuestiona, igualmente, la cuota diaria de la multa -200 euros- igual para


todos los acusados. El recurrente alega su estado de ruina, pero sin justificar tal
estado más allá de su propia declaración, y que no se deduce de los hechos por
los que fue condenado, cantidades de dinero manejadas, tren de vida llevado y
cargos públicos que desempeñó, debidamente retribuidos, Senador 10 años y
Alcalde de Pozuelo durante casi seis años.

MOTIVOS RELACIONADOS CON EL DELITO DE TRÁFICO DE


INFLUENCIAS

242.- El motivo trigésimo noveno, al amparo del art. 852 LECrim, por
vulneración de los arts. 24 y 120.3 CE por considerar vulnerado el derecho
a la presunción de inocencia del recurrente, por no existir prueba de cargo
suficiente para sustentar los hechos por los que se le condena por un
delito de tráfico de influencias, por entender que existió una motivación
defectuosa y una ausencia de valoración de las pruebas de descargo que
hubieran conducido a una conclusión absolutoria.

Alega que no hay prueba de que el recurrente ejerciera ninguna


influencia sobre ningún concejal para llevar a cabo contratos menores, sin que
sea suficiente el genérico comentario emitido por el coacusado Roberto

889
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Fernández, conforme al cual Jesús Sepúlveda “era quien decidía todo”. No hay
una valoración de la prueba motivada, sino que la fundamentación jurídica de la
sentencia se limita a reproducir los hechos probados. El tribunal omitió cualquier
referencia a las pruebas de descargo.

El motivo reitera argumentos expuestos en los motivos 14 y 16


(submotivo 6), 27(delito de prevaricación), 31 y 32 (en relación al delito de fraude
a la administración), y 35 (delito de malversación) y debe, por ello ser
desestimado.

En efecto, la sentencia recurrida (pág. 1326-1327) en la fundamentación


jurídica explica como:

“la dinámica de corrupción fue instalada por JESÚS SEPÚLVEDA con su


llegada al Ayuntamiento, la cual, para su consumación, contó con el acuerdo de
FRANCISCO CORREA, así como que aquel dirigía toda la política de
contratación, ante lo cual cabría plantearse que quien debiera asumir la
responsabilidad por cualquiera de las variables en que se manifestase esa
contratación, por lo tanto, también respecto de esos contratos menores en que
se centra el M.F., es el propio JESÚS SEPÚLVEDA, y que sería como
consecuencia de tal pacto, por lo que, ante tal planteamiento, no cabría hablar
de tráfico de influencias, porque todo cuanto se contratase tendría su raíz en
ese pacto del que el forma parte JESÚS SEPÚLVEDA, que, por el compromiso
que asume, influye en él para que instaure esa irregular dinámica en cualquiera
de los aspectos en que se manifieste la contratación.

No obstante lo anterior, no se debe ignorar esa instalada actitud suasoria


por parte de este acusado, como Alcalde, sobre aquellos concejales sobre los
que poseía una relación de jerarquía, lo suficientemente intensa como para que
se vieran influidos para tomar las decisiones que en esta modalidad de
contratación eran precisas. Por ello, consideramos que no se debe dejar de
valorar la influencia que tuvo que desplegar sobre distintas concejalías por las
que tenían que pasar esos contratos, con su consiguiente presión, en la medida
que su aprobación dependía de la formal decisión de otro funcionario, para lo
que JESÚS SEPÚLVEDA se tuvo que prevaler de su condición de Alcalde, y,
esta proyección de su actuación, sí cobra una sustantividad propia, que merece

890
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el reproche que le confiere el M.F. mediante este delito; y, si recordamos alguno


de los testimonios oídos en juicio, definen perfectamente lo determinante de esa
influencia.

Nos referimos a lo declarado por ROBERTO FERNÁNDEZ sobre el


papel fundamental que, en materia de contratación, tenía, de hecho, JESÚS
SEPÚLVEDA, y explicaba que era él quien imponía las empresas con las que
había que contratar, como, de hecho, se contrataba con las del grupo CORREA,
que lo corrobora el testimonio de la testigo Yolanda Estrada, cuando dijo a
ISABEL JORDÁN: “mira Isabel, a mi puedes demostrarme lo que quieras pero
al final el que contrata es el Alcalde, vete a verle a él”.

En consecuencia, ha existido prueba válida, plural, legalmente obtenida


y valorada correctamente.

243.- El motivo cuadragésimo al amparo del art. 849.1 LECrim por


aplicación indebida del art. 428 CP que tipifica el delito de tráfico de
influencias, dado que los hechos probados no recogen ni reseñan el
elemento esencial del tipo, que es la influencia que el recurrente tuvo que
llevar a cabo sobre las concejalías para cometer el delito en el modo
descrito en el relato de hechos probados.

Considera que los hechos probados no resultan subsumibles en el tipo


de tráfico de influencias porque no existe el elemento esencial consistente en el
ánimo de influir y la situación de prevalimiento. Para llegar a una conclusión
condenatoria, el tribunal introduce en la fundamentación jurídica, datos y
elementos que no se derivan de la prueba sino de la convicción íntima del
tribunal.

El motivo se desestima.

La tipicidad del art. 428 CP exige una situación de prevalimiento que es


aprovechada para la obtención de una resolución que le pueda beneficiar a él o
a un tercero, de manera directa o indirecta.

891
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La utilización conjunta de los términos influir y prevalimiento es sugerente


del contenido de la tipicidad: situación objetiva de prevalimiento, por razones de
amistad, jerarquía, etc, a la que cabe sumarse un acto de influencia. El bien
jurídico protegido por la norma es la defensa de la objetividad e imparcialidad
en el ejercicio de la función pública y la influencia debe consistir en una presión
moral eficiente sobre la acción o la decisión de otra persona, derivada de la
posición o status del sujeto activo (SSTS 480/2004, de 7 de abril; 335/2006, de
24 de marzo).

Respecto al tráfico de influencias en SSTS 657/2013, de 15 de julio;


426/2016, de 19 de mayo; y 373/2017, de 24 de mayo, recordamos en relación
a dicho delito la jurisprudencia de esta Sala-vid 480/2004 de 7 abril-en el sentido
de que la utilización conjunta de los términos influir y prevalimiento nos indica
que no basta la mera sugerencia sino que la conducta delictiva ha de ser
realizada por quien ostenta una determinada situación de ascendencia y que el
influjo debe tener entidad suficiente para asegurar su eficiencia por la situación
prevalente que ocupa quien influye. Y en la Sentencia 300/2012, de 3 de mayo,
que recoge sentencias anteriores, se expresa que el bien jurídico protegido
consiste en la objetividad e imparcialidad de la función pública (SSTS 480/2004,
de 7 de abril y 335/2006, de 24 de marzo), incluyendo tanto las funciones
administrativas como las judiciales. Es un delito especial cuyo sujeto activo debe
tener la condición de "autoridad" o "funcionario público”, conforme a los
requisitos que exige el art. 24 del Código Penal. Solo admite la forma dolosa y
no se puede cometer por omisión (STS 480/2004, de 7 de abril). El primero de
los elementos del delito es ejercer influencia. La influencia consiste en una
presión moral eficiente sobre la acción o decisión de otra persona, derivada de
la posición o status del influyente. Este es el concepto que se deduce de nuestra
jurisprudencia, pues por ejemplo la sentencia núm. 480/2004, de 7 de abril, nos
dice que el acto de influir debe ser equiparado a la utilización de procedimientos
capaces de conseguir que otro realice la voluntad de quien influye. Y la
sentencia núm. 537/2002, de 5 de abril, que la influencia consiste en ejercer
predominio o fuerza moral. Por lo general la jurisprudencia de esta Sala ha
declarado que entre los requisitos del tráfico de influencias, ha de concurrir un
acto concluyente que rellene el tipo penal, esto es, que se ejerza predominio o

892
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fuerza moral sobre el sujeto pasivo de manera que su resolución o actuación


sea debida a la presión ejercida (SSTS 29 de octubre de 2001 y 5 de abril de
2002, citadas y reiteradas en la de 7 de abril de 2004). La sentencia de esta
Sala de 24 de Junio de 1994 (núm. 1312/94) señala que: "El tipo objetivo
consiste en "influir"… es decir, la sugestión, inclinación, invitación o instigación
que una persona lleva a cabo sobre otra para alterar el proceso motivador de
ésta, que ha de ser una autoridad o funcionario, respecto de una decisión a
tomar en un asunto relativo a su cargo abusando de una situación de
superioridad, lo que un sector de la doctrina científica ha llamado ataque a la
libertad del funcionario o autoridad que tiene que adoptar, en el ejercicio del
cargo, una decisión, introduciendo en su motivación elementos ajenos a los
intereses públicos, que debieran ser los únicos ingredientes de su análisis,
previo a la decisión". Esta temprana sentencia, en ponencia del entonces
Presidente de la Sala D. Enrique Ruiz Vadillo, pone ya de relieve tres
importantes precisiones que delimitan el ámbito de protección de la norma
aportando seguridad jurídica en su aplicación. En primer lugar que la influencia
debe ejercerse para alterar el proceso motivador del funcionario influido, lo que
excluye las meras solicitudes de información o gestiones amparadas en su
adecuación social interesando el buen fin de un procedimiento que no pretendan
alterar el proceso decisor objetivo e imparcial de la autoridad o funcionario que
deba tomar la decisión procedente. En segundo lugar, que el tipo exige el abuso
de una situación de superioridad, como ha señalado acertadamente la doctrina,
por lo que no penaliza genéricamente cualquier gestión realizada por quien
ostenta un nivel jerárquico superior, sino únicamente aquellas en que dicha
posición de superioridad se utiliza de modo desviado, ejerciendo una presión
moral impropia del cargo. En tercer lugar, que en este delito de tráfico late
siempre un interés espurio por ejercer la influencia o presión moral sobre el
funcionario o autoridad que debe dictar determinada resolución con la finalidad
de introducir en su motivación elementos ajenos a los intereses públicos. La
acción tiene que estar dirigida a conseguir una resolución beneficiosa. La
inclusión por el Legislador de la expresión resolución, que tiene un significado
técnico específico, deja fuera del ámbito de este tipo delictivo aquellas gestiones
que, aunque ejerzan una presión moral indebida, no se dirijan a la obtención de
una verdadera resolución, sino a actos de trámite, informes, consultas o

893
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dictámenes, aceleración de expedientes, información sobre datos, actos


preparatorios, etc. que no constituyen resolución en sentido técnico (SSTS de
28 enero 1.998, 12 febrero 1.999, 27 junio 2.003, 14 noviembre 2.003, 9 abril
2007, 1 diciembre 2.008, 1 julio 2.009 y 2 febrero 2.011), aun cuando se trate de
conductas moralmente reprochables y que pueden constituir infracciones
disciplinarias u otros tipos delictivos.

De la jurisprudencia expuesta y de los trabajos doctrinales sobre esta


figura delictiva se puede alcanzar una delimitación de los elementos que le
caracterizan.

El bien jurídico que se trata de proteger es que la actuación de la


administración se desarrolle con la debida objetividad e imparcialidad

Es un delito especial cuyo sujeto activo debe tener la condición de


"autoridad" o "funcionario público”, conforme a los requisitos que exige el art. 24
del Código Penal.

En el tipo objetivo el verbo nuclear es influir con prevalencia. El influjo


debe tener entidad suficiente para asegurar su eficiencia por la situación
prevalente que ocupa quien influye, es decir presión moral eficiente sobre la
decisión de otro funcionario. Sobre este elemento, que es esencial para
diferenciar la conducta delictiva de la que no lo es, hay que insistir considerando
que sólo podrá existir una conducta típica cuando sea idónea y con entidad para
alterar el proceso de valoración y ponderación de intereses que debe tener en
cuenta el que va a dictar una resolución, como dice nuestra jurisprudencia que
sea eficaz para alterar el proceso motivador por razones ajenas al interés
público.

El delito exige, además, el prevalimiento, en una de las tres modalidades


que el Código contempla: bien por el ejercicio abusivo de las facultades del
cargo; bien por una situación derivada de una relación personal (de amistad, de
parentesco etc.); bien por una situación derivada de relación jerárquica, que se
utilizan de modo desviado, ejerciendo una presión moral sobre el funcionario
influido.

894
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La acción tiene que estar dirigida a conseguir una resolución beneficiosa


para el sujeto activo o para un tercero. Por resolución habrá que entender un
acto administrativo que suponga una declaración de voluntad de contenido
decisorio, que afecte a los derechos de los administrados. Quedan, pues, fuera
del delito aquellas gestiones que, aunque ejerzan una presión moral indebida,
no se dirijan a la obtención de una verdadera resolución, sino a actos de trámite,
informes, consultas o dictámenes, aceleración de expedientes, información o
conocimiento de datos, etc.

No se exige que la resolución que se pretende sea injusta o arbitraria y


el tipo básico tampoco exige que se hubiere dictado.

El tipo subjetivo solo admite la forma dolosa. Y se entiende existente


cuando el sujeto tiene conocimiento de que se influye con prevalimiento con la
finalidad de conseguir una resolución beneficiosa.

En el caso actual la sentencia recurrida establece en los hechos


probados:

<<FRANCISCO CORREA desde el inicio de su actividad con el Partido


Popular mantuvo una estrecha relación con JESÚS SEPÚLVEDA RECIO,
secretario de acción electoral de dicho Partido entre 1991 y 2003 y Senador
entre 29/06/1993 y el 12/06/2003, en que cesó, para pasar a ser Alcalde de
Pozuelo de Alarcón desde el 14/06/2003 hasta el 11/03/2009.

La capacidad de influencia de la que podía abusar aquel por razón de los


referidos cargos fue fundamental para que, en materia de contratación pública,
se dirigiesen y adjudicasen contratos en favor de empresas de este o de su
entorno, a cambio o en contraprestación de lo cual recibió cantidades en efectivo
o regalos en especie (...)>> (pág. 254).

<<Las entregas efectuadas por FRANCISCO CORREA, o por


empresarios de su entorno, a JESÚS SEPÚLVEDA, que hemos dicho, fueron
en contraprestación por su intervención en las adjudicaciones públicas a favor
de empresas de aquel o de dichos empresarios, porque, aunque se ocultara
formalmente, desde su llegada como Alcalde al Ayuntamiento de Pozuelo de
Alarcón desplegó, de hecho, una influencia, y ejerció una real capacidad de

895
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

decisión en la irregular manera de contratación que impuso, como había hecho


antes, en otros ámbitos, en su etapa de Senador. (...)>> (pág. 260), relatando
posteriormente la “formal”, mediante delegación de competencias en Roberto
Fernández Concejal de Economía y Hacienda a <<quien continuaba
impartiendo directrices que este acataba a sabiendas de su irregularidad>>.

También se declara probada la realización de actos por otras Concejalías


ajenas a las competencias del cargo de Alcalde del recurrente y de Roberto
Fernández, deplegando tal influencia sobre otros Concejales. Lo que se refleja
en el factum, dentro de los llamados contratos menores, donde se recoge, entre
otros, la contratación efectuada por la Concejalía de obras y servicios por
importe de 15.581,78 euros, <<se contrató un campaña publicitaria por parte de
la Concejalía de Obras y Servicios, por importe de 15.581,78 €, con la empresa
DOWN TOWN, y se tramitó como dos contratos menores, que se abonaron
mediante dos facturas no superiores a 12.020,24 €, emitidas por dicha empresa,
la 015/04, por importe de 3.581,97 €, y la 41381, por importe de 11.999,81 €,
ambas de 18/02/2004, fraccionándose, así, de forma irregular su pago, a la vez
que, con ello, se posibilitaba la adjudicación directa a la empresa seleccionada
(...)>> (pág. 264). Tal contrato efectuado por otra Concejalía, entra dentro, de la
influencia desplegada por el recurrente en su condición de Alcalde, cuya
influencia a tal fin es evidente que no se trató de una mera sugerencia, pues por
la Concejalía y pese a las irregularidades que dicho contrato conllevaba
procedió a su celebración.

Nos encontramos, pues, que en los hechos probados se recogen todos


y cada uno de los elementos del delito de tráfico de influencias por el que ha
sido condenado. El delito de tráfico de influencias es de mera actividad que
consiste básicamente en la utilización abusiva o ilegal de las facultades del
cargo o de la relación personal o jerárquica con el fin de conseguir beneficios o
ventajas para sí o un tercero, apareciendo en el factum la cualidad de sujeto
activo exigida (autoridad), la falta de competencia para resolver el asunto en el
que deseaba obtener una resolución (correspondía a la Concejalía de Obras y
Servicios) y la influencia ejercida para la realización del acto pretendido, del que
se obtendría el correspondiente beneficio, influencia de tal entidad que pese a

896
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las notorias irregularidades que dicho contrato suponía, se realizó por el referido
Concejal>>.

244.- El motivo cuadragésimo primero con base en los arts. 849.1 y


852 LECrim por infracción de ley por aplicación indebida de los arts. 52 y
428 CP así como vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva en el
aspecto relacionado con el derecho a una resolución debidamente
motivada, establecidos en los arts. 24.2 y 120.3 CE, por cuanto la pena de
multa impuesta al recurrente por el delito de tráfico de influencias no está
motivada ni se conoce la base de la cuantía.

Con carácter subsidiario, el recurrente alega que la multa de 100.000


€ a que es condenado es arbitraria, puesto que al no precisar la sentencia
cuál es el beneficio concreto que él recibió, tampoco se sabe qué base
utiliza el tribunal para el cálculo de la multa.

El motivo, relacionado con los motivos 15 y 28 de López Viejo; 23 de


Bárcenas; 22 de la Sra. Iglesias; 8 de la Sra. Gabarra; 11, 30 y 38 de este
recurso, debe ser desestimado.

La motivación de la cuantía de la multa se desprende de los propios


hechos probados (pág. 264 y ss.) en los que se recoge que la suma de los
contratos menores, a los que se refiere el recurrente, realizados en otras
Concejalías, se señala en la fundamentación jurídica contenida en la página
1313 de la sentencia que “Del resultado combinado de lo anterior, resulta que el
total a que asciende el importe de estos últimos contratos menores fue de
73.169’86 €”.

Siendo así, como el delito de tráfico de influencias del art. 428 CP tiene
señalada una pena de multa del tanto al duplo del beneficio obtenido, la cuantía
de 100.000 € de multa impuesta, requeriría una motivación específica, que en
este caso no se ha producido por lo que deberá reducirse al mínimo imponible,
73.169’86 €, teniendo en cuenta que los delitos de cohecho, blanqueo, toman
similares referencias para las multas y hay una multiplicación de multas con
idéntica función.

897
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MOTIVOS RELACIONADOS CON EL DELITO DE FALSEDAD


DOCUMENTAL

245.- El motivo cuadragésimo segundo, al amparo del art. 852


LECrim, por vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art.
24 CE por no haberse practicado prueba de cargo que acredite la
intervención y/o conocimiento del recurrente de la confección de las
facturas y albaranes al denominado cliente ficticio “clientes central”,
existiendo, además, una motivación irracional para alcanzar la conclusión
de los hechos que han motivado su condena por un delito continuado de
falsedad en documento mercantil.

El hecho de que el recurrente no abonara determinados viajes


(sufragados por la Caja B de Francisco Correa) no implica que conociera la
falsedad de las facturas que se emitían al cliente ficticio y genérico “clientes
central”.

Se cuestiona, por tanto, la existencia de actividad probatoria respecto al


tipo delictivo de falsedad en documento mercantil por el que fue condenado el
recurrente.

Este motivo está relacionado con el siguiente por infracción de ley del
art. 849.1 LECrim en el que se cuestiona la concurrencia de los requisitos del
delito de falsedad, y resulta evidente que todos concurren en el caso presente.
Jesús Sepúlveda fue la persona que realizó los viajes a que se refieren los
billetes reputados falsos y, por tanto, hubo de apercibirse de aquella anomalía.

El conocimiento aludido y la utilización del billete alterado suponen


prueba suficiente del delito y enervan el derecho constitucional de presunción
de inocencia.

246.- El motivo cuadragésimo tercero por infracción de ley, art.


849.1, aplicación indebida del art. 392.1 CP en relación con el art. 390.1.1º,

898
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2º y 3º; por cuanto los documentos responden a una realidad negocial


confirmada y el dato introducido en éstos por el que se consideran falsos
sería un elemento secundario y, en todo caso, constituiría una falta de
realidad a la hora de narrar los hechos en documento mercantil, que es
impune cuando el autor es un particular.

El recurrente analiza si la falsedad cometida en las facturas y albaranes


de PASADENA VIAJES es típica o no. Concluye que la introducción del dato
“clientes central” es de carácter secundario y que se corresponde con una
cuestión atinente a la falta de verdad en la narración de los hechos. Puesto que
fue efectuado por un particular, se trata de un hecho que ha de quedar impune.

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en el motivo


vigésimo quinto del recurso interpuesto por el coacusado Alberto López Viejo
relativo a las falsedades ideológicas, el presente debe ser desestimado.

En efecto, consta en los hechos probados: <<SPECIAL EVENTS S.L.,


TCM S.L. y PASADENA VIAJES S.L. fueron utilizadas para ocultar sobornos a
cargos públicos, las dos primeras a través de la prestación de servicios y
realización eventos, y la última mediante la organización de viajes y servicios
turísticos que se regalaban a diferentes autoridades, que se encubrían de la
forma que se irá describiendo en posteriores apartados” y en lo relativo al
apartado que nos ocupa, se hace constar, que “Para ocultar el verdadero
destinatario de estos servicios, siguiendo instrucciones de FRANCISCO
CORREA, aunque de acuerdo y asumiéndolo por lo que le favorecía JESÚS
SEPÚLVEDA, se emitieron diversas facturas y albaranes al genérico y ficticio
nombre “Clientes Central”, como fueron la factura 1893/01, por importe de
10.322,56 €; la 1894/01, de 31/12/2001, por importe de 11.822,05 €, y la
1800/02, de fecha 31/12/2002; así como los albaranes 1773, de 11/09/2003;
2352, de 13/11/2003, o el 654 de 17/03/2004>>.

Se recoge pues, el mutuo acuerdo del recurrente con Correa para la


emisión de facturas, creadas con el único fin de ocultar los sobornos en especie
recibidos, donde se hace constar, la participación de personas que no han tenido
intervención alguna en los hechos “Clientes Central”, por cuanto nos
encontramos ante un supuesto que se simula la intervención en el documento

899
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de quien no la ha tenido en la confección o emisión del mismo, siendo este un


elemento capital o esencial del mismo.

Siendo así, debemos solo recordar que el delito de falsedad no es un


delito de propia mano extendiéndose la coautoría a supuestos en los que incluso
se ignore la identidad de quien causare la confección falsaria del documento
siempre que conste la intervención del acusado en el previo concierto o haya
dispuesto del dominio funcional del hecho. O lo que es lo mismo, no es necesario
que fuera el recurrente quien llevase a cabo la falsedad, bastando que tuviera
conocimiento o aportara algún elemento para la alteración del documento. De
manera que, si los viajes no se facturaban a nombre del Sr. Sepúlveda, y éste
era consciente que eso significaba que eran viajes regalos, necesariamente
debía de realizarse una facturación falsaria para justificar los pago que no
realizaba el propio Sr. Sepúlveda sino un tercero, en este caso bajo la fórmula
de Clientes Central. Es por esto que, el Sr. Correa necesariamente tuvo que
realizar un pacto con el Sr. Sepúlveda para no facturarle a él y sí facturar de otro
modo los servicios prestados, alterando, por tanto, la realidad del tráfico
mercantil y jurídico.

247.- El motivo cuadragésimo cuarto por infracción de ley, art. 849.1


LECrim por inaplicación de la atenuante analógica muy cualificada de
dilaciones indebidas del art. 21.6 CP vigente al momento de los hechos. Se
ha producido una dilación extraordinaria e indebido en la tramitación del
procedimiento, no imputable al recurrente, que ha sufrido los perjuicios de
tales dilaciones y que, por tanto, debe tener un reflejo en la rebaja de las
penas impuestas.

Alega que todavía no existe sentencia firme, a pesar de que han pasado
entre 15 o 20 años de los hechos que se enjuician. Su enjuiciamiento se vio
retrasado porque su causa no fue separada de otras con las que él no tiene
relación (hechos relativos a la Comunidad de Madrid o al Ayuntamiento de
Majadahonda) y respecto de las cuales se tenían que haber formado piezas
separadas.

900
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dado que su formulación y contenido argumental es coincidente con los


motivos articulados por otros coacusados, 19 de López Viejo, 18 de Pablo
Crespo, 18 de Bárcenas, 7 de Sra. Gabarra y 16 de Sra. Iglesias, nos remitimos
a lo ya razonado en orden a su desestimación.

RECURSO ANTONIO VILLAVERDE LANDA

248.- El motivo primero por infracción de ley, art. 849.1 LECrim, por
aplicación indebida de los arts. 28.b y 305 CP. Aplicación indebida del art.
37 (actual art. 39.1) de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas.

En un extenso y complejo desarrollo argumental de 121 páginas, tras


unas consideraciones preliminares tomando como punto de partida los hechos
probados: defraudación tributaria años 2003, 2004 y 2005 (pág. 221 sentencia),
la valoración jurídica que realiza la sentencia para aplicar el delito de
defraudación tributaria (art. 305) en grado de cooperador necesario (art. 28 b
CP) (pág. 970) y las condenas para Antonio Villaverde, denuncia:

I) Que los hechos probados no describen una actuación de Guillermo


Ortega incardinable en el art. 305 CP, analizando:

- La tributación de fondos obtenidos mediante la comisión de un delito,


destacando la autoincriminación como límite y otras limitaciones
jurisprudenciales que no son tenidas en cuenta en la sentencia de instancia.

- La conformación de la cuota defraudada mediante la figura tributaria de


las ganancias o incrementos patrimoniales no justificados y los ejercicios
prescritos.

- La relación excluyente entre blanqueo de capitales y defraudación


tributaria respecto al delito previo.

II) Aplicación indebida del art. 28 b, en relación con el art. 305 respecto
del recurrente señalando:

901
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Que los hechos probados atribuyen a Antonio Villaverde actuaciones


ajenas a las obligaciones fiscales de Guillermo Ortega.

- Que las actuaciones atribuidas a Antonio Villaverde en los hechos


probados no permiten atribuirle la condición de autor por cooperación necesaria,
pues sin ellas Ortega podría haber cometido los delitos fiscales referidos al IRPF
años 2003, 2004 y 2005.

- Que las actuaciones atribuidas a Antonio Villaverde no facilitaron a


Ortega la comisión de los delitos fiscales referidos al IRPF de los años 2003,
2004 y 2005 (responsabilidad como cómplice).

- La cuota defraudada determinada como incrementos patrimoniales no


justificados y en relación con Antonio Villaverde.

- La indebida no aplicación del art. 65.3 CP en relación al recurrente.

- La prescripción de los delitos: IRPF 2003, consumación 1-7-2004,


prescribiría el 1-7-2009; IRPF 2004, consumación 1-7-2005, prescribiría 1-7-
2010; IRPF 2005, consumación 1-7-2006, prescribiría 1-7-2011.

Por lo que incluso teniendo como dies ad quem el 29-9-2011, todos los
delitos estarían prescritos.

249.- 1) En lo concerniente a la primera de las cuestiones, se da la


circunstancia de que es este recurrente (-cooperador necesario-) quien realiza
las alegaciones que en su momento no efectuó el autor directo (-Guillermo
Ortega Alonso-) en cuyo recurso, motivo quinto bis, se remite a las alegaciones
que en este motivo realiza el cooperador necesario –Antonio Villaverde Landa-.

Plantea este recurrente la imposibilidad de comisión fiscal cuando el


agente ha obtenido sus ingresos directa o indirectamente, de actividades ilícitas.
Necesariamente hemos de partir de que muchas actividades delictivas son
caracterizables a su vez, como auténticas actividades económicas y por lo tanto,
pueden generar ganancias y producirse un incremento patrimonial que podría
entenderse comprendido dentro de la categoría de hechos imponibles
abarcados por los tributos respectivos. Así, por ejemplo, la venta de drogas o

902
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fraudes inmobiliarios. También, como señala la doctrina, puede apreciarse la


aparición de dinero “sucio” proveniente de la corrupción de funcionarios o del
delito de blanqueo de capitales que pueden alcanzar cifras que superan
ampliamente los límites cuantitativos previstos para la defraudación tributaria.

En todos estos supuestos, la primera cuestión radicaría en determinar si


las rentas ilícitamente obtenidas de origen delictivo deben efectivamente estar
sometidas a tributación. En segundo lugar y, en caso afirmativo, se deberá
aclarar si pueden integrar el tipo penal de defraudación tributaria.

Se trata una de las cuestiones más polémicas del Derecho tributario.

A) Un sector doctrinal coincide con la postura del recurrente obstativa a


la posibilidad de comisión de delito fiscal por estimar que en estos supuestos no
existe deber de declarar a la Hacienda Pública las rentas y patrimonios
obtenidos, dado que dicha declaración podría desvelar la naturaleza ilícita de
las acciones realizadas en cuyo caso el derecho fundamental a no declararse
culpable constituye una causa de justificación que exime a estos sujetos de sus
obligaciones fiscales y evitaría asimismo responsabilidades penales. En una
línea argumentativa similar se considera que esa obligatoriedad de declarar
rentas ilícitas equivale a una obligación de declarar el delito base.

Otro de los argumentos hacen referencia a un cuestionamiento ético,


según el cual, la percepción del tributo supondría una conducta cómplice e
inmoral del Estado.

Así, se considera que el Estado no puede recibir en forma de tributos los


beneficios o ganancias del delito, pues se convertiría en receptador, partícipe o
incluso blanqueador de bienes contaminados provenientes de un hecho
delictivo. Debe advertirse que si estas riquezas de origen ilícito fueran gravables,
el remanente tras la tributación pasaría a ser una cantidad legítima en poder del
delincuente.

Otro de los argumentos en contra de la consideración delictiva sería la


ausencia de un título jurídico. Desde esta perspectiva, no existiría un título
jurídico idóneo –de naturaleza civil o mercantil- para ser titular del dominio de
los bienes objeto del delito. Este fundamento se relaciona directamente con el

903
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

criterio de unidad del ordenamiento jurídico, en el que no cabrían


contradicciones y en el que los hechos ilícitos no generarían otros efectos
jurídicos que la sanción –en este caso penal- de sus autores. Desde esta
perspectiva, no existe un genuino derecho a disponer de estos bienes
ilícitamente obtenidos, ya que el beneficio obtenido por el delito pasa a formar
parte del patrimonio del delincuente, pues no es un modo lícito de adquirir el
dominio. En consecuencia, no existe un deber de tributar por hechos que no
pueden ser objeto de contratación.

Por último, se defienden otra serie de argumentos en pro de excluir la


responsabilidad. En primer término, es evidente la inexistencia de una relación
jurídico-tributaria, ya que dicha relación se construye exclusivamente sobre la
base de actividades lícitas.

Por otra parte, la jurisprudencia ha rechazado la responsabilidad penal


en algunos supuestos en base a un pretendido “concurso de normas” porque el
delito previo desnaturalizaría la defraudación tributaria siempre que se hubiera
dictado condena y decomisado las ganancias ilícitamente obtenidas, pues se
vulneraría el principio non bis in ídem, STS 28-3-2001 caso Urralburu;
1113/2005, de 15 de septiembre, en el sentido de que los incrementos
patrimoniales cuando son consecuencia directa de un delito no pueden servir, a
su vez, para conformar una omisión que configure el delito fiscal, la sanción
penal por el delito fuente de ingresos absorbe el delito fiscal cuando concurran
tres requisitos: a) que los ingresos procedan directamente del delito; b) que el
delito inicial sea objeto de condena. Cuando no suceda así por prescripción,
insuficiencia probatoria de otras causas, debe mantenerse la sanción por delito
fiscal y, c) que la condena del delito fuente incluya el comiso de la ganancia o la
devolución por responsabilidad civil. La STS 906/2009, de 23 de septiembre,
insiste en esta posición al establecer: “cuando los incrementos patrimoniales no
declarados proceden de modo directo e inmediato de un hecho delictivo que
también es objeto de sanción penal, la condena por éste absorbe “todo el
desvalor de la conducta y consume al delito fiscal derivado únicamente de la
omisión de declarar los ingresos directamente procedentes de esta única fuente
delictiva”. Los requisitos para que se dé esta absorción son, por tanto: 1º) que
los ingresos que dan lugar al delito fiscal procedan de modo directo e inmediato

904
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del delito anterior, ya que cuando no sucede así y nos encontramos ante
ingresos de una pluralidad de fuentes o que sólo de manera indirecta tengan su
origen delictivo porque los beneficios del delito han sido reinvertidos y han dado
lugar a nuevas ganancias, no cabe apreciar el concurso normativo, 2º) que el
delito inicial sea efectivamente objeto de condena, pues caso contrario, ya sea
por prescripción, por insuficiencia probatoria u otras causas, debe mantenerse
la sanción por delito fiscal, dado que el desvalor de la conducta no ha sido
sancionado en el supuesto delito fuente; 3º) que la condena penal del delito
fuente incluya el comiso de las ganancias obtenidas en el mismo o la condena
a su devolución como responsabilidad civil” (SSTS 152/2007, de 23 de febrero;
769/2008, de 30 de octubre).

Por último, se alega la ausencia de ventajas económicas. Así, se


considera que si se ha constatado alguno de los medios reparadores del delito
(comiso o reparación del daño) resulta excluida la sujeción tributaria del
beneficio económico de la conducta antijurídica y, por lo tanto, tampoco cabrían
las responsabilidades penales por el delito de defraudación tributaria. En
cambio, si existen ventajas económicas y no se repara económicamente a la
Administración, habría defraudación.

B) Otro sector doctrinal se pronuncia a favor de la tributación y de la


responsabilidad penal. Desde esta perspectiva se considera que existen
responsabilidades tributarias, es decir, que la falta de sometimiento a los
deberes fiscales puede perfectamente ser perseguida en sede tributaria, pues
nada invalida la obligación de tributar y la aplicación de las leyes tributarias. Si
se cumplen los requisitos materiales y cuantitativos también podría llegar a
haber responsabilidades penales. La ausencia de respuesta penal estaría
violando los principios de igualdad y capacidad contributiva.

- En primer lugar se alega que dejar impune estos fraudes violaría el


principio de igualdad. Se lesionaría dicho principio pues quedaría en peor
situación el sujeto que cumple con la tributación de manera honrada que el
defraudador. En este sentido, un sector tributarista entiende que la ley española
no somete estas ganancias a tributación de manera expresa, pero en base al
principio “neutralidad impositiva” que establece nuestro sistema no puede

905
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

quedar excluida. Si fuera así, se resalta por diversos autores, se daría un


privilegio injustificado a quienes no optan por la legalidad, lo que violaría el
principio de igualdad ante el impuesto que prohíbe un tratamiento fiscal más
favorable a quien viola el derecho que a quien lo respeta, careciendo de todo
sentido, que mientras que una persona tenga beneficios lícitos por ocultarlos a
Hacienda sea sancionada por un delito fiscal, otra persona receptora de
beneficios de ilícita procedencia, no puede ser castigada por la comisión de
dicha figura delictiva, pudiendo además materializarse con tales beneficios,
inversiones diversas que, a su vez, van a producir nuevos beneficios y si se
optare por la no tributación del dinero producido por la actividad económica
ilegal, se estaría estableciendo una barrera que haría prácticamente imposible
introducir la fiscalidad en esta cadena de inversiones.

En la misma línea de razonamiento se ha manifestado esta Sala


Segunda al considerar que el hecho de que los beneficios provengan de un
delito no puede suponer una ventaja o privilegio que exima de pagar o
proporcione inmunidad. La STS 1493/99, de 21 de diciembre –caso Roldán-
señala: “aplicando esta doctrina genérica al impuesto enjuiciado ha de
concluirse que el temor a que la declaración fiscal, al incluir ganancias de difícil
justificación o bienes adquiridos con fondos de ilícita procedencia, pueda
contribuir al afloramiento de actividades ilícitas no puede configurarse como una
causa privilegiada de exención de la obligación de declarar, supuestamente
amparada en un derecho constitucional y de la que se beneficiarían los
ciudadanos incumplidores de la ley en detrimento de los respetuosos del
Derecho, pues no nos encontramos ante “contribuciones de contenido
directamente incriminatorio”.

- En segundo término, se estaría lesionando el principio de “capacidad


contributiva”, se violaría dicho principio, porque el autor del delito incrementaría
su riqueza de manera efectiva, lesionando el deber de contribuir a través de los
tributos por dicha riqueza.

Existen otros argumentos favorables a la incriminación de estas


conductas. En primer lugar, si bien podría resultar afectado el derecho a no
autoinculparse (a no declarar contra sí mismo –art. 24 CP- esta hipótesis ha sido

906
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

rechazada por algunas sentencias de esta Sala. En la antes mencionada


1493/99 se analiza el alcance de la prohibición de exigir la aportación de
elementos de prueba que tengan o puedan tener en el futuro valor incriminatorio
contra el sujeto investigado. Sostiene el Tribunal Supremo que las garantías
contra la autoincriminación funcionan impidiendo compeler las contribuciones
que tuvieran un contenido directamente incriminatorio. No existe, por lo tanto,
una garantía aplicable a estos casos que permita al sujeto sustraerse de las
diligencias de prevención del delito.

La STS 20/2001 –caso Urralburu- tras insistir en que la garantía de


autoincriminación como indican el prefijo y sustantivo que la expresan, se refiere
únicamente a las contribuciones de contenido directamente incriminatorio (STC
161/97), declara “que esta doctrina sentada en la ya citada 1493/99, debe ser
plenamente ratificada, pues tiene un carácter general, como también señalaba
en dicha resolución, el principio de igualdad ante el impuesto prohíbe un
tratamiento fiscal más favorable a quien viole el Derecho que a quien lo respete.
La procedencia ilícita de los ingresos no excluye por sí misma la obligación de
declarar fiscalmente los incrementos patrimoniales de ellos derivados y las
dificultades que pueda tener el contribuyente para aflorar fiscalmente sus
ingresos reales sin desvelar sus actividades ilícitas, únicamente son imputables
al mismo, sin que puedan determinar una posición de privilegio que le exima de
la obligación genérica de declarar a Hacienda o le haga inmune frente a la
responsabilidad penal por delito fiscal”.

Según otros autores “el imperativo constitucional de contribuir al


sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con la capacidad económica
avala la tesis favorable a la tributación de las actividades ilícitas, pero la prueba
del hecho imponible debería obtenerse, en estos casos, por medios distintos a
la declaración o información del interesado”.

- Quienes sustentan este punto de vista añaden otros argumentos a favor


de la tributación obligatoria y consecuente responsabilidad penal en caso de
fraude. Se sostiene que en estos casos no se violaría el principio non bis in ídem
porque se trataría de hechos diferentes y bienes jurídicos distintos.

907
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia ya citada 1493/99, de 21 de diciembre, declara “no nos


encontramos ante una única acción doblemente sancionada, sino ante una
actividad delictiva plural en la que la sanción de alguna de las conductas no
absorbe todo el desvalor y reproche que la totalidad de la conducta merece” (…)
“ha de estimarse que el bien jurídico tutelado por los delitos de estafa, cohecho
y malversación no coincide con el protegido por los delitos contra la Hacienda
Pública. No cabe estimar, en consecuencia, que las normas penales
sancionadoras de los referidos delitos, incluyan de forma plena en su sanción el
desvalor y reproche que el ordenamiento jurídico atribuye al fraude fiscal”.

Por último, se defiende que estamos ante una tendencia internacional


comprobada en regulaciones de Derecho comparado, pues algunos países
declaran expresamente la tributación de las ganancias ilícitamente obtenidas,
con mayores o menores limitaciones, lo que hace evidentes las simultáneas
responsabilidades tributarias y penales en su territorio.

En este sentido, prestigioso fiscal de delitos económicos en un artículo


sobre esta materia analiza el derecho comparado, destacando como en Estados
Unidos se resolvió muy pronto esta cuestión, pues ya desde la Ley Seca, con
intención de que se tributara también por las ganancias ilícitas, se comenzó a
considerar renta a efectos fiscales cualquier ganancia, con independencia de la
fuente de la que proviniera. Así, en 1916 se introdujo una reforma legislativa en
el Income Tax Act que suprimió el término «legal» referido al origen de la deuda
y se utilizó la expresión «todo ingreso procedente de cualquier fuente de
ingreso».

No obstante, en la práctica jurisprudencial, aunque esta teoría acabó


imponiéndose con rotundidad, hubo ciertas vacilaciones que destaca Herrera
Molina. Cita primero la condena de 1931 contra Al Capone por fraude fiscal
cuando el origen de la renta no podía ser otro que delictivo. Sin embargo, en
1946 en el caso Commissioner vs. Wilcox se entendió que la malversación no
podía dar lugar a la consideración de renta gravable, puesto que el concepto de
renta exige un derecho sobre ella y la ausencia de la obligación de restituirla, lo
que no sucede en el supuesto del objeto de la malversación. Por el contrario, en
1952 la sentencia del caso Rutkin vs. EEUU entendió que sí era tributable la

908
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

renta procedente de una extorsión, pues este delito sí genera un control real
sobre los fondos, a diferencia de lo que ocurre con la malversación. En 1961 se
dictó la sentencia del caso James vs. EEUU donde se fija, en opinión del citado
autor, la doctrina definitiva sobre el tema considerando, quizá primando el
aspecto económico sobre el estrictamente jurídico, que no hay intención de
devolver los fondos obtenidos ilegalmente; de hecho, el sujeto disfruta de su
valor económico, por lo que sí deben tener la consideración de renta gravable,
y si finalmente estos fondos se devolvieran tendría lugar la correspondiente
deducción tributaria. Finalmente el criterio se endurece aún más en 1989 cuando
la sentencia del caso Wood vs. EEUU consideró que el comiso no debe dar lugar
a la deducción, puesto que tiene naturaleza de pena y la deducibilidad anularía
este carácter.

Y como en el Derecho europeo ha sido mucho más reacio a pronunciarse


sobre este tema, si bien en fechas más recientes en varios países se ha resuelto
en sentido favorable a la tributación.

En Italia está expresamente prevista la tributación por la ganancia ilícita,


incluido el ilícito penal. Así, el art. 14.4 de la Ley 537/1993, de 24 de diciembre,
establece que «en la categoría de renta [...] deben entenderse comprendidas,
como en ella clasificables, las ganancias derivadas de hechos, actos o
actividades calificables como ilícito civil, penal o administrativo, siempre que no
estén ya sujetas a embargo o decomiso».

En Alemania el Abgabenordnung (código tributario) considera irrelevante


si el comportamiento que da lugar al hecho imponible es contrario a un mandato
o prohibición (§ 40 AO), es decir, que se opta también por la tributación de las
ganancias aunque sean ilícitas. En la jurisprudencia alemana se encuentran
ejemplos como la venta de objetos robados, que se considera tributable como
actividad económica, o la extorsión y el pago de comisiones ilegales, tributables
como «otros ingresos».

En Francia la jurisprudencia del Consejo de Estado considera que el


dinero y bienes obtenidos con actividades delictivas como el hurto, la estafa o la
apropiación indebida están sometidas al impuesto sobre la renta, en general
como «beneficios no comerciales».

909
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, en el Derecho comparado encontramos ejemplos de


tributación por ganancias ilícitas.

- En definitiva, los principales argumentos en contra de la tributación de


las ganancias ilícitas son los motivos éticos que impiden al Estado participar en
el beneficio ilícitamente, motivos iusprivatísticos que orbitan en torno a la
ineficacia del acto ilícito, la inexistencia de un acto indicativo de capacidad
económica dada la obligación de restituir al perjudicado o, en su caso, el
decomiso, y los constitucionales derechos a no declarar contra uno mismo y a
no confesarse culpable, así como un posible quebranto del principio non bis in
idem y el concurso de normas. Y los principales argumentos a favor de esa
tributación de las ganancias ilícitas son la igualdad frente a la ganancia lícita, la
inexistencia de normas que excluya esta tributación, la obligación de tributar por
el incremento patrimonial no justificado, la existencia de un acto que supone
capacidad económica como habitual presupuesto de la tributación y la
necesidad de introducir la tributación en la cadena de reinversiones que puede
existir a continuación.

Esta Sala casacional se inclina por esta última postura por varias
razones.

- Es cierto que el mayor reproche que se puede realizar a la teoría de la


tributación de las ganancias delictivas es que con ello se está revelando el delito
del que proceden estas ganancias y por eso se ha planteado reiteradamente
que conculca el derecho a no declarar contra uno mismo. Sin embargo, esto no
siempre será cierto. La declaración no tiene por qué suponer revelar el delito del
que procede la ganancia. Se puede consignar el incremento patrimonial en la
declaración de la renta como ganancias y pérdidas patrimoniales sin dar más
datos al respecto e incluso se puede pagar la cuantía que proceda sin presentar
siquiera la declaración tributaria y con ello se estaría evitando el delito sin revelar
en absoluto la fuente. Si como consecuencia del exceso de pago se inicia un
procedimiento de inspección tributaria, ese será el momento, y no antes, de no
declarar para no incriminarse.

En fin, puede suceder que quien se ha lucrado delinquiendo no quiera


incurrir en un delito más y para ello tribute por las ganancias o puede suceder,

910
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por el contrario, que no le importe incurrir en un delito más con tal de no ver
mermado su patrimonio y para ello eluda el pago de impuestos. En este segundo
supuesto se generará un mayor desvalor de acción y de resultado ante el que
el Derecho penal tiene como respuesta el castigo por fraude fiscal.

- Podrá suceder en algunas ocasiones que la absolución por el delito


fuente perjudique al reo que verá como se le condena por un delito fiscal que
puede ser más grave que el delito del que procede el dinero. Dicho de otro modo,
aquel a quien se le detecte incremento patrimonial no justificado saldrá
perjudicado si reconoce que lo ha recibido en negro y beneficiado si afirma que
lo hurtó, pues la pena máxima por el hurto será de tres años de prisión (por
aplicación de la agravante del art. 235.1.5º CP, lejos de los cinco o hasta seis
años que pueden imponerse por fraude fiscal (art. 305 y 305 bis CP) y se
ahorrará la multa. En otras palabras, dejando exento de pena de fraude fiscal
de la ganancia delictiva se estimula a cualquier defraudador fiscal a reconocer,
aunque no sea cierto, un supuesto delito que le haya reportado ese lucro (con
tal que sea de menor gravedad que el delito fiscal).

Por ello, si las ganancias ilícitas no tributan se podrá eludir la pena por
fraude fiscal en numerosos supuestos de incrementos patrimoniales no
justificados.

Así, si se detecta que una empresa “A” dispone de un patrimonio que se


supone formado mediante cobros en dinero negro a la empresa “B” por cuantía
de la que derive una cuota tributaria superior a 120.000 € en un mismo periodo
impositivo, se le debe acusar y condenar por fraude fiscal: sin embargo, si el
empresario “A” se pone de acuerdo con el empresario “B” para que ambos
simulen que “A” le ha hurtado a “B” esa cantidad, lograrán que “A” sea
condenado por hurto, absuelto por fraude fiscal y el dinero regrese al patrimonio
de “B” sin que Hacienda reciba su parte. A continuación “B” podrá volver a
entregar clandestinamente el dinero a “A” detrayendo la parte que le
corresponda, según lo pactado por su concurso en esta maquinación. De
acuerdo con la doctrina de la sentencia Urralburu que cita el recurrente, este
fraudulento modo de actuar beneficiaría al empresario “A”, liberándole de la
condena por delito fiscal, pero al menos en vía administrativa sí se le podría

911
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

reclamar el pago del tributo pues dicha doctrina no niega el deber de tributar,
solo excluye la condena por los dos delitos basándose en un supuesto concurso
de leyes. Pero la teoría negadora del deber de tributar por las ganancias
delictivas no solo daría lugar a que el empresario “A” quedara liberado de
condena por delito fiscal desde el momento en que se le condenase por el
supuesto delito de hurto, sino que además lo dejaría exento del deber de tributar
y ni aún en vía administrativa se le podría reclamar la cuota tributaria.

Por último la referencia que realiza el recurrente a la sentencia Urralburu


20/2001, de 28 de marzo y la posterior 906/2009, de 23 de septiembre, en orden
a la absorción del delito fiscal en los delitos precedentes si concurren los
presupuestos a que nos hemos referido anteriormente, y que la sentencia
recurrida ha tenido en cuenta en relación al acusado Alberto López Viejo, al
configurar sus ilícitas rentas el saldo íntegro en la cuenta del Banco Miraband
de Ginebra y ser por tanto directas e inmediatas del delito precedente
(cohecho/malversación), en el caso de Guillermo Ortega dichas rentas tienen un
origen diverso, lo que imposibilitaría la aplicación de aquella doctrina.

En este sentido, la sentencia recurrida (folios 937 a 944) determina el


cálculo de la cuota defraudada por Guillermo Ortega razonando:

“... el M.F. ha presentado, en conclusiones definitivas, unas alternativas,


excluyendo determinados conceptos, en base a una jurisprudencia, de la que
citaba la STS 906/09, de 23 de septiembre de 2009, que excluye de la tributación
rentas que provengan directamente del delito, por el que se condene y se
declare el comiso de las cantidades provenientes del mismo, de manera que, al
haber solicitado condena por delito de cohecho y malversación, las cantidades
afectadas por este pronunciamiento las excluye en la calificación definitiva
alternativa.

Asumimos, por tanto, esta calificación, de manera que, en la medida que


es procedente el comiso de determinadas cantidades de procedencia delictiva,
las eliminaremos de la base imponible, y, como así lo ha hecho el M.F. en su
escrito de conclusiones definitivas, partiendo de las liquidaciones que figuran en
los informes periciales mencionados, así lo haremos nosotros.

912
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(...)

2.- Correspondiente al IRPF de 2003

Deja de declarar este año, en concepto de servicios y regalos hasta


141.787,10 €, por lo que se consideran incrementos opacos, la mayor parte de
los cuales tienen su reflejo en la hoja “Willy”, que desglosamos de la siguiente
manera:

a) Facturado por regalos de relojes: 31.998,02 €.

b) Facturado a tapicerías Yuca Allen-Perkings SL, por importe de


1.885,46 €.

c) Facturado a la empresa Amós Romero por un equipo audiovisual, la


cantidad de 11.698,15 €.

d) En concepto de gastos por pagos a restaurantes varios, la cantidad de


4.482,01 €.

e) Por compras a Romero Hermanos, la cantidad de 2.019,18 €.

f) Por pagos efectuados a proveedores varios, la cantidad de 11.517,78


€.

g) Facturado a NRG Group Sapain, la cantidad de 6.848,67 €.

h) Por cheques gasolina 1.000 €.

i) Viajes y servicios facturados a PASADENA VIAJES: 36.037,83 €.

Además, hay que incluir como regalos, aunque no tengan reflejo en la


hoja “Willy”, 3.000 €, para pago del abono de la temporada 2003/2004 del
Atlético de Madrid, que aparece en la “caja pagos B”, y 31.000 €, en que fue
valorado el Lincoln de la esposa de FRANCISCO CORREA, para la compra de
un Jaguar a automóviles Argüelles a nombre de SUNDRY.

Por lo tanto, reiteramos, la cantidad total por servicios y regalos, asciende


a 141.787,10 €, que, como en el caso del periodo anterior tampoco
computamos, al igual que, en relación con las ganancias provenientes de

913
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TRANQUIL SEA, descontamos los 150.630 € recibidos de Rafael Naranjo, como


comisión por la adjudicación del contrato de limpieza a SUFI, de manera que la
cantidad computable queda en 150.000 €

Asimismo, hay que incluir, en tanto en cuanto venimos incidiendo que la


mercantil SUNDRY ADVICES es sociedad instrumental, de la que se ha valido
GUILLERMO ORTEGA para ocultar recursos propios a la Hacienda Pública,
utilizando, entre otros mecanismos, facturas que no se corresponden con
operaciones reales que supusieron una ganancia patrimonial justificada, y que
ascienden a 47.816,59 €, según el siguiente desglose:

CONCEPTO IMPORTE SIN IVA IMPORTE CON


IVA
Clientes
Creative Team 45.659,00 52.964,44
Serprinsa 12.500,00 14.500,00
Enrique Ortega Reguera 3.879,31 4.500,00
Alberto Gallego Barron 3.448,28 4.000,00
Total clientes 65.486,59
Proveedores
In Depth Investig. Mercado 11.720,00 13.595,20
Metra Seis 5.950,00 6.902,00
Total Proveedores 17.670,00
Neto (Ventas-Compras) 47.816,59

Tomando referencias anteriores, la cuota defraudada por GUILLERMO


ORTEGA en 2003 ascendió a 380.220,74 €, según los cuadros que figuran en
la página 29 del informe, con las correcciones del informe de 15 de octubre de
2014, y las adaptaciones a la conclusión alternativa presentada por el M.F., en
función de las siguientes rentas tomadas en consideración, queda como sigue:

Cuadro resumen

CONCEPTO IMPORTE TRATAMIENTO FISCAL


Alquileres SUNDRY 6.296,25 Rend. capital inmobiliario
Retenc. alquiler SUNDRY 2.160,02 Retenc capital inmobiliario
Imputac. Rentas SUNDRY 697,37 Imputación de rentas
Intereses c/c TRANQUIL 699,77 Rend. capital mobiliario
Intereses c/c SOARING 1.615,76 Rend. capital mobiliario
Intereses c/c GIMENA 12.232,04 Rend. capital mobiliario
Facturación 47.816,59 Ganancia patrimonial

914
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Aportaciones a SUNDRY 266.225,55 Ganan patrim no justificada


Ingresos c/c TRANQUIL 150.000,00 Ganan patrim no justificada
Ingresos c/c GIMENA 370.151,81 Ganan patrim no justificada
TOTAL INCREMENTOS 849.735,02
Retenciones 2.160,02

Cuota dejada de ingresar en concepto de IRPF por GUILLERMO


ORTEGA en este año 2003:

CONCEPTO IMPORTE
Base liquidable general declarada 59.803,10
Incrementos 849.735,02
Base liquidable general comprobada 909.538,12
Base liquidable especial 0,00
Cuota estatal base liq. general 260.999,96
Cuota autonom. base liq. general 141.458,20
Cuota íntegra estatal 260.999,96
Cuota íntegra autonómica 141.458,20
Cuota líquida estatal 259.736,59
Cuota líquida autonómica 140.835,94
Cuota líquida total 400.572,52
Retenciones trabajo personal 21.078,95
Retenciones capital inmobiliario 0,87
Retenc. arrend. inmuebles urbanos 2.160,02
Devuelto autoliquidación 2.888,06

CUOTA DEFRAUDADA 380.220,74

3.- Correspondiente al IRPF de 2004

Deja de declarar este año, en concepto de servicios y regalos hasta


72.597,13 €, por lo que se consideran incrementos opacos, que resultan de las
anotaciones que aparecen en la cuenta “Willy”, y son percepciones recibidas de
FRANCISCO CORREA, que desglosamos de la siguiente manera:

CONCEPTO
IMPORTE
Joyería Suárez 11.275,00
NRG Group 1.821,64
Factura Mayfair 18.792,00
Fra. revisión ordenadores 208,80
Palco tenis 17.284,00
Bolso Loewe 560,00
Abono fútbol Atlético Madrid 4.000,00

915
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Viajes PASADENA 18.637,69


TOTAL.. .. .. 72.579,13

Y lo percibido por GUILLERMO ORTEGA en 2004, pero no reflejado en


su declaración a Hacienda, queda como sigue:

CONCEPTO IMPORTE
TRATAMIENTO FISCAL
SUNDRY Herrería Chorros 34.182,00 Rend cap mobili
Ingresos c/c GIMENA 200.000,00
Gananc patrim no justif
Intereses c/c GIMENA 15.172,29 Rend cap
mobili
SUNDRY: alquileres 95,25 Rend cap
inmobili
SUNDRY: imputación rentas 2.094,75 Imputación
rentas
Aportaciones a SUNDRY 98.672,07 Gananc
patrim no justif
Proyecto Twain Jones 150.000.00 Gananc
patrim no justif
TOTAL INCREMENTOS PARTE GENERAL 430.216,36
SUNDRY: venta inmuebles 31.142,22 Gan patrim
parte especial
TOTAL INCREMENTOS PARTE ESPECIAL 31.142,22
Retenc Herrería Chorros 3.582,00 Retenc cap
mobili
Retenc alquiler SUNDRY 490,90 Retenc cap
inmobili
TOTAL RETENCIONES 4.072,90

La cuota dejada de ingresar en concepto de IRPF por GUILERMO


ORTEGA, en 2004, conforme al cuadro que figura en la página 50 del informe,
con las correcciones del de 15 de octubre de 2014, y descontadas los 72.579,13
€ en concepto de percepciones directas, queda como sigue:

CONCEPTO IMPORTE
Base liquidable general declarada 59.640,15
Incrementos 430.216,36
Base liquidable general comprobada 489.856,51
Base liquidable especial declarada 0,00
Incrementos 31.142,22
Comp dismin patrimonial 2002 2.046,98
Base liquidable especial comprobada 29.095,24
Cuota estatal base liq. general 138.620,80
Cuota autonom base liq. general 74.980,63
Cuota estatal base liq. especial 2.636,03
Cuota autonom base liq. especial 1.728,26
Cuota íntegra estatal 141.256,83

916
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Cuota íntegra autonómica 77.708,89


Deduc donativos parte estatal 67,00
Deduc donativos parte autonómica 33,00
Deduc vivienda parte estatal 1.057,03
Deduc vivienda parte autonómica 520,63
Cuota líquida estatal 140.132,80
Cuota líquida autonómica 76.155,26
Cuota líquida total 216.288,06
Retenciones trabajo personal 20.435,03
Retenciones capital mobiliario 3.582,61
Retenciones arrendam. Inmuebles 490,90
Devuelto autoliquidación 2.109,23
CUOTA DEFRAUDADA 193.888,75

4.- Correspondiente al IRPF de 2005

La cuota dejada de ingresar por GUILLERMO ORTEGA en este ejercicio


ascendió a 139.222,58 €, según cuadro que figura en la página 75 del informe,
con las mismas adaptaciones que venimos haciendo para los periodos
anteriores:

CONCEPTO IMPORTE TRATAMIENTO FISCAL


Intereses GIMENA 5.988,38 Rend capital
mobiliar
Intereses Herrería Chorros 16.860,14
Rend capital mobiliar
Aportaciones a SUNDRY 261.368,45
Ganan patri no justif
Imputación rentas SUNDRY 334,20 Imputación
rentas
Imputación rentas ALCANCIA 3.131,44 Imputación
rentas
TOTAL INCREMENTOS PARTE GENERAL 287.683,61
Vent apto.Sotogrande(SUNDRY)43.859,86 Ganan parte especial
Venta apto, c/Antracita 38.100,00
Ganan parte especial
TOTAL INCREMENTOS PARTE ESPECIAL 81.959,86
Reten inter. Herrería Chorros 2.529,02 Retenc. cap.
mobilia
TOTAL RETENCIONES 2.529,02

La cuota dejada de ingresar en concepto de IRPF por GUILERMO


ORTEGA, en 2005 asciende a 139.222,58 €, conforme al cuadro que figura en
la página 75 del informe queda como sigue:

CONCEPTO IMPORTE
Base liquidable general declarada 65.023,27
Incrementos 287.683,61

917
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Base liquidable general comprobada 352.706,88


Base liquidable especial declarada 0,00
Incrementos 81.959,86
Base liquidable especial comprobada 81.959,86
Cuota estatal base liq. general 98.543,55
Cuota autonom. base liq. general 53.203,87
Cuota estatal base liq. especial 7.425,56
Cuota autonom. base liq. especial 4.868,42
Cuota íntegra estatal 105.969,11
Cuota íntegra autonómica 58.072,29
Deduc donativos parte estatal 92,13
Deduc donativos parte autonómica 45,38
Deduc vivienda parte estatal 1.057,03
Deduc vivienda parte autonómica 520,63
Cuota líquida estatal 104.819,95
Cuota líquida autonómica 57.506,28
Cuota líquida total 162.326,23
Retenciones trabajo personal 23.052,39
Retenciones capital mobiliario 2.570,74
Devuelto autoliquidación 2.519,48

CUOTA DEFRAUDADA 139.222,58

La impugnación del recurrente debe, por lo razonado, ser desestimada.

250.- 2) Cuestiona igualmente la conformación de la cuota defraudada


mediante el mecanismo de los incrementos o ganancias patrimoniales no
justificadas toda vez que entiende que el tratamiento que ofrece el art. 39.1 de
la Ley del IRPF establece una doble presunción: a) se presume que ha existido
una renta oculta a partir de descubrir bienes no declarados o que no se
corresponden con la renta declarada y, b) una vez presumida la renta se recurre
a una segunda presunción concatenada que atribuye dicha renta al periodo en
el que se ha descubierto.

- Es cierto que en esta dirección un importante número de autores


considera que se ha establecido una presunción iuris tantum que eximirá a la
Administración de generar más prueba, invirtiendo su carga. Se trataría de una
presunción doble, ya que una vez que se prueba efectivamente que existen
ganancias patrimoniales no aclaradas ni justificadas, por ejemplo el
descubrimiento de rentas ocultas (hecho base), por una parte se presume que
esas rentas ocultas son tributariamente gravables (hecho consecuencia) y una
segunda presunción atribuye dichas rentas al ejercicio económico en el que se
exteriorizan (presunción temporal).

918
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En la jurisprudencia del Tribunal Supremo que no ha mantenido su


criterio totalmente uniforme, existen algunas resoluciones que consideran que
no es admisible imputar todo el dinero que ha aflorado al ejercicio en el que se
ha descubierto sobre la base de una falta de colaboración del sujeto investigado.

Así lo ha señalado la STS 1257/2000, de 14 de julio: “… la tesis del


Abogado del Estado es radicalmente distinta y mantiene que, a efectos fiscales
y, por consiguiente, en lo atinente al delito contra la Hacienda Pública, los
incrementos del patrimonio no declarados por los contribuyentes, han de
considerarse producidos en el momento en que afloran, bien por la Inspección
tributaria, bien como consecuencia de cualquier otra actuación. Sostiene que
acreditada la fecha en que aparecen los incrementos patrimoniales, este dato
es el que debe contar, a los efectos de determinar las cuotas defraudadas y, por
tanto, la existencia del delito fiscal. Estima finalmente, que no cabe trasladar a
la Administración tributaria la obligación de fijar el origen real de los ingresos
(…). Situados en este campo no podemos olvidar que los órganos juzgadores
pueden tomar en consideración cualquier otro elemento probatorio que ofrezca
datos que contradigan el tenor literal de alguno de los documentos existentes
en la causa. Esto es, lo que ha hecho la sentencia impugnada al tener en cuenta
la posibilidad de que las cantidades afloradas no correspondieran todas al año
en que se detectan, sino que surge la duda razonable, derivada de las
manifestaciones de uno de los peritos propuestos por las acusaciones, que abrió
la vía de la incertidumbre al admitir que la determinación del año concreto en
que se produjo el rendimiento del capital, era una cuestión que pertenecía a la
libre valoración de la prueba, pudiendo llegar a la conclusión de que
correspondía a más de un ejercicio tributario, lo que eliminaba la tipificación
delictiva al no llegar al tope marcado por el antiguo art. 349 CP derogado o por
el art. 305 vigente”.

Y la STS 152/2007, de 23 de febrero “… cierto es, por otra parte, que en


el ámbito penal no debe de tener cabida la aplicación de la norma tributaria que
estable que, en ausencia de otra prueba, ha de ser imputada la generación de
los incrementos patrimoniales descubiertos al ejercicio en que se produce su
descubrimiento, pues ello supone una presunción contra reo totalmente ajena a
los criterios del enjuiciamiento penal. Recayendo, por consiguiente, la obligación

919
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de acreditar puntualmente los ingresos e incrementos que correspondan a cada


periodo impositivo, a fin de realizar el cálculo de la cuantía defraudada a la
propia acusación, como por otro lado es siempre obligado respecto de los
elementos constitutivos del tipo objeto de acusación”.

- No obstante otro sector doctrinal relevante defiende que estas


ganancias patrimoniales no justificadas integran sin más la cuota defraudada.
De tal forma que el concepto de renta estaría normatizado en los términos
definidos por la ley tributaria. Los defensores de esta tesis consideran que no es
incompatible con la presunción de inocencia, y ni siquiera se trata de una
presunción ni de una ficción legal sería “la determinación concreta del concepto
legal de renta que define la ley del impuesto”.

En esta dirección es mayoritaria la jurisprudencia del TS que considera


aplicables las reglas tributarias relativas al incremento no justificado del
patrimonio, aunque se presente como “indicio único” que se ratifica si no existen
“explicaciones alternativas razonables y plausibles” por parte del contribuyente
que justifiquen el origen de los bienes (SSTS 1493/99, de 21-12-1999).

Así, la STS 974/2012, de 5 de diciembre:

“Son incrementos no justificados de patrimonio los bienes y derechos,


cuya tenencia, declaración o adquisición no corresponda con la renta o
patrimonio declarados (STS. 872/2002 de 16.5). Estos incrementos ponen de
manifiesto la existencia de dinero o bienes ocultos que se consideran como
renta del periodo en que se descubre. El legislador ha decidido que estos
incrementos forman parte de la configuración legal de renta a los efectos del
impuesto que los grava y se encontraban definidos, en el ejercicio 2003, en el
art. 37 Ley 40/98 del IRPF y art. 140 Ley 43/95 del impuesto sobre sociedades.

En la doctrina tributaria se ha discutido si la norma fiscal debe


considerarse como una presunción que admite prueba en contrario o bien como
una norma de definición de un elemento (incremento no justificación de
patrimonio) que tiene la constitución de renta. Como consecuencia de esta
previsión legal, con la que se configura la presunción iuris tantum, la
jurisprudencia ha declarado que la determinación de la cuota defraudada en

920
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

base a la técnica preventiva utilizada por aquellos artículos no vulnera el


principio constitucional de presunción de inocencia, ni las exigencias de la
prueba en el proceso penal.

En efecto –como hemos dicho en STS 872/2002 de 16.5-, para que la


Hacienda Pública pueda cumplir la importantísima función constitucional de que
todos contribuyan a los gastos públicos, según su capacidad económica,
mediante un sistema tributario justo (art. 31.1 CE), el legislador crea técnicas
eficaces frente a los defraudadores y entre ellas está la figura de los incrementos
no justificados de patrimonio, mediante un sistema de presunciones legales
siempre que no sean iuris et de iure y permitan la prueba en contrario, pues el
art. 24.2 de la CE rechaza rotundamente la responsabilidad objetiva y la
inversión de la carga de la prueba.

Probado un incremento no justificado de patrimonio, el legislador libera


a la Administración de tener que demostrar que efectivamente en ese tiempo se
han obtenido ventas gravadas que no se han declarado, presumiéndose que así
ha ocurrido, y así el tribunal puede llegar a la conclusión de que los incrementos
patrimoniales que ha experimentado el acusado durante un periodo impositivo,
carecen de origen conocido y por consiguiente son injustificados”.

A similar solución llega la STS 116/2017, de 23 de febrero, que toma en


consideración la conocida como Lista Falciani aplicando el criterio tributario de
incrementos no justificados de patrimonio fundamentalmente sobre la base de
la falta de colaboración del investigado en la determinación de los conceptos
tributarios adeudados.

Esta problemática ha sido tratada también por el TC, en s. 87/2001, de


2 de abril, considerando que el recurso a estas presunciones tributarias no
supone la inversión de la carga de la prueba ni existe afección a la presunción
de inocencia “… el examen pretendido requiere partir de la interpretación
realizada por el órgano jurisdiccional penal, cuya conformidad con el derecho a
la legalidad penal acabamos de señalar, en el sentido de que los incrementos
patrimoniales no justificados constituyen renta sujeta a tributación por el
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. De otra parte, hemos de
advertir también que el objeto de prueba en este caso no es si y en qué medida

921
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los incrementos patrimoniales son constitutivos de renta y están, por tanto,


sujetos a contribución por el IRPF, pues éste es un dato normativo, un elemento
de Derecho aplicable que, en virtud del principio iura novit curia, no requiere
prueba y es ajeno al ámbito constitucionalmente protegido por el derecho a la
presunción de inocencia. El objeto de la prueba se proyecta sobre dos
elementos: la existencia misma de incrementos patrimoniales, esto es, una
diferencia de valor entre el patrimonio declarado en las declaraciones
correspondientes a los ejercicios 1988, 1989, y el momento posterior en el que
aflora, o se descubren los elementos patrimoniales conforme a algún tipo de
presunción legal, o si sobre ellos o su carácter no justificado se operó invirtiendo
la carga de la prueba y obligando a la defensa a la prueba de su inocencia.
Afirmar que los incrementos patrimoniales no justificados solo constituyen renta
si se aplica una presunción legal irrelevante para el examen de la presunción de
inocencia, pero esta cuestión suscita una opción interpretativa de la normativa
tributaria que afecta a la calificación, a los elementos de derecho, pero no a la
apreciación de los hechos”.

En el caso presente en el motivo quinto del recurso interpuesto por el


coacusado Luis de Miguel ya se ha razonado por qué nos inclinamos por esta
tesis y como en relación al actual recurrente lo que la sentencia realiza es
integrar en la base liquidable general de los periodos 2003, 2004 y 2005,
aquellas transferencias de ganancias patrimoniales producidas en cada uno de
ellos, que el titular de los fondos, Sr. Ortega, no ha justificado y ni siquiera
cuestionado que lo fueran en momento distinto al de las propias transferencias,
el art. 39.1 de la Ley IRPF ha sido aplicado correctamente.

251.- 3) En cuanto a la relación entre delito fiscal y blanqueo la STS


974/2012, de 5 de diciembre (c. Ballena Blanca) precisa que:

“Existe en la actualidad una polémica en el ámbito doctrinal trasladada al


ámbito jurisdiccional; acerca de la posibilidad de que las cuotas defraudadas a
la Hacienda Publica puedan ser objeto material de un posterior delito de
blanqueo de capitales.

Sintéticamente existen dos posturas enfrentadas en esta cuestión:

922
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1) La que considera que el delito de defraudación fiscal puede ser


antecedente del delito de blanqueo pues no se advierte ninguna razón por la
que los delitos contra la Hacienda Pública tengan que tener un trato diferenciado
de otros delitos en su relación con el blanqueo, partiendo de que los bienes
procedentes de delito fiscal pueden considerarse procedente o de origen
delictivo grave constituirán el objeto material del delito de blanqueo, siendo la
relación entre delito fiscal y de blanqueo la normal entre delito previo y delito de
blanqueo.

2) La posición que niega tal posibilidad afirmando que el delito fiscal no


puede ser antecedente del delito de blanqueo, principalmente porque no origina
los fondos que son objeto del delito. El defraudador no obtiene nada del delito,
sino que los bienes que integran la cuota ya se encuentran en su patrimonio. El
delito fiscal no origina nada que no existiera antes en el haber del defraudador.

De acuerdo con la Ley 58/2003 de 17.12, General Tributaria, la aplicación


de los tributos origina una relación jurídica tributaria consistente en el “computo
de obligaciones y deberes, derechos y potestades” de la que se derivan
obligaciones materiales y formales para el obligado tributario y también para la
Administración (art. 17 LGT). Según esta Ley “la obligación tributaria principal
tiene por objeto el pago de la cuota tributaria” (art. 19 LGT). La realización del
supuesto de hecho al que la Ley vincula el deber de contribuir general la
obligación de pago de una cantidad de dinero. Lo que se debate es si dicha
cantidad de dinero puede ser o no objeto material del delito de blanqueo.

Los argumentos contrarios, como ya hemos apuntado, pueden


sistematizarse en:

1) Argumento relacionado con el objeto material: la cuota defraudada no


es la originada en el delito de fraude fiscal, y el art. 301 CP exige que los bienes
que se blanqueen procedan de un delito o tengan su origen en el mismo.

Estas expresiones sirven a parte de la doctrina a entender que el dinero


negro o B no declarado no se genera en el delito de fraude fiscal, luego no tiene
su origen en un delito. El objeto material del delito de blanqueo está constituido
por bienes que el autor adquiere a raíz, exige una relación causal, del delito

923
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

previo. El hecho de que traen causa los bienes debe ser típico y antijurídico. No
puede apreciarse delito de blanqueo cuando el origen de fondos es
conocidamente licito, aunque en su ocultación se hayan utilizados medios
típicos para el blanqueo.

Otros autores consideran que la defraudación tributaria punible tiene la


configuración típica de un delito de omisión y no puede ser delito previo del
blanqueo aquel cuya configuración típica responda a los delitos de omisión,
pues no puede establecerse relación causal entre la acción omitida (el pago de
tributos) y los bienes ya incorporados al patrimonio del sujeto por virtud de un
hecho positivo anterior no constitutivo de delito (verdadera causa de la
incorporación del bien). No cabe, en este ámbito recurrir a una eventual
causalidad hipotética en el sentido de considerar ilícita la ganancia por la
circunstancia de que de haberse realizado la acción debida (el pago de un
impuesto) la parte de patrimonio afecta al cumplimiento de la obligación no
formaría parte del activo patrimonial del sujeto activo.

Se dice que una cosa es un incremento ilícito de patrimonio y otra que


éste no disminuya por razón del incumplimiento de una obligación legal. No es
posible imputar la ganancia a la omisión (ilícita) cuando natural u
antológicamente puede hacerse a una acción lícita. Por eso, si la ganancia tiene
por causa un hacer positivo licito, no cabe considerarla de origen ilícito por el
hecho de que el autor haya omitido típicamente una acción que hubiera
mermado la ganancia. La ganancia de una actividad lícita no deviene en ilícita
por la sola circunstancia de que no se tribute por ello, ni siquiera porque se oculte
con el fin de evitar el pago de un tributo. Ello podía dar lugar al delito fiscal
(agravado, en su caso, por la interposición de personas) o incluso, al de
alzamiento de bienes, cuando las maniobras de ocultación tienen como finalidad
evitar la responsabilidad que en su caso pueda declararse por el delito fiscal.

2) Argumento relacionado con la conducta típica. La vulneración del


principio non bis in idem.

Se afirma que al menos que el defraudador se arrepienta y tras el fraude


pague el dinero a la Hacienda Pública, algo tiene que hacer con el dinero no
declarado, o lo transmite, o lo convierte u “oculta su ubicación, conductas

924
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

previstas en el delito del art. 301·, es decir, parece obvio que el tipo de
defraudación fiscal ya contempla, abarca y castiga el desvalor que supone el
hecho de que el sujeto activo, en vez de declarar e ingresar en las arcas del
Estado, el dinero que le corresponda pagar conforme a la normativo tributaria,
se lo gasta en otros menesteres. En definitiva no parecen existir lagunas
punitivas en estos casos que justifiquen la necesidad de recurrir al delito de
blanqueo para castigar acciones que ya encajan en el tipo art. 305 CP, y que
pueden ser castigadas con penas de hasta 5 años prisión y multa del séxtuplo
de lo defraudado.

3) Argumento político criminal. El delito de blanqueo de capitales ha


perdido su sentido original dirigido a perseguir penalmente la legitimación de los
bienes procedentes de actividades delictivas (tráfico de drogas, corrupción,
crimen organizado…), y se ha convertido en instrumento de control y
recaudación fiscal. Esto, según este sector doctrinal, supone un entendimiento
político criminal del delito “Incoherente y técnicamente inconsistente” y lleva a
una pérdida de su orientación político criminal originaria, trivializando y
paralizando su eficacia frente a las conductas que realmente justifican su
aplicación. Se alega también el error que supone asignar al delito de blanqueo
la finalidad de evitar que el delincuente se benefició del botín, pus ello supone
una “clara confusión” entre las funciones político-criminales de la figura del
blanqueo y la del comiso de ganancias cuya significación y mecánica son
radicalmente distintas.

-La postura favorable a que el delito fiscal pueda ser antecedente del
delito de blanqueo parte de una premisa básica cual es que no se debe confundir
el blanqueo de la cuota defraudada con el blanqueo de los fondos que dan lugar
a la cuota defraudada.

El delito de tráfico de drogas está en el origen histórico del blanqueo en


la legislación penal española, y tradicionalmente se ha considerado que el bien
objeto del blanqueo es distinto del bien objeto del tráfico de drogas, que son,
precisamente, esas sustancias (SSTS. 1070/2003 de 22.7, 1426/2005 de 3.12).

En la actualidad, superado todo límite respecto a la naturaleza del delito


antecedente, no puede consentirse que esa lógica diferenciación entre el objeto

925
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del tráfico de drogas y el objeto del blanqueo, se extrapole para dejar impunes
blanqueos de ganancias de un delito anterior cuyo objeto era también
patrimonial.

Por tanto, el primer problema es determinar el concepto de esos “bienes”.

Los convenios internacionales diferencian entre “bien” y “producto”.

Así los dos Convenios del Consejo de Europa relativas al blanqueo,


seguimiento, embargo y decomiso de productos del delito firmados en
Estrasburgo en 1990 y en Varsovia en 2005 (ésta última referida también a la
financiación del terrorismo) al definir el blanqueo (artículo 6 del Convenio de
1990 y artículo 9 del Convenio de Varsovia) se refieren a blanquear “bienes que
son producto del delito anterior” (“biens” y “produits” en la traducción francesa y
“property” y “proceeds” en la traducción inglesa). Al ratificar España esos
Convenios se recoge que el blanqueo se produce sobre “bienes” cuyo origen es
un “producto” del delito.

La definición de bienes y productos en ambos textos está contenida en


el artículo 1:

“A los efectos del presente Convenio:

a) Por «producto» se entenderá todo provecho económico derivado de


un delito. Podrá tratarse de bienes según la definición del párrafo b) del presente
artículo,

b) Por «bienes» se entenderán los bienes de cualquier naturaleza, ya


sean materiales o inmateriales, muebles o inmuebles, y los documentos o
instrumentos legales que demuestran algún título o participación en esos
bienes,”

De la misma forma la Convención de Viena de 1988 contra el tráfico ilícito


de estupefacientes y sustancias psicotrópicas dice en su artículo 1:

“P) por “producto” se entiende los bienes obtenidos o derivados directa


o indirectamente de la comisión de un delito típico de conformidad con el párrafo
1 del artículo 3.

926
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Q) por “bienes” se entiende los activos de cualquier tipo, corporales o


incorporales, muebles o raíces, tangibles o intangibles, y los documentos o
instrumentos legales que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos
activos “.

Igualmente el artículo 2 de la Convención de Naciones Unidas contra la


Delincuencia Organizada Transnacional de 2000 (Convención de Palermo) dice:

“d) Por “bienes” se entenderá los activos de cualquier tipo, corporales o


incorporales, muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, y los documentos o
instrumentos legales que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos
activos

e) Por “producto del delito” se entenderá los bienes de cualquier índole


derivados u obtenidos directa o indirectamente de la comisión de un delito”

Pues bien, en la legislación nacional el artículo 301 habla de “bienes cuyo


origen es un delito”, luego de acuerdo con la literalidad del Código Penal puede
suscitarse la controversia sobre si el bien objeto del delito antecedente y el bien
objeto del blanqueo pueden ser idénticos.

Este aparente problema se reconduce, a entender que los bienes objeto


del blanqueo son los “ganancias” obtenidas de esa previa actividad delictiva que
constituyen el “producto” del delito antecedente y que en su naturaleza pueden
ser “activos de cualquier naturaleza”.

De esta forma en el tráfico de drogas se blanquean los beneficios de esa


ilícita actividad, en los delitos patrimoniales se blanquean las “ganancias”
obtenidas y en el caso de los delitos fiscales, se blanquea la cuota defraudada.

Por tanto son rechazables los argumentos de quienes niegan que el


delito fiscal pueda ser antecedente del blanqueo, por los siguientes motivos:

1°) En caso de delito fiscal como antecedente del blanqueo, el objeto del
blanqueo es la ganancia procedente del delito fiscal, esto es, la cuota
defraudada

927
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

No es bien objeto de blanqueo los rendimientos o base imponible que


han motivado dicha cuota.

En definitiva es la cuota la que se puede lavar.

-Es rechazable el argumento de que el blanqueo dimanante de un delito


fiscal vulnera el principio “ne bis in idem”, por cuanto, por un lado, la cuota
defraudada es el resultado de la liquidación tributaria de un fraude al erario
público, en tanto que el objeto del ulterior blanqueo es la ganancia obtenida de
ese fraude, es decir la cuota tributaria.

Por otro lado, los comportamientos de uno y otro delito son diferentes y
diversos son los bienes jurídicos protegidos. En el delito de blanqueo la doctrina
mayoritaria sostiene que se afecta al orden económico, esto es “la regulación
jurídica de la producción, distribución y consumo de bienes” o bien “la regulación
jurídica del intervencionismo estatal en la economía”. El sistema de economía
de mercado está garantizado por los poderes públicos (art. 38 CE). La base de
esta concepción económica se encuentra en la libre y leal competencia, por lo
que el sistema económico regular se ve afectado por la afluencia de recursos
económicos que se general al margen del propio sistema, con efectos sobre la
financiación de las empresas, competencia desleal y consolidación de
organizaciones que contaminan el orden económico y merman la credibilidad
del mercado. Algún autor apunta que el bien jurídico protegido es la seguridad
interior del Estado, pero entendido como preservación del orden público, sino
antes bien como interés en la erradicación de ciertas formas de delincuencia, la
delincuencia organizada. En particular, cuyos objetivos consisten en la
obtención de cuantiosos beneficios que es necesario legitimar o reciclar como
requisito indispensable para su disfrute. De manera que en la medida que se
penalizan las conductas de blanqueo, se estaría combatiendo dicha clase de
delincuencia en uno de sus componentes nucleares.

Realmente nos encontramos ante un delito pluriofensivo que afecta al


orden socioeconómico y a la Administración de Justicia, cuya punición está
justificada por la lesividad inherente a las conductas tipificadas, así como por
razones de política criminal radicadas en la lucha contra la criminalidad
organizada.

928
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el delito fiscal en relación al bien jurídico la jurisprudencia habla de la


íntima relación que guarda con la función que los tributos cumplen en un Estado
Democrático de Derecho, subrayando que el incumplimiento de las prestaciones
patrimoniales de carácter público está presente en el tipo del injusto de este
delito.

De entre las diversas hipótesis que han marcado el bien jurídico


protegido –fe pública, el deber de lealtad, el palmario, la función del tributo en el
Estado de Derecho- es la Hacienda Pública el que prevalece, pero no desde
una perspectiva exclusivamente patrimonial sino del interés del Estado y de la
propia Hacienda Pública de que la carga tributaria se realice con los modos
fijados en la Ley, se protege, en consecuencia, el proceso de recaudación de
ingresos y de distribución de los mismos en el gasto público.

La STS. 643/2005 de 19.5, tras valorar que algunos sectores doctrinales


desvían la esencia de la lesión hacia un delito semejante a los patrimoniales
cuyo sujeto pasivo es la Hacienda Pública, y aceptar que al final el perjuicio es
económico, mantiene en línea de las concepciones más funcionales que la
justificación de semejante delito y pena, radica en la inadmisible vulneración de
los principios de solidaridad tributaria inexcusables en una sociedad
democrática, lo que conduce a un bien jurídico protegido basado en los
principios constitucionales que imponen la real y leal contribución al
sostenimiento de los servicios sociales y los cargos públicos, por lo que
cualquier fraude tributario supone un grave atentado contra ellos.

Consecuentemente se trata de conductas que adquieren relevancia


penal y criminológica autónoma y permiten su aplicación conjunta como suma
de actividades delictivas de distinto carácter y de bienes jurídicos de distinta
naturaleza afectados, por lo que la norma del delito penal no abarca la total
antijuricidad del hecho.

Esta Sala, con las reservas que se apuntarán, se inclina por ésta última
posición por las siguientes razones:

1º) En primer lugar la norma administrativa de prevención del blanqueo


de capitales, que es una transposición de la Directiva 60/2005 fue más allá de

929
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la redacción del texto europeo al recoger específicamente la cuota defraudada


como objeto del blanqueo y así el art. 1.2 de la Ley 10/2010 de 28.4, sobre
Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del terrorismo –en
vigor desde el 30.04.2010- dice:

“a los efectos de esta Ley” se entenderá por bienes procedentes de una


actividad delictiva todo tipo de activos cuya adquisición o posesión tenga su
origen en un delito, tanto materiales como inmateriales, muebles o inmuebles,
tangibles o intangibles, así como los documentos o instrumentos jurídicos con
independencia de su forma, incluidas la electrónica o la digital, que acrediten la
propiedad de dichos activos o un derecho sobre los mismos, “con inclusión de
la cuota defraudada en el caso de los delitos contra la Hacienda Pública”.

Es cierto que esta Ley no estaba en vigor cuando los hechos imputados
al recurrente tuvieron lugar, pero la admisión de la cuota defraudada como
objeto del blanqueo no se justifica solo por la Ley de Prevención, sino
atendiendo a la pura aplicación del Código Penal.

En efecto en la redacción inicial del art. 301, vigente cuando sucedieron


los hechos, se hablaba de delito “grave” como antecedente de un ulterior
blanqueo, desde la reforma LO. 15/2003 de 25.11, cualquier delito puede ser
antecedente, y en virtud de la reforma LO. 5/2010 de 22.6, el párrafo 1º del art.
301 utiliza la expresión “actividad criminal” en vez de delito, significándose en la
doctrina que la razón de tal expresión es el criterio jurisprudencial de no ser
necesaria una condena anterior, para sustentar su posterior blanqueo de
capitales.

Por tanto, según la legislación penal española, un delito fiscal, en


principio, no está excluido para poder ser delito precedente de un blanqueo,
dada su consideración, en todo caso, de delito grave.

Retomando la Ley de Prevención, de acuerdo con esta, la cuota


defraudada constituye un bien procedente de la actividad delictiva y, por lo tanto,
objeto idóneo del blanqueo de capitales. En este sentido el Consejo General del
Poder Judicial en su informe al anteproyecto de Ley, declaró expresamente que
la cuota defraudada a la hacienda Pública cuando constituye el producto de un

930
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito fiscal, puede ser objeto de una operación de blanqueo, siempre que la
cuota defraudada alcance el límite cuantitativo previsto en el tipo penal contra la
Hacienda Pública -120.000 E-.

No obstante la interpretación que la doctrina ha hecho de la citada Ley


tampoco ha sido uniforme:

-Un sector entiende que el hecho de que el art. 1.2 de la Ley utilice la
expresión “a los efectos de esta Ley…” se consideran las cuotas defraudadas a
Hacienda como bienes procedentes de un delito, debe interpretarse como la
clara intención del legislador de que únicamente a los efectos de la Ley de
Prevención del Blanqueo y de su regulación administrativa y, por tanto, no a los
efectos del Código Penal, puede considerarse que las cuotas defraudadas a la
Hacienda Pública proceden de delitos, pero no tiene ninguna incidencia en el
ámbito penal que seguiría dejando fuera al fraude fiscal como delito previo del
blanqueo de capitales.

Esta interpretación, con todo, no resulta convincente pues precisamente


el objetivo de la Ley es armonizar la definición de blanqueo que se contiene en
ella con la del Derecho Penal.

-Otra posibilidad es considerar que constituye un criterio de


interpretación de los tipos penales relativos al blanqueo de capitales de los arts.
301 y ss CP. Se trataría, por lo tanto, de una especie de interpretación auténtica
que permitirla la persecución conjunta del delito fiscal y del blanqueo de
capitales. Se estaría así configurando el tipo del art. 301 como una especie de
norma penal en blanco, cuyo elemento típico bienes que “tienen su origen” (n°
1) o “proceden” (n° 2) de algún delito debe interpretarse por remisión a la
normativa administrativa, en este caso la Ley de 2010.

Interpretación que tampoco resulta convincente por su dudosa


constitucionalidad. Primero porque la propia literalidad del art. 301 CP carece
de una remisión normativa expresa a normativa extrapenal alguna. Segundo,
por las dudas que surgirían de cara a su compatibilidad con la reserva de Ley
orgánica propia de la materia penal, que resulta necesaria en este ámbito al
prever los tipos del blanqueo de capitales penas de prisión.

931
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Resulta por ello, razonable entender que la intención del legislador, no


manifestada, no es establecer ex novo que el fraude fiscal es delito previo del
blanqueo, sino simplemente despejar las posibles dudas que hay en la doctrina
a la hora de interpretar la legislación penal vigente que admite cualquier
actividad delictiva como previa al blanqueo.

2º) El Derecho Comparado

Un análisis de la situación jurídica en otros países permite constatar que


en algunos tribunales ya se ha pronunciado a favor de admitir que el fraude fiscal
constituya delito previo del blanqueo.

a) Francia.- El delito fiscal constituye delito previo del blanqueo de


capitales. El CP. art. 324.1 no se pronuncia expresamente sobre la cuestión aquí
analizada, sino que admite como delito previo cualquier crimen o delito. Ha sido
Sala de lo Penal del Tribunal Supremo francés (Cour de cassation), mediante
sentencia de 20 de febrero de 2008, la que se ha pronunciado al respecto,
admitiendo el autoblanqueo y que el delito fiscal sea delito previo del blanqueo
de capitales.

b)Bélgica.- El Tribunal Supremo en sentencia de 22 de octubre de 2003,


confirmó la opinión de que el impago de impuestos genera una ventaja
patrimonial de carácter delictivo idónea para constituir objeto material del delito
de blanqueo de capitales castigado en el artículo 505 CP. que penaliza el
blanqueo, y admite que el delito fiscal es delito previo del blanqueo de capitales.
Pero introduce la prohibición legal (inmunidad) de proceder penalmente cuando
se trate del blanqueo de bienes obtenidos del fraude fiscal ordinario.

c) Alemania.-Se castiga el blanqueo de capitales procedentes de un


delito fiscal, pero con unas características especiales. Se excluye al autor del
delito previo del circulo de posibles sujetos activos del delito de blanqueo, y en
el apartado 3 del n° 1 del parágrafo 261 StGB hace expresa referencia a la
sanción del blanqueo de capitales procedentes de delitos fiscales, disponiendo
que constituyen delito previo del blanqueo de capitales las infracciones previstas
en los parágrafos 373 (contrabando realizado de forma profesional) y, cuando
el autor actúe de forma profesional, 374 (receptación fiscal de mercancías) del

932
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Código tributario, también en ambos casos en relación con el parágrafo 12,


apartado 1, de la Ley sobre la puesta en práctica de las organizaciones comunes
de mercado. La norma penal alemana concreta más la cuestión, y advierte en
el último párrafo del nº 1 del parágrafo 261 StGB que, el primer párrafo se
aplicará en los casos de defraudación fiscal cometidos profesionalmente o de
forma organizada (en banda), según el parágrafo 370 del Código tributario,
respecto a los gastos ahorrados por la defraudación fiscal y las compensaciones
y devoluciones de impuestos obtenidas indebidamente, así como en los casos
del segundo inciso del párrafo 3, también respecto de los bienes por los que se
hayan defraudado impuestos.

Por tanto, los bienes procedentes de un delito fiscal son idóneos para el
blanqueo de capitales. El fundamento, de acuerdo con el legislador alemán,
reside en la apreciación de que, normalmente las ganancias de las actividades
criminales organizadas no tributan De esta manera, el fraude fiscal aumenta el
poder financiero de la delincuencia organizada y, por lo tanto, incrementa
extraordinariamente su peligro. El legislador pretende así asegurarse de que
resultan abarcados los bienes que, si bien no derivan ni proceden del propio
delito fiscal, sin embargo se encuentran en una clara vinculación con el delito
previo

d) Italia.- La doctrina se encuentra dividida, pero la Sección 6ª de la Sala


de lo Penal del Tribunal de casación, sentencia 4563/2009 de 26.11, se ha
pronunciado en el sentido de que el delito de blanqueo previsto en el art. 648
bis CP. no contiene un listado de los delitos, sino que todos los delitos dolosos
constituyen infracción previa del blanqueo. Por ello, delito previo del blanqueo
pueden serlo no solo delitos funcionalmente orientados a la creación de
capitales ilícitos (como la corrupción, los delitos societarios o quiebras), sino
también delitos que según la versión más rigurosa y tradicionalmente acogida
del fenómeno, le eran extraños, como por ejemplo los delitos fiscales.

e) Portugal.- El delito de blanqueamiento se encuentra en el art. 368.1


CP, introducido por Ley 11/2004 de 27.3, y entre los delitos previos a los que
alude (siguiendo el sistema de listado) está el fraude fiscal.

3º) -La cuota tributaria puede ser objeto material del delito de blanqueo

933
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Conforme al art. 305 CP, la elusión del pago de tributos (mediante una
defraudación) constituye la conducta típica que genera la obligación tributaria,
que tiene por objeto el pago de la cuota tributaria. Lo que surge es la
denominada deuda tributaria, que según el artículo 58.1 LGT está constituida
por la cuota o cantidad a ingresar que resulte de la obligación tributaria principal
o de las obligaciones de realizar pagos a cuenta. Es decir, el bien que procede
del delito fiscal es la cuantía económica correspondiente a la cuota tributaria,
que es una cantidad de dinero que constituye normalmente una proporción que
se aplica sobre la base imponible (gravamen). Y el dinero, evidentemente,
constituye un bien en el sentido del delito de blanqueo de capitales Se trata, con
todo, de una cantidad de dinero que no ingresa en el patrimonio del autor del
delito fiscal, sino que ya se encuentra en él porque constituye una parte del
mismo, pero ello no impide considerar que la cuota tributaria procede del delito
fiscal.

El Código Penal, de acuerdo con los instrumentos internacionales en la


materia (arts. 3.1 a/b) de la Convención de Viena y art. 9 Convenio relativo al
blanqueo, seguimiento, embargo y comiso de los productos del delito y de la
financiación del terrorismo, hechos en Varsovia el 16.5.2005, considera objeto
material del delito de blanqueo los bienes que tengan su origen (art. 301.1) o
“procedan” de un delito grave en la actualidad de una actividad delictiva (art.
301.2). Ambas expresiones alusivas al origen o procedencia de los bienes son
equivalentes desde un punto de vista semántico La procedencia implica que los
bienes han de tener su origen en un delito grave (el término “procedencia” se
define en el diccionario de la RAE, como origen, principio de donde nace o se
deriva una cosa. Están originados en un delito grave los bienes que tienen su
“causa” en ella.

Ahora bien será necesario elaborar criterios que permitan concretar con
precisión cuando un bien, en este caso la cuota tributaria, tiene su causa en una
actividad delictiva previa, el delito fiscal.

La conexión entre el bien y la actividad delictiva previa ha de ser de tipo


causal, en el momento en que esto sea así, se dice que los bienes están
“contaminados”. Las teorías desarrolladas por la ciencia jurídico-penal para

934
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afirmar la existencia de una relación a la causalidad entre un comportamiento y


un resultado nos sirven para determinar qué bienes están conectados
causalmente con una actividad delictiva previa, y así se puede afirmar que un
bien procede de una actividad delictiva previa cuando, suprimiendo
mentalmente tal actividad previa, el bien desaparecería en su concreta
configuración que incluye todo lo relacionado con la existencia, composición
material, valor o titularidad económica del bien En sentido negativo, no existirá
nexo causal si la actividad previa no constituye una condición de la situación
patrimonial actual o la existencia del bien. Una actividad delictiva previa es
causa de un bien cuando repercute directa o indirectamente en su existencia,
composición material, valor, en su titularidad, posesión o custodia

Existe también conexión causal y, por lo tanto, contaminación, cuando


suprimiendo mentalmente la actividad delictiva –en este caso el delito grave
(delito fiscal)- el bien no se encuentra en el patrimonio de un sujeto. En este
caso, se puede afirmar que el bien tiene su origen en aquel delito. Los autores
que niegan que el delito fiscal puede ser delito procedente del blanqueo señalan
que la relación causal con la actividad delictiva precisa que el autor obtenga algo
que no tenía antes del delito y que éste produzca un incremento del patrimonio
material de sus autores o participes, pero es evidente que aplicando las teorías
causales válidas en la ciencia jurídico-penal (sin recurrir a causalidades
hipotéticas), -argumenta el sector doctrinal favorable- el delito fiscal supone un
incremento del patrimonio del defraudador, con bienes que de otro modo no
estarían en el mismo. Y ello viene avalado por la propia descripción del art. 305
CP, que cuantifica la cantidad de dinero que constituye la cuota defraudada en
más de 120.000 euros, que son los que incrementan el patrimonio del
defraudador. Este dinero no estaría en su patrimonio si no hubiera defraudado
a la Hacienda Pública y tiene, por lo tanto, su origen y procedencia en el delito
fiscal.

El delito fiscal del art. 305 CP genera efectivamente un ahorro de gastos


(la deuda tributaria), pero traduce dicho ahorro en una cantidad de dinero, esto
es, otorga relevancia penal a los gastos ahorrados, en este caso, a la cuota
tributaria defraudada, que debe superar los 120.000 euros. Esta cuantía, es el
bien derivado del delito y, por lo tanto, es idónea para ser objeto material del

935
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito de blanqueo. Que se encuentre ya en poder del defraudador no tiene


ninguna importancia a efectos del blanqueo de capitales. Así también en las
insolvencias punibles los bienes ya están en el patrimonio del deudor, y ello
impide considerar que constituyen bienes que proceden de un delito, idóneos
por lo tanto para ser blanqueados. El art. 257 n° 1 CP castiga a quien se alce
con sus bienes en perjuicio de sus acreedores, bienes, por lo tanto,
expresamente mencionados en el tipo penal y que resultarán contaminados al
menos en la cuantía de las deudas que tenga con aquellos. Y también se
encuentran los bienes en poder del delincuente (aunque no le pertenezcan) en
la apropiación indebida, en la que el sujeto activo los ha recibido antes de
apropiárselos, y ello no impide considerarlos bienes idóneos para el blanqueo
por constituir el objeto del delito.

En definitiva, la cuota defraudada constituye un bien en el sentido del art.


301 CP, que constituye simultáneamente un perjuicio para la Hacienda Pública
y un beneficio para el defraudador (para algún autor el incremento del patrimonio
del defraudador por su actividad delictiva implica la disminución del patrimonio
del erario público). Y además supone el beneficio o provecho económico
derivado del delito susceptible de ser considerado bien idóneo del delito de
blanqueo de capitales. Por lo tanto, las conductas típicas descritas en el art. 301
CP pueden recaer sobre la cuota tributaria.

El problema, no es tanto el origen o la procedencia delictiva de los


bienes, cuanto la dificultad de concretarlos e individualizarlos en el patrimonio
del contribuyente, por cuanto en principio no sería admisible la teoría de que
todo el patrimonio del contribuyente queda contaminado.

Siendo así, hemos de partir de que el momento de contaminación de los


bienes integrantes de la cuota tributaria defraudada se produce cuando vencen
los plazos administrativos establecidos para declararlos a la Administración
tributaria. Hasta este momento, existe un período de temporal durante el que no
es posible determinar si existe o no delito fiscal, y por ello, todo acto realizado
sobre tal dinero no puede ser considerado delito de blanqueo de capitales,
porque los bienes no tienen —todavía- carácter delictivo.

936
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Una vez concretada la cuota tributaria que cuantifica la obligación


tributaria económicamente valorable de la que responde el defraudador, habrá
que diferenciar en su patrimonio los bienes que la integran, pues si no se puede
individualizar la cuota tributaria en su patrimonio, difícilmente se puede realizar
la conducta típica del delito de blanqueo, al no existir objeto material.

El blanqueo de capitales exige la concreción de un objeto específico o


una pluralidad de bienes igualmente determinados que proceden de una
actividad delictiva, lo que no resulta fácil cuando se trata de dinero, bien éste
fungible por excelencia.

La posibilidad de que el fraude fiscal constituye delito previo del blanqueo


requiere que durante la investigación se pueda identificar razonablemente la
parte de los bienes del patrimonio del defraudador que constituyen la cuota
tributaria. En algunos casos sí será posible acreditar de manera segura que la
conducta de blanqueo recae sobre bienes que forman parte de la cuota
tributaria.

1. Una posibilidad es que la acción típica del delito de blanqueo de


capitales recaiga sobre una parte del patrimonio del defraudador que
obligatoriamente incluya todo o parte de la cuota tributaria. Ello sucederá cuando
la acción de blanqueo se realiza sobre la totalidad del patrimonio del autor del
delito previo, o al menos sobre una proporción tan elevada de su patrimonio que
supere la parte lícita y comprenda una parte del valor de la cuota tributaria
impagada En estos casos puede establecerse con certeza que los bienes
obtenidos del delito fiscal se encuentran total o parcialmente en el objeto sobre
el que recae la acción típica del delito de blanqueo

2. Otra posibilidad es que se consiga identificar la cuantía constitutiva de


la base liquidable sobre la cual no se han pagado impuestos. La cuota tributaria
se determina normalmente aplicando el tipo de gravamen a la base liquidable
(art. 56 LGT), y que el tipo de gravamen es la cifra, coeficiente o porcentaje que
se aplica a la base liquidable para obtener como resultado la cuota íntegra (art.
55 LGT). Por lo tanto, dado que la cuota tributaria es un porcentaje de la base
liquidable, es razonable entender que la masa patrimonial integrada por la base
liquidable contiene una parte contaminada. No está contaminada toda la base

937
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

liquidable, sino solo la parte constitutiva de la cuota tributaria. Por tanto habrá
delito de blanqueo si se transfiere la totalidad de la base imponible, porque una
parte está contaminada, o una cuantía de dinero que obligatoriamente incluya
una parte de la cuota tributaria.”

En el caso presente el importe total de las cuotas defraudadas de los tres


delitos fiscales ascendió a 713.332’09 € y el total blanqueado fue superior por lo
que hay indicios suficientes para entender acreditada su vinculación con
aquellos delitos fiscales y, por ello, el ilícito carácter del dinero. Pero es que,
además, como en viene a asumir el recurrente razonándolo de forma
convincente tomando como base el importe de las multas, la condena por
blanqueo de capitales viene apoyada no tanto en los delitos de defraudacion
tributaria, cuanto en la previa actividad delictiva del coacusado Guillermo Ortega
(delitos cometidos por funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos:
corrupción).

252.- 4) Plantea también que la conducta del recurrente al no ser


indispensable ni relevante no podría integrarse en la cooperación necesaria y,
en su caso, sería más acorde con el art. 29 CP, en calidad de cómplice,
distinguiendo entre asesor y gestor, siendo solo los primeros los que podrían
incurrir en la cooperación necesaria.

Ciertamente en el derecho penal tributario prevalecen los delitos


especiales que limitan el número de autores. Sin embargo, en este contexto
aparece un número considerable de extraneus cuya responsabilidad penal
puede acreditarse si son considerados partícipes del delito. Se trata de
personas, normalmente expertos pertenecientes al mundo de la asesoría, la
abogacía, la intermediación bursátil y financiera, que pueden realizar
comportamientos punibles en el ámbito de sus actividades profesionales. En el
marco jurídico-tributario que otorga prioridad al sistema de autoliquidaciones
fiscales estas personas se convierten en actores principales a la hora de
confeccionar las declaraciones y planear una estrategia fiscal que puede
moverse en el ámbito de la ilicitud. Estos asesores, en todo caso, serían
partícipes por no ser los directamente obligados en el marco de la relación
jurídico tributaria.

938
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, aunque el asesor tributario realice aportaciones técnicas


sustanciales sin las cuales el delito no se hubiera podido cometer, no podrá ser
autor o coautor de un delito de defraudación tributaria pues sobre su persona no
pesa el deber legal –al no tener la cualidad de sujeto obligado al pago del
impuesto que se elude, y por ello no es garante de la tutela del bien jurídico en
cuestión. Existiendo unidad del título de imputación los asesores o gestores
fiscales –extranei-, responderán penalmente por el mismo título que los intranei,
es decir, no como autores, sino, en su caso, como cooperadores necesarios,
con la posibilidad de que la ausencia de un deber tributario directo y la mayor o
menor entidad de cada aportación pueda reflejarse en una rebaja de la pena en
virtud del principio de proporcionalidad (art. 65.3 CP).

En efecto, sobre los partícipes no pesan directamente deberes tributarios


materiales y formales, aunque desde un punto de vista fáctico o material su
intervención puede tener gran relevancia en la comisión del hecho delictivo, sin
embargo, no pueden ser considerados autores y, por lo tanto, su
responsabilidad como partícipes está condicionada a que el autor realice una
conducta típica y antijurídica (principio de accesoriedad limitada).

La participación en un delito de defraudación tributaria puede asumir


variadas manifestaciones a título de inductor, cooperación necesaria e incluso
–aunque en la jurisprudencia es infrecuente, la complicidad-. Es más frecuente
el supuesto de cooperación necesaria, como el agente bancario que materializa
operaciones opacas ante la Hacienda Pública o un sinnúmero de apoyos
técnicos que pueden realizarse desde los despachos de asesores o
especialistas en materia tributaria. Resalta la doctrina que complejos contratos
de publicidad e imagen puedan ser conformados por deportistas de élite sin
contar con un asesoramiento tributario específico.

Sobre los asesores, gestores, economistas, abogados o cualquier


profesional especializado no pesa directamente el deber tributario, por lo tanto,
su responsabilidad penal se limitará a la participación delictiva por el
asesoramiento técnico o apoyo psíquico que presten. Su intervención puede
realizarse al adoptase decisiones financieras por parte de un cliente
(planificación económica) y particularmente durante el proceso de declaración-

939
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

liquidación tributaria, gestando la información y confeccionando los documentos


pertinentes. Pero para considerar penalmente relevantes estas contribuciones
deben ser jurídicamente desaprobadas. La ayuda puede ser psíquica, a través
de consejos o material, actuando directamente sobre las declaraciones que
suscribirá el sujeto pasivo tributario o sobre los instrumentos contables. Lo que
aportan estos profesionales pueden ser sus conocimientos técnicos que facilitan
la elusión de deberes tributarios. Pueden brindar consejos de actuación en
sentido delictivo. Ya no solo se asesora técnicamente, sino que se aconseja de
forma explícita o implícita a actuar de determinada manera, de lo que deviene
la comisión de una defraudación tributaria. Las actividades relacionadas con la
Hacienda Pública en las que se asesora pueden ser múltiples: creación de
sociedades, movimientos anómalos de dinero, operaciones de ingeniería
financiera, etc., debiendo tenerse en cuenta, en particular, el grado de
complejidad de la operación diseñada por el asesor o profesional tributario.

En el caso presente, en los hechos probados, se recoge expresamente:

<<5. DEFRAUDACIÓN A LA HACIENDA PÚBLICA

La lucrativa actividad delictiva desplegada por GUILLERMO ORTEGA,


vinculada a su condición de Alcalde, fue ocultada a la Hacienda Pública,
eludiendo, con ello, sus obligaciones fiscales, para lo cual se valió del entramado
societario que hemos visto, puesto a su disposición por LUIS DE MIGUEL y
utilizando cuentas corrientes abiertas en entidades bancarias suizas, de cuya
apertura y gestión se encargó ANTONIO VILLAVERDE. Generó, así, unas
ganancias patrimoniales que, aunque trató de encubrir a través de las distintas
sociedades que conformaron ese entramado societario, sin embargo eran
propias de él, y que no justificó, las cuales, una vez descubiertas y hecho aflorar
ese patrimonio, supusieron unos incrementos en él, que se han de integrar en
la base liquidable general del periodo en que son descubiertas, con la
consecuencia de su repercusión de cara a la fijación de la cuota defraudada en
el correspondiente periodo impositivo.

Las CUOTAS DEJADAS DEFRAUDADAS fueron las siguientes:

- IRPF correspondiente al año 2202: 337.012,38 €.

940
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- IRPF correspondiente al año 2003: 380.220,74 €.

- IRPF correspondiente al año 2004: 193.888,75 €

- IRPF correspondiente al año 2005: 139.222,75 €.>>

Y en la fundamentación jurídica (folios 934-935):

“Y lo mismo podemos decir de ANTONIO VILLAVERDE, que, entre otras


cosas, reconoció que se le confirió poder, incluso, que algún cliente firmaba un
documento en el banco para poder realizar las correspondientes operaciones, o
autorizando a recibir información sobre el estado de la cuenta y ejecutar órdenes
en función de lo que le pidiera, lo que le permitió llevar la gestión patrimonial de
las sociedades de Nevis SOARING HIG y TRANQUIL SEA y la personal,
GIMENA, todas ellas pertenecientes a GUILLERMO ORTEGA, que también
reconoció que había razones de opacidad fiscal. Si, además, tenemos en
consideración que admitió la utilización del sistema de compensación,
identificado por el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo
de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) como una de las tipologías
de blanqueo de capitales, de acuerdo con la definición GAFI, por lo tanto, idóneo
para blanquear dinero, y tratándose, como era, de un profesional en la gestión
de cuentas ajenas, no cabe admitir que no fuera conocedor de que las tan
elevadas cantidades de dinero que movía de GUILLERMO ORTEGA tuvieran
una procedencia ilícita.

Así pues, tanto a LUIS DE MIGUEL, como a ANTONIO VILLAVERDE,


consideramos que hay suficiente base con sus propias declaraciones, apoyadas
en la documentación que les fue exhibida, como para considerarles, si no
autores del delito contra la Hacienda Pública en que ha incurrido GUILLERMO
ORTEGA, por tratarse de un delito especial propio, sí, desde luego,
cooperadores necesarios de aquellos que este ha cometido, porque han
prestado una colaboración eficaz e indispensable para su perpetración, el
primero creando el entramado de que se sirve aquel para la elusión fiscal, y el
segundo porque materialmente es quien ha llevado a cabo esa elusión, a partir
de unos fondos de procedencia ilícita que, previamente, se encargaron de
blanquear”.

941
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así es correcta la calificación jurídica que realiza la sentencia


recurrida y la consideración de Antonio Villaverde como cooperador necesario,
por tanto, éste apertura las cuentas de Tranquil, Soaring y Gimena en el Banque
Geal de Ginebra, a favor de Guillermo Ortega, tenía poderes de representación,
gestión y administración, en relación a estos poderes realizó movimientos en las
cuentas, conocía la opacidad de las mismas, tal opacidad se materializó
utilizando sistemas de compensación con otros clientes y otras cuentas, con los
que expatriaba dinero en efectivo y repatriaba dinero en efectivo, ocultándolo al
fisco.

Conductas éstas que deben subsumirse en la cooperación necesaria.

253.- 5) Cuestiona asimismo la no aplicación del art. 65.3 CP que fue


expresamente solicitada, dado que los hechos probados no atribuyen la
condición de sujeto obligado del recurrente respecto de las cuotas defraudadas,
atribuyendo tal condición siempre a Guillermo Ortega y otorgan a Antonio
Villaverde la condición de extraneus respecto de los delitos fiscales por los que
condena.

Como ya hemos precisado en anteriores recursos (ver motivo cuarto


recurso Juan José Merino) que el legislador no haya impuesto la rebaja de la
pena del art. 65.3 CP con carácter imperativo es bien expresivo, de que la
diferente posición del particular respecto de quien quebranta ese deber de
fidelidad exigible a todo funcionario o asimilado, no siempre justifica un
tratamiento punitivo diferenciado que conduzca necesariamente a la rebaja en
un grado de la pena imponible al autor material. En definitiva, esa regla general
podrá ser excluida por el tribunal siempre que de forma motivada explique la
concurrencia de razones añadidas que desplieguen mayor intensidad frente a la
aconsejada rebaja de la pena derivada de la condición de tercero del partícipe.
Ese es el sentido de la Circular 2/2004, de 22 de diciembre, de la Fiscalía
General del Estado, al referirse a esta regla del art. 65.3: “este sistema de
atenuación facultativa de la pena persigue sin duda la finalidad de distinguir los
casos en que, a pesar de tratarse de un extraneus, su contribución al hecho está
próxima al dominio de la situación que permite el cumplimiento del deber

942
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

especial a que se refiere el tipo. Se establece solo una posibilidad de atenuación


por lo que se podrá calibrar en cada caso la pena adecuada”.

En el caso presente, la sentencia impugnada se remite a lo razonado en


la determinación de la pena del acusado Luis de Miguel. Y esta remisión de la
sentencia, nos permite a nosotros remitirnos a su vez al motivo del citado
correcurrente de contenido semejante al presente para concluir que el
razonamiento allí vertido es trasladable aquí. No hay justificación suficiente en
la sentencia para rechazar una degradación que, además, en relación al primero
de los ejercicios (año 2003) obligaba a apreciar una atenuante analógica según
la doctrina jurisprudencial entonces vigente. A los razonamientos allí vertidos
cabe adicionar el mero dolo eventual de este recurrente y su participación más
secundaria frente a la de Luis de Miguel (su conducta va encaminada a
favorecer la opacidad de las operaciones y realizar algunos movimientos: no
todos los que determinan las defraudaciones tributarias) invitan a la estimación
de este motivo en cuanto no hay razones para rechazar al extraneus la
facultativa degradación del art. 65.3. Eso se traducirá en la segunda sentencia
en el ajuste de las tres penalidades con cierta diferenciación frente a Luis de
Miguel por considerarse menos relevante su cooperación (8 meses por el
ejercicio de 2003; 7 meses por el ejercicio de 2004 y 6 meses de prisión por el
ejercicio de 2005 -en el que su participación fue todavía más reducida a la vista
del tramo temporal abarcado, más las correspondientes multas también
degradadas). No basta con que la pena concreta sea inferior a la del autor
principal: hay una diferencia no meramente cuantitativa en gravedad entre el
intraenus y el extraneus en esos delitos especiales según razonamos antes.

254.- 6) Por último, cuestiona la no aplicación de la prescripción que


realiza la sentencia recurrida por entender la conexidad entre los delitos fiscales
y el delito de blanqueo y, por consecuencia, aplicable al plazo de 10 años; el
dies ad quem debe ser el 29-9-2011 en que se recibió por primera vez
declaración en la causa a Antonio Villaverde; y la “dinámica comisiva” atribuida
al recurrente como unidad que absorbe hechos anteriores a 10 años que
también se incluyen en la condena.

943
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo considera que la conexidad al ser solo procesal permite un


cómputo separado por lo que los delitos fiscales, habrían prescrito:

Ejercicio IRPF 2003, consumación 1-7-2004, prescripción 1-7-2009

Ejercicio IRPF 2004, consumación 1-7-2005, prescripción 1-7-2010

Ejercicio IRPF 2005, consumación 1-7-2006, prescripción 1-7-2011

Alega además que no puede aplicarse retroactivamente el art. 131.5 CP


que entró en vigor en 2010, a situaciones y hechos ocurridos con anterioridad,
y en perjuicio del reo, con infracción de los arts. 2 CP y 9 CE.

Y aún admitiendo la conexidad y el plazo de 10 años, el dies ad quem


respecto a Guillermo Ortega debe ser el 14-3-2013 por aplicación del art. 132
CP, debiendo considerarse prescritos todos los hechos anteriores al 14-3-2003,
dado que en la declaración de 29-9-2011 únicamente se le atribuyeron hechos
referidos a Francisco Correa y la primera resolución que incluye una relación
entre el recurrente y Ortega es de 15-3-2013.

Igualmente, aunque se admite como dies ad quem el 29-9-2011, la


sentencia condena por hechos probados situados en momentos anteriores al
29-9-2001 que deberían entenderse prescritos.

La cuestión de la prescripción del delito fiscal ya ha sido analizada en


motivos similares de anteriores recurrentes, remitiéndonos a lo ya argumentado
para su desestimación, insistiendo en la doctrina jurisprudencial (SSTS
590/2004, de 6 de mayo; 613/2018, de 29 de noviembre; 643/2018, de 13 de
diciembre), que tiene declarado:

<<en los supuestos de enjuiciamiento de un comportamiento delictivo


complejo que constituye una unidad delictiva íntimamente cohesionada de modo
material, como sucede en aquellos supuestos de delitos instrumentales en que
uno de los delitos constituye un instrumento para la consumación o la ocultación
de otro, se plantea el problema de la prescripción separada, que puede conducir
al resultado absurdo del enjuiciamiento aislado de una parcela de la realidad
delictiva prescindiendo de aquella que se estimase previamente prescrita y que

944
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

resulta imprescindible para la comprensión, enjuiciamiento y sanción de un


comportamiento delictivo unitario (...) en estos supuestos la unidad delictiva
prescribe de modo conjunto de modo que no cabe apreciar la prescripción
aislada del delito instrumental mientras no prescriba el delito más grave o
principal>> (SSTS 1493/1999 de 21 diciembre, 590/2004 de 6 de mayo,
643/2018 de 13 diciembre o 613/2018 de 29 noviembre).>>

Sin que ello suponga su aplicación retroactiva desfavorable para el


acusado a la reforma de la LO 5/2010, de 23 de junio, que introdujo el apartado
5 del art. 131: “en los supuestos de concurso de infracciones o de infracciones
conexas, el plazo de prescripción será el que corresponda al delito más grave”,
dado que la jurisprudencia anterior era constante en el caso de delitos conexos
y considerarlo todo como una unidad, al tratarse de un proyecto único en varias
direcciones y por consiguiente no podía aplicarse la prescripción por separado
cuando hay conexión natural entre ellos y mientras no prescribe el delito más
grave tampoco puede prescribir el delito con el que está conectado (SSTS
544/2002, de 18 de marzo; 630/2002, de 16 de abril; 2040/2002, de 9 de
diciembre; 1559/2003, de 19 de noviembre; 1590/2003, de 22 de abril de 2004;
590/2004, de 6 de mayo; 1016/2005, de 12 de septiembre; 1182/2006, de 29 de
noviembre; 964/2008, de 23 de diciembre).

Y en cuanto al cómputo de plazos de prescripción, el comienzo del


cómputo se realiza “desde el día en que se haya cometido la infracción punible”
(art. 132.1 CP) que depende de la consumación, que en el caso de elusión de
pagos de tributos, al estructurarse en base a un sistema de autoliquidación, la
consumación y el comienzo del plazo de prescripción se dará en el mismo
instante al finalizar el periodo voluntario de declaración-liquidación, en este
caso, como admite el propio recurrente el día 1-7-2004 (ejercicio 2003), el 1-7-
2005 (ejercicio 2004) y el 1-7-2006 (ejercicio 2005) por lo que resultaría
irrelevante que el dies ad quem interruptivo de la prescripción sea el 29-9-2011
o el 14-3-2013, dado que uno u otro caso no habrán transcurrido los diez años
necesarios, tal como la sentencia recurrida razona en la pág. 995, al señalar que
“en modo alguno podemos considerar que haya transcurrido (el plazo) y para
ello basta hacer un repaso por el relato de hechos probados.

945
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

<<En efecto, en ese relato se describe la participación de ANTONIO


VILLAVERDE en la dinámica de ocultación al fisco y blanqueo de dinero por un
prolongado periodo de tiempo. Nos remitimos a él, del que, por extraer algún
pasaje, podemos referir, entre las gestiones que hace en las cuentas suizas de
GUILLERMO ORTEGA, las de la cuenta GIMENA, en la que se ingresan
cantidades de hasta 370.151 € en 2003 y 200.000 € en 2004, de manera que,
al estar hablando de un delito de blanqueo de capitales, con un plazo de
prescripción de diez años, poco más añadir para concluir que, con el
planteamiento que hace la defensa de aquel, no está ganada la prescripción ni
para este delito, ni para los delitos fiscales que entran en conexidad con él. Y si
nos fijamos en el momento que se dirige el procedimiento contra él, con más
razón ha de ser rechazada esa prescripción, por cuanto que se le tomó
declaración, cuando la causa se encontraba en el TSJM, el día 29/09/2011>>.

El motivo, por lo razonado, debe ser desestimado.

255.- El motivo segundo por infracción de ley por aplicación


indebida y retroactiva en perjuicio del reo, del art. 301 CP respecto de
Antonio Villaverde Landa en relación con los fondos entregados por
Guillermo Ortega y por Francisco Correa.

La sentencia recurrida condena a Antonio Villaverde por dos delitos de


blanqueo de capitales relacionados el primero con el apartado Majadahonda, y
el segundo con el apartado Madrid-Municipio Comunidad Autónoma.

Se alega en el motivo que en sus actos y referencias atribuidos al


recurrente en los hechos probados -y de los elementos fácticos introducidos en
los fundamentos jurídicos- no se contienen los elementos del delito de blanqueo
en su versión más favorable al reo y vigente en el momento de ocurrir los
hechos.

- Los hechos probados no identifican el delito precedente como un “delito


grave”.

946
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Los hechos probados no tienen por probados que Antonio Villaverde


tuviera conocimiento del previo delito grave que fuera origen de los fondos, pues
se tiene por probado únicamente que conocía que aquellos tenían un “origen
ilícito”.

- Los hechos probados no tienen por acreditado que los actos de Antonio
Villaverde fueran idóneos y tuvieran la finalidad de ocultar un delito grave
precedente, los fondos en efectivo carecen de origen susceptible de ocultar y su
titularidad no fue ocultada sino consignada de forma expresa, registrada,
conservada a través de los años y comunicada a las autoridades.

- Subsidiariamente solo podría atribuirse al recurrente un solo delito de


blanqueo (siempre se atribuye la misma conducta).

- Subsidiariamente los hechos probados refieren hechos más propios de


un delito imprudente (“dejadez” en el control del perfil del cliente) que estaría
prescrito.

Es cierto que la evolución del delito de blanqueo en nuestra legislación


aparece como antecedente.

La LO 1/1998, de 24 de marzo, que incorporó al CP de 1973 una


modalidad específica de receptación en el art. 546 bis f, referida al
aprovechamiento de las ganancias obtenidas mediante el tráfico ilícito de
drogas. La LO 10/95, de 23 de noviembre del CP de 1995 amplió el blanqueo
de capitales a los productos de cualquier delito grave en los arts. 301 al 304.

La LO 15/2003, de 25 de noviembre, que entró en vigor el 1-10-2004,


admitió que los bienes procedieran de cualquier delito fuera o no grave (“que
estos tienen su origen en un delito…”).

Por último, la LO 5/2010, de 22 de junio, que entró en vigor el 23-12-


2010, modificó el apartado 1 del art. 301, de modo que, a partir de esa fecha,
comete delito de blanqueo de capitales quien “adquiera, posea, utilice, convierta
o transmita bienes sabiendo que éstos tienen su origen en una actividad delictiva
… cometida por él o por cualquier tercera persona”.

947
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, conforme a los hechos probados, las actuaciones por las que
se condena al recurrente tuvieron lugar en el marco temporal situado entre
diciembre 2001, momento en que mediante su referencia Guillermo Ortega abre
una cuenta en un banco suizo, y el 20-9-2004, momento en que sitúa el último
movimiento de fondos en el que interviene el recurrente, es decir, la regulación
aplicable sería la anterior a la reforma LO 15/2003 (bienes … que tienen su
origen en el delito “grave).

Siendo así, en relación a la queja primera del recurrente, debemos partir


del respeto a los hechos probados que exige la vía casacional del art. 849.1
LECrim que literalmente recogen:

-En el apartado III.- Majadahonda (pág. 184 y ss):

<<Fue LUIS DE MIGUEL, quien, debido a sus conocimientos y


experiencia en planificación fiscal, tejió ese entramado financiero, mediante una
estructura que solía partir de la sociedad matriz ubicada en Nevis, con cuentas
bancarias en Suiza, que relacionaba con alguna sociedad española, en que el
titular real también permanecía oculto a través de una sociedad que se coloca
en el extranjero, como el Reino Unido o Panamá, con la finalidad de dificultar su
identificación, y quien se encargaba de la apertura y gestión de las cuentas
bancarias suizas era ANTONIO VILLAVERDE, siendo ambos conocedores del
origen ilícito de los fondos, que siempre eran de GUILLERMO ORTEGA, quien
los depositaba en ellas, para, después, repatriarlos a España bajo la aparente
cobertura que ofrecía el entramado, donde los disfrutaría (...)>>. (pág. 215)

<<El sistema empleado por ANTONIO VILLAVERDE para desvincular de


su origen ilícito las cantidades que iba recibiendo de GUILLERMO ORTEGA y
colocarlas en las cuentas bancarias suizas era el conocido como
“compensación”, identificado como una de las tipologías propias y
características de blanqueo de capitales, según el Grupo de Acción Financiera
Internacional (GAFI). E, igualmente, gestionó los fondos de este en Suiza, hasta
su repatriación a España, invirtiéndolos en productos financieros, cuyos
rendimientos tampoco fueron declarados a la Hacienda Pública.

948
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así, en la cuenta de SOARING HIGH, hubo ingresos por cobros de


procedencia ilícita en el año 2002, en su mayor parte por este sistema, en
cantidad de 297.172,61 €, y sus rendimientos por inversiones, en la cantidad de
5.050,48 €.

En la de TRANQUIL SEA, en el año 2002, los ingresos, también en su


mayor parte por el mismo sistema, fueron 394.445,99 €, y sus rendimientos de
inversiones, en cantidad de 3.237,56 €; y, en el año 2003, 300.630,00 € (de los
que 150.630 € se correspondían con la comisión de Rafael Naranjo por la
adjudicación a SUFI), y sus rendimientos por 699,77 €.

Y en la GIMENA, en el año 2003, ingresó 370.151,81 €, y, en el 2004,


200.000 €.

Por la gestión de las cuentas de SOARING HIGH, TRANQUIL SEA, así


como de GIMENA, llevada por parte de ANTONIO VILLAVERDE se pactó un
pago anual del 0,5% de su cartera, que supuso un total de 15.753,12 €.

Excepción hecha de los 150.630 € por la comisión a SUFI, el resto de las


cantidades fue repatriada a España a través de la estructura societaria creada
por LUIS DE MIGUEL, con la finalidad de dotar de opacidad fiscal a su titular,
mediante la fraudulenta fórmula de unas ampliaciones de capital, carentes de
causa real, bien de SUNDRY, bien de ALCANCIA>>. (págs. 216 y 217)

Para concluir (pág. 221) “la lucrativa actividad delictiva desplegada por
Guillermo Ortega, vinculada a su condición de alcalde … fue ocultada a la
Hacienda Pública, eludiendo, con ello, sus obligaciones fiscales, para lo cual se
valió del entramado societario que hemos visto, puesto a su disposición por Luis
de Miguel y utilizando cuentas corrientes abiertas en entidades bancarias
suizas, de cuya apertura y gestión se encargó Antonio Villaverde.

Generó así unas ganancias patrimoniales que, aunque trató de encubrir


a través de las distintas sociedades que conformaron ese entramado societario,
sin embargo eran propias de él, y que no justificó, las cuales, una vez
descubiertas y hecho aflorar ese patrimonio, supusieron unos incrementos en
él, que se han de integrar en la base liquidable general del periodo en que son

949
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

descubiertas, con la consecuencia de su repercusión de cara a la fijación de la


cuota defraudada en el correspondiente periodo impositivo.

VI Madrid: Municipio y Comunidad Autónoma (pág. 270 y ss) se dice:

“Por su parte Francisco Correa por haber intermediado en la adjudicación


recibió de Rafael Naranjo una comisión de 1.232.074’80 € que se le ingresó en
cuentas suizas por Antonio Villaverde” (pág. 271) y añade:

“En cuanto a la comisión de 1.232.074 €, acordada con FRANCISCO


CORREA, se la abonó Rafael Naranjo, desde su cuenta n° 0835 177411 6 Risk,
que tenía en la sucursal de Credit Suisse de Zurich, mediante tres entregas, los
días 08/11/2002, 05/02/2003 y 14/05/2003, en las cuentas corrientes que aquel
tenía en la sucursal del Banco CIAL de Ginebra, a nombre de las sociedades
PACSA LTD, n° 461343, y AWBERRY LICENSE NV, n° 61327.

De dichos pagos tomó nota para su control JOSÉLUIS IZQUIERDO, y


fueron como sigue:

- El 8/11/2002, esto es, seis días antes de la formalización del contrato,


mediante sendos importes de 150.000 € en cada una de las dos citadas cuentas
del Banco CIAL.

- El 5/02/2003, otros dos importes, en esta ocasión de 200.000 €, en


cada una de las mismas cuentas.

- El 14/05/2003, tres días después al visto bueno dado por ALBERTO


LÓPEZ VIEJO a la factura “Versus Comunicación” de 77.724,35 €, la cantidad
de 281.062 € en la cuenta PACSA y de 251.012 en la AWBERRY LICENSE NV.

Para encubrir la causa de tales transferencias ante los gestores de las


cuentas suizas, Rafael Naranjo alegó que las cantidades eran producto de la
devolución de préstamos y ampliaciones de capital relacionados con el
crecimiento de SUFI.

Y con la misma finalidad de ocultar la causa de esos pagos a


FRANCISCO CORREA, ANTONIO VILLAVERDE, en el ejercicio del poder que
le tenía conferido para gestionar sus cuentas del Banco CIAL, justificó los

950
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ingresos en la cuenta de PACSA LTD, conocedor de su procedencia, como


abonos efectuados desde el exterior, relacionados con la actividad de publicidad
y marketing de FRANCISCO CORREA, por el concepto de movimientos
compensatorios, que no tenían reflejo en ninguna factura.

Y también siguiendo indicaciones de ANTONIO VILLAVERDE se


transfirieron fondos de las cuentas de PACSA y de AWBERRY, a la de la
sociedad británica RUSTFIELD en su sucursal de Barclays Bank de Londres, nº
42592700, por importe de 935.039,85 €, con la finalidad de su repatriación a
España”.

Del anterior relato fáctico la queja del recurrente deviene improcedente,


dado que los hechos probados sí refieren los delitos precedentes, en el caso de
Majadahonda por remisión a la actividad delictiva del alcalde Guillermo Ortega
y en el apartado Madrid, referido a comisiones cobradas por adjudicaciones
ilícitas –delitos de cohecho y malversación, delitos graves-.

Por ello la queja sobre la aplicación retroactiva de la reforma del


blanqueo por LO 15/2003 que pasó de delitos “graves” a “delito” en general, y
en la actualidad a cualquier actividad ilícita penal, debe ser desestimada.

El elemento del delito grave de origen no se tiene que aparejar a la


existencia de una sentencia firme condenatoria, estableciéndose, por tanto, un
criterio de accesoriedad mínima para la aplicación del delito de blanqueo,
bastando que los fondos tengan su origen en un delito que en el caso presente
sí tiene la naturaleza de grave, tanto en las actividades ilícitas de Ortega como
en las de Correa.

-En cuanto a la segunda cuestión relativa a que no se dice en los hechos


probados que Antonio Villaverde tuviera conocimiento del delito grave previo
como origen de los bienes, como ya hemos indicado en motivos similares de
anteriores recurrentes, lo que se exige por la jurisprudencia de esta Sala es que
basta con la conciencia de la anormalidad de la operación a realizar y la
inferencia razonable de que procede de un delito grave.

En efecto, en lo que respecta al elemento subjetivo del delito de blanqueo


de capitales, establecen las sentencias 974/2012, de 5 de diciembre; 279/2013,

951
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de 6 de marzo, que sobre el conocimiento de que el dinero procede de un delito


previo el referente legal lo constituye la expresión “sabiendo” que en el lenguaje
normal equivale a tener conciencia de estar informado. No implica, pues, saber,
como el que podría derivarse de la observación científica de un fenómeno, o de
la implicación directa, en calidad de protagonista, en alguna conducta, sino
conocimiento práctico, del que tiene por razón de experiencia y que permite
representarse alguno como lo más probable en la situación dada. Es el que
normalmente, en las relaciones de la vida diaria permite a un sujeto discriminar,
establecer diferencias, orientar su comportamiento, saber a qué atenerse
respecto de alguien (STS 2545/2001, de 4-1-2002).

En definitiva, dicen las referidas sentencias, en el plano subjetivo no se


exige un conocimiento preciso o exacto del delito previo (que, de ordinario, solo
se dará cuando se integran en organizaciones criminales amplias con
distribución de tareas delictivas), sino que basta con la conciencia de la
anormalidad de la operación a realizar y la razonable inferencia de que procede
de un delito grave, por ejemplo, por su cuantía, medidas de protección,
contraprestación ofrecida, etc… Así, la STS 1637/2000, de 10 de enero, destaca
que el único dolo exigible al autor y que debe objetivar la Sala sentenciadora es
precisamente la existencia de datos o indicios bastantes para poder afirmar el
conocimiento de la procedencia de los bienes de un delito grave (STS
2410/2001, de 18 de diciembre), habiéndose admitido el dolo eventual como
forma de culpabilidad (STS 839/2014, de 2 de diciembre).

En el caso actual las importantes cuantías de los ingresos, las


numerosas transferencias de carácter opaco, la propia condición de alcalde del
coacusado Guillermo Ortega, el sistema de “compensación” utilizado por el
recurrente, habitual en las conductas de blanqueo, son datos que evidencian el
conocimiento del origen ilícito de los fondos provenientes de un delito grave, lo
que, a su vez, excluye la pretensión del recurrente de que a lo sumo estaríamos
ante un delito de imprudencia.

En efecto, los hechos descritos estarían comprendidos en la denominada


ignorancia deliberada.

952
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En este sentido, la STS 970/2016, de 21 de diciembre , con cita de la


Sentencia 33/2005, de 19 enero, define la ignorancia deliberada como la
posición de quien pudiendo y debiendo conocer la naturaleza del acto o
colaboración que se le pide, se mantiene en situación de no querer saber, pero
no obstante presta su colaboración, se hace acreedor a las consecuencias
penales que se deriven de su antijurídico actuar ( SSTS, 236/2003 de 17 de
febrero , 628/2003 de 30 de abril ó 785/2003 de 29 de mayo ).

Nuestra jurisprudencia, referente al concepto de dolo eventual, ha


establecido que en aquellos supuestos en los que se haya probado que el autor
decide la realización de la acción, no obstante haber tenido consistentes y claras
sospechas de que se dan en el hecho los elementos del tipo objetivo,
manifestando indiferencia respecto de la concurrencia o no de estos, no cabe
alegar un error o ignorancia relevantes para la exclusión del dolo en el sentido
del art. 14.1 CP. Esta situación, es de apreciar en aquellos casos en los que el
autor incumple conscientemente obligaciones legales o reglamentarias de
cerciorarse sobre los elementos del hecho, como en el delito de blanqueo de
capitales, o en los delitos de tenencia y tráfico de drogas, cuando el autor tuvo
razones evidentes para comprobar los hechos y no lo hizo porque le daba igual
que concurrieran o no los elementos del tipo; es decir: cuando está acreditado
que estaba decidido a actuar cualquiera fuera la situación en la que lo hacía y
que existían razones de peso para sospechar la realización del tipo. En todo
caso, la prueba de estas circunstancias del caso estará a cargo de la acusación
y sometida a las reglas generales que rigen sobre la prueba (STS 415/2016, de
17 de mayo).

El recurrente tuvo, en consecuencia, que despejar tal error, y el no


hacerlo, solamente a él le es imputable, no pudiendo ampararse en un
desconocimiento que solamente a él le corresponde desvelar (STS núm.
70/2017, de 8 febrero).

- Con carácter subsidiario y para el caso de que no fueran atendidas las


anteriores alegaciones, plantea una última infracción de ley, consistente en
calificar con dos delitos de blanqueo lo que de acuerdo con los propios hechos
probados es, en realidad, una sola conducta: mediar con un banco suizo para

953
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

abrir cuentas y gestionar sus movimientos siguiendo instrucciones del cliente,


es una misma conducta y por lo tanto un solo delito, máxime cuando el
recurrente no participa en el llamado “entramado societario” en el que se
encuadran Guillermo Ortega y otros (pág. 217 a 221) ni forma parte de la
asociación ilícita por la que se condena a varios de los acusados.

En la STS 974/2012, de 5 de diciembre, razonábamos en los siguientes


términos:

“-En la construcción de los correspondientes tipos penales el legislador


a veces utiliza conceptos globales, es decir, expresiones que abarcan tanto una
sola acción prohibida como varias del mismo tenor, de modo que con una sola
de ellas ya queda perfeccionado el delito y su repetición no implica otro delito a
añadir. Así ocurre con el delito del art. 301 CP que se refiere al que adquiera,
convierta o transmita “bienes (apartado 1º) la ocultación o encubrimiento de la
verdadera naturaleza, origen, ubicación, destino, movimiento o derechos sobre
los bienes o propiedad de los mismos… (apartado 2), o con el delito del art. 368
CP. cuando nos habla de “actos de cultivo, elaboración o tráfico” en relación
con las sustancias estupefacientes, o cuando el art. 325, al definir los delitos
contra el medio ambiente, nos habla de emisiones, vertidos, radiaciones, etc.
(SSTS. 357/2004 de 19.3, 919/2004 de 12.7, 1359/2004 de 15.11, 118/2005 de
9.2); señalando esta sentencia que la utilización en plural del término "actos"
nos obliga considerar que una pluralidad de ellos queda abarcada en el propio
tipo penal. En definitiva, actividades plurales que nos obligan a que tengamos
forzosamente que considerar integrados en esta figura criminal, como delito
único, la pluralidad de conductas homogéneas que, de otro modo, habrían de
constituir un delito continuado, insistiendo la STS. 595/2005 de 9.5, en que una
pluralidad de actos realizados por el mismo sujeto que favorece el tráfico o el
consumo ilegal por otras personas constituye un solo delito aunque esté
integrado por varias acciones, en cuanto sirven para conformar la descripción
típica de “los que ejecuten actos de cultivo, elaboración, tráfico.....”, salvo que el
Tribunal sentenciador explique razonadamente la presencia de una suficiente
separación temporal, un plan preconcebido o el aprovechamiento de una
idéntica ocasión que justifiquen la apreciación de la continuidad delictiva.

954
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esto es lo que un sector doctrinal denomina “tipos que incluyen


conceptos globales”, es decir, hechos plurales incluidos en una única figura
delictiva, lo que obliga a considerar que una variedad de acciones punibles de
contenido semejante constituyen, no un delito continuado, sino una sola
infracción penal (SSTS. 519/2002 de 22.3, 986/2004 de 13.9, 413/2008 de 20.6).

Nos encontramos ante un tipo mixto alternativo que da lugar a un solo


delito aunque se hayan realizado varias de las acciones típicas descritas.
También es evidente que “la repetición en un corto espacio de tiempo de una
misma conducta es (...) un caso de unidad típica de acción y por tanto de delito
único: unidad natural de acción (...)” para utilizar la terminología que ha hecho
fortuna en la jurisprudencia, aunque para otro tipo de infracciones (falsedad,
violación). No existen varios delitos por el hecho a que se hayan producido
varios actos de adquisición, conversión o transmisión de bienes. En general se
niega la posibilidad de continuidad delictiva. Incluso cuando la actividad se ha
desarrollado durante un largo lapso de tiempo.

En la STS. 730/2012 de 26.9, decíamos que la solución no puede venir


de la mano de un análisis naturalístico. Desde esa perspectiva podremos tener
muchas acciones y un solo delito o una sola acción y varios delitos.

Son criterios de racionalidad jurídica los llamados a establecer qué dato


es decisivo para cerrar una actividad plural o continuada (en el sentido no
jurídico penal sino como sinónimo de desplegada en el tiempo) considerándola
un único delito; y abrir paso a otro delito diferente y reprochable de manera
autónoma.

En similar sentido en SSTS 556/2015, de 2 de octubre y 928/2016, de 14


de diciembre, precisando esta última que el tipo penal del art. 301 ha de ser
contemplado como un delito único y no como un delito continuado. En efecto
son criterios hermenéuticos los que se aplican en cada caso para otorgar un
sentido determinado a un tipo penal, de modo que ante una descripción de
varios actos ejecutados en el curso del tiempo se opte por considerarlos como
una unidad típica de acción concebida como un único delito o, por el contrario,
se acuda a subsumir las diferentes acciones para abarcar debidamente su
injusto como una unidad continuada de acción cuyos episodios han de ser

955
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

penados de forma agravada mediante la unidad jurídica del delito continuado,


por considerar que el engarzamiento de las distintas realizaciones típicas se
hace valorativamente acreedor a la agravación propia de un delito continuado,
siempre que se cumplimenten los requisitos del art. 74 CP.

En el caso del delito de blanqueo los argumentos que se han vertido


relativos al fraccionamiento connatural a las conductas propias del art. 301 CP,
así como la vinculación fáctica y jurídica con algunos de los delitos antecedentes
más habituales en la práctica, como el tráfico de drogas, con una notable
similitud en la estructuración de sus conductas y, por último, los criterios
axiológicos relacionados con la intensificación del injusto en los diferentes
grupos de delitos y la exigible proporcionalidad de las penas, atendiendo para
ello a las connotaciones de ocultación y encubrimiento de otros delitos que
alberga, en su esencia, el delito de blanqueo, nos llevan a entender que este
delito contempla una pluralidad de actos que han de ser concebidos como una
unidad de valoración típica propia de un único delito no continuado.

El motivo deberá ser estimado, conforme la doctrina jurisprudencial


expuesta.

En efecto –como con acierto se señala en el motivo- la posición del


recurrente desde fuera, como tercero ajeno al “grupo” está definida en los
hechos probados con una única actividad profesional en la que presta sus
servicios de intermediación con un banco suizo, gestionando cuentas abiertas,
ya sea trasladando órdenes de transferencias o comunicando otras
informaciones. La sentencia recurrida le identifica como “gestor” de patrimonios
ajenos (pág. 631) depositados en el Banco CIAL –luego CIL- de Ginebra (pág.
168, 173, 271, 279, 601) por cuenta de Francisco Correa y de Guillermo Ortega.
Es la misma actividad, la misma metodología, el mismo banco y un mismo
periodo de tiempo.

Por lo tanto, conforme a lo que describen los hechos probados, la


intervención de Antonio Villaverde no puede dividirse en dos delitos
dependientes de la organización de los hechos adoptada por el Ministerio Fiscal.
Lo que es objeto de valoración es la actuación única del recurrente, sin que
quepa construir un delito de blanqueo de capitales atendiendo a cada

956
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

transferencia, a cada cliente del Grupo de Correa o de cada cuenta abierta. Ya


se sitúe en el apartado Majadahonda o en el apartado Municipio Madrid, son
unos mismos hechos constitutivos de un delito de blanqueo de capitales,
integrando un solo delito, al igual que quien vende droga a diversas personas o
una sola varias veces, no comete tantos delitos como sujetos pasivos a los que
vende o un delito continuado, tampoco se produce esta situación cuando se
ayuda a diversas personas a ocultar o encubrir el origen delictivo de los fondos
que recibe.

En consecuencia, la condena será por un solo delito de blanqueo, a la


pena que se determinará en la segunda sentencia.

Es preciso advertir que no puede aplicarse igual tesis a algunos otros de


los condenados por dos delitos de blanqueo de capitales diferenciados (art. 903
LECrim) en tanto en estos casos cabe apreciar hechos relevantes (investigación
iniciada entre unos y otros episodios de blanqueo) que suponen lo que hemos
llamado ruptura jurídica y que obliga a la doble tipificación y doble sanción (por
todas STS 307/2020, de 10-6).

256.- El motivo tercero (el recurrente lo enumera como “primero” al


formar parte de un segundo bloque de su recurso) por error en la apreciación
de la prueba referido a la diligencia observada por Antonio Villaverde
Landa sobre la identificación del origen de los fondos que le eran
entregados para un depósito en el Banco CIAL que queda al descubierto a
partir de toda la documentación remitida por dicha entidad.

La sentencia de instancia atribuye al recurrente en diversos pasajes de


sus fundamentos jurídicos una actitud de “dejadez” o “falta de diligencia” en
relación con un deber (como colaborador de una entidad bancaria suiza) de
conocer el origen de los fondos que le eran entregados para su depósito por
Guillermo Ortega y Francisco Correa.

Los documentos que señala y que desmienten esa “dejadez” son todos
los que debían cumplimentar los clientes del Banco en los que se hace constar
expresamente una declaración sobre el origen de los fondos.

Los documentos son los siguientes:

957
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1) Documentos 01-DP1-09. Pieza separada DPA 275-2008. EPOCA I


1999-2005. 1.1. Actuaciones Pieza Separada DPA 275-08 EPOCA I 1999-2005.
Comisiones rogatorias. Piezas Separadas. SUIZA. TOMO 26. TOMO 26.8.r.s.
Suiza.

La página 40 del archivo PDF aparece la identificación del origen de los


fondos exigida en los documentos de apertura de la cuenta Tranquil.

2) Cuenta Jimena, ruta del documento: Documentos 01-DP1-09. Pieza


Separada DPA 275-2008 EPOCA I 1999-2005. 1.1. Actuaciones Pieza
Separada DPA 275-08. Época I 1999-2005. Comisiones rogatorias. Piezas
separadas. Suiza Tomo 32. Tomo 32.4 r.s. Suiza Guillermo Ortega.

Página 17 del documento PDF.

3) Soaring, ruta de acceso:

Documentos 01-DP1-09. Pieza Separada DPA 275-2008 EPOCA I 1999-


2005. 1.1. Actuaciones Pieza Separada DPA 275-08. Época I 1999-2005.
Comisiones rogatorias. Piezas separadas. Suiza Tomo 32,Tomo 32.2 r.s. Suiza
Soaring hign cu.

Pág. 35 del PDF.

Alega que los anteriores documentos de apertura de cuentas ponen de


manifiesto que el hecho de que “él no realizara ninguna indagación” debe
completarse con el conocimiento de que el banco para el que colaboraba sí la
realizaba, lo que impide atribuir esa dejadez o descuido en su comportamiento.

El motivo se desestima.

Como ya hemos señalado en motivos anteriores de otros recurrentes,


para la prosperabilidad de este cauce casacional se requiere una exigencia
inexcusable, fundamental y definitiva, cual es la de que el supuesto error en la
apreciación de la prueba se acredite de manera indubitada con documentos que
obren en autos sin resultar contradichos por otros elementos probatorios, según
la propia literalidad del precepto invocado.

958
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el presente caso, los documentos reseñados, de los que, según el


recurrente, deriva el pretendido error, fueron sometidos, junto con el resto de las
pruebas a la crítica y valoración —razonada— del Tribunal a quo de conformidad
con el art. 741 LECrim. Por tanto, no son literosuficientes.

Efectivamente, el Tribunal valorando el conjunto de la prueba practicada,


incluidas los documentos que el recurrente reseña, llega a la siguiente
conclusión (pág. 908 y ss.): <<... es la función de ANTONIO VILLAVERDE,
quien, como gestor de cuentas ante el banco CIAL, gozaba de la suficiente
confianza para aperturar posiciones bancarias en dicha entidad y presentar y
recomendar clientes, como, por lo demás, vino a reconocer en la sesión del
juicio del día 1 de marzo de 2017 Félix Gallego, empleado de dicho banco, de
quien dijo que era una persona bastante conocida por el banco como gestor de
patrimonio externo. Esa función no se limitaba a la mera apertura, sino que, en
cuanto el cliente le confería poderes de administración y representación para la
gestión de esas cuentas, por lo que recibía una remuneración de 0,50 del valor
de la cartera de cada cuenta, se encargaba de hacer circular los fondos de
dichas cuentas, bien mediante transferencias entre cuentas propias y ajenas,
bien hasta repatriarlos desde Suiza a España, desvinculándolos de su origen
ilícito, en buena medida, a través del denominado sistema de “compensación”,
que es una de las metodologías más significativas del blanqueo de capitales
según el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), como se puede ver
en el informe de este organismo de julio de 2011, relativo al Blanqueo de
Capitales con origen en la corrupción, y, como tal, considerado por el Servicio
Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales (SEPBLAC).

Esta operación de compensación consistía en que cuando el titular de


una cuenta le solicitaba ingresar desde su cuenta en Suiza una determinada
cantidad de dinero en su cuenta española, él le decía que otro de sus clientes
estaba interesado en llevar fondos a Suiza, y entonces le proponía, a fin de
evitar costes por la transferencia internacional, realizar una entrega en efectivo
al titular de la cuenta por el importe seleccionado. Este dinero tendrá su origen
en los fondos que el otro cliente quiere enviar a Suiza, siempre y cuando el titular
realice una transferencia desde su cuenta en Suiza a la cuenta en Suiza del otro
cliente, desconocido para el primero. De esta forma el titular de la cuenta que

959
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

requiere sus fondos de Suiza, lo tiene ya en España en efectivo y el otro cliente


los tiene en Suiza mediante la transferencia realizada entre cuentas. En esta
operación ANTONIO VILLAVERDE actuaba como intermediario favoreciendo la
opacidad en la ejecución de las transacciones que ordenaba, y la cantidad total
abonada por GUILLERMO ORTEGA a ANTONIO VILLAVERDE, resultado de la
aplicación de ese 0,50%, por la gestión de sus cuentas entre enero de 2003 y
enero de 2005, que era cobrada al final de cada ejercicio, ascendió a 15.753,12
€, de los que 6.732,92 fueron abonados en enero de 2005, saldo, por lo tanto,
de la cartera a final de 2004, lo que significa que dicha cartera se valoró ese año
en 1.346.584 (informe de la AEAT, de 10/03/2014, ratificado en la sesión de
05/09/2017), cantidad lo suficientemente elevada como para que, conociendo la
condición de Acalde de GUILLERMO ORTEGA, cargo de dedicación exclusiva,
le debería haber llevado a ANTONIO VILLAVERDE, como profesional del ramo,
a hacer aluna indagación sobre tan importante suma, por ello que no nos valga
como excusa la que decía, cuando, a preguntas de la acusación ejercida por la
representación de Carmen Ninet, respondió que nunca se interesó por el origen
del dinero que le entregaban FRANCISCO CORREA o GUILLERMO ORTEGA,
porque en aquella época era una indiscreción preguntar por ello, y menos que
dijera que así lo hacía porque creía que el dinero era de origen lícito, cuando,
como hemos visto, también había hecho referencia a razones de opacidad fiscal
para operar como operaba.

Es fundamental destacar, de lo hasta aquí expuesto, que la actuación de


GUILLERMO ORTEGA para conformar, en torno a él, ese entramado financiero
que le organiza LUIS DE MIGUEL y esa gestión patrimonial que encomienda y
se hace cargo de ella ANTONIO VILLAVERDE, reconocido por ambos que
obedece a razones de opacidad fiscal, nos ha de llevar a la conclusión de que,
cualquiera de esas sociedades de que se valga para hacer circular fondos y
cualquiera de las cuentas suizas por las que los haga circular, pasan a un
segundo lugar, porque, en realidad, se trata de fondos y recursos del propio
GUILLERMO ORTEGA, de ahí que la atención se ha de poner, no en las
sociedades y las operaciones que, en esa línea de ocultación, se realicen entre
ellas, sino en que es este acusado el que ordena los movimientos de sus propios

960
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fondos, para un mejor blanqueo de los mismos y logro del fraude fiscal que, con
ello, consigue>>.

Siendo así, de los documentos designados no se desprende el hecho


de la verificación por parte del Banco CIAL del origen de los fondos, dado que
esa exigencia a los nuevos clientes que procedieran a identificar el titular real
de los fondos y el origen de los mismos, no se hacía al cliente sino al gestor en
la cuenta del cliente, esto es, al propio Sr. Villaverde, quien podía dar los datos
que tuviera por conveniente.

257.- El motivo cuarto por quebrantamiento de forma al amparo de


lo dispuesto en el art. 851.3 LECrim por no haber resuelto sobre todos los
puntos que fueron objeto de acusación y defensa (incongruencia omisiva).

-En primer lugar denuncia la falta de respuesta a la solicitud de aplicación


del error de prohibición en relación con los delitos de blanqueo de capitales
atribuidos a Antonio Villaverde, tal como se introduce en la conclusión cuarta de
las conclusiones definitivas.

Queja que no resulta admisible.

Respecto de este vicio “in iudicando”, también denominado "fallo corto",


la jurisprudencia, SSTS 1290/2009; de 13 de diciembre; 721/2010, de 15 de
octubre; 1100/2011, de 27 de octubre; 601/2013, de 7 de octubre; 627/2014, de
7 de octubre; 338/2015, de 2 de junio; 912/2016, de 1 de diciembre; 366/2017,
de 3 de mayo; 682/2017, de 18 de octubre; 292/2018, de 18 de junio; 338/2018,
de 5 de julio, tiene dicho que aparece en aquellos casos en los que el Tribunal
de instancia vulnera el deber de atendimiento y resolución de aquellas
pretensiones que se hayan traído al proceso oportuna y temporalmente,
frustrando con ello el derecho de la parte, integrado en el de tutela judicial
efectiva, a obtener una respuesta fundada en derecho sobre la cuestión
formalmente planteada (STS. 170/2000 de 14.2). Aparece, por consiguiente,
cuando la falta o ausencia de respuesta del Juzgador se refiere a cuestiones de
derecho planteadas por las partes, no comprendiéndose en el mismo las
cuestiones fácticas, que tendrán su cauce adecuado a través de otros hechos

961
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

impugnativos, cual es el ya mencionado previsto en el art. 849.2 LECrim error


en la apreciación de la prueba, o a través del cauce del derecho fundamental a
la presunción de inocencia (STS. 182/2000 de 8.2). Por ello, no puede prosperar
una impugnación basada en este motivo en el caso de que la cuestión se centre
en la omisión dé una argumentación, pues el Tribunal no viene obligado a dar
una respuesta explícita a todas y cada una de las alegaciones o
argumentaciones, bastando con la respuesta a la pretensión realizada, en la
medida en que implique también una desestimación de las argumentaciones
efectuadas en sentido contrario a su decisión (STS. 636/2004 de 14.5) y desde
luego, como ya hemos dicho, tampoco prosperará el motivo del recurso se base
en omisiones fácticas, pues el defecto procesal de incongruencia omisiva en
ningún caso se refiere a cuestiones de hecho (STS. 161/2004 de 9.2).

Las condiciones para que pueda apreciarse este motivo son:

1) que la omisión padecida venga referida a temas de carácter jurídico


suscitadas por las partes oportunamente en sus escritos de conclusiones
definitivas y no a meras cuestiones fácticas, extremos de hecho o simples
argumentos:

2) que la resolución dictada haya dejado de pronunciarse sobre


concretos problemas de Derecho debatidos legal y oportunamente, lo que a su
vez, debe matizarse en un doble sentido:

a) que la omisión se refiera a pedimentos, peticiones o pretensiones


jurídicas y no a cada una de las distintas alegaciones individuales o
razonamientos concretos en que aquellas se sustenten, porque sobre cada uno
de éstos no se exige una contestación judicial explícita y pormenorizada, siendo
suficiente una respuesta global genérica (STC. 15.4.96).

b) que dicha vulneración no es apreciable cuando el silencio judicial


puede razonablemente interpretarse como desestimación implícita o tácita
constitucionalmente admitida (SSTC. 169/94, 91/95, 143/95), lo que. sucede
cuando la resolución dictada en la instancia sea incompatible con la cuestión
propuesta por la parte, es decir, cuando del conjunto de los razonamientos
contenidos en la resolución judicial puede razonablemente deducirse no sólo

962
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que el órgano judicial ha valorado la pretensión deducida, sino además los


motivos fundamentadores de la respuesta tácita (STC. 263/93; TS. 96 y 1.7.97).

3) que aún, existiendo el vicio, éste no pueda ser subsanado por la


casación a través de otros planteamientos de fondo aducidos en el recurso
(SSTS. 24.11.2000, 18.2.2004).

En estos últimos casos esta Sala ha procedido a dar respuesta razonada


a la pretensión no resuelta por el Tribunal de instancia. En atención al derecho
fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas "cuando exista en el recurso
un motivo de fondo que permita subsanar la omisión denunciada, analizando
razonadamente y resolviendo motivadamente, la cuestión planteada, se ofrece
a esta Sala la oportunidad de examinar la cuestión de fondo cuyo tratamiento
ha sido omitido, satisfaciendo a su vez el derecho a la tutela judicial efectiva y a
un proceso sin dilaciones indebidas, evitando las dilaciones que se producirían
si la causa hubiese de volver al Tribunal de instancia y posteriormente, de
nuevo, a este Tribunal de casación (STS. 1095/99 de 5.7 entre otras).

Conforme a la doctrina expuesta este defecto procesal no existe y sí una


desestimación implícita, cuando la decisión que adopte el tribunal de instancia
sea incompatible con la cuestión propuesta por la parte. Si la pretensión, en este
caso, consistía en que el Sr. Villaverde desconocía el origen delictivo del dinero
y la sentencia razona sobre su cabal conocimiento –o al menos, su ignorancia
deliberada- se da esa desestimación implícita a la pretensión de la defensa, al
ser incompatible con la declaración de culpabilidad y condena de aquél.

Por último, no resulta ocioso señalar, tal como apunta el Fiscal en su


escrito de impugnación del motivo, la doctrina de esta Sala Segunda sobre la
posibilidad de subsanación de este defecto procesal vía complemento de la
sentencia.

En efecto, esta Sala a partir de las sentencias 841/2010, de 6 de octubre;


y 922/2010, de 28 de octubre, ha mantenido el criterio expresado en numerosos
precedentes, referido a la alegación casacional de quebrantamiento de forma
sin haber agotado en la instancia todos los cauces que el ordenamiento jurídico
concede para hacer valer ésa Censura. Las sentencias de esta Sala 323/2015,

963
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de 20 de mayo; 444/2015, de 26 de marzo y 134/2016, de 24 de febrero,


recuerdan que el motivo sustentado en el vicio procesal de incongruencia
omisiva, se deriva de que ni explícita ni implícitamente se haya dado respuesta
a una cuestión jurídica oportuna y temporáneamente alegada por alguna de las
partes del proceso (STS 671/2012, 25 de julio); pero además conlleva su
denuncia en este control casacional, una exigencia procesal, acudir previamente
en la instancia al trámite del art. 267 de a LOPJ para solventar la incongruencia
omisiva que ahora denuncia con la pretensión de devolver la causa al Tribunal
de procedencia, con las consiguientes dilaciones (STS 360/2014, 21 de abril);
pues el artículo 267.5° de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que los
Tribunales podrán aclarar algún concepto oscuro o rectificar cualquier error
material y, entre ellos, se cita la posibilidad de subsanar las omisiones de que
pudieran adolecer las sentencias en relación a pretensiones oportunamente
deducidas, utilizando para ello el recurso de aclaración y dándole el trámite
previsto en dicho párrafo. Con ello, se evita la interposición de recurso, se
consigue la subsanación de la omisión producida, y todo ello con evidente
economía procesal que, además, potencia el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas. En palabras de la STS 290/2014, 21 de marzo: "...es
doctrina ya relativamente consolidada de esta Sala afirmar que el expediente
del art. 161.5° de la LECrim, introducido en 2009 en armonía con el art. 267.5°
de la LOPJ se ha convertido en presupuesto necesario de un motivo por
incongruencia omisiva. Esa reforma ensanchó las posibilidades de variación de
las resoluciones judiciales cuando se trata de suplir omisiones. Es factible
integrar y complementar la sentencia si guarda silencio sobre pronunciamientos
exigidos por las pretensiones ejercitadas. Se deposita en manos de las partes
una herramienta específica a utilizar en el plazo de cinco días. Con tan feliz
previsión se quiere evitar que el tribunal ad quem haya de reponer las
actuaciones al momento de dictar sentencia, con las consiguientes dilaciones,
para obtener el pronunciamiento omitido iniciándose de nuevo eventualmente el
'itinerario impugnativo (lo que plásticamente se ha llamado "efecto ascensor").
Ese remedio está al servicio de la agilidad procesal (STS 686/2012, de 18 de
septiembre, que cita otras anteriores). Desde esa perspectiva ha merecido por
parte de esta Sala la consideración de presupuesto insoslayable para intentar
un recurso de casación por incongruencia omisiva. Este nuevo remedio para

964
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

subsanar omisiones de la sentencia ha superado ya su inicial período de rodaje,


que aconsejaba una cierta indulgencia en la tesitura de erigir su omisión en
causa de inadmisión. Pero se contabiliza ya una jurisprudencia que sobrepasa
lo esporádico (SSTS 1300/2011, 23 de noviembre, 1073/2010, 25 de noviembre,
la ya citada 686/2012, de 18 de septiembre, 289/2013, de 28 de febrero o
33/2013, 24 de enero) y que viene proclamando esa catalogación como requisito
previo para un recurso amparado en el art. 851.3° LECrim".

Quien ahora lamenta el silencio del Tribunal a quo a la hora de dar


respuesta a sus pretensiones, no reaccionó en el momento de la notificación de
la sentencia combatida ni hizo valer el expediente que ofrece el art. 267.5° de la
LOPJ.

En definitiva como recuerda la STS 307/2013, de 4 de marzo, "Dada la


excepcionalidad del recurso de casación y sin perjuicio de ponderar en cada
caso concreto la relevancia constitucional de la omisión en que haya podido
incurrir la sentencia recurrida, está fuera de toda duda que aquellos errores
puramente formales, subsanables mediante la simple alegación ante el tribunal
a quo, habrán de hacerse valer por medio del expediente acogido por el art.
267.5 LECrim. La alegación tardía en casación puede exponer otros derechos
fundamentales, de similar rango constitucional al que se dice infringido, a un
injustificado sacrificio, mediante la retroacción del proceso a un momento
anterior con el exclusivo objeto de subsanar lo que pudo haber sido subsanado
sin esfuerzo ni dilación alguna."

En el caso presente, el recurrente no ha utilizado la vía señalada, lo que,


igualmente, sería suficiente para la improsperabilidad de la queja.

-En segundo lugar, en el desarrollo del motivo, denuncia otra omisión


relativa a la falta de respuesta a la petición de aplicación del art. 65.3 CP para
Antonio Villaverde en relación con los tres delitos fiscales cuyo autor principal
es Guillermo Ortega.

La sentencia de instancia respecto a tal petición no dice nada, pues las


referencias a las consideraciones realizadas a otro acusado (Luis de Miguel) no
pueden ser tenidas por respuesta que cubra los mínimos motivacionales

965
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exigibles, dado que se limita a considerar que las penas que solicita el Ministerio
Fiscal le parecen acordes con el reproche que merecen sus comportamientos y
las asume.

Dado que esta cuestión ya ha sido analizada en el motivo primero por


infracción de ley, art. 849.1 LECrim, esta omisión ha sido subsanada conforme
a la doctrina jurisprudencial antes expuesta.

258.- El motivo quinto por vulneración de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim y 5.4 LOPJ: lesión del derecho al juicio justo,
en su aspecto del derecho al debido proceso en relación con el derecho a
tutela judicial efectiva, principio de legalidad, derecho de defensa y al
derecho a la presunción de inocencia, de los arts. 6 CEDH y 24 CE.

El motivo, tras una introducción global, denuncia la vulneración de


derechos y garantías del proceso debido:

1. Inexistencia de un proceso equilibrado: el bloque conformado por


policía, Ministerio Fiscal y Juzgado de Instrucción y su traslado al juicio oral.

2. Limitaciones del derecho de defensa en fase del juicio oral: violación


del principio de legalidad procesal y del derecho de defensa en momento de
formulación de Escrito de Defensa: la plataforma Alfresco es un repositorio de
documentos que no puede tenerse por expediente digital ni sustituir a las
actuaciones o copia de las mismas del art. 784 LECrim en relación con el
principio de legalidad procesal (art. 9 y 25 CE), de presunción de inocencia, del
derecho de defensa y del juicio justo en los términos regulados en el art. 24 CE
y el CEDH y el PIDCP ex art. 10.2 CE

3. Pruebas válidas: la utilización de documentos remitidos por CCRR


suizas en relación a delitos fiscales de los que se ha suprimido la falsedad
documental.

4. Derecho a un tribunal dispuesto a valorar con una mínima diligencia a


la prueba.

966
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

5. Lesión al derecho a la presunción de inocencia: valoración arbitraria


de la prueba, vacío probatorio de cargo, sistemática exclusión de la toma en
consideración de elementos de descargo, valoración ilógica, insuficiente prueba
indiciaria.

6. Politización del proceso.

- En el apartado correspondiente a la vulneración de derechos y


garantías del proceso debido, considera que las actuaciones constituyen un
ejemplo de una forma patológica e hipertrófica de desarrollo de un proceso
penal, que se ha venido a denominar “macro-proceso”, anomalía procesal que
limita y compromete la posibilidad de una defensa efectiva y material, máxime
cuando esta macro-causa de dimensiones inabarcables es solo una parte de
otras de similares características.

Aunque la queja del recurrente pudiera considerarse razonable, los


inconvenientes de este tipo de causas afectan a todas las partes –incluido el
tribunal-, siendo su división en piezas separadas –también complejas por el
número de acusados y perjudicados- parece ser la única solución posible en la
actualidad, sin que por la parte recurrente se señalen otras alternativas más
viables.

259.- 1.- Inexistencia de un proceso equilibrado: el bloque conformado


por policía, Ministerio Fiscal y Juzgado Central de Instrucción.

Se alega en el recurso que la parte denunció en fase de instrucción que


todas las peticiones del Fiscal eran literalmente atendidas por el Juzgado, y
después por la Audiencia Provincial. Y en el curso de la instrucción la única
diligencia de instrucción solicitada por la parte en escrito de 3-7-2013,
consistente en la declaración a presencia judicial del único testigo de cargo
(funcionario firmante de informes policiales) al objeto de poder repreguntarle y
solicitar aclaración a su valoración incriminatoria, fue denegada (folios 5 a 9,
tomo 208).

Ciertamente, entre las garantías que comprende el art. 24 CE para todo


proceso penal destacan por ser principios constitucionales del mismo, STC
178/2001 de 17-9, ni de contradicción e igualdad “En tal sentido el principio de

967
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contradicción en el proceso penal, que hace posible el enfrentamiento dialéctico


entre las partes, permitiendo así el conocimiento de los argumentos de la
contraria y la manifestación ante el Juez o Tribunal de los propios, constituye
una exigencia ineludible vinculada al derecho a un proceso público con todas
las garantías, para cuya observancia se requiere el deber de los órganos
judiciales de posibilitarlo. Y se vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva del
art. 24.1 CE, produciendo indefensión, cuando el sujeto, sin haber tenido
oportunidad de alegar y probar sus derechos en el proceso, los ve finalmente
afectados por las resoluciones recaídas en el mismo.

Del principio de igualdad de armas, lógico corolario del principio de


contradicción, se deriva asimismo la necesidad de que las partes cuenten con
los mismos medios de ataque y defensa e idénticas posibilidades y cargas de
alegación, prueba e impugnación, a efectos de evitar desequilibrios entre sus
respectivas posiciones procesales, sin que sean admisibles limitaciones a dicho
principio, fuera de las modulaciones o excepciones que puedan establecerse en
fase de instrucción (o sumarial) por razón de la propia naturaleza de la actividad
investigadora que en ella se desarrolla, encaminada a asegurar el éxito de la
investigación y, en definitiva, la protección del valor constitucional de la justicia”.

Los principios de contradicción e igualdad de armas en el proceso son


de particular vigencia en dos trámites de la instrucción que suelen presentarse
sucesivamente, como son:

a) La proposición de diligencias de investigación y medios de prueba,


que corresponden al imputado en las mismas condiciones y términos en que
pueda hacerlo las acusaciones, derecho sometido a la facultad directora del
Juez de instrucción que admita y rechaza apreciando o no la pertinencia y
utilidad de las propuestas.

b) En el momento de la práctica de la prueba, tanto de la propuesta por


la acusación como por la propia defensa, concediendo pues, las mismas
posibilidades de interrogar en forma contradictoria a los testigos e intervenir
activamente en la práctica de las demás diligencias propias de la instrucción,
posibilidad que no implica asistencia efectiva, salvo a determinadas diligencias,
y si necesidad de la notificación de aquella practica para posibilitar esa

968
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

intervención, que garantiza el cumplimiento de los principios de contradicción y


de igualdad de armas.

Por ello en STS. 1238/2009 de 11.12 y 1080/2006 de 2.11 hemos dicho


que la vigencia efectiva del principio de contradicción tiene directa relación, con
el derecho a un proceso equitativo, o a un proceso con todas las garantías en
términos del artículo 24.2 de la Constitución. El debate contradictorio sobre las
pruebas permite a las partes intervenir activamente en su práctica y en lo que
se refiere concretamente a la defensa le facilita la oportunidad de actuar
poniendo de relieve los aspectos que a su juicio anulan, alteran o debilitan su
valor probatorio, lo que contribuye a su valoración por parte del Tribunal.

Ahora bien, en el caso que se analiza, lo que solicitó fue una diligencia
de prueba en instrucción que le fue denegada, sin que conste si tal decisión del
instructor fue recurrida y si en su escrito de defensa reiteró tal petición para su
práctica en debate contradictorio en el juicio oral.

La queja del recurrente deviene, por ello, inatendible.

260.- 2.- Limitaciones del derecho de defensa en fase del juicio oral:
violación de legalidad procesal y del derecho de defensa: la plataforma Alfresco
es un repositorio de documentos para empresas que no puede tenerse por
expediente digital ni sustituir a las actuaciones o copia de las mismas del art.
784 LECrim en relación con el principio de legalidad procesal (arts. 9 y 25 CE)
de presunción de inocencia, del derecho de defensa y del juicio justo en los
términos regulados en el art. 24 CE y el CEDH y el PIDCP ex art. 10.2 CE.

El uso de la plataforma Alfresco ha sido ya analizado en el análisis de


distintos motivos de otros recurrentes y estudiado en profundidad en la
sentencia de instancia en el apartado Fundamentos de Derecho, cuestiones
previas (pág. 302 y ss.).

Por lo que se refiere a las alegaciones vertidas por el aquí recurrente, y


dada la variedad de cuestiones analizadas por la Sala de instancia, podemos
destacar los siguientes pronunciamientos:

969
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

i) Sobre la utilización de la Plataforma «Alfresco», como instrumento a


través del cual se ha introducido y manejado, fundamentalmente, la prueba
documental, el Tribunal de instancia (folios nº 303 a 307) rechaza las quejas de
aquellas defensas que alegaron que no pudieron ejercer de modo efectivo su
derecho de defensa como consecuencia de las dificultades para acceder al
procedimiento a través de esta Plataforma.

Para ello, comienza exponiendo, de entrada, que resulta llamativo que


esta queja sólo se formule por las defensas, sin que ninguna de las acusaciones,
cuyas posiciones de arranque son de mayor de dificultad (en cuanto que han de
desvirtuar la presunción de inocencia que asiste a los acusados), haya tenido
similares problemas.

Al margen de lo anterior, se dice, la referida Plataforma es un instrumento


homologado y, como tal, habilitado para operar a través de él, que ha cumplido
la función de poner a disposición de las partes la ingente documentación, tanto
física (en papel) como mediante material informático, que ha sido traída al
presente «macroproceso».

Esto es así porque, como explicita la sentencia, se trata de un


instrumento que ha sido facilitado por la Subdirección General de Nuevas
Tecnologías a la Audiencia Nacional, con la finalidad de dar soporte a la gestión
documental, ofreciendo diversos servicios, como el expediente judicial
electrónico, entre cuyas funciones está la de proporcionar a las partes la
documentación incautada, así como la propia documentación que se desarrolla
a lo largo del procedimiento.

Según la Sala, «Alfresco» es un repositorio de documentos para que en


él los órganos judiciales depositen documentación voluminosa, por el que el
Ministerio de Justicia se ha decantado, a su juicio, de modo razonable, dadas
sus características y su amplia difusión como instrumento de gestión de
contenido, documentos o procesos, conforme se extrae de su página web, y
que, en todo caso, encontraría pleno respaldo y cobertura en la Ley 18/2011, de
5 de julio, reguladora del uso de las tecnologías de la información y la
comunicación en la Administración de Justicia.

970
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta normativa, continúa razonando la sentencia, da soporte a la gestión


documental y, entre ella, la relativa al expediente judicial electrónico, que está
llamado a convertirse en el vehículo para poner a disposición de las partes la
documentación incorporada al procedimiento, conforme se extrae de su mismo
Preámbulo y del propio art. 26.1 de la Ley, que define el mismo como «el
conjunto de documentos electrónicos correspondientes a un procedimiento
judicial, cualquiera que sea el tipo de información que contenga», el cual pasa
a ser el «heredero digital de los “autos”», según su Preámbulo. Su finalidad, se
dice, es la de lograr lo que se ha definido como «papel cero» en el ámbito de la
tramitación de los procedimientos judiciales, de manera que venga a sustituir el
papel físico, constituido por el conjunto de documentos que conforman el
procedimiento, ya sean los generados por el propio órgano judicial (incluidas sus
actuaciones), como también los que provengan de fuera, bien porque los
aporten las partes o bien sean consecuencia del acopio de material que ha de
quedar incorporado al proceso, singularmente, el material probatorio.

En definitiva, concluye el Tribunal, la finalidad de esta norma es la de


establecer las condiciones necesarias para poder tramitar íntegramente, en
formato electrónico, todos los procedimientos judiciales, en ese objetivo de
generalizar el uso de las nuevas tecnologías para los profesionales de la justicia,
a que hace mención su Preámbulo, y que, por ello, requiere de la colaboración
de cuantos tengan intervención en el procedimiento, conforme cabe extraer de
sus artículos 6.3 y 8, los cuales imponen el uso obligatorio de los sistemas
informáticos puestos al servicio de la Administración de Justicia, conforme a los
criterios e instrucciones de uso que dicten las Autoridades competentes, y que
para los profesionales debe conllevar su necesaria adaptación al manejo del
procedimiento por medio de esta nueva tecnología.

Por todo lo cual, la Sala de instancia rechaza la indefensión que se dice


sufrida por las defensas sobre la base de las dificultades que habrían
encontrado para acceder a la documentación a través de unas nuevas
tecnologías, pues Abogados y Procuradores, como profesionales del derecho,
vienen obligados a pasar por la tramitación informática del procedimiento, de
manera que sobre ellos recae la carga de adaptar su ordenador a los programas

971
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que le permitan acceder al mismo y poner los medios que estén en su mano
para superar esas dificultades que esgrimen.

Junto con lo anterior, la sentencia recurrida destaca asimismo las


conclusiones expuestas en el informe pericial aportado por la defensa de Isabel
Jordán, a propósito de que «la plataforma Alfresco atiende adecuadamente a la
necesidad de información existente», así como las explicaciones ofrecidas por
su autor en el juicio y que, respecto de su utilización, sólo habló de dificultades
de uso, producto de determinadas limitaciones en la capacidad de búsqueda.
Afirmación que la Sala pone en relación con lo admitido por alguna defensa,
como la de Alicia Mínguez Chacón, en cuanto reconoció que esta dificultad no
había impedido su derecho su defensa.

Lo expuesto, entiende el Tribunal a quo, sería bastante para descartar


estos alegatos defensivos, y sin necesidad de entrar en consideraciones acerca
del modo en que pueda afectar al derecho de defensa el manejo de una causa
que, sólo en papel, supera el millón de folios (conforme se desprende de la
última remisión del Juzgado Central de Instrucción nº 5, correspondiente al
procedimiento principal y la Pieza Separa «Boadilla», donde la Letrada de la
Administración de Justicia certifica que el total de folios que lo integran son
1.199.878 -folio 125, Tomo X, Rollo de Sala-).

En conclusión, advierte la Sala a quo, la dificultad en el manejo de la


plataforma no significa imposibilidad de acceder a la misma, como única
circunstancia que pudiera generar esa indefensión esgrimida por alguna de las
defensas. Máxime cuando «la práctica de la prueba ha evidenciado que las
partes han podido acceder al material incorporado a la plataforma, pues así lo
acredita que buena parte de ellas han seleccionado para su presentación en
diferentes sesiones del juicio oral documentos traídos de ella, sobre los que han
ido formulando las preguntas que han tenido por conveniente a distintos
intervinientes», lo cual, se dice, es indicativo de que el acceso era posible y no
se ha causado indefensión alguna.

ii) Sentado lo anterior, la sentencia (folios nº 308 y 309) expone los


argumentos que le llevan a descartar la pretendida vulneración de lo dispuesto
por el art. 784.1 LECrim, invocada por alguna defensa con motivo de no

972
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

habérsele dado traslado de las actuaciones mediante originales o fotocopia de


las mismas.

A tal fin, el Tribunal expone que, al margen de la dificultad real que


entrañaría operar de esta manera en un procedimiento de semejante
envergadura como el presente, hay que tener presente que su volumen está
compuesto no sólo por papel, sino que, en buena medida, se trata de material
exclusivamente informático, calculándose, desde este punto de vista, el total del
volumen de información manejada en el procedimiento, en seis terabytes. Por
esta razón, se dice, además de porque la tramitación a través de la referida
plataforma cuenta con cobertura legal, no se produce vulneración alguna del art.
784.1 LECrim.

De un lado, porque, advierte la Sala de instancia, en el Título IV de la Ley


18/2011 se fijan las condiciones para hacer posible la íntegra tramitación
electrónica de los procedimientos judiciales, comenzando por el art. 25 (criterios
para la gestión electrónica), cuyo apartado primero, establece que, sin perjuicio
del cumplimiento de los requisitos establecidos en las normas procesales, se
impulsará la aplicación de los medios electrónicos a los procesos de gestión de
los procedimientos y de la actuación judicial. Además, conforme a lo dispuesto
por el art. 28.1, relativo a las copias electrónicas, el documento digital electrónico
tiene igual consideración que el tradicional documento judicial en papel, si, como
es el caso, la seguridad dentro de la aplicación está presente en el acceso a
través del certificado electrónico y la previa autorización por el órgano judicial.

En todo caso, porque no se comprende la queja deducida a propósito de


que no se haya manejado la causa en papel, en tanto que la misma supera el
millón de folios, lo que lleva a la Sala a preguntarse si tan desmesurado volumen
no hubiera generalizado dificultades mayores que su manejo informatizado. Ello,
sin perjuicio de que, como se explicita, a las partes no se les ha negado en
ningún momento el manejo en papel, incluido el que ellas han entendido que
fueran piezas de convicción, como así se les indicó en el auto de 04/02/2016 de
admisión de pruebas.

iii) Por otra parte, al abordar las quejas deducidas por algunas defensas
en cuanto al uso de la Plataforma «Alfresco» durante el juicio oral, el Tribunal

973
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

analiza pormenorizadamente la forma en que se articuló durante la instrucción


la subida a la plataforma de toda la documentación, bajo la fe y control de la Sra.
Letrada de la Administración de Justicia.

En tal sentido, hace expresa mención al contenido de la diligencia de la


Letrada de la Administración de Justicia de 09/06/2014 (folio 9 del tomo 289 del
procedimiento principal), en la que se deja constancia del inicio del proceso de
elevación al servidor del contenido de los discos duros intervenidos, y al del auto
del Juez Instructor, fechado al día siguiente (folios 12 a 15), a raíz del que se
forma pieza separada instrumental de elevación al servidor del material
intervenido.

En esta pieza separada, como se expone, la Letrada de la Administración


de Justicia, mediante diligencia de ordenación, va señalando los pasos y
operaciones dados para que, siempre bajo su fe judicial, quede constancia a
nivel informático de ese material y, a la vista el informe de la Subdirección
General de Nuevas Tecnologías del Ministerio de Justicia sobre el acceso a la
plataforma, incorporado en la misma pieza, en ella se requiere a las partes
personadas para que aporten número de DNI electrónico o, en su defecto,
proveerles del correspondiente certificado digital, como clave de acceso al
servidor (folios nº 311 y 312).

Por lo demás, se insiste de nuevo aquí por el Tribunal de instancia en la


cobertura legal que la plataforma recibe a la luz del imperativo uso de la
tecnología recogido en el art. 230.1 LOPJ, que impone a los Tribunales el deber
de utilizar cualesquiera medios técnicos, electrónicos, informáticos o telemáticos
puestos a su disposición para el desarrollo de su actividad y ejercicio de sus
funciones.

Este precepto, como asimismo se especifica (folio nº 314), debe


complementarse con lo dispuesto por el art. 231.2 LOPJ, que dispone que «los
documentos emitidos por los medios anteriores, cualquiera que sea su soporte,
gozarán de la validez y eficacia de un documento original siempre que quede
garantizada su autenticidad, integridad y el cumplimiento de los requisitos
exigidos por las leyes procesales»; así como por el art. 234.2 LOPJ, que dice
que «las partes y cualquier persona que acredite un interés legítimo y directo

974
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tendrán derecho a obtener, en la forma dispuesta en las leyes procesales y, en


su caso, en la Ley 18/2011, de 5 de julio, reguladora del uso de las tecnologías
de la información y la comunicación en la Administración de Justicia, copias
simples de los escritos y documentos que consten en autos, no declarados
secretos ni reservados (…)».

iv) Finalmente, para reforzar sus decisiones, el Tribunal señala tres


argumentos adicionales que le llevan a concluir que ninguna indefensión han
sufrido las partes en los términos pretendidos.

En primer término, porque las mismas han estado informadas en todo


momento de la elevación al servidor de cuanta documentación se ha ido
incorporando a las actuaciones, teniendo la posibilidad de acceder a la referida
plataforma (folio nº 316).

A su vez, por lo que a las alegadas dificultades de acceso a la causa se


refiere, porque el propio Tribunal sentenciador dictó providencia de 11/01/2016
(folio 531 del Tomo 4 del Rollo de Sala), donde expresamente se les recordaba
que tenían el procedimiento a su disposición y tenían oportunidad de consultarlo,
así como que, si lo consideraban necesario, podían solicitar cuanta
documentación tuvieran por conveniente para el ejercicio de su derecho de
defensa en cualquier momento (folio nº 317).

Finalmente, también al hilo de esas dificultades, porque la incorporación


de la documentación se ha ido sucediendo, básicamente, durante la instrucción,
fase en la que las defensas han tenido oportunidad de intervenir, ir
conociéndola, seleccionar la que a sus intereses conviniera y recogerla en sus
propios archivos.

En definitiva, porque, como advirtiera la Sentencia de 08/02/2017,


dictada por el TSJCV, en el caso GÜRTEL-FITUR, tras recordar que la subida a
«Alfresco» data de noviembre de 2014, la información que contiene no es una
información novedosa, porque permaneciera oculta o fuera secreta, sino que se
trataba de una documentación que ya obraba en la causa en papel y que fue
volcada a esa plataforma digital con el fin de facilitar el trabajo a las distintas
representaciones, a las que se les permitió acceder desde sus despachos, lo

975
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que suponía que, con anterioridad a esa fecha debieron operar con papel. Dicho
esto, el Tribunal de instancia destaca que, en el presente caso, el volcado se
produjo cuando la investigación se encontraba prácticamente acabada, como
resulta de que, con fecha 26/11/2014, se dictó el auto de acomodación a
Procedimiento Abreviado y el 05/03/2015 el auto apertura de juicio oral (folios
nº 317 y 318).

v) Sobre la vulneración procesal por inobservancia del art. 784.1 LECrim,


por no dar traslado de las actuaciones originales o mediante fotocopia a los
acusados para formular escrito de defensa, podríamos acudir a lo señalado por
la STS 704/2018, de 15 de enero de 2019 (Recurso núm. 1385/2016) -caso
Terra Mítica- que afirma:

«Las dificultades, casi inevitables, cuando el volumen de la causa es


excepcional y la admisión de soluciones paliativas, se contemplan no sólo en la
STS núm. 50/2005, de 28 de enero (caso Brokerval) o en la 986/2009, de 13 de
octubre (caso Gescartera), sino también en la 508/2015, de 27 de julio (caso
Malaya, FJ 15); o incluso la 214/2018, de 8 de mayo (caso Gurtel Fitur), donde
esta Sala Segunda entiende cumplimentado el conocimiento de información
suplementaria, por ende ya abierto juicio oral, a través del acceso a una concreta
plataforma en la red donde se albergaba el material y documentación existente
y a la que se accedía con una clave suministrada por el Tribunal, desde la propia
sede de del órgano de enjuiciamiento.

De manera, que aunque no mediara entrega de copia material íntegra de


las diligencias previas, no existe indefensión material, que ni siquiera se intenta
concretar, sólo se alude al quebranto formal de una norma de naturaleza
procesal, no sustantiva; y aunque ciertamente no se observara en su
escrupulosa literalidad el art. 784.1 LECr (imposibilidad o dificultad material
aparte), ello por sí solo integraría infracción o irregularidad procesal, insuficiente
para sustentar un motivo por infracción de ley; pero ni infracción procesal sería
predicable, dada la disponibilidad material de las actuaciones, y la posibilidad
efectiva de hacerse con copia de las mismas.»

976
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

261.- 3.- En el apartado Pruebas válidas cuestiona la utilización de


documentos remitidos por comisiones rogatorias suizas en relación a delitos
fiscales de los que se ha suprimido la falsedad documental.

La parte impugnó la utilización de esos documentos en todos aquellos


usos probatorios que desbordaran los límites impuestos por la autoridad
remitente.

Alega que en Suiza la mera omisión del pago del impuesto no está
tipificado como delito, debiendo haber utilizado alguna de fraude para la elusión
de tributos para que aquella alcance naturaleza penal.

El motivo carece de desarrollo por lo que nos remitimos al recurso del


coacusado Luis Bárcenas que plantea la misma cuestión.

262.- 4.- El derecho a un tribunal dispuesto a atender con un mínimo de


diligencia.

Denuncia la lesión del derecho a un juicio justo derivada de la actitud de


manifiesta negligencia, desatención, ausencia, pasividad y desconexión del
curso de la prueba, reiterada y permanente de un miembro del tribunal.

El tema ha sido analizado en otros motivos articulados con semejante


contenido por otros recurrentes por lo que nos remitimos a lo ya argumentado
en orden a su improsperabilidad.

263.- 5.- Al amparo del art. 849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por lesión del
principio de presunción de inocencia del art. 24 CE por la valoración arbitraria
de la prueba, la ausencia de referencias o toma en consideración de elementos
probatorios de cargo.

El recurrente proyecta su denuncia casacional sobre dos hechos


vinculados a los elementos de los delitos por los que se le condena:

A) El conocimiento de Antonio Villaverde del origen ilícito de los fondos


que le entregaron Guillermo Ortega y Francisco Correa, afirmado en reiteradas
ocasiones en los hechos probados de la sentencia.

977
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

B) Los hechos o datos que den soporte factual a los elementos objetivos
y subjetivos de los tres delitos fiscales por los que la resolución condena a
Antonio Villaverde.

A) Argumenta, en síntesis, que la única prueba del origen ilícito de los


fondos es la declaración de Antonio Villaverde que afirma que no lo conoce y no
es creído por el tribunal, lo que supone una inversión de la carga de la prueba,
una valoración incoherente con el relato de la propia sentencia, existiendo datos
objetivos acreditativos que no son tomados en consideración; las expresiones
que utiliza el tribunal generan una duda que debió llevar a la conclusión de no
tener por probado que Antonio Villaverde conocía el origen ilícito de los fondos
que le entregaron; infracción de la doctrina sobre la prueba del elemento
subjetivo en el delito de blanqueo.

Ciertamente –hemos dicho en STS 545/2010, de 5 de junio- el elemento


subjetivo del delito ha de quedar probado y la prueba de este último resulta más
compleja y de ahí que en múltiples casos haya que acudir a la prueba indiciaria,
pero en cualquier caso la prueba de cargo ha de venir referida al sustrato fáctico
de todos los elementos tanto objetivos como subjetivos del tipo delictivo, pues
la presunción de inocencia no consiente en ningún caso que alguno de los
elementos constitutivos del delito se presuma en contra del acusado (SSTC
87/2001, de 2 de abril; 233/2005, de 26 de septiembre; 8/2006, de 16 de enero;
92/2006, de 27 de marzo; 91/2009, de 20 de abril). En relación con los elementos
subjetivos debe tenerse presente además que solo pueden considerarse
acreditados adecuadamente si el enlace entre los hechos probados de modo
directo y la intención perseguida por el acusado con la acción se infiere de un
conjunto de datos objetivos que revela el elemento subjetivo a través de su
argumentación lógica, razonable y especificada motivadamente en la resolución
judicial (SSTC 91/99, de 26 de mayo; 267/2005, de 24 de octubre; 8/2006, de
16 de enero).

En igual sentido esta Sala Segunda tiene declarado (SSTS 755/2008, de


26 de noviembre; 922/2009, de 30 de septiembre; 180/2010, de 10 de marzo;
378/2011, de 15 de mayo) que los juicios de valor sobre intenciones y los
elementos subjetivos del delito pertenecen a la esfera del sujeto y, salvo

978
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

confesión del acusado en tal sentido, solo pueden ser perceptibles mediante
juicio inductivo a partir de datos objetivos y mediante juicio inductivo a partir de
datos objetivos y materiales probados.

En esta dirección la STS 1003/2006, de 19 de octubre, considera juicios


de inferencia las proposiciones en que se afirma o eventualmente se niega la
concurrencia de un hecho subjetivo -elementos internos del tipo, como el dolo,
el ánimo que guía al acusado, el conocimiento de determinada cuestión- es
decir, de un hecho de conciencia que, por su propia naturaleza no es perceptible
ni observable de manera inmediata o directa, debiendo acudirse a un actividad
inductiva a través de la prueba indiciaria.

Pues bien, las cuestiones planteadas ya han sido analizadas en el motivo


segundo, debiendo solo recordarse que en la fundamentación jurídica de la
sentencia -pág. 906- se recoge:

<<Reconoció llevar la gestión patrimonial de las sociedades, negó


desconocer (sic) el origen de los fondos, tal negación ya hemos explicado las
razones por las cuáles no resulta creíble de, entre ellas, resaltamos que
difícilmente se pueden poner los medios para mover o, simplemente, mover
unas tan importantes cantidades de dineros por ambos, y admitir sin embargo
que hay razones de opacidad fiscal, a menos que deliberadamente se quiera
ignorar esa procedencia.

Mediante la acción combinada de estos dos, fueron aperturadas en la


banca CIAL (hoy CIC) de Suiza diferentes cuentas corrientes, todas ellas
pertenecientes a GUILLERMO ORGTEGA, a través de las cuales, conocedores
de la procedencia ilícita del dinero de este, hicieron circular importantes
cantidades, con la finalidad de ocultarlo a la Hacienda Pública y eludir sus
correspondientes obligaciones tributarias>>.

Pero es que poco después se añade: <<En esta operación ANTONIO


VILLAVERDE actuaba como intermediario favoreciendo la opacidad en la
ejecución de las transacciones que ordenaba, y la cantidad total abonada por
GUILLERMO ORTEGA a ANTONIO VILLAVERDE, resultado de la aplicación
de ese 0,50%, por la gestión de sus cuentas entre enero de 2003 y enero de

979
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2005, que era cobrada al final de cada ejercicio, ascendió a 15.753,12 €, de los
que 6.732, 92 fueron abonados en enero de 2005, saldo, por Io tanto, de la
cartera a final de 2004, Io que significa que dicha cartera se valoró ese año en
1.346.584 (informe de la AEAT, de 10/03/2014, ratificado en la sesión de
05/09/2017), cantidad Io suficientemente elevada como para que, conociendo la
condición de Acalde de GUILLERMO ORTEGA, cargo de dedicación exclusiva,
le debería haber llevado a ANTONIO VILLAVERDE, como profesional del ramo,
a hacer alguna indagación sobre tan importante suma, por ello que no nos valga
como excusa la que decía, cuando, a preguntas de la acusación ejercida por la
representación de Carmen Ninet, respondió que nunca se interesó por el origen
del dinero que le entregaban FRANCISCO CORREA o GUILLERMO ORTEGA,
porque en aquella época era una indiscreción preguntar por ello, y menos que
dijera que así Io hacía porque creía que el dinero era de origen lícito, cuando,
como hemos visto, también había hecho referencia a razones de opacidad fiscal
para operar como operaba>>.

Consecuentemente sí ha existido prueba de cargo correctamente


valorada.

B) Presunción de inocencia en relación con la condena por cooperación


necesaria en los delitos fiscales cometidos por Guillermo Ortega referidos al
IRPF de los años 2003, 2004 y 2005, fijando la cuota defraudada conforme al
instrumento de los incrementos de ganancias o ingresos no justificados.

Alega que no existe prueba alguna sobre actuación del recurrente


relacionada con el cumplimiento de las obligaciones de Ortega referidas al
impuesto de aquellos periodos y que la única referencia indirecta que es incluida
en la sentencia son las manifestaciones realizadas en instrucción y no
ratificadas en el juicio oral de Antonio Villaverde sobre su sospecha de que los
fondos que le entregaban eran opacos fiscalmente.

Cuestión que ya ha sido analizada en el motivo primero por lo que nos


remitimos a lo ya razonado en orden a su improsperabilidad.

264.- 6.- Por último, partiendo de la distorsión y el daño a las reglas del
juicio debido derivada de la extraordinaria mediatización y politización de este

980
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

proceso, considera que las circunstancias procesales y extraprocesales


descritas como lesiones del derecho de defensa, del derecho a un tribunal
imparcial, derecho a la presunción de inocencia o del derecho a un juicio justo,
teniendo en cuenta la inviabilidad práctica y jurídica de la nulidad de
actuaciones, deben dar lugar a una compensación penológica por lesión al
derecho a la tutela judicial efectiva, la atenuante analógica por lesión del
derecho al proceso debido con rebaja en un grado de las penas.

Pretensión inacogible, se pretende una atenuante analógica que


aproxime la solución dada a los supuestos de dilaciones indebidas a aquellos
otros en que el acusado sobre una pena anticipada derivada del tratamiento
mediático y politización del proceso. Todo proceso penal en el que los sujetos
activos o pasivos tengan relevancia pública, genera un interés informativo cuya
legitimidad está fuera de dudas.

Ahora bien, como ya dijimos en recursos anteriores, ni existe analogía


posible en el fundamento dado por la jurisprudencia a la reparación de las
dilaciones indebidas sufridas en el proceso penal cuando un proceso se
interrumpe de forma injustificada, esto es, cuando ralentiza su desarrollo sin
razones que lo justifiquen, el menoscabo del derecho a un proceso sin dilaciones
indebidas lo origina la propia inactividad jurisdiccional. Se trata de un mal
endógeno que se explica desde el proceso y en el proceso. En el caso actual
descartadas las vulneraciones constitucionales denunciada, la politización del
proceso y el tratamiento informativo que convierte anticipadamente en culpable
al que hasta ese momento solo es imputado, se origina fuera del proceso, sin
capacidad de control. Y, por tanto, sin posibilidad de reparación por el órgano
jurisdiccional que investiga o enjuicia.

Por ello, la petición de que sea ahora, en el proceso penal, mediante la


individualización de la pena, carece de respaldo en el estado actual de nuestra
jurisprudencia.

RECURSO LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ

981
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

265.- El motivo primero al amparo de los artículos 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el artículo 24 de la Constitución Española, por vulneración de
los derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a
un proceso justo con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad.

El OCTAVO MOTIVO, por su parte, se formula igualmente al amparo de


los artículos 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, en relación con el artículo 24 de la Constitución Española,
por vulneración de los derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de
inocencia y a un proceso justo con todas las garantías con interdicción de la
arbitrariedad.

Procede el estudio y resolución conjunta de estos dos motivos por ser


sustancialmente coincidentes.

(Los motivos son idénticos a los MOTIVOS PRIMERO y SÉPTIMO del


recurso de la Sra. Iglesias.)

1. La esencia de estos motivos, sustancialmente idénticos, radica en la


afirmación del recurrente de que se han vulnerado sus derechos
constitucionales y los principios de contradicción y acusatorio, en tanto fue
juzgado por diversos delitos de cohecho que le venían siendo imputados por las
acusaciones populares y sobre los que, finalmente, retiraron la acusación en el
trámite de conclusiones definitivas, privándole así de obtener una resolución de
fondo, absolutoria o condenatoria, en relación con dichos delitos.

En definitiva, considera que la sentencia debió incluir un pronunciamiento


absolutorio expreso respecto de estos delitos de cohecho y que, al no hacerlo,
se vulnera su derecho a la tutela judicial efectiva y se le causa indefensión, ya
que una sentencia absolutoria respecto de estos cohechos impide la condena
por el delito de blanqueo, por la inexistencia del delito antecedente.

982
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el motivo octavo, al margen de reiterar cuantos argumentos se


desarrollan en el primer motivo de recurso, el recurrente insiste en los perjuicios
sufridos por la supuesta estrategia seguida por las acusaciones (retirando la
acusación por los delitos de cohecho), tanto por la dispar y desproporcionada
respuesta punitiva (lo que trata de justificar por medio de unos alegatos
reiterativos, confusos e inconexos entre sí, relativos a distintos delitos y
acusados) como por la indefensión sufrida, al haber sido sometido a un «juicio
prospectivo» en relación con los delitos de cohecho, vagos y genéricos,
imputados por tales acusaciones en perjuicio de su derecho de defensa y en
lesión del principio acusatorio, propiciándose la aportación sorpresiva y continua
de pruebas.

2. La sentencia trata en diversas ocasiones las indefensiones que el


recurrente afirma haber sufrido con motivo del «juicio prospectivo» al que
sostiene haber sido sometido.

2.1. Sobre la indeterminación de los hechos objeto de acusación.

i) Al abordar el análisis de las cuestiones previas alegadas por las


defensas, se detiene en el examen de la queja deducida, entre otros, por Luis
Bárcenas, a propósito de la falta de concreción de los hechos que se les
atribuían en los escritos de acusación, aduciendo que ello le dificultaba su
derecho de defensa.

La alegación es rechazada, señalando la sentencia (folios nº 445 y 446)


que los escritos de acusación tenían la suficiente precisión como para que cada
acusado conociera la base fáctica de su imputación y que lo que sucedía, en
general, era que, en la mayoría de los casos en que se invocaba esta queja, o
bien no se distinguía entre el hecho imputado y delito en el que se subsume o
bien lo que se pretendía era que se incluyera en el relato fáctico del escrito de
acusación, no ya el hecho mismo por el que se acusa, sino los datos, elementos
o circunstancias sobre los que se construye o que sirven de soporte al propio
hecho de que se acusa, lo que no es necesario porque forma parte de la prueba.

En definitiva, se confundían, según la sentencia, dos aspectos


diferenciados, como son, de un lado, los hechos que han de recogerse en el

983
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

escrito de acusación (art. 650 en relación con el art. 656 CP), y, de otro, la
prueba de esos hechos, es decir, lo elementos incriminatorios con los que tratar
de acreditar esa imputación, que deben volcarse en el juicio y que, conforme al
art. 656 LECrim, han de recogerse en un lugar distinto del escrito de acusación.

ii) Al analizar las cuestiones previas específicamente formuladas por la


defensa del ahora recurrente, la Sala de instancia reitera (folio nº 998) que no
cabe estimar vulnerado su derecho de defensa por falta de concreción de las
acusaciones, en tanto que, dada la variada, extensa y polifacética actividad
delictiva que se le imputaba, el Ministerio Fiscal había logrado encontrar una
sistemática y una estructura en su escrito de conclusiones provisionales que
hacía más que asequible a todos los acusados el conocer con exactitud de qué
se les acusaba, tanto en lo fáctico como en lo jurídico, siendo buena muestra de
ello esa estructurada dinámica que puede apreciarse por parte de su defensa.

2.2. Sobre la aportación sorpresiva de pruebas.

i) La cuestión se aborda por la sentencia dentro de las cuestiones previas


comunes, a propósito de «la prueba pericial de inteligencia» (folios nº 430 a
434). Niega el órgano a quo que se hubiera producido lo que el recurrente
califica de «instrucción continuada» por el hecho de que el Ministerio Fiscal
solicitara que los peritos analizaran cierta documentación incorporada por las
defensas o nueva información que se iba recibiendo, y emitieran por escrito su
opinión con anterioridad a la sesión del juicio en que fuera a practicarse la
pericia. Esta práctica, según las defensas, encubría una contraprueba
extemporánea, con la merma que para su derecho de defensa ello suponía.

Para el Tribunal de instancia, tal forma de actuar no puede estimarse


vulneradora de su derecho de defensa, puesto que ofrece mayores posibilidades
a las defensas de acudir mejor instruidas a la sesión correspondiente. Tampoco
supone irregularidad alguna y, menos aún, se trata de una prueba nueva, en la
medida que la pericial ya estaba acordada y se trataba de precisar aspectos
sobre la misma pericia o sobre los que necesariamente surgiría el debate
posterior. En definitiva, en modo alguno se privaba a la defensa de la
oportunidad de dirigir su interrogatorio en los términos y extensión que tuviera
por conveniente y no suponía introducir ningún conocimiento adicional, lo que,

984
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en todo caso, vendría plenamente avalado por el art. 725 LECrim, conforme se
expuso por la STS 508/2015, de 27 de julio de 2015 (caso Malaya).

Por otra parte, la Sala a quo acude a las consideraciones recogidas en


la STS 20/2001, de 28 de marzo de 2001, para rechazar la pretendida
vulneración del derecho fundamental a un proceso con todas las garantías
invocada por la tardía incorporación a la causa de una documentación
probatoria, que se introdujo como prueba cuando ya se había iniciado el juicio
oral, a solicitud del Ministerio Fiscal y al amparo del art. 729.2º LECrim, en tanto
que las partes tuvieron pleno conocimiento y facultades de contradicción, por lo
que no se afectó su derecho de defensa.

ii) La sentencia, al referirse a las pruebas presentadas después de los


escritos de acusación, bajo la rúbrica de «pruebas propuestas por el Ministerio
Fiscal» (folios nº 438 a 444), da respuesta a las quejas deducidas, entre otras,
por la defensa de Luis Bárcenas, a propósito de la prueba propuesta por el
Ministerio Fiscal en fase de cuestiones previas, quejas que la defensa del hoy
recurrente extendió a toda la propuesta desde el dictado el auto de
transformación de Procedimiento Abreviado.

La impugnación es nuevamente rechazada, en primer término, por la


operatividad misma de la previsión contenida en el art. 780.2 LECrim, que prevé
la posibilidad de solicitar la práctica de diligencias complementarias antes de
formular acusación y, por tanto, sin necesidad de recurrir el auto de
transformación. Y, en todo caso, por lo dispuesto por el art. 786.2 LECrim, que
permite que la prueba tendente a acreditar el hecho de que se acusa pueda ser
propuesta en el trámite de cuestiones previas y sobre cuya admisión sólo podría
objetarse el hecho de que se impone que la prueba debe poder practicarse en
el acto a fin de evitar cualquier dilación, circunstancia que, no obstante, en
ningún caso podía darse en el presente proceso.

(Las quejas relacionadas con la aportación de pruebas por el Ministerio


Fiscal en forma extemporánea volverán a reiterarse en los motivos cuarto y
decimonoveno de recurso).

2.3. Sobre la absolución por los delitos de cohecho.

985
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión se resuelve por el órgano a quo al tiempo de abordar la


calificación jurídica de los hechos declarados probados en el «apartado Castilla
y León». Se destaca a tal fin que consta acreditado que Francisco Correa,
aprovechándose de los contactos que él tenía con empresarios y los políticos
que tenía Luis Bárcenas, convino con éste hacer gestiones de cara a conseguir
adjudicaciones a cambio de comisiones, «lo que, además de dejar claro que las
entregas de dinero que recibieran tenía un carácter finalista, define la dinámica
propia del delito de cohecho en su modalidad activa y pasiva.» (folio nº 1217).

Ello, no obstante, el Ministerio Fiscal sólo acusaba a Luis Bárcenas por


la presunta comisión de un delito de cohecho del art. 426 CP (en la redacción
vigente a la fecha de los hechos), por la supuesta percepción de la cantidad de
72.000 euros en el año 2007, al considerar que un eventual delito de cohecho
con base en las restantes entregas a Luis Bárcenas, tanto en metálico como en
especie, estaría prescrito (folios nº 1218 y 1219).

Siendo así, y dado que las acusaciones populares se adhirieron en el


trámite de conclusiones definitivas a las formuladas por el Ministerio Fiscal, la
Sala acuerda finalmente su absolución al no estimar suficientemente acreditado
que la persona perceptora de este último pago, identificada como «Luis el
cabrón», fuese Luis Bárcenas (folios nº 1068 a 1070).

Por otro lado, al abordar el análisis de las cantidades de dinero


concretamente recibidas por Luis Bárcenas por la adjudicación irregular de la
obra de «Variante de Olleros de Alba», la Sala advierte igualmente de la
existencia de un auto de sobreseimiento libre dictado por el Tribunal Superior
de Justicia de Castilla y León, justificando la imposibilidad de condenar a éste
por un delito de cohecho en relación con ese concreto expediente (folios nº 1029
a 1032).

En conclusión, la falta de acusación del Ministerio Fiscal contra el


recurrente por la supuesta comisión de un delito de cohecho relativo a las
cantidades percibidas, fuera de aquellas específicamente relacionadas con el
expediente de «Variante de Olleros de Alba» (donde se decretó el
sobreseimiento libre), vino motivada, según la Sala de Instancia, porque se
estimó que estos delitos estarían prescritos.

986
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3. Jurisprudencia de esta Sala sobre la cuestión suscitada.

El recurrente centra su queja en la invocada infracción del principio


acusatorio, con la consiguiente vulneración del principio de contradicción y de
los derechos de defensa y a la tutela judicial efectiva.

En consecuencia, cabe citar la STS 631/2017, de 21 de septiembre


(Recurso núm. 899/2017) que sintetiza la doctrina en la materia:

«1º la configuración del proceso penal como un proceso de partes,


implica el derecho a conocer la acusación como garantía básica del derecho de
defensa, pues sólo si la acusación ha sido formulada correctamente y ha sido
conocida por el acusado tendría éste la posibilidad de defensa de manera
contradictoria.

Por ello en relación al contenido del derecho a ser informado de la


acusación, el Tribunal Constitucional, sentencias 34/2009 del 9 febrero,
143/2009 de 15 junio, ha declarado: “que forman parte indudable de las
garantías que derivan del principio acusatorio las que son contenido del derecho
a ser informado de la acusación”, derecho que encierra un “contenido normativo
complejo”, cuya primera perspectiva consiste en la exigencia constitucional de
que el acusado tenga conocimiento previo de la acusación formulada contra él
en términos suficientemente determinados para poder defenderse de ella de
manera contradictoria. Esta exigencia se convierte así en instrumento
indispensable para poder ejercer la defensa, pues mal puede defenderse de
algo quién no sabe qué hechos en concreto se le imputan.

Se ha señalado también que a efectos de la fijación de la acusación en


el proceso, el instrumento procesal esencial es el escrito de conclusiones, el
cual debe contener “los hechos relevantes y esenciales para efectuar una
calificación pública e integrar un determinado delito”, que es lo que ha de
entenderse “por hecho punible a los efectos de la necesidad constitucional de
conocer la acusación para poder ejercer el derecho de defensa” (SSTC. 87/2001
de 2). Por ello no es conforme con la Constitución ni la acusación implícita, ni la
tácita, sino que la acusación debe ser formulada de forma expresa y en términos

987
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que no sean absolutamente vagos e indeterminados (SSTC. 36/96 de 11.3,


33/2003 de 13.2, 299/2006 de 23.10, 347/2006 de 11.12).

En efecto la función del escrito de acusación es la de orientación del


debate fijando que hecho o hechos constituyen el objeto de la acusación e
indicando al acusado la dirección del ataque y las pruebas en que este se
basará, a fin de que el inculpado pueda disponer adecuadamente su defensa.
Por consiguiente la indeterminación en el escrito de conclusiones provisionales
de los hechos punibles puede dar lugar a una acusación imprecisa e incluso
insuficiente y puede producir a causa de ello una situación de indefensión en el
acusado que solo podrá, efectivamente, defenderse y proponer las pruebas que
crea conveniente en la medida que conozca la exposición concreta de los
hechos (SSTC 36/96 de 13.2, 299/2006 de 23.10, 347/2006 de 11.12).»

«…En definitiva, se garantiza que nadie será acusado en proceso penal


de una acusación de la que no se ha tenido conocimiento suficiente y, por tanto,
que no recibirá un trato de desigualdad frente al acusador que le ocasione
indefensión (SS. TC. 54/85 de 18 abril y 17/89 de 30 de enero). Constituye
asimismo, según el citado T.C., el primer elemento del derecho de defensa, que
condiciona todos los demás, pues mal puede defenderse de algo que no sabe
en concreto -s. 44/83 de 24 de mayo- Consiste substancialmente este derecho
en asegurar el conocimiento del acusado acerca de los hechos que se le
imputan y de los cargos que contra él se formulan -SS 14/86 de 12 noviembre,
17/88 de 16 febrero y 30/89 de 7 de febrero- y se satisface, pues, siempre que
haya conocimiento de los hechos imputados para poder defenderse de los
mismos- s. 170/90 de 5 noviembre.- También el Tribunal Supremo ha
reconocido que el derecho a la tutela efectiva comporta, entre otros, el derecho
a ser informado de la acusación, como primer elemento del derecho de defensa,
que condiciona a todos los demás, SS 4/11/86, 21/4/87 Y 3/3/89, teniendo
derecho el acusado a conocer temporáneamente el alcance y contenido de la
acusación a fin de no quedar sumido en una completa indefensión, cual sucede
si de modo sorpresivo es blanco de novedosas imputaciones exteriorizadas y
hechas saber cuándo han precluído sus posibilidades de alegación y de
proposición de pruebas exculpatorias S.S.9/9/87,8/5/89,25/5/90, 18/5/92,
1824/93 de 14 julio, 1808/94 de 17 octubre, 229/96 de 14 marzo, 610/97 de 5

988
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mayo, 273/98 de 28 febrero, 489/98 de 2 abril, 830/98 de 12 junio, 1029/98 de


22 septiembre y 1325/2001 de 5 julio, entre otras.

Asimismo el TEDH considera que el artículo 6.3 de Convenio Europeo


de Derechos Humanos establece que “todo acusado tiene como mínimo los
siguientes derechos:

a) A ser informado, en el más breve plazo, en una lengua que comprenda


y detalladamente, de la naturaleza y de la causa de la acusación formulada
contra él;

b) A disponer del tiempo y las facilidades necesarias para la preparación


de la defensa”. (Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 24.10.1996 (caso
Salvador Torres contra España, 25.5.1999 caso Pelessier y Sassi contra
Francia).

En estas resoluciones el TEDH recuerda que el derecho del art. 6.3 a)


del Convenio reconoce al acusado el derecho a ser informado, no solo en la
causa a la acusación, esto es de los hechos que se imputan, sino también la
calificación jurídica dada a estos hechos. Y además, que esta información sea
la suficientemente precisa y detallada para que el acusado pueda utilizar todos
los medios oportunos para su defensa. En este sentido considera el Tribunal
que “en materia penal es una condición esencial para la equidad de los
procedimientos, una información precisa y completa de los cargos contra un
acusado, y por lo tanto la calificación jurídica que el tribunal podría llevar a cabo.

En similar sentido la STS. 189/2016 de 4.3, que concluye la doctrina del


Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo proscribe las acusaciones
implícitas o sorpresivas y advierte de la vinculación del principio acusatorio con
el derecho de defensa, tutela judicial e incluso se relaciona con la independencia
judicial puesto que si el juez se extralimita en relación con el hecho punible fijado
por la acusación compromete su imparcialidad.

En resumen para ser respetuoso con el derecho constitucional a ser


informado de la acusación y con el derecho de defensa, el relato fáctico de la
calificación acusatoria debe ser completo (debe incluir todos los elementos
fácticos que integran el tipo delictivo objeto de la acusación y las circunstancias

989
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que influyen sobre la responsabilidad del acusado), y específico(debe permitir


conocer con precisión cuales son las acciones o expresiones que se consideran
delictivas) pero no exhaustivo, es decir que no se requiere un relato minucioso
y detallado, por así decido pormenorizado, ni la incorporación ineludible al texto
del escrito de elementos fácticos que obren en las diligencias sumariales y a los
que la calificación acusatoria se refiere con suficiente claridad.

2º Igualmente es preciso resaltar que el concepto constitucional de


indefensión no tiene por qué coincidir enteramente con la figura procesal de la
indefensión, de suerte que no toda infracción de normas procesales se convierte
por sí sola en indefensión jurídico-constitucional. En definitiva, para que ésta
exista es preciso que la infracción de las normas procesales haya supuesto “una
privación o una limitación del derecho de defensa que el art. 24 CE, reconoce
(SSTC. 48/84 de 4.4, 211/2001 de 29.10, 40/2002 de 14.2).

En definitiva, como recuerdan las SSTC. 25/11 de 14.3 y 62/2009 de 9.3:


«la indefensión es una noción material que se caracteriza por suponer una
privación o minoración sustancial del derecho de defensa; sin menoscabo
sensible de los principios de contradicción y de igualdad de las partes que
impide o dificulta gravemente a una de ellas la posibilidad de alegar y acreditar
en el proceso su propio derecho, o de replicar dialécticamente la posición
contraria en igualdad de condiciones con las demás partes procesales.

Del mismo modo «para que pueda estimarse una indefensión con
relevancia constitucional, que sitúe al interesado al margen de toda posibilidad
de alegar y defender en el proceso sus derechos, no basta con una vulneración
meramente formal, sino que es necesario que de esa infracción formal se derive
un efecto material de indefensión, con real menoscabo del derecho de defensa
y con el consiguiente perjuicio real y efectivo para los intereses del afectado» (
STC 185/2003, de 27 de octubre; 164/2005 de 20 de junio).»

Por su parte, la STS 225/2018, de 16 de mayo (Recurso núm.


10476/2017), en relación con la posibilidad de introducir alguna modificación en
el trámite de conclusiones definitivas, afirma:

990
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Así tal como señala la sentencia del Tribunal Supremo 797/2015 de 24


de noviembre, haciendo referencia a la jurisprudencia de nuestro Tribunal
Constitucional (mencionando en su apoyo las sentencias del Tribunal
Constitucional núm. 17/1988, núm. 168/1990, núm. 47/1991, y en las de 14
febrero 1995 y 10 octubre 1994), constituye doctrina reiterada que los derechos
a la tutela judicial sin indefensión, a ser informado de la acusación y a un proceso
con todas las garantías que reconoce el art. 24 de la Constitución Española,
conducen a señalar que este precepto consagra el principio acusatorio en todos
los procesos penales, de tal manera que nadie puede ser condenado si no se
ha formulado contra él una acusación de la que haya tenido oportunidad de
defenderse de manera contradictoria, lo que obliga al Tribunal a pronunciarse
sobre los términos del debate tal y como hayan sido formulados por la acusación
y la defensa.

Ahora bien, dicha afirmación no significa que los términos del debate
queden fijados de forma definitiva a través del escrito de acusación ya que tal
como recoge la sentencia del Tribunal Supremo 78/2016 de fecha 10 de febrero,
haciendo referencia igualmente a una consolidada doctrina, el objeto del
proceso es de cristalización progresiva, el escrito de conclusiones provisionales
el que permite formalizar la pretensión punitiva y delimitar por primera vez el
objeto del proceso, pero son las conclusiones definitivas, una vez practicada la
prueba, las que lo dibujan de modo definitivo, delimitando el ámbito decisorio
del órgano jurisdiccional. Señalando en tal sentido la sentencia del Tribunal
Supremo 161/2016 de 2 de marzo que la posibilidad de modificación de las
conclusiones provisionales aparece recogida por nuestra legislación procesal,
aun cuando esa posibilidad no sea absoluta ya que en cualquier caso ha de
mantenerse dentro del marco de la acción penal ejercitada.

En esta línea la sentencia del Tribunal Supremo núm. 844/2015 de fecha


23 de diciembre, haciendo referencia a su sentencia núm. 1028/2009 y a una
reiterada doctrina de nuestro Tribunal Constitucional (SSTC 12/1981, de 12 de
abril; 104/1986, de 17 de julio; 225/1997, de 15 de diciembre; 4/2002, de 14 de
enero; 228/2002, de 9 de diciembre; y 33/2003, de 13 de diciembre), argumenta
que nadie puede ser condenado por algo distinto de aquello por lo que fue
acusado y de lo que, en consecuencia, pudiera contradecir. Quedando a estos

991
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

efectos fijada la pretensión acusatoria en el acto del juicio oral tras el trámite de
conclusiones definitivas, que determinará el marco dentro del cual el tribunal
debe moverse a la hora de valorar la prueba practicada y de extraer las
conclusiones que posteriormente le han de servir para efectuar la calificación
jurídica de los hechos. Lo que supone que el marco determinado por las
conclusiones provisiones, es un marco dinámico que sometido a ciertos límites
puede experimentar variaciones.

En efecto la jurisprudencia consolidada del TS por todas STS 609/2007


de 10 de julio “Que el verdadero instrumento procesal de la acusación es el
escrito de conclusiones definitivas… la pretendida fijación de la acusación en
las calificaciones provisionales, privaría, por un lado, de sentido a los arts. 732
y 788.4 LECrim, y por otro, hacía inútil de actividad probatoria practicada en el
juicio oral”.

Lo que supone, tal como recuerda la sentencia del Tribunal Supremo


864/3014, de 10 de diciembre, que nada impide al Ministerio Fiscal y al resto de
acusaciones realizar mutaciones tanto fácticas, como jurídicas de sus
conclusiones provisionales tras la prueba practicada en el juicio. Finalmente,
como señala la sentencia del Tribunal Supremo núm. 670/2015, de 30 de
octubre, y a modo de conclusión, podemos indicar que ante la mera introducción
de una modificación en las conclusiones mantenidas provisionalmente por la
acusación no se produce de modo automático una vulneración del derecho de
defensa, sino que se requiere que dichas modificaciones sean esenciales
respecto de la concreta figura delictiva por la que finalmente se condena, porque
las diferentes garantías conectadas con el principio acusatorio se asientan en la
inalterabilidad de los elementos esenciales del hecho constitutivo de la
infracción penal a partir de la fijación formal de la acusación en las calificaciones.
Así pues, la existencia de diferencias sobre elementos no esenciales del hecho
constitutivo de delito entre las calificaciones provisionales y las calificaciones no
supone una vulneración del derecho de defensa.»

4. En aplicación al caso presente de la doctrina jurisprudencial expuesta,


los motivos deberían ser desestimados.

992
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4.1. Aduce el recurrente, en primer lugar, que la estrategia seguida por


las acusaciones populares, retirando la acusación por los delitos de cohecho
que inicialmente le imputaban, le habría causado un patente perjuicio, al privarle
de obtener una resolución de fondo, absolutoria o condenatoria, en relación con
dichos delitos.

El argumento no se comparte pues, siendo claro que el instrumento


procesal esencial a efectos de la fijación de la acusación en el proceso es el
escrito de conclusiones definitivas y que la posibilidad de modificación de las
conclusiones provisionales aparece recogida por nuestra legislación procesal,
ningún perjuicio puede estimarse sufrido por el recurrente en el sentido
pretendido.

En efecto, el hecho de que las acusaciones populares retiren en el


trámite de conclusiones definitivas la pretensión de condena respecto de algún
hecho delictivo incluido inicialmente en su escrito de acusación, solo conlleva,
precisamente, la imposibilidad de condenar por dicho delito, procediendo
recordar que, como tiene declarado esta Sala, «un pronunciamiento
condenatorio sin que se haya sostenido en el trámite de conclusiones definitivas,
la pretensión acusatoria, significaría atribuir al tribunal la función de acusar, lo
que no es compatible con los postulados del actual sistema procesal penal, que
parte de la incompatibilidad, orgánica y funcional, entre la persecución y el
enjuiciamiento, entre la actividad acusatoria y la actuación decisoria» (STS
367/2012, de 3 de mayo -Recurso núm. 1529/2011-).

Tampoco cabe estimar que se derive perjuicio alguno para el recurrente


por el mero hecho de que la Sala de instancia, una vez retirada la acusación,
haya entendido que quedaba liberada de resolver sobre aquellos delitos, pues,
como advierte el Ministerio Fiscal, no necesariamente se habrían alcanzado
soluciones jurídicas distintas por el hecho de que se dictase una sentencia
absolutoria (o se hubiese retirado la acusación) por entender prescritos esos
delitos.

El recurrente argumenta que una sentencia absolutoria respecto de estos


cohechos impide la condena por el delito de blanqueo, por la inexistencia del
delito antecedente, pero lo cierto es que es doctrina reiterada de esta Sala la

993
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que sostiene que el delito de blanqueo es un delito autónomo de aquel al que


se vinculan los capitales objeto de la actividad específicamente tipificada en el
art. 301 CP que no requiere, por ello, que el delito de referencia haya sido objeto
de enjuiciamiento previo y sanción penal (SSTS 313/2010, de 8 de abril, y
974/2012, de 5 de abril).

En definitiva, el delito de blanqueo exige la constancia de un «delito»


previo (LO 15/2003) o de «una actividad delictiva» (LO 5/2010), como elemento
objetivo (normativo) del tipo, pero «no es precisa una condena previa a esa
actividad delictiva, ni por consiguiente, juegan aspectos relativos a la
prescripción del delito del que procedan los bienes» (STS 149/2017, de 9 de
marzo).

En conclusión, la referida modificación no conlleva ninguna


consecuencia negativa para el acusado en los términos indicados, sin que las
restantes alegaciones que se vierten al efecto puedan estimarse capaces de
justificar tal pretendido perjuicio que se dice sufrido y que, como anuncia el
mismo recurrente, serán oportunamente desarrolladas en otros motivos.

4.2. En segundo lugar el recurrente alega que se ha visto sometido a un


«juicio prospectivo», dada la imputación vaga y genérica sostenida por las
acusaciones populares y la aportación sorpresiva y continua de pruebas, en
perjuicio de su derecho de defensa y en lesión del principio acusatorio.

Estos alegatos tampoco pueden tener favorable acogida. El Tribunal de


instancia dio cumplida respuesta a los mismos, de conformidad con la
Jurisprudencia de la Sala de lo Penal, rechazando que los escritos de acusación
adoleciesen de los defectos denunciados o que el acusado hubiese sufrido
indefensión alguna con motivo de la documentación aportada a instancia del
Ministerio Fiscal a lo largo del juicio oral y que, como se explicita, no constituyó
ninguna suerte de prueba nueva, como aduce éste.

Pero además, el propio recurrente admite que tuvo exacto conocimiento


de cuantos hechos se contenían en los escritos de acusación y su
correspondiente calificación jurídica, siendo mantenidos por las acusaciones
populares durante todo el juicio, puesto que sólo en el trámite de conclusiones

994
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

definitivas se produjo la modificación denunciada, adhiriéndose éstas a las


formuladas por el Ministerio Fiscal.

Por tanto, no sólo estuvo plenamente informado de la acusación


formulada en su contra, sino que tuvo efectiva posibilidad de alegar y defender
en el proceso sus derechos, proponiendo las pruebas de descargo que tuvo por
conveniente, por lo que no sufrió menoscabo alguno de su derecho de defensa.

266.- El segundo motivo al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, al derecho de defensa y a un
proceso justo con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad,
así como a la tutela judicial efectiva, por efectuar un juicio valorativo que
descansa en una prueba ilícita o vinculada antijurídicamente a ella.

El motivo es coincidente o relacionado con el MOTIVO NOVENO del


recurso del Sr. Crespo e idéntico al MOTIVO SEGUNDO de la Sra. Iglesias.

1. Alegaciones del recurso.

El recurrente aduce que las periciales de inteligencia de la UDEF que


señala en su recurso (y, por extensión, los informes de la Agencia Tributaria
realizados a partir de los anteriores) son pruebas nulas por su conexión con
otras pruebas ilícitas, como son las grabaciones que fueron declaradas nulas
por la STS de 9 de febrero de 2012.

Afirma que las graves irregularidades que se cometieron en la instrucción


del procedimiento fueron, por tanto, debidamente constatadas y, si bien estas
escuchas ilícitas fueron excluidas del proceso, entiende que las mismas han
determinado, indirectamente, su condena, ya que los investigadores
encargados de realizar las escuchas ilegales (en concreto, el agente nº 81.067)
fueron los mismos que posteriormente realizaron los informes de inteligencia de
la UDEF.

995
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por todo ello, interesa que, con estimación del motivo, se dicte una
segunda sentencia absolutoria respecto de los delitos por los que Luis Bárcenas
y Rosalía Iglesias han sido condenados.

2. La sentencia de instancia aborda detalladamente cuantas alegaciones


se reiteran ahora en el epígrafe «Sobre las comunicaciones presenciales
reservadas, interceptadas en el centro penitenciario de Soto del Real» (folios nº
329 a 338). Hade hincapié la resolución en la necesidad de valorar si entre las
diligencias declaradas nulas y todas las subsiguientes existe, de entrada, una
conexión natural, y, por tanto, rechaza que la STS 79/2012, de 9 de febrero,
tuviere esa suerte de efecto expansivo pretendido por las defensas, capaz de
justificar la reclamada nulidad de todas las diligencias de instrucción practicadas
en el procedimiento.

A tal fin, se remite a lo resuelto durante la fase de instrucción y destaca


que la declaración de nulidad entonces acordada únicamente alcanzó a aquellas
diligencias causalmente conectadas con las intervenciones telefónicas
declaradas ilícitas (esto es, a los registros de las celdas de ciertos acusados) y
donde, sobre todo, se descartó que la ilicitud hubiere de alcanzar a las
diligencias practicadas con anterioridad a dichas escuchas (grabaciones de
José Luis Peñas y documentación intervenida) y que, como se explicita,
constituyeron la base de los informes cuestionados.

Partiendo de lo anterior, el Tribunal a quo señala que ningún argumento


válido se ha suministrado por las defensas capaz de avalar tan desmesurado
efecto como el pretendido, pues ni se especifica qué diligencia de las
practicadas en la instrucción se ha podido ver afectada o pueda traer causa de
esas conversaciones ni qué concreto perjuicio ha podido suponer para la
estrategia de defensa.

En definitiva, la pretensión es rechazada porque, al margen de la


intervención de los agentes nº 81.067 y 17.561 en las escuchas declaradas
ilícitas, no se ofrecieron más que alegaciones genéricas, incapaces de justificar
tan grave consecuencia como la reclamada anulación de todo un procedimiento.
Tampoco se advierte por la Sala de instancia, valorados los testimonios
prestados por los referidos funcionarios de policía y el contenido de los informes

996
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por éstos elaborados, motivo alguno capaz de justificar la extensión de esa


nulidad más allá de la fijada en el auto del Instructor.

3. Examinadas las alegaciones que sustentan el presente motivo, es


posible concluir que el mismo no debería prosperar.

Se pretende anular el valor probatorio de gran parte de las periciales de


la UDEF y, por extensión, de los informes de la Agencia Tributaria, lo que es
oportunamente rechazado por el Tribunal de instancia con base en unos
argumentos plenamente acordes a los criterios jurisprudenciales expuestos y,
por tanto, merecedores de pleno refrendo en esta instancia

Efectivamente, para que prosperase tal pretensión, no basta con


constatar la ilicitud de ciertas pruebas, sino que ha de establecerse la necesaria
conexión de antijuridicidad entre la prueba originaria y las derivadas. Expulsadas
las pruebas ilícitas del procedimiento, ciertamente que tampoco podrán ser
utilizados los datos adquiridos a través de éstas como medios para iniciar u
orientar la investigación penal, pero ello no obsta a la validez de otras diligencias
posteriores o, incluso, anteriores, cuya procedencia es independiente y
autónoma de la prueba nula. Igualmente válidas serían aquellas otras pruebas
fruto de otras vías de investigación tendentes a establecer el hecho en que se
produjo la prueba prohibida.

En el caso, ni consta que las escuchas ilícitas se acordasen respecto del


recurrente o de su esposa o abogado, ni se acredita que las conversaciones
mantenidas por varios acusados y sus abogados afectaran de alguna forma a
éste o a la defensa de sus intereses. Tampoco se justifica mínimamente que
alguno de los informes o de las distintas actuaciones profesionales que el agente
nº 81.067 realizó -como miembro además de un equipo más amplio- guarde
conexión, directa o indirecta, alguna con alguna de las pruebas concretamente
anuladas.

267.- El motivo tercero al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los

997
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un


proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
valoración irracional de las pruebas en relación al delito de blanqueo de
capitales por el reparto de 13.927 euros.

1. El motivo aborda dos cuestiones diferenciadas.

1.1. De un lado, en cuanto al proceso de valoración de la prueba en


general, el recurrente denuncia las irregularidades cometidas por la Sala de
instancia en materia de valoración probatoria bajo el análisis de tres ideas
esenciales.

- El Tribunal anuncia que sólo otorgará valor a la prueba de cargo,


desatendiendo el resto del acervo probatorio que pueda contradecir la anterior,
por lo que discrimina el análisis de ciertas pruebas, incumpliendo así con su
deber constitucional de motivar razonadamente la sentencia en materia de
valoración probatoria.

- La sentencia desatiende plenamente lo declarado por el Sr. Bárcenas,


partiendo de que no dice la verdad, no valorándose más que para destruir su
versión, lo que provoca una inversión de la carga de la prueba que lesiona su
derecho de defensa.

- Se asumen acríticamente las conclusiones de los informes de la UDEF


que, además de nulos por estar conectados con una prueba ilícita, no pueden
tener la consideración de auténtica pericial y adolecen de toda objetividad, ya
que fueron elaborados con base en una información y documentación sesgada.

1.2. Por otra parte, en relación con el delito de blanqueo de capitales,


afirma, en primer lugar, que la prueba de cargo es insuficiente para poder
estimar acreditada la realidad del delito de blanqueo o del cohecho precedente.
No existe prueba alguna que le relacione con los repartos de dinero de Francisco
Correa o con las adjudicaciones irregulares, que la sentencia tiene por
acreditado con base en la declaración de éste y la aparición de las iniciales «L»
y «L.B.» en unos apuntes. Esto último es claramente insuficiente -como se
reconoció en el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 1 de

998
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

septiembre de 2011-, dado que pueden existir otras alternativas capaces de


justificar que estas iniciales no se refieren a él.

En todo caso, sostiene que la valoración de la prueba es irracional para


concluir la procedencia ilícita del dinero repartido y la relación del recurrente con
la entidad SPINAKER. Así, respecto de los 13.927 euros, porque la propia
sentencia reconoce que se trató del reparto de unos beneficios procedentes de
un contrato para las campañas electorales de 2003 y 2004 y, por tanto, de un
contrato privado y lícito entre el PP y la entidad RIALGREEN, sin ninguna
capacidad de decisión en materia de contratación por su parte. En cuanto a
SPINAKER, porque no existe informe o prueba alguna que le relacione con la
constitución y ampliación de capital de la sociedad o con la emisión de las
facturas falsas.

En virtud de tales alegaciones, solicita que se revoque su condena por el


delito de blanqueo de capitales relacionado con el supuesto reparto de 13.927
euros y su posible participación en la sociedad SPINAKER.

2.1. Sobre el proceso de valoración de la prueba.

La sentencia contiene una serie de pronunciamientos generales


relacionados con la valoración las pruebas practicadas, que son los que se
impugnan por el recurrente.

i) Dentro del apartado que denomina «preliminar» (folios nº 472 a 474),


el órgano a quo comienza exponiendo que, dada la sobreabundancia de material
probatorio existente, analizará la prueba bajo criterios de relevancia pues, sin
perjuicio de tener en cuenta tanto lo que pueda servir de cargo como de
descargo, centrará su atención en aquella prueba que se estime conducente
para formar criterio en relación con lo que es objeto de enjuiciamiento,
descartando aquello que se presente como manifiestamente inconducente a tal
fin.

En concreto, la Sala de instancia se refiere a aquella prueba presentada


por las defensas tendente a acreditar aspectos positivos o no puestos en duda
por ninguna de las partes, como los relativos a la concreta posición o situación
formal de cada acusado en cierta empresa u organismo, y advierte de que no

999
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

es esto lo que constituye la base de la imputación, sino el hecho de si éstos


pudieron, al amparo o por las facilidades proporcionadas por la posición de
cierto puesto, incurrir en esa irregularidad que da lugar al ilícito penal de que se
les acusa, lo que quedaría al margen de la actividad regular o lícita que
desplegasen o realizasen en tal entidad o empresa.

También en el «apartado preliminar» (folios nº 474 a 476), y ahondando


en la anterior idea, la sentencia, tras insistir en ese exceso de prueba por parte
de las defensas, afirma que prestará menor atención a la prueba de descargo
cuando venga orientada a acreditar aspectos sobre los que no versa la
acusación o cuando su valoración quede excluida por la de cargo o se presente
como incompatible con esta última.

ii) En relación con la declaración de Luis Bárcenas (folios nº 1015 a


1018), ya en el «apartado Castilla y León» y, en concreto, en los «fundamentos
de derecho relativos a la prueba», la sentencia indica que este acusado ha
declarado hasta en once ocasiones, sin mantener una posición lineal y sin
ofrecer una explicación o justificación, mínimamente sólida, sobre la aparición
en su patrimonio de una cantidad de dinero tan sumamente elevada.

Estas circunstancias justificarían la escasa credibilidad que, de entrada,


se confiere a sus manifestaciones, pues, sin perjuicio de advertir que lo expuesto
no supone que quede rechazado automáticamente y en su integridad todo su
testimonio, la Sala concluye que éste ha ido ofreciendo distintas versiones a lo
largo del procedimiento que, bien por su disparidad o bien por carecer de
respaldo documental, sólo buscaban encontrar una exculpación, a costa de que
esas distintas versiones encajasen para hacerlas pasar por una verdad que
convenciera al Tribunal.

Junto con lo anterior, en cuanto a la otra principal línea de defensa del


hoy recurrente (la animadversión de Francisco Correa para desacreditar su
testimonio en todo lo que le pudiese perjudicar) la sentencia rechaza el
planteamiento, atendiendo no sólo a criterios de experiencia, pues no todo lo
que provenga de alguien con quien se tiene un enfrentamiento tiene que
calificarse de falso; sino también a criterios jurisprudenciales, dado que,
partiendo de la hipótesis de que la declaración del coacusado puede ser

1000
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sospechosa en cuanto perjudique a otro, se impone un mínimo de


corroboración.

iii) Finalmente, sobre la valoración de la prueba pericial de inteligencia,


al analizar las «cuestiones previas comunes» (folios nº 428 a 430), la Sala a quo
comienza exponiendo que, habiendo sido tantos y tan diversos los informes
incorporados a las actuaciones, la sentencia se construirá exclusivamente a
partir de la prueba que se ha visto en el juicio, tanto personal como documental,
incluidos los informes periciales incorporados por escrito, de los que sólo se
valdrá en tanto hayan sido debatidos en el plenario y sometidos, por ello, a
contradicción.

En cualquier caso, advierte que todos los informes periciales han sido
ratificados, ampliados o matizados en el plenario, excepto los de la AEAT nº 2,
de 08/01/2013, y nº 3, de 13/03/2014, emitidos por el NUMA, de los que, no
obstante, advierte que ha valorado la documentación que éstos incorporaban y
sobre la que se preguntó en diversas sesiones del juicio.

Por otra parte, al abordar la concreta impugnación efectuada por otro


acusado relativa al valor probatorio que cabe atribuir a estos informes, cuyos
argumentos son ahora reproducidos por el aquí recurrente, la sentencia (folios
nº 434 a 438) destaca que existe una jurisprudencia consolidada que descarta
que pueda instaurarse una especie de presunción inadmisible de irregularidad
o ilegitimidad de toda actuación judicial o policial, salvo prueba en contrario,
subrayando la imparcialidad que cabe presumir en la actuación de los
funcionarios de la AEAT (STS 494/2014, de 18/06/2014) y de los funcionarios
policiales (art. 5 LO 2/1986).

Asimismo, el órgano a quo incide en el indudable valor probatorio que


cabe atribuir a estos informes periciales, en cualquiera de sus facetas
(descriptivas, técnicas o valorativas), y anuncia que serán valorados con arreglo
a los criterios jurisprudenciales sentados en la materia, advirtiendo de que, en
caso de asumirse sus conclusiones, será fruto del principio de libre valoración
de la prueba y el análisis en derecho que haga el Tribunal.

1001
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.2. Sobre la vulneración de derechos constitucionales en relación con el


delito de blanqueo de capitales relativo a la sociedad SPINAKER 2000 SL.

2.2.1. El submotivo guarda relación con la condena de Jesús Merino,


Jesús Sepúlveda, Luis Bárcenas, Luis de Miguel y Francisco Correa por la
comisión de un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP en concurso
medial del art. 77 CP con un delito continuado de falsedad en documento
mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, por la
utilización de fondos de procedencia ilícita de Francisco Correa para la
constitución de la sociedad SPINAKER 2000 SL, de la que se sirvieron Luis
Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda para canalizar una parte de las
cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por favorecer irregulares
adjudicaciones públicas, dándoles una apariencia lícita, simulando con facturas
falsas la obtención de unos beneficios que también se repartían entre ellos de
forma opaca. Esta sociedad, a instancia de Francisco Correa, les fue facilitada
por Luis de Miguel con los mismos fines de opacidad fiscal con que había creado
otras sociedades.

También se alude a la utilización de facturas falsas, de un lado, para


hacer circular los fondos ilícitos de Francisco Correa hasta retornarlos (lavados)
a España, con los que se constituyó SPINAKER 2000 SL (así, entre
TRAQUITANA y FREETOWN), y, de otro, las empleadas para el reparto de
beneficios (facturas de LA 127 SERVICIOS y PUNTO HIPARCA).

2.2.2. La base para la condena por este delito se encontraría en los


hechos declarados probados relativos al «apartado Castilla y León» y,
concretamente, dentro de la «actividad común de Luis Bárcenas y Jesús
Merino» (folios nº 222 a 230).

En concreto, se declara probado que Francisco Correa, Luis Bárcenas y


Jesús Merino, junto con Pablo Crespo, de común acuerdo y aprovechando la
influencia que Luis Bárcenas y Jesús Merino tenían por razón de los cargos que
ocupaban dentro de su formación política, y con la finalidad de procurarse un
ilícito enriquecimiento, urdieron una estrategia para obtener adjudicaciones de
obra pública a favor de las empresas de confianza de Francisco Correa y que
éste pudiera controlar, a cambio de gratificaciones, mediante el cobro de

1002
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

comisiones que éste distribuía en efectivo y, en el caso de Luis Bárcenas,


también en forma de viajes y servicios que encubría con facturas ficticias.

Igualmente se indica que Luis Bárcenas, Jesús Merino y el también


acusado Jesús Sepúlveda, decidieron que una parte de estas cantidades de
procedencia ilícita, obtenidas por favorecer esas irregulares adjudicaciones
públicas, se canalizaran a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL, que les
proporcionó Luis de Miguel y era gestionada por Pablo Crespo.

En cuanto al origen de los fondos ilícitos, se declara probado que los


cobros percibidos por Luis Bárcenas en contraprestación a su intermediación en
la adjudicación de contratos públicos, que realizó valiéndose de sus influencias
sobre cargos públicos de su misma formación política, ascendieron a
1.176.561,07 euros, agrupándose de la siguiente manera:

i) Cobros por adjudicaciones identificadas.

En el apartado se describen los cobros concretamente percibidos


relacionados con tres adjudicaciones irregulares: 24.040 euros por la obra de la
«Variante conjunta de Villanueva de Mena, Villasana y Entrambasaguas»;
18.600 euros por el expediente relativo a la «Variante de Olleros de Alba»; y
120.000 euros por el «Proyecto global de construcción del Centro de
Tratamiento de Residuos Urbanos, Depósito de Rechazos y Accesos para la
Gestión de los Residuos Urbanos de los municipios de la provincia de
Salamanca».

ii) Cobros por personas y empresas identificadas.

En el mismo se detallan los cobros recibidos por Luis Bárcenas entre


2002 y 2003: 4.500.000 pesetas (27.046 euros) de Enrique Carrasco Ruiz de la
Fuente -administrador de distintas UTEs-; 2.000.000 pesetas (12.020 euros) y
120.000 euros de Plácido Vázquez Diéguez -que en 2002 trabajaba para SUFI
SA que presidía Rafael Naranjo-; y 270.000 euros (el 19/02/2002) y 270.000
euros (el 23/12/2003) de Alfonso García Pozuelo -presidente del Consejo de
Administración de CONSTRUCTORIA HISPÁNICA-.

1003
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

También percibió gratificaciones del grupo ROS ROCA, que no ha sido


posible concretar, si bien, en este caso, encubriendo su actuación desde la
sociedad SPINAKER 2000 SL, a través de la cual se recibieron estos cobros.

iii) Cobros recibidos de Francisco Correa.

Además de las entregas anteriores, Jesús Merino y Luis Bárcenas


recibieron de Francisco Correa otras cantidades por esa labor de intermediación
que, desde sus cargos, venían realizando, si bien no ha podido ser determinado
su origen.

Concretamente, respecto de Luis Bárcenas, se especifica que éste


percibió, en consideración a los cargos que ostentaba en esas fechas, por orden
de Francisco Correa, 3.000 euros (el 23/04/2002), 30.000 euros (el 13/03/2002),
6.000 euros (el 04/02/2003), 36.000 euros (el 15/05/2003) y 4.750 euros (el
26/11/2003).

También cobró en especie gratificaciones, mediante la prestación de


servicios y viajes, que ascendieron a 30.305,97 euros en el año 2000; 34.028,98
euros en el 2001; 24.818,56 euros en 2002; 42.725,25 euros en 2003; y
29.299,31 euros en 2004. Aunque estos pagos los realizaba Francisco Correa,
una parte de los fondos procedían de distintas entidades en cuya gestión
participaba Luis Bárcenas, y se encubrían con facturas falsas.

Por lo demás, en cuanto a la entidad SPINAKER 2000 SL, el factum


declara probado (folios nº 225 a 228):

«SPINAKER 2000 SL no es sino una estructura fiduciaria, creada “ad


hoc” por LUIS DE MIGUEL, quien, en un principio, figuró como su administrador
único, puesta al servicio de FRANCISCO CORREA, cuya constitución, así como
ampliación de capital se realizó con fondos de procedencia ilícita aportados por
este (17.000.000 pts. para su constitución, y 7.000.000 pts. para la ampliación
de capital), el cual, formalmente, figuraba como único socio, así como al servicio
de otros socios más, de hecho, cuya constitución conocían, entre ellos, LUIS
BÁRCENAS, JESÚS MERINO, JESÚS SEPÚLVEDA y otras personas a
quienes no se acusa, que formaron parte real de su accionariado y participaban
en sus beneficios.

1004
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Valiéndose de ella, cada uno de sus socios, a través de su participación


en la sociedad RIALGREEN SL, cobró 13.927 €, LUIS DE MIGUEL 12.768 € y
PABLO CRESPO, por gestionarla, 12.854,09 €, que encubrió como servicios
prestados a su sociedad CRESVA.

SPINAKER es una estructura opaca, en realidad un holding de


empresas, que aglutina varias más, bajo el control de FRANCISCO CORREA,
en cada una de las cuales se colocan esos otros distintos socios para canalizar
y controlar lo que, en cada caso, convenga y ponerlo al servicio del proyecto
común para el que se crea el holding, que no es otro que conseguir beneficios
ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además, se trata de darles una
apariencia lícita a través de alguna de las sociedades, como se hizo con
RIALGREEN. Es, en definitiva, SPINAKER un vehículo mediante el que se ha
canalizado una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas
falsas, con la que se obtienen unos beneficios que también se reparten entre
sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de este tipo de
facturas.

Su estructura societaria respondía al esquema idóneo para conseguir la


opacidad fiscal que se buscaba con ella, de doble pantalla (Nevis=>Reino
Unido=>España), dificultando con ello la identificación de su titular formal,
constituyéndola LUIS DE MIGUEL en su propio nombre el 28/12/2000 y en el de
la británica STILL MEDIA (con su capital en acciones al portador), quedando
LUIS DE MIGUEL como administrador hasta el 17/04/2002, que pasó a ocupar
ese puesto PABLO CRESPO.

En cuanto a los 7.000.000 pts. relativos a la ampliación de capital, es una


cantidad que, entregada a LUIS DE MIGUEL el 07/09/2001, sale de España el
10/09/2001 desde la sociedad instrumental de este, TRAQUITANA ESPAÑA,
que transfiera 42.070 € a la también instrumental portuguesa FREETOWN
COMERÇO, que encubre con la cobertura de la factura 11/2001, emitida por la
prestación de unos servicios que no se prestaron, y cantidad que, a
continuación, transfiere a STILL MEDIA, desde la que vuelven a España, donde
llegan 42.000 € a la cuenta de SPINAKER el 02/10/2001, bajo la cobertura de
esa ampliación de capital, que se documenta en escritura pública el 29/10/2001,

1005
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

consiguiéndose así la opacidad que se buscaba y su finalidad de ocultar el


propietario real de los fondos.

