TEMA 4: Catálisis Enzimática

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TEMA 4: CATÁLISIS ENZIMÁTICA

Índice
- La acción catalítica
- Especificidad de la acción enzimática
- Nomenclatura y clasificación de las enzimas
- Perfil energético de la reacción enzimática (importante)
- Centros activos de las enzimas
- Mecanismo de la acción enzimática
- Catálisis ácido-base y catálisis covalente

La acción catalítica

Lo primero que tenemos que saber de la acción catalítica es que los catalizadores no
afectan a la variación de energía libre de Gibbs (ΔG) y consecuentemente tampoco
modificará la constante de equilibrio de la reacción. Para ilustrar este punto veamos un
ejemplo:

Reacción bioquímica catalizada por la malato deshidrogenasa que cataliza la conversión


de malato y oxalacetato. Esta es una de las tantas que configuran el ciclo de Krebs.

En esta reacción es de oxidación-reducción: el malato se interconvierte con el


oxalacetato al sufrir una oxidación en su carbono 3 y así da lugar a un carbonilo (C=O) en
el oxalacetato. Vemos que para que se de esta reacción participan los compuestos NAD⁺
(forma oxidada) y NADH (forma reducida), que son cofactores. Más concretamente son
coenzimas, moléculas de naturaleza orgánica no protéicas que se unen débilmente
(enlaces no covalentes sino interacciones débiles) a la enzima.

Si nos resulta más cómodo podemos pensar en los compuestos NAD⁺ y NADH como
sustrato y producto de la reacción respectivamente. De modo que tanto malato como
NAD⁺ son sustratos de la malato deshidrogenasa y oxalacetato y NADH son los productos
de la reacción (en el sentido que la tenemos representada).

Evidentemente esta es una reacción reversible y la enzima cataliza ambas reacciones,


la directa y la inversa.
Un dato termodinámico interesante es la variación de la energía libre estándar ( a pH 7),
que es de 29,7 kJ/mol. Lo primero en lo que nos fijamos en el signo de ese valor. Como en
este caso es positivo deducimos que la reacción es endergónica. Esto quiere decir que si
partimos de condiciones normales (concentraciones de todos los productos y reactivos a
1M) y dejando que la reacción evolucione, en el equilibrio voy a encontrar que la reacción
habrá evolucionado de forma neta en el sentido inverso (←).

Ahora se nos plantea la siguiente pregunta: Si partimos de condiciones estándar y en


ausencia de enzima ¿cuál sería la concentración de malato una vez alcanzado el
equilibrio? ¿y en presencia de la enzima? ¿En qué supuesto se alcanzaría antes dicha
concentración de equilibrio?

Tenemos que calcular la concentración de malato en el equilibrio y el único dato del que
disponemos es de ΔGo . Con ello puedo calcular el valor de la K eq porque sabemos que se

relacionan mediante la ecuación: ΔGo = - R T lnKeq

Hallamos así que Keq = 6·10⁻⁶. Este valor tan pequeño es coherente con el con el hecho
de que nuestra reacción es endergónica.

Debemos saber que:

→ Para reacciones exergónicas (espontáneas en el sentido directo) la K eq toma valores


mayores que 1.

→ Para reacciones endergónicas la Keq toma valores menores que 1.

→ En el equilibrio Keq será igual a 1. Si partimos de condiciones estándares resulta que


nuestra situación de partida es ya el equilibrio.

Como en nuestro ejemplo K < 1, evoluciona en el sentido inverso. Planteamos ahora


una ecuación para calcular la concentración de malato en el equilibrio:

¿cuál será la concentración de oxalacetato en el equilibrio? Será 1M (concentración


inicial) menos lo que se consuma (x). Pero hay que tener en cuenta que la concentración
de NADH en el equilibrio tiene que ser igual a la del oxalacetato, ya que se parte con las
mismas concentraciones y se consumen con una proporción 1:1.

La concentración de malato en el equilibrio será 1M más lo que se ha producido y


concentración de NAD⁺ será igual a la de malato por lo mismo que ya hemos explicado.
Al despejar x sabremos cuanto oxalacetato se ha consumido y cuanto malato se ha
formado. Y la concentración de malato en el equilibrio en ausencia de enzima será 1+x.

La concentración de malato en el equilibrio será la misma tanto en ausencia como en


presencia de la enzima, ya que los catalizadores NO afectan a la constante de equilibrio.
Las enzimas aceleran reacciones pero si la reacción no es espontánea
termodinámicamente por más concentración de enzimas que haya no se va a dar esa
reacción en ese sentido.

