Vii Congreso Virtual Sobre Historia de L PDF
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Página
Introducción 7
Parece que fue ayer cuando iniciamos esta apasionante andadura y ya han
pasado siete años, pero lo que es aún mucho más importante, gracias a las
aportaciones de investigadores e investigadoras de múltiples disciplinas y
distintos lugares geográficos hemos conseguido publicar más de 250 artículos
de investigación en torno a la olvidada figura de las mujeres en sus más diversas
facetas, que han ayudado a su visibilización y dotado de contenido el evento.
Naima Ajaaouani
Universidad de Jaén
Correo-e: [email protected]
Résumé : Cet article traite du rôle des mères d'enfants de la rue et de leur
intégration sociale de leurs enfants. Cet étude est basée sur une enquête de
terrain menée à Fès en 2014 et rassemble plusieurs entretiens avec les mères
et les enfants à risques au sujet de l'exclusion sociale dans la rue. Différents
thèmes y sont abordés: la relation entre la mère et l'enfant, la perception de la
famille, la perception de la mère de l'enfant, le rôle de la mère et son impact sur
l'éducation et l'inclusion de l'enfant. Cet article nous démontre que la situation
dans laquelle se trouve la mère affecte d'une manière ou d'une autre le devenir
de l'enfant.
los barrios populares en Fez (huma, árabe culto: ḥawma), hay algunos que
Ftouh (Bāb al-Futūḥ) y Jnanat (Ŷinānāt). En estos barrios cada actor social
1
En este trabajo el término se aplica a un niño en situación de exclusión social
en la calle de menos de 18 años, que tiene conocimientos y percepciones de la
sociedad y que influye y es influido en y por la misma. Vive en situación difícil
en la calle. Ha pasado de vivir en una situación difícil con su familia a vivir en
una situación difícil en la calle.
2
Octave MARAIS. “Sociologie politique de Fès”. Revue de l’Occident
Musulman et de la Méditerranée, 15-16, 2º semestre (1973), pp. 169-170.
Toda esta sobrecarga recae en la mujer, que suele ser analfabeta y sin
experiencia laboral, condiciones que conducen a la familia a problemas
diarios que a su vez acaban afectando a los niños y en muchas ocasiones
aceleran su partida a la calle. Como manifiestan explícitamente algunos de
estos niños:
“…la calle no me atrae en absoluto, sólo tenía que evitar los problemas
en la casa, por eso la calle era mi única alternativa…”. (entrevistas: 4 y 10).
6
Jean-Loup GOURDON. “La rue comme forme”. En Jeanne BRODY (dir.). La
Rue. Toulouse: Presses universiters du mirail, 2005, 19-31, p. 26. Véase
también sobre esta cuestión, Actes du colloque de rouen, 16-19 novembre
1994. La rue, lieu de sociabilité? Rencontré de la rue. Textes réunis par Alain
Leménorel. Rouen: Université de Rouen, 1997.
7
Para más información sobre esta cuestión véase: Aicha ECHA-CHANNA.
Miseria. Témoignages. 5ª ed. Casablanca: Le Fennec, 2010.
8
Como : Aicha BELARBI (ed). Femmes rurales. Casablanca: Le Fennec ,
1995; BELARBI. Le Salaire de madame. Casablanca : Le Fennec , 1993.
9
Fatima MERNISSI. Le harem politique : Le Prophète et les femmes. Paris : A.
Michel , cop. 1992.
2. Conclusiones
A pesar del rechazo social al fenómeno de los niños de la calle, por
considerarlos una lacra social, las madres de estos niños a las que hemos
tenido la oportunidad de entrevistar, excepto en algunos casos, luchan
diariamente y sin cesar por la recuperación de sus hijos pese a su extrema
pobreza y dificultades sociales.
INTRODUCCIÓN
Fray Luis de León con su obra "La perfecta casada" y Juan Luis Vives con
"Instrucción de la mujer cristiana" darán a conocer los modelos principales de
adoctrinamiento femenino, tanto para las mujeres que habitan en la España del
siglo XVI como para el modelo de Feminidad o de "mujer ideal" que
implantarán en América clérigos y conquistadores.
Estas dos obras que han llegado hasta nuestros días, son las claves para
poder entender el modelo de Feminidad que se esperaba de las mujeres en
1
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esos tiempos, cuyo origen se remonta a un ideal greco-romano que con la
llegada del cristianismo asienta los códigos de conducta que se implantaron
durante los siglos posteriores.
Este modelo afianza los pilares de una desigualdad de género donde la
mujer queda subordinada al hombre en todos los aspectos de la vida, de tal
forma que cuando hablamos de Feminidad en el siglo XVI tenemos que
entender que la mujer a comienzos de la Edad Moderna sigue teniendo el
mismo rol que la mujer de la Edad Media, continua cargando con el peso de la
historia que la sitúa en una posición de inferioridad frente al hombre, justificado
mediante tres argumentos que exponemos a lo largo de este trabajo:
Los discursos Teológico, Jurídico y Científico. Los tres modelos se
convierten en las tres vías del "deber ser y el deber estar" femenino. Todos
ellos utilizan diferentes cauces para su difusión como los catecismos, sermones
y confesionarios, reglas y leyes, literatura científica y hagiográfica, etc. Con el
objetivo de dar a conocer a la población que lugar deben ocupar en la sociedad
y cuáles son las normas que han de cumplir en cuanto a su condición sexual.
EL DISCURSO TEOLÓGICO
Es sin duda el discurso más importante de los tres, puesto que influye
directamente sobre los otros dos: El Derecho natural cristiano asentará las
bases del Derecho civil castellano y el mito de Eva saliendo de la costilla de
Adán, será la justificación para la creación del discurso científico. Es por tanto
una sociedad fuertemente teocrática dominada por la autoridad divina.
2
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Para entender el origen de la desigualdad de género en la historia,
tenemos que recurrir a las fuentes más antiguas, desde el mundo griego la
mujer aparece como la culpable del origen de todo el mal que impera en el
mundo, bajo la figura de Pandora.
Esta tradición se extenderá a lo largo de los tiempos hasta la llegada del
cristianismo cuando los prejuicios misóginos quedan definidos.
El mundo eclesiástico es el encargado de mitificar a la mujer como
portadora del mal desde el Antiguo Testamento. Se extiende la figura de Eva
como una mujer pecaminosa, que no obedece el mandato de Dios y sucumbe
al engaño del demonio bajo la apariencia de serpiente, mordiendo la manzana
prohibida y provocando a Adán a hacer lo mismo, perdiendo de esta manera
toda la gracia de Dios y siendo expulsados del Paraíso. La mujer es la
causante de la creación del mal y es por naturaleza, pecaminosa.
Esta idea que dominó la Edad Media, continua durante la Edad Moderna.
La aculturación de las nuevas gentes en el Nuevo Mundo, lleva consigo una
recapitulación de todas las normas, leyes y costumbres tanto terrenales como
divinas que se plasman en los documentos civiles y eclesiásticos para dejar
constancia de ello1.
Desde la Antigüedad hasta este momento se sigue pensando que todas las
mujeres son las hijas de Eva y encarnan el mal, el peligro de la carne para el
hombre y por tanto son las culpables del descendimiento de los varones al
inferno:
"Vosotras sois la puerta del infierno...tú [Eva] eres la que le convención a él
a quien el diablo no se atrevió a atacar... ¿no sabéis que cada una de
vosotras es una Eva? La sentencia de Dios sobre vuestro sexo persiste en
esta época, la culpa, por necesidad, persiste también" (Tertuliano).
1 El Primer Concilio Provincial Mexicano (1555) hace referencia a la mujer como fuente del
mal, como la culpable de la pérdida de la gracia divina del hombre y de las virtudes con las que
fue creado. (Véase Fiorentini, 2011)
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prima por encima de todo la mayor virtud de la mujer, a semejanza de la madre
de Dios: La Castidad, Pureza o Virginidad2.
La sexualidad es y será un tema prohibido y a la vez recurrente. En la
Doctrina Católica principalmente se asocia a las mujeres con la lascivia debido
a su falta de autocontrol y desenfreno en sus pasiones e instintos más básicos,
llevándola a caer en las debilidades de la carne y conductas pecaminosas. Y
así es desde los primeros tiempos, cuando Eva mordió la manzana
incumpliendo el mandato divino. Todo ello lleva a la creación de una
concepción sexual donde el control y la reducción de su práctica se tolera sólo
en las relaciones maritales con el único objetivo de la procreación, quedando
excluida y condenada la sexualidad por el mero hecho del puro placer.
Con este pensamiento, es sencillo comprender todo el entramado ideológico
que se fue creando en torno a la sexualidad y a la debilidad de la carne,
empezando a verla como algo malo, sucio y en contra del mandato divino. No
es extraño que esto llevara a pensar que la virtud más importante en una mujer
fuese su castidad, es decir, el mantenimiento de su virginidad hasta el
matrimonio. De no respetar esta virtud sacra, cuyo mayor ejemplo a seguir era
la virgen María, la mujer perdía todo respeto social y familiar, llevando la
deshonra a todo su linaje y siendo repudiada por todos 3:
"Las mujeres cuando no saben guardar su castidad, merecen tanto mal,
que no es bastante el precio de la vida para pagarlo [...] en la mujer nadie
busca el elocuencia ni bien hablar, grandes primores de ingenio ni
administración de ciudades, memoria o liberalidad; solo una cosa se
requiere de ella y ésta es la castidad, la cual si le falta no es más que si al
hombre le faltase todo lo necesario" (Juan Luis Vives).
4
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doncella o nunca salga de casa o muy tarde". Con todo el peso de la exclusión
y el desprecio social que ello conllevaba.
EL DISCURSO CIENTÍFICO
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para explicar las características físicas y psíquicas de la mujer, justificando así
sus debilidades fisiológicas y psicológicas, que creaban ciertas enfermedades
mentales típicamente femeninas tales como: la histeria, el furor femenino, o la
sofocación de la matriz. Resaltando una vez más la incapacidad de raciocinio
en la mujer:
"Así como a la mujer buena y honesta la naturaleza no la hizo para el
estudio de las ciencias, ni para los negocios de dificultades, sino para un
solo oficio simple y doméstico, así les limitó el entender y, por consiguiente,
les tasó las palabras y las razones". (Fray Luis de León)
Estas ideas estuvieron vigentes hasta finales del S.XVIII con la llegada del
discurso ilustrado.
EL DISCURSO JURÍDICO
4 La teoría de los Temperamentos consistía en que el hombre tenía un carácter cálido y seco,
mientras que la mujer tenía un carácter frío y húmedo lo que repercutía en su debilidad física y
la consecuencia era el flujo menstrual.
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resultados debido a los nuevos modelos familiares que se implantaban poco a
poco debido al amancebamiento, concubinato e hijos ilegítimos que nacían de
las relaciones extramaritales entre los españoles y las mujeres indígenas,
mestizas, zambas, mulatas o negras.
Por tanto las leyes castellanas contribuyeron con la desigualdad entre los
géneros al mantener la tradición romana que incapacitaba a la mujer en el
desarrollo de las actividades económicas y en la capacidad de asumir
decisiones y responsabilidades legales. Limitando una vez más su espacio de
acción al ámbito familiar y doméstico.
Estos tres discursos acaban condicionando todas las reglas sociales que
desarrollan las actividades y la actitud de los géneros. Se crea una educación
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familiar basada en la "conducta esperada" 5 de las mujeres con toda una serie
de prácticas (cocinar, barrer, limpiar, lavar la ropa, tejer, etc.), hábitos (rezar y
aprender las oraciones, acudir a misa con regularidad, educar a los niños
pequeños), y comportamientos (recato, honestidad, amabilidad, sencillez,
sumisión, etc.) cotidianos y concretos que deben cumplir a lo largo de su vida y
que definirán la Feminidad en la Edad Moderna.
CONCLUSIONES
5 Que fuesen honestas, sumisas, dóciles, pacientes, humildes, amables, entregadas, obedientes,
temerosas de Dios, practicaran el recogimiento, vistieran de una forma austera y recatadas, no
participaran en la vida pública, etc.
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los varones ya sean desde la propia familia con el padre o el marido, u
obedeciendo al clérigo desde el púlpito o en confesión.
Una mujer realmente femenina debe ser dócil, paciente, humilde, amable,
entregada, respetuosa y recatada. Se ha educado en el ámbito doméstico para
casarse o tomar los hábitos. En cualquier caso, debe ser obediente y sumisa, y
desempeñar las tareas domésticas como el limpiar, cocinar, barrer, lavar, tejer,
etc. Este tipo de actividades además llevan implícito que su espacio de
actuación sea reservado y muy limitado evitando así, la pérdida de su mayor
tesoro: La virginidad si aún no se ha casado y la Infidelidad si ya lo está.
BIBLIOGRAFÍA:
9
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LEÓN, LUIS DE. La perfecta casada. Edición digital basada en la 11ª ed.,
Madrid, Espasa Calpe, 1980. Link: http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-
perfecta-casada--1/
MANNARELLI, MARIA EMMA. Pecados públicos. La ilegitimidad en Lima Siglo
XVII. Ediciones Flora Tristán, Lima, 1993.
MORANT DEUSA, ISABEL. "Discursos sobre la feminidad: la mujer en los
discursos religiosos: católicos y protestantes". En: Amor, matrimonio y familia.
La construcción histórica de la familia moderna. Autoras: Morant Deusa, Isabel
y Bolufer Peruga, Mónica. Ed. Síntesis, Madrid, pp. 131-151,1998.
RIVERA LÓPEZ, KAREN ESMERALDA. "Modelo de feminidad del siglo XVII:
Censura y señalamiento. El caso de sor Juana Inés de la Cruz", Revista
Educación y Humanismo. Nº15(24), pp. 263-277, 2013.
VIVES, JUAN LUIS. Instrucción de la mujer Cristiana, Espasa-Calpe, Argentina.
1948.
10
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Vida doméstica en una villa alicantina del s XVIII. Novelda a través de los ajuares e
inventarios.
A modo de introducción
Los ajuares cuentan muchas cosas, algunas las cuentan sin más, otras hay que buscarlas entre
líneas. Nos hablan de los útiles para la vida domestica, de la ropa para vestir la casa y el cuerpo, de
los muebles y del interés por tener objetos decorativos, de los muebles que llenan la casa. Nos
hablan de los colores con que se vestían las casa y la personas.
Si además completamos la información detallada de los ajuares con los inventarios, aún
sabemos más de esa vida cotidiana y familiar. El ajuar de criatura, la distribución de los muebles en
la casa o la distribución de propia casa.
Pero aún hay más cosas que los ajuares no cuentan, ni por sí mismos ni en relación con otros
documentos.
El objeto de esta comunicación es mostrar algunos de los aspectos relativos a la vida
domestica, y primeras conclusiones, de una investigación más amplia sobre la vida cotidiana en
Novelda (Alicante) en el siglo XVIII. Investigación realizada a través de las Protocolos Notariales
conservados en el Archivo Municipal de Novelda.
Para la redacción de esta comunicación nos centramos en las cartas matrimoniales que incluyen
ajuares o registros detallado de la dote y en los inventarios post-mortem del primer tercio del siglo
XVIII.
Resultados
Los datos más evidentes que aporta la composición del ajuar son los propios objetos que
describe, los objetos con los que se llenara la casa del nuevo matrimonio. La “Ropa de lino, de lana
y de seda y alaxas de casa y otros trastos para subvenir las cargas del matrimonio”, o las “...alaxas
y Ropa para el servicio de casa justamente justipreciadas por persona Experta....”
A partir de aquí podremos comparar, dentro del propio ajuar, el peso específico de la ropa de
vestido personal, la ropa de casa, los utensilios y los muebles; e incluso dentro de cada grupo, la
importancia, valor y los precios de cada objeto. A grandes rasgo podemos decir que entre la mitad
y dos tercios del ajuar se refiere a ropa y el resto a mueble, útiles y/o bienes raices. Dentro del
amplio grupo de ropa, la proporción es la misma, la mitad o dos tercios se refiere a ropa de casa,
incluyendo aquí colchones y cojines.
Las materias primas y/o técnicas de fabricación de los materiales de dichos objetos. Ya que
en muchos casos al especificar el tipo de tela no indican también la materia prima de la misma.
Como por ejemplo “Catalufa” que es tanto un tejido de lana afelpado, como un tejido que se hace
con lana y seda.
Información muy valiosa sobre la accesibilidad a determinados productos, modas y gustos.
Tejidos de seda, galones de oro, encajes de plata que son criticados en el Valladolid de mediados de
siglo como un “lujo moderno”, propio de las nuevas formas que llegaban desde Paris a Madrid y de
allí a toda Castilla. Mientras que en Novelda parecen ser habituales entre las labradoras del Valle
Por lo que se refiere a los colores de la indumentaria, Cantos Fagoaga apunta para Torrent,
una “dualidad oscuro/esfera público, color/esfera privada” al observar que la indumentaria
femenina es de diferentes colores, salvo aquella que se usa para lo público, manto y basquiña para ir
a misa; dualidad que parecen confirmar los datos obtenidos en Novelda hasta el momento. Aunque
puntualmente hemos encontrado unas Basquiñas encarnadas y otras escaroladas en un Inventario.
Es difícil establecer una relación prenda/color, salvo por las mantillas que son
mayoritariamente blancas o rojas. Por lo demás podríamos decir que ciertas prendas nunca son de
un determinado color, por el momento no hemos encontrado guardapiés ni blancos ni negros; ni
mantillas azules o amarillas.
Los colores de la indumentaria como de la ropa de casa son los rojos (encarnado, colorado, ) ,
el azul, el verde, los amarillos(pajizos y escarolados) negro y blanco. Mientras sábanas y almohadas
son blanca, la ropa que cubre la cama, cubertor, manta, delante cama, son de colores, a veces
combinados en la tela o por el adorno. También encontramos numerosos maniles de rayas; y
colchones y cojines se indica con frecuencia que son azules.
La indumentaria encontrada no aporta ninguna sorpresa sobre lo esperado, como decimos
Las piezas que conforman la ropa de casa, además de todo lo ante dicho sobre poder
adquisitivo y moda, nos muestran más detalladamente la vida privada. Nos asoman la comodidad
del hogar al enumerarnos cojines, colchones y mantas. Y nos hablan tanto de la ostentación como de
la higiene, al poder contabilizar sábanas, almohadas de diferente tamaño, toallas y servilletas.
A modo de ejemplo tomamos las toallas, que aparecen en gran número. La voz “toalla”, que
en valencia es “tovallola”, tiene dos acepciones distintas en el Diccionario de Autoridades de 1737 y
otras dos en el de 1739; además el diccionario de la Real Academia de Cultura Valencian y el
Diccionario catalán-valencia-valear, recogen acepciones historicas que ilustran los variados usos de
esta pieza textil .
Se trata de una multitud de piezas o utilidades de la misma pieza que explican su adorno y
nos muestran situaciones habituales: para secar o secarse, para cubrir diferentes objetos, para cubrir
el pan, para adorno de la cama, para limpiarse las manos o la boca durante la comida, como
delantal, o incluso para limpiarse los dientes.
Además de todo lo anterior también podríamos entender “Toalla, vide tovaja. Toca de mujer”
Baltasar Henríquez, en su Thesaurus utriusque linguae hispanae et latinae de 1679.
Las “alaixes de casa” o “aparellamente de alberch”, como se citan en las cartas dotales se
refieren a los muebles, los útiles y, en algunos caso adornos. Los primeros, como la ropa de casa,
nos acercan a la comodidad del hogar y su riqueza y los segundos a las tareas domesticas.
Así, encontramos: camas, arcas, mesas y sillas, además de algún “bufetico”, que normalmente es de
pino y en ocasiones de nogal. No hemos encontrado descripciones de la decoración de estos
Objetos decorativos y de adorno como espejos, cuadros y cortinas, así como abanicos,
brazaletes, collares y pendientes, o rosarios. Aparecen tanto en unos documentos como en otros,
pero nunca son muy abundantes. Cuando aparecen en ajuares, por poco que sea su valor o su
número, se trata de ajuares ricos.
Los cuadros, que o bien no se indica o son imágenes religiosas, son sin duda el ornamento
más abundante dentro de la decoración doméstica.
Conclusiones y debates
Lo que esperamos encontrar. Podemos observar de forma puntual la tendencia, constatada por
todos los investigadores que estudian a través de los ajuares, de que “las prendas básicas de la
indumentaria eran las mismas para todos. El número y la calidad de estas es lo que les distinguía. La
capa intermedia de la sociedad destaca por la variedad de piezas de su guardarropa y la más alta por
la calidad del mismo, aunque la variedad de las prendas sea menor.” (Cantos Fagoaga, 2007) Al
mismo tiempo, estos grupos acaudalados “ dada su mayor velocidad de renovación del ajuar, se
concentraban en joyas, dinero en efectivo, bienes inmuebles y raíces” (García Fernández; 2009).
Tendencia que podrá ser confirmada cuando se consulten todos los documentos.
Del mismo modo, una vez registradas todas la piezas con el color y/o el adorno de la prenda,
podremos empezar a trazar hipótesis sobre el valor de un tipo de adorno u otro. Y contrastar los
trabajos de otros autores para acercarnos a los oficios que proveen de estos tejidos y adornos, ya
sean artesanos o comerciantes.
Economía, consumo y moda. Desde un punto de vista socio-económico, analizar las piezas
que componen las dotes y establecer pautas de consumo, nos acerca inevitablemente a estudiar
estas piezas que componen la indumentaria y el hogar desde una visión de la moda como medida de
la sociedad.
La moda, en cuanto “forma y estilo de vestir”, materializa el imaginario a través de la
expresión plástica de aquéllos valores con los que los individuos se identifican y con los
La historia de lo cotidiano como recurso didáctico. Las diferencias en el modo de vida que
nos muestra la Historia de lo cotidiano con respecto a las formas actuales, se convierten en un
recurso didáctico de un valor incalculable en cuanto que nos muestran el proceso de cambio del ser
humano y las sociedades que construye.
Al evidenciar la relevancia que tiene lo domestico y lo privado y, por tanto, la mujer, en el
Introducción
La tarea de prestar cuidados ha sido asumida, desde sus mismos inicios,
por la mujer, las mujeres. En principio en el ámbito doméstico, para pasar con
posterioridad al ámbito público a través de unos cuidados enfermeros formales.
Podemos pues visualizar y asumir un paralelismo entre la evolución de la
posición de las mujeres en la sociedad y la evolución de los cuidados que las
enfermeras han venido proporcionando a lo largo de la historia. No es de
extrañar, por tanto, que durante siglos la figura que la mujer que cuida haya
estado visibilizada y ausente en la historiografía.
Este año se conmemora uno de los más importantes logros de la
Enfermería en España, el centenario de la creación del Título de Enfermera. No
podíamos dejar pasar el VII congreso sobre la historia de las mujeres, sin hacer
una breve referencia a este hito para la historia de los cuidados en España, a
esta profesionalización de los cuidados femeninos en nuestro país.
Aprovechamos el momento, para visualizar algunas de las millones de historias
olvidadas de mujeres enfermeras que en los más diversos campos han
dedicado su vida, al menos vida profesional, a asegurar el mantenimiento de la
vida evitando, o acompañando cuando no hay otras posibilidades, a las
personas en el sufrimiento y la muerte.
Los hechos
Como decíamos, hace 100 años que las Siervas de María, Ministras de
los Enfermos, Congregación fundada en 1851 por Miguel Martínez, con siete
Recogido de los estatutos fundacionales de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.
1
2
González Iglesias, María Elena; Amezcua, Manuel; Siles González, José. El título de enfermera en
España a través del análisis documental: el caso de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.
Temperamentvm 2010, 12. Disponible en
<http://www.index-f.com/temperamentum/tn12/t1210.php> Consultado el 11 de Febrero de 2015
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3
Amaro Cano, M.del C.: Mary O´Donnell, la fundadora de las escuelas de enfermeras en Cuba Revista
Cubana de Enfermería v.17 n.1, ene.-abr. 2001.
4
Carlos Álvarez Nebreda, C.: Real Escuela de Santa Isabel de Hungría, programa de estudios 1922.
Tribuna Sanitaria nº 206, Septiembre 2007.
5
Manuel-Ángel Calvo Calvo, M.A.: La reacción de los practicantes en Medicina y Cirugía frente a la
creación del título de Enfermera en 1915. Dynamis, nº 34(s), 2014.
De Junta Central. Boletín de los Colegios de Practicantes de Medicina y Cirugía. Jul 1918; (120): 2.
6
Antecedentes
Para entender el contexto en el que se produce estas reacciones, quizás
sea necesario conocer, aunque sea brevemente, la evolución y el panorama de
la mujer en el ejercicio de la profesión sanitaria. Un ejercicio muy lejano en el
tiempo, puesto que si bien el programa formativo de la enfermera en España
sólo tiene un siglo de existencia, los orígenes de la enfermería y por tanto de la
mujer enfermera se pierden en el tiempo. Desde el mismo origen de la
sociedad se tuvieron que prestar cuidados para la supervivencia de la especie
humana. No es aquí lugar para hacer un estudio de los lejanos orígenes de
esta ciencia de los cuidados, pero sí para tener un recuerdo para todas esas
mujeres que en el anonimato histórico se dedicaron al cuidado de los demás.
Encontramos algunas de estas mujeres incluso con rango de diosas de
la mitología griega, como las hijas de Escolapio: Hygeia, (la preservadora de la
salud), Panaqueia (la que todo lo cura), Egle (la luz del sol, oculista y partera) y
Laso (la recuperación de la enfermedad, enfermera). Incluso Hipócrates, el
considerado padre de la medicina, se acuerda de ellas y coloca como testigas
a Higeia y Panacea para que se cumpla la palabra empeñada “hasta donde
tenga poder y capacidad”. Tampoco debemos olvidar el prestigio social de las
diaconizas, esas mujeres entregadas al cuidado de pobres y enfermos de la
era cristiana donde se produce una verdadera institucionalización de los
cuidados, sobresaliendo Febe, la diaconisa de la iglesia de Cencreas, a la que
en ocasiones se le ha considerado la primera enfermera visitadora de la
historia al cuidar a los enfermos en sus propios domicilios. Otra importante
precursora de la enfermería sería Fabiola de Roma, también conocida como
Santa Fabiola, fue una noble romana convertida al cristianismo y muerta en el
año 399. Fundó primer hospital gratuito en el año 390 y dedicó gran parte de su
vida a cuidar enfermos. El nosocomium fundado por Fabiola constituye el
7
Cremona, C.: La atención al enfermo en los Padres de la Iglesia. Doletium hominum (Pontificio Consejo
para la Pastoral de la Salud) 31 (1), 1996.
8
Delgado Huerta, S.M.: Metodología para la construcción del plan de estudios de la licenciatura de
enfermería en el centro cultural Anáhuac. Tesis doctoral. México D.F. 201, p. 21.
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ez. Mª E.: La o
ordenación no
ormativa de la asistencia sannitaria en la co
orte
de loss Habsburgo
o españoles (1515-1 700 ). BIBLID [02
211-9536(1998) 18; p. 3770.
13
Florrence Nightin
ngale es denom
minada la “dam
ma de la lámppara” (“the lad
dy of the lamp)) gracias a un
poema dedicado a ella por Henryy Wadsworth LLongfellow, pu
ublicado en 18 857.
17
Blasco Santamaría, R.: La docencia en enfermería: realidad histórica y perspectiva de futuro. En:
Palomino del Moral, P. Coord.: La Escuela de Enfermería de la Universidad de jaén, 50 años enseñando a
cuidar (1954-2004).Universidad de Jaén. Jaén, 2004.
1
Ilustración 1:
2
Ilustración 2: Safo por Amanda Brewster Sewell, 1896. Columbia Exposition
3
Ilustración 3: Esclavas griegas animando un banquete. Murales helenos en el siglo de
Pericles.V a.C
4
Ilustración 4: Dibujo de las mujeres de la corte interpretando música. Fue una tomada de una
edición de la dinastía Ming. 1573-1619 d.C. Beijing, Renmin Yinyue Chubanshe
5
Ilustración 5: Les Almees Paul Louis Bouchard 1893
6
Ilustración 6: Santa Hildegarda von Bingen. Anónimo siglo XIV
7
Ilustración 7: Retrato de Isabel de Farnesio. Siglo XVIII
Bibliografía:
Calle Albert, Ignacio (2014): La figura de la mujer en la historia de la
musicoterapia. Desde la Antigüedad hasta el Barroco. Cuadernos de
Bellas Artes 38. La Laguna (Tenerife): Latina.
En este libro están todas las referencias bibliográficas que se han utilizado para
elaborar este tema. Se puede ver en ISUU y descarga en PDF gratuita en:
http://www.cuadernosartesanos.org/2014/cba38.pdf
http://issuu.com/revistalatinadecomunicacion/docs/cba38
Cindy Castillo 1
California State University-Fullerton
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “Fall 2014” en el seminario
graduado “Spanish 575 ( Spanish Drama)” que forma parte del programa de M.A. en Spanish de
California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer este trabajo surgió durante el curso,
magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-Ruscalleda. Aprovecho este espacio para mostrarle
al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero agradecimiento por haber hecho posible que este trabajo
vea la luz. Esta empresa solo ha sido posible gracias a la confianza ciega que el Prof. Mallorquí-
Ruscalleda siempre ha depositado en mi trabajo, a la vez que por su inestimable, generosa e incansable
ayuda desde la misma confección del abstract, pasando por la supervisión, coordinación, corrección y
edición que de todas las versiones previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo,
cualquier error que permanezca es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier
opinión expresada en este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es
responsable ni suscribe ninguna de mis aseveraciones.
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
El trabajo que presento a este VII Congreso Virtual sobre Historia de las
Mujeres se basa en el estudio de la fisiognomía, un tema que, si bien en
algunas ocasiones la historiografía no le ha prestado mucha atención, ha
estado presente en la cultura y las sociedades desde tiempos primitivos, pues
prácticamente todas las civilizaciones han desarrollado una teoría fisiognómica
propia. Además, nos centraremos en estudiar cuál ha sido la presencia de la
mujer en esta ciencia, pues no siempre ha tenido un papel positivo ni
1 IBN ARABI, De la perspicacia fisiognómica y sus arcanos, en Maria J., Viguera. Dos
cartillas de fisiognómica. Ibn Arabi y Al-Razi, Madrid: Editora Nacional, 1977, p. 32.
4 Ibídem, p. 19.
5 CARO BAROJA, J., La cara, espejo del alma, Barcelona: Círculo de Lectores, 1987,
p. 44.
7 AGRIMI, J., Ingeniosa scienta nature: studi sulla fisiognómica medievale, Florencia:
Galuzzo, 2002, p. 4.
8 Ibídem, p. 5.
9 Ibídem, p. 8.
10 VAL NAVAL, P. “La fisiognomía en el occidente medieval” en GIL, M., CÁCERES, J.,
(coords.), Cuerpos que hablan, Barcelona: Montesinos, 2008, cap. 2, pp. 91-103, p.
97.
12 ARIKA, N., Passions and Tempers: A History of the Humours, Nueva York:
HarperCollins, 2007, p. 17.
13 ALTUNA B., Una historia moral del rostro, Valencia: PRE-TEXTOS, 2010, p. 92.
15 Ibídem, p. 50-53.
16 Ibídem, p. 58.
17 WOOD BROWN, J., An Enquiry Into the Life and Legend of Michael Scot,
Edimburgo: David Douglas, 1897, p. 10.
18 HASKINS, C., “Michael Scot and Frederick II” en Isis, vol. 4, nº2, octubre, 1921, pp.
250-275, p. 254.
Podemos afirmar que sus tres obras más importantes son el Liber
Introductorius, el Liber Particularis y el Liber Phisiognomiae, que nos ocupa. El
Liber Introductorius está formado por cuatro partes, siendo la obra más
ambiciosa realizada por Escoto, escrito en un lenguaje popular, pues había de
servir como introducción en la astrología, aunque también como compendio
19 Ibídem.
20 Ibídem, p. 253.
23 Ibídem, p. 257.
24 Ibídem, p. 262.
30 Ibídem
32 Ibídem
Una vez vista la justificación del trato dado a la mujer en este tratado,
nos centraremos en algunos ejemplos que resultan llamativos acerca de los
rasgos y los atributos fisiognómicos en los que aparece el género femenino.
34 MIGUEL ESCOTO, op. cit., cap. XIII: De las señales de la complexión de los
testículos.
36 Ibídem
El capítulo XXII del tratado está dedicada a uno de los temas más
interesantes de la obra de nuestro autor: los sueños. La mujer es de nuevo
olvidada, y sólo se trata del sueño de los hombres; sin embargo, se hace
referencia al sueño femenino para decir simplemente que es un sueño diferente
de el del hombre, en cualquiera de sus estados, es decir, no diferente en el
sentido del sueño del hombre, que difiere según la edad, sino diferente en sí
mismo, irracional40. De esta manera pasa por encima del sueño de la mujer, sin
volver a hacer referencia. Además, en el apartado “De los sueños que
significan malos humores”41, Escoto explica que el hombre, cuando tiene
desequilibrados los humores, sueña cosas malas, como por ejemplo que se
mueve entre zonas lodosas y podridas, que toca estiércol e incluso que toca el
fluido de la menstruación de la mujer, de nuevo denostando todo aquello que
está en relación con el cuerpo femenino.
40 Ibídem, cap. XXII: De la noticia de la mucha abundancia de los humores por los
sueños
41 Ibídem
CONCLUSIONES
43 Ibídem
BIBLIOGRAFÍA
ARIKA, N., Passions and Tempers: A History of the Humours, Nueva York:
HarperCollins, 2007.
ALTUNA, B., Una historia moral del rostro, Valencia: PRE-TEXTOS, 2010.
BURNETT, C., “Michael Scot and the Transmission of Scientific Culture from
Toledo to Bologna via the Court of Frederick II Hohenstaufen” en Micrologus,
vol. II, 1994, pp. 101-126.
GARCÍA AVILÉS, A., “El cuerpo y los astros. Arte, astrología y medicina en la
Edad Media” en Studium Medievale, nº 1, 2008, pp. 87-99.
HASKINS, C., “Michael Scot and Frederick II” en Isis, vol. 4, nº2, octubre, 1921,
pp. 250-275.
Introducción
El objetivo del presente artículo es analizar por un lado, las pensiones (nafaqāt) que
recibían las mujeres según el derecho islámico en el Kitāb al-Nafaqāt de Ibn Rašīq y por
otro, compilar la información dada en las fuentes árabes acerca de los matrimonios
mixtos. Para ello se realizará, a modo introductorio, un breve contexto histórico acerca del
estado en el que se hallaba al-Andalus entre los siglos X y XI, además de la biografía del
autor y su obra. Tras esto, se desarrollará el concepto de nafaqa y lo que comprende en
cuanto a obligación marital se refiere, lo que servirá de puente para el segundo de los
puntos principales de este escrito: exponer las distintas opiniones en las fuentes arabo-
islámicas acerca de los matrimonios interreligiosos desde los primeros años del islam
hasta los siglos X y XI. Para ello se ha recurrido al Corán, a las obras cumbre de derecho
malikí, como la Muwaṭṭaʼ de Mālik b. Anas, la Risāla fī-l-fiqh de Ibn Abī Zayd al-Qayrawānī,
el Kitāb Zahrat al-Rawḍ fī taljīṣ taqdīr al-farḍ de Ibn Bāq, así como las compilaciones de
hadices de al-Bujārī, Abū Dāwūd e Ibn Māŷah, entre otros, y los principales manuales de
derecho islámico europeos. Todos ellos se emplearán para hacer un estudio exhaustivo
de la casuística legal a la que se sometían este tipo de uniones. Por último, se procederá
a analizar el fragmento del capítulo 15 del Kitāb al-Nafaqāt de Ibn Rašīq que contiene las
opiniones de los principales sabios malikíes sobre varios ejemplos de enlaces
interreligiosos.
5 Para más información sobre la figura de Ibn Rašīq, consúltese Fernando Velázquez Basanta “Ibn Rašīq
al-Taglibi, Abū ʽUmar” en Jorge Lirola Delgado (ed.) Biblioteca de al-Andalus. Almería: Fundación Ibn Tu-
fayl, 2006. Vol. IV. nº 988. pp. 456 – 459.
6 Historiador andalusí nacido en Córdoba que falleció en el 1183 y que continuó con la labor iniciada por el
también historiador Ibn al-Faraḍī (s. X) en Taʼrīj ʽUlamaʼ al-Andalus – “Historia de los Ulemas de al-
Andalus” – en su obra Kitāb al-Ṣila – “La Continuación” – donde reúne más de 1400 biografías de sabios
y hombres de letras componiendo, además, una amplia lista de maestros y discípulos – así como una
exhaustiva clasificación toponímica – de aquéllos que vivieron entre los siglos XI y XII en al-Andalus y
entre las que figuran algunos datos y anécdotas sobre el autor que nos concierne, Ibn Rašīq. (Ben
Cheneb “Ibn Bashkuwāl” en EI. Vol. III. pp. 733 – 734).
7 ʽIyāḍ b. Mūsā (1088 – 1149) fue una de las figuras más representativas de la malikismo occidental. De
orígenes yemeníes, se asentó finalmente en Ceuta tras haber vivido en Fez y Kairouan. Véase M. Talbi
“ʽIyāḍ b. Mūsā” en EI. Leiden: Brill, 1997. Vol. IV. pp. 289 – 290.
8 Abū ʽUmar Aḥmad b. Rašīq. Kitāb al-Nafaqāt. Ed. ʽAbd al-Salām al-Ŷaʽmāṭī y Riḍwān al-Ḥaḍrī. Rabat: al-
Maŷlis al-ʽIlmī al-Aʽlà, 2012.
4 La nafaqa de la mujer
La nafaqa, traducido al castellano como “pensión” o “manutención” es, en palabras
de Felipe Maíllo Salgado “el derecho tanto de la esposa como de los hijos, padres y
parientes a tener la protección del marido, padres, hijos y parientes” 9. Louis Milliot añade,
centrándose exclusivamente en la mujer “El marido debe proveer a su mujer el sustento,
independientemente de su fortuna y de que ella sea rica o pobre […] sin tener derecho a
hacerla trabajar para asegurar su supervivencia” 10. Así pues, podemos decir que la
nafaqa es la pensión que le corresponde al esposo para con su mujer, sus hijos, los
abuelos paternos, esclavos, sirvientes, jornaleros y bestias.
En primer lugar, Ibn Rašīq en el Kitāb al-Nafaqāt11 nos advierte de que esta
manutención dependerá “de la riqueza y la capacidad [económica del marido] siempre y
cuando se haya consumado el matrimonio” porque la mujer, en teoría, no tendría que
tener derecho a esa pensión hasta entonces según la escuela malikí, aunque aparecen
casos en los que la mujer la reclama o el marido quiere dársela igualmente. En caso de
discrepancias entre los esposos en cuanto a la nafaqa relativas a la cantidad de la
asignación semanal, ésta será designada por el sultán.
9 Felipe Maíllo Salgado. Diccionario de Derecho Islámico. Gijón: Trea, 2005. pp. 271 – 273.
10 Louis Milliot. Introduction à l'Étude du Droit Musulman. París: Recueil Sirey, 1971. pp. 330 – 335.
11 Abū ʽUmar Aḥmad b. Rašīq. Kitāb... pp. 62 – 78; 90 – 95.
12 Medida de áridos que contiene de 22 a 24 almudes (mudd). Del mismo modo, equivale a un sexto de
ardeb (ardab) cuyo peso ronda los 120 ó 150 kg. Para más información sobre pesos y medidas y su
evolución, se debe mencionar el trabajo de J. Vallvé Bermejo “Notas de metrología hispano-árabe II.
Medidas de capacidad” en al-Andalus, XLII, 1977. pp. 61 – 122.
13 Vid Supra. p. 70.
14 Vid Supra. p. 74.
15 Vid Supra. pp. 75 – 76.
Es, según afirma Ben Cheneb 21, Ibn ʽAbbās22 quien prohíbe a los musulmanes
casarse con judías, cristianas y sabeas pues el matrimonio exige la amistad y
entendimiento de los esposos, como se afirma en la aleya 30:21
﴾Y entre Sus portentos está el haber creado para vosotros parejas
Tras esto, y con el tercer califa ortodoxo, ʽUṯmān, la mayor parte de los jurisconsultos
reconsideraron la prohibición de Ibn ʽAbbās cuando ʽUṯmān tomó como esposa a una
cristiana llamada Nayla, y por ello declararon lícito, de nuevo, el matrimonio con una mujer
kitābīyya. Sin embargo, y a pesar de estas vacilaciones, son varios los hadices 24 que
hablan de los matrimonios interreligiosos y aconsejan uniones siempre entre creyentes,
nunca entre asociadores, magos, zoroastras... En Abū Dāwūd, al-Bujārī e Ibn Māŷah
encontramos repetido el mismo hadiz acerca de los motivos que llevan a un hombre a
19 Noryamin Aini. “Inter-Religious Marriage from Socio-Historical Islamic Perspectives” en Brigham Young
University Law Review nº 669, 2008 pp. 669 – 705.
20 El Mensaje del Qurʼan. Ed. y notas por Muhammad Asad. Trad. Abdurrasak Pérez Córdoba: Junta
Islámica, 2001. p. 139.
21 Ben Cheneb. “Du Mariage entre Musulmans et non-Musulmans” en Archives Marocaines. Vol. XV. Fasc.
1. (1908 – 1909), p. 63.
22 Ibn ʽAbbās (m. 687) fue uno de los compañeros del Profeta muy conocido por su sabiduría de la tradición
y su interpretación crítica del Corán. Se dice que las gentes se agrupaban en la puerta de su casa para
que les hablara del Libro Sagrado pues nadie era tan hábil en entendimiento ni conocía mejor la
tradición. (L. Veccia Vaglieri “ʽAbd Allāh b. al-ʽAbbās” en EI. Leiden: Brill, 1986. Vol. I. pp. 40 – 41.
23 El Mensaje del Qurʼan. p. 610.
24 Todos los hadices empleados en este artículo son saḥīḥ (“auténticos, sanos”)
Existen, además, hadices en los que la mujer se convierte al islam antes que su
marido o en los que un hombre no musulmán pretende casarse con una musulmana. Al-
Nasāʼī30 recoge lo siguiente: “Abū Ṭalḥa se casó con Umm Sulaym y la dote entre ellos
25 Abū Dāwūd. Sunan Abū Dāwūd. Ed. Hāfiz Abū Tāhir Zubayr ʽAlī Zaʼī. Riyad: Darussalam, 2008. Vol. 3 p.
500, nº 2047; Al-Bujārī. Saḥīḥ al- Bujārī. Ed. Muhammad Muhsin Khan. Riyad: Darussalam, 1997. Vol. 7
p. 32 nº 5090; Muḥammad Ibn Māŷah. Sunan Ibn Māŷah. Ed. Hāfiz Abū Tāhir Zubayr ʽAlī Zaʼī. Riyad:
Darussalam, 2007. Vol. 3. p. 66, nº 1808.
26 Al-Bujārī. Saḥīḥ... Vol. 7. p. 40 nº 5104 [25].
27 Mālik b. Anas. Al-Muwaṭṭaʼ. Trad. Abdurrasak Pérez. Córdoba: Junta Islámica, 1999. pp. 295 – 296; Jalīl
b. Isḥāq. Mujtaṣar Jalīl. Ed. Aḥmad al-Zāwī. Dār al-Madār al-Islāmī: Beirut, 2004. pp. 264 – 268
28 Louis Milliot. Introduction... pp. 288 – 289.
29 El Mensaje del Qurʼan. p. 49.
30 Aḥmad al-Nasāʼī. Sunan al-Nasāʼī. Ed. Tāhir Zubayr ʽAlī Zaʼī. Riyad: Darussalam, 2007. Vol. 4. p. 159 nº
3342.
10
11
12
Acerca del plazo no se menciona cuánto será, pero Ibn al-Qāsim considera que no
debe exceder los dos meses. Si el caso es al contrario, es decir, la mujer de un mago, un
cristiano o un judío se convierte al islam antes que su marido, no existen diferencias en
cuanto al procedimiento. El matrimonio se conserva si durante el plazo legal de espera, él
se convierte también. Si no es así, tras este tiempo el matrimonio quedaría disuelto. Se
debe señalar que la conversión al islam de uno de los cónyuges no implica repudio pero
sí una anulación del matrimonio sin divorcio. El matrimonio queda disuelto porque la
mujer obligatoriamente debe guardar el periodo de retiro legal como estipula el Corán:
﴾2:228 Las repudiadas deberán esperar tres menstruaciones. No les
Tras este periodo de ʽidda resultante de la conversión por parte del varón o de la
hembra, se podría retomar el matrimonio pero con la excepción arriba descrita, que sería
la no conversión del hombre, en cuyo caso, como se ha dicho, el matrimonio se disuelve
y no hay más opción. En el caso de que los dos se conviertan, o sea el marido el único
13
45 Mālik b. Anas. Al-Muwaṭṭaʼ. pp. 299 – 301; Ibn Abī Zayd al-Qayrawānī. Compendio... p. 109; Abū ʽUmar
Aḥmad b. Rašīq. Kitāb... pp. 62 – 68; Ibn Bāq. Kitāb Zahrat al-Rawḍ fī taljīṣ taqdīr al-farḍ. Ed. y estudio
Rachid El Hour. Madrid: CSIC, 2003 pp. 55 – 110; Felipe Maíllo Salgado Diccionario... pp. 211 – 215;
Louis Milliot. Introduction... pp. 278 – 279; David Santillana. Istituzioni... Vol. 1. p. 213.
46 Ben Cheneb. “Du Mariage ...” p. 69.
47 Vid Supra. p. 71.
48 David Santillana. Istituzioni... Vol. 1. p. 208.
14
15
53 ʽĪsà b. Dinār (m. 827) nacido en Toledo, fue uno de los tres principales fundadores de la escuela malikí en
al-Andalus, aunque sin duda él fue el más importante. Véase: H. Monés “ʽĪsà b. Dinār” en EI. Vol. IV. p.
87.
54 Abū ʽAbd Allāh ʽAbd al-Raḥmān b. al Qāsim (m. 806) fue el discípulo más destacado de Mālik b. Anas y
considerado el transmisor más fiable de las enseñanzas del propio Mālik. Fue uno de los responsables
de la expansión del derecho malikí por Egipto y el Norte de África. Véase: J. Schacht “Ibn al-Kāsim” en
EI. Vol. III. p. 817.
55 Mālik b. Anas. Al-Muwaṭṭaʼ. pp. 310 – 311.
56 Se encuentran en grado prohibido para el hombre – según estipula el Corán 4:23 – su madre, sus hijas,
sus hermanas, sus tías paternas o maternas, sus sobrinas por parte de hermano o de hermana, sus
madres de leche, sus hermanas de leche, las madres de sus mujeres, sus hijastras si están bajo su
tutela, las esposas de sus propios hijos y las mujeres casadas salvo que sean sus esclavas. Para la
mujer se aplica la misma fórmula pero con línea masculina.
16
57 Acerca de las obligaciones de los esposos véase: Louis Milliot. Introduction... pp. 324 – 341.
58 Para más información acerca del tercio de libre disposición véase la definición dada por el profesor
Maíllo Salgado en la entrada “waṣiyya” (herencia) en Diccionario... pp. 460 – 461; También debe
consultarse la fuente Mujtaṣar Jalīl, donde se hace un interesante estudio acerca de las normas de la
herencia y del tercio de libre disposición. (Jalīl b. Isḥāq. Mujtaṣar Jalīl. Ed. Aḥmad al-Zāwī. Dār al-Madār
al-Islāmī: Beirut, 2004. pp. 264 – 268).
59 Ibn Abī Zayd al-Qayrawānī. Compendio... p. 117.
17
Conclusiones
El estado tan avanzado en el que se hallaba el derecho islámico en la Edad Media,
no sólo en Oriente sino también en al-Andalus, permite conocer una amplia casuística
acerca del matrimonio y el repudio – entre otros asuntos – y dar una visión global y de
conjunto a una sociedad islámica medieval tolerante. Digo tolerante, a pesar de los
enfrentamientos religiosos que se vienen dando desde los inicios de su historia, porque es
permisiva en cuanto al matrimonio interreligioso se refiere, lo que no quita que esta
permisibilidad tenga su origen en la falta de conversas musulmanas en los comienzos del
periodo expansivo del islam. Aún con todo esto, la mujer goza de una mejora inmensa en
cuanto a sus condiciones y sus derechos se refiere, pues con la llegada del islam se le
permite heredar, ser propietaria de una casa o unas tierras, divorciarse si no está
conforme o si el marido falta a sus obligaciones, y un largo etcétera que resultaba
impensable en, por ejemplo, la mentalidad cristiana de la época – incluso hasta el siglo
XX.
La obra aquí analizada, el Kitāb al-Nafaqāt, es una compilación temática centrada en
los derechos de nafaqa principalmente de la familia, aunque como hemos visto eso se
extiende a esclavos y bestias. El trabajo realizado por Ibn Rašīq pone de manifiesto que
estas pensiones o manutenciones eran un tema importante para la sociedad almeriense
del siglo XI y que estaban en boga entre los alfaquíes y sabios de la ciudad. Es probable
que hubiera más compilaciones sobre nafaqāt que se han perdido o que permanecen
dormidas en alguna biblioteca o casa particular a la espera de que alguien las encuentre.
Hasta entonces, podemos calificar esta obra de cuasi única y exclusiva por su
composición y contenido.
18
Resumen
En el marco de hacer justicia en la historia a las mujeres que han destacado, por su papel en
ella, encontramos de particular interés, el perfil de la destacada escritora mexicana, Juana
Inés de Asbaje y Ramírez, que en su biografía resalta la incesante lucha de las mujeres para
poder acceder a los espacios más básicos de la existencia, tradicionalmente reservados a los
varones; su obra y pensamiento a la luz de la problemática contemporánea de género
resultan vigentes e ilustrativas, pero lo más importante es que el enfoque pretendido ha sido
escasamente abordado por los cientos de trabajos que sobreabundan en lo tocante a su
copiosa producción literaria, por lo que el presente trabajo es un análisis hermenéutico de
su ideología con un paralelismo hacia los problemas de nuestro tiempo en el imaginario
femenino contemporáneo y el de su tiempo.
Palabras clave: Historia, género, lucha, paralelismo.
Abstract
In the context of doing justice in history women who have interest, for his role in it, we find
of particular interest, the profile of the prominent Mexican writer, Juana Ines de Asbaje y
Ramirez, who in his biography highlights the relentless struggle of women to gain access to
the most basic spaces of existence, traditionally reserved for men; his work and thought in
the light of contemporary gender issues are valid and illustrative, but the most important
thing is that the intended approach has been sparsely dealt with by the hundreds of jobs that
overflowing with regard to his copious literary, so this work is a hermeneutic analysis of
their ideology with a parallel towards the problems of our time in the contemporary female
imaginary on the in contemporary times and its time.
Key word: History, gender, fight, parallelism.
1
Profesora, investigadora y Coordinadora del Centro de investigaciones jurídicas de la Facultad de Derecho
de la Universidad Autónoma de Chihuahua, México. [email protected]
2
MÉNDEZ, María Águeda, Jean-Michel Wissmer, Las sombras de lo fingido: Sacrificio y simulacro en Sor
Juana Inés de la Cruz, Ed. Caravelle, 1999, p. 217.
3
Véase: http://www.mujeresenlahistoria.com/2011/09/la-decima-musa-sor-juana-ines-de-la.html, accedida el
3 de octubre de 2015.
4
Ídem.
5
SALINAS, PEDRO, En busca de Juana de Asbaje, México, 1940, p. 225, citado por SÁINZ DE
MEDRANO, Luis, Sor Juana Inés de la Cruz, Bulzoni Editore, Roma, 1997, p. 14.
6
En el original
7
Ídem
“La lectura epistemológica de los textos de Sor Juana se inició desde mediados de nuestro
siglo, con propuestas como las de Francisco López Cámara (1950) y Gerard Cox Flynn
(1960), quienes debaten sobre las posibilidades de que en Sor Juana predominen
tendencias cartesianas o neoplatónicas, pero que excluyen por completo la condición
femenina y colonial en la postulación de este discurso cognoscitivo. Por otro lado, muchas
de las lecturas feministas de su obra se concentraron en los múltiples entrecruces
discursivos en que se generó esta preocupación epistemológica de Sor Juana. Aunque en
estos comentarios se identifica un sujeto intelectual que se plantea el problema del
conocimiento, el modelo es siempre Descartes, Platón o Aristóteles, por lo que se deja a
un lado uno de los aspectos fundamentales de estos textos: quién habla y qué estrategias
utiliza para autorizarse.”
Si bien, la expresada autora, añade que es de reconocerse que los estudios más
recientes van gestando un panorama diverso al respecto, realizando lo que llama un cruce
entre la epistemología y lo femenino.9
Considerada como una de las mayores figuras hispanoamericanas del siglo XVII,
Díez Barque10 apunta que, en ella sorprende a los legos, la gran diversidad de su obra, la
cual es muy polifacética, pero más importante aún, resulta recalcar la calidad de dicha obra,
que alcanza los niveles de un alto profesionalismo literario a los niveles de Lope, Góngora
o Quevedo.
“El desbordante mundo celebrativo del barroco y los excesos de artificio a él asociados,
enmarcan los poemas de Sor Juana […] el ingenio desarrollando formas poéticas de
máximo artificio se puso tanto al servicio del elogio y exaltación, como del vituperio,
invectiva y sátira.”11
Sin duda una figura polémica de la literatura, empero, no es ese el aspecto que
queremos resaltar en el presente trabajo, sino aquel que la devela a la par, como una
8
MARTÍNEZ- SANMIGUEL, Yolanda, “Saberes Americanos: Constitución de una subjetividad intelectual
femenina en la poesía lírica de Sor Juana”, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, No. 49, México,
1999, pp. 79-98.
9
Ibíd., p. 89.
10
DÍEZ BARQUE, José María, “Sor Juana Inés de la Cruz y la poesía celebrativa de artificio”, en: AAVV, La
creatividad femenina en el mundo barroco hispánico, Reichenberger, Kassel, 1999, pp. 639-668.
11
Ibíd, p. 640.
“[L]os académicos, al analizar los escritos de Sor Juana y sus contemporáneos, mantienen
cierta separación disciplinaria incapaz de ofrecer una visión múltiple en torno a la importante
contribución de estos escritos a las culturas panhispánicas. No sorprende, por eso, que cuando
comienzan a multiplicarse los ensayos sobre la vida, personalidad y obra de sor Juana, más de
un millar entre 1900 y 1975, estos delimitan sus visiones y saberes dentro de una tradición
disciplinaria estructurada: la historiografía literaria española e hispanoamericana, las diversas
teorías de la expresión poética, el psicoanálisis, la sociología, la psicología, la política, la
métrica española, la filosofía, la historia o la tradición hermética y la crítica literaria
feminista.”
Así lo subraya Martínez13 al apuntar que Sor Juana fue “la primera feminista de
América, cuya obra da fe de como la potencia creadora en la mujer es capaz de vencer la
hostilidad de cualquier sistema patriarcal”.
12
Citado por: LEWANDOWSKA, Julia, “Sor Juana Inés de la Cruz y la crítica literaria feminista:
controversias y contribuciones”, Itinerarios, v. 15, Universidad de Varsovia, 2012, pp. 43-66, disponible en:
https://iberystyka-uw.home.pl/content/view/1356/103/, accedida el 5 de octubre de 2015.
13
LÓPEZ DE MARTÍNEZ, Adelaida, “Feminismo y Literatura en Latinoamérica. Un balance histórico”, en:
FORGES, Roland (Comp.), Mujer, creación y problemas e identidad en América Latina, Universidad de los
Andes, Mérida, Venezuela, 1999, pp. 260- 273.
En este sentido Sabat habla de protofeminismo de Sor Juana,15 al igual que lo hacen
otras autoras como Gargallo16, pero es de reconocerse que el mismo ha sido escasamente
analizado, porque como ya se dijo, no ha habido interés en resaltar esta faceta
trascendental.
“¿De qué envidia no soy blanco? ¿De qué mala intención no soy objeto? ¿Qué acción hago
sin temor? ¿Qué palabra digo sin recelo? Las mujeres sienten que las exceda. Los hombres,
14
Ibíd., p. 268.
15
SABAT, Georgina, “Compañía para Sor Marcela de San Félix y Sor Juana Inés de la Cruz, en: MORANT,
Isabel (Dir.). Historia de las mujeres en España y América Latina, Ed. Cátedra, pp. 695-726.
16
Véase: GARGALLO CELENTANI, Francesca, “El feminismo filosófico”, en: AAVV, El pensamiento
filosófico Latinoamericano, del Caribe y “latino (1300-2000)”, Siglo XXI; México, 2009, pp. 418-433.
17
SÁINZ DE MEDRANO, Luis, Óp. Cit., p. 15;
18
CUZOVIC-SEVERN, Marina, “Sor Juana Inés de la Cruz y sus poemas a las mujeres: En búsqueda de su
intención escondida”, Revista Barroco[en línea], No. 19, 09/03/2014, disponible en:
http://www.revistabarroco.com/19/post/2014/09/sor-juana-ins-de-la-cruz-y-sus-poemas-a-las-mujeres-en-
bsqueda-de-su-intencin-escondida.htm, accedida el 5 de octubre de 2015.
Ha dos años que guardé silencio. Para nacer al sosiego de la vida religiosa y recobrar mi
natural condición de mujer, entregué a mi confesor los más de cuatro mil volúmenes que
ocupaban los estantes de mi celda, mis instrumentos musicales, que alegraban el sentido y
despertaban el entendimiento porque la música rige el universo todo. Ha dos años que no
estudio en los libros ni tampoco en la máquina universal como estudiaba cuando aquella
prelada, que Dios tenga en su gloria, me prohibió tomar libro, y yo le obedecí en no
tomarlo pero leía en las faenas de la cocina, en los juegos de las niñas, en los techos de la
celda, Sin leer, sin escribir, en silencio, ha dos años que estoy muerta.
No es dable afirmar que el haber sido privada de todo lo que amaba, se debiera a otro
factor que no fuese su propia condición de género, atrapada en las concepciones de su
tiempo, con una visión del conocimiento y de la ciencia- no solo de la literatura- que
rebasaba cualquier expectativa, ante una sociedad que no la comprende y que opta por
silenciarla.
Qué decir de sus escritos en defensa del derecho de la mujer a la instrucción, que
parece ser una constante en su obra, más que centrarse en la educación como tal, pareciere
decantarse por defender a ultranza el derecho al saber o conocimiento. La pregunta
19
BRESCIA, Pablo A.J., “Las razones de Sor Juana Inés de la Cruz”, Anales de la Literatura Española, No.
13, Universidad de Alicante, Murcia, 1999, pp. 85-105, disponible en:
http://www.cervantesvirtual.com/obra/anales-de-literatura-espanola--0/, accedida el 2 de octubre de 2015.
20
Véase: ALATORRE (Ed.), Antonio, Obras completas de Sor Juana Inés de la Cruz. I Lírica personal,
Fondo de Cultura Económica, s/p., disponible en:
21
CELORIO, Gonzalo, “Sor Juana In´3es de la Cruz. Hacia una poética del silencio”, P. 14, disponible en:
http://www.aldf.gob.mx/archivo-ffa7f1ba730d79e8bc79287539771f60.pdf, accedida el 5 de octubre de 2015.
Ese derecho por el que ella lucha, no ha sido cristalizado en nuestro tiempo, en
particular en cuanto a una perspectiva diferenciada de género, mucho se habla del derecho a
la educación y poco del derecho al conocimiento, ¿cuál es la diferencia?
Los precitados autores, analizan una gran variedad de enfoques acordes a las
diversas concepciones del pensamiento en lo relativo a la educación, así parafrasean a
Francisco Giner de los Ríos23, quién la concibe como “una acción del educador intencional
que podría decirse desempeña la función reflexiva, definida, discreta […] de excitar la
reacción personal de cada individuo y aún de cada grupo social para su propia formación y
cultivo, todo ello mediante el educando mismo y lo que él de suyo pone para esta obra”.
22
GARCÍA AMILBURU, María y GARCÍA GUTIÉRREZ, Juan, Filosofía de la educación: Cuestiones de
hoy y siempre, UNED/NARCEA, Madrid, 2012, p. 48.
23
Citado por ibíd., p. 51.
24
GARCÍA HOZ, Víctor, Principios de pedagogía sistemática, Ed. Rialp, Madrid, 1974, pp. 91 y ss.
Es evidente que si bien no existe educación sin conocimiento, éste último de forma
alguna se restringe únicamente al ámbito educativo, puesto que forma parte de todos los
desempeños que el ser humano construye a lo largo de su vida, es por ello, que los
denodados esfuerzos de la considerada como mejor poetisa de América, para evidenciar la
importancia de que las mujeres accedieran al conocimiento, no fueron baladíes, por el
contrario, tales denuedos no deben perder vigencia, puesto que es un paradigma no
alcanzado.
25
Diccionario de la Lengua Española, 23ª Ed., Real Academia Española, Madrid, 2014, voz: educación.
26
Ídem.
27
Citado por ROJAS SORIANO, Raúl, Formación de investigadores educativos. Una propuesta de
investigación, Plaza y Valdés, 10ª Ed., México, 2001, p. 51.
28
SANGUINETI, Juan José, El conocimiento humano. Una perspectiva filosófica, Ed. Palabra, Madrid, 2005
pp. 38 y ss.
En nuestro país la realidad que vivió Juana de Asbaje, pervive, baste para ello citar
las siguientes cifras del Sistema Nacional de Investigadores:
“[C]onforme a datos del 2011- el Sistema Nacional de Investigadores SNI, cuenta con un
total de 17,544 miembros. De los cuales 5,824 son mujeres, es decir 33.2%. De los 17,544
miembros del SNI, 1,510 hombres tienen el nivel III y solo 296 mujeres tienen ese mismo
nivel. En las Comisiones Dictaminadoras del mismo SNI, la distribución es como sigue: en el
área de ciencias exactas 10 hombres y 4 mujeres; en biología y química 10 hombres y 3
mujeres; en medicina y ciencias de la salud 12 hombres y 2 mujeres; en humanidades 10
Ello, afirma Rodríguez Loredo30, “restringe, por una parte, las posibilidades de
desarrollo intelectual de las mujeres tanto como sus oportunidades de participación en los
diferentes ámbitos de la sociedad y, por otra, la inclusión de miradas diferentes que
enriquecen la discusión, la observación y la definición de nuevos problemas en la
investigación.”
Fuentes de consulta
BRESCIA, Pablo A.J., “Las razones de Sor Juana Inés de la Cruz”, Anales de
la Literatura Española, No. 13, Universidad de Alicante, Murcia, 1999, pp. 85-105,
disponible en: http://www.cervantesvirtual.com/obra/anales-de-literatura-espanola--0/
CELORIO, Gonzalo, “Sor Juana In´3es de la Cruz. Hacia una poética del
silencio”, disponible en: http://www.aldf.gob.mx/archivo-ffa7f1ba730d79e8bc 792 87
539771f60.pdf
29
Véase: VALDÉS, María, “Mujeres mexicanas en la ciencia”, Crónica.com.mx [en línea], 22 de agosto de
2012, disponible en: http://www.cronica.com.mx/notas/2012/685064.html. Consulta realizada el 7 de octubre
de 2015.
30
RODRÍGUEZ LOREDO, Hilda Eugenia, “El enfoque de género en la construcción de conocimiento
científico”, Revistaunam.mx [en línea], 10 de julio de 2008, v. 9, No. 7, disponible en:
http://www.revista.unam.mx/vol.9/num7/art48/int48.htm, Consulta realizada el 6 el octubre de 2015.
1
Las dos autoras de esta comunicación tienen publicados varios trabajos sobre esta misma temática y,
por tanto, parte de este texto reúne datos ya publicados anteriormente, por lo que vamos a evitar
realizar continuas autocitas. Nos remitimos a la bibliografía referencial del final para ver dichas
Carlos III con su Real Cédula de 1768 había dictado unas normas básicas
para fomentar la creación y organización de escuelas gratuitas de niñas. En
ella se detallaban minuciosamente los diferentes aspectos administrativos que
las regían, así como los métodos, horarios y condiciones que habían de reunir
las maestras etc., y el 11 de julio de 1771 dicta una Real Provisión2 con la que
emprende una reforma general de los estudios. Para ser maestro hacía falta
haber sido examinado y aprobado de doctrina cristiana, acreditar buena vida y
costumbres y limpieza de sangre, sufrir un examen relativo al arte de leer,
escribir y contar, y haber conseguido la aprobación de la Hermandad de San
Casiano3. A las maestras solamente se les exigía un examen de doctrina
cristiana y la licencia de la justicia. También se preceptúa que los niños y niñas
estén separados en las escuelas:
Las niñas en la segunda mitad del siglo XVIII tenían una enseñanza con
muy escasas pretensiones, asistían en sus primeros años a las populares
«migas» Centros improvisados de calle o barrio en las que alguna mujer, con
mejor voluntad que preparación, las iniciaba en los rudimentos del saber.
Quienes contaban con medios económicos o con alguna protección
conseguían entrar muy niñas en alguno de los múltiples conventos de
2
Real Provisión de 11 de julio de 1771. Archivo Histórico Nacional. Legajo nº 718 de la Sala de
Gobierno del Consejo. Citada en LUZURIAGA, L (1918), La formación de los maestros. Madrid,
Cosano, p. 124 -130.
3
La Hermandad de San Casiano en un principio se limitaba a los maestros de Madrid y era una mezcla
de cofradía y gremio que en realidad tenía como objetivo fundamental la defensa de sus intereses. Se
fundó en 1642, con el permiso de Felipe IV, y duró hasta 1780, fecha en que Carlos III la sustituyó por
el Colegio Académico del noble arte de primeras letras.
Un autor moderno dice clama con razón porque en los conventos de monjas
hubiese escuelas gratuitas para niñas, de cuya buena educación depende la mayor
parte del bien de la República y fácilmente se pudieran establecer sin perjuicio de la
clausura. También fueran útiles para que las niñas se aficionasen a ser religiosas.
Entre tanto se debieran dotar algunas maestras seculares que enseñasen de valde
[...] (Martínez de Mazas, J. 1794).
Martínez de Mazas es quien asume con decisión en el Jaén de su tiempo
la lucha en pro de la creación de escuelas para las mujeres, influyendo sobre
los programas de acción social que pone en marcha la Real Sociedad
[...] será muy apreciable el celo de los socios que quieran concurrir a mantener
algunas escuelas gratuitas para niñas pobres, en donde aprendan a trabajar labores
finas y bastas según la inclinación y proporciones de cada una, incluyendo desde las
hilazas, tejidos y bordados más exquisitos hasta labrar el esparto [...] (Arandia Llacer,
M.ª D.1996:526).
La acción de la Sociedad Económica de Jaén en pro de la enseñanza de
la mujer se hizo presente en la sociedad a través de dos actuaciones diferentes
pero complementarias. Primero el establecimiento de una serie de premios y
galardones que sirvieran de estimulo a quienes se comprometieran, bien como
maestros o como alumnos, a una integración activa y destacada en los nuevos
proyectos educativos de enseñanza de las mujeres; y después, creando una
«Escuela Patriótica» o «Casa de Labor» que, entre sus finalidades, mantenía la
de promover la educación de las niñas de familias pobres.
Otro igual premio a la que sepa leer con mejor sentido en prosa y verso
«Un costurero a la más aventajada en costura».
La semilla plantada por el Deán Mazas tuvo una larga influencia, pues
en 1813 dieron como resultado un «plan para el establecimiento de una casa
de educación y escuelas gratuitas para la enseñanza de las niñas de esta
ciudad» que pretendía crear una Casa de Educación destinada exclusivamente
a niñas –en la antigua escuela creada por el Deán Mazas– que se
complementaría con la apertura de cuatro escuelas gratuitas para niñas, que se
establecerían en los barrios más populosos: San Ildefonso, el Sagrario, San
Pedro y La Magdalena. Este plan se elevó a la Regencia el 1 de octubre de
1813, pero las dificultades económicas y la situación política impidieron su
puesta en práctica.
4
Boletín Oficial de la Provincia. 2 de octubre de 1834. (en adelante B.O.J.)
5
La fundación del Deán Mazas se extinguió como consecuencia de las sucesivas medidas
desamortizadoras en 1857.
6
Los estatutos de la Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén se aprueban por Real Cédula en
1791.
7
En efecto, la Sociedad de Baeza solicita su aprobación el 8 de mayo de 1774, siendo aprobada a
finales del mismo mes.
8
Gazeta de Madrid, 25 de noviembre de 1783.
Fuente: La Amiga, Domingo Muñoz (1901). Foto cedida por la Universidad de Jaén
[ ...] La escuela de dibujo fue establecida por algún tiempo. Sus alumnos han
sido premiados como los de las escuelas públicas de leer y escribir, y lo mismo las
maestras y las niñas, que han aprovechado en ella en la lectura y doctrina christiana;
y haviendo debido a la piedad de S.M. le cediese la casa seminario que fue de los
exjesuitas para sus juntas, y no pudiendo poner por falta de fondos las fábricas de
texidos de la lana de que es capaz este extenso y magnífico edificio, trató con don
Marcos de Andueza, que tenía hecho el asiento de dar el vestuario del exercito en
Andalucía, y logró que estableciese en dicha casa fábrica de paños, baietas y sargas
y lienzos, velando la Sociedad para la perfección de la obra, premiando a los oficiales
e hilanderas que se aventajaban, hasta fines del año próximo pasado en que dicho
Andueza retiró su fábrica, por lo qual siendole inutil a la Sociedad dicha casa, y aun
perjudicial por lo mui costoso de sus reparos, se verá en la precisión de no poderla
9
Catastro de Ensenada. Respuestas Generales de Baeza. A.H.P.J., L.º 7627.
10
Gazeta de Madrid, 22 de octubre de 1776.
Durante las Juntas generales del mismo año se expuso una cotonía hilada la
mayor parte por la mano de una buena madre de familia de la primera distinción, para
que sirva de exemplo a las demás, y la finura, igualdad y limpieza de este texido
mereció el aplauso de todo el concurso, y más quando supo que esta señora ofrecía
12
un premio a la persona que pusiese corriente un nuevo telar de lanas [...] .