Formando parte de este holding controlado por FRANCISCO CORREA


a través de SPINAKER, están LANGA DE DUERO ENERCORR XXI y
RIALGREEN.

Por medio de SPINAKER se llevan a cabo distintas gestiones a favor del


grupo ROS ROCA ante distintas administraciones, grupo con el que tenían
vinculaciones JESÚS MERINO y LUIS BÁRCENAS.

Es a través de RIALGREEN, empresa de FRANCISCO CORREA, como


este, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESÚS SEPÚLVEDA cobran los
13.927 € que se reparten, como beneficios, por ser socios de SPINAKER, a la
vez que se valen de esta para ocultar su participación en aquella.

Los 13.927 € que recibe cada uno de ellos, en realidad, son beneficios
que obtienen del contrato suscrito el 12/03/2003 entre el P.P., representado por
LUIS BÁRCENAS, y RIALGREEN, por PABLO CRESPO, para cuyo cobro esta
aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas mendaces por servicios inexistentes,
emitidas por KA 127 SERVICIOS SL y PUNTO HIPARCA, gestionadas por LUIS
DE MIGUEL, quien, tras recibir los fondos, los distribuyó entre aquellos en
efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública.

En cuanto a la relación de SPINAKER con el grupo ROS ROCA, están


las inversiones que, a través de aquella, se hacen en LANGA DE DUERO
ENERCORR, empresa perteneciente a dicho grupo empresarial, en que
participaba LUIS BÁRCENAS a través de SPINAKER, y en cuyo grupo introdujo
a JESÚS MERINO, para el cual, aprovechándose de sus relaciones con
personal colocado en los organismos oportunos, realizaron gestiones ante
distintas administraciones para que las empresas del grupo resultaran
favorecidas en la adjudicación de plantas de purines, así como en la concesión
de créditos FAD.

Es, por lo tanto, SPINAKER una estructura societaria real, que crea LUIS
DE MIGUEL para FRANCISCO CORREA, en la que entran a formar parte, como
socios de hecho, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESUS SEPÚLVEDA,

1006
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que se pone al servicio de todos ellos, quienes tienen interés en las operaciones
o negocios que, a través de ella, se puedan conseguir, y en la que estos socios
reales, prevaliéndose del ascendente del que podían abusar por razón de sus
cargos, y de los contactos sobre los que, gracias a esa autoridad, podían ejercer
influencia para favorecer la actividad relacionada con el sector público, se
dirigían a otras autoridades o funcionarios de su misma formación política,
situados en puestos de decisión, con la finalidad de favorecer la actividad del
grupo ROS ROCA tanto en lo relativo a la obtención de subvenciones para
plantas de tratamiento de purines, como a la concesión de Fondos de Ayuda al
Desarrollo (FAD), gestiones por las que pactaron el pago de las
correspondientes ilícitas comisiones, que se repartirían entre ellos, así como con
JESÚS SEPÚLVEDA conocedor de todo ello, pero que, sin embargo, no
tenemos constancia de cómo llegaron a cobrar y en qué cuantía beneficios.»

2.2.3. El Tribunal de instancia, en la fundamentación jurídica donde


valora la prueba practicada en el acto del juicio oral, explicita, de entrada, los
motivos por los que atribuye a Luis Bárcenas las iniciales «L» y «LB» (folios nº
1019 a 1021). Explica que las manifestaciones de Francisco Correa en este
sentido aparecen plenamente corroboradas por prueba testifical, pericial y
documental adicional (archivo del pen drive y escrito de José Luis Izquierdo
relativos al reparto de la «Variante de Olleros», documentación de PASADENA
VIAJES, carpeta marrón hallada en el registro de la nave de Alcorcón titulada
«EXTRACTO CTA L. BÁRCENAS», factura de TOURALP TRAVEL del archivo
llamado «cuentas LB» -cuyo abono no se acreditó por el recurrente- o la
documentación informática intervenida en el domicilio de Pablo Crespo) que
aportan en su conjunto todo un cuadro indiciario suficiente, que pone de relieve
que el control del reparto de estas comisiones y de los servicios turísticos
prestados a éste y a las personas de su entorno se llevaba a cabo mediante la
anotación de las iniciales «L» o «LB».

Sentado lo anterior, la Sala a quo rechaza las alegaciones defensivas


que ahora se reiteran en el recurso pues, como se explicita, contando con
prueba directa -la declaración de Francisco Correa-, avalada por esos indicios
que aporta la prueba documental, los cuales son plurales y apuntan en un mismo
sentido, no resulta admisible que se traten de lanzar alternativas para tratar de

1007
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fragmentar la prueba indiciaria que incrimina al acusado, pretendiendo dar a


estos indicios un sentido por separado, a conveniencia y descontextualizado,
distinto al resultado al que se llega con la valoración de todos ellos relacionados
y en conjunto, porque ello no es forma racional de valorar la prueba.

A su vez, en cuanto a los cobros recibidos por adjudicaciones irregulares


(folios nº 1016 y 1017 y 1023 a 1041), la sentencia considera acreditada su
realidad e importes en virtud de las siguientes pruebas:

.- declaraciones de Francisco Correa y de Alfonso García Pozuelo, a las


que se atribuye pleno valor probatorio, por más que las defensas trataron de
arrojar dudas sobre lo declarado por el segundo por los beneficios que habría
obtenido como consecuencia del reconocimiento de los hechos que se le
imputaban, dada la corroboración que estas declaraciones recibían de la prueba
documental analizada.

.- documentación intervenida en la «carpeta azul» y los archivos


informáticos del pen drive de José Luis Izquierdo, así como los informes de la
UDEF 71.718/11 (de 28/07/2011), 37.891/10 (de 15/04/2010), 94.305/09 (de
30/09/2009), 47.320/2010 (de 07/05/2010) e informe de la AEAT 182.171/13 (de
08/10/2013), todos ellos debidamente ratificados en el juicio oral, y en los que
se advierte una patente conexión entre la adjudicación del contrato a favor de
una determinada empresa en los tres expedientes de Castilla y León y la
correlativa anotación tanto del cobro de la correspondiente comisión
(equivalente al 3% del importe de la obra adjudicada) como del reparto de una
cantidad que, a su vez, concuerda plenamente con la comisión pagada en
fechas inmediatamente siguientes a la adjudicación de la obra pública.

.- fax remitido desde la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y


León por el que se da cuenta de la adjudicación de la «Variante de Olleros de
Alba» a la entidad TECONSA y donde, de hecho, se incluye una anotación a
mano de la cantidad a que asciende la adjudicación y unas cifras coincidentes
con el 3% de dicha cantidad, que sería la parte del dinero que TECONSA habría
de abonar a Francisco Correa.

1008
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- documentación acreditativa de los pagos registrados como recibidos


de Enrique Carrasco Ruiz de la Fuente, Plácido Vázquez Diéguez y Alfonso
García Pozuelo y los repartos efectuados, destacándose la escasa credibilidad
de los testimonios ofrecidos por los dos primeros, negando haber efectuado
pago alguno pese a los documentos exhibidos, y que se estimaron prestados
por razones de autoprotección, haciendo especial incidencia en la condición del
segundo como investigado en otra de las piezas aún no juzgadas.

De todo lo anterior, la Sala a quo infiere que los acusados recibieron


todas estas cantidades, a resultas del reparto de las comisiones percibidas por
adjudicaciones de contratos públicos, lo que, conforme se argumenta, sólo
tendría explicación que así fuera por la influencia que tuvieron en que esas
adjudicaciones se hicieran a favor de las empresas adjudicatarias de las
mismas, teniendo en cuenta, además, las frecuentes visitas y contactos que
Francisco Correa mantenía con Luis Bárcenas -no desmentidas tampoco por
éste último- y que el único denominador común que podía unirles eran los
negocios comunes, sin que se hayan acreditado otros negocios distintos a las
adjudicaciones enjuiciadas.

En conclusión, para la Sala de instancia, la prueba practicada permite


concluir que Luis Bárcenas era pieza fundamental para conseguir la
adjudicación correspondiente, de cuya ejecución se incrementaba el porcentaje
correspondiente que luego se repartía de la manera que se tenía establecida y
de la que el propio partido recibía su correspondiente beneficio, pues era esta
la dinámica observada en el contexto del sistema de corrupción en torno al PP
estructurado por Francisco Correa, una vez descartada la alternativa contraria -
esto es, que se percibieran gratificaciones o donaciones anónimas para el
partido por no hacer nada-, por ilógica e incompatible con la documental que,
por lo demás, avalaba el testimonio de Francisco Correa y Alfonso García
Pozuelo.

Finalmente, en relación con los cobros percibidos por Luis Bárcenas


(folios nº 1059 y 1061 a 1068), tanto en metálico como en forma de viajes y
servicios gestionados por la agencia PASADENA VIAJES SL de Francisco
Correa y, posteriormente, con la cobertura de éste, por GABINETE DE VIAJES,

1009
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la sentencia aborda el análisis del informe de la UDEF 29.296/11, de


25/03/2011, y al de la AEAT de 18/02/2014 (junto con las explicaciones ofrecidas
por los peritos en el plenario) y, contando ya con toda la documentación
aportada por la defensa de Luis Bárcenas, rechaza su versión de que fuera él
quien abonara estos viajes y entiende que la declaración de Francisco Correa
vendría avalada por abundante prueba documental y testifical.

Al margen de cuanto se ha expuesto, al analizar los cobros percibidos


por Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda a través de SPINAKER
2000 SL (folios nº 1041 a 1059), la sentencia contiene una extensa motivación
a propósito de los medios de prueba que sustentan el relato de hechos
declarados probados antes reproducido:

i) sobre SPINAKER (folios nº 1041 a 1047):

.- informes de la UDEF 75.636/10, de 30/07/2010, y documentación


relacionada en los informes de la AEAT nº 2, de 08/01/2013, y nº 3, de
13/03/2014, que fue exhibida a lo largo de distintas sesiones de juicio.

.- la declaración de Luis de Miguel, que confirmó que fue Francisco


Correa quien le solicitó que crease una estructura opaca (Nevis=>Reino
Unido=>España), donde la entidad española se llamase SPINAKER,
aportándose por Francisco Correa 17.000.000 pesetas (102.172,06 euros) para
su constitución, a través de la sociedad portuguesa CASTORINA SERVIÇOS,
vinculada al propio Luis de Miguel, a la que llegaría el dinero desde PACSA o
RUSTFIELD, confirmando que la misma no tuvo actividad alguna, ya que sólo
se utilizó para comprar unas acciones de LANGA DE DUERO ENERCORR XXI
y para introducir dinero en España.

.- en el mismo sentido, Francisco Correa, que admitió que se constituyó


con los fondos de la «Caja B» procedentes de comisiones ilegales, en concreto,
de la «Caja X PC Cajamadrid» -relativa a los movimientos en efectivo de la caja
de seguridad bancaria- y de la «Caja X PC», desde donde hizo llegar los
17.000.000 pesetas en noviembre de 2000 y los 7.000.000 pesetas para la
ampliación de capital en septiembre de 2001.

1010
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- las anotaciones del archivo Excel de «Caja X PC Cajamadrid» que,


junto con el fax remitido por Luis de Miguel el 14/12/2000, confirman la
procedencia de los 17.000.000 pesetas (102.172,06 euros) empleados para la
constitución y su retorno, a través de CASTORINA DE SERVIÇOS, hasta una
cuenta del Banco Pastor a nombre de STILL MEDIA.

.- los movimientos de las cuentas «Caja X PC Cajamadrid» y «Caja X


PC» que confirman la salida el 10/09/2001 desde España de la cantidad de
7.000.000 pesetas (42.070 euros) desde la sociedad instrumental
TRAQUITANA ESPAÑA, de Luis de Miguel, a la también instrumental
FREETOWN COMERÇO, que se encubre con la factura 11/2001, emitida por
unos servicios que nunca se prestaron, y que, a continuación, se transfiere a
STILL MEDIA, desde donde se retornan a España, el 2/10/2001, a la cuenta de
SPINAKER y bajo la cobertura de una ampliación de capital que se documenta
en escritura pública el 19/10/2001.

ii) Sobre SPINAKER y el grupo ROS ROCA (folios nº 1047 a 1053):

.- declaración de Luis Merino, que admitió que fue Luis Bárcenas quien,
en 2001 o 2002, le introdujo en dicho grupo, estableciendo una relación
profesional, como abogado, con ellos como clientes, y para los que realizó
gestiones a su favor ante distintas administraciones, tanto en relación con la
adjudicación de plantas de purines como en la concesión de créditos FAD.

.- declaración de Francisco Correa, que se refirió a la planta de purines


en Castilla y León y la creación de una sociedad en la que ellos participaron
(cree que Luis Bárcenas y Jesús Merino, no recuerda si Jesús Sepúlveda) y
que, a diferencia de RIALGREEN, no tuvo beneficios.

.- informe de la UDEF 75.636/10, incluidos sus anexos, y, en concreto, el


archivo denominado «JUNTA GENERAL SPINAKER.doc», de fecha
19/02/2002, relativo a la constitución de SPINAKER, que trata sobre la
constitución de la sociedad en diciembre de 2002, la estructura de su capital,
con referencia al inicial («102.172 €, unos 17.000.000 Pts») y sus objetivos.

Este documento se halló en el ordenador de Pablo Crespo respecto del


que, si bien negó que se tratase de una junta, manifestó que era un informe

1011
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

explicativo de reuniones mantenidas con Julio Vilagrasa de Ros Roca, en


relación con unas plantas de electricidad de quemar purines, y en las que
también estuvo Francisco Correa -y cree que Jesús Merino porque asesoraba
al grupo Ros Roca-, admitiendo así que SPINAKER tenía relaciones con dicho
grupo.

.- documento «FAX L. B. 19-10, “DE: PABLO CRESPO A: LUIS


BÁRCENAS”», con título «Asuntos Pendientes Plantas de Purines» en que se
apunta que eran seis personas las que aportaban capital y se habla de realizar
gestiones con distintos organismos de Valencia, Castilla y León y Murcia. Este
documento se considera de singular importancia en tanto que en él Pablo
Crespo da indicaciones a Luis Bárcenas sobre las gestiones que tiene que hacer
en favor del grupo ROS ROCA tendentes a influir en que la concesión se
dirigiera a un grupo determinado.

.- informe de la UDEF 75.636/10, como corroboración de que Luis


Bárcenas tenía un papel destacado en esa conexión entre SPINAKER y ROS
ROCA a través de ENERCORR, donde se explica cómo SPINAKER participó
en el 10% de LANGA DE DUERO ENERCORR, perteneciente al grupo ROS
ROCA, mediante la adquisición de 30 participaciones de ésta el día 26/09/2001.

También se analiza el correo enviado por la gestora de la cuenta de Luis


Bárcenas en el DRESDNER BANK de Suiza, Agatha Stimoli, el 15/09/2005 en
el que se recogen nombre de compañías en las que el propio Luis Bárcenas
afirma tener participación y entre las que se menciona «ENERCOR 21, Soria.
Tratamiento de purines de cerdo».

.- informe de la AEAT de 18/02/2014 que incorpora una traducción oficial


de la documentación remitida desde Suiza y donde se contiene el correo de
15/09/2005, remitido por Agatha Stimoli en relación con la cuenta 8.401.489,
donde manifestó que dicha información la facilitó el propio Luis Bárcenas.

.- declaración de Agatha Stimoli, que se ratificó en el contenido del


anterior correo y demás documentación relativa a Luis Bárcenas (memorandos
o correos electrónicos obrantes en autos) y que confirmó que fue Luis Bárcenas
quien le indicó el nombre de las sociedades donde participaba (entre ellas, de

1012
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ENERCORR que, efectivamente, tenía a través de SPINAKER), y que le


comunicó que sus fondos procedían de sus actividades profesionales, de las
empresas enumeradas y de las acciones que reflejó en el memorándum.

.- declaración de Pablo Crespo, que admitió la relación de Jesús Merino


con SPINAKER, confirmando que remitió a éste el «Fax “J MERINO” (asunto
“PLANTAS ROS ROCA”)» y que textualmente dice: «Estimado Jesús: De
acuerdo con lo comentado te informo que las sociedades del proyecto de
inversión del Grupo Ros Roca en Castilla y León son: LANGA-ENERCORR XXI,
S.L.U. –VIDRIALES- ENERCORR XXI, S.L.U. Un abrazo».

Asimismo, manifestó que SPINAKER participó, con una parte del capital,
cree que en LANGA ENERCORR XXI, S.L.U., y que suponía que era para
articular la participación de SPINAKER, compañía de Francisco Correa, en el
porcentaje que se pactó y que cree que fue un 10% de LANGA ENERCORR, en
la que participaba Luis Bárcenas.

.- declaración de Jesús Merino, que reconoció que, como diputado de


Segovia, se ofreció para constituir unas sociedades, una de ellas ésta, y que
preparó los expedientes para obtener incentivos fiscales, pero que no se
llegaron a cobrar las subvenciones públicas, negando que Francisco Correa o
Pablo Crespo tuvieran intervención alguna en las gestiones que él tuvo con Ros
Roca.

Afirmaciones estas últimas que, sin embargo, la Sala pone en relación


con el fax que le remitió Pablo Crespo anteriormente indicado, con el documento
«reunión Ros Roca miércoles 27-02-02» -que trata de gestiones en relación con
las subvenciones de Castilla y León y que reza: «Le comento que J.M. nos
tranquiliza y dice que no habrá problema») y con el documento word «J
MERINO-MOZAMBIQUE» (transcrito al folio nº 518) en relación con los créditos
FAD.

iii) Sobre SPINAKER y RIALGREEN SL (folios nº 1053 a 1058):

Sociedad constituida el 16/09/2002, sobre la que Francisco Correa pasó


a tener su control, a través de SPINAKER 2000 SL, al adquirir el 50% de ella en
febrero de 2003 y cuyo primer objetivo fue actuar como agencia publicitaria para

1013
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la prestación de servicios al PP en las elecciones de municipales y autonómicas


de 2003 y generales de 2004, y que, como el propio Francisco Correa admitió,
fue el vehículo para canalizar el reparto de beneficios, entre otros, con Luis
Bárcenas, y, en concreto, los 13.927 euros procedentes de la campaña de
publicidad para el PP de las elecciones de 2003 y 2004.

Su declaración aparece avalada por las siguientes pruebas:

.- el contrato de prestación de servicios, firmado el 12/03/2003, entre


Pablo Crespo, por RIALGREEN, y Luis Bárcenas, por el PP, que proporcionó a
cada uno de los socios de SPINAKER de 13.927 euros en octubre de 2003.

.- declaración de José Luis Rois, propietario de ASIAN DE LUXE


GROUP, que intervino en la campaña y confirmó el reparto de beneficios (a un
50%) entre él (ASIAN DE LUXE y McCANN-ERICKSON) y Francisco Correa (a
través de RIALGREEN), de lo que se obtuviera de la cuenta del PP.

Así mismo, adujo que RIALGREEN se limitó a facilitarles la entrada a


participar en el contrato relativo a la campaña de publicidad de las elecciones,
debido a los contactos que tenía en el PP, que él aportaba la creatividad y
RIALGREEN, debido a esos contactos, los clientes, insistiendo en que se
concertó con ella por su labor de intermediación.

.- documentación incorporada a los folios 2971 y ss. del R05-E45-/06(3),


entre los que figura el reparto de 389.018,08 euros de beneficios a distribuir y,
en concreto, 194.509,04 euros para McANN-ERICKSON (de José Luis Rois) y
otros 194.509,04 euros para RIALGREEN, de los que deducida la cantidad ya
dispuesta por ésta, quedan 181.564,95 euros, que es el beneficio a distribuir en
la forma reflejada al folio nº 1055 de la sentencia, y cantidad que factura al PP.

.- declaración de Pablo Crespo, que confirmó que las iniciales «L.B.» del
anterior documento se refieren a Luis Bárcenas.

.- anotación de la «Caja X PC» que corrobora el anterior reparto, siendo


de fecha 30/10/2003, por importe de 13.297,00 euros y en concepto de «sobre
recibido de Pablo Crespo», lo que es coherente que así sea, dado que éste era
el administrador de RIALGREEN.

1014
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- facturas emitidas por KA 127 (7/2003, de 08/10/2003, por importe de


15.248 euros; 8/2003, por importe de 18.032 euros; y 9/2003, por importe de
30.555 euros) y por PUNTO HIPARCA (1/2003, por importe de 12.000 euros; y
2/2003, por importe de 42.240 euros).

.- declaración de Luis de Miguel, que admitió que las anteriores facturas


eran suyas y se emitieron a RIALGREEN, si bien negó que fuesen falsas,
afirmando que respondían a la prestación de servicios externos que eran reales.

.- las declaraciones de las empleadas del despacho de Luis de Miguel


que, en unión de lo declarado por José Luis Rois, desmienten lo afirmado por
Luis de Miguel, dado que manifestaron que no se llevaba ninguna actividad
comercial en el despacho, dedicado al asesoramiento fiscal, lo que coincide con
que dichas sociedades no cuentan con medios humanos y materiales para
realizar los servicios que se dicen prestados como contraprestación de dichas
facturas.

Por todo ello, la Sala concluye que RIALGREEN no desarrolló actividad


alguna y que, en consecuencia, las facturas aludidas, sin que tampoco se
acreditase por Luis de Miguel alguna operación o servicio real prestado, son
falsas y sólo sirvieron para verificar los pagos que había que hacer a los socios
de RIALGREEN-SPINAKER en octubre de 2003.

En definitiva, se estima plenamente acreditado que RIALGREEN es uno


de los instrumentos empleados para canalizar estos beneficios que, por lo
demás, no cabe considerar fruto de un contrato aislado con el que se establece
una relación entre particulares y limitado a tal campaña, de manera que las
cantidades repartidas como beneficios no procederían de actividad lícita alguna,
como así pretende alguna defensa, sino que es un medio más con el que se
nutre su matriz, que es SPINAKER, a cuya contribución de fondos cada uno de
sus reales socios lo hace desde el papel que tiene encomendado y asume (folios
nº 1046 y 1047).

3. Jurisprudencia de esta Sala sobre las cuestiones suscitadas.

1015
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3.1. Sobre el proceso de valoración de la prueba.

i) Respecto del criterio seguido al analizar la prueba practicada, cabría


citar, de entrada, la STS 480/2009, de 22 de mayo (Recurso núm. 10084/2008)
que recuerda:

«…el principio de libre valoración de la prueba recogido en el art. 741


LECrim. supone que los distintos elementos de prueba puedan ser ponderados
libremente por el Tribunal de instancia, a quien corresponde, en consecuencia,
valorar su significado y trascendencia en orden a la fundamentación del fallo
contenido en la sentencia, con independencia de qué parte, acusación o
defensa, sea la que los haya aportado (STS. 1281/2006 de 27.12).»

ii) A su vez, por lo que al deber constitucional de motivar razonadamente


la sentencia en materia de valoración probatoria se refiere, la STS 480/2012, de
29 de mayo (Recurso núm. 1771/2011) expone:

La motivación requiere del tribunal la obligación de explicitar los medios


probatorios utilizados para declarar la verdad judicial del hecho enjuiciado y que
junto a las consideraciones relativas a la subsunción de los hechos en el tipo
penal procedente y consecuencias punitivas en caso de condena, integran el
derecho del justiciable a la tutela judicial efectiva.

Respecto a la motivación fáctica -en lo que aquí interesa- es la relativa a


la explicación de los procesos intelectuales que han llevado a la Sala
sentenciadora a efectuar una determinada valoración de la prueba justificadora
de la versión exteriorizada en el juicio de certeza que integra los hechos
probados, frente a otras posibilidades en relación a cada acusado. Al respecto
debemos recordar que todo un juicio es un decir y un contradecir, por ello ante
la existencia de prueba de cargo y de descargo se precisa una suficiente
identificación de las pruebas tenidas en cuenta y una suficiente motivación del
porqué de la superior credibilidad que se conceda a la versión que se acepta en
la sentencia.

En definitiva, la motivación sobre los hechos supone la parte esencial de


la exigencia motivadora en tanto es aquélla por la que se conoce el proceso de
convicción del órgano jurisdiccional sobre la culpabilidad de una persona, en el

1016
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sentido de participación en el hecho delictivo imputado, lo que justifica el


ejercicio de la jurisdicción. Esta función sólo la pueda realizar el órgano
jurisdiccional que ha percibido la prueba con la inmediación derivada de la
práctica de la misma.

Siendo así el fallo judicial que pone fín al proceso debe ser la expresión
razonada de la valoración concreta e individualizada de los elementos que
integran el conflicto, de las pruebas practicadas de cargo y de descargo y de la
interpretación de la norma aplicada. Por ello mismo, la obligación de motivar –
como manifestación del derecho a la tutela judicial efectiva que ampara a todo
justiciable- supone la necesidad de valorar tanto las pruebas de cargo
presentadas por la acusación, como las de descargo practicadas a instancia de
la defensa.

A este respecto, no resulta ocioso reiterar los criterios contenidos en la


STS de 3 de mayo de 2.006, según la cual la sentencia debe expresar un estudio
<<lo suficientemente preciso del catálogo probatorio, de su valoración
respectiva y de su decisión, de suerte que una sentencia cuya decisión sólo esté
fundada en el análisis parcial de sólo la prueba de cargo, o sólo la prueba de
descargo, no daría satisfacción a las exigencias constitucionales del derecho a
la tutela judicial efectiva consagrado en el art. 24 de la C.E. La parte concernida
que viese silenciada, y por tanto no valorada el cuadro probatorio por él
propuesto no habría obtenido una respuesta desde las exigencias del derecho
a la tutela judicial efectiva, la resolución judicial no respondería al estándar
exigible de motivación, y en definitiva un tipo de motivación como el que se
comenta no sería el precipitado de la previa valoración y ponderación crítica de
toda la actividad probatoria, sino por el contrario, estaría más próximo a esa
inversión argumentativa que convirtiendo en presupuesto lo que sólo debería
ser el resultado del proceso crítico valorativo, partiría de la voluntad del órgano
judicial de resolver el caso de una determinada manera, para luego
"fundamentarlo" con un aporte probatorio sesgado en cuanto que sólo utilizarían
aquellos elementos favorables a la decisión previamente escogida, silenciando
los adversos.

1017
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tal planteamiento, no podía ocultar la naturaleza claramente


decisionista/voluntarista del fallo, extramuros de la labor de valoración crítica de
toda la prueba de acuerdo con la dialéctica de todo proceso, definido por la
contradicción entre las partes, con posible tacha de incurrir en arbitrariedad y
por tanto con vulneración del art. 9.3º de la C.E.

Ciertamente esta exigencia de vocación de valoración de toda la prueba


es predicable de todo enjuiciamiento sea cual fuese la decisión del Tribunal,
absolutoria o condenatoria, ya que el principio de unidad del ordenamiento
jurídico y de igualdad de partes no consentiría un tratamiento diferenciado,
aunque, justo es reconocerlo, así como para condenar es preciso alcanzar un
juicio de certeza -más allá de toda duda razonable según la reiterada
jurisprudencia del TEDH, y en el mismo sentido STC de 13 de julio de 1998,
entre otras muchas-, para una decisión absolutoria basta la duda seria en el
Tribunal que debe decidir, en virtud del principio in dubio pro reo.

Así, a modo de ejemplo, se puede citar la sentencia de esta Sala


2027/2001 de 19 de noviembre, en la que se apreció que la condena dictada en
instancia había sido en base, exclusivamente, a la prueba de cargo sin cita ni
valoración de la de descargo ofrecida por la defensa.

En dicha sentencia, esta Sala estimó que ".... tal prueba (de descargo)
ha quedado extramuros del acervo probatorio valorado por el Tribunal, y ello
supone un claro quebranto del principio de tutela judicial causante de
indefensión, porque se ha discriminado indebida y de forma irrazonable toda la
prueba de descargo, que en cualquier caso debe ser objeto de valoración junto
con la de cargo, bien para desestimarla de forma fundada, o para aceptarla
haciéndola prevalecer sobre la de cargo ... lo que en modo alguno resulta
inadmisible es ignorarla, porque ello puede ser exponente de un pre-juicio del
Tribunal que puede convertir la decisión en un a priori o presupuesto, en función
del cual se escogen las probanzas en sintonía con la decisión ya adoptada ....".

Ahora bien ello no comporta que el Tribunal sentenciador tenga que


realizar un análisis detallado y exhaustivo de cada una de las pruebas
practicadas pues cuando se trata de la motivación fáctica, recuerda la STS.
32/2000 de 19.1, la sentencia debe exponer cuál o cuáles son las pruebas que

1018
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sustentan la declaración de hechos probados, al objeto de que, conocidas éstas,


la parte tenga posibilidad real de impugnar la razonabilidad del criterio valorativo
del juzgador y que el Tribunal de casación, pueda, asimismo, efectuar la función
revisora sobre si el razonamiento de la resolución judicial impugnada es
suficiente para cimentar el relato histórico, pero debe advertirse que la
motivación fáctica adquiere especial importancia cuando el hecho probado se
apoya en prueba indirecta o indiciaria, porque entonces, es del todo punto
necesario la expresión de los razonamientos que han permitido al Tribunal llegar
a las conclusiones adoptadas a través de un proceso deductivo derivado de
unos hechos indiciarios indirectos, pero no es precisa una detallada
argumentación cuando la prueba es directa, en cuyo caso la exigencia de
motivación queda cumplimentada con la indicación de las pruebas directas de
que se trate, pues, en tal caso, el razonamiento va implícito en la descripción de
aquéllas.

En esta dirección las STS 540/2010 de 8-6 y 258/2010 de 12.3,


recuerdan que "la ponderación de la prueba de descargo representa un
presupuesto sine que non para la racionalidad del desenlace valorativo. Su toma
en consideración por el tribunal a quo es indispensable para que el juicio de
autoría pueda formularse con la apoyatura requerida por nuestro sistema
casacional.

No se trata, claro es, de abordar todas y cada una de las afirmaciones


de descargo ofrecidas por la parte pasiva del proceso.

En palabras del TC exige sólamente ponderar los distintos elementos


probatorios, pero sin que ello implique que esa ponderación se realice de modo
pormenorizado, ni que la ponderación se lleve a cabo del modo pretendido por
el recurrente, sino solamente que ofrezca una explicación para su rechazo (STC
148/2009, de 15-6; 187/2006, de 19-6).»

Declara también la STS 653/2016, de 15 de julio -Recurso núm.


197/2016, lo siguiente: «La necesidad de valorar toda la prueba, no implicará
siempre que deban citarse en la sentencia todas y cada una de las pruebas,
incluidas aquellas accesorias o marginales. Tampoco obliga a detallar uno por
uno cada elemento probatorio. Es técnica no indefectiblemente reprobable,

1019
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

omitir toda mención de alguna prueba de descargo compatible con la


inculpatoria que avale inequívocamente la culpabilidad; o que ha quedado ya
descalificada sin necesidad de mayores apreciaciones por la prueba
incriminatoria.»

iii) Por último, sobre la valoración de la prueba pericial de inteligencia,


cabe citar la STS 480/2009, de 22 de mayo (Recurso núm. 10084/2008) que ha
declarado:

«a) A este respecto debemos destacar nuestras sentencias 783/2007 de


1.10 y 786/2003 de 29.5, que han declarado que tal prueba pericial de
«inteligencia policial» cuya utilización en los supuestos de delincuencia
organizada es cada vez más frecuente, está reconocida en nuestro sistema
penal pues, en definitiva, no es más que una variante de la pericial a que se
refieren tanto los arts. 456 LECriminal, como el 335 LECivil, cuya finalidad no es
otra que la de suministrar al Juzgado una serie de conocimientos técnicos,
científicos, artísticos o prácticos cuya finalidad es fijar una realidad no
constatable directamente por el Juez y que, obviamente, no es vinculante para
él, sino que como el resto de probanzas, quedan sometidas a la valoración
crítica, debidamente fundada en los términos del art. 741 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal. En tal sentido podemos también citar la sentencia de
esta Sala 2084/2001 de 13 de diciembre. La prueba pericial es una variante de
las pruebas personales integrada por los testimonios de conocimiento emitidos
con tal carácter por especialistas del ramo correspondiente de más o menos alta
calificación científica, a valorar por el Tribunal de instancia conforme a los arts.
741 y 632 de la LECr. y 117.3 de la Constitución (STS 970/1998, de 17 de julio).
Dicho de otro modo: la prueba pericial es una prueba personal, pues el medio
de prueba se integra por la opinión o dictamen de una persona y al mismo
tiempo, una prueba indirecta en tanto proporciona conocimientos técnicos para
valorar los hechos controvertidos, pero no un conocimiento directo sobre cómo
ocurrieron los hechos (Sentencia 1385/ 1997).

Como ha sostenido acertadamente el Ministerio Fiscal en esta instancia,


en los funcionarios policiales que elaboran los llamados “informes de
inteligencia”, como en los expertos en legislación fiscal o de aduana, puede

1020
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concurrir esa doble condición de testigos, sean directos o de referencia, y


peritos. Se trata además de pruebas cuya utilización en los supuestos de
delincuencia organizada es cada vez más frecuente, y su validez, como ya lo
hemos declarado con anterioridad.

En suma, este tipo de prueba, se caracteriza por las siguientes notas:

1º) Se trata de una prueba singular que se utiliza en algunos procesos


complejos, en donde son necesarios especiales conocimientos, que no
responden a los parámetros habituales de las pruebas periciales más
convencionales;

2º) En consecuencia, no responden a un patrón diseñado en la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, no obstante lo cual, nada impide su utilización en el
proceso penal cuando se precisan esos conocimientos, como así lo ha puesto
de manifiesto la jurisprudencia reiterada de esta Sala;

3º) En todo caso, la valoración de tales informes es libre, de modo que


el Tribunal de instancia puede analizarlos racional y libremente: los informes
policiales de inteligencia, aun ratificados por sus autores no resultan en ningún
caso vinculantes para el Tribunal y por su naturaleza no podrán ser
considerados como documentos a efectos casacionales;

4º) No se trata tampoco de pura prueba documental: no puedan ser


invocados como documentos los citados informes periciales, salvo que
procedan de organismos oficiales y no hubieran sido impugnados por las partes,
y en las circunstancias excepcionales que señala la jurisprudencia de esa Sala
para los casos en que se trata de la única prueba sobre un extremo fáctico y
haya sido totalmente obviada por el Tribunal sin explicación alguna incorporada
al relato de un modo, parcial, mutilado o fragmentario, o bien, cuando siendo
varios los informes periciales, resulten totalmente coincidentes y el Tribunal los
haya desatendido sin aportar justificación alguna de su proceder;

5º) El Tribunal, en suma, puede apartarse en su valoración de tales


informes, y en esta misma sentencia recurrida, se ven supuestos en que así se
ha procedido por los jueces “a quibus”;

1021
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

6º) Aunque cuando se trate de una prueba que participa de la naturaleza


de pericial y testifical, es, desde luego, más próxima a la pericial, pues los
autores del mismo, aportan conocimientos propios y especializados, para la
valoración de determinados documentos o estrategias;

7º) Finalmente, podría el Tribunal llegar a esas conclusiones, con la


lectura y análisis de tales documentos.

En el caso concreto de la STS. 783/2007 se alegaba vulneración del


derecho a la tutela judicial efectiva y derecho a un proceso con todas las
garantías, art. 24.1 y 2 CE, al otorgar carácter pericial a los informes de policía
periciales de inteligencia, cuyos autores comparecen en el acto del juicio oral
como peritos y no como testigos, y esta Sala desestimó tal alegación
argumentando que “al haber comparecido los funcionarios que son autores de
los informes y tratarse de un equipo de investigación que se encuentra
organizado como una Brigada Especial de Policía, se le puede aplicar la doctrina
legal de los laboratorios oficiales (pues en suma es lo mismo) y de ahí que no
exista tacha alguna en cuanto a la participación de los mismos, a los efectos de
la comparecencia de ambos funcionarios.»

«…b) No obstante lo anterior no puede desconocerse -como señala el


Ministerio Fiscal en su escrito de impugnación- que esta misma Sala en otras
sentencias, 119/2007, 556/2006 y 1029/2005 se inclina por no calificar estos
informes de inteligencia como prueba pericial, precisando que: “es claro que
apreciaciones como la relativa a la adscripción o no de alguien a una
determinada organización criminal, o la intervención de un sujeto en una acción
delictiva a tenor de ciertos datos, pertenecen al género de las propias del común
saber empírico. Salvo, claro está, en aquellos aspectos puntuales cuya fijación
pudiera eventualmente reclamar una precisa mediación técnica, como sucede,
por ejemplo, cuando se trata de examinar improntas dactilares. Pero ese plus
de conocimiento global no determina, por ello solo, un saber cualitativamente
distinto, ni especializado en sentido propio. Y, así, seguirá perteneciendo al
género de los saberes comunes, susceptibles de entrar en el área del
enjuiciamiento por el cauce de una prueba testifical, apta para ser valorada por
el juez o tribunal, directamente y por sí mismo”.

1022
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Ahora bien aun cuando esta sentencia 119/2007 niega la condición de


prueba pericial a estos informes, sí precisa que: “participan de la naturaleza de
la prueba de indicios, en la medida que aportan datos de conocimiento para el
Tribunal sobre determinadas personas y actividades. Y esos datos si son
coherentes con el resultado de otros medios de prueba pueden determinar, en
conjunción con ellos, la prueba de un hecho, siempre que éste fluya del
contenido de todos esos elementos valorados por el órgano sentenciador”.

Esencial será constatar si las conclusiones obtenidas por los funcionarios


del servicio de información de la Guardia Civil o Brigada policial, pueden ser
asumidos por la Sala, a la vista de la documental obrante en la causa y el resto
de las pruebas practicadas en el plenario, esto es, si se parte de su
consideración como testifical donde debe ponerse atención es en el examen de
los documentos manejados por los funcionarios policiales y así, a partir de ellos
y de los hechos proporcionados de este modo, y como este Tribunal de casación
podría controlar la racionalidad de las inferencias realizadas por el Tribunal de
instancia.

En definitiva podemos concluir que se trata de un medio probatorio que


no está previsto en la Ley, siendo los autores de dichos informes personas
expertas en esta clase de información que auxilian al Tribunal, aportando
elementos interpretativos sobre datos objetivos que están en la causa, siendo lo
importante si las conclusiones que extraen son racionales y pueden ser
asumidas por el Tribunal, racionalmente expuestas y de forma contradictoria
ante la Sala.

No siendo ocioso recordar que en relación a la prueba pericial, como


destaca la doctrina, es una prueba de apreciación discrecional o libre y no legal
o tasada, por lo que, desde el punto de vista normativo, la ley precisa que “el
Tribunal valorará los dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica”
(art. 348 de la LEC), lo cual, en último término, significa que la valoración de los
dictámenes periciales es libre para el Tribunal, como, con carácter general, se
establece en el art. 741 de la LECrim. para toda la actividad probatoria (“el
Tribunal, apreciando según su conciencia, las pruebas practicadas en el juicio,
las razones expuestas por la acusación y la defensa y lo manifestado por los

1023
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mismos procesados, dictará sentencia”), sin que pueda olvidarse, ello no


obstante, la interdicción constitucional de la arbitrariedad de los poderes
públicos ( art. 9.3 C.E.). El Tribunal es, por tanto, libre a la hora de valorar los
dictámenes periciales; únicamente está limitado por las reglas de la sana crítica
–que no se hallan recogidas en precepto alguno, pero que, en definitiva, están
constituidas por las exigencias de la lógica, los conocimientos científicos, las
máximas de la experiencia y, en último término, el sentido común- las cuáles,
lógicamente, le imponen la necesidad de tomar en consideración, entre otros
extremos, la dificultad de la materia sobre la que verse el dictamen, la
preparación técnica de los peritos, su especialización, el origen de la elección
del perito, su buena fe, las características técnicas del dictamen, la firmeza de
los principios y leyes científicas aplicados, los antecedentes del informe
(reconocimientos, períodos de observación, pruebas técnicas realizadas,
número y calidad de los dictámenes obrantes en los autos, concordancia o
disconformidad entre ellos, resultado de la valoración de las otras pruebas
practicadas, las propias observaciones del Tribunal, etc.); debiendo éste,
finalmente, exponer en su sentencia las razones que le han impulsado a aceptar
o no las conclusiones de la pericia (STS. 1102/2007 de 21.12.

No se trata de pruebas que aporten aspectos fácticos, sino criterios que


auxilian al órgano jurisdiccional en la interpretación y valoración de los hechos,
sin modificar las facultades que le corresponden en orden a la valoración de la
prueba. Por otro lado, su carácter de prueba personal no debe perderse de vista
cuando la prueba pericial ha sido ratificada, ampliada o aclarada en el acto del
juicio oral ante el Tribunal, pues estos aspectos quedan entonces de alguna
forma afectados por la percepción directa del órgano jurisdiccional a
consecuencia de la inmediación (SSTS. 5.6.2000, 5.11.2003, 937/2007 de
28.11).

c) Se aduce asimismo en el motivo la consideración de meros atestados


policiales a dichos informes y por tanto su nula virtualidad probatoria.

Esta pretensión resulta demasiado simplista. En relación a los atestados


debemos significar que las diligencias sumariales no carecen en absoluto de
eficacia probatoria, ya que pueden tener dicho valor cuando se cumple el

1024
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

requisito de su reproducción en el juicio oral, no como simple fórmula de estilo,


sino en condiciones que permitan someterlas a contradicción. Las diligencias
sumariales son actos de investigación encaminados a la averiguación del delito
e identificación del delincuente, no siendo prueba de cargo, pues su finalidad
especifica no es la fijación definitiva de unos hechos sino la de preparar el juicio
oral. En tal sentido, las diligencias sumariales sólo son eficaces cuando bajo los
principios de oralidad, publicidad, inmediación y contradicción lleguen al juicio
oral o, en casos imprescindibles se ratifiquen aunque fuera por la fórmula del
art. 730 LECrim. Por ello si bien únicamente pueden considerarse auténticas
pruebas que vinculen a los órganos de la justicia penal en el momento de dictar
sentencia las practicadas en el juicio oral, esta regla no puede ser entendida en
un sentido tan radical que conduzca a negar toda eficacia probatoria a las
diligencias policiales o sumariales practicadas con las formalidades que la
Constitución y el ordenamiento procesal establecen siempre que las mismas
sean reproducidas en el juicio oral en condiciones que permitan a la defensa del
acusado someterlas a contradicción (SSTC. 15.4.91, 28.5.92).

La prueba efectiva y válida debe estar rodeada de las garantías que


proporciona la publicidad, inmediación y contradicción de las sesiones del juicio
oral, pero ello no impide que algunas actuaciones de la fase previa de la
investigación se consoliden como instrumentos probatorios si se someten al
contraste necesario que se deriva de su reproducción publica y oral. Cuando se
produce una diferencia entre testimonios probatorios sumariales y los
manifestados ante el Tribunal sentenciador se puede someter a contraste su
contenido y depurar las discordancias para obtener de manera directa una
conclusión válida sobre la veracidad de unas u otras. El Tribunal sentenciador
no puede caprichosamente optar por el material probatorio existente en el
sumario sino que debe explicar y argumentar las razones que se han llevado a
considerarlo verosímil y fiable. Solo con estas cautelas se puede dar paso a
pruebas obtenidas en la fase de investigación, al margen de la publicidad y fuera
de la presencia de los órganos juzgadores.

En definitiva la doctrina constitucional relativa al valor probatorio del


atestado policial se resume en los siguientes puntos:

1025
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1) Solo puede concederse al atestado valor de auténtico elemento


probatorio si es reiterado y ratificado en el juicio oral, normalmente mediante la
declaración testifical de los agentes de Policía firmantes del mismo (SSTC.
100/85, 101/85, 173/85, 49/86, 145/87, 5/89, 182/89, 24/91, 138/92, 301/93,
51/95 y 157/95). En consecuencia, vulnera el derecho a la presunción de
inocencia la sentencia condenatoria que se dicte sobre la única base del
atestado policial no ratificado (SSTC. 173/85, 182/89, 303/93).

2) No obstante lo anterior, el atestado tiene virtualidad probatoria propia


cuando contiene datos objetivos y verificables, pues hay partes del atestado,
como pueden ser planos, croquis, huellas, fotografías que, sin estar dentro del
perímetro de las pruebas preconstituidas o anticipadas, pueden ser utilizadas
como elementos de juicio coadyuvantes, siempre que sean introducidos en el
juicio oral como prueba documental a fin de posibilitar su efectiva contradicción
por las partes (SSTC. 132/92, 157/95). Asimismo cuando los atestados
contienen determinadas pericias técnicas realizadas por los agentes policiales
–por ejemplo, el test alcoholímetro- y que no pueden ser reproducidas en el acto
del juicio oral, es posible considerar dichas pericias como actividad probatoria,
a título de prueba pericial preconstituida, siempre y cuando el atestado se
incorpore al proceso y sea debidamente ratificado (SSTC. 100/85, 145/85 y
5/89).

3) Por último, en cuanto al carácter de prueba documental del atestado


policial cabe precisar que el atestado, con independencia de su consideración
material de documento, no tiene, como regla general, el carácter de prueba
documental, pues incluso en los supuestos en los que los agentes policiales que
intervinieron en el atestado presten declaración en el juicio oral, las
declaraciones tienen la consideración de prueba testifical (STC. 217/89, SSTS.
2.4.96, 2.12.98, 10.10.2005, 27.9.2006), bien entendido que estas
declaraciones en el plenario de los agentes policiales sobre hechos de
conocimiento propio al estar prestadas con las garantías procesales propias del
acto constituyen prueba de cargo apta y suficiente para enervar la presunción
de inocencia (STS. 284/96 de 2.4).

1026
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Solo en los casos antes citados –planos, croquis, fotografías, etc. … el


atestado policial puede tener la consideración de prueba documental, siempre y
cuando, como hemos subrayado, se incorpore al proceso respetando en la
medida de lo posible los principios de inmediación, oralidad y contradicción
(STC. 173/97 de 14.10).

En el caso que nos ocupa los autores de los informes comparecieron al


juicio oral ratificando los mismos, siendo sometidos a contradicción, de modo
que el Tribunal pudo valorar su contenido y el de la documentación obrante en
los Anexos unidos a los Informes sin que en el motivo se refiera a una o unas
concretas pruebas de esta naturaleza, limitándose a su impugnación genérica.

3.2. Sobre la vulneración de derechos constitucionales en relación con el


delito de blanqueo de capitales relativo a la sociedad SPINAKER 2000 SL.

i) Sobre el alcance de la función casacional encomendada a esta Sala,


respecto de la vulneración del derecho a la presunción de inocencia, podríamos
acudir a la STS 817/2017, de 13 de diciembre (Recurso núm. 292/2017), que
señala:

«Como hemos explicitado en numerosas resoluciones de esta Sala, por


ejemplo SS. 1126/2006 de 15.12, 742/2007 de 26.9 y 52/2008 de 5.2 cuando se
alega infracción de este derecho a la presunción de inocencia, la función de esta
Sala no puede consistir en realizar una nueva valoración de las pruebas
practicadas a presencia del Juzgador de instancia, porque a éste solo
corresponde esa función valorativa, pero si puede este Tribunal verificar que,
efectivamente, el Tribunal "a quo" contó con suficiente prueba de signo
acusatorio sobre la comisión del hecho y la participación en él del acusado, para
dictar un fallo de condena, cerciorándose también de que esa prueba fue
obtenida sin violar derechos o libertades fundamentales y sus correctas
condiciones de oralidad, publicidad, inmediación y contradicción y comprobando
también que en la preceptiva motivación de la sentencia se ha expresado por el
Juzgador el proceso de su raciocinio, al menos en sus aspectos fundamentales,
que le han llevado a decidir el fallo sin infringir en ellos los criterios de la lógica
y de la experiencia (STS. 1125/2001 de 12.7).

1027
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En cuanto a la vulneración de la presunción de inocencia respecto a la


tesis definitiva del acusado por existir alternativas plausibles razonables, en
SSTS 784/2009 de 14 julio, 681/2010 de 15 julio, 211/2017 del 29 febrero,
tenemos dicho que para determinar si esta garantía ha sido desconocida, lo que
ha de constatarse en primer lugar son las condiciones en que se ha obtenido el
convencimiento que condujo a la condena. Esto exige que se examine si la
aportación de los elementos de la discusión sobre la aceptabilidad de la
imputación se efectúa desde el respeto al método legalmente impuesto, de
suerte que los medios de prueba sean considerados válidos y el debate se
someta a las condiciones de contradicción y publicidad.

En segundo lugar, como también indicábamos en aquellas resoluciones,


y como contenido específico de este derecho fundamental a la presunción de
inocencia, deberá examinarse si, prescindiendo del grado de seguridad que el
Juez tenga sobre el acierto de su convicción, ese método ha llevado a una
certeza objetiva sobre la hipótesis de la acusación. No porque se demuestre una
verdad indiscutible de las afirmaciones que funda la imputación. Sino porque,
desde la coherencia lógica, se justifique esa conclusión, partiendo de
proposiciones tenidas indiscutidamente por correctas.

Para constatar el cumplimiento de este específico presupuesto de


enervación de la presunción constitucionalmente garantizada han de verificarse
dos exclusiones:

La primera que la sentencia condenatoria no parte del vacío probatorio,


o ausencia de medios de prueba, que aporten proposiciones de contenido
incriminador y sean válidamente obtenidas y producidas en el debate oral y
público.

El vacío habrá sido colmado cuando, más allá del convencimiento


subjetivo que el Juez, al valorar los medios de prueba, adquiera sobre la
veracidad de la acusación, pueda estimarse, en trance de revisión, que no
sustitución, de la valoración del Juez, que los medios que valoró autorizan a
tener por objetivamente aceptable la veracidad de la acusación o, si se quiere,
a excluir la mendacidad de la acusación.

1028
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La segunda la inexistencia de alternativas, a la hipótesis que justificó la


condena, susceptibles de ser calificadas como razonables. Y ello porque, para
establecer la satisfacción del canon de razonabilidad de la imputación, además,
se requiere que las objeciones oponibles se muestren ya carentes de motivos
racionales que las justifiquen de modo tal que pueda decirse que excluye, para
la generalidad, dudas que puedan considerarse razonables.

Ahora bien ello no implica que el Tribunal esté obligado a considerar


probadas todas las alegaciones formuladas por el acusado, ni que tenga que
realizar un análisis exhaustivo de cada una de las pruebas practicadas, lo que
sí está obligado que es a ponderar y valorar la prueba de descargo junto con la
de cargo, lo que representa un presupuesto sine qua non indispensable para
que el juicio de autoría pueda formularse con la apoyatura requerida por nuestro
sistema constitucional. No se trata, claro es, de abordar todas y cada una de las
afirmaciones de descargo ofrecidas por la parte pasiva del proceso (STS
258/2010 de 12 marzo, 540/2010 y 8 junio).

En palabras del Tribunal Constitucional exige solamente ponderar los


distintos elementos probatorios, pero sin que ello implique que esa ponderación
se realice de modo pormenorizado, ni que la ponderación se lleve a cabo del
modo pretendido por el recurrente, sino solamente que se ofrezca una
explicación para su rechazo (SSTC. 187/2006 de 19 junio, 148/2009 y 15
junio).»

ii) Respecto a la denuncia de la vulneración conjunta del derecho a la


tutela judicial efectiva, debe destacarse lo expuesto en la STS 86/2018, de 19
de febrero (Recurso núm. 538/2017):

«Dada la conjunta denuncia de vulneración de los dos derechos


fundamentales habrá que diferenciar los contenidos y garantías de uno y otro
derecho (vid SSTS 789/2014 del 2 diciembre, 119/2015 de 12 marzo, 812/2016
de 28 octubre).

En efecto el derecho a la tutela judicial efectiva establecido en el art. 24.1


CE, comprende, entre otros derechos, el de obtener una resolución fundada un
derecho de los jueces y tribunales y exige que las sentencias expliciten de forma

1029
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

bastante, las razones de sus fallos, esto es, que estén motivadas de forma
bastante, lo que como se dice en la STS. 714/2014 de 12.11, lo que además ya
venía preceptuado en el art. 142 LECrim. está prescrito en el art. 120.3 CE, y se
deduce implícitamente de la prohibición de la arbitrariedad que impone el art.
9.3 de la misma Supra Ley.»

«…En definitiva, como hemos dicho en STS. 10/2015 de 29.1, con cita
SSTS. 151/2011 de 10.3, 1429/2011 de 30.12, 241/2012 de 23.3, 631/2012 de
9.7, la presunción de inocencia implica que la decisión de condena debe venir
avalada por la constatación de la existencia de motivos, en los que se funde la
afirmación de los elementos del delito. Por ello, al decidir el recurso, cuando se
invoca su vulneración, ha de examinarse si es aceptable o no la afirmación de
que tales motivos existen.

Por el contrario, el derecho de tutela judicial, además de que no alcanza


solamente a los supuestos de sentencia de condena, ni es alegable solamente,
por ello, por quien es condenado, alcanza a la suficiencia y corrección de los
argumentos utilizados para afirmar o negar la existencia de los motivos que
funda la absolución o la condena.

De ahí que resulte inadmisible la formulación, bajo la invocación del


derecho a la tutela judicial, de una pretensión que, a modo de presunción de
inocencia invertida, inste la afirmación de existencia de aquellos motivos para
obtener una sentencia de condena. El derecho a la tutela judicial no alcanza a
la existencia o inexistencia de tales motivos.

Tal diferencia de contenido se traduce en una esencial diferencia de los


efectos de la vulneración de una u otra garantía. La vulneración de la garantía
de tutela judicial aquel derecho justifica solamente la exigencia de que sea
dictada nueva resolución, mientras que en el caso de estimarse vulnerado el
derecho a la presunción de inocencia, por inexistencia de motivos para la
condena, la resolución que procede es la de absolver al acusado. Por su parte
el Tribunal Constitucional se refiere, por un lado, a lo que denomina la "cuestión
de si la valoración de la prueba está suficientemente motivada" afecta al derecho
a la tutela judicial, pero también, e incluso principalmente, a la garantía de
presunción de inocencia. El matiz determinante será el grado de incumplimiento

1030
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la obligación de motivar. El derecho a la tutela judicial se satisface con un


grado mínimo. Basta con que la sentencia permita la cognoscibilidad de la ratio
decidendi. Pero si éste no se alcanza se habrá vulnerado el más exigente canon
de la presunción de inocencia. (SSTC 9/2011 de 28 Feb. 2011 y las ahí citadas
SSTC 5/2000), de 17 de enero, FJ 2; 249/2000 de 30 de octubre, FJ 3; 209/2002
de 11 de noviembre, FFJJ 3 y 4; 143/2005 de 6 de junio, FJ 4); 245/2007 de 10
de diciembre, FJ 5). En la STC 107/2011 de 20 de junio se reitera que el derecho
a la tutela se considera satisfecho siempre que la motivación no acoja una
aplicación arbitraria de la legalidad, no resulte manifiestamente irrazonada o
irrazonable, y no incurra en un error patente.»

Por otra parte, dado que se cuestiona el valor como prueba de cargo de
la declaración de Francisco Correa, puede citarse la STS 120/2018, de 16 de
marzo (Recurso núm. 10625/2017) y la doctrina expuesta sobre el valor de la
declaración del coimputado en los recursos de Jesús Merino y Jesús Sepúlveda
en el sentido de que:

«…esta sala tiene declarado SSTS, 577/2014 de 25 de marzo, 426/2016


de 119 de mayo, 960/2016 de 20 diciembre, consciente de que el testimonio del
coacusado sólo informa limitada, puede someterse a contradicción -justamente
por la condición procesal de aquél y los derechos que le son inherentes, ya que
a diferencia del testigo no solo no tiene la obligación de decir la verdad, sino que
puede callar parcial o totalmente en virtud del derecho a no declarar contra sí
mismo y a no confesarse culpable que le reconoce a todo ciudadano su derecho
a no colaborar con su propia incriminación (SSTC. 57/2002 de 11.3, 132/2002
de 22.7, 132/2004 de 20.9), ha venido disponiendo una serie de cautelas, para
que la declaración del coacusado alcance virtualidad probatoria, y así ha exigido
un plus probatorio, consistente en la necesidad de su corroboración mínima de
la misma.

4. Viabilidad del motivo examinado

4.1. Sobre el proceso de valoración de la prueba.

El recurrente, en síntesis, sostiene la irracionalidad de los criterios


generales que la sentencia expone sobre la valoración de las pruebas

1031
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

practicadas, bien a modo meramente introductorio o bien como consecuencia


de las impugnaciones deducidas por las defensas.

Siendo así, examinada la jurisprudencia antes reproducida, el motivo


deberá ser desestimado, puesto que, desde esta perspectiva, lejos de las dudas
suscitadas por el recurrente, los criterios apuntados en la sentencia son
enteramente ajustados a dicha jurisprudencia.

En definitiva, podrá, a lo sumo, el recurrente someter a este Tribunal de


Casación la eventual insuficiencia probatoria o la irracionalidad del juicio
valorativo expuesto en la sentencia en relación con ciertos hechos, pero, desde
el punto de vista analizado, los argumentos expuestos por el órgano a quo no
pueden ser tachados de arbitrarios o vulneradores de derecho constitucional
alguno en los términos pretendidos.

4.2. Sobre la vulneración de derechos constitucionales en relación con el


delito de blanqueo de capitales relativo a la sociedad SPINAKER 2000 SL.

Examinados los argumentos expuestos en la sentencia y los criterios


jurisprudenciales correspondientes, tampoco este submotivo puede tener
favorable acogida. La sentencia parte de unos indicios plurales, concomitantes,
interrelacionados y plenamente acreditados que le permiten inferir de una forma
lógica y racional que los acusados se concertaron para, aprovechando la
influencia que, entre otros, tenía Luis Bárcenas por razón del cargo que ocupaba
dentro de su formación política, obtener adjudicaciones de obra pública a favor
de las empresas de confianza de Francisco Correa y que éste pudiera controlar,
a cambio de gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que éste distribuía
en efectivo y, en el caso de Luis Bárcenas, también en forma de viajes y
servicios que encubría con facturas ficticias.

Las mismas características pueden predicarse de la inferencia de la


sentencia de instancia relativa a que una parte de estas cantidades de
procedencia ilícita se canalizaron a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL
constituida con dinero ilícito de Francisco Correa y que, en realidad, era un
holding de empresas puesto al servicio del proyecto delictivo común, que no era
otro que conseguir beneficios ilícitos, a repartir entre todos, a los que, además,

1032
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se trata de darles una apariencia lícita a través de alguna de las sociedades,


como se hizo con RIALGREEN, mediante la emisión de facturas falsas.

El relato de hechos probados respecto a este extremo, como se deriva


de la fundamentación de la sentencia, también se sustenta en medios de prueba
lícitos, suficientes y valorados de forma lógica y racional, que son los parámetros
que corresponde valorar en esta instancia. El recurrente puede, como de hecho
hace extensamente, discrepar de esta valoración y proponer una alternativa
pero ello no ampara por sí las vulneraciones denunciadas.

En definitiva, la prueba practicada (integrada, esencialmente, por la


declaración de Francisco Correa debidamente corroborada por abundante
prueba documental, testifical y pericial adicional) permite estimar probada la
participación del recurrente en los hechos por los que ha sido condenado y,
además, lo hace de forma razonada y razonable, sin que, por tanto, quepa
estimar tampoco la pretendida vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva que se denuncia.

La lectura de los argumentos del Tribunal de instancia ponen de


manifiesto, por otro lado, que se trató de forma pormenorizada las pruebas en
las que asentó su convicción condenatoria, rechazando las alegaciones
exculpatorias que ahora se reiteran en el recurso y no albergando duda alguna
al respecto.

Por ello, también la invocación al principio «in dubio pro reo» debe ser
rechazada pues como hemos dicho en STS 660/2010 el principio “in dubio pro
reo” nos señala cuál debe ser la decisión en los supuestos de duda pero no
puede determinar la aparición de dudas donde no las hay, existiendo prueba de
cago suficiente y válida, si el Tribunal sentenciador expresa su convicción sin
duda razonable alguna, el referido principio carece de aplicación (STS 709/97,
de 21-5; 1667/2002, de 16-10; 1060/2003, de 25-6). En este sentido la STS
999/2007, de 26-11, con cita en la STS 939/98 de 13-7, que recordaba que «el
principio in dubio pro reo no tiene acceso a la casación por suponer una
valoración de la prueba que está vedada a las partes con arreglo a lo establecido
en el art. 741 LECr., pero esta doctrina quiebra cuando es la propia Sala
sentenciadora la que en sus razonamientos nos muestra unas dudas evidentes.

1033
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En estos casos sí es posible examinar en casación la existencia y aplicación de


tal principio favorable al reo. Por tanto, el principio in dubio pro reo sí puede ser
invocado para fundamentar la casación, cuando resulte vulnerado su aspecto
normativo, es decir, en la medida en la que esté acreditado que el tribunal ha
condenado a pesar de su duda. Por el contrario, no cabe invocarlo para exigir al
tribunal que dude, ni pueda pedir a los jueces que no duden. La duda del tribunal,
como tal, no es revisable en casación, dado que el principio in dubio pro reo no
establece en qué supuestos los jueces tienen el deber de dudar, sino cómo se
debe proceder en el caso de duda (STS 1186/95, de 1-12; 1037/95, de 27-12)».

268.- El motivo cuarto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la presunción de inocencia, al derecho de defensa y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, así
como a la tutela judicial efectiva, en relación con el delito fiscal.

El motivo es idéntico al MOTIVO TERCERO del recurso de la Sra.


Iglesias.

1. Alegaciones del recurso.

En el desarrollo del motivo se alega sobre los siguientes extremos:

i) Cuantos informes y actuaciones judiciales se han llevado a cabo


utilizando la documentación remitida por las autoridades suizas son nulos.
Existe una resolución del Tribunal Penal Federal de 14/11/2014, confirmada el
05/01/2015, que suspende la autorización concedida a las autoridades
españolas el 14/04/2014 para utilizar dicha información para la imputación o
persecución de delitos fiscales. En todo caso, la comunicación de las
autoridades suizas, por la que supuestamente se autoriza el uso sin
restricciones, es fruto de una indebida actuación instructora y vulnera el principio
de especialidad.

1034
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ii) Las operaciones de compraventa de cuadros reflejadas en la


declaración de IRPF de Rosalía Iglesias del año 2006 son reales y, en
consecuencia, los coeficientes de abatimiento fueron aplicados correctamente,
lo que supone que la liquidación no alcance el umbral del delito fiscal.

iii) No puede haber delito fiscal al no existir ganancia que no se vea


afectada por el comiso decretado (STS 28-03-2001, doctrina Urralburu). El doble
cómputo que efectúa la sentencia de determinados ingresos, como ingresos
ilícitos y como ganancias patrimoniales no justificadas, le causa indefensión.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso por


infracción de ley relacionado con el delito de blanqueo de capitales).

iv) La sentencia presume que la cuota defraudada correspondiente al


ejercicio del 2007 supera el umbral típico de los 120.000 euros que, como
elemento del tipo, debe ser fijado en sentencia, por lo que tal indeterminación
debería conducir a su absolución.

(La cuestión se reitera en los MOTIVOS DECIMOSEGUNDO y


DECIMOTERCERO del recurso, por infracción de ley).

v) Los argumentos expuestos en la sentencia para atribuirle la titularidad


de determinadas rentas y patrimonios (especialmente los de la Fundación
SINEQUANON, TESEDUL y GRANDA GLOBAL), en aplicación de la teoría del
levantamiento del velo, son irracionales por contrarios a la normativa tributaria.

Subsidiariamente a lo anterior, aduce que la teoría del levantamiento del


velo debe aplicarse tanto para los efectos desfavorables como para los
favorables (STS 1646/2017), lo que supone que la regularización tributaria del
año 2012 debe tener su repercusión en la fijación de la cuota tributaria,
extinguiendo el delito fiscal del ejercicio de 2007 y posteriores.

(La cuestión se aborda detalladamente en el MOTIVO


DECIMOSEGUNDO del recurso, como infracción de ley).

vi) Los viajes realizados a través de PASADENA DE VIAJES y


GABINETE DE VIAJES no fueron regalos, sino que se abonaron. Existen

1035
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

facturas selladas que acreditan su abono, lo que debió conducir a su absolución,


en forma idéntica a como se acuerda respecto de otros acusados (Sres. Moreno
y Peñas).

(Los restantes argumentos, tendentes a sostener que no pueden


computarse estos regalos como ganancias patrimoniales no justificadas a los
efectos de calcular la cuota defraudada para el delito fiscal, se reiteran en el
MOTIVO DECIMOSEGUNDO por infracción de ley).

vii) La sentencia declara probado que la constitución de la Fundación


SINEQUANON tenía por objeto eludir la Directiva Europea del Ahorro, sin que
prueba alguna avale dicha conclusión.

(La cuestión se reitera en los MOTIVOS DECIMOSEGUNDO, por


infracción de ley relacionado con el delito de fraude a la Hacienda Pública, y
DECIMOSÉPTIMO, por infracción de ley relacionado con el delito de blanqueo
de capitales).

viii) Los informes periciales emitidos una vez iniciado el juicio son nulos.
No son informes complementarios, sino nuevos informes que incorporan datos
desconocidos hasta entonces, sobre los que no se preguntó a los acusados ni
a los testigos.

(La cuestión ya fue parcialmente abordada en los MOTIVOS PRIMERO


y OCTAVO, y se reitera en el MOTIVO DECIMONOVENO, por quebrantamiento
de forma).

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias (folios nº 1224 a 1232 y 1562 a 1565) por la comisión de los delitos
contra la Hacienda Pública referidos al IRPF e IP del año 2003 (en este caso,
en concurso medial con un delito continuado de falsedad documental, en
relación con la facturación falsa emitida por PASADENA VIAJES), 2006 y 2007
(en este último caso, con la apreciación de la atenuante de reparación del daño
del art. 20.5º CP).

1036
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.1. Sobre los hechos probados.

La base para la condena por estos delitos se encontraría en diversos


apartados de los hechos declarados probados relativos al «apartado Castilla y
León».

i) De modo principal, en el apartado «ocultación de rentas a la Hacienda


Pública» (folios nº 252 a 254), se declara probado que hasta mediados de 2005,
cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro para Suiza, en las cuentas
bancarias de dicho país, donde anteriormente figuraba como titular Luis
Bárcenas, se interponen una serie de personas jurídicas con domicilios en
países no cooperantes, lo que, si no totalmente imposible, sí genera una muy
enorme dificultad para que la Hacienda Pública pueda identificar al titular real
de la riqueza. A lo que se une el hecho de que estas cuentas se nutrían con
ingresos en metálico, no detectables en cuanto a su origen, con lo que, de esta
manera, se consiguió eludir el pago que, por razón de su fortuna, debiera hacer
frente el real dueño de ella.

Así, siguiendo esta estrategia, lo primero que hizo Luis Bárcenas, en julio
de 2005, fue interponer a la Fundación panameña SINEQUANON, además de
abrir en 2006 una cuenta a nombre de su mujer, con el conocimiento de ésta, y
en la que ambos tenían capacidad de disposición y manejo. Ya en 2009, una
vez habría trascendido a los medios de comunicación la incoación de la presente
causa, procedió a poner los fondos a nombre de la entidad TESEDUL -que le
pertenecía y de la que se aprovechó de los fondos recibidos de la también
uruguaya RUMAGOL por medio de su testaferro Iván Yáñez-, como también los
puso en su sociedad GRANDA GLOBAL.

En la evolución de los movimientos de estas cuentas, de manera


progresiva, se fueron produciendo ingresos en las del DRESDNER BANK y
LOMBARD ODIER, que superan los 10.000.000 euros. Sin embargo, a partir de
2009, se produjo el movimiento inverso, es decir, la extracción de fondos de
esas cuentas, sin que Luis Bárcenas haya dado explicación creíble y que,
debido a que en cantidad de ocasiones se ha perdido su rastro, cabe concluir
que se ha conseguido encontrar fórmulas para evitar que este patrimonio
pudiera ser intervenido con motivo de su encartamiento en la presente causa.

1037
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En conclusión, valiéndose de estas circunstancias, ni las rentas de Luis


Bárcenas ni las de Rosalía Iglesias fueron declaradas correctamente a la
Hacienda Pública, ante la cual reflejaron sólo parcialmente sus recursos, como
las supuestas compraventas de cuadros.

Además, el 03/10/2012, presentó, modelo 750, de Declaración Tributaria


Especial en nombre de TESEDUL, con esa finalidad de continuar manteniendo
oculta a la Hacienda Pública la verdadera titularidad de los fondos, y en la que
reflejó, de modo incompleto, las cantidades omitidas en las correspondientes
declaraciones de IRPF de Luis Bárcenas de los años 2007 a 2010, período en
que, conforme a dicha normativa cabía tal regularización, e ingresando por tal
concepto la cantidad de 1.098.804 euros. Y con igual finalidad de ocultar Luis
Bárcenas ser el real propietario, como también el verdadero origen de los
fondos, de acuerdo con Iván Yáñez, se valió de GRANDA GLOBAL para
presentar, en nombre de esta sociedad, Declaración Tributaria Especial el
04/10/2012, ingresando 132.051 euros.

Por último, los hechos declarados probados señalan que la cantidad en


que se han logrado concretar los ingresos en las cuentas suizas ha sido
10.017.787,23 euros que se ocultaron a la Hacienda Pública, dejando de
ingresar cuotas por el concepto de IRPF y de IP en los siguientes ejercicios:

La cuota dejada de ingresar por Luis Bárcenas en el ejercicio 2000, por


el IRPF, fue 730.704,06 euros y por el IP 135.293,67 euros.

En el ejercicio 2001, por Luis Bárcenas, por el IRPF, fue 864.082,98


euros y por el IP 174.083,06 euros.

En el ejercicio 2002, por Luis Bárcenas, por el IRPF, fue 392.548,34


euros y por el IP 175.983,73 euros.

En el ejercicio 2003, por Luis Bárcenas, por el IRPF, fue 1.193.394,83


euros y por el IP 279.541,46 euros.

En el ejercicio 2004, por Luis Bárcenas, por el IRPF, fue 1.010.637,60


euros y por el IP 437.351,10 euros.

1038
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el ejercicio 2005, por Luis Bárcenas, por el IRPF, fue 999.878,54


euros y por el IP 421.062,49 euros.

En el ejercicio 2006, la cuota defraudada por Luis Bárcenas, en concepto


de IRPF, ascendió a 668.421,69 euros y, por IP, a 423.534,15 euros. Por su
parte, la de Rosalía Iglesias, en concepto de IRPF, a 267.319,87 euros.

En el ejercicio 2007, la cuota defraudada por Luis Bárcenas, en concepto


de IRPF, ascendió a 2.103.113,26 euros y, por IP, a 966.052,53 euros.

(La sentencia no acuerda la condena por los delitos contra la Hacienda


Pública de los años 2000, 2001, 2002, 2004 y 2005 porque los considera
prescritos, bajo unos argumentos que serán objeto de recurso en el MOTIVO
DECIMOPRIMERO del recurso, por infracción de ley).

ii) Sin perjuicio de lo anterior, al abordar la «actividad exclusiva de Luis


Bárcenas» (folios nº 230 y 231), los hechos probados reflejan, a modo
introductorio, que, desde al menos el año 2000, Luis Bárcenas, al margen de la
actividad delictiva que en común llevó a cabo con otros acusados, desarrolló por
su cuenta, y cuando lo precisaba en colaboración con su mujer, otra actividad
dirigida a enriquecerse de modo ilícito intermediando en otras adjudicaciones de
obras o apropiándose de fondos del PP, que ocultó a través de un entramado
financiero en Suiza, que luego afloró mediante la simulación de distintas
operaciones comerciales y que destinó a pagos en efectivo y de manera opaca
para la Hacienda Pública.

También Rosalía Iglesias, casada con el anterior y en connivencia con


él, se valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias rentas y las de su
esposo, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas en
España y Suiza, así como simulando realizar alguna venta de cuadros.
Igualmente, declara el factum, «utilizó cantidades obtenidas por su cónyuge,
producto de su intermediación en obras públicas irregulares, así como de la
apropiación de fondos del PP, para efectuar pagos en efectivo a la Hacienda
Pública».

En concreto, se especifica que las cantidades a que ascendieron los


pagos que se ocultaron al fisco fueron: 86.629,60 euros en el año 2002,

1039
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

104.101,63 euros en el año 2003, 694,80 euros en el año 2004, 9.217,34 euros
en el año 2005, 33.700 euros en el año 2006, 41.400 euros en el año 2007,
186.383,77 euros en el año 2008, 44.631,24 euros en el año 2009 y 26.711,40
euros en el año 2009.

Por último, se expone que Luis Bárcenas, de acuerdo con su esposa,


creó un entramado financiero en entidades bancarias suizas, a través del cual
invirtió en distintos valores y productos financieros, así como para aflorar fondos
cuyo origen no se correspondía con su declarada actividad ni con su ahorro,
dotándolos de una apariencia lícita, al reflejarlos en sus correspondientes
declaraciones tributarias como ganancias patrimoniales de obras de arte
inexistentes. Por tanto, en sus correspondientes declaraciones, Luis Bárcenas
sólo recogió las citadas ganancias patrimoniales, como derivadas de estas
operaciones de compraventa cuadros, ocultando el resto de rentas obtenidas de
la ilícita manera descrita, hasta la promulgación de la Disposición Adicional
Primera del Real Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo, que dio lugar a que
presentara sendas Declaraciones Tributarias Especiales en nombre de las
sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, tras las que se escondió, y
contando con la colaboración del, también, acusado, Iván Yáñez Velasco.

iii) A su vez, ya en el apartado relativo a la «simulación de operaciones


de compraventa de obras de arte» (folios nº 249 y 250), en el factum se expone:

«En particular, en la declaración del IRPF de 2004, modalidad conjunta,


el matrimonio reflejó la venta por 270.000 € de un bodegón, que dijo ser
adquirido en 1983, por ROSALÍA IGLESIAS al precio de 4.086,88 €, con cuya
declaración eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente
obtenida con esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 €
realizado el 05/03/2004 por ROSALÍA IGLESIAS en su cuenta de Caja Madrid.
La operación, sin embargo, no tuvo lugar.

Por otra parte, con ocasión de la presentación de la declaración del IRPF


de 2005, modalidad individual, ROSALÍA IGLESIAS declaró como rentas
generadas con la transmisión de bienes distintos de inmuebles y acciones los
149.600 € de los que se apoderó indebidamente de la Caja B del P.P.,

1040
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

relacionados con la operación de Libertad Digital a la que nos hemos referido


más arriba.

Asimismo, ROSALÍA IGLESIAS, de acuerdo con LUIS BÁRCENAS,


consignó en su declaración del IRPF de 2006, modalidad individual, 560.000 €,
como procedentes de una transmisión de cuatro cuadros adquiridos el
15/05/1987 por importe de 1.803,30 €, que nunca existió, con lo cual volvió a
eludir que tributara su ficticia ganancia por aplicación del mismo régimen
transitorio de cálculo de ganancias, dada esa antigüedad, y justificó
mendazmente el ingreso en efectivo de 500.000 €, efectuado el 19/01/2006, día
en que finalizaba la posible aplicación del referido régimen de tributación, en su
cuenta de Caja Madrid, así como el cobro de un talón de 60.000 € el
15/12/2006.»

(Cabe reiterar que la sentencia no acuerda la condena de éstos por los


delitos contra la Hacienda Pública de los años 2004 y 2005, porque los
considera prescritos, y que sólo condena a Rosalía Iglesias por su declaración
individual de IRPF del año 2006. Por su parte, los hechos de 2005 dan lugar a
la condena de ambos por la comisión de un delito de apropiación indebida).

iv) Finalmente, en relación con la facturación falsa de PASADENA


VIAJES, los hechos probados (folios nº 229 y 230), tras cuantificar las
gratificaciones percibidas por Luis Bárcenas mediante la prestación de servicios
y viajes, cuyos pagos realizaba Francisco Correa, indican que parte de los
fondos con que se hicieron procedían de distintas entidades en cuya gestión
participaba Luis Bárcenas y que se encubrían con facturas falsas.

Así, cuando los fondos procedían de la «Caja B» de Francisco Correa,


en la facturación que emitían sus propias empresas se sustituía el nombre del
verdadero beneficiario por el de «clientes central» o por la sociedad pagadora.

Cuando los abonos eran realizados por entidades en cuya gestión


participaba Luis Bárcenas, los servicios prestados a éste se compensaron con
pagos efectuados por PP de Castilla La Mancha, por el grupo del PP Europeo y
por la Fundación de Estudios Europeos, pues se facturaba a cargo de estas
entidades, a indicación de Francisco Correa, ya por un importe superior al real

1041
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ya por servicios no prestados. Estos remanentes iban a parar a un fondo con el


que sufragar la deuda pendiente, desviándose así en beneficio de Luis
Bárcenas, entre 2001 y 2002, la cantidad de 43.562,80 euros (32.915,29 euros
en 2001 y 10.647,51 euros en 2002).

También se declara probado que ninguno de los cobros recibidos, tanto


en efectivo como en especie, fueron declarados a Hacienda.

Por último, se tiene por acreditado que Luis Bárcenas consiguió que se
le expidieran varios recibos cuando no los abonó él, sino Francisco Correa, al
objeto de hacerse pasar por el verdadero pagador de los servicios prestados.

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio oral.

i) Respecto de la ocultación de rentas a la Hacienda Pública, el Tribunal


de instancia analiza detalladamente las distintas cuentas que Luis Bárcenas
tenía en Suiza, inicialmente para ocultar las ganancias generadas por sus ilícitas
actividades, su posterior cambio de titularidad a nombre de la Fundación
SINEQUANON y los sucesivos traspasos de sus fondos, primero a la entidad
TESEDUL y, después, desde ésta a GRANDA GLOBAL (folios nº 1084 a 1108),
para lo cual, toma en consideración las siguientes pruebas:

.- el informe de la AEAT de 18/02/2014, ratificado en la sesión de los días


07 y 08/09/2017.

.- la contestación dada por la Autoridad Judicial suiza en respuesta a la


Comisión Rogatoria Internacional de 29/05/2009.

.- el informe de la UDEF 57.750, «sobre análisis de la contestación al 21º


y 22º Complemento de la CRI a Suiza», ratificado en la sesión del día
10/07/2017, y que, entre otros, analiza el documento «memo interno» de
09/09/2003 de LOMBARD ODIER, donde se expone que el objeto de la visita
efectuada es abordar las consecuencias ligadas a la fiscalidad de los
rendimientos del ahorro para los residentes de la UE.

.- la documentación relativa a la Fundación SINEQUANON (acreditativa


de estar domiciliada en Panamá, siendo administrada por la sociedad IMPALA

1042
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

LIMITD -domiciliada en las Islas Bermudas- y cuyas cuentas son gestionadas


por la sociedad suiza FAVONA) y, especialmente, dentro de la documentación
remitida por la entidad bancaria: la copia del DNI de Luis Bárcenas junto con el
documento de «Instrucciones y Órdenes transmitidas por teléfono», acreditativo
de su capacidad para administrar y operar en la cuenta del DRESDNER BANK
desde la que se ordena la transferencia de sus fondos hasta otra cuenta
titularidad de TESEDUL.

.- la documentación relativa a TESEDUL, sociedad uruguaya, constituida


el 22/09/2008 en Montevideo y que fue adquirida al ciudadano argentino
Edgardo Patricio Bel, abogado con el que Luis Bárcenas mantenía relaciones
por razón de su profesión.

En concreto, según el informe 18/02/2014, Patricio Bel, como inicial


presidente de la sociedad, otorgó el 09/07/2009 poder general sobre dicha
sociedad a favor de Luis Bárcenas para que tuviese validez en Suiza, que
adquiere todas sus acciones al día siguiente (10/07/2009) y ese mismo día
otorga poder especial a favor de Iván Yáñez para gestionar las cuentas de la
sociedad, quien finalmente es nombrado (el 08/10/2009), en asamblea general
extraordinaria, presidente de TESEDUL y director de la misma Patricio Bel.

.- la documentación relativa a GRANDA GLOBAL (sociedad constituida


en Panamá el 08/06/2009, respecto de la que Iván Yáñez ostentó poder general
desde el 26/10/2009), junto con el informe emitido por el perito inspector de
Hacienda D. Conrado Caviró de 25/07/2017, que analiza los traspasos y
transferencias recibidos desde las cuentas de TESEDUL (que se estima
preferente al informe de 18/02/2014, por ser su montante más favorable al
acusado).

.- el documento de fecha 15/09/2010, relacionado con GRANDA


GLOBAL, que aparece firmado por Luis Bárcenas.

.- la declaración de Pedro Piza Colom, a quien Luis Bárcenas acudió para


hacer frente a la regularización de 2012, que admitió que TESEDUL era de Luis
Bárcenas, así como que pensó que GRANDA GLOBAL también lo era porque
ambas eran idénticas.

1043
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el correo de fecha 17/05/2010, remitido a Iván Yáñez, en el que, al


margen de solicitarle la confirmación de las operaciones realizadas,
expresamente se le indica que los dividendos de TESEDUL pasarán
automáticamente a GRANDA GLOBAL.

.- el testimonio de Agatha Stimoli, gestora de las cuentas de estas


sociedades, que reconoció el documento remitido por las Autoridades suizas,
referido a la Fundación SINEQUANON, donde se le comunica que, el
06/02/2009, Luis Bárcenas habría conferido a Iván Yáñez poder tan amplio
como fuera necesario para que le represente ante el DRESDNER BANK en
cualquier operación ante la entidad bancaria.

En cuanto a GRANDA GLOBAL, adujo que creía recordar que se le


comunicó una orden permanente de transferencia de dividendos, pero que
desconocía la existencia de contrato alguno de asesoramiento, siendo lo
razonable que así se hubiera reflejado a la apertura de la cuenta, por ser
información de la que debería quedar constancia para conocimiento de los
gestores suizos.

.- los informes de la AEAT de 18/02/2014, «sobre cuotas presuntamente


defraudadas por los IRPF e IP en los períodos de 2000 a 2011 correspondientes
a Luis Bárcenas Gutiérrez y su esposa, Rosalía Iglesias Villar»; de 17/11/2014,
emitido a la vista de la documentación suiza recibida el 16/10/2014; y de
18/01/2017, que complementa los anteriores a la vista de la documentación
aportada por Luis Bárcenas.

.- el informe de la UDEF 57.282/14, de 06/11/2014, sobre análisis de la


cuenta «NOVIS» de LOMBARD ODIER de los años 1999 a 2002.

.- el informe de 25/07/2017, «sobre cuentas bancarias», del Inspector


Conrado Caviró, realizado a la vista de los informes de 29/07/2014, de
20/11/2014 y de 29/09/2016, así como de la documentación que se fue
recibiendo (fundamentalmente, la remitida por Suiza).

1044
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el informe realizado por la defensa de Luis Bárcenas, relativo a la


incidencia de la documentación de la defensa sobre los anteriores informes de
18/02/2014 y de 17/11/2014, asumiendo la Sala algunos de sus planteamientos,
conforme a los criterios que son igualmente admitidos y modificados en el
informe de la AEAT de 18/01/2017.

Todos estos informes (UDEF, AEAT y el de la defensa) analizan la


procedencia de los fondos con que se nutrieron estas cuentas y sirven para
calcular el importe de las cuotas presuntamente defraudadas por Luis Bárcenas
y Rosalía Iglesias.

En definitiva, para la sentencia de instancia, estas cuentas suizas eran,


básicamente, cuentas de custodia y gestión de valores que, como se expone,
fueron nutriéndose con ingresos en efectivo y transferencias de fondos de Luis
Bárcenas, de procedencia ilícita y sin ninguna relación con su actividad lícita
(incluidas las cuotas dejadas de ingresar por diferentes tributos y ejercicios); y
en las que igualmente se fueron depositando los dividendos y rendimientos
derivados de las inversiones realizadas sucesiva e ininterrumpidamente con los
fondos depositados en ellas.

A la vista de lo expuesto, la Sala infiere que la verdadera razón de


constituir la Fundación SINEQUANON y pasar a sus cuentas sus activos fue la
«colocación» por parte de Luis Bárcenas de una persona jurídica ubicada en
Panamá, tras la que ocultarse, en lugar de permanecer como titular de estos
activos, utilizándola como un instrumento con el que evitar la aplicación de la
Directiva del Ahorro (respecto del suministro de información en casos de fraude
fiscal o en cuanto a los mecanismos para la retención a cuenta sobre los
intereses del ahorro a fin de garantizar que las rentas del beneficiario residente
en un país de la Unión Europea se tributen en el que tenga su residencia fiscal
el beneficiario) y eludir el pago al Tesoro Público de los impuestos
correspondientes sobre los rendimientos del ahorro.

1045
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta estrategia de ocultación de sus rentas, mediante la apertura de


cuentas bancarias para desvincularlas de su auténtico titular, se continuó
realizando a partir de 2009 con la ayuda de Iván Yáñez, con quien llegó a
suscribir un contrato de prestación de servicios el 01/10/2009, con el que se trata
de acreditar su titularidad de GRANDA GLOBAL (supuestamente para realizar
su labor de asesoramiento y cobrar sus honorarios), y que para el Tribunal no
es sino un mero artificio para justificar, como debidas por esa labor, las
cantidades que pasan de TESEDUL a GRANDA GLOBAL, como continuadora
de la anterior.

Rechaza así el Tribunal las alegaciones exculpatorias del acusado, dado


su acreditado control sobre la Fundación SINEQUANON y la entidad TESEDUL,
junto con la correlación de movimientos existente entre las cuentas de ésta
última y las de GRANDA GLOBAL, en tan elevadas cantidades y contando con
la misma gestora (Agatha Stimoli); lo que le lleva a concluir que Luis Bárcenas
era el verdadero dueño de esta compañía (por más que Iván Yáñez figurase
formalmente como titular y beneficiario) y quien, en realidad, iba marcando los
pasos para ese supuesto asesoramiento prestado por aquél. Todo ello, además,
de por lo innecesario de esta labor de asesoramiento, atendidas las cualidades
como inversor que el propio Luis Bárcenas invoca como principal estrategia
defensiva para justificar la procedencia misma de su elevado patrimonio.

ii) En cuanto a los pagos que se ocultaron al fisco (folio nº 1072), la Sala
acude al informe de la AEAT de 19/07/2017, emitido por el NUMA 4360,
Conrado Caviró, ratificado en la sesión del día 18/09/2017, donde se analizan
diversos pagos en efectivo, con la finalidad de comprobar si las operaciones que
constan en los documentos que se le facilitaron (albaranes, billetes de avión,
cartas, certificados, correos electrónicos, facturas, faxes, garantías, giros, notas
de pago, pedidos, presupuestos, recibos, tarjetas y tarjetones comerciales,
resguardos de transferencias, etc.) habían sido incluidas por los obligados al
pago en la declaración anual de operaciones con terceras personas. Para este
análisis se utilizó, además, la información obrante en la Base de Datos
Consolidada (BDC) sobre operaciones con terceros (modelo 347), así como
otros datos, básicamente de identificación.

1046
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El perito explicó que se trataría de un archivo «doméstico» y que la


práctica totalidad de los documentos en que se identifica al receptor de la
prestación o servicio se emitieron a nombre de Luis Bárcenas y Rosalía (en
ocasiones Rosa) Villar, o de ambos, o bien a nombre de otras personas por
trabajos realizados en un inmueble de Rosalía Villar; y concluye que, con las
excepciones indicadas en el mismo informe, esos pagos en efectivo no fueron
declarados por los perceptores obligados a ello por razón de su cuantía,
quedando así opacos para ellos y para los pagadores.

(Debe significarse que, con posterioridad, al efectuar la liquidación de las


cuotas defraudadas, la Sala advertirá -folio nº 1201- que no tendrá en cuenta
estos pagos hechos en efectivo, relativos a «economía doméstica», cifrados en
el informe de 19/07/2017 de Conrado Caviró, en tanto se cuantificaron con base
en la documentación intervenida con motivo del registro efectuado en el
domicilio de Beltrán Gutiérrez Moliner, en el procedimiento conocido como
«Púnica», traída a la causa por el Ministerio Fiscal el día 20/07/2017 junto con
dicho informe, y que no fue tenida en consideración en ninguno de los informes
previos de la AEAT).

iii) Finalmente, al analizar los hechos relativos a la facturación falsa que


para dar cobertura a los viajes y servicios turísticos abonados a Luis Bárcenas
era emitida por PASADENA VIAJES (folios nº 1059 y 1061 a 1068), la Sala
considera probado que siempre se hacía cargo de ellos Francisco Correa, bien
a través de sus empresas (que emitían facturas y albaranes donde se sustituía
el nombre del verdadero beneficiario por el de «clientes central»), bien con
fondos que generaba el propio Luis Bárcenas por su gestión o intermediación
en adjudicaciones públicas o mediante facturas ficticias, que salían de la «Caja
B» y no eran declarados a Hacienda.

Para alcanzar tal conclusión, y como corroboración de lo declarado por


Francisco Correa y los empleados de PASADENA VIAJES y GABINETE DE
VIAJES, la sentencia examina la siguiente prueba:

1047
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el informe de la UDEF 29.296/11, de 25/03/2011, y el informe de la


AEAT de 18/02/2014, junto con las explicaciones ofrecidas por los peritos en el
plenario (una vez analizada la documentación aportada por Luis Bárcenas
tratando de acreditar el abono de esos viajes), capaces de justificar la fiabilidad
de la documentación manejada por los peritos y la solidez de sus conclusiones.

.- la documental consistente en el contenido de la carpeta marrón,


titulada «EXTRACTO CTA. L.BARCENAS» y la documentación informática,
además de los albaranes emitidos por PASADENA VIAJES a «CLIENTES
CENTRAL», que o bien fueron facturados por PASADENA o bien por
GABINETE DE VIAJES a SPECIAL EVENTS.

.- la factura 50460, de 08/03/2002, remitida desde TOURALP TRAVEL


SA, a nombre de ESPECIAL EVENTS, con nota manuscrita, a la «ATT: JOSE
LUIS IZQUIERDO», por importe de 3.480,00 euros, en cuya parte inferior pone
«COBRADO», y que se estima abonada por Francisco Correa, en tanto figura
anotada en el apunte del archivo «Caja X PC.xls», de fecha 12/03/2002, bajo el
concepto: «sobre p/LB», nota: «Orden PC». Cantidad que, en esa misma fecha,
se traslada al archivo «Cuentas L.B.xls» («Detalle Entregas L. B.»), bajo el
concepto: «Ent.en un sobre a PC» y nota: «Ref.Fra.Touralp».

Factura analizada en el informe 29.296 y su anexo III, sin perjuicio de


indicar la existencia de otras tantas facturas en el anexo II del mismo.

.- las facturas con las que se compensaron servicios prestados a Luis


Bárcenas por importe de 32.915,29 euros: factura 00/0094, de 29/07/2000, de
SPECIAL EVENTS a nombre del PP Europeo, por importe de 10.484.000
pesetas (63.010,11 euros), bajo el concepto «SEMINARIO: DIALOGO EURO-
MEDITERRANEO. Palma de Mallorca, 14-18 de Julio de 2.000», con la
anotación manuscrita en su parte inferior «5.000.000 pts» (folios 70.499 y
70.500, R-13 Bis); y factura 01/088, de 09/07/2001, de 09/07/2001, también de
SPECIAL EVENTS a nombre del PP Castilla La Mancha, por importe de
5.800.000 pesetas (34.858,70 euros), por el concepto «ACTO CONVENCIÓN
CARGOS ELECTOS TOLEDO-CIUDAD REAL» (folio 70.524, R-13 Bis).

1048
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la factura con la que se compensaron servicios prestados a Luis


Bárcenas, entre enero y mayo, por importe de 10.647,51 euros: factura 01/113,
de 17/01/2001, emitida por SPECIAL EVENTS a la Fundación de Estudios
Europeos, por importe de 2.296.800 pesetas (13.804,05 euros), relativa a unas
«JORNADAS DE CONSUMIDORES Y USUARIOS».

2.3. Sobre las alegaciones que sustentan el presente motivo de recurso.

i) En cuanto a la utilización de la documentación remitida por las


autoridades suizas.

Deducidas idénticas quejas ante el Tribunal sentenciador, la sentencia


rechaza las mismas en el apartado «sobre las cuestiones rogatorias» (folios nº
419 a 428).

En concreto, la Sala advierte, de entrada, que, si bien al iniciarse el juicio


se tenía constancia de que la autorización finalmente concedida por resolución
de 29/06/2016 había sido recurrida, en fecha 15/11/2016 tuvo entrada un oficio
remitido por la Subdirección General de Cooperación Jurídica Internacional que
adjuntaba una carta remitida por el Departamento Federal de Justicia suizo -
Oficina Federal de Justicia (OFJ), fechada en Berna el 01/11/2016 y firmada por
Pascal Gosin-, en la que se ponía en conocimiento del Tribunal que, por auto de
05/10/2016, el Tribunal Federal declaró inadmisible el recurso interpuesto por
Luis Bárcenas, su esposa Rosalía Iglesias y la entidad TESEDUL contra la
sentencia de 16/09/2016 del Tribunal Penal Federal que confirmó la anterior.

Con ello, la autorización de la Oficina Federal de Justicia (OFJ),


concedida mediante resolución de 29/06/2016, entraba en vigor y, en
consecuencia, se autorizaba a utilizar la documentación relativa a las entidades
bancarias que relaciona (de Luis Bárcenas, Rosalía Iglesias y TESEDUL) ,
referida a los hechos presentados en la Comisión Rogatoria de 16/04/2015 y su

1049
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

complemento de 05/10/2015, relativos a fraude fiscal (delitos contra la Hacienda


Pública), excluyendo cualquier otra utilización en materia fiscal.

En definitiva, la alegación efectuada por la defensa de Luis Bárcenas


habría perdido su objeto, ya que la información contenida en la referida
Comisión Rogatoria sería susceptible de utilización en el juicio.

En cualquier caso, la sentencia (folios nº 424 a 428) rechaza que no


pueda hacerse uso de esta información por haberse vulnerado el principio de
especialidad.

La defensa aducía que, en la legislación suiza, el fraude fiscal y el delito


fiscal no tienen una interpretación sinónima y que, en el caso, puesto el acento
en la ocultación de rentas a la Agencia Tributaria, no se darían los presupuestos
exigidos para entender cometido un delito de estafa o fraude fiscal (entendido
como una manipulación o alteración de documentos que simulen y provoquen
engaño a la autoridad tributaria), únicos para los que fue concedida la
autorización.

Para la Sala, que destaca que el tratamiento dado al principio de


especialidad por las autoridades suizas se asemejaría al propio del principio de
doble incriminación, lo relevante no sería si embargo tanto la definición del
delito, sino los hechos, mientras que la defensa se centra en valoraciones
jurídicas para tratar de hacer ver que en las peticiones hechas a Suiza se hacía
referencia a un delito que no es el concurrente.

Sentado lo anterior, efectúa un resumen de lo acaecido en el


procedimiento tras la recepción el 14/01/2015 del escrito de la OFJ, por el que
se comunica la resolución del Tribunal Penal Federal de 14/11/2014 (confirmada
el 05/01/2015) en la que se revocaba la autorización concedida el 14/04/2014,
a la que se refiere el recurrente y en la que se consideraba que, tal y como se
describían los hechos, no podía concluirse que se trataba de una estafa/fraude
fiscal según la legislación suiza y donde igualmente se proponía a la autoridad
requirente que completara su petición en los términos que se indicaba.

1050
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así, se destaca cómo se dictó el auto de 16/04/2015, donde se precisan


todos los hechos que se atribuyen a cada imputado -a esa fecha ya se contaba
con el escrito de acusación del Ministerio Fiscal- y se reitera la autorización
solicitada. Esta resolución se analizada detalladamente por la Sala de instancia
para concluir que, frente a lo aducido por la defensa, los términos en que se
cursó la autorización encajarían perfectamente en la definición de las
infracciones suizas denominadas «fraude y estafa fiscal» y, a su vez, serían
enteramente subsumibles en el delito fiscal del art. 305 CP (tanto por las
actuaciones y operaciones imputadas como en atención al mismo verbo nuclear
de «defraudar» del tipo delictivo).

Todo ello, sin perjuicio de insistir en que, con base en dicho relato fáctico,
las autoridades suizas concedieron la autorización solicitada por medio de
resolución de 29/06/2016, por lo que no se habría infringido el principio de
especialidad por su utilización.

En definitiva, para el órgano a quo, ante la revocación aludida por el


recurrente, se dictó el auto de 16/04/2015, al amparo de las propias indicaciones
dadas por la autoridad requerida para que se completase la petición en los
términos indicados, librándose una nueva comisión rogatoria, a raíz de la que
fue autorizado el uso de los documentos bancarios concretamente relacionados
con Luis Bárcenas, Rosalía Iglesias y TESEDUL, lo que excluiría la pretendida
vulneración del principio de especialidad que se invoca.

ii) Sobre la indeterminación de la cuota defraudada correspondiente al


ejercicio del 2007.

La sentencia explica profusamente los criterios observados para calcular


el importe de las cuotas defraudadas, tanto del IRPF como del IP (folios nº 1162
a 1216), conforme al análisis de los informes de la AEAT de 18/02/2014, de
17/11/2014 y de 18/01/2017, informe de la UDEF 57.282/14, de 06/11/2014,
informe de 25/07/2017 del Inspector Conrado Caviró y el informe realizado por
la defensa del recurrente.

1051
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto, y por lo que al IRPF del ejercicio de 2007 se refiere, la


sentencia (folios nº 1213 a 1216) expone los cálculos sobre los que se efectúa
la liquidación del impuesto -por comparación de los datos declarados con los
datos que se han comprobado por los peritos de la AEAT- y los motivos por los
que no toma en consideración los llamados «gastos domésticos» incluidos en el
informe de 19/07/2017 de Gonzalo Caviró, señalando que «la cuota dejada de
ingresar por el concepto de IRPF de LUIS BÁRCENAS correspondiente a ese
ejercicio ascendió a 2.103.113,26 €» (folio nº 1214).

Sentado esto, la Sala acuerda la condena de Luis Bárcenas, a título de


autor, y de Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria, por un delito contra
la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) en relación con el art. 305 del
Código Penal (en la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de
diciembre), concurriendo la circunstancia atenuante de reparación del daño del
art. 21.5º CP (folio nº 1231).

iii) Sobre la aplicación de la teoría del levantamiento del velo.

La sentencia, en el epígrafe denominado «ocultaciones a la Hacienda


Pública» y, como «primeras consideraciones» (folios nº 1162 a 1166), expone
los motivos por los que rechaza las conclusiones de los peritos del acusado que,
a propósito de las Declaraciones Tributarias Especiales, defendían que sólo
TESEDUL y GRANDA GLOBAL eran las obligadas a tributar.

A tal fin, la Sala destaca que, teniéndose por probado que las cantidades
que circularon por las cuentas de SINEQUANON, TESEDUL y GRANDA
GLOBAL eran de Luis Bárcenas, y siendo estas sociedades el mecanismo
empleado por éste para ocultar sus rentas a la Hacienda Pública, quien ha de
tributar es exclusivamente la persona física a quien pertenecen sus activos. Más
aún porque lo pretendido no era esa finalidad regularizadora contemplada por
el Real Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo, sino ocultarse tras ellas y dar
cobertura a sus irregularidades fiscales, como un nuevo ardid que no se puede
aislar de esa permanente actitud defraudatoria que ha guiado todo su actuar,

1052
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

siendo una fórmula más con la que dar apariencia de legalidad a lo que no es
sino otro mecanismo para defraudar al fisco.

El Tribunal de instancia apoya su decisión en dos consideraciones


adicionales. De un lado, el contenido de la STC 73/2017, de 08/06/2017, que le
lleva a concluir que estas Declaraciones Tributarias Especiales son inválidas e
ineficaces, pues no suponen ese acto de leal colaboración fiscal que se exige
por la norma para poder acogerse a esta regularización excepcional, excluyendo
que los mecanismos que la misma contempla sean utilizados para persistir en
el fraude tributario. De otro, por la misma declaración de inconstitucionalidad y
nulidad de aquella disposición del RD Ley que ampararía lo pretendido por el
recurrente, que irremediablemente debe afectar a las DTE del acusado, «…en
tanto que nunca habrían alcanzado firmeza como consecuencia de verse
incursas en el presente procedimiento».

Por otra parte, al analizar los informes periciales en relación con el


Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (folios nº 1170 a 1174), la
sentencia rechaza igualmente la tesis de los peritos de la defensa en orden a
sostener que, tratándose de sociedades de cartera residentes en España,
deberían tributar directamente por vía del Impuesto de Sociedades.

Para ello, el Tribunal destaca que, como sociedades pantalla que eran,
no tenían existencia real sino que, simplemente, ocultaban el patrimonio de Luis
Bárcenas por el que no había tributado y, por ello, las rentas de estas
sociedades no son imputables a ellas, sino a Luis Bárcenas, debiéndose tributar
a través del IRPF, como impuesto que grava la obtención de rentas de la
persona física. Para tributar por el IS (como tributo que grava la renta de las
sociedades y personas jurídicas) se habría de partir de que la sociedad existe y
no es un mero instrumento para ocultar las propias rentas, como es el caso. En
definitiva, para que operase la normativa propia de este impuesto, debería
partirse de la sujeción a un régimen fiscal respetuoso con la legalidad y
regularidad que impone la norma y, sobre todo, entender que se tratase
realmente de rentas de estas sociedades.

1053
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tampoco cabe mantener, según la Sala de instancia, que haya habido


un tributo societario defraudado, exigible a la sociedad por vía del IS, y otro
distinto, defraudado por el acusado, a quien fuera exigible por vía del IRPF, cuya
carga tributaria total, en su conjunto, sería superior que la resultante de atribuirle
a él toda las rentas, excluyendo la existencia del delito fiscal. El planteamiento
de la defensa es rechazado por la Sala, por inasumible, pues supondría partir
de que la Administración aceptase que estas sociedades deban tributar por el
IS y, por tanto, admitir el fraude que habría urdido el acusado para que esa
apariencia pasase por una realidad.

Respecto a las alegaciones del recurrente relativas a que conforme a lo


dictaminado por el Tribunal Supremo en la Sentencia 1646/2017 (sic), por efecto
del levantamiento del velo, la regularización tributaria del año 2012 debería tener
su repercusión en la fijación de la cuota tributaria, extinguiendo el delito fiscal
del ejercicio de 2007 y posteriores , la Sala de instancia expone las razones por
las que no considera de aplicación la doctrina expuesta en la sentencia invocada
por la defensa.

En concreto, el Tribunal (folios nº 1172 y 1173) parte de que las


situaciones no son equiparables. En la STS 306/2017, de 27/04/2017 se partía
de la existencia de una simulación de ciertas operaciones cuya naturaleza no
era tributaria, porque los acusados no perseguían conseguir una menor
tributación a través del uso fraudulento de los negocios de los que se valieron.
Por tanto, la absolución que se confirmaba era razonable, bien por considerar
que no se había atacado el bien jurídico protegido por el tipo, bien por no
considerar concurrente el elemento subjetivo. Sentado esto, la Sala advierte de
que no es esa la situación de Luis Bárcenas que, con esa actitud de hacer
circular sus rentas por sociedades tras las que se oculta, busca la finalidad de
no ser localizado a efectos fiscales y, por tanto, se trata de un claro caso de
simulación con efectos tributarios incompatible con la línea de la sentencia del
Tribunal Supremo que invoca.

vi) Sobre el pretendido abono de los viajes realizados a través de


PASADENA VIAJES y GABINETE DE VIAJES.

1054
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El primer alegato del recurrente (la existencia de facturas selladas que


acreditarían el abono y, en consecuencia, la irracional valoración de la prueba
en este sentido) es rechazado por el Tribunal cuando, tras abordar la prueba
documental y pericial corroboradora del testimonio de Francisco Correa, analiza
el testimonio de los empleados de dichas entidades. En concreto:

.- la declaración de M. Ángel Esteban Escudero (director financiero de


GABINETE DE VIAJES) que confirmó que los viajes eran abonados por
SPECIAL EVENTS y que sólo a partir de 2004 -fecha en que se rompe la
relación con Francisco Correa- Luis Bárcenas comenzó a pagar los mismos en
efectivo. Igualmente refirió que Luis Bárcenas fue a pedirle recibos de viajes
abonados por SPECIAL EVENTS en fechas posteriores a su realización,
diciendo que era para tener constancia de qué viajes había pagado SPECIAL
EVENTS estaban pagados, y explicó que cuando Francisco Correa se enteró
de lo sucedido tuvo una discusión con éste por dicho motivo.

.- la declaración de Inés M. Fierros García (administradora única y dueña


de GABNETE DE VIAJES), que confirmó lo relatado por el anterior, pues
manifestó que la llamó Francisco Correa para que se hiciera cargo de los viajes
de Luis Bárcenas y que se los facturase a una de sus empresas -mencionando
a SPECIAL EVENTS-, abonándolos Francisco Correa entre 2002 y 2004.
Asimismo, añadió que se emitieron unos recibos que no deberían ir a nombre
de Luis Bárcenas porque no estaban pagados por él.

.- la declaración de Francisco de Paula Jurado Argaz (director de la


agencia PASADENA VIAJES), que explicó que los servicios eran solicitados por
Luis Bárcenas y abonados por Francisco Correa, en la forma por éste indicada,
y negó que los recibos aportados por Luis Bárcenas (recibos manuales no
introducidos en el sistema informático o con sellos ajenos a PASADENA)
pudiesen acreditar que el pago lo hubiera hecho él, precisando que sólo podría
haber abonado los que apareciesen a su nombre pero no los que estuvieran a
nombre de «CLIENTES CENTRAL».

1055
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por todo ello, la Sala concluye que Luis Bárcenas solicitó estos recibos
tratando de justificar que él pagó estos viajes cuando en realidad no lo había
hecho. Estos recibos son los que en parte se aportaron en el juicio, que, por
tanto, no acreditarían lo pretendido. Antes bien, se trataría de recibos expedidos
a partir de 2004, nunca en la fecha en que se produjeron los pagos, y que, por
lo expuesto, considera probado que fueron abonados por Francisco Correa.

En cuanto a la otra cuestión suscitada, relativa al desigual trato que el


recurrente dice haber recibido respecto de los Sres. Peñas y Moreno, cabe
indicar que la sentencia analiza (folios nº 873 a 875) igualmente los viajes
realizados por José Luis Peñas y Juan José Moreno, que las acusaciones
sostenían que fueron abonados por Francisco Correa y expone los motivos por
los que acuerda la absolución de estos acusados.

En concreto, destaca la ausencia de toda mención a gastos turísticos


relacionados con éstos en el informe de la UDEF 53.173/11, así como de todo
informe pericial complementario que analizase la documentación aportada por
sus defensas para acreditar el origen de los fondos con que abonaron ciertos
viajes. La sentencia analiza esta documentación así como las explicaciones
ofrecidas por estos acusados a propósito de la forma en que abonaron los
mismos, que considera razonables y, por ello, generadoras de una duda que
resuelve a favor de estos acusados.

vii) Sobre la constitución de la Fundación SINEQUANON para eludir la


Directiva Europea del Ahorro.

Las pruebas tomadas en consideración por el Tribunal para alcanzar


dicha conclusión han sido expuestas en el apartado 2.2 (subapartado i) del
presente motivo.

viii) Sobre los informes periciales admitidos indebidamente.

El recurso, recordemos, se refiere a tres concretos informes:

1056
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el informe de 02/02/2017, sobre documentación aportada en el acto del


juicio por la representación de Luis Bárcenas, firmado por la Inspectora Jefa de
Área de la ONIF.

.- el informe de D. Conrado Caviró de 19/07/2017, en lo relativo al análisis


de la llamada «economía doméstica», emitido con base en la documentación
intervenida con motivo del registro efectuado en el domicilio de Beltrán Gutiérrez
Moliner, en el procedimiento conocido como «Púnica», traída a la causa por el
Ministerio Fiscal el día 20/07/2017 junto con dicho informe.

.- el informe de D. Conrado Caviró de 25/07/2017, «sobre cuentas


bancarias», realizado a la vista del informe de 29/07/2014, sustituido por el de
20/11/2014 y éste por el de 29/09/2016, así como de la documentación que se
fue recibiendo (fundamentalmente, la remitida por Suiza).

El recurrente plantea dos cuestiones diferenciadas. De un lado, reitera


que ha sufrido una auténtica «instrucción complementaria», lo que ya ha
recibido respuesta al analizar los motivos primero y octavo del recurso.

De otro, centra su queja en el informe de D. Conrado Caviró y la


documentación aportada por el Ministerio Fiscal el día 20/07/2017, alegando que
la aportación y valoración de la documentación hallada en el llamado «archivo
doméstico» (albaranes, billetes de avión, cartas, certificados, correos
electrónicos, facturas, faxes, garantías, giros, notas de pago, pedidos,
presupuestos, recibos, tarjetas y tarjetones comerciales, resguardos de
transferencias, etc.), a través de la que se concluye la existencia de pagos que
se ocultaron a la Hacienda Pública, le causa indefensión.

La sentencia rechaza las alegaciones del recurrente (folios nº 1073 y


1074), reitera que la práctica de esta prueba encontraría cobertura en la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, bien al amparo del art. 729.2º LECrim -porque dicha
pericia no era sino un complemento con el que se concretaba algo que ya había
surgido a lo largo del juicio, cuando se interrogó a Luis Bárcenas sobre los

1057
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

gastos relacionados con su economía doméstica-, bien del art. 786.2 LECrim,
habida cuenta de que la defensa tuvo oportunidad de prepararse ante ella.

Por otra parte, con independencia de admitir que los acusados no


tuvieron la oportunidad de ser preguntados por la documentación hallada en el
llamado «archivo doméstico», la Sala explicita los motivos por los que entiende
que esto no mermó su derecho de defensa. En primer lugar, porque se trata de
un archivo doméstico que concreta gastos sobre los que Luis Bárcenas, quien
llevaba la economía familiar, fue interrogado, por lo que se consideró necesario
precisar cifras de algo sobre lo que ya había habido debate.

A su vez, porque, al tiempo de resolver en cuestiones previas las


solicitudes de las defensas relativas al orden de intervención de los acusados,
el Tribunal admitió la posibilidad de que éstas solicitasen, de ser preciso por
algún motivo, una nueva declaración de sus patrocinados. Además, y sin
necesidad de hacer uso de esta opción, porque si la defensa o los acusados
consideraban fundamental ser oídos en relación con los documentos del
llamado «archivo doméstico» bien pudieron haber hecho uso de su derecho a la
última palabra para exponer lo que tuvieran por conveniente. Y finalmente
porque, continúa el Tribunal de instancia, su derecho de defensa quedó
perfectamente atendido, en la medida que los letrados pudieron preguntar y
debatir con el perito que acudió a juicio lo que tuvieron por conveniente.

(Al margen de lo anterior, se constata que, más allá de la efectiva


acreditación de la existencia de unos pagos en metálico, propios de la economía
familiar, que se ocultaron al fisco, el mismo Tribunal, al tiempo de abordar la
concreta liquidación de las cuotas defraudadas, excluye (folio nº 1201) estos
pagos de dicho cómputo, precisamente, por no haber sido tenida esta
documentación en consideración en ninguno de los informes previos de la
AEAT).

3. Jurisprudencia de esta Sala sobre las cuestiones suscitadas.

1058
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Además de la jurisprudencia reproducida en los motivos anteriores,


puede citarse:

i) Respecto de la pretendida imposibilidad de valorar la documentación


remitida por las autoridades suizas por infringirse el principio de especialidad,
cabe acudir a la STS 1493/1999, de 21 de diciembre (Recurso núm. 1174/1998)
que señala:

«…tampoco tiene relevancia la referencia al principio de especialidad


pues no nos encontramos frente a una solicitud de extradición sino ante un mero
supuesto de asistencia judicial en el que lo relevante en cuanto a la identificación
del objeto del proceso se relaciona con el derecho de la defensa a su
conocimiento y a la posibilidad de ejercicio pleno del derecho de defensa en
relación con los hechos objeto de imputación en todas las fases del
procedimiento, incluida la instrucción, pero no resulta imprescindible, desde
esta perspectiva, que en todas las diligencias de auxilio judicial nacionales o
internacionales se haya identificado de forma completa y acertada la calificación
jurídica de los hechos. En cualquier caso si lo que denuncia en el fondo la parte
recurrente es que la especificación inicial de la persecución, entre otros, de
delitos fiscales podría haber conllevado la denegación de la asistencia judicial
internacional conforme a lo prevenido en el artículo 2º apartado a) del Convenio
Europeo de asistencia judicial en materia penal de 1959, debe recordarse que
el Protocolo adicional al Convenio Europeo, publicado en el Boletín Oficial del
Estado de 2 de Agosto de 1991 y que ha sido suscrito por Suiza, dispone en el
artículo 1º que las Partes Contratantes no ejercerán el derecho, previsto en el
artículo 2. a) del Convenio, a denegar la asistencia judicial únicamente por el
motivo de que la solicitud se refiera a una infracción que la Parte requerida
considere como una infracción fiscal. Por tanto resulta irrelevante a los efectos
de la prestación de la asistencia judicial que en la fase inicial de investigación
se incluyesen o no la calificación de los hechos como infracciones fiscales. Lo
relevante es que esta calificación se realizó en el momento procesal oportuno y
que la parte acusada dispuso de las máximas garantías para impugnarla y
defenderse frente a la misma, interesando la práctica de las diligencias que

1059
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

estimó oportunas y formulando las alegaciones que consideró procedentes, sin


limitación alguna que pudiera haberle ocasionado indefensión.»

ii) En cuanto a la supuesta vulneración del principio de igualdad, que el


recurrente relaciona con la absolución de los acusados José Luis Peñas y Juan
José Moreno, la STS 323/2017, de 4 de mayo (Recurso núm. 1984/2016)
recuerda:

«Como ha tenido ocasión de declarar el Tribunal Supremo en sentencias


636/2006 de 8.6 y 483/2007 de 4.6, remitiéndose a las sentencias de 26.7.2005,
9.7.93 y 6.11.89, «sólo la diferencia arbitraria, ilógica o carente de sentido
respecto al tratamiento jurídico-penal de los sujetos a un proceso penal en
cualquiera de sus expresiones, incluido el ámbito penológico puede determinar
una violación del artículo 14 de nuestra Ley Fundamental». En este sentido se
ha manifestado igualmente el Tribunal Constitucional, en sentencia 200/1990
que «el principio de igualdad protege frente a divergencias arbitrarias de trato
en resoluciones judiciales, evitando el capricho, el favoritismo o la arbitrariedad
del órgano judicial, e impidiendo que no se trate a los justiciables por igual y se
discrimine entre ellos». El mismo Tribunal en las sentencias 23/1981 y 19/1982
declara que no se excluye la posibilidad de un trato diferente, pero sí las
diferencias injustificadas o arbitrarias, carentes de justificación objetiva y
razonable.

El principio de igualdad ordena tratar de distinto modo a lo que es


diferente (STC 50/1991). Por lo demás, el principio de igualdad, por lo demás,
no implica en todos los casos un tratamiento igual con abstracción de cualquier
elemento diferenciador de relevancia jurídica, por cuanto la desigualdad, en sí
misma, no constituye necesariamente una discriminación. La igualdad, ha de
entenderse como parificación ante el ordenamiento positivo en idénticas
circunstancias, y con paralelo comportamiento o conducta, es decir, que si los
casos son idénticos, el tratamiento legal debe ser el mismo para todos (STS de
28 de octubre de 2004).

1060
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El principio de igualdad se vulnera, dice la STS. 999/2005 de 2 de junio,


cuando se produce un trato desigual, carente de justificación objetiva y
razonable (STC 106/1994). La alegación sobre su posible vulneración debe
examinarse, por lo tanto, desde la perspectiva de la existencia de un tratamiento
desigual a supuestos de igualdad, o incluso desde el tratamiento igualitario de
situaciones patentemente desiguales, siempre constatando la inexistencia de
una justificación suficiente (STS. 10.4.2003), bien entendido que como recordó
la STC. 88/2003, "el principio de igualdad ante la Ley no da cobertura a un
imposible derecho a la igualdad en la ilegalidad" (por todas, SSTC 43/1982, de
6 de julio; 51/1985, de 10 de abril; 40/1989, de 16 de febrero), de modo que
aquél a quien se aplica la Ley no "puede considerar violado el citado principio
constitucional por el hecho de que la Ley no se aplique a otros que asimismo la
han incumplido" (STC 21/1992, de 14 de febrero), ni puede pretender
específicamente su impunidad por el hecho de que otros hayan resultado
impunes, pues, la impunidad de algunos "no supone que en virtud del principio
de igualdad deba declararse la impunidad de otros que hayan participado en los
mismos hechos (STS. 502/2004 de 15.4).

Consecuentemente cada cual responde de su propia conducta


penalmente ilícita con independencia de lo que ocurra con otros (SSTC 17/1984,
de 7 de febrero; 157/1996, de 15 de octubre; 27/2001, de 29 de enero). La no
imposición de sanciones en otros casos en nada afecta a la corrección de las
sanciones efectivamente impuestas, pues, a estos efectos sólo importa si la
conducta sancionada era o no merecedora de dicha sanción.»

iii) Por último, en relación con la indefensión que se dice sufrida como
consecuencia de la aportación de ciertas pruebas durante el juicio oral, cabe
acudir a las sentencias de esta Sala citadas por el Tribunal de instancia, como
son:

.- la STS 20/2001, de 28 de marzo (Recurso núm. 4234/1998), que, sobre


la tardía incorporación a la causa de documentación probatoria al amparo del
art. 729.2º LECrim, afirma:

1061
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Como señala la sentencia núm. 710/2000, de 6 de julio, desde el punto


de vista formal la extemporaneidad de la proposición de una prueba no
constituye un obstáculo absoluto a su admisibilidad. Esta Sala ha admitido la
posibilidad de proponer la práctica de pruebas con posterioridad al escrito de
calificación, siempre que exista una causa justificada para ello, no implique un
fraude procesal y no constituya un obstáculo al principio de contradicción
(sentencia de 14 de diciembre de 1996).

Esta posibilidad puede concretarse, como ha sucedido en el caso actual,


en la solicitud de incorporación de documentos, incluso después de iniciado el
juicio oral, siempre y cuando se cumplan los tres requisitos citados, de modo
especial que todas las partes tengan plenas facultades para su conocimiento y
contradicción en el acto del juicio, por lo que no se afecte al derecho de defensa.

En los procesos de especial complejidad, como el actual, el derecho


constitucional a un juicio sin dilaciones indebidas puede determinar la necesidad
de que se vayan realizando las sucesivas fases procesales sin atender
necesariamente a la recepción de alguna documentación adicional, para evitar
nuevas dilaciones, máxime cuando la celebración del juicio se prolonga durante
semanas o meses, lo que no representa vulneración alguna del derecho a un
juicio con todas las garantías siempre que no se impida la posibilidad de
impugnar y contradecir dicha documentación por la defensa en el momento
oportuno del juicio oral (ver STS 1493/1999, de 21 de diciembre).
Una interpretación racional del art.729 de la L.E.Criminal, en sus
apartados 2º y 3º, permite concebir este cauce de incorporación de nuevas
pruebas al juicio no como una suplantación por el Tribunal de las facultades de
iniciativa probatoria de las partes, actuando de oficio, sino precisamente como
una vía de incorporación al proceso de medios probatorios que no fueron
propuestos por las partes en el momento procesal oportuno, pero que se
manifiesten durante el juicio como objetivamente necesarios para la
comprobación de los hechos (párrafo 2º) o el valor probatorio de las
declaraciones (párrafo 3º), pruebas que en la práctica jurisdiccional son
ordinariamente instadas o sugeridas en el acto por las partes y acogidas, o no,

1062
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por el Tribunal (STS núm. 710/2000, de 6 de julio), como ha sucedido en el caso


actual, sin que ello implique vulneración constitucional alguna.»

.- la STS 508/2015, de 27 de julio (Recurso núm. 10062/2014) -caso


Malaya-, que, a propósito de la elaboración de informes periciales a la luz de
nueva documentación o informes periciales aportados por la defensa, indica:

«El recurrente sostiene que no eran los mismos hechos, porque los
técnicos de la Agencia Tributaria no habían informado sobre aquellos extremos
a los que se refería su informe, el del recurrente, de manera que el Tribunal vino
con su actuación a acordar la práctica de una nueva pericial destinada a
combatir la presentada por él a modo de «contra-pericia ad hoc». Esta
afirmación, sin embargo, no se comparte. El hecho de que los extremos
analizados en el informe pericial realizado por los técnicos de la Agencia
Tributaria no coincidieran con los que habían sido objeto de estudio en el informe
presentado por la defensa, no tenía por qué impedir que, como de hecho ocurrió,
se instara la opinión de estos técnicos sobre el contenido de este último informe,
el de la defensa, que es el que introduce esos hechos que, según el recurrente,
diferían de los contemplados en informes anteriores. Ello podía haber ocurrido
cuando los técnicos de la Agencia Tributaria ratificaron su propio informe (lo que
había ocurrido el día anterior), preguntándoles, en ese momento, su opinión
sobre el informe de la defensa al que se refiere la impugnación del recurrente o
sobre cualquier otro de los obrantes en autos. Pero también, como ocurrió
finalmente, en el acto en el que se ratificaba el presentado por la defensa.

Esta decisión del Tribunal, como hemos adelantado, no implicó ninguna


irregularidad sino que facilitó la exposición de las opiniones de unos y otros y,
con ello, la práctica de la prueba, algo por lo que el Tribunal enjuiciador no solo
puede sino debe velar.»

«…Además, si para pronunciarse sobre el informe pericial realizado por


otro perito ha de conocerse su contenido, el hecho de que el Tribunal facilitara
a los técnicos de la Agencia Tributaria el contenido del presentado por la
defensa no comporta ninguna irregularidad sino que facilita el valor didáctico de

1063
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la prueba a practicar y particularmente el contraste por el tribunal de los datos


técnicos aportados por unos y otros.

Asimismo, cabe concretar que el hecho de que los peritos aporten al


tribunal, y por supuesto también a las partes, las fuentes de las que provienen
los datos que consignan en sus informes (en el caso de autos determinada
información registral, de la que por cierto, como se deriva del acta
correspondiente, se dió debido traslado al perito de la defensa antes de evacuar
sus conclusiones finales) no sólo no implica irregularidad alguna sino que
garantiza precisamente los derechos que la parte recurrente estima
impugnados, entre ellos, el principio de contradicción y el de igualdad de armas.
La descripción en el informe o la aportación conjunta de estas fuentes de prueba
permite a las partes su conocimiento y con ello su cuestionamiento durante la
práctica de la prueba pericial. No se trata, como se alega, de que un perito
«proponga» prueba documental alguna, sino de aportar con su informe, que es
la prueba pericial, los documentos en los que, en su caso, se basan algunos de
los datos o conclusiones que en él se exponen. De esta forma, se permite al
tribunal contrastar y valorar realmente los datos en él consignados.

En definitiva, frente a las alegaciones del recurrente ninguna de las


actuaciones del Tribunal supuso, como hemos dicho, un exceso en su iniciativa
probatoria que pudiera poner en duda su imparcialidad o vulnerar el principio
acusatorio o de igualdad de armas, pues no existió una ruptura del equilibrio
entre las partes en el proceso que debe presidir la práctica de la prueba -STC
323/2006, de 20 de noviembre o STC 153/2004 de 20 de septiembre-.

Si entendiésemos que el Tribunal, con su actuación, excedió los


márgenes que la LECRIM le proporciona para la práctica de la prueba pericial,
especialmente en los artículos 724 y 725 de la LECRIM, y que con su decisión
acordó en realidad una nueva pericial sobre los hechos puestos de manifiesto
en el informe pericial presentado por la defensa, dicha decisión, según la
doctrina expuesta, estaría amparada por el numero segundo del artículo 729 de
la LECRIM. Al tomar dicha decisión, la Audiencia Provincial de Málaga, como se
infiere de sus propios razonamientos al desestimar en el acto de la vista la

1064
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

impugnación que ahora se reitera en el recurso, no pretendía sino verificar y con


ello someter a auténtica contradicción los datos puestos de manifiesto por un
informe pericial presentado por la defensa mucho después, por cierto, de que lo
fuera su escrito de defensa y ya en marcha el juicio. Es de esta presentación de
la que surge la necesidad y pertinencia de la opinión de los técnicos de la
Agencia Tributaria por lo que el Tribunal, en ningún caso, suplió, como se le
imputa, la iniciativa probatoria de las partes acusadoras sino que, como hemos
dicho, trató de verificar determinados hechos introducidos en el debate por una
de las partes, en este caso, la defensa de uno de los imputados.»

4. Viabilidad del motivo examinado.

Volcado el anterior cuerpo de doctrina al caso examinado, el motivo


deberá ser desestimado.

Conforme se extrae de los argumentos expuestos en la sentencia


recurrida, se contó con prueba lícita suficiente, que fue aportada al proceso con
respeto a los principios de inmediación y contradicción. La sentencia descarta
de una forma conforme a Derecho y a la Jurisprudencia de esta Sala la
existencia de las irregularidades o indefensiones denunciadas en su obtención
y práctica, sin que conste arbitrariedad alguna.

La prueba practicada permite inferir, en efecto, que Luis Bárcenas era el


real titular de cuantos fondos, dividendos y rendimientos nutrían las cuentas de
la Fundación SINEQUANON, así como de las entidades TESEDUL y GRANDA
GLOBAL, y cuya constitución tuvo por finalidad la de evitar la aplicación de la
Directiva Europea del Ahorro, logrando que siguiesen ocultos para la Hacienda
Pública y, por tanto, continuar eludiendo el abono de los impuestos
correspondientes sobre los rendimientos del ahorro.

Los razonamientos e inferencias expuestos al respecto por la sentencia


(tal como han quedado reflejados con anterioridad) son suficientemente
detallados y reflejan una valoración de la prueba practicada (documental,
testifical y pericial) lógica y racional, al margen de que, como hemos declarado

1065
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

con anterioridad, el recurrente no comparta dicha valoración o proponga una


alternativa sobre las conclusiones alcanzadas que, en cualquier caso, no se
amparan en alegaciones que permitan concluir que, como se afirma en el
recurso, las afirmaciones del órgano a quo sean irracionales.

A lo expuesto cabe añadir las siguientes consideraciones.

i) Sobre las alegaciones relacionadas con las operaciones de


compraventa de cuadros reflejadas en la declaración de IRPF de Rosalía
Iglesias del año 2006, estas no guardan relación con ninguno de los delitos por
los que ha sido condenado el recurrente, ya que se refieren a la condena de
aquella (su esposa) como autora de un delito contra la Hacienda Pública en
relación con su declaración individual de IRPF del ejercicio del año 2006. Será
cuando se analice el recurso de esta última cuando se dé respuesta a estas
alegaciones.

ii) En cuanto a la alegación relativa a la imposibilidad de incluir los


ingresos ilícitos para calcular la cuota defraudada a efectos del delito de fraude,
la misma carece de alcance constitucional. La lectura de los argumentos que
apoyan esta pretensión pone de manifiesto que lo que se alega es una posible
vulneración de la norma sustantiva, cuyo cauce casacional es, en consecuencia,
el previsto en el art. 849.1 LECrim, por lo que será en aquel contexto donde le
daremos la respuesta procedente.

iii) Por lo que se refiere la supuesta indeterminación de la cuota


defraudada correspondiente al ejercicio del 2007 y, sin perjuicio de señalar que
es una cuestión también relacionada con un supuesto «error iuris», que se
reitera en los motivos décimo segundo y décimo tercero ex art. 849.1 LECRIM,
podrían destacarse los siguientes aspectos:

- examinados los argumentos expuestos por la sentencia al valorar la


prueba relacionada con estos delitos, no se advierte indeterminación alguna en
los términos pretendidos. Esta resolución, como hemos expuesto con
anterioridad, explica profusamente los criterios observados para calcular el

1066
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

importe de las cuotas defraudadas, tanto del IRPF como del IP (folios nº 1162 a
1216), conforme al análisis de los informes de la AEAT de 18/02/2014, de
17/11/2014 y de 18/01/2017, informe de la UDEF 57.282/14, de 06/11/2014,
informe de 25/07/2017 del Inspector Conrado Caviró y el informe realizado por
la defensa del recurrente.

En concreto, y por lo que al IRPF del ejercicio de 2007 se refiere, la


sentencia (folios nº 1213 a 1216) expone los cálculos sobre los que se efectúa
la liquidación del impuesto -por comparación de los datos declarados con los
datos que se han comprobado por los peritos de la AEAT- y los motivos por los
que no toma en consideración los llamados «gastos domésticos», incluidos en
el informe de 19/07/2017 de Gonzalo Caviró, y señala que «la cuota dejada de
ingresar por el concepto de IRPF de LUIS BÁRCENAS correspondiente a ese
ejercicio ascendió a 2.103.113,26 €» (folio nº 1214);

- el recurrente defiende que existe tal indeterminación con base en el


pronunciamiento que se contiene en la sentencia a propósito de la
responsabilidad civil dimanante de este delito y, más concretamente, cuando,
tras acordar la condena de ambos a indemnizar a la Hacienda Pública en la
cantidad de 2.103.113,26 euros, señala (folios nº 1532 y 1568-1569):

«En el caso del IRPF de 2007 de LUIS BÁRCENAS, la cuota defraudada


deberá minorarse en la cuantía que se determine en ejecución de sentencia
correspondiente a este tributo, de lo ingresado con motivo de la Declaración
Tributaria Especial de TESEDUL referida al IRPF de los años 2007 a 2010»

Como apunta el Ministerio Fiscal en su escrito de impugnación, este


pronunciamiento guarda exclusiva relación con la responsabilidad civil
dimanante de ese concreto delito, del que cabe, además, predicar su escasa
importancia en relación con la materia enjuiciada, pues de lo especificado por el
Tribunal a quo se colige que la cuota defraudada es, en todo caso y sin perjuicio
de esa minoración, superior a los 120.000 euros.

1067
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, no se advierte que exista indeterminación de la cuota del


IRPF del año 2007.

iv) En cuanto a la valoración de la prueba sobre que las sociedades


citadas con anterioridad eran sociedades «pantalla» (lo que justificaría el
«levantamiento del velo»), la misma (tal como ha quedado reflejada con
anterioridad) es detallada, lógica y racional. Estas entidades, como dice el
órgano a quo y refleja la prueba practicada (documental y pericial) no tenían
existencia real sino que, simplemente, ocultaban el patrimonio de Luis Bárcenas
por el que no había tributado. Por ello, las rentas de estas sociedades no son
imputables a ellas, sino a Luis Bárcenas, debiéndose tributar a través del IRPF,
como impuesto que grava la obtención de rentas de la persona física.

En definitiva, todas las maniobras descritas se enmarcan dentro de una


permanente actitud defraudatoria, tendente a ocultar que Luis Bárcenas era el
real propietario como también el verdadero origen de los fondos, de manera que
tanto él como su esposa no declararon a la Hacienda Pública la totalidad de sus
rentas: ocultaron pagos al fisco, simularon operaciones de compraventa de
cuadros y, finalmente, presentaron una Declaración Tributaria Especial en
nombre de TESEDUL, en la que reflejaron de modo incompleto las cantidades
omitidas en las correspondientes declaraciones de IRPF de Luis Bárcenas de
los años 2007 a 2010, ingresando por tal concepto la cantidad de 1.098.804
euros.

Asimismo, de acuerdo con Iván Yáñez, Luis Bárcenas se valió de


GRANDA GLOBAL para presentar, en nombre de esta sociedad, Declaración
Tributaria Especial, ingresando 132.051 euros.

En conclusión, no se ha vulnerado el derecho a la presunción de


inocencia del recurrente, quedando extramuros de la competencia de la Sala
censurar el criterio de dicho Tribunal, sustituyéndolo mediante una valoración
alternativa y subjetiva del recurrente del significado de los elementos de prueba
disponibles.

1068
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

269.- El motivo quinto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, por la incorrecta aplicación del
artículo 252 en relación con el artículo 250 del Código Penal.

(El motivo es idéntico al MOTIVO CUARTO del recurso de la Sra.


Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

El recurrente afirma que ha sido condenado con base en una valoración


irracional de la prueba, dada la inexistencia de prueba alguna que avale que
Rosalía Iglesias se apropiase del dinero de las acciones de «Libertad Digital».

Los informes de la UDEF 52.839, de 03/11/2014, y 54.371, de


16/10/2014, avalarían que no ha habido transmisión patrimonial, y existe
abundante prueba de descargo, testifical y documental, que demostraría su
inocencia y que no habría sido tenida en cuenta, vulnerándose así su derecho
a la presunción a la inocencia.

Por otro lado, ninguna de las salidas de fondos del PP se considera ilícita
por la sentencia, a excepción de las dirigidas a la compra de acciones, sin
expresarse el motivo de por qué esta salida se reputa ilícita y no las demás.

(Los restantes argumentos, tendentes a sostener que el PP no ha sufrido


perjuicio alguno, dado que no ha reclamado nada y ha eximido de toda
responsabilidad a Álvaro Lapuerta, como único responsable, se reiteran en el
MOTIVO DECIMOCUARTO por infracción de ley).

2. El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas, a título de


autor, y de Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria, por la comisión de un
delito de apropiación indebida del art. 252 en relación con el art. 250.1.6º CP

1069
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(en la redacción vigente a la fecha de los hechos), por la apropiación de 149.600


euros de la «Caja B» del Partido Popular, mediante la compra de acciones de
«Libertad Digital», y que se acabaron ingresando en la cuenta corriente de
Rosalía Iglesias mediante dos transferencias de 16/03/2005 y 21/03/2005 (folios
nº 1223 y 1224 y 1562).

2.1. La base para la condena por este delito se encontraría en los hechos
declarados probados relativos al «apartado Castilla y León» y, concretamente,
dentro de la «actividad exclusiva de Luis Bárcenas», en el apartado relativo a la
«apropiación de fondos de la Caja “B” del Partido Popular» (folios nº 231 a 233),
donde se declara probado que:

«LUIS BÁRCENAS, aprovechándose de su condición de gerente del


P.P., incorporó a su patrimonio, entre 2001 y 2005, al menos, 299.650,61 €, que
procedían de la descrita “Caja B” de dicho Partido, o contabilidad
“extracontable”, que él llevaba, de acuerdo con el tesorero, al margen de la
contabilidad oficial, y que se nutría en la forma que se ha indicado, en buena
medida, a base de ingresos o aportaciones que incumplían la normativa sobre
financiación de partidos políticos, efectuados por personas y/o empresas que
resultaban beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas, y como
gratificación por ese trato de favor.

Entre el año 2001 y 2003, aprovechándose de la opacidad que ofrecía


esa doble estructura contable del partido, detrajo de la “Caja B” 150.050,61 €,
que ingresó en su cuenta DREBA, nº 128380 del DRESDNER BANK, de Zurich
(Suiza)

En el año 2005, también de la misma “Caja B”, sustrajo 149.600 €, de los


que, de acuerdo con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, destinó 149.000 € a pagar
unos inmuebles adquiridos por el matrimonio.

En esta ocasión, el apoderamiento de los fondos de la “Caja B”, tuvo


lugar mediante la compra de acciones de LIBERTAD DIGITAL SA, de manera
que, LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con su propia esposa, entregó a esta,

1070
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

extraídos de dicha caja, los 149.600 €, de los que dispuso el 29/10/2004 para
adquirir 1.360 acciones de esa sociedad, que puso a nombre de ROSALÍA
IGLESIAS. Compradas las acciones a su nombre, posteriormente las vende
esta, el 15/03/2005, a Francisco Yáñez, por 149.600 €, que no se reingresan al
P.P., sino que se queda con ellos el matrimonio, ingresándolos, mediante dos
imposiciones que hace la propia ROSALÍA, una el 16/03/2005, por importe de
74.000 €, y otra el 21/03/2005, por importe de 75.600 €, en su propia cuenta
corriente, abierta en Caja Madrid.

Una vez en su poder los 149.600 €, ROSALÍA IGLESIAS emite un


cheque contra su cuenta corriente, por importe de 149.000 €, para pago parcial
de un inmueble en Baqueira.

Y, por otra parte, con el fin de dotar a esa cantidad de una apariencia
lícita, de acuerdo con su marido, ROSALÍA consignó mendazmente en su
declaración individual del IRPF de 2005 los 149.600 € detraído de la “Caja B”,
como rentas generadas en un periodo igual o inferior al año derivadas de la
transmisión de elementos patrimoniales distintos de inmuebles o acciones.»

(1. Obsérvese que, no obstante tener por acreditada la apropiación de


fondos de la «caja B», entre 2001 y 2003, por importe de 150.050,61 euros, la
sentencia sólo acuerda la condena por los 149.600 euros de los que se apropió
en el año 2005.)

Esto parece venir motivado porque la acusación del Ministerio Fiscal se


ciñó a esta segunda apropiación. Efectivamente, al tiempo de abordar la
calificación jurídica -folio nº 1223-, la sentencia indica que «los hechos por los
que se realiza esta acusación son los relativos a los 150.000 € de que se
apodera…mediante la compra de acciones de LIBERTAD DIGITAL…». Lo que,
a su vez, casa con las peticiones formuladas por el Ministerio Fiscal, donde se
advierte que sólo se formula acusación por un delito de apropiación indebida -
folio nº 18- y únicamente se solicita el comiso de la cantidad de 149.600 euros -
folio nº 121-.

1071
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2. Lo expuesto, además, daría sobrada respuesta a aquellos alegatos


que se vierten en el recurso a propósito de la ausencia de motivación que se
denuncia en relación con la ilicitud de la apropiación de los 149.600 euros frente
a las demás salidas de dinero de la «Caja B».

Ciertamente que nada se dice expresamente en la sentencia, pero es


claro que la condena se ciñe a esa concreta cantidad por necesario respeto al
principio acusatorio y no porque el Tribunal entienda que las demás salidas de
fondos no sean delictivas, que es lo que sostiene el recurrente.)

2.2. El Tribunal de instancia, en su fundamentación jurídica (folios nº


1074 a 1084), expone, de entrada, que es indubitada la existencia de una «Caja
B», o contabilidad «extracontable», del PP, así como la procedencia ilícita de
sus fondos. En definitiva, rechaza que estas cantidades procediesen de
donaciones altruistas hechas por algunos empresarios, dado su marcado
carácter finalista, en tanto eran una forma de pagar favores o la contrapartida
por obtener adjudicaciones irregulares de contratos, sin que, por tanto, puedan
desvincularse de esas adjudicaciones irregulares y en las que los contactos
políticos desplegados por los acusados resultaban fundamentales.

Para alcanzar tal conclusión, la Sala toma en consideración:

.- la declaración de Luis Bárcenas, que admitió -tanto durante la


instrucción como en el acto del juicio oral- la existencia de una «contabilidad
extracontable», ajena a la oficial, donde firmaba junto con Álvaro Lapuerta.
También reconoció su letra en las hojas de los conocidos apuntes publicados
en el diario «El País», el jueves 31/01/2013, bajo el título «los papeles secretos
de Bárcenas», con notas e iniciales; aunque adujo que se trataba de donativos
sin carácter finalista alguno.

.- la declaración de Carlo Luca Magniani (auditor interno del PP), a quien


le fue exhibida diversa documentación, y que vinculó los llamados «papeles de
Bárcenas» con la caja oficial (la contabilidad «A») del PP y, en consecuencia, el

1072
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

traspaso de fondos que constan en los «papeles de Bárcenas» («Caja B») a la


contabilidad «A» del partido.

Se dotaría así de plena veracidad a estos apuntes, al constatarse la


existencia de unas anotaciones de Luis Bárcenas en las que se reflejan unos
ingresos en determinadas fechas, mientras que esos ingresos aparecen en las
mismas fechas y por los mismos importes en la cuenta de donativos del PP -
como ingresados en esa cuenta-, así como en la cuenta de donativos de la
contabilidad del PP que se presentó ante el Tribunal de Cuentas.

.- la testifical de Jaime Ignacio del Burgo, Santiago Abascal y Luis Fraga,


personas que aparecen como perceptoras de algunos de estos cobros y que
reconocieron haber recibido estas cantidades.

Sin perjuicio de lo anterior, la Sala destaca que algunos de otros testigos


(como el Sr. Arenas o García Escudero) habrían admitido indirectamente e
incluso confirmado algunos de los apuntes de la «Caja B». En concreto, de una
cena del año 2008 de Álvaro Lapuerta y de un regalo y que, por ello, dieron
detalles de lo que aparecía reflejado en este apunte de la «Caja B» del partido.

.- el informe de la UDEF 22.510/13, de 06/03/2013, ratificado en las


sesiones del día 05/07/2017, que analiza la correlación entre la documentación
obrante en la causa y la publicada por el diario «El País», y que se contrasta
con la contabilidad «B» de Francisco Correa, contenida en el pen drive y en la
«carpeta azul» de José Luis Izquierdo.

.- el testimonio de Alfonso García Pozuelo, en tanto que reconoció los


hechos objeto de acusación, lo que se ve corroborado por el informe 22.510/13,
donde se explican las correlaciones entre las comisiones pagadas por él (de
CONSTRUCTORA HISPÁNICA) y las anotaciones que aparecen en dicha
contabilidad «B», como, por ejemplo, el reparto de 60.000 euros, el 27/11/2003,
en el que se distribuyen comisiones por adjudicaciones irregulares, anotadas en
la «carpeta azul», y que tiene su correspondencia con una anotación, de
04/12/2003, en los papeles publicados por «El País».

1073
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el informe de la UDEF 32.640/14, de 03/04/2014, ratificado en las


sesiones del día 05/07/2017, que versa sobre la correlación entre los mismos
apuntes manuscritos y los ingresos en posiciones bancarias de entidades suizas
donde tuviera cuentas Luis Bárcenas, entre cuyas coincidencias se señala el de
un ingreso de 5.000.000 pesetas, en enero de 2001, en la cuenta «DREBA»
1283080, con un apunte ese mismo mes de un ingreso en la contabilidad
manuscrita.

2.3. Por otro lado, el Tribunal concluye que Luis Bárcenas tenía plena
capacidad de control y disposición sobre esa contabilidad, con independencia
de que fuera tesorero o gerente del partido o de cuáles fueran sus concretas
funciones. Capacidad de la que hizo uso para apropiarse de la «Caja B», entre
2001 y 2003, de 150.050,61 euros, que ingresó en su cuenta «DREBA»
1283080, así como para detraer la cantidad de 149.600 euros, de los que se
apoderó, para destinar 149.000 euros a pagar parcialmente unos inmuebles
adquiridos por el matrimonio, a través de su mujer, Rosalía Iglesias, que se
prestó y se benefició de ello.

En concreto, el apoderamiento de estos fondos tuvo lugar mediante la


compra de acciones de LIBERTAD DIGITAL SA, de manera que Luis Bárcenas,
de acuerdo con su esposa, entregó a ésta los 149.600 euros extraídos de la
«Caja B», de los que dispuso el 29/10/2004, para adquirir 1.360 acciones de
dicha sociedad, que puso a su nombre. Posteriormente las vendió a Francisco
Yáñez (padre de Iván Yáñez), el 15/03/2005, por el mismo precio, que ingresó
mediante dos imposiciones, que realiza la propia Rosalía Iglesias (una el
16/03/2005, por importe de 74.000 euros, y otra el 21/03/2005, por importe de
75.600 euros) en su propia cuenta abierta en Caja Madrid. Cantidad que unos
días más tarde, el 12/04/2005, emplea para un abono parcial de un inmueble en
Baqueira, emitiendo un cheque por importe de 149.000 euros.

Para ello, la Sala toma en consideración las siguientes pruebas:

1074
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la declaración de Luis Bárcenas, en tanto admitió tener control sobre


esta contabilidad, afirmando que, para tener bien controladas las entradas y
salidas de esa «Caja B», firmaban tanto él como el tesorero.

También reconoció que las acciones se adquirieron con fondos de la


«Caja B», si bien adujo que pretendía adquirirlas con 150.000 euros en efectivo
de su mujer, procedentes de la venta de un cuadro, que ingresó en Caja Madrid
Banco para tal fin. Fue Álvaro Lapuerta quien finalmente le instó a adquirirlas
con dinero del PP, por lo que anuló la operación y sustituyó un ingreso por otro,
reintegrando, en todo caso, el dinero al partido.

.- la declaración de Jaime Ignacio del Burgo Tajadura, que admitió haber


recibido dinero en efectivo de Luis Bárcenas, cuando éste era gerente, para
hacérselo llegar a otras personas y que confirma, por tanto, que, frente a lo
aducido por éste, también tenía disponibilidad sobre dichos fondos.
.- la documentación remitida por el banco y los llamados «papeles de
Bárcenas», donde se documentan la salida de fondos por importe de 149.600
euros y las transferencias posteriormente efectuadas.

.- el informe pericial de 25/07/2017, ratificado y explicado en la sesión del


día 18/09/2017, que desmiente lo afirmado por Luis Bárcenas, en tanto justifica
que no existen los dos ingresos de dinero aludidos, sino un único ingreso y una
posterior anotación efectuada por la propia entidad por el concepto «CARGO
POR CORRECCIÓN», que supone que lo que se anuló no fue la operación (lo
que exigiría una restitución de esa cantidad que no se produjo), sino el asiento
contable y que, por tanto, sólo existe un asiento.

.- la documentación justificativa de los ingresos de Rosalía Iglesias del


dinero obtenido por la venta de las acciones en su propia cuenta bancaria, junto
con la testifical de Blanca Martínez (directora de la sucursal bancaria),
acreditativos del destino de dicho importe y, en definitiva, de que no fue
reintegrado al partido.

1075
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la declaración de IRPF de Rosalía Iglesias (folios 459 y ss. del tomo


272), donde, para tratar de eludir su responsabilidad y la de su mujer por la
sustracción de esos 149.600 euros, se consignó mendazmente en la declaración
de 2005, modalidad individual, esta cantidad como rentas generadas en un
período igual o inferior al año derivadas de la transmisión de elementos
patrimoniales distintos de inmuebles o acciones.

2.4. Los restantes argumentos que se efectúan en este motivo, tendentes


a discutir la concurrencia de los elementos que integran el delito de apropiación
indebida, carecen de alcance constitucional, pues lo que se alega es una posible
vulneración de la norma sustantiva cuyo cauce casacional es el previsto en el
art. 849.1 LECrim, por lo que será en aquel contexto donde le daremos la
respuesta procedente.

No obstante, cabe indicar que la sentencia también da respuesta a lo


aquí suscitado (folios nº 1074 a 1076), descartando que la renuncia del PP a
cualquier tipo de reclamación como perjudicado hubiera de suponer, como
defiende Luis Bárcenas, que no se produjo la apropiación indebida.

En tal sentido, el Tribunal considera que el planteamiento parte de una


confusión de conceptos, cuales son los del sujeto pasivo del delito -como titular
del bien jurídico protegido- y el perjudicado -que es quien sufre el perjuicio-, que
despliegan sus efectos en ámbitos distintos, máxime en un delito público, como
el enjuiciado, donde la persecución del delito se mantiene aunque la víctima o
el perjudicados se opongan a ello.

Por tanto, resultaría indiferente que el PP haya renunciado a cualquier


reclamación (incluso porque afirme que no le consta haber sufrido perjuicio
alguno) e, incluso, la procedencia lícita o ilícita de estas cantidades, porque lo
relevante es que el acto de apoderamiento se produjo y que el dinero que Luis
Bárcenas recibió como mero custodio y que hizo suyo no era «res nullius» y, por
ello, incurrió en la responsabilidad penal que le están exigiendo las acusaciones.

1076
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La renuncia a la acción civil no puede llevar como efecto una impunidad


penal, con independencia del destino que deba darse a esta cantidad pues, si
carece de dueño y tiene la consideración de efecto o instrumento del delito,
habrá de ser objeto de comiso y, por tanto, no susceptible de devolución.

3. Viabilidad del motivo examinado.

Examinados los pronunciamientos contenidos en la sentencia de


instancia, nuevamente cabe concluir que el motivo deberá ser desestimado.

El Tribunal contó con prueba de cargo válida y suficiente para concluir


tanto la existencia de una «Caja B», o contabilidad «extracontable», del PP -
sobre la que el recurrente ostentaba plena capacidad de control y disponibilidad-
, como los distintos actos de apoderamiento verificados por éste, incluido el uso
de 149.600 euros, procedentes de dicho fondo, para adquirir unas acciones de
la entidad LIBERTAD DIGITAL.

Como en el caso de motivos anteriores, la lectura de los apartados de la


fundamentación jurídica de la sentencia en los que se valora la prueba sobre
estos extremos (testifical, documental y pericial) y que han sido expuestos, en
síntesis, con anterioridad, amparan esta conclusión.

Concretamente, en cuanto a la apropiación de los 149.600 euros para


adquirir unas acciones de la entidad LIBERTAD DIGITAL, cabe indicar que esta
operación no ha sido negada por el recurrente y existe respecto a ella prueba
directa, plural y lícitamente obtenida, que igualmente acredita la posterior venta
de estas acciones a Francisco Yáñez por el mismo precio de adquisición, el
efectivo ingreso del dinero obtenido en una cuenta bancaria de la Sra. Iglesias
y el destino dado a esta cantidad para el abono parcial de un inmueble en
Baqueira.

El recurrente, en realidad, en su argumentación critica la fuerza de


convicción de las pruebas con apoyo en sus propias manifestaciones
exculpatorias y en su subjetiva interpretación de las distintas testificales,

1077
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

obviando de nuevo que lo que corresponde a esta Sala es determinar si las


pruebas de cargo en las que se ha apoyado la el Tribunal de instancia para
condenar son suficientes y han sido racional y lógicamente valoradas. Lo que
claramente es el caso de autos.

Como recuerda la STS 849/2013, de 12-11- «el hecho de que la Sala de


instancia dé valor preferente a aquellas pruebas incriminatorias frente a la
versión que pretende sostener el recurrente, no implica, en modo alguno,
vulneración del derecho a la presunción de inocencia, antes al contrario, es fiel
expresión del significado de la valoración probatoria que integra el ejercicio de
la función jurisdiccional, y se olvida que el respeto al derecho constitucional que
se dice violado no se mide, desde luego, por el grado de aceptación por el
órgano decisorio de las manifestaciones de descargo del recurrente».

270.- El motivo sexto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional en relación con el delito de estafa procesal del
artículo 250 en relación con los artículos 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código
Penal.

(El motivo es idéntico al MOTIVO QUINTO del recurso de la Sra.


Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

El recurrente aduce que la sentencia tiene por acreditado que los


documentos son falsos bajo una errónea valoración de la prueba testifical y la
pericial caligráfica, siendo la interpretación correcta de estos medios probatorios
la que se propone en el recurso.

1078
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

De otro, excediendo del cauce casacional elegido, sostiene que no


concurren los elementos que integran el delito de estafa procesal. Estos últimos
argumentos (que junto con otros se reiteran en el motivo decimoquinto) serán
objeto de análisis en el motivo formulado al amparo del art. 849.1 LECrim.

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias como autores de un delito de estafa procesal en grado de tentativa de
los arts. 248.1 y 250.1.7º CP (en la redacción dada por la LO 5/2010, de 22 de
junio), en concurso medial del art. 77 CP, con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.2º y 74 CP.
Esta condena se refiere a las actuaciones procesales que, a raíz de la puesta
en conocimiento del Juzgado Central de Instrucción nº 5 del expediente
tributario abierto por la Delegación de Hacienda, realizaron ambos acusados,
valiéndose de la falsa documentación relativa a unos inexistentes contratos de
mediación y de compraventa de cuadros supuestamente suscritos con Isabel
Ardanaz, para oponerse a la reapertura del procedimiento penal, el cual había
sido sobreseído respecto de Rosalía Iglesias por auto de 06/05/2010 (folios nº
1232 a 1234 y 1565).

Por otro lado, la sentencia especifica que la base para la condena por el
delito de estafa procesal en concurso con la falsedad se ciñe a las actuaciones
realizadas por los condenados exclusivamente en el proceso penal
(interposición de recursos, solicitud de realización de pericial caligráfica…), y no
en el previo expediente tributario).

2.1. La base para la condena por estos delitos se encontraría en los


hechos declarados probados relativos al «apartado Castilla y León» y,
concretamente, dentro de la «actividad exclusiva de Luis Bárcenas», en el
apartado relativo a la «simulación de operaciones de compraventa de obras de
arte» (folios nº 247 a 252), donde se declara probado que desde, al menos, el
año 2000 Luis Bárcenas, de acuerdo con su mujer, Rosalía Iglesias, vino

1079
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

encubriendo la procedencia de sus fondos en efectivo como operaciones de


compraventa de obras de arte.

2.1.1. En concreto, en el apartado «Inclusión de ganancias por


transmisiones anteriores a 31/12/1994 (coeficientes de abatimiento)» (folios nº
248 a 251), se expone que, entre otras actuaciones, el matrimonio consignó, en
la declaración de IRPF de 2006 de Rosalía Iglesias, la cantidad de 560.000
euros, como procedentes de la transmisión de cuatro cuadros adquiridos el
15/05/1987, por importe de 1.803,30 euros, que nunca existió, con la finalidad
de eludir que tributara su ficticia ganancia por aplicación del régimen transitorio
de cálculo de ganancias patrimoniales derivadas de transmisiones de bienes
adquiridos antes del 31/12/1994, dada esa antigüedad, y justificó mendazmente
el ingreso en efectivo de 500.000 euros, efectuado el 19/01/2006 (fecha en la
que finalizaba la posible aplicación del referido régimen transitorio), así como el
cobro de un talón de 60.000 euros, el 15/12/2006.

A consecuencia de esta operativa, se incluyó a Rosalía Iglesias en el


Plan de Inspección del programa «operaciones con billetes de alta
denominación», con motivo del cual fue objeto de investigación por parte de la
Delegación Especial de Inspección de Madrid que incoó expediente el
22/11/2010, al objeto de comprobar su declaración por el IRPF correspondiente
al ejercicio de 2006, y que, tras su tramitación, y a pesar de la falta de
colaboración y la actitud obstruccionista de la misma, concluyó el 16/06/2011,
remitiéndose informe a la Fiscalía el 18/07/2011 ante la posible comisión de un
delito contra la Hacienda Pública por parte de Rosalía Iglesias, lo que dio lugar
a la incorporación de dichas actuaciones inspectoras al procedimiento y su
consiguiente reapertura respecto de la misma, para la que había sido
sobreseído provisionalmente por auto de 06/05/2010.

Elevado dicho informe, en fecha 20/06/2011, se personó ante la actuaria


el representante de Rosalía Iglesias, aportando distintos documentos que, en
un viaje realizado al efecto a Argentina (que no llegó a durar 14 horas), se
encargó de confeccionar Luis Bárcenas en dicho país, para, con ellos, tratar de
justificar unas operaciones de compraventa de cuadros, que nunca tuvieron

1080
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lugar, con las que acreditar la realización de la inexistente operación que se hizo
constar en la fraudulenta declaración al fisco.

Estos documentos, que trajo Luis Bárcenas de Argentina, fueron, uno,


que se dice ser un contrato de mediación, supuestamente fechado en Madrid el
15/11/2004, con una vigencia de dos años, entre Rosalía Iglesias e Isabel
Ardanaz, y, el otro, que pone que es un contrato de compraventa de esos
mismos cuadros, fechado en Madrid el 19/01/2006, celebrado también entre
ambas, en que figura que Rosalía Iglesias se los entrega en comisión para su
venta.

La aportación de estos documentos motivó la elaboración de un informe


ampliatorio, de fecha 19/07/2011, por parte de la actuaria, donde se ponía en
conocimiento de su superior distintas incongruencias, y que, junto con los
documentos aportados, fue remitido a la Fiscalía y luego incorporado a la causa
el 28/09/2011.

Con fecha 29/07/2011, Rosalía Iglesias presentó escrito en la Fiscalía


censurando la actuación de la actuaria y solicitando que el expediente se
devolviese a la vía administrativa, con la pretensión de que la fraudulenta
documentación se valorara como auténtica y se liquidara la cuota procedente.
Escrito que se unió a la causa como uno más de los remitidos el 28/09/2011.

2.1.2. Sentado lo anterior, se detallan en el factum (folios nº 251 a 252)


cuantos hechos constituyen la base de los delitos ahora examinados, indicando
que la defensa de Luis Bárcenas y, de acuerdo con él, su mujer, por medio de
escritos de 28/09/2011 y 07/10/2011, formuló oposición a la reapertura de la
causa respecto de ésta, con base en la misma documentación, dictándose auto
de 19/04/2012 por el que se acordó dicha reapertura.

Este auto fue recurrido por los acusados en reforma y apelación, y se


esgrimió de nuevo, la autenticidad de esos documentos, siendo conscientes de
su falsedad, con la finalidad de generar el suficiente error en los órganos
encargados de resolver, primero el recurso de reforma y después el de

1081
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

apelación, para que acordaran el archivo de la causa en lo relativo al posible


delito fiscal de Rosalía Iglesias, correspondiente al IRPF del ejercicio de 2006.

Los acusados no lograron su propósito, al ser desestimados los recursos,


el de reforma mediante auto del Instructor de 08/06/2012, y el de apelación
mediante auto de la Sección 4ª de 18/07/2012.

El 23/10/2012, la defensa de Luis Bárcenas aportó los ficticios contratos


de mediación y de compraventa al objeto de que se practicase un informe
pericial sobre ellos. Contratos que también aportó en escritos de 05/03/2014 y
17/03/2014 a fin de practicar una pericial caligráfica, prueba que interesaron al
recurrir la imputación de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias por delitos de estafa
procesal y falsedad documental. Estos recursos fueron desestimados, primero,
por el Instructor en auto de 26/06, y luego por auto de la Sección 4ª de la Sala
de lo Penal de 30/07/2013.

2.2. En la fundamentación jurídica, tras detallar lo acaecido en el


procedimiento con expresa referencia a los informes, escritos y resoluciones
judiciales citados, el Tribunal analiza profusamente (folios nº 1144 a 1162) la
prueba que le lleva a concluir que los contratos de mediación y de compraventa
de cuadros son falsos, consistente en:

.- los informes de la Inspectora Dña. Mª Cristina Planet de fechas


16/06/2011 y 19/07/2011, jefe de Unidad de Inspección en la Delegación
Especial de Madrid, que compareció como testigo en la sesión del día
08/03/2017, explicando cuantas actuaciones de comprobación e inspección
llevó a cabo, como actuaria, en relación con el IRPF de 2006 de Rosalía Iglesias,
a raíz de una orden de inclusión en el plan de inspección de «operaciones con
billetes de alta denominación», así como las vicisitudes habidas durante la
tramitación del expediente.

En concreto, expuso que, ante las reiteradas incomparecencias de la


acusada, decidió hacer actuaciones de comprobación (con otras personas,
requerimientos a bancos y al Registro de la propiedad, investigando bases de

1082
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

datos, etc.), no pudiendo encontrar, pese a sus indagaciones, el origen del


depósito en efectivo en Caja Madrid, del 19/01/2011, por importe de 500.000
euros.

También explicó que, con posterioridad, Rosalía Iglesias se personó el


13/05/2011, afirmando desconocer la concreta documentación que debía
presentar pese a los requerimientos ya efectuados, ante lo que la actuaria
paralizó el informe y la citó nuevamente para el día 31/05/2011, ratificándose en
el contenido de la diligencia extendida ese día, ante las excusas puestas de
manifiesto por la interesada, firmada por Rosalía Iglesias, y que literalmente
dice: «que en el día de hoy quería comparecer con asesor pero que eso no ha
sido posible porque ha decidido no continuar con la persona que le hizo la
declaración y que tiene la documentación y está buscando un nuevo asesor y
por tanto solicita un nuevo plazo para aportar la documentación».

Finalmente, adujo que el día 16/06/2011, en que había sido citada la


interesada, se personó Pablo Lago Borstein, en calidad de representante
autorizado, sin aportar documentación alguna, por lo que tuvo por no aportada
la misma y terminó el informe correspondiente, remitiéndolo a su Inspector Jefe.

Preguntada por el segundo informe, la actuaria confirmó que lo elaboró


a raíz de la documentación aportada el 20/06/2011, explicando las
incongruencias que apreció en las cifras y en el número de cuadros, sin entrar
a valorar si con esa documentación quedaba justificada la operación o si los
documentos eran auténticos.

Por otra parte, preguntada por el escrito presentado por Rosalía Iglesias
ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el 29/07/2011 (folio 76 y ss., tomo
118 principal DP 01/09 TSJM), la testigo negó lo allí expuesto a propósito de la
existencia de una propuesta de regularización o la posibilidad de firmar un acta
de conformidad.

.- la documentación de Caja Madrid en contestación al requerimiento


efectuado por la actuaria, incorporado al informe de 16/06/2011, justificativa de

1083
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que el ingreso del dinero, de 19/01/2006, lo hizo Rosalía Iglesias con billetes de
500 euros.

.- la declaración de la directora de la sucursal de Bankia, Blanca


Martínez, previa exhibición del extracto de la cuenta donde quedaba reflejado y
la boleta de ingreso, ratificando lo anterior.

.- la declaración de Pablo Lago Borstein, asesor fiscal de Rosalía


Iglesias, con quien contacta Luis Bárcenas para que se encargue de la
inspección tributaria abierta a su esposa y a la que conoce el 15/06/2011, que
explicaba que el 16/06/2011 ésta le dijo que no podía aportar la documentación,
porque la guardaba su marido y estaba de viaje, que se reunió con la inspectora
y le solicitó que le diese tres o cuatro días, constando en el expediente diligencia
que reza: «que no ha podido traer la documentación porque hasta el día de ayer
15 de junio no le han nombrado representante».

.- la documentación aportada el 20/06/2011, consistente en: un contrato


o recibí manuscrito, que pone fecha 15/05/1987, donde figura el nombre de
María Teresa Novis González, que dice haber recibido 300.000 pesetas por la
venta de dos cuadros, uno la «Circuncisión del Niño Jesús» y otro la
«Presentación del Niño Jesús en el Templo»; el contrato de mediación de
15/11/2004, por el que se dice que Rosalía Iglesias encarga a Isabel Ardanaz la
gestión de la venta de cuatro cuadros; y el contrato de compraventa de
19/01/2006, en el que se dice que Rosalía Iglesias encarga en comisión para
venta a Isabel Ardanaz esos cuatro cuadros.

.- el informe de la UDEF 58.785/13, de 26/06/2013, ratificado en la sesión


del día 18/07/2017, que analiza la anterior secuencia de hechos, coincidente en
lo sustancial con lo expuesto por los testigos, donde también se indica que fue
el 06/07/2011 cuando el representante aportó copia del extracto bancario de
ingreso en efectivo del talón por 60.000 euros de 15/12/2006.

Igualmente se analiza el viaje, de ida y vuelta, realizado el 16/06/2011


por Luis Bárcenas a Argentina por vía aérea desde España, de unas catorce

1084
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

horas aproximadamente, capaz de justificar la vinculación entre este viaje y el


expediente de la AEAT, valorado por la Sala como elemento corroborador del
momento en que se elaboraron los contratos simulados.

.- los documentos aportados por la defensa el 04/10/2016, al inicio del


juicio, consistentes en dos recibos manuscritos (siendo uno de ellos una copia
sin identificación de su autor) por importes de 24.000 y 6.000 euros,
supuestamente firmados por Rosendo Naseiro, con los que se trata de acreditar
la compra a éste, en los años 2001 y 2003, respectivamente, de los otros dos
cuadros y que, junto con el recibí manuscrito de 17/05/1987 en que Mª Teresa
Novis González dice haber recibido 300.000 pesetas, justificarían los cuatro
cuadros a que se refieren los contratos examinados.

Estos documentos carecen para la Sala de todo valor probatorio a los


efectos pretendidos pues, con independencia de la falsedad o no de las firmas,
en modo alguno coincidirían (ni en sus fechas ni en sus importes) con lo
declarado en la inspección del IRPF de 2006, donde todas las transmisiones se
situaban el 15/05/1987 y eran por 1.803,30 euros.

Así mismo, respecto del recibí de 15/05/1987, la Sala advierte de que,


tratándose de una persona que (según las diligencias practicadas en el
expediente y relataba la actuaria) falleció el mismo día de su presentación,
ningún dato o prueba alguna se habría intentado por la defensa en orden a
acreditar su realidad misma o a contrastar la letra que aparece en el recibí.

.- la declaración de Rosendo Naseiro (folios nº 1132 y 1135 a 1138),


valorada a propósito de las operaciones relacionadas con FERIARTE, que negó
haber realizado semejante número de operaciones con Luis Bárcenas como las
afirmadas por éste, limitándose a alguna compra aislada, insistiendo en que ni
éste era coleccionista o se dedicaba al negocio de compraventa de cuadros, ni
había hecho operación alguna con Rosalía Iglesias.

.- la declaración de María Paz Naseiro, que confirmó lo manifestado por


su padre, pues las únicas operaciones de las que habló fueron las de FERIARTE

1085
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y la relacionada con la venta del «Recco» (supuestamente de 06/10/2001) y


sobre la que adujo que debió producirse sobre el año 1998 y, en ningún caso,
por 24.000 euros. También dijo desconocer esa venta supuestamente efectuada
en 2003 por su padre, aunque afirmó que el precio de 6.000 euros, que figuraba
en el mismo, no podía ser por ese cuadro.

Por último añadió, refiriéndose a los dos cuadros supuestamente


vendidos en 1987 por Mª Teresa Novis, que los mismos habían estado en su
casa desde el año 1983 y que allí seguían estando, por lo que en el año 1987
no los podía tener en su poder el matrimonio Bárcenas.

.- la declaración de Isabel Ardanaz, que negó haber suscrito los contratos


aludidos, manifestando que ni conocía ni conoce a Rosalía Iglesias, como
tampoco conocía a ningún José Luis López o José Luis Díaz (persona que,
según Luis Bárcenas, le habría puesto en contacto con la testigo para tal fin).
También explicó la forma en que Patricio Bel obtuvo sus firmas, dada la relación
de confianza mantenida con él desde principios de 2006, capaz de justificar el
resultado de la pericial de parte con que se acredita la pertenencia a la misma
de las firmas plasmadas en los contratos.

En definitiva, negó la realidad del contrato supuestamente firmado en


2004 (insistiendo en que a dicha fecha no conocía a Patricio Bel), como también
negó haber firmado el documento fechado en 2006, explicando igualmente la
razón por la que, usando el apellido Mckinlay, cuando acude a firmar el
documento que le facilitó Patricio Bel, y aun viendo que había sido sustituido por
el de Ardanaz, admitió firmarlo así, utilizándolo sólo en esa ocasión y por la
confianza que tenía en él.

De todo lo cual, el Tribunal de instancia concluye que los contratos de


mediación y de compraventa de cuadros son radicalmente falsos y que fueron
elaborados por Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, tras urdir que se los
preparasen en el viaje que el primero realizó a Argentina el 16/16/2011, para
presentarlos a la inspección tributaria el 20/06/2011 como si fueran auténticos.

1086
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Rechaza el órgano a quo cuantas objeciones se suscitan por la defensa


en relación con el valor probatorio atribuido a los informes, documentos y
testimonios analizados.

Así, no se estimó relevante que exista un informe pericial acreditativo de


que las firmas plasmadas en dichos documentos pertenecieran a Isabel
Ardanaz. Tampoco el hecho de ésta hubiese tenido abierta causa en Argentina
restaba fiabilidad a su testimonio, porque, aunque así fuera y hubiera de
someterse el mismo a los presupuestos jurisprudencialmente exigidos para dar
credibilidad y valor probatorio al de un imputado, contaría con suficientes
elementos de corroboración.

En definitiva, para el órgano a quo, lo relevante en este sentido es el


ardid que se utilizó para conseguir que la firma de la testigo apareciese en los
documentos, insistiendo en que lo hizo a instancia de Patricio Bel, quien pudo
perfectamente utilizarla a conveniencia, lo que justificaría el sentido de las
manifestaciones de ésta que, por otro lado, no fueron tampoco rebatidas o
contrastadas con el testimonio del Sr. Bel (al que se renunció por la defensa que
lo propuso sin que la de Luis Bárcenas pusiere objeción alguna).

También los testimonios del Sr. Naseiro y su hija se estimaron


plenamente fiables y creíbles, por más que se constatase cierto grado de
deterioro cognitivo en el primero. Los motivos para así concluirlo son
profusamente expuestos por el Tribunal al analizar su testimonio, al margen de
exponerse la absoluta falta de correlación entre las operaciones que se trataban
de acreditar (las ventas de cuadros en los años 2001 y 2003), con lo declarado
en el expediente tributario y el contenido de los contratos de mediación y
compraventa.

Junto con lo anterior, la Sala de instancia descarta las restantes


alegaciones defensivas de los acusados por incongruentes pues, de ser ciertas
las fechas en que dichos contratos se suscribieron, ya los deberían tener en su
poder desde el inicio del expediente administrativo, careciendo de lógica que no
los aportasen desde el primer requerimiento, en lugar de ir provocando las

1087
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dilaciones constatadas. Siendo, además, significativo que el mismo día


16/06/2011 (última fecha concedida por la actuaria para ello) Luis Bárcenas
realice un viaje a Argentina, de menos de 14 horas, y que, precisamente, a su
regreso sea cuando encuentra tan importantes documentos, pues, de tenerlos
en su poder antes del viaje, tiempo tuvo para prepararlos y presentarlos a la
inspección.

Por lo demás, Luis Bárcenas admitió que realizó este viaje, aunque
sostuvo que se limitó a firmar un contrato con CONOSUR el mismo día
16/06/2011, como lo acreditaría la certificación emitida por la escribana ante la
que se otorgó el referido contrato, pero esto, como se explicita, es perfectamente
compatible con que, también en ese mismo día, aprovechara para conseguir la
firma de Isabel Ardanaz en esos documentos y traerlos a España.

Por último, la Sala advierte que no tiene explicación que Luis Bárcenas
niegue conocer a Isabel Ardanaz, a no ser como un argumento más para
cuestionar su testimonio, como igualmente resulta significativo ese distinto uso
de los apellidos de ésta, Ardanaz y Mackinlay, cuya razón explicó, de forma
enteramente creíble para el Tribunal ya que era lo que mejor venía a los
intereses de Luis Bárcenas.

3. Viabilidad del motivo examinado.

Vistos los argumentos contenidos en la sentencia recurrida donde se


valora la prueba en que asienta su convicción condenatoria, el presente motivo
también debería ser desestimado en cuanto al delito de falsedad documental.

El recurrente cuestiona esa valoración probatoria e insiste que no se ha


probado que los contratos de mediación y de compraventa de cuadros fueran
falsos. Afirma que existe un informe pericial que acredita la realidad de las firmas
plasmadas en los mismos, y que no han sido valoradas correctamente las
pruebas personales y documentales.

1088
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

De nuevo lo que expone el recurrente no es la ausencia de actividad


probatoria sino la discrepancia con la valoración que se ha hecho de la misma,
lo que no implica la vulneración de la presunción de inocencia que se denuncia.

Basta una lectura atenta de la sentencia dictada para concluir que en ella
se exponen de forma detallada qué documentos y testimonios han sido
valorados para concluir que los contratos en cuestión eran simulados, con una
expresa mención además, tal como se ha expuesto con anterioridad, a cómo las
pruebas de descargo aludidas por el recurrente no contradicen dicha valoración
ni la convierten en insuficiente.

Estas pruebas se exponen de forma minuciosa, tal y como ha quedado


expuesto con anterioridad, y la valoración individual y conjunta que se hace de
ellas no refleja arbitrariedad ni irracionalidad alguna.

Tampoco se refleja esa arbitrariedad o irracionalidad en las alegaciones


formuladas por el recurrente, que se limita a insistir en que su valoración de la
prueba (especialmente de la pericial y la testifical) es la que ha de prevalecer
frente a la alcanzada por el órgano a quo.

Las cuestiones relativas a la comisión del delito de estafa procesal en


grado de tentativa serán analizadas en el motivo articulado por infracción de ley.

271.- El motivo séptimo al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional en relación con el delito de blanqueo de capitales
del artículo 301 en relación con el artículo 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código
Penal.

1089
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(El motivo es coincidente o relacionado con el MOTIVO SEXTO del


recurso de la Sra. Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

Nuevamente las alegaciones se refieren a varios extremos, no todos


ellos conexos entre sí o relacionados con el cauce casacional elegido, que se
pueden sintetizar de la siguiente manera:

i) La sentencia no motiva ni explicita cuál es el delito antecedente del que


traería causa el blanqueo de capitales y tampoco concreta la necesaria conexión
entre los delitos precedentes y los actos de blanqueo.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por


infracción de ley).

ii) Se niega irracionalmente la existencia de una actividad económica


previa de Luis Bárcenas distinta a su puesto de trabajo como gerente del PP,
cuando existe prueba documental y testifical capaz de justificar la existencia de
cuentas en Suiza desde 1988.

iii) El delito de cohecho no puede ser utilizado como delito precedente.


La sentencia se limita a señalar, de modo general, cuál era el funcionamiento
del entramado asociado al Sr. Correa, pero ni existe prueba de qué adjudicación
puede tacharse de ilegal o sobre qué funcionario pudo influir, ni hay condena
por cohecho, al haberse retirado las acusaciones populares por este delito.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por


infracción de ley).

iv) Imposibilidad de atribuir el blanqueo a un delito precedente de


apropiación indebida. La sentencia concluye de modo erróneo que se produjo la
apropiación de una serie de fondos del PP y omite toda argumentación capaz

1090
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de justificar la posible conexión entre el importe pretendidamente apropiado y el


delito de blanqueo de capitales.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por


infracción de ley).

v) La sentencia concluye de modo irracional que existía una estructura


opaca en Suiza, desatendiendo aquellos documentos que acreditan su
titularidad efectiva sobre todas las cuentas.

Al margen de lo anterior, insiste el recurrente en que se ha considerado


doblemente las mismas cantidades para sancionar por los dos delitos (fiscal y
blanqueo) y afirma que la sentencia no distingue qué cuentas de las abiertas en
Suiza empleó para la elusión fiscal y cuáles para la ocultación de dinero y que,
por tanto, se desconoce cuál es el efecto típico que tiene la ocultación de
cuentas en Suiza.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por


infracción de ley).

vi) La sentencia concluye de modo irracional que la Fundación


SINEQUANON se constituyó para eludir la Directiva Europea del Ahorro.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por


infracción de ley).

vii) No existió ninguna pretendida acción de vaciamiento de las cuentas


suizas, los documentos acreditan que el contrato se asesoramiento firmado con
el Sr. Yáñez es real.
viii) El contrato de préstamo suscrito por Luis Bárcenas y Ángel Sanchís
es real. La sentencia no valora la existencia de un aval, que el recurrente otorgó
a favor de LA MORALEJA, que acredita la realidad del referido contrato.

1091
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ix) Sobre la ocultación de las cuentas de Bermudas y el ingreso en la


cuenta del matrimonio Bárcenas-Iglesias, la sentencia no valora la documental
obrante en el Tomo 1 de la Comisión Rogatoria de Bermudas (documento
casacional nº 119), que desvirtúa los razonamientos expuestos en la misma.

x) Sobre el pago efectuado por TESEDUL en la regularización fiscal


relativa al año 2007 y la aplicación de la Declaración Tributaria Especial, el
recurrente insiste en la indeterminación de la cuota tributaria supuestamente
defraudada en el IRPF del año 2007 y en la plena validez y eficacia de la DET
que presentó en 2012 sobre los ejercicios no prescritos.

(La cuestión se reitera en los MOTIVOS DECIMOSEGUNDO y


DECIMOTERCERO del recurso, por infracción de ley relativo al delito con la
Hacienda Pública, así como en el MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso, por
infracción de ley relativo al delito de blanqueo de capitales).

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias (folios nº 1234 a 1236 y 1566) por la comisión de un delito de blanqueo
de capitales del art. 301 CP, en concurso medial del art. 77 CP, con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP; y relativo a las actuaciones verificadas para la
ocultación y posterior afloramiento del dinero procedente de las actividades
delictivas que, desde al menos, el año 2000, vino realizando Luis Bárcenas, en
cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en adjudicaciones
públicas y del apoderamiento de fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda
Pública.

La sentencia acuerda igualmente la condena de Ángel Sanchís Perales


y Ángel Sanchís Herrero, como autor y cooperador necesario, respectivamente,
de un delito de blanqueo del art. 301 CP, con base en unos hechos cometidos
entre los años 2009 a 2012.

1092
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A su vez, Iván Yáñez es condenado, a título de autor, por un delito de


blanqueo del art. 301 Código Penal, en concurso medial del art. 77 CP, con un
delito continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación
con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, respecto de los hechos cometidos entre
los años 2009 a 2013.

2.1. Sobre los hechos probados.

La base para la condena por estos delitos se encontraría en diversos


apartados de los hechos declarados probados relativos al «apartado Castilla y
León».

i) De un lado, dentro de la «actividad común de Luis Bárcenas y Jesús


Merino» (folios nº 222 a 225 y 228 a 230), los hechos probados de la sentencia
dictada especifican, a propósito del origen de los fondos ilícitamente obtenidos
por Luis Bárcenas -tras indicar que fue Senador por el PP entre el 14/03/2004 y
el 19/04/2010, Gerente entre 1990 y junio de 2008 y Tesorero de dicho partido
desde esa fecha y hasta julio de 2009- que éste, junto con Francisco Correa y
Jesús Merino Delgado, aprovechando la influencia que Luis Bárcenas y Jesús
Merino tenían por razón de los cargos que ocupaban dentro de su formación
política, y con la finalidad de procurarse un ilícito enriquecimiento, urdieron una
estrategia para obtener adjudicaciones de obra pública a favor de empresas de
la confianza de Francisco Correa y que éste pudiera controlar, a cambio de
gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que éste distribuía en efectivo
y, en el caso de Luis Bárcenas, también en forma de viajes y servicios que
encubría con facturas falsas.

Así mismo, se afirma que los cobros percibidos en contraprestación a su


intermediación en la adjudicación de contratos públicos, que realizaron
valiéndose de sus influencias sobre cargos públicos de su misma formación
política, ascendieron, en el caso de Luis Bárcenas, a 1.176.561,07 euros (folio
nº 223), describiéndose detalladamente los distintos cobros, en metálico y en
especie, percibidos por éste y relacionados con las contrataciones públicas
identificadas, además de otros cobros de empresas y personas identificadas.

1093
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(Los hechos probados son objeto de un estudio más detallado:

1.- en la de resolución del motivo tercero -apartado 2.2 (subapartado


2.2.2)- donde fueron examinados a propósito del delito de blanqueo por el que
han sido condenados Luis Bárcenas, Jesús Merino, Jesús Sepúlveda, Luis de
Miguel y Francisco Correa, en relación con SPINAKER.

2.- en la resolución del motivo cuarto -apartado 2.1 (subapartado iv)- a


propósito de la facturación falsa emitida por PASADENA VIAJES).

ii) Sin perjuicio de lo anterior, al abordar la «actividad exclusiva de Luis


Bárcenas» (folios nº 230 y 231), los hechos probados reflejan, a modo
introductorio, que, desde al menos el año 2000, Luis Bárcenas, al margen de la
actividad delictiva que en común llevó a cabo con otros acusados, desarrolló por
su cuenta, y cuando lo precisaba en colaboración con su mujer, otra actividad
dirigida a enriquecerse modo ilícito intermediando en otras adjudicaciones de
obras o apropiándose de fondos del PP, que ocultó a través de un entramado
financiero en Suiza, que luego afloró mediante la simulación de distintas
operaciones comerciales y que destinó a pagos en efectivo y de manera opaca
para la Hacienda Pública.

También Rosalía Iglesias, casada con el anterior y en connivencia con


él, se valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias rentas y las de su
esposo, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas en
España y Suiza, así como simulando realizar alguna venta de cuadros.
Igualmente utilizó cantidades obtenidas por su cónyuge, producto de su
intermediación en obras públicas irregulares, así como de la apropiación de
fondos del PP, para efectuar pagos en efectivo a la Hacienda Pública.

En concreto, se expone: « En cualquier caso, con ese fin de ocultar tales


rentas de procedencia ilícita y aflorarlas, desvinculadas de su origen, LUIS
BÁRCENAS, de acuerdo con ROSALÍA IGLESIAS, creó un entramado
financiero en entidades bancarias suizas, a través del cual invirtió en distintos

1094
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

valores y productos financieros, e, igualmente, afloró fondos cuyo origen no se


correspondía con su declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una
apariencia lícita al reflejarlos en las correspondientes declaraciones tributarias
como ganancias patrimoniales derivadas de operaciones de compraventa de
obras de arte.

En las correspondientes declaraciones, LUIS BÁRCENAS solo recogió


las citadas ganancias patrimoniales, como derivadas de unas operaciones de
compraventa de cuadros, que eran ficticias e hizo pasar por reales, ocultando,
en cambio el resto de rentas obtenidas de la ilícita manera que venimos
relatando, hasta la promulgación de la Disposición Adicional Primera del Real
Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen diversas
medidas tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público,
que dio lugar a que presentara sendas Declaraciones Tributarias Especiales en
nombre de las sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, tras las que se
escondió, y contando con la colaboración del, también, acusado, IVÁN YÁÑEZ
VELASCO.»

iii) A su vez, en el apartado relativo a la «apropiación de fondos de la


Caja “B” del Partido Popular» (folios nº 231 a 233), donde se declara probado
que Luis Bárcenas, aprovechándose de su condición de gerente del PP,
incorporó a su patrimonio, entre 2001 y 2005, al menos, 299.650,61 euros, que
procedían de la «Caja B» del PP, o contabilidad «extracontable», que él llevaba
al margen de la contabilidad oficial, y que se nutría, en buena medida, de
ingresos o aportaciones que incumplían la normativa sobre financiación de
partidos políticos, efectuados por personas y/o empresas que resultaban
beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas, y como gratificación por
ese trato de favor.

Así, entre los años 2001 y 2003, aprovechándose de la opacidad que


ofrecía esa doble estructura contable del partido, detrajo de la «Caja B»
150.050,61 euros que ingresó en su cuenta DREBA, nº 128380 del DRESDNER
BANK, de Zurich (Suiza).

1095
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el año 2005, también de la misma «Caja B», sustrajo 149.600 euros


de los que, de acuerdo con su mujer, Rosalía Iglesias, destinó a pagar unos
inmuebles adquiridos por el matrimonio.

(Los hechos probados son objeto de un estudio más detallado en la


resolución del motivo quinto donde fueron examinados a propósito del delito de
apropiación indebida por el que han sido condenados Luis Bárcenas y Rosalía
Iglesias).

iv) También a modo introductorio, en el apartado dedicado a la


«ocultación del origen de los fondos» (folio nº 233), se señala: «Desde, al
menos, el año 2000 hasta principios de 2009 la opacidad de las rentas
obtenidas, bien de la intermediación en adjudicaciones públicas bien de fondos
del P.P. se consiguió con la emisión de facturas falsas, con el ingreso de las
rentas en cuentas suizas, con su incorrecta declaración ante la Hacienda
Pública como ganancias procedentes de supuestas compraventas de obras de
arte y con el pago en efectivo de distintos servicios propios del ámbito de la
economía doméstica.

Y a partir de 2009, una vez abierta la investigación sobre LUIS


BÁRCENAS en la presente causa, la estrategia de ocultación y desvinculación
de su origen y titularidad de los fondos ilícitamente generados, así como su
afloramiento para dotarlos de una apariencia lícita, se centró, principalmente, en
la retirada de los activos depositados en las cuentas suizas con la simulación de
distintas operaciones comerciales para, a continuación, reintegrarse al
verdadero titular a través de contratos ficticios.»

A continuación, bajo los epígrafes «ocultación de rentas en cuentas


suizas» (folios nº 233 a 236) e «ingresos en las cuentas suizas» (folios nº 236 a
242), se analizan detalladamente las distintas cuentas en Suiza cuyo real
beneficiario y con capacidad de disposición, era Luis Bárcenas, en alguna de
ellas junto con su mujer Rosalía Iglesias, de las que se fue sirviendo para ocultar
las ganancias generadas por sus ilícitas actividades, así como el posterior
cambio de titularidad de las mismas a nombre de la Fundación SINEQUANON

1096
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(a consecuencia de que Suiza se comprometió a aplicar la Directiva Europea


del Ahorro y con la finalidad de ocultar su real titularidad) y los sucesivos
traspasos de sus fondos, a partir del año 2009, primero a la entidad TESEDUL
y, después, desde ésta a GRANDA GLOBAL.

Por otra parte, el 01/09/2006, Luis Bárcenas, de acuerdo con su mujer,


Rosalía Iglesias, abrió a nombre de ésta la cuenta RDRX 219858 en el
LOMBARD ODIER de Ginebra, que se fue nutriendo, con la colaboración y
consentimiento de ésta y sabedora de su procedencia, de rentas obtenidas por
aquél de su ilícita actividad, que hizo suyas.

Estas cuentas eran, básicamente, cuentas de custodia y gestión de


valores, que se fueron nutriendo con ingresos en efectivo y transferencias de
fondos de Luis Bárcenas, de procedencia ilícita, y en las que se fueron también
depositando dividendos y rendimientos obtenidos de acciones de sociedades
españolas y, en menor medida, desde el año 2007, de inversiones en acciones
de sociedades extranjeras.

Así, Luis Bárcenas realizó traspasos y transferencias entre distintas


cuentas, como la transferencia que hizo el 16/11/2007 desde la 204337 de
SINEQUANON, por importe de 175.107,82 euros, a la RDRX 219858 de Rosalía
Iglesias, ambas del LOMBARD ODIER.

Y también las hizo desde las distintas cuentas de TESEDUL a las


abiertas a nombre de GRANDA GLOBAL, por un importe total de 1.223.890,18
euros, las cuales, aunque figure como beneficiario económico Iván Yáñez,
fueron el mecanismo para que Luis Bárcenas continuara con su dinámica de
ocultación de bienes, de manera que los fondos siguen siendo de él, y a su
ocultación se presta Iván Yáñez. En realidad, GRANDA GLOBAL no es sino la
continuidad de TESEDUL, que se crea para prolongar su dinámica de ocultación
de rentas por parte de Luis Bárcenas.

Por último, el factum refleja los importes de los correspondientes


rendimientos derivados de las inversiones realizadas sucesiva e

1097
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ininterrumpidamente con los fondos depositados en las cuentas suizas,


incluidas las cuotas dejadas de ingresar por diferentes tributos y ejercicios.

v) Ya en el apartado «destino de los fondos de las cuentas suizas» (folios


nº 242 a 247), los hechos probados, nuevamente a modo introductorio, afirman:

«Dos periodos son perfectamente diferenciables en cuanto al destino de


esos fondos ilícitamente acumulados en dichas cuentas, uno primero, con
anterioridad al año 2009, en que, el 18/02/2008, LUIS BÁRCENAS ordena una
transferencia de 115.636,82 € desde la de la Fundación SINEQUANON del
LOMBARD ODIER a favor de PIFZ HALIY, y también están los pagos hechos
con tarjeta de crédito, cargados entre febrero y noviembre de 2008 contra la
cuenta de ROSALÍA IGLESIAS por importe de 9.897,61 €.

En estas operaciones de movimiento de los fondos de LUIS BÁRCENAS


se prestó a colaborar IVÁN YÁÑEZ, tanto antes como después de 2008.

Sin embargo, la forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en


que LUIS BÁRCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la
detención de los primeros inculpados el día 6 de ese mes, procedió a retirar los
fondos que tenía en sus cuentas suizas, con la finalidad de ocultarlos, evitar una
incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita,
para lo cual se valió de otras personas, unas con conocimiento del origen de
esos fondos y la finalidad que perseguía y otras que no consta que lo tuvieran,
pero que concertaron con él alguna operación por convenir a propios y no ilícitos
intereses comerciales.» (folios nº 242 y 243).

Seguidamente, pasan a exponer las distintas actuaciones enmarcadas


dentro de esta actividad desplegada a partir de 2009:

1.- «Simular la concesión de un préstamo de 3.000.000 € a ÁNGEL


SANCHÍS PERALES por parte de LUIS BÁRCENAS en nombre de la Fundación
SINEQUANON con el fin de que aquel se lo reintegrara posteriormente a través
de distintos procedimientos. Ambos acusados, al solo objeto de dotar de una

1098
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

formal cobertura a esa ficticia operación, confeccionaron un contrato


supuestamente datado el 24.2.2009 conforme al cual la fundación
SINEQUANON prestaba a ÁNGEL SANCHÍS PERALES tres millones de euros
por un plazo de diez años estableciéndose un periodo de carencia de cinco, de
modo que la primera amortización se difería al 24.2.2014.

Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta que


LUIS BÁRCENAS tenía en el DRESDNER BANK a nombre de la fundación
panameña a la n° 0605140081 del HSBC de Nueva York, titularidad de la
entidad uruguaya vinculada a la familia Sanchís BRIXCO SA, a través de tres
trasferencias de 27 de marzo, 3 de abril y 6 de mayo de 2009 por sendos
importes de 1.000.000 €. Una parte de dichos fondos fue, a su vez,
posteriormente transferida a cuentas de otra sociedad relacionada con la familia
Sanchís, la argentina LA MORALEJA SA, en cuya administración intervenía
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO. Otra parte de esos fondos se trasfirieron desde
BRIXCO SA a la sociedad uruguaya RUMAGOL SA.

Con el fin de reintegrar las citadas rentas a su propietario, LUIS


BÁRCENAS, este ideó junto con ÁNGEL SANCHÍS PERALES y su hijo, ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO, una compleja operativa que fue ejecutada por, entre
otros, estos dos últimos acusados, conocedores del origen delictivo de los
fondos -en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en
adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del PARTIDO
POPULAR y de su ocultación a la Hacienda Pública-, y que se concretó en, al
menos, los siguientes procedimientos:

- Trasferencias enmascaradas como supuestas retribuciones de un


contrato de prestación de servicios simulado entre LUIS BÁRCENAS en nombre
de CONOSUR LAND SL y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO en representación de
LA MORALEJA aparentemente celebrado el 16.6.2011. De acuerdo con lo
reflejado en ese documento elaborado con el único fin de poder reintegrar sus
fondos a LUIS BÁRCENAS con una apariencia legal, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión
Económica Europea (U. E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones

1099
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

entre empresas dentro y fuera de la U.E.E." de manera continuada a LA


MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos servicios se fijó una
retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD por
trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al
solo efecto de dar apariencia de realidad al contrato (Facturas n° 1/2011 de
15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011; 1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de 10.4.2012;
15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012 de 6.9.2012; 23/2012 de
6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10.12.2012).

Bajo esa cobertura formalmente lícita, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO


restituyó un total de 190.000 USD - equivalentes a 142.959,15 €- a Luis
Bárcenas mediante trasferencias a la cuenta que este tenía a nombre de
CONOSUR LAND SL en Bankia con el n° 2038 1168 20 6000548150.

- Trasferencias enviadas por ÁNGEL SANCHÍS HERRERO desde la


cuenta de LA MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de Luis Bárcenas
y de sus familiares:

El 1.10.2012 por importe de 19.120 USD en pago de estudios de


Guillermo Bárcenas Iglesias, hijo de LUIS BÁRCENAS.

El 30.10.2012 por importe de 15.000 USD a favor de Ignacio Bárcenas


Romera, hijo de LUIS BÁRCENAS, en Reino Unido.

El 19.11.2012 por importe de 20.000 USD a la cuenta del Chase


Manhattan Bank de Nueva York n° 129360320 titularidad de LUIS BÁRCENAS
y ROSALÍA IGLESIAS.

Trasferencia de 10.000 € enviada el 5.10.2011 por ÁNGEL SANCHÍS


PERALES a la cuenta del Banco Popular n° 0075 0446 47 0600129022 cuyo
único titular es LUIS BÁRCENAS. Dicha cantidad tenía su origen en una
donación de ÁNGEL SANCHÍS HERRERO a favor de su padre escriturada el
10.10.2011.

1100
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Constitución, el 24.2.2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA -en


la que figuraron desde al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN YÁÑEZ
y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de LUIS
BÁRCENAS- en cuyo nombre se aperturó la cuenta n° 605170703 en el HSBC
de Nueva York el 9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de Luis Bárcenas
generados con la actividad relatada en este escrito. Tanto desde la cuenta de
BRIXCO SA, en la que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo
concedido por aquel a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87
USD) como desde la cuenta "OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular
era FRANCISCO YÁÑEZ (600.000 €).

La cuenta de RUMAGOL SA se cerró en febrero de 2013 transfiriéndose


858.701,92 USD a Iván Yáñez y el resto a la cuenta de TQM CAPITAL en el
HSBC de Nueva York, repartiéndose los activos en función de la aportación de
cada uno, un 36% IVÁN YÁÑEZ y un transfiriendo el 64% restante a la cuenta
TQM del propio HSBC (1.345.378,87 $).

IVÁN YÁÑEZ percibió dichos fondos en su cuenta personal 215520013


de INTERACTIVE BROKERS CO LTD desde la que, el 11.4.2013, trató de
restituir a LUIS BÁRCENAS 132.051€ no logrando su propósito al figurar como
beneficiario el ordenante y no ser este el titular de la cuenta que iba a recibir la
trasferencia. Con el fin de dotar a este ingreso de una apariencia lícita se simuló
la celebración de un contrato de préstamo aparentemente suscrito el 20.9.2012
entre ambos acusados que se utilizó, igualmente, con el fin de justificar que el
pago de la Declaración Tributaria Especial de GRANDA GLOBAL SA se hiciera
con fondos de LUIS BÁRCENAS.» (folios nº 243 y 246).

2.- «Como otra actuación más realizada desde comienzos de 2009 para
ocultar su ilícita fortuna y dotarla de una apariencia lícita, LUIS BÁRCENAS, de
acuerdo con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, transfirió los fondos que había en
la cuenta de esta, RDRX 219858 del LOMBARD ODIER (146.268,85 € y
31.704,25 $, entre marzo y junio de 2009), a la cuenta OBISPADO, de Francisco
Yáñez, padre de IVÁN YÁÑEZ, quien se hizo cargo de ella desde 2004, y quien
el 03/08/2009, siguiendo las instrucciones de aquel, ordenó la transferencia de

1101
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

200.000 € a la cuenta que el matrimonio tenía abierta en el banco


BUTTERFIELD TRUST (BERMUDA), que no han sido localizados.» (folio nº
246).

3.- «En esta misma línea de ocultación de su fortuna iniciada por parte
de LUIS BÁRCENAS, puesta en marcha a raíz de que saltara a los medios la
presente causa, en febrero de 2009, contando con la colaboración de IVÁN
YÁÑEZ, se dedicó a transferir los fondos que tenía en sus cuentas suizas de la
Fundación SINEQUANON y de la sociedad TESEDUL a otras sociedades
situadas en el extranjero, con la misma idea de ocultarlos y ponerlos a salvo de
cualquier incautación.

* En este apartado está la transmisión de fondos (1.223.890,18 €), que


desde TESEDUL hace llegar a sociedad panameña GRANDA GLOBAL,
formalmente de IVÁN YÁÑEZ, pero, en realidad, de LUIS BÁRCENAS, de los
que hemos hablado más arriba.

* La sociedad uruguaya LIDMEL INTERNACIONAL SA recibió a lo largo


del mes de junio de 2009, en distintas transferencias, desde las cuentas de la
Fundación SINEQUANON, la cantidad de 1.000.000 €.

* También procedente de otra de las cuentas de la Fundación


SINEQUANON, la sociedad uruguaya GRUPO SUR DE VALORES SA recibió
en su cuenta 000151688 del HSBC de Nueva York una transferencia por importe
de 1.000.000 € (1.297.015 $) el 24/03/2009 y otra, también, de 1.000.000 €
(1.319.179,50 $), el 08/04/2009.

* Asimismo, desde la cuenta que en el LOMBARD ODIER tenía la


Fundación SINEQUANON salen a la de la sociedad TESEDUL, abierta el
DISCUONT BANK de Montevideo, dos transferencias, cada una de 400.000 €,
que tienen lugar los días 11 y 18/04/2011, respectivamente, cantidades cuya
localización tampoco ha sido posible.» (folios nº 246 y 247).

1102
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4.- «En la misma línea de ocultación de fondos posterior a febrero de


2009, LUIS BÁRCENAS retiró de la cuenta en el LOMBARD ODIER de
TESEDUL, 300.500 € entre febrero y agosto de 2012, y de la cuenta en el SYZ
& CO de GRANDA GLOBAL, entre mayo y diciembre de 2010, 52.386,33 €.»
(folio nº 247).

5.- «También consiguió la repatriación de recursos, en concreto 11.000


€, de los transferidos con anterioridad a la cuenta de TESEDUL del LOMBARD
ODIER, que salen de esta el 06/11/2012, y llegan a la cuenta de ROSALÍA
IGLESIAS el 18/04/2013, a quien se los transfiere LUIS BÁRCENAS para pago
de un viaje, que, ante la imposibilidad de llevarlo a cabo, los reintegra a la cuenta
de ROSALÍA, que no pudo ignorar su recepción.» (folio nº 247).

vi) Finalmente, dentro del apartado «simulación de operaciones de


compraventa de obras de arte», de un lado, bajo el epígrafe «FERIARTE y
cuadro de Juan Van der Hamen León» (folio nº 248), se expone:

«Una de las operaciones encubiertas fue la solicitud, el 09/12/2002, por


parte de LUIS BÁRCENAS, de un crédito, con fecha de vencimiento al año
siguiente, por importe de 330.000 €, con el simulado propósito de adquirir una
obra de arte, cuando, en realidad, se trataba de tener una aparente justificación
documental para poseer esa cantidad que ya tenía en su poder, por ello que, no
obstante haber dispuesto el 10/12/2002 de 325.000 €, al cabo de poco más de
un mes después, el 20/01/2003, ingresó los 330.000 € en efectivo, cancelando
así el crédito. Por lo tanto, la formalización de dicho crédito tenía por finalidad
cubrir, para dar apariencia de legalidad, una cantidad de efectivo del que ya
estuviera en posesión y tuviera oculto LUIS BÁRCENAS, percibido por su
contribución en esa trama de adjudicaciones irregulares de la que venimos
hablando [recuérdese que en el año 2002, recibió en metálico, al menos,
486.106 €]; y esa operación para la que ha venido manteniendo que era ese
crédito, la adquisición de un cuadro del pintor Juan Van Hamen León, en la
exposición FERIARTE de 2002, no se realizó.»

1103
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

De otro, en el epígrafe «Inclusión de ganancias por transmisiones


anteriores a 31/12/1994 (coeficientes de abatimiento)» (folios nº 248 a 250), se
indica:

«En otras ocasiones, el matrimonio BÁRCENAS IGLESIAS reflejó en sus


correspondientes declaraciones tributarias supuestas ganancias derivadas de
transmisiones de cuadros, operaciones con las que no solo afloró sus rentas
bajo una apariencia legal, sino que evitó al mismo tiempo su tributación al
declararlas de modo que les fuera aplicable el régimen transitorio de cálculo de
ganancias patrimoniales derivadas de transmisiones de bienes adquiridos antes
del 31/12/1994, conforme a cuyo régimen, aplicable únicamente a las plusvalías
obtenidas hasta el 20/01/2006, la tributación de los beneficios generados con la
transmisión de obras de arte adquiridas con anterioridad al 31/12/1994 se
reduce hasta llegar a eliminarse para las adquisiciones anteriores al 31/12/1988.

En consecuencia, consignaron en sus correspondientes tributarias una


fecha de adquisición de los bienes supuestamente vendidos que les otorgara
una reducción del 100% de las aparentes plusvalías, pues reflejaron como años
de compra 1983 y 1987. Estaban, de esta manera, articulando un fraude para el
fisco, que fue detectado por la Inspección de Hacienda, consistente en imputar
la venta de unos cuadros adquiridos muchos años atrás, para que no tributasen
nada mediante la aplicación de los coeficientes de abatimiento.

En particular, en la declaración del IRPF de 2004, modalidad conjunta, el


matrimonio reflejó la venta por 270.000 € de un bodegón, que dijo ser adquirido
en 1983, por ROSALÍA IGLESIAS al precio de 4.086,88 €, con cuya declaración
eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente obtenida con esa
transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 € realizado el
05/03/2004 por ROSALÍA IGLESIAS en su cuenta de Caja Madrid. La operación,
sin embargo, no tuvo lugar.

Por otra parte, con ocasión de la presentación de la declaración del IRPF


de 2005, modalidad individual, ROSALÍA IGLESIAS declaró como rentas
generadas con la transmisión de bienes distintos de inmuebles y acciones los

1104
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

149.600 € de los que se apoderó indebidamente de la Caja B del P.P.,


relacionados con la operación de Libertad Digital a la que nos hemos referido
más arriba.

Asimismo, ROSALÍA IGLESIAS, de acuerdo con LUIS BÁRCENAS,


consignó en su declaración del IRPF de 2006, modalidad individual, 560.000 €,
como procedentes de una transmisión de cuatro cuadros adquiridos el
15/05/1987 por importe de 1.803,30 €, que nunca existió, con lo cual volvió a
eludir que tributara su ficticia ganancia por aplicación del mismo régimen
transitorio de cálculo de ganancias, dada esa antigüedad, y justificó
mendazmente el ingreso en efectivo de 500.000 €, efectuado el 19/01/2006, día
en que finalizaba la posible aplicación del referido régimen de tributación, en su
cuenta de Caja Madrid, así como el cobro de un talón de 60.000 € el
15/12/2006.»

(Los restantes hechos probados son objeto de un estudio más detallado


en la resolución del motivo sexto, donde fueron examinados a propósito del
delito intentado de estafa procesal en concurso con una falsedad documental
por los que han sido condenados Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias).

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio oral.

i) Sobre los cobros percibidos por Luis Bárcenas, en metálico y en forma


de viajes, como contraprestación por su labor de intermediación en la
adjudicación irregular de contratos públicos.

El análisis de la prueba valorada por el Tribunal de instancia ha sido ya


abordado con anterioridad a propósito del delito de blanqueo relacionado con la
SPINAKER y en relación con la facturación falsa emitida por PASADENA
VIAJES.

ii) Sobre la apropiación de fondos de la «Caja B» del PP.

1105
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El análisis de la valoración probatoria efectuada por la Sala se ha


abordado ya a propósito del delito de apropiación indebida por el que han sido
condenados Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias.

iii) Sobre la ocultación de rentas en cuentas suizas, el origen de los


ingresos en dichas cuentas suizas y la pertenencia a Luis Bárcenas de los
fondos de la Fundación SINEQUANON y las entidades TESEDUL y GRANDA
GLOBAL.

El concreto examen de las pruebas valoradas por la Sala se ha hecho en


el examen del motivo cuarto a propósito de los delitos contra la Hacienda Pública
por los que han sido condenados Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias.

iv) Sobre el destino de los fondos de las cuentas suizas.

La sentencia tiene por probado que Luis Bárcenas siguió dos estrategias.
La primera, hasta el año 2009, donde los fondos se reinvertían, siguiendo sus
instrucciones, en distintos productos financieros, a salvo las transferencias y
traspasos entre sus propias cuentas o los pagos con tarjeta de crédito cargados
a una cuenta abierta a nombre de Rosalía Iglesias. En estas operaciones de
movimientos de fondos colaboró Iván Yáñez, tanto antes como después de
2009, consciente de la procedencia ilícita del dinero.

Así se extrae, según la sentencia de instancia, de la siguiente prueba


(folios nº 1108 y 1109):

.- los informes de 18/02/2014 y de 25/07/2017, que analizan los


movimientos de las cuentas bancarias, significándose, como más relevantes, la
transferencia de 115.636,82 euros a favor de PIFZ HALIY, el 18/02/2008, desde
la cuenta de LOMBARD ODIER de la Fundación SINEQUANON; y los distintos
pagos con tarjeta de crédito, por importe de 9.897,61 euros, entre febrero y
noviembre de 2008, contra la cuenta de Rosalía Iglesias.

1106
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la declaración de Iván Yáñez, que admitió que la transferencia de


115.636,82 euros era suya, tal y como constaba en la documentación remitida
desde Suiza, y que la cantidad fue una inversión que hizo Luis Bárcenas con
fondos que gestionaba él. También reconoció que en 2007 creó la sociedad
VALÓRICA GLOBAL y que en 2008 Luis Bárcenas le compró una participación
en ella con fondos de su cuenta de LOMBARD ODIER, para lo cual le vendió
una parte de sus participaciones, por 106.000 o 107.000 euros, y que el
empleado del banco, el Sr. Mentha, hizo el traspaso de títulos de VALÓRICA de
su cuenta a la de aquél, enviando el dinero, una vez que llega a su cuenta del
LOMBARD ODIER, a la del Deustche Bank de Madrid.

Estas manifestaciones se ponen en relación, entre otros extremos, con


la existencia de la cuenta OBISPADO, las transferencias de cantidades entre
esta cuenta y las de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, los poderes y las
autorizaciones que Luis Bárcenas le da para que maneje sus cuentas en Suiza,
el empleo que se hace de GRANDA GLOBAL (donde Iván Yáñez pone su
nombre para que Luis Bárcenas la aproveche para blanquear dinero) y la intensa
amistad existente entre ambos (que, admitida por ambos, arranca desde la que
Luis Bárcenas tenía con el padre de éste). Estas circunstancias revelan, según
el órgano a quo, la colaboración prestada por Iván Yáñez con pleno
conocimiento de la ilicitud de los fondos.

Por otro lado, se considera acreditado que, desde febrero de 2009, Luis
Bárcenas procedió a retirar los fondos que tenía en sus cuentas, con la finalidad
de ocultarlos, evitar su posible incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo
una aparente cobertura lícita. Todo ello, mediante muy diversas operaciones y
sirviéndose de otras personas.

Se valoran al respecto los siguientes medios de prueba (folios nº 1109 a


1127):

.- el contrato de préstamo suscrito entre Luis Bárcenas y Ángel Sanchís


Perales, fechado el 24/02/2009 en Madrid, que aparece documentado como un
mero contrato privado, que da lugar a la transferencia de los 3.000.000 euros a

1107
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

una cuenta de pagos y cobros de BRIXCO SA, junto con el «contrato de mutuo»,
con el que se cubre la anterior operación, fechado el 10/03/2009, entre BRIXCO
SA y Ángel Sanchís Perales, otorgado con la finalidad, según dice el contrato,
de aumentar su capital la sociedad mercantil.

.- el informe de los peritos de la UDEF-BLA 106.701/13, de 27/11/2012,


ratificado en la sesión del 05/07/2017, que confirma que, en realidad, la anterior
cantidad fue a parar, una parte, a la sociedad argentina LA MORALEJA SA,
propiedad de la familia Sanchís, y otra, a la sociedad uruguaya RUMAGOL,
constituida por Ángel Sanchís Herrero e Iván Yáñez. Y, en definitiva, que el
anterior contrato fue una operación simulada que tenía por objeto el trasladar
fondos ocultos de Luis Bárcenas desde Suiza a Latinoamérica con la finalidad
de reintegrarlos posteriormente a España con apariencia de legalidad.

.- las transferencias realizadas por Ángel Sanchís Herrero a la cuenta de


CONOSUR LAND SL en Bankia (cuenta nº 2038 1168 20 6000548150) de la
que era beneficiario Luis Bárcenas.

.- las transferencias efectuadas por Ángel Sanchís Herrero desde la


cuenta de LA MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de Luis Bárcenas
y de alguno de sus familiares.

.- la autorización cursada por Luis Bárcenas para que Ángel Sanchís


Perales pudiese consultar sus cuentas en Suiza y cuya visita igualmente
anunció, coincidiendo con el viaje realizado por Iván Yáñez a Suiza y cuyas
explicaciones, tendentes a sostener que se limitó a comer en un buen
restaurante y que el encuentro de ambos en el banco fue casual, merecieron
escasa credibilidad para el Tribunal.

.- la declaración de Agatha Stimoli, que manifestó que no le indicaron


que la operación respondiese a ningún contrato de préstamo, sino a genéricas
inversiones en América del Sur, en empresas sudamericanas. Se justificó así
como una diversificación de la cartera de inversiones y, de esta manera, obtuvo

1108
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el beneplácito del departamento de compliance del banco ante operaciones que,


por su cuantía, estaban sometidas a observación.

.- el contrato de prestación de servicios suscrito entre Luis Bárcenas


(CONOSUR LAND SL) y Ángel Sanchís Herrero (LA MORALEJA SA), realizado
en un estado avanzado de la investigación y que dio lugar a la emisión de
facturas por importe de 190.000 $ (142.959,15 euros), cuyas firmas han sido
reconocidas. Si bien dicho contrato aparece intervenido por escribano oficial, se
estima elaborado «ad hoc» para crear una apariencia jurídica divergente de la
realidad y tratar de dar cobertura a la estrategia urdida para trasladar cantidades
patrimoniales significativas hacia «lugares seguros», depositándolas en lugares
opacos de confianza fuera de los circuitos bancarios, para ir luego
recuperándolo paulatinamente y aflorarlo ya «blanqueado» en España, o en
otros países, a través de la recepción, con apariencia de legalidad, de
cantidades prudenciales destinadas a ser inmediatamente consumidas, por él o
por sus familiares.

.- el informe de la UDEF 73.230/13, de 09/08/2013, ratificado en la sesión


del día 11/07/2017, del que se extrae que la cuenta 605170703, abierta en el
HSBC de Nueva York, a nombre de RUMAGOL (sociedad constituida el
24/02/2010 y siendo socios, al 50%, desde el 23/09/2010, Iván Yáñez y Ángel
Sanchís Herrero) se nutrió con aportaciones de los que aparecen como sus dos
socios. Más concretamente, de Iván Yáñez sólo habría una aportación de
825.331,50 $ (600.000 euros), el 27/10/2010, procedente del LOMBARD ODIER
de la cuenta OBISPADO de su padre, Francisco Yáñez. Por parte de Ángel
Sanchís Herrero se computan seis transferencias, desde la cuenta BRIXCO SA
del HSBC, por importe de 1.467.441,67 $ (1.358.794,67 $, procedentes de
BRIXCO SA, y 108.647 $, de TQM CAPITAL).

.- las dos salidas de dinero, de fechas 29/03/2011 y 30/03/2012, cada


una por importe de 1.250 $, correspondientes al mantenimiento del registro de
la sociedad GRANDA GLOBAL, propiedad de Luis Bárcenas, en el Registro
Mercantil de Panamá que, como confirmó Iván Yáñez en su declaración de
27/06/2013, eran cantidades para los abogados, y que, según el informe pericial,

1109
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conecta esta cuenta con Bárcenas, frente a la explicación muy poco convincente
que se ofreció en el juicio.

.- la declaración de Luis Bárcenas, que admitió su presencia en Uruguay


a fecha 26/09/2010, en la que se adquieren las acciones de esta sociedad por
Iván Yáñez y Ángel Sanchís Herrero, aunque afirmó que fue puramente casual,
ya que se encontraba allí realizando un viaje turístico, negando cualquier
relación con la entidad RUMAGOL.

.- las transferencias de dinero efectuadas tras el cierre de la entidad


RUMAGOL, en febrero de 2013, por importes de 858.701,92 $ a Iván Yáñez y
el resto, 1.345.378,87 $ a la cuenta de TQM CAPITAL, en el HSBC de Nueva
York, entidad avalada por Luis Bárcenas por 1.000.000 euros desde el
LOMBARD ODIER para efectuar una inversión en Brasil, y, por tanto, cuando
ya estaba imputado en la presente causa.

.- el intento de restitución a Luis Bárcenas de la cantidad de 132.051


euros, el 11/04/2013, de los fondos que Iván Yáñez percibió en su cuenta
personal 215520013, de INTERACTIVE BROKERS CO LTD, no logrando su
propósito al figurar como beneficiario el ordenante y no ser este el titular de la
cuenta que iba a recibir la transferencia.

.- el contrato simulado de préstamo, aparentemente suscrito el


20/09/2012 entre Luis Bárcenas e Iván Yáñez, otorgado con el fin de dotar al
anterior ingreso, tras el intento frustrado de restitución, de una apariencia lícita.
Contrato que se utilizó igualmente con el fin de justificar que el pago de la
Declaración Tributaria Especial de GRANDA GLOBAL SA se hiciera con fondos
de Luis Bárcenas.

.- el informe de la AEAT de 18/02/2014 y el informe de Conrado Caviró


de 25/07/2017, que analizan la documentación del tomo 37.2 de la Pieza
Separada de Suiza, relativa a las transferencias de fondos (146.268,85 euros,
el 16/03/2009, y 31.704,25 $, el 15/06/2009) desde la cuenta de Rosalía Iglesias
RDRX 219858, del LOMBARD ODIER de Ginebra, a la cuenta OBISPADO, de

1110
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la misma entidad, de Francisco Yáñez (fallecido en enero de 2014) y que, como


admitió Iván Yáñez, era administrada por él mismo desde 2004 por razón de la
enfermedad que padecía su padre.

.- la documentación acreditativa de dichas operaciones, incluida la


transferencia de 200.000 $, desde la cuenta OBISPADO, ordenada por Iván
Yáñez, a la cuenta nº 00800112695 del banco BUTTERFIELD TRUST
(Bermuda), para poder disponer de este dinero el matrimonio Bárcenas-Iglesias,
conforme al cuadro resumen de estas transferencias del informe de 25/07/2017.

.- la declaración de Luis Bárcenas, en tanto admitió que la cuenta RDRX


219858, del LOMBARD ODIER de Ginebra, se abrió el 01/09/2006, siendo su
titular Rosalía Iglesias, con un ingreso de 30.000 euros, que aparece reflejado
con fecha 11/09/2006, y una transferencia de 60.000 euros, que dijo que
procedían de la cuenta de la Fundación SINEQUANON (constando en la
documentación una transferencia por dicho importe del 03/06/2010, sin que
aparezca su procedencia), confirmando que sobre la misma tenía plena
capacidad de control y disposición, tratando así de exculpar a su mujer.

Así mismo, reconoció la realidad de las transferencias de 110.000 euros


y de 31.704,25 $, ambas de 16/03/2009, y la de 36.268,25 euros, de 15/06/2009,
tras la que se cierra la cuenta; admitiendo que indicó a Iván Yáñez que los
fondos, una vez llegaran a la cuenta OBISPADO, fueran transferidos a la cuenta
de las Bermudas, lo que justificó diciendo que se la había dado Patricio Bel en
la necesidad de atender una provisión de fondos en pago de sus honorarios
como abogado y en relación con la compra de TESEDUL.

.- la declaración de Iván Yáñez sobre estas operaciones, enteramente


coincidente con la del anterior, incluso en el destino dado a dicho dinero, como
pago de honorarios del Sr. Bel, negando que devolviera nada de esa cantidad a
Luis Bárcenas o a Rosalía Iglesias.

.- las transferencias realizadas desde las cuentas de TESEDUL a


GRANDA GLOBAL y desde las cuentas de la Fundación SINEQUANON a

1111
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TESEDUL y a otras sociedades situadas en el extranjero, con especial


incidencia en la nota manuscrita de 25/05/2009 y en la serie de transferencias
realizadas a lo largo de junio de 2009 desde la Fundación SINEQUANON a la
sociedad uruguaya LIDMEL INTERNACIONAL SA por importe total de
1.000.000 euros en menos de un mes.

Sobre esta documentación fue preguntado Iván Yáñez (que tenía


conferidos poderes para gestionar los activos de Bárcenas de la cuenta del
LOMBARD ODIER -desde el 12/02/2009- y del DRESDNER BANK -desde el
09/03/2009), y manifestó que todas las transferencias las ordenó por teléfono
Luis Bárcenas, coincidiendo con la información remitida desde el LOMBARD
ODIER.
También fue preguntado Luis Bárcenas, que admitió las transferencias
realizadas a LIDMEL, si bien sostuvo que obedecieron a la gestión de unos
fondos de inversores uruguayos, igualmente facilitados por Patricio Bel.
Afirmaciones que el Tribunal descarta pues, saliendo el dinero de su cuenta,
ninguna prueba, siquiera documental, avalaría la identidad o las concretas
cantidades entregadas por estos supuestos inversores uruguayos.

.- los informes de 18/02/2014 y de 25/07/2017, en lo relativo a las


retiradas de fondos en efectivo por importe de 53.386,33 euros, entre mayo y
diciembre de 2010 (el 04/05, por importe de 15.000 euros; el 05/11, de 5.000
euros; el 15/11, de 5.000 euros; el 09/12, de 20.000 euros; el 09/12, de 386,33
euros; el 09/12, de 2.000 euros; y el 14/12, de 5.000 euros). Retiradas de
efectivo que fueron confirmadas por Iván Yáñez como realizadas por él.

.- el informe de la UDEF 50.750/13, de 25/07/2014, en relación con los


11.000 euros transferidos a la cuenta de TESEDUL del LOMBARD ODIER, que
salen de esta el 06/11/2012 y llegan a la cuenta 20381168206000434664 de
Rosalía Iglesias, el 18/04/2013, pasando por la cuenta de BBI BEYOND
BOUNDARIES HELISKI INTERNATIONAL TRUST REG., a quien se los
transfiere Luis Bárcenas para pago de un viaje y que, ante la imposibilidad de
llevarlo a cabo por haberle sido retirado el pasaporte en la presente causa (como
éste admitió), los reintegra a la cuenta de Rosalía.

1112
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

v) Sobre las simulaciones de compraventa de cuadros.

El concreto examen de las pruebas valoradas por la Sala a propósito de


la transmisión de cuadros supuestamente adquiridos el 15/05/1987, que Rosalía
Iglesias consignó en su declaración de IRPF del ejercicio del año 2006, ya se
ha expuesto con anterioridad a propósito del delito intentado de estafa procesal
en concurso con una falsedad documental por los que han sido condenados
Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias.

Por otra parte, la Sala de instancia considera igualmente acreditado que,


dentro de esta estrategia destinada a ocultar el origen de los fondos que nutrían
las cuentas suizas del matrimonio y posteriormente aflorarlos bajo una
apariencia de licitud, los acusados simularon haber realizado diversas
operaciones de compraventa de obras de arte.

Más concretamente, se especifica que una de estas operaciones


encubiertas consistió en la solicitud el 09/12/2002 de un crédito, con fecha de
vencimiento el año siguiente, por importe de 330.000 euros, con el simulado
propósito de adquirir una obra de arte, cuando, en realidad, se trataba de tener
una aparente justificación documental para poseer esta cantidad. Por ello, no
obstante haber dispuesto el 10/12/2002 de 325.000 euros, al cabo de poco más
de un mes, el 20/01/2003, ingresó los 330.000 euros en efectivo, cancelando
así el crédito.

Para alcanzar esta conclusión, la sentencia valora los siguientes medios


de prueba (folios nº 1128 a 1139):

.- el informe de la UDEF 30.428/10, de 24/03/2010, «sobre la exposición


FERIARTE´02 (edición XXVI) y la investigación de la existencia de un cuadro
del autor Juan Van der Hamen y León a la venta en la misma», ratificado en las
sesiones del 3 al 5/07/2017, que concluyó que la referida obra de arte no estuvo
a la venta en dicha Feria, como no fue posible localizar a esas dos personas (en
relación de madre e hijo), supuestos marchantes de arte que, como adujo Luis

1113
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bárcenas, le ofrecieron la venta de un cuadro tipo bodegón que precisaba de


restauración.

Asimismo, a propósito de la investigación financiera del crédito descrito


en el informe UDEF-BLA 45.406, de 08/05/2009, solicitado a la entidad
financiera BANCO POPULAR ESPAÑOL SA (oficina calle Cedaceros) por
importe de 330.000 euros, el informe se remite al expediente de la AEAT por un
movimiento de billetes de 500 euros, vinculado a una operación de concesión
de un crédito por el Banco Popular para financiar la adquisición de una obra de
arte, por importe total de 330.000 euros, que se formalizó el 09/12/2002 e
ingresó en la sucursal de Bellas Artes del Banco Popular, del que, con fecha
10/12/2002 se dispuso de 325.000 euros, y el 20/01/2003 se reintegraron los
330.000 euros en efectivo.

.- las pruebas que justifican las cantidades recibidas en metálico por Luis
Bárcenas, bien directamente de Francisco Correa bien de terceros, producto de
las comisiones por su participación en adjudicaciones ilegales en materia de
contratación administrativa, y que en el año 2002 ascendieron, al menos, a
486.106 euros (el 08/01, por importe de 27.046 euros; el 05/02, de 12.020 euros;
el 19/02, de 270.000 euros; el 13/03, de 30.000 euros; el 23/04, de 3.000 euros;
el 14/06, de 24.040 euros; y el 14/06, de 120.000 euros).

Estos importes, según el órgano a quo, son capaces de justificar la


procedencia del dinero con que se devolvió el préstamo, dando una apariencia
de licitud a una cantidad igual de las que ya poseía Luis Bárcenas. Al tratarse
de cantidades que no están dentro del circuito lícito, esta sería una forma de
desvincularlas de su origen. Además ello hay que ponerlo en relación con que
suele ser habitual que las mismas se entreguen en billetes de alto valor facial,
como son los billetes de 500 euros.

.- la declaración de Luis Ortiz (propietario de dos bodegones del autor


referido), que relató que, aunque él no tenía un estand en dicha feria, los llevó
a través de la galería Ática y que no estuvieron en exposición, motivo por el que
no aparecían en catálogo, como confirmó Susana Mantecón (titular del estand

1114
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la galería). Igualmente afirmó que vendió dos bodegones (que no uno), pero
negó conocer a Luis Bárcenas, ya que el trato lo hizo con Rosendo Naseiro y
explicó cómo se puso en contacto con él -a través de Miguel Granados- y se
cerró la operación el 09/12/2002, en la casa de éste, donde se le entregó el
dinero en billetes de 500 euros.

.- la declaración de Miguel Granados, que confirmó lo relatado por el


anterior, negando igualmente conocer a Luis Bárcenas, y que también refirió que
aunque, en su opinión, estos bodegones eran de dicho artista, hubo otras
personas que no dijeron lo mismo. Afirmación esta última que justificaría lo
apuntado en el informe de la UDEF a propósito de que no se localizó ninguna
obra de Juan Van der Hamen y León, pese a confirmar la existencia de una
venta de dos bodegones del siglo XVII, propiedad de Luis Ortiz, de gran calidad
y por un valor aproximado de entre 342.000 y 352.000 euros.

.- la declaración de Mariano Palomeque (director de la sucursal


bancaria), al que le fue exhibido el documento aportado por la defensa, relativo
a la «disposición en efectivo con recibo» de fecha 10/12/2002, y, por tanto,
posterior a aquella en que se cerró el trato (09/12/2002).

.- la declaración de Rosendo Naseiro, que, sin perjuicio de las lagunas


apreciadas en su memoria, se estimó bastante en orden a acreditar que en el
pasado tuvo una relación con Luis Bárcenas y que llevó a cabo alguna compra
aislada y de poca importancia, pero no de una envergadura tal capaz de justificar
su fortuna. Así, incidió en que Luis Bárcenas no se dedicaba al negocio de los
cuadros, ni era coleccionista o marchante.

Este testimonio fue enteramente creíble y fiable para la Sala, por más
que fuese difícil la comunicación con el testigo respecto de datos concretos.

En definitiva, el Tribunal considera probado que, frente a las


conclusiones del informe de la UDEF, en FERIARTE 2002 sí estuvo el referido
bodegón, pero advierte que ello no implica que esos 330.000 euros tengan que

1115
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ver con la adquisición del mismo, que es lo que trata de sostener la defensa,
adaptando sus versiones con la intención de hacerlas coordinar, sin éxito.

Así, en un primer momento, dijo que acudió a la feria con su mujer, que
se dedicaba a la restauración, con la idea de adquirir un cuadro para restaurarlo
y donde se menciona a la madre y al hijo marchantes, cuya existencia no consta
acreditada, sin mencionar a Rosendo Naseiro. Posteriormente, cuando la
realidad del crédito no podía ser negada, adujo que Rosendo Naseiro le pidió
un préstamo para hacer la compra de esos dos bodegones que aparecen en
FERIARTE, de tal forma que no pidió el crédito para sí sino para prestarle ese
dinero, llegando a sostener que acudió a la sucursal acompañado de éste.

La Sala de instancia admite que el testimonio de Rosendo Naseiro, al


margen de negar la realidad de esta operación, adoleció de imprecisiones, que
se tratan de aprovechar por la defensa para desacreditar su testimonio, junto
con el hecho de que durante la instrucción éste admitió que solicitó un préstamo
a Luis Bárcenas, lo que fue confirmado en el juicio por su hija, María Paz
Naseiro.

Esta versión sobre la compra del bodegón es igualmente descartada en


forma motivada en la sentencia, que advierte la existencia de pruebas que no
sólo desvirtúan la misma sino que incluso justificarían que el préstamo aludido
por los testigos nada tiene que ver con el crédito objeto de enjuiciamiento, como
son:

.- la declaración de Mariano Palomeque (director de la sucursal


bancaria), que confirmó que fue Luis Bárcenas quien solicitó el crédito, negando
que acudiese acompañado de Rosendo Naseiro. Así mismo, afirmó que
Rosendo Naseiro era cliente de la sucursal y que le habían concedido algún
crédito, no recordando que le hubiesen denegado o limitado algún crédito por
motivos de iliquidez o falta de disponibilidad.

.- la declaración de María Paz Naseiro que, si bien no pudo concretar la


fecha en que se produjo dicho préstamo, refirió que su padre lo devolvió no

1116
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

antes de dos o tres meses, lo que no encajaría con los escasos 40 días en que
Luis Bárcenas amortizó el suyo.

.- el informe de 25/07/2017, elaborado por el perito Conrado Caviró,


donde se refleja una transferencia por importe de 300.000 euros, de fecha
04/12/2003, desde la cuenta GLOTON nº 168947 de Rosendo Naseiro, de la
Banca Gottardo de Lugano, a la cuenta OBISPADO de Francisco Yáñez, que al
día siguiente son transferidos a la cuenta NOVIS de Luis Bárcenas y que, aun
dando por cierto que se refiera a un préstamo, tampoco encaja con los hechos
relatados por el acusado.

.- Por último, la Sala analiza la documentación que tuvo entrada el


28/11/2017, en contestación a la Comisión Rogatoria de Suiza, para la
realización de gestiones solicitadas por la defensa en relación con la cuenta
GLOTON, de la que se dio traslado a todas las partes.

Con esta documentación la defensa trata de acreditar la realidad de los


ingresos efectuados en Suiza con origen en operaciones de venta de obras de
arte supuestamente realizadas con el Sr. Naseiro por importe de 1.843.000
euros y, por tanto, la procedencia lícita de ese dinero. Para ello, señala que la
documentación justificaría que en fecha 24/06/2003 se transfirieron a dicha
cuenta 927.000 euros, desde la que hubo transferencias a las cuentas de Luis
Bárcenas, resultado de la venta de dos cuadros de Van der Hammen -distintos
a los de Feriarte-, en un 50% de la referida cantidad.

Argumentos que son igualmente descartados por el Tribunal de


instancia, que no considera que esta documentación sea capaz de aportar nada
nuevo en orden a acreditar la procedencia lícita del dinero de Luis Bárcenas. De
un lado, porque, como reflejaba el informe pericial de 25/07/2017, los apuntes
sobre cantidades que salen de la cuenta GLOTON, pasan por la OBISPADO y
se transfieren inmediatamente a la NOVIS son exclusivamente: de 02/12/2003,
por importe de 300.000 euros; de 22/01/2004, por 61.000 euros y 30.000 euros;
de 18/02/2004, por 45.000 euros; y de 26/02/2004, por 3.000 euros. Por tanto,
ni existe coincidencia de fechas (todas ellas distantes del 24/06/2003) ni las

1117
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cantidades -por separado o sumadas todas ellas- alcanzan ese 50% de 927.000
euros.

Por otro, porque lo que acredita esta documentación es que la venta de


esos dos cuadros distintos a los de Feriarte la hizo María Paz Naseiro (no su
padre), que no fue preguntada por esta operación, lo que, unido a esa distancia
temporal, supone que no cabe establecer relación alguna entre los apuntes y
esos 927.000 euros.

3. Viabilidad del motivo examinado.

Atendidos los argumentos que sustentan el presente motivo de recurso


y los razonamientos expuestos por el Tribunal de instancia en orden a asentar
su convicción condenatoria, el mismo deberá ser desestimado.

El recurrente, al margen de cuestionar la existencia de algún delito


antecedente previo o su conexión misma con concretos actos de blanqueo, se
limita a impugnar la valoración probatoria exclusivamente relacionada con su
capacidad de generar ingresos lícitos y con tres concretas operaciones, como
son, la simulación del contrato de préstamo suscrito con el Sr. Sanchís Perales,
el contrato prestación de servicios de asesoramiento suscrito con el Sr. Yáñez -
en cuya validez insiste- y la transferencia de fondos a la cuenta del
BUTTERFIELD TRUST BERMUDA LIMITED.

Por tanto la denuncia que se efectúa, con base en la pretendida falta de


racionalidad a la hora de valorar las pruebas para justificar una sentencia
condenatoria, no es tal, ya que se está en presencia de una prueba indiciaria
compuesta por varios hechos-base totalmente acreditados, no desvirtuados por
indicios de signo adverso, que en una global y conjunta valoración han permitido
a la Sala de instancia inferir, de forma lógica y racional, que desde al menos el
año 2000, Luis Bárcenas, al margen de la actividad delictiva que en común llevó
a cabo con otros acusados, desarrolló por su cuenta, y cuando lo precisaba en
colaboración con su mujer, otra actividad dirigida a enriquecerse de modo ilícito

1118
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

intermediando en otras adjudicaciones de obras o apropiándose de fondos del


PP.

Así como que, fruto de sus ilícitas actividades, incluidas las cuotas
dejadas de ingresar por diferentes tributos y ejercicios, logró acumular un
importante patrimonio, que ocultó a través de un entramado financiero en
entidades bancarias suizas, a través del cual invirtió en distintos valores y
productos financieros, e, igualmente, afloró fondos cuyo origen no se
correspondía con su declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una
apariencia lícita, bien mediante la simulación de distintas operaciones
comerciales bien al reflejarlos en las correspondientes declaraciones tributarias
como ganancias patrimoniales derivadas de operaciones de compraventa de
obras de arte.

Por tanto no se está ante ninguna pretendida insuficiencia probatoria,


sino que, antes bien, la conclusión surge de forma natural del encadenamiento
de los indicios analizados fruto de un juicio inductivo totalmente acorde con las
máximas de experiencia, reglas de la lógica y principios científicos, por lo que
con toda claridad se está extramuros de toda decisión arbitraria o infundada, al
concluir la Sala más allá de toda duda tanto el origen ilícito del importante
patrimonio que acumuló el recurrente como la realización por parte del acusado
de muy diversas actuaciones para tratar de dotar de una aparente licitud al
mismo.

En este contexto, cabe añadir las siguientes consideraciones:

i) Sobre la indeterminación del delito antecedente y su necesaria


conexión con los actos de blanqueo.

La lectura de los argumentos del recurrente pone de manifiesto que lo


que se alega, en realidad, es una posible vulneración de la norma sustantiva
cuyo cauce casacional es el previsto en el art. 849.1 LECrim, por lo que será en
aquel contexto donde le daremos la respuesta procedente.

1119
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Si alguna precisión puede aquí efectuarse es que, como se desprende


de los hechos probados y de la fundamentación jurídica analizada, el Tribunal
explicita sobradamente tanto el origen delictivo de los fondos que nutrían las
cuentas bancarias en Suiza de Luis Bárcenas -en cuanto procedentes de su
ilícita actividad de intermediación en adjudicaciones públicas, del
apoderamiento de fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda Pública-,
como las operaciones realizadas por éste para ocultar los mismos a través de
un entramado financiero e, incluso, simulando contratos u otras operaciones
comerciales con la finalidad de ocultarlos, evitar una incautación judicial y
aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita.

ii) Respecto de la actividad económica previa de Luis Bárcenas distinta


a su puesto como Gerente del PP.

El recurrente insiste en la existencia de prueba capaz de acreditar la


realidad de cuantos contratos y operaciones de compraventa de cuadros son
negados por la sentencia y, en definitiva, el origen lícito de los fondos de sus
cuentas en Suiza.

Al margen de su dispar valoración respecto de la prueba practicada, lo


cierto es que el Tribunal no niega que Luis Bárcenas pudiera tener algún tipo de
actividad económica con carácter previo a su ingreso en el PP, como no discute
que éste pueda tener un patrimonio de origen lícito, sino que lo que sostiene es
que con sus rentas regulares no podía llegar a reunir tan importante fortuna
como la que le ha sido encontrada.

En concreto, la sentencia especifica (folios nº 1084 y 1085) que no se ha


acreditado el origen lícito de los fondos manejados por el acusado, frente a la
prueba que justificaría su procedencia ilícita. El recurrente se ha limitado,
destaca el órgano a quo, a ofrecer distintas versiones con las que trata de
justificar cada indicio que ponía en evidencia la ilicitud de sus ingresos, pero sin
aportar documentación que avale esas versiones, cuando lo razonable es que
estuviere en disposición de acreditar tantos negocios como los que dice que ha

1120
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tenido, bien reuniéndola directamente bien a través del auxilio judicial, dado el
tiempo transcurrido desde su imputación en el año 2009.

Antes bien, se dice, para encubrir su actividad ilícita, habría tratado de


desvincular el dinero ingresado en las cuentas suizas de su actividad en España,
conocedor de su ilicitud, cuando hay detalles que, por sí solos, dejan en
evidencia esta línea de defensa, como los ingresos que se hacen en pesetas en
los años en que aún estaba vigente la peseta y en euros a partir de la vigencia
de estos, lo que corroboraría que el origen del dinero que llega a Suiza sale de
España.

Nada se añade ni se advierte en el contenido del recurso de casación


formulado que permita desvirtuar estas conclusiones, más allá de la insistencia
sobre la licitud del patrimonio y de los negocios del recurrente que, sin embargo,
no avalan la abundante prueba practicada en autos y reflejada con anterioridad
(tanto al examinar este concreto motivo como los anteriores del recurso), que,
al contrario de lo que se sostiene, permitir inferir de forma lógica y racional el
origen ilícito de dicho patrimonio así como las operaciones realizadas para que
aflorara al tráfico lícito.

iii) Sobre el delito de cohecho como delito antecedente.

El recurrente sostiene que el delito de cohecho no puede ser utilizado


como delito precedente. La sentencia se limita a señalar, de modo general, cuál
era el funcionamiento del entramado asociado al Sr. Correa, pero ni existe
prueba de qué adjudicación puede tacharse de ilegal o sobre qué funcionario
pudo influir (el recurrente niega que reúna tal condición), ni hay condena por
cohecho, al haberse retirado las acusaciones populares por este delito.

En lo que respecta a la ausencia de condena por delito de cohecho, estos


alegatos ya han recibido, en esencia, respuesta en la resolución de los motivos
primero y octavo del recurso, cuando ya se puso de manifiesto la ausencia de
acusación del Ministerio Fiscal por considerar que los cohechos habrían
prescrito.

1121
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El delito de blanqueo exige, por otro lado, la constancia de un «delito»


previo (LO 15/2003) o de «una actividad delictiva» (LO 5/2010), como elemento
objetivo (normativo) del tipo, pero «no es precisa una condena previa a esa
actividad delictiva, ni por consiguiente, juegan aspectos relativos a la
prescripción del delito del que procedan los bienes» (STS 149/2017, de 9 de
marzo).

Tampoco se considera preciso que se determine la autoría del delito


precedente, pues el requisito de la necesidad de la condena previa haría
imposible en la práctica la aplicación del tipo de blanqueo. Basta pues con
establecer la relación con actividades delictivas y la inexistencia de otro posible
origen del dinero, en función de los demás datos disponibles. Dicho de otra
forma, que dados los indicios, la conclusión razonable sea su origen delictivo
(STS 613/2018, de 29 de noviembre).

En conclusión, el hecho de que no haya recaído condena por el delito de


cohecho (o, incluso, que no se llegara a formular acusación) no sería en principio
obstáculo para la condena por el delito de blanqueo de capitales, de
conformidad con la Jurisprudencia de la Sala; lo que ha de acreditarse es, como
hemos reiterado, el origen ilícito del patrimonio y las operaciones realizadas para
su incorporación al tráfico lícito. Algo que se ha hecho suficientemente en estos
autos a la vista de la prueba practicada, que ya hemos calificado de profusa y
abundante en estos extremos.

Por otro lado, al hilo de las alegaciones que hace el recurrente sobre que
el delito de cohecho sería un delito imposible (porque carecía de la condición de
funcionario hasta que fue elegido Senador en 2004, y después, aun siendo
Senador, no podía realizar actuaciones que pudieran comprometer a la
Administración Pública), necesariamente se ha de reiterar que lo que exige la
condena por el delito de blanqueo de capitales, de acuerdo con la Jurisprudencia
de la Sala, es la conexión entre los bienes y la actividad delictiva previa, junto a
la inexistencia de otro posible origen del dinero. Y las conclusiones que el

1122
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

órgano a quo ha alcanzado en el caso de autos sobre la existencia de esta


actividad delictiva previa y su naturaleza son ajustadas a derecho.

En efecto, tal y como recoge el Tribunal de instancia, y con


independencia de que Luis Bárcenas haya de ser absuelto del único delito de
cohecho que le venía siendo imputado (por el supuesto cobro de 72.000 euros
en el año 2007, que no se estimó probado), consta perfectamente acreditado
que Francisco Correa, aprovechándose de los contactos que él tenía con
empresarios y los políticos que tenía Luis Bárcenas, convino con éste hacer
gestiones para conseguir adjudicaciones a cambio de comisiones, lo que,
además de dejar claro que las entregas que recibiesen tenían un marcado
carácter finalista, define con claridad la dinámica delictiva realizada. Resalta en
este sentido la sentencia, al resolver, los argumentos formulados al respecto por
la defensa de Jesús Merino, que el delito del art. 426 CP vigente a la fecha de
los hechos (actual art. 422 CP) es el que se conoce como delito de cohecho
pasivo impropio, que presenta dos variables: en la primera, la dádiva o el regalo
se ofrecen al funcionario en consideración de su función, y en la segunda, para
la consecución de un acto que no esté prohibido legalmente, lo que no significa
que se preste a realizar un acto propio del cometido que legalmente tiene
asignado, como sí se precisa en el caso del cohecho pasivo propio de los arts.
419 o 420 CP.

En definitiva, lo que se exige es que la dádiva o el regalo se den porque


se es funcionario y que, por ello, podrá conseguir el acto que se solicita, aunque
no esté en sus funciones (STS 478/2010, de 17 de mayo), motivo por el que la
jurisprudencia que trata esta modalidad de cohecho sienta que lo que habrá de
valorarse es el ámbito o círculo de influencias del funcionario, al margen de las
funciones que por su cargo tuviere formalmente atribuidas.

Esta influencia, en el caso, se considera plenamente probada, toda vez


que si Francisco Correa se dirigía a estos acusados es porque podían influenciar
en los términos en que lo hicieron.

iv) Sobre el delito de apropiación indebida como delito antecedente.

1123
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como en el caso anterior, los alegatos del recurrente parten de su


particular valoración del resultado de la prueba practicada al efecto. No
obstante, también se aduce que la sentencia omite toda argumentación capaz
de justificar la posible conexión entre el importe pretendidamente apropiado y el
delito de blanqueo de capitales.

El argumento no se comparte pues, examinada la fundamentación


jurídica de la sentencia, los 149.600 euros -apropiados como consecuencia de
la adquisición y posterior venta de las acciones de LIBERTAD DIGITAL- se
vinculan con la concreta adquisición de un inmueble en Baqueira.

Respecto de las cantidades detraídas, entre 2001 y 2003, por importe de


150.050,61 euros, se señala que fueron ingresadas en la cuenta DREBA, nº
128380 del DRESDNER BANK, de Zurich (Suiza), según el informe de la UDEF
32.640/14, de 03/04/2014, que analiza las correlaciones existentes entre los
apuntes manuscritos y los ingresos en efectivo recogidos en las cuentas
corrientes de su titularidad.

Esta cuenta, conforme a la contestación dada por la Autoridad Judicial


Suiza en respuesta a la Comisión Rogatoria Internacional de 29/05/2009 (folio
nº 1086), permaneció activa entre el 15/07/1994 y el 29/01/2001, fecha en que
se transfieren sus activos a la cuenta nº 8005540 del mismo banco en Ginebra,
operativa hasta el 04/08/2005, cuando Luis Bárcenas traspasó sus activos a la
cuenta nº 8.401.489 de la misma sucursal a nombre de la Fundación
SINEQUANON, y donde figura como apoderada (con facultades para ejercer los
mismos derechos que el titular) Rosalía Iglesias, como autorizado para recibir y
retirar extractos Francisco Yáñez y, finalmente, como apoderado Iván Yáñez
desde el 09/03/2009 (folio nº 1090).

Esta última, a su vez, permaneció activa hasta el 15/10/2009, en que se


ordena la transferencia de sus activos a la cuenta nº 8.402.567 (renumerada
como 2825199), de la entidad TESEDUL (folios nº 1089 y 1090), desde la que,

1124
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a su vez, se transfieren 233.890 euros a la cuenta nº 2002594 del LGT BANK,


abierta por Iván Yáñez el 16/04/2010, de la entidad GRANDA GLOBAL.

v) Sobre la estructura opaca en Suiza y su doble consideración para


sancionar por dos delitos (fiscal y blanqueo).

El recurrente plantea dos cuestiones diferenciadas.

1.- De un lado, centra su queja en la existencia de prueba capaz de


justificar que siempre permaneció como beneficiario de las cuentas y que, por
tanto, no se escondió detrás de ninguna estructura financiera para ocultar la
titularidad de los fondos. Todo ello, conforme a la interpretación de la prueba
documental y testifical que expone, insistiendo en que la Fundación
SINEQUANON se constituyó para gestionar los fondos de unos inversores
uruguayos, como así lo acreditaría el acta notarial efectuada por Patricio Bel.

Con independencia de los razonamientos que llevan a la Sala a concluir


que la verdadera razón de constituir esta Fundación y pasar a sus cuentas sus
activos era esconderse tras ésta, utilizándola como instrumento con el que burlar
la normativa sobre el ahorro, tendente precisamente a eludir el fraude fiscal, tal
y como hemos reflejado con anterioridad, la sentencia también da cumplida
respuesta a este alegato (folios nº 1087 a 1089).

En particular, destaca que, si bien Luis Bárcenas manifestó que actuó


así por consejo de Patricio Bel -quien canalizaba estos inversores hacia él- y del
propio LOMBARD ODIER, al comenzar a gestionar carteras de inversión de
terceras personas y tratarse de una «persona expuesta políticamente» (PEP),
no fue esta la explicación que ofreció en sus primeras declaraciones, sino sólo
tras serle puesto de manifiesto el contenido de la documentación suiza recibida.
En concreto, se alude a la existencia del «memo interno» de 09/09/2003 de
LOMBARD ODIER, donde se expone que el objeto de la visita efectuada es
abordar las consecuencias ligadas a la fiscalidad de los rendimientos del ahorro
para los residentes de la UE. Documento que, como se explicita, restaría
credibilidad a su versión, en tanto expresa cuál fue el real objetivo que se

1125
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

persigue con la información que recibe del Banco, por mucho que para
excusarse ante tal realidad haya dado otros argumentos, más aun teniendo en
cuenta la dinámica defraudatoria al fisco que se observa en toda su actuación.