Ahora bien, el tiempo necesario para alcanzar dicho equilibrio sí va a variar


sustancialmente: en ausencia de la enzima será un periodo prolongado y en presencia de
la enzima será un tiempo muy corto. Esto se debe al alto poder catalítico de las enzimas,
al acelerar el proceso se alcanza mucho antes el equilibrio. El efecto de las enzimas es
acelerar la velocidad de las reacciones pero no afectan al equilibrio.

Para esta misma reacción (reversible) vamos a considerar las Leyes diferenciales de
velocidad, es decir, las ecuaciones de velocidad unidireccionales:

La velocidad unidireccional directa vendrá dada por la ecuación: V d = Kd [Malato][NAD⁺]

Y de forma análoga la velocidad unidireccional inversa será: Vi = Ki [OAA][NADH]

Una vez más estas ecuaciones nos indican que los catalizadores no afectan a las
contantes de equilibrio(Keq) pero sí que aumentan a las constantes de velocidad (k
minúscula). Pero para que se cumpla la primera condición de que los catalizadores no
afecten a la Keq tenemos que concluir que tanto la k d como la ki se tienen que aumentar,
ambas. Vamos a razonar esto a continuación.

La constante unidireccional directa (k d) en presencia del catalizador la escribimos con el


superíndice “con”) y la constante de velocidad directa sin el catalizador la denoto como k d
y con el superíndice “sin”.

Si el catalizador lo que hace es aumentar la constante de velocidad eso quiere decir


que la constante de velocidad directa con catalizador será un número de veces la
constante de velocidad directa sin catalizador. Ese número de veces lo representamos con
α (α > 1, porque si fuera igual a 1 querría decir que no afecta a la constante de velocidad
y si fuera menor que 1 la estaría disminuyendo).
El razonamiento ahora para la constante de velocidad inversa con catalizador y sin
catalizador va a ser análogo. Solo que ahora llamaremos β al número de veces que
aumenta ki. En principio nos podemos preguntar cuál de estas 3 posibilidades se da:

El caso que se da realmente es que tanto α como β son mayores que 1 e iguales entre
sí. Vamos a demostrar que para que el catalizador no afecte al valor de la constante de
equilibrio, α y β deben valer lo mismo:

En el equilibrio lo que ocurre es que la velocidad directa se iguala con la velocidad


inversa. Si tenemos una reacción tal que A ⇌ B, en el equilibrio las concentraciones de A y
B no varían con el tiempo pero eso no quiere decir que no se esté transformando A en B y
viceversa. Sí que ocurren esas transformaciones en el equilibrio pero no hay ganancia neta
ni de [A] ni de [B] porque la Vd se iguala con la Vi.

Esta razón entre las concentraciones de B y A es lo que llamamos constante de


equilibrio y acabamos de ver que es igual al cociente de las constantes de velocidad
directa e inversa.

Al aumentar por un factor multiplicativo (α) la constante de de velocidad k1 en la


dirección sustrato a producto, el catalizador debe aumentar la constante de velocidad k 2
en el sentido contrario (producto a sustrato) por el mismo factor multiplicativo (α = β)

para que no sea modificada la constante de equilibrio de la reacción. Si alfa no fuera igual
a beta no se cumpliría la igualdad y estaríamos modificando la Keq
En definitiva la presencia de un catalizador no afecta a ΔG ni a Keq, lo que hace es
aumentar la constante de velocidad directa (k d) en la misma magnitud en la que aumenta

kd
la constante de velocidad inversa (ki). Así se mantiene constante la razón: Keq =
ki

Hemos dicho que los catalizadores aceleran las velocidades de reacción pero volviendo
a mirar la reacción de Eyring nos preguntamos ahora sobre qué variable/parámetro puede
actuar ese catalizador

Claramente podemos descartar que ese parámetro sea alguna de las constante (de
Boltzman, de Planck, R o el número ‘e‘). Claramente tampoco actuará sobre la Tª. Las
enzimas actuarán sobre el valor de ΔG≠. Esta energía libre de activación siempre toma
valores positivos y nos solemos referir a dichos valores como la barrera cinética.