Estas fueron las realizaciones más sobresalientes, en cuanto a la
educación de las mujeres de las dos Sociedades Económicas instaladas en la
provincia de Jaén, pero la decadencia de las Sociedades, los criterios
ideológicos del siglo XIX y lo arraigado de una mentalidad tradicional, cortaron
en esta provincia los proyectos educativos a favor de la educación de las
mujeres.
Por lo que respecta a la enseñanza pública, para finales del siglo XVIII, el
Atlante español nos proporciona algunas informaciones de interés acerca de
las escuelas públicas de niñas de la provincia de Jaén.
11
A.H.N. Consejos, 1º 3.658, exp. 11.
12
Gazeta, 25 de noviembre de 1783.
Las escuelas que existen en Jaén son dos: una de leer y otra de escribir
costeadas por la Santa Capilla de la Purísima Concepción de María Santísima, sita en
la parroquia de San Andrés y regentada por los Srs. Pedro Eduardo de la Chica y
Miguel Jacinto de Alhama; otras dos, llamadas escuelas reales, que sostienen del
fondo de las temporalidades de los exjesuitas de la extinguida orden de la Compañía
de Jesús, a cargo de D. Fco. Molina y D. Bernardo López de Palma; una de leer y
escribir, costeada por los caudales del Refugio de niñas y niños huérfanos, de la que
es patrona la Ciudad, atendida por D. Nazario Arroyo, y cuatro de leer y escribir,
costeadas por los padres de los alumnos; sitas en la calle Mesa, cuyo profesor es D.
Jacinto Fernández; otra en la calle Maestra Baja, frente al convento de los Ángeles, a
cargo de D. Juan Muñoz; otra en la calle Espartería, a cargo de D. Fco. De Luna y la
cuarta en la calle Hurtado, a cargo de D. Joaquín Freire.
Por lo que respecta a Alcalá la Real, tenemos noticias de la existencia en
1801 de tres escuelas (Oria Rodríguez, J. 1978) «dotada la primera a cargo de
los propios, la segunda por el convento de Religiosos Dominicos y abierta la
tercera por un maestro particular a expensas de las atenciones de sus
discípulos»15. En las aldeas de Charilla y La Ribera en 1840, se concede una
dotación anual de 50 ducados a don Antonio Jódar, maestro de Charilla, y se
acuerda dar igual dotación a la maestra16.
13
Existen escuelas en Jaén, Baeza, Andújar, Arjona, Úbeda, Martos, Cazorla, Torredonjimeno,
Villanueva del Arzobispo, La Carolina, Castillo de Locubín, Huelma, Cabra, Iruela, Vilches, Bedmar,
Pegalajar, La Guardia, Baños, Lopera, Mengibar, Torredelcampo, Carchelejo y Segura de la Sierra
14
Título VIII del Plan y Reglamento General de Escuelas de febrero de 1825. Antes de 1829, cuando se
habla de escuelas normales, se refieren a aquellas escuelas primarias que cumplían con la normativa
con respecto al número de alumnos, maestros y organización.
15
Libro de Actas de Sesiones del Cabildo de 1801.
16
Libro de Actas de Sesiones del Cabildo, 11 de julio de 1840.
[...] Sres. del mui Iltre. Aiuntamiento Constitucional de esta ciudad de Baeza: Los
infraescriptos Catedráticos de Latinidad, Rector y Maestros de primeras letras, ante
Vssas con el devido respeto hazen presente. Que siendo de los Aiuntamientos
Constitucionales cuidar de los establecimientos de educación pública según lo
previene el artículo 321 de la Constitución política de la Monarquía española, se allan
el de latinidad y primeras letras de esta ciudad, establecidos por orden superior con
caudales destinados al pago de los profesores en ambas facultades, en un total
abandono porno haver pagado los Administradores de los referidos caudales, hacen
más de dos años, los haveres correspondientes a sus respectibos empleos, sin cuia
zircunstancia, no es davle los haia, sufriendo tantas repulsas, cuantas veces an
llegado a pedir sus salarios personales; negandoles asta la esperanza de poder
covrar poraora. Respondiendo no exsisten fondos, deviendo haverlos talbez. [...]
Baeza y Abril de 1813. Juan Antonio de Luna; Gavriel Relinpio; D. Luis Martínez,
17
Rector; José Gámez; Francisco de Paula Romero; José García Chamorro .
17
A.D.P.J. Legajo 2759/57
10
11
[…] la utilísima enseñanza del dibujo y del adorno se dan entre las jóvenes de
todas clases mediante el influjo que el bello sexo tiene en el progreso, la invención y
el primor en la industria fina", los estudios "se realizarán en el convento de la Merced
de la calle Fuencarral", por las tardes, "a horas que están desocupadas, sin roce ni
comunicación alguna con los discípulos", la enseñanza corría a cargo de una "viuda
de notoria buena conducta, edad competente, instrucción y modales finos" que
actuase de "vigilante" para asegurar el buen comportamiento y decoro de las
alumnas. Los requisitos para la admisión consistían en conocimiento de la doctrina
cristiana, saber leer y tener conocimientos de "los principios de escribir", si bien estos
.
dos últimos requisitos no eran indispensables (Flecha, C., 1997)
El motivo principal de la creación de estos estudios era de índole
económica pues, como queda claramente reflejado en los artículos 16 a 20, se
esperaba que las escuelas fortaleciesen el desarrollo de la industria ligera en
España y se redujesen, por consiguiente, las importaciones.
18
Quintana, M. J. (1952). Informe para proponer los medios de proceder al arreglo de los diversos ramos
de instrucción pública. En Obras completas, Biblioteca de Autores Españoles, vol. 19. Madrid: Atlas, p.
12
19
La Real orden de 6 de octubre de 1819 había autorizado a abrir escuelas Lancasterianas por parte de
los Ayuntamientos, de las Sociedades Económicas o cualesquiera otras corporaciones o individuos.
13
Muy conveniente sería que los maestros, por medio de sus mujeres unos, y
otros valiéndose de sirvientas idóneas, agregasen en el mismo edificio, aunque en
salas separadas, una escuela de párvulos o una de niñas, a la elemental de niños; sin
que en ningún caso deba el maestro desatender ésta por un solo momento, pues en
ello faltaría al primer objeto de la instrucción, y correría el riesgo de que ni una ni otra
escuela estuviesen cuidadas debidamente, resultando que ambas fuesen malas.”
La Guía del Ministerio de la Gobernación registra la existencia de
«Escuelas de niñas», dos tercios de las cuales estaban dirigidas por maestras
sin título oficial. Según las estadísticas de 1846, muy pocas maestras tenían
título oficial, si las comparamos con los maestros.
La formación de maestras y maestros en la primera mitad del siglo XIX
Años Maestras sin título Maestras con título Maestros sin título Maestros con título
1846 1241 6847 5937
1850 2195 1871 6601 7157
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Geraldine Scanlon
Educación de las mujeres en Jaén durante la primera mitad del siglo XIX.
14
[...] Una cosa hay que lamentar en medio de los grandes adelantos que se
hacen para mejorarla (la Instrucción pública), y es, que mientras se atiende a la
instrucción de los varones, la de las niñas está poco menos que abandonada aun en
las capitales de partido.[...] Hay muchas de diferentes categorías, pero ninguna está
bien montada y según exigen los adelantos de la civilización. Esta falta es muy
notable y debía pensarse en cubrirla, sin que arredraran los obstáculos que pudieran
ofrecerse”.(Madoz, P.1845:513).
Si hacemos caso a lo atestiguado por Madoz en 1842, la situación, por lo
que se refiere a la Instrucción pública de la provincia, ha variado
considerablemente, con respecto a comienzos de siglo:
20
Real Decreto de 29 de octubre de 1835 inserto en el B.O.J., 20 de abril de 1836
21
B.O.J., 20 de abril de 1836.
15
16
20 32
6 6 Esc. Pub. Incomp. Niños
10 0
9 Esc. Pub. Incomp. Niñas
0
Alcalá la 0 0 0 0 1 24 9 123
Real
Andújar 4 284 0 0 0 0 18 363
Baeza 5 156 0 0 0 0 13 347
Carolina 0 0 0 0 1 112 5 215
(La)
Cazorla 0 0 0 0 0 0 2 75
Jaén 5 287 0 0 1 20 6 110
Huelma 0 0 0 0 0 0 3 58
Mancha- 0 0 0 0 0 0 2 90
Real
Martos 4 307 0 0 0 0 15 427
Segura de la 0 0 0 0 0 0 0 0
S
Úbeda 3 131 0 0 0 0 6 221
Villacarrillo 0 0 0 0 2 118 5 100
TOTALES 21 1165 0 0 5 274 24 2129
17
25
Esc. Elemen. Niños
24
Nº de Escuelas
20 21
Esc. Elemen. Niñas
15
Esc. Incompleta
10 Niños
Esc. Incompleta
5 0 5 Niñas
18
Partidos Almas Vecinos Total Relación Niños Niñas Total Maestros Maestros Maestras Maestras
Judiciales escue vecinda- con título sin título con título sin título
l. rio
Alcalá la 25922 6786 19 1 p. 357 447 191 638 5 3 1 10
Real
Andújar 25816 6607 31 1 p. 213 1059 438 1497 11 1 0 19
Baeza 27967 7513 30 1 p. 250 1149 402 1551 15 0 3 12
Carolina 16443 4360 18 1 p. 242 535 389 924 5 4 0 9
(La)
Cazorla 16910 4566 7 1 p. 652 435 75 510 4 1 0 2
Jaén 26490 7139 20 1 p. 357 929 124 1053 11 3 0 6
Huelma 14387 3910 12 1 p. 326 430 74 504 6 2 0 4
Mancha- 18806 5075 14 1 p. 363 424 206 630 5 3 1 5
Real
Martos 32759 8875 32 1 p. 277 874 452 1326 16 0 0 16
Segura de 17844 4611 12 1 p. 384 548 0 548 4 8 0 0
la Sierra
Úbeda 24434 6293 14 1 p. 450 796 221 1017 8 0 0 6
Villacarrillo 18500 4737 14 1 p. 338 584 100 684 7 2 0 5
TOTALES 266287 70472 223 1 p. 316 8210 2672 10882 97 27 5 94
100
90 97 94
Maestros con título
80
Nº de Escuelas
19
Por otra parte, mientras que los niños que acuden a las escuelas de la
provincia representan un total de 8.210, las niñas son 2.672 y, por lo que se
refiere a su profesorado, advertimos una inversión en las cifras cuando
analizamos la preparación del mismo, ya que, mientras los maestros titulados
son 97, los sin título son 27; por el contrario, en el caso de las maestras, las
tituladas son 5, frente a 94 sin titulación. A este análisis hay que añadir que las
cinco maestras con titulación se reparten entre Alcalá la Real (1), Baeza (3) y
Mancha Real (1). Hay partidos judiciales donde se iguala el número de
maestros y maestras, este es el caso de Baeza (15 en ambos casos) y Martos
(16 en ambos casos), pero en el caso de Baeza los 15 maestros son titulados
mientras que entre las maestras 12 de ellas no poseen título; caso semejante
es el de Martos donde los 16 maestros tienen título frente a las 16 maestras
que no lo tienen. La peor situación la ofrece la comarca de la Sierra de Segura
donde no figura ninguna maestra ni tampoco ninguna niña escolarizada.
20
Estas escuelas (las elementales) se establecen para la masa general del pueblo,
y tienen por objeto desarrollar las facultades mentales del hombre, suministrando los
conocimientos necesarios a todas las clases sin distinción. Las superiores no se
establecen para todos; se destinan a una clase determinada aunque numerosa, cual
es la clase media; y los conocimientos que en ellas se comunican no son
indispensables para la clase de los pobres [...].
Como vemos, queda claramente de manifiesto que la educación en la
primera mitad del siglo XIX es una cuestión de clase social, pero también de
sexo.
Muy conveniente sería que los maestros, por medio de sus mujeres unos, y
otros valiéndose de sirvientas idóneas, agregasen en el mismo edificio, aunque en
salas separadas, una escuela de párvulos o una de niñas, a la elemental de niños; sin
que en ningún caso el Maestro deba desatender ésta por un solo momento, pues en
24
ello faltaría al principal objeto de la instrucción [...] .
No resulta extraño que en 1842 tengamos 94 maestras sin titulación en la
provincia de Jaén y solo cinco sean tituladas puesto que ni la mentalidad de la
época ni la normativa pedían más.
22
B.O.J., de 20 de octubre de 1849.
23
Colección Legislativa de Instrucción Primaria. Reglamento de Escuelas Públicas de Instrucción
Primaria, de 26 de noviembre de 1838. Madrid, Imprenta Nacional, 1856:12-36.
24
Colección Legislativa. op. cit, Tomo I, 1-40
21
22
1841 1860
Total % Total %
Hombres 2.621.988 39,2 2.730.572 35,1
Mujeres 615.259 9,2 1.105.127 13,9
Total 3.237.247 24,2 3.835.699 24,4
Fuente: (Rivera Balboa, B. 2013: 172)
23
24
25
El aprendizaje de la higiene tiene un marcado carácter utilitario en tanto el Estado considera a la mujer
como el mejor instrumento para extender el mensaje higiénico: prevenir la salud tanto física como
espiritual de los individuos, aplicándolo en su ámbito propio que es el hogar.
26
Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, y en general los intelectuales del grupo institucionista
Torres Campos, Labra, por citas algunos se habían manifestado en este sentido.
25
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29
Para 1873 tenemos los datos que nos ofrece el Boletín Oficial de la
provincia de Jaén que recoge los 99 municipios existentes así como las aldeas
que forman parte de los diferentes partidos judiciales y establece el número de
escuelas públicas existentes en la provincia que son 161, en el caso de las de
niños, y 149, en las de niñas, es decir un total de 310 escuelas públicas
Municipios de la provincia de Jaén y número de escuelas públicas de niños y niñas en 1873
Pueblos Nº de Escuelas de
NIÑOS NIÑAS
1. Albanchez 1 1
2. Alcalá la Real 3 3
Charilla 1 1
Santa Ana 1 1
Rivera 1
Cantera Blanca 1
3. Alcaudete 2 2
4. Aldeaquemada 1 1
5. Andujar 3 3
6. Arjona 2 2
7. Arjonilla 2 1
8. Arquillos 1 1
9. Baeza 4 3
10. Bailen 3 2
11. Baños 2 1
12. Beas de Segura 2 2
13. Bedmar 1 1
30
31
32
Fuente: Boletín Oficial de la provincia de Jaén (nº 128, sábado 26 de abril de 1873)
27
ADPJ Leg. N.º 2767/45/3.
33
28
ADPJ. 1888. Centro ilustrativo de la mujer. Leg. N.º 2735/58
34
Este avanzado docente de Jaén tenía todo previsto, lo que enaltece más
si cabe su propuesta. También es de alabar que todos los profesores
estuvieran dispuestos en colaborar en este proyecto sin recibir ningún sueldo.
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AUGR caja 815
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AUGR caja 815
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AUGR caja 818
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AUGR caja 811
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Colegio privado establecido en la Calle de Cánovas del Castillo, nº 54 de Linares y dirigido por
doña Mª Jesús Carmona (1902). AUGR 08277/006
33
AUGR caja 815
42
OBSERVACIONES DEL INSPECTOR (versarán sobre los puntos que las requieran)
10. Tiempo dedicado cada semana a la instrucción de cada una de las secciones.
14. Dotación para el personal y material de la Escuela, fondos con que se paga, e importe de las
retribuciones de las niñas, en caso de ser pública.
43
(fecha
y firma
44
34
AUGR caja 811
45
Las asignaturas y los libros que se utilizan son los mismos en casi todas
las escuelas eran las siguientes:
Doctrina Cristiana por el padre Ripalda
Religión y Moral por Valle
Hª Sagrada por D. José Mª Galindo o por el abad Fleuri
Lectura: método de Flores, Naharro
Urbanidad y cortesía por D. Manuel Ruiz Romero
Consejos a las niñas por D. Benito García de los Santos
Juanitos por Valle
Aritmética por Ruiz Romero
Método de las primeras letras por D. José María Flores
Gramática por la Real Academia
Y Escritura por la Educación
Fuente: elaboración propia a partir de las visitas de Inspección realizadas a las escuelas de niños y niñas
de la provincia de Jaén en el último tercio del siglo XIX- AUGR.
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AUGR caja 811
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AUGR caja 811
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AUGR caja 811
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38
Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, y en general los intelectuales del grupo institucionista –
Torres Campos, Labra, por citar algunos- se habían manifestado en este sentido. Vid. Ballarín
Domingo, P. (1989). La educación de la mujer en el siglo XIX. Historia de la Educación, 8, pp. 255-
259.
51
Referencias bibliográfícas
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Deán Mazas» en Ilustración y Jaén. Jaén, U.N.E.D.
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Ballarín Domingo, P. (1989), «La educación de la mujer en el siglo XIX», en Historia de la
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Homenaje al profesor Coronas Tejada, Jaén: Universidad de Jaén.
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Cruz Rodríguez, M.ª Alcázar y M.ª Isabel Sancho Rodríguez, (2006), «La educación
femenina en Jaén durante el sexenio revolucionario», en Historia de la Educación.
Revista Interuniversitaria, n.º 25, 401-431.
52
53
54
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “Fall 2014” en el
seminario graduado “Spanish 575 (Spanish Drama)” que forma parte del programa de M.A. en
Spanish de California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer este trabajo surgió
durante el curso, magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-Ruscalleda. Aprovecho
este espacio para mostrarle al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero agradecimiento por
haber hecho posible que este trabajo vea la luz. Esta empresa solo ha sido posible gracias a la
confianza ciega que el Prof. Mallorquí-Ruscalleda siempre ha depositado en mi trabajo, a la vez
que por su inestimable, generosa e incansable ayuda desde la misma confección del abstract,
pasando por la supervisión, coordinación, corrección y edición que de todas las versiones
previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo, cualquier error que permanezca
es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier opinión expresada en
este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es responsable ni
suscribe ninguna de mis aseveraciones.
Entre estos puntos clave existen conexiones que no pueden ser mera
coincidencia. Pongamos en contraste a Yerma y a Juan; ella desea ser hombre y
el no se comporta como hombre. He aquí una de las primeras rebeldías contra la
Iglesia, las tradiciones y por consiguiente por lo estipulado. De acuerdo con las
enseñanzas y prácticas religiosas estos comportamientos son pecaminosos.
Están abriendo una puerta prohibida, dando espacio a una diversidad tanto de
género como de liberación; de pensamiento individualizado, no impuesto.
Aunque Yerma al igual que Brígida vive en un mundo regido por figuras paternas
y normas que dictan el comportamiento de la mujer imponiendo un
comportamiento de obediencia. El cual delinea el espacio femenino
estrictamente al hogar, ya que de esta manera conserva su honra y por
consiguiente la de su marido. Sin embargo, Yerma continuamente sigue un
comportamiento desafiante, no es mujer de casa ni mucho menos sumisa. Ella
sale de la casa aunque Juan le dice que no lo haga, que él le traerá todo lo que
ella necesite. La verdad es que no sólo sale de su casa sino que también platica
con Víctor, cosa que en esa tradición es severamente juzgada y criticada. Yerma
“se aleja bastante del modelo de aceptación y sumisión […] cuestiona a su
marido […] es plenamente consiente de que los dos años transcurridos desde la
boda la han situado en el centro de los comentarios” (Nieva-De La Paz 160).
Irónicamente, el qué dirán juega un papel muy importante respecto al
comportamiento de la mujer ante las normas de sumisión, en este caso, las
críticas no deberían ser para Yerma, sino para Juan; pues no es un secreto, ya
que se sabe que él es el responsable de no poder concebir el hijo que ella tanto
desea. Sin embargo, solo puede haber un culpable y de ante mano no puede ser
el hombre, sino la mujer.
Ahora bien, tomemos a la Muchacha 2ª y a Brígida, la Muchacha 2ª es
rebelde, no le importa ni le preocupa en lo más mínimo las tradiciones, o lo que
diga la gente o si la consideran loca, le da lo mismo. A Brígida le pasa
exactamente lo mismo. Ella aparece representada como tonta, las tontas y las
Así poco a poco, tanto Brígida como Yerma iban avanzando hacia su liberación;
por medio de rebeldías y acciones nulamente tradicionales.
Las voces dramáticas tanto en Yerma como en “El árbol” dan a Yerma y a
Brígida actitudes no convencionales, aunque en ocasiones parezca lo contrario.
Éstas, aunque ya respiren un aire de independencia o libertad, todavía encajan
en ese parámetro de subyugación al necesitar o desear tener el hijo que la
sociedad les exige. Mary Nash, al referirse a la igualdad de género dice:
Ambas dicen que se casaron por obedecer a sus padres. Yerma incluso llega a
mencionar que se acuesta con Juan solo por engendrar el hijo, mas no por
placer. Todo esto indica que ellas, tanto en pensamiento como en acciones, son
los ideales perfectos de las sólidas tradiciones eclesiásticas y patriarcales; sin
embargo, estas voces dramáticas preocupadas por la vida especialmente de la
mujer y los tratos a estas, nos muestran mujeres que contradicen lo anterior. Le
dan un giro total al comportamiento de las protagonistas de ambos textos al
exigir la atención de sus maridos, y sobre todo lo que se consideraba todavía un
tabú entre la mujer, al ellas desear placer íntimo con sus respectivos esposos.
Yerma recuerda momentos vividos con Víctor al platicar con la vieja 1ª:
Ella anhelaba de Luis cariño, intimidad e incluso un hijo. Los destinos de ambas
mujeres han sido decididos por figuras masculinas dominantes; ellas para poder
Las decisiones que toman tanto Yerma como Brígida, llegan a su punto
culminante en el momento en que deciden actuar y cambiar ese destino que se
les había impuesto por normas tradicionales. Brígida se libera precisamente con
la tala del gomero, lo que había sido su ancla durante su infeliz matrimonio, su
protección, ya no existe. Se ve forzada a tomar la decisión de marcharse, pues
ahora ella está sola e irónicamente es cuando más fuerte se muestra. Yerma
llega igualmente a ese punto que ya no puede más y llena de ira, coraje y rabia
Yerma se rehúsa a la resignación y a una vida tranquila sin hijos de la cual Juan
le habla, ella a esto responde: “Eso nunca, nunca. (Yerma da un grito y aprieta la
garganta de su esposo. Esta cae hacia atrás. Le aprieta la garganta hasta
matarle…) (Lorca 226). Ahora tanto la una como la otra ya han tomado acción
de liberación, pero en realidad ¿de qué se han liberado? Las tradiciones e
imposiciones siguen latentes y presentes incluso después de la supuesta
liberación. Las dos son “libres”, sí, son libres de la opresión marital, pero
socialmente van a seguir siendo marginadas especialmente por los actos de
rebeldía cometidos contra instituciones tan sólidas e irrefutables como lo son la
Iglesia y las tradiciones sociales de todo un país; ahora serán víctimas de la
opresión social, especialmente en un país como España, el cual admite la
necesidad de igualdad de género, aunque con ciertas restricciones. Nash cree
que en un país Católico:
El discurso de la domesticidad amparó en términos políticos la noción de una
ciudadanía diferenciada por género…una ciudadanía política para los varones y
una ciudadanía social para las mujeres (Johnson 614).
Bombal, María Luisa. "El Arbol" Santiago de Chile: Edit. Andrés Bello, 1998.
Print.
García Lorca, Federico. Yerma. New York: New directions pub, 1955. Print.
Smith, Philip. "The Rescue Narrative in Social Theory." Thesis Eleven 70 (2002):
118-26.
fehaciente de lesbofobia.
experiencia de las personas interpeladas por esa identidad, en oposición, [...] con
heterocentrica-patriarcal.
feministas y lésbico-gay iniciados hacia la segunda mitad del siglo XX. Éstos,
vieron en las letras una posibilidad de plasmar sus fantasías eróticas y vistas
Se tienen vestigios que desde la antigüedad clásica, alrededor del 600 a.C.,
tuvieron origen los primeros textos lésbicos. Se atribuyen a Safo las primeras
59) es muestra de que el amor descrito en sus textos era aquel que profesaba
expresaran su amor hacia otras mujeres. El género epistolar sirvió para que, en el
siglo XII, una monja del monasterio de Tegersee, en Braveria, expresara el dolor
dichos versos:
décima musa siempre quiso ser hombre y que, incluso, llegó a travestirse bajo el
creación literaria y que vio en la vida del monasterio una forma de tener acceso a
2
En el libro Intento de psicoanálisis de Juana Inés y otros ensayos Sorjuanistas (1988), Fredo
Arias de la Canal expone, a través del uso de la teoría de Freud, la presunta homosexualidad de la
décima musa. A través de ese estudio, el autor se cuestiona sobre las declaraciones de un amor
ambiguo insertos en sus versos.
Por otro lado, en el texto Arrebatos carnales (2009), el historiador Francisco Martín Moreno
ficcionaliza la relación entre María Luisa Manrique de Lara Gonzaga y Luján, XI condesa de
Paredes de Nava, y la Décima Musa: Juana de Asbaje y Ramírez Santillana.
una posible relación lesboerótica entre ambas:3 “Ser mujer, ni estar ausente,/ no
es de amarte impedimento;/ pues sabes tú, que las almas/ distancia ignoran y
sexo” (de la Cruz, 2009: 27), o bien: “Tú eres Reina, y yo tu hechura; tú deidad, yo
Mientras yo le pido a Dios,/ que te acuerdes, gran Señora,/ que nací para ser
tuya,/ y aunque tu no lo conozcas” (de la Cruz, 2009: 60). Con estos versos, Sor
vínculo afectivo establecido con la virreina, instituyendo así las primeras líneas, en
las letras mexicanas, de una mujer que demuestra su admiración a otra mujer.
el XIX, por ejemplo, Dolores Guerrero, antologada por José María Vigil en Poetisas
3
No es gratuito que el género que se les atribuya a las lesbianas sea el de la poesía, ya que éste
es un género que le permite, al que escribe, expresar sentimientos de manera más íntima, además
de ser marginal; mientras que la narrativa es menos libre por pertenecer a un mercado
industrializado.
femenino:
lesbianismo”, cita a Rey David Rubalcaba quien hace una distinción entre literatura
para reconocer a una literatura de corte lésbico, basta con cuantificar qué
cantidad de mujeres tienen sexo, o más aún, si los personajes principales
tienen relaciones sexuales entre ellas o no. Eventualmente, no es tan fácil
reconocer […] el contenido lésbico, ya que entre mujeres siempre hay
más contacto físico y cariñoso, por lo que no sólo es complicado
identificar un texto lésbico si no más complicado aún es saber quién lleva
una vida lésbica en el mundo real, aunque no se pueden dejar pasar tan
fácilmente las pistas obvias y claras de alguien que es de «ambiente» (cit.
pos. Castillo, 2008: 3-4).
4
Olivera Córdova explica que este poema sugiere “la feminización del objeto masculino de deseo,
como ocurre en otros poemas de Dolores Guerrero: aunque –agrega la autora– es inútil entrar en
especulaciones en torno a la razón de este recurso que no llevarían a ninguna conclusión
sustentada” (Córdova, 1999:42).
de las lesbianas a principios del siglo XX, plantea cuáles son las dos posibilidades
principios del siglo pasado. Fue en 1903 cuando Federico Gamboa en Santa,
novela que gira en torno a una prostituta, presenta a una mujer homosexual: la
5
término personaja, utilizado por Consuelo Meza Márquez en Utopía feminista. Quehacer de
cuatro narradoras mexicanas contemporáneas (2000), y retomado por María Elena Olivera
Córdova, para referirse a los personajes femeninos creados por la pluma de una mujer. Este
término hace énfasis en la transgresión lingüística, elemento significativo en la narrativa sáfica.
Elena Madrigal, en “Un carnaval para el yo lésbico: los cuentos de Gilda Salinas” (2011), apunta
que: “[l]a crítica literaria del corpus de tema lésbico en México debe la adopción del término
“personajas” a María Elena Olivera […], quien a su vez lo retomó de […] Amora, de Rosamaría
Roffiel […]. El hacer explícito el género de los sujetos ficcionalizados es parte de la rebeldía socio-
lingüístico-sexual que permea la novela […]” (Olivera, 2009: 93).
está empeñada en que yo la quiera más que a cualquier hombre, ¿se habrá vuelto
Rivera Garza publica Nadie me verá llorar (1999) ubicada en la década de los 20;
6
Cristina Rivera Garza anota sobre la obra de Gamboa lo siguiente: “En 1903, el escritor y
diplomático mexicano Federico Gamboa publicó Santa, su novela más vendida. Basada en
experiencias de su vida y utilizando los recursos del naturalismo literario, Gamboa describió con
detalle la caída en la concupiscencia de la muchacha de Chismalistac cuyo nombre por sí solo, a
decir de doña Elvira, la dueña de la casa de citas, le aseguraría ganancias enromes. La novela
ganó fama de atrevida, y los hombres letrados de la clase media pagaron con gusto por la historia
para verse reflejados en sus páginas y lavar su corazón con un perdón tardío” (Rivera, 1999: 160).
Rivera Garza no sólo refleja las pasiones lésbicas en una época en la que
ni siquiera se tenía una noción de qué era ser lesbiana, sino que también
un enfermo o un desviado.
acaecidas años atrás. A partir de ese momento, surgieron grupos que dignificaron,
7
Locutora, poeta, dramaturga, documentalista y activista que luchó por los derechos lésbico-gay;
tres años antes de la primera marcha escribió, junto con Monsiváis, el “Manifiesto en defensa de
los homosexuales en México” (1975); en 1974, fue artífice del Frente de Liberación Homosexual
(FLH), siendo la primera asociación de su tipo en México; en 1973, declaró su homosexualidad en
el noticiero 24 horas, mientras era entrevistada por el despido de un empleado de Sears por ser
homosexual.
8
El motivo de las marchas fue –y ha sido– terminar con la discriminación, hostigamientos sexuales,
despidos injustificados, negación de servicios públicos de salud, erradicar el linchamiento
mediático, así como la pugna contra el SIDA; estas movilizaciones impulsaron la salida masiva del
clóset, planteando que el verdadero dolor se centra en la homofobia.
ochenta y principios de los noventa; para él, “fue posible observar un fenómeno:
clandestina, mientras que las gaycidades persiguen una calidad de vida, antes que
una cantidad” (Lizárraga, 2003: 175). Los grupos homosexuales vieron en el SIDA,
llamado también cáncer rosa o cáncer gay, a su peor enemigo; fue entonces
cultura nacional; las historias de vida pasaron de ser acalladas a narraciones que
la diferencia.
Raquel Rivadeneira, una viuda que es seducida por otra mujer; Olivera analiza a la
aparece menos definida aún que La Gaditana (de Santa) y Soledad (de los Muros
de agua), entre otras cosas, dicha personaja ni siquiera tiene un nombre” (Olivera,
combatir su soledad, […] la narradora la percibe como una humana que sufre, no
por un rechazo tajante sino por el vaivén sentimental de Raquel, al que se somete”
el erotismo de personas que aman a personas del mismo sexo. Nancy Cárdenas,
dibujó seis mujeres distintas; una de ellas evidencia, a través de sus estrofas, una
1964 aparece la primera historia cuyo eje central es una personaja homosexual:
dulces de Beatriz Espejo, siendo las dos últimas las primeras en ser
Son cinco los textos fundacionales del tema lesbo y homoerótico: El diario de
de Rosamaría Roffiel y Dos mujeres (1990) de Sara Levi Calderón, todos ellos
tienen como común denominador mostrar personajes que, hasta entonces, habían
posmodernidad.
viraron la mirada hacia temas políticos, urbanos y denuncia; ciudad, clase media,
mass media, ironía, Historia, drogas, moda y religión fueron los temas en torno a
los cuales giraron las propuestas literarias; las temáticas se presentaron en forma
se cierra la etapa gris pos 68, con la guerrilla urbana y rural; se perciben
ya los desfases del estado priísta y la actuación de una sociedad masiva
dispuesta a cambiar […]. Entre 1980 y 1990, se preparó el terreno para el
arribo de la última década y la entrada del siglo XXI. […] lo sucedido es de
importancia para sopesar los procesos por los que ha pasado la literatura
de nuestro país y en concreto la narrativa (Rodríguez, 2012: 96-7).
[…] suele subvertir los discursos dominantes” (Raymond, 2002: 20). Bajo esta
como parte de una contracultura que impregna los ámbitos culturales y sociales.
como la primera novela mexicana en abordar el amor entre dos Evas de forma
explícita.
Guadalupe, una activista feminista, quien ayuda a mujeres que han sido violadas;
Historia literaria, aunque, según Antonio Marquet, en el artículo “La pasión según
Roffiel” (2001), Amora ocupó el tercer lugar de ventas en 1989, sólo después de El
de Laura Esquivel.
10
Vocablo que pertenece al argot de los grupos homosexuales que sirve para definir a las
personas heterosexuales.
literaria femenina de los ochenta, aquella que se atrevió a cuestionar los roles
patriarcales que le han sido conferidos a la mujer. Morna Dick, cita a Nuala
work and forging paths for self-exploration of the Mexican female subject in the late
Marisol Castillo, Marisol Pérez y Melissa Strong Carrillo (2013), la autora destaca
escritora. […] ha sido [complicado] para ella reventar toda esta capa de
ostracismo, de rechazo. Por ejemplo, a sus libros, un libro que se llama Amora, en
11
Su calidad como escritora la ha llevado a ser antologada en Atrapadas en la cama (2002), con el
cuento “El para siempre dura una noche de luna llena”, esta historia fue traducida al inglés como
“Forever Lasts Only a Full Moon” para The Vintage Book of International Lesbian Fiction (2010); en
Dos orillas. Voces en la narrativa lésbica (2008), se presenta “¿Quieres que te lo cuente otra vez?”,
y en Todas mis amigas son poetas (1983) están los poemas “Gioconda” y “Pida usted un deseo”;
además, fragmentos de su obra poética y narrativa aparecen en blogs que promueven la literatura
sáfica. Asimismo, su nombre aparece referenciado en el Diccionario de literatura mexicana. Siglo
XX (2000), Lesbian Histories and Cultures (2000), Mexico. An Encycolpedia of Contemporary
Culture and History (2004) y en Para entendernos. Diccionario de cultura homosexual, gay y
lésbica (1999). Thais Morales, en “Índice bibliográfico de literatura lesbiana en lengua española”
(2009), recupera el libro de cuentos, poemario y novela de Roffiel en un listado de las obras más
importantes de la narrativa lésbica en español.
donde la narradora, en primera persona, cuenta la vida de Valeria, una mujer que
Delfina - Fina, Finita, Infinita - y Leonor, dos amigas que establecen una relación
Gabriela Rábago Palafox, escritora de relatos de ciencia ficción, aborda cómo son
Por otra parte, Réquiem por una muñeca rota (cuento para asustar al lobo)
disyuntiva entre acatar los roles familiares de sumisión o transgredir las normas
(1998) cuenta el amor lésbico a través del espacio, siendo el club nocturno del
Distrito Federal el lugar para enmarcar el amor prohibido por la sociedad machista.
espirales de la luna (2008) y No hay princesa sin dragón (2004); éste último
historia toma tintes políticos y establece una crítica hacia el sistema político
mexicano y la represión no sólo hacia los jóvenes sino también hacia las
lesbianas.
historia de Maia, joven que se enamora de Adriana, quien tiene como único motivo
qué fue de Bonita Malacón? (2007) de José Dimayuga nos presenta la mujer más
nocturno (2007) María Luisa Medina hace una reflexión no sólo sobre el amor
(2013), Ana Francis Mor nos regala una guía cómica sobre las complejidades del
vida de las mujeres que aman a otras mujeres. Por su parte, Contarte en lésbico
que gira en torno a la figura de Sor Juana Inés de la Cruz; en ella, el autor da un
guiño hacia la sexualidad de Juana de Asbaje quien desde niña fue hostigada
María Luisa Medina en Miel azul (2012) da cuenta del amor entre dos
mujeres inmersa en una historia romántica en la que ambas tienen que sortear
una serie de vicisitudes para poder estar juntas; Crema de vainilla (2014) de
Artemisa Téllez es una novela corta que presenta una relación, basada en el
A partir del nuevo milenio, los temas lésbicos en la literatura han tenido un
se debe, también, a que “[e]stos discursos nos hablan de una escritura que se va
Olivera Córdoba explica que todas las obras tienen como común
amorosas, eróticas y/o sexuales entre mujeres, como subversión ante la sociedad
2009: 29).
frecuencia lo lesboerótico, se puede afirmar que existe una literatura sáfica que
que han sido vedados por el patriarcado; asimismo, esta literatura toma conciencia
El mayor logro de las escritoras sáficas ha sido la transgresión de las reglas que la
cotidianeidad de las mujeres que se atreven a contar su historia por encima de los
femenino, los estereotipos tradicionales sobre lo que debe ser una mujer
Bibliografía
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“Una charla con Elena Poniatowska.” Mester. 32: 72-84.
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1971, México: FCE. 319-20. Impreso.
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in Rosamaría Roffiel’s Amora, Sara Levi Calderón’s Dos Mujeres and Reyna
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México: CONACULTA.
Simonis, Angie. 2010. “Retratos en sepia: las imágenes literarias de las lesbianas
a principios del siglo XX” en Ellas y nosotras: Estudios lesbianos sobre
literatura escrita en castellano. Coord. Elina Norandi. Madrid: Eagles. 12-8.
“El salón era la meta más alta de la parisina, la satisfacción de sus años
maduros, la gloria adquirida con la edad. La mujer de París empleaba en él
toda su inteligencia, le sacrificaba cualquier otra ocupación; desde el momento
en que se había decidido a ello, no se permitía ningún otro pensamiento,
distracción, atadura, enfermedad o tristeza. Ya no era esposa ni madre, y
hasta su papel de amante ocupaba a partir de entonces un segundo puesto” –
Marie d’Agoult, escritora y salonière del s. XIX.
1. INTRODUCCIÓN
“un camino cuesta arriba pero positivo, en el que siglo tras siglo se ha
ido transformado tanto la visión de ella en la sociedad en todos los
aspectos de la vida (mujer, esposa, madre, ciudadana, etc.), como
su propia visión de género2”.
1
ZAMBRANO, M.; “La mujer en el Renacimiento” y “La mujer en el Romanticismo”,
conferencias pronunciadas el 19 de marzo y el 24 de marzo de 1940, respectivamente, en
Puerto Rico. Publicadas en revista Ultra (abril-mayo 1940), pp. 367-368 y 368-369.
2
CRIADO TORRES, L.; “El papel de la mujer como ciudadana en el siglo XVIII: La educación y
lo privado” (Artículo de la Universidad de Granada – www.ugr.es), p. 4
3
ZAMBRANO, M.; Op. Cit., pp. 368-369.
4
CRIADO TORRES, L.; Op. Cit. p. 1
Para la elaboración de su libro “Los salones Europeos: las cimas de una cultura
femenina desaparecida”, Verena von der Heyden-Rynsch se sirve de
numerosas biografías de importantes mujeres de las altas esferas de los siglos
XVII hasta el XIX, quienes crearon instituciones y casas de este tipo, y una de
estas figuras es la Reina Cristina de Suecia. Recibió una educación excelente
que la hizo dominar numerosos idiomas y escribir sus propios aforismos, así
como escribir correspondencia y mantener amistades con eruditos europeos
tales como René Descartes. Tenía un gran interés por la corte francesa y sus
damas; y después de unas disputas en palacio, pues era reacia a contraer
matrimonio con quienes los altos cargos deseaban, abdicó en su primo y se
Así, llegamos al punto que nos interesa: algunas damas de alta cuna, como
estas fundadoras de casas, conventos y academias, fueron también grandes
mecenas con aspiraciones sociales y políticas, preparando el terreno para
favorecer la creación de los salones en los que el diálogo armónico y el ocio se
convirtieron en arte y símbolo de elegancia para la nobleza.
Las clases más adineradas del momento, como sucedía en la antigua Grecia o
en general durante toda la historia, podían dedicarse al ocio y a la
contemplación por completo. La situación de la mujer campesina era
terriblemente peor, estando a años luz de cualquier posible comparación. Las
mujeres de noble cuna organizaban salones para intercambiar sus ideas,
debatir sobre alguna lectura o sobre la política del momento o, simplemente,
charlar mientras disfrutaban de una agradable velada adornada con la melodía
de un piano que se situaba en la misma estancia. La mujer, marquesa o
madame, era la encargada de las invitaciones y la organización. Su papel
resultaba principal, era la guía o intermediaria en la lectura de textos o el
debate crítico entre sus amigos los asistentes. Verena sitúa a la salonière como
8
Ibíd.: p. 13
9
Ibíd.: p. 16
Mientras, fuera del salón parisino, recurro de nuevo a Lucía Criado11 pues no
olvida al pueblo llano en su análisis: las clases populares están dedicadas al
trabajo por subsistir y en su poco tiempo libre se reunían en su particular
“salón” o institución al aire libre: el paseo por las praderas o la excursión al
campo, donde hombres y mujeres de clases menos acomodadas también
socializaban entre sí en un ambiente no hostil, de amistad y cierta igualdad y
respeto.
10
Ibíd.: p. 16
11
CRIADO, L.: Op. Cit. p. 6
12
http://es.wikipedia.org/wiki/H%C3%B4tel_de_Rambouillet.
El lema de este preciosismo fue el igual mérito de las mujeres y los hombres, lo
que hace capaces a las primeras de desempeñar las mismas funciones y
tareas que los segundos. Además, debido a que han estado privadas de toda
13
AMORÓS, C. y COBO, R.; “Feminismo e Ilustración”, en: AMORÓS, C. y DE MIGUEL, A.;
(ed.) Teoría feminista: de la Ilustración a la Globalización, I: De la Ilustración al Segundo Sexo,
Madrid, Minerva Ediciones, 2005.
14
HEYDEN-RYNSCH, V.: Op. Cit. p. 40
Von der Heyden-Rynsch enmarca la época de auge del Hôtel Rambouillet entre
1638 y 1645; aún estamos anclados en pleno siglo XVII pero se está gestando
el movimiento cultural de los salones que se extendería pronto con la
Ilustración por toda Europa hasta comenzar su decadencia en el Romanticismo
tardío. Así, durante los años que duró este salón, tanto la marquesa de
Rambouillet como las “preciosas” se encargaron del refinamiento de una
sociedad que había sido inhumanizada o embrutecida por las numerosas
Guerras de Religión que se sucedieron en Francia. Pero, finalmente, debido a
demasiado formalismo, artificio y “decoración” en la conversación; que
podríamos entender quizás como de una forma pomposa –lo que motivó a
Molière a criticar a las preciosas en “Las preciosas ridículas15”- llevaron a una
exageración que acabó con la vida de la conversación emancipadora, y con
ello, a la decadencia de este salón. Pero, en conclusión, el salón en el Hôtel de
Rambouillet sirvió de ejemplo y modelo de educación sociocultural, sería en
numerosas ocasiones imitado por ello; contribuyendo de forma decisiva a la
perfección personal individual, a la eliminación de las diferencias estamentales
y al cambio en el papel del artista que pasa de pintar por encargo a ser un
profesional que exponía sus obras.
15
En esta obra, lo que Molière caricaturiza es la capa más superficial del movimiento del
preciosismo; es decir, en palabras de Verena von der Heyden-Rynsch: “la pomposidad vacía
de frases sin sentido”. Los excesos en el trato de la lengua hacia un refinamiento extremo o
incluso rozando la pedantería es el objeto de la crítica de Molière; quien decía que las mujeres
en los salones simplemente hablaban de forma pomposa sobre novelas de amor, sin saber
quizás siquiera sobre lo que estaban hablando.
16
CRIADO, L.: Op. Cit. p. 7
17
Sus diecisiete artículos se pueden consultar en PULEO, A. (ed.): La Ilustración olvidada: la
polémica de los sexos en el siglo XVIII / Condorcet, De Gouges, De Lambert y otros. Anthropos
/ Comunidad de Madrid, Barcelona / Madrid (coedición con la Dirección General de la Mujer),
1993. pp. 153-160
18
PULEO, A. (ed.) Op. Cit. pp. 135-139. Tras la Revolución Francesa los contenidos de los
periódicos dirigidos a mujeres cambian hacia un interés político y de tendencia feminista;
defendiendo los derechos de la madre soltera, el divorcio, y el derecho de voto para las
mujeres.
19
Ibíd.
Madame de Tencin (1682 – 1749) vivió en los años en que París “había
alcanzado la categoría de capital del espíritu y del placer”.21 Muchas mujeres
contaban con su propio salón y en él recibían a quienes gustaban, cuanto más
famosos mejor. Voltaire era un gran admirador de estos salones, en los que
eran recibidas con los brazos abiertos sus ideas Ilustradas sobre el progreso y
la lucha por la libertad de expresión que llegaba desde Inglaterra22. Acudir a
salones era un nuevo modo de vida basado en la curiosidad intelectual que no
se satisfacía nunca, y ya habían pasado de ser salones literarios a ser salones
de conversación motivados por las novedades que traía consigo la
Enciclopedia. Un ejemplo fue el naciente interés por lo universal por encima de
lo particular, que creó por lo tanto una homogeneidad de tema entre todos los
salones que se crearon por Europa.
20
Ibíd. pp. 109-134
21
HEYDEN-RYNSCH, V.: Op. Cit. p. 53
22
Ibíd.: p. 55: “La anglomanía que se apoderó de Francia en el siglo XVIII comenzó en los
salones de París”.
Madame Tencin demostró a los catorce años que podía ser toda una salonière
y que no hacía falta tener de un salón para ello. Fue encerrada por su padre en
un convento de monjas dominicas y allí fue donde atrajo a sus visitantes
gracias a su despierta inteligencia. Tras la muerte de su padre, se liberó de sus
votos y comenzó a conocer a numerosas personalidades influyentes que
conformarían su posterior salón. Fruto de una corta relación tuvo un hijo, el
enciclopedista D’alembert, quien fue abandonado en una iglesia y que odiaría
por ello a su madre de por vida. Madame Tencin llevó una vida libertina junto a
su hermano, sin levantar demasiado escándalo. Fue una ferviente seguidora de
toda literatura y sus visitantes destacaban de ella cualidades como su
inteligencia despierta, su agudo cinismo y su gracia corrosiva, y a su salón
acudían jesuitas, arzobispos y cardenales, postulando a lo largo de toda su
vida el desafío de la “idéntica dignidad de las inteligencias”24
23
PULEO, A. (ed.): Op. Cit. p. 18
24
HEYDEN-RYNSCH, V.: Op. Cit. p. 68
25
Imagen obtenida de la web francesa: http://lastel-histoire-geo.wifeo.com/
26
CRIADO TORRES, L.; Op. Cit. p. 5
6. EL ROMANTICISMO
27
Llegó a apoyar la edición de L'Encyclopédie junto a Madame de Pompadour y otras
personas.
28
HEYDEN-RYNSCH, V.: Op. Cit. p. 70
29
Op. Cit. p. 114-144
30
Ibíd. p. 144
31
No hay que olvidar el auge en este movimiento de la literatura sobre el imaginario que se
llena de monstruos y seres extraordinarios: Doctor Jeckyll, Frankenstein, Carmilla, Drácula…
finalizando quizás con la sobrenatural historia de Dorian Gray en 1890.
32
HERNÁNDEZ ARIAS, J. R. (ed.): Cuentos fantásticos del romanticismo alemán. (Serie
Colección Gótica) Valdemar, Madrid, 2008.
33
DE MIGUEL ÁLVAREZ, A.: El feminismo en clave utilitarista ilustrada: John S. Mill y Harriet
Taylor Mill; en: AMORÓS, C. y DE MIGUEL, A. (eds.): Op. Cit. pp. 174- 209.
34
AMORÓS, C. y DE MIGUEL, A. (eds.): Op. Cit. p. 251
Madame de Staël (1766 - 1817) “encarnó como ninguna otra saloniére francesa
de su época a la mujer ilustrada, de formación universal y al mismo tiempo
atrevidamente romántica”35. Amante de Benjamin Constant y enemiga de
Napoleón, tuvo un pensamiento agudo e independiente y era muy culta,
fascinando a la vez que aterrando a la república de eruditos. Con quince años
ya había escrito reflexiones sobre importantes escritos filosóficos de Rousseau
y Montesquieu. Se casó mediante un matrimonio de conveniencia como era
típico en la época y se dedicó en cuerpo y alma a su salón y a la redacción de
su periódico cultural. En su salón ya predominaba el debate político, hablaban
sobre la constitución inglesa, considerada modelo político a imitar. Por ello, era
progresista aunque continuaba siendo muy partidaria de la casa real francesa,
lo que le originó algunos problemas que la hicieron exiliarse hasta 1801,
volviendo para montar un nuevo salón crítico con Napoleón, traidor a la
Revolución. Sus intereses en este momento se dirigieron hacia Alemania y sus
románticos: Goethe fue siempre su escritor favorito y llegó a conocer a Schiller.
Llevando a la práctica la teoría de los salones de la sociabilidad europea viajó
por Roma, Venecia, Suiza, Londres y muchas otras ciudades, siempre
acompañada de su “salón móvil”.
El primer salón judío propiamente dicho fue el de Henriette Herz37, que tenía un
carácter doble: su marido reunía a las élites intelectuales y ella se encargaba
de las jóvenes interesadas en literatura. Al final predominó la tendencia literaria
gracias al Sturm und Drang. Los alemanes continuaban mostrándose reacios a
la relación con los judíos, y aunque los primeros acudían a salones como el de
Henriette, nunca invitaban a sus grandes palacios a los hebreos.
36
Ibíd.: p. 124
37
Ibíd.: p. 127
“la identidad de aquella judía genial estaba marcada, más que por el
desgarro existencial del romanticismo, por el hecho de verse a sí misma
como una marginada social”.39
Rahel consideraba como origen de sus males el hecho de ser judía, en vez de
por ser mujer, así que intentó solucionarlo mediante un matrimonio con un
noble prusiano. Tras la victoria de Napoleón en 1806, Rahel cierra su primer
salón pues la gente los evitaba al ser lo alemán lo único verdaderamente
importante. Rahel no aceptaba la nueva actitud antifrancesa del momento y
hubo de esperar a 1819 para reabrir su salón en Berlín, punto de encuentro de
pensadores y artistas selectos en los que seguía rindiendo homenaje a Goethe.
Al estar más controlado por la censura, el debate político libre adquirió más
atractivo que en el primer salón. Heinrich Heine habló sobre Rahel que “sepultó
los viejos tiempos, haciendo de partera de los nuevos”40. Compartió con ella la
crítica hacia el sentimentalismo de los salones berlineses tras la victoria de
Napoleón, hacia los grupos conservadores y hacia los que destruyeron la
liberalidad cosmopolita. En contra, propuso conversaciones inteligentes y
críticas que trasladasen lo cotidiano a las charlas de los salones. Lo importante
era favorecer el trato humano y que en cada reunión en el salón se hablase de
algo nuevo que diera pie a nuevas y atractivas reflexiones vitales.
42
Verena von der Heyden-Rynsch habla en la página 202 (Op. Cit.) de forma breve de las
tertulias privadas organizadas por José Ortega y Gasset, destacando que la mayoría de sus
invitados eran varones salvo en exclusivos casos.
ARTÍCULOS:
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo realizar el análisis del soneto titulado A
ciascun’ alma presa, e gentil core. Primera composición poética de la Vita Nuova de Dante,
esta pieza ejemplifica el sentir inherente a la obra del autor toscano, manifestando el
sentimiento del Amor hacia la donna Beatrice.
Palabras clave: Dante Alighieri. Análisis poético. Donna Beatrice. Vita Nuova.
Dolce Stil Nuovo.
Sus encuentros se dan en tres ocasiones, en las que el contacto físico es nulo:
pese a que en estos no se llega a intercambiar palabra, Dante la convierte en su musa, la
dama que inspirará buena parte de sus composiciones.
Dante es un hombre de conciencia clara, pero que en política oscila entre varias
facciones (güelfos y gibelinos), lo que unido a su enemistad con el papado, le costará el
ser perseguido hasta el exilio (vivirá en las Cortes de distintos Príncipes y mecenas),
teniendo lugar su muerte en Rávena.
La lírica en este momento tiene como centro neurálgico la península italiana (en
origen, el centro es Sicilia). Este núcleo cultural condensará la escuela literaria que toma
el relevo de la escuela Cortés de la Provenza francesa.
Dolce stil nuovo es la denominación que hace Dante en la Divina Comedia para
designar esta tendencia.1 El impacto visual, el estilo, el tono de las composiciones, es
completamente distinto a las anteriores, aunque se siguen conservando elementos de la
tradición, aunándolos con las nuevas incorporaciones.
1
Concretamente, lo hace en la Divina Comedia, Purgatorio, XIV, v. 57, («Di qua dal dolce stil novo ch'
i' odo»).
Este sentimiento sincero, y la disposición bajo los dictados del amor, sumerge a
los autores en la denominación de grupo como Fideli de l’Amore. El amor se entiende
de manera trascendente, con un valor de experiencia personal. Están sujetos a la
inspiración, al rigor en el lenguaje y al matiz sensible. Poetizan sobre la mujer angelical,
con el objetivo de llegar a la perfección, basando su contenido en el amor, y orientando
su camino para experimentarlo con los sentidos y la razón, sometiendo totalmente su
voluntad.
La Vita Nuova recoge la producción lírica de Dante y la completa con notas del
autor sobre sus composiciones poéticas y el hilo narrativo que cuenta su historia de
amor por Beatriz; en un intento autobiográfico plasma en esta obra su itinerario
amoroso y vital unido incuestionablemente al de la donna, en el que alterna prosa y
verso en 42 capítulos y 31 poemas.
El objeto de esta obra es desgranar los motivos que considera como el origen del
amor, su esencia, ejemplificada en la propia experiencia del autor, que combina con
maestría sus dotes de poeta y narrador de su propia historia.
2
Dante se refiere con esta expresión a los recuerdos que, en forma de libro, agrupan sus vivencias, y
materializan las experiencias vividas con la llegada del amor, donde comienza su Vita Nuova (en el
capítulo I de la obra, figura la expresión Incipit vita nuova). Su sentido es la esencia del libro.
3
Este nombre, que designa a la amada de Dante, además tiene un significado que enlaza con las ideas del
Dolce stil nuovo sobre la dama: el nombre de Beatriz evoca su aspecto beatificante, su beatitud.
4
Si bien, las rimas corresponden al decenio 1283-1293. Posterior será la idea de darles unidad en una
obra completa que será la Vita Nuova, ya en 1292-1293.
5
Beatrice Portinari, es la hija del banquero Folco Portinari. Muere en 1290, a los 24 años de edad.
El soneto objeto de análisis corresponde a una primera etapa poética dentro del
conjunto de su obra juvenil, cuya composición se fecha entre 1283-1293.En el momento
en el que compone sus primeros sonetos, canta la belleza de la amada, el efecto de su
pasión… mientras que, a partir de la negación del saludo por parte de Beatriz, las
composiciones poéticas irán encaminadas a exaltar a la dama de forma independiente a
los sentimientos personales del poeta.
6
El primer encuentro de Dante con Bice se da a la edad de nueve años, cuando la verá por primera vez; el
segundo tiene lugar nueve años después, con el saludo por parte de la donna. Los encuentros con la dama
vertebran la vida del poeta, el contacto visual, el saludo.
7
La obra de Dante está salpicada de alusiones a los sueños. Ya en la Vita Nuova, Dante tendrá varios
sueños y visiones.
8
Dante hace referencia a la expresión latina “Ego dominus tuus”: Yo soy tu señor (como la expresión de
Amor).
9
“¡Mira, he aquí tu corazón!”
10
Esto es un esbozo de lo que Dante expone en el capítulo III (prosa). El contenido está íntimamente
ligado con el objeto del soneto; aunque este no llega a recoger todos los detalles de la visión, es la síntesis
poética de la misma.
5.1.Técnica y estructura
Dante comenta sus propios sonetos, lo que los convierte en piezas excepcionales.
Los vincula con momentos significativos de la vida pasada, un sentimiento… al
11
Se refiere a los poetas de su escuela, los que, sin duda, con su experiencia en el amor, comprenderán
sus versos y responderán a su petición.
El tema central es el saludo a los que, como el autor, están enamorados, presos
de un sentimiento que a él se ha revelado como un sueño, lo cual expone en el soneto, y
en el que muestra una imagen de fuerte emoción, entre su corazón, la donna y el Amor,
como un trinomio que ejemplifica el estado del universo sentimental del poeta.
12
Guido Cavalcanti dedicará como respuesta su soneto “Ved, a mi parecer, todo valor” (Vedeste, al mio
parere, onne valore) –véase la transcripción del mismo en el apartado Luego, la despertaba, y de este
corazón ardiente…-.
No solo en sus sonetos, también Dante impregnará de esta doctrina otras de sus
composiciones.14
13
El amor se refugia siempre en el corazón gentil/ Como el pajarillo en la verdura de la selva,/ Natura
no hizo primero Amor y luego al corazón gentil,/ Ni primero el corazón gentil y luego el Amor;/ Así como
tan pronto hizo el sol/ Enseguida el esplendor de la luz fue luciente,/ Pero no primero que el sol;/ Y Amor
se asienta en gentileza,/ Tan propiamente / Como el calor en la llama del fuego. (...) -Guido Guinizzelli-.
14
En el canto V de la Divina Comedia, Francesca defiende que "El amor, que se apodera pronto de los
corazones gentiles, hizo que este se prendase de la hermosa figura que me fue arrebatada del modo que
obliga a amar, me infundió por este una pasión tan viva, que, como ves, aún no me ha abandonado".
Para él, “el nombre de Amor es tan dulce de oír que, me parece imposible que
sus efectos sean otra cosa que dulces”. Como el propio Dante desvela: “fue llamada
por muchos con el nombre de Beatriz, aunque ellos no sabían el valor del nombre que
pronunciaban”.18 Beatriz es así llamada por su aspecto beatificante, y con este saluto o
15
Véase el apartado Luego, la despertaba, y de este corazón ardiente…
16
“…me saludó con tal maravillosa eficacia, que me pareció ver a la beatitud en toda su extensión”, Vita
Nuova, capítulo III, líneas 6-7, (traducción de González, I., p. 101).
17
Vita Nuova, XIII, líneas 8-11, (traducción de González, I., p. 127).
18
Vita Nuova, II, líneas 4-5, (traducción de González, I., p. 97).
El poeta hace una alusión temporal. En el transcurso del capítulo en prosa que
precede y contiene este soneto, ya Dante nos sitúa espacialmente en su habitación, la
cual considera un refugio tras el saludo de Beatriz y la impresión que esto le ha
producido. En lo referido al tiempo, en el soneto se hace referencia explícita a la noche:
habiendo pasado un tercio de las horas del tiempo en que brillan las estrellas.
19
Como ya se ha dicho, esto incluye a Guido Cavalcanti y los Fedeli d’Amore.
El momento en que tiene lugar este sueño es la hora cuarta de la noche, una
franja que marca el primer tercio, siendo la primera de las nueve últimas de esta.
Dante los relaciona, afirmando que: “El número tres es la raíz del nueve, de
manera que, sin ningún otro número, por sí mismo da nueve, pues manifiestamente
vemos que tres por tres son nueve. Por tanto, si el tres es por sí mismo factor del nueve,
y el factor de todos los milagros por sí mismo es el tres, es decir, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, que son tres y uno, esta mujer fue acompañada por el número nueve para dar a
entender que ella era un nueve, es decir, un milagro cuya raíz, la del milagro, es
únicamente la admirable Trinidad”.20
20
Vita Nuova, XXIX, líneas 15-21, (traducción de González, I., pp. 186-187).
21
La noche puede suponer un componente simbólico, ya que en sentido espiritual es la falta de luz, la
cual podría verse suplida con la aparición de la dama y la luz que irradia su visión.
En la caracterización que Dante hace del dios podemos observar el miedo que
causa al poeta, y la consternación que este experimenta al recordar el aspecto de Amor.
El Amor provoca el temor de Dante, infundiéndole miedo (el matiz de la visión
nocturna aumenta esta sensación). Así, el poeta se confiesa sobre su estado: horrorizado,
inmerso en una especie de terror nocturno y turbador.
Concluye así el cuarteto con una mirada interior, sobre su estado emocional, lo
que puede considerarse como un matiz de introspección, que empezará a subyacer a la
composición de estos poetas.
El texto musicalizado es una interpretación libre del capítulo III de la Vita Nuova
en su parte en prosa y el soneto que nos ocupa, en los que Dante y su visitante (bien el
Amor, como en la composición de Dante, o Beatrice como sujeto de la acción, ya que la
voz que la interpreta es la de una mujer), conversan durante la visión.
El amor aparece como contemplación visual, en la que los ojos son el canal por
el que este ingresa. El amor entra por la vista, como la luz que irradia la dama sobre el
poeta. Dante considera los ojos la vía por la que el amor penetra en el hombre y alcanza
el corazón.
22
“…el Amor se apoderó de mi alma, que inmediatamente se desposó con él, el cual empezó a adquirir
sobre mí un dominio tan franco y unánime por la virtud que le daba mi imaginación, que me tocaba
seguir su voluntad en los más mínimos detalles”, Vita Nuova, II, líneas 22-26, (traducción de González, I.,
p. 99).
En la descripción que hace del sueño a lo largo del capítulo ofrece aún más
detalle: el poeta visualiza a la dama desnuda, solo cubierta con un paño, lo que, en
cierto modo puede sensualizar la escena, y en ciertos contextos es símbolo del amor
carnal. Esta imagen emerge de la oscuridad, con tanta fuerza y claridad, llena de
energía, que hace que la base sensorial en esta descripción sea esencial en el poema. La
nube de fuego que envuelve a Amor y Beatriz en brazos de este resulta una imagen muy
sugerente.
23
Hay que recordar que la composición de los sonetos tiene lugar en un período anterior a la redacción de
la parte en prosa del libello. Por lo tanto, en ese primer período Dante mantiene en secreto el sentimiento
por la dama, lo que será revelado con la redacción de la Vita Nuova como obra completa, pero que en este
soneto particularmente aparece sustituido por la alusión a madonna.
24
En la Vita Nuova, la apariencia física de Beatriz aparecerá descrita en tres ocasiones, donde aparece
vestida con este color: la primera vez, cuando tenía nueve años, en su primer encuentro; la segunda, en la
visión que narra este soneto; y la última con el recuerdo, tras la muerte de la dama, de la primera vez que
el poeta la contempló en su niñez.
Amor despertará a la dama que porta en sus brazos. Esta imagen puede
considerarse una metáfora de lo que supone la entrada del amor en la vida de Beatriz. Es
el despertar a una nueva vida también por su parte; antes de que Amor entre en su vida,
antes de que despierte en su ser el influjo de este sentimiento, se halla dormida.
Asimismo, la idea del sueño como idea de la muerte es un tópico que se repite
en la literatura. Podría considerarse así este sueño en el que se halla la dama –al igual
que el sueño que Dante relata en su soneto-, como imagen de la muerte venidera, que en
pocos años se llevará a la joven Beatriz. Teniendo en cuenta la afirmación que Dante
sostiene al final del capítulo y la de la respuesta de Guido Cavalcanti en su soneto,25
este sueño se perfila como aviso del fallecimiento de la donna.
Vuelve a repetirse la concepción del corazón como sede del amor. Dante
concreta y describe el estado de su propio corazón, que está en manos de Amor. El
corazón del poeta es un corazón ardiente. Ello se vincula con el tópico del amado
como fuego. También uno de los atributos del dios Amor será este elemento, que en
este caso puede identificarse con la llama que brota del corazón del poeta, fuego que es
a la vez el atributo del enamorado.
25
“Ved, a mi parecer, todo valor”: Viste, según creo, todo valor/ y dicha y bien que hombre siente,/
puesto delante del señor valiente/ que señorea el mundo del honor, //pues vive donde muere mal color / y
ha razón en el alcázar de la mente;/ tan suave llega al sueño de la gente /que el corazón se lleva sin
dolor. //De ti el corazón se llevó, viendo/ que a tu dama la muerte requería:/ la nutría del corazón, de
ello temiendo. //Cuando llegó y se marchó doliendo,/ fue el dulce sueño que entonces se cumplía,/ pues su
contrario lo venía venciendo. -Guido Cavalcanti-.
Tras esto, Dante presencia cómo Amor se aleja, y lo hace llorando. El llanto
figura como máxima expresión del dolor que pone de manifiesto cómo Beatriz se
Este sentimiento de tristeza que invade al dios contagiará también al poeta que,
impresionado por la visión, mostrará la sintomatología amorosa o aegritudo amoris,
lo que confirma que Dante caerá en la inevitable enfermedad del amor.28
6. VALORACIÓN Y CONCLUSIONES
26
Dante tendrá otra visión del cuerpo de Beatriz, con dimensión terrenal y mortal: el cuerpo yacente se
presenta ante los ojos de Dante en el capítulo XXIII de la Vita Nuova.
27
En concreto, la muerte de la donna en su plenitud.
28
Todo ello se desarrollará ya en el capítulo IV de la Vita Nuova.
Hace un retrato de la dama, del alma de Beatriz. Y al evocar la figura del ánima
estamos ante la percepción introspectiva de la donna en el mismo poeta, que penetra en
el sentido personal de la amada, para desnudar la intimidad de su mundo interior,
desconocido.
La obra en esencia es una visión total del universo amoroso que renueva al
poeta. Queda anulada la conciencia amorosa del modelo feudovasallático, dando paso al
espíritu renacentista, enraizado en el espíritu de las letras de la Italia del Bajomedievo.
Aquí se mezcla una parte del código cortés, el simbolismo medieval, las
primeras aspiraciones renacentistas del Duecento, etc., exponiendo la figura de Dante
como la de un trovador que canta a la fuerza poderosa del amor condensada en la figura
Alighieri, D.; traducción y notas de Carlos Alvar. Vita nuova. Español-Italiano. La vida
nueva, Madrid: Siruela, 1985.
Alvar, C., prólogo de Cuenca, L.A. El dolce stil novo: 47 sonetos y 3 canciones,
Madrid: Visor, 1984.
El reino de los cielos (película) / dirigida por Ridley Scott. 20th Century Fox, Scott Free
Production [2005] 144 min.
Hannibal (película) / dirigida por Ridley Scott. MGM, Universal Pictures, Dino de
Laurentiis, Scott Free Production [2001] 131 min.
Introducción:
“Mírame a los ojos y dime que no me amas” resulta ser la mejor
arma de dominación que posee la mujer en una relación tormentosa. Esta
frase, pronunciada frente a unos ojos humedecidos, se convierte en la cadena
imposible de romper que atenaza a dos seres desdichados precipitados al
desastre sin que ninguno de ellos pueda evitarlo. En sus más variadas formas
léxicas y visuales, este recurso escénico ha sido manejado con extraordinaria
precisión por los más prestigiosos cineastas en sus filmes del llamado cine
negro. Para poseerla o para no perderla. Para dominarlo o para castigarlo.
Mujer seductora, hombre esclavo de sus sentimientos, y crimen o pecado
conforman el trío perfecto sinequanon una película no lograría alcanzar las
cotas de persuasión que el espectador exige a una obra maestra. El argumento
del crimen se desdibuja frente al sentimiento cuando queda justificado. Algunos
de los guiones cinematográficos que nos subyugan son adaptaciones de obras
de la literatura universal; otros elevaron un libro de poca fama a la categoría de
genial; unos están basados en hechos reales; pero, todos nos descubren el
poder de la seducción de la mujer, capaz de arrastrar al protagonista a un
destino incierto, la mayoría de las veces, peligroso, sin que pueda, ni quiera,
romper ese yugo. En este trabajo, para el que he seleccionado películas de
años consecutivos de la llamada época clásica, las décadas de los años 40-50
aprox. con los cineastas más significativos, expongo el corto camino que
conduce a la perdición o a la salvación, cuando una mujer se lo propone. Tan
sorprendente es esta cualidad femenina que el sentimiento que despierta en el
espectador varón no es de rechazo frontal sino de atracción envuelta en el
miedo que provoca lo inexorable. Como el protagonista, la identificación del
espectador con sus sentimientos le lleva a desear a la mujer –perversa casi
1944.
12 Diálogo entre Marlowe (Humphrey Bogart) y Vivian (Lauren Bacall) en
El sueño eterno de
13 Joel Cairo (Peter Lorre) en El halcón maltés, de John Huston, 1941
Introducción
Desde que el ser humano comenzó a vivir en sociedad, hubo mujeres
que se dedicaron a amamantar hijos ajenos. La presencia del ama de cría se
justificaba en un primer momento por la imposibilidad de ciertas madres de
alimentar con su leche a sus hijos, pero posteriormente a esta imposibilidad
física se le añadió el deseo de las mujeres de emplear el tiempo de lactancia
en otras tareas o porque el afán por cuidar la figura era mayor que su anhelo
maternal. En el siglo XIX era muy común que las madres tuvieran problemas a
la hora de amamantar a sus hijos, sobre todo causados por el corsé, puesto
que deformaba el cuerpo y creaba o agravaba problemas de salud. Otro caso
era el que las madres no quisieran llevar a cabo el amamantamiento por el
envejecimiento y desgaste que ello conlleva. Como bien dice el dicho, “el parir
embellece y el criar envejece”. De este modo, lo que al comienzo había sido un
asunto de necesidad terminó por convertirse en una imagen externa de estatus
social. Así, las amas de cría no estaban al servicio únicamente de aquellas
familias que la necesitaran sino que también, o sobre todo, de las familias que
pudieran pagar dicho servicio2.
1
Nana cantada por amas de cría, citado en COTERA, G., 1999, p.194.
2
GUERRERO, A. y LÓPEZ, A., 2012, p.1-3; FRAILE GIL, J.M., 2000, p. 10-17.
Las amas de cría eran mujeres que llevadas por necesidades económicas, se
veían obligadas a alejarse de su tierra y a abandonar a su familia, dejando a su
hijo recién nacido a cargo de otra ama de cría con pretensiones económicas
más bajas, o con otra mujer de la familia que tuviera leche4.