Al margen de lo anterior, respecto del acta notarial, cabría igualmente


significar que la sentencia alude a la insuficiente acreditación de todo lo referido
a Patricio Bel en diversos momentos -folios nº 1125 o 1146-, precisamente, por
su falta de declaración en el plenario y, por consiguiente, de ratificación alguna
en los hechos o documentos en los que se le atribuye algún tipo de intervención.

2.- En cuanto a la otra cuestión suscitada, como es la relativa a la


imposibilidad de valorar esta estructura opaca para condenar tanto por el delito
de blanqueo como por el delito de fraude a la Hacienda Pública, la misma carece
de alcance constitucional, ya que su cauce casacional es el previsto en el art.
849.1 LECrim, por lo que será objeto de estudio en aquel contexto.

vi) Sobre la constitución de la Fundación SINEQUANON para eludir la


Directiva Europea del Ahorro.

El propio recurrente se remite a los argumentos expuestos en su motivo


decimoséptimo del recurso, formulado por infracción de ley, por lo que nos
remitimos a lo que se dirá entonces.

vii) Sobre el contrato de asesoramiento suscrito con Iván Yáñez.

El recurrente reitera cuantas alegaciones defensivas fueron


motivadamente rechazadas por el Tribunal, insistiendo en que el contrato de
01/10/2009 es real y que no existió ninguna acción de vaciamiento de las
cuentas suizas.

Ya hemos expuesto con anterioridad (en el motivo cuarto) los principales


argumentos que llevan a la Sala de instancia a concluir que el contrato de
prestación de servicios de 01/10/2009, suscrito entre Luis Bárcenas e Iván
Yáñez, respondió a esa estrategia urdida por el primero para la ocultación de

1126
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sus rentas, mediante la apertura de cuentas bancarias para desvincularlas de


su auténtico titular. Con él se trató de acreditar la titularidad de Iván Yáñez sobre
GRANDA GLOBAL, supuestamente para realizar esa labor de asesoramiento y
cobrar sus honorarios, y, en definitiva, como un mero artificio para justificar,
como debidas por esa labor, las cantidades que pasan de TESEDUL a GRANDA
GLOBAL, como continuadora de la anterior.

Entre estos argumentos (profusamente expuestos en los folios nº 1095 a


1108) podemos aquí destacar los siguientes:

.- que desde el 08/10/2009 Iván Yáñez fue nombrado presidente de


TESEDUL, teniendo poderes desde el 21/09/2009 para operar en la cuenta de
ésta (según carta remitida a Agatha Stimoli y la cartulina de firmas) y que desde
el 09/03/2009 tenía poder tan amplio como fuese necesario para operar en la
cuenta nº 8.401.489 de la Fundación SINEQUANON. Junto con lo anterior, el
propio Iván Yáñez admitió que tuvo acceso a la gestión efectiva de los fondos
de TESEDUL, una vez transferidos a ésta, desde julio de 2009 (fecha a partir de
la cual sitúa su efectiva labor de asesor y gestor del patrimonio de Luis Bárcenas
en los términos que posteriormente se plasmarían en el contrato de 01/10/2009),
por lo que la justificación de que no podía prestar esa labor de asesoramiento a
través de su gestora VALORICA CAPITAL no convence a la Sala.

.- que las cantidades ingresadas como retribución son


desproporcionadas pues, habiéndose pactado unos honorarios del 2% anual del
saldo medio de los activos, las mismas superan con creces este importe, siendo
incluso superiores al rendimiento de los activos que se transfieren a la cuenta
de GRANDA GLOBAL, por lo que no puede admitirse tampoco la justificación
dada por la defensa de que se correspondían con la «comisión de éxito», fijada
en el contrato al 20%.

.- el efectivo traspaso de los fondos de TESEDUL a GRANDA GLOBAL,


por más que en las cuentas de la segunda pueda haber algún ingreso
procedente de otra fuente, como es la OBISPADO nº 33356 de LOMBARD
ODIER, de Francisco Yáñez, en tanto que también era gestionada por Iván

1127
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Yáñez y se daría la circunstancia de que esta cuenta sería la inmediatamente


anterior a la nº 33357, siendo ésta la cuenta NOVIS abierta en la misma sucursal
por Luis Bárcenas.

.- las restantes pruebas (documentos firmados por Luis Bárcenas,


contactos telefónicos, órdenes de transferencias, correos electrónicos, fichas de
visitas y justificaciones de las operaciones dadas al Banco, testificales, etc.) que
justifican que, en realidad, era Luis Bárcenas quien iba marcando los pasos de
ese supuesto asesoramiento prestado por aquél, dado, además, lo innecesario
de esta labor, atendidas las cualidades como inversor invocadas por el propio
Luis Bárcenas como principal estrategia defensiva en orden a justificar la
procedencia misma de su elevado patrimonio.

viii) Sobre el contrato de préstamo suscrito por Luis Bárcenas y Ángel


Sanchís Perales.

El recurrente, que se remite a los argumentos expuestos por los Sres.


Sanchís en sus respectivos recursos de casación, insiste en aquellos alegatos
exculpatorios que fueron desestimados por la Sala (folios nº 1112 a 1117, 1119
y 1120).

En concreto, la sentencia advierte de que todos los intervinientes en


estos contratos, que se tienen por simulados para dar cobertura al traspaso de
capitales dentro de la operativa descrita, los reconocen sin reservas, pero
afirman su autenticidad, pues sostienen que responderían a una causa
verdadera y se ajustarían a la realidad y a los términos verdaderamente
pactados.

Ello, no obstante, el Tribunal considera que existen suficientes razones


para dar por acreditado su carácter puramente simulado, como única explicación
plausible y razonable a la secuencia de hechos relatada, de los que podemos
destacar:

1128
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la dinámica general de actuación del acusado Luis Bárcenas,


ampliamente descrita, que responde a una estrategia con distintos frentes de
ocultación y protección de su patrimonio por diversas vías, destacándose, a tal
fin, las diversas prevenciones concretamente adoptadas por éste tras
evidenciarse de forma ostensible la existencia de investigaciones sobre la
llamada «trama Gürtel», que con un alto grado de probabilidad tendría graves y
directas consecuencias sobre su patrimonio obtenido ilícitamente
(apoderamientos a favor de terceros, traslado de cantidades patrimoniales
significativas a «lugares seguros», etc.).

.- la ausencia de toda acreditación sobre la labor de asesoramiento


prestado en virtud del contrato de prestación de servicios suscrito por Luis
Bárcenas (CONOSUR LAND SL) y Ángel Sanchís Herrero (LA MORALEJA SA),
dada la inexistencia de informes, correos electrónicos, comunicaciones o
referencias a concretas gestiones o actividades capaces de acreditar la realidad
de algún tipo de asesoramiento de Bárcenas en beneficio de la finca de La
Moraleja.

.- la irrelevancia del único dato aportado a tal fin, como es el alegado


incremento de ventas de la finca de La Moraleja en dicho período, expuesto por
el perito de parte D. Guillermo Ricardo Villaseca, dado que, como el propio perito
admitió, ni podía afirmar dicho incremento fuera consecuencia del
asesoramiento de Bárcenas, ni tuvo constancia de algún informe emitido por
éste.

.- la propia biografía personal y relación existente entre Luis Bárcenas y


Ángel Sanchís Perales, capaz de justificar que el segundo se prestase a
colaborar con el acusado en su estrategia cuando, además, el asunto «Gürtel»
tenía ya una amplísima difusión mediática, aunque la concreta imputación de
Luis Bárcenas se materializara algunos meses después.

.- las precauciones adoptadas por el propio Ángel Sanchís Perales, que


se desplazó a Suiza para asegurarse de la ausencia de riesgos, más que
financieros, jurídicos de la operación, para el caso de que pudiera existir algún

1129
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

indicativo o grado de sospecha en relación con las cuentas de Luis Bárcenas, y


que igualmente se pone en relación con el hecho de que el caso «Gürtel» había
ya estallado mediáticamente.

.- la inconsistencia de las explicaciones y la falta de lógica de la operación


misma de préstamo suscrita con Ángel Sanchís Perales, tratándose de un
préstamo personal cuando éste ya se encontraba jubilado, es decir, sin
obligaciones y sin participación activa en la gestión del grupo de empresas y
sociedades de la familia Sanchís, en esa fecha ya gestionadas y administradas
por Ángel Sanchís Herrero, que fue quien materializó todas las posteriores
operaciones.

.- la constatación de que, en relación con este grupo de empresas y


sociedades de la familia Sanchís, se trata de una organización con un altísimo
nivel de operaciones que mueven un gran capital y que es de suponer que
dispone de estructuras fijas de financiación y alta profesionalización en sus
actuaciones.

.- el acaecimiento de significativos hechos en el curso de la investigación,


como la imputación misma de Luis Bárcenas, que evidenciaban las altísimas
probabilidades de que el dinero tuviera una procedencia ilícita y, por tanto, el
pleno conocimiento acerca de este extremo por parte de los Sres. Sanchís, al
menos, desde el momento en que, en lugar de renunciar al préstamo y devolver
el dinero, remediando la situación antijurídica creada, se prestaron a continuar
profundizando en ella, ocultándola y suscribiendo el segundo de los contratos,
además de realizar diversas transferencias a través de las que se devolvía a
Luis Bárcenas o a sus allegados cantidades de dinero «blanqueadas», por
cuenta del dinero inicialmente recibido.

ix) Sobre la ocultación de cuentas en Bermudas y el ingreso de 200.000


euros en una cuenta del matrimonio Bárcenas-Iglesias.

El recurrente denuncia que no se ha valorado la documental obrante en


el Tomo 1 de la Comisión Rogatoria de Bermudas (concretamente, el

1130
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documento casacional nº 119), que desvirtúa los razonamientos expuestos en


la sentencia.

Estas alegaciones guardan relación con la concreta operación


consistente en la transferencia de ciertos fondos (146.268,85 euros y 31.704,25
$, entre marzo y junio de 2009) desde la cuenta de Rosalía Iglesias RDRX
219858 del LOMBARD ODIER a la cuenta OBISPADO de Francisco Yáñez, y la
inmediata transferencia efectuada por Iván Yáñez, siguiendo las instrucciones
de Luis Bárcenas, por importe de 200.000 euros a la cuenta que el matrimonio
tenía abierta en el banco BUTTERFIELD TRUST (BERMUDA), que no habrían
sido localizados (folio nº 246).

Como vimos, la Sala tiene por acreditados estos hechos con base en la
prueba documental y pericial acreditativa de la realidad de las transferencias
aludidas y en el reconocimiento mismo efectuado por Luis Bárcenas e Iván
Yáñez, quienes, no obstante, adujeron que el ingreso de esos 200.000 euros se
verificó en una cuenta facilitada por Patricio Bel y para atender el pago de una
provisión de fondos en pago de sus honorarios como abogado, negando que se
recibiera nada de esa cantidad por el matrimonio Bárcenas-Iglesias.

Los alegatos son descartados en la sentencia (folios nº 1124 y 1125),


que destaca que no fue hasta el juicio cuando Luis Bárcenas vino a exponer que
el dinero era para Patricio Bel y en pago de sus honorarios por la compra de la
sociedad TESEDUL. Lo que adujo en la declaración de instrucción de
27/06/2013 es que dicha cantidad se destinó a saldar un préstamo que tenía
pendiente con Francisco Yáñez. Y, en todo caso, aun admitiendo que los fondos
estuvieran relacionados con la compra de TESEDUL, no dejaría de ser una
cantidad que sale de la cuenta de Rosalía Iglesias para revestirla de apariencia
de lícita y hacer con ella Luis Bárcenas los pagos correspondientes para poner
en marcha dicha sociedad y que, como se tiene por probado, fue utilizada por
Luis Bárcenas como uno de los instrumentos para ocultar su ilícita fortuna.

Por último, subraya el órgano a quo, que no hay prueba alguna que
confirme que el destino de ese dinero fuera para el Sr. Bel, al no constar

1131
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acreditado que la cuenta de destino fuera de él, como resulta de la


documentación remitida desde las islas Bermudas. Es llamativo, se dice, no ya
que no se propusiese por su defensa la declaración del Sr. Bel como testigo,
sino que, propuesto por la defensa de Ángel Sanchís Herrero, ninguna objeción
pusiese cuando se renunció a su testimonio.

El recurrente sostiene que la sentencia declara erróneamente que esos


200.000 euros se ingresaron en una cuenta del matrimonio y que «no habrían
sido localizados», en tanto que el documento que designa acreditaría que el
05/08/2009 se realizó una transferencia de 200.000 euros desde la cuenta
OBISPADO de Francisco Yáñez a la cuenta nº 73262673024564 del
BUTTERFIELD TRUST BERMUDA LIMITED, cuyo titular es Omar Claudio Díaz
Blasco, en la que se ingresan fondos de diversos clientes y empresas.

Este argumento no puede ser acogido.

Por un lado, el recurrente anuncia que este «error facti» es objeto de


expresa denuncia en el motivo formulado al amparo del art. 849.2 LECrim, por
lo que deberá ser en aquel momento en que se decida sobre la cuestión
suscitada.

Por otro lado, como apunta el Ministerio Fiscal en su escrito de


impugnación, aun dando por válido que el referido documento acreditase que la
cuenta de destino no era del matrimonio, esto no desvirtuaría la corrección del
juicio valorativo efectuado por la Sala en relación con el delito de blanqueo de
capitales, como no tendría aptitud bastante para alterar el sentido del fallo, en
tanto que la actividad delictiva imputada iría mucho más allá de esta concreta
operación.

Es más, como la propia sentencia expone, incluso en caso de admitir que


los fondos estaban relacionados con la compra de TESEDUL, seguiría
tratándose de una cantidad que se destinó a poner en marcha esta sociedad,
como un instrumento más de los utilizados por Luis Bárcenas para ocultar su
ilícita fortuna.

1132
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(Las alegaciones se reiteran en el motivo noveno del recurso, formulado


al amparo del art. 849.2 LECrim, por error en la valoración de la prueba).

x) Sobre la validez del pago efectuado por TESEDUL en la regularización


fiscal relativa al año 2007 y la indeterminación de la cuota tributaria
supuestamente defraudada en el IRPF del año 2007.

Estas cuestiones, además de ajenas al cauce casacional elegido ya han


sido en el motivo cuarto del recurso relativo al delito de fraude a la Hacienda
Pública.

272.- El motivo noveno al amparo del artículo 849.2 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, por error en la valoración de la prueba.

(El motivo es idéntico al MOTIVO OCTAVO del recurso de la Sra.


Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

1. El recurrente considera que la Sala no ha valorado correctamente las


pruebas, entre las que se encuentran declaraciones testificales, resoluciones
judiciales, informes periciales, sus propias manifestaciones y un conjunto
heterogéneo de documentos (albaranes, facturas, cheques, cartas, correos
electrónicos, fotografías, informes bancarios, documentación bancaria,
contratos o actas de manifestaciones).

En concreto, señala como documentos:

.- las Diligencias Previas nº 1/2011 del Tribunal Superior de Justicia de


Castilla y León, especialmente el auto de sobreseimiento provisional de 10 de
abril de 2012 y el auto de 4 de junio de 2012, que confirma el anterior, y que
justificarían que los hechos sucedieron entre los años 2002 y 2003 -folio nº 157-
y que indebidamente se extienden en la sentencia hasta el año 2004 -folio nº
164- (documentos nº 116 y 54 del escrito de preparación).

1133
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el cuadro sobre supuestos ingresos de UTD-SUFI-TECONSA y la


declaración de Alfonso García Pozuelo (documento nº 53), en tanto este último
indicó que no recordaba si entregó los fondos que figuraban en el apartado
Castilla y León.

.- las facturas y recibos de viajes abonados a PASADENA VIAJES


(documentos nº 4 y 5), la facturación Good&Better, la factura TOURALP y la
situación de la tesorería de Francisco Correa «XSL diciembre» (documentos nº
101 y 102), que, a su juicio, acreditan el error en la valoración de la prueba que
denuncia y el distinto tratamiento recibido respecto de otros acusados que han
sido absueltos.

.- la carta del Gerente Territorial de Extremadura remitiendo talones para


pago de facturas de SPECIAL EVENTS (documento nº 103), que acredita la
existencia de múltiples servicios prestados durante años por Francisco Correa
con el PP reales y ajenos al recurrente.

.- cheques del PP Regional de Madrid firmados por el Tesorero y Gerente


Regionales y recibo de SPECIAL EVENTS (documento nº 104), cheque de la
Fundación de Estudios Europeos a SPECIAL EVENTS firmado por el Tesorero
de la misma (Luis Bárcenas) y el Gerente de la Fundación conjuntamente
(documento nº 105), cheques del PP de Castilla La Mancha con dos firmas
(Tesorero y Gerente) pagando factura a SPECIAL EVENTS (documento nº 106),
cheque del PP de País Vasco firmado por el Tesorero y Gerente Regional
pagando factura a SPECIAL EVENTS (documento nº 107), cheques del PP de
Castilla y León firmado por el Tesorero y Gerente Territorial y carta del Gerente
Regional a SPECIAL EVENTS (documento nº 108) y comunicaciones firmadas
por el Gerente Regional de Castilla La Mancha sobre modificación de una
factura (documento nº 109).

.- todos los documentos obrantes en el informe UDEF-BLA 29.296/11, de


25 de marzo, sobre facturación de los viajes prestados a Luis Bárcenas a través
de PASADENA VIAJES y GABINETE DE VIAJES. Sistema de financiación
mediante compensación de facturas, que no describen ningún pago relacionado
con Luis Bárcenas en la «Caja XPC» (documento nº 96).

1134
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- documentación registral de la entidad SPINAKER (documento nº 52),


que acredita que no tiene relación alguna con dicha entidad.

.- auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 1 de septiembre de


2001 (documento nº 55) por el que se acuerda el sobreseimiento provisional
respecto de Luis Bárcenas, que justifica que no hubo adjudicación irregular
alguna.

.- poderes del PP (documentos nº 1 y 2), acreditativos de que Álvaro


Lapuerta era el Tesorero del PP y Luis Bárcenas el Gerente, sin que se haya
valorado en ningún momento el cargo que el recurrente ostentase, junto con los
estatutos del PP, que acreditan las funciones del Tesorero y Gerente
(documento nº 3), siendo imposible que participase en contratación alguna por
carecer de competencia.

.- comunicaciones de Francisco Jurado con Luis Bárcenas de julio y


noviembre de 2001, reclamando el pago de un viaje a Cuba (documento nº 97)
y el albarán del pago de dicho viaje de 15 de noviembre de 2001 (documento nº
98), que prueban que los viajes se los pagaba él y no eran regalos.

.- la documentación existente en el informe de la UDEF 29.293, de 25 de


marzo de 2011 (documento n 92), consistente en facturas emitidas a la
Fundación de Estudios Europeos y Grupo Parlamentario Popular Europeo, que
no han sido valorados y que acreditan de forma clara y rotunda que no es cierta
la afirmación contenida en la sentencia al efecto.

.- documentos que acreditan que no existe ningún entramado financiero


y que Luis Bárcenas siempre ha sido el titular o beneficiario identificado de las
cuentas suizas, siendo él su gestor y sin intervención alguna de Rosalía Iglesias:
memorándum de 15 de julio de 1994 (documento nº 32) sobre apertura de la
cuenta en 1991; apertura de cuenta personal a nombre de Luis Bárcenas en La
Banca de la Switzera Italiana (BSI) de 4 de junio de 1991 (documento nº 90);
documentación del Banco BSI, cuenta IGLESIA, de 13 de abril de 1999, sobre
apertura de cuenta y beneficial owner Luis Bárcenas (documento nº 95); ficha
de visita del LOMBARD ODIER, cuenta OBISPADO 33356, de Francisco Yáñez,
de 23 de agosto de 1999, por los clientes de las cuentas NOVIS y RANKE -Luis

1135
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bárcenas y Luis Fraga- (documentos nº 33); memorándum sobre beneficiario


económico del LOMBARD ODIER, cuenta 33357, de 18 de junio de 1999
(documento nº 6); memorándum del DRESDNER, de 15 de julio de 1994, donde
se designa como beneficial owner a Luis Bárcenas (documento nº 7);
memorándum del DRESDNER, de 2001, donde se designa como beneficiario
económico a Luis Bárcenas (documento nº 8); memorándum del LOMBARD
ODIER, de 30 de junio de 2005, donde se designa como beneficial owner a Luis
Bárcenas (documento nº 9); memorándum del DRESDNER BANK, de 22 de julio
de 2005, en el mismo sentido (documento nº 10); memorándum del
DRESDNER, de 27 de agosto de 2009, que designa a Luis Bárcenas como
beneficiario económico de la mercantil TESEDUL (documento nº 13); poderes
en la banca DRESDNER para la Fundación SINEQUANON a favor de Luis
Bárcenas de 22 de julio de 2005 (documento nº 11); poder en el banco
LOMBARD ODIER para la Fundación SINEQUANON de 2005 (documento nº
12); y memorándum del DRESDNER, siendo una nota de visita del número de
cuenta 8401489, del 12 de octubre de 2005, que refleja que es Luis Bárcenas el
único que toma decisiones (documento nº 40).

.- memorándum del LOMBARD ODIER, de 9 de septiembre de 2003, que


justifica que fue el banco quien le recomendó crear una Fundación a la vista de
su situación familiar (documento nº 91) y no, por tanto, para eludir la Directiva
del Ahorro.

.- carta manuscrita de Luis Bárcenas a Fredik Mentha que consta en el


memorándum de 9 de marzo de 2009 (documento nº 77), en la que solicita la
venta de activos y traspaso de saldo a la cuenta OBISPADO de Francisco Yáñez
y el cierre de cuenta, que acredita que es él quien toma de las decisiones, siendo
firmado por Rosalía Iglesias por ser la titular.

.- memorándum del DRESDNER BANK del 9 de diciembre de 1994


(documento nº 22), en el que se informa de su condición de miembro de un
partido político en España y, por tanto, acredita que jamás escondió esta
circunstancia ni se ocultó detrás de empresa o entramado alguno.

En el mismo sentido: memorándum del DRESDNER BANK del 2 de


agosto de 2005, sobre conversación telefónica de Rouven Salzman y Agatha

1136
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Stimoli (documento nº 61), donde se informa de su condición de Senador;


memorándum de 25 de febrero de 2009 (documento nº 27) de Agatha Stimoli
con información sobre Luis Bárcenas-Tesorero del PP; carta de Luis Bárcenas
de 17 de abril de 2010 a LGT (documento nº 26), informando sobre su situación
judicial en España y sobre la contratación de despacho de abogados en Suiza;
información en DRESDNER BANK, «prensa española sobre Luis Bárcenas 30
de diciembre de 2010, remiten información dada el 6 de marzo del 2009»
(documento nº 28); informe WorldCheck 2009 sobre TESEDUL (documento nº
25), que se efectúa para comprobar la legalidad y licitud de la cuenta bancaria
titularidad de TESEDUL, figurando que es empresa de Luis Bárcenas; «informe
sobre riesgo cuentas Suiza de Luis Bárcenas desde el año 1994 a año 2009,
Dresdner, LGT» (documento nº 65).

.- contrato de 11 de febrero de 2004 por el que Rosalía Iglesias vende a


Rosendo Naseiro un cuadro (documento nº 18), cuyas firmas han sido
adveradas por el informe pericial caligráfico elaborado por D. Tomás Alonso de
Corcuera.

(En el recurso se inserta este documento -folio nº 281-, del cual cabe
destacar que indica que el precio de venta es de 270.000 euros, pactándose el
abono de 150.000 euros el 11 de febrero y de los 120.000 euros restantes, antes
del 7 de marzo, con el que tratan de acreditase los ingresos de 120.000 euros
en 2004 y de 149.600 euros en marzo de 2005).

.- talón bancario expedido por Rosendo Naseiro, por importe de 60.000


euros, del Banco Popular a nombre de Luis Bárcenas, de 14 de diciembre de
2006 (documento nº 50).

.- memorándum firmado por Agatha Stimoli de 31 de agosto de 2005,


donde se atribuye a Luis Bárcenas intervención en operaciones de compraventa
de obras de arte (documento nº 36). En idéntico sentido, el memorándum del
DRESDNER de 2 de julio de 2004 (documento nº 37) y el memorándum cuenta
8005540 de 9 de septiembre de 2003 (documento nº 38)

1137
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- contrato de 15 de noviembre de 2004 de mediación para la


compraventa de cuadros suscrito por Rosalía Iglesias e Isabel Ardanaz
(documento nº 51).

.- informe pericial caligráfico (documento nº 68), que acredita que la firma


del contrato de mediación de 15 de noviembre de 2004 y del contrato de
compraventa de cuadros de 19 de enero de 2005 (sic) han sido firmados por
Isabel Ardanaz.

.- contrato de mediación de 15 de noviembre de 2004 (documento nº 75),


junto con los ingresos en Bankia (documento nº 28) y carta de José Antonio
Martínez Suárez a Luis Bárcenas, el 31 de mayo de 2006, sobre compraventa
de cuadros.

.- contrato de 19 de enero de 2006 de compraventa de cuadros suscrito


por Rosalía Iglesias e Isabel Ardanaz (documento nº 81), junto con los informes
de policía científica (informe UDEF-BLA de 17/02/2014 e informe de 27/03/2014
nº 2012D0130-V de la Sección de Documentos de la Unidad Central de
Criminalística de la Comisaría General de Policía Científica) y de D. Tomás
Alonso de Corcuera, que acreditan que la firma es de Isabel Ardanaz.

.- cuadro de imputaciones en Argentina (documento nº 112), «en el que


figura Isabel Ardanaz de fecha 28 de diciembre de 2016 procedimiento que se
archiva el 17 de agosto de 2017».

.- la declaración de Luis Bárcenas, en tanto negó haber coincidido con


Isabel Ardanaz en las oficinas de La Moraleja en fechas en las que no estaba
en Argentina, como una muestra más de que esta testigo faltó a la verdad.

.- informe de la UDEF 58.784, de 26 de junio, sobre viajes a Argentina


de Luis Bárcenas (documento nº 67).

.- documentación enviada en la Comisión Rogatoria Argentina después


de la declaración en instrucción de Isabel Ardanaz (documento nº 94), aportada
por ésta en dicho momento, capaz de justificar las declaraciones inveraces de
ésta.

1138
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- fotografías de los cuadros del domicilio familiar (documento nº 73), que


acreditan la titularidad y posesión de obras de arte del matrimonio Bárcenas-
Iglesias.

.- correos electrónicos de 4, 15 y 22 de julio de 2011 entre Luis Bárcenas


y José Penido (asesor de Rosendo Naseiro), solicitando recibos por la venta de
cuadros, junto con el acta notarial de Miguel Granados sobre la compraventa de
cuadros en FERIARTE -31 de octubre de 2009-, publicaciones de cuadros, los
recibos firmados por Rosendo Naseiro a Luis Bárcenas sobre el cuadro «Recco»
-6 de octubre de 2001-, artículo de prensa subasta Sotherbys -5 de marzo de
1993- y el recibo firmado por Rosendo Naseiro sobre «Bodegón» -11 de febrero
de 2003- (documento nº 74).

.- informe pericial de D. Tomás Alonso de Corcuera, que certificó que las


firmas de los recibos eran de Rosendo Naseiro.

.- requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Madrid a Rosendo


Naseiro de 4 de mayo de 2014 (documento nº 62), para aportar documentación
y que éste nunca cumplió.

.- póliza del Banco Popular de 330.000 euros, extracto de movimientos


de la póliza y carta del Banco Vitoria de 23 de octubre de 2002 sobre denegación
de crédito para operación de compraventa de cuadros (documento nº 76), que,
a su juicio, acreditan que no se conceden créditos para este tipo de operaciones
y, por tanto, la veracidad de las compraventas de obras de arte, junto con el
informe de la AEAT de febrero de 2010 en el que el actuario pone de manifiesto
lo razonable de la operación conforme a lo explicado por Luis Bárcenas.

.- documentación remitida en la CRI suiza de 1 de septiembre de 2017


(documento nº 115), sobre Banca Gottardo, titularidad de Rosendo Naseiro,
donde figuran numerosas operaciones bancarias sobre compraventas de
cuadros, en concreto, de Van der Hamer.

.- auto de 6 de mayo de 2010 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid


por el que se acuerda el sobreseimiento de la causa respecto de Rosalía
Iglesias, confirmado en diciembre de 2010 (documento nº 78), que justifica que
ésta no tuvo participación alguna en los hechos enjuiciados.

1139
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- los apuntes en los «papeles» relativos a anotaciones de donaciones


de Cecilio Sánchez y Manuel Contreras (documento nº 59), junto con la
documentación obrante en el informe de la UDEF que analiza la supuesta
relación entre estos apuntes y las cuentas en Suiza (documento nº 60), que
justifican el error en la valoración de esta prueba denunciado, ya que no hay
salida alguna de estos ingresos en la referida contabilidad.

.- carta del PP por la que se manifiesta que no hay nada que reclamar a
Álvaro Lapuerta por LIBERTAD DIGITAL (documento nº 20), junto con el informe
de la UDEF 52.839/14, de 3 de noviembre de 2011, que reconoce que «no hubo
transmisión patrimonial» alguna por esta operación.

.- extracto de la cuenta bancaria de donativos del PP (documento nº 15),


donde se recoge la operación de compra de las acciones de LIBERTAD
DIGITAL, así como su trazabilidad conforme al extracto de cuenta bancaria
relativa a los ingresos en Banesto por la operación (documento nº 19), el cuadro
de donativos (documento nº 58), el extracto de donativos en efectivo de la
cuenta en el Banco de Vitoria (documento nº 21), el balance del PP a 31 de
diciembre de 2005 (documento nº 111) -donde figuran tres ingresos anónimos
por un importe total de 60.000 euros- y las cuentas de Francisco Yáñez de la
pieza denominada de «los papeles» (documento nº 110) -que acredita que no
hubo salida de fondos cuando supuestamente las compra-.

.- listado de Bankia sobre ingresos en la cuenta titularidad de Rosalía


Iglesias (documento nº 16), que refleja un ingreso de 120.000 euros en 2004 y
otro de 149.600 euros en marzo de 2005, procedentes de las ventas de cuadros
acreditadas y, en consecuencia, de la realidad de las operaciones reflejadas por
ésta en sus declaraciones tributarias.

.- contrato de préstamo de 24 de febrero de 2009, suscrito por Ángel


Sanchís y la Fundación SINEQUANON -Luis Bárcenas- (documento nº 30) y el
escrito de Ángel Sanchís al Juzgado de 31 de enero de 2014 (documento nº 41),
que acreditan la realidad del mismo.

1140
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- acta de manifestaciones de Patricio Bel, ante Escribanía (Notaría) en


Argentina, de 2 de mayo de 2013 (documento nº 44), remitida en la CRI, capaz
de justificar que gestionaba fondos se inversores uruguayos.

.- «cartulina firmas Tesedul, Luis Álvarez y Patricio Bel, Titularidad 7 de


agosto del 2009» (documento nº 46) y «Nota interna de apertura de cuenta
institucional Tesedul, 19 de febrero del 2010, Dresdner, cuenta 8402567,
relación comercial y categorías de riesgo» (documento nº 66).

.- contrato de prestación de servicios de 16 de julio de 2011, suscrito


entre La Moraleja y Conosur Land -Luis Bárcenas- (documento nº 31), junto con
la carta del LOMBARD ODIER de 20 de marzo de 2012, sobre la garantía
bancaria número 210106, por importe de 1.000.000 euros, en el HSBC Private
Bank NY (documento nº 43), que acreditan la realidad del contrato.

.- certificado de ingreso de Centenary SA a TESEDUL SA de 3 de mayo


de 2010 (documento nº 34), certificado de ingreso de Agroelec Importadora y
Exportadora a TESEDUL SA de 31 de octubre de 2011 (documento nº 35), que
acreditan la existencia de negocios en Uruguay y Argentina desde muchos años
atrás.

.- pagos efectuados por inversión inmobiliaria en el extranjero (locales en


Sansara, Polonia) de Luis Bárcenas a Bemowolnvest 3 y devolución de los
mismos al rescindirse la operación (documento nº 70).

.- carta abogados suizos (PONCET TURRTINI AMAUZDRUZ NEYROD


& ASSOCIES) de Luis Bárcenas, comunicándoles facturas por honorarios
profesionales, de 14 de febrero de 2013, realizándose el pago de los honorarios
posteriormente (documento nº 48).

.- contrato de asesoramiento de 1 de octubre de 2009 suscrito con Iván


Yáñez (documento nº 29), que supone que éste no «colaboraba» en ninguna
actividad ilícita, sino que actuaba en el marco de este contrato, siendo errónea
la lista de cuentas bancarias que se le atribuyen a Luis Bárcenas, en tanto no
se incluye la cuenta SBI y sí se incluyen las de GRANDA GLOBAL, cuando él
siempre figuró como titular o beneficiario de aquellas cuentas que le
correspondían.

1141
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- «cartulina firmas, Banco Suizo BSI, de 21 de junio de 1993. Juan


Carlos Bárcenas y Rosalía Iglesias» (documento nº 80), «cartulina firmas
Dresdner, cuenta número 8005540 el 21 del 12 del 2001, Juan Carlos Bárcenas
y Rosalía Iglesias» (documento nº 79) y «Ventajas Fundación, Memorándum de
Lombard septiembre 2003 entre FrederikMentha y José Lois Gil de la cuenta
3357/NOVIS» (documento nº 23).

.- «carta 2001 LGT de 5 del 10 del 2011, a Fundación Sinequanon sobre


ventajas fiscales» (documento nº 24), donde se explica que la Fundación, al ser
residente de la Unión, queda sujeta a la Directiva del Ahorro, y la comunicación
del Dresdner Bank de 26 de octubre de 2007 a la Fundación Sinequanon sobre
las nuevas normas anti blanqueo y directiva del ahorro (documento nº 14).

.- ficha de contacto de 13 de febrero de 2013 del LOMBARD ODIER,


donde Luis Bárcenas solicita por teléfono que le envíen la documentación fiscal
del 2012 de TESEDUL (documento nº 45), en relación con la regularización
tributaria, así como la ficha de contacto del LOMBARD ODIER de 11 de
noviembre de 2012, sobre traspaso de fondos a Bankia para regularización DTE
(documento nº 69).

.- extracto de la posición de la cuenta bancaria en el DRESDNER BANK


8401489, a 31 de marzo de 2009, de la Fundación SINEQUANON (documento
nº 117), que justifica que tenía en sus cuentas más saldo que al inicio del mismo
año, siendo errónea la afirmación contenida en la sentencia de que a partir del
año 2009 comenzó a vaciar sus cuentas.

.- extracto de la posición de la cuenta bancaria en el DRESDNER BANK


8402567, a 31 de marzo de 2009, de TESEDUL (documento nº 118).

.- «Informe de Situación patrimonial, 31 de diciembre del 2012, banco


LGT con Detalle del importe total de la cuenta en Euros y a la derecha las
subcuentas (Se traducen como Cuota), en euros, en USD y en Francos Suizos»
(documento nº 89).

.- transferencia efectuada desde la cuenta de OBISPADO de Francisco


Yáñez, el 5 de agosto de 2009, al BUTTERFIELD TRUST BERMUDA LIMITED,
titularidad de Omar Claudio Díaz Blasco (SunSecuredAdvantage), que

1142
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

acreditaría que la sentencia declara erróneamente que esos 200.000 euros se


ingresaron en una cuenta del matrimonio y que «no habrían sido localizados»
(documento nº 119).

.- acta de inspección de Hacienda sobre el IRPF de 2006 de Rosalía


Iglesias (documento nº 64), donde se recogen entregas de documentos.

.- escrito de la Fiscalía de 3 de agosto de 2011, remitiendo denuncia del


Ministerio Fiscal contra Rosalía Iglesias por presunto delito por el IRPF de 2006,
adjuntando documentación (documento nº 63).

.- escrito de la defensa del contribuyente de 13 de septiembre de 2011


(documento nº 84), donde se detalla la documentación aportada a Hacienda
durante la inspección efectuada a Rosalía Iglesias por el IRPF de 2006.

.- declaraciones de Hacienda de Rosalía Iglesias de los ejercicios 2004,


2005 y 2006 (documento nº 71), documentación obrante en la pericial caligráfica
de D. Tomás Alonso de Corcuera, que acredita que las firmas no fueron
realizadas por ella.

.- acta de entrada y registro en la sucursal de Bankia de la calle Príncipe


de Vergara nº 32 de Madrid, y documentación intervenida, el 25 de marzo de
2014 (documento nº 81).

.- documentación incorporada al informe de la AEAT de 29/09/2016,


sobre análisis de las cuentas bancarias de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias
(documento nº 39).

.- cuadros de ingresos en Caja Madrid elaborados por el banco, años


1993, 1994 y 1995 (documento nº 49).

.- auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por el que se declara


la competencia del Tribunal Supremo respecto de Luis Bárcenas y «personas
relacionadas» (documento nº 57) y auto de 23 de junio de 2009 del Tribunal
Supremo por el que se acepta la competencia respecto de Luis Bárcenas y
«personas relacionadas» (documento nº 88).

1143
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- escrito del Ministerio Fiscal de 26/06/2009, solicitando la citación de


Rosalía Iglesias como imputada, y auto de 26/06/2009, citándose a la misma
para prestar declaración en dicha cualidad el 06/07/2009 (documento nº 85).

.- escrito del Ministerio Fiscal de 17/11/2009 (documento nº 86), pidiendo


citación de Rosalía Iglesias para declarar como imputada, y providencia de
15/04/2010 del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, acordando la misma
(documento nº 87).

2. Como ya hemos señalado en anteriores recursos la jurisprudencia, por


todas STS 499/2019, de 23 de octubre (Recurso núm. 1589/2018), sobre el
cauce casacional elegido expone:

«Debemos recordar, según doctrina reiterada de esta Sala, por todas


SSTS. 918/2008 de 31.12, 452/2011 de 31.5, 95/2012 de 23.2, 483/2012 de 7.6,
que el ámbito de aplicación del motivo de casación previsto en el art. 849.2
LECrim. se circunscribe al error cometido por el Tribunal sentenciador al
establecer los datos fácticos que se recogen en la declaración de hechos
probados, incluyendo en la narración histórica elementos fácticos no acaecidos,
omitiendo otros de la misma naturaleza que sí hubieran tenido lugar, o
describiendo sucesos de manera diferente a como realmente se produjeron.

En todo caso, el error a que atiende este motivo de casación se predica


sobre aspectos o extremos de naturaleza fáctica, nunca respecto a los
pronunciamientos de orden jurídico que son la materia propia del motivo que por
"error iuris" se contempla en el primer apartado del precepto procesal, motivo
éste, art. 849.1 LECrim. que a su vez, obliga a respetar el relato de hechos
probados de la sentencia recurrida, pues en estos casos solo se discuten
problemas de aplicación de la norma jurídica y tales problemas han de
plantearse y resolverse sobre unos hechos predeterminados que han de ser los
fijados al efecto por el Tribunal de instancia, salvo que hayan sido corregidos
previamente por estimación de algún motivo fundado en el art. 849.2 LECrim. o
en la vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

Ahora bien, la doctrina de esta Sala (SSTS. 6.6.2002 y 5.4.99) viene


exigiendo reiteradamente para la estimación del recurso de casación por error

1144
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de hecho en la apreciación de la prueba, entre otros requisitos, que el


documento por sí mismo sea demostrativo del error que se denuncia cometido
por el Tribunal sentenciador al valorar las pruebas. Error que debe aparecer de
forma clara y patente del examen del documento en cuestión, sin necesidad de
acudir a otras pruebas ni razonamientos, conjeturas o hipótesis, esto es, por el
propio y literosuficiente poder demostrativo del documento (STS. 28.5.99).

Por ello esta vía casacional, recuerda la STS. 1952/2002 de 26.11, es la


única que permite la revisión de los hechos por el Tribunal de Casación. De ahí
que el error de hecho sólo pueda prosperar cuando, a través de documentos
denominados "literosuficientes" o "autosuficientes", se acredita de manera
indubitada la existencia de una equivocación en la valoración de la prueba
siempre y cuando el supuesto error no resulte contradicho por otros documentos
o pruebas, porque la Ley no concede preferencia a ninguna prueba documental
sobre otra igual o diferente, sino que cuando existen varias sobre el mismo punto
el Tribunal que conoció de la causa en la instancia, presidió la práctica de todas
ellas y escuchó las alegaciones de las partes, tiene facultades para sopesar
unas y otras y apreciar su resultado con la libertad de criterio que le reconoce el
art. 741 LECrim. como expone la S.T.S. de 14/10/99, lo propio del presente
motivo es que suscita la oposición existente entre un dato objetivo incorporado,
u omitido, en el relato fáctico de la sentencia y aquél que un verdadero
documento casacional prueba por sí mismo, es decir, directamente y por su
propia y "literosuficiente" capacidad demostrativa, de forma que si se hubiesen
llevado a cabo otras pruebas, similares o distintas, con resultado diferente, se
reconoce al Tribunal la facultad de llegar a una conjunta valoración que permite
estimar que la verdad del hecho no es la que aparece en el documento, sino la
que ofrecen los otros medios probatorios. La razón de ello es que el Tribunal de
Casación debe tener la misma perspectiva que el de instancia para valorar dicho
documento, o dicho de otra forma, si la valoración es inseparable de la
inmediación en la práctica de la prueba que corresponde al Tribunal de
instancia, el de Casación no podrá apreciar dicha prueba porque ha carecido de
la necesaria inmediación.

En síntesis, como también señala la S.T.S. de 19/04/02, la finalidad del


motivo previsto en el artículo 849.2 LECrim. consiste en modificar, suprimir o

1145
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

adicionar el relato histórico mediante la designación de verdaderas pruebas


documentales, normalmente de procedencia extrínseca a la causa, que
acrediten directamente y sin necesidad de referencia a otros medios probatorios
o complejas deducciones el error que se denuncia, que debe afectar a extremos
jurídicamente relevantes, siempre que en la causa no existan otros elementos
probatorios de signo contradictorio.

Consecuentemente es necesario que el dato contradictorio así


acreditado sea importante, en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de
los pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos que carezcan
de tal virtualidad, el motivo no puede prosperar porque, como reiteradamente
tiene dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los elementos
de hecho o de derecho que no tiene aptitud para modificarlo (STS. 21.11.96,
11.11.97, 24.7.98).

Por ello el error ha de ser trascendente o con valor causal para la


subsunción, como también de manera muy reiterada señala la jurisprudencia de
esta Sala (SSTS. 26.2.2008, 30.9.2005), por lo que no cabe la estimación de un
motivo orientado en este sentido si se refiere la mutación a extremos accesorios
o irrelevantes. Y esta trascendencia o relevancia se proyecta, en definitiva,
sobre la nota de la finalidad impugnativa. El motivo ha de tender bien a anular
una aserción del relato histórico de la sentencia o a integrarlo con un dato fáctico
no recogido en él, de manera que en cualquiera de ambos casos, la subsunción
de la sentencia sometida a recurso queda privada del necesario soporte fáctico.

Por último han de citarse con toda precisión los documentos con
designación expresa de aquellos particulares de los que se deduzca
inequívocamente el error padecido y proponerse por el recurrente una nueva
redacción del factum derivada del error de hecho denunciado en el motivo.
Rectificación del “factum” que no es un fin en sí mismo, sino un medio para crear
una premisa distinta la establecida y, consiguientemente, para posibilitar una
subsunción jurídica diferente a la que se impugna.»

3. Viabilidad del motivo examinado.

1146
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La anterior doctrina, en su proyección al caso enjuiciado, debería


conducir a la desestimación del motivo por las siguientes razones.

En primer lugar, porque de la consideración de documento a efectos


casacionales se ha excluido las pruebas de naturaleza personal, pues como
tales quedan sujetas a la percepción inmediata del Tribunal que las recibe. En
efecto, no son documentos, aunque se hallen documentadas en la causa bajo
la fe pública judicial, las pruebas de esta naturaleza, como las declaraciones del
acusado o de testigos, que no garantizan ni la certeza ni la veracidad de lo dicho
por el manifestante, siendo simplemente pruebas personales documentadas en
las actuaciones bajo la fe del Secretario Judicial y sometidas, como el resto de
las pruebas, a la libre valoración del juzgador de instancia (SSTS 3-12-2001,
24-12-2003, 24-6-2011, 23-11-2011).

Y en cuanto al Acta Notarial de manifestaciones del Sr. Bel, es cierto que


tiene un evidente rango documental, pero esa naturaleza es puramente
«extrínseca» en tanto el notario recoge bien, fielmente y con exactitud las
manifestaciones que ante él se realizan, pero «intrínsecamente» carece del
valor de esas representaciones gráficas de pensamiento que implica el
«documento» -a efectos casacionales- tratándose en realidad de meras
«declaraciones testificales» que no se magnifican por el hecho de prestarse ante
fedatario público y que siguen conservando su naturaleza de meras pruebas
personales, máxime cuando no han sido ratificadas con juego pleno de los
principios de publicidad, oralidad, inmediación, contradicción e igualdad de
partes, careciendo consecuentemente de la necesaria literosuficiencia para
desvirtuar o desmentir lo declarado probado por el tribunal de instancia, no
evidenciando, por ello, el error de hecho denunciado (STS 406/2019, de 17 de
septiembre), máxime cuando existen, además, otras pruebas que contradicen
lo que el recurrente pretende demostrar con tal Acta Notarial y que han sido
detalladas al examinar motivos precedentes.

Por lo demás, en cuanto a los documentos que se citan, los mismos


carecen de la necesaria literosuficiencia, al haber sido valorados en la instancia
y estar en contradicción con las pruebas tenidas en cuenta para formar su
convicción y a las que se ha hecho referencia en los motivos anteriores. Y ello

1147
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

porque para dotar a su contenido de valor a los efectos que nos ocupan es
necesario efectuar una valoración de los mismos con abstracción de otras
pruebas que obran en la causa. Por tanto, las deducciones que el recurrente
alega, desde el contenido de los mismos, no muestran error alguno derivado de
su literosuficiencia.

Además, hay que advertir que los informes periciales no tienen la


consideración de prueba documental a estos efectos casacionales, sino de
prueba de carácter personal. Excepcionalmente, se admite la posibilidad de
acreditar el error en la apreciación de la prueba fundándose en la de peritos,
equiparándola a la documental a los efectos del artículo 849.2º de la LECrim,
cuando habiendo un solo informe de esta clase o varios coincidentes, y no
existiendo otras pruebas sobre el mismo hecho, bien se ha tomado dicha prueba
de modo incompleto, mutilado o fragmentario, bien se ha prescindido de la
misma de modo no razonable llegando a conclusiones divergentes, opuestas o
contrarias a las expuestas por los peritos. (SSTS 825/2009, de 16 de julio, o
271/2010, de 30 de marzo).

Ahora bien, no debe confundirse este supuesto excepcional con la


valoración que el Tribunal hace de la prueba pericial, pues, como indica la STS.
1572/2000, de 17-10 «el Tribunal ha valorado una pluralidad de informes,
incluidos las matizaciones realizadas por el Perito en el acto del juicio oral,
obteniendo racionalmente su convicción tomando en consideración una gran
variedad de cuestiones...., por lo que nos encontramos ante un ejercicio
razonable de las facultades valorativas del Tribunal de instancia no
cuestionables a través de este cauce casacional».

En conclusión, dada la exposición del recurso, no se trata de una


cuestión de error en la prueba derivado de un documento que sea considerado
como tal a efectos casacionales, sino que se lleva a cabo una nueva
ponderación de la prueba indicada, ponderación que ya efectuó el Tribunal de
instancia en ejercicio de la facultad que le otorga el artículo 741 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, para obtener la convicción de que resultaron
acreditados los hechos que le venían siendo imputados. Que esa convicción sea

1148
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

distinta a la sostenida por la parte recurrente no determina la existencia del error


de hecho alegado.

273.- El motivo décimo por infracción de ley al amparo de los arts.


849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida de los arts. 301 y 390.1.1º,
2º, 3º y 4º CP al haber sido condenado por un primer delito de blanqueo de
capitales por importe de 13.927 €.

1. El motivo realiza una serie de alegaciones:

a) Sobre los hechos probados objeto de subsunción.

No se especifican “las adjudicaciones irregulares” con las que se le


relaciona, ni se detallan los únicos cobros relacionados con tres adjudicaciones
identificadas en la Pieza “Castilla y León”.

Se vulnera el “non bis in ídem” ya que existe un auto de sobreseimiento


libre del Tribunal Superior de Castilla y León respecto de una de estas
adjudicaciones (“Variante de Olleros”).

b) Sobre la aplicación fraccionada del delito de cohecho.

Debe concluirse a favor del reo que la totalidad de lo ingresado en las


cuentas de Suiza (desde del año 1999) obedeció a la misma finalidad
autoblanqueadora por ocultación y, por tanto, solo existió un único delito de
blanqueo incompatible con los delitos fiscales.

c) Procedencia lícita de los bienes. Trazabilidad del origen lícito.

El cobro de un beneficio lícito a través de “Spinaker”, para ocultar su


participación en “Realgreen” es un autoblanqueo impune, ya que no describe un
acto autónomo o distinto del delito precedente que no se incluye en su propio
agotamiento.

d) Sobre la estructura de “Spinaker”.

1149
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Insiste en que se está confundiendo el delito de blanqueo con el de


asociación ilícita por el que se retiró la acusación y que lo único que se describe
es una estructura opaca que no convierte el dinero “sucio” en dinero “negro”
(sentencia del caso Noos).

e) Sobre la falsedad asociada al delito de blanqueo en concurso medial.

Aduce que las facturas falsas para la constitución y ampliación de capital


de “Spinaker” fueron emitidas por el Sr. De Miguel y que no cabe atribuirle
dominio alguno (material o funcional) en dicha elaboración.

2. La Sentencia.

Partiendo del respecto a los hechos probados, dada la vía casacional del
art. 849.1 LECrim, se recoge en el factum como “los 13.927 € que recibe cada
uno de ellos, en realidad son beneficios que obtienen del contrato suscrito el 12-
3-2003 entre el PP, representado por Luis Bárcenas y Malgreen, por Pablo
Crespo, para cuyo cobro éste aceptó, en octubre de 2003, cinco facturas
mendaces por servicios inexistentes, emitidas por KA 127 Servicios SL y Punto
Hiparca, gestionadas por Luis de Miguel, quien, tras recibir los fondos, los
distribuyó entre aquellos en efectivo, de manera opaca a la Hacienda Pública”.

Pero la sentencia no refiere que los bienes sean de procedencia lícita,


por el contrario, considera probado la procedencia delictiva de los 13.927 € -tal
como hemos explicitado en motivos similares de los recursos de los coacusados
Luis Merino y Jesús Sepúlveda- y así en la fundamentación jurídica señala que
“la base de esta acusación está en la constitución de la sociedad Spinaker,
respecto de la cual … una parte de las cantidades de procedencia ilícita,
obtenidas por favorecer irregulares adjudicaciones públicas, a fin de ocultar su
propiedad, Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda Recio, decidieron
que se canalizaran a través de la sociedad Spinaker 2005 SL que, a instancia
de Francisco Correa les proporcionó Luis de Miguel con los mismos fines de
opacidad fiscal que había creado otras sociedades.

Por tanto, el tribunal de instancia está describiendo una estructura, en la


que está integrado el recurrente, destinada a conseguir la opacidad o al
ocultamiento de dinero de procedencia delictiva, en concreto, de las actividades

1150
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

realizadas en relación con irregulares adjudicaciones públicas que dieron lugar


a los delitos por los que fueron condenados varios acusados -entre ellos el
propio Bárcenas- en el apartado Castilla-León.

- En cuanto a la alegación -también reiterada en el motivo- de la


imposibilidad de comisión por parte del recurrente del delito antecedente por no
ser autoridad ni funcionario público, lo que la sentencia considera probado en
diversos pasajes de los hechos probados y la fundamentación jurídica es:

Folio 228:

Es, por lo tanto, SPINAKER una estructura societaria real, que crea LUIS
DE MIGUEL para FRANCISCO CORREA, en la que entran a formar parte, como
socios de hecho, LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y JESUS SEPÚLVEDA,
que se pone al servicio de todos ellos, quienes tienen interés en las operaciones
o negocios que, a través de ella, se puedan conseguir, y en la que estos socios
reales, prevaliéndose del ascendente del que podían abusar por razón de sus
cargos, y de los contactos sobre los que, gracias a esa autoridad, podían ejercer
influencia para favorecer la actividad relacionada con el sector público, se
dirigían a otras autoridades o funcionarios de su misma formación política,
situados en puestos de decisión, con la finalidad de favorecer la actividad del
grupo ROS ROCA tanto en lo relativo a la obtención de subvenciones para
plantas de tratamiento de purines, como a la concesión de Fondos de Ayuda al
Desarrollo (FAD), gestiones por las que pactaron el pago de las
correspondientes ilícitas comisiones, que se repartirían entre ellos, así como con
JESÚS SEPÚLVEDA conocedor de todo ello, pero que, sin embargo, no
tenemos constancia de cómo llegaron a cobrar y en qué cuantía beneficios.

Folio 1026:

Así pues, en el contexto del sistema de corrupción en torno al PP


estructurado por las empresas de CORREA descrito, por supuesto en
connivencia con ellos de PABLO CRESPO y FRANCISCO CORREA,
aprovechándose de la influencia que LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO
tenían sobre otros cargos del P.P., consiguieron adjudicaciones públicas a favor
de empresas de la confianza y que este último podía controlar, a cambio de

1151
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que se distribuían en efectivo


y, en el caso de LUIS BÁRCENAS, también en forma de viajes y servicios que
encubría con facturas ficticias.

Folios 1058-1059:

En particular, es significativo que LUIS BÁRCENAS, JESÚS MERINO y


JESUS SEPÚLVEDA se aprovechan de la autoridad que les confieren los
cargos o puestos ya fueran oficiales, ya fueran dentro del Partido Popular, así
de como las amistades y contactos sobre los que, gracias a esa autoridad,
podían ejercer influencia para favorecer la actividad relacionada con el sector
público.

Y con referencia al delito de cohecho a los folios 1218-1219, precisa:

En cuanto a LUIS BÁRCENAS, no podemos obviar la consideración que


hacía su defensa de que, al no ser Senador hasta 2004, con anterioridad no
podía definírsele como Autoridad a los efectos del referido delito y, por lo tanto,
su conducta no sería subsumible en él, para desde ahí derivar a que los regalos
o percepciones que hubiera recibido no guardarían relación con función
funcionarial alguna y no cabría el delito de cohecho de que se le acusa.

Pues bien, aunque no compartimos dicho planteamiento, sí ha


proceder la absolución de este acusado por este delito, por la razón de que,
como dijimos en los hechos probados y explicamos en su correspondiente
fundamentación fáctica, los 72.000 € que las acusaciones mantenían que, en
2007, fueron entregados por ÁLVARO PÉREZ a quien aparece con el apodo de
“Luis el cabrón”, no consideramos suficientemente acreditado que fuera LUIS
BÁRCENAS. Es cierto que hubo entregas a este en metálico y en especie, estas
en formas de viajes, unas anteriores y otras posteriores a que adquiriese la
condición de Senador por Cantabria en 2004, pero como el M.F., según
explicaba en su informe, solo acusa por esos 72.000 € de 2007, y no formulaba
acusación en relación con las entregas anteriores, por considerar que un
eventual delito de cohecho en base a ellas estaba prescrito, es por lo que
procede la absolución por ese único delito de cohecho que tiene su base en los
referidos 72.000 €.

1152
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- En relación a la cuestión planteada de que si se tratase de un solo delito


de cohecho y todas las rentas de Suiza provinieron de esa actividad ilícita
llevarían a la punición de un único delito de blanqueo que provocaría el comiso
de todo lo ingresado: que absorbería dichas rentas ilícitas, impidiendo que se
pudiera tributar sobre o ilícito y lo decomisado, desapareciendo la posibilidad de
apreciar delitos fiscales, tal pretensión no resulta asumible.

En motivos anteriores de recursos interpuestos por otros acusados ya


analizamos la polémica doctrinal y jurisprudencial sobre la tributación de las
ganancias obtenidas del ilícito penal y nos inclinamos por la posibilidad de
integrar el delito fiscal: y como en el mejor de los supuestos para el recurrente,
la absorción del delito fiscal por el delito precedente solo se produciría en los
casos de total identidad entre las rentas ilícitas provenientes del delito y la cuota
defraudada del delito fiscal consecuencia de esas ganancias patrimoniales, lo
que no se da en el presente caso, pues ni todas las rentas de las cuentas suizas
eran de procedencia ilícita y siempre quedaría subsistente el delito de blanqueo
al que se refiere el presente motivo.

- Por último, respecto a la alegación de que las facturas falsas para la


constitución y ampliación de capital de Spinaker fueron emitidas por el
coacusado De Miguel, sin que quepa atribuir al recurrente dominio alguno
(material o funcional) en dicha elaboración, sin que se recoja tampoco la
participación de este en la conducta falsaria de emitir facturas por KA 127 y
Punto Hiparca (por no realizar servicio alguno) a favor de Malgreen que dio lugar
a la distribución ilícita de Spinaker.

Como ya hemos razonado en anteriores recursos el delito de falsedad


documental no es un tipo delictivo de los llamados de propia mano, es decir,
aquellos en los que únicamente pueden ser sujeto activo del delito, el que
mediante la propia acción personal causa el resultado, sin que quepa, por tanto,
la posibilidad de ser cometidos sirviéndose de la intervención de otro sujeto,
consecuentemente en el delito de falsedad documental pueden participar varias
personas, realizando de forma colaboradora la acción descrita en el verbo
rector, tomando parte en la ejecución, participando idealmente en la misma o
auxiliando a su comisión con actos necesarios o accesorios.

1153
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es decir, en relación al delito de falsificación opera el concepto de autoría


mediata tanto como material, por lo que debe estimarse autor de la falsificación
no solo el que materialmente efectúa la alteración sino también a aquel que
utiliza el documento a conciencia de la falsedad efectuada por otro, tal vez a su
instancia, de manera que probado el concierto de ambos, las acciones de estos
se producen de forma coordinada y en función de su respectivo papel que
asumen, por lo que poco importa la materialización de la falsificación, siendo lo
relevante la aceptación y utilización del documento falsificado.

En el caso presente, la recepción de los 13.927 € constitutivos del


blanqueo, se enmascaró con cinco facturas mendaces por servicios inexistentes
emitidas por las mercantiles KA 127 Servicios SL y Punto Hiparca, gestionadas
por Luis de Miguel, dentro del plan conjunto de la constitución de la sociedad
Spinaker a través de la cual se canalizaron una parte de las cantidades de
procedencia ilícita, obtenidas por favorecer irregulares adjudicaciones públicas,
a fin de ocultar su propiedad, por Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús
Sepúlveda.

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

274.- El motivo undécimo por infracción de ley, al amparo del art.


849.1 LECrim por aplicación indebida de los arts. 305 y 130.1-6 CP en
relación con las prescripciones.

1. En concreto alega:

a) Los delitos fiscales del ejercicio del 2003 en relación a los impuestos
de Renta y Patrimonio del Sr. Bárcenas están prescritos.

Los delitos prescribían el 1-7-2009 y el primer acto de imputación formal


relacionado con el IRPF fue el auto de incoación de 13-7-2009, mientras que la
primera imputación por el impuesto de Patrimonio no se produjo hasta el 12-6-
2013.

1154
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) Sobre la prescripción de los delitos fiscales de los años 2000, 2001,


2002, 2004 y 2005 en relación con los impuestos de Renta y Patrimonio.

La sentencia declara prescritos los delitos fiscales de estos ejercicios y,


sin embargo, tiene en cuenta sus cuotas para cuantificar las cuotas
correspondientes a otros ejercicios por lo que ha sido condenado, vulnerándose
así la norma tributaria.

Entiende que, prescritos los delitos fiscales, la cuota tributaria queda


extinguida (art. 69.3 LGT) por lo que su ocultación, desvío, aplicación, etc, son
actos posteriores impunes.

c) Los delitos fiscales del ejercicio de 2006 en relación con los impuestos
de Renta y Patrimonio están prescritos.

Insiste en que la prescripción no se interrumpe por una imputación


genérica (STS 1807/2001) y que el delito prescribía el 1-7-2012, produciéndose
el primer acto de imputación formal por este delito (hasta entonces solo estaba
imputado por la defraudación del IRPF de su esposa) en el auto de 26-11-2014.

El motivo se desestima.

a) Prescripción delitos fiscales ejercicio 2003.

Alega el recurrente que siendo el dies ad quem de la prescripción el 1-7-


2009 el delito estaría prescrito al ser la fecha de incoación de diligencias el 13-
7-2009.

Pues bien, la sentencia de instancia al resolver la prescripción alegada


parte de una premisa previa (pág. 1000 y ss.) cual es no compartir, de entrada,
la posición de la defensa de “considerar que, a los efectos de la prescripción
que invocaba, cada ejercicio fiscal concreto se agote en sí mismo, porque, con
independencia del régimen punitivo que cada uno merezca por separado, ello
supone una construcción artificial dentro del contexto en que cada una de esas
defraudaciones tiene lugar, que es en el de esa trayectoria delictiva que trasluce
aquella declaración, y que se prolonga en el tiempo, mediante diferentes facetas
ilícitas, todas las cuales tienen una misma finalidad, que es la consecución de

1155
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un enriquecimiento o apropiación indebida y/o ilícita por parte de este acusado,


que dota a todas ellas de la suficiente cohesión, que, en aplicación del principio
de unidad delictiva que rige en la materia, no cabe diversificar a efectos de su
prescripción. Y, por esta misma razón, tampoco nos pararemos a analizar por
separado si cabe apreciar la prescripción de los restantes delitos, de manera
individualizada, que hizo mención en cuestiones previas, como el de falsedad
documental, o el blanqueo de dinero, sino que, en ese contexto de unidad
delictiva, guiada toda ella a la misma finalidad ilícita, en que consideramos que
han de ser vistos todos los delitos de que se le acusa, consideramos que se
debería de estar al plazo de prescripción que corresponda al más grave de ellos,
para decidir si había de prosperar esa prescripción alegada, y con este
planteamiento comenzamos el juicio.

Solo citar alguna sentencia en la que se recoge, que, por aplicación de


dicho principio, en los casos de concurso de infracciones penales, el plazo de
prescripción es único para las varias que entren en concurso, como la STS
706/2007, de 06/06/2007, que recuerda que ”la jurisprudencia vigente tiene
dicho -véanse sentencias de 3.7.2002 y 3.10.2005, TS- que, cuando dos delitos
integran el concurso medial, no cabe apreciar separadamente la prescripción,
porque ello supondría escindir parcelas de un comportamiento sustancialmente
unitario; en consecuencia, no es dable apreciar la prescripción de una de las
infracciones mientras no lo haga la otra”, regla que fue asentada en Acuerdo no
Jurisdiccional de la Sala Segunda, de 26/10/2010, que transcribimos al tratar
con carácter general, en cuestiones previas, la prescripción, y del que, ahora,
reproducimos que “en los delitos conexos o en el concurso de infracciones, se
tomará en consideración el delito más grave declarado cometido por el Tribunal
sentenciador para fijar el plazo de prescripción del conjunto punitivo enjuiciado”,
y que ha sido acogida, a nivel de derecho positivo, tras la reforma habida en
nuestro CP, por LO 5/2010, de 22 de junio, en el último apartado del art. 131,
conforme al cual “en los supuestos de concurso de infracciones o de
infracciones conexas, el plazo de prescripción será el que corresponda al delito
más grave”, y regla que sigue siendo observada en la jurisprudencia posterior,
de la que, por ejemplo, podemos citar la STS 452/2015, de 14 de julio (FJ 3º).

1156
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y refiriéndose ya a los delitos fiscales del ejercicio 2003, entre los delitos
que han de ser objeto de tratamiento unitario, entre los delitos que se acusaba
a Luis Bárcenas se encontraba uno de blanqueo de capitales, art. 301, con una
pena de prisión de seis meses a seis años y otro de apropiación indebida del
art. 252 en relación con el 250.1-6 cuya pena de prisión oscila de uno a seis
años, por lo que de conformidad con lo dispuesto en el art. 131 CP al ser delitos
con pena de prisión de más de cinco años y que no excede de diez, el plazo de
prescripción para todo el complejo delictivo de que venía acusado sería el de
diez años, por lo que no estarían prescritos.

En este punto añade la sentencia, que aunque el planteamiento se haga


centrándonos exclusivamente en el delito fiscal de este ejercicio, considera que
la interrupción de la prescripción -iniciada el 1-7-2004- se habría producido el
23-6-2009 tomando como referencia la imputación acordada por auto de esa
fecha dictado por el instructor del TS en relación con los presuntos delitos contra
la Hacienda Pública y cohecho, por hechos relativos a Luis Bárcenas y Jesús
Merino, dada su condición de aforados y haber indicios racionales de
criminalidad, y en tal fecha aún no habría prescrito el delito -el dies ad quem es
el 1-7-2009-.

b) En cuanto a los ejercicios 2000, 2001, 2002, 2004 y 2005 entiende


que si están prescritos no hay deuda y que ello incide en el delito de blanqueo.
Esta afirmación necesita ser precisada pues la prescripción del delito
precedente no elimina el delito de blanqueo y en todo caso tendría
consecuencias en relación al comiso, teniendo en cuenta que estas rentas
afloraron en diversas inversiones que a su vez dieron lugar a rentas que en el
momento del descubrimiento del delito arrojaban unos saldos que fueron
bloqueados como consecuencia del comiso.

c) En relación al ejercicio 2006, la queja del recurrente se ciñe a que los


efectos interruptivos nacen cuando se dirija el procedimiento contra el
responsable en relación a un delito concreto y, en este caso, al ser delito fiscal,
a un ejercicio concreto. Entiende que el auto de 28-6-2012 no cumple estos
requisitos porque en dicha resolución se habla de participación, de lo que infiere
que al no ser en calidad de autor no se está refiriendo a su propio impuesto.

1157
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

No obstante, tal y como razona la sentencia recurrida el auto que


interrumpe la prescripción es el de 19-4-2012 en el que se amplía la imputación
a Bárcenas por los delitos fiscales del ejercicio 2006 y en tal fecha no habría
prescrito este ejercicio.

En concreto la sentencia precisa (pág. 1004) que “en relación con los
relativos a los ejercicios 2006 y 2007 por los que acusa el Ministerio Fiscal, el
problema es menor.

El de 2006, porque, como hemos recogido en los hechos probados, en


la parte donde hemos dejado constancia de la inspección a que fue sometida
ROSALÍA IGLESIAS por ser incluida en el programan de operaciones con
billetes de alta denominación, dicho expediente termina con un informe dando
cuenta a la Fiscalía de la posible concurrencia de ese delito fiscal del ejercicio
2006, del que se da traslado e incorpora a la presente causa en septiembre de
2011, en la que, tras alguna incidencia más, se acuerda su reapertura, para ésta,
en auto de 19/04/2012, lo que supone que, antes del transcurso de los cinco
años, se concrete su imputación por los delitos de este ejercicio y se amplíe la
imputación respecto de él, para LUIS BÁRCENAS.

Y en cuanto al ejercicio de 2007, el propio abogado de LUIS BÁRCENAS,


en cuestiones previas, hacía referencia al auto de febrero de 2013, en que se
amplía la imputación, y, efectivamente, constatado que, en auto de 25/02/2013
(folio 155 y ss., tomo 177, D.P. 275/08, Principal), dictado tras ser oído en
declaración, se hace mención al informe de la AEAT de 20/02/2013, y se recoge
del mismo la presumible comisión de sendos delitos contra la Hacienda Pública
correspondientes a dicho ejercicio por los conceptos de IRPF e IP, al no haber
transcurrido el plazo de prescripción, tampoco cabe acceder a la solicita para
los delitos relativos a dicho ejercicio”.

En base a lo expuesto, el motivo debe ser desestimado.

275.- El motivo duodécimo por infracción de ley, al amparo del art.


849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por aplicación indebida de los
arts. 305 del Código Penal y 31 de la Ley 19/1991, de 6 de junio, del

1158
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Impuesto sobre el Patrimonio en conexión con los artículos 37 y 38 bis de


la Ley 40/1998; arts. 37 y 39 del Texto Refundido de la Ley de IRPF,
aprobado por Real Decreto Legislativo 3/2004; arts. 39 y 47 a 49 de la Ley
35/2006; arts. 4, 7, 75 y 121 de la Ley 43/1995 del Impuesto sobre
Sociedades; arts. 6 y 75 de la Ley 40/1998 del IRPF; Disposición Adicional
primera del Real Decreto Ley 12/2012 reguladora de la DTE; y Disposición
Adicional única de la Ley Orgánica 7/2012.

(El motivo es idéntico al MOTIVO DÉCIMO del recurso de la Sra.


Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

En el desarrollo del motivo se alega sobre los siguientes extremos:

i) Error en la cuantificación de la cuota en los Impuestos sobre el


Patrimonio. Imposibilidad de determinar la cuota defraudada.

El recurrente aduce que, conforme a la STS de 9 de junio de 2016, la


sentencia incurre en una errónea interpretación de las normas tributarias que
suponen la infracción del art. 305 CP, como norma penal en blanco, porque:

.- determina incorrectamente la cuota tributaria de los ejercicios 2003,


2006 y 2007, al no minorar, como cuota deducible, la cuota del IRPF e Impuestos
de Patrimonio (IP) de ejercicios anteriores (art. 9 Ley 19/1991).

.- los funcionarios de la AEAT-ONIF (informe de 18 de febrero de 2014)


acuden a criterios de valoración de los títulos negociados incorrectos. No aplican
el valor medio del cuarto trimestre -sino a 31 de diciembre-, ni los
correspondientes a mercados extranjeros para los títulos emitidos por entidades
extranjeras.

.- no se aplica correctamente el límite del conjunto de las cuotas íntegras


de IRPF e IP del art. 31 LIP (informe AEAT-ONIF de 27 de marzo de 2014), que
determina que la cuota íntegra del IP, conjuntamente con la correspondiente al
IRPF, no puede exceder de cierto porcentaje de la base imponible de este
último, debiendo reducirse la misma hasta ese límite máximo.

1159
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ii) Error en la cuantificación de la cuota defraudada por no ser aplicable


el criterio de Renta sino el de Sociedades.

Afirma que, conforme a la normativa vigente en materia de Impuesto de


Sociedades, existe una presunción de residencia fiscal en España de la
Fundación SINEQUANON y de TESEDUL que determina que las rentas de las
mismas deben imputarse a estas sociedades y no al IRPF del Sr. Bárcenas. Lo
relevante no es su carácter instrumental, sino el domicilio fiscal para determinar
la normativa aplicable.

(La cuestión ya ha sido abordada en el MOTIVO CUARTO del recurso,


por infracción de precepto constitucional).

iii) La Declaración Tributaria Especial (DTE) presentada por TESEDUL


debe surtir plenos efectos regularizadores, incluso en el caso de levantamiento
del velo societario y, por tanto, incorporada como elemento negativo del tipo, la
presentación por la sociedad, por error basado en la interpretación razonable de
aquella normativa, justifica la atipicidad de su conducta.

(La cuestión ya ha sido abordada en el MOTIVO CUARTO del recurso,


por infracción de precepto constitucional, donde igualmente se aducía que, por
efecto del levantamiento del velo, el importe ingresado como consecuencia de
la regularización tributaria del año 2012 debía tener su repercusión en la
liquidación de la cuota tributaria, extinguiendo el delito fiscal del ejercicio de
2007 y los posteriores).

iv) Error en la interpretación del elemento subjetivo del tipo, consistente


en la finalidad de crear una estructura para eludir la Directiva Europea del
Ahorro.

(La cuestión ya ha sido abordada en el MOTIVO CUARTO del recurso,


por infracción de precepto constitucional).

v) Indeterminación del elemento del tipo «cuota tributaria defraudada»


del año 2007 que se hace depender de la fase de ejecución.

1160
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(La cuestión, que ya ha sido abordada en los MOTIVOS CUARTO y


SÉPTIMO, formulados por infracción de precepto constitucional en relación con
los delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales, respectivamente,
se reitera en el MOTIVO DECIMOTERCERO del recurso, por infracción de ley
relativo a los delitos contra la Hacienda Pública).

vi) Incremento de las rentas de Luis Bárcenas sobre los viajes regalados
por el Sr. Correa.

Cuestiona la aplicación del valor de dichos viajes como ganancia


patrimonial no justificada, toda vez que la sentencia se refiere a ellos como
«regalos», por lo que sostiene que debieron tributarse por el Impuesto de
Donaciones, minorando la cuota defraudada del IRPF.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias (folios nº 1224 a 1232 y 1562 a 1565) por la comisión de los delitos
contra la Hacienda Pública referidos al IRPF e IP de los años 2003 (en este
caso, en concurso medial con un delito continuado de falsedad documental, en
relación con la facturación falsa emitida por PASADENA VIAJES), 2006 y 2007
(en este último caso, con la apreciación de la atenuante de reparación del daño
del art. 20.5º CP).

2. Sobre las alegaciones que sustentan el presente motivo de recurso.

i) En cuanto a los errores que se denuncian como cometidos en la


liquidación de las cuotas defraudadas relativas al Impuesto de Patrimonio.

El recurrente plantea varias cuestiones, todas ellas encaminadas


a rebatir la corrección de los criterios observados en los informes periciales para
calcular las cuotas defraudadas por el concepto de IP de los años 2003, 2006 y
2007.

1.- De entrada, aduce que, conforme al art. 9 de la Ley 19/1991, de 6 de


junio, del Impuesto sobre el Patrimonio, el patrimonio neto, que constituye la
base imponible del impuesto, se determinará por la diferencia entre el valor de
los bienes y derechos y, entre otras, las deudas u obligaciones personales de
las que deba responder el sujeto pasivo.

1161
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello, los informes periciales toman como deudas deducibles para
calcular el patrimonio neto de los años 2003, 2006 y 2007, tanto el importe
correspondiente a la deuda declarada en la autoliquidación por el recurrente
como la cuota debida por el concepto de IRPF de cada año, resultante de la
liquidación practicada por los peritos.

Siendo así, el recurrente sostiene que los cálculos señalados son


erróneos en tanto que, por lo que al IP del año 2003 se refiere, debieron
igualmente deducirse las cantidades liquidadas por el concepto de IRPF relativo
a los años previos (2000, 2001 y 2002), junto con las cuotas correspondientes
a los IP de 2000, 2001 y 2002, igualmente liquidadas por los peritos, todas ellas
como deudas deducibles.

Por idénticos motivos, para el cálculo de la cuota defraudada en el IP del


año 2006, entiende que debieron haberse deducido las cantidades liquidadas
por IPRF e IP de los años 2002 a 2005; mientras que en el IP del año 2007,
asimismo, deberían deducirse las cuotas liquidadas por IRPF e IP de los años
2003 a 2006.

2.- En segundo lugar, en cuanto a los criterios de valoración de los títulos


negociados en mercados organizados, el recurrente afirma que los informes de
los funcionarios de la AEAT-ONIF (informe de 18/02/2014) acuden a criterios
incorrectos, en tanto que no aplican ni el valor medio del cuarto trimestre (sino
su valor a 31 de diciembre), ni los correspondientes a mercados extranjeros para
los títulos emitidos por entidades extranjeras.

El Tribunal de instancia, dentro del apartado «Ocultaciones a la Hacienda


Pública» y, concretamente, al abordar las cuestiones debatidas en materia de
liquidación del Impuesto sobre el Patrimonio (folios nº 1175 a 1177), rechaza
motivadamente estos alegatos.

En cuanto a los títulos de renta fija o variable emitidos por entidades


españolas, la sentencia señala que, si bien los peritos de la defensa defendían
en su informe (presentado al inicio del juicio oral) que, conforme a la ORDEN
HAC/196/2004, de 2 de febrero, por la que se aprueba la relación de valores
negociados en mercados organizados, su valor de negociación media a efectos

1162
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del IP de 2003 es el correspondiente al cuarto trimestre de 2003 (y no su valor


a 31 de diciembre, como era el aplicado por los peritos de la AEAT), de dicho
informe se dio traslado a los peritos de la AEAT. Estos emitieron el informe de
18/01/2017, admitiendo el criterio de la defensa, y procedieron a practicar las
liquidaciones definitivas, que son las trasladadas por el Tribunal a la sentencia.

En definitiva, se dice por el órgano a quo, la divergencia se daba respecto


de los criterios de valoración empleados en el inicial informe de 18/02/2014,
donde los peritos oficiales efectuaron una simplificación y tomaron como
referencia la cotización al cierre del ejercicio que, además, consideraban más
beneficiosa para el acusado. Criterios que, conforme al debate en juicio, fueron
sustituidos por los postulados por la defensa y que, así mismo, se asumieron
por los peritos de la AEAT en su posterior informe de 18/01/2017.

Respecto de los títulos emitidos por entidades extranjeras y cotizados en


mercados extranjeros, el Tribunal descarta lo apuntado por los peritos de la
defensa en orden a sostener que las Órdenes Ministeriales, en que se contienen
los criterios de valoración, se refieren en exclusiva a los títulos de renta fija o
variable emitidos por entidades españolas y que, por tanto, no existe base
alguna con la que calcular el valor de los títulos emitidos por entidades
extranjeras. Por ello, según la defensa, no existía base alguna para calcular la
cuota y efectuar la liquidación del impuesto, con la consecuencia final de que, al
faltar el elemento de la cuantía que requiere el tipo, no cabría condenar por delito
fiscal.

A tal fin, la Sala destaca, de entrada, que el planteamiento de la defensa


es incompatible con el fundamento mismo del Impuesto sobre el Patrimonio,
cuyo hecho imponible se configura a partir de una manifestación de riqueza y
que, conforme al art. 3 de la Ley 19/1991, de 6 de junio, reguladora de este
impuesto, comprende la propiedad de estos títulos, sin distinción de quién los
emita, posea y dónde coticen. Por tanto, dice el Tribunal, si se producen unas
ganancias con tales títulos que incrementan la riqueza, no cabe negar que
devenguen su correspondiente cuota tributaria aduciendo que no se puede
hacer una valoración de su base imponible con arreglo a cierto mecanismo,

1163
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuando existen otros que sí lo permiten, como son los expuestos por los
inspectores de Hacienda en su informe.

Junto con lo anterior, la sentencia acude a lo dispuesto por los arts. 13 y


15 de dicha Ley 19/1991, que disponen que cualquier título negociado en
mercado organizado debe ser objeto de tributación -sin que se haga distinción
entre que sea mercado nacional o extranjero- y por referencia a la cotización
media del cuarto trimestre. Lo que sucede, expone el Tribunal, es que el art. 13
prevé que el Ministerio de Economía y Hacienda publique anualmente una
relación de valores que se negocien en bolsa, con su cotización media
correspondiente al cuarto trimestre de cada año, lo que sólo se habría cumplido
para los títulos nacionales y no para los extranjeros, pero esto no puede servir
como excusa para no tributar la ganancia obtenida con estos últimos.

Lo expuesto, concluye la Sala, no permite considerar que la ganancia


quede exenta de tributación, como exige el art. 3, como no se puede entender
que los arts. 13 y 15 eximan de ello. Más aún cuando la ley ofrece una
alternativa, si se quiere residual o supletoria para el caso de que falte esa
previsión concreta, como es la del art. 24 LIP, que dispone que, para
cualesquiera otros bienes o derechos de contenido económico, su valoración se
hará por el precio de mercado a la fecha de devengo del impuesto (último día
del año), que es el criterio que han seguido los peritos judiciales porque, como
operaciones que devengan beneficios, no debían dejan de tributar.

3.- Por último, el recurrente sostiene que no se ha aplicado


correctamente el límite del conjunto de las cuotas íntegras de IRPF e IP del art.
31 LIP (informe AEAT-ONIF de 27 de marzo de 2014), que determina que la
cuota íntegra del IP, conjuntamente con la correspondiente al IRPF, no puede
exceder de cierto porcentaje de la base imponible de este último, debiendo
reducirse la misma hasta ese límite máximo.

Deducidas idénticas quejas ante el Tribunal sentenciador, la sentencia


desestima las mismas (folios nº 1177 a 1181), descartando que ese cálculo deba
realizarse exclusivamente sobre la base imponible del IRPF, como sostienen los
peritos de parte con arreglo al tenor literal del artículo, sin que, por tanto, quepa

1164
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

incluir dentro de esta base imponible del IRPF las ganancias patrimoniales no
justificadas, tal y como realizaban los peritos judiciales.

Para la Sala, los peritos judiciales acuden a una interpretación conjunta


de la normativa reguladora de la materia, no limitada a la dicción literal de un
precepto, que es la que considera que debe prevalecer, por ser conforme con lo
dispuesto por el art. 3.1 CC, y la invocación que hace al espíritu y finalidad
perseguido por toda norma, y por ser criterio jurisprudencial que el espíritu y
finalidad de la ley debe prevalecer sobre su literalidad. Todo ello, además de por
encontrar fundamento en, entre otros, lo dispuesto por el art. 37 del Real Decreto
Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el Texto Refundido de
la Ley del Impuesto sobre las Personas Físicas (vigente hasta el 1 de enero de
2007), que dice: «las ganancias patrimoniales no justificadas se integrarán en la
base liquidable general del período impositivo respecto del que se descubran,
salvo que el contribuyente pruebe suficientemente que ha sido titular de los
bienes o derechos correspondientes desde una fecha anterior a la del período
de prescripción».

Frente a ello, los peritos de la defensa, como expone el Tribunal, aducían


que este inciso del art. 37 no constituiría más que una ficción legal, porque la
renta oculta que se patrimonializa puede no corresponder al ejercicio en que
posteriormente es descubierta, sino a otros anteriores, por lo que, al adicionarse
dicha ganancia no justificada a la base imponible del IRPF a los efectos del
cálculo del límite previsto del art. 31 LIP, lo que se conseguiría es incrementar
aquel límite con rentas obtenidas en otros períodos impositivos, cuando la
finalidad de dicho límite no puede ser otra que permitir que la cuota del IP
correspondiente a cada ejercicio se satisfaga con la renta del mismo ejercicio, y
que ello, incluso, podría tener efectos confiscatorios.

Estos argumentos también son rechazados por el Tribunal, en tanto,


como se explicita, podrían llevar al resultado de que, al no haber justificado Luis
Bárcenas dónde y cuándo ha obtenido estas ganancias que tuvo ocultas, éste
tributaría en el IP mucho menos, pudiendo llegar a desaparecer el delito;
mientras que, si justificara la procedencia de esos incrementos integrándolos en
la base imponible general del impuesto, podría resultar menor cuota del IRPF,

1165
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

incluso alguna de las ganancias llegar a estar prescritas, pero se mantendrían


los delitos del IP porque sus cuotas serían más elevadas. En definitiva, la
interpretación que se postula es descartada por el Tribunal por conducir a un
resultado inadmisible, como es, que la confesión de la riqueza (como acto de
colaboración) comportaría una consecuencia perjudicial, mientras que el
silencio y la ocultación (que serían todo lo contrario) reportarían un beneficio.

En conclusión, para el Tribunal de instancia, de un acto fraudulento,


como es ocultar unas ganancias, quien las oculta no debe obtener beneficios
fiscales, porque sólo cuando se descubren es cuando se pueden tener por tales
ganancias y evaluar a los efectos de su contribución al Fisco, lo que no excluye
que, si el obligado acredita el origen o el momento de adquisición de esa riqueza,
la imputación se haga en el ejercicio correspondiente.

Avala de esta manera la sentencia el criterio apuntado por los peritos de


la AEAT, acudiendo, a su vez, a lo dispuesto por el art. 15, apartados 1 y 4, del
Texto Refundido del IRPF , de los que se extrae que para la determinación de
la base liquidable se ha de partir de la base imponible, a la que se habrán de
aplicar las reducciones que este artículo indica y entre las que no se encuentran
las ganancias patrimoniales no justificadas, como no podía ser de otra manera
pues, como se expone, éstas no son un componente negativo, sino una
contribución a la capacidad económica del contribuyente, como ganancias que
son, y que deberán formar parte de la renta del sujeto pasivo.

Como último argumento, la Sala de instancia hace advertencia de que el


art. 31 LIP está pensando en la hipótesis de una autoliquidación normal del
impuesto, donde, como principio, no tendría que plantearse la existencia de
ganancias patrimoniales no justificadas, como situación no sólo anómala sino
que de modo frecuente suele encerrar vestigios fraudulentos, no estimando
razonable que, quien ha provocado una situación de este tipo, pretenda obtener
ventajas de ella. Es más, se dice, si alguna consecuencia perjudicial deriva de
ello, por ella debería pasar, al haber provocado la situación él.

Por todo lo cual, concluye el Tribunal: «si las ganancias patrimoniales no


justificadas no están contempladas por el legislador dentro de un sistema de
liquidación normal o regular, como no podía ser de otra manera, vista la finalidad

1166
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

defraudatoria con que se ocultan, y teniendo en cuenta que existe un precepto


específico que las tiene en consideración como concepto autónomo, y lo cierto
es que, cualquiera que sea la clase de esas ganancias, con ellas se aumenta la
capacidad económica del contribuyente, consideramos que, por razones de
coherencia con el sistema, las injustificadas, como ganancias que son, se
coloquen al mismo nivel que cualquier otra ganancia que incremente la renta o
el patrimonio, en su base imponible, de ahí que nos decantemos por la pericia
judicial y no por la de los peritos de parte».

ii) Sobre los errores que se dicen cometidos en la liquidación de las


cuotas defraudadas relativas al Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas.

El recurrente insiste en que, conforme a la normativa vigente en materia


de Impuesto de Sociedades, sólo la Fundación SINEQUANON y la entidad
TESEDUL, como sociedades de cartera residentes en España, debían tributar
directamente por vía del IS.

Los argumentos por los que el Tribunal de instancia rechaza estos


alegatos y justifica la imputación de las rentas de estas sociedades a Luis
Bárcenas, por aplicación de la doctrina del levantamiento del velo, ya fueron
expuestos en el motivo cuarto (apartado 2.3 -subapartado iii-) del recurso.

iii) En cuanto a los efectos de la DTE presentada por TESEDUL y su


pretendida consideración como elemento negativo del tipo, con la consiguiente
atipicidad de la conducta enjuiciada.

Al respecto hemos de remitirnos a los fundamentos que llevaron al


Tribunal de instancia a descartar la validez y eficacia misma de las DTE
presentadas por TESEDUL y GRANDA GLOBAL, que fueron expuestos en el
motivo cuarto (apartado 2.3 -subapartado iii) del recurso y donde, asimismo, se
examinan los argumentos expuestos por la Sala de instancia en orden a negar
que, por efecto del levantamiento del velo, la regularización tributaria del año
2012 deba tener repercusión alguna en la fijación de la cuota tributaria, conforme
a los pronunciamientos de la STS 306/2017, de 27/04/2017, tal y como se
postula por el recurrente.

1167
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(Cabe aquí indicar que, precisamente, en el delito contra la Hacienda


Pública referido al IRPF del ejercicio de 2007 la sentencia aprecia la atenuante
de reparación del daño del art. 21.5º CP -folio nº 1231-.

Nada se aclara o especifica al respecto, más allá de indicar que así lo


interesa el Ministerio Fiscal, como, en efecto, cabe desprender de los
pedimentos deducidos por éste -folio nº 38-, si bien parece incuestionable que
ello se debe al ingreso efectuado por Luis Bárcenas como consecuencia de la
DTE presentada por TESEDUL. No puede concluirse nada distinto, en tanto que,
conforme a lo solicitado por el Ministerio Fiscal en materia de responsabilidad
civil -folio nº 117-, la sentencia acuerda que para calcular la indemnización
correspondiente, la cuota defraudada deba minorarse en la cuantía que se
determine en ejecución de sentencia correspondiente a este tributo de lo
ingresado con motivo de la DTE de TESEDUL referida al IRPF de los años 2007
a 2010 -folios nº 1532, 1568 y 1569.

En definitiva, descartada la validez de esta DTE y del ingreso mismo


efectuado por Luis Bárcenas en los términos pretendidos por la defensa, el
Tribunal de instancia no le confiere más eficacia que la de configurar la
atenuante de reparación del daño del art. 21.5º CP).

iv) Sobre el invocado error en la interpretación del elemento subjetivo del


tipo, consistente en la finalidad de crear una estructura para eludir la Directiva
Europea del Ahorro.

Las pruebas tomadas en consideración y los razonamientos expuestos


por el Tribunal de instancia para alcanzar dicha conclusión han sido expuestos
en el motivo cuarto (apartado 2.2 -subapartado i-) del recurso.

v) Sobre la indeterminación del elemento del tipo «cuota tributaria


defraudada» del año 2007.

Estos argumentos también han sido objeto de análisis en el motivo


cuarto (apartado 2.3 -subapartado ii- y apartado 4 -subapartado iii-), siendo,

1168
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

asimismo, objeto de un motivo autónomo: el motivo decimotercero del recurso


de Luis Bárcenas.

vi) Respecto de la consideración de los viajes regalados por el Sr. Correa


como ganancias patrimoniales no justificadas.

La sentencia, dentro de la profusa exposición de los criterios observados


para calcular el importe de las cuotas defraudadas, tanto del IRPF como del IP
(folios nº 1162 a 1216), concretamente señala que: «Los regalos en forma de
viajes recibidos por LUIS BÁRCENAS, los consideramos como ganancias del
patrimonio y se integran en la parte general de la base imponible, y estos, como
estaban de acuerdo, incluso el perito de la defensa, Luis Damas, han de
atribuirse únicamente a LUIS BÁRCENAS y no a su cónyuge, de conformidad
con el art. 11 de la Ley IRPF, durante su respectivo período de vigencia» (folio
nº 1168).

El recurrente sostiene que, dado que la sentencia se refiere a ellos como


«regalos», deberían tributar por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones,
minorando la cuota defraudada del IRPF.

Son distintos los pasajes de la sentencia recurrida donde se hace


referencia a estos «regalos».

Así, se señala, a modo introductorio, que Francisco Correa creó un


auténtico sistema de defraudación del erario público, que se tejió en torno al PP
a base de influencias sobre cargos públicos y políticos pertenecientes a dicho
partido, en el que Luis Bárcenas era pieza fundamental y por cuya gestión e
intermediación, para conseguir que las adjudicaciones recayesen en un
concreto empresario, éste percibió las correspondientes comisiones (folios nº
1016 y 1017). A continuación, al abordar la «actividad común de LUIS
BÁRCENAS y JESÚS MERINO» (folios nº 1018 y siguientes), indica que, junto
con los pagos en metálicos por éste percibidos, «hay que poner las
gratificaciones que recibió, también, mediante la prestación de servicios y viajes
gestionados y abonados por la agencia PASADENA VIAJES SL, de
FRANCISCO CORREA, y, después, a instancia y con la cobertura de este, por
GABINETE DE VIAJES» (folio nº 1062).

1169
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

También dentro de este apartado, al analizar la procedencia de los


fondos con que se abonaban estos «viajes con que FRANCISCO CORREA
también gratificó a LUIS BÁRCENAS por la colaboración que le prestó e
influencia que desplegó en el ejercicio de la ilícita actividad en que ambos
estaban concertados», la sentencia destaca que: «Los servicios turísticos, que
siempre se hacía cargo de ellos FRANCISCO CORREA, en parte fueron
pagados con fondos que generaba el propio LUIS BÁRCENAS por su gestión o
intermediación en adjudicaciones públicas o mediante facturas ficticias, que
salían de la “Caja B” y no eran declarados a la Hacienda Pública, o bien a través
de empresas de aquel, que emitía facturas y albaranes en que se sustituía el
nombre del verdadero beneficiario por el de “clientes central”» (folio nº 1066).

Con posterioridad, al abordar los «fundamentos de derecho relativos a


la calificación jurídica» (folios nº 1216 y siguientes) y, en concreto, al examinar
las alegaciones exculpatorias de Luis Bárcenas respecto de los delitos de
cohecho que le venían siendo imputados, la sentencia nuevamente alude a la
existencia de «entregas a este en metálico y en especie, estas en forma de
viajes» (folio nº 1218), como consecuencia de las gestiones realizadas de cara
a conseguir adjudicaciones a cambio de comisiones, significando que constaría
perfectamente acreditado que estas dádivas o regalos tenían un marcado
carácter finalista (folios nº 1217 a 1221).

En definitiva en los hechos declarados probados existen diversas


referencias a la existencia de «servicios o regalos prestados por diferentes
empresas de esta trama, como eventos, viajes, fiestas, celebraciones, etc.» de
los que se beneficiaron los acusados y, en algunos casos, sus familiares (folio
nº 156), o bien a que «los acusados implicados (…) percibieron del “grupo
Correa” pagos en metálico y en ocasiones también en regalos en especie con
motivo de su intervención en las distintas adjudicaciones de contratos públicos»
(folio nº 157).

En el apartado «Castilla y León», por su parte, dentro de la «actividad


común de LUIS BÁRCENAS y JESÚS MERINO» (folios nº 222 y siguientes), el
factum expresa que Francisco Correa, Luis Bárcenas, Jesús Merino y Pablo
Crespo «(…) puestos de común acuerdo, aprovechando la influencia que LUIS

1170
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

BÁRCENAS y JESÚS MERINO tenían por razón de los cargos que ocupaban
dentro de la formación política, y con la finalidad de procurarse un ilícito
enriquecimiento, urdieron una estrategia para obtener adjudicaciones de obra
pública a favor de empresas de confianza de FRANCISCO CORREA y que este
pudiera controlar, a cambio de gratificaciones, mediante el cobro de comisiones
que este distribuía en efectivo y, en el caso de LUIS BÁRCENAS, también en
forma de viajes y servicios que encubría con facturas falsas» (folio nº 222).

Por último, al describir y cuantificar los diversos cobros recibidos por


estos acusados de Francisco Correa, los hechos probados señalan, en cuanto
a los «cobros de LUIS BÁRCENAS» (folios nº 229 y siguientes), que «También
cobró en especie gratificaciones, mediante la prestación de servicios y viajes,
que ascendieron a 30.305,97 € en el año 2000; 34.028,98 € en 2001; 24.818,56
€ en 2002; 42.725,25 € en 2003, y 29.299,31 € en 2004. Aunque estos pagos
los realizaba FRANCISCO CORREA, una parte de los fondos con que se
hicieron procedían de distintas entidades en cuya gestión participaba LUIS
BÁRCENAS, y se encubrían con factura [sic] falsas» (folio nº 229).

(Debe significarse que parece que esta cuestión, como es si los viajes
regalados por el Sr. Correa deben imputarse al IRPF -como ganancia
patrimonial no justificada- o bien tributarse por el Impuesto de Sucesiones y
Donaciones -como sostiene ahora el recurrente-, no se suscitó ante el Tribunal
de instancia, sino que se trataría de una auténtica alegación «ex novo».

Esta afirmación vendría avalada, de hecho, por los pronunciamientos


mismos contenidos en la sentencia, dado que, como se desprende del párrafo
antes reproducido -folio nº 1168-, no parece que hubiera discusión alguna entre
los peritos a propósito de la imputación de estos viajes a Luis Bárcenas al
amparo del art. 11 de la Ley IRPF y, por tanto, como ganancia del patrimonio no
justificada que se integra en la base liquidable general, lo que, a su vez, es
plenamente conforme con lo dispuesto por el art. 39 LIRPF.

En definitiva, no sólo no consta que la tributación de estos viajes a través


del IRPF, que no del Impuesto de Donaciones, haya sido objeto de discusión,
sino que, incluso, parece que los propios peritos de la defensa consideraron

1171
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

igualmente que estos regalos tenían la consideración de ganancia patrimonial a


imputar en la base imponible del IRPF de Luis Bárcenas).

3. Jurisprudencia de esta Sala sobre las cuestiones suscitadas.

i) Sobre la alegada falta de concurrencia de los elementos objetivos del


tipo, por la incorrecta determinación de la cuota tributaria y la concreta
imputación de las ganancias patrimoniales no justificadas, la STS 974/2012, de
5 de diciembre (Recurso núm. 2216/2011) expone:

«1.- La determinación de la cuota tributaria se erige en elemento objetivo


del tipo que habrá de ser fijado por la Jurisdicción penal en el juicio
correspondiente, es decir, la deuda tributaria resultante de un expediente
administrativo no pasa al debate judicial como un dato predeterminado,
intangible e invariable, inmune a la contradicción procesal, sino que es
precisamente la sentencia penal la que determina su cuantía pasando por ello
en autoridad de cosa juzgada, sin posibilidad de revisión administrativa ulterior
habida cuenta el principio de preferencia de la Jurisdicción Penal (art. 44 LOPJ)
(SSTS. 1337/2002 de 26.10, 827/2006 de 16.7).

La determinación del importe de la cuantía defraudada, por tanto, es


competencia única y exclusiva de los Tribunales de Justicia, quienes han de
proceder a fijar el importe de la defraudación, si esta existe, mediante la
aplicación de la legislación fiscal vigente, pero sin vinculación alguna a cualquier
otro criterio distinto de la Ley. Esta línea se manifestó ya en STS. 8.2.91, al decir
que: “No existe cuestión prejudicial administrativa, ni compete a la
Administración fijar la cuota defraudada. Tal fijación corresponde al Tribunal
juzgador, de acuerdo con la valoración de la prueba practicada en el Juicio oral
y sin sujeción al acta que aquella pudiera haber levantado, de conformidad con
lo establecido por el art. 741 de la LECriminal.

2.- Son incrementos no justificados de patrimonio los bienes y derechos,


cuya tenencia, declaración o adquisición no corresponda con la renta o
patrimonio declarados (STS. 872/2002 de 16.5). Estos incrementos ponen de
manifiesto la existencia de dinero o bienes ocultos que se consideran como
renta del periodo en que se descubre. El legislador ha decidido que estos

1172
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

incrementos forman parte de la configuración legal de renta a los efectos del


impuesto que los grava y se encontraban definidos, en el ejercicio 2003, en el
art. 37 Ley 40/98 del IRPF y art. 140 Ley 43/95 del impuesto sobre sociedades.

En la doctrina tributaria se ha discutido si la norma fiscal debe


considerarse como una presunción que admite prueba en contrario o bien como
una norma de definición de un elemento (incremento no justificación de
patrimonio) que tiene la constitución de renta. Como consecuencia de esta
previsión legal, con la que se configura la presunción iuris tantum, la
jurisprudencia ha declarado que la determinación de la cuota defraudada en
base a la técnica preventiva utilizada por aquellos artículos no vulnera el
principio constitucional de presunción de inocencia, ni las exigencias de la
prueba en el proceso penal.

En efecto -como hemos dicho en STS 872/2002 de 16.5-, para que la


Hacienda Pública pueda cumplir la importantísima función constitucional de que
todos contribuyan a los gastos públicos, según su capacidad económica,
mediante un sistema tributario justo (art. 31.1 CE), el legislador crea técnicas
eficaces frente a los defraudadores y entre ellas está la figura de los incrementos
no justificados de patrimonio, mediante un sistema de presunciones legales
siempre que no sean iuris et de iure y permitan la prueba en contrario, pues el
art. 24.2 de la CE rechaza rotundamente la responsabilidad objetiva y la
inversión de la carga de la prueba.

Probado un incremento no justificado de patrimonio, el legislador libera


a la Administración de tener que demostrar que efectivamente en ese tiempo se
han obtenido ventas gravadas que no se han declarado, presumiéndose que así
ha ocurrido, y así el tribunal puede llegar a la conclusión de que los incrementos
patrimoniales que ha experimentado el acusado durante un periodo impositivo,
carecen de origen conocido y por consiguiente son injustificados.

En el caso presente si los fondos se califican como ingresos de su


actividad profesional, la cuota no variaría al no concretar ni justificarse gastos
deducibles.

1173
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Si los fondos no declarados se califican, para fijar la cuota tributaria,


como ganancias patrimoniales no justificadas. El artículo 37 párrafo 2º de la Ley
del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas 40/1998 dispone que “Las
ganancias patrimoniales no justificadas se integrarán en la base liquidable
general del periodo impositivo respecto del que se descubran, salvo que el
contribuyente pruebe suficientemente que ha sido titular de los bienes o
derechos correspondientes desde una fecha anterior a la del periodo de
prescripción”»

Afirmación esta última que, por otra parte, es enteramente acorde a lo


señalado por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo,
que en su STS 364/2019, de 18 de marzo (Recurso núm. 6296/2017) sienta los
criterios de interpretación del art. 37.2 Ley del IRPF de 1998, afirmando:

«1. De la literalidad del artículo 37.2, párrafo segundo, LIRPF/1998, se


desprende que (…) lo determinante es el momento en el que la Administración
descubre las ganancias patrimoniales no justificadas, debiéndose imputar en la
base liquidable general del período impositivo en el que afloran.

2. Para que las ganancias patrimoniales no justificadas no se integren en


la base liquidable general del período impositivo en que se descubran, basta,
conforme al art. 37.2, párrafo segundo, LIRPF/1998, con probar que se es titular
o propietario de los bienes o derechos (…) desde una fecha anterior a la del
período de prescripción, sin que sea preciso además identificar la fuente u
origen de la que proceden tales bienes o derechos».

ii) Sobre la incorrecta determinación del sujeto activo del delito y la


operatividad de la doctrina del levantamiento del velo, de nuevo cabe acudir a
los pronunciamientos contenidos en la STS 974/2012, de 5 de diciembre
(Recurso núm. 2216/2011), que declara:

«El sujeto activo, como elemento del tipo es el que realiza la conducta
típica del delito fiscal, el art. 305 se refiere al sujeto activo como “el que…
defraudare a la Hacienda Pública estatal”. En principio, la redacción del precepto
no parece limitar el ámbito de posibles sujetos activos, de ahí que una parte de
la doctrina entendiera que estábamos en presencia de un delito común, esto es

1174
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que puede ser cometido por cualquier persona, pero otro sector doctrinal y la
jurisprudencia de esta Sala Segunda, sostiene que es un delito especial propio
en el que el sujeto activo se corresponde con el sujeto pasivo de la obligación
tributaria. Posición esta más acorde con el precepto teniendo en cuenta que en
su formulación se acude continuamente a elementos normativos jurídicos
(eludiendo el pago de tributos, cantidades retenidas, etc…) de contenido
tributario que, ineludiblemente, conducen a la existencia de una relación
tributaria entre el sujeto activo y pasivo, relación que viene determinada por las
conductas sancionadas que sitúa al sujeto activo del delito como sujeto pasivo
de la relación tributaria. Además las conductas defraudatorias de omisión solo
pueden realizarse por el obligado y no por un tercero ajeno a la relación.

En definitiva el sujeto activo del delito se corresponde con el sujeto


pasivo de la obligación tributaria a tenor de lo dispuesto en el art. 30 Ley General
Tributaria que se refiere al sujeto pasivo como la persona obligada a cumplir con
las prestaciones tributarias establecidas en la Ley, entre las que se encuentra
como principal el pago de la deuda tributaria según establece el art. 35.1 de la
LGT. Y la definición autentica del sujeto pasivo la encontramos en los arts. 30,
31 y 32 de la citada ley que nos dice que son sujetos pasivos de la relación
tributaria tanto el contribuyente -persona que soporta la carga tributaria- como
el sustituto de aquel. El art. 30 hace una reserva de ley para la determinación
del sujeto pasivo, por lo que será en la Ley que regula cada tributo donde se
encuentra el obligado tributario. Ahora bien lo expuesto tiene plena validez
cuando se actúa en nombre o representación de una verdadera persona jurídica,
con independencia patrimonial para el cumplimiento de su fin social. Por ello no
es necesario acudir al art. 31 de CP, en los supuestos en que la existencia de
una persona jurídica no es nada más que una pantalla detrás de la se oculta
una realidad económica distinta, imputable a una persona física. En estos casos
los tribunales pueden correr el velo para tener conocimiento de la titularidad real
de los bienes.

En efecto “de cualquier manera la jurisprudencia de esta Sala dice STS…


20.5.96- ha venido reconociendo que las posiciones formales de una persona,
dentro o fuera de una sociedad, no puede prevalecer sobre la realidad
económica que subyace a la sociedad. La jurisprudencia ha tenido en cuenta

1175
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que las formas del derecho de sociedades no pueden operar para encubrir una
realidad económica de relevancia penal y por ello ha admitido que los Tribunales
pueden "correr el velo" tendido por una sociedad para tener conocimiento de la
titularidad real de los bienes y créditos que aparecen formalmente en el
patrimonio social.»

«…Estas sociedades interpuestas llamadas también fachada o pantalla


–pueden dificultar el descubrimiento del verdadero destinatario de las ventas de
diversas formas.

Es frecuente hacer figurar al frente de las mismas a personas ajenas al


negocio, bien mediante el pago de un precio por acudir simplemente a firmar los
documentos o escrituras a notarias o registros públicos, o bien simplemente
usurpando directamente la personalidad de terceras personas mediante
utilización de documentos de identidad falsos o sustraídos a sus propietarios.

Existe otra forma de dificultar la identificación de los titulares, más


sofisticada, que consiste en el enmascaramiento de los titulares mediante el
empleo de sociedades cuyos accionistas son a su vez otras entidades
mercantiles, cuando así sin entramado de sociedades, concurriendo a veces
que las compañías participes figuran con domicilio en el extranjero,
principalmente en los denominados paraísos fiscales, siendo el acceso a sus
registros mercantiles y entidades de crédito –a través de las correspondientes
comisiones rogatorias- complejo y las más de las veces infructuoso.

Por tanto, con el empleo de estas entidades, se consigue la opacidad de


operación al desconocerse la identidad de los verdaderos socios y el destino
formal de los beneficios obtenidos.

Por ello los tribunales han tratado de evitar la impunidad de las


operaciones efectuadas sirviéndose de sociedades mercantiles, venciendo las
dificultades probatorias respecto de aquellas personas físicas que amparan sus
conductas bajo una apariencia societaria. Dicha andadura se inició dentro de la
jurisdicción civil, mediante sentencia Sala 1ª del Tribunal Supremo de 28.5.84,
trasladándose al ámbito penal mediante las sentencias de la Sala Segunda de
24.7.89, respecto de un delito de alzamiento de bienes –y finalmente aplicada a

1176
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un supuesto de delito fiscal en la de 20.5.96-. Esta doctrina denominada del


“levantamiento del velo”, tiene su origen en Estados Unidos precisamente para
salvar la amenaza de que en determinados sectores industriales las empresas
pudiesen eludir el control fiscal, mediante su constitución y domicilio en países
extranjeros, basándose en la idea de “mirar la sustancia y despreciar la forma”.

En el ámbito civil, como se recoge en la primera de las resoluciones


reseñadas se justifica el empleo de esta técnica en la idea de salvaguardar los
principios de seguridad jurídica y justicia, por lo que aplicando reglas de equidad
y buena fe se penetra en el sustrato personal de las entidades mercantiles a las
que la legislación reconoce personalidad propia, con el fin de evitar que al
socaire de esta ficción o forma legal se puedan perjudicar ya intereses privados
o públicos admitiéndose la posibilidad de que los fines puedan penetrar (levantar
el velo) en el interior de esas personas con personalidad jurídica propia.

Por su parte la sentencia de la Sala Segunda Tribunal Supremo de


20.5.1996, en un pronunciamiento relativo a un delito contra la Hacienda
Pública, señaló que: “la jurisprudencia de esta Sala ha venido reconociendo que
las posiciones formales de una persona, dentro o fuera de una sociedad, no
puede prevalecer sobre la realidad económica que subyace a la sociedad. La
jurisprudencia ha tenido en cuenta que las formas del derecho de sociedades
no pueden operar para encubrir una realidad económica de relevancia penal y
por ello ha admitido que los Tribunales pueden "correr el velo" tendido por una
sociedad para tener conocimiento de la titularidad real de los bienes y créditos
que aparecen formalmente en el patrimonio social”.

Esta sentencia sale al paso de la impugnación de la defensa en su


recurso de casación sobre el valor probatorio de esta doctrina, indicando que:
“La impugnación de la "teoría del levantamiento del velo", no puede ser
compartida por la Sala. En efecto, esta teoría no establece nada respecto de la
prueba; su función es la de establecer qué hechos son relevantes para
comprobar la tipicidad y en este sentido viene a sostener que las formas del
derecho de sociedades, de las que se valga el autor, no son decisivas y que la
significación típica de las acciones individuales no puede ser neutralizada por
ellas”.

1177
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En consecuencia esta doctrina resultará decisiva para la determinación


de los verdaderos titulares de las sociedades en los casos como los expuestos
de utilización de sociedades interpuestas o entramados de sociedades que
persigan la opacidad de las operaciones.»

iii) En cuanto a la pretendida eficacia y validez de las Declaraciones


Tributarias Especiales presentadas en 2012, cabe acudir a la STC 73/2017, de
08/06/2017, citada por el mismo Tribunal de instancia para fundar su decisión,
y que señala:

«Una vez analizados los tributos en los que ha incidido la previsión


normativa incorporada a la disposición adicional primera del Real Decreto-ley
12/2012, los elementos en los que ha incidido, así como la naturaleza y alcance
de la concreta regulación, podemos concluir que la regularización en ella
prevista se dirige a la totalidad de los contribuyentes afectados por los impuestos
directos. Como vimos, el IRPF y, en su integración con él, el impuesto sobre
sociedades (con el complemento, uno y otro, del impuesto sobre la renta de no
residentes), constituyen los pilares estructurales del sistema tributario a través
de los cuales se realiza la personalización del reparto de la carga fiscal según
los criterios de capacidad económica, igualdad y progresividad. Esto los
convierte en figuras impositivas primordiales para conseguir que el sistema
tributario atienda tanto a la justicia tributaria, que exige el artículo 31.1 CE, como
a los objetivos de redistribución de la renta y de solidaridad, que imponen los
artículos 131.1 y 138.1 CE.

Junto con la anterior incidencia debemos señalar, además, que la


disposición impugnada ha afectado sustancialmente a la determinación de la
deuda tributaria pendiente de los tributos afectados, en todos sus eventuales
componentes (cuota tributaria, intereses de demora, recargos y sanciones);
permite la regularización a un tipo reducido, con exclusión de toda
responsabilidad accesoria, tanto por el retraso en el cumplimiento de la
obligación tributaria como por la comisión de las eventuales infracciones,
administrativas o penales, en las que se hubiese podido incurrir hasta el
momento de la regularización. Con ello, el efecto que ha producido en quienes

1178
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se han acogido a la regularización es, como hemos advertido anteriormente, la


condonación parcial de la obligación tributaria principal y la condonación total de
las eventuales consecuencias accesorias asociadas al incumplimiento existente
hasta el momento de la regularización.

En la citada STC 189/2005, FJ 8, consideramos que las modificaciones


operadas por el Real Decreto-ley 7/1996, de 7 de junio, en el régimen tributario
de los incrementos y disminuciones patrimoniales en el IRPF, habían afectado
a la esencia del deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos que
enuncia el artículo 31.1 CE; se había alterado el modo de reparto de la carga
tributaria que debe levantar la generalidad de los contribuyentes. No podemos
ahora llegar a una conclusión distinta; la previsión contenida en la disposición
adicional primera del Real Decreto-ley 12/2012 ha incidido directa y
sustancialmente en la determinación de la carga tributaria que afecta a toda
clase de personas y entidades (físicas y jurídicas, residentes o no residentes),
al sustituir las cantidades que, conforme a la normativa propia de cada tributo,
se habrían devengado por las rentas generadas –aunque ocultadas a la
hacienda pública– por un gravamen único del 10 por 100, exento de intereses,
recargos y sanciones (administrativas y penales).

Debe concluirse, en suma, que con esta medida normativa se ha


afectado a la esencia misma del deber de contribuir al sostenimiento de los
gastos públicos que enuncia el artículo 31.1 CE, al haberse alterado el modo de
reparto de la carga tributaria que debe levantar la generalidad de los
contribuyentes, en unos términos que resultan prohibidos por el artículo 86.1
CE».

« (…)Tampoco cabe admitir, en contra de lo señalado en la exposición


de motivos del Real Decreto-ley 12/2012, que nos encontremos ante una
situación similar a la de la exoneración de responsabilidad penal frente a
regularizaciones tributarias voluntarias realizadas antes del inicio de
actuaciones de comprobación tributaria o de que se interponga la pertinente
denuncia o querella (apartado VII). En este tipo de regularizaciones lo que se
excluye son las consecuencias punitivas derivadas del incumplimiento de las
obligaciones tributarias, pero no se exonera del cumplimiento de la obligación

1179
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del pago de la deuda tributaria pendiente al momento de la regularización. El


sistema previsto en la disposición adicional controvertida no se limita a excluir
las consecuencias accesorias de la responsabilidad tributaria, esto es, los
intereses de demora devengados por el retraso en el cumplimiento de la
obligación tributarias, las eventuales sanciones derivadas de los
incumplimientos cometidos o, en su caso, los recargos debidos por el
cumplimiento voluntario tardío; excluye también, de forma muy importante, la
propia responsabilidad tributaria generada y pendiente de cumplimiento.

En suma, la adopción de medidas que, en lugar de servir a la lucha contra


el fraude fiscal, se aprovechan del mismo so pretexto de la obtención de unos
ingresos que se consideran imprescindibles ante un escenario de grave crisis
económica, supone la abdicación del Estado ante su obligación de hacer
efectivo el deber de todos de concurrir al sostenimiento de los gastos públicos
(art. 31.1 CE). Viene así a legitimar como una opción válida la conducta de
quienes, de forma insolidaria, incumplieron su deber de tributar de acuerdo con
su capacidad económica, colocándolos finalmente en una situación más
favorable que la de aquellos que cumplieron voluntariamente y en plazo su
obligación de contribuir. El objetivo de conseguir una recaudación que se
considera imprescindible no puede ser, por sí solo, causa suficiente que legitime
la quiebra del objetivo de justicia al que debe tender, en todo caso, el sistema
tributario, en general, y las concretas medidas que lo integran, en particular.»

« (…)En último término y para precisar el alcance de la presente


Sentencia, deben declararse no susceptibles de ser revisadas como
consecuencia de la nulidad de la disposición adicional primera del Real Decreto-
ley 12/2012 las situaciones jurídico-tributarias firmes producidas a su amparo,
por exigencia del principio constitucional de seguridad jurídica del artículo 9.3
CE (por todas, STC 189/2005, FJ 9).»

4. Viabilidad del motivo examinado.

De conformidad con lo expuesto, el motivo deberá ser desestimado.

El recurrente discute, de entrada, la corrección de los criterios aplicados


por los peritos judiciales, pretendiendo que prevalezcan los apuntados por los

1180
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

peritos de parte, para la determinación de las cuotas tributarias defraudadas y


que, examinados por el Tribunal de instancia, fueron plenamente avalados, bajo
una argumentación lógica y racional.

En el caso, la Sala a quo explica profusamente los criterios observados


para calcular el importe de las cuotas defraudadas, tanto del IRPF como del IP
(folios nº 1162 a 1216), conforme al análisis de los informes de la AEAT de
18/02/2014, de 17/11/2014 y de 18/01/2017, informe de la UDEF 57.282/14, de
06/11/2014, informe de 25/07/2017 del Inspector Conrado Caviró y el informe
realizado por la defensa del recurrente. También incorpora las tablas obrantes
a los folios nº 1191 a 1216, fruto del análisis de los datos ofrecidos por las
fuentes de prueba, y a que se ha hecho referencia en el motivo cuarto del
recurso del Sr. Bárcenas, entre las que se incluye el mismo informe pericial de
la defensa, cuyas conclusiones, en relación con la valoración de los títulos
negociados en mercados organizados españoles, fueron plenamente asumidas
por el Tribunal, por lo que cuantas alegaciones se reiteran ahora en este sentido
no merecen mayores consideraciones.

Por otra parte, los razonamientos que desarrolla la Sala, no estimando


válidas las alegaciones del recurrente sobre la inexistencia de criterio alguno
para valorar los títulos negociados emitidos por entidades extranjeras y sobre la
interpretación de los arts. 31 LIP y 37.2 de la Ley IRPF, no sólo no adolecen de
irracionalidad o arbitrariedad alguna, sino que son enteramente acordes a los
criterios legales y jurisprudenciales apuntados.

Lo mismo cabe advertir respecto de cuantos argumentos se vierten en el


recurso a los efectos de discutir la concurrencia de los elementos subjetivos del
delito, incluida la operatividad misma de la teoría del levantamiento del velo.

En el caso presente, tal como se ha explicitado con anterioridad, la


sentencia de instancia, tras analizar expresamente la versión exculpatoria del
recurrente, llega a la convicción de que Luis Bárcenas era el real titular de
cuantos fondos, dividendos y rendimientos nutrían las cuentas de la Fundación
SINEQUANON, así como de las entidades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, y
cuya constitución tuvo por finalidad la de evitar la aplicación de la Directiva
Europea del Ahorro, logrando que siguiesen ocultos para la Hacienda Pública y,

1181
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por tanto, continuar eludiendo el abono de los impuestos correspondientes sobre


los rendimientos del ahorro.

Por tanto, estas entidades no tenían existencia real sino que,


simplemente, ocultaban el patrimonio de Luis Bárcenas por el que no había
tributado. Eran auténticas sociedades «pantalla», creadas como una maniobra
más, dentro de una permanente actitud defraudatoria, tendente a ocultar que el
recurrente era el real propietario como también el verdadero origen de los
fondos, por lo que las rentas de estas sociedades, conforme a la doctrina del
«levantamiento del velo», no son imputables a ellas, sino a Luis Bárcenas,
debiéndose tributar a través del IRPF, como impuesto que grava la obtención
de rentas de la persona física.

En definitiva, dado que el recurrente reitera los alegatos del motivo


casacional cuarto, esta vez canalizado a través de la infracción de ley, siendo
de aplicación todos los argumentos anteriormente esgrimidos, la desestimación
del motivo por vulneración del derecho a la presunción de inocencia, conlleva
inexorablemente la improsperabilidad del presente.

A lo expuesto cabe añadir las siguientes consideraciones:

i) Sobre la incorrecta determinación de las cuotas defraudadas relativas


al Impuesto de Patrimonio, conforme al art. 9 de la Ley 19/1991, de 6 de junio,
del Impuesto sobre el Patrimonio.

Lo pretendido por el recurrente, como es que se computen como deudas


deducibles de la base imponible las cuotas regularizadas del IRPF e IP
correspondientes a los años anteriores, minorando así las correspondientes
cuotas de los ejercicios 2003, 2006 y 2007, carece de sustento legal y de hecho
el recurrente no aporta argumento alguno, más allá de citar el art. 9 LIP, que
apoyen su pretensión.

(Cabe aquí reiterar que nada se dice o argumenta en la sentencia al


respecto, ni siquiera al tiempo de abordar el análisis de aquellas cuestiones que
fueron objeto de debate, por lo que pudiera ser, como ya hemos adelantado,
que esta pretensión se haya deducido «ex novo» en casación.

1182
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En cualquier caso, la pretensión del recurrente podría ser contraria a la


interpretación que de los arts. 9 y 25 LIP ha mantenido la Dirección General de
Tributos (Resolución Vinculante, V0060-06, de 13 de enero de 2006), el Tribunal
Económico-Administrativo Central (Resoluciones de 18 de septiembre de 2018
y de 2 de julio de 2015 y Sentencia 4547/1999, de fecha 24 de enero de 2003)
y el Tribunal Supremo, Sala de lo Contencioso-Administrativo, en su sentencia
de 13 de enero de 2012 (Rec. núm. 384/2009).

Las alegaciones formuladas guardan relación con lo dictaminado por la


Dirección General de Tributos en la Resolución Vinculante, V0060-06, de 13 de
enero de 2006, en la que, bajo la interpretación conjunta de los artículos 9 y 25
LIP, se señaló que la cuota diferencial positiva del IRPF debe ser deducida como
deuda, pues la falta de exigencia de ésta a la fecha de devengo del impuesto -
31 de diciembre- no significa que la misma no exista o que no esté debidamente
justificada; así como que, por lo dicho, el importe de la devolución a obtener ha
de consignarse como derecho susceptible de integrar la base imponible del
impuesto patrimonial.

Así mismo se indicó que, en la hipótesis de presentación conjunta de


IRPF, la cuota diferencial, positiva o negativa, se debe prorratear en proporción
a la base imponible de cada cónyuge en el IP, pasando a integrarse como deuda
o derecho, respectivamente, en la declaración individual correspondiente.

Estos parece que han sido los criterios que en el caso de autos se han
observado por los peritos para liquidar el impuesto. Y debe destacarse aquí que
ello, incluso, sería discutible, en tanto se están computando como deudas
deducibles no sólo las deudas declaradas en la autoliquidación efectuada en su
día por el sujeto pasivo, sino también el importe de las cuotas regularizadas del
IRPF y, por tanto, fijadas tras las actuaciones de comprobación y de correcta
liquidación del impuesto.

En este sentido, cabría acudir a los pronunciamientos contenidos en la


Resolución de 18 de septiembre de 2018 del Tribunal Económico-Administrativo
Central, que rechaza la pretensión de que la base imponible del IP de 2005 se
viese minorada por la cuota regularizada del IRPF de ese año, liquidada tras las
actuaciones inspectoras de Hacienda, como deuda deducible, señalando: «(…)

1183
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que la cuota regularizada del IRPF 2005 no era una deuda exigible en la fecha
del devengo del Impuesto sobre el Patrimonio del ejercicio 2005, por lo que la
misma no puede suponer una minoración de la base imponible en IP como
pretende el interesado».

Para ello, el TEAC acude a los pronunciamientos contenidos en su


Resolución de 2 de julio de 2015 (reclamación RG 2633/2012) -con cita de la
Sentencia del Tribunal Supremo, Sala de lo Contencioso-Administrativo, de 13
de enero de 2012 (Rec. núm. 384/2009)- y en su Sentencia 4547/1999, de fecha
24 de enero de 2003, en la que el TEAC afirmó:

«Parece claro que la finalidad del tributo es gravar el patrimonio neto,


que constituye la base imponible del mismo, referido a un momento concreto y
estático, aquel en el que se devenga el impuesto (31 de diciembre de cada año).
Por lo tanto, en la regularización que practica, la Inspección debe valorar y
determinar cuál era el patrimonio del sujeto pasivo en tal fecha, lo que supone
que no sea posible deducir como deuda de un ejercicio una cantidad por la cual
el sujeto pasivo no debía responder en aquel momento, toda vez que no había
sido liquidada. Es evidente que las cantidades deducibles a fecha del devengo
han de ser deudas que en aquel momento fuesen exigibles para el obligado
tributario, lo cual puede reputarse de las cantidades autoliquidadas por el sujeto
pasivo, pero no de las cuotas regularizadas que son puestas de manifiesto por
la inspección con posterioridad. Resulta innegable que a fecha de devengos de
los ejercicios 2005, 2006 y 2007; las cantidades que posteriormente se
regularizaron no eran reclamables por el acreedor, máxime cuando ni siquiera
se habían iniciado las actuaciones inspectoras por tales períodos. Por lo
expuesto, el Tribunal Central entiende adecuada a Derecho la determinación del
patrimonio neto que figura en el acuerdo impugnado, en cuanto a la valoración
de las deudas por IRPF (…)».

En conclusión, tanto la DGT como el TEAC entienden que la cuota


diferencial del IRPF del ejercicio puede ser considerada deuda deducible para
el cómputo del IP del mismo ejercicio, pero en ningún momento se refieren a la
posible minoración de la base imponible por cuotas del IRPF (ni, desde luego,

1184
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del IP) correspondientes a ejercicios anteriores, que es lo aquí pretendido por el


recurrente.

A su vez, por lo que a la cuota deducible del IRPF se refiere, el TEAC


(con cita en la STS, Sala Tercera, de 13 de enero de 2012) ha señalado que no
puede considerarse como tal más que la cuota correspondiente a las cantidades
autoliquidadas por el sujeto pasivo, pero no las cuotas regularizadas que son
puestas de manifiesto con posterioridad, tras las actuaciones de comprobación
y de correcta liquidación, ya que no eran reclamables por el acreedor (que ni
siquiera había iniciado las actuaciones inspectoras), pues no se cumplían los
presupuestos de los arts. 9 y 25 LIP para reputar a las mismas deudas
deducibles y, por tanto, susceptibles de minorar la base imponible del tributo.

En definitiva, cabría considerar, bajo la valoración conjunta de la


normativa aplicable y de las resoluciones de la Dirección General de Tributos,
del Tribunal Económico-Administrativo Central y Sala Tercera del Tribunal
Supremo, que el criterio observado por los peritos para liquidar el IP del
recurrente es conforme a Derecho. Es más podría ser incluso más beneficioso
que el que resultaría de haberse ajustado a lo señalado por el TEAC -Resolución
de 18 de septiembre de 2018, con cita en su Sentencia 4547/1999, de fecha 24
de enero de 2003-, en orden a negar la condición de deuda deducible de las
cuotas regularizadas del IRPF del ejercicio correspondiente que han sido
liquidadas con arreglo a actuaciones inspectoras posteriores).

ii) Sobre la incorrecta determinación de las cuotas defraudadas relativas


al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y los efectos que cabe
atribuir a las Declaraciones Tributarias Especiales presentadas en 2012.

La parte recurrente discute las premisas que llevan al Tribunal a declarar


su responsabilidad criminal, trayendo a colación de forma improcedente pautas
de aplicación de la Ley del Impuesto de Sociedades y del Real Decreto-ley
12/2012, de 30 de marzo, para justificar la incorrecta aplicación de la teoría del
«levantamiento del velo» que se predica.

El hecho de que el delito contra la Hacienda Pública sea una norma penal
en blanco no puede suponer el automático traslado de criterios estrictamente

1185
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

administrativos o tributarios al ámbito del proceso penal, obviando que esta


normativa no puede operar para encubrir una realidad económica de relevancia
penal, lo que faculta a los Tribunales a «correr el velo» tendido por una sociedad
para tener conocimiento de la titularidad real de los bienes y créditos que
aparecen formalmente en el patrimonio social.

Esto es lo sucedido en el caso que nos ocupa, en el que la sentencia


elimina la ficción de la constitución de sociedades para constatar la realidad de
que las rentas de la Fundación SINEQUANON y de la sociedad TESEDUL eran
del recurrente y se ocultaban a través de estas sociedades «pantalla» sin
actividad productiva, para llegar a la conclusión de ser aquél el sujeto pasivo del
impuesto y por ende, el sujeto activo del delito.

Por otra parte, los restantes alegatos del recurrente, tendentes a justificar
la plena operatividad de la DTE presentada por TESEDUL, ya como elemento
negativo del tipo ya para la fijación de la cuota tributaria (extinguiendo el delito
fiscal del ejercicio 2007 y posteriores), parten de la validez y eficacia de ésta, lo
que no se ha producido. El Tribunal de instancia justifica cumplidamente los
motivos que le llevan a concluir que estas Declaraciones Tributarias Especiales
son inválidas e ineficaces, capaces de excluir, asimismo, la reclamada
operatividad del criterio sentado por esta Sala en la STS 306/2017, de
27/04/2017, al encontrarnos ante un claro caso de simulación con efectos
tributarios.

iii) En cuanto a la indeterminación del elemento del tipo «cuota tributaria


defraudada» del año 2007.

El mismo recurrente se remite a los argumentos esgrimidos en el motivo


decimotercero de su recurso, dedicado a la cuestión suscitada.

Por lo demás, los alegatos fueron también analizados en el motivo cuarto


de su recurso (apartado 4 -subapartado iii-), donde se hacía constar que,
examinados los argumentos expuestos por la sentencia, no se advertía
indeterminación alguna en los términos pretendidos.

El Tribunal expone los cálculos por los que se efectúa la liquidación del
IRPF de 2007 y señala que «la cuota dejada de ingresar por el concepto de

1186
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

IRPF de LUIS BÁRCENAS correspondiente a ese ejercicio ascendió a


2.103.113,26 €» (folio nº 1214) y, a su vez, se declara probado que «En el
ejercicio 2007, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en concepto de IRPF,
ascendió a 2.103.113,26 € y, por IP, a 966.052,53 €» (folio nº 254).

El recurrente defiende tal indeterminación con base en el


pronunciamiento que se contiene en la sentencia a propósito de la
responsabilidad civil dimanante de este delito del que, como apunta el Ministerio
Fiscal en su escrito de impugnación, cabe, además, predicar su escasa
importancia en relación con la materia enjuiciada, pues de lo especificado por el
Tribunal a quo se colige que la cuota defraudada es, en todo caso y sin perjuicio
de esa minoración, superior a los 120.000 euros.

iv) Respecto de la consideración de los viajes regalados por el Sr. Correa


como ganancias patrimoniales no justificadas.

El recurrente sostiene que, dado que la sentencia se refiere a ellos como


«regalos», deberían tributarse por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones,
minorando la cuota defraudada del IRPF.

El argumento no puede prosperar. Si bien es cierto que la sentencia, al


tiempo de conceptuar estos viajes como ganancias patrimoniales no justificadas
(folio nº 1168), se refiere a los mismos como «regalos», la lectura atenta de los
argumentos donde la Sala a quo se refiere a los mismos y, en particular, donde
analiza la naturaleza de estos servicios y viajes prestados por Francisco Correa
al hoy recurrente, pone de manifiesto que estos se abonaban como auténtica
contraprestación por sus gestiones de cara a conseguir adjudicaciones de
contratos a cambio de comisiones.

En definitiva, con independencia de que la sentencia se refiera a estos


viajes como «regalos», lo que en modo alguno cabe concluir que éstos
obedecieran a un acto de mera liberalidad del Sr. Correa a favor del recurrente,
única circunstancia que justificaría su consideración de auténtica donación
sujeta al Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

1187
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

276.- El motivo décimo tercero por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del art. 305 CP en relación con la
indeterminación de la cuota del IRPF del año 2007.

Considera que la indeterminación de uno de los elementos objetivos del


tipo cual es la cuota tributaria defraudada, al señalar la sentencia que ésta
debería minorarse en la cuantía que se determine en ejecución de sentencia
correspondiente a este tributo de lo ingresado con motivo de la declaración
tributaria especial de TESEDUL referida al IRPF de los años 2007 a 2010, debe
conducir a su libre absolución incluso respecto del delito de blanqueo pues el
importe de la regularización tributaria (más de un millón de euros) no puede
considerarse ganancia ilícita, sino base líquida o legítima, excluyendo la
existencia de supuestos actos blanqueadores sobre esa cantidad.

El motivo, que reproduce lo ya argumentado en el motivo cuarto,


apartado b) y duodécimo apartado e) debe ser desestimado.

La sentencia en su relato fáctico –cuyo respeto exige la vía casacional


del art. 849.1 LECrim- sí detalla la cuota defraudada en cada ejercicio tributario,
tras describir la mecánica comisiva defraudatoria del recurrente.

Así en la página 252 y ss: <<3. Ocultación de rentas a la Hacienda


Pública

Hasta mediados de 2005, cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro


para Suiza, en las cuentas bancarias de dicho país aparece como titular LUIS
BÁRCENAS, y, tras esa entrada en vigor, se interponen personas jurídicas con
domicilios en países no cooperantes, lo que, si no totalmente imposible, sí
genera una muy enorme dificultad para que la Hacienda Pública pueda
identificar al titular real de la riqueza, a lo que se une que estas cuentas se nutren
con ingresos en metálico, no detectables en cuanto a su origen, con lo que, de
esta manera, se consigue eludir el pago del impuesto, que, por razón su fortuna,
debiera hacer frente quien, siendo el real dueño de ella, se vale de tales
fórmulas.

En esta estrategia, lo primero que hace LUIS BÁRCENAS es interponer,


en julio de 2005, la Fundación panameña SINEQUANON; en 2006, abre una

1188
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuenta a nombre de su mujer, que esta conoce, y en la que tienen capacidad de


disposición y manejo ambos; en 2009, una vez que, en febrero, trasciende a los
medios la incoación de la presente causa, pone cuantos fondos puede a nombre
de la sociedad uruguaya TESEDUL, que a él pertenece, se aprovecha de los
que, a través de la también uruguaya RUMAGOL, le hace circular por ella su
testaferro IVÁN YÁÑEZ, como también los pone en su sociedad GRANDA
GLOBAL.

En la evolución de los movimientos de esa cuentas, de manera


progresiva, se van produciendo ingresos en las del DRESDNER BANK y
LOMBARD ODIER, que superan los 10.000.000 €; sin embargo, a partir del año
2009, una vez en marcha la presente causa, se produce el movimiento inverso,
esto es, la extracción de fondos de esas cuentas, sin que, por parte de LUIS
BÁRCENAS, se haya dado una explicación creíble, y que, debido a que en
cantidad de ocasiones se ha perdido su rastro, nos lleva a concluir que ha
conseguido encontrar fórmulas para evitar que su patrimonio pudiera ser
intervenido con motivo de su encartamiento en la presente causa.

Valiéndose de estas circunstancias, ni las rentas de LUIS BÁRCENAS ni


las de ROSALÍA IGLESIAS fueron declaradas correctamente a la Hacienda
Pública, ante la cual reflejaron solo parcialmente sus recursos, como las
supuestas compraventas de cuadros a que antes nos hemos referido, y ante la
que, el 03/10/2012, presentó, modelo 750, Declaración Tributaria Especial en
nombre de TESEDUL, con esa finalidad de continuar manteniendo oculta la
verdadera titularidad de los fondos a la Hacienda Pública, y en la que reflejó de
modo incompleto las cantidades omitidas en las correspondientes declaraciones
de IRPF de LUIS BÁRCENAS de los años 2007 a 2010, periodo en que de
conformidad con dicha normativa cabía tal regularización, e ingresando por tal
concepto la cantidad de 1.098.804 €.

Asimismo, con igual finalidad de ocultar LUIS BÁRCENAS ser real


propietario, como también el verdadero origen de los fondos, de acuerdo con
IVÁN YÁÑEZ, se valió de GRANDA GLOBAL para presentar, en nombre de esta
sociedad, Declaración Tributaria Especial el 04/10/2012, ingresando 132.051 €.

1189
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cantidad en que se han logrado concretar los ingresos en las cuentas


suizas ha sido 10.017.787,23 €, que ocultaron a la Hacienda Pública, dejando
de ingresar cuotas por el concepto de IRPF y de IP en los siguientes ejercicios:

La cuota dejada de ingresar por LUIS BÁRCENAS en el ejercicio 2000,


por el IRPF, fue 730.704,06 €, y por el IP 135.293,67 €.

En el ejercicio 2001, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 864.082,98


€, y por el IP 174.083,06 €.

En el ejercicio 2002, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 392.548,34


€, y por el IP 175.983,73 €.

En el ejercicio 2003, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 1.193.394,83


€, y por el IP 279.541,46 €.

En el ejercicio 2004, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 1.010.637,60


€, y por el IP 437.351,10 €.

En el ejercicio 2005, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 999.878,54


€, y por el IP 421.062,49 €.

En el ejercicio 2006, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en


concepto de IRPF, ascendió a 668.421,69 € y, por IP, a 423.534,15 €. Por su
parte, la de ROSALÍA IGLESIAS, en concepto de IRPF, a 267.319,87 €.

En el ejercicio 2007, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en


concepto de IRPF, ascendió a 2.103.113,26 € y, por IP, a 966.052,53 €.>>.

De lo expuesto y de lo razonado por el tribunal “a quo”, pág. 1532, se


colige, tal como advertíamos en el motivo cuarto apartado b), que la cuota
defraudada en el ejercicio 2007, 2.103.113,26 €, por mucho que se minorara por
la presentación de la Declaración Tributaria Especial ascendente en su total a
1.098.804 €,a devolver en cuatro ejercicios, 2007-2010, -y de ahí la necesidad
de concretar el importe en ejecución de sentencia al poder descontarse
únicamente la cantidad correspondiente al ejercicio 2007 y no todo el importe
de la DTE de Tesedul-, siempre superaría la cuota mínima establecida en el tipo
penal, 120.000 €, para considerar los hechos constitutivos de delito fiscal –en el

1190
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mejor de los casos la cuota ascendería a 1.004.309,26 €- y solo tendría


incidencia en la multa y responsabilidad civil.

277.- El motivo décimo cuarto por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por aplicación indebida del art. 252 en relación con el art.
250 CP respecto al delito de apropiación indebida.

Alega, en síntesis, que se ha acreditado que el dinero retornó al PP a


través de la cuenta bancaria de donativos o, subsidiariamente, que no concurren
los elementos del delito (enriquecimiento, deber de devolución y “animus rem
sibi habendi”):

-No hubo transmisión onerosa, ni enriquecimiento irregular, sino un


simple cambio de titularidad en las acciones de “Libertad Digital”.

-La sentencia admite que los fondos de la “Caja B” no eran ilícitos y que
su entrega a otras personas no es típico y nunca podría configurar un delito de
apropiación indebida, careciendo de lógica que así se diga solo respecto a la
compra de acciones.

-El PP nunca ha reclamado nada y ha exonerado de toda


responsabilidad al responsable real (el Sr. Lapuerta) por lo que sin perjudicado
no puede existir el delito. Sin interés en la recuperación no surge el deber de
devolución y no se consuma el delito porque falta el elemento de ajeneidad.

-No concurre el “animus rem sibi habendi” porque no existió voluntad


apropiatoria de las acciones. Tampoco la retirada de fondos constituyó un acto
con voluntad apropiatoria, ni siquiera desleal, pues era acorde a lo
encomendado por el Sr. Lapuerta.

(Motivo coincidente con el quinto y séptimo d)).

El recurrente no respeta los hechos probados al afirmar que no pudo


disponer de los fondos de la llamada Caja B al no ser Tesorero del Partido
Popular sino solo Gerente, cuando en el factum consta esa facultad de
disposición, declarándose probado que se apropió de las referidas cantidades

1191
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la Caja B “o extracontable, que él llevaba de acuerdo con el Tesorero al


margen de la contabilidad oficial”, atribuyéndole de esta forma un dominio de
hecho conjunto con el Tesorero sobre dichos fondos.

Asimismo en el hecho probado –en contra de lo afirmado en el motivo-


los 149.600 € que extrajo de la referida Caja B, tras la compra de las acciones
y posterior venta de las mismas no se reintegraron a la cuenta del PP sino que
Luis Bárcenas y su mujer Rosalía Iglesias “se queda con la misma”,
describiendo posteriormente el ingreso de dicha cantidad en la cuenta de
Rosalía en Caja Madrid, mediante dos imposiciones de 74.000 € y 75.600 € y el
ulterior pago parcial con dicha cantidad de un inmueble en Baqueira.

Por ello la alegación de que referida cantidad fue reingresada en la


cuenta de donativos del Partido Popular se contradice con lo declarado en los
hechos probados, al constar en los mismos –como ya se ha señalado- el destino
dado a la misma y su ingreso en la cuenta de Caja Madrid.

Por último, respecto a la alegación de la inexistencia de perjuicio o de


reclamación por parte del perjudicado -Partido Popular-, tal alegación es
descartada en la sentencia recurrida (fundamentos jurídicos pág. 1074 y ss) al
señalar que: “el anterior planteamiento no se comparte, porque consideramos
que arranca de la confusión de identificar conceptos que no en todos los casos
coinciden y que, en los que coinciden, su actuación en el proceso no conlleva a
situaciones iguales. Nos estamos refiriendo al sujeto pasivo del delito, que lo es
el titular del bien jurídico protegido por el delito, y al perjudicado, que será quien
sufra el perjuicio, situaciones que pueden coincidir en un mismo sujeto o en
distintos; el ejemplo más usado para ver tal distinción se suele poner acudiendo
a los delitos contra la vida, en que se considera sujeto pasivo de un homicidio a
la víctima a quien se da muerte, por ser el titular del bien jurídico protegido,
mientras que los perjudicados suelen ser los herederos, la familia o quien
dependa económicamente de la víctima, en la medida que estos sufran las
consecuencias perjudiciales del fallecimiento.

Lo que sucede es que, en los delitos contra el patrimonio, suele coincidir


en un mismo individuo ambas circunstancias, sin embargo tal coincidencia no
debe llevar a la confusión, porque cada uno de los conceptos despliega sus

1192
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

efectos en ámbitos distintos, el sujeto pasivo en el penal material, mientras que


el perjudicado en el procesal, porque es, precisamente, esta condición la que
confiere legitimación para operar en el proceso, y, hasta tal punto es así, que,
tratándose de delitos semipúblicos o privados, solo si el perjudicado ejercita la
acción penal se pone en marcha el proceso (art. 104 LECrim.), y si se trata de
delitos públicos, habida cuenta que su persecución procederá de oficio, esta se
habrá de mantener, incluso, aunque la víctima o el perjudicado se oponga a ello.
Y esto es lo que ocurre en el caso que nos ocupa, en que es indiferente las
razones por las que el P.P haya renunciado a cualquier reclamación, porque lo
relevante es que el acto de apoderamiento se ha producido, y ha recaído sobre
una cosa ajena, ya que, por más que este Partido haya renunciado, incluso,
aunque diga que no le consta ningún perjuicio, lo que es evidente es que el
dinero del que se apodera LUIS BÁRCENAS no es “res nullius”, de manera que,
conocedor de que se está apoderando de algo que no le pertenece y que ha
recibido como mero custodio, está incurriendo en la responsabilidad que, por
apropiación indebida, le exigen las acusaciones.

Es indudable la existencia de un ataque a una cosa ajena, que, al haber


sido realizado de la ilícita manera que contempla el Código Penal, ha de ser
merecedor de la sanción que este contemple, ya que la renuncia al ejercicio de
la acción civil no puede llevar como efecto una impunidad penal. Cuestión
distinta es el destino que deba darse a la cantidad defraudada, que, si carece
de dueño y entra en la consideración de ser un efecto o instrumento del delito,
deberá ser objeto de comiso y, por lo tanto, no susceptible de devolución”.

Razonamiento acertado por cuanto constituyendo una acción


pluralmente típica el hecho de apropiarse de cantidades de dinero que tenía a
su disposición es obvio que los directamente implicados –autor y perjudicado-
no pueden pactar nada que implique la extinción de la responsabilidad penal por
ser ello contrario a la ley (art. 1255 Código Civil) ya que los interesados solo
pueden pactar sobre aspectos concernientes a la responsabilidad civil, al ser la
condonación de la deuda un modo de extinción de la obligación (art. 1156 C.
Civil). No pueden confundirse las consecuencias del delito, en el presente caso
el perjuicio real causado al Partido Popular, especialmente relevante desde la
perspectiva de la responsabilidad civil ex delicto, con el delito mismo, la acción

1193
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

penalmente típica, pues si en el presente caso es incuestionable la existencia


del delito de apropiación indebida, delito perseguible de oficio y por ello fuera
del marco de la autonomía de la voluntad de los particulares (art. 130 CP, 1156
C.Civil y 108 LECrim).

Siendo así, nos encontramos ante dinero perteneciente a un tercero que


el recurrente administraba junto al Tesorero y que dispuso del mismo con
evidente “animus rem sibi habendi” al incorporarlo de manera definitiva al
patrimonio familiar, concurriendo por ello, los elementos del delito de
apropiación indebida:

1º) Recepción de dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble


en virtud de depósito, comisión o custodia o por otro título que produzca
obligación de entregarlos o devolverlos, con lo que se sigue el criterio de
númerus apertus.

2º) Acto de apropiación –o la negación de haberlos recibido- y

3º) Que el nexo de la culpabilidad, en cuanto reclama para poder


apreciar, no solamente la conciencia del acto, sino el deseo de incorporarlos a
su patrimonio o al de un tercero, ánimo de lucro (SSTS 117/2007, de 13-2;
669/2007, de 17-7; 829/2012, de 26-10).

278.- El motivo décimo quinto por infracción de ley, al amparo del


art. 849.1 de la LECrim, por aplicación indebida de los arts. 20.7, 248.1 y
250.7 CP en relación con el delito de estafa procesal.

Reitera los argumentos expuestos en el motivo sexto del recurso para


sostener la atipicidad de su conducta por diversas causas (delito imposible,
ausencia del elemento subjetivo del tipo y mero uso del documento falso). En
todo caso, entiende que concurre la eximente del art. 20.7 CP.

- Nos encontramos ante un delito imposible: los documentos no fueron


aportados en el proceso penal, sino en el administrativo, y se opuso a que se
aportasen por el Ministerio Fiscal.

1194
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- No concurre el elemento subjetivo del delito: su intención no era


provocar error en el órgano judicial sino en el procedimiento administrativo,
logrando con la falsedad que la infracción tributaria no llegase a los órganos
judiciales.

- Su conducta se limitó al mero uso del documento falso: no existe estafa


procesal sino mero agotamiento del delito de falsedad documental.

- Su conducta estaría amparada por la eximente del art. 20.7 CP, al


haber actuado en cumplimiento de un deber y en el legítimo ejercicio de un
derecho: los documentos se presentaron a requerimiento del órgano judicial.

El motivo debe ser estimado.

Es cierto que del relato de hechos probados (pág. 250-251) se puede


deducir que los documentos mendaces estaban dirigidos a desplegar sus
efectos no solo ante la Administración Tributaria sino también en el proceso
penal, manteniendo en sede judicial su validez, con el fin de provocar error en
los juzgadores, lo que a juicio de la sentencia constituye la base del delito de
estafa procesal.

En efecto en los hechos probados se recoge un dato cual es que en el


expediente administrativo incoado el 22-11-2010 “al objeto de comprobar su
declaración por el IRPF correspondiente al ejercicio 2006 que, tras una
tramitación, en la que, a pesar de no solo la falta de colaboración por parte de
Rosalía Iglesias, sino de la actuación obstruccionista que, de acuerdo con su
marido, mostró, logró darlo por terminado la actuaria el 16/06/2011, en que
remitió el preceptivo informe a su superior (…).

En relación a la estafa procesal en SSTS 1100/2011, de 27-10; 366/2012,


de 3-5; 327/2014, de 24-4; 252/2018, de 24-5; 518/2019, de 29-10, hemos
recordado que se caracteriza porque el sujeto pasivo engañado es en realidad
el órgano judicial a quien a través de una maniobra procesal idónea, se la induce
a seguir un procedimiento y/o dictar una resolución que de otro modo no
hubiera sido dictada. El resultado de ello es que no coincide la persona del
engañado, quien por el error inducido realiza el acto de disposición en sentido
amplio (el juez), con quien en definitiva ha de sufrir el perjuicio (el particular

1195
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afectado). Es más, también la jurisprudencia, en contra de parte de la doctrina,


ha estimado que puede producirse el fraude procesal cuando el engañado no
es el juez sino la parte contraria, a la cual por determinadas argucias realizadas
dentro del procedimiento (ordinariamente pruebas falsas o por simulación de un
contrato) se le impulsa a que se allane, desista, renuncie, llegue a una
transacción o, en cualquier caso, determine un cambio de su voluntad procesal
como solución más favorable, lo que se denomina estafa procesal impropia
(STS 878/2004, 12 de julio)”. En sentido similar la STS nº 603/2008; y la STS nº
7202008. De todos modos, deberán quedar excluidos de la estafa los casos en
los que el acto de disposición no venga motivado por el engaño.

Por otra parte, la existencia de la estafa procesal como figura agravada


no supone la posibilidad de prescindir de los requisitos generales de la estafa,
entre ellos la concurrencia de un engaño que pueda calificarse como bastante.
Se decía en la STS nº 572/2007 que “En el delito de estafa procesal, como en
la estafa genérica, el engaño debe versar sobre hechos, más concretamente
sobre la existencia de hechos y conceptualmente no se diferencia del engaño
del tipo básico”.

En definitiva, en el subtipo agravado, conocido como estafa procesal, el


engaño se dirige al Juez con la finalidad de obtener una resolución que incluya
un acto de disposición a favor del autor o de un tercero y en perjuicio también
de tercero. Como se ha dicho más arriba, también se considera estafa procesal
el supuesto en el que, sobre la base de argucias procesales, se induzca a la
contraparte a adoptar una decisión basada en el engaño que implique un acto
de disposición. El carácter bastante del engaño, deberá ser determinado
también en atención a estas circunstancias específicas del subtipo agravado.

Consecuentemente, conforme a la doctrina jurisprudencial (STS


670/2006, de 21-6, 758/2006, de 4-7; 754/2007, de 2-10; 603/2008, de 10.10;
1019/2009 de 28-10; 35/2010, de 4-2; la estafa procesal tiene lugar en aquellos
casos en que una de las partes engaña al Juez y le induce con la presentación
de falsas alegaciones a dictar una determinada resolución que perjudica los
intereses económicos a la otra parte o de tercero acusados del acto de
disposición.

1196
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La estafa procesal requiere estructuralmente, como modalidad agravada,


todos los requisitos exigidos en la previsión de la estafa básica u ordinaria
recogida en el art. 248.1 es decir, el engaño, el error debido al engaño, el acto
de disposición – en este caso resolución judicial- motivado por el error; el
perjuicio propio o de tercero derivado del acto de disposición; el ánimo de lucro
– siendo suficiente para estimar en el autor la existencia de dicho elemento de
injusto, dada su amplia interpretación que prevalece al sopesar la específica
intención lucrativa la cooperación culpable de lucro ajeno, pues no es preciso
con lucro propio, ya que hasta que sea para beneficiar a un tercero (STS
5629/2002 de 20-2; 297/2022, de 20-2; 577/2002, de 8-3; 238/2003, de 12-2;
348/2003 de 12-3; y la relación de imputación que cabe mediar entre estos
elementos, a los que debe añadirse, en esta modalidad agravada, la simulación
del pleito o empleo de otro fraude procesal.

Con base a esta doctrina jurisprudencial se puede definir la estafa


procesal como aquellos artificios desplegados en un proceso, directamente
encaminados a que el Juez, por error, dicte una resolución injusta que comporte
un daño para una persona con el consiguiente lucro indebido para otra. En ese
sentido el actual art. 250.1.2º, modificado por LO 5/2010, de 22-6 considera que
“incurren en estafa procesal, los que, en un procedimiento judicial de cualquier
clase, manipulasen las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o
emplearen otro fraude procesal análogo, provocando error en el Juez o Tribunal
y llevándole a dictar una resolución que perjudique los intereses económicos de
la otra parte o de un tercero”.

El fundamento de este subtipo agravado no es otro que el hecho de que


en esta modalidad de estafa no solo se daña el patrimonio privado, sino también
el buen funcionamiento de la Administración de Justicia al utilizar como
mecanismo de la estafa el engaño al Juez, razón por la cual parte de la doctrina
entiende que se trata de un delito pluriofensivo, siendo ésta la razón que justifica
su agravación penológica respecto del tipo básico de la estafa como se afirma
en STS de 9-5-2003, la estafa procesal constituye una modalidad agravada de
la estafa porque al daño o peligro que supone para el patrimonio del particular
afectado se une el atentado contra la seguridad jurídica representada por el
Juez, al que se utiliza como instrumento al servicio de la actuación defraudatoria.

1197
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bien entendido que como ya hemos señalado con anterioridad la LO


5/2010 ha remodelado el tipo agravado de fraude procesal perfilando sus
contornos, como dicen las SSTS 776/2013, de 13-7 y 5/2015, de 26-1, se trata
de dilucidar ahora si esa reforma ha sido meramente aclaratoria, es decir, si se
dirigía exclusivamente a proporcionar una interpretación y confirmación en lo
que ya estaba vigente, o si, por el contrario, era una innovación normativa
material y, por tanto, con proyección exclusiva hacia el futuro en cuanto
peyorativa.

Pues bien, tras la referida modificación de 2010 ha cambiado la norma


más de lo que en una primera aproximación pudiera intuirse lo que se llegó a
catalogar como simple mejora técnica para aproximar el concepto legal de
estafa procesal con la morfología que a esa figura atribuye desde antiguo la
dogmática, ha repercutido y no en poca medida en los contornos de la tipicidad
reduciendo su espacio, por un lado y, por otro, ampliándolo. La agravación por
“fraude procesal” se ve sustituida, ya con su nomen propio por “la estafa
procesal” que aparece en el reformado art. 250.1.7. Incurren en estafa procesal
-se precisa- “los que en un procedimiento judicial de cualquier clase,
manipularan las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o
emplearen otro fraude procesal análogo, provocando error en el juez o tribunal,
llevándole a dictar una resolución que perjudique los intereses económicos de
otra parte o de un tercero”.

Se han incrementado, por una parte, sus exigencias típicas. Solo quedan
colmadas cuando se llega a provocar error en el órgano judicial y el perjuicio se
deriva de la resolución judicial fruto de ese engaño (vid. STS 381/2013, de 10-
4).

Pero, por otra parte, se prescinde de alguno de los elementos de la estafa


básica: ya no es necesario un positivo acto de disposición con desplazamiento
patrimonial. Basta una resolución judicial que perjudique ilegítimamente los
intereses de una parte o de un tercero.

En el caso presente los documentos cuestionados fueron aportados en


un expediente administrativo incoado a Rosalía Iglesias el 12-11-2010 con
objeto de comprobar su declaración por el IRPF correspondiente al ejercicio

1198
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2006 y que, tras su tramitación, y a pesar de la falta de colaboración y la actitud


obstruccionista de la misma, concluyó el 16/06/2011, remitiéndose informe a la
Fiscalía el 18/07/2011 ante la posible comisión de un delito contra la Hacienda
Pública por parte de Rosalía Iglesias, lo que dio lugar a la incorporación de
dichas actuaciones inspectoras al procedimiento y su consiguiente reapertura
respecto de la misma, para la que había sido sobreseído provisionalmente por
auto de 06/05/2010.

Elevado dicho informe, en fecha 20/06/2011, se personó ante la actuaria


el representante de Rosalía Iglesias, aportando distintos documentos que, en
un viaje realizado al efecto a Argentina (que no llegó a durar 14 horas), se
encargó de confeccionar Luis Bárcenas en dicho país, para, con ellos, tratar de
justificar unas operaciones de compraventa de cuadros, que nunca tuvieron
lugar, con las que acreditar la realización de la inexistente operación que se hizo
constar en la fraudulenta declaración al fisco.

Estos documentos, que trajo Luis Bárcenas de Argentina, fueron, uno,


que se dice ser un contrato de mediación, supuestamente fechado en Madrid el
15/11/2004, con una vigencia de dos años, entre Rosalía Iglesias e Isabel
Ardanaz, y, el otro, que pone que es un contrato de compraventa de esos
mismos cuadros, fechado en Madrid el 19/01/2006, celebrado también entre
ambas, en que figura que Rosalía Iglesias se los entrega en comisión para su
venta.

La aportación de estos documentos motivó la elaboración de un informe


ampliatorio, de fecha 19/07/2011, por parte de la actuaria, donde se ponía en
conocimiento de su superior distintas incongruencias, y que, junto con los
documentos aportados, fue remitido a la Fiscalía y luego incorporado a la causa
el 28/09/2011.

Con fecha 29/07/2011, Rosalía Iglesias presentó escrito en la Fiscalía


censurando la actuación de la actuaria y solicitando que el expediente se
devolviese a la vía administrativa, con la pretensión de que la fraudulenta
documentación se valorara como auténtica y se liquidara la cuota procedente.
Escrito que se unió a la causa como uno más de los remitidos el 28/09/2011.

1199
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo consta que la defensa de Luis Bárcenas, y de acuerdo con él


su mujer, por medio de escritos de 28-9-2011 y 7-10-2011, formuló oposición a
la reapertura de la causa respecto de ésta, con base en la misma
documentación, dictándose auto de 19/04/2012 por el que se acordó dicha
reapertura.

Este auto fue recurrido por los acusados en reforma y apelación, y se


esgrimió de nuevo, la autenticidad de esos documentos, siendo conscientes de
su falsedad, con la finalidad de generar el suficiente error en los órganos
encargados de resolver, primero el recurso de reforma y después el de
apelación, para que acordaran el archivo de la causa en lo relativo al posible
delito fiscal de Rosalía Iglesias, correspondiente al IRPF del ejercicio de 2006.

Los acusados no lograron su propósito, al ser desestimados los recursos,


el de reforma mediante auto del Instructor de 08/06/2012, y el de apelación
mediante auto de la Sección 4ª de 18/07/2012.

El 23/10/2012, la defensa de Luis Bárcenas aportó los ficticios contratos


de mediación y de compraventa al objeto de que se practicase un informe
pericial sobre ellos. Contratos que también aportó en escritos de 05/03/2014 y
17/03/2014 a fin de practicar una pericial caligráfica, prueba que interesaron al
recurrir la imputación de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias por delitos de estafa
procesal y falsedad documental. Estos recursos fueron desestimados, primero,
por el Instructor en auto de 26/06, y luego por auto de la Sección 4ª de la Sala
de lo Penal de 30/07/2013.

Siendo así la presentación de los documentos cuestionados no lo fue en


el proceso penal, sino en el expediente administrativo. La actuación posterior
del Sr. Bárcenas y su esposa en el proceso penal, deriva de que como
imputados o investigados no están obligados con la justicia facilitando su
imputación, pudiendo por ello, defender la autenticidad de aquellos documentos
para sostener su inocencia en relación con el delito de defraudación tributaria.

Podríamos, en todo caso, plantearnos la posible comisión de un delito


del art. 393 CP, presentación en juicio de documentos falsos, cuyos requisitos
son:

1200
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1º) Presentación de un documento falso, ya sea público, oficial o


mercantil, cualquiera que sea el orden de dicho procedimiento.

2º) Que el sujeto activo presente el documento a sabiendas de su


falsedad.

3º) Irrelevancia de cualquier otro condicionamiento temporal de perjuicio


a tercero o de obtención de su resultado.

4º) Que dicho sujeto no sea partícipe en la falsificación del documento.

Como en este caso la presentación del documento se habría hecho por


el propio autor, una interpretación sistemática de los tipos penales afectados,
partiendo de la naturaleza de la falsedad punible, el uso del documento falso por
el propio autor de la falsedad, no tiene naturaleza autónoma y no puede ser
castigado, además, por el art. 393 CP.

279.- El motivo décimo sexto por infracción de ley, al amparo del art.
849.1 LECrim y art. 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 390.1, 2 y 3 en
relación con los arts. 74 y 28 CP.

La sentencia impone condenas por varios delitos de falsedad que se


hacen concursar medialmente con los siguientes delitos:

- Un delito de falsedad en documento mercantil en concurso medial con


un delito de blanqueo (con relación a las facturas emitidas por Punto Hiparca y
KA 127 del Sr. De Miguel).

- Un delito de falsedad continuada en concurso con el delito contra la


Hacienda Pública referido al IRPF del año 2003.

- Un delito de falsedad continuada en concurso con el delito de estafa


procesal con ocasión de los documentos aportados a la inspección tributaria
abierta contra Rosalía Iglesias por el ejercicio 2006.

- Un nuevo delito de falsedad continuada en concurso con otro delito de


blanqueo de capitales.

1201
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Afirma que de ser estimada la existencia de un delito de falsedad


documental, éste debería ser único, desapareciendo concursos y delitos
continuados, ya que existió una única finalidad y una unidad de acción criminal.

El motivo se desestima.

En motivos similares articulados por otros recurrentes ya nos hemos


pronunciado sobre la unidad natural de acción, la unidad típica de acción y el
delito continuado, de forma que concurrirá una unidad típica de acción cuando
la norma penal aúna varias unidades naturales de acción en un único tipo penal,
es decir, cuando varios actos son unificados como objeto único de valoración
jurídica por el tipo penal, de forma que varios actos que contemplados
aisladamente colman las exigencias de un tipo de injusto se valoran por el
derecho desde un punto de vista unitario.

En el caso presente, la pretensión del recurrente de unificar las facturas


falsas emitidas por Punto Hiparca y KA 127 a Malgreen (asunto Spinaker), las
falsedades relativas a la Hacienda Pública relativas al IRPF de 2003, la falsedad
del delito de estafa procesal por la documentación relativa al ejercicio de 2006
y la falsedad relativa al delito de blanqueo, no puede ser aceptada, al responder
a periodos temporales distintos y distanciados, sujetos distintos y sin conexión
y documentos que nacen para fines distintos.

No nos encontramos, por ello, ante delito continuado, resultado de


integrar varias unidades típicas de acción en el sentido de que cada una de ellas
respondiese a injustos distintos obedeciendo a un plan preconcebido o al
aprovechamiento de idéntica ocasión (art. 74 CP).

280.- El motivo décimo séptimo por infracción de ley, al amparo del


art. 849.1 LECrim, por aplicación indebida de los arts. 66, 74 y 301 CP en
relación con los arts. 392, 390.1.1º, 2º, 3º y 4º CP al haber sido condenado
por un segundo delito de blanqueo de capitales.

El motivo es idéntico al MOTIVO DECIMOQUINTO del recurso de la Sra.


Iglesias.

1202
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1. Alegaciones del recurso.

En el desarrollo del motivo se alega sobre los siguientes extremos:

i) La condena por el delito de blanqueo se formula en términos tan


abiertos e indeterminados («riqueza» o «patrimonio ilícito») que incumple la
doctrina de la Sala Segunda que exige la existencia de una relación de
conexidad entre el delito precedente del que traería causa el blanqueo de
capitales y los actos posteriores de blanqueo (STS de 29 de abril de 2015).

(La cuestión se abordó en el MOTIVO SÉPTIMO del recurso, por


infracción de precepto constitucional).

ii) El delito de cohecho no puede ser utilizado como delito precedente.


Insiste en que la sentencia debería haber incluido un pronunciamiento
absolutorio respecto de los cohechos por los que se formuló acusación y
posteriormente se retiró. Por ello, existiendo un auto de sobreseimiento libre
dictado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y habiendo sido
absuelto del único delito de cohecho por el que formuló acusación el Ministerio
Fiscal, no existiría ilícito previo y no puede haber blanqueo.

(La cuestión se abordó en los MOTIVOS PRIMERO, SÉPTIMO y


OCTAVO del recurso, así como en el MOTIVO DÉCIMO, en lo que concierne al
sobreseimiento libre indicado).

Por lo demás, el recurrente insiste en que la ausencia del necesario


control de conexidad por el Tribunal conlleva la imposibilidad de determinar
ningún acto de blanqueo sobre el dinero precedente y procedente de aquellos
repartos reconocidos en los hechos probados, pues no toda «adquisición,
conversión o transmisión» del bien de origen ilícito es un comportamiento típico
(STS 1080/2010, de 20 de octubre).

iii) La apropiación indebida no puede ser utilizada como delito


antecedente. La apropiación de 149.600 euros y su aplicación a la compra de
una vivienda es un autoblanqueo impune, ya que los actos de adquisición de
bienes con el producto del delito precedente no pueden constituir un acto de
blanqueo (STS de 29 de abril de 2015). La ausencia de condena por otras

1203
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

apropiaciones también excluye el delito de blanqueo respecto de estas


cantidades.

(La cuestión se abordó en el MOTIVO SÉPTIMO del recurso, por


infracción de precepto constitucional).

iv) El delito fiscal no puede ser utilizado como delito antecedente.

El recurrente efectúa una serie de alegaciones (no siempre expuestas


con la debida claridad) que, a su entender, justificarían que en el presente caso
los delitos fiscales precedentes no pueden ser delito antecedente del blanqueo.
Pueden resumirse en las siguientes:

1.- la previa condena por un delito de blanqueo sobre la cantidad de


13.927 euros provoca la doble punición de unos mismos hechos, ya que la
sentencia presume que todo lo percibido por los repartos de dinero como
contraprestación de la intermediación en la adjudicación de contratos públicos
fue ingresado en Suiza, siendo computado, por ello, para calcular la base
imponible a efectos tributarios.

2.- la sentencia no aclara cuál es el significado antijurídico de la


ocultación de rentas y es imposible duplicar los tipos penales: o bien la
ocultación de rentas era un delito de blanqueo o bien era un delito fiscal.

La sentencia atribuye de modo principal a la ocultación de las rentas una


finalidad de elusión de su obligación para con la Hacienda Pública, lo que
supone que los actos de ocultación de las rentas constituirían un acto ya
consumado del delito fiscal y, por tanto, un acto posterior impune a efectos del
blanqueo. Un acto de agotamiento del delito precedente (en este caso el fiscal),
lo mismo que su extinción por la prescripción de éste (ejercicios de 2000, 2001,
2002, 2004 y 2005), no puede hacer nacer tendenciosamente la existencia de
un delito más grave posterior, como es el blanqueo. Extinguida la deuda
tributaria por prescripción, el importe de la deuda deja de ser ilícita a todos los
efectos, tanto civiles como penales, siendo atípico el acto de disposición
posterior.

1204
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(La cuestión se abordó en el MOTIVO SÉPTIMO del recurso, por


infracción de precepto constitucional, y en el MOTIVO UNDÉCIMO, en lo que
concierne a la prescripción de los delitos fiscales).

3.- la sentencia adolece de un razonamiento específico que justifique la


correlación, temporal y cuantitativa, entre la cuota defraudada y los gastos o
inversiones realizadas, que impide apreciar la necesaria conexión entre el delito
fiscal y el blanqueo (Sentencia del caso «Noos»), pues no todo el dinero «negro»
es dinero «sucio». La existencia de un delito fiscal exige considerar que el
patrimonio es lícito, pues si ya fuera ilícito no procedería su tributación, y no
cabe confundir el blanqueo de la cuota defraudada con el blanqueo de la base
imponible (Sentencia del caso «Ballena Blanca»), que es lo que indebidamente
hace la sentencia al extender los efectos del comiso sobre toda la base
imponible.

Las reinversiones no pueden considerarse una actividad blanqueadora,


que es algo distinto de las operaciones financieras o movimientos de capital
dirigidos a otras finalidades (Sentencia «Noos»). Invertir lo defraudado en la
misma cartera de valores desde la que se genera la base imponible de la cuota
defraudada es un acto neutro a los efectos del delito de blanqueo.

La pluralidad de delitos fiscales (algunos de ellos prescritos) impide que


exista la debida conexión con el delito de blanqueo (STS 182/2014, de 11 de
marzo -caso «Reparaz»-).

4.- la sentencia calcula las cuotas defraudadas con arreglo a los informes
de la Agencia Tributaria, en los que el cálculo de la cuota tributaria de cada
ejercicio se obtiene sumando los ingresos de cada ejercicio (incluidos los ilícitos)
y la inversión del patrimonio anterior. De esta manera, «si una cuota tributaria
se considera plenamente blanqueada, pero al mismo tiempo se estima
reinvertida y sumada a la cuota del ejercicio siguiente, es claro que dicha cuota
reinvertida en la misma cartera de valores no provoca un blanqueo, no es
blanqueada».

Los informes de la AEAT tampoco descuentan la cuota correspondiente


a ejercicios anteriores, sino que la suman, lo que provoca un error insubsanable

1205
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

con ocasión de la determinación de las cuotas de cada ejercicio, una doble


imposición tributaria y una doble punición penal contraria al principio non bis in
ídem.

(La cuestión se abordó en el MOTIVO DECIMOSEGUNDO, como


infracción de ley, relativo al delito fiscal).

5.- la indeterminación de la cuota tributaria del IRPF del ejercicio de 2007


impide que pueda establecerse la necesaria conexidad entre el delito
antecedente y el posterior blanqueo. La reducción de la cuota tributaria del 2007
como consecuencia del pago efectuado a la AEAT supone que se está
reconociendo efectos jurídicos al mismo y, por tanto, que es lícito y no delictivo.
Lo que, a su vez, implica el reconocimiento de pagos lícitos que rompen dicha
conexión.

La validez de la DTE presentada, que conforme a la Ley Orgánica 7/2012


debe operar como un elemento negativo del tipo, supone que los actos de
blanqueo deban quedar limitados a los anteriores al ejercicio 2007, esto es, a
los de los años 1999 a 2006.

(Las cuestiones se abordaron en los MOTIVOS CUARTO, SÉPTIMO,


DECIMOSEGUNDO Y DECIMOTERCERO).

6.- la indeterminación del comiso, unido a la ausencia de cualquier


explicación en los fundamentos jurídicos acerca del alcance del mismo o de los
criterios con los que se ha calculado la multa impuesta, impide comprender en
qué consiste el blanqueo objeto de condena. Además, el comiso de la totalidad
de los fondos de las cuentas de Suiza debe suponer su exclusión de la base
imponible de los impuestos, tal y como se acordó respecto de otros acusados,
haciendo desaparecer el delito fiscal.

(La cuestión se reitera en el MOTIVO VIGESIMOCUARTO del recurso).

v) La participación de su esposa, Rosalía Iglesias, en el delito de


blanqueo se infiere de la aparición intempestiva de lo que se ha denominado
«contabilidad o ajuar doméstico» (hallado en el registro del domicilio del Sr.
Gutiérrez Moliner -informe AEAT de 19/07/2017-). Esta documentación

1206
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

comprende, a lo sumo, unos pagos del matrimonio propios de un autoblanqueo


impune, por lo que carecen de significación a los efectos del delito de blanqueo.

(Los alegatos son idénticos a los del MOTIVO DECIMOQUINTO del


recurso de Rosalía Iglesias).

vi) Los hechos probados expresan que actuó a través de la Fundación


Sinequanon con la intención de eludir la Directiva Europea del Ahorro, lo que
supone un juicio de inferencia erróneo, en tanto que siempre figuró como
beneficiario en las cuentas suizas y no existía obligación de retener beneficios
derivados de carteras de inversión.

(La cuestión se abordó en los MOTIVOS CUARTO y SÉPTIMO del


recurso, por infracción de precepto constitucional, relativos a los delitos fiscales
y de blanqueo, respectivamente; así como en el MOTIVO DECIMOSEGUNDO,
por infracción de ley relacionada con el delito fiscal).

vii) La aplicación de la teoría del levantamiento del velo «supone la


atribución de todas las rentas a Don Luis Bárcenas (…), lo que supone incluir
en la base imponible de los impuestos de renta y patrimonio de Don Luis
Bárcenas todas las rentas generadas en aquellos ejercicios, incorporando por
tanto todo aquello que se pretende blanqueado en tales ejercicios y que no son
sino las consecuencias derivadas de la ocultación que la teoría del
levantamiento del velo hace que se castiguen por vía e [sic] los delitos fiscales».

(La cuestión se abordó en los MOTIVOS CUARTO y SÉPTIMO, por


infracción de precepto constitucional, y en el MOTIVO DECIMOSEGUNDO,
como infracción de ley, ambos relativos al delito fiscal).

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias (folios nº 1234 a 1236 y 1566) por la comisión de un delito de blanqueo
de capitales del art. 301 CP, en concurso medial del art. 77 CP, con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP; y relativo a las actuaciones verificadas para la
ocultación y posterior afloramiento del dinero procedente de las actividades

1207
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delictivas que, desde al menos, el año 2000, vino realizando Luis Bárcenas, en
cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en adjudicaciones
públicas y del apoderamiento de fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda
Pública.

La sentencia acuerda igualmente la condena de Ángel Sanchís Perales


y Ángel Sanchís Herrero, como autor y cooperador necesario, respectivamente,
de un delito de blanqueo del art. 301 CP, con base en unos hechos cometidos
entre los años 2009 a 2012.

A su vez, Iván Yáñez es condenado, a título de autor, por un delito de


blanqueo del art. 301 Código Penal, en concurso medial del art. 77 CP, con un
delito continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación
con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, respecto de los hechos cometidos entre
los años 2009 a 2013.

2.1. Sobre los hechos probados.

Damos por reproducidos los hechos declarados probados que se


relacionaron en el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas (apartado 2.1).

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio oral.

Sobre la valoración que de la prueba relacionada con la comisión de


estos delitos se efectúa por el Tribunal de instancia, cabe tener igualmente por
reproducidas las consideraciones realizadas respecto a Luis Bárcenas al
examinar el motivo séptimo de su recurso (apartado 2.2.3), a propósito del delito
de blanqueo relacionado con la SPINAKER y en relación con la facturación falsa
emitida por PASADENA VIAJES; y, sobre todo, en el motivo séptimo (apartado
2.2) relativo al delito de blanqueo de capitales.

2.3. Sobre las alegaciones que sustentan el presente motivo de recurso.

2.3.1. El motivo parte de una idea central, como es, la alegada


indeterminación del delito antecedente y su necesaria conexión con los actos de
blanqueo.

1208
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A tal fin, el recurrente insiste en que la condena por el delito de blanqueo


se formula en términos tan abiertos (limitándose a hablar de «riqueza o
patrimonio ilícito») que incumple la doctrina de esta Sala sentada en la STS de
29 de abril de 2015, lo que favorece la doble incriminación por unos mismos
hechos, pues debió establecerse claramente la conexidad entre el producto
ilícito de cada delito y el acto posterior de inversión, gestión, transmisión o
transferencia del mismo.

En concreto, aduce que dentro de esa «riqueza o patrimonio ilícito» se


comprenden «operaciones de cuadros, apropiaciones indebidas y cohechos que
pese a dicha ilicitud se sancionan separadamente y su producto se incorpora en
la base imponible que da lugar a la generación de cuotas tributarias por las que
se condena a los Sres. Bárcenas e Iglesias». Por otra parte, el recurrente afirma
que dado que la sentencia considera que todo lo ingresado en Suiza debe
tributarse como ganancia patrimonial no justificada, ello excluye necesariamente
su naturaleza delictiva a efectos del delito de blanqueo, pues si cabe su
tributación podrá ser injustificada, pero no delictiva.

Estas afirmaciones merecen algunas puntualizaciones para mayor


claridad de los pronunciamientos contenidos en la sentencia.

i) En cuanto a las simulaciones de contratos u otras operaciones


relacionadas con obras de arte que se realizaron para aflorar fondos ilícitos, la
sentencia describe tres concretas operaciones: 1) la solicitud de un préstamo el
09/12/2002, por importe de 330.000 euros, con el simulado propósito de adquirir
una obra de arte con el que, en realidad, se trataba de tener una aparente
justificación documental para poseer esa cantidad, dado que en el año 2002, los
ingresos percibidos por su intermediación en adjudicaciones irregulares
ascendieron, al menos, a 486.106 euros (motivo séptimo del recurso de Luis
Bárcenas, apartado 2.2 -subapartado v-)

2) la consignación en la declaración del IRPF de 2004, modalidad


conjunta, de 270.000 euros por la venta de un bodegón, que dijo ser adquirido
en 1983, por Rosalía Iglesias, al precio de 4.086,88 euros, con cuya declaración
se eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente obtenida con
esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 euros, realizado

1209
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el 05/03/2004 por Rosalía Iglesias en su cuenta de Caja Madrid (motivo sexto


del recurso de Rosalía Iglesias, apartados 2.2 y 2.3.2). Cantidad sobre la que la
sentencia acuerda el comiso (folio nº 1536).

3) la consignación en la declaración del IRPF de 2006, modalidad


individual, por Rosalía Iglesias de 560.000 euros, como procedentes de una
transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987, por importe de 1.803,30
euros, que nunca existió y con que se justificó mendazmente el ingreso en
efectivo de 500.000 euros, efectuado el 19/01/2006, en su cuenta de Caja
Madrid, así como el cobro de un talón de 60.000 euros, el 15/12/2006 (motivos
séptimo y cuarto del recurso de Luis Bárcenas).

Por otro lado, los 120.000 euros del IRPF de 2004 se computan como
ganancia patrimonial no justificada (folio nº 1202) a efectos de calcular la cuota
defraudada del IRPF, modalidad conjunta, de esa anualidad. Mientras que los
500.000 euros del IRPF de 2006 (folio nº 1207), se computan en la base
imponible del IRPF de Rosalía Iglesias, modalidad individual, al efecto de
calcular la cuota tributaria por la que ha resultado condenada como autora de
un delito contra la Hacienda Pública (motivo tercero del recurso de Rosalía
Iglesias), por el fraude articulado para el fisco, consistente en imputar la venta
de estos cuadros a muchos años atrás, para que no tributasen nada mediante
la aplicación de los coeficientes de abatimiento. Todo ello, sin perjuicio de la
condena de ambos acusados como autores de un delito de blanqueo por las
actuaciones verificadas para justificar mendazmente el ingreso de dicha
cantidad, una vez descartados los alegatos defensivos con que se trató de
justificar su procedencia lícita (los contratos de compraventa falsos).

Por último, la sentencia acuerda el comiso de estas cantidades, los


500.000 euros como efecto o ganancia del delito de blanqueo (motivo
vigesimocuarto del recurso de Bárcenas -folio nº 1536 de la sentencia-) y, por
otro lado, los 120.000 euros (folio nº 1536) sin mención al delito de blanqueo.

ii) Respecto de las apropiaciones indebidas de fondos de la «caja B» del


PP, la sentencia tiene por acreditado dos conductas diferenciadas: 1) la
apropiación de 149.600 euros, de los que dispuso el 29/10/2004 para adquirir
1.360 acciones de LIBERTAD DIGITAL SA, a nombre de su esposa,

1210
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

posteriormente vendidos el 15/03/2005 a Francisco Yáñez por el mismo importe,


destinándose 149.000 euros para el pago parcial del precio de compra de un
inmueble en Baqueira. Cantidad que, a su vez, trató de dotarse de una
apariencia lícita mediante la consignación en la declaración de IRPF de 2005,
modalidad individual, de Rosalía Iglesias, como rentas generadas en un periodo
igual o inferior al año derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales
distintos de inmuebles o acciones, que en el juicio se trató de justificar como
correspondiente a los 150.000 euros restantes hasta alcanzar los 270.000 euros
de la supuesta venta del bodegón que se consignó en la declaración de IRPF
del 2004 ante aludida (motivo quinto del recurso de Luis Bárcenas y motivo sexto
del recurso de Rosalía Iglesias).

Sobre esta cantidad, la sentencia acuerda el comiso (folio nº 1536), si


bien, no como consecuencia del delito de blanqueo, sino por la renuncia del PP
a recibir cantidad alguna en concepto de responsabilidad civil (motivo quinto del
recurso de Luis Bárcenas, apartado 2.4).

2) la apropiación, entre los años 2001 a 2003, de la cantidad de


150.050,61 euros, aprovechándose de la opacidad que ofrecía esa estructura
contable, que ingresó en su cuenta DREBA, nº 128380 del DRESDNER BANK,
de Zurich -Suiza- (motivos quinto y séptimo del recurso de Luis Bárcenas), cuyos
fondos fueron transferidos posteriormente a una cuenta abierta a nombre de la
Fundación Sinequanon y de ahí a las de TESEDUL y GRANDA BLOBAL (véase
el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas, apartado 4 -subapartado iv-).

Respecto de esta cantidad, como admite el propio recurrente, la


sentencia no le condena como autor de un delito apropiación indebida por
necesario respeto al principio acusatorio, al haberse adherido las acusaciones
populares a la calificación del Ministerio Fiscal en el trámite de conclusiones
definitivas, siendo que inicialmente calificaron los hechos como constitutivos de
un delito continuado de apropiación indebida, mientras que el Ministerio Fiscal
sólo acusaba por la apropiación de los 149.600 euros.

(Cabe indicar que si bien esto último es admitido aquí por el recurrente,
en el motivo quinto lo que sostenía es que la absolución por la apropiación de
los 150.050,61 euros detraídos de la «caja B» del PP obedecía a que la

1211
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sentencia consideraba que esas salidas de dinero eran lícitas, tachando de


ilógico que sólo se considerase ilícita la salida de los 149.600 euros de las
acciones de Libertad Digital).

iii) En cuanto a los cohechos, la sentencia considera probado: 1) que


Francisco Correa, Luis Bárcenas y Jesús Merino, junto con Pablo Crespo, de
común acuerdo y aprovechando la influencia que Luis Bárcenas y Jesús Merino
tenían por razón de los cargos que ocupaban dentro de su formación política, y
con la finalidad de procurarse un ilícito enriquecimiento, urdieron una estrategia
para obtener adjudicaciones de obra pública a favor de las empresas de
confianza de Francisco Correa y que éste pudiera controlar, a cambio de
gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que éste distribuía en efectivo
y, en el caso de Luis Bárcenas, también en forma de viajes y servicios que
encubría con facturas ficticias.

Igualmente se indica que Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús


Sepúlveda, decidieron que una parte de estas cantidades de procedencia ilícita,
obtenidas por favorecer esas irregulares adjudicaciones públicas, se
canalizaran a través de la sociedad SPINAKER 2000 SL, que les proporcionó
Luis de Miguel y era gestionada por Pablo Crespo.

A su vez, se declara probado que los cobros percibidos por Luis


Bárcenas en contraprestación a su intermediación en la adjudicación de
contratos públicos, que realizó valiéndose de sus influencias sobre cargos
públicos de su misma formación política, ascendieron a un total de 1.176.561,07
euros (apartado 2.2.2 del motivo tercero del recurso de Luis Bárcenas -folios nº
222 y 223 de la sentencia-).

Acordada la condena de estos acusados como autores de un delito de


blanqueo de capitales, en concurso con una falsedad documental, por la
constitución de la sociedad SPINAKER, la sentencia acuerda, asimismo, el
comiso de los 13.927 euros percibidos por Luis Bárcenas a través de esta
sociedad (folio nº 1536).

2) que, al margen de la actividad delictiva que en común llevaron a cabo


los anteriores, Luis Bárcenas desarrolló, por su cuenta, y cuando lo precisaba

1212
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en colaboración con su mujer, otra actividad dirigida a enriquecerse modo ilícito


intermediando en otras adjudicaciones de obras o apropiándose de fondos del
PP, que ocultó a través de un entramado financiero en Suiza, que luego afloró
mediante la simulación de distintas operaciones comerciales y que destinó a
pagos en efectivo y de manera opaca para la Hacienda Pública.

También Rosalía Iglesias, casada con el anterior y en connivencia con


él, se valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias rentas y las de su
esposo, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas en
España y Suiza, así como simulando realizar alguna venta de cuadros.
Igualmente utilizó cantidades obtenidas por su cónyuge, producto de su
intermediación en obras públicas irregulares, así como de la apropiación de
fondos del PP, para efectuar pagos en efectivo a la Hacienda Pública.

En cualquier caso -añade la sentencia-, con ese fin de ocultar tales rentas
de procedencia ilícita y aflorarlas, desvinculadas de su origen, Luis Bárcenas,
de acuerdo con Rosalía Iglesias, creó un entramado financiero en entidades
bancarias suizas, a través del cual invirtió en distintos valores y productos
financieros, e, igualmente, afloró fondos cuyo origen no se correspondía con su
declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una apariencia lícita al
reflejarlos en las correspondientes declaraciones tributarias como ganancias
patrimoniales derivadas de operaciones de compraventa de obras de arte
(apartado 2.1 -subapartado ii- del motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas
-folios nº 230 y 231 de la sentencia-).

Por lo demás, los hechos probados analizan el origen de los fondos con
que se fueron nutriendo las cuentas aperturadas en Suiza y el importe de los
correspondientes rendimientos derivados de las inversiones realizadas sucesiva
e ininterrumpidamente con dichos fondos, incluidas las cuotas dejadas de
ingresar por diferentes tributos y ejercicios, significando que los ingresos en las
cuentas suizas llegó a alcanzar la cifra de 10.107.787,23 euros. También
describen cuantas actuaciones se desplegaron en orden a ocultar dicho ilícito
patrimonio, su traspaso a la Fundación SINEQUANON y, después, a las
sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, así como el destino dado al mismo,
incluida la simulación de operaciones para aflorarlo bajo una aparente cobertura

1213
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lícita (motivo séptimo del recurso de Bárcenas -folios nº 233 a 247 de la


sentencia-).

A la luz de lo expuesto, la sentencia acuerda el comiso, como ganancia


o efecto del delito blanqueo, de lo «Vinculado a la ocultación de fondos en las
cuentas suizas, incluidas las de GRANDA GLOBAL, de los que responderán
conjunta y solidariamente LUIS BÁRCENAS por el importe total, e IVÁN YÁÑEZ
VELASCO por un importe de 600.000 €, más los ingresos y ganancias de
GRANDA GLOBAL» (folio nº 1537).

(Por tanto, en lo que concierne a los cohechos, es claro que la sentencia


no acuerda su condena de forma separada, como se aduce en el recurso, sino
que sólo toma en consideración la procedencia delictiva del dinero procedente
de esta labor de intermediación para sancionar por los actos de blanqueo que
describe).

iv) En lo que se refiere a los conceptos incluidos en el cálculo de las


cuotas tributarias, la sentencia expone (folio nº 1168):

«Las rentas de LUIS BÁRCENAS, generadas con la ilícita actividad que


de él hemos descrito, incluidos los pagos percibidos de FRANCISCO CORREA,
así como los de origen desconocido, las consideramos ganancias patrimoniales
no justificadas y se integran, en consecuencia, en la correspondiente base
liquidable general.

Los regalos en forma de viajes recibidos por LUIS BÁRCENAS, los


consideramos ganancias del patrimonio y se integran en la parte general de la
base imponible, y estos, como estaban de acuerdo, incluso el perito de la
defensa, Luis Damas, han de atribuirse únicamente a LUIS BÁRCENAS y no a
su cónyuge, de conformidad con el art. 11 de la Ley IRPF, durante su respectivo
período de vigencia.

Por esta misma razón, en principio, se atribuyen a ROSALÍA IGLESIAS


los fondos depositados en sus cuentas bancarias españolas.

1214
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último, los rendimientos obtenidos con la inversión de las rentas


señaladas tienen la consideración fiscal de rendimientos mobiliarios y la venta
de esas inversiones la de ganancia patrimonial».

(Debe, no obstante, indicarse que no ha sido posible determinar si se


han incluido los 13.927 euros de SPINAKER para calcular la cuota tributaria,
como aduce el recurrente.

1. Si nos atenemos al tenor de la sentencia, parece claro que se incluyen


las rentas generadas por su ilícita actividad, los regalos, los rendimientos de las
inversiones y el producto de su venta misma. Pero no está claro que, como
afirma el recurrente, los 13.927 euros citados hayan sido computados para
calcular la cuota tributaria.

El recurrente lo «presume» y, para ello, acude a los razonamientos que


el Tribunal expone al abordar el tema de la aplicación del límite del art. 31 LIP,
pues allí trató de justificar la inclusión de las ganancias patrimoniales no
justificadas para calcular la base imponible del IRPF, entre otros argumentos,
por vía del art. 37 Ley IRPF. Por tanto, según el recurrente, si se está justificando
la inclusión en el IRPF de todas las ganancias patrimoniales no justificadas
(incluidos los ingresos delictivos procedentes de repartos de comisiones), debe
estar también este concreto reparto de 13.927 euros. Y, en apoyo de ello, cita y
reproduce los términos del informe pericial donde se expone la forma en que se
habría liquidado dichas cuotas.

Si observamos el primer párrafo de este informe (tal como es reproducido


por el propio recurrente -páginas nº 497 y 498 del recurso-), parece que lo que
los peritos indican es que «a efectos tributarios, se prescindirá de estas
cantidades, -parece referirse a los «pagos recibidos del entorno de Francisco
Correa» (donde cabría incluir los 13.927 euros)- y sí se considerarán ganancias
patrimoniales no justificadas todas las cantidades ingresadas en sus cuentas,
en efectivo o mediante transferencia de origen desconocido».

El segundo párrafo del informe (reproducido en la página nº 498 del


recurso), sin embargo, parece que viene a decir todo lo contrario cuando afirma,
en primer lugar, que el cobro de esos 13.927 euros procede de un contrato de

1215
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

publicidad vinculado con el PP y, a continuación, añade que, precisamente por


ese concreto origen, «salvo mejor criterio de Su Sª, tampoco tendremos en
cuenta para liquidar la cantidad posiblemente percibida por Luis Bárcenas
(13.927 euros) o la cantidad supuestamente invertida por él con anterioridad en
alguna de esas sociedades, de cuantía y fecha no suficientemente concretadas,
a nuestro entender».

2. En este marco, se comprueba que, en efecto, al examinar los cuadros


expresivos de los ingresos en las cuentas suizas entre los años 2000 y 2008 -
folios nº 1182 a 1191- cuyo montante asciende a esos 10.107.787,23 euros
indicados, observamos que, como se anunciaba por los peritos judiciales
únicamente se comprenden ingresos en efectivo o por transferencia,
debidamente especificados en cuanto a su fecha e importe y, en algún caso muy
excepcional, con indicación del ordenante, siendo o Luis Bárcenas o Francisco
Yáñez, así como por bonificaciones (estas últimas a partir de finales del año
2006). También se especifican los informes periciales de los que se extraen
estos datos, pero no se relacionan los montantes con ninguna operación
delictiva o reparto de dinero o comisión concreto.

Posteriormente, al acudir a los cuadros comprensivos de los cálculos de


las cuotas defraudadas (folios nº 1192 a 1216) encontramos las siguientes
correlaciones:

.- en el año 2000 (folios nº 1192 a 1194): para el IRPF, se computan


como rendimientos del capital los dividendos e intereses de bonos y de cuentas
fiduciarias en las cuentas suizas, como ganancias patrimoniales se computan
los viajes y la enajenación de valores y como ganancias patrimoniales no
justificadas se computan los ingresos en las cuentas suizas con un importe total
de 1.283.471,41 (folio nº 1193) enteramente coincidente con los ingresos totales
de ese año recogidos en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio
nº 1184).

En cuanto al IP, se incluye la valoración de los activos depositados en


las cuentas suizas (saldos y valores cotizados) para calcular el total de bienes y

1216
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

derechos no declarados y, a continuación, se efectúa el cálculo de la base


imponible y la base liquidable, así como su concreta liquidación.

.- en el año 2001 (folios nº 1194 a 1196): se calcula el IRPF y el IP en la


forma antedicha y con los conceptos indicados y, en concreto, por lo que a las
ganancias patrimoniales no justificadas se refiere, se computan los ingresos en
las cuentas suizas con un importe total de 1.316.997,83 (folio nº 1195)
enteramente coincidente con los ingresos totales de ese año recogidos en el
cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº 1185).

.- en el año 2002 (folios nº 1196 a 1198): siendo los cálculos los ya


apuntados, por lo que a las ganancias patrimoniales no justificadas se refiere,
se computan los ingresos en las cuentas suizas con un importe total de 549.000
(folio nº 1197) enteramente coincidente con los ingresos totales de ese año
recogidos en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº 1186).

.- en el año 2003 (folios nº 1198 a 1202): los cálculos son los mismos y,
en concreto, por lo que a las ganancias patrimoniales no justificadas se refiere,
se computan los ingresos en las cuentas suizas con un importe total de
2.422.500 (folio nº 1198) enteramente coincidente con los ingresos totales de
ese año recogidos en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº
1187).

.- en el año 2004 (folio nº 1202 a 1204): se reiteran los cálculos en la


forma dicha y en cuanto a las ganancias patrimoniales no justificadas, se
computan los ingresos en las cuentas suizas con un importe total de 2.171.000
(folio nº 1202). En este caso, la cifra es resultado de la suma de los 2.051.000
euros, recogidos en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº
1189), y de los 120.000 euros del ingreso efectuado por Rosalía Iglesias en su
cuenta de Cajamadrid el 05/03/2004.

.- en el año 2005 (folios nº 1202 a 1204): los cálculos son los expresados
y por lo que a las ganancias patrimoniales no justificadas se refiere, se computan
los ingresos en las cuentas suizas con un importe total de 1.251.000 (folio nº
1204) enteramente coincidente con los ingresos totales de ese año recogidos
en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº 1189).

1217
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- en el año 2006 (folios nº 1206 a 1213): lo mismo que en los anteriores,


los cálculos son los expresados, si bien se consigna como ganancias
patrimoniales no justificadas el importe de 230.000 (folio nº 1206). En este caso,
la cifra es resultado de restar de los 260.000 euros recogidos en el cuadro
expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº 1190), los 90.000 euros
correspondientes a los ingresos en la cuenta del Lombard Odier de Rosalía
Iglesias, puesto que ese año presentaron sendas declaraciones individuales y
que, por ello, se imputan a la declaración de IRPF de Rosalía, junto con los
500.000 euros correspondientes al ingreso por ésta efectuado el 19/01/2006 en
su cuenta de Cajamadrid, de los 560.000 euros que mendazmente consignó en
su declaración como supuestamente procedente de la venta de cuatro cuadros
en el año 1987.

Por otro lado, en el IRPF de Luis Bárcenas, la sentencia suma a los


ingresos cuantificados en 175.000 euros (260.000 euros menos 90.000 euros)
los 60.000 euros, correspondientes al «cheque Cajamadrid a favor de Luis
Bárcenas», siendo éstos los restantes 60.000 euros que Rosalía Iglesias
consignó en su declaración de IRPF -véase el punto 6 de la nota para el ponente
de los motivos décimo y undécimo del recurso de Rosalía Iglesias-.

.- en el año 2007 (folios nº 1213 a 1216): siendo los cálculos los


expresados, como ganancias patrimoniales no justificadas se consigna la
cantidad de 945.000 euros (folio nº 1214), frente a los 745.000 euros recogidos
en el cuadro expresivo de estos ingresos ya aludido (folio nº 1191), lo que parece
que se debe a un error de cálculo, al parecer, cometido en el cuadro de los
ingresos).

v) Finalmente, sobre la consideración de ganancia patrimonial no


justificada de lo ingresado en Suiza, el recurrente, al analizar las discrepancias
surgidas en el cálculo del Impuesto sobre el Patrimonio (página nº 483 del
recurso), reproduce lo indicado por la sentencia: «En consecuencia, si las
ganancias patrimoniales no justificadas no están contempladas por el legislador
dentro de un sistema de liquidación normal o regular, como no podía ser de otra
manera, vista la finalidad defraudatoria con que se ocultan, y teniendo en cuenta
que existe un precepto específico que las tiene en consideración como concepto

1218
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

autónomo, y lo cierto es que, cualquiera que sea la clase de esas ganancias,


con ellas se aumenta la capacidad económica del contribuyente, consideramos
que, por razones de coherencia con el sistema, las injustificadas, como
ganancias que son, se coloquen al mismo nivel que cualquier otra ganancia que
incremente la renta o el patrimonio, en su base imponible, de ahí que nos
decantemos por la pericia judicial y no por la de los peritos de parte» (folio nº
1181).

Esta argumentación forma parte de la respuesta dada por el Tribunal de


instancia a la discrepancia concretamente surgida sobre la aplicación del límite
conjunto de la cuota íntegra a que se refiere el art. 31 LIP (véase el apartado 2.3
-subapartado i, punto 3- del motivo decimosegundo del recurso de Luis
Bárcenas), que debe valorarse en su contexto, pues lo que concluye el Tribunal
de instancia no es que las ganancias patrimoniales injustificadas dejen de ser
delictivas por el hecho de tributarse -que es lo aquí defendido por el recurrente-
, sino que las mismas deben computarse asimismo para la aplicación del
referido límite conjunto, acudiendo, entre otros razonamientos, a lo dispuesto
por el art. 37 de la Ley del IRPF que dice: «las ganancias patrimoniales no
justificadas se integrarán en la base liquidable general del período impositivo
respecto del que se descubran, salvo que el contribuyente pruebe
suficientemente que ha sido titular de los bienes o derechos correspondientes
desde una fecha anterior a la del período de prescripción».

2.3.2. Al acudir a los pronunciamientos contenidos en la sentencia donde


se aborda la concreta calificación jurídica del delito de blanqueo de capitales
analizado (folios nº 1234 a 1236), el Tribunal de instancia comienza exponiendo
que «Se formula acusación por este complejo delictivo contra LUIS BÁRCENAS,
ROSALÍA IGLESIAS, IVÁN YÁÑEZ, ÁNGEL SANCHÍS PERALES y ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO», para pasar a analizar la concreta participación de los
Sres. Sanchís.

(Estos argumentos son objeto de estudio detallado en el motivo


decimoprimero del recurso del Ministerio Fiscal, puesto que la sentencia
acuerda la condena de estos dos acusados -los Sres. Sanchís- únicamente por

1219
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el delito de blanqueo, absolviéndolos de la falsedad documental que igualmente


les venía siendo imputada).

Por lo demás, en cuanto a la participación de los otros tres condenados


la sentencia se limita a señalar:

«Respecto de LUIS BÁRCENAS, lo decisivo es que es el dueño de ese


dinero que se blanquea, en algún caso con tanto éxito, que no ha sido posible
su localización.

Tampoco en el caso de ROSALÍA IGLESIAS, entre otras circunstancias,


por ser titular de esas cuentas corrientes en Suiza y en España por la que
circulan cantidades a blanquear, y por participar en la confección de la
documentación falsos a que venimos refiriéndonos.

Y en cuanto a IVÁN YÁÑEZ, a quien hemos considerado testaferro de


LUIS BÁRCENAS, poco decir mucho más, sino remitirnos a los hechos
probados y su complemento en la fundamentación fáctica, de la que, por reseñar
algo, importante para apreciar, también, en él la continuidad delictiva en el delito
de falsedad documental, es el falso contrato de asesoramiento plasmarían en el
contrato, de 01/10/2009, del que hemos hablado y su elevada y
desproporcionada comisión de éxito del 20%; así como el inexistente préstamo
con que pretende justificar, al menos en una parte, la devolución a LUIS
BÁRCENAS de los 600.000 que había sacado de la cuenta OBISPADO del
LOMBARD ODIER suizo y que aportó para la constitución de la sociedad
RUMAGOL. (Se trata de los 132.051 €, que dice que le devuelve por un
préstamo que mantiene que le había concedido para la regularización de
GRANDA GLOBAL cuando GRANDA GLOBAL ya hemos dicho que, de hecho,
era sociedad de LUIS BÁRCENAS).

Al tener que penar en régimen de concurso medial optaremos por una


sola pena, que, en el caso de LUIS BÁRCENAS, teniendo en consideración
cuantas circunstancias personales hemos tenido en cuenta, la fijamos en la
máxima a que nos permite llegar el art. 301 CP, que será la de SEIS años de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante la condena y multa de 30.000.000 €.

1220
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso de ROSALÍA IGLESIAS y en el de IVÁN YÁÑEZ la pena, será,


para cada uno, la de TRES años de prisión, con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
1.000.000 €.»

(1. Nótese que, la sentencia, en este concreto apartado relativo a la


subsunción jurídica, no contiene referencia alguna a si está teniendo en
consideración la agravación prevista por el art. 301.1, apartado tercero, CP
relativa a que los «bienes tengan su origen en alguno de los delitos
comprendidos en los Capítulos V, VI, VII, VIII, IX y X del Título XIX o en alguno
de los delitos del Capítulo I del Título XVI» -véanse los motivos decimosegundo
y decimotercero del recurso del Ministerio Fiscal, donde se propugna la punición
de los Sres. Sanchís y del Sr. Yáñez con arreglo a esta agravante y, en definitiva,
la consideración del cohecho, o bien de un tráfico de influencias, como delito
antecedente del blanqueo-.

2. Por otro lado, como vemos, tampoco se expresan cuáles han sido las
concretas cantidades que el Tribunal ha tomado en consideración a efectos de
calcular la multa de 30.000.000 euros impuesta a Luis Bárcenas, más allá de
especificar que se trata de la pena máxima. De hecho, esta inconcreción es
reiteradamente puesta de manifiesto por el recurrente (junto con el alcance del
comiso decretado, vinculado a «la ocultación de fondos en las cuentas suizas,
incluidas las de GRANDA GLOBAL») para justificar esa indeterminación que se
predica respecto del delito antecedente, así como la doble punición que se dice
cometida por haber sido sancionado dos veces por los mismos hechos (la
ocultación de fondos).

En concreto, el recurrente aduce -página nº 497 del recurso- que la multa


impuesta impide conocer si el importe contabilizado es el de las cuotas
defraudadas o el de los ingresos en las cuentas suizas.

En efecto, porque podría concluirse que la sentencia tiene en


consideración a efectos de calcular dicha multa el importe correspondiente a los
ingresos en que se han cuantificado los ingresos en las cuentas suizas de
10.017.787,23 euros (folio nº 253), siendo los 30.000.000 euros prácticamente
el triple de dicha cantidad (30.053.361,69 euros), ya que esto es lo que parece

1221
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

haberse efectuado por el Ministerio Fiscal para calcular la multa solicitada


(30.502.162 euros -folio nº 73-, siendo el triple de la suma de los 10.017.787,23
euros más los 149.600 euros sustraídos al PP).

Ello, no obstante, debe significarse que esta solución podría entrar en


contradicción respecto del criterio observado para calcular las multas impuestas
a los Sres. Sanchís y al Sr. Yáñez donde, como defiende el mismo Ministerio
Fiscal -véanse los motivos decimosegundo y decimotercero del recurso del
Ministerio Fiscal- se habrían tenido en consideración aquellas concretas
cantidades que en el factum se recogen como concretamente «blanqueadas»
por éstos (3.000.000 euros mediante un préstamo simulado respecto de los
Sres. Sanchís y 5.423.890,18 euros respecto del Sr. Yáñez -cifra que resulta de
los 600.000 euros ingresados en la cuenta de la sociedad uruguaya RUMAGOL
SA, 200.000 euros de los fondos transferidos desde la cuenta OBISPADO a una
cuenta en Bermudas, 1.223.890,18 euros de los fondos recibidos en GRANDA
GLOBAL, 1.000.000 euros de los fondos transferidos a LIDMEL
INTERNACIONAL SL, 2.000.000 euros de los fondos transferidos a GRUPO
SUR DE VALORES y 400.000 euros de los fondos transferidos a DISCOUNT
BANK-).

3. Siendo así, otra posibilidad sería la de considerar que el Tribunal ha


optado también por calcular la multa del Sr. Bárcenas en la forma indicada para
los otros acusados, es decir, atendiendo al montante de las operaciones de
blanqueo que se relacionan en los hechos probados, cuyo importe total
ascendería a 10.038.418,31 euros y, por tanto, siendo los 30.000.000 euros de
multa prácticamente el triple de dicha cantidad (30.115.254,93 euros).

Esta solución, además de homogeneizar los criterios tenidos en


consideración para calcular las multas de los condenados por este delito,
contaría con otros argumentos a su favor, toda vez que: a) deja fuera el importe
de 149.600 euros sustraídos al PP y respecto de los que la sentencia acuerda
su comiso, como sustitución de la responsabilidad civil dimanante del delito de
apropiación indebida por el que se condena a los Sres. Bárcenas-Iglesias, y, en
definitiva, al margen del comiso decretado por el delito de blanqueo. Lo que
podría asimismo dar respuesta a las quejas deducidas por el recurrente a

1222
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

propósito de la doble punición que se predica respecto del delito de apropiación


indebida, de tal forma que el blanqueo por las cantidades apropiadas de la «caja
B» del PP podría justificarse por los 150.050,61 euros igualmente sustraídos al
PP entre los años 2001 y 2003, que ingresó en una cuenta Suiza, cuyos fondos
fueron posteriormente transferidos a la Fundación Sinequanon y a las
sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL.. Todo ello, con independencia de
que igualmente se valore el hecho de que el matrimonio Bárcenas-Iglesias
emplease 149.000 euros para adquirir un bien inmueble en Baqueira como un
indicio más, dada su naturaleza de gasto de inversión claramente típico, de que
la finalidad que ha guiado todo su actuar era la de ocultar o encubrir bienes para
integrarlos en el sistema económico legal con apariencia de haber sido
adquiridos de forma lícita;

b) permite igualmente descartar las críticas vertidas en el recurso en


orden a afirmar que, en lo relativo al delito fiscal como delito precedente del
blanqueo, la sentencia tiene en consideración la base imponible y no sólo la
cuota tributaria defraudada, única cantidad que puede considerarse delictiva a
efectos de blanqueo. Y es que el recurrente sustenta esta afirmación en el hecho
de que la sentencia acuerda el comiso, por las ganancias y efectos del delito de
blanqueo, de lo «vinculado a la ocultación de fondos en las cuentas suizas,
incluidas las de GRANDA GLOBAL», siendo que los fondos que se declaran
ingresados en Suiza ascenderían a esos 10.017.787,23 euros (folio nº 253) y
que, como vimos, se habrían computado a efectos de calcular la cuota tributaria
potencialmente defraudada como ganancia patrimonial no justificada. Lo
expuesto, pues, permitiría distinguir claramente entre los fondos que se integran
en la base imponible -10.017.787,23 euros- a efectos del delito fiscal y aquellos
otros que se reputan delictivos a los efectos del delito de blanqueo -como son:
1.176.561,07 euros, en que se calculan los ingresos percibidos por la
intermediación en la adjudicación de contratos públicos, valiéndose de sus
influencias sobre cargos públicos (folio nº 223); 150.050,61 euros de los que se
apropió de la «caja B» al PP entre los años 2001 y 2003 y, en su caso, los
149.600 euros que se destinaron a la adquisición de un bien inmueble, aunque
esta inversión deba estimarse atípica en relación con el blanqueo por lo
expuesto; y el importe de las cuotas defraudadas entre los años 2000 y 2007

1223
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(folios nº 253 a 254) que, sumadas, ascenderían a 10.975.683,49 euros-.


Cantidades estas últimas que, a su vez, facilitarían el necesario examen que
debe efectuarse a propósito de si, en la relación entre el delito fiscal y el delito
de blanqueo, el importe de la cuota defraudada ha podido contaminar el
patrimonio del acusado y, en definitiva, si los actos de blanqueo necesariamente
recaen sobre las cuotas defraudadas -caso «Ballena Blanca»-;

c) por último, permite solventar las dudas suscitadas en relación con el


alcance del comiso decretado por el delito de blanqueo (lo «vinculado a la
ocultación de fondos en las cuentas suizas» -folios nº 1536 y 1537-) que, en
efecto, podría referirse a la totalidad de lo ingresado en Suiza (cuyos importes
se desglosan en los folios nº 1182 a 1191), puesto que, como tal, no se ve
limitado al importe de las concretas operaciones de blanqueo acreditadas y
enjuiciadas, ya que puede extenderse a la totalidad del patrimonio poseído,
incluso con anterioridad, cuyo origen lícito no haya sido acreditado, y sin que
tampoco pueda estimarse por ello vulnerada la doctrina Urralburu).

2.3.3. Al margen de lo anterior, al examinar los argumentos expuestos


en la sentencia para justificar la subsunción jurídica de los delitos fiscales, la
sentencia (folios nº 1224 y 1225) expone:

«Antes de entrar en este delito, en particular, apuntaremos brevemente


alguna de las consideraciones que hacíamos en la fundamentación fáctica, que
deben ser recordadas por lo que de común pueden aprovechar para la
comprensión de los diferentes delitos fiscales:

* La estrategia urdida para tratar de tratar de justificar sus incrementos


de patrimonio, que no tienen justificación alguna. Las explicaciones han sido
variadas; nos remitimos a los hechos probados y su correspondiente
fundamentación fáctica, y aquí solo recordaremos dos: una, la relativa a esa
inexistente recepción de fondos por parte de unos inversores uruguayos, que no
hemos tenido oportunidad de conocer, que dice que se los dejaron para que los
invirtiera, y que coincide que se los devuelve en 2009, cuando se incoa la
presente causa, coincidiendo con la dinámica de vaciamiento de sus cuentas
suizas, en búsqueda de fórmulas para ocultar sus fondos, lo que, al menos en

1224
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

parte, consiguió; y la otra, la relativa a las operaciones de compraventa de


cuadros.

* La teoría del levantamiento del velo, por lo que a las distintas


sociedades instrumentales de que se quiso valer LUIS BÁRCENAS para
encubrir lo que, en realidad, eran fondos suyos.

* Lo dicho sobre el entramado financiero en suiza, como medio para


ocultar sus fondos de procedencia ilícita.

* La finalidad defraudatoria que trató de encubrir mediante la


regularización del R.D. 12/2012, que no se puede hacer pasar por un acto de
leal colaboración fiscal, como se ha pretendido hacer ver. Y, en relación con el
referido R.D. los efectos de STC 73/2017.

* Lo dicho sobre el cambio de actitud de LUIS BÁRCENAS a mediados


de 2005, cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro para Suiza, y la creación
de sociedades interpuestas ubicadas en países no cooperantes (la fundación
panameña SINEQUANON es el ejemplo), que es una muestra más para seguir
asegurándose la mayor opacidad fiscal.

* Como también el cambio de estrategia para ocultar sus fondos que


articula a desde principios de 2009, cuando se incoa la presente causa.»

2.3.4. Por último, en los fundamentos jurídicos dedicados al análisis


valorativo de las pruebas practicadas, pueden relacionarse los siguientes actos
de blanqueo que se describen en la sentencia, de forma enteramente
coincidente con lo expresado en los hechos probados:

.- la creación de un entramado financiero en entidades bancarias suizas,


a través del cual invirtió en distintos valores y productos financieros, y cuyos
fondos, desde que en 2005 entrase en vigor el Acuerdo por el que Suiza se
comprometía a aplicar la Directiva Europea del Ahorro, transfirió a la Fundación
Sinequanon (domiciliada en Panamá) y que, a partir de 2009 -cuando se
produjeron las primeras detenciones con motivo de la presente causa-, transfirió
desde ésta a la entidad TESEDUL (sociedad uruguaya) y, posteriormente, a la
entidad GRANDA GLOBAL (sociedad constituida en Panamá y cuyo titular es

1225
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Iván Yáñez, testaferro de Luis Bárcenas) -folios nº 1084 a 1093-. Todas ellas,
sociedades «pantalla», que no tenían existencia real sino que, simplemente,
ocultaban el patrimonio de Luis Bárcenas por el que no había tributado, siendo
éste el real titular de cuantos fondos, dividendos y rendimientos nutrían las
cuentas abiertas a nombre de estas entidades, al margen de su titularidad
formal.

.- la apertura el 01/09/2006, de acuerdo con su mujer, Rosalía Iglesias,


de la cuenta RDRX 219858 en el LOMBARD ODIER de Ginebra, que se fue
nutriendo, con la colaboración y consentimiento de ésta y sabedora de su origen
ilícito, de rentas obtenidas por aquél de su ilícita actividad, que ella hizo suyas
(folios nº 1093 y 1122 a 1125 -folio nº 236 de los hechos probados-).

.- las inversiones realizadas de forma sucesiva e ininterrumpida con


estos fondos de procedencia ilícita, incluidas las cuotas dejadas de ingresar por
diferentes tributos y ejercicios, en distintos productos financieros, depositándose
igualmente en las mismas los dividendos y rendimientos obtenidos de acciones
de sociedades españolas y, en menor medida, desde el año 2007, de
inversiones en acciones de sociedades extranjeras, en fondos o en oro (folios
nº 1093 a 1108). Todo ello, junto con los cuadros expresivos del concreto origen
y montante de los rendimientos derivados de las inversiones realizadas entre
los años 2000 a 2010 (folios nº 1103 a 1108), que asimismo se recogen en los
hechos declarados probados (folios nº 237 a 242).

.- los 175.107 euros (254.774,32 USD) transferidos, el 16/11/2007, desde


la cuenta nº 204337 de la Fundación Sinequanon del LOMBARD ODIER, a la
cuenta RDRX 219858 del LOMBARD ODIER de Rosalía Iglesias (folio nº 1095
-folio nº 237 de los hechos probados-).

.- la cantidad de 1.223.890,18 euros*, transferida desde las cuentas nº


8402567 o 2825199 del DRESDNER BANK/LGT BANK y nº 505070 del
LOMBARD ODIER, ambas de TESEDUL, a GRANDA GLOBAL, de los que
233.890,18 euros proceden de la primera y 990.000 euros de la segunda (folio
nº 1095), que trataron de justificarse a través del simulado contrato de prestación
de servicios de 01/10/2009 suscrito entre Luis Bárcenas e Iván Yáñez (folios nº
237 y 246 de los hechos probados).

1226
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- los 115.636,82 euros transferidos, el 18/02/2008, desde la cuenta nº


204337 del LOMBARD ODIER de la Fundación Sinequanon a favor de PIFZ
HALIY (folio nº 1108 -folio nº 242 de los hechos probados-).

.- los pagos con tarjeta de crédito cargados, entre febrero y noviembre


de 2008, contra la cuenta de Rosalía Iglesias por importe de 9.897,16 euros
(folio nº 1108 -folio nº 242 de los hechos probados-).

.- los 3.000.000 euros, correspondientes al simulado contrato de


préstamo suscrito entre Luis Bárcenas y Ángel Sanchís Perales el 24/02/2009,
materializado en tres transferencias bancarias por importe de 1.000.000 euros,
los días 27/03, 03/04 y 06/05/2009, desde la cuenta del DRESDNER BANK a la
cuenta nº 0605140081 del HSBC de Nueva York, con la finalidad de trasladar
estos fondos para conseguir trasvases puntuales de cantidades menores, para
ser introducidos con apariencia de legalidad en España y ser de esta manera
aflorados en este país, bien mediante el simulado contrato de prestación de
servicios suscrito entre Luis Bárcenas y Ángel Sanchís Herrero el 16/06/2011 y
la emisión de facturas falsas por parte del primero, o bien a través de las
transferencias efectuadas por los Sres. Sanchís a favor del matrimonio o de
otros parientes (folios nº 1110 a 1117 y 1119 a 1120 -folios nº 243 a 245 de los
hechos probados-).

.- los 600.000 euros* que Iván Yáñez, a través de la sociedad RUMAGOL


(como socio al 50% junto con Ángel Sanchís Herrero), devolvió a Luis Bárcenas,
tras cerrarse en febrero de 2013. Cantidad que se ingresó en la cuenta personal
de Iván Yáñez de INTERACTIVE BROKERS CO LTD, desde la que el
11/04/2013 trató de restituir a Luis Bárcenas 132.051 euros, no lográndolo, por
lo que posteriormente simularon un contrato de préstamo, aparentemente
suscrito el 20/092012, que igualmente se utilizó con el fin de justificar que el
pago de la DTE de GRANDA GLOBAL se hiciera con fondos de Luis Bárcenas
(folios nº 1117 a 1119 -folios nº 245 y 246 de los hechos probados-).

.- los 200.000 euros* ordenada desde la cuenta RDRX 219858 a la


cuenta OBISPADO, entre el 16/03 y el 15/06/2009, y desde esta cuenta,
ordenada por Iván Yáñez, a la nº 00800112695 del banco BUTTERFIELD

1227
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TRUST (Bermuda), para poder disponer de este dinero el matrimonio (folio nº


1122 -folio nº 246 de los hechos probados-).

- la cantidad de 1.000.000 euros* que se transfiere por la Fundación


Sinequanon a la cuenta nº 000162353 del HSBC de Nueva York de la entidad
uruguaya LIDMEL INTERNACIONAL SA, por medio de cuatro transferencias,
realizadas el 04/06/2009 por importe de 200.000 euros (284.700 $), el
11/06/2009 por importe de 300.000 euros (417.600 $), el 22/06/2009 por importe
de 220.000 euros (304.356,18 $) y el 30/06/2009 por importe de 280.000 euros
(391.940,64 $) -folio nº 1126 y nº 247 de los hechos probados-.

.- la cantidad de 2.000.000 euros* que se transfiere desde la Fundación


Sinequanon a la cuenta nº 000151688 del HSBC de Nueva York, de la sociedad
uruguaya GRUPO SUR DE VALORES SA, por medio de dos transferencias,
realizadas el 24/03/2009 por importe de 1.000.000 euros (1.297.015 $) y de
04/04/2009 por importe de 1.000.000 euros (1.319.179,50 $) -folio nº 247 de los
hechos probados-.

.- los 400.000 euros* transferidos desde la cuenta del LOMBARD ODIER


de la Fundación Sinequanon a la sociedad TESEDUL, abierta en el DISCOUNT
BANK de Montevideo, mediante dos transferencias, los días 11 y 18/04/2011,
cuya localización no ha sido posible (folio nº 247, de los hechos probados).

.- las retiradas de fondos en efectivo de las cuentas de TESEDUL


efectuadas por Luis Bárcenas por importe de 330.500 euros, entre febrero y
agosto de 2012 (folio nº 247 de los hechos probados), y de la cuenta de
GRANDA GLOBAL en SYZ & CO, por importe total de 52.386,33 euros, entre
mayo y diciembre de 2010, y, en concreto: el 04/05 por importe de 15.000 euros,
el 05/11 por importe de 5.000, el 15/11 por importe de 5.000 euros, el 09/12 por
importe de 20.000 euros, el 09/12 por importe de 386,33 euros, y el 14/12 por
importe de 5.000 euros. Todas ellas como enmarcadas dentro de la estrategia
de ocultación de fondos posterior a febrero de 2009, a fin de evitar la incautación
de las mismas, habiendo reconocido Iván Yáñes que fue él quien hizo las
retiradas de GRANDA GLOBAL (folio nº 1127 y nº 247 de los hechos probados).

1228
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- los 11.000 euros transferidos, primeramente, a la cuenta de TESEDUL


del LOMBARD ODIER que salen de ésta el día 06/11/2012 y que llegan a la
cuenta nº 20381168206000434664 en España de Rosalía Iglesias el 1804/2013,
pasando por la cuenta de BBI BEYOND BOUNDARIES HELISKI
INTERNATIONAL TRUST REG., transferidos por Luis Bárcenas, que se
enmarca en la estrategia de repatriación de recursos (folio nº 1127 -folio nº 247
de los hechos probados).

.- los 330.000 euros, correspondientes al préstamo suscrito por Luis


Bárcenas el 09/12/2002, con el simulado propósito de adquirir una obra de arte,
del que dispuso el 10/12/2002 y que canceló en poco más de un mes, el
20/01/2003 (folios nº 1128 a 1139 -folio nº 248 de los hechos probados).

.- los 120.000 euros que ingresó Rosalía Iglesias en su cuenta el


05/03/2004, aflorados mediante la mendaz consignación en el IRPF de 2004 de
la supuesta venta por importe de 270.000 euros de un bodegón en el año 1983.
Operación con la que también trató de justificar la apropiación de los 149.600
euros de la «caja B» del PP, consignando mendazmente en la declaración de
IRPF del año 2005 la cantidad de 149.600 euros, supuestamente procedente de
los 150.000 euros del segundo pago de los 270.000 euros antedichos (folios nº
1139 a 1141 -folio nº 249 de los hechos probados).

.- los 500.000 euros que se ingresaron en la cuenta de Rosalía Iglesias


el 19/01/2006, que se trataron de justificar a través de la consignación mendaz
en su declaración de IRPF de 2006, modalidad individual, de la cantidad de
560.000 euros como supuestamente procedente de una transmisión de cuatro
cuadros adquiridos en el año 1987, de nuevo, haciendo constar una fecha de
adquisición que les permitiese eludir la tributación de estas cantidades (folios nº
1141 a 1162 -folios nº 248 a 252).

(Cabe significar que la suma de todas estas cantidades es la que arroja


la cifra de 10.038.418,31 euros, como cantidad con que hubiera podido
calcularse por la sentencia la pena de multa impuesta a Luis Bárcenas por este
delito de blanqueo).

3. Jurisprudencia de la Sala de lo Penal sobre las cuestiones suscitadas.

1229
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

i) Sobre el delito de blanqueo de capitales, sin perjuicio de dar por


reproducida la expuesta en el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas,
cabría acudir a la STS 644/2018, de 13 de diciembre (Recurso núm. 139/2018),
en tanto señala:

«Ciertamente, como recuerda la sentencia de esta Sala 811/2012, de 30


de octubre, ya nos hemos pronunciado reiteradamente sobre el delito de
blanqueo de capitales y sobre sus especialidades probatorias. Desde las
iniciales sentencias sobre este tipo delictivo, núm. 649/96, de 7 de diciembre
("Caso Nécora ") , núm. 356/1998 de 15 de abril núm. 1637/2000, de 10 de
enero, y núm. 2410/2001, de 18 de diciembre , entre otras, esta Sala ha
recordado que el art. 546 bis f), antecedente del art 301 del CP 95 , hoy
reformado por las LO 15/2003, de 25 de diciembre y LO 5/2010, de 22 de junio
, fue introducido en nuestra legislación como novedad rigurosa por la L.O. 1/88
de 24 de marzo, " con el objetivo de hacer posible la intervención del Derecho
Penal en todos los tramos del circuito económico del tráfico de drogas",
pretendiendo "incriminar las conductas que vienen denominándose blanqueo de
dinero de ilícita procedencia", como literalmente señalaba la Exposición de
Motivos de la referida Ley de 1988.

La técnica inicialmente adoptada por el Legislador fue la de adaptar el


delito de receptación, que ya aparecía definido en el art. 546 bis a), a las nuevas
necesidades de punición, refiriéndolo, no a los delitos contra los bienes objeto
de la citada receptación genérica, sino a los delitos de tráfico de drogas de los
arts. 344 a 344 bis b), con las ampliaciones que se estimaron precisas, de modo
que en esta nueva figura del delito la acción de aprovechamiento podía
realizarse no sólo en favor del sujeto activo de la infracción ("para sí", decía el
art. 546 bis a), sino también en beneficio de un tercero y, por otro lado, podían
ser objeto de aprovechamiento los mismos efectos del delito receptado o las
ganancias que con tales efectos hubieran podido obtenerse.

Esta voluntad de ampliación de la punición penal a conductas antes


atípicas, a fin de disponer de una nueva arma en la lucha contra el tráfico de
drogas, puesta de manifiesto de modo unánime por nuestra doctrina penal y
también por la jurisprudencia de esta Sala que tuvo ocasión de pronunciarse

1230
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sobre el delito definido en el art 546 bis f) (Sentencias de 4 de septiembre de


1991, 5 de octubre de 1992, 27 de diciembre de 1993, 16 de junio de 1993, 21
de septiembre de 1994 y 28 de octubre de 1994), ofrece un criterio de amplitud
en la interpretación de esta norma penal, que debe ser aplicado, en cualquier
caso, dentro de los límites que impone el respeto al principio de legalidad.

Esta inicial punición del blanqueo seguía la tendencia internacional y,


entre otras, las Recomendaciones del Consejo de Europa de 27 de junio de
1980 y del Parlamento Europeo de 9 de octubre de 1996. Asimismo, tras la
Convención de las Naciones Unidas hecha en Viena el 20 de diciembre de 1988,
cuyo artículo 3º imponía a los Estados firmantes la obligación de introducir en
sus ordenamientos penales preceptos que castigaran el blanqueo o lavado de
dinero procedente del narcotráfico se incorporaron los arts. 344 bis h) e i). Y,
tras la Convención del Consejo de Europa de 9 de noviembre de 1990, se amplía
la tipología de delitos de los que puede provenir el dinero ilícito (siguiendo
asimismo la Directiva 91/308 del Consejo UE), dando lugar a los arts. 301 a 304
del Código Penal de 1995.

Con posterioridad la acción preventiva internacional contra el blanqueo


de capitales (lavado de activos, en la terminología anglosajona), continuó con la
Declaración política y Plan de acción contra el Blanqueo de dinero de 10 junio
de 1998, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Convenio de las
Naciones Unidas para la Reprensión de la Financiación del Terrorismo, de 9 de
diciembre de 1999, la Convención de Palermo, o Convención de la ONU contra
la delincuencia organizada transnacional, de 15 de noviembre de 2000, las
Recomendaciones del GAFI (grupo de acción financiera internacional), la
Convención de la ONU contra la Corrupción de 31 de octubre de 2003 y el
Convenio del Consejo de Europa (Convenio de Estrasburgo) de 16 de mayo de
2005, relativo al decomiso de los efectos del delito, entre otros.

Y en el ámbito de la Unión Europea, la Decisión Marco del Consejo de


26 de junio de 2001, relativa al blanqueo de capitales, la Decisión Marco del
Consejo de 24 de febrero de 2005, relativa al decomiso de los efectos del delito,
el Reglamento 1889, relativo a los controles sobre la entrada y salida de dinero

1231
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en efectivo de la Comunidad, la Directiva 2005/60/CE, sobre prevención del


blanqueo, etc.

Este conjunto de Convenciones Internacionales y normas de derecho


europeo e interno (en el ámbito interno debe destacarse entre las normas
recientes la Ley 10/2010, de 28 de abril, de prevención del blanqueo de capitales
y de la financiación del terrorismo) tienen por finalidad impedir la conversión o
transformación de bienes cuya generación se produce extramuros de la
legalidad al ser ilícita la actividad que los genera, pero sin pretender con la
punición de estas conductas castigar directamente el delito base o delito de
origen (aquél que genera los bienes que luego se tratan de transformar en el
mercado lícito) que tiene una respuesta penal distinta y autónoma.

Se trata, fundamentalmente, de dificultar el agotamiento de dichos delitos


en lo que se refiere a la obtención de un beneficio económico extraordinario
(auténtica finalidad perseguida con su ejecución), conseguido por no tener que
soportar los costes personales, financieros, industriales y tributarios que se
exigen a la ganancia obtenida lícitamente, con desestabilización de las
condiciones de la competencia y el mercado, de ahí que el blanqueo se ubique
sistemáticamente en el Título XIII del Libro II del Código Penal , dedicado a los
delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico.

Y, debe tenerse en cuenta, en todo caso, que las penas de aquel


precepto-art 546 bis f, eran las mismas con algún matiz que las previstas en el
vigente art 301: prisión menor (6 meses y 1 día a 6 años y multa de 1 a
100.000,000 pts). Ello además de la consideración dogmática del delito de
blanqueo como permanente, y de su consumación en el momento en el que se
realizan cualesquiera de los actos encaminados, en palabras del art 301 CP
,a…ocultar o encubrir su origen ilícito”, habiéndose realizado esas operaciones,
según el juicio histórico, ya bajo la vigencia de la LO.1/1988, de 24 de marzo
(Cfr STS 257/2014, de 1 de abril)».

Por su parte, la STS 149/2017, de 9 de marzo (Recurso núm. 1488/2016)


realiza las siguientes puntualizaciones:

1232
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«a) En primer lugar, deberán probarse cumplidamente los actos de


transformación de bienes o de camuflaje en cualquiera de las acciones del tipo,
es decir, adquirir, poseer, utilizar, convertir, o transmitir bienes, o bien realizar
estos comportamientos: cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen
ilícito, o para ayudar a la persona que haya participado en la infracción o
infracciones a eludir las consecuencias legales de sus actos. Hemos dicho
también en la STS 265/2015, de 29 de abril, que la finalidad de encubrir u ocultar
la ilícita procedencia de los bienes o ayudar a los participantes del delito previo,
constituye un elemento esencial integrante de todas las conductas previstas en
el art. 301.1 C.P.

b) Hemos dicho que no es acto tipificado como de blanqueo, la


adquisición de productos cotidianos de consumo o en cantidad exigua. Una vez
incorporadas a la tipicidad del blanqueo por la reforma de 2010 las conductas
de “poseer o utilizar” se impone necesariamente excluir de la sanción penal
como blanqueo comportamientos absolutamente inidóneos para comprometer
el bien jurídico protegido por no estar orientados ni a ocultar o encubrir el origen
ilícito de los bienes ni a ayudar a eludir la persecución del delito base. De otro
modo la tipificación de la mera utilización o posesión de bienes de procedencia
delictiva, sin más requisitos, conduciría a consecuencias absurdas, como ha
destacado con acierto la doctrina, determinando una penalización desmedida,
pues cualquier conducta de agotamiento de un delito con efectos económicos
se podría sancionar como blanqueo, vulnerando el principio de lesividad material
y el de proporcionalidad, así como la prohibición constitucional del “Bis in ídem”
en los supuestos de autoblanqueo (STS 693/2015, de 12 de noviembre).

c) También hemos dicho que hora es, ya, de desvincular el cuadro


indiciario relativo al tipo básico del blanqueo, de toda referencia a la relación con
personas, grupos u organizaciones, para sustituirla por relación con una
“actividad delictiva”, que es lo que exige el tipo básico como procedencia de los
bienes, y construir un nuevo cuadro indiciario referido específicamente al tipo
agravado.

d) Por exigencias del principio de proporcionalidad, la transmisión de


sumas pequeñas de dinero, han de tener una mínima respuesta penal.

1233
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e) Debe probarse la procedencia del dinero blanqueado de una actividad


delictiva, no sencillamente ilícita, pues aquello lo que exige el tipo penal.

f) No es precisa una condena previa para esa actividad delictiva, ni por


consiguiente, juegan aspectos relativos a la prescripción del delito del que
procedan los bienes.

g) Los subtipos agravados requieren igualmente una prueba rigurosa, de


manera que la integración en la organización criminal exige prueba concluyente.

h) En cuanto al elemento subjetivo del delito, el Código Penal contempla


fórmulas dolosas e imprudentes, pero en las primeras se incluye el dolo directo
y el dolo eventual.

i) Para acreditar que el recurrente tenía conocimiento de la procedencia


delictiva del dinero que blanqueaba, han de tomarse en consideración cuatro
factores: En primer lugar, y en lo que se refiere a la precisión de las actuaciones
delictivas, nuestra doctrina jurisprudencial no exige el conocimiento de los
detalles o pormenores de las operaciones específicas de tráfico de las que
procede el dinero, sino exclusivamente el conocimiento de su procedencia
genérica de dicha actividad (STS 586/86, de 29 de mayo, o STS 228/13, de 22
de marzo). En segundo lugar, y en lo que se refiere a la naturaleza del
conocimiento, nuestra doctrina ha venido afirmando que el conocimiento
exigible no implica saber (en sentido fuerte), como sucede cuando el
conocimiento se deriva de la observación científica de un fenómeno, o de la
implicación personal y directa del sujeto como protagonista de la actividad de
tráfico (lo que solo tendría lugar en casos de autoblanqueo), sino que se trata
de un conocimiento práctico, del que se obtiene a través de la experiencia y de
la razón, y que permite representarse una conclusión como la más probable en
una situación dada. Es el conocimiento que normalmente, en las relaciones de
la vida diaria, permite a una persona discriminar, establecer diferencias, orientar
su comportamiento, saber a qué atenerse respecto a algo o alguien (STS
1113/2004, de 9 de octubre o 28/2010, de 28 de enero). En tercer lugar, y como
consecuencia de lo anterior, en lo que se refiere al dolo exigible, basta con el
eventual, siendo suficiente que el acusado disponga de datos suficientes para
poder inferir que el dinero procede del tráfico de estupefacientes, y le resulte

1234
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

indiferente dicha procedencia (STS 228/2013, de 22 de marzo, o STS


1286/2006, de 30 de noviembre). Y, en cuarto lugar, en cuanto a la prueba,
nuestra doctrina afirma que basta con la indiciaria, que es la que ordinariamente
nos permitirá obtener una conclusión razonable sobre el conocimiento interno
del sujeto (STS 216/06, de 2 de marzo o 289/2006, de 15 de marzo).

j) El autor puede ser cualquiera: es un delito común.

k) Finalmente, no puede existir blanqueo sin cuantificación económica.».

Por último, en lo relativo a las afirmaciones el recurrente en orden a


sostener que es preciso que la sentencia concrete o relacione el producto ilícito
de cada delito y el acto posterior de inversión, gestión, transmisión o
transferencia del mismo, podríamos acudir a lo afirmado por la STS 444/2018,
de 9 de octubre (Recurso núm. 2701/2017):

«Tampoco podemos exigir una “plena accesoriedad” del delito de


blanqueo con “la actividad delictiva precedente”, -que no condena, no lo
olvidemos- ya que señala esta Sala del Tribunal Supremo en Sentencia
809/2014 de 26 Nov. 2014, Rec. 626/2014 que “debemos ponderar en relación
con el delito de blanqueo de capitales que:

a) Mientras en la receptación y en el encubrimiento el legislador excluye


explícitamente a los partícipes del delito previo determinante, tal exclusión no se
ha incorporado nunca a la descripción del tipo del blanqueo; sino que además,
desde la última reforma, se sanciona expresamente esta conducta cometida por
el autor del delito previo.

b) Pese a la proximidad del blanqueo con la receptación, la consideración


de mayor gravedad del blanqueo para el legislador, resulta obvia si atendemos
a la entidad de las penas que respectivamente les conminan.

c) Ello deriva de la mayor autonomía del blanqueo de capitales frente al


delito previo, que la receptación y el encubrimiento, como resulta así mismo de
toda ausencia limitativa de la pena del blanqueo a la del delito previo, como por
contra se establece para el encubrimiento y la receptación en los arts. 452 y
298.3 CP.

1235
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

d) Consiguientemente, ninguna accesoriedad, ni siquiera limitada cabe


predicar del delito blanqueo en relación con el delito precedente”.

No es exigido el “anclaje” del delito antecedente con el de blanqueo de


capitales, sino tan solo las conductas descritas en los apartados 1 y 2 del art.
301 CP, en cuanto mención a que “sabiendo que estos bienes tienen su origen
en una actividad delictiva …”, con lo que la precisión que se exige en la relación
del tipo penal del art. 301 CP a modo de condena no es elemento exigido en el
tipo penal que estamos examinando.

Señalar, por último, que el precio obtenido por la comisión del delito
antecedente tiene la consideración de "dinero procedente de un acto ilícito" en
razón a la consideración de la "actividad delictiva previa" exigida para la
comisión del blanqueo de capitales, al objeto de llevar a cabo cualquiera de los
verbos nucleares de los apartados 1 y 2 del art. 301 CP. Y en este caso, el precio
relativo a las comisiones percibidas por el recurrente por las facturas libradas.»

ii) Sobre la punición autónoma del autoblanqueo, resulta obligado


reproducir los pronunciamientos íntegros de la STS 809/2014, de 26 de
noviembre (Recurso núm. 626/2014), en tanto declara:

«(…) debemos partir de la jurisprudencia de esta Sala, que al menos


desde el Pleno no jurisdiccional celebrado el 18 de julio de 2006, donde se
acordó que: “el art. 301 Código Penal no excluye, en todo caso, el concurso real
con el delito antecedente”, el criterio casi pacífico, salvo ocasionales
digresiones, es la punición del autoblanqueo: 796/2010, de 17 de septiembre;
811/2012, de 30 de octubre; 884/2012, de 8 de noviembre; 997/2012, de 5 de
diciembre; 884/2012, de 8 de noviembre, 974/2012, de 5 de diciembre,
279/2013, de 6 de marzo; entre otras varias.

La afirmación del recurrente de la consideración de la compra del


vehículo con las ganancias obtenidas por el tráfico de drogas como mero
agotamiento del delito impune, tiene su sustento en la doctrina de los actos
copenados impunes; que si bien carece de contenido y contornos nítidos, su
proyección al supuesto de autos supondría que, aunque aisladamente
considerado el hecho subsiguiente de la compra del vehículo sería subsumible

1236
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en el delito de blanqueo de capitales, en cuanto integra el medio de asegurar o


realizar el beneficio obtenido directamente perseguido por el hecho delictivo
anterior, en virtud del principio de consunción, quedaría consumido por el delito
inicial de tráfico de drogas, al cual sigue.

Aún cuando tráfico de drogas y blanqueo de capitales, atienden a tutelar


bienes jurídicos diversos, se argumenta desde una consideración valorativa
criminológica, que el legislador, al prever el marco penal del tipo principal, habría
tenido en cuenta la fisonomía habitual de las realizaciones típicas de los delitos
correspondientes, de manera que aunque el hecho en este caso subsiguiente
no se vea directa y formalmente reflejado en el tenor literal del delito prevalente,
lo está contemplado de modo implícito, en función de la fenomenología criminal
con que se presenta. Dicho de otro modo, aunque el ánimo de disfrute de las
ganancias no sea requisito del delito de tráfico de drogas, la obtención de
beneficio y ganancias con el mismo y su ulterior disfrute, resultan ya ponderados
en la determinación de su pena pues fenomenológicamente integra un binomio
de difícil escisión, de modo que la imposición de una pena autónoma, junto con
la pena correspondiente al hecho principal, infringiría la prohibición de doble
desvaloración. No en vano, la mayor plasmación de los actos copenados, los
encontramos en manifestaciones de actos de aprovechamiento, de
aseguramiento y de autoprotección.

Pero consecuentemente, para poder hablar de acto copenado es


absolutamente necesario, por una parte, que entre el hecho previo o posterior,
y el principal, exista una relación de tal índole o naturaleza que permita afirmar
que el legislador, a la hora de prever la pena para el tipo de delito en el que
encaja el hecho principal, ha tenido ya en cuenta la previa o subsiguiente
realización de ese otro hecho; y por otra, que el legislador no haya decidido que
ese acto de aprovechamiento, aseguramiento o de autoprotección, deba
sancionarse autónomamente, entre otras razones, en atención a una especial
protección de bien jurídico que conculcan, diverso del delito al que subsiguen, o
por entender, que precisamente este bien jurídico no ponderado en el delito
inicial, justifica que deba ser objeto de sanción independizada por razones de
política criminal, como por ejemplo al entenderlo un instrumento idóneo para
combatir la criminalidad organizada, que directa o indirectamente con frecuencia

1237
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

subyace en la generación de riqueza ilícita y su retorno al circuito y flujo legal de


capitales.

Así debemos ponderar en relación con el delito de blanqueo de capitales


que:

a) Mientras en la receptación y en el encubrimiento el legislador excluye


explícitamente a los partícipes del delito previo determinante, tal exclusión no se
ha incorporado nunca a la descripción del tipo del blanqueo; sino que además,
desde la última reforma, se sanciona expresamente esta conducta cometida por
el autor del delito previo.

b) Pese a la proximidad del blanqueo con la receptación, la consideración


de mayor gravedad del banqueo para el legislador, resulta obvia si atendemos
a la entidad de las penas que respectivamente les conminan.

c) Ello deriva de la mayor autonomía del blanqueo de capitales frente al


delito previo, que la receptación y el encubrimiento, como resulta así mismo de
toda ausencia limitativa de la pena del blanqueo a la del delito previo, como por
contra se establece para el encubrimiento y la receptación en los arts. 452 y
298.3 CP.

d) Consiguientemente, ninguna accesoriedad, ni siquiera limitada cabe


predicar del delito blanqueo en relación con el delito precedente.

Ya resulta una interpretación extensiva, entender la consunción en


sentido exclusivamente valorativo, para poder prescindir de la necesaria unidad
de acto que configura el concurso de normas, pero excede ya de su ámbito,
entender como precepto más amplio o complejo, el delito de tráfico de drogas,
frente de determinados supuestos de blanqueo de capitales, donde además de
tutelar el orden socioeconómico; dado su carácter pluriofensivo también protege
intereses de la Administración de Justicia y eventual y muy parcialmente la salud
pública, en cuanto bien tutelado por el delito previo que haya generado el capital
ilícito; pues en el ilícito de blanqueo, al margen de las dificultades que origina
para la persecución del delito previo o para la efectividad de su decomiso, su
característica principal no reside en el mero disfrute o aprovechamiento de las
ganancias ilícitas, ni siquiera en darles “salida”, para posibilitar de modo

1238
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

indirecto ese disfrute, sino que se sanciona en consideración al “retorno”, en


cuanto eslabón necesario para que la riqueza así generada pueda ser
introducida en el ciclo económico; de modo que el precepto del tráfico de drogas,
ni aún desde la perspectiva valorativa analizada, comprende íntegramente el
desvalor de varias de las distintas actividades de blanqueo.

Si bien no resulta determinante, sí es revelador, de la anterior conclusión,


que resulta con frecuencia y así en el caso de autos, el acto copenado,
(consumpta), de mayor gravedad que el delito (lex consumens) al que subsigue;
el tipo del 368 para sustancias que causan grave daño a la salud se sanciona
con pena de prisión de tres a seis años y multa del tanto al triplo; mientras que
el tipo del 301 cuando los bienes tengan su origen en alguno de los delitos
relacionados con el tráfico de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas, se castiga con pena de tres años y tres meses de prisión y multa
de duplo al triplo. Resulta de suma dificultad entender que en estos supuestos
el legislador, sancionaba el tráfico de drogas con una pena determinada,
previendo que en su consumación se perpetraría actividad típica sancionada
con mayor pena, que entendía embebidas en el marco penal del primer ilícito.

No parece congruente, que se sancione con mayor gravedad a quien


solo blanquea ganancias del narcotráfico que a quien además de dedicarse a la
actividad de tráfico de drogas, blanquea las ganancias obtenidas.

Tampoco resolvería la cuestión, sancionar exclusivamente el delito de


blanqueo de capitales, pues el desvalor por la lesión al bien jurídico tutelado en
el tráfico de drogas, la salud pública, supondría un aporte del injusto no
sancionado.

En definitiva, no existía inviabilidad típica para sancionar el denominado


“autoblanqueo”, antes de la reforma operada en el artículo 310 CP, por la LO
5/2010, que ya lo menciona expresamente. Aunque el autoencubrimiento, no
sea sancionado, el blanqueo de capitales, en cuanto exceda del mero
encubrimiento, debe ser sancionado, aunque sea realizado por el propio autor
del delito que genera las ganancias.»

1239
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Más recientemente, la STS 693/2019, de 29 de abril de 2020 (Recurso


núm. 1158/2018, caso «Palau») expone:

«7.2. Como hemos indicado en numerosas resoluciones como son las


sentencias núm. 849/2014, de 2 de diciembre citada en la sentencia recurrida,
o la 238/2016, de 29 de marzo, entre otras muchas, no existía inviabilidad típica
para sancionar el denominado "autoblanqueo", antes de la reforma operada en
el artículo 310 CP, por la LO 5/2010, que se limita recoger la doctrina
jurisprudencial al respecto.

Aunque el autoencubrimiento, no sea sancionado, el blanqueo de


capitales, en cuanto excede del mero encubrimiento, debe ser sancionado,
aunque sea realizado por el propio autor del delito que genera las ganancias.
Para poder hablar de acto copenado es absolutamente necesario, por una parte,
que entre el hecho previo o posterior, y el principal, exista una relación de tal
índole o naturaleza que permita afirmar que el legislador, a la hora de prever la
pena para el tipo de delito en el que encaja el hecho principal, ha tenido ya en
cuenta la previa o subsiguiente realización de ese otro hecho; y por otra, que el
legislador no haya decidido que ese acto de aprovechamiento, aseguramiento
o de autoprotección, deba sancionarse autónomamente, entre otras razones, en
atención a un especial protección de bien jurídico que conculcan, diverso del
delito al que subsiguen, o por entender, que precisamente este bien jurídico no
ponderado en el delito inicial, justifica que deba ser objeto de sanción
independizada por razones de política criminal, como por ejemplo al entenderlo
un instrumento idóneo para combatir la criminalidad organizada, que directa o
indirectamente con frecuencia subyace en la generación de riqueza ilícita y su
retorno al circuito y flujo legal de capitales.

Por ello, debemos ponderar en relación con el delito de blanqueo de


capitales que:

a) Mientras en la receptación y en el encubrimiento el legislador excluye


explícitamente a los partícipes del delito previo determinante, tal exclusión no se
ha incorporado nunca a la descripción del tipo del blanqueo; sino que además,
desde la última reforma se sanciona expresamente esta conducta cometida por
el autor del delito previo.

1240
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) Pese a la proximidad del blanqueo con la receptación, la consideración


de mayor gravedad del blanqueo para el legislador, resulta obvia si atendemos
a la entidad de las penas que respectivamente les conminan.

c) Ello deriva de la mayor autonomía del blanqueo de capitales frente al


delito previo, que la receptación y el encubrimiento, como resulta así mismo de
toda ausencia limitativa de la pena del blanqueo a la del delito previo, como por
contra se establece para el encubrimiento y la receptación en los arts. 452 y
298.3 CP.

d) Consiguientemente, ninguna accesoriedad, ni siquiera limitada cabe


predicar del delito blanqueo en relación con el delito precedente.

7.3. No obstante, es cierto, como indicamos en la sentencia antes citada


que resultaba de suma dificultad, aplicar determinadas actividades típicas del
artículo 301 CP, al propio autor del delito previo o determinante; y así el propio
informe del Consejo General del Poder Judicial respecto a los autores o
cómplices de delitos patrimoniales y socioeconómicos; donde advertía del
riesgo de conculcar la proscripción constitucional de bis in idem, en relación
fundamentalmente con la actividad de "posesión", al formar parte de la
consumación en estos; de modo que en las actividades típicas donde el
autoblanqueo no conlleva un doble desvalor, la aplicación del criterio del
concurso real no pude devenir automática.