Este es un esquema energético en el que el sustrato está representado por esa bola
verde que se encuentra a un cierto nivel de energía. Cuando ese sustrato se convierta en
producto acabará con un nivel de energía inferior al de partida (si la reacción ha de ser
espontánea y exergónica y por ello disminuye su contenido energético). Pero para que se
de dicha reacción (incluso aunque sea espontánea) el sustrato tiene que superar una
cierta barrera energética. La altura de esa barrera energética es el valor de ΔG ≠ y los
catalizadores van a actuar disminuyendo ese valor de ΔG≠.

Cuando no hay catalizador, ΔG≠ toma un valor elevado pero cuando hay un catalizador
presente ese ΔG≠ será menor de forma que la barrera cinética también disminuirá. De esta
manera el sustrato podrá superar dicha barrera con mayor facilidad y la reacción ocurrirá
con mayor velocidad.
Especificidad de la acción enzimática

Cuando decimos que las enzimas son catalizadores específicos nos podemos estar
refiriendo a distintos aspectos. Conviene diferenciar lo que es la especificidad se acción de
lo que es la especificidad de sustrato:

→ Especificidad de acción

Esto tiene que ver con el tipo de reacción que cataliza una enzima. Pongamos por
ejemplo las reacciones de hidrólisis, que suceden cuando se rompe un enlace covalente en
el reactivo gracias a la mediación de una molécula de agua:

A-B H2O → A + B

Las enzimas que catalizan reacciones de hidrólisis, generalmente no catalizan otro tipo
de reacciones. Por lo tanto hay una cierta especificidad de acción, es decir cada
catalizador se caracteriza por la reacción sobre la que actúa.

Pero podemos aumentar aún más la especificidad de acción ya que hay muchos tipos
reacciones de hidrólisis. No es los mismo las hidrólisis de un enlace éster, de lo cual se
encargan las lipasas, que la de un enlace amida, que catalizan las proteasas. Ambas
enzimas son hidrolasas pero cada una se encarga de romper un tipo de enlace concreto.
Normalmente una lipasa no tiene acción proteasa y viceversa. Existe una especificidad de
acción pero podemos ir más allá ya que son específicas incluso para los tipos de enlaces
que rompen por hidrólisis.
→ Especificidad de Sustrato

Vamos a seguir con el ejemplo de una hidrolasa que hidroliza un enlace amida. Hay
muchas proteasas pero no todas muestran la misma especificidad de sustrat. En el caso
del ejemplo vamos a considerar un tipo de amidohidrolasa como es la glutaminasa que
participa en la hidrolisis de la glutamina, dando lugar glutamato y una molécula de
amoníaco (NH3).

El enlace que se ha hidrolizado es una amida pero la glutaminasa muestra especificidad


de sustrato por el hecho de que puede romper ese enlace cuando el sustrato es la
glutamina pero no cuando es la asparragina. Para romper el enlace amida de la
asparragina es preciso otra enzima distint que es la asparraginasa y cada una de estas
enzimas muestra especificidad de sustrato.

Al igual que antes con la de acción, también podemos encontrar distintos grados de
especificidad de sustrato. Por ejemplo la glutaminasa de mamíferos hidroliza ese enlace
amida solo en el aminoácido glutamina, pero además su especificidad va más allá puesto
que hidroliza los enlaces de las L-glutamina pero no de las D-glutamina.

Esto no quiere decir que todas las enzimas tengan estereoespecificidad, muchas
hidrolasas son menos específicas e hidrolizan tanto el isómero L como el isómero D.

Hay que tener en cuenta que una mayor especificidad no es siempre lo mejor. A veces
una especificidad no muy alta puede representar una ventaja selectiva.
Nomenclatura y clasificación de las enzimas

Ya hemos observado que las enzimas pueden llegar a ser tan específicas que llegan
hasta el punto de que distinguen enantiómeros o isómeros óptimos de un sustrato. Dada a
la diversidad y la gran cantidad de reacciones metabólicas que existen debe haber
también una gran diversidad de enzimas distintas. Y efectivamente a día de hoy se
conocen miles y miles de enzimas descritas y caracterizadas. Por lo tanto para poner un
poco de orden en esta gran diversidad de enzimas, conviene definir unas normas sobre la
taxonomía y la nomenclatura para referirnos a ellas. Conviene unificar criterios a la hora
de nombrar las enzimas y de esto se encarga la Comisión de Enzimas.