“...fazer debe el rey guardar sus fijos e los que primeramente deven fazer esta guardia
ha de ser el rey y la reina. Deben haber buenas amas que ayan leche asaz, e sean
bien acostumbradas e sanas e fermosas e de buen linaje e de buenas costumbres e
señaladamente que non sean muy sañudas. Ca si hobieren abundancia de leche o
fueren ben complidas e sanas crían los niños sanos e recios, e si fueren fermosas e
3
CABRERA ESPINOSA, M., 2012, p.2-4 [01/08/2015].
4
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012, p.1-3.
“[…] y también de que mis nietos estén tan buenos y sea pasado lo que tuvo Vittorio
Amadeo, y es muy bien mudarles las amas en siendo menester”7
Destaca sobre este asunto la sección de Nacimientos y Partos del Archivo del
Palacio Real de Madrid que contiene gran número de documentos relacionados
con las amas de cría, como hojas de contratación, decretos, Reales
Ordenanzas… Gran parte de toda esta información está recogida en
Nacimientos y crianza de personas reales en la Corte de España entre 1566 y
1866 (1958) de Luis Cortés Echanove8.
5
FRAILE GIL, J.M., 2000, p.19.
6
HERRADÓN FIGUEROA, M. A., 2010, p. 227.
7
FRAILE GIL, J.M., 2000, p.12.
8
HERRADÓN FIGUEROA, M. A., 2010, p. 228; La indumentaria de las amas de cría [04/06/2015].
9
Bebés: usos y costumbres sobre el nacimiento, 2013, p.108 – 111.
10
Aunque siempre se abogó, y se aboga, por la alimentación a través de la lactancia materna frente a la
lactancia mercenaria y el uso del biberón. Es de resaltar la cierta similitud que se puede dar entre las
amas de cría y los actuales bancos de leche materna que se encuentran en hospitales.
11
FRAILE GIL, J. M., 1999, p.147.
12
FRAILE GIL, J. M., 2000, p.11.
13
COTERA, G., 1999, p.191-193.
14
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012, p.2.
15
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012, p. 2-3.
La idea de que todas las amas de cría eran del Valle del Pas es más una
invención del panorama social del siglo XIX que una realidad. La presencia de
las mujeres pasiegas se hizo muy habitual en las calles de ciudades españolas,
pero no todas las amas de cría eran oriundas de aquellos lugares. La fama que
adquirieron debido a su buena salud y robustez fue lo que hizo que mujeres de
otras partes de España que querían ser nodrizas se hicieran pasar por
pasiegas, adaptando incluso su traje regional, que se convertirá en el
“uniforme” profesional del ama de cría en España, siendo éste un caso único
en el que un traje popular de una región específica es adoptado por el resto de
las provincias17.
“Habiendo llegado a esta Ciudad la Comisión nombrada por S.M. el Rey para elegir en
la provincia las amas de lactancia para el regio vástago que dé a luz S.M. la Reina, las
que se crean con las circunstancias que se requieren y se publicaron en el Boletín
oficial de esta provincia el día 7 del corriente, deben saber que la citada Comisión se
halla hospedada en la fonda de la Sra. Viuda de Redón, donde deberán presentarse al
Excmo. Sr. D. Laureano García Camisón, Médico ordinario de la Real Cámara, y al Sr.
D. Antonio Giménez Florez, Jefe de negociado de la Intendencia de la Real Casa y
Patrimonio”18.
16
ILLÁN MARTÍN, M. y RODRÍGUEZ AGUILAR, I., 2005, p.69-70.
17
COTERA, G., 1999, p.185.
18
FRAILE GIL, J. M., 2000, p.25.
“Acompañadas por el doctor Camisón y el señor Zurdo, han llegado á Madrid las siete
nodrizas designadas para elegir la efectiva que ha de criar al futuro regio vástago, y la
suplente. Cuatro landós de la real casa condujeron á las recién venidas á una fonda
inmediata á Palacio, y á las once y media fueron presentadas á los reyes. Llámanse
Jesusa Diego (de Selaya), Sinforosa Gómez (de Miera), Casta Salas (de Cueto),
Josefa Ruiz (del Valle de Pas), Teresa Acebedo (de Miera), Josefa Ureña (de
Mariano), y Leocadia Fernández (de San Pedro del Romeral). […] Cinco de ellas se
han presentado en Palacio vestidas de pasiegas y dos con faldas y mantones. Dícese
que han sido elegidas, para efectiva, Jesusa Diego, y Sinforosa Gómez para suplente.
Cada una de las restantes recibirá cuatro mil reales en concepto de gratificación para
el viaje”19.
19
MARTÍNEZ SABATER, A., 2014 [01/09/2015].
Las mujeres del valle del Pas, que antiguamente venían mucho á criar á Madrid, han
cambiado de rumbo y prefieren dedicarse al comercio en las Provincias Vascongadas,
siendo tan solo las menos acomodadas, las que, siguiendo viejas tradiciones, vienen á
Madrid.
Elena Carriles es una excepción: alta, sana, de robustas y gallardas formas, es el tipo
completo de la mujer criada en la atmósfera sana de las montañas, y une á ésta
alguna cultura”20.
Las amas de cría eran tenidas en muy alta estima por toda la corte puesto que
de ellas dependía que el infante pasara con vida los primeros años. Esta
consideración se veía en este tipo de anécdotas y, especialmente, en el
encargo de retratos y fotografías, indumentaria y joyas. Además de los
inestimables regalos que le eran otorgados al terminar la crianza del niño real.
Los criterios físicos que se establecieron para las amas de cría eran variados y
se tenía en cuenta diferentes aspectos. Debían tener una constitución fuerte y
robusta, con un desarrollo torácico adecuado, que debía ir acompañado de
facilidad en la respiración. Se excluía, sin embargo, a las excesivamente
robustas ya que eso complicaba una adecuada lactancia. Se realizaba también
un análisis de la boca. De forma positiva eran valoradas las encías sanas,
rosadas y firmes, evitando el mal aliento, pues se creía que este hecho podía
hacer que el bebé rechazara la leche. Otro punto negativo sería la falta de
dientes, las caries u otros problemas bucales debido a la estrecha relación que
habría entre las funciones digestivas y la lactancia.
En cuanto a la edad, el ama de cría debía estar entre los 19 y los 26 años,
aunque no había reglas muy rígidas en este aspecto. Se prefería a las mujeres
que habían dado a luz al segundo o tercer hijo, puesto que de este modo
tendrían mayor experiencia. Además, se señalaba que una madre primeriza
podría tener menor estabilidad emocional por tener que dejar a su hijo y
alejarse de su entorno familiar. Esto era una cuestión a tener en cuenta por el
efecto que las emociones pudieran ejercer sobre la lactancia, ya que ocurría el
caso de que muchas mujeres perdían la leche por este tipo de emociones.
22
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012., p.4.
23
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012., p.4.
10
En cuanto a los aspectos éticos, la nodriza debía ser cristiana y tener una
conducta moral intachable, ya que se creía que estos valores se transmitían al
niño a través de la leche materna24.
“Como esposo que soy de Andrea Aragón, la doy gustoso mi consentimiento para que
se traslade a Madrid para servir de ama de lactancia del infante o infanta que dé a luz
Su Majestad. Y para que conste, lo firmo en Burgos a 3 de enero de 1864”25.
24
GUERRERO, A., y LÓPEZ, A., 2012., p.4-7.
25
FRAILE GIL, J. M., 2000, p.29.
11
Últimas consideraciones
El ama de cría era una necesidad para aquellas familias en las que la
madre no podía/quería amamantar al recién nacido. Esta necesidad podía venir
dada por la ausencia de leche materna o bien por una cuestión de belleza o
estatus económico. De este modo, las amas de cría pasaron a lo largo del siglo
XIX a ser un exponente más de la riqueza de las familias. En estos años se
tuvo a la nodriza más por un llamativo exponente de la bonanza económica que
ostentaba la familia, que por un auténtico dispensario de beneficios para la
salud de los retoños. Por ello se la vistió, se la alhajó, se la mostró en público y,
sobre todo, se la consintió hasta extremos que hoy parecen inverosímiles entre
clases sociales entonces tan distantes.
26
HERRADÓN FIGUEROA, M.A., 2010 p. 234-235.
12
27
SOLER, E., 2010, p. 172-177.
13
Tal y como demuestra la larga lista de requisitos necesarios para obtener dicho
empleo, el oficio de nodriza no era nada fácil de conseguir. Se requería un
examen médico, que debía ser realizado por un doctor de prestigio, en el que
se probara la buena salud de la mujer y la perfecta calidad y cantidad de su
leche. También era importante el examen moral, realizado por un sacerdote,
que debía atestiguar la actitud de buena cristiana a lo largo de toda su vida.
Estos tipos de reconocimientos no debían ser
nada agradables ni sencillos de llevar a cabo para
estas mujeres.
28
CABRERA ESPINOSA, M., 2012, p.12 [01/08/2015].
14
Bibliografía
Amas de cría, Valles pasiegos.
https://www.youtube.com/watch?v=xTzwRthW6Vs
ARNAIZ, Maite, “La leche materna de las nodrizas crió a reyes, aristócratas y
burgueses”, El diario montañés, 16 de enero de 2013.
http://www.eldiariomontanes.es/20130116/local/bahia-centro-pas/leche-
materna-nodrizas-crio-201301161408.html
29
FRAILE GIL, J.M., 1999, p.148.
15
16
Universidad de Murcia
1.- INTRODUCCIÓN
Sirva por tanto este brevísima introducción para presentar nuestro objeto
de estudio, contextualizar la fuente y contexto histórico-geográfico en que nos
moveremos y advertir, una vez más, cuáles son nuestras intenciones: analizar
cuestiones de género desde una perspectiva histórica, con la fuente musical
como fuente básica, sin pretender, pues, sentar teorías cerradas ni mucho
menos teorizar sobre las relaciones de género. Entendemos que ese es un
trabajo mucho más complicado que merecería una investigación más profunda.
En todo caso, sería un proyecto para el futuro. Por el momento nos
contentamos con mostrar una posible metodología, o mejor dicho un modo de
abordar las relaciones de género en una sociedad minero-industrial
contemporánea a través de una fuente musical, los cantes mineros de
Cartagena-La Unión. Empecemos.
Pero nada más lejos de la realidad, pues las mujeres han sido sujetos
completos, al igual que el hombre, desde los tiempos más lejanos, desde
siempre. La única diferencia fue que, de forma a menudo más inconsciente de
lo que imaginamos, a las sociedades que nos precedieron les resultó más
beneficiosa, o menos molesta al menos, una mujer encerrada en casa,
guardiana de su hogar y de su familia. No por querer hacerles mal ni relegarles
de la esfera pública y del poder, que a veces también, sino sobre todo
atendiendo a una serie de utilidades antropológicas para las cuales la mujer
parecía estar más capacitada que su compañero. La mujer tenía (y sigue
teniendo) asignados diversos valores y funciones que, a tenor por las teorías
del momento, de la moral tradicional, eran las propias de su naturaleza, como
cuidar, servir, callar, pues no hemos de olvidar que ya desde los clásicos, la
naturaleza de la mujer parecía estar en confrontación con el estudio, la lógica y
el poder.
Esas últimas cosas, la razón, el poder y el mundo social, y por tanto los
negocios, parecían ser cosa exclusivamente de hombres. Sólo algunos oficios
permanecían siendo femeninos como la prostitución o la ginecología y la
obstetricia, por no olvidar a curanderas, brujas y demás. El resto de trabajos
eran masculinos, y en caso de ser realizados por alguna fémina, eran bien
vistos por la sociedad masculina (y no lo olvidemos, también por el resto de
mujeres) en caso de extrema necesidad (si la mujer era viuda, si los
trabajadores masculinos estaban enfermos o de viaje, etc.) o si esos negocios
eran familiares, por lo que pasaban a ser parte de sus obligaciones como
extensión de su deber de cuidad el hogar (cultivar el campo, cuidado de
ganado, ayudar en talleres artesanales, regentar tabernas, ventorrillos...) y la
familia toda.
Aún hay cierto debate entre qué fue primero, si el minero amante de
estos cantes o el cante minero en sí. La mayoría de los investigadores asume
que, al menos en los orígenes, los mineros fueron dando forma, teniendo como
fuente sus miserias, a un estilo musical que deleitaba a mineros y demás
actores sociales de una sociedad minera como la unionense. Otros en cambio
apuestan que fueron los artistas profesionales los que, viendo un nicho de
mercado en los mineros que acudían a tabernas y cafés-cantantes para
desahogar sus penas entre alcohol, juego y prostitutas, creando un cante que
tenía en ellos, y no en el campesino o el gitano, el protagonista. Ambas
posturas deben tomarse con cautela y quizás, como en muchos casos, ambas
razones participaran de la formación de este cante.
3
Sobre estos cantes mineros, recomendamos los siguientes trabajos: Gelardo Navarro (2014), Navarro García (2014),
Fernández Riquelme y Ortega Castejón (2010), Ruipérez Vera (2005), Salom (1982), Ortega Castejón (2011, 2012),
García Gómez (1993), Gelardo y Belarde (1985) y Gómez Gómez (1995).
10
Toda labor del investigador, más aún del historiador, es la de criticar las
fuentes que usa para narrar un hecho, documentar un proceso o simplemente
interpretar cómo fueron las sociedades pretéritas. En toda esa labor de crítica,
se ha de tener siempre en mente, al menos, dos esferas, por un lado la
información que una fuente dada documenta, y por otro, si ésta información
corresponde con la realidad. El historiador ha de ser cauteloso ante fuentes
que son muy susceptibles de ser manipuladas o, para el caso que nos ocupa,
4
Ver: González Vergara (2012b, 2013a).
11
Para los cantes mineros, una vez que cayeron casi en el olvido con las
sucesivas crisis mineras del XX, el desprestigio de las formas de cante
flamencas y las modas hacia otras músicas como la copla, el cuplé y músicas
de más magno escenario, será en los años sesenta cuándo, con la creación del
Festival Internacional del Cante de las Minas, se ponga en valor este estilo
minero5. A partir de entonces se recopilaron letras antiguas, pero otras muchas
fueron creadas con ese halo de antigüedad y solera que daban las letras de
fines del siglo XIX o principios del XX. Muchas de las letras hoy conocidas
como pertenecientes a estos estilos mineros son, en realidad, muy recientes,
creadas para ser presentadas al Festival, y repitiendo los topos y modelos de
antaño. Digamos que son una recreación de lo que los cantes mineros más
antiguos narraban, como la vida del minero, los peligros de su trabajo, sus
herramientas, penurias…, pero con tanta distancia a veces, que llegan a poner
en entredicho la realidad histórica, encontrándose letras por ejemplo que
hablan de explotaciones de oro, mineralización que, nunca, han existido,
aludiendo a esa leyenda de las innumerables riquezas que unos mineros
oprimidos daban a unos malvados empresarios. No es extraño, pues, que
ahora y antaño, estas letras sirvieran, como el trovo y otras manifestaciones
culturales, de vocero y medio de canalización de frustraciones varias y
conflictos obreros especialmente.
12
Para el caso de la mujer, tanto las antiguas como las recientes aluden a
los mismos prototipos. Sobre todo al topos de la viuda de minero, sin olvidar las
amantes, las madres y en algún caso posibles prostitutas. El que los silencios
sobre ciertas figuras de mujer aparezcan tanto en las letras antiguas como en
las más modernas, ya nos da información sobre ciertas realidades que siguen
igual o, de haber cambiado en el presente, vincular al pasado una realidad de
la mujer ya interpretada.
Es por eso que, y ya vamos terminando este punto, que todo elemento
patrimonial, por el hecho de ser objeto creativo y productivo del hombre, es un
documento artístico pero también histórico. En las letras mineras vemos
retazos de sociedad, tecnología, economía, ideología, religiosidad, etc., retazos
de historia que se pueden y deben documentar y usar para construir
narraciones históricas más completas.
7
Tesina de licenciatura, defendida en 2012 (González Vergara, 2012a), bajo la dirección de S. F. Ramallo Asensio en la
Universidad de Murcia, bajo el título Arqueología Industrial en La Unión (Murcia). Patrimonio y paisaje de una ciudad
minera, analizamos esta fuente documental como un documento histórico más.
8
Clasificación: muerte; minerales; amor; pobreza, dinero, opulencia, hambre; oscuridad, frío; accidentes;
desesperanza, tristeza, llanto, soledad; herramientas, máquinas, espacios de trabajo, tecnología; profesionales; medios
y sistemas de transporte; sistemas de trabajo, formas de trabajar; lugares, topónimos; nombres de mineros y
empresarios; enfermedades y efectos de la minería; movimiento obrero, conflicto social, vales; vida después de la
mina; religiosidad; mano de obra infantil; contaminación; suicidio.
14
Esposa
15
Es por tanto una figura, la esposa minero, entre el amor y la tensión vital.
Letras de alegría y tristeza. En algunos casos la petra presenta el momento
triste, a veces el último, en que marido y esposa se encuentran. En otros, la
alegría de un momentáneo encuentro. Otras, narradas desde el propio minero,
son pidiendo a sus compañeros de labor que den recuerdos a su esposa, que
se despidan de su parte ante una muerte segura, etc.
Cuando él se va a la mina,
mi descanso es el trabajo
y el esperarme tu sino
17
no me mandes a buscar
18
si quieres dímelo
Viuda
En García Gómez (1993) leemos dos letras que narran sobre éstas
mujeres, viudas y de luto.
de la explosión de un barreno
cavando su sepultura
20
Como la viuda, otro clásico de las letras mineras, una mujer que a veces
se la representa como una Virgen María andante. Muchos de los topos
representados en este tipo de figura se repiten, por tanto, con el de la esposa,
como el ejemplo que aquí traemos en el que la madre despide con pena a su
“niñito” (no descartamos que este niño sea algo más que una figura cariñosa a
sabiendas de la cantidad de niños que fueron explotados en las minas).
Comparte por tanto la pena de verlo partir, la congoja de un futuro incierto (o no
tan incierto), la alegría de volverlo a ver vivo, así como el drama de verlo
muerto o, peor aún, de no volverlo a ver sabiéndolo sepultado bajo tierra. El
siguiente ejemplo, de López Martínez (2006), ilustra bien esta tristeza:
caminito de La Unión
a mí me ha quitado la vida
21
Encerra(d)ito en la jaula
bajando a la galería
y yo lo llevo en la sangre
Hermanas e hijas
¡Ay! Mi camarín...
duermen en mi camarín,
No se olvide que afirma que duermen con él, es decir, que comparten
habitación, cosa muy común en entornos como los mineros, en momentos de
exceso de población, donde se ha llegado a documentar cómo los mineros
vivían hacinados en casas, a veces una habitación por familia, llegándose a
ocupar hasta las cuevas. En este caso, las niñas, huérfanas, al cuidado de su
hermano, vivían también con él, compartiendo sus miserias.
Hermanito mío
a la calle me echó;
que m'arrecogió
23
si pa tí no es el producto?
y para tí la mortaja
Muchas de las letras que pudieran aludir a prostitución, tan típica de una
sociedad trabajadora como en la que nos encontramos, y que nombrarlas en
estas fuentes sería, sin duda, algo tabú, aparecen en cambio entremezcladas
con las artistas y más en común, con las amantes y “novias” en general. Las
24
Una letra recogida de López Martínez (2006), nos habla del deseo de
diversión del minero al salir de la mina, diversión que iba acompañada de
alcohol (láguena, reparo y paloma, las tres bebidas del minero, antes y
después de su faena), juego y prostitución (o divertimento carnal gratis), a
veces, disfrutando de todo en un mismo lugar, ante los encantos artísticos de
una profesional del escenario.
la tristeza de minero
26
el capataz de la mina
¡Ay¡ Un refajo...
27
en el fondo de la mina
Toíto se lo consiento...
toito se lo consiento
28
29
yo me siento temerario
Le pregunta un barrenero
30
De Cartagena a Herrerías
La Tomasa y La Brunita
ni reservas de pirita
31
Tú te llamas Araceli
y no quisiera quererte,
estaré yo en Cartagena
32
Podemos por tanto decir que los cantes mineros de Cartagena-La Unión
son una fuente documental de gran valía para el estudio, a veces directo otros
indirecto, aproximado, de la sociedad minero-industrial contemporánea que
vivió en estas tierras murcianas a fines del XIX y comienzos del XX, siendo en
ellos, en estos cantes, la mujer un actor y personaje más, aunque no como
minera sino como madre, esposa, amante, artista, prostituta, etc.
33
9
Sobre la infancia vista desde estos cantes, ver González Vergara (2013b).
34
35
Fernández Riquelme, P., y Ortega Castejón, J. F., 2010: “El cante por
cartageneras: un acercamiento a través de los textos y sus melodías
características”, La Madrugá. Revista de Investigación sobre el Flamenco, 2,
pp. 1-58.
García Gómez, G., 1993: Cante flamenco, cante minero. Una interpretación
sociocultural, Anthropos, Barcelona.
Gelardo, J., y Belarde, F., 1985: Sociedad y cante flamenco. El cante de las
minas, Editora regional, Murcia.
Navarro García, J. L., 2014: Cantes de las minas, Libros con Duende, Sevilla.
Navarro, J. L., y Iino, A., 1989: Cantes de las minas, Ediciones de la Posada,
Córdoba.
Ortega Castejón, J. F., 2011: Cantes de las minas, cantes por tarantas,
Signatura Ediciones, Sevilla.
Salom, A., 1982: Los cantes libres y de Levante, Editora Regional, Murcia.
37
Marisol Herrera1
California State University – Fullerton
En primer lugar cuando Calisto nombra a David es muy claro que se está
refiriendo al momento en que el Rey David, vio a Betzabé bañándose y entró en él un
deseo sexual, al contemplar su hermosura porque dice: “Y sucedió un día, al caer la
tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y
vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “Fall 2014” en el seminario
graduado “Spanish 575 (Spanish Drama)” que forma parte del programa de M.A. en Spanish de
California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer este trabajo surgió durante el curso,
magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-Ruscalleda. Aprovecho este espacio para mostrarle
al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero agradecimiento por haber hecho posible que este trabajo
vea la luz. Esta empresa solo ha sido posible gracias a la confianza ciega que el Prof. Mallorquí-
Ruscalleda siempre ha depositado en mi trabajo, a la vez que por su inestimable, generosa e incansable
ayuda desde la misma confección del abstract, pasando por la supervisión, coordinación, corrección y
edición que de todas las versiones previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo,
cualquier error que permanezca es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier
opinión expresada en este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es
responsable ni suscribe ninguna de mis aseveraciones.
Para Calisto, Melibea era una reina, tal como lo era Dido, porque le dice a
Sempronio: “Mira la nobleza y antigüedad de su linaje, el grandísimo patrimonio, el
excelentísimo ingenio, las resplandecientes virtudes, la altitud e inefable gracia, la
soberana hermosura”. (Celestina, versión moderna, pp 19).
Finalmente traigo el texto de Fedra, del autor Séneca, porque es otro texto que
termina en tragedia, y vemos como Sempronio, el sirviente de Calisto, le dice:
“Aconséjate con Séneca y verás en que las tiene” (Celestina, versión moderna, pp 18),
y para mí es una invitación a ver cómo una mujer puede llegar a sus más bajos
instintos, y por supuesto terminar en tragedia, una vez más mostrando el posible
trágico final de Calisto, por el amor desenfrenado por Melibea. Fedra es la esposa de
Teseo, la cual mientras éste se encuentra ausente en los infiernos, trata de seducir a
su hijastro Hipólito. Ella también siente un fuego ardiente porque dice: “Mi pecho
enloquecido los abrasa la llama ardiente del amor. Con fiero furor destroza lo más
hondo de mi médula y recorre por mis venas un fuego sumergido en mis entrañas y
escondido en mis venas, como las llamas que ágilmente recorre las altas vigas de una
Estas tres mujeres cometen suicidio, ya que ven en los hombres la única razón para
vivir, no les importa ya nada al verse en el caso de Melibea que ya no va a poder gozar
más de la vida que para ella otro le daba, le cortaron su gloria, y no quería vivir
sufriendo, porque Calisto era su todo, a pesar de tener unos padres que la querían, se
suicida. Dido por su parte al verse engañada, en el sentido de que Eneas iba a
proseguir viaje, traicionándola, ella misma prepara su propia muerte, ya que dice que
se abandonó a la desesperación, y resuelve morir, disimulando ante su hermana, lo
que iba a hacer, también se olvidó de su querida hermana y se suicida. Y por último
Fedra, al ver que Hipólito no la complace, miente a Teseo, quien regresa de los
infiernos, diciendo que Hipólito la ha violado, por lo cual su padre lo maldice, y éste
muere, al caerse de un caballo. Al ver que muere Hipólito, Fedra confiesa su mentira, y
se suicida, porque ya no puede vivir al pensar en ese amor que no pudo tener,
demostrando las consecuencias destructivas de la pasión.
En conclusión como dije, en Celestina desde el comienzo hay un presagio del fin
trágico ya que Sempronio al aconsejar a Calisto, que lea los historiales, que estudie los
Bibliografía
Caballero, Domínguez, Juan. “El retorno del mito: Dido y Eneas” Revista de filología de
Lacomini, Gisela “La figura femenina y la pasión que aniquila” Actas de las X jornadas
Séneca, Lucio. “Fedra”. Edición Bilingüe, traducción de Lía Galán. Revista de estudios
clásicos. Argentina. No 37. 2010: 190-193 Impreso
Virgilio, Publio “La Eneida” Traducido por E. de Ochoa de la Real Academia Española
Walthaus, Rina “La fortuna de Dido en la literatura española medieval”. Actas del III
Congreso de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval. Biblioteca Española del
siglo XV. Vol. 2. 1994: 1171-1181 Impreso
El opio es una sustancia narcótica que se obtiene por el secado del jugo de las
adormideras verdes, es de un color parduzco y se utiliza como calmante del
dolor desde hace milenios. El opio se obtiene por medio de cortes realizados
en las cápsulas verdes de la adormidera blanca. Los efectos producidos al
fumarlo son una sensación de extraordinario bienestar acompañado a veces de
alucinaciones. Diversos ilustres clásicos escribieron sobre el consumo de opio
como Teofrasto, Estribonio Largo, Dioscórides, Plinio o Celso. Médicos árabes
como Avicena apoyaron la utilización terapéutica del opio, especialmente para
combatir la diarrea (Heydari et al, 2013). Pero el estudio químico del jugo de la
adormidera no empezó hasta 1803, fecha que señala una nueva era en la
investigación química. El consumo de opio en Europa es utilizado como
medicamento pero comienza a ser una sustancia inquietante. Los factores que
reducen su buena fama terapéutica son los escritos de De Quincey y la Guerra
con China (De Quincey & Loayza, 2001).
En la década de los 40 del siglo XIX existían varias pequeñas organizaciones
anti-opio. Sus líderes habían intentado ganar el apoyo de las masas. La
primera organización en contra del comercio de opio fue la “Birmingham
Quakers”. En 1869, el señor Shaftesbury instó al gobierno indio para retirar de
su posición el monopolio del comercio de opio. Hacia 1884 la Sociedad para el
Estudio de la Ebriedad fundado por el señor Kerr para la educación de la
Opinión Pública sobre los peligros del alcohol, consideraba que no se esperaba
Escritora de éxito
Ella tuvo un romance con el escritor Jules Sandeau. Y poco a poco se
convertirá en escritora, no por vocación sino porque tiene que hacer algo para
ganarse la vida ya que Jules era más pobre que las gallinas. Son tiempos de
bohemia y de amor, se aman, escriben juntos, y finalmente ella se convierte en
George Sand. Su primera novela, Rosa y Blanco, fue escrita en 1831 en
colaboración con Jules Sandeau, de quien tomó su seudónimo de Sand. Juntos
trabajaron como periodistas para Le Figaro. Su primer trabajo en solitario,
Indiana, fue publicado en 1832 con el nombre de George Sand del que no lo
abandonó. Valentine (1832), se publicó tres meses después de Indiana. Ambas
novelas ofrecieron reconocimiento a George Sand. En 1833, rompió con Jules
Sandeau, culpable de infidelidad. Ella tuvo una breve relación con Prosper
Mérimée, muy decepcionante y amargante (Rich, 1972).
Margaret Fuller
A Margaret Fuller, nacida y educada en Nueva Inglaterra, Estados Unidos, se la
conoce por haber sido la mujer con más influencia intelectual del siglo XIX.
Profesora, crítica y ensayista, vivió muy de cerca el movimiento
trascendentalista de Ralph Waldo Emerson y Henry David Thoreau y fue
editora y articulista del Dial a mediados del siglo XIX. Su obra “Conversaciones
para las mujeres de Boston” interpretaba la historia de las mujeres a través de
la mitología, la filosofía y las artes. Su interés verdadero por el espiritualismo y
la sanación mental era visto como algo curioso por sus contemporáneos.
Inicios de su carrera
Margaret era una gran lectora. Daba clases particulares a chicas pero ella
prefería ganarse la vida a través del periodismo y la traducción. Comenzó a
publicar en revistas en 1835. Temporalmente sufría de fuertes migrañas en
donde era recetada por sus médicos con fármacos elaborados con opio. Su
padre murió de cólera ese mismo año. Margaret se vio profundamente afectada
por la muerte de su padre. Escribió: “La imagen de mi padre me sigue
constantemente”. Ella se comprometió a intervenir como cabeza de familia y
cuidar de su madre viuda y de sus hermanos menores de edad. Su padre no
había dejado testamento y dos de sus tíos ganaron el control de sus bienes y
finanzas. Humillados por la forma en que sus tíos trataban a su familia escribió:
“somos el sexo débil y nunca más que ahora”.
El Dial
Margaret trabó amistad con Ralph Waldo Emerson y participó en la fundación
unitaria de la organización del trascendentalismo en Concord y en la edición de
la revista The Dial (1840-42). Debido a su papel fue reconocida como una de
las figuras más importantes del movimiento trascendentalista. Hacia 1844 se
convirtió en la primera mujer que se le permitía el uso de la biblioteca de la
Universidad de Harvard.
A mediados de la década de 1840 organizó grupos de discusión de mujeres, en
los que se hablaba de temas variados, como el arte, la educación y los
derechos de la mujer. Varias figuras conocidas del movimiento de los derechos
de la mujer tomaron parte en estas conversaciones. En el transcurso de estas
charlas desarrolló su obra principal, Woman in the Nineteenth Century (Mujeres
del siglo XIX) (1845), es un legado a la libertad individual y a los derechos
humanos básicos. Trata de la independencia de la mujer y de la necesidad de
cambiar la desigualdad de las relaciones entre sexos. También trata del papel
que desempeñan las mujeres en la democracia estadounidense y la opinión de
Margaret sobre las posibilidades de mejorar en su condición de mujeres. Este
es uno de los mejores libros para estudiar en feminismo en América y se
considera el primero de su tipo en los Estados Unidos (Fuller, 1998).
Viaje a Europa
El New York Tribune la envió como corresponsal en el extranjero a Europa en
1846. Concretamente fue a Inglaterra e Italia siendo la primera corresponsal en
el extranjero. Allí entrevistó a muchos escritores prominentes como George
Sand, Thomas Carlyle y a los Browning. Le decepcionó George Sand ya que
afirmaba que las mujeres no estaban dispuestas a votar o a ocupar cargos
políticos. También conoció a un decrépito De Quincey, comedor de opio ya
entrado en años. En Inglaterra en 1846 conoció a Giuseppe Mazzini, líder
revolucionario italiano. Y se interesó por su causa. Así que viajó a Italia a
conocer in situ la revolución italiana. En Italia conoció al revolucionario
Giovanni Angelo Ossoli, un marqués que había sido desheredado por su familia
debido a su apoyo a Mazzini y se enamoró de él en 1847. Giovanni quería
casarse con Margaret pero debido a la diferencia de religiones (ella era
protestante y él católico) no pudo ser, eran otros tiempos.
Más tarde tuvieron un hijo, Angelo Eugene Philip Ossoli, nacido en 1848 y
apodado Angelino. Ella tenía 38 años. La pareja apoyó la revolución de
Giuseppe Mazzini para proclamar una república romana en 1849. Él luchó,
mientras ella se presentó voluntaria para dirigir un hospital. Cuando los
republicanos romanos fueron derrotados tuvieron que huir rápidamente de Italia
y decidieron trasladarse a los Estados unidos. Margaret tenía la intención de
escribir un libro sobre la historia de la República Romana (Strong Albert, 2014).
Su credo
Margaret Fuller fue una ardiente defensora de los derechos de la mujer, tanto
de su educación y derecho a cualquier empleo y en su derecho político. Advirtió
a las mujeres a tener cuidado con el matrimonio y no llegar a ser dependientes
de sus maridos. También escribió que no existían hombres enteramente
masculinos ni mujeres puramente femeninos.
Sarah Bernhardt
Conocida como “la Divina Sarah” o “la voz de Oro”, Jean Cocteau la apodaba
con el término el "monstruo sagrado". Su nombre verdadero era Rosine
Bernard. Fue la primera superestrella del siglo XIX y realizaba giras de teatro
por los cinco continentes.
Su consumo de opio
En 1879 realizó su primera salida de Francia, concretamente a Inglaterra donde
estuvo seis semanas haciendo dos representaciones diarias y obtuvo un éxito
tremendo. Al llegar a Francia fue recibida espectacularmente, lo que indicaba
que su fama había cruzado las fronteras. Representando L’Etrangère su salud
empeoró y se temió que se fuera a suspender dicha actuación. Para evitar este
hecho la actriz consumió opio. En sus memorias relata cómo se desenvolvió en
el escenario durante la obra estando bajo los efectos de esta sustancia. A
consecuencia de intentar agradar a su público inglés esforzó su voz, esa noche
empezó a toser y a arrojar alarmantemente sangre. El Dr. Vintras, director del
Hospital Francés de Londres, la halló recostada en la cama, exhausta, y con un
aspecto que recordaba más a un cadáver que a un ser vivo. El doctor se quedó
con ella durante algunas horas, poniéndole hielo picado entre los labios cada
cinco minutos. Dejó de sangrar y, gracias a un medicamento opiáceo que le
suministró el doctor, se quedó dormida. Finalmente actuó pero aún se
Bibliografía
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psychoactive drugs, 26(1): 61-64.
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De Costa, C. (2010). The Diva and Doctor God: letters from Sarah Bernhardt to
Doctor Samuel Pozzi. Xlibris Corporation.
1
.Jaschok M. y Miers S. (eds.), Mujeres y patriarcado chino. Sumisión, servidumbre y escape. Barcelona.
Ediciones Bellaterra, Biblioteca de China Contemporánea, 2000.
Esta institución del mui tsai, estaba presente en toda China, donde el
empobrecimiento de campesinado, las guerras y los desastres naturales
producían un suministro continuo de niñas en venta por familias en una
situación muy pobre y a veces por padres avariciosos. Hubo padres que
vendieron a sus hijas a la gente local y pudieron vigilar el trato que recibían
pero en la mayoría de los casos, esto no era así, las niñas eran trasladadas a
muchos kilómetros de distancia.
2
. Apelativo utilizado para designar a los cargadores y trabajadores contratados con escasa cualificación
de la India, China y otros países asiáticos.
La vida de una mui tsai solía ser dura, tal y como muestran las
investigadoras María Jaschok y Suzanne Miers en el libro señalado, en el que
una colaboradora da su testimonio como mui tsai y cuenta que las niñas no
tenían camas, comían únicamente las sobras, normalmente sólo arroz, y
estaban al servicio de todo el mundo. No se atrevían ni siquiera a aproximarse
a los niños libres que acudían a la casa, incluso sufrieron abusos sexuales por
parte de los dueños, o se convertían en sus concubinas forzosas cuando
crecían.
- San po tsai.
Una san po tsai es una niña transferida desde su familia natal en una
forma particular de esponsal temprano. Estas niñas ocupaban una posición
especial e intermedia en la casa, con un estatus más bajo que una novia o una
niña prometida, no tiene que confundirse con la mui tsai, mujer vendida,
empeñada o alquilada para el servicio doméstico. Formaba parte de la familia
que la acogía con la intención concreta de casarla con uno de los hijos cuando
tuviera la edad adecuada. Esta práctica es muy antigua en China, se menciona
incluso en el código legal de la dinastía Yuan (1279-1368).
- Prostitución.
Entre las niñas más necesitadas de protección estaban las mui tsai, que
eran fácilmente distinguibles de los miembros de la familia que las poseía pues
solían ir vestidas con ropas viejas o con prendas de tejido basto, con cuello
redondo y botonadura al frente.
En la China rural existía una tradición contra el matrimonio, era el shu ti.
Cuando una mujer decidía no casarse, invitaba a sus amigas a un banquete.
Ese día tenía que ir al templo a rezar. Si tenía dinero ofrecía un gran banquete,
si no, invitaba a unas pocas amigas. Esta ceremonia era igual que realizar una
ceremonia de matrimonio. El motivo para no casarse era el miedo de la mujer a
sufrir malos tratos de sus suegros o de sus maridos, pues era bastante común
que los maridos golpeasen a sus mujeres. Algunas chicas tras esta
celebración, salían del pueblo para trabajar en otros lugares.
En algunos lugares del delta del río de las Perlas vivían unas mujeres
que decidieron unirse con hombres occidentales para llevar una vida mejor. Era
una estrategia arriesgada, a veces exitosa, de escapar del dominio patriarcal
(Smith). Muchas se convirtieron en dueñas de propiedades en Hong Kong,
fundaron algunas familias euroasiáticas cuyo precio fue el ostracismo social
para ellas y sus hijos, tanto por la comunidad china como por la europea. El
riesgo era que sus parejas occidentales las abandonaran junto a sus hijos,
condenándolas así a la penuria.
La mujer “protegida” era una mujer china que vivía con un extranjero.
Esta oportunidad se daba a las ciudades portuarias donde se reunían
- Obreras emigrantes.
Las san po tsai, y todas las nueras jóvenes eran vulnerables a la tiranía
de sus suegras (Hayes). Las concubinas estaban sometidas a la primera
esposa y a veces eran elegidas por ellas.
La creencia popular de que la gente podía ser vendida era asumida tanto
por las personas que compraban y vendían, como por los sujetos vendidos.
Hasta la fundación de la República Popular en 1949, China tuvo uno de los
más amplios mercados de intercambio de seres humanos en el mundo (J.L.
Watson,1980).
4- ANTECEDENTES HISTÓRICOS.
En 1950 tras decretar la nueva Ley del matrimonio siguió una campaña
nacional para erradicar la subordinación y venta de mujeres. Se intentó acabar
con el estigma sufrido por las mui tsai y las prostitutas, las víctimas del
feudalismo, el imperialismo y el capitalismo, al meno, eso era lo que se
pretendía, tarea nada fácil y que de hecho, no se erradicó del todo. En 1989
hubo una campaña contra los “seis males” cuyo objetivo era denunciar y
reprimir, entre otras desigualdades sexuales, la prostitución y el comercio de
mujeres.
-San Francisco: Miles de chinos fueron a California al iniciarse la fiebre del oro
en 1849. Veinte mil llegaron en 1852 y en 1900 existían ya 200.000 chinos
asentados en el estado (Mason). Muchos emigrantes encontraron empleo en la
industria y en el sector terciario de San Francisco. Los emigrantes eran
principalmente y hombres y pronto se desarrolló un próspero tráfico de
mujeres, prostitutas y mui tsai. Esto fue así hasta los años treinta (Mason).
Muchos emigrantes importaban desde China novias “por correo”, a veces como
esposas secundarias o como concubinas.
CONCLUSIÓN.
Durante siglos, las mujeres chinas han forjado un carácter marcado por
la sumisión, la paciencia, la fortaleza física y mental y la aceptación de un
patriarcado que si bien las protegía, también las sometía y las degradaba al
considerarlas un elemento de transacción para obtener un beneficio personal o
social.
Las mui tsai han sido ignoradas u olvidadas por la Historia, y a través de
este breve trabajo he tratado de dar a conocer su historia.
Elisa Laguna1
California State University
Las mujeres a través de la historia han tenido que vivir en mayor o menor grado
bajo el estigma de haber nacido dentro del género femenino. Ellas han sido
clasificadas como pertenecientes al sexo débil, además de ser nombradas como
seres poco pensantes y responsables de muchas de las desgracias del sexo
masculino. Así mismo, a través del transcurso del tiempo, muchas de ellas, han
sido sometidas a la esclavitud, o a severos sistemas patriarcales que las han
despojado incluso de voluntad propia. Sin embargo, entre todas esas etapas, una
de las peores, negras y más dolorosas que algunas tuvieron que sufrir, fue durante
la época de la Inquisición de los siglos XVI y XVII, en España y el Nuevo Mundo.
Durante este tiempo, la dureza y crueldad que la Inquisición tuvo hacia las mujeres
fueron inconcebibles. Horribles fueron los juicios y autos de fe en donde miles de
mujeres fueron sacrificadas, no solo por sus opiniones y acciones, sino por el
antojo y crueldad de los inquisidores, los cuales no se ablandaban, ni por la tierna
edad, ni pureza y hermosura de sus víctimas, cualidades que muchas de las veces
eran la causa de peores suplicios para ellas, pues dichas cualidades despertaban
la envidia, o el deseo insano de muchos hombres, algunas veces clérigos
allegados de los inquisidores. Esta situación es ilustrada a la perfección en la
novela del autor Luis Gutiérrez, ex fraile trinitario, titulada Cornelia Boronquia
victima de la Inquisición; dicha novela nos ejemplifica la situación que algunas
mujeres tuvieron que pasar gracias a la “Santa Inquisición”, la cual cometió
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “ Fall 2014” en el
seminario subgraduado “Spanish 430 (Spanish literature until the Neoclassicism)” que forma parte
del programa de B.A. en Spanish de California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer
este trabajo surgió durante el curso, magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-
Ruscalleda. Aprovecho este espacio para mostrarle al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero
agradecimiento por haber hecho posible que este trabajo vea la luz. Esta empresa solo ha sido
posible gracias a la confianza ciega que el Prof. Mallorquí-Ruscalleda siempre ha depositado en
mi trabajo, a la vez que por su inestimable, generosa e incansable ayuda desde la misma
confección del abstract, pasando por la supervisión, coordinación, corrección y edición que de
todas las versiones previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo, cualquier error
que permanezca es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier opinión
expresada en este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es
responsable ni suscribe ninguna de mis aseveraciones.
Obras citadas
Bouvier, Virginia M. “Sor Juana y la Inquisición: las paradojas del poder”. Revista
de Crítica Literaria 25. 49 (1999): 63-78
De Cuadra, Pilar: Mujeres vascas. Las Oquendo. Seis hábitos y la Inquisición.
Pamplona: Editorial Gómez, 1963. Print
Mannarelli, Mari Emma. Inquisición y mujeres: las hechiceras en el Perú durante el
siglo XVII. Lima Centro de Documentación sobre la Mujer. 1987. Print.
Mena, Jose Lorite. El Orden Femenino. Origen de un simulacro cultural.
Barcelona: Antropos, 1987. Print
Muñoz-Sampere, Daniel. La Inquisición española como tema literario. Política,
Historia y Ficción. En la crisis del antiguo régimen. New York: Tamesis,
2008. Print.
1. Introducción.
1 Las Siete Partidas del sabio Rey don Alonso el nono, nuevamente glosadas por el Licenciado
Gregorio
López del Consejo Real de Indias. Impreso en Salamanca por Andrea de Portonaris, impresor
de su
Majestad, año de MDLV, Madrid, 1974. Partida IV, Título XXI, ley 1.
2 Garrido García, Carlos Javier. La esclavitud en el reino de Granada en el último tercio del
siglo XVI: el caso de Guadix y su tierra. Tesis Doctoral. Departamento de Historia Moderna y de
América. Granada: Universidad de Granada, 2011, p. 173.
era grande el daño que recebían [los cristianos] de los traveses y de las
piedras que les arrojaban a peso desde un reducto alto donde estaban los
moros berberiscos, y entre ellos algunas moras que peleaban como varones,
3 Vincent, B. “Los moriscos granadinos y la monarquía”. En Fortea, J.I. y Gelabert, J.E. (eds).
Ciudades en conflicto (siglos XVI-XVIII), Valladolid, 2008.
4 Vincent, B. “Los moriscos granadinos…, p. 220.
5 Mármol Carvajal, Luis del. Historia del [sic] rebelión y castigo de los moriscos del Reino de
Una vez esclavizadas las mujeres, al igual que el resto de los esclavos,
solían ser herradas, marcadas con hierro candente en distintas partes del
cuerpo, que las señalaban para toda la vida, un reconocimiento público de su
condición social, algo habitual en la época en casi todos los reinos. En la
Península a los esclavos solían hacérsele marcas con hierros candentes
principalmente en el rostro, con dos letras, la “S” y la “I”, iniciales de “Sine Iure”.
Otras veces se hacía con las iniciales o con el nombre completo del dueño.9
6 Mármol Carvajal, Luis del. Historia del [sic] rebelión … Lib. VIII, cap. IV.
7 Mary Nash, Susanna Tavera. Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las
guerras de la Edad Antigua a la contemporánea. Barcelona: Icaria, 2003, p. 143.
8 Pragmatica y declaración sobre los moriscos menores del reyno de Granada. Madrid: Casa de
10 El caso fue llevado por don Francisco de Soto Salazar, electo obispo de Segovia.
la Granada del siglo XVI”. Sharq al-Andalus, núm 12. Granada, 1995, p. 200.
Por parte de la Corona había interés por evitar la esclavitud de los niños,
muchos de los cuales eran huérfanos, también porque se formasen
cristianamente, y estimulaba que pudiesen ser sacados del reino de Granada a
otras partes y entregados a personas que los instruyesen y enseñasen,
sirviéndose de ellos hasta tener la edad de veinte años. 13
13 Pragmatica y declaración sobre los moriscos menores del reyno de Granada. Madrid: Casa
siglo XVI: el caso de Guadix y su tierra. Tesis Doctoral. Departamento de Historia Moderna y de
América. Granada: Universidad de Granada, 2011, p. 99.
15 Garrido García, Carlos Javier. La esclavitud en el reino de Granada… p. 395-397.
16 Ad litem es una expresión latina que significa "a los efectos del juicio". El curador ad litem es
la persona encargada de asumir la defensa de la parte que por alguna circunstancia no puede
concurrir al proceso o cuando esta sea un incapaz y por dicha circunstancia no pueda asumir
su defensa.
17 El rey, en el siglo XIII, encargaba a uno de los alcaldes la revisión de la sentencia
pronunciada por el otro. En el siglo XIV, se crea el oficio permanente de Alcalde de las Alzadas,
que conoce de los recursos formados contra las sentencias de otros alcaldes. Vid. Montanos-
Ferrin, E. y Sánchez-Arcilla, J. Historia del Derecho y de las Instituciones, 3 vols., Madrid, 1991,
II, p. 159.
El auto fue apelado por el ama que declaró habérsela vendido doña
Francisca de Voz Mediano, viuda, vecina también de Valladolid, y en la
escritura de venta se manifestaba expresamente que si la esclava la llevaba a
pleito “tomaria la voz e defensa del e la sacaria a paz e a salvo” y en caso de
salir en libertad debía pagarle los daños y pérdidas ocasionados. La reacción
del ama contra la esclava no se limitó sólo a maltratarla sino que también la
herró, o marcó con hierro candente, en los dos carrillos al modo habitual de la
época, pues aún no lo estaba, lo que llevó al curador de la morisca a presentar
una querella criminal contra doña Isabel Gómez Enríquez por haber
contravenido el depósito de la esclava acordado por el Teniente de Corregidor.
Una vez conocidos los hechos por éste, ordenó que la morisca Isabel Zorrilla
se depositase “en poder de una persona abonada” hasta que la causa se
determinase. Se hizo en la casa de doña Beatriz, la mujer del corregidor de la
villa licenciado Armenteros, auto que por apelación fue confirmado en vista y
revista por el presidente y oidores de la Audiencia, que devolvió la causa al
Teniente de Corregidor. El pleito siguió su curso, se hicieron probanzas con
testigos y escrituras, hasta que fue dictada sentencia el 24-abril-1582 por parte
del corregidor de la villa licenciado Armenteros. Declarando a la morisca Isabel
Zorrilla por libre y, por hacerle malos tratamientos y herrarla, condenó a su ama
a un año de destierro de la villa y a pagar treinta mil maravedís para Isabel
Zorrilla y diez mil maravedís para la cámara y fisco de su Majestad, además de
costas.
La sentencia fue recurrida por las dos partes ante la Real Audiencia y
Chancillería de Valladolid, la parte de la morisca porque quería que la
condenase por doscientos ducados por el daño que le había hecho al herrarla.
Por la otra parte, doña Isabel Gómez Enríquez la apeló porque consideraba
que la morisca cuando había sido cautivada tenía doce años de edad y no
podía ser dada por libre y los testigos que decían lo contrario eran moriscos y
no se les debía dar crédito, como tampoco la sentencia por haber herrado a la
esclava, pues no había ley que lo prohibiese, lo hizo para que no huyese y la
herró levemente para que si fuese declarada por libre se le pudiese quitar sin
que le quedase señal de fealdad, algo difícil de creer. También la primera ama
de la esclava doña Francisca de Voz Mediano se incorporó al pleito solicitando
continuase como tal “esclava morisca de las del reyno de granada e abia sido
20 Real Chancillería de Valladolid. Registro de ejecutorias. Caja 1484,24. Ejecutoria del pleito
litigado por Galaz de Burgos, administrador de los moriscos del reino de Granada, como
curador ad litem de Isabel Zorrilla, morisca, natural de Motril (Granada), con Francisca de Voz
Mediano e Isabel Gómez Enríquez, sobre su derecho a la libertad, 27-4-1583.
Otra esclava morisca, que como la anterior no llevaba apellido, era María. 22
En 1583 fue interpuesto en primera instancia un pleito ante el Alcalde Mayor de
la ciudad de Toledo por parte de Matías de la Fuente, curador ad litem de
María, morisca o cristiana nueva, contra su amo Eugenio López. Hacía catorce
años que María, durante la rebelión del reino de Granada y siendo de seis o
siete años de edad, había sido cautivada y vendida como esclava. Su actual
amo la tenía desde hacía siete años. Su curador pedía en la demanda se le
diese por libre de acuerdo con la pragmática real al respecto, que condenase a
su amo a pagar lo que justamente mereciese por el tiempo de servicio y que
mientras dictase sentencia no la vendiese y le hiciese buen tratamiento. El amo
declaró haberla comprado a Pedro de Miranda como mayor de edad. Tras
realizarse las probanzas el Alcalde Mayor de Toledo dictó sentencia el 8-abril-
1583 declarando por libre a la morisca María, dejando a su amo Eugenio López
libre de culpa para que pudiera reclamar a la persona que se la vendió.
del pleito litigado por Pedro de Miranda, vecino de Toledo, con Matías de la Fuente, como
curador de María, menor, morisca del reino de Granada, sobre que Eugenio López, alcaide de
dicha ciudad, le deje libre por no haber participado en la rebelión de las Alpujarras debido a su
corta edad, 19-10-1585.
24 Real Chancillería de Valladolid. Registro de Ejecutorias, caja 1564,79. Ejecutoria del pleito
litigado por Benito Sánchez, berberisco y su mujer Isabel Bautista, morisca, vecinos de Toledo,
con Jerónimo Hurtado, vecino de dicha ciudad, sobre libertad de la segunda, cautiva y hecha
esclava de la parte contraria en Granada, 18-10-1586.
25 Juan Delgado fue secretario de Guerra en 1583. En principio aparece en el expediente como
vendedor de esta morisca a Isabel de Porras el secretario de Felipe II Juan de Escobedo, que
había sido también secretario personal de don Juan de Austria, secretario asesinado en 1587
4. Conclusiones.
La rebelión morisca entre 1568 y 1571 tuvo entre sus causas más
inmediatas la pragmática sanción de 1567, que limitaba sus costumbres y
tradiciones, con el fin de lograr una cristianización real, pues era evidente que
la conversión era ficticia. Las dudas existentes en un primer momento sobre si
podían considerarse esclavos los moriscos cautivos, que también tenía la
Corona, fueron aclaradas por la decisión real de febrero de 1569, que permitió
su esclavitud como guerra justa con la excepción de los niños menores de diez
años y medio y las niñas menores de nueve años y medio, que más tarde
confirmaría la pragmática de 1572.
Lo habitual fue que las mujeres capturadas en las zonas de conflicto fuesen
esclavizadas. Muchas de ellas fueron rescatadas con el dinero por sus
parientes, y muchas otras separadas de sus familias y dispersas por la
geografía peninsular. Una vez esclavizadas, las mujeres, al igual que el resto
de los esclavos, solían ser herradas, marcadas con hierro candente que le
señalaban para toda la vida en distintas partes del cuerpo, para conocimiento
público de su condición social.
por las conspiraciones palaciegas en las que estuvo involucrado Antonio Pérez, Secretario del
Consejo de Estado de Felipe II, que tuvo que huir a Francia.
26 Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. Registro de ejecutorias, caja 1577,30. Ejecutoria
del pleito litigado por Antonio de Hermosa como curador de Catalina de Rojas, morisca del
reino de Granada, con Isabel de Porras viuda de Diego Jiménez de Enciso, sobre la esclavitud
ilegal a la que estaba sometida al no tener ni siete años de edad cuando fue cautiva, 10-4-
1587.
En muchos casos la liberación sólo fue posible cuando las niñas moriscas,
ya mujeres, eran localizadas, muchas veces tras largos pleitos. Los malos
tratos sobre las esclavas moriscas, especialmente la crueldad del hierro
candente, incluso antes de su liberación eran corrientes, de ahí que siempre se
pidiera protección para la esclava en el tiempo que durase el pleito.
1
En el siglo Giovanni María Mastai Ferretti, Sumo Pontífice Romano desde 1846 hasta 1878.
2
Tal es el término de penitente que se le ha dado a la Magdalena a lo largo de la historia que
algunos ritos católicos diferentes al Novus Ordo Romano o misa de Pablo VI y al Vetus Ordo
Romano de San Pío V; en su onomástica del 22 de julio en vez de utilizar el terno blanco como
corresponde a los santos no mártires utilizan el morado en señal a su aceptada penitencia por la
hagiografía.
3
El breviario es un conjunto de oraciones católicas conocido como la liturgia de las horas que
realizan tanto hombres como mujeres ordenados, existiendo un mayor hincapié y cuidado de sus
rezos en las órdenes femeninas de clausura. Existen muchas ediciones, hacemos referencia a una
edición clásica posterior al Concilio Vaticano II: Cfr. AAVV. Diurnal. Biblioteca de Autores
Cristianos, Madrid, 1968.
4
VORÁGINE, Santiago de la. La leyenda dorada (selección de Alberto Manguel). Alianza
Editorial, Madrid, 2014, pp. 163-167.
No deja de ser una excepción dentro de la historia del arte (más aún de la
imaginería sacra española del siglo XX) y a pesar de que podamos observar
diferentes ejemplos donde atisba notas de esta concepción sólo lleva la idea a sus
máximas en el misterio del traslado al sepulcro de Úbeda que realiza en 1947 para
la cofradía del Santo Entierro y Santo Sepulcro de la misma ciudad y que se venera
en la basílica menor y antigua colegiata de Santa María.
De hecho no hay una clara certeza del porqué esta hermandad encarga dicho
grupo ya que veneraba un yacente y era realizar un misterio diferente como
segundo paso para la hermandad que pasaba a llevar dos Cristos muertos y así es
hasta el presente, quizás habría que pensar en que se rememoraba la existencia de
una sacramental que llega con ligereza de documentos hasta el siglo XIX en la que
en dos procesiones se utilizaban varias figuras el viernes santo para escenificar el
entierro de Cristo según extrae Torres Navarrete de Fray Domingo López;5 de ésta
quedó un extraño reducto hasta finales de los años 10 del siglo XX de un paso con
Nicodemo y San José de Arimatea que con evidencia en los 40 todavía llegaba a la
memoria colectiva a los cuales se les llamaba "los santos varones" y a los que se
5
TORRES NAVARRETE, Ginés de la Jara. Historia de Úbeda en sus documentos. Editado por el
autor, Úbeda, 1990, tomo VI, pp. 86-87. Anteriormente mediante otros textos el da más noticias
sobre la procesión del Santo Entierro ubetense desde el siglo XVII, pp. 77 -82.
Fuente: propia.
6
HERRADOR MARÍN, Pedro Mariano. Nuestras Cofradías en el siglo XX. Tomo 2. Editado por el
autor, Úbeda, 2003, Tomo 2, pp. 106-107.
7
BONET SALAMANCA, Antonio. Escultura procesional en Madrid (1940-1990). Instituto de
Estudios Madrileños, Madrid, 2009, p. 45.
8
LORITE CRUZ, Pablo Jesús. Iconografía de San Miguel en la diócesis de Baeza-Jaén. Tesis
doctoral defendida en la Universidad de Jaén en 2010, pp. 677-678.
9
LORITE CRUZ, Pablo Jesús. "Una aproximación al Cristo del Perdón de Jaén, obra de Francisco
Palma Burgos." Pasión y Gloria. Agrupación de cofradías hermandades de la ciudad de Jaén, Jaén
2015, N.º 1, p. 22, nota 1. Esta atribución la encontramos con anterioridad en LÓPEZ PÉREZ, Juan.
"Palma Burgos en el recuerdo. La advocación de Jesús del Perdón en la cofradía de su nombre, de
Jaén. 1954-1955." Úbeda, imagen y palabra. Unión de Cofradías de Semana Santa de Úbeda,
Úbeda, 2011, pp. 356-388.
10
Op. Cit. Nota 4, p. 161.
11
HERNÁNDEZ, Miguel. Breve antología poética. Instituto de Estudios Giennenses, Jaén, 2014,
pp. 99-101.
12
Ibídem, pp. 75-76.
Fuente: propia.
Queremos dejar muy clara una idea, tanto la asexualidad de Santa María
Magdalena como la semidesnudez de San Juan son representaciones iconológicas
profundas -tan tristes como esperanzadoras- y en su totalidad con ideas sacras (no
olvidemos que estamos en una obra de la década de los 40 del siglo XX) en las
antípodas de una idea de la feminización de la masculinidad o de la masculinización
de la feminidad -más rara esta segunda- en lo que en el siglo XXI en imaginería se
viene acuñando con el término del "homo sentimental" en el "Neobarroco Gay,"
término puesto en circulación por Fernández Paradas y Sánchez López que define
un período artístico en donde se destacan hasta el presente figuras como Francisco
Romero Zafra o Antonio Bernal Redondo. 13
13
Cfr. SÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio, FERNÁNDEZ PARADAS, Antonio Rafael y ORTIZ
CARMONA, José Alberto. "Entre la postmodernidad y el homoerotismo, la imaginería procesional
del siglo XXI y el Neobarroco Gay." Baética; estudios de arte, geografía e historia. Universidad de
Málaga, Málaga, 2013, N.º 35, pp. 33-55.
Volvemos a reincidir que con mucha prudencia y con afán cuidadoso por ser
las dos cartas pontificias muy posteriores a la obra artística, es en cierto modo esa
idea de redención total acompañando a Cristo planteada desde otro momento
histórico mucho más conservador la que llevó al bohemio malagueño a
masculinizar a Santa María Magdalena.
14
En el siglo Karol Wojtyla, 264 Sumo Pontífice Romano desde 1978 hasta 2015. Elevado a los
altares el 27 de abril de 2014.
15
WOJTYLA, Karol (Juan Pablo II). Encíclica Laborem Exercens. Ciudad del Vaticano, 14 de
septiembre de 1981. Punto 27.
16
En el siglo Jorge Mario Bergoglio, 266 Sumo Pontífice Romano desde 2013 hasta el presente.
17
BERGOGLIO, Jorge Mario (Papa Francisco). Encíclica Laudato Sii. Ciudad del Vaticano, 24 de
mayo de 2015. Capítulo 2. Punto 98.
Fuente: propia.
18
Cfr. LORITE CRUZ, Pablo Jesús. "Una sutil aproximación a la imaginería pasional de Nicolás
Prados López." Notandum. Universidad de Sao Paulo y Universidad de Oporto. Sao Paulo, N.º 38,
mai-ago 2015, pp. 27-38.
¿De dónde bebe Palma Burgos aparte de Palma García que no ha pasado a la
historia como gran imaginero o con más razón debemos afirmar que se encuentra al
presente muy poco estudiado? Él es el creador de unas connotaciones, pero no es el
punto inicial de la mujer masculinizada con una clara fuente en el Renacimiento
italiano, siendo el ejemplo más claro las sibilas de la Capilla Sixtina19 realizadas
por Miguel Ángel. Conocido es que todas tienen una tendencia masculina, si bien
hay dos más destacables, la Cuma y la Líbica, en la primera sus brazos musculosos,
grandes pies y líneas masculinas en todo el rostro de perfil (barbilla, nariz aguileña,
ojos, cejas,…) nos lleva en realidad a estar ante un hombre vestido de mujer. Un
poco más femenina es la Líbica, si bien sus espaldas son completamente masculinas
presentando la complexión genética y triangular masculina frente a las curvas
naturales femeninas.
19
Realizamos esta nota al pie siendo conscientes de que no va más allá de ser una simple hipótesis
personal no demostrable. La procesión del Santo Entierro ubetense que venimos indicando llegó
por algunos documentos escritos y otros orales, según op. cit. Nota 5, p. 87; existían unas niñas que
se vestían de sibilas, figuras bíblicas no desconocidas en Úbeda por representarse en varios de sus
edificios del siglo XVI, siendo las más famosas las existentes en los arcos que sustentan el coro alto
de la capilla del Hospital de Santiago. No es de extrañar que no sólo se basara Palma Burgos en su
conocimiento de las sibilas sixtinas, sino que demostrara una idea de acercamiento a ellas pensando
en la antigua procesión que si bien él no conoció le era mucho más reci ente la información sobre la
misma que a nosotros, al igual que a los antiguos hermanos de la cofradía que en aquel momento
fueran muy mayores. Pudo ser un guiño más al grupo en su figura de Santa María Magdalena, si
bien volvemos a incidir en que se trata de una hipótesis muy personal.
Hay quienes como el erudito Martínez Elvira han querido ver en Ella claros
rasgos gitanos, 20 en realidad no van más allá de policromía morena generalizada en
todas las carnaciones de Palma Burgos. La doctora Lázaro Damas incide en una
edad más adulta reforzando la nota demacrada de pómulos y ojeras, muy
pronunciados. 21 Todas son interpretaciones muy correctas, pues es una obra que
rompe con el canon típico de la dolorosa joven y dulce que lleva a los historiadores
del arte e investigadores a buscar un análisis sobre la misma más complejo y
original como curiosa es la obra.
Caridad de Úbeda.
Fuente: propia.
20
MARTÍNEZ ELVIRA, Juan Ramón. Semana Santa en Úbeda. Unión de Cofradías de Semana
Santa de Úbeda, 2011 , tomo I, p. 402.
21
Cfr. LÁZARO DAMAS, María Soledad. "Imaginería procesional de Úbeda." Semana Santa en la
provincia de Jaén. Ediciones Gemisa, Bilbao-Sevilla, 1984, pp. 297-305.
Dolores de Úbeda.
Fuente: propia.
22
EIXIMENIS, Francesc. Llibre dels angels. Barcelona, año 1494. Ed. Facsímil. Abadía de la
Montserrat. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Libro I Fol. III v.
Esta idea en cierto modo generalizada o más bien globalizada por una
estética triunfante no es compartida o quizás ampliada por Palma Burgos que
consideró que la figuración de las grandes mujeres del relato de la Pasión eran
portadoras de un "todo" que representaba a la humanidad mucho más amplio. Su
concepción va mucho más allá de las típicas mujeres dulces y llorosas que
acompañan a una Virgen María doliente junto a una Santa María Magdalena que
muchas veces lleva en sus manos el Santo Grial (volvemos a recalcar en el famoso
icono eucarístico), iconografía de grupo bastante estandarizada que llega al presente
en muchos misterios de Pasión basados en la Vía Dolorosa de Jerusalén.
23
Lc. 23, 28.
24
Añadida al misterio la imagen de Santa María de Cleofás en 2014 por Antonio Jesús Parras Ruiz.
Para una mayor información sobre este autor y su primigenia producción mariana Cfr. LORITE
CRUZ, Pablo Jesús. "La dolorosa del Rosario de la colegiata de Baeza, obra de Antonio Jesús
Parras Ruiz, una mirada del arte hacia el futuro." Claseshistoria. IES Juan de la Cierva. Vélez-
Málaga. Artículo N.º 250, noviembre de 2011, pp. 1-15.
25
Cfr. DOMÍNGUEZ CUBERO, José. La rejería de Jaén en el siglo XV. Diputación provincial de
Jaén, Jaén, 1989.
26
Cfr. LORITE CRUZ, Pablo Jesús. "Un escudo episcopal de los Fernández de Córdoba en la
capilla de la Yedra de la colegiata de Úbeda." Cuadernos de Genealogía. Hispagen, Sevilla, N.º 13,
2013, pp. 8-22.
27
Obispo de Palencia desde 1534 hasta 1536, también fue obispo de Oviedo y Zamora, así como
administrador diocesano de la archidiócesis primada de Toledo; presidente del Consejo de
Hacienda de Castilla y Comisario General de Cruzada.
28
Cfr. LORITE CRUZ, Pablo Jesús. "Las iconografías de Santa Ana como precedentes de la
Inmaculada Concepción, el beso de la puerta de Jerusalén y la Sagrada Parentela. El triunfo de la
mujer en la estirpe de Cristo." II Congreso virtual sobre historia de las mujeres. Asociación de
Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén. Jaén, 2010. Comunicación N.º 5, 12 páginas.
S/P.
2. Misma iconografía en el grupo del Nazareno de la hermandad de la Santa Faz de Córdoba. Antonio Salto Román
(1988).
Fuente: propia.
Bibliografía.
---. Nuestras Cofradías en el siglo XX. Tomo 3. Editado por el autor, Úbeda,
2014.
-LORITE CRUZ, Pablo Jesús. "El grupo del Santo Entierro de Úbeda. Una
genialidad única de Francisco Palma Burgos." Redoble de Silencio. Cofradía del
Santo Entierro de Cristo y Santo Sepulcro, Úbeda, N.º 15, 2010, pp. 73-82.
-MÂLE, Emile. El Barroco: Arte religioso del siglo XVII: Italia, Francia,
España, Flandes. Madrid: Encuentro, 1985.
-WOJTYLA, Karol (Juan Pablo II). Encíclica Laborem Exercens. Ciudad del
Vaticano, 14 de septiembre de 1981.
Resumen
La medicina tradicional cada vez más está teniendo una importancia mayor. En
Ecuador, hasta hace bien poco, la medicina tradicional ha sido la única manera
de tener un tratamiento accesible y económicamente posible. Estudiaremos el
caso del pueblo saraguro en Ecuador. En donde la figura de las mujeres como
sanadoras y parteras sigue siendo importante. Esta comunicación trata sobre
una planta sagrada de la región latinoamericana de los Andes: el San Pedro,
sampedrillo o “cacto de los cuatro vientos”. Durante la colonización castellana
los saraguros mantuvieron sus tradiciones, conocimientos y prácticas para
reponer y mantener la salud de sus habitantes. Las curanderas tradicionales
saraguras son llamadas yachakkuna o mama yachak. Ellas conocen las plantas
medicinales y psicoactivas utilizadas en las “mesas”.
Palabras clave
Cactus, San Pedro, planta medicinal, Saraguro, yachakkuna, “mesas”.
La vestimenta femenina
La vestimenta saragura principal es de lana hilada en el propio hogar, teñida de
negro. Es fundamental el sombrero blanco de lana prensado, de ala ancha y
moteado con manchas negras. Los materiales básicos para la confección del
sombrero son lana de oveja, betún, cola pez y dril blanco. Los complementos
se componen del anaco (falda negra plisada que expresión de su feminidad y
ceñida a su cintura con el chumbi, o faja), la blusa de seda y de colores
vistosos, y sobre la blusa, el reboso, una especie de capa negra de lana.
Adornan a la mujer saraguro grandes zarcillos de filigrana unidos por una
cadena que se entrelaza alrededor del cuello, anillos, y el topo, con el que la
mujer asegura el reboso a la altura del pecho. Finalmente esta la walka, collar
muy elaborado de mullos y cuentas de colores que adornan el cuello de la
mujer y también parte del busto (García Sánchez, 2014).
La medicina saragura
En la zona de sierra ecuatoriana el uso de plantas como agentes terapéuticos
es una característica importante de la medicina tradicional y todavía se practica
en Saraguro (Rojas Reyes et al, 2007). Todas las enfermedades se suponían
que estaban provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a
causa de un maleficio, un susto o un pecado (Llumiquinga Angamarca, 2012).
Estudios en la comunidad de Saraguro describen la existencia de
hampiyachakkuna (tanto hombres como mujeres) que tienen conocimiento de
las propiedades de las plantas curativas. Estas personas utilizan su sabiduría
para curar enfermedades. Nosotros en esta comunicación vamos a hablar de
las mujeres. Las yachakkunas son responsables por el diagnóstico, tratamiento
San Pedro
A partir de los tallos del cactus, preparan una bebida sacramental que les
permite alcanzar estados alterados de conciencia. En este contexto el San
Pedro apareció como un obstáculo para la cristianización de los nativos
americanos. El poder impuesto por los conquistadores no logró extirpar este
uso ancestral de la achuma, como se llamaba anteriormente en el periodo
precolombino, sin embargo provocó cambios en su carácter original como se
refleja en el nuevo nombre que adquirió la planta (San Pedro, el que sostiene
las llaves del cielo) (Schultes y Hofmann, 1993: 58).
Conclusiones
Se ha confirmado que las yachakkunas de la comunidad de Saraguro utilizan
especies enteógenas, como el cactus San Pedro (pachanoi echinopsis),
durante sus rituales mágico-religiosos en la mesada y en las ceremonias
curativas para tratar enfermedades físicas, mentales, emocionales o
sobrenaturales. Los saraguros tienen la capacidad de sobrevivir como
comunidad pesar de la fuerte presión externa, y el deseo de mantener su
patrimonio curativo ancestral. Esta investigación forma parte de una estrategia
que busca rescatar la conciencia de los saraguros e intenta promover sus
recursos medicinales ancestrales.