De modo que se proponen diversos criterios de restricción teleológica,


para considerar atípicos todos los objetos materiales de cuantía irrelevante, en
virtud del principio de insignificancia, por su nula incidencia en el orden
socioeconómico, así como en virtud de la inviabilidad de la absoluta exclusión
de la actividad económica de cualquier ciudadano, que no puede serle privada
las actividades de compra diaria para atender a las necesidades vitales
cotidianas, de otro modo proscritas. Añade la STS 265/2015, de 29 de abril , con
la cita de diversos precedentes, que la esencia del tipo lo integra la expresión
"con la finalidad de ocultar o encubrir el origen ilícito"; finalidad u objeto de la
conducta que debe encontrarse presente en todos los comportamientos
descritos por el tipo; el que adquiera, posea, utilice, convierta, transmita o realice

1241
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cualquier otro acto, para ser típico se exige que sea para ocultar o encubrir el
origen ilícito de bienes procedentes de una actividad delictiva.

Como expresaba la STS 884/2012, de 8 de noviembre y resulta de la


idea de "alejamiento" de los bienes de su origen delictivo, "(...) para colmar el
juicio de tipicidad no bastará, por tanto, con la constatación del tipo objetivo,
será indispensable acreditar la voluntad de activar un proceso de integración o
reconversión de los bienes obtenidos mediante la previa comisión de un hecho
delictivo, logrando así dar apariencia de licitud a las ganancias asociadas al
delito".

Por todo ello, no bastaría con adquirir, poseer o utilizar de cualquier modo
las ganancias obtenidas ilícitamente para cometer delito de blanqueo. Es
necesario atender a la idoneidad de los comportamientos imputados para
incorporar bienes ilícitos al tráfico económico; y también a que esta idoneidad
sea abarcada por la intención del autor, a través de su propósito de rentabilizar
en canales financieros seguros las ganancias obtenidas. Criterios luego
reiterados por las SSTS 408/2015 de 8 de julio y 747/2015 de 19 de noviembre.»

Por otra parte, cabría señalar cómo la STS 265/2015, de 29 de abril


(Recurso núm. 10496/2014), ampliamente citada por el aquí recurrente, al
analizar los actos que pueden considerarse autoblanqueo, afirma:

«Es necesario atender, como ya se ha expresado: 1º) a la idoneidad de


los comportamientos para incorporar bienes ilícitos al tráfico económico; y, 2º)
a que esta idoneidad sea abarcada por la intención del autor, a través de su
propósito de rentabilizar de forma encubierta las ganancias obtenidas.

Es claro que esta finalidad de ocultación debe apreciarse en las compras


de vehículos puestos a nombre de terceros, pues la utilización de testaferros
implica la intención de encubrir bienes, que han sido adquiridos con fondos que
tienen su origen en una actividad delictiva.

Esta misma finalidad puede apreciarse, con carácter general, en los


gastos de inversión (adquisición de negocios o empresas, de acciones o títulos
financieros, de inmuebles que pueden ser revendidos, etc), pues a través de
esas adquisiciones se pretende, ordinariamente, obtener, a través de la

1242
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

explotación de los bienes adquiridos, unos beneficios blanqueados que oculten


la procedencia ilícita del dinero con el que se realizó su adquisición. Es decir se
actúa con el propósito de rentabilizar en canales financieros seguros las
ganancias obtenidas.»

«...En todo caso concurre en las adquisiciones a nombre de testaferros


la cualidad de acciones autónomas, realizadas con posterioridad a la obtención
de las ganancias procedentes de la actividad delictiva de tráfico de
estupefacientes, con plena conciencia de la finalidad perseguida, y que incurren
en el tipo delictivo de blanqueo, sin que pueda en absoluto estimarse que su
sanción separada vulnera el principio non bis in idem, pues no consisten en un
mero disfrute de las ganancias derivadas de una actividad delictiva ya castigada,
sino en una nueva acción delictiva separada, el encubrimiento de las ganancias,
que vulnera un bien jurídico diferente.»

En esta línea, la STS 699/2015, de 17 de noviembre (Recurso núm.


10458/2015), indica:

«En el caso actual es claro que las acciones realizadas eran idóneas
para ocultar o encubrir el origen de los bienes y ayudar a los narcotraficantes a
eludir las consecuencias penales de sus actos, dado que los recurrentes no se
limitaron a adquirir el dinero procedente de la droga que vendían, ni a utilizarlo
en gastos corrientes, sino que lo convirtieron en bienes inmuebles (varias
fincas, rústicas y urbanas) y en diversos vehículos, más allá de sus necesidades
ordinarias, con la clara finalidad de obtener un título jurídico aparentemente legal
sobre bienes procedentes de una actividad delictiva previa, que es lo que
constituye la esencia del comportamiento que se sanciona a través del delito de
blanqueo.»

Finalmente, la STS 108/2019, de 5 de marzo (Recurso núm.


10024/2018), consideró punible:

«(…) la existencia de una estructura compleja creada a través de un


entramado de sociedades, sin ningún tipo de actividad, sin trabajadores,
carentes de organización e infraestructura y sin gastos propios de empresa. Se
trata en definitiva, como señala la sentencia de instancia, de sociedades pantalla

1243
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

utilizadas por los acusados, Don Enrique Irazábal y Doña Elsa Andrés para
aparentar solvencia y la existencia de un próspero negocio en el que invitaban
a participar a sus víctimas y también para, junto a la cantidad ingente de cuentas
corrientes abiertas a nombre de tales sociedades y al suyo propio, lograr ocultar
las ganancias obtenidas a través de su actividad delictiva, habiéndose logrado
acreditar hasta 4.137.000 euros obtenidos de forma fraudulenta durante los
años 2005 a 2012, dinero cuyo destino se desconoce precisamente como
consecuencia del éxito de su actividad blanqueadora, hasta el punto de haber
sido declarados insolventes Don Enrique Irazábal Serrano y Doña Elsa Andrés
Alzola.»

iii) Sobre la posibilidad de acudir a un criterio objetivo (identidad de


patrimonio) de restricción para evitar una doble tipicidad en el delito originario y
el delito de blanqueo.

La STS 286/2015, de 19 de mayo (Recurso núm. 1756/2014) afirma:

«En los casos en los que existe identidad entre las ganancias y
beneficios resultantes de un delito de tráfico de drogas y la realización de actos
de conversión y transmisión sobre esos mismos bienes, no cabe la doble
punición, del mismo hecho, como agotamiento del delito originario y como
blanqueo de dinero, pues el mismo patrimonio es objeto de una doble punición
penal. Esa doble punición lesionaría el non bis in idem y, además, ya aparece
contemplado y recogido en la penalidad del delito antecedente como pena de
comiso y entrega la pena pecuniaria, por lo tanto, ya está penado.

Desde la perspectiva expuesta constatamos que el patrimonio que se


constata en el hecho probado, la resultancia de la ilicitud, la generación de un
patrimonio ilícito, ha sido objeto de una expresa condena en el delito contra el
patrimonio y a tal efecto se decomisan los bienes y se impone una pena
pecuniaria proporcional a su valor, por lo que la doble condena, con la punición
del delito de blanqueo incide sobre algo que ya ha sido objeto de sanción penal.
Se trata, por lo tanto de un hecho ya penado en el delito contra la salud pública.

Es conocido que el delito incluye cuatro frases: ideación, ejecución,


consumación y agotamiento, de manera que la realización de actos en

1244
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cualesquiera de estas cuatro frases no permite una sanción independiente del


delito en el que se enmarcan. De esta manera los actos que suponen
agotamiento de un delito tienen su encaje penal en el mismo, y su consecuencia
jurídica en el comiso, en la pena pecuniaria y en la responsabilidad civil.

Los actos posteriores al hecho delictivo que tienen por objeto asegurar o
realizar el beneficio obtenido de un concreto hecho delictivo antecedente que
son actos penados en el tipo penal objeto del inicial reproche y no procede ser
objeto de su punición en otra figura delictiva, en la medida en que están ya
penados y absorbidos por el delito del que traen causa.

El acto de transformación de las ganancias procedentes de un hecho


delictivo que es objeto de sanción penal es un hecho que entra en la tipicidad
del delito que lo genera. Esos hechos son también típicos del blanqueo pero su
consideración de ser los mismos hacen que queden absorbidos por el primer
delito y constituye un hecho posterior copenado. En este sentido Sentencias
202/2007, de 20 de marzo, y 20/2001, de 28 de marzo de 2001.

En el caso de esta casación el tribunal ha declarado que los efectos del


delito de estafa sean decomisados y que la multa impuesta se corresponda con
el monto total de lo estafado, por lo tanto las consecuencias patrimoniales del
delito aparecen en la condena como una consecuencia jurídica de la misma,
bien por el decomiso, bien en la cuantificación de la pena de multa. Las
consecuencias económicas son el agotamiento de la estafa, por lo que ya
aparecen penadas en el tipo penal de la estafa, no procediendo la condena por
delito de blanqueo sin incurrir en una vulneración del non bis in idem.»

A su vez, la STS 920/2016, de 12 de diciembre (Recurso núm. 604/2016)


señala:

«En otro orden de argumentos, esta Sala ha precisado la necesidad de


restringir la tipicidad del blanqueo para evitar lo que sugiere el Ministerio fiscal
en su informe, que todo delito con consecuencias económicas encuentre una
doble tipicidad en el delito originario y en el blanqueo y la restricción ha de
encontrarse, bien en la teoría de los actos copenados, como se ha sugerido en
alguna Sentencia de esta Sala, como dijimos en la STS 858/2013, de 19 de

1245
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

noviembre, que: "En los casos en los que existe identidad entre las ganancias y
beneficios resultantes de un delito y la realización de actos de conversión y
transmisión sobre esos mismos bienes, no cabe la doble punición, del mismo
hecho, como agotamiento del delito originario y como blanqueo de dinero, pues
el mismo patrimonio es objeto de una doble punición penal. Esa doble punición
lesionaría el non bis in idem y, además, ya aparece contemplado y recogido en
la penalidad del delito antecedente como pena de comiso y entrega la pena
pecuniaria, por lo tanto, ya está penado".. En la jurisprudencia de esta Sala se
ha buscado las restricción de la aplicación del autoblanqueo exigiendo una
finalidad de ocultamiento o de encubrir. "Lo determinante -remarca la sentencia
265/2015 - debe ser la aplicación del criterio que exige que la finalidad u objeto
de ocultar o encubrir bienes, o ayuda al responsable de la acción delictiva de la
que proceden, esté presente en todo caso para que la conducta integre el tipo
delictivo sancionado".»

iv) Sobre el delito fiscal como delito antecedente del blanqueo.

Cabe acudir a los pronunciamientos contenidos en la STS 974/2012, de


5 de diciembre (Recurso núm. 2216/2011, caso «Ballena Blanca») que afirma:

«Previamente es conveniente señalar que la jurisprudencia no se ha


pronunciado sobre la posibilidad de considerar el delito fiscal como delito previo
del blanqueo. Si se ha abordado el problema de la compatibilidad entre ambos
delitos por las ganancias blanqueadas no declaradas a la agencia tributaria. La
STS. 152/2007 admite el concurso real de delitos entre el de blanqueo derivado
del tráfico de drogas y de contra la Hacienda Pública por tratarse de acciones
distintas que afectan a bienes jurídicos claramente diferenciados. Así, las SSTS
de 7-12-96 .caso Nécora- y 21-12-99 –caso Roldán- han apreciado la
concurrencia de ambos tipos de infracciones, en el primer caso con el blanqueo
de dinero, y en el segundo caso con los delitos de malversación, cohecho y
estafa, argumentando en síntesis que el principio de igualdad en materia
tributaria prohíbe un tratamiento fiscal más favorable a quien viole el derecho
que a quien lo respete, y que sostienen la no tributación con carácter general de
los beneficios de ilícita procedencia equivaldría a crear un barrera que haría

1246
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prácticamente imposible introducir la fiscalidad en las sucesivas inversiones,


reinversiones y nuevos beneficios que aquellas pudieran generar.

No habrá sin embargo concurso real de delitos y sí un concurso de


normas del art. 8.4 CP, cuando concurran las siguientes circunstancias: a) que
los ingresos que den lugar al delito fiscal procedan del blanqueo de modo directo
e inmediato; b) que el blanqueo sea objeto de condena; y c) que la condena
penal del delito fuente incluya el comiso de las ganancias objeto del blanqueo o
la condena a devolverlas como responsabilidad civil.

Si concurren estos requisitos el delito de blanqueo absorbe al delito fiscal


y hay concurso de normas (SSTS. 20/2001 de 18.3, 769/2008 de 3.10). Esta
sentencia parece estar en la línea de la reforma del art. 301.1 CP por LO. 5/2010
que después de decir “sabiendo que estos (bienes) tienen su origen en una
actividad delictiva” (ya no “en un delito”, porque no es necesario que haya
recaído condena en el delito antecedente), añade “cometida por él o por
cualquier tercera persona”, lo que indica que el delito de blanqueo se sanciona
también –en concurso real- cuando el autor lo es a la vez del delito antecedente.

Esta doctrina que se refiere al caso de bienes blanqueados –por


proceder del tráfico de drogas u otro delito- que después no se declaran a
Hacienda, se puede cuestionar si se considera aplicable al supuesto inverso,
bienes que tienen su origen en un delito contra la Hacienda Pública que,
después, se blanquean.

Existe en la actualidad una polémica en el ámbito doctrinal trasladada al


ámbito jurisdiccional; acerca de la posibilidad de que las cuotas defraudadas a
la Hacienda Pública puedan ser objeto material de un posterior delito de
blanqueo de capitales.

Sintéticamente existen dos posturas enfrentadas en esta cuestión:

1) La que considera que el delito de defraudación fiscal puede ser


antecedente del delito de blanqueo pues no se advierte ninguna razón por la
que los delitos contra la Hacienda Pública tengan que tener un trato diferenciado
de otros delitos en su relación con el blanqueo, partiendo de que los bienes
procedentes de delito fiscal pueden considerarse procedente o de origen

1247
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delictivo grave constituirán el objeto material del delito de blanqueo, siendo la


relación entre delito fiscal y de blanqueo la normal entre delito previo y delito de
blanqueo.

2) La posición que niega tal posibilidad afirmando que el delito fiscal no


puede ser antecedente del delito de blanqueo, principalmente porque no origina
los fondos que son objeto del delito. El defraudador no obtiene nada del delito,
sino que los bienes que integran la cuota ya se encuentran en su patrimonio. El
delito fiscal no origina nada que no existiera antes en el haber del defraudador.

De acuerdo con la Ley 58/2003 de 17.12, General Tributaria, la aplicación


de los tributos origina una relación jurídica tributaria consistente en el “computo
de obligaciones y deberes, derechos y potestades” de la que se derivan
obligaciones materiales y formales para el obligado tributario y también para la
Administración (art. 17 LGT). Según esta Ley “la obligación tributaria principal
tiene por objeto el pago de la cuota tributaria” (art. 19 LGT). La realización del
supuesto de hecho al que la Ley vincula el deber de contribuir general la
obligación de pago de una cantidad de dinero. Lo que se debate es si dicha
cantidad de dinero puede ser o no objeto material del delito de blanqueo.

Los argumentos contrarios, como ya hemos apuntado, pueden


sistematizarse en:

1) Argumento relacionado con el objeto material: la cuota defraudada no


es la originada en el delito de fraude fiscal, y el art. 301 CP exige que los bienes
que se blanqueen procedan de un delito o tengan su origen en el mismo.

Estas expresiones sirven a parte de la doctrina a entender que el dinero


negro o B no declarado no se genera en el delito de fraude fiscal, luego no tiene
su origen en un delito. El objeto material del delito de blanqueo está constituido
por bienes que el autor adquiere a raíz, exige una relación causal, del delito
previo. El hecho de que traen causa los bienes debe ser típico y antijurídico. No
puede apreciarse delito de blanqueo cuando el origen de fondos es
conocidamente licito, aunque en su ocultación se hayan utilizados medios
típicos para el blanqueo.

1248
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Otros autores consideran que la defraudación tributaria punible tiene la


configuración típica de un delito de omisión y no puede ser delito previo del
blanqueo aquel cuya configuración típica responda a los delitos de omisión,
pues no puede establecerse relación causal entre la acción omitida (el pago de
tributos) y los bienes ya incorporados al patrimonio del sujeto por virtud de un
hecho positivo anterior no constitutivo de delito (verdadera causa de la
incorporación del bien). No cabe, en este ámbito recurrir a una eventual
causalidad hipotética en el sentido de considerar ilícita la ganancia por la
circunstancia de que de haberse realizado la acción debida (el pago de un
impuesto) la parte de patrimonio afecta al cumplimiento de la obligación no
formaría parte del activo patrimonial del sujeto activo.

Se dice que una cosa es un incremento ilícito de patrimonio y otra que


éste no disminuya por razón del incumplimiento de una obligación legal. No es
posible imputar la ganancia a la omisión (ilícita) cuando natural u
antológicamente puede hacerse a una acción lícita. Por eso, si la ganancia tiene
por causa un hacer positivo licito, no cabe considerarla de origen ilícito por el
hecho de que el autor haya omitido típicamente una acción que hubiera
mermado la ganancia. La ganancia de una actividad lícita no deviene en ilícita
por la sola circunstancia de que no se tribute por ello, ni siquiera porque se oculte
con el fin de evitar el pago de un tributo. Ello podía dar lugar al delito fiscal
(agravado, en su caso, por la interposición de personas) o incluso, al de
alzamiento de bienes, cuando las maniobras de ocultación tienen como finalidad
evitar la responsabilidad que en su caso pueda declararse por el delito fiscal.

2) Argumento relacionado con la conducta típica. La vulneración del


principio non bis in idem.

Se afirma que al menos que el defraudador se arrepienta y tras el fraude


pague el dinero a la Hacienda Pública, algo tiene que hacer con el dinero no
declarado, o lo transmite, o lo convierte u “oculta su ubicación, conductas
previstas en el delito del art. 301·, es decir, parece obvio que el tipo de
defraudación fiscal ya contempla, abarca y castiga el desvalor que supone el
hecho de que el sujeto activo, en vez de declarar e ingresar en las arcas del
Estado, el dinero que le corresponda pagar conforme a la normativo tributaria,

1249
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se lo gasta en otros menesteres. En definitiva no parecen existir lagunas


punitivas en estos casos que justifiquen la necesidad de recurrir al delito de
blanqueo para castigar acciones que ya encajan en el tipo art. 305 CP, y que
pueden ser castigadas con penas de hasta 5 años prisión y multa del séxtuplo
de lo defraudado.

3) Argumento político criminal. El delito de blanqueo de capitales ha


perdido su sentido original dirigido a perseguir penalmente la legitimación de los
bienes procedentes de actividades delictivas (tráfico de drogas, corrupción,
crimen organizado…), y se ha convertido en instrumento de control y
recaudación fiscal. Esto, según este sector doctrinal, supone un entendimiento
político criminal del delito “Incoherente y técnicamente inconsistente” y lleva a
una pérdida de su orientación político criminal originaria, trivializando y
paralizando su eficacia frente a las conductas que realmente justifican su
aplicación. Se alega también el error que supone asignar al delito de blanqueo
la finalidad de evitar que el delincuente se benefició del botín, pus ello supone
una “clara confusión” entre las funciones político-criminales de la figura del
blanqueo y la del comiso de ganancias cuya significación y mecánica son
radicalmente distintas.

-La postura favorable a que el delito fiscal pueda ser antecedente del
delito de blanqueo parte de una premisa básica cual es que no se debe confundir
el blanqueo de la cuota defraudada con el blanqueo de los fondos que dan lugar
a la cuota defraudada.

El delito de tráfico de drogas está en el origen histórico del blanqueo en


la legislación penal española, y tradicionalmente se ha considerado que el bien
objeto del blanqueo es distinto del bien objeto del tráfico de drogas, que son,
precisamente, esas sustancias (SSTS. 1070/2003 de 22.7, 1426/2005 de 3.12).

En la actualidad, superado todo límite respecto a la naturaleza del delito


antecedente, no puede consentirse que esa lógica diferenciación entre el objeto
del tráfico de drogas y el objeto del blanqueo, se extrapole para dejar impunes
blanqueos de ganancias de un delito anterior cuyo objeto era también
patrimonial.

1250
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, el primer problema es determinar el concepto de esos “bienes”.

Los convenios internacionales diferencian entre “bien” y “producto”.

Así los dos Convenios del Consejo de Europa relativas al blanqueo,


seguimiento, embargo y decomiso de productos del delito firmados en
Estrasburgo en 1990 y en Varsovia en 2005 (ésta última referida también a la
financiación del terrorismo) al definir el blanqueo (artículo 6 del Convenio de
1990 y artículo 9 del Convenio de Varsovia) se refieren a blanquear “bienes que
son producto del delito anterior” (“biens” y “produits” en la traducción francesa y
“property” y “proceeds” en la traducción inglesa). Al ratificar España esos
Convenios se recoge que el blanqueo se produce sobre “bienes” cuyo origen es
un “producto” del delito.

La definición de bienes y productos en ambos textos está contenida en


el artículo 1:

“A los efectos del presente Convenio:

a) Por «producto» se entenderá todo provecho económico derivado de


un delito. Podrá tratarse de bienes según la definición del párrafo b) del presente
artículo,

b) Por «bienes» se entenderán los bienes de cualquier naturaleza, ya


sean materiales o inmateriales, muebles o inmuebles, y los documentos o
instrumentos legales que demuestran algún título o participación en esos
bienes,”

De la misma forma la Convención de Viena de 1988 contra el tráfico ilícito


de estupefacientes y sustancias psicotrópicas dice en su artículo 1:

“P) por “producto” se entiende los bienes obtenidos o derivados directa


o indirectamente de la comisión de un delito típico de conformidad con el párrafo
1 del artículo 3.

Q) por “bienes” se entiende los activos de cualquier tipo, corporales o


incorporales, muebles o raíces, tangibles o intangibles, y los documentos o

1251
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

instrumentos legales que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos


activos “.

Igualmente el artículo 2 de la Convención de Naciones Unidas contra la


Delincuencia Organizada Transnacional de 2000 (Convención de Palermo) dice:

“d) Por “bienes” se entenderá los activos de cualquier tipo, corporales o


incorporales, muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, y los documentos o
instrumentos legales que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos
activos

e) Por "producto del delito” se entenderá los bienes de cualquier índole


derivados u obtenidos directa o indirectamente de la comisión de un delito”

Pues bien, en la legislación nacional el artículo 301 habla de “bienes cuyo


origen es un delito”, luego de acuerdo con la literalidad del Código Penal puede
suscitarse la controversia sobre si el bien objeto del delito antecedente y el bien
objeto del blanqueo pueden ser idénticos.

Este aparente problema se reconduce, a entender que los bienes objeto


del blanqueo son los “ganancias” obtenidas de esa previa actividad delictiva que
constituyen el “producto” del delito antecedente y que en su naturaleza pueden
ser “activos de cualquier naturaleza”.

De esta forma en el tráfico de drogas se blanquean los beneficios de esa


ilícita actividad, en los delitos patrimoniales se blanquean las “ganancias”
obtenidas y en el caso de los delitos fiscales, se blanquea la cuota defraudada.

Por tanto son rechazables los argumentos de quienes niegan que el


delito fiscal pueda ser antecedente del blanqueo, por los siguientes motivos:

1°) En caso de delito fiscal como antecedente del blanqueo, el objeto del
blanqueo es la ganancia procedente del delito fiscal, esto es, la cuota
defraudada

No es bien objeto de blanqueo los rendimientos o base imponible que


han motivado dicha cuota.

1252
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva es la cuota la que se puede lavar.

-Es rechazable el argumento de que el blanqueo dimanante de un delito


fiscal vulnera el principio “ne bis in idem”, por cuanto, por un lado, la cuota
defraudada es el resultado de la liquidación tributaria de un fraude al erario
público, en tanto que el objeto del ulterior blanqueo es la ganancia obtenida de
ese fraude, es decir la cuota tributaria.

Por otro lado, los comportamiento de uno y otro delito son diferentes y
diversos son los bienes jurídicos protegidos. En el delito de blanqueo la doctrina
mayoritaria sostiene que se afecta al orden económico, esto es “la regulación
jurídica de la producción, distribución y consumo de bienes” o bien “la regulación
jurídica del intervencionismo estatal en la economía”. El sistema de economía
de mercado está garantizado por los poderes públicos (art. 38 CE). La base de
esta concepción económica se encuentra en la libre y leal competencia, por lo
que el sistema económico regular se ve afectado por la afluencia de recursos
económicos que se general al margen del propio sistema, con efectos sobre la
financiación de las empresas, competencia desleal y consolidación de
organizaciones que contaminan el orden económico y merman la credibilidad
del mercado. Algún autor apunta que el bien jurídico protegido es la seguridad
interior del Estado, pero entendido como preservación del orden público, sino
antes bien como interés en la erradicación de ciertas formas de delincuencia, la
delincuencia organizada. En particular, cuyos objetivos consisten en la
obtención de cuantiosos beneficios que es necesario legitimar o reciclar como
requisito indispensable para su disfrute. De manera que en la medida que se
penalizan las conductas de blanqueo, se estaría combatiendo dicha clase de
delincuencia en uno de sus componentes nucleares.

Realmente nos encontramos ante un delito pluriofensivo que afecta al


orden socioeconómico y a la Administración de Justicia, cuya punición está
justificada por la lesividad inherente a las conductas tipificadas, así como por
razones de política criminal radicadas en la lucha contra la criminalidad
organizada.

En el delito fiscal en relación al bien jurídico la jurisprudencia habla de la


íntima relación que guarda con la función que los tributos cumplen en un Estado

1253
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Democrático de Derecho, subrayando que el incumplimiento de las prestaciones


patrimoniales de carácter público está presente en el tipo del injusto de este
delito.

De entre las diversas hipótesis que han marcado el bien jurídico


protegido –fe pública, el deber de lealtad, el palmario, la función del tributo en el
Estado de Derecho- es la Hacienda Pública el que prevalece, pero no desde
una perspectiva exclusivamente patrimonial sino del interés del Estado y de la
propia Hacienda Pública de que la carga tributaria se realice con los modos
fijados en la Ley, se protege, en consecuencia, el proceso de recaudación de
ingresos y de distribución de los mismos en el gasto público.

La STS. 643/2005 de 19.5, tras valorar que algunos sectores doctrinales


desvían la esencia de la lesión hacia un delito semejante a los patrimoniales
cuyo sujeto pasivo es la Hacienda Pública, y aceptar que al final el perjuicio es
económico, mantiene en línea de las concepciones más funcionales que la
justificación de semejante delito y pena, radica en la inadmisible vulneración de
los principios de solidaridad tributaria inexcusables en una sociedad
democrática, lo que conduce a un bien jurídico protegido basado en los
principios constitucionales que imponen la real y leal contribución al
sostenimiento de los servicios sociales y los cargos públicos, por lo que
cualquier fraude tributario supone un grave atentado contra ellos.

Consecuentemente se trata de conductas que adquieren relevancia


penal y criminológica autónoma y permiten su aplicación conjunta como suma
de actividades delictivas de distinto carácter y de bienes jurídicos de distinta
naturaleza afectados, por lo que la norma del delito penal no abarca la total
antijuricidad del hecho.

Esta Sala, con las reservas que se apuntarán, se inclina por ésta última
posición por las siguientes razones:

1º) En primer lugar la norma administrativa de prevención del blanqueo


de capitales, que es una transposición de la Directiva 60/2005 fue más allá de
la redacción del texto europeo al recoger específicamente la cuota defraudada
como objeto del blanqueo y así el art. 1.2 de la Ley 10/2010 de 28.4, sobre

1254
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del terrorismo –en


vigor desde el 30.04.2010- dice:

“a los efectos de esta Ley” se entenderá por bienes procedentes de una


actividad delictiva todo tipo de activos cuya adquisición o posesión tenga su
origen en un delito, tanto materiales como inmateriales, muebles o inmuebles,
tangibles o intangibles, así como los documentos o instrumentos jurídicos con
independencia de su forma, incluidas la electrónica o la digital, que acrediten la
propiedad de dichos activos o un derecho sobre los mismos, “con inclusión de
la cuota defraudada en el caso de los delitos contra la Hacienda Pública”.

Es cierto que esta Ley no estaba en vigor cuando los hechos imputados
al recurrente tuvieron lugar, pero la admisión de la cuota defraudada como
objeto del blanqueo no se justifica solo por la Ley de Prevención, sino
atendiendo a la pura aplicación del Código Penal.

En efecto en la redacción inicial del art. 301, vigente cuando sucedieron


los hechos, se hablaba de delito “grave” como antecedente de un ulterior
blanqueo, desde la reforma LO. 15/2003 de 25.11, cualquier delito puede ser
antecedente, y en virtud de la reforma LO. 5/2010 de 22.6, el párrafo 1º del art.
301 utiliza la expresión “actividad criminal” en vez de delito, significándose en la
doctrina que la razón de tal expresión es el criterio jurisprudencial de no ser
necesaria una condena anterior, para sustentar su posterior blanqueo de
capitales.

Por tanto, según la legislación penal española, un delito fiscal, en


principio, no está excluido para poder ser delito precedente de un blanqueo,
dada su consideración, en todo caso, de delito grave.

Retomando la Ley de Prevención, de acuerdo con esta, la cuota


defraudada constituye un bien procedente de la actividad delictiva y, por lo tanto,
objeto idóneo del blanqueo de capitales. En este sentido el Consejo General del
Poder Judicial en su informe al anteproyecto de Ley, declaró expresamente que
la cuota defraudada a la hacienda Pública cuando constituye el producto de un
delito fiscal, puede ser objeto de una operación de blanqueo, siempre que la

1255
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuota defraudada alcance el límite cuantitativo previsto en el tipo penal contra la


Hacienda Pública -120.000 E-.

No obstante la interpretación que la doctrina ha hecho de la citada Ley


tampoco ha sido uniforme:

-Un sector entiende que el hecho de que el art. 1.2 de la Ley utilice la
expresión “a los efectos de esta Ley…” se consideran las cuotas defraudadas a
Hacienda como bienes procedentes de un delito, debe interpretarse como la
clara intención del legislador de que únicamente a los efectos de la Ley de
Prevención del Blanqueo y de su regulación administrativa y, por tanto, no a los
efectos del Código Penal, puede considerarse que las cuotas defraudadas a la
Hacienda Pública proceden de delitos, pero no tiene ninguna incidencia en el
ámbito penal que seguiría dejando fuera al fraude fiscal como delito previo del
blanqueo de capitales.

Esta interpretación, con todo, no resulta convincente pues precisamente


el objetivo de la Ley es armonizar la definición de blanqueo que se contiene en
ella con la del Derecho Penal.

-Otra posibilidad es considerar que constituye un criterio de


interpretación de los tipos penales relativos al blanqueo de capitales de los arts.
301 y ss CP. Se trataría, por lo tanto, de una especie de interpretación auténtica
que permitirla la persecución conjunta del delito fiscal y del blanqueo de
capitales. Se estaría así configurando el tipo del art. 301 como una especie de
norma penal en blanco, cuyo elemento típico bienes que “tienen su origen” (n°
1) o “proceden” (n° 2) de algún delito debe interpretarse por remisión a la
normativa administrativa, en este caso la Ley de 2010.

Interpretación que tampoco resulta convincente por su dudosa


constitucionalidad. Primero porque la propia literalidad del art. 301 CP carece
de una remisión normativa expresa a normativa extrapenal alguna. Segundo,
por las dudas que surgirían de cara a su compatibilidad con la reserva de Ley
orgánica propia de la materia penal, que resulta necesaria en este ámbito al
prever los tipos del blanqueo de capitales penas de prisión.

1256
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Resulta por ello, razonable entender que la intención del legislador, no


manifestada, no es establecer ex novo que el fraude fiscal es delito previo del
blanqueo, sino simplemente despejar las posibles dudas que hay en la doctrina
a la hora de interpretar la legislación penal vigente que admite cualquier
actividad delictiva como previa al blanqueo.

2º) El Derecho Comparado

Un análisis de la situación jurídica en otros países permite constatar que


en algunos tribunales ya se ha pronunciado a favor de admitir que el fraude
fiscal constituya delito previo del blanqueo.

a) Francia.- El delito fiscal constituye delito previo del blanqueo de


capitales. El CP. art. 324.1 no se pronuncia expresamente sobre la cuestión aquí
analizada, sino que admite como delito previo cualquier crimen o delito. Ha sido
Sala de lo Penal del Tribunal Supremo francés (Cour de cassation), mediante
sentencia de 20 de febrero de 2008, la que se ha pronunciado al respecto,
admitiendo el autoblanqueo y que el delito fiscal sea delito previo del blanqueo
de capitales.

b)Bélgica.- El Tribunal Supremo en sentencia de 22 de octubre de 2003,


confirmó la opinión de que el impago de impuestos genera una ventaja
patrimonial de carácter delictivo idónea para constituir objeto material del delito
de blanqueo de capitales castigado en el artículo 505 CP. que penaliza el
blanqueo, y admite que el delito fiscal es delito previo del blanqueo de capitales.
Pero introduce la prohibición legal (inmunidad) de proceder penalmente cuando
se trate del blanqueo de bienes obtenidos del fraude fiscal ordinario.

c) Alemania.-Se castiga el blanqueo de capitales procedentes de un


delito fiscal, pero con unas características especiales. Se excluye al autor del
delito previo del circulo de posibles sujetos activos del delito de blanqueo, y en
el apartado 3 del n° 1 del parágrafo 261 StGB hace expresa referencia a la
sanción del blanqueo de capitales procedentes de delitos fiscales, disponiendo
que constituyen delito previo del blanqueo de capitales las infracciones previstas
en los parágrafos 373 (contrabando realizado de forma profesional) y, cuando
el autor actúe de forma profesional, 374 (receptación fiscal de mercancías) del

1257
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Código tributario, también en ambos casos en relación con el parágrafo 12,


apartado 1, de la Ley sobre la puesta en práctica de las organizaciones comunes
de mercado. La norma penal alemana concreta más la cuestión, y advierte en
el último párrafo del nº 1 del parágrafo 261 StGB que, el primer párrafo se
aplicará en los casos de defraudación fiscal cometidos profesionalmente o de
forma organizada (en banda), según el parágrafo 370 del Código tributario,
respecto a los gastos ahorrados por la defraudación fiscal y las compensaciones
y devoluciones de impuestos obtenidas indebidamente, así como en los casos
del segundo inciso del párrafo 3, también respecto de los bienes por los que se
hayan defraudado impuestos.

Por tanto, los bienes procedentes de un delito fiscal son idóneos para el
blanqueo de capitales. El fundamento, de acuerdo con el legislador alemán,
reside en la apreciación de que, normalmente las ganancias de las actividades
criminales organizadas no tributan De esta manera, el fraude fiscal aumenta el
poder financiero de la delincuencia organizada y, por lo tanto, incrementa
extraordinariamente su peligro. El legislador pretende así asegurarse de que
resultan abarcados los bienes que, si bien no derivan ni proceden del propio
delito fiscal, sin embargo se encuentran en una clara vinculación con el delito
previo.

d) Italia.- La doctrina se encuentra dividida, pero la Sección 6ª de la Sala


de lo Penal del Tribunal de casación, sentencia 4563/2009 de 26.11, se ha
pronunciado en el sentido de que el delito de blanqueo previsto en el art. 648
bis CP. no contiene un listado de los delitos, sino que todos los delitos dolosos
constituyen infracción previa del blanqueo. Por ello, delito previo del blanqueo
pueden serlo no solo delitos funcionalmente orientados a la creación de
capitales ilícitos (como la corrupción, los delitos societarios o quiebras), sino
también delitos que según la versión más rigurosa y tradicionalmente acogida
del fenómeno, le eran extraños, como por ejemplo los delitos fiscales.

e) Portugal.- El delito de blanqueamiento se encuentra en el art. 368.1


CP, introducido por Ley 11/2004 de 27.3, y entre los delitos previos a los que
alude (siguiendo el sistema de listado) está el fraude fiscal.

3º) -La cuota tributaria puede ser objeto material del delito de blanqueo

1258
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Conforme al art. 305 CP, la elusión del pago de tributos (mediante una
defraudación) constituye la conducta típica que genera la obligación tributaria,
que tiene por objeto el pago de la cuota tributaria. Lo que surge es la
denominada deuda tributaria, que según el artículo 58.1 LGT está constituida
por la cuota o cantidad a ingresar que resulte de la obligación tributaria principal
o de las obligaciones de realizar pagos a cuenta. Es decir, el bien que procede
del delito fiscal es la cuantía económica correspondiente a la cuota tributaria,
que es una cantidad de dinero que constituye normalmente una proporción que
se aplica sobre la base imponible (gravamen). Y el dinero, evidentemente,
constituye un bien en el sentido del delito de blanqueo de capitales Se trata, con
todo, de una cantidad de dinero que no ingresa en el patrimonio del autor del
delito fiscal, sino que ya se encuentra en él porque constituye una parte del
mismo, pero ello no impide considerar que la cuota tributaria procede del delito
fiscal.

El Código Penal, de acuerdo con los instrumentos internacionales en la


materia (arts. 3.1 a/b) de la Convención de Viena y art. 9 Convenio relativo al
blanqueo, seguimiento, embargo y comiso de los productos del delito y de la
financiación del terrorismo, hechos en Varsovia el 16.5.2005, considera objeto
material del delito de blanqueo los bienes que tengan su origen (art. 301.1) o
“procedan” de un delito grave en la actualidad de una actividad delictiva (art.
301.2). Ambas expresiones alusivas al origen o procedencia de los bienes son
equivalentes desde un punto de vista semántico La procedencia implica que los
bienes han de tener su origen en un delito grave (el término “procedencia” se
define en el diccionario de la RAE, como origen, principio de donde nace o se
deriva una cosa. Están originados en un delito grave los bienes que tienen su
“causa” en ella.

Ahora bien será necesario elaborar criterios que permitan concretar con
precisión cuando un bien, en este caso la cuota tributaria, tiene su causa en una
actividad delictiva previa, el delito fiscal.

La conexión entre el bien y la actividad delictiva previa ha de ser de tipo


causal, en el momento en que esto sea así, se dice que los bienes están
“contaminados”. Las teorías desarrolladas por la ciencia jurídico-penal para

1259
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afirmar la existencia de una relación a la causalidad entre un comportamiento y


un resultado nos sirven para determinar qué bienes están conectados
causalmente con una actividad delictiva previa, y así se puede afirmar que un
bien procede de una actividad delictiva previa cuando, suprimiendo
mentalmente tal actividad previa, el bien desaparecería en su concreta
configuración que incluye todo lo relacionado con la existencia, composición
material, valor o titularidad económica del bien En sentido negativo, no existirá
nexo causal si la actividad previa no constituye una condición de la situación
patrimonial actual o la existencia del bien. Una actividad delictiva previa es
causa de un bien cuando repercute directa o indirectamente en su existencia,
composición material, valor, en su titularidad, posesión o custodia

Existe también conexión causal y, por lo tanto, contaminación, cuando


suprimiendo mentalmente la actividad delictiva –en este caso el delito grave
(delito fiscal)- el bien no se encuentra en el patrimonio de un sujeto. En este
caso, se puede afirmar que el bien tiene su origen en aquel delito. Los autores
que niegan que el delito fiscal puede ser delito procedente del blanqueo señalan
que la relación causal con la actividad delictiva precisa que el autor obtenga algo
que no tenía antes del delito y que éste produzca un incremento del patrimonio
material de sus autores o participes, pero es evidente que aplicando las teorías
causales válidas en la ciencia jurídico-penal (sin recurrir a causalidades
hipotéticas), -argumenta el sector doctrinal favorable- el delito fiscal supone un
incremento del patrimonio del defraudador, con bienes que de otro modo no
estarían en el mismo. Y ello viene avalado por la propia descripción del art. 305
CP, que cuantifica la cantidad de dinero que constituye la cuota defraudada en
más de 120.000 euros, que son los que incrementan el patrimonio del
defraudador. Este dinero no estaría en su patrimonio si no hubiera defraudado
a la Hacienda Pública y tiene, por lo tanto, su origen y procedencia en el delito
fiscal.

El delito fiscal del art. 305 CP genera efectivamente un ahorro de gastos


(la deuda tributaria), pero traduce dicho ahorro en una cantidad de dinero, esto
es, otorga relevancia penal a los gastos ahorrados, en este caso, a la cuota
tributaria defraudada, que debe superar los 120.000 euros. Esta cuantía, es el
bien derivado del delito y, por lo tanto, es idónea para ser objeto material del

1260
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delito de blanqueo. Que se encuentre ya en poder del defraudador no tiene


ninguna importancia a efectos del blanqueo de capitales. Así también en las
insolvencias punibles los bienes ya están en el patrimonio del deudor, y ello
impide considerar que constituyen bienes que proceden de un delito, idóneos
por lo tanto para ser blanqueados. El art. 257 n° 1 CP castiga a quien se alce
con sus bienes en perjuicio de sus acreedores, bienes, por lo tanto,
expresamente mencionados en el tipo penal y que resultarán contaminados al
menos en la cuantía de las deudas que tenga con aquellos. Y también se
encuentran los bienes en poder del delincuente (aunque no le pertenezcan) en
la apropiación indebida, en la que el sujeto activo los ha recibido antes de
apropiárselos, y ello no impide considerarlos bienes idóneos para el blanqueo
por constituir el objeto del delito.

En definitiva, la cuota defraudada constituye un bien en el sentido del art.


301 CP, que constituye simultáneamente un perjuicio para la Hacienda Pública
y un beneficio para el defraudador (para algún autor el incremento del patrimonio
del defraudador por su actividad delictiva implica la disminución del patrimonio
del erario público). Y además supone el beneficio o provecho económico
derivado del delito susceptible de ser considerado bien idóneo del delito de
blanqueo de capitales. Por lo tanto, las conductas típicas descritas en el art. 301
CP pueden recaer sobre la cuota tributaria.

El problema, no es tanto el origen o la procedencia delictiva de los


bienes, cuanto la dificultad de concretarlos e individualizarlos en el patrimonio
del contribuyente, por cuanto en principio no sería admisible la teoría de que
todo el patrimonio del contribuyente queda contaminado.

Siendo así, hemos de partir de que el momento de contaminación de los


bienes integrantes de la cuota tributaria defraudada se produce cuando vencen
los plazos administrativos establecidos para declararlos a la Administración
tributaria. Hasta este momento, existe un período de temporal durante el que
no es posible determinar si existe o no delito fiscal, y por ello, todo acto realizado
sobre tal dinero no puede ser considerado delito de blanqueo de capitales,
porque los bienes no tienen —todavía- carácter delictivo.

1261
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Una vez concretada la cuota tributaria que cuantifica la obligación


tributaria económicamente valorable de la que responde el defraudador, habrá
que diferenciar en su patrimonio los bienes que la integran, pues si no se puede
individualizar la cuota tributaria en su patrimonio, difícilmente se puede realizar
la conducta típica del delito de blanqueo, al no existir objeto material.

El blanqueo de capitales exige la concreción de un objeto específico o


una pluralidad de bienes igualmente determinados que proceden de una
actividad delictiva, lo que no resulta fácil cuando se trata de dinero, bien éste
fungible por excelencia.

La posibilidad de que el fraude fiscal constituye delito previo del blanqueo


requiere que durante la investigación se pueda identificar razonablemente la
parte de los bienes del patrimonio del defraudador que constituyen la cuota
tributaria. En algunos casos sí será posible acreditar de manera segura que la
conducta de blanqueo recae sobre bienes que forman parte de la cuota
tributaria.

1. Una posibilidad es que la acción típica del delito de blanqueo de


capitales recaiga sobre una parte del patrimonio del defraudador que
obligatoriamente incluya todo o parte de la cuota tributaria. Ello sucederá cuando
la acción de blanqueo se realiza sobre la totalidad del patrimonio del autor del
delito previo, o al menos sobre una proporción tan elevada de su patrimonio que
supere la parte lícita y comprenda una parte del valor de la cuota tributaria
impagada En estos casos puede establecerse con certeza que los bienes
obtenidos del delito fiscal se encuentran total o parcialmente en el objeto sobre
el que recae la acción típica del delito de blanqueo

2. Otra posibilidad es que se consiga identificar la cuantía constitutiva de


la base liquidable sobre la cual no se han pagado impuestos. La cuota tributaria
se determina normalmente aplicando el tipo de gravamen a la base liquidable
(art. 56 LGT), y que el tipo de gravamen es la cifra, coeficiente o porcentaje que
se aplica a la base liquidable para obtener como resultado la cuota íntegra (art.
55 LGT). Por lo tanto, dado que la cuota tributaria es un porcentaje de la base

1262
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

liquidable, es razonable entender que la masa patrimonial integrada por la base


liquidable contiene una parte contaminada. No está contaminada toda la base
liquidable, sino solo la parte constitutiva de la cuota tributaria. Por tanto habrá
delito de blanqueo si se transfiere la totalidad de la base imponible, porque una
parte está contaminada, o una cuantía de dinero que obligatoriamente incluya
una parte de la cuota tributaria.

En el caso presente, tal como se ha señalado en el motivo segundo, el


importe de la cuantía defraudada en el delito fiscal ascendió a 9.259.373
coronas suecas (más de 1.000.000 euros), y el total blanqueado 765.744,25
euros, rechazando la sentencia que estas cantidades invertidas en España
procediesen de ingresos obtenidos de la sociedad sueca. Siendo así la
inferencia de que su origen estaba en la cuota tributaria defraudada es lógica y
racional, dado que la conexión entre los beneficios generados por el delito fiscal
y la actividad de blanqueo se deduce razonablemente, de la simultaneidad
temporal entre los periodos en que se concretan el impago de los impuestos
societarios y las de las operaciones de blanqueo efectuadas por el matrimonio
en España, unido a que la mayor parte de la cantidad defraudada es
precisamente la blanqueada y el propio sistema de canalización del dinero con
sociedades interpuestas son elementos indiciarios suficientes para entender
acreditada su vinculación con el previo delito fiscal y por ello, el ilícito carácter
del dinero.»

Por otro lado, la STS 277/2018, de 8 de junio (Recurso núm. 1206/2017,


caso «Noos»), con la que trata el recurrente de justificar la improcedencia de su
condena, declara:

«La sentencia construye el delito de blanqueo de capitales haciendo


abstracción del delito de malversación de caudales públicos por el que también
viene condenado este recurrente. No le atribuye acciones blanqueadoras
relativas a los fondos malversados (445.000 euros). Por una parte, eran fondos
con plena apariencia de legalidad -documentados mediante facturas-. No
necesitaban ser banqueados. Además, se aprecia una relevante lejanía
temporal entre su obtención y los movimientos que la Audiencia reputa
operaciones de blanqueo (año 2008).

1263
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión dogmática implicada ha sido objeto de viva polémica. Queda


sintéticamente expuesta mediante un interrogante bien simple: la inversión o
manejo del importe de las cuotas defraudadas a la Hacienda Pública en la
modalidad de elusión del pago de tributos ¿representa o puede representar un
delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP?

El tema fue abordado y resuelto en sentido afirmativo por esta Sala en


su STS 974/2012, de 5 de diciembre (caso Ballena Blanca) que el Fiscal recoge
en su dictamen con una generosa transcripción. El voto discrepante, que
acompaña a la sentencia es reflejo de la polémica que rodea esta cuestión.

El debate doctrinal subsiste. Como veremos, será innecesario en este


supuesto concreto volver sobre esa problemática que, a nivel jurisprudencial,
hoy por hoy, está solventada por ese precedente.

Puede apostillarse, de cualquier forma, que en el marco de la Unión


Europea la última Directiva sobre blanqueo de capitales recién aprobada
apuesta decididamente por la consideración del delito fiscal como antecedente
del blanqueo de capitales. Dice su art. 3, nº 4: ”A efectos de la presente
Directiva, se entenderá por... 4) «actividad delictiva»: cualquier tipo de
participación delictiva en la comisión de los delitos graves siguientes… f) todos
los delitos, incluidos los delitos fiscales relacionados con los impuestos directos
e indirectos definidos en la legislación nacional de los Estados miembros, que
lleven aparejada una pena privativa de libertad o medida de seguridad de
duración máxima superior a un año o, en los Estados miembros en cuyo sistema
jurídico exista un umbral mínimo para los delitos, todos los delitos que lleven
aparejada una pena privativa de libertad o medida de seguridad privativa de
libertad de duración mínima superior a seis meses;”

Algunos piensan que la plena implementación de tal Directiva precisaría


en rigor un ajuste del art. 301 CP. No es esa la postura oficial de esta Sala como
evidencia el citado precedente: se trataría de una medida ya consolidada en
nuestra norma penal. Y reforzada en la reforma de 2015 por la previsión en sede
de decomiso de los delitos contra la Hacienda Pública entre las infracciones
aptas para generar ganancias.

1264
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La STS 974/2012, tras dibujar una panorámica de derecho comparado y


textos internacionales para apuntalar su posición, trata de refutar todos y cada
uno de los argumentos blandidos en contra de la tesis favorable a conferir al
delito de defraudación tributaria idoneidad para erigirse en delito antecedente
del blanqueo de capitales. Y, además, sostiene con firmeza esa postura.

No obstante, esa misma sentencia traza unos estrictos condicionantes


para justificar una condena con ese presupuesto. No basta con cometer un delito
de defraudación tributaria para que, acto seguido y a partir de ese momento,
cualquier inversión, gasto, uso o traslado de dinero, adquisición… se convierta
en un delito de blanqueo de capitales (auto blanqueo si es el obligado tributario
quien lo hace; heteroblanqueo si es ayudado por terceros que colaboran con él:
la punibilidad del autoblanqueo venía admitida por la jurisprudencia antes de la
reforma de 2010, lo que hace descarrilar la queja en ese sentido del recurrente:
SSTS 796/2010, de 17 de septiembre ó 313/2010 de 8 de abril, así como
Acuerdo del Pleno no jurisdiccional de esta Sala de 18 de julio de 2006).

Para que estemos ante un delito de blanqueo será necesario, de una


parte, que se trate de operaciones en las que sea detectable una finalidad
específica de encubrimiento del origen ilícito.

De otra, que se pueda establecer una ligazón clara entre el flujo de dinero
manejado y la cuota defraudada.

En el caso del delito de defraudación tributaria estas exigencias


adquieren perfiles diferentes a aquellos con que se presentan en otras
infracciones. En un delito de tráfico de drogas, o contra el patrimonio, están
identificados y relativamente acotados desde el primer momento los bienes
procedentes de esa actividad criminal y son diferenciables de los que pudieran
obrar en poder del delincuente con anterioridad. Es más, en muchas ocasiones
es esa fuente ilícita la única que reporta ingresos al supuesto blanqueador, lo
que permite jugar con relativa facilidad con la prueba indiciaria: carece de
ingresos lícitos; maneja abundante dinero; su origen no está acreditado; aparece
probada la relación personal con actos delictivos, ergo los bienes que mueve
han de tener indudablemente esa procedencia.

1265
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Cuando junto a los bienes provenientes de la actividad delictiva


concurren otros de origen lícito el panorama se enturbia. Los movimientos que
se efectúen con fondos de fuente lícita por definición no pueden constituir delito
de blanqueo, lo que no obsta a que la fungibilidad del dinero haya de ser tenida
en cuenta para no llegar a simplistas e inadmisibles soluciones de impunidad en
virtud de argumentos con visos de sofisma.

En el delito de defraudación tributaria necesariamente el autor cuenta


con ingresos lícitos, aunque puedan ser opacos. Es de esencia de esta
infracción que solo pueda cometerse por quien goza de capacidad económica
suficiente para ser obligado tributario. Inexorablemente sus ingresos serán
superiores a la cuota defraudada. Esta es manifestación de su capacidad
económica y, como indica su nombre, es solo una porción de sus ganancias,
una cuota. Ya no es dable establecer ese enlace automático entre el dinero o
los fondos que se manejan y la actividad delictiva previa. Esta no contamina
todo el patrimonio, que, por necesidad, ha de ser más amplio. Solo ensucia
estrictamente una parte, una cuota, la cifra a la que asciende el fraude fiscal.
Resultaría un artificio inaceptable considerar ensuciado todo el patrimonio que
puede ascender a muchos millones, por una defraudación de ciento veinticinco
mil euros. Una cosa es que el dinero sea opaco, que se haya querido mantener
oculto (dinero negro) lo que no es suficiente para el delito de blanqueo -sí para
el delito tributario (cumplidos los demás requisitos)-; y otra que el dinero
provenga de un delito (dinero sucio). El dinero sucio será negro en muchos
casos. Pero ni todo el dinero negro es sucio, ni todo el dinero sucio es negro.

Así, los fondos provenientes aquí de la malversación serían dinero sucio,


pero no negro jugando con esos calificativos un tanto simplistas, pero llenos de
plasticidad, que convencionalmente manejamos ahora.

No todo el dinero del defraudador fiscal proviene de un delito. Solo cabe


colgar esa etiqueta a una parte del mismo: la equivalente a la cuota defraudada.
La comisión del delito fiscal, que se consuma cuando ya, desde al menos varios
meses antes, el dinero está a disposición del autor, solo contamina una
cantidad, justamente el monto que no se ingresó en Hacienda. Solo respecto de
esa cifra (no sin cierto esfuerzo dialéctico que en todo caso el Legislador –art. 1

1266
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la Ley 10/2010- obliga a realizar) puede afirmarse su procedencia de un


delito. El resto provendrá de las actividades que hayan generado esos
rendimientos (laborales, negociales…).

El delito de blanqueo requiere, por otra parte, una intención de ocultar el


origen para hacer pasar como legítimo el ingreso. Solo entonces hay blanqueo.
Limitarse a gastar o invertir lo defraudado, si su importe goza de total apariencia
de un cobro legítimo, legal, no puede ser delito del art. 301 CP. (sería, enlazando
con la nomenclatura aludida, dinero sucio, pero no negro).

Y es que el delito de blanqueo de capitales, según viene afirmando la


jurisprudencia de esta Sala con el propósito de embridar los desmesurados
contornos que parece atribuirle la norma (especialmente cuando pensamos en
el castigo del auto blanqueo), no se consuma con el simple disfrute, gasto o
trasmisión de lo procedente del delito (lo que no es más que agotamiento del
delito previo, es decir, un acto copenado). Requiere un elemento subjetivo: han
de tratarse operaciones realizadas con la específica finalidad de ocultar o
encubrir el origen delictivo. La última jurisprudencia sobre el art. 301 resalta la
esencialidad de ese elemento subjetivo que ha de presidir todas y cada una de
las conductas castigadas: “con la finalidad de ocultar o encubrir el origen ilícito”.
Esa finalidad u objetivo de la conducta debe guiar cada uno de los
comportamientos enumerados en el precepto (SSTS 1080/2010, de 20 de
octubre, 265/2015, de 29 de abril, 699/2015, de 17 de noviembre, 693/2015, de
12 de noviembre, 690/2015, de 27 de octubre ó 583/2017, de 19 de julio) para
ser considerados delictivos.

La actividad blanqueadora es algo distinto de operaciones financieras o


movimientos de capital dirigidos más que a disimular el origen de los fondos (en
este caso encubrir que entre esos fondos se esconde la cuota defraudada), a
propiciar su opacidad por razones también tributarias de futuro o de elusión de
responsabilidades patrimoniales que pueden no tener nada que ver con el delito
antecedente.

La posterior STS 182/2014, de 11 de marzo (caso Reparaz) aun


manteniendo la misma solución, desecha el delito de blanqueo con un
razonamiento que transita por la senda ya apuntada en el precedente

1267
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

comentado (Ballena Blanca). Se hace depender el delito de blanqueo de que


exista una cierta correlación no solo temporal sino incluso cuantitativa; una
vinculación, en definitiva, entre la cuota defraudada y los gastos o inversiones
efectuadas. Al existir una actividad de defraudación fiscal prolongada durante
múltiples ejercicios elude tal sentencia la punición por autoblanqueo por no
haberse podido vincular a ejercicios concretos para concluir que el dinero
movilizado se correspondía precisamente con las cuotas impagadas
determinantes de delito fiscal.

Esa correspondencia no siempre es fácil en cuanto la cuota defraudada


es una cifra, un valor, y no un dinero efectivo. No puede siempre asignarse a
algún capital específico del comprendido en el patrimonio del defraudador la
etiqueta “cuota defraudada”, de forma que solo si se gasta o invierte ese dinero
y no otro, será blanqueo. Habrá supuestos en que pueda realizarse esa ligazón
(por el volumen de lo blanqueado; por la mecánica que llevó al delito de
defraudación tributaria; o por otras circunstancias en los términos apuntados en
la citada STS 974/2012). Pero la vinculación no puede establecerse sin razonar,
de forma caprichosa, voluntarista o arbitraria, sosteniendo, sin mayor
justificación, que unas inversiones o movimientos se refieren justamente a esa
cuota defraudada, cuando el defraudador ha llevado a cabo muchos otros
gastos no constitutivos de blanqueo por hacerse a la luz y no ser idóneos para
esa finalidad de ocultación (¿por qué no son esos gastos lícitos y legítimos los
que han absorbido la cuota defraudada?); y/o, además, existen otros bienes o
rentas que superan la cuota defraudada y que pueden haber sido los destinados
a esas inversiones o movimientos; y/o en otros ejercicios se han producido
defraudaciones tributarias no delictivas por no llegar al monto de 120.000 euros
(¿no puede estar el origen de ese dinero en esas cuotas también altas, aunque
inferiores a 120.000 euros?).

La ausencia de un razonamiento reforzado específico en la sentencia


que descarte esas posibilidades y que se esfuerce en mostrar de forma
mínimamente concluyente y no puramente apodíctica cómo el dinero manejado
a través de esas cuentas representaba, al menos en parte, la cuota defraudada,
lleva a la estimación del motivo. Es demasiado abierta la deducción. No es
concluyente. Diciéndolo simplemente, bastaría con comprobar que en el

1268
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

patrimonio visible del recurrente existe una cantidad semejante a la cifra de la


cuota; o que durante estos años ha realizado gastos por importe similar, para
que fuese legítimo admitir como posibilidad que el dinero de la cuota defraudada
eran esos gastos o que está representado por los fondos radicados en cuentas
transparentes; y, por tanto, no pudiese condenarse por el delito del art. 301.»

Por último, dada la cita que se contiene en esta última sentencia y en el


mismo escrito de recurso, la STS 182/2014, de 11 de marzo (Recurso núm.
1132/2013, caso «Reparaz»), expone:

«En nuestro caso, tiene razón el recurrente. La motivación fáctica es


claramente insuficiente para que se pueda efectuar la subsunción en el delito de
blanqueo previsto y penado en el art 301 CP.

En efecto, la página 8 del factum se limita a indicar que: ”Por medio de


las distintas estructuras societarias enumeradas y empleadas en sucesivos
periodos de tiempo, JUAN RAMON REPARAZ MAIZA, dispuso de su patrimonio
y de los rendimientos que obtenía evitando el control de la Hacienda Pública
española, disponiendo del dinero defraudado al erario público sin generar
sospechas, ocultando su origen y reinvirtiendo las cuotas que, ejercicio tras
ejercicio, había defraudado a la Hacienda Pública en bienes inmuebles …”.Y se
añade que el coacusado “desde su despachó de asesor fiscal articuló las
estructuras fiduciarias …permitiendo …la canalización de las cuotas no
satisfechas hacia activos financieros en el extranjero”.

Y tal parquedad fáctica, ni siquiera se supera con una ubicación


inapropiada en la fundamentación jurídica, cuando se indica en el FJ 2 (pag 14)
que: “El Sr Repáraz ha utilizado parte de los fondos de su propiedad localizados
en Panamá, para realizar distintas inversiones en España. Estas inversiones
han consistido básicamente en inmuebles, la mayoría de los cuales han sido
utilizados por el Sr. Repáraz y personas de su entorno familiar. También ha sido
titular de distintas sociedades españolas que se han dedicado a realizar una
actividad empresarial relacionada con la compraventa de inmuebles“.Y tampoco
cuando más adelante (pag.27) se añade que: “…queda constatada la existencia

1269
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de cantidades de dinero defraudadas al erario público ejercicio tras ejercicio


…reinvertidos en bienes inmuebles a través de sociedades instrumentales
administradas por testaferros, así como la existencia de depósitos en entidades
bancarias ubicadas en país distinto al de residencia de su titular …“.Y tampoco
cuando en el FJ 4, b) se fija la pena que se considera adecuada “dado el importe
defraudado a la Hacienda Pública invertido/convertido en bienes inmuebles o
canalizado hacia activos financieros en el extranjero”.

Como indica el recurrente, no se precisa qué cuota tributaria concreta


relativa a qué ejercicio fiscal ha sido objeto de blanqueo y de qué modo. No
existe concreción factual alguna referida a qué se hizo con las cuotas
defraudadas, y si se habla genéricamente de una reinversión en bienes
inmuebles, no hay una sola referencia a los concretos inmuebles que fueran
adquiridos con tales cuotas, ni en qué cuentas o fondos estaba depositado el
dinero que se dice reinvertido.»

v) Sobre la posibilidad de condenar por un delito contra la Hacienda


Pública por no declarar los ingresos procedentes de actividades delictivas y/o
por las inversiones posteriores realizadas con los mismos.

Dados los alegatos deducidos por el recurrente, podría citarse la STS


1493/1999, de 21 de diciembre (Recurso núm. 1174/1998, caso «Roldán»), que
por primera vez aborda esta concreta cuestión, así como la posible infracción
del principio ne bis in idem como consecuencia de la punición de los delitos de
los que procedían los ingresos delictivos que dejaron de declararse a Hacienda.

«TRIGÉSIMOPRIMERO.- En efecto, no concurre en el supuesto actual


unidad de acción ni en su vertiente natural ni en su vertiente jurídica. Desde el
punto de vista de la acción los hechos que han sido calificados como delitos de
cohecho, malversación y estafa se integran por una serie de acciones
complejas realizadas a la largo de un prolongado período temporal que no
coinciden con la actividad realizada en el momento de efectuar las sucesivas
declaraciones fiscales por parte del agente, declaraciones defraudatorías que
no solamente ocultan la mayor parte de los ingresos lícitos o ilícitos del acusado
sino que contienen manipulaciones que le llevan incluso a obtener devoluciones,
a través de la dedicación, por ejemplo, de parte de los fondos, a la adquisición

1270
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y sostenimiento de explotaciones agrícolas deficitarias que permiten el aparente


resultado de una cuota tributaria negativa.

Ha de estimarse que el recurrente ha ejecutado hechos anteriores


independientes, los calificados como malversación, cohecho y estafa, y
separados de los posteriores consistentes en defraudar a la Hacienda Pública
las cuotas tributarias correspondientes a su efectivo nivel de ingresos,
procedente de una pluralidad de fuentes que incluye tanto ingresos derivados
de actividades lícitas como otros derivados de modo directo o indirecto de
actividades ilícitas anteriores, y ya la propia parte recurrente reconoce que en
este aspecto fáctico puede objetarse a sus tesis que los actos integradores de
los delitos de malversación, estafa y cohecho no realizaron el tipo del delito
contra la Hacienda Pública, siendo hechos constituyentes de acciones
fácticamente diferenciadas.

Desde el punto de vista jurídico, igualmente, ha de estimarse que el bien


jurídico tutelado por los delitos de estafa, cohecho y malversación no coincide
con el protegido por los delitos contra la Hacienda Pública. No cabe estimar, en
consecuencia que las normas penales sancionadoras de los referidos delitos,
incluyan de forma plena en su sanción el desvalor y reproche que el
ordenamiento jurídico atribuye al fraude fiscal, especialmente en el caso actual
en el que el producto de los referidos delitos se reinvertía en bienes mobiliarios
e inmobiliarios generadoras de nuevas ganancias mantenidas siempre al
margen de las obligaciones fiscales.»

«TRIGESIMOSEGUNDO.- El tercer motivo de casación, por infracción


de ley al amparo de lo dispuesto en el número cuarto del artículo 5º de la LOPJ,
alega la vulneración del principio jurídico non bis in idem íntimamente ligado a
los principios de legalidad y tipicidad recogidos en los artículos 9.3 y 25.1 de la
Constitución Española. Estima el recurrente que la Sala sentenciadora, al
condenar a D. Luis Roldán Ibáñez como autor de cinco delitos contra la
Hacienda Pública, a la vez que lo condena como autor de un delito de
malversación de caudales públicos, uno de estafa y otro de cohecho, vulnera el
derecho fundamental a no ser sancionado dos veces, cuando estamos ante un
concurso de leyes…

1271
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TRIGESIMOTERCERO.- El principio "non bis in idem", si bien no


aparece expresamente reconocido en el texto constitucional, ha de estimarse
comprendido en su art. 25,1, en cuanto integrado en el derecho fundamental a
la legalidad penal con el que guarda íntima relación (SSTC 2/1981,
66/1986,154/1990 y 204/1996, entre otras). Tal principio supone, en definitiva,
la prohibición de un ejercicio reiterado del "ius puniendi" del Estado, que impide
castigar doblemente tanto en el ámbito de las sanciones penales como en el de
las administrativas, y proscribe la compatibilidad entre penas y sanciones
administrativas en aquellos casos en los que adecuadamente se constate que
concurre la identidad de sujeto, hecho y fundamento (STC 231/97 de 4 de
diciembre).

En lo que concierne a la esfera jurídico-penal el principio "non bis in idem"


está vinculado a la problemática del concurso de delitos y a la pluralidad de
procesos penales, así como a la excepción procesal de la cosa juzgada. Cuando
se constate el doble castigo penal por un mismo hecho, a un mismo sujeto y
por la misma infracción delictiva, tal actuación punitiva habrá de reputarse
contraria al art. 25,1 CE ya que cuando existe identidad fáctica, de ilícito penal
reprochado y de sujeto activo de la conducta incriminada, la duplicidad de penas
es un resultado constitucionalmente proscrito.»

«TRIGESIMOQUINTO.- En cualquier caso, este motivo nos permite


profundizar en la problemática planteada al alegar la parte recurrente, en
defensa de sus tesis de la consunción, que la sanción penal de los delitos de
estafa, malversación y cohecho, absorbe la totalidad del disvalor y reproche
que la conducta merece y en consecuencia ha descargado sobre ella toda la
pena necesaria.

Conviene precisar, para concretar estrictamente nuestra doctrina al


supuesto ahora enjuiciado, que en el caso actual no nos encontramos ante una
resolución que sanciona penalmente un mismo hecho desde dos perspectivas
diferentes como sucedería en el caso de una actuación delictiva concreta que
se sancionase como tal y asimismo como ocultación a la Hacienda Pública del
provecho obtenido. Por el contrario en el supuesto actual la sanción por los
delitos contra la Hacienda Pública se fundamenta en la defraudación derivada

1272
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de formular declaraciones negativas, con reclamación de devolución, por parte


de quien disfrutaba de un enorme patrimonio inmobiliario y mobiliario oculto, así
como de unos inmensos ingresos obtenidos de una amplia pluralidad de fuentes,
en parte lícitas, en parte directamente ilícitas, en parte indirectamente ilícitas, es
decir procedentes de la reinversión de ganancias ilícitas y en parte procedentes
de actividades, que podrian haber sido ilícitas pero no han sido enjuiciadas en
este proceso, realizadas en una época anterior a los períodos fiscales
analizados.

Así, y sólamente a título de ejemplo, cabe apreciar en el hecho probado


que en la declaración referida al año 1992 en la que el acusado declaró
únicamente 168.946 pesetas, como rendimiento del capital mobiliario, la
Inspección de Hacienda comprobó unos ingresos superiores a los 85 millones
de pesetas (85.200.727 pts) sólo por este concepto, que generarían por sí
mismos una cuota defraudada muy superior al límite penal establecido y que no
tienen directa relación con las ganancias derivadas de los hechos delictivos
sancionados. En esta declaración, referida a un periodo tributario en el que se
han constatado incrementos patrimoniales superiores a doscientos millones de
pts (216.956.682 pts), el acusado manipuló su declaración hasta el punto de
RECLAMAR al erario público más de tres millones y medio de pts en concepto
de devolución. Algo similar ocurre en la declaración de 1991 en la que lo
declarado como rendimiento del capital mobiliario se limitó a 150.436 pts
mientras que lo efectivamente percibido alcanza los 43.666.586 pesetas, que
no se derivan de los delitos de estafa, cohecho o malversación objeto de
sanción si no, como se ha expresado, del capital mobiliario acumulado con
anterioridad, aparte de constatarse en dicho período impositivo incrementos
patrimoniales por valor de más de seiscientos millones de pts (635.108.781 pts)
que se ocultaron a la Hacienda Pública. Asimismo en la declaración de 1990 se
aprecia una diferencia superior a dieciseis millones de pesetas entre los
rendimientos declarados del capital mobiliario y los efectivamente percibidos, al
margen de los incrementos patrimoniales cercanos a los 400 millones de
pesetas constatados en el período fiscal referido.

En definitiva: no nos encontramos ante una única acción doblemente


sancionada si no ante una actividad delictiva plural en la que la sanción de

1273
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

alguna de las conductas no absorbe todo el desvalor y reproche que la totalidad


de la conducta merece.

El motivo, en consecuencia, debe ser desestimado pues de la triada de


identidades que integran la vulneración del principio non bis in idem no
concurren ni la identidad de hecho ni la de fundamento.»

Finalmente, la sentencia confirmó las condenas por fraude fiscal,


añadiendo:

«TRIGESIMO OCTAVO.- Como señalaba la Audiencia Nacional en su


sentencia de 27 de septiembre de 1994, dictada en el denominado caso
"Nécora”, <<el principio de igualdad ante el impuesto prohíbe un tratamiento
fiscal más favorable a quien viole el Derecho que a quien lo respete, careciendo
de todo sentido que, mientras que una persona que tenga beneficios lícitos, por
ocultarlos a la Hacienda sea sancionada por un delito fiscal, otra, receptora de
beneficios de ilícita procedencia, no pueda ser castigada por la comisión de
dicha figura delictiva, pudiendo además materializarse con tales beneficios
inversiones diversas que a su vez van a producir nuevos beneficios, y si se
optare por la no tributación del dinero producido por la actividad económica
ilegal, se estaría estableciendo una barrera que haría prácticamente imposible
introducir la fiscalidad en esta cadena de inversiónes>>.»

Por otra parte, la STS 20/2001, de 28 de marzo (Recurso núm.


4234/1998, caso «Urralburu»), que es reiteradamente citada por el recurrente
para justificar la importancia del comiso decretado sobre cierta cantidad para
excluir de la base imponible la misma a efectos de calcular la cuota tributaria y,
por tanto, la improcedencia misma de los cálculos verificados para liquidar las
cuotas defraudadas, al haberse incluido las cantidades que se declaran
percibidas por sus ilícitas actividades.

«VIGESIMOPRIMERO.- Por razones sistemáticas procede analizar a


continuación los motivos decimoséptimo a decimonoveno, que plantean desde
diversas perspectivas la incompatibilidad de la doble condena por cohecho y por
delito fiscal, dado que, como se verá, la estimación de estos motivos dejará sin
contenido los demás motivos de recurso referentes al delito fiscal.

1274
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión se plantea desde varias perspectivas. En primer lugar como


infracción de ley por estimar que al condenar la sentencia al recurrente como
autor de dos delitos contra la hacienda pública, cometidos al defraudar a la
Hacienda Pública Navarra en el IRPF de 1990 y 1991 por omisión, entre otras,
de la declaración del importe de los ingresos derivados del delito continuado de
cohecho ya objeto de condena, deja indebidamente de aplicar el art. 8.3º del
Código Penal pues nos encontramos ante un concurso aparente de leyes
penales en el que el delito de cohecho absorbe las infracciones consumidas en
aquél.

Asimismo, y por las mismas razones, se denuncia la vulneración del


principio "non bis in idem", inherente a los de legalidad y tipicidad proclamados
en los arts. 9.3 y 25.1º de la Constitución Española. Por último se alega la
vulneración del derecho a no declarar contra sí mismo y no confesarse culpable,
por estimar que este derecho fundamental ampara la facultad de negarse a
incluir en las declaraciones de renta ingresos de procedencia ilícita que
pudiesen revelar la realización de alguna actividad delictiva.

VIGESIMOSEGUNDO.- La resolución de esta compleja cuestión


requiere partir de la doctrina ya sentada por esta Sala en un supuesto similar
(sentencia 1493/1999, de 21 de diciembre, caso Roldán), para analizar si dicha
doctrina es aplicable íntegramente al supuesto actual o bien el caso ahora
enjuiciado presenta aspectos peculiares que obliguen a matizar y especificar la
referida doctrina, determinando una solución diferenciada.

VIGESIMOTERCERO.- Comenzando por la última cuestión,


señalábamos en la sentencia 1493/1999, de 21 de diciembre que ha de
rechazarse la concepción de que el derecho fundamental a no confesarse
culpable y a no declarar contra sí mismo pueda configurarse como una causa
que justifique la defraudación fiscal. Como se deduce de la S.T.C. 161/1997 de
2 de octubre, en el análisis de los efectos del derecho a no declarar y del derecho
de defensa constitucionalmente garantizados ha de distinguirse una diversidad
de perspectivas en el propio seno del art. 24.2 C.E. Mientras la derivada de los
derechos a la no declaración y a la no confesión es, desde cierto punto de vista,
más restringida, pues puede considerarse que comprende únicamente la

1275
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

interdicción de la compulsión del testimonio contra uno mismo, mayor amplitud


tiene la prohibición de compulsión a la aportación de elementos de prueba que
tengan o puedan tener en el futuro valor incriminatorio contra el así compelido,
derivada del derecho de defensa y del derecho a la presunción de inocencia.
Esta amplitud, sin embargo, debe someterse a un doble tamiz en el complejo
equilibrio de garantías e intereses que se concitan en el procedimiento
sancionador: las garantías frente a la autoincriminación se refieren en este
contexto sólamente a las contribuciones del imputado o de quien pueda
razonablemente terminar siéndolo y sólamente a las contribuciones que tienen
un contenido directamente incriminatorio. Así, tal garantía no alcanza a integrar
en el derecho a la presunción de inocencia la facultad de sustraerse a las
diligencias de prevención, de indagación o de prueba que proponga la acusación
o que puedan disponer las autoridades judiciales o administrativas. La
configuración genérica de un derecho a no soportar diligencia de este tipo
dejaría inermes a los poderes públicos en el desempeño de sus legítimas
funciones de protección de la libertad y la convivencia, dañaría el valor de la
justicia y las garantías de una tutela judicial efectiva. Los mismos efectos de
desequilibrio procesal, en detrimento del valor de la justicia, y de
entorpecimiento de las legítimas funciones de la Administración, en perjuicio del
interés público, podría tener la extensión de la facultad de no contribución a
cualquier actividad o diligencia con independencia de su contenido o de su
carácter, o la dejación de la calificación de los mismos como directamente
incriminatorios a la persona a la que se solicita la contribución. En suma, como
indican el prefijo y el sustantivo que expresan la garantía de autoincriminación,
la misma se refiere únicamente a las contribuciones de contenido directamente
incriminatorio. (STC 161/1997).

Aplicando esta doctrina constitucional al supuesto enjuiciado ha de


concluirse que el temor a que la declaración fiscal, al incluir ganancias de difícil
justificación o bienes adquiridos con fondos de ilícita procedencia, pueda
contribuir al afloramiento de actividades ilícitas no puede configurarse como una
causa privilegiada de exención de la obligación de declarar, supuestamente
amparada en un derecho constitucional y de la que se beneficiarían los
ciudadanos incumplidores de la Ley en detrimento de los respetuosos del

1276
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Derecho, pues no nos encontramos ante "contribuciones de contenido


directamente incriminatorio". (STS 1493/99).

VIGESIMOCUARTO.- Pues bien, esta doctrina sentada en la sentencia


citada 1493/99 debe ser plenamente ratificada, pues tiene un carácter general.
Como también se señalaba en dicha resolución el principio de igualdad ante el
impuesto prohíbe un tratamiento fiscal más favorable a quien viole el Derecho
que a quien lo respete. La procedencia ilícita de los ingresos no excluye por si
misma la obligación de declarar fiscalmente los incrementos patrimoniales de
ellos derivados y las dificultades que pueda tener el contribuyente para aflorar
fiscalmente sus ingresos reales sin desvelar sus actividades ilícitas únicamente
son imputables al mismo, sin que puedan determinar una posición de privilegio
que le exima de la obligación genérica de declarar a Hacienda o le haga inmune
frente a la responsabilidad penal por delito fiscal.

VIGESIMOQUINTO.- Ahora bien también es cierto que en la sentencia


nº 1493/1995, de 21 de diciembre, declarábamos en el fundamento jurídico
trigesimoquinto que: " Conviene precisar, para concretar estrictamente nuestra
doctrina al supuesto ahora enjuiciado, que en el caso actual no nos
encontramos ante una resolución que sanciona penalmente un mismo hecho
desde dos perspectivas diferentes como sucedería en el caso de una actuación
delictiva concreta que se sancionase como tal y asimismo como ocultación a la
Hacienda Pública del provecho obtenido. Por el contrario en el supuesto actual
la sanción por los delitos contra la Hacienda Pública se fundamenta en la
defraudación derivada de formular declaraciones negativas, con reclamación de
devolucion, por parte de quien disfrutaba de un enorme patrimonio inmobiliario
y mobiliario oculto, asi como de unos inmensos ingresos obtenidos de una
amplia pluralidad de fuentes, en parte lícitas, en parte directamente ilícitas, en
parte indirectamente ilícitas, es decir procedentes de la reinversión de ganancias
ilícitas y en parte procedentes de actividades, que podrian haber sido ilícitas
pero no han sido enjuiciadas en este proceso, realizadas en una época anterior
a los períodos fiscales analizados".

VIGESIMOSEXTO.-En el caso actual, ratificando dicha doctrina, ha de


estimarse sin embargo que nos encontramos precisamente ante un supuesto de

1277
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los excluidos por la misma, en el que la doble condena recae sobre el mismo
hecho delictivo ya sancionado penalmente como delito continuado de cohecho.
Hecho que consiste en la indebida percepción de las dádivas derivadas del
cohecho, ocultándose a Hacienda el provecho obtenido. Ha de recordarse que
en la sentencia condenatoria se acuerda el comiso de todos los bienes muebles
o inmuebles procedentes del pago de las comisiones ilegales por las
constructoras, bienes que constituyen precisamente los incrementos
patrimoniales que han dado lugar a las condenas por delito fiscal.

VIGESIMOSEPTIMO.- En consecuencia ha de estimarse que si bien


debe mantenerse que la presunta ilicitud de la procedencia de los bienes no
exime del delito fiscal, y que no existe incompatibilidad entre la condena por una
serie de delitos que generan beneficios económicos y las condenas por delitos
fiscales deducidas de incrementos patrimoniales derivados de una pluralidad de
fuentes, incluidos los beneficios indirectos de los referidos actos delictivos, no
sucede lo mismo cuando los incrementos patrimoniales que generan el delito
fiscal proceden de modo directo e inmediato de un hecho delictivo que también
es objeto de condena (con la consiguiente pérdida de los beneficios derivados
del mismo por comiso o indemnización) dado que en estos concretos supuestos
la condena por el delito que constituye la fuente directa e inmediata del ingreso
absorbe todo el desvalor de la conducta y consume al delito fiscal derivado
únicamente de la omisión de declarar los ingresos directamente procedentes de
esta única fuente delictiva.

VIGESIMO OCTAVO.- En consecuencia, y para concretar la doctrina


expuesta, ha de señalarse que para la aplicación del concurso de normas (art.
8º Código Penal 1995) en el que la sanción penal por el delito fuente directa de
los ingresos absorbe el delito fiscal que se considera consumido en aquél, es
necesario que concurran tres requisitos; a) que los ingresos que generen el
delito fiscal procedan de modo directo e inmediato del delito anterior. Cuando
no suceda así y nos encontremos ante ingresos de una pluralidad de fuentes o
que sólo de manera indirecta tengan un origen delictivo porque los beneficios
del delito han sido reinvertidos y han dado lugar a nuevas ganancias, no cabe
apreciar el concurso normativo (sentencia 1493/99 de 21 de diciembre, caso
Roldán). 2º) Que el delito inicial sea efectivamente objeto de condena. Cuando

1278
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no suceda así, por prescripción, insuficiencia probatoria u otras causas, debe


mantenerse la sanción por delito fiscal, dado que el desvalor de la conducta no
ha sido sancionado en el supuesto delito fuente (sentencia de 7 de julio de 1996,
núm. 649/1996, caso "Nécora", fundamento jurídico octagésimo cuarto, en la
que se mantiene la condena por delito fiscal respecto de ingresos
supuestamente derivados de receptación, precisamente porque "por estimación
de otros motivos de estos mismos recursos, hemos acordado absolver del delito
de receptacion"). En consecuencia los delitos fiscales deducidos de
incrementos patrimoniales que podrían tener origen delictivo deben ser en todo
caso objeto de investigación y acusación, como delito contra la hacienda pública
pues sólamente si el delito del que proceden los ingresos es finalmente objeto
de condena podrá absorber las infracciones fiscales, pero si no lo es por
cualquier causa, los delitos fiscales deberán ser autónomamente sancionados.
La procedencia ilícita de los bienes no puede constituirse en un beneficio o
privilegio para el defraudador. 3º) Que la condena penal del delito fuente incluya
el comiso de las ganancias obtenidas en el mismo o la condena a su devolución
como responsabilidad civil.»

4. Viabilidad del motivo examinado.

Al respecto, cabría efectuar las siguientes consideraciones.

i) En cuanto a la indeterminación del delito antecedente y su necesaria


conexión con los actos de blanqueo.

Estos argumentos ya fueron parcialmente abordados en el motivo


séptimo del recurso (apartado 4 -subapartado i-), descartando, de entrada, la
existencia de la alegada indeterminación en la concreción del delito precedente
y los actos de blanqueo pues, como se desprende de los hechos probados y de
la fundamentación jurídica analizada, el Tribunal explicita sobradamente tanto
el origen delictivo de los fondos que nutrían las cuentas bancarias en Suiza de
Luis Bárcenas -en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación
en adjudicaciones públicas, del apoderamiento de fondos del PP y de su
ocultación a la Hacienda Pública-, como las operaciones realizadas por éste
para ocultar los mismos a través de un entramado financiero e, incluso,
simulando contratos u otras operaciones comerciales con la finalidad de

1279
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ocultarlos, evitar una incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una
aparente cobertura lícita.

Por otra parte, teniéndose por acreditado que Luis Bárcenas llegó a
acumular un importante patrimonio, que no se correspondía con su declarada
actividad ni con su ahorro, sino que era fruto de tales actividades delictivas
previas, no parece que la exigida conexidad entre el delito precedente y los
actos de blanqueo imponga que, como reclama aquí el recurrente, deba
señalarse la exacta correlación entre el producto ilícito obtenido de cada delito
y el acto posterior de inversión, gestión, transmisión o transferencia del mismo.
Lo que el delito de blanqueo exige es la constatación de la existencia de unos
bienes procedentes de un acto ilícito, en razón de la «actividad delictiva previa»
exigida para la comisión de este delito, y la realización de cualquiera de los
verbos nucleares de los apartados 1 y 2 del artículo 301 del Código Penal.

Caso distinto es si la punición conjunta de los delitos precedentes y el


blanqueo entraña la alegada vulneración del principio non bis in idem, lo que,
frente a lo señalado en el recurso, parece evidente que debe limitarse a los
delitos fiscales y a las apropiaciones indebidas, pues ninguna condena o comiso
se ha decretado por la posible comisión de cohecho alguno.

Por lo demás, no parece que puede prosperar el argumento aquí


esgrimido de que la mera tributación de unos fondos como ganancias
patrimoniales no justificadas excluye su naturaleza delictiva, trasmutando su
origen ilícito.

Por lo que a las apropiaciones indebidas se refiere, conviene tener


presente que, al margen de la condena acordada por la apropiación de los
149.6000 euros detraídos en el año 2005 de la «caja B» del partido popular,
igualmente se tiene por acreditada la apropiación, entre los años 2001 a 2003,
de la cantidad de 150.050,61 euros.

ii) Sobre el delito de cohecho como delito antecedente.

Cabe aquí tener igualmente por reproducidas cuantas consideraciones


se expusieron en los motivos primero, séptimo y octavo del recurso de Luis

1280
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bárcenas a propósito de la alegada imposibilidad de que el cohecho pueda ser


en el caso delito antecedente del blanqueo de capitales.

Si alguna precisión cabe aquí efectuar es que el hecho de que no haya


recaído condena al respecto (o, incluso, que no se llegara a formular acusación
por estimarse prescritos los eventuales cohechos cometidos por el recurrente)
no sería en principio obstáculo para reputar delictivos cuantos fondos se
percibieron por éste como consecuencia la actividad desplegada desde el año
2000 en orden a intermediar en la concesión de adjudicaciones públicas a favor
de determinadas empresas, aprovechándose de los contactos que él tenía con
empresarios y los políticos que tenía y valiéndose de la influencia que éste podía
ejercer por razón de los cargos que ocupaba dentro de su formación política.

Como hemos señalado, no es precisa una condena previa a esa


actividad delictiva, ni por consiguiente, juegan aspectos relativos a la
prescripción del delito del que procedan los bienes, procediendo señalar, por lo
que aquí interesa, que la actividad ilícita antecedente de Luis Bárcenas iría
mucho más allá de aquella por la que ha sido absuelto o con respecto de los
cuales se acordó en su día el sobreseimiento libre por el Tribunal Superior de
Justicia de Castilla y León.

Por último, descartada la necesidad de concretar la exacta correlación


entre las cantidades percibidas como consecuencia de estos repartos o
comisiones derivados de su labor de intermediación y los concretos actos de
blanqueo verificados, la última cuestión que se suscita por el recurrente es la
consistente en determinar si el destino dado a estos fondos, fundamentalmente
su depósito en las cuentas en Suiza y las inversiones realizadas sucesiva e
ininterrumpidamente con los mismos, constituye un «acto neutro» a los efectos
del delito de blanqueo.

iii) Sobre la apropiación indebida como delito antecedente.

De nuevo, cabría aquí tener por reproducido lo apuntado en el motivo


séptimo (apartado 4 -subapartado iv-) para rechazar la pretendida
indeterminación que se predica de la necesaria conexión entre el delito de
apropiación y los actos de blanqueo verificados.

1281
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sentado lo anterior, las cuestiones a resolver en este motivo son dos. En


primer lugar, el recurrente afirma, con fundamento en la STS de 29 de abril de
2015, que la compra de una vivienda con los 149.600 euros que detrajo de la
«caja B» del PP es un auto blanqueo impune.

Al respecto cabría efectuar dos consideraciones. De un lado, que la


misma STS 265/2015, de 29 de abril -que se cita en el recurso-, como la STS
699/2015, de 17 de noviembre, entre otras tantas, consideran que la adquisición
de una vivienda constituye un acto de inversión típico, como acto de conversión
que va más allá de las necesidades ordinarias y que cabe reputar efectuado con
la clara finalidad de obtener un título jurídico aparentemente legal sobre bienes
procedentes de una actividad delictiva previa, que es lo que constituye la
esencia del comportamiento que se sanciona por el delito de blanqueo de
capitales.

En este caso, el recurrente no se limitó a adquirir una vivienda con el


dinero que indebidamente sustrajo de la «caja B» del PP, sino que urdió toda
una estratagema para, mediante la adquisición de unas acciones de la entidad
Libertad Digital, con el conocimiento y colaboración de su mujer, y su posterior
venta, proceder a abonar parcialmente el precio de adquisición de un inmueble
en Baqueira. Pero además, también en connivencia con su mujer, trató de dotar
a esta cantidad de una apariencia de licitud, consignando mendazmente en la
declaración de IRPF del año 2005 de Rosalía Iglesias, modalidad individual,
como rentas generadas por la transmisión de distintos inmuebles y acciones.

En segundo lugar, el recurrente aduce que la ausencia de condena por


otras apropiaciones también excluye el delito de blanqueo respecto de estas
cantidades.

El argumento no se comparte. Tal y como se ha dejado sentado en


relación con los delitos de cohecho, el hecho de que no exista condena previa
(en este caso por necesario respeto al principio acusatorio) no es óbice para
que pueda apreciarse un delito de blanqueo, constatado el origen delictivo de
los fondos y la realización de concretos actos de blanqueo.

1282
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso examinado, la sentencia tiene por acreditado que el recurrente


se apropió, entre 2001 y 2003, de distintas cantidades de la «caja B» del PP,
por importe total de 150.050,61 euros. Cantidades que fueron ingresadas en la
cuenta DREBA, nº 128380 del DRESDNER BANK, de Zurich (Suiza), y cuyos
fondos fueron posteriormente transferidos a una cuenta abierta a nombre de la
Fundación Sinequanon y de ahí a las de TESEDUL y GRANDA BLOBAL (véase
el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas, apartado 4 -subapartado iv-).
Fondos que, por tanto, fueron asimismo invertidos en diversos productos
financieros, al margen de hacerse circular por el entramado financiero y
societario creado con la finalidad de ocultarlos, evitar su posible incautación
judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita. Todo ello,
mediante muy diversas operaciones y sirviéndose de otras personas.

iv) Sobre el delito fiscal como delito antecedente.

También en este apartado se suscitan varias cuestiones por el


recurrente.

1.- En primer término, aduce que la condena por un delito de blanqueo


previo (el relativo a su participación en la sociedad SPINAKER) provoca la doble
punición de unos mismos hechos.

Más concretamente, la alegación se basa en la naturaleza delictiva de


los 13.927 euros que se tiene por acreditado que percibió a través de dicha
sociedad, y se plantea la imposibilidad de incluir los ingresos ilícitos para
calcular la cuota defraudada a efectos del delito de fraude.

A propósito de esto, ya se ha señalado que no parece que quepa admitir


el razonamiento esgrimido, como es, que la tributación de un ingreso ilícito
suponga admitir la licitud del mismo y la consiguiente imposibilidad de sancionar
por un delito de blanqueo.

Tampoco parece que quepa estimar vulnerado el principio non bis in


idem como consecuencia de la punición de los delitos generadores de ingresos
ilícitos no declarados y los delitos fiscales derivados de la no declaración de
tales ingresos ilícitos cuando, como es el caso de autos, se han ejecutado
hechos anteriores independientes (cohechos y apropiaciones) y separados de

1283
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los posteriores, consistentes en defraudar a la Hacienda Pública las cuotas


correspondientes a su efectivo nivel de ingresos, procedente de una pluralidad
de fuentes que incluye tanto ingresos derivados de actividades lícitas como otros
derivados de modo directo o indirecto de actividades ilícitas anteriores,
especialmente cuando el producto de los referidos delitos sea reinvertido en
bienes mobiliarios generadores de nuevas ganancias mantenidas siempre al
margen de las obligaciones fiscales.

En definitiva, la procedencia ilícita de los ingresos no excluye por sí


misma la obligación de declarar fiscalmente los incrementos patrimoniales de
ellos derivados y no existe a priori incompatibilidad entre la condena por una
serie de delitos que generen beneficios económicos y las condenas por delitos
fiscales deducidas de incrementos patrimoniales derivados de una pluralidad de
fuentes, incluidos los beneficios indirectos de los referidos actos delictivos
(SSTS 1493/1999, de 21 de diciembre, caso «Roldán», y 20/2001, de 28 de
marzo, caso «Urralburu»).

Sentado lo anterior, sólo restaría analizar si, como pretende el


recurrente, resulta de aplicación a este concreto supuesto la doctrina sentada
en el caso «Urralburu», dado el comiso decretado sobre esta cantidad (los
13.927 euros) y si, como asevera en diversos momentos de su recurso, ha
recibido un trato desigual frente a otros acusados, respecto de los que la
sentencia acordó excluir aquellas cantidades decomisadas del cómputo de la
cuota tributaria potencialmente defraudada.

Sobre este punto podría significarse que, siendo cierto que la sentencia
adopta esta decisión respecto de Alberto López Viejo y Teresa Gabarra Balsells
(folios nº 1329 y 1485), ello se debió a que los importes excluidos constituían
dádivas o cantidades devengadas como consecuencia de otros delitos
diferentes y objeto de comiso, mientras que el comiso de los 13.927 euros
decretado respecto del recurrente deriva de su condena como autor de un delito
de blanqueo de capitales.

2.- En segundo lugar, el recurrente afirma que la sentencia no aclara cuál


es el significado antijurídico de la ocultación de rentas, que o bien es delito de
blanqueo o bien es un delito fiscal.

1284
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, la primera cuestión a dilucidar es si, como afirma el recurrente,


no pueden valorarse unos mismos hechos (la ocultación de rentas) para
sancionar por dos delitos (fiscal y blanqueo) que, a su entender, provoca una
duplicación de los tipos penales.

No parece que el argumento pueda prosperar. Admitido el concurso real


de delitos entre el de blanqueo y contra la Hacienda Pública por tratarse de
acciones distintas que afectan a bienes jurídicos claramente diferenciados,
podríamos encontrarnos ante una acción típica diversa donde la ocultación de
rentas puede operar sin necesidad de limitar su alcance jurídico a una sola de
estas infracciones.

Tampoco se advierte indeterminación alguna en los términos


pretendidos. La lectura de los hechos probados de la sentencia, pone de
manifiesto el distinto tratamiento que confiere a la ocultación de rentas para
configurar uno y otro delito.

Así, a modo introductorio, al abordar la «actividad exclusiva de Luis


Bárcenas», los hechos probados reflejan, a modo introductorio, que, «desde al
menos el año 2000, además de la actividad delictiva que en común llevó a cabo
con los acusados que hemos visto en el apartado anterior, LUIS BÁRCENAS,
desarrolló, por su cuenta, en colaboración, cuando lo precisaba, con su mujer,
ROSALÍA IGLESIAS, otra dirigida a enriquecerse de modo ilícito intermediando
en otras adjudicaciones de obras y apropiándose de fondos del PP, que ocultó
a través de un entramado financiero en Suiza, que luego afloró mediante la
simulación de distintas operaciones comerciales y que destinó a pagos en
efectivo y de manera opaca para la Hacienda Pública.

Por su parte, ROSALÍA IGLESIAS, casada con el anterior y en


connivencia con él, se valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias
rentas y las de su esposo, ingresando una parte de ellas en cuentas de su
titularidad abiertas en España y Suiza, y también simulando realizar alguna
venta de cuadros. Igualmente, utilizó cantidades obtenidas por su cónyuge,
producto de su intermediación en adjudicaciones de obras públicas irregulares,
así como de la apropiación de fondos del PP, para efectuar pagos en efectivo a
la Hacienda Pública» (folios nº 230 y 231).

1285
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y se añade: «En cualquier caso, con ese fin de ocultar tales rentas de
procedencia ilícita y aflorarlas, desvinculadas de su origen, LUIS BÁRCENAS,
de acuerdo con ROSALÍA IGLESIAS, creó un entramado financiero en
entidades bancarias suizas, a través del cual invirtió en distintos valores y
productos financieros, e, igualmente, afloró fondos cuyo origen no se
correspondía con su declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una
apariencia lícita al reflejarlos en las correspondientes declaraciones tributarias
como ganancias patrimoniales derivadas de operaciones de compraventa de
obras de arte.

En las correspondientes declaraciones, LUIS BÁRCENAS solo recogió


las citadas ganancias patrimoniales, como derivadas de unas operaciones de
compraventa de cuadros, que eran ficticias e hizo pasar por reales, ocultando,
en cambio el resto de rentas obtenidas de la ilícita manera que venimos
relatando, hasta la promulgación de la Disposición Adicional Primera del Real
Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo, por el que se introducen diversas
medidas tributarias y administrativas dirigidas a la reducción del déficit público,
que dio lugar a que presentara sendas Declaraciones Tributarias Especiales en
nombre de las sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, tras las que se
escondió, y contando con la colaboración del, también, acusado, IVÁN YÁÑEZ
VELASCO.» (folio nº 231).

Más adelante, a propósito del blanqueo de capitales, bajo la rúbrica de


«ocultación del origen de los fondos», el factum expone que: «Desde, al menos,
el año 2000 hasta principios de 2009 la opacidad de las rentas obtenidas, bien
de la intermediación en adjudicaciones públicas bien de fondos del P.P. se
consiguió con la emisión de facturas falsas, con el ingreso de las rentas en
cuentas suizas, con su incorrecta declaración ante la Hacienda Pública como
ganancias procedentes de supuestas compraventas de obras de arte y con el
pago en efectivo de distintos servicios propios del ámbito de la economía
doméstica.

Y a partir de 2009, una vez abierta la investigación sobre LUIS


BÁRCENAS en la presente causa, la estrategia de ocultación y desvinculación
de su origen y titularidad de los fondos ilícitamente generados, así como su

1286
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afloramiento para dotarlos de una apariencia lícita, se centró, principalmente, en


la retirada de los activos depositados en las cuentas suizas con la simulación de
distintas operaciones comerciales para, a continuación, reintegrarse al
verdadero titular a través de contratos ficticios» (folio nº 233).

Ya en el apartado relativo al «destino de los fondos de las cuentas


suizas», se declara: «Dos periodos son perfectamente diferenciables en cuanto
al destino de esos fondos ilícitamente acumulados en dichas cuentas, uno
primero, con anterioridad al año 2009, en que, el 18/02/2008, LUIS BÁRCENAS
ordena una transferencia de 115.636,82 € desde la de la Fundación
SINEQUANON del LOMBARD ODIER a favor de PIFZ HALIY, y también están
los pagos hechos con tarjeta de crédito, cargados entre febrero y noviembre de
2008 contra la cuenta de ROSALÍA IGLESIAS por importe de 9.897,61 €.

En estas operaciones de movimiento de los fondos de LUIS BÁRCENAS


se prestó a colaborar IVÁN YÁÑEZ, tanto antes como después de 2008.

Sin embargo, la forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en


que LUIS BÁRCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la
detención de los primeros inculpados el día 6 de ese mes, procedió a retirar los
fondos que tenía en sus cuentas suizas, con la finalidad de ocultarlos, evitar una
incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita,
para lo cual se valió de otras personas, unas con conocimiento del origen de
esos fondos y la finalidad que perseguía y otras que no consta que lo tuvieran,
pero que concertaron con él alguna operación por convenir a propios y no ilícitos
intereses comerciales» (folios nº 242 y 243).

Por último, al abordar el delito fiscal, bajo la rúbrica «ocultación de rentas


a la Hacienda Pública», la sentencia declara probado: «Hasta mediados de
2005, cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro para Suiza, en las cuentas
bancarias de dicho país aparece como titular LUIS BÁRCENAS, y, tras esa
entrada en vigor, se interponen personas jurídicas con domicilios en países no
cooperantes, lo que, si no totalmente imposible, sí genera una muy enorme
dificultad para que la Hacienda Pública pueda identificar al titular real de la
riqueza, a lo que se une que estas cuentas se nutren con ingresos en metálico,
no detectables en cuanto a su origen, con lo que, de esta manera, se consigue

1287
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

eludir el pago del impuesto, que, por razón su fortuna, debiera hacer frente
quien, siendo el real dueño de ella, se vale de tales fórmulas.

En esta estrategia, lo primero que hace LUIS BÁRCENAS es interponer,


en julio de 2005, la Fundación panameña SINEQUANON; en 2006, abre una
cuenta a nombre de su mujer, que esta conoce, y en la que tienen capacidad de
disposición y manejo ambos; en 2009, una vez que, en febrero, trasciende a los
medios la incoación de la presente causa, pone cuantos fondos puede a nombre
de la sociedad uruguaya TESEDUL, que a él pertenece, se aprovecha de los
que, a través de la también uruguaya RUMAGOL, le hace circular por ella su
testaferro IVÁN YÁÑEZ, como también los pone en su sociedad GRANDA
GLOBAL.

En la evolución de los movimientos de esa cuentas, de manera


progresiva, se van produciendo ingresos en las del DRESDNER BANK y
LOMBARD ODIER, que superan los 10.000.000 €; sin embargo, a partir del año
2009, una vez en marcha la presente causa, se produce el movimiento inverso,
esto es, la extracción de fondos de esas cuentas, sin que, por parte de LUIS
BÁRCENAS, se haya dado una explicación creíble, y que, debido a que en
cantidad de ocasiones se ha perdido su rastro, nos lleva a concluir que ha
conseguido encontrar fórmulas para evitar que su patrimonio pudiera ser
intervenido con motivo de su encartamiento en la presente causa.

Valiéndose de estas circunstancias , ni las rentas de LUIS BÁRCENAS


ni las de ROSALÍA IGLESIAS fueron declaradas correctamente a la Hacienda
Pública, ante la cual reflejaron solo parcialmente sus recursos, como las
supuestas compraventas de cuadros a que antes nos hemos referido, y ante la
que, el 03/10/2012, presentó, modelo 750, Declaración Tributaria Especial en
nombre de TESEDUL, con esa finalidad de continuar manteniendo oculta la
verdadera titularidad de los fondos a la Hacienda Pública, y en la que reflejó de
modo incompleto las cantidades omitidas en las correspondientes declaraciones
de IRPF de LUIS BÁRCENAS de los años 2007 a 2010, periodo en que de
conformidad con dicha normativa cabía tal regularización, e ingresando por tal
concepto la cantidad de 1.098.804 €.

1288
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, con igual finalidad de ocultar LUIS BÁRCENAS ser real


propietario, como también el verdadero origen de los fondos, de acuerdo con
IVÁN YÁÑEZ, se valió de GRANDA GLOBAL para presentar, en nombre de esta
sociedad, Declaración Tributaria Especial el 04/10/2012, ingresando 132.051
€.» (folios nº 252 y 253).

Sin perjuicio de esto, igualmente cabría indicar que las conductas de


blanqueo que se detallan por la sentencia no se limitan a la ocultación de rentas
en Suiza, por más que se valore a esos efectos la circulación de estas rentas y
la creación de un entramado financiero y societario con tales fines de opacidad
y que, como expone la sentencia, ha logrado con tanto éxito que no ha sido
posible su localización.

Al margen de lo anterior, el recurrente considera que los actos de


ocultación de rentas constituirían un acto ya consumado del delito fiscal y, por
tanto, un acto posterior impune a efectos del blanqueo. Por ello, dice, un acto
de agotamiento como el defendido, como también la prescripción de ciertos
delitos fiscales, no puede hacer nacer tendenciosamente la existencia de un
delito más grave posterior, como es el blanqueo.

Tampoco parece que estos alegatos puedan tener favorable acogida, en


tanto parten de una premisa, como es que la sentencia atribuye de modo
principal a la ocultación de las rentas una finalidad de elusión de su obligación
para con la Hacienda Pública, lo que, como hemos visto, no es cierto.

3.- En tercer término, se discute la correcta calificación de los hechos


como constitutivos de un delito de blanqueo con base en los delitos fiscales
como antecedentes del mismo.

El recurrente considera, en síntesis, que procede su absolución bajo


idénticos pronunciamientos a los contenidos en la STS 277/2018, de 8 de junio
(caso «Noos»), que considera plenamente extrapolables al caso aquí
examinado, y que pueden resumirse en los siguientes:

.- la ausencia de un razonamiento específico capaz de justificar la


necesaria correlación, temporal y cuantitativa, entre la cuota defraudada y los

1289
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

gastos o inversiones realizadas que impide apreciar la necesaria conexión entre


el delito fiscal y el blanqueo, pues no todo el dinero «negro» es dinero «sucio».

.- no cabe confundir el blanqueo de la cuota defraudada con el blanqueo


de la base imponible (Sentencia del caso «Ballena Blanca»), que es lo que
indebidamente hace la sentencia al extender los efectos del comiso sobre toda
la base imponible.

.- las reinversiones no pueden considerarse una actividad blanqueadora.


Invertir lo defraudado en la misma cartera de valores desde la que se genera la
base imponible de la cuota defraudada es un acto neutro a los efectos del delito
de blanqueo.

.- la pluralidad de delitos fiscales (algunos de ellos prescritos) impide que


exista la debida conexión con el delito de blanqueo (STS 182/2014, de 11 de
marzo -caso «Reparaz»-), al no poderse vincular a ejercicios concretos para
concluir que el dinero movilizado se corresponda precisamente con las cuotas
impagadas determinantes del delito fiscal.

Al respecto cabría indicar lo siguiente. El recurrente defiende que,


conforme a lo dictaminado en la STS 182/2014, de 11 de marzo -caso
«Reparaz»- debería ser absuelto, dado que la existencia de una actividad de
defraudación fiscal prolongada durante múltiples ejercicios impide que se pueda
establecer la necesaria vinculación de las cuotas defraudadas con los gastos o
inversiones efectuados. Ahora bien, en el presente caso, por la mecánica de la
defraudación y teniéndose por acreditado que el dinero manejado a través de
estas cuentas no se correspondía ni con su declarada actividad ni con su ahorro,
sino que representaba, al menos en parte, las cuotas defraudadas, no resultaría
ilógico ni arbitrario considerar que las inversiones y movimientos de estos
fondos, en efecto, se refieren a esas cuotas tributarias.

En efecto, en el caso, la totalidad de las cuotas defraudadas,


correspondientes a los ejercicios de los años 2000 a 2007 ascendería a
10.975.683,49 euros, y el total de los actos de blanqueo expresados en el factum
ascendería a 10.038.418,31 euros, y rechazado por la sentencia que las
cantidades invertidas procediesen de los ingresos de las entidades a través de

1290
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

las cuales Luis Bárcenas comenzó a operar desde el año 2005, la conexión
cuantitativa y temporal que se reclama se deduce fácilmente y la inferencia de
que su origen estaba en la cuotas tributarias defraudadas es lógica y racional.
Siguiendo los criterios apuntados por la STS 974/2012, de 5 de diciembre (caso
«Ballena Blanca»), la conexión entre los beneficios generados por el delito fiscal
y la actividad de blanqueo se deduce razonablemente, de la simultaneidad
temporal entre los períodos en que se concretan el impago de los impuestos
correspondientes y las de las operaciones de blanqueo efectuadas y el propio
sistema de canalización del dinero con sociedades interpuestas son elementos
indiciarios suficientes para entender acreditada su vinculación con el previo
delito fiscal y por ello, el ilícito carácter del dinero.

Pero sobre todo resultando que existen otras fuentes ilícitas de esos
montos dinerarios (apropiación indebida y cohecho o tráfico que influencias) la
cuestión se torna en buena medida irrelevante, pues subsiste en cualquier caso
el elemento del origen delictivo más allá de hasta dónde se alcance a fijar el
quantum, lo que solo redundaría en el montante de las multas.

4.- En cuarto lugar, el recurrente discute la corrección de las operaciones


liquidatorias de las cuotas tributarias efectuadas por los peritos judiciales.

De un lado, considera que la forma en que se han calculado las cuotas


tributarias excluye el delito de blanqueo, al sumarse los ingresos de cada
ejercicio (incluidos los ilícitos) y la inversión del patrimonio del anterior. Así
razona que «si una cuota tributaria se considera plenamente blanqueada, pero
al mismo tiempo se estima reinvertida y sumada a la cuota del ejercicio
siguiente, es claro que dicha cuota reinvertida en la misma cartera de valores
no provoca un blanqueo, no es blanqueada».

No se entiende muy bien el argumento del recurrente, pero cabría


señalar, de un lado, que no cabe estimar que una cuota tributaria quede
«plenamente blanqueada» como consecuencia de las actuaciones
regularizadoras que los peritos llevan a cabo al liquidar correctamente una cuota
tributaria en atención a las rentas, ganancias o patrimonio real que quepa
imputar al obligado tributario. De otro, que la reinversión del importe de una
cuota defraudada, aun en la misma cartera de valores, lejos de lo que se

1291
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

propugna, es susceptible de constituir un gasto de inversión típico (adquisición


de acciones o títulos financieros) a los efectos del blanqueo, pues lo que se
pretende a través del mismo, de ordinario, es obtener unos beneficios
blanqueados que oculten la procedencia ilícita del dinero con que se realizó su
adquisición (STS 265/2015, de 29 de abril). Ello sin perjuicio de que estos
beneficios patrimoniales, fruto de las inversiones realizadas, también deben ser
objeto de tributación y cuya omisión o falseamiento podrá, asimismo, justificar
la posible comisión de un delito fiscal, siempre que el importe de la cuota
defraudada supere los 120.000 euros, como su reinversión misma integrar, a su
vez, la conducta típica del delito de blanqueo.

Por otra parte, el recurrente afirma que los informes de la AEAT tampoco
descuentan la cuota correspondiente a ejercicios anteriores, sino que la suman,
lo que provoca un error insubsanable con ocasión de la determinación de las
cuotas de cada ejercicio, una doble imposición tributaria y una doble punición
penal contraria al principio non bis in ídem.

Nuevamente el argumento es confuso, pero parece que guardaría


relación con las quejas deducidas en el motivo decimosegundo del recurso a
propósito de los cálculos efectuados para determinar la base imponible del
Impuesto del Patrimonio, donde lo pretendido por el recurrente era que se
computasen como deudas deducibles las cuotas regularizadas del IRPF e IP
correspondientes a los años anteriores. Sea como fuere, los alegatos se ciñen
a la forma en que se habrían calculado las cuotas tributarias, lo que ha sido ya
objeto de oportuno y extenso análisis al abordar el motivo decimosegundo del
recurso en sentido desfavorable a sus pretensiones.

5.- En quinto lugar, el recurrente insiste en la indeterminación de la cuota


tributaria del IRPF del ejercicio de 2007, esta vez, para defender que la misma
impide que se pueda establecer la necesaria conexidad entre el delito
antecedente y el posterior blanqueo.

Por otro lado, entiende que la reducción de la cuota tributaria del 2007
como consecuencia del pago efectuado a la AEAT supone que se está
reconociendo efectos jurídicos al mismo y, por tanto, que es lícito y no delictivo.

1292
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Lo que, a su vez, implica el reconocimiento de pagos lícitos que rompen dicha


conexión.

Por último, afirma que la validez de la DTE presentada, que conforme a


la Ley Orgánica 7/2012 debe operar como un elemento negativo del tipo, supone
que los actos de blanqueo deban quedar limitados a los anteriores al ejercicio
2007, esto es, a los de los años 1999 a 2006.

Argumentos todos ellos que deben descartarse, en tanto parten de una


pretendida indeterminación de la cuota tributaria que no es tal, conforme se
razonó en los motivos cuarto y decimosegundo; así como en una pretendida
validez y eficacia jurídica del pago efectuado como consecuencia de la DTE
presentada por TESEDUL, que asimismo fue descartada al examinar los
motivos cuarto, séptimo y decimosegundo.

6.- Finalmente, sostiene que la indeterminación del comiso, unido a la


ausencia de cualquier explicación en los fundamentos jurídicos de la sentencia
recurrida acerca del alcance del mismo o de los criterios con los que se ha
calculado la multa impuesta, impide comprender en qué consiste el blanqueo
objeto de condena. Además, el comiso de la totalidad de los fondos de las
cuentas de Suiza debe suponer su exclusión de la base imponible de los
impuestos, tal y como se acordó respecto de otros acusados, haciendo
desaparecer el delito fiscal.

La alegación principal, como es el pretendido desconocimiento de los


actos de blanqueo por los que ha sido condenado, debería ser desestimada,
pues los hechos probados son claros en orden a determinar y explicitar las
distintas actividades realizadas por el recurrente que integran el delito de
blanqueo por el que ha sido condenado.

El recurrente trata de sustentar tal pretendida indeterminación en dos


aspectos y, más concretamente, en la ausencia de motivación en la imposición
de la pena de multa y la amplitud del comiso decretado, pero ninguno de estos
guardaría, en puridad, relación alguna con la queja principal, que se ciñe al
supuesto desconocimiento de los actos de blanqueo.

1293
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dicho esto, cabría plantear la posibilidad de analizar las dos cuestiones


que asimismo subyacen en este submotivo.

Así, en cuanto a la pena de multa, porque efectivamente la sentencia no


contiene razonamiento alguno que permita conocer cómo se ha calculado la
pena de multa de 30.000.000 euros que se ha impuesto por este delito.

En cuanto al comiso, los argumentos también se reiteran en el motivo


vigesimocuarto del recurso, donde el recurrente centra su queja en la
indeterminación y amplitud del comiso decretado sobre «lo vinculado a la
ocultación de fondos en las cuentas suizas, incluidas las de GRANDA GLOBAL,
de los que responderán conjunta y solidariamente LUIS BÁRCENAS por el
importe total, e IVÁN YÁÑEZ VELASCO por un importe de 600.000 €, más los
ingresos y ganancias de GRANDA GOLBAL» (folios nº 1536 y 1537), para
sostener que el mismo debe suponer la exclusión de todos los fondos que
integran la base imponible de los impuestos, haciendo desaparecer el delito
fiscal. En definitiva, lo que se sostiene es que no puede haber delito fiscal al no
existir ganancia que no se vea afectada por el comiso decretado.

Ya hemos expuesto, al analizar la posible operatividad de la doctrina


«Urralburu» en relación con el comiso decretado sobre la cantidad de 13.927
euros, que no parece que la misma sea predicable respecto de aquellas
cantidades cuyo comiso se decreta como consecuencia del blanqueo de
capitales por el que ha sido condenado el recurrente. Lo que, por tanto, podría
estimarse predicable aquí respecto del importe de los fondos ingresados en
Suiza, incluidos los de GRANDA GLOBAL, ya que, siendo el comiso
consecuencia del blanqueo por el que ha sido aquí condenado, no parece que
quepa excluir su cómputo para calcular las cuotas tributarias defraudadas, como
se pretende, haciendo desaparecer los delitos fiscales.

Por idénticas razones, el comiso decretado respecto de los «120.000 €


ingresados el 05/03/2004 en la cuenta de Caja Madrid de ROSALÍA IGLESIAS»
y de las «cuantías encubiertas como operaciones de obras de arte, en cantidad
de 500.000 €, referidas al año 2006» (folio nº 1536) no permitiría excluir su
cómputo para calcular las cuotas tributarias defraudadas correspondientes a los
años en que han sido imputados como ganancias patrimoniales no justificadas.

1294
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

v) Sobre la participación de su esposa, Rosalía Iglesias, en el delito de


blanqueo derivado del llamado «archivo doméstico» y la existencia de un
autoblanqueo impune.

Estas alegaciones no guardan relación con el recurrente, ya que se


refieren exclusivamente a la condena de su esposa, por lo que será cuando se
analice el motivo decimoquinto del recurso de esta última cuando se dé
respuesta a estas alegaciones.

(1. Debe advertirse que en el motivo decimoquinto del recurso de Rosalía


Iglesias, la recurrente se adhiere íntegramente al motivo decimoséptimo del
recurso de Luis Bárcenas, sin perjuicio de añadir algún alegato sobre su
participación en el delito de blanqueo -que ya se había abordado en el mismo
motivo sexto de su recurso- y reiterar estos alegatos relativos al «archivo
doméstico» que son objeto ahora de análisis.

2. Por otra parte, cabría significar que, si bien es cierto que este «archivo
doméstico» comprende una serie de gastos relativos a la «economía
doméstica» del matrimonio -pagos a terceros en metálico y no declarados a
Hacienda por trabajos realizados en un inmueble y otros servicios- que
efectivamente pudieran concebirse como un autoblanqueo impune, lo cierto es
que no parece que la sentencia los haya tenido en cuenta a efectos del delito de
blanqueo.

En el motivo cuarto de este mismo recurrente, cuando analizamos la


indefensión que alegaba haber sufrido como consecuencia de la forma en que
los documentos que integran el llamado «archivo doméstico» habían sido
introducidos en el plenario (a través de un informe pericial emitido cuando ya se
estaba desarrollando el juicio oral) indicamos cómo la sentencia afirma -folio nº
1201- que no va a tener en cuenta estos gastos para el cálculo de las cuotas
tributarias defraudadas.

En conclusión, los gastos del llamado «archivo doméstico», que es


valorado como un indicio más de la comisión de los delitos fiscales, no se
computan para el cálculo de las cuotas tributarias y tampoco para el delito de
blanqueo -donde ni se recogen en la relación de actos de blanqueo ni se valoran

1295
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a ningún efecto-, probablemente porque el Tribunal de instancia ha considerado


que, en efecto, se trataría de gastos ordinarios propios de un autoblanqueo
impune).

vi) Sobre su intención de eludir la Directiva Europea del Ahorro a través


de la Fundación Sinequanon.

El recurrente insiste en que se trata de un juicio de inferencia erróneo, lo


que ya ha recibido respuesta en los motivos cuarto, séptimo y decimosegundo.

vii) Sobre que la aplicación de la teoría del levantamiento del velo


«supone la atribución de todas las rentas a Don Luis Bárcenas (…), lo que
supone incluir en la base imponible de los impuestos de renta y patrimonio de
Don Luis Bárcenas todas las rentas generadas en aquellos ejercicios,
incorporando por tanto todo aquello que se pretende blanqueado en tales
ejercicios y que no son sino las consecuencias derivadas de la ocultación que
la teoría del levantamiento del velo hace que se castiguen por vía e [sic] los
delitos fiscales».

El argumento es mera reiteración de los alegatos deducidos en este


motivo a propósito de la imposibilidad de valorar la «ocultación de rentas» para
sancionar por los delitos fiscal y de blanqueo y de su agotamiento al haber sido
ya valorado para penar el delito fiscal, los cuales ya habrían sido analizados en
los puntos anteriores de este mismo motivo.

Llegados a este punto debemos plantearnos si al igual que hemos


realizado con otros recurrentes –por ejemplo motivo segundo de Antonio
Villaverde- los dos delitos de blanqueo por los que ha sido condenado Luis
Bárcenas –también su esposa Rosalía Iglesias- podrían subsumirse en una sola
infracción.

En el análisis de aquel motivo razonábamos con cita de la STS 974/2012,


de 5-12, como efectivamente: “-En la construcción de los correspondientes tipos
penales el legislador a veces utiliza conceptos globales, es decir, expresiones
que abarcan tanto una sola acción prohibida como varias del mismo tenor, de
modo que con una sola de ellas ya queda perfeccionado el delito y su repetición

1296
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no implica otro delito a añadir. Así ocurre con el delito del art. 301 CP que se
refiere al que adquiera, convierta o transmita “bienes (apartado 1º) la ocultación
o encubrimiento de la verdadera naturaleza, origen, ubicación, destino,
movimiento o derechos sobre los bienes o propiedad de los mismos… (apartado
2), o con el delito del art. 368 CP. cuando nos habla de “actos de cultivo,
elaboración o tráfico” en relación con las sustancias estupefacientes, o cuando
el art. 325, al definir los delitos contra el medio ambiente, nos habla de
emisiones, vertidos, radiaciones, etc. (SSTS. 357/2004 de 19.3, 919/2004 de
12.7, 1359/2004 de 15.11, 118/2005 de 9.2); señalando esta sentencia que la
utilización en plural del término "actos" nos obliga considerar que una pluralidad
de ellos queda abarcada en el propio tipo penal. En definitiva, actividades
plurales que nos obligan a que tengamos forzosamente que considerar
integrados en esta figura criminal, como delito único, la pluralidad de conductas
homogéneas que, de otro modo, habrían de constituir un delito continuado,
insistiendo la STS. 595/2005 de 9.5, en que una pluralidad de actos realizados
por el mismo sujeto que favorece el tráfico o el consumo ilegal por otras
personas constituye un solo delito aunque esté integrado por varias acciones,
en cuanto sirven para conformar la descripción típica de “los que ejecuten actos
de cultivo, elaboración, tráfico.....”, salvo que el Tribunal sentenciador explique
razonadamente la presencia de una suficiente separación temporal, un plan
preconcebido o el aprovechamiento de una idéntica ocasión que justifiquen la
apreciación de la continuidad delictiva.

Esto es lo que un sector doctrinal denomina “tipos que incluyen


conceptos globales”, es decir, hechos plurales incluidos en una única figura
delictiva, lo que obliga a considerar que una variedad de acciones punibles de
contenido semejante constituyen, no un delito continuado, sino una sola
infracción penal (SSTS. 519/2002 de 22.3, 986/2004 de 13.9, 413/2008 de 20.6).

Nos encontramos ante un tipo mixto alternativo que da lugar a un solo


delito aunque se hayan realizado varias de las acciones típicas descritas.
También es evidente que “la repetición en un corto espacio de tiempo de una
misma conducta es (...) un caso de unidad típica de acción y por tanto de delito
único: unidad natural de acción (...)” para utilizar la terminología que ha hecho

1297
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fortuna en la jurisprudencia, aunque para otro tipo de infracciones (falsedad,


violación). No existen varios delitos por el hecho a que se hayan producido
varios actos de adquisición, conversión o transmisión de bienes. En general se
niega la posibilidad de continuidad delictiva. Incluso cuando la actividad se ha
desarrollado durante un largo lapso de tiempo.

En la STS. 730/2012 de 26.9, decíamos que la solución no puede venir


de la mano de un análisis naturalístico. Desde esa perspectiva podremos tener
muchas acciones y un solo delito o una sola acción y varios delitos.

Son criterios de racionalidad jurídica los llamados a establecer qué dato


es decisivo para cerrar una actividad plural o continuada (en el sentido no
jurídico penal sino como sinónimo de desplegada en el tiempo) considerándola
un único delito; y abrir paso a otro delito diferente y reprochable de manera
autónoma.

En similar sentido en SSTS 556/2015, de 2 de octubre y 928/2016, de 14


de diciembre, precisando esta última que el tipo penal del art. 301 ha de ser
contemplado como un delito único y no como un delito continuado. En efecto
son criterios hermenéuticos los que se aplican en cada caso para otorgar un
sentido determinado a un tipo penal, de modo que ante una descripción de
varios actos ejecutados en el curso del tiempo se opte por considerarlos como
una unidad típica de acción concebida como un único delito o, por el contrario,
se acuda a subsumir las diferentes acciones para abarcar debidamente su
injusto como una unidad continuada de acción cuyos episodios han de ser
penados de forma agravada mediante la unidad jurídica del delito continuado,
por considerar que el engarzamiento de las distintas realizaciones típicas se
hace valorativamente acreedor a la agravación propia de un delito continuado,
siempre que se cumplimenten los requisitos del art. 74 CP.

En el caso del delito de blanqueo los argumentos que se han vertido


relativos al fraccionamiento connatural a las conductas propias del art. 301 CP,
así como la vinculación fáctica y jurídica con algunos de los delitos antecedentes
más habituales en la práctica, como el tráfico de drogas, con una notable

1298
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

similitud en la estructuración de sus conductas y, por último, los criterios


axiológicos relacionados con la intensificación del injusto en los diferentes
grupos de delitos y la exigible proporcionalidad de las penas, atendiendo para
ello a las connotaciones de ocultación y encubrimiento de otros delitos que
alberga, en su esencia, el delito de blanqueo, nos llevan a entender que este
delito contempla una pluralidad de actos que han de ser concebidos como una
unidad de valoración típica propia de un único delito no continuado.

Ahora bien, lo expuesto no significa que en determinados supuestos no


sea posible establecer un corte temporal. El dato clave –precisa la STS
297/2016, de 11-4, con cita de la s. 730/2012, de 26-9-, estriba en el momento
en que el sujeto activo es objeto de detención, de una imputación o citación para
defenderse en la investigación, seguida por otros hechos. En ese instante se
produce la ruptura desde el punto de vista jurídico, la solución de continuidad.
Ya no habrá un punto y seguido, sino un punto y aparte. Quien vende droga
todos los días y es sorprendido, detenido e ingresado en prisión solo habrá
cometido un único delito contra la salud pública. Sin embargo, si es puesto en
libertad vuelve a dedicarse a la venta de papelinas, habrá cometido dos delitos
contra la salud pública. Otra tesis llevaría a la paradoja de quien ya conoce que
contra él se sigue causa penal vea en ella una licencia para seguir la actividad
delictiva al menos hasta que recaiga sentencia.

Lo mismo ocurre en relación a otros delitos que también la jurisprudencia


ha definido como de tracto sucesivo, como el de colaboración con organización
terrorista o tenencia ilícita de armas o explosivos (STS 826/2015, de 22-12, y
las que ella cita). También en estos casos, en orden a la determinación del
momento a partir del cual puede considerarse cerrada o finalizada una actividad
delictiva, la jurisprudencia de esta Sala a concluido que existe solución de
continuidad no solo cuando se ha dictado una sentencia sobre los hechos
anteriores, sino también hasta cuando el sujeto activo es objeto de detención o
de una imputación o citación para defenderse en la investigación seguida por
unos hechos. En ese instante se produce la ruptura desde el punto de vista
jurídico, de manera que toda la actividad posterior es susceptible de nuevo
enjuiciamiento y puede ser considerara como constitutiva de un nuevo delito,
independiente y distinto del anterior (STS 778/2016, de 19-10).

1299
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso que nos ocupa hay una ruptura jurídica: en el momento en


que conoce que se le está investigando se pone un punto y aparte.

Por tanto, como se hicieron nuevos actos de blanqueo después de


conocer la investigación y el proceso, estamos ante un nuevo blanqueo.

281.- El motivo décimo octavo por infracción de ley, al amparo de


los artículos 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, por indebida inaplicación del artículo 21.6 del
Código Penal.

(El motivo es idéntico al MOTIVO DECIMOSEXTO del recurso de la Sra.


Iglesias, y es coincidente o relacionado con el MOTIVO DECIMOCTAVO del
recurso del Sr. Crespo y con el MOTIVO VIGESIMONOVENO del recurso del
Sr. López Viejo, así como con el MOTIVO SÉPTIMO de la Sra. Gabarra y con
el MOTIVO CUADRAGÉSIMOCUARTO del recurso del Sr. Sepúlveda).

1. Alegaciones del recurso.

El recurrente considera que, pese a encontrarnos ante un proceso de los


llamados «macrocausas» y la evidente complejidad y extensión del mismo, ha
habido una extraordinaria duración y prolongación del proceso que justifica la
apreciación de la atenuante de dilaciones indebidas que se reclama, en tanto
comenzó en el 2008 y culminó el 2018 y los hechos objeto de enjuiciamiento se
remontan al año 1999, dictándose sentencia casi veinte años después.

Así mismo, entiende que debería valorarse que no concurre la necesaria


conexidad que justificase un enjuiciamiento conjunto de todos los acusados,
como se admite en la propia sentencia, pues pudieron juzgarse los hechos que
le afectaban a él y a su esposa de forma separada.

2. La sentencia.

1300
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

i) Sobre la conexidad que justifica el enjuiciamiento conjunto de los


hechos a que se contrae la Pieza «Época I», podemos encontrar varios
apartados en la sentencia donde se aborda esta cuestión.

Así, en primer término, en el apartado «sobre las declaraciones de los


acusados y alguna testifical» y, concretamente, al examinar las cuestiones
relativas a la dispensa de asistencia de algunos acusados en función de la
marcha y contenido de las sesiones del juicio oral (folios nº 382 a 385), la Sala
justifica la decisión adoptada señalando:

«Pues bien, la circunstancia de que la unidad que se haya dado para el


enjuiciamiento conjunto de cuantos acusados han sido traídos a la presente
causa se encuentre en que a todos ellos se las coloca formando parte de una
misma trama, no es incompatible con que esa trama haya diversificado su
actividad en distintos hechos, cada uno de ellos con propia autonomía, y
partícipes que, como puso de manifiesto el desarrollo del juicio oral, no habían
tenido comunicación entre sí, con la consecuencia de que más de uno era ajeno
y no se veía afectado por lo que otros declarasen. De hecho, como veremos,
alguna de las alegaciones hechas por alguna de las defensas ha sido en el
sentido de entender que esta causa debería haberse fragmentado en diferentes
procedimientos, tantos como hechos. Si así hubiera sido, sucedería que los
acusados en uno de esos procedimientos no hubieran estado presentes en el
de otros.» (folio nº 383).

El recurrente entiende que la Sala estaría aquí admitiendo la ausencia


de conexidad entre los hechos enjuiciados y, en definitiva, la improcedencia de
haberse seguido en el caso un «macrojuicio». En apoyo de su pretensión, se
remite a la cita que en la sentencia se contiene de la STS 990/2013, de 30 de
diciembre (folios nº 464 a 466), pero no es esto lo que concluye el Tribunal.

Antes bien, es en el apartado «cuestiones relacionadas con el principio


“perpetuatio iurisdictionis”», al resolver sobre las alegaciones hechas por
distintas defensas relacionadas con la estructura y contenido de la causa (folios

1301
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

nº 396 a 401), donde realmente se aborda la cuestión que subyace en el


presente motivo.

En concreto, la Sala destaca que han sido diversas las posturas


mantenidas por los acusados, unos oponiéndose a que se hubiera fragmentado
la causa y otros planteando la tesis contraria, que afirman que, teniendo en
cuenta la reforma del art. 17 LECrim y la supresión del art. 300 LECrim, se habría
evitado la creación de una «macrocausa», generadora de dilaciones indebidas.

Sentado lo anterior, la sentencia advierte de que esta segunda opción


habría sido la correcta tras la reforma efectuada por la Ley 41/2015, de 5 de
octubre, pero que no eran estos los criterios de acumulación por conexidad
vigentes en el momento en que el Instructor dictó el auto de 29/07/2014 para
acotar el presente procedimiento, conforme a los arts. 300 y 762.6ª LECrim, que
denomina «DP 275/08-Época I: 1999-2005», agrupando los hechos objeto de
enjuiciamiento en atención a un criterio fundamentalmente cronológico (pues
abarca gran parte de la actividad delictiva desplegada entre los años 1999 y
2005, sin perjuicio de otras conductas que se extienden a años posteriores y
hasta el 2009). Esta decisión, recurrida por distintas partes, fue confirmada por
auto de 11/11/2014, de la Sección Cuarta, señalando la existencia de criterios
de conexión, no sólo cronológicos sino también espaciales y subjetivos.

Por último, el Tribunal de instancia señala que, sin perjuicio de compartir


el criterio que llevó al Instructor a dejar configurada la pieza como la dejó en el
momento que lo hizo, la decisión adoptada es plenamente respetuosa con el
derecho reconocido en la Constitución a «un proceso público sin dilaciones
indebidas» (art. 24.2 CE), en la medida que evitó un mayor retraso en el
enjuiciamiento de un importante sector de la actividad delictiva que estaba listo
para ello.

ii) Sobre la apreciación de la atenuante de dilaciones indebidas, de


nuevo, son diversos los apartados donde la sentencia aborda la pretensión
deducida por varias defensas en este sentido.

1302
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto, al analizar la calificación jurídica de los hechos relativos al


«apartado Introducción», a propósito de la invocación que hace la defensa de
Francisco Correa, la sentencia señala (folios nº 663 a 665) que, conforme a los
pronunciamientos contenidos en la STS 508/2015 (caso Malaya), debe partirse
de que todo «macrojuicio», donde la acumulación es razonable y ajustada a la
legalidad, entraña una pendencia superior derivada de su mayor complejidad.
También se hace eco de los pronunciamientos contenidos en la STS 990/2013,
de 30 de diciembre, que estimó la concurrencia de una atenuante cualificada de
dilaciones indebidas, si bien expone que en aquel caso se partía de «una harto
cuestionable decisión de acumulación». Además, sólo sería razonable admitir
esta atenuante cuando hay posibilidad de enjuiciamiento por separado sin que
la causa resulte perjudicada y exclusivamente para aquel acusado que fuese
ajeno a las dilaciones.

Dicho lo anterior, descarta la apreciación de la atenuante para Francisco


Correa, por cuanto la complejidad de la presente causa, en buena medida, es
consecuencia del entramado que él monta a su alrededor.

Formulada idéntica pretensión por las defensas de Pablo Crespo y José


Luis Izquierdo, la sentencia expone (folio nº 665), en síntesis, que la actuación
de ambos fue fundamental para que el entramado societario urdido funcionase
de una manera tan compleja y que éstos no aportaron contribución alguna para
el esclarecimiento de los hechos y, por tanto, para aligerar la muy compleja
instrucción que ha sido necesaria para desentrañar su estructura y contabilidad.

A estos argumentos se remite para rechazar la pretensión deducida por


la defensa de Isabel Jordán (folio nº 666), incidiendo en el papel fundamental
que, como «jefa», ésta desempeñó cuando se centraliza la contratación en la
sede de Pozuelo.

A su vez, respecto de Javier Nombela (folio nº 667) y Alicia Mínguez


(folios nº 667 y 668), el Tribunal señala que, siendo cierto que el papel que éstos
ocupan en las empresas investigadas no es de la relevancia de otros acusados,
ambos formaron parte de ese entramado societario y participaron en la

1303
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

facturación y su fraccionamiento mismo, siendo una de las ilícitas actividades


que más intensa investigación ha requerido y a cuyo esclarecimiento ha sido
escasa su contribución.

Por otra parte, ya en el «apartado Majadahonda», respecto de Guillermo


Ortega, se especifica (folio nº 975) que la complejidad de esta causa, en buena
medida, es consecuencia del entramado que él monta a su alrededor y la muy
escasa colaboración que ha puesto para agilizar su tramitación.

En cuanto a Carmen Rodríguez Quijano (folio nº 982), señala que,


además de por las razones expuestas, la acusada no era extraña a la dinámica
defraudatoria instalada en el Ayuntamiento de Majadahonda, no habiendo
contribuido con su actitud a agilizar un proceso que, por la complejidad de lo
que se investigaba, necesariamente tenía que dilatarse en el tiempo.

Deducida idéntica pretensión por la defensa de Luis de Miguel Pérez


(folios nº 992 y 993), la Sala afirma que si la presente causa ha tenido la duración
que ha tenido, se debe, en su mayor parte, a los complejos mecanismos
societarios y financieros, creados con fines de opacidad fiscal, con importantes
anclajes en paraísos fiscales, con quienes no es fácil conseguir una
colaboración para su descubrimiento, y donde el acusado ha sido factor
fundamental.

Mientras que, a propósito de Antonio Villaverde Landa (folio nº 996),


destaca la importancia de la intervención del acusado en la dinámica de esa
compleja maquinaria montada para hacer circular fondos por el extranjero, que
es la principal razón para que haya tenido lugar la dilación del presente
procedimiento.

Ya en el «apartado Pozuelo», dando respuesta a la solicitud de la


defensa de Jesús Sepúlveda, la sentencia indica (folio nº 1315) que, si bien la
presente causa ha tenido una duración no deseada por las partes, ésta no ha
sido excesiva en atención a la complejidad de la misma, y que la intervención

1304
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de este acusado, más que contribuir a su agilización, ha sido un obstáculo a


ella.

Finalmente, en el «apartado Comunidad Autónoma de Madrid», en


cuanto a Pablo Ignacio Gallo Alcántara (folio nº 1490), se remite a lo
previamente expuesto para rechazar la pretensión deducida por las otras
defensas.

3. Viabilidad del motivo examinado.

En el caso que nos ocupa el motivo deberá ser desestimado, dando por
reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en anteriores recursos sobre la
apreciación de la circunstancia de dilaciones indebidas.

De un lado, el recurrente no concreta las demoras, interrupciones o


paralizaciones que, a su juicio, ha sufrido el proceso, limitándose a señalar una
duración global del mismo. Incumple así los presupuestos jurisprudencialmente
exigidos al efecto, incluida la necesidad de precisar el «dies a quo», cuál no es
la fecha de los hechos, ni siquiera la de la denuncia ante la Autoridad Judicial,
sino desde que se formuló la imputación formal o material (STS 868/2016, de
18 de noviembre).

Por otra parte, descartado que, como aduce la defensa, quepa estimar
que la forma de proceder en el presente caso vulnere lo dispuesto por el art.
17.5º CP (en su redacción anterior a la LO 41/2015, de 5 de octubre), los criterios
de conexidad apuntados son razonables y ajustados a la legalidad. En definitiva,
nos encontramos ante un «macroproceso» donde la «lógica complejidad
procesal y decisoria del proceso se superpone al derecho de cada uno de los
acusados a que su caso sea visto en un tiempo razonable, de forma que ello no
deja de ser una carga procesal inescindible del enjuiciamiento global necesario»
(STS 508/2015, de 27 de julio -caso Malaya-).

Por tanto, no se observa un grado de demora o paralización en la


tramitación de la causa que permita, conforme los criterios jurisprudenciales

1305
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

establecidos, la aplicación de la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas


que se interesa.

En el presente procedimiento, el tiempo de tramitación ha sido largo, pero


justificado por la complejidad del asunto y la concurrencia de múltiples
imputados, contando con un elevadísimo número de testigos y una ingente
prueba documental y pericial. Es más -como resalta el Ministerio Fiscal al
impugnar el motivo-, la duración del mismo se debe, en su mayor parte, a los
complejos mecanismos societarios y financieros, creados con fines de opacidad
fiscal, con importantes anclajes en otros países, algunos de ellos considerados
paraísos fiscales, para cuya investigación fue preciso realizar actuaciones
siempre generadoras de demoras, a lo que se une la actitud de escasa
contribución de varios de los acusados a agilizar un proceso que, por la
complejidad de lo que se investigaba, necesariamente tenía que dilatarse en el
tiempo.

282.- El motivo décimo noveno por quebrantamiento de forma, al


amparo del artículo 850.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por
haberse denegado diligencias de prueba propuestas en tiempo y forma y
por admisión de nuevas pruebas periciales respecto de las aportadas por
esta representación procesal.

(El motivo es idéntico al MOTIVO DECIMOSÉPTIMO del recurso de la


Sra. Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

El motivo trata dos cuestiones diferenciadas. De un lado, se alega que,


como consecuencia de la declaración de Francisco Correa en cuestiones que le
afectaban, se solicitó la práctica de diversas testificales de ciertos empresarios.
A su vez, durante la práctica de la prueba testifical, se presentó escrito
solicitando la realización de una nueva pericial caligráfica, como consecuencia
de la declaración de Isabel Ardanaz. Igualmente, durante la fase de prueba

1306
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documental, se interesó la reproducción de las declaraciones prestadas en


instrucción por Francisco Correa y José Luis Izquierdo y por los testigos Isabel
Ardanaz y Rosendo Naseiro. Pruebas todas ellas que, solicitadas en tiempo y
forma, le fueron denegadas, causándole una grave indefensión.

Por otra parte, denuncia que el Tribunal admitió indebidamente tres


periciales que incluían hechos nuevos, propiciándose una «instrucción
continuada» en su contra y ante la que no se pudo defender, dada la
imposibilidad material de poder efectuar alegación alguna por diferentes
cuestiones técnicas y la más absoluta falta material de tiempo para realizar un
contra-informe.

(La segunda cuestión ya ha sido abordada en los MOTIVOS PRIMERO


y OCTAVO y MOTIVO CUARTO del recurso).

2. La sentencia.

Se dan por reproducidos los pronunciamientos de la sentencia ya


expuestos con respecto a los motivos primero, cuarto y octavo.

3. Jurisprudencia de esta Sala Segunda sobre las cuestiones suscitadas.

i) Sobre la doctrina jurisprudencial en materia de denegación de prueba,


la 34/2018, de 23 de enero (Recurso núm. 1482/2017) expone:

«Las SSTS 643/2016 de 14 julio, y 881/2016 de 23 noviembre, sintetizan


con precisión el alcance de la casación por motivo de denegación de diligencia
de prueba previsto en el artículo 850.1 LECrim. que requiere para prosperar
<<según se deduce de los términos de tal precepto, de lo dispuesto en los arts.
659, 746.3, 785 y 786.2 LECrim. y de la doctrina del Tribunal Supremo y del
Tribunal Constitucional, las condiciones siguientes:

1º) La prueba denegada tendrá que haber sido pedida en tiempo y forma,
en el escrito de conclusiones provisionales y también en el momento de la

1307
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

iniciación del juicio en el procedimiento abreviado (art. 793; ap. 2 de la citada


Ley actual art. 786.2). 2º) La prueba tendrá que ser pertinente, es decir
relacionada con el objeto del proceso y útil, esto es con virtualidad probatoria
relevante respecto a extremos fácticos objeto del mismo; exigiéndose, para que
proceda la suspensión del juicio, que sea necesaria; oscilando el criterio
jurisprudencial entre la máxima facilidad probatoria y el rigor selectivo para evitar
dilaciones innecesarias; habiendo de ponderarse la prueba de cargo ya
producida en el juicio, para decidir la improcedencia o procedencia de aquella
cuya admisión se cuestiona. 3º) Que se deniegue la prueba propuesta por las
partes, ya en el trámite de admisión en la fase de preparación del juicio, ya
durante el desarrollo del mismo, cuando se pide en tal momento la correlativa
suspensión del juicio. 4º) Que la práctica de la prueba sea posible por no
haberse agotado su potencia acreditativa. Y 5º) Que se formule protesta por la
parte proponente contra la denegación (SSTS. 1661/2000 de 27-11; 869/2004,
de 2-7; 705/2006, de 28-6; y 849/2013, de 12-11).

Esta Sala de casación, al examinar el requisito de la necesidad de la


prueba denegada, establece, en la sentencia 545/2014, de 26 de junio, que para
que pueda prosperar un motivo por denegación de prueba hay que valorar no
sólo su pertinencia sino también y singularmente su necesidad; más aún, su
indispensabilidad en el sentido de eventual potencialidad para alterar el fallo. La
prueba debe aparecer como indispensable para formarse un juicio correcto
sobre los hechos justiciables. La necesidad es requisito inmanente del motivo
de casación previsto en el art. 850.1 LECrim. Si la prueba rechazada carece de
utilidad o no es "necesaria" a la vista del desarrollo del juicio oral y de la
resolución recaída, el motivo no podrá prosperar. El canon de "pertinencia" que
rige en el momento de admitir la prueba se muta por un estándar de "relevancia"
o "necesidad" en el momento de resolver sobre un recurso por tal razón.

Y en la misma resolución citada se precisa que en casación la revisión


de esa decisión ha de hacerse a la luz de la sentencia dictada, es decir, en un
juicio ex post. No se trata tanto de analizar si en el momento en que se
denegaron las pruebas eran pertinentes y podían haberse admitido, como de
constatar a posteriori y con conocimiento de la sentencia (ahí radica una de las

1308
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

razones por las que el legislador ha querido acumular el recurso sobre


denegación de pruebas al interpuesto contra la sentencia, sin prever un recurso
previo autónomo), si esa denegación ha causado indefensión. Para resolver en
casación sobre una denegación de prueba no basta con valorar su pertinencia.
Ha de afirmarse su indispensabilidad. La superfluidad de la prueba, constatable
a posteriori convierte en improcedente por mor del derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas una anulación de la sentencia por causas que
materialmente no van a influir en su parte dispositiva.

La STC 142/2012, de 2 de julio, al analizar el derecho a la prueba en el


ámbito del art. 24.2 de la CE, argumenta que "...este Tribunal ha reiterado que
la vulneración del derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la
defensa exige, en primer lugar, que el recurrente haya instado a los órganos
judiciales la práctica de una actividad probatoria, respetando las previsiones
legales al respecto. En segundo lugar, que los órganos judiciales hayan
rechazado su práctica sin motivación, con una motivación incongruente,
arbitraria o irrazonable, de una manera tardía o que habiendo admitido la
prueba, finalmente no hubiera podido practicarse por causas imputables al
propio órgano judicial. En tercer lugar, que la actividad probatoria que no fue
admitida o practicada hubiera podido tener una influencia decisiva en la
resolución del pleito, generando indefensión al actor. Y, por último, que el
recurrente en la demanda de amparo alegue y fundamente los anteriores
extremos (por todas, STC 14/2001, de 28 de febrero)". Y también tiene dicho
que cuando el medio de prueba rechazado en ningún modo podría alterar el fallo
no procederá la anulación de la resolución (STC 45/2000, de 14 de febrero)>>.»

«…insistiéndose en que esta Sala casacional al examinar el requisito de


la necesidad de la prueba denegada establece en la sentencia 545/2014 de 26
de junio, que para que pueda prosperar un motivo por denegación de prueba
hay que valorar no sólo su pertinencia sino también y singularmente su
necesidad; más aún, su indispensabilidad en el sentido de eventual
potencialidad para alterar el fallo. La prueba debe aparecer como indispensable
para formarse un juicio correcto sobre los hechos justiciables. Si la prueba
rechazada carece de utilidad o no es "necesaria" a la vista del desarrollo del

1309
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

juicio oral y de la resolución recaída, el motivo no podrá prosperar. El canon de


"pertinencia" que rige en el momento de admitir la prueba se muta por un
estándar de "relevancia" o "necesidad" en el momento de resolver sobre un
recurso por tal razón (STS 881/2016 de 23 de noviembre).

Y en la misma resolución citada se precisa que en casación la revisión


de esa decisión ha de hacerse a la luz de la sentencia dictada, es decir, en un
juicio ex post. No se trata tanto de analizar si en el momento en que se
denegaron las pruebas eran pertinentes y podían haberse admitido, como de
constatar a posteriori y con conocimiento de la sentencia (ahí radica una de las
razones por las que el legislador ha querido acumular el recurso sobre
denegación de pruebas al interpuesto contra la sentencia, sin prever un recurso
previo autónomo), si esa denegación ha causado indefensión.

Para resolver en casación sobre una denegación de prueba no basta con


valorar su pertinencia. Ha de afirmarse su indispensabilidad. La superfluidad de
la prueba, constatable a posteriori, convierte en improcedente por mor del
derecho a un proceso sin dilaciones indebidas una anulación de la sentencia por
causas que materialmente no van a influir en su parte dispositiva.»

ii) A propósito de la indefensión que se dice sufrida como consecuencia


de la admisión de las pruebas periciales aportadas durante el juicio oral, se dan
por reproducidas las sentencias analizadas en los motivos primero, cuarto y
octavo.

4. Viabilidad del motivo examinado.

La anterior doctrina, en su proyección al caso enjuiciado, deberá


conducir a la desestimación del motivo.

En primer término, porque, no obstante lo aducido por el recurrente, cabe


considerar que las pruebas que se especifican no han sido solicitadas en tiempo
y forma. Se admite que las testificales de los empresarios y la pericial caligráfica
adicional fueron solicitadas durante el juicio y, en concreto, durante la fase de

1310
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

declaración de los acusados y la prueba testifical, respectivamente, que no, por


tanto, en el escrito de calificación provisional (arts. 781 y 650 LECrim) o al inicio
del juicio oral (art. 786.2 LECrim).

Lo mismo cabe advertir respecto de la lectura de las declaraciones de


instrucción de ciertos acusados y testigos. El recurrente admite haber interesado
esta prueba durante la práctica de la prueba documental cuando lo procedente
es que se hubiere interesado al tiempo de advertirse la contradicción en lo
declarado para, conforme dispone el art. 714 LECrim, invitar al declarante a
explicar la diferencia o contradicción.

Pero además, y en cualquier caso, no se justifica cumplidamente la


idoneidad objetiva de estas pruebas o la transcendencia de tal denegación para
alterar el fallo, contrarrestando la totalidad de las pruebas de cargo que fueron
tomadas en consideración para justificar su condena.

El recurrente se limita a señalar que las pruebas son pertinentes porque


con las mismas pretendían acreditarse las contradicciones en que los acusados
y testigos habrían incurrido, incidiendo así en la credibilidad de sus testimonios,
pero lo cierto es que tales contradicciones fueron objeto de debate, además de
oportunamente valoradas por parte del Tribunal sentenciador en la necesaria
ponderación de la prueba practicada. Por ello, cabe considerar innecesaria
cualquier otra diligencia complementaria a tal fin.

Por lo que respecta a la pretendida práctica de un «contra informe»


pericial por parte de la defensa, el propio recurrente admite la imposibilidad
misma de haber elaborado dichas pruebas sin generar una dilación capaz de
retrasar la celebración y previsible conclusión del juicio. Tampoco se acredita la
indispensabilidad de esta prueba o la indefensión que se dice sufrida por ello,
máxime cuando el propio Tribunal no sólo valoró los dictámenes periciales
emitidos por la defensa sino que, incluso, acogió las conclusiones alcanzadas
por los peritos de la defensa sobre algunos extremos discutidos.

1311
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por lo demás, el propio recurrente admite que tuvo exacto conocimiento


de cuantos hechos constituían la base de la acusación y que, por tanto, estuvo
plenamente informado de la acusación formulada en su contra, además de que
tuvo efectiva posibilidad de alegar y defender en el proceso sus derechos,
proponiendo las pruebas de descargo que tuvo por conveniente, por lo que no
sufrió menoscabo alguno de su derecho de defensa.

283.- El motivo vigésimo por quebrantamiento de forma, al amparo


del artículo 851.6 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haber dictado
sentencia un Magistrado recusado en tiempo y forma.

(El motivo es idéntico al MOTIVO DECIMOCTAVO del recurso de la Sra.


Iglesias y es coincidente o relacionado con el MOTIVO PRIMERO del recurso
del Sr. Crespo y con el MOTIVO SEGUNDO del recurso del Sr. López Viejo, por
lo que debe seguir la misma suerte desestimatoria).

284.- El motivo vigésimo primero por vulneración de precepto


constitucional, al amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, por infracción del derecho de defensa y del derecho a un
procedimiento con todas las garantías a tenor de lo dispuesto en el artículo
24 de la Constitución Española, al no permitir la liberación de fondos para
hacer frente a los gastos de defensa letrada.

(El motivo es idéntico al MOTIVO DECIMONOVENO del recurso de la


Sra. Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

Considera que la infracción se ha producido ante la denegación de su


petición de «desbloqueo de fondos» para atender los honorarios de su defensa,
toda vez que los fondos embargados eran suficientes para atender su condena
y que, conforme al art. 126 CP, no existe base legal para denegar la liberación

1312
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

parcial de fondos interesada en aras a la protección del derecho de defensa y


de libre designación letrada.

2. La sentencia.

El Tribunal aborda esta cuestión en el «apartado Castilla y León», al


examinar las cuestiones previas suscitadas por Luis Bárcenas. Se indica (folio
nº 998) que, encontrándose intervenidas las cuentas de Luis Bárcenas, se
estimó que no era procedente liberar fondos de dicha cuentas, que era lo
pretendido por el Letrado, para abonar sus honorarios, pues debía estarse a la
espera de lo que resultase en el juicio oral para determinar su destino, lo que
debía saber éste desde el momento en que se hizo cargo de su defensa.

3. Jurisprudencia de esta Sala de lo Penal sobre la cuestión suscitada.

Sobre el derecho de defensa y a la libre designación letrada, podría


citarse la STS 768/2009, de 16 de julio (Recurso núm. 1117/2008) que afirma:

«Ciertamente entre el haz de garantías que integran el derecho a un


proceso justo se incluye el derecho a la defensa y a la asistencia letrada que el
art. 24.2 de la Constitución Española, reconoce no solo para el proceso penal
sino también para el resto de los procesos, con las salvedades oportunas y cuya
finalidad es la de asegurar la efectiva realización de los principios de igualdad
de las partes y contradicción que imponen a los órganos judiciales el deber
positivo de evitar desequilibrios entre la respectiva posición procesal de las
partes o limitaciones en la defensa que puedan inferir a alguna de ellas un
resultado de indefensión, prohibido en todo caso en el inciso final del art. 24.1
CE." (STC. 47/87).

La STC. 198/2003 de 10.11 ha destacado la interdependencia y la íntima


conexión que existe entre el derecho de defensa y el de asistencia letrada,
“derecho que tiene como finalidad al igual como todas las demás garantías que
conforman el derecho en que se integran, el de asegurar la efectiva realización
de los principios de igualdad de las partes y de contradicción y que imponen a

1313
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los órganos judiciales el deber positivo de evitar desequilibrios entre la


respectiva posición procesal de las partes o limitaciones en la defensa que
puedan inferir a alguna de ellas un resultado de indefensión, prohibido en todo
caso en el inciso final del art. 24.1 CE." (STC. 47/87).

Y centrándonos en la defensa técnica la STC. 199/2003 de 10.11, FJ 4,


señalaba: " …ha de recordarse, por una parte que este Tribunal ha reconocido
la especial proyección que tiene la exigencia de asistencia letrada en el proceso
penal por la complejidad técnica de las cuestiones jurídicas que en él se debaten
y por la relevancia de los bienes jurídicos que puedan verse afectados (SSTC.
18/95 de 24.1, 233/98 de 1.12, FJ. 3, 162/99 de 27.9, FJ. 3), y por otra, que la
exigencia de la asistencia letrada no tiene un alcance único ni un contenido
unívoco en todos los supuestos en que está reconocida constitucionalmente,
sino que está vinculada a la diferente función que como garantía constitucional
ha de cumplir en cada uno de los dichos supuestos…".

Por ello, el derecho de igualdad reconocido genéricamente en el art. 14


CE. puede ser reconducido al ámbito específico del art. 24.2 CE, que consagra
el derecho de defensa y asistencia letrada, y la desigualdad podrá producirse si
la autoridad judicial impide que algunas de las partes del proceso se vean
representadas y defendidas por profesionales libremente designados por ellas.

Ahora bien también hemos declarado reiteradamente, que el derecho a


la tutela judicial efectiva reconocido en el art. 24.1 CE. comporta la exigencia de
que en ningún momento pueda producirse indefensión, lo que puesto en relación
con el reconocimiento del derecho de defensa, en el apartado 2 del mismo
precepto constitucional, significa "que en todo proceso judicial debe respetarse
el derecho a la defensa contradictoria de las partes contendientes a quienes
debe darse la oportunidad de alegar y probar procesalmente sus derechos o
intereses" (S.S.T.C. número 112/ 87 de 2.7, 114/88 de 10.6, 237/88 de 13.12),
por sí mismo (autodefensa) o con la asistencia de letrado, si optasen por esta
posibilidad, o la misma fuese legalmente impuesta (STC. 29/95 de 6.2).

1314
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Precisamente, la preservación de sus derechos fundamentales y, en


especial, la regla o principio de interdicción de indefensión, reclaman un
cuidadoso esfuerzo del órgano jurisdiccional para garantizar la plena efectividad
de los derechos de defensa de ambas partes, por lo que corresponde a los
órganos judiciales velar que en las distintas fases de todo el proceso se dé la
necesaria contradicción entre las partes que posean éstas idénticas
posibilidades de alegación y prueba y, en definitiva, que ejerciten su derecho de
defensa en cada una de las instancias que lo componen.

Además, como hemos señalado en la STS. 252/2008 de 22.5, el


concepto constitucional de indefensión es más estricto y no tiene por qué
coincidir enteramente con la figura jurídico-procesal de la indefensión. Se ha
expuesto, como primero de los rasgos distintivos, la necesidad de que se trate
de una efectiva y real privación del derecho de defensa; es obvio que no basta
con la realidad de una infracción procesal para apreciar una situación de
indefensión, ni es bastante tampoco con invocarla para que se dé la necesidad
de reconocer su existencia: no existe indefensión con relevancia constitucional,
ni tampoco con relevancia procesal, cuando aun concurriendo alguna
irregularidad, no se llega a producir efectivo y real menoscabo del derecho de
defensa con el consiguiente perjuicio real y efectivo para los intereses de la parte
afectada. La indefensión consiste en un impedimento del derecho a alegar y
demostrar en el proceso los propios derechos y, en su manifestación más
trascendente, es la situación de que el órgano judicial impide a una parte en el
proceso el ejercicio del derecho de defensa, privándola de su potestad de alegar
y justificar sus derechos e intereses para que le sean reconocidos o para replicar
dialécticamente las posiciones contrarias en el ejercicio del indispensable
principio de contradicción SSTC 106/83, 48/84, 48/86, 149/87, 35/89, 163/90,
8/91, 33/92, 63/93, 270/94, 15/95).

No basta, por tanto, con la realidad y presencia de un defecto procesal


si no implica una limitación o menoscabo del derecho de defensa en relación
con algún interés de quien lo invoca, sin que le sean equiparables las meras
situaciones de expectativa del peligro o riesgo SSTC 90/88, 181/94 y 316/94).

1315
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, no son, por lo general, coincidentes de manera absoluta las


vulneraciones de normas procesales y la producción de indefensión con
relevancia constitucional en cuanto incidente en la vulneración del derecho
fundamental a un proceso justo que establece el art. 24 CE. Así la STS 31.5.94,
recuerda que el Tribunal Constitucional tiene declarado, de un lado, que no toda
vulneración o infracción de normas procesales produce "indefensión" en sentido
constitucional, pues ésta solo se produce cuando se priva al justiciable de
alguno de los instrumentos que el ordenamiento pone a su alcance para la
defensa de sus derechos con el consiguiente perjuicio SSTC 145/90, 106/93,
366/93), y de otra, que para que pueda estimarse una indefensión con
relevancia constitucional que sitúe al interesado al margen de alegar y defender
en el proceso sus derechos, no basta con una vulneración puramente formal
sino que es necesario que con esa infracción formal se produzca ese efecto
material de indefensión, un menoscabo real y efectivo del derecho de defensa
SSTC 153/88, 290/93).

Por ello la exigencia de que la privación del derecho sea real supone e
implica una carga para la parte que la alega, consistente en la necesidad de
proporcionar un razonamiento adecuado sobre tal extremo, argumentando
como se habría alterado el resultado del proceso de haberse evitado la
infracción denunciada.»

4. Viabilidad del motivo examinado.

Vista la jurisprudencia que analiza el contenido y alcance del derecho de


defensa y de libre designación que se invocan como vulnerados, el motivo
deberá ser desestimado.

Se aduce que la vulneración de estos derechos se ha producido al no


haberse accedido a su petición de que se liberaran ciertos fondos para abonar
los honorarios de su Letrado, pero no se justifica ni acredita de qué modo esta
decisión le ha generado una efectiva y real indefensión constitucionalmente
relevante. Situación que no puede sostenerse que se haya producido en el caso

1316
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

presente, en el que el recurrente se encuentra efectivamente asistido por el


Letrado libremente designado por él.

El recurrente sugiere ahora que la decisión de la Sala, que rechazó su


petición al considerar que para decidir sobre el destino de estos fondos había
que estar al resultado del juicio oral, entra en contradicción con lo resuelto por
otros órganos judiciales, lo que no se estima tampoco relevante pues, aun
cuando hipotéticamente pudiere asistirle la razón, tampoco esto determinaría
«per se» la existencia de un efectivo y real menoscabo de su concreto derecho
de defensa.

Cabe destacar particularmente que el recurrente continúa estando


asistido del Letrado de su libre designación y no se ha planteado siquiera su
renuncia o la eventual posibilidad de tener que acudir a la designación de oficio.

(El recurrente cita varias resoluciones en apoyo de sus alegatos.

1. El auto de la Audiencia Provincial de Málaga de 20 de julio de 2010


(caso Malaya), que sostiene que «accedió al desbloqueo de bienes de los
acusados con la finalidad de que pudiesen atender el pago de los honorarios de
los Letrados intervinientes con cargo a bienes embargados, liberando un importe
mensual para atender tales gastos».

Ello, no obstante, procede puntualizar que, al parecer, la Audiencia puso


dos condiciones para acceder a lo señalado, como son, de un lado, que sólo
podían pagar así a sus abogados quienes acreditasen que no disponían de
dinero para abonar sus honorarios. Y, en todo caso, que el abono de las minutas
se efectuaría con cargo a bienes de procedencia lícita o, cuando menos, sobre
los que el Tribunal no tuviese conocimiento indiciario de su procedencia ilícita.

2. El auto del Juzgado Central de Instrucción nº 3 de la Audiencia


Nacional de 27 de septiembre de 2012, que se cita como concreto precedente
del mismo órgano que ahora le niega lo solicitado, y donde señala que se dijo:

1317
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Sin embargo, cuando se trata de la tutela del derecho fundamental a la


de defensa (ex art. 24 CE), en su vertiente de defensa técnica, dentro del cual
se incluye el de libre designación de letrado, no parece razonable que este ceda
por el bloqueo cautelar de fondos que vendría a suponer indirectamente la
imposición de una defensa de oficio cuando la voluntad del imputado es otra.

Es más, se podría dar la paradoja de que, al renunciar el letrado


libremente designado por no poder obtener los letrados los honorarios por su
trabajo, el imputado tuviera incluso que pagar al letrado de oficio, pues no
tendría derecho a obtener el beneficio de justicia gratuita.»

Por tanto, cabría insistir en que el caso presente el recurrente continúa


estando asistido del Letrado de su libre designación, no habiéndose planteado
siquiera su renuncia o eventual posibilidad de tener que acudir a la designación
de oficio.

3. La Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 12 de


junio de 2014 (Caso Užsienio reikalų ministerija y Otros contra Vladimir Peftiev
y Otros), en tanto declara:

«En lo que respecta a la objeción del gobierno lituano conforme a la cual


los demandados en el procedimiento principal podían solicitar la asistencia
jurídica gratuita prevista en el Derecho nacional para obtener asistencia letrada,
se debe hacer constar que, mediante el artículo 3, apartado 1, letra b), del
Reglamento nº 765/2006 (LCEur 2006, 1132), el legislador de la Unión ha
establecido un sistema coherente que permite asegurar el respeto de los
Derechos garantizados por el artículo 47 de la Carta (LCEur 2000, 3480) , a
pesar de la inmovilización de los fondos. Cuando deba obtener los servicios
jurídicos que necesite, una persona mencionada en la lista que constituye el
anexo I de dicho Reglamento no podría ser considerada como indigente por la
existencia de dicha inmovilización sino que, por el contrario, debe solicitar a tal
fin el desbloqueo de determinados fondos o recursos inmovilizados desde el
momento en que se cumplan el conjunto de requisitos previstos en dicha norma.
Por su propia existencia, el mencionado artículo 3, apartado 1, letra b), se opone

1318
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por tanto a que la autoridad nacional competente rechace autorizar el


desbloqueo de fondos sobre la base de que dicha persona podría recurrir a la
asistencia jurídica gratuita.»

Ahora bien, debe significarse que la sentencia aludida, dictada en


respuesta a una petición de decisión prejudicial, planteada con arreglo al art.
267 TFUE, versa exclusivamente sobre la interpretación del artículo 3, apartado
1, letra b), del Reglamento (CE) nº 765/2006 del Consejo, de 18 de mayo de
2006, relativo a la adopción de medidas restrictivas con respecto a Belarús).

En el caso actual, el bloqueo de los fondos no respondió al


aseguramiento del pago de la multa. Los fondos fueron bloqueados por su
procedencia delictiva, no se trata de bienes propiedad del acusado con los que
deba responder del pago de las multas, sino bienes incautados como efectos
del delito y objeto de comiso y por lo tanto afectos al destino que el comiso tiene
previsto: adjudicación al Estado que los dará el destino que disponga legal y
reglamentariamente, salvo que deban ser destinados al pago de
indemnizaciones a las víctimas. Al tratarse de efectos del delito no resulta
atendible que con esa ganancia obtenida ilícitamente se satisfagan intereses
privados, cuando el propio Estado pone a disposición del acusado medios e
instrumentos para el caso de imposibilidad de hacer frente al pago de honorarios
de su letrado particular mediante la designación de letrado de oficio, que no
supone afectación del derecho de defensa, al darse en este la necesaria
formación y garantías que exige el art. 24.2 CE.

285.- El motivo vigésimo segundo por vulneración de precepto


constitucional, al amparo del artículo 852 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, por infracción del derecho a la tutela judicial efectiva, en relación
con el derecho de defensa y a un procedimiento con todas las garantías,
al amparo del artículo 24 de la Constitución Española en relación con el
artículo 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre el
pronunciamiento en costas.

1319
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(El motivo es idéntico al MOTIVO VIGÉSIMO del recurso de la Sra.


Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

El recurrente afirma que se ha vulnerado su derecho a la tutela judicial


efectiva al haberse denegado un pronunciamiento en costas que condenase a
todas las acusaciones populares (que no particulares) porque no son
perjudicados por el delito. Condena en costas que, en todo caso, considera
justificada por su mala fe y temeridad procesal, al haber seguido una estrategia
tendenciosa que ha quedado puesta de manifiesto desde el momento en que
formularon unas acusaciones vagas y ambiguas que finalmente retiraron.

2. La sentencia.

Cabe acudir a los pronunciamientos contenidos en la sentencia en


materia de costas y, especialmente, en lo relativo a las acusaciones (folios nº
1541 y 1542).

La Sala comienza exponiendo que una pauta relevante a estos efectos


es la consistente en valorar la actuación seguida por las acusaciones en relación
con las pretensiones articuladas por el Ministerio Fiscal.

A tal fin, cita y reproduce la jurisprudencia contenida en la STS 865/2015,


de 14 de enero de 2016, y termina exponiendo que, dada la excepcionalidad
con que se debe tratar esta cuestión, no considera que proceda la imposición
de costas a ninguna de las acusaciones «porque, aunque con matizaciones, en
general se han dejado orientar por la línea marcada por el M.F., y no vemos que
ninguna haya destacado de una manera como para ser merecedora de tal
condena.»

3. Jurisprudencia de esta Sala de lo Penal sobre las cuestiones


suscitadas.
i) Sobre la imposición de costas por mala fe o temeridad procesal.

1320
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La STS 207/2018, de 3 de mayo (Recurso núm. 1102/2017) señala:


«No siendo ocioso destacar en relación al artículo 240.3 LECrim, que
prevé la eventual imposición de las costas al acusador no oficial o actor civil si
hubiese actuado con mala fe o temeridad, que de una parte tal previsión, se
refiere propiamente a los supuestos en que el acusado resulta absuelto y no en
casos como el presente en que ha sido condenado por delito de lesiones -
aunque de menor gravedad que el solicitado por la acusación particular-; y de
otra que dicha fuente normativa exige una interpretación que
jurisprudencialmente -vid SSTS 410/2016 de 12 mayo y 682/2016 de 26 julio, se
ha ido configurando en las siguientes pautas que se extraen de las sentencias
dictadas por esta Sala.

Dos son las características genéricas que cabe extraer: a) que el


fundamento es precisamente la evitación de infundadas querellas o a la
imputación injustificada de hechos delictivos, y b) que, dadas las consecuencias
que cabe ocasionar al derecho constitucionalmente reconocido antes indicado,
la línea general de viabilidad de la imposición ha de ser restrictiva.

El punto crucial viene a ser la precisión del criterio de temeridad y mala


fe a los que remite el artículo antes citado.

Al respecto hemos dicho:

a) Que el concepto de mala fe, por su carácter subjetivo es fácil de definir,


pero difícil de acreditar, no así el de temeridad. La temeridad y mala fe han de
ser notorias y evidentes, STS nº 682/2006, de 25 de junio Sentencia núm.
419/2014 de 16 abril y se afirma la procedencia de mantener una interpretación
restrictiva de estos términos legales (STS nº 842/2009 de 7 de julio), de modo
que la regla general será su no imposición (STS 19.9.2001, 8.5.2003 y 18.2,
17.5 y 5.7, todas de 2004, entre otras muchas).

b) Es necesario que la acusación particular perturbe con su pretensión el


normal desarrollo del proceso penal, que sus peticiones sean reflejo de una

1321
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actuación procesal precipitada, inspirada en el deseo de poner el proceso penal


al servicio de fines distintos a aquellos que justifican su existencia.

c) Corresponde su prueba a quien solicita la imposición (Sentencia


Tribunal Supremo núm. 419/2014 de 16 abril).

d) No es determinante al efecto que la acusación no oficial haya


mantenido posiciones en el proceso diversas, incluso contrapuestas, a la de la
acusación oficial (STS 91/2006 de 30 de enero).

e) Más cuestionable es la trascendencia de las decisiones


jurisdiccionales que, a lo largo del procedimiento, controlan la admisibilidad de
la pretensión. Desde la admisión a trámite de la querella, la formalización de la
imputación o la apertura del juicio oral. Y es que la apertura del juicio oral y el
sometimiento a proceso penal del que luego dice haber sido injustamente
acusado, no es fruto de una libérrima decisión de la acusación particular (STS
91/2006, 30 de enero). Se ha dicho que, si tales decisiones fueran
necesariamente excluyentes del parámetro de la temeridad o mala fe, el artículo
240.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, resultaría de aplicación apenas
limitada al solo caso de desviación respecto de la acusación pública, ya que la
sentencia presupone el juicio oral y éste la admisión de la acusación. Si el
órgano jurisdiccional con competencia para resolver la fase intermedia y decidir
sobre la fundabilidad de la acusación, decide que ésta reúne los presupuestos
precisos para abrir el juicio oral, la sentencia absolutoria no puede convertirse
en la prueba ex post para respaldar una temeridad que, sin embargo, ha pasado
todos los filtros jurisdiccionales (STS nº 508/2014 de 9 junio). No obstante, las
expresiones de las razones de aquellas decisiones interlocutorias pueden dar
una adecuada perspectiva para la decisión sobre la imposición de las costas
(STS 384/2008, de 19 junio).

f) Como factores reveladores de aquella temeridad o mala fe suele


indicarse más que la objetiva falta de fundamento o inconsistencia de la
acusación, la consciencia de ello por parte de quien, no obstante, acusa. Lo que
no empece que sea la evidencia de esa falta de consistencia la que autorice a

1322
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

inferir aquella consciencia. Así se impone la condena cuando se estime que


existen "razones para suponer que no le asistía el derecho" o cuando las
circunstancias permiten considerar que "no podía dejar de tener conocimiento
de la injusticia y sinrazón de su acción". Desde luego se considera temeridad
cuando se ejerce la acción penal, mediante querella, a sabiendas de que el
querellado no ha cometido el delito que se le imputa (STS nº 508/2014 de 9
junio).

g) Recientemente hemos indicado como determinante que el acusador


tuviera conocimiento de datos que demostrarían la inexistencia de delito y los
oculta o no los aporta, dotando así de una apariencia de consistencia a la
acusación que sostiene (STS nº 144/2016 de 22 de febrero).

h) Cabe que aparezca a lo largo de tramitación, aunque no en momento


inicial (SSTS de 18 de febrero y 17 de mayo de 2004).

i) El Tribunal a quo ha de expresar las razones por las que aprecia la


concurrencia de un comportamiento procesal irreflexivo y, por tanto, merecedor
de la sanción económica implícita en la condena en costas (STS nº 508/2014
de 9 junio y núm. 720/2015 de 16 noviembre)".»

4. Viabilidad del motivo examinado.

El recurrente insiste en la pretendida existencia de una «estrategia


tendenciosa» que ni se acredita ni consta de conformidad con lo que hemos
dejado sentado al resolver los motivos anteriores.

286.- El motivo vigésimo tercero por infracción de ley, al amparo de


los artículos 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, por aplicación indebida del artículo 66 en
relación con los artículos 250, 252, 301, 305, 390 y 392 del Código Penal.

1323
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(El motivo es idéntico al MOTIVO VIGESIMOSEGUNDO del recurso de


la Sra. Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

Se alega que las penas impuestas son desproporcionadas, al haberse


desatendido la existencia de la circunstancia atenuante de dilaciones u otras de
análoga significación (como una «cuasiprescripción» para los delitos fiscales
que no se declaran prescritos) y no concurrir circunstancias agravantes. Por ello,
entiende que se han infringido los criterios de ponderación legalmente previstos
por el art. 66 CP y que se debería producir una rebaja sistemática de las penas
impuestas.

(No obstante lo expuesto, debe significarse:

1. que en el desarrollo del motivo no se contiene argumentación alguna


capaz de sustentar la pretendida apreciación de las atenuantes indicadas.
Parece claro que la de dilaciones indebidas guarda relación con el MOTIVO
DECIMOCTAVO del recurso.

Respecto de la atenuante de «cuasiprescripción», que meramente se


cita, podría, a lo sumo, ponerse en relación con las alegaciones efectuadas en
el MOTIVO DECIMOPRIMERO del recurso, relativas a la prescripción de los
delitos contra la Hacienda Pública de los ejercicios de los años 2003 y 2006,
dado que nada se dice a propósito de los del año 2007.

2. Tampoco se efectúa el más mínimo esfuerzo argumentativo a


propósito de la invocada vulneración del art. 66 CP.)

La sentencia recurrida.

i) Sobre la atenuante de dilaciones indebidas, se dan por reproducidos


los pronunciamientos de la sentencia expuestos con anterioridad.

1324
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ii) Sobre la motivación de las penas impuestas, cabe acudir al «apartado


de Castilla y León», concretamente a los «Fundamentos de Derecho relativos a
la calificación jurídica» (folios nº 1216 a 1236), donde la sentencia expone los
delitos por los que acuerda la condena del recurrente y las correspondientes
penas, como son:

1.- un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP (en su redacción


original), en concurso medial del art. 77 CP, con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y
74 CP, a título de autor, junto con Jesús Merino, Jesús Sepúlveda, Luis de
Miguel y Francisco Correa (folios nº 1222 y 1223), relacionado con la
constitución de la sociedad SPINAKER 2000 SL, por importe total de 24.000.000
de pesetas (144.172,06 euros), y la utilización de facturas falsas tanto para
hacer circular los fondos ilícitos como para el reparto de beneficios.

La sentencia explicita que procede la punición de estos delitos por


separado, por ser más beneficiosa, y, en concreto, que deben imponerse las
penas interesadas por el Ministerio Fiscal, que considera ajustadas «tanto por
la procedencia de los bienes blanqueados como por el artificio construido para
su ocultación y aprovechamiento, además de por la entidad económica», como
circunstancias reveladoras de que el blanqueo adquiere especial relieve.

Por último, señala que las penas a imponer serán las de 1 año y 9 meses
de prisión y multa de 216.000 euros, con arresto sustitutorio de 3 meses en caso
de impago, para el delito de blanqueo (delito sancionado con las penas de 6
meses a 6 años de prisión y de multa del tanto al triplo del valor de los bienes);
y de 1 año y 10 meses de prisión y multa de 10 meses con una cuota diaria de
50 euros, por el delito de falsedad (delito sancionado con las penas de 6 meses
a 3 años de prisión y de multa de 6 a 12 meses).

2.- un delito de apropiación indebida del art. 252 en relación con el art.
250.1.6º CP (en la redacción vigente a la fecha de los hechos), a título de autor,
siendo Rosalía Iglesias cooperadora necesaria, por la apropiación en el año

1325
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2005 de 149.600 euros de la «Caja B» del Partido Popular, mediante la compra


de acciones de «Libertad Digital» (folios nº 1223 y 1224 y 1562).

La sentencia, al margen de remitirse a los hechos probados y a los


pronunciamientos relativos a la valoración de la prueba y a cuantas
explicaciones se contienen allí relacionadas con este delito, indica que debe
atenderse al mayor reproche que merece la conducta de Luis Bárcenas, dada
«enrevesada estrategia que fue capaz de montar para eludir cualquier
vinculación con dicha sustracción», y le impone las penas de 3 años de prisión
y multa de 8 meses con una cuota diaria de 200 euros (delito sancionado con
las penas de 1 a 6 años de prisión y de multa de 6 a 12 meses).

3.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) CP (en la


redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, relativo al IRPF de Luis Bárcenas del ejercicio
del año 2003 (folios nº 1224 a 1226), del que considera responsables a Luis
Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria y
respecto de la que igualmente acuerda la rebaja penológica del art. 65.3 CP.

De nuevo, la sentencia se remite a los hechos declarados probados y a


los pronunciamientos efectuados al abordar este delito, significando que la cuota
defraudada es de 1.193.394 euros y la declaración conjunta, debiéndose tener
en cuenta «no solo la importante cuantía defraudada, sino las ganancias
ocultadas, obtenidas en 2003 por persona interpuesta, como fue SPINAKER».
Por su parte, la falsedad documental se aprecia en relación con la facturación
falsa emitida por PASADENA VIAJES con la que se daba cobertura a las rentas
no declaradas en concepto de viajes por un total de 42.725,25 euros.

Finalmente, la Sala señala que la pena para Luis Bárcenas «en su


condición de autor, con las agravaciones del apdo. 1 a) y b) del art. 305 CP, en
concurso medial con la falsedad continuada, y teniendo en cuenta, además, su
permanente actitud personal de obstrucción y engaño, más allá de lo que

1326
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

consideramos un leal ejercicio de su derecho de defensa, nos parece ajustado,


como solicita el M.F., la de CUATRO años de prisión con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 4.000.000 €, así como la de pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales
o de la Seguridad Social durante seis años.» (folios nº 1226 y 1227).

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 1 a 4 años, multa del tanto al séxtuplo de la
cuota defraudada y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la
Seguridad Social durante el período de 3 a 6 años; imponiéndose las mismas
en su mitad superior si, como es el caso, concurriera alguna de las
circunstancias previstas en los apartados a) o b), es decir, utilización de
personas interpuestas o especial gravedad de la defraudación.

Además, dado que el referido delito se encuentra en concurso medial


con un delito continuado de falsedad documental, la pena habrá de imponerse,
ex art. 77 CP, en su mitad superior.

El motivo debe ponerse en relación con el MOTIVO DECIMOCUARTO


DEL RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL, donde se postula que la pena de
multa impuesta al recurrente -4.000.000 euros- sería inferior a la que legalmente
le correspondería de, como mínimo, 5.668.624,58 euros).

4.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) CP (en la


redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, relativo al IP de Luis Bárcenas del ejercicio del
año 2003 (folios nº 1227 y 1228), del que considera responsables a Luis
Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria y
respecto de la que igualmente acuerda la rebaja penológica del art. 65.3 CP.

1327
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia se remite a las consideraciones efectuadas respecto del


delito anterior, al margen de precisar que la cuota defraudada es de 279.541
euros, señalando que, siendo la penalidad idéntica al supuesto anterior, procede
imponer las penas de 4 años de prisión, con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de
600.000 euros, así como la de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones
o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la
Seguridad Social durante 6 años (folio nº 1227).

El motivo también debe ponerse en relación con el MOTIVO


DECIMOCUARTO DEL RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL, donde se
postula que la pena de multa impuesta al recurrente -600.000 euros- sería
inferior a la que legalmente le correspondería de, como mínimo, 1.118.165,84
euros.)

Siendo así, frente al IRPF del año 2003 donde expresamente se indica
que la falsedad documental se refiere a la facturación falsa emitida por
Pasadena Viajes, en el impuesto del Patrimonio se constata la omisión de todo
argumento capaz de justificarlo. Por tanto, eliminada la falsedad documental, la
pena de prisión por el delito fiscal referido se movería en la mitad superior ex
art. 305.1 a) -2 años y 6 meses a 4 años de prisión y multa del cuádruplo al
séxtuplo- y al no recogerse motivación específica alguna en la sentencia, las
penas han de imponerse en su límite mínimo.

5.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) CP (en
la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex
Disposición Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre-), relativo al IRPF de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2006 (folios
nº 1228 y 1229), del que considera responsable a Luis Bárcenas, a título de
autor, por su declaración individual.

La sentencia se remite a los hechos declarados probados y a los


pronunciamientos efectuados al abordar este delito, en concreto, en relación con

1328
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los cuadros de «rentas no declaradas», significando que las cuotas defraudadas


ascienden a 668.421,69 euros, en el caso de Luis Bárcenas.

Por lo demás, la Sala se limita a señalar que «la pena de TRES de prisión
que solicita el M.F. nos parece ajustada, teniendo en consideración cuantas
circunstancias personales hemos venido tenido en cuenta para individualizar la
pena a LUIS BÁRCENAS.» (folio nº 1229) y le impone las penas de 3 años de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante la condena y multa de 2.000.000 euros, así como la de pérdida
de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a
gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 6 años.

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 2 a 6 años, multa del duplo al séxtuplo de
la cuota defraudada y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o
ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o
de la Seguridad Social durante el período de 4 a 8 años; siempre que concurra
alguna de las circunstancias previstas en los apartados a) o c), es decir, que la
cuantía de la cuota defraudada exceda de 600.000 euros, o bien por la
utilización de personas interpuestas, negocios o instrumentos fiduciarios o
paraísos fiscales o territorios de nula tributación oculte o dificulte la
determinación de la identidad del obligado tributario o del responsable del delito,
la determinación de la cuantía defraudada o del patrimonio del obligado tributario
o del responsable del delito.

6.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 c) CP (en la
redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex Disposición
Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre-), relativo
al IP de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2006 (folio nº 1230), del que
considera responsable a Luis Bárcenas, a título de autor, por su declaración
individual.

La sentencia se remite a las consideraciones efectuadas respecto del


delito anterior, al margen de precisar que la cuota defraudada es de 423.534,15

1329
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

euros, señalando que procede imponer a Luis Bárcenas las penas de 3 años de
prisión con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante la condena y multa de 1.000.000 euros, así como la de pérdida
de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a
gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 6 años.

7.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) CP (en
la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex
Disposición Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre-), concurriendo la atenuante de reparación del daño del art. 21.5º CP,
relativo al IRPF de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2007 (folio nº 1231), del
que considera responsables a Luis Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía
Iglesias, como cooperadora necesaria.

La sentencia, al margen de indicar que la cuota defraudada asciende a


2.103.113,26 euros y que se trata de una declaración conjunta, se limita a
señalar que se impone a Luis Bárcenas, como autor de este delito, la pena de 2
años de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante la condena, y multa de 5.000.000 euros, así como la de
pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 6
años.

8.- un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) CP (en
la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex
Disposición Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre-), concurriendo la atenuante de reparación del daño del art. 21.5º CP,
relativo al IP de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2007 (folios nº 1231 y 1232),
del que considera responsables a Luis Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía
Iglesias, como cooperadora necesaria.

La sentencia, al margen de indicar que la cuota defraudada asciende a


966.052,53 euros, se limita a señalar que por «iguales consideraciones que en
el caso del delito anterior» se impone a Luis Bárcenas, como autor de este delito

1330
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contra la Hacienda Pública, la pena de 2 años de prisión, con su accesoria de


inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y
multa de 2.000.000 euros, así como la de pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales
o de la Seguridad Social durante 6 años.

9.- un delito intentado de estafa procesal de los arts. 248.1 y 250.1.7º CP


(en redacción dada por la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio), en concurso
medial del art. 77 CP, con un delito continuado de falsedad en documento
mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.2º y 74 CP, siendo
responsables Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, a título de autores (folios nº 1232
a 1234 y 1565).

La sentencia, tras abordar la calificación jurídica de los hechos


declarados probados, señala que procede sancionar por separado ambos
delitos, e impone a éstos las penas de 9 meses de prisión y multa de 10 meses
con una cuota diaria de 100 euros, para el delito de estafa intentada (delito
sancionado con las penas de 1 a 6 años de prisión y multa de 6 a 12 meses); y
de 2 años de prisión y multa de 10 meses con una cuota diaria de 100 euros,
por el delito continuado de falsedad (delito sancionado con las penas de 6
meses a 3 años de prisión y de multa de 6 a 12 meses).

(Lo expuesto debe entenderse sin perjuicio de la estimación del MOTIVO


DECIMOQUINTO del recurso de Luis Bárcenas por infracción de ley).

10.- un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP (en la redacción


dada por la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio), en concurso medial del art.
77 CP, con un delito continuado de falsedad en documento mercantil del art.
392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, del que considera
responsables a Luis Bárcenas y a Rosalía Iglesias, a título de autores, relativo
a las actuaciones verificadas para la ocultación y posterior afloramiento del
dinero procedente de las actividades delictivas que, desde al menos, el año
2000, vino realizando Luis Bárcenas, en cuanto procedentes de su ilícita

1331
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actividad de intermediación en adjudicaciones públicas, del apoderamiento de


fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda Pública (folios nº 1234 a 1236).

La sentencia acuerda igualmente la condena de Ángel Sanchís Perales


y Ángel Sanchís Herrero, como autor y cooperador necesario, respectivamente,
de un delito de blanqueo del art. 301 CP, con base en los hechos que les
atribuye, cometidos entre los años 2009 a 2012, mediante la simulación de un
préstamo por importe de 3.000.000 euros y su reintegración entre los años 2009
y 2012 con base en unos contratos y facturas falsas.

A su vez, Iván Yáñez es condenado, a título de autor, por un delito de


blanqueo del art. 301 Código Penal, en concurso medial del art. 77 CP, con un
delito continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación
con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, respecto de los hechos cometidos entre
los años 2009 a 2013, como testaferro de Luis Bárcenas, participando en la
ocultación de, al menos, 5.423.890,18 euros.

La sentencia argumenta, en relación con Luis Bárcenas, que «lo decisivo


es que es el dueño de ese dinero que se blanquea, en algún caso con tanto
éxito, que no ha sido posible su localización». En cuanto a Rosalía Iglesias,
advierte que «entre otras circunstancias, por ser titular de esas cuentas
corrientes en Suiza y en España por la que circulan cantidades a blanquear, y
por participar en la confección de la documentación falsos a que venimos
refiriéndonos.»

Por lo demás, señala que, al tener que penar en régimen de concurso


medial, opta por imponer una sola pena, que, en el caso de Luis Bárcenas,
«teniendo en consideración cuantas circunstancias personales hemos tenido en
cuenta», debe ser la máxima a que permite llegar el art. 301 CP, de 6 años de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante la condena, y multa de 30.000.000 euros (folio nº 1236).

En definitiva, opta por imponer las penas previstas para el delito de


blanqueo, delito sancionado con las penas de 6 meses a 6 años de prisión y de

1332
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

multa del tanto al triplo del valor de los bienes, a imponer en su mitad superior
cuando los bienes tengan su origen en alguno de los delitos comprendidos en
los Capítulos V, VI, VII, VIII, IX y X del Título XIX o en alguno de los delitos del
Capítulo I del Título XVI.

Además, dado que el referido delito se encuentra en concurso medial


con un delito continuado de falsedad documental, la pena habrá de imponerse,
ex art. 77 CP, en su mitad superior.

Pronunciamiento que no debe mantenerse. Este apartado ha de ponerse


en relación con la absolución acordada en la sentencia recurrida de Sanchís
Herrero y Sanchís Perales del delito de falsedad documental continuada y de la
estimación de los motivos 10 y 13 del recurso de Yáñez con la consiguiente
absolución del mismo delito, lo que debe implicar similar pronunciamiento en
relación a este acusado, quedando como única infracción imputable a este
acusado el delito de blanqueo, castigado con la pena de seis meses a seis años,
más la correspondiente multa, sin que en la fecha de los hechos estuviera
vigente la agravación del último párrafo del art. 301.1 CP, por lo que podremos
recorrer la pena en toda su extensión, al no aplicarse la regla del art. 77 CP.

En este sentido puede reputarse adecuado la de 4 años de prisión con


inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena y 1.200.000 € de multa con responsabilidad civil subsidiaria de 6
meses.

3. Viabilidad del motivo examinado.

Atendidos los argumentos que sustentan el presente motivo de recurso


y la doctrina jurisprudencial expuesta, el mismo debería ser desestimado.

Se aduce, de entrada, que las penas impuestas son desproporcionadas


como consecuencia de la apreciación de la circunstancia atenuante de
dilaciones indebidas y, por tanto, la estimación del presente motivo depende de

1333
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la estimación del anterior motivo decimoctavo del recurso, lo que no se ha


producido.

Tampoco la reclamada apreciación de la «cuasiprescripción» para los


delitos contra la Hacienda Pública puede tener favorable acogida. La aplicación
de las referidas pautas jurisprudenciales al caso concreto impide que prospere
la tesis de la defensa, toda vez que la tardanza en la investigación de los hechos
obedeció en gran medida a la compleja trama delictiva que elaboró el recurrente
para evadir el pago de sus impuestos. No cabe, pues, hablar de una negligencia
o de un interés concreto en lo que se refiere a la demora del inicio de la
investigación de estos delitos.

Por lo demás, vistas las penas impuestas por el Tribunal de instancia,


conforme a los criterios establecidos por el art. 66.1.6º CP, se advierte que la
práctica totalidad de las penas se encuentran muy próximas al límite mínimo o
a la mitad inferior del rango punitivo correspondiente a la calificación jurídica de
los hechos, respetándose igualmente, por ello, lo dispuesto por el art. 66.1.1º
CP en los dos únicos delitos donde se ha apreciado la concurrencia de una
circunstancia atenuante. Al margen de lo anterior, la Sala justifica aquellas
penas que han sido impuestas en su máxima extensión en atención a la
importante cuantía objeto de defraudación o blanqueo y a las circunstancias
personales del recurrente, ampliamente explicitadas a lo largo de la
fundamentación jurídica contenida en la sentencia y, en definitiva, bajo una
motivación suficiente a la vista de la totalidad de las circunstancias concurrentes
en el hecho.

Por lo tanto, el Tribunal ha cumplido con la obligación de motivar la


individualización de las penas, sin que, por otro lado, se aprecie desproporción
entre las impuestas y la gravedad de los hechos, concretados, en lo que aquí se
cuestiona, en la conducta del recurrente; procediendo recordar que es doctrina
reiterada de esta Sala la que recuerda que la individualización corresponde al
Tribunal de instancia, que ha de ajustarse a los criterios expuestos, de forma
que en el marco de la casación la cuestión de la cantidad de la pena sólo puede
ser planteada cuando haya recurrido a fines de la pena inadmisibles, haya tenido

1334
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en consideración factores de la individualización incorrectos o haya establecido


una cantidad de pena manifiestamente arbitraria (STS 11-3-14).

Lo que de ningún modo puede afirmarse es que la imposición de las


penas en esos términos signifique una individualización arbitraria o incorrecta,
sin que el recurrente, en su legítima discrepancia, ofrezca motivos bastantes
para reputar las mismas arbitrarias o desmedidas, y, por ello, no cabe la revisión
del juicio del tribunal de instancia sobre la individualización de las penas.

287.- El motivo vigésimo cuarto por infracción de ley, al amparo de


los artículos 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, por aplicación indebida del artículo 127 y
concordantes del Código Penal.

(El motivo es idéntico al MOTIVO VIGESIMOTERCERO del recurso de


la Sra. Iglesias).

1. Alegaciones del recurso.

Se alega que la sentencia impone una sanción accesoria de comiso que


supera todos los límites legales. Su amplitud en los términos acordados en el
«apartado Castilla y León» impide conocer qué cantidades se decomisan y
desde qué fecha, así como, añade, «si el decomiso acordado respecto de las
cuentas abiertas en Suiza, absorbe ya el decomiso de importes considerados
en otros delitos pero que se han tenido en cuenta en la determinación de las
cuotas tributarias (año 2006)»

También se aduce que la sentencia aplica retroactivamente las


disposiciones reguladoras del comiso que entraron en vigor a través de la
reforma operada en el Código Penal por la Ley Orgánica 15/2003, que entró en
vigor el 1 de octubre de 2014, estando prohibida la aplicación retroactiva en
perjuicio del reo.

1335
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Subsidiariamente a lo anterior, el recurrente sostiene que, aun


asumiendo la aplicación del comiso sobre delitos prescritos (conforme a la
nueva regulación aplicable tras el 1 de octubre de 2004), el patrimonio anterior
al año 2000 debería quedar ajeno de toda consecuencia penológica y que, en
todo caso, la aplicación del comiso sobre delitos prescritos extinguiría los delitos
fiscales o, alternativamente, que el reconocimiento de delitos fiscales sería
incompatible con el decomiso impuesto en sentencia, ya que se consumiría la
renta y el patrimonio por el que se hace tributar, desapareciendo la base
imponible de los impuestos objeto de condena ex art. 305 CP.

2. La sentencia.

Los pronunciamientos relativos al comiso acordado en el «apartado


Castilla y León» y, concretamente, los que afectan al recurrente, se encuentran
recogidos en los folios nº 1536 y 1537 de la sentencia.

El Tribunal señala que, de conformidad con lo solicitado por el Ministerio


Fiscal y en aplicación de lo dispuesto en los arts. 127 y 301 del Código Penal,
procede decretar el comiso de:

«…los 13.927 € percibidos por LUIS BÁRCENAS por su participación en


SPINAKER, no así los 72.000 € que las acusaciones imputaban haber recibido
de ÁLVARO PÉREZ.

Los 149.600 € producto de la apropiación indebida por parte de LUIS


BÁRCENAS y ROSALÍA IGLESIAS, de fondos del P.P.

Los 120.000 € ingresados el 05/03/2004 en la cuenta de Caja Madrid de


ROSALÍA IGLESIAS.

(…)

Los efectos y ganancias del delito de blanqueo:

1336
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Las cuantías encubiertas como operaciones de obras de arte, en


cantidad de 500.000 €, referidas al año 2006.

- Vinculado a la ocultación de fondos en las cuentas suizas, incluidas las


de GRANDA GLOBAL, de los que responderán conjunta y solidariamente LUIS
BÁRCENAS por el importe total, e IVÁN YÁÑEZ VELASCO por un importe de
600.000 €, más los ingresos y ganancias de GRANDA GOLBAL.»

3. Jurisprudencia de esta Sala de lo Penal sobre las cuestiones


suscitadas.

Sobre la naturaleza y alcance del comiso, pueden traerse a colación los


pronunciamientos contenidos en la STS 134/2017, de 2 de marzo (Recurso núm.
10508/2016), que expone:

«Respecto a la naturaleza y alcance del comiso, en SSTS. 600/2012 de


12.7, y 16/2009 de 21.1, decíamos que el CP 1995 considera el comiso como
una “consecuencia accesoria” al margen tanto de las penas como de las
medidas de seguridad. Su naturaleza es, según la doctrina más autorizada, la
de una tercera clase de sanciones penales, siguiendo así nuestro Código Penal
la línea iniciada por los derechos penales germánicos (CP. suizo o CP. alemán)
de establecer un tercer genero de sanciones bajo la denominación de
“consecuencias jurídicas o consecuencias accesorias”.

Así la STS. 20.1.97 señala que “el comiso de los instrumentos y de los
efectos del delito (art. 48 C.P. de 1973) constituye una "pena accesoria", y, en
el nuevo Código Penal, es configurada como una "consecuencia accesoria" de
la pena (v. art. 127 C.P. 1995). En ambos Códigos, por tanto, es cosa distinta
de la responsabilidad civil "ex delicto", ésta constituye una cuestión de
naturaleza esencialmente civil, con independencia de que sea examinada en el
proceso penal, y nada impide que, por ello, su conocimiento sea diferido, en su
caso, a la jurisdicción civil. El comiso, por el contrario, guarda una directa
relación con las penas y con el Derecho sancionador, en todo caso, con la lógica

1337
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exigencia de su carácter personalista y el obligado cauce procesal penal para


su imposición.

Pues bien con independencia de esta naturaleza jurídica que implica que
tal medida ha de ser solicitada por el Ministerio Fiscal o partes acusadoras
(SSTS. 30.5.97, 17.3.2003), de donde se deduce la necesidad de su
planteamiento y debate en el juicio oral (STS. 6.3.2001), y que la resolución que
lo acuerde ha de ser motivada (SSTS. 28.12.200, 3.6.2002, 6.9.2002, 12.3.2003,
18.9.2003, 24.6.2005), el problema puede surgir a la hora de determinar su
exacta definición, partiendo de que la finalidad del precepto es anular cualquier
ventaja obtenida por el delito. Las dudas interpretativas se concentran
fundamentalmente en las tres categorías de bienes que se incluyen como objeto
de comiso, al amparo de la norma general, contenida en el citado art. 127: los
efectos que provengan del delito, es decir, el producto directo de la infracción;
los bienes, medios o instrumentos con los que se haya preparado o ejecutado;
y las ganancias provenientes del delito.

Por efectos se entiende, una acepción más amplia y conforme con el


espíritu de la institución todo objeto o bien que se encuentre, mediata o
inmediatamente, en poder del delincuente como consecuencia de la infracción,
aunque sea el objeto de la acción típica (drogas, armas, dinero, etc.). Quizás
para evitar los problemas que doctrinalmente generaba la consideración de las
drogas como efecto del delito, puesto que la sustancia estupefaciente era más
propiamente el objeto del delito, ya el art. 344 bis e) del CP. de 1973, en la
redacción dada por LO. 8/92 y el art. 374 CP. de 1995, incluyeron la referencia
a las drogas tóxicas, estupefacientes o sustancia psicotrópicas como objeto
expreso del comiso.

Los instrumentos del delito han sido definidos jurisprudencialmente como


los útiles y medios utilizados en la ejecución del delito.

Por último, tanto el art. 127 como el art. 374, incluyen dentro del objeto
del comiso las ganancias provenientes del delito, cualesquiera que sean las
transformaciones que hayan podido experimentar. Se trata así de establecer

1338
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

claramente como consecuencia punitiva la pérdida del provecho económico


obtenido directa o indirectamente del delito. Sobre las ganancias procedentes
de operaciones anteriores a la concreta operación descubierta y enjuiciada, la
Sala Segunda en Pleno de 5.10.98, acordó extender el comiso “siempre que se
tenga por probada dicha procedencia y se respete en todo caso el principio
acusatorio”.

Finalmente el limite a su aplicación vendría determinado por su


pertenencia a terceros de buena fe no responsables del delito que los hayan
adquirido legalmente, bien entendido que la jurisdicción penal tiene facultades
para delimitar situaciones fraudulentas y a constatar la verdadera realidad que
subyace tras una titularidad jurídica aparente empleada para encubrir o
enmascarar la realidad del trafico jurídico y para enmascarar el origen ilícito del
dinero empleado en su adquisición.

Del mismo modo, como hemos precisado en STS 450/2007 de 30-5,


tanto el art. 127 con el art. 374 incluyen dentro del comiso las ganancias
provenientes del delito, cualesquiera que sean las transformaciones que
hubieran podido experimentar. Se trata aquí de establecer claramente como
consecuencia punitiva la pérdida del provecho económico obtenido directa o
indirectamente del delito.

Sin embargo con frecuencia los casos de tráfico de drogas que llegan a
los Tribunales, suponen la incautación de la sustancia que se pretendía
comercializar sin que, por tanto, se haya producido beneficio o ganancia alguna
como consecuencia del concreto hecho juzgado. Si se parte de una
interpretación restringida, el termino ganancia habría de identificarse con los
beneficios obtenidos por el hecho concreto objeto de condena, lo que implicaría
la inaplicación de aquellos preceptos en la generalidad de los casos.

Consciente del problema esta Sala Segunda del Tribunal Supremo


reunida en Pleno de fecha 5.10.98, asumió una interpretación más amplia que
permitiera el comiso de bienes de origen ilícito generado con anterioridad al
hecho delictivo enjuiciado adoptando el siguiente acuerdo:

1339
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“El comiso de las ganancias a que se refiere el art. 374 CP. debe
extenderse a las ganancias procedentes de operaciones anteriores a la concreta
operación descubierta y enjuiciada, siempre que se tenga por probada dicha
procedencia y se respete el principio acusatorio”.

Con arreglo a esta interpretación, el patrimonio del delincuente ya no


será inmune al comiso, una vez haya sido condenado por una operación
frustrada en sus expectativas económicas, ya que el comiso podrá decretarse
contra bienes poseídos con anterioridad al acto por el que fue condenado,
siempre que concurran las dos condiciones antedichas: que se tenga por
probada la procedencia de los bienes del tráfico de droga (o de cualquier otro
delito), y que se respete el principio acusatorio.

En relación a la primera circunstancia, es decir del origen ilícito, hay que


tener en cuenta que esta procedencia ilícita puede quedar acreditada mediante
prueba indirecta o indiciaria, y que la demostración del origen criminal -
presupuesto imprescindible para decretar el comiso- no requiere la identificación
de las concretas operaciones delictivas, bastando a tales efectos que quede
suficientemente probada la actividad delictivo de modo genérico. Así lo ha
entendido esta Sala en el delito de blanqueo respecto del delito antecedente o
determinante (SSTS. 10.11.2000, 28.7.2001, 5.2.2003, 10.2.2003, 14.4.2003,
29.11.2003, 19.1.2005 y 20.9.2005).

Respecto a la probanza de dicha procedencia, no puede pretenderse que


lo sea en los mismos términos que el hecho descubierto y merecedor de la
condena, sino que, por el contrario, esa prueba necesariamente debe ser de
otra naturaleza y versar de forma genérica sobre la actividad desarrollada por el
condenado (o titular del bien decomisado) con anterioridad a su detención o a
la operación criminal detectada. Prueba indiciaria que podrá consistir en las
investigaciones policiales sobre que el acusado venia dedicándose desde hacía
tiempo a la actividad por la que en fin fue condenado, en que el bien cuyo comiso
se intenta haya sido adquirido durante ese periodo de tiempo en que el
condenado se venía dedicando, en términos de sospecha racional, a la actividad

1340
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

delictiva en cuestión; en que el bien a decomisar no haya tenido una financiación


lícita y acreditada, o, lo que es lo mismo, la inexistencia de patrimonio, ventas,
negocios o actividades económicas capaces de justificar el incremento
patrimonial producido, etc... Probados estos datos indiciarios y puestos en
relación unos con otros, podrá entenderse acreditada la procedencia ilícita del
bien hallado en poder del condenado, aunque no procede propiamente de la
operación descubierta y por la que se le condena, pudiendo, en consecuencia
ser objeto de comiso como ganancia procedente del delito.

Posibilidad ésta recogida en la STS. 1030/2003 de 15.7, y en la


anteriores 495/99 de 5.4 un delito de tráfico de drogas, sobre vehículos y dinero
de cuentas bancarias a nombre de la mujer e hijo del acusado, al proceder de
operaciones anteriores a la enjuiciada, y STS. 499/99 de 1.4, deducción de
indicios, en los que se mantuvo que era posible el decomiso cuando los bienes
objeto del mismo han sido adquiridos en un tiempo anterior al acto de tráfico de
drogas que se enjuicia siempre que los medios utilizados para su adquisición
tengan su origen en actividades de narcotráfico anteriores, como también
sucede en el presente caso según el "factum", del que debemos necesariamente
partir...".»

«…Posibilidad esta admitida por el TEDH, sentencia 7.10.88 (caso


Salabiakn) y 25.9.92 (caso Pham Hoang), y por la doctrina mayoritaria con
argumentos como:

a) La presunción de inocencia despliega sus efectos y extiende su ámbito


de aplicación en el proceso penal de manera intangible sobre la existencia del
hecho delictivo y la participación del acusado en el mismo, mientras que el
comiso o confiscación de bienes es una consecuencia accesoria que se adopta
una vez destruida aquélla mediante un pronunciamiento penal.

b) El comiso en el ordenamiento jurídico español no es solo una


consecuencia accesoria de la pena de los procesos criminales, sino que también
es una sanción administrativa susceptible de ser impuesta en los casos de
infracciones a la legislación de contrabando, por lo que nada se opondría a su

1341
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

consideración como una medida sui géneris postdelictual que alcanzase a todo
el patrimonio directa o indirectamente perteneciente al condenado, otorgando la
oportunidad de demostrar el origen legal de los bienes especialmente cuando
sus titulares fueran terceras personas.

c) A diferencia de las penas que tienen un carácter personalísimo y sólo


pueden imponerse al culpable de un hecho delictivo, la aplicación del comiso en
el proceso penal no está vinculada a la pertenencia del bien al responsable
criminal (arts. 127 y 374 CP.), sino únicamente a la demostración del origen
ilícito del producto o las ganancias, o de su utilización para fines criminales.»

4. Viabilidad del motivo examinado.

La anterior doctrina, en su proyección al caso enjuiciado, debería


conducir a la desestimación del motivo.

En primer término, porque no le asiste la razón al recurrente en lo que


concierne a la indeterminación o inconcreción que se denuncia. Los términos en
que se decreta el comiso y, en particular, los relativos a los efectos y ganancias
del delito de blanqueo, son claros y enteramente ajustados al relato fáctico
contenido en la sentencia (folios nº 222 a 254), además de plenamente
respetuosos con la petición efectuada por el Ministerio Fiscal.

Tampoco las quejas deducidas a propósito de la pretendida aplicación


retroactiva de la ley penal pueden tener favorable acogida. Los argumentos del
recurrente se basan en la prescripción declarada respecto de ciertos delitos
contra la Hacienda Pública -por mor de la previsión contenida en el art. 127.3
Código Penal (en la redacción dada por la LO 15/2003, de 25 de noviembre)-,
pero los pronunciamientos que se combaten, conforme a su argumentación,
guardan todos ellos relación con el comiso decretado por el delito de blanqueo
de capitales por el que efectivamente ha sido condenado.

Por otra parte, cuantos alegatos se deducen en forma subsidiaria no


guardan relación alguna con la infracción de ley que se denuncia en relación

1342
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

con el art. 127 CP, sino, a lo sumo, con aquellos que ya han sido objeto de
estudio al tiempo de abordar la concreta tipificación de los hechos declarados
probados como constitutivos de los delitos contra la Hacienda Pública y de
blanqueo de capitales.

El comiso es una consecuencia accesoria de la pena cuya esencial


finalidad es anular cualquier ventaja obtenida por el delito que, además, podrá
decretarse contra bienes poseídos con anterioridad al acto por el que ha sido
condenado el recurrente siempre que concurran las dos circunstancias
antedichas, como son, la procedencia de los bienes de cualquier actividad
delictiva y que se respete el principio acusatorio. Este origen ilícito podrá quedar
acreditado por prueba indirecta o indiciaria, bastando con que quede
suficientemente probada la actividad delictiva de modo genérico.

En el caso de autos, como se infiere, por otro lado, de todos los


argumentos expuestos con anterioridad al examinar los distintos motivos del
recurso, este origen ilícito ha quedado sobradamente acreditado.

El factum, de cuya intangibilidad debe necesariamente partirse, describe


las diferentes actuaciones verificadas por el recurrente para la ocultación y
posterior afloramiento del dinero procedente de las actividades delictivas que,
desde al menos, el año 2000, vino realizando, en cuanto procedentes de su
ilícita actividad de intermediación en adjudicaciones públicas, del
apoderamiento de fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda Pública. Se
señala, así mismo, los importes en que se han podido concretar los montantes
de algunas de tales ilícitas actividades.

Ya en la fundamentación jurídica, se razona cómo el acusado ofreció


distintas versiones tratando de justificar el origen lícito del importante patrimonio
que se le atribuye, no lográndolo y, por tanto, sin que quepa considerar que
pudiere reunir tan cuantioso patrimonio con sus rentas regulares.

Por tanto, el comiso decretado por las cantidades especificadas,


incluidos los efectos y ganancias derivados del delito de blanqueo de capitales

1343
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y con el límite del importe de las cantidades señaladas en el «factum», debe ser
mantenido, por cuanto todos los datos expuestos permiten entender como lógica
y razonable la convicción del Tribunal a la procedencia ilícita del dinero con el
que se adquieren y por lo tanto, deberán ser aquellos decomisados, a no ser
que el interesado enervara la prueba de presunciones, presentando en su
descargo pruebas acreditativas de la legitimidad de su posesión; lo que no se
ha hecho en el caso de autos.

RECURSO ROSALÍA IGLESIAS VILLAR

288.- El motivo primero al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso justo con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad.

El séptimo motivo, por su parte, se formula igualmente al amparo


de los arts. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en relación con el art. 24 de la Constitución
Española, por vulneración de los derechos a la tutela judicial efectiva, a la
presunción de inocencia y a un proceso justo con todas las garantías con
interdicción de la arbitrariedad.

La esencia de estos motivos, sustancialmente idénticos, radica en la


afirmación de la recurrente de que se han vulnerado sus derechos
constitucionales y los principios acusatorio y de contradicción, al haber sido
juzgada por colaborar en una serie de delitos supuestamente cometidos por su
esposo, Luis Bárcenas, por voluntad de las acusaciones particulares que, al
retirar su acusación en conclusiones finales, les han privado de una resolución
de fondo, absolutoria o condenatoria, de aquellos delitos inicialmente objeto de
acusación.

1344
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La recurrente se adhiere así, en su motivo primero, a los argumentos


expuestos en el motivo primero del recurso del Sr. Bárcenas. El motivo séptimo,
por su parte, se ampara en argumentos idénticos a los del motivo octavo del
recurso del Sr. Bárcenas, sin que se expongan circunstancias personales que
merezcan un trato diferenciado.

En consecuencia, para su resolución, nos remitimos al desarrollo


efectuado sobre las cuestiones planteadas en los motivos primero y octavo del
recurso de Luis Bárcenas.

289.- El motivo segundo al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, al derecho de defensa y a un
proceso justo con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad,
así como a la tutela judicial efectiva, por efectuar un juicio valorativo que
descansa en una prueba ilícita o vinculada antijurídicamente a ella.

(El motivo es coincidente o relacionado con el MOTIVO NOVENO del


recurso del Sr. Crespo).

De nuevo, los argumentos expuestos por la recurrente en orden a


sostener la pretendida nulidad de los informes periciales de inteligencia de la
UDEF y de la AEAT, por su conexión con las grabaciones que fueron declaradas
nulas por la STS de 9 de febrero de 2012, son mera reiteración de los contenidos
en el recurso del Sr. Bárcenas.

Por tanto, este motivo ya ha sido analizado al examinar el motivo


segundo del recurso interpuesto por Luis Bárcenas, a cuyos argumentos nos
remitimos.

Si alguna consideración adicional cabe aquí efectuar es que la respuesta


dada por el Tribunal de instancia es enteramente acorde a lo resuelto por la STS
214/2018, de 8 de mayo (caso «Gürtel-Fitur»), al tiempo de resolver las quejas
deducidas por la defensa del Sr. Correa, y donde se declara:

1345
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Constatamos que, en la causa, no hay reflejo documental del aserto del


que parte el recurrente, se conoció la estrategia de la defensa. La expresión es
muy general, y no hay indicio alguno que permita concretar su contenido y,
desde luego, en la causa no hay reflejo documental que permita dar contenido
a la queja que expresa en el motivo. Por otra parte, el recurrente se limita a
generalizar sobre ese conocimiento de la línea de defensa, sin concretar la
producción de un efectivo perjuicio, ni siquiera lo expresa, limitándose a referir
un hipotético conocimiento.

Las consecuencias que el recurrente expone, que no detalla ni designa,


al limitarse a generalizar sus efectos, exige su concreción para establecer la
precisa relación causal que el art. 11.1 LOPJ exige. Lo que si constatamos es
que aquella nulidad, declarada tuvo consecuencias, una de ellas muy grave,
como la condena por delito de prevaricación, pero no resulta de la causa la
perpetración de otro efecto sobre el que acordar otras consecuencias. El
recurrente tampoco las dice, salvo la genérica afirmación sobre el conocimiento
de la línea de defensa que carece de reflejo concreto y tampoco la defensa la
expone.»

«…Centrándonos en el caso concreto, constatamos que la prueba que


ha sido analizada y valorada no tiene relación alguna con las intervenciones
declaradas nulas. Tampoco el recurrente las expresa y tampoco cuál sea la
relación que permita declarar la causalidad entre la prueba valorada por el
tribunal y la prueba declarada nula. En esas condiciones no cabe declarar, como
se pretende, la nulidad de todo el material probatorio, pues no hay relación
causal, conexión, ni tan siquiera una conexión natural. La nulidad de la injerencia
en las conversaciones, declarada nula, se produce, al inicio de las pesquisas
judiciales en averiguación del hecho delictivo. Por ello, tanto por su concurrencia
al tiempo del inicio de la investigación como la ausencia de efectos, no es posible
afirmar que existiera una obtención de material probatorio que fuera
consecuencia de la injerencia nula, por desvelar la estrategia de defensa, pues,
como antes se señaló, la nulidad tiene lugar en los inicios de la investigación,
siendo distintos los letrados, que intervienen a los que participaron en el juicio
oral, sin que la injerencia declarada nula permitiera conocer ninguna situación

1346
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que afecte a la defensa del recurrente. Tampoco lo expresa el recurrente, ni


resulta de la causa.»

290.- El motivo tercero al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional de las pruebas de las que dispuso la Sala de
instancia, por la incorrecta aplicación de los arts. 305 y ss. del Código
Penal.

1. Alegaciones del recurso.

La recurrente comienza adhiriéndose a los argumentos expuestos en el


motivo cuarto del recurso del Sr. Bárcenas, relativos a la supuesta vulneración
de sus derechos constitucionales en relación con la condena de Luis Bárcenas
y de Rosalía Iglesias por la comisión de diversos delitos contra la Hacienda
Pública.

Sin perjuicio de lo anterior, respecto de ella, se alega sobre varios


extremos, no todos ellos relacionados con el cauce casacional elegido, que se
pueden sintetizar de la siguiente manera:

i) La conclusión de que colaboró en la comisión de los delitos fiscales por


los que su marido ha sido condenado es errónea, pues consta acreditado que
no realizaba, ni siquiera firmaba, sus propias declaraciones de renta o
patrimonio, por lo que no pudo colaborar en nada.

(La cuestión se reitera en los MOTIVOS DÉCIMO y DECIMOPRIMERO


del recurso, como infracción de ley, así como en el MOTIVO
VIGESIMOPRIMERO).

1347
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ii) El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por medio de autos de 6 de


mayo y de 1 de diciembre de 2010, sobreseyó el procedimiento respecto de ella
al no haber constancia de que tuviera conocimiento alguno de cómo hacer una
declaración tributaria. Por tanto, la reapertura de la causa en su contra vulnera
la cosa juzgada, además de su derecho de defensa, pues, acordada por un
supuesto delito propio, relativo al IRPF del año 2006, tampoco permite, sin más,
mantener su acusación por su supuesta colaboración en los delitos cometidos
por su esposo en los años anteriores (2002 y 2003), que estaban sobreseídos.

iii) En cuanto a su condena respecto del delito fiscal por el IRPF del año
2006, no existe prueba de su participación ni de irregularidad alguna. Los
contratos de mediación y de compraventa de cuadros son reales, la aplicación
de los coeficientes de abatimiento es correcta y, por tanto, la liquidación no
alcanza el umbral del delito fiscal.

En todo caso, aunque no se considere acreditado la totalidad o parte de


las operaciones de venta de obras de arte, la cuota resultante no superaría el
umbral típico, «existiendo la posibilidad de que llegue a demostrarse que la
transferencia bancaria de 60.000 euros realizada a su cuenta constituye una
mera liberalidad sujeta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y no al
IRPF».

iv) Se ha producido una constante vulneración de sus derechos por parte


de la AEAT, que nunca comprobó la veracidad y exactitud de las declaraciones
y continuó con la actuación inspectora tras remitir a la Fiscalía informe sobre la
posible comisión de un delito contra la Hacienda Pública, sin comunicarlo a la
interesada y sin esperar a que por ésta se presentase la documentación
requerida. También del Ministerio Fiscal, que admitió una denuncia sobre unos
hechos que nada tenían que ver con la causa sobreseída y que debió remitir a
los Juzgados ordinarios; y del propio Juzgado, que justificó la reapertura del
procedimiento por «haber ocultado la aportación de documentos» cuando ya los
tenía en su poder.

Por todo lo expuesto la recurrente considera que debe acordarse su libre


absolución, dada la insuficiente acreditación de los elementos objetivo y
subjetivo exigidos por el delito, tal y como se ha decretado en otros

1348
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

procedimientos ante la ausencia de prueba sobre la responsabilidad de las


esposas (sentencias «Caso Noos» y «Caso Gescartera»).

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas, como autor,


y de Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria -con la rebaja penológica
del art. 65.3 CP- (folios nº 1224 a 1232 y 1562 a 1565), por la comisión de los
delitos contra la Hacienda Pública referidos al IRPF e IP del año 2003 (en este
caso, en concurso medial con un delito continuado de falsedad documental, en
relación con la facturación falsa emitida por PASADENA VIAJES) y del año 2007
(en este último caso, con la apreciación de la atenuante de reparación del daño
del art. 20.5º CP).

También guarda relación con la condena de Rosalía Iglesias, como


autora de un delito contra la Hacienda Pública referido al IRPF del año 2006.

2.1. Sobre los hechos probados.

Damos por reproducidos los hechos declarados probados que se


relacionaron en el motivo cuarto del recurso de Luis Bárcenas, donde, así
mismo, se describe la participación de su esposa en diversas actuaciones, de
las que podemos destacar:

.- la ocultación, en connivencia con su esposo, de sus propias rentas y


las de éste, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas
en España y Suiza, así como la utilización de las cantidades obtenidas por su
cónyuge (producto de su intermediación en obras públicas irregulares y de la
apropiación de fondos del PP) para efectuar pagos en efectivo y ocultos para la
Hacienda Pública (folios nº 230 y 231).

.- la creación por Luis Bárcenas, de acuerdo con su esposa, de un


entramado financiero en entidades bancarias suizas para invertir en distintos
valores y productos financieros y para aflorar fondos cuyo origen no se
correspondía con su declarada actividad ni con su ahorro, dotándolos de una
apariencia lícita, al reflejarlos en sus correspondientes declaraciones tributarias
como ganancias patrimoniales de obras de arte inexistentes; ocultando el resto

1349
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de rentas obtenidas de la ilícita manera descrita, hasta la promulgación de la


Disposición Adicional Primera del Real Decreto Ley 12/2012, de 30 de marzo,
que dio lugar a que presentara sendas Declaraciones Tributarias Especiales en
nombre de las sociedades TESEDUL y GRANDA GLOBAL, tras las que se
escondió, y contando con la colaboración del también acusado, Iván Yáñez
Velasco (folio nº 231).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2004, modalidad


conjunta, de 270.000 euros por la venta de un bodegón, que dijo ser adquirido
en 1983, por Rosalía Iglesias, al precio de 4.086,88 euros, con cuya declaración
se eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente obtenida con
esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 euros, realizado
el 05/03/2004 por Rosalía Iglesias en su cuenta de Caja Madrid (folio nº 249).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2005, modalidad


individual, por Rosalía Iglesias, como rentas generadas con la transmisión de
bienes distintos de inmuebles y acciones, de 149.600 euros de los que se
apoderó indebidamente de la Caja B del P.P., relacionados con la operación de
Libertad Digital (folio nº 249).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2006, modalidad


individual, por Rosalía Iglesias de 560.000 euros, como procedentes de una
transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987, por importe de 1.803,30
euros, que nunca existió, con lo cual se volvió a eludir que tributara su ficticia
ganancia por aplicación del mismo régimen transitorio de cálculo de ganancias,
dada esa antigüedad, y se justificó mendazmente el ingreso en efectivo de
500.000 euros, efectuado por Rosalía Iglesias el 19/01/2006, día en que
finalizaba la posible aplicación del referido régimen de tributación, en su cuenta
de Caja Madrid, así como el cobro de un talón de 60.000 euros, el 15/12/2006
(folios nº 249 y 250).

.- la concreta apertura de una cuenta en Suiza en 2006 a su nombre, con


su pleno conocimiento y en la que ambos tenían capacidad de disposición (folio
nº 252).

1350
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la presentación de declaraciones tributarias (incluso individuales) que


no reflejaban correctamente sus rentas, pues sólo reflejaban parcialmente sus
recursos, como las supuestas compraventas de cuadros (folio nº 253).

.- la concreta cuantificación del importe total en el que se han logrado


concretar los ingresos en las cuentas Suizas (10.017.787,23 euros) y de las
distintas cuotas, por los conceptos de IRPF e IP, dejadas de ingresar por Luis
Bárcenas y Rosalía Iglesias en los ejercicios de los años 2000 a 2007 (folios nº
253 y 254).

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio oral.

Sobre la valoración que de la prueba contra la recurrente realiza el


órgano de instancia cabe tener por reproducidas las consideraciones realizadas
al examinar el motivo cuarto del recurso de Luis Bárcenas, especialmente:

.- los informes de la AEAT de 18/02/2014, «sobre cuotas presuntamente


defraudadas por los IRPF e IP en los períodos de 2000 a 2011 correspondientes
a Luis Bárcenas Gutiérrez y su esposa, Rosalía Iglesias Villar»; de 17/11/2014,
emitido a la vista de la documentación suiza recibida el 16/10/2014; y de
18/01/2017, que complementa los anteriores a la vista de la documentación
aportada por Luis Bárcenas.

.- el informe de la UDEF 57.282/14, de 06/11/2014, sobre análisis de la


cuenta «NOVIS» de LOMBARD ODIER de los años 1999 a 2002.

.- el informe de 25/07/2017, «sobre cuentas bancarias», del Inspector


Conrado Caviró, realizado a la vista de los informes de 29/07/2014, de
20/11/2014 y de 29/09/2016, así como de la documentación que se fue
recibiendo (fundamentalmente, la remitida por Suiza).

.- el informe realizado por la defensa de Luis Bárcenas, relativo a la


incidencia de la documentación de la defensa sobre los anteriores informes de
18/02/2014 y de 17/11/2014, asumiendo la Sala algunos de sus planteamientos,
conforme a los criterios que son igualmente admitidos y modificados en el
informe de la AEAT de 18/01/2017.

1351
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Informes todos ellos que analizan la procedencia de los fondos con que
se nutrieron estas cuentas y que sirven para calcular el importe de las cuotas
presuntamente defraudadas por Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias.

.- Respecto de los pagos que se ocultaron al fisco, el informe de la AEAT


de 19/07/2017, emitido por el NUMA 4360, Conrado Caviró, ratificado en la
sesión del día 18/09/2017, que expuso que en la práctica totalidad de los
documentos hallados en el llamado «archivo doméstico» se identifica al receptor
de la prestación o servicio y que se emitieron a nombre de Luis Bárcenas y
Rosalía (en ocasiones Rosa) Villar, o de ambos, o bien a nombre de otras
personas por trabajos realizados en un inmueble de Rosalía Villar.

2.3. Sobre las alegaciones que sustentan el presente motivo de recurso.

i) Sobre su falta de colaboración o participación en la comisión de los


delitos fiscales.

Deducidos idénticos alegatos defensivos ante el órgano a quo, la


sentencia (folios nº 1211 a 1213) los rechaza pues, sin que se niegue la
procedencia ilícita de los fondos, considera que la participación de esta acusada
en la defraudación al fisco hubo de ser necesariamente activa, ya que la
ocultación de fondos a la Hacienda Pública se articuló mediante unos artificios
en los que fue fundamental su intervención.

En concreto, argumenta el Tribunal, que consta probado que ésta era


titular de diversas cuentas bancarias donde se ingresaron fondos de
procedencia ilícita, sin cuya autorización no pudieron abrirse y sobre las que
igualmente tenía capacidad de disposición. Cuentas en las que también se
hicieron circular fondos de tal procedencia ilícita (como, por ejemplo, las
transferencias de dinero a la cuenta OBISPADO).

Es más, tampoco podía desconocer la procedencia ilícita de los fondos,


según el Tribunal de instancia, en la medida que se hacían los ingresos
ocultando su procedencia y ella misma los asumía como propios. Así sucedió
con el ingreso de 120.000 euros hecho por Rosalía Iglesias el 05/04/2004 o con
los dos ingresos de 74.000 euros y 75.600 euros, que hizo en marzo de 2005,
relativos a los 149.600 euros que fueron sustraídos de la «Caja B» del PP.

1352
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pero además, por lo que al ejercicio del año 2006 se refiere, la Sala de
instancia destaca que ésta hizo uso de los coeficientes de abatimiento,
precisamente en función de una pretendida antigüedad de unos cuadros que
ella sabía que no tenían, y que solo se entiende que así fuera con la finalidad
de defraudar al fisco. No quedando ahí su actuación, ya que cuando, ante las
sospechas que despierta a la Agencia Tributaria, se la incluye en el plan de
Inspección del programa «operaciones con billetes de alta denominación» y fue
objeto de investigación por parte de la Delegación Especial de Inspección de
Madrid, vuelve a participar en la estrategia que se urde, de acuerdo con su
marido, para que fracase dicha inspección. Estrategia que comienza con una
actitud obstruccionista y prosigue con la elaboración de la documentación con
la que pretende justificar la operación que, incluso, se prepara en el viaje
relámpago que realiza a Argentina Luis Bárcenas.

Por otra parte, como se explicita, es ella quien consigna en su


declaración individual los 560.000 euros como procedentes de la transmisión de
cuatro cuadros, que no sólo sabía que no se correspondía con la realidad, sino
que se presta a poner su firma en los documentos precisos para consumar esta
defraudación, entre ellos, los inexistentes contratos de compraventa de los
cuadros. Todo ello, al objeto de beneficiarse de los efectos de los coeficientes
de abatimiento, cuando, de hecho, los 500.000 euros son ingresados por ella
misma en su propia cuenta, tal y como explicó la directora de la sucursal
bancaria.

De esta manera, se concluye, según el órgano a quo, la responsabilidad


criminal de la acusada. Si ésta incrementaba su propia renta, debía asumir la
consiguiente contribución al fisco que por ello debiera soportar, en la medida,
declara la sentencia recurrida, que hace suyas esas cantidades, no sólo
conocedora de su procedencia ilícita, sino poniendo los medios para ocultarla.
Responsabilidad que, por ello, se estima directa respecto del delito contra la
Hacienda Pública relativo a su IRPF del año 2006, ya que es ella, como sujeto
obligado, a quien corresponde el deber de contribuir al sostenimiento del gasto
público mediante el pago de los correspondientes tributos (deber cuya infracción
se sanciona por este delito).

1353
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ii) Sobre la infracción de la cosa juzgada y la eventual vulneración de su


derecho de defensa.

Estos argumentos fueron igualmente desestimados por el Tribunal de


instancia, que en el apartado relativo a las «cuestiones previas particulares» y,
concretamente, en las relativas a Rosalía Iglesias (folios nº 1008 a 1015),
expone, entre otros aspectos, y respecto a lo que esta alegación interesa, que
concretada su imputación inicial en su posible participación en la defraudación
de su marido del IRPF de los años 2002 y 2003 (donde ambos presentaron
declaración conjunta), prestó declaración ante el Tribunal Superior de Justicia el
21/04/2010, tras lo que el Tribunal dictó auto de 06/05/2010, por el que se
decretó el sobreseimiento de las actuaciones aperturadas en su contra, un
sobreseimiento meramente provisional.

La recurrente, como explicita la sentencia, acude a los pronunciamientos


contenidos en este auto de 06/05/2010 (dictado para dar respuesta, entre otras
cuestiones, al informe del Ministerio Fiscal de 17/11/2009 en el que proponía
elevar Exposición Razonada a la Sala Segunda del Tribunal Supremo respecto
de Rosalía Iglesias) donde, en efecto, se señala que «no puede deducirse de la
prueba aportada, ni de la declaración de la Sra. Iglesias Villar, que tenga
responsabilidades penales». Si bien, esta misma resolución añade que «sólo si
surgen nuevos indicios o documentación no tenida en cuenta, se podrá imputar
delito a Dña. Rosalía Iglesias…» y, en coherencia con ello, en la parte
dispositiva del auto se dice: «Ha lugar a acordar el sobreseimiento provisional
en cuanto a Dña. Rosalía Iglesias Villar, sin perjuicio de que el Ministerio Fiscal
ejercite las acciones oportunas si surgieren indicios o nuevos datos que
evidencien la existencia de delito por parte de la imputada».

Dicho esto, la Sala de instancia advierte que, conforme a los


pronunciamientos contenidos en la STS 189/2012, de 21 de marzo, un auto de
sobreseimiento provisional no es una resolución definitiva y que, en el caso,
sucede que, en fecha 16/06/2011, la AEAT emite un informe relativo a la posible
comisión por su parte de un delito contra la Hacienda Pública relativo al IRPF
del ejercicio del año 2006, en el que ésta habría podido defraudar 222.122,58
euros, a raíz del cual se acabó interesando la reapertura del procedimiento y a

1354
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

lo que, una vez valorada la oposición mostrada por la interesada, se accedió por
auto de 19/04/2012, «al haberse puesto de manifiesto ante el Juzgado, con
posterioridad al auto de sobreseimiento provisional y su confirmación (de
06/05/2010 y 1/12/2010, respectivamente, nuevos datos de los que
indiciariamente se podría derivar su responsabilidad penal en los hechos objeto
de investigación».

Por último, el Tribunal de instancia destaca que, si bien nada nuevo se


aportó entonces respecto de los ejercicios de 2002 y 2003, una vez reanudada
la investigación en lo que a Rosalía Iglesias concierne, acabó dictándose un
auto el 10/06/2013, por el Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia
Nacional, donde se van describiendo una serie de datos, hasta entonces
desconocidos, que hacen presumir la existencia de nuevos hechos delictivos en
su contra y donde específicamente se mencionan determinadas operaciones
patrimoniales realizadas por el matrimonio Bárcenas-Iglesias consignadas en
sus declaraciones de IRPF de 2004 y 2005, así como determinados ingresos en
efectivo reflejados en la cuenta de Caja Madrid titularidad de Rosalía Iglesias.
Esta resolución judicial se hace eco igualmente de dos informes de 19/02/2013
y 04/06/2013, que analizan la documentación procedente de Suiza, de los que
así mismo se desprende que en el período 2000-2005 Luis Bárcenas habría
ingresado en efectivo un total de 3.987.772,24 euros, de origen desconocido y
que en diversas ocasiones trata de justificarse aludiendo a operaciones de
compraventa de obras de arte.

iii) En cuanto a su condena respecto del delito fiscal por el IRPF del año
2006.

Los argumentos del órgano de instancia sobre la participación de la


recurrente en los delitos fiscales por los que ha sido condenada ya han sido
analizados. También los relativos a la falsedad de los contratos de mediación y
de compraventa de cuadros (con que se trató de justificar la operación por ella
consignada en su declaración individual) fueron expuestos en el motivo sexto
del recurso de Luis Bárcenas, al que nos remitimos.

3. Jurisprudencia de esta Sala de lo Penal sobre las cuestiones


suscitadas.

1355
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se da por reproducida la expuesta en los motivos tercero y cuarto del


recurso de Luis Bárcenas.

Sin perjuicio de lo anterior, por lo que se refiere a la pretendida


vulneración de la cosa juzgada y de sus derechos constitucionales que se invoca
en relación con la reapertura del procedimiento acordada en su contra, cabe
acudir a los pronunciamientos contenidos en la STS 795/2016, de 25 de octubre
(Recurso núm. 86/2016), que expone:

«2. Llegados a este punto resulta esencial examinar que resoluciones


judiciales de las que ponen fin al proceso producen la mencionada eficacia
preclusiva de la cosa juzgada material, es decir impiden la existencia de otro
proceso sobre el mismo hecho o la reapertura del ya antes concluido.

Desde luego las sentencias firmes producen esa eficacia de cosa


juzgada material, por lo que suponen de enjuiciamiento definitivo de un hecho
contra una persona que ha soportado una acusación y un juicio.
Excepcionalmente se asimilan a las sentencias firmes, los autos, también firmes,
de sobreseimiento libre.

No surten tal efecto las resoluciones que inadmiten a trámite las


denuncias o querellas por entender que los hechos en que se fundan no son
constitutivos de delito, tampoco tienen esa virtualidad los autos de
sobreseimiento provisional ni los autos de archivo dictados al amparo del
antiguo art. 789.5.1º (actual 779.1.1) (STS. 190/95 de 16.2).

En efecto en cuanto al concepto y efectos del sobreseimiento provisional,


los motivos son dos. El primero se refiere a los supuestos en que “no resulta
debidamente justificada la perpetración del delito”, motivo que debe
diferenciarse de los que suponen sobreseimiento libre, conforme al art. 637.1.2,
porque se refieren a la inexistencia de suficientes indicios racionales de
criminalidad para estimar la presencia de un delito, en contraste con la absoluta
ausencia de tales indicios que contempla el citado art. 637.1, y con la atipicidad
de la conducta a que se refiere el nº 2, se trata pues de una cuestión fáctica y
no de interpretación jurídica, consistente en apreciar que lo que fueron indicios
siguen existiendo (no han desaparecido y por ello no procede el sobreseimiento

1356
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

libre) pero sin expectativas de obtener nuevos datos inculpatorios, aspecto que
debe razonarse en el auto que lo acuerde, si se solicita la práctica de diligencias
de prueba (STC. 196/99 de 14.10). El segundo motivo de sobreseimiento
provisional es de índole análoga al primero, pero en vez de recaer la
imposibilidad de prueba sobre la existencia del hecho, se refiere a la vinculación
del mismo con el procesado o sospechoso de ser autor o cómplice o encubridor,
caso diverso al de exención de responsabilidad penal sin que existan dudas
sobre la vinculación de los exentos como autores materiales o participes (STS.
740/2012 de 10.10).

En ambos supuestos el procedimiento puede ser reabierto, no hay cosa


juzgada (STS. 488/2000 de 20.3), por el mismo órgano (STC. 6.7.94), cuando
nuevos datos o elementos, adquiridos con posterioridad lo aconsejen o lo hagan
preciso.

3. La reapertura del procedimiento una vez firme el auto de


sobreseimiento provisional depende de que se aporten nuevos elementos de
prueba no obrantes en la causa (STS. 75/2014 de 11.2). De esta manera dijimos
en la STS 189/2012 de 21 de marzo, el sobreseimiento provisional tiene dos
aspectos. Uno que no resulta modificable sin más cuando el auto adquirió
firmeza que es el referente a la insuficiencia de los elementos obrantes en la
causa para dar paso a la acusación. Lo más tradicional de nuestras doctrinas
procesales ha entendido en este sentido el concepto de sobreseimiento al
definirlo "el hecho de cesar el procedimiento o curso de la causa por no existir
méritos bastantes para entrar en el juicio". El auto contiene también otro aspecto
que autoriza su modificación sometida a una condición: la aportación de nuevos
elementos de comprobación. Dicho en otras palabras: el auto firme de
sobreseimiento provisional cierra el procedimiento aunque puede ser dejado sin
efecto si se cumplen ciertas condiciones.

La cuestión que puede plantearse es la de decidir si el sobreseimiento


provisional puede ser dejado sin efecto, una vez que la resolución que lo
acuerde ha devenido firme y qué requiere la reaperturación de las diligencias.

Resulta patente que esa provisionalidad en el archivo de las diligencias


puede plantear problemas de inseguridad jurídica del afectado por la inicial

1357
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

investigación, sobre quien planea la posibilidad de una reapertura. Esa limitación


de sus expectativas de seguridad aparece compensada por las exigencias de
nuevos datos que permitan ser consideradas como elementos no tenidos en
cuenta anteriormente para la decisión de sobreseer. No entenderlo así podría
suponer que la desidia o el error una acusación, por no valorar unos datos
preexistentes, le permite su reconsideración posterior para solicitar, y adoptar,
su reapertura, con lesión a la seguridad del investigado. Es por ello que en la
jurisprudencia hemos declarado que el sobreseimiento provisional permite la
reapertura del procedimiento "cuando nuevos datos con posterioridad
adquiridos lo aconsejen o hagan precisos". Esto quiere decir que la reapertura
del procedimiento una vez firme el auto de sobreseimiento provisional depende
de que se aporten nuevos elementos de prueba no obrantes en la causa.

Como dijimos en la STS de 30 de junio de 1997: "Es también claro que


el error del Fiscal en el estudio de la causa no puede ser fundamento para privar
al acusado del derecho procesal a que el procedimiento sólo sea reabierto
cuando se presenten nuevos elementos de comprobación. En efecto, el auto
cuya validez se cuestiona más que de reapertura del procedimiento en el sentido
implícito del art. 641 LECr., lo que hace es otorgar a la acusación un nuevo
derecho a formalizar la acusación después de su renuncia expresa a hacerlo en
el momento procesal oportuno. Tal duplicación de oportunidades en favor de la
acusación resulta incompatible con la interdicción de someter al inculpado a un
doble juicio penal ("double jeopardy"), dado que permite que el Fiscal haya
dejado pasar la posibilidad de acusar y luego, sin otra razón que su propio error,
pueda reabrir el procedimiento sin nuevos elementos de prueba. Si el
sobreseimiento provisional ofrece dudas desde el punto de vista del derecho a
la presunción de inocencia, esas dudas se multiplican al máximo si se lo
entiende como una decisión judicial que permite retrotraer el procedimiento en
contra del acusado, como si fuera un recurso de revisión en perjuicio del
inculpado. En este sentido la STC 41/97, de 10-3-9, ha señalado que "la LECr.,
en los arts. 954 y siguientes sólo admite el recurso de revisión en favor del reo,
a semejanza de otros ordenamientos continentales. Que esta decisión
legislativa es fruto de consideraciones constitucionales, profundamente
arraigadas en el respeto a los derechos fundamentales y al valor superior de la

1358
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

libertad, lo pone de manifiesto el simple dato de que en la V enmienda de la


Constitución norteamericana se consigna la interdicción de someter al reo a un
doble juicio penal ("double jeopardy")". Asimismo en la STS 35/96, de 27-1-96
se sostuvo que "es evidente que, ante la falta de protesta del Ministerio Fiscal
para que se dé cumplimiento al principio de publicidad, no es posible ahora
volver a juzgar al acusado para dar a la acusación una oportunidad procesal que
tuvo y, sin embargo, no ejercitó en tiempo y forma. La prohibición del "double
jeopardy", es decir del doble peligro de condena (...) no está expreso en la CE,
pero está indudablemente implícito en la idea y la tradición de un proceso con
todas las garantías del art. 24.2 CE, por lo tanto, como un derecho fundamental".

En el mismo sentido la STS 6/2008, de 23 de enero: "Tal acotación de


la cuestión explica que entonces dijésemos que no caben interpretaciones
extensivas de la reapertura de la causa sin conculcar la garantía de la
presunción de inocencia, pero, al tiempo, ya recordábamos que dicha limitación
del derecho fundamental resulta sin embargo compensada por las
consideraciones que se requieren para dejar sin efecto el sobreseimiento; dicho
con palabras del clásico de nuestro derecho procesal antes citado: la existencia
de «nuevos datos o elementos de comprobación distintos de los resultantes del
mismo». Es decir el sobreseimiento provisional permite la reapertura del
procedimiento «cuando nuevos datos con posterioridad adquiridos lo aconsejen
o hagan precisos».

Y respecto a la posibilidad de que por un juzgado se investiguen los


mismos hechos ya sobreseídos provisionalmente por otro distinto, la doctrina de
esta Sala (STS. 543/2011 de 15.6), exige que las diligencias de que este
procedimiento trae causa, si bien relacionadas, sean distintas e independientes,
al basarse en hechos nuevos. Por ello la circunstancia de que personas
previamente investigadas por hechos anteriores hayan logrado un
sobreseimiento no impide que sean investigadas posteriormente, pero si se trata
de los mismos hechos sobre los que existe información nueva, es obvio que se
requiere la reapertura de las diligencias sobreseídas provisionalmente. Pero si
se trata de conductas nuevas, presuntamente cometidas en diferentes

1359
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

circunstancias de tiempo y lugar, con intervinientes que sólo parcialmente


coinciden con los que fueron objeto de la investigación anterior, procede iniciar
un procedimiento nuevo, que en ningún caso puede ser considerado
continuación del anterior.

La aceptación del argumento contrario equivaldría a declarar que quien


es investigado sin éxito adquiere un derecho intemporal de sobreseimiento libre
e indefinido que le confiere inmunidad frente a cualesquiera investigaciones
posteriores.»

4. Viabilidad del motivo examinado.

Atendidos los argumentos que sustentan el presente motivo de recurso


y los razonamientos expuestos por el Tribunal de instancia en orden a asentar
su convicción condenatoria, el mismo deberá ser desestimado.

La recurrente, al margen de cuestionar las actuaciones verificadas por la


actuaria (inspectora- jefe de la Unidad de Inspección de la Delegación Especial
de Madrid, que tramitó el expediente) y el Ministerio Fiscal que desembocaron
en la reapertura de las actuaciones inicialmente seguidas en su contra, se limita
a impugnar la valoración probatoria efectuada por el Tribunal de instancia,
insistiendo en la realidad de los contratos de mediación y de compraventa de
cuadros con que se trató de justificar la operación consignada en su declaración
individual del IRPF del año 2006.

Los argumentos de la recurrente no muestran más que su dispar


valoración de la prueba practicada, pero no reflejan arbitrariedad o irracionalidad
alguna, limitándose a insistir en que su valoración (especialmente la testifical y
pericial) debe prevalecer sobre los expresados en la sentencia recurrida. Los
argumentos del órgano a quo, sin embargo, tal como quedó reflejado al analizar
los motivos cuarto y sexto del recurso de Luis Bárcenas, amparan sin duda las
conclusiones alcanzadas por la sentencia recurrida.

En definitiva, no se ha vulnerado el derecho a la presunción de inocencia


de la recurrente, quedando extramuros de la competencia de la Sala censurar
el criterio de dicho Tribunal, sustituyéndolo mediante una valoración alternativa

1360
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y subjetiva de la recurrente del significado de los elementos de prueba


disponibles.

En este contexto, cabe añadir las siguientes consideraciones:

i) Sobre los errores que se dicen cometidos en la fijación de la cuota


tributaria correspondiente al IRPF del año 2006.

La formulación de la cuota se ha realizado de acuerdo a la normativa


tributaria que se consigna en la fundamentación de la sentencia y de acuerdo a
las periciales practicadas contradictoriamente en el juicio oral. Por tanto, los
cálculos alternativos que se efectúan por la recurrente o la pretendida
consideración de los 60.000 euros (correspondientes al talón que se ingresó en
su cuenta el 15/12/2006) como de mera liberalidad sujeta al Impuesto de
Sucesiones y Donaciones, además de ajenos al cauce casacional elegido, no
demuestran arbitrariedad ni irracionalidad alguna. Particularmente no
argumenta la recurrente su alegación relativa a que «puede existir prueba» que
acredite que los 60.000 euros citados constituirían una mera liberalidad y no una
ganancia patrimonial no justificada, como concluye el órgano a quo.

ii) Sobre la pretendida vulneración de sus derechos por parte de la AEAT,


el Ministerio Fiscal y el Juzgado.

Ninguna infracción de los deberes de actuación legalmente impuestos se


cometió por la actuaria que, como vimos al resolver el motivo sexto del recurso
de Luis Bárcenas, llevó a cabo en el expediente seguido por la AEAT cuantas
actuaciones de comprobación han sido descritas en orden a constatar la
veracidad y exactitud de la operación inspeccionada. Funcionaria que,
asimismo, prestó declaración en el juicio, exponiendo detalladamente el
contenido de sus informes, incluido el del segundo informe emitido a raíz de la
tardía aportación de la documentación requerida, así como los distintos
requerimientos y notificaciones intentados y/o efectuados a la interesada.

Tampoco se advierte irregularidad alguna en la actuación del Ministerio


Fiscal cuando, tras recibir los sucesivos informes de la AEAT y la documentación
aportada por la interesada, trasladó los mismos al Juzgado, junto con el escrito
de 29/07/2011 presentado por la propia interesada ante la Fiscalía (censurando

1361
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la actuación de la actuaria y solicitando que el expediente se devolviese a la vía


administrativa), para instar la reapertura del procedimiento contra la hoy
recurrente y que hasta ese momento se encontraba sobreseído
provisionalmente.

En el caso, una vez decretado el sobreseimiento provisional de los


hechos inicialmente investigados (relativos a su participación en las
defraudaciones de los años 2002 y 2003), y expuestas las vicisitudes habidas
desde que el Tribunal Supremo se declarase incompetente -por pérdida de la
condición de aforado de Luis Bárcenas-, hasta la asunción de la competencia,
primero, por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y, finalmente, por el
Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, se constató la
existencia de nuevos datos e indicios de su posible participación en un delito
contra la Hacienda Pública relacionado con su declaración individual de IRPF
del ejercicio del año 2006, que, atendida la conducta observada por ésta a lo
largo del expediente de inspección, justificaban la reapertura de las actuaciones.
Estos indicios fueron posteriormente reforzados y ampliados, tanto en lo relativo
a los delitos cometidos por ella misma como por su esposo, por lo que en modo
alguno la decisión judicial adoptada puede tacharse de incorrecta o vulneradora
de sus derechos en los términos pretendidos.

iii) Sobre la procedencia de acordar su libre absolución por la ausencia


de los elementos típicos exigidos por el delito y su pretendida equiparación a los
supuestos examinados en otras sentencias del Tribunal Supremo («Caso Noos»
y «Caso Gescartera»).

En cuanto a la primera cuestión suscitada (la ausencia de los elementos


típicos exigidos por el delito), la lectura de los argumentos de la recurrente pone
de manifiesto que lo que se alega, en realidad, es una posible vulneración de la
norma sustantiva cuyo cauce casacional es el previsto en el art. 849.1 LECrim,
por lo que será en aquel contexto en el que se le deberá dar la respuesta
procedente.