Las recomendaciones de la Comisión de Enzimas, organismo perteneciente a la IUBMB,


es que el nombre que reciba una enzima haga alusión a la reacción catalizada (es decir, a
la especificidad de acción) con la terminación –asa. Además, cuando la reacción catalizada
tenga un mecanismo de reacción constituido por varias etapas, cada una catalizada por un
centro activo independiente (sitios diferentes de la enzima), es conveniente referirnos a la
proteína enzimática como sistema. Por ejemplo, sistema de la piruvato deshidrogenasa o
sistema de la alpha-cetoglutarato deshidrogenasa.

A finales de los años 50 dos autores, Dixon y Webb hicieron una propuesta, que es la
que sigue en vigor hoy en día. La propuesta consistía en clasificar todas esa miles de
reacciones metabólicas existentes en solo 6 categorías. Cualquier reacción metabólica se
puede adscribir perfectamente a una de las siguientes:

La categoría 4 son las liasas y son enzimas que catalizan las reacciones de rupturas y
también formaciones de enlaces covalentes (ya que las reacciones catalizadas por las
enzimas son reacciones reversibles) sin la mediación de moléculas de agua.

En la categoría 6 conviene distinguir las sintetasas que son las enzimas que actúan con
participación de ATP y las sintasas que catalizan las reacciones sin intervención de ATP.
Vamos a ver un ejemplo perteneciente a la primera categoría, a la de las
oxidorreductasas. La enzima escogida es la alcohol deshidrogenasa y ese es ya su nombre
pero además, a cada enzima se le asocia una especie de código de identificación. Ese
‘código’ asociado a cada enzima siempre tiene primero las letras EC. (que quiere decir de
la Comisión de Enzimas) y 4 dígitos separados por puntos.- El primer dígito puede tomar
valores del 1 al 6, que se corresponden a qué tipo de reacción cataliza la enzima (una de
las 6 categorías que acabamos de ver). En el caso de la alcohol deshidrogenasa su primer
dígito va a ser un 1 puesto que es una enzima oxidoreductasa.

- El segundo dígito hace alusión a cual es el dador de electrones. En el caso de la


alcohol deshidrogenasa es el carbono que presenta el alcohol.

- El tercer dígito hace referencia a cuál es el receptor de electrones, que en el caso de la


alcohol deshidrogenasa es la coenzima NAD. Siempre que NAD sea el aceptor de
electrones se identifica la enzima con el número 1 en su tercer dígito.

Y ya entre todas las oxidoreductasas que tengan estas dos últimas características se
hace una lista y se asocia un número a cada enzima de forma arbitraria. La alcohol
deshidrogenasa tiene el honor de tomar la primera posición.

(Esto no hay que aprendérselo de memoria pero en la presentación hay algunos


ejemplos más, uno por cada categoría)
Perfil energético de la reacción enzimática

En un esquema o perfil energético podemos representar ΔG≠ (lo que llamamos barrera
cinética) como el salto de energía que va desde el sustrato en su estado basal al sustrato
en su estado activado. Cuanto mayor sea esta barrera cinética más lenta será la reacción
y menor será el valor de la constante de velocidad. Aquí es donde van a actuar las
enzimas y a continuación veremos cómo logran las enzimas bajar esa barrera cinética.

Vamos a considerar la ecuación más simple posible en la cual solo participan dos
metabolitos (sustrato y producto) S ⇌ P

Pero cuando la reacción está catalizada por una enzima el mecanismo de reacción más
simple que podemos proponer es el siguiente:

E + S ⇌ ES ⇌ EP ⇌ E + P.

Siendo: E la enzima, S el sustrato y P el producto.

En este mecanismo de reacción podemos distinguimos 3 etapas elementales y


claramente el balance final es que el sustrato se transforma en producto.

Ahora tenemos que tener en cuenta dos aspectos:

- La velocidad total de la reacción vendrá determinada por la velocidad de la etapa


limitante (la más lenta). Es decir que el ΔG de activación de esa etapa limitante va a ser
el del proceso global. En esta reacción podemos deducir que la etapa limitante será la
segunda en la cual el complejo enzima-sustrato pasa a ser el complejo enzima-producto.
Esta etapa es la que sucede más lenta porque se tienen que romper enlaces covalentes de
S y formar unos nuevos para que se cree P. Sin embargo en la primera y en la tercera
etapa las uniones que se crean entre la E y el sustrato (o producto) son interacciones
débiles, no se crean enlaces covalentes, y por eso es más rápida que la etapa central.