Agradecimientos
Agradecemos a la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y al Consejo
Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas del Ecuador
(CONSEP) por la financiación y ayuda prestada en la realización de la
investigación. Este trabajo se enmarca en los lineamientos del CONSEP. Esta
Bibliografía
Abal, C. (1995). Chavín de Huantar. Símbolo y cultura. Buenos Aires,
Almagesto.
Andrade J.M. (2007). Estudio Etnobotánico de Plantas Medicinales Empleadas
por la Etnia Saraguro en la Parroquia San Lucas del Cantón Loja, Provincia de
Loja. Loja, UTPL, Escuela de Ingeniería Agropecuaria.
Andrade, J.M., Armijos, C., Malagón, O. y Lucero, H. (2009). Plantas Silvestres
Empleadas por la etnia Saraguro en la Parroquia San Lucas. Loja, Universidad
Técnica Particular de Loja.
Armijos, C., Cota, I., & González, S. (2014). Traditional medicine applied by the
Saraguro yachakkuna: a preliminary approach to the use of sacred and
psychoactive plant species in the southern region of Ecuador. Journal of
ethnobiology and ethnomedicine, 10 (1), 26.
Camino, L. (1992). Plantas, cerros y lagunas poderosas. La medicina del norte
del Perú. Piura, CIPCA.
Camino, L. y Anderson, A. (1994). “Sicoactivos e identidad étnica”. En Revista
Investigaciones: 28-40.
Carod-Artal, F. J., & Vazquez-Cabrera, C. B. (2005). Mescaline and the San
Pedro cactus ritual: archaeological and ethnographic evidence in northern Peru.
Revista de Neurología, 42(8), 489-498.
García Sánchez, A. (2014). Identidad saraguro en España. Reflexiones con
motivo de la celebración de la Virgen del Cisne en Vera (España). Quito,
Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador.
Gualán Japón, V. (2014). Análisis de los cambios culturales en la Comunidad
Saraguro a partir del contacto con la cultura occidental contemporánea. Quito,
Universidad Central de Ecuador.
Guarderas Veintimilla, L. F. (2012). Probioticos como coadyuvantes en el
manejo de la enfermedad diarreica aguda y su evolución, en los niños de 2
años a 4 años en el área de pediatría del Hospital de Saraguro periodo Enero a
Junio del 2012 (Doctoral dissertation).
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “Fall 2014” en el seminario
graduado “Spanish 575 (Spanish Drama)” que forma parte del programa de M.A. en Spanish de
California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer este trabajo surgió durante el curso,
magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-Ruscalleda. Aprovecho este espacio para mostrarle
al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero agradecimiento por haber hecho posible que este trabajo
vea la luz. Esta empresa solo ha sido posible gracias a la confianza ciega que el Prof. Mallorquí-
Ruscalleda siempre ha depositado en mi trabajo, a la vez que por su inestimable, generosa e incansable
ayuda desde la misma confección del abstract, pasando por la supervisión, coordinación, corrección y
edición que de todas las versiones previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo,
cualquier error que permanezca es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier
opinión expresada en este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es
responsable ni suscribe ninguna de mis aseveraciones.
2
Las citas de Bodas de Sangre a lo largo de este ensayo, se refieren al libro de Obras Completas
(Madrid: Aguilar, 1963)
3
Solo se leyó el primer párrafo de éste articulo, lo cual no tenía nada que ver con esta investigación.
4
Dramaturgos griegos que son únicos no sólo por su talla, sino también por su forma y por su técnica,
según George Steiner.
1. Objetivo..........................................................................................................2
2. Método empleado..........................................................................................3
3. Resultados
4. Agnódice.......................................................................................................10
5. Conclusiones...............................................................................................21
6. Referencias APA..........................................................................................22
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 462 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
1. Objetivo
Por ello y por la disposición del VII congreso virtual sobre las mujeres en la
historia, el cual facilita el estudio y difusión de las mujeres en la historia, se ha
realizado este trabajo mostrando características políticas y sanitarias, en las
que la mujer de la época cobra un papel fundamental.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 463 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
2. Metodología empleada en este proyecto
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 464 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
3.1. Resumen Histórico
Atenas, siglo IV a.C. período en el que se produce la Crisis del S.IV *. Este
parámetro temporal, es descrito por la historiografía del S XIX para explicar un
amplio período de la Historia de Grecia, que se abre cronológicamente entre
dos épocas bien distintas, el final de la Grecia Clásica -con la derrota
ateniense en las Guerras del Peloponeso (404 a.C.) y por otro, los inicios del
mundo helenístico -victoria de Filipo II en Queronea (338 a.C.), en el que la
dominación macedonia marcará un nuevo rumbo para la historia de la Hélade,
que le conducirá a su conversión en provincia romana.
*Crisis del Siglo IV: Como suele suceder en la historia, después de cada época denominada
“Clásica”, el siglo IV a.C. es considerado además, un siglo puente entre las Guerras del
Peloponeso y la forja del imperio de Alejandro, un siglo de crisis, entendiendo crisis como una
transformación, puntualizando este concepto, ya que el siglo IV supone un cambio de
mentalidad pero no presenta síntomas de crisis en ninguna de sus áreas históricas.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 465 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Pervivencia de la Democracia
En la mayor parte de las póleis griegas se mantienen las bases del sistema
democrático, aunque eso sí, adaptado a un nuevo contexto histórico, sometido
a revisión continua por parte de los intelectuales del momento.
Las mujeres por muy hijas y esposas de ciudadanos que fueran, no podían
intervenir en los organismos públicos, ni votar. La mujer rica permanecía en
casa recluida, en el gineceo y no participaba en fiestas, banquetes o actos
públicos. Pero la inmensa mayoría trabajaba aunque había pocos trabajos a
los que podían dedicarse (vendedoras, nodrizas y comadronas).
Un caso aparte eran las bailarinas, músicas y prostitutas que tenían más
libertad que el resto de las mujeres y las hetairas*, generalmente extranjeras,
únicas mujeres cultas que abrían su casa a intelectuales y artistas, abrían
academias para enseñar a los jóvenes y que asistían a fiestas y banquetes.
(EDU.XUNTA, Isastelleriras, 2015)
*Hetairas: Es difícil para una persona del siglo XXI entender lo que podía significar en la
sociedad griega el personaje de la hetaira, cuyo nombre, femenino de hetairos “compañero”, ya
muestra su condición especial.
5
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VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
3.2. Las Hetairas, las mujeres más libres de la Grecia Clásica
“Las hetairas eran quizás las mujeres más libres de la Grecia clásica”. Atenas,
esa ciudad en la que solo cuarenta y cinco mil de sus habitantes eran
considerados ciudadanos, la clase alta vivía por y para el disfrute, tanto
intelectual como físico. Pero, para ver la situación en su conjunto, hay que
tener en cuenta que Grecia era, y eso es también un legado que se ha
perpetuado hasta nuestros días, una sociedad profundamente misógina. “No
hay más que leer a Platón, para quien las mujeres son una degeneración física
del ser humano, ó a Aristóteles, que habla de las mujeres como varones
estériles”. En Atenas, las mujeres acomodadas no podían tener propiedades,
ellas mismas eran propiedad de su marido, vivían recluidas en los gineceos y
no se relacionaban socialmente con su esposo, demasiado ocupado con sus
múltiples actividades sociales, políticas e intelectuales y lúdicas. (Martín I;
2011).
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 467 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
La Curandera de Atenas
En realidad, parece que la crisis del siglo IV, sentó sus bases sólo sobre las
consecuencias de las Guerras del Peloponeso. La derrota de Atenas fue, en
última instancia, el gran elemento crítico que puede cerrar el Clasicismo
Griego. (UNED, Tudela, 2015).
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 468 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Sacerdotes y Sacerdotisas
Hay casos en los que un templo era atendido conjuntamente por un sacerdote
y una sacerdotisa, como en la Acrópolis de Atenas, donde las diversas
divinidades alojadas en el Erecteion eran servidas por un sacerdote (de
Poseidón) y una sacerdotisa (de Atenea). Sobre todo en épocas posteriores, un
mismo sacerdote o sacerdotisa podía atender a distintos cultos en un mismo
santuario.
8
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2015
3.4. Las mujeres en la historia del cuidado de la salud
GRECIA
9
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2015
4. Gnódice
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 471 -
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2015
Atestiguación acerca de Agnódice
11
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2015
Carta XVII, Benito Jerónimo Feijoo
Cita:
12
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VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Sigue la Cita:
“Los Médicos, a quienes Agnódice con la curación de las mujeres quitaba una
considerable parte de sus ganancias, se conjugaron contra ella; y como
estaban en la persuasión de que era hombre, la acusaron en el Aereópago de
ilícitas intimidades con el otro sexo, añadiendo de que muchas mujeres se
quejaban de dolencias, que no padecían buscando este pretexto para lograr su
torpe comercio, con el lampiño Mediquito. Compareció Agnódice en el
Areópago, exhibiendo ante aquellos Jueces pruebas evidentes de su sexo.
Derribada esta batería, en su ruina fundaron los Médicos otra, alegando contra
Agnódice la ley que prohíbe a las mujeres el uso de la Medicina. Pero
sabedoras del caso, las Damas Atenienses, intervinieron en la causa, e
hicieron tanto, que lograron se abrogase aquella ley; con que quedó triunfante
Agnódice, y se declaró a las mujeres el derecho a ejercer el Arte que ella
ejercía.”
Embriótomo : Instrumento que sirve para aplastar o fragmentar la cabeza del feto para facilitar
1
su extracción.
13
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 474 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Agnódice incluida en otros textos
Otros relatos hablan de Agnódice como una de esas mujeres atenienses que
luchó por superar esta discriminación hacia lo femenino, convirtiéndose así en
la primera mujer que ejerció la ginecología en Atenas.
14
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VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Agnódice, La Ginecóloga Rebelde
Figura 1. Gnódice
Para poder estudiar medicina, tuvo que adoptar la forma masculina. Para ello,
se transformó, contándose el pelo, se vistió como hombre y para que no se le
notaran los pechos, se puso un vendaje fuerte sobre los mismos. (Feandalucía,
Fayanas, E. y Tostado F.J; 2014/15)
15
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 476 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
“Un día cuando regresaba hacia su casa, pasando por el foro vio como una
mujer que estaba acompañada de su marido se encontraba en el suelo, por sus
síntomas, enseguida entendió que se encontraba en estado de parte pues
tenía las piernas machadas de líquido amniótico, ya que había roto aguas y
estaba a punto de dar a luz”. Agnódice se acercó con la intención de ayudarle y
le dije que era médico. Ella inmediatamente cerró las piernas y se defendió
cruzando los brazos, diciendo: “No, no está mi hijo llegando, más que no se
acerque, ni este médico ni ningún otro. Ningún hombre ha visto mi cuerpo y
nadie lo verá, más que mi amado esposo, además lo ofrecí a los dioses por
indicación de mi difunta madre. Hay que dolor”. (Feandalucía, Fayanas, E. y
Tostado F.J; 2014/15)
16
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 477 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
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El marido contesta:
“Alabo tu virtud, más en este momento todo es diferente, porque nuestro hijo
llega y puede tener peligro al salir de tu vientre, es por ello que debes admitir la
intervención de un médico para que os atienda y advierte que este no es el
momento de retrasos, sino de premuras así que toma la decisión justa teniendo
en cuenta, que debes velar por nuestro fruto y por ti”
17
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 478 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
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A partir de entonces, su clientela aumenta, lo que provoca un fuerte malestar
en los otros médicos de la ciudad, porque se produce una merma económica
de sus ingresos. Como forma de desprestigiarla hacen correr el rumor de que
corrompía a sus clientes. Decían “es uno de los que seduce y corrompe a las
esposas de los hombres”. Con testimonios falsos, Agnódice es acusada de
violación sexual con penetración a dos pacientes. Como consecuencia de esta
denuncia, es llevada ante el Aerópago, sede del Consejo, que estaba formado
por arcontes y magistrados.
18
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 479 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
“Quedó así la causa anulada por falta de verdad en los hechos. Pero al mismo
tiempo los hombres reclaman que sea castigada por ejercer la medicina siendo
mujer. De este modo se le abre un nuevo juicio, pero se le da tiempo para que
pueda preparar su defensa de algo que no puede negar, pues ella misma lo ha
reconocido, el haber ejercido la medicina. Ella era consciente del riesgo que se
cernía de ser condenada a muerte por haber ejercido la medicina siendo
mujer.”
Las mujeres casadas con los ciudadanos que forman parte de la Asamblea
popular, Consejos, Arcontes y Estrategos presinaban a sus maridos para que
absolvieran a Agnódice.
19
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 480 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
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Cuenta el escritor latino Higinius en el siglo I a. C, que las mujeres increpaban
a los magistrados “vosotros hombres no sois esposos sino enemigos, ya que
condenáis quien descubrió la salud para nosotras”....”Si ella no puede
acercarse a nuestros cuerpos enfermos, tampoco lo haréis vosotros a nuestros
cuerpos sanos”.
20
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 481 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
5. CONCLUSIONES
En estos últimos fragmentos, hay frases que coinciden con las de Benito
Jerónimo de Feijoo, así como en otros acontecimientos anteriores y previos al
juicio. También se puede corroborar la historia a partir de los textos
encontrados de Higinio en el S I a. C.
Sin embargo, es preciso reconocer, según decíamos antes, una tercera vía; y
asumir que, dado que un acontecimiento tan lejano en el tiempo no siempre es
factible de ser probado contundentemente, sí lo es cuando menos de ser
mostrado conjeturalmente. Es probable que atendiendo a ciertos vestigios,
haya existido una mujer que a través de artimañas y disfraces se introdujera en
la escuela de Herófilo y estudiase medicina ó incluso la ejerciera con una
fuerza indomable para defender sus derechos y los de aquellas, que no por
falta de habilidades, pretendiesen ejercer la Ginecología.
21
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 482 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
6. Referencias APA
Libros:
Spawforth, T; 2006, The Complete Greek Temples, Londres: Ed. “Thames &
Hudson”. Recuperado de:
https://books.google.es/books?id=GNuzQBI35uQC&pg=PA100&lpg=PA100&dq
=mujeres+sacerdote+Atenas&source=bl&ots=QM4auCMTAF&sig=7Ve9aK3gq
U4n10qHPW4n4J5hxM8&hl=es&sa=X&ved=0CDgQ6AEwBGoVChMIvJLe7pap
yAIVyNkaCh2ORw72#v=onepage&q=mujeres%20sacerdote%20Atenas&f=fals
e
http://www.traslalluvialiteraria.com/2014/09/el-faro-de-alejandria-de-gillian.html
https://books.google.es/books?id=W8KcY0YxiDwC&pg=PA56&lpg=PA56&dq=l
a+mujer+en+la+grecia+del+siglo+IV&source=bl&ots=-Jve9NfHI6&sig=wDd-
EHs37h6twvdxb_UNwWG1SrE&hl=es&sa=X&ved=0CE4Q6AEwDGoVChMIn9
LHoL6myAIVygQaCh1KHQW9#v=onepage&q=la%20mujer%20en%20la%20gr
ecia%20del%20siglo%20IV&f=false
22
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 483 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
Páginas WEB y Documentos:
http://www.filosofia.org/bjf/bjfc000.htm
http://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd12265.pdf
http://franciscojaviertostado.com/2015/04/06/agnodice-de-atenas-la-primera-
mujer-ginecologa-o-quizas-no/
23
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 484 -
VII Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres
2015
El Silgo IV a. C. (Stásis, Crisis Política y cambio Espiritual en la Grecia
Clásica). UNED, Tudela. Recuperado el 3.10.2015 de:
http://horarioscentros.uned.es/archivos_publicos/qdocente_planes/472168/lecci
on15elsigloivacc.pdf
http://www.edu.xunta.es/centros/iesastelleiras/?q=system/files/atenas-3.pdf
”Las Hetairas eran las mujeres más libres de la Grecia Clásica”. Sauar, M.
(2011), Recuperado el 4.10.2015 de:
http://www.lasprovincias.es/rc/20111127/mas-actualidad/cultura/hetairas-eran-
quizas-mujeres-201111252323.html
Revistas:
https://www.uv.mx/cienciahombre/revistae/vol24num3/articulos/atenas/
24
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 485 -
YERMA Y LA FERTILIDAD
García Lorca por medio de su texto literario Yerma nos hace saber la
problemática de las mujeres en el pueblo español a principios del siglo XX. La mujer
parece estar obligada a las labores domésticas y la maternidad proyectando de esta
manera la estructura familiar. En Yerma los prejuicios sociales se verán enfatizados a
través del sujeto dramático homónimo se va construyendo a través de sus
padecimientos y reflexiones. Yerma lucha desesperadamente en el intento por ser
madre, cada vez se vuelve más conflictiva y no cede en ello hasta consumarla. El
desenlace la muerte del marido era la última esperanza de llevar acabo su sueño
imposible.
Cabe mencionar las expectativas de la sociedad para la mujer en aquella época
y el papel que ella debía desempeñar. La sociedad conifaba a las mujeres y las
consideraba el punto principal de su identidad el ser madres y la consecuencia al
incumplir este papel, tan importante; ellas carecían de dignidad social; la identificación
de las casadas sin hijos no era vista con buenos ojos ante la sociedad inclusive si en
algunos casos eran los hombres los que no podían procrear (siendo ellos los estériles)
aún así la que eran mal vistas eran siempre las mujeres. Y esto es precisamente lo que
le sucede a Yerma. El ideal femenino de la época era el de una mujer abnegada,
tranquila, dulce de carácter angelical y sometida al esposo. Una mujer que pudiera
procrear y crear a sus hijos. También se puede identificar al hombre ideal establecido
por la sociedad, fuerte, varonil, que llevara el sustento a la casa, que se encargara de
los bienes materiales pero sobre todo un Don Juan Hispánico. En este ensayo trataré
1
Este trabajo es una reelaboración del ensayo final que entregué durante el “Fall 2014” en el seminario
graduado “Spanish 575 (Spanish Drama)” que forma parte del programa de M.A. en Spanish de
California State University-Fullerton, USA. La idea de hacer este trabajo surgió durante el curso,
magistralmente impartido por el Dr. Enric Mallorquí-Ruscalleda. Aprovecho este espacio para mostrarle
al Prof. Mallorquí-Ruscalleda mi más sincero agradecimiento por haber hecho posible que este trabajo
vea la luz. Esta empresa solo ha sido posible gracias a la confianza ciega que el Prof. Mallorquí-
Ruscalleda siempre ha depositado en mi trabajo, a la vez que por su inestimable, generosa e incansable
ayuda desde la misma confección del abstract, pasando por la supervisión, coordinación, corrección y
edición que de todas las versiones previas a las que el lector tiene ahora delante. Sin embargo,
cualquier error que permanezca es de mi única y exclusiva responsabilidad. De la misma cualquier
opinión expresada en este artículo es solamente mía, por lo que el Dr. Mallorquí-Ruscalleda no es
responsable ni suscribe ninguna de mis aseveraciones.
En este parráfo podemos darnos cuenta que lo que a Juan le preocupa son las
habladurías de la gente respecta a que Yerma hable con otros hombres, ya que en esa
sociedad está mal visto vera a las mujeres hablando con hombres solteros o con
cualquier hombre. Pero Juan no demuestra preocupación alguna de habladurías de la
gente sobre su imposibilidad de procrear. En este espacio también podemos darnos
cuenta que es la voz dramática la que nos está hablando de cierta forma nos está
indicando que no es mujer”. ¿Será posible que García Lorca sea Yerma? ¿Quizá a
través de Yerma su alter-ego nos está dando a conocer la gran frustración que tenia él
al no poder engendrar hijos. Y no ser quién en realidad él quería ser? Y las
expectativas que tenía la sociedad para él como hombre tales como ser fuerte, varonil,
que llevara el sustento a la casa, que se encargara de los bienes y que fuera un Don
Juan Hispánico; pienso que tampoco cumplía con las reglas impuestas. En conclusión,
él no encaja, con ninguna de las normas impuestas para una mujer ni para un hombre
por la sociedad. Pienso que al no cumplir con estas normas impuestas por la misma.
¿Qué era lo que García Lorca representa entonces? Porque al no tener las
características antes mencionada simple y sencillamente no tenía dignidad. Puede ser
que através de el personaje dramático de Yerma; la voz dramática nos haga saber su
gran frustración al no poder tener hijos y al no poder engendrarlos. Al no poder tomar
un papel de cualquiera de los dos. Para él era difícil porque no acepta el simple hecho
1
RIGGS, Don, “Was Michelangelo Born under Saturn?” en The Sixteenth Century Journal, Vol. 26, Nº. 1
(Primavera, 1995), p. 99-121
2
BRITTON, Piers, “‘Mio malinchonico, o vero… mio pazzo’: Michelangelo, Vasari, and the Problem of
Artists’ Melancholy in Sixteenth-Century Italy” en The Sixteenth Century Journal, Vol. 34, Nº 3 (Otoño,
2003), p. 656.
3
Esto no quiere decir que antes no existieran representaciones ni historias de mujeres demoníacas ni
embrujadas. La más antigua es Lilitu o Lilit, un demonio sumerio. Sus características dejarán impronta en
Grecia y Roma para llegar finalmente a la Edad Media y el renacimiento, donde su iconografía y atributos
seguirán siendo influyentes.
4
NEAVE, Dorinda, “The Witch in Early 16 th-Century German Art”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1
(Primavera – Verano, 1988), p. 4.
5
GARRETT, Clarke, “Women and Witches: Patterns of Analyis”. Sings, Vol. 3, Nº 2 (Invierno, 1997). p.
464.
6
Vid Ibid, p. 462.
7
Vid Ibid.
8
NEAVE, Dorinda, “The Witch in Early 16 th-Century German Art”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1
(Primavera – Verano, 1988), p. 4.
9
Vid Ibid.
10
GARRETT, Clarke, “Women and Witches...”. Sings, Vol. 3, Nº 2 (Invierno, 1997). p. 462.
El mensaje que trata de transmitir Cranach con este tema es el de que las brujas son
capaces de causar melancolía, siendo además más propensas a padecerla las mujeres.
La figura femenina, alegoría de la Melancolía, está en un estado de apatía rodeada de los
11
Vid Ibid.
12
NEAVE, Dorinda, “The Witch in Early 16 th-Century German Art”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1
(Primavera – Verano, 1988), p. 7.
13
OZMENT, Steven. The Serpent and the Lamb: Cranach, Luther, and the Making of the Reformation . Yale
University Press, EEUU: 2011. p, 165.
14
OZMENT, Steven. The Serpent and the Lamb.... Yale University Press, EEUU: 2011. p, 168.
15
NEAVE, Dorinda, “The Witch in Early 16 th-Century German Art”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1
(Primavera – Verano, 1988), p. 7.
16
Vid Ibid.
17
NEAVE, Dorinda, “The Witch...”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1 (Primavera – Verano, 1988), p. 7.
18
Vid Ibid, p. 5.
19
BAUDELAIRE, El pintor de la vida moderna. Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos técnicos.
Murcia: 1995, p. 84.
20
BRITTON, Piers, “‘Mio malinchonico, o vero… mio pazzo’: Michelangelo, Vasari, and the Problem of
Artists’ Melancholy in Sixteenth-Century Italy” en The Sixteenth Century Journal, Vol. 34, Nº 3 (Otoño,
2003), p. 656.
21
Recordemos que Lutero consideraba que una buena cura para la enfermedad del melancólico era
socializarse, además de la comida y la bebida.
22
NEAVE, Dorinda, “The Witch in Early 16 th-Century German Art”. Woman’s Art Journal, Vol. 9, Nº 1
(Primavera – Verano, 1988), p. 7
Introducción
Ginzburg, autora de El vértigo; dos títulos que junto a otros -tales como el de Babette Gross,
Willi Münzenberg: una biografía política; o el de Nadiezhda Mandelstam, Contra toda
esperanza-, fueron conocidos por el autor en versiones anteriores a su traducción al castellano.
De hecho, la publicación de Sefarad, en el año 2001, significó un impulso importante para que
estos textos “icónicos del Holocausto” (Hristova 2011: 28), fueran traducidos a nuestra lengua y
puestos al alcance del lector castellano parlante.
2 Cabe tomar en cuenta en este punto que la construcción de una memoria colectiva está
mediada siempre por los aportes de las memorias particulares de individuos, que recuerdan
sucesos de su experiencia personal. Ahora bien, según la interpretación que el historiador
británico Peter Burke hace de la obra de Halbwachs: “Son los individuos los que recuerdan en
sentido literal, físico, pero son los grupos sociales los que determinan lo que es ‘memorable’ y
cómo será recordado. Los individuos se identifican con los acontecimientos públicos
importantes para su grupo”. (Burke, citado por Paloma Aguilar, 2007: 65). Esta perspectiva
convalida así las aportaciones de los testigos anónimos, aquellas que el autor mediante su
trabajo creativo consigue rescatar del inminente riesgo del olvido.
4Levi Primo (2002: 8). Junto a mí había ido durante todo el viaje, aprisionada como yo entre un
cuerpo y otro, una mujer. Nos conocíamos hacía muchos años y la desgracia nos había
golpeado a la vez pero poco sabíamos el uno del otro. Nos contamos entonces, en aquel
momento decisivo, cosas que entre vivientes no se dicen. Nos despedimos, y fue breve; los
dos al hacerlo, nos despedíamos de la vida. Ya no teníamos miedo.
Según escribe Esther Navío Castellano (2010: 331), “La mayoría de las
historias de expulsión sociopolítica recogidas en Sefarad proceden de tres
contextos históricos bien definidos: la expulsión de España de los judíos en
1492, las huidas y deportaciones provocadas por el nazismo y el estalinismo, y
el exilio republicano español durante o tras la guerra civil”. En “Copenhague”,
en efecto, el narrador logra enlazar a través de la figura y la historia de Camille
Pedersen-Safra la expulsión de los sefardíes de España, en el siglo XV, con la
persecución nazi contra las comunidades judías del siglo XX; estrategia
narrativa por la cual enlaza visiones y percepciones literarias de procesos de
cambio y ruptura atinentes a ámbitos culturales en principio lejanos.
Desde su particular perspectiva, el yo narrador establece de este modo
un diálogo entre hechos insoslayables de la historia europea –el destino de la
comunidad judía en la Europa central, la diáspora del exilio republicano
español, el Holocausto y los campos de exterminio-, para señalar precisamente
que “el antisemitismo puede verse como una seña común que vincula algunos
de los aspectos mas siniestros de la historia de España con la modernidad
europea” (Hansen. 2007: 246) Mediante la incorporación de numerosas
alusiones y citas significativas, tales como las mencionadas, logra finalmente
encuadrar la memoria individual personal en el amplio marco de una memoria
colectiva, abarcativa de diferentes épocas y sucesos de la historia europea.
En Los abusos de la memoria (2000), Todorov abogaba por la
recuperación de la memoria al considerar clave la rememoración del pasado,
en un contexto político y social determinado, para el análisis y la comprensión
de la situación del mundo del presente. Según el autor, la memoria debe
inscribirse en el marco de la ejemplaridad, si no quiere aferrarse a la mera
evocación dolorosa del pasado.
Este es, precisamente, el tipo de situación que plantea el autor de
Sefarad. Desde las páginas de su novela el escritor propone otro relato de la
historia, puesto que la literatura y el arte –en su exposición de las pérdidas,
sufrimientos y dolores de multitud de seres anónimos-, pueden constituirse
también en una vía alternativa para comprender la realidad, y contribuir a
modificarla. Una estrategia textual que debe pensarse, tal como señala Hans
1. Introducción
1
Web del Museo Casa Ibáñez. <http://www.museocasaibanez.org/>
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 521 -
El tema iconográfico de esta princesa no sólo está presente en las Bellas
Artes sino también es constante en la literatura (Armas, 2010; Traver, 1996;
etc.), mitología de contenido erótico que ha sido y es, representada en multitud
de ocasiones como tema principal de las artes visuales. Autores como Vasilikí
Kanelliadou (2004) sobre la reinterpretación de estos temas mitológicos, habla
de “reapariciones” de los mitos en el lenguaje plástico; justificándolo en que
estos mitos han surgido en contextos históricos, sociales y culturales distintos
al de su origen.
2. Dánae
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 522 -
convertido en monstruo como castigo tras ser violada por el dios Poseidón
(Beteta, 2009); al igual que Dánae quien también fue castigada por ser la
victima del capricho de un hombre, el dios Zeus.
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 523 -
protagonista quién se muestra frente al espectador de forma serena, tranquila,
reposada, ofreciéndose a él, dejándose hacer, no siendo dueña de su
sexualidad sino todo lo contrario, un objeto de deseo frente al dios Zeus quien
la posee y la deja embarazada aprovechándose de su poder de metamorfosis
en lluvia dorada. El deseo sexual masculino se personaliza en un desnudo
femenino, mujer que generalmente aguarda la iniciativa del hombre, al cual se
ofrece (Bornay, 1990), una figura representada de forma complacida y
complaciente que se muestra como un objeto sexual, lo cual la sitúa en un
plano de inferioridad y de subordinación frente al hombre que la posee.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 524 -
imagen de mujer fatal, la que recoge la mayoría de las interpretaciones del
artista Andrés García Ibáñez.
5
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espectador, quién lamenta su muerte.
6
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Imagen 2. Dánae, 1998.
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 527 -
La segunda versión sobre Dánae de esta serie (Imagen 3), presenta a la
protagonista tumbada esperando recibir la lluvia dorada, aunque sorprende
como parece alejada de cualquier signo de sorpresa, mientras vuelve la cabeza
para comunicarse directamente con ¿el dios Zeus?. Volviendo a ser ella la que
domina la situación, mientras se acaricia suavemente sus senos, en clara
actitud sexual, que otorgan un matiz erótico a la escena, ya que tanto el dios
Zeus como el espectador desarrollan el rol de voyeur:
“El otro concepto que seduce del mito de Dánae hace referencia a la
mujer que no ha necesitado del varón para ser fecundada (lo ha sido
por la lluvia de oro). Y una mujer que no necesita de varón posee
una autosuficiencia sexual; esto es, capaz de darse placer a sí
misma. Por ello, la relación entre el mito de Dánae y la masturbación
ha sido tratado conjuntamente por varios artistas ya desde el siglo
pasado. Klimt es un ejemplo elocuente” (García, 1999, p. 50)
“En 2002 y 2003 desarrolla su serie sobre Venecia, en las que nos
8
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 528 -
muestra profundas reflexiones históricas, sociales y morales a través
del icono del disfraz y su significado, como leif motiv de la
transgresión y símbolo de la ciudad de los canales y de sus
pecados…”2
2
Post de la web El Dibujante, publicado el 11 de enero de 2012, bajo el título Fundido a Goya.
<http://eldibujante.com/?p=9014>
3
“[...] En el uso de los guantes todo el carácter maléfico de la mujer fatal y le atribuye, a través de ellos,
un poder de atracción gigante, relacionándolos directamente con aquella mentalidad freudiana que los
consideraba elementos provocadores de deseo sexual.”
9
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 529 -
espectador, ¿quién es en realidad Dánae?.
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 530 -
En el año 2004, el pintor Andrés García Ibáñez realiza la Serie Maried.
Donde vuelve a representar una moderna versión iconográfica del episodio de
la lluvia dorada, en esta obra (Imagen 5). La joven princesa griega aparece
recostada sobre un sofá rojo, color relacionado con la pasión. Dánae está
fumando junto a las monedas de oro, lo que indica que ya ha recibido la lluvia
dorada y cobrado por ello. Reposa tranquila con un cigarro en la mano
derecha, mientras que con la mano izquierda roza suavemente las monedas
que simbolizan la lluvia de oro y la codicia. Transformada en una mujer actual,
no mira al espectador sino que enfrenta su poderosa mirada hacia alguien o
algo situado a su derecha, posiblemente con ¿Zeus?. Juan Manuel Martín
(2011) la define como ““Dánae”, fémina, ambiciosa y poseedora de gran
belleza, tomada por Zeus en forma de lluvia dorada, mítico fenómeno
simbolizado aquí por las monedas de oro esparcidas en el sofá rojo en el que
se recuesta la joven” (Martín Robles, 2011, p. 156).
En la reinterpretación del mito, Dánae es una mujer del s.XXI, al igual que
la representación anterior, su ropa, calzado y actitud denotan gran liberación
sexual. El autor vuelve a representarla con diversos elementos de indumentaria
fetichista como son las medias de red y los altos zapatos de tacón.
Durante los años 2010 y 2011 Andrés García Ibáñez realiza la Serie
Alegorías Venecianas, en ella vuelve a representar el mito de la princesa griega
(Imagen 6). La inmortaliza en ropa interior, pelo suelto (melena femenina como
elemento erótico y fetichista), recibiendo la lluvia dorada simbolizada con
11
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 531 -
monedas de oro. Una Dánae glamurosa y codiciosa, que se presenta ante el
espectador en ropa interior negra con actitud relajada recibiendo la lluvia
dorada como quién recibe los rayos de luz del sol. Mujer que se deja poseer
por dinero, codicia que no sólo se representa por monedas de oro, sino por las
joyas que adornan el cuerpo de la joven fémina. Complementa su rostro con
grandes gafas de sol que ocultan su mirada, y su cuerpo con diversas alhajas,
collares y pulseras, que conjuntan perfectamente con un elemento fetichista
como sus altos tacones plateados, mientras recibe el poder del dinero, la lluvia
dorada. Situada en un espacio privado, se observa en la pared del fondo, un
cuadro colgado Infanta con niño de la Serie Retratos Reales, realizada por
Andrés García Ibáñez durante los años 2006-2007. El lienzo colgado, muestra
una maternidad, posiblemente simbolizando la fecundación de Dánae y el
futuro nacimiento de su hijo, Perseo. Se concluye esta representación
iconográfica con la representación de dos mujeres, dos princesas antagónicas,
que vuelven a marcar una dicotomía en la obra del pintor almeriense Andrés
García Ibáñez.
12
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 532 -
4. Conclusión
Referencias bibliográficas
13
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Cátedra.
García Ibáñez, Andrés (1999). Catálogo Ibáñez. Mujeres los mitos femeninos.
Almería: Casa Ibáñez.
14
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 534 -
Las Hijas de la Caridad en la Farmacia del Hospital San Juan de Dios de
Jaén.
El Hospital San Juan de Dios era la institución provincial con mayor número
de Hijas de la Caridad en servicio. La estructura del antiguo edificio estaba
1 La denominación popular está basada en la palabra miga (escuela de niñas) y piedra, en
relación al material constructivo de la portada del edificio.
La legislación sanitaria del siglo XIX fijó las bases de lo que a partir de
entonces sería la Farmacia hospitalaria. Entre otras ordenanzas se estableció
que el hospital sólo podía contar con farmacia para uso particular y no para
dispensar medicinas a personas no hospitalizadas.2
4 Reglamento para el Régimen del Hospital Provincial de la Santa Misericordia de Jaén. Jaén.
Imprenta del Hospicio de Hombres a cargo de D. José Rubio, 1888. Capítulo XXI. Artículo 227.
De las Hermanas de la Caridad.
5 «Art. 236 del Reglamento para el Régimen del Hospital…, 1888. Capítulo XXI. De las
Hermanas de la Caridad».
6 «Art. 173 del Reglamento para el Régimen del Hospital... 1888. Capítulo XVI. De la
Farmacia».
7 MORÉS y SANZ, J. de. Memoria referente a la provincia de Jaén redactada por___
profesor de Farmacia.
9 «Art. 130. Habrá constantemente un Practicante de guardia, cuyo turno riguroso lo fijará el
Decano» (Reglamento para el Régimen del Hospital... 1888. Capítulo XIII. De los practicantes).
Estanterías 3
Envases 432
Balanzas con pesas 2
Mesas 2
Cazos y peroles 4
Morteros y almireces 11
Alambiques 2
Medidas 3
Coladores 4
Espumadores 1
Garrafas y ollas 8
Tamices 3
Orzas 12
Barreños 2
Embudos 2
Sres. Roldán e Higuera, Sr. Sánchez, con un sobreprecio del 24% con respecto a Barcelona.
12 A.D.P.J. L. 2205/76 (1884) Oficio Administrador Visitador de Beneficencia a Vicepresidente
Nota de los Medicamentos que hacen falta en la Farmacia del Hospital Provincial
de Jaén, Julio y Noviembre de 1883
JULIO 1883 Kg. / gr. NOVIEMBRE 1883 Kilo-gr.
De Aceite de Linaza 4 De Leche 17 litros
De Aceite de Ricino 4 “ Pan 21
Acetato de Zinc 60 Huevos 4 docenas
Alumbre cristalizado 1 Azúcar Común 166 500
Bromuro de Potasio 1
Benzoato de Sosa 60 Id Ladrillo 4
Bicarbonato de Sosa 6 Almendras dulces 4
Brea Vegetal 1 Papel Blanco = media Besma
Acido Tánico 300 Sanguijuelas nº 200
Crema Tartaro 3 Alcohol de 36º 32 litros
Crema Soluble 3 Vino tinto 4 litros
Cloruro de Zinc 200 Vino en Jerez 6 Botelllas
Cloroformo 2 Cerbeza floja 24 Botellas
Clorato potásico 3 Agua de Seltz 60
Sifones
Cloruro Mórfico 10 Cola Común 1 800
Cuerno de Cierbocalcinado 4 Sulfato de Quinina 160
y Lebigado
Creosola pura 60 Aceite de Ricino 2 200
Calomelanos de vapor 2 Vino Blanco 3 litros
Alcanfor del Japon 500 Papel de Estraza 1 vesma
Estracto de Opio 200 Gasa Antiséptica 12
metros
Estracto de Belladona 1 Aceite Común 20 litros
Estracto de Digital 200 Manteca de Cerdo 7 300
Esperma de Ballena 1 Aguardiente anisado 2 litros
Escamonea de Alipo 500 Agua de Marmolejo 6 Botellas (3
l.)
Esencia de Trementina 8 Id de Loeches 1 570
Eter nitroso alcoholizado 500 Cremor 2 860
Esencia de Azahar pura 15 Aceite Hígado de 8 960
Bacalao
Esencia de Romero 300 Aceite de Ricino 1 220
Esencia de Tomillo blanco 300 Aceite de Croton 20
centigr
Eserina 1 Bálsamo de copaiba 75
Glicerina blanca 1ª 16 Bromuro potásico 297
Hidrato de Cloral 100 Almidón 3
14 A.D.P.J. L. 2221/26.
Universidad de Granada
Resumen:
En este artículo se ofrece el estudio, comentario y traducción del árabe de una fetua
emitida por el último muftí del reino nazarí de Granada, Muḥammad al-Mawwāq, acerca
de las relaciones sexuales ilícitas (zinā) que había mantenido una mujer musulmana con
alguien que no era su marido antes de consumar su matrimonio. Asimismo, también se
abordan, desde la perspectiva del derecho islámico, otros temas y cuestiones que tienen
relación directa o indirectamente con este delito tan serio y severamente penalizado por la
jurisprudencia islámica, como: el matrimonio, la virginidad, la flagelación vs. la lapidación
como castigo o la disolución de la unión conyugal.
Abstract:
This article aims to offer the study, commentary and translation, from Arabic into Spanish,
of a fatwa issued by the last mufti of the Nasrid Kingdom, Muḥammad al-Mawwāq, about a
Muslim woman for having unlawful sexual intercourses (zinā) with a man who was not her
husband before consummating her marriage. Besides, the article also involves, from an
Islamic Law perspective, other issues directly or indirectly related with this serious offence
and severely punished by the Islamic jurisprudence such as marriage, virginity, flogging
vs. stoning as punishment or the dissolution of the marriage.
Palabras clave: Derecho islámico, fetua, relaciones sexuales ilícitas (zinā), adulterio,
fornicación, lapidación, matrimonio, virginidad, al-Andalus, Granada.
Key words: Islamic Law, fatwa, unlawful sexual intercourses (zinā), adultery, fornication,
stoning, marriage, virginity, Al-Andalus, Granada.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 545 -
Introducción
Tal como se puede intuir por el título de este artículo, el principal objetivo en el presente
trabajo es estudiar una fetua que uno de los últimos ulemas de al-Andalus, Muḥammad al-
Mawwāq, emitió tras que fuera preguntado por el caso de una mujer musulmana
granadina que había mantenido relaciones sexuales de forma ilícita, un delito grave y
severamente castigado por el derecho islámico tal como se verá más adelante. Antes de
ofrecer más detalles sobre este caso y la traducción del texto con su correspondiente
comentario, que es la parte original de este estudio, se considera conveniente precisar
desde la perspectiva del Derecho Islámico Clásico (Fiqh) y con especial atención al
criterio de la escuela mālikí, ciertos conceptos que tienen que ver con el contenido de la
fetua, algunos de ellos ya vienen explícitos en el título como por ejemplo el matrimonio y
la virginidad; como así, también, describir otros aspectos técnicos relacionados con ella
como la vida de su emisor o el contexto histórico en el cual se desarrollaron los hechos.
Con esto se pretende allanar el camino al lector o lectora no familiarizados con estos
temas y contextos a fin de evitarles sobresfuerzos por desconocimiento de las diferencias
culturales y legales.
A lo largo de la historia del derecho islámico los juristas musulmanes han producidos
cantidades incalculables e ingentes de fetuas, muchas de ellas fueron emitidas por
grandes autoridades de la jurisprudencia islámica, que afortunadamente han llegado
hasta nosotros a través de diferentes fuentes. Por ejemplo, el dictamen legal que es
objeto de estudio en el presente trabajo ha sido recogido en el mayor corpus jurídico
1
Más información véase Felipe Maíllo Salgado. Diccionario de derecho islámico. Gijón: Trea, 2005, pp. 79-
80 y 83.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 546 -
conservado del occidente islámico, al-Micyār al-mugrib fī fatāwà Ifrīqiyya wa-l-Andalus wa-
l-Magrib2, una voluminosa compilación de fetuas recopilada por el reputado alfaquí
norteafricano, Aḥmad al-Wanšarīsī (834-914/1430-1508), que reúne dictámenes de los
principales muftíes, alfaquíes y autoridades en el derecho tanto andalusíes como
norteafricanos que van del siglo XI al XV3.
Cabe destacar que en el Micyār no hay ninguna referencia a la fecha en la cual fue
emitida la fetua objeto de estudio en este artículo ni tampoco cuando se realizó la
pregunta, pero a sabiendas de que su emisor nació en la primera década del siglo XV y
murió en el año de la caída de Granada en manos cristianas, se podría fijar una posible
franja temporal que iría desde la cuarta década de ese siglo –momento en el cual se
estimaría que al-Mawwāq habría empezado a ejercer de muftí– hasta el año de su
muerte. Así pues, para determinar mejor ese espacio temporal en el cual se cree que
nuestro personaje dio su respuesta jurídica, se considera oportuno en este trabajo dedicar
un apartado breve e introductorio a la descripción del contexto histórico y político de
Granada durante ese tiempo. De esta forma, se pretende exponer las circunstancias
históricas que rodeaban al autor además del marco de los hechos donde transcurre o se
responde al caso planteado. Igualmente se ha considerado adecuado realizar otro
apartado en honor a nuestro muftí para dar a conocer su vida y obra como así sus cargos,
importancia y posición intelectual entre sus coterráneos contemporáneos suyos.
2
En principio, esta obra fue editada por Aḥmad al-Bucazzāwī y otros y publicada litográficamente en Fez
entre los años 1896 y 1897 en once volúmenes, aunque, en realidad, consta de doce partes ya que la 11 y
12 están juntas en el último volumen. Esta publicación litográfica es muy pobre y deficiente y su lectura es
más difícil que leer un manuscrito. Afortunadamente, fue editada críticamente por Muḥammad Ḥaŷŷī y un
grupo de alfaquíes y publicada en Beirut en 1981 por la editorial Dār al-Garb al Islāmī, bajo el patrocinio
del Ministerio de Asuntos Religiosos del Reino de Marruecos, en trece volúmenes, el último de ellos
dedicado a los índices de la obra. Ciertamente, a pesar de que ha sido publicada en 11 y 13 volúmenes,
respectivamente, originalmente las versiones manuscritas de la obra están divididas en seis partes o
tomos muy voluminosos. Más información véase Francisco Vidal Castro. “El Micyār de al-Wanšarīsī (m.
914/1508). I: Fuentes, manuscritos, ediciones, traducciones”. MEAH, 42-3 (1993-4), pp. 317-61.
3
No se puede hablar del Micyār de al-Wanšarīsī sin tener en cuenta los magníficos trabajos de Francisco
Vidal Castro, el especialista por antonomasia en lengua española, sobre la obra y su autor, a los que ha
dedicado su tesis doctoral y parte de su dilatada trayectoria investigadora. Para una información más
general sobre el contenido y otros aspectos de esta obra, véase: “El Micyār de al-Wanšarīsī (m. 914/1508).
II: Contenido”. MEAH, 44 (1995), pp. 213-46; para saber más detalles y pormenores de la trayectoria y
existencia del autor de este corpus jurídico, consúltese: “El Micyār de al-Wanšarīsī (m. 914/1508).
Principales aspectos de su vida”. Al-Qanṭara, 12, 2 (1991), pp. 315-52; si lo que se quiere es conocer otras
obras de este importante alfaquí norteafricano, aparte del Micyār, se recomienda: “Las obras de Aḥmad al-
Wanšarīsī (m. 914/1508). Inventario analítico”. Anaquel de Estudios Árabes, 3 (1992), pp. 73-112.
También existen trabajos formidables de otros investigadores y expertos que se han centrado en aspectos
o temas concretos de este gran corpus jurídico y su autor como los de Hadi Roger Idris, Vincent
Lagardère, Alejandro García Sanjuan o Jocelyn Hendrickson, entre otros.
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 547 -
En la pregunta se describe a una mujer musulmana casada que al proceder su marido
a consumar el acto con ella, halló que estaba desflorada a causa de una relación sexual
ilícita anterior. Dado que este caso gira en torno al matrimonio y los hechos se
desarrollaron en la Granda nazarí del siglo XV y la vida ahí entonces se regía por la Ley
del islam4, se ha estimado que es necesario elaborar un apartado más a fin de describir,
en rasgos generales, en qué consiste el matrimonio islámico y dividirlo en diferentes
subapartados dedicados a aclarar algunos temas o conceptos que están relacionados con
el contenido de la fetua y, al mismo tiempo, con el matrimonio, como: la importancia de la
virginidad; las relaciones sexuales ilícitas y la lapidación como castigo; las enfermedades
o defectos que disuelven el matrimonio. De esta forma, se pretende acercar al lector o
lectora la base jurídica y doctrinal implícita que dificultaría la comprensión del contenido
tanto de la pregunta dirigida a al-Mawwāq como la respuesta de éste a ella. Por último, se
ofrece la traducción de la fetua del árabe y un comentario a las principales cuestiones y,
finalmente, se aportan unas conclusiones.
Lo cierto es que desde que Muḥammad VIII, “el Pequeño”, fue destronado en 1419 por su
tío, Muḥammad IX, “el Izquierdo”, con el apoyo del famoso e influyente clan de los
Abencerrajes, se iniciaron numerosísimas luchas por la sucesión en el trono del reino de
Granada que no cesaron hasta su caída. A partir de ese momento, comenzó una etapa de
continuos derrocamientos, sublevaciones, asesinatos y encarcelamientos de sultanes e
inestabilidad política liderada por los Abencerrajes que sumió al reino en una permanente
crisis de gobierno. La tónica era que al calmarse los hechos en el exterior, se agitaban en
el interior y viceversa, de esta forma, el reino vivía una situación de inestabilidad e
4
Teniendo en cuenta la norma de la Real Academia de la Lengua Española que determina que las doctrinas
religiosas como cristianismo, judaísmo, hinduismo, budismo, etc., no se escriben en mayúscula, en este
trabajo se aplicará este mismo criterio para el término islam, ya que es una doctrina religiosa más. No es el
caso en lenguas como el inglés.
5
Existe una abundante bibliografía sobre este importante siglo de la historia de Granada, así que para no
cargar este apartado de citas y notas, me he basado y le he dado preferencia al excelente y corregido
trabajo de Vidal Castro. “Historia política. Capítulo IV. Decadencia y desaparición (1408-1492)”. En María
Jesús Viguera Molíns (coord.). El reino nazarí de Granada (1232-1492). Política. Instituciones. Espacio y
Economía. T. VIII/3 de J. Mª Jover Zamora (dir.). Historia de España Menéndez Pidal. Madrid: Espasa-
Calpe, 2000, pp. 151-248; aunque también he consultado Rachel Arié. L'Espagne musulmane au temps
des naṣrides (1232-1492). París: De Boccard, 2ª ed., 1990; Luis Seco de Lucena. La Granada nazarí del
siglo XV. Granada: Patronato de la Alhambra, 1975 y “Panorama político del Islam granadino durante el
siglo XV”. MEAH, 11 (1960), 7-18.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 548 -
inseguridad permanente. Un buen ejemplo de ello, es que durante el tercer reinado de
Muḥammad IX (1432-45) estalló la guerra fronteriza con Castilla (1432-5) que acabó con
la firma de treguas de tres años en 1439 y en 1443. Pero, después, en plena paz con el
exterior, Yūsuf “el Cojo” se sublevó en Almería en 1445 y Muḥammad IX se vio obligado a
abdicar. En los dos años siguientes se iban a suceder dos reinados efímeros, Yūsuf V
(1445-6) e Ismācīl III (1446-7), luego Muḥammad IX (1447-53) volvería a recuperar el
trono. En cambio, desde el exterior Juan II de Castilla (1405-54) volvía a dar su apoyo al
destronado Ismācīl para que se hiciese con Málaga y, una vez más, la situación estuvo al
borde de la guerra civil, pero en esta ocasión el pueblo se mantuvo fiel a Muḥammad IX,
que pudo reducir al pretendiente al trono.
6
Acerca de esta época ajetreada e inestable véase Vidal Castro. “Una década turbulenta de la dinastía
nazarí de Granada en el siglo XV: 1445-1455”. En Celia del Moral (ed.). En el epílogo del islam andalusí: la
Granada del siglo XV. Granada: Universidad de Granda, 2002, pp. 75-116.
7
En relación a la campaña de 1457 y las sucesivas guerras y treguas entre Granada y Castilla, hasta la
redacción de las capitulaciones consúltese José Antonio García Luján. Treguas, guerra y capitulaciones de
Granada (1457-1491). Documentos del Archivo de los Duques de Frías. Granada: Diputación de Granada,
1998.
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 549 -
El reinado del conocido como Muley Hacén (1464-82)8 en las fuentes cristianas estuvo
marcado por un hecho clave: su amor a una esclava cristiana convertida al islam, Isabel
de Solís, que le llevó a relegar a su esposa cĀ’iša. Este hecho dividió a la corte y a la
familia real y provocó que los hijos, Muḥammad (Boabdil) y Yūsuf, se unieran al partido de
la madre en contra del padre. Así que en los años posteriores la situación fue a peor y se
produjeron varias insurrecciones, la más sonada fue la de 1470, conocida como la
revuelta de los alfaquíes, que los Abencerrajes aprovecharon para proclamar emir a al-
Zagāl en Málaga con apoyo cristiano. Finalmente, al-Zagāl se reconcilió con su hermano,
los sublevados fueron reducidos y los Abencerrajes fueron ejecutados, matanza que se
hizo famosa al pasar a la leyenda y al romancero.
Cabe remarcar que el devenir de los hechos en los reinos cristianos durante esta
década iba a ser decisivo para el futuro inmediato del reino nazarí. Así pues, en 1474
murió Enrique IV y le sucedió su hermana Isabel de Castilla (1474-1504), que junto con su
marido el infante Fernando de Aragón fueron renovando las treguas con los granadinos
en 1475 y 14789, hasta que en 1479 murió Juan II de Aragón (1458-79) y su hijo
Fernando heredó la Corona con lo cual se produjo la unificación de ambos reinos.
Asimismo, en ese año también se firmó el tratado de Alcáçovas que puso fin a la Guerra
de Sucesión Castellana y estableció la paz con Portugal. De esta forma, resueltos los
problemas internos, los poderosos Reyes Católicos se dedicaron exclusivamente a la
Guerra de Granada (1482-92). Al poco tiempo de iniciarse las hostilidades, Boabdil,
apoyado por los Abencerrajes, se levantó en verano de 1482 en contra de su padre y
sumergió al reino en el caos y una larga y sangrienta guerra civil de siete años (1482-9).
Como consecuencia, se establecieron dos bandos: (Boabdil) Muḥammad XI (1482-3) y
Yūsuf en Granada y Almería; y Abū l-Ḥasan cAlī y al-Zagāl en Málaga y Ronda.
Sin embargo, el 20 de abril de 1483 se iba a producir uno de los hechos más decisivos
en la historia de Granada: Boabdil se aventuró en la frontera cordobesa penetrando hacia
Lucena y saqueando esas tierras hasta que fue sorprendido por tropas cristianas que le
derrotaron y le capturaron. Tras duras y exigentes condiciones para su rescate que le
dejaron a merced de los Reyes Católicos, fue liberado en octubre de 1483. Fue entonces,
8
Para la etapa final del reino nazarí y este sultán, su hijo Boabdil y su hermano al-Zagāl se recomienda
Camilo Álvarez de Morales. Muley Hacén, El Zagal y Boabdil: los últimos reyes de Granada. Granada:
Comares, 2000.
9
Más información sobre estas treguas véase Juan de Mata Carriazo. “Las treguas con Granada de 1475 y
1478”. Al-Andalus, 19, 2 (1954), pp. 317-67.
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 550 -
probablemente siguiendo las instrucciones de Muley Hacén (1483-5), que había
recuperado el trono, cuando los más eminentes alfaquíes granadinos, con nuestro muftí
Muḥammad al-Mawwāq a la cabeza, emitieron la fetua que condenaba la sublevación de
Muḥammad XI contra su padre, al considerar que su actitud iba en contra de Ley de Dios
y los que le eran fieles estaban cometiendo un acto ilícito10.
Nació en Granada a principios de la primera década del s. XV, donde vivió durante toda
su vida hasta que murió en 1492, rozando los noventa años de edad12.Parece ser que
10
Para más detalles sobre esta condena véase Fernando De la Granja. “Condena de Boabdil por los
alfaquíes de Granada”. Al-Andalus, 36, 1 (1971), pp. 145-76.
11
Su nombre completo era Muḥammad ibn Yūsuf ibn Abī l-Qāsim ibn Yūsuf al-cAbdarī al-Andalusī al-
Garnāṭī, de kunya Abū cAbd Allāh y conocido como al-Mawwāq. Véase, Aḥmad Bābā al-Tunbuktī. Nayl al-
ibtihāŷ bi-tatrīz al-dībāŷ. Ed. de cAlī cAmr. El Cairo: Maktaba al-Ṯaqāfa al-Dīniyya, 2004, tomo II, p. 248-50;
Amalia Zomeño. “Al-Mawwāq al-cAbdarī, Abū cAbd Allāh”. En Jorge Lirola Delgado (ed.). Biblioteca de al-
Andalus (BA). De Ibn al-Ŷabbāb a Nubḏat al-caṣr. Almería: Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes,
2009, vol. VI, pp. 529-32; el estudio de Hišām Ibn Muḥammad Ḥayŷar al-Ḥasanī dedicado a Sanan al-
muhtadīn fī maqāmāt al-dīn. Casablanca: Dār Ibn Ḥazm, 2010, pp. 17-21; el estudio de Muḥammad Ḥasan
a al-Aŷwiba al-tūnisiyya calà l-as’ila al-garnāṭiyya (886/1481). Beirut: Dār al-Madār al-Islāmī, 2007, pp. 25-
32; y De la Granja. “Condena de Boabdil”, pp. 161-3.
12
Al-Tunbuktī. Nayl al-ibtihāŷ, tomo II, p. 248.
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 551 -
descendía de una buena familia y su abuelo materno, Muḥammad Ibn Baqī (m.
791/1389)13, vivió durante el siglo XIV y era un respetado sabio y maestro sufí de una
zāwiya en el barrio de Ajšāriš de Granada14. En esa escuela sufí, Ibn Baqī formó a una
temprana edad al polifacético alfaquí y literato, experto en la ciencia del hadiz,
Muḥammad al-Mintūrī (761-834/1360-1431)15, que años más tarde se iba a casar con la
hija de su maestro16. Las fuentes señalan que, precisamente, al-Mintūrī, casado años
atrás con la tía de al-Mawwāq, fue primero el maestro que le instruyó en las ciencias
jurídicas en la madraza y, luego, el tutor responsable de su custodia que le alojó en su
propia casa. Esto demuestra que, por un lado, el niño al-Mawwāq seguramente era
huérfano y, por otro, explica que su tío político probablemente era la única persona
cercana o la mejor posicionada de los familiares en vida para hacerse con la tutoría.
Ciertamente, nuestro personaje también tuvo otros eminentes maestros que influyeron
en su vida y en su formación, como: el gran jurista, muftí y cadí supremo de Granada Ibn
Sirāŷ al-Garnāṭī (m. 842/1438-9 o 848/1444-5)17; el ulema polifacético, visir, secretario y
juez supremo de la capital, Abū Bakr Muḥammad Ibn cĀṣim (760-829/1359-1426), padre
del famoso autor de la Ŷannat al-riḍā; o el imán, jatib y, también, cadí supremo, Ibn
Manẓūr (m. ca 888/1483-4); entre otros sabios ilustres. Tras concluir con éxito, primero, su
etapa de aprendizaje y, luego, la de especialización en ciencias jurídicas con los mejores
sabios y expertos de Granada, al-Mawwāq inició una nueva fase en la que pasaba a
desempeñar funciones públicas de alto nivel en su ámbito. Entre los primeros cargos que
ocupó, destaca su ejercicio de la función de predicador o jatib los viernes en la mezquita
del Albaicín cuando su maestro Ibn Sirāŷ aún estaba en vida, es decir antes del 1438-9 o
1444-5. También desempeñó el cargo de muftí de la capital del reino y gozó de tal nivel
de reconocimiento que llegó a la categoría simbólica de muftī al-muslimīn “gran muftí” y de
c
allāma “gran ulema”. Aunque algunas fuentes le calificaron como juez supremo de
13
Op. Cit., pp. 123-4.
14
Este barrio fue estudiado por Seco de Lucena. La Granada nazarí del siglo XV, pp. 127-31.
15
Lirola Delgado y Estela Navarro i Ortiz. “Al-Muntawrī, Abū cAbd Allāh”. En Lirola Delgado (ed.). Biblioteca
de al-Andalus (BA), vol. VI, pp. 566-75. Estos autores lo identifican como al-Muntawrī, es decir, el oriundo
de la localidad cordobesa de Montoro, a pesar de que uno de sus discípulos fijo su apellido como al-
Mintūrī, vocalización que copió al-Tunbuktī en su Nayl, tomo II, p. 166.
16
Mohamed Benchrifa. “Min aclām awāṣiṭ al-caṣr al-garnāṭī: al-Mintūrī”. En Actas del II Coloquio Hispano-
Marroquí de Ciencias Históricas, [celebrado en] Granada, 6-10 noviembre de 1989. Madrid: Agencia
Española de Cooperación Internacional, 1992, p. 18.
17
Mª Isabel Calero Secall. “Ibn Sirāŷ, Abū l-Qāsim”. En Lirola Delgado (ed.). Biblioteca de al-Andalus (BA).
De Ibn Sacāda a Ibn Wuhayb. Almería: Fundación Ibn Tufayl de Estudios Árabes, 2007, vol. V, pp. 378-80.
8
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 552 -
Granada, en realidad, no aparece citado como tal en las fuentes dedicadas a los cadíes
supremos del reino nazarí18.
Cabe destacar que nuestro personaje también es autor de varias obras, algunas de
ellas se conservan en la actualidad y están editadas y publicadas como: Sanan al-
muhtadīn fī maqāmāt al-dīn, un tratado contra las innovaciones en religión que se
producían en su tiempo, basado en aleya 32 de la azora 35 que lo escribió por indicación
del último rey de Granada, Boabdil21; y al-Tāŷ wa-l-iklīl li-Mujtasar Jalīl, un voluminoso
comentario, vigente hoy en día en las madrazas tradicionales del Magreb, dedicado al
famoso compendio de derecho mālikí conocido como Mujtasar del egipcio Jalīl ibn Isḥāq
(m. 767/1366)22. Además emitió numerosas fetuas que, por fortuna, muchas de ellas se
han conservado recogidas en las grandes compilaciones de dictámenes jurídicos como el
Micyār de al-Wanšarīsī23. Una de estas fetuas que trata sobre las relaciones sexuales
ilícitas de una mujer musulmana es la que es objeto de estudio en el presente estudio.
18
Zomeño. “Al-Mawwāq al-cAbdarī”, vol. VI, p. 530.
19
Al-Tunbuktī. Nayl, tomo I, p. 146.
20
Muḥammad al-Mannūnī. “Namāḏiŷ min al-takāmul al-ṯaqāfī bayna l-Magrib wa-l-Andalus cabra caṣr
Garnāṭa”. En Actas del II Coloquio Hispano-Marroquí de Ciencias Históricas, p. 146.
21
De la Granja. “Condena de Boabdil”, p. 163. Esta obra ha sido editada por Hišām Ibn Muḥammad Ḥayŷar
al-Ḥasanī y publicada recientemenete en Casablanca (Marruecos) por Dār Ibn Ḥazm en el año 2010.
22
Fue editado por la editorial Dār al-Kutub al-cIlmiyya en ocho volúmenes y publicado en 1994.
23
Véase Aḥmad al-Wanšarīsī. Al-Micyār al-mucrib wa-l-ŷāmic al-mugrib fī fatāwà Ifrīqiya wa-l-Andalus wa-l-
Magrib. Edición de Muḥammad Ḥaŷŷī y otros. Beirut: Dār al-Garb al-Islāmī, 1981, vol. I, pp. 326 y 330; vol.
III, pp. 167, 168, 234, 236, 247 y 254; vol. IV, pp. 232, 235 y 244; vol. V, pp. 38 y 246; vol. VII, pp. 124,
133, 137, 147 y 182; y vol. XI, pp. 27, 96, 108, 129, 131, 149 y 323. La cantidad de dictámenes jurídicos de
al-Mawwāq recogidos en esta vastísima compilación de fetuas, prueba de algún modo que nuestro
personaje fue un muftí muy activo, cuya opinión debió ser muy solicitada por sus contemporáneos.
9
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 553 -
Afortunadamente, también se han conservado las 25 preguntas jurídicas que al-
Mawwāq envió en el último cuarto del siglo XV al entonces cadí supremo de Túnez,
además de imán, jatib, muftí y maestro en la famosa Mezquita de al-Zaytūna, Muḥammad
al-Raṣṣāc (m. 894/1489)24. Se trata pues de 25 cuestiones, contestadas en 1481, que se
incluyen en una obra que se conoce como al-Aŷwiba al-tūnisiyya calà l-as’ila al-garnāṭiyya
(Las respuestas [jurídicas] tunecinas a las preguntas granadinas), y abarcan diferentes
dudas de diversa temática en jurisprudencia islámica relativas a la peste, el contagio, los
habices, las mujeres, la manutención, las mezquitas, etc.25
A modo de conclusión, destacar que al-Mawwāq es considerado el último ulema del al-
Andalus y sus casi noventa años de vida transcurren paralelamente al último siglo de
existencia del único reducto territorial del islam en la Península Ibérica. Por eso, es un
testigo de primer orden en la Granada nazarí del siglo XV y un personaje, respetado y
considerado santo, que tuvo un papel relevante en la sociedad en los momentos más
24
Su nombre completo era Muḥammad ibn Muḥammad ibn al-Qāsim ibn Abī Yaḥyà ibn Abī l-Faḍl ibn
Muḥammad al-Anṣārī, al-Tilimsānī, al-Tūnisī, al-Mālikī, de kunya Abū cAbd Allāh y apodado al-Raṣṣāc.
Nació en Tremecén durante el primer cuarto del siglo XV y se estableció en la capital ḥafṣí con su familia
siendo un niño, donde llegó a ocupar importantes cargos. Es autor de numerosas obras, la mayoría de
ellas están conservadas y sin editar. Véase al-Tunbuktī. Nayl, tomo II, p. 247.
25
Esta obra ha sido editada por Muḥammad Ḥasan y publicada en 2007 en Beirut por la editorial Dār al-
Madār al-Islāmī. En mi Trabajo de Fin de Máster, dirigido por la Dra. Mª D. Rodríguez Gómez y defendido
en la Universidad de Granada en el año 2011, estudié, analicé y resumí el contenido de estas Aŷwiba. En
la actualidad mi tesis se basa en ellas y mi principal objetivo es traducirlas.
26
Muḥammad Ḥasan. Al-Aŷwiba, pp. 26-7.
27
Seco de Lucena. “La escuela de juristas granadinos en el siglo XV”. MEAH, 8, 1 (1959), p. 11.
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 554 -
cruciales. Prueba de ello, es que su nombre figuró como el primero de las quince
autoridades religiosas e intelectuales que firmaron la fetua que condenaba a Boabdil por
su levantamiento contra su padre, Muley Hacén, en 1483 en plena Guerra de Granada, tal
como se acaba de ver en el apartado anterior. Además, también se cuenta que cuando
los cristianos se adueñaron de Granada en 1492 preguntaron por la persona que tenía
más conocimiento de las ciencias religiosas y los granadinos señalaron a al-Mawwāq28.
Esto aparte de confirmar que entonces se hallaba en vida y no emigró sino que
permaneció en la capital hasta su muerte meses después, también da fe de la sabiduría y
el prestigio de los que gozaba entre sus contemporáneos. Asimismo, su figura santa y
piadosa a la que se le atribuye capacidad de obrar milagros, queda muy bien descrita en
la anécdota con el ministro castellano, que pretendió humillarle con el besamanos y el
sometimiento a la autoridad cristiana:
“Ordenaron, pues, que compareciese ante ellos, pero él se negó. Los musulmanes
hablaron con él y acabó por presentarse ante el ministro del rey cristiano, quien extendió la
mano ante él. Al-Mawwāq (Dios tenga misericordia de él) le besó la mano, y cuando salió
de su presencia, los musulmanes se lo reprocharon. Pero no pasó mucho rato hasta que la
mano que había besado al ministro infiel comenzara a inflamarse y a quejarse el ministro
de aquel dolor. Mandó volver a al-Mawwāq y le pidió que invocara a Dios [para que lo
curara]”29.
28
Al-Tunbuktī. Nayl, tomo II, p. 249.
29
De la Granja. “Condena de Boabdil”, p. 162.
30
En este apartado se pretende ser breve y poner en relieve los principales procedimientos legales que
caracterizan a un casamiento islámico a fin de que el lector o lectora no familiarizados con estos temas
puedan adquirir algunas nociones básicas sobre el matrimonio y, así, poder comprender mejor la fetua de
al-Mawwāq. Sin embargo, si se quiere conocer con más profundidad otros aspectos, conceptos y detalles
del matrimonio islámico, se recomienda consultar el capítulo de dedicado a ello en Louis Milliot.
Introduction à l'étude du droit musulman. Paris: Recueil Sirey, 1971, pp. 275-386.
11
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 555 -
Cabe señalar que, en primer lugar y antes de iniciar cualquier formalidad, es requisito
indispensable que ambos sean púberes y tengan plenos poderes mentales y capacidad
legal para poder contraer matrimonio. Al fin y al cabo es como si en el fondo se tratase de
cualquier contrato civil en el cual se fijan los términos de una compraventa, dado que tiene
que haber una parte que hace una oferta (el varón propone matrimonio) y la otra parte
que la acepte (la hembra –o su tutor en su lugar– da su consentimiento)31.
El siguiente paso es la entrega, de forma obligatoria por orden coránica32, del novio a la
novia de una dote (mahr) o un donativo nupcial (ṣadāq, palabra de la cual deriva el
arabismo “acidaque”) que puede ser una suma de dinero o un conjunto de regalos
donados de forma íntegra o parcialmente por deferido, dependiendo del acuerdo al que
hayan llegado las partes. Ciertamente, es la novia la que debe percibir el acidaque, no sus
padres o parientes, excepto si está bajo tutela. Además, siempre que no se pague o no se
entregue la dote a la esposa, se declarará el casamiento nulo, especialmente para la
escuela mālikí que la considera como condición indispensable para el matrimonio33.
Cuando los futuros cónyuges se ponen de acuerdo sobre todos los detalles, se procede
a la redacción del acta matrimonial, tarea de la que se encargarán los adules y en
presencia del tutor matrimonial (walī) de la mujer y de dos testigos masculinos de buena
reputación o de dos testigos femeninos que pueden sustituir a uno masculino. Tras
recoger por escrito todo lo convenido entre las partes –tanto en lo que se refiere al pago
de la dote como a la virginidad de la novia u otras condiciones acordadas o impuestas– y
firmar el acta, se considera que el contrato de matrimonio (caqd al-nikāḥ) es vigente y que
la pareja ya está formal y felizmente casada.
Luego llega el momento de celebrar la unión e invitar a cuanta más gente, mejor, al
banquete de bodas –dependiendo del poder adquisitivo de cada familia– para que,
después, esas personas sean las encargadas de dar toda la difusión posible al
casamiento, ya que la cuestión de la publicidad del matrimonio, una vez contraído,
también tiene su importancia puesto que es una forma de facilitar a los nuevos cónyuges
que puedan normalizar sus relaciones dentro de la sociedad como marido y mujer.
Finalmente, mientras los familiares y los invitados disfrutan de la ceremonia y del festejo
31
Véase “nikāḥ” en Maíllo Salgado. Diccionario de derecho islámico, pp. 279-82.
32
Corán: sura 4, aleyas 4 y 25.
33
Si se quiere conocer todos los detalles, aspectos y conceptos relacionados con la dote y su importancia
en los matrimonios andalusíes, véase el excelente trabajo de Zomeño. Dote y matrimonio en al-Andalus y
el Norte de África. Estudio sobre la jurisprudencia islámica medieval. Madrid: CSIC, 2000.