Por otra parte, la mera invocación de aquellos otros procedimientos


donde se acordó la absolución de las esposas de los encartados ha de ser
también rechazada, pues como hemos dicho en STS 323/2017, de 4 de mayo,

1362
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el principio de igualdad ordena tratar de distinto modo a lo que es diferente (STC


50/1991). El principio de igualdad, por lo demás, no implica en todos los casos
un tratamiento igual con abstracción de cualquier elemento diferenciador de
relevancia jurídica, por cuanto la desigualdad, en sí misma, no constituye
necesariamente una discriminación. La igualdad, ha de entenderse como
parificación ante el ordenamiento positivo en idénticas circunstancias, y con
paralelo comportamiento o conducta, es decir, que si los casos son idénticos, el
tratamiento legal debe ser el mismo para todos (STS de 28 de octubre de 2004).

Esta identidad ni se advierte ni se justifica en el recurso presentado. Es


patente, por otro lado, de acuerdo con lo expuesto con anterioridad, que la
sentencia refleja con claridad, y tras una valoración lógica y racional de los
indicios obrantes al respecto, que la recurrente actuó dolosamente pues tuvo
pleno conocimiento de los distintos artificios utilizados para ocultar los fondos
en cuestión a la Hacienda Pública, en los que, además, su intervención fue
fundamental.

291.- El motivo cuarto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración del
derecho a la presunción de inocencia, por la incorrecta aplicación del art.
252 en relación con el art. 250 del Código Penal, del delito de apropiación
indebida.

Los argumentos expuestos por la recurrente son idénticos a los del


motivo quinto del recurso del Sr. Bárcenas y guardan relación con su condena,
como cooperadora necesaria, por la comisión de un delito de apropiación
indebida del art. 252 en relación con el art. 250.1.6º CP (en la redacción vigente
a la fecha de los hechos), por la apropiación de 149.600 euros de la «Caja B»
del Partido Popular, mediante la compra de acciones de LIBERTAD DIGITAL, y
que se acabaron ingresando en una cuenta corriente de su titularidad mediante
dos transferencias de 16/03/2005 y 21/03/2005 (folios nº 1223 y 1224 y 1562).

1363
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La base para la condena de la Sra. Iglesias se encontraría en la


colaboración prestada para la materialización de dicho apoderamiento. Ésta
recibió el dinero detraído de la «Caja B» del PP con el que se adquirieron las
acciones de la entidad LIBERTAD DIGITAL, que se pusieron a su nombre, y una
vez vendió las mismas, ingresó el precio obtenido en su propia cuenta bancaria,
mediante dos imposiciones de 74.000 euros y 75.600 euros, para, finalmente,
emitir un cheque bancario por ese mismo importe que el matrimonio destinó al
pago parcial de un inmueble adquirido en Baqueira. Por otra parte, con el fin de
dotar a esa cantidad de una apariencia lícita, de acuerdo con su marido,
consignó mendazmente en su declaración individual de IRPF de 2005 estos
149.600 euros como rentas generadas en un período igual o inferior al año
derivadas de la transmisión de elementos patrimoniales distintos de inmuebles
o acciones.

Para ello, la sentencia expone detalladamente la valoración de los


medios de prueba en que asienta su convicción incriminatoria, de entre los que
cabe aquí particularmente destacar:

.- la documentación remitida por el banco y los llamados «papeles de


Bárcenas», donde se documentan la salida de fondos por importe de 149.600
euros (con una anotación que reza: «Entrega a Rosalía Iglesias para 1360 títulos
149.600») y las transferencias posteriormente efectuadas.

.- el informe pericial de 25/07/2017, ratificado y explicado en la sesión del


día 18/09/2017, en tanto justifica que únicamente se produjo un ingreso en el
Banco por importe de 149.600 euros, que es la cantidad que se abona en las
cuentas de LIBERTAD DIGITAL para adquirir las acciones que se ponen a
nombre de Rosalía Iglesias.

.- la documentación justificativa de los ingresos de Rosalía Iglesias del


dinero obtenido por la venta de las acciones en su propia cuenta bancaria, junto
con la testifical de Blanca Martínez (directora de la sucursal bancaria),
acreditativos del destino de dicho importe y, en definitiva, de que no fue
reintegrado al partido.

1364
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la declaración de IRPF de Rosalía Iglesias (folios 459 y ss. del tomo


272), donde, para tratar de eludir su responsabilidad y la de su marido por la
sustracción de esos 149.600 euros, se consignó mendazmente en la declaración
de 2005, modalidad individual, esta cantidad como rentas generadas en un
período igual o inferior al año derivadas de la transmisión de elementos
patrimoniales distintos de inmuebles o acciones.

Por todo ello, el Tribunal considera probada la participación de Rosalía


Iglesias en la apropiación indebida cometida por su esposo, a la que ésta se
brindó a participar y de la que se benefició, pues no sólo se prestó a ser la titular
de las acciones adquiridas con el dinero detraído de la «Caja B» del PP, sino
que, tras su venta, ingresó el dinero obtenido en su propia cuenta bancaria y,
unos días más tarde, emitió un cheque por el mismo importe para pago de un
inmueble del matrimonio.

Por lo demás, nos remitimos a las consideraciones ya realizadas en el


motivo quinto del recurso de Luis Bárcenas.

292.- El motivo quinto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional de la prueba, por la incorrecta aplicación de los
arts. 250 y 249 del Código Penal, del delito de estafa procesal, en relación
con el art. 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código Penal.

Como en el caso anterior, los argumentos expuestos son idénticos a los


del motivo sexto del recurso del Sr. Bárcenas, sin añadir consideración adicional
alguna que merezca un trato diferenciado, por lo que cabe estar a lo allí resuelto.

No obstante, cabría incidir ahora en que la base para la condena de Luis


Bárcenas y Rosalía Iglesias, como autores de un delito intentado de estafa
procesal en concurso medial con un delito de falsedad, se refiere a las

1365
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

actuaciones procesales que, a raíz de la puesta en conocimiento del Juzgado


Central de Instrucción nº 5 del expediente tributario abierto por la Delegación de
Hacienda, realizaron ambos acusados, valiéndose de la falsa documentación
relativa a unos inexistentes contratos de mediación y de compraventa de
cuadros supuestamente suscritos con Isabel Ardanaz, para oponerse así a la
reapertura del procedimiento penal, el cual había sido sobreseído respecto de
Rosalía Iglesias por auto de 06/05/2010 (folios nº 1232 y 1234 y 1565).

Los recurrentes insisten en la realidad de las operaciones reflejadas en


dichos contratos y que el Tribunal de instancia, con arreglo a la prueba pericial,
documental y testifical con que se contó, reputa radicalmente falsos, en tanto
considera que fueron creados para tratar de justificar la operación que el
matrimonio consignó en la declaración de IRPF, modalidad individual, de
Rosalía Iglesias, por importe de 560.000 euros, y que motivó la apertura de un
expediente de inspección, donde la hoy recurrente tuvo, así mismo, la
intervención que igualmente se describe.

El motivo, dando por reproducida la doctrina expuesta en el motivo 15


del recurrente Bárcenas, debe ser estimado en relación al delito intentado de
estafa procesal.

293.- El motivo sexto al amparo de los arts. 852 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, en
relación con el art. 24 de la Constitución Española, por vulneración de los
derechos a la tutela judicial efectiva, a la presunción de inocencia y a un
proceso con todas las garantías con interdicción de la arbitrariedad, por
omisión de la valoración de la prueba de descargo y por valoración ilógica,
incoherente e irracional de la prueba, por la incorrecta aplicación de los
arts. 66, 74 y 301 del Código Penal, en relación con los arts. 392 y 390.1.1º,
2º, 3º y 4º del Código Penal.

1. Alegaciones del recurso.

Se discute la condena de la recurrente por su colaboración en el delito


de blanqueo por el que ha sido condenado su marido. Para ello, se adhiere

1366
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

íntegramente a los argumentos expuestos en el motivo séptimo del recurso del


Sr. Bárcenas, añadiendo que en ningún momento la sentencia determina, ni
concreta, cuándo y cómo pudo participar o colaborar en la posible comisión
delictiva.

(Las alegaciones se reiteran en el MOTIVO VIGESIMOPRIMERO del


recurso).

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena de Luis Bárcenas y de Rosalía


Iglesias (folios nº 1234 a 1236 y 1566) por la comisión de un delito de blanqueo
de capitales del art. 301 CP, en concurso medial del art. 77 CP, con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP; y relativo a las actuaciones verificadas para la
ocultación y posterior afloramiento del dinero procedente de las actividades
delictivas que, desde al menos, el año 2000, vino realizando Luis Bárcenas, de
acuerdo con su mujer, en cuanto procedentes de su ilícita actividad de
intermediación en adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del
PP y de su ocultación a la Hacienda Pública.

2.1. Sobre los hechos probados.

Damos por reproducidos los hechos declarados probados que se


relacionaron en el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas, donde se
describe así mismo la participación de su esposa en diversas actuaciones, de
las que podemos destacar:

.- la ocultación, en connivencia con su esposo, de sus propias rentas y


las de éste, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas
en España y Suiza, así como la creación de un entramado financiero para aflorar
fondos cuyo origen no se correspondía con su actividad declarada ni con su
ahorro, dotándolos de una apariencia lícita, al reflejarlos en sus
correspondientes declaraciones tributarias como ganancias patrimoniales de
obras de arte inexistentes (folios nº 230 y 231).

1367
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- la colaboración para el apoderamiento, en el año 2005, de 149.600


euros de la «Caja B» del PP, que ésta recibió y de los que dispuso el 29/10/2004
para adquirir 1.360 acciones de LIBERTAD DIGITAL SA, que puso a su nombre,
vendiéndolas posteriormente a Francisco Yáñez, por 149.600 euros, que
Rosalía Iglesias ingresó en su propia cuenta bancaria para, finalmente, emitir un
cheque por esta cantidad destinada a pagar unos inmuebles adquiridos por el
matrimonio (folio nº 232).

.- su condición de apoderada, con facultades para ejercer los mismos


derechos que el titular, de la cuenta nº 8005540 del DRESDNER BANK,
operativa hasta el 04/08/2005, en que Luis Bárcenas traspasó sus activos a la
cuenta nº 8401489 de la misma sucursal a nombre de la Fundación
SINEQUANON (folio nº 234).

.- la apertura, el 01/09/2006, por Luis Bárcenas, de acuerdo con su mujer,


Rosalía Iglesias, a nombre de ésta la cuenta RDRX 219858 en el LOMBARD
ODIER de Ginebra, que se fue nutriendo, con la colaboración y consentimiento
de ésta y sabedora de su procedencia, de rentas obtenidas por aquél de su ilícita
actividad, que hizo suyas (folio nº 236).

.- la transferencia de 16/11/2007 desde la 204337 de SINEQUANON, por


importe de 175.107,82 euros, a la RDRX 219858 de Rosalía Iglesias, ambas del
LOMBARD ODIER (folio nº 237).

.- los pagos hechos con tarjeta de crédito, cargados entre febrero y


noviembre de 2008, contra la cuenta de Rosalía Iglesias por importe de 9.897,61
euros (folio nº 242).

.- la transferencia efectuada por Ángel Sanchís Herrero, el 19/11/2012,


por importe de 200.000 USD, a la cuenta del Chase Manhattan Bank de Nueva
York nº 129360320, titularidad de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias (folio nº 245).

.- el traspaso de los fondos que había en la cuenta RDRX 219858, cuya


titular era Rosalía Iglesias, a la cuenta OBISPADO de Iván Yáñez, mediante
transferencias de 110.000 euros y de 31.704,25 $, ambas de 16/03/2009, y de
36.268,25 euros, el día 15/06/2009, a continuación de las cuales se cierra la
cuenta y respecto de la que el Tribunal le atribuye plena capacidad de control y

1368
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

disposición, junto con el inmediato traspaso de 200.000 euros, mediante


transferencia, a la cuenta que el matrimonio tenía abierta en el banco
BUTTERFIELD TRUST (BERMUDA), que no han sido localizados (folio nº 246).

(Esta última operación -traslado de 200.000 euros a la cuenta de


Bermudas- es discutida por los recurrentes con base en un documento recibido
en virtud de CRI de Bermudas en los motivos articulados al amparo del art. 849.2
LECrim. Fue objeto de análisis en el motivo séptimo del recurso de Luis
Bárcenas).

.- la repatriación de recursos, en concreto de 11.000 euros, de los


transferidos con anterioridad a la cuenta de TESEDUL del LOMBARD ODIER,
que salen de esta el 06/11/2012 y llegan a la cuenta de Rosalía Iglesias el
18/04/2013, a quien se los transfiere Luis Bárcenas para pago de un viaje, que,
ante la imposibilidad de llevarlo a cabo, los reintegra a la cuenta de Rosalía, que
no pudo ignorar su recepción (folio nº 247).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2004, modalidad


conjunta, de 270.000 euros por la venta de un bodegón, que dijo ser adquirido
en 1983, por Rosalía Iglesias, al precio de 4.086,88 euros, con cuya declaración
se eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente obtenida con
esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 euros, realizado
el 05/03/2004 por Rosalía Iglesias en su cuenta de Caja Madrid (folio nº 249).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2005, modalidad


individual, por Rosalía Iglesias, como rentas generadas con la transmisión de
bienes distintos de inmuebles y acciones, de 149.600 euros de los que se
apoderó indebidamente de la Caja B del P.P., relacionados con la operación de
Libertad Digital, con el fin de dotar a esa cantidad de una apariencia lícita (folios
nº 232, 233 y 249).

.- la consignación en la declaración del IRPF de 2006, modalidad


individual, por Rosalía Iglesias de 560.000 euros, como procedentes de una
transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987, por importe de 1.803,30
euros, que nunca existió, con lo cual se volvió a eludir que tributara su ficticia
ganancia por aplicación del mismo régimen transitorio de cálculo de ganancias,

1369
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dada esa antigüedad, y se justificó mendazmente el ingreso en efectivo de


500.000 euros, efectuado el 19/01/2006, día en que finalizaba la posible
aplicación del referido régimen de tributación, en su cuenta de Caja Madrid, así
como el cobro de un talón de 60.000 euros, el 15/12/2006 (folios nº 249 y 250).

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio oral.

Nuevamente cabe tener aquí por reproducido el examen de la prueba


que se recoge en el motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas,
especialmente:

.- los informes de 18/02/2014 y de 25/07/2017, que analizan los


movimientos de las cuentas bancarias y destacan como uno de los más
relevantes, los distintos pagos con tarjeta de crédito, por importe de 9.897,61
euros, entre febrero y noviembre de 2008, contra la cuenta de Rosalía Iglesias.

.- las alegaciones de Iván Yáñez que se ponen en relación con, entre


otros extremos, la existencia de la cuenta OBISPADO y las transferencias de
cantidades entre esta cuenta y las de Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias.

.- la transferencia de 16/11/2007 desde la 204337 de SINEQUANON, por


importe de 175.107,82 euros, a la RDRX 219858 de Rosalía Iglesias, ambas del
LOMBARD ODIER (informe de 25/07/2017).

.- las transferencias efectuadas por Ángel Sanchís Herrero desde la


cuenta de LA MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de Luis Bárcenas
y de alguno de sus familiares.

.- el traspaso de los fondos que había en la cuenta RDRX 219858, cuya


titular era Rosalía Iglesias, a la cuenta OBISPADO de Iván Yáñez mediante
transferencias de 110.000 euros y de 31.704,25 $, ambas de 16/03/2009, y de
36.268,25 euros, el día 15/06/2009, a continuación de las cuales se cierra la
cuenta (análisis de la documentación del tomo 37.2 de la Pieza Separada de
Suiza, de los informes de la AEAT de 18/02/2014 y de 25/07/2017) y la
transferencia de 200.000 $ desde la cuenta OBISPADO, ordenada por Iván
Yáñez, a la cuenta 00800112695 del banco BUTTERFIELD TRUST

1370
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(BERMUDA), para poder disponer de ese dinero el matrimonio Bárcenas-


Iglesias (cuadro resumen de estas transferencias del informe de 25/07/2017).

.- la declaración de Luis Bárcenas, en tanto admitió que la cuenta RDRX


219858, del LOMBARD ODIER de Ginebra, se abrió el 01/09/2006, siendo su
titular Rosalía Iglesias, con un ingreso de 30.000 euros, que aparece reflejado
con fecha 11/09/2006, y una transferencia de 60.000 euros, que dijo que
procedían de la cuenta de la Fundación SINEQUANON (constando en la
documentación una transferencia por dicho importe del 03/06/2010, sin que
aparezca su procedencia), confirmando que sobre la misma tenía plena
capacidad de control y disposición, tratando así de exculpar a su mujer.

Así mismo, reconoció la realidad de las transferencias de 110.000 euros


y de 31.704,25 $, ambas de 16/03/2009, y la de 36.268,25 euros, de 15/06/2009,
tras la que se cierra la cuenta; admitiendo que indicó a Iván Yáñez que los
fondos, una vez llegaran a la cuenta OBISPADO, fueran transferidos a la cuenta
de las Bermudas.

.- la declaración de Iván Yáñez sobre estas operaciones, enteramente


coincidente con la del anterior, incluso en el destino dado a dicho dinero.

.- el informe de la UDEF 50.750/13, de 25/07/2014, en relación con los


11.000 euros transferidos a la cuenta de TESEDUL del LOMBARD ODIER, que
salen de esta el 06/11/2012 y llegan a la cuenta 20381168206000434664 de
Rosalía Iglesias, el 18/04/2013, pasando por la cuenta de BBI BEYOND
BOUNDARIES HELISKI INTERNATIONAL TRUST REG., a quien se los
transfiere Luis Bárcenas para pago de un viaje y que, ante la imposibilidad de
llevarlo a cabo por haberle sido retirado el pasaporte en la presente causa (como
éste admitió), los reintegra a la cuenta de Rosalía.

.- la declaración de Rosalía Iglesias (folios 441 y siguientes, tomo 272),


a propósito de la supuesta venta por 270.000 euros de un bodegón, junto con el
ingreso en efectivo de 120.000 euros realizado, el 05/03/2004, por Rosalía
Iglesias en su cuenta 20381168206000434664 de Caja Madrid (Informe de
25/07/2017), en relación con la simulada operación consignada en la
declaración del IRPF de 2004, modalidad conjunta.

1371
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Deben así mismo tenerse en cuenta:

.- las pruebas citadas en el motivo cuarto del recurso de la Sra. Iglesias


a propósito de la declaración del IRPF de 2005, modalidad individual, donde
declaró como rentas generadas con la transmisión de bienes distintos de
inmuebles y acciones, los 149.600 euros, de los que se apoderó indebidamente
de la «Caja B» del PP, relacionados con la operación de Libertad Digital,
analizadas al examinar el delito de apropiación indebida por el que ha sido
condenada.

.- las pruebas expuestas en el motivo sexto del recurso de Luis Bárcenas,


a propósito de la declaración del IRPF de 2006, modalidad individual, donde
Rosalía Iglesias consignó la cantidad de 560.000 euros, como procedentes de
la transmisión de cuatro cuadros adquiridos el 15/05/1987 por importe de
1.803,30 euros, que nunca existió, analizadas al examinar el delito intentado de
estafa procesal en concurso con una falsedad documental por el que ha sido
condenada.

2.3. Sobre las alegaciones que sustentan el presente motivo de recurso.

La sentencia aborda igualmente aquellos alegatos defensivos por los


que, en sintonía con lo sostenido asimismo por Luis Bárcenas, la acusada trató
de justificar su falta de colaboración o participación en la comisión de estos
delitos.

2.3.1. De un lado, el Tribunal de instancia (folios nº 1122 a 1124) descarta


-motivadamente- las alegaciones relativas a que la recurrente no era titular de
cuenta bancaria alguna en Suiza o carecía de todo control o capacidad de
gestión o disposición sobre estas cuentas.

A tal fin, se destaca por el órgano a quo la existencia de una concreta


cuenta bancaria abierta a su nombre el 01/09/2006, como es la RDRX 219858
del LOMBARD ODIER, con la que se hicieron las operaciones antes descritas,
rechazando que, como sostiene la defensa, exista orden expresa alguna de Luis
Bárcenas que impidiese a toda persona ajena a él (incluida la titular de la cuenta)
dar ninguna instrucción sobre ella.

1372
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto, la Sala de instancia analiza la documentación remitida


desde el banco y, de entrada, destaca la existencia de una nota que literalmente
reza: «Ninguna operación debe realizarse sin consentimiento del marido. Las
decisiones de inversión se toman de común acuerdo con la esposa. Incluso
aunque el marido no disponga de poder de representación (no lo ha querido),
es al fin y al cabo él quien dicta la política de inversiones, siguiendo igualmente
nuestros consejos».

Esta nota revela, según la sentencia recurrida, que para realizar


operaciones, la Sra. Iglesias debe contar con el consentimiento del marido y que
las decisiones sobre inversiones deben ser tomadas de acuerdo con él, pero no
priva de control sobre ella a su titular, de manera que si ésta no estaba de
acuerdo con él, la inversión no se podía llevar a cabo. De hecho, continúa
argumentando la Sala, tampoco es exacto que la titular de la cuenta no pudiera
disponer de sus fondos, como claramente lo acredita otra de las notas
explicativas del banco sobre una de las salidas de fondos hacia la cuenta
OBISPADO, que dice: «estamos en posesión de una orden escrita de la titular».

En apoyo de esta conclusión, la sentencia destaca las tres transferencias


ordenadas los días 16/03/2009 y 15/06/2009 que la propia Rosalía Iglesias hace
desde su cuenta a la cuenta OBISPADO, tras las cuales se cierra la primera,
por ser significativas las fechas en que se realizan (poco más de un mes
después de que se produzcan las primeras detenciones en la presente causa)
y acreditar sobradamente que la titular tenía plena capacidad de decisión sobre
la disponibilidad de los fondos, como igualmente cabe desprender del examen
de los documentos manuscritos en que se ordenaban las transferencias y la
cancelación de la cuenta de Rosalía (tomo 32.7 MPC 40 y 41), en los que Luis
Bárcenas reconoció que la firma era de su mujer.

2.3.2. Por otra parte, al margen del examen de la concreta operación


consignada en el IRPF de 2006, el Tribunal a quo analiza igualmente (folios nº
1139 a 1141) la supuesta venta por 270.000 euros de un bodegón, que dijo ser
adquirido en 1983, realizada por la acusada al precio de 4.086,88 euros, que el
matrimonio consignó en la declaración del IRPF de 2004. Cantidad con la que
también se trató de justificar el ingreso en efectivo de 120.000 euros realizado

1373
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el 05/03/2004 por Rosalía Iglesias en su cuenta, así como los 149.600 euros
consignados en la declaración de IRPF de 2005 de Rosalía Iglesias.

Más concretamente, se destaca que la defensa de Luis Bárcenas, entre


la documentación que presentó al inicio del juicio oral, aportó un resguardo de
ingreso, donde no figura la firma de su mujer (documentación aportada al inicio
del juicio, tomo I, folio 343), y, relacionado con él, en justificación del mismo,
acompañaba lo que dijo ser un contrato firmado por Rosalía Iglesias y Rosendo
Naseiro, en que figura la fecha de 11/02/2004, por el que éste le vendería un
cuadro, del que no se menciona el autor, por importe de 270.000 euros, que se
harían efectivos, «150.000 el 11/02/2004, y los restantes 120.000 antes del
07/03/2005 (folio 373 de la misma documentación)».

Sentado lo anterior, la Sala advierte que, sin negar que en dicho


documento una de las firmas sea la de Rosendo Naseiro, ello no acredita la
venta que se dice realizada por Rosalía Iglesias, porque bien puede tratarse de
un montaje, ya que existe abundante prueba de que dicha operación no tuvo
lugar.

Así, el documento con que se trata de justificar la transmisión de ese


cuadro no contiene mención alguna acerca de su autor, siendo ya en el acto del
juicio cuando Luis Bárcenas dijo que era de un pintor llamado «Ponce». También
resulta significativo para la Sala de instancia que el Sr. Bárcenas, que ha
presentado fotografías de distintos cuadros colgados en su domicilio, sin
embargo no haya aportado ninguna de ese «Ponce», ni tenga documento
alguno acreditativo del origen de dicho cuadro, cuando lo razonable es que lo
tuviera, al ser de tan prestigioso autor y tan importante valor como el que dice
que tenía.

Por otro lado, continúa exponiendo el Tribunal de instancia, resultan


definitivos los testimonios de Rosendo Naseiro (en tanto negó cualquier
operación relacionada con la compra o venta de cuadros con Luis Bárcenas o
Rosalía Iglesias, a no ser alguna de escaso valor, y ésta no lo era) y de su hija,
María Paz Naseiro, que, cuando se le preguntó por este cuadro y esa venta de
11/02/2004, explicó que era un cuadro que estaba en la casa de su padre antes
del 2004 y que no había habido ninguna operación con ese cuadro, así como

1374
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que su padre nunca le comentó que se lo hubiera vendido a Rosalía Iglesias y


que nunca habían comprado ningún cuadro a la familia Bárcenas-Iglesias.

Finalmente, como elemento corroborador adicional de esa nula


credibilidad que el Tribunal da a esa supuesta venta, se remite a lo ya expuesto
a propósito de la compraventa de acciones de LIBERTAD DIGITAL a nombre
de Rosalía Iglesias y la sustracción de los fondos de la «Caja B» del PP por
importe de 149.600 euros, que es lo consignado en la declaración de IRPF de
2005, descartándose que esta cantidad en efectivo procediera de la venta de
dicho cuadro, como es lo pretendido por la defensa.

3. Viabilidad del motivo examinado.

Examinados los pronunciamientos contenidos en la sentencia de


instancia, el motivo debería ser desestimado.

Una vez más, los argumentos que sustentan de modo principal este
motivo de recurso han recibido sobrada respuesta al tiempo de analizar el
motivo séptimo del recurso de Luis Bárcenas, por lo que a su contenido nos
remitimos.

Por otra parte, la recurrente afirma que la sentencia no describe cuál ha


sido su concreta colaboración o participación en este delito.

El alegato no puede prosperar. Con independencia de lo aducido por ésta


para denunciar la vulneración de sus derechos constitucionales, hemos de
concluir que tampoco le asiste la razón. La lectura de los argumentos del
Tribunal de instancia pone de manifiesto que son diversas las actuaciones que
se describen como realizadas por ésta, capaces de justificar la participación
activa que el órgano a quo le atribuye en esta dinámica de ocultación y posterior
afloramiento del dinero ilícitamente obtenido por su esposo, dando,
paralelamente, respuesta a cuantos alegatos defensivos fueron esgrimidos por
la defensa, los cuales fueron descartados de forma motivada.

1375
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

294.- El motivo octavo al amparo del art. 849.2 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, por error en la valoración de la prueba.

Los argumentos expuestos son idénticos a los del motivo noveno del
recurso del Sr. Bárcenas, por lo que damos por reproducido lo ya argumentado
para evitar reiteraciones innecesarias.

295.- El motivo noveno por infracción de ley, al amparo de los arts.


849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, por aplicación indebida de los arts. 305 y 130.1.6º del
Código Penal, en relación con la prescripción de los delitos fiscales.

Este motivo ya ha sido analizado en el motivo undécimo del recurso


interpuesto por Luis Bárcenas, y nos remitimos a lo ya argumentado en orden a
su prosperabilidad.

Sí cabría puntualizar que la recurrente no discute ni impugna los


pronunciamientos contenidos en la sentencia a propósito del delito fiscal relativo
al IRPF del año 2006, por el que ella misma ha sido condenada a título de autora
(folios nº 1008 a 1015), que ya hemos analizado parcialmente al abordar el
análisis del motivo tercero de su recurso.

Advertíamos entonces que, tras el sobreseimiento provisional de las


actuaciones acordada por auto de 06/05/2010 respecto de la hoy recurrente, se
inició una investigación por parte de la AEAT que motivó la emisión de un
informe, en fecha 16/06/2011, relativo a la posible comisión por su parte de un
delito contra Hacienda Pública relativo al IRPF del ejercicio del año 2006, en el
que ésta habría podido defraudar 222.122,58 euros. A raíz de este informe se
acabó interesando la reapertura del procedimiento, a lo que, una vez valorada
la oposición mostrada por la interesada, se accedió por auto de 19/04/2012.

Sentado lo anterior, la Sala de instancia se remite al auto de 10/06/2013


del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional, dictado a la
luz del resultado de las investigaciones practicadas y de la documentación
remitida desde Suiza, en que se alude a la constatación de una serie de datos,

1376
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

desconocidos hasta entonces, que hacen presumir la existencia de nuevos


hechos delictivos, que abarcaban un período comprendido entre el año 2000 y
el 2005 y por los que se le recibe nueva declaración en calidad de investigada.

Por todo lo cual, la sentencia concluye que, conforme a los criterios


sentados al tratar la prescripción alegada por Luis Bárcenas relativos al principio
de unidad delictiva, tampoco cabe apreciar prescripción alguna respecto de la
acusada, pues dentro de esta segunda imputación se recogen hechos
susceptibles de ser calificados como un delito de blanqueo de capitales del art.
301 CP, que contempla penas de prisión que van de los 6 meses a los 6 años,
y cuya prescripción, conforme dispone el art. 131 CP, es de 10 años, siendo
este el plazo que ha de regir para todo el bloque de delitos imputados a la
misma.

Todo ello porque, como se explicita, las diferentes conductas que dan
lugar a los distintos tipos penales no se deben ver, a los efectos de la
prescripción, como aisladas o desconectadas entre sí, sino que se han de
colocar en el contexto de una trayectoria criminal, que se prolonga en el tiempo,
mediante diversas facetas ilegales, todas las cuales tienen una misma finalidad,
que es la consecución de un enriquecimiento ilícito, que las dota de la suficiente
unidad y que, en aplicación de ese principio de unidad delictiva que rige en la
materia, no cabe diversificar a efectos de su prescripción.

Lo expuesto, pues, es conforme con la jurisprudencia de la Sala que en


la STS 1320/2011, de 9 de diciembre, entre otras, ha declarado:

«En efecto es cierto que la doctrina de esta Sala, deducida entre otras a
la STS 54/2002 de 21-1, y 758/99, de 12-5, afirma que no debe operar la
prescripción en supuestos en los que se condena por varios delitos conexos, ya
que hay que considerarlo todo como una unidad, al tratarse de un proyecto único
en varias direcciones y por consiguiente no puede aplicarse la prescripción por
separado cuando hay conexión natural entre ellos y mientras el delito más grave
no prescriba tampoco puede prescribir el delito con el que está conectada, no
cupiendo apreciar la prescripción autónoma por paralización de procedimiento
(STS 912/2010, de 11-10).

1377
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En este sentido en reciente STS 1100/2011 de 27-10, con cita de la STS


480/2009, de 22-5, decíamos que en los supuestos de enjuiciamiento de
comportamientos delictivos complejos que constituye una unidad íntimamente
conexionada de modo material, como sucede en aquellos supuestos de delitos
instrumentales en que uno de los delitos constituye un instrumento para la
consumación o la ocultación de otros, se plantea el problema de la prescripción
separada que puede conducir al resultado absurdo del enjuiciamiento aislado
de una parcela de la realidad delictiva, prescindiendo de aquélla que se
estimare previamente prescrita y que resulte imprescindible para la compresión,
enjuiciamiento y sanción de una comportamiento delictivo unitario.

En tales supuestos la unidad delictiva prescribe de modo conjunto, de


modo que no cabe apreciar la prescripción aislada del delito instrumental,
mientras no prescriba el delito más grave o principal, añadiéndose que estos
casos no concurren los fundamentos en que se apoya la prescripción. Ni el
transcurso del tiempo puede excluir la necesidad de la aplicación de la pena
para un único segmento subordinando de la conducta cuando subsista para la
acción delictiva principal ni, por otro lado, en el ámbito procesal puede
mantenerse la subsistencia de dificultades probatorias suscitada por el
transcurso del tiempo o que sólo afecta a una parte de la acción y no a la
conducta delictiva en su conjunto (STS 242/2000, de 14-2; 1016/2005, de 12-
9).»

296.- Los motivos décimo y undécimo (se acumulan por la propia


recurrente) por infracción de ley, al amparo de los arts. 849.1 de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, por
aplicación indebida de los arts. 305 y siguientes del Código Penal en
relación con el art. 28 del Código Penal (décimo motivo). Infracción de ley,
al amparo de los arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de
la Ley Orgánica del Poder Judicial, por aplicación indebida de los arts. 305
y siguientes del Código Penal en relación con el art. 28 del Código Penal -
indeterminación de la cuota del IRPF de 2007 de Luis Bárcenas- (undécimo
motivo).

1378
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La recurrente plantea dos cuestiones diferenciadas. De entrada, se


adhiere íntegramente a los argumentos expuestos en los motivos
decimosegundo y decimotercero del recurso del Sr. Bárcenas, ya analizados.

Junto con lo anterior, la recurrente defiende que es imposible concluir


que haya participado en los delitos fiscales cometidos por su esposo, al constar
acreditado que no tenía los conocimientos precisos para poder colaborar en la
comisión de los mismos, que no firmaba sus declaraciones y que no conocía la
existencia en Suiza de las cuentas de su marido. A su vez, alega que la
sentencia no concreta, ni determina, de qué forma o manera ha colaborado en
dicha comisión.

(La cuestión, que ya ha sido abordada parcialmente en los MOTIVOS


TERCERO y SEXTO del recurso, se reitera en el MOTIVO
VIGESIMOPRIMERO).

1. Respecto a la cuestión relativa a la falta de conocimiento de la


recurrente sobre las operaciones u artificios ampliamente descritos a lo largo de
esta resolución, hemos de remitirnos necesariamente a las consideraciones
realizadas con anterioridad, conforme a las cuales hemos concluido que el
examen que al respecto realiza el órgano de instancia es lógico y racional,
además de suficiente, pues expresa con claridad qué indicios se han valorado
para inferir dicho conocimiento y negar por tanto la ignorancia alegada por la
recurrente. Esta última vuelve a cuestionar la razonabilidad de tal inferencia, lo
que ha quedado descartado al examinar el motivo tercero del recurso.

En segundo lugar, y frente a lo aducido por la recurrente, son diversos


los apartados de los hechos probados donde, tras esa valoración racional y
lógica de la prueba practicada, se describe su concreta intervención, la cual por
otro lado, como también hemos expuesto con anterioridad, se articuló a través
de una serie de artificios (apertura de cuentas bancarias, asunción como propios
de ciertos ingresos en sus cuentas bancarias por ella misma verificados o la
consignación mendaz en su declaración individual de IRPF de unas inexistentes
operaciones de compraventa de arte) incompatibles con la ignorancia o el
desconocimiento invocados.

1379
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Rechaza así la Sala de instancia los argumentos defensivos que ahora


se reiteran, en orden a negar su participación en los delitos contra la Hacienda
Pública por los que ha sido condenada la recurrente, con arreglo a unos
razonamientos que, una vez más, son merecedores de respaldo.

Es cierto que para que se produzca la conducta tipificada en el art. 305


CP, no basta el impago de la cuota voluntaria. La responsabilidad penal surge
no tanto del impago como de la ocultación de bases tributarias o la ficción de
beneficios fiscales o gastos deducibles inexistentes (STS. 737/2006 de 20.6).

La jurisprudencia de la Sala de lo Penal ha reiterado el criterio antes


apuntado, en el sentido de que el mero hecho del impago no satisface las
exigencias del tipo, señalando la necesidad de algo más en la conducta del autor
que permita valorar su acción u omisión como defraudatoria en cuanto consiste
en una conducta de ocultación del hecho imponible ejecutada con la finalidad
de eludir el pago del impuesto o de pagar menos de lo realmente debido. En ese
mismo sentido se pronuncia la STS de 3 de octubre de 2.003, en la que después
de decir que «debe recordarse la naturaleza de tipo de omisión que tiene el
delito fiscal que consiste sencillamente en el incumplimiento del deber de pagar
los tributos a los que se está obligado», recuerda que el delito contra la Hacienda
Pública tiene como elemento subjetivo el ánimo de defraudar pero éste, que es
evidente en quien declara mal o torticeramente los datos que han de servir para
la liquidación del impuesto, puede darse también en quien no declara porque,
siendo consciente del deber de hacerlo, omite una actuación esperada por la
Administración tributaria y la omisión es susceptible de ser tomada como
expresión inveraz de que no existe el hecho imponible. En ambos casos, cabe
concluir, la ocultación del hecho imponible o la minoración falsaria del mismo,
constituye una conducta defraudatoria en tanto en cuanto implica una infracción
del deber mediante una actuación de ocultación de la realidad en que el deber
se basa o se origina (STS. 801/2008 de 26.11).

En el caso de autos, de conformidad con lo expuesto, la concurrencia de


la conducta defraudatoria exigida por el tipo no puede ser cuestionada. Los
acusados falsearon la realidad del hecho imponible reflejado en sus
declaraciones de IRPF e IP de los años 2003, 2006 y 2007, en todas ellas,

1380
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conforme se extrae de los hechos probados, en cuantía suficiente para


determinar una cuota tributaria superior al límite de 120.000 euros.

2. Por otra parte, se insiste por la recurrente en que no pudo cometer


este delito, dado que no firmaba sus declaraciones tributarias.

Al respecto cabe realizar dos consideraciones.

La primera es que sólo puede ser sujeto activo del delito fiscal quien está
obligado al pago, que es sujeto pasivo de la obligación tributaria, o sea, quien
según la ley resulta obligado al cumplimiento de las obligaciones tributarias, sea
como contribuyente o como sustituto del mismo (STS 274/1998, de 25 de
febrero), pero está admitida la posibilidad, como delito especial propio, que el
extraneus, esto es, el sujeto en quien no concurre la cualificación necesaria para
realizar la acción típica, sea inductor o cooperador necesario, incluso aunque el
autor directo resulte absuelto por falta de culpabilidad o por razón de una excusa
absolutoria (STS 539/2003, de 30 de abril).

La segunda es que el contribuyente puede optar por realizar una


declaración conjunta o una declaración separada, con independencia de que su
régimen legal matrimonial sea el de gananciales o de que lo sea cualquier otro.

La alegación, por otro lado, se plantea en abierta contradicción con el


hecho probado que expresamente declara que ambos acusados actuaron de
común acuerdo. En la fundamentación de la sentencia se desarrolla esta
afirmación y en un análisis racional de los hechos y de la prueba se concluye y
motiva que, en efecto, Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, con esa finalidad
defraudatoria que ha guiado todo su actuar y al objeto de obtener un beneficio
fiscal ilícito, dejaron de ingresar las cuotas especificadas, pues ocultaron sus
rentas al Tesoro Público, o bien, en otras ocasiones, consignaron mendazmente
en sus declaraciones operaciones de compraventa de obras de arte
inexistentes, eludiendo el pago del gravamen sobre las ganancias
aparentemente obtenidas con la transmisión, al acogerse a ciertos regímenes
transitorios.

Así resulta del hecho probado, conforme a una valoración de la prueba


ya verificada y confirmada.

1381
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, son diversos los apartados de los hechos probados donde se


recoge la participación delictiva de la hoy recurrente y que es negada por ésta.

Así, en el apartado «ocultación de rentas a la Hacienda Pública» (folios


nº 252 a 254), tras describir la forma en que Luis Bárcenas consiguió eludir el
pago que, por razón de su fortuna, debiera hacer frente, se alude expresamente
a la apertura en 2006 de «una cuenta a nombre de su mujer, con el conocimiento
de ésta, y en la que ambos tenían capacidad de disposición y manejo». Tras lo
cual, se afirma que «valiéndose de estas circunstancias, ni las rentas de Luis
Bárcenas ni las de Rosalía Iglesias fueron declaradas correctamente a la
Hacienda Pública, ante la cual reflejaron sólo parcialmente sus recursos, como
las supuestas compraventas de cuadros».

Por último, tras señalar que la cantidad en que se han logrado concretar
los ingresos en las cuentas suizas ha sido 10.017.787,23 euros «que ocultaron
a la Hacienda Pública», se cuantifican las cuotas que por los conceptos de IRPF
e IP se dejaron de ingresar en, entre otros, los ejercicios de los años 2003 y
2007 por Luis Bárcenas, por importes de 1.193.394,83 euros y 279.541,46
euros, en el año 2003, y de 2.103.113,26 euros y 966.052,53 euros, en el año
2007.

También se especifica que la cuota dejada de ingresar por Rosalía


Iglesias en concepto de IRPF del año 2006, en concreto, ascendió a 267.319,87
euros.

Sin perjuicio de lo anterior, al abordar la «actividad exclusiva de Luis


Bárcenas» (folios nº 230 y 231), los hechos probados reflejan, a modo
introductorio, que «ROSALÍA IGLESIAS, casada con el anterior, en connivencia
con él, se valió del mismo procedimiento para ocultar sus propias rentas y las
de su esposo, ingresando una parte de ellas en cuentas de su titularidad abiertas
en España y Suiza, y también simulando realizar alguna venta de cuadros.
Igualmente utilizó cantidades obtenidas por su cónyuge, producto de su
intermediación en obras públicas irregulares, así como de la apropiación de
fondos del PP, para efectuar pagos en efectivo a la Hacienda Pública».

1382
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

O bien que « (…) LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con ROSALÍA


IGLESIAS, creó un entramado financiero en entidades bancarias suizas, a
través del cual invirtió en distintos valores y productos financieros, e, igualmente,
afloró fondos cuyo origen no se correspondía con su declarada actividad ni con
su ahorro, dotándolos de una apariencia lícita, al reflejarlos en sus
correspondientes declaraciones tributarias como ganancias patrimoniales de
obras de arte inexistentes.

En las correspondientes declaraciones, LUIS BÁRCENAS sólo recogió


las citadas ganancias patrimoniales, como derivadas de unas operaciones de
compraventa cuadros, que eran ficticias e hizo pasar por reales, ocultando, en
cambio el resto de rentas obtenidas de la ilícita manera que venimos relatando,
hasta la promulgación de la Disposición Adicional Primera del Real Decreto Ley
12/2012, de 30 de marzo, (…) que dio lugar a que presentara sendas
Declaraciones Tributarias Especiales en nombre de las sociedades TESEDUL
y GRANDA GLOBAL, tras las que se escondió, y contando con la colaboración
del, también, acusado, IVÁN YÁÑEZ VELASCO».

A su vez, ya en el apartado relativo a la «simulación de operaciones de


compraventa de obras de arte» (folios nº 249 y 250), en el factum se expone:

«En particular, en la declaración del IRPF de 2004, modalidad conjunta,


el matrimonio reflejó la venta por 270.000 € de un bodegón, que dijo ser
adquirido en 1983, por ROSALÍA IGLESIAS al precio de 4.086,88 €, con cuya
declaración eludió el pago del gravamen sobre la ganancia aparentemente
obtenida con esa transmisión y se justificó el ingreso en efectivo de 120.000 €
realizado el 05/03/2004 por ROSALÍA IGLESIAS en su cuenta de Caja Madrid.
La operación, sin embargo, no tuvo lugar.

Por otra parte, con ocasión de la presentación de la declaración del IRPF


de 2005, modalidad individual, ROSALÍA IGLESIAS declaró como rentas
generadas con la transmisión de bienes distintos de inmuebles y acciones los
149.600 € de los que se apoderó indebidamente de la Caja B del P.P.,
relacionados con la operación de Libertad Digital a la que nos hemos referido
más arriba.

1383
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo, ROSALÍA IGLESIAS, de acuerdo con LUIS BÁRCENAS,


consignó en su declaración del IRPF de 2006, modalidad individual, 560.000 €,
como procedentes de una transmisión de cuatro cuadros adquiridos el
15/05/1987 por importe de 1.803,30 €, que nunca existió, con lo cual volvió a
eludir que tributara su ficticia ganancia por aplicación del mismo régimen
transitorio de cálculo de ganancias, dada esa antigüedad, y justificó
mendazmente el ingreso en efectivo de 500.000 €, efectuado el 19/01/2006, día
en que finalizaba la posible aplicación del referido régimen de tributación, en su
cuenta de Caja Madrid, así como el cobro de un talón de 60.000 € el
15/12/2006.»

Con estos datos, el Tribunal de instancia no albergó duda alguna en


cuanto a la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos que exige la
conducta tipificada por el art. 305 CP y la concreta participación de la recurrente
que, como expone, hubo de ser necesariamente activa, puesto que la
defraudación se articuló a través de una serie de artificios (apertura de cuentas
bancarias, asunción como propios de ciertos ingresos en sus cuentas bancarias
por ella misma verificados o la consignación mendaz en su declaración
individual de IRPF de unas inexistentes operaciones de compraventa de arte)
en los que fue fundamental su intervención y de suyo incompatibles con la
ignorancia o el desconocimiento invocados por la acusada.

Finalmente, en relación con los alegatos deducidos en el MOTIVO


TERCERO del recurso de Rosalía Iglesias, en cuanto a los cálculos alternativos
que se efectúan de la cuota tributaria defraudada en el IRPF del año 2006 y, en
concreto, respecto de la consideración de los 60.000 euros -correspondientes al
talón que se ingresó el 15/12/2006- como de mera liberalidad sujeta al Impuesto
de Sucesiones y Donaciones y no, por tanto, al IRPF, se indica:

1. Los cálculos alternativos pueden no plantear excesivos problemas,


puesto que se efectúan en función de cuál sea la fecha y el valor exacto de
adquisición que finalmente se consideren probados respecto de cada uno de los
cuatro cuadros supuestamente adquiridos y, por tanto, se parte de la premisa
de que las operaciones de compraventa de arte son reales, cosa que ha sido
descartada por el Tribunal de modo fundado.

1384
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2. En cuanto a los 60.000 euros, indicar que la sentencia se limita a


señalar -folio nº 1141- que Luis Bárcenas reconoció que esta cantidad procedía
de un talón entregado por el Sr. Naseiro, añadiendo que «con ello damos por
probado que así fue, la dejamos al margen de los 500.000 € y no diremos más
al respecto», para, a continuación, analizar la prueba practicada en relación con
esos 500.000 euros consignados en el IRPF de 2006.

En efecto, nada más se argumenta (s.e.u.o.) respecto de esos 60.000


euros que, como vemos, se consignaron igualmente en el IRPF de 2006 de
Rosalía Iglesias como supuestamente procedentes de una quinta operación
relativa a la venta de un cuadro -declaración de Pablo Lago Bornstein, folio nº
1152-, cuyo ingreso se justificó con la «copia del extracto bancario de ingreso
en efectivo de talón por importe de 60.000 euros el 15/12/2006» -folio nº 1155-.

Por otro lado, al tiempo de justificar los cálculos de las cuotas


defraudadas en el año 2006, con independencia de indicar -folio nº 1206- que la
liquidación relativa al IRPF de Rosalía Iglesias se extrae de las páginas 167 a
175 del informe de 18/02/2014, únicamente se computan dos ingresos como
rentas no declaradas por Rosalía Iglesias: 500.000 euros bajo el concepto
«Ingresos Cajamadrid» y 90.000 euros con el concepto «Ingresos cuenta
Lombard» -folio nº 1207-. Para, más adelante, fijar la cuota defraudada por esta
condenada en la cantidad de 267.319,87 euros, conforme al cuadro de
liquidación -folio nº 1210- que recoge esos 590.000 euros como «Ganancias
patrim no justificadas».

En definitiva, podemos concluir que no se están computando esos


60.000 euros para calcular la cuota tributaria defraudada por la recurrente. De
un lado, porque los 90.000 euros, recogidos como ingresos de la cuenta
Lombard, se corresponden con los dos ingresos descritos en el cuadro relativo
a los ingresos de las cuentas suizas del matrimonio -folio nº 1190- como
correspondientes a un ingreso en efectivo de 30.000 euros, el 11/09/2006, y a
otros 60.000 euros, el 03/10/2006, con el concepto de «bonificación». De otro,
porque es en el cuadro que resume las rentas no declaradas de Luis Bárcenas
-folio nº 1206- donde se incluye un ingreso de 60.000 euros bajo el concepto
«Cheque Cajamadrid a favor de Luis Bárcenas». Este ingreso sería el

1385
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

correspondiente al talón aludido y, por tanto, a la operación de la que venimos


hablando, por más que la sentencia no lo especifique y se remita a las
conclusiones y cálculos del informe de 18/02/2014.

El recurso de Rosalía Iglesias -folio nº 50-, por otra parte, transcribe las
siguientes conclusiones del referido informe pericial:

«Nos interesan, por su cuantía y consecuencias, dos ingresos: 1º) el de


500.000 euros en efectivo realizado el 19/01/2006 en su cuenta en Cajamadrid
nº 20381168-20-6000434664 (…). Y 2º) El ingreso de un cheque el 15/12/2006,
por importe de 60.000 euros. Decía la actuaria que se trataba del ingreso “de un
cheque nominativo a favor de su cónyuge” (…) Por tanto, en este caso, aunque
el cheque se ingresó finalmente en una cuenta de Rosalía, sabemos que se
trata de un pago efectuado por el Sr. Naseiro a Luis Bárcenas, por lo que
entendemos que debe computarse como ganancia patrimonial no justificada de
éste.

En vista de las actuaciones posteriores que constan en el sumario


(Comisión Rogatoria a Argentina para tomar declaración a Isabel Ardanaz,
informes 83.366/12, 58.732/13 y 58.784/13 de la UDEF, declaración de Rosalía
Iglesias y Luis Bárcenas el 27/06/2013, etc.) consideramos procedente, no
tomar como cierta la operación y, en consecuencia, estimar la existencia de una
ganancia patrimonial no justificada en este ejercicio 2006, para Rosalía Iglesias,
de 500.000 euros, además de una ganancia patrimonial no justificada para Luis
Bárcenas de 60.000 euros.»

En este marco parece inferirse que esta cantidad se está imputando a


Luis Bárcenas para calcular la cuota defraudada por éste en su IRPF de 2006.
Éste, en su recurso, nada discute al respecto.

297.- El motivo décimo segundo por infracción de ley, al amparo de


los arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, por aplicación indebida del art. 252 en relación con el
art. 250 del Código Penal, respecto al delito de apropiación indebida.

1386
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dado que los argumentos expuestos son idénticos a los del motivo
decimocuarto del recurso del Sr. Bárcenas, nos remitimos a lo allí argumentado
en orden a su prosperabilidad.

298.- El motivo décimo tercero por infracción de ley, al amparo de


los arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, por aplicación indebida de los arts. 20.7º, 248.1 y 250.7º
del Código Penal, en relación con el art. 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código
Penal, por su indebida condena como autora de un delito de estafa
procesal.

De nuevo, los argumentos expuestos por la recurrente en orden a discutir


la correcta subsunción de los hechos declarados probados en el delito de estafa
procesal por el que ha sido condenada, son mera reiteración de los examinados
en el motivo decimoquinto del recurso del Sr. Bárcenas, a cuyo contenido nos
remitimos, y cuya estimación ha sido acordada en relación a la estafa procesal.

299.- El motivo décimo cuarto por infracción de ley, al amparo de


los arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, por aplicación indebida de los arts. 74, 390.1, 2 y 3 y
392 del Código Penal.

La cuestión suscitada en este motivo, relativa a la existencia de una


unidad de acción o continuidad delictiva respecto de los distintos delitos de
falsedad por los que ha sido condenada, ya ha sido abordada al analizar el
motivo decimosexto del recurso de Luis Bárcenas.

300.- El motivo décimo quinto por infracción de ley, al amparo de


los arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, por aplicación indebida de los arts. 66, 74 y 301 del

1387
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Código Penal en relación con los arts. 392, 390.1.1º, 2º, 3º y 4º del Código
Penal, en relación con el delito de blanqueo de capitales.

En el desarrollo del motivo, la recurrente se adhiere íntegramente a los


alegatos del motivo decimoséptimo del recurso de Luis Bárcenas e insiste en
que no ha quedado probada ni concretada su posible intervención o cooperación
en la supuesta comisión delictiva del blanqueo que se atribuye a su esposo.

Al margen de lo anterior, afirma que su participación en el delito de


blanqueo se infiere de la aparición intempestiva de lo que se ha denominado
«contabilidad o ajuar doméstico» (hallado en el registro del domicilio del Sr.
Gutiérrez Moliner -informe AEAT de 19/07/2017-). Esta documentación
comprende, a lo sumo, unos pagos del matrimonio propios de un autoblanqueo
impune, por lo que carecen de significación a los efectos del delito de blanqueo.

En consecuencia, nos remitimos al motivo decimoséptimo de Luis


Bárcenas. También a las consideraciones ya realizadas en el motivo sexto de
esta misma recurrente.

301.- El motivo décimo sexto por infracción de ley, al amparo de los


arts. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y 5.4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, por indebida inaplicación del art. 21.6 del Código Penal,
dilaciones indebidas.

El motivo coincide en su planteamiento con el articulado por otros


recurrentes, siendo idénticas las cuestiones planteadas a las analizadas en el
motivo decimoctavo del recurso de Luis Bárcenas, remitiéndonos a lo ya
argumentado para evitar reiteraciones innecesarias.

El motivo es coincidente o relacionado con el MOTIVO DECIMOCTAVO


del recurso del Sr. Crespo y con el MOTIVO VIGESIMONOVENO del recurso
del Sr. López Viejo, así como con el MOTIVO SÉPTIMO de la Sra. Gabarra y
con el MOTIVO CUADRAGÉSIMOCUARTO del recurso del Sr. Sepúlveda).

1388
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

302.- El motivo décimo séptimo por quebrantamiento de forma, al


amparo del art. 850.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haberse
denegado diligencias de prueba propuestas en tiempo y forma y por
admisión de nuevas pruebas periciales respecto de las aportadas en juicio.

El motivo coincide literalmente con el decimonoveno motivo del recurso


planteado por Luis Bárcenas, remitiéndonos para evitar innecesarias
repeticiones a lo allí razonado en orden a su desestimación.

Sin perjuicio de lo expuesto, cabría significar que, en relación con la


denegación de la prueba consistente en la reproducción de las declaraciones
practicadas en instrucción, ambos recurrentes sostienen que el momento
procesal oportuno para deducir esta petición de lectura es el trámite de la prueba
documental. Para ello, aducen que este es el momento procesal oportuno para
su práctica conforme a «la propia doctrina de la Sección Segunda de la
Audiencia Nacional en la Sentencia de las Herriko [sic] Tabernas de 30 de julio
del 2014, que fue confirmada por la Sentencia del Tribunal Supremo de 18 de
junio del 2015».

Estas afirmaciones merecen algunas consideraciones:

1. Debe estimarse que los recurrentes, en realidad, se refieren a las


sentencias de 24 de junio de 2014 de la Sección 2ª de la Audiencia Nacional y
de 2 de junio de 2015 del Tribunal Supremo (Recurso núm. 2057/2014), únicas
sentencias que pueden identificarse como aquellas referidas a las «Herriko
Tabernas» a que se alude.

2. Que examinada la STS 338/2015, de 2 de junio, en ningún momento


se resolvió motivo alguno de recurso formulado con base en la denegación de
pruebas del art. 850.1 LECrim. Es más, tampoco se planteó (s.e.u.o.) la cuestión
indicada y, en consecuencia, no se resolvió -o se «confirmó»- nada en los
términos pretendidos, esto es, a propósito de si debe estimarse correctamente
solicitada la lectura de las declaraciones prestadas en sede de instrucción en la
fase del juicio relativa a la práctica de la prueba documental, por ser este el
momento procesal oportuno para su práctica.

1389
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3. En realidad, lo aducido por los recurrentes guardaría relación con los


pronunciamientos contenidos en la Sentencia de 24 de junio de 2014 de la
Audiencia Nacional (Recurso núm. 19/2008), que dedica un extenso
fundamento jurídico preliminar a exponer los criterios que fundamentaron las
decisiones adoptadas en el juicio oral por el Tribunal a propósito del momento
procesal en que se dio lectura a ciertas declaraciones sumariales.

En concreto, la lectura de estos argumentos pone de manifiesto que lo


sucedido en el caso es que, habiéndose acogido ciertos acusados a su derecho
a no declarar o a no contestar más que a las preguntas formuladas por su
defensa, el Tribunal denegó la petición deducida por el Ministerio Fiscal de que
se diese lectura en ese momento a las declaraciones de estos acusados
prestadas durante la instrucción, permitiéndose, no obstante, que en un
momento posterior se diese lectura a estas declaraciones y, en concreto,
durante la fase de práctica de la prueba documental.

Siendo así, la Audiencia Nacional justifica su decisión en un doble


sentido. De un lado, porque considera que no cabe estimar procedente que la
lectura de las declaraciones sumariales de estos acusados deba verificarse
durante su interrogatorio, precisamente por la conducta procesal de éstos, que
no declararon en el juicio o se limitaron a contestar las preguntas de su defensa,
lo que impedía considerar que hubiesen incurrido en contradicción alguna
respecto de lo previamente declarado. También se destaca el hecho de que las
defensas, conforme a las alegaciones realizadas para oponerse a que se diese
lectura a estas declaraciones, estaban admitiendo la posibilidad de que fueran
tenidas en cuenta las declaraciones sumariales aunque no hubieran sido leídas
en juicio.

De otro, la Sala, tras significar que la base para dar lectura a estas
declaraciones se encuentra en el art. 714 LECrim, advierte que, en esos
concretos supuestos analizados, consideró adecuado que la lectura de las
mismas se verificase ya durante la práctica de la prueba documental pues,
aunque las defensas no se opusieron a que fuesen valoradas, así lo imponía el
necesario respeto a los derechos de contradicción y de defensa, entendiendo
que esto era lo procesalmente correcto, con arreglo a lo dispuesto por el art. 730

1390
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

LECrim, ya que con anterioridad no había contradicción alguna respecto de lo


declarado en el juicio que justificase la lectura de la declaración sumarial para
invitar al declarante a explicar la misma.

4. En definitiva, al margen de que no cabe entender que exista un


pronunciamiento del Tribunal Supremo en los términos pretendidos (pues no
parece que estos pronunciamientos fueran concretamente recurridos), en el
caso analizado por la Audiencia Nacional se partía de un escenario claramente
dispar al aquí concurrente. En aquel supuesto se consideró que el momento
procesal oportuno para dar lectura a las declaraciones sumariales era el de la
práctica de la prueba documental porque los acusados no declararon, mientras
que lo aquí pretendido, como claramente se desprende de las alegaciones de
los recurrentes, era poner de manifiesto las concretas contradicciones
advertidas entre los declarado en el juicio por ciertos acusados o testigos y lo
previamente dicho por los mismos en sus declaraciones sumariales.

5. Por todo ello, al tiempo de dar respuesta a los alegatos deducidos en


el motivo decimonoveno del recurso de Luis Bárcenas se optó por indicar que la
prueba no se solicitó en el momento procesal oportuno, al admitirse que se
solicitó durante la práctica de la prueba documental y no al tiempo de advertirse
la contradicción en lo declarado para, conforme dispone el art. 714 LECrim,
invitar al declarante a explicar la diferencia o contradicción.

Pero además, zanjando toda discusión al efecto, se indica que, en todo


caso, los recurrentes no justifican cumplidamente la idoneidad objetiva de estas
pruebas o la transcendencia de tal denegación para alterar el fallo, entre otros
motivos, porque la Sala ya tuvo en cuenta y ponderó las contradicciones que
trataban de evidenciarse).

303.- El motivo décimo octavo por quebrantamiento de forma, al


amparo del art. 851.6 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por haber
dictado sentencia un Magistrado recusado en tiempo y forma.

1391
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El contenido del motivo es similar al interpuesto por otros recurrentes y


sus argumentos idénticos a los expuestos en el motivo vigésimo del recurso de
Luis Bárcenas, por lo que procede remitirse a lo allí expuesto.

(El motivo es coincidente o relacionado con el MOTIVO PRIMERO del


recurso del Sr. Crespo y con el MOTIVO SEGUNDO del recurso del Sr. López
Viejo).

304.- El motivo décimo noveno por vulneración de precepto


constitucional, al amparo del art. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
por infracción del derecho de defensa y del derecho a un procedimiento
con todas las garantías a tenor de lo dispuesto en el art. 24 de la
Constitución Española, al no permitir la liberación de fondos para hacer
frente a los gastos de defensa letrada.

El motivo cuestiona la denegación de la petición deducida por los


acusados de «desbloqueo de fondos» para atender los honorarios de su
defensa, que considera vulneradora de su derecho de defensa y a la libre
designación letrada, con argumentos idénticos a los del motivo vigesimoprimero
del recurso interpuesto por Luis Bárcenas, al que nos remitimos.

305.- El motivo vigésimo por vulneración de precepto


constitucional, al amparo del art. 852 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
por infracción del derecho a la tutela judicial efectiva, en relación con el
derecho de defensa y a un procedimiento con todas las garantías, al
amparo del art. 24 de la Constitución Española, en relación con el art. 240
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sobre el pronunciamiento en costas.

El motivo es idéntico al motivo vigesimosegundo articulado por Luis


Bárcenas.

1392
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

306.- El motivo vigésimo primero al amparo del art. 852 LECrim por
vulneración del principio acusatorio y el derecho de defensa de la
recurrente previstos en el art. 24 CE por haberse infringido el principio
acusatorio y el derecho de defensa de la recurrente, previstos en el art. 24
CE, al asumirse una ignorancia deliberada en contradicción con una
injusta colaboración activa de la acusada con su esposo.

1. Alegaciones del recurso.

Plantea la recurrente varias cuestiones para sostener que su condena


vulnera sus derechos constitucionales. Son, en síntesis, las siguientes:

i) No existe prueba de que tuviese conocimientos, ni preparación o


formación alguna para realizar cualquiera de las operaciones por las que ha sido
condenada. En ningún momento se describe en qué consistió su participación o
colaboración. Ni siquiera firmaba sus propias declaraciones tributarias, como no
tenía control alguno sobre la gestión de las cuentas suizas, limitándose (en
cuanto a la operación de LIBERTAD DIGITAL y las compraventas de cuadros)
a firmar los documentos que le indicó su marido.

(Estas cuestiones ya han sido abordadas en los MOTIVOS TERCERO,


por infracción de precepto constitucional, y DÉCIMO y DECIMOPRIMERO, por
infracción de ley, en relación con los delitos fiscales; así como en el MOTIVO
SEXTO, por infracción de precepto constitucional, relativo al delito de blanqueo
de capitales).

ii) No se puede apreciar tampoco una posible ignorancia deliberada, que


sería incompatible con la colaboración activa que se le atribuye. No es posible
que sospechase que el dinero tenía una procedencia ilícita, pues conocía del
trabajo de su marido y que se dedicaba a actividades empresariales y negocios
en el extranjero. Tampoco es posible que supiera que firmaba contratos falsos
de compraventa de cuadros, ya que los mismos estaban en su casa. No se debe
equiparar la posibilidad de conocer y el deber de conocer, y para que haya dolo
debe existir un efectivo conocimiento de la comisión de un hecho punible.

En definitiva, afirma que el sujeto no debe dudar del origen ilícito de los
bienes para poder ignorar el mismo y que, en la práctica, pueden presentarse

1393
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

casos «en los que determinadas personas realizan operaciones sobre


cantidades de dinero que no proceden de la comisión de un delito, son de
infracciones tributarias (dinero «b»), y no quieren conocer la procedencia de
tales bienes, ciegan las posibles fuentes de conocimiento de su origen y ni
siquiera se plantean que puedan proceder de un delito».

iii) La campaña mediática orquestada por un determinado sector de la


prensa en su contra y de su marido, habría generado un auténtico juicio paralelo,
quebrantando seriamente su derecho a la presunción de inocencia, pues fueron
condenados mucho tiempo antes de la celebración del juicio oral.

2. La sentencia.

i) Sobre la insuficiente acreditación de la participación o colaboración de


la recurrente en los delitos por los que ha sido condenada.

Cabe tener por reproducido lo expuesto en los motivos tercero (apartado


2.3), décimo y undécimo, en lo relativo a los delitos contra la Hacienda Pública,
y en el motivo sexto (apartado 2.3), respecto del delito de blanqueo de capitales.
Así como, en los motivos cuarto y quinto (este último, en relación con el motivo
sexto del recurso de Luis Bárcenas), donde se describe su concreta
participación en la operación de LIBERTAD DIGITAL y en la elaboración de los
contratos de mediación y de compraventa de cuadros, respectivamente.

ii) Sobre la apreciación de una posible ignorancia deliberada.

Al margen de lo ya expuesto en el examen del motivo tercero en orden a


rechazar el pretendido desconocimiento o ignorancia alegados por la recurrente,
la sentencia retoma estos alegatos al analizar el delito de blanqueo de capitales
(folios nº 1120 a 1122).

Comienza exponiendo el órgano a quo que buena parte de la línea de


defensa de la acusada ha consistido en negar su implicación en los delitos
imputados, alegando que carece de conocimientos, preparación o formación
alguna para realizar cualquier operación en la que se la coloca, ya que delegaba
en su marido todo lo concerniente a estos asuntos.

1394
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Tribunal de instancia rechaza este argumento, de entrada, porque,


llevado a su máximo extremo, sólo cabría exigir responsabilidad penal a quien,
en cada materia, fuese conocedor de la que guarde relación con el delito de que
se trate.

Dicho esto, se destaca que no ha sido esto lo que la acusada, aun a


pesar de limitarse a contestar a su defensa, ha transmitido al Tribunal, pues,
pese a su aparente falta de conocimiento, más bien ha revelado que poseía una
preparación nada compatible con esa ignorancia que pretende hacer creer su
defensa. Y así, como ejemplo de ello, se destaca la existencia de cuentas
bancarias a su nombre y el dinero que circulaba por ellas y su activa
participación en la operación de transmisión de acciones de LIBERTAD DIGITAL
o en la fraudulenta estratagema urdida, de acuerdo con su marido, para preparar
la documentación relacionada con la compraventa de cuadros y que ella misma
presentó en la inspección tributaria de que fue objeto con motivo del ejercicio de
IRPF del año 2006.

Sentado lo anterior, se apunta en la sentencia recurrida a la inexistencia


de prueba que, al menos, apuntase a una merma de sus capacidades volitivas
y/o intelectivas, capaz de justificar ese presupuesto del que parte la defensa,
significando que el dolo del autor sólo precisa, como primer elemento, del
conocimiento por parte de quien realiza la acción. Conocimiento que, además,
ha de ser el que se exige al profano y que, en el marco de los delitos de
resultado, se concreta en ser consciente de que el curso causal de una acción
producirá cierto resultado, mientras que en los de mera actividad, está en la
conciencia, por parte de quien realiza esa actividad, de estar omitiendo el
cumplimiento de un deber que deberá realizar.

Declara la sentencia de instancia: «no se precisan más conocimientos


en ROSALÍA IGLESIAS, que los que a cualquier ciudadano se le exigirían,
incluidos, por tanto, los que cuentan con la más baja instrucción, para considerar
que posee el suficiente conocimiento como para hacerla responsable de esas
actuaciones que dice que delegó en su marido, porque, insistimos, no hay
prueba alguna que, siquiera, apunte a una merma de sus capacidades
mentales».

1395
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último, la Sala destaca, como ejemplo más significativo de que no


cabe asumir este planteamiento, las explicaciones concretas dadas por la
acusada para desvincularse de la cuenta en Suiza que estaba a su nombre.
Afirma que su marido la abrió sin consultarle o que firmaba cuanta
documentación bancaria le ponía a la firma sin preguntar para qué o por qué.
Ello, explicita el órgano a quo, además de definir un claro caso de ignorancia
deliberada, supondría tanto como relegarla a poco más que un simple objeto.

iii) Sobre la vulneración de sus derechos constitucionales con motivo del


juicio mediático al que afirma haber sido sometida.

La sentencia únicamente aborda esta cuestión, al tiempo de examinar la


atenuante solicitada por la defensa de Carmen Rodríguez Quijano (folio nº 982)
por la existencia de un juicio paralelo y otras vulneraciones de derechos
fundamentales, remitiéndose a lo dicho para rechazar la atenuante analógica de
vulneración masiva de derechos fundamentales alegada por la defensa de
Francisco Correa (folio nº 662) y para lo que, a su vez, acude a los
pronunciamientos contenidos en el fundamento jurídico 274 de la STS 508/2015
(«Caso Malaya»).

3. Jurisprudencia de esta Sala de lo Penal sobre las cuestiones


suscitadas.

i) Se da por reproducida la expuesta en la resolución de los motivos


tercero y cuarto del recurso de Luis Bárcenas, con especial incidencia en los
pronunciamientos contenidos en la STS 120/2018, de 16 de marzo (Recurso
núm. 10625/2017) del motivo tercero de Luis Bárcenas (apartado 3.2 -
subapartado iii-) a propósito de la valoración de la prueba indiciaria.

ii) Por lo demás, en cuanto a la ignorancia deliberada relacionada con el


delito de blanqueo de capitales, cabría acudir a la STS 613/2018, de 29 de
noviembre (Recurso núm. 2615/2017), que expone:

«Respecto del conocimiento del origen ilícito, decíamos en la STS


974/2012, de 5 de diciembre, viene indicado en las expresiones "sabiendo",
"para" y "a sabiendas" que usa el art. 301 en sus párrafos 1 y 3. Este
conocimiento exige certidumbre sobre el origen, si bien no es necesario el

1396
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conocimiento de la infracción precedente en todos sus pormenores o con todo


detalle (STS 1070/2003, de 22 de julio) aunque no es suficiente la mera
sospecha. Tal conocimiento debería alcanzar la gravedad de la infracción de
manera general. En efecto ese conocimiento, el referente legal lo constituye la
expresión "sabiendo" que en el lenguaje normal equivale a tener conciencia o
estar informado. No implica, pues, saber (en sentido fuerte) como el que podría
derivarse de la observación científica de un fenómeno, o de la implicación
directa, en calidad de protagonista, en alguna realización; sino conocimiento
práctico, del que se tiene por razón de experiencia y que permite representarse
algo como lo más probable en la situación dada. Es el que, normalmente, en las
relaciones de la vida diaria permite a un sujeto discriminar, establecer
diferencias, orientar su comportamiento, saber a que atenerse respecto de
alguien (STS. 2545/2001 de 4.1).

En definitiva en el plano subjetivo no se exige un conocimiento preciso o


exacto del delito previo (que, de ordinario, solo se dará cuando se integren
organizaciones criminales amplias con distribución de tareas delictivas) sino que
basta con la conciencia de la anormalidad de la operación a realizar y la
razonable inferencia de que procede de un delito grave (ahora ya de cualquiera,
aunque no sea grave) por ejemplo por su cuantía, medidas de protección,
contraprestación ofrecida, etc. Así, la STS. 1637/2000 de 10.1 destaca que el
único dolo exigible al autor y que debe objetivar la Sala sentenciadora es
precisamente la existencia de datos o indicios bastantes para poder afirmar el
conocimiento de la procedencia de los bienes de un delito grave (STS.
2410/2001 de 18.12), o del tráfico de drogas, cuando se aplique el subtipo
agravado previsto en el art. 301.1, habiéndose admitido el dolo eventual como
forma de culpabilidad (STS. 1070/2003 de 22.7, 2545/2001 de 4.1).

En el caso actual ha quedado acreditado que Juan Sánchez García y Mª


Luisa Calvente Granado afloraron 160.000 euros a través de la adquisición de
cinco cupones premiados de la ONCE y un importe ingresado en una libreta de
ahorros titularidad de aquellos, solicitando Mª Luisa la emisión de un cheque
bancario librado contra dicha libreta de ahorros por importe de 154.948'16 euros,
que fue entregada a la entidad Oncisa SL para la compra de dos inmuebles en
Manilva (Málaga).

1397
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El conocimiento de la procedencia delictiva de aquel dinero se infiere del


incremento patrimonial que la sentencia detalla en el apartado de los hechos
probados. Incremento desproporcionado del patrimonio de un marido que no
puede justificarse con sus ingresos ordinarios y que en nuestro ordenamiento
podría originar la aparición de un delito fiscal del art. 305 CP o la de un delito de
blanqueo de capitales ya que el art. 301 CP tipifica la tenencia o transmisión de
bienes que litigan "su origen es una actividad delictiva".

Es cierto que esta Sala, SSTS 346/2009, de 2 de abril; 68/2001, de 15


de febrero; 415/2016, de 17 de mayo, ha recordado que en el derecho vigente
ya no rige la presunción del dolo que existió con anterioridad a la modificación
del Código penal de 1983 que instauró en el derecho penal el principio de
culpabilidad.

Las reformas del Código Penal introducidas por la LO 8/1983 y la LO


10/1995 derogaron de manera clara la presunción de dolo que contenía el art. 1
del antiguo Código penal. Al introducir una expresa regulación del error sobre
los elementos de la infracción penal y subrayar las exigencias del principio de
culpabilidad, el Legislador dejó claro que el elemento cognitivo del dolo
constituye un presupuesto de la responsabilidad penal que debe ser
expresamente probado en el proceso.

En alguno de los precedentes de esta Sala, no obstante, se ha


mencionado la "ignorancia deliberada", como criterio para tener por acreditado
el elemento cognitivo del dolo, es decir, para tener por probado que el autor obró
conociendo los elementos del tipo objetivo (hecho constitutivo de la infracción
penal en la terminología del art. 14.1 CP o de un hecho que cualifique la
infracción penal, como es el caso de la cantidad de notoria importancia discutida
en el recurso).

Este punto de vista ha sido fuertemente criticado en la doctrina porque


se lo entendió como una transposición del "willful blindness" del derecho
norteamericano y porque se considera que no resulta adecuado a las exigencias
del principio de culpabilidad, cuyo rango constitucional ha puesto de manifiesto
el Tribunal Constitucional. Asimismo se ha llamado la atención sobre el riesgo
de que la fórmula de la "ignorancia deliberada" -cuya incorrección idiomática ya

1398
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fue señalada en la STS de 20-7-2006- pueda ser utilizada para eludir "la prueba
del conocimiento en el que se basa la aplicación de la figura del dolo eventual",
o, para invertir la carga de la prueba sobre este extremo.

Debemos, por lo tanto, aclarar que en el derecho vigente no cabe ni la


presunción del dolo, ni eliminar sin más las exigencias probatorias del elemento
cognitivo del dolo. Asimismo tampoco cabe impugnar la aplicación del principio
"in dubio pro reo" realizada por los Tribunales de instancia sobre los hechos con
apoyo en un supuesto "principio" de la ignorancia deliberada.

Nuestra jurisprudencia referente al concepto de dolo eventual ha


establecido que en aquellos supuestos en los que se haya probado que el autor
decide la realización de la acción, no obstante haber tenido consistentes y claras
sospechas de que se dan en el hecho los elementos del tipo objetivo,
manifestando indiferencia respecto de la concurrencia o no de estos, no cabe
alegar un error o ignorancia relevantes para la exclusión del dolo en el sentido
del art. 14.1 CP. Esta situación, como se ha dicho, es de apreciar en aquellos
casos en los que el autor incumple conscientemente obligaciones legales o
reglamentarias de cerciorarse sobre los elementos del hecho, como en el delito
de blanqueo de capitales, o en los delitos de tenencia y tráfico de drogas, cuando
el autor tuvo razones evidentes para comprobar los hechos y no lo hizo porque
le daba igual que concurrieran o no los elementos del tipo; es decir: cuando está
acreditado que estaba decidido a actuar cualquiera fuera la situación en la que
lo hacía y que existían razones de peso para sospechar la realización del tipo.
En todo caso, la prueba de estas circunstancias del caso estará a cargo de la
acusación y sometida a las reglas generales que rigen sobre la prueba.»

iii) Por último, en lo relativo al juicio paralelo al que la recurrente sostiene


haber sido sometida, la STS 344/2019, de 4 de julio (Recurso núm. 396/2019)
afirma:

«La Constitución establece en su art. 120 el principio general de


publicidad de las actuaciones judiciales. Esta característica queda ligada al
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, previsto en el art. 24 de la
misma norma, en virtud del cual podrán establecerse eventuales limitaciones al
derecho a la información.

1399
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La publicidad se encuentra plasmada en otras muchas disposiciones


constitucionales (art. 9.3 y 91 CE) y supranacionales (art. 14 PIDCP); art. 6.1.
CEDH), que la reconocen y, en ocasiones, admiten expresamente su exclusión.
Con todo ello, la publicidad se configura como una norma rectora y fundamental,
si bien no como exigencia de carácter absoluto puesto que es posible el
establecimiento de excepciones, siempre que estén previstas en las leyes
procesales y que gocen de justificación razonable. Se contienen excepciones a
la publicidad en los arts. 301, 301 bis y 302 LECrim., que nos llevan a concluir
que “la verdadera expresión de la publicidad se produce durante la fase de la
oralidad o de validación realizada en el acto del juicio”.

Son dos las situaciones en que los juicios paralelos pueden vulnerar el
derecho a la presunción de inocencia: antes de la sentencia judicial, cuando la
opinión pública se convence de la culpabilidad o inocencia del acusado, y
durante el proceso judicial, en cuanto al riesgo de que el juez o jurado se vea
influido por la transmisión mediática. En el primer caso, hablaríamos de la
dimensión extraprocesal del debate y, en el segundo, nos referiríamos a su
dimensión procesal: la independencia del poder judicial.

En este escenario, la aparición de la Directiva (UE) 2016/343 del


Parlamento Europeo y del Consejo de fecha 9 de marzo de 2016, por la que se
refuerzan en el proceso penal determinados aspectos de la presunción de
inocencia, viene a señalar, como objetivo principal, el fortalecimiento de
determinadas garantías consideradas esenciales en el proceso penal, y
fundamentalmente, la presunción de inocencia. Así el propio art. 3 de la referida
directiva establece que "Los estados miembros deben presumir la presunción
de inocencia de los sospechosos hasta que se pruebe la culpabilidad con arreglo
a la ley”.

Aun así, la directiva señala que la obligación de no referirse a los


sospechosos o acusados como culpables no debe impedir que las autoridades
públicas divulguen información sobre el proceso penal cuando sea
estrictamente necesario, señalando que bien por motivos relacionados con la
investigación penal, (como por ejemplo cuando se hace pública una grabación
de imágenes y se pide al público que ayude a identificar al presunto autor de la

1400
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

infracción penal), o bien por interés público, el recurso a este tipo de motivos
debería limitarse a situaciones en las que resulte razonable y proporcionado,
teniendo en cuenta todos los intereses. En cualquier caso, la forma y el contexto
en que se divulgue la información no deben crear la impresión de que la persona
es culpable antes de que su culpabilidad haya sido probada con arreglo a la ley.

También en la Recomendación 13 (2003) del Comité de Ministros del


Consejo de Europa, se contempla la posibilidad de que el juicio paralelo afecte
a la imparcialidad judicial, pero ello como una posibilidad remota, exigiendo que
el acusado demuestre “con toda probabilidad” tal influencia y señalando, en su
Exposición de Motivos, que la información hostil de los medios de comunicación
puede tener una influencia negativa en un procedimiento penal concreto “en
casos excepcionales y poco comunes”.

El Tribunal Constitucional ha tenido ocasión de pronunciarse sobre los


límites del derecho a informar libremente y la publicidad procesal en sus
sentencias 56 y 57 de 19 de abril de 2004 y 159/2005, de 20 de junio, tratando
de armonizar las siempre difíciles relaciones entre el derecho a la información y
el principio de publicidad de las actuaciones judiciales.

Tal como declara el Alto Tribunal, nadie pone en duda que las audiencias
públicas judiciales constituyen hoy una destacada e importante fuente de
información, siendo uno de los motivos principales por los que en virtud del
contenido de los derechos regulados en el art. 20.1 d) CE, reconociera la
facultad de acceso a las mismas no sólo a los profesionales de la prensa escrita,
sino que también extendió ese reconocimiento a los medios de comunicación
audiovisual. Pero en aquellas mismas sentencias, el Tribunal Constitucional ya
asumía como un riesgo potencial que la utilización de medios de captación y
difusión visual puede afectar a otros derechos fundamentales así como a bienes
jurídicos constitucionalmente protegidos con mayor intensidad que el reportaje
escrito, por lo que «en algunas circunstancias, la impresión de realidad que va
asociada a la imagen visual podría favorecer especialmente el desarrollo de los
que se han denominado "juicios paralelos", frente a los que la Constitución
brinda un cierto grado de protección... en la medida en que pueden interferir el
curso del proceso» [SSTC 56 y 57/2004, de 19 de abril (FJ 4.º en ambas)].

1401
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuestión ha sido tratada en numerosas ocasiones por este Tribunal,


así decíamos en nuestra sentencia 587/2014, de 18 de julio, que “Poco queda
del principio de publicidad como garantía constitucional frente a cualquier
tentación de arbitrariedad. La publicidad procesal como conquista histórica del
constitucionalismo liberal ha dado paso a la publicación del proceso.

Esta Sala ha tenido ocasión de pronunciarse sobre esta materia. En la


STS 1394/2009, 25 de enero, decíamos que "... es innegable que todo proceso
penal en el que los sujetos activos o pasivos tengan relevancia pública, genera
un interés informativo cuya legitimidad está fuera de dudas y que, por mandato
constitucional, goza de la protección reforzada que el art. 20 de la CE otorga al
derecho de comunicar y recibir libremente información veraz. Sin embargo, no
falta razón al recurrente cuando reacciona frente a un tratamiento mediático en
el que la culpabilidad se da ya por declarada, sobre todo, a partir de una
información construida mediante filtraciones debidamente dosificadas, que
vulneran el secreto formal de las actuaciones. La garantía que ofrece el principio
de publicidad deja paso así a un equívoco principio de publicación, en el que
todo se difunde, desde el momento mismo del inicio de las investigaciones, sin
que el acusado pueda defender su inocencia. (...) No podemos olvidar, además,
que en el proceso penal convergen intereses de muy diverso signo. Y no faltan
casos en los que ese tratamiento informativo despliega una repercusión
negativa que llega a ser igualmente intensa y alcanza a otros bienes jurídicos,
recrudeciendo el daño inicialmente ocasionado por el delito".

Pero, concluíamos en la citada sentencia 587/2014, que “Sin embargo,


hasta tanto surjan soluciones normativas que ajusten la publicidad del proceso
a la doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional y de esta misma Sala,
no cabe otra opción que analizar, en cada caso, si el juicio de autoría
proclamado en la instancia ha tenido como fundamento el material probatorio
generado en el plenario o, por el contrario, la percepción colectiva, anticipada e
inducida por los medios de comunicación.”

En nuestra Sentencia 4/2018, de 16 de enero, afirmábamos que “En uno


y otro caso insistíamos -como ahora hacemos- en que lo verdaderamente
decisivo es “... si el juicio de autoría proclamado en la instancia ha tenido como

1402
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

fundamento el material probatorio generado en el plenario o, por el contrario, la


percepción colectiva, anticipada e inducida por los medios de comunicación.”»

En definitiva, en relación a la campaña mediática y juicio paralelo


generado en su contra y de su marido, ya hemos dicho, vid. STS 854/2010, de
29 de septiembre, que por lo que se refiere a los juicios mediáticos, es evidente
que la publicidad es un elemento esencial de todo proceso, y por otra parte el
derecho a comunicar o recibir libremente información veraz abarca e incluye al
derecho a informar sobre las actuaciones judiciales, y cuando éstas tienen por
objetivo un hecho tan noticiable, en sí mismo, como es la aparición del cadáver
del alcalde de un pueblo, es claro que la condición de autoridad pública del
fallecido supone un plus de interés para los medios de comunicación. Es
evidente que la publicación de hipótesis y suposiciones en los medios de
comunicación es una simple consecuencia de la libertad de prensa que
constituye una divisa de toda sociedad democrática. Hay que recordar que la
obviedad de que la justicia no puede ser administrada correctamente de
espaldas del pueblo de quien emana, precisamente, como se proclama en el
art. 117-1º de la Constitución.

Por ello, el control social aparece como medio de legitimación del


quehacer judicial sin perjuicio de reconocer que el discurso judicial nunca puede
ser vicario de la voluble y a veces evanescente opinión pública. Con frecuencia
se ha de --por decirlo gráficamente-- remar a contracorriente, porque el discurso
judicial es el de las garantías del proceso debido. Dicho esto, es preciso
reconocer que la publicación de noticias e hipótesis pueden hacer aparecer
como culpables ante la Sociedad a personas que solo están o han sido
imputadas, y que como tal tienen a su favor el derecho a la presunción de
inocencia, solo desde la autocontención de los medios de comunicación y desde
el rigor de veracidad de las noticias que transmitan puede hablarse de límites.
El límite último es el C.Penal pero este es la última trinchera, nunca la primera.

La profesión periodística, tan crítica siempre con quienes desempeñan


actividades con repercusión pública también debe/debería efectuar una
reflexión, desde la serenidad, en relación a las consecuencias que pueden
derivarse de lo que se escribe o dice, a veces con ligereza y precipitación y por

1403
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ello una apelación a la deontología profesional nunca está de más. Una última
afirmación y un recordatorio necesario.

Como afirmación, declarar que la justicia paralela no es justicia.

Justicia solo es la que se pronuncia en los Tribunales tras la valoración


de toda la actividad probatoria, coincida o no con los "aprioris" que puedan
circular en la Sociedad.

Como recordatorio, es preciso hacer referencia al Convenio Europeo de


1950. En su artículo 10, se cita entre las restricciones legítimas del derecho a la
libertad de expresión "garantizar la autoridad e imparcialidad del Poder Judicial".
Es claro que se está ante una limitación del derecho a la libertad de expresión
que debe ser respetada por todos los profesionales concernidos.

Dicho lo que antecede, el objeto de nuestro control casacional se limita


a verificar si, como se dice en el motivo, la Audiencia y la policía se vieron
sobrepasadas por la presión mediática, y ello en el aspecto esencial que debe
quedar extramuros del derecho de libertad de expresión: si las noticias del caso
y en definitiva, el juicio paralelo, ha podido llegar a lesionar objetivamente la
imparcialidad del Tribunal, de suerte que su decisión ya haya podido ser pre-
escrita en las noticias publicadas, con lo que el Tribunal aparece/aparecería
como vicario de la opinión pública y así acotado nuestro examen hay que
rechazar con toda claridad esa afirmación.

Nada se acredita de forma objetiva que pueda dar sustento a esa


afirmación: antes al contrario, de la lectura de la sentencia se deriva que el
Tribunal de manera objetiva e imparcial fue valorando toda la actividad
probatoria, de cargo y de descargo, dando razón de las decisiones valorativas
adoptadas que arribaron a la conclusión condenatoria.

El recurrente expone una sospecha que en este control casacional no


encontramos justificada. En modo alguno aparece que la Audiencia se haya
visto sometida a presiones que hubieran podido influir en su decisión, y enlazado
con ello no estará demás recordar que el quehacer judicial siempre se desarrolle
en un campo conflictivo y tenso fruto de dos causas:

1404
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-La propia contradicción en la que se desarrolla el proceso, que es un


decir y un contradecir como ya se ha dicho.

-La trascendencia mediática del hecho, que cada vez es mayor y por
esto tal "presión" no es sino un elemento normal en la actividad judicial.

4. Viabilidad del motivo examinado.

En aplicación al caso presente de la doctrina jurisprudencial expuesta y


atendidos los pronunciamientos de la sentencia, el motivo debería ser
desestimado.

4.1. Aduce la recurrente, en primer lugar, que ha sido condenada con


base en una prueba de cargo insuficiente para concluir su participación en los
delitos imputados, insistiendo en su falta de conocimiento o de formación y en
la ignorancia de todo lo realizado exclusivamente por su marido.

Los argumentos son mera reiteración de lo ya aducido en los motivos


tercero, sexto, décimo y decimoprimero de su recurso, por lo que ya han recibido
cumplida respuesta al tiempo de analizar la prueba de cargo tenida en
consideración por el Tribunal y los razonamientos expuestos en orden a concluir
que la hoy recurrente, por un lado, tenía pleno control y capacidad de gestión
sobre las cuentas bancarias de su titularidad, suizas o españolas, a través de
las que el matrimonio ocultó su patrimonio y lo hizo circular; y por otro, que
incluso observó una conducta claramente activa en orden a cooperar en esta
dinámica de defraudación, ocultación y posterior afloramiento del dinero
ilícitamente obtenido por su esposo. Su participación, como hemos visto, no se
limitó a plasmar su firma en cierta documentación.

La recurrente, en realidad, con su argumentación, critica la fuerza de


convicción de las pruebas y se apoya para ello en sus propias manifestaciones
exculpatorias, obviando que lo que corresponde a esta Sala es determinar si las
pruebas de cargo en las que se ha apoyado el Tribunal de instancia para
condenar son suficientes y han sido racional y lógicamente valoradas. Lo que
claramente es, como hemos reiterado, el caso de autos. También con respecto
a su condena por los delitos contra la Hacienda Pública.

1405
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia justifica el ánimo defraudador de la recurrente a través de


la ponderación conjunta de unos indicios plurales y plenamente acreditados, que
permiten inferir de una forma lógica y racional su pleno conocimiento y voluntad.
Juego de inferencias derivado, en este caso concreto, tal y como proclama la
jurisprudencia, de actos anteriores, coetáneos y posteriores por ésta verificados.
Frente a ello, lo que realiza la recurrente es discutir cada uno de los argumentos
en cuya virtud el Tribunal de instancia ha considerado acreditada la relevancia
penal de su conducta, lo que no es factible, toda vez que, ante la pluralidad de
indicios convergentes, lo relevante es el conjunto argumental y no el examen
aislado de cada argumento.

En el caso, esta relación de datos permite inferir de forma lógica que la


acusada recurrente conocía la finalidad defraudadora perseguida por la
ocultación del patrimonio o por la simulación de operaciones de compraventa de
arte inexistentes. Y si, con tal conocimiento, lleva a cabo lo que se le indica, se
pone de manifiesto, además de aquella conciencia, una decidida voluntad de
cooperar a la defraudación.

4.2. En otro orden de cosas, la recurrente centra su queja en la


invocación de la ignorancia deliberada que efectúa el Tribunal de instancia para
concluir, asimismo, que la acusada tenía perfecto conocimiento de la
procedencia ilícita del dinero de su esposo y de la simulación de las operaciones
de compraventa de obras de arte consignadas en sus declaraciones tributarias,
con la finalidad de dotar de una apariencia de licitud a aquellas cantidades que
fueron ingresadas en sus propias cuentas bancarias.

Estos alegatos tampoco pueden prosperar. En el caso, el conocimiento


de la procedencia delictiva de aquel dinero se infiere tanto del incremento del
patrimonio de su marido no justificado con sus ingresos ordinarios, como por la
conducta activa observada por la recurrente no sólo en la elaboración de tal
documentación falsa relativa a operaciones inexistentes, sino también en su
efectiva gestión de las cuentas bancarias abiertas a su nombre, en los ingresos
mismos por ella verificados de esas cantidades de dinero que posteriormente se
reflejaban en las declaraciones tributarias o en la operación relacionada con la
compra de acciones de la entidad LIBERTAD DIGITAL para la apropiación de

1406
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

149.600 euros de la «Caja B» del PP, con cuyo importe emitió un cheque para
la compra de un inmueble.

Consecuentemente, la afirmación de que esta recurrente conocía el


origen delictivo empleado en estas operaciones resulta lógica y razonable,
siendo igualmente correctos, con arreglo a la jurisprudencia de esta Sala,
cuantos argumentos se exponen por el Tribunal de instancia en orden a concluir
que las alegaciones defensivas de la acusada lo que revelan, a lo sumo, es la
existencia de un claro caso de ignorancia deliberada, incapaz de justificar la
irrelevancia penal de su conducta que se postula.

4.3. Idéntica suerte desestimatoria deben seguir los restantes alegatos,


relativos a la invocada vulneración de su derecho a la presunción de inocencia
que se dice producida con motivo del juicio paralelo al que afirma que se han
visto sometidos ella misma y su marido.

En el caso, la recurrente no efectúa el más mínimo esfuerzo


argumentativo capaz de justificar de qué forma se pudieron ver comprometidos
sus derechos constitucionales con motivo de la difusión pública del proceso en
sí, como no se concreta de qué modo pudo esta transmisión mediática interferir
en el proceso o influir de alguna manera en el Tribunal.

Por tanto, al margen de la mera alegación de la difusión pública que el


asunto haya podido tener, nada se acredita de forma objetiva por la recurrente
que pueda dar sustento a esa afirmación. Por el contrario, la lectura de la
sentencia pone de manifiesto que el Tribunal ha resuelto sobre la exclusiva base
de la prueba practicada en el plenario, valorando de forma objetiva e imparcial
toda la actividad probatoria, de cargo y de descargo, y que, en definitiva, su
convicción incriminatoria se asienta en prueba de cargo pertinente, válidamente
obtenida y debatida, y suficiente para enervar la presunción de inocencia.

307.- El motivo vigésimo segundo por infracción de ley, al amparo


de los arts. 849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 66 en
relación con los arts. 250, 252, 301, 305, 390 y 392 CP.

1407
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1. Alegaciones del recurso.

Los argumentos expuestos son idénticos a los del motivo


vigesimotercero del recurso del Sr. Bárcenas.

2. La sentencia.

Sobre la motivación de las penas impuestas a esta condenada, cabe


acudir al «apartado de Castilla y León», concretamente a los «Fundamentos de
Derecho relativos a la calificación jurídica» (folios nº 1216 a 1236), donde la
sentencia expone los delitos por los que acuerda la condena de la recurrente y
las correspondientes penas, como son:

1.- Un delito de apropiación indebida del art. 252 en relación con el art.
250.1.6º CP (en la redacción vigente a la fecha de los hechos), a título de
cooperadora necesaria, por la apropiación en el año 2005 de 149.600 euros de
la «Caja B» del Partido Popular, mediante la compra de acciones de «Libertad
Digital» (folios nº 1223, 1224 y 1562).

La sentencia, al margen de remitirse a los hechos probados y a los


pronunciamientos relativos a la valoración de la prueba y a cuantas
explicaciones se contienen allí relacionadas con este delito, indica que debe
atenderse al mayor reproche que merece la conducta de Luis Bárcenas, dada
la «enrevesada estrategia que fue capaz de montar para eludir cualquier
vinculación con dicha sustracción», frente a la participación de Rosalía Iglesias,
«por cuanto su contribución fue en la medida de lo que la fue solicitando su
marido», y le impone las penas de 1 año y 6 meses de prisión y multa de 6
meses con una cuota diaria de 100 euros (delito sancionado con las penas de 1
a 6 años de prisión y de multa de 6 a 12 meses).

(Cabe significar que existe un patente error material en la sentencia


cuando, al trasladar estas penas a la parte dispositiva, consigna en el Fallo que
la pena de multa impuesta a esta condenada es de 8 meses -folio nº 1562- y no
de 6 meses. Y se trata de un claro error, en tanto le impone la misma pena que
a Luis Bárcenas de 8 meses, cuando al individualizar la pena, precisamente, se
argumenta que procede imponer a ésta menor pena que a su marido).

1408
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

(En todo caso, lo expuesto debe entenderse sin perjuicio de lo que


eventualmente se resuelva en relación con el MOTIVO DECIMOCUARTO del
recurso de Luis Bárcenas por infracción de ley).

2.- Un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) CP (en la


redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, relativo al IRPF de Luis Bárcenas del ejercicio
del año 2003 (folios nº 1224 a 1227), del que considera responsables a Luis
Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria y
respecto de la que igualmente acuerda la rebaja penológica del art. 65.3 CP.

De nuevo, la sentencia se remite a los hechos declarados probados y a


los pronunciamientos efectuados al abordar este delito, significando que la cuota
defraudada es de 1.193.394 euros y la declaración conjunta, debiéndose tener
en cuenta «no solo la importante cuantía defraudada, sino las ganancias
ocultadas, obtenidas en 2003 por persona interpuesta, como fue SPINAKER».
Por su parte, la falsedad documental se aprecia en relación con la facturación
falsa emitida por PASADENA VIAJES con la que se daba cobertura a las rentas
no declaradas en concepto de viajes por un total de 42.725,25 euros.

Finalmente, en cuanto a las penas impuestas, la Sala señala que para


Rosalía Iglesias «coincidiendo también con el M.F., se la impondrá la pena
mínima de DOS años y DOS meses de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y
multa de 2.000.000 €, así como la de pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales
o de la Seguridad Social durante seis años» (folio nº 1227).

3.- Un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) CP (en la


redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, relativo al IP de Luis Bárcenas del ejercicio del
año 2003 (folios nº 1227 y 1228), del que considera responsables a Luis

1409
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria y


con la rebaja penológica del art. 65.3 CP.

Para ello, la sentencia se remite a las consideraciones efectuadas


respecto del delito anterior, al margen de precisar que la cuota defraudada es
de 279.541 euros, señalando que, siendo la penalidad idéntica al supuesto
anterior, procede imponer a la condenada las penas de 2 años y 2 meses de
prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante la condena, y multa de 300.000 euros, así como la pérdida de la
posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar
de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 6 años (folios nº 1227
y 1228).

No obstante, el motivo también debe ponerse en relación con el MOTIVO


DECIMOCUARTO DEL RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL, donde se
postula que la pena de multa impuesta a Luis Bárcenas por este delito -600.000
euros- sería inferior a la que legalmente le correspondería de, como mínimo,
1.327.821,935 euros.

Al analizar aquel motivo, se advierte la omisión de todo argumento capaz


de justificar la comisión del delito de falsedad documental en relación con el IP
del año 2003 por el que los recurrentes han sido condenados, frente a la
condena por el IRPF del año 2003, que se justificaba en atención a la facturación
falsa emitida por PASADENA VIAJES con la que se daba cobertura a las rentas
no declaradas en concepto de viajes.

Por ello, cabe aquí advertir que, al resolverse esta última cuestión en el
sentido apuntado por aquel condenado al tiempo de impugnar el recurso del
Ministerio Fiscal -es decir, excluyendo el delito de falsedad documental que se
entiende cometido en concurso medial con el delito de fraude del IP de 2003-,
esta decisión debería aprovechar a Rosalía Iglesias, ex art. 903 LECrim,
teniéndose ello en consideración para la concreta individualización de las penas
a imponer a esta condenada).

El motivo debe ser estimado en este extremo.

1410
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4.- Un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 CP (en la redacción
vigente a la fecha de los hechos), relativo al IRPF de Rosalía Iglesias del
ejercicio del año 2006 (folio nº 1230), del que la considera responsable, a título
de autora, por su declaración individual.

La sentencia precisa que debe estarse a las consideraciones efectuadas


a propósito del delito contra la Hacienda Pública relativo al IRPF de 2006 de
Luis Bárcenas (folios nº 1228 y 1229), donde, sin perjuicio de remitirse a los
hechos declarados y a los pronunciamientos efectuados al abordar este delito,
señala que procede tener en cuenta que en este ejercicio los acusados
presentaron declaraciones individuales y que, en concreto, según el cuadro de
«rentas no declaradas», el total de ganancias patrimoniales no justificadas de
ésta asciende a 590.000 euros (500.000 euros en Caja Madrid y 90.000 euros
en su cuenta del LOMBARD ODIER).

Por lo demás, el Tribunal (en consonancia con lo previamente


argumentado -folios nº 1206 a 1208, 1210 y 1211 a 1213-) insiste en que,
habiéndose reconocido «autonomía tributaria a cada cónyuge con su
correspondiente reflejo en su propia defraudación fiscal» y, tratándose de una
declaración individual, a la acusada debe limitarse la responsabilidad y no
extenderla a Luis Bárcenas, que presentó su propia declaración, al tratarse de
sujetos obligados distintos con declaraciones fiscales distintas. Y ello, se dice,
con independencia de que por ésta se haya insistido en que Luis Bárcenas era
quien llevaba la gestión y administración de sus cuentas y que no sabía nada
de ellas, porque, en el caso de la declaración correspondiente a este ejercicio,
ella asume su propia responsabilidad al presentar declaración individual.

Por último, tras significar que la cuota defraudada por esta condenada
asciende a 267.319,87 euros (folio nº 1230), le impone las penas de 1 año y 6
meses de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante la condena, y multa de 300.000 euros, así como la de
pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 6
años.

1411
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 1 a 4 años, multa del tanto al séxtuplo de la
cuota defraudada y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la
Seguridad Social durante el período de 3 a 6 años.

Por otro lado, dada la falta de motivación que cabe advertir en este
apartado respecto de la imposición de la pena de pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
fiscales o de la Seguridad Social, cabría plantearse si ésta debería rebajarse
hasta una pena próxima a la mínima legal -de idéntica forma a las penas de
prisión y multa impuestas-).

5.- Un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) CP (en
la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex
Disposición Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre-), concurriendo la atenuante de reparación del daño del art. 21.5º CP,
relativo al IRPF de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2007 (folio nº 1231), del
que considera responsables a Luis Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía
Iglesias, como cooperadora necesaria y con la rebaja penológica del art. 65.3
CP.

La sentencia, al margen de indicar que la cuota defraudada asciende a


2.103.113,26 euros y que se trata de una declaración conjunta, se limita a
señalar que se impone a Rosalía Iglesias, como cooperadora necesaria, la pena
de 1 año de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho
de sufragio pasivo durante la condena, y multa de 1.500.000 euros, así como la
de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 3
años.

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 2 a 6 años, multa del duplo al séxtuplo de
la cuota defraudada y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o
ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o
de la Seguridad Social durante el período de 4 a 8 años.

1412
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Además, dado que el Tribunal aplica la rebaja en un grado de la pena en


virtud del art. 65.3 CP, las penas a imponer a esta condenada serían de 1 a 2
años de prisión, multa del tanto al duplo de la cuota defraudada y de 2 a 4 años
de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social.

Así mismo el motivo debe ponerse en relación con el MOTIVO


DECIMOCUARTO DEL RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL, donde se
postula que la pena de multa impuesta a la recurrente -1.500.000 euros- sería
inferior a la que legalmente le correspondería de, como mínimo, 2.103.113,26
euros).

6.- Un delito contra la Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) CP (en
la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre -ex
Disposición Transitoria Primera de la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de
noviembre-), concurriendo la atenuante de reparación del daño del art. 21.5º CP,
relativo al IP de Luis Bárcenas del ejercicio del año 2007 (folios nº 1231 y 1232),
del que considera responsables a Luis Bárcenas, a título de autor, y a Rosalía
Iglesias, como cooperadora necesaria y con la rebaja penológica del art. 65.3
CP.

La sentencia, al margen de indicar que la cuota defraudada asciende a


966.052,53 euros, se limita a señalar que por «iguales consideraciones que en
el caso del delito anterior» se impone a Rosalía Iglesias, como cooperadora
necesaria de este delito contra la Hacienda Pública, la pena de 1 año de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante la condena, y multa de 500.000 euros, así como la de pérdida de la
posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar
de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 3 años.

Por lo expuesto en el apartado anterior, las penas a imponer a esta


condenada serían de 1 a 2 años de prisión, multa del tanto al duplo de la cuota
defraudada y de 2 a 4 años de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones
o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales
o de la Seguridad Social.

1413
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otro lado, el motivo debe ponerse en relación con el MOTIVO


DECIMOCUARTO DEL RECURSO DEL MINISTERIO FISCAL, donde se
postula que la pena de multa impuesta a la recurrente -500.000 euros- sería
inferior a la que legalmente le correspondería de, como mínimo, 966.052,53
euros).

7.- Un delito intentado de estafa procesal de los arts. 248.1 y 250.1.7º


CP (en redacción dada por la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio), en concurso
medial del art. 77 CP, con un delito continuado de falsedad en documento
mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.2º y 74 CP, siendo
responsables Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, a título de autores (folios nº 1232
a 1234 y 1565).

La sentencia, tras abordar la calificación jurídica de los hechos


declarados probados, señala que procede sancionar por separado ambos
delitos, e impone a éstos las penas de 9 meses de prisión y multa de 10 meses
con una cuota diaria de 100 euros, para el delito de estafa intentada (delito
sancionado con las penas de 1 a 6 años de prisión y multa de 6 a 12 meses); y
de 2 años de prisión y multa de 10 meses con una cuota diaria de 100 euros,
por el delito continuado de falsedad (delito sancionado con las penas de 6
meses a 3 años de prisión y de multa de 6 a 12 meses).

Como ya hemos indicado más arriba la estimación del motivo 15 del


recurso de Bárcenas implica la absolución por el delito de estafa procesal
intentada.

8.- Un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP (en la redacción


dada por la Ley Orgánica 5/2010, de 22 de junio), en concurso medial del art.
77 CP, con un delito continuado de falsedad en documento mercantil del art.
392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, del que considera
responsables a Luis Bárcenas y a Rosalía Iglesias, a título de autores, relativo
a las actuaciones verificadas para la ocultación y posterior afloramiento del
dinero procedente de las actividades delictivas que, desde al menos, el año
2000, vino realizando Luis Bárcenas, en cuanto procedentes de su ilícita
actividad de intermediación en adjudicaciones públicas, del apoderamiento de
fondos del PP y de su ocultación a la Hacienda Pública (folios nº 1234 a 1236).

1414
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia acuerda igualmente la condena de Ángel Sanchís Perales


y Ángel Sanchís Herrero, como autor y cooperador necesario, respectivamente,
de un delito de blanqueo del art. 301 CP, con base en los hechos que les
atribuye, cometidos entre los años 2009 a 2012, mediante la simulación de un
préstamo por importe de 3.000.000 euros y su reintegración entre los años 2009
y 2012 con base en unos contratos y facturas falsas.

A su vez, Iván Yáñez es condenado, a título de autor, por un delito de


blanqueo del art. 301 Código Penal, en concurso medial del art. 77 CP, con un
delito continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación
con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, respecto de los hechos cometidos entre
los años 2009 a 2013, como testaferro de Luis Bárcenas, participando en la
ocultación de, al menos, 5.423.890,18 euros.

La sentencia argumenta, en relación con Luis Bárcenas, que «lo decisivo


es que es el dueño de ese dinero que se blanquea, en algún caso con tanto
éxito, que no ha sido posible su localización». En cuanto a Rosalía Iglesias,
advierte que «entre otras circunstancias, por ser titular de esas cuentas
corrientes en Suiza y en España por la que circulan cantidades a blanquear, y
por participar en la confección de la documentación falsos a que venimos
refiriéndonos.»

Por lo demás, señala que, al tener que penar en régimen de concurso


medial, opta por imponer una sola pena, que, en el caso de Rosalía Iglesias y
de Iván Yáñez será de 3 años de prisión, con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, y multa de
1.000.000 euros (folio nº 1236).

En definitiva, opta por imponer las penas previstas para el delito de


blanqueo, delito sancionado con las penas de 6 meses a 6 años de prisión y de
multa del tanto al triplo del valor de los bienes, a imponer en su mitad superior
cuando los bienes tengan su origen en alguno de los delitos comprendidos en
los Capítulos V, VI, VII, VIII, IX y X del Título XIX o en alguno de los delitos del
Capítulo I del Título XVI.

1415
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Además, dado que el referido delito se encuentra en concurso medial


con un delito continuado de falsedad documental, la pena habrá de imponerse,
ex art. 77 CP, en su mitad superior.

Pronunciamiento que no debe mantenerse, pues este apartado ha de


ponerse en relación con la estimación de los motivos 10 y 13 del recurso
interpuesto por Iván Yáñez, en cuanto a la absolución por el delito de falsedad
documental, y la absolución de Sanchís Herrero y Sanchís Perales del delito de
falsedad, quedando como única infracción imputable a este acusado el delito de
blanqueo, que como decíamos en el recurso de Yáñez está castigado con la
pena de seis meses a seis años, más la correspondiente multa, sin que en la
fecha de los hechos estuviera vigente la agravación del párrafo último del art.
301.1 CP por lo que podremos recorrer la pena en toda su extensión, al no
aplicarse la regla del art. 77.

En este sentido puede reputarse adecuada la pena de dos años y seis


meses de prisión más la correspondiente multa que se concretarán en la
segunda sentencia.

3. Jurisprudencia de la Sala de lo Penal sobre las cuestiones suscitadas.

Damos por reproducida la jurisprudencia expuesta en el motivo


vigesimotercero del recurso de Luis Bárcenas.

4. Viabilidad del recurso.

4.1. Los argumentos que sustentan el presente motivo, idénticos a los


del motivo vigesimotercero del recurso del Sr. Bárcenas, devienen
improsperables, con la salvedad ya expuesta en el motivo décimo tercero (estafa
procesal).

En concreto, y por lo que se refiere a la pretendida infracción del art. 66


CP, porque, examinadas las penas concretamente impuestas a esta recurrente,
se advierte que dada su extensión no pueden tacharse de arbitrarias o
desproporcionadas, como no puede estimarse que el Tribunal de instancia haya
recurrido a fines de la pena inadmisibles, a factores de individualización
incorrectos o haya establecido una cantidad de pena manifiestamente arbitraria.

1416
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

308.- El motivo vigésimo tercero por infracción de ley al amparo de


los arts. 849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por aplicación indebida del art. 127 y
concordantes del Código Penal.

La recurrente discute los términos en que se ha decretado el comiso bajo


unos argumentos idénticos a los del motivo vigesimocuarto del recurso de Luis
Bárcenas. Queja que debe ser rechazada conforme lo razonado en el
fundamento jurídico donde se examinan los alegatos deducidos, puesto que
nada se expone por esta recurrente que merezca un trato diferenciado.

RECURSO LUIS DE MIGUEL PÉREZ

309.- El motivo primero al amparo del art. 252 LECrim por infracción
del derecho a la intimidad y al secreto profesional del recurrente.

Sostiene en el motivo que la totalidad de las pruebas documentales que


en la sentencia sirven de soporte para la condena del recurrente fueron
obtenidas con conculcación del art. 18 CE al haber sido obtenidas en un registro
de su despacho profesional sin habilitación judicial suficiente.

En el desarrollo del motivo se dice en síntesis que dicho registro se


acordó por el Juzgado Central de Instrucción nº 5, mediante auto de 30-11-2005,
dictado en las Diligencias Previas 161/2000 (caso BBVA Privanza) y que los
agentes actuantes en dicho registro copiaron y se llevaron de forma
indiscriminada todos los datos, no solo de los investigados en referidas
Diligencias Previas, sino los de todos los clientes del despacho.

Alega también el recurrente que tres años después de dicho registro, la


Fiscalía Anticorrupción inició las Diligencias de Investigación 1/2008 por
denuncia de José Luis Peñas.

Solo entonces surge un informe de la AEAT que según el recurrente se


incorporó a las diligencias de investigación de Fiscalía de manera harto

1417
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

discutible, pues contenía datos pertenecientes a la intimidad de los clientes de


dicho despacho, de los que la Fiscalía no debía haber dispuesto sin autorización
judicial.

En definitiva, alega el recurrente que el presente procedimiento adolece


de un vicio de origen, puesto que se inicia como consecuencia de un registro,
en el que se incautan datos y documentos informáticos que no amparaba la
resolución judicial que ordenaba la intromisión en la intimidad y el secreto
profesional del recurrente y sus clientes.

El motivo coincide sustancialmente con los articulados en décimo lugar


por el acusado Crespo y en sexto lugar por el acusado Izquierdo, por lo que nos
remitimos, para evitar innecesarias repeticiones, a lo ya argumentado en orden
a su desestimación.

310.- El motivo segundo al amparo del art. 852.1 LECrim por


vulneración del derecho de presunción de inocencia consagrado en el art.
24.2 CE al considerarle responsable de un delito de blanqueo de capitales
sin prueba suficiente que avale tal condena.

Alega el recurrente que ha sido condenado como responsable de un


delito de blanqueo del art. 301 CP sin que la sentencia especifique si tal
responsabilidad se predica de hechos que permiten considerarle autor directo o
si su responsabilidad nace de cualquier forma de cooperación con terceros, lo
que ya de por sí supone una cierta indefensión pues obliga a operar con
hipótesis.

Añade que la sentencia no explica de manera suficiente cuáles son los


indicios que considera apoyan la responsabilidad del recurrente en referido
delito, ni por otro lado, la sentencia describe de manera terminante y unívoca
conducta alguna del mismo subsumible en la descripción de la conducta típica
del art. 301 CP.

El motivo se desestima.

1418
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los hechos probados –pág. 168 a 256- describen de forma concreta y


detallada la participación de este acusado que figura <<entre los asesores que
diseñaron este entramado societario, se encontraba, hasta mediados de 2005,
el abogado LUIS DE MIGUEL PÉREZ, especializado en conocimientos de
fiscalidad internacional e inversiones (pág. 166). (...)

SOCIEDAD DE NEVIS > SOCIEDAD BRITÁNICA > SOCIEDAD


ESPAÑOLA

LUIS DE MIGUEL se encargó de crear y gestionar la estructura societaria


de las entidades españolas de eventos y viajes, así como de las patrimoniales
de FRANCISCO CORREA mediante la fórmula de constituirlas como
participadas por una entidad instrumental del Reino Unido, que, a su vez,
dependía de una sociedad domiciliada en la isla del Caribe Nevis (Nieves),
también carente de actividad.

(i) Sociedades de Nevis, cuyo beneficiario era FRANCISCO CORREA:

- FOUNTAIN LAKE LTD, constituida el 24/07/2000 por la entidad


MORNING STAR HOLDINGS LTD, siguiendo instrucciones de LUIS DE
MIGUEL, y matriz última de la mayor parte de las sociedades de eventos y
viajes.

- PACSA LTD, como entidad cabecera de las sociedades patrimoniales,


se constituyó el 24/09/1997, a cuyo nombre se abrió el 16/11/2000 la cuenta
61343 en BANQUE CIAL (luego CIC) de Ginebra por LUIS DE MIGUEL,
siguiendo las instrucciones de FRANCISCO CORREA, y por ANTONIO
VILLAVERDE LANDA, quien intervino en su gestión>> (pág. 168). (...)

(ii) SOCIEDADES INSTRUMENTALES BRITÁNICAS DE FRANCISCO


CORREA.

<<Siguiendo el esquema de interponer una sociedad de Nevis como


matriz de una británica, tenedora, a su vez, de SPINAKER 2000 SL, esta se
constituyó por LUIS DE MIGUEL como dependiente de la londinense STILL
MEDIA LTD, a su vez, filial de la de Nevis KITTY HAWK INC.>> (pág. 169). (...)

1419
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

<<RIALGREEN SL fue administrada desde su integración en el “grupo


CORREA”, por este y por PABLO CRESPO, nombrado su administrador único
el 10/02/2003, con la colaboración de LUIS DE MIGUEL.

- BOOMERANGDRIVE SL (TANGO), constituida el 8/10/2002 y


perteneciente en parte a FRANCISCO CORREA, cuya titularidad se encubrió
tras las sociedades RUSTFIELD (15%) y DAFOE INVERSIONES SL (50%).

Desde el 4/02/2003 se nombró administrador único de


BOOMERANGDRIVE SL a LUIS DE MIGUEL, y, desde su integración en el
“grupo CORREA”, su gestión la llevó este y PABLO CRESPO, con la
colaboración de LUIS DE MIGUEL.

DAFOE INVERSIONES SL perteneció hasta 2007 a FRANCISCO


CORREA y se constituyó por LUIS DE MIGUEL, siguiendo la misma estructura
de doble pantalla de sociedades: la ubicada en Nevis WALKING TALL LTD, y la
filial de esta, PERMHALL LTD, domiciliada en Londres.>> (pág. 170). (...)

<<c) Sociedades patrimoniales españolas.

Se constituyen por LUIS DE MIGUEL, siguiendo el mismo mecanismo de


doble pantalla que venimos reiterando (Nevis=>Reino Unido=>España), con la
finalidad de que en ellas invierta su patrimonio ilícito FRANCISCO CORREA y
luego aflorarlo como legal, para poder disfrutar de él. Son las dos siguientes:

- INVERSIONES KINTAMANI SL, constituida el 25/07/1996 y que el


8/10/1997 se transfirió en su totalidad a PACSA LTD (Nevis), en cuyo acto la
representó JOSÉ LUIS IZQUIERDO, siendo nombrado su administrador, que lo
fue hasta 1999, cuando cesó, y se nombró a LUIS DE MIGUEL PÉREZ.
Posteriormente PACSA y RUSTFIELD (Británica) fueron suscribiendo todas las
ampliaciones de capital de KINTAMANI, de manera que, desde octubre de 2004,
son titulares de esta en un 49,23% y en un 50,77% respectivamente.

- CAROKI SL, constituida el 5/10/2000 por LUIS DE MIGUEL en su


propio nombre (1 participación) y en el de RUSTFIELD (601 participaciones), y
por JESÚS CALVO SORIA (1 participación), quien fue nombrado su
administrador hasta que el 31/07/2002, en que pasó a ocupar el cargo LUIS DE

1420
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MIGUEL. RUSTFIELD fue suscribiendo sucesivas ampliaciones de capital hasta


tener el 99,99 de CAROKI.>> (págs. 172 y 173).

(...)

<<Fue LUIS DE MIGUEL, quien, debido a sus conocimientos y


experiencia en planificación fiscal, tejió ese entramado financiero, mediante una
estructura que solía partir de la sociedad matriz ubicada en Nevis, con cuentas
bancarias en Suiza, que relacionaba con alguna sociedad española, en que el
titular real también permanecía oculto a través de una sociedad que se coloca
en el extranjero, como el Reino Unido o Panamá, con la finalidad de dificultar su
identificación, y quien se encargaba de la apertura y gestión de las cuentas
bancarias suizas era ANTONIO VILLAVERDE, siendo ambos conocedores del
origen ilícito de los fondos, que siempre eran de GUILLERMO ORTEGA, quien
los depositaba en ellas, para, después, repatriarlos a España bajo la aparente
cobertura que ofrecía el entramado, donde los disfrutaría. Entre las sociedades
españolas que LUIS DE MIGUEL pone a disposición de GUILLERMO ORTEGA,
entre 2002 y 2005, para, a través de ellas, aflorar, bajo una apariencia legal, el
patrimonio de este y poder disponer de él en España, estaban SUNDRY
ADVICES, ALCANCIA CORPORATE 02 y CREATIVE TEAM>> (págs. 215 y
216). (,,,)

<<Entramado societario.

Es a partir del año 2001 cuando LUIS DE MIGUEL pone a disposición de


GUILLERMO ORTEGA la estructura societaria formada por las sociedades
SUNDRY ADVICES, ALCANCIA y CREATIVE TEAM, con la que introduce en
nuestro país la fortuna que este había venido acumulando, a fin de desvincularla
de su origen ilícito y poder disfrutarla, por cuya creación y gestión recibió de
aquel 62.860,19 € entre 2003 y 2006.

SUNDRY ADVICES SL, fue constituida el 04/01/2002, perteneciendo


desde entonces, en realidad, a GUILLERMO ORTEGA, aunque jamás
poseyera, formalmente, ninguna participación, y figurando como su
administrador LUIS DE MIGUEL, quien, para ocultar esa verdadera titularidad,

1421
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

colocó a la sociedad de Nevis TRANQUIL SEA, de la que no consta que tuviera


actividad alguna ni trabajadores.>> (pág. 217) (...)

<<CREATIVE TEAM SL Se constituye en abril de 2002, con un capital


de 3.025 €, en 3.025 participaciones, 25 de LUIS DE MIGUEL y las otras 3.000
de la sociedad de este, TUSCAN INVERSIONES; es una sociedad “facturera”,
que se pone a disposición de GUILLERMO ORTEGA, con igual finalidad que las
anteriores de dotar de opacidad fiscal al patrimonio de este, canalizando fondos
procedentes de beneficios obtenidos de irregulares adjudicaciones públicas.

DEFRAUDACIÓN A LA HACIENDA PÚBLICA

La lucrativa actividad delictiva desplegada por GUILLERMO ORTEGA,


vinculada a su condición de Alcalde, fue ocultada a la Hacienda Pública,
eludiendo, con ello, sus obligaciones fiscales, para lo cual se valió del entramado
societario que hemos visto, puesto a su disposición por LUIS DE MIGUEL y
utilizando cuentas corrientes abiertas en entidades bancarias suizas, de cuya
apertura y gestión se encargó ANTONIO VILLAVERDE. Generó, así, unas
ganancias patrimoniales que, aunque trató de encubrir a través de las distintas
sociedades que conformaron ese entramado societario (...)>> (pag.221).

Pues bien, la Audiencia, tras el relato de hechos probados, del que lo


expresado es sólo una síntesis, realiza un extensísimo análisis y valoración de
la prueba practicada en el juicio oral con inmediación, oralidad y contradicción,
que expresa en la fundamentación jurídica subsiguiente, de la también
sintetizando señalamos algunos de los párrafos que sustentan dicho relato
fáctico. Se señala que <<La función de LUIS DE MIGUEL es fundamental, en la
medida que las estructuras societarias que idea, lo son con la finalidad de
permitir la circulación de capitales entre posiciones bancarias, creando unos
esquemas o vehículos corporativos, mediante empresas ubicadas en distintos
territorios y empleo de jurisdicciones “offshore”, apertura de posiciones
bancarias en proveedores de servicios y la ordenación de fondos y la gestión y
administración de sociedades, característicos del blanqueo de capitales y la
evasión fiscal, para que los fondos de sus clientes lleguen a quedar
desvinculados de su origen ilícito y repatriarlos con apariencia de licitud. Para la

1422
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

realización de este cometido suele utilizar la empresa MORNIG STAR


HOLDING LIMITED, domiciliada en Nevis>> (pág. 908).

(...) <<ese entramado financiero que le organiza LUIS DE MIGUEL y esa


gestión patrimonial que encomienda y se hace cargo de ella ANTONIO
VILLAVERDE, reconocido por ambos que obedece a razones de opacidad
fiscal, nos ha de llevar a la conclusión de que, cualquiera de esas sociedades
de que se valga para hacer circular fondos y cualquiera de las cuentas suizas
por las que los haga circular, pasan a un segundo lugar, porque, en realidad, se
trata de fondos y recursos del propio GUILLERMO ORTEGA, de ahí que la
atención se ha de poner, no en las sociedades y las operaciones que, en esa
línea de ocultación, se realicen entre ellas, sino en que es este acusado el que
ordena los movimientos de sus propios fondos, para un mejor blanqueo de los
mismos y logro del fraude fiscal que, con ello, consigue.

(...) LUIS DE MIGUEL (...) organiza un entramado societario, tan


enrevesado, que solo tiene explicación que lo haga para hacer circular entre
ellas unos fondos, que buscan opacidad fiscal, de lo que se encarga él
personalmente; y así lo evidencia, volvemos a recordar, lo que manifestó su
empleada Verónica Castañé, cuando, refiriéndose a GUILLERMO ORTEGA,
dijo que las sociedades de este, SUNDRY ADVICES y CREATIVE TEAM, las
llevaba LUIS DE MIGUEL y las puso a su disposición para repatriar fondos a
España, o el mismo reconocimiento hecho por este, que admitió haber firmado
los documentos de apertura de las cuentas de TRANQUIL SEA y de SOARING,
de las que, además, se reconoce administrador (...).(págs. 910 y 911 -el
subrayado es nuestro-).

LUIS DE MIGUEL crea un entramado de sociedades para tratar de


ocultar la real titularidad de los bienes de GUILLERMO ORTEGA, a través de la
cual este hace circular los fondos que obtiene de su actividad ilícita, pues, con
las retribuciones que como Alcalde percibía, no podía poseer tan elevado
patrimonio; por ello, la intervención de ANTONIO VILLAVERDE, en la medida
que se encarga de tal circulación, es indispensable. Como iremos viendo con
más detalle, es una red de sociedades que usa entre 2001 y 2005, unas
residentes en España, como SUNDRY ADVICES, ALCANCIA CORPORATE y

1423
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CREATIVE TEAM, alguna británica, como VISTACOURT PROPERTIES


LIMITED, y también el paraíso fiscal o territorio no cooperante de la Isla de
Nevis, como SOARING HIGH y TRANQUIL SEA, que aparecen como
accionistas de las españolas, para ocultar el verdadero titular de la riqueza y
repatriar el dinero a España utilizando la habitual forma de acudir a negocios
simulados sin causa real, como ampliaciones de capital o préstamos
participativos, para dar apariencia de licitud al dinero (WILLOW INVESTMENTS,
en Nevis, y NEW STENTON CORP, en Panamá).

En cualquier caso, LUIS DE MIGUEL es conocedor, y por eso se pone a


disposición de GUILLERMO ORTEGA, de que el entramado que teje tiene como
finalidad encubrir la titularidad real de sus recursos; opera con una matriz que
está en un paraíso fiscal, como es la Isla de Nevis, donde el beneficiario de los
fondos no es posible conocerlo, por cuanto que, al tratarse de sociedades con
acciones al portador, está asegurado el anonimato, que se encarga de
relacionar con sociedades españolas en las que los titulares reales también
permanecen ocultos, a través de sociedades interpuestas, ubicadas en el
extranjero, como el Reino Unido o Panamá, que dificultan la identificación.

Partiendo de las declaraciones de LUIS DE MIGUEL y de ANTONIO


VILLAVERDE, de las que hemos tomado lo que se acaba de exponer, y a las
que también hay que remitirse, puestas en relación con los informes que iremos
viendo, de los que destacamos, principalmente, el 9.307/09, de 18 de febrero
de 2009, de la UDEF, ratificado en la sesión del juicio del día 5 de julio de 2017,
en la parte que dedica a las estructuras de GILLERMO ORTEGA, y el 44.946/13,
de 17 de mayo de 2013, también de la UDEF, ratificado en la sesión del día 18
de julio de 2017, hay prueba suficiente para dar por probado, en los términos
que hemos expuesto en el apartado correspondiente de hechos probados, el
movimiento de ingresos en las cuentas suizas de este acusado por medio de las
siguientes sociedades.

El 14 de diciembre de 2001, en la sucursal de Ginebra del banco CIAL,


ANTONIO VILLAVERDE abrió la cuenta 461388 a nombre de la sociedad
SOARING HIG INC, domiciliada en Nevis, que opera bajo el agente MORNING
STAR HOLDING LTD y constituida el 19 de noviembre de 2011 por LUIS DE

1424
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MIGUEL, identificando a este como beneficiario, pero encubriendo a su


auténtico titular, GUILLERMO ORTEGA, para, en ella, ocultar el ilícito
patrimonio de este, obtenido una vez ocupado su cargo de Alcalde. (...)

Asimismo, el 14 de diciembre de 2001, fue abierta otra cuenta, la 461387,


a nombre de la sociedad, también de Nevis, TRANQUIL SEA INC e, igualmente,
constituida por LUIS DE MIGUEL el 19 de noviembre de 2001, quien figura como
director de la sociedad, (...)>> (págs. 912 y 913 -el subrayado es nuestro-).

<<ENTRAMADO FINANCIERO

En la sesión del día 17 de julio de 2017 ya hemos dicho que compareció


a declarar como perito la NUMA 28.728, Inspectora de Hacienda de la Agencia
Tributaria, que emitió el informe de 29 de julio de 2009 (folio y 7 y ss., tomo 28),
presentado en dicha sesión por el M.F., relativo a las sociedades CREATIVE
TEAM y SUNDRY ADVICES y su pertenencia a GUILLERMO ORTEGA, que lo
ratificó y dio las explicaciones que se le fueron pidiendo, y que, por las razones
que indicábamos al tratar la prueba pericial de inteligencia en las cuestiones
previas, constituyen la base fundamental, que no única, de lo que iremos
tratando a continuación.

El referido informe ha de ser completado con el de 22 de noviembre de


2013, emitido por la misma NUMA 28.728, también sobre sociedades de
GUILLERMO ORTEGA, una vez recibidas las Comisiones Rogatorias de Suiza,
Nevis y Gran Bretaña (folio 445 y ss, tomo 2 P.S. Comisiones Rogatorias),
aportado en dicha sesión por el M.F., y ratificado por la perito que lo emitió, en
el que, tras haber recibido dichas comisiones rogatorias y analizada la
documentación, concluye diciendo que, en relación con las sociedades
TRANQUIL SEA y VISTACOURT PROPERTIES LIMITED, confirman lo
señalado en el referido informe de 29 de julio de 2009.

Asimismo, es fundamental el ya citado informe 72.105, de 10 de abril de


2014 (...)>> (pag.917).

Comenzando por el primero de los informes, (...) el mismo está basado


en la documentación, incluida la informática, intervenida en el despacho de LUIS
DE MIGUEL con motivo del registro efectuado en el marco de las D.P. 161/2000,

1425
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

luego 223/2006, contrastado con información obtenida en Registros como el


Mercantil o el de la Propiedad, así como en la base de datos de la AEAT. >>
(pág 918).

Existió, pues, prueba de cargo que fue debidamente valorada por el


Tribunal y suficiente para justificar la condena del acusado en concepto de autor
de los hechos imputados.

311.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación de la atenuante de dilaciones indebidas.

Alega el recurrente que la documentación fue incautada en el año 2005,


hace ya más de trece años y que la causa lleva ya tramitándose más de diez
años y desde los hechos que se le imputan han transcurrido de 13 a 15 años.
Considera que referidos plazos superan, con exceso, el derecho a un plazo
razonable que configura aquella atenuante.

El motivo es similar al planteado por otros recurrentes (motivo 29 de


Alberto López Viejo; motivo 18 de Pablo Crespo Sabarís, entre otros) por lo que
damos por reproducido lo ya expuesto en orden a su desestimación.

312.- El motivo cuarto al amparo del art. 852.1 LECrim por


vulneración del derecho a la presunción de inocencia, art. 24.2 CE al
considerarle responsable como cooperador necesario de tres delitos
contra la Hacienda Pública.

Alega que ha sido condenado como cooperador necesario por los delitos
cometidos por Guillermo Ortega, ex alcalde de Majadahonda sin que se le
impute acción alguna excepto la de constituir las sociedades Sundry, así como
las sociedades Nevis Tranquily y Soaring, constituidas en 2001 y liquidadas en
2003.

Asimismo, se le imputa haber firmado las aperturas de cuenta en el


Banco Cial de Ginebra, previo requerimiento de Antonio Villaverde. Y considera

1426
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que la constitución de sociedades no puede contravenir la presunción de


inocencia de acuerdo con la doctrina del TC. No hay prueba de cargo suficiente
pues la constitución de sociedades no es un acto necesario para la comisión de
un delito fiscal.

El motivo se desestima.

El recurrente no ha sido condenado como autor material o directo del


hecho delictivo sino como cooperador necesario “cooperando a su ejecución
con un acto sin el cual no se habría ejecutado”. La responsabilidad que le es
exigible deriva de ser quien organiza un entramado con un fin ilícito, como es la
evasión fiscal.

En efecto, aparentemente los cooperadores necesarios al igual que los


coautores tendrían el dominio funcional del hecho, pues si se trata de una
aportación imprescindible para la producción del mismo, su retirada impediría
que se llevara a cabo.

Ello nos obligaría a concluir que la distinción entre coautores y


cooperadores necesarios es prácticamente imposible y dogmáticamente
innecesaria. Sin embargo, la diferenciación legal necesariamente ha de tener su
proyección en el plano dogmático, y así la doctrina y la jurisprudencia de esta
Sala han puesto de relieve que el dominio del hecho no depende solo de la
necesidad de la aportación para la comisión del delito, sino también del
momento en el que ésta se produce.

El que hace una aportación decisiva para la comisión del delito en el


ámbito de la preparación, sin participar luego directamente en la fase ejecutiva,
no tiene en principio el dominio del hecho, pues cuando ésta se desarrolla la
comisión del delito ya está fuera de sus manos. Consecuentemente si la
aportación necesaria se ha producido en la etapa de preparación, el agente que
la protagonizó será un partícipe necesario, pero no coautor (STS 604/2017, de
5 de septiembre).

Se ha dicho en SSTS 776/2011, de 20 de julio; 927/2013, de 11 de


diciembre; 158/2014, de 12 de marzo; 23/2015, de 4 de febrero; 114/2015, de
12 de marzo; 413/2015, de 30 de junio; 487/2015, de 20 de julio, 519/2015, de

1427
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

23 de septiembre; 415/2016, de 17 de mayo), que la diferenciación entre la


coautoría y la cooperación o la participación, radica en el carácter, o no,
subordinado del partícipe a la acción del autor. Será coautor quien dirija su
acción a la realización del tipo, con dominio de la acción, que será funcional si
existe división de funciones entre los intervinientes, pero todas con ese dominio
de la acción característico de la autoría (STS 590/2004, de 6 de mayo); y se
concreta que “existe cooperación necesaria cuando se colabora con el ejecutor
directo aportando una conducta sin la cual el delito no se habría cometido (teoría
de la conditio sine qua non) cuando se colabora mediante la aportación de algo
que no es fácil obtener de otro modo (teoría de los bienes escasos) o cuando el
que colabora puede impedir la comisión del delito retirando su concurso (teoría
del dominio del hecho).

En el caso presente la conducta del letrado De Miguel Pérez no se limitó


a una labor de asesoramiento y de creación de sociedades, sino que estaba
encaminada a producir una clara defraudación a la Hacienda Pública mediante
la ocultación de rentas de origen ilícito.

La especial estructura de esos entramados societarios en el extranjero y


en España con la finalidad de eludir obligaciones fiscales, gestionando y
administrando sus cuentas, hacía ésta especialmente idónea para la comisión
de los delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública.

Por ello su implicación va más allá de la mera creación y asesoramiento


y por ello su condena como cooperador necesario de los delitos fiscales debe
ser mantenida.

313.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por mala aplicación del art. 39 de la Ley de Impuesto sobre la Renta
por incrementos no justificados de patrimonio.

Alega el recurrente que el Tribunal realiza la liquidación por este


impuesto en tres años consecutivos 2003, 2004 y 2005, cuando el art. 39 de la
Ley de Renta dice en el párrafo segundo del punto 1, que las ganancias
patrimoniales no justificadas se integraran en la base liquidable general del

1428
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

periodo impositivo respecto del que se descubran, salvo que el contribuyente


pruebe suficientemente que ha sido titular de los bienes o derechos
correspondientes desde una fecha anterior a la del periodo de prescripción. En
normativa posterior ya se hace mención que se debe incluir en el ejercicio más
antiguo no prescrito. Por tanto, en opinión del recurrente, se han producido dos
infracciones: 1.- No se ha deducido el importe de las cuentas de Tranquil y
Soaring al 31 de diciembre de 2002, ya que este periodo está prescrito según lo
define el propio Tribunal en Sentencia; y 2.- No se ha producido una sola
liquidación tal y como se define en la Ley, sino tres liquidaciones tributarias en
los ejercicios 2003, 2004 y 2005. Por lo que el recurrente estima que al anular
las liquidaciones no existiría delito fiscal alguno.

La cuestión que se plantea en el presente motivo está resuelta con todo


detalle en la página 931 y siguientes de la sentencia, cuyos fundamentos
transcribimos:

<<La normativa que regula el IRPF se encuentra en La Ley 35/2006 de


28 de noviembre, del IRPF, que a las ganancias patrimoniales no justificadas
dedica su art. 39, con una redacción igual a la del art. 37 del Real Decreto
Legislativo 3/2004, de 5 de marzo de 2004, por el que se aprobaba el texto
refundido de la Ley del IRPF, que literalmente reproducía el art. 37 de la Ley
40/1998, de 9 de diciembre de 1998 del IRPF, que estuvo en vigor entre el 1 de
enero de 1999 y el 31 de diciembre de 2006, y que dice como sigue:

“Tendrán la consideración de ganancias de patrimonio no justificadas los


bienes o derechos cuya tenencia, declaración o adquisición no se corresponda
con la renta o patrimonio declarados por el contribuyente, así como la inclusión
de deudas inexistentes en cualquier declaración por este impuesto o por el
Impuesto sobre el Patrimonio, o su registro en los libros o registros oficiales.

Las ganancias patrimoniales no justificadas se integrarán en la base


liquidable general del período impositivo respecto del que se descubran, salvo
que el contribuyente pruebe suficientemente que ha sido titular de los bienes o
derechos correspondientes desde una fecha anterior a la del período de
prescripción”.

1429
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Tomando alguna idea de lo manifestado por el Abogado del Estado en


su informe final, podemos decir que estas ganancias se trata de una figura de
cierre del sistema, de regulación legal para aquellos casos en que se descubre
un patrimonio, que es atribuible, sin duda alguna, a un contribuyente, y, una vez
comprobados sus ingresos declarados, resulta que es imposible que lo pudiera
haber obtenido con esos ingresos, por lo que la deducción legal evidente es que
ese contribuyente ha de tener otros ingresos no declarados con los que ha
adquirido ese patrimonio descubierto, y, como ha habido una ocultación, que
conlleva un evidente engaño al Fisco, el legislador ha establecido determinadas
fórmulas para practicar la liquidación burlada, entre ellas presumiendo que la
riqueza se ha generado (aflorado) cuando se ha descubierto, sin perjuicio del
derecho que tiene el titular del patrimonio de acreditar el origen lícito de los
medios con que lo incrementó o el momento en que se generó.

Pues bien, como tales ganancias, se han de considerar las rentas


generadas de la manera que se ha ido describiendo en apartados anteriores,
porque son rentas que, cualquiera que sea la forma como se hayan encubierto,
pertenecen realmente al contribuyente y no se corresponden con rentas y
patrimonio declarado por él, y que, como son encubiertas, lo normal es que sean
descubiertos a través de alguna investigación, que las haga aflorar. Una vez
descubierto que el incremento no se corresponde con la renta y el patrimonio
declarados, corre a cargo del contribuyente aportar la prueba que acredite o
justifique suficientemente el origen de ese incremento, de manera que, si no lo
hace, se aplica la normativa y se le da el tratamiento de renta del periodo en que
se descubre su titularidad (periodo de afloración o exteriorización), y, por lo
tanto, habrán de integrarse en la correspondiente base liquidable de ese
periodo.

Por esta razón, toda la operativa que cristaliza en las cuentas corrientes
de las sociedades SOARING y TRANQUIL, así como la desplegada a través de
SUNDRY y ALCANCIA, en tanto que operaban como sociedades pantalla o
instrumentales, a través de las cuales GUILLERMO ORTEGA hacía circular
fondos realmente suyos, y eran utilizadas para con fines de opacidad fiscal, esos
fondos se han de imputar personalmente a él, como se han de imputar los de la
cuenta GIMENA.

1430
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Además, y también como resulta de lo expuesto en apartados anteriores,


a GUILLERMO ORTEGA le fueron prestados servicios con fondos ilícitos, según
queda constancia en su cuenta “Extractos servicios WILLY”, que se encubrían
con facturas expedidas a nombre de sociedades de FRANCISCO CORREA,
como SPECIAL EVENTS, TCM y PASADENA VIAJES (así lo admitió en el curso
de su declaración prestada en juicio, junto con la documentación que le fue
exhibida) que el mismo, así como PABLO CRESPO conocían y consentían,
servicios que, en tanto en cuanto son prestaciones en especie, tienen,
igualmente, la consideración fiscal de ganancia patrimonial, a integrar, por tanto,
en la base liquidable. Sin embargo, no computaremos estas a efectos fiscales,
en razón a la alternativa presentada por el M.F. en sus conclusiones definitivas
de excluir de la tributación rentas que provengan directamente del delito, objeto
de decomiso.

Por los delitos contra la Hacienda Pública que trataremos a continuación


cabe exigir responsabilidad criminal a GUILLERMO ORTEGA; poca explicación
merece esto, por ser el propietario o beneficiario de los fondos y servicios con
los que se lucra, que pasan a incrementar su patrimonio, consciente de su
ocultación al fisco, de manera que, tratándose de un delito especial propio, su
responsabilidad será a título de autor.

También han de responder por los referidos delitos LUIS DE MIGUEL y


ANTONIO VILLAVERDE, no como autores, pues, como decimos, estamos ante
un delito especial propio, pero sí como cooperadores necesarios (...)>>.

Razonamientos que deben ser asumidos.

Como hemos dicho en STS 974/2012, de 5 de diciembre, son


incrementos no justificados de patrimonio los bienes y derechos, cuya tenencia,
declaración o adquisición no corresponda con la renta o patrimonio declarados
(STS. 872/2002 de 16.5). Estos incrementos ponen de manifiesto la existencia
de dinero o bienes ocultos que se consideran como renta del periodo en que se
descubre. El legislador ha decidido que estos incrementos forman parte de la
configuración legal de renta a los efectos del impuesto que los grava y se
encontraban definidos, en el art. 37 Ley 40/98 del IRPF y art. 140 Ley 43/95 del
impuesto sobre sociedades.

1431
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En la doctrina tributaria se ha discutido si la norma fiscal debe


considerarse como una presunción que admite prueba en contrario o bien como
una norma de definición de un elemento (incremento no justificación de
patrimonio) que tiene la constitución de renta. Como consecuencia de esta
previsión legal, con la que se configura la presunción iuris tantum, la
jurisprudencia ha declarado que la determinación de la cuota defraudada en
base a la técnica preventiva utilizada por aquellos artículos no vulnera el
principio constitucional de presunción de inocencia, ni las exigencias de la
prueba en el proceso penal.

En efecto –como señala la STS 872/2002 de 16.5-, para que la Hacienda


Pública pueda cumplir la importantísima función constitucional de que todos
contribuyan a los gastos públicos, según su capacidad económica, mediante un
sistema tributario justo (art. 31.1 CE), el legislador crea técnicas eficaces frente
a los defraudadores y entre ellas está la figura de los incrementos no justificados
de patrimonio, mediante un sistema de presunciones legales siempre que no
sean iuris et de iure y permitan la prueba en contrario, pues el art. 24.2 de la
CE rechaza rotundamente la responsabilidad objetiva y la inversión de la carga
de la prueba.

Probado un incremento no justificado de patrimonio, el legislador libera


a la Administración de tener que demostrar que efectivamente en ese tiempo se
han obtenido rentas gravadas que no se han declarado, presumiéndose que así
ha ocurrido, y así el tribunal puede llegar a la conclusión de que los incrementos
patrimoniales que ha experimentado el acusado durante un periodo impositivo,
carecen de origen conocido y por consiguiente son injustificados.

314.- El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por inaplicación de la atenuante del art. 65.3 CP por cooperador
necesario.

Alega el recurrente que el art. 65.3 desarrolla la idea de que el


cooperador no es tan culpable como el autor, siempre que su participación haya
sido externa al delito por lo que el tribunal debe rebajar un grado la pena, ya que

1432
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

su actuación se ciñó a la constitución de estructuras financieras sin haber


tomado parte en ninguno de los delitos de corrupción que fueron juzgados por
el tribunal.

Es cierto que conforme a la doctrina de esta Sala sobre la rebaja


potestativa del art. 65.3 que dispone que cuando en el inductor o en el
cooperador necesario no concurran las condiciones, cualidades o relaciones
personales que fundamentan la culpabilidad del autor, los jueces o tribunales
podrán imponer la pena inferior en grado a la señalada para la infracción de que
se trate, considerando la jurisprudencia de esta Sala que respecto al extraneus
solo se justifica una punición equivalente a la del autor, cuando la intervención
del partícipe venga acompañada de elementos o circunstancias que permitan
establecer una semejanza entre la antijuridicidad de ambas conductas (SSTS
765/2013, de 22 de octubre; 512/2018, de 29 de octubre).

El delito de blanqueo de capitales no es delito especial y por tanto no


hay cuestión sobre el art. 65.3, y de hecho el motivo no alude a esa infracción.

La sentencia en sus primeros acercamientos justificativos de las


decisiones penológicas que luego irá detallando hace protesta expresa de
manejar el art. 65.3 (atenuación facultativa para los extranei) en los delitos
especiales, y anuncia que en cada caso y en relación a cada uno de los
acusados afectados irá expresando si hace uso o no de esa regla penológica
motivándolo, llegando en efecto a degradar la pena para buena parte de los
partícipes no intranei en delitos especiales (malversación, prevaricación…)
haciendo de ello la pauta rectora en los delitos de funcionarios públicos. Sin
embargo en el momento de razonar la penalidad a imponer a este recurrente
por su participación en los delitos contra la hacienda pública (respecto de los
que es un extraneus, pues no es el obligado tributario), se limita a constatar que
las penas reclamadas por la acusación son ajustadas a derecho. Eso sucede en
un porcentaje elevadísimo -casi del cien por cien- de penas que solicita la
acusación pública en los procesos penales. Esa realidad evidencia que no basta
con constatar esa legalidad de la cuantificación penológica para justificar su
clonado en la sentencia. Añade que le parecen acordes con el reproche que
merecen sus comportamientos, lo que es no decir nada sustancial. Idéntico

1433
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

razonamiento valdría para cualquier otra cuantificación. No ha cumplido así la


Sala de instancia el mínimo exigible para una motivación penológica que rebase
los estándares legales y constitucionales a que nos hemos referido con
anterioridad. Primero porque no explica las razones por las que no aplica la
degradación a que faculta el art. 65.3 CP. Segundo, porque después de no
aplicarla de manera decisionista y sin justificación, omite la aplicación de la
atenuante analógica que con anterioridad a la reforma que entró en vigor en
octubre de 2004 se venía entendiendo procedente en esos casos de
participación de un extraño en delito especial, doctrina que constituyó el
precedente de la reforma del art. 65.3 CP y que se proyectaba concretamente
también sobre delitos de defraudación tributaria (vid. STS 1336/2002, de 15 de
julio). No podía prescindir de esa atenuante al menos en el delito
correspondiente al ejercicio fiscal de 2003. Y, finalmente, porque dentro del
marco legal posible, tampoco explica la opción punitiva concreta, aunque en ese
punto la infracción sería salvable en cuanto implícitamente parece estar
manejando las cantidades defraudadas y no se aparta en excesiva medida de
los mínimos (aunque en relación al ejercicio de 2003 la apreciación de una
atenuante insoslayable no podía dejar de tenerse presente).

Estas consideraciones llevan a estimar este motivo casando la sentencia


en esos particulares por no justificarse cumplidamente la inaplicación del art.
65.3 CP (STS 277/2015, de 3 de junio: el Tribunal debe explicar por qué no
aplica el art. 65.3 CP), degradación facultativa que se va a estimar viable por
esta Sala por razones varias. Primeramente por congruencia con la decisión
adoptada en relación con otros delitos especiales y otros partícipes por la Sala.
Además, en el delito de defraudación tributaria la infracción del deber solo es
predicable del intraneus lo que hace como pauta general viable la degradación
habiendo llegado a afirmar en alguna ocasión esta Sala que esa debe ser la
regla general, aunque se admitan excepciones (STS 1336/2002, de 15 de julio
o 341/2013, de 18 de noviembre, así como 495/2014, de 18 de julio). A mayor
abundamiento invitan a esa degradación razones de proporcionalidad: son
hechos muy lejanos en el tiempo -han pasado más de quince años-, no
prescritos solo por razones de conexidad, vinculados con un delito de blanqueo
de forma tan íntima que se confunden y solapan duplicando penalidades

1434
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

pecuniarias (multas), y solo punibles separadamente por razones no


absolutamente sustanciales: se ignora el origen concreto de parte de los fondos.
Paradójicamente, si estuviesen acreditados cada uno de los comportamientos
delictivo fuente de los fondos, la antijuricidad quedaría colmada según la tesis
de que parte la Audiencia con la única condena por delito de blanqueo de
capitales. Por fin otra razón adicional es la multiplicación de infracciones como
consecuencia de la estanqueidad impositiva que ha llevado a esta Sala a negar
la continuidad delictiva en el delito de defraudación tributaria, lo que teniendo
más sentido para el autor intraneus, se torna más forzado para actos de
cooperación como los aquí contemplados no singularizables propiamente para
cada ejercicio. Por tanto declarando aplicable el art. 65.3 reduciremos las penas
por delito de defraudación tributaria en la segunda sentencia además de las
multas correspondientes, también reducidas en un grado, a las penas de prisión
de nueve meses (ejercicio 2003), ocho meses (ejercicio 2004) y siete meses
(ejercicio 2005).

RECURSO IVÁN YAÑEZ VELASCO

315.- El motivo primero al amparo del art. 851.1 LECrim,


quebrantamiento de forma por contener la sentencia en el relato histórico
afirmaciones de hecho manifiestamente contradictorios entre sí.

El recurrente pone de manifiesto lo que considera una importante


contradicción en los hechos declarados probados en las páginas 233 y 242.

Así, en la pág. 233 se recoge “se trata de cuentas, de todas las cuales el
real beneficiario y con capacidad de disposición cualquiera que fuera su titular,
era Luis Bárcenas, en alguna de ellas junto a su mujer Rosalía Iglesias, de las
que fue sirviendo y fue su propio gestor hasta febrero de 2009, en que comenzó
a colaborar con él en la gestión Iván Yáñez”.

Afirmación que reitera en la pág. 235 refiriéndose a esas cuentas “desde


febrero 2009 al decir que a partir de esa fecha Luis Bárcenas continuó ocultando

1435
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sus rentas en las cuentas suizas” “con algunas modificaciones como fue
contando con la ayuda de Iván Yáñez”.

Y lo mismo afirma en la pág. 1085 en la fundamentación jurídica relativa


a la prueba, donde vuelve a repetir lo mismo: “se trata de cuentas (…) de las
que se fue sirviendo –se refiere a Luis Bárcenas- y fue su propio gestor hasta
febrero de 2009 en que comenzó a colaborar con él en la gestión Iván Yáñez. Y
añade “como además vino a admitir en su declaración”.

Y sin embargo, en la pág. 242 afirma la sentencia que:

“En estas operaciones de movimientos de fondos de Luis Bárcenas se


prestó a colaborar Iván Yáñez tanto antes como después de 2008”.

Afirmaciones las antedichas que considera mutuamente excluyentes


porque son incompatibles entre sí, ya que situar antes y después de 2008 su
colaboración no es posible si la colaboración comenzó a partir de febrero de
2009. No es posible que empezara a colaborar a partir de febrero de 2009 y que
lo hiciera tanto antes como después de 2008.

El motivo se desestima.

Constante y reiterada jurisprudencia de esta Sala (STS 253/2007, de 26-


3, 121/2008, de 26-2). tiene afirmado que la esencia de la contradicción consiste
en el empleo en el hecho probado de términos o frases que. por ser antitético s
resultan incompatibles entre sí, de tal suerte que la afirmación de una resta
eficacia a la otra al excluirse uno al otro produciendo una laguna en la fijación
de los hechos (STS. 299/2004 de 4.3).

Así doctrina jurisprudencial reiterada (SSTS. 1661/2000 de 23.11,


776/2001 de 8.5, 2349/2001 de 12.12, 717/2003 de 21.5, y 299/2004 de 4.3),
señala que para que pueda prosperar este motivo de casación son necesarios
los siguientes requisitos: a) que la contradicción sea manifiesta y absoluta en el
sentido gramatical de la palabra. Por ello, la contradicción debe ser ostensible y
debe producir una incompatibilidad entre los términos cuya contradicción se
denuncia; en otras palabras, que la afirmación de un hecho implique
necesariamente la negación del otro, de modo irreconciliable y antitético, y no

1436
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de una mera contradicción ideológica o conceptual; b) debe ser insubsanable,


pues aún a pesar de la contradicción gramatical, la misma puede subsumirse en
el contexto de la sentencia; es decir, que no exista posibilidad de superar la
contradicción armonizando los términos antagónicos a través de otros pasajes
del relato; c) que sea interna en el hecho probado, pues no cabe esa
contradicción entre el hecho y la fundamentación jurídica. A su vez, de este
requisito se excepcionan aquellos apartados del fundamento jurídico que tengan
un indudable contenido fáctico; esto es, la contradicción ha de darse entre
fundamentos fácticos, tanto si se han incluido correctamente entre los hechos
probados como si se trata de complementos fácticos integrados en los
fundamentos jurídicos; d) que sea completa, es decir que afecta a los hechos y
a sus circunstancias; e) la contradicción ha de producirse con respecto a algún
apartado del fallo, siendo relevante para la calificación jurídica, de tal forma que
si la contradicción no es esencial ni imprescindible a la resolución no existirá el
quebrantamiento de forma; f) que sea esencial en el sentido de que afecte a
pasajes fácticos necesarios para la subsunción jurídica, de modo que la mutua
exclusión de los elementos contradictorios origine un vacío fáctico que
determine la falta de idoneidad del relato para servir de soporte a la calificación
jurídica debatida.

En este sentido la STS 1250/2005, de 28-10, recuerda que:

“…como consecuencia de la contradicción, que equivale a la afirmación


simultánea de hechos contrarios con la consiguiente destrucción de ambos,
debe sobrevenir un vacío que afecte a aspectos esenciales del sustrato fáctico
en relación a la calificación jurídica en que consiste el “iudicium”, lo que se debe
significar diciente que la contradicción sólo es motivo de casación cuando es
causas y determinantes de una clara incongruencia entre lo que se declare
probado y sus consecuencias jurídicas”.

En el caso presente las afirmaciones que destaca el recurrente no son


incompatibles. La sentencia en la fundamentación jurídica (pág. 1108 y 1109)
señala que el Sr. Yáñez colaboró o se prestó a colaborar con Luis Bárcenas
tanto antes como después de 2008 y la sentencia se limita a distinguir entre los
periodos anteriores a 2009 y lo acontecido a partir de 2009. Y en esta división

1437
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

distingue la “gestión” en la que Yáñez comenzó a colaborar en febrero de 2009


y las “operaciones de movimientos de fondos” en las que la colaboración se
produjo antes y después de 2008.

316.- El motivo segundo al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva del art. 24
CE en concreto a obtener una resolución decisoria debidamente motivada
en términos suficientemente explicativos del pronunciamiento dictado.

Alega el recurrente que la sentencia no ha descrito los actos realizados


por éste que pudieran constituir el tipo delictivo por el que fue condenado, ni
tampoco ofrece una explicación suficiente de las razones que avalan su castigo
por aquel hecho, al limitarse a declarar (folio 1236) que considera a Yáñez
testaferro con remisión a los hechos probados y complemento en la
fundamentación jurídica.

La exigencia de motivación de las resoluciones judiciales forma parte del


contenido del derecho fundamental a la tutela judicial efectiva proclamado en el
art. 24.1 CE.

La STS. 24/2010 de 1.2, recoge la doctrina expuesta por el Tribunal


Constitucional en SS. 160/2009 de 29.6, 94/2007 de 7.5, 314/2005 de 12.12
subrayando que el requisito de la motivación de las resoluciones judiciales halla
su fundamento en la necesidad de conocer el proceso lógico-jurídico que
conduce al fallo y de controlar la aplicación del Derecho realizada por los
órganos judiciales a través de los oportunos recursos, a la vez que permite
contrastar la razonabilidad de las resoluciones judiciales.

Actúa, en definitiva, para permitir el más completo ejercicio del derecho


de defensa por parte de los justiciables, quienes pueden conocer así los criterios
jurídicos en los que se fundamenta la decisión judicial, y actúa también como
elemento preventivo de la arbitrariedad en el ejercicio de la jurisdicción; pero el
deber de motivación de las resoluciones judiciales no autoriza a exigir un
razonamiento exhaustivo y pormenorizado en todos los aspectos y perspectivas
que las partes puedan tener en la cuestión que se decide o, lo que es lo mismo,

1438
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no existe un derecho del justiciable a una determinada extensión de la


motivación judicial (SSTC. 14/91, 175/92, 105/97, 224/97), sino que deben
considerarse suficientemente motivadas aquellas resoluciones judiciales que
contengan, en primer lugar, los elementos y razones de juicio que permitan
conocer cuáles han sido los criterios jurídicos esenciales fundamentadores de
la decisión, es decir, la ratio decidendi que ha determinado aquella (STC. 165/79
de 27.9) y en segundo lugar, una fundamentación en Derecho (SSTC. 147/99
de 4.8 y 173/2003 de 19.9), bien entendido que la suficiencia de la motivación
no puede ser apreciada apriorísticamente con criterios generales, sino que es
necesario examinar el caso concreto para ver si, a la vista de las circunstancias
concurrentes, se ha cumplido o no este requisito de las resoluciones judiciales
(por todas, SSTC. 2/97 de 13.1, 139/2000 de 29.5, 169/2009 de 29.6).

Conforme a la doctrina jurisprudencial expuesta el motivo debe ser


desestimado.

La sentencia impugnada en los hechos probados (pág. 235-237) detalla


la intervención del recurrente:

<<Esas nuevas cuentas, que mantiene en las mismas entidades


bancarias, abiertas a nombre de dicha Fundación SINEQUANON son las
siguientes:

* En el LOMBARD ODIER, la 204337, abierta el 07/07/ 2005, que recibe


los fondos que vienen de la 33357, hasta el 27/10/2009, desde la que se
transfieren a la cuenta de TESEDUL 505070 de la misma entidad.

*En el DRESDNER BANK, la cuenta bancaria 8.401.489, abierta el


22/07/2005, que recibió los fondos de la 8005540 del mismo banco. Respecto
de esta cuenta, LUIS BARCENAS confirió poder a IVÁN YÁÑEZ el 09/03/2009,
por lo tanto un mes después de las primeras detenciones habidas con motivo
de la presente causa, para que le representase ante el banco.

A partir de febrero de 2009, mes en que tienen lugar las primeras


detenciones con motivo de la presente causa, consciente LUIS BARCENAS de
su presumible implicación en ella y los efectos que podía tener sobre su
patrimonio, continuó con su estrategia de seguir ocultando sus rentas, mediante

1439
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la apertura de nuevas cuentas, si bien con algunas modificaciones, como fue


contando con la ayuda de IVÁN YÁÑEZ, y sustituyendo las cuentas de la
Fundación SINEQUANON por las de TESEDUL, sociedad uruguaya, que
adquirió el 09/07/ 2009, y de la que dio poder especial para gestionar las cuentas
bancarias suizas a IVÁN YÁÑEZ, que el día 08/10/2009 es nombrado
presidente.

Las cuentas suizas abiertas a nombre de TESEDUL, que utilizó LUIS


BARCENAS para ocultar su ilícita fortuna, una vez que trasciende a los medios
la incoación de la presente causa, fueron las siguientes:

* En el LOMBARD ODIER la cuenta 505070, abierta el 09/09/2009, con


fondos procedentes de la 204337 de SINEQUANON, por lo tanto, de LUIS
BARCENAS, en la que figura con autorizado desde su apertura IVAN YÄÑEZ.

* En el DRESDNER BANK la cuenta 8.402.567 (remunerada como


2825199), abierta el 27/08/2009, en la que figuran como autorizados LUIS
BARCENAS e IVAN YÁÑEZ.

Por último, con la misma finalidad de desvincular los fondos de su


auténtico titular, LUIS BÁRCENÄS transfirió una parte a las cuentas suizas
abiertas por la sociedad panameña GRANDA GLOBLAL SA, respecto de la cual
ostentó poder general, desde el 26/10/2009, IVÁN YÁÑEZ. Dichas cuentas son
las siguientes:

* Cuenta 251258, de la entidad SYZ & Co, abierta el 09/12/2009 por IVÁN
YÁÑEZ, de la que es único gestor, quien, formalmente, figura como beneficiario
económico de la cuenta, cuyos fondos, hasta un total de 990.000 €, ingresados
entre el 04/01 y el 09/04/2010, proceden de las cuentas de TESEDUL del
DRESDNER-LGT BANK y del LOMBARD ODIER.

* Cuenta 2002594 del LGT BANK, abierta el 16/04/2010 por IVÁN


YÁÑEZ, quien, formalmente, figura como beneficiario económico, a la que,
procedente de la cuenta 2825199 (antigua cuenta 8402567 del DRESDNER
BANK) de TESEDUL del LGT BANK, le son ingresados 233.890,18 € .

1440
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otra parte, LUIS BARCENAS el 01/09/2006, de acuerdo con su


mujer, ROSALIA IGLESIAS, abrió a nombre de esta la cuenta RDRX 219858 en
el LOMBARD ODIER de Ginebra, que se fue nutriendo, con la colaboración y
consentimiento de esta y sabedora de su procedencia, de rentas obtenidas por
aquel de la actividad ilícita que venimos relatando, que hizo suyas>>.

Del anterior relato fáctico la cooperación que Iván Yáñez prestó para que
Bárcenas pudiera ocultar la procedencia ilícita de sus bienes, se revela como
decisiva a los efectos del art. 301 CP.

Y en cuanto a la valoración probatoria la Sala analiza los elementos del


delito de blanqueo (pág. 973 y ss; 1084 y ss; 1095 a 1103; 1109 a 1110; 1112 a
1113; 1117 a 1119; 1120; 1122; 1124; 1125 a 1127; 1168) para concluir en la
pág. 1236 con las consideraciones valorativas que hacen incurrir a Iván Yáñez
en los delitos que se le imputan.

<<Y en cuanto a IVÁN YÁÑEZ, a quien hemos considerado testaferro de


LUIS BÁRCENAS, poco decir mucho más, sino remitirnos a los hechos
probados y su complemento en la fundamentación fáctica, de la que, por reseñar
algo, importante para apreciar, también, en él la continuidad delictiva en el delito
de falsedad documental, es el falso contrato de asesoramiento plasmado en el
contrato, de 01/10/2009, del que hemos hablado y su elevada y
desproporcionada comisión de éxito del 20%; así como el inexistente préstamo
con que pretende justificar, al menos en una parte, la devolución a LUIS
BÁRCENAS de los 600.000 que había sacado de la cuenta OBISPADO del
LOMBARD ODIER suizo y que aportó para la constitución de la sociedad
RUMAGOL. (Se trata de los 132.051 €, que dice que le devuelve por un
préstamo que mantiene que le había concedido para la regularización de
GRANDA GLOBAL cuando GRANDA GLOBAL ya hemos dicho que, de hecho,
era sociedad de LUIS BÁRCENAS)>>.

El motivo, en consecuencia, debe ser desestimado.

317.- El motivo tercero al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva sin que pueda

1441
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

producirse indefensión (art. 24 CE) y a un proceso público con todas las


garantías.

El recurrente cuestiona lo que califica de “viciosa práctica nacida en el


ámbito de las llamadas macrocausas, consistente en alargar sus trámites
troceando su objeto en distintos bloques, para dar luego dispensa a las vistas
según se prevea anticipadamente que la prueba señalada para el día de que se
trate pueda afectar o no al acusado dispensado de asistir”. Esto es, al celebrarse
el juicio por bloques, el tribunal dispensó a los acusados en aquellos apartados
de la acusación (bloques) que no les afectaran, pero resultó que, por distintas
razones de agenda, se anticiparon o se modificaron las pruebas a practicar
incidiendo en el derecho de defensa al no poder participar en las pruebas
practicadas.

El motivo deviene improsperable.

En SSTS 1080/2006, de 2 de noviembre; 1238/2009, de 11 de diciembre;


974/2012, de 5 de diciembre, hemos dicho que la vigencia efectiva del principio
de contradicción tiene directa relación con el derecho a un proceso equitativo, o
a un proceso con todas las garantías en términos del art. 24.2 CE. El debate
contradictorio sobre las pruebas permite a las partes intervenir activamente en
la práctica, y en lo que se refiere concretamente a la defensa le facilita la
oportunidad de actuar poniendo de relieve los aspectos que a un juicio anulan,
alteran o debilitan su valor probatorio, lo que contribuye a su valoración por parte
del tribunal.

La efectiva realización de los principios de igualdad de las partes y


contradicción que imponen a los órganos judiciales el deber positivo de evitar
desequilibrios entre la respectiva posición procesal de las partes y evitar
limitaciones en la defensa que puedan generar indefensión, prohibida por el art.
24.1 CE, lo que reclama un cuidadoso esfuerzo del órgano jurisdiccional para
garantizar la plena efectividad de los derechos de defensa en las distintas fases
e instancias del proceso, bien entendido que, como recuerdan las SSTC. 25/11
de 14.3 y 62/2009 de 9.3: «la indefensión es una noción material que se
caracteriza por suponer una privación o minoración sustancial del derecho de
defensa; un menoscabo sensible de los principios de contradicción y de igualdad

1442
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de las partes que impide o dificulta gravemente a una de ellas la posibilidad de


alegar y acreditar en el proceso su propio derecho, o de replicar dialécticamente
la posición contraria en igualdad de condiciones con las demás partes
procesales. Por otro lado, para que la indefensión alcance la dimensión
constitucional que le atribuye el art. 24 CE, se requiere que los órganos
judiciales hayan impedido u obstaculizado en el proceso el derecho de las partes
a ejercitar su facultad de alegar y justificar sus pretensiones, esto es, que la
indefensión sea causada por la incorrecta actuación del órgano jurisdiccional (
SSTC 109/1985, de 8 de octubre; 116/1995, de 17 de julio; 107/1999, de 14 de
junio; 114/2000, de 5 de mayo, entre otras muchas)».

Por ello, tal como hemos venido reiterando, el contenido de la


indefensión con relevancia constitucional queda circunscrito a los casos en que
la misma sea imputable a actos u omisiones de los órganos judiciales y que
tenga su origen inmediato y directo en tales actos u omisiones; esto es, que sea
causada por la incorrecta actuación del órgano jurisdiccional, estando excluida
del ámbito protector del art. 24 CE. la indefensión debida a la pasividad, de
interés, negligencia, error técnico o impericia de la parte o de los profesionales
que la representen o defiendan (por todas SSTC. 109/2002 de 6.5, 141/2005 de
6.6, 160/2009 de 29.6). Asimismo «para que pueda estimarse una indefensión
con relevancia constitucional, que sitúe al interesado al margen de toda
posibilidad de alegar y defender en el proceso sus derechos, no basta con una
vulneración meramente formal, sino que es necesario que de esa infracción
formal se derive un efecto material de indefensión, con real menoscabo del
derecho de defensa y con el consiguiente perjuicio real y efectivo para los
intereses del afectado» ( SSTC 185/2003, de 27 de octubre; 164/2005 de 20 de
junio).

- Aplicando la precedente doctrina al caso actual no se aprecian las


vulneraciones denunciadas.

En efecto, como con acierto recuerda la acusación particular de Carmen


Ninet y Cristina Moreno, la dispensa fue solicitada por las defensas de los
acusados bajo la doble alegación de que el juicio era muy extenso en el tiempo
y no podía someterse a la presencia todos los días de los acusados porque eso

1443
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

afectaba a su vida ordinaria, a sus obligaciones y, en cierto modo, al


sometimiento al estigma del banquillo. Pero también porque consideraban
innecesaria su presencia cuando se trataran bloques absolutamente
desconectados de los hechos por los que se les acusaba (por ejemplo, al
recurrente no le afectaba de ninguno de los modos el bloque relativo a Estepona
porque no formaba parte del objeto de acusación, y porque no guardaba ninguna
relación con los hechos que se le atribuían ni con los sujetos que participaban).

Esta petición de las defensas fue razonablemente atendida por el


Tribunal significando que “no era necesario” y por tanto se les dispensaba de
asistir a aquellas sesiones que versaran sobre hechos que no eran objeto de su
acusación, procurando el Tribunal además (como así hizo en todas las sesiones)
anticipar cuales eran las diligencias a practicar y sobre qué bloques. De modo
que, en aquellos que les afectaban exigía su comparecencia y en los que no los
dispensaba.

Pero lo más relevante es que la dispensa significa que no existe


obligación de asistir, pero eso no quita de que el acusado tiene la libertad o
potestad de estar presente en todas y cada uno de las sesiones que estime por
conveniente, como de hecho en algunos casos sucedió. Si decidió no asistir en
el uso de su responsabilidad, las consecuencias recaen sobre él, bien por
dejadez bien por impericia.

- Debe recordarse además que la dispensa era respecto a los acusados,


pero no a sus letrados que podrían asistir o no con independencia de que lo
hicieran sus clientes.

Las pruebas que dice que no asistió por esa dispensa llama la atención
que alude a Juan Carlos Bárcenas, que no prestó declaración, Pedro Piza y Mª
Paz Naseiro, testigos llamados por su relación con los hechos acusatorios
contenido en el bloque relativo a las cuentas de Suiza del Sr. Bárcenas y por
tanto el recurrente conocía con anterioridad que le afectaba. O la ratificación de
los agentes de la UDEF que emitieron el informe 16.791 que nada menos
versaba sobre las cuentas de la Fundación Sinequanon en Dresdner Bank. Una
mínima diligencia, sobre todo en este último caso en el que la Sala informaba
previamente mediante un calendario que se facilitaba a las partes de los

1444
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

informes que se iban a ratificar los sucesivos días, hubiera bastado para que al
menos el Letrado del Sr. Yáñez hubiera estado presente para someter a
contradicción lo que dice que no hizo.

318.- El motivo cuarto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
de la presunción de inocencia del art. 24 CE en cuanto se afirma como
hecho probado que, el contrato celebrado el 1-10-2009 entre Luis Bárcenas
y el recurrente Iván Yañez para la prestación por el segundo de
asesoramiento en materia de inversiones a realizar por el primero, es un
contrato simulado y como tal inexistente. Y las afirmaciones derivadas de
que las transferencias a una sociedad de Iván Yañez (Granda Global) no
fueron pago de honorarios sino ocultación de activos del Sr. Bárcenas con
la colaboración del recurrente Sr. Yáñez.

Argumenta el recurrente que la sentencia para llegar a esta conclusión


parte de dos indicios de poco valor: la remuneración que se dice pactada es
desproporcionada, y la propia celebración del contrato parece inadecuada, por
innecesaria, toda vez que la mejor de las cualidades de Bárcenas, según sus
propias manifestaciones, era ser un hábil inversor, que no precisaba de
asesoramiento por tener éxito en las operaciones que emprendía.

El motivo se desestima.

Ciertamente, como se destaca en STS 1126/2009, se viene sosteniendo


desde la STC 174/85, de 17-12, que a falta de prueba directa de cargo también
la prueba indiciaria puede sustentar un pronunciamiento de condena, sin
menoscabo del derecho a la presunción de inocencia, siempre que se cumplan
los siguientes requisitos:

1) El hecho o los hechos bases (o indicios) han de estar plenamente


probados.

2) Los hechos constitutivos del delito o la participación del acusado en el


mismo, deben deducirse precisamente de estos hechos bases completamente
probados.

1445
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3) Para que se pueda comprobar la racionalidad de la inferencia es


preciso, en primer lugar, que el órgano judicial exteriorice los hechos que están
acreditados, o indicios, y sobre todo que explique el razonamiento o engarce
lógico entre los hechos base y los hechos consecuencia.

4) Y finalmente, que este razonamiento esté asentado en las reglas del


criterio humano o en las reglas de la experiencia común, o en palabras de la
STC 169/89, de 16-10 “en una comprensión razonable de la realidad
normalmente vivida y apreciada conforme a criterios colectivos vigentes” (STS
220/98, de 16-11; 124/2001, de 4-6; 300/2005, de 21-11; 111/2008, de 22-9;
108/2009, de 0-5; 109/2009 de 11-5).

El control de constitucionalidad de la racionalidad y solidez de la


inferencia en que se sustenta la prueba indiciaria puede efectuarse tanto desde
el canon de su lógica o cohesión (de modo que será irrazonable si los indicios
acreditados descartan el hecho que se hace desprender de ellos o no llevan
naturalmente a él) y como desde su suficiencia o calidad concluyente (no siendo,
pues, razonable la inferencia cuando sea excesivamente abierta, débil o
imprecisa), si bien en este último caso se debe ser especialmente prudente,
puesto que son los órganos judiciales quienes, en virtud del principio de
inmediación, tienen su conocimiento cabal, completo y obtenido con todas las
garantías del acceso probatorio. Por ello se afirma que sólo se considera
vulnerado el derecho a la presunción de inocencia en este ámbito de
enjuiciamiento “cuando la inferencia sea lógica o tan abierta que en su seno
quepa tal pluralidad de conclusiones alternativas que ninguna de ellas pueda
darse por probada” (STS 229/2003, de 18-12).

En este sentido las STS 189/98 y 204/2007, partiendo de que además


de los supuestos de inferencias ilógicas o inconsecuentes, deben considerarse
asimismo suficientes las inferencias no concluyentes, incapaces también de
convencer objetivamente de la razonabilidad de la plena convicción judicial, ha
señalado que un mayor riesgo de una debilidad de este tipo en el razonamiento
Judicial se produce en el ámbito de la denominada prueba de indicios que es la
caracterizada por el hecho de que su objeto no es directamente el objeto final
de la prueba, sino otro intermedio que permite llega a éste a través de una regla

1446
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de experiencia fundada en que usualmente la realización del hecho base


comporta la de la consecuencia.

En el análisis de la razonabilidad de esa regla que relaciona los indicios


y el hecho probado, hemos de precisar ahora que solo podemos considerarle
insuficiente desde la exigencia del derecho a la presunción de inocencia, si a la
vista de la motivación judicial de la realización del conjunto de la prueba, cabe
apreciar de un modo indubitado o desde una perspectiva externa y objetiva que
la versión judicial de los hechos es más improbable que probable. En tales
casos, no cabrá estimar como razonable bien que el órgano judicial actuó con
una convicción suficiente (“más allá de toda duda razonable”), bien la convicción
en sí (STS 145/2003, de 6-6; 70/2007, de 16-4).

En el caso enjuiciado ni los indicios que, según el motivo, tiene en cuenta


el tribunal para formar su convicción en orden a la simulación del contrato son
insuficientes, ni son los únicos datos probatorios de que se sirvió.

Ciertamente, una remuneración del 2% en todo caso más un 20% del


importe de la inversión en caso de éxito parece superar cualquier porcentaje
lógico y es sensiblemente mayor a lo que suele pactarse. Igualmente resultaría
innecesaria la colaboración acordada cuando se trata de actividades que
Bárcenas según sus propias manifestaciones, venía desarrollando con notable
éxito.

Pero además la sentencia fundamenta la simulación en las pruebas que


detalla a los folios 1090 a 1103, de los que se deduce que el Sr. Yáñez actuaba
como testaferro, pues asumía la representación y gestión de las cuentas de
Bárcenas bajo la apariencia de un contrato de gestión cuando era quien
realmente ordenaba y canalizaba los fondos y creó una cuenta a favor de
GRANDA (sociedad panameña al igual que la Fundación Sinequanon) cuya
titularidad real era de Bárcenas y que se utilizó para desviar fondos de las
cuentas que estaban a nombre de TESEDUL, señalándose en la pericial de D.
Conrado Caviró que Granda Global era la sucesora de TESEDUL, al nutrirse
casi en exclusiva, de fondos de las cuentas de TESEDUL.

1447
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Todos estos indicios revelan la innecesariedad de ese contrato anómalo


de gestión con unas remuneraciones cuya finalidad era justificar los traspasos
de los rendimientos de las cuentas de TESEDUL a favor de GRANDA GLOBAL.

Consecuentemente la sentencia argumenta las razones por las que


considera simulado el contrato de gestión y la inferencia realizada es razonable,
sin que pueda tacharse de ilógica o arbitraria.

319.- El motivo quinto al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
de la presunción de inocencia del art. 24 CE en que incurre la sentencia al
afirmar reiteradamente, sin prueba válida que lo justifique, que Luis
Bárcenas otorgó poderes al recurrente Iván Yáñez con relación a las
cuentas bancarias suizas de la Fundación Sinequanon (FSQN) y de
TESEDUL, abiertas en el Dresdner Bank (DSNR) y en el Lombard Odier
(LODH).

Considera que esta vulneración consiste en que el tribunal ha tomado


como datos ciertos sin justificación alguna los informes elaborados por la UDEF
que son los llamados informes de inteligencia, 57750/13, de 24 de junio.

En orden a clarificar la naturaleza y validez de la llamada “prueba pericial


de inteligencia” debemos insistir en doctrina expuesta en SSTS 480/2009, de 27
de mayo, 1097/2011, de 25 de octubre; 157/2012, de 7 de marzo; 974/2012, de
5 de diciembre; 9/2014, de 23-1; 234/2017, de 4-4; 65/2019, de7-2; 104/2019,
de 27-2, en el sentido de que tal prueba pericial de «inteligencia policial» cuya
utilización en los supuestos de delincuencia organizada es cada vez más
frecuente, está reconocida en nuestro sistema penal pues, en definitiva, no es
más que una variante de la pericial a que se refieren tanto los arts. 456
LECriminal, como el 335 LECivil, cuya finalidad no es otra que la de suministrar
al Juzgado una serie de conocimientos técnicos, científicos, artísticos o
prácticos cuya finalidad es fijar una realidad no constatable directamente por el
Juez y que, obviamente, no es vinculante para él, sino que como el resto de
probanzas, quedan sometidas a la valoración crítica, debidamente fundada en
los términos del art. 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En tal sentido

1448
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

podemos también citar la sentencia de esta Sala 2084/2001 de 13 de diciembre.


La prueba pericial es una variante de las pruebas personales integrada por los
testimonios de conocimiento emitidos con tal carácter por especialistas del ramo
correspondiente de más o menos alta calificación científica, a valorar por el
Tribunal de instancia conforme a los arts. 741 y 632 de la LECrim. y 117.3 de la
Constitución (STS 970/1998, de 17 de julio). Dicho de otro modo: la prueba
pericial es una prueba personal, pues el medio de prueba se integra por la
opinión o dictamen de una persona y al mismo tiempo, una prueba indirecta en
tanto proporciona conocimientos técnicos para valorar los hechos
controvertidos, pero no un conocimiento directo sobre cómo ocurrieron los
hechos (Sentencia 1385/ 1997).

Como ha sostenido, en los funcionarios policiales que elaboran los


llamados “informes de inteligencia”, como en los expertos en legislación fiscal o
de aduana, puede concurrir esa doble condición de testigos, sean directos o de
referencia, y peritos. Se trata además de pruebas cuya utilización en los
supuestos de delincuencia organizada es cada vez más frecuente, y su validez,
como ya lo hemos declarado con anterioridad.

En suma, este tipo de prueba, se caracteriza por las siguientes notas:

1º) Se trata de una prueba singular que se utiliza en algunos procesos


complejos, en donde son necesarios especiales conocimientos, que no
responden a los parámetros habituales de las pruebas periciales más
convencionales;

2º) En consecuencia, no responden a un patrón diseñado en la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, no obstante lo cual, nada impide su utilización en el
proceso penal cuando se precisan esos conocimientos, como así lo ha puesto
de manifiesto la jurisprudencia reiterada de esta Sala;

3º) En todo caso, la valoración de tales informes es libre, de modo que


el Tribunal de instancia puede analizarlos racional y libremente: los informes
policiales de inteligencia, aun ratificados por sus autores no resultan en ningún
caso vinculantes para el Tribunal y por su naturaleza no podrán ser
considerados como documentos a efectos casacionales;

1449
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4º) No se trata tampoco de pura prueba documental: no puedan ser


invocados como documentos los citados informes periciales, salvo que
procedan de organismos oficiales y no hubieran sido impugnados por las partes,
y en las circunstancias excepcionales que señala la jurisprudencia de esa Sala
para los casos en que se trata de la única prueba sobre un extremo fáctico y
haya sido totalmente obviada por el Tribunal sin explicación alguna incorporada
al relato de un modo, parcial, mutilado o fragmentario, o bien, cuando siendo
varios los informes periciales, resulten totalmente coincidentes y el Tribunal los
haya desatendido sin aportar justificación alguna de su proceder;

5º) El Tribunal, en suma, puede apartarse en su valoración de tales


informes, y en esta misma sentencia recurrida, se ven supuestos en que así se
ha procedido por los jueces “a quibus”;

6º) Aunque cuando se trate de una prueba que participa de la naturaleza


de pericial y testifical, es, desde luego, más próxima a la pericial, pues los
autores del mismo, aportan conocimientos propios y especializados, para la
valoración de determinados documentos o estrategias;

7º) Finalmente, podría el Tribunal llegar a esas conclusiones, con la


lectura y análisis de tales documentos.

Se añadía en la referida sentencia en cuanto a la naturaleza de este


medio probatorio que no puede desconocerse, no obstante lo anterior, que esta
misma Sala en otras sentencias, 119/2007, 556/2006 y 1029/2005 se inclina por
no calificar estos informes de inteligencia como prueba pericial, precisando que:
“es claro que apreciaciones como la relativa a la adscripción o no de alguien a
una determinada organización criminal, o la intervención de un sujeto en una
acción delictiva a tenor de ciertos datos, pertenecen al género de las propias del
común saber empírico. Salvo, claro está, en aquellos aspectos puntuales cuya
fijación pudiera eventualmente reclamar una precisa mediación técnica, como
sucede, por ejemplo, cuando se trata de examinar improntas dactilares. Pero
ese plus de conocimiento global no determina, por ello solo, un saber
cualitativamente distinto, ni especializado en sentido propio. Y, así, seguirá
perteneciendo al género de los saberes comunes, susceptibles de entrar en el

1450
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

área del enjuiciamiento por el cauce de una prueba testifical, apta para ser
valorada por el juez o tribunal, directamente y por sí mismo”.

Ahora bien aun cuando esta sentencia 119/2007 niega la condición de


prueba pericial a estos informes, sí precisa que: “participan de la naturaleza de
la prueba de indicios, en la medida que aportan datos de conocimiento para el
Tribunal sobre determinadas personas y actividades. Y esos datos si son
coherentes con el resultado de otros medios de prueba pueden determinar, en
conjunción con ellos, la prueba de un hecho, siempre que éste fluya del
contenido de todos esos elementos valorados por el órgano sentenciador”.

Esencial será constatar si las conclusiones obtenidas por los funcionarios


del servicio de información de la Guardia Civil o Brigada policial, pueden ser
asumidos por la Sala, a la vista de la documental obrante en la causa y el resto
de las pruebas practicadas en el plenario, esto es, si se parte de su
consideración como testifical donde debe ponerse atención es en el examen de
los documentos manejados por los funcionarios policiales y así, a partir de ellos
y de los hechos proporcionados de este modo, y como este Tribunal de casación
podría controlar la racionalidad de las inferencias realizadas por el Tribunal de
instancia.

En definitiva podemos concluir que se trata de un medio probatorio que


no está previsto en la Ley, siendo los autores de dichos informes personas
expertas en esta clase de información que auxilian al Tribunal, aportando
elementos interpretativos sobre datos objetivos que están en la causa, siendo lo
importante si las conclusiones que extraen son racionales y pueden ser
asumidas por el Tribunal, racionalmente expuestas y de forma contradictoria
ante la Sala.

En el caso presente la sentencia recurrida precisa que estos informes no


los ha asumido de forma acrítica, dado que algunos de ellos los ha rechazado,
bien en cuanto a hechos que aportaba al tribunal, bien en cuanto a valoraciones
que allí se contenía. Por ello, pese a determinadas tesis incriminatorias
mantenidas en los informes de inteligencia, el tribunal ha optado por la
absolución cuando éstos no han sido corroborados por otras pruebas o cuando

1451
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

eran excesivamente débiles para enervar la presunción de inocencia (como es


el caso, por ejemplo, de la absolución de Álvaro López).

En cuanto a la alegación de que los poderes que tenía otorgados el Sr.


Bárcenas por la Fundación Sinequanon, poderes limitados que no posibilitarían
el reapoderamiento a un tercero, como el recurrente, que carecería por ello de
valor y no podría, en su caso, retirar dinero ni hacer transferencias, tal alegación
carece de fundamento.

La referida Fundación –tal como señalan los informes de inteligencia- no


era más que una ficción jurídica creada con la finalidad de no aparecer como
titular de los fondos y al tiempo evitar la Directiva de Ahorro Europea. Y por este
motivo el sistema de la Fundación implica unas formalidades que, de facto, no
tienen ninguna transcendencia porque quien tiene todo el poder fáctico es el Sr.
Bárcenas. Por tanto, el reapoderamiento transfiere ese poder factico también al
Sr. Yáñez.

En este sentido, el MPC 00142 Tomo 25.1 de la CRI de Suiza resulta


elocuente porque es un documento manuscrito del Sr. Bárcenas, de 18 de
febrero de 2009, dirigido al Dredsner Bank de auténtica representación “a todos
los efectos frente al Dredner Bank de Ginebra” para que “tome las decisiones
que estime oportunas” a favor de Iván Yáñez. Y el contenido ene l MPC 00128
Tomo 25.1 de la CRI Suiza también un documento manuscrito del Sr. Bárcenas,
de 9 de marzo de 2009, en el que otorga un poder a favor de Iván Yáñez “tan
amplio como sea necesario” ante el Dresdner Bank para realizar “cualquier
operación de carácter mercantil, financiero o jurídico”. Lo mismo puede decirse
del MPC0023 Tomo 28.2 CRI Suiza.

En consecuencia, si bien el Sr. Bárcenas tenía una aparente y formal


limitación de la Fundación, estas limitaciones no le impedían de facto re-
apoderar y disponer de sus cuentas a efectos mercantiles, financieros o jurídicos
como así fue durante su gestión personal y, por tanto, pudo e hizo un re-
apoderamiento al Sr. Yáñez con las mismas facultades, en virtud del cual el Sr.
Yáñez ejecutó determinadas transferencias y gestiones frente al Dresdner en
relación a los trasvases de dinero a favor de BRIXCO (MPC 179- Tomo 37.4
CRI Suiza) y PT BEX Bursátil (MPC 129-Tomo 25.1 CRI Suiza).

1452
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

320.- El motivo sexto al amparo del art. 849.2 LECrim por error en la
apreciación de la prueba basado en documento obrante en autos que
demuestran la equivocación del juzgador sin resultar contradicho por
otros elementos de prueba.

Alega el recurrente error en el relato histórico descritos en la página 246,


donde dice la resolución recurrida que “como otra actuación más realizada
desde comienzos de 2009 para ocultar su ilícita fortuna y dotarla de una
apariencia lícita, Luis Bárcenas de acuerdo con su mujer, Rosalía Iglesias,
transfirió los fondos que había en la cuenta de ésta, RDRX219858 de Lombard
Odier (146.268,85 E y 31.704,25 $ entre marzo y junio de 2009) a la cuenta
OBISPADO de Francisco Yáñez, padre de Iván Yáñez, quien se hizo cargo de
ella desde 2004 y quien el 3/08/2009 siguiendo las instrucciones de aquel,
ordenó la transferencia de 200.000 $ a la cuenta que el matrimonio tenía abierta
en el banco BUTTERFIELD TRUST (Bermudas) que no han sido localizados”.

Seguidamente señala el recurrente el párrafo de la página 1120 (en


realidad es el segundo párrafo de la pág. 1122), donde se dice lo mismo, pero
con mayor claridad: “la prueba practicada nos acredita las transferencias de
146.268,85 € y 31.704,25 $ desde la cuenta RDRX219858 a la cuenta
OBISPADO entre el 16/03 y 15/06/2009, y la transferencia de 200.000 $ desde
esta cuenta, ordenada por Iván Yáñez a la 00800112695 del banco
BUTTERFIELD TRUST (Bermudas) para poder disponer de este dinero el
matrimonio Bárcenas – Iglesias ”.

Manifiesta el recurrente que las afirmaciones que subraya y destaca en


negrita son erróneas, así lo pretende acreditar con el documento que se
encuentra en la Pieza de Comisión Rogatoria de Suiza (Tomo 37.1) identificado
como MPC-00038, que es del siguiente tenor:

1453
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Documento que por sí mismo acredita con capacidad demostrativa


directa y literosuficiente:

- que “sun secured advantage” y el número 088012695 es el nombre y la


cuenta, respectivamente, del beneficiario de los 200.000 € (no el matrimonio
Bárcenas).

- que Díaz Blasco Omar Claudio (no el matrimonio Bárcenas) con número
73262673024564, es la “referencia” de la transferencia.

Por tanto, el documento expresa desde su propia textualidad


literosuficiente que no figura Iván Yáñez haciendo esa transferencia en 2009
desde la cuenta de su padre Francisco ni figura que la cuenta destinataria de
Luis Bárcenas ni de su mujer, ni el matrimonio Bárcenas aparece como
beneficiario del envío de ese dinero.

Esta cuestión ha sido ya abordada en el recurso interpuesto por el Sr.


Bárcenas y lo reseñado por el Tribunal no es que la cuenta esté a nombre de
Bárcenas-Iglesias, sino que lo que dicen los hechos es que el dinero se transfirió

1454
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a la cuenta que el matrimonio tenía abierta en el banco Butterfiled Trust. Ahora


bien, una cosa es la titularidad formal, que no es a la que aluden los hechos
probados, y otra la titularidad real que es a la que se refiere la Sentencia.

Que el titular formal sea el Sr. Díaz Blasco no quiere decir que el
beneficiario de la cuenta (como aparecía en las cuentas de la Fundación
Sinequanon y Tesedul) sean el Sr. Bárcenas y su esposa, y esta inferencia la
extrae el Tribunal de lo siguiente: i) los 200.000 euros eran los fondos que
estaban depositados en la cuenta de Rosalía que trasfiere a Obispado y esta
misma cantidad es la que se transfiere Bermudas; ii) pese a los intentos por
conocer el paradero definitivo de esta transferencia, no ha sido posible ante la
falta de colaboración del banco destinatario de Bermudas; y iii) porque existen
en la causa declaraciones contradictorias sobre la razón de esa transferencia y
su finalidad, se llega a decir que era para pagar los honorarios por la intervención
de Edgardo Patricio Bel (de nuevo presente en toda la operativa) y en otra
ocasión se afirma que se remiten como pago de préstamo a favor de Francisco
Yáñez (folio 1124):

Dichas transferencias, reconoce LUIS BÁRCENAS que se hicieron, que


él tomó la iniciativa para ello y que su mujer se limitó a poner la firma, sin pedir
explicación alguna y sin saber de qué se trataba.

Incluso reconoce que los fondos, una vez que llegan a la cuenta
OBISPADO, indica a IVÁN YÁÑEZ que los transfiera a la cuenta de las
Bermudas, en esta ocasión, en juicio, diciendo que se la había dado Patricio Bel
para atender una provisión de fondos en pago de sus honorarios como abogado,
que relaciona con la compra de la sociedad TESEDUL, lo que no coincide con
lo que declarara el 27/06/2013 en Instrucción, en que la ponía en relación con
saldar un préstamo que tenía pendiente con Francisco Yáñez. En todo caso,
aun admitiendo que los fondos fueran en pago de unos honorarios que tienen
que ver con la compra de TESEDUL, dicho, como se ha dicho más arriba, en
las ocasiones que hemos hablado de esta sociedad, que era de LUIS
BÁRCENAS quien la utilizó como uno de los instrumentos para ocultar su ilícita
fortuna, no dejaría de ser una cantidad que sale de la cuenta de ROSALÍA, para

1455
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

revestirla de apariencia lícita y hacer con ella LUIS BÁRCENAS los pagos
correspondientes para poner en marcha dicha sociedad.

Folio 1125:

La versión que da en juicio IVÁN YÁÑEZ sobre la circulación del dinero,


desde que sale de la cuenta de ROSALÍA, pasa por la OBISPADO y llega a
Bermudas es coincidente; también mantiene que el dinero fue para el pago de
honorarios del señor Bel, negando que devolviera nada de esa cantidad ni a
LUIS BÁRCENAS ni a ROSALÍA IGLESIAS; sin embargo, no hay prueba alguna
que confirme que el destino de ese dinero fuera para el señor Bel, pues no está
acreditado que esa cuenta fuera de él, como resulta de la documentación
remitida desde dichas islas; aunque, si lo fuera, sería para ese pago de
honorarios que ahora dice LUIS BÁRCENAS que le debía abonar, por lo tanto,
también dinero suyo...”

De todo ello se infiere, como ya habíamos dicho, que el titular real de la


cuenta no es Sr. Díaz Blasco y tampoco se acredita, por el Sr. Bárcenas o el Sr.
Yáñez, que sea pago de honorarios del Sr. Bel (no hay factura ni documento
alguno que lo acredite y no lo han llamado como testigo), de manera que no
cabe otra interpretación posible que esa transferencia, como sucedió con otras,
no salió de la esfera de poder/control del matrimonio Bárcenas-Iglesias.

321.- El motivo séptimo al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2 CE al
declarar probado lo que se ha señalado en el motivo sexto como erróneo,
sin una prueba de cargo que lo evidencie, en perjuicio del acusado Sr.
Yáñez en cuanto se utiliza esa afirmación para apuntalar la calificación de
su intervención en un blanqueo de capitales.

Insiste el recurrente en que la transferencia realizada a Bermudas en


2009 al titular y propietario de la subcuenta es Omar Claudio Díaz Blasco en
relación con un Fondo de Inversión llamado Sun Secure Advantage que tiene a
su vez un número identificativo. Alega que el tribunal confunde dicho fondo con
una cuenta corriente bancaria y que además la atribuye sin fundamento alguno

1456
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

al matrimonio Bárcenas, aunque éste no figura en ningún lugar de la


documentación de Bermudas, ni haciendo ni recibiendo la transferencia, ni
disponiendo luego de su importe.

El motivo se desestima, dado que el propio recurrente lo formula sólo


para el caso de haberse estimado el anterior donde se postulaba la afirmación
de estos datos de hecho por la vía del art. 849.2 LECrim, por lo que desestimado
éste, en relación al origen y destino de aquella transferencia, el presente debe
seguir la misma suerte.

322.- El motivo octavo al amparo del art. 852 LECrim por vulneración
del derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2 CE.

La Sentencia afirma que, los 600.000 € que desde la cuenta “Obispado”


perteneciente a Francisco Yáñez – padre del recurrente – se enviaron el 26-10-
2010 a la cuenta de RUMAGOL en EE.UU (propiedad de Iván Yáñez en un 50%)
era dinero perteneciente a Luis Bárcenas, por lo que constituye un acto de
blanqueo de capitales al tener, según la sentencia, un origen ilícito.

Esta afirmación de que ese dinero pertenecía a Luis Bárcenas carece de


apoyatura probatoria y vulnera por ello la presunción de inocencia.

La sentencia apoya su juicio de inferencia sobre la propiedad de ese


dinero, en dos indicios erróneos que no justifican esa conclusión:

1) una conversación telefónica de Luis Bárcenas de 12-2-2009 en la que,


según el texto francés refiere “me demande de virer tous les activifs de sa femme
sur le compte de Obispado”. Y a pesar de que “sur le compte de Obispado”
significa “A la cuenta de Obispado” la sentencia recoge la errónea traducción de
“A su cuenta de Obispado”.

Errónea traducción que es utilizada por el tribunal para deducir que la


cuenta Obispado era de Luis Bárcenas, cuando ningún documento acredita tal
cosa pues pertenecía a Francisco Yáñez, padre del recurrente.

1457
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2) El segundo dato, es que en febrero de 2009 Rosalía Iglesias –esposa


de Luis Bárcenas- cerró su cuenta corriente y transmitió los fondos a Obispado,
lo que a juicio del recurrente no es indicio de que veinte meses después
pertenecieran a su marido los 600.000 € que estaban en aquella cuenta
perteneciente a Francisco Yáñez y a su mujer Magali Velasco.

Por tanto, la transferencia que Francisco Yáñez, padre de Iván, hizo de


esos 600.000 € a una cuenta de Rumagol en EEUU a favor de su hijo, no se
explica como una ocultación de fondos de Luis Bárcenas, puesto que nada
evidencia que fueran de éste, sino que el padre del recurrente se los cedió como
anticipo de la herencia al encontrarse enfermo y en este sentido dispuso el
tribunal de un documento MPC-00036 que evidencia la no razonable valoración
de la prueba por la Sala sentenciadora al no considerar este documento y
establecer juicios de inferencia ilógicos a partir de datos objetivos inexistentes.

El motivo debe ser desestimado.

Es cierto que la traducción de la conversación es errónea, pero la


sentencia en los hechos probados y en la fundamentación jurídica no cuestiona
la titularidad de la cuenta Obispo como perteneciente a Francisco Yáñez, sino
que lo que afirma es que dicha cuenta sirvió de instrumento para el desvío de
fondos, pero no que la titularidad sea de Luis Bárcenas.

En efecto, la sentencia declara probado (pág. 245): “La constitución el


24-2-2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA -en la que figuraron desde
al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS
HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de LUIS BÁRCENAS— en cuyo
nombre se aperturó la cuenta n° 605170703 en el HSBC de Nueva York el
9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de Luis Bárcenas generados con la
actividad relatada en este escrito. Tanto desde la cuenta de BRIXCO SA, en la
que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo concedido por aquel
a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87 USD) como desde la
cuenta "OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular era FRANCISCO
YÁÑEZ (600.000 €)>>.

1458
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Dicho relato se sustenta en la fundamentación jurídica que se contiene


en la página 1118 y siguientes de la sentencia, en la que el Tribunal de instancia
refiere la valoración de la prueba realizada, expresando que:

<<Como se expone en el informe de la UDEF, 73.230/13, de 09/08/2013,


ratificado en la sesión del día 11/07/2017, la cuenta 605170703, abierta en el
HSBC de Nueva York, a nombre de RUMAGOL, se nutrió con aportaciones de
los que aparecen como sus dos socios. Por parte, de IVÁN YÁÑEZ hay una sola
aportación de 825.331,50 $ (600.000 €), el 27/10/2010 procedente del
LOMBARD ODIER de la cuenta OBISPADO de su padre Francisco Yáñez. Por
otra, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, desde la cuenta BRIXCO SA, del HSBC se
computan seis transferencias, por importe de 1.467.441,67 $ (1.358.794,67 $
procedentes de BRIXCO SA y 108.647 $ de TQM CAPITAL).

Resultan a nuestro juicio indicios significativos, con indudable eficacia


probatoria, las dos salidas de fechas 29/03/2011 y 30/03/2012, cada una por
importe de 1.250 $, correspondientes al mantenimiento del registro de la
sociedad GRANDA GLOBAL, propiedad de LUIS BÁRCENAS, en el Registro
Mercantil de Panamá, como confirmo IVÁN YÁÑEZ en su declaración ante el
juzgado del 27/06/2013, que eran cantidades para los abogados, según se
recoge en el informe pericial, que conecta esta cuenta con BARCENAS, pero
respecto de lo que se da una explicación muy poco convincente en las
declaraciones durante el juicio.

LUIS BÁRCENAS por su parte niega tener cualquier relación con


RUMAGOL, y afirma que su presencia en Uruguay el día 23/09/2010, fecha en
la que adquieren las acciones de esta sociedad IVÁN YÁÑEZ y ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO, es puramente casual y no tienen nada que ver con esa
operación. Afirma que simplemente se encontraba allí de paso, en el curso de
un viaje puramente turístico.

El informe de la UDEF 73.230/13 parte de considerar que BÁRCENAS


tuvo intervención en el momento de la adquisición de las acciones por parte de
IVÁN YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, dando por sentado que estaba
presente en la firma, hipótesis que el Tribunal considera, en atención a los
elementos indiciarios apuntados, perfectamente verosímil.

1459
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La cuenta de RUMAGOL SA se cerró en febrero de 2013, transfiriéndose


858.701,92 $ a IVÁN YÁÑEZ y el resto 1.345.378,87 $ a la cuenta de TQM
CAPITAL en el HSBC de Nueva York, TQM estaba avalada por Bárcenas por
1.000.000 € desde el Lombar Odier para efectuar una inversión en Brasil,
cuando ya estaba imputado BARCENAS.

IVÁN YÁÑEZ percibió dichos fondos en su cuenta personal 215520013


de INTERACTIVE BROKERS CO LTD desde la que, el 11.4.2013, trató de
restituir a LUIS BÁRCENAS 132.051€, no logrando su propósito al figurar como
beneficiario el ordenante y no ser este el titular de la cuenta que iba a recibir la
trasferencia. Con el fin de dotar a este ingreso de una apariencia lícita se simuló
la celebración de un contrato de préstamo aparentemente suscrito el 20.9.2012
entre ambos acusados que se utilizó, igualmente, con el fin de justificar que el
pago de la Declaración Tributaria Especial de GRANDA GLOBAL SA se hiciera
con fondos de LUIS BÁRCENAS>>.

De conformidad con lo expuesto la denuncia de la vulneración de la


presunción de inocencia deviene inaceptable, dado que el tribunal ha valorado
prueba de cargo válidamente obtenida, con sujeción a las reglas de la lógica,
razón y máximas de experiencia de conformidad con el art. 741 LECrim, sin que
tal razonamiento pueda tacharse de ilógico o arbitrario.

323.- El motivo noveno al amparo del art. 849.2 LECrim por error en
la valoración de la prueba al omitir la sentencia en el relato histórico los
importes de los saldos bancarios de Luis Bárcenas a 31-12-2003, a 31-12-
2007 y a 31-12-2008, en los bancos Lombard Odier (LODH) y en Dresdner
Bank (DSNR) reflejados en la documentación bancaria pedida por la
justicia española a las entidades helvéticas y remitida en la Comisión
Rogatoria Suiza. Documentos identificados como Tomo 28.1 MPC-00178;
Tomo 28.2 MPC-0026; y MPC-00331; Tomo 26.4 MPC-00385 y Tomo 25.2
MPC-00750.

Alega el recurrente, en síntesis, que sus datos bancarios tienen una


importante relevancia por cuanto se le condena como autor de un delito de

1460
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

blanqueo de capitales en relación a los saldos bancarios del Sr. Bárcenas en


cuentas de bancos suizos, que la sentencia considera repetidamente que tenían
un “origen ilícito”. Dado que la contratación del recurrente se produjo en febrero
de 2009 y que su actuación consiguiente está referida en la sentencia a los
activos habidos en los saldos bancarios perteneciente a Luis Bárcenas y dado
que su acusación por blanqueo se sustenta precisamente en el supuesto origen
criminal de esos saldos, es de relevancia indudable establecer el porcentaje en
que esos saldos bancarios pudieron estar en su caso contaminados por una
actividad ilícita previa de carácter criminal cuyos importes están recogidos en la
sentencia con la concreción de las cuotas tributarias defraudadas y el porcentaje
de la otra parte de sus saldos que no están contaminados por las referidas
defraudaciones fiscales, si es que se cometieron.

Con independencia de la inconcreción del motivo que si bien utiliza la vía


casacional del error en la apreciación de la prueba, lo que denuncia es que el
tribunal no se ha pronunciado de forma expresa sobre determinados
porcentajes de fondos con los que el recurrente realizó su participación en el
delito de blanqueo de capitales, el motivo no puede prosperar, pues a lo ya
razonado en motivos anteriores, la sentencia recurrida condena al recurrente
por un delito de blanqueo de capitales, señalando (pág. 1109 y ss.) que: <<...
IVÁN YÁÑEZ se ha prestado en todo momento a participar en el blanqueo de
dinero de LUIS BÁRCENAS, consciente de la procedencia ilícita del mismo,
tanto con anterioridad a 2009 como posterioridad. La existencia de la cuenta
OBISPADO, las transferencias de cantidades entre esta cuenta y las de
ROSALÍA IGLESIAS y LUIS BÁRCENAS, los poderes y autorizaciones que este
le da para que manejara sus cuentas en Suiza, el empleo que se hace de
GRANDA GLOBAL (que, habiéndose prestado a poner su nombre IVÁN YÁÑEZ
para que la aproveche para blanquear dinero LUIS BÁRCENAS, viene a
confirmar que, si a ello se prestó, es porque estaba informado con anterioridad
sobre la procedencia ilícita del dinero de este), de lo que venimos hablando, nos
parece suficiente para mantener esta conclusión; con mayor razón, si cabe,
teniendo en cuenta esa intensa amistad existente entre ambos, que arranca de
la que LUIS BÁRCENAS tenía con el padre IVÁN YÁÑEZ, reconocida por
ambos.

1461
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En todo caso, reconoce este que en 2007 creó su sociedad VALÓRICA


GLOBAL, y que en 2008 LUIS BÁRCENAS le compró una participación en ella
con fondos de su cuenta de LOMBARD ODIER, para lo cual le vendió una parte
de sus participaciones por 106.000 o 107.000 €, y que el empleado del banco,
el señor Mentha, hizo el traspaso de los títulos de VALÓRICA de su cuenta a la
de aquel; y el dinero, una vez que llega a su cuenta del LOMBARD ODIER, lo
envía a la del Deutsch Bank de Madrid.

La forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en que LUIS


BÁRCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la detención de
los primeros inculpados el día 6 de este mes, procedió a retirar los fondos que
tenía en sus cuentas suizas, con la finalidad de ocultarlos, evitar una posible
incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita,...>>
(...)

Podemos señalar otras explicaciones del Tribunal, así:

<<Prueba suficiente de esto que se afirma son las muchas prevenciones


que inmediatamente de estallar la causa adopta BÁRCENAS, que se describen
ampliamente en otros momentos de esta sentencia, con la finalidad de proteger
sus cuentas suizas, entre ellas, por ejemplo, la llamada telefónica que hace el
12/02/2009 al LOMBARD ODIER dando poderes a IVÁN YÁÑEZ para que
gestione sus activos, o el poder que el 09/03/2009 confiere, también a este, para
que gestione sus cuentas en el DRESDNER BANK y el papel que desarrolla
este acusado para dicha finalidad..>> (pág. 1112).

“en cualquier caso, la prueba practicada nos acredita las transferencias


de 146.268’85 € y 31.704’25 $ desde la cuenta RDRX 219858 a la cuenta
Obispado entre el 16-3 y el 15-6-2009, y la transferencia de 200.000 $ desde
esta cuenta, ordenada por IVÁN YÁÑEZ a la 00800112695 del Banco
BUTTERFIELD TRUST (BERMUDAS) para poder disponer de este dinero el
matrimonio Bárcenas-Iglesias (el cuadro resumen de estas transferencias está
en la pág. 159 del informe de 25-2-2017” (pág. 1122)

1462
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

324.- El motivo décimo al amparo del art. 852 LECrim por


vulneración del derecho a la presunción de inocencia del art. 24 CE por
incluirse un hecho carente de prueba de cargo que lo justifique, valorado
luego en la sentencia como un delito de falsedad.

El motivo cuestiona la afirmación contenida en las páginas 246 y 1119


de la sentencia de que el recurrente “simuló la celebración de un contrato de
préstamo aparentemente suscrito el 20-9-2012, para dotar de apariencia lícita
el intento de restitución a Luis Bárcenas de 132.051 € que finalmente no se
realizó por no ser éste el titular de la cuenta que iba a recibir la transferencia.

Afirmación de la simulación contractual que no cuenta con otro apoyo


que la opinión valorativa del informe de la UDEF 73.230/13 que no alcanza el
valor de prueba con capacidad para desvirtuar la presunción de inocencia.

Esta misma afirmación sobre la simulación del préstamo se repite en la


pág. 1236 añadiendo que con ella se pretendió justificar, al menos, en una parte
“la devolución a Luis Bárcenas de los 600.000 € que había sacado de la cuenta
Obispado de Lombard Odier en Suiza y que aportó por la constitución de la
sociedad Rumagol”

El recurrente se remite al motivo octavo para impugnar la afirmación de


la pertenencia a Luis Bárcenas de esos 600.000 €, y lo que impugna en este
motivo es la afirmación del carácter simulado del contrato de préstamo por
carecer de prueba de cargo y por basarse en una mera conjetura o suposición,
derivada simplemente de la idea indeterminada, y ya impugnada de que los
600.000 € pertenecían al Sr. Bárcenas.

Respecto de los 132.051 € no se cuestiona en el motivo el intento de


restitución por el recurrente de dicha cantidad desde su cuenta Interactive
Brokers, que la sentencia entiende para mantener las apariencias en cuanto a
la titularidad de la Sociedad Granda. Esta es la cantidad con que se abona la
DTE de esta sociedad, consistiendo la operación en que Bárcenas, a través de
Tesedul y el préstamo simulado entrega la cantidad con la que se regulariza
Granda (132.051 €). Con esa cantidad recibida por Iván Yáñez se paga la DTE
de Granda, y para seguir manteniendo la apariencia de que esta sociedad es de

1463
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Iván Yáñez, quien realiza un “intento” de devolución de esa cantidad, conocedor


de que no va a producirse, por un error en el titular de la cuenta que iba a recibir
la transferencia.

Y en cuanto a la prueba del carácter simulado, los dos contratos fueron


aportados por el propio recurrente al prestar declaración en fase de instrucción
el 8-3-2013 (unidos a la causa folios 204 a 2011 del tomo 179) con el objetivo
de intentar justificar las transferencias indebidas para ocultar o encubrir su
origen ilícito o ayudar a Luis Bárcenas a eludir las consecuencias legales de sus
actos, el tribunal tuvo en cuenta, además del referido informe de la UDEF, la
testifical de Agatha Stimoli (pág. 1100 y ss.), las distintas periciales efectuadas
y las múltiples transferencias recibidas por el recurrente que –como señala el
Ministerio Fiscal al impugnar el motivo- “difícilmente podrían encuadrarse como
honorarios basados en un asesoramiento o que dichas cantidades respondieran
al contrato efectuado entre Bárcenas y el recurrente, como se explicita en los
fundamentos jurídicos (pág. 1096 y ss.) …”.

“Además, consta en las actuaciones, no solo la cualidad de Gerente del


PP del acusado Bárcenas, sino también su condición y profesión de economista”
(folio 210, tomo 179) lo que determina la difícil comprensión que el mismo
contratase a otro economista en las “ventajosas” condiciones que constan en el
“contrato” para que le asesorase e interviniera en las operaciones mercantiles a
las que hace referencia”.

325.- El motivo undécimo al amparo del art. 849.1 de la LECrim por


indebida aplicación de los arts. 392 en relación con el 390.1°, 2° y 3° del
CP, al calificar la conducta de Iván Yáñez como constitutiva de un delito
continuado de falsedad documental en concurso medial con otro de
blanqueo de capitales (que se examinará en el motivo siguiente).

Afirma el recurrente que la sentencia nada razona sobre la naturaleza de


los dos documentos que dice simulados: el del contrato de servicios
profesionales celebrado, a título personal e individual entre Luis Barcenas e Iván
Yáñez y el que denomina de préstamo inexistente, que la misma no especifica

1464
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la naturaleza del documento que pudiera no ser mercantil, sino meramente


privado, que por la cita del art. 392, parece que la Sala los considera mercantiles,
sin explicar por qué.

Añade que ninguno de ellos expresa ni recoge operaciones de comercio


plasmando en la creación, alteración o extinción de una relación de naturaleza
mercantil, ni acreditan o manifiestan operaciones o actividades producidas en el
ámbito propio de una empresa o entidad societaria. No se trata de documentos
mercantiles, tampoco son oficiales ni públicos. Por tanto, de haber existido
simulación –que no existió-, no integran el delito de falsedad por el que ha sido
condenado. Tampoco la falsedad en documento privado al no haber referencia
al propósito de perjudicar a otro.

El motivo devendría en principio y en una primera aproximación


improsperable en cuanto parte de la modificación de los hechos probados por la
estimación de los motivos cuatro a noveno para llegar a la conclusión de que no
reflejan comportamiento alguno del recurrente constitutivo del delito de falsedad
documental.

No obstante, en cuanto a la naturaleza de documento mercantil de los


contratos de préstamo y asesoramiento, la jurisprudencia, vid. STS 35/2010, de
4 de febrero, pese a algunas vacilaciones, al analizar el concepto jurídico-penal
de documento mercantil, ha declarado, ya desde la STS 8-5-2007, seguida por
otras muchas, 1148/2004, 171/2006, 111/2009, que se trata de un concepto
amplio, equivalente a todo documento que sea expresión de una operación
mercantil, plasmado en la creación o extinción de obligaciones de tal carácter,
siendo tales no solo los expresamente regulados en el Código de Comercio o
en las leyes mercantiles, sino también todos aquellos que recojan una operación
de comercio o tengan validez o eficacia para hacer constar derechos u
obligaciones de tal carácter o sirvan para demostrarlas, criterio este
acompañado, además, por un concepto extensivo de lo que sea aquella
particular actividad.

En este sentido son documentos mercantiles todas aquellas


representaciones gráficas del pensamiento creadas con fines de preconstitución
probatoria destinadas a surtir efectos en el tráfico jurídico y que se refieran a

1465
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

contratos u obligaciones de naturaleza comercial, y las destinadas a acreditar la


ejecución de dichos contratos, tales como facturas, albaranes de entrega y otros
semejantes (STS 788/2006, de 22 de junio).

En este sentido podemos concluir que “son documentos mercantiles los


que expresan y recojan una operación de comercio, plasmando la creación,
alteración o extinción de obligaciones de naturaleza mercantil o los que
acreditan o manifiestan operaciones o actividades producidas en el ámbito
propio de una empresa o entidad mercantil y se extienden a toda incidencia
derivada de tales actividades” (SSTS 400/2006, de 27 de septiembre; 111/2009,
de 10 de febrero).

Siendo así la alegación del recurrente debe ser desestimada, toda vez
que en la propia literalidad del “contrato” de asesoramiento consta en el folio
105 del mismo “Que el Asesor está capacitado para la gestión de patrimonios
financieros puesto que ha desarrollado esta actividad a lo largo de su carrera
profesional en ámbitos sujetos a la normativa Europea de inversiones.

Que el Cliente está interesado en recibir los servicios de asesoría y en


su caso ejecución de operaciones de compraventa sobre los activos de su
cartera financiera.

Que el Cliente es propietario y Beneficiario único de la sociedad de la


Republica del Uruguay Tesedul SA, sociedad que tiene depósitos de valores y
efectivo en dos entidades financieras de la Republica Helvética: Dresdner Bank
Geneva y Lombard Odier & Cie Geneva.

En cuya virtud, Don Luís Bárcenas otorga un mandato de asesoramiento


en este acto a Don Iván Yañez para asesorar en la gestión de las inversiones
financieras de Tesedul SA, con domicilio en Misiones 1379, Montevideo,
Uruguay y específicamente sobre las cuentas de dicha sociedad abiertas en los
Bancos Oresdner Geneva Suiza y el Banco Lombard Odier Geneva Suiza...”

El carácter pues de dicho contrato, que lo es, por y para la referida


sociedad anónima, así como la actividad mercantil a la que se dedicaba y sobre
la que recae el objeto del contrato, tiene evidentemente el carácter de mercantil.

1466
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se expresa que el objeto de contrato es para actividades que se desarrollarían


en el ámbito propio de una empresa o entidad societaria, y es precisamente el
carácter de empresario, como dueño de Tesdul SA, lo que motiva el contrato.

Ahora bien, estando como estamos ante documentos de naturaleza


mercantil, no puede hablarse con propiedad de falsedad de los documentos,
salvo desde la perspectiva de la falsedad ideológica, lo que nos conduce a la
atipicidad conforme a lo prevenido en el art. 392 CP. En efecto no puede
confundirse la simulación de un documento (art. 390.1.2ª) con la simulación de
un contrato (art. 251.3º). Aquí nos movemos en este segundo territorio: el
otorgamiento de contratos simulados (tanto el de asesoramiento como el de
préstamo). Esa tipicidad específica exige que la intención que presida la
conducta sea causar un perjuicio a un tercero, lo que no aparece en este caso.
Esta consideración debe llevar a la estimación de este motivo dejando sin efecto
la condena por el delito de falsedad continuada lo que ha de repercutir en los
demás condenados por tal infracción. Así lo estimaremos también en relación a
un acto paralelo (contratación con Angel Sanchís) cuya punición por separado
frente al Blanqueo la Sala ha excluido por considerar que quedaba englobada
en el castigo del delito de blanqueo, en tesis que de forma inexplicada no
proyecta sobre este recurrente.

326.- El motivo duodécimo al amparo del art. 849.1 LECrim por


aplicación indebida del art. 301 CP al calificar la conducta de Iván Yáñez
como constitutiva de un delito de blanqueo.

La conducta de este acusado como asesor de Luis Bárcenas en sus


operaciones de inversiones financieras, fue estrictamente neutral dentro de su
profesión, sin la menor participación en actos de blanqueo de efectos,
procedentes de delito, con la intención de ocultar su ilícito origen. Ni simuló
contratos como medio para la realización de esos actos.

Argumenta que no concurre el delito de blanqueo de capitales del art.


301 CP por las razones siguientes:

PRIMERA: Los hechos típicos de blanqueo.

1467
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El comportamiento del recurrente está integrado sólo por actos propios


de su profesión, como asesor de inversiones financieras, cumpliendo el contrato
de arrendamiento de sus servicios, y por cuyas prestaciones cobró lícitamente
los honorarios pactados.

Añade:

1º) El asesoramiento para invertir, prestado a un tercero en cumplimiento


de un contrato de servicios profesionales, y el cobrar los honorarios pactados
con participación en el 20% del éxito logrado por el inversor a quien se asesora,
no integra ninguna de las acciones nucleares de la acción típica del art. 301 CP.

2º) El recurrente limitó su intervención a asesorar como experto a Luis


Bárcenas en operaciones financieras o de inversión, que tuvieron éxito al punto
de permitirle recuperar, a partir de la contratación de sus servicios profesionales,
mediante inversiones acertadas, una cantidad de dinero equivalente a la que
había perdido.

SEGUNDA: El origen delictivo de los bienes:

el blanqueo de capitales exige además que la procedencia de los bienes


que constituyen el objeto de la concreta acción ejecutada, sea de un delito, en
la redacción del precepto desde la entrada en vigor de la reforma operada en el
CP por Ley Orgánica 15/2003.

En este caso dado que la actuación del recurrente se desarrolló


exclusivamente en el marco de su relación contractual con Luis Bárcenas, obvio
es decir que los delitos previos de éste serían los únicos que podrían integrar el
elemento normativo del posterior delito de blanqueo por parte del recurrente, lo
que se analiza en el recurso articulado por aquel.

TERCERA: Respecto al conocimiento del origen de los bienes y la


finalidad de su ocultación.

Cuestiona que aparezcan en la conducta del recurrente las exigencias


del tipo del injusto, al no desprenderse que el recurrente prestara sus servicios
profesionales, contrato como asesor, con la conciencia de que los saldos

1468
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

bancarios de quien la contrató tuvieran, ni en todo ni en parte, origen criminal o


sea, origen en un delito previo.

El motivo no debería prosperar.

Es cierto que el planteamiento inicial del recurrente es válido por cuanto


recientes sentencias de esta Sala, 277/2018, de 8 de junio y 444/2018, de 9 de
octubre, señalan que “el delito de blanqueo, requiere, por otra parte, una
intención de ocultar el origen para hacer pasar como legítimo el ingreso. Solo
entonces hay blanqueo. Limitarse a gastar lo defraudado, si su importe goza de
total apariencia de un cobro legítimo legal no puede ser delito del art. 301 CP
(sería enlazando con la nomenclatura aludida, dinero sucio, pero no negro). Y
es que el delito de blanqueo de capitales, según viene afirmando la
jurisprudencia de esta Sala con el propósito de embridar los desmesurados
contornos que parece atribuirle la norma (especialmente cuando pensamos en
el castigo del delito de blanqueo) no se consuma con el simple disfrute, gasto o
transmisión de lo procedente del delito (lo que no es más que agotamiento del
delito previo, es decir, un acto copenado). Requiere un elemento subjetivo: han
de tratarse operaciones realizadas con la específica finalidad de ocultar o
encubrir el origen delictivo. La última jurisprudencia sobre el art. 301 resalta la
esencialidad de ese elemento subjetivo, que ha de presidir todas y cada una de
las conductas castigadas: “con la finalidad de ocultar y encubrir el origen ilícito”.
Esa finalidad u objetivo de la conducta debe guiar cada uno de los
comportamientos enumerados en el precepto (SSTS 1080/2010, de 20 de
octubre; 265/2015, de 29 de abril; 699/2015, de 17 de noviembre; 693/2015, de
12 de noviembre; 690/2015, de 27 de octubre; 583/2017, de 19 de julio).

La actividad blanqueadora es algo distinto de operaciones financieras o


movimientos de capital dirigidos más que a disimular el origen de los fondos (en
este caso encubrir que entre esos fondos se esconde la cuota defraudada) a
propiciar su opacidad por razones también tributarias de futuro o de elusión de
responsabilidades patrimoniales que pueden no tener nada con el delito
antecedente.

Ahora bien, las alegaciones del recurrente no respetan los hechos


probados que consideran al mismo testaferro del coacusado Luis Bárcenas con

1469
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la finalidad de encubrir el verdadero origen del dinero y poner a salvo la


responsabilidad penal de aquél.

En efecto, conviene precisar que el supuesto que se enjuicia el acusado


Iván Yáñez no resulta condenado como autor material de delitos contra la
Hacienda Pública de la cuota tributaria, indebidamente declarada (u omitida) por
el obligado tributario, sino como cooperador en la posterior conducta de este
para ocultar la procedencia ilícita ocultando, también, la naturaleza, origen de
los bienes a sabiendas de su origen delictivo. Por ello la actividad delictiva previa
que cita el art. 301 CP al referirse al delito de blanqueo de capitales no es, en
esencia un delito fiscal relativo a una cuota tributaria defraudada, sino por las
operaciones por él realizadas, en su papel de testaferro, recibiendo
transferencias en la cuenta Obispado -so pretexto de simulados contratos de
préstamo y asesoramientos con Bárcenas- como instrumento de desvío de
fondos a otras cuentas de sociedades de este último.

- En cuanto a la alegación de ser actos propios de su profesión, los


declarados probados por el tribunal no son actos neutrales sino actos previos,
luego complementados con operaciones para realizar alguno de los fines del art.
301 CP.

Por ello, como resalta esta Sala Segunda del Tribunal Supremo en ss.
487/2014, de 9 de junio; 444/2018, de 9 de octubre: “En lo que respecta al
elemento subjetivo del delito de blanqueo de capitales, establecen las
sentencias 974/2012, de 5 de diciembre, y 279/2013, de 6 de marzo, que sobre
el conocimiento de que el dinero procede de un delito previo, el referente legal
lo constituye la expresión "sabiendo", que en el lenguaje normal equivale a tener
conciencia o estar informado. No implica, pues, saber (en sentido fuerte) como
el que podría derivarse de la observación científica de un fenómeno, o de la
implicación directa, en calidad de protagonista, en alguna conducta; sino
conocimiento práctico, del que se tiene por razón de experiencia y que permite
representarse algo como lo más probable en la situación dada. Es el que,
normalmente, en las relaciones de la vida diaria permite a un sujeto discriminar,
establecer diferencias, orientar su comportamiento, saber a qué atenerse
respecto de alguien (STS. 2545/2001, de 4-1-2002).

1470
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, dicen las referidas sentencias, en el plano subjetivo no se


exige un conocimiento preciso o exacto del delito previo (que, de ordinario, solo
se dará cuando se integren organizaciones criminales amplias con distribución
de tareas delictivas), sino que basta con la conciencia de la anormalidad de la
operación a realizar y la razonable inferencia de que procede de un delito grave
(ahora ya de cualquiera, aunque no sea grave), por ejemplo por su cuantía,
medidas de protección, contraprestación ofrecida, etc. Así, la STS 1637/2000,
de 10 de enero, destaca que el único dolo exigible al autor y que debe objetivar
la Sala sentenciadora es precisamente la existencia de datos o indicios
bastantes para poder afirmar el conocimiento de la procedencia de los bienes
de un delito grave (STS 2410/2001, de 18-12), o del tráfico de drogas, cuando
se aplique el subtipo agravado previsto en el art. 301.1, habiéndose admitido el
dolo eventual como forma de culpabilidad (SSTS. 1070/2003, de 22-7; y
2545/2001, de 4-1-2002)”.

En relación a los “actos neutros” en el delito de blanqueo de capitales


esta Sala ha señalado en la antedicha sentencia 487/2014 de 9 Jun. 2014, Rec.
10723/2013, también, que:

“Con respecto a las acciones neutrales se establece en la STS 942/2013,


de 11 de diciembre, que se trata de conductas causales desde un punto de vista
natural, pero que, en tanto que pueden estar amparadas en su adecuación
social, pueden no suponer un peligro (o un aumento del peligro) jurídicamente
desaprobado para el bien jurídico, y, en esa medida, no resultar típicas.

Se decía en la STS 34/2007, de 1 de febrero, respecto de los llamados


actos neutrales que la "doctrina reciente estima que estos actos son
comportamientos cotidianos, socialmente adecuados, que por regla general no
son típicos. Tal es el caso del que aparece como adquirente de un inmueble en
un contrato de compraventa. Lo que plantea esta cuestión es la exigencia de
que toda acción típica represente, con independencia de su resultado, un peligro
socialmente inadecuado. Desde este punto de partida, una acción que no
representa peligro alguno de realización del tipo carece de relevancia penal. El
fundamento de esta tesis es la protección del ámbito general de libertad que
garantiza la Constitución". Y se argumenta, más adelante, que "... la teoría y

1471
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

algunas jurisprudencias europeas han elaborado diversos criterios para


establecer las condiciones objetivas en las que un acto «neutral» puede
constituir una acción de participación. En este sentido se atribuye relevancia
penal, que justifica la punibilidad de la cooperación, a toda realización de una
acción que favorezca el hecho principal en el que el autor exteriorice un fin
delictivo manifiesto, o que revele una relación de sentido delictivo, o que supere
los límites del papel social profesional del cooperante, de tal forma que ya no
puedan ser consideradas como profesionalmente adecuadas, o que se adapte
al plan delictivo del autor, o que implique un aumento del riesgo, etc ".

La distinción entre los actos neutrales y las conductas delictivas de


cooperación -afirma la sentencia 942/2013- puede encontrar algunas bases ya
en los aspectos objetivos, especialmente en los casos en los que la aparición
de los actos, aparentemente neutrales, tiene lugar en un marco de conducta del
tercero en el que ya se ha puesto de relieve la finalidad delictiva. Dentro de estos
aspectos objetivos se encuentra no solo la conducta del sujeto, aisladamente
considerada, sino también el marco en el que se desarrolla. Y a ello ha de
añadirse el conocimiento que el sujeto tenga de dicho marco. Pues resulta difícil
disociar absolutamente aquellos aspectos objetivos de los elementos subjetivos
relativos al conocimiento de que, con la conducta que se ejecuta, que es
externamente similar a otras adecuadas socialmente por la profesión o actividad
habitual de su autor, se coopera a la acción delictiva de un tercero.

Iguales criterios se han seguido en las sentencias 1300/2009, de 23 de


diciembre, y 974/2012, de 5 de diciembre, y en las que en ellas se citan (SSTS
185/2005, 797/2006 y 928/2006)”.

Desde luego, las operaciones declaradas probadas por el Tribunal no


pueden entrar en modo alguno en la categoría de acto neutral, por la
complejidad de los actos llevados a cabo y su reiteración.

La Sentencia de esta Sala del Tribunal Supremo 974/2012 de 5 Dic.


2012, recoge que:

“Los actos que convenimos en conocer como "neutrales" serían aquellos


cotidianos de los que se puede predicar que, siendo socialmente adecuados, no

1472
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cabe tenerlos por "típicos" penalmente. Y no lo son porque, con independencia


del resultado, esos actos no representan un peligro socialmente inadecuado.

Así, dijimos en nuestra Sentencia nº 34/2007 de 1 de febrero que: una


acción que no representa peligro alguno de realización del tipo carece de
relevancia penal. El fundamento de esta tesis es la protección del ámbito general
de libertad que garantiza la Constitución.

Recordamos allí criterios para poder calificar un acto neutral como


participación delictiva: se atribuye relevancia penal, que justifica la punibilidad
de la cooperación, a toda realización de una acción que favorezca el hecho
principal en el que el autor exteriorice un fin delictivo manifiesto, o que revele
una relación de sentido delictivo, o que supere los límites del papel social
profesional del cooperante, de tal forma que ya no puedan ser consideradas
como profesionalmente adecuadas, o que se adapte al plan delictivo del autor,
o que implique un aumento del riesgo, etc.”

Actividad delictiva previa que relaciona con detalle el tribunal y no se trata


de una mera actividad ilícita sino delictiva, como se describe en los hechos
probados, siendo importante destacar en torno a que este delito de blanqueo de
capitales, objeto de enjuiciamiento, no lo es en relación con la cuota tributaria
defraudada por Bárcenas sino con la actividad delictiva que durante el periodo
señalado en los hechos probados vino desplegando éste proporcionándole
importantes ingresos.

En este punto es importante destacar que la acción del testaferro implica


siempre tomar parte en actos que aunque en sí mismos no sean delictivos,
conlleva un ocultamiento que en ocasiones puede aumentar el riesgo de
comisión de un delito, como ocurre en los casos en que se lleva a cabo sin una
explicación objetiva plausible de la simulación. En tales casos el acto neutral
deja de serlo pues tiene una relación de sentido delictivo.

- No siendo ocioso recordar que la jurisprudencia ha venido sosteniendo


que a pesar de los términos utilizados en el tipo, debe entenderse comprendido
en él el dolo eventual (STS 457/2007, de 29 de mayo).

1473
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Se abandonó hace tiempo una concepción que exigiera un dolo directo


sobre el conocimiento de la ilícita procedencia de los bienes, siendo suficiente
el dolo eventual para su conformación conscientemente, puede afirmarse ese
conocimiento cuando el autor ha podido representarse la posibilidad de la
procedencia ilícita y actúa para ocultar, encubrir o ayudar a la persona que haya
participado en la ilícita actividad, sin que deba exigirse una concreta calificación,
siendo bastante un conocimiento genérico de la naturaleza delictiva del hecho
sobre cuyos efectos actúa. En otras palabras, basta con un conocimiento de las
circunstancias del hecho y no de su significación social (STS 483/2007, de 4 de
junio).

No sería suficiente la mera sospecha, aunque bastaría con la conciencia


de la anormalidad de la operación a realizar y la razonable inferencia de que el
dinero procede de un delito, con plena admisión del dolo eventual como forma
o modalidad dentro del cual se pueden incardinar los supuestos de ignorancia
deliberada.

Es suficiente con el dolo eventual, lo que se deduce del mismo art. 301.3
que incrimina la comisión imprudente del hecho punible. Si es punible la
realización imprudente del tipo, no cabe excluir de las acciones típicas punibles
las realizadas con dolo eventual.

El dolo está en el hecho cuando la lógica, la ciencia y la experiencia


común indican que nadie se presta a determinados negocios sin percibir una
contraprestación y sin asumir, al menos eventualmente, la altísima probabilidad
de que se trate de blanquear para otros las ganancias obtenidas de actuaciones
delictivas.

En definitiva, la jurisprudencia (SSTS 801/2010, de 23 de septiembre;


653/2014, de 7 de octubre; 286/2015, de 14 de marzo) sobre el dolo eventual lo
establece en aquellos supuestos en los que se haya probado que el autor decide
la realización de la acción, no obstante haber tenido consistentes y claras
sospechas de que se dan en el hecho los elementos del tipo objetivo,
manifestando indiferencia respecto de la concurrencia o no de éstos.

1474
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

No cabe alegar error o ignorancia relevantes para la exclusión del dolo


en el sentido del art. 14.1 CP. Esta situación se produce, según resulta de la
experiencia en actividades regladas, como la actividad financiera y, también en
ámbitos de delincuencia organizada y en las subsiguientes a hechos delictivos
generadores de patrimonios.

327.- El motivo décimo tercero se interpone, con carácter


subsidiario para el exclusivo e hipotético caso de que se desestimara el
motivo undécimo, manteniendo la apreciación de un delito de blanqueo, al
amparo del art. 849.1 LECrim por infracción del art. 66.6 CP y del art. 72
CP.

La sentencia no motiva la individualización de la pena impuesta al


recurrente al limitarse en la pág. 1236 a la frase “en el caso de … Iván Yáñez la
pena será la de tres años de prisión, con su accesoria de inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo y multa de un millón de euros”.

Alega que esta frase única no razona ni la que impone de prisión entre
el mínimo legal de 6 meses y el máximo legal de 6 años, ni la que impone de
multa que debe mantenerse dentro del tanto y el triplo del valor de los bienes
objeto de blanqueo.

El recurrente, con referencia a los motivos cuarto y undécimo entiende


que no hay un documento mercantil porque no hay simulación, no es mercantil
el documento que se dice simulado y no hay falsedad en documento privado
porque, aunque lo hubiera, no consta el elemento subjetivo del propósito de
perjudicar a otro, por lo que si no existe falsedad, no hay nada en la sentencia
que justifique expresa ni implícitamente superar el mínimo legal en la
individualización de las penas previstas para el delito de blanqueo.

El motivo debe ser estimado parcialmente.

Como la jurisprudencia tiene establecido –SSTS. 93/2012, de 16-2,


540/2010 de 8.6, 383/2010 de 5.5, 84/2010 de 18.2, 665/2009 de 24.6, y
620/2008 de 9.10, el derecho a la obtención de la tutela judicial efectiva en el

1475
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

concreto aspecto de la motivación de la sentencia exige una explicitación


suficiente de la concreta pena que se vaya a imponer a la persona concernida.
En tal sentido basta citar la doctrina constitucional en esta materia concretada
en la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, en su sentencia 21/2008 de
31 de Enero.

"....Este Tribunal ha declarado reiteradamente que el deber general de


motivación de las sentencias que impone el art. 120.3 C.E., y que se integra en
el contenido del derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24.1 C.E. --conforme
al cual las decisiones judiciales deben exteriorizar los elementos de juicio sobre
los que se basan y su fundamentación jurídica ha de ser una aplicación no
irracional-- resulta reforzado en el caso de las sentencias penales
condenatorias, por cuanto en ellas el derecho a la tutela judicial efectiva se
conecta con otros derechos fundamentales y, directa o indirectamente, con el
derecho a la libertad personas (por todas, entre otras muchas, SSTC 43/1997
de 10 de Marzo; 108/2001, de 23 de Abril; 20/2003 de 10 de Febrero; 170/2004,
de 18 de Octubre; 76/2007, de 16 de Abril).

Un deber de motivación que incluye no sólo la obligación de fundamentar


los hechos y la calificación jurídica, sino también la pena finalmente impuesta
en concreto (por todas, SSTC 108/2001, de 23 de Abril; 20/2003, de 10 de
Febrero; 148/2005, de 6 de Junio; 76/2007, de 16 de Abril).".

"....El fundamento de extender el deber reforzado de motivación a las


decisiones judiciales relativas a la fijación de la pena radica en que el margen
de discrecionalidad del que legalmente goza el Juez no constituye por sí mismo
justificación suficiente de la decisión finalmente adoptada, sin que, por el
contrario, el ejercicio de dicha facultad viene condicionado estrechamente por la
exigencia de que la resolución esté motivada, pues sólo así puede procederse
a su control posterior en evitación de toda arbitrariedad. De este modo, también
en el ejercicio de las facultades discrecionales que tiene reconocidas legalmente
el Juez penal en la individualización de la pena, es exigible constitucionalmente,
como garantía contenida en el derecho a la tutela judicial efectiva, que se
exterioricen las razones que conducen a la adopción de la decisión....".

1476
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Reiteradamente ha señalado esta Sala –por todas STS. 809/2008 de


26.11- que la obligación constitucional de motivar las sentencias expresadas en
el artículo 120.3 de la Constitución comprende la extensión de la pena. El
Código Penal en el artículo 66 establece las reglas generales de
individualización, y en el artículo 72 concluye disponiendo que los Jueces y
Tribunales razonen en la sentencia el grado y la extensión de la pena
concretamente impuesta. La individualización realizada por el tribunal de
instancia es revisable en casación no solo en cuanto se refiere a la
determinación de los grados o mitades a la que se refiere especialmente el
citado artículo 66, sino también en cuanto afecta al empleo de criterios
inadmisibles jurídico-constitucionalmente en la precisa determinación de la pena
dentro de cada grado o de la mitad superior o inferior que proceda.

Es cierto que en ocasiones también ha recordado esta Sala (STS.


27.9.2006), que el Tribunal Constitucional interpretando los arts. 24 y 120 CE.
ha señalado que una motivación escueta y concisa no deja, por ello, de ser tal
motivación, así como una fundamentación por remisión no deja tampoco de
serlo, ni de satisfacer la indicada exigencia constitucional (SSTC, 5/87, 152/87
y 174/87), no exigiéndose que las resoluciones judiciales tengan un determinado
alcance o intensidad en el razonamiento empleado, pero también lo es que esta
Sala ha dicho, SSTS. 976/2007 de 22.11, 349/2008 de 5.6, que la sentencia
impugnada no individualiza la pena impuesta en los términos que exige el art.
120 de la Constitución y 66 y 72 del Código Penal, cuando el Tribunal tan sólo
alude a la gravedad del hecho y a la proporcionalidad, sin explicar, de forma
racional, el concreto ejercicio de la penalidad impuesta. Y, en otras ocasiones,
se ha precisado (STS de 18-6-2007, nº 599/2007), que aún habiéndose hecho
genéricamente referencia a la gravedad del hecho, sin embargo, debió
justificarse su individualización en cuanto no se impuso la mínima legal.

En este sentido, el art. 66, regla primera, del Código Penal, disponía que:
«cuando no concurrieren circunstancias atenuantes ni agravantes o cuando
concurran unas y otras, los Jueces o Tribunales individualizarán la pena
imponiendo la señalada por la Ley en la extensión adecuada a las circunstancias
personales del delincuente y a la mayor o menor gravedad del hecho,
razonándolo en la sentencia». Esta es la redacción hasta la Ley Orgánica

1477
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

11/2003, de 29 de septiembre, que retocó dicho artículo 66, convirtiendo la regla


primera, para lo que aquí afecta, en regla sexta, y si bien es cierto que
desaparece el aserto: «razonándolo en la sentencia», no puede ser interpretado
de manera que conduzca a la ausencia de motivación, pues ésta resulta del art.
120.3 de la Constitución Española y el art. 72 del Código penal, modificado por
LO 15/2003, de 2.11, aclara ahora que para verificar tal individualización
penológica, se razonará en la sentencia el grado y extensión concreta de la pena
impuesta.

En concreto y en cuanto a la individualización de la pena a imponer


deben tenerse en cuenta las circunstancias personales del delincuente y la
mayor o menor gravedad del hecho. En cuanto a las primeras son las que se
refieren a los motivos o razones que han llevado a delinquir el acusado, así
como aquellos rasgos de su personalidad delictiva que configuran igualmente
esos elementos diferenciales para efectuar tal individualización penológica y
que deben corregirse para evitar su reiteración delictiva.

La gravedad del hecho a que se refiere el precepto no es la gravedad del


delito, toda vez que esta "gravedad" habrá sido ya contemplada por el Legislador
para fijar la banda cuantitativa penal que atribuye a tal delito. Se refiere la Ley a
aquellas circunstancias fácticas que el Juzgador ha de valorar para determinar
la pena y que sean concomitantes del supuesto concreto que está juzgando;
estos elementos serán de todo orden, marcando el concreto reproche penal que
se estima adecuado imponer. Por ello, en cuanto a los caracteres del hecho, es
decir, a un mayor o menor gravedad, tiene que tenerse en cuenta que el
legislador ha puesto de manifiesto en la infracción, su doble consideración de
acto personal y de resultado lesivo para el bien jurídico, de modo que para
determinar ese mayor o menor gravedad del hecho ha de valorarse el propio
hecho en sí, con arreglo a la descripción que se contenga en el relato de hechos,
es decir, con arreglo al verdadero hecho real, y así concretar el supuesto
culpable, por cuento la gravedad del hecho aumentará o disminuirá en la medida
que lo haga la cantidad del injusto (antijuricidad o el grado de culpabilidad del
delincuente, la mayor o menor reprochabilidad que merezca). Por ello, y
considerando que el legislador, al establecer el marco penal abstracto, ya ha

1478
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

valorado la naturaleza del bien jurídico afectado y la forma básica del ataque al
mismo, la mayor o menor gravedad del hecho dependerá:

En primer lugar, de la intensidad del dolo, -y si es directo, indirecto o


eventual- o, en su caso, del grado de negligencia imputable al sujeto.

En segundo lugar, la mayor o menor gravedad del hecho dependerá de


las circunstancias concurrentes en el mismo, que sin llegar a cumplir con los
requisitos necesarios para su apreciación como circunstancias atenuantes o
agravantes, ya genéricas, ya específicas, modifiquen el desvalor de la acción o
el desvalor del resultado de la conducta típica.

En tercer lugar, habrá que atender a la mayor o menor culpabilidad -o


responsabilidad- del sujeto, deducida del grado de comprensión de la ilicitud de
su comportamiento (conocimiento de la antijuricidad del grado de culpabilidad y
de la mayor o menor exigibilidad de otra conducta distinta.

Y en cuarto lugar, habrá que tener en cuenta la mayor o menor gravedad


del mal causado y la conducta del reo posterior a la realización del delito, en
orden a su colaboración procesal y su actitud hacia la víctima y hacia la
reparación del daño, que no afectan a la culpabilidad, por ser posteriores al
hecho, sino a la punibilidad.

Se trata en definitiva, de un ejercicio de discrecionalidad reglada, que


debe ser fundamentadamente explicado en la propia resolución judicial y
controlable en casación, incluso por la vía del art. 849.1 LECrim. para la
infracción de Ley.

En el caso que nos ocupa la sentencia recurrida en la fundamentación


jurídica (pág. 1234-1236) apartado 14 Delito de blanqueo de capitales del art.
301 CP en concurso medial del art. 77, con un delito de falsedad en documento
mercantil del art. 392 en relación con el art. 390.1.1º, 2º y 3º y art. 74 CP en
cuanto a Iván Yáñez a quien considera testaferro de Luis Bárcenas, individualiza
la pena remitiéndose a los hechos probados y su complemento en la
fundamentación fáctica, de la que, por reseñar algo, importante para apreciar,
también, en él la continuidad delictiva en el delito de falsedad documental, es el
falso contrato de asesoramiento plasmado en el contrato, de 01/10/2009, del

1479
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que hemos hablado y su elevada y desproporcionada comisión de éxito del 20%;


así como el inexistente préstamo con que pretende justificar, al menos en una
parte, la devolución a LUIS BÁRCENAS de los 600.000 que había sacado de la
cuenta OBISPADO del LOMBARD ODIER suizo y que aportó para la
constitución de la sociedad RUMAGOL. (Se trata de los 132.051 €, que dice que
le devuelve por un préstamo que mantiene que le había concedido para la
regularización de GRANDA GLOBAL cuando GRANDA GLOBAL ya hemos
dicho que, de hecho, era sociedad de LUIS BÁRCENAS). (...)

En el caso de ROSALÍA IGLESIAS y en el de IVÁN YÁÑEZ la pena, será,


para cada uno, la de TRES años de prisión, con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
1.000.000 €.>> (pág. 1236).

Habiéndose estimado el motivo décimo, el delito de blanqueo queda


como única infracción imputable a este acusado. Está castigado con pena de
entre seis meses y seis años, más la correspondiente multa. Recordemos que
en la fecha de los hechos no estaba vigente la agravación del inciso final del
párrafo último del art. 301.1, por lo que podremos recorrer la pena en toda su
extensión, al decaer la regla del art. 77 que aplica la Sala de instancia como
consecuencia de apreciar un concurso medial, en concreción que el recurso del
Fiscal considera contraria a la redacción entonces vigente del art. 77 CP pues
está por debajo de la mitad superior (motivo decimotercero de su recurso).
Puede reputarse ajustada la pena de 1 año y 10 meses de prisión más la
correspondiente multa que se reflejarán en la segunda sentencia.

Estimación del motivo con efectos extensivos para Luis Bárcenas y


Rosalía Iglesias (art. 903 LECrim).

RECURSO ÁNGEL SANCHÍS HERRERO

328.- Los cuatro primeros motivos de su recurso giran en torno a una


misma cuestión, aunque desde diferentes puntos de vista y presentada con
ropajes jurídicos diferentes: la capacidad de un Tribunal Español para condenar
a un residente en Argentina por hechos por los que, según se dice, ya ha sido

1480
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

allí enjuiciado. Se estaría vulnerando con ello el non bis in ídem procesal
internacional, que representa una implícita exigencia del principio de seguridad
jurídica (art. 9.3 CE), y de los derechos a la tutela judicial efectiva y del principio
de legalidad (arts. 24 y 25.1 CE). Simultáneamente se estaría afirmando de
forma improcedente la competencia de la jurisdicción española (art. 666.1
LECrim y 23 LOPJ), con afectación del principio de igualdad (art. 14 CE) en tanto
otro de los implicados (Patricio Bel) ha sido excluido de enjuiciamiento (motivo
primero); y, al mismo tiempo, desmintiendo la eficacia de la cosa juzgada
negativa (motivo segundo: art. 666.2º LECrim), y despreciando los requisitos
establecidos por la legislación interna (art. 23 LOPJ) para enjuiciar hechos no
sucedidos en España, en tanto los mismos no serían delito en Argentina, lugar
de comisión (motivo tercero), siendo así además que en tal nación se han
enjuiciado ya de forma efectiva lo que obliga a declinar la competencia conforme
a lo establecido en el art. 25.5.b) LOPJ (motivo cuarto). Con excepción de esta
última vía de argumentación, aplicable solo a Angel Sanchís Herrero, en cuanto
no residente en España, a las restantes se ha adherido de forma expresa Angel
Sanchís Perales reclamando para sí la respuesta pretendida por este recurrente
que llevaría a la anulación de la condena a ambos por delito de blanqueo de
capitales.