-Si nosotros queremos explicar cómo actúa la enzima cinéticamente tendremos que
tener en cuenta la teoría de las velocidades absolutas vista en el anterior tema. Y teniendo
en cuenta esta teoría podemos representar la reacción anterior considerando los
complejos activados de cada etapa.

Distinguimos entre los complejos activados (en rojo) y los intermediarios como los
complejos ES y EP (en negro).
Para que esta reacción, catalizada por la enzima, suceda debe ser termodinámicamente
espontánea (proceso exergónico), y el requisito necesario para esto es que ΔG < 0. Este
requisito es necesario pero no va a ser suficiente solo con esto para que se de la reacción.

Tenemos que tener en cuenta que para este mecanismo de reacción con tres etapas:
ΔG = ΔG1 + ΔG2 + ΔG3. Por lo tanto el balance de los incrementos de energía libre de las 3
etapas tiene que ser negativo pero no sólo si eso sino que además cada una de esos ΔG i
(i={1,2,3}) tiene que ser negativo para que la reacción proceda.

Con estos elementos ya podemos empezar a construir un perfil energético que nos
permitirá comprender cómo funcionan las enzimas y cómo reducen la barrera cinética.

En el eje de ordenadas representamos la energía libre de Gibbs y en el eje de abcisas


representamos las coordenadas de reacción. Colocaremos en estos ejes todos los
intermediarios y los complejos activados.A tener en cuenta:

• Es importante que distingamos bien entre los intermediarios y los complejos


activados. Los complejos activados se representan elevándolos a un símbolo (* o bien ≠
).
Tenemos 3 complejos activados en nuestro mecanismo de reacción, uno por cada etapa.
Los complejos activados (ES*, ES≠, EP*) son muy inestables, que es lo mismo que decir
que son muy energéticos, por lo que cuando los representemos en el perfil energético
siempre se situarán en la parte superior.

• También hay que tener en cuenta que los ΔG van a ser siempre negativos (porque
son procesos espontáneos) mientras que los ΔG ≠ (de activación), sea para la etapa que
sea, son barreras cinéticas y son siempre valores positivos a superar.

Primero colocamos reactivo y sustrato y sus intermediarios (en un principio no tenemos


en cuenta los complejos activados).

Como sabemos que ΔG tiene que ser negativo para que la reacción sea espontánea,
colocamos cada intermediario algo por debajo del compuesto inmediatamente anterior en
la reacción. De esta manera el complejo ES deberá estar por debajo del nivel energético
de los reactivos; EP deberá encontrarse por debajo de ES, etc.
Si queremos trazar ΔG de la reacción (global) catalizada nos tenemos que fijar en el
nivel energético de partida, el de los reactivos (E + S) y en el nivel final energético de los
productos (E+P). El ΔG se corresponderá a la flecha hacia bajo (proceso exergónico) que
va desde el nivel energético de E+S a el nivel energético final de la reacción (E+P).

A continuación colocamos los complejos activados del mecanismo de reacción. Cada


uno de esos complejos activados tendrán que ubicarse por encima del nivel energético de
los reactivos. De esta manera el complejo activado se sitúa en un nivel energético mayor
que E+S. Ahora ¿dónde colocamos el siguiente complejo activado, ES ≠ ? Sabemos que
todos los ΔG≠ son positivos pero si ese ‘delta de G de activación’ toma valores muy altos la
reacción que se da será lenta mientras que si ese ΔG ≠ toma valores más bajos la reacción
transcurrirá más rápido. Ya hemos aclarado antes que la segunda etapa es la limitante,
será por ello una reacción lenta y su complejo activado va a ser muy energético (barrera
energética muy alta). Es por esto que colocamos el complejo activado ES ≠ por encima del
anterior complejo (ES*).
El tercer y último complejo activado, EP*, lo colocaremos un poco por encima del nivel
energético del intermediario EP pero no demasiado alto porque esta tercera etapa es
bastante más rápida que la anterior.

El ΔG≠c (delta de G de activación de la reacción catalizada) viene representado (flecha


verde) por el paso del complejo enzima-sustrato, ES, a complejo enzima-sustrato activado,
ES≠. Esta es la barrera cinética a superar para que se de la reacción. Hay que tener en
cuenta que hay 3 ΔG≠ pero solo representamos la barrera mayor que es la que va a
determinar la velocidad de la reacción catalizada.

El propósito de montar este perfil energético es llegar a entender por qué las enzimas
tienen ese poder catalítico tan grande, por lo tanto nos interesa comparar el perfil
energético de la reacción catalizada con el perfil de la reacción sin catalizar. Dibujaremos
así, sobre la misma gráfica, el perfil energético de la reacción en ausencia de enzima.