12
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 556 -
de la boda, por fin tiene lugar el momento esperado por los recién casados tras pasar por
tantas formalidades y es: la consumación del matrimonio (dujūl o binā’), momento a partir
del cual se considera que el casamiento es efectivo y válido.
Una vez casados –y consumado el acto según la doctrina mālikí–, el marido está
obligado a proporcionar mantención a su mujer garantizándole alimentos, vestido y
alojamiento (nafaqa)34. A cambio de todo lo que un varón debe costear durante un
matrimonio, la mujer debe, principalmente, obedecer a su esposo, satisfacerle
sexualmente, serle fiel, realizar las tareas domésticas y cuidar a los hijos, pero nunca
estará obligada a concurrir con su propio dinero a los gastos de la casa,
independientemente de su fortuna, y, si lo hiciese, se consideraría como una donación.
a) La importancia de la virginidad
34
Para más detalles sobre la manutención véase el apartado dedicado a ella en mi artículo del congreso del
año pasado, “La manutención del hijo de la esposa a manos del padrastro: una práctica voluntaria
impuesta por los usos en la Granada Nazarí de finales del s. XV (1481)”. En Manuel Cabrera Espinosa y
Juan Antonio López Cordero (eds.). VI Congreso virtual sobre Historia de las Mujeres (15 al 31 de octubre
de 2014). Comunicaciones. Jaén: Asociación de Amigos del Archivo Histórico Diocesano de Jaén, 2014,
pp. 471-86.
35
Maíllo Salgado. Diccionario de derecho islámico, pp. 49 y 59.
13
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 557 -
Así pues, es debido a estas razones que los juristas musulmanes diferenciaron en lo
que al matrimonio se refiere entre la joven virgen y la mujer ṯayyiba36, señora viuda o
divorciada, que ha perdido su virginidad dentro de los parámetros establecidos
consumando de forma legal la unión, a pesar de que su matrimonio haya sido disuelto
luego a causa de cualquiera de las formas de divorcio que tiene el derecho islámico o por
la muerte del esposo. La principal diferencia que hace la jurisprudencia islámica entre la
bikr y la ṯayyiba es que la primera necesita –obligatoriamente según la escuela mālikí– un
tutor matrimonial (walī) para casarse y la segunda no; esta distinción, sin embargo, no
repercute en la dote, es decir, que será obligatoria igualmente tanto si la mujer es bikr
como ṯayyiba.
No obstante, vale la pena remarcar que, en el islam, el hecho de casarse con señoras
viudas –siguiendo el ejemplo del Profeta– o con divorciadas, tanto si tienen hijos como no,
está muy bien visto por la sociedad porque se consideran actos buenos y compasivos que
están de acuerdo con la filosofía coránica y alivian las posibles dificultadas a las que se
verían sometidas mujeres en dichas condiciones, ya que un nuevo matrimonio les
proporcionaría a ellas más protección y seguridad tanto física como económica. La
naturalidad con la que era entendido (y es entendido hoy en día) un segundo matrimonio,
como mínimo, de una mujer viuda o divorciada, se ve claramente reflejada, por ejemplo,
en cuatro de las 25 preguntas enviadas por al-Mawwāq a Túnez, que tratan sobre mujeres
con hijos que se volvían a casar e, incluso, el nuevo esposo se ofrecía a ejercer la
manutención de los hijastros de forma voluntaria37.
Ciertamente, la unión carnal de modo ilícito es el eje central sobre el cual gira el contenido
de la fetua objeto de estudio en este trabajo, por eso, en este subapartado se abordará
esta cuestión desde el punto de vista del Corán y de la tradición islámica, para así
exponer las diferencias entre ambos en la legislación del castigo para semejante acto.
Pero previamente a eso, hay que saber que el término zinā era entendido técnicamente
por los juristas musulmanes como las relaciones sexuales ilícitas entre un hombre y una
36
Op. Cit., pp. 419-20.
37
Véase Muḥammad al-Mawwāq. Al-Aŷwiba al-tūnisiyya alà l-as’ila al-garnāṭiyya. Ed. Muḥammad Ḥasan.
Beirut: Dār al-Madār al-Islāmī, 2007, p. 98-9. Estas cuatro cuestiones han sido objeto de estudio en mi
citado trabajo, “La manutención del hijo de la esposa”, pp. 471-86.
14
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 558 -
mujer no casados y, por lo tanto, fuera de la institución del matrimonio y del concubinato
legalmente permitido. El uso del vocablo no hace distinciones entre si el acto fue cometido
antes o después del casamiento, es decir, si se trata de relaciones pre o
extramatrimoniales. En cambio, la tradición –no el Corán– sí distingue si el sujeto en
cuestión está casado o soltero a la hora de aplicarle la correspondiente pena, tal como se
verá más adelante, ya que es un delito muy grave considerado que se excede e infringe el
límite (ḥadd, pl. ḥudūd) fijado por Dios en el Corán, donde es calificado moralmente como
extravío: “¡Evitad la fornicación: es una deshonestidad! ¡Mal camino...!”38.
Sin embargo, la tajante seriedad con la que el Texto se toma este asunto se ve
claramente reflejada en la siguiente aleya cuando se trata de falsas acusaciones de
adulterio o fornicación contra mujeres honradas e inocentes, al imponer a los
calumniadores un castigo de ochenta latigazos y la aportación de cuatro testigos varones
honorables en apoyo de lo que afirman para que no sean azotados; llegando incluso a
38
El Corán (17: 32). Traducción de Julio Cortés. Barcelona: Herder, 2007, 2ª Ed., p. 293.
39
Traducible como “la fornicadora y el fornicador” o “la adúltera y el adúltero”. Hago esta distinción en la
traducción porque en la lengua árabe los términos al-zāniya y al-zāni, forma femenina y masculina de la
misma palabra, califica por igual a la persona que comete relaciones sexuales ilícitas tanto pre como
extramatrimoniales. Pero no es el caso lengua española, ya que el término “fornicador” alude, en general,
al sujeto que mantiene relaciones sexuales voluntarias con otro y fuera del matrimonio, en cambio
“adúltero” se refiere a la persona casada que las tiene con otra sin que sea su cónyuge.
40
El Corán (24: 2). Traducción de Julio Cortés, p. 373: «Flagelad a la fornicadora y al fornicador con cien
azotes cada uno. Por respeto a la ley de Alá, no uséis de mansedumbre con ellos, si es que creéis en Alá
y en el último Día. Y que un grupo de creyentes sea testigo de su castigo».
41
El Corán (24: 3). Traducción de Cortés, p. 373: «El fornicador no podrá casarse más que con una
fornicadora o con una asociadora. La fornicadora no podrá casarse más que con un fornicador o con un
asociador. Eso les está prohibido a los creyentes».
15
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 559 -
despreciarles y a invalidar el testimonio de ellos42. Dos versículos más abajo, el Corán
trata abiertamente el hecho de que algunos maridos acusen a sus esposas de adulterio
sin poder presentar más testigos que ellos mismos. En un caso como ése de profundo
agravio, los acusadores deben prestar juramento por Dios, varias veces, hasta cuatro
sobre lo que alegan y una quinta vez invocando que la maldición del Señor caiga sobre
ellos, si mienten. Sin embargo, ellas tendrán derecho a réplica para defender su
reputación y siempre podrán garantizar que son inocentes y libres de pecado y castigo,
mientras no autoconfesen los hechos y estén dispuestas a prestar el mismo juramento
que el esposo. De esta forma, el Corán otorga preeminencia a la palabra de las mujeres
por encima de los hombres en una situación tan crítica para hacer valer el honor de ellas
por encima del de ellos43.
La información que se acaba de exponer sobre este asunto tan serio complementa, tal
como se ha dicho, la azora de las Mujeres, en cual se había establecido que para
demostrar que una mujer había cometido relaciones sexuales de forma ilícita se tenían
que presentar cuatro testigos presenciales que den fe de que han visto la penetración
desde diferentes ángulos. Entonces el castigo que Dios había observado para ambos
culpables era la reclusión en casa hasta la llegada de la muerte o hasta que Él les procure
una salida. La búsqueda de una alternativa a esa situación que el Creador había
pospuesto –con el fin de hacer hincapié y enseñar a Sus siervos la importancia y el valor
que tiene el verdadero arrepentimiento cuando el creyente comete faltas–, la resolvió con
el dictamen de los cien azotes para cada uno, tal como se ha visto en la sura de la Luz44.
16
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 560 -
de la que reciben los libres, es decir, cincuenta latigazos. Esto es interpretable de la
famosa aleya 25 de la azora de las Mujeres –que permite a los hombres libres casarse
con sus esclavas entregándoles su dote–, donde se fija para ellas, si cometen adulterio, la
mitad del castigo correspondiente a las mujeres libres45.
El caso es que la sunna, sin contar con ningún antecedente en el Corán, estableció que
el castigo para los acusados calificados como muḥṣan o muḥṣana –es decir, musulmán o
musulmana libres y adultos que estén casados y hayan mantenido relaciones sexuales de
forma lícita en sus matrimonios–, si cometen adulterio deben recibir cien latigazos y ser
lapidados hasta la muerte; mientras que los no muḥṣan se les aplicarán los cien latigazos
y serán desterrados durante un año los hombres, no las mujeres. Esta severa
penalización, no coránica, se basa en un dicho atribuido al Profeta recogido por Muslim
ibn al-Ḥaŷŷāŷ al-Naysābūrī (m. 261/875), célebre tradicionalista de origen persa y autor de
una de las colecciones de hadices considerados auténticos46. En cambio, otra tradición
45
El Corán, (4:25) Traducción de Asad, pp. 105-6: «…Casaos, pues, con ellas con el permiso de su gente y
dadles su dote en forma honorable --pues son mujeres que se entregan en matrimonio, no en fornicación
ni como amantes secretas. Y si estando ya casadas, cometieran un acto de indecencia, se les impondrá la
mitad del castigo que [se impone] a las mujeres libres…».
46
Muslim. Al-Musnad al-Ṣaḥīḥ. Ed. de Muḥammad Fu’ād cAbd al-Bāqī. Beirut: Dār Iḥyā’ al-Turāṯ al-cArabī,
sine data, vol. III, p. 1316, hadiz nº 1690, donde se pone en boca del Profeta que supuestamente dijo:
«Aprended de mí, aprended de mí, aprended de mí [el castigo por zinā]. Dios les ha procurado una salida
a ellas, [las mujeres que han cometido indecencia]. A la persona casada [que ha mantenido relaciones
17
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 561 -
transmitida por Mālik Ibn Anas en su al-Muwaṭṭa’ –uno de los primeros libros del islam– no
se basa en el Profeta, sino en un dicho del segundo califa ortodoxo, cUmar Ibn al-Jaṭṭāb
(634-44), contado por su compañero cAbd Allāh Ibn cAbbās (m. ca 68/687) que le había
oído afirmar que la lapidación estaba prescrita en el Corán47.
Aunque la transmisión de Mālik pueda parecer paradójica porque eso no está prescrito
en el Corán, lo cierto es que esa afirmación también aparece en otras fuentes importantes
de la tradición islámica y compilaciones de hadices considerados auténticos recogidos
con otras cadenas transmisión, pero siempre teniendo como referencia a Ibn cAbbās que
cuenta haber presenciado o haber oído al mencionado califa hacer tal declaración48. Las
fuentes cuentan por boca de cUmar que, durante uno de los últimos sermones que
pronunció a la gente, afirmó algo tan perjudicial para la islam como es la presunta
revelación al Profeta de una supuesta aleya referida a la lapidación no incluida
posteriormente en el Corán definitivo, que él mismo presumiblemente habría leído,
entendido y memorizado en tiempos de Muḥammad. Además añaden que este califa
también testificó haber presenciado al Enviado aplicar la lapidación y ellos también la
practicaron tras su muerte siguiendo su ejemplo. Lo más llamativo de todo esto es que se
adorna la historia con una curiosa preocupación de cUmar sobre el futuro de la práctica de
la lapidación, como si se pretendiera dar justificación por boca de este califa al hecho de
no hallar prescripción de tal pena en el Corán para que, de este modo, las futuras
generaciones de musulmanes la apliquen en los siglos posteriores sin remordimientos49.
Incluso van más allá y narran que llegó a lamentar no haber escrito y añadido con sus
sexuales] con una persona casada [se le impone un castigo de] cien latigazos y, luego, lapidación [hasta la
muerte]; y a la soltera con una soltera cien azotes y, después, un destierro durante un año».
47
Mālik Ibn Anas. Kitāb al-Muwaṭṭa’ li-l-imām Mālik. Ed. de Ṣidqī Jamīl al-cAṭṭār. Beirut: Dār l-Fikr, 2002, 3ª
ed., p. 503, nº 1558 (recuérdese que el número de las tradiciones puede variar dependiendo la edición de
al-Muwaṭṭa’ utilizada). Mālik contó que Ibn al-cAbbās dijo que había oído a cUmar Ibn al-Jaṭṭāb decir: «La
lapidación está [prescrita] en el Libro de Dios de forma obligatoria para aquellos hombres y mujeres que
cometan adulterio estando casados, cuando se presentasen testimonios claros, o bien, existiera el
embarazo [de la mujer], o bien, una confesión».
48 c
Abd al-Mālik Ibn Hišām. Al-Sīra al-nabawiyya li-Ibn Hišām. Ed. de Muṣṭafà al-Saqqā, Ibrāhīm al-Abyārī y
c
Abd al-Ḥāfiẓ Šalabī. El Cairo: Muṣṭafà al-Bābī al-Ḥalabī, 1955, 2ª ed., pp. 657-8; Mālik Ibn Anas. Kitāb al-
Muwaṭṭa’, p. 504, nº 1560; Muḥammad al-Bujārī. Ṣaḥīḥ al-Bujārī. Ed. de Muḥammad Zuhayr ibn Nāṣir al-
Nāṣir. Beirut: Dār Ṭawq al-Naŷāt, 2001, 1ª ed., vol. VIII, pp. 168-9, hadices nº 6829 y 6830; Muslim. Al-
Musnad al-Ṣaḥīḥ, vol. III, p. 1317, hadiz nº 1691; Muḥammad al-Ṭabarī. Tārīj al-Ṭabarī. Tārīj al-rusul wa-l-
mulūk wa-Ṣilat Tārīj al-Ṭabarī. Beirut: Dār al-Turāṯ, 1387/1967-8, 2ª ed., vol. III, pp. 204-5.
49
Ibn Hišām. Al-Sīra al-nabawiyya, vol. II, p. 658; al-Bujārī. Ṣaḥīḥ, vol. VIII p. 169, nº 6830; Muslim. Al-
Musnad al-Ṣaḥīḥ, vol. III, p. 1317, nº 1691; y al-Ṭabarī. Tārīj, vol. III, p. 204; todos ellos recogen las
mismas palabras de cUmar: «Temo que entre la gente, tras un largo paso del tiempo, alguien diga que no
hallamos [los versículos de] la lapidación en el Corán y entonces se extravíen por apartarse de un
precepto que Dios ha revelado. Ciertamente, la lapidación está [prescrita] en el Libro de Dios de forma
obligatoria para aquellos hombres y mujeres que cometan adulterio estando casados…»
18
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 562 -
propias manos la supuesta aleya en el texto coránico, pero que su temor por lo que la
gente podría decir de él, se lo impidió50.
19
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 563 -
sagradas, se les respeta y se les aplica su propia Ley. Así que Muḥammad preguntó por
el castigo que aplicaban en esos casos según la Ley de Moisés, se trajo una Torá, se
buscó el versículo y, finalmente, él se limitó a ordenar lo que decía Yahvé: “los
apedrearéis hasta que mueran”53. La historia contada en este hadiz es bastante ilustrativa
y refleja el contacto interreligioso que había en Medina entre musulmanes y judíos, así
que sería comprensible y nada descabellado pensar que quizás la tradición islámica haya
adoptado la lapidación por influencia del judaísmo.
20
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 564 -
sería absurdo pensar que Dios les autorizaría casarse cuando ya han sido lapidados. El
cuarto punto si igualmente su intención hubiera sido lapidar, no habría fijado la mitad de
castigo para las esclavas casadas en comparación con las mujeres libres, puesto que
sería ilógico establecer media lapidación o media muerte.
57
Para elaborar este subapartado se ha basado principalmente en el tratado de derecho del jurista andalusí
seguidor de la escuela mālikí, Muḥammad Ibn Ŷuzayy. Al-Qawānin al-fiqhiyya. Casablanca (Marruecos):
Dār al-Rišād al-Ḥadīṯ, 2010, pp. 240-1.
58
Vale pena subrayar que el derecho islámico tiene en cuenta otros motivos o causas por las cuales se
disuelve un matrimonio, aparte de los “cuatro defectos”, como: el fallecimiento de uno de los esposos, la
ausencia prolongada del marido, la apropiación de los bienes del otro, la abjuración del islam o la decisión
unilateral del marido o de la justicia (ṭalāq), véase. Milliot. Introduction à l'étude, pp. 341-86.
21
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 565 -
pequeñez extrema del pene (ḥuṣūr) y la incapacidad de yacer con la esposa por algún
impedimento (ictirāḍ). En cuanto a la mujer se cuentan la malformación uterina como el
útero unicorne (qarn), las enfermedades, deformaciones, quistes, etc., en la vagina que
impiden la penetrabilidad, el mal olor vaginal y otros autores añaden las flatulencias.
22
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 566 -
de pequeñez extrema del miembro, lo comprobarían hombres palpando por encima de la
ropa.
[Pregunta]
Mi señor Abū cAbd Allāh al-Mawwāq fue preguntado sobre alguien que se había casado con
una [mujer] virgen y cuando procedió a consumar el matrimonio con ella, halló que estaba
desflorada. Sin embargo, aunque la abandonó durante días, ella permaneció en casa de él.
Luego, él mismo reconoció que ella le había confesado en presencia de dos testigos adules
(bi-maḥḍar šahīdayn cadlayn) que fulano la había desvirgado en casa del padre de ella.
Como consecuencia de esto se produjo un litigio entre ambos y él [decidió] no consumar el
matrimonio60 ni hacer con ella lo que hace un hombre con su mujer (ahli-hi), dado que su
voluntad era recuperar [la dote] que le había dado, pero el padre de ella se negaba. ¿Acaso
a esta mujer se le aplicaría [primero] el castigo coránico (tu-ḥaddu) por confesar las
relaciones sexuales ilícitas (zinā) y, luego, que este esposo consuma el matrimonio con ella,
si él quisiese? ¿O [esto] no [sería correcto]?
[Respuesta]
Respondió: Si sus relaciones ilícitas hubiesen tenido lugar después de que [se firmase] el
contrato conyugal, entonces sería una desgracia que se habría cernido sobre el esposo.
Pero si las hubiese cometido antes de eso, y luego [el marido] hubiese concretado el acta
59
La fetua está en al-Wanšarīsī. Al-Micyār, vol. III, pp. 167-8.
60
Cabe señalar que en el texto árabe existe ambigüedad. En la primera línea dice literalmente que
“consumó con ella el matrimonio” (fa-dajala bi-hā) y ahora afirma que “no lo consumó” (wa-lam ya-djul bi-
ha). Esta contradicción hace suponer que al principio no hubo una consumación plena, porque si no, no se
explicaría que luego decidiera no consumarlo, por eso he considerado que en la primera vez era mejor
traducirlo como “cuando procedió a consumar el matrimonio con ella” y en la segunda “decidió no
consumar el matrimonio”.
23
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 567 -
(caqada calay-hā)61 antes de [finalizar] el istibrā’ 62, se consideraría que el matrimonio (nikāḥ)
es nulo (mafsūj, lit. “disuelto”). No obstante, si el matrimonio se hubiera formalizado (caqd)
después del periodo legal de continencia sexual (istibrā’), pues, [por un lado,] hay quienes
sostienen que eso es un vicio redhibitorio (cayb) que podría ser causa de revocación del
matrimonio, en caso de que [el marido] no le complaciese al darse cuenta de que estaba
desflorada, siendo incapaz de penetrarla, de callarse y de dar muestras de aceptación [de la
situación]. Y, [por otro lado,] hay quienes dicen que eso no perjudica a la hora de yacer con
ella, puesto que [la desfloración] no se incluye en los “cuatros defectos”63 [para considerar el
matrimonio revocable]. Por lo tanto, él si quiere, [puede] aceptar[la] y, si no quiere, [puede]
repudiar[la] y pagar lo que se debe pagar [de la dote]. Ésta fue la opinión de al-Qābisī64 y
otros. Lo primordial [en este tipo de situaciones] es mediar entre los dos esposos y que
ambos actúen con pudor a Dios, o aferrándose a lo que está bien o aliviando las
preocupaciones con buenas obras.
a) Comentario
61
Hay que tener en cuenta que entre la firma del contrato matrimonial y la consumación puede transcurrir un
plazo de tiempo más o menos largo.
62
El istibrā’ es el periodo de abstinencia sexual durante el cual se comprueba que la matriz de la mujer
queda libre de embarazo. Se le conoce con esta denominación porque los juristas la utilizaron para
referirse a la comprobación de que las mujeres adúlteras, fornicadoras, violadas o esclavas estén libres de
embarazo tras haber mantenido relaciones sexuales, en diferenciación de la cidda que es el plazo legal de
espera que debe observar la mujer libre, divorciada o viuda, antes de volver a casarse de nuevo. Dado
que las relaciones sexuales mantenidas antes de la cidda de la mujer libre y del istibrā’ de la esclava eran
lícitas, se establece para ellas por igual un periodo de continencia sexual de tres menstruaciones, al igual
que la mujer violada. Mientras que la duración del istibrā’ de la fornicadora y de la adúltera se fija en una
menstruación porque se le va a aplicar la pena ḥadd.
63
Se recuerda que los cuatro defectos que disuelven el matrimonio son la demencia, la lepra, el albinismo y
las enfermedades o deformaciones genitales.
64
Se trata de Abū-l-Ḥusayn cAlī ibn Muḥammad ibn Jalaf al-Macāfirī, conocido como al-Qābisī (m. 324-
403/936-1012), alfaquí tunecino experto en las tradiciones del Profeta y autor de una obra que recoge los
hadices transmitidos por Mālik Ibn Anas, titulada al-Mulajjaṣ, véase Ibn Jallikān. Wafayāt al-acyān wa-anbā’
abnā’ al-zamān. Edición de Iḥsān cAbbās. Beirut: Dār Ṣādir, 1972, vol. III, pp. 320-2.
24
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 568 -
consigue obtener una autoconfesión de ella ante la presencia de dos testigos adules. Esto
además de ahorrarle el juramento coránico para presentar acusaciones contra ella en un
tribunal, también le confiere el pleno derecho para reclamar toda la dote.
Cabe destacar que con la confesión, ella está admitiendo dos hechos a la vez. El
primero es que ha sido desvirgada por un hombre que no era su cónyuge, lo cual es un
acto ilícito que automáticamente le hace perder su dote. Aunque, en verdad, no queda
claro si fulano la llegó a forzar, o no, ya que si así fuera se trataría de una violación y la
situación cambiaría porque no se le aplicaría la pena ḥadd. Para que eso ocurra tendría
que probar que ha sido agredida y, si ha pasado mucho tiempo porque estas cosas se
solían ocultar por pudor, la cosa se hace más compleja aún. Lo cierto es que en la
pregunta no hay indicios o referencias a una posible violación. El segundo es que ha
mantenido relaciones fuera del matrimonio, pero no se sabe si entonces habían firmado el
contrato conyugal y esperaban la boda para consumar el matrimonio, ya que entre la firma
y la boda puede transcurrir un plazo de tiempo más o menos largo. Si así fuera, se le
consideraría técnicamente como casada y se le acusaría de adulterio con todas las
consecuencias que eso conlleva: los cien latigazos coránicos; o la lapidación hasta la
muerte, si en estos casos la ley consuetudinaria de su país da preferencia al castigo de la
sunna. En cambio, si no fuera así, es decir, que era soltera en ese momento, se le
aplicarían sólo los cien azotes. El caso es que sólo se sabe que fue antes de la
consumación del matrimonio con su marido, nada más.
Por último, se cierra la pregunta haciendo énfasis en algo tan lógico en estos casos
como es la aplicación de la pena ḥadd por confesión de zinā y planteando si estaría bien
25
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 569 -
que el marido acabara de consumar el matrimonio con ella, si él quisiera, seguramente en
un intento de entender que el castigo la expiaría del pecado cometido y la convertiría en
apta de nuevo para el matrimonio con musulmanes a pesar de que el Corán es claro: la
fornicadora no podrá casarse más que con un fornicador o con un asociador.
Sin embargo, si las ha tenido cuando era soltera y antes de signar el contrato, en esta
situación al-Mawwāq obvia por completo hablar de la parte correctiva, es decir, los cien
latigazos y se centra directamente en el aspecto técnico del asunto: el momento de la
estipulación del contrato de matrimonio. Si fue durante el periodo de continencia sexual en
el cual se verificaba si la fornicadora se hallaba embarazada (istibrā’), nuestro alfaquí
opina que el matrimonio es nulo y debería ser disuelto. Eso, por un lado, es comprensible
porque el derecho islámico prohíbe en general casarse durante ese plazo y, por otro,
aclara que para juristas como el granadino no hay inconveniente en que la fornicadora se
case con un musulmán a pesar de lo que dice el Corán. Pero si fue tras el istibrā’, al-
Mawwāq se limita simplemente a exponer las dos opiniones legales predominantes entre
los alfaquíes anteriores y de su tiempo sobre este asunto.
26
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 570 -
“cuatro cuyūb” y sus defensores insertan la desfloración como uno de éstos, considerando
la pérdida del himen de forma ilícita, probablemente, como un defecto en los genitales.
Respecto a esta consideración ya se ha señalado en el apartado dedicado al tema que,
según la afirmación de Ibn Ŷuzayy, la opinión mayoritaria aceptada (mašhūr) dentro la
escuela mālikí es que la desfloración a causa de la fornicación no se incluye dentro de los
“cuatro cuyūb”.
Sin embargo, la segunda opinión –defendida por al-Qābisī y otros– parte de que la
desfloración no es un impedimento para que la pareja pueda tener una relación sexual
plena y satisfactoria, así que no sería incluible en los “cuatro cuyūb” ni tampoco es
considerada como un vicio redhibitorio, porque no es causa de disolución del matrimonio.
De acuerdo con esto, al-Mawwāq al final de su fetua considera que el marido tiene dos
opciones. La primera que acepte la situación. En otras palabras, esto quiere decir que se
resigne y encubra a su esposa para evitar la vergüenza y el escándalo, lo cual está bien
considerado por el islam, y, por lo tanto, esto significa que el matrimonio entre ellos
continúa. La segunda elección que el marido no consienta ni acceda a seguir con ella, lo
cual implicaría que la repudiaría y, entonces, estaría obligado a pagarle –según nuestro
muftí– lo que se debe pagar de la dote. Esta afirmación de que si repudia debe pagar la
dote es del todo contradictoria por varias razones. En primer lugar, no es aplicable al caso
planteando en la pregunta porque cuando resulta que la mujer ha estado mintiendo sobre
su virginidad y ha ocultado que estaba desvirgada cuando se firmó el contrato de
matrimonio, como es el caso aquí, la esposa no tendría legitimidad según el derecho
islámico a que se le pague el resto de la dote, si fuera aplazado. Además, el esposo
recuperaría la parte que habría sido pagada por adelantado y, evidentemente, quedaría
exento de entregarle la parte aplazada.
27
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 571 -
subrayar que todo esto que se acaba de especificar no corresponde con la casuística de
la mujer descrita en la pregunta, ya que se descubre que no era una doncella ni tampoco
había perdido su virginidad de forma lícita en un matrimonio anterior.
En tercer y último lugar, la única situación en la que se entendería que dicha afirmación
se aplicaría al caso de la mujer descrita en la pregunta, sería si ella hubiese sido violada,
lo cual no se especifica en la pregunta ni tampoco se hace referencia a ello en la
respuesta. En suposición de que fuera violada, habría perdido su virginidad de forma
ilícita pero al ser en contra de su voluntad, no se consideraría que tiene la misma culpa
que la fornicadora ni se le aplican las penas establecidas en el Corán y la sunna. Por
tanto, si el esposo descubriese que su esposa no era bikr pero no a causa de una relación
ilícita, sino porque fue forzada, en el supuesto de que optase por repudiarla, él debería
pagarle a ella la mitad de la dote, si no ha consumado el matrimonio, y el acidaque
completo en caso de que sí.
Conclusiones
En este trabajo se ha estudiado una fetua emitida por uno de los últimos ulemas de al-
Andalus, Muḥammad al-Mawwāq, un hombre que desempeñó importantes cargos y tuvo
protagonismo en los últimos años de la historia de la Granada islámica. Además era un
señor respetado por sus contemporáneos y su opinión era bien valorada. Las cualidades
de nuestro muftí hacían de él el candidato propicio para responder a un caso tan serio y
grave como es la autoconfesión de relaciones sexuales ilícitas por parte de una mujer
musulmana con alguien que no era su marido. Se han visto cuáles son las penas
establecidas por cometer semejante acto tanto desde el punto de visto coránico como el
de la sunna, pero nuestro muftí en su respuesta ha obviado completamente hablar del
castigo que habría que imponerle a la esposa a pesar de que en la pregunta se daba por
sentado que habría aplicarle la pena ḥadd. En cambio al-Mawwāq ha querido centrarse
más en aspectos técnicos del asunto y plantear si la desfloración se consideraría, o no,
como uno de los “cuatro cuyūb” que provocaría la disolución inmediata del matrimonio. Él
se ha acabado decantando por el no y ofreciendo dos opciones al marido: aceptar la
situación; o repudiar y pagar lo que quede por pagar de la dote. Al-Mawwāq se posiciona
claramente a favor de la mujer cuando considera que el marido debe pagar si él la
repudia, ya que según del derecho islámico la esposa que firma el contrato de matrimonio
28
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 572 -
como doncella pierde directamente su dote cuando se descubre que ha mentido sobre su
virginidad y que no era virgen. Finalmente, la actitud de al-Mawwāq favorable a la mujer al
no pronunciarse sobre la pena ḥadd que se le aplicaría y al concederle la dote a ella si el
marido la repudiara, habría que entenderla en clave de la bondad propia de un hombre
piadoso semejante a él o, más bien, se trataría de una práctica propia de los juristas
granadinos esa época.
29
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 573 -
La colonialidad, la raza y el femi‐geno‐cidio como líneas de sentido para Un lugar llamado Oreja
de Perro del escritor peruano Iván Thays.
Adriana Milanesio
La aparición de la novela que el escritor peruano Iván Thays publicó en 2008 y tituló Un lugar
llamado Oreja de Perro puso nuevamente sobre la agenda de la crítica literaria la importancia de la
narrativa en la recuperación de procesos históricos complejos en los que el Estado ha jugado un
rol de victimario bajo la premisa de que la sociedad no puede ni debe dar lugar al olvido.
La novela tematiza desde tres perspectivas diferentes el tema, nunca lo suficientemente
teorizado, de la memoria humana y de la necesidad del relato como herramienta primordial para
la constitución de la memoria.
La acción se sitúa en Perú en la primera década del siglo XXI, más precisamente en el año 2005 o
tal vez 2006 y en un lugar recóndito, un pequeño caserío ayacuchano llamado Oreja de Perro,
durante el final del segundo período presidencial de Alejandro Toledo.
Es en ese lugar donde el presidente lanzará un programa de resarcimiento económico a los
campesinos, víctimas del enfrentamiento armado entre senderistas y las fuerzas militares. Y es ese
acto el que debe cubrir el personaje central de la novela, un redactor periodístico que no logra dar
cauce a la angustia existencial que lo circunda ahora que acaba de morir su pequeño hijo y su
esposa lo ha abandonado.
En este trabajo nos proponemos ver cómo las categorías de femi‐geno‐cidio, colonialidad del
poder y raza, presentadas por la Dra. Rita Segato en su curso de posgrado: “Género y raza en la
perspectiva de la crítica de la colonialidad” pueden leerse en la novela mencionada.
La novela narra en primera persona el recorrido de un periodista que, procurando resolver su
propia deuda con la memoria personal tras la muerte de su pequeño hijo y su posterior separación
matrimonial, se ensimisma escudado en el interés que le genera la transmisión de los testimonios
de los familiares de las víctimas del enfrentamiento armado entre Sendero Luminoso y las Fuerzas
Armadas de Perú en las décadas de los ’80 y ’90. Más precisamente, los testimonios de la Comisión
de la Verdad y la Reconciliación. Esa complacencia en el dolor ajeno como salvaguarda del propio
dolor lo lleva a escribir un artículo periodístico que le granjea la misión de cubrir la visita del
1
1
“Le pregunto qué opina de la demagogia de Toledo entregando dinero en Oreja de Perro. / Bueno, eso mismo, que es una demagogia.
¿Qué otra cosa le queda por hacer a alguien que ha pasado sin pena ni gloria?” (2008: 97)
2
El hecho de que el novelista silencie el nombre de su personaje principal es notable. Ese “anonimato” tiende a universalizar tanto el
dolor ante la pérdida de los seres queridos como la búsqueda y la necesidad imperiosa del ser humano de construir su memoria y la de
su propio pueblo. El no otorgar un nombre nos está diciendo que en la novela se podría estar hablando de cualquiera.
3
Sobre ella, dirá Scamarone “Ves una mujer y no te importa si es una chola o si está embarazada”, “te advierto que las mujeres
embarazadas son más fieras que leonas en celo. Y encima cholas. No las subestimes”, “La cholita se ha ido al baño”, “Parece que ayer
no solo te comiste a la preñadita” (2008: 54, 103, 182 y 184 respectivamente).
4
“Olvídate de una vez de la cholita, hombre. […] Más bien mira tu correo que te he mandado tu foto con la pituca. Ésa es la chica que te
conviene muchacho. Arregla tu vida de una vez”. “Quizá debía hacer caso a lo que me sugirió. Olvidarme de Jazmín […] buscar a Maru”
(2008:205).
2
3
Así, la victoria de las Fuerzas Armadas Peruanas sobre los activistas de Sendero Luminoso se
construye en la novela mediante la desmoralización del enemigo al atacar, en este caso, a una
mujer con una clara labor social para demostrarle al enemigo que no ha tenido el suficiente valor
y/o virilidad para defender a sus mujeres. Sin embargo, la novela nos muestra otra cara de la
historia, porque en este caso, en esta familia en particular, no hay hombres que puedan sentirse
atacados con la desaparición del personaje en cuestión, sino tan solo una niña, una anciana y otra
mujer que nada puede hacer por cambiar el rumbo de la historia. El ataque así no solo es hacia el
personaje materialmente vulnerado sino a todas las mujeres de ese medio y a todos aquellos
cuerpos feminizados, entre los que se encuentran los niños alumnos de la escuela donde la madre
de Jazmín daba clases. Según Segato, los cuerpos femeninos o feminizados “constituyeron, en la
historia de la especie y en el imaginario colectivamente compartido a lo largo de ella, no sólo la
primera forma de colonia, sino también, en la actualidad, la última” (2012:12). Colonia en tanto
ejercicio de la dominación sobre el otro con fines sociales, políticos y, en última instancia,
económicos, claro está.
La madre de Jazmín es víctima de un femi‐geno‐cidio. Este tipo de crimen reviste de una
sistematicidad y un carácter repetitivo que resulta de las propias normas de ataque y
funcionamiento de la agrupación social que lo perpetra. Es evidente que el número de las víctimas
es cuantioso comparado con el de responsables. Esto puede verse en los relatos recopilados en el
Amicus Curiae presentado por la Organización No Gubernamental DeJuSticia de Colombia ante la
Primera Fiscalía Penal de Abancay sobre Violencia sexual como crimen de lesa humanidad en el
conflicto armado peruano (APRODEH, 20086)
La novela de Thays hace visible la preocupación por ceder la voz a quienes, a pesar de haber sido
escuchados por la Comisión por la Verdad y la Reconciliación, aún tienen mucho por decir, mucho
dolor por sanar y también hace visible la necesidad de denunciar aquellas prácticas violentas por
medios sexuales que no salen a la luz porque las víctimas ya no viven para contarlo y porque sus
familiares no pueden denunciar lo que ignoran acerca de la suerte corrida por sus familiares
desaparecidos. El relato de Jazmín, entonces, pone palabras allí donde no las hay, reconstruye un
sufrimiento humano al cual no se puede llegar por los mecanismos implementados tanto por los
victimarios7 como por la justicia.
6
Disponible en: http://www.dejusticia.org/admin/file.php?table=documentos_publicacion&field=archivo&id=158
Fecha de consulta: 19 de enero de 2013.
7
“Antes de arrojarlos a las fosas, los militares hacían estallar los cadáveres con granadas para volverlos irreconocibles” (2008:62).
4
En la narración de Jazmín acerca del secuestro y posterior desaparición de su madre, el policía que
interactúa siempre con ella evidencia cómo es un sujeto que se ve obligado a adquirir su
masculinidad como estatus, atravesando determinadas pruebas como, por ejemplo, el ejercicio de
violencia por medios sexuales
Sobre este sujeto pesa el imperativo de tener que conducirse y reconducirse a ella a lo largo de toda la vida bajo la
mirada y evaluación de sus pares, probando y reconfirmando habilidades de resistencia, agresividad, capacidad de
dominio […] para poder exhibir el paquete de potencias –bélica, política, sexual, intelectual, económica y moral‐ que le
permitirá ser reconocido y titulado como sujeto masculino” (2011:14‐15).
Podemos pensar que dicho personaje sufre la ambivalencia de ser vulnerado en su masculinidad
debido a su posición social en la estructura de la colonialidad del poder que le demuestra su
posición marginal al mismo tiempo que debe demostrar, delante de aquellos a los que sí puede
someter, su extraordinaria virilidad. Segato sostiene que
este proceso es violentogénico, pues oprime aquí y empodera en la aldea, obligando a reproducir y a exhibir la
capacidad de control inherente a la posición de sujeto masculina en el único mundo ahora posible, para restaurar la
virilidad perjudicada en el frente externo (2011:18).
Es ese policía joven el que le cuenta a Jazmín:
Allá violan a las mujeres, a todas, incluso a las viejas. Y no las viola uno, sino todos […] ¿Acaso yo nomás le hago cosas?
Todos hacemos cosas, no soy el único. Si estuviera solo en mis manos, si solo yo fuera el responsable, te juro que no
sería capaz de hacerlo. Te lo juro. Pero la cosa es que todos lo hacemos. (2008:172‐173).
El hecho de que los militares hayan dinamitado los cadáveres arrojados a las fosas comunes para
volverlos irreconocibles como se cuenta en la novela que ocurrió en la localidad de Accomarca es
una manera de borrar las inscripciones del horror en los cuerpos. En cuanto a la madre de Jazmín,
se la toma como miembro o simpatizante de Sendero Luminoso (la novela no aclara su
5
8
“No voy a pensar nada ni decir nada, pero te advierto que las mujeres embarazadas son más fieras que leonas en celo. Y encima
cholas” (2008:103) Segato presenta en su texto sobre Quijano la idea del pensador peruano de que las mujeres de razas ‘inferiores’
fueron las que más sufrieron la discriminación, ya que a la discriminación racial se le agregó la discriminación sexual con lo que se las
ubicó en un lugar rasante con la naturaleza. En el discurso de Scamarone se hace presente esa otra marca colonial que es el
patriarcado.
6
7
En la novela, el Estado parece no tener chance para reivindicarse. Puede dar con una mano lo que
inevitablemente quitará con la otra. Puede hacer sentir importantes a los campesinos por tan solo
un momento pero, en realidad, la estructura colonial que lo conforma hará que nunca sostenga en
el tiempo la igualdad que enuncia y defiende en la inauguración de las obras públicas. Se trata de
estados que no mantienen la infraestructura destinada a educación y salud de los sectores
populares. Estados que se dicen igualitarios o que promueven la igualdad pero que son incapaces
de escapar de las redes de corrupción tejidas por los sectores de poder y mantener el
financiamiento de lo que promueven como sus proyectos políticos.
Raza
Según la Dra. Segato, “Raza es signo, trazo de una historia en el sujeto, que le marca una posición
y señala en él la herencia de una desposesión”. “El no blanco […] es un otro que tiene la marca del
indio o del africano, la huella de su subordinación histórica” (2007:23)
Desde la perspectiva de Scamarone, la raza es determinante para clasificar a las personas. Vuelvo
sobre lo ya dicho: el hombre de apellido gringo es el que mira con sarcasmo y recelo a todos
aquellos portadores de una identidad mestiza: desde el presidente hasta la chica que ha
construido una breve relación con su compañero de tarea. Todos son cholos y, por lo tanto,
pasibles de ser denigrados. Esa lectura racial que realiza Scamarone atendiendo a “las marcas
inscriptas en el cuerpo del sujeto a partir de eventos ocurridos en su espacio‐tiempo” (2010:27) es
la que realiza, en definitiva, el Estado peruano (blanco y elitista) y la que determinará la inclusión o
exclusión de las personas en los sistemas de legitimación social. La variabilidad del concepto de
raza (que no atiende a cuestiones biológicas precisamente) es lo que permite que un cholo sea el
presidente el país a principios del 2000 y que la familia de otra chola sea víctima del accionar
inescrupuloso de las Fuerzas Armadas en los ’90.
8
La determinación de la raza es muy fuerte. Tal queda en evidencia en el proceso de “mea culpa”
que realiza Tigrillo, el joven policía que se hace amigo de Jazmín cuando esta asiste todos los días a
la comisaría para averiguar de su madre. En una de esas visitas, le comenta a Jazmín que
Yo también tengo que ser fuerte, ¿o acaso crees que a mí me gusta estar así? ¿Vivir aquí? No me gusta. Yo me vine
porque una flaca me dejó. Y no una cholita sino una blanca, universitaria, con un pelo largo que se lo levaba todos los
días y olía siempre a champú. ¿Crees que quiero estar aquí? Si no fuera por ella, no pasaría nada. […] Cuando a mí me
pasó lo de la chica que era mi novia, pensé: Me voy a matar. Pero luego me dije: Eso es pecado, mejor que me maten los
terrucos. Y me vine a Ayacucho. (2008:173).
9
10
RESUMEN
ABSTRACT
The dictatorship of Primo de Rivera (1923-1930) during the reign of Alfonso XIII had a
strong commitment to women's rights. The biggest advance was the man to equalize
when voting and being elected. However, the historical evolution ever made binding
elections were held in this period, which had to wait a few years until women could
effectively exercise their right to vote.
1. Introducción
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 585 -
y sus consecuencias provocó un cambio de mentalidad, en el que nuevas corrientes
artísticas trataron de dar alegría a la sociedad de la época. De este modo surgieron
nuevos movimientos artísticos, literarios, nuevas formas de ocio, etc., que van a llevar
de la mano una mayor apertura en la mentalidad de la gente y va a permitir una mayor
integración de la mujer en la sociedad, pasando de ser llamadas “ángel del hogar” a
participantes plenas en los asuntos de gobierno1. Si alguna consecuencia buena se puede
sacar de la I Guerra Mundial es la incorporación de la mujer al mercado laboral, lo que
le va a abrir nuevas oportunidades y va a suponer un punto de despliegue que no ha
parado hasta la fecha2.
La situación de inestabilidad política existente en el reinado de Alfonso XIII (1886-
1931) provocada por varios factores llevó a que el general Miguel Primo de Rivera diera
un golpe de Estado con la intención de reforzar la autoridad y estabilizar el panorama
político. El desastre de Annual, el auge de los nacionalismos periféricos, así como es
ascenso de los republicanos y del movimiento obrero en España y del fascismo en Italia,
fueron algunos de los elementos clave para sumir al país en un estado de alerta al que
había que poner remedio.
El golpe de Estado se produjo el 13 de septiembre de 1923 y supuso el fin del
sistema político instaurado por Cánovas conocido como Restauración o sistema
canovista. También suponía el fin de la Constitución de 1876, la de mayor vigencia en
nuestra Historia hasta la fecha. Esta dictadura duró hasta el 30 de enero de 1930.
Durante el Directorio Militar se llevó a cabo una intensa labor legislativa y se
zanjaron algunos de los problemas que arrastraba España desde tiempo atrás, como la
modernización de las infraestructuras, la reforma de las Administraciones Públicas, la
guerra colonial en África3, etc.
También se dieron ligeros pasos en la mejora de los derechos de las mujeres, aunque
por poco tiempo, pues pronto se vieron recortados tras un breve período de plenitud con
1
CASES SOLA, Adriana, “Del ‘ángel del hogar’ al ‘ángel del ayuntamiento’”. Mujeres e imagen del
poder en Alicante (1923-1931)”, en Feminismo/s 16, (diciembre 2010), pp. 139-158.
2
Un breve repaso sobre los nuevos gustos y sobre el modelo de mujer surgido tras la I Guerra Mundial
puede verse en GÓMEZ BLESA, Mercedes, Modernas y vanguardistas. Mujer y democracia en la II
República, Laberinto, Madrid, 2009, pp. 107-126.
3
BARRAGÁN LANCHARRO, Antonio Manuel, La creación de derechos políticos para la mujer
española en 1924: La concesión del sufragio activo y pasivo en los órganos representativos de la
Administración Local y su proyección en la provincia de Badajoz”, en Revista de Derecho de
Extremadura, nº 4 (2009), pp. 599-606. [Disponible en
http://www.plataforma2003.org/hemos_leido/261.htm].
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 586 -
la llegada de la II República Española (1931-1936). Éste es el asunto clave de esta
comunicación.
Primo de Rivera tenía claro que quería reformar el régimen local, eliminar el
caciquismo del sistema y hacerlo más democrático. Para ello se debía aprobar la
supresión de recursos gubernativos, la autonomía municipal, la desaparición de los
alcaldes nombrados por Real Orden y, muy importante, el voto de la mujer, entre otros
asuntos.
Sin embargo, éste último, el del voto femenino, tuvo muchos reparos, argumentando
la mayoría de las veces la dependencia de la mujer respecto del varón y que por ello no
debían tener derecho al voto, pues se podían originar problemas en el hogar.
Primo de Rivera promulgó el Estatuto Municipal, una especie de Constitución con la
que pretendía legitimar legalmente su gobierno y plantear sus reformas.
El Estatuto Municipal “otorgó el voto activo y pasivo a las mujeres, salvo a las
casadas, a quienes se negaba tal posibilidad para evitar posibles disensiones en el seno
del hogar”4. Se publicó el 9 de marzo de 1924 en la Gaceta de Madrid, aprobado por
Real Decreto un día antes, precisamente el mismo día en que se conmemora el Día de la
Mujer Trabajadora. Este texto sustituía a la Ley Municipal del 2 de octubre de 1877.
Pese a este reconocimiento, el voto “se concedió de una forma restringida y tasada en
unos supuestos”5, como se verá enseguida.
Ya desde la Exposición se defiende la soberanía popular de la siguiente forma:
“La fuente originaria de toda soberanía municipal radica en el pueblo; el sufragio debe
ser, por ello, su forma de expresión. Pero al suscribir este principio, el Gobierno estima
preciso ensanchar sus límites y perfeccionar el procedimiento.
4
LAFUENTE, Isaías, Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad, Aguilar, Madrid,
2003, p. 60.
5
BARRAGÁN LANCHARRO, Antonio Manuel, La creación de derechos políticos para la mujer
española en 1924: La concesión del sufragio activo y pasivo en los órganos representativos de la
Administración Local y su proyección en la provincia de Badajoz”, en Revista de Derecho de
Extremadura, nº 4 (2009), pp. 599-606. [Disponible en
http://www.plataforma2003.org/hemos_leido/261.htm].
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 587 -
Por ello, hacemos electores y elegibles, no sólo a los varones, sino también a la mujer
cabeza de familia, cuya exclusión de un Censo que, en fuerza de ser expansivo, acoge a los
analfabetos, constituía verdadero ludibrio. Y por la misma razón rebajamos la edad electoral
a veintitrés años, que en casi toda la Península confieren plena capacidad civil, aunque
subsistirá la de veinticinco para la elegibilidad”6.
“Serán electores en cada municipio los españoles mayores de 23 años y elegibles los
mayores de 25 que figuren en el censo electoral formado por el centro correspondiente del
Estado. Tendrán el mismo derecho de sufragio las mujeres cabezas de familia, con cuyos
nombres se formará un apéndice al censo electoral de cada municipio, figurarán en ese
apéndice las españolas mayores de 23 años que no estén sujetas a patria potestad, autoridad
marital ni tutela, sean vecinos en casa abierta, en algún término municipal”7.
Por tanto, se incorporan al censo electoral “todos los varones mayores 23 años, así
como de las mujeres ‘solteras y viudas’, siempre que no sean prostitutas: ‘dueñas y
pupilas de casas de mal vivir’”8. Ya se ha conseguido un paso enorme en la igualación
política de hombres y mujeres, aunque habrá que esperar a que se cumpla en la práctica.
6
Estatuto Municipal, p. 8.
7
LAFUENTE, Isaías, Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad, Aguilar, Madrid,
2003, pp. 60-61.
8
LAFUENTE, Isaías, Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad, Aguilar, Madrid,
2003, p. 60.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 588 -
Imagen 1. Anuncio del Real Decreto del Estatuto Municipal en la Gaceta de Madrid, 9 de marzo de
1924. FUENTE: http://www.plataforma2003.org/hemos_leido/261.htm
Sin embargo, en el propio texto ya aparece la primera contrariedad con el asunto: las
mujeres podían votar a los veintitrés años, pero no podían ser elegidas para ocupar un
cargo público hasta los veinticinco.
El artículo 84 establece las condiciones que debían reunir los ediles para ser electos:
A continuación del texto se añaden los motivos que impiden ocupar el cargo de
Concejal. Además, la elección del Alcalde la realizan los Concejales, en igual
condición, lo que se traduce en que las mujeres también pueden ocupar la Alcaldía,
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 589 -
como remarca el artículo 94: “El Alcalde será elegido por los respectivos ayuntamientos
entre concejales o los electores con capacidad para ser concejales”.
Una vez promulgado el Estatuto Municipal, era necesario desarrollar algunas
cuestiones. El gobierno pretendía reiterar su compromiso con el voto femenino. Así, el
Real Decreto del 10 de abril de 1924, publicado en la Gaceta de Madrid el día 12 del
mismo mes, trataba sobre la depuración del Censo. En la Exposición previa se aludía a
su reforma, pues “resulta anticuado, adolece de impurezas numerosas y no comprende,
además, ni a las mujeres ni a los varones a quienes el Estatuto municipal ha extendido el
derecho de votar”. Además, se añade la declaración de intenciones del gobierno, que
concede el “voto a la mujer, recientemente hecha en el Estatuto municipal, y para
organizar, si quiera sea con carácter meramente provisional y por vía de ensayo, las
Juntas municipales y provinciales del Censo”9.
Completado el Censo, la cifra total de votantes era de 6.783.629, de los cuales
1.729.793 eran mujeres10.
Otro asunto en el que no voy a entrar era el divorcio. El Código Civil, en los
artículos 73 y 74, permitía la ruptura o disolución del matrimonio, pero en cuanto a
convivencia, pues en ningún caso permitía un nuevo matrimonio por parte de los
cónyuges.
El 1 de abril de 1924 comenzó la renovación de los ayuntamientos, en los que ya
podían participar las mujeres y empezaron a aparecer titulares en prensa haciéndose eco
de tan importantes noticias11. Se nombraron concejalas sobre todo en las principales
ciudades del país, como Madrid, Bilbao y Barcelona, como podrá verse en la Tabla 3.
Además, enseguida aparecen las primeras alcaldesas, aunque en número muy
reducida. La primera alcaldesa nombrada fue doña Matilde Pérez Molla, en
Contretondeta (Alicante). En un escalón inferior, Carmen Resines fue nombrada
teniente de alcalde en San Sebastián12.
9
Gaceta de Madrid, 12 de abril de 1924, nº 103, p. 250.
10
DÍAZ FERNÁNDEZ, Paloma, “La dictadura de Primo de Rivera. Una oportunidad para la mujer”, en
Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea (2005), p. 180.
11
DÍAZ FERNÁNDEZ, Paloma, “La dictadura de Primo de Rivera. Una oportunidad para la mujer”, en
Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea (2005), p. 183.
12
DÍAZ FERNÁNDEZ, Paloma, “La dictadura de Primo de Rivera. Una oportunidad para la mujer”, en
Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea (2005), p. 184.
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 590 -
En cuanto a las diputaciones, sólo aparece el nombre de Catalina Alastuey como
vocal suplente por la sección de Asociaciones Culturales y de Profesiones Intelectuales
en el Consejo Administrativo de Navarra13.
Aunque en principio los nombramientos eran hechos por designación gubernamental
delegada en los gobernadores civiles, se pretendía celebrar comicios pronto, lo que
hacía activar el movimiento feminista. De ahí que las organizaciones tanto de izquierdas
como de derechas se lanzaron a conquistar el voto de las mujeres para las elecciones de
1925. Sin embargo, estas elecciones no llegaron a celebrarse, de ahí que las mujeres
tuvieron derecho al voto, pero nunca pudieron ejercerlo hasta la II República, pero eso
ellas no lo sabían.
En 1926 se convocó una especie de plebiscito que sólo buscaba reforzar
políticamente la figura del dictador. Se celebró el 11 de septiembre de 1926 y en él
participaron todos los españoles mayores de 18 años, sin distinción de sexo. Por tanto,
votaron, pero en unas elecciones meramente edulcoradas de cara a la galería.
Primo de Rivera dio un paso más al crear la Asamblea Nacional. Tras el referéndum,
se constituyó este órgano consultivo de la dictadura en 1927, en la que reservó algunos
escaños para mujeres “elegidas de forma indirecta desde ayuntamientos y
diputaciones”14. Trece mujeres ocuparon estos escaños de un total de 385 miembros,
algunas de las cuales ya eran concejalas15. Fue un hecho importante a pesar del poder
político tan limitado que tuvo este órgano. Su andadura dio comienzo el 11 de octubre
de 1927 y su última sesión se celebró el 6 de julio de 1929.
La Asamblea fue creada por Real Decreto-Ley de 12 de septiembre16, con sede en el
Congreso de los Diputados. No estaba concebido para representar la soberanía popular,
sino con “una doble naturaleza, fiscalizadora y consultiva en la labor del gobierno y
preparatoria de proyectos fundamentales que habrán de ser objeto de examen por un
13
DÍAZ FERNÁNDEZ, Paloma, “La dictadura de Primo de Rivera. Una oportunidad para la mujer”, en
Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea (2005), p. 184.
14
LAFUENTE, Isaías, Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad, Aguilar, Madrid,
2003, p. 69.
15
AA.VV., Mujer y Sociedad en España (1700-1975), Ministerio de Cultura, Madrid, 1982, p. 247.
16
http://www.congreso.es/docu/PHist/docs/06asam/RD14%20septiembre%201927.pdf
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 591 -
órgano legislativo al que se accederá por elección, con las máximas garantías de
independencia y pureza”17, si bien también debía elaborar leyes18.
La labor de mayor envergadura de cuantas realizó la Asamblea fue el anteproyecto
de Constitución que encargó Primo de Rivera, con la cual pretendía dar un mayor
carácter autoritario a su régimen, pero que no prosperó19.
Las mujeres podían participar por el artículo 15 del Real Decreto-Ley, que decía lo
siguiente:
“El número de miembros que han de componer la Asamblea ha de ser en todo momento
mayor de trescientos veinticinco y menor de trescientos setenta y cinco. A ella podrá
pertenecer, indistintamente, varones y hembras, solteras y viudas o casadas, éstas
debidamente autorizadas por sus maridos, y siempre que los mismos no pertenezcan a la
Asamblea. Los miembros de la Asamblea deberán de ser todos españoles y mayores de
veinticinco años y no haber sufrido condena, y tendrán tratamiento de Señoría”20.
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 592 -
HEREDIA
Carmen CUESTA DEL Lda. en Derecho Actividades Secretaria de la
MURO Asamblea Nacional
Isidra QUESADA Y G. Estado Dama de la Reina
DE LOS RÍOS
Blanca de los RÍOS DE Escritora Actividades
LAMPEREZ
María LÓPEZ DE Actividades Concejal de Barcelona,
SAGREDO Y ANDRÉS Vocal del Tribunal para
niñas. Miembro de la
Junta Provincial de
Protección a la Infancia.
Teresa LUZZATTI Enseñanza Profesional Actividades
QUIÑONES
Josefina OLORIZ Prof. Auxiliar de Letras Actividades Concejal de San
ARCELUS de la Escuela Normal Sebastián
de Guipúzcoa
María LÓPEZ Presidenta de la Escuela
MONLEÓN Superior de
Propagandistas
Trinidad VON Estado Dama de la Reina
SCHOLTZ-
HERMENSDORFF
Tabla 1. Mujeres integradas en la Asamblea Nacional. FUENTE: AA.VV., Mujer y Sociedad en
España (1700-1975), Ministerio de Cultura, Madrid, 1982, p. 248.
Estas trece mujeres fueron protagonistas de este proceso reformista, con el que
Primo de Rivera pretendía poner fin a los problemas que acuciaban al régimen liberal:
21
AA.VV., La crisis de la Restauración. España, entre la primera guerra mundial y la II República,
Siglo XXI Editores, Madrid, 1986, p. 88.
9
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 593 -
Sin embargo, pese a los esfuerzos del dictador, esta Asamblea “no podía llevar más
que a un ‘sistema autoritario dictatorial institucionalizado’”, de ahí que no lograra el
apoyo unánime de los partidos políticos ni de los sectores sociales.
Pese al crecimiento económico y a los logros sociales de la dictadura, pronto
comienza el descontento y la crisis económica, que llevan al agotamiento del régimen y
de su principal dirigente. Cansado, Primo de Rivera dimite en enero de 1930 y muere
dos meses más tarde en París.
Su sucesor, Dámaso Berenguer aprobó el Real Decreto 794 de 10 de marzo de 1930
(publicado en la Gaceta de Madrid el 11 de marzo), por el que se perfeccionaba el
método de inclusión de las mujeres en el Censo22.
Berenguer duró pocas semanas al frente del gobierno y, su sucesor, el almirante
Aznar, convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, a través del Real
Decreto de 13 de marzo de 1931 (publicado en la Gaceta de Madrid el 16 de marzo).
22
http://www.plataforma2003.org/hemos_leido/261.htm
23
GUERRA-LIBRERO ARROYO, Gumersindo, “Alcaldesas de España”, en Revista de estudios de la
vida local, nº 153 (1967), pp. 415.
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 594 -
Nombre Estado civil Profesión Localidad Provincia Fechas
Tabla 2. Primeras Alcaldesas en España. FUENTE: AA.VV., Mujer y Sociedad en España (1700-
1975), Ministerio de Cultura, Madrid, 1982, p. 251.
24
Para ver una pequeña referencia de cada una de ellas puede consultarse el siguiente artículo: GUERRA-
LIBRERO ARROYO, Gumersindo, “Alcaldesas de España”, en Revista de estudios de la vida local, nº
153 (1967), pp. 415-420.
25
Algunos diarios recogen la noticia de las primeras alcaldesas españolas conforme se cumplen
aniversarios de tales acontecimientos. Pueden verse: http://blogs.elcorreo.com/colomba/2011/05/23/la-
historia-las-primeras-alcaldesas-espana/ ;
http://www.lasprovincias.es/20140101/comunitatvalenciana/comunitat/primera-alcaldesa-espana-
quatretondeta-201401011044.html ; http://www.eldiario.es/politica/Noventa-anos-primera-alcaldesa-
Espana_0_213478686.html
11
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 595 -
http://blogs.elcorreo.com/colomba/2011/05/23/la-historia-las-primeras-alcaldesas-espana/
12
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Tabla 3. Primeras Concejalas. FUENTE: AA.VV., Mujer y Sociedad en España (1700-1975),
Ministerio de Cultura, Madrid, 1982, p. 24926.
Las concejalas suplentes son las siguientes: la señorita Micaela Díaz de Rabaneda,
doña Adela González Fiori, doña Dolores Capdevila Cardona, señorita María de las
Nieves Sáenz de Herdia
Como se ve en la tabla, las señoritas Micaela Díaz de Rabaneda y María de las
Nieves Sáenz de Heredia serán concejalas en 1927.
26
Según he comprobado por otras fuentes, este listado está incompleto.
27
ABC, 20 de diciembre de 1927, p. 21.
28
ABC, 20 de diciembre de 1927, p. 21.
13
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 597 -
Imagen 2. Noticia que recoge un acto en el que participó “la señorita concejal Micaela Díaz
Rabaneda”. FUENTE: ABC, 10 de noviembre de 1927, p. 22.
5. Conclusiones
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 598 -
siguió habiendo concejalas, más aún durante el período republicano, en el que se les
permitía participar más activamente en la toma de decisiones, incluso muchas supieron
abrirse camino en el mundo de la literatura y de otras artes como trampolín a la política.
6. Bibliografía
15
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 599 -
Estatuto Municipal. Real Decreto-Ley de 8 de marzo de 1924 [Disponible en:
http://www.memoriademadrid.es/fondos/OTROS/Imp_47657_btm_ra-466_454-
32_estatuto.pdf]
Gaceta de Madrid
GÓMEZ BLESA, Mercedes, Modernas y vanguardistas. Mujer y democracia en la II
República, Laberinto, Madrid, 2009.
GUERRA-LIBRERO ARROYO, Gumersindo, “Alcaldesas de España”, en Revista de
estudios de la vida local, nº 153 (1967), pp. 415-420.
LAFUENTE, Isaías, Agrupémonos todas. La lucha de las españolas por la igualdad,
Aguilar, Madrid, 2003.
ORDUÑA REBOLLO, Enrique, Historia del municipalismo español, Iustel, Madrid,
2005, pp. 179-185. [Disponible en
http://laadministracionaldia.inap.es/noticia.asp?id=1057451].
http://www.andalan.es/?p=10466
http://blogs.elcorreo.com/colomba/2011/05/23/la-historia-las-primeras-alcaldesas-
espana/
http://www.congreso.es/
http://www.fuenterrebollo.com/Gobiernos/sufragio-femenino.html
16
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 600 -
Más allá de la supuesta pasividad femenina ante la violencia en la
literatura del inglés antiguo
Almudena Nido
1
Conviene recordar que analizar el papel de las mujeres en una determinada época solo a
través de figuras que se presuponen representativas no está exento de desventajas. En el caso
de la literatura del inglés antiguo contamos con un reducido número de ejemplos y la mayoría
pertenecientes a la élite social. Aunque analizar las reinas proporciona un espacio útil de
comparación en lo que se refiere al análisis del ámbito público y político que estaba disponible
aunque fuese para un pequeño número de mujeres y son figuras representativas de la
concepción del género femenino que tendría la cultura anglosajona y las actitudes y
ansiedades que articularían y mostrarían. Cabe la posibilidad de que tales figuras fuesen
usadas en los discursos como ideales de feminidad normativa o ejemplos de teorización social
o cultural (Klein 2006: 8-9). Resulta peligroso extrapolar lo que se descubre de las mujeres más
representadas en la literatura o historia a lo que sería la categoría “mujer” en este período, sin
tener en cuenta que la sociedad anglosajona era muy consciente del estatus social (Dietrich
1980: 40) y eso afectaba a las posibilidades de las mujeres dentro de la sociedad, con una
clara diferencia entre lo que las mujeres esclavas, nobles o campesinas podían hacer.
2
Curiosamente, esta visión que también resta poder a Wealhtheow, y que no aprecia la
naturaleza inminentemente germánica de estas figuras femeninas al velar su autoridad a una
súplica al héroe o una petición (Lucas 1992: 22) o que en un acto violento que vence al
enemigo y la arenga de los ejércitos a la guerra en Judith junto con el trofeo de su hazaña, solo
ve la debilidad femenina, sí otorga poder violento a Elene por el hecho expreso de ser la madre
del emperador romano y estar al mando de los ejércitos.
Bambas, Rudolph C. ‘Another View of the Old English Wife’s Lament.’ Journal
of English and Germanic Philology 62.2 (1963): 303-309.
Belanoff, Patricia. ‘The Fall(?) of the Old English Female Poetic Image.’ PMLA
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Clover, Carol. ‘Regardless of Sex: Men, Women, and Power in early Northern
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Damico, Helen. ‘The Valkyrie Reflex in Old English Literature.’ New Readings
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Desmond, Marilynn. ‘The Voice of Exile: Feminist Literary History and the
Anonymous Anglo-Saxon Elegy.’ Critical Inquiry (1990): 572-590.
Klaeber, Friedrich., ed. Beowulf and the Fight at Finnsburg. Lexington, MA: D.
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Lochrie, Karma. ‘Gender, Sexual Violence, and the Politics of war in the Old
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Mullally, Erin. ‘The Cross-Gendered Gift: Weaponry in the Old English Judith,’
Exemplaria: A Journal of Theory in Medieval and Renaissance Studies
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Orchard, Andy. A Critical Companion to Beowulf. Boydell & Brewer Ltd, 2003.
Overing, Gillian, & Helen Bennett. ‘Anglo Saxon Studies: Gender and Power:
Feminism in Old English Studies.’ Medieval Feminist Forum. 10. 1
(1990): 15-24.
I. INTRODUCCIÓN
1
Sobre ello, vid. E. Hernes, El poder de las mujeres y el Estado del bienestar, Vindicación
Feminista, Madrid, 1990; J. Lewis, Women and social policies in Europe: work, family and the State,
Edward Elgar Publishing, Londres, 1993; C. Pateman, The sexual contract, Polity Press, Londres,
1988/1995; D. Méda, Le temps des femmes, Flammarion, París, 2002.
2
“(…) Hasta el estado inferior de la barbarie, la riqueza duradera se limitaba poco más o menos
a la habitación, los vestidos, adornos primitivos y los enceres necesarios para obtener y preparar los
alimentos: la barca, las armas, los utensilios caseros más sencillos” (F. Engels, “El origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado”, en Marx y Engels, Obras escogidas, Progreso, Moscú, 1955, T. II, p.
224).
3
“(…) Aquí la domesticación de animales y la cría de ganado habían abierto manantiales de
riqueza desconocidos hasta entonces, creando relaciones sociales enteramente nuevas. (…) ¿A quien
pertenecía aquella riqueza? No cabe duda de que, en su origen, a la gens. Pero muy pronto debió
desarrollarse la propiedad privada de los rebaños” (Ibíd. p. 224).
4
“(…) La esclavitud había sido ya inventada. EL esclavo no tenía valor ninguno para los
bárbaros del estado inferior. Por eso los indios americanos obraban con sus enemigos vencidos de una
manera muy diferente de cómo se hizo en el estadio superior. Los hombres eran muertos o los adoptaba
como hermanos la tribu vencedora; las mujeres eran tomadas como esposas o adoptadas, con sus hijos
supervivientes, de cualquier otra forma. En este estadio, la fuerza de trabajo del hombre no produce aun
excedente apreciable sobre sus gastos de mantenimiento. Pero al introducirse la cría de ganado, la
elaboración de los metales, el arte del tejido, y, por último, la agricultura, las cosas tomaron otro aspecto.
Sobre todo desde que los rebaños pasaron definitivamente a ser propiedad de la familia (…) ahora se
necesitaban más personas para la custodia de éste. Podía utilizarse para ello el prisionera de guerra, que
además podía multiplicarse, igual que el ganado” (Ibíd. p. 225).
5
“(…) Convertidas todas estas riquezas en propiedad particular de la familia, y aumentadas
después rápidamente, asestaron un duro golpe a la sociedad fundada en el matrimonio sindiásmico y a la
gens basada en el matriarcado” (Ibíd. p. 225).
6
Como dice Engels: “El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del
sexo femenino en todo el mundo. (…) La mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la
esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción” (Ibíd. p. 227).
7
El surgimiento de la idea de sociedad civil fue el resultado de la crisis, en el orden social, que
se vivió en Europa a partir del siglo XVII, con el ciclo de revoluciones sociales iniciado por la revolución
inglesa y continuado por la de las trece colonias y la francesa. Expresó el intento de resolver la crisis
ideológica provocada por la quiebra de los paradigmas de la idea de orden. Los procesos sociales
acaecidos en esta época condujeron al cuestionamiento de los modelos de orden social y de autoridad.
Tradicionalmente, el fundamento del orden social se localizaba en alguna entidad externa al mundo social
(Dios, el Rey o la tradición). Todo esto empezó a cuestionarse en el siglo XVII. La idea de sociedad civil
surgió para proyectar una imagen ideal de cómo debía ser el funcionamiento de la sociedad, con la que se
intentó teorizar la concepción del contrato como base de toda autoridad política y social. Esta idea de
9
Sobre el concepto de modo de producción ver: K. Marx, El Capital, T.III, Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1973. Para una definición reelaborada del mismo, vid. L. Althusser y E. Balivar,
Para leer El capital, Siglo XXI, Madrid, 1974.
10
La plusvalía es el valor creado con el trabajo del trabajador asalariado por encima del valor de
su fuerza de trabajo, del cual se apropia gratuitamente el empleador (Vid. K. Marx, El Capital, T.I., op.
cit..; E. Balivar, Cinco ensayos de materialismo histórico, Laia, Barcelona, 1976).
11
Sobre el tratamiento de los derechos de las mujeres que hacen estas constituciones
latinoamericanas, vid. A. Noguera, “Los derechos de las mujeres en el ámbito económico-productivo: el
conflicto entre reconocimiento constitucional y eficacia”, en Mujer y Derecho, Junta de Extremadura,
2011, pp. 121-134.
12
C. APONTE. “Los derechos sociales y la Constitución de 1999: ¿nuevas garantías o
espejismos?. En T. MAINGON (ed.). La cuestión social en la Constitución Bolivariana de Venezuela.
CENDES. Caracas. 2000. p. 119.
13
F. PALACIOS. “La ruptura constitucional del Estado precario: los derechos sociales en el
nuevo constitucionalismo iberoamericano. La especificidad del modelo venezolano”. En Àgora. Revista
de Ciencias Sociales. Fundación CEPS. Valencia. España. No. 14. 2006. p. 105.
14
Gil Ruiz, “La maternidad entre el bien jurídico y la enfermedad”, en A. Rubio (ed.), Los
desafíos de la familia matrimonial. Estudio multidisciplinar en derecho de familia, Instituto Andaluz de
la Mujer, Consejería de Presidencia, Sevilla, 2000.