En último término, con diversidad de enfoques, lo que se viene a plantear


es lo mismo. Desde la perspectiva de los límites de la jurisdicción penal
española (art. 23 LOPJ) estaríamos ante una aplicación de la ley penal nacional
a hechos que escaparían de ella por haberse cometido en el extranjero y no
cubrirse todos los requisitos para ser reprimibles por la jurisdicción española.
Desde el punto de vista del Non bis in ídem, se estaría ante un problema de
prohibido doble enjuiciamiento, que en su traducción procesal derivaría en un
tema de cosa juzgada (la resolución judicial argentina sobre estos hechos
cerraría el paso al nuevo enjuiciamiento realizado por la Audiencia Nacional).

Aunque cada uno de esos prismas presenta alguna singularidad, todos


participan al mismo tiempo de cuestiones transversales que aconsejan su
abordaje conjunto en tanto algunas aseveraciones que se harán se erigen en
argumento de refutación de varias de las cuestiones suscitadas.

1481
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El panorama procesal a tener en cuenta para resolver estas cuestiones


se puede resumir así:

a) Por los hechos imputados a los dos recurrentes aludidos se habrían


incoado diversos procedimientos penales. Orillando otros que apenas tuvieron
recorrido y no les llegaron a afectar (USA, Uruguay), interesa fundamentalmente
el abierto en Argentina. De hecho fue el Juzgado de Instrucción -así como
Ministerio Fiscal y Abogacía del Estado- quienes activaron aquél procedimiento
mediante la dación de cuenta o denuncia que prevé la legislación convencional.

b) El proceso argentino fue sobreseído por no contemplar la legislación


argentina los hechos “allí investigados” como delictivos, en una modalidad de
archivo (art. 336.3º del Código Procesal Penal Federal Argentino) que según tal
ordenamiento tiene fuerza de cosa juzgada y goza de carácter definitivo.

c) Recurrida por el Fiscal tal resolución, recayó otra fechada el 17 de julio


de 2017 y dictada por la correspondiente Sala de la Cámara Criminal y
Correccional que dejó parcialmente sin efecto la decisión apelada: manteniendo
el archivo decretado, variaba, respecto de los que ahora actúan aquí como
recurrentes, la causa del archivo: se hacía protesta expresa de que no debía
entrarse en el fondo para no condicionar el enjuiciamiento en España, y se
acudía a una poco definida fórmula prevista en el art. 195 del Código Procesal
Penal Federal prevista para el inicio del proceso judicial: “imposibilidad de
proceder”.

d) En la presente causa, promovida la cuestión antes del juicio oral, fue


desestimada, aunque entonces no se contaba con esas dos resoluciones
foráneas que se acaban de resumir. Replanteada en el juicio oral ha sido
desestimada por la sentencia mayoritaria aduciéndose como argumento
principal que la resolución judicial argentina final deja a salvo el enjuiciamiento
de los hechos por los Tribunales Españoles, al haberse cuidado de privar de
eficacia al pronunciamiento de fondo que contenía la resolución de instancia. Se
añade que los delitos origen del dinero blanqueado se cometieron en España.

e) Por su parte el voto particular que acompaña la sentencia mayoritaria,


del que este recurrente rescata algunos pasajes en apoyo de su posición,

1482
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

propugna su absolución. Aunque se basa de forma prioritaria en cuestiones


probatorias (dudas sobre el carácter simulado o no del sustrato material al que
se ha aducido que obedecían esos movimientos dinerarios; y no certeza de que
se tuviese conocimiento del origen delictivo de los fondos), subsidiariamente se
alega que también sería acogible la argumentación alrededor del non bis in
ídem. Si hasta el momento de la práctica de la prueba en el acto del juicio oral
podría no estar perfectamente delimitada la secuencia fáctica ventilada por los
Tribunales argentinos, y era elemental dejar abierta la cuestión por si había
segmentos factuales que escaparon de aquel proceso y, por tanto, debían ser
enjuiciados en este proceso, tras esa actividad probatoria se confirma el ídem,
es decir, la identidad de objeto factual del proceso argentino en relación a estos
acusados con el seguido en España.

La contestación a los argumentos del recurso exige previamente unas


precisiones tanto de hecho, como jurídicas. Muchos de los argumentos volcados
son, no solo muy voluntaristas, sino que, además, parten de apriorismos que no
pueden compartirse en absoluto.

a) Conviene proclamar primeramente -y con esta afirmación casi se


vendría abajo todo el laborioso edificio argumental del recurrente- que los
hechos que se imputan en la sentencia a ambos acusados pueden considerarse,
al menos en parte, cometidos en España por virtud del principio de ubicuidad:
algunas transferencias bancarias inequívocamente vinculadas a la actividad
blanqueadora se hacen a cuentas corrientes abiertas en España. Se detectan
por tanto acciones y resultados típicos radicados en territorio español, por lo que
conforme al principio de ubicuidad el delito puede entenderse también cometido
en España, lo que desbarata varias de las piezas clave de algunos hilos
argumentales de los recurrentes. Como recuerda entre otras la STS 307/2016,
de 13 de abril, en materia de lugar de comisión del delito a efectos de
competencia territorial, tanto interna como internacional, se ha erigido en teoría
dominante la de la ubicuidad, a tenor de la cual -señala la STS 456/2013, de 9
de junio- “el delito se reputará cometido tanto en todos los lugares en los que se
haya llevado a cabo la acción como en el que se haya producido el resultado”
(vid. también STS 380/2003, de 22 de diciembre).

1483
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) El engarce constitucional que se busca es no ya frágil, sino


inexistente. Afirmar que el principio de seguridad jurídica consagrado en el art.
9.3 CE constitucionaliza el non bis in ídem procesal internacional es una
afirmación llena de osadía que no puede suscribirse: de hecho, como viene a
reconocer el recurso, rememorando la STS 503/2008, de 17 de julio, tal principio
carece de vigencia en nuestro ordenamiento con ese carácter genérico y global
(STS 380/2003, de 22 de diciembre que, además, en su argumentación como
refuerzo repasa la legislaciñon de algunos estados europeos comprobando la
similitud). Podemos encontrar algunas normas (señaladamente algunas
puntualizaciones del art. 23 LOPJ) donde se descubren no tanto desarrollos del
principio, como vestigios del mismo con forma de reglas que, de una u otra
forma, entroncan con él. Menos aún cabe considerarlo una exigencia implícita
del derecho a la tutela judicial efectiva o del principio de legalidad. Ciertamente
en el art. 25 CE, según tempranos pronunciamientos del nuestro TC (por todas,
STC 159/1985), puede encontrarse asidero para anclar la prohibición de bis in
ídem, pero solo en su vertiente material, no en la procesal, de menor tradición
en nuestro ordenamiento. También es verdad que alguna jurisprudencia (STC
23/2008) ha relacionado con el derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24 CE
la vertiente procesal del non bis in ídem, pero siempre en el marco de la
jurisdicción interna. Por fin, menos aún puede invocarse el principio de igualdad
mediante el simple expediente de señalar a otra persona (Patricio Bel) cuya
eventual responsabilidad solo se ha ventilado en Argentina. Hay tantos
elementos diferenciales de éste respecto de los dos recurrentes, que no es
factible establecer la identidad de situaciones; y, aún establecida ésta, si se
acuerda que la condena de estos dos es legalmente procedente, no puede
desacreditarse a través de la comparación con no enjuiciados o no condenados.
En todo caso, desmentir la relevancia constitucional del problema no lo zanja.
Ahora bien, es cuestión la planteada de estricta legalidad.

c) El non bis in ídem, en el estadio actual de evolución del derecho


internacional, está muy vinculado a la soberanía nacional. Se afirma de manera
inmatizada y plena en el seno de cada ordenamiento, a efectos internos. A nivel
trasnacional su eficacia es muy limitada, ceñida generalmente a su vertiente
material (prohibición de la doble sanción), condicionada por su reconocimiento

1484
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

indirecto a nivel convencional, de legislación supranacional o en el derecho


interno de cada país, y en la generalidad de los casos con numerosas
excepciones (v. gr., the Dual Sovereignty Doctrine -doctrina de la doble
soberanía-: Sentencia de la Corte Suprema de EEUU de 17 de junio de 2019:
asunto Gamble c. Estados Unidos; o en el marco del derecho de la competencia
en la Unión Europea, y entre otras, STJUE de 15 de julio de 1970 -asunto
Boechinger Mannhein contra la Comisión). En su dimensión procesal se traduce
en problemas de jurisdicción competente y puede afirmarse que carece de
refrendo normativo. Tan solo en el ámbito de la Unión Europea ha sido
proclamado y hecho efectivo, contando con un rico desarrollo jurisprudencial
emanado del TJUE pero que rige solo en ese espacio (art. 54 del Convenio de
Aplicación del Acuerdo de Schengen, para los Estados firmantes del Convenio;
así como diversos Instrumentos de Cooperación Judicial y Reconocimiento
Mutuo, para el espacio de libertad, seguridad y justicia; y art. 50 de la Carta de
Derechos Fundamentales de la Unión Europea -de aplicación cuando actúan
órganos de la Unión y también en los procedimientos nacionales si su actuación
se realiza en el ámbito de aplicación del Derecho de la Unión -STJUE de 26 de
febrero de 2013, asunto Akerberg Fransson). No es trasvasable esa normativa
a otro ámbito territorial o a relaciones con terceros países. Solo en ese espacio
caracterizado por el principio de confianza mutua adquiere pleno sentido la
implantación de esa regla. En consecuencia, toda la argumentación fundada en
exclusiva sobre ese principio se construye en el vacío: tiene los pies de barro.
Esta realidad resulta del propio enunciado del principio en los textos
internacionales. Nótese como se subraya y especifica el carácter nacional de la
doble sanción, orillando la eficacia trasnacional: el art. 14.7 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Nueva York (PIDCP), de 19 de
diciembre de 1966, dispone que "nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un
delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una Sentencia firme de
acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país". Asimismo el art. 4º
del Protocolo 7º del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH ),
establece que: "1º.- Nadie podrá ser procesado o castigado penalmente por las
jurisdicciones del mismo Estado por una infracción por la que hubiera sido
absuelto o condenado por sentencia firme conforme a la Ley y al procedimiento
penal de ese Estado.

1485
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

d) De la premisa anterior se llega a otra igualmente significativa: está


fuera de lugar tratar de proyectar, sin modulación alguna, la jurisprudencia
interna sobre la eficacia de cosa juzgada de resoluciones nacionales, la
imposibilidad de doble enjuiciamiento, la eficacia de un sobreseimiento libre o
provisional, y demás temas concomitantes, a resoluciones judiciales foráneas
(o, con las modulaciones correspondientes, de países de la Unión Europea). El
discurso de los recurrentes da por supuesto que esa doctrina desarrollada en
sentencias de esta Sala que cita e invoca, rige también para resoluciones no
nacionales. Eso es radicalmente inexacto, como se deduce de consideraciones
anteriores: solo se piensa en el ámbito interno (y mutatis mutandi, en el espacio
de la Unión). La doctrina de esta Sala sobre la perpetuatio iurisdictionis para
excluir variaciones en la competencia objetiva tras la apertura del juicio oral no
puede extrapolarse de forma extravagante a casos de competencia
jurisdiccional internacional.

e) Por otra parte, solo hay bis cuando se producen dos resoluciones de
fondo (STS 503/2008, de 17 de julio, fj 81 y STEDH de 6 de junio de 2002,
asunto Sailer v. Austria), condición que, por más esfuerzos dialécticos que se
hagan, no puede predicarse de la resolución final argentina: la inicial del
Juzgado ha sido dejada sin efecto en esos particulares y sustituida por la de la
Cámara Criminal y Correccional que, sin posibilidad de duda alguna, abre la
puerta a nuevos enjuiciamientos (el acuerdo de no proceder no es resolución de
fondo: fj 81.13 de la STS 503/2008, y STJUE de 10 de marzo de 2005, asunto
Miraglia). El esfuerzo del recurrente por rehabilitar el pronunciamiento del
juzgado en el particular modificado es estéril: no es objetivamente posible
convencer a ningún jurista que examine las resoluciones que subsiste un
sobreseimiento libre por no encajar los hechos enjuiciados en ningún tipo penal
del Código de aquella nación. Esa razón argüida perdió toda vida jurídica al ser
desautorizada por el Tribunal superior acogiendo el recurso de apelación. No se
puede negar que un Juez argentino oficialmente plasmó esa opinión en una
resolución jurisdiccional. Pero no es esa la decisión final de la jurisdicción
argentina. Y, apurando aún más, si trasplantamos el criterio de la STJUE de 29
de junio de 2016 -asunto Kossowski-, al presente caso, admitiendo por vía de
elucubración la vigencia de un non bis ídem procesal internacional, también

1486
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

habría que rechazar el efecto de cierre del auto del Juzgado argentino al faltar
una investigación en profundidad.

f) Dos consideraciones más sobre esa inicial resolución parcialmente


dejada sin efecto. Por una parte que no está clara la identidad de los hechos (el
ídem): se dice que los hechos allí investigados no integran ninguna figura
penalmente sancionable, pero no nos constan qué exactos hechos son lo que
fueron analizados (STS 503/2008, de 17 de julio, fj 77º: desestima alegación
basada en bis in ídem en el ámbito europeo, entre otras razones, por no constar
los hechos analizados por la decisión de la jurisdicción italiana). Desde luego
hay muchos motivos para pensar que no son los que en su integridad se recogen
en la sentencia ahora combatida en casación. Los delitos continuados, o de
tracto continuado, o en varios actos (sin que ahora podamos explayarnos en
esta idea que por otra parte seria innecesaria pues los motivos descarrilan
mucho antes de llegar a este punto), la eficacia negativa de la cosa juzgada
tiene poderosas limitaciones cuando estamos ante un pronunciamiento
absolutorio: no basta la absolución por un episodio (por ejemplo la absolución
por una imputada venta de cocaína), para que queden bendecidos todos los
demás (otras ventas realizadas en días anteriores y denunciadas en otro
proceso), y no puedan enjuiciarse por haberlo sido ya (STS 601/2015, de 23 de
octubre). Otra cosa sería si el primer proceso acabase en condena. Y, por fin, lo
que exige el art. 23 LOPJ en ciertos casos para afirmar la competencia de la
jurisdicción española es que los hechos sean también constitutivos de delito en
el lugar de comisión, no contar con una declaración en tal sentido de la
jurisdicción foránea. Como recuerda el Fiscal en su dictamen reproduciendo el
correspondiente precepto del Código Penal argentino, los hechos enjuiciados
encajan perfectamente en tal precepto en apreciación que nos corresponde y
para la que niños vincula ni nos puede vincular la opinión plasmada en un auto
que ha sido privado de eficacia en ese particular por un Juez de Argentina
contemplando no se sabe exactamente qué fragmento fáctico del total de la
actividad que analiza la sentencia ahora combatida. La STS 18/2016, de 26 de
enero, examinando un caso de supuesto bis in ídem en relación a un auto de
sobreseimiento libre dictado en Alemania le niega eficacia bloqueante de la
condena por un Tribunal Español partiendo de esta premisa: “En definitiva, el

1487
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

principio non bis in ídem exige una confianza mutua de los Estados contratantes
en sus respectivos sistemas de justicia penal y la aceptación de la aplicación del
Derecho penal vigente en los demás Estados contratantes, aun cuando la
aplicación de su propio Derecho nacional conduzca a una solución diferente.
Pero no impide que el Estado que procede al enjuiciamiento en segundo lugar
considere, en el uso de su competencia, que no existe identidad fáctica, por
concurrir en una conducta compleja que conlleva una sucesión de acciones
diferentes, determinados elementos fácticos que no han sido incluidos en los
hechos enjuiciados por el Estado que ha actuado en primer lugar”.

Con estas aproximaciones parciales queda roturado el terreno para


contestar ya de forma mucho más directa y contundente a los distintos
argumentos blandidos:

1. En primer lugar, podemos afirmar la competencia de la jurisdicción


española para conocer de los hechos.

a) La competencia de la jurisdicción española no es cuestionable desde


el momento en que se detecta una actividad blanqueadora que en parte se
produce en territorio Español. El principio de ubicuidad (STS 456/2013, de 9 de
junio ya citada) permite afirmar que el delito se ha cometido también en España
y por tanto es competencia de la jurisdicción española. Para alcanzar esa
conclusión no es necesario ni analizar el art. 301.4 CP («el culpable será
igualmente castigado aunque el delito del que provinieren los bienes, o los actos
penados en los apartados anteriores hubiesen sido cometidos, total o
parcialmente, en el extranjero»: ATS1091/2017, de 27 de julio con criterio luego
asumido y refrendado por la STS 688/2019, de 4 de marzo de 2020), ni elucubrar
con el lugar de comisión del delito antecedente, es decir la infracción o
infracciones de que procede el capital lavado. En este momento podríamos
poner punto y final al razonamiento. Pero no nos detendremos ahí: aún en otro
caso, cada una de las construcciones argumentales presentadas en el recurso
se revelan como desmontables.

b) Si, tapándonos los ojos ante esa realidad, partiésemos de que se trata
de delito cometido íntegramente fuera del territorio nacional, habría que afirmar
igualmente esa competencia en tanto es infracción cometida por un español y

1488
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

se dan los requisitos exigidos por el art. 23.2 LOPJ: hay acusación del Ministerio
Fiscal (equivalente a la querella); no se ha producido una absolución en el lugar
de comisión (la sentencia de la Cámara Criminal y correccional basa la decisión
de archivo en la imposibilidad de proceder: no es un enjuiciamiento de fondo); y
el hecho es punible en el lugar de comisión (vid. art. 303 del vigente Código
Penal Argentino, que dentro del Título dedicado a los delitos “contra el orden
económico y financiero”, castiga al que “convirtiera, transfiere, administrare,
vendiere, gravare, disimulare, o de cualquier otro modo pusiere en circulación
en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia
posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran
la apariencia de un origen lícito y siempre que su valor supere la suma de pesos
300.000, sea un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados
entre sí”). La STS 974/2016, de 23 de diciembre que invoca el recurso analiza
un supuesto muy diferente: los hechos de que provenían las ganancias
(blanqueo de capitales) no eran delictivos en el lugar de ejecución (pesca en
aguas internacionales y bajo pabellón no español).

c) Resulta por ello ya superfluo examinar tanto el art. 301.4 LOPJ, como
el art. 23.4 LOPJ, y, en consecuencia, también las previsiones del art. 23.5 LOPJ
a las que Angel Sanchís Herrero dedica el cuarto de los motivos, en tanto solo
rigen para los casos en que la competencia viene afirmada ex art. 23.4 LOPJ.
De cualquier forma, no sobra apostillar que hay algo de voluntarismo en el
razonamiento del recurrente. El art. 23.5 pretende evitar un doble
enjuiciamiento. Pero no está pensado para los casos en que el procedimiento
en el otro país finaliza con una resolución (imposibilidad de proceder) cuyo
declarado objetivo es no interferir en el enjuiciamiento que pueda llevarse a cabo
en España, lo que llevaría a una situación paradójica que constituiría justamente
la antítesis de la prevista. Queriendo evitar el doble enjuiciamiento (que haya
solo un enjuiciamiento) se llegaría al no enjuiciamiento: dos resoluciones pero
ninguna de fondo (la jurisdicción argentina cede el paso a la española, y ésta
entiende que esa cesión es ya enjuiciamiento).

2. En segundo lugar hay que negar efecto de cosa juzgada (res iudicata)
a las resoluciones de la jurisdicción argentina; no solo por vía de principio (en
tanto es resolución de órgano foráneo), sino también por su contenido:

1489
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a) La inicial del Juez no solo ha sido dejada sin efecto, sino que, además,
ignoramos si existe identidad fáctica; identidad que, tratándose de resolución
exculpatoria, habría de ser total, es decir, abarcar todos los episodios. Desde
luego lo que no se puede es usarla como elemento probatorio, en salto
argumental acrobático en el que cae en alguna ocasión el discurso de estos
motivos, para negar el elemento culpabilístico. La prueba a la que hay que estar
es a la practicada en el juicio oral y no a la valoración efectuada por un juez
foráneo de los materiales probatorios con que pudiese contar para fundar su
resolución (eso significaría atribuir al Auto una eficacia positiva de cosa juzgada
totalmente inasumible: ¡ni siquiera es predicable respecto de resoluciones
firmes de este Tribunal en otros procesos nacionales!).

b) La resolución final de la jurisdicción argentina, que es a la que hay


que estar, es inequívoca a la hora de dejar abiertas las puertas al enjuiciamiento
por la jurisdicción española.

3. Por fin, ninguna erosión se produce del non bis in ídem:

a) No necesita más explicación esta afirmación si pensamos en su


dimensión material -no puede recaer una doble sanción por la misma conducta-
solo se ha impuesto una única sanción. Pero también en su dimensión procesal,
de menor fuerza, como ya se ha insinuado antes, a tenor de la cual no cabe
seguir otro proceso por hechos que ya fueron definitivamente juzgados: no es
este el supuesto pue no ha existido más que un enjuiciamiento de fondo.

b) Pero es que, además, como también ha quedado justificado, tal


principio no opera en la situación aquí contemplada: auto de no prosecución
dictado por una jurisdicción foránea situada fuera del espacio de la Unión
Europea (incluso en el marco de la Unión Europea el TJUE ha llegado a
reconocer esa eficacia a autos de sobreseimiento libres o acuerdos con el Fiscal
de aplicación del principio de oportunidad, pero nunca a una resolución del tipo
de la emanada de la jurisdicción argentina ahora examinada).

Los cuatro motivos son desestimables, arrastrando en su destino a los


tres del anterior recurrente anudados a estos y antes mencionados.

1490
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

329.- El motivo quinto al amparo de lo dispuesto en el art 5.4 LOPJ


y 852 LECrim por infracción de precepto constitucional por vulneración
del derecho a la presunción de inocencia consagrado en el art. 24.2 CE.

El recurrente entiende vulnerado dicho derecho fundamental porque la


sentencia de la mayoría no le condena con un discurso argumental, racional y
objetivo que proclame la autoría por el recurrente de un delito de blanqueo de
capitales; porque no determina, exactamente, cuál es el delito del que proviene
el dinero que sería objeto del blanqueo, y porque no concreta los supuestos
indicios incriminatorios con soporte argumental suficiente para enervar la
presunción de inocencia, según ha establecido la Sala Segunda del Tribunal
Supremo.

Por el contrario, el supuesto conocimiento del recurrente del origen ilícito


del dinero lo basa la Sala en percepciones puramente subjetivas basado en
cuestiones que afecten a otros acusados o incluso a hechos de hace más de 20
años que afectan al padre del recurrente.

El desarrollo argumental del motivo hace necesario efectuar unas


precisiones previas:

1ª) En relación al alcance en casación de la invocación de la vulneración


de la presunción de inocencia -antes de la reforma operada por Ley 41/2015, de
6 de octubre-, esta Sala venía declarando -por todas STS 608/2013, de 17 de
julio- que nuestro sistema casacional no quedaba limitado al análisis de
cuestiones jurídicas y formales y a la revisión de las pruebas por el restringido
cauce que ofrece el art. 849.2 LECrim. pues como señala la STC. 136/2006 de
8.5; en virtud del art. 852 LECrim, el recurso de casación puede interponerse,
en todo caso, fundándose en la infracción de un precepto constitucional, de
modo que a través de la invocación del 24.2 CE (fundamentalmente, en cuanto
se refiere al derecho a la presunción de inocencia), es posible que el Tribunal
Supremo controle tanto la licitud de la prueba practicada en la que se
fundamenta el fallo, como su suficiencia para desvirtuar la presunción de
inocencia y la razonabilidad de las inferencias realizadas (por todas STC.
60/2008 de 26.5).

1491
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello a través de un motivo de casación basado en la infracción del


derecho a la presunción de inocencia, se puede cuestionar no solo el
cumplimiento de las garantías legales y constitucionales de la prueba
practicada, sino la declaración de culpabilidad que el Juzgador de instancia haya
deducido de su contenido. Por tanto el acusado tiene abierta una vía que permite
a este Tribunal Supremo “la revisión integra” entendida en el sentido de
posibilidad de acceder no solo a las cuestiones jurídicas, sino también a las
fácticas en que se fundamenta la declaración de culpabilidad, a través del
control de la aplicación de las reglas procesales y de valoración de la prueba
(SSTC. 70/2002 de 3.4 y 116/2006 de 29.4).

Así pues, al tribunal de casación debe comprobar que el tribunal ha


dispuesto de la precisa actividad probatoria para la afirmación fáctica contenida
en la sentencia, lo que supone constatar que existió porque se realiza con
observancia de la legalidad en su obtención y se practica en el juicio oral bajo la
vigencia de los principios de inmediación, oralidad, contradicción efectiva y
publicidad, y que el razonamiento de la convicción obedece a criterios lógicos y
razonables que permitan su consideración de prueba de cargo. Pero no acaba
aquí la función casacional en las impugnaciones referidas a la vulneración del
derecho fundamental a la presunción de inocencia, pues la ausencia en nuestro
ordenamiento de una segunda instancia revisora de la condena impuesta en la
instancia obliga al tribunal de casación a realizar una función valorativa de la
actividad probatoria, actividad que desarrolla en los aspectos no comprometidos
con la inmediación de la que carece, pero que se extiende a los aspectos
referidos a la racionalidad de la inferencia realizada y a la suficiencia de la
actividad probatoria. Es decir, el control casacional de la presunción de
inocencia se extenderá a la constatación de la existencia de una actividad
probatoria sobre todos y cada uno de los elementos del tipo penal, con examen
de la denominada disciplina de garantía de la prueba, y del proceso de
formación de la prueba, por su obtención de acuerdo a los principios de
inmediación, oralidad, contradicción efectiva y publicidad. Además, el proceso
racional, expresado en la sentencia, a través del que de la prueba practicada
resulta la acreditación de un hecho y la participación en el mismo de una persona
a la que se imputa la comisión de un hecho delictivo (STS. 209/2004 de 4.3).

1492
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, con independencia de la efectiva introducción de la


segunda instancia, es lo cierto que reiterada jurisprudencia de estas Sala y del
Tribunal Constitucional han declarado la naturaleza efectiva del recurso de
casación penal en el doble aspecto del reexamen de la culpabilidad y pena
impuesta por el tribunal de instancia al condenado por la flexibilidad y amplitud
con que se está interpretando el recurso de casación desposeído de toda rigidez
formalista y por la amplitud de su ámbito a través del cauce de la vulneración de
derechos constitucionales, singularmente por vulneración del derecho a la
presunción de inocencia que exige un reexamen de la prueba de cargo tenida
en cuenta por el tribunal sentenciador desde el triple aspecto de verificar la
existencia de prueba válida, prueba suficiente y prueba debidamente razonada
y motivada, todo ello en garantía de la efectividad de la interdicción de toda
decisión arbitraria, art. 9.3 CE, de la que esta Sala debe ser especialmente
garante, lo que exige verificar la razonabilidad de la argumentación del tribunal
sentenciador a fin de que las conclusiones sean acordes a las máximas de
experiencia, reglas de la lógica y principios científicos.

2ª) En cuanto a la previa actividad delictiva, la redacción del tipo penal


del art. 301 CP ha experimentado una progresiva laxitud de la que la reforma
del año 2003 (LO 15 de ese año), supuso, al menos por ahora, un buen
exponente cuando sustituyó el origen en “un delito” del que previamente se
había suprimido la calidad de grave, por el origen en una “actividad delictiva”, lo
que se ha invocado para interpretar, con laxitud también muchas veces
ampliada, no solamente que cabe imputar tal origen cuando no ha precedido
sentencia condenatoria por razón del mismo, sino incluso cuando ni siquiera se
concretan datos que permitan al menos un elemental acote temporal-espacial
de la actividad delictiva generadora de los fondos o capitales blanqueados (STS
864/2016, de 16 de noviembre).

Lo que se exige es que del resultado de hechos probados se despliegue


una conducta que sea considerada como “actividad delictiva” no solamente
ilícita, ya que la ilicitud civil no da lugar a este delito.

Además, la sentencia del TS 672/2016, de 21 de julio, señala que en la


definición del delito de blanqueo … no se exige la previa condena por el delito

1493
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del que proceden los bienes que se aprovechan u ocultan”. La ausencia de


semejante requisito en el tipo cuestionado es, por lo demás, rigurosamente
lógica desde una perspectiva de política criminal puesto que, tratándose de
combatir eficazmente delitos graves cometidos en el seno de una organización
en todos los tramos del circuito económico generado por dicha delincuencia,
carecía de sentido esperar, en la persecución penal de estas conductas, a que
se declarase la responsabilidad de quien en su comisión hubiese participado.

- En definitiva, el tipo penal de blanqueo no exige la previa condena del


delito del que proceden los bienes que se aprovechan u ocultan, sino que queda
integrado con la mera existencia de bienes o ganancias procedentes de un
anterior delito (SSTS 483/2007, de 4 de junio y 1372/2009, de 28 de diciembre,
entre otras muchas). Y la jurisprudencia ha establecido que no es preciso
acreditar una condena anterior por el delito del que proceden los bienes o dinero
lavado, siendo bastante con establecer la relación con actividades delictivas y
la inexistencia de otro posible origen del dinero, en función de los demás datos
disponibles. Dicho de otra forma, que dados los indicios, la conclusión razonable
sea su origen delictivo.

3ª) En cuanto al conocimiento de la procedencia del dinero de un delito


previo es un elemento subjetivo del delito que normalmente pueden fijarse
mediante un proceso de inducción que no implica presunción sino su
acreditación con arreglo a la lógica a partir de unos hechos acreditados, juicio
de inferencia que resulta de hechos externos y son susceptibles de impugnación
cuando su conclusión no resulta lógica o es contraria a las normas de la ciencia
o la experiencia, bien entendido que la verificación de los hechos integrantes del
delito de blanqueo de capitales ha de hacerse a través de la prueba indirecta o
indiciaria, dado el hermetismo y opacidad con que se opera en esta clase de
infracciones, generalmente vinculadas a redes u organizaciones delictivas. La
prueba de indicios suele resultar imprescindible para acreditar los dos elementos
que mayores complejidades probatorias suscitan: la procedencia ilícita del
dinero y el conocimiento de esa procedencia por parte de los autores del delito
de blanqueo.

1494
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En lo que respecta a la prueba indiciaria las SSTC 111/2008, 109/2009,


303/2010, entre otras, vienen considerándola válida si reúne los siguientes
requisitos:

1) El hecho o los hechos base (los indicios) estén plenamente probados.

2) Que los hechos constitutivos del delito se deduzcan precisamente de


esos indicios.

3) Que el órgano judicial exteriorice los indicios, y sobre todo que


explique el razonamiento o engarce lógico entre los hechos bases (indicios) y
los hechos consecuencia.

4) Finalmente, que este razonamiento se asiente en las reglas del criterio


humano o en las reglas de la experiencia común o, en una comprensión
razonable de la realidad normalmente vivida y apreciada conforme a criterios
colectivos vigentes.

El razonamiento del juez no será lógico si los indicios acreditados


descartan el hecho consecuencia o no llevan naturalmente a él, o cuando la
inferencia sea excesivamente abierta, débil o imprecisa; cuando la inferencia
sea ilógica o tan abierta que en su seno quepa tal pluralidad de conclusiones
alternativas que ninguna de ellas pueda darse por probada (SSTS 28/2010, de
28 de enero; 303/2010, de 22 de marzo; 1137/2011, de 2 de noviembre).

En lo que atañe al delito de blanqueo de capitales, los indicios más


comunes para inferir la concurrencia de los supuestos fácticos del tipo penal son
los siguientes:

a) la cantidad de capital que es lavado o blanqueado, como elemento de


primera aproximación.

b) vinculación o conexión con actividades ilícitas o con personas o grupos


relacionados con las mismas.

c) aumento desproporcionado del patrimonio del sujeto durante el


periodo de tiempo al que se refiere dicha vinculación o el manejo de una elevada

1495
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cantidad de dinero en efectivo y una dinámica de transmisiones como signos


que evidencien operaciones extrañas a las prácticas comerciales ordinarias.

d) inexistencia de negocios lícitos que justifiquen el incremento


patrimonial o las transmisiones dinerarias.

e) la naturaleza y características de las operaciones económicas


llevadas a cabo, por ejemplo, con el uso de abundante dinero en metálico.

f) la debilidad de las explicaciones acerca del origen lícito de esos


capitales.

g) la existencia de sociedades “pantalla” o entramados financieros que


no se apoyan en actividades económicas acreditadamente lícitas (SSTS
893/2008, de 16 de diciembre; 155/2009, de 26 de febrero; 1189/2009, de 26 de
octubre; 28/2010, de 28 de enero; 303/2010, de 22 de marzo).

A éstos se unen otros indicios también reconocidos, tales como apertura


frecuente de cuentas corrientes, fraccionamiento de los ingresos en cantidades
pequeñas y en efectivo, utilización de documentos falsos para aparentar
operaciones inexistentes.

4ª) Y por último -como ya hemos destacado en motivos similares de


anteriores recurrentes- en lo que se refiere al conocimiento de la procedencia
delictiva del dinero, nuestra doctrina ha venido afirmando que se trata de un
conocimiento práctico, del que se obtiene a través de la experiencia y de la
razón, y que permite representarse una conclusión como la más probable en
una situación dada. Es el conocimiento que normalmente en las relaciones de
la vida diaria, permite a una persona discriminar, establecer diferencias, orientar
su comportamiento, saber a qué atenerse respecto a algo o alguien (STS
28/2010, de 28 de enero).

Como consecuencia de lo anterior, en lo que se refiere al dolo exigible,


basta con el eventual, siendo suficiente que el acusado disponga de datos
suficientes para poder inferir que el dinero procede de delito y le resulte
indiferente (STS 228/2013, de 22 de marzo).

1496
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso que nos ocupa, la sentencia (pág. 1110 a 1113) señala los
argumentos en que fundamenta su decisión:

<<a.- Una de las operaciones que realizó LUIS BÁRCENAS para ocultar
su ilícito patrimonio consistió en la simulación de un contrato de préstamo, que
se fechó el 24/02/2009, por el que la Fundación SINEQUANON prestaba a
ANGEL SANCHIS PERALES -padre de este recurrente-, la cantidad de
3.000.000 €, por un plazo de diez años estableciéndose un periodo de carencia
de cinco, de modo que la primera amortización se difería al 24.2.2014. Este
contrato simulado daba cobertura a la transferencia de la indicada cantidad que
se pretendía ocultar, desde la cuenta del DRESDNER BANK de Suiza, a la
0605140081 del HSBC de Nueva York, de la que era titular la entidad uruguaya,
propiedad de la familia SANCHIS, BRIXCO SA.

La operación se materializó mediante tres transferencias bancarias de


1.000.000 €, los días 27/03, 03/04 y 06/05/2009.

Dicha cantidad de 3.000.000 € fue transferida a su vez desde BRIXCO,


a la sociedad argentina LA MORALEJA SA, propiedad de la familia SANCHIS y
otra parte a la sociedad uruguaya RUMAGOL, constituida por ÁNGEL SANCHIS
HERRERO e IVÁN YÁÑEZ.

Esta operación simulada que tenía como finalidad principal trasladar


fondos ocultos de BARCENAS desde Suiza a Latinoamérica y, por otra, desde
allí conseguir trasvases puntuales de cantidades menores, algunas con
periodicidad mensual, o por otros medios, para ser introducidos con apariencia
de legalidad en España y ser de esta manera aflorados en este país.

Para ello, como segunda parte de la operación se ideó la conclusión de


otro contrato de prestación de servicios simulado entre LUIS BARCENAS en
nombre de CONOSUR LAND SL Y ÁNGEL SANCHIS HERRERO en
representación de LA MORALEJA, aparentemente celebrado el 16.6.2011. De
acuerdo con Io reflejado en ese documento, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión
Económica Europea (U. E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones
entre empresas dentro y fuera de la U.E.E." de manera continuada a LA

1497
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos servicios se fijó una


retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD por
trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al
solo efecto de dar apariencia de realidad al contrato (Facturas nº 1/2011 de
15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011;1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de
10.4.2012;15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012 de 6.9.2012;
23/2012 de 6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10. 12.2012). De
esta manera, LUIS BARCENAS recobró un total de 190.000 USD —
equivalentes a 142.959,15 €—, mediante trasferencias que le efectuó ANGEL
SANCHIS HERRERO a la cuenta de CONOSUR LAND SL en Bankia (cuenta n
o 2038 1168 20 6000548150) de la que era beneficiario LUIS BARCENAS.

Igualmente se llevaron a cabo otras restituciones puntuales a través de


trasferencias enviadas por ANGEL SANCHIS HERRERO desde la cuenta de LA
MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de LUIS BARCENAS Y de
aIgunos de sus familiares, así: el 1.10.2012 por importe de 19. 120 USD en pago
de estudios de Guillermo Bárcenas Iglesias, hijo de Luis Bárcenas; el
30.10.2012 por importe de 15.000 USD a favor de Ignacio Bárcenas Romera,
hijo de Luis Bárcenas, en Reino Unido; el 9.11.2012 por importe de 20.000 USD
a la cuenta del Chase Manhattan Bank de Nueva York n o 129360320, titularidad
de LUIS BÁRCENAS y ROSALIA IGLESIAS.

Por ANGEL SANCHIS PERALES se efectuó trasferencia de 10.000 €


enviada el 5.10.2011 a la cuenta del Banco Popular n o 0075 0446 47
0600129022 cuyo único titular LUIS BARCENAS. Dicha cantidad tenía su origen
en una donación de ÁNGEL SANCHIS HERRERO a favor de su padre
escriturada el 10.10.2011.

Otra forma de restitución se produjo mediante la constitución, el 24.2.


2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA —en la que figuraron desde al
menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHIS
HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de LUIS BARCENAS— en cuyo
nombre se aperturó la cuenta n o 605170703 en el HSBC de Nueva York el
9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de LUIS BARCENAS.

1498
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b.- Los intervinientes en los contratos, que tenemos por simulados para
dar cobertura al traspaso de capitales dentro de la operativa descrita, los
reconocen sin reservas, pero afirman su autenticidad, que responden a una
causa verdadera, que se ajustan a la realidad y a los términos verdaderamente
pactados, por Io que proclaman la legalidad de su actuación y que no puede
considerarse delictiva ni realizada con ánimo de blanquear capitales.

Sin embargo, la Sala considera que existen suficientes razones para dar
por acreditado su carácter puramente simulado como única explicación
plausible y razonable a la secuencia de hechos relatada.

Para ello, en primer lugar, debemos tener en cuenta la dinámica general


de actuación del acusado BÁRCENAS, ampliamente descrita, que responde a
una estrategia multifrente de ocultación y protección de su patrimonio por
diversas vías, siendo una de ellas, ésta.

Prueba suficiente de esto que se afirma son las muchas prevenciones


que inmediatamente de estallar la causa adopta BARCENAS, que se describen
ampliamente en otros momentos de esta sentencia, con la finalidad de proteger
sus cuentas suizas, entre ellas, por ejemplo, la llamada telefónica que hace el
12/02/2009 al LOMBARD ODIER dando poderes a IVÁN YÁÑEZ para que
gestione sus activos, o el poder que el 09/03/2009 confiere, también a este, para
que gestione sus cuentas en el DRESDNER BANK y el papel que desarrolla
este acusado para dicha finalidad..

El hecho aquí abordado responde a esta dinámica y la estrategia


específica de trasladar cantidades patrimoniales significativas hacia "lugares
seguros" depositándolas en lugares opacos de confianza fuera de los circuitos
bancarios, para ir luego recuperándolo paulatinamente y aflorarlo ya blanqueado
en España, o en otros países, a través de la recepción, con apariencia de
legalidad, de cantidades prudenciales destinadas a ser inmediatamente
consumidas, por él o por familiares.

La forma como se articula esta estrategia en el presente caso es


mediante la transferencia de una significativa cantidad de dinero de procedencia
ilícita de la que BÁRCENAS disponía en un banco suizo hacia los negocios —

1499
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

sociedades— de una persona conocida residente fuera, en este caso, la familia


SANCHIS con importantes negocios en Argentina, consiguiendo con ello ocultar
dicha cantidad, sacándola del circuito económico sometido a supervisión,
especialmente en un momento en el que se evidencian ya de forma ostensible
la existencia de investigaciones de largo alcance sobre la llamada trama Gürtel
, que con un alto grado de probabilidad tendría graves y directas consecuencias
sobre su patrimonio obtenido ilícitamente .

La operación se disfraza, por supuesto con pleno conocimiento y


aquiescencia de ambas partes, como un contrato de préstamo personal entre
BÁRCENAS SANCHIS PERALES, fechado 24.02.2009 en Madrid, que
únicamente aparece documentado en un mero contrato privado (Folios 47 a 49
del TOMO 187, aportado por Sanchís Perales en su declaración ante el juzgado
el 10.04 .2013), que da lugar a la transferencia de los 3. 000. 000€ a una cuenta
de pagos y cobros de BRIXCO SA, operación que a la que a su vez se ve
cubierta por el "contrato de mutuo" fechado 10.03.2009 entre BRIXCO SA y
SANCHiS PERALES con la finalidad según dice el contrato de aumentar su
capital la sociedad mercantil (...)>>.

Siendo así, el conocimiento del origen ilícito del dinero se deriva de su


condición de administrador de la sociedad Brixco que es quien recibe el dinero,
como de ser el titular de la cuenta donde se ingresa, y que si bien podía
entenderlo como una actividad financiera más desarrollada por su padre, las
conductas desplegadas con posterioridad con la creación de la sociedad
Rumagol junto con el coacusado Iván Yáñez -a quien la sentencia considera
testaferro de Bárcenas y el encargado del dinero de fondos con poder y
representación del mismo para canalizarlo a cuentas legales-, y además su
presencia, junto a su padre, en la reunión con los gestores de las cuentas suizas,
acreditan lo contrario.

No nos encontramos ante un desconocimiento o unos actos neutrales -a


los que se ha hechos referencia en otros recursos-, actos de la vida cotidiana
sin significancia penal, sino ante un entramado de sociedades destinado a hacer
aflorar en cuentas legales lo que en su origen es ilícito.

1500
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sin olvidar la formalización de un contrato de prestación de servicios


simulado entre las sociedades La Moraleja y Conosur Land para retornar parte
de los importes que habían sido desviados por el Sr. Bárcenas a favor de las
sociedades de los Sres. Sanchis. Siendo otro indicio significativo de la
simulación del contrato que desde la fecha de su formalización el préstamo no
había sido amortizado ni devengado interés alguno.

El recurrente cuestiona los indicios tenidos en cuenta por el tribunal para


entender acreditada la labor auxiliadora e imprescindible junto con su padre para
blanquear los fondos del Sr. Bárcenas, pero esta Sala, SSTS 56/2009, de 9 de
marzo; 877/2014, de 22 de diciembre; 796/2016, de 27 de septiembre, ya ha
descartado el error de pretender valorar aisladamente los indicios, ya que la
fuerza probatoria de la prueba indiciaria procede precisamente de la
interrelación y combinación de los mismos, que concurren y se refuerzan
respectivamente cuando todos ellos señalan racionalmente en una misma
dirección (SSTS. 14.2 y 1.3.2000). Es decir no resulta aceptable analizar cada
uno de aquellos elementos y a darles otra interpretación, o bien a aislarles del
conjunto probatorio extrayendo sus propias e interesadas conclusiones, pues la
fuerza convectiva de la prueba indirecta se obtiene mediante el conjunto de los
indicios probados, a su vez, por prueba directa, que en esta sede casacional no
pueden ser nuevamente revisados y que no se trata del aislado análisis de cada
uno de los indicios en su particularidad probatoria, que pueden ser, en sí
mismos, cada uno de ellos, insuficientes a los efectos que resolvemos (porque
en caso contrario sobraría su articulación referencial) pero en conjunto arrojar,
a juicio de la Sala sentenciadora, una convicción que despega del propio análisis
de cada uno de ellos en particular, ofreciendo en su totalidad una conclusión
probatoria, sobre la que esta Sala casacional únicamente tiene que comprobar
que cuenta con la necesaria racionalidad y con un adecuado soporte estructural
de tipo argumental (STS. 19.10.2005).

Insistiéndose en las SSTS. 33/2011 de 26.1, 5883/2009 de 8.6, 527/2009


de 25.5, que el análisis descompuesto y fraccionado de diferentes indicios
puede conducir a conclusiones inaceptables desde el punto de vista del
razonamiento impugnativo. En efecto, el grado de aceptación de las exigencias
constitucionales impuestas por el art. 24.2 de la CE, no puede obtenerse a partir

1501
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de una regla valorativa de naturaleza secuencial, en la que el todo se


descompone hasta ser convertido en un mosaico inconexo de indicios. La
cadena lógica a la hora de valorar las hipótesis iniciales no puede
descomponerse en tantos eslabones como indicios, procediendo después a una
glosa crítica de cada uno de ellos sin ponerlo en relación con los restantes.

En este sentido la STS. 412/2016 de 13.5, rechazó las conclusiones que


se obtengan a partir de un análisis fraccionado y desagregado de los diversos
hechos base y de la fuerza de convicción que proporciona su análisis conjunto
y relacional, advirtiendo el Tribunal Constitucional (por todas, STC 126/2011, de
18 de julio, FJ 22) que, "cuando se aduce la vulneración del derecho a la
presunción de inocencia nuestro análisis debe realizarse respecto del conjunto
de estos elementos sin que quepa la posibilidad de fragmentar o disgregar esta
apreciación probatoria, ni de considerar cada una de las afirmaciones de hecho
acreditadas de modo aislado…” la fragmentación del resultado probatorio para
analizar seguidamente cada uno de los indicios es estrategia defensiva legitima,
pero no es forma racional de valorar el cuadro probatorio (SSTS. 631/2013 de
7.6, 136/2016 de 24.2).

330.- El motivo sexto al amparo del art. 851.1 LECrim por


quebrantamiento de forma por introducir en los hechos probados de la
sentencia conceptos que por su carácter jurídico impliquen la
predeterminación del fallo.

Previamente debemos precisar que el motivo por quebrantamiento de


forma por consignarse en los hechos probados conceptos jurídicos que
predeterminan el fallo exige para su estimación, según reiterada doctrina
jurisprudencial (SSTS. 23.10.2001, 14.6.2002, 28.5.2003, 18.6.2004, 11.1.2005,
11.12.2006, 26.3.2007, 2.10.2007 y 28.11.2007).

a) que se trate de expresiones técnico-jurídicas que definan o den


nombre a la esencia del tipo aplicado;

b) que tales expresiones sean tan sólo asequibles por regla general para
los juristas y no sean compartidas en el uso del lenguaje común;

1502
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

c) que tengan valor causal respecto al fallo, y

d) que suprimidos tales conceptos jurídicos, dejen el hecho histórico sin


base alguna.

El vicio sentencial denunciado no es viable -dice la STS. 401/2006 de


10.4-, cuando el juzgador emplea expresiones en el relato fáctico que están en
el lenguaje común, que no son sino meramente descriptivas, pero no técnicas
en sentido jurídico, de modo que es válido que se utilicen en la redacción de las
sentencias, al conformar su relato histórico, y que desde luego, aunque las
emplee el legislador también al describir los tipos penales, no por ello puede
decirse que predeterminan el resultado correspondiente a la subsunción judicial,
pues en ocasiones se convierten en imprescindibles, arrojando más claridad
semántica que, si por un purismo mal entendido, se quisieran construir a base
de sinónimos o locuciones equivalentes, muchas veces con aportaciones de
frases retorcidas, fruto de un incorrecto léxico, en todo caso, poco comprensible
para la ciudadanía.

Como dice la Sentencia 1519/2004, de 27 de diciembre, lo que la Ley de


Enjuiciamiento Criminal prohíbe por este motivo es la utilización de expresiones
estrictamente técnicas que describen los tipos penales, como sería decir que el
acusado dictó una resolución injusta o arbitraria (sin más descripciones) en el
delito de prevaricación, o llevó a cabo un vertido contaminante (sin describir el
mismo) en el delito medioambiental, por solo poner dos ejemplos. No lo será,
cuando se diga que A mató a B, en el delito de homicidio, aunque tal verbo
(matar) sea precisamente el utilizado en el art. 138 del Código penal. O en
palabras de la Sentencia 152/2006, de 1 de febrero, la predeterminación del
fallo, como vicio impugnable de cualquier sentencia penal, tiende a evitar que la
estructura lógica del razonamiento decisorio, sustituya lo descriptivo por lo
valorativo. Con su articulación se impone al órgano judicial la necesidad de una
nítida separación entre el juicio histórico y el juicio jurídico, pero no hay, en el
sentido propio de esta expresión, consignación de conceptos jurídicos
predeterminantes, cuando se relatan unos hechos susceptibles de ser
calificados como delito, pues ésta es previamente la finalidad de la premisa
menor del silogismo sentencial cuando la conclusión de la sentencia es un fallo

1503
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condenatorio (STS. 28.5.2002). Por ello, en un cierto sentido los hechos


probados tienen que predeterminar el fallo, pues el "factum" en cuanto es la
base de la calificación jurídica de los hechos enjuiciados es lógicamente
predeterminante de ésta, salvo manifiesta incongruencia, por ello debe
relativizarse la vigencia de este vicio formal (SSTS. 429/2003 de 21.3, 249/204
de 26.2, 280/2004 de 8.3, 409/2004 de 24.3, 893/2005 de 6.7).

En esta dirección la STS. 7.11.2001, nos dice: "En realidad el relato


fáctico debe, en todo caso, predeterminar el fallo, pues si no fuese así, la
absolución o condena carecería de imprescindible sustrato fáctico. Lo que
pretende este motivo casacional no es evitar dicha predeterminación fáctica -
imprescindible- sino que se suplante el relato fáctico por su significación jurídica,
es decir, que se determine la subsunción no mediante un relato histórico sino
mediante una valoración jurídica que se lleve indebidamente al apartado de
hechos probados".

En este sentido la jurisprudencia no ha considerado expresiones


predeterminantes del fallo. “lo repartió, sustrayéndolo ambos de un legítimo
propietario…acordó proceder a la venta…para repartirse el precio sin integrar
cantidad alguna del propietario (STS 16-7-2009), “hizo suyo el dinero percibido”
(STS 3-7-2007); “mutuo acuerdo”, o “beneficio económico” (STYS 9-5-2002),
“abrumado por la idea de obtener un beneficio ilícito” (STS 17-11-2001):
“incremento patrimonial no justificado” (STS 30-10-2001) “valiéndose de esta
situación y de la confianza que habían depositado los clientes a su persona”
(STS 23-9-2009); “grupo organizado y dirigente” .

(STS 1-7-2010); “utilizando un tono verbal atemorizante”, 4-7-2011)


“imitando la firma del perjudicado (S 4-5-2011), “ánimo de matarlos) (STS 23-
10-2000); “con conocimiento del origen ilícito e irregularidad vehículos) (STS 17-
7-2000).

1º) Siendo así, el motivo se desestima: en efecto el recurrente en el


apartado inicial del motivo “breve extracto del contenido del motivo” alega que
“se da la extraña circunstancia que el fallo condena por delito de blanqueo en
concurso con el de falsedad cuando la propia sentencia de la mayoría, absuelve

1504
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por unanimidad”, por lo que tal cuestión se analizará en primer lugar, aunque el
recurrente la desarrolla en la que denomina 4ª predeterminación del fallo.

Señala el motivo que en la página 1566 se condena al recurrente –junto


a otros- como autor de un delito de blanqueo de capitales en concurso medial
con falsedad en documento mercantil continuada, cuando en las páginas 1234
y 1235 se considera que hay un único hecho punible, absolviendo a los Sres.
Sanchís, padre e hijo, por el delito de falsedad.

Tal alegación no es cierta. La sentencia, en cada apartado, analiza


bloques de delitos y los titula con un epígrafe o enunciado, tanto en la
fundamentación como en el fallo, en virtud de la acusación proferida, con
independencia del pronunciamiento individual que corresponda a cada acusado.
Así, el que refiere el recurrente es el 14), el cual tanto en la fundamentación
jurídica como en el fallo se enuncia como “14) Delito de blanqueo de capitales
en concurso medial con falsedad en documento mercantil continuada”. Tanto en
la fundamentación como en el fallo se condena al recurrente por un único delito
de blanqueo de capitales. No hay contradicción alguna, ni elemento que indique
lo alegado por el recurrente en el sentido de que se ha redactado el fallo antes
que el fundamento.

Al margen de que pueda ser otra la intención del recurrente, lo cierto es


que confunde el enunciado con el contenido del bloque.

La fundamentación jurídica contenida en las páginas 1234 y 1235 y el


fallo de la página 1566 son absolutamente coherentes, las alegaciones al
respecto del recurrente responden a un análisis sesgado y tendencioso, pues
en absoluto se puede achacar ninguna incorrección de las alegadas a la
sentencia.

Las páginas 1234 y 1235 están incardinadas en la fundamentación


jurídica del apartado VII, relativo a CASTILLA-LEÓN, donde se analizan por
bloques los diversos delitos objeto de acusación respecto de todos los acusados
en cada bloque. Así, el bloque 14 se refiere a:

1505
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

<<14. Delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP, en concurso


medial del art. 77, con un delito de falsedad en documento mercantil del art. 392
en relación con el 390.1 1º, 2º y 3º, y art. 74 CP.

Se formula acusación por este complejo delictivo contra LUIS


BÁRCENAS, ROSALÍA IGLESIAS, IVÁN YÁÑEZ, ÁNGEL SANCHÍS PERALES
y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO.

La Sala tiene por probada, con las consideraciones ya avanzadas en


cuanto a sus respectivas participaciones delictivas, la comisión en concepto de
autor y cooperador necesario respectivamente de ÁNGEL SANCHÍS PERALES
y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO.

No consideramos que se trate de varios delitos en una situación de


continuidad delictiva, sino de un solo hecho de auxilio a la ocultación y posterior
afloramiento una vez blanqueada de una cantidad de dinero, actividad que se
despliega en varios actos concretos.

Por otra parte, respecto de las falsedades documentales imputadas a


estos acusados, no se trata de la confección de documentos mercantiles para
que surtan valor o tengan efecto en el ámbito mercantil, sino para preconstituir
una apariencia que es la propia de la ocultación de bienes que se castiga con el
delito de blanqueo de dinero. Se trata de un delito puramente instrumental, para
dar cobertura y crear una apariencia, que no estaría en este caso en una relación
concursal medial, sino que debe considerarse como la propia forma comisiva
del delito de blanqueo, sin ninguna afectación de bien jurídico distinto y propio
de las falsedades penadas por el Código penal, por lo que el Tribunal opta por,
en el caso de los hechos que se refieren a los Sr. SANCHIS, padre e hijo, por
su absolución por el delito de falsedad.

De la misma manera, tampoco se estima probado que con los hechos


ejecutivos del traslado de capitales para su ocultación y de blanqueo se
estuviera conociendo ni se aceptara por parte del Sr. SANCHIS PERALES, que
entre las finalidades estuviera cooperar a la comisión de ningún otro delito.

El Tribunal opta por imponerles por el delito cuya comisión se estima


suficientemente probada la pena privativa de libertad próximo al mínimo de UN

1506
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

año de prisión en ambos casos, con pena de multa igualmente a cada uno de
ellos de 6 millones Euros, con la responsabilidad personal subsidiaria de CINCO
meses en caso de impago. (...)>>.

Pues bien, en el fallo o parte dispositiva, a partir de la página 1561 se


concretas las condenas a imponer a cada uno de los acusados,
correspondientes al apartado CASTILLA-LEÓN, en el que en concordancia con
la fundamentación jurídica anteriormente referida se describen las condenas a
imponer en cada bloque. Así, en la página 1566, en relación con el bloque 14,
se dice:

<<14) Delito de blanqueo de capitales en concurso medial con falsedad


en documento mercantil continuada.

Se CONDENA, a LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, ROSALÍA IGLESIAS


VILLAR, IVÁN YÁÑEZ VELASCO, ÁNGEL SANCHÍS PERALES y a ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO.

A ÁNGEL SANCHÍS PERALES y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, a cada


uno de ellos, a la pena de 1 AÑO de prisión con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
6.000.000 €, con responsabilidad personal subsidiaria de cinco meses en caso
de impago>>

2º) Por otro lado, en apartados sucesivos el recurrente manifiesta que se


produce diversas predeterminaciones del fallo: 1ª en las págs. 1110 a 1119,
porque primero califica jurídicamente el hecho y luego de describe. Manifiesta
el recurrente que tal predeterminación se encuentra en la utilización de la
“contrato simulado”.

Una 2ª predeterminación de fallo la señala también en la utilización del


término “simulado”, cuando como segunda parte de la operación se realiza otro
contrato de prestación de servicios simulado entre Luis Bárcenas en nombre de
CONOSUR LAND SL y el recurrente en representación de LA MORALEJA.

La 3ª predeterminación la encuentra el recurrente cuando la sentencia


hace referencia a hechos de 1991 que se refieren en la página 1115.

1507
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La 4ª predeterminación del fallo, ya le hemos analizado.

En ninguno de los referidos apartados se produce predeterminación del


fallo. Como ya hemos indicado tal predeterminación precisa la utilización de
expresiones técnicamente jurídicas y con relación causal respecto al fallo o sea,
cuando la descripción del hecho se reemplaza por su significación. El término
“simulado” utilizado en los hechos probados no constituye predeterminación del
fallo, ni que la sentencia apoye su calificación jurídica en hechos ajenos al
recurrente o del padre del mismo, ni tampoco la circunstancia de que en los
hechos probados de la sentencia se realice la calificación jurídica y luego se
explique las razones y su justificación.

331.- El motivo séptimo por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por indebida aplicación del art. 301 CP en relación con el blanqueo
de capitales.

Razona el motivo que la escueta relación de hechos que realiza la


sentencia describe operaciones mercantiles normales, de préstamo o prestación
de servicios, realizados por banco, en el curso normal de actividades
comerciales y mercantiles consolidadas y, por tanto, no concurren sus
elementos objetivos ni subjetivos del tipo del art. 301 para que se puedan
calificar indiciariamente como delito de blanqueo.

Considera que de los hechos probados simplemente se acredita que el


recurrente firmó el 16-6-2011, un contrato de prestación de servicios con
Conosur Land, aprobado por unanimidad por el Consejo de la Moraleja, para
comercializar sus productos en Europa; en esas fechas Bárcenas estuvo
desimputado desde julio 2011 hasta el año 2012; cesó el contrato de prestación
de servicios en el año 2012 cuando Bárcenas fue imputado en esta causa; firmó
pagos realizados por La Moraleja a Conosur Land en cumplimiento del contrato
de 16-6-2011 por cuantía aproximada de 190.000 $, unos 145.000 €.

Adicionalmente donó de su propio dinero a su padre una cantidad para


el mantenimiento de su vida normal, jubilado, e invirtió en 2012 1.370.000 $ de

1508
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dinero de su familia en Rumagol para inversión en Bolsa, cesando la actividad


en 2013, devolviendo a su familia la totalidad del dinero invertido.

Los hechos probados reconocen que este recurrente no tiene relación


con Bárcenas, no tiene ningún medio de contacto con los hechos que se imputan
a éste ni en esta causa, ni en ninguna otra, no conoce sus cuentas suizas, ni ha
sido administrador u ostentado ningún poder ni mandato de Bárcenas.

Los hechos probados ni concretan de que supuesto delito proviene el


dinero supuestamente blanqueado de Bárcenas, ni qué cuantía de ese dinero
proveniente de actividades ilícitas ha blanqueado este recurrente.

El motivo, por último, cuestiona la individualización de la pena realizada.

El recurrente insiste en argumentos ya expuestos en el motivo quinto


planteados ahora por la vía del art. 849.1 LECrim, que exige el respeto a los
hechos probados contenidos en la página 243 y ss de la sentencia.

Sin embargo, la forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en


que LUIS BARCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la
detención de los primeros inculpados el día 6 de ese mes, procedió a retirar los
fondos que tenía en sus cuentas suizas, con la finalidad de ocultarlos, -evitar
una -incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura
lícita, para lo cual se valió de otras personas, unas con conocimiento del origen
de esos fondos y la finalidad que perseguía y otras que no consta que lo
tuvieran, pero que concertaron .con él alguna operación por convenir a propios.
y no ilícitos intereses comerciales.

En particular, la citada actividad, desplegada desde principios de 2009,


consistió en:

1. Simular la concesión de un préstamo de 3.000.000 € a ÁNGEL


SANCHÍS PERALES por parte de LUIS BÁRCENAS en nombre de la Fundación
SINEQUANON con el fin de que aquel se lo reintegrara posteriormente a través
de distintos procedimientos. Ambos acusados, al solo objeto de dotar de una
formal cobertura a esa ficticia operación, confeccionaron un contrato
supuestamente datado el 24.2.2009 conforme al cual la fundación

1509
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

SINEQUANON prestaba a ÁNGEL SANCHÍS PERALES tres millones de euros-


por un plazo de diez años estableciéndose un periodo de carencia de cinco, de
modo que la primera amortización se difería al 24.2.2014.

Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta que


LUIS BÁRCENAS tenía en el DRESDNER BANK a nombre de la fundación
panameña a la n° 0605140081 del HSBC de Nueva York, titularidad de la
entidad uruguaya vinculada a la familia Sanchís BRIXCO SA, a través de tres
trasferencias de 27 de marzo, 3 de abril y 6 de mayo de 2009 por sendos
importes de 1.000.000 €. Una parte de dichos fondos fue, a su vez,
posteriormente transferida a cuentas de otra sociedad relacionada con la familia
Sanchís, la argentina LA MORALEJA SA, en cuya administración intervenía
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO. Otra parte de esos fondos se trasfirieron desde
BRIXCO SA a la sociedad uruguaya RUMAGOL SA.

Con el fin de reintegrar las citadas rentas-a su propietario, LUIS


BÁRCENAS, este ideó junto con ÁNGEL SANCHÍS PERALES y su hijo, ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO; una compleja operativa que fue ejecutada por, entre
otros, estos dos últimos acusados, conocedores del origen delictivo de los
fondos -en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en
adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del PARTIDO
POPULAR y de su ocultación a la Hacienda Pública-, y que se concretó en, al
menos, los. siguientes procedimientos:

Trasferencias enmascaradas como supuestas retribuciones de un


contrato de prestación de servicios simulado entre LUIS BÁRCENAS en nombre
de CONOSUR LAND SL y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO en representación de
LA MORALEJA aparentemente celebrado el 16.6.2011. De acuerdo con lo
reflejado en ese documento elaborado, con el único fin de poder, reintegrar sus
fondos a LUIS BÁRCENAS con una apariencia legal, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión
Económica Europea (U. E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones
entre empresas dentro y fuera de la U.E.E." de manera continuada a LA
MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos servicios se fijó una
retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD por

1510
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al


solo efecto de dar apariencia de realidad al contrato (Facturas n° 1/2011 de
15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011; 1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de 10.4.2012;
15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012 de 6.9.2012; 23/2012 de
6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10.12.2012).

Bajo esa cobertura formalmente lícita, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO


restituyó un total de 190.000 USD -equivalentes a 142.959,15 €- a Luis Bárcenas
mediante trasferencias a la cuenta que este tenía a nombre de CONOSUR
LAND SL en Bankia con el n° 2038 1168 20 6000548150.

- Trasferencias enviadas por ÁNGEL SANCHÍS HERRERO desde la


cuenta de LA MORALEJA SA del Atlantic Capital Bahk a favor de Luis Bárcenas
y. de sus familiares:

- El 1.10.2012 por importe de 19.120 USD en pago de estudios de


Guillermo Bárcenas Iglesias, hijo de LUIS BÁRCENAS.

- El 30.10.2012 por importe de 15.000 USD a favor de Ignacio Bárcenas


Romera, hijo de LUIS BÁRCENAS, en Reino Unido.

- El 19.11.2012 por importe de 20.000 USD a la cuenta del Chase


Manhattan Bank de Nueva York n° 129360320 titularidad de LUIS BÁRCENAS
y ROSALÍA IGLESIAS.

- Trasferencia de 10.000 € enviada el 5.10.2011 por ÁNGEL SANCHÍS


PERALES a la cuenta del Banco Popular n° 0075 0446 47 0600129022 cuyo
único titular es LUIS BÁRCENAS. Dicha cantidad tenía su origen en una
donación de ÁNGEL SANCHÍS HERRERO a favor de su padre escriturada el
10.10.2011.

- Constitución, el 24.2.2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA —


en la que figuraron desde al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN
YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de
LUIS BÁRCENAS— en cuyo nombre se aperturó la cuenta n° 605170703 en el
HSBC de Nueva York el 9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de Luis Bárcenas
generados con la actividad relatada en este escrito. Tanto desde la 'cuenta de

1511
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

BRIXCO SA, en la que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo
concedido por aquel a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87
USD) como desde la cuenta "OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular
era FRANCISCO YÁÑEZ (600.000 e).

La cuenta de RUMAGOL SA se cerró en febrero de 2013 transfiriéndose


858.701,92 USD a Iván Yáñez y el resto a la cuenta de TQM CAPITAL en el
HSBC de Nueva York, repartiéndose los activos en función de la aportación de
cada uno, un 36% IVÁN YÁÑEZ y un transfiriendo el 64% restante a la cuenta
TQM del propio HSBC (1.345.378,87 $).

Consecuentemente es correcta la subsunción jurídica que de los mismos


se realiza en la sentencia recurrida en el delito de blanqueo dado que el
recurrente y su padre Ángel Sanchis Perales idearon una completa operativa
que fue ejecutada por, entre otros, estos dos últimos acusados, conocedores
del origen delictivo de los fondos, en cuanto procedentes de su ilícita actividad
de intermediación en adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos
del Partido Popular y de su ocultación a la Hacienda Pública.

El motivo, en consecuencia, en relación a estos extremos deviene


improsperable.

Mejor destino ha de tener la impugnación relativa a la pena de prisión


impuesta a este recurrente –Ángel Sanchís Herrero- en la misma extensión, 1
año- que a su padre -Ángel Sanchís Perales-. La propia sentencia afirma en la
pág. 1119 que “no obstante lo anterior, y sin perjuicio de que proceda hacer lo
correspondiente en el apartado de valoración jurídica de la participación delictiva
“sí queremos dejar constancia desde este momento del distinto grado de
participación en los hechos de los dos acusados, padre e hijo Sanchís y
Bárcenas, tal como resultan del análisis de la prueba practicada”.

Y añade de forma expresa:

“Por otra parte mientras que la relación de Bárcenas y Sanchís Perales


es personal y directa y es él quien acepta inicialmente recibir los fondos para
su blanqueo con el indicado ánimo de favorecerle, no consta que exista esta
relación entre Bárcenas y Sanchís Herrero, quien parece limitarse a cumplir

1512
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los deseos de su padre, cooperando de forma necesaria con él. Estas


circunstancias serán tenidas en cuenta a los efectos de individualización
de la pena.

No obstante lo anterior y sin razonamiento adicional alguno, impone la


misma pena de un año y seis millones de multa. Consecuentemente el motivo
en este extremo deberá prosperar y realizarse una nueva individualización
penológica en la segunda sentencia a dictar por esta Sala.

332.- El motivo octavo al amparo del art. 849.1 LECrim por


aplicación indebida del art. 52 CP y por infracción de precepto
constitucional por la vía del art. 5.4 LOPJ y 852 LECrim por vulneración del
derecho de defensa del art. 24.2 CE con relación a la pena de multa
impuesta, que lo ha sido de seis millones de euros, sin ninguna motivación
o razonamiento.

Alega que tal multa, que tilda de exorbitante, ha sido impuesta sin
cuantificar cuánto ha sido la cuantía supuestamente blanqueada por el
recurrente, ni aplicar ninguno de los criterios que regula el art. 52 CP (daño
causado, valor del objeto del delito o el beneficio reportado por el mismo) para
la imposición de la pena, y estaría, por otra parte, en contradicción con lo
afirmado en los fundamentos jurídicos –pág. 1111 de la sentencia-, en la que
literalmente razona: “De esta manera Luis Bárcenas recobró un total de 190.000
USD –equivalente a 142.956’15 €, mediante transferencias que le efectuó Ángel
Sanchis Herrero a la cuenta de Conosur Land SL en Bankia (cuenta nº 2038
1168 20 6000548150) de la que era beneficiario Luis Bárcenas”.

Afirma por ello que la pena de multa no podría ser superior a esa cantidad
de 142.956’15 € as la que se le deberían aplicar las reducciones de las
atenuantes muy cualificadas de error de prohibición y dilaciones indebidas en
relación con colaboración con la justicia.

El motivo debería ser estimado parcialmente.

1513
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el hecho probado no aparece que Sanchís Herrero participara en el


blanqueo de los 3.000.000 €. En efecto, el contrato de préstamo simulado por
esa cantidad se celebra entre Sanchís Perales (su padre) y el coacusado
Bárcenas, sin intervención alguna de este recurrente.

Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta de


Luis Bárcenas que tenía en el DRESDNER BANK a otra cuenta del HSBC,
titularidad de Brixco, entidad uruguaya vinculada a la familia Sanchís -sin que
conste qué cargo en concreto ostentaba Sanchís Herrero- mediante tres
transferencias de 27-3, 3-4 y 6-5-2009 de 1.000.000 € cada una y una parte de
estos fondos -cuya cuantía no se determina- fue a su vez transferida a otra
sociedad relacionada con la familia Sanchís, La Moraleja SA, en cuya
administración intervino Sanchís Herrero, sin más datos.

Siendo así, la intervención de este recurrente y la realización por su parte


de actos típicos de blanqueo del art. 301.1, se produce en un momento posterior
mediante las transferencias enmascaradas en el contrato de prestación de
servicios simulado celebrado el 16-6-2011 entre Luis Bárcenas -en nombre de
CONOSUR LAND- y Sanchís Herrero con el fin de reintegrar sus fondos a
Bárcenas, transferencias a favor de éste y sus familiares por un total de 190.000
USD -equivalentes a 142.959,15 €-, más 10.000 €, así como 1.345.378,87 USD
en la constitución el 24-2-2010 de la sociedad RUMAGOL, cuyo titular real era
Luis Bárcenas.

Consecuentemente la pena del duplo del valor de la cantidad blanqueada


no ha de partir de los 3.000.000 € sino de la cantidad de 152.959,15 € más
1.345.378,87 USD al cambio en euros en la fecha de su desembolso.

333.- El motivo noveno por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim denuncia infracción por indebida aplicación del art. 392 CP en
relación al delito de falsedad en documento mercantil.

Se afirma en el motivo que procede la absolución por el delito de falsedad


dado que la propia sentencia mayoritaria le absuelve de tal delito en las págs.
1234 y 1235, al considerar que hay un único hecho punible de “auxilio a la

1514
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ocultación y posterior afloramiento una vez blanqueada de una cantidad” que no


determina, razonando por ello que “el tribunal opta por, en el caso de los hechos
que se refieren a los Srs. Sanchis, padre e hijo, por su absolución por el delito
de falsedad”.

La cuestión planteada ya ha sido analizada en el motivo sexto, apartado


4, en el que decíamos que si bien es cierto que en la parte dispositiva se recoge
como Título del enunciado, 14) “Delito de blanqueo de capitales en concurso
medial con falsedad en documento mercantil continuada” del cuerpo de dicho
epígrafe o enunciado no resulta tal condena por el delito de falsedad, como se
patentiza al establecer en el fallo, que la pena a imponer es:

“A ÁNGEL SANCHÍS PERALES y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, a cada


uno de ellos, a la pena de 1 AÑO de prisión con su accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y multa de
6.000.000 €, con responsabilidad personal subsidiaria de cinco meses en caso
de impago”.

De lo que resulta que la condena lo es, solo, por el delito de blanqueo de


capitales. Y tal es así, que, la absolución por el delito continuado de falsedad
que realiza la sentencia respecto al recurrente y de su padre el coacusado Ángel
Sanchís Perales, ha sido uno de los motivos por los que el Ministerio Fiscal ha
procedido a la interposición del recurso de casación.

Dicha absolución, al contrario de lo alegado por el recurrente esta en


concordancia con los expresado en los Fundamentos Jurídicos (pág. 1235),
donde se afirma: “Por otra parte, respecto de las falsedades documentales
imputadas a estos acusados, no se trata de la confección de documentos
mercantiles para que surtan valor o tengan efecto en el ámbito mercantil, sino
para preconstituir una apariencia que es la propia de la ocultación de bienes que
se castiga con el delito de blanqueo de dinero. Se trata de un delito puramente
instrumental, para dar cobertura y crear una apariencia, que no estaría en este
caso en una relación concursal medial, sino que debe considerarse como la
propia forma comisiva del delito de blanqueo, sin ninguna afectación de bien
jurídico distinto y propio de las falsedades penadas por el Código penal, por lo

1515
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que el Tribunal opta por, en el caso de los hechos que se refieren a los Sr.
SANCHIS, padre e hijo, por su absolución por el delito de falsedad”.

El motivo, por lo razonado, carece de fundamento y debe ser


desestimado.

334.- El motivo décimo al amparo del art. 849.2 LECrim al entender


que existe error de hecho en la apreciación de la prueba basado en
documentos que obran en autos que demuestran la equivocación del
juzgador, sin resultar contradichos por otros elementos.

Manifiesta el recurrente que la discrepancia en la valoración de la prueba


entre el voto de la mayoría y el particular se concreta en la valoración de las
pruebas personales, en concreto: (I) los interrogatorios del padre del recurrente,
(II) del recurrente, (III) del Sr. Bárcenas, y (IV) la ratificación del perito Vilaseca
en el juicio oral (sesión de tarde de 21-9-2017) y la documental que cita:

1.- Auto de 29 de julio de 2011 dictado por el Ilmo. Sr. D. Antonio Pedreira
Andrade por el que acuerda el sobreseimiento provisional del Sr. Bárcenas en
las diligencias Previas 1/2009, Proceso Penal 9/2009, tramitado por la Ilma. Sala
de lo Civil y Penal del Tribunal superior de Justicia de Madrid. Tomo 116
Principal, folios 128 a 165

2.- Informe de la UDEF 106.701/2013 de fecha 27 de noviembre de 2013


ratificado por el NUMA 81.067 en la sesión del día 05/07/2017, relativo al análisis
de la cuenta 0605140081 de BRIXCO en el HSBC de Nueva York.

3.- Resoluciones de los Tribunales Argentinos aportadas en la sesión del


juicio oral de 21 de septiembre de 2017, la primera de 13/12/2016 del Juzgado
Criminal y Correccional Federal 8, dictada en el procedimiento 10603/2012, y la
que, con motivo del recurso interpuesto contra la anterior por el Ministerio
Público Fiscal, fue dictada por la Cámara Criminal y Correccional, Sala 1, con
fecha 17/07/2017 (folios 1876 y ss del Tomo VI de documentación aportada en
juicio)

1516
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4.- Escrito de prueba anticipada presentado el 27/07/2016 (folio 1275 y


ss, Tomo IV, pieza separada de prueba anticipada), en que, como Documento
Nº 1, incorpora tres actas levantadas con motivo de reuniones celebrabas por el
Directorio de La Moraleja autorizando la contratación de CONOSUR LAND,
como Documento Nº 2 acompaña el Certificado del Gerente Comercial de La
Moraleja con las ventas hechas a Tana en España, sólo, con importes vendidos,
fechas, y cuantía, así como la suspensión de ventas desde el 2013 e indicación
de la feria en Alemania en que se indicio no se vendía más. y como
DOCUMENTO Nº 3 con el Certificado con el registro de entrada en La Moraleja
de la visita del representante de Mercadona a la sede de la explotación de La
Moraleja, en Salta.

5.- Certificado del contrato con CONOSUR LAND de las firmas de 16 de


junio de 2011 de la escribana Silvina González, titular del Registro Notarial 1948
de la Capital Federal (folio 318 y ss, Tomo 216, Principal).

El motivo debe ser desestimado.

- En cuanto a las pruebas que se citan como personales (declaraciones


de acusados y del perito), carecen de la condición de documentos a los efectos
pretendidos, pues es doctrina consolidada, que “se excluyen de la consideración
de documento las pruebas personales, como la declaración del acusado, las
testificales, en la medida en que esas pruebas de carácter personal están
sujetas a la inmediación del tribunal que las percibe. Igualmente, se excluyen de
esa conformación de documento la prueba pericial, al estar sujetas a la
valoración del tribunal que percibe directamente el contenido de la pericial, con
la salvedad de aquellas periciales únicas, o si se trata de varias las que sean
absolutamente coincidentes en su dirección acreditativa. Igualmente carece de
la condición de documento aquellas actividades probatorias documentadas que
entran en colisión con otros elementos de prueba, pues, en tal caso, dilucidar
entre la capacidad acreditativa de un medio probatorio sobre otro corresponde
al juez o tribunal que ha percibido con inmediación la prueba” (SSTS 357/2018
de 17 julio, 594/2018 de 27 noviembre, ATS 127/2019 de 10 de enero o 34/2019
de 14 de marzo).

1517
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- En relación a la eficacia de las resoluciones judiciales recaídas en este


u otro procedimiento, la doctrina del Tribunal Supremo, STS 180/2004, de 9-2,
tiene establecido que no vincula el contenido de otra sentencia dictada en el
mismo u otro orden jurisdiccional, dejando a salvo los supuestos de cosa
juzgada (STS 771/2002, de 18-7).

La STS 232/2002, de 15-2, hace un resumen de la doctrina


jurisprudencial recordando que ya la sentencia de 16-10 -91, estableció que
“…los datos fácticos de resoluciones precedentes, aunque lo sean de la
jurisdicción penal, carecen de virtualidad suficiente como para que en proceso
distinto y con jueces diferentes, se haya de estar o pasar por los hechos antes
declarados probados, no pudiendo pues sobreponerse éstos a las apreciaciones
de los jueces posteriores, a menos que se diera entre las dos resoluciones
identidad de cosa juzgada”. La STS 12-3-92 insistiendo en la cuestión ,de
acuerdo con otras resoluciones (STS 14-2-89, 15-9-87, 12-4-86; 18-12-85,
estableció: primero que los testimonios o certificaciones de tales resoluciones
judiciales ajenas, acreditan que se ha dictado determinada sentencia o
resolución, pero de ninguna manera hacen fe del acierto de lo resuelto ni de la
veracidad de lo en ellas contenido; segundo, que lo resuelto por un Tribunal,
excepto en la cosa juzgada material, no vincula ni condiciona a otro, el cual con
soberano criterio y plena libertad de decisión puede aceptar como definitivo lo
ya resuelto, o por el contrario llegar a conclusiones distintas; tercero, que en
tales supuestos no pueden extrapolarse las valoraciones o apreciaciones de los
jueces pues de lo contrario se incurriría en una recusable interferencia en la
apreciación racional y en conciencia de la prueba".

Con igual criterio se expresa la Sentencia 1341/2002 de 17.7, en la que


se declara que esta Sala tiene afirmado en varias sentencias (de las que pueden
citarse entre otras, las de 26.6.95 y 11.1.97), que no vincula a un Tribunal lo
resuelto por otro, razón por la cual, a efectos de apreciación del error, carecen
los fundamentos fácticos de una resolución temporalmente anterior, de
virtualidad para acreditar error.

Y en concreto la STS. 27.3.95, que se refiere a un caso de la posible


eficacia en el orden penal de una sentencia dictada por un juzgado de otro orden

1518
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

jurisdiccional, en concreto de lo social, y que se examina un recurso en el que


se critica la postura del Tribunal sentenciador por apartarse de los criterios
acogidos en la resolución precedente del Juzgado de lo social, se declara que
constituye doctrina judicial consagrada y pacifica:

a) Que los testimonios a certificaciones de resoluciones, más


concretamente sentencias, dictadas por cualesquiera órganos judiciales,
acreditan la realidad de su emisión, pero de ninguna manera, y frente a otros
órganos judiciales, hacen fe del acierto y corrección jurídica de lo resuelto, ni
de la realidad y veracidad de los hechos que le sirvieron de antecedente
y determinaron su pronunciamiento. b) Lo resuelto por un Tribunal, y excepto
en el contenido y alcance propio que contornea la cosa juzgada material, no
vincula ni condiciona a otro distinto, el cual con soberano criterio y plena libertad
de decisión puede aceptar como correcto lo ya resuelto, o, por el contrario,
llegar a conclusiones dispares de las del primero. c) En consecuencia, no
pueden extrapolarse las apreciaciones o valoraciones de los jueces recogidas
en una determinada resolución, incurriéndose en recusable interferencia en la
función de apreciación racional y en conciencia de la prueba reservada
inexcusablemente al Juez o Tribunal sentenciador. d) De ahí que se predique,
cuando de error en la apreciación de la prueba se trata, la carencia de
virtualidad suficiente de los fundamentos fácticos de sentencias o resoluciones
antecedentes, a fin de que en proceso distinto y por Tribunal diferente se
haya de estar forzosamente a las conclusiones adoptadas en aquéllas.

- Respecto al informe pericial, citado también como documental


debemos recordar en relación a la prueba pericial, como destaca la doctrina, es
una prueba de apreciación discrecional o libre y no legal o tasada, por lo que,
desde el punto de vista normativo, la ley precisa que “el Tribunal valorará los
dictámenes periciales según las reglas de la sana crítica” (art. 348 de la LEC),
lo cual, en último término, significa que la valoración de los dictámenes periciales
es libre para el Tribunal, como, con carácter general, se establece en el art. 741
de la LECrim. para toda la actividad probatoria (“el Tribunal, apreciando según
su conciencia, las pruebas practicadas en el juicio, las razones expuestas por la
acusación y la defensa y lo manifestado por los mismos procesados, dictará
sentencia”), sin que pueda olvidarse, ello no obstante, la interdicción

1519
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

constitucional de la arbitrariedad de los poderes públicos (art. 9.3 C.E.). El


Tribunal es, por tanto, libre a la hora de valorar los dictámenes periciales;
únicamente está limitado por las reglas de la sana crítica –que no se hallan
recogidas en precepto alguno, pero que, en definitiva, están constituidas por las
exigencias de la lógica, los conocimientos científicos, las máximas de la
experiencia y, en último término, el sentido común- las cuáles, lógicamente, le
imponen la necesidad de tomar en consideración, entre otros extremos, la
dificultad de la materia sobre la que verse el dictamen, la preparación técnica de
los peritos, su especialización, el origen de la elección del perito, su buena fe,
las características técnicas del dictamen, la firmeza de los principios y leyes
científicas aplicados, los antecedentes del informe (reconocimientos, períodos
de observación, pruebas técnicas realizadas, número y calidad de los
dictámenes obrantes en los autos, concordancia o disconformidad entre ellos,
resultado de la valoración de las otras pruebas practicadas, las propias
observaciones del Tribunal, etc.); debiendo éste, finalmente, exponer en su
sentencia las razones que le han impulsado a aceptar o no las conclusiones de
la pericia (STS. 1102/2007 de 21.12.

No se trata de pruebas que aporten aspectos fácticos, sino criterios que


auxilian al órgano jurisdiccional en la interpretación y valoración de los hechos,
sin modificar las facultades que le corresponden en orden a la valoración de la
prueba. Por otro lado, su carácter de prueba personal no debe perderse de vista
cuando la prueba pericial ha sido ratificada, ampliada o aclarada en el acto del
juicio oral ante el Tribunal, pues estos aspectos quedan entonces de alguna
forma afectados por la percepción directa del órgano jurisdiccional a
consecuencia de la inmediación (SSTS. 5.6.2000, 5.11.2003, 937/2007 de
28.11).

a) Existiendo un solo dictamen o varios absolutamente coincidentes, y


no disponiendo la Audiencia de otras pruebas sobre los mismos elementos
fácticos, el Tribunal haya estimado el dictamen o dictámenes coincidentes como
base única de los hechos declarados probados, pero incorporándolos a dicha
declaración de un modo incompleto, fragmentario, mutilado o contradictorio, de
modo que se altere relevantemente su sentido originario.

1520
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

b) Cuando contando solamente con dicho dictamen o dictámenes


coincidentes y no concurriendo otras pruebas sobre el mismo punto fáctico, el
Tribunal de instancia haya llegado a conclusiones divergentes con las de los
citados informes, sin expresar razones que lo justifiquen (SSTS. 534/2003 de
9.4, 58/2004 de 26.1, 363/2004 de 17.3, 1015/2007 de 30.11, 6/2008 de 10.1, y
AATS. 623/2004 de 22.4, 108/2005 de 31.11, 808/2005 de 23.6, 860/2006 de
7.11, 1147/2006 de 23.11, o sin una explicación razonable (SSTS. 182/2000 de
8.2, 1224/2000 de 8.7, 1572/2000 de 17.10, 1729/2003 de 24.12, 299/2004 de
4.3, 417/2004 de 29.3). En ambos casos cabe estimar acreditado
documentalmente el error del tribunal. En el primer caso porque, asumiendo el
informe, el texto documentado de éste permite demostrar que ha sido apreciado
erróneamente al incorporarlo a los hechos probados de un modo que desvirtúa
su contenido probatorio. En el segundo, porque, al apartarse del resultado único
o coincidente de los dictámenes periciales, sin otras pruebas que valorar y sin
expresar razones que lo justifiquen, nos encontramos –como dice la STS.
310/95 de 6.3, ante un discurso o razonamiento judicial que es contrario a las
reglas de la lógica, de la experiencia o de los criterios firmes del conocimiento
científico, esto es, se evidencia un razonamiento abiertamente contrario a la
exigencia de racionalidad del proceso valorativo STS. 2144/2002 de 19.12).

Fuera de estos casos las pericias son un medio de prueba de carácter


personal, aunque con características propias que deben ser valoradas en
función de las conclusiones expuestas por sus redactores y suficientemente
contratadas en el momento del juicio oral.

Ahora bien, aunque como dijimos, en ciertos casos un informe pericial


pueda ser considerado documento a los efectos del art. 849.2 LECrim., sin
embargo no cabe hablar de una equiparación plena de la prueba pericial a la
documental a tales efectos no lo permite la diferente naturaleza de estos dos
medios de prueba. La pericial es una prueba de carácter personal donde el
principio de inmediación procesal, particularmente cuando esta prueba se
practica en el juicio oral, tiene una relevancia que no aparece en la documental.
Si en definitiva, la interdicción de la arbitrariedad constituye el fundamento último
de esta norma de la LECrim. art. 849.2, en esta clase de prueba dado su carácter
personal, ha de tener mayor importancia la explicación que al efecto nos ofrezca

1521
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el Tribunal de instancia sobre su apreciación de lo escuchado en juicio (SSTS.


275/2004 de 5.3, 768/2004 de 18.6, 275/2004 de 5.2). Las pruebas periciales no
son auténticos documentos, sino pruebas personales consistentes en la emisión
de informes sobre cuestiones técnicas, de mayor o menor complejidad, emitidos
por personas con especiales conocimientos en la materia, sean o no titulados
oficiales. Como tales pruebas quedan sujetas a la valoración conjunta de todo
el material probatorio conforme a lo previsto en el artículo 741 de la LECrim., y
además cuando, como es habitual, los peritos comparecen en el juicio oral, el
Tribunal dispone de las ventajas de la inmediación para completar el contenido
básico del dictamen con las precisiones que hagan los peritos ante las preguntas
y repreguntas que las partes les dirijan (artículo 724 de la LECrim). Y es doctrina
reiterada que lo que depende de la inmediación no puede ser revisado en el
recurso de casación (STS. 936/2006 de 10.11).

En el caso presente el perito compareció en el juicio oral, siendo


sometido su dictamen a la contradicción de las partes y valorado por la Sala -al
igual que el resto de documentos- que recoge que “el único dato aportado a este
respecto es un alegado incremento de ventas de la finca de la Moraleja en dicho
periodo expuesto por el perito de parte D. Guillermo Ricardo Valencia (sesión
de 21-09-2017) pero sin que pueda darse por acreditado, según él mismo
manifestó que tal incremento fuera consecuencia del asesoramiento a
Bárcenas, ni que él hubiera tenido constancia de algún informe emitido por éste
(pág. 1114).

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

335.- El motivo undécimo por infracción de ley al amparo del art.


849.1 LECrim por indebida aplicación del art. 14.1 y 3 CP en relación con
la eximente de error de tipo y error de prohibición.

Se dice en el motivo que ni el recurrente ni su padre conocían ni


sospechaban que el dinero objeto del préstamo proviniese de ninguna actividad
ilícita del Sr. Bárcenas o de nadie, y no se ha realizado ninguna conducta o
cometido ningún hecho “prohibido”, al ser todos actos lícitos y normales, lo que

1522
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

excluye cualquier mínimo conocimiento de su prohibición, pues no están


prohibidos, lo que lleva a aplicar como eximente tanto el art. 14.1 CP de error
de tipo, por ausencia total de dolo, como el art. 14.3 CP de error de prohibición,
lo que implica ausencia de culpabilidad.

En la alternativa que no se aceptase como eximente el art. 14.1 ordena


que se pene como imprudente, lo que conduciría a la prescripción del delito por
las transferencias de los 3 millones de euros realizada la última el 6-3-2009, lo
que también conduciría a la absolución.

Y en la alternativa de que se apreciase como vencible el error de


prohibición tipificado en el art. 14.3 CP procedería estimarlo como atenuante
aplicando la pena inferior en dos grados.

El motivo es similar al articulado por otros recurrentes y debe por ello ser
desestimado.

En efecto, como se ha recordado en SSTS 392/2013 de 15-05, y


795/2016 de 25-10, el dolo, que es un elemento intelectivo, supone la
representación o conocimiento del hecho y además el conocimiento de la
significación antijurídica de la acción y el conocimiento del resultado de la
acción. En consecuencia, el conocimiento equivocado o juicio falso, concepto
positivo, que designamos como error y la falta de conocimiento, concepto
negativo, que denominamos ignorancia y que a aquél conduce, incidirán sobre
la culpabilidad, habiéndose en la doctrina mayoritaria distinguido
tradicionalmente entre error de hecho (error facti) que podría coincidir con el
error, y error de Derecho (error iuris) que correspondería a la ignorancia (SSTS
753/2007 de 2-10, 1238/2009 de 11-12).

Se distingue, por tanto, entre error de tipo y error de prohibición. Aquél


se halla imbricado en la tipicidad, aunque hay que reconocer que un tanto
cernida por el tamiz del elemento cognoscitivo del dolo, mientras que el error de
prohibición afecta a la culpabilidad (SSTS 258/2006 de 8.3 y 1145/1996 de
23.11), que expresamente señala que: “la clásica distinción entre error de hecho
y de derecho y más actualmente de tipo y de prohibición, aunque no aparecen

1523
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recogidas en esta denominación en el art. 14 CP, se corresponde con el error


que afecta a la tipicidad y a la culpabilidad”.

Por ello, en el art. 14 CP, se describe, en los dos primeros números, el


error del tipo, que supone el conocimiento equivocado o juicio falso sobre alguno
o todos los elementos descritos por el tipo delictivo, (núm. 1), siendo a su vez,
vencible o invencible, y el error sobre circunstancias del tipo, que lo cualifiquen
o agraven (núm. 2). Por tanto, el error sobre cualquier elemento del tipo, es
decir, el desconocimiento de la concurrencia de un elemento que fundamente la
prohibición legal de esa conducta, excluye en todo cado el dolo, ya que ésta
requiere conocimiento de todos los elementos del tipo de injusto, es decir el dolo
se excluye por un error que impide al autor conocer el peligro concreto de
realización del resultado típico o de los hechos constitutivos de la infracción
(STS 1254/2005 de 18.10). En el ámbito del error de tipo, el error sobre los
elementos del tipo -nº 1 del artículo 14 CP- si es invencible excluye la
responsabilidad penal y si es vencible da lugar al castigo de la conducta como
imprudente si esa versión culposa existiese. El error sobre los elementos que
cualifican o agravan el tipo -nº 2 del artículo 14 CP- sea vencible o invencible
excluye, en cualquier caso, la aplicación de esa cualificación.

En el nº 3 del artículo 14 CP, por el contrario, se regula el error de


prohibición, que la jurisprudencia (SSTS 336/2009 de 2.4 y 266/2012 de 3.4), ha
señalado que se constituye, cual reverso de la conciencia de la antijuricidad, y
que se integra como elemento constitutivo de la culpabilidad, exigiendo que el
autor de la infracción penal concreta ignore que su conducta es contraria a
derecho, o, expresado de otro modo, que actúe en la creencia de estar obrando
lícitamente. No cabe extenderlo a los supuestos en los que el autor cree que la
sanción penal era de menor gravedad, y tampoco a los supuestos de
desconocimiento de la norma concreta infringida y únicamente excluye o atenúa
la responsabilidad cuando se cree obrar conforme a derecho.

Además, el error de prohibición no puede confundirse con la situación de


duda, puesta ésta no es compatible con la esencia del error que es la creencia
errónea, de manera que no habrá situación de error de prohibición cuando existe
duda sobre la licitud del hecho y se decide actuar de forma delictiva, existiendo

1524
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en estos supuestos culpabilidad de la misma manera que el dolo eventual


supone la acción dolosa respecto a la tipicidad subjetiva (STS 1141/97 de 14-
11). Es decir, basta la conciencia potencial o la alta probabilidad de la
antijuridicidad, sin que sea necesaria la conciencia real.

Del mismo modo, han dicho las SSTS 411/2006, de 18-4, 1287/2003, de
10-10, que para sancionar un acto delictivo el conocimiento de la ilicitud del
hecho no tiene que ser preciso en el sentido de conocer concretamente la
gravedad con el que el comportamiento realizado es sancionado por la Ley. Los
ciudadanos no son ordinariamente expertos en las normas jurídicas sino legos
en esta materia, razón por la que se requiere para la punición de la conducta
antijurídica lo que e ha denominado doctrinalmente “conocimiento paralelo en la
esfera del profano sobre la ilicitud de la conducta que se realiza”.

Ello determina que sea penalmente irrelevante el error de subsunción,


es decir, el error sobre la concreta calificación o valoración jurídica de la
conducta realizada, y que únicamente concurra error de prohibición en el sentido
del artículo 14.3 CP cuando el agente crea que la conducta que subsume
erróneamente sea lícita, al no estar sancionada por norma alguna. Si conoce su
sanción penal no existe error jurídicamente relevante aun cuando concurra error
sobre la subsunción técnico-jurídica correcta.

Como decía la STS 601/2005, de 10.5, el error de prohibición se


configura como el reverso de la conciencia de antijuricidad y como recuerdan
las SSTS 17/2003 de 15.1, 755/2003 de 28.5 y 861/2004 de 28.6, la doctrina y
la ley distinguen entre los errores directos de prohibición, es decir, los que
recaen sobre la existencia de la norma prohibitiva o imperativa, y los errores
indirectos de prohibición que se refieren a la existencia en la ley de la
autorización para la ejecución de una acción típica (causa de justificación) o a
los presupuestos de hecho o normativos de una causa de justificación. En este
sentido la STS 457/2003 de 14.11, declara que el error de prohibición, consiste
en la creencia de obrar lícitamente si el error se apoya y fundamenta en la
ausencia de conocimiento sobre la verdadera significación antijurídica de la
conducta.

1525
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta creencia en la licitud de la actuación del agente puede venir


determinada tanto por el error de la norma prohibitiva, denominado error de
prohibición directo, como por el error sobre el presupuesto y concurrencia de
una causa de justificación, llamado error de prohibición indirecto, produciendo
ambos la exención o exclusión de la responsabilidad criminal, cuando sea
invencible. En los casos de error vencible de prohibición, directo o indirecto, se
impone la inferior en uno o dos grados, según el art. 14.3 CP.

También la jurisprudencia, después de destacar la dificultad de


determinar la existencia de error, por pertenecer al arcano íntimo de la
conciencia de cada individuo, sin que baste su mera alegación, sino que deberá
probarse, tanto en su existencia como en su carácter invencible (STS de
20.2.98, 22.3.2001, 27.2.2003), ha afirmado reiteradamente que “no cabe
invocar el error cuando se utilizan vías de hecho desautorizadas por el
ordenamiento jurídico, que todo el mundo sabe y a todos consta que están
prohibidas” (STS 11.3.96, 3.4.98), añadiendo que, en el caso de error iuris o
error de prohibición, impera el principio “ignorantia iuris non excusat”, y que
cuando el error se proclama respecto de normas fundamentales en el Derecho
Penal, no resulta verosímil y por tanto admisible, la invocación de dicho error,
no siendo posible conjeturar la concurrencia de errores de prohibición en
infracciones de carácter material o elemental, cuya ilicitud es “notoriamente
evidente y de comprensión y constancia generalizada” (STS 12 de noviembre
de 1986, 26 de mayo de 1987).

El señalado distinto tratamiento del error, según se trate de infracciones


de carácter natural o formal, se analiza en la STS 7 de julio de 1987, recordando
que si tradicionalmente se ha venido afirmando que el Derecho vale y se impone
por sí mismo y no por la circunstancia de ser o no conocido por sus destinatarios,
esta construcción, que hipervalora el principio de defensa social, perdió fuerza
al hacerse distinción entre aquellas conductas definidas en el Código que
agravian o lesionan normas éticas con sede en la conciencia de todo sujeto,
necesarias para la convivencia y pertenecientes al vigente contexto socio-
cultural (las acciones que la doctrina de los canonistas denominaba mala in se)
y los delitos formales, cuya razón de ser está muchas veces en criterios de
oportunidad (los actos mala quia prohibita. Malos en cuanto son prohibidos).

1526
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otra parte, para excluir el error no se requiere que el agente tenga
seguridad respecto a su proceder antijurídico, bastando que tenga conciencia
de la antijuridicidad, o al menos sospecha de lo que es un proceder contrario a
Derecho (S. 29.11.94), de la misma manera y en otras palabras (SSTS 12.12.91,
16.3.94, y 17.4.95) que basta con que se tenga conciencia de una alta
probabilidad de antijuridicidad, no la seguridad absoluta del incorrecto proceder.

En sede probatoria la apreciación del error de prohibición no puede


basarse solamente en las declaraciones del propio sujeto, sino que precisa de
otros elementos que les sirvan de apoyo y permitan sostener, desde un punto
de vista objetivo, la existencia del error. El análisis nos dice la STS 302/2003 de
27.2, debe efectuarse sobre el caso concreto, tomando en consideración las
condiciones del sujeto en relación con las del que podría considerarse hombre
medio, combinando así los criterios subjetivo y objetivo, y habrá de partir
necesariamente de la naturaleza del delito que se afirma cometido, pues no
cabe invocar el error cuando el delito se comete mediante la ejecución de una
conducta cuya ilicitud es de común conocimiento.

En el caso que nos ocupa en los hechos probados no se desprende la


existencia de error de tipo o de prohibición alguno sino, como ya se ha señalado
en motivos anteriores, un conocimiento suficiente de la procedencia delictiva de
los fondos -de su ilícita actividad de intermediación en adjudicaciones públicas
y del apoderamiento de fondos del Partido Popular y de su ocultación a la
Hacienda Pública-, siendo además significativo que los hechos se realizan
cuando el caso Gürtel había salido a la luz pública con las primeras detenciones
-febrero 2009 (pág. 243)-, y es precisamente con inmediación a esas fechas
cuando se concretan las distintas intervenciones del recurrente, cuya formación
económica financiera, mercantil e incluso bancaria descartan cualquier clase de
error.

336.- El motivo duodécimo al amparo del art. 849.1 LECrim denuncia


infracción de ley por inaplicación de la atenuante de dilaciones indebidas,
prevista en el art. 21.6 CP como muy cualificada en relación con la

1527
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

atenuante de colaboración con la justicia calificada como simple y muy


cualificada.

Alega que el recurrente prestó declaración el 18-3-2014, el auto de


apertura del juicio oral se dictó el 5-3-2015, iniciándose el juicio el 4-10-2016 y
notificándosele la sentencia el 24-5-2018, dándose la extraordinaria
circunstancia que el recurrente ha colaborado de forma decisiva en que no
hubiese dilaciones de ningún tipo.

El motivo debería desestimarse.

La posible aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas y su


consideración como muy cualificada ya ha sido analizada en anteriores recursos
interpuestos por otros recurrentes, en particular el motivo 29 de Alberto López
Viejo, por lo que nos remitimos a lo ya razonado en orden a su no concurrencia,
al no ser suficiente para ello que el recurrente no haya obstaculizado la
tramitación del procedimiento a través de comisiones rogatorias a Argentina,
deber de colaboración que debería ser la regla general de todas las partes
intervinientes, al ser el fundamento de esta atenuante de dilaciones indebidas el
perjuicio que supone el sometimiento a un proceso penal, la incertidumbre de
su resultado, la sujeción a posibles medidas cautelares, que acarrean molestias
y padecimientos que se acrecientan a medida que el proceso se prolonga. De
ahí, precisamente, que el conjunto para la apreciación de la atenuante debe
computarse desde que se adquiere la condición de coimputado, que sería el
momento en que se producirían aquellos padecimientos. Y en el caso presente
el propio recurrente admite que prestó declaración el 18-3-2014 y la sentencia
le fue notificada el 24-5-2018, poco más de cuatro años y dos meses, plazo que
no parece excesivo para un proceso de las características del presente.

Y en cuanto a la colaboración que se señala, el recurrente ha negado


cualquier relación con las actividades ilegales de las que era acusado,
cuestionando no solo su participación en los hechos, sino el carácter ilícito penal
de los mismos.

1528
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

337.- El motivo décimo tercero por infracción de ley al amparo del


art. 849.1 LECrim por incorrecta aplicación del art. 301.5 CP en lo relativo
al comiso de las “ganancias” del supuesto delito de blanqueo.

Argumenta que la sentencia mayoría impone el comiso de 3 millones de


euros al recurrente, sin ningún razonamiento de con qué criterio lo aplica. El
recurrente razona que no procede el comiso, en este caso, que no ha habido
ganancia alguna del mismo y solicita que quede sin efecto esta pena.

Añade que el Ministerio Fiscal no solicitó la declaración de nulidad de


ninguno de los contratos, ni el de préstamo entre el Sr. Sanchis Perales y la
Fundación Sinequanon de 24-2-2009, ni el de servicios de la Moraleja con
Conosur Land de 16-6-2011; y en estricta aplicación del art. 1305 del Código
Civil y la absoluta falta de participación de los Srs. Sanchis Herrero y Sanchis
Perales, procede declarar la nulidad de todos los contratos suscritos por Sanchis
Perales.

El motivo debe ser parcialmente estimado.

Bajo la regulación anterior a la reforma operada por LO 1/2015 de 30 de


marzo, un amplio sector doctrinal sentenció que el comiso era una consecuencia
sui generis del delito de naturaleza penal, distinta de las penas y de las medidas
de seguridad. Igualmente esta Sala declaró que trataba de “una tercera clase
de sanciones penales, siguiendo así nuestro Código la línea iniciada por los
Derechos Germánicos (Código Penal suizo o Código Penal alemán) de
establecer un tercer género de sanciones bajo la denominación de
“consecuencias jurídicas o consecuencias accesorias”. En coherencia con esta
configuración también hemos dicho en sentencia 1528/2002, de 20 de
septiembre, entre otras, que “el comiso, aunque no incluido en el catálogo de
las penas contenido en el art. 33 CP, constituye una sanción sometida a los
principios de culpabilidad, proporcionalidad, pertinencia y legalidad”.

El Tribunal Constitucional ha negado que el comiso constituya una pena,


pero lo califica de “sanción”. En definitiva, la jurisprudencia de esta Sala ha
entendido que el comiso, con anterioridad a la reforma operada en 2015, con
base a la Directiva 2014/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 3-4-

1529
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2014, al ser una consecuencia accesoria, al margen de las penas y medidas de


seguridad.

No se trata de una responsabilidad civil ex delicto, ésta constituye una


cuestión de naturaleza esencialmente civil, con independencia de que sea
examinada en el proceso penal y nada impide que, por ello, su conocimiento
sea diferido, en su caso, a la jurisdicción civil, el comiso, por el contrario, guarda
una directa relación con las penas y con el Derecho sancionador, en todo caso,
con la lógica exigencia de su carácter personalistica y el obligado cauce procesal
penal para su imposición (STS 299/2019, de 7 de junio).

Pues bien, con independencia de esta naturaleza jurídica que implica


que tal medida ha de ser solicitada por el Ministerio Fiscal o partes acusadoras,
de donde se deduce la necesidad de su planteamiento y debate en el juicio oral
y que la resolución que lo acuerde ha de ser motivada. El problema puede surgir
a la hora de determinar su exacta definición, partiendo de que la finalidad del
precepto es anular cualquier ventaja obtenida por el delito. Las dudas
interpretativas se encuentran fundamentalmente en las tres categorías de
bienes que se incluyen como objeto del comiso, al amparo de la norma general
contenida en el art. 127 CP. Los efectos que provengan del delito, es decir, el
producto directo de la infracción, todo objeto o bien que se encuentre, mediata
o inmediatamente en poder del delincuente como consecuencia de la infracción;
los bienes, medios o instrumentos con los que se haya preparado o ejecutado;
y las ganancias provenientes del delito (SSTS 877/2014, de 22 de diciembre;
134/2017, de 2 de marzo; 512/2017, de 5 de julio).

El art. 301.5, es una norma especial en relación con la general del


decomiso del art. 127, se refiere a dicha consecuencia en materia de delito de
blanqueo de capitales, pero con un alcance más limitado al caso de que el
culpable hubiere obtenido ganancias, esto es, todo provecho económico
obtenido directa o indirectamente de la infracción, añadiendo el legislador una
cláusula subrogatoria para salvar las transformaciones que hubieran podido
experimental las mismas, lo cual es del todo punto razonable, pues de lo
contrario sería fácil burlar el comiso mediante la adquisición o permuta de los
bienes que constituyen ganancias provenientes del hecho ilícito, lo que

1530
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

responde a una estructura de la relación de causalidad de gran amplitud pues


de lo que se trata es de anular cualquier ventaja obtenida a partir de aquel (STS
508/2015, de 27 de julio).

- Respecto al origen ilícito de los bienes, esta procedencia ilícita puede


quedar acreditada mediante prueba indirecta o indiciaria, y que la demostración
del origen criminal, presupuesto imprescindible para decretar el comiso, no
requiere la identificación de las concretas operaciones delictivas, bastando a
tales efectos que quede suficientemente probada la actividad delictiva de modo
genérico, añadiéndose, respecto a la probanza de dicha procedencia, que no
puede pretenderse que lo sea en los mismos extremos que el hecho descubierto
y merecedor de la condena sino que, por el contrario, esa prueba
necesariamente debe ser de otra naturaleza y versar de forma genérica sobre
la actividad desarrollada por el condenado a cuyo blanqueo coadyuva el
acusado (SSTS 969/2013, de 18 de diciembre; 877/2014, de 22 de diciembre;
508/2015, de 27 de julio).

En consecuencia, para aplicar este precepto debe acreditarse


suficientemente la procedencia ilegal del dinero, sin que baste con afirmar que
no se ha dado una adecuada explicación sobre la procedencia del bien o dinero
intervenidos, a modo de inversión probatoria (STS 123/2000, de 4 de febrero;
1040/2005, de 20 de septiembre).

Por último, el deber de motivación y fundamentación de la sentencia


abarca e incluye necesariamente el comiso en cuanto que este es una
consecuencia directa del delito; por ello, junto con la afirmación de la
procedencia delictiva de las ganancias de delito, debe razonar la decisión y
alcance del mismo.

La efectividad del comiso exige que en el juicio histórico, bien de forma


explícita o bien de forma indirecta, se expresen con claridad los hechos que
permiten respaldar la conclusión de que el metálico aprehendido ha de reputarse
ganancia de la actividad delictiva desplegada. La jurisprudencia de esta Sala
Segunda no duda en dejar sin efecto el comiso decretado de aquellas
cantidades cuya procedencia ilícita no queda suficientemente acreditada (STS
831/2007, de 5 de octubre).

1531
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por tanto, si no se explican las razones justificadas de la medida no es


posible acordar el comiso pero si es factible tomar en consideración los datos
que directamente emanen o deriven del resto de las argumentaciones, en los
que se pongan de relieve las circunstancias o elementos integrantes del delito,
siempre que las razones de la imposición puedan desprenderse con claridad del
conjunto de su decisión adoptada en las sentencias (STS 492/2002, de 13 de
marzo).

En el caso presente es cierto que en los hechos probados aparece como


cantidad entregada por Bárcenas la de 3.000.000 €, pero esas iniciales
ganancias fueron en parte devueltas a Bárcenas en total 1.589.498’87 USD y
10.000 € que habría que descontarse, al igual que aquellas otras que se
determinen en ejecución de sentencia o en un proceso de decomiso frente a
terceros que pudiera entablar el Ministerio Fiscal o frente a las sociedades que
aparecen como receptoras.

RECURSO ÁNGEL SANCHIS PERALES

338.- El motivo primero al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con
el art. 852 LECrim por existir vulneración del derecho fundamental a la
presunción de inocencia (art. 24.2 CE) en relación con el art. 6.2 del
Convenio Europeo para la Protección de Derechos Humanos y art. 14.2 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Considera el motivo que la sentencia condena al recurrente como autor


de un delito de blanqueo de capitales sin haber tenido en cuenta la prueba de
descargo ofrecida y sin motivación alguna al respecto, fundamentando dicha
condena en prueba indiciaria insuficiente para enervar la presunción de
inocencia. Las inferencias tienen un carácter excesivamente abierto, débil e
indeterminado que impiden tenerlas por suficientes o concluyentes, existiendo
alternativas razonables a la hipótesis condenatoria, faltando el suficiente grado
de certeza objetiva que exige la condena penal.

1532
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El recurrente cuestiona cada uno de los indicios tenidos en cuenta por la


sentencia:

- la dinámica general de actuación del acusado Luis Bárcenas que


responde a una estrategia multifrente de ocultación de su patrimonio,
considerando prueba indiciaria de lo anterior: las múltiples prevenciones que
inmediatamente de producirse las primeras detenciones adoptó Luis Bárcenas.

- la biografía personal del Sr. Sanchis y en relación con el Sr. Bárcenas,


refiriendo como indicio la experiencia política del recurrente en los años 80,
como tesorero del Partido Popular (Alianza Popular) e incluso por el hecho de
haber sido encausado en el “caso Naseiro” en los años 90.

- las precauciones adoptadas por el propio Ángel Sanchis Perales al


desplazarse a Suiza para asegurarse de la ausencia de riesgos, más que
financieros, jurídicos de la operación.

- la proximidad temporal del contrato de préstamo (febrero 2009) con el


hecho de que trascendiera en algunos medios de comunicación “el caso Gürtel”.

- la continuación de la relación de los Sres. Sanchis con Luis Bárcenas


de forma que, en lugar de renunciar al préstamo y devolver el dinero,
mantuvieron la ocultación, suscribiendo un segundo contrato de prestación de
servicios con la sociedad Conosur Land, transfiriendo a Luis Bárcenas
cantidades ya blanqueadas (entre el 15-9-2011 y 19-11-2012, enumeradas en
las páginas 244 y 245 de los hechos probados).

El motivo es similar al articulado en quinto lugar por el anterior recurrente


–su propio hijo- y en el análisis de este ya dijimos que no resulta aceptable
analizar cada uno de aquellos indicios y darles otra interpretación o bien aislarles
del conjunto probatorio, extrayendo sus propias e interesadas conclusiones,
pues la fuerza convictiva de la prueba indirecta se obtiene mediante el conjunto
de los indicios probatorios, a su vez, por prueba directa, que en sede casacional
no pueden ser revisados nuevamente, y no se trata del aislado análisis de cada
uno de los indicios en una particularidad probatoria que pueden, en sí mismos,
cada uno de ellos, ser insuficientes de los efectos pretendidos –porque, en caso
contrario, sobraría su articulación referencial- pero en su conjunto arrojar, a

1533
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

juicio de la Sala sentenciadora, una convicción que despega del propio análisis
de cada uno de ellos en particular, ofreciendo en su totalidad una conclusión
probatoria sobre la que esta Sala casacional únicamente tiene que comprobar
que cuenta con la necesaria racionalidad y con un adecuado soporte estructural
de tipo argumental.

En el caso que nos ocupa, de aquellos indicios el recurrente debió inferir


el origen delictivo de los fondos:

a) la importancia de la cantidad de dinero depositado en los bancos


suizos es un dato relevante para la jurisprudencia; b) la vinculación de los
autores con actividades ilícitas o grupos o personas relacionados con ellos, en
este caso Grupo Correa y casos de corrupción; c) lo inusual o desproporcionado
del incremento patrimonial del sujeto (se compadece mal con alguien que es
gerente de un partido y Senador); d) la naturaleza y las características de las
operaciones económicas llevada a cabo (opacidad de las cuentas en Suiza); e)
la inexistencia de justificación lícita de los ingresos que permiten la realización
de esas operaciones (unos saldos de unos 17 millones de euros, habiendo
alcanzado hasta 48 en alguna etapa, no parecen que puedan soportar una
justificación lícita de un mero gerente o senador, circunstancia esta última que
le dota de la condición de PEP); f) la debilidad de las explicaciones acerca del
origen licito de estos capitales, sin que conste que pidiera explicación alguna,
bien al Sr. Bárcenas o incluso al banco; y h) la existencia de sociedades
pantallas o entramados financieros que en este caso eran tan evidentes pues,
nada menos que, las cuentas estaban abiertas a nombre de una fundación
panameña (Fundación Sinequanon).

En todo caso, conviene aquí recordar que en el delito de blanqueo de


capitales se construye sobre un elemento subjetivo con muy distintas variantes.
De una parte, admite el dolo directo, pero también el eventual, e incluso la
modalidad culposa, lo que da cuenta de las cautelas que son exigibles en aquel
que tiene contacto con fondos de origen ilícito, operando, sobre todo en este
delito, la institución de la ignorancia deliberado que, aunque este Tribunal la
asimila a dolo eventual, tiene unas características propias que deben ser
reseñadas.

1534
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La STS 970/2016, de 21 de diciembre, con cita de la Sentencia 33/2005,


de 19 enero, define la ignorancia deliberada como la posición de quien pudiendo
y debiendo conocer la naturaleza del acto o colaboración que se le pide, se
mantiene en situación de no querer saber, pero no obstante presta su
colaboración, se hace acreedor a las consecuencias penales que se deriven de
su antijurídico actuar (SSTS, 236/2003 de 17 de febrero, 628/2003 de 30 de abril
ó 785/2003 de 29 de mayo).

Nuestra jurisprudencia, referente al concepto de dolo eventual, ha


establecido que en aquellos supuestos en los que se haya probado que el autor
decide la realización de la acción, no obstante haber tenido consistentes y claras
sospechas de que se dan en el hecho los elementos del tipo objetivo,
manifestando indiferencia respecto de la concurrencia o no de estos, no cabe
alegar un error o ignorancia relevantes para la exclusión del dolo en el sentido
del art. 14.1 CP. Esta situación, es de apreciar en aquellos casos en los que el
autor incumple conscientemente obligaciones legales o reglamentarias de
cerciorarse sobre los elementos del hecho, como en el delito de blanqueo de
capitales, o en los delitos de tenencia y tráfico de drogas, cuando el autor tuvo
razones evidentes para comprobar los hechos y no lo hizo porque le daba igual
que concurrieran o no los elementos del tipo; es decir: cuando está acreditado
que estaba decidido a actuar cualquiera fuera la situación en la que lo hacía y
que existían razones de peso para sospechar la realización del tipo. En todo
caso, la prueba de estas circunstancias del caso estará a cargo de la acusación
y sometida a las reglas generales que rigen sobre la prueba (STS 415/2016, de
17 de mayo).

El recurrente tuvo, en consecuencia, que despejar tal error, y el no


hacerlo, solamente a él le es imputable, no pudiendo ampararse en un
desconocimiento que solamente a él le corresponde desvelar (STS núm.
70/2017, de 8 febrero).

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

1535
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

339.- El motivo segundo al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con
el art. 852 LECrim, por existir vulneración del derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva (art. 24.1 y 120 CE).

Señala el recurrente que la sentencia ha omitido todo razonamiento


sobre la prueba de descargo ofrecida y aportada por el recurrente y se abstiene
de precisar las razones por las que se inclina por una de las alternativas que
ofrece la prueba y excluye las que favorecen al acusado, incumpliendo de este
modo la obligación de motivación que le incumbe en extremos sustanciales de
todas las resoluciones.

Ciertamente, como ya hemos dicho en anteriores recursos, en SSTS


258/2010, de 12 de marzo; 540/2010, de 8 de junio: "...la ponderación de la
prueba de descargo representa un presupuesto sine qua non para la
racionalidad del desenlace valorativo". Su toma en consideración por el Tribunal
a quo es indispensable para que el juicio de autoría pueda formularse con la
apoyatura requerida por nuestro sistema constitucional. No se trata, claro es, de
abordar todas y cada una de las afirmaciones de descargo ofrecidas por la parte
pasiva del proceso.

En palabras del Tribunal Constitucional exige solamente ponderar los


distintos elementos probatorios, pero sin que ello implique que esa ponderación
se realice de modo pormenorizado, ni que la ponderación se lleve a cabo del
modo pretendido pro el recurrente, sino solamente que se ofrezca una
explicación para su rechazo (SSTC. 148/2009 de 15.6, 187/2006 de 19.6).

STS. 593/2006 de 25.5. Estimatoria. Incumplimiento obligación de


motivar:

“De todo lo expuesto podemos concluir que no existen pruebas


suficientes para fundamentar la condena. La estructura lógica del razonamiento
o juicio sobre la prueba es débil y no alcanza las seguridades mínimas para
responsabilizar al recurrente de un hecho delictivo. La fragilidad o debilidad
incriminatoria resulta incompatible con el juicio de certeza que debe generar
toda prueba de cargo que fundamente la convicción del juzgador para dictar una
sentencia condenatoria, y que se traduce, por otra parte, en la falta de la

1536
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

necesaria racionalidad de tal valoración cuando dicha prueba, por la


inconsistencia e incertidumbre de que adolece, no excluye la duda razonable de
un resultado valorativo diferente, sino que propicia y robustece tal posibilidad
alternativa cuando, como aquí sucede, el Tribunal sentenciador se abstiene de
precisar -más allá de la mera afirmación- las razones por las que se inclina por
una de las alternativas que ofrece la prueba, y excluye las que favorecen al
acusado, incumpliendo de este modo, la obligación de motivación que le
incumbe en extremos sustanciales de las resoluciones judiciales”.

STS. 681/2010 de 15.7:

“Respecto al contenido y alcance de la garantía constitucional a la


presunción de inocencia tenemos dicho en SSTS. 539/2010 de 8.6, 849/2009
de 27.7, 784/2009 de 14.7, 714/2009 de 17.6, 690/2009 de 25.6, 625/2008 de
21.10, 99/2008 de 10.12, para determinar si esta garantía ha sido desconocida,
lo que ha de constatarse en primer lugar son las condiciones en que se ha
obtenido el convencimiento que condujo a la condena. Esto exige que se
examine si la aportación de los elementos de la discusión sobre la aceptabilidad
de la imputación se efectúa desde el respeto al método legalmente impuesto,
de suerte que los medios de prueba sean considerados válidos y el debate se
someta a las condiciones de contradicción y publicidad.

En segundo lugar, como también indicábamos en aquellas resoluciones,


y como contenido específico de este derecho fundamental a la presunción de
inocencia, deberá examinarse si, prescindiendo del grado de seguridad que el
Juez tenga sobre el acierto de su convicción, ese método ha llevado a una
certeza objetiva sobre la hipótesis de la acusación. No porque se demuestre una
verdad indiscutible de las afirmaciones que funda la imputación. Sino porque,
desde la coherencia lógica, se justifique esa conclusión, partiendo de
proposiciones tenidas indiscutidamente por correctas.

Para constatar el cumplimiento de este específico presupuesto de


enervación de la presunción constitucionalmente garantizada han de verificarse
dos exclusiones:

1537
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La primera que la sentencia condenatoria no parte del vacío probatorio,


o ausencia de medios de prueba, que aporten proposiciones de contenido
incriminador y sean válidamente obtenidas y producidas en el debate oral y
público. El vacío habrá sido colmado cuando, más allá del convencimiento
subjetivo que el Juez, al valorar los medios de prueba, adquiera sobre la
veracidad de la acusación, pueda estimarse, en trance de revisión, que no
sustitución, de la valoración del Juez, que los medios que valoró autorizan a
tener por objetivamente aceptable la veracidad de la acusación o, si se quiere,
a excluir la mendacidad de la acusación.

La segunda la inexistencia de alternativas, a la hipótesis que justificó la


condena, susceptibles de ser calificadas como razonables. Y ello porque, para
establecer la satisfacción del canon de razonabilidad de la imputación, además,
se requiere que las objeciones oponibles se muestren ya carentes de motivos
racionales que las justifiquen de modo tal que pueda decirse que excluye, para
la generalidad, dudas que puedan considerarse razonables.

Bastará, eso sí, que tal justificación de la duda se consiga, o, lo que es


lo mismo, que existan buenas razones que obsten aquella certeza objetiva sobre
la culpabilidad, para que la garantía constitucional deje sin legitimidad una
decisión de condena. Sin necesidad, para la consiguiente absolución, de que,
más allá, se justifique la falsedad de la imputación. Ni siquiera la mayor
probabilidad de esa falsedad.

Puede pues decirse, finalmente, que cuando existe una duda objetiva
debe actuarse el efecto garantista de la presunción constitucional, con la
subsiguiente absolución del acusado. Sin que aquella duda sea parangonable a
la duda subjetiva del juzgador, que puede asaltarle pese al colmado probatorio
que justificaría la condena. Esta duda también debe acarrear la absolución, pero
fuera ya del marco normativo de exigencias contenidas en el derecho
fundamental a la presunción de inocencia”.

No obstante lo anterior, en el caso que nos ocupa tales dudas no las ha


tenido el tribunal. La sentencia (pág. 1100 a 1119) explica las razones por las
que opta por la versión que plasma en el relato fáctico y sí hace referencia a la

1538
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

documentación y alegaciones realizadas por el acusado y su defensa, pero no


las tiene en cuenta al ser incompatibles con aquella.

340.- El motivo tercero por infracción de ley del art. 849.1 LECrim
por aplicación indebida del art. 301 CP.

Alega el recurrente que de los hechos probados en absoluto se


representa que conociera la supuesta procedencia delictiva de los bienes (no
concurrencia del elemento subjetivo) pues siempre actuó convencido de su
carácter lícito y de su plena disponibilidad, sin reflejar una actividad que ni
objetiva, ni subjetivamente abarque la finalidad de ocultar o encubrir el origen
delictivo de los bienes o para ayudar a la persona que haya participado en la
infracción a eludir las consecuencias legales de sus actos.

Además, no es posible determinar que se actuase sobre bienes


procedentes de actividad delictiva previa, al existir una mezcla de dinero ilícito
que pudo obtener Bárcenas y dinero totalmente lícito proveniente de actividades
de inversión y otras actividades lícitas del mismo, por lo que deben considerarse
los 3.000.000 € dinero lícito y por tanto, inidóneo para ser objeto material del
blanqueo de capitales.

El motivo no respeta los hechos probados (páginas 243 a 246) que de


Angel Sanchis Perales dice:

<<(...) la forma de operar cambió a partir de febrero de 2009, en que LUIS


BÁRCENAS, conocedor de la apertura de la presente causa y la detención de
los primeros inculpados el día 6 de ese mes, procedió a retirar los fondos que
tenía en sus cuentas suizas, con la finalidad de ocultarlos, evitar una incautación
judicial y aflorarlos más tarde bajo una aparente cobertura lícita, para lo cual se
valió de otras personas, unas con conocimiento del origen de esos fondos y la
finalidad que perseguía y otras que no consta que lo tuvieran, pero que
concertaron con él alguna operación por convenir a propios y no ilícitos intereses
comerciales.

1539
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En particular, la citada actividad, desplegada desde principios de 2009,


consistió en:

1. Simular la concesión de un préstamo de 3.000.000 € a ÁNGEL


SANCHÍS PERALES por parte de LUIS BÁRCENAS en nombre de la Fundación
SINEQUANON con el fin de que aquel se lo reintegrara posteriormente a través
de distintos procedimientos. Ambos acusados, al solo objeto de dotar de una
formal cobertura a esa ficticia operación, confeccionaron un contrato
supuestamente datado el 24.2.2009 conforme al cual la fundación
SINEQUANON prestaba a ÁNGEL SANCHÍS PERALES tres millones de euros
por un plazo de diez años estableciéndose un periodo de carencia de cinco, de
modo que la primera amortización se difería al 24.2.2014.

Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta que


LUIS BÁRCENAS tenía en el DRESDNER BANK a nombre de la fundación
panameña a la n° 0605140081 del HSBC de Nueva York, titularidad de la
entidad uruguaya vinculada a la familia Sanchís BRIXCO SA, a través de tres
trasferencias de 27 de marzo, 3 de abril y 6 de mayo de 2009 por sendos
importes de 1.000.000 €. Una parte de dichos fondos fue, a su vez,
posteriormente transferida a cuentas de otra sociedad relacionada con la familia
Sanchís, la argentina LA MORALEJA SA, en cuya administración intervenía
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO. Otra parte de esos fondos se trasfirieron desde
BRIXCO SA a la sociedad uruguaya RUMAGOL SA.

Con el fin de reintegrar las citadas rentas a su propietario, LUIS


BÁRCENAS, este ideó junto con ÁNGEL SANCHÍS PERALES y su hijo, ÁNGEL
SANCHÍS HERRERO, una compleja operativa que fue ejecutada por, entre
otros, estos dos últimos acusados, conocedores del origen delictivo de los
fondos —en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en
adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del PARTIDO
POPULAR y de su ocultación a la Hacienda Pública—, y que se concretó en, al
menos, los siguientes procedimientos:

- Trasferencias enmascaradas como supuestas retribuciones de un


contrato de prestación de servicios simulado entre LUIS BÁRCENAS en nombre
de CONOSUR LAND SL y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO en representación de

1540
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

LA MORALEJA aparentemente celebrado el 16.6.2011. De acuerdo con lo


reflejado en ese documento elaborado con el único fin de poder reintegrar sus
fondos a LUIS BÁRCENAS con una apariencia legal, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión
Económica Europea (U. E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones
entre empresas dentro y fuera de la U.E.E." de manera continuada a LA
MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos servicios se fijó una
retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD por
trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al
solo efecto de dar apariencia de realidad al contrato (Facturas n° 1/2011 de
15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011; 1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de 10.4.2012;
15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012 de 6.9.2012; 23/2012 de
6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10.12.2012).

Bajo esa cobertura formalmente lícita, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO


restituyó un total de 190.000 USD —equivalentes a 142.959,15 €— a Luis
Bárcenas mediante trasferencias a la cuenta que este tenía a nombre de
CONOSUR LAND SL en Bankia con el n° 2038 1168 20 6000548150.

- Trasferencias enviadas por ÁNGEL SANCHÍS HERRERO desde la


cuenta de LA MORALEJA SA del Atlantic Capital Bank a favor de Luis Bárcenas
y de sus familiares:

- El 1.10.2012 por importe de 19.120 USD en pago de estudios de


Guillermo Bárcenas Iglesias, hijo de LUIS BÁRCENAS.

- El 30.10.2012 por importe de 15.000 USD a favor de Ignacio Bárcenas


Romera, hijo de LUIS BÁRCENAS, en Reino Unido.

- El 19.11.2012 por importe de 20.000 USD a la cuenta del Chase


Manhattan Bank de Nueva York n° 129360320 titularidad de LUIS BÁRCENAS
y ROSALÍA IGLESIAS.

- Trasferencia de 10.000 € enviada el 5.10.2011 por ÁNGEL SANCHÍS


PERALES a la cuenta del Banco Popular n° 0075 0446 47 0600129022 cuyo
único titular es LUIS BÁRCENAS. Dicha cantidad tenía su origen en una

1541
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

donación de ÁNGEL SANCHÍS HERRERO a favor de su padre escriturada el


10.10.2011.

- Constitución, el 24.2.2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA —


en la que figuraron desde al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN
YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de
LUIS BÁRCENAS— en cuyo nombre se aperturó la cuenta n° 605170703 en el
HSBC de Nueva York el 9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de Luis Bárcenas
generados con la actividad relatada en este escrito. Tanto desde la cuenta de
BRIXCO SA, en la que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo
concedido por aquel a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87
USD) como desde la cuenta "OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular
era FRANCISCO YÁÑEZ (600.000 €)...>>.

Hechos probados que permiten su subsunción en el delito de blanqueo


de capitales del art. 301 CP.

-En cuanto a la alegación del recurrente de que los reintegros realizados


estarían desconectados del préstamo de los 3.000.000 €, dada la diferencia
temporal de más de tres años, es cierto que dichos reintegros se producen
transcurridos más de tres años, por lo que pudieran estimarse desconectados,
de modo que los reintegros carecerían de la virtualidad del afloramiento, pero
también es cierto que –como acertadamente señala la acusación particular de
Carmen Ninet y Cristina Moreno en su escrito de impugnación del motivo: “debe
reparase que entre el préstamo y el reintegro han sucedido unos hechos de
especial significación desde el punto de vista indiciario que justifican que no se
produzca una ruptura del nexo entre préstamo y reintegro ya que el préstamo
se formaliza el 24 de febrero de 2009, como hemos dicho, y las transferencias
a BRIXCO fueron el 27/03, 03/04 y 06/05/2009. Entre esta fecha y los reintegros
(producidos entre el 15/09/11 y 10/12/12) se produce un dato especialmente
significativo y es que en el año 2010 se deniega una tarjeta visa al Sr. Bárcenas
al ser un PEP, se da cuenta a la inteligencia fiscal Suiza y éstas a las autoridades
españolas, con la amenaza en aquel país del bloqueo de cuentas. Y es partir de
entonces cuando se inician las transferencias en pequeñas cantidades, típico
del blanqueo para no despertar sospechas, a favor de Conosur (Bárcenas).

1542
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Igualmente sostiene que está ausente el objeto material idóneo del delito
de blanqueo porque en las cuentas de Suiza existía tanto dinero lícito como
ilícito. De modo que cabe la posibilidad de que los 3 millones correspondieran
al dinero licito, en cuyo caso faltaría uno de los requisitos típicos del delito de
blanqueo.

Tampoco aquí el recurrente se muestra respetuoso con los hechos


probados toda vez que la Sentencia declara que todos los fondos del Sr.
Bárcenas en sus cuentas suizas tienen procedencia ilícita, así consta al folio
233 (Hechos probados):

“Desde, al menos, el año 2000 hasta principios de 2009 la opacidad de


las rentas obtenidas bien de la intermediación en adjudicaciones públicas bien
de fondos del P.P. se consiguió con la emisión de facturas falsas, con el ingreso
de las rentas en cuentas suizas, con su incorrecta declaración ante la Hacienda
Pública como ganancias procedentes de supuestas compraventas de obras de
arte y con el pago en efectivo de distintos servicios propios del ámbito de la
economía doméstica.

Y a partir de 2009, una vez abierta la investigación sobre LUIS


BÁRCENAS en la presente causa, la estrategia de ocultación y desvinculación
de su origen y titularidad de los fondos ilícitamente generados, así como su
afloramiento para dotarlos de una apariencia lícita, se centró, principalmente, en
la retirada de los activos depositados en las cuentas suizas con la simulación de
distintas operaciones comerciales para, a continuación, reintegrarse al
verdadero titular a través de contratos ficticios”.

Por lo expuesto, el motivo debe ser desestimado.

341.- El motivo cuarto al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con el
art. 852 LECrim al existir vulneración del derecho a la seguridad jurídica
del art. 9.3 CE, la igualdad del art. 14 CE, la tutela judicial efectiva con
infracción del art. 24.1 y 2 y de la legalidad penal ex art. 25 CE por
vulneración del non bis in ídem internacional procesal. Adhesión expresa

1543
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e íntegra del motivo casacional interpuesto y desarrollado por la


representación procesal del Sr. Sanchis Herrero al que se remite.

Dado que el recurrente hace suyo y se adhiere, expresa e íntegramente


al motivo casacional primero desarrollado por el recurrente Sanchis Herrero, nos
remitimos en aras a la economía procesal a lo ya argumentado en aras a su
desestimación.

342.- El motivo quinto al amparo de los arts. 852 LECrim en relación


con el art. 24.1 CE y al principio de legalidad penal del art. 25 CE y al
principio de legalidad penal al no reconocer la sentencia recurrida el efecto
de cosa juzgada (vulnerando el principio non bis in ídem penal). Adhesión
expresa e íntegra al motivo del recurso de casación interpuesto por la
representación del Sr. Sanchis Herrero al que se remite.

En este caso el recurrente se remite y hace suyos los argumentos del


motivo casacional segundo desarrollado por la representación del Sr. Sanchis
Herrero por lo que damos por reproducidos los razonamientos expuestos en
aras a su improsperabilidad.

343.- El motivo sexto por infracción de ley del art. 849.1 LECrim,
indebida aplicación del art. 23.2 a y c LOPJ citado por el propio Ministerio
Fiscal en su escrito de 19-2-2016. Adhesión expresa e íntegra al motivo de
recurso de casación interpuesto por la representación del Sr. Sanchis
Herrero al que se remite.

Igualmente el recurrente hace suyos y se adhiere, expresa e


íntegramente, al motivo casacional tercero del recurso desarrollado por la
representación del Sr. Sanchis Herrero, por lo que damos por reproducido, para
evitar innecesarias repeticiones, lo ya razonado para su inviabilidad.

1544
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

344.- El motivo séptimo por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por indebida aplicación del art. 392 CP en relación con el delito de
falsedad en documento mercantil.

Considera que el fallo de la sentencia (apartado 14. Delito de blanqueo


de capitales en concurso medial con falsedad en documento mercantil
continuado) se condena al recurrente por dichos delitos cuando realmente ha
sido absuelto, dado que en la pág. 1235 (punto nº 14 de los fundamentos de
derecho relativos a la calificación jurídica) coinciden que hay un único hecho
punible de “auxilio a la ocultación y posterior afloramiento, una vez blanqueada,
de una cantidad” razonando que por ello “el tribunal opta por, en el caso de los
hechos que se refieren a los Srs. Sanchis, padre e hijo, por su absolución por el
delito de falsedad.

El motivo contiene las mismas alegaciones y fundamentos que el motivo


noveno del Ángel Sanchis Herrero, por lo que debe seguir idéntica suerte.

345.- El motivo octavo al amparo del art. 851.1 LECrim por introducir
en los hechos probados en la sentencia conceptos que por su carácter
jurídico implican predeterminación del fallo. Adhesión expresa e íntegra al
motivo del recurso interpuesto por la representación del Sr. Sanchis
Herrero al que se remite.

El recurrente no desarrolla el motivo al adherirse y remitirse íntegramente


al sexto del recurso de casación interpuesto por la representación de Sanchis
Herrero, por lo que, igual que éste, debe ser desestimado.

346.- El motivo noveno por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por aplicación incorrecta del art. 301. 5 CP en lo relativo al comiso
de las “ganancias” del supuesto blanqueo.

1545
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo tampoco se desarrolla al adherirse y tener por reproducido el


motivo decimotercero del recurrente Sanchis Herrero por lo que damos por
reproducido lo argumentado en orden a su estimación parcial.

347.- El motivo décimo al amparo del art. 5.4 LOPJ en relación con
el art. 852 LECrim al existir vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva con infracción del art. 24 y 120 CE por falta de motivación de las
penas impuestas en sentencia.

Argumenta que la sentencia impone, además de la pena de prisión de un


año, una pena de multa de seis millones de euros con la responsabilidad
subsidiaria de cinco meses en caso de impago (ver pág. 1234 y 1235).

La sentencia no contiene razonamiento alguno para imponer una pena


de multa del tanto al duplo, dentro de la extensión mínima y máxima penalmente
previstas (“del tanto al triplo del valor de los bienes”) por lo que considera que
se ha producido infracción de los arts. 50.5, 52.1 y 2 y 72 CP.

El motivo debe ser estimado. La sentencia no motiva la imposición de la


multa en el duplo de la cantidad blanqueada. El único dato sería esa cantidad,
ciertamente elevada, lo que lleva a esta Sala a considerar adecuada la de
4.500.000 (1,5 de aquella cantidad).

348.- El motivo undécimo al amparo del art. 5.4 LOPJ en armonía


con el art. 852 LECrim, vulneración del derecho a un proceso público sin
dilaciones indebidas y con todas las garantías con infracción del art. 24
CE en relación con el art. 6 Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Alega la parte que desde la imputación del recurrente por auto de fecha
25-3-2013 hasta el dictado de la sentencia, 17-5-2018, han transcurrido más de
cinco años, habiéndose producido diversas paralizaciones por causa no
imputable al recurrente. Por ello, tales retrasos debieran permitir la aplicación

1546
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la atenuante de dilaciones indebidas con la consiguiente rebaja penológica


tanto de la pena privativa de libertad como de la pena de multa.

El motivo es similar al duodécimo del recurso interpuesto por el anterior


recurrente Sanchis Herrero y debe seguir la misma suerte desestimatoria.

RECURSO PABLO IGNACIO GALLO ALCÁNTARA CRIADO

349.- El motivo primero: marco temporal de la causa y vulneración


de los arts. 24 CE, 5.4 LOPJ y 852 LECrim.

El motivo parte de la acotación temporal de la presente causa Epoca I


1999-2005, una vez adoptada la decisión de tramitar la macrocausa Gürtel en
piezas separadas. Ello implica que los hechos enjuiciados estén acotados
temporalmente por el instructor y el tribunal enjuiciador, el cual debe respetar la
continencia de la causa, por lo que resulta incomprensible que un acuerdo de
subcontrata del año 2007 firmado presuntamente por el recurrente ese mismo
año –e incluso su nombramiento como administrador de Diseño Asimétrico
producido en el año 2006- se encuentre en esta pieza, sea objeto de debate
procesal y, lo que es más grave, sea objeto de acusación y condena. Ello
acarrea una quiebra absoluta del derecho de defensa concretado en la tutela
judicial efectiva, provocando indefensión y quiebra de la presunción de
inocencia, art. 24.1 y 2 CE.

El motivo debe ser desestimado.

Los hechos que señala el recurrente fueron, en su día, investigados en


la presente causa, por ellos se tomó declaración al hoy recurrente, incluidos en
los escritos de las acusaciones y finalmente objeto de debate en el juicio oral y,
consecuencia de ello, formaron parte de la sentencia. Siendo así, no puede
entenderse producida vulneración de los derechos fundamentales denunciada,
en particular de su derecho de defensa.

1547
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, en relación a la indefensión, ya hemos recordado en recursos


anteriores, como constante jurisprudencia constitucional ha configurado
inequívocamente la indefensión como aquella limitación de los medios de
defensa producida por una indebida actuación de los órganos judiciales, es
decir, se trata de una real y efectiva privación u omisión del órgano judicial. La
idea de indefensión contiene, enunciándola de manera negativa, la definición
del derecho a la defensa jurídica, de la que se ha dicho que supone el empleo
de los medios lícitos necesarios para preservar o restablecer una situación
jurídica perturbada o violada, consiguiendo una modificación jurídica que sea
debida, tras un debate (proceso) decidido por un órgano imparcial (jurisdicción).

La tutela judicial exige que la totalidad de las fases del proceso se


desarrollan sin mengua del derecho de defensa, y así la indefensión, para cuya
prevención se configuran los demás derechos instrumentales contenidos en el
párrafo 2º del art. 24 CE., se concibe como la negación de la expresada garantía
(SSTC. 26/93 de 25.1 y 316/94 de 28.11).

Resulta conveniente, por ello –como decíamos en nuestras sentencias


de 1.3, 23.5 y 21.7.2005- analizar los rasgos de este concepto que la LOPJ.
convierte en eje nuclear de su normativa. La noción de indefensión, junto con la
de finalidad de los actos procesales que se menciona también en el art. 240.1,
se convierte en elemento decisivo y trascendental, que obra singular relieve para
su naturaleza y alcance constitucional. Es indudable que el concepto de
indefensión comprendido en los arts. 238.3 y 240 LOPJ. ha de integrarse con el
mandato del art. 24.1 CE. sobre la obligación de proporcionar la tutela judicial
efectiva, sin que en ningún caso pueda producirse indefensión, aunque ello no
signifique en la doctrina constitucional que sean conceptos idénticos o
coincidentes.

Se ha expuesto, como primero de los rasgos distintivos, la necesidad de


que se trate de una efectiva y real privación del derecho de defensa; es obvio
que no basta con la realidad de una infracción procesal para apreciar una
situación de indefensión, ni es bastante tampoco con invocarla para que se dé
la necesidad de reconocer su existencia: no existe indefensión con relevancia
constitucional, ni tampoco con relevancia procesal, cuando aun concurriendo

1548
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

alguna irregularidad, no se llega a producir efectivo y real menoscabo del


derecho de defensa con el consiguiente perjuicio real y efectivo para los
intereses de la parte afectada, bien porque no existe relación sobre los hechos
que se quieran probar y las pruebas rechazadas, o bien, porque resulte
acreditado que el interesado, pese al rechazo, pudo proceder a la defensa de
sus derechos e intereses legítimos. La indefensión consiste en un impedimento
del derecho a alegar y demostrar en el proceso los propios derechos y, en su
manifestación más trascendente, es la situación de que el órgano judicial impide
a una parte en el proceso el ejercicio del derecho de defensa, privándola de su
potestad de alegar y justificar sus derechos e intereses para que le sean
reconocidos o para replicar dialécticamente las posiciones contrarias en el
ejercicio del indispensable principio de contradicción SSTC 106/83, 48/84,
48/86, 149/87, 35/89, 163/90, 8/91, 33/92, 63/93, 270/94, 15/95).

No basta, por tanto, con la realidad y presencia de un defecto procesal


si no implica una limitación o menoscabo del derecho de defensa en relación
con algún interés de quien lo invoca, sin que le sean equiparables las meras
situaciones de expectativa del peligro o riesgo SSTC 90/88, 181/94 y 316/94).

En definitiva, no son, por lo general, coincidentes de manera absoluta las


vulneraciones de normas procesales y la producción de indefensión con
relevancia constitucional en cuanto incidente en la vulneración del derecho
fundamental a un proceso justo que establece el art. 24 CE. Así la STS 31.5.94,
recuerda que el Tribunal Constitucional tiene declarado, de un lado, que no toda
vulneración o infracción de normas procesales produce "indefensión" en sentido
constitucional, pues ésta solo se produce cuando se priva al justiciable de
alguno de los instrumentos que el ordenamiento pone a su alcance para la
defensa de sus derechos con el consiguiente perjuicio SSTC 145/90, 106/93,
366/93), y de otra, que para que pueda estimarse una indefensión con
relevancia constitucional que sitúe al interesado al margen de alegar y defender
en el proceso sus derechos, no basta con una vulneración puramente formal
sino que es necesario que con esa infracción forma se produzca ese efecto
materia de indefensión, un menoscabo real y efectivo del derecho de defensa
SSTC 153/88, 290/93).

1549
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, el recurrente no concreta en qué momento y en qué medida,


ese exceso de hechos respecto a ese “marco temporal” de la causa le ha
producido indefensión, por no haber podido alegar y proponer prueba sobre
unos hechos de los que ha tenido perfecto conocimiento, y sin que su
enjuiciamiento en la presente causa –y no en el marco Epoca II 2005-2009-
tenga efecto penológico alguno, en todo caso paliado o corregido a través del
instituto de la cosa juzgada.

350.- El motivo segundo por vulneración del art. 849.1 LECrim al no


concurrir los elementos objetivos y subjetivos del delito de exacciones
ilegales continuadas en grado de cooperación necesaria del art. 436 y 74
CP.

Afirma, en síntesis, el motivo que a su exesposa Inmaculada Mostaza se


le absuelve por unos mismos hechos en relación a la empresa de que era
administradora (incluso con mayor participación que el recurrente). Asimismo,
dedica parte importante del motivo a que no se acuse ni se condene a los socios
de la empresa Ghaler, Carlos Ignacio Hernández Montiel, Santiago Laguarda
Seboni, los anteriores administradores Fernando Torres Manso e Isabel
Castañel, que estaban en las mismas condiciones que el recurrente, que no se
le condene a ninguna responsabilidad civil ni se dice en qué consistieron los
beneficios del fraude.

Alega también que Javier Nombela le solicitó, al igual que a Inmaculada


Mostaza, figurar como administradores formales de dos sociedades, Diseño
Asimétrico y Servimadrid, durante un pequeño periodo de tiempo, hasta que se
nombrara uno definitivo.

Cuestiona, asimismo, la condena por delito continuado del art. 74 CP,


puesto que solo se estaba enjuiciando un hecho: el acuerdo de subcontrata
firmado el 27-4-2007, un día después de la firma del contrato adjudicado por D.
Antonio Martín Sánchez, en representación de MQM y supuestamente por D.
Pablo Ignacio Gallo Alcántara en representación de Diseño Asimétrico SL. No
hay otros hechos objeto de enjuiciamiento cuando ni siquiera se ha demostrado

1550
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que firmara el contrato, que su empresa era una mera gestoría constituida con
anterioridad y no se dedicaba más que a la labor de gestión de asuntos que le
eran propios y que nunca tuvo nada que ver con la contratación pública.

El motivo debe ser desestimado.

Las alegaciones relativas a la absolución de su exesposa o de que sus


socios o algunos de ellos no fueron ni siquiera acusados no resultan atendibles.

El principio de igualdad se vulnera, dice la STS 999/2005, de 2 de junio,


cuando se produce un trato desigual, carente de justificación objetiva y
razonable (STC 106/94). La alegación sobre su posible vulneración debe
examinarse, por tanto, desde la perspectiva de la existencia de un tratamiento
desigual a supuestos de igualdad, o incluso desde el tratamiento igualitario de
situaciones patentemente desiguales siempre constatando la inexistencia de
una justificación suficiente (STS 10-4-2003) bien entendido que como recordó
la STC 88/2003 “el principio de igualdad ante la ley no da cobertura a un
imposible derecho a la igualdad en la ilegalidad (por todas SSTC 43/82, de 6 de
julio; 51/85, de 10 de abril; 40/89, de 16 de febrero) de modo que aquél a quien
se aplica la ley “no puede considerar violado el citado principio constitucional
por el hecho de que la ley no se aplique a otros que asimismo la han incumplido
(STC 21/92, de 14 de febrero), ni puede pretender específicamente su
impunidad por el hecho de que otros hayan resultado impunes, pues la
impunidad de algunos “no supone que en virtud del principio de igualdad debe
declararse la impunidad de otros que hayan participado en los mismos hechos
(STS 502/2004, de 15 de septiembre)”.

Consecuentemente cada cual responde de su propia conducta


penalmente ilícita con independencia a lo que con otros (SSTC 17/84, de 7 de
febrero; 157/96, de 15 de octubre; 271/2001, de 29 de enero; 181/2006, de 9 de
junio; 169/2015, de 20 de julio; SSTS 503/2008, de 17 de julio; 975/2016, de 23
de diciembre).

En definitiva, la no imposición de sanciones en otros casos en nada


afecta a la corrección de las sanciones efectivamente impuestas, pues a estos

1551
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

efectos solo importa si la conducta sancionada era o no merecedora de dicha


sanción.

Igualmente habría que recordar que la vía casacional del art. 849.1
LECrim solo permite plantear cuestiones relativas a la aplicación de la norma
jurídica, lo que exige ineludiblemente partir de unos hechos concretos y
estables, que deberán ser los sometidos a la consideración judicial.

Por tanto, este motivo solo sirve para plantear problemas de naturaleza
penal sustantiva, esto es, si se han aplicado correctamente los preceptos
penales recogidos en la sentencia o si se dejaron de aplicar los que serían
procedentes.

El motivo exige así el más absoluto respecto al relato fáctico salvo que
previamente hayan sido modificados por la vía de los arts. 849.2 (error en la
apreciación de la prueba) o por la vulneración del derecho a la presunción de
inocencia (art. 852 LECrim).

Sin embargo, tal como se comprueba de la lectura del motivo el


recurrente en el desarrollo del mismo efectúa consideraciones que afectan a la
valoración de la prueba, sin respetar los hechos probados. Así se constatan
afirmaciones como:

“ha quedado probado asimismo que ni Ghaler, ni mi representado, ni sus


socios ni nadie de su entorno personal o profesional se presentaba a concursos,
licitaciones o redactaba pliegos”, “En ningún momento participaron en la
confección de esas facturas, las cuales llegaban a la gestora, se tramitaba su
presentación y punto y final. Este hecho ha quedado probado hasta la saciedad
(...)” , “Otra prueba contundente de la inexistencia de participación de mi
defendido en los hechos (...) es que aún cuando el caso Gurtel se destapó
públicamente (...) Ghaler, a instancias del administrador judicial, continuó
realizando las tareas de gestora en relación a Servimadrid y Diseño Asimétrico
(...) dato revelador acerca de la honestidad y profesionalidad de la empresa de
mi mandante”, “se condena además a nuestro defendido en compañía de otros
acusado, Don Pedro Rodríguez Pendás con el cual no tiene vinculación alguna
(...)”, “se condena a quien no lo ha firmado o cuanto menos no s ha podido

1552
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

determinar lo haya hecho (...)”, “Otra vez la sala da por buena una firma que
hasta la saciedad ha quedado acreditado no se puede determinar rubricara mi
representado (...)”, “Tampoco se ha acreditado siquiera indiciariamente que, de
manera individual, Don Pablo Gallo tuviera intervención alguna en la confección
de facturas (...)”, “Si se repasa la declaración de doña Cándioda Buesa (...) los
asertos de la sentencia son irrazonables e ilógicos”.

Efectuada esta precisión previa en lo atinente a la alegación de la no


condena a responsabilidad civil y ausencia de beneficio obtenido habrá que
recordar que el delito del art. 436 es un delito de mera actividad para cuya
realización basta la actuación realizada con la intención de defraudar a la
Administración, un elemento subjetivo del injusto que identificado con la
preposición “para”, describiendo la finalidad pretendida. La defraudación
consiste siempre en el quebrantamiento de una especial relación de confianza.
Ni siquiera que el funcionario se haya enriquecido personalmente ni que la
administración correspondiente haya sido sujeto pasivo de una acción que le
haya dañado efectivamente.

El delito, por el contrario, se conmina por el quebrantamiento de los


deberes especiales que incumben al funcionario, pero en esa tipicidad no es
precisa la efectiva realización del perjuicio, sino su persecución (SSTS
806/2014, de 23 de diciembre; 787/2015, de 13 de diciembre; 185/2016, de 4 de
marzo; 63/2017, de 8 de febrero.

Y en cuanto al resto de alegaciones del recurrente no respetan los


hechos probados que expresamente recogen:

<<2.1 El acuerdo de subcontrata, de 27/04/2007.

Este acuerdo fue firmado al día siguiente de la adjudicación del concurso,


y lo hicieron ANTONIO MARTÍN SÁNCHEZ, en representación de MQM, y
PABLO IGNACIO GALLO ALCÁNTARA, por DISEÑO ASIMÉTRICO>>”. (pág.
294). Y el referido contrato venía referido, como consta en las actuaciones, a la
subcontratación por parte de Marketing a favor de Diseño de la ejecución de los
servicios y obras de “Montaje Escenográfico de los actos institucionales a

1553
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

celebrar en la comunidad de Madrid”, habiendo sido el mismo objeto de


prórroga.

Establecida tal premisa, la participación del recurrente en el delito por el


que ha sido condenado resulta del carácter de administrador de la empresa
DISEÑO ASIMÉTRICO, así como el carácter de socio y fundador de la Gestoría
GALHER (no negado por el recurrente, si bien afirma, que respecto a la empresa
DISEÑO ASIMETRICO, solo era “administrador formal”); pues bien, tal empresa
pertenecía al grupo Correa (creación del entramado societario, hechos
probados página 166 y siguientes), siendo el recurrente administrador y
representante de dicha sociedad, como se recoge en el factum: <<Así lo sabía
PABLO IGNACIO GALLO, administrador y representante de DISEÑO
ASIMÉTRICO, no tanto por la amistad que le unía con JAVIER NOMBELA, sino
por ser, también, socio fundador de la gestoría GALHER, que se había puesto
al servicio de ISABEL JORDÁN, encargada de la gestión contable y financiera
de las empresas de esta y a través de la cual se llevaba la facturación
relacionada con los eventos con la CAM, al menos desde 2005, con los
fraccionamientos irregulares, de que venimos hablando>> (pág. 295). Con lo
que resulta que la participación del recurrente en el concierto para defraudar no
se limitó a la firma de la referida subcontrata, que por sí suponía la ejecución de
la pluralidad de actos, sino que, además, desplegaba sus efectos en los
múltiples acuerdos, de ahí la continuidad delictiva.

No obstante, dado que la sentencia no especifica tales acuerdos, esta


Sala opta por no aplicar la continuidad delictiva y, en todo caso, teniendo en
cuenta que la redacción vigente del art. 436 -anterior a la entrada en vigor de la
LO 5/2010, 23.12.2010-, solo se refería a la autoridad o funcionario como sujetos
activos de este delito, y aunque se admitía que el extraneus -condición que
ostentaría el hoy recurrente, debía responder como partícipe del delito cometido
por el funcionario, el desvalor de la acción, sin embargo, debe ser menor, al no
ser el partícipe cualificado y no infringir deberes especiales derivados de
especiales relaciones personales, con la aplicación, en su caso, del art. 65.3
CP, lo que implicaría una rebaja penológica, resultando procedente la de 9
meses de prisión y 5 años de inhabilitación especial.

1554
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

351.- El motivo tercero al amparo del art. 849.2 LECrim por error en
la apreciación de la prueba basado en documentos que obran en autos y
que demuestran la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por
otros elementos probatorios.

Se refiere al documento consistente en el contrato de fecha 27-4-2007 y


sus anexos que se constituyen en el único elemento que fundamenta la
sentencia condenatoria del recurrente. Documento impugnado por la defensa
por no tener relación alguna con el Sr. Gallo, negando ser suya la firma de los
mismos, tratándose de fotocopias acerca de las cuales no puede adverarse su
fiabilidad y veracidad, según la prueba pericial practicada en sede judicial y
ratificada en el plenario.

El motivo no debe prosperar.

La sentencia recurrida, pág. 1467, argumenta: “ciertamente la prueba


pericial de documentoscopia, practicada por los funcionarios 187 y 19253 en la
sesión del día 12-07-2017 no es concluyente al estar realizada sobre fotocopias
y de la misma manera que dice que no es posible pronunciarse sobre la autoría
de las firmas, también dice que no es posible descartar la autoría de este
acusado; ahora bien lo anterior, que ya se apunta en un sentido, sin embargo
no es lo definitivo, sino que lo es otro conjunto de elementos que llevan a esa
conclusión”.

Y así a continuación la sentencia destaca la existencia de otros


elementos probatorios:

<<Por un lado, (el recurrente) que es amigo de JAVIER NOMBELA, quien


media para que su gestoría se haga cargo de la contabilidad, y quien anda
buscando a alguien para que, en nombre de DISEÑO ASIMÉTRICO, firme el
acuerdo de subcontrata, un acuerdo, cuya finalidad no puede desconocer,
porque, con anterioridad a él, ya había tenido lugar el de 2005, que había dado
lugar a una importante cantidad de facturación, que tampoco podía desconocer,
habida cuenta que GALHER ya se vino haciendo cargo de gestionarla.

1555
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Niega el acusado que ellos hiciesen las facturas, sino que las
mecanizaban para hacer su presentación, con lo que, al ser esto así, y pasando
tanta facturación por su gestoría, es por lo que, insistimos, le debió servir para
conocer irregularidades tan evidentes como la existencia de una doble
facturación, que, pese a que se arrastrase desde, al menos, el contrato
institucional de 2005, no le supuso impedimento para prestarse a suscribir el de
2007, y asumir la eventual continuación en las similares irregularidades en esa
dinámica de facturación que ya se habían producido con anterioridad.

Por otra parte, es una evidencia que aparece su nombre en el


documento, con lo que, simples razones de coherencia, nos llevan a la
conclusión de que fue él quien firmó, ya que, de haber sido otra persona la que
le suplantase, no se explica que, ante las graves consecuencias que derivan de
ello, no haya ejercitado acciones penales en busca de quien fuera. En cualquier
caso, como responsable de la gestoría, aunque no lo firmase, en cuanto que
lleva la gestión de hecho sobre ella, le hace responsable de su actividad, y no
le excusa que hubiera otros socios con su misma responsabilidad, que lo más
que alcanzaría es a una responsabilidad de estos, pero no eliminaría la suya>>
(pág. 1468).

Consecuentemente el documento referido del que, según el recurrente,


dimana el pretendido error, fue sometido, junto con el resto de las pruebas a la
crítica y valoración del tribunal “a quo” de conformidad con el art. 741 LECrim.
Carece, por ello, de literosuficiencia.

El motivo, por ello, carece de fundamento al no acreditarse que el tribunal


incurriese en error en la valoración de la prueba.

RECURSO JESÚS CALVO SORIA

352.- El motivo primero al amparo del art. 852 LECrim y del art. 5.4
LOPJ por vulneración del precepto constitucional, en concreto del derecho
a la presunción de inocencia del art. 24.2 CE, derivado de la falta de prueba
de cargo.

1556
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Entiende el recurrente que la sentencia construye el delito de blanqueo


de capitales haciendo abstracción total del delito antecedente, que además debe
ser un delito grave. No se ha articulado prueba alguna ni directa ni indiciaria del
delito antecedente, siendo esencial su realización, al ser un elemento objetivo o
normativo del tipo que debe ser abarcado por el dolo del autor y que sin duda
debe ser objeto de prueba.

Añade que no se ha practicado prueba de cargo alguna que acredite el


delito grave antecedente de blanqueo, si el ingreso en efectivo de 240.000 €
realizado en la cuenta NPIS el 22-4-2003 con fondos procedentes de la “Caja
B” de Francisco Correa o, por el contrario, el importe de 240.000 € que fue objeto
de blanqueo fue la transferencia realizada el 18-6-2003 desde una cuenta de la
sociedad RUSTFIELD desde el Barclays de Londres, que según la sentencia
había llegado a la cuenta inglesa desde las cuentas de PACSA y AWBERRY de
Francisco Correa, donde se ingresaron las comisiones que le correspondieron
por su intervención en el contrato de gestión del servicio público de limpieza de
la zona 3 (Moratalaz) adjudicado irregularmente por el Ayuntamiento de Madrid
a la empresa SUFI.

Y finalmente señala como el Ministerio Fiscal en su informe final


consideró como delito antecedente del blanqueo de capitales imputado a Jesús
Calvo “al menos” el delito fiscal, sin que exista prueba de cargo alguna que
acredite dicho delito.

El motivo debe ser desestimado.

Como hemos señalado en motivos similares de anteriores recurrentes el


tipo penal de blanqueo no exige la previa condena del delito del que procedan
los bienes que se aprovechan u ocultan sino que queda integrado en la mera
existencia de bienes o ganancias procedentes de un anterior delito (SSTS
1372/2009, de 28 de diciembre; 72/2016, de 21 de julio) siendo bastante con
establecer la relación con actividades delictivas y la inexistencia de otro posible
origen del dinero, en función de los demás datos disponibles. Dicho de otra
forma, que dados los indicios la conclusión razonable sea su origen delictivo.

1557
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El delito de blanqueo es un delito autónomo de aquel al que se vinculan


los capitales. No requiere por ello, que el delito de referencia haya sido objeto
de enjuiciamiento previo y sanción penal, ni tampoco se requiere la identificación
de un acto delictivo concreto como antecedente (SSTS 155/2009, de 26 de
febrero; 28/2010, de 28 de enero; 313/2010, de 8 de abril).

En el caso que nos ocupa, en el propio motivo, apartado b, se señala


que en relación a la cantidad de 240.000 €, ingresada mediante transferencia
desde Rustfield el 28-6-2003, cantidad que, según la sentencia proviene de tres
entregas que realizó Rafael Naranjo a Francisco Correa, los días 8-11-2002, 5-
2-2003 y 14-5-2003, por lo que la declaración tributaria de estas cantidades
debería realizarla en junio 2003 (la de 8-11-2002) y en junio 2004 (las de 5-2 y
14-5-2003) siendo imposible cometer delito fiscal antes de vencer el plazo de
presentación de la declaración, y añade “En todo caso, estos fondos serían
dinero “sucio”…, pero no dinero “negro”, pues todavía estaba en periodo de
declaración voluntario, no habiendo cometido delito fiscal alguno cuando se
efectúa la transferencia el 28-6-2003”.

Es claro, por tanto, que el recurrente tuvo que representarse el origen


delictivo de estas cantidades, al ser dinero sucio que provenía de comisiones
ilícitas, malversación y prevaricación.

353.- El motivo segundo al amparo del art. 852 LECrim y art. 5.2
LOPJ por vulneración del derecho a la presunción de inocencia y del
derecho a la tutela judicial efectiva del art. 24 CE por la condena por un
delito de blanqueo de capitales con ausencia de determinación fáctica y
jurídica del delito grave que se ha utilizado como antecedente del delito de
blanqueo de capitales.

Insiste el recurrente en que la motivación fáctica de la sentencia es


claramente insuficiente o inexistente respecto del delito grave antecedente que
sirve de elemento del tipo del delito de blanqueo y que debe ser conocido por el
autor.

1558
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es cierto que como explican las SSTS 483/2003, de 5 de abril y


1132/2003, de 10 de septiembre, explican que las sentencias deben estar
suficientemente motivadas no solo en lo referente a la calificación jurídica central
o nuclear a la que se contraiga el objeto del proceso, sino también en lo relativo
a cualquier punto del debate y de las peticiones de las partes, pues así lo exige
el art. 120.3 CE y también el no hacerlo puede conllevar el defecto formal
contenido en el art. 851.3 LECrim, tradicionalmente denominado “incongruencia
omisiva”.

Además, la motivación requiere del tribunal la obligación de explicitar los


medios probatorios utilizados para declarar la verdad judicial del hecho
enjuiciado y que, junto a las consideraciones relativas a la subsunción de los
hechos en el tipo penal procedente, y consecuencias punitivas en caso de
condena integran el derecho del justiciable a la tutela judicial efectiva.

De esta manera, la motivación de las sentencias constituye una


consecuencia necesaria a la función judicial y de su vinculación a la Ley, permite
conocer las pruebas en virtud de las cuales se le condenan (motivación fáctica),
las razones legales que fundamentan la subsunción (motivación jurídica) y las
consecuencias de la participación de la persona en el hecho delictivo enjuiciado,
lo que abarca tanto la individualización judicial de la pena, como los
pronunciamientos sobre la responsabilidad civil que en su caso pudiera
declararse –art. 115 CP-, costas procesales y consecuencias accesorias –art.
127 y 128 CP-.

Pero no obstante lo anterior la sentencia recurrida en el relato fáctico


considera probado (pág. 255-256, 278-279), entre otros extremos:

<<2.2 Pagos en compensación de otras operaciones.

Asimismo, JESÚS SEPÚLVEDA percibió el 23/06/2003, 60.000 € que le


entregó FRANCISCO CORREA, procedentes del cobro de comisiones,
obtenidas a raíz de adjudicaciones públicas irregulares y ocultados a la
Hacienda Pública.

Estos fondos, junto con otros, hasta un importe total de 240.000 €, se


reintegraron en el circuito económico legal bajo la cobertura de un préstamo

1559
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

participativo por parte de la sociedad británica RUSTFIELD a la entidad


NUEVOS PROYECTOS INMOBILIARIOS SALOBREÑA SA (NPIS), para lo que
se contó con la connivencia de su administrador JESÚS CALVO SORIA y la
colaboración de LUIS DE MIGUEL, así como de PABLO CRESPO.

La operativa empleada hasta reintroducir esos 240.000 € en España


arranca de instrucciones dadas por FRANCISCO CORREA, para que se
efectuaran dos ingresos, ambos de 240.000 €, en sendas cuentas corrientes
manejadas por JESÚS CALVO SORIA, una de NPIS y la otra de LUJECA
INVERSIONES, conocedores todos ellos de que solo uno de los abonos
correspondía a la participación de RUSTFIELD en NPIS, y que el otro tenía por
finalidad encubrir el origen ilícito y la titularidad de FRANCISCO CORREA y así
reintegrarlos en el tráfico mercantil lícito.

El primero de los ingresos lo realizó, en efectivo, estando al corriente de


la operación y siguiendo esas instrucciones, JOSÉ LUIS IZQUIERDO, el
22/04/2003, con fondos procedentes de la “Caja B” de FRANCISCO CORREA
en una cuenta corriente de Caja Madrid, titularidad de NPIS.

El segundo ingreso se hizo el 18/06/2003 mediante una transferencia


ordenada por LUIS DE MIGUEL desde una cuenta que la sociedad RUSFIELD
tenía en el Barclays de Londres, a la cuenta que LUJECA tenía en Caja Caminos
de Madrid, justificando tal transferencia en un préstamo participativo suscrito
entre RUSTFIELD, en cuyo nombre intervino LUIS DE MIGUEL, y NPIS, por
quien intervino JESÚS CALVO SORIA, no obstante conocer ambos que con
anterioridad se había hecho el otro ingreso con igual objeto y que la finalidad
que se perseguía con esta segunda transferencia era ocultar el verdadero titular
y el origen de los fondos en su repatriación.

Por su parte, el dinero procedente de RUSTFIELD había llegado a su


cuenta inglesa desde las cuentas PACSA y AWBERRY de FRANCISCO
CORREA, donde se ingresaron las comisiones que le correspondieron por su
intervención en el contrato de gestión del servicio público de limpieza, de la zona
3 (Moratalaz), adjudicado irregularmente por el Ayuntamiento de Madrid a la
empresa SUFI, como veremos más adelante, en el apartado dedicado al
municipio de la capital.

1560
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Una vez que JESÚS CALVO tiene los dos importes de 240.000 € en sus
cuentas, devuelve uno de ellos a FRANCISCO CORREA, mediante la entrega
de un cheque nominativo a JOSÉ LUIS IZQUIERDO, de fecha 19/06/2003,
expedido contra su cuenta de Caja Caminos, que lo recoge en mano,
manteniéndose oculto FRANCISCO CORREA como verdadero titular del dinero,
y, cuando lo tiene en su poder y lo cobra, se distribuyen los 240.000 €, de
manera que se ingresan 60.000 € en la cuenta del Banco Pastor de la sociedad
de su propio grupo, KINTAMANI, se entregan 96.000 € a una tercera persona a
quien, aquí, no se enjuicia, otros 60.000 € quedan en un sobre que se entrega
a JESÚS SEPÚLVEDA el 23/06/2003, y los restantes 24.000 € se reintegran en
la “caja B”>>. (págs. 255 y 256)

Relato fáctico que la Sala de instancia considera acreditado a partir de


la prueba que valora en la fundamentación jurídica (pág. 1262 y 1263).

<<Y retomando el hilo de cómo comenzábamos lo relativo a esta entrega


de 60.000 €, recordar que es una cantidad que sale de un reparto de 240.000 €
que hace FRANCISCO CORREA, tras una operación de blanqueo, en la que
decíamos que contó con la colaboración de LUIS DE MIGUEL y PABLO
CRESPO, pero también con la de JESÚS CALVO, como pasamos a ver.

El informe de la UDEF 108.922/13, de 04/12/2013, ratificado en las


sesiones del 04 y 05/07/2017, sobre documentación hallada en el Registro del
domicilio de JOSÉ LUIS IZQUIERDO LOPEZ, dedica un apartado a
movimientos de dinero de FRANCISCO CORREA, a través de empresas de
JESÚS CALVO.

La operativa llevada a cabo para tal blanqueo se hizo mediante dos


ingresos de 240.000 € en sendas cuentas corrientes manejadas por JESÚS
CALVO, una de la sociedad NPIS y otra de LUJECA INVERSIONES, conocedor
de que solo uno de esos abonos correspondía a la participación RUSTFIELD en
NPIS y que el otro tenía como finalidad encubrir el origen ilícito y titularidad de
FRANCISCO CORREA, y de esa manera reintegrarlos en el tráfico mercantil
lícito.

1561
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El primero de los ingresos lo realizó, en efectivo, estando al corriente de


la operación y siguiendo instrucciones, JOSÉ LUIS IZQUIERDO, el 22/04/2003,
con fondos procedentes de la “Caja B” de FRANCISCO CORREA, en la cuenta
de Caja Madrid 6000744837, titularidad de NPIS.

El segundo ingresó se realizó el 18/06/2003, mediante una transferencia


ordenada por LUIS DE MIGUEL, desde la cuenta 42592700, que la sociedad
RUSTFIELD tenía en su sucursal del Barclays Bank de Londres, a la
9010887080 de Caja Caminos de LUJECA, justificando tal transferencia en un
préstamo participativo suscrito entre RUSTFIELD y NPIS, no obstante conocer
que con anterioridad se había realizado el otro ingreso con el mismo objeto y
que la finalidad que se perseguía con esta segunda transferencia era ocultar el
verdadero titular y el origen de los fondos en su repatriación.

En efecto, con fecha 28/04/2003, JESÚS CALVO SORIA, en su calidad


de Administrador único de NUEVOS PROYECTOS INMOBILIARIOS
SALOBREÑA S.A., y LUIS DE MIGUEL, en representación de RUSTFIELD
Trading Ltd., domiciliada en Londres, firman el referido préstamo participativo
(folios 4827 a 4829 R 8, P.S. entradas y registro), y así lo reconocieron ambos
en sus respectivas declaraciones, cuyo objeto es que el segundo, en la
representación que ostenta, y como prestamista, concede a NPIS, como
prestataria, dicho préstamo por importe de 225.000 €, que ha ingresado con
anterioridad en la cuenta que esta tiene abierta en Caja Madrid, en el que se
hace constar, también, que, JESÚS CALVO, como representante de LUJECA,
reconoce que RUSTFIELD ha aportado a la prestataria 15.000 € adicionales en
nombre de LUJECA INVERSIONES.

Recordar que, cuando analizábamos el entramado societario creado por


LUIS DE MIGUEL y puesto al servicio de FRANCISCO CORREA, veíamos que
la sociedad CAROKI SL, de la que fue administrador único JESÚS CALVO
desde que se constituyó en octubre de 2000, por LUIS DE MIGUEL, hasta julio
de 2002, era una sociedad participada por RUSTFIELD TRADING LIMITED, filial
de PACSA LIMITED, de FRANCISCO CORREA, lo que es indicativo de que
cualquiera de las operaciones que se realizasen utilizando estas sociedades e
interviniendo cualquiera de ellos no podían ser ajenas a la finalidad

1562
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

defraudatoria que se perseguía con el montaje de ese entramado societario, al


que contribuye de una manera muy activa, en lo que aquí interesa, JESÚS
CALVO con dos sociedades propias, como eran NPIS y LUJECA, que reconoció
haber creado, entre otras, en su declaración prestada en juicio, en la sesión del
25/01/2017, de las que era administrador>>. (págs. 1262 y 1263)

De conformidad con lo expuesto no es asumible la denuncia de


vulneración del derecho a la presunción de inocencia del recurrente, ya que la
sentencia patentiza que el Tribunal dictó la sentencia sustentada en bastante
prueba de cargo plural y obtenida válidamente con sujeción a los principios de
oralidad, publicidad, inmediación, contradicción e igualdad de armas, propios del
juicio oral y, reiterando lo ya dicho en el motivo anterior, una consolidada
doctrina jurisprudencial, ha destacado que ni se exige la previa condena por el
delito del que proceden los bienes (STS. 15.12.04, 8.4.08, 26.2.09, 23.12.14 y
21.7.16, entre otras), ni es necesario la existencia de un procedimiento judicial
previo por el delito subyacente, ni tampoco se requiere la identificación de un
acto delictivo concreto como antecedente (STS. 8.4.10, 22.7.11, 30.10.12, entre
otras).

El motivo por lo expuesto, se desestima dado que el recurrente tenía


conocimiento del origen delictivo de las cantidades a que se ha hecho
referencia.

354.- El motivo tercero al amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ
por vulneración del derecho a la presunción de inocencia y del derecho a
la tutela judicial efectiva del art. 24 CE por la condena por un delito de
blanqueo de capitales sin motivación fáctica de la existencia y
cuantificación de la base o cuota del delito contra la Hacienda Pública
utilizado como “delito grave” antecedente.

El recurrente hace referencia al alegato final que el Ministerio Fiscal hizo


en su informe de que el dinero blanqueado de 240.000 € provenía de un delito
fiscal como delito antecedente, con estas palabras:

1563
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Cuando menos hubo de representarse que esos fondos no estaban


declarados por el Sr. Correa, hubo de representarse al menos un delito fiscal
(min. 33:05) y muy especialmente cuando el Sr. Calvo Soria como reconoció en
instrucción que el Sr. Correa tenía una sociedad patrimonial, la sociedad
KINTAMANI. Por tanto, solo pudo representarse el origen delictivo de los
fondos”.

Insiste en que la sentencia recurrida en ningún momento concreta el


delito de defraudación tributaria que debe servir de elemento del tipo y cuyo
conocimiento por Jesús Calvo es requisito necesario para la condena por
blanqueo.

- Respecto del primer ingreso de 240.000 € realizado en abril de 2003,


que según la sentencia procedía de la “CAJA B” de Francisco Correa, el importe
en efectivo, no necesitaba ser blanqueado pues ya se encontraba en España.
Podrá ser dinero “negro” pero no necesariamente “sucio”, pues el Sr. Correa
también realizaba actividad mercantil lícita generadora de dinero en efectivo

- Respecto del segundo ingreso de 240.000 € realizado por transferencia


desde RUSTFIELD, el dinero procede de una cuenta del Banco Barclays de
Londres. Igualmente podrá ser “dinero negro” no declarado, pero el recurrente
no ha participado o no ha tenido conocimiento de las actividades de Francisco
Correa de las que procede este dinero.

- Por último, la sentencia recurrida considera blanqueo tan solo una de


las cantidades de 240.000 € ingresada, considerando la otra un préstamo
participativo real de RUSTFIELD a NPIS, por lo que el delito grave antecedente
tan solo puede ser el delito fiscal derivado de un incremento injustificado de
patrimonio de 240.000 €.

En conclusión, la sentencia recurrida no efectúa ninguna motivación


fáctica de la defraudación tributaria antecedente, limitándose a hacer
referencias genéricas sin concretar el delito grave antecedente.

El motivo se desestima, pues parte de unas expresiones contenidas en


el informe del Ministerio Fiscal que no constituye el instrumento procesal de la
acusación conformado por las conclusiones definitivas, a las que debe ser

1564
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

referida la relación a juicio y de congruencia del fallo, siendo el informe un


resumen o explicación de la postura mantenida por el Fiscal durante el juicio
oral.

Y en todo caso –como precisa el Fiscal al impugnar el motivo –resulta


claro que el Fiscal establece un tema de mínimos “cuando menos hubo de
representarse”, por lo que hay que entender necesariamente que no ya “cuando
más”, sino en los supuestos normales “hubiesen debido representarse que los
fondos en cuestión tenían un origen delictivo, cualquiera que fuese éste, pues
como señalábamos en la contestación al motivo primero no es necesario “la
identificación de un acto delictivo concreto como antecedente”. Razonamiento
correcto por cuanto no se exige un conocimiento preciso o exacto del delito
previo sino que basta con la conciencia de la anormalidad de la operación a
realizar y la razonable inferencia de que procede de un delito grave (ahora ya
por el origen “en una actividad delictiva”).

355.- El motivo cuarto al amparo del artículo 849.1 LECrim por


infracción de ley, por indebida aplicación del artículo 301 del CP, en su
redacción anterior a la ley 15/2003, de 25 de noviembre, e inaplicación de
los artículos 9.3 y 25.1 de la CE.

De nuevo reitera que la sentencia recurrida no singulariza ningún


segmento fáctico concreto que permita la subsunción en el delito de blanqueo
por el que se ha condenado a Jesús Calvo pues los hechos probados no señalan
de qué delito grave antecedente tenía conocimiento éste del que provenía el
importe de 240.000 € que se considera blanqueado.

Si se atiende a las manifestaciones del Ministerio Fiscal en su alegato


final, y si se entiende –pues no lo explicita la sentencia- que es el delito fiscal el
que el tribunal considera como delito grave antecedente, los hechos probados
no señalan qué cuota tributaria concreta relativa a qué impuesto o a qué ejercicio
fiscal ha sido objeto de blanqueo y de qué modo, conforme a las alternativas
típicas del art. 301 CP ha sido blanqueada.

1565
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es reiterativo de los anteriores, no respetando los hechos


probados que hemos transcrito en el motivo segundo, por lo que debe seguir
igual suerte desestimatoria.

356.- El motivo quinto al amparo del art. 849.2 LECrim por error en
la aplicación de la prueba basado en documentos obrantes en autos y que
demuestran la equivocación del juzgador y que son:

- Interrogatorio de Jesús Calvo Soria.

- Interrogatorio de Francisco Correa Sánchez.

- CD de grabación del Plenario y en concreto, informe de conclusiones


del Ministerio Fiscal relativo a Jesús Calvo Soria.

- Informe UDEF 108.992/13 de 4-12-2003.

Dando por reproducida la doctrina jurisprudencial expuesta en anteriores


recursos sobre los requisitos de la vía casacional del art. 849.2 LECrim, el
motivo deviene improsperable, el recurrente, o bien invoca pruebas personales
o bien refiere documentos que fueron sometidos, junto al resto de las pruebas,
a la valoración del tribunal, de conformidad con el art. 741 LECrim, pretendiendo
efectuar una interesada valoración de la prueba en contradicción con la
realizada por el tribunal y con la que se desprende de los propios documentos.

357.- El motivo sexto al amparo del art. 849.1 LECrim por infracción
de ley, por indebida aplicación de los arts. 301 y 28 CP.

Alega que la sentencia aplica indebidamente el art. 301 CP en relación


con el art. 28 del mismo código, al condenar a Jesús Calvo como autor de un
delito de blanqueo, cuando no ha sido más que un mero instrumento de los
designios del autor mediato Francisco Correa.

Reitera que el delito de blanqueo atribuido al recurrente no se basa en


el origen delictivo inicial (malversación, cohecho, etc) que ya sirvió para

1566
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condenar a Correa, al que considera autor “por ser el dueño del dinero que
circula hasta ser introducido en España”. Es decir, el delito de blanqueo se
fundamenta en la situación del dinero que circula, situado en Londres y su
reingreso a España, siendo el delito antecedente el de ser “dinero negro” no
declarado y la posibilidad de fraude fiscal.

Insiste en que la sentencia recurrida no precisa ni concreta el delito grave


antecedente en el posterior delito de blanqueo de 240.000 € que no puede tener
el mismo fundamento que el blanqueo de 1.232.074 € por el que fueron
condenados Correa, José Luis Izquierdo y Antonio Villaverde.

La sentencia de la Audiencia Nacional recurrida aplica indebidamente el


art. 301 pues no hace referencia al delito grave precedente, únicamente hace
mención a que el ingreso en la cuenta Caja Madrid de la sociedad NPIS del
recurrente eran fondos de la “Caja B” de Correa, pero en ningún momento se
especifica cuál es el delito grave origen de dichos fondos o la cuota que defraudó
para la adquisición por parte de Correa de dichos fondos que se ingresaron en
la cuenta de la sociedad de Jesús Calvo.

El recurrente reproduce argumentos ya expuestos en motivos anteriores


por lo que nos remitimos a los hechos probados que hemos transcrito en el
motivo segundo, que evidencian la correcta subsunción jurídico-penal realizada
por el tribunal de instancia en el delito de blanqueo.

Debiendo por último, recordar en relación a la autoría del recurrente que el


delito del art. 301 el comportamiento típico se configura, tras una enumeración
ejemplificadora, con una fórmula amplia al decir: "o realice cualquier otro acto"
para ocultar o encubrir su origen ilícito o para ayudar a la persona que haya
participado en la infracción o infracciones a eludir las consecuencias legales de
sus actos (STS. 1426/2005 de 13.12), por lo que no solo se comete este delito
por actos de adquisición, conversión o transmisión de bienes que tienen su
origen en delito grave o por otros realizados para ocultar o encubrir ese origen
ilícito, sino también por medio de esa modalidad consistente en ayudar a las
personas participes en ese delito grave a eludir las consecuencias legales de
sus actos (STS. 1394/2004 de 15.11). Por ello se ha establecido un concepto
extensivo de autor que por regla general y por expresa voluntad del legislador

1567
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conlleva que toda forma de participación en esas actividades de blanqueo es


una forma de autoría.

RECURSO ANA MATO ADROVER

PARTÍCIPE A TÍTULO LUCRATIVO

358.- El motivo primero por infracción de ley, al amparo del art.


849.1 LECrim por aplicación indebida del art. 122 CP al no concurrir las
condiciones contempladas en ese precepto para la aplicación de la figura
del partícipe a título lucrativo.

Alega la recurrente que no puede concluirse que la Sra. Mato se haya


“enriquecido indebidamente” con los efectos de las dádivas ofrecidas por el Sr.
Correa a su entonces marido, Jesús Sepúlveda. Manifiesta que la Sra. Mato
siempre ha trabajado y ha obtenido sus propios ingresos y que la sentencia de
la Audiencia Nacional no ha considerado suficientemente la realidad social y la
concepción moderna de los matrimonios, en la que, por mucho que los cónyuges
estén casados en régimen de gananciales, la mujer es perfectamente
independiente en términos económicos del marido, trabaja desde siempre y
participa con su marido en la atención de cualesquiera necesidades de su
unidad familiar (alimentos, colegios, etc) sin que sea admisible concluir, como
hace la sentencia, que por la mera aplicación de las disposiciones del Código
Civil y por el mero hecho de estar casados en el ´régimen matrimonial de
gananciales la esposa automáticamente “se enriquezca” de las actividades del
marido, máxime cuando, como sucede en este caso, las cantidades que se le
exige devolver provienen de pactos celebrados al margen de esa sociedad de
gananciales, que la esposa desconocía y que no pudo detectar de ninguna
manera, que no se ha producido en este caso el “enriquecimiento patrimonial”
que justificaría la aplicación de la figura del art. 122 CP.

El motivo se desestima.

1568
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El art. 122 CP dispone: “el que por título lucrativo hubiere participado en
los efectos del delito está obligado a la restitución de la cosa o al resarcimiento
del delito hasta la cuantía de su participación”. Precepto este que, por tanto,
prevé la restitución de la cosa y el resarcimiento del perjuicio o daño patrimonial
originado al sujeto pasivo del delito en las adjudicaciones a título lucrativo, como
consecuencia de que nadie debe enriquecerse indebidamente en virtud de
negocios jurídicos que se derivan de causa ilícita y desarrolla la institución
jurídica que ha adquirido carta de naturaleza con el nombre de “receptación
civil”.

La jurisprudencia de esta Sala, SSTS 324/2009, de 27 de marzo;


212/2014, de 13 de marzo; 287/2014, de 8 de abril; 227/2015, de 6 de abril;
433/2015, de 2 de julio; 467/2018, de 15 de octubre; 665/2018, de 18 de
diciembre, ha deslindado los conceptos jurídicos del partícipe a título lucrativo,
caracterizándose por las siguientes notas:

a) Nota positiva, el haberse beneficiado de los efectos del delito.

b) Nota negativa, no haber tenido ninguna intervención en tal hecho


delictivo, ni como autor o cómplice, pues en caso contrario sería de aplicación
el art. 116 CP y no el 122 del mismo texto legal, e ignorar la existencia de la
comisión delictiva de donde provienen los efectos a fin de impedir la aplicación
del “crimen receptionis”.

c) Que tal participación o aprovechamiento de los efectos del delito lo


sea a título gratuito, es decir, sin contraprestación alguna.

d) Por tanto, no se trata de una responsabilidad ex delicto, sino que tiene


su fundamento en el principio de que nadie puede enriquecerse de un contrato
con causa ilícita –art. 1305 Código Civil-. En definitiva, se trata de una
manifestación aplicable al orden penal, según el cual no cabe un
enriquecimiento con causa ilícita.

e) Tal responsabilidad es solidaria junto con el autor material –o


cómplice- del delito, pero con el límite del importe de lo que se ha aprovechado.
Por decirlo de otra forma, su responsabilidad es solidaria con el responsable

1569
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

penal hasta el límite del aprovechamiento/enriquecimiento lucrativo que haya


tenido.

f) La acción civil contra el partícipe a título lucrativo de un delito, al


tratarse de una acción personal está sujeta a los plazos de prescripción de tales
acciones.

En definitiva, la gran ventaja que tiene el art. 122 CP –equivalente al art.


108 del anterior CP- es la de permitir que dentro del propio proceso penal el
perjudicado puede obtener el resarcimiento de aquella parte en que se haya
beneficiado a título lucrativo el que no haya participado en el delito, lo que dada
la naturaleza civil y no penal de la causa, la restitución, de no existir tal precepto
le hubiese obligado a un proceso civil, con las consecuencias de tiempo y coste
procesal que ello acarrea.

- En el caso presente habrá que partir de las cantidades concretas objeto


de responsabilidad a título lucrativo y que han sido objeto de comiso, según los
hechos probados de la sentencia (páginas 257 a 259 apartado V Pozuelo de
Alarcón).

a) Viajes y servicios turísticos (página 257 del relato de hechos probados,


apartado V, “Pozuelo de Alarcón”):

“Prestados tanto a JESÚS SEPÚLVEDA, como a su familia”, “en


consideración a sus cargos en su etapa de Senador, como de alcalde, y le fueron
prestados por la empresa de FRANCISCO CORREA, PASADENA VIAJES”.

“Estos servicios se abonaron con cargo a la “Caja B” de FRANCISCO


CORREA, encargándose de llevar la contabilidad JOSÉ LUIS IZQUIERDO,
quien realizaba los ingresos en las cuentas bancarias de PASADENA VIAJES
para ir cubriendo la deuda de JESÚS SEPÚLVEDA y familia, y hacía las
anotaciones correspondientes en los respectivos archivos”.

“El importe de los viajes y servicios turísticos prestados por FRANCISCO


CORREA, a través de PASADENA VIAJES, ascendió a 10.322, 56 € en 2000;
a 11.822,05 € en 2001; a 14.392,50 € en 2002; a 6.759,18 € en 2003; a 6.840,72
€ en 2004, y a 195,20 € en 2005, en total, pues, 50.332,21 €”.

1570
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

“Por su parte, los viajes y servicios propios de Ana Mato y los que la
corresponden respecto de su unidad familiar, ascendieron a 25.608,27 €.

b) Organización de eventos familiares (página 258 y 259 del relato de


hechos probados, apartado V, “Pozuelo de Alarcón”):

“También se hizo cargo FRANCISCO CORREA de eventos familiares,


en concreto, tres cumpleaños (el tercero no supuso coste alguno) y una
comunión de los hijos de JESÚS SEPÚLVEDA, entre 2001 y 2005, que fueron
organizados desde las sociedades de aquél, y cuyo gasto ascendió a 4.498,52
€.

A través de SPECIAL EVENTS, sin que se haya podido precisar qué


persona, en concreto, llevó la gestión y abono de su contratación, se
concertaron eventos con las empresas ABRAKADABRA y PRODUCCIONES EL
ZURDO, en junio de 2001, y con esta segunda e INTERGLOBO, en junio de
2002, para la celebración de sendos cumpleaños de dos de los hijos del
entonces matrimonio SEPÚLVEDA/Mato, el primero de los cuales ascendió a
669,53 € y el segundo a 1.996,19 €.

El tercero de los eventos fue la comunión de una de las hijas de JESÚS


SEPÚLVEDA, el 07/05/2005, gestionada por EASY CONCEPT, a la que supuso
un coste de 1.822,80 €, que abonó a INTERGLOBO.

Se incluye en este apartado el regalo que efectuó FRANCISCO


CORREA a Ana Mato por importe de 610 € que se justifica por medio de una
factura de fecha 07/11/2003, emitida por Louis Vuitton a nombre de SPECIAL
EVENTS por dicho importe”.

Del anterior relato fáctico puede entenderse acreditado que Jesús


Sepúlveda, marido de la recurrente, además de los cobros recibidos en metálico
–que figuran detallados en las págs. 254 y ss.-, por las intermediaciones y
prevaricadoras adjudicaciones, recibió diversos pagos en especie de los que se
lucró la recurrente, unos directamente (Louis Vouitton) y otros indirectos o en
especie, como son el pago de viajes y eventos familiares a que hemos hecho
referencia en el relato fáctico, en el que se incluye la cantidad en que se
benefició la recurrente -25.608’27 €-.

1571
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así, de la relación fáctica se desprende la concurrencia de los


presupuestos de aplicación del art. 122 CP, al existir por parte de la recurrente
un beneficio a título gratuito derivado de la comisión delictiva (cohecho y
malversación).

En definitiva, se le reclaman unos gastos realizados en beneficio de la


unidad familiar compuesta por la recurrente y su esposo, gastos que no fueron
satisfechos por ninguno de los cónyuges, por lo que es obvio que siendo un
enriquecimiento sin causa de los mismos, correspondiendo a la recurrente hacer
frente a la parte que le corresponde.

359.- El motivo segundo por infracción de precepto constitucional


al amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del art. 24.1
CE que reconoce el derecho a la tutela judicial efectiva.

Considera vulnerado el citado precepto constitucional al no fundamentar


suficientemente la sentencia recurrida la imposición a la Sra. Mato de una
responsabilidad a título lucrativo (art. 122 CP) incurriendo además en
contradicción al determinar, por un lado que se “enriqueció indebidamente”, y
por tal motivo debe devolver el importe de las dádivas recibidas por su marido
y, de otra, sugerir que uno de los cónyuges pueda ser acreedor o deudor del
otro y que esa cuestión haya de resolverse en su caso, en el marco de un
procedimiento de disolución de la sociedad de gananciales.

Entiende que no es razonable la conclusión de que en la sociedad


matrimonial compuesta entonces por el matrimonio Sepúlveda-Mato es
“indiferente” a quien incumbiera personalmente hacerse cargo de los gastos
cuya devolución le exige, imponiendo una suerte de “responsabilidad universal”
por causa de matrimonio que claramente excede la naturaleza y los contornos
de la figura del partícipe a título lucrativo, que exige que exista un
“enriquecimiento injusto” que es precisamente lo que justifica ese deber de
reintegro.

El motivo debe ser desestimado.

1572
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia en la fundamentación jurídica explica de forma razonable y


razonada las causas por las que el tribunal sentenciador llega a la conclusión
de que la recurrente debe responder a título de responsable a título lucrativo.

En efecto, frente a la tesis de la defensa, la sentencia (folios 1526 y 1527)


razona:

“El planteamiento, sin embargo, no se comparte porque lo cierto es que


dichos viajes y demás servicios, de conformidad con lo dispuesto en el art. 1362,
1ª C. Civil, son gastos con los que ha de correr la sociedad de gananciales,
independientemente de quien los satisfaga personalmente, como también han
de correr por cuenta de la sociedad de gananciales, a tenor del art.1366 C. Civil,
las obligaciones extracontractuales de un cónyuge, consecuencia de su
actuación en beneficio de la sociedad conyugal o en el ámbito de la
administración de los bienes, e, igualmente, según dispone el art. 1367 C. Civil,
los bienes gananciales responderán en todo caso de las obligaciones contraídas
por los dos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el consentimiento
expreso del otro.

Hemos acudido a los anteriores artículos de nuestro Código Civil, como


una muestra de cómo han de atenderse los gastos que pesen sobre cualquier
matrimonio sujeto al régimen de gananciales, de manera que, como la
reclamación que se hace, es por gastos realizados en beneficio de la unidad
familiar que componían JESÚS SEPÚLVEDA y Ana Mato, se ha de entender
que son gastos a sufragar por dicha sociedad, con independencia de si los
abonó uno u otro, y si, por tal razón, alguno se considerase que resulta acreedor
o deudor del otro, será cuestión que han de resolver en el marco de una
disolución y liquidación de dicho régimen, que no tenemos constancia de que se
haya producido.

Al margen de lo anterior, parece evidente que si la señora Mato realiza


unos viajes y recibe unos servicios que no abona, está obteniendo un beneficio
en la parte o cuota que debiera corresponderle sufragar como miembro de la
sociedad conyugal, por lo que, en la medida que supone un enriquecimiento sin
causa, como decíamos más arriba, viene obligada a restituir aquello en que se
ha beneficiado”.

1573
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por lo demás, frente al planteamiento que hace la defensa, que mantiene


que su patrocinada tiene el convencimiento de que no se ha beneficiado de las
cantidades que se le atribuyen, hay que decir que el hecho cierto es que sí
conoció lo que adquirió con esas cantidades de procedencia ilícita y se benefició
de ello en la cuota parte correspondiente, con lo que se cuenta con el
presupuesto para, en atención a esos criterios de responsabilidad objetiva a que
se acude cuando se habla de la responsabilidad del partícipe a título lucrativo,
dictar sentencia en su contra, tal como solicita el Ministerio Fiscal.

360.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 852 LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del art. 25 CE
al imponerse a la Sra. Mato una sanción por hechos que no son
constitutivos de delito, falta o infracción administrativa.

La recurrente se remite a lo expuesto en el motivo primero e insiste en


que la sentencia recurrida justifica la imposición de esa responsabilidad en que
los “gastos” fueron realizados “en beneficio de la unidad familiar” que aquella
mantenía con Jesús Sepúlveda. No obstante considera que la “obligación civil
de devolución” del importe de esos regalos impuesta por la sentencia a la Sra.
Mato constituye una desnaturalización de la figura del partícipe a título lucrativo
del art. 122 CP y vulnera el art. 25 CE, cuyo inciso primero establece que “nadie
puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el
momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa
según la legislación vigente en aquel momento”.

En criterio de la parte recurrente el fallo condenatorio que impone a la


Sra. Mato la exigencia de “devolución” de determinadas cantidades a título
lucrativo vulneraría el art. 25 CE por cuanto lo que se está acordando es imponer
la consecuencia accesoria de un delito (comiso) de naturaleza netamente penal
(el art. 127 y 127 bis CP aluden a los “bienes, efectos y ganancias
pertenecientes a una persona condenada”) a un tercero responsable civil ajeno
a ese delito, que no se ha enriquecido con el mismo y con evidente exceso de
la naturaleza de la figura de la responsabilidad civil a título lucrativo.

1574
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La responsabilidad a título lucrativo respecto de las cantidades


decomisadas impuesta a la recurrente, suponen la “devolución” de cantidades
que no percibió realmente la sociedad de gananciales sino uno de los esposos,
al margen de ésta y a través de su pacto con un tercero, desconocido por la
entonces mujer, quien no pudo disponer de esas cantidades. En consecuencia,
la obligación de reintegrarlas excede la naturaleza puramente civil de esa
condena, imponiendo a la recurrente una suerte de sanción que contraviene las
disposiciones del art. 25.1 CE.

El motivo se desestima.

Ciertamente la regulación actual del decomiso (arts. 127 a 127 octies),


producto de una paulatina evolución y de la implementación de normativa
supranacional, ha supuesto el abandono de su añeja y superada condición de
pena, abriéndose paso, primero al decomiso de bienes de terceros no partícipes
del delito y, más recientemente, al juego de presunciones que en algún caso se
refieren precisamente a terceros beneficiarios a título gratuito (vid. art. 127
quater). Esa nueva regulación -que ni la sentencia ni ninguno de los condenados
ex art. 122 CP invoca, seguramente con buen criterio a la vista del factor
temporal- invita posiblemente -no es momento de adentrarse en esa temática
no fácil que ninguno de los recurrentes suscita- a repensar el ámbito del art. 122
CP que para algunos comentaristas y alguna jurisprudencia (STS 1345/2009,
de 29 de diciembre) no debiera ser la herramienta legal idónea para canalizar
una confiscación (que es lo que constituye el decomiso), sino para reparar a
terceros perjudicados por el delito (la terminología -restitución, es decir,
reintegración al anterior poseedor- y la sistemática legal alentarían esa
reinterpretación). En el caso ahora analizado ese título -art. 122 CP- sería
apropiado para reintegrar a las corporaciones perjudicadas por los fondos
detraídos de sus arcas, pero no para confiscar las dádivas, lo que habría de
venir soportado por esa otra normativa específica (que obliga a confiscar las
ganancias teñidas de ilicitud, aunque estén bajo la titularidad de un tercero ajeno
al delito). Pero, como decimos, no es este tema que debamos plantearnos.
Bastará constatar que ese camino no explorado no llevaría materialmente a

1575
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

soluciones diferentes, ni siquiera en cuanto al destino de los importes


decomisados (vid. arts. 127.5 anterior o actual art. 127 octies).

361.- El motivo cuarto al amparo del art. 849.2 LECrim por error en
la apreciación de la prueba basado en documentos obrantes en autos que
evidencian el error del juzgador en la aplicación del art. 122 CP.

El motivo insiste en los precedentes en orden a que no ha existido el


lucro atribuido y la correcta interpretación de las pruebas practicadas
(declaraciones de las partes, testificales y documentos obrantes en los autos)
determinan que no pueda concluirse que se haya producido el enriquecimiento
que exige el art. 122 CP para que pueda exigírsele responsabilidad. Máxime
cuando no se trata en este supuesto, como en otros analizados por la
jurisprudencia, del ingreso de ninguna cantidad en cuenta corriente que engrose
su patrimonio, o de cantidades o partidas sobre las que ella tuviese capacidad
de decisión, sino de pagos por terceros de encargos siempre pequeños, y que
no solo no le correspondía atender a ella, sino que ni siquiera había realizado y
que se perfeccionaban al margen de la sociedad de gananciales, entre uno de
los cónyuges y un tercero.

Considera que la sentencia ha apreciado erróneamente las pruebas


respecto a las siguientes circunstancias:

1º El hecho de que las cantidades “percibidas” por el Sr. Sepúlveda en


concepto de dádivas, en cuanto a la responsabilidad exigida a la Sra. Mato se
refieren, eran realmente gastos no satisfechos o facturas impagadas.

2º Respecto a la gestión de los viajes familiares la prueba practicada


determina que ésta correspondía de forma exclusiva al Sr. Sepúlveda y en su
mayoría fueron desplazamientos ordinarios de la familia a un lugar de veraneo,
y acredita también que cuando la Sra. Mato realizaba algún encargo a
Pasadena, ella misma lo pagaba.

3º Que los viajes y gastos efectuados en concepto de celebraciones


infantiles no se obtuvieron por la Sra. Mato a título lucrativo ni resultaron para
ella un beneficio por cuanto su abono correspondía también al Sr. Sepúlveda,

1576
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mientras que los recibos mensuales de los colegios de sus hijas estaban
domiciliados en una cuenta de la que ella era titular de forma exclusiva.

4º Y respecto al regalo por importe de 610 € la Sra. Mato siempre declaró


que nunca había recibido los obsequios de la marca de lujo a los que se aludía
en el auto de acusación.

Además, no puede concluirse que la percepción de un obsequio por tal


importe pueda no considerarse adecuado socialmente.

El motivo se desestima.

Como hemos precisado en motivos anteriores –por ejemplo, cuarto de


Alberto López Viejo- esta Sala ha declarado con reiteración, SSTS 228/2013, de
22 de marzo, 200/2017, de 27 de marzo; 362/2018, de 18 de julio, “el ámbito de
aplicación del motivo previsto en el art. 849.2 LECrim se circunscribe al error
cometido por el tribunal sentenciador al establecer los datos fácticos que se
recogen en la declaración de hechos probados, incluyendo en la narración
histórica elementos fácticos no acaecidos, omitiendo otros de la misma
naturaleza que si hubieran tenido lugar o describiendo sucesos de manera
diferente a como realmente se produjeron.

En todo caso, el error a que atiende este motivo de casación se predica


sobre aspectos o extremos de naturaleza fáctica, nunca respecto a los
pronunciamientos de orden jurídico que son la materia propia del motivo que por
“error iuris” se contempla en el primer apartado del precepto procesal, motivo
éste, art. 849.1 LECrim que, a su vez, obliga a respetar el relato de hechos
probados de la sentencia recurrida, pues en estos casos solo se discuten
problemas de aplicación de la norma jurídica y tales problemas han de
plantearse y resolverse sobre unos hechos predeterminados que han de ser los
fijados al efecto por el tribunal de instancia salvo que hayan sido previamente
corregidos por estimación de algún motivo fundado en el art. 849.2 LECrim o en
la vulneración del derecho a la presunción de inocencia.

Centrándonos en el motivo por error en la apreciación de la prueba, exige


para su prosperabilidad los siguientes elementos:

1577
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1º) Ha de fundarse en una verdadera prueba documental y no de otra


clase, como las pruebas personales, aunque estén documentadas en la causa,
siendo doctrina reiterada de esta Sala que “las actas de declaración de testigos
y partes no son prueba documental, son documentos que se limitan a reflejar el
contenido de una declaración oral” (STS 109/2019, de 5 de marzo).

2º) Ha de evidenciar el error de algún dato o elemento fáctico o material


de la sentencia de instancia, por su propio y literosuficiente poder demostrativo
directo, es decir, sin precisar de la adición de ninguna otra prueba ni tener que
recurrir a conjeturas o complejas argumentaciones.

3º) Que el dato que el documento acredita no se encuentre en


contradicción con otros elementos de prueba, pues en estos casos no se trata
de un problema de error sino de valoración, lo cual corresponde al tribunal, art.
741 LECrim.

4º) Que el dato contradictorio, así acreditado documentalmente, sea


importante en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los
pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos carentes de tal
virtualidad el motivo no puede prosperar, ya que, como reiteradamente tiene
dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los argumentos de
hecho o de derecho que no tienen aptitud para modificarlos.

Asimismo, han de citarse con toda precisión los documentos con


designación expresa de aquellos particulares de los que se deduzca
inequívocamente el error padecido, no siendo suficiente la genérica remisión a
los documentos, ni se autoriza a una revisión genérica de toda la prueba (TS
368/2018, de 18 de julio), y proponerse por el recurrente una nueva redacción
del “factum”, derivada del error de hecho denunciado en el motivo. Rectificación
del “factum” que no es un fin en sí mismo sino un medio para crear una premisa
distinta a la establecida y consiguientemente, para posibilitar una subsunción
jurídica diferente a la que se impugna.

Prevenciones estas omitidas por el recurrente que se limita a afirmar que


ha existido error en la valoración de las pruebas practicadas “declaración de las
partes, testificales y documentos obrantes en los autos” sin mayores

1578
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

especificaciones, y por otra parte, los designados como documentos en el


desarrollo del motivo por la recurrente, relativos al pago en exclusiva de los
colegios de las hijas o al pago por su parte de otros viajes, no alteran la
declaración de la responsabilidad a título lucrativo acordada en la sentencia.

RECURSO GEMA MATAMOROS MARTÍNEZ

PARTÍCIPE A TÍTULO LUCRATIVO

362.- El motivo primero por infracción de precepto constitucional


fundado en el art. 24.1, 24.2 y 10.1 de la CE y nº 4 del art. 5 LOPJ y art. 14.5
Pacto de Derechos Civiles y Políticos de Nueva York de 1996, Dictamen de
la ONU de 20-7-2000 y art. 13 del Convenio de Europa para la protección
de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales.

Denuncia que el sistema de recursos vigente en España en el momento


de la incoación del procedimiento del que trae causa la condena, al tener
limitaciones para el examen de la prueba practicada en la instancia, no cumple
con lo exigido en el art. 24.1 y 24.2 CE y el art. 14.5 PIDCP suscrito por España,
al quedar vedada la posibilidad de acudir a formular un recurso ordinario contra
la sentencia condenatoria.

El desarrollo del motivo coincide en lo esencial con lo planteado por otros


recurrentes, por ejemplo, el motivo decimoséptimo de Pedro Crespo Sabaris por
lo que damos por reproducido lo ya argumentado en relación a que el recurso
de casación cumplía con las exigencias del art. 14.5 Pacto Internacional
Derechos Civiles y Políticos.

363.- El motivo segundo por infracción de preceptos


constitucionales al amparo del art. 5.4 LOPJ, en concreto los recogidos en
el art. 24.1 y 2 CE en relación con lo dispuesto en el art. 11 LOPJ en lo
referente a la tutela judicial efectiva.

1579
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Argumenta que la sentencia no considera suficiente el hecho de que el


matrimonio estuviese en régimen de separación de bienes, con economías
completamente diferentes y diferenciadas, en las que cada cónyuge tenía
delimitados los gastos que asumía en exclusiva y cuáles por mitad para excluir
su responsabilidad a título lucrativo.

Entiende la recurrente que la conclusión alcanzada es insuficiente y no


sólida careciendo la sentencia de la suficiente motivación jurídica que es exigible
a un pronunciamiento judicial de la gravedad del presente, vulnerando en
consecuencia el art. 24 CE.

La sentencia no aprecia correctamente el sentido de la prueba practicada


en favor de la Sra. Matamoros y le impone una responsabilidad objetiva y
solidaria junto con su esposo, con el que económicamente, mantenían en virtud
del régimen de separación de bienes, economías completamente diferenciadas
y diferentes.

El motivo debe ser desestimado.

La sentencia en la fundamentación jurídica (pág. 1524 y 1525) razona el


fundamento de la condena:

<<...Veíamos en los hechos probados y exponíamos en la


fundamentación fáctica, que Gema Matamoros, como esposa de GUILLERMO
ORTEGA, sin haber tenido conocimiento de la procedencia ilícita de los fondos
con se atendieron sus viajes, así como determinados regalos que recibió, resultó
beneficiada en 45.066,66 €, cantidad que se la reclama en concepto de partícipe
a título lucrativo.

En el curso del informe realizado por su defensa, asumiendo los


conceptos por los que se la formulaba la reclamación, estuvo enfocada a dar
argumentos para eludir la responsabilidad que, respecto de cada uno de ellos,
se la exigía, bien en la línea de desvincularos de la relación que guardan por la
condición de Alcalde de GUILLERMO ORTEGA, bien en la de que, por
encontrarse sujeto su matrimonio al régimen de separación de bienes, cada cual
atendía sus propios gastos, o bien a costa de alegar que su patrocinada no hizo
ningún encargo relacionado con alguno de los gastos que se la imputan, e

1580
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

insistiendo que no se puede hablar de una economía conjunta con su marido,


porque tenían separación de bienes.

Dejando al margen esa alegada desvinculación de los servicios recibidos


con la condición de Alcalde de GUILLERMO ORTEGA, porque no otra razón
hemos encontrado a lo largo de los razonamientos en que hemos tratado esta
cuestión, el planteamiento que se hace de poner en relación la responsabilidad
que se la exige con el régimen económico del matrimonio no se comparte.

En efecto, es así, porque, cualquiera que fuera ese régimen por el que
se rigiese el matrimonio, lo cierto es que hubo una serie de gastos en beneficio
de la unidad familiar, que se atendieron con dinero de procedencia ilícita, de los
que se aprovechó Gema Matamoros, que es lo que caracteriza este tipo de
responsabilidad a título lucrativo, y es en razón a ese beneficio, no en razón a
qué régimen económico estuviera sujeto el matrimonio, lo que determina su
responsabilidad.

En todo caso, ni siquiera atendiendo al planteamiento que hace la


defensa cabría atender a su pretensión, puesto que, independientemente de
cuál sea el régimen económico del matrimonio, común a todos, según las
disposiciones generales para cualquiera de ellos, por pertenecer a lo que se
conoce como régimen matrimonial primario, está la obligación de ambos de
atender el sostenimiento de la familia y sufragar sus gastos, como resulta de la
obligación de hacer frente al levantamiento de las cargas del matrimonio,
establecida en el art. 1318 C. Civil, y estas cantidades por las que se formula
reclamación, en cuanto que son por conceptos en favor de servicios o
prestaciones hechas en beneficio de la comunidad familiar, ha de soportarlos
cada cónyuge en la cuota que ha de atender a dicha comunidad, que es ese
50% que se reclama a Gema Matamoros (...)>>.

Conclusión a la que llega el tribunal que no puede tacharse de arbitraria


ni irrazonable o errónea pues el hecho de que el régimen económico con su
esposo fuera el de separación de bienes y los pactos internos que en base a
dicho régimen tuvieran los cónyuges para repartirse los gastos a los que hacían
frente cada uno, no desvirtúan tal conclusión, al no ser oponibles frente a

1581
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

terceros, limitándose su eficacia a las relaciones internas entre los cónyuges


para reclamarse entre ellos lo que corresponde.

364.- El motivo tercero por infracción de ley al amparo del art. 849.2
LECrim por errónea interpretación de la prueba.

Señala como documentos:

1º Folio 68.975 y factura de LOEWE Hermanos S.A. nº 013-6-155471,


de fecha 18/03/2004 por importe de 560 €.

2º Facturas emitidas por YUCA ALLEN PERKINGS SL por importe de


1.885,46 €.

3º Facturas giradas a TCM y Special Events por importe de 34.167,93 €


en concepto de viajes.

4º Factura 2004/16 facturada a Special Events por compras efectuadas


a la Empresa Mayfair S.L.

5º Facturas emitidas por Rafael Caballero por importe de 1.872 €.

Considera que de la prueba practicada lo que se desprende es que Dª.


Gema no es una partícipe a título lucrativo (que exige que sea sin
contraprestación alguna) por cuanto no ha quedado acreditado el beneficio que
se le imputa a título lucrativo. Lo que ha quedado acreditado es que en estos
casos, siempre ha sido oneroso, ya que ella, no se ha beneficiado ilícitamente
de nada, sino que ha contribuido con el pago de su parte, lo que hacía con sus
propios ingresos, y no ha existido enriquecimiento injusto, por lo que se ha
producido un evidente error en la valoración de la prueba practicada.

Como ya hemos indicado en anteriores recursos por esta vía casacional,


la doctrina jurisprudencial sobre el art. 849.2 LECrim –por todas STS 133/2011,
de 15 de febrero- y el alcance y los requisitos exigibles cuando lo que se
pretende es modificar el “factum” de una sentencia sujeta a la revisión del

1582
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tribunal de casación, señalando que la prosperabilidad del motivo está sujeta a


las siguientes condiciones:

1) ha de fundarse en una verdadera prueba documental, y no de otra


clase, como las pruebas personales, aunque estén documentadas.

2) ha de evidenciar el error de algún dato o elemento fáctico o material


de la sentencia de instancia, por su propio poder demostrativo directo, es decir,
sin precisar de la adición de ninguna otra prueba ni tener que recurrir a
conjeturas o complejas argumentaciones.

3) que el dato que el documento acredite no se encuentre en


contradicción con otros elementos de prueba, pues en estos casos se trata de
un problema no de error, sino de valoración, la cual corresponde al tribunal.

4) que el dato contradictorio así acreditado documentalmente sea


importante en cuanto tenga virtualidad para modificar alguno de los
pronunciamientos del fallo, pues si afecta a elementos fácticos carentes de tal
virtualidad, el motivo no puede prosperar ya que, como reiteradamente tiene
dicho esta Sala, el recurso se da contra el fallo y no contra los argumentos de
hecho o de derecho que no tienen aptitud para modificarlo.

Consecuentemente, este motivo de casación no permite una nueva


valoración de la prueba documental en su conjunto, sino que autoriza la
rectificación del relato de hechos probados para incluir en él un hecho que el
tribunal omitió erróneamente declarar probado cuando su existencia resulta
incuestionablemente del particular del documento designado, o bien para excluir
de dicho relato un hecho que el tribunal declaró probado cuando su existencia
resulta incuestionablemente del particular del documento designado. De ello
resulta que al efectuar la designación en el motivo, el recurrente debe especificar
con claridad el particular del documento que entiende que produce ese efecto
demostrativo del error del tribunal al declarar probado o al omitir declarar
probado un hecho, así como precisar las consecuencia de tal error concretando
la nueva redacción del hecho probado que pretende que sustituya a la contenida
en la sentencia impugnada.

1583
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Además, como se ha dicho, es preciso que sobre el particular


cuestionado no existan otros elementos de prueba, ya que en estos casos lo
que estaría bajo discusión sería la racionalidad del proceso valorativo, por la vía
de la presunción de inocencia en caso de sentencias condenatorias o de la
interdicción de la arbitrariedad en todo caso, aunque los efectos de su
estimación fueran distintos (STS 910/2007, de 9 de noviembre).

Requisitos que no concurren en el caso presente. Lo que pretende la


recurrente es modificar los hechos probados realizando una valoración subjetiva
que no se desprende directamente de aquellos documentos, sino de la
interpretación que aquella realiza de los mismos en relación a las declaraciones
prestadas por otros coacusados y testigos (Maria Carmen Rodríguez Quijano,
Francisco Correa, Guillermo Ortega, el sastre de Rafael Caballero y Eduardo
Rodríguez Villar.

El motivo, en base a lo expuesto, debe ser desestimado.

365.- El motivo cuarto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim entendiéndose infringido el art. 122 CP al no concurrir las
condiciones contempladas en ese precepto para la aplicación de la figura
del partícipe a título lucrativo.

Afirma el motivo que no concurren las condiciones o requisitos exigidos


en el art. 122 CP pues en relación a los bienes o servicios (o su equivalente en
dinero) no los recibió a título lucrativo y, en alguno de los casos, ni siquiera los
recibió. Además, tampoco existe un enriquecimiento injusto, dado que si existió
algún beneficio derivado delos hechos descritos en la sentencia lo sería para su
esposo, quien debió haber pagado los servicios, que, en su caso, contrató, pero
no para su mujer y sus hijos, que no estaban obligados al pago de servicios en
tales ocasiones, y además siempre dijeron que estaban pagados correctamente.

Dando por reproducida la doctrina expuesta en el motivo articulado por


la recurrente Ana Mato sobre el alcance y naturaleza de la responsabilidad del
partícipe a título lucrativo, el motivo debe ser desestimado.

1584
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto en el relato fáctico (pág. 184 y ss.) tras describir las numerosas
adjudicaciones y hechos delictivos cometidos por el que era su esposo
Guillermo Ortega y los pagos recibidos por los mismos, se detallan entre otros
y en lo relativo a la recurrente los pagos recibidos a la llamada “Extracto
Servicios Willy”: “De dicha cuenta se atendieron viajes realizados por Gema
Matamoros, esposa de Guillermo Ortega, entre 2001 y 2004, por importe de
34.167’93 €, así como se satisficieron pagos a la empresa Yuca Allen Perkings
SL, por importe de 1.885’46 €, de los que, por ser un beneficio de la unidad
familiar, a cargo de ella corresponderían 942’73 € y trabajos realizados por la
entidad Mayfair en el domicilio familiar por importe de 18.792 €, en los que
aquella resultó beneficiada, por tanto, en 9.396 €, en total, pues 44.506’66 €, a
los que deben añadirse regalos directos en especie hechos a la recurrente como
un bolso valorado en 560 € (pág. 211).

Por tanto, recibió un total de 45.066’66 € que es la cantidad a la que


como partícipe a título lucrativo, ha sido condenada por el beneficio obtenido por
la delictiva actuación de su esposo, ignorando la existencia de ese origen
delictivo de donde provienen los efectos.

RECURSO PARTIDO POPULAR

366.- El motivo primero por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción del art. 1968 Código Civil regulador del plazo de
prescripción de las acciones por daño causado por acción u omisión en
los que intervenga culpa o negligencia.

1º) Considera, en primer lugar, que la acción de enriquecimiento injusto


que se deriva del art. 122 CP, podría concebirse, en principio, como una acción
de responsabilidad civil ex delicto con el plazo propio de estas acciones y con el
régimen de las mismas, y al tratarse de una acción civil derivada del daño que
produce el delito debería someterse al plazo de un año previsto en el art. 1968
C. Civil, plazo que habría transcurrido cuando la acción se ejercitó.

1585
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En efecto, el art. 1968 C. Civil establece como inicio del cómputo “desde
que lo supo el agraviado”, que el motivo entiende producido con la apertura de
la causa penal (SSTS 227/2015, de 6 de abril; 600/2007, de 11 de septiembre).

En el caso actual el procedimiento penal se inició en el año 2008,


momento en que comenzaron a investigarse los hechos por los que después se
vino a reclamar al Partido Popular y no fue hasta el 29-7-2014 en el auto de
transformación a Procedimiento Abreviado, cuando por primera vez se pone “la
presente resolución” en conocimiento del Partido Popular como posible partícipe
a título lucrativo (art. 122 CP), designando abogado y procurador que en tal
condición la represente por el beneficio que pudiera haber obtenido en la
actuación atribuida a Jesús Sepúlveda y, en otros casos, a Guillermo Ortega.

Por ello es notorio, en cualquier caso, que en el momento del ejercicio


de la acción había transcurrido holgadamente el plazo de prescripción de un año
desde que se conocieron formalmente los hechos objeto de investigación.

Impugnación del recurrente que deviene improsperable.

La STS 467/2018, de 15 de octubre, analiza un supuesto similar al


presente, dado que el recurrente entendía que la acción civil contra el partícipe
por título lucrativo, al tratarse de una acción personal está sujeta a los plazos
prescriptivos de tales acciones, y el día inicial para el cómputo coincide con el
inicio de la causa penal.

En dicha sentencia se admitía la existencia de jurisprudencia de esta


Sala tendente a equiparar el plazo de prescripción de la acción civil – sea directa
o subsidiaria – con el del delito –vid STS 749/2017, de 21-11- pero con
independencia de las críticas doctrinales a tal asimilación por carecer de una
base legal sólida, a diferencia de otros ordenamientos que contienen previsiones
en este sentido (arts. 10.1 del Código Procesal Penal francés; art. 493.3 Código
civil portugués, o art. 2947.3 Código Civil italiano) y de que no debe haber
inconveniente en que esté prescrito el delito y perviva la acción civil (sucedía
con frecuencia en materia de faltas y ahora puede pasar en ocasiones con los
delitos leves) o la situación contraria, es decir que la acción civil haya prescrito
y la perseguibilidad del delito esté viva (v.gr. por tratarse de una acción de plazo

1586
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

prescriptivo más breve, como sucede con el delito de defraudación tributaria:


cuatro años y cinco años; de que la forma de interrupción de una y otra acción
(civil y penal) no coinciden: habrá actos que interrumpan la prescripción de la
acción civil y no la del delito; y de que, como ha destacado un prestigioso
monografista de esta materia, eso llevaría a la peregrina idea de que cuando
más grave sea el delito más largo es el plazo de prescripción de la acción civil,
lo cierto es que, aún admitiendo que el plazo de prescripción de la acción civil
“ex delicto” se encuentra vinculado al del delito, no puede identificarse – como
hace la sentencia recurrida- esa acción civil derivada del delito – como es la que
se ejercita contra el responsable civil directo o contra el responsable civil
subsidiario, con la acción por enriquecimiento injusto acumulada al proceso
penal, como es la que ejercita contra un partícipe a título lucrativo – que no es
derivada del delito – que precisamente desconoce la procedencia ilícita de lo
recibido.

Esta Sala ha deslindado los conceptos jurídicos de partícipe a título


lucrativo y responsable civil subsidiario. Así como precisa la STS 227/2015 de
6.4 citada en el motivo; el art. 122 del C. penal define al tercero a título lucrativo
como aquel que se ha beneficiado en los efectos del delito sin haber participado
en el mismo ni como autor ni como cómplice.

1.- Por tanto el tercero a título lucrativo se define por las siguientes notas:

a) Nota positiva el haberse beneficiado de los efectos de un delito o falta.

b) Nota negativa no haber tenido ninguna intervención en tal hecho


delictivo, ni como autor o cómplice, pues en caso contrario sería de aplicación
el art. 116 y no el 122 del C. penal.

c) Que tal participación o aprovechamiento de los efectos del delito lo


sea a título gratuito, es decir, sin contraprestación alguna.

d) Por tanto no se trata de una responsabilidad ex delicto, sino que tiene


su fundamento en el principio de que nadie puede enriquecerse de un contrato
con causa ilícita --art. 1305 C. Civil--. En definitiva, se trata de una manifestación
aplicable al orden penal según el cual no cabe un enriquecimiento sin causa
ilícita --STS 324/2009 de 27 de Marzo--.

1587
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e) Tal responsabilidad es solidaria junto con el autor material --o


cómplice- del delito pero con el límite del importe de lo que se ha aprovechado.
Por decirlo de otra forma, su responsabilidad es solidaria con el responsable
penal hasta el límite del aprovechamiento / enriquecimiento lucrativo que haya
tenido.

f) La acción civil contra el partícipe por título lucrativo del delito al tratarse
de una acción personal está sujeta a los plazos de prescripción de tales
acciones.

En definitiva la gran ventaja que tiene el art. 122 C. penal equivalente al


art. 108 del anterior C. penal, es la de permitir que dentro del propio proceso
penal el perjudicado pueda obtener el resarcimiento de aquella parte en que se
haya beneficiado a título lucrativo el que no haya participado en el delito, lo que
dada la naturaleza civil y no penal de la causa, la restitución de no existir tal
precepto le hubiera obligado a un proceso civil, con las consecuencias de tiempo
y coste procesal que ello acarrea.

2.- Por contra, la responsabilidad civil subsidiaria:

a) Tiene su origen en el propio delito.

b) Se trata de una responsabilidad ex delicto.

c) La obligación de hacer frente a las consecuencias económicas del


delito se amplía a personas que no participaron en el a consecuencia de la
especial relación que une al responsable penal con el responsable civil en los
términos y forma declarados en los arts. 120 y 121 del C. penal, que se refiere
a casos de culpa in vigilando, una situación de dependencia, una culpa in
eligendo, un beneficio para el responsable civil de lo efectuado por el
responsable de la infracción o un mal funcionamiento defectuoso de los servicios
públicos.

d) Su extensión es coincidente con la declarada para el responsable


penal.

1588
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

e) Su naturaleza es subsidiaria, es decir, en caso de impago por parte


del responsable penal.

Por ello partiendo de esta distinción de la naturaleza de la


responsabilidad civil de los arts. 120 y 122 CP, esta Sala casacional cuando se
ha pronunciado sobre la prescripción de la acción civil dirigida contra el partícipe
a título lucrativo no tuvo en cuenta la doctrina de que tal responsabilidad
prescribe cuando lo hace el delito – que si aplica a la responsabilidad subsidiaria
en cuanto deriva del delito – sino que entendió que nos encontramos ante una
acción personal que no tiene señalado término especial de prescripción, siendo
de aplicación el plazo establecido en el art. 1964.2 C. Civil.

A) Siendo así la primera cuestión que debemos plantearnos es la


determinación del “dies a quo”, esto es cuando se inicia el plazo de la
prescripción. El recurrente considera con base en la STS 227/2015 que ese día
inicial para el cómputo debe coincidir con el inicio de la causa penal.

Esta postura necesita ser objeto de alguna matización. En primer lugar,


lo que realmente quiso decir la STS 227/2015, en cuanto se remite a la STS
600/2007, es que los plazos de prescripción se determinan conforme al art. 1969
C. Civil, esto es cuando las acciones pudieran ejercitarse, lo cual en el caso que
se analizaba estaba vinculado directamente al correspondiente proceso penal.

Posibilidad de ejercicio que se da, en principio desde que la acción nace.


Así nuestro art. 1969 C. Civil con señalar el comienzo de la prescripción a partir
de que la acción pudo ejercitarse, está acogiendo la teoría de que como regla,
la prescripción comienza cuando la acción nace, (teoría llamada de la actio
nata). Teoría que dejaba sin resolver la cuestión de cuándo debe entenderse
que nació, por lo que fue matizada por la teoría de la realización que sostiene
que la acción ha nacido cuando puede ser realizado el derecho que con ella se
actúa.

Ahora bien la ejercitabilidad de la acción que para la prescripción pide la


ley, debe ser realizada con criterios objetivos o abstractos y no según las
circunstancias personales del titular del derecho. Pero siendo esto así lo que no
cabe admitirse es el comienzo de la prescripción mientras que el hecho que lo

1589
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

generaría permanezca oculto y el interesado no haya tenido medio razonable


de conocerlo. Es decir, el tiempo prescriptivo corre desde el instante que haya
posibilidad de hacer valer el derecho, esto es, desde el momento en que el
hecho que lo engendra conste de forma notoria, que es cuando en un sentido
lógico y jurídico puede ejercitarlo, porque sería absurdo e injusto computar el
plazo cuando el hecho permanece oculto y por consecuencia sin posibilidad de
enervarlo o contrarrestarlo de forma eficiente.

Por tanto se puede afirmar, según la doctrina civilista que para que haya
posibilidad objetiva de ejercitar la acción que sea, es preciso no solo que se
hayan realizado los hechos de los que estrictamente hablando, nace su
posibilidad de ejercicio, sino también que sean perceptibles externamente en el
círculo del interesado, es decir, que no permanezcan ocultos para éste, pues si
lo están, habrá ciertamente posibilidad de ejercicio de la acción, entendida tal
posibilidad en su sentido más riguroso, pero socialmente más bien podría
decirse que haya una burla de ejercicio posible.

- Así la prescripción para exigir la responsabilidad derivada de un ilícito


extracontractual, como norma especial, comienza “desde que lo supo el
agraviado”, art. 1968.2 C. Civil. le hace depender el inicio de la prescripción por
consiguiente, del conocimiento que haya podido tener el perjudicado de la
existencia de los hechos constitutivos de su pretensión.

En el caso presente, al no constar cuando y de qué manera pudo el PP


tener conocimiento de las disposiciones de dinero a favor de Jesús Sepúlveda
y Guillermo Ortega en las campañas electorales municipales del año 2003, debe
tomarse como dies a quo o inicio del plazo prescriptivo la acción ejercitada
contra el partícipe a título lucrativo, la del inicio del proceso penal, año 2008.

- En cuanto al dies ad quem o fecha en que se interrumpió la prescripción


habrá que acudir a las reglas de la prescripción civil por enriquecimiento injusto
previstas en el Código Civil, esto es, que la reclamación haya sido ejercitada
extrajudicial y judicialmente en tiempo no superior al marcado por el art. 1964
del citado texto.

1590
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, en la citada sentencia 467/2018 decíamos que en cuanto al


acto con efectos interruptores de la prescripción extintiva de esta acción civil,
debe ser el escrito de conclusiones provisionales presentado por la acusación
en la que se formula esa pretensión jurídico-civil equivalente a una demanda de
esa naturaleza, contra el partícipe a título lucrativo.

En efecto a diferencia del imputado, que debe ser tenido como tal en la
fase de instrucción con carácter previo a la formulación de la acusación contra
el mismo, la ley no establece como requisito para el ejercicio de la acción civil
que, previamente a la presentación del escrito de conclusiones provisionales,
haya existido una declaración formal de responsabilidad civil subsidiaria – tanto
más de participación a título lucrativo – que tenga la naturaleza de procedibilidad
civil (SSTS 2162/2001, de 14.1; 136/2001, de 31-1; 581/2009, de 2-6).

Por lo tanto, la adopción de medidas asegurativas de tal clase de


responsabilidades en la fase de instrucción que se contemplan en el art. 615
para el procedimiento ordinario y en el art. 764 para el abreviado, no es un
requisito previo para la posibilidad de traer al proceso a aquellos contra quienes
las acusaciones se dirijan en el citado concepto.

La expresión de las pretensiones de las acusaciones en orden a la


responsabilidad civil directa o subsidiaria – o como partícipe a título lucrativo-,
deberá realizarse con carácter provisional en el escrito de conclusiones
provisionales, conforme a los arts. 650 y 781 LECrim, sin que sea necesario
hacerlo con anterioridad a ese momento procesal.

Una vez que la acusación solicita la apertura del juicio oral y dirige la
acción civil contra aquellos a quienes considera responsables civiles, de una u
otra condición, el Juez de Instrucción debe resolver expresamente sobre tal
pretensión al dictar el auto correspondiente, pues así lo exige el respeto al
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva adoptando en su caso, las
medidas oportunas (art. 783 LEcrim) pues es en ese momento cuando se
procede a concretar la constitución de la relación procesal.

Por tanto si los responsables civiles subsidiarios y partícipes a título


lucrativo ven perjudicados sus intereses al ser factible que se dirija contra ellos

1591
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la acción civil en los escritos de acusación, sin que previamente se les haya
exigido responsabilidades en tal sentido, sin haber sido partes en el proceso ni
en la instrucción, ni mencionados en el auto de transformación a procedimiento
abreviado, art. 779.1-4º , por razones de equidad y justicia material, habrán que
entender que no es la denuncia o la querella presentadas, ni el auto de incoación
de las diligencias previas, los que interrumpan la prescripción de la acción civil
por enriquecimiento injusto, acumulada en el proceso penal contra el partícipe
a título lucrativo, sino la presentación del escrito de acusación – como
equivalente funcional a la demanda civil – solicitando la condena en tal
concepto.

Lo que aquí habría ocurrido el 15-1-2015, fecha del escrito de acusación


formulado por el Ministerio Fiscal o, en todo caso, como se hace constar en el
recurso el 29-7-2014, fecha del auto a transformación a procedimiento
abreviado.

367.- Llegados a este punto habría que plantearse si ha transcurrido el


plazo de prescripción previsto en el art. 1964.2 C. Civil, precepto que antes de
la reforma operada por la Disposición Final 1ª Ley 42/2015, establecía un plazo
de prescripción de 15 años para las acciones personales que no tuvieran
señalado término especial de prescripción, quedó redactado del modo siguiente:
“las acciones personales que no tengan plazo especial, prescriben a los cinco
años desde que pueda exigirse el cumplimiento de la obligación”.

Este precepto entró en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE,


esto es, el 7-10-2015, esto es, después de que la prescripción iniciada bajo la
antigua ley hubiera quedado interrumpida, por lo que un sector doctrinal
considera que podría ser aplicado en base y en relación con el art. 2.2 CP que
establece el efecto retroactivo de aquellas leyes penales que favorezcan al reo,
por entender que el partícipe a título lucrativo es un sujeto afecto por una
consecuencia de un elemento ilícito de carácter penal, hecho que se deriva una
responsabilidad que se considera de carácter civil, por lo que debe ser
beneficiario de la norma más favorable que resulte de aplicación al supuesto
concreto, lo que produciría que tomando en consideración el plazo que recoge

1592
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el actual art. 1964.2 C. Civil, cinco años, al ser la norma más favorable aplicable
al reo, la acción dirigida contra el recurrente se encontraría prescrita.

Pretensión inaceptable.

La acción que se ejercita con base al art. 122 CP no tiene naturaleza


penal. Este precepto se refiere exclusivamente a una cuestión de naturaleza
civil.

Se trata de una obligación civil que no tiene su origen en la participación


en el delito – no se trata de una responsabilidad civil derivada del delito- sino de
modo objetivo en la existencia de un beneficio a título gratuito de un tercero que
desconoce su procedencia delictiva. No se trata, por tanto, de un precepto penal
a los efectos del art. 2.2 CP.

Es cierto que el T. Constitucional (SSTC 20.7.1981, 4.3.1982, 4-2-1983,


227/88, de 29-11) ha interpretado a “contrario sensu” los arts. 25 CE y 2 CP en
el sentido de admitir la aplicación retroactiva de normas sancionadoras, ya sean
penales, civiles o administrativas, “favorables”, entendidas como aquellas que
establezcan una sanción menor, cuantitativa o cualitativamente y de que
tampoco las normas que reconozcan un derecho individual se ven afectadas por
la regla general de irretroactividad, reconociéndose retroactivamente los nuevos
derechos; así como que lo que prohíbe el art. 9.3 es la incidencia de ley nueva
de los efectos jurídicos ya producidos de sentencias anteriores, pero no que se
extienda dicha ley nueva a los efectos no consumados, lo que ha llevado a un
sector doctrinal a entender aplicable al nuevo plazo del art. 1964 C Civil por la
vía del art. 2.2 C. penal, pero también lo que esta posibilidad siempre estaría
condicionada a que el precepto cuya aplicación se pretende, art. 1964.2, no
prevea un régimen específico de retroactividad, como sucede en el caso
presente, en el que la Disposición transitoria quinta de la ley 42/2015 establece
“que el tiempo de prescripción de las acciones personales que no tengan
término especial de prescripción nacidas antes de la fecha de entrada en vigor
de la ley se regirá por lo dispuesto en el art. 1939 C. Civil”.

Y a su vez el art. 1939 señala que “la prescripción comenzada antes de


la publicación de este código se regirá por las leyes anteriores al mismo; pero si

1593
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

desde que fuere puesto en observancia transcurriese todo el tiempo en él


exigido para la prescripción, surtirá ésta su efecto, aunque por dichas leyes
anteriores se requiriese mayor lapso de tiempo”.

Por tanto este precepto después de sentar la regla general de que las
prescripciones se sometan a la ley vigente en el momento de que la prescripción
comenzó a producirse, introduce una especialidad de gran importancia “pero si
desde que fuese su observación (el Código Civil o – como es el caso- la ley
nueva) transcurriese todo el tiempo en él o en ella exigido para la prescripción,
surtirá ésta su efecto, aunque por dichas leyes anteriores se requiriese mayor
lapso de tiempo”.

En consecuencia la regla general según la cual la prescripción


comenzada bajo la vigencia de las leyes anteriores se rigen por éstas últimas,
no tiene eficacia si se cumplen las dos condiciones señaladas en el último
párrafo del art. 1939 del Código Civil: a) que el plazo de prescripción de la ley
nueva sea más breve; b) que el plazo de prescripción establecido en la ley nueva
haya transcurrido por entero “desde que fuese puesto en observancia” esto es
desde la fecha de la entrada en vigor de la ley nueva”.

De ahí que con razón, se haya señalado en la doctrina tradicional que no


se trata sin más de una aplicación retroactiva de la prescripción más breve. El
tiempo de prescripción establecido en la ley nueva tiene que transcurrir entero
bajo el imperio de la ley nueva, es decir, no se suma el tiempo transcurrido bajo
la vigencia de la ley antigua con el pasado bajo la ley nueva, para completar así
el plazo más breve.

En rigor una lectura del párrafo final del art. 1939 nos debe llevar a
concluir que cumplidas las exigencias requeridas por el precepto el legislador
ha autorizado que no obstante haber comenzado la prescripción bajo la ley
antigua, se inicie con la entrada en vigor de la ley nueva un nuevo cómputo de
la prescripción, lo cual, como advierte conocido civilista, es algo que estaría
siempre de la mano del poseedor y del deudor, sin más que renunciar a la
prescripción ya corrida o interrumpida mediante un acto de su voluntad. Con ello
se advierte, en definitiva, la distinción entre el efecto inmediato de la nueva ley,
en conjunción con los hechos anteriores, que son respetados, y las situaciones

1594
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en curso o facta pendentia, que quedan rigurosamente sometidas a la nueva


ley, siquiera por esta especial norma de aplicabilidad de un menor plazo
transcurrido bajo su vigencia.

En definitiva, pues, el art. 1939 C. Civil conduce a sostener que quien


desee prescribir por la ley nueva no puede aprovecharse del tiempo transcurrido
bajo la antigua normativa. Pero el que siga prescribiendo conforme a la ley
antigua computará el tiempo transcurrido bajo la nueva, a no ser que haya
transcurrido por entero el plazo (“más breve”) establecido por la ley nueva, en
cuyo caso se produce una renuncia ex lege del plazo prescriptivo de la antigua
ley.

La pretensión de que el nuevo plazo de prescripción se aplique si cuando


entró en vigor la ley 42/2015 no se hubiera todavía resuelto sobre la pretensión,
esto es que el nuevo plazo de cinco años se aplique a cualquier efecto no
consumado a la entrada en vigor de la ley – 7.10.2015- momento en que aún no
se había dictado la sentencia de instancia, 25.5.2018, no es conforme con el
texto del art. 1939 C. Civil.

Las soluciones para evitar que una prescripción iniciada bajo el anterior
régimen de 15 años y llegada a la entrada en vigor de la ley 42/15 no hubiera
transcurrido ese plazo, comenzara a prescribir desde entonces – 7.10.2015-, la
acción con el plazo de cinco años, lo que podría dar lugar en casos extremos, a
una prescripción de casi 20 años, podrían ser: que si el tiempo que restase de
la prescripción de 15 años a la entrada en vigor de la nueva ley, fuese inferior a
5 años, el transcurso de ese plazo restante daría lugar a entender prescrita la
acción. Y si fuese superior, transcurrido estos cinco años bajo la vigencia de la
nueva ley, la acción también podría entenderse prescrita, pero no el supuesto
de que desde la entrada en vigor -con independencia del tiempo transcurrido
hasta esa fecha- no hubiese transcurrido el plazo de cinco años.

Situación que sería la contemplada en el caso actual. El plazo


prescriptivo se inició el día 17.2.2008, bajo la vigencia de la ley antigua con plazo
de prescripción de 15 años, y se interrumpió el 23.10.2014. Resulta evidente
que desde la entrada en vigor de la nueva ley, 7.10.2015, hasta la fecha de la
sentencia de instancia, 25.5.2018, no ha transcurrido el nuevo plazo de 5 años.

1595
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último ante esta posibilidad de que no estemos ante una acción
extracontractual derivada de una conducta dañosa y culposa, sino de una acción
por enriquecimiento personal injusto y sin plazo prescriptivo específico,
denuncia la falta de legitimación del Fiscal para su ejercicio, lo que desarrolla en
el motivo segundo.

368.- El motivo segundo por infracción de ley al amparo del art.


849.1 LECrim por infracción de los arts. 106 y 108 de la misma ley
reguladores de la legitimación ad causam de los actores civiles en un
proceso penal.

Alega que el Fiscal carecía de legitimación activa para una reclamación


ex art. 122 CP contra el recurrente porque los Ayuntamientos perjudicados
habían renunciado a tal reclamación al no incluir en la misma al Partido Popular
en el ejercicio de la acción civil, tal como subyace a la imposibilidad de los
tribunales de otorgar el exceso de responsabilidad civil solicitado por el Fiscal
sobre lo pedido por los perjudicados.

En el trámite de elevar las conclusiones provisionales a definitivas


ninguno de los dos actores civiles modificó aspecto alguno que afectase al
recurrente y “en la explicación propia del informe oral ambos Ayuntamientos se
adhirieron al informe emitido por el Ministerio Público para fundamentar su
petición, sin efectuar alegación específica alguna”.

Pues bien, a pesar de la renuncia de los Ayuntamientos afectados, el


fallo de la sentencia contiene dos condenas al Partido Popular en concepto de
partícipe a título lucrativo por importe de 133.628’48 € frente al Ayuntamiento de
Majadahonda y de 111.864’32 € frente al Ayuntamiento de Pozuelo.

El desarrollo argumental del motivo hace necesario recordar como la


comisión de cualquier ilícito penal trae consigo el nacimiento de la acción
orientada al castigo del culpable. Acción que podrá ser ejercitada a través de los
propios órganos del Estado (acusación pública) o directamente por los
particulares (acusación privada y acusación particular) en atención a la
naturaleza del ilícito cometido.

1596
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por el contrario, la acción civil es contingente tanto en un sentido


sustancial como procesal. Sustancialmente porque, como es sabido, no todos
los ilícitos penales producen un perjuicio evaluable económicamente a persona
o personas determinadas. Procesalmente, porque el ejercicio de la acción civil
en el proceso penal puede resultar exceptuado bien por la renuncia de su titular,
bien por la reserva de las acciones correspondientes para ejercitarlas ante la
jurisdicción civil (STS 1125/2011, de 2.11).

Ahora bien entre los principios que conforman nuestro proceso penal, el
conocido como principio de legalidad se señala frente al principio de
oportunidad. En virtud de aquél los funcionarios del órgano de naturaleza pública
e instituido, entre otros, con ese fin –en nuestro caso el Ministerio Fiscal-
deberán promover en todo caso las correspondientes acciones penales, tan
luego como les conste la existencia de un eventual delito o falta, menos
lógicamente, aquellas cuya persecución el ordenamiento jurídico-penal reserva
exclusivamente a la querella privada (delitos de naturaleza privada).

En nuestro ordenamiento este aspecto del principio de legalidad penal


se fundamenta en los arts. 100, 105 y 271 LECrim que imponen el ejercicio de
oficio de Ley Penal y la no aplicación del principio de oportunidad.

Por ello, el ejercicio de la acción penal no se extingue por la renuncia del


ofendido. En el ámbito de los llamados delitos públicos, el procedimiento penal
puede iniciarse, incluso sin la voluntad del perjudicado, a impulsos del Ministerio
Fiscal que, conforme resulta del art. 105, viene obligado al ejercicio de la acción
penal. En los llamados delitos semipúblicos o semiprivados, en cambio, el
procedimiento penal depende de la presentación de la correspondiente
denuncia por parte de la persona agraviada que en esta medida, puede resolver
o no que el procedimiento penal se inicie. Sin embargo también en estos casos,
delitos semipúblicos, una vez abierto el procedimiento penal, presentada
denuncia por parte del ofendido, la renuncia del mismo al ejercicio de las
acciones penales no pedirán la continuación del procedimiento. Sólo en el
ámbito propio de los llamados delitos privados, la renuncia del ofendido al
ejercicio de la acción penal extingue la posibilidad de ejercitar la misma.

1597
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En los casos de delito público el legislador entiende que afecta a


intereses que exceden de los de quienes son afectados directamente por su
comisión. Y como tal debe ser perseguido de oficio por el Ministerio Fiscal, que
debe ejercitar las acciones penales, cuando entienda que resultan procedentes,
desde que tenga noticia de su comisión (artículo 105 de la LECrim).

No existe un poder de disposición sobre la acción penal en manos de los


particulares en estos casos, aunque quede a su libre determinación todo lo
relativo a la responsabilidad civil derivada del delito, que continúa siendo una
cuestión de esa naturaleza aunque la reparación se pretenda y se acuerde en
la vía penal, lo que ocurrirá siempre que no exista una previa renuncia o reserva
de las acciones civiles por parte del perjudicado. Pero la renuncia o la reserva
al ejercicio de la acción civil no afecta a la penal derivada del delito (STS.
12.3.2004).

Por tanto por lo que respecta a las acciones civiles, cualquiera que sea
la naturaleza del delito del que procedan, la renuncia del ofendido extingue las
mismas que, desde ese momento, no podrán ser ya ejercidas en su nombre por
el Ministerio Fiscal (STS. 13/2009 de 20.1). La renuncia por el perjudicado a esta
clase de acciones tendrá los mismos límites que aparecen impuestos por el
ordenamiento privado (perjuicio de terceros, orden público) art. 62. C.Civil (STS.
29/2007 de 15.1).

En definitiva –como precisa la STS. 1045/2005 de 29.9- debe


significarse que así como la acción penal por delito o falta que dé lugar al
procedimiento de oficio no se extingue por la renuncia del perjudicado, sí se
extinguen como consecuencia de la renuncia a las acciones civiles cualquiera
que sea el delito o falta de que proceden (art. 106.1 L.E.Cr.).

Del mismo modo, el art. 109.2º C.P. contempla la posibilidad de la


renuncia al ejercicio de la acción civil "ex delicto" en el curso del proceso penal,
en armonía con el criterio doctrinal de que, aun ejercitada dentro del proceso
penal, la pretensión civil no pierde su naturaleza y se rige por los principios
propios de esta rama procesal, entre los que se encuentra el dispositivo y los
que son consecuencia del mismo, como el de renunciabilidad que establecen
los artículos 106 y siguientes L.E.Cr. y el de reserva para ejercitarla en un

1598
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

procedimiento civil una vez concluido el de naturaleza penal, que previene el art.
112 L.E.Cr.