Pero para esto es importante tener en cuenta que E+S de partida será más energético
que S (sustrato solo, sin catalizar), ya que la enzima le aporta energía al sistema.

Para representar estos dos gráficas en uno solo y así comparar la reacción catalizada
con la no catalizada, a cada paso (de la reacción no catalizada) le vamos a sumar el
contenido energético correspondiente de la enzima. Aunque S (sustrato solo) es menos
energético que E+S, los podemos representar al mismo nivel de energía al sumarle el
contenido energético que aporta la enzima.

Como en todos los pasos estamos sumando el mismo valor constante (correspondiente
a la energía que aporta la enzima), la proporción se mantiene y podremos observar que el
nivel energético de S≠ (sustrato activado sin catalizar) + E (el valor constante de energía
de la enzima) es bastante mayor que el del complejo activado ES ≠ de la reacción
catalizada.
La barrera cinética para la reacción sin catalizar será la correspondiente al paso del
nivel de energía del sustrato en su estado basal (una energía baja) al sustrato en su
estado activado (nivel energético alto). Esta barrera cinética se corresponderá con delta
de G de activación de la reacción no catalizada (ΔG≠nc). La representamos en el gráfico con
una flecha roja.

Para ser capaces de entender cómo se reduce esa barrera cinética es preciso conocer
unos cuantos incrementos de energía adicionales:

- El primero a considerar es el de la reacción que ocurre en la 1ª etapa: E + S ⇌ ES. El


delta de G de esta reacción será negativo (para que la reacción se de) y es el que
anteriormente denominamos como ΔG1. Ahora que va a tomar cierta relevancia lo
renombramos como ΔGs (s de sustrato). Representamos ΔG s con un flecha (azul) hacia
abajo que empieza en el nivel energético E+S y acaba en el del complejo ES.

-Consideremos ahora la reacción: E + S ≠ ⇌ ES≠. En este caso el complejo ES ≠ no es un


estado de transición sino que aparece como producto de la reacción. Ocurre que la enzima
libre se encuentra con S en su estado activado (S ≠) y se une para formar el complejo ES≠.
El delta de G de esta reacción lo denominamos como ΔG b, es negativo e irá desde el nivel
de E+S≠ hasta el complejo ES≠. Lo representamos con una flecha azul.

En la gráfica tenemos representada a la vez tanto la reacción no catalizar ( S→ S≠→ P


pero sumándole el valor correspondiente a la energía de E en cada paso) como la
catalizada. Al sumarle el valor de energía de la enzima a cada paso de la reacción no
catalizada el primer y último nivel energético coinciden para las dos reacciones.
Para resumir, la reacción y su perfil energético sería el siguiente:

Recordemos que el poder catalítico de una enzima era el coeficiente entre las

kc
constantes de velocidad de la reacción catalizada y no catalizada: ≃ 10¹⁰. Además,
knc
las constantes de velocidad están determinadas por ΔG≠.

Tenemos que comparar ΔG≠c (de la reacción catalizada) y ΔG≠nc (de la reacción no
catalizada). Y podemos observar que el valor de ΔG≠c tiene que ser menor que el valor de
ΔG≠nc para que se de la reacción.

Fijémonos en la gráfica. Nos preguntamos entonces ¿cómo convertimos ΔG≠nc en ΔG≠c?,


ya que al fin y al cabo esto es lo que hacen las enzimas. Pues, para que la ‘falsa igualdad’
ΔG≠c= ΔG≠nc se convierta en verdadera (sabiendo que ΔG≠c < ΔG≠nc) tendremos que
sumarle al segundo miembro valores negativos o bien restarle valores positivos. Con estos
“valores positivos o negativos” nos estamos refiriendo a deltas de G (ΔG).
Vamos a buscar esa equivalencia sobre nuestro perfil energético de la reacción, para
ayudarnos a visualizarlo podemos poner líneas de nivel.

Podemos observar que si le sumamos ΔG b a ΔG≠nc es como si le restáramos ese


segmento, de esta manera ΔG ≠
no catalizada comienza a parecerse un poco más al ΔG≠catalizada.
Ahora el segmento que nos queda es un poco más corto que el de ΔG ≠c pero esto se puede
arreglar si le añadimos el valor de ΔG s. Lo que hacemos es restarle el valor de ΔG s a ΔG≠nc
ya que ΔGs toma valores negativos y como ya sabemos -(-) es +. Vemos que tras realizar
estas simples modificaciones sobre ΔG≠nc ahora su valor sí coincide con el de ΔG≠c.