15
R. Mestre, “Crítica feminista al dret d’estrangeria”, en VV.AA. Nosaltres les dones. Discursos
i practiques feministes, CEPC, València, 2005, pp. 97-98 y 101.
16
Vid. R. Mestre, “Dea ex Machina. Trabajadoras migrantes y negociación de la igualdad en lo
doméstico”, Quaderns de Geografia, No. 72, Universitat de València, 2004.
17
L. Muraro, L’ordine simbolico della madre, Ed. Riuniti, Roma, 1991; L. Muraro, “Hace
política, escribir Historia”, Duoda, 2, 1982, pp. 87-97; L. Muraro, Lingua materna scienza divina,
Nápoles, D’Auria, 1995.
18
Por otro lado, en alguna de sus vertientes más radicales (M. Wittig, The Straight Mind and
other Essays, Harvester Weatsheaf, Nueva York, 1992), el feminismo de la diferencia plantea la
segregación femenina del mundo de los hombres rechazando la incorporación del feminismo a ningún
proyecto emancipatorio de toma del poder para llevar a cabo transformaciones de alcance general, por
considerarla una estrategia de poder fálica en un mundo donde imperan los criterios-reglas de los varones.
Frente a ello, que es visto como una traición a la feminidad, plantean la promoción de espacios propios de
mujeres donde desarrollarse autónomamente reforzando la positividad de su experiencia específica y
donde crear instituciones sociales y culturales sólo de mujeres en las que desarrollar unos cánones éticos
y estéticos propios y diferenciados (Sobre ello, vid. J. Cascajero, “Feminismo, postmodernidad e historia
antigua. Entre la igualdad y la diferencia”, Gerión, Vol. 20, No. 1, 2002, p. 48).
19
A. Hernando (ed.), La construcción de la subjetividad femenina, Al Mudaina, Madrid, 2000.
20
M.L. Posada, Sexo y esencia. De esencialismos encubiertos y esencialismos heredados,
Madrid, Horas y Horas, 1998.
21
T. Ebert, “Feminismo y postmodernismo de la resistencia. Diferencia-dentro, diferencia-
entre”, en N. Carbonell y M. Torras (eds.), Feminismos literarios, Arco Libro, Madrid, 2000.
22
M. Weber, Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1964, p. 27.
23
Sobre ello, vid. L. Tapia, Una reflexión sobre la idea de un Estado plurinacional, Enlace, La
Paz, 2008; L. Tapia, La condición multisocietal; multiculturalidad, pluralismo y modernidad, Muela del
diablo/CLACSO, La Paz, 2002; O. Vega, Errancias. Aperturas para el buen vivir, Muela del
Diablo/CLACSO, La Paz, 2010; O. Vega, “Estado plurinacional”, en Constitución política del Estado.
Anotada, concordada y comentada, Centro de Estudios Constitucionales, Universidad Católoica
Boliviana San Pablo, La Paz, 2013; R. Prada, Horizontes del cambio: Estado Plurinacional y socialismo
comunitario, en Ahora es cuando, carajo! Del asalto a la transformación del Estado en Bolivia, El viejo
topo, Madrid, 2011, pp. 145-168
24
L. Mora, “Un cambio civilizatorio: el trabajo de las mujeres como palanca”, Revista de
Derecho Social, no. 61, 2013, pp. 213-220.
25
N Chodorow, The reproduction of Mothering, University of California Press, Berkeley.
California, 1978.
26
R. Gargarella, Las teorías de la justicia después de Rawls, Paidos, Barcelona/Buenos
Aires/México, 2010, pp. 91-92.
27
C. Gilligan, In a Different Voice, Harvard University Press, Cambridge, 1987.
1
Isabel dos Guimarães Sá, “As familias e os indivíduos. As crianzas e as idades da vida”, en José
Mattoso (Dir.), Historia da vida privada em Portugal. A Idade Moderna, Lisboa, 2011, pág. 78.
2
Reciben este nombre debido al sistema por el cual los niños abandonados eran introducidos en el
edificio. Se trataba de una especie de torno giratorio embutido en la pared del edificio en el que era
depositado el niño de forma anónima y recogido en el interior del mismo.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 643 -
destacan en Portugal los trabajos de la citada Isabel dos Guimaraes Sá quien estudia
pormenorizadamente la roda de O Porto. Resulta más fácil estudiar este colectivo en
tanto que existe un mayor electo de documentación disponible, como por ejemplo, los
datos que aparecen registrados en las propias instituciones de beneficencia. Estas
fuentes, consideradas fiables y accesibles, arrojan información válida sobre el número
de contrataciones, las variaciones de su oferta, el estado civil, domicilio, salarios, etc3.
Sin embargo, conocer las características socio-económicas de las amas de leche
que trabajan para familias urbanas de clase media resulta más difícil porque no existen
rastros contractuales que seguir, sólo testimonios indirectos recogidos en fuentes de
distinto signo. Sin embargo, sabemos que ésta fue una práctica muy extendida. Por
ejemplo, en el Tratado da educaçao fysica dos meninos para uso da naçao portuguesa
el médico Francisco de Mello Franco (1790) se recoge lo siguiente:
De todas las modas y costumbres absurdas (…) ninguna es tan perjudicial ni tan
irracional como la común introducción de las amas, alquiladas para criar a hijos ajenos;
y se ha hecho tan general este pésimo contagio, que hasta se ha hecho un hueco en las
personas de la más baja esfera4.
Es decir, el ama de leche acaba convirtiéndose en un signo de distinción social y
por tanto provoca procesos de imitación.
De este fenómeno se hace eco también otro de los textos consultados en este
trabajo aunque de naturaleza muy diferente al anterior: los entremeses escritos por
Rodrigues Maia5. En estas obras aprovecha para realizar una crítica moral hacia este
comportamiento social de la pequeña burguesía urbana:
3
Isabel dos Guimaraes Sá, al estudiar el caso de las nodrizas contratadas en la Casa da Roda do Porto,
concluye que se trata de mujeres que cobraban un sueldo anual que a 4000 reis al año –no varía a lo largo
del siglo-. Estas mujeres procedían fundamentalmente de las zonas rurales de los alrededores –se
preferían las que habitaban en el campo por ser consideradas más saludables-. Hay también una
preferencia por las amas casadas.
4
Francisco de Mello Franco, Tratado da Educação Fysica dos meninos, para uso da nação portugueza,
Academia Real de las Ciencias de Lisboa, Lisboa, 1790, capítulo VIII “ De quanto diz respeito ao modo
de nutrir as crianzas”, artículo III, “Quaes sao as mais que legítimamente estao despensadas de crear seus
filhos”, pág. 48.
5
Según los datos que nos proporciona Inocéncio Francisco da Silva en su Diccionario Bibliographico
Portuguez, (1858-1878), Manuel Rodrigues Maia (174?-1804) fue profesor de gramática latina en Lisboa
donde también dirigió un colegio particular. Fue un prolífico escritor de obras de carácter popular entre
las que destacan pequeñas piezas de teatro. Firmaba bajo el pseudónimo de Matusio Matoso Matos da
Mata.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 644 -
Hace un tiempo era rarísima la persona que tenía ama en casa, ahora ya no hay perro ni
gato que no haga una moda de esto (…) Ya no hay carpintero que no se venda a la moda
de tener ama en casa6.
Estos testimonio son indicativos de una práctica muy extendida entre las clases
medias y altas en muchos países de Europa en el siglo XVIII –entre ellos, Portugal- y
primera mitad del XIX. Sin embargo, como venimos diciendo, no existen muchas
fuentes de las que extraer un perfil socioeconómico de las mismas. Una de las pocas
fuentes para su estudio desde un punto de vista socio-económico (extracción social,
nivel de vida, procedencia geográfica, etc.) la constituyen los anuncios en los periódicos
donde se ofertan y demandan mujeres para realizar este trabajo a cambio de un salario.
En algunos se detalla la edad, su lugar de procedencia y pocos datos más. Por lo que,
fundamentalmente, es una fuente que sirve para hacer una estimación sobre el peso del
mercado de nodrizas en el conjunto del mercado de trabajo en una determinada época,
estudiar su evolución y, por tanto, lanzar algunas hipótesis sobre sus fluctuaciones7.
Otra de las fuentes la constituye la literatura de cordel8 a la que antes aludía. Su
estudio arroja algo de luz sobre estas mujeres, como por ejemplo, que la mayoría de
ellas eran casadas, con un bajo nivel económico y a las que este trabajo les permitía
acceder a unas condiciones de vida mejores, una alimentación más adecuada, etc.:
¿Puede haber algo mejor bajo el sol que ir una de nosotras (…) para una casa, donde es
tratada a las mil maravillas (…), a cambio de unas gotitas de leche (…)? ¿Hay cosa
como comer una de nosotras lo que, cómo y cuando quiere, y encima ganar dinero? La
6
Manoel Rodrigues Maia, Entretenimento que em huma visita tiverão as duas amigas Brazia Fagundes e
Brites Martha, a’cerca das amas de leite, em que se monstrou pelo alto as inclemencias desnecesarias
que supportão todos aquelles que cahem na esparrella de amurallas. Obra muito util e proveitosa
áquelles que ainda não estiverem escaldados, dada a’luz por Matusio Matoso Matos da Mata, Lisboa,
1786, pág. 6
7
Para el caso español contamos con los trabajos de Carmen Sarasúa y Mónica Bolufer sobre los anuncios
de nodrizas en la prensa escrita de la segunda mitad del siglo XVIII. Carmen Sarasúa, Criadas, nodrizas y
amos. El servicio doméstico en la formación del mercado de trabajo madrileño 1758-1868, Madrid,
1994. Mónica Bolufer Peruga, “Actitudes y discursos sobre la maternidad en la España del siglo XVIII: la
cuestión de la lactancia”, Historia Social, nº 14, 1992. Para Portugal no se dispone de ningún trabajo que
haya trabajado estas fuentes con dicho fin.
8
La literatura de cordel, de gran popularidad en España, Portugal y Brasil, toma su nombre de la forma
en que eran exhibidas las obras, expuestas para la venta prendidas en cordeles. Los textos que pertenecen
a esta tipología, además de tener en común géneros y temáticas (acontecimientos históricos, fenómenos
naturales, milagros, relatos de crímenes, experiencias y obras de personajes célebres, apariciones de
monstruos), también comparten características formales: obras en pequeño formato, de escaso número de
páginas, baja calidad del papel, la impresión y la edición en general, presencia de ilustraciones y
elementos decorativos. La literatura de cordel portuguesa muy activa durante cuatro siglos es hoy día una
fuente documental de gran valor. Para profundizar en diversos aspectos teóricos generales sobre la
literatura de cordel en Portugal consultar la obra de Ana Margarida Ramos, Os monstros na Literatura de
cordel portuguesa do século XVIII, Lisboa 2008.
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 645 -
gente, si el niño tiene cualquier catarrillo, ya andan con ella en paños calientes, boca que
quiere, corazón deseas, la gallina, el dulce, una cosa y otra9.
9
Manoel Rodrigues Maia, Alcorão das amas de leite ou marmota em que se vem mais claras que a luz do
dia as metafisicas de que usão estas sanguexugas para sacar o sangue das casas onde crião. Obra muito
util e necessaria a todos que desejarem saber por onde o barco faz agua, ou o gato vai ás filhofes.
Composta por hum escaldado; e dada a’luz por Matusio Matoso Matos da Mata, Lisboa, 1786, pág. 8.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 646 -
instituciones científicas e incluso desde el mundo de la literatura popular. Discursos en
los que, entre los argumentos de diverso calado que van planteando, incluyen la figura
del ama de leche con el fin de reafirmar, justificar o refutar sus teorías. Son voces
masculinas que manejan, por tanto, la figura de la nodriza como un objeto de discusión
teórica. Se produce una especie de objetivación del cuerpo de estas mujeres a través del
cual vehiculan sus propuestas de cambio en el cuerpo social.
Pero vayamos concretando. Los discursos a los que presto atención en este
estudio son tres, todos ellos dentro del espectro de la Ilustración portuguesa: el discurso
poblacionista, el discurso sobre el cuerpo y la salud y el discurso sobre la maternidad y
la familia.
En cuanto a las fuentes empleadas para el análisis de estos discursos han sido las
que expongo a continuación. Las memorias de la Real Academia das Ciências de
Lisboa, concretamente las incluidas en las Memórias Económicas para o Adiantamento
da Agricultura, das Artes e da Industria em Portugal, e suas conquistas, publicadas por
la Academia en cinco tomos entre 1789-1815. Me he centrado en aquellas que analizan
la problemática del estancamiento de la población portuguesa y las diferencias
poblacionales entre el norte y el sur del país.
Si bien en estas memorias no se habla directamente del tema que nos ocupa, hay
que considerarlas como la expresión de una preocupación general por la población en el
siglo XVIII: su estancamiento, la despoblación de las comarcas del sur de Portugal y,
sobre todo, la degeneración de dicha población, un aspecto que tendrá una importante
influencia en la articulación del discurso negativo sobre el ama de leche. Estas
memorias ponen de manifiesto la inquietud por la pérdida de la vitalidad y la robustez
de la población, que ahora se convierte en un nuevo objeto de estudio desde un punto
de vista científico. Una preocupación de la que se harán eco también los tratados
médicos dedicándose ahora más que en ningún otro momento de la divulgación del
saber médico entre el común de la población.
Además de las Memórias, otros textos analizados son aquellos que se pueden
considerar también como literatura memorialista pero que están realizados al margen de
la Academia. Es decir, textos no incluidos en esas memorias ni realizados a instancias
de dicha institución pero que comparten con aquellas algunas características: dar a
conocer la realidad del país, analizar sus problemas y tratar de dar soluciones. Nos
referimos a memoriales o descripciones político-administrativas realizadas por encargo
de la corona a burócratas, letrados, etc.
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 647 -
Para este caso concreto tiene un valor sustancial el texto redactado por Joaquim
José Marques Torres Salgueiro, provedor de la comarca de Évora, quien en 1793 realiza
un informe sobre la situación de Villaviçosa en el contexto de la reforma de las
comarcas que tuvo lugar 179110. Este texto resulta interesante en tanto que en él se
resumen muchos de los planteamientos que conforman el cuadro mental dieciochista en
materia económica y social, pero sobre todo por la relevancia que da a las amas de
leche en la exposición de sus argumentos, lo que nos da una pista de la presencia que
esta figura tenía en el imaginario colectivo del siglo XVIII.
Torres Salgueiro al enumerar las causas del descenso de población en Portugal
hablará de:
- la nefasta influencia del lujo
- la desigualdad de los matrimonios en términos económicos:
El hombre noble que por fuerza de su pasión vergonzosa (…) contrae una alianza
indecorosa a su familia, pasados, no digo algunos días, sino pocos instantes, ve
sustituido el apetito por el pesar, y contrayéndose a los dolorosos sentimientos de un
mal que no tiene remedio, pierde todas las disposiciones y deseo de aumentar su
descendencia (…). El hombre plebeyo acostumbrado a la pobreza y a la miseria,
pasando por medio de un casamiento ventajoso al estado de opulencia para el que no
estaba preparado, se distrae y perdiendo la estimación de la consorte arrepentida, por
más que se empeñe en los fines que se propuso, aún siendo los mismos del estado
conyugal, no consigue por la mayor parte más que uno de ellos, cuando todos no se
frustran por la desestimación recíproca de los cónyuges.
- el celibato
- la tolerancia de los vagabundos, de los libertinos y de los concubinos: «también
disminuyen la población. Cada uno vive como quiere y el magistrado que pretende
reprimirlos ve contra sí el odio de una población entera que lo trata de rigorista y
fanático».
- la tolerancia de las meretrices: «es otro principio de la falta de población de aquella
comarca (Évora) y de toda la provincia (Alentejo) (…). Estas desgraciadas, adquiriendo
10
Portugal experimentó una reforma territorial a finales del siglo XVIII (1790), a raíz de la publicación
de Lei da reforma das comarcas. Dicha ley evidencia un discurso racionalista y uniformizador acorde con
el ideario político de la ilustración, en el mismo tono en el que se venía dando en países como España y
Francia. Para conocer más sobre esta reforma consúltese la obra de Ana Cristina Nogueira da Silva, O
modelo espacial do Estado Moderno: reorganização territorial em Portugal nos finais do Antigo Regime,
Lisboa, 1998. El texto de Torres Salgueiro al que hacemos referencia se encuentra en el Arquivo
Histórico Parlamentar de Lisboa, Mazo 104, caja 152, documento 29.
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 648 -
el defecto de la esterilidad por su prostitución continuada, quedan hasta inhábiles para
las alianzas conyugales. Siembran, además de esto, la cizaña y la discordia en las
familias, hacen perder las disposiciones naturales con que cada uno es creado para el
estado del matrimonio».
- y el método de criar a los hijos: «desgraciadamente se ha introducido la moda de
asalariar a mujeres para la crianza de los hijos sin advertir tal vez en las funestas
consecuencias de un error tan pernicioso».
Este texto, bastante más amplio y muy sustanciosos, es interesante en tanto que a
pesar de su naturaleza político-administrativa y de estar inscrito en un contexto muy
específico como es el de la reforma de las comarcas, recoge las preocupaciones latentes
en la sociedad portuguesa del XVIII sobre la moda de la lactancia asalariada y las
repercusiones que tiene a nivel poblacional: decadencia y disminución de sus efectivos.
En tercer lugar he trabajado con los tratados de higiene y los tratados médicos
sobre la educación física y moral de los niños que comienzan a tener un peso notable
entre la literatura de carácter científico a lo largo del siglo XVIII11. Los niños son
considerados el germen de la población, es fundamental, por tanto, que nazcan y se
críen sanos y robustos. En esta línea de argumentación es donde de nuevo nos
encontramos al ama de leche. En estos tratados se trata de promover la educación en
nuevas prácticas de salud, mejora de la dieta, la alimentación y las buenas costumbres, y
también de educar en los cuidados de la mujer embarazada y del niño, desterrando
viejos errores, entre ellos, los de la lactancia mercenaria.
Además de constituir verdaderos manuales de educación en higiene y
alimentación no sólo para la mujer embarazada sino también para los niños recién
nacidos, son textos en los que se hace una auténtica apología de la maternidad a través
del acto natural y sagrado de la lactancia materna. Por tanto, no pueden considerarse
meramente como tratados de medicina sino que además tratan de construir un nuevo
11
Los más destacados son los de Francisco de Mello Franco, Tratado da Educação Fysica dos meninos,
para uso da nação portugueza, Academia Real de las Ciencias de Lisboa, Lisboa, 1790; Francisco José
de Almeida Tratado da educação fysica dos meninos para uso da nação portuguesa, 1791; Medicina
Domestica, ou tratado completo dos meios de conservar a saúde, e de curar e precaver as enfermedades
por via do regime, e remedios firmes: obra util e acomodada á capacidade de todas as pessoas de
qualquer estado, e condiçao, pelo doctor Guilherme Buchan, trasladada em vulgar para utilidad na
nação pelo doctor Francisco Pujol de Padrell, Lisboa 178; Francisco da Fonseca Henriques, Medicina
Lusitana ou Socorro Delphico a os clamores da Natureza humana, para total profligação de seus males,
Lisboa, 1731.
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 649 -
modelo de madre que, como afirma la profesora Claudia Rosas Lauro12, es el eje en
torno al cual va a girar la familia del siglo XIX.
Por la naturaleza de estos textos, de carácter médico, la construcción de ese
nuevo modelo de madre (que cuida y educa a sus hijos desde que nacen y no delega este
papel en otras personas) se irá edificando utilizando el lenguaje y los convencionalismos
propios de la medicina, y por supuesto, los nuevos conceptos que se estaban
desarrollando en torno la concepción del propio cuerpo.
Por último, he utilizado también, aunque de forma más puntual, publicaciones
periódicas como el Jornal Encyclopédico dedicado a Rainha N. Senhora13, así como
obras de literatura de cordel como los citados entremeses de Rodrigues Maia.
Con todo este material y bajo las premisas de análisis que acabo de exponer, he
tratado de elaborar algunas reflexiones y lanzar ciertas conclusiones preliminares de una
investigación que aún está en curso.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII se produce un fenómeno de
introspección que afecta a multitud de planos: desde el más general –el cuerpo social del
Estado-, al más particular, el propio cuerpo. Es el momento de conocer a fondo el país y
también de conocerse a sí mismos. De ahí la gran cantidad de encuestas, interrogatorios,
memoriales, viajes por el reino,etc. que tratan de recabar información sobre el territorio
portugués y sus recursos, entre los que ocupa un lugar fundamental el componente
humano en todas sus facetas –también la que atañen a su propio cuerpo-. Es como si
todo el proceso de expansión transoceánica experimentado por Portugal desde
principios de la modernidad, además de otras muchas repercusiones que todos
conocemos, hubiese contribuido a que los responsables del gobierno, administración y
gestión del país, así como los hombres de ciencias y letras preocupados por la
consecución del progreso y el bienestar social, volvieran más que nunca la mirada sobre
sí mismos. Esa perspectiva que les había ofrecido el mirar a lo lejos, al nuevo horizonte
proporcionado por sus conquistas, les forzó a hacer una especie de viaje de ida y vuelta,
y proyectar sobre su propia realidad aquello que les había proporcionado la experiencia
de la distancia, de lo ajeno.
La población como recurso esencial para la prosperidad del Estado se convierte
en un objeto de preocupación política y científica. No sólo su número (estancamiento,
12 12
Claudia Rosas Lauro, “Madre sólo hay una. Ilustración, maternidad y medicina en el Perú del siglo
XVIII”, Anuario de Estudios Americanos, volumen 61, nº 1, 2004.
13
Publicado en Lisboa entre los años 1779-1793 y en el año de 1806.
8
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 650 -
despoblación, disminución de la población) sino también su calidad. Esto llevará a
escribir numerosas páginas sobre las causas de la degeneración de la población
portuguesa. Un discurso presente no sólo en los textos económicos o políticos sino
también en los de carácter médico. Comienzan a difundirse tratados médicos y de
higiene, tratados para el cuidado de los niños, sobre todo en la segunda mitad del siglo
XVIII. Y en todos ellos se habla de la lactancia mercenaria como una de las causas
principales de la alta mortalidad infantil y de la decadencia física y moral de los niños.
Como decía al principio de esta exposición, a partir del ama de leche o a través
de ella, se argumentan las causas de la decadencia de la población portuguesa, uno de
los discursos de mayor calado en la sociedad portuguesa del XVIII, no sólo a nivel de
las élites intelectuales, sino del que también se hará eco la literatura más popular, como
la de cordel que dedicará un importante número de páginas a hablar de partos
monstruosos.
En este tema de la decadencia de la población y su relación con el ama de leche,
el argumento esgrimido es que la leche es el flujo por el que se transmiten no sólo
multitud de enfermedades que sufre el ama sino también sus vicios y malas costumbres.
En este sentido, en los tratados médicos se recomienda un examen concienzudo de la
mujer que será contratada como ama para comprobar que no tiene ninguna enfermedad
–ni ella ni sus progenitores, con el fin de descartar enfermedades hereditarias-; del
mismo modo se recomienda la exacta vigilancia de sus costumbres ya que éstas pasarían
con la leche a las «inocentes víctimas».
La figura de la nodriza pasa a convertirse, de este modo, en un ejemplo
asequible para explicar la nueva teoría que se elabora en el siglo XVIII sobre los
principios por lo que se rige el cuerpo: la porosidad, el movimiento y la medida o
equilibrio14. Es decir, el equilibrio entre lo que entra en el cuerpo (por ejemplo,
alimentación) y lo que se elimina o sale de él; proporción entre los alimentos y la edad
del individuo, esto es, su capacidad de asimilar los nutrientes –se habla de la
inconveniencia de dar leche de varios meses de un ama a un bebé de pocos días-; la
teoría de la circulación de fluidos, etc., todo ellos son aspectos médicos que adquieren
desarrollo en el siglo XVIII y que a la hora de ser explicados al conjunto social usarán a
la ama de leche como figura retórica o vehículo de transmisión de dichos contenidos.
14 14
Bruno Barreiros, “Regime, higiene e saúde pública em Portugal no século XVIII”, en Adelino
Cardoso (org.), Medicina, cultura e sociedade, Lisboa, 2011.
9
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 651 -
En tercer lugar, a partir de la figura del ama de leche se elabora también todo un
discurso en defensa de la lactancia materna integrado en otro de mayor calado y
transcendencia como es el de la construcción de un nuevo modelo de madre, eje en
torno al cual se construye el ideal de la nueva familia burguesa del XIX. Francisco de
Melo Franco se refiere a la madre que no da de mamar a sus hijos como «media madre
porque deja su obra imperfecta», se dice que ultraja a la naturaleza y desobedece una
directriz sagrada. Lo tomamos como ejemplo pero, en realidad, estos son argumentos
comunes a los tratados médicos analizados a través de los cuales comprobamos cómo se
ha producido la conversión de la medicina en un discurso normativo público dirigido
también a las mujeres. Se estaban sentando las bases para la construcción de la sociedad
burguesa del siglo XIX en la que la mujer tendría una función importante en el ámbito
doméstico como madre y educadora15. En definitiva, lo que me interesa destacar es que
esa definición de un nuevo ideal de madre a finales del XVIII se realiza como oposición
a lo que sería su imagen en negativo: la del ama de leche. Todas las virtudes que se le
suponen a aquella se le niegan a este colectivo de mujeres por comerciar con su leche.
Como conclusión insistiré en la idea de que la nodriza es un sujeto que en estos
discursos sufre un proceso de objetivación que conduce a su cosificación y, en
consecuencia, a su conversión en un elemento retórico o discursivo a partir del cual
construir nuevas teorías sobre la población, el cuerpo y la familia.
15
Gloria A. Franco Rubio, “El nacimiento de la domesticidad burguesa en el Antiguo Régimen. Notas
para su estudio”, Revista de Historia Moderna, nº 30, 2012.
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 652 -
1
Abstract: The main thesis of feminism is that gender is a cultural construct built
upon a patriarchal value system. Following this idea, the body acts today as a
mediator of power that transmits strength relations and social practices intended
to consolidate, legitimize and, ultimately, validate the hegemonic view of the so
called heteropatriarchy. Thus the debate for the construction of the body is, in
practice, a biopolitical subversion and a struggle for the individual and social
emancipation. Given that context, this work's main goal is to deconstruct the
dominant discourse and to highlight the epistemic and ontological grounds of the
western story about women and their body.
Key words: subjectivity, legitimacy, queer theory, body, women.
1. Introducción
podemos optar por dos estrategias: o bien optamos por la clausura y la cerrazón,
o bien por la liberación y la emancipación.
La división género sexo/género y la categoría de sexo parece dar por sentada una
generalización de ‘el cuerpo’ que existe antes de la obtención de su significación
sexuada. Con frecuencia, este ‘cuerpo’ parece ser un medio pasivo que es significado
por la inscripción de una fuente cultural percibida como ‘externa’ respecto de él. No
obstante, cualquier teoría del cuerpo culturalmente construido debería poner en duda ‘el
cuerpo’ por ser un constructo de generalidad dudosa cuando se entiende como pasivo y
anterior al discurso. (2007: 254)
En este contexto, surge la teoría queer, una propuesta que cuestiona sin
paliativos las asimétricas relaciones de poder establecidas a partir de un orden
social heterosexual y patriarcal. Los estudios queer conducen a la
desconstrucción del concepto de cuerpo y de identidad, “lo cual implica
reconocer la existencia del otro en sus formas múltiples. La identidad ya no
obedece a rígidos criterios esencialistas, sino que se articula cultural, económica,
racial y sexualmente en torno a vectores de poder” (Adrián Escudero, 2003: 304).
Parece claro, pues, que los valores y los significados que la cultura
transmite a través de las normas del género inciden en la vivencia del cuerpo
sexuado y dificulta la construcción de una identidad, una subjetividad, autónoma
y plena (Pastor Carballo & Bonilla Campos, 2000). De esta vivencia subjetiva,
anclada en el control del cuerpo, surgen concepciones determinadas de la
ciudadanía, la participación política y otras categorías sociopolíticas
fundamentales de cara a la articulación y validación del poder en una sociedad
determinada (Aristazábal, 2005).
En este caso, hay una biopolítica clara del cuerpo de las mujeres, esto es,
la creación de actitudes de vida, de formas subjetivas de sentir, de tal forma que
a la mujer le cuesta mucho sentirse contenta con su imagen al percibir una
coerción que le exige acercarse por necesidad al modelo hegemónico de “cuerpo
de mujer”. Con ello, se invisibilizan las diferencias y se atrofia la complejidad de
la subjetividad femenina. Esta homogeneidad, pues, debe ser deconstruida si
queremos hallar pautas útiles para una emancipación efectiva de la mujer:
Ese cambio de percepción pasa por dar voz y visibilizar a las “identidades
periféricas”, a las mujeres cuyos cuerpos traspasan la frontera de lo
culturalmente ideal. Hay que dar primacía a la construcción de la mujer desde la
polifonía (Ruiz de Peralta & Prieto Egido, 2010), modulando la concepción
socialmente dominante por medio de una apertura de las identidades y de las
dimensiones que constituyen “la feminidad”.
Más allá del arte, propuestas como la teoría queer distorsionan su núcleo
conceptual hasta convertirse en planteamientos ciberfeministas. Tal es la
posición que encontramos en Haraway: “Las tecnologías de las comunicaciones
y las biotecnologías son las herramientas decisivas para darle nuevas utilidades
a nuestros cuerpos. Estas herramientas encarnan y ponen en vigor nuevas
relaciones sociales para las mujeres a través del mundo” (1991: 279).
4. Conclusiones
El cuerpo no está dado, no está presente a los ojos, sino que es el producto de
un proceso de condicionamiento normativo, institucional y social, orientado a la
legitimación de un orden de cosas. El cuerpo es el vehículo principal por el que
transita el poder y, en consecuencia, un dispositivo que justifica la realidad
visibilizando unas prácticas y ocultando otras. En ese marco, la tesis del presente
artículo consistía en deconstruir el imaginario del cuerpo de las mujeres para
poner de relieve los presupuestos de un heteropatriarcado metafísicamente
esencialista.
5. Referencias
La segunda mitad del siglo XIX supuso para Japón un proceso de total
transformación, que se inició con la primera expedición dirigida por el
Comodoro M. Perry con el objetivo de forzar el establecimiento de relaciones
diplomáticas del archipiélago con Estados Unidos, motivados entre otras cosas
por la posición estratégica de los puertos de la isla de Honshû a la hora de
emprender una travesía transpacífica.
Hasta ese momento, Japón había vivido en aislamiento durante todo el Periodo
Edo (1603 – 1868), marcado por una política exterior denominada sakoku, que
decretaba en términos estrictos el cierre de fronteras de manera casi absoluta.1
Ello había sido un factor relativamente determinante en la configuración y
evolución de una sociedad de la cual, en el siglo XIX, ya podían atisbarse
signos de que se encontraba próxima al colapso.
1
Existían algunas excepciones, muy controladas y reguladas, que permitían el comercio con
China y con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales; estos contactos se realizaban en
el puerto de Nagaski, un enclave relativamente alejado de las principales ciudades japonesas,
y tenían lugar en una isla artificial levantada en la bahía, ya que parte de las políticas del
sakoku dictaminaban la prohibición expresa de que los extranjeros pudieran pisar suelo nipón.
2
En esta guerra se enfrentaron dos bandos: los partidarios del shogun y los partidarios del
emperador.
3
Durante el periodo Edo, el emperador había sido una figura simbólica cuya principal
relevancia se limitaba al ámbito religioso. Los japoneses reconocían al emperador como
descendiente de Amateratsu, la diosa del Sol, y era el máximo representante religioso. No
obstante, todo el poder político recaía en manos de los shogunes, del clan Tokugawa, un cargo
teóricamente de mano derecha o valido del emperador, pero que en la práctica reunía y ejercía
todo el poder.
4
Dentro de todo este proceso modernizador (entendiendo siempre la modernidad como la
adopción de modelos occidentales), hubo un aspecto que resultó especialmente significativo,
llamativo y relevante, tanto para la idiosincrasia nipona como desde una perspectiva
internacional: la modernización del ejército. Hasta la Restauración Meiji, Japón no había
contado tanto con un ejército nacional sino con distintos ejércitos al servicio tanto del shogun
como de los principales señores, en un sistema a grandes rasgos similar a los ejércitos
medievales europeos, en los que los caballeros encontraban su equivalente en la figura de los
samuráis. No obstante, esta estructura militar se había atrofiado durante el Periodo Edo, debido
a la prosperidad que se había alcanzado durante estos dos siglos de gran estabilidad. Una de
las primeras medidas tomadas por el emperador tras la Restauración Meiji fue la abolición de la
clase samurái, pasando a convertirse buena parte de sus miembros en funcionarios dedicados
a otras labores. Paralelamente, se creó un ejército de reemplazo, con un modelo inspirado en
los mejores ejércitos europeos, que causaría el asombro internacional gracias a las victorias
obtenidas en la Primera Guerra Sino-Japonesa (1894 – 1895) y muy especialmente en la
Guerra Ruso-Japonesa (1904 – 1905), en la que Japón se enfrentaba de igual a igual a una
potencia occidental como la rusa, de primer nivel, resultando victoriosa de la contienda una
nación que, cuatro décadas atrás, había estado estructurada con sistemas medievales.
5
Más información sobre el sistema de estudios y los álbumes souvenir en PLOU ANADÓN,
Carolina, “Álbumes souvenir del periodo Meiji: hacer el mundo más pequeño a partir de
fotografías”, en II Congreso Virtual sobre Historia de las Vías de Comunicación, 15 al 30 de
septiembre de 2014, Jaén, Revista Códice, 2014. Disponible aquí:
http://www.revistacodice.es/publi_virtuales/II_C_H_CAMINERIA/comunicaciones/albumes_souv
enir.pdf [última visita 10/10/2015]
6
Una versión de este álbum, con las imágenes digitalizadas, puede consultarse en la siguiente
web: http://www.baxleystamps.com/litho/ta/ta_mar_2nd.shtml [última visita 10/10/2015]
7
Lo cual ha podido deberse a la cantidad de obras conservadas e identificadas, o bien a los
esfuerzos de los estudiosos para recuperar determinadas personalidades.
8
BENNETT, Terry, Photography in Japan 1853-1912, Singapur, Tuttle Publishing, 2006, p.199.
EL ÁLBUM: PECULIARIDADES
9
Ibídem, p. 198
10
Estos están formados por albúminas, bien seleccionadas por el cliente o escogidas por el
propio estudio, que se montan en álbumes (tanto en formato libro como en formato abanico)
con tapas muy elaboradas, tanto de madera simple los más humildes, como de elaboradas
lacas, los más lujosos.
11
De este modo, pueden encontrarse publicaciones que oscilan entre las cincuenta y las cien
fotografías, en tamaños desde, aproximadamente, 14 x 9 cm, hasta los 26 x 18 de formatos
más lujosos.
12
El proceso de la fototipia consiste en la preparación de un vidrio con gelatina fotosensible,
que se expone ante un negativo para la posterior reproducción de la imagen en papel. Durante
el proceso pueden incorporarse, además, tintas que coloreen la imagen, manteniendo una de
las principales características de la fotografía japonesa de época Meiji, que es el coloreado de
las imágenes.
13
Siempre en proporción a lo elaborado del álbum. Los más accesibles se limitaban a un
troquelado lateral, de dos, cuatro u ocho orificios, que se ataban mediante hilos con diferentes
lazadas más o menos decorativas, siempre dentro de la sencillez imperante.
14
Siguiendo la estela de lo que estableció como canónico la primera publicación de relevancia,
el álbum de Felice Beato Native Types and Views of Japan.
15
Además, en este momento (comienzos del siglo XX), la modernización de Japón ya resultaba
atractiva y despertaba la curiosidad occidental prácticamente a todos los niveles. Si bien
durante las primeras épocas de la fotografía se había buscado el reflejo de una tradición
(incluso, en algunos casos, extinta o en proceso de extinción), que despertaba las
ensoñaciones de los occidentales por su exotismo, creando un nuevo mundo mediante el cual
evadir su propia realidad; para 1900 Japón (especialmente, ese Japón tradicional) ya era un
constructo cultural plenamente implantado en el imaginario colectivo occidental, ya había un
conocimiento “real” y “directo” de esa cultura tradicional, y lo que captaba la atracción tanto de
los viajeros como de los occidentales en general era cómo esa sociedad tan tradicional
realmente había alcanzado los estándares que, desde una perspectiva eurocéntrica, se
consideraban desarrollados. Las victorias militares que mencionábamos anteriormente
contribuyeron a estimular esta vertiente de la curiosidad occidental.
Por otra parte, la fascinación que generó la mujer japonesa para el público
occidental (especialmente, para el público masculino, que era el que
mayoritariamente se desplazaba al país, en viajes profesionales) tenía fuertes
connotaciones de deseo, que aglutinaban dentro de un mismo ideal numerosos
aspectos de los más diversos arquetipos femeninos nipones: la belleza exótica,
las cortesanas de alto rango, figuras socialmente respetadas; las geishas,
entretenedoras profesionales que derrochaban sus encantos y sumisas
esposas, entregadas al cuidado de la casa y de los hijos con un alto concepto
del honor. Esta mezcolanza de conceptos daba lugar a una idílica mujer
japonesa, deseada y deseable, que protagonizaba las ensoñaciones de los
extranjeros que se encontraban en Japón, alejados de su mundo. Así, durante
la era Meiji se produjeron numerosos matrimonios mixtos, con los más variados
desenlaces: desde el final feliz de Lafcadio Hearn, cautivado a todos los niveles
por la vida y la cultura japonesas, que vivió un próspero y estable matrimonio
con una japonesa de buena familia; hasta otros muchos casos trágicos, que
16
La coexistencia en Japón de dos religiones principales, el sintoísmo y el budismo, podría
hacer dudar de la procedencia de esta ceremonia, o podría suponerse que existe una variante
o rito alternativo en función de la religión que posea mayor protagonismo (a nivel personal, o
por época histórica). La realidad, no obstante, es que el budismo no contempla ningún rito o
acto trascendente para significar la unión matrimonial, de modo que en la coexistencia entre
ambas religiones se ha desarrollado una diversificación: el sintoísmo establece la forma de
realización de la ceremonia nupcial, mientras que en el budismo recaen los ritos funerarios. En
el resto de aspectos religiosos, ambas religiones son practicadas indistintamente, y las
principales variaciones responden a cuestiones sociopolíticas en diversos periodos históricos
que han dado más peso a una u otra a conveniencia.
El álbum concluye con dos fotografías, una dedicada al día siguiente a la boda,
en la que la esposa recibe a amigos y familiares, iniciándose así como
anfitriona en su nuevo hogar; y finalmente la visita de la novia a la casa de sus
padres, que se produce tres días después de la boda. Para ilustrar este último
18
TAMAMURA, Kozaburo, The Ceremonies of A Japanese Marriage, Yokohama, 1906,
fotografía número 11.
19
En la actualidad, la ceremonia se ha “contaminado”. Se celebra en un templo, y al rito de
compartir el omiki se le añaden otras costumbres, como el intercambio de anillos o una
celebración posterior más universalizada.
Debido al inherente aspecto solemne y lujoso del tema, las fotografías reciben
un tratamiento particularmente cuidadoso. Las composiciones son, por lo
general, muy estables, sin grandes virguerías ni efectos, dado que el principal
interés es que resulten ilustrativas de los pasos descritos, al tiempo que
acentúan su exotismo mediante la exquisitez del atrezo. Algunas de ellas
llegan, incluso, a adolecer de una cierta rigidez, a consecuencia precisamente
de subordinarlas a esta intención didáctica. Por el contrario, en otras ocasiones
las fotografías permiten atisbar ya una dinamización y flexibilidad de los
códigos visuales establecidos, avanzando la evolución de la fotografía en los
últimos años del Periodo Meiji y durante el periodo Taishô (1912 – 1926).
CONCLUSIÓN
Con el avance del Periodo Meiji, los usos fotográficos fueron dinamizándose,
dando lugar a este tipo de álbumes en los que, por una parte, se diversificaban
las temáticas, y por otra, comenzaba a atisbarse tímidamente una renovación
visual.
“La mujer que salga fuera de su casa debe ser de tal edad que los que la vean deberían
preguntarse, no de quien es esposa, sino de quién es madre”
(Hiperides, célebre orador ateniense, 395-322 a. C.)
Este escrito analiza la vida femenina dentro del núcleo familiar de la Atenas clásica,
entre los siglos V-IV a. C. Nos situamos en el periodo democrático de la polis ateniense:
un marco político-social basado en el concepto de ciudadanía, término que designaba el
derecho a tomar parte en la vida pública y política de la ciudad.
Pero centrarnos en la figura femenina requiere que saltemos del ágora al oikos, del
ámbito público al privado, pues a las mujeres de la época se les apartó del derecho a la
ciudadanía, como ocurrió con tantos otros atenienses coetáneos que nunca alcanzaron la
legitimidad necesaria para ingresar en el círculo ciudadano.
De hecho, en la Atenas clásica el poder de facto recayó exclusivamente en el
ciudadano masculino y libre: sólo los hombres adultos libres, que representaban una parte
minoritaria de la sociedad, fueron ciudadanos de pleno derecho. Las mujeres, en
cuestiones de estatus, fueron igualadas a extranjeros, esclavos, personas no libres y
menores de edad, y, en realidad, el uso del término “ciudadanas” nunca llegó a
generalizarse.
A todas ellas, sin importar su origen o estatus social, se les vetó la capacidad de
tomar parte en los asuntos públicos de la ciudad, que coincidía con el más relevante
derecho del ciudadano1. Las atenienses formaron parte de la polis en tanto que esposas,
hijas, madres o familiares femeninas de hombres ciudadanos libres, pero no por sí
mismas.
Excluidas del mundo político de la polis, fueron convertidas en una suerte de
“ciudadanas de segunda”, tan solo valoradas por su relación de parentesco con un
ciudadano de pleno derecho. Alejadas de la vida pública se las relegó al mundo privado-
familiar del hogar, un ámbito minusvalorado socialmente en el ideario de la época.
1
El derecho a la ciudadanía fue una prerrogativa tan fundamental que la atimía, la pérdida de este derecho, era
considerada como un exilio; como uno de los terribles castigos que se imponían a los proscritos. Esta pena se
consideraba tan grave que hacía rebajarse al ciudadano castigado al estatus de los esclavos o las mujeres.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 679 -
Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
2
Valdés Guía, Miriam. “La situación de las mujeres en la Atenas del s. VI a. C: ideología y práctica de la
ciudadanía”. Gerión. 2007, Vol. Extra. p. 209
3
Se puede encontrar un estudio detallado y profundo sobre el término oikos en la obra de Mirón
Pérez, Mª D. “Oikos y oikonomia: el análisis de las unidades domésticas de producción y reproducción en el
estudio de la economía antigua”. Gerión. 22. Nº 1. 2004. Pp. 62-64
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 680 -
Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
de esa unidad familiar, al menos en cierta manera. Cada nueva unión conyugal que se
celebraba permitía crear un nuevo núcleo familiar, un nuevo oikos, que, a su vez, nutría y
reproducía la estructura de la ciudad y garantizaba una continua interrelación con la
propia polis, pues aunque oikos y polis estuvieran claramente definidas y en teoría
separadas, no fueron entidades completamente independientes4.
A la hora de estudiar el hogar y la familia en la Atenas clásica se debe tener en
cuenta que la sociedad griega no consideró el matrimonio como una cuestión particular,
como una simple unión privada y afectiva entre una mujer y un hombre, sino que éste fue
una pieza esencial para el mantenimiento del sistema socio-político.
La propia unidad socio-económica del oikos, poseía funciones complejas dentro del
marco de la polis, pues era la base que regulaba sus mecanismos económicos, políticos y
sociales. Poseía una función económica, porque permitía trasmitir la propiedad del núcleo
familiar en herencia, generación tras generación. También una función política, pues las
familias alimentaban a la polis de nuevos ciudadanos y aseguraban su continuidad.
Cumplía, además, otros cometidos sociales: no sólo otorgaba legitimidad social,
sino que la familia era un sistema protector que daba seguridad a sus miembros, y, en
ocasiones, esta protección podía tornar en control de unos miembros sobre otros.
Así, el núcleo familiar funcionaba como un mecanismo de control sobre las
mujeres, que estaban supeditadas de forma perpetua a la autoridad del kyrios, el varón
tutor encargado tanto de custodiar los bienes familiares, como de representar a su oikos
frente a la comunidad. Desde su nacimiento las mujeres estaban supeditadas a esta figura
masculina: mientras eran niñas y jóvenes su kyrios se correspondía normalmente con su
padre o en su defecto con alguno de sus hermanos; cuando se casaban la tutela recaía
en el marido, y tras la muerte de éste, en su hijo o pariente más cercano. La custodia del
kyrios se extendía desde el ámbito privado hasta el ámbito público, pues las mujeres eran
consideradas perpetuas menores de edad y carecerían de capacidad legal para auto-
representarse.
5
Desde el periodo post-soloniano comienza a establecerse la supremacía del matrimonio mediante las fórmulas
de la engye (especie de contrato matrimonial) y la proix (la dote) para asegurar la legitimidad matrimonial. Quizá de
origen soloniano, la engye se va convirtiendo en condición necesaria para el matrimonio oficial. J. P. Vernant desgrana
un análisis específico de la cuestión en el capítulo dedicado al matrimonio de su obra Mito y sociedad en la Grecia
Antigua.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 682 -
Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
Así, la mujer se convertía en esposa legítima, denominada desde entonces gyné. Este
acto iba acompañado de la proix, una dote constituida por bienes diversos que
representaba la aportación pecuniaria de la mujer al que sería su nuevo oikos, con el fin
de enriquecer el patrimonio de la nueva familia6.
La futura esposa era sacada de su familia y llevada al nuevo núcleo familiar donde
debía integrarse: se establecería siempre en el hogar del esposo. Los rituales plasmados
en la cerámica de la época muestran cómo la esposa era conducida en procesión desde
su casa paterna hasta su nuevo hogar donde el novio le acompañaba para entrar y
esperaba su suegra, que actuaba como representante del hogar7.
Aun así, para que la unión conyugal fuese válida era necesario el gamos: era la
cohabitación de esposo y esposa, el momento en que se consumaba el matrimonio que
representaba la “noche de bodas”. Así, de forma ritual, se celebraba la iniciación sexual
de la novia, su verdadero momento de paso a la edad adulta, pues la joven virgen se
transformaba en madre-procreadora y nacía una nueva familia, que aseguraba la
continuidad social de la ciudad. La mujer, ya convertida en gameté gyné, adquiría un
nuevo estatus, unas nuevas obligaciones y deberes que garantizarían su verdadera
inclusión en la estructura social.
6
No existen pruebas específicas sobre la obligatoriedad de la dote, aunque su práctica estuvo
verdaderamente generalizada y refutaba la condición de legitimidad del matrimonio.
7
En su obra Mito y pensamiento en la Grecia Antigua, J. P. Vernant se centra en los posibles
significados de los rituales relacionados con la engye: cómo era llevada cerca del fuego, posiblemente
sentada junto a él, en cuclillas, con la tradicional posición “de suplicante”, como si reconociese una fuerza
superior sobre ella. Esta postura podría también relacionarse con los rituales de iniciación, simbolizando la
muerte y nacimiento ritual de la mujer, su paso de joven virgen, parthenos, a casada. Sobre la novia se
desparramaban golosinas y frutos secos asemejándose este ritual a uno utilizado con los nuevos esclavos
la primera vez que entraban a la casa a la que pertenecerían.
5
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
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En el año 451 a. C. Pericles introdujo una nueva ley de ciudadanía, que se mantuvo vigente a lo
largo del siglo IV, según la cual solo podían convertirse en ciudadanos atenienses aquellas personas cuyos
dos progenitores también lo fueran. El hecho de penalizar los “matrimonios mixtos” suponía endurecer al
máximo los requisitos para obtener la ciudadanía.
6
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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único adulterio que un hombre podía cometer era mantener relaciones con la esposa de
uno de sus iguales, de otro ciudadano, pues atentaba contra la legitimidad de su
descendencia.
La ley protegía a la descendencia legítima frente a los descendientes libres, por lo
que la presencia de concubinas, cortesanas o cualquier tipo de compañía femenina no
representaba ningún tipo de peligro para el orden establecido.
Los casos legales que conciernen a la infidelidad o a la violación de las normas del
matrimonio señalan siempre a la mujer como sospechosa. Porque la mujer no sólo era
encargada de perpetuar el oikos, dando descendencia a la familia; era también portadora
de la legitimidad social que hacía distinguir a las personas por su estatus y las dividía
entre los dignos ciudadanos y los demás.
En consecuencia, el máximo problema residía en que la esposa fuera quien
cometiese adulterio, puesto que ponía en peligro la autenticidad de sus descendientes.
Era un asunto que afectaba a toda la comunidad, de ahí que la justicia sancionara
gravemente el adulterio femenino y que en este aspecto el control de la mujer estuviera
institucionalizado.
En los casos de adulterio femenino el marido tenía la capacidad de repudiar a la
mujer adúltera, expulsarla del hogar y cesar la convivencia familiar. Se afirmaba incluso
que el repudio y la denuncia era una auténtica obligación del marido, que podía ser
privado de sus derechos civiles de ciudadanía si no recurría al divorcio. Era inequívoco
que bajo el ideario de la época el adulterio femenino no era un mero asunto privado, sino
una cuestión de moral pública que atentaba contra el sistema ciudadano.
Por esta razón las mujeres repudiadas soportaron severos castigos que ahondaban
en su confinamiento: además de un divorcio forzoso, soportaron también la limitación del
uso y del acceso a ciertos bienes que les estuvo permitido tener a las mujeres, como las
joyas. También se les negó la participación en los pocos cultos y ceremonias cívicas que
conformaron su actividad ciudadana9.
Todas estas medidas tuvieron una clara intención moralizante pues a través de
ellas prácticamente se situaba a las mujeres adultera fuera de la comunidad, se las
rechazaba como integrantes de pleno derecho. Es obvio que para la sociedad de la época
9
Rechazadas por su kyrios, marido y tutor, manchadas por el repudio, privadas de los únicos bienes
fácilmente convertibles en dinero que pudieron poseer, y expulsadas de la vida pública de la ciudad; fueron
castigos ejemplarizantes, tan estrictos que podrían considerarse equivalentes a la atimía, la pérdida de
ciudadanía en el caso de los hombres .
7
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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FOXHALL, Lin: «Household, gender and property in Classical Athens». CQ, 39. 1989. p. 22
8
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Aun así, ¿cómo explicar estas actitudes de exagerado control para con las
mujeres? La explicación recurrente ha sido el miedo que los griegos manifestaron a la
desmesura de las mujeres, su característica tendencia a la hybris.
El ideario de la época exaltaba la sofrosine, los valores de la moderación, la
discreción y el autocontrol como máxima aspiración del mundo griego. Y frente a las
virtudes ideales que suponía la mesura, la obediencia, la moderación, la templanza o
castidad, las mujeres se entendían como seres vencidos por deseos de cualquier tipo,
conducidas por el desenfreno. Desde luego sus caracteristicas se enfrentaban a la lógica,
la moderación y racionalidad que caracterizaban a los hombres.
11
Autores como Peter Walcot subrayan que el matrimonio, junto con el sistema de la dote y el “aislamiento” de las
mujeres en el hogar, fueron las válvulas utilizadas por la comunidad (en definitiva por el hombre griego) para
salvaguardar la integridad del sistema político, a través de la integridad de sus mujeres. Walcot, O. “Greek attitudes
towards women”, G&R 31. 1984. Pp.37-47
9
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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Si el matrimonio se rompía la dote volvía con la mujer al oikos originario y era posible un segundo
matrimonio. En el caso de muerte del esposo, si la mujer tenía ya descendencia los hijos serían quienes
recibieran la dote tras su mayoría de edad.
10
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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13
Hunter, V. “Policing Athens: social control in the Attic lawsuits”. Princeton: University Press, 1994
14
Vernant, J.P. Mito y pensamiento en la Grecia Antigua. Barcelona : Ariel, 1983
11
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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De hecho, la aportación del trabajo femenino a la economía del oikos no fue nimia,
sobre todo si consideramos que la autosuficiencia de la casa fue cometido principal de las
mujeres. Aunque fuese un trabajo más difícilmente cuantificable y dirigido más a la
subsistencia o al consumo interno, hay que tener en cuenta que el mismo oikos era una
célula económica, dedicada fundamentalmente al autoabastecimiento, pero básica para la
buena marcha de la economía general de la polis.
Comenzando por la manufactura de ropas, telas y cualquier producto textil del
ámbito doméstico, la llamada industria textil casera fue uno de los trabajos más
directamente asociados a la mujer y la contribución más importante a la economía familiar.
Esta actividad fue muy frecuente representada en la cerámica griega de la época donde
aparecen mujeres hilando y tejiendo. Precisamente estas fueron las principales tareas de
las mujeres respetables, como nos recuerda la figura mítica de Penélope que, como
buena señora de su hogar, teje y desteje mientras espera el regreso de su esposo
Odiseo.
La esposa se dedicaba también al almacenaje y reserva de productos alimenticios,
así como al control y distribución de los bienes perecederos de la casa. Supervisaba el
trabajo de los esclavos que normalmente tenía como ayuda para las tareas domésticas y
productivas del hogar; los entrenaba y procuraba que recibieran según su desempeño
recompensas o castigos.
Todas estas actividades vinculaban el trabajo de las mujeres al espacio del hogar y,
por lo tanto, el espacio interior del oikos se asimilaba a un espacio característicamente
femenino. De hecho en aquella época se consideraba una desgracia para los hombres
que tuvieran que estar en la casa como las mujeres, aunque fuera para trabajar15.
A su vez las mujeres tampoco eran bien vistas en el espacio exterior
tradicionalmente asociado a los hombres, pero esto no implica su ausencia en la vida
exterior, tanto en las en las labores de carácter económico realizadas fuera del hogar,
como en ciertas actividades cívicas.
Numerosas investigaciones apuntan a que las mujeres no estuvieron recluidas en
el espacio doméstico a pesar de que fuese su ámbito de acción principal. Ellas formaron
parte activa de la economía familiar de la época, más allá del oikos, con empleos pagados
15
Por ejemplo, los artesanos estaban peor vistos que los agricultores, pues debían trabajar en el
interior de las casas, ocupando un espacio que se consideraba femenino.
12
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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Esta lista de actividades incluía el trabajo en los campos, la venta de productos en el mercado,
empleos como nodriza o madrastras. La misma cerámica griega de la época muestra numerosas
representaciones de estas tareas fuera de la casa, como mujeres yendo a buscar agua a las fuentes
públicas, trabajando en la recogida de fruta, vendiendo perfumes. Para un análisis detallado es
recomendable la consulta de la obra de D. Cohen “Seclusion, separation and the status of women in
Classical Athens” en Women in Antiquity, 1996.
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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literatura de la época consideraba inconcebible que el oikos pudiera funcionar sin una
administración femenina: sin ella se rompía el equilibrio de tareas masculino-femeninas, y
desaparecía la complementariedad de las funciones de hombres y mujeres. La situación
ideal incluía la labor de la esposa como ‘señora de la casa’, y su falta requería que otra
mujer que asegurase un buen funcionamiento interno del oikos17.
Algunos escritos y tratados alababan la capacidad de la señora de la casa para
administrar el hogar18. Aún así, autoridad doméstica femenina no podía ser absoluta.
También dentro el oikos la máxima autoridad recaía en el esposo, por una sencilla razón:
incluso dentro la casa la excesiva autoridad de las mujeres resultaba peligrosa, pues,
ellas, como cualquier akyrios (sin autoridad), estaban destinadas a ser sumisamente
gobernadas. Además, su naturaleza tendente a la desmesura y a los excesos aumentaba
el riesgo de comprometer el orden del hogar. La autoridad natural del marido, kyrios, no
podía ni debía ser discutida, simplemente le era delegada a la mujer cuando éste
consideraba que era adecuado.
En los casos en que el marido desapareciera la ‘señora de la casa’ podría haberse
convertido de facto en administradora única y autoridad solitaria en su oikos, al menos de
forma práctica, hasta que sus descendientes varones alcanzaran la mayoría de edad. De
hecho ciertas fuentes mencionan que algunas viudas habían sido elegidas por sus
maridos antes de morir como guardianas de documentación importante, como
depositarias de parte del patrimonio familiar o que incluso estuvieron al tanto de
cuestiones financieras y pudieron tomar decisiones económicas importantes19.
17
Habría que asegurar la administración de la casa bien con algún familiar femenino, la madre del
esposo, recurriendo a alguna esclava o libertada de confianza en el oikos o con alguna concubina. Mirón
Perez, María Dolores. “El gobierno de la casa en la Atenas clásica: género y poder en el oikos”, Stud Hist.
Hª Antig. 2000. p. 109.
18
Destaquemos unas cuantas palabras del Económico de Jenofonte que transmiten claramente esta
idea: “No es conveniente que el marido controle los asuntos domésticos de la casa, pues el ámbito
doméstico es el dominio sobre el que la mujer debe ejercer personalmente una autoridad regular”; o bien
esta frase que resume con precisión la función femenina “la mujer se ocupa del gobierno de lo dentro como
una reina abeja dirige la colmena”
19
Mirón Perez, Mª D. “El gobierno de la casa en la Atenas clásica: género y poder en el oikos”. p. 115
14
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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mujeres transcurría paralela al paso desde su niñez y pubertad en el hogar paterno hasta
la adquisición del estatus de adulta tras su matrimonio e integración en la casa de su
esposo.
En el ideario de la época las mujeres fueron reconocidas como pieza clave para la
reproducción de la comunidad, una relevancia que radicó principalmente en su faceta
reproductora. Siendo más exactos, entre todas las mujeres fueron las esposas e hijas de
ciudadanos quienes en verdad fueron consideradas imprescindibles, pues sobre ellas
descansaba la rígida estructura del régimen socio-político de la polis. Porque los
ciudadanos griegos, que controlaban los asuntos públicos, dependían de las mujeres
atenienses para la reproducción de la ciudadanía, y éste era un poder demasiado grande
para que no ser manejado con cuidado. Por ello operaron de una forma cuidadosa: las
mujeres permanecerían siempre bajo una autoridad masculina, como eternas akyrias, sin
estatus legal independiente.
Consideradas peligrosas para el orden establecido por su falta de control y
tendencia a la desmesura y sexualidad desbocada, el poder de las mujeres debía ser
controlado por los hombres y canalizado para fines razonables. Su destino ideal sería
únicamente el matrimonio junto con la imposición de una estricta vida sexual, medidas
que permitieran evitar la infidelidad y la ilegitimidad en la familia. De hecho, el matrimonio,
cuya su máxima finalidad era procrear hijos legítimos, nunca fue una elección libre por
parte de la joven, constituyó el fundamento mismo de la situación de la mujer20.
La familia actuó en una doble vertiente, como un sistema protección y a la vez
como un método de control sobre la mujer, al quedar supeditada de forma perpetua a la
autoridad de su kyrios.
Tradicionalmente se ha manifestado que las mujeres sufrieron una especie de
reclusión en el hogar, aunque sobre la realidad del confinamiento femenino en la época
han existido posiciones encontradas. Desde los estudios clásicos se mostraba a las
mujeres prácticamente aisladas en sus hogares, incluso físicamente recluidas en sus
aposentos, dedicados específicamente a la ocupación femenina. Se tomaba como
ejemplo la cerámica griega21 donde las pinturas que representan juntos a hombres y
20
Mosse, C. La mujer en la Grecia clásica. Madrid: Ed. Nerea, 1990. p. 55
21
La cerámica griega es una fuente de información que puede ayudar mucho a completar las
referencias de las fuentes literarias. Pero es necesario reflexionar de forma crítica acerca de la información
que nos proporcionan ambas fuentes, pues no hay que olvidar que tanto los escritos como las escenas de
las cerámicas estuvieron realizadas por y para hombres, y tienden a mostrar imágenes arquetípicas. Sobre
15
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
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mujeres después de la boda son realmente pocas, mientras que son mucho más
frecuentes las representaciones de mujeres en sus habitaciones sin ningún tipo de
presencia masculina.
Sin embargo las corrientes más modernas admiten que las mujeres habrían hecho
una vida cotidiana de manera natural fuera de ese supuesto aislamiento, y que muy
probablemente se habrían relacionado con gentes fuera de su oikos, incluso por propia
necesidad económica o social. No es que las mujeres no frecuentasen el espacio público,
sino que debían hacerlo básicamente en las circunstancias adecuadas, cuando se
esperaba de ellas que así lo hicieran.
La arqueología ha permitido estudiar casas reales de la época y observar cómo era
el pequeño centro de producción del oikos donde se desarrollaba el trabajo femenino y la
mayor parte de la vida de las mujeres. Del estudio de los planos de algunas casas
excavadas se desprende que las habitaciones del hogar estaban divididas en cuanto a su
función, y por ello sus teóricos ocupantes serían diferentes22. Existían zonas de condición
más pública, como el andrón, un lugar característicamente masculino, y otras de
naturaleza privada, como las zonas de trabajo y vivienda asignadas a la mujer y a
esclavos. La entrada a los aposentos femeninos solía estar alejada de la conexión con el
espacio público, pero no por ello estarían las mujeres completamente desconectadas del
exterior.
En líneas generales se puede considerar que el espacio de la casa fue el espacio
femenino por antonomasia, puesto que los hombres pasarían la mayor parte del tiempo
inmiscuidos en sus quehaceres de la vida exterior. Parece haber sido un espacio sin
intimidad ni privacidad, pues las esclavas probablemente compartieran habitaciones con
la señora de la casa, ayudándola o trabajando bajo su supervisión. Y es razonable pensar
que en el hogar la autoridad de la señora alcanzase cierta importancia.
Desde luego, lo que no se puede decir es que las mujeres estuviesen atadas al
espacio doméstico, recluidas en sus aposentos sin posibilidad de salir al exterior y
participar en la vida social. Es probable que el ideal sometimiento de la mujer al ámbito
del hogar fuese más un símbolo de lo políticamente correcto que una realidad absoluta.
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
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Las mujeres en la familia y el oikos de la Atenas clásica
VII Congreso Virtual de Historia de las Mujeres, 2015
Bibliografía
-Cohen, D. “Seclusion, separation and the status of women in classical Athens”. Women in
Antiquity. Oxford Univ. Press, 1996.
- Foxhall, L. “Household, gender and property in Classical Athens». CQ, 39. 1989. Pp.22-
44. Disponible en: http://www.jstor.org/stable/639240 Acceso: 25-09-2015.
-Hunter, V. Policing Athens: social control in the Attic lawsuits 420-320 a.C. Princeton
University Press, 1994.
-López López, A. La mujer en el mundo mediterráneo antiguo. Granada: Universidad de
Granada, 1990.
-Walcot, P. “Greek attitudes toward women: the mythological evidence”. G&R. 31. 1984.
Pp. 37-47
18
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 696 -
La mujer y la familia:
Una aproximación a su papel en la Galicia moderna.
Laura Rodicio Pereira
1RIAL GARCIA, S.: “Una mirada a la evolución historiográfica de la historia de las mujeres·”,
Semata, 20, 2008, pp. 155-188.
2 REY CASTELAO, O.: “Las mujeres en la Galicia moderna: lo que sabemos y no sabemos de
ellas”, en GARCÍA-FERNÁNDEZ, M., CERNADAS MARTÍNEZ,S y BALLESTEROS
FERNÁNDEZ, A. (coords.): As mulleres na historia de Galicia, Vol 1, 2012, pp. 117-140.
3 REY CASTELAO, O.: “Mujer y sociedad en la Galicia del Antiguo Régimen”, Obradoiro de
Historia Moderna, 8, 1993, pp. 51-69; RIAL GARCIA, S.: “Las mujeres en la economía urbana
compostelana del siglo XVIII: conclusiones y su ejemplificación en las actividades comerciales”,
Obradoiro de Historia Moderna, 2, 1993, pp. 173-184; GONZÁLEZ LOPO, D.: “La religiosidad
femenina en la Galicia de la época moderna” en VVAA: IX Xornadas de Historia de Galicia: A
muller na Historia de Galicia, 1995, pp. 67-92; RIAL GARCIA, S.: “Las mujeres "solas" en la
sociedad semi-urbana gallega del siglo XVIII”, Obradoiro de Historia Moderna, 8, 1999, pp. 171-
200 y RODRÍGUEZ GALDO, M.J. (coord.): Textos para a historia das mulleres en Galicia, 1999.
4 GALLEGO DOMÍNGUEZ, O.: Historia da Muller. Mulleres ourensás dos séculos XIV-XVIII,
2008; GARCÍA-FERNÁNDEZ, M.: “Arquetipos femininos no imaxinario social do Occidente
medieval (ss. XII-XIII)”, en GARCÍA-FERNÁNDEZ, M., CERNADAS MARTÍNEZ,S y
BALLESTEROS FERNÁNDEZ, A. (coords.): As mulleres na historia de Galicia, CD, 2012, pp.
141-172; REY CASTELAO, O. y RIAL GARCÍA, S.: Historia das mulleres. Idade Moderna, 2010,
__: Historia de las mujeres de Galicia. Siglos XVI-XIX, 2009; REY CASTELAO, O.: “La historia
de las mujeres en Galicia. Un estado de la cuestión, 1988-2008”, Minius,17, 2009, pp. 291-234,
__: “Las mujeres en la Galicia de la Edad Moderna: algunas consideraciones sobre su estudio”,
en GONZÁLEZ PAZ, C.A.: As voces de Clío: a palabra e a memoria da Muller na Galicia, 2009,
pp. 65-86; __: “Las mujeres en la Galicia moderna: lo que sabemos y no sabemos de ellas”, en
GARCÍA-FERNÁNDEZ, M., CERNADAS MARTÍNEZ,S y BALLESTEROS FERNÁNDEZ, A.
(coords.): As mulleres na historia de Galicia, Vol 1, 2012, pp. 117-140; __ “Una mirada a la
evolución historiográfica de la historia de las mujeres”, Semata, 20, 2008, pp. 155-188; RIAL
GARCIA, S.: “Las mujeres, el trabajo y la familia en la Galicia Moderna”, Obradoiro de Historia
Moderna, 12, 2003, pp. 189-221; __ “Solas y pobres: las mujeres de las ciudades de Galicia ante
la marginalidad y la prostitución”, Semata, 16, 2004, pp. 303-334; __: “Una mirada a la evolución
historiográfica de la historia de las mujeres·”, Semata, 20, 2008, pp. 155-188; SAAVEDRA
VÁZQUEZ, M.C.: “Mujeres y militares en Galicia durante la primera mitad del siglo XVIII”; Semata,
20, 2008, pp. 219-242; SIXTO BARCIA, A.M.: “La cultura y las mujeres. Una mirada a las gallegas
De finales del Antiguo Régimen”, en SERRANO MARTÍN, E. (coord.): I Encuentro de jóvenes
investigadores en Historia Moderna, 2012, pp. 949-963; __ “Lugares de asistencia y
recogimiento: las casas huérfanas y su irrupción en el entramado urbano compostelano
moderno”, ALDEA CELADA, J.M LÓPEZ SAN SEGUNDO, C, ORTEGA MARTÍNEZ, P, REYES
DE SOTO GARCÍA, M. de los y VICENTE SANTOS, F.J. (coords.): Los lugares de la historia,
2013, pp. 281-302; __ “Pecados y escándalos femeninos. Imagen y representación femenina en
los sínodos diocesanos gallegos y en las visitas pastorales de Época Moderna”, en GARCÍA-
FERNÁNDEZ, M., CERNADAS MARTÍNEZ,S y BALLESTEROS FERNÁNDEZ, A. (coords.):
As mulleres na historia de Galicia, CD, 2012, pp. 333-342.
5REY CASTELAO, O. y RIAL GARCÍA, S.: Historia das mulleres. Idade Moderna, 2010 e Historia
de las mujeres de Galicia. Siglos XVI-XIX, 2009.
6 Son múltiples los estudios que han abordado la movilidad social en el Antiguo Régimen algunos
ejemplos interesantes son RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, A.: “El poder y la familia. Formas de control
y consanguinidad en la Extremadura de los tiempos modernos” en CHACÓN JIMÉNEZ, F.: Y
HERNÁNDEZ FRANCOS, J. (eds.): Poder, familia y consanguinidad en la España del Antiguo
Régimen, Barcelona, Anthropos, 1992, pp. 15-34; CASTELLANO, J.L.: “La movilidad social y lo
contrario” en GÓMEZ GONZÁLEZ, I. y LÓPEZ-GUADALIPE; M.L. (coords.): La movilidad social
en la España del Antiguo Régimen, Granada, Comares, 2007, pp.5-18 y SORIA MESA, E.: El
cambio inmóvil: transformaciones y permanencias de una élite de poder (Córdoba, ss. XVI.XIX),
Córdoba, Posada, 2000.