Ahora bien, la renuncia al ejercicio de la acción civil en el proceso penal


debe observar las exigencias marcadas por la Ley Procesal penal, en concreto
por el art. 108, que requiere que el ofendido renuncie "expresamente" a su
derecho de restitución, reparación o indemnización, insistiendo el art. 110 en
que es menester que la renuncia de este derecho se haga en su caso de una
manera "expresa y terminante", lo que no acontece en casos de no ratificación
judicial de renuncias en sede policial e incomparecencia al acto del juicio oral no
puede equivaler necesaria y automáticamente a la renuncia al ejercicio de la
acción civil, renuncia que debe ser expresa y terminante (STS. 1045/2005 de
29.9). Por ello los actos de renuncia deben entenderse de un modo
absolutamente restrictivo.

En definitiva, para que sea operativa una renuncia de indemnización


debe ser expresa, no tácita. Solo la renuncia expresa del perjudicado veta al
Fiscal para reclamar una responsabilidad civil y en este caso, no se ha producido
(STS 163/2019, de 26 de marzo), en caso de entidades locales como
Ayuntamientos ha de estar sometida a diversas formalidades, como acuerdo del
Pleno.

La STS 252/2017, de 6 de abril, señala: “Olvida que si bien aquellos


principios imponen no dar más de lo que ha sido pedido, en este caso se
reconoce que no se dio más de lo pedido por el Fiscal.

De ahí que la cuestión a debatir sea la de la legitimación del Ministerio


Fiscal para formular tal pretensión indemnizatoria. Al respecto debemos señalar
que el artículo 108 LECrim obliga al Fiscal a entablar juntamente con la penal,
la acción civil y ello con independencia de que “haya o no en el proceso acusador
particular”. La única excepción prevista es la de que “el ofendido renunciare
expresamente un derecho”. Es evidente que el mayor o menor acierto de ese
ofendido actuando en el proceso, no supone renuncia expresa a ser
indemnizado en ninguna medida. Ni en la cuantía ni en las personas que deban
indemnizarle. Por lo que no podemos compartir la tesis aventurada por la
recurrente en el sentido de que las acusaciones particulares al ejercitar la acción

1599
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

y dirigirla solamente contra “A” han renunciado expresamente a exigir


responsabilidades a “B”.

- Respecto a la denunciada falta de legitimación del Ministerio Fiscal para


ejercitar la acción derivada del art. 122 CP, aun siendo cierto -como ya hemos
señalado anteriormente- que no se trata de una acción derivada del delito al no
tratarse de responsabilidad civil ex delicto sino de una acción personal que tiene
su fundamento en el principio de que nadie puede enriquecerse de un contrato
con causa ilícita (art. 1305 C. Civil) y como tal acción civil no pierde su autonomía
y debe reconducirse al campo del derecho civil, a sus principios y regulación
específica, la legitimación del Ministerio Fiscal debe ser mantenida, al gozar de
una legitimación “ex lege” (art. 124 CE, art. 3 Estatuto Orgánico del Ministerio
Fiscal y arts. 100, 103 y 108 LECrim). En esta dirección el TC se refiere a ella
como una legitimación extraordinaria: “De este modo, el legislador ha querido
que la sentencia penal decida definitivamente todas las consecuencias penales
y civiles derivadas del hecho delictivo, salvo el supuesto de renuncia o reserva
de las acciones civiles por parte del perjudicado, pues no existiendo esta
renuncia o reserva de acciones el Ministerio Fiscal ostenta una legitimación
extraordinaria o por sustitución para ejercer, en nombre de los perjudicados, las
acciones civiles que puedan corresponderles (SSTC 15/2002, de 28 de enero;
17/2008, de 31 de enero).

369.- El motivo tercero por infracción de precepto constitucional, al


amparo del art. 5.4 LOPJ y art. 852 LECrim por vulneración del derecho a
la tutela judicial efectiva, sin indefensión proclamado en el art. 24.2 CE por
falta de respuesta o de motivación a la pretensión de esta parte de falta de
legitimación activa del Ministerio Fiscal para la solicitud de
responsabilidad ex art. 122 CP.

Argumenta que una de las pretensiones fundamentales de la defensa del


Partido Popular lo fue la falta de legitimación activa de la pretensión relativa a
que era partícipe a título lucrativo de una pequeña parte de los efectos de los
delitos que se enjuiciaban, pues los Ayuntamientos perjudicados renunciaron en
este punto a la acción y quien sí actuó, el Ministerio Fiscal, no podía hacerlo: ni

1600
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en general, pues no se trataba en rigor de responsabilidad civil derivada del


delito; ni en concreto, aunque lo fuera, en virtud precisamente de la citada
renuncia.

Esta pretensión, correctamente formulada, no tuvo respuesta expresa


alguna en la sentencia. El órgano judicial señala en el auto de aclaración que la
respuesta fue implícita, pero lo sostiene (el carácter implícito) con una
motivación inconsecuente. En todo caso, si la respuesta fue implícita, lo que no
hay es motivación mínima desde la perspectiva del derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva.

El motivo se desestima.

Plantea el recurrente, en puridad, un caso de incongruencia omisiva,


también llamado “fallo corto” que como ya hemos señalado más arriba, la
jurisprudencia, SSTS 1290/2009, de 13 de diciembre; 721/2010, de 15 de
octubre; 1100/2011, de 27 de octubre; 601/2013, de 7 de octubre; 627/2014, de
7 de octubre; 338/2015, de 2 de junio; 912/2016, de I de diciembre; 366/2017,
de 3 de mayo; 682/2017, de 18 de octubre; 292/2018, de 18 de junio; 338/2018,
de 5 de julio, tiene dicho que aparece en aquellos casos en los que el Tribunal
de instancia vulnera el deber de atendimiento y resolución de aquellas
pretensiones que se hayan traído al proceso oportuna y temporalmente,
frustrando con ello el derecho de la parte, integrado en el de tutela judicial
efectiva, a obtener una respuesta. fundada en derecho sobre la cuestión
formalmente planteada (STS. 170/2000 de 14.2). Aparece, por consiguiente,
cuando la falta o ¿usencia de respuesta del Juzgador Se refiere a cuestiones de
derecho planteadas por las partes, no comprendiéndose en el mismo las
cuestiones fácticas, que tendrán su cauce adecuado a través de otros hechos
impugnativos, cual es el ya mencionado previsto en el art. 849.2 LECrim error
en la apreciación de la prueba, o a través del cauce del derecho fundamental a
la presunción de inocencia (STS. 182/2000 de 8.2). Por ello, no puede prosperar
una impugnación basada en este motivo en el caso de que la cuestión se centre
en la omisión de una argumentación, pues el Tribunal no viene obligado a dar
una respuesta explícita a todas y cada una de las alegaciones o
argumentaciones, bastando con la respuesta a la pretensión realizada, en la

1601
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

medida en que implique también una desestimación de las argumentaciones


efectuadas en sentido contrario a su decisión (STS. 636/2004 de 14.5) y desde
luego, como ya hemos dicho, tampoco prosperará el motivo del recurso se base
en omisiones -fácticas, pues el defecto procesal de incongruencia omisiva en
ningún caso se refiere a cuestiones de hecho (STS. 161/2004 de 9.2).

Las condiciones para que pueda apreciarse este motivo son:

1) que la omisión padecida venga referida a temas de carácter jurídico


suscitadas por las partes oportunamente en sus escritos de conclusiones
definitivas y no a meras cuestiones fácticas, extremos de hecho o simples
argumentos.

En este punto la propia parte admite que la pretensión la realizó en el


informe oral de la vista, es decir, tal pretensión no se realizó en debida forma,
toda vez que el informe oral no es momento hábil para deducir pretensiones o
alegaciones esenciales no suscitadas previamente en los escritos de
conclusiones provisionales, o en las cuestiones previas (que con gran profusión
fueron planteadas por las defensas) o en las calificaciones definitivas.

El recurrente pretende hurtar al resto de las partes la respuesta que a la


cuestión planteada puedan dar en un debate contradictorio, siendo doctrina
consolidada por esa Excma. Sala: “El motivo tampoco puede ser apreciado,
puesto que la propia parte reconoce que no se propuso en momento procesal
adecuado, afirmando que lo realizó en el informe. Evidencia tan mala praxis el
conculcamiento de lo dispuesto en el art. 737 LECrim según el cual «los
informes de los defensores de las partes se acomodarán a las conclusiones que
definitivamente hayan formulado” (SSTS 19 enero 2007 y 9/2019 de 7 febrero).

2) que la resolución dictada haya dejado de pronunciarse sobre


concretos problemas de Derecho debatidos legal y oportunamente, lo que a su
vez, debe matizarse en un doble sentido:

a) que la omisión se refiera a pedimentos, peticiones o pretensiones


jurídicas y no a cada una de las distintas alegaciones individuales o
razonamientos concretos en que aquellas se sustenten, porque sobre cada uno

1602
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de éstos no se exige una contestación judicial explícita y pormenorizada, siendo


suficiente una respuesta global genérica (STC. 15.4.96).

b) que dicha vulneración no es apreciable cuando el silencio judicial


puede razonablemente interpretarse como desestimación implícita o tácita
constitucionalmente admitida (SSTC. 169/94, 91/95, 143/95), lo que sucede
cuando la resolución dictada en la instancia sea incompatible con la cuestión
propuesta por la parte, es decir, cuando del conjunto de los razonamientos
contenidos en la resolución judicial puede razonablemente deducirse no sólo
que el órgano judicial ha valorado la pretensión deducida, sino además los
motivos fundamentadores de la respuesta tácita (STC. 263/93; TS. 96 y 1.7.97).

3) que aún, existiendo el vicio, éste no pueda ser subsanado por la


casación a través de otros planteamientos de fondo aducidos en el recurso
(SSTS. 24.11.2000, 18.2.2004).

En estos últimos casos esta Sala ha procedido a dar respuesta razonada


a la pretensión no resuelta por el Tribunal de instancia. En atención al derecho
fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas “cuando exista en el recurso
un motivo de fondo que permita subsanar la omisión denunciada, analizando
razonadamente y resolviendo motivadamente, la cuestión planteada, se ofrece
a esta Sala la oportunidad de examinar la cuestión de fondo cuyo tratamiento
ha sido omitido, satisfaciendo a su vez el derecho a la tutela judicial efectiva y a
un proceso sin dilaciones indebidas, evitando las dilaciones que se producirían
si la causa hubiese de volver al Tribunal de instancia y posteriormente, de
nuevo, a este Tribunal de casación (STS. 1095/99 de 5.7 entre otras).

Situación producida en el presente recurso en el que la parte ha


articulado un motivo por infracción de ley, art. 849.1 LECrim, sobre la cuestión
que se dice omitida, que ha permitido a la Sala pronunciarse sobre la misma.

370.- El motivo cuarto por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por vulneración de los
derechos al honor (art. 18.1 CE), a la tutela judicial efectiva sin indefensión
(art. 24.1 CE), a un proceso con la garantía de imparcialidad judicial (art.

1603
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

24.2 CE) y a la presunción de inocencia (art. 24.2 CE) por la innecesaria


inserción en la sentencia impugnada de diversas afirmaciones que
atribuyen al recurrente la posible comisión de un delito que no se
enjuiciaba.

En concreto, en la sentencia impugnada, tanto en los hechos probados


como en la fundamentación jurídica, se contienen las siguientes afirmaciones:

A. «También otras cantidades sirvieron para directamente pagar gastos


electorales o similares del Partido Popular, o fueron a parar como donaciones
finalistas a la llamada “Caja B” del partido, consistente en una estructura
financiera y contable paralela a la oficial, existente al menos desde el año 1989,
cuyas partidas se anotaban informalmente, en ocasiones en simples hojas
manuscritas como las correspondientes al acusado Bárcenas, en las que se
hacían constar ingresos y gastos del partido o en otros casos cantidades
entregadas a personas miembros relevantes del partido, si bien estos últimos
aspectos que se describen lo son únicamente para precisar el contexto en el
que se imbrican los hechos objeto de este enjuiciamiento, pero quedando fuera
de su ámbito de conocimiento» (p. 156).

B. «Luis Bárcenas, aprovechándose de su condición de gerente del P.P.,


incorporó a su patrimonio, entre 2001 y 2005, al menos, 299.650,61 €, que
procedían de la descrita “Caja B” de dicho Partido, o contabilidad
“extracontable”, que él llevaba, de acuerdo con el tesorero, al margen de la
contabilidad oficial, y que se nutría en la forma que se ha indicado, en buena
medida, a base de ingresos o aportaciones que incumplían la normativa sobre
financiación de partidos políticos, efectuados por personas y/o empresas que
resultaban beneficiarias de importantes adjudicaciones públicas, y como
gratificación por ese trato de favor» (pp. 231 y ss.).

C. “Y los destinatarios de los fondos son personas de la organización de


Francisco Correa, como este mismo, y también políticos o cargos públicos,
como Luis Bárcenas Gutiérrez, Jesús Sepúlveda Recio o Jesús Merino Delgado
y otros incluido el propio Partido Popular" (p. 618).

1604
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

D. “Dicho lo anterior, la existencia de la caja o bolsa de la que se apodera


del dinero Luis Bárcenas, es algo que queda debidamente acreditado […]. Lo
que implica que queda plenamente acreditada esta contabilidad B, incluido el
traspaso de los fondos de los papeles B a la contabilidad A del partido. […] Por
otra parte, aunque se mantenga que las donaciones con que se nutría esta caja
B no tenían carácter finalista, hay prueba que acredita lo contrario, como la que
encontramos en los informes de la UDEF 22.510/13, de 06/03/2013 y 32.640/14,
de 03/04/2014, ratificados ambos en las sesiones del día 05/07/2017” (pp. 1076
y s.).

E. “Para valorar adecuadamente la responsabilidad del Partido Popular


en la forma como se ha solicitado por las acusaciones como partícipe a título
lucrativo en ausencia de cualquier posible responsabilidad penal al tratarse de
hechos anteriores a la reforma del Código Penal operada por Ley 5/2010, que
introdujo en nuestro derecho la posibilidad de responsabilidad penal de las
personas jurídicas, debemos acudir a los elementos de contexto que refieren lo
significó la formación de la trama Gurtel en torno a la actividad de este Partido”
(p. 1.507).

F. En la p. 1.511 se recogen subrayadas las afirmaciones del acusado


Sr. Bárcenas Gutiérrez relativas a que “[e]l Sr. Pozuelo ha entregado a A.
Lapuerta, en algunas ocasiones delante suya y otras en las que él no estaba
delante, cantidades pero como ayuda al partido, como hacían otras tantas
personas y sin carácter finalista de ningún tipo, a cambio de nada”. Transcribe
también la sentencia su respuesta acerca de que existiría “una contabilidad
extracontable del PP” (p. 1.513; 1.515) y la afirmación del Fiscal relativa a que
“que entre estas anotaciones figuran varias entregas a lo largo de muchos años
entre 1998 y 2006 de Alfonso García Pozuelo” (p. 1.513).

G. En las páginas 1.514 y ss. afirma la propia sentencia que “queda


absolutamente claro” el “aprovechamiento de las cantidades como ayuda al
partido”, “los responsables del Partido Popular sabían cómo se financiaban las
elecciones y en nuestro caso las de Majadahonda y Pozuelo; negarlo es ir no
solo contra las evidencias puestas de manifiesto sino en contra de toda lógica”.

1605
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

H. “Los hechos son anteriores a la reforma del Código Penal operada


por Ley Orgánica 5/2010 de 22 de junio, que introdujo la responsabilidad penal
de las personas jurídicas, por lo que no se está dilucidando en este
procedimiento una posible responsabilidad penal del Partido Popular como
persona jurídica, lo que no es jurídicamente factible por la fecha de los hechos,
con independencia de la apariencia de los mismos como constitutivos de
allegamiento ilegal de fondos provenientes de delitos de prevaricación, cohecho
y otros y de la intervención que hubiera podido tener personas relevantes de
dicho partido político, que se aprovecharon para su realización de sus cargos
públicos obtenidos como miembros de dicho partido, tanto de su estructura
central, como las territoriales, que han sido enjuiciadas en el presente y que con
su actividad delictiva desarrollada en los términos como se deja constancia en
diversos pasajes de esta sentencia, produjeron beneficios económicos
cuantificables al Partido Popular, consistentes en la financiación ilegal de
actividades y diversos actos políticos realizados en campañas y precampañas
electorales para sus candidatos, que de otra manera hubieran tenido que ser
sufragados directamente con recursos económicos propios del partido político
en cuestión” (pp. 1.522 y s.).

Asimismo refiere el contenido del voto particular que expresamente


considera que tales afirmaciones eran innecesarias y además expresivas de una
técnica irregular en la redacción de la sentencia, al incluir en el relato de hechos
probados, hechos que expresamente resultaban ajenos al conocimiento del
tribunal.

Y así comienza su voto afirmando que a partir de “algo que ha sido


colateral al enjuiciamiento”, como era “la existencia de una contabilidad
extraoficial llevaba por LUIS BÁRCENAS, se hacen menciones, principalmente,
en el apartado I de los HECHOS PROBADOS, punto 1 a), con las que parece
colocarse al Partido Popular en una dinámica de corrupción institucional, cuando
a dicho Partido no se le ha enjuiciado por actividad delictiva alguna, no ya porque
en la época en que suceden los hechos no había entrado en vigor la reforma
que en nuestro Código Penal tiene lugar mediante ley 5/2010, de 22 de junio de
2010, con la que se introduce la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
sino, precisamente, porque ha comparecido en la presente causa en la

1606
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condición de partícipe a título lucrativo, por lo tanto, ajeno a cualquier relación


con la actividad delictiva que aquí se enjuicia” (p. 1.588). Y subraya que “no era
necesario introducir los referidos pasajes, porque, estando encartado el P.P.
como partícipe a título lucrativo, hay que partir de su total ausencia de
participación en los hechos delictivos y su desconocimiento de los mismos, para
mantener lo cual invoco la STS 447/2016, de 25/05/2016, sobre la que volveré
con más atención al tratar la responsabilidad de dicho Partido, que, respecto de
la naturaleza del partícipe a título lucrativo, pone el acento en el
desconocimiento del hecho típico, y en que su responsabilidad no debe estar
expuesta al mismo juicio de reproche que sirve de fundamento a la declaración
de culpabilidad penal, pues con esos pasajes se le está haciendo ese reproche,
que nada aporta respecto de la posición que ha ocupado en esta causa, ni de
cara la responsabilidad que se le exige” (p. 1.589).

Razonamiento acertado en parte, no se puede afirmar una


responsabilidad penal sin acusación o defensa. Nadie acusó porque no se
podía, de modo que apuntar una responsabilidad no pretendida es tanto como
situarse en el lugar de la acusación y condenar sin instancia de parte. La
contradicción en la que entra la sentencia es evidente, considerar que el Partido
Popular era conocedor y responsable penal, aunque sea a efectos teóricos,
supone entender que no era ajeno a los hechos penales, de modo que sería
imposible aplicar la norma utilizada para imputar civilmente a dicho partido en el
proceso penal y con base a una figura, art. 122, que exige la ajenidad.

No puede afirmarse la autoría del Partido Popular como autor de delitos


de corrupción y prevaricación irregular, cuando esta posibilidad de que fuera
destinatario de sobornos no fue objeto de acusación, al no solicitarse su
condena en tal sentido y haber sido traído al proceso como partícipe a título
lucrativo que presupone que el beneficiario no solo no participó en el delito sino
que desconoció su comisión.

Es una condena a la restitución de lo recibido a título gratuito. Basta con


constatar que se ha producido una recepción y que no responde a título oneroso
para que proceda la condena a la devolución. Tal consecuencia no implica
reproche culpabilístico, para esa condena a la restitución no es necesaria ni una

1607
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

gota de culpabilidad. Ni siquiera conocimiento. Si a alguien le ingresan en su


cuenta corriente, aun sin saberlo, una cantidad de dinero que proviene de un
ilícito penal, ha de devolverlo. Así de sencillo. Aunque no se hubiera enterado
de nada. Incluso en los casos en que hubiera sido engañado, haciendo creer
que era un donativo legítimo. Por tanto, no es un problema de que la defensa
haya de demostrar su inocencia, son inocentes y esta Sala casacional no dice
lo contrario. Sencillamente se ha demostrado que han recibido un dinero que
provenía de un hecho ilícito que, por tanto, deberá ser devuelto.

La condena como partícipe a título lucrativo no solo es compatible con la


buena fe y por supuesto con la inocencia, sino que presupone esta última. Los
terceros partícipes a título lucrativo no son culpables sino solo responsables
civiles, lo que implica que si las cantidades recibidas hubieran sido reintegradas
antes del juicio, su presencia en el mismo no hubiera sido necesaria, al estar
extinguida su obligación civil (ver STS 209/2020, de 21-5).

En definitiva, efectivamente no es dable afirmar que el Partido Popular


delinquiera, cuando no ha sido enjuiciado por responsabilidad penal en este
proceso; pero en modo alguno resulta reprochable que para configurar el
contexto en que los hechos enjuiciados suceden, se mencione el resultado de
los diferentes medios de prueba practicados relacionados con el Partido
Popular, cuando precisamente es el nexo común que sirve de amalgama al
conjunto de episodios y actuaciones recogidos en la declaración de hechos
probados.

Razonamiento este último que implica que la parcial estimación del


motivo carece de efectos prácticos, al satisfacerse en los muy concretos
términos que de la argumentación resulta y su intrascendencia en el fallo.

371.- El motivo quinto por infracción de ley al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción del art. 307.1 Ley de Enjuiciamiento Civil, regulador
de la negativa a declarar en el proceso civil y por infracción de precepto
constitucional, al amparo del art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por

1608
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

vulneración del derecho a un proceso con las garantías de imparcialidad


judicial (art. 24.2 CE).

Sostiene, en primer lugar, que el Partido Popular fue llamado a declarar


en su condición de partícipe a título lucrativo sin que lo pidiera ninguna de las
otras partes, como exige la LECivil, perdiendo, por ello, el tribunal que le citó a
declarar, su imparcialidad.

Argumenta el recurrente, tomando como referencia el voto particular, que


el tribunal por mayoría decidió citar a declarar al Partido Popular en condición
de sujeto pasivo del proceso, cuando ninguno de los posibles perjudicados por
el supuesto enriquecimiento injusto del PP había solicitado su comparecencia.
Tampoco lo había solicitado el Ministerio Fiscal.

En la sesión del 13-12-2018 el representante del Partido Popular


manifiesta “que dada la condición de partícipe a título lucrativo por su total
ausencia de participación en los hechos delictivos y su total desconocimiento
sobre esos hechos de que era objeto de acusación, no tenía nada que aportar,
por desconocimiento de cualquier circunstancia relacionada con los mismos,
remitiéndose a su escrito de defensa, así como a las alegaciones realizadas en
cuestiones previas.

En la sentencia, a la hora de justificar los hechos que dan lugar, según


la mayoría del tribunal, a la participación a título lucrativo del PP se expresa:
“todo ello sin olvidar tener por confeso al representante del Partido Popular, que
en la vista oral se negó a declarar, de conformidad con lo establecido en el art.
307 LEC y no haber facilitado la información exigida en el art. 309.1 de la citada
normativa a los efectos legales procedentes”.

El recurrente cuestiona tal conclusión dado que al estarse ante un


conflicto civil entre partes, solo “cada parte podrá solicitar del tribunal el
interrogatorio de las demás (art. 301.1 LEC). Y ni siquiera el Fiscal solicitó su
comparecencia. Añade que el Partido Popular no fue llamado como testigo -lo
fue como sujeto pasivo del proceso, cosa que tampoco puede hacer de oficio el
tribunal en un proceso civil, al ser las partes las que “podrán solicitar que

1609
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

declaren como testigos las personas que tengan noticia de hechos


controvertidos relativos a lo que sea objeto del juicio” (art. 360 LEC)

Por lo tanto, el tribunal hizo algo que solo podían hacer las partes, por lo
que perdió su imparcialidad.

En segundo lugar, cuestiona la aplicación del art. 307.1 LECivil para


tener por confeso al PP como parte esencial de la fundamentación fáctica, no
solo porque fue indebidamente llamado a declarar, sino porque no se negó a
declarar, declaró a través de su representante legal y declaró la verdad, que no
participó por lo que nada podía detallar, remitiéndose a su escrito de defensa y
a sus alegaciones en las cuestiones previas.

Y esa defectuosa interpretación del art. 307.1 LECivil fue la que apuntaló
una endeble inferencia de los hechos que tratan de sostener su participación
civil, que sin ese reconocimiento de los hechos carecerían de la consistencia
suficiente.

Para la adecuada resolución del motivo debemos partir de que la


cuestión a dilucidar no es tanto si la decisión del tribunal acordando la
declaración de este partícipe a título lucrativo, que a diferencia de los otros dos,
Ana Mato y Gema Matamoros, no fue solicitada por las partes, comprometió la
imparcialidad del tribunal -no olvidemos que el art. 729.2 LECrim posibilita que
el tribunal acuerde de oficio “las diligencias de prueba no propuestas por
ninguna de las partes que el tribunal considere necesarias para la comprobación
de cualquiera de los hechos que hayan sido objeto de los escritos de
calificación”, y en estos las partes habían solicitado la condena del PP como
partícipe a título lucrativo, y como ha destacado la doctrina el art. 729 es un
cauce para decidir la práctica de determinadas pruebas cuya necesidad nace
del curso de los debates y el tribunal ejercita una facultad ordinaria de resolución
que la ley le concede expresamente -en función de su criterio acerca de la
necesidad de la prueba- sino si el paso siguiente de tenerlo por confeso, en base
a los arts. 307 y 309.1 LECivil fue o no correcto si -como se destaca en el voto
particular- se tiene en consideración que si comparece no es porque lo pida una
parte, sino a iniciativa del tribunal.

1610
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, en este extremo sí debemos compartir el criterio del voto


particular. Conforme a los referidos artículos la consecuencia a la negativa a
declarar no es la automática declaración de confeso a quien adopta tal posición,
sino la posibilidad de que así se le tenga, lo que debería haber precisado un
razonamiento adicional del tribunal, dadas las razones expuestas en el juicio
oral por el letrado de dicha parte en el sentido de la ignorancia de los hechos
que desconocía al no haber participado en ellos -lo que constituye la esencia de
la participación a título lucrativo- y argumentar hasta donde podía llegar con tal
declaración, puesta en relación con las preguntas que se dejaron constancia -
que la sentencia no refiere- y o contestó.

Consecuentemente esa declaración de confeso en la forma que se


realizó fue, cuando menos, irregular.

No obstante lo anterior, lo esencial será constatar si el pronunciamiento


condenatorio del tribunal quedaría ausente de cualquier sustento probatorio, sin
esa declaración de confeso, lo que será analizado en los siguientes motivos.

372.- El motivo sexto por infracción de ley al amparo del art. 849.2
LECrim al existir error en la valoración de documentos que obran en autos
y que demuestran la equivocación del juzgador, sin que estos resulten
contradichos por otros elementos probatorios y con valor causal para la
subsunción del fallo.

Destaca como errores:

- El primer error de apreciación se refiere a la existencia de beneficio en


el Partido Popular, afirmación fáctica que viene desmentida por el Informe de
Fiscalización emitido por el Tribunal de Cuentas en relación con el Partido
Popular en el año 2003 y que reseña que este Partido podría haber accedido a
más subvenciones pública para la financiación de actos electorales en las
elecciones municipales del año 2003, el Partido Popular obtuvo representación
equivalente a la percepción estatal de 19.170.734’63 €, casi 300.000 € más del
dinero gastado en las campañas a las que respondía esa subvención.

1611
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por ello entiende que no puede sostenerse que el PP necesitara


aportaciones sin que se beneficiara de ellas. No puede sostenerse la conclusión
de la sentencia relativa a que los supuestos gastos “de otra manera hubieran
tenido que ser sufragados directamente con recursos económicos del partido
político en cuestión”.

- El segundo error de apreciación consiste en la atribución al PP del


destino de los actos referidos a las facturas 02/93 y 02/95 de 11 de julio, de
Special Events SL, cosa que desmiente la literalidad de las mismas, sin que lo
contradigan otros elementos de prueba practicados, que bien al contrario
confirman tal ajenidad, esto es, que dichas facturas por importe respectivo de
3.422 € y 2.411’07 € no se refieren a actos o servicios prestados en beneficio
del Partido Popular, pues de lo actuado se concluye que dichas facturas se
abonaron en relación con actos del Ayuntamiento de Majadahonda, ajenos a la
actividad del Partido Popular.

- El tercer error de valoración consiste en sustentar el destino electoral


(elecciones municipales de Pozuelo) de ciertas cantidades entregadas en mano
en una hoja Excel (folio 70.006) que nada dice de tal destino.

- Por último, como cuarto error se omite que una de las facturas giradas
por Mayfair con el concepto “Elecciones Generales 2004” encubría servicios
personales prestados al Sr. Ortega, lo que hace que entren en la duda
absolutoria las facturas que giradas en las mismas circunstancias y sin ulteriores
comprobaciones de su realidad, se han considerado probatorias de la
realización de servicios al Partido.

El motivo deviene improsperable.

La admisión de la vía procesal del art. 849.2 LECrim requiere como


fundamental e inexcusable exigencia, que el supuesto error en la apreciación de
la prueba se acredite de manera indubitada con documentos que obren en autos
sin resultar contradichos por otros elementos probatorios.

Y en el caso actual el propio recurrente reconoce que los documentos


que refiere (informe de Fiscalización, facturas de Special Events SL 02/093 y
02/095 de 11 de julio, y facturas 2004/016 de 23-3) han sido valoradas por el

1612
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tribunal, junto con el resto de la prueba, informes de la AEAT, testigos y peritos


a que se hará referencia en el análisis del motivo séptimo.

Consecuentemente los documentos reseñados, de los que según el


motivo, derivan los pretendidos errores, fueron sometidos, junto con el resto de
las pruebas a la crítica y valoración razonada del tribunal a quo de conformidad
con el art. 741 LECrim.

Como ya hemos declarado en anteriores recursos articulados por la vía


del art. 849.2 LECrim, este motivo de casación no permite una nueva valoración
de la prueba en su conjunto ni hace acogible otra argumentación sobre la misma
que pueda conducir a conclusiones distintas de las reflejadas en el relato fáctico
de la sentencia (STS 1205/2011, de 15-11) que es lo que pretende el recurrente,
al realizar por su cuenta una nueva valoración contradictoria con la del tribunal
que valora dichos documentos en el contexto que corresponde y que fueron
sometidos a contradicción en el acto del juicio oral.

373.- El motivo séptimo por infracción de precepto constitucional al


amparo del art. 5.4 LOPJ y del art. 852 LECrim por vulneración del derecho
a la tutela judicial efectiva sin indefensión (art. 24.1 CE) por el modo
patentemente erróneo y manifiestamente irrazonable con el que, a partir
de las pruebas practicadas, han sido inferidos los hechos que
fundamentan la calificación de participación lucrativa del Partido Popular.

1. Alegaciones del recurso.

Se aduce que la inferencia de que el Partido Popular obtuvo beneficios


por donaciones privadas es contraria a la tutela judicial efectiva por ser
manifiestamente irrazonable o incursa en error patente. Es irrazonable pensar
que el PP recurrió a donaciones privadas irregulares teniendo a su disposición
margen para la subvención pública. También resulta irrazonable apoyar la
supuesta financiación en los conceptos de algunas facturas cuando se probó
que algunas de ellas encubrían donaciones personales.

1613
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el caso de los actos electorales de Pozuelo, es manifiestamente


irrazonable computar como donación electoral una cantidad de la que se dice
que no consta su relación con la campaña electoral. Tampoco existe la más
mínima prueba que apunte a que las cantidades entregadas en metálico, a
ciertas e inciertas personas, fueran destinadas a sufragar actos electorales.

En cuanto a los actos electorales de Majadahonda, es igualmente


irrazonable que se computen como tales algunos muy anteriores o posteriores,
o donaciones que sólo «en parte» sufragaban actos electorales, así como
facturas que se refieren a otros conceptos (trabajos realizados para el PP o el
robo de equipo en la caseta del PP). En todo caso, se trataría de actos
relacionados con el PP de Majadahonda o con el Ayuntamiento de dicha
localidad de los que no debe responder el Partido Popular.

2. La sentencia.

El motivo guarda relación con la condena del Partido Popular (folios nº


1507 a 1524, 1560 y 1575) como partícipe a título lucrativo del art. 122 CP de
las siguientes cantidades:

.- 133.628,48 euros, por servicios prestados al Partido Popular con


fondos procedentes de la cuenta «Gabinete Majadahonda», de la que debe
responder, de modo directo y solidario, con Guillermo Ortega Alonso, José Luis
Peñas Domingo, Juan José Moreno Alonso, María Carmen Rodríguez Quijano,
Francisco Correa Sánchez y Pablo Crespo Sabarís.

.- 111.864,32 euros, por gastos referidos a la campaña electoral de las


elecciones de 25/05/2003 de Pozuelo de Alarcón, de la que debe responder, de
modo directo y solidario, con Jesús Sepúlveda Recio.

2.1. Sobre los hechos probados.

La base para la condena del PP como partícipe a título lucrativo se


encontraría en diversos apartados de los hechos declarados probados.

i) De entrada, en el apartado «Introducción», bajo la rúbrica de «la


corporación empresarial de Francisco Correa (“Grupo Correa”) y su

1614
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

conformación como estructura organizada para apropiarse ilícitamente de


fondos públicos», se declara probado (folios nº 154 y 155) que: «FRANCISCO
CORREA SÁNCHEZ, en el curso de la actividad empresarial en el campo de la
comunicación, marketing y servicios relacionados con viajes y la celebración de
eventos que desde el inicio de los ’90 del siglo pasado venía profesionalmente
desarrollando entabló contactos de negocios con el Partido Popular a través del
acusado en este procedimiento LUIS BÁRCENAS GUTIERREZ, gerente del
partido, así como de otras personas encargadas de diversas áreas de actividad,
como JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, miembro del Comité Ejecutivo Nacional y
Secretario Nacional del Área Electoral, además de Senador; así como de otros
miembros del mismo partido político.

Al menos desde el año 1996, estos contactos comerciales de CORREA


con el Partido Popular fructificaron y fueron paulatinamente intensificándose
hasta el punto de terminar convirtiéndose, a partir de un determinado momento,
en la actividad negocial prácticamente principal y única del entramado
empresarial creado ad hoc por CORREA con sus colaboradores, que fue
conformando su estructura organizativa y de funcionamiento a las
características de la actividad desarrollada en torno al Partido Popular y a una
buscada opacidad.

Correlativa a esta actividad económica, CORREA mantenía una


estrecha y continua relación personal, incluso de amistad, con altos dirigentes
del partido político, hasta el punto de dispensársele un trato de preferencia en
su sede central de la calle Génova, entrando y saliendo del edificio a discreción
sin pasar por ninguna clase de control ni escáner, incluso accediendo libremente
al parking reservado de dicha sede.

Entre el Grupo CORREA y el Partido Popular se tejió, pues, una


estructura de colaboración estable, consistente, por una parte, para la
prestación de múltiples y continuos servicios relativos a viajes, organización de
eventos, congresos, etc., dentro de la normal actividad de dicho partido político,
ya se trataran de actos electorales o de otro tipo.»

A su vez, el factum expresa que igualmente «se creó en paralelo un


auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional a través de mecanismos

1615
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de manipulación de la contratación pública central, autonómica y local a través


de su estrecha y continua relación con influyentes militantes de dicho partido,
aquí enjuiciados, que tenían posibilidades de influir en los procedimientos de
toma de decisión en la contratación pública de determinados entes y organismos
públicos que dirigían o controlaban directamente o a través de terceras personas
(Comunidades Autónomas y Municipios gobernados por el PP)» (folio nº 155).

Así, «mediante el inflado de precios que se cobraban de las distintas


administraciones públicas afectadas, la finalidad buscada era la obtención ilícita
de importantes beneficios económicos a costa del erario público, o bien
comisiones cuando la adjudicataria eran terceras empresas» (folio nº 156).
Beneficios que se repartían entre el Grupo Correa y las autoridades o cargos
públicos electos o designados corruptos, si bien «otras cantidades sirvieron para
directamente pagar gastos electorales o similares del Partido Popular, o fueron
a parar como donaciones finalistas a la llamada “Caja B” del partido» (folio nº
156).

ii) También en el apartado «Introducción», dentro de «la trama Correa y


sus colaboradores y empleados partícipes en los hechos. Sus funciones», se
afirma: «En lo que es objeto de esta pieza, la trama que formaban las empresas
del “grupo Correa” le permitió a él, y a las personas que con él colaboraron,
como también a los cargos públicos y funcionarios que se referirán después, de
forma concertada, en una empresa criminal conjunta, de la manera que se
describirá en los sucesivos bloques de estos hechos probados, enriquecerse
ilícitamente con cargo a fondos públicos, mediante contratos celebrados con
administraciones públicas gobernadas por el PP, conseguidos para sus
empresas u otras terceras, con vulneración de la normativa administrativa, como
también apoderarse directamente de cantidades de esas entidades públicas.
Igualmente, se beneficiaron de esos fondos públicos detraídos ilegalmente
terceras personas, respecto de las que no consta que tuvieran conocimiento de
la ilicitud de su procedencia; como también parte de esos fondos fueron
aportados para la financiación de las campañas electorales de 2003 llevadas a
cabo por los candidatos del Partido Popular en los municipios de Majadahonda
y Pozuelo, lucrándose con ello dicho partido, que de otra forma hubiera tenido
que subvenir al pago de dichos gastos electorales» (folio nº 162).

1616
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y, al abordar lo relativo a «la trama Correa y sus colaboradores


externos», se declara probado que Francisco Correa y su grupo extendieron su
actuaciones, entre otras personas y entidades, «al Municipio de Majadahonda
entre los años 2001 a 2005, a cuya cabeza se encontraba el alcalde
GUILLERMO ORTEGA ALONSO, quien prestó su colaboración fundamental al
grupo pasando a formar parte de él, que también contó, por la misma razón, con
la de los funcionarios municipales JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO y JUAN
JOSÉ MORENO ALONSO, y de Mª CARMEN RODRIGUEZ QUIJANO, esta,
funcionaria eventual y esposa en esas fechas de FRANCISCO CORREA.
También a la financiación de la campaña electoral de GUILLERMO ORTEGA
ALONSO en 2003 como candidato del Partido Popular para dicho municipio»
(folios nº 163 y 164).

A su vez, en cuanto al municipio de Pozuelo de Alarcón, se tiene por


acreditado que «durante los años 2003 a 2005, la desplegó en el municipio de
Pozuelo de Alarcón, con el concierto de su alcalde JESÚS SEPÚLVEDA
RECIO. También a la financiación de su campaña electoral en 2003 como
candidato del Partido Popular para dicho municipio» (folio nº 164).

iii) Continuando en el apartado «Introducción» y, concretamente, en lo


relativo a la «creación del entramado societario», los hechos probados expresan
que: «En la forma descrita, desde mediada la década de los 90 del siglo pasado
hasta 2009, FRANCISCO CORREA montó un compleja estructura empresarial
dedicada a la organización de eventos y viajes en el entorno de actividad política
y electoral del Partido Popular, pero con la finalidad también de acceder a
contratación pública, vulnerando la normativa vigente, obtener con ello
importantes ingresos, ocultarlos, así como para encubrir los pagos a autoridades
y funcionarios corrompidos por él y a entidades beneficiarias, como también sus
propios gastos personales» (folio nº 166).

Y añade que «(…) la estructura societaria dedicada a la organización de


eventos y viajes hasta esa fecha, estaba formada por sociedades españolas con
matrices en el extranjero, siendo estas DOWN TOWN CONSULTING S.L.,
SPECIAL EVENTS S.L., TECHNOLOGY CONSULTING MANAGEMENT S.L.
(TCM) y PASADENA VIAJES S.L» (folio nº 167), puntualizando que «SPECIAL

1617
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

EVENTS S.L., TCM S.L. y PASADENA VIAJES S.L. fueron utilizadas para
ocultar sobornos a cargos públicos, las dos primeras a través de la prestación
de servicios y realización eventos, y la última mediante la organización de viajes
y servicios turísticos que se regalaban a diferentes autoridades, que se
encubrían de la forma que se irá describiendo en posteriores apartados» (folio
nº 167).

iv) Ya en el apartado «Majadahonda», bajo la rúbrica de «principales


acusados», se expone que Francisco Correa, «dentro de su sistema de negocio
valiéndose de sus contactos conseguidos dentro del Partido Popular, en el año
2001 entabló una buena relación de amistad con el que fuera Alcalde del
Ayuntamiento de Majadahonda, GUILLERMO ORTEGA ALONSO (…) y a
través del cual pudo conocer a los concejales de dicho consistorio JOSÉ LUIS
PEÑAS DOMINGO y más tarde a JUAN JOSÉ MORENO ALONSO, y conseguir
que MARÍA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, con quien entonces estaba
casado, entrara a trabajar en él, como funcionaria eventual, y en puesto de
confianza del Alcalde, llegando a formar un grupo, que se agregó a la estructura
societaria de aquel, con el que se introdujo en el Ayuntamiento. Estos tres se
integraron en lo que se conoció como “Gabinete de Alcaldía”, formando un
equipo o tándem perfectamente compenetrado, del que la última era su jefa y al
frente de todos se encontraba el Alcalde» (folios nº 184 y 185).

Dicho esto, se declara probado que «La estrategia ideada con este
organigrama por FRANCISCO CORREA, se tradujo en una planificación para
apoderarse de fondos de entidades públicas y hacerse con comisiones en
compensación y/o a cuenta de la concesión de adjudicaciones de contratos
públicos en que era fundamental aprovecharse de las ventajas que, desde
dentro del Ayuntamiento, y por razón de su cargo, le podía proporcionar el contar
con la intervención de su Alcalde, así como de los demás citados, quienes
participaron de esa estrategia, de ahí que los fondos y comisiones ilícitamente
obtenidos se destinaran no solo a FRANCISCO CORREA, sino también a los
demás, así como, en parte, para sufragar actos del Partido Popular en el ámbito
de Majadahonda, en que aquel intervenía, y también eventos de autopromoción
y propaganda personal y política y relacionados con la actividad de entidades

1618
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

municipales, que no respondían a interés general ni a necesidad real» (folio nº


185).

Con posterioridad, bajo el epígrafe de «Cuenta “Gabinete Majadahonda”


y Cuenta “Willy”» (folios nº 189 a 191), tras analizar cómo la organización dirigida
por Francisco Correa, mientras Guillermo Ortega fue Alcalde de Majadahonda,
entre 2001 y 2005, se encargó de gestionar un fondo, su concreto origen (cobro
de comisiones por adjudicaciones irregulares y regulares, apoderamiento
directo de cantidades de entidades públicas del municipio, etc…) y el efectivo
ingreso de las cantidades ilegalmente obtenidas en ciertas cuentas de Francisco
Correa, que funcionaban a modo de cuenta corriente, como son las cuentas
aludidas, se especifica el concreto destino dado a los fondos de las mismas.

En concreto, por lo que se refiere al «fondo Gabinete Majadahonda», se


especifica que «(…) los ingresos que accedían a esta cuenta, cuya actividad se
extendió durante el periodo en que GUILLERMO ORTEGA fue Alcalde de
Majadahonda (2001 a 2005), aunque en su mayor parte procedían de
comisiones por adjudicaciones irregulares de contratos, así como del ilícito
apoderamiento directo de caudales del Ayuntamiento, también incorporó, en
menor medida, cantidades procedentes de empresas que resultaron
beneficiarias de contratos, en que, si bien no consta que mediara irregularidad
en su concesión, el favor con el que compensaban esa adjudicación era
mediante la emisión de facturas por un importe superior al que correspondiera
(facturas infladas), o, directamente, mediante facturas ficticias, pues se trataba
de facturas creadas “ad hoc”, que pretendían cubrir la prestación de un servicio
no realizado, con el que justificar un pago por parte del Ayuntamiento, y, en
cualquiera de los dos casos, sus excesos se incorporaban a este fondo.

Con los fondos que llegaban a esta cuenta se financiaban actos


publicitarios o campañas políticas para el Ayuntamiento de Majadahonda y la
formación política Partido Popular de Majadahonda, así como servicios
particulares de GUILLERMO ORTEGA, JOSÉ LUIS PEÑAS, JUAN JOSÉ
MORENO y CARMEN RODRÍGUEZ, y el control sobre tal gestión lo llevaba
PABLO CRESPO, quien, generalmente, autorizaba el libramiento de fondos
para hacer los pagos, mientras que JOSÉ LUIS IZQUIERDO, como contable,

1619
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

era quien materialmente los ejecutaba, todo ello bajo la dirección de


FRANCISCO CORREA» (folios nº 191 y 192).

Finalmente, en el apartado «destino fondos cuenta gabinete», y como


«servicios directamente prestados al Partido Popular», se declara probado que:
«Con fondos de “Gabinete Majadahonda” se pagaron actos organizados por las
empresas de FRANCISCO CORREA para el P.P. de Majadahonda, o el
Ayuntamiento de esta localidad, que, entre los años 2001 y 2002, ascendieron
a 3.698,54 €, y a 105.216,82 €, entre abril de 2002 y octubre de 2003, vinculados
a la campaña de las elecciones municipales del 25 de mayo de 2003, a las que
GUILLERMO ORTEGA se presentaba como Alcalde de Majadahonda por dicho
partido, eludiendo, así, el control del Tribunal de Cuentas. También se cargaron
los 19.453,06 € que costaron los trabajos realizados en julio de 2003, y 5.260,06
€ por publicidad a ASIAN DE LUXE.

Por lo tanto, la cantidad total por tales servicios ascendió a 133.628,48


€.» (folios nº 205 y 206).

v) Por último, en cuanto al apartado «Pozuelo de Alarcón», en lo relativo


al «resumen de actividad y partícipes», el factum señala que Francisco Correa,
desde el inicio de su actividad con el Partido Popular, mantuvo una estrecha
relación con Jesús Sepúlveda Recio (secretario de acción electoral de dicho
partido entre 1991 y 2003, Senador entre el 29/06/1993 y el 12/06/2003 y
Alcalde de Pozuelo de Alarcón entre el 14/06/2003 y el 11/03/2009), donde la
capacidad de influencia de la que podía abusar éste por razón de dichos cargos
fue fundamental para que, en materia de contratación pública, se dirigiesen o
adjudicasen contratos en favor de empresas de Correa o de su entorno, a
cambio o en contraprestación de lo cual recibió cantidades en efectivo y regalos
en especie (folio nº 254).

Más concretamente, y al especificar los «cobros en especie» recibidos


por Jesús Sepúlveda, se declara: «En especie, recibió JESÚS SEPÚLVEDA
distintas compensaciones o gratificaciones, todas ellas por razón de los cargos
públicos que vino ocupando; por un lado, fueron regalos en forma de viajes y
servicios turísticos, y, por otro, en forma de eventos bien familiares o bien como

1620
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

servicios prestados para su campaña electoral como candidato del Partido


Popular a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón.» (folio nº 257).

Así, bajo el epígrafe «Campaña elecciones municipales de 25/05/2003,


de JESÚS SEPÚLVEDA, como candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón
por el Partido Popular», se afirma: «Entre los acuerdos que alcanzó
FRANCISCO CORREA con JESÚS SEPÚLVEDA, en su etapa como
Presidente Local del P.P. de Pozuelo, vino prestando servicios a través de sus
empresas, como SPECIAL EVENTS, para dicha campaña electoral, que se
sufragaron con, al menos, 120.000 € de origen desconocido que aportó aquel,
pero con carácter finalista, en consideración al cargo de Senador que ostentaba
y como contraprestación de las adjudicaciones con que, por su intervención,
había resultado favorecido y en la confianza de las que le pudiera seguir
favoreciendo, caso de ser elegido Alcalde.

JESÚS SEPÚLVEDA era quien decidía cuánto y cómo se gastaba,


llegándose a disparar el gasto, y recibiendo dinero en sobres, en distintas
ocasiones, para la financiación de su campaña electoral, como candidato del
Partido Popular a la alcaldía.

El importe de los gastos realizados ascendió, al menos, a 111.864,32 €,


de los cuales 15.600,16 € se utilizaron para la instalación, mantenimiento y
material de la oficina electoral de JESÚS SEPÚLVEDA; otros 12.264,16 € para
actos relacionados con la campaña.

De los 84.000 € restantes, hasta los 111.864,32, fueron 36.000 € para


PABLO CRESPO; 30.000 € para alguien no identificado; 6.000 € para
FRANCISCO CORREA, y otros 12.000 € para ÁLVARO PÉREZ, si bien la
cantidad entregada a este no consta su relación con la campaña electoral,
aunque le fuera pagado el servicio que prestó con dinero de ella» (folio nº 259).

2.2. Sobre la valoración de la prueba practicada en el acto del juicio


oral.

2.2.1 Sobre los servicios prestados al Partido Popular con fondos


procedentes de la cuenta «Gabinete Majadahonda» (folios nº 851 a 857).

1621
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia tiene por probado que con fondos de la cuenta «Gabinete


Majadahonda» se pagaron actos organizados para el PP de Majadahonda o en
beneficio de éste que, entre los años 2001 y 2002, ascendieron a 3.698,54 euros
y, entre abril de 2002 y octubre de 2003, a 105.216,28 euros, estos últimos
concretamente vinculados a la campaña de las elecciones municipales del 25
de mayo de 2003 a las que Guillermo Ortega se presentaba como Alcalde de
Majadahonda por dicho partido.

También tiene por acreditado que en dicha cuenta se cargaron


igualmente tanto la cantidad de 19.453,06 euros, por trabajos realizados en julio
de 2003, como la de 5.260,06 euros abonados por publicidad a ASIAN DE
LUXE.

Para alcanzar dichas conclusiones, el Tribunal de instancia valora, de


forma principal, el informe de la UDEF-BLA 19.416/14, de 28/02/2014, en lo
relativo a la «Cuenta Gabinete» y el destino de sus fondos, ratificado en la sesión
del día 18/07/2016, junto con los siguientes medios de prueba:

i) los folios nº 92 a 95 del informe de la AEAT, relativos a los trabajos


realizados al PP de Majadahonda, entre los años 2001 y 2002, por importe de
3.698,54 euros, que se desglosan en los siguientes conceptos: «Felicitación
Navidad Partido» por importe de 244,01 euros; «Pág. PP Jul/Ag. Boletín
discapacitados» de 195,20 euros; «Pág. PP Jun, Boletín Viviendas» de 195,20
euros; «Portada Boletín Maj. se viste» de 195,20 euros; «Portada Boletín Maj.
baja tensión» de 195,20 euros; «Pág. PP Boletín Maj. Fiestas Municipio» de
195,20 euros; «Pág. PP collage “seguimos cumpliendo”» de 195,20 euros;
«Majadahonda abierta a la ilusión» de 195,20 euros; «Pág. Color portada Boletín
Oct.02» de 195,20 euros; «Presentación del Alcalde» de 1.502,53 euros;
«Tarjetón felicitación Alcalde PP» de 195,20 euros; y «Portada Boletín Majad.
Baja tensión» de 195,20 euros.

ii) Los apuntes relativos a pagos realizados entre los años 2002 y 2003
con cargo al fondo «Gabinete Majadahonda», procedentes de comisiones
ilegales y que fueron en beneficio del Partido Popular de esta agrupación
municipal, por importe total de 105.216,82 euros, que se desglosan de la
siguiente manera:

1622
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.- apunte 22, de 19/12/2002, de SPECIAL EVENTS, sobre pago de la


factura 2/93 «Spec. Events. Contra PP», por importe de 3.422 euros, del
«Extracto Cuenta de Servicios Gabinete A.M», que se corresponde con dicha
factura, de 11/07/2002, por el concepto «importe correspondiente al montaje de
acto celebrado en el salón de actos del Ayuntamiento de Majadahonda el día 6
de abril de 2002».

2.- apunte 23, también de 19/12/2002, de SPECIAL EVENTS, sobre


pago de la factura 02/95 «Spec. Events. Contra PP», por importe de 2.411,07
euros, del «Extracto Cuenta de Servicios Gabinete A.M», que se corresponde
con dicha factura, de 11/07/2002, por el concepto «importe correspondiente al
montaje del acto de entrega de premios celebrado en el parking de las herillas
del Ayuntamiento de Majadahonda el 26 de mayo de 2002».

3.- apuntes por importe total de 16.432,19 euros, por actos realizados
entre enero y marzo de 2003, de la hoja 1 del archivo Excel «Resumen Gabinete.
Majad 23 Diciembre», que, a su vez, se desglosan en:

.- acto de 11/01/2003, por importe de 4.700 euros: «acto P.P.


Presentación de Candidaturas, en Majadahonda».

.- acto de 17/01/2003, por importe de 5.387 euros: «acto P.P.


Majadahonda-CENA» (factura 03-0016 de SPECIAL EVENTS).

.- acto de 05/03/2003, por importe de 4.078,68 euros: «Reunión de


Afiliados de Majadahonda».

* Total de los tres actos: 14.165,68 euros, más 2.266,51 euros de IVA,
equivalente a los 16.432,19 euros.

4.- apuntes por importe total de 77.351,38 euros, por actos realizados
entre febrero y septiembre de 2003, relacionados con la campaña en
Majadahonda de las elecciones municipales de 25 de mayo de 2003, de la hoja
2 del mismo archivo Excel, que, a su vez, se desglosan en:

1623
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- anotación de 28/02/2003, por importe de 1.672,23 euros, junto con la


hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, referida a expand para
el Ayuntamiento de Majadahonda, y factura a cargo de SPECIAL EVENTS.

.- anotación de 13/03/2003, por importe de 1.285,67 euros, para lona de


seda y moqueta, junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo
importe, para acto en la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 21/03/2003, por importe de 1.243,24 euros, por paneles


de foam, junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, para
acto en la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 25/03/2003, por importe de 600,71 euros, por vinilos,


junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, para acto en
la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 02/04/2003, por importe de 1.430,95 euros, para sonido


(QUASAR), junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe,
para acto en la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 04/04/2003, por importe de 7.565 euros, para equipo de


sonido, junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, para
sonorización de la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 14/04/2003, por importe de 960,72 euros, «acto con


Javier Arenas», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo
importe, para acto en la sede del PP de Majadahonda, visita de Javier Arenas.

.- anotación de 26/04/2003, por importe de 1.617 euros, por sesión de


fotos, junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, para
acto en la sede del PP de Majadahonda, «sesión fotos candidato».

.- anotación de 05/05/2003, por importe de 4.611,38 euros, por


«fotografías folleto», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo
importe, para «compra fotografías folleto P.P. de Majadahonda».

1624
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- anotación de 06/05/2003, por importe de 5.097,13 euros, por


«presentación candidatos», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el
mismo importe, para «acto presentación candidatos Auditorio Municipal».

.- anotación de 08/05/2003, por importe de 1.830,73 euros, por «pegada


de carteles», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe,
para «acto de campaña pegada de carteles P.P. Majadahonda».

.- anotación de 08/05/2003, por importe de 3.721,02 euros, para


«presentación candidatos», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el
mismo importe, para «acto presentación de candidatos club de golf Las Rejas».

.- anotación de 09/05/2003, por importe de 480 euros, por iluminación,


junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe, para acto en
la sede del PP de Majadahonda.

.- anotación de 10/05/2003, por importe de 5.249,25 euros, por


«presentación película Centro Equinocio», junto con hoja de coste de la misma
fecha y por el mismo importe, para «acto campaña en Centro Comercial
Equinocio».

.- anotación de 16/05/2003, por importe de 1.924 euros, por «acto para


jóvenes», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo importe,
para «acto campaña Centro Comercial Equinocio pub Flanagan´s».

.- anotación de 18/05/2003, por importe de 4.555,18 euros, para «acto


plaza las Erillas», junto con hoja de coste de la misma fecha y por el mismo
importe, para «acto campaña P.P. Majadahonda Plaza de las Erillas».

.- anotación de 27/06/2003, por importe de 2.460,01 euros, para «cóctel


interventores y apoderados» y factura emitida por QUASAR nº 388, con nota
MAJADAHONDA 27/06, y justificante de pago de SPECIAL EVENTS.

.- en «anotaciones SEPT.»: una por importe de 12.000 euros y otra de


8.378 euros, relativas a «Caseta por actos de los días 12, 13, 14, 17, 19 y 21 de
septiembre».

1625
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

* Total de los anteriores actos: 66.682,22 euros, más 10.669,16 euros de


IVA, equivalente a los 77.351,38 euros.

5.- apuntes por importe total de 5.600,18 euros (931.791 pts), de octubre
de 2003, que, a su vez, se desglosan en:

.- apunte de 20/10/2003, por importe de 2.176,50 euros, «Restaurante


Alboroque, cóctel interventores/apoderados», y cuadro de costes por el mismo
importe y de la misma fecha, por «acto P.P. Majadahonda Centro Comercial
Equinocio, Restaurante El Albolote», y factura 03/223 emitida por SPECIAL
EVENTS.

.- apunte de 23/10/2003, por importe de 1.512,12 euros, y cuadro de


costes por el mismo importe y de la misma fecha, por «cartelería para
Elecciones Autonómicas P.P. Majadahonda».

.- apunte de 23/10/2003, por importe de 1.139,12 euros, por «robo equipo


fiestas caseta de feria P.P. Majadahonda», y factura nº 508 emitida por
QUASAR.

* Total de las anteriores anotaciones: 4.827,74 euros, más 772,44 euros


de IVA, equivalente a los 5.600,18 euros.

iii) El apunte por importe de 19.453,06 euros, por trabajos realizados en


la sede del PP de Majadahonda en julio de 2003, que se corresponde con la
hoja de costes del presupuesto «SEDE PP MAJADAHONDA mar-2003».

iv) Los 5.260,06 euros facturados por AXIAN DE LUXE, a través de


BOOMERANGDRIVE, por publicidad realizada para el PP por servicios
prestados al Ayuntamiento de Majadahonda, lo que el Tribunal de instancia
considera acreditado a través de los siguiente medios de prueba:

.- el contrato de prestación de servicios publicitarios entre el PP y


RIALGREEN, de fecha 12/03/2003, obrante al folio nº 64222 y siguientes (R-13
bis), en que se basaron las campañas de publicidad de las elecciones
municipales y autonómicas de 2003 y generales de 2004, que lo conciertan «de
una parte, D. Luis Bárcenas Gutiérrez, actuando en nombre y representación

1626
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del Partido Popular, con CIF G-28570927 y con domicilio en la C/Génova, 13 –


28004, Madrid. Y de otra, D. Pablo Crespo Sabaris, actuando en nombre y
representación de la empresa RIALGREEN S.L. (…)».

.- el convenio de colaboración empresarial, también de 12/03/2003,


obrante al folio nº 64216, suscrito entre el presidente de McANN (Félix Vicente
Molina) y Pablo Crespo Sabarís, como apoderado de RIALGREEN, en cuya
cláusula tercera, relativa a honorarios, se establece que McANN percibirá de
RIALGREEN, como retribución, el cincuenta por ciento (50%) del beneficio neto
que se obtenga de la cuenta con el PP.

.- la declaración de José Luis Rois Gallego, dedicado a la publicidad,


director de varias agencias y propietario de ASIAN DE LUXE GROUP, que
explicó cómo logró que le fuera adjudicada la campaña publicitaria de las
elecciones autonómicas de 2003 y generales de 2004 para el PP, así como el
reparto de beneficios entre él y la empresa McANN, de un lado, y Francisco
Correa, éste a través de una de sus sociedades (RIALGREEN), y el concreto
papel que esta última tuvo, limitado a facilitarles la entrada a participar en el
contrato, debido a los contactos que Francisco Correa tenía.

Exhibido el convenio de colaboración empresarial, igualmente expuso


que ellos aportaban la creatividad y RIALGREEN la parte de los eventos, que
eran muchos, es decir, los clientes; y ratificó lo dicho en instrucción acerca de
que esta entidad cobraba por su labor de intermediación.

Respecto de los servicios prestados a Guillermo Ortega, el testigo aclaró


que contactó con él más tarde y que le pidió que le hiciera la campaña para las
municipales. Añadió que le solicitaron mucho trabajo, muy desorganizado, y que
no pagaban bien lo que les facturaban, poniendo fin a la relación con él en
noviembre de 2004. También mencionó, a propósito de las personas que
contactaban con su equipo, a Carmen Rodríguez, como persona que estaba al
frente de la publicidad, y a José Luis Peñas, indicando que en este cometido,
los servicios prestados al Ayuntamiento de Majadahonda, AXIAN DE LUXE
percibió, por publicidad realizada para el PP, la cantidad de 5.260,06 euros, que
facturó a BOOMERANGDRIVE por indicación de Pablo Crespo.

1627
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por todo lo cual, la Sala a quo concluye que la cantidad total que se cargó
en la cuenta «Gabinete Majadahonda» en beneficio bien del PP de
Majadahonda, bien de la agrupación de dicho municipio, ascendió a 133.628,48
euros.

2.2.2. Sobre los servicios prestados en la campaña electoral del Partido


Popular de las elecciones municipales de Pozuelo de Alarcón de 25/05/2003
(folios nº 1276 a 1280).

La sentencia declara probado que, en el marco del acuerdo celebrado


entre Francisco Correa y Jesús Sepúlveda, el primero prestó diversos servicios
a través de sus empresas en la campaña electoral en la que el segundo se
presentaba como candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón.

Estos servicios ascendieron a un importe de, al menos, 111.864,32


euros, de los cuales, 15.600,16 euros se utilizaron para la instalación,
mantenimiento y material de la oficina electoral de Jesús Sepúlveda, y otros
12.264,16 euros para actos relacionados con la campaña. Los 84.000 euros
restantes, hasta los 111.864,32 euros, fueron: 36.000 euros para Pablo Crespo;
12.000 euros para Álvaro Pérez; 30.000 euros para alguien desconocido; y
6.000 euros para Francisco Correa.

En tal sentido, la Sala expone, como medios de prueba tomados en


consideración, los siguientes:

.- la declaración de Francisco Correa, que dijo haber entregado a Jesús


Sepúlveda unos 120.000 o 150.000 euros en efectivo para que organizara su
campaña electoral, señalando que por dicho motivo finalizó su relación, ya que,
a pesar de haberle dado este dinero, luego realizó la campaña otra empresa.

.- la declaración de Roberto Fernández, que, en sintonía con lo declarado


por el anterior y con otras pruebas o elementos que avalarían sus testimonios,
explicó que quien decidía cuánto y cómo se gastaba era Jesús Sepúlveda, que
el gasto se disparó por muchas circunstancias, que había dinero en efectivo
porque se lo dijo éste, que él vio entregar sobres en tres o cuatro ocasiones y
que, aunque él no sabía quién era la persona que los aportaba, Jesús Sepúlveda
le dijo que la campaña venía financiada por Francisco Correa.

1628
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

.- el informe de la UDEF 10.418/13 y el informe de la AEAT de


23/05/2014, que toman como referencia principal la carpeta titulada «Extracto
Cta. J. Sepúlveda» (Tomo 78 R 13 Bis), a partir de cuyo folio 70.006, que figura
escrito a mano «DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA», se
encuentra la documentación acreditativa de estos gastos, justificantes de
diversas facturas y pagos relacionados con gastos generados por dicho
Despacho Electoral.

.- el documento en papel, con formato de Excel, al folio 70.007, bajo el


título «GASTOS DESPACHO ELECTORAL SEPÚLVEDA», donde figuran
anotadas una serie de facturas, entre las fechas 21/01/2003 y 21/08/2003, por
un importe total conjunto de 15.600,16 euros, relativas a la instalación,
mantenimiento y material de la oficina electoral de Jesús Sepúlveda.
Facturación que hizo por empresas proveedoras (como ROCHEL, EL CORTE
INGLÉS o MENAJE DEL HOGAR) a SPECIAL EVENTS.

En unión del anterior documento, se valoran las correspondientes


facturas, todas ellas expedidas por SPECIAL EVENTS (excepto la anotación
correspondiente a El Corte Inglés, que es un ticket de caja), en muchas de las
cuales hay mención a la oficina del PP de Pozuelo, como, por ejemplo, en la de
MENAJE DEL HOGAR, donde se hace constar «oficina electoral Jesús
Sepúlveda Pozuelo».

.- los actos relacionados con la campaña electoral por importe total de


12.264,16 euros, dos de ellos detallados en los informes: uno en fecha
29/01/2003, acto «PP MADRID CAMPAÑA MENOS IMPUESTOS, MAS
SEGURIDAD», celebrado en el Hotel Pozuelo (JESÚS SEPÚLVEDA); y el otro,
de fecha 10/02/2003, acto del Candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón
(Jesús Sepúlveda), en la Taberna el Doblao de Pozuelo.

Apuntes que aparecen anotados en la carpeta TRAFINSA, encontrada


en el pendrive de Pablo Crespo, lo que evidenciaría el control y conformidad que
éste prestó a su realización. En concreto, se encuentran en el documento «Cta.
J.S.», hoja 3, en la que queda constancia de un tercer acto, realizado el
29/03/2003, también en el Hotel Pozuelo, acto «Metro Pozuelo con Esperanza»,
en la que se deja constancia del coste real de todos estos actos (3.345,40 euros,

1629
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por el primero; 2.403,58 euros, por el segundo; y 6.515,18 euros, por el tercero),
de manera que, sumados los tres actos, hacen ese total de 12.624,16 euros.

Como confirmación de lo anterior, se destaca la declaración de Roberto


Fernández, que afirmó que se produjo una proliferación de estos actos que se
celebraron en el Hotel Pozuelo, al que mencionó expresamente como uno de
los lugares «donde se realizaban continuamente presentaciones en forma de
conferencias, jornadas…».

En definitiva, para la sentencia de instancia, estos actos fueron prestados


en el contexto de las elecciones municipales del PP en la localidad de Pozuelo,
descartando que, como alega la defensa del PP, no pudiesen corresponder a
ninguna campaña electoral porque, como realizados entre enero y marzo, por
ley estaría prohibida la realización de actos electorales. Para la Sala ninguna
duda existe al respecto pues, cualquiera que sea la denominación que se les
dé, la documentación de los dos primeros actos se encuentra en la carpeta
«DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA» y, por lo tanto, sólo cabe
atribuirla a actos para promocionar su candidatura, que es lo fundamental, y
para lo que hace sus disposiciones de dinero Francisco Correa. En cuanto al
tercero, porque por razones de coherencia debe situarse en el mismo contexto
que los anteriores, vista la anotación continuada y única que hay en la Hoja 3
de la «Cta. J.S.» analizada.

.- por último, como relacionados con la campaña electoral, los restantes


84.000 euros que se desglosan en: 12.000 euros y 24.000 euros, recibidos el
28/11/2002 y el 09/04/2003, respectivamente, por Pablo Crespo; 12.000 euros,
recibidos el 26/11/2002 por Álvaro Pérez; 30.000 euros, recibidos el 16/01/2003
por un tercero no identificado; y 6.000 euros, recibidos por Francisco Correa.

Cantidades que igualmente se estiman entregadas por servicios


relacionados con la campaña electoral pues, como se expone, aparecen
anotadas en un segundo documento en soporte papel, elaborado en formato
Excel, bajo el título «EXTRACTO CUENTA DE SERVICIOS Pozuelo» (folio
70.006, Tomo 78, R 13 Bis), que fue encontrado a continuación del documento
«DESPACHO ELECTORAL JESÚS SEPÚLVEDA», si bien en la versión que

1630
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

aparece en la carpeta TRAFINSA, como se hace constar en el informe de la


AEAT (pág. 54), fue modificado por última vez el 23/05/2003.

Carpeta que, como se advertía, fue encontrada en el pendrive de Pablo


Crespo, motivo por el que se le atribuye a éste pleno conocimiento y control del
destino de estas cantidades. Ello a diferencia de Álvaro Pérez y que, preguntado
por los 12.000 euros, dijo que pudieron deberse a una gratificación por su
trabajo, poniéndolos en relación con una campaña de Navidad, por lo que, se
dice, no cabe descartar que, sin conocerlo él, esta cantidad fuera atendida con
el crédito para gastos electorales. Y así se concluye, puesto que, como se
explicita, consta igualmente en esta segunda hoja del archivo TRAFINSA la
existencia de dos ingresos de 60.000 euros, uno en abril y otro en mayo de 2003,
que coinciden con esos 120.000 euros que siempre ha mantenido Francisco
Correa que, al menos, dio a Jesús Sepúlveda para su campaña electoral.

2.2.3. Sobre la responsabilidad del Partido Popular como partícipe a


título lucrativo, la sentencia (folios nº 1507 a 1524) retoma el análisis de las
pruebas tomadas en consideración y expone, asimismo, los razonamientos a
partir de los que infiere su conocimiento y aprovechamiento mismo de las
cantidades antes especificadas, como ayuda al partido.

A tal fin, el Tribunal de instancia comienza exponiendo que la adecuada


valoración de la responsabilidad del Partido Popular como partícipe a título
lucrativo, en ausencia de toda responsabilidad penal por tratarse de hechos
anteriores a la reforma del Código Penal operada por la Ley 5/2010, impone
acudir a aquellos elementos que definen el contexto y lo que significó la
formación de la «trama Gürtel» en torno a la actividad de este partido, tal y como
se expone al inicio de hechos probados de la resolución y para lo que resulta de
especial interés destacar, según el órgano a quo, lo siguiente:

.- la declaración de Francisco Correa, reproducida a los folios nº 1507 a


1511, en tanto expuso la forma en que contactó con Luis Bárcenas, comenzando
a organizar mítines para dicho partido, acudiendo en numerosas ocasiones a la
sede del PP nacional de la calle Génova, donde llegó a entrevistarse con
Francisco Álvarez Cascos (entonces Secretario General del Partido), y a partir
de lo cual inició una relación continuada con, entre otros, Jesús Sepúlveda, Ana

1631
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Mato (que fue secretaria general) y Pío García Escudero (como secretario de
organización).

También admitió que, en cuanto a las dádivas, se pagaron actos de la


campaña electoral del PP en Pozuelo y Majadahonda y que, en concreto, debió
entregar unos 120.000 o 150.000 euros en efectivo a Jesús Sepúlveda para que
organizara su campaña, cree que personalmente y en una sola vez, en un sobre,
e, incluso, cree que parte era de Alfonso García Pozuelo.

Más concretamente, respecto de los más de 12.000 euros, adujo que el


dinero procedía de su «Caja B», si bien no podría aseverar que se lo diese
Alfonso García Pozuelo para que se lo diese a Jesús Sepúlveda, al no
encargarse él personalmente del control de los apuntes. A propósito de los
15.000 euros, confirmó que se entregaron para realizar actos de campaña
electoral, aunque finalmente lo hizo otra empresa, y, exhibida la «carpeta azul»
y preguntado por la oficina del despacho electoral de Jesús Sepúlveda, afirmó
que era «una pequeña oficina que todos estos municipios cuando se aproxima
una campaña electoral, que es donde trabajan los equipos y todos los
colaboradores».

(La sentencia, en realidad, reproduce en su literalidad la declaración


prestada por Francisco Correa de la que, por su extensión, se ha optado por
efectuar este resumen de los aspectos más relevantes de la misma).

.- la declaración de Luis Bárcenas, reproducida a los folios nº 1511 a


1514, que admitió que el Sr. Pozuelo entregó a Álvaro Lapuerta, en algunas
ocasiones en su presencia y otras en las que él no estaba presente, cantidades
de dinero, aunque sostuvo que era como ayuda al Partido, como hacían otras
tantas personas, sin carácter finalista alguno y a cambio de nada, y de las que
existen unas anotaciones, que llevaban A. Lapuerta y él mismo, por partida
doble en el sentido físico.

Con exhibición de la documentación aportada desde el periódico El País,


publicada el 31/01/2013 y 03/02/2013, éste reconoció su letra, insistiendo en
que se trataban de donativos sin carácter finalista, si bien admitió que se llevaba
este «control de entradas y salidas» de forma extraoficial, pues lo que se

1632
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

anotaba no se contabilizaba oficialmente, tratándose de una «contabilidad


extracontable».

También admitió que los donativos se hacían en efectivo, aunque no


pudo concretar las fechas y si la interlocución era con Álvaro Lapuerta o con
Francisco Álvarez Cascos, confirmando los realizados por Alfonso García
Pozuelo, entre los años 1998 y 2006, en efectivo, vinculando el primero de los
apuntes (de diciembre de 1998 y por importe de 24.000 euros) con la
financiación de los gastos de seguridad en el País Vasco.

.- las declaraciones de Alfonso García Pozuelo y de Roberto Fernández


Rodríguez, que, según expone el Tribunal, reconocieron los hechos narrados en
el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, manifestando Roberto Fernández
al Tribunal, que entró a trabajar como Director Económico, de Comercio y
Consumo en el Ayuntamiento de Pozuelo 7 meses antes de la campaña
electoral en la que Jesús Sepúlveda se presentaba a la Alcaldía, que éste eligió
el despacho y sede electoral, llevando todo lo relativo a los gastos de la misma.

Gastos que, según este declarante, se dispararon, como le comentó


Jesús Sepúlveda, quien asimismo le dijo que existía la posibilidad de que
acudiera determinada persona a colaborar con la campaña, tratándose de un
hombre que no pudo identificar, pero que en tres o cuatro ocasiones llevó sobres
con dinero. También explicó que, según supo por el propio Jesús Sepúlveda,
gran parte de la campaña fue financiada por Francisco Correa, ascendiendo la
cantidad total entregada superior a los 100.000 euros, y que el deponente
calificó de desorbitada para las necesidades del Ayuntamiento.

Por todo ello, el Tribunal concluye el pleno conocimiento por parte de los
responsables del PP de cómo se financiaban las elecciones y, en concreto, las
de Majadahonda y Pozuelo. Esto lo infiere, según expone la Sala, del
reconocimiento mismo por parte de Luis Bárcenas de que las cantidades
entregadas se anotaban en una «contabilidad extracontable»; de las
explicaciones de Francisco Correa, cuando hablaba del comité de campaña y
de las personas que decidían cuál era la mejor oferta y cuál la mejor campaña;
de lo declarado por Roberto Fernández, que personalmente vio a la persona
que llevaba los sobres con dinero y lo contaba; y de lo dicho por el testigo Pío

1633
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

García Escudero, que afirmó que la tesorería regional que llevaba los asuntos
económicos electorales de los municipios debía dar cuenta a Génova.

Junto con lo anterior, la sentencia toma en consideración:

.- los pagos que, como mínimo, se realizaron en beneficio del Partido


Popular con fondos de la «Cuenta Gabinete Majadahonda», por importe total de
133.628,48 euros, que se desglosan en:

* 3.698,54 euros, por los actos organizados por las empresas de


Francisco Correa para el Partido Popular en los años 2001 y 2002.

* 105.216,82 euros, por actos vinculados a la campaña electoral de las


elecciones autonómicas y municipales celebradas el 25/05/2003, con lo que se
eludió el control del Tribunal de Cuentas de los verdaderos fondos destinados a
la campaña y su origen, donde se comprenden: 3.422 euros, de la factura 2/93
de SPECIAL EVENTS, por el acto de 06/04/2002; 2.411,07 euros, de la factura
2/95 de SPECIAL EVENTS, por el acto de 26/05/2002; 16.432,19 euros, por la
totalidad de los actos celebrados entre enero y marzo de 2003; 77.351,38 euros,
por actos celebrados entre el 28/02/2003 y el 14/09/2003, en gran parte referidos
a la campaña electoral de las elecciones municipales de 25/05/2003; y 5.600,18
euros, por actos realizados el 20 y 26/10/2003, así como los referidos al robo de
equipo en la caseta del PP en septiembre.

* 19.453,06 euros, por trabajos realizados en la sede del PP de


Majadahonda en julio de 2003.

* 5.260,06 euros, por publicidad realizada por ASIAN DE LUXE.

.- el importe de los trabajos realizados por Francisco Correa en el marco


del acuerdo alcanzado con Jesús Sepúlveda (como Presidente Local del PP de
Pozuelo de Alarcón durante, al menos, los años 2003 a 2005), para la campaña
electoral del PP en las elecciones municipales de 25/05/2003, sufragados con
120.000 euros de origen desconocido pero, en todo caso, entregado en
consideración al cargo de Senador de Jesús Sepúlveda y a cuenta o en
contraprestación de adjudicaciones públicas, que ascendieron a un total de
111.864,32 euros, distribuidos de la siguiente forma:

1634
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

* 15.600,16 euros, que se utilizaron, con el conocimiento y autorización


de Pablo Crespo, para la instalación, el mantenimiento y el material de la oficina
electoral del candidato del PP, facturados por distintas empresas proveedoras
(ROCHEL, EL CORTE INGLÉS y MENAJE DEL HOGAR, entre otros) a
SPECIAL EVENTS, desconociendo los responsables de aquéllas que la referida
entidad no era la final destinataria de sus servicios.

* 12.264,16 euros, que se destinaron a tres actos del PP celebrados entre


enero y marzo de 2003, facturados a SPECIAL EVENTS con la conformidad de
Pablo Crespo.

* 84.000 euros en entregas en efectivo: 36.000 euros, que recibió Pablo


Crespo en noviembre de 2002 y abril de 2003, «para el abono de servicios que
no han podido concretarse relacionados con la campaña electoral»; 12.000
euros, percibidos por Álvaro Pérez el 26/11/2002, con la misma finalidad; 6.000
euros, recibidos por Francisco Correa en fecha desconocida pero anterior a
aquélla; y 30.000 euros, sin que se haya podido identificar al destinatario.

.- los informes periciales de los NUMAS 29.968 y 26.860 (Majadahonda


y Pozuelo) de 10/04/2014 y 23/05/2014, ratificados por sus autores en el juicio,
en los que se comprueba la existencia de una relación entre Guillermo Ortega y
la organización de Francisco Correa, que se materializa en la llamada «Cuenta
Gabinete» y su forma de operar, que se traduce en que en las empresas de la
organización actúan como recaudadoras de fondos de terceros, que son
adjudicatarios de contratos con el Ayuntamiento de Majadahonda, emitiendo
facturas sin virtualidad real. Fondos que, a su vez, se utilizaban para pagar
servicios que las empresas prestan al Ayuntamiento o al PP de Majadahonda
sin facturar, facturas de servicios de otras empresas prestan al Ayuntamiento,
gastos personales del Sr. Ortega o entregas en efectivo a los colaboradores de
Guillermo Ortega, Carmen Rodríguez, Juan José Moreno y José Luis Peñas.

Asimismo, se comprueba una serie de actos a cargo de las empresas de


Francisco Correa en relación con la campaña electoral de las elecciones
municipales de Jesús Sepúlveda («Cuenta J.S.»), concluyendo los peritos:

1635
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.- que la empresa de la organización que ha soportado los costes de la


campaña es SPECIAL EVENTS.

2.- el archivo «CTA. J.S.», integra gastos de la campaña electoral,


cantidades de dinero entregadas y viajes. Por tanto, ésta funciona a modo de
cuenta personal, para el control de todos los gastos, de una u otra naturaleza,
que hace que la organización a favor de Jesús Sepúlveda.

3.- aunque el cuadro aparece casi nivelado, no es final. Las relaciones


de Jesús Sepúlveda con Correa continúan, poniéndose de manifiesto en lo
sucesivo, al menos, en las entregas de dinero y viajes.

4.- a efectos fiscales, los gastos de una campaña electoral no pueden


imputarse a una persona en concreto, aunque quien los pague lo haga por su
especial relación con ella. Sepúlveda, en las elecciones municipales de 2003,
iba en una lista cerrada, junto con otras personas, formando parte de la
candidatura presentada, en ese municipio, por el PP. Los vecinos de Pozuelo,
como los de cualquier otro municipio, no votan a una persona en concreto, sino
a la lista presentada por un partido político.

.- junto con los anteriores, los informes del Inspector Jefe del Grupo 21
de UDEF-BLA nº 81.067 de 14/10/2009 y de 01/062011 (Majadahonda),
igualmente ratificados, donde se comprueba que Francisco Correa creó una
estructura empresarial con base en la empresa SPECIAL EVENTS, la cual
organizaba los eventos de carácter político para el Partido Popular a nivel
nacional, momento en que aprovechó para establecer un conjunto de relaciones
con las personas de la formación política responsables de las áreas electorales
y de tesorería, así como otras personas del aparato del partido. Relaciones que
le permitieron obtener negocio para las sociedades dedicadas a la organización
de eventos en aquellas Administraciones Públicas gobernadas por personas
pertenecientes a dicha formación política por la actuación directa de los
responsables políticos correspondientes.

En concreto, se destaca por la Sala, la organización de Francisco Correa


gestionó mientras Guillermo Ortega fue alcalde de Majadahonda, entre los años
2001 a 2005, un fondo de dinero con origen en ingresos procedentes de

1636
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

empresas adjudicatarias en concursos públicos con el Ayuntamiento de


Majadahonda, entre las que se encontraban empresas de la propia
organización, o del propio ente local, que se justificaban como supuestas
prestaciones de servicios realizadas por las sociedades de servicios de
Francisco Correa y que se destinaban a nutrir dos cuentas, como son, la
«Cuenta de servicios Gabinete Majadahonda» y la «Cuenta Willy».

A su vez, con la primera de estas cuentas se financiaban los gastos


relacionados con la realización de actos publicitarios o de campañas políticas
para el Ayuntamiento de Majadahonda y la formación del Partido Popular de
Majadahonda, así como servicios particulares del propio Guillermo Ortega,
entregas en efectivo a José Luis Peñas Domingo, Juan José Moreno Alonso y
María Carmen Rodríguez Quijano. Mientras que con la segunda, se sufragaban
gastos de carácter particular y privado por servicios prestados a Guillermo
Ortega y/o distintos miembros de su familia o inversiones inmobiliarias.
También, señala la sentencia, Francisco Correa financió actos de la formación
política del Partido Popular de Majadahonda, en concreto, de las elecciones
generales de 2004, que se anotan en la cuenta personal del ex alcalde.

En definitiva, para el Tribunal de instancia, estos cuatro informes no


dejarían lugar a dudas de los pagos efectuados con destino a campañas
electorales del Partido Popular en dichos municipios por parte de Francisco
Correa.

.- Por último, la sentencia toma en consideración la concreta conducta


observada por el Partido Popular, cuyo representante se negó a declarar en la
vista oral, teniéndole por confeso al amparo del art. 307 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, y que tampoco facilitó la información exigida por el art.
309.1 de la citada normativa a los efectos legales procedentes.

La cuestión atinente a la posibilidad de tener por confeso al


representante legal del PP es discutida por la parte recurrente en el motivo
quinto de su recurso, que ha sido admitido por esta Sala.

A la vista de todo lo anterior, la sentencia declara la responsabilidad del


PP, como partícipe a título lucrativo, «como persona jurídica conocedora del

1637
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

destino de los fondos recibidos y beneficiaria de la actividad ilícita desarrollada


por Francisco Correa, que ostenta un único NIF y quien resulta obligado al
resarcimiento del daño hasta la cuantía de su participación, no así el grupo
municipal». El grupo municipal, según declaró Pío García Escudero, en
campaña electoral está vacío de contenido (dado que hay una serie de
candidatos que aspiran a ser alcaldes y concejales); lo que fue confirmado por
el testigo Ricardo Romero de Tejada, señalando que «era el Partido Popular
quien debía sufragar los gastos y no el grupo municipal».

4.- Viabilidad del motivo examinado.

Examinadas las alegaciones que sustentan el presente motivo,


supuestamente acreditativas de la vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva que se denuncia, y valoradas las pruebas analizadas por el Tribunal de
instancia y los razonamientos que le llevan a concluir la responsabilidad del
Partido Popular, como partícipe a título lucrativo de las cantidades expuestas, el
motivo debería ser desestimado.

En el caso, tras el análisis de la prueba personal, documental y pericial


antes expuesta, la Sala a quo infiere, de forma lógica y racional, que como
consecuencia de la actividad delictiva desarrollada por los acusados en los
términos en que se deja constancia en diversos pasajes de la sentencia, se
produjeron unos beneficios económicos cuantificables a favor del Partido
Popular, consistentes en la financiación de actividades y diversos actos políticos
realizados en campañas y precampañas electorales para sus candidatos, que
de otro modo hubieran tenido que ser sufragados directamente con recursos
económicos propios del partido político en cuestión.

Ni se concreta por el recurrente ni se advierte de la lectura de los


fundamentos jurídico mencionados cuáles de los argumentos del órgano a quo
pueden calificarse de irracionales, al margen de que el recurrente no comparta
legítimamente alguno de ellos, pues difieren de forma patente de su propia
valoración de la prueba. Pero esta discrepancia no justifica la estimación del
motivo.

1638
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Cabe aquí destacar que aun cuando la sentencia de instancia, al


sintetizar la responsabilidad que atribuye al PP (folios nº 1522 y 1523) puede
haber incurrido en alguna imprecisión (en la que el recurrente trata de amparar
su alegación relativa a que sólo se le está responsabilizando de los gastos
relacionados con actos realizados exclusivamente en campaña electoral), el
examen detallado de aquellos razonamientos jurídicos relacionados con los
gastos que se estiman acreditados, pone de manifiesto que se incluyen todo tipo
de trabajos, servicios publicitarios o bienes que se sufragaron con cargo a
fondos ilícitos y de los que, según la sentencia recurrida, también se benefició
el Partido, porque no tuvo que sufragar los mismos con recursos económicos
propios.

En esta misma línea, la sentencia de instancia razona los motivos que le


llevan a concluir el pleno conocimiento de la existencia y aprovechamiento por
parte del Partido Popular de las cantidades especificadas, descartando cuantas
alegaciones exculpatorias se reiteran ahora por la parte recurrente.

De esta forma, constatado el origen delictivo de los fondos con los que
se abonaron diversos actos electorales del PP en los municipios de Pozuelo y
Majadahonda y, en el caso de este último, de todo tipo de trabajos, bienes y
servicios, perfectamente acreditados y cuantificados, surge la responsabilidad
de dicho partido como partícipe a título lucrativo, al margen de la fecha en que
se verificasen los actos, de la concreta identidad de la persona que recibiese los
fondos o de que los mismos se circunscriban a cierto grupo municipal del PP o
Ayuntamiento de un concreto municipio.

Particularmente, el hecho (sobre el que incide el recurrente) de que no


haya podido concretarse en qué consistieron algunos de los servicios
relacionados con cierta campaña electoral (como es el caso de los 36.000 euros
entregados a Pablo Crespo) o la posibilidad de que eventualmente se
destinasen estos fondos a abonar otros conceptos ajenos a la campaña electoral
a que estaban destinados (la gratificación recibida por Álvaro Pérez por su
trabajo en la campaña de Navidad), no desvirtúan conforme a lo expuesto, las
conclusiones alcanzadas por el Tribunal. Como hemos dicho con anterioridad,
el Partido Popular no solo se aprovechó del abono de determinados actos

1639
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

electorales sino también de otro tipo de servicios, actos o incluso bienes. Así se
infiere claramente, por ejemplo, de lo expuesto en cuanto a los gastos
relacionados con el municipio de Majadahonda, aunque ciertamente, en alguna
ocasión, la sentencia recurrida aluda a que el modo principal en el que se obtuvo
dicho aprovechamiento fue a través de la financiación ilegal de actividades y
actos políticos.

(Estos argumentos se reiteran en el motivo octavo del recurso, al amparo


del art. 851.1 LECrim, por la falta de claridad y contradicción en que se dice que
incurre este párrafo; así como en el motivo noveno, formulado al amparo del art.
849.1 LECrim, por infracción de ley).

374.- El motivo octavo por quebrantamiento de forma al amparo del


art. 851.1 LECrim porque la sentencia impugnada no expresa clara y
terminantemente cuáles son los hechos que se consideran probados o lo
hace con manifiesta contradicción entre ellos.

En el relato de hechos probados se incluyen dos expresiones


ininteligibles o dubitativas determinantes para el fallo relativo a la participación
civil del Partido Popular, que se sustentaría en que el Partido haya sido
beneficiario de fondos de origen delictivo:

- En el caso de Majadahonda se dice que el destinatario de los fondos


pudo ser el Partido Popular o “el Ayuntamiento”.

- En el caso de Pozuelo se afirma que los fondos tenían “origen


desconocido”.

Asimismo en el caso de Pozuelo, cuando se relatan las cantidades


destinadas a la campaña electoral, de una de ellas se dice que a la vez tenía y
que no tenía relación con la campaña electoral.

El motivo se desestima.

En cuanto a la oscuridad o falta de claridad, la jurisprudencia, por ejemplo


STS 945/2004, de 23-7; 94/2007, de 14-2; tiene declarado que es un requisito

1640
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

imprescindible de las sentencias penales la existencia de un relato de hechos


probados que permita en comprensión no sólo por el justiciable al que afectan
directamente, sino también por el tribunal que conoce la sentencia en vía de
recurso y, además, pro la sociedad en su conjunto, en cuando pueda tener
interés en acceder a una resolución pública dictada por los tribunales. Con los
hechos declarados probados en la sentencia haría relacionarse los fundamentos
jurídicos de la misma, lo que exige que la descripción de lo que la sentencia
considera probado sea lo suficientemente contundente y desprovista de dudas,
al menos en los aspectos a los que se aplica el derecho, como para permitir la
adecuada subsunción de la conducta en el correspondiente precepto sustantivo,
de forma que la relación de hechos, su calificación jurídica y el fallo formen en
todo congruente.

Reiterada doctrina jurisprudencial ha entendido que la sentencia debe


anularse cuando se aprecie en el relato fáctico una insuficiencia descriptiva que
lo haga incomprensible o difícilmente inteligible , bien por una omisión total de
versión fáctica, bien por omisiones parciales que impidan su comprensión; bien
por el empleo de frases ininteligibles o dubitativas que impiden saber lo que el
tribunal declare probado efectivamente, o bien por contener la sentencia un
relativo de hechos constando de tal forma que conduzcan a la duda acerca de
si el tribunal los está declarando probado o no. Siendo necesario además que
los apuntados defectos supongan la imposibilidad de calificar jurídicamente los
hechos (STS 1610/2001, de 17-9; 559/2002, de 27-3).

Los requisitos que conforme a reiterada doctrina jurisprudencial (STS


1006/2000, de 5-6; 471/2001, de 22-3; 717/2003 de 21-5; 474/2004, de 13-4;
1253/2005; de 26-10; 1538/2005, de 28-12; 877/2004, de 22-10; 24/2010, de 1-
2) hacer viable a este motivo son los siguientes.

a) Que en el contexto del hecho probado se produzca la existencia de


imprecisión bien por el empleo de términos o frases ininteligibles, bien por
omisiones que hagan incomprensibles el relato, o por el empleo de juicios
dubitativos, por la absoluta carencia de supuesto fáctico o por la mera
descripción de la resultante probatorio sin expresión por el juzgador de lo que
considerar probado.

1641
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Este requisito compuesta, a su vez, la exigencia de que el vicio


provisional de la fallo de claridad debe ubicarse en el hecho probado, debe ser
interna y no podría oponerse frente a otros apartados de la sentencia, y sobre
ser gramatical, sin que para su alegación frente a una falta de comprensión
lógica a argumental, cuya impugnación debiera articularse por otras vías, como
el error de derecho.

b) la incomprensión, la ambigüedad, etc…del relato fáctico debe estar


causalmente relacionado con la calificación jurídica de la sentencia. La falta de
claridad impide la comprensión del hecho probado e impide una correcta
subsunción.

c) además la falta de claridad debe producir una laguna o vacío en la


descripción histórica del hecho que se declare probado.

Y en relación a la contradicción, constante y reiterada jurisprudencia de


esta Sala (STS 253/2007, de 26-3, 121/2008, de 26-2) tiene afirmado que la
esencia de la contradicción consiste en el empleo en el hecho probado de
términos o frases que, por ser antitéticos resultan incompatibles entre sí, de tal
suerte que la afirmación de una resta eficacia a la otra al excluirse uno al otro
produciendo una laguna en la fijación de los hechos (STS. 299/2004 de 4.3).

Así doctrina jurisprudencial reiterada (SSTS. 1661/2000 de 23.11,


776/2001 de 8.5, 2349/2001 de 12.12, 717/2003 de 21.5, y 299/2004 de 4.3),
señala que para que pueda prosperar este motivo de casación son necesarios
los siguientes requisitos: a) que la contradicción sea manifiesta y absoluta en el
sentido gramatical de la palabra. Por ello, la contradicción debe ser ostensible y
debe producir una incompatibilidad entre los términos cuya contradicción se
denuncia; en otras palabras, que la afirmación de un hecho implique
necesariamente la negación del otro, de modo irreconciliable y antitético, y no
de una mera contradicción ideológica o conceptual; b) debe ser insubsanable,
pues aún a pesar de la contradicción gramatical, la misma puede subsumirse en
el contexto de la sentencia; es decir, que no exista posibilidad de superar la
contradicción armonizando los términos antagónicos a través de otros pasajes
del relato; c) que sea interna en el hecho probado, pues no cabe esa
contradicción entre el hecho y la fundamentación jurídica. A su vez, de este

1642
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

requisito se excepcionan aquellos apartados del fundamento jurídico que tengan


un indudable contenido fáctico; esto es, la contradicción ha de darse entre
fundamentos fácticos, tanto si se han incluido correctamente entre los hechos
probados como si se trata de complementos fácticos integrados en los
fundamentos jurídicos; d) que sea completa, es decir que afecta a los hechos y
a sus circunstancias; e) la contradicción ha de producirse con respecto a algún
apartado del fallo, siendo relevante para la calificación jurídica, de tal forma que
si la contradicción no es esencial ni imprescindible a la resolución no existirá el
quebrantamiento de forma; f) que sea esencial en el sentido de que afecte a
pasajes fácticos necesarios para la subsunción jurídica, de modo que la mutua
exclusión de los elementos contradictorios origine un vacío fáctico que
determine la falta de idoneidad del relato para servir de soporte a la calificación
jurídica debatida.

Jurisprudencia STS 1250/2005, de 28-10. Contradicción consecuencias:

“…como consecuencia de la contradicción, que equivale a la afirmación


simultánea de hechos contrarios con la consiguiente destrucción de ambos,
debe sobrevenir un vacío que afecte a aspectos esenciales del sustrato fáctico
en relación a la calificación jurídica en que consiste el “iudicium”, lo que se debe
significar diciente que la contradicción sólo es motivo de casación cuando es
causas y determinantes de una clara incongruencia entre lo que se declare
probado y sus consecuencias jurídicas”.

Ninguno de estos vicios in iudicando contiene la sentencia.

La afirmación de la sentencia en el caso Pozuelo de que los fondos


tenían “origen desconocido” cuando la responsabilidad del partícipe a título
lucrativo exige un delito precedente, no tiene el sentido que se pretende en el
motivo. En efecto, es cierto que en el hecho probado se recoge que “se
sufragaron al menos 120.000 euros de origen desconocido que aportó aquél,
pero añade después “pero con carácter finalista, en consideración al cargo de
Senador que ostentaba y como contraprestación de las adjudicaciones con que,
por su intervención, había resultado favorecido y en la confianza de los que
pudiera seguir favoreciendo, caso de ser elegido Alcalde”. Por lo tanto
“desconocido” no es contradictorio con ilícito y delictivo derivado de las

1643
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

adjudicaciones del Ayuntamiento de Pozuelo y que favorecieron al Grupo


Correa.

Y en el caso de Majadahonda la afirmación de la sentencia de que los


fondos pudieron ser para el Partido Popular o el Ayuntamiento lo que representa
una incomprensión o contradicción con relevancia decisiva para el fallo, también
debe ser descartada.

Así, al folio 206 la sentencia señala:

“Con fondos de “Gabinete Majadahonda” se pagaron actos organizados


por las empresas de Francisco Correa para el PP de Majadahonda o el
Ayuntamiento de esta localidad, que entre los años 2001 y 2002, ascendieron a
3.698’54 € y a 105.216’92 € entre abril de 2002 y octubre de 2003 vinculados a
la campaña de las elecciones municipales del 25-5-2003 en las que Guillermo
Ortega se presentaba como Alcalde de Majadahonda por dicho partido,
eludiendo así el control del Tribunal de Cuentas. También se cargaron los
19.453’06 € que costaron los trabajos realizados en julio de 2003 y 5.260’06 €
por publicidad a Asian de Luxe”.

Pero ello no significa que los pagos anteriores fueran para el PP de


Majadahonda o para el Ayuntamiento, pues con anterioridad la sentencia, folio
205, precisa los pagos realizados al Ayuntamiento. Así se recoge:

- Entre abril y junio 2003 se hizo frente a actos de propaganda de las


actividades del Ayuntamiento y su Alcalde por importe de 20.865’18 €.

- Igualmente se abonaron, en el año 2004 informes referidos a la OAC


por la cantidad total de 23.120’25 €.

-También campañas de publicidad para el Ayuntamiento, en este caso,


a la cadena COPE por 27.886’96 €.

- Como se atendió con cargo a “Gabinete” en 2003, los 76.626’21 € que


supuso la modificación del Salón de Plenos del Ayuntamiento.

El motivo, por lo expuesto, se desestima.

1644
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

375.- El motivo noveno por infracción de ley, al amparo del art. 849.1
LECrim por infracción del art. 122 CP, regulador de la responsabilidad civil
del partícipe a título lucrativo.

Argumenta que los hechos probados de la sentencia no autorizan la


aplicación del art. 122 CP por las siguientes razones:

1. Los efectos participados han de ser delictivos. Sin embargo, se


reconoce en el supuesto de Majadahonda que provenían de un fondo constituido
en parte por dinero regular. En el caso de Pozuelo se afirma directamente que
el dinero era “de origen desconocido”.

2. El Partido Popular no fue el beneficiado por los actos supuestamente


sufragados. Se duda expresamente en el caso de Majadahonda “para el PP de
Majadahonda o el Ayuntamiento de esta localidad”. Se infiere claramente en el
caso de Pozuelo, en el que se afirma que eran contraprestaciones para Jesús
Sepúlveda por “las adjudicaciones con que, por su intervención, había resultado
favorecido y en la confianza de las que le pudiera seguir favoreciendo, caso de
ser elegido Alcalde. Los actos supuestamente sufragados no fueron solicitados
ni aprobados por nadie del Partido con capacidad legal para hacerlo.

No eran por lo demás, por razones temporales, gastos electorales, sin


que en cualquier caso quepa identificar tales gastos con que su destinatario sea
el Partido.

3. El Partido Popular no se enriqueció con tales actos pues podría


haberlos organizado con subvención pública.

4. El Partido Popular desconocía el supuesto enriquecimiento. No hay un


fundamento mínimamente sólido al respecto en la sentencia. Cabe inferir el
desconocimiento, por el contrario, a partir de la descripción del relato de hechos
probados como un escenario de clandestinidad dirigido a que quedara opaca
hacia afuera la entrega de la dádiva al corrupto. Y se infiere, además, en este
caso, del desconocimiento de la perpetración del delito previo, que es el
presupuesto de la calificación de la participación meramente civil.

1645
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El desarrollo argumental del motivo -que reproduce cuestiones ya


planteadas y analizadas en motivos anteriores- hace necesario recordar la
doctrina de esta Sala, SSTS 467/2018, de 15 de octubre y 665/2018, de 18 de
diciembre, a que se ha hecho referencia en los recursos interpuestos por Ana
Mato y Gema Matamoros, sobre las notas características de esta participación
a título lucrativo, recogida en el art. 122 que prevé la restitución de la cosa y el
resarcimiento del perjuicio daño patrimonial originado al sujeto pasivo del delito
en las adquisiciones a título lucrativo, como consecuencia de que nadie debe
enriquecerse indebidamente en virtud de negocios jurídicos que se derivan de
causa ilícita y desarrolla la institución jurídica que ha adquirido carta de
naturaleza con el nombre de receptación civil (STS 532/2000 de 30.3;
1394/2009, 57/2009).

La jurisprudencia de esta Sala – STS 227/2015 de 6-4; 433/2015, de 2-


7, se ha pronunciado sobre las características del tercero partícipe a título
lucrativo, declarando que se define por las siguientes notas:

1º) Que exista una persona, física o jurídica, puesto que se trata de la
exigencia de una responsabilidad civil y ésta es susceptible de hacerse contra
los entes sociales con personalidad reconocida por el derecho, que hubiere
participado de los efectos de ese delito, en el sentido de haberse aprovechado
de ellos por título lucrativo, por lo que quedan excluidas las adquisiciones en
virtud de negocios no susceptibles de esta calificación jurídica.

2º) El adquirente debe tener meramente conocimiento de la adquisición


e ignorar la existencia de la comisión delictiva de donde provienen los efectos,
a fin de impedir la aplicación del “crimen receptionis” en concepto de autor,
cómplice o encubridor. La condena como responsable penal origina la aplicación
del art. 116 CP y no del art. 122 CP.

3º) Por tanto no se trata de una responsabilidad ex delito sino que tiene
su fundamento en el principio de que nadie puede enriquecerse de un contrato
con causa ilícita (art. 1305 C.Civil). En definitiva, se trata de una manifestación
aplicable al orden penal según el cual no cabe un enriquecimiento con causa
ilícita (STS 324/2009, de 27-3).

1646
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

4º) Tal responsabilidad es solidaria junto con el autor material –o


cómplice– del delito, pero con el límite del importe de lo que se ha aprovechado.
Por decirlo de otra forma, su responsabilidad es solidaria con el responsable
penal hasta el límite del aprovechamiento /enriquecimiento lucrativo que haya
tenido.

En definitiva la gran ventaja que tiene el art. 122 CP es la de permitir que


dentro del propio proceso penal el perjudicado pueda obtener el resarcimiento
de aquella parte en que se haya beneficiado a título lucrativo del que no haya
participado en el delito, lo que dada la naturaleza civil y no penal de la causa, la
restitución de no existir tal precepto le hubiera obligado a un proceso civil, con
las consecuencias de tiempo y coste procesal que ello acarrea.

En la Sentencia 212/2014, de 13 de marzo, se expresa que la


responsabilidad civil del art. 122 CP es solidaria y no acumulativa. No es que el
tercero responsable civil tenga que pagar una cantidad adicional a sumar a la
correspondiente al responsable penal principal. Sencillamente responde
solidariamente y de manera conjunta con el responsable penal del importe de
su beneficio.

En la Sentencia 287/2014, de 8 de abril, se recuerda que


jurisprudencialmente se ha determinado que son requisitos para la aplicación
del precepto: 1º) Que alguien se aproveche del delito. 2º) Que la persona
obligada a restituir o resarcir no haya sido condenada como autora o cómplice
de la infracción penal, correspondiente. 3º) Tal participación a los efectos de
aprovechamiento civil ha de tener como causa un título lucrativo no oneroso.
Concurriendo estos requisitos no se produce obligación de restituir, reparar o
indemnizar como si se tratara de un responsable penal, la del art 116, con el
contenido de los arts. 109 y ss. CP, sino otra diferente que tiene como causa el
mencionado enriquecimiento ilícito y como límite la cuantía de su propio
beneficio (Cfr SSTS 9-3-1974, 5-12-1980, 20-3-1993, 21-12-1999, 14-6-2000,
25-2-2003, 24-9-2004, 28-11-2006, 9-5-2007,11-9-2007; 1024-2009, de 24 de
septiembre;114/2009, de 11 de febrero). Y esta Sala ha declarado que se
encuentra en el caso la esposa del acusado, que se benefició indebidamente de
sumas de dinero que fueron ingresadas en su cuenta corriente, sin que hubiera

1647
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

tendido intervención alguna en el delito cometido por su esposo, en cuantía que


se determinará en ejecución de sentencia (Cfr. STS 532/2000, de 30 de marzo;
STS 1313/2006, de 28 de noviembre; 1224/2006, de 7 de diciembre).

En la Sentencia 324/2009, de 27 de marzo, declara que "es cierto que


tal participación lucrativa, no requiere el conocimiento ilícito de la actividad del
autor del delito, sino única y exclusivamente la participación, es decir, el hecho
objetivo de la recepción del dinero. Pero claro es que está pensado para la
intervención de un tercero, de modo alguno para quien está acusado de la
comisión delictiva, y resulta absuelto. En el caso de A G R, la cuestión es mucho
más clara, ya que ha sido acusada directamente de cooperadora necesaria de
los delitos propuestos, de manera que en modo alguno es un tercero en
concepto de partícipe lucrativo. El precepto comentado está pensado para los
casos en que no es posible la responsabilidad civil a cargo del acusado, porque
el dinero se encuentra en poder de un tercero, que desconoce su origen ilícito,
pero que no puede serle atribuido a título delictivo. Esta es la verdadera esencia
de la participación lucrativa a que hace referencia el art. 122 del Código penal.
De modo que esta Sala ha declarado que se trata de una obligación civil que no
tiene su origen en la participación en el delito, sino de modo objetivo en la
existencia de un beneficio a título gratuito, cuando se trata de un tercero, porque
el conocimiento de la procedencia delictiva, junto con la recepción material,
daría lugar a responsabilidades penales. Y como se ha dicho, el artículo 122 se
refiere exclusivamente a una cuestión de naturaleza civil. Como dice la STS
362/2003, de 14 de marzo, se trata de la llamada receptación civil: aquel que no
ha intervenido en el delito como autor o cómplice y tampoco puede ser
responsable penal por receptación puede resultar obligado a la restitución de la
cosa o al correspondiente resarcimiento si ha resultado beneficiado de los
efectos del delito, siempre que ese beneficio haya sido obtenido a virtud de un
«título lucrativo».

- Con base en esta interpretación jurisprudencial para que un


enriquecimiento sea considerado “injusto” en el sentido del art. 122 CP, no basta
con que una persona haya resultado beneficiada por la comisión de un delito
para aplicar esta figura. La participación a título lucrativo implica tanto la

1648
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ausencia de dolo, como la obtención de un beneficio por un título (causa, razón


o motivo) que necesariamente ha de ser lucrativo, esto es gratuito, de otro.

Estas características de la participación a título lucrativo en el Código


Penal español son resumidas en la STEDH de 24-9-2013; en los siguientes
términos:

“está claro que conforme al art. 122 del Código penal podrá presentarse
una demanda civil dentro del marco de las actuaciones penales contra aquéllos
que, aunque exentos de cualquier responsabilidad penal, no obstante, se hayan
beneficiado económicamente del presunto delito, en cuyo caso se pueden
considerar civilmente responsables conforme a esa disposición. En este sentido
el tribunal observa que, según la jurisprudencia nacional, el art. 122 regula una
“obligación civil” en cuya base no se encuentra la comisión de un delito sino
haber obtenido un beneficio gratuito. Se deduce de la jurisprudencia nacional
que el hallazgo de un delito es crucial para la aplicación del art. 122 CP también
y fundamental para su aplicación que la persona respecto a que se ha
determinado la responsabilidad civil conforme a esa disposición no se haya visto
involucrada en la comisión de ese delito, y aún más importante, que él o ella
debería desconocer la naturaleza penal de las circunstancias”.

Aplicando la doctrina expuesta al caso presente, el motivo debe ser


desestimado.

La tesis del recurrente de no estar debidamente acreditado el origen


delictivo de los fondos empleados para las campañas electorales, se aparta de
los hechos probados que recogen el apoderamiento de los fondos públicos a
través de resoluciones prevaricadoras adjudicatarias de contratos, mediando
comisiones y dádivas, así como el enriquecimiento de los partícipes en la trama,
siendo uno de los beneficiarios de esos fondos ilícitamente obtenidos el Partido
Popular. Así (folio 162) se afirma: “como también parte de esos fondos fueron
aportados para la financiación de las campañas electorales de 2003 llevadas a
cabo por los candidatos del Partido Popular en los municipios de Majadahonda
y Pozuelo, lucrándose con ello dicho partido que de otra forma hubiera tenido
que subvenir al pago de dichos gastos electorales”.

1649
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y en relación a Majadahonda, la sentencia, folio 205, considera probado


como con fondos de “Gabinete Majadahonda” se pagaron actos organizados por
las empresas de Francisco Correa para el PP de Majadahonda o el
Ayuntamiento de esta localidad, que entre los años 2001, 2002 ascendieron a
3.698’54 € y a 105.216’83 €, entre abril 2002 y octubre 2003, vinculados a la
campaña de las elecciones municipales de 25-5-2003, a las que Guillermo
Ortega se presentaba como Alcalde de Majadahonda por dicho partido,
eludiendo así el control del Tribunal de Cuentas. También se cargaron los
19.453’06 € que costaron los trabajos realizados en julio 2003 y 5.260’06 € por
publicidad de Asian de Luxe”.

Asimismo, al folio 191 detalla la procedencia de los ingresos del fondo


Gabinete Majadahonda “los ingresos que accedían a esta cuenta, cuya actividad
se extendió durante el periodo que Guillermo Ortega fue Alcalde de
Majadahonda (2001-2005) aunque en su mayor parte procedían de comisiones
por adjudicaciones irregulares de contratos, así como del ilícito apoderamiento
directo de caudales del Ayuntamiento, también incorporó, en menor medida,
cantidades procedentes de empresas que resultaron beneficiarias de contratos,
en que, si bien no consta que mediara irregularidad en su concesión, el favor
con el que compensaban esa adjudicación era mediante la emisión de facturas
por un importe superior al que correspondiera (facturas infladas) o,
directamente, mediante facturas ficticias, pues se trataba de facturas creadas
“ad hoc” que pretendían cubrir la prestación de un servicio, con el que justificar
un pago por parte del Ayuntamiento, y en cualquiera de los dos casos, sus
excesos se incorporaban a este fondo.

- Respecto a Pozuelo de Alarcón, ya referíamos en el motivo precedente


como la sentencia de instancia declaró probado que Francisco Correa alcanzó
acuerdos con Jesús Sepúlveda para prestar servicios, a través de sus
empresas, para la campaña de las elecciones municipales de 25-5-2003, que
se sufragaron con al menos 120.000 € para dicha campaña electoral que aportó
aquél con carácter finalista, en consideración al cargo de Senador que ostentaba
y como contraprestación de las adjudicaciones con que, por su intervención,
había resultado favorecido y en la confianza de los que le pudiera seguir
favoreciendo caso de ser elegido Alcalde.

1650
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Jesús Sepúlveda era quien decidía cuánto y cómo se gastaba,


llegándose a disparar el gasto y recibiendo dinero en sobres, en distintas
ocasiones para la financiación de su campaña electoral, como candidato del
Partido Popular a la Alcaldía.

Consecuentemente, los ingresos de la cuenta Gabinete eran de origen


delictivo y de ellos se benefició el recurrente. Que los actos organizados en su
favor no fueran estrictamente electorales no tiene la relevancia que se pretende,
lo importante es que se reciben fondos, con el consiguiente beneficio, que tienen
un origen ilícito, sin conocimiento de esa procedencia -si conociese la existencia
de la comisión delictiva sería de aplicación el art. 116 CP y no el 122 CP-. Bien
entendido que ningún reproche penal puede hacerse al Partido Popular en su
condición de partícipe a título lucrativo, quien, incluso en el caso del partido a
nivel nacional, podía ignorar la efectiva percepción de aquellos fondos, lo que
no le eximiría de su devolución en el momento de su reclamación y toma en
conocimiento de la realidad de aquellos, de tal modo que de haber producido su
reintegro, se extinguiría su obligación civil (art. 1156.1 Código Civil) y su
condición de parte en el procedimiento penal.

Por último, el hecho alegado por el recurrente de que dichos actos no


fueran expresamente aprobados por alguna persona que tuviera cargo o
representación nacional del PP, no excluye la aplicación del art. 122 CP que no
exige aprobación previa alguna, siendo irrelevante que los órganos centrales del
partido desconocieran estos extremos, lo importante es que el partido -al menos
a nivel local- se aprovechó de los efectos de los delitos previos.

RECURSOS RESPONSABLES CIVILES SUBSIDIARIOS PASADENA


VIAJES; TECHNOLOGY CONSULTING MANAGEMEN SL (TCM); SPECIAL
EVENTS; ALCANCIA CORPORATE 02 SL, EASY CONCEPT
COMUNICACIÓN; GOOD & BETTER; SERVIMADRID INTEGRAL; Y DISEÑO
ASIMETRICO.

1651
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

376.- Consideraciones generales sobre la responsabilidad civil


subsidiaria del art. 120.4 CP.

Referido precepto establece que son responsables civilmente, en defecto


de los que sean criminalmente “las personas naturales o jurídicas dedicadas a
cualquier género de industria o comercio, por los delitos que hayan cometidos
sus empleados o dependientes, representantes o gestores en el desempeño de
sus obligaciones o servicios”.

A primera vista podría pensarse que la relevancia criminal del empleado


la aleja, normalmente de las funciones que le son propias, pero ello no siempre
es así, debe descartarse una interpretación estricta del precepto, de tal manera
que cualquier extralimitación o desobediencia del empleado pueda considerarse
que rompe la conexión con el empresario. Son muy frecuentes las resoluciones
jurisprudenciales que contemplan casos en los que la actuación del condenado
penal se ha producido excediéndose de los mandatos expresos o tácitos del
titular de la empresa acusada como responsable civil subsidiaria. Y esto es así
porque el requisito exigido para la aplicación del art. 120.4, nada tiene que ver
con el apartamiento o no del obrar del acusado respecto de lo ordenado por su
principal. La condición exigida es que el acusado ha de haber actuado con cierta
dependencia en relación con la empresa, dependencia que no se rompe con
tales extralimitaciones (STS. 47/2006 de 26.1).

Pero también debe descartarse que el empresario deba responder de


todos los actos del empleado, sin atender a que los mismos tengan alguna
relación con su trabajo. Relación que según los casos habría que atender al dato
espacial (el hecho delictivo tiene lugar en las instalaciones de la empresa);
temporal (en el horario o tiempo de trabajo); instrumental (con medios de la
empresa); formal (con el uniforme de la empresa); o final. Por ello, tratándose
de una responsabilidad objetiva, en clara línea aperturista, habrá que analizar
especialmente si la organización de los medios personales y materiales de la
empresa tiene o no alguna influencia sobre el hecho delictivo, si lo favorece.
Según la doctrina de esta Sala para que proceda declarar la responsabilidad
subsidiaria en el caso del art. 120.4 CP, es preciso, de un lado que el infractor y
el presunto responsable civil subsidiario se hallan ligados por una relación

1652
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

jurídica o de hecho o por cualquier otro vinculo, en virtud del cual el primero se
halle bajo su dependencia onerosa o gratuita, duradera o puramente
circunstancial y esporádica, de su principal o, al menos que la tarea, actividad,
misión, servicio o función que realice cuenten con el beneplácito, anuencia o
aquiescencia del supuesto responsable civil subsidiario; y de otro lado que el
delito que genera la responsabilidad se halle inscrito dentro del ejercicio normal
o anormal de las funciones desarrolladas en el seno de la actividad o cometido
a tener confiados al infractor, perteneciendo a su esfera o ámbito de aplicación.

Estos requisitos dada la naturaleza jurídico privada de la responsabilidad


civil admite una interpretación extensiva, que no aparece limitada por los
principios “in dubio pro reo” ni por la presunción de inocencia propias de las
normas sancionadoras, admitiéndose que en la configuración del primer
requisito, la dependencia –se integran situaciones de amistad, liberalidad,
aquiescencia o beneplácito, y en segundo –la funcionalidad- la potencial utilidad
del acto para la empresa, organismo a cuyo servicio se encontrara el
dependiente. Se incluyen las extralimitaciones en el servicio, pues difícilmente
se generaría la responsabilidad civil cuando el dependiente cumple
escrupulosamente todas sus tareas, siempre que éste no extravase el ámbito o
esfera de actuación que constituye la relación entre el responsable penal y el
civil subsidiario (SSTS. 89/2007 de 9.2, 51/2008 de 6.2. Aún más, como precisa
la STS. 28.5.2014.

“Que debe existir una extralimitación en el ejercicio de las funciones


encomendadas es obvio, pero ello no excluye de responsabilidad subsidiaria,
pues el ejercicio normal de las obligaciones o servicios encomendados a los
dependientes de una empresa no incluye ordinariamente la realización de
acciones delictivas, por lo que, como señala entre otras muchas la STS
1557/2002, “extralimitaciones siempre hay cuando se cometen acciones
penales”.

Lo relevante es que la persona elegida para desempeñar una


determinada función actúe delictivamente precisamente en el ejercicio de dichas
funciones (culpa in eligendo), y las desarrolle con infracción de las normas

1653
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

penales sin que los sistemas ordinarios de control interno de la empresa los
detecte (culpa in vigilando).

Por ello, la interpretación de aquellos requisitos debe efectuarse con


amplitud, apoyándose la fundamentación de tal responsabilidad civil subsidiaria
no solo "en los pilares tradicionales de la culpa in eligiendo y la culpa in
vigilando", sino también y sobre todo en la teoría del riesgo, conforme al principio
qui sentire commodum, debet sentire incomodum" (Sentencias 525/2005 de
27.4; 948/2005 de 19.7), de manera que quien se beneficia de actividades que
de alguna forma puedan generar un riesgo para terceros debe soportar las
eventuales consecuencias negativas de orden civil respecto de esos terceros
cuando resultan perjudicados. La STS nº 1987/2000, de 14 de julio, admite
incluso la aplicación de esta clase de responsabilidad civil en los casos en que
la actividad desarrollada por el delincuente no produce ningún beneficio en su
principal, «bastando para ello una cierta dependencia, de forma que se
encuentre sujeta tal actividad, de algún modo, a la voluntad del principal, por
tener éste la posibilidad de incidir sobre la misma», lo que constituye una versión
inequívoca de la teoría de creación del riesgo antes mencionada (STS. 47/2007
de 26.1).

Por tanto, la interpretación de los requisitos mencionados ha de hacerse


con un criterio amplio que acentúe el criterio objetivo de la responsabilidad civil
subsidiaria, fundamentada no solo en los pilares tradicionales de la culpa, sino
también en la teoría del riesgo, interés o beneficio.

En definitiva para delimitar los supuestos en que el empleado o


subordinado vincula la responsabilidad civil subsidiaria de su principal puede
atenderse a la doctrina de la apariencia. Así la STS. 348/2014 de 1.4, precisa
que “el principal ha de responder si el conjunto de funciones encomendadas al
autor del delito le confieren una apariencia externa de legitimidad en su relación
con los terceros, en el sentido de permitirles confiar en que el autor del delito
está actuando en su condición de empleado o dependiente del principal, aunque
en relación a la actividad concreta delictiva el beneficio patrimonial buscado
redundase exclusivamente en el responsable penal y no en el principal.

1654
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Efectuadas estas previsiones previas analizaremos cada recurso


individualmente considerado.

RECURSO PASADENA VIAJES SL

377.- Motivo único por vulneración del art. 24.2 CE al no existir


prueba de cargo suficiente para destruir el principio de presunción de
inocencia que rige en nuestro ordenamiento jurídico.

Insiste en que no existen pruebas contundentes que reflejen su


responsabilidad, dado que no se ha realizado un estudio íntegro de su
contabilidad y los presuntos beneficiados (Guillermo Ortega, Juan José Moreno,
Ricardo Galeote) declararon que fueron ellos quienes se pagaron los viajes.

El motivo se desestima.

La sentencia, a través de la valoración lógica y racional de la prueba que


detalla en la fundamentación jurídica entiende acreditado que Francisco Correa
creó un entramado empresarial que utilizó como pantalla o mera fachada para
canalizar a través de ellas gran parte de su actividad delictiva. En concreto para
beneficiar a los políticos por los contratos que le adjudicaban de forma irregular
les abonaba costosos viajes de vacación y ocio.

Esta actividad se desarrollaba, entre otras, a través de la entidad


Pasadena Viajes, y es descrita en los hechos probados (pág. 167):

<<... la estructura societaria dedicada a la organización de eventos y


viajes hasta esa fecha, estaba formada por sociedades españolas con matrices
en el extranjero, siendo estas DOWN TOWN CONSULTING S.L.,SPECIAL
EVENTS S.L., TECHNOLOGY CONSULTING ANAGEMENT S.L. (TCM) y
PASADENA VIAJES S.L.

A partir del segundo semestre de 2005, hasta 2009, con independencia


del uso residual que tuvieran las anteriores, se dedicaron a la organización de

1655
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

eventos y viajes DOWN TOWN, GOOD & BETTER S.L., DISEÑO S.L. y
SERVIMADRID INTEGRAL S.L., que identificaremos como "Grupo Pozuelo" y
tenían como socia principal a la sociedad española HATOR CONSULTING S.A.

Cada grupo de sociedades operaba y era gestionada, en realidad, como


una sola; el primero, desde unas oficinas sitas en un inmueble de la calle
Serrano n o 40 de Madrid, el segundo, esto es, el "Grupo Pozuelo" en otras
oficinas ubicadas en la calle Virgen de Fátima n o 9 de Pozuelo de Alarcón.

Al margen el efecto sinergia que pudiera tener la diversificación de


sociedades, la realidad es que, al operar como una sola, se ampliaba la
posibilidad de concurrir a concursos públicos por aparecer formalmente como
independientes, afectando a los principios de publicidad y concurrencia que
deben regir dichos concursos.

SPECIAL EVENTS S.L. TCM S.L. y PASADENA VIAJES S.L. fueron


utilizadas para ocultar sobornos a cargos públicos, las dos primeras a través de
la prestación de servicios y realización eventos, y la última mediante a
organización de viajes y servicios turísticos que se regalaban a diferentes
autoridades, que se encubrían de que se irá describiendo en posteriores
apartados>>.

RECURSO TECHNOLOGY CONSULTING MANAGEMENT SL (TCM)

378.- El motivo único al amparo del art. 852 LECrim por infracción
del derecho a la presunción de inocencia (art. 24.2 CE).

Alega la recurrente que la sentencia declara su responsabilidad civil


subsidiaria en base a hipótesis y declaraciones sesgadas por unos hechos
cometidos por terceros que eran propietarios y administradores de la sociedad
y que han sido condenados en la presente causa.

Insiste en que es una mercantil real con un objeto lícito y que no actuó
como “empresa pantalla” dentro de un entramado ilícito sino que realizó los

1656
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

trabajos que se le encargaron de acuerdo a las especificaciones técnicas


solicitadas, facturó por trabajos reales y los beneficios obtenidos eran lícitos.

El motivo debe ser desestimado.

En los hechos probados se recoge que Technology Consulting


Management SL (TCM) se constituyó el 22-2-99 y que pertenece a Francisco
Correa desde el 30-4-2001, a través de la sociedad domiciliada en Madeira
FREETOWN COMERCIO E SERVIOS LDA dependiente, a su vez, de
WINDRATE LTD, y está acreditado que aquél la utilizaba en la actividad delictiva
por la que ha sido condenado. Así lo recoge la sentencia, por ejemplo al folio
201: Además, se procedió a la adjudicación directa a un proveedor determinado,
como fue TCM, al margen de cualquier procedimiento de contratación, que
prestó el servicio entre 28/05/2005 y el 31/08/2004, en iguales condiciones que
la anterior prórroga, esto es, por importe de 69.939,79 € mensuales, cuando el
precio hemos dicho que era 30.000 €; por lo tanto, el importe ascendió a
209.819,37 € (69.939,79 x 3) menos 90.000 € (30.000 x 3), igual a 119.819,37
€, cantidad que, redondeada en 120.000 €, fue incorporada a la cuenta “Willy”
de GUILERMO ORTEGA.

Los 209.819,37 € fueron cobrados indebidamente por TCM con cargo al


Ayuntamiento, mediante sus respectivas facturas, todas ellas por ese mismo
importe de 69.939,79 €, de 31/07/2004 (factura 8/04), de 31/08/2004 (factura
31/04) y de 03/09/2004 (factura 34/04), todas ellas abonadas el 11/11/2004.

Y también al folio 207: Entre las empresas que resultaron beneficiarias


de adjudicaciones estaban LICUAS y COARSA, sin que, como en el caso de la
cuenta “Gabinete”, conste que en ellas hubiera habido irregularidades, pero que,
en contraprestación a dichas adjudicaciones y en consideración al cargo de
Alcalde de GUILLERMO ORTEGA, le compensaron mediante el abono de
facturas emitidas por SPECIAL EVENTS y TCM que no se correspondían con
servicios reales, como fueron la nº 139, de 14/12/2001 abonada por LICUAS por
importe de 53.940,84 €; la 35/02, de 21/11/2002, por importe de 60.121,21 €
que abonó COARSA, y la 36, de 01/02/2003, por importe de 21.035,42 € que lo
hizo LICUAS, cantidades que ingresaron en la cuenta “Willy”, que también tuvo

1657
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

un ingreso de 120.000 €, por razón de la irregular adjudicación de la segunda


prórroga de la OAC.

Consecuentemente la impugnación de la recurrente deviene


improsperable y el hecho alegado en el motivo de que Francisco Correa,
responsable penal, haya consignado cantidades suficientes para hacer frente a
las responsabilidades civiles, no empece la condena de la recurrente como
responsable civil subsidiaria con fundamento en el art. 120.4. Cuestión distinta
es que si aquellas responsabilidades civiles se hacen efectivas por el
responsable civil directo, la recurrente no tenga que responder dado el carácter
subsidiario -y no solidario- de su condena.

RECURSO SPECIAL EVENTS SL

379.- Motivo único al amparo del art. 849.1 LECrim y 5.4 LOPJ por
infracción de los principios rectores del ordenamiento jurídico penal de
presunción de inocencia e in dubio pro reo consagrado en el art. 24 CE, en
consonancia con la prohibición de la arbitrariedad y la ausencia de
motivación suficiente de los arts. 9.3 y 120.3 CE al amparo del art. 852
LECrim.

A) Argumenta que la mercantil Special Events SL es una sociedad


despatrimonializada y sin actividad mercantil desde el segundo semestre del
año 2005, intervenida judicialmente y declarada insolvente.

Dicha mercantil actuó en el tráfico mercantil lícito y legítimo, prestando


efectivamente los servicios que le fueron contratados obteniendo a cambio los
oportunos beneficios. No obstante, se declara su responsabilidad civil
subsidiaria en base a hipótesis y conjeturas cometidos por terceros -su
propietario, su administrador y/o contable, Correa, Crespo e Izquierdo
respectivamente- condenados penalmente, no constando que ella se haya
aprovechado económicamente, siendo una perjudicada más en los hechos
enjuiciados.

1658
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Queja inasumible.

La recurrente era una empresa del Sr. Correa y éste la utilizó en su


actividad delictiva tal como la sentencia recoge, por ejemplo al folio 303 de los
hechos probados se detalla como esta sociedad fue utilizada por el acusado
Correa para apoderarse de fondos de entidades públicas como el Patronato
Monte del Pilar “mediante facturas emitidas en diciembre 2002 por Special
Events a este organismo autónomo, que fueron abonadas con cargo a fondos
públicos, se detrajeron 12.100 €. El importe de una de ellas, sin IVA 5.172’41 €
(con IVA 6.000 €) fue entregado a Juan José Moreno, en esa época Gerente del
Patronato y el de otras dos sin IVA 5.258’62 (con IVA 6.100 €) a José Luis
Peñas.

Conclusiones a las que llega la sentencia a través de la prueba a que


hace referencia en la fundamentación jurídica: declaraciones coacusados,
testigos y peritos, así como facturas y apuntes contables referidas a esta
entidad. Así, en el análisis de la prueba documental (pág. 601 y ss.) expresa:

<<Es fundamental lo que al respecto ha declarado el propio FRANCISCO


CORREA sobre este particular, reconociendo bien ser el titular de cuantas
empresas forman ese entramado societario que se describía en el escrito de
acusación, bien tener su control de hecho, así como que, si así lo tejió, fue por
razones de opacidad fiscal. En el apartado en que se ha analizado lo declarado
por este acusado en el juicio oral, en concreto, en lo que decía en la sesión del
día 13/10/2016, hemos hablado de lo que contestaba al M.F. cuando le
preguntaba por las sociedades que relacionaba a partir del folio 9 de su escrito
de conclusiones provisionales, que respondía que reconocía que eran suyas, y
explicaba que encargó al acusado LUIS DE MIGUEL PÉREZ, abogado, que
creara un grupo de sociedades offshore en el extranjero, así como que, si no
aparecía como socio o administrador, era porque buscaba esa opacidad a la
Hacienda Pública.

También es fundamental el informe de la ONIF 89.593, de fecha


25/11/2009, ratificado en la sesión del juicio del día 17/07/2017, que se
encuentra en los folios 52 y ss. del Tomo X, D.P. 1/09 del TSJM, P.S.
Documental (16) (documentación intervenida e informes derivados), antes R 8

1659
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

P.S. entradas y registros, D.P. 275/08 JCI nº 5, que tiene su antecedente en el


informe avance nº 1 sobre estructuras fiduciarias de FRANCISCO CORREA, de
04/02/2009, y cuyo contenido es confirmado por el informe, también de la ONIF,
de 19/11/2013, sobre estructuras societarias (folios 354 y ss., Tomo 72, principal
de P.S, Comisiones Rogatorias), tras haberse incorporado a las actuaciones
contestación a las Comisiones Rogatorias enviadas a Antillas Holandesas, Isla
de Man, Mónaco, San Cristóbal y Nevis, Gran Bretaña, Suiza y Portugal; y que,
como se puede leer en sus conclusiones finales, el de FRANCISCO CORREA,
se trata de un entramado societario integrado por distintas sociedades con
domicilios en distintos países, que arrancan de sociedades ubicadas en
territorios de baja o nula tributación (Antillas Holandesas o Nevis) y cuya
finalidad era rebajar o evitar su tributación en nuestro territorio, así como ocultar
la titularidad real de los bienes y derechos de esas sociedades.

Asimismo, hemos tenido en cuenta el informe avance nº 2 sobre


estructuras societarias de FRANCISCO CORREA y otras personas
relacionadas, de 20/10/2010, en cuya elaboración se utiliza igual documentación
que en el anterior, en particular, en lo referente a la sociedad HATOR
CONSULTING SA, que se constituyó en el año 2005 como sociedad matriz de
las sociedades que conformarían el grupo POZUELO, como EASY CONCEPT,
GOOD & BETTER, SERVIMADRID INTEGRAL y DISEÑO ASIMÉTRICO.

(...) los datos que conforman los hechos probados de este apartado, se
verá que se corresponden con los que nos aporta este bloque de valoración de
prueba pericial, (pág. 607)

(...) 12.- SPECIAL EVENTS SL.- Constituida el 02/09/1994, como en el


caso de PASADENA, meses después adquiere sus participaciones
FRANCISCO CORREA, que, en 1999, las vende a WINDRATE, para de esta
manera ocultar su titularidad. Desde su constitución hasta 2001 fue
administradora de la sociedad CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, y en junio de
2003 pasó a presidir su consejo de administración PABLO CRESPO.

Su actividad consistió en la organización de eventos y eventos,


fundamentalmente, relacionados con el Partido Popular>>. (pág. 613)

1660
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Consecuentemente si se dan los presupuestos para la concurrencia de


la responsabilidad civil subsidiaria conforme al art. 120.4 CP, sin que sea
obstáculo para ello que parte de su actividad fuera lícita, ni incluso que la
sociedad obtuviera un concreto beneficio de dicha actividad.

En este sentido, como ya hemos señalado más arriba la STS 348/2014,


de 1 de abril, precisó que “el principal ha de responder si el conjunto de
funciones encomendadas al autor de delito le confieren una apariencia externa
de legitimidad en su relación con los terceros, en el sentido de permitirles confiar
en que el autor del delito está actuando en su condición de empleado o
dependiente del principal, aunque en relación a la actividad concreta delictiva el
beneficio patrimonial buscado redundase exclusivamente en el responsable
penal y no en el principal.

B) Y en cuanto a la incongruencia, arbitrariedad y falta de motivación de


la sentencia en relación al fallo que impone la responsabilidad civil subsidiaria
de las empresas del Grupo Pozuelo respecto de 197.000 € a favor de la
Comunidad de Madrid, alega la recurrente que la sentencia no ha determinado
de forma clara si Special Events SL forma parte del Grupo Pozuelo y esto le
genera indefensión.

Queja igualmente inasumible. Las empresas del Grupo Pozuelo están


identificadas al folio 167 de la sentencia (Easy Concept, Good & Better,
Servimadrid Integral y Diseño Asimétrico, siendo su sociedad matriz Hator
Consulting sin que deban individualizarse los importes respectivos de cada una
de ellas, dado que también se recoge en la sentencia que este grupo de
empresas se gestionaba y funcionaba como una sola empresa.

RECURSO ALCANCIA CORPORATE 02 SL

380.- El motivo único por infracción de ley, al amparo del art. 849.1
LECrim y 5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 2 CE y en relación con los
arts. 18.1 CE y del art. 11 LOPJ por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

1661
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia tiene como probado que la entidad recurrente es una


sociedad sucesora de la entidad SUNDRY en cuanto instrumento para dar
opacidad al patrimonio del acusado Guillermo Ortega y que formó parte del
entramado societario compuesto por esta sociedad, SUNDRY ADVICES y
CREATIVE TEAM.

Igualmente la sentencia considera probado que la citada sociedad era


desde el 30-3-2005 única y exclusivamente del Sr. Guillermo Ortega que era
quien disponía de ella para su único y exclusivo lucro, en concreto utilizaba para
defraudar un total de 139.222’58 € en el impuesto del IRPF del ejercicio 2005,
por lo que se le considera como responsable civil subsidiaria de dicha cantidad.
Sin embargo, dado que la sentencia condena a tres personas (Guillermo Ortega,
como autor del delito y Luis de Miguel y Antonio Villaverde en calidad de
cooperadores necesarios) como responsables directos, conjuntos y solidarios,
a indemnizar por dicho importe a la Hacienda Pública, considera la recurrente
que la sentencia debería determinar de manera clara y concisa en qué
proporción debe Alcancia ser responsable subsidiaria frente a un eventual
cumplimiento de pago de la responsabilidad directa de cada uno de los tres
condenados, y no siendo así, en este caso nos encontramos ante una clara
vulneración del art. 24.1 CE puesto que establece en el entendimiento de su
aplicabilidad no ya solo al caso de las personas físicas sino también al de las
jurídicas que “todas las personas tienes derecho a obtener la tutela efectiva de
los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos sin
que en ningún caso pueda producirse indefensión” y es evidente que el hecho
de no hacerse una referencia explícita al porcentaje o la cuota que tiene de
responsabilidad subsidiaria la entidad condenada, supone y genera manifiesta
indefensión.

El motivo carece de fundamento.

La sentencia recurrida en el apartado “XI Responsabilidades Civiles” –a


partir de la página 1527- concreta las cantidades que deben satisfacer cada uno
de los responsables, bien directamente, o bien, como es el caso de la entidad
recurrente, como responsable civil subsidiaria, en virtud de lo dispuesto en el
art. 120.4 CP; 139.222’38 € importe de la cuota defraudada.

1662
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Siendo así, el hecho de que sean tres las personas condenadas como
responsables civiles directos, no tiene repercusión alguna respecto a su
responsabilidad subsidiaria porque aquella responsabilidad directa se establece
con carácter solidario, de manera que cada uno de ellos responde de la totalidad
de la cantidad fijada como indemnización, mientras que la de la entidad
recurrente es subsidiaria, esto es, en defecto de los anteriores y también por la
totalidad, o en su caso del resto no satisfecho, de aquel importe.

RECURSO EASY CONCEPT COMUNICACIÓN SL

381.- Articula de forma conjunta dos motivos:

El primero por infracción de precepto constitucional del art. 852


LECrim y art. 5.4 LOPJ por vulneración del derecho a la tutela judicial
efectiva con interdicción de la indefensión (art. 24.1 CE), del drecho a un
proceso con todas las garantías (art. 24.2) y por vulneración del derecho a
la presunción de inocencia (art. 24.2 CE).

El segundo por infracción del art. 851.1 LECrim al consignarse


como hechos probados los conceptos que por su carácter jurídico
implican la predeterminación del fallo que conlleva una responsabilidad
civil subsidiaria no conforme a derecho a criterio de esta recurrente.

Alega la parte que los articula de forma conjunta ambos motivos


casacionales al considerar que estos derechos constitucionales fueron
vulnerados por el tribunal sentenciador al afirmar sin prueba de cargo en los
hechos probados una serie de responsabilidades civil que con carácter
subsidiario afectan a la entidad recurrente y que derivan estrechamente de la
condena que se le impuso al coacusado Sr. Correa como autor y responsable
civil directo de una serie de infracciones penales que se recogen en el fallo de
la condena.

1663
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Entiende la representación del recurrente que la formalización de este


recurso está directamente conectada al recurso del Francisco Correa ya que la
inexistencia de responsabilidades penales por parte de este coacusado
conllevaría a una ausencia de responsabilidad civil directa por tales hechos y en
consecuencia la falta de responsabilidad civil subsidiaria por parte de la
mercantil “Easy Concept Comunicación S.L.”.

La parte recurrente hace suyos los argumentos que a lo largo del


procedimiento fueron defendidos por la defensa del Sr. Correa en todo aquello
que pueda afectar a esta parte respecto a las posibles responsabilidades civiles
y por lo tanto haciendo nuestros los argumentos que puedan plantearse por la
defensa del mismo en su recurso casacional por estos hechos.

La parte recurrente no desarrolla los motivos, limitándose a remitirse al


recurso formalizado por el acusado Francisco Correa, habida cuenta que Easy
Concept Comunicación SL era una empresa que era utilizada por éste en los
hechos delictivos por los que ha sido condenado, por lo que nos remitimos a lo
ya razonado en el recurso de Correa, en el aspecto de su responsabilidad penal,
mantenida ésta, ello conllevará el decaimiento de las pretensiones de la
sociedad condenada como responsable civil subsidiaria.

RECURSO GOOD & BETTER SL

382.- El motivo único al amparo de lo dispuesto en el art. 849.1


LECrim y en el art. 5.4 LOPJ en relación con el art. 24.1 y 2 CE y arts. 18.1
CE y 11 LOPJ por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

Se sostiene en el motivo que la recurrente ha sido condenada


conjuntamente con las sociedades ServiMadrid y Diseño Asimétrico como
perteneciente al “Grupo Pozuelo” al pago de 197.600 € y al comiso de los
beneficios obtenidos 2.627.785’14 €, pero sin especificar si dicha
responsabilidad es solidaria o no entre las empresas del Grupo, y por otra parte,
no concreta qué cantidad correspondería a cada una de las empresas, pues las

1664
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

mismas, no integraban una mercantil única, sino que por el contrario eran
empresas distintas, que intervenían y facturaban por separado, que al igual que
el comiso se acuerda de manera genérica para tales empresas, cuando nunca
estuvieron constituidas en una mercantil con personalidad jurídica propia, que
la expresión “Grupo Pozuelo” no fue más que una calificación coloquial que el
Ministerio Fiscal empleó para las mismas y por tanto, la mercantil recurrente no
puede responder como si fueran tres, una única empresa.

Por último, D. Francisco Correa ha consignado durante la tramitación del


procedimiento y durante la celebración del juicio oral, cantidades suficientes
para hacer frente a las responsabilidades civiles por lo que no procede condena
alguna en concepto de responsabilidad civil subsidiaria.

El motivo se desestima.

La sentencia recurrida considera probado como las empresas que


identifica como pertenecientes al “Grupo Pozuelo” eran en realidad una única
empresa, a la que ficticiamente y con el fin de conseguir las ilícitas actuaciones,
se procedió mediante la “formal” constitución de las mismas, a crear la
apariencia de que se trataba de sociedades distintas, a crear la apariencia de
que se trataba de sociedades diferentes.

Así en el relato fáctico se afirma:

<<3.- CREACIÓN DEL ENTRAMADO SOCIETARIO

A) Para obtener adjudicaciones públicas y pagar sobornos.

En la forma descrita, desde mediada la década de los 90 del siglo pasado


hasta 2009, FRANCISCO CORREA montó un compleja estructura empresarial
dedicada a la organización de eventos y viajes en el entorno de actividad política
y electoral del Partido Popular, pero con la finalidad también de acceder a
contratación pública, vulnerando la normativa vigente, obtener con ello
importantes ingresos, ocultarlos, así como para encubrir los pagos a autoridades
y funcionarios corrompidos por él y a entidades beneficiarias, como también sus
propios gastos personales>>. (pág. 166).

1665
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

<<A partir del segundo semestre de 2005, hasta 2009, con


independencia del uso residual que tuvieran las anteriores, se dedicaron a la
organización de eventos y viajes DOWN TOWN, GOOD & BETTER S.L.,
DISEÑO ASIMÉTRICO S.L. y SERVIMADRID INTEGRAL S.L., que
identificaremos como “Grupo Pozuelo”, y tenían como socia principal a la
sociedad española HATOR CONSULTING S.A.

Cada grupo de sociedades operaba y era gestionada, en realidad, como


una sola; el primero, desde unas oficinas sitas en un inmueble de la calle
Serrano nº 40 de Madrid, el segundo, esto es, el “Grupo Pozuelo” en otras
oficinas ubicadas en la calle Virgen de Fátima nº 9 de Pozuelo de Alarcón.

Al margen el efecto sinergia que pudiera tener la diversificación de


sociedades, la realidad es que, al operar como una sola, se ampliaba la
posibilidad de concurrir a concursos públicos por aparecer formalmente como
independientes, afectando a los principios de publicidad y concurrencia que
deben regir dichos concursos>>. (pág. 167).

Es decir, pese al formal ropaje jurídico de diversidad de empresas, nos


encontramos en realidad ante una única sociedad (levantamiento del velo), por
lo que difícilmente puede predicarse una responsabilidad civil diferenciada como
postula el recurrente.

En cuanto a lo alegado por el recurrente, respecto a la falta de concreción


de la naturaleza de la responsabilidad civil impuesta, la sentencia establece
(pág. 1585) <<Por su parte las empresas del grupo POZUELO responderán
subsidiariamente al pago de 197.600 euros>>, es decir, por tal cantidad, deben
responder de manera subsidiaria, y es una obviedad, que la responsabilidad
subsidiaria que se establece para las empresas del “grupo Pozuelo”, es
subsidiaria, lo que quiere decir, que esta surge en el caso que los responsables
principales resulten insolventes, y como para estos, como reconoce la parte
recurrente, se ha establecido una responsabilidad solidaria, dicha solidaridad
alcanza igualmente a los responsables subsidiarios, (sin perjuicio de que como
hemos dicho anteriormente, nos encontramos ante una única sociedad).

1666
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Razonamiento acreditado por cuanto todas las sociedades actuaban de


manera conjunta, por lo que supone que aunque cada una tuviera personalidad
jurídica propia, todas ellas formaban un conjunto empresarial que operaba como
tal en el tráfico mercantil. El levantamiento del velo en estos términos, justifica y
fundamenta la responsabilidad civil subsidiaria y solidaria establecida en la
sentencia, de cada una de las entidades beneficiadas por el delito (STS
624/2007, de 5 de julio).

Y en cuanto al hecho de que Francisco Correa haya consignado cantidad


suficiente para hacer frente a las responsabilidades civiles, nos remitidos a lo
razonado en el recurso interpuesto por TECHNOLOGY CONSULTING
MANAGEMEN SL.

RECURSO SERVIMADRID INTEGRAL SL

383.- El motivo único al amparo del art. 849.1 LECrim y art. 5.4 LOPJ
en relación con el art. 24.1 y 24.2 CE y en relación con los arts. 18.1 CE y
11 LOPJ por inaplicación del art. 24.1 y 24.2 CE.

Dado que el recurrente reitera los mismos fundamentos legales y


doctrinales que el motivo del anterior recurrente Good & Better), nos remitimos
a lo ya argumentado en aras a su desestimación.

RECURSO DISEÑO ASIMÉTRICO SL

384.- El motivo primero (y único) por infracción de precepto


constitucional, según los arts. 5.4 y 11 LOPJ en relación con el art. 849.1
LECrim y art. 24.1 y 2 y 18.1 CE.

Se afirma por la recurrente que se han vulnerado los preceptos citados


efectuando idénticas o similares alegaciones que los dos anteriores recurrentes

1667
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

–GOOD & BETTER y SERVIMADRID INTEGRAL SL-, por lo que reiteramos lo


ya razonado, para evitar innecesarias repeticiones.

RECURSO MINISTERIO FISCAL

385.- El motivo primero se formula al amparo del art. 849.1 LECrim


por infracción de ley, aplicación indebida del art. 8CP en relación con los
arts. 432, 436, 74, 77 CP vigente en la fecha de los hechos.

1. Las alegaciones del Ministerio Fiscal giran en torno a la relación


concursal entre el delito de malversación de caudales públicos (art. 432 CP, en
su redacción vigente a la fecha de los hechos) y el delito de fraude a las
Administraciones Públicas (art. 436 CP, en redacción anterior a la LO 1/2015,
de 30 de marzo), que la sentencia resuelve apreciando un concurso de normas.

El Ministerio Fiscal considera que lo correcto es apreciar un concurso de


delitos, y no de normas, dado que en todos los apartados se describe un
concierto entre particulares (Francisco Correa y su entorno) y cargos públicos
de distintos municipios para, con carácter sistemático, utilizar la contratación
pública para beneficiar a distintas empresas, generando en algunas de estas
contrataciones, que no en todas, un perjuicio para la entidad pública. Por tanto,
el concierto inicial no estaría sólo y exclusivamente dirigido a la malversación,
sino a la obtención de numerosos contratos públicos que sólo en algunos casos
supuso la sustracción de fondos de las entidades públicas.

1.1. A su vez, destaca el hecho de que en el «apartado Pozuelo», en


contra de lo resuelto en los restantes, se ha apreciado un concurso real,
condenando a Roberto Fernández, Jesús Sepúlveda, Francisco Correa, Pablo
Crespo e Isabel Jordán tanto por el delito continuado de fraude a las
Administraciones Públicas como por el delito de malversación que les venían
siendo imputados.

1668
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.2. Por todo ello, en relación con el «apartado Estepona», señala que
formuló acusación contra Ricardo Galeote Quecedo, Francisco Correa Sánchez
y Pablo Crespo Sabarís, imputándoles la comisión de un delito continuado de
fraude a las Administraciones Públicas y de un delito continuado de
malversación atenuada en concurso medial con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil.

Los hechos probados que constituían dichos delitos consistieron,


básicamente, en el acuerdo entre Francisco Correa Sánchez, Pablo Crespo
Sabarís y Ricardo Galeote Quecedo para obtener contratos públicos de la
entidad gestionada por éste último a cambio de una comisión, que fue cobrada
en parte con fondos públicos basándose en las facturas elaboradas al efecto.

La sentencia les condena únicamente por el delito continuado de fraude


a las Administraciones Públicas del art. 436 CP, mientras que el Ministerio
Fiscal, que considera que del relato fáctico se deduce la existencia de un
concurso medial, solicita que la condena de los anteriores se extienda al delito
de malversación de caudales públicos, imponiéndoles las penas solicitadas para
este delito.

1.3. En cuanto al «apartado Majadahonda», destaca que, al margen de


los delitos de malversación recogidos en su escrito de acusación, igualmente se
interesó la condena de Guillermo Ortega Alonso, Mª Carmen Rodríguez Quijano,
José Luis Peñas Domingo, Juan José Moreno Alonso, Francisco Correa
Sánchez y Pablo Crespo Sabarís por la presunta comisión de un delito
continuado de fraude a las Administraciones Públicas del art. 436 CP.

Los hechos probados a que se contraería este delito consistirían, en


esencia, en la ideación por Francisco Correa y distintos miembros del
Ayuntamiento de Majadahonda de un plan para apoderarse de fondos de
entidades públicas y hacerse con comisiones en compensación y/o a cuenta de
la concesión de adjudicaciones de contratos públicos, para lo que era
fundamental aprovecharse de las ventajas que, desde dentro del Ayuntamiento,
y por razón de su cargo, podía proporcionar el contar con la intervención del
alcalde y de los demás citados.

1669
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La sentencia les condena únicamente por los delitos de malversación,


pero les absuelve del delito continuado de fraude a las Administraciones
Públicas del art. 436 CP, lo que estima incorrecto ya que, en la ejecución de
dicho plan, se adjudicaron múltiples contratos y si bien algunos de ellos
supusieron una detracción de fondos públicos (contratos de «Infoeuro», «Oficina
de Atención al Ciudadano», obras de modificación del Salón de Plenos, los
«pagos a justificar» y los anticipos de «caja fija») otros no supusieron tales
sustracciones, como sería el caso de los recogidos en el apartado
«adjudicaciones regulares» a cambio de la correspondiente comisión.

En su virtud, interesa que, conforme a lo expuesto a propósito de la


existencia de un concurso de delitos, y no de normas, la condena de los
anteriores se extienda igualmente al delito continuado de fraude a las
Administraciones Públicas, imponiéndoles las penas solicitadas para este delito.

1.4. Respecto del «apartado Municipio de Madrid», argumenta que, junto


con el delito de malversación, se formuló acusación contra Francisco Correa
Sánchez y Alberto López Viejo por la presunta comisión de un delito continuado
de fraude a las Administraciones Públicas del art. 436 CP.

Los hechos probados que constituirían dichos delitos se ceñirían al


acuerdo entre ambos acusados para adjudicar un contrato a cambio de la
correspondiente comisión, acordando que una parte de ella se pagara por el
Ayuntamiento mediante la inclusión de una cláusula ilegal correspondiente a
servicios que no iban a prestarse y en parte de actos de la Comunidad de
Madrid, cuando pasó a formar parte del Gobierno de dicha Comunidad.

La sentencia les absuelve del delito continuado de fraude a las


Administraciones Públicas del art. 436 CP, lo que, conforme a lo argumentado,
se estima, de nuevo, incorrecto, solicitando que éstos sean condenados por este
delito.

1.5. Finalmente, en cuanto al «apartado Comunidad de Madrid», expone


que se acusó a Alberto López Viejo, Carlos Clemente Aguado, Francisco Correa
Sánchez, Pablo Crespo Sabarís, Isabel Jordán Goncet, Javier Nombela Olmo,
Alicia Mínguez Chacón, Pedro Rodríguez Pendás y Pablo Ignacio Gallo

1670
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Alcántara por la presunta comisión de un delito continuado de fraude a las


Administraciones Públicas del art. 436 CP.

Los hechos probados se refieren al acuerdo alcanzado entre Francisco


Correa y Alberto López Viejo de contratar todos los eventos de la Comunidad
de Madrid con asistencia de la Presidenta con sus empresas, suprimiendo toda
publicidad o concurrencia, aunque a veces se revistiesen formalmente de un
concurso administrativo, con la inclusión de una comisión (metálica o en
especie) que incrementaba el valor de los servicios prestados y pagados con
cargo a las arcas de las distintas Consejerías. Así mismo, se refleja que un
acuerdo semejante se alcanzó con Carlos Clemente Aguado.

Por otro lado, el Ministerio Fiscal acusó a los anteriores, a excepción de


Pedro Rodríguez Pendás y Pablo Ignacio Gallo Alcántara, por la presunta
comisión de dos delitos continuados de malversación de caudales públicos, en
relación con las conductas realmente despatrimonializadoras de la Comunidad
de Madrid que han sido efectivamente cuantificadas en la sentencia.

La sentencia les condena por los delitos de malversación, si bien les


absuelve del delito continuado de fraude a las Administraciones Públicas, con la
excepción de Pedro Rodríguez Pendás y Pablo Ignacio Gallo Alcántara que, al
no haber sido acusados por malversación, sí son condenados como autores de
un delito continuado de fraude del art. 436 CP.

Por ello, el Ministerio Fiscal interesa que también los restantes acusados
sean condenados por el delito continuado de fraude del art. 436 CP, toda vez
que los hechos probados describen su participación en los actos propios del
concierto, maquinaciones y desprecio a otros bienes jurídicos propios de la
contratación pública.

2. La sentencia.

La sentencia aborda la cuestión jurídica litigiosa decantándose por el


concurso de normas, y no de delitos, si bien alcanza soluciones dispares
empleando, en ocasiones, argumentos que entran en contradicción con tal
solución.

1671
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.1. En el «apartado Estepona», al tiempo de analizar el delito continuado


de fraude a las Administraciones Públicas, señala que está claro el acuerdo
defraudatorio, puntualizando que el delito no sólo se ha consumado sino que
incluso se estima agotado, al haberse producido el correlativo menoscabo a las
arcas públicas.

A continuación, afirma que este delito se halla en concurso de normas


con el delito de malversación atenuada y, para resolverlo, aplica el art. 8.4 CP.
Lo hace pues en favor del delito más grave, que absorbe al menos grave que,
en este caso, sería el delito de malversación atenuada, por lo que acuerda la
condena de Ricardo Galeote Quecedo, Francisco Correa Sánchez y Pablo
Crespo Sabarís únicamente por el delito continuado de fraude a las
Administraciones Públicas del art. 436 CP.

Sentado lo anterior, cuando posteriormente aborda el análisis del delito


continuado de malversación atenuada del art. 432.3 CP en concurso medial con
un delito continuado de falsedad documental que les venía siendo imputado, la
sentencia les absuelve del primero y resuelve condenarles exclusivamente por
el delito de falsedad continuada.

2.2. Respecto del «apartado Majadahonda», al examinar el delito


continuado de fraude a las Administraciones Públicas del art. 436 CP, la Sala
de instancia destaca la cumplida acreditación de la existencia del acuerdo
defraudatorio y de su misma continuidad, dado que, según expone, hubo
diferentes conciertos para defraudar que, a su vez, cristalizaron en los distintos
expedientes que fueron el instrumento para la sustracción de los fondos con que
se lucraron los miembros de la organización.

Tras la cita de la jurisprudencia que considera aplicable a la cuestión


(SSTS 673/16 y 841/13), resuelve nuevamente a favor de la existencia de un
concurso de normas, afirmando que el concierto para defraudar tenía como
único objetivo materializarse en las sucesivas defraudaciones que han dado
lugar a los distintos delitos de malversación, lo que, en este caso, conduce a la
absolución por el delito de fraude. Por este delito, añade la sentencia,
alternativamente, se formuló acusación.

1672
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sobre este extremo relativo a la supuesta formulación alternativa de la


acusación por parte del Ministerio Fiscal (que este último niega en su recurso),
la sentencia aduce que el Ministerio Fiscal propuso en régimen de alternatividad,
en la práctica totalidad de los apartados, los delitos de malversación y los
fraudes y exacciones ilegales con el fin de no dejar ningún espacio de
impunidad, dado que la jurisprudencia no es siempre unánime en este sentido,
y ante conductas iguales en algunas ocasiones las sanciona como delito de
malversación y en otras como delito de fraude y exacciones ilegales.

2.3. En cuanto al apartado «Pozuelo de Alarcón», la sentencia,


nuevamente, admite la concurrencia de ambos delitos (fraude continuado y
malversación), si bien no se plantea ningún problema concursal.

A tal fin, la sentencia expone someramente que nadie le ha planteado tal


problema concursal y que la Sala tampoco lo advierte, por lo que acuerda la
condena por ambos delitos; sin perjuicio de indicar que el delito de fraude está
consumado, al estar claro el acuerdo defraudatorio que, a su vez, concreta en
las reuniones producidas a lo largo del año 2003 en relación con la adjudicación
del PARJAP y las indicaciones dadas por Jesús Sepúlveda en relación con la
OAC.

2.4. Sin perjuicio de lo anterior, la sentencia retoma el problema


concursal entre el delito de fraude y el de malversación en los apartados de
Madrid.

En concreto, en el «apartado Municipio de Madrid», al analizar el delito


continuado de fraude y, tras señalar que el mismo se encuentra consumado y
agotado, en atención al menoscabo habido en las arcas públicas, destacando
que el mismo sería asimismo acreditativo de la finalidad que se perseguía con
el pacto, resuelve nuevamente a favor de la existencia de un concurso de
normas, afirmando que el concierto para defraudar tenía como único objetivo
materializarse en las sucesivas defraudaciones que han dado lugar al delito de
malversación, y que, en este caso, conduce a la absolución por el delito de
fraude «por el que, alternativamente, se formula acusación».

1673
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.5. Por último, en el «apartado Comunidad de Madrid», la sentencia se


limita a señalar que concurren idénticos problemas concursales a los advertidos
en el apartado Majadahonda, a cuya fundamentación se remite, para resolver el
conflicto por la vía del concurso de normas, a favor del delito de malversación,
acordando la absolución por el delito de fraude.

Ello, no obstante, a continuación efectúa la precisión de que «nos


encontramos ante un fenómeno de progresión cuantitativa» para justificar la
condena de Pedro Rodríguez Pendás y Pablo Ignacio Gallo Alcántara por el
delito de fraude, al no haber sido acusados por el delito de malversación.

3. Jurisprudencia de la Sala de lo Penal sobre la cuestión controvertida.

La jurisprudencia de la Sala no siempre ha sido coincidente al respecto.


A continuación se exponen las sentencias más destacadas.

3.1. Sentencias que apoyaría la existencia de un concurso de normas

3.1.1. STS 841/2013, de 18 de noviembre (Recurso núm. 1075/2012)

«A) La doctrina, generalmente, distingue los supuestos en que entre las


lesiones de preceptos penales cometidas por un autor existe una relación de
exclusión recíproca, es decir, un concurso aparente de leyes, de aquellos casos
en que varias prescripciones reclaman su aplicación conjunta, diciéndose
entonces que concurren auténticamente. Por lo tanto, la diferencia entre el
concurso de leyes y el de delitos, señaladamente el ideal, depende de que las
diversas normas penales que entran en la múltiple valoración de hecho no se
excluyan entre sí.

La relación en la que se encuentran el tipo penal de fraude y el de


malversación es una relación de progresión cuantitativa, de modo que el delito
de fraude es un delito intermedio del delito de malversación de caudales
públicos. Por ello, la mayor gravedad del hecho posterior, por razón del desvalor
del resultado (delito de malversación), excluye la aplicación del concierto para
defraudar que se tipifica como delito de peligro, en el estadio previo a la
producción efectiva del perjuicio, toda vez que la relación entre ambas normas
penales es -como tenemos dicho- de progresión cuantitativa.

1674
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

B) La propia sentencia afirma que no es concebible una malversación de


la que participa un tercero sin concierto para ello. Pues la participación como
cooperador necesario en un delito de funcionario público, aquí la malversación,
tiene como presupuesto el concierto de voluntades inherente a toda situación
de participación conjunta en el hecho.

Por ello, sin desconocer que la jurisprudencia ha admitido en ocasiones


el concurso entre los delitos de fraude y malversación, lo ha sido en ocasiones
en las que no se ha producido perjuicio efectivo con relación a determinados
hechos, que concurren con otros en los que sí se ha producido. Es el caso de la
STS 1537/2002, de 27 de septiembre.

Pero la cuestión aquí planteada es diferente: en opinión del recurrente


se produce un concurso de normas, no de leyes, entre (i) el hecho de
participación por cooperación necesaria del extraneus en el delito de
malversación de caudales públicos y (ii) el concierto del particular del delito de
fraude, pues siendo el delito de malversación un delito doloso, el mismo hecho
de cooperación o participación, que implica concierto con el autor y participación
conjunta en el hecho no puede ser sancionado dos veces sin infringir el principio
non bis in idem, al existir una sola acción volitiva y producirse en el plano objetivo
una mera intensificación cuantitativa del injusto.

C) En consecuencia, para la valoración de la conducta del partícipe


resulta de aplicación el art. 8.3 del Código Penal, conforme al cual, el precepto
penal más amplio o complejo absorberá a los que castiguen las infracciones
consumidas en aquél. El concierto para el fraude, desde la perspectiva del
extraneus que participa en un delito de malversación es un hecho típico
acompañante, pues no es posible definir el dolo del cooperador necesario sin la
referencia a ese acuerdo de voluntades previo.

O, alternativamente, conforme al art. 8.2, entendiendo que únicamente


es posible la sanción como cooperador necesario en un delito de fraude, cuando
no sea posible aplicar la norma penal de la cooperación necesaria en un delito
de malversación de caudales públicos, entendiendo que puede apreciarse
subsidiariedad entre el hecho de la participación en un delito de peligro (el
fraude) y de resultado (la malversación).

1675
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2. Al recurrente no le falta razón según demuestra en la amplia


fundamentación que desarrolla, que por cierto pone el acento en la naturaleza
de la conducta de participación en el hecho de otro (cooperación necesaria)

A su vez, si la actividad delictiva del fraude se refiere a la concertación


con los interesados (con exclusión del empleo de cualquier otro artificio), es
obvio que si el concierto es para malversar y efectivamente se malversa, el
concierto, en tanto actúa el tercero como cooperador necesario, ello ya implica
concierto para defraudar, que constituye la esencia del delito de fraude. El delito
de fraude es un delito tendencial de mera actividad, que en realidad incluye la
represión penal de actos meramente preparatorios, ya que no necesita para la
consumación ni la producción del efectivo perjuicio patrimonial ni tan siquiera el
desarrollo ejecutivo del fraude, sino la simple elaboración concordada del plan
criminal (concierto) con la finalidad de llevarlo a cabo. "En todos los casos
imputados la concertación llegó a ejecutarse mediante el pago por los
responsables del dinero público de las facturas presentadas por los extranei
respectivos", según reza la sentencia.

Por otro lado el bien jurídico protegido no difiere en el delito de fraude


(preludio o preparación de la definitiva sustracción) y la malversación de
caudales públicos.»

3.1.2. STS 673/2016, de 21 de julio (Recurso núm. 2213/2015).

«La jurisprudencia de esta Sala considera el fraude a la administración


como un delito tendencial de mera actividad, que en realidad incluye la represión
penal de actos meramente preparatorios, ya que no necesita para la
consumación, ni la producción del efectivo perjuicio patrimonial, ni tan siquiera
el desarrollo ejecutivo del fraude, sino la simple elaboración concordada del plan
criminal, con la finalidad de llevarlo a cabo (STS 884/13, de 18 de noviembre o
391/14, de 8 de mayo); razón por la que cierta doctrina destaca que una
denominación más acertada para este ilícito sería la de “concierto para el fraude
a la Administración”. Y se ha considerado también que la relación de este tipo
penal y el de malversación (que consiste en sustraer o consentir que otro
sustraiga los caudales públicos), es de progresión cuantitativa, de modo que el
delito de fraude es un delito que se ubica en un estadio previo al de la

1676
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

malversación de caudales públicos, debiendo excluirse la aplicación de aquel


cuando la defraudación se materializa (STS 841/23, de 18 noviembre y
394/2014, de 7 de mayo).»

3.2. Sentencias a favor del concurso de delitos

3.2.1. STS 797/2015, de 24 de noviembre (Recurso núm. 599/2015)

«TRIGESIMOSEGUNDO.- El Ministerio Fiscal no comparte la


argumentación utilizada para excluir del concurso delictivo el delito de fraude,
haciendo referencia a la reciente STS 806/2014, de 13 de diciembre, dictada
en un supuesto de fraude de IVA.

Señala dicha resolución que “La posibilidad de concurso ideal entre los
delitos de malversación (art. 432 CP) y fraude (art. 436 CP) es admitida por la
jurisprudencia y, desde luego, lo que carece del más mínimo sentido es que el
fraude (de penalidad inferior) absorbiese la malversación. Eso supondría que el
atentado a otro bien jurídico acarrearía una disminución en la pena. Absurdo.

El art. 432 castiga a la autoridad o funcionario público que, con ánimo de


lucro, sustrajere o consintiere que un tercero, con igual ánimo, sustraiga los
caudales o efectos públicos que tenga a su cargo por razón de sus funciones,
con las penas de prisión de tres a seis años e inhabilitación absoluta por tiempo
de seis a diez años.

Por su parte el art. 436 contiene la siguiente tipicidad: " La autoridad o


funcionario público que, interviniendo por razón de su cargo en cualesquiera de
los actos de las modalidades de contratación pública o en liquidaciones de
efectos o haberes públicos, se concertara con los interesados o usase de
cualquier otro artificio para defraudar a cualquier ente público, incurrirá en las
penas de prisión de uno a tres años e inhabilitación especial para empleo o
cargo público por tiempo de seis a diez años. Al particular que se haya
concertado con la autoridad o funcionario público se le impondrá la misma pena
de prisión que a éstos, así como la de inhabilitación para obtener subvenciones
y ayudas públicas, para contratar con entes, organismos o entidades que formen
parte del sector público y para gozar de beneficios o incentivos fiscales y de la
Seguridad Social por un tiempo de dos a cinco años".

1677
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En ambos delitos aparece como sujeto activo una autoridad o funcionario


público. Los dos se refieren a una conducta defraudatoria de carácter
patrimonial.

En el delito del art. 432, además, se requiere ánimo de lucro y una


modalidad sustractiva. La pena es en principio sensiblemente mayor, aunque
para la perfección delictiva se exige el efectivo perjuicio o sustracción de los
fondos o caudales.

La pena del delito del art. 436 es más leve, pero el delito se consuma con
el mero concierto con la finalidad de defraudar. No es preciso que se consume
el fraude. La bilateralidad es condición del art. 436: el delito del art. 432 puede
ser individual; el delito del art. 436 exige un funcionario público y un interesado.
Solo así se podrá hablar de "concierto" que es vocablo que implica aunar
voluntades distintas. Es un delito por definición plurisubjetivo (sin entrar ahora
en si ha supuesto algún cambio la tipificación en 2010 de la conducta del
particular concertado). El art. 436 CP describe un delito de naturaleza netamente
tendencial o de mera actividad, que viene a castigar verdaderos actos
preparatorios. No necesita para la consumación ni la producción del efectivo
perjuicio patrimonial ni tan siquiera el desarrollo ejecutivo del fraude. Basta la
simple elaboración concordada del plan criminal (concierto) o la puesta en
marcha de ciertos artificios con la finalidad de llevarlo a cabo.

Con un núcleo central común en la tipicidad hay elementos específicos


en cada uno de los delitos que los especializan. Desde un punto de vista el delito
del art. 432 es especial frente al delito del art. 436 (abarca la efectiva producción
del perjuicio patrimonial). Desde otro punto de vista, sin embargo, lo es el art.
436 (se refiere a actividades concretas y recoge una actividad concertada). Ante
dos tipos igualmente especiales habría que acudir al principio de alternatividad,
si no juega antes el de consunción. Pero con carácter previo hay que decidir si
estamos en verdad ante un concurso de normas o, más bien, como sostiene la
jurisprudencia mayoritaria, ante un concurso de delitos.

La identificación de objetos de tutela diferentes en cada una de las


infracciones lleva a la admisión del concurso de delitos, tesis que se ha venido
a consolidar en la jurisprudencia de esta Sala, pese a titubeos iniciales.

1678
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La STS 696/2013, de 26 de septiembre se decanta abiertamente por la


compatibilidad de ambas infracciones: "Sostiene la recurrente que se ha
producido el error iuris en la medida en que la aplicación de la norma penal de
malversación permite comprender íntegramente el desvalor de la conducta,
infringiéndose en otro caso el principio ne bis in ídem. Así la inducción al fraude
queda absorbida en la autoría del delito de malversación de caudales públicos,
conforme al art 8.3 CP. Se considera que existe un concurso de normas, no de
delitos, pues siendo el delito de malversación un delito doloso, el mismo hecho
de cooperación o participación, que implica concierto con el autor y participación
conjunta en el hecho no puede ser sancionado dos veces sin infringir el citado
principio, al existir una sola acción volitiva y producirse en el plano objetivo una
mera intensificación cuantitativa del injusto.

2. La sentencia da respuesta, en su fundamento jurídico noveno, a la


objeción de la recurrente, al señalar la compatibilidad entre el delito de fraude,
delito de mera actividad que se consuma con el concierto para defraudar y cuyo
bien jurídico protegido es diferente. Además la compatibilidad con el delito de
malversación ha sido reconocida por la jurisprudencia en varias ocasiones,
además de la que cita la sentencia recurrida, (STS. 16.2.1995).

Y, en efecto, como ya vimos, con relación al motivo sexto, es el de fraude


un delito de mera actividad, que se consuma con que exista la concertación con
el fin de defraudar, por lo que la efectiva apropiación de caudales no pertenece
a la perfección del delito y debe sancionarse en concurso medial, siendo pues,
compatible con el delito de malversación (SSTS 7 de septiembre de 2002, y
1537/2003, de 27 de septiembre)".

También en este supuesto tenemos que optar por la dualidad delictiva


que, por lo demás, comportará una relevancia penológica ínfima. Ciertamente
reduce el margen de recorrido punitivo, pero siempre con una pena única ya
muy condicionada por el concurso de otro delito de falsedad y la continuidad
(arts. 77 y 74.1 CP).

Lo que es inviable es entender que el fraude consume la malversación


(art. 8 CP).

1679
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

A favor del concurso de delitos milita la diferencia de bien jurídico


detectable en ambos tipos. En la malversación predomina el bien jurídico
patrimonio de la administración aunque combinado con un deber de fidelidad
del funcionario y el correcto funcionamiento de la actividad patrimonial de la
Administración. Es tópico en la doctrina hablar de esa doble naturaleza. Pero se
subraya el contenido patrimonial. En la actualidad, tanto doctrina como
jurisprudencia analizan este delito aludiendo a ese binomio: observan en él un
componente patrimonial, en cuanto se lesionan los intereses económicos de la
Administración, pero destacan junto a ello la deslealtad del funcionario que
infringe los deberes inherentes a la función que tiene encomendada.

Es verdad que la conducta típica consiste tanto en sustraer como


consentir que otro sustraiga (modalidad esta segunda que parece acercarnos al
fraude). Pero de cualquier forma basta la sustracción desnuda, aunque no vaya
acompañada de artificio.

En el delito del art. 436 predomina sin embargo como bien jurídico la
transparencia y publicidad de la contratación de entes públicos. Por eso no se
exige el efectivo perjuicio. Si éste se produce entrará en juego el otro bien
jurídico lesionado: el de la malversación. La malversación no abarca el total
desvalor de la conducta consistente tanto en el artificio y concierto con terceros
(se lesionan los principios de objetividad y transparencia) como en el efectivo
perjuicio del patrimonio público. Y el fraude no contempla el efectivo perjuicio
patrimonial exigido por la malversación.

La coherencia punitiva invita a la doble calificación en régimen de


concurso ideal. Si fuese de otra forma nos encontraríamos con que el delito de
fraude que tiene asignada una pena de prisión de uno a tres años, además de
la pena de inhabilitación, vería absurdamente reducida su sanción si
consideramos que siempre queda consumido por la malversación, cuando ese
concierto lograse su objetivo de efectiva defraudación y el monto de ésta no
superase los cuatro mil euros (prisión comprendida entre seis meses y tres años
además de una multa y suspensión). No es asumible esa consecuencia: un
fraude sin perjuicio patrimonial merecería menos pena cuando sí se produjo
también la lesión patrimonial, aunque lo fuera en cuantía moderada.

1680
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y menos asumible es que la malversación se vea recompensada cuando


además va acompañada de la conducta castigada en el art. 436 CP.

Así pues, el fraude del art. 436 admite el concurso medial con el posterior
delito de malversación de caudales públicos. Ni el principio de consunción ni el
de alternatividad ni el de especialidad solventan satisfactoriamente esa
cuestión. Es un concurso de delitos y no de normas. No hay consunción, ni
propia ni impropia. Y si hubiese consunción, desde luego que la lex consumens
sería el art. 432”

TRIGESIMOTERCERO.- La doctrina de esta Sala, en consecuencia,


parece dar la razón al Ministerio Público. En efecto, el delito de fraude, de mera
actividad, no puede absorber al de malversación, de resultado, que constituye
un paso más avanzado en la progresión del perjuicio patrimonial a los caudales
públicos. El fraude pone en peligro el patrimonio público, la malversación lo
lesiona de modo efectivo. No responde a los principios propios del Derecho
Penal que el fraude inicial pueda consumir la malversación final.

La cuestión inversa es más compleja. El fraude, que consiste en un


concierto de la Autoridad o funcionario con los interesados o en el uso de
cualquier otro artificio para defraudar a un ente público, constituye
ordinariamente un medio o instrumento para la malversación, por lo que su
relación punitiva es la de concurso medial. Si no se llega a consumar la
malversación de caudales públicos, se sancionará exclusivamente el fraude. Si
se consuma la malversación a través del fraude, se sancionarán ambos en
concurso medial.

Y precisamos que se trata de un concurso medial porque el fraude es el


instrumento para cometer la malversación, y no de un concurso ideal porque no
nos encontramos ante un mismo hecho, ya que generalmente ambos delitos
exigen conductas diferenciadas y sucesivas. Distinción que hoy es conveniente
realizar, porque la reforma de 2015, a través de una modificación
insuficientemente explicada, ha separado la penalidad de ambas modalidades
de concurso aunque las siga regulando en el mismo precepto (Art. 77, CP 2015).

1681
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En consecuencia, el delito de fraude seguido de malversación debe


sancionarse, ordinariamente, en relación de concurso medial, consolidando con
ello la doctrina establecida en la STS 806/2014, de 13 de diciembre, entre otras.

3.2.2. STS 166/2014, de 28 de febrero (Recurso núm. 748/2013)

«DÉCIMO SÉPTIMO.- A continuación y también por la vía del art. 849.1º


LECrim cuestiona el recurrente la relación de concurso ideal establecida en la
sentencia para los delitos de malversación (art. 432 CP) y fraude (art. 436 CP).
Estaríamos, según su tesis, ante un concurso aparente de normas penales a
resolver por el principio de consunción: el art. 432.1 absorbería el delito del art.
436 que no sería en definitiva más que un acto antecedente de la malversación,
su preparación. De producirse en efecto la malversación ésta absorbería al
fraude.

La cuestión suscitada reviste interés y ha sido objeto de debate doctrinal


y respuestas jurisprudenciales no uniformes. La sentencia de la Audiencia se
basa en unos precedentes jurisprudenciales que admiten el concurso de delitos
y que son traídos a colación con acierto.

Conviene dejar fijado lo que dicen ambos preceptos para enfocar la


discusión.

El art. 432 castiga a la autoridad o funcionario público que, con ánimo de


lucro, sustrajere o consintiere que un tercero, con igual ánimo, sustraiga los
caudales o efectos públicos que tenga a su cargo por razón de sus funciones,
incurrirá en la pena de prisión de tres a seis años e inhabilitación absoluta por
tiempo de seis a diez años.

En el párrafo segundo se prevén penas de cuatro a ocho años de prisión


cuando concurran ciertas circunstancias. Y en el párrafo tercero se diseña un
subtipo atenuado para los casos en que la sustracción no alcance la cantidad
de 4.000 euros: prisión entre seis meses y tres años, (además de multa y
suspensión).

Por su parte el art. 436 contiene la siguiente tipicidad: “La autoridad o


funcionario público que, interviniendo por razón de su cargo en cualesquiera de

1682
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

los actos de las modalidades de contratación pública o en liquidaciones de


efectos o haberes públicos, se concertara con los interesados o usase de
cualquier otro artificio para defraudar a cualquier ente público, incurrirá en las
penas de prisión de uno a tres años e inhabilitación especial para empleo o
cargo público por tiempo de seis a diez años. Al particular que se haya
concertado con la autoridad o funcionario público se le impondrá la misma pena
de prisión que a éstos, así como la de inhabilitación para obtener subvenciones
y ayudas públicas, para contratar con entes, organismos o entidades que formen
parte del sector público y para gozar de beneficios o incentivos fiscales y de la
Seguridad Social por un tiempo de dos a cinco años.

Obviamente la cuestión afectará exclusivamente al ahora recurrente y no


a los demás condenados por este delito como cooperadores necesarios. Si se
entiende que está embebido por el más grave de malversación, subsistirá la
cualidad de cooperadores necesarios del delito absorbido de los partícipes
(como el partícipe en las lesiones mantiene tal condición pese a que el autor en
una acción atribuible exclusivamente a él respondiera por un delito de
homicidio).

En ambos delitos aparece como sujeto activo una autoridad o funcionario


público. Los dos se refieren a una conducta defraudatoria de carácter
patrimonial.

En el delito del art. 432, además, se requiere ánimo de lucro y una


modalidad sustractiva. La pena es en principio sensiblemente mayor, aunque
para la perfección delictiva se exige el efectivo perjuicio o sustracción de los
fondos o caudales.

La pena del delito del art. 436 es más leve, pero el delito se consuma con
el mero concierto con la finalidad de defraudar sin que sea preciso que se
consume el fraude. Acota el ámbito en que ha de llevarse a cabo el fraude:
actividad de contratación pública o liquidaciones de efectos o haberes públicos.
Esa referencia hace necesaria una bilateralidad: el delito del art. 432 puede ser
individual; el delito del art. 436 parece exigir un funcionario público y un
interesado. Solo así se podrá hablar de “concierto” que es locución que implica
aunar voluntades distintas. Es un delito por definición plurisubjetivo (sin entrar

1683
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ahora en si ha supuesto algún cambio la tipificación en 2010 de manera expresa


de la conducta del particular concertado). El art. 436 CP describe un delito de
naturaleza netamente tendencial o de mera actividad, que viene a castigar
verdaderos actos preparatorios, ya que no necesita para la consumación ni la
producción del efectivo perjuicio patrimonial ni tan siquiera el desarrollo ejecutivo
del fraude. Bastaría la simple elaboración concordada del plan criminal
(concierto) o la puesta en marcha de ciertos artificios con la finalidad de llevarlo
a cabo.

La unidad de bien jurídico evoca más bien el concurso de normas. Si se


identifican objetos jurídicos diferentes será más fácil la admisión del concurso
de delitos.

La reciente STS 841/2013, 18 de noviembre parece refrendar la tesis del


recurso: “Ello hace que la efectiva apropiación de caudales no pertenezca a la
perfección del delito y debe sancionarse, como ha hecho la Audiencia en
concurso medial con el delito de malversación de caudales públicos (véase, por
todas, STS 1537/2003 de 27 de septiembre).

El recurrente que se limita a atacar la existencia del concierto delictivo,


que se ha demostrado existió, sin embargo dentro del juicio de subsunción del
delito de fraude en el art. 436 C.P., es posible acudir a un argumento,
estrictamente jurídico, no invocado por este recurrente, pero sí por otros que se
hallan en la misma o análoga situación.

Nos referimos a la absorción o consunción del delito o delitos de fraude,


cuando todos los actos de concierto están dirigidos única y exclusivamente al
delito de malversación de caudales públicos, que a su vez, se perfecciona y lleva
a cabo, expoliando las arcas del Ayuntamiento de Marbella.

La relación en que se encuentra el tipo penal de fraude y el de


malversación es en el de progresión cuantitativa, de modo que el delito de fraude
es un delito intermedio del delito de malversación de caudales públicos. Por ello,
la mayor gravedad del hecho posterior, por razón del desvalor del resultado
(delito de malversación), excluye la aplicación del concierto para defraudar que
se tipifica como delito de peligro, en el estadio previo a la producción efectiva

1684
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del perjuicio, toda vez que la relación entre ambas normas penales (arts. 432 y
436 C.P.) es de progresión cuantitativa, como acabamos de decir.

En esa progresión intensificadora del injusto se consume en el delito de


malversación el desvalor de acción del acuerdo previo, produciéndose una
unidad típica de acción, en la que se funden en una única valoración jurídica,
las dos infracciones, y mucho más, cuando conforme con la opinión doctrinal
mayoritaria en ambas se infringe el mismo bien jurídico.

Ello hace que la apreciación de una sola realización típica (la


malversación) capte el contenido de injusto y culpabilidad de todo el hecho lo
que no puede hacer el delito de fraude porque en él no se ha previsto el perjuicio.

5. La escasa jurisprudencia aplicable al caso, no excluye, sino que al


contrario refuerza la tesis que esta Sala mantiene. Las tres sentencias dictadas
sobre el particular se contraen a:

1) STS 566/1995 de 16 de febrero. En ella se precisa la naturaleza


jurídica del delito de fraude, tratando de delimitar el momento consumativo como
delito de simple actividad que es. La proclamación efectiva del perjuicio
patrimonial pertenece a la esfera del agotamiento del delito, por lo que no sería
necesaria para la existencia del delito consumado.

2) La STS número 1537/2002 de 27 de septiembre, explica que es


posible la condena por fraude y por malversación, cuando los hechos
enjuiciados, unos no pasaron del concierto para defraudar y en otros se produjo
efectivamente la defraudación.

3) La STS nº 257/2003 de 18 de enero, se limita a remitirse a la


precedente de 2.002.

De esta escueta jurisprudencia se concluye, que es posible la


concurrencia de ambos delitos (concurso medial) cuando en unas actuaciones
delictivas se realizan conductas objeto del concierto previo, que luego se
consuman y otras que quedan en ese proyecto delictivo, que no pudo ser
concluido.

1685
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En nuestro caso, sin apartarse de tales principios jurisprudenciales, se


ha producido la plena consunción en el delito consumado de malversación de
caudales, porque todos los pactos estaban única y exclusivamente dirigidos al
objetivo malversador, que se consiguió plenamente. La concertación para
defraudar se ha traducido en una lesión efectiva del patrimonio público, situación
global, única que debe ser sancionada”.

La sentencia transcrita abre una brecha en lo que parecía -solo parecía-


doctrina consolidada. Pero salva expresamente los precedentes
jurisprudenciales. Habría concurso de delitos cuando hay operaciones
diferenciadas: junto a las que culminan con la apropiación o desvío de fondos
(delito de malversación) otras abortadas en un estadío anterior, que por sí solas
conformarían el fraude como delito autónomo.

Esa tesis presenta algún flanco débil. Significaría que cuando hay
pluralidad de operaciones sería más leve el castigo (solo un delito de
malversación continuado) si en todas las operaciones se hubiese alcanzado el
fin ilegítimo pretendido; frente a los casos en que algunas quedaron frustradas
(lo que en principio supone un menor desvalor), en que reaparecería el delito de
fraude, como acto previo de la malversación no alcanzada. Doble penalidad
cuando el desvalor es inferior. Esa secuela por su incomprensibilidad merece
una reflexión.

La STS 199/2012, de 15 de marzo, abordaba también esta cuestión.


Aunque no ofrece soluciones tajantes sugiere más bien la tesis del concurso de
delitos: “En el segundo de los motivos denuncia, al amparo del artículo 849.1 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la no aplicación del tipo penal previsto en el
artículo 436 del Código Penal (que no 439, como postulaba sólo
provisionalmente en la instancia) imputando la autoría de dicho delito D. J.R.F.
y la responsabilidad penal como cooperadores de los otros dos coacusados.
Delito que, afirma, estaría en relación de concurso medial con los demás delitos
imputados.

El Ministerio Fiscal afirma también en este caso que esa imputación


deriva del relato de hechos probados en los concretos términos en que son así
declarados en la sentencia recurrida, de tal suerte que lo único que se denuncia

1686
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

es la incorrecta subsunción reprochando a la sentencia de instancia el error de


considerar que la responsabilidad penal por este título quede absorbida por la
del delito de malversación.

2.- Reiterando una advertencia anterior, cabe subrayar otra vez que la
exclusión de condena por este título no aparece de manera específica en la
sentencia recurrida, atenta solamente a una ya abandonada acusación por el
tipo penal del artículo 439 del Código Penal, a lo sumo cabe recordar que en el
inciso final del séptimo fundamento jurídico la Sala de instancia afirma
"Naturalmente que pudieron existir negociaciones prohibidas, conciertos para
defraudar, sin embargo no pasaban de ser elementos necesarios para la
comisión del delito principal". Sin que, por otra parte, muestre la más mínima
preocupación por justificar que la relación medial necesaria entre dos
infracciones no reciba el tratamiento del artículo 77 del Código Penal sino que
merezca, en el parecer del Tribunal de instancia, el tratamiento del concurso de
normas.

La también reciente STS 696/2013, de 26 de septiembre se decanta


abiertamente por la compatibilidad de ambas infracciones: “1. Sostiene la
recurrente que se ha producido el error iuris en la medida en que la aplicación
de la norma penal de malversación permite comprender íntegramente el
desvalor de la conducta, infringiéndose en otro caso el principio ne bis in idem.
Así la inducción al fraude queda absorbida en la autoría del delito de
malversación de caudales públicos, conforme al art 8.3 CP. Se considera que
existe un concurso de normas, no de delitos, pues siendo el delito de
malversación un delito doloso, el mismo hecho de cooperación o participación,
que implica concierto con el autor y participación conjunta en el hecho no puede
ser sancionado dos veces sin infringirle citado principio, al existir una sola acción
volitiva y producirse en el plano objetivo una mera intensificación cuantitativa del
injusto.

2. La sentencia da respuesta, en su fundamento jurídico noveno, a la


objeción de la recurrente, al señalar la compatibilidad entre el delito de fraude,
delito de mera actividad que se consuma con el concierto para defraudar y cuyo
bien jurídico protegido es diferente. Además la compatibilidad con el delito de

1687
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

malversación ha sido reconocida por la jurisprudencia en varias ocasiones,


además de la que cita la sentencia recurrida, (STS. 16.2.1995).

Y, en efecto, como ya vimos, con relación al motivo sexto, es el de fraude


un delito de mera actividad, que se consuma con que exista la concertación con
el fin de defraudar, por lo que la efectiva apropiación de caudales no pertenece
a la perfección del delito y debe sancionarse en concurso medial, siendo pues,
compatible con el delito de malversación (Cfr. SSTS 7-9-2002, y 1537/2003, de
27 de septiembre)".

No se trata, por tanto, de cuestión pacífica en la jurisprudencia.

DÉCIMO OCTAVO.- En este supuesto tenemos que decantarnos por la


dualidad delictiva que, por otra parte, tampoco ha de tener una relevancia
penológica extrema. Ciertamente reduce el margen de recorrido punitivo, pero
la pena única que se ha impuesto lo sería también si nos inclinásemos por la
tesis del concurso de normas.

A favor del concurso de delitos milita en primer lugar la diferencia de bien


jurídico detectable en ambos tipos. En la malversación predomina el bien jurídico
patrimonio de la administración aunque combinado con un deber de fidelidad
del funcionario y el correcto funcionamiento de la actividad patrimonial de la
Administración. Es tópico en la doctrina hablar de esa doble naturaleza. Pero se
subraya el contenido patrimonial. En la actualidad, tanto doctrina como
jurisprudencia analizan este delito aludiendo a esa dualidad: observan en él un
componente patrimonial, en cuanto se lesionan los intereses patrimoniales de la
Administración, pero destacan junto a ello la deslealtad del funcionario, que
infringe los deberes inherentes a la función que tiene encomendada.

Es verdad que la conducta típica consiste tanto en sustraer como


consentir que otro sustraiga (modalidad esta segunda que parece acercarnos al
fraude). Pero de cualquier forma basta la sustracción desnuda, aunque no vaya
acompañada de artificio.

En el delito del art. 436 predomina como bien jurídico la transparencia y


publicidad de la contratación de entes públicos. Por eso no se exige el efectivo
perjuicio. Si éste se produce entrará en juego el otro bien jurídico lesionado: el

1688
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la malversación. La malversación no abarca el total desvalor de la conducta


consistente tanto en el artificio y concierto con terceros (se lesionan los
principios de objetividad y transparencia) como en el efectivo perjuicio del
patrimonio público.

A esta razón apoyada en la diferencia de bien jurídico que normalmente


es orientativa pero no definitiva, se unen otras de carácter intrasistemático. La
coherencia punitiva invita a la doble calificación. Si fuese de otra forma, nos
encontraríamos con el que delito de fraude que tiene asignada una pena de
prisión de uno a tres años, además de la pena de inhabilitación, vería
absurdamente reducida su sanción si consideramos que siempre queda
consumido por la malversación, cuando ese concierto lograse su objetivo de
efectiva defraudación y el monto de ésta no superase los cuatro mil euros
(prisión comprendida entre seis meses y tres años además de una multa y
suspensión). No es asumible esa consecuencia: un fraude sin perjuicio
patrimonial producido merecería menos pena cuando sí se produjo también la
lesión patrimonial, aunque lo fuera en cuantía moderada.

Estas consideraciones se erigen en argumento decisivo para repeler el


presente motivo: el concierto del art. 436 admite el concurso medial con el
posterior delito de malversación de caudales públicos. Ni el principio de
consunción ni el de alternatividad solventan satisfactoriamente esa cuestión. La
diferenciación entre los bienes jurídicos alienta esa solución. No hay
consunción, ni propia, ni impropia.

Es más, aquí incluso manejando con fidelidad absoluta la tesis de la STS


841/2013 habría que mantener el concurso de delitos en la medida en que
algunas de las conductas que se encajan en el art. 436 no son precedente de
una malversación.»

3.2.3. STS 394/2014, de 7 de mayo (Recurso núm. 11103/2013)

Tras recoger la doctrina de las SSTS 199/2012, 166/2014 y 696/2013,


precisa que:

La malversación del art. 432 Cp es un tipo de resultado en el que la


acción típica consiste en sustraer o consentir que otro sustraiga. La acción típica

1689
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

no requiere de ninguna otra acción por parte del autor que, como funcionario
público, debe velar por los caudales públicos a su cargo. Se protege el
patrimonio del Estado a través del deber de probidad del funcionario.

Por otra parte, el delito de fraude del art. 436 Cp., se estructura como
delito de mera actividad al consistir la acción en concertarse con otros, en
principio particulares, o en usar cualquier artificio para defraudar a un ente
público. El delito no requiere la efectiva producción de un resultado sino que la
mera maquinación para despatrimonializar al Estado realizado por un
funcionario ya rellena la tipicidad del delito del art. 436 Cp.

En principio ambos delitos pueden concurrir pues el ámbito respectivo no


produce solapamiento alguno que sí existiría por ejemplo, con respecto al delito
de fraude y de estafa a la administración. En este supuesto existe una doble
previsión legal respecto a la maquinación, típica de la estafa y del fraude,
supuesta la concurrencia de los demás elementos típicos. Esa doble previsión
actúa como fundamento de un concurso aparente de normas.

En este sentido, podemos señalar la correlación del delito de


malversación con el delito de administración desleal, con la diferenciación
derivada de la naturaleza pública de los caudales en la malversación y privados
en la administración desleal. En ambos se produce una despatrimonialización a
partir de una disposición, o su consentimiento, fuera del ámbito autorizado. La
malversación no requiere engaño, maquinación o artificio en la disposición. Su
concurrencia no aparece en la tipicidad de la malversación, por lo que es factible
la subsunción en el delito de fraude, usar artificios, maquinaciones, para
defraudar al Estado y en el delito de malversación cuando se produce la
sustracción. Se trata de una conducta de mera actividad que no requiera la
efectiva despatrimonialización por lo que su concurrencia dará lugar a otra
tipicidad, en este caso en la malversación, bien entendido que, como antes se
señaló, puede producirse esa progresión que el recurrente postula en los
supuestos de malversación por consentimiento y la modalidad de favorecer por
connivencia, supuesto que no es el concurrente es el caso de esta casación.

1690
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El concurso es de delitos, por la pluralidad de acciones, siendo el fraude


medio para la comisión de la malversación lo que comporta la previsión
penológica del art. 77 Cp.».

3.2.4. STS 627/2019, de 18 de diciembre (Recurso núm. 1613/2018),


tras hacer un resumen de la jurisprudencia sobre esta cuestión, se inclina por el
concurso de delito. Así, dice:

«4.- En el motivo también se aduce, en cuanto a la relación concursal del


delito de fraude con el delito de malversación de caudales públicos, que disiente
de la sentencia de instancia y entiende que el delito de fraude debe ser
absorbido por el delito de malversación de caudales públicos, ya que la acusada
ha sido condenada por malversación y por fraude, lo que entiende que es el
anverso y el reverso de una única acción; la misma conducta contemplada
desde dos perspectivas, no siendo posible ese doble castigo, y ha de
considerarse vulnerado el principio non bis idem.

En cuanto al tema que plantea la recurrente, debemos destacar, por un


lado, que la Jurisprudencia no es unánime, que no ha sido resuelta de forma
unívoca por la jurisprudencia de esta Sala y, por otro, que es casuística en la
materia. En este caso, el Tribunal de instancia ha optado por calificar los hechos
como concurso medial entre el delito de fraude y malversación de caudales,
calificación de la que disiente la recurrente.

En la STS 402/2019, de 12 de septiembre, hacíamos constar que “En


cuanto al tipo de malversación de caudales públicos está integrado, conforme a
la doctrina de esta Sala correspondiente a la fecha de la ejecución de los hechos
(SSTS 1074/2004, de 18-1; y1051/2013, de 26-9), por los siguientes elementos
configuradores: a) La cualidad de autoridad o funcionario público del agente,
concepto suministrado por el CP, bastando a efectos penales con la
participación legítima en una función pública. b) Una facultad decisoria pública
o una detentación material de los caudales o efectos, ya sea de derecho o de
hecho, con tal, en el primer caso, de que en aplicación de sus facultades, tenga
el funcionario una efectiva disponibilidad material. c) Los caudales han de gozar
de la consideración de públicos, carácter que les es reconocido por su
pertenencia a los bienes propios de la Administración, adscripción producida a

1691
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

partir de la recepción de aquéllos por funcionario legitimado, sin que precise su


efectiva incorporación al erario público. d) Sustrayendo -o consintiendo que otro
sustraiga-, lo que significa apropiación sin ánimo de reintegro, apartando los
bienes propios de su destino o desviándolos del mismo. Se consuma con la sola
realidad dispositiva de los caudales. e) Ánimo de lucro propio o de tercero a
quien se desvía el beneficio lucrativo.”.

La jurisprudencia tradicionalmente viene admitiendo (SSTS 238/2000, de


17 de marzo; 228/2013, de 22 de marzo; y 613/2018, de 29 de noviembre) la
naturaleza pluriofensiva del delito de malversación, manifestada, de un lado, en
el aspecto de la infidelidad del funcionario público que se plasma en la violación
del deber jurídico de cuidado y custodia de los bienes que tiene a su cargo, con
vulneración de la fe pública o la confianza en la correcta actuación
administrativa, y de otra parte, en una dimensión patrimonial en cuanto atenta
contra los intereses económicos del ente público o contra la Hacienda Pública.

El autor de la malversación, por un lado, además de apropiarse de bienes


ajenos, viola un deber personal de fidelidad respecto de la administración; por
otro lado, la apropiación por la que se consuma el delito de malversación recae
sobre bienes públicos a los que el legislador debe dispensar una mayor
protección que a los privados.

A pesar del carácter pluriofensivo del delito de malversación, la doctrina


tiende a considerar el predominio o prevalencia de su carácter patrimonialista,
especialmente a partir de que se ha incluido el ánimo de lucro como requisito
del tipo penal, lo cual no significa que se obvie el aspecto relativo al correcto
funcionamiento de la Administración en el ámbito de la gestión del patrimonio
público.

Continúa diciendo la sentencia citada nº 402/2019, que recordábamos


que "como ya vimos, con relación al motivo sexto, es el de fraude un delito de
mera actividad, que se consuma con que exista la concertación con el fin de
defraudar, por lo que la efectiva apropiación de caudales no pertenece a la
perfección del delito y debe sancionarse en concurso medial, siendo pues,
compatible con el delito de malversación (Cfr. SSTS 27-9-2002, y 1537/2003,
de 27 de septiembre)".

1692
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

También la STS 257/2003, de 18 de febrero, afirma que “Ahora bien,


como dice la sentencia 1537/2002, de 27 de septiembre, citando la de 16 de
febrero de 1995, la sanción de la malversación es compatible con la del delito
de fraude del artículo 436, pues éste es un delito de mera actividad que se
consuma con que exista la concertación con la finalidad de defraudar, por lo que
la efectiva apropiación de caudales por este medio no pertenece a la perfección
del delito de fraude, debiendo sancionarse en ese caso ambos delitos en
relación de concurso medial.”.

El artículo 432 del Código Penal sanciona a la autoridad o funcionario


público que con ánimo de lucro sustrajere los caudales o efectos públicos que
tenga a su cargo por razón de sus funciones. Sustraer ha de ser interpretado
como apropiación sin ánimo de reintegro (STS nº 172/2006 y STS nº 132/2010),
equivalente a separar, extraer, quitar o despojar los caudales o efectos,
apartándolos de su destino o desviándolos de las necesidades del servicio, para
hacerlos propios (STS 749/2008). En definitiva, se trata de conductas en las que
la autoridad o el funcionario que tiene a su cargo los caudales por razón de sus
funciones, lejos de destinarlos al cumplimiento de las previstas atenciones
públicas, los separa de las mismas, y extrayéndolos del control público, con
ánimo de lucro los incorpora a su patrimonio haciéndolos propios, o consiente
que otro lo haga.”.

Este motivo, por error de derecho, plantea una cuestión estrictamente


jurídica que no ha sido resuelta de forma unívoca por la jurisprudencia de esta
Sala. La recurrente apoya su pretensión de error, entre otras, en la STS
841/2013, de 18 de noviembre, que sin llegar a excluir la concurrencia de delitos,
considera que en los supuestos que identifica como de "progresión cuantitativa",
se produce un concurso de normas de manera que el delito de malversación,
art. 432, consume el de fraude, art. 436 CP, que referenciado a la conducta de
concertarse con los interesados o utilizar un artificio para defraudar a la
administración, esta conducta queda absorbida por el posterior delito de
malversación cuando éste se consuma pues, de alguna manera, los actos de
fraude son actos previos a la malversación.

1693
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Lo anterior es plausible y puede concurrir en aquellos supuestos de


fraude en su modalidad de concierto con el interesado y la posterior
malversación en los supuestos de consentimiento en la sustracción. En estos
supuestos el consentimiento típico requiere una previa concertación. Pero esa
posibilidad que expresamos no juega con esta intensidad en la modalidad de
fraude por la utilización de artificios para defraudar a la administración a los que
se refieren en este caso el hecho probado.

Lo pusimos de manifiesto en la STS 166/2014, de 28 de febrero, en la


que dijimos que la anterior Sentencia, la 841/2013, abre una brecha en lo que
parecía -solo parecía- doctrina consolidada. Pero salva expresamente los
precedentes jurisprudenciales. Habría concurso de delitos cuando hay
operaciones diferenciadas: junto a las que culminan con la apropiación o desvío
de fondos (delito de malversación) otras abortadas en un estadio anterior, que
por sí solas conformarían el fraude como delito autónomo.

Además la tesis presenta algún flanco débil. Significaría que cuando hay
pluralidad de operaciones sería más leve el castigo (solo un delito de
malversación continuado) si en todas las operaciones se hubiese alcanzado el
fin ilegítimo pretendido; frente a los casos en que algunas quedaron frustradas
(lo que en principio supone un menor desvalor), en que reaparecería el delito de
fraude, como acto previo de la malversación no alcanzada. Doble penalidad
cuando el desvalor es inferior. Y que esta secuela por su incomprensibilidad
merece una reflexión.

La STS 199/2012, de 15 de marzo, abordaba también esta cuestión.


Aunque no ofrece soluciones tajantes sugiere más bien la tesis del concurso de
delitos: "En el segundo de los motivos denuncia, al amparo del artículo 849.1 de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la no aplicación del tipo penal previsto en el
artículo 436 del Código Penal (que no 439, como postulaba sólo
provisionalmente en la instancia) imputando la autoría de dicho delito D. J.R.F.
y la responsabilidad penal como cooperadores de los otros dos coacusados.
Delito que, afirma, estaría en relación de concurso medial con los demás delitos
imputados.”.

1694
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Ministerio Fiscal afirma también en este caso que esa imputación de


concurso medial entre el delito de fraude y malversación deriva del relato de
hechos probados en los concretos términos en que son así declarados en la
sentencia recurrida, siendo la incorrecta subsunción realizada por la recurrente
reprochando a la misma el error de considerar que la responsabilidad penal por
este título quede absorbida por la del delito de malversación.

También la STS 696/2013, de 26 de septiembre, se decanta


abiertamente por la compatibilidad de ambas infracciones: "1. Sostiene la
recurrente que se ha producido el error iuris en la medida en que la aplicación
de la norma penal de malversación permite comprender íntegramente el
desvalor de la conducta, infringiéndose en otro caso el principio ne bis in idem.
Así la inducción al fraude queda absorbida en la autoría del delito de
malversación de caudales públicos, conforme al art 8.3 CP. Se considera que
existe un concurso de normas, no de delitos, pues siendo el delito de
malversación un delito doloso, el mismo hecho de cooperación o participación,
que implica concierto con el autor y participación conjunta en el hecho no puede
ser sancionado dos veces sin infringirle citado principio, al existir una sola acción
volitiva y producirse en el plano objetivo una mera intensificación cuantitativa del
injusto.

2. La sentencia da respuesta, en su fundamento jurídico noveno, a la


objeción de la recurrente, al señalar la compatibilidad entre el delito de fraude,
delito de mera actividad que se consuma con el concierto para defraudar y cuyo
bien jurídico protegido es diferente. Además la compatibilidad con el delito de
malversación ha sido reconocida por la jurisprudencia en varias ocasiones,
además de la que cita la sentencia recurrida, (STS. 16.2.1995).”.

Por otro lado, trata el tema de forma detallada, optando por el concurso
de delitos la STS 394/2014, de 7 de mayo, en el siguiente sentido “La
malversación del art. 432 CP es un tipo de resultado en el que la acción típica
consiste en sustraer o consentir que otro sustraiga. La acción típica no requiere
de ninguna otra acción por parte del autor que, como funcionario público, debe
velar por los caudales públicos a su cargo. Se protege el patrimonio del Estado
a través del deber de probidad del funcionario.

1695
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otra parte, el delito de fraude del art. 436 CP, se estructura como
delito de mera actividad al consistir la acción en concertarse con otros, en
principio particulares, o en usar cualquier artificio para defraudar a un ente
público. El delito no requiere la efectiva producción de un resultado sino que la
mera maquinación para despatrimonializar al Estado realizado por un
funcionario ya rellena la tipicidad del delito del art. 436 CP.

En principio ambos delitos pueden concurrir pues el ámbito respectivo no


produce solapamiento alguno que sí existiría por ejemplo, con respecto al delito
de fraude y de estafa a la administración. En este supuesto existe una doble
previsión legal respecto a la maquinación, típica de la estafa y del fraude,
supuesta la concurrencia de los demás elementos típicos. Esa doble previsión
actúa como fundamento de un concurso aparente de normas.

La malversación no requiere engaño, maquinación o artificio en la


disposición. Su concurrencia no aparece en la tipicidad de la malversación, por
lo que es factible la subsunción en el delito de fraude, usar artificios,
maquinaciones, para defraudar al Estado y en el delito de malversación cuando
se produce la sustracción. Se trata de una conducta de mera actividad que no
requiera la efectiva despatrimonialización por lo que su concurrencia dará lugar
a otra tipicidad, en este caso en la malversación, bien entendido que, como
antes se señaló, puede producirse esa progresión que el recurrente postula en
los supuestos de malversación por consentimiento y la modalidad de favorecer
por connivencia, supuesto que no es el concurrente es el caso de esta casación.

El concurso es de delitos y es un concurso real, por la pluralidad de


acciones, siendo el fraude medio para la comisión de la malversación lo que
comporta la previsión penológica del art. 77 CP.”.

5. En conclusión, en el supuesto analizado, del relato de hechos


probados se desprende con claridad, que no se estamos ante un concurso de
normas, como pretende la parte recurrente, sino ante un concurso de delitos. Es
decir, ante varias acciones que infringen simultáneamente más de un tipo penal,
de forma que solo tomando en cuenta los tipos realmente lesionados se
contempla la totalidad del desvalor de los hechos. Ello significa que queda
excluida la infracción del principio del non bis in idem que cita la recurrente.

1696
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El hecho probado es claro y preciso en la descripción de las conductas


realizadas que suponen la realización del tipo penal de la malversación, y
también el de fraude, puesto que no solo hay sustracciones de caudales
públicos por parte de funcionarios públicos que deben velar por los mismos que
se encuentran a su cargo, sino también un concierto para defraudar, cuyo bien
jurídico es diferente, el concurso de normas que se postula por la recurrente
sería plausible en aquellos supuestos de fraude en su modalidad de concierto
con el interesado y la posterior malversación en los supuestos de
consentimiento en la sustracción, pero en este caso, no solo hay una previa
concertación necesaria en todo consentimiento típico, sino que entran en juego
con gran intensidad la utilización de distintos artificios para defraudar a la
administración a los que nos hemos referido al transcribir los hechos probados.

En efecto, Luis Matías Pérez Montoya Vicepresidente de la Diputación


Provincial de Almería y Vicepresidente del Patronato Provincial de Turismo,
organismo autónomo de aquella corporación y María Teresa González Rivera,
que era Secretaria Delegada del Patronato Provincial de Turismo desde el día
25 de septiembre de 2007, acordaron un plan para destinar los fondos públicos
del Patronato Provincial de Turismo a fines ajenos de los que le eran propios,
bien para gastos particulares ajenos a la función pública de sí mismos o de otras
personas, o para fines desconocidos ajenos al destino público a que estaban
destinados, poniéndose para ello de acuerdo con empresarios que, o bien eran
proveedores habituales del Patronato de Turismo, o bien los asociaron al
Patronato para este fin, en el que estos elaborarían facturas por unos servicios
o suministros que bien podían ser propios del Patronato, pero sin embargo,
dichos servicios no se prestaban, o esos suministros no se entregaban, o se
entregaban en una cantidad muy inferior a la realmente facturada,
principalmente a través de tres procedimientos defraudatorios: mediante
aprobación de Acuerdos Generales, la elaboración de Resoluciones o mediante
el Reconocimiento General de Créditos, incluyendo facturas por conceptos
inexistentes.

Además, en el supuesto analizado, en el que además de los delitos de


malversación y fraude, los hechos probados constituyen un delito de falsedad
en documento oficial, y un delito de prevaricación, todos ellos continuados, la

1697
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

absorción de normas pretendida entre los dos primeros delitos sería


intranscendente a efectos penológicos, por los criterios anteriormente expuestos
sobre la individualización de la pena.»

386.- En el caso actual existen argumentos que apoyan la estimación del


motivo en orden a considerar la existencia de un concurso medial de delitos,
toda vez que siendo los hechos expuestos en el recurso fiel reflejo de aquellos
que se recogen en el factum, la propia sentencia considera probada la comisión
de los delitos de fraude contra las Administraciones Públicas del art. 436 CP, en
cada uno de los apartados relacionados donde se acuerda la absolución por
dicho delito. De la misma forma, considera acreditado el delito de malversación
del art. 432.3 CP del que absuelve en el “apartado Estepona”.

Y como con acierto se afirma en el motivo en cada uno de los "apartados"


se describe un concierto entre particulares (Francisco Correa y su entorno) y
cargos públicos de distintos municipios para, con carácter sistemático, utilizar la
contratación pública para beneficiar a distintas empresas generando en algunas
de esas contrataciones, que no en todas, un perjuicio para la entidad pública.

Así, atendiendo a los hechos que se declaran probados, no sería


aplicable el concurso de normas afirmado por el Tribunal Sentenciador por
cuanto el concierto entre los distintos acusados no está exclusivamente dirigido
a la malversación, sino a la obtención de muy numerosos contratos públicos que
supusieron en algún caso sustracción de fondos de las entidades públicas
afectadas.

Por otra parte, cabe destacar, en contra de lo alegado en la Sentencia


impugnada (página 955), que el Fiscal nunca calificó como alternativos los
delitos de fraude a la Administración Pública y los delitos de malversación de
caudales públicos.

La alternatividad esgrimida por el Fiscal tanto en su escrito de acusación


como en el trámite de informe del Juicio Oral se refiere, como recoge incluso la
propia Sentencia, a los supuestos de fraude y exacciones ilegales, tipificado en
el art. 438 CP, y malversación.

1698
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y como se expuso en el citado informe, tal alternativa derivaba de la


distinta jurisprudencia existente sobre la calificación jurídica de conductas en las
que la sustracción de los fondos públicos se realiza por un funcionario que
carece de competencia para disponer de aquellos.

No obstante dicha alternativa, el Fiscal expuso en su informe,


acogiéndolo la Sentencia en distintos apartados, que consideraba más correcta,
en todo caso, la calificación como delito de malversación de caudales públicos
con base, entre otras, en la STS nº 411/2013, de 6 de mayo, conforme a la cual,
a pesar de que el funcionario carezca de facultades directas de aplicación de
fondos, si interviene en el expediente y consigue que finalmente se desvíe en
provecho del mismo o de un tercero, su actuación constituiría un delito de
malversación.

Finalmente, la calificación como concurso de delitos y no de normas


entre la malversación y el fraude a las Administraciones Públicas puede
entenderse igualmente avalada por la propia Sentencia en el apartado Pozuelo
de Alarcón, página 1321, donde expresa que "sin perjuicio de que no sigamos
en este apartado, porque nadie nos ha planteado y tampoco nosotros vemos los
problemas concursales que apreciamos respecto de este delito en el apartado
de MAJADAHONDA, por el que también allí se formuló acusación, sí podemos
traer a colación parte de la doctrina que entonces expusimos".

Y, consecuentemente, en contra de lo referido en anteriores "Apartados",


condena por el delito de fraude continuado a las Administraciones Públicas a
Roberto Fernández Rodríguez, Jesús Sepúlveda Recio, Francisco Correa
Sánchez, Pablo Crespo Sabarís e Isabel Jordán Goncet (página 1572) sin por
ello absolver del delito de malversación de caudales públicos de que también
habían sido acusados (página 1574), y sin que ofrezca argumentos capaces de
justificar ese diferente tratamiento punitivo en este apartado.

El motivo, por lo expuesto, deberá ser estimado, salvo en el apartado


Comunidad de Madrid en relación a la condena por fraude de los acusados Alicia
Minguez y Javier Nombela. En efecto, estos han sido absueltos de los delitos de
prevaricación, cohecho y asociación ilícita, y su condena por malversación lo ha
sido de mera complicidad, sin que en el relato fáctico se describa actuación

1699
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

alguna relacionada con el acuerdo alcanzado entre Francisco Correa y Alberto


López Viejo a Carlos Clemente, de contratar todos los eventos de la Comunidad
de Madrid con asistencia de la Presidenta con sus empresas, aunque a veces
se revistiesen formalmente de un concurso administrativo, con la inclusión de
una comisión (metálica o en especie) que incrementaba el valor de los servicios
prestados y pagados con cargo a las áreas de las distintas Consejerías.
Procede, en consecuencia, su absolución por el delito de fraude.

387.- El motivo segundo al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
aplicación indebida del art. 50 CP.

Se argumenta en el motivo que la cuota diaria de la pena de multa debe


fijarse teniendo en cuenta exclusivamente la situación económica del reo
conforme establece el art. 50.3 CP, de modo que a un mismo acusado no
pueden imponérsele cuotas diarias distintas en una misma sentencia.

Sin embargo, en la sentencia se imponen a Francisco Correa Sánchez,


Pablo Crespo Sabarís, José Luis Izquierdo López, José Luis Peñas Domingo,
Jesús Merino Delgado, Luis Bárcenas Gutiérrez y Felisa Isabel Jordán Goncet
cuotas diarias distintas en diferentes apartados e, incluso, en el mismo apartado,
sin exponer el motivo de dichas discrepancias, incumpliéndose así la exigencia
de motivación impuesta en la materia por la jurisprudencia de esta Sala.

En consecuencia, dado que en la resolución judicial existen elementos


que permiten suplir en sede casacional tal déficit, interesa que se le imponga a
cada uno de estos condenados las siguientes cuotas diarias:

1.1.- 200 euros a Francisco Correa: máxima cuota de las impuestas en


sentencia, enteramente acorde con los elevados recursos económicos con que
cuenta el condenado, ya que, conforme se recoge en el «apartado Introducción»
de los hechos probados, «percibió por contratos públicos adjudicados a sus
empresas durante el período de 2000 a 2008 la cantidad de 8.400.000 €» e
«ingresó además 2.850.000 € en concepto de comisiones por su intermediación
a favor de empresas ajenas a su grupo».

1700
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1.2.- 200 euros a Pablo Crespo: máxima de las cuotas impuestas en


sentencia, coherente con su condición de copropietario de la sociedad tenedora
de acciones de las sociedades de eventos y su condición de gestor de las
mismas recogida a lo largo de la sentencia.

1.3.- 10 euros a José Luis Izquierdo: como la más acorde a sus


circunstancias económicas.

1.4.- 20 euros a José Luis Peñas: la mínima de las cuotas impuestas,


acorde con los ingresos por éste percibidos en la Pieza Separada.

1.5.- 100 euros a Isabel Jordán: cuota que interesaba el Ministerio Fiscal,
atendida su condición de gestora y propietaria de sociedades de eventos.

1.6.- 200 euros a Jesús Merino: conforme se solicitaba por el Ministerio


Fiscal y se admite en la sentencia como «adecuada dada su profesión de
abogado».

1.7.- 200 euros a Luis Bárcenas: la máxima de las impuestas en


sentencia y que atiende al patrimonio que se describe en el «apartado Castilla
y León».

2. La sentencia.

La lectura de los argumentos expuestos en sentencia para proceder a la


individualización de las penas, en los distintos apartados relacionados por el
Ministerio Fiscal, pone de manifiesto que, en efecto, se imponen distintas cuotas
en las penas de multa con una absoluta falta de motivación al respecto.

2.1. A Francisco Correa se le impone, en el «apartado Estepona», una


cuota diaria de 100 euros para uno de los delitos continuados de falsedad por
los que ha sido condenado, si bien la cuota diaria impuesta en el otro delito
continuado de falsedad en concurso con un delito atenuado de malversación es
de 50 euros.

En el «apartado Majadahonda», se le impone una cuota de 100 euros en


los distintos delitos de falsedad continuada objeto de condena, salvo en uno de
ellos, donde la cuota impuesta es de 50 euros.

1701
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el «apartado Castilla y León», se le condena a unas cuotas diarias de


50 euros en relación con los delitos de cohecho y de falsedad, mientras que, en
el «apartado Pozuelo de Alarcón», las cuotas diarias impuestas son de 200
euros, para uno de los delitos continuados de falsedad y el delito atenuado de
malversación, y de 100 euros, para el otro de los delitos continuados de
falsedad.

Finalmente, en el «apartado Comunidad de Madrid», en el delito


continuado de malversación atenuada la cuota diaria impuesta es de 50 euros y
en el delito continuado de falsedad es de 100 euros.

2.2. A Pablo Crespo, se le imponen, en los apartados «Estepona»,


«Pozuelo de Alarcón» y «Comunidad de Madrid», las mismas cuotas diarias que
al anterior.

En el «apartado Majadahonda» la cuota diaria por el delito de falsedad


continuado por el que ha sido condenado es de 50 euros y la cuota por el delito
de falsedad objeto de condena en el «apartado Castilla y León» es también de
50 euros.

2.3. A José Luis Izquierdo, en el «apartado Introducción», se le imponen


10 euros de cuota diaria en relación con el delito de asociación ilícita, mientras
que en los apartados «Estepona» (delito continuado de falsedad),
«Majadahonda» (falsedad continuada en concurso con un cohecho continuado)
y «Castilla y León» (cohecho) la cuota diaria impuesta es de 50 euros.

2.4. A José Luis Peñas se le imponen, en el «apartado Majadahonda»,


unas cuotas diarias de 20 euros por el delito de asociación ilícita y en uno de los
delitos continuados de falsedad por el que es condenado, si bien se fija la cuota
diaria de 30 euros para el otro delito de falsedad continuado.

2.5. A Isabel Jordán se le imponen, en el «apartado Pozuelo de Alarcón»,


las cuotas diarias de 200 euros (delito atenuado de malversación) y de 100
euros (delito continuado de falsedad), además de las cuotas de 50 euros (delito
atenuado de malversación) y de 100 euros (falsedad) del «apartado Comunidad
de Madrid».

1702
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.6. A Jesús Merino, en el «apartado Castilla y León», las cuotas diarias


impuestas son de 200 euros (delito de cohecho) y de 50 euros (delito de
falsedad).

2.7. A Luis Bárcenas, en el «apartado Castilla y León», se le imponen las


cuotas diarias de 200 euros (delito de apropiación indebida), 50 euros (delito
continuado de falsedad) y 100 euros (delito intentado de estafa procesal en
concurso con una falsedad continuada).

Como ya hemos señalado en anteriores recursos (por ejemplo, motivo 7


de Isabel Jordán), numerosas sentencias de la Sala tratan la materia. Así,
respecto de la concreta aplicación del art. 50.5 CP, la STS 434/2014, de 3 de
junio (recurso núm. 2165/2013) afirma que:

«Es cierto que el Tribunal Constitucional en sentencia 108/2005 de 9.5,


declaró que “la ausencia de motivación en la fijación del importe de las cuotas
correspondientes a la pena de días-multa incumple el deber reforzado de
motivación de las sentencias penales condenatorias” pero también lo es que,
como hemos dicho en SSTS. 17/2014 de 28.1, 483/2012 de 7.6, 1257/2009 de
2.12, 483/2012 de 7.6, esta Sala consciente de la frecuente penuria o
insuficiencia de datos sobre la capacidad económica del acusado, en evitación
de que resulte inaplicable el precepto, ha ensayado una interpretación flexible
del art. 50-5 CP, de tal modo que la fijación de la multa podría fundamentarse
en los siguientes extremos:

a) La acreditada situación económica concreta del sancionado, con


apoyo expreso en la correspondiente pieza de responsabilidad civil.

b) Alguna circunstancia específicamente reveladora de una determinada


capacidad económica (propiedad de un automóvil o de la vivienda que ocupa,
haberse costeado el penado letrado particular que le defienda en el proceso
penal, por ejemplo).

c) Cuando menos, algún dato que el juzgador de instancia, desde la


apreciación que le permite su inmediación en juicio, ponga de relieve, con
argumentos racionalmente aceptables, en la motivación de su decisión al
respecto.

1703
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

d) En todo caso, incluso la posibilidad de que el Tribunal ad quem


vislumbre, con los datos que se ofrezcan en el procedimiento, que la cuantía
aplicada no aparece como desproporcionada, al no resultar excesiva dado su
importe, siempre que no pueda considerarse al condenado carente de todo tipo
de ingresos (STS. 111/2006 de 15.11). Esto es, razonar y justificar la cuantía de
la cuota establecida por el Tribunal a quo, por existir datos en la causa, que la
justifican, aunque hubiesen sido silenciados por aquél. Esta posibilidad sería la
más adecuada, si se cuenta en la causa con elementos de juicio, aunque fuesen
indiciarios, que excluyan cualquier arbitrariedad del tribunal de instancia,
justificando la cuota señalada por aquél (STS. 1045/2003 de 18.7).

No podemos olvidar en este sentido que si bien algunas resoluciones de


esta Sala se muestran radicalmente exigentes en otros aspectos, aplicando, sin
paliativos, la cuantía mínima legal de la cuota diaria, en ausencia de
investigación sobre la capacidad económica del acusado (STS 3-10-98, por
ejemplo) otras más recientes por el contrario, admiten que dada la amplitud de
los límites cuantitativos previstos en la ley de 2 a 400 euros., y la imposición de
una cuota diaria en la "zona baja" de esa previsión, no requiere de expreso
fundamento (STS 26.10.2001). Así, son de destacar también, en la misma línea,
las SSTS de 20 de noviembre de 2000 y 15 de octubre de 2001, que afirman,
que la fijación de unas cuantías que o no superan siquiera las de salario mínimo,
o, en todo caso, llevan a una sanción, en el ámbito penal, incluso inferior a la
que pudiera considerarse equivalente impuesta por la Administración en el
ejercicio de su función sancionadora, no requieren mayor justificación para ser
consideradas conforme a Derecho, puesto que "Una cifra menor habría que
considerarla insuficientemente reparadora y disuasoria, por lo que la sanción
penal no cumpliría adecuadamente su función de prevención general positiva".

En efecto, el art. 50.5 del Código Penal señala que los Tribunales fijarán
en la sentencia el importe de las cuotas diarias “teniendo en cuenta para ello
exclusivamente la situación económica del reo, deducida de su patrimonio,
ingresos obligaciones, cargas familiares y demás circunstancias personales del
mismo”. Pero con ello no se requiere significar que los Tribunales deban efectuar
una inquisición exhaustiva de todos los factores directos o indirectos que
puedan afectar a las disponibilidades económicas del acusado, que resulta

1704
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

imposible y es, además desproporcionado, sino únicamente que deben tomar


en consideración aquellos datos esenciales que permiten efectuar una
razonable ponderación de la cuantía proporcionada de la multa que haya de
imponerse.».

A su vez, la STS 480/2009, de 22 de mayo (recurso núm. 10084/2008)


expone: «La insuficiencia de estos datos no debe llevar automáticamente y con
carácter generalizado a la imposición de la pena de multa con una cuota diaria
cifrada en su umbral mínimo absoluto (200 ptas.), como pretende el recurrente,
a no ser que lo que en realidad se pretenda es vaciar de contenido el sistema
de penas establecido por el Poder Legislativo en el Nuevo Código Penal
convirtiendo la pena de multa por el sistema legal de días-multa en algo
meramente simbólico, en el que el contenido efectivo de las penas impuestas
por hechos tipificados en el Código Penal acabe resultando inferior a las
sanciones impuestas por infracciones administrativas similares, que tienen
menor entidad que las penales, como señalaba la sentencia de esta Sala de 7
de julio de 1999 (RJ 1999\280)».

La STS 1265/2005, de 31 de octubre (recurso núm. 1938/2004) añade


que: «En definitiva, en vista la sentencia citada 1377/2001, para cuotas elevadas
es absolutamente necesario que se contrasten datos más completos sobre la
situación económica del acusado. Pero para la imposición de cifras no
excesivamente superiores al mínimo, como la de 20 E diarios que estaría dentro
de ese primer tramo a que antes hemos hecho referencia, es suficiente con que,
por la profesión o actividad a que se dedica el acusado, se constate que no se
encuentra en la situación de indigencia que es la que debe determinar la
imposición del nivel mínimo absoluto de 200 ptas. (en la actualidad 2 E)».

En esta misma línea, la STS 525/2012, de 19 de junio (recurso núm.


2002/2011) concluye: «Efectivamente, el artículo 50 del Código Penal dispone
en su apartado quinto que los jueces fijarán en la sentencia el importe de las
cuotas de las penas de multa teniendo en cuenta para ello exclusivamente la
situación económica del reo deducida de su patrimonio, ingresos, obligaciones
y cargas familiares y demás circunstancias personales del mismo. La
jurisprudencia ha señalado (STS nº 463/2010) que no siempre es procedente la

1705
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

imposición de la cuantía mínima, que debe quedar para supuestos de


indigencia, miseria o similares.».

Por último, la STS 95/2014, de 20 de febrero (recurso núm. 1507/2013)


indica que:

«Ante una ausencia de motivación de la individualización de la pena,


caben tres posibles remedios, como recuerda, entre otras, la STS. 13.3.2002:

a) Devolver la sentencia al órgano jurisdiccional de instancia para que


dicte otra razonando lo que en la primera quedó irrazonado;

b) Subsanar el defecto en el supuesto de que el órgano jurisdiccional de


apelación le facilite la sentencia de instancia los elementos necesarios para
motivar la individualización de la pena, bien en la misma extensión fijada por el
de instancia, bien en otra que el de apelación considere adecuada;

c) Imponer la pena establecida por la ley en su mínima extensión.

La primera opción, que implica la nulidad parcial de la sentencia, tiene


como limitación lo dispuesto en el art. 240.2 párrafo 21 LOPJ. en su redacción
dada por la LO. 19/2003 de 23.12 (“en ningún caso podrá el Juez o Tribunal,
con ocasión de un recurso, decretar de oficio una nulidad de las actuaciones
que no haya sido solicitada en dicho recurso, salvo que apreciare falta de
jurisdicción o de competencia objetiva o funcional o se hubiese producido
violencia o intimidación que afectare a ese tribunal”). La segunda opción es
posible, cuando los elementos contenidos en la propia sentencia permitan al
juzgador de apelación (o casación) hacer las valoraciones necesarias para la
fijación concreta de la pena en cumplimiento de las reglas de los distintos
apartados del art. 66 CP. y demás aplicables a la penalidad del hecho delictivo
enjuiciado. En cuanto a la tercera, procede únicamente y de forma excepcional
cuando se haya intentado infructuosamente la subsanación en la omisión o ésta
ya no sea posible y, además, de la sentencia no resulten elementos que
permitan al juzgador ad quem la individualización de la pena.».

En el caso actual, como indica el Ministerio Fiscal en su recurso, nada


se dice o argumenta en la sentencia a propósito de la fijación del importe de las

1706
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

cuotas diarias en las penas de multa, salvo en relación con la de 200 euros que
para Jesús Merino se establece para el delito de cohecho («apartado Castilla y
León»).

Ello, no obstante, parece que la sentencia atiende a la gravedad de la


conducta para fijar tanto la extensión de las penas de multa como el importe de
las propias cuota-multa, toda vez que las cuotas menos cuantiosas se fijan para
aquellos delitos atenuados o que se estiman de menor gravedad. Además, con
carácter general, se establecen las mismas cuotas para los partícipes de cada
delito en cuestión, llegando, incluso, a imponer cuotas-multa menores dentro de
un mismo delito para aquellos condenados a los que se atribuye una
participación secundaria o menor.

Siendo así, la pretensión deducida por el Ministerio Fiscal podría ser


viable, dado que la Sala a quo no habría procedido a fijar las cuotas diarias con
arreglo a los criterios legales y jurisprudenciales apuntados, provocando que a
un mismo condenado se le impongan cuotas-diarias de distinto importe.

Cabría, por tanto, unificar el importe de las cuotas impuestas a los


condenados especificados ya que, en efecto, éstas deberían atender a sus
recursos económicos deducidos de los datos que obran en las actuaciones.

Podría añadirse otra consideración. No es descartable que al valorar la


situación económica del condenado, pudiera tenerse en cuenta el hecho de que
deba hacer frente al pago de varias multas al ser condenado por varios delitos.
Pero aun cuando fuera así, ello afectaría por igual al importe de la cuota de
todas las multas.

Al estimarse el presente motivo, habrá de resolverse sobre la concreta


cuota-diaria a establecer respecto de cada condenado. En tal sentido, podría
destacarse lo siguiente:

i) Francisco Correa no impugnó el recurso formulado por el Ministerio


Fiscal. Tampoco formuló recurso reclamando la unificación de los distintos
importes de cuota-diaria.

1707
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Ministerio Fiscal solicita que se le imponga una cuota de 200 euros en


atención a los datos consignados en el «apartado Introducción» relativos a los
ingresos que se cuantifican como percibidos. Ello sería acorde al factum de la
sentencia, donde igualmente se describen a lo largo de los restantes apartados
los cuantiosos ingresos o el importante patrimonio que cabe imputar al mismo.

Por lo demás, examinados los términos en que se formuló acusación, en


cuanto a la extensión de las penas de multa impuestas, la sentencia se ajusta a
los pedimentos del Ministerio Fiscal o, incluso, en algunos casos impone multas
en una extensión inferior a la solicitada. Además, el importe de las cuotas
solicitadas sería, en todos los casos, superior a los 200 euros que se señalan
en el recurso, por lo que, caso de estimarse proporcionada dicha cuantía, ningún
impedimento existiría derivado del necesario respeto al principio acusatorio.

ii) Pablo Crespo se opone a la pretensión deducida por el Ministerio


Fiscal, afirmando que la cuantía interesada de 200 euros no atiende a sus
circunstancias económicas. Se le trata de equiparar a Francisco Correa y Luis
Bárcenas, cuando los ingresos de éstos descritos en los hechos probados son
sensiblemente superiores a la cantidad de 13.927 euros, única que se señala
como recibida por él.

El Ministerio Fiscal funda su petición en la condición del condenado -


recogida a lo largo de la sentencia- de copropietario de la sociedad tenedora de
acciones de las sociedades de eventos y de gestor de las mismas. Ello sería
nuevamente acorde a los hechos probados y que describen no ya sólo las
concretas funciones que éste desempeñó en la trama corrupta
(fundamentalmente hasta el año 2005 en que Isabel Jordán comenzó a asumir
la dirección de las empresas del «Grupo Pozuelo») sino también de los pagos
por éste realizados e, incluso, la percepción de alguna concreta cantidad por
tales gestiones (folio nº 226). Datos todos ellos reveladores de la capacidad de
este condenado para manejar voluminosas cantidades de dinero.

Por su parte, la sentencia le impone las mismas multas o, incluso, en


extensión inferior a las que fueron solicitadas por el Ministerio Fiscal, todas ellas
además en la cuantía de 200 euros.

1708
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

iii) José Luis Izquierdo nada aduce en su escrito de impugnación, siendo


la cuota señalada por el Ministerio Fiscal (10 euros) la mínima de las impuestas
a este condenado en sentencia.

iv) José Luis Peñas se adhiere al motivo, mostrándose conforme con la


imposición de una cuota multa de 20 euros, siendo la mínima de las impuestas
a este condenado en sentencia.

v) Isabel Jordán impugna el motivo, afirmando que la cuota de 100 euros


solicitada es desproporcionada al haber sido declarada insolvente por auto de
17 de marzo de 2016. Por ello, solicita que le sea impuesta una cuota de 2 euros
o, subsidiariamente, de 50 euros.

El Ministerio Fiscal basa su pretensión en la declarada condición de


gestora y propietaria de sociedades de eventos de esta condenada, debiéndose
señalar que una declaración de insolvencia, por más que haya sido aprobada
por la Audiencia Provincial, no puede considerarse como una prueba de
indigencia, que es la única situación que habría de llevarnos a la necesidad de
imposición de la cuota diaria mínima prevista en la ley, según conocida doctrina
jurisprudencial (STS 847/2007, de 18 de octubre).

La condenada no niega tal condición y los hechos probados describen


detalladamente las actuaciones por ésta verificadas, fundamentalmente desde
el año 2005, cuando empieza a asumir la dirección de las empresas de Correa
para la prestación de servicios y celebración de eventos en los municipios de
Majadahonda y Pozuelo y en la Comunidad de Madrid. También se señalan los
importes correspondientes a las ilícitas actividades y contrataciones en las que
intervino y que, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid llegaron a suponer «al
menos 686 operaciones, por un importe total de 6.484.080,07 €» (folio nº 284).

La sentencia le impone penas de idéntica o inferior extensión a las


solicitadas por el Ministerio Fiscal y éste, a salvo en el «apartado Pozuelo», pidió
una cuota diaria de 100 euros, aunque en el recurso se afirma que se solicitó
para esta condenada una cuota de 100 euros, lo cierto es que en el «apartado
Pozuelo» el Ministerio Fiscal interesó una cuota de tan sólo 50 euros.

1709
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

De hecho, las penas concretamente solicitadas en este apartado por el


Ministerio Fiscal fueron de 11 meses de multa a razón de 50 euros diarios -delito
de falsedad continuado- y de 3 meses de multa a razón de 50 euros diarios -
delito atenuado de malversación-, mientras que la sentencia le impone,
respectivamente, las penas de 10 meses de multa con una cuota diaria de 100
euros y de 3 meses de multa con cuota diaria de 200 euros. En definitiva, las
penas así impuestas serían superiores a las solicitadas.

vi) Jesús Merino se opone a la estimación del motivo, indicando que no


se han tenido en consideración los perjuicios personales, familiares, sociales,
profesionales y, por tanto, económicos que ha sufrido a lo largo de los diez años
de procedimiento.

Se remite a su escrito de recurso (motivo 11º) donde impugna la


imposición de la cuota de 200 euros en consideración a su profesión de abogado
y reclama la rebaja de las cuotas impuestas (200 euros y 50 euros) hasta la
cuantía de 25 euros, toda vez que el ejercicio de la abogacía no demostraría
nada por sí solo en cuanto a su situación económica (STS 126/2012, de 28 de
febrero). A tal fin, aduce que dimitió como Diputado, abandonando su larga
carrera política, y se jubiló anticipadamente en el año 2016 (percibiendo 1.580
euros mensuales «compatible con el ejercicio de abogacía»).

Es el único supuesto donde la sentencia justifica la cuota impuesta. Cabe


indicar que el Ministerio Fiscal pidió para este condenado una cuota de 200
euros y que la sentencia le impone penas de idéntica o inferior extensión a las
solicitadas.

Por otro lado, los hechos probados no sólo señalan la condición de


abogado de este condenado, sino también los distintos cargos políticos que éste
ostentó (miembro del Comité ejecutivo nacional del PP, Diputado, Consejero de
Fomento en Castilla y León, Vicepresidente de dicha Comunidad y Procurador
de las Cortes de la misma -folio nº 222-), describiéndose los distintos cobros
recibidos por éste en contraprestación a su intermediación en la adjudicación de
contratos (un total de 331.737 euros -folio nº 223-), sin perjuicio de aquellos que
no han podido ser cuantificados (grupo ROS ROCA y SPINAKER).

1710
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo es, por tanto, coincidente con el motivo decimoprimero del


recurso de Jesús Merino, que fue parcialmente estimado, estableciéndose una
cuota única de 50 €.

vii) Luis Bárcenas impugna el motivo, aduciendo que el propio Ministerio


Fiscal solicitó cuotas dispares para los acusados y que no se han analizado sus
circunstancias personales, singularmente el estado de ruina en que le dejan las
cuantiosas penas impuestas en sentencia. Considera que esta ausencia de
justificación debería conducir a la imposición de la pena mínima legalmente
establecida.

El Ministerio Fiscal basa su pedimento en el importante patrimonio que


se le atribuye en los hechos declarados probados, lo que es enteramente acorde
al contenido del «apartado Castilla y León», donde se detallan las distintas
cantidades que éste percibió o de las que se apropió, así como el importe del
patrimonio que ocultó en el extranjero y las cantidades defraudadas a la
Hacienda Pública.

También en este caso, la cuota diaria solicitada es inferior a las pedidas


por el Ministerio Fiscal y la sentencia le impone penas idénticas o inferiores en
extensión a las que se interesaron, con la excepción de la pena impuesta por el
delito intentado de estafa procesal (10 meses de multa) donde el Ministerio
Fiscal solicitó la pena de 4 meses de multa.

388.- El motivo tercero al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
aplicación indebida de los arts. 423.1, 419 y 74 CP.

El motivo se refiere exclusivamente al apartado Estepona en relación a


la pena de multa que se impone al condenado José Luis Izquierdo por el delito
de cohecho continuado, al imponérsele una pena inferior al mínimo legalmente
establecido.

Los hechos declarados probados en relación con este delito se ceñirían


a la entrega a Ricardo Galeote de, al menos, 7.484,32 euros, entre los años
2001 a 2003, en forma de viajes y otros servicios turísticos.

1711
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Según la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el


delito de cohecho tipificado en el art. 423.1 en relación con el art. 419 CP estaba
sancionado con pena de prisión de 2 a 6 años de prisión y multa del tanto al
triplo del valor de la dádiva.

En consecuencia, la pena correspondiente al delito continuado de


cohecho por el que resultó condenado sería, ex art. 74 CP, prisión de 4 años y
1 día y multa del doble al triple del valor de la dádiva; mientras que la sentencia
impone a este condenado la pena de 4 años y 1 día de prisión y multa de 8.000
euros. Sin embargo, conforme se ha expuesto, esta última debería ascender, al
menos, a 14.968,64 euros.

El Ministerio Fiscal solicitó en su escrito de conclusiones definitivas la


imposición de una pena de multa de 18.000 euros, por lo que solicita que se
case la sentencia en este aspecto y se dicte otra imponiendo a este condenado
una multa en la cuantía mínima de 14.968,64 euros.

La sentencia no contiene motivación alguna a propósito de la concreta


individualización de las penas impuestas por este delito, limitándose a señalar,
al analizar la calificación jurídica del mismo, que la base para la acusación por
los delitos de cohecho está en los regalos que, en forma de servicios turísticos,
realizó Francisco Correa a Ricardo Galeote y a las personas de su entorno en
pago de comisiones devengadas, siendo Pablo Crespo quien autorizaba el
libramiento de fondos con que se hacían dichos pagos y José Luis Izquierdo
quien ejecutaba materialmente las órdenes de pago y llevaba su control en la
contabilidad de las empresas.

A continuación, señala las penas a imponer a cada uno de los


condenados. En concreto, y por lo que aquí interesa, la de 18.000 euros de
multa para Ricardo Galeote (como autor de un delito continuado de cohecho
pasivo) y Francisco Correa (como autor de un delito continuado de cohecho
activo), 15.000 euros de multa para Pablo Crespo (como autor de un cohecho
activo continuado) y multa de 8.000 euros para José Luis Izquierdo (como
cooperador necesario de un cohecho activo continuado).

1712
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como ya hemos expuesto en anteriores motivos relativos a la


motivación de la individualización de la pena, debemos recordar, conforme a lo
expuesto en la STC 25/2011de 14-3, y ATS 11-1-2012, que el deber de los
órganos judiciales de motivar sus resoluciones que constituye una exigencia
dimanante del derecho a la tutela judicial efectiva, puesto en conexión con el art.
120 CE, responde a la doble finalidad de exteriorizar el fundamento de la
decisión, haciendo explícito que ésta corresponde a una determinada aplicación
de la ley y presentar un eventual control jurisdiccional mediante el ejercicio de
los recursos (por todas STS 144/2007, de18-6 y las allí citadas) y que para la
satisfacción de tal deber no es exigible un razonamiento judicial exhaustivo y
pormenorizado de todos los aspectos y perspectivas que las pautas pueden
tener de la cuestión que se debate, sino que deben considerarse
suficientemente motivadas aquellas resoluciones judiciales que vengan
apoyadas en razones que permitan conocer cuáles han sido los criterios
jurídicos esenciales fundamentadores de la decisión o, lo que es lo mismo, la
ratio decidendi, de manera que no existe un derecho fundamental del justiciable
a una determinada extensión de la motivación judicial (STS 144/2007, de 18-6;
75/2005, de 4-4-; 91/2004, de 19-5).

Por otra parte se ha señalado que esa necesidad e motivación alcanza


a la concreta determinación de la pena, aunque hemos destacado también que
"cuando los datos básicos del proceso de individualización de la pena puedan
inferirse de los hechos probados, no resultan constitucionalmente exigibles
ulteriores razonamientos que los traduzcan en una cuantificación de pena
exacta, dada la imposibilidad de sentar un criterio que mida lo que, de suyo, no
es susceptible de medición (STS 98/2005, de 18-4, 136/2003, de 30-6; 47/978,
de 2-3).».

Finalmente, a propósito de la concreta posibilidad de corregir en


casación la pena impuesta por el Tribunal de instancia cuando la misma es
errónea por ser inferior al mínimo legal, la STS 214/2018, de 8 de mayo (Recurso
núm. 10311/2017) expone:

«El Ministerio fiscal señala, para esta recurrente y otros, en una situación
similar, que se ha producido un error en la imposición de las penas de

1713
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

inhabilitación absoluta, y respecto a dos condenados, respecto a las penas


privativas de libertad instando la corrección del error con apropiación de la
consecuencia jurídica. Sostiene que las penas procedentes al delito continuado
de malversación agravado por la concurrencia del párrafo segundo del art. 432
no es la impuesta en la sentencia y propugna que el error en la imposición de la
pena sea corregido por esta Sala en aplicación de los Acuerdos de Pleno no
jurisdiccional de esta Sala de fecha 26-12-2006, en realidad 20 de diciembre de
2006, y de 27 de noviembre de 2007 y fijar la pena mínima prevista para la
tipicidad declarada.

La alegación del Ministerio público es cierta y la pena impuesta, para este


recurrente y otros en situación procesal similar, es errónea en la medida en que
no se ha tenido en cuenta la resultancia de las agravaciones por la concurrencia
del número 2 del art. 432 Cp y la continuidad delictiva.

Ahora bien, el Ministerio fiscal no formuló una pretensión de revisión, ni


se adhirió a los presentados por los recurrentes, posibilitando el cumplimiento
de las exigencias de contradicción ínsitas en los recursos que pretenden una
modificación de una sentencia impugnada. A través del recurso, en su caso de
la adhesión, el recurrente propone una modificación que es comunicada a la
defensa que se informa de la impugnación y, a su ve realiza un informe en el
sentido que le interesa. En el caso no se ha producido esa pretensión de revisión
y, por lo tanto, no se ha realizado la contradicción necesaria en toda pretensión
revisora.

El Ministerio público apoya la revisión en esta sede casacional en los


Acuerdos de 20 de diciembre de 2006 y 27 de noviembre de 2007. El primero
es tangencial al objeto de esta casación "El tribunal sentenciador no puede
imponer pena superior a la más grave de las pedidas en concreto por las
acusaciones", lo que no es sino manifestación del principio acusatorio
concretado la fijación de las penas por el órgano judicial y extendiendo la
previsión del art. 789.3 de la Ley de enjuiciamiento criminal para el
procedimiento abreviado, al resto de los procesos. El Acuerdo de 27 de
noviembre de 2007 puntualiza el anterior Acuerdo para señalar que el referido
Acuerdo debe ser entendido en el sentido de que la pena solicitada se

1714
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

corresponda con las previsiones legales al respecto, de modo que cuando la


pena se omite o no se alcanza el mínimo previsto en la ley, la sentencia debe
imponer la pena mínima establecida para el delito objeto de la condena.

Se trata de una precisión que permite subsanar errores respecto al


principio de legalidad, de manera que en sede casacional pueda confirmarse las
resoluciones que, observando la legalidad en la imposición de la pena, subsume
un error en la pretensión deducida por las acusaciones. Es decir, la Sala de
casación no podría corregir por error de derecho, por infracción de ley, una pena
legalmente impuesta cuando en la instancia se ha corregido un error de la
acusación y se ha impuesto la pena procedente. Sería un contrasentido declarar
que la pena impuesta, una pena procedente, se corrige por un error de derecho,
lo que no concurre pues se trata de un error que el tribunal de instancia soluciona
aplicando el principio de legalidad, pero ello no permite al tribunal de casación
la subsanación de un error respecto al que no se plantea su modificación por la
vía legalmente prevista.

El alcance del Acuerdo no supone, como se postula, que el Tribunal de


casación, sin un recurso previo y, por lo tanto, sin contradicción, pueda alterar
una pena, pues esa posibilidad afecta a la reformatio in peius, que consolida la
situación jurídica preexistente salvo recurso oportunamente deducido.

Consecuentemente, constatamos el error que se afirma, pues la pena


impuesta, por las razones señaladas no es procedente, pero tampoco es factible
la modificación de las penas impuestas sin una pretensión deducida que
garantice la contradicción.».

El motivo deberá ser estimado.

Conforme se expone en el recurso, el factum expresa que se abonó por


PASADENA VIAJES SL, en forma de viajes y otros servicios organizados a
Ricardo Galeote y a las personas de su entorno que éste indicaba, «al menos,
un importe total de 7.484,32 €».

Por su parte, José Luis Izquierdo, que se opone a la admisión del motivo,
solicita que, en caso de estimarse el mismo, le sea impuesta la pena mínima
legalmente establecida.

1715
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Examinado cuanto se ha expuesto, es posible concluir que el motivo


sería viable, toda vez que la pena de multa impuesta a José Luis Izquierdo
(8.000 euros), conforme al importe del coste de los viajes y servicios que se
declara probado, no alcanzaría el límite mínimo de la que procedería para el
delito y que, dada la continuidad delictiva apreciada, sería, como mínimo, de
14.968,64 euros.

389.- El motivo cuarto al amparo del artículo 849.1 de la Ley de


Enjuiciamiento Criminal, por infracción de ley por indebida aplicación de
los artículos 390, 392 y 74 del Código Penal.

El motivo se refiere exclusivamente al «apartado Estepona», en relación


con las penas de multa que se imponen a Pablo Crespo Sabarís y a José Luis
Izquierdo López como autores del delito de falsedad documental continuado. De
nuevo se alega que se han impuesto penas inferiores al mínimo legalmente
establecido al efecto.