Cuando el ΔG de la reacción catalizada sea pequeñito la reacción será muy rápida y por
lo tanto la enzima tendrá un poder catalítico muy grande.

La interpretación de esta ecuación que acabamos de hallar es bastante simple y lo que


nos indica es que hay dos formas de reducir la barrera cinética (flecha verde) en una
reacción catalizada (siguiente página):
1. Por un lado podemos elevar el “suelo”,
a medida que elevamos ese suelo vamos
disminuyendo la longitud del segmento
correspondiente a la barrera cinética. El
“suelo” viene dado por el nivel energético del
complejo ES y aumentar la energía de ese
complejo implica que sea más inestable. Por lo
tanto, si nosotros queremos elevar dicho
complejo ES lo que vamos a hacer es
desestabilizarlo.

¿Hasta que punto podemos elevarla energía


del complejo para lograr nuestro objetivo de
reducir la barrera cinética? es decir, ¿cuál es el
nivel límite al que nos podemos aproximar? La
reacción tiene que ser exergónica así que ΔG s
puede aproximarse a cero pero NO puede
llegar a ser igual a cero (la reacción estaría en
equilibrio y no progresaría) ni mucho menos
positivo porque si no la reacción no
procedería. Así pues, el límite es el nivel
energético de E+S.

Pero hay que saber que desestabilizar el complejo ES significa que la enzima tenga poca
afinidad por el sustrato. Esto puede parecer contraintuitivo pero para que una enzima
tengo un alto poder catalítico no puede mostrar mucha afinidad por su sustrato puesto
que de lo contrario el complejo enzima-sustrato es tan estable que no hay forma de
separarlo por lo que la reacción no evoluciona hacia el complejo EP, se quedaría estático.
Cuanta menor afinidad por el sustrato mayor podrá ser el poder catalítico de la enzima.

2. Por otro lado podemos bajar el “techo” que es el nivel energético de ES ≠. Esto
significa disminuir el valor energético del complejo ES ≠. Recordemos que ese complejo ES ≠
se daba como producto de la reacción E + S ≠ ⇌ ES≠, y la delta de G de esta reacción la
denominábamos como ΔGb. Lo que queremos es que ΔGb en valor absoluto aumente, es
decir, que se haga más negativo, lo cual ocurre porque al disminuir el valor energético de
ES≠ lo que estamos haciendo es estabilizar ese complejo.

En conclusión la enzima ha de unirse más fuertemente al sustrato en su


estado activado que en su estado basal. Por un lado cuanto más débilmente se una al
sustrato en su estado basal más elevamos el suelo y cuanto más fuertemente se una la
enzima al sustrato en su estado excitado más bajamos el techo. De tal forma debilitando la
unión del sustrato a la enzima y promoviendo la unión del sustrato activado a la enzima
logramos reducir la barrera cinética tanto bajando el techo como subiendo el suelo.
Centros activos de las enzimas

El centro activo es una región mínima (pequeña) de la proteína enzimática a la que se


une el sustrato y en el que tiene lugar la transformación de sustrato en producto. Como se
observa en el modelo puede ser un surco en la superficie de la proteína en la que encaja el
sustrato; en ocasiones también puede tener forma de bolsillo y en estos casos el sustrato
se encuentra dentro de la enzima. Independientemente de la formas que puedan tener
estos centros activos lo que suelen es aislar la reacción del medio al que está expuesta la
enzima. Con esto se logra, por ejemplo, obtener una constante dieléctrica en ese espacio
donde sucede la reacción distinta a la del medio.

A veces en proteínas oligoméricas el centro activo puede coincidir con la interfase o


punto de unión de sus monómeros.

Mecanismo de la acción enzimática

Los residuos que configuran el centro activo desempeñan dos papeles principales:

- Por un lado permiten la unión del sustrato a la enzima, fijan inmovilizan y orientan
dicho sustrato para que pueda ser transformado

- Por otro lado nos podemos encontrar residuos que participan directamente en el
mecanismo de catálisis desestabilizando el sustrato, añadiendo o sustrayendo protones o
electrones, etc.
Catálisis ácido-base y catálisis covalente

Vamos a distinguir 2 mecanismos: la catálisis ácido-base, que implica la transferencia


de protones (prácticamente cualquier mecanismo enzimático implica en mayor o menor
medida un fenómeno de catálisis ácido-base) y, la catálisis covalente, que se da cuando
en alguna etapa intermedia del mecanismo de catálisis tiene lugar la formación de un
enlace covalente entre la enzima y el sustrato o parte del sustrato.