7 Entre otros trabajos destaca IRIGOYEN LÓPEZ, A.: “Aproximación historiográfica a las
Córdoba, Vol. 2, 2009 (Familia y redes sociales), págs. 285-294; HERNÁNDEZ FRANCO, J. y
IRIGOYEN LÓPEZ, A.: “Linaje, jesuitas y cabildo de la catedral de Murcia. Las fundaciones del
racionero Sepúlveda”, en REYES MARSILLA DE PASCUAL, F. (Coord.): Littera scripta in
honorem prof. Lope Pascual Martínez, Vol. 1, Murcia, Ediciones de la Universidad de Murcia,
2002, págs. 521-537; MOLINA PUCHE, S. y IRIGOYEN LÓPEZ, A.: “De familias, redes y elites
de poder. Una introducción crítica”, MOLINA PUCHE, S. y IRIGOYEN LÓPEZ, A. (Coord.):
Territorios distantes, comportamientos similares: familias, redes y reproducción social en la
Monarquía Hispánica (siglos XIV-XIX), 2009, Murcia, Ediciones de la Universidad de Murcia,
págs. 9-24; MOLINA PUCHE, S. y IRIGOYEN LÓPEZ, A.:” El clérigo al servicio del linaje. Clero,
familia y movilidad social en el reino de Murcia, siglos XVI-XVII”, Mágina: Revista Universitaria,
Nº. 13, 2009, págs. 215-228; SANZ DE LA HIGUERA, F.: ¿Qué había debajo del "solideo con
orejeras" del canónigo Verde Sañudo? (Burgos, 1707-1718)”, Historia y Genealogía, Nº. 2, 2012,
págs. 239-267; “"En Casa [, Cama] y Compañía" yacer a lomos del siglo XVIII en los hogares
eclesiásticos burgaleses”, Hispania sacra, Vol. 58, Nº 118, 2006, págs. 545-577; “Aristocracia
eclesial en carrera de salvación. Las dignidades catedralicias burgalesas a mediados del
setecientos”, Cuadernos de investigación histórica, Nº 24, 2007, págs. 355-393. “Carrera
eclesiástica y algunos deslices de Felipe del Hoyo y Pedro Celestino Tomé, arcedianos de
Burgos (1731-1784)”, Hispania sacra, Vol. 61, Nº 124, 2009, págs. 649-690; “El deán burgalés
Calderón de la Barca (1704-1773). Un modelo de clérigo en el Setecientos”, Historia y
Genealogía, Nº. 4, 2014, págs. 7-30, “La vestimenta del clero en el Burgos del XVIII”, Revista de
historia moderna: Anales de la Universidad de Alicante, Nº 31, 2013 (Ejemplar dedicado a:
Tradición, rituales y creencias. Cultura y religiosidad popular en la España moderna), págs. 127-
146; “Los mayordomos de la Mesa Capitular de la Catedral de Burgos en el Setecientos (1707-
1782)”, Trocadero: Revista de historia moderna y contemporanea, Nº 25, 2013, págs. 117-146;
“Pan para el cabildo catedral de Burgos (1754-1760). Hornos, panadeo y privilegios de clase”, El
Futuro del Pasado: revista electrónica de historia, Nº. 4, 2013 (Ejemplar dedicado a: La infancia:
historia y representación), págs. 389-420 y SANZ DE LA HIGUERA, F.: “Supresión de prebendas
y niveles de vida clerical en la Catedral de Burgos durante el siglo XVIII”, Cuadernos de
investigación histórica, Nº 30, 2013, págs. 261-306. IGLESIAS ORTEGA, A.: “‹‹Terneras y
ternerillos››: la vida disipada y desidiosa del maestro de capilla Francisco de Velasco”, Semata,
22, 2010, pp. 235-255; “Contabilidad y administración del patrimonio en las catedrales: la
regulación de los oficios capitulares”, Compostellanum, 56, 1-4, 2011, pp. 615-642; “El curriculum
vitae de los capitulares en el siglo XVI: el ejemplo del cabildo catedral de Santiago”, Historia y
Genealogía, 2, 2012, pp. 145-174; “La procedencia geográfica de los capitulares compostelanos
al comienzo del período moderno un cabildo catedral castellanizado”, Investigaciones históricas:
Época moderna y contemporánea, 32, 2012, pp. 13-42; “Responsables de los archivos en el siglo
XVI. Capitulares en el archivo de la Catedral de Santiago de Compostela”, Anales de
documentación: Revista de biblioteconomía y documentación, 15, 1, 2012, pp. 1-15 y La Catedral
de Santiago de Compostela y sus capitulares: funcionamiento y sociología de un cabildo en el
siglo XVI, A Coruña, Diputación Provincial de A Coruña, 2012. DÍAZ RODRÍGUEZ, A. J.:
“Cardenales en miniatura: la imagen del poder a través del clero capitular cordobés”, Historia y
Genealogía, 1, 2011, pp. 11-21; “El precio del nepotismo: coadjutoria y resigna en las catedrales
andaluzas, ss. XVI-XVIII”, Chronica nova: Revista de historia moderna de la Universidad de
Granada, 35, 2009, pp. 287-309; “Inversión económica y gestión patrimonial particular entre los
prebendados de la España moderna: Córdoba (1500-1800)”, Obradoiro de historia moderna, 21,
2012, pp. 157-189; “Sotanas a la morisca y casullas a la chinesca: el gusto por lo exótico entre
los eclesiásticos cordobeses (1556-1621)”, Investigaciones históricas: Época moderna y
contemporánea, 30, 2010, pp. 31-48; El clero catedralicio en la España moderna: los miembros
del Cabildo de la Catedral de Córdoba (1475-1808), Murcia, Universidad de Murcia, 2012.
QUINTANA ANDRÉS, P. C.: “El cabildo catedral de Canarias. Una élite socioeconómica e
ideológica de ámbito regional”, Revista de historia moderna: Anales de la Universidad de
Alicante, Nº 26, 2008, págs. 221-248 y A Dios rogando, y con el mazo dando. Fe, poder y
jerarquía en la Iglesia canaria : (el Cabildo Catedral de Canarias entre 1483-1820), Las Palmas
de Gran Canaria : Ediciones del Gran Cabildo de Gran Canaria, 2003.
10Para más información ver RODICIO PEREIRA, L.: “Relaciones familiares y de poder en el
cabildo de Ourense en el siglo XVIII”, III Encuentro de Jóvenes Investigadores de Historia
Moderna, 2015 (Pendiente de publicación)
11 Así ocurre con María de Berea mujer de Bartolomé Cospeite que en 1712 reclama la tercera
parte de los bienes situados en el lugar de Couso en la parroquia de San Julián de Rivela. Arquivo
do Reino de Galicia (ARG), Real Audiencia, Leg 17197-79.
12 AHPO, C, L98, ff.32r-33r y AHPO, C, L98, ff. 76r-79r.
10
13REY CASTELAO, O. y RIAL GARCÍA, S.: Historia de las mujeres de Galicia. Siglos XVI-XIX,
2009, p.181. Un papel muy diferente al que le reconocían las constituciones. Otros ejemplos de
mujeres de poder pueden verse en ATIENZA LÓPEZ, A.: “Autoridad y poder en los claustros
femeninos de la Edad Moderna. Las prioras dominicas vistas desde los textos normativos y
ceremoniales” en ALABRÚS IGLESIAS, R.M. (coord.): La vida cotidiana y la sociabilidad de los
dominicos: entre el convento y las misiones (siglos XVI, XVII y XVIII), 2013, pp. 51-72 y
__“Lo reglado y lo desarreglado en la vida de los conventos femeninos de la España Moderna”,
en PEÑA DÍAZ, M. (coord.): La vida cotidiana en el mundo hispánico: (siglos XVI-XVIII), 2012,
pp. 445-465; CANDAU CHACÓN, M.L.: “De la "vida particular" a la "vida común": Monjas díscolas
en la Sevilla barroca. "Por una parte me llamaba Dios; por otra yo seguía el mundo", en
CASTELLANO, J.L. y LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, M.L. (coords.): Homenaje a Antonio
Domínguez Ortiz, Vol. 2, 2008, pp. 127-156.
11
14 ATIENZA LÓPEZ, A.: “Autoridad y poder en los claustros femeninos de la Edad Moderna. Las
prioras dominicas vistas desde los textos normativos y ceremoniales” en ALABRÚS IGLESIAS,
R.M. (coord.): La vida cotidiana y la sociabilidad de los dominicos: entre el convento y las
misiones (siglos XVI, XVII y XVIII), 2013, pp. 51-72; CANDAU CHACÓN, M.L.: “De la "vida
particular" a la "vida común": Monjas díscolas en la Sevilla barroca. "Por una parte me llamaba
Dios; por otra yo seguía el mundo", en CASTELLANO, J.L. y LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ,
M.L. (coords.): Homenaje a Antonio Domínguez Ortiz, Vol. 2, 2008, pp. 127-156 y GALLEGO
DOMÍNGUEZ, O.: Historia da Muller. Mulleres ourensás dos séculos XIV-XVIII, 2008.
15 SIXTO BARCIA, A.M.: “La cultura y las mujeres. Una mirada a las gallegas De finales del
12
A modo de conclusión
16GALLEGO DOMÍNGUEZ, O.: Historia da Muller. Mulleres ourensás dos séculos XIV-XVIII,
2008.
13
POLSKA, A.M.: Women and authority in Early Modern Spain. The Peasans of
Galicia, 2005.
REY CASTELAO, O. y RIAL GARCÍA, S.: Historia das mulleres. Idade Moderna,
2010.
RIAL GARCIA, S.: “Las mujeres "solas" en la sociedad semi-urbana gallega del
siglo XVIII”, Obradoiro de Historia Moderna , 8, 1999, pp. 171-200.
__: “Solas y pobres: las mujeres de las ciudades de Galicia ante la marginalidad
y la prostitución”, Semata, 16, 2004, pp. 303-334.
15
SIXTO BARCIA, A.M.: “La cultura y las mujeres. Una mirada a las gallegas De
finales del Antiguo Régimen”, en SERRANO MARTÍN, E. (coord.): I
Encuentro de jóvenes investigadores en Historia Moderna, pp. 949-963.
16
RESUMEN
ABSTRACT
Con la llegada del cine, se produce una constante simbiosis entre los
escritores del género, que realizan puntuales colaboraciones en la escritura de
guiones, y las productoras cinematográficas hollywoodienses que ven en las
novelas de autores como Dashiell Hammet o Raymond Chandler. Es reseñable
la importancia del séptimo arte en este caso pues películas como El halcón
maltés, adaptación de la novela homónima, han influido, por ejemplo, en la
Es reseñable que la relación más tensa que establece Norma sea con
una persona de su mismo sexo: la intendente Antonia Mistral. En el carácter de
esa mujer se destaca su «feminismo de escaparate y de consignas rancio y
anticuado»2. Por esa marcada ideología feminista resulta irónico que una mujer
que defiende la igualdad de sexos torpedee el progreso en la escala laboral de
una compañera, a la que critica por su blandura, con lo que está poniendo en
juego un estereotipo acerca de la condición de la mujer.
4
Teresa Solana, Negras tormentas, p.37
5
Teresa Solana, Negras tormentas, p.22
6
Alicia Giménez Bartlett, Nadie quiere saber, p.10
7
Alicia Giménez Bartlett, Nadie quiere saber, p.12
8
Alicia Giménez Bartlett, Nadie quiere saber, p.368
Esa obsesión por separar sus dos ambientes vitales puede verse como
la causa por la que Petra se casó con un hombre como Marcos, pues él no está
vinculado a los cuerpos de seguridad, sino que es arquitecto, con lo que se
establece una contraposición con Petra: frente al cientifismo de ella se
encuentra la creatividad que él pone en práctica en su trabajo. A pesar de que
cuenten con una gran complicidad entre ellos, también sufren discusiones, por
lo que esta mujer llega a la conclusión de que «la convivencia amorosa es muy
difícil […] porque la mente del otro nunca sigue los derroteros que cabría
esperar»12.
13
Alicia Giménez Bartlett, Nadie quiere saber, p.197
14
Alicia Giménez Bartlett, Nadie quiere saber, p.310
15
Dolores Redondo, Legado en los huesos, p. 331
16
Dolores Redondo, Legado en los huesos, p. 329
«El dolor que traía consigo era tan grande que hizo arder sus ojos
mientras le extraía de los pulmones hasta el último aliento y le arrasaba
la garganta produciéndole un mareo que la hizo tambalearse y caer de
rodillas ante cuerpo sin vida de Jonan Etxaide.»19
Por medio de momentos como ese, Dolores Redondo rompe con una de
las características que suele poseer la figura del investigador: la impasibilidad.
Frente a la ausencia de carga emocional que era usual en los detectives, esta
escritora dota a su personaje de una emotividad que la humaniza.
17
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 299
18
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 302
19
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 299
-Cuando uno decide que ama a otro tanto que renuncia a todos los
demás no se queda ciego ni se vuelve invisible, sigue viendo y le siguen
viendo. No tiene ningún mérito ser fiel cuando lo que vemos no nos
tienta o cuando nadie nos mira. La verdadera prueba se presenta
cuando aparece alguien de quien nos enamoraríamos de no tener
pareja, alguien que sí da la talla, que nos gusta y nos atrae. Alguien que
sería la persona perfecta de no ser porque ya hemos elegido a otra
persona perfecta. Ésa es la fidelidad, inspectora […].»20
20
Dolores Redondo, Legado en los huesos, pp. 319,320 y 321
« […] estaba hasta los cojones de ese tío. Una parte de ella que le
resultaba desconocida quería patearle, darle unas buenas hostias.
Sonrió un poco al pensarlo, y a pesar de que Montes pesaba al menos
cuarenta kilos más que ella, en ese momento le dio igual. Algunas se
llevaría, eso seguro, pero él también.»21
«Supo que nunca había deseado antes a nadie, que nunca había
experimentado la agonía del anhelo de su carne, su saliva, su sudor, su
semen, que nunca había experimentado la ambición de un cuerpo, de la
piel, la lengua, el sexo.[…] No había habido un hombre antes que él. Ese
día nacía al deseo y aprendía un nuevo lenguaje […]»23
22
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 162
23
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, pp. 361 y 362
A pesar del tremendo afecto que une a tía y sobrina, parejo al que se
puede producir en una relación madre-hija, hay un aspecto en el que chocan
frontalmente: la creencia en las leyendas y la mitología presentes en el valle de
Baztán. Para la mente racional de la policía, esos personajes e historias no son
24
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 534
25
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 344
El pavor que le provoca ese episodio aún late en la Amaia adulta, sobre
todo cuando visita el lugar en que tuvo lugar ese hecho: el obrador propiedad
de su familia:
26
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 127
27
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 367-368
«He tenido que vivir todos estos años viendo a mi hija en la casa de
otros y sin atreverme a mirarla dos veces para que nadie notase lo que
sentía por ella. He estado amargada toda mi vida viéndola crecer,
atormentada por su presencia […].»29
28
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 146
29
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 482
« […] Ahora soy yo quien lleva el obrador, el trabajo, los horarios, las
recetas, todo está dispuesto a mi modo. Seréis bienvenidas siempre que
queráis visitarme, pero creo que si yo soy la responsable de los pedidos,
las cuentas, el papeleo, no hay razón para que nadie entre en el obrador
cuando yo no estoy, ya que cualquier pequeño cambio o alteración
puede causar importantes trastornos en el trabajo.»30
«Ahora, sentada ante James, seguía viendo al chico guapo del que se
había enamorado, […] y su modo sencillo y algo infantil de contemplar
las cosas, que lo llevaba a mantenerse en una línea segura, donde la
mezquindad del mundo no podía alcanzarle […] La convicción de que la
30
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, p. 278
31
Dolores Redondo, Ofrenda a la tormenta, pp. 78y79
32
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 198
33
Dolores Redondo, El guardián invisible, p. 144
34
Dolores Redondo, Legado en los huesos, p. 86
35
Dolores Redondo, Legado en los huesos, p. 295
A pesar de que con el paso del tiempo este prototipo se haya convertido
en poco menos que un cliché cinematográfico o literario, en la actualidad
aparecen autores que han sabido darle nuevos aires a este rol de la novela
policiaca como es el caso de Mercedes Castro, autora española que pinta una
versión contemporánea en la novela titulada Mantis, siendo su protagonista una
mujer que responde al perfil habitual (sensual, elegante, misteriosa…) pero que
cuenta con más aristas de las que es habitual en este tipo de personaje. Por
esa complejidad que la caracteriza, he considerado necesario analizar los
siguientes aspectos de este personaje: su nombre y apodo, su pasado, su
familia, su pasado, sus amistades, las relaciones que establece con el sexo
masculino y su aspecto de mujer fatal.
Gracias a ese secreto que Teresa oculta al mundo se justifica el título del
libro, pues se produce un paralelismo entre el insecto que da nombre a la obra
y este personaje. No obstante, su agresividad queda recluida en el ámbito
privado, por lo que en pública ella muestra una cara diferente ante la sociedad,
pues se muestra como una mujer sociable aunque un tanto fría a la que
muchos conocen como Teté. Llama la atención el uso de este apelativo, pues
parece que Castro quiere enfatizar una suerte de lado más naif e inocente de
su creación.
36
Mercedes Castro, Mantis, p.11
37
Mercedes Castro, Mantis, p.244
También resulta vital el hombre con el que mantuvo una relación durante
un tiempo, Agustín, en la transformación que sufre la protagonista, pues por
culpa de su rechazo se vuelve «una figura de cera testaruda, pertinaz, egoísta
y volcada en sobrevivir»39. En la obra se le pinta como un hombre carismático y
atractivo que seduce a la protagonista cuando es muy joven. Cuando su
relación evoluciona y empiezan a convivir juntos, el noviazgo se termina porque
él «se aburrió al cabo del tiempo»40. Destaca la actitud de la protagonista
cuando evoca ese noviazgo pues reconoce no haber estado enamorada de su
expareja. Su relación sufre un cambio radical cuando, una vez terminada su
convivencia, ella sufre un aborto por culpa del impacto que le produce la
precaria situación económica en que él la deja. Como consecuencia de ese
traumático hecho, ella decide vengarse asesinándolo y luego comiéndoselo,
siendo la primera de su lista de víctimas.
38
Mercedes Castro, Mantis, p.208
39
Mercedes Castro, Mantis, p.359
40
Mercedes Castro, Mantis, p.344
En su relación con los hombres, ella juega dos papeles bien distintos
atendiendo a con quién se relaciona: en las relaciones que establece con sus
amantes puntuales que se convierten en víctimas, ella se ve a sí misma como
«la depredadora […] que decide la vida de los seres y el destino de los que
atrapa»41. En consecuencia, esos hombres con los que se acuesta se
convierten en las presas a las que caza y acaba dando muerte.
A pesar de que esa sea la tónica general en las relaciones que establece
con el sexo opuesto, también aparecen dos personajes masculinos con los que
la reputada chef está vinculada en cierta manera pero en una dinámica distinta
a la anteriormente expuesta: se produce un cambio en los roles que cada uno
juega, pasando ella de ser la cazadora a convertirse en la perseguida, tanto en
una relación de tipo personal como en la persecución que sufre por parte de un
policía. En el caso del ámbito privado, un misterioso hombre entra en su vida.
Se trata de Germán, un paparazzi que se define como «un perseguidor»42,
pues su trabajo consiste en perseguir a las celebridades para conseguir las
mejores instantáneas, siendo de su interés Teresa por su renombre como
cocinera y poseedora de un local de moda. La atracción que siente ella por ese
fotógrafo es tal que tiene un sueño erótico en el que ella se siente vulnerable
ante su fuerza, en contraposición con la actitud dominante que suele mostrar
con sus conquistas. Cuando la protagonista decide abandonar su rutina por un
trágico suceso, no se vale de los medios que tiene a su alcance, sino que le
dice a este hombre «sácame de aquí»43, con lo que adquiere un rol de “dama
desvalida” por lo que él se convierte en su “caballero andante”, a la manera de
los cuentos tradicionales.
41
Mercedes Castro, Mantis, p.353
42
Mercedes Castro, Mantis, p.382
43
Mercedes Castro, Mantis, p.438
44
Mercedes Castro, Mantis, p.338
45
Mercedes Castro, Mantis, p.299
46
Mercedes Castro, Mantis, p.63
47
Mercedes Castro, Mantis, p.11
48
Mercedes Castro, Mantis, p.423
49
Mercedes Castro, Mantis, p.170
« […] Estuvimos dos años sin saber nada de ella. Todo ese tiempo la
tuvo encerrada en su casa, encadenada como un animal hasta que un
día logró escapar y pedir ayuda. Pesaba cuarenta kilos y cojeaba a
causa de una fractura que le provocó, y que tuvo que soldarse sola
porque no la llevó al hospital.»50
50
Dolores Redondo, Legado en los huesos,
Este asunto de los malos tratos no solo se presenta por medio de los
casos de maltrato con los que se topa la policía navarra sino que se puede
encontrar una reflexión acerca de este tema en las palabras de la protagonista,
quien dice que «los crímenes machistas apenas tienen repercusión, se cierran
y se archivan rápidamente, más si el autor confiesa y se suicida»52. En esas
palabras se podría interpretar una posible plasmación de la opinión de la propia
autora.
51
Dolores Redondo, Legado en los huesos,
52
Dolores Redondo, Legado en los huesos,
53
Teresa Solana, Negras tormentas,
1
Las dos autoras de esta comunicación tienen publicados varios trabajos sobre esta misma
temática y, por tanto, parte de este texto reúne datos ya publicados anteriormente, por lo
que vamos a evitar realizar continuas autocitas. Nos remitimos a la bibliografía referencial
del final para ver dichas publicaciones.
2
MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. Censo escolar llevado a
efecto el día 7 de marzo de 1903. Madrid. Imprenta de la Dirección General del Instituto
geográfico y estadístico. Madrid 1904.
Datos referentes a los años 1870, 1880, 1885 obtenidos de «Estadística General de Primera
Enseñanza correspondiente al decenio que terminó en 31 de diciembre de 1880» y
«Estadística general de Primera Enseñanza, correspondiente al quinquenio que terminó el
31 de diciembre de 1885».
Cuadro n.º 1
Enseñanza oficial Enseñanza privada Total Población Niños de 6-
asistentes escolar de 6-12 12 que no
años asisten
n.º alumnos que promedio n.º de asistentes promedio
escuelas asisten asistentes escuelas asistentes
367 24.631 67,11 % 91 4.869 53,51 % 29.500 58.437 28.937
3
Escuelas y alumnos que asisten a ellas en 1908. Provincia de Jaén
Para atender a los 24.631 alumnos que asistían a las 367 escuelas públicas
de la provincia de Jaén había censados 412 profesores, lo que nos da una
proporción de 59,78 alumnos por profesor o 67,11 alumnos por escuela. Y la
situación, con el transcurso del tiempo, en lugar de mejorar, empeoraba, debido
al aumento considerable de la población escolar. Así podemos verlo, si
comparamos las cifras de 1923 y las de 1930:
Cuadro n.º 2
población matriculada población escolar porcentaje no matriculados
según censo no matriculada
32.220 84.231 55.785 66 %
4
Población matriculada en las escuelas nacionales de Jaén en 1923
Cuadro n.º 3
Total de la población Población escolar Población escolarizada asistencia media
674.415 80.929 12 % 35.406 43,7 % 19.473 55 %
5
Población escolar en 1930 y asistencia media a las escuelas .
Cuadro n.º 4
Part. Judiciales población P. escolar
MAESTROS
que tiene que debe tener que faltan
maestros maestras maestros maestras maestros maestras
Alcalá la Real 39.158 3.916 14 14 32 33 18 19
Andújar 58.118 5.812 24 19 48 49 24 30
Baeza 31.612 3.161 14 12 26 27 12 15
Carolina 51.798 5.180 24 22 43 43 19 21
Huelma 30.709 3.071 18 17 25 26 7 9
Jaén 49.133 4.913 17 15 41 41 24 26
3
MINISTERIO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA Y BELLAS ARTES. (1913). Anuario Estadístico
de España de España, año 1912. Dirección General del Instituto geográfico y estadístico.
Madrid: Imprenta de la Dirección General.
4
Anuario Estadístico de España 1923-1924. Datos del Censo de población de 1920.
5
HERNÁNDEZ ARMENTEROS, Salvador. (1988). 58. Datos obtenidos de Anuario
Estadístico de España de 1931. Censo de población de 1930. Ramón Mendoza.
2
6
Datos tomados de SAMANIEGO BONEU, Mercedes. (1977). La política educativa de la
Segunda República durante el bienio azañista. Madrid: C.S.I.C. Pág. 238.
3
Cuadro n.º 6
Diurnos de adultos Total Promedio por Promedi
escuela o por
1000
niños niñas en niños niñas en niños niñas total
junto junto
18.165 17.661 35.826 9.901 66 9.967 28.066 17.727 45.793 83,41 67,9
11
Población escolar de la provincia de Jaén en 1928
Vemos cómo, en 1928, las niñas asistentes a las escuelas eran menos que
los niños, y las cifras eran mucho más llamativas si nos fijamos en las escuelas
de adultos en las que solamente 66 chicas asistían a ellas en contraste con los
9.901 chicos. Estas cifras daban como resultado que en este año el promedio
de asistentes por escuela fuera de 83,41 por ciento de los alumnos.
7
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. (1913). Anuario Estadístico de España, año
1912. Dirección General del Instituto geográfico y estadístico. Madrid: Imprenta de la
Dirección General
8
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. (1917). Anuario Estadístico de España,
1916. Madrid: Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico.
9
Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria. (1924). Anuario Estadístico de España, 1922-
23.Madrid: Dirección General de Estadística.
10
Presidencia del Consejo de Ministros. Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y
de Estadística. (1932). Anuario estadístico de España, 1930. Madrid: Sucesores de
Ribadeneyra.
11
Presidencia del Consejo de Ministros. Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y
de Estadística. (1928). Anuario estadístico de España, 1930. Madrid: Sucesores de
Ribadeneyra.
4
Cuadro n.º 7
Número de escuelas Total Tanto por 100 por escuelas
graduada unitaria mixtas grad unit. mixtas total
.
niños niñas parv. total niños niñas párv total
10 7 1 18 247 234 6 487 44 549 3,28 88,71 8,01 100
12
Escuelas nacionales existentes en 1928
Cuadro n.º 8
1922 1928 Diferencia Tanto por 100 aumento
niños niñas total niños niñas total niños niñas total
229 208 437 321 289 610 92 81 173 39,50%
Maestros de escuelas nacionales en 1922 y 1928
Cuadro n.º 9
Número de escuelas Proporción por 100 Por 1000 habitantes
existen por crear en junto existen por crear en junto existen en junto
615 842 1.457 42,21 57,79 100 0,91 2,16
13
Escuelas nacionales de primera enseñanza en 1928
Aunque, a veces, los datos de las distintas fuentes de información difieren
de uno a otro, las variaciones son levísimas y siempre giran en torno a unos
números muy bajos, tanto de escuelas como de maestros. Con estos medios
materiales, las cifras de analfabetismo disminuyeron lentamente, muy
lentamente. Acabábamos el siglo XIX con un iletrismo en torno a 78,33 % 14 de
la población. En 1910 las cifras de analfabetos en Jaén se seguían situando en
el 77,37 % (Luzuriaga, 1919: 54), mientras que en la totalidad de las escuelas
de España estaban en torno al 58,9 %. Veamos la evolución del analfabetismo
en Jaén en los años de este periodo:
12
Presidencia del Consejo de Ministros. Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral Y
de Estadística. (1928). Op. cit. Sin embargo, la cifra total de escuelas que da la Universidad
de Granada en Memoria del curso 1927-1928 y Anuario para el de 1928-1929 de su distrito
universitario que publica la Secretaría General de la Universidad de Granada.
(1928).Granada: Librería López Guevara, es de 638 escuelas existentes en Jaén en esa
misma fecha. Puede ser que en este caso se refiera a unidades o a maestros.
13
Presidencia del Consejo de Ministros. Dirección General del Instituto Geográfico, Catastral y
de Estadística. (1928). Op. cit.
14
Luzuriaga, Lorenzo. (1919), El analfabetismo en España. Madrid: Cosano. Pág. 54. En
Ministerio de Educación y Ciencia (1913). Anuario Estadístico de España. Año 1912.
Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico. Madrid: Imp. de la Dirección
General. La cifra aportada es del 81,47 %.
5
Cuadro n.º 11
AÑOS HOMBRES MUJERES TOTAL
1900 47 69 59
1910 42 61 52
1920 36 52 44
1930 32 % 24 % 40 %
16
Evolución del analfabetismo en España desde 1900 a 1930
Como vemos, el tanto por ciento de analfabetismo en Jaén era muy
superior al de la media de España. Las cifras son bastante diferentes a las que
aporta Hernández Armenteros, sobre todo las de 1930. Muy posiblemente, este
autor se refiera a las cifras del total de la población, mientras que el Atlas de
Vilanova (1992) incluya solamente a los mayores de seis años, pero, a pesar
de ello, es de destacar la gran disparidad de cifras en 1930. De manera un
tanto subjetiva, y por el resto de las variables que estamos comprobando, nos
inclinamos a pensar que las cifras aportadas por Hernández están más cerca a
la realidad:
Cuadro n.º 12
AÑOS 1910 1920 1930
% 77,26 75,03 75,00
17
Evolución del analfabetismo según Hernández Armenteros
Hernández Armenteros nos da también un cuadro completo del
analfabetismo en Jaén por partidos judiciales. En él se nos muestra cómo las
diferencias entre partidos se manifestaban con nitidez en nuestra provincia y
15
Cuadro de elaboración propia a partir de los datos obtenidos en Vilanova Ribas , M. y
Moreno Juliá, X. (1992). Atlas de la evolución del analfabetismo en España de 1887 a 1981.
Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia. Los porcentajes dados en Samaniego Boneu,
Mercedes. (1977). La política educativa de la Segunda República durante el bienio azañista.
Madrid: CISC. Pág. 153, son ligeramente diferentes. Habla del 77,26 % para 1910 y del
72,92 % para 1920. Aunque esta misma autora matiza que si nos centramos en la población
de más de diez años la cifra disminuye ligeramente y señala la del 70,75 para 1910 con lo
que se aproxima bastante con los datos aportados más arriba.
16
Cuadro de elaboración propia a partir de los datos obtenidos en Vilanova Ribas , M. y
Moreno Juliá, X. (1992). Atlas de la evolución del analfabetismo en España de 1887 a 1981.
Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
17
Hernández Armenteros, Salvador. (1988). Op. Cit. Pág. 52. Cuadro realizado con los datos
obtenidos en Mendoza, Ramón. El analfabetismo en la provincia de Jaén. Trabajo premiado
por la Real Sociedad Económica de Amigos del país en 1929.
6
Son muy reveladores del estado de nuestras escuelas los informes debidos
a la pluma de Luis Bello, quien en los años veinte anduvo por las escuelas de
nuestra región. Según su testimonio, Jaén era la ciudad española más atrasada
escolarmente, debido a la falta de escuelas. Bello se preguntaba por qué la
zona de la Santiago de la Espada era la más ignorante de España (de 8.282
habitantes solamente sabían leer 590; de 4.132 mujeres, solo 178). Una de las
causas que explicaban este grado de analfabetismo era la existencia de una
numerosa población dispersa por cortijos a la que se dificultaba la asistencia a
clase. Así la única escuela de Pontones estaba cerrada por falta de asistentes
y en Santiago de la Espada solamente sabía leer el 10,5 % de sus hombres y
el 4 % de sus mujeres. Pero no hacía falta irse a la Sierra, pues, en una ciudad
tan importante como Martos, Luis Bello solamente contabiliza la existencia de
dos escuelas para 20.000 habitantes; la ciudad era rica, pero las escuelas
estaban en unas condiciones muy poco aceptables. En Úbeda señala la
existencia del 75 % de analfabetismo y en la Sierra de Cazorla el 79,04 %
(Bello, 1926).
En Jaén capital «la más retrasada entre todas nuestras ciudades
españolas», Bello visita alguna escuela. Sus alumnos, con rara excepción, son
«hijos de proletarios, jornaleros o gentes que aun trabajando para sí ganan
18
Hernández Armenteros, Salvador. (1988). Op. Cit. Pág. 52. de Jaén. Trabajo premiado por
la Real Sociedad Económica de Amigos del País en 1929.
7
19
Real Decreto de 23 de noviembre de 1920. Gaceta de Madrid, 28 de noviembre de 1920.
9
20
La Lealtad. Órgano del Partido Liberal.: 22 de diciembre de 1906. Artículo Los analfabetos.
Donde está el mal. Reproducido del periódico La Defensa.
21
El analfabetismo en la provincia de Jaén, El Vindicador, Periódico defensor de la escuela, el
niño y el Maestro. Valdepeñas de Jaén, 1 de agosto de 1923. Firmado por Francisco de
Paula Belbel.
10
Para algunos profesores, la solución a los males del analfabetismo era fácil.
Así se desprende de las sugerencias de M.ª Dolores Andoaín, profesora de la
Escuela Normal:
El Estado debe crear las escuelas necesarias decimos. Esto es cierto; pero
¿interim (sic) se decida qué haremos? Tal como está nuestra hacienda
pública no es presumible que mañana envíen maestros y habiliten locales
para que los niños aprendan.
22
Hernández Armenteros, Salvador. (1988). Op. Cit. Cita las palabras de Ramón MENDOZA:
El analfabetismo en la provincia de Jaén. En este informe podemos ver:
11
23
Andoaín Amilibia, Mª Dolores. (1930). Medios prácticos, rápidos y eficaces de combatir el
analfabetismo. Trabajo presentado al concurso convocado por la Real Sociedad Económica
de Amigos del País en 1930. Manuscrito en su Archivo
24
Hernández Armenteros, Salvador. (1988 Op. Cit. Pág. 58. Palabras de MENDOZA, R. El
analfabetismo en Jaén. El Pueblo Católico, Jaén, 14 de enero de 1930. Pág. 4ª.
12
25
Cursos de perfeccionamiento. El Vindicador, Periódico defensor de la escuela, el niño y el
maestro, Valdepeñas de Jaén, 1 de agosto de 1923. Firmado por Frambel.
13
26
Don Lope de Sosa, año 1923, pág. 189.
27
Don Lope de Sosa, Año 1923, pág. 223.
28
Mendoza, R. El analfabetismo en Jaén. Fue publicado en el diario El Pueblo Católico, en su
sección El Folletín de El Pueblo Católico a partir del día diez de diciembre de 1929.
29
García Andoaín Amilibia, M.ª Dolores. (1930). Medios rápidos, prácticos y eficaces de
combatir el analfabetismo en la provincia. Accésit.
30
El Pueblo Católico, Jaén, 17 de mayo de 1930. Citado por Hernández Armenteros,
Salvador. (1988). Op. Cit. Pág. 64.
14
31
Opinión manifestada en una reunión convocada por el Gobernador Civil el 16 de mayo de
1930 en la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Citado por Hernández
Armenteros, Salvador. (1988). Op. Cit. Pág. 65.
15
16
TOTALES DE LA 474.490 239996 234494 2110 2744 56234 31713 181335 199650 317 387
PROVINCIA
32
Elaboración a partir del CENSO DE POBLACIÓN DE LA PROVINCIA DE JAÉN DE 1900
Cuadro n.º 17
Pueblos Número de escuelas
Niños Niñas Incompletas
Linares 5 7 1
Torreblascopedro 1 1
Lupión 1 1
Begíjar 2 2
Ibros 2 2
Canena 1 1
Rus y Mármol 1 1 1
32
Instituto Nacional de Estadística, Tomo II. Clasificación de la población de Hecho por sexo e instrucción
elemental. Fondo documental del INE, 1900.
17
var mujer var mujer var mujer var mujer var mujer
JAEN 29.217 14563 14654 243 397 6849 4643 7471 9794
TOTALES DE LA 526.718 265.848 260.870 164 190 71168 44570 19276 21418 272 216
PROVINCIA
34
Elaboración a partir del Censo de 1910
33
Boletín Oficial de La Provincia de Jaén (nº 128, sábado 26 de abril de 1873).
34
Censo De Población de la Provincia de Jaén DE 1910 (Instituto Nacional de Estadística,
Tomo II. Clasificación de la población de Hecho por sexo e instrucción elemental. Fondo
documental del INE).
18
19
35
Anuario Estadístico de 1915. Instrucción primaria. (Detalle por provincias. Fondo
documental del INE).
20
21
Escuelas de niños y niñas de Baeza en 1902. Fuente: Elaboración Propia. A.I.B. Oficio remitido por el Director
del Instituto a los Directores de los Colegios privados de 1ª enseñanza de la Ciudad, con fecha 28 de
noviembre de 1902. Registrado con el nº 82.
36
A.I.B. Libro copiador de comunicaciones dirigidas a las Autoridades, Corporaciones,
funcionarios y particulares (1897-1921). Oficio de 15 de octubre de 1905.)
A.U.GR. Legajo n.º 1012. Relación de los Colegios privados de 1.ª enseñanza establecidos
en la provincia de Jaén, que se han acogido al Real Decreto de 1º de julio de 1902, y en
cuyos expedientes han sido aprobados por éste Rectorado hasta el día de la fecha. 30 de
abril de 1903.
22
37
A.I.B. Ibídem. Oficio remitido al Inspector de 1ª enseñanza de Jaén el 18 de noviembre de
1905.
38
A.I.B. Libro copiador de comunicaciones dirigidas a la Superioridad (1900 – 1911). Oficio al
Rector de 30 de octubre de 1906.
39
A.I.B. Ibídem. Oficio remitido al Rector en 18 de noviembre de 1906.
23
Cuadro n.º 21
24
40
AUGR leg. n.º 01040 002 01. Presentada en Baeza el 28 de septiembre de 1906. Se
aprobó por parte del Rector el 14 de noviembre de ese mismo año
25
Plano de la escuela de la calle Cofradía Vieja de Baeza. AUGR. Caja 01040 002 10
41
Supongo que se referirá al bordado richelieu.
26
Plano del colegio Nuestra Señora del Alcázar. AUGRR 01041 026 11
En este colegio las niñas debían tener cumplidos los seis años, no tener
enfermedad contagiosa y la profesora «cuidará que las niñas vengan a clase
con el aseo que requieren esta clase de Establecimientos». Además de las
asignaturas de Gramática castellana, Ortografía, Aritmética, Geografía,
Catecismo, Historia Sagrada, Historia de España y Nociones de Urbanidad,
Higiene y Economía Doméstica, Lectura y Escritura también se incluye:
«Labores de costura, bordados y encajes», Francés, Música, Dibujo y Pintura.
Otro colegio privado de niñas que se legaliza por las mismas fechas es el
regentado por la Congregación de San Vicente de Paúl y dirigido por sor Rosa
Claverías y Bausells. Se denominaba «Colegio de los Sagrados Corazones» y
42
AUGR. Leg. n.º 01040 002.
43
AUGR. Leg. n.º 01041 026. Presentado el 29 de abril de 1907
27
28
44
AUGR. Leg. n.º 01041/029/13. Presentado en Baeza el 25 de octubre de 1906 por la
Superiora de la Congregación de San Vicente de Paúl.
45
AUGR. Leg. n.º 8277/ 002/02 Legalizado por el Rectorado el 30 de enero de 1906
29
30
46
AUGR. CAJA 01040 / 023
31
32
Plano del salón-escuela, jardín y accesorios que las religiosas Siervas de María tienen
destinado a Colegio de niñas en la ciudad de Úbeda. AUGR. 01041/022
En 1906 se presentó para su aprobación el expediente del Colegio Nuestra
Señora de Guadalupe, dirigido por Rosalía Leigüarda Ripamonti. Fue aprobado
33
Plano del Colegio de Santa Teresita del Niño Jesús de Úbeda. AUGR. Caja 01042/011
47
AUGR. Caja 01042/011
34
35
Otro colegio privado de niñas de este pueblo era el dirigido por Aurelia
Ortega Ávalos. Situado en la calle del Progreso, su expediente fue aprobado el
5 de agosto de 1908 y estaba instalado en una sola aula.
En la calle Carnicería instalaron su escuelita las monjas de Santa Clara,
dirigido por Concepción Anguita Flores, aprobada el 30 de abril de 1921, con el
nombre de Colegio de Santa Clara. Tenía una sala para párvulos, y otra de
adultos, una de labores, patio y galería. El esquemático plano no nos da mucha
otra información:
36
37
38
Habría que esperar a 1929 para disponer de otros dos colegios en Andújar,
el de las Hijas de la Caridad, denominado Colegio de San José, establecido en
la calle Altozano del Alcázar, n.º 4 y dirigido por Celina González Lafe. Contaba
con un parvulario, gimnasio y clase de labores, clase de dibujo y clase de
alumnas mayores, como nos explica el minucioso plano de más abajo:
40
48
AUGR. Leg. n.º 815
41
Algún año más tarde, en la misma calle y dirigido por esta misma maestra
se abrirían y aprobarían, el 21 de noviembre de1906, unas escuelas graduadas
municipales que, como puede verse, acogían los dos grados, elemental y
superior, de la primaria y que, durante bastantes años, sería la única escuela
graduada de niñas de la provincia:
42
Colegio de las Esclavas Concepcionistas del Divino Corazón de Jesús. AUGR 01040/019
43
44
45
Si Cazorla estaba en esta situación escolar, algo mejor eran las escuelas
de Beas de Segura. El 31 de mayo de 1922 se aprobó el expediente de
creación del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, presentado por la maestra
Elisa López Cantero. Este colegio estaba situado en la calle Angosto y disponía
de salón de escuela, y otros salones de escritura, de labores, además de
comedor, azotea cubierta para recreo, palomar, gallinero y corral:
49
AUGR. Caja 01040/026.
46
47
50
AUGR. CAJA 01041 / 025 Expediente de aprobación del Colegio de las Religiosas de San
Vicente de Paul de Jaén entre septiembre de 1906 y mayo de 1907.
48
Podemos comprobar por los planos que las instalaciones eran mucho
mejores que las de los colegios públicos instalados en Jaén. Tenían todo tipo
de dependencias para la enseñanza a las niñas y seguían la metodología de la
época. Había aulas para externas y aulas para internas, además de
dormitorios, capilla, patio y jardín.
Años más tarde, este colegio se trasladó a la calle Arquitecto Berges. Pero
su instalación queda fuera de las fechas que hemos acotado para este trabajo.
51
ARANDIA LLACER, M.ª de los Desamparados. (1993). Op. Cit. Pág. 41. Véase ESPEJO,
Juan. Las Carmelitas, cien años de historia en Jaén. Jaén, 27 de enero de 1988.
49
52
AUGR Caja 08277/019, Se aprobó el 13 de junio de 1924.
50
Plano del Colegio de la calle Juan Izquierdo n.º 8. AUGR. Caja 01042/006
51
52
54
55
56
53
A.A.J. Leg. N.º 441/1. Carta remitida por el Arquitecto municipal el 30 de abril de 1902 al
Alcalde.
57
54
A.A.J. Leg. N.º 441/1. Contestación al cuestionario del Alcalde.
58
55
A.A.J. Leg. N.º 411/1.
56
AUGR. Leg. N.º 5973.
59
60
57
AUGR. Leg. N.º 5973. 30 de septiembre de 1902. El Inspector Gabriel Pancorbo.
61
58
A.A.J. Actas. Sesión del 10 de noviembre de 1906.
59
La Lealtad, 22 de diciembre de 1906. «Los analfabetos. Dónde está el mal.» Artículo
publicado en La Defensa. Tomado de una conferencia de la Sociedad Económica de
Amigos del País a cargo de Cazabán.
60
ABENZA, Aureliano. (S.f.) Op. Cit. Págs. 167-168.
61
A.A.J. Actas. Sesión del 12 de enero de 1907.
62
62
A.A.J. Actas . Sesión del 27 de julio de 1907.
63
A.A.J. Actas. Sesión del 15 de enero de 1910. Leg. Nº 334/23.
64
A.A.J. Actas. Sesión del 28 de mayo de 1910.
65
A.A.J. Actas, sesión del 5 de abril de 1913.
66
A.A.J. Actas. Sesión del 4 de octubre de 1913.
63
67
Pueblo Católico, 17-I-1914.
68
A.A.J. Actas. Sesión del 15 de enero de 1914.
69
El Pueblo Católico, 21 de junio de 1914.
70
A.A.J. Actas. Sesión del 1 de abril de 1915. Leg. n.º 719/6 Pliego de condiciones para la
construcción de un edificio destinado a escuela de niños y niñas en la Plaza de las Batallas.
71
A.A.J. Actas. Sesión del 13 de mayo de 1916.
72
A.A.J. Leg. N.º 720/4. Expediente de construcción de una pista de patinaje en el campo de
recreos escolares de la Alameda de Jaén. 1924.
64
73
A.A.J. Actas. Sesiones del 6 de noviembre de 1920 y 27 de ese mismo mes.
74
A.A.J. Actas. Sesión 22 de octubre de 1922.
75
A.A.J. Actas. Sesión del 9 de octubre de 1920.
76
A.A.J. Leg. N.º 720/8. El expediente de dicha transformación es de 20 de noviembre de
1923 y su costo será de 13.895 pesetas.
65
77
A.A.J. Actas. Sesión del 24 de enero de 1924. Casa propiedad de D. Javier Ortiz al que se
le abonan 900 pesetas anuales. Leg. Nº 334/9 Contrato de inquilinato.
78
A.D.J. Actas, Sesión del 5 de noviembre de 1925.
79
A.D.J. Leg. N.º 2816/26.
80
Boletín Oficial de la Provincial de Jaén. 1 de febrero de 1927.
81
A.D.J. Leg. N.º 2.816/26. Beas de Segura contesta diciendo que está próximo a inaugurar
un grupo escolar de niños con 5 grados y que ha acordado ponerle de nombre Grupo
Escolar Primo de Rivera, 3 de febrero de 1927. También el de Chiclana de Segura dedicará
una escuela de niñas y otra mixta. Alcaudete lo hará con una próxima a construirse...
82
A.A.J. Leg. N.º 438/2. Expediente de adquisición de terrenos en la Plaza de las Batallas
para construir un Grupo escolar llamado de Prado y Palacio y en los jardines de dicho grupo
se emplazaría la estatua del Marqués del Rincón de San Ildefonso. 2 de junio de 1926. EL
anuncio con el concurso para adquirir terrenos se publicó en el Boletín Oficial de la provincia
de Jaén del 5 de junio de 1926, firmado por Fermín Palma, Alcalde de Jaén y el Pueblo
Católico y La Regeneración.
66
83
Don Lope de Sosa, Año 1926, pág. 168. El Grupo Escolar Prado y Palacio.
84
Patria, 15 de febrero de 1927. «Ayer se recibió en la Alcaldía la noticia de haber sido
aceptado por el Ministerio de Instrucción Pública, el ofrecimiento de los terrenos para
construcción del Grupo escolar en la parte izquierda del Monumento de las Batallas...»
85
A.A.J. Leg. Nº 438/2: «En la ciudad de Jaén siendo las 17 horas del 24 de febrero de 1927,
se constituyen en la huerta denominada del ―polvero‖, sita en la Rivera, extramuros de esta
capital, Fermín Palma, Alcalde, D. Martín Noguera Villar, maestro de la escuela nacional de
niños nº 1, designado por la Dirección General de 1ª enseñanza y 2 testigos para hacer
entrega al Sr. Noguera de una parcela con destino a la construcción de un Grupo escolar».
86
Patria, 25 de febrero de 1928.
87
Patria, 15 de marzo de 1928
88
Real Orden de 21 de junio de 1926.
89
Patria. 1 de febrero de 1927.
67
90
A.A.J. Leg. Nº 360/9. Ana González Osuna, toma posesión como maestra de la escuela
nacional nº 2 de niñas en la Escuela maternal de la Alameda el 6 de noviembre de 1926 y
Raimunda Rivera Murciano el 1 de noviembre del mismo año.
91
A.A.J. Leg. Nº 334/8. Real Orden 21 de junio de 1926. Se crea en Jaén una escuela
maternal como sección de los grupos escolares de la Alameda.
92
A.A.J. Leg. Nº 360/9. Toma de posesión de Joaquina Montesino el 1 de septiembre de
1927. Cesa la anterior maestra Inocencia Cruz Expósito el 31 de agosto de ese año.
93
A.A.J. Leg. Nº 360/9. Cesa el interino Ramón Herrera Gómez el 1 de septiembre de 1927.
94
BELLO, Luis. (1929). Op. Cit. pág. 201. No sé si se refiere Luis Bello al mismo profesor y se
ha producido una confusión entre los apellidos Molina y Medina. En cualquier caso, hay que
llamar la atención acerca de estas palabras y los 71 años del maestro que conoció el ilustre
periodista.
95
A.A.J. Leg. Nº 334/11. Estado de las escuelas el 29 de junio de 1927
68
96
A.A.J. Leg. Nº 333/34. Pleno del Ayuntamiento del 15 de junio de 1929. Pueblo Católico de
30 de agosto de 1929.
97
MENDOZA, Ramón. El analfabetismo en Jaén. El Pueblo Católico. Jaén, 23 de enero de
1930. Citado en HERNÁNDEZ ARMENTEROS, Salvador. (1988). Jaén ante la Segunda
República. Bases económicas, sociales y políticas de una transición. Granada: Universidad.
pág. 59.
98
A.A.J. Leg. Nº 333/23. Aunque el nombre de este maestro no figura en esta relación, sí
aparece en otras de 1923 y de fechas posteriores a la de 1925 por lo que supongo que
estaría en esta fecha.
69
99
A.A.J. Leg. Nº 360/3. Relación de escuelas y maestros que las dirigen en 16 de julio de
1925.
100
A.A.J. Leg. N.º 334/36.
70
101
A.A.J. Ibídem. Informe del 21 de septiembre de 1929.
102
A.A.J. Leg. Nº 334/35. Petición realizada por la Inspectora de enseñanza primaria D.ª M.ª
Sacramento Carrascosa.
71
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combatir el analfabetismo en la provincia. Real Sociedad Económica de Amigos
del País, Jaén.
72
73
1
Stott, R., The fabrication of the late-Victorian femme fatale. The Kiss of Death, Londres: Macmillan
Press LTD, 1992.pp.1-15.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 819 -
situación la política austriaca viró hacia la misma inmovilidad política que Inglaterra
llevo a cabo unos años antes2.
En ambas esferas, una serie de artistas fueron los encargados de representar las
nuevas inquietudes de esta sociedad, sus ilusiones y miedos, y en el centro de todos
ellos se encontraba la nueva mujer, aquella que ponía en peligro la moral
establecida, aquella que podía retar al hombre.
Los versos de este poema pertenecen a la pluma de Felix Dörmann. Este escritor y
poeta austriaco escribió en 1900 estas líneas ejemplificando, muy claramente, la
atracción y rechazo que la mujer causa en él y en sus congéneres. Es un reflejo de
cómo es vista en la sociedad de fin de siglo la catalogada como new woman, aquella
mujer que ahora desea ser independiente 4 . Pero ¿cómo se llegó a esta nueva
concepción femenina? ¿qué hizo al hombre temeroso de una figura que hasta
entonces había sido únicamente cuestionada como madre, esposa o hija?
Para comprender el cambio operado en la mentalidad del hombre de final de siglo
debemos de comenzar por explicar el papel de ambos sexos a principios del siglo
XIX y su progresivo desarrollo a lo largo del mismo. La revolución industrial trajo
consigo una redistribución de los cánones familiares impuestos en época pre-
industrial, por este hecho la mujer ve empañado o mermado el papel útil que hasta
2
Le Rider J.,Modernity and crises of identity: culture & society fin-de-siecle Vienna, op. cit. pp. 14-18.
3
Schoolield G. C. , Young Rilke and his time, op. cit., pp. 319.
4
Schimidt R., “Of sweet young things and Femmes Fatales. Gustav Klimt and Women around 1900”
en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) yFrodl G. (ed.), New Haven: Yale University Press, 2001, pp.30.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 820 -
ese momento había desempeñado dentro del núcleo familiar y, en el caso de la
media y alta burguesía, se verá ligada económicamente a su marido. Disminuidas
así las obligaciones que anteriormente se habían impuesto al sexo femenino la
mujer burguesa centrará sus miras en su papel como esposa y madre educadora.
Esto llevará a una idea de mujer como ser encantador, suave y delicado, se
asimilara a María5. La imagen de mujer enfermiza y domesticable- apoyada por las
teorías darwinianas- será comparada con la figura de la niña llegando por lo tanto a
6
no considerarse una persona legalmente hablando . En contraposición, el
imperialismo europeo, el apogeo económico de los países industrializados y el
progreso científico que conllevó son considerados triunfos del hombre ligados a un
heroísmo viril que lo hicieron ascender a la cúspide social7.
Ante esta situación de letargo, la mujer se inclinó hacia el plano intelectual que
florecía en los diversos países europeos. Encontramos, por ejemplo, la figura de
Elisabeth Siddal8 y su relación con el círculo Prerrafaelita. Este hecho, sumado a
diversos escándalos que ponían en cuestión el modelo de moral masculina, dieron
lugar a un primigenio miedo a lo femenino. Estas circunstancias, llevaron al grupo
Prerrafaelita a trabajar en el modelo primario de femme fatale, con ello se tenderán
los primeros puentes entre el concepto de nueva mujer y este nuevo arquetipo
femenino, como premonición del futuro sentimiento que se generalizará en Europa.
Debemos esperar hasta las dos últimas décadas del siglo para asistir a la aparición
real de la new woman.
A medida que el siglo progresaba, la “rebelión” femenina fue incrementándose. La
nueva mujer deseaba una educación, un aprendizaje que le pudiera llevar a
conseguir una esfera superior como era el trabajo, pero que a la misma vez la
desvinculara de aquello que el hombre había impuesto como su deber: la
maternidad y la crianza de los hijos. Este hecho es muy bien ejemplificado en la obra
“Casa de Muñecas” de H. Ibsen escrita en 1880, en ella su protagonista Nora es
tratada como una niña por su marido, cuando la protagonista se rebela ante lo que
5
Bornay E., Las hijas de Lilith, op. cit., pp. 68-69.
6
Ibidem., pp. 77.
7
Le Rider J., Modernity and crises of identity. Culture and Society in Fin-de-siècle Vienna, op. cit., pp.
104.
8
Más conocida como Lizzie Siddal 1829-1862 mantuvo una estrecha relación con la Hermandad
Prerrafaelita a la que pertenecía su marido, D.G Rossetti, para la que sirvió como modelo. Su papel
fue más allá ya que desempeño el papel de artista y poetisa dentro de dicha agrupación. Para saber
más véase Hawksley L., Lizzie Siddal. Il volt o dei Preraffaelliti, Londres: Odoya, 2004, pp. 17-31.
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 821 -
hasta entonces se le había impuesto su marido le reclama “¿No son tus deberes
para con tu marido y tus hijos?” o “Antes que nada eres esposa y madre” a lo que
Nora le responde “No creo ya en eso. Ante todo soy un ser humano con los mismos
títulos que tú..., o, por lo menos, debo tratar de serlo. Sé que la mayoría de los
hombres te darán la razón, Torvaldo, y que esas ideas están impresas en los libros;
pero ahora no puedo pensar en lo que dicen los hombres y en lo que se imprime en
los libros. Necesito formarme mi idea respecto de esto y procurar darme cuenta de
todo”9. Nora, como otras heroínas de la literatura de finales del siglo XIX, acaba
abandonando a sus hijos para encontrarse a sí misma.10 Pero ¿qué no es María sino
amante de sus hijos? ¿en qué se ha convertido la nueva mujer si reniega de lo que
se creía más propio de ella misma? La respuesta es simple: en Lilith. La forma de la
diabla estéril será la figura que se relacione con esta nueva mujer como ser que
desprecia la maternidad. Será en Inglaterra donde aparecerán las primeras
campañas sobre control de natalidad, con ellas la nueva mujer comenzaba a surgir,
la mujer inmoral hacia peligrar a María11.
La maternidad, o por lo menos el control de ella, fue uno de los primeros logros en
estas dos últimas décadas, pero no el único. La educación superior será clave en el
desarrollo femenino y será en este contexto donde aparezca por primera vez el
concepto de New woman. La creadora del mismo será Sarah Grand quien en 1894
lo usará en un artículo sobre la introducción de la mujer en la educación superior y
nuevas áreas de empleo12. Muy importantes para cumplir estos objetivos fueron la
creación de las Asociaciones Feministas a partir de 1870. El surgimiento del
movimiento femenino en plena época de decadencia hizo que la emancipación
femenina se relacionara, en la mente del hombre, con el concepto de crisis. Pero no
solo la crisis fue relacionada con los movimientos feministas sino que el marcado
carácter religioso de muchos países, como Austria con el catolicismo, pondrá trabas
en el desarrollo femenino. Este hecho impregnara a las Asociaciones femeninas de
estos países de un sentido anticlerical que pugnaba por una menor influencia de la
Iglesia en la vida social, esto reforzará aun más la relación en la mente del hombre
9
Ibsen H., Casa de muñecas, op. cit., pp. 76-77.
10
Ibidem., pp. 81.
11
Bornay E.,Las hijas de Lilith, op. cit., pp.78.
12
Stott R., The fabrication of the late-Victorian femme fatale. The Kiss of Death, op. cit., pp.13.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 822 -
con la figura de Lilith 13 . Pero el logro más importante, aquel que marcará el
comienzo real de la “guerra de sexos” y la “Crisis del ego masculino”, será la
incorporación de la mujer al plano profesional. La conquista de los objetivos
anteriormente citados permitió a la mujer introducirse en un mundo que hasta ese
momento había estado totalmente dominado por el hombre. Es en estos momentos
cuando el hombre es consciente de la evolución de la mujer, de sus logros - como el
derecho al divorcio- y de que consecuencias acarrea su incursión en el trabajo: la
posibilidad de independizarse del género masculino14.
Otro factor destacado durante el desarrollo de estas dos últimas décadas será la
auto-concienciación de la mujer en sí misma. Paralelo al desarrollo de los logros
sociales y jurídicos los movimientos feministas abogaron desde la década de los
noventa por los derechos de la mujer sobre su propio cuerpo y un cambio en el
comportamiento sexual masculino. Esto abrirá un debate en la sociedad sobre el
espectro de la bestia sexual masculina. Este hecho suscitó el debate entre los
filósofos de toda Europa, la sensualidad y sexualidad de la mujer, junto a su papel y
relación con el ser masculino, serán los temas destacados entre los filósofos y
pensadores de este cambio de siglo. Con respecto a este hecho podemos encontrar
posicionamientos filosóficos extremos como las declaraciones de marcado tinte
misógino de A. Schopenhauer quien afirma “Por la fuerza ha tenido que
oscurecerse el entendimiento del hombre para llamar bello a ese sexo de corta
estatura, estrechos hombros, anchas caderas y piernas cortas. En vez de llamarlo
bello, sería más justo llamarle “inestético”” 15 o “fundamentalmente está aquí para
seguras la supervivencia de la raza, que es donde es útil”16. Junto a Schopenhauer
otros filósofos, como Nietzsche o Baudelaire extenderán una filosofía anti-feminista
que pone de relieve el miedo y descontento masculino ante la rotura de las cadenas
impuestas a la mujer. Será así en la filosofía donde encontraremos uno de los
ejemplos más claros de la crisis del ego masculino y el complejo de castración, es
decir, el temor a perder el poder que hasta ese momento había ostentado.
13
Bornay E.,Las Hijas de Lilith, op. cit., pp. 78-79.
14
Ibidem., pp. 79.
15
Ibid., pp. 85.
16
Le Rider J., Modernity and crises of identity: culture & society fin-de-siecle Vienna, op. cit., pp.167.
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 823 -
Vemos con todo ello cómo los logros femeninos cristalizaran en una relativa libertad,
pese a ser teórica, del hombre. La respuesta social a estos avances será de
escándalo, alarma y consternación irracional ya que la inmovilidad política -explicada
anteriormente- se extendió a la sociedad y en general al modelo de comportamiento
humano, al que se le impuso un estricto orden del que se sustrajeron todos los
sentimientos y pasiones. Por esta razón, cualquier signo de individualismo, como la
nueva independencia femenina que no sólo pone en jaque la organización familiar
burguesa sino también la posición masculina quedará vetada. Esta enajenación
política y social marcadamente ortodoxa, unida a la férrea moral e ideología sexual17
llevó a la revisión de la representación femenina, la new woman se transforma en
Lilith.
17
Stott R., The fabrication of the late-Victorian femme fatale. The Kiss of Death, op. cit. pp. 13-15.
18
Bornay E., Las Hijas de Lilith, op. cit., pp. 93.
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 824 -
mujer como expresa la obra “Las etapas de la crueldad” de F. Madox Brown hoy en
City Art Galleries en Manchester19.
Con respecto a su aparición en el plano artístico debemos de trazar su inicio con la
segunda generación de la Hermandad Prerrafaelita. Pero, pese a ello, podemos
encontrar ciertos antecedentes en la obra de J.H. Füssli, el artista suizo realizó una
serie de obras donde la idea de mujer como objeto de placer sexual masculino- que
se inicia en el Renacimiento- queda rota o donde la maldad femenina se expresa
claramente. Pero estas obras siempre se redujeron a un ámbito privado siendo su
manifestación pública más destacable la representación de la joven que porta con
una cadena a un anciano en “Titania acariciando a Botton” de 1780-1790.
Pese a ello, no podemos hablar del artista suizo como iniciador de la femme fatale,
debiendo esperar hasta 1860, cuando la maduración del nuevo prototipo de mujer en
D.G Rossetti se haga presente. Será a partir de este año cuando el artista inglés-
desvinculado de sus compañeros W.H Hunt y J. E. Millais que iniciaron con él la
Hermandad Prerrafaelita- centre su arte en la mujer, concretamente en la mujer
como objeto de ambigua atracción en la que se conjugan la imagen de prostituta y
virgen, la de corrupta e inocente20. En 1863 el artista finalizará su obra “Helena de
Troya”, personaje idóneo para representar el miedo del hombre hacia la sexualidad
de la mujer, para representar el miedo de aquello que llevará al hombre al desastre
como Helena llevó a Paris y que el pintor expresó con las siguientes palabras en el
reverso de la obra “Helen of Troy destroyer of ships, destroyer of men, destroyer of
cities. Painted by D.G Rossetti, 1863”21. Vemos, así, como la relación entre Eros y
Tánatos - tema principal de la psicología y arte del fin de siglo- se prefiguran en la
obra del pintor ingles. Será con su obra “Lady Lilith” 1868 donde la imagen de lo
perverso en la Mujer Moderna quede plenamente ejemplificado. La representación
de la diablesa hebraica 22 -a la que se le atribuye la matanza de niños- en un
momento donde se comenzaron a dar los primeros pasos para la independización
19
Ibidem., pp.114-116.
20
Wilton, A., et al., The age of Rossetti, Burne-Jones & Watts : Symbolism in Britain, 1860-1910, op.
cit., pp. 18.
21
Ibidem., pp. 98.
22
Según la tradición Lilith fue creada por Dios como la primera esposa de Adam pero no dispuesta a
renunciar a su igualdad huyo a la región del aire donde se unió al demonio con quien engendró a un
sinfín de demonios.Para saber más vease Bornay E., Las hijas de Lilith, op. cit., pp. 25-30.
7
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 825 -
femenina, a través de la planificación familiar, inicia la relación entre Lilith y la new
woman23.
De la misma manera, uno de los nuevos integrantes de esta segunda etapa
Prerrafaelíta, Edward Burne-Jones, basará su obra en la mujer. En su trabajo
introduce esta nueva iconografía con obras como “Sidonia Von Bork”, inspirada por
la obra del mismo nombre escrita por J. Wilhelm Meinhold, en la que se retrata a una
mujer de gran belleza que usa sus poderes de hechicera para destruir a los hombres
que no pueden evitar enamorarse de ella. Une, por lo tanto, en ella la belleza y la
maldad, la crueldad y sensualidad. El poder de la fémina llevará a la sumisión al
varón, por lo tanto esta será su perdición24.
Esta iconografía surgirá de forma casi paralela, debido a las corrientes sociales y
filosóficas, en Francia. Será de manos de Gustave Moreau dentro de la corriente
Simbolista cuando la femme fatale traspase las islas. La mujer del artista francés se
convierte en lo inaccesible, misterioso, aquella que rompe con la pasividad de su
género y causa horribles desgracias. Pero la idea de mujer perversa no adquirirá la
forma de Lilith sino la de Salomé. Será ella quien encarne un terrible futuro: Salomé
es conocida por haber sido la causante de la muerte de Juan Bautista -prefiguración
de Cristo- por lo tanto una muerte con significación religiosa. Pero en el siglo XIX
diversos autores como Oscar Wilde plantean la cuestión de que el verdadero motivo
tras esta muerte es el amor no correspondido, Salomé amaba al Bautista, por lo
tanto de nuevo se unen así el amor y la muerte en la figura de la mujer. De misma
manera, Moreau representa a Helena, quien a diferencia de la pintada por Rossetti,
camina sobre una pira de cadáveres bajo las murallas de Troya ejemplificada
perfectamente con las palabras de R. Muther “su rubia y voluptuosa belleza como la
representación de la fatalidad que avanza sobre un suelo ensangrentado, como la
diosa de la desgracia que sin saberlo envenena cuanto se le aproxima, contempla o
toca” 25
Vemos así cómo las difusas fronteras entre los distintos movimientos que
conformaron el siglo XIX favorecerán la difusión de esta nueva iconografía femenina.
Para M.T Benedetti el eterno femenino es una linea recta que une a Rossetti, Burne-
23
Bornay E., Las Hijas de Lilith, op. cit., pp. 132.
24
Wilton, A., et al.,The age of Rossetti, Burne-Jones & Watts : Symbolism in Britain, 1860-1910, op.
cit., pp. 122-123.
25
Hofstätter H.H., Gustave Moreau. Leben und werk, Barcelona: Labor S.A, 1980, pp.79-95.
8
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 826 -
Jones, Moreau y Klimt26. Es decir, diversos autores verán en esta iconografía, en
mayor o menor medida, a la Mujer Moderna.
26
Benedetti, M. T., Preraffaelliti, op. cit., pp.11
27
La figura masculina será un elemento con mínima presencia, su importancia será mayor al inicio de
su carrera con piezas de estudio masculino o el retrato de Joseph Pembauer de 1890,
progresivamente el hombre se minimizara hasta convertirse en detalles murales o hombres sin rostro
como en “El abrazo del mundo” en el Friso del palacio de Stoclet en 1909.
28
Fliedl G., Gustav Klimt. 1862-1918 The world in female form, op. cit., pp.201.
29
Minguet J.M. (ed.), Gustav Klimt, Barcelona: Monsa, 2006, pp.18.
9
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 827 -
del modernismo. Esta transición rápida - producida entre 1895 y 1900- marco una
radical reorientación que hizo a multitud de artistas, entre los que se encontraba
Gustav Klimt, plantearse su arte en base a la situación socio-cultural fundada en la
Crisis Liberal. Esta nueva situación supuso un cambio de mentalidad que se
denomino Revolución de Edipo por la que se planteaba la caducidad de los valores
de los antiguos artistas: la vigencia de los padres -los artistas previos- ya no era
válida y por lo tanto tampoco lo era su idea de la mujer 30 . Con respecto a este
hecho, Gustav Klimt se adelanta unos años a sus congéneres, debido a cuestiones
intelectuales y personales, lo que permite datar la preeminencia de la figura
femenina en su obra alrededor de 1892. En este año la muerte de Ernst Klimt,
hermano de Gustav, provocó una gran depresión en el artista y la consiguiente
disolución del grupo conformado por los hermanos y el pintor Frans Von Matsch. La
nueva independencia despierta en el artista un deseo de progresar en su arte por lo
que pone sus miras en las nuevas tendencias que llegan a la ciudad de Viena.
G.Ford apunta que esta búsqueda de sí mismo se inició dos años antes cuando
realizó las pinturas que decoran las escaleras del Museo Kunsthistoriches, la
influencia para dicha evolución artística se basará en las diversas publicaciones que
llegaron a la ciudad sobre Simbolismo inglés - denominación que actualmente se
asocia a la Hermandad Prerrafaelita- y más tarde sobre simbolismo holandés y
belga. El artista vienés pone sus miras en el arte del grupo inglés como medio de
expresión de espiritualidad y la creación de temas tradicionales a la manera no
tradicional31. Este es el sentido que el artista da a sus nuevas mujeres, en ellas
encarna la mujer moderna que abandona el concepto tradicional de mujer estatua
que hasta ahora había caracterizado la pintura vienesa. A la misma vez observamos
una polarización de la figura femenina hacia dos polos totalmente opuestos: por un
lado la representación de Magna Mater y por otro el de femme fatale32.
La respuesta a esta división la podemos encontrar en la situación social del hombre,
la crisis del Ego masculino, en estos tumultuosos años de fin de siglo, lo hacían
posicionarse ante dos actitudes con respecto a la mujer: la protesta masculina contra
la feminidad - tanto la patente en la cultura como la que se encuentra en uno mismo-
30
Shoerke C. E., Fin-de-siècle Vienna. Politics and culture, op. cit., pp. 208-209.
31
Fliedl G., Gustav Klimt. 1862-1918 The world in female form, op. cit., pp.10-11
32
Ibidem., pp.201.
10
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 828 -
y el culto a lo femenino con la consiguiente destrucción de los valores del hombre33.
A partir de esta idea podemos dilucidar que pese a que Gustav Klimt convivió
rodeado de mujeres era patente en él el miedo o sentimiento de desasosiego que se
sentía en la sociedad con respecto a lo femenino34. Esta teoría es apoyada por R.
Schimidt quien divide la producción femenina del artista entre Sweet young things -
terminología que recoge de A. Schnizler- y femmes fatales, debido en su opinión a
las tentaciones sociales a las que el artista se ve sometido 35 . En base a ello,
podemos observar como Klimt cuestionaba y probaba con su pintura los problemas
personales y sociales del hombre de fin de siglo, expresadas perfectamente en las
palabras del filósofo contemporáneo O. Weininger: “Meanwhile, we must regard
women in terms of two types, bearing with themselves sometimes more of the one
and sometimes more of the other: these are the matter and the wore… the one will
take any man who can help her produce a child, and as soon as she has her child,
she does not need another man. This is her only claim to the label “monogamus”.
The other woman gives herself to any man who helps her get erotic pleasure: for her,
this is on end in itself. This is where two extremes meet, and we hope that this will
enable us to gain some insight into the essence of womanhood as such”36.
Leyendo estas líneas podemos comprender el peso que los filósofos
contemporáneos tuvieron en la figura del autor. Por lo tanto, la relación entre los
conceptos de feminidad y masculinidad será clave en su concepción artística. Con
su arte Klimt busca, según G. Fliedl, la feminidad masculina del hombre, lo que en
este final de siglo se denominó “revolución de la feminización masculina”, por la que
no trata de transformar al hombre en mujer sino reclamar lo femenino- la
sensibilidad, pasión y ahora el poder- para sí mismos. Al mismo tiempo que esta
feminización masculina , según el mismo autor, se produce una masculinidad
femenina expresada por Klimt de esta manera: “En ciertos momentos nacen las
33
Le Rider J., Modernity and crises of identity. Culture and Society in Fin-de-siècle Vienna, op. cit.,
pp. 165.