Pablo Crespo y José Luis Izquierdo han sido condenados, junto con
Ricardo Galeote y Francisco Correa, como autores de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1. 1º,
2º y 3º y 74 CP, a propósito de los documentos emitidos por PASADENA VIAJES
SL.

En concreto, a Pablo Crespo se le han impuesto las penas de 1 año y 9


meses de prisión y multa de 8 meses con una cuota diaria de 100 euros, y a
José Luis Izquierdo las de 1 año y 9 meses de prisión y multa de 6 meses con
una cuota diaria de 100 euros.

En la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el delito


de falsedad documental tipificado en el art. 392 CP estaba sancionado con pena
de prisión de 6 meses a 3 años de prisión y multa de 6 a 12 meses, por lo que
la pena correspondiente al delito continuado por el que han sido condenados
sería, ex art. 74 CP, de 1 año, 9 meses y 1 día a 3 años de prisión y de multa
de 9 meses y 1 día a 12 meses.

1716
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El Ministerio Fiscal solicitó en su escrito de conclusiones definitivas la


imposición de una pena de multa de 10 meses, por lo que interesa que se case
la sentencia en este aspecto y se dicte otra imponiendo a estos condenados una
pena de multa superior a 9 meses y 1 día.

Por su parte, Pablo Crespo y José Luis Izquierdo, sin perjuicio de


oponerse a la admisión del motivo, solicitan que, caso de estimarse el mismo,
les sea impuesta la pena mínima legalmente establecida.

De nuevo, la sentencia omite toda motivación capaz de justificar la


concreta individualización de las penas impuestas, limitándose a señalar, al
abordar la calificación jurídica, que la base para la acusación de este delito está
en relación con los documentos emitidos desde PASADENA VIAJES SL.

A continuación, señala las penas a imponer a cada uno de los


condenados, todos ellos como autores penalmente responsables del referido
delito. En concreto, y por lo que aquí interesa, las de 10 meses de multa para
Ricardo Galeote y Francisco Correa, 8 meses de multa para Pablo Crespo y 6
meses de multa para José Luis Izquierdo.

Los hechos probados expresan, en síntesis, que Ricardo Galeote, como


Gerente de la sociedad municipal TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS
DE ESTEPONA SL, aprovechándose de las competencias que en materia de
contratación y ordenación de pagos tenía por su cargo, convino con Francisco
Correa, con el fin de procurarse ilícitamente un mutuo beneficio, la adjudicación
directa a las sociedades de éste de determinados contratos a cambio de una
comisión. Comisiones que se abonaron, entre los años 2001 y 2003, con viajes
y otros servicios turísticos prestados por PASADENA VIAJES SL cuyo precio
era satisfecho, según lo acordado, bien por Francisco Correa contra facturas en
las que se ocultaban tales usuarios, bien por sociedades municipales contra las
que el mismo emitía facturas por servicios inexistentes o ya abonados.

También señalan que, con la finalidad de ocultar el verdadero


destinatario de los servicios prestados en beneficio de Ricardo Galeote y sus
reales pagadores así como para ofrecerle una falaz justificación de su abono,
se confeccionaron desde PASADENA VIAJES SL, con conocimiento y

1717
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

consentimiento de aquél, siguiendo instrucciones de Francisco Correa, por José


Luis Izquierdo y, desde al menos octubre de 2002, por Pablo Crespo diversas
facturas y recibos mendaces.

Como expone el Ministerio Fiscal en su recurso, la sentencia acuerda la


condena de Pablo Crespo y José Luis Izquierdo (junto con Ricardo Galeote y
Francisco Correa) como autores responsables de un delito continuado de
falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1. 1º,
2º y 3º y 74 CP, en relación con los documentos emitidos por PASADENA
VIAJES SL.

El motivo deberá ser desestimado, pues aunque las penas de multa


señaladas para estos dos condenados -8 y 6 meses- habrían sido impuestas
por debajo del mínimo legal que, dada la continuidad delictiva, ha de ser 9 meses
y 1 día, estimados que han sido los motivos 8 y 9 de Ricardo Galeote y absuelto
de este delito, igual pronunciamiento ha de recaer sobre estos acusados, en
virtud de lo dispuesto en el art. 903 LECrim.

390.- El motivo quinto al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
aplicación indebida de los arts. 390, 392 y 74 CP.

El motivo se refiere exclusivamente al «apartado Estepona», en relación


con las penas que se imponen a Ricardo Galeote Quecedo y a Francisco Correa
Sánchez por el delito continuado de falsedad documental, en tanto son inferiores
al mínimo legalmente establecido al efecto.

Estos acusados han sido condenados como autores de un delito


continuado de malversación de los arts. 432.1 y 3 y 74 CP en concurso medial
del art. 77 CP con un delito continuado de falsedad documental del art. 392 en
relación con el art. 390.1. 1º, 2º y 3º y con el art. 74 CP, relativo a las facturas
nº 000266/0544102, de 6-5-2002, y nº 00104/03, de 12-3-2003.

La sentencia resuelve que, dado que la acusación plantea la posibilidad


de imponer la pena en términos alternativos, procede su punición por separado.
A su vez, ya que considera que el concurso entre este delito continuado de

1718
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

malversación y el de fraude continuado a las Administraciones Públicas que les


venía siendo también imputado, es un concurso normas, que no de delitos, y
que en este apartado debe resolverse a favor del fraude, les absuelve del delito
continuado de malversación, condenándoles tan sólo por el delito continuado de
falsedad.

Por todo ello, impone a Ricardo Galeote las penas de 7 meses de prisión
y multa de 7 meses con una cuota diaria de 100 euros, y a Francisco Correa las
de 7 meses de prisión y multa de 7 meses con una cuota diaria de 50 euros.

Indica el Ministerio Fiscal que, al margen de lo expuesto en el motivo


primero de recurso, perviviría el delito continuado de falsedad por el que, en
efecto, se condena a Ricardo Galeote y Francisco Correa.

En la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el delito


de falsedad documental tipificado en el art. 392 CP estaba sancionado con pena
de prisión de 6 meses a 3 años de prisión y multa de 6 a 12 meses, por lo que
la pena correspondiente al delito continuado por el que resultaron éstos
condenados sería, ex art. 74 CP, de 1 año, 9 meses y 1 día a 3 años de prisión
y de multa de 9 meses y 1 día a 12 meses.

Considera que la sentencia incurre en un error derivado de una lectura


incorrecta de la calificación del Ministerio Fiscal, dado que, en sus conclusiones
definitivas, consideró que los hechos imputados a estos dos condenados eran
constitutivos de un delito continuado de malversación en concurso medial con
un delito continuado de falsedad, en relación con las dos facturas especificadas,
solicitando la imposición de una pena conjunta, ex art. 77 CP, de 2 años y 5
meses de prisión, multa de 4 meses con una cuota diaria de 100 euros y
suspensión de empleo o cargo público por tiempo de 11 meses (para Ricardo
Galeote) y de 2 años y 5 meses de prisión, multa de 4 meses con una cuota
diaria de 250 euros y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de 11
meses (para Francisco Correa).

Por tanto, sólo respecto de Pablo Crespo se interesó la punición por


separado de los delitos que le venían siendo imputados a él en exclusiva, como
es un delito básico de malversación en concurso medial con un delito básico de

1719
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

falsedad, ya que éste sólo intervino en los hechos relacionados con una de estas
facturas. Por consiguiente, se solicitó para este acusado la imposición de una
pena de 7 meses de prisión, multa de 2 meses y 10 días con una cuota diaria
de 200 euros y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de 7 meses
(para el delito de malversación) y de 7 meses de prisión y multa de 7 meses con
una cuota diaria de 200 euros (para el delito de falsedad).

Por todo ello, solicita que se case la sentencia y se dicte otra en la que
se subsuma correctamente la legalidad aplicable, imponiendo a Ricardo Galeote
y Francisco Correa, por el delito de falsedad continuado en documento
mercantil, una pena que oscile entre 1 año, 9 meses y 1 día a 3 años de prisión
y de multa de 9 meses y 1 día a 12 meses.

La sentencia considera, en un primer momento, a Ricardo Galeote y


Francisco Correa como responsables de un delito continuado de malversación
en concurso medial con un delito continuado de falsedad en documento
mercantil, señalando que la base para la imputación de este delito está en las
facturas nº 000266/0544102, de 6-5-2002, abonada por la entidad SERVICIOS
MUNICIPALES DE ESTEPONA SL, y nº 00104/03, de 12-3-2003, abonada por
la entidad TURISMO Y ACTIVIDADES RECREATIVAS DE ESTEPONA SL. Por
su parte, Pablo Crespo es declarado responsable de un solo delito de
malversación en concurso con un delito de falsedad, relativo a la factura nº
00104/03, de 12-3-2003, abonada por la entidad TURISMO Y ACTIVIDADES
RECREATIVAS DE ESTEPONA SL.

A continuación, la Sala a quo se remite a lo previamente resuelto y pena


únicamente por el delito continuado de fraude a las Administraciones Públicas
del art. 436 CP al entender, como ha explicado con anterioridad, que concurre
un concurso de normas, que resuelve al amparo del art. 8.4 CP y, por tanto, en
favor del delito más grave, que absorbe al menos grave que, en este caso, sería
el delito de malversación atenuada.

En este marco, la sentencia aduce que, dado que la acusación pública


plantea (en sucesivas calificaciones alternativas) la posibilidad de penar por
separado los delitos de malversación y de falsedad, esa solución le parece
«preferible por ser una solución más ajustada a derecho en el caso concreto, ya

1720
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

que permite la individualización de penas por delitos y así, teniendo en cuenta


la solución de los problemas concursales (de leyes) … nos permite mantener la
absolución por los delitos de malversación por quedar subsumidos dentro del de
fraude a la administración, penando, por tanto, únicamente los de falsedad, en
las modalidades descritas».

Por último, establece, sin motivación alguna, las distintas penas a


imponer a estos condenados. En concreto, las de 7 meses de prisión y multa de
7 meses para Ricardo Galeote y Francisco Correa y de 6 meses de prisión y
multa de 6 meses para Pablo Crespo.

El motivo debería ser estimado al haber sido condenados estos


acusados finalmente como autores de un delito continuado de falsedad
documental del art. 392 en relación con el art. 390.1.1º, 2º y 3º y con el art. 74
CP en relación con las facturas nº 000266/0544102, de 6-5-2002 y nº 00104/03,
de 12-3-2003, sin que hayan impugnado el recurso, y ser las penas señaladas
para estos acusados 7 meses de prisión y 7 meses de multa, inferiores al límite
legal que, dada la continuidad delictiva apreciada serían 1 año, 9 meses y 1 día
de prisión y multa de 9 meses y 1 día.

No obstante, como se ha razonado en el motivo 10 del recurso de


Ricardo Galeote, este delito de falsedad documental ha sido integrado en
concurso medial con los delitos de fraude continuado y malversación y
establecida una penalidad conjunta, a partir del fraude, de dos años y seis
meses de prisión y 9 años de inhabilitación para empleo o cargo público.

391.- El motivo sexto al amparo del nº 1 del art. 849 LECrim por
aplicación indebida de los arts. 419, 423, 74 y 77 CP.

El motivo se refiere a la incorrecta imposición de las penas de multa a


Francisco Correa Sánchez, Pablo Crespo Sabaris y José Luis Izquierdo López
-a este último también respecto a la pena de prisión- en relación a la condena
por el delito de cohecho derivado del pago de dádivas a Guillermo Ortega, a
través de unas cuentas llamadas “Gabinete” y “Willy”, entre otras.

1721
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Motivo que puede ser estudiado y resuelto conjuntamente, por


coincidente de forma parcial con el motivo séptimo al amparo del nº 1 del art.
849 LECrim por aplicación indebida de los arts. 419, 74 y 77 CP que se refiere
a las penas inferiores a las que legalmente corresponden a los acusados
Carmen Rodríguez Quijano, Juan José Moreno Alonso y Guillermo Ortega
Alonso, cargos públicos intervinientes y, a su vez, perceptores de distintas
cantidades procedentes de la cuota cuenta “Gabinete” -por lo que solo les es de
aplicación el art. 419, no el art. 423 CP-.

1º En cuanto al motivo sexto relativo exclusivamente al apartado


Majadahonda. El Ministerio Fiscal considera que las penas de multa impuestas
a Francisco Correa Sánchez, Pablo Crespo Sabarís y José Luis Izquierdo López
son inferiores al mínimo legal si tenemos en cuenta las cantidades que, según
los hechos probados, recibió Guillermo Ortega.

Asimismo considera inferior al mínimo legal la pena de prisión impuesta


a José Luis Izquierdo López.

Aduce el Ministerio Fiscal que a lo largo de los hechos declarados


probados se relacionan las diversas cantidades ilegalmente obtenidas que
nutrían las cuentas llamadas «Gabinete» y «Willy». En concreto, los ingresos en
la cuenta «Gabinete» procedentes de aportaciones de terceras empresas por
adjudicaciones regulares por las que se vieron favorecidas (excluyendo las
cantidades procedentes de hechos calificados como delitos de malversación)
son cuantificados por el Tribunal en 512.229,22 euros.

Por otra parte, dentro de aquellos otros importes recibidos al margen de


las cuentas «Gabinete» y «Willy», se especifica que Guillermo Ortega recibió de
Francisco Correa, en metálico y de su «caja B», la cantidad de 20.000 euros -el
23.6.2004- y de 50.000 euros -el 6.10.2004-; y, en especie, diferentes regalos
por importe de 9.732 euros, entre ellos, un bolso para su mujer valorado en 560
euros.

Por último, en relación con el expediente 59/01 de Limpieza Urbana,


Recogida y Transporte de Residuos Sólidos Urbanos, se indica que, entre mayo
de 2001 y mayo de 2003, Guillermo Ortega recibió 150.630 euros.

1722
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, la cuantía total que el Tribunal de instancia considera


acreditada, según el Ministerio Fiscal, como dádivas distribuidas en la cuenta
«Gabinete» y como entregadas a Guillermo Ortega al margen de la misma sería
de 742.591,22 euros.

Afirma que los hechos declarados probados en sentencia diferirían


levemente de los descritos en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, en
cuanto estima acreditada la percepción de una cuantía inferior en dádivas, si
bien coincide en la calificación de los mismos como constitutivos de un delito de
cohecho continuado en concurso medial con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil, acordándose la imposición de las siguientes penas:

- A Francisco Correa: una única pena de 5 años y 1 día de prisión, multa


de 1.000.000 euros y 10 años de inhabilitación especial para empleo o cargo
público.

- A Pablo Crespo: una única pena de 5 años y 1 día de prisión, multa de


1.000.000 euros y 10 años de inhabilitación especial para empleo o cargo
público.

- A José Luis Izquierdo: las penas de 2 años de prisión, multa de 500.000


euros y 5 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público, por el
delito de cohecho; y de 1 año y 10 meses de prisión y 5 meses de multa con
una cuota diaria de 50 euros, por el delito de falsedad.

En la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el delito


de cohecho tipificado en el art. 423 en relación con el art. 419 CP estaba
sancionado con pena de prisión de 2 a 6 años de prisión y multa del tanto al
triplo del valor de la dádiva, por lo que la pena correspondiente al delito
continuado por el que resultaron condenados sería, ex art. 74 CP, de 4 años y
1 día a 6 años de prisión y multa del doble al triple del valor de la dádiva. A su
vez, como consecuencia de la aplicación del art. 77 CP, la pena habría de
imponerse nuevamente en su mitad superior, esto es, de 5 a 6 años de prisión
y multa de 2,5 del tanto al triple del valor de la dádiva.

1723
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Consecuentemente con lo anterior, las penas de multa impuestas a estos


tres condenados, así como la pena de prisión impuesta al tercero se
encontrarían por debajo del mínimo legal. En concreto:

i) Francisco Correa intervino en la totalidad de los hechos expuestos, por


lo que debería partirse de la cuantía total en que se han valorado las dádivas,
es decir, 742.591,22 euros. En consecuencia, la pena impuesta de 1.000.000
euros no alcanzaría el mínimo legal de 1.856.478,05 euros.

El Ministerio Fiscal solicitó para este acusado una multa de 2.300.000


euros, superior a la máxima que con arreglo a los hechos finalmente declarados
probados pudiera imponérsele, que ascendería a 2.227.773,66 euros.

ii) Pablo Crespo, según los hechos probados, intervino en la gestión de


la cuenta «Gabinete», por lo que debería partirse de la cuantía total en que se
han valorado los ingresos de dicha cuenta procedentes de aportaciones de
terceras empresas por adjudicaciones regulares, es decir, 512.229,22 euros. En
consecuencia, la pena impuesta de 1.000.000 euros no alcanzaría el mínimo
legal de 1.280.573,05 euros.

El Ministerio Fiscal solicitó para este acusado una multa de 1.850.000


euros, superior a la máxima que con arreglo a los hechos finalmente declarados
probados pudiera imponérsele, que ascendería a 1.536.687,66 euros.

iii) José Luis Izquierdo, conforme a los hechos probados, habría


participado en la gestión de la cuenta «Gabinete» y de la «caja B» de Francisco
Correa, luego debería partirse de la cuantía de 582.229,22 euros para fijar la
pena de multa, por lo que la pena impuesta de 500.000 euros no alcanzaría el
mínimo legal de 1.455.573,05 euros.

En este mismo sentido, también la pena de 2 años de prisión impuesta a


este condenado sería inferior al mínimo legal antes expresado.

El Ministerio Fiscal solicitó para este acusado una única pena de 6 años
de prisión, con accesorias legales, y multa de 1.850.000 euros.

2º En cuanto al motivo séptimo:

1724
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

El motivo se refiere exclusivamente al «apartado Majadahonda», en


relación con las penas que se imponen por el delito de cohecho ya analizado en
el motivo anterior a Carmen Rodríguez Quijano, Juan José Moreno Alonso y
Guillermo Ortega Alonso, como perceptores de distintas cantidades de la cuenta
«Gabinete», en tanto algunas de ellas son inferiores al mínimo legalmente
establecido al efecto.

El Ministerio Fiscal parte de los argumentos expuestos en el anterior


motivo, destacando que las personas indicadas resultaron condenadas por la
comisión de un delito de cohecho continuado del art. 419 CP en concurso medial
con un delito continuado de falsedad documental.

En la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el delito


de cohecho tipificado en el art. 419 CP estaba sancionado con pena de prisión
de 2 a 6 años de prisión, multa del tanto al triplo del valor de la dádiva e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de 7 a 12 años,
por lo que la pena correspondiente al delito continuado por el que resultaron
condenados sería, ex art. 74 CP, de 4 años y 1 día a 6 años de prisión, multa
del doble al triple del valor de la dádiva y de 9 años y 6 meses a 12 años de
inhabilitación. A su vez, como consecuencia de la aplicación del art. 77 CP, la
pena ha de imponerse nuevamente en su mitad superior, esto es, de 5 a 6 años
de prisión, multa de 2,5 del tanto al triple del valor de la dádiva y de 10 años y 9
meses a 12 años de inhabilitación.

Consecuentemente con lo anterior, algunas de las penas impuestas a


éstos se encontrarían por debajo del mínimo legal. En concreto:

i) Carmen Rodríguez participó en la gestión de la cuenta «Gabinete», por


lo que la cuantía de la que habría de partirse para fijar la pena de multa sería la
de 512.229,22 euros.

A Carmen Rodríguez se le impuso una única pena de 4 años y 1 día de


prisión, multa de 1.000.000 euros y de 10 años de inhabilitación especial para
empleo o cargo público.

En consecuencia, las penas impuestas a esta condenada serían


inferiores al mínimo legal, ya que la prisión debería ser de, al menos, 5 años; la

1725
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

multa de, como mínimo, 1.280.573,05 euros; y la inhabilitación de 10 años y 9


meses.

El Ministerio Fiscal solicitó para esta acusada una multa de 1.850.000


euros, superior a la máxima que con arreglo a los hechos finalmente declarados
probados pudiera imponérsele, que ascendería a 1.536.687,66 euros.
Asimismo, interesó las penas de 6 años de prisión y de 12 años de inhabilitación.

ii) Juan José Moreno también participó en la gestión de la referida cuenta,


lo que supone que igualmente para éste debería partirse para fijar la pena de
multa de la cantidad de 512.229,22 euros.

A Juan José Moreno se le impuso una única pena de 5 años y 1 día de


prisión, multa de 25.000 euros y 10 años de inhabilitación especial para empleo
o cargo público.

Por tanto, la pena de multa impuesta sería inferior a la que legalmente le


correspondería (1.280.573,05 euros), si bien advierte de que para este acusado
se solicitó una pena de multa de 1.259.000 euros, inferior incluso a la mínima
legal, por lo que aduce que la petición de que se ajuste la pena impuesta al límite
legal mínimo debe quedar condicionada por el principio acusatorio y, en su
virtud, la multa no podrá exceder la cuantía referida de 1.259.000 euros.

iii) En cuanto a Guillermo Ortega, el Ministerio Fiscal sostiene que la


única pena impuesta inferior a la legal es la referida a la pena de inhabilitación,
que se le impone por un plazo de 10 años, cuando el mínimo legal es de 10
años y 9 meses, habiendo solicitado el Ministerio Fiscal una pena de
inhabilitación por tiempo de 12 años.

Por todo ello, considera que debe casarse la sentencia y dictar otra para
adecuar las penas impuestas a los acusados referidos en este motivo séptimo
a la expresada legalidad.

La sentencia no contiene motivación alguna a propósito de la concreta


individualización de las penas impuestas por este delito. De hecho, en los
apartados dedicados a las individualizaciones de pena no especifica el tipo de
cohecho por el que condena en cada caso.

1726
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En la fundamentación jurídica de la sentencia, cuando analiza la


calificación jurídica (respecto a todos los condenados, sean o no funcionarios)
realiza una serie de consideraciones con base en las cuales estima que, ante
las acusaciones formuladas contra todos estos acusados por distintos delitos de
cohecho de los arts. 419, 420, 423 y 426 CP, procede su punición como un único
delito de cohecho continuado (sin mayores especificaciones).

En concreto, comienza analizando la relación del art. 423 CP con los arts.
419, 420 y 426 CP, señalando que la punición por separado de las mismas
conductas como cohecho activo y pasivo vulneraría el principio «non bis in
idem», dado que una y otra acción son reflejo de los mismos hechos.

También argumenta que la imposibilidad de poder precisar con exactitud


el concreto acto o resolución administrativa que se dictase con motivo de la
dádiva o regalo, en nada obsta a la realidad del delito desde la perspectiva global
de los hechos declarados probados, comprensivos de la realidad de las entregas
de las mismas, que no se han de desvincular de la irregularidades en la
tramitación administrativa igualmente constatadas, dado que se trata de un
sistema de corrupción instaurada en el Ayuntamiento conforme a una dinámica
de “sistema de pagos” (STS 508/2015).

A tal fin, se destaca el hecho de que, de los acuerdos por los que se
realizan las adjudicaciones irregulares, se obtenían unos fondos que se
ingresaban en una caja común, de donde se sacaban las cantidades para
gratificar al alcalde y demás funcionarios del Ayuntamiento, así como a quienes
participaban desde fuera en ese concierto de corrupción.

Incide en que el ejemplo más claro se encuentra en las cuentas


«Gabinete» y «Willy», que se nutrían de fondos procedentes de comisiones
percibidas por adjudicatarios, y también sustraídos del Ayuntamiento, que
pasaban a las sociedades de Francisco Correa, desde donde se distribuían para
pagar gastos que debía atender, ya fueran personales o del PP.

Seguidamente, como actos más significativos por los que se percibieron


dádivas y regalos por Guillermo Ortega, en mayor cuantía, pero también por
José Luis Peñas y Juan José Moreno, aborda, de manera resumida, las

1727
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

irregularidades constatadas en la contratación de la Oficia de Atención al


Ciudadano, la campaña «Infoeuro» o el contrato de limpieza urbana (expediente
nº 59/01), además de los contratos menores relativos a la OAC o «Infoeuro» y
los correspondientes sobreprecios, comisiones y/o beneficios.

En el marco expuesto, la sentencia termina concluyendo que condena


por el tipo más grave del art. 419 CP (lo que no especifica cuando individualiza
las penas), en concurso medial con un delito de falsedad (por la emisión facturas
infladas o ficticias por servicios no realizados) imponiendo las penas ya
señaladas.

Con respecto a José Luis Izquierdo, se aplica la atenuación del art. 65.3
CP dada su condición de cooperador necesario.

4. Viabilidad del recurso.

1. Como se desprende de los hechos declarados probados y los


argumentos contenidos en la sentencia, la base para la condena (que, según la
fundamentación jurídica analizada con anterioridad parece ampararse para
todos los condenados en el art. 419 CP) está en las dádivas recibidas en forma
de viajes (a excepción de José Luis Peñas y Juan José Moreno) y en metálico
por Guillermo Ortega Alonso, Carmen Rodríguez Quijano, José Luis Peñas y
Juan José Moreno, a través de un sistema de corrupción instaurado en el
Ayuntamiento y dirigido por Francisco Correa. Él era el encargado de gestionar
un fondo de dinero, que se nutría, en su mayor parte, de los ingresos
procedentes del cobro de comisiones a empresas adjudicatarias de contratos
públicos otorgados irregularmente (aunque también en ocasiones
regularmente), así como procedentes de supuestas prestaciones de servicios
por parte de empresas de Francisco Correa o del directo apoderamiento de
cantidades de distintas entidades públicas.

Los cobros de las comisiones se ocultaron a través de facturas falsas,


por venir referidas a servicios inexistentes o ya abonados y, en el caso de los
pagos de terceras empresas beneficiarias de adjudicaciones regulares, también
por la emisión de facturas infladas.

1728
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por su parte, Pablo Crespo era quien autorizaba el libramiento de fondos


con que se hacían estos pagos y José Luis Izquierdo ejecutaba materialmente
las órdenes de pago y llevaba el control de la contabilidad de las empresas.

La sentencia acuerda la condena, a título de autores, de Francisco


Correa, Pablo Crespo, Guillermo Ortega, Carmen Rodríguez, Juan José Moreno
(junto con José Luis Peñas, respecto del que nada se impugna) y de José Luis
Izquierdo (como cooperador necesario) por la comisión de un delito continuado
de cohecho en concurso medial con un delito continuado de falsedad
documental, por lo que el límite penológico de las penas a imponer por el primero
debería ser de 5 a 6 años de prisión, multa de 2,5 del tanto al triple del valor de
la dádiva y de 10 años y 9 meses a 12 años de inhabilitación.

Por otro lado, como expone el Ministerio Fiscal en su recurso, los hechos
probados reflejan tanto el ingreso del importe total de 512.229,22 euros en la
cuenta «Gabinete» (concretamente procedente de las aportaciones de terceras
empresas adjudicatarias de contratos regulares y como «favor con el que
compensaban esa adjudicación») como la concreta percepción por parte de
Guillermo Ortega de las restantes cantidades señaladas (70.000 euros en
metálico de la «caja B» de Francisco Correa y 9.732 euros en regalos).

2. De conformidad con lo expuesto, el motivo sería viable respecto de


algunos de los acusados.

i) Respecto a Francisco Correa, los hechos probados en el «apartado


Majadahonda» apuntan a su participación principal en la trama corrupta descrita,
recibiendo las distintas cantidades que, en concreto, nutrían las cuentas
«Gabinete» y «Willy» y gestionando las mismas para, entre otras finalidades, el
reparto de los beneficios obtenidos con las personas integradas en dicho
entramado, incluyendo el abono de «servicios particulares de Guillermo Ortega,
José Luis Peñas, Juan José Moreno y Carmen Rodríguez» (folio nº 191).

Así mismo, se describe su participación tanto en los pagos, en metálico


y en especie, realizados a Guillermo Ortega al margen de las referidas cuentas
a los que se alude en el recurso (folios nº 210 y 211), como en el expediente nº

1729
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

59/01 de Limpieza Urbana, Recogida y Transporte de Residuos Sólidos


Urbanos, donde Guillermo Ortega recibió 150.630 euros (folio nº 212).

A su vez, por lo que se refiere a las cantidades ingresadas en la cuenta


«Gabinete» por terceras empresas adjudicatarias de contratos otorgados
regularmente, la fundamentación jurídica de la sentencia, en sintonía con lo
señalado en el factum, igualmente indica que «las empresas favorecidas con
contratos adjudicados por el Ayuntamiento de Majadahonda, como
consecuencia de la intervención de Guillermo Ortega, contribuyeron a nutrir de
fondos la bolsa “Gabinete Majadahonda”, como compensación a la mediación
de aquél como Alcalde y en consideración a dicho cargo» (folio nº 787).

Por tanto, el motivo podría prosperar respecto de este condenado, en


tanto que, ascendiendo las cantidades especificadas por el Ministerio Fiscal al
importe total de 742.591,22 euros, la multa impuesta (1.000.000 euros) no
alcanzaría el mínimo legal de 1.856.478,05 euros.

Cabe añadir que Francisco Correa no impugnó el recurso formulado por


el Ministerio Fiscal. Tampoco formuló motivo alguno de recurso que guarde
relación con esta cuestión.

ii) En cuanto a Pablo Crespo, según los hechos probados, intervino, al


menos desde octubre de 2002, en la estrategia ideada por Francisco Correa
para apoderarse de fondos de entidades públicas y hacerse con comisiones en
compensación y/o a cuenta de la concesión de adjudicaciones de contratos
públicos, y, en concreto, participó no ya sólo en los procedimientos de ejecución
orientados a la ilícita consecución de fondos del Ayuntamiento (folios nº 185 y
190), generándose así unos fondos con los que llenar las cuentas y luego
desviarlos para ellos mismos o para terceros, sino también en la gestión de la
cuenta «Gabinete», siendo, generalmente, «quien autorizaba el libramiento de
fondos para hacer los pagos, mientras que José Luis Izquierdo, como contable,
era quien materialmente los ejecutaba, todo ello bajo la dirección de Francisco
Correa» (folios nº 191 y 192).

En definitiva, el motivo también podría prosperar respecto de este


condenado, ya que, debiéndose partir del importe de 512.229,22 euros,

1730
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

correspondiente a las cantidades ingresadas en la cuenta «Gabinete», la multa


impuesta a éste (1.000.000 euros) no alcanzaría el mínimo legal de
1.280.573,05 euros.

Pablo Crespo, por último, sin perjuicio de oponerse a la admisión del


motivo, solicita que, caso de estimarse el mismo, le sea impuesta la pena
mínima legalmente establecida.

iii) José Luis Izquierdo, conforme a los hechos probados, también habría
participado en la estrategia ideada por Francisco Correa, como contable de sus
empresas, encargándose de «controlar y anotar el reparto de fondos entre todos
ellos y de elaborar las mendaces facturas» (folio nº 185), participando en la
gestión de la cuenta «Gabinete» (folios nº 191 y 192) y de la «caja B» de
Francisco Correa (folios nº 204, 206, 209 y 210).

En conclusión, cabría partir de la cuantía de 582.229,22 euros (cuenta


«Gabinete» más «Caja B» de Francisco Correa) para fijar la pena de multa para
este condenado.

Debe valorarse no obstante que la sentencia ha aplicado respecto a él el


artículo 65.3 CP. También que acordó que los delitos continuados de cohecho
y falsedad se penasen por separado.

Por tanto, las penas para el cohecho continuado estarían entre 2 y 4 años
de prisión y multa de 582.229,22 euros y 1.164.458,44 euros.

En su escrito de oposición al recurso formulado por el Ministerio Fiscal,


el Sr. Izquierdo, al margen de oponerse a la admisión del motivo, solicita que,
caso de estimarse el mismo, les sea impuesta la pena mínima legalmente
establecida. Pone también de manifiesto que el Ministerio Fiscal no está
solicitando en ningún caso que se case la sentencia y se le condene por un
delito de cohecho en concurso con el delito de falsedad documental, subrayando
que el órgano ad quem sólo puede conocer de aquellas pretensiones que hayan
sido expresamente sometidas a éste por el recurrente.

En el recurso formulado por este condenado se dedican dos motivos


(decimoséptimo y decimoctavo) a impugnar, ya por vía de la infracción de ley

1731
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

del art. 849.1 LECrim ya por vulneración de precepto constitucional de los arts.
852 LECrim y 5.4 LOPJ, la condena como autor de un delito de falsedad
continuada en el «apartado Majadahonda», no aduciendo nada a propósito del
cohecho).

iv) Carmen Rodríguez, según los hechos probados, está condenada


también por haber participado en la estrategia ideada por Francisco Correa,
como asesora de relaciones externas con funciones de apoyo al Gabinete del
Alcalde, cargo de confianza, entre cuyo cometido se encontraba la organización
de actos públicos y representación protocolaria del Alcalde y la gestión
presupuestaria de todos los gastos relativos a comunicación y publicidad de
cualquier Concejalía (folio nº 187), además de estar integrada en el llamado
«Gabinete de Alcaldía», como jefa del mismo, cuyos miembros se prevalieron
de las competencias que por razón de sus cargos ostentaban dentro del
Ayuntamiento para imponer este ámbito de la contratación, tanto mediante la
manipulación en las adjudicaciones como en el de la ordenación de pagos (folio
nº 189).

De esta forma, se facilitaba la obtención de cantidades de dinero que


llegaban a las cuentas de las sociedades de Francisco Correa, desde donde se
canalizaban a las cuentas «Gabinete» y «Willy» y con las que se abonaron
«gastos personales de Guillermo Ortega o de sus colaboradores desde ese
“Gabinete de la Alcaldía”, Carmen Rodríguez, José Luis Peñas y Juan José
Moreno» (folio nº 190), significándose que, en cuanto a la cuenta «Gabinete»,
con los fondos que llegaban a esta cuenta se abonaban, entre otros, «servicios
particulares de Guillermo Ortega, José Luis Peñas, Juan José Moreno y Carmen
Rodríguez» (folio nº 191), además de identificarse algún pago en efectivo
recibido por ésta (folio nº 206), al margen del reparto de los beneficios obtenidos
como una de las muestras más visibles de la integración de todos ellos en todo
ese entramado (folios nº 189 y 190).

Por otra parte, respecto de la cuenta «Gabinete», la fundamentación


jurídica de la sentencia, en sintonía con lo expresado en el factum, destaca el
abono de viajes a Guillermo Ortega (si bien los de éste se llevaban a la cuenta
«Willy») y a Carmen Rodríguez (folio nº 783), viajes y servicios que «solo se

1732
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

justifican en compensación a esa consensuada actividad ilícita» (folios nº 784 y


785), además de entregas en efectivo con los fondos que llegaban a esta cuenta
a José Luis Peñas, Juan José Moreno y Carmen Rodríguez (folio nº 788).

En definitiva, el motivo también podría prosperar respecto de esta


condenada, ya que, debiéndose partir del importe de 512.229,22 euros,
correspondiente a las cantidades ingresadas en la cuenta «Gabinete» por las
empresas adjudicatarias de contratos regulares como compensación a las
mismas, la multa impuesta a ésta (1.000.000 euros) no alcanzaría el mínimo
legal de 1.280.573,05 euros.

Tampoco las penas impuestas de prisión (4 años y 1 día) y de


inhabilitación especial para empleo o cargo público (10 años), superarían los
límites mínimos del rango punitivo y que, como se expuso, serían de, al menos,
5 años y 10 años y 9 meses, respectivamente.

En su escrito de oposición al recurso interpuesto, Carmen Rodríguez se


limita a impugnarlo incidiendo en que se ha visto privada de una segunda
instancia. También alude a que los errores de subsunción que sustentan el
recurso del Fiscal son inexistentes y que no dispuso de cantidad alguna en su
propio beneficio, habiendo actuado siempre en la creencia de la licitud de los
actos realizados en el ejercicio de sus funciones en el Ayuntamiento.

Es relevante señalar que al analizar los argumentos que la sentencia


emplea para individualizar la pena de prisión de esta condenada, cabe advertir
que se aduce que procede imponer a ésta la pena mínima, señalando como tal
la de 4 años y 1 día (folios nº 982 y 983). Sin embargo, cuando posteriormente
aborda la individualización de la pena de Francisco Correa, la sentencia
expresamente se remite a lo expuesto respecto de Carmen Rodríguez,
indicando que procede imponerle la misma pena que se impuso a ésta, «la pena
mínima, de CINCO años y UN día» (folio nº 987). Finalmente, al señalar la pena
de Pablo Crespo, afirma que procede seguir el mismo criterio que para Carmen
Rodríguez y Francisco Correa, «por lo que la pena a imponer será la de CINCO
años y UN día de prisión» (folio nº 990).

1733
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En definitiva, parece que la Sala sufrió un error al imponer a esta


condenada la pena de prisión, señalando para ella la pena de 4 años y 1 día
como pena mínima. Error que, finalmente, se trasladó a la parte dispositiva).

v) Respecto a Juan José Moreno, este, conforme a los hechos probados,


también habría participado en la estrategia ideada por Francisco Correa, como
miembro del llamado «Gabinete de Alcaldía» (folios nº 189, 190 y 196) -además
de encargado, por delegación del Alcalde, de la aprobación de las cuentas
justificativas de pagos de anticipos de «caja fija» (folio nº 187)- en los términos
ya especificados y, en definitiva, se indica que también recibió pagos en metálico
(folios nº 203 y 204), como los concretamente especificados por éste (5.172,41
euros del Patronato Monte del Pinar y 3.108,08 euros de la cuenta «Gabinete»,
correspondiente a una factura abonada por SEPRINSA).

Por lo que se refiere a su discutida integración en la trama corrupta, el


factum señala igualmente su concreta intervención en diversas contrataciones
irregulares (folios nº 199, 200 y 201), capaz de justificar su participación en el
reparto de beneficios procedentes de tales ilícitas actividades y la consiguiente
percepción de los fondos con cargo a la cuenta referida.

En idéntico sentido, en la fundamentación jurídica de la sentencia, en


sintonía con lo expresado en el factum, si bien se excluyen los viajes de este
condenado de la consideración de concretas dádivas, no se alberga duda en
cuanto a su concreta integración en el «Gabinete de Alcaldía», como
colaborador del Alcalde (folios nº 779 y 786), para la obtención de fondos con
los que nutrir la cuenta «Gabinete», ni tampoco respecto de la percepción de
dinero en efectivo (folios nº 788 y 789).

Motivos todos ellos por los que la Sala, no ya sólo le estima responsable
del delito de cohecho continuado por el que ha sido condenado, sino que
también decreta expresamente el comiso de las dádivas incorporadas a la
cuenta «Gabinete», correspondientes a las aportaciones de terceras empresas
beneficiarias de contratos regulares, de las que estima responsables a Guillermo
Ortega, José Luis Peñas, Juan José Moreno, Carmen Rodríguez, Francisco
Correa, Pablo Crespo y José Luis Izquierdo (folios nº 1535 y 1560). Todo ello,
al margen de la responsabilidad civil que igualmente se impone a estos

1734
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

condenados (salvo a José Luis Izquierdo) en forma solidaria, frente al


Ayuntamiento de Majadahonda y al Patronato Monte del Pilar, por los fondos
indebidamente detraídos de las arcas públicas derivados de la comisión de los
delitos contra la Administración Pública.

Por tanto, el motivo también podría prosperar respecto de este


condenado, pues, de partirse del importe indicado de 512.229,22 euros, la multa
impuesta a éste (25.000 euros) no alcanzaría el mínimo legal de 1.280.573,05
euros.

Juan José Moreno, en el escrito de oposición presentado, impugna el


recurso formulado por el Ministerio Fiscal, aduciendo que la sentencia establece
su pena de multa en exclusiva consideración a las cantidades de 3.108,08 euros
y de 5.172,41 euros, únicas que se señalan como percibidas por él.

Por otro lado, niega la existencia de la cuenta «Gabinete» o que hubiere


participado en su gestión misma, afirmando que el Ministerio Fiscal está
mezclando impropiamente la cuantificación de la multa con lo relativo a la
responsabilidad civil, donde la sentencia sí les atribuye una responsabilidad
solidaria a todos los acusados del «apartado Majadahonda».

vi) En cuanto a Guillermo Ortega (que se opone a la estimación del


recurso del Ministerio Fiscal, afirmando que el mismo desborda el relato de
hechos probados y que existe una inconcreción en sus pedimentos), la
sentencia declara la responsabilidad penal de este condenado por su
intervención en la estrategia ideada por Francisco Correa y consiguiente
percepción de dádivas en forma de viajes y regalos, tanto en metálico como
especie, en la forma e importe descritos anteriormente.

En consecuencia, el motivo podría prosperar respecto de este


condenado, en tanto que, debiéndose imponer al mismo una pena de 10 años y
9 meses a 12 años de inhabilitación, la sentencia lo condena a 10 años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público.

1735
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

392.- El motivo octavo al amparo del art. 849.1 LECrim por


infracción de ley, indebida aplicación del art. 127 CP.

El motivo se refiere exclusivamente al «apartado Majadahonda», en


relación con el comiso acordado por importe de 484.292,93 euros respecto de
las dádivas incorporadas a la cuenta «Gabinete» por adjudicaciones regulares,
en tanto las mismas se cuantifican en el importe de 512.229,22 euros.

Considera el Ministerio Fiscal que el comiso así decretado, en tanto se


estima probada una cantidad superior a aquella por la que finalmente se acuerda
el mismo, vulnera lo dispuesto por el art. 127 CP y que, por ello, debe casarse
la sentencia, dictándose otra por la que se acuerde el comiso total de las dádivas
distribuidas a través de la cuenta «Gabinete», esto es, por importe de
512.229,22 euros.

La sentencia expone, al abordar los pronunciamientos atinentes al


comiso del «apartado Majadahonda», que, si bien se han cuantificado por el
Tribunal las dádivas incorporadas a la cuenta «Gabinete» por adjudicaciones
regulares en el importe de 512.229,22 euros, debe fijarse en la cantidad de
484.292,93 euros, por ser ésta la solicitada por el Ministerio Fiscal (folio nº
1535).

Para la adecuada resolución del motivo es necesario reseñar que entre


las múltiples resoluciones que abordan la concreta naturaleza del comiso la STS
512/2017, de 5 de julio (Recurso núm. 10071/2017) que afirma:

«En efecto respecto a la naturaleza y alcance del decomiso, en SS


16/2009 de 21 enero, 600/2012 de 12 junio, 974/2012 del 5 diciembre, 338/2000
de 2 junio, y 134/2000 de 2 marzo, decíamos que el CP 1995 considera el
comiso como una “consecuencia accesoria” al margen tanto de las penas como
de las medidas de seguridad. Su naturaleza es, según la doctrina más
autorizada, la de una tercera clase de sanciones penales, siguiendo así nuestro
Código Penal la línea iniciada por los derechos penales germánicos (CP. suizo
o CP. alemán) de establecer un tercer genero de sanciones bajo la
denominación de “consecuencias jurídicas o consecuencias accesorias”.

1736
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así la STS. 20.1.97 señala que “el comiso de los instrumentos y de los
efectos del delito (art. 48 C.P. de 1973) constituye una "pena accesoria", y, en
el nuevo Código Penal, es configurada como una "consecuencia accesoria" de
la pena (v. art. 127 C.P. 1995). En ambos Códigos, por tanto, es cosa distinta
de la responsabilidad civil "ex delicto", ésta constituye una cuestión de
naturaleza esencialmente civil, con independencia de que sea examinada en el
proceso penal, y nada impide que, por ello, su conocimiento sea diferido, en su
caso, a la jurisdicción civil. El comiso, por el contrario, guarda una directa
relación con las penas y con el Derecho sancionador, en todo caso, con la lógica
exigencia de su carácter personalista y el obligado cauce procesal penal para
su imposición.

Pues bien con independencia de esta naturaleza jurídica que implica que
tal medida ha de ser solicitada por el Ministerio Fiscal o partes acusadoras
(SSTS. 30.5.97, 17.3.2003), de donde se deduce la necesidad de su
planteamiento y debate en el juicio oral (STS. 6.3.2001), y que la resolución que
lo acuerde ha de ser motivada (SSTS. 28.12.200, 3.6.2002, 6.9.2002, 12.3.2003,
18.9.2003, 24.6.2005), el problema puede surgir a la hora de determinar su
exacta definición, partiendo de que la finalidad del precepto es anular cualquier
ventaja obtenida por el delito. Las dudas interpretativas se concentran
fundamentalmente en las tres categorías de bienes que se incluyen como objeto
de comiso, al amparo de la norma general, contenida en el citado art. 127: los
efectos que provengan del delito, es decir, el producto directo de la infracción;
los bienes, medios o instrumentos con los que se haya preparado o ejecutado;
y las ganancias provenientes del delito.

Por efectos se entiende, una acepción más amplia y conforme con el


espíritu de la institución todo objeto o bien que se encuentre, mediata o
inmediatamente, en poder del delincuente como consecuencia de la infracción,
aunque sea el objeto de la acción típica (drogas, armas, dinero, etc.). Quizás
para evitar los problemas que doctrinalmente generaba la consideración de las
drogas como efecto del delito, puesto que la sustancia estupefaciente era más
propiamente el objeto del delito, ya el art. 344 bis e) del CP. de 1973, en la
redacción dada por LO. 8/92 y el art. 374 CP. de 1995, incluyeron la referencia

1737
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a las drogas tóxicas, estupefacientes o sustancia psicotrópicas como objeto


expreso del comiso.

Los instrumentos del delito han sido definidos jurisprudencialmente como


los útiles y medios utilizados en la ejecución del delito.

Por último, tanto el art. 127 como el art. 374, incluyen dentro del objeto
del comiso las ganancias provenientes del delito, cualesquiera que sean las
transformaciones que hayan podido experimentar. Se trata así de establecer
claramente como consecuencia punitiva la pérdida del provecho económico
obtenido directa o indirectamente del delito. Sobre las ganancias procedentes
de operaciones anteriores a la concreta operación descubierta y enjuiciada, la
Sala Segunda en Pleno de 5.10.98, acordó extender el comiso “siempre que se
tenga por probada dicha procedencia y se respete en todo caso el principio
acusatorio”.

Finalmente el limite a su aplicación vendría determinado por su


pertenencia a terceros de buena fe no responsables del delito que los hayan
adquirido legalmente, bien entendido que la jurisdicción penal tiene facultades
para delimitar situaciones fraudulentas y a constatar la verdadera realidad que
subyace tras una titularidad jurídica aparente empleada para encubrir o
enmascarar la realidad del tráfico jurídico y para enmascarar el origen ilícito del
dinero empleado en su adquisición.

Del mismo modo, como hemos precisado en STS 450/2007 de 30-5,


tanto el art. 127 con el art. 374 incluyen dentro del comiso las ganancias
provenientes del delito, cualesquiera que sean las transformaciones que
hubieran podido experimentar. Se trata aquí de establecer claramente como
consecuencia punitiva la pérdida del provecho económico obtenido directa o
indirectamente del delito.

Sin embargo con frecuencia los casos de tráfico de drogas que llegan a
los Tribunales, suponen la incautación de la sustancia que se pretendía
comercializar sin que, por tanto, se haya producido beneficio o ganancia alguna
como consecuencia del concreto hecho juzgado. Si se parte de una
interpretación restringida, el termino ganancia habría de identificarse con los

1738
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

beneficios obtenidos por el hecho concreto objeto de condena, lo que implicaría


la inaplicación de aquellos preceptos en la generalidad de los casos.

Consciente del problema esta Sala Segunda del Tribunal Supremo


reunida en Pleno de fecha 5.10.98, asumió una interpretación más amplia que
permitiera el comiso de bienes de origen ilícito generado con anterioridad al
hecho delictivo enjuiciado adoptando el siguiente acuerdo:

“El comiso de las ganancias a que se refiere el art. 374 CP. debe
extenderse a las ganancias procedentes de operaciones anteriores a la concreta
operación descubierta y enjuiciada, siempre que se tenga por probada dicha
procedencia y se respete el principio acusatorio”.

Con arreglo a esta interpretación, el patrimonio del delincuente ya no


será inmune al comiso, una vez haya sido condenado por una operación
frustrada en sus expectativas económicas, ya que el comiso podrá decretarse
contra bienes poseídos con anterioridad al acto por el que fue condenado,
siempre que concurran las dos condiciones antedichas: que se tenga por
probada la procedencia de los bienes del tráfico de droga (o de cualquier otro
delito), y que se respete el principio acusatorio.

En relación a la primera circunstancia, es decir del origen ilícito, hay que


tener en cuenta que esta procedencia ilícita puede quedar acreditada mediante
prueba indirecta o indiciaria, y que la demostración del origen criminal -
presupuesto imprescindible para decretar el comiso- no requiere la identificación
de las concretas operaciones delictivas, bastando a tales efectos que quede
suficientemente probada la actividad delictiva de modo genérico. Así lo ha
entendido esta Sala en el delito de blanqueo respecto del delito antecedente o
determinante (SSTS. 10.11.2000, 28.7.2001, 5.2.2003, 10.2.2003, 14.4.2003,
29.11.2003, 19.1.2005 y 20.9.2005).

Respecto a la probanza de dicha procedencia, no puede pretenderse que


lo sea en los mismos términos que el hecho descubierto y merecedor de la
condena, sino que, por el contrario, esa prueba necesariamente debe ser de
otra naturaleza y versar de forma genérica sobre la actividad desarrollada por el
condenado (o titular del bien decomisado) con anterioridad a su detención o a

1739
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la operación criminal detectada. Prueba indiciaria que podrá consistir en las


investigaciones policiales sobre que el acusado venia dedicándose desde hacía
tiempo a la actividad por la que en fin fue condenado, en que el bien cuyo comiso
se intenta haya sido adquirido durante ese periodo de tiempo en que el
condenado se venía dedicando, en términos de sospecha racional, a la actividad
delictiva en cuestión; en que el bien a decomisar no haya tenido una financiación
lícita y acreditada, o, lo que es lo mismo, la inexistencia de patrimonio, ventas,
negocios o actividades económicas capaces de justificar el incremento
patrimonial producido, etc... Probados estos datos indiciarios y puestos en
relación unos con otros, podrá entenderse acreditada la procedencia ilícita del
bien hallado en poder del condenado, aunque no procede propiamente de la
operación descubierta y por la que se le condena, pudiendo, en consecuencia
ser objeto de comiso como ganancia procedente del delito.».

En idéntico sentido, se pronuncian las SSTS 877/2014, de 22 de


diciembre (Recurso núm. 10636/2014) y 134/2017, de 2 de marzo (Recurso
núm. 134/2017).

En definitiva, se exige que su planteamiento y debate se haga en el juicio


oral, por medio de petición expresa hecha al respecto por alguna de las partes
acusadoras en sus escritos de calificación, para que el acusado pueda
defenderse también de esta cuestión (SSTS 867/2002, de 16 de septiembre -
Recurso núm. 2038/2000-; y 1107/2009, de 12 de noviembre -Recurso núm.
1173/2009), lo que supone que no se podrá decretar en sentencia el comiso de
aquellos bienes o efectos no pedidos, por necesario respeto al principio
acusatorio (STS 442/2013, de 23 de mayo -Recurso núm. 1644/2012-).

- Pues bien, examinados los términos de la acusación recogidos en la


sentencia y, en concreto, al acudir a los antecedentes donde se recogen los
pedimentos deducidos por el Ministerio Fiscal en este sentido, efectivamente se
constata que se solicitó el comiso por la cantidad indicada de 484.292,93 euros,
como correspondiente a las dádivas incorporadas a la cuenta «Gabinete» (folios
nº 119 y 120).

Por su parte, ninguno de los condenados afectados por la posible


estimación de este motivo ha efectuado alegación alguna concreta al respecto,

1740
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a salvo Pablo Crespo que solicita la imposición de la pena en el límite legalmente


establecido en caso de estimación del mismo.

De conformidad con la jurisprudencia antes expuesta, debemos concluir


que el motivo no es viable, dado que, como explicita la sentencia, la razón de
no haber decretado el comiso por el importe total de las dádivas que se reputó
acreditado es la concreta petición de una cantidad inferior por parte del
Ministerio Fiscal y, en definitiva, por respeto al principio acusatorio.

393.- El motivo noveno al amparo del art. 849.1 LECrim por


infracción de ley, indebida aplicación de los arts. 116 y 120.4 CP.

El motivo se refiere al apartado “Majadahonda” y, en concreto, a los


pronunciamientos relativos a la responsabilidad civil del delito de malversación
por el que han sido condenados Guillermo Ortega y Francisco Correa, en
relación con el dinero del Ayuntamiento que se cobró indebidamente a través
del procedimiento de “pagos a justificar”, toda vez que, habiéndose declarado la
responsabilidad penal de éstos por el aprovechamiento de Guillermo Ortega de
la cantidad de 28.571’51 €, la sentencia omite en el fallo la responsabilidad civil
que se declara probada.

Por ello el Ministerio Fiscal solicita que se imponga la responsabilidad


civil directa y solidaria de los considerados autores del delito de malversación
Francisco Correa y Guillermo Ortega frente al Ayuntamiento de Majadahonda,
en la cuantía de 28.571’51 €, así como la responsabilidad civil subsidiaria de
Special Events, sociedad de la que se valieron y que era gestionada por
Francisco Correa.

La sentencia en los hechos probados recoge que Guillermo Ortega


acudió al irregular procedimiento de «pagos a justificar» para, mediante un
ficticio expediente por el que simuló contratar un vídeo titulado «creciendo en
calidad de vida», eludiendo así todo procedimiento de contratación y siendo
conocedor de que el referido vídeo había sido ya contratado y realizado con
anterioridad por otra empresa, apoderarse, en septiembre de 2001, de la
cantidad de 28.571,51 euros y que utilizó, fundamentalmente, para el pago de

1741
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

unos relojes, adquiridos a través de SPECIAL EVENTS, por importe de


27.117,60 euros, mediante tres facturas que fueron abonadas por ésta a través
de un cheque de fecha 29/09/2001.

En tal sentido, continúa exponiendo el factum que dicha contratación se


articuló vulnerando por completo los principios y normas por las que debería
haberse regido, pues se abonó como «pagos a justificar», mediante un simple
«vale de gasto» firmado por el propio Guillermo Ortega, y para el cobro de los
28.571,51 euros, se expidió el 20/09/2001 por el Ayuntamiento un cheque a
favor de Guillermo Ortega. Este cheque fue abonado en su propia cuenta de
Cajamar, contra la que, a continuación, éste libró un cheque bancario, el
26/09/2001, a favor de SPECIAL EVENTS y, ese mismo día, José Luis Izquierdo
emitió, en nombre de ésta y a favor de la joyería correspondiente, un cheque
por importe de 27.117,50 euros, aplicándose el sobrante de lo indebidamente
percibido a otros gastos propios de Guillermo Ortega, abonados a su cuenta
personal.

Con arreglo a estos hechos, la Sala acuerda la condena de Guillermo


Ortega -a título de autor- y Francisco Correa -como cooperador necesario- por
la comisión de un delito de malversación del art. 432.1 CP en concurso medial
del art. 77 CP con un delito continuado de prevaricación de los arts. 404 y 74
CP y con un delito de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación
con el art. 390.1.1º, 2º y 3º CP, señalando que la base para la imputación de
estos delitos se encuentra en el inexistente vídeo «creciendo en calidad de
vida», que se utilizó para encubrir el irregular procedimiento de «pagos a
justificar», por el que el primero se apoderó de 28.571,51 euros en la forma
descrita.

Ello, no obstante, al abordar la responsabilidad civil que procede imponer


en el «apartado Majadahonda», la sentencia se pronuncia sobre todos los
pedimentos deducidos por el Ministerio Fiscal, a salvo el que es objeto del
presente motivo.

En el caso actual, pese a que el Fiscal interpone el motivo por infracción


de ley, art. 849.1 LECrim, lo que sostiene es una posible incongruencia omisiva
del art. 851.3 LECrim que se fundamenta en la ausencia de un pronunciamiento

1742
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

expreso en materia de responsabilidad civil respecto a los pedimentos


deducidos en relación con el delito de malversación especificado.

En este sentido -como ya dijimos en el análisis del motivo cuarto del


recurso de Antonio Villaverde- las SSTS 821/2011, de 21 de julio, 1100/2011,
de 27 de octubre; 909/2016, de 30 de noviembre; 86/2017, de 16 de febrero, se
pronuncian sobre este vicio in iudicando, afirmando esta última:

«…por razones procesales, "no puede alegarse en esta sede casacional


incongruencia omisiva cuando se ha dejado pasar la posibilidad de que el
Tribunal sentenciador pueda subsanar olvidos u omisiones vía párrafo 5º del art.
267 de la L.O.P.J.", tras la reforma L.O. 9/2013, "Si se tratase de sentencias o
autos que hubiesen omitido manifiestamente pronunciamientos relativos a
pretensiones oportunamente deducidas y substanciadas en el proceso, el
Tribunal, a solicitud escrita de parte, en el plazo de cinco días a contar desde
la notificación de la sentencia, previo traslado de dicha solicitud a las demás
partes para alegaciones dictará auto por otros cinco días, por el que resolverá
completar la resolución con el pronunciamiento omitido", o no habrá lugar a
completarla, -precepto éste, dice la STS del T.S. 922/2010 , que encuentra su
razón de encuentra su razón de ser en la necesidad de evitar que este tribunal
casacional se pronuncie sobre eventuales vulneraciones cuya estimación
provoque la nulidad de la sentencia cuando ello puede hacerse aún por el propio
Tribunal a quo a través de esa vía procesal. Exigencia de agotamiento de esta
vía judicial en la instancia que tiende a impedir que se acceda directamente a
casación cuando el órgano judicial “a quo” tenía todavía la ocasión de
pronunciarse y en su caso, reparar la infracción argüida como fundamento del
recurso de casación, evitando así posibles nulidades ulteriores en esta sede
casacional.

Por tanto de acuerdo con esta oportuna previsión legal no cabe en sede
casacional denunciar incongruencia omisiva cuando se ha dejado transcurrir por
la parte concernida el trámite de la aclaración de sentencia sin instar un
pronunciamiento expreso sobre la pretensión articulada, siendo constante la
jurisprudencia de esta Sala en el sentido expuesto, ya que un motivo de esta
clase en cuanto tiene por consecuencia la devolución de la causa al tribunal de

1743
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

origen para que dé la respuesta a la cuestión interesada, tiene un efecto


negativo en el derecho a un proceso en un plazo razonable reconocido en el art.
6.1 del Convenio Europeo, y cuando el legislador ha previsto soluciones para
evitar el retraso en la decisión jurisdiccional utilizando medios para suplir los
indebidos silencios, vía recurso de aclaración, en el apartado 5 citado, resulta
obligado utilizar esta vía y no la denuncia para dar lugar a un recurso de
casación: En tal sentido SSTS 1300/2011; 272/2012; 417/2012 y 321/2012, de
4-06.».

Finalmente, cabría citar la reciente STS 518/2019, de 29 de octubre


(Recurso núm. 1729/2018) que, en sintonía con lo expuesto, declara:

«…esta Sala a partir de las sentencias 841/2010, de 6 de octubre; y


922/2010, de 28 de octubre, ha mantenido el criterio expresado en numerosos
precedentes, referido a la alegación casacional de quebrantamiento de forma
sin haber agotado en la instancia todos los cauces que el ordenamiento jurídico
concede para hacer valer esa censura. Las sentencias de esta Sala 323/2015,
de 20 de mayo; 444/2015, de 26 de marzo y 134/2016, de 24 de febrero,
recuerdan que el motivo sustentado en el vicio procesal de incongruencia
omisiva, se deriva de que ni explícita ni implícitamente se haya dado respuesta
a una cuestión jurídica oportuna y temporáneamente alegada por alguna de las
partes del proceso (STS 671/2012, 25 de julio); pero además conlleva su
denuncia en este control casacional, una exigencia procesal, acudir previamente
en la instancia al trámite del art. 267 de a LOPJ para solventar la incongruencia
omisiva que ahora denuncia con la pretensión de devolver la causa al Tribunal
de procedencia, con las consiguientes dilaciones (STS 360/2014, 21 de abril);
pues el artículo 267.5° de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que los
Tribunales podrán aclarar algún concepto oscuro o rectificar cualquier error
material y, entre ellos, se cita la posibilidad de subsanar las omisiones de que
pudieran adolecer las sentencias en relación a pretensiones oportunamente
deducidas, utilizando para ello el recurso de aclaración y dándole el trámite
previsto en dicho párrafo. Con ello, se evita la interposición de recurso, se
consigue la subsanación de la omisión producida, y todo ello con evidente
economía procesal que, además, potencia el derecho a un proceso sin
dilaciones indebidas. En palabras de la STS 290/2014, 21 de marzo: "...es

1744
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

doctrina ya relativamente consolidada de esta Sala afirmar que el expediente


del art. 161.5° de la LECrim, introducido en 2009 en armonía con el art. 267.5°
de la LOPJ se ha convertido en presupuesto necesario de un motivo por
incongruencia omisiva. Esa reforma ensanchó las posibilidades de variación de
las resoluciones judiciales cuando se trata de suplir omisiones. Es factible
integrar y complementar la sentencia si guarda silencio sobre pronunciamientos
exigidos por las pretensiones ejercitadas. Se deposita en manos de las partes
una herramienta específica a utilizar en el plazo de cinco días. Con tan feliz
previsión se quiere evitar que el tribunal ad quem haya de reponer las
actuaciones al momento de dictar sentencia, con las consiguientes dilaciones,
para obtener el pronunciamiento omitido iniciándose de nuevo eventualmente el
itinerario impugnativo (lo que plásticamente se ha llamado "efecto ascensor").
Ese remedio está al servicio de la agilidad procesal (STS 686/2012, de 18 de
septiembre, que cita otras anteriores). Desde esa perspectiva ha merecido por
parte de esta Sala la consideración de presupuesto insoslayable para intentar
un recurso de casación por incongruencia omisiva. Este nuevo remedio para
subsanar omisiones de la sentencia ha superado ya su inicial período de rodaje,
que aconsejaba una cierta indulgencia en la tesitura de erigir su omisión en
causa de inadmisión. Pero se contabiliza ya una jurisprudencia que sobrepasa
lo esporádico (S STS 1300/2011, 23 de noviembre, 1073/2010, 25 de
noviembre, la ya citada 686/2012, de 18 de septiembre, 289/2013, de 28 de
febrero o 33/2013, 24 de enero) y que viene proclamando esa catalogación
como requisito previo para un recurso amparado en el art. 851.3° LECrim".

Quien ahora lamenta el silencio del Tribunal a quo a la hora de dar


respuesta a sus pretensiones, no reaccionó en el momento de la notificación de
la sentencia combatida ni hizo valer el expediente que ofrece el art. 267.5° de la
LOPJ.

En definitiva como recuerda la STS 307/2013, de 4 de marzo, "Dada la


excepcionalidad del recurso de casación y sin perjuicio de ponderar en cada
caso concreto la relevancia constitucional de la omisión en que haya podido
incurrir la sentencia recurrida, está fuera de toda duda que aquellos errores
puramente formales, subsanables mediante la simple alegación ante el tribunal
a quo, habrán de hacerse valer por medio del expediente acogido por el art.

1745
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

267.5 LECrim. La alegación tardía en casación puede exponer otros derechos


fundamentales, de similar rango constitucional al que se dice infringido, a un
injustificado sacrificio, mediante la retroacción del proceso a un momento
anterior con el exclusivo objeto de subsanar lo que pudo haber sido subsanado
sin esfuerzo ni dilación alguna."

No obstante la STS 922/2010, de 28 de octubre, sí precisó que este


cauce casacional no es susceptible de aplicación a todos los supuestos de
incongruencia omisiva. Pensemos en aquellos en que la omisión sea
denunciada por el acusado y se refiera a pronunciamientos sobre pretensiones
principales relacionadas con la concurrencia de algún elemento del tipo penal o
circunstancias eximentes o atenuatorias de la responsabilidad criminal o desde
el prisma de la acusación, cuando la sentencia no se pronuncie sobre la
existencia de un delito cuya imputación conste en el escrito de calificación,
supuestos en los que los derechos a la tutela judicial efectiva y acceso a los
recursos prevalecerán sobre el derecho del acusado a un proceso sin dilaciones
y a que la causa se resuelva en un plazo razonable.»

«…Pues bien, aun analizando el vicio procesal del art. 851.3 LECrim,
respecto a este vicio in iudicando, también denominado "fallo corto", la
jurisprudencia, SSTS 1290/2009, de 13 de diciembre; 721/2010, de 15 de
octubre; 1100/2011, de 27 de octubre; 601/2013, de 7 de octubre; 627/2014, de
7 de octubre; 338/2015, de 2 de junio; 912/2016, de 1 de diciembre; 366/2017,
de 3 de mayo; 682/2017, de 18 de octubre; 292/2018, de 18 de junio; 338/2018,
de 5 de julio, tiene dicho que aparece en aquellos casos en los que el Tribunal
de instancia vulnera el deber de atendimiento y resolución de aquellas
pretensiones que se hayan traído al proceso oportuna y temporalmente,
frustrando con ello el derecho de la parte, integrado en el de tutela judicial
efectiva, as obtener una respuesta fundada en derecho sobre la cuestión
formalmente planteada (STS. 170/2000 de 14.2). Aparece, por consiguiente,
cuando la falta o ausencia de respuesta del Juzgador se refiere a cuestiones de
derecho planteadas por las partes, no comprendiéndose en el mismo las
cuestiones fácticas, que tendrán su cauce adecuado a través de otros hechos
impugnativos, cual es el ya mencionado previsto en el art. 849.2 LECrim. error
en la apreciación de la prueba, o a través del cauce del derecho fundamental a

1746
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la presunción de inocencia (STS. 182/2000 de 8.2). Por ello, no puede prosperar


una impugnación basada en este motivo en el caso de que la cuestión se centre
en la omisión de una argumentación, pues el Tribunal no viene obligado a dar
una respuesta explícita a todas y cada una de las alegaciones o
argumentaciones, bastando con la respuesta a la pretensión realizada, en la
medida en que implique también una desestimación de las argumentaciones
efectuadas en sentido contrario a su decisión (STS. 636/2004 de 14.5) y desde
luego, como ya hemos dicho, tampoco prosperará el motivo del recurso se base
en omisiones fácticas, pues el defecto procesal de incongruencia omisiva en
ningún caso se refiere a cuestiones de hecho (STS. 161/2004 de 9.2).

Las condiciones para que pueda apreciarse este motivo son:

1) que la omisión padecida venga referida a temas de carácter jurídico


suscitadas por las partes oportunamente en sus escritos de conclusiones
definitivas y no a meras cuestiones fácticas, extremos de hecho o simples
argumentos.

2) que la resolución dictada haya dejado de pronunciarse sobre


concretos problemas de Derecho debatidos legal y oportunamente, lo que a su
vez, debe matizarse en un doble sentido:

a) que la omisión se refiera a pedimentos, peticiones o pretensiones


jurídicas y no a cada una de las distintas alegaciones individuales o
razonamientos concretos en que aquellas se sustenten, porque sobre cada uno
de éstos no se exige una contestación judicial explícita y pormenorizada, siendo
suficiente una respuesta global genérica (STC. 15.4.96).

b) que dicha vulneración no es apreciable cuando el silencio judicial


puede razonablemente interpretarse como desestimación implícita o tácita
constitucionalmente admitida (SSTC. 169/94, 91/95, 143/95), lo que sucede
cuando la resolución dictada en la instancia sea incompatible con la cuestión
propuesta por la parte, es decir, cuando del conjunto de los razonamientos
contenidos en la resolución judicial puede razonablemente deducirse no sólo
que el órgano judicial ha valorado la pretensión deducida, sino además los
motivos fundamentadores de la respuesta tácita (STC. 263/93; TS. 96 y 1.7.97).

1747
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3) que aún, existiendo el vicio, éste no pueda ser subsanado por la


casación a través de otros planteamientos de fondo aducidos en el recurso
(SSTS. 24.11.2000, 18.2.2004).

En estos últimos casos esta Sala ha procedido a dar respuesta razonada


a la pretensión no resuelta por el Tribunal de instancia. En atención al derecho
fundamental a un proceso sin dilaciones indebidas "cuando exista en el recurso
un motivo de fondo que permita subsanar la omisión denunciada, analizando
razonadamente y resolviendo motivadamente, la cuestión planteada, se ofrece
a esta Sala la oportunidad de examinar la cuestión de fondo cuyo tratamiento
ha sido omitido, satisfaciendo a su vez el derecho a la tutela judicial efectiva y a
un proceso sin dilaciones indebidas, evitando las dilaciones que se producirían
si la causa hubiese de volver al Tribunal de instancia y posteriormente, de
nuevo, a este Tribunal de casación (STS. 1095/99 de 5.7 entre otras).»

Así, la STS 292/2000, de 7 de abril, trata la posibilidad de que al resolver


el TS sobre la cuestión de fondo, también propuesta como motivo de casación,
deje con su propia argumentación resuelva también el tema de la incongruencia
negativa. Es decir, cuando sobre el mismo tema se haya planteado este
quebrantamiento de forma del art. 851.3 LECrim y al propio tiempo otro de
infracción de ley, del art. 849.1, en estos casos procede entender que la
pretensión de la parte queda satisfecha con la argumentación que para resolver
sobre el fondo habrá de hacer esta Sala al resolver el recurso.

Examinadas las alegaciones que sustentan el presente motivo, aplicando


la doctrina expuesta, cabría defender la inviabilidad del mismo, toda vez que, en
efecto, al analizar los antecedentes de la sentencia donde se recogen los
pedimentos deducidos por el Ministerio Fiscal en este sentido, se constata que
se solicitó que Guillermo Ortega y Francisco Correa indemnizasen, conjunta y
solidariamente, ex art. 116 CP, y SPECIAL EVENTS SL de modo subsidiario,
conforme al art. 120.4 CP, al Ayuntamiento de Majadahonda en la cantidad de
28.751,55 euros.

Sin embargo, la sentencia, que resuelve sobre todas las peticiones


efectuadas por el Ministerio Fiscal en materia de responsabilidad civil del

1748
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«apartado Majadahonda», no contiene pronunciamiento alguno al respecto,


omisión que se traslada igualmente al fallo.

En definitiva, parece que se trata de una auténtica omisión de una


pretensión válidamente deducida por la parte recurrente que, no obstante, no ha
agotado previamente la vía judicial en la instancia, solicitando del Tribunal
sentenciador la correspondiente aclaración y complemento de la sentencia,
siendo que, en el caso concreto (donde los condenados también han recurrido
la sentencia postulando su absolución) esto podría implicar la imposibilidad de
su acceso a la vía casacional (STS 922/2010, de 28 de octubre -Recurso núm.
10536/2010).

394.- El motivo décimo al amparo del art. 849.1 LECrim por


infracción de ley por indebida aplicación del art. 301 CP.

El motivo se refiere al «apartado Castilla y León», en relación con la pena


de multa impuesta a Francisco Correa Sánchez por el delito de blanqueo de
capitales, en tanto que es inferior al mínimo legalmente establecido al efecto.

Se argumenta que la sentencia sanciona, con base en los mismos


hechos, a Jesús Merino Delgado, Jesús Sepúlveda Recio, Luis Bárcenas
Gutiérrez, Luis de Miguel Pérez y Francisco Correa Sánchez como autores de
un delito de blanqueo de capitales en concurso medial con un delito continuado
de falsedad en documento mercantil.

A todos ellos se les pena por separado en ambos delitos y se les impone
por ambos la misma pena, salvo a Francisco Correa, a quien se le reduce la
pena por el blanqueo, imponiéndole la de 6 meses de prisión, con las accesorias
legales procedentes, y multa de 100.000 euros.

Los hechos en que se fundamentan estas condenas se refieren,


básicamente, a la utilización por los acusados condenados de fondos de
procedencia ilícita de Francisco Correa, por importe total de 24.000.000 de
pesetas (144.172,06 euros), para realizar inversiones de las que obtuvieron
distintos beneficios y cuyo decomiso se ha acordado en sentencia.

1749
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En la fecha de comisión de los hechos, el delito de blanqueo de capitales


estaba sancionado en el art. 301 CP con pena de 6 meses a 6 años de prisión
y multa del tanto al triplo del valor de los bienes.

En consecuencia, la multa impuesta por este delito a Francisco Correa


(100.000 euros) sería inferior a la mínima legalmente establecida, por cuanto los
fondos de origen ilícito que se invirtieron de forma opaca a través de SPINAKER
SL ascenderían a 144.172,06 euros, importe que constituiría el mínimo a
imponer.

Por todo ello, solicita el Ministerio Fiscal que se case la sentencia,


dictándose otra para la imposición a este condenado de una pena de multa
acorde a la solicitada por el Ministerio Fiscal, donde la cuantía de la multa era
del tanto multiplicado por 1,5, siendo la pena que se ha impuesto a todos los
demás condenados.

1. De nuevo, la sentencia omite toda motivación capaz de justificar la


concreta individualización de las penas impuestas a Francisco Correa por este
delito.

Al abordar la calificación jurídica, sí señala que la base para la acusación


de este delito está en la constitución de la sociedad SPINAKER 2000 SL,
utilizada por Luis Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda para canalizar una
parte de las cantidades de procedencia ilícita, obtenidas por favorecer
irregulares adjudicaciones públicas. Sociedad que, a instancia de Francisco
Correa, les fue facilitada por Luis de Miguel con los mismos fines de opacidad
fiscal con que había creado otras sociedades.

Igualmente se alude a la utilización de facturas falsas (entre


TRAQUITANA y FREETOWN) para, por un lado, hacer circular los fondos ilícitos
de Francisco Correa hasta retornarlos (lavados) a España (para constituir
SPINAKER 2000 SL); y por otro, para el reparto de beneficios (facturas de LA
127 SERVICIOS y PUNTO HIPARCA).

Por todo ello, la sentencia acuerda la condena de Jesús Merino, Jesús


Sepúlveda, Luis Bárcenas, Luis de Miguel y Francisco Correa por la comisión
de un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP en concurso medial del

1750
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

art. 77 CP con un delito continuado de falsedad en documento mercantil del art.


392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, señalando que procede
su punición por separado, por ser más beneficiosa. En este sentido, impone las
penas concretamente interesadas por el Ministerio Fiscal. Dichas penas, según
la sentencia, son ajustadas, tanto por la procedencia de los bienes blanqueados
como por el artificio construido para su ocultación y aprovechamiento, además
de por la entidad económica; circunstancias reveladoras de que el blanqueo
adquiere especial relieve.

Por último, señala que las penas a imponer serán las de 1 año y 9 meses
de prisión y multa de 216.000 euros, con arresto sustitutorio de 3 meses en caso
de impago, para el delito de blanqueo; y de 1 año y 10 meses de prisión y multa
de 10 meses con una cuota diaria de 50 euros, por el delito de falsedad (folio nº
1223).

Como hemos adelantado, nada se dice o argumenta en cuanto a las


penas impuestas a Francisco Correa, siendo ya en la parte dispositiva (folios nº
1561 y 1562) donde especifica que las penas por el delito de blanqueo indicadas
se imponen a todos los condenados, excepto a Francisco Correa, añadiendo
que procede imponer al mismo por este delito la pena de 6 meses de prisión y
multa de 100.000 euros.

El motivo debería estimarse.

Como expone el Ministerio Fiscal en su recurso, la sentencia acuerda la


condena de Jesús Merino, Jesús Sepúlveda, Luis Bárcenas, Luis de Miguel y
Francisco Correa por la comisión de un delito de blanqueo de capitales del art.
301 CP en concurso medial del art. 77 CP con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y
74 CP, por la utilización de fondos de procedencia ilícita de Francisco Correa
para la constitución de la sociedad SPINAKER 2000 SL, de la que se sirvieron
para canalizar los mismos, dándoles una apariencia lícita y simulando con
facturas falsas la obtención de unos beneficios que también se repartían entre
ellos de forma opaca.

1751
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En concreto, los hechos probados expresan, en síntesis, que SPINAKER


2000 SL no es sino una estructura fiduciaria, creada «ad hoc» por Luis de
Miguel, puesta al servicio de Francisco Correa, cuya constitución y posterior
ampliación de capital se realizaron con fondos de procedencia ilícita aportados
por éste (17.000.000 pesetas para su constitución y 7.000.000 pesetas para su
ampliación), así como al servicio de otros socios de hechos, entre ellos, Luis
Bárcenas, Jesús Merino y Jesús Sepúlveda, que formaron parte real de su
accionariado y participaban en sus beneficios.

Igualmente señalan que SPINAKER era una estructura opaca, en


realidad un holding de empresas, que aglutina varias más, bajo el control de
Francisco Correa, en cada una de las cuales se colocaban esos otros socios,
para canalizar y controlar lo que, en cada caso, conviniese y ponerlo así al
servicio del proyecto común para el que se creó el holding, que no era otro que
conseguir beneficios ilícitos, a repartir entre todos, a los que además se trataba
de darles una apariencia lícita a través de alguna de las sociedades, como se
hizo con RIALGREEN. Era, en definitiva, un vehículo mediante el que se
canalizaba una inversión con fondos delictivos, ocultados a través de facturas
falsas, con el que también se obtenían unos beneficios que igualmente se
repartían entre sus socios de manera opaca, entre otras formas, a través de
facturas falsas.

Por último, en cuanto a los 7.000.000 pesetas relativos a la ampliación


de capital, se describe en el factum el modo en que se hicieron llegar 42.000
euros, desde la sociedad instrumental TRAQUITANA ESPAÑA y a través de la
también instrumental FREETOWN COMERÇO, a la cuenta de SPINAKER 2000
SL en España bajo la cobertura de una factura falsa.

Esta última operación que se aborda más detalladamente en la


fundamentación jurídica de la sentencia, junto con aquella otra por la que
igualmente se introdujeron en España los 17.000.000 pesetas (102.172,06
euros) para la constitución de SPINAKER, procedentes de la «caja B» de
Francisco Correa.

En definitiva, el motivo resulta atendible toda vez que acreditado que el


importe total de los fondos de origen ilícito que se invirtieron en Spinaker

1752
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ascendió a 24.000.000 pesetas (144.172’06 €), la multa de 100.000 € impuesta


a Francisco Correa no alcanzaría el mínimo legal que le correspondería.

No obstante, al haberse estimado el motivo segundo del recurso


interpuesto por este acusado en relación a la concurrencia de la atenuante
analógica de colaboración, la multa -al igual que la pena de prisión impuesta-
habrá de serlo en su mínima extensión, 144.172’06 €.

395.- El motivo décimo primero al amparo del art. 849.1 LECrim por
aplicación indebida de los arts. 390, 392 y 74 CP.

1. Alegaciones del Ministerio Fiscal.

El motivo se refiere al «apartado Castilla y León», en relación con la


absolución de Ángel Sanchís Perales y Ángel Sanchís Herrero del delito
continuado de falsedad documental en documento mercantil que les venía
siendo imputado.

El Ministerio Fiscal aduce que los hechos declarados probados describen


la participación de estos acusados en conductas claramente subsumibles en un
delito de falsedad continuado.

En concreto, respecto de Ángel Sanchís Perales, porque participó en la


elaboración de un contrato de préstamo, supuestamente datado el 24.2.2009,
con el solo objeto de dotar de una formal cobertura a una ficticia operación (el
supuesto préstamo de 3.000.000 euros al mismo por parte de Luis Bárcenas en
nombre de la Fundación SINEQUANON), que permitió retirar esos 3.000.000
euros de las cuentas suizas de Luis Bárcenas, con la finalidad de ocultarlos,
evitar la incautación judicial y aflorarlos bajo una aparente cobertura lícita.

Así mismo, participó en la elaboración de un contrato de prestación de


servicios suscrito entre Luis Bárcenas, en nombre de CONOSUR LAND SL, y
Ángel Sanchís Herrero, en nombre de LA MORALEJA SA, aparentemente
celebrado el 16.6.2011, con el sólo objeto de dotar de una formal cobertura a
una ficticia operación (para el supuesto asesoramiento de CONOSUR a LA

1753
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

MORALEJA), que permitió reintegrar parte de esos 3.000.000 euros a Luis


Bárcenas.

Junto con lo anterior, se confeccionaron 10 facturas (relacionadas en los


hechos probados como emitidas entre septiembre de 2011 y diciembre de 2012)
con el solo objeto de dar apariencia de realidad al contrato de prestación de
servicios antes señalado y a la reintegración de los fondos.

Por su parte, Ángel Sanchís Herrero participó en la confección del


contrato de prestación de servicios aludido y en las facturas relacionadas con
éste.

Por estos y otros hechos, la sentencia condena a Luis Bárcenas, Ángel


Sanchís Perales y Ángel Sanchís Herrero como autores de un delito de
blanqueo, si bien sólo acuerda la condena de Luis Bárcenas como autor de un
delito de falsedad continuada, absolviendo a los segundos de este delito al
considerar que la falsificación de aquella documentación ha de considerarse
como la forma comisiva del delito de blanqueo de capitales.

Este último pronunciamiento absolutorio es objeto de recurso, ya que el


Ministerio Fiscal entiende que en los hechos probados se describen cuantos
requisitos legales y jurisprudenciales son exigidos para entender cometido el
delito de falsedad continuada.

En apoyo de su pretensión, aduce, de un lado, que estos mismos hechos


han sido utilizados por la sentencia para condenar a Luis Bárcenas como autor
de un delito continuado de falsedad. De otro, que por hechos semejantes a los
atribuidos a estos acusados, como son el falso asesoramiento suscrito por Luis
Bárcenas con Iván Yáñez y el inexistente préstamo con el que se pretendió
justificar parte de la devolución al primero de 600.000 euros sacados de una
cuenta suiza, se ha condenado a Iván Yáñez como autor de un delito de
falsedad. En este supuesto, el Tribunal, según el Ministerio Fiscal, no se ha
planteado que la elaboración de documentos falsos forme parte de la propia
actividad de blanqueo de capitales y sanciona la falsedad en concurso medial
con el blanqueo, tal y como se interesó por el Ministerio Público.

1754
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por último, alude a la distinta naturaleza de los bienes jurídicos que


protegen el delito de blanqueo (STS 408/2015, de 8 de julio) y el delito de
falsedad, que imponen la calificación de ambos como concurso de delitos,
excluyendo la absorción de los hechos constitutivos de la falsedad en el delito
de blanqueo, citando a tal fin la STS 813/2016, de 28 de octubre, que analiza la
relación concursal entre el delito de falsedad y la estafa.

Por todo ello, El Ministerio Fiscal interesa que se case la sentencia y se


dicte otra por la que se condene a Ángel Sanchís Perales y Ángel Sanchís
Herrero por el delito continuado de falsedad en documento mercantil del que
han sido absueltos.

2. La sentencia.

2.1 Los hechos declarados probados relacionados con este motivo se


encuentran reflejados en el apartado «destino de los fondos de las cuentas
suizas», donde se expresa que a partir de febrero de 2009, a raíz de la apertura
de la presente causa y de la detención de los primeros inculpados, Luis
Bárcenas «procedió a retirar los fondos que tenía en sus cuentas suizas, con la
finalidad de ocultarlos, evitar una incautación judicial y aflorarlos más tarde bajo
una aparente cobertura lícita, para lo cual se valió de otras personas, unas con
conocimiento del origen de esos fondos y la finalidad que perseguía y otras que
no consta que lo tuvieran, pero que concertaron con él alguna operación por
convenir a propios y no ilícitos intereses comerciales» (folio nº 243).

En particular, y por lo que aquí interesa, se destacan como actuaciones


relacionadas con dicha actividad las siguientes:

«1. Simular la concesión de un préstamo de 3.000.000 € a ÁNGEL


SANCHÍS PERALES por parte de LUIS BÁRCENAS en nombre de la
Fundación SINEQUANON con el fin de que aquel se lo reintegrara
posteriormente a través de distintos procedimientos. Ambos acusados, al solo
objeto de dotar de una formal cobertura a esa ficticia operación, confeccionaron
un contrato supuestamente datado el 24.2.2009 conforme al cual la fundación
SINEQUANON prestaba a ÁNGEL SANCHÍS PERALES tres millones de euros

1755
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

por un plazo de diez años estableciéndose un periodo de carencia de cinco, de


modo que la primera amortización se difería al 24.2.2014.

Los fondos supuestamente prestados se remitieron desde la cuenta que


LUIS BÁRCENAS tenía en el DRESDNER BANK a nombre de la fundación
panameña a la n° 0605140081 del HSBC de Nueva York, titularidad de la
entidad uruguaya vinculada a la familia Sanchís BRIXCO SA, a través de tres
trasferencias de 27 de marzo, 3 de abril y 6 de mayo de 2009 por sendos
importes de 1.000.000 €. Una parte de dichos fondos fue, a su vez,
posteriormente transferida a cuentas de otra sociedad relacionada con la familia
Sanchís, la argentina LA MORALEJA SA, en cuya administración intervenía
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO. Otra parte de esos fondos se trasfirieron desde
BRIXCO SA a la sociedad uruguaya RUMAGOL SA.

Con el fin de reintegrar las citadas rentas a su propietario, LUIS


BÁRCENAS, este ideó junto con ÁNGEL SANCHÍS PERALES y su hijo,
ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, una compleja operativa que fue ejecutada por,
entre otros, estos dos últimos acusados, conocedores del origen delictivo de los
fondos -en cuanto procedentes de su ilícita actividad de intermediación en
adjudicaciones públicas y del apoderamiento de fondos del PARTIDO
POPULAR y de su ocultación a la Hacienda Pública-, y que se concretó en, al
menos, los siguientes procedimientos:

- Trasferencias enmascaradas como supuestas retribuciones de un


contrato de prestación de servicios simulado entre LUIS BÁRCENAS en nombre
de CONOSUR LAND SL y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO en representación de
LA MORALEJA aparentemente celebrado el 16.6.2011. De acuerdo con lo
reflejado en ese documento elaborado con el único fin de poder reintegrar sus
fondos a LUIS BÁRCENAS con una apariencia legal, CONOSUR LAND SL se
comprometía a "informar, asesorar y gestionar actuaciones en la Unión
Económica Europea (U. E. E.), en el Comercio Internacional y en negociaciones
entre empresas dentro y fuera de la U.E.E." de manera continuada a LA
MORALEJA SA. Como contraprestación a tales supuestos servicios se fijó una
retribución anual de 100.000 USD pagaderos trimestralmente (25.000 USD por
trimestre) que se plasmó en las correspondientes facturas confeccionadas al

1756
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

solo efecto de dar apariencia de realidad al contrato (Facturas n° 1/2011 de


15.9.2011; 2/2011 de 7.10.2011; 1/2012 de 9.1.2012; 7/2012 de 10.4.2012;
15/2012 de 3.7.2012; 18/2012 de 3.8.2012; 19/2012 de 6.9.2012; 23/2012 de
6.10.2012; 27/2012 de 6.11.2012 y 31/2012 de 10.12.2012).

Bajo esa cobertura formalmente lícita, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO


restituyó un total de 190.000 USD - equivalentes a 142.959,15 €- a Luis
Bárcenas mediante trasferencias a la cuenta que este tenía a nombre de
CONOSUR LAND SL en Bankia con el n° 2038 1168 20 6000548150.» (folios
nº 243 y 244).

2.2. En la fundamentación jurídica y, concretamente, al efectuar el


análisis de la prueba practicada, la sentencia especifica que, sin perjuicio de
estimar «perfectamente acreditada la participación activa, consciente y
voluntaria de los Sr. SANCHÍS PERALES y SANCHÍS HERRERO en el artificio
urdido por BÁRCENAS para tratar de ocultar y poner a salvo una parte de su
patrimonio a través de la operativa descrita» (folio nº 1119), quiere dejar
constancia de la distinta participación en estos hechos de estos acusados «a los
efectos de individualización de la pena», toda vez que:

«BÁRCENAS es el que urde todo el plan que se enmarca en su


estrategia de ocultación de bienes y se vale de personas a su alrededor a las
que convence, en atención a sus relaciones personales, estas actúan
aparentemente por mero favor personal hacia él, lo cual no priva de antijuricidad
a la conducta ni la dota de ninguna clase de efectos penales como excusa o
semiexcusa válida. Por otra parte, mientras que la relación de BÁRCENAS y
SANCHÍS PERALES es personal y directa y es él quien acepta inicialmente
recibir los fondos para su blanqueo con el indicado ánimo de favorecerle, no
consta que exista esta relación entre BÁRCENAS y SANCHÍS HERRERO,
quien parece limitarse a cumplir los deseos de su padre, cooperando de forma
necesaria con él.» (folios nº 1119 y 1120).

Por último, al abordar la subsunción jurídica de estos hechos, la Sala


considera responsables de un delito de blanqueo de capitales del art. 301 CP a
Ángel Sanchís Perales y Ángel Sanchís Herrero en concepto de autor y
cooperador necesario, respectivamente.

1757
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Respecto de las falsedades documentales imputadas, la sentencia


acuerda su absolución con base en dos argumentos (folio nº 1235). De un lado,
la Sala considera que «no se trata de la confección de documentos mercantiles
para que surtan valor o tengan efecto en el ámbito mercantil, sino para
preconstituir una apariencia que es la propia de la ocultación de bienes que se
castiga con el delito de blanqueo de dinero. Se trata de un delito puramente
instrumental, para dar cobertura y crear una apariencia, que no estaría en este
caso en una relación concursal medial, sino que debe considerarse como la
propia forma comisiva del delito de blanqueo, sin ninguna afectación de bien
jurídico distinto y propio de las falsedades penadas por el Código penal, por lo
que el Tribunal opta por, en el caso de los hechos que se refieren a los Sr.
SANCHIS, padre e hijo, por su absolución por el delito de falsedad.»

Por otra parte, en cuanto al Sr. Sanchís Perales (que es quien acepta
inicialmente recibir los fondos para su blanqueo, limitándose su hijo a cooperar
con él) se concluye que: «tampoco se estima probado que con los hechos
ejecutivos del traslado de capitales para su ocultación y de blanqueo se
estuviera conociendo ni se aceptara por parte del Sr. SANCHIS PERALES, que
entre las finalidades estuviera cooperar a la comisión de ningún otro delito.»

3.1. Sobre el cauce casacional elegido.

De entre las múltiples resoluciones que abordan la materia, cabría citar


la STS 519/2015, de 23 de septiembre (Recurso núm. 432/2015) que afirma:

«Es necesario recordar la doctrina de esta Sala, contenida, entre otras,


en SS. 807/2011 de 19.7, que establece los requisitos de este motivo
casacional.

1) Respeto a los hechos probados.- la casación, por este motivo, es un


recurso extraordinario de fijación de la ley, no es una segunda instancia con
posibilidades revisorías del hecho probado. Su función es comprobar la
aplicación del derecho realizada por el tribunal de instancia a unos hechos que
deban permanecer inalterados.

2) La denuncia debe ir referida a la infracción de unas normas jurídicas.


Así se ha declarado (STS 2-4-92) que "no existen posibilidades de fundar

1758
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recurso de casación en materia penal, por infracción de doctrina legal ni la


vulneración de doctrina jurisprudencial". (STS 18-12-92). Tampoco integra ese
carácter de norma jurídica los criterios de interpretación de la ley del art. 3 del
Código Civil "El art. 3 del Código Civil, cuya infracción se denuncia, no constituye
ninguna norma jurídica sustantiva de aplicación directa. Se trata de una norma
interpretativa un principio inspirador de la interpretación y aplicación de las
normas jurídicas, de difícil concreción e impropio, en cualquier caso, del cauce
procesal examinado " (STS 3-2-92). Lo anterior ha de ser entendido desde la
óptica más estricta del error de derecho. La actual jurisprudencia del Tribunal
Supremo admite en su inteligencia una ampliación de las posibilidades del error
de derecho con la invocación de derechos fundamentales, desde la tutela
judicial efectiva, la infracción de la interdicción de la arbitrariedad en la
interpretación de los preceptos penales desde su comparación con los
precedentes jurisprudenciales, la infracción de las normas de interpretación
sujetas a la lógica y racionalidad.

3) Las modalidades de la infracción son la aplicación indebida y la


inaplicación, bien por invocar la aplicación errónea o inobservancia del precepto
cuyo error se invoca.

4) La infracción ha de ser de un precepto penal sustantivo, u otra norma


del mismo carácter que debe ser observada en la aplicación de la ley penal Por
precepto penal sustantivo ha de entenderse las normas que configuran el hecho
delictivo, es decir, acción, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad y punibilidad y que
deben ser subsumidos en los tipos penales; en las circunstancias modificativas
o extintivas de la responsabilidad criminal; en la determinación de la pena,
ejecución del delito, grados de participación y penalidad que se encuentra
recogidas, fundamentalmente, en las normas del Código penal.

El respeto al hecho probado es una exigencia básica de este motivo de


impugnación. Así lo expresa la STS 121/2008, de 26 de febrero, "En el caso
presente hemos de partir de que cuando se articula por la vía del art 849.1
LECrim. El recurso de casación ha de partir de las precisiones fácticas que haya
establecido el Tribunal de instancia. El no constituir una apelación ni una revisión
de la prueba, se trata de un recurso de carácter sustantivo penal cuyo objeto

1759
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

exclusivo es el enfoque jurídico que a unos hechos dados, ya inalterables , se


pretende aplicar, en discordancia con el Tribunal sentenciador. La técnica de la
casación penal exige que en los recursos de esta naturaleza se guarde el más
absoluto respeto a los hechos que se declaren probados en la sentencia
recurrida, ya que el ámbito propio de este recurso queda limitado al control de
la juricidad, o sea, que lo único que en él se puede discutir es si la subsunción
que de los hechos hubiese hecho el Tribunal de instancia en el precepto penal
de derecho sustantivo aplicado es o no correcta jurídicamente, de modo que la
tesis del recurrente no puede salirse del contenido del hecho probado.

En definitiva no puede darse una versión de los hechos en abierta


discordancia e incongruencia con lo afirmado en los mismos, olvidando que los
motivos acogidos al art. 849.1 LECrim. Ha de respetar fiel e inexcusablemente
los hechos que como probados se consignan en la sentencia recurrida.»

En idéntico sentido, se pronuncian las SSTS 86/2018, de 19 de febrero


(Recurso núm. 538/2017) y 235/2018, de 17 de mayo (Recurso núm.
1529/2017).

3.2. Sobre los elementos del delito de falsedad documental.

En este sentido, la STS 1095/2006, de 16 de noviembre (Recurso núm.


509/2006) indica:

«De forma continuada viene recogiendo la doctrina de esta Sala los


requisitos precisos para definir y caracterizar la falsedad documental:

1) el elemento objetivo o material, propio de toda falsedad de mutación


u ocultación de la verdad por alguno de los procedimientos o formas
enumerados en el art. 390 CP.

2) que la mutatio veritatis recaiga sobre elementos esenciales del


documento y tenga entidad suficiente para afectar los normales efectos de las
relaciones jurídicas con lo que se excluyen de la consideración de delito los
mutamientos de verdad inocuos o intranscendentes para la finalidad del
documento.

1760
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3) el elemento subjetivo o dolo falsario, consistente en la concurrencia


del agente de la conciencia y voluntad de transmutar la realidad (SSTS. 25.3.99,
20.4.97, 24.11.95).

La incriminación de las conductas falsarias encuentra, por ello, su razón


de ser en la necesidad de proteger la fe y la seguridad en el tráfico jurídico,
evitando que tengan acceso a la vida civil y mercantil elementos probatorios
falsos que puedan alterar la realidad jurídica de forma perjudicial para las partes
afectadas. Se ataca a la fe pública y, en último término, a la confianza que la
sociedad tiene depositada en el valor de los documentos (STS. 13.9.2002).

La doctrina sostiene -dice la STS. 24.9.2002- que sólo cifrándolo en el


tráfico jurídico es posible captar plenamente el sentido de este tipo de delitos
falsarios, pues sólo en la medida en que un documento entra en ese tráfico o
está destinado al mismo, su adulteración cobra relevancia penal. Por ello,
diversas sentencias de esta Sala (12 de diciembre de 1.991 y 15 de julio de
1.992, entre otras) han declarado que no se comete el delito de falsificación
documental cuando, no obstante concurrir el elemento objetivo típico, se aprecie
en la conducta del agente una finalidad que resulte ser inocua o de nula
potencialidad lesiva.»

En idéntico sentido, la STS 888/2010, de 27 de octubre (Recurso núm.


321/2010) expone:

«En todo caso, es preciso recordar que el delito de falsedad documental


es una mutación a la verdad que se apoya en una alteración objetiva de la
verdad formal, de manera que será falso el documento que exprese un relato
que sea incompatible con la verdad de los hechos constatados.

Además -recuerda la STS. 626/2007 de 5.7- no toda falsedad es


equiparable a la mentira, pues la falsedad, como concepto normativo que es,
además de una mentira, entendida como hemos dicho, como relato incompatible
con la verdad, debe afectar a un objeto de protección relevante, al que nuestra
jurisprudencia se ha referido con las expresiones de función constitutiva y de
prueba de relaciones jurídicas entre ciudadanos o entre la administración y los
ciudadanos.

1761
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

La falsedad del documento desde el punto de vista jurídico penal consiste


en la narración de hechos falsos relevantes para la función probatoria del
documento.

En este sentido se ha pronunciado una reiterada jurisprudencia, por


todas STS 1704/2003, de 11 de diciembre, “la existencia de las falsedades
documentales penalmente típicas, cuyo bien jurídico no es otro que la protección
y la seguridad del tráfico jurídico, y, en último término, la confianza que la
sociedad tiene depositada en el valor probatorio de los documentos" (v. ad
exemplum STS. 13.9.2002) precisa de la concurrencia de los siguientes
requisitos:

a) Un elemento objetivo propio de toda falsedad, consistente en la


mutación de la verdad por medio de alguna de las conductas tipificadas en la
norma penal, esto es por alguno de los procedimientos o formas enumerados
en el art. 390 CP.

b) Que dicha "mutatio veritatis" o alteración de la verdad afecte a


elementos esenciales del documento y tenga suficiente entidad para afectar a
la normal eficacia del mismo en las relaciones jurídicas. De ahí que para parte
de la doctrina no pueda apreciarse la existencia de falsedad documental cuando
la finalidad perseguida por el agente sea inocua o carezca de toda potencialidad
lesiva.

c) Un elemento subjetivo consistente en la concurrencia de un dolo


falsario, esto es, la concurrencia de la conciencia y voluntad de alterar la
realidad.

De los anteriores requisitos, reiteradamente expuestos en nuestra


jurisprudencia, tiene especial relieve para este supuesto, los ordinales b) y c) de
la anterior relación, esto es, de un lado, la concurrencia a la antijuricidad
material, de tal forma que, para la existencia de la falsedad documental, no basta
una conducta objetivamente típica, sino que es preciso también que la "mutatio
veritatis", en la que consiste el tipo de falsedad en documento público u oficial
altere la esencia, la sustancia, o la autenticidad del documento en sus extremos
esenciales como medio de prueba, por cuanto constituye presupuesto necesario

1762
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de este tipo de delitos el daño real, o meramente potencial, en la vida del


derecho a la que está destinado el documento, con cambio cierto de la eficacia
que el mismo estaba llamado a cumplir en el tráfico jurídico.

Y la razón de ello no es otra que, junto a la "mutatio veritatis" objetiva, la


conducta típica debe afectar a los bienes o intereses a cuya protección están
destinados los distintos tipos penales, esto es, el bien jurídico protegido por
estos tipos penales.

De tal modo que deberá negarse la existencia del delito de falsedad


documental cuando haya constancia de que tales intereses no han sufrido
riesgo, real o potencial, alguno.

Y en lo atinente al elemento subjetivo, el delito de falsedad documental


(STS. 1015/2009 de 28.10), requiere la voluntad de alterar conscientemente la
verdad por medio de una acción que requiere trastocar la realidad, convirtiendo
en veraz lo que no es, y a la vez atacando la confianza que la sociedad tiene
depositada en el valor de los documentos, se logren o no los fines perseguidos
(STS349/2003 de 3.3). Intención maliciosa que ha de quedar acreditada y
probada, rechazándose la imputación falsaria cuando esa supuesta falsedad no
guarda entidad suficiente para perturbar el tráfico jurídico, ni idoneidad para
alterar la legitimidad y veracidad del documento. Lo importante es que aquella
mutatio veritatis recaiga sobre extremos esenciales y no inanes, inocuos o
intranscendentes.»

Por ello, la STS 645/2017, de 2 de octubre (Recurso núm. 2291/2016)


reitera que: « En efecto ha destacado esta Sala en numerosas ocasiones, entre
otras STS 564/2009 25 mayo, que el bien jurídico protegido en los delitos de
falsedad documental está constituido por la protección de la buena fe y la
seguridad del tráfico jurídico, evitando que tengan acceso a la vida civil o
mercantil elementos probatorios falsos que puedan alterar la realidad jurídica de
forma perjudicial para las partes afectadas.»

3.3. Sobre la posible revocación de un fallo absolutorio.

A propósito de esta última cuestión, cabe acudir a la reciente STS


252/2018, de 24 de mayo (Recurso núm. 1574/2017), en tanto expone:

1763
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Y en este sentido las sentencias absolutorias tienen una especial


rigidez en relación al pronunciamiento absolutorio, lo que no es más que una
manifestación de la especial situación que tiene todo imputado en el proceso al
disponer de un estatus especial y más protegido que el resto de las partes. Por
ello, cuando en el ejercicio del ius puniendi estatal, se concluye con una
sentencia absolutoria, siempre que la decisión esté motivada y quede
garantizada la efectividad de la interdicción de la arbitrariedad, ex art. 9.3 CE, la
conversión de tal pronunciamiento absolutorio en otro posterior condenatorio
dictado por el tribunal que vía recurso conozca de la causa, requiere específicos
requisitos.

No puede olvidarse que el derecho a la doble instancia penal reconocido


en los Tratados Internacionales-artículo 14.5 Pacto Internacional Derechos
Civiles y Políticos-sólo esté previsto con carácter vinculante para las sentencias
condenatorias no para las absolutorias, por lo que sería acorde a los Tratados
Internacionales un sistema penal que sólo admitiese la doble instancia en caso
de condena (STS 587/2013 de 10 julio, 656/2012 de 19 julio).

Por ello conforme a una doctrina ya reiterada de esta Sala, SSTS.


517/2013 del 17 junio, 1014/2013 de 12 diciembre, 122/2014 de 24 febrero,
146/2014 de 14 febrero, 22/2016 de 27 enero, 421/2016 de 18 mayo, 892/2016
de 27 noviembre, 58/2017 de 7 febrero, 216/2017 de 29 marzo, al solicitarse por
la parte recurrente (en este caso la acusación particular) la condena de quien
ha resultado absuelto en la sentencia de instancia, se hace necesario precisar
el ámbito de revisión de las sentencias absolutorias del que dispone esta Sala
en casación.

Para ello ha de atenderse, en primer lugar, a la doctrina del Tribunal


Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que han
establecido un criterio restrictivo respecto de la revisión peyorativa de las
sentencias absolutorias sin audiencia personal del acusado; y, en segundo
lugar, al criterio de este Tribunal Supremo que estima incompatible dicha
audiencia personal con la naturaleza y regulación legal del recurso de casación,
sin perjuicio de que el acusado sea oído siempre en casación a través de su
defensa jurídica (Pleno no jurisdiccional celebrado el 19 de diciembre de 2012,

1764
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

en el que se decidió que " La citación del acusado a una vista para ser oído
personalmente antes de la decisión del recurso ni es compatible con la
naturaleza del recurso de casación, ni está prevista en la Le", STS 400/2013, de
16 de mayo).

Conviene reiterar, una vez más, nuestra doctrina a efectos de su


consolidación y aplicación al caso ahora enjuiciado.»

«…Recuerdan las SSTS 892/2016, de 25 de noviembre, 421/2016, de


18 de mayo, 22/2016, de 27 de enero, 146/2014, de 14 de febrero, 122/2014,
de 24 de febrero, 1014/2013, de 12 de diciembre, 517/2013, de 17 de junio,
400/2013, de 16 de mayo, etc. , con cita de la STC núm. 88/2013, de 11 de abril,
entre otras, que la doctrina jurisprudencial del TEDH permite la revisión de
sentencias absolutorias cuando el Tribunal Supremo actúa dentro de los
márgenes de la infracción de ley, revisando cuestiones puramente jurídicas.

Es decir, cuando esta Sala se limita a corregir errores de subsunción y a


fijar criterios interpretativos uniformes para garantizar la seguridad jurídica, la
predictibilidad de las resoluciones judiciales, la igualdad de los ciudadanos ante
la ley penal, y la unidad del ordenamiento penal y procesal penal, sin alterar
ningún presupuesto fáctico.

La función esencial de esta Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la


que actúa específicamente como el órgano superior, o más propiamente
supremo, del orden jurisdiccional penal, conforme a la función que le atribuye el
art. 123 CE , es la que realiza a través del cauce de la infracción de ley,
corrigiendo errores de subsunción y fijando criterios interpretativos uniformes
con la finalidad de garantizar la unidad del ordenamiento penal, y con ello los
principios de seguridad jurídica, predictibilidad de las resoluciones judiciales e
igualdad de los ciudadanos ante la ley, sin perjuicio de que, a través de los
motivos por quebrantamiento de forma, unifique también el ordenamiento
procesal penal.

En la función de tutela de derechos fundamentales, que también le


corresponde a este Tribunal con carácter primario, no actúa esta Sala como
órgano supremo, pues está determinada por la Jurisprudencia del Tribunal

1765
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Constitucional, máximo intérprete de la Constitución, que en esta materia puede


revisar sus resoluciones (arts. 123 y 161 b CE).

Es por ello, muy relevante, que el Tribunal Supremo pueda realizar con
efectividad esta función nomofiláctica y unificadora, sin restricciones impuestas,
o auto restricciones injustificadas, tanto en los supuestos en los que los órganos
sentenciadores interpretan erróneamente los tipos penales en perjuicio del reo
como si lo hacen en perjuicio de las víctimas o perjudicados.

Precisamente en este segundo ámbito (la corrección de la interpretación


errónea de los tipos penales realizada en perjuicio de las víctimas o
perjudicados), absolutamente necesario por razones de tutela judicial efectiva,
de seguridad jurídica y para garantizar la igualdad de los ciudadanos ante la ley,
estriba la diferencia esencial entre la competencia jurisdiccional de esta Sala y
la del Tribunal Constitucional. Pues éste, como regla general, solo puede
corregir los supuestos de extralimitación típica a través del recurso de amparo
por vulneración del principio de legalidad penal, pero en ningún caso los
supuestos de indebida inaplicación de la norma sancionadora, que solo vulneran
por defecto el referido principio.»

«…El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, en sentencias como las


de 10 de marzo de 2009 (caso Igual Coll), 26 de mayo de 1988 (caso Ekbatani),
21 de septiembre de 2010 (caso Marcos Barrios) o 16 de noviembre de 2010
(caso García Hernández) aprecia vulneración del Art. 6 1º del CEDH cuando la
revisión condenatoria se realiza modificando la apreciación de los hechos, pero
considera, "a contrario sensu", que es admisible la revisión de sentencias
absolutorias, aun cuando no se celebre nueva audiencia del acusado, si se trata
exclusivamente de decidir sobre una cuestión estrictamente jurídica, es decir de
modificar la interpretación de las normas jurídicas aplicadas por el Tribunal de
Instancia, (Ver SSTEDH de 10 de marzo de 2009, caso Igual Coll c. España , §
27; 21 de septiembre de 2010, caso Marcos Barrios c. España, § 32; 16 de
noviembre de 2010, caso García Hernández c. España , § 25; 25 de octubre de
2011, caso Almenara Álvarez c. España, § 39; 22 de noviembre de 2011, caso
Lacadena Calero c. España, § 38 ; 13 de diciembre de 2011, caso Valbuena
Redondo c. España , § 29; 20 de marzo de 2012, caso Serrano Contreras c.

1766
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

España , § 31; y STEDH de 27 de noviembre de 2012, caso Vilanova Goterris y


Llop García C. España).

En la Sentencia del Pleno del Tribunal Constitucional núm. 88/2013, de


11 de abril de 2013, se establece que "se descarta una vulneración del derecho
a un proceso con todas las garantías cuando la condena o agravación en vía de
recurso, aun no habiéndose celebrado vista pública, no derive de una alteración
del sustrato fáctico sobre el que se asienta la Sentencia de instancia sino sobre
cuestiones estrictamente jurídicas (así, SSTC 143/2005, de 6 de junio o 2/2013,
de 14 de enero)", insistiendo en que "si el debate planteado en segunda
instancia versa exclusivamente sobre estrictas cuestiones jurídicas no resulta
necesario oír personalmente al acusado en un juicio público, pues dicha
audiencia ninguna incidencia podría tener en la decisión que pudiera adoptarse,
y en la medida en que el debate sea estrictamente jurídico, la posición de la
parte puede entenderse debidamente garantizada por la presencia de su
abogado, que haría efectivo el derecho de defensa frente a los argumentos
esgrimidos por la otra parte (así, SSTC 45/2011, de 11 de abril y 153/2011, de
17 de octubre )".

Y, en definitiva, se considera en esta resolución, "vulnera el derecho a


un proceso con todas las garantías (art. 24.2 CE) que un órgano judicial,
conociendo en vía de recurso, condene a quien había sido absuelto en la
instancia o empeore su situación a partir de una nueva valoración de
pruebas personales o de una reconsideración de los hechos estimados
probados para establecer su culpabilidad…".»

«…En cuanto a la consideración de los elementos subjetivos, la STS


58/2017 de 7 febrero, recuerda cómo en la sentencia STC Pleno, núm. 88/2013,
de 11 de abril se aprecia que la razón que justifica finalmente la concesión del
amparo consiste, precisamente, en que para la revisión de la corrección de la
apreciación del Tribunal sentenciador acerca de la concurrencia de los
elementos subjetivos del tipo, el Tribunal de apelación no se basó
exclusivamente en consideraciones jurídicas sobre la naturaleza del dolo
exigido por el tipo, es decir en un error de subsunción jurídica, o en el mero
análisis de los elementos estrictamente fácticos obrantes en los hechos

1767
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

probados, sino que acudió a la revisión de los presupuestos fácticos de dichos


elementos subjetivos, volviendo a valorar para ello las pruebas personales
practicadas en el juicio, lo que le está manifiestamente vedado a estos efectos.

Así señala la STC 88/2013, de 11 de abril, que "la condena en la segunda


instancia, a pesar de que se mantuvo inmodificado el relato de hechos probados
de la Sentencia revocada, se fundamenta en una reconsideración de esos
hechos probados para derivar de ello tanto el elemento normativo de delito,
referido al carácter abusivo de los acuerdos adoptados, como el elemento
subjetivo, referido al ánimo de perjudicar al querellante. Esto es, la divergencia
se produce no por una controversia jurídica respecto de la amplitud que pudiera
darse a la interpretación de determinados elementos del delito, sino en relación
con una controversia fáctica respecto de las inferencias recaídas sobre los
hechos declarados probados para entender acreditados dichos elementos.
Además, esa reconsideración se realiza valorando aspectos concernientes tanto
a las declaraciones de los recurrentes, como del querellante, que no fueron
practicadas a su presencia, como se pone de manifiesto en la argumentación
de la Sentencia de apelación al considerar concurrente el elemento subjetivo,
discrepando sobre la credibilidad que se había dado por el órgano judicial de
instancia a las declaración de los acusados sobre quién era el responsable de
que no hubiera podido llegarse a un acuerdo para la compra de las
participaciones del querellante.

Por tanto, no puede afirmarse que la controversia versara sobre una


cuestión estrictamente de interpretación jurídica que, por su naturaleza
desligada del debate sobre la concurrencia de aspectos fácticos del delito,
pudiera resolverse sin la celebración de una vista pública, lo que determina que
se deba considerar vulnerado el derecho a un proceso con todas las garantías
(art. 24.2 CE) ".

Y, en relación con la vulneración del derecho fundamental a la


presunción de inocencia, se señala en el fundamento jurídico decimotercero, de
la sentencia citada (STC 88/2013, de 11 de abril) que "hay que concluir, en
primer lugar, que la declaración de culpabilidad de los acusados en la segunda
instancia ha tomado en consideración pruebas inválidas, como eran diversos

1768
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

testimonios personales, en tanto que no estaban practicadas con las debidas


garantías de publicidad, inmediación y contradicción en esa segunda instancia.
Y, en segundo lugar, que en la valoración conjunta de la actividad probatoria
para considerar acreditada la concurrencia de ese concreto elemento subjetivo
del delito societario por parte del órgano judicial de segunda instancia, la
ponderación de dichos testimonios era absolutamente esencial para poder
inferir de manera concluyente la culpabilidad de los acusados y, muy
especialmente, la de su testimonio exculpatorio, habida cuenta de la ya
señalada obligación derivada del derecho a la presunción de inocencia de
someter a valoración la versión o la prueba de descargo aportada por los
acusados ".

Por ello, lo determinante para la concesión del amparo, es que la Sala


de apelación no se limitó a revisar la subsunción jurídica de los hechos descritos
en el relato fáctico, sino que reconsideró la prueba personal practicada para
modificar los presupuestos fácticos de los elementos subjetivos de la conducta
enjuiciada.

En definitiva, los márgenes de nuestra facultad de revisión de sentencias


absolutorias, a través del cauce casacional de infracción de ley, con intervención
de la defensa técnica, pero sin audiencia personal del reo, se concretan en la
corrección de errores de subsunción a partir de los elementos fácticos reflejados
en el relato de hechos probados, sin verificar ninguna nueva valoración de la
prueba practicada en la instancia.

En la corrección de errores de subsunción admisible en casación frente


a las sentencias absolutorias se incluyen los errores que afecten a la
interpretación de la naturaleza y concurrencia de los elementos subjetivos
exigidos por el tipo penal aplicado, cuando la revisión se efectúe desde una
perspectiva jurídica, sin modificar la valoración de sus presupuestos fácticos.
Pero no es admisible cuando la condena exige una reconsideración de la prueba
practicada para modificar los presupuestos fácticos de los elementos subjetivos
de la conducta enjuiciada.

El error sobre la concurrencia de los elementos subjetivos podría


subsanarse en casación si se basase exclusivamente en consideraciones

1769
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

jurídicas sobre la naturaleza del dolo exigido por el tipo, es decir si se tratase de
un error de subsunción. Por ejemplo, si la absolución se fundamentase en la
consideración errónea de que el tipo objeto de acusación exige dolo directo,
absolviendo el Tribunal de instancia por apreciar la concurrencia de dolo
eventual, cuando en realidad el dolo eventual fuese suficiente para la condena.
O cuando se calificase por el Tribunal de Instancia de dolo eventual una
conducta en la que, a partir exclusivamente de los datos obrantes en el relato
fáctico sin reconsideración probatoria adicional alguna, ni modificación de la
valoración fáctica sobre la intencionalidad del acusado realizada por el Tribunal,
fuese constatable la concurrencia de dolo directo. O, en fin, cuando el Tribunal
de Instancia fundase su absolución en la ausencia de un elemento subjetivo
específico que considerase necesario para integrar el tipo, cuando esta
apreciación fuese jurídicamente errónea por no ser exigible para la subsunción
de la conducta en el tipo objeto de acusación la concurrencia del elemento
subjetivo específico exigido por el Tribunal.

Por tanto, el Tribunal de casación puede fundamentar su condena


modificando la valoración del Tribunal de Instancia sobre la concurrencia de los
elementos subjetivos cuando se basa exclusivamente en consideraciones
jurídicas sobre la naturaleza del dolo exigido por el tipo, es decir en un error de
subsunción jurídica, o se apoya en el mero análisis de los elementos
estrictamente fácticos obrantes en los hechos probados, pero no puede acudir
a la revisión de los presupuestos fácticos de dichos elementos subjetivos,
volviendo a valorar para ello las pruebas personales practicadas en el juicio, lo
que le está manifiestamente vedado.»

La resolución de la cuestión suscitada exige partir de manera ineludible


del argumento principal que sustenta el recurso del Ministerio Fiscal, como es el
consistente en afirmar que en los hechos declarados probados se describen
cuantos requisitos legales y jurisprudenciales son exigidos para entender
cometido el delito de falsedad continuada cuya condena postula, ya que los
restantes alegatos relativos a aquellos otros acusados que han resultado
condenados deben estimarse irrelevantes a los efectos pretendidos.

1770
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por su parte, los Sres. Sanchís se oponen a la estimación del recurso


por diversos motivos, defendiendo la corrección de cuantos argumentos son
expuestos por el Tribunal sentenciador en orden a acordar su absolución
respecto del delito de falsedad continuada que les venía siendo imputado.

Centrados así los términos del debate, debe significarse que la


absolución acordada respecto de estos acusados se funda en dos concretas
premisas. De un lado, en la no afectación o puesta en peligro del bien jurídico
protegido, lo que deriva, según la sentencia, de la acreditada intención de los
acusados de contribuir a confeccionar unos documentos mercantiles para
preconstituir una apariencia propia de la ocultación de bienes que se castiga con
el delito de blanqueo de dinero, pero no «para que surtan valor o tengan efecto
en el ámbito mercantil». Por otro lado, en la falta de acreditación de que la
actuación de estos acusados estuviese guiada por esa concreta intención de
atacar a la seguridad del tráfico jurídico y la confianza que la sociedad tiene
depositada en el valor probatorio de los documentos, imprescindible para que
prospere toda imputación falsaria.

En definitiva, no obstante la descripción de los hechos contenidos en el


factum, la absolución, de conformidad con los razonamientos de la sentencia de
instancia, parece ampararse en la falta de acreditación del tipo subjetivo del
delito de falsedad. Es cierto que la construcción que la sentencia de instancia
realiza de dicho tipo subjetivo (con referencias a «la intención», que parecen
hallarse a medio camino entre «el móvil» y el dolo) puede ser objetable, pero
aun así, la revocación de la absolución acordada, con base en lo expuesto,
excedería de lo meramente «jurídico» pues exigiría una revisión de las
inferencias obtenidas por el órgano a quo para alcanzar dicha conclusión, tras
la valoración de la prueba, lo que estaría vetado en esta instancia.

A lo que habría que añadir, tal como se ha razonado al analizar los


recursos de los Sanchís, la tipicidad de su conducta como constitutiva de
falsedad.

1771
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

396.- El motivo décimo segundo al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley por aplicación indebida del art. 301 CP, se analiza
conjuntamente con el motivo décimo tercero, por su parte, se formula al
amparo del art. 849.1 LECrim por infracción de ley por aplicación indebida
de los arts. 301, 390, 392, 74 y 77 CP.

1º) En cuanto al motivo décimo segundo:

El motivo se refiere al «apartado Castilla y León», en relación con la


condena por un delito de blanqueo de capitales de Ángel Sanchís Perales y
Ángel Sanchís Herrero, en tanto que las penas de prisión impuestas son
inferiores al límite legal.

El Ministerio Fiscal afirma que, aun asumiendo la calificación jurídica de


la sentencia, se considera probado que Ángel Sanchís Perales y Ángel Sanchís
Herrero participaron en la ocultación de fondos ilícitos de Luis Bárcenas
mediante la simulación de un préstamo por importe de 3.000.000 euros y su
reintegración entre los años 2009 y 2012 con base en unos contratos y facturas
falsas.

Por estos hechos fueron condenados a las penas de 1 año de prisión y


multa de 6.000.000 euros, con responsabilidad personal subsidiaria para el caso
de impago de 5 meses.

En la fecha de los hechos, el art. 301 CP disponía que la pena del delito
de blanqueo de capitales (de prisión de 6 meses a 6 años y multa del tanto al
triplo del valor de los bienes) debe imponerse en su mitad superior si, como aquí
sucede, los fondos procedieran de delitos recogidos en los capítulos V y VI
(cohecho y tráfico de influencias). Por tanto, la pena de prisión mínima a imponer
a estos condenados sería de, al menos, 3 años y 3 meses.

El Ministerio Fiscal solicitó, para cada uno de estos acusados, una pena
de 6 años de prisión y una multa de 9.000.000 euros.

Por todo ello, solicita que se case la sentencia y se dicte otra por la que
se condene a Ángel Sanchís Perales y Ángel Sanchís Herrero por un delito de

1772
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

blanqueo de capitales con una pena de prisión de al menos, 3 años y 3 meses


y la correspondiente multa.

2º) En relación al motivo décimo tercero, se refiere al «apartado


Castilla y León», en relación con las penas impuestas a Iván Yáñez Velasco
como autor de un delito de blanqueo de capitales en concurso medial con un
delito continuado de falsedad en documento mercantil, ya que también serían
inferiores al mínimo legal.

Se argumenta que la anterior calificación jurídica se refiere a las


operaciones realizadas por este condenado, entre los años 2009 y 2013, para
ocultar el origen y verdadero titular de los fondos ilícitos de Luis Bárcenas. Estas
operaciones serían, básicamente: la constitución y gestión de parte de estos
fondos a través de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA; figurar como titular de
la sociedad GRANDA GLOBAL SA, realmente perteneciente a Luis Bárcenas; y
transferir fondos desde las cuentas suizas de Luis Bárcenas a Estados Unidos
y Uruguay.

En concreto, los hechos probados expresarían que Iván Yáñez participó


en la ocultación de, al menos, 5.423.890,18 euros. Esta cifra resulta de la suma
de los ingresos efectuados en la cuenta de la sociedad uruguaya RUMAGOL
SA (600.000 euros), los fondos transferidos desde la cuenta OBISPADO a una
cuenta en Bermuda (200.000 euros), los fondos recibidos en GRANDA GLOBAL
(cuantificados en 1.223.890,18 euros), los fondos transferidos a LIDMEL
INTERNATIONAL SL (1.000.000 euros), los fondos transferidos a GRUPO SUR
DE VALORES (2.000.000 euros) y los fondos transferidos al DISCOUNT BANK
(400.000 euros).

El Ministerio Fiscal aduce que Iván Yáñez ha sido condenado como autor
de un delito de blanqueo de capitales en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil, a una única pena de 3 años de
prisión y multa de 1.000.000 euros.

Así mismo, se le impone el comiso de forma solidaria con Luis Bárcenas


de los ingresos y ganancias de GRANDA GLOBAL SA y de los fondos de

1773
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

RUMAGOL SA, tal y como se solicitó por considerar que todavía se encontraban
a su disposición.

Consecuentemente, las penas impuestas a este condenado se


encontrarían por debajo del mínimo legal.

En primer término, porque, conforme a los argumentos expuestos en el


motivo anterior, la pena prevista para el delito de blanqueo (de prisión de 6
meses a 6 años y multa del tanto al triplo), ha de imponerse en su mitad superior
al proceder los fondos de delitos contemplados en los Capítulos V (cohecho) y
VI (tráfico de influencias) del Título XIX, de acuerdo con la legislación vigente en
el momento de los hechos.

En todo caso, porque dicho delito es calificado en sentencia en concurso


medial con un delito continuado de falsedad documental, por lo que, en virtud
del art. 77 CP, la pena del delito de blanqueo de capitales deberá ser impuesta
en su mitad superior.

El Ministerio Fiscal solicitó para este condenado que se le impusieran las


penas de 6 años de prisión y multa de 17.000.000 euros, por lo que interesa que
se case la sentencia y se dicte otra imponiendo a Iván Yáñez una pena de prisión
que no sea inferior a 4 años, 7 meses y 1 día y una pena de multa de entre
13.559.725,45 euros y 16.271.670,54 euros (esto es, del 2,5 al triplo del valor
de los bienes).

Pues bien, la sentencia declara probado la participación de los Sres.


Sanchis en el delito de blanqueo del art. 301 CP y que les venía siendo
imputado, pero cuando aborda la concreta individualización de la pena a
imponer a los mismos, se limita a señalar que opta por imponerles la pena de 1
año de prisión –“próximo al mínimo”- y multa de 6.000.000 €.

Respecto a Iván Yáñez la sentencia refiere sucintamente que “en el caso


de Rosalía Iglesias y en el de Iván Yáñez la pena será, para cada uno, la de tres
años de prisión, con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante la condena y multa de 1.000.000 €”.

1774
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Pues bien, los hechos probados de la sentencia dictada especifican por


lo que aquí interesa, a propósito del origen de los fondos ilícitamente obtenidos
por Luis Bárcenas -tras indicar que fue Senador por el PP entre el 14/03/2004 y
el 19/04/2010, Gerente entre 1990 y junio de 2008 y Tesorero de dicho partido
desde esa fecha y hasta julio de 2009- que éste, junto con Francisco Correa y
Jesús Merino Delgado, aprovechando la influencia que Luis Bárcenas y Jesús
Merino tenían por razón de los cargos que ocupaban dentro de su formación
política, y con la finalidad de procurarse un ilícito enriquecimiento, urdieron una
estrategia para obtener adjudicaciones de obra pública a favor de empresas de
la confianza de Francisco Correa y que éste pudiera controlar, a cambio de
gratificaciones, mediante el cobro de comisiones que éste distribuía en efectivo
y, en el caso de Luis Bárcenas, también en forma de viajes y servicios que
encubría con facturas falsas (folio nº 222).

Así mismo, se indica que los cobros percibidos en contraprestación a su


intermediación en la adjudicación de contratos públicos, que realizaron
valiéndose de sus influencias sobre cargos públicos de su misma formación
política, ascendieron, en el caso de Luis Bárcenas, a 1.176.561,07 euros (folio
nº 223), describiéndose detalladamente los distintos cobros, en metálico y en
especie, percibidos por éste y relacionados con las contrataciones públicas
identificadas, además de otros cobros de empresas y personas identificadas,
sin perjuicio de incidir en la existencia de otras gratificaciones que estos
acusados percibieron pero que no han podido ser concretadas (como las del
grupo ROS ROCA).

Ya en el apartado relativo a la «actividad exclusiva de Luis Bárcenas»,


se afirma que: «Desde al menos el año 2000, además de la actividad delictiva
que en común llevó a cabo con los acusados que hemos visto en el apartado
anterior, LUIS BÁRCENAS desarrolló, por su cuenta, en colaboración, cuando
lo precisaba, con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, otra dirigida a enriquecerse
de modo ilícito intermediando en otras adjudicaciones de obras y apropiándose
de fondos del P.P., que ocultó a través de un entramado financiero en Suiza,
que luego afloró mediante la simulación de distintas operaciones comerciales y
que destinó a pagos en efectivo, de manera opaca para la Hacienda Pública.»
(folio nº 230).

1775
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así como que «con ese fin de ocultar tales rentas de procedencia ilícita
y aflorarlas, desvinculadas de su origen, LUIS BÁRCENAS, de acuerdo con
ROSALÍA IGLESIAS, creó un entramado financiero en entidades bancarias
suizas, a través del cual invirtió en distintos valores y productos financieros, e,
igualmente, afloró fondos cuyo origen no se correspondía con su declarada
actividad ni con su ahorro, dotándolos de una apariencia lícita al reflejarlos en
las correspondientes declaraciones tributarias como ganancias patrimoniales
derivadas de operaciones de compraventa de obras de arte.» (folio nº 231).

2.3. En cuanto a la concreta participación de Ángel Sanchís Perales y


Ángel Sanchís Herrero, su participación en las operaciones de blanqueo
desplegadas por Luis Bárcenas a partir del año 2009 han sido descritas, en
esencia, en el motivo anterior.

Junto con ello, los hechos probados detallan igualmente tanto las
transferencias efectuadas por Ángel Sanchís Herrero en los años 2011 y 2012
desde la cuenta de LA MORALEJA SA a favor de Luis Bárcenas y de sus
familiares, como su intervención en la constitución de la sociedad uruguaya
RUMAGOL SA con el fin de ocultar la titularidad de Luis Bárcenas de los fondos
con los que se constituyó la misma.

Respecto a Iván Yáñez, la sentencia dedica varios apartados de los


hechos declarados probados a describir la participación del mismo.

De un lado, al abordar la «ocultación de rentas en cuentas suizas», se


indica (folios nº 235 a 237):

«A partir de febrero de 2009, mes en que tienen lugar las primeras


detenciones con motivo de la presente causa, consciente LUIS BÁRCENAS de
su presumible implicación en ella y los efectos que podía tener sobre su
patrimonio, continuó con su estrategia de seguir ocultando sus rentas, mediante
la apertura de nuevas cuentas, si bien con algunas modificaciones, como fue
contando con la ayuda de IVÁN YÁÑEZ, y sustituyendo las cuentas de la
Fundación SINEQUANON por las de TESEDUL, sociedad uruguaya, que
adquirió el 09/07/2009, y de la que dio poder especial para gestionar las cuentas

1776
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

bancarias suizas a IVÁN YÁÑEZ, que el día 08/10/2009 es nombrado


presidente.

Las cuentas suizas abiertas a nombre de TESEDUL, que utilizó LUIS


BÁRCENAS para ocultar su ilícita fortuna, una vez que trasciende a los medios
la incoación de la presente causa, fueron las siguientes:

* En el LOMBARD ODIER la cuenta 505070, abierta el 09/09/2009, con


fondos procedentes de la 204337 de SINEQUANON, por lo tanto, de LUIS
BÁRCENAS, en la que figura con autorizado desde su apertura IVÁN YÁÑEZ.

* En el DRESDNER BANK la cuenta 8.402.567 (remunerada como


2825199), abierta el 27/08/2009, en la que figuran como autorizados LUIS
BÁRCENAS e IVÁN YÁÑEZ.

Por último, con la misma finalidad de desvincular los fondos de su


auténtico titular, LUIS BÁRCENAS transfirió una parte a las cuentas suizas
abiertas por la sociedad panameña GRANDA GLOBLAL SA, respecto de la cual
ostentó poder general, desde el 26/10/2009, IVÁN YÁÑEZ. Dichas cuentas son
las siguientes:

* Cuenta 251258, de la entidad SYZ & Co, abierta el 09/12/2009 por IVÁN
YÁÑEZ, de la que es único gestor, quien, formalmente, figura como beneficiario
económico de la cuenta, cuyos fondos, hasta un total de 990.000 €, ingresados
entre el 04/01 y el 09/04/2010, proceden de las cuentas de TESEDUL del
DRESDNER-LGT BANK y del LOMBARD ODIER.

* Cuenta 2002594 del LGT BANK, abierta el 16/04/2010 por IVÁN


YÁÑEZ, quien, formalmente, figura como beneficiario económico, a la que,
procedente de la cuenta 2825199 (antigua cuenta 8402567 del DRESDNER
BANK) de TESEDUL del LGT BANK, le son ingresados 233.890,18 €.

Por otra parte, LUIS BÁRCENAS el 01/09/2006, de acuerdo con su


mujer, ROSALÍA IGLESIAS, abrió a nombre de esta la cuenta RDRX 219858
en el LOMBARD ODIER de Ginebra, que se fue nutriendo, con la colaboración
y consentimiento de esta y sabedora de su procedencia, de rentas obtenidas
por aquel de la actividad ilícita que venimos relatando, que hizo suyas.

1777
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

B) Ingresos en las cuentas suizas

Las anteriores cuentas suizas eran, básicamente, cuentas de custodia y


gestión de valores, que se fueron nutriendo con ingresos en efectivo y
transferencias de fondos de LUIS BÁRCENAS, de procedencia ilícita, que no
guardan relación con su actividad lícita, y en las que se fueron depositando
dividendos y rendimientos obtenidos de acciones de sociedades españolas y,
en menor medida, desde el año 2007, de inversiones en acciones de sociedades
extranjeras.

Por otra parte, LUIS BÁRCENAS realizó traspasos y transferencias


entre distintas cuentas, como la transferencia que hizo el 16/11/2007 desde la
204337 de SINEQUANON, por importe de 175.107,82 €, a la RDRX 219858 de
ROSALÍA IGLESIAS, ambas del LOMBARD ODIER.

Y también están las que hizo desde las distintas cuentas a nombre de
TESEDUL a las abiertas a nombre de GRANDA GLOBAL, por un importe total
de 1.223.890,18 €, en las cuales, aunque figure como beneficiario económico
IVÁN YÁÑEZ, fue el mecanismo para que LUIS BÁRCENAS continuara con su
dinámica de ocultación de bienes; por ello que las transferencias de fondos de
TESEDUL, como sociedad que le pertenece, son fondos de aquel, y pasan a
GRANDA GLOBAL, sociedad que, aunque formalmente figure como titular de
ella IVÁN YÁÑEZ, de hecho, también es de LUIS BÁRCENAS, de manera que
los fondos siguen siendo de él, y a su ocultación se presta IVÁN YÁÑEZ. En
realidad, GRANDA GLOBAL no es sino la continuidad de TESEDUL, que se
crea para prolongar su dinámica de ocultación de rentas, por parte de LUIS
BÁRCENAS.

Por último, las cuentas suizas de LUIS BÁRCENAS también


incorporaron los rendimientos derivados de las inversiones realizadas sucesiva
e ininterrumpidamente con los fondos depositados en ellas, incluidas las cuotas
dejadas de ingresar por diferentes tributos y ejercicios, rendimientos que
alcanzaron los importes siguientes: (…)».

Por otra parte, ya en el apartado relativo al «destino de los fondos de las


cuentas suizas», donde igualmente se enmarca la participación de los Sres.

1778
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Sanchís, se destacan como actuaciones de Iván Yáñez relacionadas con dicha


actividad las siguientes (folios nº 245 a 247):

«- Constitución, el 24.2.2010, de la sociedad uruguaya RUMAGOL SA -


en la que figuraron desde al menos el 23.9.2010 como socios al 50% IVÁN
YÁÑEZ y ÁNGEL SANCHÍS HERRERO con el fin de ocultar la titularidad de
LUIS BÁRCENAS- en cuyo nombre se aperturó la cuenta n° 605170703 en el
HSBC de Nueva York el 9.8.2010 a la que trasfirieron fondos de Luis Bárcenas
generados con la actividad relatada en este escrito. Tanto desde la cuenta de
BRIXCO SA, en la que se recibieron los tres millones del supuesto préstamo
concedido por aquel a ÁNGEL SANCHÍS PERALES (al menos 1.345.378,87
USD) como desde la cuenta "OBISPADO" del LOMBARD ODIER cuyo titular
era FRANCISCO YÁÑEZ (600.000 €).

La cuenta de RUMAGOL SA se cerró en febrero de 2013 transfiriéndose


858.701,92 USD a Iván Yáñez y el resto a la cuenta de TQM CAPITAL en el
HSBC de Nueva York, repartiéndose los activos en función de la aportación de
cada uno, un 36% IVÁN YÁÑEZ y un transfiriendo el 64% restante a la cuenta
TQM del propio HSBC (1.345.378,87 $).

IVÁN YÁÑEZ percibió dichos fondos en su cuenta personal 215520013


de INTERACTIVE BROKERS CO LTD desde la que, el 11.4.2013, trató de
restituir a LUIS BÁRCENAS 132.051€ no logrando su propósito al figurar como
beneficiario el ordenante y no ser este el titular de la cuenta que iba a recibir la
trasferencia. Con el fin de dotar a este ingreso de una apariencia lícita se simuló
la celebración de un contrato de préstamo aparentemente suscrito el 20.9.2012
entre ambos acusados que se utilizó, igualmente, con el fin de justificar que el
pago de la Declaración Tributaria Especial de GRANDA GLOBAL SA se hiciera
con fondos de LUIS BÁRCENAS.

2.- Como otra actuación más realizada desde comienzos de 2009 para
ocultar su ilícita fortuna y dotarla de una apariencia lícita, LUIS BÁRCENAS, de
acuerdo con su mujer, ROSALÍA IGLESIAS, transfirió los fondos que había en
la cuenta de esta, RDRX 219858 del LOMBARD ODIER (146.268,85 € y
31.704,25 $, entre marzo y junio de 2009), a la cuenta OBISPADO, de Francisco
Yáñez, padre de IVÁN YÁÑEZ, quien se hizo cargo de ella desde 2004, y quien

1779
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

el 03/08/2009, siguiendo las instrucciones de aquel, ordenó la transferencia de


200.000 € a la cuenta que el matrimonio tenía abierta en el banco
BUTTERFIELD TRUST (BERMUDA), que no han sido localizados.

3.- En esta misma línea de ocultación de su fortuna iniciada por parte de


LUIS BÁRCENAS, puesta en marcha a raíz de que saltara a los medios la
presente causa, en febrero de 2009, contando con la colaboración de IVÁN
YÁÑEZ, se dedicó a transferir los fondos que tenía en sus cuentas suizas de la
Fundación SINEQUANON y de la sociedad TESEDUL a otras sociedades
situadas en el extranjero, con la misma idea de ocultarlos y ponerlos a salvo de
cualquier incautación.

* En este apartado está la transmisión de fondos (1.223.890,18 €), que


desde TESEDUL hace llegar a sociedad panameña GRANDA GLOBAL,
formalmente de IVÁN YÁÑEZ, pero, en realidad, de LUIS BÁRCENAS, de los
que hemos hablado más arriba.

* La sociedad uruguaya LIDMEL INTERNACIONAL SA recibió a lo largo


del mes de junio de 2009, en distintas transferencias, desde las cuentas de la
Fundación SINEQUANON, la cantidad de 1.000.000 €.

* También procedente de otra de las cuentas de la Fundación


SINEQUANON, la sociedad uruguaya GRUPO SUR DE VALORES SA recibió
en su cuenta 000151688 del HSBC de Nueva York una transferencia por importe
de 1.000.000 € (1.297.015 $) el 24/03/2009 y otra, también, de 1.000.000 €
(1.319.179,50 $), el 08/04/2009.

* Asimismo, desde la cuenta que en el LOMBARD ODIER tenía la


Fundación SINEQUANON salen a la de la sociedad TESEDUL, abierta el
DISCUONT BANK de Montevideo, dos transferencias, cada una de 400.000 €,
que tienen lugar los días 11 y 18/04/2011, respectivamente, cantidades cuya
localización tampoco ha sido posible.»

Por último, ya en la fundamentación jurídica y, concretamente, al efectuar


la subsunción jurídica de estos hechos, la Sala señala:

1780
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«Y en cuanto a IVÁN YÁÑEZ, a quien hemos considerado testaferro de


LUIS BÁRCENAS, poco decir mucho más, sino remitirnos a los hechos
probados y su complemento en la fundamentación fáctica, de la que, por reseñar
algo, importante para apreciar, también, en él la continuidad delictiva en el delito
de falsedad documental, es el falso contrato de asesoramiento plasmarían en el
contrato, de 01/10/2009, del que hemos hablado y su elevada y
desproporcionada comisión de éxito del 20%; así como el inexistente préstamo
con que pretende justificar, al menos en una parte, la devolución a LUIS
BÁRCENAS de los 600.000 que había sacado de la cuenta OBISPADO del
LOMBARD ODIER suizo y que aportó para la constitución de la sociedad
RUMAGOL. (Se trata de los 132.051 €, que dice que le devuelve por un
préstamo que mantiene que le había concedido para la regularización de
GRANDA GLOBAL cuando GRANDA GLOBAL ya hemos dicho que, de hecho,
era sociedad de LUIS BÁRCENAS).» (folio nº 1236).

- Expuesto lo anterior, como señala el Ministerio Fiscal en su recurso, la


sentencia acuerda la condena de Sanchis Perales y Sanchis Herrero, como
autor y cooperador necesario respectivamente, de un delito de blanqueo del art.
301 CP con base en los hechos que les atribuye cometidos entre los años 2009
a 2012.

A su vez Iván Yáñez es condenado, a título de autor, por un delito de


blanqueo del art. 301 CP en concurso medial del art. 77 CP con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil, en relación con los arts.
390.1.1º, 2º y 3º y 74 CP, respecto de los hechos cometidos entre 2009 y 2013.

Los condenados se oponen a la estimación del recurso aduciendo, en


síntesis, que no es posible aplicar el tipo agravado que reclama el Ministerio
Fiscal, en tanto la sentencia ha absuelto a Luis Bárcenas del único delito de
cohecho que se le imputó y no fue acusado por ningún otro delito de los
comprendidos en el Título XIX. Por esta razón entienden que los fondos ilícitos
objeto de blanqueo por el que han sido condenados sólo pueden tener su origen
en aquellas otras conductas delictivas que se atribuyen a Luis Bárcenas
(apropiación indebida y defraudación a la Hacienda Pública) y que, por ello, la
agravación invocada no es aplicable.

1781
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Así mismo, Iván Yáñez emplea otro argumento adicional, pues considera
que la calificación ahora invocada por el Ministerio Fiscal supone una
modificación agravatoria de la acusación que sostuvo en el juicio oral, por lo que
no podría ahora formularla en casación. A tal fin, afirma que ni la alegó en sus
conclusiones provisionales, ni la sostuvo en sus conclusiones definitivas, puesto
que sólo se le imputó la comisión de un delito de blanqueo del art. 301 CP, por
lo que hacerlo ahora le provoca una completa indefensión, al introducir de forma
extemporánea una calificación nueva más grave de la que fue objeto del juicio
oral.

Por último, rechaza que pueda accederse a lo pretendido por el hecho


de que el Ministerio Fiscal solicitase la imposición de una pena de prisión de 6
años. Entiende que esta petición de castigo no presupone de forma necesaria
que se apoyara en el subtipo agravado, ya que es también el límite máximo de
la pena prevista en el tipo básico del blanqueo, no pudiéndose admitir
calificaciones tácitas o genéricas.

4.3. Los hechos declarados probados señalan inequívocamente el origen


delictivo de los fondos que «blanquearon» los acusados así como la naturaleza
de dicha actividad que sería subsumible, entre otros delitos, en alguno de los
comprendidos en los capítulos V y VI del Título XIX CP, toda vez que parte de
tales fondos, como describe con detalle la sentencia, procedían de la
intermediación ilícita en las adjudicaciones de contratos públicos. El hecho de
que no haya recaído condena al respecto (o, incluso, que no se llegara a
formular acusación) no sería en principio obstáculo para la aplicación del tipo
agravado de conformidad con la Jurisprudencia de la Sala. Cabe destacar en
este sentido que la actividad ilícita antecedente iría mucho más allá de aquella
por la que el Sr. Bárcenas ha sido absuelto o con respecto a los cuales se acordó
en su día el sobreseimiento libre por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla
y León.

No obstante lo expuesto, la viabilidad del recurso depende, en gran


medida del alcance que pueda tener en el caso el respeto al principio acusatorio
y, en concreto, si debe gozar de esa concepción expansiva que el Tribunal
Supremo reconoce en alguna de sus sentencias -entre otras, STS 198/2018, de

1782
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

25 de abril (Recurso núm. 1343/2017)-, en el sentido de que el tribunal no puede


realizar en la sentencia una valoración punitiva más grave de los hechos que la
alegada por las acusaciones sin lesionar tal principio.

Lo decisivo, a efectos de la lesión del art. 24 CE es la efectiva constancia


de que hubo elementos esenciales de la calificación final que de hecho no
fueron, ni pudieron ser plena y frontalmente debatidos, pues lo determinante es
verificar que no se introduzca un elemento o dato nuevo del que las partes, por
un lógico desconocimiento no hubiesen podido defenderse para contradecirlo.

En la sentencia no pueden introducirse sorpresivamente valoraciones


jurídicas nuevas que por tal motivo, la defensa no haya tenido ocasión de rebatir.
Juega ese derecho absolutamente también pese a que no haya datos
novedosos, cuando se trata de valoraciones jurídicas novedosas en la medida
que desborden los límites de la acusación frente a la que se articuló la defensa
(ver SSTS 1919/2005, de 12 de mayo; 1203/2006, de 11 de diciembre).

En efecto, como expone el Sr. Yáñez en su impugnación al recurso


formulado y conforme se extrae de los términos en los que la sentencia recoge
la acusación formulada, parece que el Fiscal se limitó a acusar por “un delito
continuado de blanqueo de capitales del art. 301 en concurso medial del art. 77
CP con un delito de falsedad continuada en documento mercantil tipificado en
el art. 392 en relación con el art. 390.1.1º, 2º y 3º y con el art. 74 del mismo texto
legal” y, por tanto, no especificó que los hechos debían subsumirse en el párrafo
tercero del art. 301 CP.

En consecuencia, aun cuando nos ajustásemos a los hechos objeto de


acusación, la aplicación en casación del tipo agravado vulneraría dicho principio,
toda vez que los recurrentes no habrían tenido la oportunidad de defenderse
frente a las repercusiones penológicas de su aplicación.

El motivo interpuesto no prosperaría, por ello, en su totalidad.

No obstante y respetando la calificación jurídica de la sentencia, el motivo


podría ser estimado en parte, dado que las penas impuestas serían inferiores al
mínimo legal. En efecto, conforme a los hechos probados, IVÁN YÁÑEZ
VELASCO participó en la ocultación de al menos 5.423.890,18 €, resultado de

1783
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

la suma de los ingresos efectuados en la cuenta de la sociedad uruguaya


RUMAGOL SA (600.000 €, página 245); los fondos trasferidos desde la cuenta
OBISPADO a una cuenta de Bermuda (200.000 €, página 246); los fondos
recibidos en GRANDA GLOBAL que en la Sentencia se cuantifican en
1.223.890,18 €; los fondos trasferidos a LIDMEL INTERNATIONAL SL
(1.000.000 €); los fondos trasferidos a GRUPO SUR DE VALORES (2.000.000
€) y los fondos trasferidos al DISCOUNT BANK (400.000 €).

IVÁN YÁÑEZ ha sido condenado como autor de un delito de blanqueo


de capitales en concurso medial con falsedad en documento mercantil, por lo
que las penas han de ser impuestas en la mitad superior, esto es, tres años y
tres meses a seis años de prisión y multa de 10.847.780’36 a 13.559.725’45 €.

No obstante, al estimarse el motivo 13 del recurso interpuesto por el


acusado Yáñez, y absolver del delito de falsedad documental, la condena ha de
limitarse al delito de blanqueo en los términos acordados (1 año y 10 meses de
prisión, inhabilitación especial del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena y multa de 5.423.840,18 €, con responsabilidad personal
subsidiaria de 2 meses).

397.- El motivo décimo cuarto al amparo del art. 849.1 LECrim por
infracción de ley, indebida aplicación de los art. 305, 390, 392, 74 y 77 CP.

El motivo se refiere al «apartado Castilla y León», en relación con la


condena de Luis Bárcenas Gutiérrez y Rosalía Iglesias Villar por los delitos
contra la Hacienda Pública relativos al IRPF de 2003, IP de 2003, IRPF de 2007
e IP de 2007, en tanto que la cuantificación de la pena de multa es errónea.

El Ministerio Fiscal aduce que la sentencia ha asumido como probados


los hechos descritos en el escrito de acusación -incluida la cuantificación de la
cuota que se considera defraudada-, así como la calificación jurídica de los
mismos.

Sin embargo, algunas de las multas impuestas a estos condenados son


inferiores al límite mínimo legalmente establecido.

1784
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

i) En relación con el delito por el concepto de IRPF de 2003 respecto de


Luis Bárcenas.

La sentencia declara probado que las cuotas dejadas de ingresar por el


condenado relativas a dicho impuesto ascenderían a 1.193.394,83 euros, si bien
le impone una pena de multa de 4.000.000 euros.

El Tribunal calificó los hechos como constitutivos de un delito contra la


Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) del Código Penal (en la redacción dada
por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex Disposición Transitoria
primera de la misma-) en concurso medial con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y
74, todos ellos del Código Penal.

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 1 a 4 años y multa del tanto al séxtuplo de
la cuota defraudada, imponiéndose las mismas en su mitad superior si, como es
el caso, concurriera alguna de las circunstancias previstas en los apartados a)
o b), es decir, utilización de personas interpuestas o especial gravedad de la
defraudación.

Además, dado que el referido delito se encuentra en concurso medial


con un delito continuado de falsedad documental, la pena habrá de imponerse,
ex art. 77 CP, en su mitad superior.

En definitiva, teniendo en cuenta que la cuota defraudada asciende a


1.193.394,83 euros, la pena mínima de multa sería de 5.668.624,58 euros
(superior a los 4.000.000 euros impuestos), mientras que el Ministerio Fiscal
solicitó como pena de multa la cuantía de 5.966.974,15 euros (el quíntuple del
tanto).

ii) En relación con el delito por el concepto de IP de 2003 respecto de


Luis Bárcenas.

La sentencia declara probado que las cuotas dejadas de ingresar por el


condenado relativas a dicho impuesto ascenderían a 279.541,46 euros, si bien
le impone una pena de multa de 600.000 euros.

1785
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Como se ha expuesto, el Tribunal calificó los hechos como constitutivos


de un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) del Código Penal
(en la redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74, todos ellos del Código Penal.

En definitiva, teniendo en cuenta que la cuota defraudada asciende a


279.541,46 euros, la pena mínima de multa sería de 1.327.821,935 euros
(superior a los 600.000 euros impuestos), mientras que el Ministerio Fiscal
solicitó como pena de multa la cuantía de 1.507.953,75 euros.

iii) En relación con el delito por el concepto de IRPF de 2007 respecto de


Rosalía Iglesias.

La sentencia declara probado que las cuotas dejadas de ingresar por


Luis Bárcenas relativas a dicho impuesto ascenderían a 2.103.113,26 euros, si
bien impone a Rosalía Iglesias una pena de multa de 1.500.000 euros.

El Tribunal calificó los hechos como constitutivos de un delito contra la


Hacienda Pública del art. 305 bis.1 a) y c) en relación con el art. 305 del Código
Penal (en la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre),
por considerarla más beneficiosa para los acusados.

Dicho precepto sanciona el delito contra la Hacienda Pública, cuya cuota


defraudada exceda de 600.000 euros (apartado a) o que se haya cometido
utilizando personas físicas o jurídicas interpuestas (apartado c), con la pena de
prisión de 2 a 6 años y de multa del doble al séxtuplo de la cuota defraudada.

A su vez, respecto de Rosalía Iglesias, el Tribunal aplica la rebaja en un


grado de la pena en virtud del art. 65.3 CP, por lo que las penas a imponer a
ésta serían de 1 a 2 años de prisión y de multa del tanto al duplo de la cuota
defraudada.

En definitiva, la pena de multa impuesta (1.500.000 euros) sería inferior


a la cuota defraudada, que se cuantifica en 2.103.113,26 euros, y que se

1786
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

correspondería con la pena mínima de multa a imponer, mientras que el


Ministerio Fiscal solicitó como pena de multa la cuantía de 3.154.670 euros.

iv) En relación con el delito por el concepto de IP de 2007 respecto de


Rosalía Iglesias.

La sentencia declara probado que las cuotas dejadas de ingresar por


Luis Bárcenas relativas a dicho impuesto ascenderían a 966.052,53 euros, si
bien impone a Rosalía Iglesias una pena de multa de 500.000 euros.

Nos encontraríamos ante el mismo supuesto del apartado anterior, por


lo que las penas a imponer a la condenada serían las de prisión de 2 a 6 años
y de multa del doble al séxtuplo de la cuota defraudada.

En definitiva, la pena de multa impuesta (500.000 euros) sería inferior a


la cuota defraudada, que se cuantifica en 966.052,53 euros, y que se
correspondería con la pena mínima de multa a imponer, mientras que el
Ministerio Fiscal solicitó como pena de multa la cuantía de 1.460.945 euros.

Pues bien, la argumentación de la Sala tendente a justificar la concreta


individualización de las penas de multa a que se refiere el presente motivo es
ciertamente escueta y, en más de un caso, directamente inexistente.

I) En relación al IRPF del año 2003 y tras justificarse la subsunción


jurídica de los hechos en consideración al importe de la cuota defraudada
(1.193.394 €) y la utilización de persona interpuesta (como Spinaker), junto con
la facturación falsa emitida por Pasadena Viajes, la Sala señala que la pena
para Luis Bárcenas “en su condición de autor, con las agravaciones del apartado
1 a) y 1 b) del art. 305 CP en concurso medial con la falsedad continuada y
teniendo en cuenta, además, su permanente actitud personal de obstrucción y
engaño, más allá de lo que consideramos un leal ejercicio de su derecho de
defensa, nos parece ajustado, como solicita el Ministerio Fiscal, la de cuatro
años de prisión con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante la condena y multa de 600.000 € (…) (folios 1226 y
1227).

1787
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

II) En relación al IP del año 2003, al margen de precisar que la cuota


defraudada es de 279.541 €, la Sala aborda la concreta calificación de los
hechos, significando que “reproducimos las consideraciones del apartado
anterior, con excepción de la cuantía, por ello no mencionamos la letra b) del
art. 305 CP, pese a lo cual el arco penológico no varía, por lo que seguimos
asumiendo las penas solicitadas por el M.F….” (folio 1227).

A continuación la sentencia se limita a señalar que “procede imponer a


Luis Bárcenas en su condición de autor, la pena de cuatro años de prisión, con
su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante la condena y multa de 600.000 € (…) (folio n. 1227).

III) En cuanto al IRPF del año 2007, sin perjuicio de indicar que la cuota
defraudada se ha fijado en 2.103.113’26 €, y tras exponer que debe apreciarse
la atenuante de reparación del daño del art. 21.5 CP que se interesa por el
Ministerio Fiscal y que se opta por calificar los hechos conforme al art. 305 bis
CP (en redacción dada por la LO 7/2012) se declara que procede imponer a
Rosalía Iglesias “como cooperadora necesaria, la pena de un año de prisión,
con su accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante la condena y multa de 1.000.000 € (…) (folio 1231).

IV) En cuanto al IP del año 2007, la sentencia expresa que deben


trasladarse las mismas consideraciones que las expuestas en relación con el
delito anterior “con la precisión de que la cuota defraudada asciende a
966.052’53 €”, añadiendo que procede imponer a Rosalía Iglesias “como
cooperadora necesaria, la pena de un año de prisión, con su accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena y
multa de 500.000 € (…) (folios 1231 y 1232).

- Conviene precisar, respecto a Rosalía Iglesias, que la Sala al abordar


la calificación jurídica de los hechos relativos al IRPF del año 2003, señala
expresamente que asume la imputación en los términos del MF y, por lo tanto,
en la cualidad de cooperadora necesaria, además de con la rebaja penológica
del art. 65.3 CP “ante la consideración que tiene este delito, aun no siendo un
delito cometido por funcionario, como especial propio” (folio 1227).

1788
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Es cierto que esta precisión no se reitera en ningún otro apartado relativo


a los delitos por los que se condena a Luis Bárcenas y Rosalía Iglesias, si bien
no parece que quepa albergar duda alguna en cuanto a su operatividad en los
delitos relativos al IRPF e IP del año 2007, donde también se expresa que la
tributación fue conjunta, es condenada a título de cooperadora necesaria.

- En el caso que nos ocupa, por otra parte, en el apartado «ocultación de


rentas a la Hacienda Pública» (folios nº 252 y siguientes), y con independencia
de los hechos declarados probados en relación con el reparto de beneficios a
través de SPINAKER y las restantes actuaciones verificadas desde el año 2000
por Luis Bárcenas, con la colaboración de Rosalía Iglesias, para proceder a
efectuar declaraciones tributarias incorrectas, declara:

«Hasta mediados de 2005, cuando entra en vigor la Directiva del Ahorro


para Suiza, en las cuentas bancarias de dicho país aparece como titular LUIS
BÁRCENAS, y, tras esa entrada en vigor, se interponen personas jurídicas con
domicilios en países no cooperantes, lo que, si no totalmente imposible, sí
genera una muy enorme dificultad para que la Hacienda Pública pueda
identificar al titular real de la riqueza, a lo que se une que estas cuentas se nutren
con ingresos en metálico, no detectables en cuanto a su origen, con lo que, de
esta manera, se consigue eludir el pago del impuesto, que, por razón su fortuna,
debiera hacer frente quien, siendo el real dueño de ella, se vale de tales
fórmulas.

En esta estrategia, lo primero que hace LUIS BÁRCENAS es interponer,


en julio de 2005, la Fundación panameña SINEQUANON; en 2006, abre una
cuenta a nombre de su mujer, que esta conoce, y en la que tienen capacidad de
disposición y manejo ambos; en 2009, una vez que, en febrero, trasciende a los
medios la incoación de la presente causa, pone cuantos fondos puede a nombre
de la sociedad uruguaya TESEDUL, que a él pertenece, se aprovecha de los
que, a través de la también uruguaya RUMAGOL, le hace circular por ella su
testaferro IVÁN YÁÑEZ, como también los pone en su sociedad GRANDA
GLOBAL.

En la evolución de los movimientos de esa cuentas, de manera


progresiva, se van produciendo ingresos en las del DRESDNER BANK y

1789
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

LOMBARD ODIER, que superan los 10.000.000 €; sin embargo, a partir del año
2009, una vez en marcha la presente causa, se produce el movimiento inverso,
esto es, la extracción de fondos de esas cuentas, sin que, por parte de LUIS
BÁRCENAS, se haya dado una explicación creíble, y que, debido a que en
cantidad de ocasiones se ha perdido su rastro, nos lleva a concluir que ha
conseguido encontrar fórmulas para evitar que su patrimonio pudiera ser
intervenido con motivo de su encartamiento en la presente causa.

Valiéndose de estas circunstancias, ni las rentas de LUIS BÁRCENAS


ni las de ROSALÍA IGLESIAS fueron declaradas correctamente a la Hacienda
Pública, ante la cual reflejaron solo parcialmente sus recursos, como las
supuestas compraventas de cuadros a que antes nos hemos referido, y ante la
que, el 03/10/2012, presentó, modelo 750, Declaración Tributaria Especial en
nombre de TESEDUL, con esa finalidad de continuar manteniendo oculta la
verdadera titularidad de los fondos a la Hacienda Pública, y en la que reflejó de
modo incompleto las cantidades omitidas en las correspondientes declaraciones
de IRPF de LUIS BÁRCENAS de los años 2007 a 2010, periodo en que de
conformidad con dicha normativa cabía tal regularización, e ingresando por tal
concepto la cantidad de 1.098.804 €.

Asimismo, con igual finalidad de ocultar LUIS BÁRCENAS ser real


propietario, como también el verdadero origen de los fondos, de acuerdo con
IVÁN YÁÑEZ, se valió de GRANDA GLOBAL para presentar, en nombre de esta
sociedad, Declaración Tributaria Especial el 04/10/2012, ingresando 132.051 €.

La cantidad en que se han logrado concretar los ingresos en las cuentas


suizas ha sido 10.017.787,23 €, que ocultaron a la Hacienda Pública, dejando
de ingresar cuotas por el concepto de IRPF y de IP en los siguientes ejercicios:

La cuota dejada de ingresar por LUIS BÁRCENAS en el ejercicio 2000,


por el IRPF, fue 730.704,06 €, y por el IP 135.293,67 €.

En el ejercicio 2001, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 864.082,98


€, y por el IP 174.083,06 €.

En el ejercicio 2002, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 392.548,34


€, y por el IP 175.983,73 €.

1790
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

En el ejercicio 2003, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue


1.193.394,83 €, y por el IP 279.541,46 €.

En el ejercicio 2004, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue


1.010.637,60 €, y por el IP 437.351,10 €.

En el ejercicio 2005, por LUIS BÁRCENAS, por el IRPF, fue 999.878,54


€, y por el IP 421.062,49 €.

En el ejercicio 2006, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en


concepto de IRPF, ascendió a 668.421,69 € y, por IP, a 423.534,15 €. Por su
parte, la de ROSALÍA IGLESIAS, en concepto de IRPF, a 267.319,87 €.

En el ejercicio 2007, la cuota defraudada por LUIS BÁRCENAS, en


concepto de IRPF, ascendió a 2.103.113,26 € y, por IP, a 966.052,53 €» (folios
nº 252 a 254).

Con estas premisas, examinados los hechos declarados probados y los


argumentos que sustentan este motivo de recurso, puede postularse su
viabilidad.

i) En efecto, por lo que se refiere a las penas de multa impuestas a Luis


Bárcenas y, en concreto, respecto del delito contra la Hacienda Pública relativo
al IRPF del año 2003, donde los hechos fueron calificados como constitutivos
de un delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) del Código Penal
(en la redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los
arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74, todos ellos del Código Penal, el Tribunal fijó el importe
de la cuota defraudada en la cantidad de 1.193.394,83 euros.

A su vez, en cuanto al delito contra la Hacienda Pública relativo al IP del


año 2003, que fue calificado al amparo del art. 305.1 a) del Código Penal (en la
redacción dada por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex
Disposición Transitoria primera de la misma-) en concurso medial con un delito
continuado de falsedad en documento mercantil del art. 392 en relación con los

1791
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

arts. 390.1.1º, 2º y 3º y 74, todos ellos del Código Penal, el Tribunal fijó el importe
de la cuota defraudada en la cantidad de 279.541,46 euros.

En la redacción vigente al momento de cometerse los hechos, el delito


contra la Hacienda Pública tipificado en el art. 305.1 a) o b) CP preveía la
imposición de la pena señalada para el tipo básico (entre ellas, la multa del tanto
al séxtuplo de la cuota defraudada) en su mitad superior. A su vez, dado que
este delito se estimó cometido en concurso medial con un delito continuado de
falsedad documental, la pena de multa correspondiente, ex art. 77 CP, habría
de imponerse en su mitad superior (multa del quíntuplo al séxtuplo).

En consecuencia, se advierte que las multas impuestas a Luis Bárcenas


por estos delitos de 4.000.000 euros (superando el cuádruplo en 773.579,32
euros) y 600.000 euros (cifra escasamente superior al duplo), respectivamente,
no alcanzarían el límite mínimo que legalmente correspondería y que el
Ministerio Fiscal fija en 5.668.624,58 euros y 1.327.821,935 euros, esto es, en
un importe próximo al quíntuplo de la cuota defraudada.

ii) Por otro lado, en relación con las penas de multa impuestas a Rosalía
Iglesias por los delitos contra la Hacienda Pública relativos al IRPF e IP del año
2007, los mismos fueron calificados al amparo del art. 305 bis.1 a) y c) en
relación con el art. 305 del Código Penal (en la redacción dada por la Ley
Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre), que prevé la imposición de una pena de
multa del doble al séxtuplo de la cuota defraudada.

Respecto de esta condenada, como cooperadora necesaria, la Sala


acudió a la previsión del art. 65.3 CP, por lo que la pena a imponer a la misma
sería la de multa del tanto al duplo.

El Tribunal fijó las cuotas defraudadas por estos delitos en el importe de


2.103.113,26 euros (IRPF) y de 966.052,53 (IP).

En definitiva, se advierte que las multas impuestas a Rosalía Iglesias por


estos delitos de 1.500.000 euros y 500.000 euros, respectivamente, no
alcanzarían el límite mínimo legalmente establecido y que, por lo expuesto,
debería ser la correspondiente al importe de la cuota declarada defraudada
respecto de cada tributo.

1792
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Los condenados se oponen a la estimación del motivo alegando, en


esencia, que el Ministerio Fiscal propone la aplicación de unas penas de multa
desproporcionadas económicamente, sin consideración alguna a sus
circunstancias personales y persiguiendo una aplicación matemática (el
quíntuplo de la cuota) con infracción manifiesta de la motivación que debe llevar
consigo la determinación de la pena de multa.

En definitiva, entienden que la imposición de una multa proporcional


exige acudir a las circunstancias atenuantes o agravantes y principalmente a las
del caso en concreto y no a los criterios de determinación de las penas de
prisión, tal y como señaló el Tribunal Supremo en el Acuerdo no jurisdiccional
de 22 de julio de 2007 (sic).

Consideran que la ausencia de toda motivación debería conducir a la


imposición de la pena mínima y denuncian que los cálculos efectuados por el
Ministerio Fiscal son incorrectos.

En concreto, porque en cuanto al IRPF de 2003 se aduce que el


Ministerio Fiscal yerra en sus cálculos porque una cifra próxima al quíntuplo no
puede corresponder con la mitad superior de una pena del tanto al séxtuplo.

Respecto del IP de 2003, porque la sentencia da por supuesta una


falsedad en concurso con el delito de defraudación sin concretar ni una sola
falsedad cometida en relación con este delito.

En relación con las penas de multa impuestas a Rosalía Iglesias, al


margen de insistir en la indeterminación de la cuota tributara del IRPF
correspondiente al año 2007, se aduce que el IP es un impuesto individual de
su esposo del que, en consecuencia, no se le puede exigir ninguna
responsabilidad a ella.

En todo caso, se afirma que no se comprende el cálculo efectuado


respecto de esta condenada, señalando que, en todo caso, deberían imponerse
unas penas dentro del mínimo del grado inferior.

A la luz de tales alegatos, es posible concluir que los mismos no


desvirtúan los argumentos previamente expuestos.

1793
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Debe partirse de que el Ministerio Fiscal está reclamando la imposición


de las penas de multa indicadas en su extensión mínima y que los cálculos que
efectúa, además de enteramente comprensibles, se ajustan a la legalidad
expresada.

Los recurridos pretenden eludir la aplicación de las reglas de


determinación de las penas y, en concreto, la imposición de las multas
señaladas en su mitad superior que prevén los arts. 305.1 y 77.3 CP (en la
redacción vigente a la fecha de los hechos) invocando la operatividad del
Acuerdo del Pleno no jurisdiccional de 22 de julio de 2008, el cual sólo impide la
imposición de una pena de multa proporcional en su grado superior.

III.- No obstante, en relación a la comisión del delito de falsedad


documental respecto al Impuesto del Patrimonio del año 2003, se constata la
omisión de todo argumento capaz de justificarlo.

Así, frente al IRPF del año 2003 donde expresamente se indica que la
falsedad documental se refiere a la facturación falsa emitida por Pasadena
Viajes con la que daba cobertura a las rentas no declaradas en concepto de
viajes, nada se argumenta en relación con el IP de 2003.

Sin perjuicio de ello, aun admitiéndose los argumentos esgrimidos en


este punto por el condenado, la pena de multa impuesta sería igualmente inferior
al límite mínimo legalmente establecido y, por tanto, el recurso sería igualmente
viable.

En efecto, fijada la cuota defraudada del IP de 2003 en 279.541’46 €, la


pena de multa, ex art. 305.1 a) habrá de imponerse en su mitad superior -multa
del cuádruplo al séxtuplo, y en consecuencia la pena mínima de multa sería de
1.118.165’84 €, superior a los 600.000 € impuestos-, la pena de prisión se
movería en la mitad superior -2 años y 6 meses a 4 años- y al ser la impuesta la
máxima imponible precisaría de una motivación específica que no existe por lo
que la pena debería imponerse en su límite mínimo.

Igualmente cabe advertir que de resolverse esta última cuestión en el


sentido apuntado, es decir, excluyendo el delito de falsedad documental que se
entendía cometido en concurso medial con el delito fiscal del IP de 2003, esta

1794
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

decisión debe aprovechar a Rosalía Iglesias, ex art. 903 LECrim lo que


conllevaría la necesidad de revisar las penas impuestas a esta condenada por
el delito fiscal (art. 65.3 CP) lo que implicaría un marco penológico entre 1 año
y 3 meses y 2 años, 5 meses y 29 días de prisión.

398.- El motivo decimoquinto por infracción de ley al amparo del nº


1 del art. 849.1 LECrim por aplicación indebida de los arts. 404 y 74 CP.

1. El motivo se refiere al «apartado Comunidad de Madrid», en relación


con la condena de Carlos Clemente Aguado, toda vez que se le condena por
dos delitos de prevaricación (en uno como autor y en otro como partícipe), pero
sólo se le impone una pena.

Argumenta el Ministerio Fiscal que una de las modificaciones que


introdujo en fase de conclusiones definitivas fue la consistente en incluir dos
delitos continuados de prevaricación en lugar de uno solo, tal y como se calificó
en el escrito de conclusiones provisionales. Por tanto, siguiendo esta
modificación, se acusaba a Carlos Clemente como autor de un delito de
prevaricación y como partícipe, junto con otros, del delito de prevaricación
cometido por Alberto López Viejo.

La prevaricación imputada a Carlos Clemente como autor derivaría de


los actos cometidos por éste mientras era Director General de Inmigración,
cuando le fueron delegadas las competencias para contratar. Mientras que la
participación de Carlos Clemente en el delito de prevaricación de Alberto López
Viejo vendría determinada por aquellas ocasiones en que, como Director o
Viceconsejero, intercedió para que las facturas remitidas a su Consejería por
indicaciones de éste fuesen pagadas.

El Ministerio Fiscal señala que «tales hechos se subsumen en Sentencia


en la calificación jurídica de forma acertada pero no son correctamente
castigados», pues a pesar de que los hechos probados describirían esta doble
participación de Carlos Clemente, de tal forma que es finalmente condenado por
dos delitos continuados de prevaricación, como autor de uno y como cooperador

1795
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

necesario del otro, y siendo merecedor por ello de dos penas, sólo se le impone
una pena de 10 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

La pena a imponer por el delito continuado de prevaricación, conforme a


la redacción vigente en el momento de los hechos, sería de inhabilitación
especial por tiempo de 8 años, 6 meses y 1 día a 10 años, dada la continuidad
delictiva apreciada, por lo que la pena impuesta de 10 años sería correcta, pero
sería la «que correspondería a cada uno de los delitos por los que se condena
a Carlos Clemente».

El Ministerio Fiscal solicitó por el delito de prevaricación en que Carlos


Clemente es autor la pena de 9 años de inhabilitación especial para empleo o
cargo público. Para aquel en que participaba como cooperador necesario solicitó
la de 8 años y 7 meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

En consecuencia, solicita que se case la sentencia y se dicte otra en la


que se acojan los razonamientos expresados en el motivo, sin perjuicio de
indicar que la «pena omitida» no podrá ser, en ningún caso, inferior a la de 8
años, 6 meses y 1 día de inhabilitación especial, como pena mínima establecida
para el delito objeto de condena (STS 650/2013, de 29 de mayo, y Acuerdos de
la Sala Segunda del Tribunal Supremo de 20 de diciembre de 2006 y 27 de
febrero de 2007).

2.1. La sentencia de instancia, en los hechos declarados probados y, en


concreto, en lo relativo al «apartado Comunidad de Madrid», expone
detalladamente cuantas actuaciones irregulares se realizaron por Alberto López
Viejo durante su etapa en el equipo de gobierno de la CAM para favorecer la
adjudicación directa de contratos a favor de las empresas de Francisco Correa,
a cambio de la correspondiente comisión, durante los años 2004 a 2008.

Expuesto lo anterior, el factum, bajo el epígrafe «Consejería de


Inmigración. Hechos relativos a Carlos Clemente Aguado», termina refiriéndose
a los cargos y la actividad realizada por éste.

En concreto, señalan que: «Desde 2005, periodo en el que ocupaba el


cargo de Director General de Inmigración, en razón de la relación personal que

1796
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

le unía con FRANCISCO CORREA, empezó a favorecer y facilitar la


adjudicación directa a las empresas del "GRUPO POZUELO" con la CAM.

Antes ya de llegar a ser Consejero, extralimitándose de las competencias


que como Director General tenía atribuidas (art. 5 del Decreto 85/2005, de 15
de septiembre, por el que se establecen las bases para la creación de la Agencia
para la Inmigración y la Consejería de Inmigración como órgano superior de la
CAM de Madrid, a propuesta de la Viceconsejería de Presidencia), CARLOS
CLEMENTE autorizó y justificó personalmente en 2005 el pago de diversas
facturas de actos adjudicadas directamente a las sociedades mercantiles del
"GRUPO POZUELO", por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, desde su Dirección
General colaborando conscientemente a ocultar la ilicitud propia de la
adjudicación, como ocurrió:

En el acto "El Día Internacional del Migrante", celebrado el 18.12.2005,


y en el que CARLOS CLEMENTE firmó personalmente el "recibí" de las dos
facturas emitidas por SERVIMADRID INTEGRAL SL, el 3.1.2005, la n° 009/2005
por 8.409,07 € y la n° 004/2005 por 7.4549,96 €.

En el acto "Concierto de Niños Discapacitados", celebrado el 3.11.2004,


en el que pagó las dos facturas de 3.1.2005 emitidas por EASY CONCEPT (n°
001/2005 y n° 002/2005 por importes de 10.525 € y 2.721,58 €,
respectivamente) por "Caja Fija", careciendo el gasto del carácter periódico o la
naturaleza descrita en el artículo 74.7 de la Ley 9/1990, de 8 de noviembre,
Reguladora de la Hacienda de la CAM.

En el acto "Día Internacional De La Mujer. Concierto Colombiano En


Plaza De Leganés", de 13.3.2005, firmando personalmente el "recibí" de la fra.
n°006/2005 de GOOD & BETTER por 5.141,26 E.

Formas de actuación

Su favorecimiento de las empresas de "GRUPO POZUELO" en la


contratación, propiciada desde su posición de Viceconsejero de Inmigración
(enero de 2006), fue recompensada con la atribución y pago de una gratificación
del 10% sobre lo facturado a esta o a sus órganos, por los actos encargados por
él.

1797
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Esta cantidad, siguiendo la misma dinámica que con ALBERTO LÓPEZ


VIEJO, se incluía como coste a la CAM y se pagaba con cargo a sus arcas
públicas.» (folios nº 297 y 298).

A continuación, se exponen en un cuadro los actos acreditados


atribuidos a este condenado, con expresión de los importes correspondientes,
la entidad que prestó el servicio y el importe correspondiente a la comisión
percibida por Carlos Clemente y los sobrecostes causados a la CAM.

Los hechos probados continúan describiendo las distintas formas de


actuación que se le atribuyen:

«Su actuación, respecto a la contratación directa de las empresas del


"GRUPO POZUELO", se incardinaba en cuatro formas arbitrarias de
favorecerlas desoyendo las más elementales normas que deben presidir toda
contratación pública, anteponiendo siempre su voluntad movida por la intención
de enriquecerse ilícitamente. Así:

a) Hubo ocasiones en las que él mismo, dentro de su Consejería y sin


tener competencia expresa para ello, fue quien encargó directamente los actos
a los que asistía la Presidenta de la CAM y lo hacía contactando con JAVIER
NOMBELA y, en ocasiones, con ISABEL JORDÁN.

Entre tales actos figuran el acto del "Plan Anual de Cooperación al


Desarrollo" o el del "Plan de Inmigración", en los que a la hora del pago era el
propio CARLOS CLEMENTE quien daba instrucciones, normalmente a través
de ALICIA MÍNGUEZ, para el fraccionamiento.

Las facturas se emitieron por las empresas del "GRUPO POZUELO" o


"CMR", también por el "GRUPO RAFAEL" y a diversos Órganos dentro de la
Consejería: Secretaría General Técnica, Dirección General de Cooperación al
Desarrollo o Agencia Regional para la Inmigración y Cooperación.

b) En otras ocasiones los actos eran encargados desde la Presidencia,


como "Concurso Pintura Niños" o "Plan Anual de Cooperación al Desarrollo" o
"Partido contra el Racismo", ocupándose personalmente C. CLEMENTE de

1798
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

autorizar el pago de la factura desde su Consejería, que le era remitida a su


atención a través de mensajero.

c) Hubo otros actos, como "Madrid Rumbo al Sur Año 2006", que fueron
encargados personalmente por CARLOS CLEMENTE a las empresas de
Pozuelo pero no fueron facturados solo a su Consejería —y dentro de ella a la
Agencia Regional para la Inmigración y a la Dirección General de Cooperación
al Desarrollo— sino también a las Consejerías de Familia y Asuntos Sociales y
Deportes (Dirección General de Juventud). Además, las facturas se emitieron
emitidas por diversas empresas del "GRUPO POZUELO" (SERVIMADRID
INTEGRAL, DISEÑO ASIMÉTRICO) y por KILDA PRODUCCIONES
FOTOGRÁFICAS SL, del "GRUPO RAFAEL".

d) Finalmente, en el acto "Entrega de Premios a la Tolerancia",


encargado por la Presidencia, dentro de las competencias de la Consejería de
Empleo y Mujer fue facturado con su consentimiento a su Consejería de
Inmigración.

Cobros en metálico y cálculo del sobrecoste para la Comunidad


Autónoma de Madrid.

A cambio de la adjudicación de tales actos, a CARLOS CLEMENTE se


le asignó en las hojas de coste, de la misma manera que se hizo con ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, un 10% del total facturado a la CAM, devengando por ello la
cantidad de 9.716.57€, generando por ello un sobrecoste a la CAM de 2.496,04
€.

Al margen de estas comisiones personalmente percibidas por CARLOS


CLEMENTE de las que se ha podido trazar su procedencia y atribuir a una
determinada actividad, la cantidad realmente recibida en efectivo por este de
FRANCISCO CORREA en 2006 (año en que la Consejería contrató con
empresas del Grupo por importe de 259.344,01 €) fue, tal y como contabilizó
JOSÉ LUIS IZQUIERDO en una cuenta independiente denominada
"Clementina", la de 13.600 € en dos partidas, una de 10.000 y otra de 3600
€uros.» (folios nº 299 a 301).

1799
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

2.2. En la fundamentación jurídica relativa al «apartado Comunidad de


Madrid» y, más concretamente, al acudir a los razonamientos expuestos en
orden a justificar la subsunción jurídica de los hechos en una posible
prevaricación (folios nº 1495 y 1496), la Sala de instancia comienza exponiendo
que son dos los delitos continuados de prevaricación por los que se acusa.

Así, en cuanto al primero, señala que se acusa a Alberto López Viejo,


como autor del art. 28.1 CP, y, a título de inductores y cooperadores necesarios
del art. 28.2 a) y b) CP, entre otros, a Carlos Clemente, Francisco Correa, Pablo
Crespo, Isabel Jordán y Pedro Rodríguez Pendás.

En cuanto al segundo, indica que la acusación se dirige contra Carlos


Clemente, como autor del art. 28.1 CP, y, a título de inductores y cooperadores
necesarios del art. 28.2 a) y b) CP, «a los mismos que en el caso anterior,
excepción de CARLOS CLEMENTE, pos acusársele en este de autor».

Sentado lo anterior, la Sala expone que «del presente delito de


prevaricación solo han de resultar condenados ALBERTO LÓPEZ VIEJO y
CARLOS CLEMENTE como autores y como mutuos cooperadores necesarios,
y FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO, ISABEL JORDÁN y PEDRO
RODRÍGUEZ, como inductores o cooperadores necesarios del de los
anteriores».

Por último, añade: «En cuanto a las penas a imponer, dada la ingente
cantidad de actuaciones prevaricadoras, consideramos adecuadas las que
solicita el M.F., que diferencia entre quienes tienen no tienen la condición de
autoridad o funcionario público, y quienes sí la tienen, como son ALBERTO
LÓPEZ VIEJO, CARLOS CLEMENTE y PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS. A
cada uno de estos dos (sic) se le impone la pena de DIEZ años de inhabilitación
especial para empleo o cargo público.

Y a FRANCISCO CORREA, PABLO CRESPO e ISABEL JORDÁN la


pena, para cada uno, de NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o
cargo público.»

2.3. Por último, ya en la parte dispositiva, la sentencia recoge el siguiente


pronunciamiento (folio nº 1578):

1800
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

«1) Delitos continuados de prevaricación, de uno se acusa a


ALBERTO LÓPEZ VIEJO (a) y de otro a CARLOS CLEMENTE AGUADO (b).

1.a) Se CONDENA:

A ALBERTO LÓPEZ VIEJO como autor a la pena de DIEZ años de


inhabilitación especial para empleo o cargo público.

A CARLOS CLEMENTE AGUADO como autor y cooperador necesario


a la pena de DIEZ años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

A PEDRO RODRÍGUEZ PENDÁS como inductor y cooperador necesario


a la pena de DIEZ años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

A FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ como inductor y cooperador


necesario a la pena de NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o
cargo público.

A PABLO CRESPO SABARÍS como inductor y cooperador necesario a


la pena de NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

A ISABEL JORDÁN GONCET como inductor y cooperador necesario a


la pena de NUEVE años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.»

Cabe aquí destacar que, al margen de acordar la absolución «por este


delito» de otras personas que igualmente fueron acusadas, la sentencia nada
aduce o especifica respecto del segundo delito de prevaricación (el «b»), como
sí hará, por ejemplo, al penar los delitos de malversación que se imputan,
respectivamente, a López Viejo y a Carlos Clemente -punto 6 del Fallo-.

3.1. De conformidad con lo expuesto en apartados anteriores, el


Ministerio Fiscal sostiene que si bien los hechos se subsumen correctamente en
sentencia no han sido penados de la misma manera porque se ha omitido la
imposición de una pena en la parte dispositiva de la sentencia, interesando que
se complete el fallo mediante la imposición de esa «pena omitida».

De esta forma, y aunque se hable en el recurso de la existencia de un


«desajuste punitivo», lo que se suscita en realidad es la incongruencia omisiva

1801
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

de la sentencia en el extremo descrito, y este defecto, de conformidad con la


Jurisprudencia reiterada de la Sala, no puede ser subsanado en esta instancia
si, como es el caso, no se pidió el complemento correspondiente ante el órgano
de instancia.

Lo expuesto impediría la estimación del motivo como de hecho alega


este condenado en su escrito de oposición al recurso.

El Ministerio Fiscal alega que la parte dispositiva de la sentencia ha


acordado la condena de Carlos Clemente como «autor» de su delito de
prevaricación y como «cooperador necesario» en el de Alberto López Viejo, pero
aun cuando fuera así, lo que no hay duda es que la sentencia sólo impone una
pena al Sr. Clemente, por lo que, en cualquier caso, como hemos dicho con
anterioridad, se está denunciando una omisión del fallo, en el que sólo se ha
impuesto una pena.

3.2. El argumento del Ministerio Fiscal quiebra también en el siguiente


sentido.

En el recurso alega que la pena impuesta de 10 años de inhabilitación


«es correcta y correspondería a cada uno de los delitos por los que se condena
a Carlos Clemente», para, a continuación, admitir que el Ministerio Fiscal
«solicitó por el delito de prevaricación en que Carlos Clemente es autor la pena
de 9 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público. Para aquel en
que participaba como cooperador necesario solicitó la de 8 años y 7 meses de
inhabilitación especial para empleo o cargo público».

En definitiva, no efectúa el mínimo esfuerzo argumentativo capaz de


justificar la imposición de una pena superior a la que el propio Ministerio Fiscal
solicitó por cada uno de los delitos imputados; y resulta que la misma sólo podría
estimarse correcta si, como entiende el recurrido, la Sala hubiera optado por
calificar todos los hechos como un único delito continuado de prevaricación
pudiendo, entonces, alcanzar el máximo del arco punitivo en atención a que no
superaría la suma de las penas solicitadas.

1802
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Por otro lado, si acudimos a la fundamentación jurídica de la sentencia,


tampoco es evidente que subsuma los hechos imputados al Sr. Clemente en
dos delitos de prevaricación continuada.

3.3. Al margen de lo expuesto, la subsunción de los hechos declarados


probados en dos delitos de prevaricación continuada o en un solo delito
continuado de prevaricación puede ser controvertida. La redacción del factum
podría amparar ambas posibilidades en cuanto que describen una actividad
delictiva que se prolonga desde el 2005 y hasta el año 2008, que comienza con
el despliegue de actuaciones meramente cooperadoras de la actividad delictiva
desplegada por López Viejo y evoluciona a la comisión misma de actos
prevaricadores de forma directa y personal, ya desconectados de los del otro
acusado, recompensada con la atribución y pago de una gratificación del 10%
sobre lo facturado, por los actos encargados por él.

399.- Estimándose parcialmente los recursos interpuestos por Alberto


López Viejo, Teresa Gabarra Balsells, Pablo Crespo Sabaris, Francisco Correa
Sánchez, Isabel Jordán Goncet, Alicia Minguez Chacón, José Javier Nombela
Olmo, Ricardo Galeote Quecedo, José Luis Izquierdo López, Jesús Merino
Delgado, Jesús Sepúlveda Recio, Antonio Villaverde Landa, Luis de Miguel
Pérez, Iván Yáñez Velasco, Ángel Sanchís Herrero, Ángel Sanchís Perales, Luis
Bárcenas Gutiérrez, Rosalía Iglesias Villar, Francisco Correa Sánchez, Partido
Popular, y Ministerio Fiscal, se declaran de oficio las costas de sus respectivos
recursos (art. 901 LECrim).

Desestimándose los recursos de Carlos Clemente Aguado, Pedro


Rodríguez Pendas, Guillermo Ortega Alonso, Mª del Carmen Rodríguez
Quijano, José Luis Peñas Domingo, Juan José Moreno Alonso, Pablo Ignacio
Gallo Alcántara, y Jesús Calvo Soria, se les condena al pago de las costas de
sus respectivos recursos (art. 901 LECrim).

Con relación a los responsables civiles subsidiarios PASADENA VIAJES,


SL; (TCM) TEGNOLOGY CONSULTING MANAGEMENT, SL; SPECIAL
EVENTS, SL; ALCANCIA CORPORATE 02 SL; EASY CONCEPT

1803
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

COMUNICACIÓN SL; GOOD AND BETTER, SL; SERVIMADRID INTEGRAL,


SL, y DISEÑO ASIMETRICO; y a los partícipes a título lucrativo Ana Mato
Adrover, y Gema Matamoros Martínez, se les imponen las costas de sus
respectivos recursos.

FALLO

Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le


confiere la Constitución, esta sala ha decidido

1º) Se estiman parcialmente los recursos de casación interpuestos por


las representaciones procesales de ALBERTO LÓPEZ VIEJO, TERESA
GABARRA BALSELLS, PABLO CRESPO SABARIS, FRANCISCO CORREA
SÁNCHEZ, ISABEL JORDÁN GONCET, ALICIA MINGUEZ CHACÓN, JOSÉ
JAVIER NOMBELA OLMO, RICARDO GALEOTE QUECEDO, JOSÉ LUIS
IZQUIERDO LÓPEZ, JESÚS MERINO DELGADO, JESÚS SEPÚLVEDA
RECIO, ANTONIO VILLAVERDE LANDA, LUIS DE MIGUEL PÉREZ, IVÁN
YÁÑEZ VELASCO, ÁNGEL SANCHÍS HERRERO, ÁNGEL SANCHÍS
PERALES, LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ, ROSALÍA IGLESIAS VILLAR,
FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ, PARTIDO POPULAR, y MINISTERIO
FISCAL, contra la sentencia nº 20/18 dictada por la Sección Segunda de la Sala
de lo Penal de la Audiencia Nacional con fecha 17 de mayo de 2018,
declarándose de oficio las costas de sus respectivos recursos.

2º) Se desestiman los recursos de casación interpuestos por las


representaciones procesales de CARLOS CLEMENTE AGUADO, PEDRO
RODRÍGUEZ PENDAS, GUILLERMO ORTEGA ALONSO, Mª DEL CARMEN
RODRÍGUEZ QUIJANO, JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, JUAN JOSÉ
MORENO ALONSO, PABLO IGNACIO GALLO ALCÁNTARA, Y JESÚS
CALVO SORIA, contra la sentencia nº 20/18 dictada por la Sección Segunda
de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional con fecha 17 de mayo de 2018,
y se les condena al pago de las costas de sus respectivos recursos.

1804
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3º) Se desestiman los recursos de casación interpuestos por las


representaciones procesales de los responsables civiles subsidiarios
PASADENA VIAJES, SL; (TCM) TEGNOLOGY CONSULTING
MANAGEMENT, SL; SPECIAL EVENTS, SL; ALCANCIA CORPORATE 02
SL; EASY CONCEPT COMUNICACIÓN SL; GOOD AND BETTER, SL;
SERVIMADRID INTEGRAL, SL, y DISEÑO ASIMETRICO; y de los partícipes
a título lucrativo ANA MATO ADROVER, y GEMA MATAMOROS MARTÍNEZ,
contra la sentencia nº 20/18 dictada por la Sección Segunda de la Sala de lo
Penal de la Audiencia Nacional con fecha 17 de mayo de 2018, imponiéndoles
las costas de sus respectivos recursos.

Comuníquese dicha resolución, a la mencionada Audiencia, con


devolución de la causa en su día remitida.

Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección


legislativa.

Así se acuerda y firma.

Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre Antonio del Moral García Andrés Palomo Del Arco
Susana Polo García Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

1805
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

RECURSO CASACION (P) núm.: 10575/2018 P


Ponente: Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
Letrada de la Administración de Justicia: Ilma. Sra. Dña. María del Carmen
Calvo Velasco

TRIBUNAL SUPREMO
Sala de lo Penal

Segunda Sentencia

Excmos. Sres. y Excma. Sra.


D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre
D. Antonio del Moral García
D. Andrés Palomo Del Arco
Dª. Susana Polo García
D. Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

En Madrid, a 14 de octubre de 2020.


Esta sala ha visto el recurso de casación nº 10575/2018 interpuesto
por ALBERTO LÓPEZ VIEJO, nacido el día … en Madrid, hijo de … y de …,
con NIF …; FRANCISCO CORREA SANCHEZ, nacido el día … en Casablanca
(Marruecos), hijo de … y de …, con NIF …; PABLO CRESPO SABARIS, nacido
el día … en Pontevedra, hijo de … y de …, con NIF …; JOSÉ LUIS IZQUIERDO
LÓPEZ, nacido el día … en El Barco de Ávila (Ávila), hijo de … y de …, con NIF
…; FELISA ISABEL JORDAN GONCET, nacida el día … en Sevilla, hija de …
y de …, con NIF …; ALICIA MINGUEZ CHACON, nacida el día … en Madrid,
hija de … y de …, con NIF …; JOSE JAVIER NOMBELA OLMO, nacido el día
… en Madrid, hijo de … y de …, con NIF …; RICARDO GALEOTE QUECEDO,
nacido el día … en Belo Horizonte (Brasil), hijo de … y de …, con NIF … ;
GUILLERMO ORTEGA ALONSO, nacido el día … en Madrid, hijo de … y de
…, con NIF …; MARÍA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO, nacida el día
… en Madrid, hija de … y de …, con NIF …; JUAN JOSÉ MORENO ALONSO,
nacido el día … en Cabañas del Castillo (Cáceres), hijo de … y de …, con NIF

1806
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

…; JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO, nacido el día … en Madrid, hijo de … y de


…, con NIF …; LUIS DE MIGUEL PEREZ, nacido el día …, en Madrid, hijo de
… y … con NIF …; ANTONIO VILLAVERDE LANDA, nacido el día … en
Madrid, hijo de … y de …, con NIF …; LUIS FRANCISCO BARCENAS
GUTIERREZ, nacido el día …. en Huelva, hijo de … y de …, con NIF …; JESÚS
MERINO DELGADO, nacido el día … en Hontalbilla (Segovia), hijo de … y de
…, con NIF …; ROSALIA IGLESIAS VILLAR, nacida el día … en Astorga
(León), hija de … y de …, con NIF …; ANGEL SANCHIS PERALES, nacido el
día … en Albal (Valencia), hijo de … y de …, con NIF …; ANGEL RAFAEL
SANCHIS HERRERO, nacido el día … en Badajoz (España), hijo de … y de …,
PASAPORTE … y Dni. Argentino …; IVAN YAÑEZ VELASCO, nacido el día …
en Madrid, hijo de … y de …, con NIF …; JESÚS SEPÚLVEDA RECIO, nacido
el día … en Madrid, hijo de … y de …, con NIF …; JESÚS CALVO SORIA,
nacido el día … en Aquilar del Río Alhama, La Rioja, hijo de … y de …, con NIF
…; PEDRO RODRIGUEZ PENDAS, nacido el día … en Madrid, hijo de … y de
…, con NIF …; CARLOS CLEMENTE AGUADO, nacido el día … en
Guadalajara, hijo de … y de …, con NIF …; PABLO IGNACIO GALLO-
ALCANTARA CRIADO, nacido el día … en Madrid, hijo de … y de …, con NIF
…; TERESA GABARRA BALSELLS, nacida el día … en San Salvador, El
Salvador, hija de … y de …, con NIF …; ANA MATO ADROVER, nacida el día
… en Madrid, hija de … y de …, NIF …; PARTIDO POPULAR, identificado con
NIF…; GEMA MATAMOROS MARTINEZ, nacida el día … en Madrid, hija de …
y de …, identificada con NIF…; PASADENA VIAJES, SL, identificada con NIF
…; (TCM) TEGNOLOGY CONSULTING MANAGEMENT, SL, identificada con
NIF …; SPECIAL EVENTS, SL, identificada con NIF …; ALCANCIA
CORPORATE 02 SL, identificada con NIF …; EASY CONCEPT
COMUNICACIÓN SL, identificada con NIF …; GOOD AND BETTER, SL,
identificada con NIF …; SERVIMADRID INTEGRAL, SL, identificada con NIF
…; DISEÑO ASIMETRICO SL, identificada con NIF …; y por el MINISTERIO
FISCAL, contra la sentencia dictada por la Sección Segunda de la Sala de lo
Penal de la Audiencia Nacional con fecha 17 de mayo de 2018, por delito de
estafa y otros, en el Rollo de Sala nº 5/2015, dimanante de la causa de
Diligencias Previas nº 275/2008 instruida por el JuzgadNo Central de Instrucción
nº 5. La mencionada sentencia ha sido casada y anulada (parcialmente) por la

1807
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

dictada en el día de la fecha por esta Sala Segunda del Tribunal Supremo,
integrada por los Excmos. Sres. anotados al margen.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Juan Ramón Berdugo Gómez de la
Torre.

ANTECEDENTES DE HECHO

ÚNICO.- Se acepta la declaración de hechos probados de la sentencia recurrida,


en lo que no se opongan a la presente sentencia.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Tal como se ha razonado en los motivos 13, 14 y 15 del recurso


interpuesto por Alberto López Viejo, en relación al apartado Madrid, los hechos
constituyen:

-un delito de prevaricación siendo procedente la pena de 7 años de


inhabilitación especial para empleo o cargo público.

-un delito de malversación con pena de 3 años de prisión e inhabilitación


absoluta por 6 años.

-un delito de falsedad con penas de 1 año de prisión, con inhabilitación


especial de derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y multa
de ocho meses con cuota diaria de 200 €.

-un delito de cohecho pasivo con penas de 3 años de prisión, multa de


700.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por 8 años.

1808
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

SEGUNDO.- Tal como se ha razonado en el motivo 28 del recurso de Alberto


López Viejo, relativo a la Comunidad de Madrid, las penas a imponer serán:

-prevaricación continuada 10 años de inhabilitación especial para empleo


o cargo público.

-cohecho pasivo continuado 4 años y 6 meses prisión, multa de 680.000


€ con responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses e inhabilitación especial
de 9 años y 6 meses para empleo o cargo público.

-delito malversación continuada: 4 años y 7 meses de prisión e


inhabilitación absoluta de 9 años.

-un delito de blanqueo: 3 años de prisión, inhabilitación especial para


ejercicio derecho sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y multa de
700.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses.

TERCERO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, los hechos probados constituyen, respecto
a Alberto López Viejo, tanto en el apartado “Municipio Madrid” como en el de
“Comunidad de Madrid”, sendos delitos continuados de fraude en concurso
medial con los delitos de malversación, y teniendo en cuenta lo dispuesto en el
art. 77 CP y las reglas de acumulación de condenas previstas en el art. 76 CP,
procede su punición por separado para no exasperar la pena del delito más
grave. Siendo así, para cada delito de fraude continuado procede imponer las
penas de dos años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo
público por 8 años.

CUARTO.- Tal como se ha razonado en el motivo octavo del recurso


interpuesto por Teresa Gabarra Balsells, las penas a imponer a esta recurrente
por el delito de blanqueo de capitales serán de 1 año y 6 meses de prisión e

1809
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por el tiempo de la


condena y multa de 200.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2
meses.

QUINTO.- La estimación de los motivos 8 y 9 del recurso interpuesto por el


coacusado Ricardo Galeote y su absolución del delito continuado de falsedad
documental, apartado 5º, trama Estepona, conlleva por aplicación de lo
dispuesto en el art. 903 LECrim, la absolución de Pablo Crespo Sabaris del
referido delito.

SEXTO.- Tal como se ha razonado en el motivo sexto del recurso del Ministerio
Fiscal, procede la condena de Pablo Crespo Sabaris, en el apartado
Majadahonda, como autor de un único delito continuado de cohecho a las penas
de 5 años y 1 día de prisión, multa de 1.280.533,05 € e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 10 años.

SÉPTIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del recurso del


Ministerio Fiscal, procede condenar a Pablo Crespo Sabaris en el apartado
Estepona, por un delito de malversación atenuado en concurso medial con un
delito de fraude –por el que fue condenado exclusivamente en la instancia-, con
aplicación del art. 65.3 CP, a las penas de 11 meses de prisión, multa de 2
meses y 15 días con cuota diaria de 200 €, y suspensión de empleo o cargo
público por 1 año.

Y en el apartado Majadahonda procede condenar al mismo como autor


de un delito continuado de fraude, en concurso medial con malversación
continuada, y penando por separado ambos delitos: a 1 año de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.

1810
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Asimismo en el apartado Comunidad de Madrid procede su condena por


fraude continuado en concurso medial con malversación y aplicación del art.
65.3 CP a las mismas penas que en apartado anterior.

En efecto, es necesario recordar, en cuanto a la participación del


“extraneus” en el delito de fraude, bajo la redacción del art. 436, anterior a la
reforma de 2010, que cabían tres interpretaciones:

1ª El art. 436 solo quería sancionar penalmente al funcionario o autoridad


que por razón de su cargo interviniere en algún acto de contratación pública y
se concertaba con los interesados para perjudicar al patrimonio público. La
conducta del particular interviniente no estaba contemplada. Sería atípica. Solo
a partir de la reforma 5/2010 habría pasado a ser castigado con la previsión de
una tipicidad complementaria.

2ª La radicalmente opuesta que sostenía que ya bajo la vigencia de la


redacción anterior el particular que se concertaba con el funcionario estaba
sancionado penalmente y con idéntica penalidad. El tipo, de naturaleza bilateral,
lo contempla de forma implícita, por lo que no resultaba de aplicación la eventual
rebaja penológica que prevé el art. 65.3 CP. El particular con quien se
concertaba el funcionario, siempre que hubiese dolo por su parte, sería
cooperador necesario, sino coautor de un delito cuya pena está fijada pensando
también en él, sin matización alguna.

3ª Una tesis intermedia que entendería que el delito del art. 436 era un
delito especial. Otra cosa es que la reforma del 2010 se haya introducido un
nuevo tipo equiparado, que castiga de forma autónoma, aunque con la misma
pena, al particular que se concierta con el funcionario. A semejanza del cohecho
–activo y pasivo- ahora se incluye la doble tipicidad y se establece la misma
penalidad. Antes, sin embargo, era un delito especial, que establece una
sanción para el funcionario que infringe un deber específico reforzado que no
incumbe personalmente al particular.

1811
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Este pudiera ser cooperador necesario o inductor. Pero aunque fuese


protagonista también de la connivencia podría ser favorecido por la rebaja
penológica facultativa del art. 65.3 CP, que la jurisprudencia habría ensayado a
través de una atenuante analógica antes de su plasmación legal por reforma LO
16/2003, de 25-11.

Esta tesis es la que prevalece en la jurisprudencia por hechos acaecidos


con anterioridad a la reforma LO 5/2010 (SSTS 199/2012, de 16-3; 1051/2013,
de 28-9; 166/2014, de 28-2; 508/2015, de 27-7; 63/2017, de 8-2; 362/2018, de
18-7).

-La estimación del motivo segundo del Ministerio Fiscal implica que la
cuota diaria de la multa a imponer a este acusado sea 200 €.

OCTAVO.- Tal como se ha razonado en el motivo 5 del recurso interpuesto por


Isabel Jordán, procede su absolución del delito de tráfico de influencias por el
que había sido condenada en el apartado Pozuelo.

NOVENO.- Tal como se ha razonado en el motivo 7 del recurso de Isabel


Jordán, la cuota diaria de multa que debe imponerse en los delitos que lleven
aparejada tal pena será de 100 €.

DÉCIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo 12 del recurso de Isabel


Jordán, procede realizar una nueva individualización penológica:

-Apartado Majadahonda.

-Malversación continuada: 2 años y 5 meses de prisión e inhabilitación


absoluta de 5 años.

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial


para empleo o cargo público.

1812
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-Apartado Pozuelo.

-Fraude continuado: 1 año de prisión y 6 años inhabilitación especial para


empleo o cargo público.

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial


para empleo o cargo público.

-Malversación atenuada continuada: 4 meses de prisión, multa de 3


meses con cuota diaria de 100 € y suspensión de cargo o empleo público de
tres meses.

-Falsedad documental: 1 año y 10 meses de prisión con inhabilitación


especial de derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 10
meses de multa con cuota de 100 €.

-Apartado Comunidad de Madrid.

-Prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial


para empleo o cargo público.

-Una sola malversación continuada: 2 años y 4 meses de prisión,


inhabilitación absoluta por cinco años.

-Cohecho continuado: 4 años y 1 día de prisión y multa de 500.000 €.

Y estimándose el motivo primero del recurso del Fiscal, un delito


continuado de fraude –concurriendo art. 65.3 CP- 1 año de prisión y 6 años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público.

1813
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

UNDÉCIMO.- Tal como se ha razonado en los motivos terceros de los recursos


interpuestos por Alicia Minguez Chacón y José Javier Nombela Olmo –
condenados ambos en la instancia en el apartado Comunidad de Madrid, por un
delito de malversación continuada (apartado 6 a)) a las penas de 2 años y 3
meses de prisión e inhabilitación absoluta por 5 años, y por un delito de
malversación atenuada continuada (apartado 6 b)) a las penas de tres meses
de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el
tiempo de la condena, suspensión de empleo o cargo público por el mismo
periodo y 1 mes de multa con cuota diaria de 50 €- teniendo en cuenta que esta
última pena de prisión no es imponible, la rebaja en dos grados de las penas a
imponer, complicidad y art. 65.3 CP, resulta procedente su condena por un solo
delito continuado de malversación continuada del art. 432.1 a las penas de 1
año y tres meses de prisión e inhabilitación absoluta de tres años.

Asimismo se les condena por un delito de falsedad continuada, como


cómplices, a las penas de 10 meses y 15 días de prisión y 5 meses de multa
con cuota diaria de 10 €.

DUODÉCIMO.- Tal como se ha razonado en los motivos octavo y noveno del


recurso interpuesto por Ricardo Galeote Quecedo procede su absolución por
el delito continuado de falsedad documental por el que fue condenado en el
apartado 5 de la trama Estepona, con efectos extensivos del art. 903 LECrim
para Francisco Correa, Pablo Crespo y José Luis Izquierdo.

DÉCIMO TERCERO.- Tal como se ha razonado en el motivo quinto del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal las penas por el delito continuado de falsedad
documental del apartado 6, Estepona, serán de 1 año y 9 meses de prisión con
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena y multa de 9 meses con cuota diaria de 100 €.

DÉCIMO CUARTO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, procede la condena de Ricardo Galeote

1814
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

como autor de un delito de malversación atenuada en concurso con un delito


continuado de falsedad documental.

Siendo así y como se explicitó en el motivo 10 de Ricardo Galeote, en


cuanto a las penas a imponer, quedaría un solo delito continuado que estaría en
concurso medial con el delito de malversación –que la sentencia recurrida
entendía absorbido por el delito de fraude en concurso de normas- por el que el
Fiscal pedía 7 meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 2 meses y 10 días
con cuota diaria de 100 € y suspensión de empleo o cargo público por 7 meses,
petición que reitera en su recurso. Entiende la Sala que lo correcto es calificar
los hechos como concurso medial entre fraude continuado, malversación
atenuada y falsedad continuada, y estimando como infracción más grave el
fraude, fijar la pena en la mitad superior de la mitad superior, art. 77 CP, esto
es, dos años y seis meses de prisión y 9 años de inhabilitación para empleo o
cargo público.

DÉCIMO QUINTO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, los hechos constituyen, en relación a Carlos
Clemente Aguado y en el apartado Comunidad de Madrid, un delito continuado
de fraude del art. 436 CP en concurso medial con un delito continuado de
malversación y, siendo más favorable su punición por separado, procede
imponer las penas en su límite mínimo: 2 años de prisión e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por 8 años.

DÉCIMO SEXTO.- Tal como se ha razonado en el motivo segundo del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, la cuota diaria de las penas de multa
impuestas a José Luis Izquierdo López será de 10 €.

DÉCIMO SÉPTIMO.- Tal como se ha razonado en el fundamento de derecho


12 de esta segunda sentencia procede, por aplicación de lo dispuesto en el art.

1815
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

903 LECrim, absolver a José Luis Izquierdo López del delito de falsedad
documental continuado, apartado 5 Estepona.

DÉCIMO OCTAVO.- Tal como se ha razonado en el motivo 14 del recurso de


José Luis izquierdo y en el motivo tercero del recurso interpuesto por el
Ministerio Fiscal, la multa en el delito de cohecho por el que ha sido condenado
en el apartado Estepona será de 14.968,64 € y la pena de prisión de dos años.

DÉCIMO NOVENO.- Tal como se ha razonado en el motivo sexto del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, la pena de multa en el delito de cohecho
apartado Majadahonda será de 582.299,22 €.

VIGÉSIMO.- Conforme lo razonado en el motivo primero del recurso interpuesto


por el Ministerio Fiscal, los hechos probados constituyen respecto a Guillermo
Ortega Alonso y en relación al apartado Majadahonda, un delito continuado de
fraude en concurso medial con delito de malversación continuada, procediendo,
conforme lo dispuesto en los arts. 76 y 77 CP, su punición por separado,
imponiendo por el fraude las penas en su límite mínimo: dos años de prisión y 8
años de inhabilitación para empleo o cargo público.

VIGÉSIMO PRIMERO.- Conforme lo razonado en el motivo séptimo del recurso


del Ministerio Fiscal, para Guillermo Ortega, la pena de inhabilitación especial
para empleo o cargo público por el delito continuado de cohecho en concurso
medial con un delito de falsedad documental –apartado Majadahonda- será de
10 años y 9 meses.

VIGÉSIMO SEGUNDO.- Conforme lo razonado en el motivo séptimo del


recurso del Ministerio Fiscal, las penas a imponer a Mª Carmen
Rodríguez Quijano por el delito continuado de cohecho en concurso medial con

1816
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

falsedad (apartado Majadahonda) serán de 5 años y 1 día de prisión y 10 años


y 9 meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público y multa de
1.280.537,05 €.

VIGÉSIMO TERCERO.- Tal y como se ha razonado en el motivo primero del


recurso del Ministerio Fiscal, los hechos probados, en relación al apartado
Majadahonda constituyen en relación a Mª del Carmen Rodríguez Quijano, un
delito continuado de fraude en concurso medial con un delito continuado de
malversación, siendo procedente su punición por separado (arts. 76 y 77 CP) y
la imposición de las penas en el mínimo: dos años de prisión e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por 8 años.

VIGÉSIMO CUARTO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del


recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal, procede la condena de José Luis
Peñas Domingo –apartado Majadahonda- como autor de un delito continuado
de fraude en concurso medial con un delito de malversación, concurriendo la
atenuante muy cualificada de confesión, art. 21.4 CP, y penando
separadamente los delitos, se impone por el primero –fraude- las penas de 6
meses de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por dos
años, y conforme el motivo segundo del Ministerio Fiscal la cuota diaria de la
multa será de 20 €.

VIGÉSIMO QUINTO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero del


recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal, procede la condena de Juan José
Moreno Alonso como autor de un delito continuado de fraude en concurso
medial con un delito de malversación continuada –apartado de Majadahonda- y
se considera más beneficioso su punición por separado, las penas por el delito
de fraude serán de 2 años de prisión e inhabilitación especial para empleo o
cargo público por 8 años.

1817
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

VIGÉSIMO SEXTO.- Tal como se ha razonado en el motivo séptimo del recurso


interpuesto por el Ministerio Fiscal, la pena de multa en el delito de cohecho
continuado –apartado Majadahonda- será de 1.280.573,05 €

VIGÉSIMO SÉPTIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo undécimo del


recurso interpuesto por Jesús Merino Delgado el importe de la cuota diaria de
multa que debe imponerse en los distintos delitos que la lleven aparejada será
de 50 €.

VIGÉSIMO OCTAVO.- Tal como se ha explicitado en el motivo 41 del recurso


interpuesto por Jesús Sepúlveda Recio, la cuantía de la pena de multa en el
delito de tráfico de influencias por el que ha sido condenado será de 73.169,86
€ con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses caso impago.

VIGÉSIMO NOVENO.- Tal como se ha razonado en el motivo primero, apartado


5 del recurso de Antonio Villaverde Landa, es de aplicación lo dispuesto en el
art. 65.3 CP y tal como se razonó en la primera sentencia, las penas a imponer
por su cooperación en los delitos fiscales cometidos por Guillermo Ortega serán:
ejercicio 2003, 8 meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial de
derecho de sufragio pasivo durante la condena, multa de 300.000 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses, y pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante dos años; ejercicio 2004,
7 meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial de derecho de
sufragio pasivo durante la condena, multa de 150.000 € con responsabilidad
personal subsidiaria de 2 meses y 15 días, y pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas pública y del derecho a gozar de los beneficios o
incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante dos años; ejercicio 2005, 6
meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial de derecho de sufragio
pasivo durante la condena, multa de 100.000 € con responsabilidad personal
subsidiaria de 2 meses y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o

1818
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o


de la Seguridad Social durante dos años.

TRIGÉSIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo segundo del recurso


interpuesto por Antonio Villaverde Landa, procede su condena como autor de
un solo delito de blanqueo a las penas de dos años de prisión con inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y
multa de 500.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de seis meses
caso impago.

TRIGÉSIMO PRIMERO.- Tal como se ha razonado en el motivo sexto del


recurso interpuesto por Luis de Miguel Pérez, es de aplicación lo dispuesto en
el art. 65.3 CP; en su cooperación en los delitos fiscales cometidos por Guillermo
Ortega, y las penas a imponer, al ser su actuación más relevante que la de
Antonio Villaverde, deben ser ligeramente superiores. Así, ejercicio 2003, 9
meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 350.000 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses y pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante dos años y seis meses;
ejercicio 2004, 8 meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial para
el derecho de sufragio pasivo durante la condena, multa de 175.000 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses, y pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante dos años y 3 meses;
ejercicio 2005, 7 meses de prisión con accesoria de inhabilitación especial para
el derecho de sufragio pasivo durante la condena, multa de 120.000 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses y 15 días, y pérdida de
posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar
de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante 2 años.

1819
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

TRIGÉSIMO SEGUNDO.- Tal y como se ha razonado en los motivos 11 y 13


del recurso interpuesto por Iván Yáñez Velasco y en el motivo 13 del recurso
del Ministerio Fiscal, procede absolver del delito de falsedad, quedando como
única infracción imputable a este acusado el delito de blanqueo, castigado con
la pena de seis meses a seis años de prisión, más la correspondiente multa, sin
que en la fecha de los hechos estuviera vigente la agravación del párrafo último
del art. 301.1 CP, es factible recorrer la pena en toda su extensión, se
consideran adecuadas las penas de 1 año y 10 meses de prisión con
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, y multa de 5.423.890,18 € con responsabilidad personal subsidiaria
de 2 meses.

TRIGÉSIMO TERCERO.- Tal y como se ha razonado en los motivos 7 y 8 del


recurso interpuesto por Ángel Sanchís Herrero, las penas a imponer a este
acusado por el delito de blanqueo por el que sido condenado en el apartado
Castilla León serán 9 meses de prisión con inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa del duplo
de 152.959,15 € y la cantidad en euros al cambio en la fecha de su desembolso
de 1.347.378,87 USD, con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses.

TRIGÉSIMO CUARTO.- Tal como se ha razonado en el motivo 13 del recurso


interpuesto por Ángel Sanchís Herrero, el comiso de las ganancias en el delito
de blanqueo, del art. 301.5 CP será la diferencia entre la cantidad entregada por
Bárcenas, 3.000.000 €, y las que le fueron devueltas y que se han especificado
en el fundamento de derecho precedente y aquellas otras que se determinen en
ejecución de sentencia o en un proceso de decomiso frente a terceros que
pudiera entablar el Fiscal frente a las sociedades que aparecen como
receptoras.

TRIGÉSIMO QUINTO.- Tal como se ha razonado en el motivo noveno del


recurso interpuesto por Ángel Sanchís Perales, que se remite al motivo 13 del

1820
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

recurso de Sanchís Herrero, el comiso se concretará en la forma que se ha


establecido en el fundamento de derecho 33 de esta segunda sentencia.

TRIGÉSIMO SEXTO.- Tal como se ha razonado en el motivo décimo del


recurso de Ángel Sanchís Perales, al no haberse motivado la extensión de la
pena de multa en el delito de blanqueo, será, dada la cantidad blanqueada,
4.500.000 € (1,5 de su importe) con responsabilidad personal subsidiaria de 4
meses.

TRIGÉSIMO SÉPTIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo segundo del


recurso interpuesto por Pablo Ignacio Gallo Alcántara, los hechos constituyen
un único delito de fraude y con aplicación del art. 65.3 CP, las penas a imponer
serán 9 meses de prisión y 4 años de inhabilitación especial para empleo o cargo
público.

TRIGÉSIMO OCTAVO.- Tal como se ha razonado en el motivo 15 del recurso


interpuesto por Luis Bárcenas Gutiérrez procede absolver al mismo del delito
de estafa procesal intentado –apartado 13 Castilla León-.

TRIGÉSIMO NOVENO.- Tal como se ha razonado en el motivo 23.4 del recurso


interpuesto por Luis Bárcenas en relación con el motivo 14 del Ministerio Fiscal,
excluido el delito de falsedad documental en concurso medial con el delito contra
la Hacienda Pública del art. 305.1 a), IP 2003, las penas a imponer por este
último delito serán 2 años y 6 meses de prisión con inhabilitación especial para
el derecho de sufragio pasivo durante la condena, multa de 1.118.165,84 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses y pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
fiscales o de la Seguridad Social por 4 años y 6 meses.

1821
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CUADRAGÉSIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo 23.10 del recurso


interpuesto por Luis Bárcenas, excluido el delito continuado de falsedad en
concurso medial del delito de blanqueo de capitales del apartado 14 Castilla
León, las penas a imponer serán 4 años de prisión con inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de
12.000.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 6 meses.

CUADRAGÉSIMO PRIMERO.- Tal como se ha razonado en el motivo 14 del


recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal en relación con el delito fiscal IRPF
de 2003, las cuotas dejadas de ingresar ascenderían a 1.193.394,83 €.

El Tribunal calificó los hechos como constitutivos de un delito contra la


Hacienda Pública del art. 305.1 a) y b) del Código Penal (en la redacción dada
por la Ley Orgánica 15/2003, de 25 de noviembre -ex Disposición Transitoria
primera de la misma-) en concurso medial con un delito continuado de falsedad
en documento mercantil del art. 392 en relación con los arts. 390.1.1º, 2º y 3º y
74, todos ellos del Código Penal.

El delito contra Hacienda Pública, en la redacción señalada, estaba


penado con las penas de prisión de 1 a 4 años y multa del tanto al séxtuplo de
la cuota defraudada, imponiéndose las mismas en su mitad superior si, como es
el caso, concurriera alguna de las circunstancias previstas en los apartados a)
o b), es decir, utilización de personas interpuestas o especial gravedad de la
defraudación.

Además, dado que el referido delito se encuentra en concurso medial


con un delito continuado de falsedad documental, la pena habrá de imponerse,
ex art. 77 CP, en su mitad superior.

En definitiva, teniendo en cuenta que la cuota defraudada asciende a


1.193.394,83 euros, la pena mínima de multa sería de 5.668.624,58 euros.

1822
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

CUADRAGÉSIMO SEGUNDO.- Tal como se ha declarado en el motivo 13 del


recurso de Rosalía Iglesias Villar, con remisión al motivo 15 del recurso de Luis
Bárcenas, procede su absolución del delito intentado de estafa procesal –
apartado 13 Castilla León.

CUADRAGÉSIMO TERCERO.- Tal como se ha razonado en el motivo 22.3 del


recurso de Rosalía Iglesias Villar, las penas a imponer a ésta, como
cooperadora del delito contra la Hacienda Pública del art. 305.1 a) CP, relativo
al IP de Luis Bárcenas del ejercicio 2003, con la rebaja penológica del art. 65.3,
teniendo en cuenta lo ya expuesto en los motivos 23.4 del recurso de Bárcenas
y 14 del Ministerio Fiscal y la exclusión del delito de falsedad documental, las
penas a imponer serán 1 año y 3 meses de prisión con inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de
559.082,92 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses y pérdida de
la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar
de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social por 2 años y 3 meses.

CUADRAGÉSIMO CUARTO.- Tal como se ha razonado en el motivo 22.8 del


recurso de Rosalía Iglesias Villar en relación con los motivos 10 y 13 del
recurso de Yáñez, y motivo 23.10 de Bárcenas, excluido el delito continuado de
falsedad documental en concurso medial con el delito de blanqueo de capitales
del apartado 14 Castilla León, se consideran adecuadas a imponer a esta
recurrente las de dos años y seis meses de prisión con inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, multa de
¿1.000.000 €? con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses.

CUADRAGÉSIMO QUINTO.- Tal como se ha razonado en el motivo 14 del


Ministerio Fiscal en relación a Rosalía Iglesias Villar, y el delito fiscal en
concepto IRPF de 2007 que el tribunal de instancia calificó en el art. 305 bis 1
a) y c) en relación con el art. 305 CP (en la redacción dada por LO 7/2012, de
27-12) por considerarla más beneficiosa para los acusados.

1823
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Este precepto, cuando la cuota defraudada excede de 600.000 €


(apartado a)) o se haya cometido utilizando personas físicas o jurídicas
interpuestas (apartado c)) con la pena de prisión de 2 a 6 años y de multa del
doble a duplo de la cuota defraudada. La sentencia declara probado que las
cuotas dejadas de ingresar por Luis Bárcenas ascendieron a 2.103.113,26 €. La
sentencia impugnada impone a Rosalía Iglesias la pena de multa de 1.500.00
€. Multa que es inferior al mínimo imponible (del tanto al duplo por aplicación del
art. 65.3 CP). Esto es, 2.103.113,21 €, pena que es la que debe imponerse en
esta segunda sentencia, con responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses.

CUADRAGÉSIMO SEXTO.- Tal como se ha razonado en el motivo 14 del


recurso del Ministerio Fiscal en relación a Rosalía Iglesias Villar y el delito fiscal
del IP 2007, la situación es similar a la del motivo anterior. Las cuotas dejadas
de ingresar por Luis Bárcenas ascenderían a 966.052,53 €, y la pena impuesta
de 500.000 € no alcanzaría el mínimo imponible, que sería la cuota defraudada,
966.052,53 €, que es la multa a imponer en esta segunda sentencia con 2 meses
de responsabilidad personal subsidiaria.

CUADRAGÉSIMO SÉPTIMO.- Tal como se ha razonado en el motivo segundo


del recurso interpuesto por Francisco Correa Sánchez, al concurrir una
atenuante las penas deberán serles impuestas en su límite mínimo.

En consecuencia, manteniendo aquellas penas que la sentencia sí


impone en el límite mínimo, condenamos a Francisco Correa:

-Apartado Estepona.

1) Delito de prevaricación como cooperador necesario e inductor: 4 años


y 3 meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

2) Delito continuado de fraude como cooperador necesario: 1 año de


prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.

1824
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

3) Conforme lo razonado en los números 8 y 9 del recurso de Ricardo


Galeote, procede absolver, art. 903 LECrim, a Francisco Correa del delito de
falsedad documental, apartado 5.

4) Delito de falsedad documental apartado 6: 1 año y 9 meses de prisión


con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena y 9 meses de multa (estimación motivo 5 del Ministerio Fiscal).

5) Delito de malversación atenuada: prisión de 3 meses, multa de 1 mes


con cuota diaria de 200 €, suspensión de empleo de 6 mees (comprobar
calificación fiscal pág. 43).

-Apartado Majadahonda:

2) Delito de cohecho, la pena de multa, al estimarse el motivo 6 del


recurso del Ministerio Fiscal, será de 1.856.478,05 €.

4) Delitos continuados de malversación en concurso medial con


prevaricación:

-malversación: 2 años y 3 meses de prisión, inhabilitación absoluta por 4


años.

-prevaricación: 4 años y 3 meses de inhabilitación especial para empleo


o cargo público.

6) Delito continuado de malversación en concurso con falsedad


continuada:

-malversación: 2 años y 3 meses de prisión e inhabilitación absoluta por


4 años.

1825
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-falsedad documental: 1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación


especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y
9 meses de multa con cuota diaria de 200 €.

7) Malversación en concurso medial con prevaricación continuada y


falsedad en documento mercantil:

-prevaricación: inhabilitación especial para empleo o cargo público: 4


años y 3 meses.

-malversación: 1 año y 6 meses de prisión, inhabilitación absoluta por 3


años.

-falsedad documental: 6 meses de prisión con inhabilitación especial del


derecho sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 6 meses de multa
con cuota diaria de 200 €.

8) Prevaricación continuada en concurso medial con delito continuado de


malversación:

-malversación: 2 años y 3 meses de prisión e inhabilitación absoluta por


4 años.

-prevaricación: 4 años y 3 meses de inhabilitación especial para empleo


o cargo público.

-condena por fraude continuado por separado de las malversaciones:


estimación motivo 1º del Ministerio Fiscal) a las penas de 1 año de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.

-Apartado Castilla León.


4) Delito continuado de falsedad documental en concurso medial con
delito de blanqueo:

1826
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

-delito de falsedad: 1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación especial


para el derecho de sufragio pasivo, y multa de 9 meses con cuota diaria de 200
€.

-delito de blanqueo por estimación del motivo 10 del recurso del


Ministerio Fiscal, la pena de multa será de 144.172,06 €, con responsabilidad
personal subsidiaria de 2 meses.

-Apartado Pozuelo:

2) Delito continuado de falsedad documental: 1 año y 9 meses de prisión


con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena, y 9 meses de multa con cuota diaria de 200 €.

5) Delito de prevaricación continuada: 4 años y 3 meses de inhabilitación


especial para empleo o cargo público.

6) Delito continuado de falsedad documental: 1 año y 9 meses de prisión


con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena y multa de 9 mees con cuota diaria de 200 €.

Apartado Madrid.

La estimación de los motivos 13 y 14 del recurso interpuesto por Alberto


López Viejo y la no consumación de la continuidad delictiva en los delitos de
prevaricación, malversación y cohecho, conlleva la aplicación de lo dispuesto en
el art. 903 LECrim; y el art. 65.3 CP en los dos primeros en relación a Correa e
imponer por el delito de prevaricación la pena de 3 años y 6 meses de
inhabilitación especial para empleo o cargo público y por el delito de
malversación la de 1 año y 6 meses de prisión e inhabilitación absoluta por 4
años.

Igualmente la estimación del motivo primero del recurso del Ministerio


Fiscal, implica la condena por un delito de fraude, que no se estima continuado,

1827
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

a las penas de 6 meses de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo


público por tres años.

Apartado Comunidad de Madrid.

-Delito continuado de falsedad en documento mercantil: penas de 1 año,


9 meses y 1 día de prisión con accesoria de inhabilitación especial del derecho
de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 9 meses con
cuota diaria de 200 €.

1) Delito continuado de prevaricación, inductor o cooperador necesario:


4 años y 3 meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

-Delito continuado de fraude en concurso medial con malversación –


estimación motivo primero del Ministerio Fiscal- penas: 1 año de prisión e
inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.

FALLO

Por todo lo expuesto, en nombre del Rey y por la autoridad que le


confiere la Constitución, esta sala ha decidido

Manteniendo el resto de pronunciamientos penales y no penales


(responsabilidades civiles, comiso, participación a título lucrativo) de la
sentencia dictada por la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia
Nacional con fecha 17-5-2018, modificamos la misma en los siguientes
extremos:

CONDENAMOS A:

1) ALBERTO LÓPEZ VIEJO

1828
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

APARTADO MADRID
- como autor de un delito de prevaricación a las penas de 7 años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público.
- como autor de un delito de malversación en concurso con un delito
continuado de fraude, a las penas de 3 años de prisión e inhabilitación absoluta
por 6 años por el primero, y dos años de prisión y 8 años de inhabilitación
especial para empleo o cargo público por el segundo.
- un delito de cohecho pasivo a 3 años de prisión, multa de 700.000 €
con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses, e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 8 años.

APARTADO COMUNIDAD DE MADRID


- prevaricación continuada: 10 años de inhabilitación especial para
empleo o cargo público.
- cohecho pasivo continuado: 4 años y 6 meses de prisión, multa de
680.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses e inhabilitación
especial de 9 años y 6 meses para empleo o cargo público.
- malversación continuada: 4 años y 7 meses de prisión e inhabilitación
absoluta por 9 años, y por fraude continuado 2 años de inhabilitación especial
para empleo o cargo público.
- un delito de blanqueo: 3 años de prisión con inhabilitación especial para
el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y
multa de 700.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses.

2) TERESA GABARRA BALSELLS

APARTADO COMUNIDAD DE MADRID (7) como autora de un delito de


blanqueo: 1 años y 6 meses de prisión con inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 200.000
€ con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses.

3) PABLO CRESPO SABARIS

1829
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS al referido del delito


continuado de falsedad documental, apartado 5, Estepona, con declaración de
oficio de las costas correspondientes.

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al mismo:


- como autor de un único delito continuado de cohecho, apartado
Majadahonda, a las penas de 5 años y 1 día de prisión, multa de 1.280.533,05
€ e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 10 años.
- como autor de un delito continuado de fraude, apartado Majadahonda,
en concurso medial con malversación continuada, con aplicación del art. 65.3
CP, penando por separado ambos delitos, se impone por el fraude: 1 año de
prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.
- como autor de un delito continuado de fraude en concurso medial con
malversación y aplicación del art. 65.3 CP: 1 año de prisión e inhabilitación
especial para empleo o cargo público por 4 años por el primer delito.
- como autor de un delito de malversación atenuada en concurso medial
con fraude (apartado Estepona), con aplicación del art. 65.3 CP, a las penas de
11 meses de prisión, multa de 2 meses y 15 días con cuota diaria de 200 € y
suspensión de empleo o cargo público por 1 año por la malversación atenuada.
El importe de la cuota diaria de la multa en los delitos que lleven
aparejada tal pena será de 200 €.

4) ISABEL JORDÁN GONCET

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a la misma del delito de


tráfico de influencias por el que había sido condenada en el apartado Pozuelo.
Y DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a la misma como autora
de:

APARTADO MAJADAHONDA
- malversación continuada: 2 años y 5 meses de prisión e inhabilitación
absoluta por 5 años.

1830
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial


para empleo o cargo público.
Apartado Pozuelo
- fraude continuado: 1 año de prisión y 6 años de inhabilitación especial
para empleo o cargo público.
- prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial
para empleo o cargo público.
- malversación atenuada continuada: 4 meses de prisión, multa de 3
meses con cuota diaria de 100 € y suspensión de empleo o cargo público por 3
meses.
- falsedad documental: 1 año y 10 meses de prisión con inhabilitación
especial para derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 10
meses de multa con cuota diaria de 100 €.

APARTADO COMUNIDAD DE MADRID


- prevaricación continuada: 4 años y 4 meses de inhabilitación especial
para empleo o cargo público.
- una sola malversación continuada: 2 años y 4 meses de prisión e
inhabilitación absoluta por 5 años.
- cohecho continuado: 4 años y 1 día de prisión y multa de 500.000 €.
- delito continuado de fraude: 1 año de prisión y 6 años de inhabilitación
especial para empleo cargo público.

5) ALICIA MÍNGUEZ CHACÓN


- Como cómplice y con aplicación del art. 65.3 CP, se le condena por un
delito continuado de malversación (apartados 6 a) y 6 b) Comunidad de Madrid)
del art. 432.1 CP, a las penas de 1 año y 3 meses de prisión e inhabilitación
absoluta de 3 años.
- Y como cómplice de un delito continuado de falsedad documental: a 10
meses y 15 días de prisión y 5 meses de multa con cuota diaria de 10 €.

6) JOSÉ JAVIER NOMBELA CHACÓN

1831
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- Como cómplice y con aplicación del art. 65.3 CP, se le condena por un
delito continuado de malversación (apartados 6 a) y 6 b) Comunidad de Madrid)
del art. 432.1 CP, a las penas de 1 año y 3 meses de prisión e inhabilitación
absoluta de 3 años.
- Y como cómplice de un delito continuado de falsedad documental: a 10
meses y 15 días de prisión y 5 meses de multa con cuota diaria de 10 €.

7) RICARDO GALEOTE QUECEDO

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a Ricardo Galeote


Quecedo del delito de falsedad documental continuado por el que había sido
condenado (apartado 5 Estepona) declarando de oficio las costas
correspondientes.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Ricardo Galeote
Quecedo como autor de un delito de fraude continuado, de un delito de
malversación atenuada y un delito continuado de falsedad (apartado 6
Estepona) a las penas de 2 años y 6 meses de prisión y 9 años de inhabilitación
especial para empleo o cargo público.

8) CARLOS CLEMENTE AGUADO


- Se le condena por un delito continuado de fraude en concurso medial
con un delito continuado de malversación, penando por separado ambos delitos,
se impone por el fraude las penas de 2 años de prisión e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 8 años.

9) JOSÉ LUIS IZQUIERDO LÓPEZ


DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a José Luis Izquierdo
López del delito de falsedad documental continuado por el que había sido
condenado en el apartado 5 Estepona, con declaración de oficio de las costas
correspondientes.

1832
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al mismo como cooperador


de un delito de cohecho activo (apartado 4 Estepona) a las penas de 2 años de
prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el
tiempo de la condena y multa de 14.968 € e inhabilitación especial para empleo
o cargo público por 5 años.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al mismo por un delito de
cohecho y aplicación del art. 65.3 (apartado 2 Majadahonda) a las penas de 2
años de prisión y multa de 582.299,22 € con inhabilitación especial para empleo
o cargo público por 5 años.

10) GUILLERMO ORTEGA ALONSO

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Guillermo Ortega


Alonso, en relación con el apartado Majadahonda, por un delito continuado de
fraude en concurso medial con un delito de malversación continuada y penando
por separado ambos delitos, imponemos por el fraude las penas de 2 años de
prisión y 8 años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al referido como autor de un
delito continuado de cohecho en concurso medial con un delito de falsedad
continuado a una única pena de 5 años y 1 mes de prisión, multa de 2.000.000
€ e inhabilitación especial para empleo o cargo público de 10 años y 9 meses.

11) MARÍA DEL CARMEN RODRÍGUEZ QUIJANO

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Mª del Carmen


Rodríguez Quijano por un delito continuado de cohecho en concurso medial
con un delito continuado de falsedad (apartado Majadahonda) a las penas de 5
años y 1 día de prisión y 10 años y 9 meses de inhabilitación especial para
empleo o cargo público y multa de 1.280.537,05 €.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a la misma por un delito
continuado de fraude en concurso medial con un delito continuado de

1833
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

malversación (apartado Majadahonda) a las penas, por el fraude, de 2 años de


prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 8 años.

12) JOSÉ LUIS PEÑAS DOMINGO

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a José Luis Peñas


Domingo como autor de un delito continuado de fraude en concurso medial con
un delito continuado de malversación (apartado Majadahonda) concurriendo la
atenuante muy cualificada de confesión, y penando por separado, se imponen
por el fraude las penas de 6 meses de prisión e inhabilitación especial para
empleo o cargo público por 2 años.
Se fija como cuota diaria de la multa la de 20 €.

13) JUAN JOSÉ MORENO ALONSO

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Juan José Moreno


Alonso como autor de un delito continuado de fraude en concurso medial con
un delito de malversación continuada –apartado Majadahonda- penando por
separado ambos delitos, se impone por el fraude las penas de 2 años de prisión
e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 8 años.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Juan José Moreno
Alonso como autor de un delito continuado de cohecho –apartado
Majadahonda-, a las penas de 5 años y 1 día de prisión, e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 10 años y 9 meses, y multa de 1.280.573,05 €.

14) JESÚS MERINO DELGADO

El importe de la cuota diaria de multa que debe imponerse en los distintos


delitos que la lleven aparejada será de 10 €.

15) JESÚS SEPÚLVEDA RECIO

1834
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Jesús Sepúlveda Recio


como autor de un delito de tráfico de influencias a las penas de 11 meses de
prisión, multa de 73.169,86 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2
meses caso de impago e inhabilitación especial para empleo o cargo público por
tiempo de 5 años.

16) ANTONIO VILLAVERDE LANDA

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Antonio Villaverde


Landa como cooperador necesario del delito fiscal IRPF ejercicio 2003
(apartado Majadahonda), con aplicación del art. 65.3 CP, a las penas de 8
meses de prisión, con accesoria de inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 300.000 € con
responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses, y pérdida de la posibilidad de
obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios
o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante 2 años.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Antonio Villaverde
Landa como cooperador necesario del delito fiscal IRPF 2004, con aplicación
del art. 65.3 CP, a las penas de 7 meses de prisión, con accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, multa de 150.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2
meses y 15 días, y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la
Seguridad Social durante 2 años.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Antonio Villaverde
Landa como cooperador necesario del delito fiscal IRPF 2005, con aplicación
del art. 65.3 CP, a las penas de 6 meses de prisión, con accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, multa de 100.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2
meses, y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas
y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad
Social durante 2 años.

1835
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Antonio Villaverde


Landa como autor de un solo delito de blanqueo (apartado 13 Majadahonda y
apartado 6 Madrid) a las penas de 2 años de prisión con inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de
2.500.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 6 meses.

17) LUIS DE MIGUEL PÉREZ

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis de Miguel Pérez


como cooperador necesario del delito fiscal IRPF, ejercicio 2003, con aplicación
del art. 65.3 CP, a las penas de 9 meses de prisión, con accesoria de
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, multa de 350.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 4
meses, y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas
y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad
Social durante 2 años y 6 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis de Miguel Pérez
como cooperador necesario del delito fiscal IRPF 2004, con aplicación del art.
65.3 CP, a las penas de 8 meses de prisión, con accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena,
multa de 175.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses, y
pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social
durante 2 años y 3 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis de Miguel Pérez
como cooperador necesario del delito fiscal IRPF 2005, con aplicación del art.
65.3 CP, a las penas de 7 meses de prisión, con accesoria de inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena,
multa de 120.000 € con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses y 15
días, y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y
del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad
Social durante 2 años.

1836
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

18) IVÁN YÁÑEZ VELASCO

ABSOLVIENDO a Iván Yáñez Velasco del delito de falsedad en


documento mercantil continuada (apartado 14 Castilla y León) con declaración
de oficio de las costas, DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al mismo
como autor de un delito de blanqueo a las penas de 1 año y 10 meses de prisión
con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena y multa de 5.423.890,18 € con responsabilidad personal
subsidiaria de 2 meses.

19) ÁNGEL SANCHÍS HERRERO

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Ángel Sanchís Herrero


como autor responsable de un delito de blanqueo (apartado 14 Castilla y León)
a las penas de 9 meses de prisión con inhabilitación especial para el derecho
de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa del duplo de
152.959,15 € y la cantidad en euros, al cambio en la fecha de su desembolso,
de 1.347.378,87 USD, con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses.
En cuanto al comiso de las ganancias obtenidas en este delito, éste será
la diferencia entre los 3.000.000 € entregados por Bárcenas y esas cantidades
que le fueron devueltas, y aquellas otras que se determinen en ejecución de
sentencia en un proceso de decomiso frente a terceros que pudiera entablar el
Ministerio Fiscal frente a las sociedades que aparecen como receptoras.

20) ÁNGEL SANCHÍS PERALES

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Ángel Sanchís Perales


como autor responsable de un delito de blanqueo (apartado 14 Castilla y León)
a las penas de 1 año de prisión con inhabilitación especial para el derecho de
sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 4.500.000 €, con
responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses.

1837
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

Y en cuanto a la determinación de la cuantía del comiso, estese a lo


acordado en relación con Ángel Sanchís Herrero.

21) IGNACIO GALLO ALCÁNTARA

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Ignacio Gallo Alcántara


como autor de un único delito de fraude, con aplicación del art. 65.3 CP, a las
penas de 9 meses de prisión y 4 años de inhabilitación especial para empleo o
cargo público.

22) LUIS BÁRCENAS GUTIÉRREZ

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a Luis Bárcenas Gutiérrez


del delito intentado de estafa procesal (apartado 13 Castilla y León) con
declaración de oficio de las costas.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis Bárcenas Gutiérrez
como autor de un delito contra la Hacienda Pública, correspondiente al IP
ejercicio 2003, excluido el delito de falsedad documental, a las penas de 2 años
y 6 meses de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 1.118.165,84 €, con
responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses y pérdida de la de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales
o de la Seguridad Social durante 4 años y 6 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis Bárcenas Gutiérrez
como autor de un delito de blanqueo de capitales (apartado 14 Castilla y León),
excluido el delito continuado de falsedad documental, a las penas de 4 años de
prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el
tiempo de la condena, y multa de 12.000.000 €, con responsabilidad personal
subsidiaria de 6 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Luis Bárcenas Gutiérrez
como autor de un delito contra la Hacienda Pública, IRPF 2003 (apartado 6
Castilla y León), a las penas de 4 años de prisión con inhabilitación especial

1838
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de


5.966.974,15 €, con responsabilidad personal subsidiaria de 3 meses, y pérdida
de la de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los
beneficios fiscales o de la Seguridad Social por 4 años y 6 meses.

23) ROSALÍA IGLESIAS VILLAR

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS a Rosalía Iglesias Villar del


delito intentado de estafa procesal (apartado 13 Castilla y León) con declaración
de oficio de las costas.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Rosalía Iglesias Villar
como cooperadora de un delito contra la Hacienda Pública, relativo al IP de Luis
Bárcenas ejercicio 2003, con aplicación del art. 65.3 CP, y excluido el delito de
falsedad documental, a las penas de 1 año y 3 meses de prisión con
inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
la condena, multa de 559.082,92 €, con responsabilidad personal subsidiaria de
2 meses y pérdida de la de obtener subvenciones o ayudas públicas y del
derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social durante 2
años y 3 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Rosalía Iglesias Villar
como autora de un delito de blanqueo de capitales (apartado 14 Castilla y León),
a las penas de 2 años y 6 meses de prisión con inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y multa de
1.000.000 €, con responsabilidad personal subsidiaria de 4 meses.
DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Rosalía Iglesias Villar
como cooperadora del delito contra la Hacienda Pública IRPF de 2007 (apartado
11 Castilla y León), arts. 305 bis 1 a) y c) y 305 CP (redacción dada LO 7/2012,
de 27-12) de Luis Bárcenas, con aplicación del art. 65.3 CP, a las penas de 1
año de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo
durante el tiempo de la condena, multa de 2.103.113,26 €, con responsabilidad
personal subsidiaria de 3 meses y pérdida de la posibilidad de obtener
subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales
o de la Seguridad Social durante 3 años.

1839
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Rosalía Iglesias Villar


como cooperadora del delito contra la Hacienda Pública, IP ejercicio 2007 de
Luis Bárcenas (apartado 12 Castilla y León), a las penas de 1 año de prisión
con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena, multa de 966.052,53 €, con responsabilidad personal subsidiaria
de 2 meses y pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas
públicas y del derecho a gozar de los beneficios fiscales o de la Seguridad Social
durante 3 años.

24) FRANCISCO CORREA SÁNCHEZ

DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS a Francisco Correa


Sánchez, concurriendo la atenuante de colaboración, y manteniendo las penas
que la sentencia de instancia impone en el límite mínimo y aplicando en su caso
lo dispuesto en el art. 65.3 CP:

APARTADO ESTEPONA

- como cooperador e inductor de un delito de prevaricación continuada:


4 años y 3 meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
- cooperador necesario en delito continuado de fraude: 1 año de prisión
e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 4 años.
- delito de falsedad documental (apartado 6): 1 año y 9 meses de prisión
con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo
de la condena y 9 meses de multa, cuota diaria de 200 €.
- delito de malversación continuada: 3 meses de prisión, multa de 1 mes,
con cuota diaria de 200 €, y suspensión de empleo o cargo público por 6 meses.

DEBEMOS ABSOLVER Y ABSOLVEMOS al mismo del delito


continuado de falsedad documental (apartado 5).

APARTADO MAJADAHONDA

1840
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

DEBEMOS CONDENAR:
- delito de cohecho continuado en concurso con uno de falsedad
continuado (apartado 2): 5 años y 1 día de prisión, con multa de 1.856.478,05
€, e inhabilitación especial para empleo o cargo público por 10 años.
- delito continuado de malversación en concurso medial con
prevaricación continuado (apartado 4) a las penas de 2 años y 3 meses de
prisión e inhabilitación absoluta de 4 años por la malversación, y 4 años y 3
meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público por la
prevaricación.
- delito continuado de malversación en concurso con falsedad continuada
(apartado 6) a las penas de 2 años y 3 meses de prisión e inhabilitación absoluta
de 4 años por la malversación y 1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y
9 meses de multa con cuota diaria de 200 € por la falsedad.
- malversación en concurso medial con prevaricación continuada y
falsedad en documento mercantil (apartado 7) a las penas:
- prevaricación: inhabilitación especial para empleo o cargo público, 4
años y 3 meses.
- malversación: 1 año y 6 meses de prisión, inhabilitación absoluta por 3
años.
- falsedad documental: 6 meses de prisión con inhabilitación especial del
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 6 meses de multa
con cuota diaria de 200 €.
- prevaricación continuada en concurso medial con delito continuado de
malversación (apartado 8) a las penas:
- malversación: 2 años y 3 meses de prisión e inhabilitación absoluta de
4 años.
- prevaricación: 4 años y 3 meses de inhabilitación especial para empleo
o cargo público.

DEBEMOS CONDENAR por delito de fraude continuado –por separado


de las malversaciones- a las penas de 1 año de prisión e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 4 años.

1841
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

APARTADO CASTILLA Y LEÓN

DEBEMOS CONDENAR:
- delito de blanqueo en concurso medial con falsedad continuada en
documento mercantil (apartado 4) a las penas:
- por el blanqueo: 6 meses de prisión, con inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de
144.172,06 €, con responsabilidad personal subsidiaria de 2 meses.
- por la falsedad: 1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación especial
para el derecho de sufragio pasivo y multa de 9 meses con cuota diaria de 200
€.

APARTADO POZUELO

DEBEMOS CONDENAR POR:


- delito continuado de falsedad documental (apartado 2): a las penas de
1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio del
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 9 meses
con cuota diaria de 200 €.
- delito de prevaricación continuada (apartado 5): a la pena de
inhabilitación especial para empleo o cargo público durante 4 años y 3 meses.
- delito continuado de falsedad documental (apartado 6): a las penas de
1 año y 9 meses de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio del
derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 9 meses
con cuota diaria de 200 €.

APARTADO MADRID

DEBEMOS CONDENAR POR:


- delito de prevaricación (no continuada) –apartado 1-: a la pena de
inhabilitación especial para empleo o cargo público por 3 años y 6 meses.

1842
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

- delito de malversación (no continuada) apartado 2-: 1 año y 6 meses de


prisión e inhabilitación absoluta por 4 años.
- delito de fraude (no continuado): 6 meses de prisión y 3 años de
inhabilitación especial para empleo o cargo público.

APARTADO COMUNIDAD DE MADRID

DEBEMOS CONDENAR:
- Como inductor o cooperador necesario de un delito continuado de
prevaricación (apartado 1) a las penas de 4 años y 3 meses de inhabilitación
especial para empleo o cargo público.
- por un delito continuado de falsedad documental: a las penas de 1 año
y 9 meses de prisión con inhabilitación especial para el derecho de sufragio
pasivo durante el tiempo de la condena y multa de 9 meses con cuota diaria de
200 €.
- por un delito continuado de fraude en concurso medial con
malversación, penando por separado: 1 año de prisión e inhabilitación especial
para empleo o cargo público por 4 años.

Notifíquese esta resolución a las partes e insértese en la colección


legislativa.

Así se acuerda y firma.

Juan Ramón Berdugo Gómez de la Torre Antonio del Moral García Andrés Palomo Del Arco
Susana Polo García Eduardo de Porres Ortiz de Urbina

1843
RECURSO CASACION (P)/10575/2018

1844

También podría gustarte