Hay que tener presente que en el mecanismo de catálisis de una misma enzima se
pueden dar tanto la catálisis ácido-base como la catálisis covalente, es decir, no son
excluyentes sino que se pueden dar ambas.

El ejemplo paradigmático de las reacciones de catálisis covalente es el de las


reacciones de hidrólisis:
La ruptura de enlaces amidos es una reacción de hidrólisis pero la sustancia que rompe
el enlace covalente entre O y NH2 no va a ser la molécula de agua sino la enzima. Lo que
tendremos como resultado es parte del sustrato (R-C=O) unido covalentemente a la
enzima y amoniaco (NH3) que se ha liberado en esa unión. Ahora bien, debemos recuperar
la enzima puesto que es un catalizador que no se puede consumir en la reacción y aquí es
donde participa el agua. Con la participación de una molécula de agua se obtiene el ácido
y la enzima regenerada.

Estas reacciones de hidrólisis son paradigmas de la catálisis covalente y aquí


observamos como se ha formado un enlace covalente (en una etapa intermedia) entre la
enzima y parte del sustrato. De hecho es este enlace covalente el que verdaderamente se
rompe por la molécula de agua y no el enlace amida del sustrato inicial.

Para concluir el tema veamos los dos mecanismos posibles en un mecanismo de


catálisis propuesto para la enzima glutaminasa. No nos vamos a fijar en todos los detalles
del mecanismo sino que nos vamos a limitar a reconocer la catálisis ácido-base y la
catálisis covalente.

La glutaminasa cataliza la reacción de hidrólisis: Glutamina + H 2O → Glutamato + NH 3.


Como la glutaminasa es claramente una hidrolasa sabemos que aparecerá la catálisis
covalente en algún momento.
En negro tenemos representada la parte más relevante del centro activo de la enzima
glutaminasa. Decimos “la parte más relevante” porque es la cadena lateral de dos
residuos que son importantes en la catálisis. Y en color rojo tenemos el sustrato, la
glutamina.

La cisteína (se caracteriza por el grupo tiol) y la histidina (con su característico anillo)
son aminácidos con papeles muy relevantes en esta enzima. De hecho, si estos dos
residuos no estuvieran en el centro activo de esta enzima posiblemente no se daría la
actividad enzimática.

Primero podemos observar que el nitrógeno de la histidina actuará como una base
conjugada aceptando un protón que procede del tiol (actúa como ácido conjugado). De
esta forma ya estamos reconociendo un elemento de la catálisis ácido-base. En el
segundo paso ya tenemos el nitrógeno protonado y con un exceso de carga positiva y el
grupo tiol al desprotonarse deja a un átomo S muy nucleofílico que ataca al carbono del
sustrato. Ahora podemos reconocer una catálisis covalente puesto que se forma un
enlace covalente entre la enzima (concretamente desde el átomo de azufre de la cisteína
del dentro activo) y parte del sustrato glutamina y además se libera amoniaco.

A continuación es necesario recuperar la enzima y que se libere el glutamato y es en


este proceso en el que participa el agua. Volvemos a observar catálisis ácido-base ya que
el protón del nitrógeno de la histidina (que anteriormente se había protonado) ha sido
cedido para formar el amoniaco y ese N se ha vuelto a quedar como base conjugada. De
nuevo ese N puede actuar como base aceptando un H de la molécula de agua con lo cual
se nos queda un OH⁻ que es capaz de atacar el enlace covalente que une a la enzima con
el sustrato. De esta manera se forma glutamato y se regenera la enzima. La enzima
vuelve a su estado original porque el H que está unido al N de la histidina es cedido para
regenerar el tiol del centro activo de la glutaminasa.

De esta última parte nos tenemos que quedar con que hay un componente de catálisis
ácido-base que se repite en sucesivos pasos y con que también hay otro componente de
catálisis covalente. Ambos están presentes en el mismo ciclo catalítico de una única
enzima, por tanto estas catálisis no son en absoluto excluyentes sino que en múltiples
ocasiones se dan juntas, conjugadas.

- FIN -

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