34
Como apunta L. Fischer Gustav Klimt siempre estuvo rodeado de mujeres e incluso en cierta
manera dependió de ellas, no solo la presencia de su multitud de amantes o modelos determinaron
su vida, sino que en mayor medida la estrecha relación con su madre Anna y con su cercana amiga
Emilie Flöge determinaron la visión de la mujer que poseía el artista. Fischer L., “Gender Asymmetries
in Viennese Modernism” en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y Frodl G. (ed.), New Haven: Yale
University Press, 2001, pp.32-33.
35
Schimidt R., “Of sweet young things and Femmes Fatales Gustav Klimt and Women around 1900”
en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y Frodl G. (ed.), New Haven: Yale University Press, 2001, pp.30.
36
Fliedl G., Gustav Klimt. 1862-1918 The world in female form, op. cit., pp.132.
11
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 829 -
mujeres más masculinas, esto probablemente explica el gusto de la Secesión que le
da el premio a las mujeres altas y delgadas con pecho plano y caderas estrechas. La
gran proliferación del dandismo y la homosexualidad en los últimos años sólo
pueden haber sido causado por un incremento de la feminidad en nuestro tiempo” 37.
Así lo femenino y masculino se unen para intentar hacer desaparecer la ansiedad e
incertidumbre que el pintor, y el resto de la sociedad, sentía con respecto a la
sexualidad38. Otros autores como J. Le Rider no ven en su pintura- y, por lo tanto, en
sus mujeres- una unión de sexos sino todo lo contrario. Apoyándose en Freud
primero y más tarde en Adler el autor alude a la excesiva autoridad del padre
provocando su sustitución por una figura materna. Esta pérdida de autoridad
masculina llevó a un exacerbado ego femenino y la expresión de ésta en la femme
fatale 39 , expresa en ella los miedos y la búsqueda de orientación en un mundo
inseguro. Sea por un hecho o por el otro, desde 1898 la imagen femenina mariana
desaparece de la obra del artista por casi una década, ahora la mujer es una criatura
sensual que centra todo su ser en el placer y la pena, en la vida y en la muerte, en lo
que C. Schorske denomina “un intento de captar el sentido de la feminidad”40. Es en
estos años cuando surgen en su pintura las sirenas, seres mitológicos
marcadamente sexuales, que bajo el titulo de Serpientes de Agua II, unirán la
imagen de la mujer y la bestia41. La serpiente simboliza la tentación, lo carnal y, por
lo tanto, la mujer será aquello que a través de su sexualidad y su erotismo lleve a la
muerte al hombre, uno de los miedos de la población masculina. De este modo, será
el placer, la imagen distorsionada de Eros, lo que atrape al hombre, lo que lleve al
nacimiento de la femme tentaculaire, que no se iniciará en esta obra del pintor- pese
a ser una de las mejores expresiones de ésta- pero que sí estará presente de forma
consciente o inconscientes en la representación del pintor de la mujer, la new
woman atrapará al hombre y lo llevará a la perdición.
37
Ibidem., pp. 203.
38
Ibid., pp. 202.
39
Le Rider J., Modernity and crises of identity. Culture and Society in Fin-de-siècle Vienna, op. cit.,
pp. 118.
40
Shoerske C. E., Fin-de-siècle Vienna. Politics and culture, op. cit., pp. 224.
41
Esta obra es el ejemplo idóneo, junto a los dibujos eróticos del artista, para mostrar la influencia
que Freud supuso para el artista vienés, además, destaca el peso que la obra “Las profundidades del
mar” de Edward Burne-Jones tuvo a la hora de crear esta pieza. Para saber más consultar De Caspar
David Friederich a Picasso. Obras maestras sobre papel del Museo Von der Heydt de Wuppertal [cat.
Expo., Fundación Juan March, Madrid], Madrid: Fundación Juan March, 2000.
12
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 830 -
Pero la femme fatale no es lo que la alta burguesía y la aristocracia deseaba ver al
contemplar los retratos de sus mujeres. La clientela de Klimt pedía en sus retratos
los cánones que la rectitud moral dictaba, querían ver en sus mujeres, hijas, madres
y hermanas la mujer pura, la imagen mariana. El hombre como promotor del encargo
era quien contrataba al artista, marcaba unas pautas más o menos rígidas en cuanto
a la representación y pagaba. Por ello, pese a que fuera la mujer quien mantenía el
contacto más estrecho con Klimt- como aquella que posaba- y pese a que muchas
fueran la imagen de la new woman la representación que de ellas se realizó fue la
de mujeres afables recatadas y carentes de la sexualidad de la que gozan las
mujeres de Klimt fuera de esta elite, es decir, lo sexual, aquello que caracteriza a la
femme fatale queda reservado para las figuras mitológicas, bíblicas o fantásticas.
Para ejemplificar este hecho podemos destacar el Retrato de Emilie Flöge de 1902,
en él observamos a una mujer cargada de confianza y sensualidad que a través de
su ensortijado cabello en forma de halo nos rememora a la Judith I realizada solo un
año antes. La diferencia de este retrato es que no fue pagado por un hombre, el
artista realizó por iniciativa propia esta pieza retratando como veía él a Emilie, pero
el retrato no gustó y fue vendido en 190842. Este ejemplo muestra, quizás, como la
femme fatale, o por lo menos sus características, debían de relegarse al mundo
fantástico.
Con todo ello vemos cómo Klimt crea en su imaginario femenino, ya sea de forma
consciente o no, la idea que el hombre poseía de la mujer, una imagen de miedo y
atracción basada en el ser salvaje que causa ansiedad y al que se desea dominar43.
El artista recrea en estas femmes tentaculaires los miedos y mitos que encumbran a
la mujer como reina de su pintura, pero con esta recreación lo misterioso que hay en
ella, su independencia, queda destruida como algo que puede comprenderse y por
lo tanto dominarse44.
42
Partsch S., Gustav Klimt. Painter of women, Munich: Prestel, 2012, pp. 36.
43
Pessler M. y Trummer T. “Portrait and Pose. On the representational image of the feminine at the
Fin de Siècle” en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y Frodl G. (ed.), New Haven: Yale University
Press, 2001, pp. 149.
44
Fischer L., “Genfer Asymmetrien in Viennese Modernism”, en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y
Frodl G. (ed.), New Haven: Yale University Press, 2001 pp. 33-36.
13
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 831 -
into a nightmare of anxiety
C.E Schorske
Entre 1898 y 1904 Gustav Klimt trabajó en el proyecto que supuso el mayor fracaso
social en su carrera, pero que pese a ello revierte de gran importancia ya que marca
un cambio consciente en su concepción artística y, por lo tanto, en su idea sobre lo
femenino. Nos referimos a la serie de pinturas que realizó para la Universidad de
Viena, y que junto a la obra de Matsch, debían de simbolizar la victoria de la luz
sobre las tinieblas. Pero nada más lejos de la realidad, ya que lo que el pintor realizó
en las tres pinturas que se le encargaron- Filosofía, Medicina y Jurisprudencia -
destruidas en mayo de 1945 en el incendio de Schloss Immendorf por las tropas de
la S.S- muestra la materialización consciente de la crisis del ego liberal y una crítica
consciente a la vanidad de la humanidad45. La crisis personal y social en que Klimt
se vio envuelto le llevo a una búsqueda que sobrepasó lo que hasta ese momento
se consideraba tradicional o correcto, destapando con ello las relaciones entre
política y cultura, y mostrando la nueva imagen que el hombre poseía de la mujer46.
Esta nueva significación se basa en la idea que el pintor, y otros artistas e
intelectuales de la época poseían sobre la vida basada en la pulsión sexual y pulsión
de muerte. Para comprender esta idea de pensamiento debemos acudir al
psicoanálisis de Freud. Para el psicólogo la existencia de la civilización es necesario
que el ser humano reprima sus instintos animales, es decir, como animal que es el
hombre posee unas necesidades básicas que tiene que satisfacer. Estas
necesidades se trasladan al estadio psíquico del ser humano como pulsiones:
pulsión de placer y pulsión de muerte o instinto auto-destructivo, que en muchas
ocasiones van unidas. Pero estas necesidades o placeres no pueden satisfacerse
del todo, no si deseamos que la sociedad exista, por lo que la prohibición se
asentará como base para la sociedad. La prohibición reprimirá nuestro placer
creando una estructura base para la existencia del hombre en la sociedad, pero esta
estructuración se basa en la ley del padre que prohibe al individuo entrar a formar
parte de la sociedad si no acepta estos cánones consensuados, para satisfacer
estas pulsiones el psicoanalista ve la clave en la sublimación del arte como medio de
expresar los instintos. El arte de Klimt se basa en esta idea constante del hombre
45
Claire J., “Une Modernite sceptique” en Vienne 1880-1938. L´Apocalypse joyeuse, París: Centre
Pompidou, 1986, pp.87.
46
Schorske C.E., Fin-de-siècle. Politics and culture, op. cit., pp.231.
14
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 832 -
sometido por estos instintos y la satisfacción de los mismos únicamente en la esfera
mística, en el plano dirigido por la Ley de la Madre. En esta esfera más allá de lo real
el hombre no es indispensable para la mujer ya que ella encarna el “Eros portador
de la muerte” 47 , la mujer será aquella que pueda satisfacer los deseos más
intrínsecos del hombre pero también aquella que pueda dominarlo a través de ellos y
destruirlo.
En Jurisprudencia 48 , la imagen central es ocupada por un hombre desnudo que
maniatado por un cefalópodo- en el que muchos estudiosos han visto la
representación de un útero femenino por su forma- espera el castigo que le
impondrán las lejanas figuras femeninas del fondo de la escena: la Verdad, Justicia y
Ley. Pero no serán estas figuras quienes lleven a cabo el castigo, lo harán las Furias
-seres mitológicos encargadas de castigar en un primer momento a los parricidas y
más tarde a los asesinos49- quienes se representan como las femmes fatales que
Klimt había asumido de su estudio de los pintores del siglo XIX. El uso de estas
figuras revierte una doble significación en la obra: por un lado la escena no
ejemplifica directamente a la Justicia- como si representa un primer boceto que
queda olvidado en 1901- sino un castigo, además Klimt usa una iconografía clásica
cuyo simbolismo invierte ya que la presencia de las Furias50 muestra los instintos
que subyacen bajo la ley y el orden que la Ley del Padre ha impuesto, el instinto, la
barbarie y la violencia que se creía extinta con la imposición de la Ley del Padre
sigue presente y legitimada gracias a ella. Por otro lado los estudiosos han otorgado
una segunda lectura a estas figuras basada en el miedo masculino a la venganza
femenina, miedo al Complejo de Castración. Ya hemos comentado que las Furias se
representan a la manera de las femmes fatales de fin de siglo, en ellas se unen la
representación femenina de J. Toorop51 con la perversidad y crueldad propias de
estas criaturas, además en sus cabelleras observamos indicios del cabello que el
artista desarrollara mas tarde en sus Serpientes de Agua II y que se relacionan
47
Claire J., “Une Modernite sceptique” en Vienne 1880-1938. L´Apocalypse joyeuse, op. cit. pp. 86.
48
Debido a la extensión de nuestro trabajo y la escasa importancia que los dos primeros de estos
trabajos revierte en el tema que estamos tratando nos centraremos en la pintura de Jurisprudencia y
su significación.
49
Ruiz de Elvira A., Mitología Clásica, Madrid: Gredos, 1982, pp.48.
50
Koja S.,“Just about the nastiest women I have ever seen. Gustav Klimt´s Beethoven Frieze:
evolution and programme” en Gustav Klimt. The Beethoven Frieze. And the controversy over the
freedom of art, Koja S. (ed.), Alemania: Prestel, 2007, pp. 83-108.
51
http://www.jan-toorop.com(consultada el 14-4-2015).
15
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 833 -
directamente con la Gorgona, con la respectiva crueldad de su figura. Son ellas
quienes llevan a cabo el castigo, son ellas quienes castran al hombre reduciendo a
un ser impotente. Por lo tanto, en estas figuras se unen Eros, como seres sexuales y
eróticos que impregnan toda la escena y Thanatos que convierten esta imagen en
una pesadilla erótica que liberan el instinto animal del hombre por encima de la ley
de sus ancestros52.
52
Schorske C.E., Fin-de-siècle Vienna. Politics and culture, op. cit., pp.251-252.
53
Barnes R., Gustav Klimt, op. cit., pp.22.
54
Ibidem., pp.24.
16
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 834 -
irremediablemente a la mujer relacionando toda facción de agresividad de la
naturaleza en la fémina como derivación de las fantasías ansiosas del hombre55.
Esta idea se apoya en las palabras de C. Schorske “This psychological attitude is, as
it were, a classical expresión of a weak ego that finds a substituye for its lack of
power over reality: desire is everything, and argument is avoided”56.
Debemos de destacar un elemento cuyo desarrollo se inició en las pinturas para la
Universidad de Viena pero cuya significación alcanza en esta pintura una
importancia clave, nos referimos a la cabellera femenina. La melena de la mujer
adquirió, a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX, una importancia clave ya
que simbolizó la fuerza vital y de atracción sexual que incitaba al hombre. Es en
estos años, cuando la Hermandad Prerrafaelita y los simbolistas le otorgan una
fuerza irracional, un elemento amenazante con el que la mujer puede subyugar al
hombre y llevarlo a la muerte. Klimt hereda esta faceta de estos artistas y lo aplica a
sus obras a partir de 1898 - año en el que lo pone de manifiesto en su obra Filosofía-
desarrollándolo a lo largo de su carrera hasta casi su muerte. El origen de la
importancia de la cabellera proviene del mito griego de las Gorgonas, a partir de él
se instauró a partir de mediados del siglo XIX- con la Hermandad Prerrafaelita- lo
que se denominaría en la historiografía “cabellera medusea” y que adquirida una
significación más allá de lo pictórico gracias a las teorías de Freud para quien las
víboras de la Medusa simbolizaban elementos fálicos, la posesión de estos por la
mujer simbolizaba la castración del hombre como algo ya no propio únicamente por
él. Por lo tanto el terror a la Medusa es el terror del hombre a la castración y sus
atributos propiamente masculinos. En la obra que estamos estudiando observamos
la evolución de este concepto ya que las cabelleras de las tres Gorgonas no están
conformadas únicamente por serpientes sino que la complementan y decoran
revelando su pertenencia al mito solo este hecho, es decir, encubriendo en cierta
manera lo que hay de maligno en ellas57. Pero el desarrollo de la cabellera medusa
hará que de ésta desaparezcan las víboras y sean sustituidas por sedosas hebras
de larga longitud con el mismo objetivo: atrapar al hombre. Así, a partir de mediados
del siglo XIX, asistimos en literatura y las artes plásticas a un incremento en la
55
Fliedl G., Gustav Klimt 1862-1918. The world in female form , op. cit. pp.107-108.
56
Schorske, Carl E., Fin-de-siècle Vienna. Politics and culture, op. cit., pp.254.
57
Bornay, Erika, La cabellera femenina. Un dialogo entre poesía y pintura, Madrid: Ensayos Arte
Cátedra, 2010, pp. 80-82.
17
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 835 -
representación de esta iconografía relacionada con la mujer y más concretamente a
una mujer: Lilith. Prefiguración de este hecho es la obra de finales del siglo XVIII
“Fausto” de J.W Goethe donde Mefistófeles previene a Fausto de Lilith con estas
palabras: “Guardate de su hermosa cabellera, la única gala que luce. Cuando con
ella atrapa a un hombre, no lo suelta fácilmente”58 En base a esta idea, los primeros
artistas en desarrollar esta iconografía fueron los Prerrafaelitas en concreto en la
obra de E. Burne-Jones y su obra “Le Dame sans Merci” donde una mujer pelirroja
atrapa a un caballero con sus cabellos mientras que el él vagamente intenta escapar
aferrándose a una rama. Para determinados autores, como C. Schorske, está idea
está presente en la obra de Klimt quien, incluso en el cielo, representa el cabello de
la mujer rodea los tobillos del hombre de forma peligrosa mostrando como pese a su
apariencia mariana en toda mujer hay una parte de Lilith en ella59.
58
Goethe J.W., Fausto, Madrid: Booket,1995, pp. 194.
59
Schorske, Carl E., Fin-de-siècle Vienna. Politics and culture, op. cit. pp. 260.
60
Como señala E. Bornay la representación del pasaje bíblico concerniente a Judith comenzó a
aparecer entono al Quattrocento con artistas como Mantegna y Botticelli, y su desarrollo tuvo lugar
principalmente durante el periodo barroco. Para saber más Bornay E., Las hijas de Lilith, op. cit.,
pp.203.
61
Schökel L.A., Biblia del peregrino, Bilbao: Mensajero, 1998, pp.823-842.
18
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 836 -
encontramos en la obra teatral ”Judith” de Friedrich Hebbel en 1840, en ella la
protagonista es una virgen esposa, debido a la impotencia de su marido, que es
violada por Holofernes, Judith acaba con la vida del hombre no por salvar a su
pueblo sino por el acto que contra ella se ha llevado a cabo como muestran sus
propias palabras “Nada me mueve más que yo misma”. Esta unión entre sexo y
muerte es lo que define a Judith como femme fatale, es lo que la transforma de
heroína a ser vil y malicioso62.
Judith es el vehículo idóneo para realizar la relación entre femme fatale y new
woman más que cualquier otro personaje. Ya hemos citado anteriormente el nuevo
significado que adquiere para la mujer moderna la figura de la heroína, por lo tanto
no es una figura pasiva ante el hombre siendo necesario su subversión: nace así la
nueva representación de Judith como figura que usa de sus encantos femeninos y
su arte de seducción para llevar al hombre a la perdición63.
Así la figura de Judith pasa a engrosar la larga lista de mujeres malvadas que
destruyen al hombre. Es en esta clave como Klimt realiza su obra, presenta no la
escena del asesinato sino el momento inmediatamente posterior cuando la heroína
aun se encuentra en el frenesí que ha provocado en ella el homicidio, un frenesí
orgásmico que se expresa en su rostro a la manera que el éxtasis religioso se
representa en la Santa Teresa de Bernini. Ahora el elemento amenazante no es
Holofernes, sino la propia Judith con lo erótico como emblema transformándola
plenamente en un objeto sexual64. Esta transformación se vuelve contra ella: no se
muestra como la heroína activa que mata al hombre violento y movido por sus
instintos sexuales, sino que ella misma está abrumada por sus sentimientos eróticos
lo que la hace peligrosa e impredecible65.
Como podemos ver, Klimt realiza en su Judith el esquema perfecto de vampiresa
pero para ello no de basó en la Lilith de largos cabello de D.G Rossetti, ni en la
escultural y femenina Salome de Moreau. El artista escogió un estereotipo de
belleza basado en tez clara y cejas oscuras, lo que T.G Natter relaciona con el
62
Hammer Tugendhat D. “Judith” en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) yFrodl G. (ed.), New Haven:
Yale University Press, 2001, pp. 220-221.
63
Ibidem., pp. 222-223.
64
Conocidos mundialmente son los diversos dibujos y bocetos de alto contenido erótico realizados
por G. Klimt que posiblemente fueron base para la creación de esta obra. Para saber más vease
Partsch S., Gustav Klimt. Painter of women, op. cit., pp. 11-18.
65
Fliedl G., Gustav Klimt, 1862-1918 : the word in female form, op. cit., pp. 140.
19
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 837 -
motivo de la “Belle Juve”66. El pueblo judío fue, en estos años de cambio de siglo,
uno de los temas de estudio predilectos de los filósofos y psicólogos europeos que
comparaban al judío con la mujer como elementos causantes de la nueva situación
del hombre en el mundo, creando lo que J.L Rider ha denominado el “triángulo
masculino-femenino-judío” 67 . Sin embargo, la mayoría de autores apuntan a la
transformación del modelo de femme fatale debido a meros principios estéticos, ya
que según la creencia popular Gustav Klimt usó como modelo de su Judith a la
adinerada aristócrata Adele Bloch-Bauer 68 . En mi opinión, estas dos teorías son
complementarias ya que Bloch-Bauer era judía, por lo que es posible que Klimt
usándola como modelo quisiera unir lo que los filósofos de la época denominaron el
“eterno femenino ” y el “eterno judío”.
Las transformaciones físicas de este nuevo modelo también se expresan en la
reducción de la melena: aquí la medusa cabellera que en los casos anteriores había
caracterizado a la femme fatale se reduce hasta adoptar la forma de una ensortijada
aura azabache. Esta disminución de uno de los elementos claves de la
representación de este tópico de fin de siglo responde a dos hechos: por un lado
esta nueva estética permite usar el cabello como elemento divinizador ensalzando
de esta manera a la new woman de manera casi mística, por otro lado permite
destacar la presencia del gran collar que porta Judith adquiriendo de esta forma una
importancia capital en la obra, por encima incluso de la cabeza de Holofernes. El
objetivo de este collar es crucial y su uso por parte de Klimt en la obra alude a dos
factores: la ornamentación fue un elemento intrínseco al fin de siglo como expresión
del narcisismo femenino, este narcisismo es para S. Freud lo que hace a la mujer
enigmática a los ojos de los hombres69. Por ello que podemos señalar el uso de este
elemento como modo de atracción que se suma al ya de por si sensual rostro. Por
otro lado el grueso y ornamentado collar separa de forma visual la cabeza de la
heroína del resto del cuerpo de la misma manera que ella hizo con el hombre, de
esta forma Klimt alude directamente a una teoría contemporánea de S.Freud: el
66
Natter G., “Princesses without a History? Gustav Klimt and “The Community of all who create and
all who enjoy”” en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y Frodl G. (ed.), New Haven: Yale University
Press, 2001 pp. 68.
67
Le Rider J., Modernity and crises of Identity: culture and Society in Fin-de-siecle Viena, op. cit., pp.
165.
68
Partsch S., Gustav Klimt: painter of women, op. cit., pp. 78.
69
Le Rider J., Modernity and crises of Identity: culture and Society in Fin-de-siecle Viena, op. cit. pp.
66.
20
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 838 -
complejo de castración. Este trastorno infantil se basa en la angustia que sufre el
niño cuando se da cuenta de que la mujer, incluida su madre, no poseen pene y se
despierta en él un miedo irracional a perderlo, de la misma manera este miedo se
enciende en el hombre de fin de siglo, el miedo de verse “castrado”, es decir
superado, por la new woman 70.
Vemos así como Judith se transforma en manos de Klimt en una dicotomía entre
María como mujer pura, debido a su carga bíblica previa al siglo XX, y Lilith como
mujer sexual y seductora. Por este hecho, la presencia de estos dos factores,
llevaron a un hecho destacado: el público, pese a la inscripción del título de la obra
en el marco, comenzó a denominar a esta obra “Salomé”. Algunos autores atribuyen
este cambio de título a la incompatibilidad de unir la figura bíblica con las
connotaciones sexuales de la obra, por ello A. Comini71 atribuye este hecho a un
acto inconsciente de la mentalidad social del espectador, a diferencia de D. Hammer
quien ve en esta “confusión” un hecho consciente por el que se crea una fusión de
las dos figuras basada en la decapitación del hombre72. A finales de siglo, las figuras
de Judith y Salomé son dos caras de la misma moneda, la primera de ellas símbolo
de pureza contrasta con la segunda como elemento de sensualidad mortal, pero
ambas tienen algo en común: la agresión a la figura masculina. Salomé asesinó de
forma consciente a San Juan pidiendo su cabeza, pero no fue ella quien llevó a cabo
la acción a diferencia de Judith: se crea así una figura que ejemplifica el deseo
femenino de matar, una figura que muestra la evolución de la desviación femenina y
la castración del hombre. Si vemos en Judith-Salomé la figura de la femme fatale
debemos hablar también de la unión de sus “víctimas”, Holofernes es el emblema
del deseo masculino mientras que San Juan es el modelo de hombre inocente, si a
ello le sumamos la idea de “crisis del ego masculino”, que reiteradamente hemos
comentado, da lugar a la idea de hombre víctima de la nueva mujer73.
La amenaza de la nueva mujer como femme fatale es advertida por la mirada de
Judith, la mujer ahora es una fuerza paralizadora, ya no es una figura pasiva a
merced del hombre sino aquella que puede acabar con el hombre y lo sabe. De aquí
70
Ibidem., pp. 67.
71
Fliedl G., Gustav Klimt, 1862-1918 : the word in female form, op. cit., pp. 140.
72
Hammer Tugendhat D. “Judith” en Klimt´s women, Natter T.G (ed.) y Frodl G. (ed.), New Haven:
Yale University Press, 2001, pp. 223-224.
73
Ibidem., 223.
21
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 839 -
proviene el éxtasis orgásmico de sexualidad, poder y muerte que la transforma en un
icono de la condición femenina.
4.Conclusiones
Como hemos podido observar a lo largo de este trabajo, a partir de la segunda mitad
del siglo XIX, la imagen femenina sufrió una transformación paralela al desarrollo
social, político y cultural a la que los artistas no fueron inmunes. Los logros en
educación, política y otros derechos- como la posibilidad de la planificación familiar o
el divorcio- que la mujer logró durante estos años ponía en tela de juicio la moral
occidental basada en la superioridad del hombre. En este ámbito, y con todo lo
expuesto, podemos afirmar que aquella mujer que los estudiosos comenzaron a
denominar ya en la época como new woman -aquella que pugnaba por nuevos
derechos- surgió en paralelo a las nuevas representaciones de mujeres malvadas,
crueles y déspotas que se englobarían bajo la denominación de femme fatale. En
ellas se veía encarnada la figura del mal, aquel ser que posibilitaba la destrucción
del hombre y con él la ley patriarcal que había impuesto. Medea, Morgana y Lilith,
junto a otras detestadas figuras femeninas, resurgirán en estos años de las sombras
en las que la historia las había sumido, a favor de la virginal figura mariana, y se
unirán al nuevo concepto de mujer convirtiendo a la new woman en aquella que
podía llevar al hombre y a la sociedad a la perdición.
Por otro lado, podemos afirmar la relación entre determinados artistas, como Dante
Gabriel Rossetti y Gustav Klimt, a través de la expansión de este modelo, surgido en
un primer momento en las Islas Británicas pero que más tarde se propagó por el
continente. Como ha quedado expuesto, esta difusión del nuevo modelo iconográfico
femenino respondió a un miedo irracional que asoló a la población masculina
occidental, el miedo a la pérdida de poder sobre la mujer-su objeto de dominación-
se vio impulsado por las nuevas corrientes filosóficas, psicológicas y literarias que
influyeron en los artistas. Así, observamos como a través de las contadas
exposiciones que el grupo Prerrafaelita realizó fuera del territorio inglés y los viajes
que diversos artistas realizaron a las islas permitieron el conocimiento del “eterno
femenino” y el miedo que este instauraba. Así, al continente llegaron estas nuevas
ideas, que promovidas por los medios antes expuestos, calaron en los distintos
artistas - como hemos dejado claro no podemos hablar de movimientos que tomen
esta iconografía como propia sino de determinados pintores- que la historiografía a
22
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 840 -
denominado como “simbolistas”. Así se creó una base cultural a la que Gustav Klimt
se volvió a la hora de desvincularse del historicismo que hasta ese momento había
primado en Viena. Con todo ello, podemos afirmar que el modelo femenino- entre
otras características- han permitido denominar a la Hermandad Prerrafaelita como
simbolistas ingleses, trazando de esta manera los últimos estudios una linea clara
entre éste y el denominado simbolismo vienés donde se cataloga a Gustav Klimt.
Por último, con este trabajo hemos comprobado la asimilación del modelo de estudio
por parte del pintor vienés. A través de los ejemplos expuestos, observamos como el
artista no fue inmune a esta iconografía que incluyó dentro de su propio “eterno
femenino”, siempre adaptándolo a la realidad y a las necesidades vienesas. Primero,
debemos aclarar que a diferencia de D. G. Rossetti -quien dedica su segunda etapa
casi por completo a este modelo-, Klimt combina esta representación con la de mujer
ideal, aquella que sigue manteniendo la moral que el hombre impone, como ocurre
en sus retratos, ya que esta representación solo era posible o deseada en mujeres
irreales, más propias del sueño o la fantasía. Que estas características se expresen
en un retrato es visto como una provocación, es decir, pese a atribuirles estas
características en el plano teórico su plasmación es escandalosa. Así, las mujeres
irreales de Klimt plasman el miedo que el artista, y sus congéneres, poseían sobre la
mujer del momento. Ella es la que puede destruir la ley del Padre -y con ella la
superioridad que los maestros de la academia imponían sobre los nuevos artistas-,
pero también la que puede acabar con el hombre, esta fuerza destructora femenina
se encarna en un erotismo y sexualidad que será clave en el artista. Para el pintor, el
arma de la mujer es su cuerpo, es ella misma, y ahora que es consciente de ello
puede aniquilar al hombre.
Pese a no estar plasmado como un objetivo a priori este estudio ha demostrado
como la mujer y su reiterada representación a lo largo de la historia nos da idea, no
solo de los cánones de belleza, sino de los cambios social que la incumben y que,
como ocurre en esta ocasión, han producido las nuevas ideas representadas
durante el siglo XX y la actualidad.
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25
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 843 -
La limosna y la aristócrata en Europa central
Ondřej Stolička
Para la gente del siglo XVII las limosnas eran la expresión tradicional de su fe.
Se han convertido en una parte importante de su vida cotidiana. Por lo contrario,
éste no era el caso de la noble Maria Justina Schwarzenberg (1618-1681) y de otras
nobles y plebeyas en Europa Central. Pero en primer lugar, para tener perspectiva,
es necesario una evolución de las limosnas en términos de su origen.
El origen de esta costumbre llegó desde una edad mucho más temprana al
siglo XVII. La palabra "Almosen" proviene de la palabra griega "eleēmosýnē" que
significaba un regalo misericordioso. El término religioso se difundió a todos los
idiomas europeos junto con la expansión del cristianismo en las tierras europeas. A
menudo se ocuparon los diversos eruditos de escribir sobre las limosnas en sus
tratados litúrgicos sobre la religión cristiana.1 Una manifestación de la misericordia a
través de la donación, como ya mencionó el autor del Evangelio de Mateo entre el
primer y el segundo siglo de nuestra era, destacando la humildad del donador y
carácter privado de su hecho. Los creyentes debían entregar una limosna sin
testigos presentes, sin aprovecharse de su misericordia como forma de fama
pública. En caso de aprovecharse de tales actos, entonces no recibirían su
recompensa de Dios.2
Durante la Edad Media Tomás de Aquino fue uno de los escritores religiosos
más importantes, que dio cabida en su "Summa Theologica" al significado de la
limosna. Caracterizó el término mencionado arriba de esta manera: “Su mismo
nombre, por otra parte, lo indica, ya que se deriva de la palabra griega misericordia,
igual que en latín la palabra miseratio (conmiseración). Y dado que, como hemos
expuesto la misericordia es efecto de la caridad, dar limosna es igualmente acto de
caridad mediante la misericordia.“ El erudito compartió las limosnas de la indigencia
1 Elba Maria FRANK, Der Gabe auf der Spur, eine soziologische Untersuchung zu Gabe und
Geschenk im gesellschaftlichen Kontext, Salzburg 2011 (Dissertation), p. 61.
2 “Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan
espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos
han recibido ya su premio. Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe
saber lo que hace la derecha: tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te
premiará.“ http://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/evangelio-segun-san-mateo/6/
(12.10.2015)
El noble checo instó a los creyentes a no dar solo limosnas, sino también a
comportarse piadosamente. En su obra ya habían aparecido rasgos esenciales del
sistema de la iglesia medieval, en la cual también nombró los ofrecimientos dignos
de Dios. En su parecer, estos principales regalos u frecimientos eran los diezmos y
los Ofertorios. A continuación, en su obra, se enfrentaron doctrina cristiana original
con la práctica contemporánea, y así mismo admitió la posibilidad de Ofertorios
involuntarios, por los cuales la Iglesia podría obligar a realizar el ofertorio. Tras esto,
3 http://www.documentacatholicaomnia.eu/03d/1225-
1274,_Thomas_Aquinas,_Summa_Theologiae,_ES.pdf (12.10.2015)
4 Tomáš ze ŠTÍTNÉHO, O obecných věcech křesťanských, Karel Jaromír Erben (ed.), Praha 1852,
pp. 250-258.
5 Ibidem.
6 František ŠIMEK (ed.), Učení M. Jana Rokycany, Praha 1938, pp. 139-142.
7 Jacques Le GOFF, Kultura středověké Evropy, Praha 1991, pp. 251-257.
8 František SVOBODA, Ekonomika daru, dar a jeho reflexe v ekonomické teorii, Politická ekonomie 1,
2010, pp. 110-112.
9 Zdeněk KALISTA (ed.), Korespondence Zuzany Černínové z Harasova s jejím synem Humprechten
10 SOA Třeboň, oddělení Český Krumlov, RA Schwarzenberků, inv. č. 18, sign. F.P.h/14, kart. 58.
11 Ibidem.
12 Udo BECKER, Slovník symbolů, Praha 2007, p. 110.
La regularidad con que las limosnas nobles eran otorgadas dio a entender su
gran misericordia y devoción a Dios, pero su frecuencia también podrían actuar
como algo fingido que sirvió más bien para su representación en la sociedad
barroca. Lo más probable es la primera opción confirmada por otras manifestaciones
de la solidaridad que no pertenecía a gastos ordinarios. La condesa Maria Justina no
dudó, si era necesario, en ayudar a sus súbditos. No siempre era del agrado de su
marido ya que a menudo la condesa no estimaba correctamente cuanto tenía para
dar.16 La historiadora Hanka Tlamsová atribuye en su obra la difícil situación
financiera de los Schwarzenberg a la insuficiencia de activos de Johan Adolf I.17 Sin
embargo, ese argumento lo refuta el testamento del archiduque Leopoldo Guillermo,
en el que el hermano menor del emperador Fernando III. legó al marido de la
condesa Maria Justina 250 000 de oro. Más bien, Johan Adolf Schwarzenberg
exhibió características innatas de un buen gerente que cuidó cuidadosamente de
sus arcas. En este sentido, trató también de controlar cualquier sirviente al que su
13 Ibidem, p. 256.
14 Ibidem.
15 Los libros de Maria Justina: Pierre LE MOYNE, La dévotion aisée, Paris 1652; Philipp
Adalbert von Harrach (1598-1667) VI, Wien 2010 (= Veröffentlichungen der Komission für neuere
Geschichte Österreichs 104/6), p. 280.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 855 -
origen africano quienes se unen a la población americana. Por tanto, esto dio
lugar a la primera mezcla racial existente entre tres poblaciones diferentes,
aportándose así una novedosa diversidad racial, este hecho es denominado
pigmentocracia. Es decir, la unión entre distintas razas dio lugar a las
combinaciones raciales, por ejemplo: la unión entre un español con una india
origina un mestizo, un mestizo con una española un castizo o un mulato con
una española un morisco.
Otro punto a destacar en la vida colonial es la organización
Administrativa de las colonias. De esta manera, fue aclarado que el Consejo de
Indias fue fundado en 1494 como organismo que se encargaba de todas las
causas civiles y penales relacionadas con América. Posteriormente en 1503
aparece un organismo que funciona como Cámara de Comercio denominado la
Casa de la Contratación. Esta era fundamental en el control de la Carrera de
Indias.
La población de estas colonias aumentaba a un nivel considerable con el
transcurso de los años. Para animar a la población europea a emigrar
inventaban mitos que inducían a la emigración como el que afirmaba que en
América se encontraba la fuente de la eterna juventud.
Por otro lado, para regular el tránsito de personas y mercancías entre
España y América existían las famosas capitulaciones, eran contratos de un
particular y la Corona para organizar viajes a América. Con el aumento
demográfico fue necesario imponer un régimen oficial en las colonias que
estuviese dirigido por los colonizadores. Así, a los conquistadores se les
encomendaba una tierra, llamada la encomienda, en las cuales habitaban
indígenas con la obligación de pagar tributos Aparecen entonces conflictos y
para solventarlos se instalan las Audiencias.
A pesar de su necesaria labor estas audiencias no ayudaron a la
población pues con el paso de los años se volvieron corruptas. Fue entonces
cuando la Corona decide imponer un régimen de Virreinatos para regular las
encomiendas, apareciendo así la figura de los virreyes. De este modo, las
Audiencias quedan relegadas a un papel secundario. Algunos de los virreinatos
mencionados en clase fueron el de Perú 1542 que controlaba las Audiencias de
Lima, Santiago y Cuzco o Nueva España que regia a Santo Domingo, México,
Guatemala y Guadalajara.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 856 -
Las primeras expediciones que salían de España hacia América eran
íntegramente masculinas. Es en la tercera expedición de Colón cuando por
mandato del rey debían de incluir un 30% de tripulación femenina. Esta
información sobre la identidad de los pasajeros nos viene hoy en día gracias al
Catálogo de Pasajeros a Indias en el cual aparecen nombres de pasajeros
desde 1526. De este modo, es posible averiguar el año en que mayor número
de mujeres viajó. Se trata de un número de 20 mujeres en 1528. Sin embargo,
en estos catálogos no es posible encontrar muchos datos sobre las mujeres
debido a la escasa proyección de las mujeres en la sociedad.
Por otro lado, las viudas eran las que tenían más derechos en la
sociedad, las solteras ninguno y las casadas tenían la autoridad de sus
maridos. Como consecuencia, aparecieron en la época muchos matrimonios de
mujeres jóvenes con ancianos. Para viajar, las mujeres también lo tenían difícil.
Las mujeres solteras debían de ir acompañadas de familiares y las casadas
tenían que demostrar que sus maridos la requerían desde América por medio
de una carta. La población femenina fue requerida en las colonias para intentar
mantener una población estable en las colonias. Sin embargo, la entrada tuvo
que ser restringida debido al elevado número de prostitutas que llegaron a las
colonias.
Curiosamente los conventos fueron creados como lugar digno al que la
población femenina podía optar. Las grandes familias con estatus social alto
tenían un excedente de mujeres. Estas mujeres que no se casaban eran
metidas en los Conventos convirtiéndose así en refugio de mujeres. A esto hay
que añadir algunas razones que explican la aparición de muchos conventos en
la época. Las dotes eran muy caras y a los padres les parecía más económico
meter a sus hijas en un convento. Es entonces cuando se fundan diversos
conventos femeninos como La Concepción en 1540, La Encarnación en 1593 o
San Jerónimo 1585.
Por otro lado, analizando el papel de la mujer en la vida colonial
descubrimos que algunas de ellas regentaron cargos importantes como la
gobernadora Villalobos. Esta mujer era la esposa del gobernador, ella siempre
acompañaba a su marido. La muerte de su marido provoco que ella se quedara
con su cargo hasta que no llegara otro funcionario. Por lo tanto, durante un
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 857 -
tiempo una mujer estuvo a cargo de un puesto tan importante como el de
gobernadora. Algo insólito en la época.
Además, otro cargo de mujeres era el de impresoras. La mayoría de las
imprentas femeninas estaban a cargo de viudas que decidían abrir la imprenta
tras la muerte de sus maridos. Por otro lado, en la vida dentro del convento
también encontramos mujeres a cargo de opuestos relevantes, algunos de
estos son: abadesa, Vicaria, profesora, escucha, sacristana, campanera etc.
Dentro del convento es posible diferenciar varios tipos de monjas como
por ejemplo; las monjas de velo negro eran quienes habían pagado su dote por
meterse a monjas, las monjas de velo blanco eran aquellas que no podían
pagarlo completamente y estaban al servicio de otras, las novicias eran jóvenes
que entraban nuevas y las niñas quienes estaban a cargo de las religiosas.
Una de las religiosas más destacables del siglo XVII fue Sor Juana Inés de la
Cruz. Sor Juana es una de las figuras más representativas de las letras
hispanas. Teniendo en cuenta la época de tradición patriarcal que le tocó vivir
fue una mujer que se adelantó a su tiempo logrando superar las fronteras
impuestas socialmente en tiempos coloniales a las mujeres. Esta mujer
constituyó un gran impacto en el mundo, al ser una mujer intelectual en un
universo donde muchas mujeres llevaron una vida de sumisión y silencio. Sor
Juana rompió el silencio que se esperaba de ella y defendió el derecho a la
inteligencia humana.
Conclusión
En conclusión, La historia que ha llegado a nuestros días nos ha sido
transmitida por diversos documentos escritos, gráficos u orales. En su mayoría
la perspectiva masculina ha caracterizado el relato de los hechos históricos.
Además, los protagonistas de esta historia transmitida han sido en gran parte
figuras masculinas que destacan por su celebre papel en la historia.
No obstante, el pasado está constituido por hechos históricos
protagonizados por personas que vivieron en esa época, hombres y mujeres.
Por tanto, la verdadera historia también contiene datos de hazañas realizadas
por valientes mujeres que jugaron un papel destacado en el transcurso de la
historia. Este aspecto de la historia ha sido silenciado y no se ha reflejado de
igual manera en la historia. El papel de la mujer en la historia ha sido
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 858 -
predominante para el progreso social, político y económico. Un ejemplo claro
de esta relevante posición activa en la historia la vemos en el proceso de
asentamiento y desarrollo de las colonias en América. Sin la existencia de las
mujeres el éxito de la vida colonial no hubiese sido tan rápido. Destacan
mujeres activas en la vida política, económica y social y religiosa que ayudaron
a sentar las bases de la sociedad y la cultura actual.
En definitiva, la verdadera historia debe ser contada a través de una
perspectiva neutral que contemple el papel de ambos géneros en el desarrollo
histórico. De no ser así tendríamos una historia manipulada por intereses
diversos y correspondería con el pasado. De este modo, contribuimos a la
liberalización y difusión del papel de la mujer en la historia colonial,
Bibliografía:
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 859 -
VII CONGRESO VIRTUAL SOBRE HISTORIA DE LAS MUJERES
INTRODUCCIÓN
Sus posturas eran muy variadas, en general se inscribieron en una corriente neo católica
vinculada al reinado de Isabel II; cada una de ellas desde un punto de vista particular. Si
Ángela Grassi o Faustina Sáez de Melgar proponían para la mujer el ideal de 'ángel del
El primer papel periódico dedicado a las mujeres de España fue La Pensadora Gaditana
editado en Cádiz entre el 14 de julio de 1763 y el 5 de julio de 1764, que reunió 52
pensamientos en los que criticaba la sociedad de la época. Su autora fue, además, la
primera periodista del país: doña Beatriz Cienfuegos. Mariano Nipho, en 1762 – en la
línea del despotismo ilustrado de Carlos III que buscaba mejorar la situación de la mujer,
permitiendo su acceso al trabajo –, había publicado una adaptación del semanario francés
L'ami des femmes, ideado por Mirabeau; pero es ella quien, un año después, inaugura la
prensa para mujeres. Su influencia será grande en todo el XIX, aunque su compromiso
con los derechos femeninos fue mayor que el de la mayoría de cabeceras posteriores.
De ella se sabe poco, y aún menos a ciencia cierta. La propia Cienfuegos en su época ya
lamentó que la tomaran por varón y afirmó que «todos porfían, y a su parecer con razón,
de que no es mujer la Pensadora. ¡Hay tal ignorancia! ¿Dios ha dado a las mujeres otra
alma distinta y de menos facultades que la de los hombres? ¿O procuran hacer valer
aquella antigua y errada opinión de que las mujeres eran animales imperfectos,
extendiéndola también a sus luces, sus discursos y a sus entendimientos? ¡Raro empeño!
¡Fuerte preocupación! Pero qué me admiro, si las que habían de ser más interesadas en
defender lo contrario son las que apoyan más estos disparatados raciocinios. Sí señoras,
las mujeres son las que se alejan de este beneficio (de que la naturaleza nos ha privado)
con la ignorancia y abandono de todo lo que es discurrir con fundamento, y con la
El tema de fondo, que en realidad se discutía, era si el 'bello sexo' tenía altura intelectual
para poder escribir como lo hacía la gaditana. Es verdad, sin embargo, que su caso fue
absolutamente excepcional y muy vinculado a, precisamente, su ubicación: Cádiz fue un
foco de proto liberalismo desde el siglo XVIII y gozó de una burguesía próspera e
internacional, de la que se carecía en el resto del país. De hecho, ella misma se hizo eco
de esa circunstancia diciendo: «yo, señores, gozo la suerte de ser hija de Cádiz, bastante
he dicho para poder hablar sin vergüenza. Mis padres (…) me enseñaron el manejo de los
libros y el buen gusto por las letras2».
Su obra es clave por inscribirse en la línea del liberalismo inglés – con fuerte crítica social
presente, por ejemplo, en medios como el Spectator – y por ser inédita en España al
vincular «la discusión sobre el papel de las mujeres en el nuevo orden – en el marco del
protoliberalismo emergente – con el de la función social de la burguesía. Porque esto
significa que, con independencia de que las soluciones imaginadas hoy puedan
parecernos más o menos conservadoras, se estaba valorando acertadamente la
importancia política que tenía el problema de la discusión del lugar que debía
corresponder a la mujer en el nuevo orden civil (…) dado que se empezaba a atisbar ya la
imparable incorporación de las mujeres a la vida colectiva3».
El ejemplo de Beatriz Cienfuegos fue seguido en el siglo XIX por muchas mujeres y,
aunque hasta hoy se sigue dudando de su sexo – pese a que, cada vez, más pruebas han
ido apareciendo confirmando su condición femenina –, lo cierto es que en torno a 1840,
con el efectivo ascenso de Isabel II al trono, la condición de autora femenina era ya
Como hemos dicho, a lo largo del XIX se produjo en España un goteo constante de
periódicos para mujeres que gozaron de distinta fortuna; la mayor parte sufrió la
precariedad del mercado y tuvo una corta vida, pero algunos lograron vivir más de veinte
o incluso de sesenta años, prolongándose su vida hasta el siglo XX. Cuando el 10 de
noviembre de 1810 las Cortes de Cádiz decretaron la libertad de prensa, el impulso que
se dio a este tipo de publicaciones fue enorme.
Surgió una auténtica 'periódico-manía' que, sin embargo, se frenó en 1815 cuando el
regreso de Fernando VII y del absolutismo prohibió toda la prensa, salvo la oficial. En el
Trienio Liberal (1820-1823) surgió El Periódico de las Damas, ideado por el afrancesado
León de Amarita que, por un lado, importa una prensa desconocida en nuestro país – la
de moda y salones – y que, por otro, recupera el género de la prensa femenina.
No obstante, la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis para abolir la Constitución de
1812 supuso el fin de ese espíritu doceañista y la vuelta de las prohibiciones. Solo la
enfermedad de Fernando VII y la precariedad en que su heredera, Isabel, se encontraba –
ante el desafío de su tío, el hermano del rey, Carlos María Isidro que intentaba hacerse
con la corona – llevó a la regente, María Cristina, a conceder libertades desde 1832 para
ganarse el apoyo de los liberales frente a los carlistas tradicionalistas.
Así aparece en julio de 1833, hasta 1835, El Correo de las Damas, que primero fue
dirigido y escrito por Larra y luego por Mesonero Romanos – siendo el uno progresista y
afrancesado, y el otro tradicional y casticista –. Tras esta publicación, aparecerán durante
la regencia de María Cristina y Espartero un rosario de cabeceras entre las que destaca
La Moda Elegante E Ilustrada (1842-1927). Sin embargo, en cuanto Isabel II ascienda al
trono en 1843 como mayor de edad será cuando se produzca la verdadera explosión de
Una de las publicaciones más destacadas fue la Gaceta de las Mugeres: Redactada por
ellas mismas – cuyo título aludía a la «importante novedad4» de que eran mujeres sus
autoras –. Se publicó desde el 14 de septiembre al 25 de octubre de 1845, tirando siete
números y el último con fecha de 2 de noviembre, cuando la dirección pasó a Gertrudis
Gómez de Avellaneda (1814-1873) que fue una cubana afincada en España que destacó
como romántica, poeta y precursora del feminismo, así como del desarrollo de la novela
hispano-americana.
También cabe destacar la figura de Ángela Grassi (1823-1883) que dirigió El Correo de la
Moda hasta que su muerte. Nacida en Italia, fue tomada como un modelo de
comportamiento. Su padre fue un músico que en 1829 se trasladó a Barcelona para
trabajar, causando a su hija una nostalgia por la patria perdida que reflejó en su trabajo.
Influida por la profesión liberal de su padre, se relacionó desde pequeña con el mundo del
arte, tocando el arpa y el piano en su niñez; además de recibiendo una excepcional
formación en geografía, retórica, literatura y arte francés e italiano, que la llevó a
licenciarse como maestra.
En 1837 su familia se traslada a Madrid y ella comienza a escribir obras de teatro y, junto
a su hermano, el libreto de una ópera. En 1866, su novela Las riquezas del alma es
premiada y al año siguiente adquiere El Correo de la Moda pero, como «la legislación
sobre prensa periódica decimonónica establece una clara diferencia entre la figura del
'Director' y la entidad jurídica del 'Editor-Responsible'5», es su hermano Carlos (1818-
1886) el que se hace editor responsable. Ella ejerce de directora pero la gestión no es
buena y necesitan contratar a un profesional, Gregorio Estrada.
Balmaseda (1837-1911) fue una actriz y escritora madrileña que empezó su carrera
literaria en 1860 con trabajos sobre la educación y labores de la mujer que se hicieron
muy populares, llegando a ser libros de texto oficiales para las escuelas de enseñanza
primaria. En torno a esa época inicia también su carrera periodística en publicaciones
como La Floresta o La Educación Pintoresca. Además hizo traducciones de novelas para
la sección de folletín de La Correspondencia de España durante más de treinta y cinco
años y fue crítica literaria desde 1864. Por si fuera poco, escribió crónicas de modas para
diversas publicaciones, entre las que destacó especialmente su labor en El Correo de la
Moda donde se ocupó de la sección entre 1866 y 1886.
La más interesante de todas las escritoras quizá fue Emilia Serrano, baronesa Wilson
(¿1833?-1922), que en 1857 lanzó en Madrid La Caprichosa y que continuó durante toda
su vida publicando diferentes cabeceras, novelas y estudios históricos sobre América y la
mujer. Fue una feminista, novelista y poetisa, muy vinculada al periodismo que fundó y
dirigió varias revistas femeninas. Se educó en París ya que su padre era diplomático.
Muy aficionada a la lectura, inteligente y políglota, tuvo una gran educación. En torno a
1860 conoció al barón de Wilson, un inglés con el que se casó, y del que enviudó dos
años después, quedando madre de una niña que moriría también a los cuatro años. Se
casó con el doctor Antonio García Tornel en 1874 pero desde 1865 su faceta más
destacada es la de viajera por América, que llegó a conocer con bastante profundidad
Pilar Sinués de Marco (1835-1893) fue su biógrafa y compartió con ella la visión
tradicional sobre la mujer. En torno a 1860 fundó El Ángel del Hogar, cabecera para
mujeres que, como su propio título indica, abogaba por un modelo conservador, de
sumisión de las féminas. Fue una escritora y periodista zaragozana, más conocida por el
seudónimo de 'Laura'. Educada en el convento de Santa Rosa, a los dieciséis años
publica la novela Rosa y luego el poemario Mis vigilias (1854).
En 1856 se casó con José Marco Sanchís y se mudó a Madrid, donde colaboraron
conjuntamente en prensa. Sin embargo – pese a ser muy religiosa y optar por trasladar un
modelo de mujer muy tradicional, basado en el amor a la familia y la vida en el hogar – fue
abandonada por Marco Sanchís y tuvo que mantenerse a sí misma, a través de la
escritura. Su obra es moralizante, ejemplar y un tanto sensiblera. A menudo se juzga de
forma demasiado crítica el tono moralizante de sus escritos pues la verdad es que abogó
por la educación femenina, animó a las mujeres a escribir – y a lucrarse a través de ello –
y si bien defendió el matrimonio, aconsejó los compromisos por amor (a diferencia del
CONCLUSIONES
Aparte de ellas, hubo otras: la nómina es casi inagotable. El siglo XIX, pese a su mala
fama y a la extensión del modelo de 'ángel del hogar' supuso también el camino para la
emancipación femenina, siendo el momento en que se dieron unos pasos fundamentales.
Como ya hemos mencionado, entre la negación y el aborrecimiento social a Beatriz
Cienfuegos en 1762 porque se dudaba que una mujer escribiera, en torno a 1840 ese
comportamiento ya no causaba ninguna sorpresa y la extensión de la educación fue
progresivamente conseguida, igual que la revalorización del trabajo femenino.
Como la figura de todas estas mujeres está muy olvidada, este trabajo pretende
reivindicarlas en sus modestas posibilidades aunque, también considera que, como dijo
Beatriz Cienfuegos: «no se cansen, es trabajo perdido; que no soy tan tonta que no
tomase muy bien las medidas para ocultarme antes de dar al público mis Pensamientos...
Conténtense Vms. con saber que la Pensadora es mujer (que lo es cierto), que las demás
circunstancias discurro que no son precisas para la aceptación de mis Discursos: ellos
solos serán los que se hagan su fortuna6»; lo importante es su obra.
Introducción.-
En nuestro día a día, todos/as y cada uno/a de nosotros contamos
historias: en casa, el trabajo, las penas, las alegrías. Todas nuestras charlas y
comentarios son narraciones. Y qué mejor para contar/narrar historias que el
cine, primero a través de imágenes en movimiento, más tarde también con las
palabras, ahora con unas sobredosis de efectos especiales que a veces
superan a las historias que cuentan y a la labor de actores, actrices y
directores/as. Da igual como sea el formato elegido, cuál sea la historia
escogida para ser contada, o quién va a protagonizarla, lo que es indiscutible
es que con el cine soñamos, nos emocionamos, reímos, sufrimos.
Cine y literatura no pueden desvincularse, pues un número muy importante de
películas no existirían de no haberse hecho una adaptación de un texto
literario. Pero, sin embargo, el también llamado séptimo arte, no tiene tan clara
la relación con las bellas artes o las artes plásticas. Sí se ha llevado la vida de
determinados artistas al cine, Van Gogh, Toulouse Lautrec, Modigliani,
Picasso: El loco del pelo rojo, Moulin Rouge, Los amantes de Montparnasse,
Sobrevivir a Picasso, sólo por citar algunas. Más allá de eso poca vinculación
se logra establecer salvo con filmes que en sí son obras de arte pues se
convierten en auténticos cuadros con vida, como pasa con el mediometraje
Una tarde en el campo de Jean Renoir, que homenajeando a su padre, el pintor
Auguste Renoir, recreó en esa obra toda una serie de cuadros impresionistas.
Surge de ese interés, y de la falta de textos que hablen sobre ello, esta
breve comunicación en la que no se analizarán secuencias de cine, no se
profundizará en cuestiones técnicas, ni se estudiarán métodos
cinematográficos, pero sí se mirará el cine y la historia de las mujeres en el
cine desde otro punto de vista: analizando una serie de obras pictóricas que se
acercan al cine, y en concreto al mundo de las actrices, a través de mujeres
que han sido protagonistas de películas y también de obras de arte. Son obras
de artistas muy diferentes, de distintas épocas, con poco que ver
aparentemente salvo la temática. Muy diferentes, pero muy semejantes, todos
En todo ese cúmulo de labores y personas están las actrices. Mujeres que
dedican su vida a una vocación: interpretar textos para un público que los
disfruta. Actrices que existen desde la Antigüedad y está claro que, desde
siempre, se han convertido, queriendo o no, en símbolos, modelos a seguir,
bien por su talento o por su belleza. En un congreso que trata sobre cuestiones
de género, y/o historia de las mujeres no podía faltar un apartado dedicado a
visibilizar o poner en valor ciertos nombres del cine o teatro que actualmente se
nos olvidan o pasan desapercibidos para muchos de nosotros/as, bien por la
lejanía en el tiempo, bien por la sociedad en la que vivieron que impidió que su
éxito fuera mayor.
La selección de obras.-
Empieza este recorrido en pleno Neoclasicismo, con dos obras del pintor
español más célebre de la época: Francisco de Goya1, quién retrató a una
actriz teatral en dos ocasiones, en 1794 y en 1799. Son dos retratos de la actriz
María Rosario Fernández, que protagonizaba sobre todo de tragedias clásicas
y era conocida por sus papeles de mala. De su esposo, también actor, llamado
<<el Tirano>> tomó el seudónimo y con él llegó a poner en Barcelona un teatro.
1
Fuendetodos ,1746- Burdeos, 1828.
2
Albi, 1864-Saint André du Bois, 1901.
3
Valencia, 1863- Madrid, 1923.
Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista (1934-
35).
Esta obra es un collage sobre papel que fue realizada sobre una foto de la
actriz de cine Mae West (1893-1980). Partiendo de esa foto, Salvador Dalí4
creó un apartamento surrealista usando los rasgos faciales de la actriz como
muebles y motivos ornamentales. La actriz era famosa por su trabajo pero
también-como la que antes pintara Toulouse Lautrec- por su físico, y se llegó a
considerar como un maniquí casi fetichista para los surrealistas.
La imagen real crea otra nueva, y para ello mezcla materiales duros y blandos.
Los blandos -pelo y boca- simbolizan la sexualidad
4
Figueras, 1904-1989.
Iconos (1962).
5
Coyoacán, 1907-1954.
6
La actriz tenía problemas económicos y laborales que la llevaron a esa trágica decisión.
7
Nace en Los Angeles en 1928. Se hizo famosa en el cine por su atractivo físico como ingenua mujer
fatal. Muere en 1962.
El pop art sigue a día de hoy vigente gracias a artistas como Antonio de Felipe(
Valencia 1965), que retrató al puro estilo Warhol a la actriz Sara Montiel, icono
de belleza para el cine español, según palabras del propio artista <<Era la
Marilyn Monroe española8>>, y exponente de la sensualidad, acentuada en el
caso de la obra de De Felipe con el rojo del clavel que acerca a los carnosos
labios mientras mira fijamente al espectador.
8
http://www.rtve.es/noticias/20130408/sara-montiel-icono-pop-icono-gay/633401.shtml
9
CARUNCHO, Luis (2000): << María Antonia Dans>>, en Artistas galegos, pintores ( posguerra I).
Vigo: Nova Galicia edicións. Pp.376-413
Como epílogo a esta galería de actrices, qué mejor que terminar con una
mujer conocida por su labor en la interpretación y que descubrí casualmente
mientras leía e indagaba para redactar esta comunicación: La valenciana
Amparo Climent, quién desde el 2008 ha realizado diversas exposiciones
individuales y colectivas y entre ellas Mujeres, un homenaje a algunas de las
mujeres del siglo XX, que por sus capacidades y/o valores abrieron caminos o
10
Nueva Jersey, 1954.
11
http://www.vanityfair.com/hollywood/photos/2014/03/chuck-close-hollywood-portfolio
Conclusiones.-
Llegados aquí cabe decir que no sé trató en este breve trabajo de hacer
un estudio de gamas cromáticas, ni de composiciones, tampoco se analizó
cada uno de los movimientos o estilos artísticos a los que pertenecen los/las
creadores/as. Estas líneas son un esbozo de lo que será un trabajo más
exhaustivo sobre el tema, que aquí, por la limitación de espacio se presenta a
través de una selección de imágenes en las que los y las artistas se acercan al
retrato femenino de actrices de cine y teatro. El trabajo se completará
analizando más obras del mismo tipo y sobre todo, con retratos de actores para
poder establecer la comparativa con sus colegas mujeres.
En una clara mayoría de artistas varones (diez) frente a mujeres (cuatro) desde
el último tercio del siglo XVIII al año 2014 todos/as coinciden en elegir la misma
temática para sus retratos pero con diferentes connotaciones. A modo de
síntesis, de las obras comentadas, las piezas realizadas ente el siglo XVIII y la
primera década del XX suelen decantarse por destacar las cualidades
interpretativas de las damas que retratan. A partir de la tercera década del XX
ya en pleno esplendor del cine hollywoodiense y el star system, el interés
radica en resaltar la belleza física, y sólo las cuatro artistas femeninas amplían
el significado de los retratos añadiendo connotaciones distintas, normalmente
con cierta carga psicológica y/o conceptual. Chuck Close, es la excepción
entre los artistas, en sus fotos se mete de lleno en las cuestiones de género
con sus fotografías de actrices desnudas de maquillaje que son una clara
crítica y llamada de atención contra la dictadura de la eterna juventud y belleza
en el séptimo arte, donde las protagonistas femeninas acaban siendo esclavas
de su físico. Trata con estas fotos de ensalzar el tan repetido dicho de que la
12
Margarita Xirgú nace en Molins de Rey en 1888 y fallece en Montevideo en 1969.Actriz y directora
teatral que destacó por sus interpretaciones dramáticas.
13
María Casares (A Coruña,1922- Alloue 1996) fue una actriz de teatro y cine que triunfó en
el exilio en Francia.
1
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 885 -
Introducción
Conceptos
1
La pera o la pera de la angustia era un instrumento de tortura consistente en un objeto
metálico con forma de pera que era introducido en la vagina de la víctima. Una vez en el
interior, se abría, produciendo numerosos desgarros en el útero a los que muy pocas mujeres
lograban sobrevivir. Aunque su uso se centraba en su introducción por la vagina también era
utilizado a veces introduciéndolo por el ano, lo que hacía extensible su uso también a los
hombres.
2
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 886 -
colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus
productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia.”2
Por tanto es un período marcado por dicha opresión por parte de los hombres
sobre la mujer, de unas normas de conducta y unas leyes que originaran el uso
de la pieza de estudio, el cinturón de castidad, y que queda intrínsecamente
relacionado con la salvaguardia del honor de la familia. El honor, en este caso,
sería cogiendo la acepción de la honra:
Así pues habrá que mantener ese prestigio y herencia nobiliaria mediante el
control de la castidad y para eso se hará uso, entre otras precauciones, el
cinturón de castidad. La preocupación por la paternidad de las nuevas
generaciones siempre a preocupado a los hombres pues pater semper
incertus. La única certeza que podían tener sobre la procedencia de un recién
nacido era la madre que lo había concebido. Por esa causa, para poder
asegurar un linaje honroso era fundamental conocer con certeza el origen de
cada recién nacido, para saber que la sangre del padre y su nobleza seguiría
en las nuevas generaciones.
3
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 887 -
utilizaban para asegurar la castidad de las hijas antes de casarlas o durante
largas ausencias del marido.
El cinturón de castidad
4
http://lema.rae.es/drae/?val=honra, 15/09/15.
5
Diccionario ideológico feminista, Victoria Sau. 1981. Capellades (Barcelona).
6
Revista alicantina de estudios ingleses, Men don’t have nothing like virginity, Carmona, P.
2003, 16, p. 21-34. Trabajo que no trataremos en profundidad pues es algo posterior en el
tiempo.
4
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 888 -
debido a la corrupción de la Iglesia en diversas materias, sobretodo en la
sexual, donde muchos religiosos eran acusados de pecados como la simonía7
o la ruptura del celibato, hasta el punto de llegar a casarse y tener
descendencia. La pregunta que suscita esta situación es ¿por qué las mujeres
son obligadas a ser vírgenes y los hombres no?
La virginidad viene de mucho antes que la sociedad cristiana, sus raíces están
en las antiguas sociedades que había en el mediterráneo antes, incluso, que
Roma:
7
Pago de una cantidad a cambio de la salvación.
8
Studia historica. Historia Antigua. Virginidad-fecundidad: en torno al suplicio de las Vestales,
Martínez López, C. 1988, 6, pp. 137-144.
5
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 889 -
dictaminó que la única función del sexo era la reproducción, de modo que todo lo
que se alejaba de ello era pecado contra natura.”9
9
Clio & Crimen: Revista del Centro de Historia del Crimen de Durango, La sexualidad medieval
en sus manifestaciones lingüísticas: pecado, delito y algo más, Montero, E. 2010, 7, pp. 41-58.
10
Alteridades (Revista de la Universidad Autónoma Metropolitana de Iztapalapa), Pureza
sexual y patrilocalidad: el modelo tradicional de familia en un pueblo campesino, Fagetti, A.
2002, Vol. 12 n.24, pp. 33-40.
6
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 890 -
Aun así el cristianismo no sólo imponía esta moral sino que incluso
recomendaba a sus creyentes el uso de esta considerándola necesaria: “A rich
tradition that saw in chastity an excellence to be encouraged, promoted, and
safeguarded in accordance with the chosen life-style of Christians, whatever it
might be.”11 Negando pues, que se pueda ser un buen cristiano si no la
cumples.
Pero no es algo olvidado en la Edad Media sino que continúa hoy en día.
Afortunadamente la imposición de la virginidad en las mujeres ya es algo muy
residual, sobretodo la imposición violenta de ésta, pero es muy común en
nuestra sociedad acusar rápidamente a una mujer de promiscua (llegando a
vejar incluso con el término prostituta), mientas que al hombre (en el caso
opuesto) se le alaba por su gran habilidad. Además aún tenemos refranes que
tratan sobre ello: “Malas son de guardar las viñas en septiembre y las doncellas
siempre”12.
“As Pierre Payer has shown in his study of sexual norms and regulations in later
medieval Europe, virginity, widowed continence, and married chastity comprised “the
three parts of temperance that were traditionally associated with the moderation of
sexual behaviour.””13
11
San Jerónimo
12
Aconseja a estar vigilantes para no perder la cosecha antes de la recolección de la uva y
para que no pierda la virginidad la doncella que está a nuestro cuidado. Ficha del refranero
multilingüe del Centro Virtual Cervantes, a día de 29/10/11.
13
Journal of the History of Sexuality, Temples to Christ’s Indwelling. Forms of Chastityin in a Barking
Abbey Manuscript, Nicole R. Rice. January 2010, Vol. 19 num 1, pp. 115-132.
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VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 891 -
En lo referente a las hijas, son utilizadas como una posesión más, para
vincularse a otros linajes ya sea por beneficios económicos o políticos. Así
pues deben ser “mercancía de calidad” y, para poder ser aceptadas en los
intercambios, exigen esa virginidad. En gran parte para asegurarse que
cualquier posible descendiente sea realmente un buen continuador del linaje
para el hombre. De esta forma se reduce a la mujer a algo puramente físico, a
no más que un objeto. En realidad, en el derecho civil portugués que sirve
como buen ejemplo para la época tratada, queda dividido en 2 las dotes de la
mujer:
“According to this law, every bride had to bring a dowry to her marriage and every
bridegroom had to endow his future wife with a dower. This was a kind of
convergence between the Roman tradition of the dos (paid by the bride’s father or
family to the groom) and the Germanic traditions of the bride price (paid by the groom
to the bride’s father or family) and the morning gift (given by the groom to his wife
after the consummation of their marriage as a reward for her virginity)”14
Así pues queda estipulado que las tierras que cede la familia a la nueva pareja
las ceden, única y exclusivamente, como pago a esa virginidad; por tanto esa
virginidad, como ya se ha mencionado, era utilizada como un negocio. Esta
línea de pensamiento conduce a una represión sobre la mujer que no es
únicamente de carácter físico, sino también de carácter psicológico, al ser
continuamente observada y no poder expresarse de la misma forma que el
sexo opuesto. La virginidad en las clases más privilegiadas exigía pruebas y el
cinturón de castidad podía utilizarse para corroborarlo. Aunque no únicamente
para ello. El cinturón también evitaba que esa mujer pudiera librarse de un
matrimonio que no quisiera, pues una vez comprometidos este compromiso iba
vinculado a la virginidad de la mujer, por tanto, si no estaba de acuerdo con el
matrimonio podría romper el compromiso practicando relaciones sexuales con
otro hombre. Por ese motivo, una vez comprometida la hija con algún hombre
mayor y/o de no agrado para ella, no sería de extrañar que el padre decidiera
evitar que su hija hiciera un uso que él consideraría inadecuado de su sexo y la
controlara con el cinturón de castidad.
14
E-Journal of Portoguese History, For the honor of her lineage and body, Ana María S.A. Rodrigues.
2007, Vol.5 num.1, pp. 1-13.
8
VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 892 -
El caso más famoso es el de la imposición del marido sobre la mujer. Esto
sucedía porque esa virginidad se debía salvaguardar por los siguientes dos
motivos: “a) el derecho de exclusividad sexual del marido sobre la mujer; b) se
garantiza la no confusión de la prole.”15 Entonces, para asegurarse esa
exclusividad cuando los maridos se ausentaban por motivos de guerra o
política, probablemente durante años, dejaban a sus (el uso del determinante
posesivo es claro pues eran una posesión) mujeres con el cinturón de castidad
para poder salvaguardar su honra. En cambio, ellos, no tenían nada que les
impidiera acostarse con otras mujeres, en realidad era lo más habitual. Esto
producía una situación muy problemática ya que la guerra y los viajes tenían
unas tasas de mortalidad muy elevadas, por lo que quedaban muchas mujeres
en sus tierras condenadas a portar esos instrumentos de tortura hasta el día de
su muerte. Día que podía precipitarse por el riesgo de infección que va unido al
uso del cinturón que le acompañaba las veinticuatro horas del día. Los
cinturones eran una potencial fuente de infecciones e impedían el
mantenimiento de la higiene común en la época, la cual ya era muy reducida de
per se.
15
Revista alicantina de estudios ingleses, Men don’t have nothing like virginity, Carmona, P.
2003, 16, p. 21-34. Trabajo que no trataremos en profundidad pues es algo posterior en el
tiempo.
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VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 893 -
familia del difunto marido que amenazara con quitarle parte de su propiedad; ya
que en el caso de que tuviera algún hijo con el marido (el primero), podría ser
un riesgo si tuviera un nuevo marido que las tierras no pasaran al heredero de
su linaje. Así pues se sentían presionadas por ellos y por la religión, ya que
como hemos visto en San Jerónimo, era necesario ser puro y casto para ser un
buen católico.
Conclusiones
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VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 894 -
masculinos, que eran los que debían (según su pensamiento) ser considerados
como positivos. De esta forma el cinturón de castidad es únicamente una
herramienta más de control de la mujer por parte del hombre.
Queda pues solo por contestar una pregunta, la que nos hace Carmona, ¿por
qué los hombres no tienen algo parecido a la virginidad? Parece que la
respuesta más simple es también la más clara; ellos tenían el poder.
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VII Congreso virtual sobre Historia de Las Mujeres - 895 -